% Dk LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y AL CULTIVO DE LAS a ER ” TOM PL > ENERO Á DICIEMBRE DE 18 DELLA UNIVERSIDAD DE QUITO, ] LECCIONES DE LITERATURA TOMADAS SINGULARMENTE DEL P. BROECKAERT, POR €, B. TOBAR. (Traducción y refusión). (Continuación ). ArtícuLo 22—Figuras.—Tropos. —Exprésiones y giros hay que dan á los pensamientos una forma ó figura especial, cxfua, que, comunicándoles belleza y fuerza, les distingue de la expresión sencilla. Es- ta presenta nuestra idea, y nó más; las formas ó figuras le agregan atavíos ó como vestidos que la hacen notable Ó visible: uz rebus adjiciunt, dice Quintiliano, ef gra- tiam prestant. . | | e os retóricos distinguen figuras de dicción y figu- ras de pensamiento. Puede decirse que es sólo escolás- tica esta distinción, por no muy fundada en la naturaleza. Si las expresiones son signos de representación de las ideas, donde hay palabras habrá pensamientos y, por consiguiente, las ¿guras llamadas de palabra lo serán tan bién de pensamiento, supuesto que, en realidad, le aumen tan cuando menos fuerza y energía. Sin embargo, deb. conservarse la distinción, ya porque facilita el estudio, y porque separan las figuras de A E A A id e maticales. 2. Los fropos (TpeTo, 2 guras que transportan las palabras de su signife cación A propia d otra impropia para dar al pensamiento mayor gracia ó energía. “Todos los vocablos tienen una signi-- ficación primitiva, llamada sentido propio; y poseen fre- cuentemente, otra de sutil semejanza con el anterior que se llama sentido figurado, Por ejemplo, la pala- bra calor, en sentido propio, significa una propiedad del fuego; en sentido figurado, expresa el entusiasmo que, en el combatir, anima á los guerreros y en el discutir, 4 los oradores, y así decimos el calor del combate, de la dis cusión, elc. El uso de los tropos nos es tan natural que, sin no--. tarlo, los empleamos incesantemente. Modus transferen=" di verba late patet, dice Cicerón, gucm necessitas genutl, ¿nopia coacta et angustils,; post pc delectatio Jjucundi- d tasque celebravit. (De Orat. III, 38 | E Ue preguntará. ¿Por qué gastamos el tiempo en estudiar formas ó modos de expresarnos que, sin necesi-. dad de reglas, brotan á cada paso de los labios más igno- rantes y áun en las conversaciones más familiares Jas tudiamos las figuras para emplearlas artísticamente, de la misma manera como el florista observa y estudia las flo- res, que brotan esponápeanegta á fin de imitar á la na- turaleza. a Para comprender mejor la Raturaleza de los Eropos, | notad que están basados en la relación que existe entre dos objetos, en virtud de la cual el nombre del uno pue-. e ser substitúído por el nombre del otro. En realidad, todo objeto que nos impresiona está unido con circuns-. tancias más ó menos claras y relaciones más ó menos Ín-. timas á otros objetos: les sigue Ó ó les precede, es su cau- sa ú su efecto, les es semejante ó contrasta con ellos. La razón se apodera de esta conexión, la imaginación se en- laza con ella, y según la diversidad de relaciones, engen-. dra diferentes especies de tropos. Así se concibe su orl- gen y al propio tiempo el placer que nos causan; pues la aproximación y sustitución de los objetos ocupa agrada- blemente la fantasía, ejercita el espíritu sin fatigarle y nos. hace vozar de la posesión de nuestra inteligencia, Reglas, Los tropos han de ser: 12 Claros, es decir, que la relación entre los objetos. sea fácil de percibir, y que, sin esfuerzo, se comprenda el pensamiento del escritor. =$ 22 Usados, Ó por lo menos conformes á la índole del idioma. Cada lengua posee tropos inaceptables en otra lengua. Así en español se dice «a/as de un ejército á lo que en latín se llamaba cornua exercitus. 32 Conven:entes, á fin de que, de acuerdo con la de- finición, comuniquen al pensamiento gracia ó energía: vim rebus adjiciunt et gratiam preestant; sin lo cual, el tropo será inútil y, por tanto, vicioso. ) Según los casos, el tropo será bueno ó malo: en ge- neral, no está mal decir, dando el nombre de la parte al todo, vela ó quilla en vez de navío; pero empleará muy mal la sinécdoque quien diga: “á gran distancia percibi- mos una quilla que se acercaba”; pues precisamente lo que menos puede percibirse á la distancia es la quilla, lo primero que se descubre son las velas. En cambio se ex- presará bien quien escriba que “millares de gu2/as sur- can el oceano”. La profusión de tropos generalmente es condenable, y descubre, de ordinario, espíritu poco sólido. —' $ 12 METÁFORA. La metáfora (uera, pépo, más allá, llevo) transporta el vocablo de su significación común á una significación extraña, á causa de la semejanza de los objetos. La me- tálora es, pues, una comparación abreviada, esto es, de- sembarazada de las partículas de comparación. Aguiles se lanza como un león, es una comparación; Agusles, este león, se lanza, es una metáfora que imprime viveza á la imagen y rapidez al resultado. | El más notable efecto de la metáfora es repartir vida y movimiento á la naturaleza. Las más abstractas ideas, los objetos más insensibles truécanse en imágenes anima- das y brillantes. : n vez de lá expresión simple: “ya los americanos aprovechan las riquezas”, Olmedo dic2: Ya las hondas entrañas de la tierra En larga vena ofrecen el tesoro Que en éllas guarda el Sol; y nuestros montes Los valles regarán con lava de oro. == Aun los objetos inanimados gustan de ataviarse con cualidades de una naturaleza más robusta, y la imaginas ción del escritor recorre juguetona la creación entera. La tierra prodiga Ó rehusa sus tesoros, los ríos se 12d 19H4m * ó dóciles se someter, el océano brama Ó murmura, el hom- bre arde en furor, es corroído por la envidia, las riquezas le empedernen el alma, etc. uanto es la más usada de los tropos, tanto es la : metáfora la más importante y la más delicada. La me- táfora ha de ser: 12 Perceptible, es decir, fundada en una semejanza real. La menor inexactitud puede envolver en confusión el objeto, en vez de comunicarle claridad. Los correcti- * vos: por decirlo ast, si es permitida la expresión, si se me permite la palabra, etc. acaso suavizarán una metáfora algo dura ó atrevida, pero no expresiones faltas de ver- dad ó exactitud.—Sin embargo, entre las metáforas au- torizadas por el uso, hay algunas que tomadas literalmen- te, encierran verdadero abuso de palabras; por la cual ra- zón se las llama catacresís (xara, contra, qpuoual, servir- se). Asíse dice: la HOJa de la espada, una HOJA de pa- pel, RAUDAL de 002, 17 d CABALLO en mula, equitare nm arundine longa, instar montis equum edificant, etc: 22 Vatural, fácil, sin afectación. Cicerón explicaba y recomendaba esta cualidad cuando decía: Vereciunda debet esse translatio, ut deducta esse 1n alienum. locum, non trruisse atque ut precario, non vi venisse videatur. o todos los pueblos están de acuerdo respecto á: la na-' turalidad de ciertas metáforas. En general, dice Fene- lón, “las naciones que viven bajo un cielo templado gus- tan menos, que los pueblos de los climas ardientes, de metáforas duras y atrevidas”. Pero en ningún idioma, ni en clima alguno, será tolerable que se lame potro cristalt- 20 á un arroyuelo, como lo hizo aquel altisonante versi- ficador, citado en la “Ojeada”, describiendo un arroyo del valle de Chillo: 4 “Corre arrogante un arroyo Por entre peñas y riscos, Que enjacezado de perlas E Es un potro cristalino”, etc. Necesario es, de cierto, evitar las semejanzas trivia-. A les; pero cuando la novedad noes sino un esfuerzo peno- so para aproximar un objeto lejos de los límites naturales de la imaginación, las metáforas pierden su gracia y mé- rito. Las tomadas de las ciencias adolecen comunmente de tal defecto, vicio hoy en día muy común. Algunos neó- logos parecen gozarse en erizar su estilo con términos de física, química, botánica y astronomía. 32 Noble, que no recuerde nada bajo ni desagrada- ble. La más preciosa ventaja de la metáfora está en le- vantar una idea muy común ó endulzar una imagen desa- gradable, Cicerón vitupera á cierto orador por haber lla- mado á un hombre despreciable stercus curia. Quamv?s. sit simile, dice, tamen est deformts cogitatro simalitudinas. 2 Sostenida, Quintiliano nos lo explica: /d impri- mis est custodiendum, ut quo ex genere ceperis tramsla- tionis, hoc finias. Multi autem, cum initium d tempes- tate sumpserunt, incendio aut ruina fintunt, que est i1t- conseguentia rerum fedissima. Sería, por ejemplo, en extremo absurdo decir: Megía lanzaba de sus labtos un torrente gue encendía todos los corazones; pues los torren- tes más bien apagan que encienden.—Falta semejante se comete cuando, sin agregar á la expresión figurada una palabra ó frase explicativa, atribuímos al objeto metafóri- co cualidades ó acciones que convienen sólo al' sentido propio; lo cual acaece cuando irreflexivamente entremez- clamos expresiones en el sentido propio y en el tropoló- gico. Si dijésemos Megía lanzaba del cráter de su elo- cuencia, llamaradas que persuadían d sus adversarios, atribuiríamos al objeto metafórico una acción pertenecien- te al sentido propio. Cosa distinta es añadir á la expre- sión figurada una frase Ó voz explicativa, | como la pala- bra ferrea en el ejemplo siguiente: y ; Circum os utringue phalanz ves Stant dense, strictisque seges mucronibus horret ere A ¿+ EVA gio; Ep. XI] (Continuará). Mi : EL VRENTSCRITO DE TZ YY Y LAA dra Ud Y Y dl AIN EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DE QUITO. COLECCION DE POESIAS VARIAS, HECHA POR UN OCIOSO EN LA CIUDAD DE FAENZA. _— Entre los manuscritos de la Biblioteca Nacional de Quito, uno de los más preciosos é importantes es el que tiene el título que encabeza estas líneas. Pertenece al siglo XV HI y constitu- re el documento. más completo y genuino del estado de nuestra iteratura paátia en aquella época, toda vez que en él se han re- copilado varias composiciones de los jesuitas ecuatorianos, quie- nes, salvas pocas excepciones del clero secular y regular y otras uísimas de la gente laica, eran los hombres más A Estridos de Af Digno de estudio nos parece, por consiguiente, este notable manuscrito, cuya historia vamos ú reseñar á la ligera, después de hablar acerca se su contenido Expulsados de e Hope América ls los jesuitas por la célebre iba real de 1 267, > 164 nuestros, después de sufrir mil percances y fatigas, encontraron seguro asilo en. ce . Estados Pontificios. eEugiáron nse primeramente en los as cole- gios que allí poseía la Compañía; pero, disuelta que fué la Urden por el breve pontificio de Clemente XIV en 1773, conti- nuaron viviendo como clérigos sueltos en las mismas ciudades, unidos entre sí por fraternal cariño é identidad de costumbres y aficiones, protegidos por insignes prelados ó nobles generosos, justos apreciadores « de ES virtud y el talento de los proscritos. Los jesuitas ecuatorianos permanecieron los más en el Boloñés, la Romanía y las Marcas “separados unos de otros, sin A qee pu- diesen vivir en una posada más que dos ó tres”. (Ss ólo el P. Aguirre (Juan Bantista), que durante los primeros años de su expatriación había vivido en Ferrara, pasó posteriormente á Ro- ma y por fin se fijó en Tívoli, donde sirvió de consultor y ami- go á tres prelados eminentes, Monseñor Natal, Monseñor Chia- ramonti (después Sumo Pontífice Pío VIT) y Monseñor Manne. (2) El paradero de los otros jesuitas ecuatorianos es más ó me- nOs io e lelasco residía en Faenza, el P. Ayllón en Roma, el P. Viescas en Ravena. Situadas á corta distancia unas de pa estas ciudades, fácil era la correspondencia de los ex—jesuitas, quienes se comunicaban sus obras y travesuras lite- rarias, á las cuales vacaban en los momentos que les dejaba li- arta del u hermana, á 22 de ss de 1774. (a) Pr del lo Pimienta, de Tive ad a bres el ministerio sacerdotal. Á esta comunicación amigable se debe el haberse formado la colección del ocioso de Paenza, que no es otro que el P. Velasco. A ara cerciorarmos de que el recopilador fué el ilustre rio- bambeño, no sólo nos apoyamos en la tradición constante y en la identidad de la letra de este manuscrito con la de la Historia del Reino de Quito, sino en el romance con que el P. Urosco agrade- ció al P. Velasco la inserción de su Conquista de Menorca enel primer tomo de la colección. Este romance, que después he- mos de dar á la prensa, por estar aún inédito, encierra nuevos datos sobre los meritos de nuestro primer historiador.” 5l caso fué que el P. Velasco, ya por instrucción, ya por solaz y pasatiempo, se propuso, después de escribir su hustoria en 1789, hacer una selección ó floresta de poesías castellanas. Su intento fué sin duda en un principio el de compilar solamente composiciones inéditas; así es que el Tomo L, que lleva la ¿echa de 1790 y “que contiene los Poemas heroicos en Uctavas, y tal qual de Arte menor, como consectario de aquellos”, consta de las siguientes producciones. as 1 Demofonte y Filis, poema heroico, escrito por D, Lorenzo de las Llamosas, ó según creen algunos, por Fray N. de las Lla- gas, religioso capuchino. Este poema tiene 10 cantos y DTS 00- tavas: nunca fué impreso, según afirma en una nota el P. Ve- lasco, quien para incluirlo en su colección lo corrigió y completó, sirviéndole de original una copia de pésimo carácter entre cen- tenares como se habían sacado de este larguísimo, cansado y gongórico poema, delicia de nuestros literatos americanos del si- glo décimo octayo. : ¿ UL. A la muerte de Sor Juana Inés de la Cruz de D, Lorenzo de las Llamosas. Precede á estas ocho octavas reales esta cu- riosa advertencia. : “NoTa, que habiendo corrido esta obra ( Demofonte y Filis) como propia de D, Lorenzo de las Llamosas, caballero peruano, por el espacio de terva de un siglo, sin que ninguno la pusiese en duda, se divulgó la voz de no inc gioso Llagas. No obstante, unos han iudado y otros han persistid 1 i , COMO > nión, así por no haber suficiente pru udaria, constaries € 1 de la de Llamos Se añade aguí un rasgo de ella, para que el imparcial lector gue si es Ó . —Raseo indubitable, por hallarse imp: amen =d pa 4 La sas americanas y europeas ocasión de la muvite de ism “oético Mu peas, con : L: Sor Juana Inés de la Cruz, Cisne del Lago mexicano, bajo el nombre de Julia, y es sigue”: IL. Sacrificio de Ifigenia, Poema heroico, eserito por D. Luis . de Verdejo Ladrón de Guevara; canto Único de 117 octava:. Para la historia literaria vale ete párrafo del argumento. «Para formar el debido concepto y hacer el merecido elogio de esta obra, reee en el cuerpo, E él aln a, basta nombrar el Autor, una de las Tusas más sublimes y delicadas, que transfir erón, el Parnaso esp en el las nubes. Ella y adeció la desgracia de no ser Impresa, por eso á las mutaciones que han jtas, si bien n XVII, y lo colocaron sobre las n A Cir la antecedente su coetán a estado sujeta echo algunos, en as invumerables copias que corren mantee > ni tan enormes como en aquélla, La prescuic se hace por una de las menos malas”, Bu «TV. A lamucrte de Sor Juana Inés de la Cruz, el mismo Don Luis de Verdejo, en el Certamen dicho. . Fragmentos de otros poetas (octavas de Don Luis de Gón- id P, N. Butrón, Don Francisco Javier Lozano y Don oseph Orosco). . Conquista de Menorca, escrita por Don Joseph Oros=" | co: 4 cantos y 142 octavas. Este es el ensayo más importante de nuestra literatura nacional anterior á Olmedo. IL Queja contra el Autor de esta Colección, de él mismo: romance lleno de datos biográficos sobre el P. Velasco. Y. La Cortona convertita, Y un P. Revimo, soprannoma- 1 to Fra Cervel-balzano: poemita burlesco en italiano, de 3 can- “tos y 76 estrofas. 4) q ca 7 > de a Q [97] a) = 2 *£ > p Sl] E o Oo pi % S (a E 2 E (1) MS. del Nuevo Luciano, conversación 3* la o A de A que sin ello no nos quedaría casi nada. ron á la provincia quitense de la Compañía; el P. Francisco , Javier Lozano (mejicano) de quien se conservan 24 sonetos á eso sí, que el P. Larrea versificaba muy bien en italiano y casl todas sus composiciones transeritas en la colección están en este 1dioma, por ejemplo, los 13 sonetos sobre una Cuaresma que pre- dicó en Ravena el P. Cayetano Angiolini. En honor de Nues- tra Señora dela Luz hay varias composiciones, unas latinas del . Juan Antonio Genovesi y el P. (?) Diego Jurado, otras tos- canas del P. Ambrosio Larrea y el marqués Alejandro Ghini, y las décimas conocidas del P. Velasco en español. Libro 3% consta de “Poesías diferentes á diversos asun- tos, del mismo tiempo moderno”. Son composiciones, ya Serias, ya jocosas, de esas que se cambian entre amigos por cariño 0 travesura, y con que se ameniza el trato de gentes aficionadas á las bellas letras. — En este libro ha recogido el P. Velasco las 10 chistosas ocurrencias de la musa popular de Madrid, con moti- E vo de haberles robado un ladrón á dos abogados un valioso Cris. E to de plata; allí están las bromas : al mismo Padre, cuando - se vistió de abate, le dirigió su amigo el P. Lozano; all, el en- vío, con décima, de una caja de los OS A el recibo de. un escaldino ó pesar con igual estrofa, Podrán algunos llamar frusle- ía ción que prodigaba al git aisto, a be vado de Ita- lia. o ber en este libro ¿Po Losan ia lo ; jesuitas cen me ayan, pues, como os pad delas 27 sonoras y mordaces décimas Eiquetta sin zafferano, * Ambas á dos pa manero guado en el bocal, visten acerada co Pen sin un grano e sal, que amenazatido e es el gusto italiano. jamás el campo se cede De aquí todo ultramontano y aun en las letras no pueden. puede bien conjetutar convenir en una jota. e li Tuba eo de da á reglas del tiempo de Augusto, Esta O filigrana o cuando tiene tan mal gusto en que, cómo anillo de oro, su insípido paladar. engasta mucho tesoro "la vena de Musa hispana, Con el gusto material La insulsez italiana de la expresada nación —. la juzga inútil follaje, tiene mucha conexión viendo que agracian el traje. su extraño gusto mental. deunajoven, que es su hechizo, Abomina de la sal la cinta, la flor, el rizo, del equívoeo y conceto, el merleto * y el plumaje. con que un español discreto ingeniosamente acaba . Si una Musa se adornara el donaire de una octava, - solamente con la prosa, el énfasis de un soneto, - fuera una joven hermosa, E E a o ro en jerga se quedara. Opuesta Italia, y en guerra Porcomún mujer pasara contra la gente española, como todas las demás; continuamente tremola pues no vistiendo jamás su no triunfante bandera. sino sayal su hermosura, * pa <> palgliós italianas, olGams olla — * palabra italiana, significa encaje. sin azafrán, > á todas estas cosas; así puede e mas no se les quitará a tanda histórico y Literario que tienen ae, nosotros. Las ' estrofas dirigidas mutuamente por el P. Velasco y el marqués Ghini, n nos revelan la amistad que los unía y E generosa protec= A e E is pea, E A sería, sin compostura, que yo el tiempo que vivicre verso en prosa y nada más. tendré el mío americano, O de pde eS El sigue su canto llano; En cuanto calienta el sol yo, el figurado y compuesto; y su luz se deja ver, yo, de Juglar sigo el texto; constantemente ha de ser ' y él, de Catón censorino; el español, español. y s1él ya por un camino, o mendigue su farol yo me voy por el opuesto. luz de ajenos luminares papi PE E, y en todas tierras y mares, Concepto, chiste, ironía, con los esfuerzos mayores, "equívoco y agudeza, defienda los patrios mores * — son la gala y gentileza y adore los patrios lares. dela española Talía. tipo 0 A a e . Su gusto el italiano . noes dela España poeta: siga, y sea el que fuere, - y si su solfa decreta E un nuevo Re—mi-fa-sol, mo, por costumbres. diga que no es español -Ó á censurar no se meta. El Tomo III, escrito 'en 1791; se divide igualmente en 3 libros y tiene además un suplemento. o El Libro 4? es de “Poesías satíricas”, entre las cuales so- bresalen “El Apocalipsis de Juan” del P. Velasco, y la “Elec- ción del primer ministro de la Muerte”, del P. Viescas. _El Libro 52, de “Poesías indiferentes”, contiene las mejores del P. Viescas y del P. Ambrosio Larrea. E El Libro 62 no constá sino de “Poesías selectas de la Ju- ventud Triunfante”, que escribió el P. Luis de Losada y se pu- blicó en España, para recordar las solemnes fiestas con que en . 1727 celebró el colegio máximo de Salamanca la canonización e S. Luis Gonzaga y S. Estanislao de Kostka. — El “Suplemento á los Libros precedentes”, “contiene las Poe- sías modernas y las que no se tuvieron á tiempo”: una de ellas es el bellísimo soneto del P. Viescas á la restauración de un templo en Ravena. ss caian ... Stbien la Colección del ocióso de Faenza constaba de 6 vo- lúmenes, nuestro análisis no puede ir más allá del tercero, por- que, da vergiienza decirlo, los tres últimos hán o. - pero ciria; £ una vez más nos toca maldecir la imperdonable incuria ó alta crítica de la poesía ecuatoriana. (Quédanos aún algu AAA de que volverán á encontrarse estos AS a de apelamos al ilustrado y generoso patriotismo del Supremo tro- — 12 — bierno, dueño de la Biblioteca Nacional, á la iniciativa de ía] E Academia as ds que actualmente la tiene á su cargo, y contamos con la activa diligencia del inteligente, laborioso y muy er LON biblitecario, Doctor Don Federico Donoso. 4 ástima grande será que ya no existan estos documentos el día que se escriba ota la ca de nuestra literstura!- Esperando ese venturoso día, esforcémonos pencas cual más cual] menos, en acoplar materiales para esa magna 4 osa de veinte años +obrevivió el Padre > clado: á la for- nuscritos, única riqueza del anciano O ása obra el bie Don José Divalos, que fué su fideicomisario. Poco. tiempo después, de 1822 á 25, viajaba por Europa nuestro com- ' patriota el Señor Don José Mod esto Larrea, cuando supo de la existencia de estos manuscritos, así como de la Historia del Reino * de Quito: recogiólos y trájolos á Quito, donde habían de perma- E necer inéditos en su totalidad, la Historia, después de varias aven- turas, hasta 1841; y los versos, hasta 1868. Bastante conoci- das son aquellas “aventuras las cuales, se tristes que sean, o menos indican el deseo que se tenía ublicar nuestra pri mera Historia, : Respecto á-la Colección, uodó casi por completo olvidada en los armarios del Señor Larrea, tanto que nie erudito autor del Ensayo sobre la historia de la literatura ecuato- riuna, Doctor Don Pablo nar en eE tuvo conocimiento ES De la librería del Señor I arrea pasar on á la del. pctar Ramón Miño, por cierto cambio de libros hecho por Don Juan Maldona- do, mias del Señor Larrea. El Doctor Miño los prestó, en 1866, al Señor Don Juan León Mera quien, como ol ero li- terato, descubrió una mina en los empolvados volúmenes, sepa- ó el oro de la ganga, y nos EST una poesía nacional del siglo XVIII, tesis de Olmedo, y en la cual. Da dos poetas de primer orden para entonces, los PP. Orosco y Viescas. Así ues, al estudio del Manúscuto de jan se debe una de las mejores obras de nuestra naciente literatura, la Ojeada histórico- crítica de la poesía ecuatoriana. : Í por vez primera se pabicaon la Conquista de Menorca de hreonao. las odas y sonetos de Viescas, las décimas y Garrido, los versos. uo é italianos de los hermanos La- rreas, etc. o tiempo recopilaba estas poesías, en Lima at Doetor-Y pe Emilio Molestina, en su Colección de antigúe- po literarias. De esta manera la literatura poética de los je- suitas ecuatorianos de la colonia fué conocida á la yez en nues- (1) En Z2 £r1s, agosto de 1861. mos y A tras provincias serraniegas y costaneras, respectivamente, por medio de las obras de los Señores Mera y Molestina, obras de distinto carácter y mérito; porque la Colección es una mera com- pilación ordenada y correcta, con apuntamientos biográficos, al paso que la Ojeada es un juicio crítico muy seguro, y con el En- sayo antedicho constituye lo mejor que tenemos hasta el día so- bre historia literaria del Ecuador. : Cuando murió el Doctor Miño, en 1871, adquirió los ma- nuscritos en propiedad el Señor Mera; mas los reclamó con ins- tancia el Señor Mitra do y, una vez recaudados, se los regaló á García Moreno, quien ordenó que se guardasen en la Biblioteca Nacional, de donde, por desgracia, se han sustraído los últimos mos. E opte Las publicaciones de los Señores Mera y Molestina, si bien sacaron á luz la flor de la colección, no agotaron ésta. Así, ejemplo, de los PP. Orosco y Viescas, los más distinguidos entre los citados por la Ojeada, quedan inéditas algunas composiciones. Otras hay que nos interesan, si no por el mérito literario, por el asunto que tratan, como las del P. Garrido, cuando se dió el de- creto sobre la heroicidad de las virtudes de la Beata Mariana de esús, Azucena de Quito. Además de las escritas por los je- sultas, se han conservado también algunas de autores anónimos pre que son tanto más apreciables cuanto poco nos queda e los poetas seglares de aquella época. - De distinto género son, entre ellas, un romance asonantado “A las siete Palabras del Redentor en la. Cruz, de una Musa quitense”, poesía devota, le- na de fe y sentimiento, y una canción burlesca “A una dama de travieso genio por un ingenio travieso quitense”, en que.se ha echado la sal y gracia picaresca de los quiteños de antaño: am- bas á dos forman un doble trasunto de la índole de nuestros abuelos, amalgama singular de misticismo y disipación. - Sin exagerar la importancia del Manuscrito de Faenza, he- mos querido atraer sobre él la atención de los eruditos, historia- dores y literatos, especialmente por ver si se recuperan los tomos hoy perdidos. Si estos volúmenes vuelven á la Biblioteca; si en Guayaquil se encuentra la colección manuscrita de las poe- sías del P. guirre que, no e más de cuarenta años, po- seía Don José M. Molestina; si algún otro feliz hallazgo nos viene á suministrar nuevos datos; si se dan á luz todos los ma- nuseritos de Espejo y se desentierran en los archivos de Espa- ña, con el mismo objeto, los de Maldonado; si se hace un estu- dio completo del papel que le tocó desempeñar á Mejía en las Cortes de Cádiz; si se recogen prolijamente todos los opúsculos impresos en Quito durante la última centuria: ye se pod: cribir la historia de nuestra literatura en el siglo XVIIL siglo de germinación latente, que empezó á difundir la vida intelectua en el seno del pueblo hasta entonces ignorante y rudo. | Baste por ahora lo dicho sobre el preciado Manuscrito, que es- a: E IA nos proponemos utilizar cuando tracemos un bosquejo genera: de nuestra poesía en el siglo XVI espués de reproducir agra- padas las composiciones de cada autor, así impresas, como inéd tas, ya que la Colección del Sr. Molestina y la Ojeada del Sr. Me ra se han hecho bastante raras, y es necesario poner al alcane de los jóvenes estudiosos las composiciones nacionales que, n obstante ser meros ensayos, deben ser entre nosotros conocida, tanto como: las de los clásicos as Ss. MANUEL María PÓLIT, A LAS SIETE PALABRAS DEL REDENTOR EN LA CRUZ, - DE UNA MUSA QUITENSE. CUARTETAS. (1) INTRODUCCIÓN: 20000 0 1 PALABRA. Venid, venid, nr | Perdonadlos, Padre Eterno, A observar con atención Jesús dice, en alta voz; Cómo ponen ¡eiii culpas Perdonadlos, que la culpa En la Cruz al hombre Dios. Su ignorancia la causó Ya está lovantado en alto. Perdonadlos, porque ignoran Moribundo el Redentor: . De este delito lo atro A acompañarle, mortales, - Ni lo que pesa la id 20 Puesto que la causa sols. De quien es hombre y es Dios. Poco le resta de vida Perdlegiadigs, Padre mío, Y apenas tres horas son, Que el perdón lo pido yo, Pero tres horas de penas, . Que á fin de borrar sus culpas, Que hacen siglos de dolor. — Mi sangre y mi vida doy. Venid á llorar las culpas, ¡Oh suma Bondad! oh cuánto Venid á pe perdón. . Te agradezco este fayor: Venid á eredar la vida, Que siendo yo. tan ingrato, Venid, que espira el Amor. Pidas para mí el perdón! ¡Ay miJ esús moribundo! ¿Cómo, ávista de 20 cojea Mi Padre, mi Rey, mi Dios! —Juzgará la obstina Puos vengo á veros morir, Que. hay razó: di e sus 105, Muramos juntos, Señor! Motivos para el rencor? (1) Del siglo 18%, en el MS. de Faenza, tom. 11, lib. 2, fol. 69. 2% PALABRA. ¡Cuánto, mi Jesús, te debo | Por tan suma dignación!. E Al ver peñando á Jesús, Oh María! ¿cómo tu hijo - Lo blasfema el mal ladrón, Podré ser, siendo quien soy? Aumentando con su culpa ] Las penas del Salvador. 42 PALABRA. El buenladrón lo reprehende, La cuarta palabra fué Y le dice al mal ladrón: Que hablando Jesús con Dios, | : ñ Jesús padece inocente; De haberlo desamparado - Mas justamente los dos. Mansamente se quejó. .. Y luego, vuelto á Jesús, Dios mío, Dios mío, dijo, Mi Rey, le dice, mi Dios, Esforzando así la voz: Cuando á tu reino llegares, ¿Por qué me has desamparado De mí te acuerda, Señor, En mi conflicto mayor Al Paraíso conmigo, Mi Madre la dí á los hombres El Salvador respondió, Por madre; y del Padre estoy oy vendrás, y pasarás . Dejado en sólo los brazos De la cruz al galardón. De la angustia y del dolor. ¡ Oh quién tuviera la suerte Siendo, mi Jesús, la eausa De este feliz pecador! De tanta desolación Oh quién supiera pedirte - Mis culpas, acompañarte Misericordia, Señor! Quiero yo con mi dolor. 32 PALABRA. Mis lágrimas y stispiros Serán Goles á tu amor, Cerca de la Cruz estaba, Sin que se aparte un momento Traspasada de dolor : De tu Cruz mi corazón. u dulce Madre, en quien puso ) Jesús sus ojos, y habló: 52 PALABRA. Miralo áJuan, que él es tu hijo Cristianos, desde la Cruz Y aunque él es hombre y yo Dios, Exhausto ya el Redentor Pero él es hombre, y yo apenas Os dice que tiene sed, Usano y oprobrio soy. Con el semblante y la voz: Que por hijos te los doy; tal dolor compasión, Yue, pues nacen de mis penas, O sí darán vuestros ojos Serán hijos de tu amor. - Agua que temple su ardor. Mi Madre te doy por Madre, Sed tiene de vuestro llanto, Le dijo á Juan el Señor: Y aun más sed tiene su amor, ¡Feliz quien por madre tiene Por no poder beber más . Ala que es Madre de Dios! De lo que hasta aquí bebió, Vé juntamente á los hombres, Decidsi hay en vuestros pechos A e Cielos! Quién vió tal asombro? Acabe el hombre al pecado, Hombres ¿quién tal pasmo vió? Por amor de un hombre Dios. La misma fuente pide agua, Y le da hiel la traición. Sus labios endulzar puede La amargura del dolor Si deshecho en tierno Mido Le ofrecéis el corazón, 6 PAE, Llegad, llogad; pa Que sólo por vuestro amor, Dulcísimo Cisne entoná Al morir esta canción. úna Vez compañía vasos rebelde atención; sea una vez él llanto Consonancia de esa voz. He acabado ya, nos dice, Con cuanto nie mi amor Hacer, por librar al hombre De su eterna perdición, Si un Dios hombre acaba laobra, Y clamadle arrepentidos : Que al hombre justificó, - Todo enlutado quedó Sombras la ¡ imaginació . 72 PALABRA. i tre, en tas manos entrego i a moribunda Y esús, Y diciéndolo, espiró. Tembledá Hórá y el cielo Pues desfalleció, á la. muerte - Del Sol de J uo el sol. ¡Ay mi iJosús! sólo encuentra 7 Mas ¿dónde podía ll Luo 1 ya la Luz se extingui 67 Sienta, sienta lo insensiblo, Vista lutos, que es r Ya que hoy la razón pe Lo insensible se vistió. Hombres A volved Los ojos de la atención, Y ved vuestra ceguedad A las luces de ese horror. Conoced ya que las culpas Dan la muerte al hombre Dick SSRSDiala, Señor! A UNA DAMA DE TRAVIESO GENIO, UN INGENIO TRAVIESO QUITENSE, ANÓNIMO: CANCION BURLESCA. (1) Lis, ¿qué he de hacer? Suspirar por no reventar; Pues has dado en que ds “desdén Sin razón me ha de m (1) De principios del siglo 18%, en el MS. de Faenza, tom. II, lib. 19, fol. e Es, ++ E Pero yo me quiero tanto Quo, aunque me quieras ahorcar, e río, me alegro, me voy á : pasear, Almuerzo, maño, y no cómo mal; así, niña, tratará Ese modo epale pd de emendar. Trato de querer Con toda mi comodidad; Y sl así te parece 2», A en on tu Erich PR Si no y llevas á mal, No quiero, no gusto queme hagas en o sufro, no paso E temeridad; Y así, niña, tratar: Ese modo cs es emendar Esto se ha de hacer Poco menos, Ó poco más; Pues ceñirme Áá tu parecer, Fuera grande necedad. Hagamos pues un concierto, De que oe de al ar, : Si vengo, si voy, si me quedo allá, Si busco, si pa con otra que tal; Y así, niña, trataré Ese modo dosoortás; de emendar. Aé también, Si el amor nos ha de durar, Que los celos es menester os á pasear. rque es cosa ess . teta Contiaante 'escuc ¡Ay! quita, ¡ay! vete, ay) léloto allá, Por esto, por lo otro, y otras cosas más; Y así, niña, tratarás Ese modo descortés, de eméndar. Añado An | o Que de mí no has de ver jamás, Aunque estés para perecer, - 51 me pides medio r Porque aquesto de pedir Se roza con estofar; E | Y es droga, y es 'maula querér estrechar. A un hombre, que gana no suene de: es na E Y así, niña, tratarás, Ese modo descortés, de emendar. Tampoco he de ver Mercachifle á tu casa entrar, Ni al que dice que el alquiler Del cuarto viene á cobrar orque aspcianto, gente Me suele causar un m (Jue sudo, trasudo y no acierto á hablar, A penas, y á pausas, puedo respirar; ¿SS a niña, tratarás, e modo descortés, de emendar. - Nunca el interés Nuestro amor ha de perturbar; Y así yo no te pediré, ds SS pedirás. : muy grande trabajo Mostilr a su tad; Y es mengua, y vileza, oir tartamudear Con abrora, con lnego, no tengo que dar; Y así, niña, tratarás se modo descortés, de emendar. o te pagaré Esa as conformidad Jon tal modo de proceder, ue no haya más que desear ues, aunque el mundo se calga, Jamás te he de preguntar Quién entra, quién sale, quien o está, SI comes, sl vis es. ni quí 1én te lo así, niña, tratar Ese modo "pom sn emendar. CIENCIAS | OBSERVACIONES SOBRE EL ARTICULO. “APLICACIONES ms DE PERENAS AGUAS MINERA- E S DEL ECUADOR” En el número 12 de estos Anales correspondiente al 15 de noviembre próximo pasado, el Señor Don M. M. Pólit ha publica- A II O AAA ERA a A ATEN AS a, o do, bajo el título precitado, unas importantes “Instrucciones mé dicas” sugeridas por el Doctor O. Bonnet médico de París, acer- ca del uso terapeútico de algunas de nuestras aguas minerales, fundadas en los análisis practicades sobre ellas por el R. P. Luis Dressel S. J. profesor de Química y Geología en la antigua Es. cuela Politécnica de esta Capital. Si bien dichas “Instrucciones” se refieren tan sólo á cuatro de las 28 clases de estas aguas analizadas por el P. Dressel, su publicación no deja de tener para nosotros la más relevante im- portancia, porque al paso que manifiesta á la humanidad pacien- te el crecido número y la eficacia de los remedios de que dispo- ne contra muchas de las enfermedades que la aquejan, sin nece- sidad de acudir á drogas exóticas, que las más veces no están al alcance de la clase menesterosa, nos revela al mismo tiempo el rico manantial, desgraciadamente todavía oculto de riqueza pública y privada que en ellas posee el Ecuador, si supiese y qui- siese aprovecharlo. ientras lamentamos la desidia y mezquina economía, por cierto mal entendida, de los propietarios, en cuyos fundos brotan tan preciosas aguas, los cuales, por no anticipar unos miserables gastos, prívanse así mismos de la utilidad que obtendrían, y á los enfermos del remedio de sus achaques cuando fueran conocidas y puestas al alcance del público; mientras hacemos votos para que el Gobierno en vista de la utilidad terapeútica y también económica que del uso de ellas podría obtener la nación, inter- venga, aun desapropiando, si fuere menester, esas ricas minas; aplaudimos de todas veras á la incansable laboriosidad y acen- drado patriotismo del Señor Pólit, el cual “4 pesar de ser como él mismo lo confiesa, en un todo ajeno al estudio de la Medicina”, no se dejó escapar la ocasión de ser útilá sus conciudadanos, no sólo publicando en el artículo mencionado las importantes indi- caciones del acreditado Facultativo parisiense, más provocándo- nos también á semejantes estudios con la reflexión de que di- chas instrucciones “bien podrían servir de principio á serias y de— tenidas investigaciones y al provechoso tratamiento hidropático en algunas enfermedades”. E ¿ terminar la lectura de esas importantes instrucciones, en- contramos que, el mismo Señor Doctor Bonnet consignó en una esquela, algunas observaciones sobre los análisis del R. P. Dre- ssel, las cuales nos proponemos examinar en el presente artículo. Dicha esquela, que transcribimos fielmente de la publicación ci- tada del Señor Pólit, es del tenor siguiente: Una cosa que he notado ayer después de que U. saltó, esque el químico ha encontrado en sus análisis múltiples que el hierro se halla siempre combinado con el mismo producto: nada de carbonato de hierro, nada de sulfato, nada de bicarbonato y otros ácidos que en nuestras aguas de aquí se hallan en abundancia. - necesariamente que los análisis, en que se fundan, hayan sido eje ¿de sus análisis no se há apartado en nada del método seguido . pos, MICaS, y ultraquímicas, para especificar más claramente lo que E ¿Dependerá esto del análisis mal hecho, ó del estado particular de sueto del Ecuador? Sin embargo, las aguas de Auvernia, en Fran cia, que son de naturaleza volcánica, conticnen las composiciones que le señalo 4 U, A A : > e POÚUYO Dr. O. Bonnet, . Está á á la vista de todos que dado que. fuesen realmente fun= A de e médicas sugeridas por el Doctor Bonnet, puesto, que.éstas suponen cutados con igual ciencia y escrupulosida a 2 r estas razones or la sabia reflexión En Mc del E petencia de su Ste en la materia, que al Exponer, los O por los eminentes. Químicos | de nuestros tiempos Y» finalmente que en él nada se halla que-haya podido motivar las dudas mani festadas por el Señor Doctor Bonireten la mencionada 505 como » vamos á probar inmediatamente. rimer lugar, el sabio facultativo de París manifiesta ex datado que el Químico (P. Dressel) haya “encontrado en sus aná: lisis múltiples que el hierro. se halla sienpre combinado con el mis. m0 producto”, á saber, con el hierro mismo, y ho con otros ele=. mentos, Para la inteligencia de esta' frase, notaremos de paso que los Químicos actuales, al tratar de la divisibilidad de los cuer- los suponen cón 1puestos de partes mecánicas, físicas, quiz atañe á cada una de las ciencias respectivas. "E la. Melia á la Física pertenecen respectivamente las molas y las. moléculas, á la Química los átomos, porque son las partes en que reside el. principio de las reacciones químicas, .ó el ' principio, así dicho, de afinidad. Finalmente, las mónadas serían según ellos “partes ultraquímicas” porqué, siendo las que constituyen los ALOMOS, exceden por esto mismo el dominio de la Química, en cuanto á su ps AS Segun esto, la frase del Doctor Bonnet: “Ll hierro se halla. siempre codi ad con el mismo producto” significa ló mismo que si hubiese dicho: “los ¿tomos de hierro están siempre combi- nados con los del mismo hierro y no con los de otros elementos. E ista explicación está en perfecta armonía con lo que el. mismo Doctor Bonnet añade á continuación: “Vada de carbona- to de hierro, nada de sulfato, nada de bicar bonato y otros ácidos y o SUE to en nuestras aguas de aquí (E rancia) se hallan en abundar MG Expresiones que, por sí mismas y por el contexto de toda la esquela, no dejan lugár á duda de que la frase Ed no puede entenderse de otra manera que como acabamos de exponerla. En efecto, silos átomos de hierro, .en lugar de estar uni- dos á otros del mismo producto, lo están con los del anhídrido carbónico, formarán los carbonatos ó bicarbonatos según las pro- porciones recíprocas: si con los del ácido sulfúrico, formarán los OS “si con los de otros ácidos, las sales respectivas, pero co- no, según lo supone el Señor Doctor Bonnet, eniesos análisis meltalos. “nada hay. de carbonatos de sulfatos” etc. queda que los átomos de hierro se hallen unidos solamente á los del mismo y) odutto, á sáber: del mismo Zierro 1 esto resultara efectivamente de Es análisis ds P. Dressel, Hicha razón habría tenido el Doctor Bonnet de 79 UAG y muy fundada habría sido la pregunta alternativa que pone á continuación ¿“Dependerá esto del análisis mal hecho 6 del ee particular 7 suelo del Ecuador”? En efecto, siendo el anhidri-: o carbónico el gaz predominante en las aguas minerales de que tratamos, y existiendo simultáneamente en ellas el : hierro, que tanta afinidad tiene con dicho ácido, mucho motivo habría para extrañerse de que sus átomos se conserven unidos entre sí y no se combinen con los de aquel, formando los carbonatos co— Frespondientes, "or otra parte, si los átomos de hierro. en las aguas se con- servaran unidos al mismo producto, este sería imsoluble, y sin- embargo haciendo pasar esta agua por los mejores filtros, no de- ja sobre ellos ninguna partícula visible de hierro metálico, al contrario, si mezclamos á las mismas aguas una infusión tánica, percibimos facilmente la reacción de ese metal, por la formación del tanato respectivo; luego existe en ellas al estado de com- binación soluble. Finalmente la mayor parte de nuestras aguas minerales manifiestan contenerle en este estado por los depósi- tos ocráceos «que dejan en la superficie del suelo por donde pa- San, por ejemplo, en lo las aguas de Piavita, Yanayacu y Sus ¡rado OS. ¿es verdad lo que a el Doctor Bonnet que nues- tro e Omtmio co en sus análisis po ha encontrado que el hie:ro se halla siempre combinado con el mismito producto”, ES O que es lo mismo, que el hierro se halla siempre: al estado bre? Limitándonos tan sólo á los cuadros analíticos que repre- sentan la composición de las cuatro clases de aguas, en los que se fijó especialmente el Doctor Bonnet y que, sin duda, tuvo 4 á la Vista, pues, según lo afirma el Señor PÁNES “Anotó de su puilo y letra en el márgen del folleto las enfermedades á las que, en sit sen- tir, podían aplicarse”. en ninguno de ellos se hace la menor men- . ción de hierro al estado libre. ¿Es verdad que en los análisis de las mismas cuatro aguas no se diga; “nada de esibortes de hic- rro, nada de sulfato, nada de bicarbonato y otros ácidos. ....... Contesten los mismos análisis que copiamos del artículo publi cado por el Señor Pólit, el cual los ha tomado á su vez del fo- lleto original anotado por el Doctor Bonnet. AGUAS DE OTAVALO. FUENTE YANAYACU. COMPOSICIÓN DEL AGUA EN UN LITRO: Y 3 Sulfato de potasio. ... 0,0047 | Sulfato de potasio.... o, 0047 Sulfato de sodio. ..... O, 0026 | Sulfato de sodio. ..... O, 0026 Clorido de sodio..... O, 0383 | Clorido de sodio... ... O, 0383 Carbonato de sodio... 0, 3344 | Bicarbonato desodio.. o, 5300 Carbonato de calcio... o, 2801 | Bicarbonato decalcio.. 0, 4537. Carbonato de magnesio o, 5004 | Bicarbto. de es: O, 8697 Carbonato dehierro... 0,0233 | Bicarbto. de hierro. ... O, 0358 Fosfato de aluminio.. 0,0015 | Fosfato de aluminio. + 0, COLÓN E O, 0207 o o, 0207 1, 2060 Acido carb. semifijado O, 5329 Suma 1,7389 INSTRUCCIÓN MÉDICA. a er agua como bebida, óba- ñarse, en el propio sitio.—Gota, matismo crónico, arenillas, E várices ateromatosas, cálculos debélcos: concrectones fosfato-mag- nestanas, afecciones herpéticas —Unica general —Doctor Bonnet. Ú Ki EL SALADO. COMPOSICIÓN EN UN LITRO DE AGUA: I TI Sulfato de potasio. ... 0,0016 Sulfato de potasio. ... 0,0016 Sulfato de sodio. ..... O, 0175 | Sulfato de sodio. ..... 0,0175 Clorido de sodio..... O, 6413 | Clorido de sodio..... 0,6413 Carbonato de sodio... 1,2874 | Bicarbonato de sodio.. 2,0404 a Carbonato de calcio... o, 5117 | Bicarbonato decalcio.. 0, 8289 — Carbonato de magnesio 1,0256 | Bicarbto. de magnesio. 1,68 Eonia de hierro.. 0,0526 nao de hierro. ae ro e A IO A A 1812 de] Suma 3,7179 Suma 5, 4742 Acido carb. semifijado 1,3166 * : a Suma 5, 0343 O sta, A A A DAR AA UN EN A A E INSTRUCCIÓN.— En baño yn bebida, cn las afecciones her- péticas, enfermedad de las vías respiratorias, clorosis, anemia, afecciones gastro-intestinales.—Doctor Bonnet. AGUA DEL QUILOTOA. EN UN EITRO SE HALLA: Sulfateacido caldos. cast 0, 5634 Splfato de-potasio. caido ol O, 0479 Clorido.de potasio. «mwccicaris O, 0063 Clorido:de sodio... inuit. ida 3, 4910 Clorido de magnesio... .licicióo 2, 0443 Bicarbonato de magnesi0.......-.. O, 5803 Bicarbonato de hierro.....-.---.. O, 0275 Oxido-de aluminio RR O, 0538 ice oi. a E , O91 ATA 6, 9068. e STRUCCIÓN.—Contra la gota, PE ata a al agua de Contrexeville. ( Francia ).—Doctor Bonnet AGUA DESANTA ELENA. UN LITRO DE AGUA TIENE: Clorido de fatásio. ci o, 6781 Cloridar de sodio: mit 4, 7881 Clorido de POS is es 4 2175 - Bromido dé dto. 3, 2479 Bromida- decida... sois... O, 7265 Yodido de CHEO... os... , 0,0861 Bicarbonato de hierro. +. ..<.+.- O, 0168 Clorido de aluminio........ A O, 0215 CO an a A O, 0233 A ER 13, 8058 INSTRUCCIÓN.—Antiescrofulosa, antiraquítica, antianómi- ca, tónica, antiestrumosa, favorable en las enfermedades de la ma- r12.— Agua de primer orden, Del con ninguna de Euro- Pa.—Doctor O. Bonnet de P. Como el lector puede convencerse por sí mismo en vista de los cuadros que tiene á la vista, en ninguno de ellos “se halla el hierro combinado con el mismo producto” y. viceversa, en ninguno de ellos falta al estado de carbonato ó de bicarbonato ; lo cual basta para manifestar lo insubsistente de la esquela en esta parte y disipar las dudas que haya podido motivar sobre la exacti- tud de los o. del P. Dresse Falta sí, el hierro al estado d sulfato, más esto ¿dependerá > del análisis hecho ó del estado riendas del suclo del Ecna- oo 2d dor? Contestamos francamente: de ninguna de estas causas, sí. no solo: de la mayor ó menor afinidad recíproca del hierro y. demás elementos contenidos en lassaguas. La simple inspec=- ción de los cuadros que preceden basta para manifestar la ver- dad de este aserto. — Allí tenemos los “sulfatos, los cloridos, los bromidos, los yodídos €. combinados respectivamente con el po-. tasio, sodio, calcio, magnesio 8.—; luego, no es porque faltaban al hierro otros ácidos, ni provino de la. inhabilidad del autor de los análisis el. que no lo haya hallado combinado con estos áci-. - dos; sino solamente de la causa que acabamos de indicar. oyo de este aserto, citaremos los análisis del Señor o Henry sobre las aguas aciduladas de Niederselters; lós de los Se=- ñores Bouquet y Fresentus. sobre las alcalinas de Vichy (Francia); los de las diferentes aguas cloruradas y sulfatadas, practicados por los eminentes químicos Liebig y Berselims, y de ctras muchas que omitimos para no cansar al lector, en todas las cuales el hie- rro, á pesar de tener, fuera del ácido sulfúrico, muchos otros áci- dos con que combinarse, se lo expone siempre combinado con sólo el carbónico, formando carbonatos, como lo representan los siguientes cuadros, tomados del Dictionnaire de Chimie pure el Le PAR A. D. WURTZ, 1870 pág. I 206 y siguientes: —TABLEAU DE LA COMPOSITION DES PRINCIPALES EAUX MI- oa q. ins SONT EXPRIMÉS EN MILLIGRAMMES ET PPORTÉS Á 1000 GR. D' pre bal EAUX ACIDULES. EA X ALCALINES, NIED E pa (Hop HALO: Températare 1795 | Température 309,8 Dens 1,0034 | Densité a ? E dr millíg. Acíde carboníq. Vbro:- --1035 Acide carboniq. libre... 1067 Bicarbonaté6'—"Na-::.—--9791 Bicarbonato.. Nao. — is n La > ES 440) — MP >. 800 — O. — o traces. — Me... JUN — SPnÑ 30 — ba pp da Sulfate Na Ps 4 Phosphate NS 40 po Mn... traces. Chorure e +. . 2040 | Sulfate NA — q A 11 Phospháte- —Ná!.:; 46 Bromure Nai: ¿UAEAR Arséniate . Naci 0 bs Sílice 50 | Borate Na.... traces. Alumine . LS Clorure ni Neo. za 518 Crénate >2NA «5. bencós: | Silice oc iccón ci cs ces. Ca.... traces. Matieres organiques- - . traces: | Matitros organiques. .. traces. Pri incípes e 4070 En EAUX CHLORUREES. EAUX SULFATEES. HOMBOURG. (SOURCE LOUIS). | MARIENBAD. (KREUZBRUNNEN). Température 102 | Température es Densité 1,012 | Densité ' 1,007 millíg. millíg, Acide ei a 2399 | Acide carheniddó libre C: ies - 1273 | et des bicarbonates.. .. 1830 q -- 6 | Carbonate Na. aci. 1194 — dE 51 — 0... "AO Sulfate po O — EE e Chlorure «Na... 10997 — A O = o. ms 287 ase Mg. .. 463 — Mp... ¿BE -- Tes. 83 — coCa. 1238 — 0 A Yodude Na... traces, | Sulfate - Ni as OB romure Na... traces. — 1 qn 5 Sílice. «.aurpro7 FIG Phosphate > Ca... ZE ¡Añana traces — (A1>)Y PE ¡hlorure . D4 Princípes fixes....: 14681 | Bromure a.... traces. Fluo . traces. uorure Matiéres organiques. .- traces, Princípes fixes........ 8009 Una simple comparación: de estos cuadros con los del R. P. Dressel, basta para convencer á n uestros lectores que las condi- ciones del hierro en las aguas ds que alude el Señor Bonnet, son idénticas á las de las “nuestras. Ásí en estas como en aque- llas el hierro se halla siempre y Paño. en estado de carbo- nato; —y-si bien no faltan en las aguas el ácido sulfúrico y otros muchos, estos no se unen con el hierro, sino con otros elementos como lo manifiestan ambas series de análisis. En vista de esto; ¿Por qué no podríamos preguntar aún nosotros; dependerá esto de % análisis mal hecho 6 del estado particular del suelo de esos países? Pero no; para darnos razón de estos hechos, nos basta fijarnos en la ley de la afinidad recíproca de los elementos, la cual es siempre la misma en todas partes, sin que necesitemos revocar á duda la po es los q que han nar los análisis, ó acu- dir á hipó ocales extraordinarias. Con estas reflexiones, < creemos dad desrándcidn todaduda que las expresiones del Facultativo de París pudieran haber sus- citado sobre la exactitud de los análisis de nuestras aguas mi- nerales, por consiguiente, aun sobre su mérito terapeútico, y has- ta se confirman las instrucciones médicas del mismo Se Pa vo, de las cuales, varias sefundan en que cl hicrro se halle en E, A combinaciones salinas, que de otro modo serían nulas Síguese de aquí que las expresiones sobrecitadas de la re- ferida esquela: “Siempre el hierro combinado con el MISMO pro- ducto: nada de carbonato St. no pu ueden atribuirse sino á un olvi- do excusable, pues no tuvo, según supongo, en su poder sino “ por pocos momentos el opúsculo del P. Dressel; y la esquela la escribió al otro día, cuando ya no lo tenía; á una traición de la memoria, que le representó las cosas todo lo contrario de lo que ; eran; debiéndole haber representado mada de hierro combinado con el mismo producto; y si siempre en estado de carbonato y bi carbonato «.; mas, en estas aa no habría habido mo-- tivo alguno de admiración, El mismo Señor Pólit reparó en que las observaciones dela es- quela no estaban de acuerdo con los datos de los análisis; y pro- curó justificarlas suponiendo que se referían “sn duda nica á la cantidad del carbonato de hierro, no a su presencia centesimal que se advierte en todas ellas”. ista benévola explicación no basta Para justificar una negación absoluta, porque en efecto, la química toma muy bien en cuenta la presencia de canti ida aun en fracciones de miligramos como se ve en los cuadros- que. preceden; antes apunta aún los menores rastros, sea que llegue á á A encuentra disuelta ni en las aguas más ricas en hierro”. Pero aún dado el caso de que se pudiese admitir esta interpretación . ¿como podrá explicarse la otra parte que: “el químico ha enconz trado el hierro siempre combinado con el mismo producto” mien- tras en ningún cuadro analítico se hace mención de ello, ni en proporciones infinitesimales, n1 de rastros directa ó indirecta- mente percepti 3 pesar de palitos visto obligados, por losmotivos ya ale- ados, á refutar las frases consignadas en la esquela del Señor Doc- tor Bonnet, le seremos siempre “agradecidos porlassabias ¿1struccio- za profusamente nos brinda. Con ese trabajo habría corrobo- rado las indicaciones dadas ya por el P. Dressel (pág. 44 y sÍ- guientes) en su citado opúsculo. | Profesamos igual agradecimiento á los Señores Cousin, Cervi-. ni y Pólit, por habef dado publicidad á esas importantes ins- truccíones, para que muchos puedan aprovechárse de ellas, y por lrabernos proporcionado á. nosotros la ocasión de tributar una Bo ee Era nuéva prueba del eterno reconocimiento que profesamos á nuestro ilustre Profesor el R. P. Luis Dressel $. J. JosÉ MARÍA VIVAR. P. de Q. «. LABORATORIO DE QUIMICA. Quito, Enero-31 de 1889. Señor Director del Instituto de Ciencias. Señor: Las monedis dos quintos de boliviano acuñadas en 187 ; y 187 7 y remitidas por U. á este Laboratorio, por orden del H. Sr. Ministro de Hacienda para que se analicen, presentan los carac- teres siguientes: tienen ambas en el anverso la inscripción “Re- reverso “La unión es la fuerza F. E.”, la una 1875 y la otra 1877. La primera pesa cuatro gramos quinientos treinta y dos milígra- mos (4.532 gramos) y la segunda, cuatro e quinientos cin- cuenta y cuatro miligramos (4.554. gramo - Se tomó de cada una de las Cabo Ciento ocho milígra- mos (0.108 gramos) y disueltos separadamente .en ácido nítrico puro, se tituló las respectivas disoluciones con la: de clorido de so- dio normal decimal y fné necesario emplear nueve centímetros cúbicos (9 c. c.) de este licor para la precipitación completa de la plata bajo la forma de clorido; por lo cual, los dos quintos de had tienen novecientos milésimos de plata pura. o el peso de las monedas equivalentes á un quinto de sucre, debe ser—de-einco gramos (5. gramos) segúu la ley; se observa que, el de las monedas bolivianas analizadas es inferior. Dios guarde á U. Los Profesores dé Química, MANUEL HERRERA, José María” VIVAR. a cr ic ci A tica. 18 E INSERCION TEXTOS DE ENSEÑANZA. El Arzobispo de Bogota.—Bgotá, 4 de junto de 1888. Señor Ministro de Instrueción Pública.—Presente. Oportunamente se recibió en mi Despacho la nota de $. S: de 6 de abril, número 151. Mas, como por enfermedad estaba Conadi celebrado con la Sn Sede, en los cuales se olicad E Gobierno de la República 4 organizar-y- dirigirla educación y la enseñanza en eohtaraidad con los dogmas y la moral de la Reli- gión Católica; á hacer obligatoria la enseñanza religiosa en las Universidades, Colegios y Escuelas de la República; á que. 4 3 ellos sé observen las prácticas de piedad; á reconocer á los Ordi- . narios eclesiásticos el derecho de i inspeccionar y revisar los tex- tos o que se reficre á la Religión y á Sn Moral, no menos que E : de designar los textos de estas enseñanz enciona, además, S. S. las aiertadás a dictadas por ese Ministerio para erigir la enseñanza religiosa en principio necesario y fundamental de la instrucción oficial; y finalmente solicita mi cooperación respecto de la enseñanza y las práticas religiosas que deben decretarse para los establecimientos públicos de educación, en la forma estipulada en el Conv venio, para que así sean una y otras uniformes en toda la República Aunque ya en nota de '6 de octubre de 1886 Hibía yo co- ; E : mnunidald á ese A per petición que me hizo el honora- ble predecesor de S.S., la lista de los textos que deben adoptar- se para la enseñanza de la Rolición en Colegios y Escuelas, la repetiré aquí con el objeto de que mi contestación abrace todos los de que 5.5. trata en su nota. rimeramente, estos textos son los siguientes: a las Escu elas elementales, el Catecismo del P. Ca a . . . , eS Sagrada de Don José Joaquín Ortiz. Para los Institu- os de educación ina el curso ¿abreiao de Religión por lr E el R. P. X. Schouppe, traducido al castellano por Don Manuel Pérez Villamil. Estas enseñanzas deberán dividirse de: manera que cofres- pondan álo; años en que se hacen los estudios en cada una de esas divisiones de ellos. Las clases de Religión deberán hacerse durante una hora, tres veces en la semana Soy de opinión, que deben darlas, nó los Señores Curas, sinó los Maestros; primero, porque muchos de ellos tienen tan extensas parroquias, que su administración, si no del todo, sí les impide el enseñar con regularidad en las Escuelas; segundo y principalmente, porque á los Maestros que se respeten y quieran ser respetados por los niños, les será imposible expresarse contra a Religión, puesto que la enseñan; y no podrán, sin caer en ridíi- culo, mostrarse en contradicción defendiendo y O una mis- ma doctrina, odrán, eso sí, los Señores Curas ir á las Escuelas á asistir á las clases de Religión y preguntar álos alumnos de ellas; y deberán hacerlo por obligación una vez al mes; y cada tres dels nos un informe acerca de ello, para que en caso de falta de los es en este punto pueda cada Prelado dar cuenta 4 ese Mi- nisteri En cuanto á prácticas religiosas: ? Anualmente en el Colegio del Rosario y demás Colegios epa habrá un retiro de cinco á ocho días, á juicio de los Superiores: en las demás Escuelas este retiro será de tres días; y estos retiros servirán para el cumplimiento pascual, y deberán hacerse en la primera ó segunda semana de cuaresma. ? En los Colegios de niños y niñas de ocho hasta catorce años, deberá haber tres confesiones en el año, que deberán hacer- se en fiesta epircpnles poniéndose de acuerdo para ello los Maestros y los Párr > Diari oa se rezará en comunidad en todos los Cole- gíos di internos las oraciones de la mañana, el rosario de cinco misterios antes del refresco de la noche, y antes de acostarse las oraciones apropiadas. Al comenzar el estudio y todas las clases se rezará esta invocación “Trono de la RS rogad por nosotros,” seguida de una AVE MARÍA. ” En las Escuelas públicas primarias, se observarán las mismas prácticas que en la Universidad, con dos diferencias: +0 habrá recitación del Rosario. En vez de las oraciones de la mañana y de la noche se cantarán al entrar en la Escuela y al salir de ella los himnos jun to con las oraciones de que se habla antes. : Estas son, Señor Ministro, las enseñanzas y las prácticas dol observadas fielmente podrán dar y darán los, resultados : Santa Sede y el Gobierno se prono pero sí debo notar a com- a Ma: y cluír que, si los Maestros y Maestras no son de sanas ideas y pro- badísima conducta pública y privada, todo eso vendrá á ser cosa poco menos que inútil, por la sencilla razón de que más apren- den los niños y los jóvenes por los ojos que por los oidos y de que el buen ejemplo es el grande generador de las buenas obras en la juventud. ; ; Soy deS. S., con la mayor consideración, seguro y atento, servidor, e HS + JosÉ TELÉSFORO, Arzobispo de Bogotá. Ministerio de Instrucción Pública. —Bogoté, junto 7 de 1888. Dígase en contestación á S.S. Ilustrísima que este Ministe- rio agradece muy sinceramente el acertado despacho que se sir- vió dar á la solicitud contenida en la nota de 6 de abril, número 151; y que de conformidad con-sus instrucciones se dictará próxi- mamente un decreto sobre uniformidad de enseñanzas y prácticas religiosas en todos los Establecimientos de la República. Publí- quese la contestación de S.S. Hlustrísima en el Diario Oficial y en los Axales, junto con la presente resolución. 3 CASAS ROJAS. - DECRETO NUMERO 544 DE 1888 [ 14 DE JUNIO], : - Y sobre enseñanza y prácticas religiosas en los Establecimientos de Instrucción: — Pública. El Presidente de la República de Colombia, CONSIDERANDO: Que por el artículo 12 del Convenio celebrado entre el Su- mo Pontífice León XIII y el Presidente dela República, y apro- bado por la Ley 35 de 1888, se estatuye que en las Universida- des y en los Colegios, en las Escuelas y en los demás centros de enseñanza, la educación é instrucción pública se organice y dirija en conformidad con los dogmas y la moral de la Religión Cató- lica, y que la enseñanza religiosa seá obligatoria en tales centros, y se observen en ellos las prácticas piadosas dela Religión Ca- tólica; A ; : Que por el artículo -13 del mismo Convenio se determina SE a E Bogotá designe las obras que han de servir de textos para la Religión y la Moral en las Universidades y en los demás plan- teles de enseñanza oficial, : DECRETA: E Art. 19 En todas las Escuelas oficiales, así primarias como “normales, se enseñará la Religión Católica. Art. 22 En todos los Institutos Universitarios y Colegios “incorporados en la Universidad nacional, el curso de Religión “Católica figurará entre los de Filosofía y Letras determinados por el artículo 14 del decreto número 396 de 1: : Art. 32 Entre los cursos que por los artículos 16, 17 y 18 del mencionado Decreto se exigen para que un individuo pueda matricularse en la Facultad de Ciencias Matemáticas, ó en la de Derecho, ó en la de Ciencias Naturales, se incluirá el de Reli- gión Católica. : Es Art. 4% Por el Ministerio de Instrucción Pública se dictarán las disposiciones convenientes sobre adopción de textos para el “curso de Religión y sobre las prácticas piadosas que deban ob- servarse en los Establecimientos de instrucción oficial, todo de acuerdo con lo que sobre el particular determine el Señor Ar- zobispo de Bogotá. : Art. 5% Los Prelados y los Párrocos tienen pleno derecho 4 invigilar la enseñanza de Religión y de Morai cú los Estable- cimientos oficiales, así como también las prácticas predosas de los mismos. En tal virtud, los Directores de Escuelas, y los Rectores de Colegios é Institutos Universitarios, tienen el deber de cooperar á tal vigilancia, dentro del círculo de sus respectivas > - funciones. : q + "Art 6% Quedan reformados «en los términos del presente Decreto, los que se hallan vigentes sobre Instrucción pública, así Primaria como profesional, y derogada cualquier disposición Contrarta á las contenidas enel presente. E Dado en Peñanegra, á 14 de junio de 1888. > EL E RAFAEL NUÑEZ. Bogotá, junio 15 de 1888. : : El Ministro de Instrucción Pública, J. Casas RoJAs. RESOLUCION. a de Instrucción Pública.—Bogoté, 15 de Junio de El Ministro de Instrucción Pública, en cumplimiento de lo ¡preceptuado por el artículo 4? del decreto número 544 de 1888, y teniendo en cuenta que el llustrísimo Señor Arzobispo de gotá se ha servido fijar los textos para el estudio de la Religió en las Escuelas y en los Institutos Universitarios y determi las prácticas piadosas que deben observarse en ellos, RESUELVE: tete, adicionado por el Ilustrísimo Señor Arzobispo Mosquera; Para las Escuelas médias, el mismo Catecismo, más el pe- queño tratado de Historia Sagrada por Don Federico Justo Kne cht, traducido por Don Vicente Orti y Escolano; 3 Para las Escuelas superiores, la “Exposición demostrada la Doctrina Cristiana por el Señor Presbítero Doctor Don Ji Buenaventura Ortiz,” y la Historia Sagrada por el Señor Doc José Joaquín Ortiz. E E Para las Escuelas Normales, la misma obra del Presbíte Señor Doctor Ortiz, y la Historia Sagrada del Señor Doctor José Joaquín Ortiz 5 Para los Institutos Universitarios y los Colegios incorpora= dos en la Universidad nacional, el curso abreviado de Religión por el R.P. X. Schouppe, traducido al castellano por Don Ma- nuel Pérez Villamil. ls : 2? En las Escuelas elementales se estudiará todo el Catecis- mo de Astete durante los tres primeros años de sus tareas; y en el cuarto año el Tratado de Historia Sagrada por Don Federico Justo Knecht. Las Escuelas superiores estudiarán, en sus dos años escolares, toda la obra intitulada “Exposición demostrada de la Doctrina Cristiana por el Presbítero Señor Doctor Juan Bue- naventura Ortiz”, la mitad cada año; y, además, en el primer año, estudiarán el Antiguo Testamento, y en el segundo, el Nue- vo Testamento por el texto sobre Historia Sagrada del Señor Doctor José Joaquín Ortiz. En las Escuelas Normales se estu- A timos la Historia Sagrada por el Doctor José Joaquín Ortiz. En todos los Institutos Universitarios en que, conforme al arti- culo 22 del Decreto número 544, deba haber clase de Religión, - este estudio se hará por la obra ya citada de Schouppe, la cual se dará en dos años escolares. Esto mismo se observará en todo Colegio incorporado en la Universidad. - : 3” Enel Colegio del Rosario y demás Colegio y se verificará en la misma época. A di —38— En los Colegios de niños y niñas, no mayores de catorce años, habrá tres confesiones convenientemente distribuídas en el año, en fiestas PS y por mutuo acuerdo entre los Direc- tores y los Párro os ajimbds; ES rezarán las oraciones de la mañana, el rosario de cinco misterios antes del refresco de la noche; y antes de acostarse las oraciones apropiadas. pl a y las clases cO=. - Iienzarán con esta invocación: “Trono de la Sabiduría, rogad por nosotros” , seguida de una AVE MARÍA n las “Escuelas públicas primarias, en vez de la recitación del rosario, los alumnos, al empezar las tareas y al terminarlas, cantarán los himnos y rezarán las oraciones que oportunamente serán distribuídas entre los Directore El e J. Casas Rojas Gobierno Ejecutivo nacional.—Peñanegra, 16 de junto de APROBADO. : A RAFAEL NUÑEZ. Bogotá, junio 17 de 1888. - El Ministro de Instrucción Pública J. CASAS sae CIRCULAR NUMERO 1.434. República de Colombia.—Ministerio de Instrucción Pública. —Sección 22—Ramo de Instrucción Pública Primaria. —Bogotá, 9 de julio de 1888. Po Señor Inspector General de Instrucción Pública del Departamento del Cauca.— payán. En el Diario Of cial número 7.422 habrá visto U. los do- cumentos relativos á la enseñanza de la Religión Católica y á las prácticas religiosas en los Establecimientos públicos de Instruc- ción existentes ó que puedan en lo futuro existir en el país. Ha quedado, pues, definitiva y satisfactoriamente arreglado este gra- vísimo asunto, que, en época anterior, causó profunda perturba- ción en la conciencia de los colombianos, por r haberse contraria- do, con tenacidad imprudente y notoria injusticia por r las Porafiones Legislativas y los o el sentimiento religioso de los habitantes de Colombia. : a enseñanza de Religión es deber. imprescindible, tanto Porque lo dispone la Constitución, como porque se estipul minantemente en el Convenio celebrado con de Santa Sede. + ella, la Instrucción sería siempre ineficaz y la verdadera educa: ción, de todo punto imposible. El Gobierno quiere cumplir los sagrados deberes que en . . . . AI A de disponer, porque abriga íntima convicción de que, dando á los pueblos instrucción religiosa, hace el mayor de los bienes que caz de las disposiciones dictadas y la vigilancia incesante para q ellas scan cumplidas y sena los E apetecidos. ncarecer á U. mportancia del asunto de que trata presente Circular parece innecesario, aten diendo su manifies EC te ha de pude la suerte de la dera, vinculada en la cristian educación de sus hijos; y, por lo mismo, reposa este Ministe enla confianza de quese redoblarán los esfuerzos de en sentido ya indicado, y de que se servirá poner en conocimi ciones que dicte o Os y desarrollo de las disposicion: de que se ha habla a o este Miedo que no debe omitir el indicar á U. q una de las más importantcs medidas para lograr el progreso de la Instrucción Pública, es la de hacer tan activa, y tan constant sE sea ere e, E inspección de las Escuelas, sin lo cual el tra: dj 4 portunamente se remitirán á U. himnos y oraciones de signados por el Ilustrísimo Señor Arzobispo a uso de las Es La inspección de U., a á la enseñanza y prád ticas a, debe extenderse á los Colegios incorporados en. la Universidad, existentes en ese Departamento. Dios guarde a Us J. CASAS ROJAS. CIRCULAR NUMERO 249 República de Colombia.—Departamento del Cauca. —Inspec- ción General de Instrucción Pública. —Pe. Paya in, 7 de setiembre de 1 Señor Inspector de Instrucción Pública de la Provincia de a En el Diario Oficial, número 7.422, que remití á U. opor- JE Á — y.) — 'tunamente, corren publicados algunos documeñtos de suprema importancia, relativos á la enseñanza de la Religión Católica y E clas prácticas piadosas en los Establecimientos públicos de Ins- " trucción, existentes ó que puedan en lo futuro existir en el país. “Ha quedado, pues, dice S.S. el Ministro de Instrucción Públi- ca, definitiva y satisfactoriamente arreglado este gravísimo asun- to, que en época anterior causó profunda perturbación en la con- - ciencia de los colombianos, por haberse contrariado con tenacidad - imprudente y notoria injusticia por las Corporaciones Legislati- vas y los Gobiernos, el sentimiento religioso de los habitantes de - Colombia”. ] “La enseñanza de Religión, añade el alto Dignatario citado, es deber imprescindible, tanto porque lo dispone la Constitución, - cómo porque se estipuló terminantemente en el Convenio cele- -brado con la Santa Sede. Sin ella, la instrucción sería siempre - deben tenerse presentes por U.-en todos los actos oficiales. a- - rá U., además, acerca de ellos, para comunicarlas al Superior, las. - Observaciones que la experiencia le sugiera, y se servirá indicar- me los obstáculos que prácticamente se le presenten en materia tos adoptados para la enseñanza de Religión, conviene que ¡és los distribuya convenientemente en la Provincia escolar sometido á su Jurisdicción. Dios guarde á U., : MIGUEL MEDINA Y D, (Copiado del periódico oficial colombiano. “Revista de Ins- trucción Pública”.—Octubre 20-N? 29.) So ha creído conveniente insertar estos decretos y resoluciones del Gobierna de la República de Colombia acerca" de la Instrucción Pública, para manifestar el progreso en que se halla este ramo de la Administración en dicha i epública, envidia- ble por el método, por el anhelo en arraigar en el corazón de los jóvenes la Religión Católica, su ted idada en nuestros tiempos y la introducción de las prác- ticas piadosas en los Establecimientos de Instrucción Pública.” no So, ae BOLETIN UNIVERSITARIO. Facultad de Filosofia y Literatura, Sesión del 29 de octubre de 1888. Se reunieron el Señor Decano y el R. P. La Camera y 3 aprobaron el acta precedente. 3 n vista de una solicitud del Señor Francisco de Paula Gu- ] - prescrito por el art. 141 del Reglamento General de estudios. No habiendo otro asunto en el despacho, terminó la sesión. * ] El Decano, = El orto; CARLOS R. TOBAR. en Manuel Baca M. Facultad de Jurisprudencia. Sesión del 2 3 de noviembre de 1888. “Reunidos los Señores Decano, Casares, Espinos a de los Monteros, Campuzano y Peñaherrera, Luis sucesivamente las actas de las dos sesiones preceden En vista del segundo informe ex sodio por el Señor Doc- tor Campuzano, sobre la solicitud del Señor Vallejo, que pedía dispensa de la cuota correspondiente al grado de Doctor, se con- vino en dispensar al interesado de la mitad de la indicada cuota; debiendo contarse esta dispensa entre las correspondientes al presente curso escolar de 88 á 89. El Señor Doctor Casares es- tuvo por la negativa; porque creía que según la ley, sólo se po- y día conceder dispen nsas al fin del curso escolar, y no al principio. Luego se declaró apto para al grado de Licenciado al Señor Manuel María Terán, previo informe verbal del Señor Doctor vincia. Mee Campuzano, quién aseguró que todos los documentos presenta- dos por el Señor Terán se encontraban arreglados á la ley. No habiendo otro asunto, terminó la sesión. El Decano, . El Secretario, Juro B. ENRÍQUEZ. i Da uel Baca M. Facultad de Medicina, Sesión del 31 de diciembre de 1883. Asistieron los Señores Doctores Egas, Cárdenas, «Silva, Echeverría y Casares, y presidió el Señor Decano, faltó el Se- ñor Doctor Barahona. : : Jna vez aprobada el acta de la sesión precedente, se dió lectura del siguiente informe: : Señor Decano de la Facultad de Medicina de la Universi- dad Central del Ecuador. : Vuestra comisión encargada de excogitar “algunas indica- ciones de la ciencia, que siendo practicables sin gran costo, evi- ten la peste que se teme á consecuencia de la putrefacción de las langostas en la provincia de Imbabura y en la parte meridio- nal de la del Carchi”, tiene la honra de informar que, atentas las circunstancias locales de las mencionadas provincias, se puede. aconsejar los medios siguientes: : 19 Incineración. —Este procedimiento, reducido á quemar las langostas después de muertas, será uno de los mejores en los lugares en donde haya suficiente cantidad de combustible, cuya acción pudiera aumentarse con aguarrás Ó kerosine. : 22 Estratificación. —Esta consiste en llenar las zanjas que contienen las langostas muertas con capas alternativas de cal, ceniza y tierras salinas, que abundan en algunos sitios de la pro- 32 Inmersión —Enlos puntos por donde corren ríos cauda- losos, como el Chota, por ejemplo, se podría arrojar las langos- tas muertas al agua, á fin de que sean arrebatadas prontamente á grandes distancias. Este procedimiento se practicará solamen- te en los lugares en donde sean impracticables los anteriores. or último, no será por demás advertir que los pos pres. ros procedimientos tendrán la ventaja de dejar un abundante abono en los sitios en que se hubiesen practicado. ea Tales son, Señor Decano, los medios que á la comisión le. parecen más adecuados, salvo siempre el mas ilustrado criterio E de la H. Facultad que U. digname Ninas Ea aría Casares. Quito ito, diciembre 11 1 de 1888. aprobado con algunas iS Rtaciónes e por los Señores Decano y io y aceptadas por la comisió Leyóse también un oficio del H. Señor Ministro de la Gua rra, en el cual pedía que la Facultad declare si es inválido el sol dado Mariano Arias, y en caso de serlo, en cuál de los casos del * art. 42 de la ley del ramo se haliaría comprendi ido. Como elin- forme expedido por los cirujanos militares no determinaba E en- ica ó lesión que había producido la invalidez, se ac e para resolver con acierto expongan los Señores facultativód as la enfermedad que adolece el soldado Arias, y qu éste se presente ante la Facultad para A sea reconocido PA los Señores profesores que la componen No habiendo otro asunto en que ocuparse, terminó la sesión, El Decano, Eg RAr AEL Roprícuez MAL DON ADO. El Secret tario, Manuel Baca M. CONCURSO PÚBLICO DE OPOSICIONES. Do 20 de diciembre de 1888, á las ocho de la mañana, cano de la Facultad de Medicina Miguel Egas, Ezequiel 3 Muñóz. Lino Cárdenas, Rafael Arjona Silva, José Darío Echeverría y Ma- nuel María Casares, profesores de la mencionada Facultad y Señor Doctor Diego Salas cirujano del hospital militar; no asistie- ron el Doctor Rafael Barahona por enfermedad y el Doctor Ni- colás Egas por la misma causa, y además, por que creía que sien do cirujano militar era absolutamente independiente del hospital civil; y que por consiguiente el Señor Decano no tenía la atribu- ción de convocarle para el sorteo prescrito por el artículo 32 del Decreto Ejecutivo de 20 de noviembre de 1887. En cumplimien- to de lo mandado por dicho artículo se procedió al sorteo de los miembros que debían formar “el tribunal de concurso, y resulta: ron los Señores Doctores Barahona, Egas (Miguel) Silva y Echeverría. El Secretario, Manuel Baca M. En la misma fecha se reunieron á las doce del día los Seño- res Doctores Barahona, Egas EMiguele Silva y Echeverría pde A O A O e pi dd eS í f o didos por el Señor Decano y designaron los siguientes puntos pa- ra la prueba de Patología interna: 1% -Signos sacados del abdomen; 2? Etiología de las enfermedades infecciosas; 32 Signos sacados de la respiración; 42 Sarampión; y 52 Diatesis reumática. Fué designado por la suerte el Sarampión. Los Señores opositores - se presentaron en el siguiente orden, señalado igualmente por la suerte. 1% Señor Mariano Domínguez. 2? Señor Mariano Peña- herrera. 3% Señor Benjamín Robaiino; y 4% Señor Ursicino Al- Varcz, y Ei taron la lección oral correspondiente : Para la prueba de Terapént ca y Materia MN se sortea- ron los siguientes puntos: 19 Vías de absorción de las sustancias medicinales, 2% Medicación purgante, 32 Medicación vomitiva 4? Medicación anties :pasmódica y 52 Mercurio y sus aplicaciones, y resultó Medicación vomitiva, para materia de la lección oral, la que fué recitada por los alumnos en el orden siguiente: 1? el Señor Domínguez. 2? El Señor Alvarez. 3* El Señor Roba- lino. y a El Señor Peñaherrera. Por último para la prueba de Cirugía menorfuéeron propues-" tos los tt puntos: 1? Vend dales e 29 Anestesia quirúrgica 3? Exutorios 42 Flebotomía; y 5% Operaciones que se practican en los dientes. La suerte designó Exutorios. Pe alumnos reci- taron la correspondiente lección como sigue: El Señor Ro- balino. 2% El Pena os 3? El Señor email Vid El Señor Peñaherr Terminado E a el Señor Decano felicitó á los Señores Opositores por la lucidéz con que habían sostenido todas las prue- as, manifestando en éllas su notable adelanto en el estudio El Tribunal reunido en sesión secreta colocó á los Señores Opositores en el orden que sigue: H? Señor Peñaherrera. 2? Señor Alvarez. 3? Señor Domínguez. : 4% Señor Robalino. : ES - El Secretario, ' MM. miel Baca M, Facultad de Ciencias, Sesión del 28 de noviembre de 1838. Presidió el Señor Decano, y asistieron los Señores Doctores Egas, R. P. Sodiro, Herrera y Viva Leida y aprobada el acta de la. sesión anterior, —Se dió cuenta de un oficio del Señor Rector, en cel que transcribía la se. E da solución del H. Consejo General de Instrucción Pública, dispo- niendo que los Señores Decanos de las Facultades de que se compone la Universidad formen listas de las obras declaradas - como textos por el Consejo General, y AA las que deban adoptarse como tales en las materias respec os Señcres profesores de la Facultad licor, que por ahora les era difícil presentar las obras de texto, puesto que las lecciones que daban eran orales; que por. otra parte eran muy escasas las obras que podían servir de PRE e que pa proceder mejor lo harían després de psunos día n más, terminó la sesi El Decano, El Prosecretario, —JosÉ MARÍA TROYA. José Bolívar Barahona. Ministerio de Guerra y Marina.—Quito, noviembre 24 de 18883. Señor Decano de la Facultad de Medic En cuatro fojas útiles remito á US. la scada del soldado Mariano Arias, á fin de que ese Tribunal declare si es acerta el informe de los facultativos y en qué regla del artículo 49 de ley de inválidos se encuentra el peticionario. Dios guarde . á US.—Julio Sáenz. N? 42.—Ministerio de Intrucción Pública.—Quito, diciem- bre 7 de 1888. Setor Decano de la Facultad de Medicina. El Señor Comisionado extraordinario para la extirpación : de langostas en las provincias del Norte, con fecha 4 del presen- te, me dice lo que á continuación copio. “Establecidos como se hallan en estas provincias los trabajos. de extirpación de langostas, casi todo el territorio de Imbabura y la parte meridional de la del Carchi van á convertirse en con- tinuados sepulcros de langostas aglomeradas, que según se notó | se digne obtener de la Facultad médica algunas indicaciones de la ciencia que siendo practicables | sin gran costo eviten la pe: que se teme.—Dios guarde á US. H.—Rafael Pérez Pareja”. Transcribo el anterior oficio, á fin de que la Facultad en q db vu tan dignamente presi ide, se sirva indicar lo más pronto posible, las medidas higiénicas conducentes á prssayo: los males que s temen » Dios guarde á US —Elías Laso. : Decanato de la Facultad cs Megisina de la Universidad Central.—Quito, diciembre 7 de 18 H. Señor Ministro de ee Públic ca, En el momento que recibí el respetable oficio de-U5. H,, -_nombré á los Señores Doctores Rafael Barahona, Miguel Egas y - Manuel María Casares para que presenten el informe pedido por US. H. respecto de las medidas higiénicas que se deben tomar para precaver los males, que pueden biie las. emanaciones - Que se desprenden de las langostas mu Dios guarde á US. H. AAA Bndrgues siipeiaaniaa H. Señor Ministro de Instr ucción Pública. Quito diciem- bre 12 de 1888. : Remito á US. H., en copia autorizada, el informe. que se sir- - vió pedirme respecto de las medidas higiénicas necesarias para - precaver los males que pueden ea se ES pútri- Señor Decano de la Facultad de Medicina de la Universi- dad Central del Ecuador uestra comisión encar. ada de excogitar “algunas indica- - Ciones de la ciencia que siendo practicables sin gran costo. eviten - la peste que se teme á consecuencia de la putrefacción de: las langostas en la provincia de Imbabura y en la parte meridional de - la del Carchi”, tiene la honra de informar que, atentas las circuns- tancias locales de las mencionadas provincias, se pueds aconsejar os medios siguientes: z 12 Incineración. —Este procedimiento, “reducido á quemar las langostas después de muertas, será uno de los mejores en los lugares en donde haya suficiente cantidad de combustible. ya - acción puse aumentarse con aguarrás ó erosine. stratificación.—Esta consiste en: “Hlenar las zanjas qué con- tienen las langostas muertas con capas alternativas de cal, C ceniza y crás salinas que abundan en algunos sitios de la Forces 2 Inmersión. —En los puestos por: donde als ar 49 losos, como el Chota por ejemplo, se Badia PIS: ABRO i == ¿Po muertas al agua á fin de que sean arrebatadas prontamente 4 e distancias. Este procedimiento se pra acticará 2. 3 n los lugares en donde sean impracticables los anterio Por último, no será por demás advertir que los dos primeros procedimientos tendrán la ventaja de dejar un ab no en los sitios en que se hubiesen practicado. Tales son, Señor Decano, los medios que á la comisión le pa- recen más adecuados, salvo siempre cl más ilustrado criterio de la H. Facultad que US. ERA preside. MIGUEL EGAS. : MANUEL María CASARES. Es copia.—El Secr etario, Manuel Baca M. Quito, diciembre 11 de 1388. 4 Al H. Señor Ministro de Guerra y Marina. —_Quito, diciem= bre 12 de 1888 ; Para resolver con acierto respecto de la invalidéz del solda> do Mariano Arias, la Facultad de Medicina, reunida ayer acordó Que se presente el interesado para que sea reconocido por los Se- _ñores profesores de la mencionada Facultad; y que los Señores cirujanos informantes expongan más explícitamente las razones en que fundan su dictamen. Dios guarde 4 US. H.—Rafael Rodríguez Maldonado. Ministerio de Instrucción Pública. —Quito, diciembre 12 de 88. z Señor Decano de la Facultad de Medicina. Tengo la honra de dirigirme á US. pidiéndole á nombre del Gobierno se sirva reunir la Facultad que US. tan dignamente preside, é informe sobre si el cementerio de San Marcos presenta | menores inconvenientes que el de San Blas para que se suprima éste y quede sólo aquél. Dios guarde á US. H.—Elías Laso. A los Señores Doctores Lino Cárdenas y Manuel María Casares. : Quito, diciembre 19 de 1888. En vista del oficio del H. Señor Ministro de Instrucción a 7 blica, que acompaño original, he tenido á bien designar á UU a As para que expidan el informe pedido y lo sometan á la aprobación de la Facultad. Dios guarde á UU.—Rafael Rodríguez Maldonado. Al H. Señor Mint00 de Instruccion Pública. Quito, diciembre 24 de 1883. En cumplimiento de lo dispuesto por el art. 15 del decreto Ejecutivo de 30 de noviembre de 1387, tengo la honrosa satis- facción de remitir á US. MH. la nómina formada por el Tribunal del Concurso público de oposición á los destinos de alumnos in- ternos de las salas de San José, de la Virgen y de Santa Teresa; y al de alumno externo de esta última, y los certificados que acre- ditan la buena conducta de los opositores. Me es grato comunicar al Supremo Gobierno, por medio de US. H. que los alumnos concursantes se desempeñaron Con tan- to lucimiento en todas las pruebas que merecieron el aplauso, no sólo de las personas aque presenciaron el acto, sino también del Tribunal. Además erso eonveniente hacer saber á US. H. que los Señores opositores en uso del decreto que les concede el art, 82 del mencionado decreto eligieron los servicios que pretendían del modo indicado en la adjunta nómina. Dios guarde 4 US. H.—Rafael Rodrígues Maldonado. El Tribunal del Concurso público de oposiciones verificadas el 20 de los corrientes, colocó á los Señores opositores el el or- : den siguiente: a En 1. e lugar al Señor Mariano Peñaherrera. e Urs En 2 o rsicino Alvarez. En 3? a e Domínguez. En 42 » » » Benjamín Robalino. E El Señor Peñaherrera eligió el servicio de San José, el Se- ñor Alvarez el de Santa Teresa, quedando para el Señor Domín- guez el de la Virgen, y para el Señor Robalino el destino de alumno externo de la sala de Santa Teresa. El Secretario, Manuel Baca M. [XXX a la mencionada Faculta ” - que otorgó el Señor Bermeo antes de hacerse cargo de la Im ; A los doo del po Civil y Militar de San Juan de Dio «4 Secretaría de la Universidad Central, Quito, diciembre 7 de 1888. a A los Señores Doctores Rafael Barahona, Miguel Egas y uE María Casares, dido por el H, Señor Ministro de Instrucción Públic Dios guarde á UU,—Manuel Baca M, Al Séñor Doctor Manuel Herrera, | | » Por mandato del Señor Decano de la:Facultad de Ciencias, tengo la honra de recordar á U..que debe. contribuir con su tra- bajo:para el N% 13 de “Los Anales” conforme á lo acordado ca 4 ca í "Dios" guarde 4 á e Manuel Baca Mm. e Al Señor Colector de rentas. Quito, diciembre 14 de 1888. 5 Junta Cba en su sesión de ayer, dispuso qu revise U. la cuenta de la Imprenta, presentada por el Señor Ra fael Bermeo y pague inmediatamente el saldo que resultare á fa _vor de este último, después de recibir una cortapluma, algunos originales del archivo, los números de “Los Anales” que falta para completar los 400 ejemplares que debía entregar cada mes el sueldo devengado en tres meses por el oficial N, Vinueza. Por: último, que una vez cancelada la cuenta, levante U. la hipct:0 prenta. Lo que me « es honroso comunicar á U. para los fines consi “guientes Dios guarde 4 á U Manuel Baca M. € IRCULAR Señores ciber de Medicina y á lbs Señores mé or mandat to Sel Señor De ecano, tengo la honra de conv A car á U. para el sorteo prescrito por el art. 32 del decreto Ejecu- tivo de 30 de noviembre de 1887 que se verificará en esta Uni- :- versidad, mañana á las ocho de la mañana. /. se servirá suscribir esta circular para que conste que ha sido convocado. Dios guarde á U.—Manuel Baca M. Exámenes recibidos en diciembre, por concesión especial del H. Conse- jo General de Instrucción Pública, Luis F. Castro Ciencia Administrativa. .... e Agustín Cevallos $ Pa ON 3.3.3 Carlos Teráx SS O 2.3.3 Nereo Cabezas E A 1.1.2 Alejandro Coloma es A 2:2,2 Manuel Pachano 3 PA 2.2.3 Gabriel Buendía ñ A e Luis Fernando Mesías ,, E 2.3.3 Benjamín Y erovi > E 2.3.3 loy del Pozo > AO 1.2.3 Alejandro Salvador e A 2.2.3 Virgilio Cajas si O 3.3.3 Teodosio Dávalos se a 1.2.3 Pablo M. Borja, primer curso de Derecho práctico. .... 12,2 EXAMENES DE MEDICINA. Cesar Lozada Clínica bra... e 113 Cesar Lozada Cirugía 1. F curso... =.oo coso 20 «Cosar.Lozada: Toxicología. o od e 2.2.3 EXAMENES PRACTICOS, José Ignacio Calisto Clínica interna. .--.-....-=-.<-=. 22 José Ignacio Calisto Cirugía. ---oooooooccnoooo.... 2.2.2 Miguel Ignacio Román Clínica interna. ...o0oo0.... 1.2,2 Miguel Ignacio Román Cirugía... ..00ooococorenocoos 123 Juan José Egúos (examen práctico general). -.------.- 2.2.2 Ricardo Ortíz a A 1.1.2 GRADOS DE DOCTOR EN JURISPRUDENCIA Francisco J. Vallejo... -222--- to 2 11 11222 be Pachano...- ae e PÁG. ERRATAS DEL N? 13. LÍNEA. DICE. LÉASE. 14 gaces gases I5 estiman en mu- estiman en mucho cho las publica- las publicaciones de ciones serio pro- carácter serio pro- vechoso y decen- vechoso y decente. te. 9 que los interna- que los externados 3 dos del Hospital del Hospital de San de San Juan de Juan de Dios. Dios. a EN = a o ANAELES DE LA VIRAL DEL ECUADOR. | PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN- TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS ARTES EN EL ECUADOR. CONTENIDO. Lecciones de Literatura, (por el Sr. Dr. D. Carlos KR. Tobar). — Continuación del paralelo entre el Código Civil y la Le- Gistación anterior, ípor el Sr. Dr. Carlos € lasares).—Bibliogra- fía Científica, (por el Sr. D. Manuel María Pólit).—Actas del Con. sejo General de Dbistrueción Pública.—Boletín Universi- tario, E ANÁTES — DE LA UMVERSIDAD DE QUITO. SERIE HL; Quito, febrero 20 de 1889 —- ¿NUMERO 15, LECCIONES DE LITERATURA > TOMADAS SINGULARMENTE DEL P. BROECKAERT, (Traducción y refusión). (Continuación) > “Es digna de reparo”, dice Cuervo en su admirable Diccionario de construcción y régimen, “la circunstancia de que un término metafórico puede servir de base á una '. nueva metáfora. Así, al llamar potro al. instrumento de tortura, hay una metáfora de primer grado; y cuando em- pleamos el mismo término para significar algo que ator- menta, ya la metáfora es de segundo grado. Igual filia- ción notamos en 4Ahogar dá un hombre (sentido propio), Las malezas ahogan el trigo (primera metáfora), Los cu2- dados del siglo ahogan la inspiración divina (segunda)”. =$ 2% ALEGORÍA: S£oría, que no es sino una metáfora continuada, ó un dis- curso que, encubierto por sentido propio, presenta sentido. extraño pero análogo: aliud verbis, aliud sensu ostendit, como lo dice la propia etimología, a422%, Otro y ayopa, dis- Curso. IS ES Cuando Cicerón escribe á Curión: ubicumque es, 28 - €ademoes navií, designa con una sola palabra metafórica la república romana; en su discurso ¿7 pisomem, expone ale- - góricamente cómo ha gobernado la nave de la república: | Neque tam fui timidas, ul quí 1 máximas turbimi- E bus ac fuctibus reipublicae navem gubernassen, salvamque 12 La regla cuarta es, en especial, aplicable á la 4 /e- . : A in portu collocassem frontis tue nubeculam, aut conga contaminatum spiritum pertimescerem. ello, después de comparar la adolescencia á la auro ' ra, dice que, á la vejez, E “Es una sombra pálida la vida, “Una tarde fugaz, descolorida, “Do del pasado entre la niebla oscura, “Lo que esperanza fué, placer, ventura, “Todo ya se deslustra y desencanta “Y en lívidos espectros se levanta. 22 La alegoría puede extenderse á obras enteras y es de gran provecho para presentar, con delicado disimu- lo, verdades austeras; tales son: la oda de Horacio ad navem, el capítulo V de “La Profecía de Isaías” que. amenaza al pueblo por sus ingratitudes, pecados y disolu- ciones, después de haber representado los beneficios del Señor Dios bajo la figura de una viña en un collado muy fértil. La mayor parte de las fábulas no son sino ale | gorías. 3 Es menester, no sólo que la alegoría no degenere en enigma, más aun que el sentido figurado se descubra dis- tintamente tras el sentido propio, y que todas las cir- cunstancias é imágenes convengan con exactitud á la co- sa expresada y se apliquen convenientemente á aquello que se ha querido dar á entender. $ 3? SINÉCDOQUE. La sinécdoque, (concepción, comprehensión, oír, ¿X, dexouai con, tomar, recibir, coger) se funda en la conc- alón íntima que existe entre dos ideas, de las cuales la una encierra á la otra, y en virtud de lo que, la una susti- tuye á la otra. Extiende, pues, ó restringe la significa- ción de los vocablos, da un sentido particular á una expre- sión general, ó un sentido general á una expresión parti- cular. De aquí las distintas maneras de emplearlo, que vamos á indicar brevemente. 1? Se atribuye un sentido general á una expresión particular, cuando se expresa la parte por el todo, el sin= | _gular por el plural, la especie por el género, el nombre propio por el nombre común. Tales son las siguientes expresiones: una flota de cici vELAS, el BELGA triunfante, gSganarse cl ran con el trabajo, ser el Mucrexas de nuestros 4 A a CS E 3 EA tiempos, en que, velas se ha tomado por ¿arcos, belga por belgas, pan por alimento y Mecenas por protector. 22 Se atribuye un sentido particular á una expresión general, cuando se expresa el todo por la parte, el plural por el singular, el género por la especie, el nombre co- mún por el nombre propio por axtonomasía (avr, óvona, por, en vez de, nombre), y, en fin, la materia de que es hecha una cosa por la cosa misma. Tales son estas ex- presiones: el HOMBRE formado de barro, la patria de los BOLÍVARES y de los SUCRES, la 1gnorancia de los MORTALES, el ORADOR romano, el BRONCE que vomita la mucrte. : Observación. Las sinécdoques de la segunda clase y, en especial, las que emplean el nombre de la materia de que es hecha una cosa por la misma cosa, son Ocasio- nadas á la oscuridad. Selas aclara, ya por una circuns- tancia cualquiera hábilmente aprovechada, ya por una pa- labra que designe más directamente el objeto, como en los siguientes ejemplos: Hié gemma BIBIT-------- | Cedet et ipse mari vector, nec NAUTICA Pinus Mutabit merces: omnis feret omnía tellus. (Virg. Egl. 4). | _ Esta observación es, asimismo, aplicable al tropo si- gurente: $ 4% METONINIMIA. te, toda la tierra le adoro, el león belga se unió al águl- todo y : o ; 7 infancia que el Señor instruye, etc.; y por epítetos: Jas * lasez as homicidas, etc. La sinécdoque, puede decirse, por fin, está fundada - en la relación de coexistencia; la metonimia, en la rela ción de sucesión. : E 52. IRONÍA. Pad irovía (epovela, burla) encierra 2 sentido opuesto. al sentido propio y literal que expresan las palabras, y, se- eún-la definición que acabamos de dar, es un verdadero tropo: hay realmente traslación de significado, traslación k a fundada en la ' oposición de las ideas. La ironía. es ó dulee y chancera, ó dura y amarga, | caso en el cual se la llama también sarcasmo (capralo, E cupí, capxos, carne, desgarrar las carnes). Es menester erande prudencia para el empleo de este tropo en gene- ral y del sarcasmo en particular. ' N emplearlo, cuidad de que sea, lor En los dista cursos, cierta inflexión de voz hace sensible la ironía; pe- ro en las composiciones escritas fácilmente pasará desad- vertida si alguna circunstancia no la muestra al lector. PRD CON NTINU NUACION DEL PARALELO ENTRE EL CODIGO CIVIL Y LA LEGIS- : LACION ANTERIOR, EN CUAN 29 És LOS DERECHOS DE LOS HIJOS RESPECTO DE sus DRES (NÚMERO 8? SERIE 2* PÁGINA 418). Por el Doctor Carlos Casares, Pro esor de Derselo Civil, Romano, Español y Ecuatoriano. $ 1 REGLAS ESPECTALES PARA EL CASO DE DIVORCIO. El hijo que nace después de espirados los ciento ochenta días pes al po so reputa concebido en él y E: a, 1 A tiene por padre al marido, quien puede, con todo, no reconocer al hijo como suyo, probando su absoluta imposibilidad física du- rante todo el tiempo en que puede presumirse la concepción. ¿sta es la regla general, pero, en el caso' de divorcio, tiene que ser modilicada; pues varían las condiciones y circunstancias en que se funda. . ás . El divorcio no disuelve el matrimonio: pero separa á los cón- yuges. “Sea cualquiera la causa porque se pide el divorcio, dice Goyena, la cohabitación en tales circunstancias sería un peligro y escándalo permanentes”. Desaparece, por tanto, la presunción del acceso carnal entre los cónyuges, es decir, la presunción de la paternidad del marido. Sin embargo, como no hay absoluta in - posibilidad física para la cohabitación, puede el marido ser el pa- dre del hijo que su mujer ha concebido durante el divorcio. En tal virtud, el art. 185 del Código Civil declara que: “El conce- bido durante el divorcio de los cónyuges, no tiene derecho pa- “a que el marido Je reconozca por hijo suyo, á menos de pro- barse que el marido, por actos positivos, lo, reconoció como suyo, ó que durante el divorcio intervino reconciliación privada entre los cónyuges”, Este artículo se refiere al hijo concebido du rante el divorcio; y como la concepción no puede preceder al na- cimiento más de trescientos días cabales, parece que se trata del hijo nacido después de trescientos días de haberse pronunciado la sentencia al divorcio; pero entonces se ofrece una grave difi- cultad, respecto del hijo que haya nacido durante el juicio y des- pués de los trescientos días de la separación de los cónyuges, se paración que se puede ordenar por el juez desde que principle la causa. Siestando ya rado se admite contra el marido la prueba del reconocimiento por actos positivos ó- porque intervino reconciliación privada; ú fortiori, debe admitirse en el caso de que a concepción haya tenido lugar durante la separación provi slonal. : E Es co 1 Sr. Chacón dice que el antiguo derecho español no de- rogó, en caso de divorcio, la regla pater is est quem nuptia demos- trant: no parece muy exacta esta aseveración, y para apreciarla debidamente, recordemos algunas de las leyes de Partida. La 4%, tít. 23, part. 4% establece que debe ser tenida tal criatura Por legítima, del padre é de la madre, que eran. casados, É BIVIEN EN UNO Á LA SAZON QUE LA CONCIBIÓ; por consiguiente, es claro que no sólo se refería á los períodos de seis y diez meses. de la gestación, sino que exigía además, como condición, ( ue los cón Yuges viciesen en uno, esto es, que no se hallasen divorciados al tiempo de la concepción. La ley 22, tít. 99, part. 4% dices... - SE aun tovo por bien santa eglesia, que sí alguno Juesse partido de su Muger por razón de adulterio, de manera que NON. OVIESSEN Á BE- VIR EN UNO, que si despues desta LA QUISIESSE PERDONAR EL MARI UEDE FáCER. E QUE BIVAN EN UNO, É SE AYUN- Y DEPARTIDOS” e: ox PO, QUE LO PUEDE FACER. E QUE BIVAN | TEM CARNALMENTE TAMBIEN COMO SINON FUESSEN DEDAMA E 0 ja Según esto, divorciados los cónyuges por el adulterio de la mu- dos legislaciones que examinamos. Siantes de que Er res 3 e 1861, se Pero si notaremos de paso que nuestro art. 185 parece to mado, no directamente de la Legislación española, sino del art. 207 del Código de Luisiana que dice así: “La legitimidad del hi- jo nacido trescientos días después de la separación de cohabita- ción, puede ser impugnada, á menos que se pruebe que cohabita- ron, los esposos después de la separación, pues se presume que obedecieron la sentencia que la declaraba”. En la nota al art. 190 del Código chileno, que corresponde al art. 185 del nues- tro, se señala esta fuente; aunque se alguna diferencia, pe- ro no es esencial. Según y e se ha trascrito, el actor debe ser el marido; él ha de impugnar la legitimidad; y según el art. 185, el marido debe ser el demandado, para que só le convenza en juicio de su paternidad. Nuestra disposición es preferible, porque la presunción obra, en caso de divorcio, á far vor del marido. Notemos también que el art, 190 del Código chileno dice: “El concebido durante el divorcio temporal 6 perpétuo de los cón- yuges, y en nuestro artículo se han suprimido inconscientemente dad del matrimonio, siendo así que sólo se hace referencia á la ción que dejamos hecha, en el sentido de que el artículo debe eom- prender ambos casos de separación. En las eoncordancias con el art. 103, Goyena cita el art, 207 de la Luisiana; lo mismo hace el Sr. Sarsfield en el art. 11 tít, 22, sec, 2% lib, 12 del Código ar- y A 7 E + e ed ad — 30" geutino. El primero se halla concebido en éstos términos: “El marido podrá desconocer al hijo nacido trescientos días después que judicialmente y de hecho tuvo lugar la separación definitiva ó provisional prescrita en los artículos 81 y 91. Sin embargo, la mujer podrá proponer todos los hechos conducentes para probar la paternidad de su marido”. Aunque no se refiere este artícu- lo directamente á la reconciliación privada, al explicar esta se- gunda parte, se refiere el autor á la reconciliación personal y re- servada entre ella y su esposo, El segundo dice: “En caso de divorcio, si la mujer después de su separación definitiva ó provi- soria, tuviese algún hijo nacido después de diez meses desde e ía en que la separación se realizó de hecho, el marido ó sus he- rederos, tienen derecho á negar la paternidad, á menos que se probare que hubo reconciliación privada entre los esposos. Es- tas disposiciones se extienden al caso de separación provisoria de los cónyuges por motivo de acción de nulidad del matrimonio”. emos, pues, que estos autores se refieren á ambos casos de se- paración, definitiva ó provisional; y parece que en el mismo sen- tido debe entenderse nuestro art. 185.-—-Pasemos á otro Punto. precauciones que le permite la E está obligado á aceptar la hecho y cireunstancias del parto: y como este hecho y cireunstancias tienen mucha impor- hijos. Como vamos á vor, la ley de partida se contrajo á los pós- ad $ 90 REGLAS RELATIVAS AL HIJO PÓSTUMO. “Muerto el marido, la mujer que sé creyére embarazada podrá denunciarlo 4 los que, no existiendo el póstamo, serían 1 a- mados, á suceder al difunto. La denunciación deberá hacerse den- tro de los treinta días subsiguientes al én:que tuvo conocimiento de la muerte del marido; pero podrá ustifta rad ó disculparse el retardo, como en el caso del art. 186, inc. 2% “Los interesados tendrán los derechos que, por los artículos anteriores, se cohee= den al marido en el caso de la mujer recién divorciada, peró si- Jetos á las mismas restricciones y cargas”, ca E 4 les son los términos en que se halla concebido el art. 193 de nuestro Código; por tanto, los derechos que se conceden á los 1 s : 5d interesados y las restricciones y cargas que se les imponen, son las siguientes. “00: e - A consecuencia de la denuncia, ó aun sin ella, pueden en- viar á la viada una compañera de buena razón que le sirva de guarda, y además una matrona que inspeccione él parto; y la. viuda que sé crea preñada estará obligada á recibirlas; salvo que el juez, encontrando fundadas las objeciones de la viuda contra las personas que los interesados hayan enviado, elija otras para dicha guarda é inspección. La guarda y la inspección será á costa de los interesados; pero si se probare que la viuda ha proce- dido de mala fe, pretendiéndose embarazada sin estarlo, ó que e hijo es adulterino, serán indemnizados los interesados. Una y otra pon durar el tiempo necesario para que 1o haya duda so- bre el hecho y cireunstancias del parto, ó sobre la identidad del recien nacido, ! SS | - Tendrán también derecho los interesados para que la viuda sea colocada en el seno de una familia honesta y de su confian- za5 y la viuda que se crea preñada deberá trasladarse á ella; sal- vo que el juez, oídas las razones de la viuda y de los interesados, tenga á bien designar otra. : Si no se realizaren la guarda é inspección, porque la viuda no ha hecho saber la preñez á los interesados, ó porque sin justa causa ha rehusado mudar de habitación, pidiéndolo los interesa- dos, 6 porque se ha sustraído al enidado de la familia ó personas elegidas para la guarda é inspección, ó porque de cualquier mo-. do ha eludido su vigilancia, no serán obligados los interesados á reconocer el hecho y circunstancias del parto, sino en enanto se probaren inequívocamente por parte de la viuda ó del hijo, en Juicio contradictorio, : Si los interesados, después de la denunciación antedicha, no usaren de su derecho de enviar la guarda y la matrona, ó d colocar á la viuda en una casa honrada y de confianza, serán obl- o E + gados á aceptar la declaración de la viuda acerca del hecho y circunstancias del parto. unque los interesados tomen todas las precauciones que les permiten los artículos precedentes, ó sin ellas se prueben sa- tisfactoriamente el hecho y circunstancias del parto, les queda á salvo su derecho para: desconocer la legitimidad del póstumo, provocando el juicio de ilegitimidad en tiempo oportuno, para rendir las pruebas á que aluden los artículos 175 y 176. (Continuará). * CIENCIAS: — BIBLIOGRAFÍA CIENTÍFICA. - F'AUNE MALACOLOGIQUE 'DE LA RÉPUBLIQUE DE LD EQua- TEUR, par Auguste Cousin (Extrait du Bulletin de la Société zoo- logique de France pour Y année 1887).—Paris-1887=en 82 de 110 págs. y 2 láminas. : MOLLUSQUES NOUVEAUX DE LA RÉPUBLIQUE DE 1*EQquaA- TEUR, par le Docteur F. Jousseaume. (Extrait $.) —Paris-1887= en 8? de 22 págs. y 1 lámina. | Varias-veces se ha dicho, y es necesario no cansarse de re- petirlo, que para el progreso de las ciencias naturales en el Ecua- dor es indispensable qúe se hagan estudios particulares y se pu- bliquen monografías, ya sea tomándose por objeto una pequeña rama de la ciencia, ya coneretándose el estudio á una provincia 6 cantón determinado. Estas monografías serán otras tantas piedras labradas que servirán para la construcción del gran edi- ficio científico que jamás levantaría un solo hombre, pues requie- re los esfuerzos de muchas generaciones. Por esto se deben aplaudir y estimular estas investigaciones especiales, que en sí compendian tanta suma de trabajo, de observación y paciencia. Sabios extanjeros nos han abierto este camino, y es deuda sagrada la del agradecimiento que les debemos. Bastar citar á Mr. Spruce y al R. P. Sodiro, de la Compañía de Jesús, con sus monografías de las quinas y los helechos ecuatorianos; á los res. Reiss y Stúbel, volcanógrafos insignes, cuya obra servirá tanto ) para la geología de nuestro puís. E : 43 a / La Fauna ecuatoriana era, hasta hace poco, mucho más desconocida que la Flora; una vez que, si prescindimos de las les del Ecuador (“Die Binnenmollusken von Ecuador”), publica- da en el “Malakologische Blátter” por el profesor bávaro Dr. Conrado Míller. Deesta notable publicación dió cuenta en Qui- to el “Boletín del Observatorio Astronómico”, en su revista de diciembre de 1879. “Fundándose el autor en las ricas colecciones conquilioló- “gicas, que el Dr. Wolf le mandó sucesivamente de (Quito LA ueyaquií y en la que el Padre Boetzkes, ex-profesor de 4o0- “logía en Quito, puso á su disposición, emprendió el trabajo de | “describir las nuevas especies, que son muy numerosas, y de “poner en un orden sistemático todo cuanto se había publicado : “anteriormente sobre los moluscos ecuatorianos por d'Orbigny, “Hártweg, Delattre, Bourcier, Fráser, Hidalgo, Odo Buckley | el S 1th” > y Smith”. o... cooperación del eminente malacologista francés Dr. ousseaume; emprendió, con la perseverancia que le caracteriza, ho miento de socio de la Sociedad de Zoología, pudo publicar en su Boletín el resultado de tan fructuosas labores. La obra del Sr. Cousín es análoga á la del profesor Miller, sólo que se le aventaja en el númoro de especies conocidas re- cordadas y enriquece á la ciencia con especies nuevas, clasificadas por el Dr. Jousseaume ó el mismo Sr. Cousín. El inteligente conquiliógrafo se concreta á los moluscos terrestres y fluviales, y los clasifica en 22 familas que son: Veronicelle, Oleaciniolee, Ortha- licidee, Succinidee, Stenogyride, Cylindrellidae, Clausiliide, Pupide, Streptaxide, Zonitidre, Helicidee, Auriculide, Emme ide, Planor- bide, Helicinade, Paludinide, Ampullariide, Melaniide, Neritide, Unionide, Cyrenide, Mitilide. Las familias se subdividen en góneros y éstos en especies: salvo error, los géneros son 73 y las especies 237, esto es, 62 más que las clasificadas por el Dr. Mí- ller. El Sr, Cousín, después de apuntar la especie con el ncm- bre adoptado por él, conforme á la nomenclatura del Dr. Jous- 1 otros naturalistas y el año en que la han reconocido. Así es que el opúsculo de que tratamos, es un índice que no tiene precio, —)i — Jl para dirigirse en esta investigación, que tanto se dificulta y en reda por lás distintas denominaciones que á un mismo individuo lo señalan diversos autores. e esta simple enumeración, que nosotros debemos estimar, hace poco caso el Sr, Cousín, cuya modestia realza su verdade- ro mérito. “Si algo puede valer en la obrita, dice, son las es- pecies nuevas que en ella se describen”. Realmente, sila clasi- ficación metódica de las especies conocidas es útil y merece en- comio, el descubrimiento y descripción de nuevas especies es una página agregada al libro de la Viencia y el que la suscribe inmortaliza su nombre. rece especies nuevas son las descu- biertas y descritas por el Sr. Cousín; (1) diez y siete lo han: sido por el Dr. Jousseaume: de suerte que son treinta especies las que aumentan al catálogo científico de los moluscos ecuatorla- nos los dos folletos que ha publicado la Sociedad Zoológica de “rancia, : Entro las especies nuevas hay una rara y notable Veronicel- la (V. Marianita) de Grualaceo, una magnífica Solaropsis (5. Cousini) del Napo, una bonita Guestieria ((7. Locardi), tres Am- pullaria de regular tamaño, etc. Las observaciones del Sr. Cou- sín sobre los sentidos de algunos moluscos son interesantísimas. Así, por ejemplo, en el Borus Garcia-Moreni, una de las mayo- ros especies terrestres, pues pesa cerca de una libra, y que ha- ita en los bosques orientales y occidentales del Ecuador, los tentáculos son muy sensibles al calor y al tacto, pero no parecen tener órgano visual muy perspicaz; la- Glandina. striata, por el contrario, distingue los objetos á 1.cm..3 econ los tentáculos in- feriores y aun se impresionan los inferiores cuando se les apro- xima el dedo á la distancia-de 1 cm. Estos estudios sobre los moluscos vivos son tanto más interesantes, cuanto la ciencia has- ta el día se ha limitado casi 4 clasificarlos por medio de las con- chas vacías, atendida la suma dificultad de procurarse los ejemplares vivos. rd : emos tenido la satisfacción y el gusto de conocer y exami- ísima colección de moluscos que posee el Sr. Cousín, todos ellos distribuídos por géneros y especies. lí se hallan muestras de casi todos los Bulimidas, desde los más corpulentos sta los caracolillos microscópicos que habitan en las aguas es tancadas 6 en las arenas húmedas de las orillas. Sorprende tan- ta variedad en una sola familia de animales, que para el obser- vador superficial casi no se distinguen entre sí, Cuando se ob- serva la colección científica, se descubren de un vistazo los prin- cipales tipos, el de obelisco y el de hélice ó espiral, eto. DA corta visita á este pequeño musoo instruye más que un largo es- udio teórico en los libros. RAE: | ¡Cuánto deseábamos en esos momentos que nuestro Museo E sl de (1) Desde la publicación del opúsculo, su autor tiene recogidas desaotao Eo Pecies nuevas más, : , : z et dea o Lo Ñ y hé ahí recogidos los materiales para crear una nueva sección del Museo Zoológico, que debe ir formándose por partes, asíco- -— El Sr. Cousín tiene el propósito de publicar una nueva edi- a. estampa litográfica denna, dos obierno todos los que se interesan en el progreso de las cien- cias naturales; y aprecien todos á los infatigables é inteligentes cuanto modestos cultivadores del campo científico, entre los cua- les figura-el Sr. D. Augusto Cousín. : ; o terminaremos, pues, esta mal pergeñada reseña sin tri- utar, por nuestra parte, el más caluroso parabién al autor de la Fama Maulacológica de la República del Ecuador, así como á su sabio amigo y maestro el Dr. J ,excusánd de no ha- ber antes dado cuenta de su hermosa monografía, por la espe- ranza de que lo hiciesen personas más competentes, sobre todo alguno de lo- profesores del Instituto de Ciencias de esta Capital. “MANUEL María PóLtt. P. S.—Estando por publicarse esto artículo, hemos leído con sumo agrado una circular del Sr: Ministro de lo Interior á los Sres. Gobernadores, (*) la cual reproducimos á continuación, co- mo el primer premio tributado á la obra del Sr. Cousin. La (*) En el Diario Oficial, n? 1%, 18 de enero de 1389. E pa (> o excitación que hacemos más arriba al Supremo Crobierno, se con- - vierte, desde luego, en yoío de aplauso y gratitud. > Circular. República del Ecuador.—Ministerio de lo Interior.—Qui- to, diciembre 29 de 1888. Señor Gobernador de la provinc'a de.....----- ¿Con el objeto de formar una colección malacológica espe- cial del Ecuador en el Museo Nacional de la Capital, conviene que US. ordene á las autoridades de su dependencia, que hagan buscar, recoger y enviar á Quito por medio de esa Grobernación - También fuera de gran importancia que se manlasen bol- sitas de arena menuda (más ó menos dos libras) de varios pun- tos de las playas del mar, esteros de agua salada y de aguas dul- ces de poco curso y aun de las aguas estancadas, con el objoto de investigar esa arena, porque en ella viven, sin duda alguna, muchas especies desconocidas todavía. , Es indispensable que se indique de un modo inequívoco la localidad precisa de cada especie, el nombre de los ríos, lagunas, esteros ó estaciones del mar donde hayan sido colectadas, así co- mo que se suministren apuntes verídicos sobre las particularida- des que pudieran observarse al encontrarlas, indicando si viven -en lugares oscuros, húmedos, sobre palos caídos, dentro del mus- go, debajo de las piedras ó sobre árboles ó vegetación herbácea y designando el nombre de estas plantas ó árboles. S. se servirá recomendar encarecidamente el buen empa- que en papeles ó algodón y en cajitas, á fin de conseguir que lo- guen intactas y no se mezclen unas con otras, y evitar que las es- poción grandes y pesadas vengan juntas en una misma caja con as finas y delicadas. Las conchas bivalvas (de dos conchas) do- rán venir unidas, sin romper la visagra natural que las uno; tomadas vivas es necesario ponerlas en agua un poco caliente y entreabiertas que estén vaciarlas de la carne, volyerlas á corrar y atarlas con un hilo. Que vengan hasta unos cincuenta. ejempla- res de cada clase, conservando entre ciertas especies que La) rrestres y fluviales los opérculos (tapas) que cierran los guarde 4 US.—Franeisco J. Sala nde e = AUTAS DEL CONSEJO GENERAL DE INSTRUCCIÓN PUBLICA, SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL 15 DE NOVIEMBRE DE 1888. a Concurricron los Sres. Presidente, Delegado del Sr. Arzo- bispo, Decano de Jurisprudencia, Medicina, Literatura y Fil sofía é Instituto de Ciencias. ? 3 El Sr. Canónigo Federico González Suárez prestó ante el' Sr. Presidente el juramento de desempeñar fiel y legalmente el. cargo de Delegado del Sr. Arzobispo. 5e aprobaron las actas del 8 y del 10 de noviembre. Se comisionó á los Decanos de las Facultades formasen la li ta de las obras que han sido declaradas textos por el Consejo G E neral, y que propusiesen las que deben declararse táles en las ma- terias respectivas. E : : Pasó á estudio delos Sres. Rector de la Universidad y D cano de la Facultad de Medicina la solicitud del Sr. D. Alejan: dro M, Sandoval. : A estudio del Sr. Decano de la Facultad de Medicina la d Sr. Cesar Lozada. z Se aprobó el siguiente informe del Sr. Decano de la Faculta de Medicina en la solicitud del Sr. Juan A. Arturo: “H. Sr. Pre sidente: —El Sr. Juan Arturo no ha presentado ningún documen- to que compruebe la causa expuesta en su solicitud; por consi- Quito, noviembre 10 de 1888.—Rafael Rodríguez Maldonado' Se discutió el siguiente informe del Sr. Decano del Institut de Ciencias en la solicitud del Sr. Ignacio A.. Orellana: “AlSr.. Presidente del H. Consejo de Instrucción Pública: —Sr. Presi de los cursos posteriores, debe sujetarse á éste.—Por lo que hace á lo segundo, creo qu £ puede conceders£, e Evo al mejor dictámen de este H. Consejo.—Dios guarde á US. H.—L. Sodiro”.—El Sr. Decano de la Facultad de “Medicina combatió el informe, alegando que ya era punto resuelto en di- ¡verso sentido por el H. Consejo al discutir el Reglamento de EF ia vigente; que la mira que el Consejo había a en- tonces, como debe de constar por las actas, fué que el estu- dio de farmacia se hiciese en la Universidad Central, ña única ¿que tenía medios para dar la enseñanza completa, dado que las Otras Universidades carecían de elementos para la enseñanza ¿práctica de la Ciencia de que se trataba. Apoyó el Sr. Delegado del Sr. Arzobispo fundado en que; accederá la solicitud equi— valía á autorizar al peticionario para un estudio puramente teó- ñanza en la República, sólo podía hacerse como se debe en Qui- 0.—Se yor el informe por partes y la 1% fué aprobada y negada la 2 3 En ad del informe verbal del Sr. Decano de la Facultad e Medicina, de que el H. Consejo había concedido solicitudes análogas, se concedió al Sr. Julio F. Piti la gracia que soli- ita. Se nombró por votación secreta y por unanimidad, Profesor e Historia de la Facultad de Filosofía y Literatura al Sr. Arce- iano Federico González Suárez. e la sesión.) El Secretario, Carlos Pérez Quiñones SESIÓN DE 29 DE NOVIEMBRE. oricuiieron los Sres. Presidente, Delegado del Sr. Arzo- ispo, Rectores de la Universidad Central y del Colegio Nacio- nal de San Gabriel, Decanos de la Facultades de Medicina, Cien- ias y Filosofía y Literatura. e ES el acta de la sesión extraordinaria del 15 de no- Viembre, : Sec comisionó al Sr. Delegado del Sr. Arzobispo que forma- se el Proyecto de Reglamento de Academias Nacionales en con- formidad con el art. 2? del Decreto de 1% de agosto de 1888. yóse el siguiente informe del Sr. Subdirector de Instruc- Ción Pública de la provincia de Loja, para establecer clases de Medicina en el Colegio Nacional de San Fernando: o . * del Ecuador.—Gobernación de la provincia de Loja, 3 de no- viecmbre de 1888.—5Sr. Secretario del H. Consejo General de Ins- trucción Pública.—De los libros de la Tesorería del Colegio de San Bernardo aparece que sus rentas ascienden á cuatro mil cua- trocientos nueve sucres sesenta centavos, las que se aumentarán - con las cantidades considerables que acaba de asignarle la últi- : ma Legislatura, en atención al fuerte gasto que tiene de sopor- provechosa. Bien se comprende que para principiarla no se ne- cesita nombrar y dotar á todos los profesores que en adelante formaran la Facultad de Medicina, no bastando sino uno ó dos profesores para dar principio á la enseñanza. Porlo demás, jó-- venes que quisiesen dedicarse á este estudio, hay en número su- ficiente; médicos que con provecho han estudiado en esa capital los hay. tambien en el lugar; los textos que hace poco eran esca- Bernardo? Por mi parte yo no encuentro ninguna. Es en estos términos en los que doy el informe que me ha pedido, en mi calidad de Subdirector de estudios de la provincia de Loja, el H. Conse- ' jo de Instrucción Pública, según así me lo comunica US. en su estimable oficio de 20 de octubre último.—Dios guarde á US. —>5cbastián Valdivieso”. Aprobóse la siguiente proposición del Sr, Decano de la Facultad de Medicina apoyada por el Sr. Decano de la Facultad de Ciencias: “Niégase la solicitud; por- que es imposible establecer la Facultad de Medicina en el Cole- - gio de Loja por falta de los elementos necesarios para que la 1 enseñanza sea fructuosa, según se deja comprender por el mis- mo informe del Sr. Subdirector”. ElSr. Decano apoyó su pro- posición diciendo que llevaba largos años de profesorado, y ello había palpado que aún en la Universidad Central faltaban - muchísimos elementos para darse una enseñanza completa, y que. menos podría darse una, ni siquiera regular, con los medios rela- cionados en el informe. A úsose en conocimiento del H. Consejo la aceptación del Sr. Dr. Mariano Acosta, Rector del Colegio Nacional de San Al- fonso de Ibarra y la del Sr. Canónigo Federico González Suárez Profesor de Historia en la Facultad de Filosofía y Literatura de la Universidad Central. : noes Se reservó, para cuando se sepa si el Rector del Colegio de Manabí conviene en, continuar desempeñando el Rectorado del Colegio Olmedo, en Portoviejo, al resolver si se aprucba ó no la y 3 x A a de DA AS E asignación de sueldos hecha por la Junta Administrativa del Co- legio y contenida en el oficio del Sr. Gobernador de la provin- cia de Manabí, fecha 2 de noviembre, n? 61. Se aprobaron los nombramientos contenidos en el siguiente oficio del Sr. Gobernador de la provincia del Tungurahua: “Re- pública del Ecuador.—Gobernación de la provincia del Tungura- ua.—Ambato, á 25 de noviembre de 1888.—H. Sr. Ministro de Estado en el Despacho de Instrucción Pública. —Por renuncia del Dr. Ricardo Martínez de la cátedra de Filosofía racional, nom- bré al Sr. Celiano Monje; y en vez de éste, que dictaba las cla- ses de Matemáticas y Física, al Sr. Elias Garcéz Ricaurte, uno y otro en calidad de interinos.—Dios guarde á US. H.—Ma- nuel L. Echerri.”.... E ¿Se pidió informe del Sr. Decano de la Facultad de Filosofía y Literatura, en la nueva solicitud del Sr. F rancisco de Paula Gu- tiérrez, y al Sr. Decano de la. Facultad de Jurisprudencia en la del Señor Alfredo Casal... 9 - Leyóse el siguiente informe de los Sres. Rector de la Uni- versidad Central y Decano de la Facultad de Medicina en la so- licitud del Sr. Alejandro M. Sandoval, quien pide un sobresucido, por habérsele impuesto la obligación de dictar una clase especial de Cristalografía y Mineralogía á los estudiantes de Farmacia: “Al Sr. Ministro de Instrucción Pública.—V uestra Comisión en- cargada de informaros en la. solicitud que el Sr. Alejandro M. Sandoval os dirigió en una de las sesiones anteriores, ha tenido á la vista el “Reglamento para el Estudio de Farmacia” decretado por el H. Consejo General de Instrucción Pública, en 6 de diciem- bre de 1886, y ha advertido que en él se dispone con claridad y términos precisos que: El cramen de Cristalografía y. RA , gía se rendirá ante el Instituto de Ciencias (art. 4? Y único). disposición no pudo haberla emitido el H. Consejo General sino en el fundado supuesto de que esas enscñamsas son propias del Instituto de Ciencias, y, por tanto, que al profesor encargado de aquellas asignaturas le es obligatorio dar lecciones de Cristalogra- fía y Mineralogía á los estudiantes de Farmacia; así como al pro- fesor de Farmacia y Toxicología le es igualmente obligatorio la enseñanza de otras materias indicadas en el Reglamento, sin au- mentar la renta asignada á ninguno de estos profesores. | Por lo expuesto, creemos los infrascritos, que el solicitante no tiene de- recho al sobresueldo que pide. Esta nuestra opinión la somete- mos gustosos al fallo muy más ilustrado de la respetable Corpo- ración dignamente presidida por US. H.—Quito, noviembre 29 de 1888.—R. Barahona.—Rafael Rodríguez Maldonado”. El Sr. Decano de la Facultad de Ciencias dijo: que el Profesor so- licitante estaba obligado á dar una enseñanza superior y extensa dictando una clase especial de Cristalografía y Mineralogia; que el H. Consejo no ha podido imponerle esta obligación sin darle E AER ey una remuneración especial; que al imponérsela, aprobando el Kc a glamento de Farmacia, el Consejo se había excedido de sus fa= cultades, pues el del Instituto era una verdadera ley, ya que ha- bía sido formado por el mismo Instituto de Ciencias y aprobado por el Poder Ejecutivo, en virtud de una disposición legal conte- nida en el art. 21 de la Ley de 15 de Agosto de 1888. El Sr. Decano de la Facultad de Medicina apoyó el informe leyendo el art. 2? del Reglamento de Farmacia, el cual, al enumerar las ma- terias que deben estudiar los farmaceutas el primer año, dice en el n? 42 “Cristalografía y Mineralogía”; y añadió que el H: Consejo no podía ponerse en contradicción, accediendo á la: solis citud después de haber impuésto la obligación de enseñar esas materias al profesor solicitante en el artículoscitado; que además, habiendo sido largos años profesor, frecuentemente se había vis- to en la necesidad de enseñar á sus discípulos muchas materias (cuya enumeración hizo) sin embargo de no pertenecer á su pro= pia asignatura, pero que estaban conexionadas con ella, y queja- - más había pedido por ello sobresueldo alguno; que estaba segu- ro lo mismo les había pasado á los demás profesores, quienes tam- poco habían pedido aumento de remuneración; que á mayor abundamiento la enseñanza de Cristalografía y Mineralogía era de poca importancia, si se la comparaba con la que frecuentemen- te daban los Profesores de la Universidad sin remuneración espe- cial y sin estar obligados, pero que lo hacían gustosos por llenar. la falta que había aún de muchos profesores para enseñanzas es- peciales de esas materias.—El Sr. Decano de la Facultad de Cien- cias replicó que, por la atribución 2? del art. 32 del Reglamento del Instituto, crear nuevos ramos de enseñanza era propio de Jun- ta General y no del H. Consejo; que siendo el citado Reglamen- to dado el 12 de abril de 1886 y al de Farmacia el 6 de diciem- bre del mismo año, éste no ha podido imponer obligaciones no prescritas por el primero, ni derogar ninguna de sus disposicio- nes, é insistió que era ley, por haber sido aprobado por el Poder Ejecutivo por especial delegación del Congreso. El Sr. Delega- do del Sr. Arzobispo dijo que la Constitución de la República era el fundamento de todas las demás leyes; que la que estuviese en contradicción con aquella, no debía respetarse; que el poder de dar leyes era propio del Congreso, no del Poder Ejecutivo y que éste había violado la ley de Instrucción Pública al atribuír á la Junta General del Instituto lo que le correspondía al H. Consejo, quien no debía acatar esa disposición. El'Sr. Presidente dijo que el Instituto quería independizarse del H. Consejo, sin em- bargo de ser el Reglamento un mero decreto ejecutivo sin fuerza de ley, y que por tanto no podía derogar Ja de Instrucción Pú- blica, la cual concedía al H. Consejo el reformar, derogar y mo- dificar los reglamentos de la materia. Que la prueba de que el Instituto estaba sometido al Consejo, como debía estarlo, era que cl mismo Instituto había reconocido esa autoridad sometiendo á la aprobación del Consejo los Programas generales de enseñanza, a así como sometió la consulta relativa al Profesor de Mecánica.- - ¿l R. P. Rector del Colegio Nacional observó que el Sr. Sando- val podría enseñar estas materias en la misma clase que las otras, sin necesidad de dictar una especial.—Cerróse la discusión y el informe fué aprobado. El Señor Decanó de la Facultad de Cien- cias quiso que constase su voto negativo. Se aprobó también el siguiente cn la solicitud del Sr. Cesar Lozada: “H. Sr. Presidente:—El Sr. Cesar Lozada ha probado plenamente que no se presentó á rendir sus exámenes en el día que le fué señalado, que era el 31. de octubre último, por haber sido atacado de una angina catarral que le impedía salir de su cuarto; por consiguiente creo que se debe acceder á la solicitud del Sr. Lozada; pero respetando siempre el más acertado dicta- men del H. Consejo General.—Quito, noviembre 19 de 1888.— Rafael Rodríguez Maldonado”. : o Pasó á 22 discusión el Reglamento para la Facultad de Filo- sofía y Literatura de la Universidad Central. El Señor Decano, cuando se leía el inciso f del art. 42, (declarar, con vista de los expedientillos, la aptitud de los estudiantes que quisicren obtener el grado respectivo”) dijo: que proponía á la resolución del Consejo la siguiente duda: Por el art. 32 de la ley de 26 de abril de 1884, reformatoria de la de Instrucción Pública, el Ministro de este ramo tiene todas las atribuciones que por la ley de 1878 co- rrespondían al Director General de Estudios y, por tanto, la de revisar los expedientes ó documentos que se deben presentar pa- ra optar á grados académicos. (N?7% del art. 7%); que esta atr bución fué concedida á las respectivas Facultades por el art. 8 n? 12 de la ley reformatoria de 15 de agosto de 1885, pero que el decreto de 12 de setiembre de 1888 restablece el: Ministerio de Instrucción Pública con todas las atribuciones con que fué creado; resta saber si esta disposición posterior deroga la del art. 82 n? 1? de la ley de 15 de agosto de 1885.—1l H. Consejo resolvió que aquella disposición general no ha podido derogar la especial que determina las atribuciones de las Facultades. El Señor Decano dijo que así lo había creído, pero que había juzgado prudente consultar al H. Consejo el punto expuesto. : Se pasó á estudio de los Sres. Decanos de las Facultades de Medicina y de Filosofía y Literatura el Programa para Ingenia- tura, Topografía, Agrimensura «., presentado por el Sr. Direc- tor del lristituto de Ciencias. Le o $ (Terminóse). El Secretario, Carlos Péres Onuiñiones. ES SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL 6 DE DICIEMBRE DE 1888.- Concurricron los Sres. Presidente, Decanos de las Faculta- des de Medicina, Filosofía y q endo: ippo y Rectores de la Universidad y Colegio Nacional d a el. obó el acta de la sesión co: Con algunas modificaciones y iones que deben tenerse presentes en 3% discusión; se dió la 2? al Reglamento es la Fa- cultad de Filosofía y Litera tura. 3 ¿1 Sr. Decano del Instituto de Ciencias dijo que ques cons- | tase en el acta, que la resolución dada en la sesión anterior com ocasión de la solicitud del Sr. Alejandro M. Sandoval no se halla- ba muy ajustada á lo prescrito por los artículos 50-y 51 de la Ley de Instrucción Pública; que aunque el Reglamento del Instituto no era ley, pero había sido formado por una disposición le- gal contenida en el art. 21 de la ley de 13 de agosto de 1885, reforinatóra de la de Instrucción Pública, ley que en el art. 23 derogaba todas las que se opusiesen á ella; que no quisiera que lo resuelto sirviese de precedente para asuntos análogos, sin em- bargo de que bien sabía que el Instituto debía estar sujeto al Consejo General y respetar sus resoluciones.—El Sr. Presidente dijo que, si el Señor Decano lo quería, pidiese la reconsideración de lo resuelto, pero que para ello necesitaba el apoyo de las dos terceras partes de los votos del H. Consejo. EIR. P. Rector dijo que el Reglamento estaba formado por las personas designadas por la ley, pero que ésta no les había autorizádo para dictar en ese Reglamento disposiciones ilegales. El Sr. Decano de la Fals cultad de Medicina dijo que el asunto estaba terminado, y que por esto no se detenía á probar lo 'anticonstitucional del Regla- mento. Sometida á resolución del H. Consejo la consulta del Sr. Vicerrector del Colegio de San Pedro de Guaranda, contenida en oficio de diciembre 1%, sobre si la Junta Administrativa pue- de rebajar ó perdonar deudas del Colegio, y si los intereses som parte esencial ó accidental de una deuidal se resolvió que la Jun- ta no podía ni perdonar ni rebajar las deudas; y que, por tanto, el 22 punto estaba resuelto con el 1% para el objeto a Leyóse el siguiente oficio del Sr. Rector del Colegio Na- cional de Cuenca, “remitido porel Sr. Subdirector de lastre Pública en ofició de noviembre 28 último: “Rectorado del Cole- glo Nacional de San Luis,—Cuenca, noviembre 26 de 1883.— Al Sr. Subdirector de Estudios.—Sr.:—Elj joven Octavio Andra- de que ha sido separado del Colegio Seminario, por no haber cumplido con la comunión prescrita por el Rector de aquel Es- > tablecimiento, en el retiro espiritual que se ha dado al principio del año escolar, trata de pertenecer al Colegio de mi cargo. Pa- | a ts e E ' a ra proceder con acierto, se servirá US. resolver los puntos siguien- tes: Primero. Habiendo sido expulsado del Seminario ¿ten- go libertad para admitirlo? Segundo. La asistencia al Estable- cimiento á que ha pertenecido ¿le excusa de las faltas del tiempo: que ha transcurrido desde la apertura del Establecimiento? Ter- cero. La matrícula del Colegio Seminario, le autoriza para que extemporancamente se matricule en el Nacional?—Con el dictá- men de US. tendré un fundamento cierto para mis determina- ciones. —Dios guarde á US.—León Piedra”. El H. Consejo re- solvió que debe atenerse en todo á lo dispuesto en la Sección 2? del Título VI del Reglamento General. . Se aceptó la renuncia del Sr. Dr. Serafín Larriba del cargo de Inspector Repetidor en Loja, y se nombró en su lugar al Sr. D. Balvino Ludeña. Lo he A O Se aprobó el nombramiento del Sr. D. Manuel Poggio para profesor interino. del Colegio Olmedo en Portoviejo; nombra- miento hecho por el Sr. Gobernador de la provincia de Manabí como Subdirector de Instrucción Pública. eyóse el siguiente informe del Sr. Decano de la Facultad de Filosofía y Literatura relativo á la solicitud del Sr. Francisco de Paula Gutiérrez: “H. Sr Presidente: —El Sr. Francisco de P. Gutiérrez, á fin de justificar la falta del exámen de francés á tiem- po oportuno, presenta certificados facultativos de los Dres. Fer- nando Salas y Francisco Ramos, quienes aseveran juratoriamcen- te que el solicitante padeció una enfermedad aguda.—El prime- ro de los médicos mencionados opina asimismo, que la afección adquirió carácter crónico y que, en consecuencia, impidió al paciente por algunos meses la prosecución de los estudios; más, no fija cuándo fué la enfermedad, mientras el segundo advierte que sobrevino en abril, mayo-y junio del año 1887, esto cs, en tiempo cercano á la época de exámenes. gn En cuanto á la gracia de matrícula condicional solicitada- por el Sr. Gutiérrez, se abstiene el informante que suscribe de emi- tir opinión, ya por haberse de antemano manifestado favorable al peticionario, ya por que el H. Consejo acaso sólo comisionó el exámen de las certificaciones médicas y la confrontación de las ferhas.—Carlos R. Tobar”. Informó, además, verbalmente el mismo Sr. Decano que era justa la solicitud, porque se hallaba bien comprobada la enfermedad que le había impedido al solici- tante dar á tiempo su exámen de francés. El H. Conscjole at cedió prórroga de- tres. .neses para ser declarado apto para € grado de Bachiller y matricularse en primer año de “enseñanza Superior. isa a A En la solicitud del Sr. José B. Escobar recayó. la siguiente resolución: “Deévuélvase la solicitud para que el peticionario €x- prese con claridad lo que pide, y presente los documentos que Justifiquen y opoyen su pedido”. : . Se aprobó el informe de la Comisión nombrada para exami- A nar el Programa para In; geniatura, Topografía, Agrimensura etc. que dice así: “IL Sr. Ministro de Instrucción Pú áblica A Director del Instituto de Ciencias, en cumplimiento del Es pres- cripción legal, ha remitido al H. Consejo, con el objeto de que sea aprobado el “Programa para las carreras de Ingeniatura, Topografía, Agrimensura etc. y la Comisión nombrada á fin de informar tocante al referido Programa, opina que no hay defi- ciencia alguna en lo correspondiente á las asignaturas de los cur- sos para profesores de Astronomía y Matemáticas, Ingenieros civiles, Ingenieros mecánicos, Ingenieros de minas, Arquitectos, Topóg grafos civiles, A primensores y técnicos Mecánicos; mas sí, en las para Topógrafos militares, quienes deberían estudiar el tercer año de química especial de las materias ex, plosivas, estu- dio tanto más necesario cuanto en la actualidad son innumera- bles los agentes químicos aplicados al arte de la guerra. r la anterior observación, ya por indicación del R. P. Catedrático de “Botánica”, los informantes que suscriben opinan que el Pro- grama debe ser discutido detenidamente por la Junta General del Instituto, y reservan en consecuencia su ulterior opinión.—- uito, diciembre 6 de 1888.—Rafael Rodríguez Maldonado.— Carlos R. Tobar”. (Terminóse.) El Secretario, Carlos Péres Quiñones. SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL 22 DE DICIEMBRE DE 18€8. Asistieron los Sres. Presidente, Rectores de la Universidad Central y Colegio Nacional; Decanos de las Facultades de Medi- cs... Instituto de Ciencias, Filosofía y Literatura. e aprobó el acta de la sesión anterior. Fuó aprobada la nueva asignación de sueldos hecha por la Junta Administrativa del Colegio Nacional de San Bernardo, en Loja, y contenida en el atente oficio: “República del Ecua- dor. —Gbertación ela provincia.—Loja, 8 de diciembre de 1888.—Honorable Sr. Minato de Estado en el Despacho de Instrucción Pública. —Señor:—El Sor. Rector del Colegio Na- cional de San Bernardo en oficio marcado con el n? 52 me dice: lo siguiente: —La lustre Junta Administrativa de este Colegio, que -Jengo 6 honra presidir, ha acordado presentar al Supremo Gobierno un presupuesto general de los gastos que deben hacer- se en este establecimiento, según los términos del acta que tex- tualmente copio: —En el Colegio Nacional de San Bernardo de Loja, á los cinco días del mes de diciembre de mil ochocientos a A iS E ú a ochenta y ocho, se reunió la Hustre Junta Administrativa de es: te Colegio, compuesta de los Sres. Dres. Rafael Riofrío (Rec- E mn tor)) » superior de A $ MO A A 900... - di A A 300... 4 mol de Derebo dimilal

e- cretarlo.—Sírvase US. recabar del Supremo Poe la apro- ión respectiva. —Dios guarde á US.—kRatael Riofrí No pueden ser más justas las po, Bear que ha teni- do la Junta Administrativa del Colegio de San Bernardo para aumentar, len que con moderación, el presupuesto de gastos, y u posean es una consecuencia lógica de la munificencia de la última Logislatura en favor de este establecimiento.—Dios guardo á US. H.—Ulpiano J. Valdivieso”. simismo se aprobó el aumento de un Iospector Repetidor en el propio Colegio, después de leído el siguiente oficio: “Hiepú- blica del Esuador.—Gobernación de la provincia.—Loja, 8 de dicienibre de 1883.—H. Señor Ministro de Estado en el Despa- cho de Instrucción Pública, —Señor:—Con fecha de ayer, y ba- jo el número 53, me dirige el Sr. Rector del Colegio Nacional de San Bernardo, el oficio que signe:—*“Esta Ilustre Junta Admi- nistrativa, en su sesión de 5 del presente ha acordado lo siguien-: te:—En el Colegio Nacional de San Bernardo, á los cinco días del mes de diciembre de mil ochocientos ochenta y ocho, se reu- i nió la Hustre Sunta Administrativa compuesta. de los Sres. Dres Rafael Riofío (Rector), Juan Torres y Francisco Aguirre. El primero de los expresados expuso: que, para el buen "orden del establecimiento, consideraba indispensable la creación de un nuevo Inspector Repctidor, sobre todo durante el presente «uño A A 0: A escolar en que dicho establecimiento es frecuentado por mayor úmero de alumnos que en los años precedentes: que el actual nspector no puede, él sólo, ejercer una constante vigilancia, dosde las primeras horas de la mañana hasta las de la tarde, sea cual fuere la dotación que se le asignara. La lustre Junta, pe- gilancia. Y procediendo á proveer este nuevo cargo nombra en calidad de segundo Inspector Repetidor al Sr. D. Zabulón Bus- Supremo Gobierno aprobara el acuerdo de la Junta Administra- tiva del Colegio de San Barnardo, para el efecto de atenderse á su mejor servicio.—Dios guarde á US. H.—Ulpiano J. Valdi- vieso”, : A Leída la solicitud del Señor Alfredo Casal para que se re suelva su petición anterior, sin esperar la presencia del Sr. De- cano de la Facultad de Jurisprudencia; fué negada, porque el H. Consejo juzgó necesario que el Br. Dr. Julio B. Enríquez ex- plicase algunos puntos de su informe. a Pasó 4 estudio del Sr. Decano del Instituto de Ciencias la solicitud del Sr. Alejandro Mancheno, quien pide se lo permi- ta dar el examen de 2% año de Matemáticas, que" ha dejado de presentarlo en tiempo opor espués de un infort Léída la solicitud del Iinstre Consejo Municipal del Cantón de Tulcán sobre el establecimiento de un Colegio de enseñanó secundaria, se pidió m£ori a en toda la provincia; sl e profesores aptos.—(Terminú:e.). e : eN pe E se EE 7 Carlos Péres Quiñones. ends Dd o 07 e Fo b sas SESIÓN DEL 17 DE ENERO DE 1889. Concurieron los Sres. Presidente, Delegado del Sor. Arzo- bispo, Rectores de la Universidad y Colegio Nacional de San Gabriel, Decanos de las Facultades de Medicina, Filosofía y Li- teratura é Instituto de Ciencias. : Fué aprobada el acta de la sesión anterior. Fueron aprobados los nombramientos de profesores y em- leados interinos hechos por el Sor. Subdirector de Instrucción ública de la provincia del Guayas, después de leído el siguien- te oficio: “República del Ecuador.—Subdirección de Estudios de la provincia. — Guayaquil, á 5 de diciembre de 1888.—H. Sr. Ministro de Estado en el Despacho de Instrucción Pública.— H. Sr.:—Tengo el honor de poner en conocimiento de US. H. ue, reabiertas las clases del Colegio Nacional de San Vicente y esta ciudad, cerradas por razón de la epidemia, para que es- tas puedan seguir su marcha regular, he tenido que efectuar los siguientes nombramientos interinos y cuyos puestos estaban va- cantes por renuncia de los profesores ó empleados que los ser- de Historia, Geografía y Cosmografía. .. Al Br. Francisco Avilés para Bedel y profesor de Urba- Al5Sr. Adolfo Fassio como Inspector Repetidor y profesor Al Sr. T. H. Cárdon para profesor de inglés. Al Sr. E. López para id. de Historia Natural, y ñ a Sr. José Émilio Márquez para profesor de dibujo y Ca igrafía. S. H. se servirá dar á estos nombramientos el curso legal que les corresponda.—Dios guarde á US. H.—José M. Mateus”. idióse informe al Sr. Decano de la Facultad de J urispru- dencia sobre el proyecto del Sr. Cárdon para el establecimiento e un Colegio comercial en la ciudad de Guayaquil. asó á estudio del Sr. Decano del Instituto de Ciencias la obra de contabilidad presentada por el Sr, Virgilio Salazar, para que sea declarada texto de enseñanza. negó al Sr. J. Julián Andrade la nueva prórroga de dos meses que pide para dar el grado de Bachiller en Filosofía y ma- vincia de Cañar “República del ado o ña 888. trucción Pública €.—H, Sr.:—Con el interés debido, tengo el honor de elevar á US. H. el acuerdo expedido en 11 de octubre del presente año, por el lustre Concejo Municipal del cantón de Cañar, esperando que US. H. se sirya someterlo al conocimien- to de $. E. el Jefe del Estado. Más erco conveniente manifes- ed — — tará US. H. que el art. 6% de dicho acuerdo señala el 8 9, al Colector de recaudación, y en mi concepto debe pagarse á lo más el 4 9/¿.— Tampoco se le exige la fianza que debe rendir es- te funcionario, y por consiguiente no quedan asegurados los fon dos que entran á su poder. US. H. sabrá apreciar como crea conveniente estas observaciones. —Dios pr á US. H.—Ra fael de la Paz Bayas”. : “EL CONCEJO MUNICIPAL DE CAÑAR. CONSIDERANDO: Que la ley reformatoria de Aduanas, sancionada á 20 de agosto del presente año, en la distribución que hace del 20 9%, de recargo en la Aduana de Guayaquil, vota la suma de dos mil sucres para fundar y sostener una escuela de niñas en este cantón, ACUERDA: Art. 12 Se destina toda la cantidad votada por dicha Ley para la fábrica de una escuela de niñas en la cabecera de este cantón. a Art. 22 La Municipalidad costeará con sus fondos, mien- tras se concluya la fábrica, los gastos de la enseñanza de una es cuela de niñas. 2 Art. 32 Se autoriza al Sr. Procurador Síndico Municipal para que pueda comprar, de una manera particular, ó por desa- propio, el sitio denominado “La Hermita” perteneciente á los erederos del Sr. Romualdo Vázquez y Manuel Ochoa. rt. 42 La fábrica se hará por cuenta de la Municipalidad, y su dirección estará á cargo del Presidente del Concejo; debien o este empleado someter á la aprobación del Ayuntamiento los planos de la fábrica, que serán trabajados por una persona com- petente,. . ; Art. 5% La Municipalidad nombrará un sobrestante, con la dotación de ocho sucres mensuales, y este empleado estará suje to á las ordenanzas de obras públicas expedidas por esta Corpo- ración. da , -Art. 62 La recaudación é inversión de las cantidades que se tomaren de la Aduana, estarán á cargo de un Colector £sp cial, nombrado por la Municipalidad, á quien se le asigna la do tación de E E ES | Art. 72 El Colector podrá girar letras á favor de las ¿a as las compraren, y el premio, si lo hubiere, acrecerá los ondos de la fábrica. | as ze Comuníquese á la Jefatura Política del cantón, para su eje- cución y eumplimiento de i Dado en lz sala de sesiones del cantón de Cañar, 4 11 de | o octubre de 1888.—I:1 Presidente del Concejo, Darío Espinosa. Cañar, diciembre 24 de 1888.—El Secretario Municipal, Ma- nuel Arízaga”. El H. Concejo decidió que el Colector debía ser nombrado por la Junta Admmistrativa del Colegio; que debía rendir fian- za suficiente, y queno podía gozarmás del49/, de remuneración. Decidió también que la Junta Administrativa del Colegio “Nueve de octubre” en Machala, debía hacer el nombramiento de Colector, después de leído el siguiente oficio del Sr. Grober- nador de la provincia de El Oro:—“República del Ecuador.— Gobernación de la provincia de El Oro.—Machala, á 1? de eno ro de 1889.—Al HB. Sr. Ministro de Estado en el Despacho de - Instrucción Pública.—Sr. Ministro: —El Sr. Rector del Colegio acional “Nueve de Octubre”, en oficio de 30 del mes próximo pa- sado, me dice lo que en seguida copio: —Siendo de absoluta nece- sidad la existencia de un Colector que se ocupe de la recaudación é inversión de las rentas del Colegio que tengo el honor de re- gentar, me dirijo á US. á fin de que se sirva hacer este nombra- miento, hasta que lo haga en propiedad el Consejo General do Instrucción Pública, para lo que se dignará US. dirigirse al Mi- nisterio del ramo.—Me tomo la libertad de indicar la persona del Sr. D. José Madero para el indicado cargo, por reunir este ! r. dotes patrióticas que no muchos las poseen, y por tener además la suficiente responsabilidad que garantice el buen desempeño A de su cargo.—Dios guarde á US.—José Ochoa León. —Cábeme la honra de trascribirlo á US. H. para su inteligencia, comun- cándole que con fecha de ayer expedí el nombramiento de Colee- tor interino de los fondos del Colegio Nacional “Nueve de octu- bre” para el Sr. José Madero, en favor de quien suplico á US. 1. se digne recabar el diploma en propiedad, por reunir el Sr. Madero todas las cualidades necesarias que se requieren para el desempeño de este empleo.—Dios guarde á US. H.—J. Manrtí- nez de Aparicio”, Fué negada la solicitud del Sr. D. Molleda para que se lo compren mil ejemplares de su “Nueyo Olendorff Español-La- mo” H. Concejo no ha aprobado la obra como texto de enseñanza sino como auxiliar para los profesores. e aprobó en última discusión el pe aa para la Facnl- tad de Filosofía y Literatura de la Universidad Central, con al- A pa gunas modificaciones que el Sr. Decano debe tener presentes en la redacción definitiva. esarobado el informe del Sr. Decano del Instituto de Ciencias en la solicitud del Sr. Alejandro Mancheno, se le negó el permiso de dar el examen de 2% año de matemáticas, no pre- sentado en tiempo oportuno. = Se negó la dispensa de asistir á las clases por estar dedica- do al comercio, solicitada porel Sr. Juan Gómez Rendón, de Guayaquil. El H. Concejo quizo que se manifestase á dicho Sr. el disgusto con que había visto una solicitud tan opuesta á la Ley y al Reglamento General de Instucción Publica. (Terminóse. O El Secretarío, Carlos Pérez Quiñones. E BOLETIN UNIVERSITARIO ACTAS. _— Facultad de Filosofía y Literatura. Sesión del 20 de noviembre de 1888. Presididos por el Sr. Decano, asistieron el R. P. La Camera y el Sr. Pólit, Aprobada elacta precedente, se leyó: __. 12 Un informe del R. P. Rector del Colegio Nacional, ma- nifestando que esta Facultad puede deliberar como crea conve- niente acerca del examen de francés que debe rendir el Sr. Fran- cisco de Paula Gutiérrez. Se accedió á que el Sr. Gutiérrez pre- sente su examen en este Establecimiento. 2% Del Reglamento de la Facultad de Filosofía y Literatu- ra formulado por el Sr. Decano por comisión del H. Consejo Ge- neral de Instrucción Pública, y presentado por el autor, con el ob- jeto de oír el dictámen de sus comprofesores. Fué aprobado con - Muy ligeras modificaciones. Ps 32 De la solicitud y documentos pertenecientes al SE Eli- seo Ordóñez, que pedía declaratoria de Ad el grado de Bachiller. Se comisionó al Sr. Pólit para UE Pera —6— En Luego se acordó que los Sres. profesores presenten sus tra- bajos para “Los Anales”, en el orden siguiente: 19 el Sr. Deca- nos. 2? el R:P. La Camera: 3? el Sr. Pólit; y 42 el R. P. Aguirre. En atención al mal estado de su salud, se concedió al Sr. Pólit Que haga las clases en su casa, los días que lloviere mu- cho á las horas en que debe concurrir al Establecimiento. Sin más, terminó la sesión. El Decano, CARLOS R. TOBAR. El Prosecretario, José Bolívar Barahona. Facultad de Medicina. Sesión del 8 de enero de 1889. Abierta por cl Sr. Decano, con asistencia de los E e hona, Egas, Muñóz, Cárdenas, Silva, Echeverría y Casar Se leyó y aprobó el acta de la sesión anterior, y se da á 4 deso y pacho: 19 Un oficio del H. Sr. Ministro de Instrucción Pública, en el cual pedía; que la Facultad informe por cuanto tiempo debían dejar de concurrir á las escuelas los niños que hubieren sido ata- cados por el sarampión, para evitar que éstos contagien á los de- más. Fueron designados los Sres. Dres. Cárdenas y Casares pa- ra Eo el respectivo informe. : tro oficio del mismo Ministerio, comunicando que S. E. el ido de la República ha sabido con particular agrado el lucimiento con que se han desempeñado los alumnos internos y. externos del Hospital de San Juan de Dios, y que se han pro- visto los destinos vacantes en el orden indicado en la nómina pro- puesta por el Tribunal respectivo. 3? Otro del mismo comunicando; que S. E. el Presidente de la República con el propósito de establecer un servicio sanita- rio en bien de las clases menesterosas, había nombrado á los Sres. Dres. Eliezer Chiriboga, Carlos Eloy Gangotena, Joaquín Larrea González y Ramón Andrade para que presten sus servicios á los pobres; y mandando que la Facultad examine los informes y cua- - pacho sus respectivas observaciones y cuadros estadísticos. * Un oficio del H. Sr. Ministro de la Guerra: reñtiendo el expedientillo perteneciente al soldado Hipólito Bones, para que la Facultad proceda conforme á lo mandado en el siguiente E creto marginal. “Ministerio de Guerra y Marina.—Quito, diciembre 28 de 1888.—Pase á la Facultad de Medicina, á fin de que declare por escrutinio secreto y mayoría absoluta, si es acertado el parecer de los facultativos, y si está ó no justificada la causa de invalidéz del peticionario.—El General, Sáenz”.—Leído el informe y some- tido á votación secreta, se declaró acertado el concepto aa por los Sres. Dr. Augusto de la Cadena y D. Pedro P. Ort Luego se declaró al Sr. Alejandro Melo Sanmigucl áptO pa- ra el grado de ona previa lectura del respectivo informe, que fué aproba ambién fubrón declarados aptos para el grado de Poctór los Sres. José Ignacio Calisto y Miguel Ignacio Román, después de leer sus respectivas solicitudes y “de oír el informe verbal del Sr. Dr. Cárdenas, quién aseguró: que todos los documentos pre- sentados por los solicitantes se encontraban arreglados á la ley; "puesto que los había revisado cuando se le comisionó para que in- forme respecto de las dispensas de los derechos del grado de Doc- tor que pidieron los Sres. Román y Calisto. Por último, el Sr. Decano comisionó al Sr. Dr. Muñóz para que reciba todos los exámenes prácticos que se presenten en cl Hospital. Se cerró la sesión. El Decano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. El Secretario, Manuel Baca M. Sesión del 10 de enero de 1889. Reunidos los Sres. Decano, Barahona, Egas, Muñóz, Cár- denas, Silva, Echeverría y Casares, aprobaron el acta de la sesión precede metió'4 la ciddiaidl de la Facultad el cuadro mo- delo es tibia de nacimientos, presentado por el Sr. Dr. uñóz. Después de examinado y discutido, fu eb con on gunas ligeras modificaciones. a O uego se leyó el siguiente informes A e sd a 18 “Quito, enero 9 de 1889. Señor Decano de la Facultad de Medicina de la Universid Central de Quito. a Señor: —V uestra comisión encargada de señalar el tiemp después del cual, los niños que han contraído el sarampión pue dan entregarse á sus labores escolares: opina que aun cuando e esto, como en casi todo lo concerniente á la Clínica, no se pued establecer reglas fijas, porque las variaciones que presenta la en fermedad, se puede decir, son tantas cuantos son los individuo ción común de la enfermedad, que es de doce á catorce días; estado en que quedan los niños después de ella; á la clase de tra bajo á que tienen de dedicarse en las escuelas y al peligro de trans mitir la enfermedad á los otros alumnos; la de acuerdo con los principios científicos; que no se admit nuestro parecer, respetando siempre el más acertado de la Ilust Facultad.—Lino Cárdenas.—Manuel María Casares”. Fué aprobado con la siguiente adición propuesta por el Sr Dr. Cárdenas; “y después de haberse bañado dos ú tres veces”. El Sr. Decano designó al Sr. Dr. Cárdenas para que informe respecto de los documentos presentados por el Sr. Manuel A. Bra- vo, con el fin de que se le declare apto para el grado de Lizen- ciado. : Terminóse la sesión. El Decano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. El Secretario, Manuel Baca M. Jumnía Administrativa, Sesión del v4 de encro de 1889. Presididos por el Sr, Vicerrector, se reunieron los Sres. Dres. Casares y Pólit y aprobaron el acta precadente, no asistieron los * Sres. Dres. Muñoz y Herrera, En ES Sometido al despacho el presupuesto de sueldos y gastos correspondientes á diciembre próximo pasado, fué aprobado sin ninguna modificación. Se dió cuenta de la contrata propuesta por “los Sres. Vicente Pallares Peñafiel y Trajano Mera para pu- blicar en la imprenta de este Establecimiento “La Revista Lite- raria” periódico mensual, que se ocupará unicamente en asuntos literarios. Seaceptó el contrato con las siguientes modificaciones 1% Aun cuando algunos de los números de dicho periódico con- tenga menos de cinco pliegos los editores pagarán los veintiocho sucres estipulados por cada número; y 2% Cuando se quiera au- mentar el número de pliegos ó de ejemplares, el aumento del pa- go será proporcional al trabajo de Imprenta. El Colector consultó si debían considerarse como mejo- ras pertenecientes al almacén que ocupa el Sr. Proaño los vidrios de la ventana que da al pretil y los dos armarios que están jun- to á las puertas; y se resolvió que no debían considerarse como tales, y que por tanto no estaba obligado á > Proaño. Se mandó que el Sr. Colector liquide la cuenta de los londos de Biblioteca y ponga á disposición de cada una de las Facultades la parte proporcional correspondiente; que haga re- parar la parte de la azotea del patio superior que está al caerse porque se han podrido. las alfajías que la sostienen; y se le au- torizó para que venda á los Sres. Pallares y Mera el papel de imprenta al precio de plaza Sin más, terminó la ¡ióf El Vicerrector, RAFAEL BARAHONA. El Secretario, Manuel Baca ML. OFICIOS. 4 Quito, enero 10 de 1889. Decanato de la Facultad de Medicina. eS Y H. Sr. Ministro de Guerra y Marina. Devuelvo á US. H. el expedientillo perteneciente al ciuda- | Es E O dano Hipólito Bones con la resolución dada por la Facultad en la sesión del 8 de los corrientes. Dios guarde á US. H.—Rafael Rodríguez Maldonado. Quito, enero 16 de 1889. H. Sr. Ministro de Instrucción Pública, Remito á US. H. el informe aprobado por la Facultad, que me honro en presidir, en él se indica el tiempo en que los niños los Establecimientos de enseñanza. ds a. Dios guarde á Us. H.—Rafael Rodríguez Maldonado. que han contraído el sarampión deben abstenerse de concurrir á A Señor Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Cot E Ea Señor: —Vuestra comisión encargada de señalar el tiempo co días de terminada la enfermedad, y de haberse bañado dos ó tres veces. Este es nuestro parecer, respetando siempre el más acertado de la ilustre Facultad.—Lino Cárdenas.—Manuel Ma- ría Casares.—Es copia—El Secretario, Manuel Baca M. Quito, enero 19 de 1889. , Al Sr. Decano de la Facultad de Medicina. Señor: —Acompaño á la presente, los cuadros estadísticos y A SS A observaciones que debo presentar á esa Secretaría, y aprovecho de esta ocasión para ofrecer á US. mis respetos. ios guarde á US.—Elieser Chiriboga. Señor Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Central del Ecuador. Señor: —Tengo el honor de adjuntar 4 US. y para conoci- miento de la Facultad que US: tan dignamente preside, el cua- dro sinóptico que manifiesta el estado de la actual epidemia de sarampión en el cuartel N? 19 á cargo del infrascrito; no siéndo- Me posible, por ahora entrar en détalles que demanda largo tiem- - PO y del que no puedo disponer por el gran número de enfermos que necesitan auxilio oportuno. : Soy de US. obsecuente y S: S. : Quito, enero 19 de 1889. >. Carlos Eloy Gangotena. Quito, enero 19 de 1889. Señor Decaño de la Facultad de Medicina. | Señor: —Tengo la honra de acompañar el cuadro de mis tra- bajos profesionales que en medio de la escasez absoluta de tiem- Po he podido llevar de los enfermos de sarampión, durante la primera quincena, en el cuartel Noroeste de la ciudad, á fin de que US. le de el curso que convenga. - Dios guarde á US.—Ramón Andrade. Señor Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Central del Ecuador. a .. En cumplimiento de lo dispuesto por la Facultad que ÚS, dignamente preside, así como por la orden del Ministerio de Be- neficencia €t., tengo la honra de dirigirme á US. acompañando el cuadro demostrativo de la asistencia médica en el segundo cuar- tel, parte Sud-oeste de la ciudad que se halla á mi cargo. : cuadro que presento trabajado en el corto tiempo de que dispongo á consecuencia de las centuplicadas atenciones que de- manda el actual cstado sanitario del país han impedido que O 0 ci completo, cual lo he deseado; por tanto suplico á US. se sirva dispensar las faltas que en él encuentre. He asistido cuatrocientos treinta y cinco enfermos de saram- pión, de los cuales se encuentran actualmente en convalecencia doscientos veintitres, en curación doscientos cinco y fallecidos siete. Dela observancia de este tiempo deduzco que la mortali- dad, á consecuencia del sarampión es diminuta en las clases aco- modadas; puesto que disponen de medios para obtener buenas condiciones higiénicas, siendo además bien constituidos por regla general, y por otra parte cumplen exactamente con las prescrip- ciones que se les impone. No sucede lo mismo con las clases desvalidas, pues en ellas además de carecer en absoluto de bue- nas condiciones higiénicas y €.; hay que luchar con las absur- das preocupaciones emanadas de la ignorancia del vulgo, como son el no solicitar la asistencia del médico sino cuando se encuen= tran en gravísimo estado, muchos de ellos no cumplen con ningu- na de las prescripciones que se les manda y los más hacen uso de medios á ocultas del médico, medios que complican gravemente la situación del enfermo, por todas estas consideraciones claramen- te se deduce que la mortalidad tiene de ser algo considerable. En la actual epidemia he notado que son poquísimos los ca- sos de sarampión franco abundando los casos complicados y pre- sentándose los más de ellos desde los prodromos de la enferme- dad, una de dichas complicaciones es la enterítis, también la en- terocolítis, habiendo observado que muchas de ellas son produci- das por los purgantes de que hacen uso los padres de los niños to- mando como medios profilácticos, generalmente contenía dicho estado rebelde hasta el período de descamación, y muchas veces se vuelve crónica. Logs casos de difteria son muy frecuentes y en estos sienta muy bien los gránulos de hiosciamina, pues he obtenido brillantes resultados acompañando las tocaciones de bo- rato de soda. Las laringítis stridulosas son también demasiado catarrales; pues existen casi en todos los casos. Los revulsibos externos dan buen resultado, acompañados naturalmente del tra- tamiento interno. Casos de otitis, que—ratitis supurativos, tam- bién blefaritis, conjuntivitis $. son frecuentes. Siento Señor no poder amplificar mi informe porla falta ab- soluta de tiempo y muy á la ligera he tenido que remitir la actual | nota y el cuadro que acompaño, Dios guarde á US. —Joaguín Larrea G. Quito, enero 19 de 1889. Pr E ase Quito, enero, 23 de 1889. H. Sr. Ministro de Instrucción Pública. Tengo por honra poner en conocimiento de US. H. que los Sres. Dres. Eliezer Chiriboga, Carlos Eloy Gangotena, Joaquín Larrea González y Ramón Andrade, han consignado en la Se- cretaría de este Establecimiento los cuadros estadísticos corres- pondientes á la primera quincena de su asistencia á los enfermos de sarampión; tan luego que .se recojan y uniformen los datos - Suministrados por los mencionados facultativos, me será grato re- - Mmitir á US. H. las observaciones que sobre ellos ha de hacer la Facultad. A Sería de desear que US. H. disponga que los otros cuatro fa- cultativos que han sido últimamente nombrados con el mismo ob- jeto que los anteriorres, presenten también ante esta Facultad las respectivas observaciones y estadísticas, porque si no los datos serán insuficientes y por consiguiente inexactas las deducciones. Dios guarde á US. H.—Rafael Rodríguez Mi donado. Quito, enero 23 de 1889. Señor Dr. Eliezer Chiriboga, Me es grato comunicarle que ayer sometí á la consideración de la Facultad el cuadro estadístico y observaciones remitidas pór con fecha 19 de los corrientes, los que merecieron su aproba- ción y aplauso, por el talento, esmero y proligidad con que U. los ha formado Dios guarde á U.—Rafael Rodríguez Maldonado. Quito, enero 23 de 1889. Señores Doctores Carlos Eloy Gangotena, Joaquín Larrea González y Ramón Andrade. le e ¿ - la Facultad los cuadros estadísticos remitidos por U. con fecha 19 delos corrientes. La Facultad aplaude la laboriosidad con que - días que dura la enfermedad en cada uno. de los'enfermos y las a Observaciones que U. crea conveniente hacer respecto el pro-. pa 7 BA greso y extensión de la epidemia, duración de la enfermedad, fre- cuencia y naturaleza de las complicaciones, eficacia del tratamien= to, etc., etc. ; i Dios guarde á U.—Rafael Rodríguez Maldonado, de . Señor Decano de la Facultad de Medicina. Vuestra comisión encargada de “informar sobre si el cemen- terio de San Márcos presenta menores inconvenientes que el de y San Blas para que se suprima éste y quede sólo aquél”, tiene la honra de exponer: : Que debe cerrarse con preferencia el de San Blas, en vista de su poca extensión, antigiiedad, mala exposición del terreno, y principalmente porque dentro de poco tiempo estará situado en E el centro de la población. Esta última razón bastaría por sí sola para que la comisión aconseje lo que aconseja en favor de la Hi- giene pública. Los inconvenientes que resulten de la supresión de este cementerio se allanarán construyendo otro en un sitio más adecuado. : y : o En cuanto al llamado de San Márcos, en menester construír- lo según las reglas de la higiene, pues el completo descuido en que Se encuentra le hace impropio para el objeto mucho más tratándo- se de un lugar sagrado. En caso de no verificarse lo anterior, €$ mejor que selo inhabilite ó suprima; porque conservarlo en el estado actual, sería conservar un muladar Tal es el parecer de vuestra comisión, salvo el más ilustrado de la H. Facultad que US, dignamente preside.—Quito, dicierm bre 24 de 1888.—Lino Cárdenas. —Manuel María Casares. , Es copia.—El Secretario, Manuel Baca M. Quito, enero 24 de 1880. H. Sr. Ministro de Instrucción Pública. Señor: —Remito á US. H. el informe respecto de los cemen- terios que la Facultad aprobó en sesión de 22 de los corrientes. Dios guarde á US. H.—Rafae! Rodríguez Maldonado. ys E > E E UA Intendencia General de Policía. Quito, encro 23 de 1880. Señor Decano de la Facultad de Medicina. : Habiendo sido noticiada la Intendencia de Policía de que los - Sinapismos de la Botica Alemana se hallaban en mal estado, el in- - frascrito Intendente en asocio de los Sres. médicos de Policía Dres. Jenaro Ribadeneira y Nicanor Mera se constituyó personal- mente en la botica en referencia; y habiendo estos profesores exa- minado los sinapismos los declararon completamente desvirtua- - dos. En consecuencia el infrascrito ordenó la suspensión de la venta. » Inmediatamente se examinaron las boticas inglesa, francesa - Y nacional, habiéndose encontrado las drogas de las dos primeras falta de muchas sustancias necesarias y de uso cotidiano, razón por la cual los mencionados profesores expusieron: que si el due- ño de dicha botica no la surte oportunamente de todas la sustan- cias necesarias para el despacho de las recetas, debía impedirse cl Que haga de turno. á j o pongo en conocimiento de U. por ser asunto de interés Público para que la Facultad de Medicina disponga lo que crea Conveniente. ; di ó l Dios guarde á U.—Mariano Bustamante. Señor Intendente General de Policía. d Quito, enero 25 dé 1889. s * Por el estimado oficio que U. se ha servido dir.girme con - Techa 23 delos corrientes, quedo impuesto de la inspección de las S . , + s pa Boa r boticas que ha tenido á bien hacer, acompañado de los Sres. mé- r dicos de Policía Dres. D. Jenaro Ribadeneira y D. Nicanor Mera. Las faltas que U. ha observado en algunas de las boticas, princi- Palmente en la nacional nSngido notadas muchísimas veces por los Sres, profesores de esta Facultad, que han sido comisionados para inspeccionarlas; pero nada se ha hecho para contener esos , E E: abusos, pues como la Facultad no tiene derecho para hacer uso € ninguna sanción legal, se ha limitado únicamente á quejarse á las autoridades correspondientes. ., que con tan plausible celo se interesa por todo lo Ojalá concerniente al bienestar público contenga los mencionados abu- 005, En virtud de las atribuciones gue le concede el Reglamento General de Policía. : a Dios guarde á U.—Rafacl Rodrigues Maldonad | de a Quito, enero to de 1889. Secretaría de la Universidad Central. A los Sres, Dres. Eliezer Chiriboga, Carlos Eloy Gangote- na, Joaquín Larrea González y Ramón Andrade. La Facultad de Medicina en sesión de 8 de los corrientes acordó: que se sirvan UU. presentar en este despacho todos los sábados los cuadros estadísticos y observaciones que UU. reco- gieren durante la actual epidemia del sarampión, todo esto con | arreglo álo dispuesto por el H. Sr. Ministro de Beneficencia conel | oficio que á continuación trascribo. 3 “N? 64.—Ministerio de Beneficencia.—Quito, diciembre 31 de 1888.—Señor Decano de la Facultad de Medicina.—S. E. el Presidente la República, con el propósito de establecer en esta ciudad el servicio sanitario en bien de las clases menesterosas, durante la actual epidemia del sarampión, ha designado á los Sres. Dres. Eliezer Chiriboga, Carlos Eloy Gangotena, Joaquín Larrea González y Ramón Andrade para que presten sus servicios gratis á los pobres, y como estos Sres. deben presentar semanalmente “0 que tengo la honra de poner en conocimiento de UU. pa- ra los fines consiguientes. Dios guarde á UU.—Manuel Baca M. Quito, enero 16 de 1889. Señor Colector de rentas. La Junta Administrativa en su sesión de 13 de diciembre próximo pasado dispuso que se vuelva á arrendar por cinco años forzosos para ambas parte el almacén que ocupa el Sr. José Igna- cio Proaño. El precio del arrendamiento será el de veintiocho sucres mensuales; debiendo U. entregar por inventario prolijo las estanterías, puertas, cielo raso y pisos de dicho establecimiento: Dios guarde á U.—Janucl Baca M. Quito, encro 18 de 1880. AY mismo. a Para los fines consiguientes me es honroso comunicará U. e ue el Sr. Dr. Federico González Suárez comenzó á dictar la cla- ¡sede Historia el 11 de los corrientes. Dios guarde á U.—Manuel Baca M. Quito, enero 21 du 389. H. Sr. Ministro de Estado en el Despacho de Hacienda. N? 1.—Ministerio de Hacienda, —Quito, á 21 de enero de - 1889. . : : Señor Secretario de la Universidad Central. - Mees grato contestar á la pregunta contenida en la atenta Comunicación que U. me dirige el día de hoy, diciéndole que por orden del Gobierno anterior se han impreso en los timbres del bienio pasado las cifras 1889-1890 á fin de que el excesivo - Sobrante de estas especies realizables fuera consumido en la ven- ta del bienio que cursa. Dios guarde á U.—J. 7. Noboa. E Quito, enero 22 de 1889. Señor Colector de rentas. La Junta Administrativa reunida el 14 de los corrientes dis- Puso que liquide U. la cuenta de los fondos de Biblioteca, celecta- dos hasta el 31 de diciembre de 1888, y ponga á disposición de Cada uno de las Facultades de este Estabiecimiento, la parte pro- porcional que les corresponda. Dios guarde á U.—Manuel Baca M. P8— GRADOS. LICENCIADO EN MEDICINA. Julio Vánconos. 0. E ¿22 11d EXÁMENES PRÁCTICOS. Miguel uacio Homás dera A J osé Ignacio Calisto o OO nr... E Antonio Miño, Clínica born irug ¡E a José J ce de lnica interna. A A ..... +... e... ..o. non. ..o.o.-”* con... e... ..- lar cr rr ro ro... ..” rugía. Manuel María Paño, lirica interna - .-.-.. .. .o-...o.- * Daniel Núñez, Gatos O a ” ” A ERKATAS SUSTANCIALES EN EL N? 1£:: LÉASE. después de desaparecido, póngase esta nota: : (1) El Dr. D. Pedro Fermín Cevallos, en su biografía del P. * Velasco, dice que el manuscrito se compone de 5 tomos, peru el' Sr. Mera afirma que son 6. en vez de. léase estofar estafar DAN ISOS Los “Anales” se publican cada mes. Se E á los Señores Agentes en las provincias, que ten- gan la bondad de remitir el valor correspondiente á las suscrip= ciones y números sueltos vendidos y los ejemplares que no ha yan ES vender, todo esto á vuelta de correo. ÍBARRA. a D. Ricardo ds al Quiro.—Colecturía de la Universidad. E or D. Rafael E. Dávila, carrera de García Mo- = -—TCHn : ES ACUNGA o Dr. D. Juan Abel Echeverría. a AMBATO. an. po Ricardo Martínez. 2. RIOBAMBA—, ,, » Julio Antenio Vela ERGUARANDA. 3. 2, José Miguel Saltos. a CUENCIA Miguel Moreno. o LOTA Filoteo Samaniego. GUAYAQUIL Libreria del Sr D. Pedro Janer. SUSCRIPCIONES. Suscripción adelantada por un año. . E A $2 ara un semestre... Qe número suelt A a A RE AS CT HE e toda dh de avisos 2chte asuntos co abs : do Pública y al cultivo de las ciencias a las 1.0S que no pasen de cuarenta palabras. .....__... Los que us de este número, por cada cinco pa-: labras z Pe á : o » 20 SERIE 3. Nóm. 16 ANALES DE LA UNIVEASIDAD CEMIAL DEL, EGLADOR: PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS ARTES EN EL ECUADOR. CONTENIDO. Serie gi d ilust 4? 4—Leccio- nes de rata por el Sr Sr. Dr. p. Culos R. Tobar.—Breve re- sumen histórico de los Concilios Generales, por el Sr. Dr. José N, Campuzano.—Al Agoyán, (colaboración) por el Sr. D. Quintiliano Sánchez. —Boletín Universitario. QUITO. <_— Imprenta de la Universidad Central del Ecuador ——- 1889. ¿ DIRECTOR DE LA IMPRENTA, NICANOR J. ARBOLEDA. E ANACES — DELLA UNIVERSIDAD DE QUITO, SERIE MIL; Quito, marzo 20 de 1889. ¿NUMERO 16, SERIE CRONOLOGICA DE LOS VARONES ILUSTRES QUE HA PRODUCIDO LA UNIVERSIDAD PÚBLICA Y NACIONAL DEL ANGÉLICO DOCTOR - SANTO TOMÁS DE AQUINO, ESTABLECIDA EN ESTA CIUDAD DE SAN FRANCISCO DE QUITO, Y DE TODOS LOS DOCTORES SECU- LARES Y REGULARES QUE ACTUALMENTE COMPONEN SU ILUS- + "TRE CORPORACIÓN. FORMÓLA EL DocTOR DON José MANUEL FLORES Á 20 DE OCTUBRE DE 1821, Á CONSECUENCIA DE LA COMISIÓN QUE Á ESTE FIN SE LE DIÓ POR EL SR. RECTOR Y CLAUSTRO. (Tabla inédita.) VARONES ILUSTRES. - El Ilmo. Sr. Dr. D. Juan Machado de Chaves, Obispo de Popayán, se graduó de Doctor el año de 16 o Sr. Dr. D. Luis Betancourt, Obispo de Popayán, se graduó de Doctor el año de 1631. El Ilmo. Sr. Dr. D. Fr. Bartolomé García, Obispo electo de Puertorico, se graduó el año de 1639: El Ilmo. Sr. Dr. D. Andrés Zurita, prisas de la Concep- ción de Chile y Trujillo, se graduó el año de 1 EiSr.+D> Alonso del Castillo, Oidor de Quito y Lima, se E patas el año de 1652. El Sr, D. Juan de Andramuño, Oidor de Panamá, se gra- duó el año de 1652. EES Sr. D. Luis de Lomas Portocarrero, canelo de Cala- traba, Oidor de Lima, se graduó el año de 1 El Ilmo. Sr. Dr. D. Cristóbal Bernardo oe Obispo de Chiapa y EopaNáN se graduó enel año de 1655. El llm Dr. D. Fr. Gaspar de Villarroel, Obispo de Chile y Aroblapo de Charcas, se graduó el año de 1030. 2090 o El Sr. Dr. D. José Antonio Rocha, Marqués de Villarro- cha, Caballero de Calatraba, y Presidente de Panamá, se : graduó el año de 1678. El Sr. Dr. D. Pablo Osaeta, Inquisidor de Patada, se gra- duó el año de 1690 E de Di se graduó el año de 1694. El Ilmo. Sr. Dr. D. Francisco Figueredo, Obispo de Po- payán, Arzobispo de Guatemala, se graduó el año de 1707- El llmo. Sr. Dr. D. Fr. Juan ross Alcarazu, Obispo de Puertorico, se graduó el año de ? El Sr. Dr. D. Juan Bautista Sánchez de Orellana, Presbíte- ro, Oidor de Quito, se graduó el año de 1713. EI R. P. Fr. Bernardo Larrea, Misionero Apostólico quien murió con olor de santidad, se graduó el año de 1 El Ilmo. Sr. Dr. D. Juan Nieto Polo, Obispo de Santa Mar- ta y o se graduó el año de 1718. El Sr. Dr. D. José Maldonado, Prebendado de Quitó, y So- cio de las Academias de París y Londres, se : graduó el año de 1719. y 0/56, Dr. D. Pedro Maldonado, Gobernador de Esmeral- das, Socio de las Academias de París y Londres, se graduó el año de 1 1721 El limo. Sr. Dr. D. José Arauz, Eta de Santa Marta y oa eras se graduó el año de El Sr. Dr. rancisco na Pablo, Didor de Quito y Charcas, se a el año de 1 El Ilmo. Se Dr. D. Pedro de Argandoña, Obispo del Tucu- mán y de gis ES A se graduó el año de 172 El Ilmo. Sr. . Fr. Tomás Carcamo, Obispo. del Tu- Ses > graduó $ año oa 1727. Ilmo. Sr. Dr. D. Miguel Almansa, Obispo de Arequipa, se efadio el año de 172 El5e Dr. 1 a Romualdo Navarro, Oidor de Quito, se graduó el año de 1728 El Ilmo. Sr. Dr. D. Salvador Bermúdez, Obispo de la Con- cepción de Chile, y Arzobispo de Charcas, se graduó el año de 1729. El Sr. Dr. D. Fernando Sánchez, Marqués de Solanda, Pre- sidente y Deán de Quito, se graduó el año de 1734. El Timo. Sr. Dr. D. Joaquín Rubio, Obispo de Sebú y de Popayán, se graduó el año de 1 El Sr. D. Ignacio Flores, Caballero de Carlos Se y Presi- dente de Charcas, se graduó de Maestro el año de 1748 El limo. Sr. Dr. D. Manuel Rojas y Argandoña, Obispo de Cruz de a Sierta, se graduó el año de 1750 l Ilmo. Sr. Dr. D. Fr. José de la Madrid, Obispo de Car- tagena y Quito, se graduó el año de 1751. go. . D. Ignacio Aybar, Caballero de Santiago, Fiscal - ar > A El Tlmo. Sr. Dr. D. José Alejandro Egijes, Obispo de San- ta Marta, se graduó el año de 17 “1 Ilmo. Sr. Dr. D. José Silva y Olave, Obispo de Gua- manga, se graduó el año de 1705. El Ilmo. Sr. Dr. D. Francisco Javier de la Fita y Carrión, Obispo de Cuenca, se graduó el año de 1767. El Ilmo. Sr. Dr. D. José Cuero y Caicedo, Obispo de Cuen- ca y Quito y Rector de esta Universidad, se graduó el año de 1768. El Ilmo. Sr. Dr. D. José Ignacio Cortázar, Obispo de Cuen- ca, se graduó el año de 1779. El Ilmo. Sr. Dr. D. Pedro Alvarez, Inquisidor de Carta- gena y Obispo electo de Popayán, se graduó el año de 1780. El Sr. Dr. D. José Ruiz Sobrino, Inquisidor de Lima, se graduó el año de 1781. El Ilmo. Sr. Dr. D. José García de León y Pizarro, Presi- dente de quito, del Consejo y Cámara de Indias, se graduó el año de 1783 El Excmo. Sr. D. José García de León y Pizarro, Ministro de Estado, se graduó de Bachiller en Artes el año de 1784. El Sr. Dr. D. José Mejía, Diputado en Cortes para el Reí- no de Granada, > graduó en Teología el año de 1802. El limo, Sr. Dr. D. Leonardo Santander, Obispo de Quito, se incorporó el año de 1820. DOCTORES ECLESIÁSTICOS Y SECULARES. Decano, conforme á la Ley 10, tít. 22, lib. 1 de Indias, que debe serlo en la facultad de Cánones el Dr. D. José Manuel Flo- “a es, Ex-Rector, se graduó de Doctor en Cánones y Leyes el año e 1786. El Dr. D. Maximiliano Coronel, Arcediano de Quito, se graduó en Teología el año de 1768. El Dr. D. Calixto Miranda, Macstrescuela de Quito, se gra- duó en Teología el año de 1774. El Dr. D. Vicente Carbo, se graduó en Teología el año de 1776. El Dr. D. Luis Peñaherrera, se graduó en Teología el año de 1778. El Dr, D. Juan Estanislao Guzmán, Canónigo de Merced de Quito, se E en Teología el año de 1779. cl D. José Jijón, se graduó en Teología el año de 1780. El Dr D. José Camacho, Prebendado de Quito,' Ex-Rec- tor, se graduó en Teología el año de 1 El Dr. D. Bernardo de León, Catedrático de Prima de Cá- - nones, Ex-Rector, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1788. El Dr. D. Nicolás Arteta, rain Chantre de Quito, se AS graduó en Cánones y Leyes el año de 1792. El Dr. D. Luis Andramuño, se graduó cn Teología el año de 1792. El Dr. D, José María Lequerica, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1792. El Dr. D. Apolinario Domínguez, se graduó en Teología el año de 1792. El Dr. D. Miguel Rodríguez, se graduó en Leyes el año de 1795, y en Teología el año de 1800 . FL Joaquín Araujo, Catedrático de Prima, se gra- duó en Teología el año de 1796. El Dr. D. Carlos Ponce, Racionero de Quito, se graduó en Teología el año de 1 El D 99. A r. D. Francisco Soto, Magistal de Quito, se graduó en Teología el año de 1798. El Dr. D. Manuel José Caicedo, Ex-Rector, se graduó en Cánones y Leycs el año de 1708. : El Dr. D. José Salvador, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1798. E El Dr. D. Sebastián Delgado, se graduó en Cánones y Le- yes el año de 1798. El D r. D. Francisco Garaicoa, se graduó en Teología el año de 1798. El Dr. D. Joaquín de Anda, Canónigo de Merced de Qui-' to, Ex—Rector, se graduó en Teología el año de 1709. El 3 : Dr. D. Joaquín Quiñones, se graduó en Cánones y Le- yes el año de 1799, y en Teología el año 1808. El Dr. D. José María Tejada, se graduó en Cánones y Le- yes el año de 1799. : El Dr. D. Francisco Javier Orejuela, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1790. El Dr. D. José Moreno, se graduó en Medicina el año de 1800. El Dr. D. José Corral, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1800. El Dr. D. Víctor de Sanmiguel, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1800. El Dr. D. Pablo Arébalo, se graduó en Medicina el año de 1801. El Dr. D. José Arias, se graduó en Teología el año de 1801. El Dr. D. Francisco Javier Gutiérrez, se graduó en Teolo gía el año de 1801. El Dr. D. José Salazar, se graduó en Cánones y Leyes el añ de 1801. El Dr. D. José Sanz García, Catedrático, se graduó en Cá- nmones y Leyes el año de 1802. - El Dr. D. José G 1errero y Velasco, se graduó en Cánones -y Leyes el año de 1803. O El Dr. D. José Marzana, se graduó en Medicina el año de 1803. El Dr. D. Manuel María Urrutia, Magistral de Popayán, se graduó en Teología el año de 1804. El Dr. D. Salvador Murgueitio, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1805. El Dr. D. Pedro Pérez, se graduó en Teología el año de 1805 y cn Cánones el año de 1814. 1 Dr. D. Ignacio Cárdenas, se graduó en Cánones y Le- yes el año de 1807 El Dr. D. pe Félix Valdivieso, Rector, se graduó en Le- yes el año de 1807 y en Cánones el año de 1808. El Dr. D. Agustín Salazar, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1808. El Dr. D. Miguel Ignacio Valdivieso, se graduó en Cá- nones el año de 1808, ¿l Dr. D. José Troyano, se graduó en Teología elaño de 1808. Ll Dr. D. Ramón Pizarro, se graduó en Cánones el año de 1808. El Dr. D. Manuel Espinosa, se graduó en Cánones y Leyes el año > 180 21 Dr. D. Salvador Ortega, se graduó en Leyes el año 1809. El Dr. D. Luis Fernando Vivero, se graduó en Teología el año de 1810 y en Cánones el año de 181 El Dr. D. Mariano Rodríguez, se graduó en Teología el año de 1810 ds Dr, D, Rafael Chiriboga, se graduó en Cánones el año de 181 1 Dr. D. Joaquín Jaramillo, se graduó en Cánones el año de 1811. El Dr. D. José Trujillo, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1813. El Dr. D. Manuel María Valdés, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1813. Dr. D. José María Arteta, se graduó en Cánones el año de SE y en Ae el año de 1814. El D. José Losa, se graduó en Teología el año de 1813. El Dr. D. Andrés Villamagán, se graduó en Cánones y Le- yes el año de 1813. El Dr. D. Mariano Miño y Valdés, dido Primario de Leyes y Rector, se graduó en Leyes el año de 1 ElLDr Pablo Vásconez, se graduó en ies el año e de 1815. El Dr. D Manuel Orejuela, se graduó a Teología el año - de 181 E Por. D. Ramón Gortaire, se graduóen e el año de 1816. El Dr. D. Francisco Puyol, se graduó en Teología el año de 1815 E da El Dr. D. Juan Manuel Gala, se graduó en Medicina, el año Dr. D. Miguel Alvarado, se graduó en Cánones el año de 1817. El Dr. D. Antonio Yépez, se graduó en Teología el año de 1817 El Dr. D. Manuel Romo, se graduó en Cánones el año de El Dr. D. Francisco Benavides; se graduó en Teología el año de 181 El Dr. D. Juan pa se dis en Teología el año > de 1817. El Dr. D: José Mi guel Carrión, Probendado de Cuenca, se graduó en Cánones y ae el año de 1818. El Dr. D. Miguel Vásquez, se graduó en Teología el año El Dr. D. José o Catedrático de Artes, se graduó en Teología el año de 1 Dr. D. Mapuel Barrera, se graduó en Teología el año de 1819. El Dr. D. Ignacio Ventimilla, Secretario, se graduó en Le- yes el año de 1819 El Dr. Auionia Vizcaíno, se graduó en Cánones cl año. de 1819. El Dr D. Mariano Salazar, Catedrático, se de en Medi- cina el año de 181 ¡ Dr. D. Pedro José Areta, se graduó en Leyes el -año. de 1820. El Dr. D. Joaquín Pareja, se graduó en Laval el año de 1820. El Dr. D. Luis González, se graduó en Leyes el año de 1820. El Dr. D. Agustín García, se graduó en Leyes el año de 1820. El Dr. D. Mariano Ventimilla, se graduó en Cánones el año = des Dr. D. José Modesto Larrea, se"graduó en Leyes el año de E El Dr. D. Angel María nes se graduó en na el año de 1821. El Dr. D. José María Salazar, sc graduó en Cánones el año de 1822. El Dr. D. José María Viteri, se graduó en Cánones el año de 1822. El Dr. D. Manuel José Mosquera, se graduó en Cánones el año de 1823. El Dr. D. Tomás Fioley, irlandés, se incorporó de Doctor cn Medicina el año de 1823. El Dr. A Prudencio Vásconez, se graduó en Cánones y Le- yes el año de 1823. El Dr. and María Mosquéta. 'se graduó en Leyes cl año de 1823. de 18 o E dnd SS SS E A dl e 1 El Dr. D. José Julián Sanz, se graduó en Medicina el año 2 El Dr. Ignacio Ochoa, se graduó en Cánones y Leyes el año de 1801. DOCTORES REGULARES. DOMINICOS. El P. M. Fr. Bernabé Cortés, se graduó el 6 de marzo de - 1718: consta en el cuaderno 19, fojas HI. E P. Fr. Lucas Tenorio, se graduó en Teología el año de El P. Pdo. Fr. Francisco Martínez, se graduó el año de 1784. El P. Fr. Manuel Tur, se graduó el año de 1798. El P. Pdo. Fr. Antonio Ortiz, Catedrático, se graduó el año 21 P. Pdo. Fr. José Falconí, Catedrático, se graduó el año P. Fr. José María Tejada, Catedrático, se graduó el año El P. Fr. Nicolás Jaramillo, se graduó el año de 1814. El P. Pdo. Fr. Miguel Corella, Catedrático. se graduó el año de 1816. El P. Fr. Vicente Mantilla, se graduó el año de 1817. El P. M. Fr. Mariano Paredes, se graduó el año de 1818. El P. Fr. Tomás Guzmán, se graduó el año de 1819. le El P. Fr. Felipe Molina, se graduó en Teolcgía el año de cas El P. Fr. Mariano Rodriguez, se graduó en Teología el año de 1826. (>) FRANCISCANOS. he El P. Jubil. Fr. Mariano Murgueitio, se graduó el año de 97. El P. Fr. José Manuel López, se graduó el año de 1802. El P. Fr. Juan Caicedo, se graduó el año de 1802. El P. Fr. Manuel Ortiz, se graduó el año de 1803. El P. Fr. José María López, se graduó el año de 1803. El R. P. Fr. Vicente Valles, se graduó el año de 1803. El P. Fr. Luis Tejada, se graduó el año de 1803. 0 El P. Jubil. Fr. José Cuéllar, se graduó el año de 1804. J21 P. Fr, Antonio Torres, se graduó el año de 1804. El P. Fr. José Martínez, se graduó el año de 1808. El P. Fr. Francisco Caicedo, se graduó el año de 1810. El P. Jubil. Fr. Esteban Riera, se graduó el año de 1814. El P: Fr. José Molineros, se graduó el año de 1815. El P. Fr. Ramón Olivera, se graduó el año de 1819. AGUSTINOS. El P. M. Fr. Alejandro Rodríguez, se graduó el año de 1793. El P. M. Fr. José Barahona, se graduó el año de 1794. 1] R. P. Fr. Manuel Solano, se graduó el año de 1798. El P. Fr. Tomás Bahamonde, se graduó el año de 1798. -El P. Fr. Joaquín Flores, se graduó el año de 1803. El P. Fr. Tomás Estrella, se graduó el año de 1803: El P. Fr, Ramón Saa, se graduó el año de 1815. El P. Fr. Carlos Mejía, se graduó el año de 1815: : El P. Fr. José Antonio Pastor, se graduó el año de 1815. El P. Fr. Mariano Carabajal, se graduó el año de 1815. MERCEDARIOS. El R. P. M. Fr. Mariano Ontaneda, se graduó el año de 1781- El P. Fr. Manuel Rodríguez, se graduó el año de 1797. El R. P. Fr. José Bravo, se graduó el año de 1800. El P. Fr. Mariano Bravo, se graduó el año de 1800. El P. Fr. Mariano Silva, se graduó el año de 1800. El P. Fr. José Bou, se graduó el año de 1800. . El P, Fr. José Clavijo, se graduó al año de 1806. . El P. Fr. Pedro Albán, se graduó en Cánones el año de 1820. El P. Fr. Juan España : El P. Fr. Manuel Pérez, se gra luó en Teología el año de 1830- + Ya LECCIONES DE LITERATURA TOMADAS SINGULARMENTE DEL P, BROECKAERT. -L02 0. TOBAR. (Traducción y refusión). (Continuación). CAPÍTULO SEGUNDO. DE LA CLÁUSULA. ARTICULO 19—LEstructura de la cldusula. - Cláusula (de claudere, cerrar) es una reunión de - palabras que encierra un pensamiento completo. Es ta reunión de palabras está sujeta á reglas ajustadas á la naturaleza de la lengua ó á la índole particular del idio- ma en el cual se habla ó escribe. 12 La naturaleza de la lengua exige que la cláusula, para presentar un pensamiento completo, contenga implí- cita ó explícitamente sujeto, atributo y enlace. .De. aquí la distinción de las palabras en sustantivos, atributicos, y comtectivos que forma la más antigua enumeración de las partes del discurso y que, de cierto, es también la más racional, Veteres enim quorum fuerunt Aristotelos atque Zhcodectes, verba modo etnomina et convinctiones tradide- runf. Los sustantivos, rom ?rna, som las palabras que ex- presan los nombres de los objetos ó de los sujetos del dis- Curso; los atributivos, vezóa, son los que expresan algún atributo, propiedad ó acción de estos objetos; los conec- tivos, convirctiones, los que expresan sus enlaces ó mutuas relaciones. Las demás especies de palabras, dependen- clas de las enumeradas, dan al lenguaje flexibilidad, cla- ridad y gracia. Prímum, dice Quintiliano, convinctiont- bus artículi adjecti, post prepositiones; nominilus appe- llatio, deinde pronomen, deínde miéxtum verbo partici- Pium; ípsis verbis advuerbía. e j . “1 análisis lógico es el fundamento indispensable de todo análisis literario. Notemos que una sola cláusula : e puede comprender muchas proposiciones, las cuales se siguen unas á otras, ó se entremezclan; y por el acertado encadenamiento de esta especie de miembros, forman un todo llamado periodo. | : 22 Cada lengua ofrece una ¿infinidad de idiotismos de construcción, cuyo estudio no nos corresponde; pero sí nos corresponde hablar de las propiedades característi- cas que están directamente relacionadas con la literatura. —Entre las que, la más importante es la facultad de trans- poner las palabras, ¿versión Ó Azpérbaton. En el hipérbaton (vxép, más allá, Catvo, ir), como las relaciones de los vocablos no están determinadas por el lugar que ocupan, es menester otro medio para re- conocerlas. Consiste el medio en los cambios nota- bles que experimentan las palabras por la declinación de los nombres (en el latín y en el griego) y la conjuga- ción de los verbos; cambios que establecen diferencia esencial entre las lenguas que toleran la inversión y las que no latoleran. Estas suplen aquellos cambios por palabras auxiliares que recargan y atan el estilo, y, al pro- io tiempo, debilitan el pensamiento. Aquellas, por la fle- xibilidad de la construcción, por los casos numerosos, de- sinencias variadas, multiplicidad de los tiempos y modos verbales, se prestan admirablemente á gran perfección oratoriá y poética. Verdad que exigen prolijo esmero de parte del escritor: un crítico moderno dice que es un 1ns- trumento delicado que sólo tocará un artistá, pues se de- sarregla ó quiebra en manos groseras y desmañadas. "Ejemplos de transposición: ] ARRÓJASE Colón á las inciertas olas del Océano en busca de nuevas provincias; y ni le DESESPERA /a inscripción del NON PLUS ULTRA, que DEJÓ Hércules en las columnas de Calpe y Abila, 74 le ATEMORIZAN los ioites de agua interpuertos d sus intentos. (Saavedra Fajardo). Como en contrario clima degenera No pocas veces desgraciada planta, Aun cuando cuidadoso más se esmecra En su cultivo aquel que la trasplanta: Tal mi musa infeliz en extranjera Región se ve degonerar, si canta; Aura nativa fáltale y. con ella El dulce influjo de bentena estrella. ay : (Orosco). A a eN YU , El uso ha hecho comunes y hasta naturales, inver- - siones que, por lo mismo, no son ya del dominio de la re- tórica, á pesar de lo mucho que se apartan del riguroso orden gramatical. Y aun, cosa es digna de observarse, ha dado significado ó sentido diverso á algunas palabras según su distinta colocación. Obsérvese, también, que ha limitado caprichosamente á ciertas voces la propiedad de Ser antepuestas Ó pospuestas. = : laturalmente el lenguaje poético sobreabunda en transposiciones, tanto más necesarias cuanto las leyes mis- mas del verso obligan al poeta á separarse del orden exigido por la gramática; de aquí el que sea fácil pre- sentar ejemplos de ambigiiedad y oscuridad de la ex- presión, tomados hasta de excelentes escritores: Fernán- dez de Andrada, en la Epístola moral á Fabio, di Más precia el ruiseñor su pobre nido De pluma y leves pajas, más sus quejas En el bosque repuesto y escondido; Que agradar lisongero las orejas De algin príncipe instgne, APRISIONADO En el metal de las doradas rejas. ) ARTICULO 2— Cualidades de la cláusula. TS CORRECCIÓN 12 Eori 9 dpyñ Tís 2keos, TO ¿paAnvile. Hablar griego en griego, latín en latín, y expresarse en general correctamente en la lengua que se habla, tal.es el principio más elemental para quienes se dedican á las bellas letras. Este principio sentado por Aristóteles, ha sido sostenido por cuantos. después han escrito acerca de literatura: to- dos exigen rigurosa exactitud gramatical y perfecto cono- cimiento del idioma. Quintiliano lo ha dicho: Przma vr. tus est vitio carere; Cicerón condena á menosprecio al que Ignora su lengua: non tam preclarum, dice, est se17t la- tine, quam turpe nescire. . ,, El conocimiento de la lengua. como lo observa Cice- rón, se perfecciona por la análisis de os grandes modelos, siempre que no hubiesen sido d-: cuidados los primeros estudios. Para los jóvenes desprovistos de las nociones elementales, esenciales, no queda sino el recurso de em- — 100 — prender con valor el estudio de los principios de gra- mática, trabajo penoso á los comienzos, mas eminente mente útil y, so£ra todo, indispensable. , "22 Ala cor:ección conciernen la selección de pala- bras y los conocim entos de la sintaxis propia del idioma; estos son aún más importantes que la primera. “Una lengua puede adquirir expresiones nuevas á proporción que acrecen las luces; pero no podrá cambiar la sintaxis sino cambiando su índole. Un barbarismo feliz permane- ce en un idioma sin desSigurarlo; los solecismos no se es- tablecen nunca sin destruírlo”. | La sintaxis puede ser violada, ó ya porque se aparta directamente de la índole de la lengua, ó ya por apropia- ción de construcciones extrañas. El primer defecto constituye el solecismo, pio iamente“dicho, el segundo se llama también barbariísmo de construcción y, en los casos particulares, galicismo, anglicismo, ¿talianismo, ger- mantsmo, etc., á saber, construcciones de las lenguas francesa, inglesa, italiana ó alemana, é introducidas vicio- samente en nuestra lengua. “La celebre trágica vistió Guayaquit”, es un solecismo, pues se ha suprimido la pre- posición 4 que reclama el verbo visitar. “Lutonces fué que me vino el deseo de confeccionar el libro”, es una fra- se de todo punto galicana, á causa del empleo de gue en vez de cuando y de confeccionar en vez de escribir. 3. Guardémonos, con todo, de abrazar con excesivo escrúpulo la defensa de la gramática y censurar, en conse- cuencia, locuciones autorizadas por el uso que, no por ale- Jarse del modo de construcción ordinaria, dejan de ser cas- tizas, , Estas locuciones se denominan ¿di0Hsmos y abun- dan en castellano como en todos los idiomas: estar d diente, d ptes juntillas, ete. son idiotismos castellanos. “Su formación y orígen no se descubren fácilmente, dice la gramática de la Academia, y muchas de ellas suelen descifrarse con más sutileza que racional apoyo”, $ 2? CLARIDAD. 1. La claridad, cualidad esencial de la cláusula, con- siste en que se comprenda inmediatamente y sin esfuerzo la idea expresada por la palabra. La corrección es resul- tado de la instrucción gramatical, la claridad es cualidad fundamental en literatura: Vobís Prima sil virias perspt — 101 — cuztas; pues no basta que la frase sea inteligible, es menes- ter á más que se la comprenda con facilidad, por abstrac- to que sea el objeto, por vivo que se suponca el sentímien- to. Tal es la fuerza de la voz perspícuitas explicada por Quintiliano mismo (Zzs£ VIU.). ; | Elegidos ya convenientemente los términos, es menes- ter, además, atención especial para colocar bien los que de- terminan las diversas partes de la cláusula; los adverbios, por ejemplo, cerca de las palabras que modifican, los pro- nombres y con especialidad los relativos en tal relación con lo representado que no resulte ambigiiedad alguna. El descuido de estos pormenores puede ocasionar gra- ciosas anfibologías. 2. La claridad de la cláusula depende, ante todo, de la claridad de la idea: sólo lo que se concibe bien se expresa bien, y ningún esfuerzo es bastante á suplir lo que falta á la percepción misma de la inteligencia. La carencia de claridad proviene, pues, en general de carencia de talento, Lo que claro concébese en la mente, Se pinta fácilmente. (Martínez de la Rosa.—Pocízca). 3- Después de la confusión de ideas, nada se opone tanto á la claridad, como la rebusca y afectación, defectos que ocasionan la oquedad, el galimatías y el febo, tan ridículos y tan comunes en los escritos de los siglos XVI y XVII y en algunos modernos. La expresión que no es clera nunca es bella: Y el vate que presuma ser sublime Llevando la frase hinchada, oscura, Es cual hueca fantasma que denoche Remeda de un gigante la estatura. Así á la luz burlados Vense tantos ingenios, cual portentos Ln el siglo de Góngora admirados; > Mientras da gloria crece e Del modesto León, y cada día Más grande, ads divino nos parece. mes a a ed Pad (Martínez de la Rosa). — 102 — Véase cómo se expresaba, á mediados del siglo XV, “alborada del culteranismo”, el, por otra parte, notable pocta Juan de Mena: Después que el pintor del mundo -Paró nuestra vida ufana, Mostraron rostro jocundo Fondón del polo segundo Las tres caras de Diana.. E las cunas clareciera Donde Júpiter naciera Aquel hijo de Latona En un tachón de la sona Que ciñe toda la esfera. Del qual en forma de toro Eran sus puntos y gonces Del copioso tesoro Crinado de febras de oro Do Febo moraba entonces. E (Continuará). BREVE RESUMEN JUSTORICO DE LOS CONCILIOS GENERALES, POR EL SR. DR. JOSÉ N, CAMPUZANO, PREAMBULO. El Reglamento General de Instrucción Pública seña- la como materia complementaria del estudio de Derecho Canónico, el de la Historia de los Concilios generales; disposición acertada, pues no es siquiera concebible que s Haga un estudio serio y provechoso de las leyes de la Yiriesia, sin que, al propio tiempo, se recorra esa historia, A A a . E — 103 — que es la fuente de donde, en su mayor parte, se origl- naron éstas. Para conocer la disciplina eclesiástica, su progresivo desenvolvimiento, los cambios que se han hecho en ella hasta su establecimiento definitivo, se ha menes- ter de este estudio; sin el cual, tampoco se tuviera cabal idea de la creencia católica, en especial, en la parte que ha sido oscurecida, combatida ó negada por los herejes. Y hoy en día es de mayor necesidad el susodicho estu- dio; pues el indiferentismo, llaga que aqueja así á las so- ciedades como á los individuos, la impiedad proterva y desdeñosa y las herejías modernas, resumen de las anti- guas, aunque vestidas con trajes prestados por la civiliza- ción actual; reconocen su orígen, crecen y prosperan en la ignorancia que todos, cual más, cual menos, tenemos acerca de las cosas eclesiásticas. Los combates librados por los enemigos de la Iglesia Santa no fueran tan mortí- feros ni sus consecuencias tan funestas, si las pasiones ma- las no se aprovechasen de las tinieblas y, cerrando los ojos de sus víctimas, no impidiesen que fuesen iluminadas las inteligencias de ellas por los esplendorosos rayos del sol de justicia. Poner, pues, en las manos de la juventud las armas templadas por la ciencia y reco- gidas cautelosamente por la historia; manifestarle co- mo la Iglesia, natural depositaria y defensora legíti- ma de la verdad enseñada por Jesucristo, con certe- za, prudencia y maestría ha derrotado á sus enemigos, ha separado el trigo de la cizaña é impedido que en el campo santo se levanten y fructifiquen las parásitas plan- tas del error; he aquí el laudable y provechoso objeto 4 que esa disposición se encamina. — Por desgracia, ella no ha dado, hasta ahora, los bienes que se esperaban; pues olvidada y letra muerta en su principio, no tenía aplica- ción ninguna en la práctica; y SÍ después se la cumplió, fué sólo de manera imperfectísima, poniendo en manos de los alumnos esas tablas ó índices que de los concilios generales se han formado; sin dato alguno sobre los mo- tivos que dieron lugar á su reunión, sin una relación, Si- Quiera somera, de todo lo que pasó en el seno de ellos ni de las verdaderas causas que explican las resoluciones por éstos acordadas. Estas tablas, además, incompletas contienen errores de trascendencia, apenas sirven para fatigar la memoria de los estudiantes, y no dejan resultado : alguno provechoso para lá inteligencia ni para la volun- — 101 — tad. Penetrados de estos inconvenientes y de la dificul- tad de encontrar un tratado que, sin participar de ellos, no fuese tan extenso y fundamental que exigiese mucho estudio y largo tiempo, resolvimos desde el principio de nuestro profesorado, emprender un trabajo que se separase de los extremos mencionados. El cumplimiento de este deseo ha sido retardado por los abstáculos que las obras de este género encuentran siempre entre nosotros y por la desconfianza que también tenemos en nuestras fuerzas. Mas, ahora que, merced al patriótico empeño del Señor Rector de la Universidad, posee ésta una abundante y lu- josa imprenta y un periódico propio de élla, damos ála estampa nuestro “Breve Resumen Histórico de los con- cilios generales”. La obrita.no es exclusivamente nues- tra, por cuanto la materia de ella no es nueva y ha sido casi agotada por autores de indiscutible mérito, á los que hemos consultado y seguido; pero tampoco es del todo ajena; porque las reflexiones de que va acompañada, así como la parte general de que está precedida, puesto que contenga doctrina ya enseñada por los doctores católi- cos, puede llamarse en alguna manera nuestra, por: la for- ma de que se halla revestida y el sistema que hemos adop- tado para su desenvolvimiento. Además, pensando en la - no escasa utilidad que reportaría la juventud, de poseer algunas nociones acerca de los concilios provinciales y - diocesanos en nuestra república celebrados, el Resumen irá seguido de una: relación, en cuanto nuestras fuerzas lo permitan, exacto de estos concilios; trabajo que no sabe- mos que hubiere sido por otros emprendido. No pode=- mos lisonjearnos de que nuestro tratadito sea de algún mérito ni merezca la valiosa aprobación de nuestros con ciudadanos; pero sí abrigamos el íntimo convencimiento de que se verá en él el vivo deseo que nos anima de ser útiles á la juventud, ayudándole en el trabajoso cuanto laudable empeño de ilustrar su inteligencia. Este pes queño ensayo servirá, además, de estímulo que aliente 4 los hombres ilustrados, á los fieles hijos de la Iglesia. pas ra que emprendan después una obra de la misma clase, pero que llene las aspiraciones de todos. Si obtenemos este resultado, él será para nosotros el más apetecido pres mio de nuestras insignificantes labores. Es — 105 — PARTE PRIMERA. CAPÍTULO 12 DE LOS CONCILIOS GENERALES. Concilio en la Iglesia es lo mismo que comicio, asam- blea en el reino, dice el Cardenal Belarmino en el lib. 12 De Conciliis; pues así como en los estados, las asambleas - RO son otra cosa que la reunión de los Príncipes, Próce- - res y Magistrados para proveer al bien y regular la admi- nistración de ellos; del mismo modo los concilios son las reuniones públicas de los eclesiásticos, y en especial de los obispos, convocados por autoridad legítima para tra- - lar de asuntos y negocios de la Iglesia. Cual sea la uti- - lidad de estas reuniones, lo veremos después de que ha- . Yamos conocido la naturaleza de ellas, sus clases y las ma- - Terias Ó asuntos que son de su competencia. Por ahora, hos limitaremos á observar que su importancia y los be- - heficios que producen están asegurados por la palabra in- - lalible de Cristo Nuestro Señor | ponen, el cargo que éstas tengan que desempeñar y > Condiciones que son necesarias para la firmeza y legi- Umidad de ellos. ¿ a necesidad que tiene la Iglesia de ocurrir á la con- lón y pureza de la fe, al sostenimiento y defensa de — 106 — toridad del Romano Pontífice. ¿Cómo puede, á la ver- dad, conciliarse esta doctrina con aquel amplio poder que Cristo entregó á Pedro para el régimen y gobierno de la nave confiada á su cuidado? ¿En qué hecho constitutivo de la asociación cristiana pudieran apoyarse los obispos, para negarse á acudir al llamamiento de su Jefe legíti- mo si les ordenase que se reunan con un objeto diverso del de examinar y condenar las herejías? Cierto que las dificultades que consigo traen los concilios generales, el abandono en que queda la grey á cada uno de los obis- pos encomendada, los males que puede causar la separa- ción de éstos, los recelos de los gobiernos civiles, son Otras tantas razones para que no se reunan estas asam- bleas por motivos ligeros y en los casos en que se puede atender al gobierno de la Iglesia por los medios ordina- rios. Mas, la calificación de estas causas está reservada exclusivamente al Romano Pontífice, quien con altísima prudencia, no convocará concilio alguno, sino en los casos extraordinarios, en las circunstancias en que crea oportu- no oír el dictámen del episcopado católico, para conjurar las tempestades. | “De las personas que: concurren á los concilios gene- rales, unas van á ellos por derecho propio, otras por pri- vilegio. Por derecho propio asisten sólo los obispos, pues sólo éstos han sido puestos por el Espíritu Santo para regir y gobernar la Iglesia de Dios. Por privilegio - concurren los cardenales no obispos, los generales de las Ordenes Regulares y los abades consagrados que tie- | nen jurisdicción independiente. Van también algunos | presbíteros y diáconos, ya como procuradores delos obis- 7 pos que no pueden asistir personalmente, ya porque han sido llamados por su ciencia ó virtud. Eusebio y Sócra- | tes refieren que San Atanasio estuvo en el Concilio 12 de Nicea, que disputó con los arrianos á los que los derrotó + y confundió vergonzosamente. A veces asisten los prín- : cipes y soberanos temporales, no para tomar parte en las resoluciones conciliares, mas para representar las necesi- dades espirituales de sus estados, velar por la conserva- ción del orden y procurar, en cuanto de ellos dependa, la ejecución de los cánones. i Los obispos son jueces y legisladores en los conci- lios generales, y lasileyes y sentencias dictadas por ellos son Obligatorias á toda la Iglesia. Mas, para esto, es nt , — 101 — cesario que procedan de acuerdo con el Romano Pontífi- ce, sin el que la Iglesia quedaría incompleta y acéfala; y que, en los juicios relativos á la fe, sus resoluciones se ha- llen en armonía con lo que anteriormente hubieren resuel- to el mismo Romano Pontífice ó los concilios generales, caso de que se hubieran ocupado de las propias materias. Los concilios generales no gozan de autoridad legí- tima, si no reunen las condiciones siguientes: ¿ 1? Que sean convocados por el Romano Pontífice; pues siendo esta convocatoria, por su naturaleza, asunto eclesiástico y acto de autoridad suprema, corresponde que, según la constitución fundamental de la Iglesia, ejerce potestad sobre toda ella; de otra manera los obisposnoque- darían obligados á obedecerla. Es, pues, falsa la teoría en- señada por Febronio y los protestantes, conforme á laque la predicha convocatoria toca á la autoridad civil. Si en los primeros siglos de la Iglesia, los príncipes temporales to- - maban parte más ó imenos directa en los asuntos de élla, - también es indudable que contaron para esto con el consen- timiento expreso ó tácito del Romano Pontífice. La historia de los siete primeros concilios, únicos respecto de los que versa la duda, así lo manifiesta. Los Legados de la Silla Romana sostuvieron, en la sesión 4* del Concilio. Calce- denense, que Dióscoro había infringido las leyes de la Iglesia reuniendo el herético Concilio de Efeso, sin que - para ello hubiese intervenido la autoridad del Romano ontífice: “esto, le dijeron, nunca se hizo ni fué lícito”. En la sesión 6* del Concilio 2? de Nicea, se desconoce la - autoridad del conciliábulo de Icona; “porque no tuvo por - Cocperadores al Papa de esos tiempos, á sus sacerdotes, por medio de sus Legados ni por medio de encíclica al- guna, como lo requería la ley de los concilios”. Los go- biernos temporales no pueden intervenir en ningún asun- to eclesiástico, pues sus atribuciones son de un orden di- - Verso y concernientes á la sociedad que dirigen: á ellos - Moles dió Cristo potestad alguna sobrenatural y. lejos de - dominar en la Iglesia, deben sujetarse á sus mandatos. l, pues, alguna vez hablan los autores de convocatorias | E A E : E 3 2 E par á los obispos los peligros que les amenazaban, inter- . Poniendo el prestigio de su autoridad para que no atenta- — 108 — sen contra las personas de ellos, para que fuesen respeta- dos los acuerdos de los concilios por los herejes é impíos contumaces, para proporcionarles vehículos en que se transportasen, víveres, habitaciones y todo género de co- modidades: procedimiento que, lejos de merecer censura por parte de la Iglesia, era justamente aprobado por ella. Es también doctrina perniciosa la que, con el mismo Febronio, tiende á sostener que los obispos pueden cele- brar concilios generales sin el consentimiento y aún con- tra la voluntad del Romano Pontífice. La necesidad que siente la Iglesia de tales reuniones en casos extremos, como cuando hay duda sobre si existe ó.no Papa legíti- mo, no puede fundar un derecho desconocido por ella, contradicho expresamente y que jamás se ha puesto en práctica. En este supuesto, no hay Papa, porque no lo es si está en duda su legitimidad; y los jefes de las deu- tarquías cristianas, reuniéndose en asambleas, no hacen sino ejercer un derecho fundado en las leyes á que está su- jeta toda sociedad etnárquica. Pero si el Papa es escan- daloso, por sus malas costumbres, por las doctrinas que sostenga como persona particular, por su punible negli- gencia, cosas por cierto que no han sucedido ni acontece- rán acaso, porque Dios mira especialmente por su Iglesia y, á causa de ella, por sus Vicarios; entonces no podrán los obispos ni súbdito alguno levantarse contra ellos pa- ra piivarle de su autoridad; pues aun entonces no es me- nos cierto que “la primera silla no debe ser juzgada por las demás”. La opinión contraria subvierte el orden es- tablecido en la Iglesia por su divino fundador y la pone ante los ojos de los hombres en escala inferior á la que ocupan las otras sociedades, “La convocación de los concilios generales se hacía por medio de una constitución del Papa dirigida á los emperadores, reyes y jefes de los estados, á los patriar- cas primados, metropolitanos y obispos, Esta constitu- ción solemne se denominaba y se denomina bula de 22- dicción, que señala el tiempo y el lugar en que se ha de celebrar el concilio. Hoy sólo se dirige la bula álos prín- cipes y metropolitanos. En élla el Papa exhorta á los príncipes á que, por sí ó por medio de embajadores espe- ciales, asistan á las sesiones de la asamblea y manda á to- dos los obispos que concurran á ella, si gravísimas causas no lo impidieren. La convocación se notifica á todos los * — 109 — metropolitanos, quienes...... advierten á sus sufragá- neos, por medio de cartas circulares, que vayan al con- cilio”, 2? Deben ser convocados al concilio todos los obispos del orbe cristiano con tal que estén en comunión con la Si- lla Romana y no se puede excluír á ninguno de ellosáno ser que deba juzgársele en él. No es, sin embargo, necesario que concurran todos, como nos lo manifiesta la historia de los celebrados, á los que por numerosos que hayan sido, han faltado muchos obispos. Al concilio Efesino asistie- ron sólo doscientos diez, á pesar de que sólo en Africa había entonces más de trescientos. Los obispos convo- cados deben ir forzosamente á la asamblea, no pueden eximirsé de esta obligación, sino por legítimo impedimen- to; pudiendo, en tales casos, enviar procuradores que los representen. No ha sido uniforme la disciplina eclesiás- tica cuanto al voto y lugar que á éstos se les ha concedi- do; pues entre los orientales ocupaban el mismo lugar del representado, mientras que entre los occidentales tienen el primero después de los obispos. El Concilio Triden- tino no les concedió voto decisivo, sino sólo el deliberati- vo; siendo indisputable que pueden tomar parte en la dis- Cusión. . e | 3% Los concilios generales deben ser presididos por el Romano Pontífice ó sus Legados; sólo así estará re- presentada en ellos la Iglesia universal: un cuerpo sin Ca- eza no es cuerpo, un edificio sin fundamento desapare- ce, una sociedad sin la autoridad que la represente no es sociedad. Casi todos los concilios hasta ahora celebrados han llenado esta formalidad, excepción hecha del 1* y 27 de Constantinopla; por lo que no fueron aceptados como tales, sino después de que recibieron la aprobación del Romano Pontífice, Esta formalidad es, además, una so- lemne confesión de la reverencia y sumisión debidas al Jefe de la Iglesia universal, sirve para mantener el orden en las sesiones y trabajos de la asamblea y contribuye á la mayor autenticidad de sus acuerdos. Alguna vez, es verdad, los príncipes han ocupado el primer asiento en los , concilios, pero no el formal, esto €s, ellos no la han presi- dido, no han ejercido las funciones de superior de ellos; y si se les ha concedido lugar tan preferente, ha sido por cortesía, por miramientos debidos á su calidad de protec- tores y defensores de los cánones. - — 110— 4” Los Padres del Concilio deben gozar de comple- ta libertad en sus acuerdos y deliberaciones. Si se ejer- ce coacción sobre ellos, bien por la fuerza, bien por el miedo que disminuye la libertad de los actos humanos, las resoluciones que se tomaren bajo el imperio de esta coacción, carecen de fuerza legal. Y no importa que la coacción se emplee por el Romano Pontífice ó las potes- tades de la tierra, siempre que tenga por objeto arrancar el consentimiento. e 52 El concilio debe ser aprobado por el Papa, aun cuando hubiere sido presidido por él ó sus Legados; sin este requisito no tiene valor alguno. La Iglesia de Jesucristo fué establecida á manera de un reino, -la forma e su gobierno se acerca más á la monarquía; hay en su seno una autoridad suprema á la cual van á convergir la de las potestades inferiores, sujetas á élla, Es, por tanto, natural que los actos del poder confiado á los concilios generales no gocen de fuerza alguna obligatoria sino me- diante la aprobación referida Los cánones, cuya au- tenticidad sostienen los mismos griegos, la práctica cons- tante de la Iglesia, que no ha reconocido validez alguna en las asambleas no aprobadas por el Papa, y el común sentir de los doctores no dejan duda sobre el particular. De aquí se deduce que es falsa la doctrina galicana, basada en la de Febronio, con la que se pretende sostener que el concilio general es superior al Romano Pontífice, así como que de las decisiones por éste dictadas, se pue- da apelar al primero. Esta doctrina pugna abiertamente con los derechos del Primado é introduce en el seno de la Iglesia un funesto gérmen de desórden, de escandalosa anarquía. Con razón, pues, la condenaron Julio 22, Pio 2” y otros celosos y sabios Pontífices. Por lo que mira al orden que debe guardarse en el concilio general, he aquí una ligera relación de la manera como se procede. El Romano Pontífice determina las materias en que ha de ocuparse la asamblea y el orden en que han de ser consideradas; materias y orden, que cuan- do el concilio es presidido por legados, se establece de acuerdo con los mismos Padres, á fin de evitar turbulen- cias y disgustos. Cada materia se estudia en una con- gregación particular, cori cuyo objeto el concilio se divide en tantas cuantas son Ó pueden ser las diversas clases de asuntos á él sometidos. Discutido y examinado suficien- — 111 — temente en estas congregaciones particulares, se lleva el negocio á la congregación general que en sesión solemne toma la resolución definitiva. Este método, observado en los Concilios Tridentino y Vaticano, evita toda confusión, toda conspiración, toda deliberación y disención inopina- das éimpide que un orador elocuente y mal intencionado arrastre la opinión de la mayoría sobre asuntos delicados y que no han sido sometidos á un examen serio y detenido, Tomada la resolución en el mismo orden de asientos y conforme á las constituciones expedidas por Eugenio 4? y Pio 4%, dadas respectivamente en 1438 y 1? de enero de 1500, se la publica inmediatamente. Terminado el Concilio, el Papa dirige una encíclica á todos los go- biernos católicos, á los patriarcas, primados y metropoli- tanos, en la que, después de agradecerles por su coopera- ción á los trabajos de la asamblea, refiere la sustancia de ellos. Las decisiones conciliares suelen darse por medio de cánones ó constituciones, según lo manifiesta el sis- tema observado en los concilios celebrados. (Continuará). e A A zc—— COLABORACION o AL AGOYAN. A mi compañero de viaje, Dr. D. José María Sarasti. Agoyán! Agoyán! raudo torrente, Que rudo estremeciendo. 050: Las rocas elevadas, Llenas el valle con tu sordo estruendo, Tal vez el genio de la selva umbrosa Sentó bajo tu planta » ' —112 — Su mansión pavorosa, Y el ruido sin cesar que se levanta, Es acaso la voz liórrida y fiera Que en esta vasta soledad impera. Qué misteriosos, invisibles seres Pueblaniel airef. Un rísona armonía Eterna se oye aquí: vanos placeres Desdeña el alma y es Buscando lo terrífico y lo Donde la mente, á ltda se o espando. Dospliden ya tus alas, — Inspiración del cielo, Y ven ahora á contemplar el suelo, ¡Ob, Musa de la Juz!. - También las galas De la gentil, feraz naturaleza Desatan nuestros labios, y alabanza Nos pide tánta alteza En las obras de Dios. ¿Quién no se Espa S1 sus destellos lanza -La lumbre del as Y vívida fulgu Y en ds de lus baña la lira ? Aquí plugo al Eterno Ostentar su poder y su grandeza Un la árida asperez Fiero Agoyán, de nl desnudas peñas, En el hervor de tu profundo averno, Y en las deshechas rs Do braman agite Tus olas, con furor dipelacidls. Entre el peñón estrecho, Cual un Luzbel gigante detenido, Retuércese oprimido El inmenso raudal, y á su despecho Avánzase veloz: treme la ragua Ronco responde con fragor horren lo. ¡ Aspecto pacos. -Erinds y sublimo, Denda divaga inquiet La mente del poeta! a masa informe del peñasco oprime, Al descender, la rápida corriente; ii — 113 — El árbol corpulento En contorno, Agoyán, ciñe tu frente; Besa tu planta el huracán violento, Y, cual mudos testigos De ta salvaje majestad, se elevan Montes qu la árdua cima A la región del firmamento llevan. Sublimidad anima A los hombres aquí: todo parece Que tu soberbia imagen O aadcia= Una vez y otras mil la ola impaciente Baja á tus piés furiosa, Y otra vez y otras mil estrepitosa Retrocede den mas el torrente Arrógala por fin; de roca en roca Airada ruge y gemebunda choca; Revuélvese otra vez; mas impelida De su destino impío, Va rodando, vencida, Al ancho cauce del tronante río. uiso aquí el Dios inmenso Escondida dejar entre las selvas Obra de eo mea Ls 2. el hombre AL ver o émtá, ¿ Qué voz no se levanta á Dios pregona con cristiano anhelo? ¡Feliz el genio que admirarte pudo, Y vió en tí el poderío Del que impera en los rabados, Soberano! "Pú, con acento rudo, Hablando estás del Hacedor; su mano us perennes raudales a Y tus desiertos campos fertiliza ¿Quién ye tu ea ta hirviente espumas, Y retemblar la p Y con grato pavor su mente abruma? é ¿Quién no ve en tí = Inteligencia suma Que dió 4 Naturalez La variedad, la pe y la belleza? — 111 — En las fértiles vegas Que turbulento riegas Se entrelanzan los árboles copados; La naranja dorada Honor es de tus prados; - Su fragancia en redor los alíiales Despiden delicada e ro con limpios raudales, A SUSUITAN El platanal : sea elo baña. Todo abajo sonrríe: en el altura Descuella % Tungurahua, regio monte E domina, al oriente, el horizonte, brindando á su planta : Dulces campiñas de eternal vetdarp, Airoso se levanta, Y la argentada eumbre Muestra del sol á la 2 lumbre. e contrastes ¡oh Dios! acá belleza,- sublimidad tileza, e precipicios y. tortente. goyán imponente, ¿A dónde, dime, á dónde Ru sin fin ARO violento? ¡ Y nadie me responde Sólo el sañudo sea Que azota la ri Su voz dilata pá era. ¡Qué augusta inmensidad: el pensamiento. onfuso, anonadado Se pierde sin cesar, como el profundo Turbión que ya corriendo furibundo. De súbito alejado, mi vista se tia tu espumoso Raudal, y en vano, férvido, anhelante, Sigo el curso impetuoso Veloz en un puitante Tu destino te la: A perderte en el mar de lontananza. e... -.-=- . +. o.» Con cien torrentes más, arrebatado, Unirás tu corriente; Con éllos juntamente u tributo darás al majestuoso : Monarca de los ríos celebrado; Y cuando humilde beses y sin “gloria — 115 — Las playas del Atlante, No quedará de tí una memoria. Y yo, que altivo canto En desiertas regiones, Y mezclo audaz mis bárbaras canciones: Con tu rugir feroz, ei seré en tanto' Al borde de tu abism Sentado me per ¡0h si pudiera Revelar á los hombreslo que siento, Y mi voz cual tu voz sonar hiciera ! Mi oscuro sér yo mismo Olvidando un ci Con insólito ace Al cielo mis po eloyara: Tu raudal, 4 mis cántos, se parara. ¡Pero es vana ilusión! débil el eco Se pierde de mi voz, débil resuena e tu peñón en el abismo hueco. Adiós! selvas añosas, playa amena; tú, Agoyán rugiente, Guarda la voz del vate que te admira, Guarda un recuerdo, ó tu fugaz corriente Lleve en tus ondas mi sonante lira, 1873.—Septiembre. 1 Q: SÁNCHEZ: | ; << PE y p A BOLETIN UNIVERSITARIO. — ¡€ AAA OFICIOS. Za Osito; discos E de 1889. Decanato de la Facultad de Filosof ay Literatura. | Psic Sr. Presidente del H. Consejo General de Instrucción La Facultad de Filosofía y Literatusa? en sesión de esta fe- cha y con motivo de la solicitud de los Sres. Aureliano Guerre- — 116 — ro y Alejandro Urresta, á fin de que se les declare en aptitud pa- ra optar el grado de Bachiller, dispuso que se consultase al H. Consejo General, si está incluída en la declaración de validez otor-. gada en 17 de enero próximo pasado la excusa de la falta de ma- trículas que se nota en los expedientillos de estudios hechos en la ciudad de Pasto por los jóvenes peticionarios. Dios guarde á US. H.—Carlos R. Tobar, República del Ecuador.—Quito, enero 26 de 1889. Señor Decano de la Facultad de Medicina, Señor: —En cumplimiento de lo ordenado por el H. Sr. Mi- nistro de Beneficencia, tengo el honor de remitir anexa á ésta el cuadro de mi trabajo profesional desde el 15 hasta el 26 de ene- ro del presente año, Dios guarde á U.—Benjamín Jiménez, Quito, febrero 4 de 1889, Decanato de la Facultad de Medicina, ] Señor Dr. Benjamín Jiménez. He recibido el atento oficio de U. fecha 26 de enero último y el cuadro formado desde el 15 hasta el 26 del mismo mes, que me será grato someter al conocimiento de la Facultad en la pró- xima sesión. Dios guarde á U.—Rafacl Rodrígues Maldonado. Quito, febrero 4 de 1889. Señor Decano de la Facultad Médica Central de la Repú- blica. Señor: —Muy satisfactorio me ha sido saber por la atenta nota de US. fecha 23 del próximo pasado, de que la Hustre Cor- poración que tan dignamente preside se ha servido, atendiendo á la escasez del tiempo de que puedo disponer, aprobar los cuadros estadísticos de los enfermos de sarampión, por mí atendidos du- rante la primera quincena. usas simismo me he instruído de que ha tenido por bien orde- — 117 — narme que en los cuadros siguientes cuidara de anotar el número de días que dura la enfermedad en cada uno de los enfermos, las observaciones que crea conveniente hacer respecto del progreso y extensión de la epidemia, la frecuencia y naturaleza de las com- plicaciones y últimamente la eficacia del tratamiento empleado. En cuanto á anotar el número de días que ha durado la en- fermedad en cada uno de los enfermos, preciso es decir que no me es posible satisfacer á este deseo de la Facultad, atendido á la escasez del tiempo del que puedo disponer por razón del excesi- vo número de enfermos que hay que asistir, como también por- que con muy raras excepciones el médico no es llamado sino en el segundo ó tercer período de la enfermedad; después de haber transcurrido algunos días. De modo que para obtener un cálcu- lo aproximativo de la duración de la enfermedad, he reunido la duración de los días de enfermedad, en los pocos casos que he Observado desde su invasión, y he tenido por resultado que por término medio dura la enfermedad de diez á doce días, cuando es franca y libre de toda complicación. _ El progreso de la epidemia fué tal, que á mediados de la primera quincena ocupó íntegra toda el área correspondiente al cuartel confiado á mi cuidado, de un modo sorprendente; pues no había una sóla habitación donde no se hallaran niños atacados de la enfermedad. Hoy se encuentra en el mismo estado, con sola la diferencia de que el número de invadidos es mucho menor. En mi humilde concepto, en la epidemia presente, ha predo- minado el carácter congestivo; pues las congestiones cerebrales, Pulmonales hepáticas y aún renales han predominado en un no- venta por ciento de los enfermos. _ Por lo que respecta á la eficacia del tratamiento empleado, seré franco en decir: que ajeno de todo lo que los autores reco- miendan como específico, mi plan curativo, conocido el carácter congestivo de la enfermedad, ha consistido en insistir desde su prin- Mente caliente y últimamente esforzándome, en cuanto me ha si- do posible, en alejar de dichas habitaciones los animales domcsti- cos y todo otro objeto que por su desaseo pudiera viciar el aire. Tal ha sido el plan curativo que me ha dado por resultado el que se observa en los cuadros presentados respecto á las enfer- medades francas. Mas en cuanto á las complicaciones, han sido tratadas según las reglas indicadas por el arte. so s cuadros estadísticos que acompaño, manifestarán á US. Y por su"medio á la Facultad Médica, mis trabajos profesionales d - rante la segunda quincena, Dios guarde á US. Ramón Andrade, > 188 co Quito, febrero 4 de 1889.. Señor Dr. Ramón Andrade. Hoy he recibido el atento oficio de U. y el cuadro corrés- pondiente á la segunda quincena de sus trabajos profesionales, que me será Ens someterlos al conocimiento de la Facultad en la próxima sesión Dios guarde á á U.—Rafael Rodríguez Maldonado. . Quito, febrero 4 de 1889. Señor Decano de la Facultad de “Medicina de la Universi- : dad Central del Ecuador Cábense la honra de adjuntar á US. el cuadro estadístico que demuestra el estado de la epidemia de sarampión, desde el 19 de enero hasta el 2 de febrero de 1889. Va seguido: de: las . observaciones más notables que he podido recojer, no obstante _ las agitaciones que pr la asistencia ó fobaitihioA á tan creci- dísimo número de enfermos. Soy de US. perito y SS; Carlos Eloy e: Quito, febrero 4 de 1889 Señor Dr. Cárlos Eloy Gangotena. Me será grato someter al conocimiento se La F 9. te el, cuadro estadístico formado por U. desde el 19 de enero próximo es. Dios guarde á U. —Rafael ros om Maldonado. Quito, febrero 16 de 1889. Señor Decano de la Facultad de Medicina. Señor Decano: Tengo á honra el remitir á U. el segundo cuadro bisemanal, en que consta el resúmen y número de enfermos por mí asis- — 119— tidos desde el 27 de enero próximo al 16 de febrero del presente año, para que U. se sirva someter al conocimiento de la Ilustre Facultad en su próxima sesión. Dios guarde á U.—Benjaméín Jiménez. Quito, febrero 27 de 1889. Señor Dr. Benjamín Jiménez. Comunico á U. que hoy he recibido el cúadro estadístico, por U. trabajado y que demuestra el estado del sarampión desde el 27 de enero próximo pasado al 16 del presente mes. 1 En la próxima reunión lo someteré á la consideración de la Facultad. Dios guarde á U.—-Rafael Rodríguez Maldonado. Igual oficio se pasó al Sr. Dr. Carlos Eloy Gangotena. Secretaría de la Universidad Central del Ecuador. Quito, febrero 23 de 1889. Señor Dr. Miguel Abelardo Egas. Por mandato del Sr. Decano de la Facultad de Ciencias, tengo la honra de recordar á U. que debe contribuir con su tra- bajo para el No 15 de los “Anales”, conforme á lo acordado por la mencionada Facultad. Dios guarde á U.—Manuel Baca M. EXAMEN DE JURISPRUDENCIA. - Virgilio Paredes, primer año de Derecho Práctico....--.- 2.3-3 Leonidas Llerena Cisneros, A A 2.2.2 s ED PO 2.2:2 Manuel Pozo CiUgla coo coño uel María P aña, CI A. rie certo 2.2 ES A A 2.2.3 ” ” DaniskNúñez, Ghilta interhiuics seso ri es Su ES Misogiicono bs DE, Ha E GRADOS DE DOCTOR EN MEDICINA. José Ieracio Galisto.. oi os A : A A A A A A Ln .. 3 3 7 q j . | A VISOS. Los “Anales” se publican cada mes. Se suplica á los Señores Agentes en las provincias, que ten- gan la bondad de remitir el valor correspondiente á las suscrip- ciones y números sueltos vendidos y los ejemplares que no ha- yan podido vender, todo esto á vuelta de correo, AGENCIAS DE LOS ““ARMALES, IBARRA.—Señor D. Ricardo Sandoval. QuiTO.—Colecturía de la Universidad. Pra D. Rafael E. Dávila, carrera de García Mo. o Eracuncl SE Dr. D. Juan Abel o AMBATO.— ,, Ricardo Ma RIOBAMBA.— ,, GUARANDA.— ,, CES — Loja. me oteo Samaniego, GUAYAQUIL. Let del Se D. Pedro Janer. SUSCRIPCIONES. Suscripción adelantada por un año. .....ooococa. $2 ara un s e Un número suelto Los “Anales” se ese con las aries nacionales. y ex- tranjeras pai mismo volúm Insértanse toda clase se avisos sobre asuntos referentes á la Instricaó Pública, y al cultivo de las ciencias y las letras. os que no pasen de cuarenta palabras........... Los que pasen de este número, por cada cinco pa- labras CORRESPON DENCIA. Ha de dirigirse al Sr. D. Manuel seins Lizarzaburu, €n- cargado de la edición de los “Anales A da 13 ANALES DE LA VERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN-" TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS ARTES EN EL ECUADOR. RA id e A A SS CONTENIDO. Destrucción de langostas, por el Sr. Dr. D. Miguel Abelardo Egas, Profesor de Zoología general, QUITO. Imprenta Je la Unprercidad Central del Ecuador e 1889. DIRECTOR DE LA INTRENTA, NICANOR J. ARBOLEDA. ] ANALES x DE LA UMVERSIDAD DE QUITO, SERIE MI.) Quito, abril 30 de 1889, ¿NUMERO 17, DESTRUÍION DE LÁNGOSTAS La devastación que han causado las langostas en las provin - - cias del Norte de nuestra República, ha llamado últimamente la atención del Supremo Gobierno, y en consecuencia, se han cm- prendido trabajos de cierta importancia que tienden á destruir tanespantosa plaga, trabajos que deseamos verlos ejecutados en ma- yor escala y de un modo más arreglado y cientifico, á fin de que dén el resultado apetecido, y hagan desaparecer totalmente esos voraces Ortópteros, que arruinarán nuestra escasa agricultura, no sólo en las provincias ya invadidas, sino en todas las dentás, cx- tendiendo sus estragos hácia el Sur.—En efecto, las langostas que ocupan ya dos ó tres años los territorios.del Carchi é Imbabura, avanzan poco á poco y su número, aumentado prodigiosamente, va llenando cada vez mayores espacios. En el año de 1877, en que emprendimos un viaje á Pasto, encontramos en la banda se- tentrional del Guaítara una nubada de esos insectos tan espesa y dilatada, que mientras ascendíamos á caballo por aquellos recues- tos, pasó por encima de nuestras cabezas dándonos sombra, en un día claro. y despejado, durante 15 ó 20 minutos. No pudimos notar entonces las destrucciones que hubiesen hecho, por allá ta- les Acridios, ni los volvimos á encontrar hasta el término de nues- tro camino.— Algunos años han transcurrido, para, que éllos*ha- yan llegado á invadir nuestras fértiles comarcas, propagándose en cantidades enormes, y tanto, que,ya se dejan sentir los terri- “bles efectos de las devastaciones as ocasionado, por un pu- nible descuido. ; 0 omo hay personas que parecen descontentas porque las su- mas gastadas en la destrucción de las langostas en el Norte, no _han producido un resultado eficaz é inmediato, nuéstro trabajo manifestará la imperiosa obligación que tenemos de continuar esa empresa que debe confiarse eso sí, á personas entusiastas € inteli- gentes, que sepan dirigirla, siguiendo los preceptos científicos y Otras indicaciones prácticas que creemos útil reproducir, extrac- tandolas.-de:recientes publicaciones que han llegado á nuestras minos. Tomando datos de lo que acaba de ejecutarse en otros Paises acometidos por estos Ortópteros saltadores, vamosaexponer Oque se ha hecho y se hace con perseverancia, para que desaparez- 3 A a ca esa terrible plaga, y las medidas de previsión que se están adoptando, con cl objeto de evitar su temida reaparición. O nos parece pa de propósito el que indiquemos algunas nociones de la Historia natural de estos Acridíos, por sí su estu- dio interese á algunas personas; y demos más extensión ála parte práctica, que, en el caso actual, debe llamar toda nuestra res que han causado las langostas en diversos países, tanto en tiempos remotos como recientemente, terminaremos nuestra la- bor con la exposición de los métodos más eficaces que se han em- pleado para ps A en su justo valor las ventajas postas que ofrec no de ellos ( AERTDIDA E Case 08 Acrídidos ó langostas laltancalóión el sentido restringido é impropio de ésta palabra, comprenden todos los Ortópteros. saltadores (Orthoptera saltato- ria) cuyas antenas bien articuladas no propasan la mitad de la longitud del cuerpo, cuyos tarsos, conformados todós de la mis-. ma nranera, están compuestos de tres artículos y cuyas patas pos- teriores son aptas para el salto, en razón del grosor de sus muslos y de la longitud de sus piernas. Son los mejores saltadores de Ja familia: como las Pulgas franquean de un salto una distancia considerable. Su tórax muy aplanado lateralmente, parece más alto que ancho. La cabeza es vertical; pero la frente no está siempre di- rigida hácia adelante, porque lohna frecuentemnerrte con el vértice un prolongamiento cónico. Las facetas, en número de tres, fal - tan rara vez: cerca de las dos superiores sc elevan, sobre un artí- culo basilar cupuliforme y sobre un segundo artículo igualmente cupuliforme, las arrttenas de 204 24 artículos y de aspecto varia- ble. Cuando el labío superior, hendido en el medio, se aplica contra el labio inferior, que parece formado de dos lóbulos sola- mente, siendo el interno ntuy pequeño, se oculta, y se perciben apenas los órganos masticadores, que son en extremo poderosos” - Jas mandíbulas son robustas y multidentadas: las maxilas tienen un lóbulo interno tridentado, su lóbulo externo ha recibido el nombre de morrión (galea), á causa del modo como puede recubrir al precedente. 5 pa tienen cinco artículos, de los cuales los dos primeros son muy Cot- tos: el labío inferior, bifido, algunas veces cuadrífido, lleva pal- pos labiales cortos y filiformes, « de tres artículos De los tres anillos toráxicos es el anterior el que se desarró- lla más: su forma varía según los géneros: se extiende general- mente más allá de la inserción de las alas y presenta sobre la ca- ra dorsal tres aristas longitudinales, de las cuales la medía es la más pronunciada. Este protórax parece más largo en su Cdra dorsal que en la ventral; al contrario, el mesotórax y el metatórax [1] Á. E. BREBM. Merveilles dela Nature. Les Insectes. Paris. pos maxilares cortos y filiformes A son menos d -sarrollados y más cortos en la región dorsal que en la región external. as cuatro alas tienen generalmente la misma longitud; pe- ro su anchura no es la misma, porque las alas anteriores ó élitrós son meños anchos que el área marginal de las posteriores: todas' cuatro alas llevan nervaciones reticuladas. Las alas anteriores, que sirven de élitros, son más coriáceas en una parte ó en la tota- lidad de'su extensión: las posteriores se plegan longitudinalmen- te y sus bordes internos se cruzan para resguardarse bajo las pre- cedenites. Por exepción las alas posteriores se atrofian en ún pe- queño número de géneros: en algunos faltan completamente, sea en la hembra, sea á la vez en los dos sexos. Las S patas anteriores é ii son bastante cortas, con muslos simples, sin abultamiéntos, y las piernas generalmente es- pinosas: las patas posteriores son,-en: general, robustas, con mus- los más ó menos abultados, con la cara interna aplastada y lisa, la cara externa guarnecida de carenas longitudinales y escavadas' de surcos oblicios: las piernas son cilíndricas, terminadas por fuer- tes espinas móviles y llevan hácia arriba dos series de espinas. El primero de los tres'artículos de los tarsos está provisto en su cara plantar de tres cojinetes membranosos, el segundo no tie- Ne más que uno y el último ao uno redondeado entre los dos ganchos. El abdomen cónico parece. más ó menos aplanado en su ca- ra inferior, así como el tórax: se estrecha gradualmente hácia arri-. ba y comprende, en los dos sexos, nueve anillos, de los cuales el primero se une estrechamente al tórax, sobre todo en la cara in- ferior. El abdomen permite distinguir más fácilmente los sexos. En los machos es más delgado y más puntiagudo y su noveno €x- tremo forma una válvula bastante grande, triangular ó dentellada, cuya punta se dirige hácia arriba y que contiene los órganos geni- tales:externos. Cerca de ella emergen dos apéndices uniarticula- Fes y cortos: el ano está cerrado superiormente por otra válvula” triangular más pequeña. En las hembras el taladro 20 Propasa Jamás la extremidad del abdomen: no- está formado de vályulas laterales 5 sino de una válvula superior y de otra inferior, ó ) - más ien, de dos piezas superiores y de dos piezas inferiores termina- as por un gancho obtuso; de suerte que la vulva cerrada ati guarnecida de cuatro ganchos divergentes Aparatos sonoros y auditivo. OR los describimos por no. SCT importantes para nuestro objeto Costumbres, háb bito, régimen. El desarrollo de los Acrídidos' es el mismo para todas las especies, al menos para 2108 de Europa. Se puede dar rápidamente una revista gene - En el otoño, la hembra fecundada deposita sus bitvds; aglu- tinados, en montones variables, con la ayuda de un móco que: endurece por el influjo del aire, ya sobre las cañas ó pajas de las Eramíncas, ya bajo la tierra, á poca profundidad. Las especies — 124 — más grandes parece que emplean de preferencia el primer proce- dimiento indicado. La madre sucumbe y los huevos pasan el in- vierno: solamente en los países más meridionales pueden las lar- vas reventar antes; pero generalmente la animación no ticne lu- gar sino en la primavera siguiente. Independientemente de sus dimensiones menores, su color indeterminado, la ausencia de alas, sus anten:;s, un poco más rechonchas y más cortas las distinguen de los insectos perfectos; después de varias mudas llegan al esta- do adulto á fines de Julio ó en agosto. Enesta época principian los saltones á hacer oír su canto que preside á sus fiestas nupcia- les. Los Acrídidos son los únicosque se multiplican algunas ve- ces en masas formidables apareciendo por nubadas y constitu- yendo un verdadero azote para provincias enteras. Estragos causados por los Acrídidos. YEl Africa parece ser el teatro principal de las devastaciones causadas por estos insec- tos, de los que habla ya la Biblia. Todo el mundo conoce las plagas de Egypto: la octava fué debida á las langostas: hé aquí como se expresa la Biblia á este respecto [1]: “En seguida dijo el Señor á Moysés: Extiende tu mano peo a tierra de Egypto, hacia la langosta, á fin de que venga y” devore toda la yerba que hubiere quedado después del pedrisco, 13. “Extendió, pues, Moysés la vara sobre la tierra de Egyp- to; y envió el Señor un viento abrasador tódo aquel día y aque- lla noche, el cual, venida la mañana, trajo las langostas. 14. “Derramáronse éstas sobre toda la tierra de Egypto y posaron en todos los términos de los egypcios en tan espantosa muchedumbre, que nunca había habido tantas hasta aquel ticm- po, ni las ha de haber en lo sucesivo “Y cubrieron toda la faz de la t tierra, talándolo todo. Por m. era que fué devorada la yerba del campo y todos los frutos de los árboles, que había perdonado la piedra; y no quedó abso- lutamente cosa verde, ni en los árboles, ni en las yerbas de la tie- rra de todo el Egynto. 18. “Salido Moysks de la presencia dé Pharaon, oró al Señor: 19. “el cual hizo soplar de Poniente un viento muy recio, que arrebatando las langostas las arrojó al mar ab sin que qu ni una sola en todos los confines de Egypto' La versión protestante emplea la expresión viento de oriente en lugar de viento abrasador, que es lo.mismo, porque el viento de oriente viene del desierto de la es contiguo al Egipto y €5 muy caliente. Josué no da ninguna noticia acerca de las langostas; se con- tenta con decir. “Vino en seguida una nube de langostas que arrasó todo lo que quedaba [del ps (1 Ex cap. 7 12 : 4 _Ción que da la Biblia nada tiene de exagerado: €s A 1% = Según este pasaje, dice el Coronel Goureau [1], no se pue-. de rechazar el admitir que las langostas de la Biblia son los insec- tos que designamos con el nombre de saltones [Acridium)], úni- cos Ortópteros saltadores que se reunen en bandadas innumera- bles, que viajan trasportándose por los aires, que descienden en - conjunto y causan inmensas devastaciones €n los lugares en don- de se detienen. : sea La palabra langostas es frecuentemente empleada en la Bi- blia y casi siempre para servir de comparación y para describir una armada numerosa, como se vé en los versículos siguientes: 12. “Es de advertir que los madianitas y amalecitas y todos los pueblos orientales yacían tendidos en el valle como una mu- chedumbre de langostas; y sus camellos eran sinnúmero, como las arenas de la orilla del mar” (2]. 1. “Con esto se puso en marcha (Holofernes) seguido de todo el ejército, con los carros de guerra, y caballería, y fleche- ros, cubriendo á manera de langostas la, superficie de la tie- a. - : : 22. "Resonarán como bronce sus clamores: porque los cal- deos avanzarán rápidamente con el ejército y vendrán contra Egyp- to armados de segures, como quien va á cortar eña. 23. “Talarán, dice el Señor, sus bosques Ó poblaciones, Cu- yos árboles son sin cuento; multiplicándos> más que langostas: son innumerables [4].” ; No se puede, pues, poner en duda que las langostas de la Biblia no sean nuestros saltones. Mas, cuáles la especie que ha producido la octava plaga? Es reciso buscar ésta. - xiste en Oriente un saltón viajero ( Achridium peregrinum ) que se ES , £ ue vienen del interior de la Arabia. Aquel viaja en tropas mmen- Sas y devasta estos países. : - Se concibe fácilmente la extensión del desastre que debe se-. guir á la permanencia de una bandada innumerable de insectos ve- races, que alcanzan 5 ó 6 centímetros de longitud. La descrip- las que hacen los viajeros testigos de este mismo azote. el dría aún atribuir la octava plaga á un saltón emigrante (Acridium Misratorium), que se encuentra algunas veces en Egipto, pero mucho más rara vez que el 4. peregrimum. Son las partes orten- tales de la. Europa, particularmente las expuestas a sus devas- taciones. as, » : ; ds jourean, Resherches sur les Insectes mentionnés da : les n ta Biblie (Bulletin de é des sciences historiques el naturelles de P' Yonnc. re, 1861, t. XV. Auxerre Jueces : cap. VIL 6 a o 15 í eremías. cap. XLVI. E Pa Citaré aún: un versículo de la- Biblia para-mostrar que el nom- bre de langostas.se emplea para significar un saltón viajero la): 27. “Las langostas, que sin tener rey, se mueven todas or nadas en escuadrones” , a plaga de las langostas sucedió el 7 de marzo, tres días BE de “aquella del pedrisco, que tuvo lugar el 4. Esta había destrozado ellino y la ccbada, porque la cebada había echado ya espiga y el lino comenzaba á formar grano; pero el trigo y el mí- jo no fueron devastados porque eran más tardíos. Las langostas rar todo lo que había perdonado el pedrisco. Las langostas eran uno de los azotes con que, los Profetas” amenazaban á los Judíos. Ningún cuadro de ¡ invasiones y de es- tragos de estos espantosos insectos es más exacto y más sor pren- dente que la descripción que da el profeta Jóel. Escucheimos al Profeta 3. Delante de él va un fuego devorador, y lleva en pos de sí una abrasadora llama: la tierra que antes de su llegada era un paraiso de delicias, la deja hecha un asolado desierto, sin que na- de pueda librarse de dl. 3l aspecto de esta multitud de a es como de ca- ballos, y como caballería ligera así correrá Saltarán sobre las cordilleras de lés montes con un ruído' semejante Si de los carros, como el ruído que hacen las llamascuan- do abrasan los pajares, como una muchedumbre de gente arma- da nda se ordena en batalla “A su arribo quedarán yertos de temor los read y. to- das 1 caras se pondrán de color denegrido de una olla” “Correrán como campeones: como fuertes guerreros así" escalarán el muro: nadie se saldrá de sus filas, ni sé “desviarán de' su canmno”, Plinio y Pausanias nos han conservado el recuerdo de estos* azotes, El capitán Irby y Mangles durante su viaje á la extremidid” sur del mar Muerto pudieron observar, hácia el fin de mayo, estos inserión depredadores, r la mañana, dicen, dejamos Shobek, en nuestro camino' con baad: una armada de langostas en reposo, estaban en nú- mero suficiente para alterar el calor natural de la roca sobre la-que se habían posado y para hacer un ruído particular, mientras co- mían: Esté ruído lo oímos antes de llegar al cuerpo de la arma- da. Nuestro guía nos dijo que estaban de paso hácia Gaza y que atravesaban casi todos los años”.—Olivier [3]. que ha viajado en” Oriente y en Persia, refiere que estando en Siria fué dos vecés tes- tigo de su llegada y de los estragos que habian causado: [1] Prover. A XXX. [2] Posl, cap. IL, 3. L3) Olivier. Vorao dans 1 Empire Ottoman, t. II p. 424. AR — 1 — “A consecuencia de los vientos quemantes del Mediodía lle- gan al interior del Arabia y de las partes más meridionales de la Persia nibes de langostas, cuyas devastaciones para estos países ' son tan dañinas y casi tan prontas como aquellas del más fuerte granizo en Europa. Nosotros hemos sido dos veces testigos. ls difícil expresar el efecto que nos producía la vista de toda la at- mósfera llena por todas partes y á una muy grande altura, de una innumerable cantidad de estos insectos, cuyo vuelo era lento y uniforme y cuyo ruído parecía al de la lluvia: el cielo estaba oscurecido y lá luz del sol considerablemente debilitada. Enun ' momento fueron cubiertos por los insectos los terrados de las ca- sas, los caminos y todos los campos, y en dos días habían devo- . rado casi enteramente todas las hojas de las plantas; pero feliz- mente vivieron poco y pareció que habían emigrado sólo para re- producirse y morir. En efecto, casi todas aquellas que vimos estaban luego apareadas y los días siguientes quedaron los cam- pos cubiertos con sus cadáveres. He encontrado esta especie en Egipto, en Arabia, cn Meso- Ppotamia y en Persia [1]. ácia:el fin de marzo de 1724 las primeras langostas apare- cieron en la Barbaria, á consecuencia de un viento del Sur que había soplado durante mucho tiempo y el viajero Shaw fué tes- tigo ocular de,sus devastaciones. A mediados de abril había au- mentado tanto su número que formaban nubes capaces de oscu- recer el sol, Cuatro semanas mas tarde en la mitad de mayo se repartieron en las planicies de Metidja y sus contornos, para de- positar sus huevos. El mes siguiente se vió la incubación tierna Cubrir una centena de pérticas cuadradas. Estos insectos se pu- sieron en camino, reunidos en un cuerpo compacto y formando extensos batallones, siguiendo una dirección rectilínea, guardan- do sus rangos como soldados, treparon á los árboles, los muros y mo ladrones. Para detener su marcha los habitantes cavaron fo- sas que llenaron de agua ó establecieron un cerco de madera y de materias inflamables que prendieron fuego: todas las precau- ciones fueron vanas. Las fosas se llenaron de cadáveres, los fue- £0s se apagaron bajo las inmensas nubarradas que se sucedian las unas á las otras. Al cabo de algunos días las langostas que aca- baban de reventar formaron nuevas reclutas. Royeron las ramas pequeñas y las cortezas de los árboles, de los c:ales sus predece- sores habían devorado los frutos y las hojas. Estos demonios vivieron de este modo cerca de un mes antes de tencr la forma adulta, se mostraron entonces más voraces aún y más inquietos; pero se dispersaron y se dirigieron á poner. [1] El autor se sirve de la palabra langostas para conformarse con el lenguaje vulgar; pero estas nubes estaban compuestas de .1cridiumn Peregrinum. — 198 — Cuando Adanson llegó al Senegal en 1750, vió, á las nueve de la mañana, mientras que se encontraba aún en la rada, una gruesa nube, que oscurecía el cielo. Era un enjambre de langos- tas que se cernía á 20 ó 30 toesas próximamente encima del sue- lo. y que cubría un espacio de muchas millas, cuando se abatió á la tierra, como un nublado que revienta. Después de un reposo estos insectos se pusieron á devorar y volvieron á tomar su vuelo. Esta nube había sido traída por un viento muy fuerte del Este y revoloteó durante toda la mañana encima de esta región. Después de haber consumido la yerba, los frutos y el follage de los árboles estas langostas no perdonaron ni los juncos que cubrían las caba- ñas, por muy desecados que estuviesen. Hacía diez años que no se había visto langostas en el Africa cuando aparecieron en.1794. Su visita se continuó hasta 1797 Y su número había aumentado prodigiosamente año por año Es difícil formarse una idea de los enjambres de langostas que en 1797 se lanzaron sobre el Afri ica del Sur. Esta invasión fué descrita por M. Barrow. En la parte del país donde él "5 ba entonces, toda la superficie del suelo,—sobre un plano aproximativamente dos mil millas cuadradas; —estaba literalmiénte cubierta de estos insectos. Apenas 'se veía el agua de los más anchos ríos, porque estas aguas estaban ocultas por. los cadáve- res de las langostas que flotaban en su superficie... Estas langos- tas se habían ahogado en el momento en que querfán alcanzar las cañas que crecían en las riberas. Habían devorado todos los fe- toños de yerba y toda verlura. Barrow refiere que estos insec- tos cubrieron dos mil millas cuadradas y que, arrojados al mar por un viento recio, formaron cerca de la costa un banco de tres Ó cuatro piés de altura, de una longitud de cincuenta millas y des- pués, cuando cambió el viento, el olor de la putrefacción se hizo sentir á ciento cincuenta millas de distancia. Oresio, según Mouffet, dice, que ya en el año 800 estos in- sectos, habiendo sido arfastrados al mar, por un viento tempes- tuoso, fueron arrojados muertos. hácia la costa, en donde formaron hecho [95 EA de una numerosa Armada a comunicación reciente de Fritsch con motivo de las lan- gostas a del Africa meridional (Grillus devastator de Lich- tenstein) presenta un interés tanto más grande, cuanto que su- ministra aclaraciones á cerca de las costumb es de estos insectos que re 3resan, con ciertos intervalos, á devastar esta reg OS uevos de la langosta viajera, dice: Fritschison: iimtrodu- : cidos por lá hembra en pequeños agujeros redondos que perfora en la tierra: allíintroduce sus huevos en número de 304 60 forrd- dos en una cubierta gris y reticulada. Estos cañutos, que se en- cuentran sicmpre reunidos en la pared de alguna colina insignif- o iS A A A A 3 10 = cante ó sobre una elevación poco aparente del terreno, tienen por objeto proteger los huevos contra los efectos dañinos de las lluviás repentinas. Los sitios parecen acribillados de agujeros que en seguida son rellenados y cubiertos, y el suelo contiene por debajo estas capas ovígenas, prolongadas, aglomeraciones de huevos 7/e pueden quedar bajo la tierra, protegidos de esta manera, durante muchos años, sin perder la facultad de desarrollarse. Pero pue- den también producir nuevos scres desde la estación de las lluvias próximas, es decir, al cabo de algunos meses, puesto que esta re- gión presenta dos períodos de lluvias. De este modo, apenas este país principia á reparar las pérdidas causadas por la voracidad de las langostas, cuando es invadido de nuevo. La humedad pare- ce jugar un papel importante en el desarrollo de estos insectos; porque no se oye hablar de estas langostas durante toda una se- rie de años de sequedad, en los cuales ha faltado el primer perío- con el nombre de “Rooi Botjes”, es decir, vestidos roJOS, O CON el uen orden para sus expedicion Cerrados. En los años que les son propicio manos ras que conservan generalmente en su marcha una dirección de- terminada sin separarse á voluntad. Si estos insectos encucn- tran una agua estancada se esfuerzan por atravesarla: los últimos Pasan sobre los cadáveres de la vanguardia: cn revancha, temen — 1) — las aguas corrientes. A la tarde estos viajeros hacen alto; se instalan sobre los matorrales de los contornos y aniquilan todas las verduras. El enhacendado que ve seguír á estas hordas de invasores una dirección amenazante para su jardín, procura de- tenerlos en su camino: se lanza á caballo en medio de estas lan- gostas tomándolas por el respaldo y agita en todos sentidos un vasto pedazo de tela.—Cada vez que él atraviesa así los rangos de estos invasores los arroja á tierra en gran número: vuelve á comenzar su maniobra hasta que logra separar el enjambre en- tero. Si él atravesase el enjambre de delante atrás los insectos: se escaparían por los lados; pero aquellos que se encontrasen atrás apretarian los rangos colocados delante de ellos y. la corriente se volvería á cerrar inmediatamente, después que hubiese pasado el caballero. ] Los vestidos rojos crecen rápidamente, experimentando mu- chas mudas, hasta que la últimales dá la tinta eris rojiza, con que se les conoce, y las alas, que les permiten satisfacer más libremen- te su instinto viajero. En el estado perfecto los labradores los llaman pollos saltones y los observan con angustia, por poco que tengan en su jardín; porque saben que su llegada destruye todo que no se podía comparar mejor que al ruído de una fuerte nu- barrada. Las consecuencias de su invasión son comparables 4 los estragos terribles de una caída de pedrisco. _ Del Sur del África y de Sordan llegan las langostas á la Al- geria, emigran durante los períodos de sequedad, llevadas por el siroco, en abril ó en mayo. Comunmente localizadas á ciertas provincias, como en 1870, 1872, 1874 y 1877, la invasión puede ser general al Norte del África, como cn 1866 (1). | Algunas veces llegan en una estación más avanzada, como lo hemos notado, por los vuelos que se han abatido en los Oasis del (1) Hanvel, Sur les Santerelles et les Criqnets, moyen d' en arróter les invasions- Paris, 1878, in 8. a Es y Sar, en el circulo de Bou-Saada principalmente, en donde su pre- sencia se ha manifestado hasta el mes de julio (1875). Si durante su viaje encuentran un viento frío ó contrario, aquel del Norte, por ejemplo, descienden y aguardan condicio- nes mejores; pero las intemperies destruyen un gran número, sobre todo cuando aparecen prematuramente. Así la Colonia del General de Loverdo, operando en la extremidad sur en 1875, fué envuelta, el 18 de febrero entre Beni-Mzal y Ouargla, por ban- adas de langostas que llegaban del sudoeste; pero sobrevino una tempestad de granizo menudo y de nieve que forzó á las tro- pas á refugiarse en los bajíos del Oued-N'ca, para establecer allí su campamento; y á su vuelta, el 4 de marzo, encontraron las langostas muertas y repartidas sobre superficies inmensas. Es posible que las muchedumbres aladas estén reunidas du- rante la imigración; pero las intemperies las separan muchas ve- ces en varias masas, que no llegan sino sucesivamente á Algeria. Por lo demás, entre nosotros, no se dividen sino cuando su can- tidad no es suficiente para ocupar todas nuestras posesiones. El paso observado por M. Durand en Berrouaghia, el año último, duró tres días: la cola de la columna que descendió para apa- Fearse y desovar no llegó sino al tercer día. Su vuelo normal se efectúa durante el fuerte calor, entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde: varía de altura y de velocidad según las condiciones de las capas atmosféricas, alcanzando hasta cien kiló- metros de un solo tiro, cuando el viento es de una cierta intensi- dad. Las bandadas bajan al suelo sin predilección por la natu- raleza del terreno, para pasar en él la noche y no producen des- gastes serios, sino cuando permanecen en las sementeras por cau- sa de un viento contrario. l Ea ero en la época de aparearse buscan las tierras ligeras y fria- bles y los ribazos expuestos al mediodía, se reunen en grupos de 10 á 100, y, dicen los árabes, deliberan: se diseminan á lo largo de las crestas rocosas, buscando el sitio para su puesta, mas bien En razón de estar expuesto al mediodía, que de la naturaleza del terreno. ; 3 Principian á aparearse desde el segundo día: después las hembras depositan sus huevos en tierra y, transcurridos ocho 0 diez días, la operación queda terminada. ; ; Estos huevos del tamaño de un grano de centeno estan reu- nidos en número de 60 á 100 en un capullo del grosor de una acel- tuna y aglutinados por una materia blanca y melosa. La langos- ta introduce su abdomen en el suelo á 7 Ó 10 centímetros de pros undidad y haciendo uso de los ganchos que le terminan deposi- tan allí su capullo. Esta operación le es frecuentemente funesta, Durand valúa en un décimo el número de langostas que Perecen en el sitio. De este modo los lugares de las puestas cs- tán cubiertos de langostas muertas, y su gran número había hecho Pensar quo la hembra moría fatalmente dospués de haber depo- sitado sus huevos. Más, no es así; y cuando termina le Opera- ción en todas partes los machos y las hembras que sobreviven al- zan el vitelo hácia el Norte y desaparecen. Rara vez se vuelven á encontrar los cadáveres que estas ban- dadas suministraran, y solamente en el Mediterráneo, como e€n 1866 y 1874: así la opinión de M. Duraad es que las langostas a hácia el Sur después de la puesta, y está confirmada por la observación del paso de vuclos inmensos de estos insectos en la, dirección del Sur. Por lo demás estos pasos, en sentido inverso, á aquellos de la invasión, son conocidos y c pedos desde hace mu- cho tiempo, especialmente por M. Guyon La incubación de los huevos depositados en tierra por las langostas exigen una duración de treinta á cuarenta días según la estación y la exposición de los lugares de la puesta. Según las observaciones de M. Durand las muchedum res aladas deposita- ron sus huevos sobre las partes superiores de el Oued-Karraca- Che, el 4 de mayo del año 1874, y las primeras avivaciones tuvic- ron lugar el 17 dej junio. Según la rapidez de la puesta las aviva- ciones Éumaa de cinco á diez EA ón : n saltón se pesca á flor ES tierra y, generalmente, los, mo orificio, Son blancos? pero se a grises y vuelven negros después de algunas horas de exposición al sol. “Se acumulan por grupos de muchos millares y hacen un primer movimiento que se dirige hácia el Sur “para secarse” , dicen los árabes; después se esparcen buscando su alimento, pero á á la noche. vuelven á for-, mar sus grupos. Estos se extienden y agrandan por los progre- sos de la avivación, y terminada ésta, el conjunto comienza su mo- vimientó de emigración hácia el Norte, con poca velocidad: 150 aros al principio, un kilómetro hácia el quinceno día, tres kiló- ietros y algunas veces cuatro ó cinco, cuando completa su desa- ELÉ E treinta y cinco días. Por todo, el camino recorrido por una bandada varía de treinta á cincuenta kilómetros: es me- nor cuando la localidad les ofrece una nutrición abundante ó bien en el caso de una serie de malos tiempos : La orientación de la marcha perinanece constante y de Sur á Norte, con una ligera inclinación hácia el Noroeste, á pesar de los obstáculos naturales, tales como montañas, barrancos ó r0S que son abordados de frente y franqueados. Sin embargo, cada columna toma sus espacios extendiéndose lateralmente durante esta marcha, y bien pronto los grupos vecinos se reunen á pesar de alguna diferencia de edad ó de adelanto. Ocupan bien pronto una superficie enorme-sin solución de continuidad y, en este mO- mento, su marcha no es modificada ó retardada sino por fuertes jntemperies ó por su alimentación, si encuentra abundantemente pastos. El saltón pos la TN pero escala los arbustos, los ár- (1) Guyon, Rapport a 1” Xcadémie des sciencies en 1844. — 133 — boles más elevados, y cuando vuclveá bajar continúa su march desde las seis ó siete de la mañana hasta ponerse el sol, : Nacido blanco y vuelto negro desde el primer día, el saltón se hace gris, después plateado: á los quince dias es moreno y desde los veinticinco días se colora de amarillo, En este momen= to está constituído como la langosta, pero €s notablemente más pequeño, y sus cortos élitros no protegen más que parcialmente su addomen. Se llama comunmente saltón al tierno ortóptero en estado de larva ó de ninfa, y langosta al insecto a1ulto La columna estudiada en 1874 por M. Durand fué visitada por él desde la montaña Oucled-Brahim hasta aquella del Rias, separada veinticinco kilómetros; y se extendía más lejos aún: su fondo ocupaba de tres á cuatro kilómetros. Franqucó Ben- Chicao y llegó á la altura de Damictt, delante de Medeah, cua- renta días después de sus avivaciones, al momento de la transfor- mación de saltones en langostas aladas. : : Tres ó cuatro días antes de esa transformación los saltones retardan su marcha: luego se detienen, saltan á la punta de las cañas ó de los arbustos, se suspenden allí por sus patas posterio-. res, la cabeza abajo y permanecen inmóviles. Después de algu- nas horas la cabeza se descubre de su antigua cubierta, luego el tórax, el abdomen, y, en fin, los miembros posteriores aparecen. Las alas, imbricadas sobre sí mismas, se asemejan á los pétalos de los papaveráceas antes de la floración: bien pronto se ponen ex- tendidas y rígidas al aire y al sol, e a langosta así producida es dos ó tres veces más volumino- sa que el saltón, sin que el contenido pueda sobrepasar la envol- tura, sino desde las primeras horas que siguen á la transíorma- ción: es de tinte rosa violáceo, su voracidad sobrepuja en este momento á aquella de los:saltones mismos, y los desgastes que estos insectos causan son graves, porque se dispersan al volar en toda la localidad entera. Las langostas vuelven, sin embargo, ca- da tarde al punto en donde se efectuó su transformación, y cuan- do se completa esta operación para la bandada, próximamente después de diez días, bastan dos horas y un tiempo favorable pa- ra verlas desaparecer completamente, - La primera dirección es hácia el Norte, por lo menos esta fué la que tomaron los grandes vuelos de langostas en 1866 y 1874; estos vuélos fueron poco ele- vados comparativamente á la altura que alcanzan algunas veces. Por lo demás se ha notado comunmente el paso de estas mis- mas langostas en una dirección diferente y á una grande altura. Algún tiempo después de su. marcha, M. Durand, cn particular, observó las langostas en camino hácia el mediodía, el 23 de julio € 1874, en Ben—Chicao, avanzaron al Nórte algunos metros cn- cima de la localidad, y á las tres, cerca de un punto hácia el Na- dor, la columna pasó de nuevo, á una altura prodigiosa, utilizan- ES evidentemente los vientos superiores, para volver á ganar el ur. o : — 134 — La invasión de langostas en 1866 ha costado cincuenta 1i- dones ála Algeria y ha causado la carestía del año siguiente, du- rante el que doscientos mil indígenas han muerto de miseria y li- teralmente de hambre. He aquí un extracto de la interesante memoria presentada con este objeto al Sr. Gobernador general de la Algeria por M. Durand: Las langostas aladas llegan durante la estación de la prima- vera, época en que la vegetación herbácea les ofrece una alimen- tación abundante en toda la extensión del terreno algeriano. Las bandadas, que se las designa por el nombre ¿mvasiones Sa- harianas, descienden casi indistintamente sobre todos los terrenos: diríamos aún, que buscan menos los cereales y las praderas muy crecidas en esta época, porque experimentan serias dificultades para volver á tomar el vuelo en medio de cestas Pie elevadas y frondosas. Las culturas industriales, tales como las viñas, tabacos, algo- dones, jardinería, vergeles, €., tienen que sufrir generalmente po- co con su paso; de suerte que valuando aproximadamente las depredaciones que ocasionan en esta época del año se encuentra que la a debe temer poco las primeras invasiones. sucede lo mismo con las langostas aladas que nacen de ovaciones operadas en el suelo de Algeria: esta segunda invasión se efectúa en una estación ya avanzada, cuando ha desaparecido completamente la vegetación herbácea por efecto de las sequías y no quedan para satisfacer su devorante apetito más: que los ver- cie del territorio y buscan los OS que les eel este género de alimentación a colonización está, pues, particularmente amenazada por estas nuevas bandadas, en razón de la importancia considerable que da cada día á estas especies de cultivos Sin embargo, á pesar de las luchas y las fatigas que le im- ponen estas segundas legiones, la colonia se desembaraza de ellas sin pérdidas muy graves; porque ostigadas las langostas en mil puntos diferentes, acaban por A á tomar su vuelo con riesgo de ser precipitadas en plena m En 1876 vimos una de Es formidables legiones posarse €n los jardines y vergeles de Blidah, era inminente una ruina com- pleta; pero al otro día esta bandada o completamente y los desgastes fueron insignificantes. * Es difícil, sin duda, determinar las pérdidas ocasionadas poT la: invasión de las langostas con alas, nacidas en la Algeria; pero estamos convencidos de que los datos estadísticos que psa de este objeto establecerán, que las más grandes invasiones cau san pérdida mayor de cuatro á cinco por ciento de la roéiicad de a las cosechas. E E o A e IA a a e OS dd Desgraciadamente no pasa lo mismo con los saltones: du- rante las dos grandes invasiones de 1876 y 1874, sobre todo la primera, podemos decir, sin exageración, que los ocho décimos de las culturas industriales y escardadas fueron literalmente consu- midas: los cereales y los prados que estuvieron avanzados Ó cose- chados tuvieron poco que sufrir. Para las plantas anuales, tales como el maíz, las patatas, las beteravas, culturas pantanosas, «., la pérdida bruta puede elevarse hasta los límites de la produc- ción, pero una sola cosecha se pierde; en tanto que para las viñas, los olivos, los naranjos, los dátiles, 8z., en una palabra para toda la arbolicultura fructífera, no es lo mismo; porque el efecto de la destrucción se hace sentir durante muchos años consecutivos. Pa- rala viña, que constituye una de las riquezas más importantes de la colonia, la cosecha fué nula durante dos años y se redujo á la mitad en el tercero, á causa de la invasión de 1366. . La madera, roída hasta la albura, no dá el año s'guiente más que retoños múltiples y miserables, entre los que es nec.sario cuidar aquellos que reconstituirán el tronco madre. A a mayor parte de los colonos han adoptado, como medio de reconstituír su viñedo, la sección de las cepas, algunos centimetros bajo el suelo. : a Algunos propietarios ensayaron salvar la cosecha siguiente enterrando los sarmientos hasta la altura del tallo; peio este pro- cedimiento es impracticable en grande escala. — : Algunas variedades de cepas son menos maltratadas que Otras por las langostas con alas; pero los saltones devoran literal-+ mente todas las plantas, cualesquiera que ellas scan, or su parte los árboles experimentan los mismos destrozos: en 1866 todas las ramas tiernas fueron carcomidas hasta la albura. No conocemos arbol frutal alguno que resista á estos ataques: casi todos son igualmente maltratados por los saltones, salvo los perales y los cerezos: como especies forestales, las esencias rest- nosas resisten á los ataques de las langostas: las variedades de la Australia, tales como el eucalypto y sus congéneres son tambien menos maltratados: en fin, entre los arbustos, el laur-l-rosa es una Especie respetada. E ; egún la tabla que consultamos de la estadística de Algeria, desde 1867 á 1872, tomando por base la pérdida casi completa de dos cosechas y media, y valuando á treinta francos el hectóli- tro de vino, la colonización perdió, por esta parte próximamente Quinice millones, en 1866. Es probable que el conjunto de los cul- tivos sufrió un destrozo de diez millones, lo que llevaría la pérdi- — 1356 — da debida á una grande invasión, á veinticinco millones para la co- lonización europca. - Es Se puede estimar en quince millones la producción indígena de la Algeria en lo que concierne al maíz, las habas, el sorgo y el tabaco, y en diez millones la producción de las viñas y de los cultivos, que son casi completamente destruídos por las langostas, Si añadimos á estas pérdidas aquellas que sufren los cereales y las de los Oasis del Sur, por otra parte la mortalidad del gana- doá causa de la desaparición de los pastos, podemos admitir, sin temor de propasar la verdad, que cada grande invasión cuesta á la Algeria cincuenta millones de francos. : ose puede poner en duda la acción de los vientos para trasportar estas legiones de langostas, sus órganos del vuelo no les permitirían por sí solos hacer tan largos viajes sin reposar en tierra: atraviesan algunas veces vastas extensiones del mar: M. Kirby, según un diario americano, nos refiere que en 1811, un bajel detenido por la calma á doscientas millas de las Islas Cana- rias fué cubierto de golpe, después que un ligero viento del No- roeste principió á soplar, por una nube de estos insectos, que aba- tiéndose sobre el navío, cubrió el puente y los mástiles. Se ignora la ley según la cual estos insectos se reunen en cier- tos momentos, y llevados por una tromba de viento son conduci- dos hasta donde les agrada descender. Su voluntad parece tener influjo: de otro modo no se podría explicar una marcha de este género, y es por esto, sin duda, que Salomón las colocó en el ran- go de los cuatro animales á los que se les concede sabiduría. a América del Norte no está libre de este azote. Los ame- ricanos preocupados han publicado notables memorias con este objeto, que las resumiremos. Los Estados Unidos y particularmente los Estados situados al Oeste del Misisipi han sido en estos últimos años atacados, en extremo, por invasiónes de saltones nacidos en las Montañas—Ro- cosas. Losaños 1873, 1374, 1875, 1876, 1877, 1878 y 1879 han sido particularmente funestos para la agricultura, y-resulta en es- tos distritos relativamente pobres, y en donde la colonización no hacía sino comenzar, una emoción que fácil te se comprenderá. El área ocupada por los insectos se extendió desde el sur de las posesiones británicas y el Lago Winnipeg hasta las planicies del Oregon, descendiendo hasta México y á los territorios de Arkan- sas, y cubriendo por consiguiente los territorios de Montana, Da- kota, Misurí, Idaho, Wyoming, Nevada, Utah, Colorado, Ne- braska, Kansas, Texas y una parte del territorio indiano. Las pérdidas de la agricultura se estimaron para 1874 en cuarenta y cinco millones de dollares, han subido de 1873 á 1877 á doscien- tos mil dollares, y si no encontramos para el año de 1879 una evaluación completa, vemos sin embargo que en una parte de Ca- lifornía para una comunidad de dos mil personas, comprendiendo noventa y un haciendas y cuarenta y sicte mil acres, los destro- de o a — 131 — zos fueron estimados en cien mil dollares. as observaciones que se han hecho permiten reconocer que las langostas de América, aunque pertenecen á la misma fa- milia que aquellas del Antiguo Continente, son sin embargo es- pecies indígenas, que no se encuentran en otra parte. — Hay cua- tro especies principales: las-langostas de las Montañas=Roco- sas (Caloptenus spretus), la langosta pequeña (C. atlantis), la langosta de piernas rojas (C. femur rubrum ), y el Calopteno di- ferencial (C. differentialis). 2 extensión del territorio que invaden no lo ocupan siem-= pre por igual, En ciertas regiones, que son como el receptáculo de su raza, permanecen siempre: en otras al contrario, emigran al fin de la primavera, porque no se pueden reproducir allí: en fin, en cierto número de territorios tienen una condición intermedia. Los americanos distinguen estas diferentes regiones con los nom= bres de regijn permanente, región temporaria y región subperma- nente, La región permanente comprende sobre todo las altiplani- cies de las Montañas-Rocosas y los planos que orlan desde el Co- lorado hasta el Norte. Son vastas y áridas soledades, sin árbo- les, en donde la lluvia cae con poca abundancia, y la agricul- tura no prosperaría, sino con trabajo, ayudada de la irrigación. Allí se encuentra sobre todo plantas características de climas se- cos, las Aftemisias, las Chenopodiáceas, el bunch grass: es aquí, en las hoyas de los ríos y sobre los ribazos expuestos al mediodía, en las praderas subalpinas, protegidas por altas montañas, que las langostas depositan sus huevos para que revienten. No se les en- Cuentra en el estado larvado sino en los planos elevados y des- nudos, al Este de las montañas. Al Sur de éstas, el límite de su baría por desaparecer Si no fuese renovada por el azote de nue- Vas invasiones: la causa de las emigraciones de estos insectos es Su instinto natural. No aguardan sino á estar en cierto número Para emprender su vuelo: un grupo salido de la misma puesta emigrará tan luego como tenga la edad y el desarrollo necesarios. La distancia que atraviesan varía entre una Ó doscientas millas desde Montana, por ejemplo, hasta Kansas y el MisurÍ. En ge- neral estos insectos no vuelan sino durante una parte del dia-y en tiempo claro y bello, de tal suerte que el hambre, la lluvia, las nieblas y los vientos contrarios pueden impedirles que se eleven. En condiciones favorables salen de ocho á diez de la mañana y Vuelan hasta las cuatro ó cinco de la tarde, y se disponen á pacer. Su velocidad varía de tres á quince y viente millas por hora, se- gún la fuerza del viento; es por esto que saliendo de Montana, á mediados de julio, no llegaron á Kansas sino á fines de agosto ó á Principios de setiembre. , Se distinguen dos corrientes que se las designa con los nom - — 158 a bros de enjanibres de invasión y enjambres de regreso. Los prí- meros son aquellos que, nacidos en la región permanente al Oes- te y Noroeste, emigran álos países en donde no habitan origina- riamente. Los segundos son aquellos que, nacidos en una ú otra de las denzás regiones, y sobre todo en las subpermanentes, son atraídos por cl instinto á volver á su patria de origen. Estos, al- - gunas veces, comienzan muy pronto su emigración, en mayo óju= nio y la continúan hasta julio. Llegan g generalmente debilitados y enfermos; con todo, el número de huevos que depositan es bas- tante considerable para suministrar nuevas fuerzas á los enjam- bres de invasión En la América del Sur las langostas constituyen un azote temible. Haácia la tarde, dice Temple (1), apercibimos á alguna dis- tancia, en la superficie del suelo, un golpe de vista extraordinario? en lugar del color verde de la ycrba y de las hojas con sus diver- sas tintas, divisamos una masa moreno—rojiza, uniforme, que algu- nos de los nuestros la tomaron por matorrales heridos por los últi- mos rayos del sol: eran en realidad langostas. Cubrían literalmente la tierra, los árboles, y los chaparros tan lejos como se extendía la mirada. Las ramas de los árboles se desplomaban bajo su ma- sa, como cuando están cubiertas de nieve ó sobrecargadas de fhu-- tos. Pasamosen medio del espacio invadido por estas bestias? nos fué necesario emplear una hora entera para llegar al término, viajando con nuestra velocidad ordinaria. n inglés, poseedor de una importante plantación de tabaco en Canobros (América del aida habiendo oído decir que allí se había visto de tientpo en tiempo enjambres de langostas, reu- todas sus plantas: (catorce mil pies próximamente) en la vecindad de su habitación con la esperanza de protegcrÍas: retoñaban y verdecian muy bien: habían crecido ya cerca de treinta centímetros, cuando se oyó este grito á mediodía: “he aquí las langostas”. El cultivador salió con toda prisa de su ha- A descendió allí bruscamente y lo cubrió roland co- mo si un manto o gris se hubiera extendido sobre las plantas. LN velnte ni próximamente (menos de medio minuto) el en- jambre se elevó súbitamente, como había descendido, y volvió 4 tomar su vuelo inmediato. De los catorce mil pies de tabaco no quedaba un vestigio. Playfair, paseando á caballo en Doob (Calcuta), cerca de un pantano, notó una masa enorme de pequeños insectos negros que cubrían el suelo á lo lejos: examinándolos de más cerca reconoció que eran saltones. Fué cl 18 de julio de 1812 que hizo este des- cubrimiento, y recuerda perfectamente que cuatro semanas antes, (1) Temple, Voyage tu Pérou. : , 1 e —13— es decir, cl 20 1e junio, había caído allí un gran enjambre de lan= gostas. Al cabo de pocos días los tiernos insectos, sin alas, avan- zaron á la cudad de Etaweh y devastaron los campos. El azote fué terrible: todos los esfuerzos de los campecinos, el fuego mis- mo, no llegaron á disminuir á los .devoradores, porque nuevas bandadas de insectos volvían sin cesar. : : Aún en el estado áptero estos insectos habían descortezado ya las hayas y todos los árboles. Al fin de junio se desarrollaron sus alas, con las primeras lluvias, y sus cabezas tomaron un tinte rojo-oscuro: estas langostas comenzaron á voltejear en enjambres, cuando un golpe de viento que sopló el 31 de julio, les hizo de- saparecer repentinamente. E a Oceanía misma no ha sido perdonada y los plantadores de la nueva Caledonia han tenido que experimentar este temible azote. Resulta de una correspondencia de marzo de 1881, queen muchos puntos de la Isla, con excepción de Burel, un paraiso te- rrestre siempre verde, no había un sólo pimpollo de yerba. La verdura había desaparecido bajo las mandíbulas de- los saltones. aba pena ver los rebaños inquietos, errantes, buscando pas- tos que no encontraban. a El Almirante Courbet, Gobernador de la Nueva Caledonia, kilogramo de langostas con alas. Es fácil poner éstas en un $a- co, después, fritas, pueden, si es necesario, Servir de alimento a los que las cazan. E Aia No es esta una nutrición: de las más suculentas: Si se Con- Sulta-á este respecto los buenos Canacos Os responderán, con una gran risa y sus blancos dientes, que prefieren mucho mas la car- ne humana. Una vez, precisamente en Oceanía, nos vimos obli- gados, muriéndonos de hambre, á sazonar nuestro arroz con lan- gostas tostadas. (Es necesario decirlo)?>—Nos regalamos casi, pero figurándonos que comíamos cangrejo poco cocido. as crónicas antiguas y las referencias de los viajeros no son las únicas que señalan las devastaciones reiteradas que producen las langostas. Los diarios nos traen cada año nuevas quejas por las depredaciones de Europa, notablemente en el 5ur y el Suroeste, y hasta en la Alemania. a AN Las langostas han venido más de una vez del África á Italia y á España. : - Elaño 591 una legión inmensa de langostas de talla extraor- dinaria taló una parte considerable de Italia y acabó por ser arro- jada al mar con un golpe de viento. Esta es frecuentemente su. — 110 — suerte. Pero tal término da lugar á otro azote. De estas langos- tas, reducidas al estado de putrefacción se dice que nació la peste: peste horrible que hizo perecer cerca de un millón de hombres y de animales domésticos. En el siglo XVI la ciudad de Toledo fué entregada á una invasión de langostas, que amenazaba traer ham- bre. Eran tan numercsas que se les aplastaba al caminar, y se recordaba las terribles plagas de Egipto en tiempo de Faraon. Devoraron las sementeras en grano. de modo que se;debía esperar una escasez general. El pueblo tuvo que recurrir á la plegaria y —Cuando iba la procesión se vió en el Cielo á San Agustín, ves- tido de religioso con la capa de Obispo sobre la cogulla, y á una señal que hizo con su cruz, todas las langostas fueron precipitadas en el río Tajo. | Sch. Bolswert, en un bello grabado, ha conservado el recuer- de esa tradición: sobre el primer plano se ve al Obispo de T ole- do y los pricipales magistrados arrodillados: San A gustín atravie- sa la nube y extiende mano vengadora sobre la turba de langos- tas: á la derecha se perfilan las riberas del Tajo, y sobre la iz- quicrda se destacan las torres sarracenas de la ciudad citada. Su paso en el Sur de la Rusia se ha observado solamente Lis desde el principio de este siglo, durante los años siguientes: 1800, 1801, 1803, 1812—16, 1820—22, 1829—31, 1834—36, 1844, en los que se perpetúa anualmente esta especie. Estos países son “Una horrible cantidad de estos insectos (dice su historiador) se elevaba ordinariamente todos los días, del lado del mar, antes de mediodía, primeramente en pequeños tropeles, en seguida CO- mo nubes que oscurecían el aire, volviéndole tan sombrío y espe- so, que en todo este vasto plano, el sol parecía estar enteramente - eclipsado. Estos insectos no volaban cercanos á tierra, sino casi á la misma altura que se ve velar las golondrinas, hasta que €en-. EE AS — 141 — contraban un campo sobre el que podían posarse. Las hallába- mos frecuentemente en el camino, de donde se levantaban con un ruído semejante al de una tempestad. En seguida caían sobre nos- otros como una lluvia, se arrojaban sobre el sitio en que estába- mos, y sin temor de ser holladas por los piés de los caballos se elevaban y nos cubrían el cuerpo hasta la cara, y acabábamos por no ver nada delante de nosotros. Por todas partes en donde re- posaban las langostas hacían una devastación horrible, triturando la yerba hasta la raíz, de suerte que no se veía más que una tierra árida y arenisc;, en lugar de aquella verdura con que el terreno es- taba antes adornado. Nose podía creer nunca que un animal tan pequeño pudiese pasar el mar, si la esperiencia no hubiera convencido tantas veces á estos pobres pueblos de Besarabia y estados vecinos. Porque después de haber franqueado el Ponto Kuxino, viniendo de isla en isla, ganan las costas y atraviesan es- tos insectos grandes provincias, en las que devoran todo lo que cn- cuentran hasta las vigas y tablas de las habitaciones. in la Marca de Brandebourg las langostas aparecieron el año de 1850 y en el curso de 1876. Se les observó en Breslau en 1856, y en la Tras-Promerania en 1859. Se ha encontrado también convoyes aislados en Suecia como en Inglaterra y en Es- cocia. : La Inglaterra, la fría Inglaterra misma, fué alarmada en el último siglo por la aparición de las langostas, Un número con- siderable de estos insectos la visitaron en 1748; pero felizmente perecieron, sin haberse reproducido. : : l límite Setentrional ccupado por el, Achridiun migralo- riu se extiende desde la España hasta el Norte de la China, al- través de la Francia Meridional, la Suecia, la Baviera, la Turin- gia, el Sax, el Mark, el Posen, la Polonia, la Volimia, la Rusia Meridional y el Sur de la Siberia.—Taschenberg ha encontra- do estas langostas aisladas, en distintas épocas cerca de Seesen, en Brunswick y sobre el camino de Halle, en Petersberg. | En compensación de las pérdidas enormes que estos insectos causan en las sustancias vegetales, sufren tales salteadores la pena indicada en la Biblia. “La comida no aprovechará al glotón”. a Moisés ha dividido los animales en dos clases con relación 4 la nutrición que el hombre puede sacar de éllos: la primera com- prende los animales puros ó salubres; y la segunda los animales impuros ó insalubres. En lo que concierne á los insectos, he aqui como se expresa Moisés (1). a Z Es : “20 Todo volátil que anda sobre cuatro piés, será para vOS- Otros abominable”: . _ “21 Más el que andando en cuatro piés tiene mas largas las Piernas de atrás, con las que salta sobre la tierra .. 22 Podéis comerle; como es el brugo y los de su casta, y el (1) Moisés, cap. 11. — 142 — attaco, y el ophiomaco, y la langosta, cada cual en su especie”. He aquí otra traducción de este mismo versículo 22. “Estos son aquellos que podeís comer: á saber: Arbé, se- gún su especie, Solham según su especie, Slargol según su espe- cie y Hagab según su especie”. “Los judíos dice el Coronel Goureau (1), podían, pues, Cco-. mer todos los animales provistos de alas, que marchan sobre cua- tro patas y tienen las piernas de atrás más largas, sirviéndoles pa- ra saltar sobre la tierra, es decir, todos los ortópteros que com- ponen la familia de los saltadores de Latreille. San Juan Bautista, retirado al desierto cerca del Jordán, se nutría de langostas y de miel salvaje, conformándose con la ley. Aunque Moisés coloca las langostas entre los animales de cuatro patas, Aristóteles dice que tienen seis. Los comentadores de los últimos siglos han estado muy embarazados para conciliar cstas dos autoridades; pero se quitó la dificultad haciendo notar, que las dos gruesas patas posteriores de la langosta le sirven más bien para saltar, que para caminar, y que eran, por consiguiente, mcnos piés que cualquiera otra cosa. La dificultad había pareci-. do más grave un momento, cuanto á las moscas á las que el Levíti=. co no les da sino cuatro patas; pero fué igualmente zanjada cuan- do se hizo observar, que las dos patas de delante eran más bien, para las moscas, especies de manos, de las que se las ve servirse . “sin cesar para limpiarse los ojos y llevar el alimento á la boca. Sabemos que las langostas (Locusta) representan nuestros saltones: asítodas las especies del género Ackridium entran en la clase de los animales puros. ¿Pero qué es Arbé ó Brugo, Sol- han ó Attaco y Slargol ú Ophiomaco? No lo sabemos. - Nuestros diccionarios traducen Brugo por Oruga, especie de gusano que rot las plantas, lo que es inexacto, puesto que Brugo es un animal alado y saltador; se sabe.por otra parte que en hebreo como en Árabe, Arbch significa langosta. La palabra Attaco refieren á At- telabus, que quiere decir langosta de la más pequeña especie; en fin, vuelven Ophiomacus por: que combate con las “serpientes, 10 que. nada instruye sobre la especie de este Ortóptero. Como los dos últimos nombres, aquellos de Attaco y Ophiomaco no parecen sino cn la Biblia de San Gerónimo, estamos privados de todo da- to acerca de los animales que designan é ignoramos lo que este padre de la Iglesia entendía por estos dos nombres: no sabemos si son dos Ortópteros del mismo género, ó si estos insectos perte- necen á géneros diferentes, en el orden de los Ortópteros. La crudición profunda de los sabios que se han entregado al estudio de esta cuestión no ha podido darnos indicaciones preci- sas, pero ha producido enseñanzas que conviene consignar. . (1) Goureau, Recherches sur les insectes mentionnés dans la Bible (Bull. de la société des scienses historiques et naturelles de ” Yonne, Auxerre 1861, tome XV: p- 19): — 143 — Goedart dice (1), que las langostas llevan en hebreo el nom- bre de Arbé á causa de la multitud de estos animales, Según el anotador de Lesser (2), algunas especies de langos- tas han recibido nombres que indican sus propiedades, como C/ar- gal que viene de una palabra árabe que significa ser largo; Cha- gab, dé otra palabra árabe que quiere decir cubrir: Solgan que deriva de una palabra caldeica que se traduce por devorar; Jeiek viene de un verbo que significa lamer; Chazil de otro verbo que significa consumir. Se'recohoce en esta nomenclatura las lan- gostas colocadas entre los animales puros y designados más arrí- ba con los nombres de Solham, Slargol y Hagab. Según Walckenaér, que no tenía menos erudición que los sabios del siglo XVI y del XVII, la Biblia reconoció cuatro espe- cies de saltones, cuyos nombres hebreos son: Arbeh, Jelek, Cha- zil y Gaza (3). E E “Lo que deja Gaza, Arbeh lo come; lo que deja Arbeh, Je- lek lo come; lo que Jelek deja, Chazil lo come”. “El texto latino de este versículo es: “Residuum erucoe Cco- medit locusta: et residuum locustae comedit bruchus”: et residum bruchi comedit rubigo. “a traducción francesa dada por Sacy es: “Les restes de la Chenille ont été mangés par la Sauterelle; les restes de la Saute- relle par la Ver, les restes du Ver parle Nielle”. De este modo Gaza corresponde á Eruca; Arbek á Locusta; Jelek á Bruchus, y Chazil á Rubigo. Hay, pues, esta correspondencia en las tres lenguas: Hebreo: Gaza, Arbeh, Jelek, Chazil. Latín: Eruca, Locusta, Bruchus, Rubigo. Francés: Chenille, Sauterelle, Ver, Nielle. z La Biblia Romana contiene notas juntas á la traducción Fran- cesa, cuyo fin es esclarecer el texto latino. Se ve que los Setenta y 11 Siriaca traducen Gaza por Oruga, Arbeh por langosta volante, Jelek por langosta rastrera, la que puede ser la misma que el Áttaco. En cuanto Á Chazil su tra- ducción es tizón ó añublo. ; : ea La versión protestante difiere de la traducción católica, y dice: La lancosta ha comido los restos del saltón, el Hurbec ha co- mido los restos de la langosta, y el gusano ha comido los restos de Hurbec. De donde resulta que Gaza es el saltón, Arbch la langosta, Jelek el Hurbec, y Chazil el gusano. , Se prede concluír de estas diferentes interpretaciones de las mismas palabras que desde el tiempo de los Setenta (doscientos ÓN Bil ¿e I. Goedart, Metamorphoses des Insectes. Appendice sur les Sauterelles de la Ae, 0 (2) Lesser. Theologié des Insectes trad. par P. Lyonet, 1745. E IS (3) Walckenaér, Memoire sur les Insectes muisibles á la Vigne (Án. soc. ent. 35). — 111 — ochenta años antes de Jesucristo), que la verdadera significación de Gaza, Jelek y Chazil era desconocida de los sabios. Parece cierto que Gaza no es una Oruga, en el sentido que damos á esta pala- bra, sino que se designa una langosta dela Biblia y un Achridium para nosotros, lo que está confirmado por este versículo del Pro- feta Amós (1). * : “g Yo os afligí con viento abrasador, y con añublo: la Oru- ga devoró la multitud de vuestras huertas; y de vuestras viñas, y de vuestros olivares, y de vuestros higuerales; y d pesar de eso no os convertísteis á mi, dice el Señor”. , Es decir: Gaza ha comido todas vuestras cosechas: no se conoce Oruga que destroce de esta manera los vergeles, que de- vore indistintamente las viñas, los olivares y los higuerales; pero una langosta, tal como el Achridium peregrinum, puede muy bien hacerlo. Se debe, pues, admitir, según todo lo que precede, que Ga- za, Jelek y Chazil son langostas, es decir, Achridiun como lo ha establecido Walckenaér. Estos insectos salen sucesivamente á devorar las cosechas: Gaza aparece primero, ÁArbeh le sucede, des- pués viene Jelek, el que es seguido de Chazil. Es igualmente cicrtó que Chazil no es el añublo, porque este es un Criptógamo que da un polvo que daña el trigo, y Cha- zil es una langosta. Las traducciones latinas y francesas son de- fectuosas en cuanto á la designación de los insectos Si fuera permitido hacer congeturas para poner de acuerdo las traducciones, ó al menos para aproximar estos sentidos, se po- dría decir: que Gaza es la langosta en el estado de larva ó de ninfa, á la que sucede Arbeh, el insecto perfecto, y que Jelek es la larva ó la ninfa de otra especie, de la que Chazil es el estado perfecto, ' ¿Pero los Judios eran tan observadores de los insectos para dar nombres diferentes á animales que se parecen tanto como las larvas y los insectos perfectos de los Ortópteros? Esto es muy dudoso y es mucho más probable que Gaza, Arbeh, Jelek y Cha- zil sean cuatro especies diferéntes, que se suceden desde la prima- vera hasta el otoño. Un naturalista que habitara en la Palestina durante muchos años encontraría, sin duda, estos animales que los eruditos no pueden determinar. 5 : Cuando se trata en la Biblia de grandes devastaciones cau- sadas por las langostas, se encuentran las cuatro especies mencio- nadas precedentemente, es decir, Gaza, Arbeh, Jelek y Chazil. Se lee en el Profeta Joel [2]. “25 Y os compensaré los años estériles que ocasionó la Lar- gosta, el Pulgón, la Roya y la Oruga, terribles ejércitos que cnvis contra vosotros”. (1) Amós, [2] Joel, A HE cap. cap. 145 Es decir devorados por Arbek, Jelek, Chazil y Gaza. Pero no se ve fizurar en ninguna parte como insectos destruc- tores Attaco y Ophiomaco, de los que nada absolutamente se sabe, sino que son Ortópteros saltadores. Se puede congeturar con verosimilitud que no se reunían en bandadas, que no causa- ban devastaciones sensibles en las cosechas, que eran buenos pa- ra ser comidos, gruesos y suculentos para su especie, y que es mento á los habitantes de ese pais. a Solamente después de las conquistas de Alejandro en el Ya en tiempo de Julio César, Diodoro de Sicilia (1) cono- cía el uso alimenticio de las langostas; porque escribió: . Los Achridófagos habitan los límites del desierto (La Etio- pia): son más pequeños que los demás hombres, flacos y comple- tamente negros. Durante la primavera los vientos del Oeste les traen del desierto una cantidad innumerable de langostas (Sal- tones) notables por su grosor, así como por el color oscuro y desagradable de sus alas. Estos insectos son tan abundantes que los bárbaros no se sirven de otro alimento durante toda su vida. He aquí como hacen la caza. Se extiende paralclamen- te á su país, en una longitud de muchos estados, un valle muy profundo y muy ancho Lo llenan de yerbas salvajes que crecen abundantemente en el país. Al momento en que el soplo de los vientos indicados trae las nubes de langostas, los Achridó- fagos se reparten en el valle y prenden fuego á los combustibles amontonados. El humo es tan espeso que las langostas que atraviesan por el valle se asfixian y van á caer á poca distancia. (1) Diodoro de Sicilia, biblioteque, trad. Hefer, 111,28, t. le — 146 — “La caza de estos insectos dura muchos días y recogen enortties montones, y como su país es tan rico en sal espolvoréan con esta las langostas tanto para hacerlas más sabrosas como para conser- varlas más largo tiempo, hasta la vuelta de la estación que traerá otras. > Tienen así su nutrición sienpre pronta, y no disponen de otro recurso, porque no crían ganado y habítan lejos del mar. Son ligeros del cuerpo y muy rápidos en la carrera: su vida no es larga, los más avanzados no pasan de cuarenta años. El fin de su vida es tan singular como miserable. Al aproximarse la ve- y de un aspecto repusnante. Esta enfermedad comienza por el vientre y el pecho é invade en poco tiempo todo el cuerpo. | principio, irritado el enfermo por una violenta comezón, ex- perimenta al rascarse un cierto placer mezclado de doler. En seguida como este gusanillo se multiplica sin cesar y gana la superficie de la piel, se reparte allí un licor sutil de insoporta- ble acritud. El enfermo se desgarra la piel con las uñas y exha- la profundos lamentos; de las úlceras de las manos cae una cantidad tan grande de gusanos que se perdería tiempo en se- pararlos, porque se suceden los unos á los otros, como si salieran un vaso atravesado de agujeros (1). He aquí como acaban los. acridófagos [2] una vida miserable con la descomposición de su cuerpo. Nose podría decir si es á la nutrición de que usan ó la intemperie del aire que respiran que.se deba atribuír es- ta extraña enfermedad. El: uso de comer langostas, que co- mo se: ve es muy antiguo, se corserva en ciertas partes del Asia y del Africa. Los Hotentotes hacen mucho uso, y es para ellos una alegría, dice el viajero inglés Sparrmamn, cuando ven llegar el tiempo de la aparición de estos insectos en el África. Añade que la nutrición compuesta de langostas engorda á los Hotentotes, en la época en que se alimentan de ellas. Los indígenes hacen cocer ligeramente las langostas al fuego y comen cantidades prodigiosas. No dejan síno las patas poste- riores y las alas, ó aun absolutamente nada. El gusto de estos campecinos de la Mauritania conducen á Fez y á Maroc carreta- das de langostas recogidas por millones: ' : vier refiere que se vende en el mercado Bagdad el Achió= dim Peregrinum cocido y pronto para ser comido. Las tribus del interior de la Arabia, en el país habitado cuarenta años por los Israelitas, se nutren aún en tiempo de escasez: es el afinrento de los indigentes que no pueden procurarse otro mejor; y es verosi- mil que Moisés permitió por sus leyes comer todos las espe- LE Esta enfermedad se parece mucho á la ptiriasis (morbus peticularis), que tiene comunmente por causa la suciedad, (2) Comedores de langostas. o cies que se acostumbraba recoger en su tiempo para nutrirse de éllos y que este uso se ha perpetuado hasta hoy día. Las langos- tas se comen hervidas, cocidas con manteca, después que se las han separado sus alas y patas, ó simplemente asadas sobre brasas, con sal: se las ve abundantemente en los mercados públicos y es- tc alimento forma un ebjeto de comercio muy importante en toda el Asia. : E Se ha pretendido que esta nutrición conviene mejorá los caba- llos que, se dice “comen voluntariamente estos insectos” y que en- gordan sometidos á este régimen. Hay que notar, sin embargo, que todos los Boérs están acordes en decir, que las hembras de las langostas que acaban de poner producen efectos venenosos en los caballos. : Enemigos. —Las langostas, como todos los animales en su lucha por la existencia, tienen enemigos y bastante numerosos: los unos atacan los huevos, el principal es el Anthomyia angustifrons, de Meigen, que destruyó en 1876 próximamente diez por ciento de huevos en Misuri y Kansas. La larva se introduce en un grupo de huevos y se nutre de ellos. Frecuentemente perecen aún aque- llos que no son atacados, por la corrupción engendrada por los demás. Citaremos solamente la Mosca de carne, los escarabajos y sebre todo el 4 gonederes dorsalís, el Harpalus, el Amara o esa de Say, el Mito de Loueste (Hydrachna Belostomie), una Taqui- naría y diferentes especies de gusanos. Cuando los insectos e vientan, las aves que se nutren de ellos son las que más los destruyen. Medios de destricción.—Sin embargo estos enemigos natu- rales serian insuficientes para prevenir sus destrozos, si el hom- bre no empleara su industria y su trabajo. Poca cosa es un saltón, dice M. Hauvel (1): su peso no pa- sa de un gramo, en la época de sus grandes destrozos; de este modo las columnas los contienen un número prodigioso. Tomemos las cifras oficiales suministradas por el Coronel de Lacombe, en sus investigaciones en la subdivisión de Medeah, con motivo de las avivaciones de 1870—-1871 y 72, en que resultaron Pequeñas invasiones. Portérmino medio, los racimos [cañutos] Contienen, cada uno de setenta á cien huevos y hay quinientos A seiscientos por metro cuadrado, lo que produce más de cincuenta millaradas de huevos puestos por hectárea. Ahora bien una sola Puesta ocupa frecuentemente cien hectáreas sin interrupción, como aquella que fué estudiada por M. Durand en la tribu de Ouled- Hallan, en 1874, cuando puestas semejantes se habían disemina- do en toda Algeria. Esta puesta comprendió probablemente cin- co millaradas de huevos. a Por otra parte, observando los saltones durante su emigra- o E E : _(1) Hanvel, Etude sur les Santerelles et les Criquets, moyen d'en arreter les in vasions. Paris. 1878, p. 14. — 148 — ción, se encuentra que su estado medio de concentración corres. ponde, el mínimun, á cinco insectos por decímetro cuadrado, sea á quinientos por metro cuadrado. Ahora bien la bandada que se observó en Ben-Chicao en 1874 y que inspeccionó M. Durand, os ses veinticinco kilómetros de fondo sobre cuatro de anchu- ó sean cien millones de metros cuadrados, y contenía cincuenta da de insectos: provino de la reunión de muchas colonias salidas de puntos diferentes. A razón de diez mil huevos por docto cúbico y de qui- nientos saltones [de veinticinco días de edad] para la misma me- dida, esta columna observada por M. Durand representaba un vo- lumen de cien mil metros cúbicos y un peso de cincuenta mil to- neladas de saltones, salidos de un volumen de cinco mil metros cúbicos de huevos. oblación toda entera de Algeria no pesa más que ciento veinticinco mil toneladas, dos y media veces el peso de Jos salto- nes de paso á Ben—Chicao en 1874. Según estas cifras se comprenderá por que los medios de com- batir tales adversarios no han 'sido “suficientes á pesar de los es- fuerzos individuales de los interesados y aquellos de la adminis- pRó yá pesar de trabajos considerables y de muy notables as En la antigúedad, independientemente de las plegarias y de los sacrificios que se ofrecían á los dioses, se tomaban medidas de policía para la destrucción de estos insectos, sea en el estado perfec- to, sea en el estado de huevo, para impedir su reproducción el año siguiente. Se empleaban soldados, legiones, para ir á recogerlos en sacos y quemarlos ó enterrarlos en seguida; porque se temía no solamente el hambre, :á consecuencia de la destrucción de las cosechas, sino aún la peste por la infección que reparten sus Cá- dáveres M. Solier [1] hi dado una estadística bastante curiosa de los gastos hechos en algunas comunidades del mediodía de la Fran- cia, desde hace muchos siglos, para la destrucción de las langostas. En 1613 la ciudad de Marsella gastó veinte mil francos y la de Arlés veinticinco mil para hacer la caza: estos gastos se han renovado después sucesivamente de año en año, en una peopors ción más ó menos considerable. Se pagaba y se paga aún vein- ticinco céntimos á las personas que llevan dos libras de estos in- sectos, y el doble, cincuenta céntimos, por el mismo peso de hue- vos. Se recibió en este mismo año (161 3) 12.200 kilogramos de huevos y 122.000 kilogramos de ortópteros. En 1824, €N Santa María se han llenado. 1. 518 sacos de trigo (sesenta y dos mil ochocientos sesenta y un kilogramos), y en en Arlés ciento Se- senta y cinco sacos, (seis mil seiscientos kilogramos): el gasto S€ elevó á cinco mil quinientos cuarenta y dos francos. (1) Solier, Annales de la Société entomologique de France; t. 11, p. 486. ES pa Pm” | o A 7 de a AS E SN — 149 — La caza empieza en cl mes de mayo: casi toda la población de ciertas ciudades se emplea allí. Se sirve de un paño de tela gruesa cuyas puntas tienen cuatro diferentes personas: dos indi- viduos van adelante haciendo rasar el suelo con el borde de la manta, los insectos huyendo, saltan sobre el paño tendido y son recogidos sobre esta manta de donde se los arroja en sacos. Se ha servido algunas veces, con ventaja, de una especie de red en forma de saco colgado al extremo de un palo, de la cual los en- tomologistas hacen uso para coger insectos en el tallo de las plan- tas. No existe medio eficaz alguno. para destruír las langostas con alas, antes ó durante la puesta, y verdaderamente no lo ha- brá nunca. En efecto las bandadas diseminadas en superficies in- mensas no pueden ser sorprendidas sino cuando están amortigua- das por la frescura dela mañana ó por la lluvia y las nieblas: pero el mal tiempo es raro en la época de su aparición. Con un personal numeroso se puede, sin duda, llegar á desmenuzar can- tidades considerables con la ayuda de ramas de árboles que se emplean en forma de escobas, ó bien pisoteando sobre masas las más compactas. Pero, después de haber trabajado mucho así, el resultado relativo es insignificante. Por lo demás este medio es impracticable ex los cereales, que-se destruirían, en los bosques donde no se puede operar fácilmente, ni en presencia de las lan- gostas diseminadas... 00 j Los medios empleados para impedir que las langostas ba- jen á una localidad ó para desalojarlas pueden conservarse deján- dolos á la iniciativa individual, porque no hacen sino que uno se desembarace con riesgo de arrojarlos sobre los vecinos: son co- munmente del género caribáquico. Toda la población válida mar- cha, dando gritos, agitando sus pañuelos, tocando castañuela ó tambor, echando tiros de fusil, y frecuentemente incendiando la localidad. Salvo este último recurso, tan funesto como el mal mis- mo, el caribari produce algunas veces buen resultado: arroja las langostas fuera de las sementeras, pero aparecen más lejos. "or lo demás, ó bien estas langostas no han tomado tierra sino para posar en ella y repartirse en seguida, ó bien buscan un lugar para la: puesta: en estos dos casos ocasionail pocos des- trozos. ; : di Hasta hoy se han ejercido los más grandes esfuerzos y obte- nido sucesos relativos operando la destrucción de los huevos. Los lugares de la puesta son señalados y los"árabes los conocen perfectamente ó saben reconocerlos por examen del suelo que está desmenuzado como por una ligera renda: se cava toda la su- perficie que es capaz de ser así laboreada, hasta diez centimetros de profundidad y se extraen todos los canutos de hueyos que allí se encuentran. No siendo posible azadonar el país entero, todas las fuerzas disponibles se ponen al trabajo sobre un mismo punto y rd su tarca mientras dura la incubación, Ó sea mes y medio. 150. — Se aplica ordinariamente muchos métodos para destruir saltones: el aplastamiento metódico de los insectos tiernos, las escavaciones y elincendio. El primer método es aquel de los árabes que obtienen buen resultado atacando á los saltones tier- nos desde sus primeros movimientos: -circunscriben los grupos, los reunen, y ayudándose de sus mantos para atajarlos en su pa- so logran amontonarlos: entonces los pisotean con furia y no aban- donan la masa sino después de haberla reducido á una compota. Pero es necesario algunas horas y cientos de árabes para expur- gar así la superficie de una hectárea. En el Sur cada tribu, cuan- do ha llegado su turno, á hora fija con su Caid á la cabeza, con sus Chciks, trabaja y opera bien, porque esta labor es contínua y eje- cutada en un país plano y descubierto. Por otra parte los mon- tones de detritus orgánicos que resultan y que entran rápida- mente en descomposición, no son temibles en estos parages, en donde el viajero deja su caballo herido en el suelo y encuentra á su vuelta el esqueleto en el mismo lugar. Sería otra cosa en los: cultivos europeos, y por lo demás, los saltones no los ocupan sino después de haber adquirido cierto tamaño. Para enterrar los sal- tones nuestras tropas cavan préviamente fosas contínuas parale- las al frente de las columnas invasoras: cada soldado provisto de uña escoba arroja en la fosa los insectos que quieren escapar, Ó- bien facilita su caída á medida que llegan. Este procedimiento aplicado Por un gran número de hombres podría quizá salir bien; pero, por una parte la escavación de la fosa contínua delante de cada columna de saltones puede exigir la extensión de tres ó cua- tro kilómetros, ó sea el trabajo y la presencia de un millón de hombres, y por otra parte, sería necesario un número grande de hombres para asegurar la ejecución. En Bergerie-Fer- mc, Escuela de Ben—Chicao, fueron ocupados únicamente treinta hombres en un trabajo semejante en 1866: desde que principiaron á llegar los saltones lo abandoraror para emplear el método Ára- be y despedazar los saltones, habiéndose ayudado de sus toldas de campaña para concentrarlos, Las condiciones del problema que hay que resolver son por lo demás perfectamente determinadas, como medianas. Los sal- tones se presentan sobre un frente contínuo y una profundidad de muchos kilómetros, y según la observación de que un metro cuadrado da un litro, se reconoce que cada metro de frente, s0- re el lugar de la destrucción, debe poder operar sobre un vo- himen de saltones de cuatro á cinco metros cúbicos. Esto €£5 lo que explica el al éxito de las fosas contínuas, de una débil capact- dad y de una acción limitada d sus dimensiones, admitiendo que sea perfecta bajo otros puntos de vista; y es también la base nece- saria para las medidas que hay que tomar á fin de aplicar con suce- so el método que poseemos actualmente, la retención por el apa- rato Durand (bastidores portátiles) que reposa sobre el hecho de que, el saltón no hace pié en los obstáculos resbaladizos, tales CO=- ds a — 151 — mo trozos de vidrio, hojas de zinc, puesto que sus patas termína- das por ganchos resbalan sobre su pared pulida: una vez enterra- dos se puede pensar en utilizarlos como abonos. En los Estados Unidos se ha propuesto al principio quemar todas las regiones permanentes en la época en que revientan los huevos: pero se ha retrocedido ante los gastos y la duración de esta medida. Los medios empleados varían según que se ataque los huevos, los saltones ó las langostas ya formadas. Para los pri- meros el arado y el rastrillo son mucho más eficaces que la ínmer- sión: contra los saltones se han servido de diferentes máquinas - destinadas á triturarlos, á echar los insectos en sacos ó á repar- tir sobre ellos aceite de esquisto (aceite pesado). Contra los in- sectos con alas casi no hay remedio. Reunidos estos esfuerzos han dado sinembargo fruto: el temor de las langostas que hacía abandonar] blecimient dos ha cesado, los emigran- tes regresan á las regiones que dejaron y se espera que el des- monte de las planicies del Noroeste estrechará más el campo de- la región en donde aquellas habitan permanentemente. | Empleo y usos.—La medicina antigua que ha agotado to- das las combinaciones posibles, y frecuentemente los más estrava- gantes en el empleo de los alimentos, como medios curativos, no ha dejado de comprender entre ellos á las langostas. Dioscórides dice: que las piernas de las langostas en polvo y mezcladas con sangre de cabro curan la lepra: que mezcladas con vino constitu- yen un específico contra la picadura del escorpión: que, por lo demás las langostas comidas con poca sal son afrodisiacas, É.: se las considera al menos en general, como una buena nutrición pa- ra las bestias y animales de corral. Z PALUY Ao Caracteres. Los caracteres genéricos son: antenas filifor- Mes que no terminan en punta, protórax continuo y no abolla- do, cabeza redonda hácia delante, dirigida verticalmente y más ancha que el cuello, con bordes laterales que llevan crestas redon- Distribución geográfica.—Las especies de este género se el- Cuentran en Asia, Africa y Europa. : achytylus migratorius (Saltón viajero). E Caracteres.—Si se diera cródito á lo que se ha dicho de es- tas langostas (Pachytylus wrigratorius) se tentaría á crecr con inio, que se trata de animales de tres piés por lo menos de lar- 80, de una talla tal, que los artesanos pudieran utilizar sus patas a manera de sierra. Los árabes, en su estilo imaginario les atri- buyen, ojos de elefante, nuca de toro, cuernos de ciervo, tórax de leon, abdomen de escorpión, alas de águila, muslos de camello, Piernas de avestruz y cola de serpiente. ln realidad se puede á lo más comparar la formación de su cabeza á la del caballo, de — 132 donde provienen algunos nombres con los que se les ha designado algunas veces. La coloración de estos saltónes, los más grandes de erp no es constante, y parece volverse más oscura á medida que avan- za el año. En general, predomina el verde gris en la superficie dorsal y el rojo claro en la abdominal; sin embargo, la primera tin- ta tira algunas veces al verde de yerba ó al verde oscuro y la se- gunda más bien al rojo ó al amarillo. Las patas posteriores es: tán marcadas en su cara interior por dos bandas trasversales sombrías, y sus piernas presentan una estría rojo amarillenta: sus élitros morenos llevan dos manchas más oscu ostumibres, hábito, régimen —Yostas langosta se aparean di rante 12 Ó 24 horas. Alcabo de siete días, la hembra se pone agitada, deja de comer y busca un sitio para depositar los huevos, generalmente á la profundidad de 3 centímetros 9, en un terreno bastante blando que le permita hundir hasta allá la estremidad de su abdomen. Un ooteco [cañuto] contiene de 60 á 100 hueveci- llos, el ovario encierra, por término medio, 150; de donde resulta que la hembra debe hacer dos puestas, al menos si expele todos sus huevos. No deposita más que una cáscara ovígera cuando no encuentra en su camino una nutrición suficiente, ó cuando son desfavorables las circunstancias atmosféricas. Se ha notado que algunas veces se repetía el acto de aparearse. Esta condición no es y indispensable: si tiene lugar, por extraordinaria, existe un núme= ro excepcional de insectos. Cuando en 1826 llegaron los convoyes de langostas en masas tan considerables á'la Marca de Brandebo-. urg, observó Kórte que se aparearon desde el 23 de julio hasta el 10 de octubre, de suerte que la puesta duró cerca de tres meses. Los huevos que ponen se desarrollan enla primavera y su naci- miento se escalona en el espacio de dos ó tres semanas. Esta aparición es más ó menos rápida, según las circunstancias atmos- féricas, porque los saltones, como ningunos otros insectos, necesi- tan para prosperar: de un estío y un otoño á la vez calientes y Se- cos. Una región en la cual se encuentren estas condiciones será la presa de estos Ortópteros, aunque hayan aparecido pocos du- rante el curso del año precedente.—Esta aserción no invalida en nada los datos suministrados por Fritsch, ya que un estío calien- te y seco no produce en nuestros países setentrionales los mismos efectos que un estío sin lluvias en el África meridional. La larva tierna, blanco amarillenta, toma pronto una tinta más oscura; de suerte que después de cuatro horas su aspecto es negro grisáceo. Conserva este color, con marcas blancas, en Cl abdomen hasta la segunda muda, que se efectúa á las cinco sema- nas próximamente, y elige para nutrirse las plantas más tiernas y. 3 de preferencia, las que empiezan á á brotar. La colonia se extien- de entonces cada vez más y hace destrozos mayores á medida - que se efectúa la terecra muda y la cuarta, en un tiempo basta nte corto, Catorce días próximamente después de la décima cuates a e — 1093 — muda, durante la cual se pronuncian más los rudimentos de las alas, saltan estos insectos al ¿xtremo de Jas cañas, en donde se fi- jan por sus patas posteriores, tardan 20 Ó 30 minutos €n despojar- se desu última membrana y se desplegan entonces sus alas. Pa- rece que en la mayor parte de los casos en que la nutrición insufi- ciente fuerza á marchar á los insectos, no es este el único motivo que los determina á partir, sino que hay fundamento para admi- tir en éstos, como en otros muchos insectos, un instinto viajero, cuya causa primitiva no está aun descubierta. : Se ha considerado como una especie distinta el Pachytylis cinarescens, de forma más pequeña, que aparece sobre todo en el África, en España, en Francia y en el Sur de Alemania, al mis- mo tiempo que el gran P. migratorius. Estos insectos que nose han abservado sino en bandadas aisladas aquí y allá en algunas provincias de la Prusia [1875, 1876], no constituyen una especie difcrente, según las observaciones recientes)). LOS ACRIDIOS EN ARGELIA. EL “STAURONOTUS MAROCCANUS” Y SUS DEPREDACIONES (1), ((Vengo de la provincia de Constantina, que la he recorrido en todas direcciones cumpliendo con la misión de estudiar los Acridios devastadores (2). elante de mí tengo aún las esce- nas de destrucción á las que he asistido, sintiendo las impresio- nes más dolorosas. Se me representan en el espíritu las mil pe- to la desesperación de los colonos, la profunda tristeza de los árabes arruinados y hambrientos: he recorrido los mercados y he seguido 4 los desgraciados que ofrecían á vil precio carneros, bueyes, caballos que no podían mantenerlos: las mieses habían caído bajo las desapiadadas mandíbulas de los Acridios y la se- quedad había destruído lo que estos respetaron: por todas par- tes miseria y de seguida, hambre. La imaginación más atrevi- da y poderosa no será capaz de representarse los desastres que trae consigo la invasión de los Acridios. Solamente las cifras ¡ . tienen bastante elocuencia para permitir que se mida la exten- sión de la plaga. E n el círculo de Tíara se valuó, el año de 1886, en 8.400 hectáreas la superficie cubierta por la ovación. En el departa- mento de Batna se notó que 130.000 hectáreas estaban infesta- das de cáscaras ovígeras, en 1886-1887. En Setix se había ob- servado, en este mismo año, que los yacimientos de los huevos ocupaban más de 20.000 hectáreas; y estos números son con mucho inferiores á la realidad; porque se ocultaban inmensos A ps (1) La Nature. (2) J. Kiinckel d' Herculais. Les Acridiens el leur invasions en Algérie. Rap- Ortadressé á M. le gouwerncur général. L' Algéric agricole 0 1555 15 JUN 1888, 1 =154—= territorios de las montañas en donde las puestas habían esca pa do á las investigaciones. Si se sabe | que cada yacimiento de huevecillos da orígen á un cuerpo de armada, compuesto de millares de soldados: si se considera que un número inmenso de estos cuerpos de armada, como brotando del suelo, marcha á la conquista de las cosechas; - si se reflexiona que tan numerosas armadas no llevan consigo m- mensos convoyes cargados de provisiones: si: se atiende á que tales emigrantes tienen mayor apetito que aquel de los soldados. humanos, ya que no son capaces de contentarse con una simple ración que los pueda mantener, puesto que están obligados á comer no sólo pára sostener sus fuerzas, sino para proveer á su crecimiento continuo; se podrá. formar una idea de la enorme cantidad de alimentos que devorarán á su En para satisfacer su insaciable glotonería. - Como un buen cronista militar sigamos día por día un cuer-' po de armada: reposemos en una tienda de campaña para estu-- 1 diar sus evoluciones. stamos en abril: el sol comienza á calentar la tierra: de golpe salen de la pendiente de una montaña árida, en donde se había señalado el año precedente una ovación que cubría de 50 á 400 metros cuadrados, millares de pequeños seres, blancos y dé= biles, de3á 4 milímetros de longitud: toman bien pronto una Co loración oscura con la acción de la luz: el suelo parece entonces una constelación. de pequeños puulos negros: admira el verlos tan innumerables. Cuántos son?.... Un da cinco hombres se: pusieron á contarlos, en la re de un cuarto de litro: emplea ron dos horas para llenarla con 12.285 insectos; lo que da 50:000 po dio 9 40h 5 PulonOs por heetólitro (4. 914.000), en nú- s red puede, pués, deducir que cada manchón de sel Pes contiene 5 E hecEQlIteOs, o pmamentos PLN ticinco illo de Acridios jóvenes. i ranscurren seis días, y esos seres tiernos y delicados se PE A man sobre sus. miembros y van adquiriendo fuerzas, sienten ham>= bre y se ponen en movimiento con tal método y tal regularidad. que les envidiarían muchos generales. No marchan en columnas. como las horm rmigas ó nuestras tropas: avanzan formando uN frente de extensión más ó menos considerable, dibujando una lí- nea sinuosa que se adapta á todas las desigualdades del suclo. Cuando estos pequeñuelos ya marchan y saltan, no se puede L0= primir la sorpresa que causan al verlos caminar en una sola direc- ción, sin que jefe alguno Con galones les mande ejecutar tan 0f= denadas evoluciones: obedecen á un oculto sentido, cuya per: es ión no podemos comprender. Aband donando: las montañas ári- das, las colinas resecas, avanzán en recto, ganan un buen espa- cio cada día y llegan á los campos cubiertos de cereales, que les ofrecen abundante provisión. Caminan desde las nueve EE mañana hasta las cuatro de la tarde, adelantan unos 100 Mm 4 y O por día, se detienen cuando alguna nnbe cubre el sol, suspenden completamente su marcha si, ocultándose este astro de súbito, ba- Ja la temperatura del aire ó empieza á llover. En el largo trayec- to que recorren, devoran miles de plantas salvajes que brotan por todas partes, y sólo dejan detrás de ellos las rocas ó la desnu- «da arena. Pero no basta la vegetación espontánea para satisfa- cer su insaciable voracidad: la mano del hombre les ha prepara- do campos verdes de cebada y trigo, en donde van á quedar re- pletos.- - se Los insectos pasan sucesivamente por cinco mudas y se vuel- ven cada vez más áziles y vigorosos. En quince días ó tres se: manas de vida adquieren la mitad de su desarrollo, un centíme- tro y medio de longitud: es entonces que pueden caber hasta $00 en un litro ó sean 80.000 en un hectólitro. Después de que mudan la 5% vez, es decir, á los cuarenta días, miden dos á tres centímetros: se extiende considerablemente el frente de la arma- da y, mientras el sol permanece encima del horizonte, los invaso- res avanzan y atraviesan saltando 100 ó 110 metros por hora; de modo que en el espacio de doce días han andado mas ó menos unos 16 kilómetros. - - : F Es interesante seguir ahora las evoluciones de estos Acri- dios. Estamos en un terreno de barbecho y notamos una línea negra, ondulada, ancha y muy larga que dibuja el frente de la ar- mada invasora: luégo se oye un ruído particular que recuerda aquel de una manada de carneros que caminan á lo lejos: la-ar- mada está á nuestros pies, pasa rápidamente; más, hé aquí que : Es maravilloso ver á nuestros Acridios saltar con agilidad á lo largo de los tallos: hay cinco, diez, Ó mayor número suspendi- «los en una espiga, -los tallos se tronchan con el peso. Aproxt- maos y miradlos; vuestra presencia no turba á los hambrientos: con un golpe de sus mandíbulas cortan las glumas de las espi- guillas; á un segundo golpe caen las barbas ó pajitas; y asi, des- pojados de sus cubiertas protectoras, los granos aún tiernos son devorados con glotonería. Los Acridios atrasados que no han tenido lugar en el festín son los que devoran las migajas caídas en tierra y roen las hojas bajas. En pocas horas los plantios de micses, ricos de esperanzas, han desaparecido: solamente algu- nas cañas se enderezan como lúgubres testigos... La armada ha destruído todo á su paso: cincuenta ó cincuen- ta y cinco días ha avanzado devorando cuanto había delante de ella. Se detiene bien nutrida. Los soldados reposan de sus fatigas, han llegado al término de su vida terrestre, y van d vesur otro uniforme para recorrer el segundo cielo de su evolución: de gol- pe se hiende por el do:so su tegumento en dos partes: dejan detrás de sí. sus vestidos ajados y aparecen provistos de alas. Si quie- ren pueden aún marchar y saltar, abandonar la tierra y elevarse — 156 — á los aires. Aquí se manifiesta todavía el sorprendente espíritu de asociación que fuerza á estos Acridios á vivir en tropas: se les ve revolotear acá y allá durante ocho días, y luégo tomar derre- pente el vuelo en inmensas bandadas á gran altura, mientras el sol permanece encima del horizontc: á la tarde descienden para pasar la noche en tierra, y vuelven á partir cuando ya calienta el nuevo sol. Luego encontrarán con la pendiente de una montaña expuesta al Este ó al Sur, en una meseta árida, un lugar á pro- pósito para depositar sus huevos, y allí se abatirán. Entonces comienzan las luchas con el fin de aparearse. No tardan las hembras en sentir la necesidad de colocar su posteri- dad en un lugar seguro: se las ve correr y saltar locamente. Da placer verlas tan cuidadosas, reunidas en un mismo sitio sondán- dolo con su abdomen en todas partes y perforándolo de golpe en el lugar favorable que elijen. La naturaleza ha puesto á su disposición procedimientos de perforación muy singulares: la extremidad abdominal está provista de instrumentos perfeccio- nados, que parecen ganchos, los cuales no podemos describir aquí; pero que están maravillosamente apropiados para el papel que deben desempeñar: no son utencillos capaces de €x- traer á la superficie los escombros, sino que están destinados á separar y mantener los granos de arena: el hombre no tiene á su disposición instrumentos más perfectos. Perforado el terreno a la profundidad de unos 4 centímetros, las hembras se detie- nen y principian á poner: á medida que dejan escurrir sus hue- vecillos segregan un líquido espumoso con el cual los envuelven: al mismo tiempo tienen habilidad para cubrir su puesta con una capa de pequeños granos de arena aglutinados con extraordina- ria regularidad. Las capas ovígeras revestidas de esta manera, enterradas á 1 Ó 2 centímetros de la superficie del suelo, se con- funden tan perfectamente con el terreno antiguo que se escapan á la vista más ejercitada: sólo el árabe es capaz de descubrirlas. Las cáscaras ovígeras ú ootecos tienen la forma de peque- ños cilindros ligeramente arqueados, con la extremidad inferior redondeada y la superior aplanada. Abriendo una de estas cás- caras encontraremos colocados simétricamente 30 ó 40 huevos de un blanco amarillento.—Desde fines de junio ó principios de Julio van á dormir en paz hasta la siguiente primavera, es decir, á quedar sepultados nueve meses, antes que la vida se despierte en ellos. Esta particularidad de la evolución no se ha escapado 4 los árabes, cuya vida contemplativa les ha preparado para la obser- vación: comparando la duración de ésta evolución á la del hom- bre han dado el nombre significativo de Adami ó de Dirard el Adamtt, á estos Acridios destructores. | La ciencia no puede contentarse con tales desiencciones > bitrarias; exige precisión y definición. E Reina en Argelia una antigua creencia. Los Acridios que» db A bo con el nombre erróneo de /anmgostas (1) la invaden siempre á” épocas más ó menos regulares, pertenecen todos á la especie co- nocida con el nombre de Acriditm peregrínuin ; vienen de Sara, del fondo del desierto, del mismo Sudan, llevados en alas del vien- to, del siroco de triste reputación. La leyenda es realmente de todos los tiempos y sentaría mal el burlarnos del pasado. Hoy, como entonces el sabio debe luchar por la verdad: no se le que- mará en un lugar público; pero se le arrastrará al suplicio de la burla. Ay de mí! no es Sara, el desierto, ni Sudan, que en es- tos últimos años han vomitado sobre vosotros las hordas devas- tadoras: son vuestras montañas áridas y desoladas que ocultan permanentemente á vuestros enemigos. Viviendo sibaritas en vuestro litoral embalsamado, contemplando el mar con sus olas siempre azules, no habéis supuesto que aquellos vivían, crecían y se multiplicaban en paz en las fronteras de Tell. Desde 1883 pululan sin término, avanzan progresivamente¿y ocupando cada año un campo más grande de devastación, vuestros destructores pertenecen á una especie autóctona, á una que habita tanto la Argelia como todos los países que baña el Mediterráneo: Crimea, Grecia, Sicilia, España, Portugal y la Isla de Chipre: ha reci- bido el nombre de Stauronotus Marcamus, Thumberg. La Isla de Chipre, la España' han visto salir de sus montañas hordas de- vastadoras que se han arrojado sobre sus cultivos. La Argelia misma ve hoy desarrollarse á todo trance esta especie y llevar el destrozo á la provincia de Constantina y amenazar el litoral. El Stauronotus es un Ortóptero de la familia de los Ácri- dios, de talla mediana en la edad adulta, alcanza de 17 á 23 milímetros en los machos y 20á 33 en las hembras. ls de co- lor rosa testáceo esmaltado de manchas: sus élitros son también testáceos con manchas y marmoleados esparcidos, grises: sus alas son trasparentes. Los dibujos del corzelete le hacen reco- nocer claramente, lleva de un lado á otro una ligera carena oblicua y arqueada, de amarillo claro, orlada de gris hácia ade- lante, y sobre los lados una mancha oscura, redondeada, de don- de parte otra mancha amarillo clara en forma de cruz, más ó me- nos regular. : Hé aquí el retrato del Acridio que“desola actualmente la Argelia. : He descrito las escenas de desolación á las que he asistido, con gran opresión en el espíritu: he meditado, no sin emoción, la responsabilidad que recae sobre todos: he pensado que al natu- ralista le incumbe un inmenso deber, aquel de contribuir con su saber al servicio y bien estar de los desgraciados á quienes han arruinado los seres que son el objeto de sus estudios. Si hasta hoy ha sido impotente para luchar contra esos depredadores (1) J. Kiinckel d* Herculais, Les Sauterelles et leur invasions. Conference fail Oran pour l' avancemeant des sciences, le 30 marz 1588. A ¿no debe estudiar las costumbres de estos, observar su modo dal ayelbcn. esforzarse en averiguar las causas de su multiplicación, -cmigraciones, á fin de procurar prevenir las invasiones, designar las locali de favorables al desarrollo, en donde será necesario atacarlos y destruirlos, é indicar los mejores medios e destrucción >—Vamos, trazando el papel del naturalista, 4 de= 2 “mostrar que es necesaria la intervención de la Ciencia para re- solver los graves problemas económicos y sociales que sucita la “cuestión de los Acridios)), - KUNCKEL DE HERCULAIS. (Continuará). Los “Anales” se publican cada mes. Se is á los Donores Mones en las provincias, que ten- gan la bondad de remitir el valor correspondiente á las suscrip- ciones y números sueltos vendidos y los ejemplares que no ha- yan podido vender, todo esto á yuelta de correo. —AGEUCIAS DE LOS “ABALES”. IBARRa.—Señor D. Ricardo Sandoval. : - Qurro. iS de.la Universidad. —Señor D. Rafael E. Dávila, carrera de García Mo no. pié ES Dr. D. Juan Abel Echeverría. » » Ricardo Martínez. » » Julio Anteñio Vela. » » José Miguel Saltos. » » Miguel Moreno. ne Loja. Filoteo Samaniego. ko Gu AYAQUIL. lorca del Sr. D. Pedro Janer. SUSCRIPCIONES. A Los “Anales” se 0 con las Revistas sacionales ye ex- tranjeras del mismo volúmen Insértanse toda clase de. avisos sobre asuntos referentes á la Instrucción Pública, y al cultivo de las ciencias y las letras os que no pasen de cuarenta palabras.........-- Los que pasen de este número, por cada cinco pa- labras -.. +... -....p. .. --. -. -.-...--..-.........--.* CORRESPONDENCIA. Ha de dirigirse al Sr. D. Manuel Larrea Lizarzaburu, em. a cargado de la edición de los “Anales” Ja) ¡SERIE 3. 0 =S ., | N M. 18 ANALES UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECLADOR e PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN- TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS ARTES EN EL ECUADOR. CONTENIDO. Lecciones de Literatura, por el Sr. Dr. D. Carlos R. Tobar.— Reflexiones sobre pruebas judiciales, por el Sr. Dr. D. León Espinosa deZlos Monteros.—Inserciones.—(Instrucción pública).— (Mr. Chevreul).—Colaboración.—(Sonetos 4 Mejía y Riczurte), por el Sr. D. Aurelio Villagómer.—Actas del Consejo de Instrucción Páblica.—Bolctín Universitario. QUITO. Imprenta de la Universidad Central del Ecuador a 1889. a DIRECTOR DE LA IMPRENTA, NICANOR J. ARBOLEDA. .- ANALES. 1 DEJA UMV BASIDAD DE QUITO, SERIE Mi | a mayo 31 de 1889. REA 18, LECCIONES DE LITERATURA TOMADAS SINGULARMENTE DEL P, BROECKAERT. PEO E TOTS Á U% 6; har A OB (Traducción y refusión). (Contúmiación). $ 32 PRECISIÓN. do La precisión (de pre, ante y cedere, cortar) don- siste en cercenar todas las superflnidades de la cláusula, sii mutilar ed pensamieito. Quintiliano pue y Feco- mienda esta cualidad: Rectus ordo, non tu longim dila- ta conclusio, nihil neque desit neque superfiuat. Nada de circunlocuciones ociosas y estudiadas, tales como las describe en el mismo libro: Est ¿n quibusdam turba ina- tum verborum, qui dun commntunem loquendi morem re- Jormidant, ducti specio nitoris, circumeunt omnia copio- sa loquacitate que dicere volunt. : Es necesario expresarse de modo que el pensamien- to corra libremente, sin ser embarazado por la vana TS de palabras inútiles que fatigan y abruman los oíc Est brevilate opus, ut currat sententia, ne se Impedial verbís lassas onerantibas adres. (Hor. Sat. 1, 10) 2, No se ha de confundir la precisión con la concisión, que, si bien derivada del mismo verbo latiño eedcre, con- 180 — siste cr el empleo del menor número posible de palabras para la trasmisión del pensamiento. HN 2 precisión supone estudios detenidos: la conci- sión es algunas veces cuestión de temperamento; y aun en ocasiones cualidad opuesta 4 la precisión; pues habrá escritor preciso que, para expresar completamente su idea ó para imprimirla energía, empleará más vocablos que los tolera por una rigurosa concisión. Esta puede ser en algunos casos defectuosa; la precisión es siempre distinguido cualidad del estilo: Sir- van para ejemplo de lo primero, los telegrafistas que por ser concisos cortan de la dicción hasta porciones de la propia sustancia, E mo en la lengua de Castilla no hay sinónimos, propiamente tales, es menester que el escritor estudie con detenimiento el legítimo valor de cada uno de los diversos sígnos verbales. Por falta de conocimientos lin- gúísticos y por escasez de ideas, los autores noveles son difusos: ámodo de los árboles jóvenes, se cargan de ho- jas antes de fructificar. “Para escribir con precisión”, asienta Capmany, “es necesario pensar como filósofo, y exponer como geómetra”. : E : emóstenes, Tácito, Antanio Pérez, Saavedra J'a- jardo, son concisos: Cicerón, Tito Livio, Fray -Luis de Granada, Solís, son abundantes, sin dejar de ser precl- sos. e l i $ 4% UNIDAD. Esta cualidad fundamental de toda composición, de- be ser perfectamente entendida respecto á la cláusula. Simple Ó compuesta, la cláusula se presentará como un objeto único. Como-la simple no encierra sino una sola proposición, será siempre una; pero la compuesta, Cu- yos miembros comprenden diversas proposiciones, exige minucioso cuidado. . 12 Presentad un objeto que domine y llene la cláu- sula, y evitad al lector el paso brusco de un objeto á otro. o 2? Evitad, asímismo, los paréntesis (mapa, entre, ev, en y thesis tesis), esto es, la inserción en la cláusu- la de otra cláusula diversa. Alguna vez, cuando es corto y llamado por elipensamiento, será agradable y aun ne- e A A AS — 101 — cesario el paréntesis; mas, por lo regular, distrae la aten- ción del lector y rompe la unidad.—5S5e2 llamaba arent- bola (respú, entre, er, 642, arrojar) á ciertos parénte- sis independientes en absoluto de la cláusula principal y provocados por moción del alma. Muy comunes en los poetas antiguos, se usan todavía, aunque rara vez, en los escritores modernos: E aa A Zpsique suos, jam morte sub agra | (Di meliora pies, crroremgu: hostibus ¿lum!) Discissos nudis laeniabant dentibus artus.. (Virg. . Georg. 3.) do CA escrupulosamente de cerrar la cláusula (claudere). Los apéndices Ó adiciones que, como cola de la sentencia, se unen á esta con esfuerzo, cuando el es- píritu creía ya y con razón encontrar el reposo, sobre ocasionar desagrado, producen el quebrantamiento de la unidad. Es muy raro que un incidente posea tal im- portancia que justifique su intrusión. : El maestro Juan de Avila pecó contra esta regla, cuando escribió: >. da Si la prosperidad nos decía que en estem ando había algo de que contentarnos,. da hiel de nuestra tribulación Puesta en nuestros ojos .dénos luz para ver que somos er este mundo verdaderamente miserables, y que no. estamos en nuestra tierra, mas en muy penoso destierro; Y alzan- do nuestro corazón al cielo, sea nuestra conversación: allá. Con justicia se ha dicho que, terminada la cláusula en destierro, debía haberse formado otra con los dos in- cisos siguientes: 4 /cemos, pues, el corazón al cielo, y sea Muestra conversación alld: $ 52 ARMONÍA. La cláusula, no solo lleva al alma una idea, sino también al oído diversos sonidos y cadencias más Ó me- nos regulares: exige eufonía y rilmo ó número —Due suntres que permulccant aures: Somnus et numerus. De éste hablaremos en el artículo HI. La eufonía (ed, bien y par? voz) perfect finida en su etimología, resulta: : , > Dela feliz elección de palabras bien sonantes. Ci- cerón la recomienda á los oradores: guemiovis e12100 suaves amente de- + a 10) == > evavesque sententico, sí inconditis verbis efjeruntur, offen- dunt aures, quarun est ¡udiciunt superbissimiitm. Quintiliano hasta cree que debe sacrificarse algún tanto la fuerza en la expresión del pensamiento, con tal de. no herir e oído con sonidos desapacibles. o Del arreglo de las mismas palabras que, com- hinando los distintos sonidos modera, los unos con los otros. Indiquemos los defectos que se han de evitar: a) La reunión de consonantes ásperas, como la r y la 7, cuando el escritor no las junte de caso pensado pa- ra obtener la imitación de sonido 6 movimiento, óÓ sea la armonía imitativa, de que hablaremos después. ato, Ó concurrencia de muchas vocales, en especial de las llenas; porque, para pronunciarlas con distinción, hay necesidad de una especie de bostezo de- sagradable, lo que en latín se Lamaba kratus (de 4zarr, abrir la boca), como en este ejemplo: ¿da a Ambato á esuntos, La poesía requiere mayor esmero naturalmen- te que la prosa en punto á la colocación armónica, no só- lo de las palabras, sino de las sílabas y aun de las letras. e) El sonsonete y la cacofonía (xuxos, malo, uv, voz) es decir, la proximidad de muchas palabras con- sonantes Ó asonantes y la repetición de unas mismas sí- labas, d) "Alguna vez la icumulación de monosílabas 6, al contrario, de los vocablos que, á causa de su longitud, los latinos denominaban sesquipedalía verda, «será moti-- vo de malsonancia de la cláusula, : (Continuará), A O A JURISPRUDENCIA REFLEXIONES SOBRE PRUEBAS JUDICLALES.. Como la verdad es el fundamento de la cla. preciso es buscarla y demostr arla por los medios adecuados al objeto, 2 — 103 — cediendo dentro de los límites trazados por la ley, conforme á a variedad de materias que pueden ser asunto de un juicio. as leyes crean los derechos y las obligaciones; mas para bacer efectivos los unos, y que se cumplan las otras, deben observarso loyes especiales que determinen el modo vario de enjuiciar, por 10 ser conveniente una sola forma para la diversidad de asun- tos, de distinto objeto y fin que se ofrecen, y proponen las soli- citudes y contestaciones judieinles. Mas como en todas hay que indagar la verdad ó falsedad de los hechos, las pruebas son ' en último resultado el requisito necesario para la recta a iea- ción de la ley al caso sometido á la resolución judicial. ' cer si un hecho es verdadero ó falso, y conocer cuál ley deba aplicarse al asunto dado, son, pues, las condiciones extrínsecas indispensables para una acertada decisión, como lo son las in- trínsecas dependientes de la integridad é idustración de los jueces. cy No han estado conformes las legislaciones de todos los pue- blos, ni.en uno mismo en todos los tiempos, cuanto á establecer las pruebas admisibles en juicio, las condiciones de que debe es- tar revestida cada una de éllas, ni el modo de graduar su va- or. De seguro que en los primitivos tiempos, cuando no so conocía la escritura, ni se había inventado el papel, no existían sistema de juicios, ni prusbas por eserito; era imposible crear formas que presuponen la existencia de medios .practica- es; y por esto se ha dicho con fundamento que la prueba de testigos es la más antigua de todas. Cuando más tarde se quiso evitar todo lo que fuera arbitrario á los jueces; é Incierto y va- go á las partes, entonces, contando ya con los elementos nece- sarios, se preseribió un orden sucesivo.á las diligencias de un proceso desde el principio hasta su conclusión, y se dieron re- glas á las cuales debían sujetarse las pruebas, y que sirviesen 4 los jueces para graduar el valor de cada una de éllas, según la probabilidad ó certidumbre que suministrasen. Sin traerá consideración las. pruebas llamadas tulgares, admitidas en los siglos de barbarie y superstición, fijándonos sólo en la legislación española, vigente hasta poco ha en la Ro- pública del Eenador, encontramos enel código de las Partidas, cn ese memorable libro de legislación y «Literatura, la ley 82, tt, 14, pág. 3 que designa como medios de justificación Jos siguien- tes: “Conoscencia que da parte hace contra si en Julcio, O fuera = de él, en la manera que la ley prescribe, testigos quo. dicen acor- demente el fecho, et son tales que por razón de sus personas 0 de sus dichos non se pueden desechar, cartas fechas por mano de escribano público, ú otra cualquier que deba ser creída y valedera, 3 ión, vista del juzgador, : fama, y leyes 6 dere- chos que las partes muestran en juicio para averiguar y vencer sus pleitos.” Nuestro Código de Enjuiciamientos en materia, civil no menciona la prueba de la fama, por falaz y engañosa ce A a E — 161 — sin duda; pues apenas se vishumbra algo que se le parece en el modo de nereditar Ja notoriedad del estado exvil de las perso- nas; ni menciona tampoco la de la ley, no porque ésta deje de ser decisiva en las cuestiones, sino porque siendo de cargo del juez el juzgar con arreglo á derecho, en el cual se le supono instrnído, y debiendo suplir las omisiones de las partes en lo que áél atañe, aunque no lo aleguen, parecía innecesario compren- derla en el catálogo de las pruebas judiciales. Quiere una au- toridad, por ejemplo, disponer de la propiedad inmueble de una persona, á pretexto de utilidad pública, sin la competente in- demnización: ¿necesita, acaso, el propietario presentar otra prueba que el texto de la ley, para defender su propiedad, y que no se le prive de ella sin previa indemnización ? ley. que confiere ó niega el derecho es, pues, la primera de las pruebas. Nada se ha dicho en especial de la que suministran los monu- mentos públicos, porque demostrada la existencia de éstos por uno de los medios indicados, sirven sólo de datos para deducir consecuencias de otro gónoro; ni de las pruebas lógicas, por te- ner su fundamento y origen en el talento, instrucción, ingenio y experiencia de los jueces y de los defensores, y no ser del donu- nio del legislador. : a Si en ocasiones estas pruebas son más vigorosas, convin- centes y persuasivas que las artificiales, si producen una convie- ción más íntima y profunda en el ánimo del juez, hasta darle er claraciones de los testigos; sólo si las calidades de que debe es- tar adornada la prueba legal, deben ser razonables, y guardar armonía con el sistema general de pruebas admitido y sancio- nado E ; Bajo este. punto de vista, la prueba instrumental y la test1- monial arregladas por el Código de Emjuiciamientos civiles dan lagar 4 observar, que si los testigos mayores de diez y 00 o años y menores de veintiuno pueden constituir prucba plena en” los actos y contratos quo admiten este medio de justificación, y A e e a RS A A e A A A A NA A AI — 1653 — en aquellos en que hay un principio de prueba por eserito, no la harían concurriendo á presenciar y firmar una escritura pú- blica, porque si están habilitados por la ley para lo primero, no lo están para lo segundo; pues necesario es que el testigo tenga veintiún años por lo menos para que pueda presenciar y firmar una escritura; y por qué razón esta diferencia? En ambos ca- sos los tastigos presencian, oyen y entienden á los contratantes, verbigracia, en ambos desempeñan igual servicio, ¿y por qué no fijar entonces la misma del para entrambos? Si algún moti- vo hay para prescribir que los testigos tengan más edad, debe ser para cuando no se reducen á escritura pública los actos ó contratos en que intervienen, porque entonces es más expuesto se escapen de la atención y de la memoria algunos particulares importantes, qne se conservarían en la escritura eustodiada. por el escribano, cuyo testimonio refuerza el de los testigos instru- mentales, y coopera con ellos á justificar la realidad del acto. Cuál de las dos pruebas se adoptatía con buen éxito, si la testi- monial ó la instrumental, ocurriendo pleito acerca de la celebra- ción de un contrato escriturado, en que por inadyertencia Ó ma- licia del escribano hubiensen intervenido tres testigos conocida- mente de diez y ocho, ó diez y nueve años de edad, cuando el demandado negase el contrato, y no hubiese otros testigos que aquellos; lo resolverá atinadamente el buen juicio de los lectores. Lrón ESPINOSA DE Los MONTEROS. a A e á : INSERCION: INSTRUCCIÓN PRIMARIA. a Insertamos el artículo siguiente tomado del N9 2,679 de Los Andes” escrito por 7. porque le hace. recomenda- ble la exactitud de las observaciones, la claridad de la expre- sión, el buen sentido del autor y la necesidad de popularizar las ideas que contiene. : | . .. Uno de los primeros cuidados que han de ocupar á las auto- ridades locales, y á todos los que teniendo alguna imfluencia di- _ recta Ó indirecta sobre la sociedad se interesan por el bien de sus - semejantes, es sin duda la instrucción primaria. Si esta se ba- lá arroglada, si presiden á la nrisma la religión y la moral, re- se 166 — Sultarán los hombres más instruidos y menos viciosos, porque la generalidad le ellos no se forma con el estudio de eley eo ciencias ni está destinada á carreras literarias, sino que vi n una condición modesta conservan en el resto de sus días lo qu pa e. se les ha enseñado en la primera edad, sin que tengan ocasión de añadir ss pan de sus ques otra eosa que las leccio= nes de la experien Es más difícil EN lo que á ; primera vista pudiera parecer el que los maestros sean apropósito para desempeñar su misión. Quien no haya examinado las cosas de cerca fácilmente se per- suadiría que el enseñar á leer y escribir, el dar algunas nociones luna de la religión y Ss la moral; el instruir.en los .yadi- mentos de la ari tméótica y otras cosas- por este tenor, son tareas al alcance de cualquiera, y que basta una diligencia regular pa- ra adquirir maestros excelentes. Sin embargo, la experiencia está dóstiando todos los días que lejos de ser así se tropieza con muchas dificultades y que el fruto _S de las escuelas se saca no es ni con mucho el que fuera de dese enseñar á un niño exige más lsororidad, más tino y alain del que comunmente poseen los destinados 4'estajodk rrera. No acudiendo á: escuelas donde ellos puedan formarse antes de tomar sobre sí el cargo de formará los demás, proce- den frecuentemente á la ventura, sigmiendo cada cual Lelán éto- do que le parece más bien, ó que mejor se adapta á sus ini y carácter. Ann cuando el sedes no tuviera más en qué 0cu- parse, que en la instrucción de un niño, fuéra e menester ser muy discreto y entendido para hacerle progresar sin perder t1 lem- po. ¿Qué será, pues, habiendo muchos, dol vez hasta centena- res á cargo de un cctas y un ayudaute? ] ¿Cuánto cuidado, cuánto diodo cuánto td. y paciencia no les será preciso, em- plear sl quieren enseñar de manera que se aprovechen así los más aventajados como los de menores alcances; así los de í ndole” pa y dócil, como los tercos ¡y obstinados; así los de aten- laboriosi ad, como los distraidos y perezosos?! nuestro juicio una de las cosas que no debe olvidar nun- ca el maestro de instrucción primaria es quela infancia se ( is- tingue por dos calidades muy notables, y y que según corno se AS ceda con respecto á ellas los resultados serán muy provechosos ó muy estériles, muy buenos ó muy malos. Estas dos calidades son: 1% la facilidad de recibir toda clase de 1 Impr resiones: 2 0 ticultad de comprender muchas cosas á un tiempo. Estas dos calidades si las tuvieran presentes continuamen- te los maestros podrían adelantar macho más en la enseña y producir mejores efectos en el corazón de los o La fact lidad con que estos reciben toda clase de 1 impresiones hace ante todo indispensable el más esernpuloso cuidado en las doctrinas y en los hechos concernientes á la rel gión y la moral. periencia de cada día nos está cuseñando que cl hombre se. — 161 — siente toda sa vida de las impresiones recibidas en:l, primera in- -—— fancia, y si nos fuera dado seguir el hilo de muchas vidas en- - Contraríamos un asombroso encadenamiento que conduce al in- dividuo por la carrera del vicio ó: de la virtud, del crimen ó del heroísmo, y cuyo primer eslabón arranca de los ejemplos que se ofrecieron á sus ojos ó de las palabras que oyeron en la escuela ó en el hogar doméstico. E UP 2arogst Fuera de desear que los maestros de primera educación no sólo profesasen principios religiosos y morales, sino que también los pusiesen en práctica, es decir que sería menester buscar para estos destinos, hombres sinceramente morigerados, porque de Otra suerteno es posible que los niños no presencien repetidas veces escenas que los escandalicen. (Quien no está adherido de corazón á las creencias religiosas podrá aparentar religiosidad por Interés propio, por consideración á los demás, y quizás hasta por el deseo de que los otros, sobre todo los de tierna edad, no se aparten de la fé que él tiene perdida. Mas, como la verdad es el estado normal del hombre y la ficción continuada no es posi- ble; resulta que á lo mejorse olvidan esta clase de actores de que están representando su papel y hablan ú obran conforme á sus erradas doctrinas. El niño que casi siempre tiene fija la vista sobre. sus superiores, que recoge con avidez las. palabras que ellos pronuncian tal vez sin advertir lo que dicen, que ob- serva todo los actos de las personas que ejercen sobre él alguna autoridad, y que además tiene una fuerte inclinación á referir todo lo que oye y á imitar lo que vé, considera como de poca Miportariss 16 que ha llegado á notar que es reputado como de escaso valer por aquellos aquienes respeta: así como venera pro- ndamente loque ha visto venerado por las personas que le gobiernan. E, : Ñ La otra calidad de los niños, ásaber, la dificultad de com- _ Prender muchas cosas á un tiempo, indita cuán necesario es que se emplee en la enseñanza un método sumamente sencillo, pues que jamás se cuidará lo bastante de remover los obstáculos que detiéne la marcha de una inteligencia que da los primeros pa- . practican 'Ó aprenden; bien que á decir verdad esta errada cos- ¿Qué inconveniente habría, por ejemplo, en que al enseñar los principios de aritmética “se procurase hacer comprender á los m- 108 con observaciones claras y sencillas la razón de las reglas que practican? Semejante descuido produce el fastidio que naturalmente engendran tareas en que se procede deltodo á es- curas, y háte además que se olvide con tantá facilidad lo «que se ha aprendido con tanto trabajo. “Ateniéndonos al mismo — 168 — punto que hemos indicado, todos sabémos lo que comunmente suele decirse, de que nada se olvida con tanta prontitud como la aritmética; y no es raro ver jóvenes que habían adelantado bastante en ella, y que sin embargo ni aun recuerdan las cua- tro reglas fundamentales. Y esto ¿por qué? Por que se les ha enseñado la rutina de la numeración sin hacerles notar las razones que explican su hermoso mecanismo; se les ha enseña- o ¿practicar las reglas de sumar, restar, multiplicar y dividir sin explicarles por qué los datos se colocan de esta ó de aquella De suerte que no teniendo el niño una memoria tal que'pueda retener exactamente todas las reglas, que es felicidad poco co- mún, no sabe á donde volverse tan pronto como ha perdido de vista los casos en que se ejercitó en la escuela. a No es verdad que la aritmética si llega á comprenderse, no sólo su ¿ sinó también la razón de sus reglas, sea tan fá- il de olvidarse como ordinariamente se erée; al contrario, sus principios son tan claros, las consecuencias que de estos dima- nan son tan sencillas en sí y tan evidentemente enlazadas con los axiomas, que una vez se haya fijado la atención sobre estos objetos y se haya ilustrado la inteligencia con algunas aplicacio- nes á ejemplos variados, se gravan fuertemente en la memoria s reglas principales, y si kfelitis vez se olvidan basta una li- pa reflexión de quien la ha de emplear para que se renueven esde luego. no se lo escribimos en el orden conveniente, se equivoca con mucha facilidad colocando los guarismos en distintos órdenes en una misma columna. ¿De qué dimana ese error? Dimana de que en su cabeza hay la mayor confusión de ideas, ó mejor diremos, no hay ninguna idea sobre el motivo por el cual el pri- mer guarismo de la derecha que expresa las unidades se ha colocar debajo del otro guarismo de la derecha que expresa can- tidades de un mismo orden. Todos sabemos por experiencia la confusión que nos catsó nalmente la regla se olvidaba tan pronto como se de tiéarse. No sucedería así teniéndose el cuidado de dar una — 169 — resultados de que á cada paso necesitamos en los negocios comu- nes de la vida. ¿Qué confusión no producen en el entendimiento del niño las reglas de los quebrados? Noes raro oír á personas adultas que jamás han podido comprender dichas reglas, que se les ol- vidan muy e, Mc y que en ofreciéndoseles una cuenta don- de entren quebrados ya no saben como salir del paso, y que tienen que valerse del auxilio de un amigo. ¿es por ventura que la inteligencia de los quebrados sea tan difícil como suele decirse? Ciertamente que no: explíque- se bien su naturaleza, fíjense luego las ideas sobre lo que expre- san el numerador y el denominador; establézcanse los princi- pios en que se funda la variación que el quebrado sufre por las alteraciones de uno cualquiera de sus dos términos, y entonces no costará trabajo, ni aún á las inteligencias más medianas, el comprender la razón de todas las reglas que se dan para las ope- raciones sucesivas. . Con estos ejemplos se echa de ver que el secreto de ahorrar tiempo y fatiga, no es adelantar mucho de una vez haciendo praec- ticar al niño crecido número de reglas en pocos «días, para que mil veces vuelva sobre ellas y otras mil no las entienda. Esta- mos persuadidos que si se trabajase algo más en el desarrollo de a inteligencia de los niños, no recargando demasiado su memo- ria, sin dejar por esto de ejercitarla lo suficiente, se obtendrían resultados más sólidos y provechosos. Una inteligencia desa- rrollada á tiempo produce mejores frutos, no sólo porque le que- más espacio en el brevísimo trecho de vida que nos ha sido otorgado, sinó también porque desenvolviéndose sus facultades Intelectuales al par que las físicas, se evita el inconveniente de que les pasionez absorban la razón, y con el crecimiento del cuer- po permanezca como adormecida y sepultada el a Ls cierto que así para el espíritu como para el cuerpo no conviene una precocidad excesiva, y que es menester en la edu- cación de la niñez recordar aquella máxima de que el tiempo no respeta nada de aquello en que no ha tenido parte; pero esta con- sideración muy fundada y prudente en nada se opone al desarro- O suaye y oportuno que estamos aconsejando. seamos Únl- camente que se destierren de las escuelas esos métodos rutina- rios en que todo se hace maquinalmente. (Queremos que las os- cuelas de instrucción primaria al paso que sirvan para comuni- car á los niños las nociones propias de su edad, sean también un semillero de ideas más aventajadas y de orden superior, 10 pre- cisamente porque estas se las deban enseñar los maestros, sinó por lo que pueden contribuir con métodos o á desenvol- ver aquellas tiernas inteligencias que esperan para. desplegarse el calor de otra inteligencia más formada, como la flor que abre J. B. y. ai PTO cia MR. CHEVREUL, Ha fallecido en París, á la edad de ciento tres años, el ilus- re químico francés Mr. Michel Eugéne Chevreul, el “decano de los estudiantes de Francia”, como él mismo se llamaba modes- tamente, y sin duda el más anciano de los sabios que hoy exis- ten. Su hijo Mr. Henry Chevrcul murió hace días á los sesen- ta y nueve años de edad. e fué Ericsson para la ingeniería mecánica, lo que es química aplicada á las industrias. Como ambos Mr. Chevreul era un trabajador infatigable, y como Ericsson y más que Erics- son alcanzó edad provecta á fuerza de sobriedad y método, con- servando, sus hábitos de laboriosidad hasta los últimos años. Nació M. Chevreul en Angers por el año 1786. Era hijo de un ntc distinguido, é hizo sus estudios con gran aprove- a en la Escuela central de Angers. +A los 17 años pa- ó á París y entró á preparar productos químicos en el laborato- rio, de Mr. Vauquelin del cual no tardó en dársele la dirección. Desempeñó sutesivamente cátedras de química en el Liceo Car- lomagno y en la Universidad, y en 1224 fué nombrado director del departamento de tintorería y e de química especial en la fábrica de tapices de los Gobelino En 1826 pasó á ocupar en la sección “de química de la Aca- demia de ciencias el sillón que había dejado vacante la muerte tanto estrago causó en varias instituciones del saber ú de las ar- tes, exponiendo valerosamente su vida por 0 de la destruc- ción sus queridas colecciones científicas. n 1879 le fué admi- tida su dimisión de director del O onsarraRdo sin embar- go su cátedra de química. La relación de los trabajos de este incansable obrero de la ciencia sería innumerable. Una de sus obras más renombradas, qus abrió una nueva senda á la química orgánica y le valió el que se le ddjdicass un premio de 12,000 francos instituido por la So- ciedad de Fomento dela industria nacional, fué el titulado /%- Vestigaciones us acerca de los cuerpos crasos de orígen 1 ant- mal. Publicó además las: Lecciones de química aplicada á la tintorería ;' Colores Y sus aplicaciones á las artes industriales; Historia de los conocimientos” químicos, etc., etc. La química le debe el descubrimiento de centenares de sustancias de gran: apli- cación indys trial. Tomáda del SUPLEMENTO Á “LAS SOVEDADES”.—Newé-York; Y1 de ¡Abri 158 ——>). e 111 : CULABURAGIÓN: AL ILUSTRE ORADOR QUITEÑO, CEA Ta Pa 7 Y OBS 1102 BOS Mario da E WiGlikbsaie SUWO ar io... Ya eds acta We . e a SONETO. Napoleón invicto, prepotente, E Donde quiera que hería con su espada do La victoria brotaba de la nada á En pavor abismandó al asta A AA A A E AS Napoleón retorna del cata eloria acaudalada => la. pa >> ¡O A 3 pa] ($) de EE Y Ser ansía el monarca de Occidente. - Y las naciones todas de una en una Se postran ante el genio de la fama; Pero en Cádiz se estrella su fortuna. » : ¡Espeñal el dz tu victoria aclama ¿ Quién al triunfo te arrastra,-te important: ? Mejía cuya voz tu honor inflama. RICAURTE EN SAN MATEO, SONETO. Brillante numen del patriota suelo, ¿Do se esconden los cánticos de gloria De la más grande y sia igual memona. Que los siglos acatan en su vuelo? Rasga del tiempo A so 0 Y mira con los fastos de la historia — * : ¿Que Bolívar el genio en la victoria, O “Triste dévora un Ets duelos 75 1*:5 SE 3 E s A — 172 — Mira las patrias huestes destrozadas, Sin que esperanza el corazón avive. Triunfa Boves. . .¡Serán aniquiladas! Que nadie el pecho del acero esquive. Truena horrible. . ¡Las horas son contadas! Ricaurte muere, sí; ¡Colombia vive! AURELIO M. VILLAGÓNEZ. (Estudiante de Jurisprudencia). A q q ACTAS DEL COXSEJO GENERAL DE INSTRUCCION PUBLICA, +1 Consejo General de Instrucción Pública, autorizado por el . , l C agosto de 1888, dicia ol siguient REGLAMENTO PARA LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LITERATURA DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL. 140) de Literatura española y americana y de Literaturas extranjeras. Art. 22 La enseñanza de las materias expresadas será Su- virtud de la autorización concedida á la Facultad por el artículo ES REM EE II ES A A A e id — 173 — ción Pública pidiere acerca de los ramos que se enseña en la Fa= cultad; e) proponer al Consejo General las obras que deben servir para textos de la enseñanza; determinar la distribución de las horas de clase en las asignaturas de la Facultad; e) resolver las cuestiones que, tocante al régimen interior, le sometieren cl Decano ó los Catedráticos; declarar con vista de los expedientillos, la aptitud de los estudiantes que quisiesen obtener grados; £) elevar al Consejo General, según la ley, las ternas para proveer en propiedad á las clases vacantes; Ss; A) nombrar profesores suplentes conforme á la ley; 2) indicar á los catedráticos las modificaciones que debieren introducirse en el servicio de las clases, cuando se observase en él alguna deficiencia J) toda resblación acerca del régimen interior ó de otro pun- to relacionado con la Facultad, será comunicada por escrito á ca- da uno de los profesores. Para conocimiento de los alumnos, cuando fuese necesario, se fijará la resolución en un lugar público de la coran da dispensar en todo ó en parte, ajustándose á la ley y al reglamento general, pe Pais que deben erogar los pretendien- te es.á grado en la fac l) indicar las pe que han de comprarse para la sección correspondiente pe > Biblioteca y disponer cuanto fuese menes- ter para su ies Art. 6 o Uno | de los profesores, elegido conforme á lo dis- puesto por la ley y por el reglamento general de estudios, será Decano de la misma Facultad; y serán sus atribuciones: a) vigilar escrupulosamente por el buen nombre de la Fa- cultad, dictar las órdenes conducentes á este objeto, y proponer n caso necesario al Consejo General ó al Ministerio de Instruc- ción Pública cuanto estimare conveniente para el mismo fin; d) llevar la correspondencia de la Facultad con la Secrelelo de Instrucción Pública, con el Rector de la Uuiversidad, etc.; e) presidir en los exámenes, grados y demás actos públicos de la Facultad; f) citar á los catedráticos para los exámenes y grados, seña- lándoles día y hora con la autorización necesaria; g) compelerlos al cumplimiento de la obligación que les impone el artículo 1 5 presenciar el sorteo de puntos acerca de los cuales debe versar el examen de los aspirantes al grado de de Pachilet; - 2) refrendar los títulos de los graduados; J) autorizar con el Secretario las actas de hos sorteos de exá. ión mencs, de grados y de reuniones de la Facultad; 4) presentar, al fin de «cada año, al Rector de la Universi- dad un informe tocante á la enseñanza del año escolar fenecido, é indicar las reformas ó mejoras convenientes para el adelanta- miento del aprendizaje; 7) exigir de los profesores los informes parciales que hu- biese ESQ para llenar la obligación expresada anteriormente. Art. 6? La falta accidental del 'Detáno suple el catedrático miás antiguo de la Faculta Art. 7? A falta de catedráticos qu sustitutos ó in- terinos, el Delino formará tribunal examinador, llamando de fuera de > EanniaO personas que a de los requisitos legales. rt. 8%. Son deberes y atribuciones de los catedráticos: a) Sa el programa del aprendizaje, al comienzo de cada po escolar y someterlo á la Facultad para los fines del e 2) art. dde y c) mantener el orden en la “clase, é s infundir á los discípulos lecciones ele educación, al propio tiempo ue la instrucción rcs- pectiva; d) bale las diones de modo que en el curso del año escolar concuerde la enseñanza.con el programa LebSi 000 e; e) asistir á los exámenes, grados y reuniones á que fuesen convocados por el Rector ó por el Decano; firmar los títulos de grados conferidos por la Facultad; £) suministrar á las autoridades superiores los informes que pidiesen acerca de la organización, los textos y el estado de las clases, y de los asuntos relacionados con los ramos de enseñanza; h) dar singularmente buen ejemplo á los alumnos, sicnas extrictos en el cumplimiento de los deberes. Art. 9? Los profesores sustitutos é interinos tienen los mis- mos der y deberes de los principales y propietarios, cuan- do hacen sus veces. -Art. 10% Al principio de cada año escolar se publicarán, a conocimiento de los alumnos, las modificaciones que se hu- ici introducido en la enseñanza. Des espués de principiado el año escolar, no podrán los Din pl avotanciale jes los a ios al comenzar e A las rio be y á la Biblioteca, La o de: los alias á' las clases, apre wécilbn y conducta se harán constar en: las listas. ó re Pl) stros priv ados que llevarán los catedráticos, Art. 13. Los cursantes que, conforme á la facultad e se les concede el artículo 52 del Decreto Legislativo de 8-14 de to del corriente año, hubiesen comenzado á concurrir á an de las clases de Literatura, no podrán trasladarse . la otra, sin cau- sa e á juicio de la Facultad. 14. Para examinador en las materias concerñientes 4 la Fátuttad se necesita ser Bachiller en Filosofía, rt. 15 Los trabajos científicos y literarios para los “Ana- les de la Universidad” serán presentados por los catedráticos ca- da mes en turno riguto Art. 16. Llenados los requisitos legales, y dados los exáme< nes previos á la opción de grados en la Facultad, ésta expedirá al graduando un título coúcebido en los siguientes términos: “La República del Ecuador, y en su decai la Facultad de Filosofía el Literatura de la Universidad Centr e notorio: que habiendo completado a Señor N. N. los Cursos 3 Pitosofí ía y Literatura, según las Ne Prat legales, se presentó á examen para reci ibir la investidura de:......... ) en dicha Facultad; y en mérito de la aprisbación que obtuvo, se le confirió el referido grado el día.......- Mr e A Por tanto se le da este título de conformidad con las Hrescrip. - Ciones de la ley, en Quito, Capital de la República á.......... : Dado en Quito, á 14 de marzo de 1889.—El Presidente, - Elías Laso. —El Delegado del Sr. Arzobispo, Federico González ' Suárez.—El Rector de la Universidad Central, R. Barahona. — El Decano de la Facultad de Jurisprudeucia, Julio B. Enríquez, — El Decano de la F acultad de Medicina, Rafael: Rodríguez Mal= donado.—El Decano de la Facultad de Ciencias, José María Troz -Ja.—El Decano del Instituto de Ciencias, Luis Sodivo, S. JZ= - El Decano de la Facultad de Filosofía y Literatura, CU: KR. Toz ar.—El Rector del Colegio Nacional, 72008 L: > alicut aa S. J—El Secretario, Carlos Péres 2 | Apruébase.—ANTONIO FLOR SEL Ministro de begin - ción Pública, oe Laso.—Es Sopa El Subsecretario. Carlos Pérez Quiñóne -— SESIÓN DEL 14 DE FEBRERO DE 1889. a los Señores Presidente, Delegado del Sr. ad zobispo, Rector de la Universidad, Decanos de las Facultades ' Medicina, Filosofía y Literatura y co Instituto de Ciéncias. Se aprobó el acta dé la sesión añter = 176 — Pasó á estudio del Sr. Decano de la Facultad de Medicina la solicitud del Sr. Dr. Manuel Palacios, quien consulta si podrá seguir dictando la clase especial de obstetricia en la Corporación Universitaria del Azuay, á pesar de que el Sr. Rector se opone porque el Reglamento del Colegio señala cierto número de pro- fesores. : > a La solicitud del Sr. Doroteo Molleda, Profesor del Colegio de San Vicente de Guayaquil, para que se separen las enseñanzas. de las gramáticas latina y castellana, pasó á estudio del Sr. De- cano de la Facultad de Filosofía y Literatura. Se aceptó la renuncia presentada por el Dr. Vicente Paz de los cargos de Rector del Colegio de San Vicente y de Profesor de Derecho Práctico. Se pidió informe al Sr. Decano del Instituto de Ciencias pa- ra resolver la solicitud de los Sres. Leonardo R. Aulestia y Adol- fo Fasio, quienes piden que el sueldo del Vedel se divida entre ellos por iguales partes, por haberle subrrogado en sus funciones sde que presentó su renuncia. Fué aceptada la renuncia del cargo de Vedel del Colegio de San Vicente en Guayaquil, presentada por el Sr. Francisco Aviléz. _Se leyó el siguiente informe del R. P. Rector del Colegio Nacional de San Gabriel, en el Proyecto de Reglamento para el Colegi ueve de Octubre” en Machala: “Sr. Presidente: — puntos de mayor importancia, del ya aprobado por el Consejo para el Colegio de San. Luis de Cuenca. Esto no obstante, nO- tase algunas diferencias y discrepaciones con dicha Ley y el Re- glamento General, las cuales habrán de corregirse en las tres dis- cusiones, á que debe someterse el reglamento propuesto. No escasean tampoco las faltas de redacción que no dejan de ser notables en un documento destinado'á reglamentar la instrucción pública.—Quito, 10 de febrero de 1889.—Lorenzo L. 1vI- cente, Sd - En seguida se dió la 1% discusión al Proyecto citado. Ter- minada ésta, el H. Consejo ordenó que se pidiese al Sr. Gobers nador de la Provincia del Oro informe sobre el estado de la en- sulta del Sr. Rector de la Corporación Universitaria del Azuay. ia A E RN IRA PE NO A EN A SO RIO E ANN PEA OR AI A PEDO DI ON — 1717 — sobre si es obligatorio en el Colegio el aprendizaje de francés é inglés. tud para que se dirija en términos más respetuosos á la Auto- ridad Pública. (Terminóse). El Secretario, CARLOS PÉREZ QUIÑONES. ¿ERA AAA $ SESIÓN DEL 27 DE FEBRERO DE 1880. La declaró abierta el Señor Presidente con asistencia de los Señores Rectores de la Universidad y Colegio Nacional, De- canos de las Facultades de Medicina, Ciencias, Instituto y Fi- losofía y Literatura. Se aprobó el acta de la sesión de 14 del presente. Fué aprobado el siguiente informe del R. P. Decano del Instituto de Ciencias en la solicitud de los Sres. Leonardo L. Aulestia y Adolfo Fassio:—“República del Ecuador.—Quito, febrero 21 de 1889.—Señor Presidente del H. Consejo de Ins- trucción Pública. —Señor: En lo relativo á la solicitud de los Sres. Leonardo R. Aulestia y Adolfo Fassio, los cuales, ha- biendo desempeñado durante el mes de enero próximo pasado - en el Colegio de Guayaquil el cargo de bedel, vacante por re- quien loreemplazara, que el oficio de que setrata, no parece com- Lerántos y los deberes de un profesor y que mejor Será servido por una que por dos personas, para evitar subter- fugios en la responsabilidad inherente al oficio.—L£. Sodiro, S, J.” _ Aprobóse el siguiento informe del Señor Decanó de la Fa-. cultad de Ciencias en el proyecto de contrato para establecer en Guayaquil una escuela de Agrimensura práctica: —“Señor Pre. * — 178 — sidente. — Vuestra comisión encargada de estudiar la solicitud del Sr. Joaquín Andrade, opina: que se debe acceder á lo pedi- do, siempre que el solicitante so sujote á las condiciones pro- puostas por el Supremo Grobierno.—lÉste es mi parecer, salyo e más acertado de esta H. Corporación.—Quito, febrero 21 de 1889,—J. M. Troya.” Las condiciones impuestas por el Gto- bierno son las siguientes; “República del Ecuador.—Ministorio de Justicia, Culto, Instrucción Pública, Beneficencia y Estadís- tica. —N? 14.—Señor Gobernador de la Provincia del Cruayas.— Quito, enero 9 de 1889.—En la representación del Sr. Joaquín ndrade para establecer una clase de Agrimensura práctica, se autoriza 4 US. para celebrar el contrato con las condiciones si- guientes: 1% Que el S». Andrade presente el título ó diploma de agrimensor, legalizado si fuese obtenido en país extranjero.— 22 Tendrá el sueldo fijo de cien sucres cualquiera que sea el número de alumnos.—3? Si no llegaren los discípulos á diez no habrá lugar al contrato.—1? Debe someterse á la ey de ins- trueción Pública, al o ueneral, al especial del Institu- to, en lo que diga relación con esta enseñanza y al programa de mismo Instituto para los agrimensores.—5* Los exámenes para obtener el diploma de agrimensor se darán en el Instituto de Ciencias de Quito.—6? Debe presentar un presupuesto de los útiles necesarios antes que se perfeccione el contrato.—7? Dará la enseñanza en el Colegio de San Vicente y estará sujeto al respectivo reglamento.—Además US. se servirá informar si en l Colegio hay local adecuado para este objeto.—Dios guarde á U.—Elías Laso.” Fué aprobado el informe siguiente del R. P, Decano del Instituto en la solicitud del Sr. Virgilio Salazar: —“República del Ecuador, —Quito, febrero 21 de 1889.—Señor Presidente del H. Consejo de Instrucción Pública.—£eñor: Encargado de examinar la solicitud del Sr. D. Virgilio Salazar, contraído á pedir 4 este H, Consejo que apruebe como texto de enseñanza de contabilidad el “Pratado” que le presentó sobre esta materia; el infrascrito opina que no es de esta Corporación ocuparse asunto en cuestión, puesto que la enseñanza de esta materia no está todavía establecida legalmente en la República, n1 se hallo citada entre las materias que la le prescribe.—L£. Sodiro, É. de . Sometida á resolución del H. Consejo otra solicitud del mismo Sr. Virgilio Salazar, en la que pide se declare enseñian- za necesaria, y preferente la de alehdad después de leídas odas las atribuciones que la Ley de Instrucción Pública € Conscjo General, se decidió que esta leclaratoria no podía haeer- la legalmente. A Cuando se discutía el informe del Sr. Decano de la Facu? tad de Filosofía y Literatura en la solicitud del Sr. D. Molleda, hubo de suspenderse la discusión y terminarse la sesión, por- que el Sr. Ministro de Instrucción Pública fué, llamado por el 3 | ] | — 179 — Excmo. Señor Pride de la República, y la ley no > designa quien debe presidir en su falta, Ll Secretario, Carros Pírrz QuiRosEs, ¡SESIÓN DEL 14 DE MARZO DE 1889. Concurrieron los Señores Presidente, Rector de la Univer- sidad Central, Decanos de las Facultades de Jurisprudencia, Me- dicina, Instituto de Ciencias, Filosofía y. ci e aprobó el acta de la sesión anter Aprobóse el informe del Señor Decana de la Facultad de Filosofía y Literatura en la solicitud del Señor Doroteo Molle- a.—'““H. Sr. Presidente del Consejo General de Instrucción Pú- blica.—El Sr. Doroteo Molleda, Catedrático de Gramáticas lati- na y castellana en el Colegio Nacional de San Vicente del bu yas, en su soleitdd de 15 de encro próximo pasado, expone quele es imp te lasasignaturas de lacia y castellano, en tres horas diarias, á los cursantes de los tres pri- meros años de Humanidades; y fundado en esta razón, pide que se le aumente el sueldo para dividir las referidas asignaturas y dar en otras tres horas las lecciones de lengua castellana.—Según in- forme del Señor Subdirector de Estudios de la A antes estuvo separada la enseñanza de los dos idiomas; mas, como hubiesen venido á menos las rentas del Colegio, se nba indispen- sable por economía la reducción de las dos clases á una.—No ex- presa el Señor Subdirector si ha dejado de existir la causa de la tal economía, perjudicial á los intereses de la enseñanza; pero sí Opina que deben ser separadas las aulas.—En .virtud de las ra- zones alegadas por el peticionario y por el Señor Subdirector de Estudios, el informante que suscribe cree: que el H. Consejo General debe disponer la separación de los tres cursos de latini- ad, y encargar cada uno de ellos á un distinto catedrático, á fin de que se haga el estudio comparado, de los dos idiómas, y, SO odo, sé conforme la enseñanza al espíritu de la Ley de Instrucción Pública y al Reglamento General de Estudios: —Sal- vo él más e juicio ctc.—Quito, á 21 de febrero de 1889.— Carlos R. Toba Se dió ctra 4 los oficios cruzados entre e a Gobernador de la Provincia del Guayas, el Subdirector de Inst 1 Pública. el Rector del Colegio: de San Vicente con motivo da la imputa- - Sión hecha por los periódicos de Guazaquá e SE Doroteo Mo- — 180 — leda de que cobraba á los alumnos una pensión por la enseñan- za de Gramática catellana. Leyóse el siguiente oficio del Señor Decano de la Facultad de Filosofía y Literatura: “Decanato de la Facultad de Filoso- fía y Literatura de la Universidad -Central del Ecuador.—Quito, 19 de febrero de 1889.—H. Señor Presidente del Consejo Gene- ral de Instrucción Pública.—La Facultad de Filosofía y Literatu- ra, en sesión de esta fecha y con motivo de la solicitud de los se- ñores Aureliano Guerrero y Alejandro Urresta, á fin de que se les declare en aptitud para optar al grado de Bachiller, dispuso uc se consultase al H. Consejo General, si está incluída en la declaración de validez otorgada en 17 de enero próximo pasado, la excusa de la falta de matrículas, que se nota en los espdien- tillos de estudios hechos en la ciudad de Pasto por los jóvenes peticionarios.—Dios guarda á Us. H.—Carlos R. Tobar. El H. Consejo decidió que no estaba comprendida la dis- pensa de la falta de matrículas en la declaración de validez de los estudios hechos en la ciudad de Pasto por los jóvenes Aureliano Guerrero y Alejandro Urresta. Leyose el siguiente oficio del Señor. Director del Instituto de Ciencias. "República del Ecuador —Dirección del iio de Ciencias.—Quito, febrero 21 de 1889.—Al Ecxmo. Sr. sidente del H. Consejo General de Instrucción Pública. —Señor. — La H. Junta General del Instituto de Ciencias ha temido man- cillar su decoro al fijar el sueldo que deben gozar los Señores Profesores en el presente perívdo económico; por lo que, ea la recomendación de someter tal asunto á la deliberación del Consejo.—Dios guarde á á VE.—José María Troya.” FIFL Consejo, á á propuesta del Sr. Presidente, aprobó el aumento de 25 por ciento en los sueldos antes designados; pero sin efecto rstroactivo. consulta del Sr. Gobernador de la Provincia de León sobre á qué autoridad han pasado las facultades del extinguido Consejo oi pasó á estudio del Señor Rector de la Uni- versidad Cen Fué cda la solicitud del Sr. Ramón M. Eguigúren de Loja, quién pide se le permitan dar anticipadamente, en el mes de mayo, los exámenes de segundo año de derecho privado. Pasó á estudio del Señor Decano de la F acultad de Ciencias la nueva solicitud del Sr. Federico Muñoz, de Cuenca. A estudio del Señor So de la Facultad de Medicina, la: solicitud del Se Dices Fue tes. trucción Pública etc.—H. Señor.—Con el interés debido, tengo el honor de elevar á US. H. el acuerdo expedido en 11 de octu- — 181 — bre del presente año, por el lustre Consejo Municipal del Can- tón de Cañar; esperando que US. IL. se sirva someterlo al conocimiento de Su Excelencia el Jefe del Estado. Mas creo conveniente manifestar á US. H. que por cl artículo 6% de dicho acuerdo señala el 8 97, al Colector Cde recaudación, y en mí concepto debe pagarse á lo más el 4 5 - Tampoco se lc exige la fianza pue debe rendir este funcio- nario, y por consiguiente no quedan asegurados los fondos que entran á su poder. US. H. sabrá apreciar como crea convenien- te estas observaciones.—Dios guarde á US. H.——Rafael de l7 Paz Bayas.—El Consejo Municipal de Cañar;—Considerando:— - Que la ley reformatoria de aduanas, sancionada el 20 de agosto del presente año en la distribución que hace del 20 9%, de recar- goen la aduana de Guayqauil, vota la suma de dos mil sucres para fundar y sostener una escuela de niñas en este Cantón:— . Art 1% Se destina toda la cantidad votada por dicha Ley para la fábrica de una escuela de niñas en la cabecera de este antón. Art. 22 La Municipalidad costeará con sns fondos, mien- tras se concluya la fábrica, los gastos de la enseñanza de una escuela de niñas. l Art, 32 Sé autoriza al Sr. Procurador Síndico Municipal para que pueda comprar, de una manera particular, ó por desa- propio, el sitio denominado “La Ermita” perteneciente á los he- rederos del Sr. Romualdo Vásquez y Manuel Ochoa. Art. 42 La fábrica se hará por cuenta de la Municipalidad; y su dirección estará á cargo del Presidente del Concejo; debien- do este empleado someter á la aprobabión del Ayuntamiento, los planes de la fábrica, que serán trabajados por una persona Competente. ; E Axt:s2 La Municipalidad nombrará un sobrestante, con la dotación de ocho sucres mensuales, y este empleado estará suje- to á las ordenanzas de obras públicas expedidas por esta Cor- poración. Art. 62 La recaudación é inversión de las cantidades que se tomasen de la aduana, estarán á cargo de un Colector espe- cial, nombrado por la Municipalidad á quien se le asigna la do- tación del 8 9%, : Art. 7% El Colector podrá girar letras á favor de las perso- has que las comprare, y el premio, si lo hubiere, acrecerá los fondos de la fábrica. E Comuníquese á la Jefatura Política del Cantón, para su eje- cución y cumplimiento.—Dado en la sala de sesiunes, del Can- tón de Cañar, á 11 de octubre de 1888.—El Presidente del Con- cejo, Darío Espinosa.—El Concejal Secretario, Manuel Arízaga.— Certifico con el juramento legal: que el presente acuerdo ha si- do discutido en las sesiones de los días 8, 9 y 10 de los corrien- == 188 tes. —Cañar, octubre 12 de 18838.—El Secretario Municipal, :1/4= nuel Arícaza —Jefatura Política del Cantón de Cañar, octubre 13 de 1888.—Ejecútese y publíquese por baño: —José de lá Cruz Martínez —El Secretario, Menuel Arízaga —Cañar, octu- bre 14 de 1888.—Se publicó por bando el acuerdo AS en la forma legal. — Fidel Baca, Escribano público.—Es c ¿ ñar, diciembre 24, de 1888.—El Secretario Menicipal “Manuel Mrísa Se: puso en conocimiento del H. Consejo el nombramiento de profesor interino de Filosofía para el Colegio de San Pedro de Guaranda, hecho por el Señor Subdirector en el Dr. Gabriel Igiacio o illa. ó la redacción definitiva del Reglamento de la Fa 3 cultad de p osoÑ ía y Literatura de la Universidad Central. SESIÓN DEL 21 DE MARZO DE 1889. Concurrieron los Bañores Presidente, nctard de la Uns Pa y pea Nacional, Decanos de Meliciua y del Insti- tuto as. a Se Eprabo el acta de la sesión anterior. — > AP el ávimonto de un Profesor de Filosofía len el dos acional de San Bernardo « en Loja, leído que fué. el si Las oficio: Ne pre del Eenados —Gobernación de la Provincia. ra Seminario, que habiendo rendido sus exámenes de uno cursos de Filosofía, ingresaban en el Colegio Nacional, por no sea psñberipa ya estu 2 tenían que que un Profesor Profesor par pa Ai me 3 sto icismdoré brar al Dr. J reo Véloz de catedrático En de ps ía, señalándole una renta de la cantidad -p da Col para la élase deinglés. Juzgo de cesidad en el año próximo escolar se debe crear.la A Sd ad lA — 183 — y espero, por ahora, que US, H. considerará la urgencia de la necesidad que me obligaba al antedicho nombramiento y que se servirá aprobarlo.—Dios guarde á US. H.—Ulpiano Valdivieso.” El H. Consejoordenó queso manifestaseal Sr. Gobernador de Loja la complacencia con que había visto esta disposición in- dispensable para el mejor arreglo de la enseñanza y que ojalá los fondos deb Colegio permitiesen aumentar otro Profesor en el curso venidero, de acuerdo con la Junta Administrativa. Pasó á estudio del Señor Rector de la Universidad Central la solicitud del Sr. Sebastián Ordóñez, para que se le restitu-. yan las cátedras obtenidas por oposición en el Colegio Nacional de Loja. : Se discutió por segunda vez, hasta el Capítulo 62, el Rogla- mento para el Colegio Nacional Nueve de Octubre en Machala. En la parte discutida se hicieron varias observaciones que de- ben tenerso presentes en la tercera discusión. —(Terminóse). El Secretario, ; ia CarLos PÉREZ QUIÑONES. + 5 SESIÓN DEL 28 DE MARZO DE 1889. Concurrieron los Señores Presidente, Delegado del Sr. Ar- zobispo, Rectores de la Universidad y del Colegio Nacional, De- * canos de las Facultades de Medicina, Ciencias, Instituto, Filosofía y Literatura. sae Se aprobó el acta de la sesión anterior. Se aprobó el siguiente informe del Sr. Decano de la Facul- tad de Medicina en la Solicitud de los Sres. Eloy A. Moncayo y Carlos Egas C.—“Honorable Sr. Ministro: —Vuestra Comisión ha estudiado la solicitud de los Sres. Eloy Moncayo y Carlos gas C., y opina: que deben repetir los ejercicios prácticos de Química analítica cualitativa, en razón de la amplitud de la mate- ria. Esta aclaratoria debe valer para todos aquellos casos en los que se presente la misma duda; quedando, por tanto, vigente lo resuelto por el H. Consejo enlo relativo al programa para lat- maceutas.—Quito, á 28 de marzo de 1889.— Rafael Rodríguez Maldorado,” Fué aprobado el siguiente informe del mismo Señor Decano enla solicitud del Sr. Nicolás Fuentes Robles.—“Señor Presi- dente del Consejo General de Instrucción Pública. —Vista la so- licitud del Sr. Nicolás Fuentes Robles, y estudiados detenidamen- te los documentos en que la apoya el peticionario, creo que po- deis acceder á lo pedido conforme á lo dispuesto en el art. 19 del E EA decréto Legislativo de 1887, con tal que el interesado presente en Secretaría los certificados que comprueben que ha rendido todos los exámenés correspondientes al primer curso de Farmacia.— Rafael Rodríguez Maldonado”. El informe siguiente del Señor Decano de la Facultad de Ciencias, en la solicitud del Sr. M. Federico Muñoz Barrios de Cuenca, fuéaprobado con la adición de las palabras “y que presen- te en Secretaría los certificados que comprieben haber ganado el curso anterior”.—“H. Sr. Ministro.—Estudiada la solicitud del Sr. D. M. Federico Muñoz Barrios, estudiante del Colegio de San Luis de Cuenca, encuentro ser de justicia que se debe acceder á lo pe- dido, siempre que el solicitante haya concurrido á las clases en el presente año escolar. Este es el parecer de vuestra comisión, salvo el más acertado criterio del H. Consejo.—José María oya”. El siguiente informe del Sr. Decano de la Facultad de Me- dicina en la solicitud del Sr. D. Manuel Palacios fué aprobado. —““Decanato de la Facultad de Medicina.—Quito, á 28 de mar- zo de 1889.—Sr. Presidente del Consejo General de Instrucción Pública. —Vuestra comisión encargada de informar respecto de la solicitud del Sr. Manuel Palacios, profesor de obstetricia en Cuenca, cree que el nombramiento expedido por el Subdirector de Estudios del Azuay, no está en contradicción con lo dispues- to en el Reglamento del Colegio; puesto que según el art. 1? del decreto Legislativo de 17 de agosto de 1887, goza el Poder Eje- cutivo de la atribución de organizar los colegios de la manera que mejor convenga á la buena educación é instrucción de los jóvenes; por consiguiente, opina que el Sr, Dr. Palacios debe continuar en la enseñanza que se le ha encargado, sin que sea ne- pe sacar la cátedra á oposición.—Rafael Rodríguez Maldo- nado”. Se aprobó también el informe del Sr. Rector de la Univer- sidad en la solicitud del Sr: Sebastián Ordóñez.—“Sr. Presiden- te.—El Sr. D. Sebastián Ordóñez pide que se le restituyan las cátedras de Latinidad y de Literatura que, en propiedad, [las ha regentado en el Colegio Nacional de San Bernardo de Loja hasta el año de 1883 en que fué expulsado del país por cuestiones po- líticas. La propiedad de la cátedra de Literatura se halla compro- bada por el informe del Sr. Subdirector, Gobernador de la pro- vincia; respecto de la de Latinidad, no hay comprobante alguno de su propiedad. No aparece que dicho catedrático haya incu- rrido en ninguna de las faltas detalladas en la ley, ni menos que se le haya seguido juicio alguno .en el que se haya decretado la destitución. En esta virtud, y considerando ser un acto de es- tricta justicia, opino que el H. Consejo General ordene al Sr. Sub- director de la provincia ponga en posesión de la cátedra de Lite- ratura al Sr. Dr. D. Sebastián Ordóñez por no haber sido legal- A E do ; d — 185 — mente destituído. El H. Consejo resolverá no obstante lo que crea ser más arreglado.—Quito, 28 de marzo de 1889.—R Barahona”. El del mismo Rector en la siguiente consulta del Rector de la Corporación Universitaria del Azuay.—“República del Ecua- dor.—Rectorado de la Corporación Universitaria del Azuay.— Cuenca, enero 18 de 1889.—Al H. Sr. Ministro de Estado en el Despacho de Instrucción Pública.—Sr.—Según el art. 36 de la ley orgánica de Instrucción Pública, la enseñanza secundaria abra- za la de gramática francesa é inglesa, y el art. 69 del Reglamen- to General prescribe como forzosa la concurrencia á una de es- tas enseñanzas en los Colegios donde estuviesen establecidos. No obstante estas disposiciones preceptivas, en el inciso 4? del art. 39 del Reglamento del Colegio Nacional de esta provincia, sancionado por el Poder Ejecutivo en 4 de enero de 1888, se establece que en el cuarto año, llamado de idiomas “se enseña- LA rá la gramática francesa á los estudiantes que quieran apren- der esta lengua, y la inglesa á los que esta otra”. Resulta de aquí que no es preceptivo en dicho Colegio el estudio simultá- neo de francés € inglés, ó á lo menos el de uno de estos idio- mas, como lo ordena el citado art. 36 de la ley orgánica. —Sien- do como es manifiesta la colisión que existe entre tales dispo- siciones, sírvase US, H. declarar cuál de ellas será la que debe observarse; teniendo en cuenta para la resolución que en la ac- tualidad asisten sólo á las clases de francés los-estudiantes que han concluído el estudio de gramática, y que los de filosofía ó enseñanza secundaria de segunda clase no asisten á la de francés ni á la de inglés, sin embargo de que hay un profesor destinado £ ” a ambas.—Dios guarde á US. H.—Juan Bla. Vásquez”. Fué negada la solicitud del Sr. Alejandro Urresta, quien pide se le dispense la presentación de algunas matrículas para ser declarado apto para el grado de Bachiller. , e discutió el Reglamentodel Colegio “Nueve de Octubre”, por segunda vez, desde el capítulo 62 del Título 1? hasta el Tí- — 186 — tulo 2? Se hicieron varias enmiendas que deben tenerse pre- sentes en la última discución. (Terminóse). El Secretario, CARLos PÉREZ QUIÑONES. A AS BOLETIN UNIVERSITARIO ACTAS. Junta Administrativa. Sesión del 12 de febrero de 1889. Asistieron los Sres. Dres. Casares, Muñoz, Herrera y Pólit y presidió el Sr. Vicerrector. Leida y aprobada el acta anterior se dió cuenta del siguiente informe, que fué aprobado.—““Sr. Rec- tor: —Encargado por la H. Junta Administrativa que US. digna- mente preside, de revisar la cuenta especial presentada por el Sr. Colector D. J. Julio Tobar, relativa á la Imprenta, la he exami- nado prolijamente, y estimándola en sustancia exacta y bien comprobada, no encuentro más reparos que hacer que los si- guientes: : 12 En 1? de junio de 1886 figuran $ 93.60 cuando por recibo del Sr. Tobar son $ 93.70 los recibidos; 2? Fn 9 de agosto de 1886 han ingresado $ 18.60, en vez de $ 17.60 monto de los intereses según la liquidación; 3? En 10 de noviembre de 1886, se han cargado $ 32.70, no siendo sino $ 32.60-los recibidos por el carpintero Miguel omán; ES 4? En 21 de marzo de 1887 aparecen gastados $ 7.98 cuyo comprobante no se ha presentado; 5% En los presupuestos de la Imprenta el páguese del Secre- tario, no comprende el sueldo del Director; _6” En 14 de julio de 1888 el encuadernador Latorre, ha recibido $ 6.40, no habiéndose visto bueno por Secretaría sino el pago de $ 3.20; — 181 — 7? En 15 de diciembre de 1888 el Sr. Bermeo ha recibido $ 138.23, cuando la orden de pago no ha sido sino de $ 137. 73; En resumen, si prescindimos de la falta de la orden de pa go que el Sr. Colector suplirá, como cs de suponerse; atendien- do solamente á los errores de la cuenta, resulta: cargados de más, conforme al N2 2 2.00. 0 E cargados de menos, conforme á los N0s 1%, 32 y 7%. 200.. .70 Diferencia á favor del Colechof. ....cviódc. 2 0.30 Es lo que puedo informar en conciencia para cumplir lo man- dado.—Sr. Rector,—Manucl María Pólit.—A última hora el Sr. Colector ha presentado un recibo otorgado por el maestro car- pintero Rafael Jurado por $ 28, valor de un armario trabajado pa- ra la Imprenta; como esta partida no está cargada en la cuenta, debe abonarse en favor del Sr. Colector.—Manuel María Pólit.” Luego se acordó que los Sres. profesores consignen hasta el 5 de cada mes los trabajos con que deben contribuír para los “Anales”; y que pasada esta fecha se publique el número respec- tivo del mencionado periódico solo con el material recogido has- ta entonces. __ No habiendo otro asunto en que ocuparse, terminó la se- sión. El Vicerrector, El Secretario, RAFAEL BARAHONA. Manuel Baca. M. Sesión del 21 de febrero de 18809. Se reunieron los Sres. Dres, Casares, Muñoz y Herrera, pre- sididos por el Sr. Vicerrector, no concurrió el Sr. Pólit. | | ué leída y aprobada el acta de la sesión anterior, y se so- metió al despacho el presupuesto de sueldos y gastos correspon- lentes á enero próximo pasado, que igualmente- fué aprobado; advirtiendo que el sueldo del portero es sólo de ocho sucres y no de diez como consta en el mencionado presupuesto. Se concedió al Sr. Dr. D. Carlos R. Tobar la gracia de que - Pueda hacer tirar por. separado, cien ejemplares de las lecciones de Literatura que está publicando en los “Anales”; con tal que - dague lo correspondiente al prensista y al entintador. | Sr. Vicerrector puso en conocimiento de la Junta; que los _ herederos del Sr. Rafael García Salaza querían vender la casa Que poseen en la calle del Correo, que era muy adecuada para - Universidad, y que pedían por ella $ 48.000. Se comisionó al Mismo Sr. Vicerrector para que contrate con los interesados y 3 == UN les ofrezca por dicha casa hasta $ 36.000, pagaderos á razón de l dos rail sucres mensuales. Con esto terminó la sesión. El Vicerrector, El Secretario, RAFAEL BARAHONA. Manuel Baca. DM. Sesión del 27 de marzo de 1880. ” Concurrieron los Sres. Vicerrector, Casares, Herrera y Pó- lit, y aprobaron el acta de la precedente sesión; no concurrió el Sr. Dr. Muñoz por hallarse enfermo. Fué leído y aprobado sin ninguna modificación el presupues- to correspondiente al mes anterior. También se aprobó la pro- puesta hecha por el Sr. Dr. Aurclio R. Espinosa para imprimir en la Imprenta de este Establecimiento la obra intitulada “Ma- nual de la Tercera Orden de Santo Domingo” que se escribirá en £ letra pica, pagando á siete pesos sencillos por pliego con la condición de que por este precio se han de tirar 400 ejemplares. 3 Se dispuso que el Sr. Colector haga traer de los Estados Unidos una prensa de mano del N? 2, los tipos y demás obje- tos que faltan para completar el material de la Imprenta y que constan en las dos planillas presentadas por el Sr. Director; de- biendo contratar para esto, con el Sr. Javier Espinosa, quien. £ se compromete á pedir las referidas facturas sin cobrar nin- guna comisión. El Sr. Vicerrector puso en conocimiento de la Junta, que el Sr. Emilio Pallares, que era el encargado por los herederos del Sr. García Salaza para vender la casa que poseen, no había ad- mitido la propuesta que le hizo conforme á lo acordado en la se- sión precedente; porque decía que había quien dé cincuenta mil pesos por dicha casa, pero que ni en ese precio le convenia venderla. Sin mas, terminó la sesión. El Vicerrector, El Secretario, RAFAEL BARAHONA. Manuel Baca MO. — 189 — Facultad de Jurisprudencia, Sesión del 25 de cuero de 1880. Presididos por el Sr. Decano, asistieron los Sres. Dres. Casares, Espinosa de los Monteros, Campuzano y Peñaherrera. robada el acta precedente, se presentó al despacho la so- licitud del Sr. Emilio Cobo, en la cual pedía se le declare apto para el grado de Doctor. Revisados los certificados correspon- - dientes, se encontraron arreglados á la ley, por consiguiente concedió la declaratoria pedida. 3 Pasó al estudio del Sr. Decano el proyecto formulado por - €l Sr. Dr. Casares acerca del orden con que se han de conceder las dispensas de las cuotas universitarias. Dióse lectura de un oficio del Sr. Rector, que transcribía otro del H. Sr. Ministro de Instrucción Pública, en el cual pedía. se indiquen las obras que actualmente sirven de texto en las clases - dela Facultad y las que en adelante puedan adoptarse como tales. El Sr, Dr, Casares dijo: que en su clase servían de tex- to las siguientes: Heinnecio. Derecho Romano.—Sala Miño. - Derecho Españo!.—El Código Civil. —y la Instituta escrita porel Mismo Dr. Casares. El Sr. Dr. Campuzano indicó las dos si- guientes obras, que actualmente sirven de texto en su clase; Insti- tuciones Canónicas por Devoti y—Derecho Público Eclesiástico E por Tarquini. El Sr. Dr. Espinosa indicó como textos de Derc- - Cho Práctico los Códigos dela República. Los Sres. profesores de Derecho Público ofrecieron indicar en la próxima sesión las Obras que podrían adoptarse para textos en dicho ramo, Con lo que terminó la sesión. El Decano, El Secretario, JuLio B. ENRÍQUEZ. Manuel Baca Mo. Facultad de Medicina. Sesión del 22 de encro de 1889. Abierta por el Sr. Decano con asistencia de los Sres. Dres. — 100: — Barahona, Egas, Cárdenas, Silva, Echeverría y Casares; no asis- tió el Sr. Dr. Muñoz por estar de duelo. Después de aprobar el acta de la sesión anterior, se sometió al despacho el informe del Sr. Dr. Cárdenas acerca de la solici- tud del Sr. Manuel Bravo que pedía declaratoria de aptitud pa- ra el grado de Licenciado, fué aprobado, y por consiguiente de- ciarado el peticionario apto para dicho grado. Dióse también lectura de este otro informe.—“Sr. Decano de la Facultad de Medicina.—Vuestra comisión encargada de informar sobre si el cementerio de San Márcos presenta meno- res inconvenientes que el de San Blas para que se suprima éste y guede sólo aquél, tiene la honra de exponer: que debe ce- rrarse con preferencia el de San Blas, en vista de su poca exten- sión, antigiiedad, mala exposición del terreno y principalmente porque dentro de poco tiempo estará situado en el centro de la población. Este último motivo bastará, por sí solo para que la co- Los inconvenientes que resulten de la supresión de este cemente- rio se allanarán construyendo otro en un sitio más adecuado. En cuanto al llamado de San Márcos es menester construírlo según las reglas de la Higiene; pues el completo descuido en. que se encuentra le hace impropio para el objeto; mucho más tratándose de un lugas sagrado. En caso de no verificarse lo anterior, es mejor que se lo inhabilite ó suprima; porque conser- varlo en el estado actual sería cónservar un muladar. Tal es el nm c Os [a] i 1888.—Lino Cárdenas.—Manuel María Casares”. bado con algunas ligeras modificaciones, y se mandó transcribirlo al H. Sr. Ministro de Instrucción Pública. Leyóse también el siguiente oficio.—N? 13.—Ministro de Instrucción Pública.—Quito, enero 18 de 1889.—Sr. Decano de la Facultad de Medicina.—El Sr. Presidente de la Junta Coope- radora para la exposición de París, con fecha de ayer me dice lo P. cree la Junta de Exposición que el Sr. Decano de la Facultad de Medicina pudiera obtener de sus profesores una lista de los ve- getales cuyas virtudes terapéuticas las tengan bien averiguadas y conocidas; y para conseguirla suplico á US. H. se sirva pedir aque- lla lista al dicho Sr. Decano. Ojalá que la diera con una indica- ción de las enfermedades en cuya cura se emplean las plantas Co- nocidas, el método de suministrarlas, el nombre científico de las plantas, como tambien el vulgar. Si además los Sres. médicos agregaran también un ejemplar de cada una de las plantas que tengan, sería muy de agradecerles.—Dios guarde á —Lar- los Fernández Madrid.—Transcríbolo á U. con el objeto indicado; aunque parece imposible que pueda llevarse á efecto la colección Y - 191 — =. de plantas medicinales en tan corto apuro de oo —Dios guarde á U.—Elías Laso. >) Se mandó reservar la contestación á este oficio, hasta la próxima reunión; porque el Sr. Dr, Barahona dijo que tenía entre sus papeles algunos apuntes acerca de las propiedades .medicina- les de muchas plantas indígenas que había estudiado y adminis- trado con bueno Citas y que: silos encontraba los prestara á la Faculta Por último se, día. cu senta de los 'ofcos y. cuadros estadísticos de remitidos por los Sres. Dres. Chiriboga, Gangotena, Andrade y Larrea. Se mandó contestar á los mencionados facultativos aplu- diendo el celo que manifiestan en el cumplimiento. de sus debe- res, y expresanda'él deseo que tiene la Facultad de que en los re- feridos cuadros se indique la duración de la enfermedad en cada uno de los individuos, y se añadan las observaciones que parezcan ' Oportunas para ie la historia de la epidemia; tal como lo ha hecho el Sr. Dr. Chiriboga. Se cerró la sesión. El Decano, El Secretario, RAFAEL RODRÍGUZ MALDONADO. Manuel Baca M. Sesión del 12 de smarso de (1889: : Se reunieron los Señores Decano, Barahona, Egas,. Muñoz, Silva, Echeverría y Casares y aprobaron el acta de la sesión an-. terior. No asistió el Sr. Dr. Cárdenas. r. Barahona puso en conocimiento de la Facultad; «ue se le hablas perdido los manuscritos en que constaban las » «Observaciones que tenía recogidas acerca de las propiedades me- «dicinales de muchas plantas indígenas; y que ps esto, no las pre- sentaba, como lo ofreció en la sesión precedente 4 Fueron declarados aptos para el grado de - Dr. los Sres. Ci- «cerón Cisneros, Leonidas Llerena, «Antonio Miño y Manuel Ma- aría Peña, después de Pa y aprobados los respectivos informes o por el Sr. D. ona. seguida se dió a de un .oficio del H. Sr, Ministro de tención Pública en el cual pedía; que la F acultad informe acerca del lugar que sea más adecuado para construír un cemen- terio que, hallándose dentro de los límites de la parroquia de San Blas, reemplace con ventaja al que actualmente existe en la mencionada. feligresía. Para informar sobre este asunto, desig- nó el Sr, Decano á los Sres. Dres. Barahona y Egas. T ambién É E — 192 =— designó á los Sres. Dres. Silva; Casares y al infrascrito para que informen respecto de los cuadros estadísticos remitidos: por los Sres. facultativos -»nonibradós 'por “el Supremo. Gobierno para que asistan 4 los enfermos del sarampión; y:á los Sres. Jefes m0 Clínica del Hospital Civíl y Militar para-que asímismo inform acerca de una solicitud de alganos Señores de Sevilla, Lieendiadós E en Medicina que querían contratár «con: el Supremo para establecer en sa gpetad. una enseñanza a poliéligica; Terminó la sesió El Decano, je eS :g El !1 Secretario, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. - al Manuel Baco Mo ¿A MO” » > OFICIOS. República del Ecuador.—Ministerio de Estado en el Des- pacho de Hacienda. —Quito, abril 10 de 1 1589. Señor Rector de la Universidad Central. De orden del Excmo. Sr. Piece de É República, remito á US. cuatro ejemplares de las obras poéticas del Sr. Numa Pompilio Llona, á fin de que se sirva dedicar á premiar los talen- tos; moralidad y as de otros tantos jóvenes que, al imparcial juicio de US, lo merecieren en los exámenes de prué- ba al fin del año escolar. 2 | Dios guarde á US. H. : | : S 3. T. NoBoa. Rectorado de la py er Central, =Quito, abril 11 de 1889. 25% alos al : : H. Sr. Ministro de Estado en el Less ape de Hacienda jotíbido los cuátro éjemplarde de iióbias poéticas del He Sr. Numa Ponpilio Llona, queS. E. el Presidente de la Repúbli ca ha tenido:á bien ordenar que se remitan á este Establecimien- to; á fin de que sirvan de premios para los alumnos .. por sus ¡ o pa y Es Juego ciega qe merecieren al eri del curso escolar, Ai 40 Tan luego bad poa el caso. se aumplirán los deseos an Excmo. Sr.. Preside Pios guarde á US: H. - : ! - RAFAEL BARAHONA. Secretaría dela Universidad Central. —Quito, abril 24 de 1889. Sr. Dr. Ezequiel Cevallos. -: ;. Por mandato del Sr. Rector, tengo. la: honra des comunicar á U;.que habiendo obtenido el Sr, Dr. D. Manuel María Casares licertéia.; para irse'á Etiropa, debe U. dictar.la clase de Palología General y Nosografí: ía hasta que vuelva él mencionado profesor. Dios guarde á' U. a a ud Baca. M Secretaría de la Opivargidad Central, —Quito, marzo9 de 1889. Sr. Dr. Víctor Manuel Peñaherrea, Hoy se sorteó el orden con que Tascdasés de la Facultad de J urisprudencia: han de presentar las: «sabanitas en:el presente año escolar, yÍ clasradeT 1 elacto eS debe tener: lagar el 23 de los córrientes:álas.doce del. día e me es honroso Poner: en conocimiento de U: .para los finés ate | Dios gnarde £ U. : Manuel Baca. M. Secretaría de laUniversidad Central. —Quito, marzo 13 de 1889. Sres. Jefes de Clínica interna y externade los cta Ci- pvily Militar de esta Capital. E Para los fines consiguientes, hengo Por “Honra comunicar á E UU; que habiéndose . sometido. al espacho de la: Facultad de 3 Medicina, en la sesión de ayer, la solicitud da de losespañales: > ra 3 Manuel Med diña, D"Fernando Días, D.Jósé María Rodríguez - Komualdo Fernández, que quieren establecer una PT dol Sh esta cuidad, el Sr. Decano pi pibes designar á UU. para [Que informer' sobre: el: particular, : nr M pz =539t-= e La solicitud original así como el oficio del Sr. Cónsul PRES raldel Ecuadoren España, está en poder del Sr. Dr.EzequielMuñoz. Dios urea á UU. Manuel Baca. M. Secretaría de la Universidad TOA e de 1889. Sr. Dr. Miguel Egas. Por mandato del Sr. Decado de la Facultad de -Méticiad tengo la honra de comunicar á U. que para el examen quincenal, que ha de tener lugar el 6 de abril próximo, fué designada por la suerte la clase que U. dirije. Dios guarde á U. Manuel Baca. M. Secretaría dela Universidad Central. —Quito, mayo 15 de 1889. Sr. Colector de rentas. 4 Me es honroso comunicar á U. que: en esta fecha comienza el Sr. Dr. D. Ezequiel Cevallos á dictar la clase de Patología Ge- neral y Nosografía por ausencia del Sr. Dr. Dn. Res María nm sares. Dios guard á UL. ) E Manuel Baca. M. A GRADOS DE DÓCTOR. EN MEDICINA de Sr. D. Miguel Ignacio Román...... 1.1.1.2.2.2.2. En JURISPRUDENCIA. sb Sr, p. Emilio C Cada! dl EXAMENES DE JORIBÚRUDENCIA 3 Sr.D, a pe 2? año de Derecho Práctico! HN ES SOS. Los “Anales” se publican a a mes. Jon este número se termina la suscripción anual. Como no he obtenido que los Sres. Agentes en las provincias me remitan el valor de las suscripciones, vuelvo á suplicarles me lo remitan junto con los números que no se hayan podido colocar ó vender ne en conocimiento del ! público, que la reimpresión del | número 22 correspondiente á la 1? serie está concluída. E rea á be trabajo E haberse agotado la 1* edición, y ser uno de los números más importantes del periódico, por las ta orales de eidación des por el Sr. Dr. D. Elías Laso. A e a 20 centavos. AGENCIAS DE LOS “ANALES”. IBARRA.—Señor D. Ricardo Sandoval. QUITO. a de la Universidad. Señor D. Rafael E. Dávila, carrera de García Mo reno. LATACUNGA.—Sr. Dr. D. Juan Abel Echeverría. AMBATO.— RIOBAMBA.— rai € Le es »” e GUAYAQUIL. a Litetión del Sr. D. Pedro Janer. SUSCRIPCIONES. Los “Anales” se 20 e con las Revistas Sd. AE y pa tranjeras del mismo volúm o Insértanse toda clase Se avisos sobre asuntos referentes la | Instrucción Pública, y al cultivo de las ciencias y las letras. : s que no pasen de cuarenta palabras. .....----- $ 0.30 Los que pasen de este número, por cada cinco pa- labras A CORRESPONDENCIA. Ha de dirigirse al Sr. D. E Larrea Lizarzaburu, en- cargado de la edición de los “Anale E : | Pr “SERIE 3. ta ANALES DE LA UNIVERSIDAD GENERAL DEL ECLADOA. PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN- TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS ARTES EN EL ECUADOR. NOM. 19 CONTENIDO. Lecciones de Literatura, por el Sr. Dr. D. Carlos R. Tobar.— Breve resumen histórico de los Concilios generales, por el Sr. Dr. D. José N. Campuzano.—Destrucción de langostas, por el Sr. Dr. D. Abelardo Egas.—La Ramtí, por el R. P. Luis Sodiro, S. J.—(Colaboración).—Pequeño ensayo de estudio sobre la lepra, por el Sr. Dr. D. Jenaro Ribadeneira G.—Boletín Uni- versitario. de QUITO. _—_— Imprenta de la Universidad Central del Ecuador 1889. DIRECTOR DE LA IMPRENTA, NICANOR J. ARBOLEDA. E E [ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO. E ua, ? Quito, junio 30 de 1889. 1593 NUMERO 19 LECCIONES. DE LITERATURA — TOM AD AS SINGULARMENTE DEL P, BROE CKAERT. E OA A TOA (Traducción y refusión). A AAAKAXAAXÁ (Continuación). : ARTICULO 30—Diversas da de la Ia dA. “Nada al tan Aexible como el ec «Propor- ciona medidas. iguales ó desiguales para la poesía, y aun en la prosa se presta á multitud de combinaciones di- »Versas. . - Los vocablos son en nuestras . palmas como sino por medio de ejercicio asiduo. Antes de ici de trabas en la composición, es menester que los princi-: lantes se familiaricen, con todas las formas del. idioma úmero oratorio. La perfección que exige ¡el gran ora- or requiere trabajo delicado al propio tiempo -que ocul- fat structura quedam, uec tamen fiat operose. El sudor del operario no ha de manchar, la fina tela que te- «¿Y cómo ha de conseguirlo? Responde el mismo: icerón: por la práctica. Stylus exercitetals ebectes fa- e hanc viam componendi.. -- Los antiguos nos han dejado. cia y curiosas ob- servaciones acerca de las formas. del lenguaje. «Si algu- — 196 — nas son ciertamente ¿en demasía minuciosas, nos mani- fiestan, no obstante, qué grado de perfección se propo- nían en sus obras. ¿No es por ventura debida en: gran ma- nera á estos cuidados, á este prolijo esmero, su in- contestable superioridad sobre las edades posteriores? Acaso se abusó de tales ideas en ciertas épocas, limitan- do la educación literaria á combinaciones elementales y á una fraseulogía desabrida. Pero hoy ¿no hemos caído en el exceso contrario? ¿No se ha dicho con tono de desestimación que “todo en Olmedo es pensado; que todas sus obras llevan el sello visible de la lima”? ¡Vá ganos el cielo y no se considera el funesto término á donde puede conducirnos la anarquía literaria! * ntre las formas infinitamente variadas del lengua- je, la principal diferencia es la que separa el verso de la prosa. En prosa la cláusula más completa es el período. $ 1% PERÍODO. * 1 .Concuerdan los autores en considerar el período como una cláusula más desenvuelta que la cláusula ordina- ria; y es lo que indican los vocablos circuttus, circumps- criptio, ámbito, circuición, reepi—odos; siendo de notar que aun aquella que Quintiliano denomina simple, exige este circuito: Genera ejus (periodi) duo sunt : alterum'sim- plex, cum sensus unus longiore ambitu cireumscribitur; alterium, quod constat membris et intisis, que plures sen- sus habent (Inst. TX, 4). Distinción tomada de la re- tórica de Aristóteles: xtspiodos de, 5 pév ¿e xódos Rh 0€ apedis (Rhet. MI, 9) A ejemplo de los maestros ci- tados, nos ocuparemos con especialidad de la clausula periódica, esto es, de la compuesta de miembros, qóla, y . de incisos, xóuuara. E Aristóteles dice “denomino pertodo una sentencia que comprende un principio y un fin yes de fácil compren- sión”, Agyo de mepiodo», Att Exovca» dpxr? xal TelLevTÍv AVTIV LAN adrav yal péyedos edovvonró» ; explicando es- tos términos conforme 4 doctrina de Cicerón, diremos: que el periodo es una cláusula de ma Justa extensión; cu- Jo sentido completo, dividido entre muchos miembros, está suspenso hasta un último y perfecto reposo. Miembro es una parte notable del período, terminado por un: reposo- -3 — 197 — incompleto. El miembro puede dividirse también en in- cisos. 2. Hay períodos de dos, tres, cuatro miembros, rara vez de cinco. pa Período bimembre: Aquel príncipe, que de sus com- sultas elige por bueno lo que votaron los más, es esclavo de la multitud, debiendo serlo de la razón. A (D. Francisco de Quevedo y Villegas). Períodos trimembres: Señor Dios mío, ninguna co- sa más desea mi ánima que amaros, porque ninguna cosa hay ¿vos más debida, ni d mamás necesaria que este amor, (Er, Luis de Granada). Esta nuche he averiguado que la invidia no acomete sino á lo que es de algún: valor ó mérito: porque en un canastillo de peras no hallé ninguna buena sino una ó dos; y estas, en señal de que lo eran, con gusanos. id (Antonio Pérez). Período cuadrimembre: Este hombre violento y 1m- justo, al que una vez derrueca, le da la mano algunas por respecto de algún interés que pretende; pero tráele sobre ojo, paraen viendo ocasión tornaráhundirle; y déxa- le engordar un poco, para comerle después; y juega con élco-. mo el gato con el ratón, que le suelta y le prende, y al fín le degúella. (Fr. Luis Ponce de León). En el último ejemplo se presentan muy notables los ¿ncisos Ó partes componentes de los miembros. período de más de cuatro miembros, denominado taxis Ó rodeo periódico, es ocasionado á distraer la aten- ción, fatigando la memoria del lector, y á quebrantar la unidad indispensable de la sentencia. Asimismo lo son, cuando repetidos, los trimembre j ! cláusulas cortas adolecen, por otra parte, del defecto de desviar el discurso, divagar la inteligencia y — 198 — aun fatigar el aliento, cortándole é interrumpiéndole con pausas desagradables. El escritor, en consecuencia, procurará entremezclar cuerdamente las frases breves con las extensas, y acomo- darse de este modo, á las necesidades de la atención yá las exigencias de los órganos fonéticos. | uidará también de la cadencia del período, esme- rándose en la terminación, á fin de que continúe hala- gándonos el oído, como un eco suave y deleitoso. ss Pero de esto trataremos en el párrafo siguiente. | 3- La propiedad esencial del período consiste en la suspensión del pensamiento; su perfección en el 2úmero. Aquella divide el período en dos partes desiguales, apxav y televra», llamadas por esta razón TPOTAGIS. Y ánodocis. Esta suspensión supone, pues, cuando menos dos miembros, y por consiguiente dos ideas, tan intima- mente relacionadas, que la combinación sea natural. E enlace se forma, porlo regular, con ciertas partículas, guunz, etsí, ó medios que el orador romano llamaba 20d: continuationzs. Ya, opuestas la una á la otra idea, ya combinadas, según la divergencia ó afinidad existente entre ellas, las partículas ó medios contribuyen á la cla- ridad y ornato del período. Algunas veces, sin embargo, la suspensión existe sólo en los pensamientos y no se la comprende sino por su ilación, sin ser indicada por par- tícula alguna. | Tal es el siguiente período latino de cuatro miem- bros: lía vivunt, dum possunt, ut duccre animam de colo non queant: ita moriuntur, ut corum ossa terra non tengat: ita jac- tantur fluctibus, ut numguem abluantur: ¿ta postremo ejiciuntur ut ne ad saxa quidem mortui conquiescant. (Cic. pro Roscio). 4. Las observaciones últimas son aplicables también al encadenamiento de los períodos. En la composición periódica, al pasar de un perfodo á otro, las ideas deben .trabarse, llamadas las unas por las otras. Cicerón, per- fecto modelo en este género, comienza así su discurso +A más cuidadosamente trabajado: ] 3 — 199 — e mili frequens conspectus vester multo jucundis- Ss inus, hic antem a ad agendum amplissimus, ad dicendum ornalissimas est vis , Quirites, tenen hoc aditu laudis, quí semper, optimo pre maxime patutt, non mea ne voluntas, sed meo vitae rationes _ incunte ertate 'suscepte PIE Non cum autea per elaten_.... Ejemplo en el que las palabras mee vite rationes llaman una explicación que será dada en el segundo pe- El Maestro León, algunas ocasiones tan maestro como el P. Granada en cualidades de estilo, une de tal modo los miembros del período, los períodos entre sí y hasta las diversas porciones de los capítulos, que cada inciso, cada palabra puede compararse á las claves de los arcos romanos, que les dan belleza á la par que solidez. Véase el siguiente fragmento tomado de la exposi- ción del capítulo 11 de ob: a verdad ni conviene e nos aleg remos ¡con los buenos sit- cesos, ni que nos angustiemos con dos smalos ; antes al revés, el buen suceso, y la buena dicha, y el responder y obedecer dá nuestro gus- to las cosas habrá de criar recelo en nosotros. Porque, demás de que el buen día siempre hace la cama al malo, y es su vigilia; eso mismo que llamamos feliz, es peligroso pe E ocasionado á mil males. Que la Felicidad naturalmente derrama el corazón guen la soberbia, y el desprecio de otros, y los errores y faltas. Y a Posee poo bienes, con el gusto dellos se les sujeta; y así comienza d servir á lo que había de mandar y regir; y de ser rico y dichoso, viene á.ser esclavo, y ¡4 ser imiscrable. (Continuará), e q A A — 200 — BREVE RESUMEN HISTORICO DE LOS CONCILIOS GENERALES, POR ELSR. DR. JOSE N. CAMPUZANO. (Continuación). CAPITULO 22 y =p? DE LOS CONCILIOS PARTICULARES EN GENERAL. Los concilios particulares son nacionales, provincia- les y diocesanos. Concilio nacional es la reunión de los Obispos sujetos á la jurisdicción del Primado, ó Patriar- ca, convocada y presidida por éstos. Se llamaban tam- bién diocesanos; nombre que les vino de las grandes diócesis en que fué dividido el Imperio Romano, en tiem- po de Constantino el grande; ahora se ha reservado esa denominación para designar las asambleas eclesiásticas reunidas por el Obispo de cada diócesis. Célebres fue- ron, en la primera edad de la Iglesia, algunos concilios nacionales, tales como los de Cartago, los Galicanos, Toledanos y otros, por las luces y santidad de los Obis- RTS A AE 0 DO pos que concurrieron á ellos y por la prudencia y sabi= duría de sus disposiciones. En los siglos recientes han caído en desuso estos concilios. > — 201 — $ 22 DE LOS CONCILIOS PROVINCIALES. ] Concilio provincial es la reunión pública delos Obis- pos de una provincia eclesiástica, convocada y presidida - por el Metropolitano para tratar de asuntos relativos - á4-sus iglesias. El Arzobispo es cabeza y jefe de - estos concilios: á él le corresponde convocarlos, y caso - de impedimento de éste, al Obispo más antiguo de entre los sufragáneos; debiendy entenderse por tal, no el más - antiguo por la promoción á la silla, sino por la consagra- ción. El Vicario general, el capitular, los Obispos exen- tos no pueden arrogarse esta facultad. “No dejen, dice - el Santo Concilio Tridentino, en la Ses. 24, Cap. 2? De _reformat., los Metropolitanos de congregar sínodo en - Su provincia por sí mismos, ó si se hallasen impedidos, no lo omita el Obispo más antiguo de éila”. : Aun cuando el Metropolitano sea el jefe del Conci- lio provincial; por lo que en él tiene la prim: a silla, sus- - Cribe sus acuerdos antes que todos, dicta algunas provi- - dencias, cuida de que se mantenga el orden; no puede - disolverlo contra la voluntad de los sufragáneos, fulminar censuras contra éstos, prohibirles que tomen parte en la - discusión ni excluirlos de su seno. Le está, además, ve- , de las quejas que contra él se suseitaren, corregirle Mucho ha cuidado siempre la Iglesia de la frecuen - te celebración de estos concilios ; algunos de los ge- - herales habidos en los primeros siglos impusieron al Me- H 0 — UL — tropolitano la obligación de congregarlos. Relajada la disciplina no sólo en este punto, sino en otros más, fué renovada aquella obligación por el Tridentino; ordenan- do, bajo gravísimas penas, que se los convoque, “cuan- do más, entro de un año contado desde el fin de él, y en lo sucesivo, de tres en tres años, por lo menos, des- pués de la octava de la Pascua de Resurrección, ó en otro tiempo más cómodo, según la costumbre dela pro- vincia”. Se los puede también “celebrar con más fre- uencia, pero: para esto es menester el consentimiento unánime de los Obispos sufragáneos, ó en caso necesa- rio, autorización concedida por la Congregación del Con- - cilio: limitación saludable para evitar que los Ordina- rios sean. llamados á la Metrópoli por causas ligeras, con grawe daño de los fieles á ellos sometidos. Las circunstancias especiales á que se encuentran sujetas las Iglesias «de Hispano-América, han sido parte para que se relajase en favor de ellas la disciplina respecto al tiempo señalado por la disposición conciliar predicha para la celebración de los contilios provinciales. Pues en su principio estas asambleas debían reunirse _ de cinco en cinco años; posteriormente permitió Grego- rio XII que se celebrarán cada septenio; y alfin Pau- lo V prorrogó ese plazo hasta doce años. Al presente, el celo de los Metropolitanos de la región mencionada; la creciente cultura de sus pueblos, la mayor facilidad de las comunicaciones; y sobre todo, el aumento progresivo delas necesidades espirituales de los: fieles, han he- cho más necesaria la frecuente celebración de concilios provinciales... : i Deben asistir al concilio provincial los Obispos Su- jetos á la autoridad del Metropolitano,: los prelados. que tienen jurisdicción cuasi episcopal los Obispos que g0- biernan una cuasi diócesis exenta de la jurisdicción de aquél, los Vicarioss capitulares, en caso de sede vacante, los procuradores de los: Obispos' ausentes é impedidos _ legítimamente, los de los Cabildos de las iglesias catedra- les ó Colegiatas, que gozan de jurisdicción, Jos «Abades, aun cuando ejerzan el cargo en encomienda, y cualquie- ra persona que goce de este privilegio por concesión de R. Pontífice ó del Arzobispo consintiéndolo todo el con- cilio. Son, con todo, diversos los derechos que los cá- nones conceden á los magistrados referidos en los acuer- SE — dos de la asamblea ; pues los de. 33, cinco “primeras cla». ses tienen en ellos voto aci ¡vo y decisivo, y los. se más sólo dan su parece cd Los que deben sde por E al: dos no. pueden excusarse de ello, sino mediando' causa legítima, debidamente comprobada ante el Metropolitano y pres, - via designación de la persona que en él debe represen, tarles: la excusa «dura tanto cuanto la causal en que está fundada ; así que, cesando ésta, desaparece aquélla y revi-. ve la obligación de ir al concilio, Las materias de la. competencia del concilio provin- cial están determinadas por: . el Tridentino en, las > Sessid. 24 y 25, Caps. 2% 5? y 10? De reformat. Según ésto las asambleas' provinciales deben reunirse para mejorar: las costumbres, * corregir los abusos, ajustar las contro, versias y para otros objetos determinados por, el derecho; e una manera. especial, como para la elección de los eclesiásticos que en cada diócesis deben ¡desempeñar las: comisiones que les confierá la Silla Romana, para tra- mitar, hasta ponerlas. en ao. de sentencia, las causas. mayores que se promuevan cóntra - -los :Obispos: ¿Gozay.: Ad pues, el concilio provincial de- potestad tens tiva ;y aún: de la judicial en orden á los objetós apuntados ; Mas, EN Su; ejercicio están Ifhitados esos poderes de ¡la manera si. guiente: no puede diétar” disposiciones contrarias al de->, recho común y por consiguiente, z los. decretos del Ro»: mano Pontífice ; pues el inferior no* puéde derogar :las., leyes del superior. En general, le está prohib: do coño- cer de las causas mayores, esto es, de las que.por su;¡im- portancia, han sido feservadas á la. Silla oi ¡he las que hubiéren sido sometidas con anterioridad, ne Me- a tr opolitano ó álos Ordinarios, . á no ser en los casos permi; tidos por el derecho; de las causas rélatiyas á á la fe, siem- pre que no se tratare de alguna heregía . manifiesta, de - cuestiones indudables entre lós doctores, católicos, y cuan- A do para ello" hubjere. recibido autorización * “del Papa + o puede ni formar el semario' en las causas mayores. . ] contra los Obispos, sino” en “virtud. de facultad SPScA. - concedida para cada « caso. particula ular : . La autoridad que ejerce. el Concilio Podidal no les É pertenece por derecho propio, sino en virtud de la im- nlícita delegación hecha por. la Suprema postestád «de la. glesia ; pues así como la Memópal no es de institución - ES — 204 — divina, sino creación de esa potestad, encaminada á pro- veer con más acierto y oportunidad á las necesidades es- pirituales de los fieles, del mismo modo, las facultades que tienen el Metropolitano y concilio provincial por éste pre- sidido son pura emanación de las contenidas en el Pri. mado universal de la Iglesia establecido por Jesucristo y depositado en Pedro. Y aquí está la razón primordial y explicativa de la justicia con que ha procedido la Iglesia disminuyendo Ó aumentando las atribuciones de los referidos concilios. Atenta siempre á evitar los males y promover el bien espiritual de los hombres, la Igle- sia santa ha ensanchado ó restringido esas facultades, según la variedad de los tiempos, el fervor de los fie- les, el respeto por la autoridad de ella, las buenas Ó ma- las relaciones con los estados y otras circunstancias que pueden influír en el ejercicio de esas facultades. Al proce- der así no ha violado derecho alguno de los obispos ni de los concilios provinciales; ha hecho uso prudente de los poderes que le son propios. pes E La autoridad del concilio reside en el voto de la mayoría de sus miembros, aun cuando de ella se se- pare el Metropolitano, que no es el pastor de los pas- tores ni el único pastor, y cuya potestad en la asam- blea es igual á la que tienen los sufragáseos. Por ma- nera que si el Arzobispo se niega á publicar los acuer- dos conciliares, por que le parezcan inconvenientes ó injustos, los obispos pueden ocurrir á la Silla Romana, exigiendo remedio que endereze tan extraño y punible procedimiento. El concilio provincial se convoca por medio de un edicto dirigido á todos los que deben concurrir á él por ley, costumbre ó privilegio, y en el que se designa el lu- gar y día de la reunión, así como las prácticas piadosas que se ha de ejercitar para implorar el auxilio y protec: ción divinos. Reunido, se comienza por hacer la profe: sión de fe según la fórmula prescrita por Pio IV y Pio IX -y por el Cap. 10%, Ses. 25 del Concilio de Trento, de 7é- format. Todos los padres están obligados á esta pro" fesión, pero en especial, los que van por vez primer al Concilio después de su promoción á la silla. Pudié- ramos citar muchos concilios en que se ha observado esta costumbre, mas para nuestro intento, basta recordar que así se procedió en los reunidos por San Carlos Bo: II DN Y E — 205 — rroméo, Arzobispo de Milán, en los de Italia, Francia, Es- paña, Alemania y América celebrados en tiempos anti- guos. Se previene, en seguida, que los padres no po- drán separarse mientras el concilio no clausure sus se- siones, á no ser por causa justa debidamente comprobada y previa licencia del Metropolitano; se procede al nom- bramiento de oficiales del concilio, esto es, de Secreta- rios, Promotores y Notarios; á la formación de las con- gregaciones particulares cuyo dictamen es necesario pa- ra que el Sínodo pueda ocuparse de cualquier asunto en las sesiones públicas; al de las que han de conocer y ter- minar las quejas que se suscitaren entre los obispos sobre precedencia y por otros motivos; y al de las que han de examinar los documentos que legitimen las procuracio- nes de los Obispos ausentes. Seexige el juramento de guardar secreto acerca de los asuntos que se tratare en el concilio y no se debiere poner en conocimiento de los fieles y se designa el día para la segunda sesión pública. (Conttnuará). DESTRUCCIÓN DE LANGOSTAS. [Continuación]. LOS ACRIDIOS EN ARGELIA (1). ((Solamente él estudio de las costumbres de los Acridios Puede servirnos de guia para encontrar los medios prácticos de oponernos á las devastaciones que ellos causan; y el Naturalista que posée la suficiente experiencia para sacar de las observacio- nes biológicas consecuencias verdaderas, es el llamado á interve- nir en tales casos desempeñando el papel principal. : Sin trazar otra vez la historia del gran devastador argelia- no, el Stauronotus Maroccanus, vamos á pasar revista de la: particularidades que él ofrece en las diversas fases de su existen- (1) La Nature. 15 octobre 1888, 006 cia, indicando sucesivamente cómo se puede aprovechar de estas mismas especialidades para destruirlo, sea por medio “de los ani- males y las plantas, sea por los trabajos de los árabes ó europeos. Jemos dicho :que las hembras de este' Acridio “aovan en tierra, tomando la precaución de encerrar sus huevecillos en cáscaras duras y resistentes, Rodeadosestos al- principio de una secreción de materia espumosa, revestidos después. de 1ina- cu- bicrta de partículas térreas y granos.de arena, aglutinados con solidez, están admirablemente protegidos- aún para desafiar las intemperies 'de A “las lluvias tortenciales no ejercen acción alguna en ellos. urante nueve meses conserva la tierra intacto el dcpísitó ¡precioso que se 'le ha confiado: las cáscaras se encuentran al momento de la avivación tales cuales eran cuan- du 5. efectúo: la. puesta; los huévecillós' han cumplido € en abso- luta ES el ciclo de su evolución.. l profesor Riley que presidía en los stos Unidos , comisión entomológica encargada. del estudio de: los Acridios. viajeros, “ha hecho muy 4 ntes á este respec- to “en el: Caloptens spretus, especie origi hatla de las Montañas rocosas, Sea ordas vienen de tiempo en tiempo á, acometer los territorios del Oeste: aquel insecto tiene cóstumbres enteramen- te pee, e á las del Stauronotus Maroccans. —a sabio ame- ciones variadas. + Ha notado o que, después de Algunos meses de inmersión en él agua fría ó congelada, aún á la temperatura de —90, 5 centígrados, habían conservado los huevos toda su vita- lidad: ha FECOnOcidO también, «que después de una semana de submersión, en la primavera, al momento dela avivación, los resisten tan bien á la temperatura de—42, como á aquella de 152 centígrados. La exposición prolongada al aire libre, por ejemplo, parece ejercer cierta influencia destructora:en las cás- caras ovígeras, sea determinando la desecación de los huevos, sea facilitando la, acción ee ineals ¡mógbidos as Paro) má adelan Sin embargo, la Naturaleza q. atacarios y hacerlos perecer, por vías, en apariencia misterio son muy dies sita para descubrir los canutos. ¿En Argelia se abaten frecuentementé los. estorninos y las: alondras en bandadas inmensas donde hay yacimientos, sobre todo cuan- do el arado y el rastrillo han sacado las cáscaras á la ED is AAA — 2017 — del terreno (1). Grande placer se siente al verlos comer desple- sando los. unos á porfía de los otros una febril actividad. Siga- mos una tropa, de alondras: espantadas, alzan el vuelo para ir á «buscar fortuna en otra parte: aproximémonos y veremos el s nda cubiorto de cáscaras vacías: con: destreza han abierto los ootecos. para encontrar los huevos que devoran con -glotonería. Pero: no.es con «el fin de contemplar á los pájaros Henando su misión. tutelar, que el hombre, civilizado les signo «y observa sus evoluciones;, ingrato! en. vez de corresponder á- estos “preciosos auxiliares, ¡sus mejores. amigos, por, el celo ; enresguardar sus campos de cebada. ó de trigo, .los ojea sin tregua ni reposo para sacrificarlos sin piedad, y se atreve á reprochar al hombre no civilizado, su. indolencia y su fatalismo... -..- Entonces procuran intervenir algunos espíritus esclarecidos - «para llenar Jos vacíos causados. por la imprevisión; buscan si acaso-hay en el mundo aves golosas de Acridios y no tardan en reconucer que el úni- co embarazo que se encuentra es el de elejirlas. Proponen im- portar y aclimatar en Argelia algunos de estos pájaros; pero la Naturaleza nos enseña que re bño losttrópicos ó son emigran- 7 . tes, y que jamás se volverán colonos, aun introducidos con fuer- : te costo, Se impone, pués, como un deber, la protección de los pájaros acridófagos indígenas; y, por esto, en las Relaciones que he dirigido al Sr. Gobernador. general de la Argelia, he cuidado de llamar su atención hácla el papel útil que los pájaros E dal y de reclamar para ellos «reglamentos protecto- ES, Esperamos que no habré preciendo en el disierto; pero 2 pr tan cerca de Tell! Los insectos saben también PS los ootecos, y ciertos Dípteros, notablemente. los Bomblydos, tienen el instinto de ase- EA gurar su progenie en aquellos: cuando se abre una cáscara oví- .vorado todos los huevos., En Argelia, como en Rusia y los Es- tados Unidos se han notado los efectos destructores de tales in- sectos. Actualmente en el Departamento de Constantina han destruído hasta el. 15 por 100 de las puestas. Otros Dípteros e la familia de los Muscidos, los Arthomya, cuyas larvas ata- can ls á-los Ayevos (3), los Vemorea, que se desarsállen d la Rusia paces: en ; Htalia las invasiones de los Acrídios son segui- s de la ei, en tr considerables, de un pájaro acridófago, 4 A de poe el Martín rosa Pastor eat En los Estados Unidos el pro Sa- uel aho ha notado ¡úe los pollos de pradera [Cupidonía [Tetra] ne y los Colin [Ortyx E us] h de a dei en seis meses más de ñ 2 milla- radas de e idios, y Eh cifra es ero á la verd JJ. Kiinckel d' Hercu Les Aci diens et leur invasions. Rapport a mai 1888.—/nstr ion sur. les Mesures á prendre en vue de za Dr tios aoút 1888. des. Acridiens, 2e Rap —Alger, 0$ Añericaos a que las larvas de 4nthomya angustifrons, Meig., dad Pe destraido en 1876, 10 por 100 de Acridios [ Caloptenzs spretus] en Misur. y — 208 — en el cuerpo de los Acridios (1) y algunas moscas de varias especies contribuyen á disminuir el número de estos Ortópteros. Sería muy larga la lista de estos insectos que viven á ex- pensas de los Acridios, y queda aún por hacerse toda entera para los que habitan en el Norte del Africa. Hay enemigos ocultos que destruyen inmensas cantidades de huevos, tales son los parásitos vegetales. Dos naturalistas rusos, los Sres. Metschnikoff y Krassiltschick, ambos de la Uni- versidad de Odesa, han reconocido que en las provincias Danu- bianas, lugar permanente de un Acridie de gran talla, el Pa- chylylus migratorims, cuyas hordas invaden frecuentemente la Rusia meridional y la Hungría, eran destruídos yacimientos considerables de huevos por pequeños hongos, el /saría destruc- tor, Mets, y el /[saria ophioglossoides, Kras.—No se ha adquiri- do hasta hoy la certidumbre de la existencia de tales parásitos en Argelia; pero es probable que sean los que, causando la muerte de los huevos, detienen súbitamente la invasión delos Acridios. He llamado la atención en el Congreso de Orán (sección de Apeiaela) hácia los bellos estudios de los naturalistas rusos e [1) M. Aug. Conil ha calculado que el Nemorea Acridiorum, Weyenberg, 2l dar de 200 á 500 huevos esta, itando como dos y medio huevos en el cuerpo del Acridirm Paranense, Burm. podía hacer perecer, próximamente, 150 individuos. Poniendo la hembra de este Acridio generalmente 60 huevos, se Ve. que cuando el parásito los ataca, impide el desarrollo futuro de 60 devastadores jóvenes. — 209 — Desde luego se ha querido completar la obra de los pája- ros é insectos imitándolos, es decir, ejecutando la destrucción de los huevos: con este fin se ha practicado la recolección de las: cáscaras ovígeras: tal costumbre es inmemorial; pués la mencio- na Plinio.—Siglos atrás constituía una obligación en los países sujetos ádichas invasiones: se forzaba por leyes ó decretos, á que los habitantes entregasen un cierto número de medidas de canutos. La recolección se ha practicado en nuestros días en Rusia, Chipre, Sicilia, Italia, Cerdeña, Francia, España y Ar- gelia, En 1852 se recogieron solamente en la Crimea 800000 medidas de cáscaras ovígeras. Los Ingleses hicieron recolectar en la isla de Chipre, en 1879, y destruyeron 40 000 kilogramos - de ootecos, En España se aniquilaron 39 982 kilogramos de canutos, en 1876, En Argelia, durante el año 1886, se destru- yó la cifra enorme de 150000 kilogramos (149787 kilog.) de cáscaras, en las solas provincias de Argel (94 248 kilog.) y de Constantina (55 539 kilog.). de mos dicho en nuestra Relación dirigida al Sr. Goberna- dor general de la Argelia, que es innegable el que la recolección hecha con cuidado da buenos resultados; sin embargo presenta inconvenientes serios. Siendo muy fatigoso y exigiendo mucho tiempo el buscar y colectar los yacimientos, se necesita el em- pleo de una mano de obra muy considerable y, por esto mismo, exige un gasto dispendioso. En efecto, como es indispensable Operar con método para destruir completamente un yacimiento, a fin de evitar avivaciones parciales que obligarían á la destruc- ción en los mismos lugares, y es menester azadonar la tierra, romper y desmenuzar los terrenos para desprender las cáscaras Ovígeras, se concibe que en estas condiciones se necesitan mu- chas horas y un gran número de trabajadores para expurgar en- teramente un terreno infestado. — 210 — Record:mos que los americanos “y los ingleses, económi--. cos de tiempo y «dincro, han reconocido desde mucho ántes que. lo más provechoso es reconcentrar los esfuerzos para la destruc- ción delos saltones. * pLes FOIE ntes se hacía en Argelia la busca de huevos gratuitamen= te y por vía de re quisición, —siguiendo enesto las tradiciones, — y no había que inquietarse por el tiempo ni el gasto. Hoy día con hacer notar que ella establece un precedente que obligará para lo futuro. : : E és de puede, pués, en nombre de la cieneia, eriticar la recolec- ción; porque además hay que temer que se emplée un doble tra- bajo con la acción de .las causas haturales de destrucción de las cuales hemos hablado poco antes; ó por lo menos quese vaya' á entorpecer la propagación normal de los parásitos animales y vegetales. 23 E memos que puesta en práctica tardiamente.no' 5ea sino “un eno gañoso paliativo. - Es nécesario ño olvidar que-el principio de la invasión actual. en ¡Argelia viene “désde 1884 y que contamos ahora el quinto año de devastación: será, por lo mismo posible * reconocer en el año próximo el valor de las observaciónes “qué, por otra parte, no'"soirios los únicos: en formularlas. De todos modos la sabiduría aconseja prepararse para la lucha. . 2 Los hombres científicos, como: los prácticos piensan unáni- * que salen del huevo hasta que emprenden el vuelo: ¿Sería me--* nester muchas páginas para enumerar todós los procedimientos y para describir todos los aparatos que se han propuesto' en Es- tados Unidos, Rusia, Chipre «y Argelia para destruir saltones: los inventores'han dado libre curso 4 su“imaginación: me limi-" taré á describir los principales procedimientos que; habiendo sido” ensayados, “se han empleado 'en-mirestra colonial: ono taco Ses Los saltones al aparecer en la superficie del suelo abando- nando el ooteco que los abriga: son: débiles y descoloridos: con la acción del aire y de la:luz se endurecen poco á poco y adquie- ren un: tinte gris; pero durante” seis días permanecen estaciona- , Se reune e: los puntos de: la avivación; esparto, zarzas, etez” E á lo quese prende fuego y se entrega de este modo á los desgrá- ciados saltones al suplicio de la hoguera: encontrándose en las. —2%— cercanías de lugares habitados se puede conseguir al se de falta combustible, se desmiéiiba á los a des todos los E medios posibles, con los pies, paletas, esparto trenzado, etc. En la ruta que deben seguir se cavan fosas y se los Hee ta en ellas para desmenuzarlos á gusto: ahí se hace rodear las columnas por árabes que, agitando lentamente sus mantos los conducen á las hogueras preparadas de antemano, las que se in- cendian cnaÑio están ennegrecidas con los insectos. Se toma también la precaución, para destruirlos con más seguridad, de rodear la hoguera principal con un círculo de esparto, al que se prende fuego á fin de quemar á los saltones que pretenden esca- parse. En otras circunstancias se colocan al rededor de la hogue- ra árabes armados de e or de zarzas, con cuyo auxilio arro- jan á los fugitivos á las llam n donde hace falta el combi ó el trasporte del espar- to es difícil y costoso ó en fin, donde hay peligro de la propaga- ción del incendio se utiliza con buen éxito el procedimiento em- pleado por los árabes, desde tiempos remotos. Consiste en cir- cunscribir las columnas que marchan de tal modo que se fuerce á los saltones á brincar sobre anchas bandas de tela de algodón, llamadas buitrones, arrastradas en tierra por el un lado y Tevan- tadas en el aire porel opuesto. Cuando estas mantas mortuo- rias están suficientemente llenas se las eleva en brazos por to- dos los lados á la vez, en tanto que uno ó dos indígenas se pre- cipitan sobre la tela y pisotean con furia á los desgraciados i insec- tos, de los cuales hacen el más infecto y repugnante puré: -Cuando las invasiones ocupan 2ma extensión inmensa y y las ; columnas expedicionarias se levantan por todas partes, 110 a los procedimientos que acabamos de describir: ps Precisión de operar en grande la destrucción de los Acridios. emplea un sistema de barreras (bastidores) movibles sináandas por un agrónomo de la isla de Chipre, M. Richard Mattei. Te- — niendo que combatir los ingleses, en la isla de que acababan de Posesionarse, con los insectos invasores, sacaron el mayor prove- cho de este sistema por medio del cual lograron destruir com- pletamente la plaga que arruinaba á los habitantes de Chipre. Es j justo reconocer que M. Brown, ingeniero encargado de la or- ganización y dirección del servicio de destrucción, ha conducido la E con una resolución y un vigor que deben servir deejemplo, 3 mos a oa desde 1885 emplear en Argelia los pro- E dimiento eficaces usados por los ingleses en dicha isla. Se ha decido aplicarlos a en 1888; pero es justo decirlo, si mucho * -—2-— tiempo se vaciló, en cambio se ha entrado ya resueltamente- en el período de acción. Veamos en qué consiste el sistema de barreras movibles Relación dirigida al Sr. Gobernador general de la Argelia (1). Las barreras movibles se componen de una serie de apara- tos independientes que se pueden llamar con justo título apara- tos ciprios 6 ctpriotes. componen simplemente de una tela de 50 metros de longitud y de 80 á 85 centímetros de latitud, provista en su borde superior de una faja de tela encerada, de 10 centímetros de ancho. Dispuestas las telas verticalmente con la faja encerada hácia arriba, se fijan á una serie de estacas (19) y se suspenden de una cuerda que ata las estacas entre sí. mejor manera de emplear los aparatos ciprios es colorar- los en forma de V más ó menos abierta delante de las columnas de saltones. Con este fin sé reunen dos aparatos en el vértice de la V y se da á las extremidades libres la amplitud que se cree ne- cesaria, calculando la extensión del frente de la columna invaso- ra que se debe combatir. Las estacas se colocan por el exterior, teniendo la tela bien templada, de modo que esté rígida y no flamée: se amontona tierra Ó piedras en la porción que se ha de- Jjado sobre el suelo hácia el interior de la V, para impedir que los. saltones pasen por debajo de la barrera. : En el momento que se preparan los bastidores ó mejor toda- vía antes de colocarlos se cava una gran fosa que ocupa el vérti- ce de la V, de manera que.su. borde superior toque el inferior de la tela: después, hácia los lados de la V se practican igualmente otras dos fosas más pequeñas. En los bordes de todas las fosas que se han hecho de antemano en aquellas: estan láminas, cuya cara superior debe estar muy limpia para ofrecer superficies li- - sas, nosolamente están inclinadas hácia adentro, con el fin de fa- vorecer el deslizamiento de los saltones, sino también dispuestas de tal manera, que sobresalgan hácia el interior de las fosas, Con el objeto de oponer un obstáculo infranqueable á los que, después de haber caído, tratan de escaparse A Hechos estos preparativos con cuidado, pero rápidamente, se dispone un grupo de indígenas en círculo, encargados de ata- car la columna de saltones y de conducirles á los aparatos: debe hacerse lentamente el ojeo, los golpes con las almalafas, destina- dos á hacerlos levantar y á cazar los insectos deben ser dados con regularidad. Cuando los ojeadores se aproximan á las ba- rreras se estrecha naturalmente el semicírculo que forman: se des- pachan entonces de los extremos un cierto número de hombres _ (1) J. Kiinckel d' Herculais, Les Acridiens et lem invasions en A tgéric—Mgeo mal 1999, p. 21 et suiy, =5M8= que tienen la misión de sacudir el revés—y no el derecho—de las telas para hacer caerlos saltones agarrados á la tela. ... - -. - Tomadas estas disposiciones asistamos á una escena de destrucción. —Son las nueve de la mañana: el sol se eleva en el horizonte: una extensa línea negra dibuja las ondulaciones del terreno: se oye un ruído singular. He aquí los saltones que lle- gan caminando y brincando: sin desconfianza van á topar contra el obstáculo que les parece una débil barrera: ágiles, hacen rá- pidamente el ascenso: no tienen sino que dar un salto para con- - tinuar su marcha: desengaño!:: los ganchos que guarnecen sus patas, las pelotas adhesivas que resguardan sus tarsós resbalan impotentes sobre la superficie lisa de la tela encerada. Son tan numerosos los saltones que forman un grueso rodete en el bor- de de la tela: se empeñan en franquear la barrera: después de una lucha desesperada caen desfallecidos al suelo. Vuelven á to- mar aliento y valor, buscan por donde rodear el obstáculo: vanos - esfuerzos, se derrumban á montones en los precipicios que se han escavado á su paso. A : Llenas las fosas hasta la mitad descienden á ellas uno ó dos Jo lívido y que exhala un olor repugnante. Nada hay mas re- pulsivo que este espectáculo: los gritos salvages que dan los ára- bes arrollando-los enemigos á sus pies, la vista de estos millares e seres agonizantes, agitándose entre los cadáveres desgarrados y los miembros esparcidos, las emanaciones acres y penetrantes que se escapan de este osario, todo concurre á impresionar desa- gradablemente. Aún ahora en que no tengoá la vista estas ho- rribles escenas de carnicería permanece indeleble su recuerdo: al escribir estas líneas me parece que las veo todavía. ero estos amontonamientos de cadáveres no tardan en en- trar en putrefacción y, aunque se haya tenido la precaución de llenar las fosas levantando sobre ellas montecitos de tierra, emi- ten exhalaciones nauseabundas y pestilentes: hemos pasado cer- ca de estas tumbas colocadas á la manera árabe, simulando se- Pulturas humanas, y el aire estaba apestado.—Antes de proceder al entierro sería bueno cubrir los cadáveres con cal;' mas, como muchas veces no se la tiene á la mano en los sitios de destruc- ción, aconsejamos de preferencia, en lugar de amontonar y sepul- tar los cadáveres, repartirlos con palas y aventarlos en un gran espacio, á fin de que la desecación los consuma; puesto que la sequedad impide la putrefacción. : E e este modo se ha combatido el año actual la invasión de los Acridios: se ha hecho la campaña durante dos meses: por to- das partes han sido batidos los saltones y entregados á la muerte; — Hd — En el Departamento de Constantina, el único que ha tenido que sufrir las depredaciones de estos Acridios taladores se han ocupado 63.268 hombres en destruirlos empleando 1 948 855 días de trabajo, (1.916 249 han trabajado los árabes); y se han ani- quilado aproximativamente 3 833 416 decálitros de saltones, es decir, la cantidad enorme de 38 385 metros cúbicos. El cálculo enseña que un litro encierra 50000 saltones al nacer y contiene veinte veces menos saltones crecidos, es decir, en vísperas de que adquieran alas, esto es 2 500: podemos, pués, valuar en algunos millones el número de insectos condenados á la muerte.—En efecto, si consideramos que de los 38 384 160 li- tros de Acridios quemados ó desmenuzados, la una mitad se componía de saltones tiernos, y la otra mitad no comprendía más que saltones ya crecidos, lo que establece una compensación pa- ra los individuos de edad intermedia, se encuentra que se han destruido en el territorio civil del Departamento de Constantina, por qe parte 959 904 000 000 saltones pequeños, y por otra 950 20; pesar de la guerra que se les ha hecho á todo trance, sin tregua ni descanso, un número inmenso de Acridios ha logrado escaparse de la muerte. do bandadas inmensas el Túnez occidental, el Departamento de Constantina y han llegado hasta el de Argel (Tablat, Ain—Bes- ma de defensa contra la invasión de los Acridios, y ha prescrito su Aplicación. En-todas las comunidades se marcan los yaci- mientos de huevos, y se los indica en cartas or gráficas, llama- das cartas-croquis, que permitirán trazar la Gran Carta de pre- visión para la invasión de 1889... JULES KUNCKEL D' HERCULAIS. Chargé de missionen Argélie)). | (Continuará). — 2135 — CIENCIAS LA RAM JA “DATOS HISTÓRICOS GENERALES. Baj o el nombre de Riamé se comprenden dos especies, ó (según otros, dos variedades de una misma especie) ue los bo- tánicos presentes alistan en el género Buehmeria, de la familia de las Don neas. Lineolas incluyó en el eénero Urtica, Xum- phio en el género Ramium, dape tomado del vocábulo ram, con el cual se las conoce en Java y Sumatra. Cada especie también ha recibido en la ciencia diborentes nombres, como el de Urtica nivea por Lineo, de Procris nivea por Gandichand, y de Boehme- ria nivea por Hooker etc. En el uso común, ésta suele llamar- se Ramí blanca por el color de sus hojas. La segunda por el de B. tenacissima Gaudich. B. candicans Hook, Hlamium majus Ru mph, Urtica tenacissima Roxb, U. utilis a En el uso co- mún tiene el de Ramí verde. Llamamos desde ahora la aten- ción sobre estos diferentes nombres técnicos y vulgares, no por simple erudición, sino por las diferentes propiedades fisiológicas y económicas de cada una. e cree comunmente que la patria de la Ramí es la China, mas ella se encuentra es e Ancaacnto en las demás partes del Asia meridional, en e GEN: en las islas F ilipinas y Marianas, en Borneo, Sumatra, Java etc. La B. candicans ó utilis (ver- de) es propia de las regiones tropicales ó calientes, la B. nivea (blanca) de las templadas; circunstancia que se debe tener pre- sente cuando se trata de la elección. de las comarcas en que se pretenda ensayar su aclimatación respectiva. sus países natales se empezó siglos atrás á apreciar Dio rsohars de las raras cualidades textiles 5 este precioso egetal. Según el Dr. Hermann Grothe, citado sd Alfred Re- ES (v. Annales po de Grign , pá 102) los o de la Ramí son A o A en PGA poesías de alladd y Kalidassa, por su belleza y £3.E vertir que ha sido es cio 4 petición A a me dere istro de lo o > Inte pu «quien, con m6oti- un sue el Lote al autor a ¿2 “informara - pecho al Ecu Ps el so de mo. plan reproducim ña modificación del entor, tomándolo del N? e dea Eosp eee primera vez. (Nota del Editor). A. finura; de lo que concluye que esta planta hubo de ser cultiva- da y utilizada desde la más remota antigiiedad en la región st- tuada al pie del Himalaya: Por otra parte, fundándose en la relación de Pallas (Voyage dans P intérieur de la Russie) afir- ma que los Chinos solían engañar á los Rusos vendiéndoles, co- mo si fueran de seda pura, los tejidos compuestos con urdidura de Ramí y trama de seda; que, según Kuempfer, se cultivaba en Kamschatka y en el Japón una especie de ortiga por sus f- bras textiles, hecho confirmado por Steller en su descripción de Keamschatka; y, finalmente que, según Néstor, las velas de los navíos del río Volga eran la mayor parte de telas de ortiga ó sea de Ramí, la“cual, como ya se dijo, los antiguos escritores y aun los botánicos, solían agregar á este género. . Los tejidos de la Rana fueron conocidos en Europa mucho antes que la misma planta. Según el citado Dr. Grothe, hubo desde 1723 en Alemania cerca de Leipzig “una fábrica que se ocupaba únicamente en estos tejidos con material importado de las regiones calientes y no de plantas cultivadas en Buropa. El botánico Flamengo Lobel, muerto en 1616, habla con_ admi- _ ración de unas estofas tejidas en Calicut y Goa é introducidas - en ese tiempo en Holanda, designadas con el nombre de Nettel- doel (telas de ortiga) que obtuvieron gvan boga. Es cosa nota- ble que este mismo nombre se conserva todavía en Holanda, apli- cándolo á las telas finas de Batista, que se empezaron á fabricar más tarde imitando las de la Ramí. uglaterra fueron introducidas más tarde en 1810 por n el Capitán Cotton y el Dr. Buchanan. Según el mismo Dr. Renonard, los primeros ensayos de cultivo de la Ramí se hicieron en Francia en 1815 por M. Farel de Montpeller, el cual, sin embargo, no aprovechó la fibra. En 820 por Popenheim, en 1836 por varios cultivadores en Fran- cia y en Argelia, En 1844, Decaisne hizo cultivar en el Jar- dín Botánico de París muchas plantas que le habían sido envia- das de Assam por M. Leclancher, observó su desarrollo, estu- dió sus caracteres, distinguió varias especies desconocidas has- ta entonces y manifestó el partido que se podía sacar de ellas. ntonces se inició una época de entusiasmo para el cultivo de la Ramí, el cual se Beandió rápidamente en grande escala, en Francia, Argelia, España, Italia, etc., pero muy pronto ce- só este entusiasmo y todos tuvieron que abandonar. su empre- sa 4 consecuencia de la dificultad de hallar un medio fácil y prác- tico para separar las fibras textiles de las capas leñosas. * , a misma suerte tocó á los industriales que de tiempo en tiempo se propusieron explotar el valor de estas fibras, yiéndose obligados á no pensar en ello por falta de materia prima. 2 el curso de veinte años apenas se hilaron nnos cien fardos. “China gras C. limited” ' establecida con el objeto de utilizar la amá, tuvo que disolverse pocos mesos después de fundada. En 44 - ] una palabra, el proyecto de la explotación de la Ramí quedó le- tra muerta á pesar de la calurosa propaganda iniciada y sosteni-. da en todas las naciones de Europa por un gran número de sa= bios como Grrothe en Alemania, Moermann en Gand, Ramón de la Sagra en España, de Mas en Italia, Barral, Hervé y otros en Francia. : se Después de algunos años, se volvió de nuevo á la empresa abandonada, en la ocasión de que la casa G. Hugon de Londres distribuyó en 1868, como 10.000 plantas de Ramí para que se cultivaran en la Francia meridional y en Argelia. Dos circuns- tancias contribuyeron á que.se emprendieran esta vez con ma- yor ahínco y mejor suceso los ensayos, á saber, por una parte, la pérdida de los viñedos devastados por la Filoxera y la caída del cultivo de la garanza (Rubia) por el desenbrimiento de la Ali- zarina artificial; por otra, por dl empeño que se puso en Inven tar máquinas adecuadas para sacar y ciilicas las fibras. ¿ CULTIVO DE LA RAMÍ. - ces que suelen ser muy largas. tra también en los arcl- sin embargo, suelen causar grandes pérdidas en la cantidad de los productos, por consiguiente, en tales casos debe ser fayorezi- da con riegos moderados, pues la humedad estancada le es per- Judicial. : Propagación y cuidados.—La Pp puede « e semillas, por estacas y por acodos. Por las semillas el gas- se diéndolas al extranjero, pero se nota que los tallos obtenidos de ellas conservan cierta rusticidad y tardan en alcanzar las dimen- Slones necesarias para utilizarlos. Cuando, como sucede al prin pio, hay mida j Propagación, como se dirá en se; e E : primoras semillas se siembran en semilleros oportuna- — 18 — mente preparados, cuyo suelo haya sido de antemano perfecta- mente milo y limpiado de las malas hierbas. Como la sem:- lla es muy fina, pata sembrarla uniformemente, se la mezelará con dos terceras partes de arena, y sembrada, se la tapa igual- mente con arena ó tierra monuda; se procurará preservar la su- perficie de la sequedad regándola con la frecuencia que convi- niere según la estación y teniéndola tapada con paja ú hojas, uitarán luego que esté coneluída la germinación. Para facilitar el trasplante es muy conveniente que la siembra se ha- ga en rayas paralelas distantes de ocho á diez centímetros una de otra. Es evidente de suyo que se promoverá el desarrollo y la lozanía de las nuevas plantas escardando ligeramente el terre- no, cuando hubiere motivo para ello. ndo éstas han llegado á diez ó doce centímetros, es tiempo de trasplantarlas. Preparado el terreno que se les desti- na con una buena labor profunda, con los rastreos y demás la- bores adecuadas para limpiarlo y mullirlo lo mejor posible, se abren surcos paralelos ó huecos de unos diez ó doce centímetros de profundidad y distantes uno de otro unos cincuenta centí- metros en todas direcciones; se sacan las plantas del semilloro procurando conservarles al rededor de las raíces la tierra que las envuelve, se colocan en el surco y huecos preparados, se les ajusta ligeramente la tierra al rededor y se las riega. l trasplante debe hacerse al principio de la estación hú- meda, para lo cual conviene que la primera siembra se haga con la anticipación conveniente. a propagación por semillas es de emplear sólo cuando no fuero posible de otra manera; mucho más seguro y ventajoso es pol acodos y, cuando esto no pudiese emplearse, acudir á las es- acas. 1 producto de la primera, pe se obtiene pronto el de las nuevas La propagación por estacas se practica cortando las ramas en pedacitos de doce 4 quince centímetros de largo y plantando cada uno á la distancia mencionada, con la advertencia de que la parto que sobresalga de la tierra, tenga dos ó tres ojos. Empleando este método, conviene regar cuidadosamente las plantitas, al menos el mes primero, mientras hayan produ- : — 219 — cido abundantes raíces y, para economizar este trabajo, es prefe- rible colocar las estacas en almácigas y trasportarlas al lugar de- finitivo cuando estén enraizadas convenientemente. e cualquier modo que se haya practicado la plantación, du- rante el primer año, conviene escardar la tierra al rededor de las plantas y conservarla limpia de la maleza que perjudicaría á la amí; en los siguientes basta ordinariamente practicar esto una vez después de cada corte, porque su rápida y abundante vege- “tación basta para defenderla de las parásitas. En la ocasión de esta escarda, se aconseja el que se abone la planta, pudiendo emplearse para esto los abonos líquidos, ó los sólidos desleídos en el agua, con lo que se obtienen excelentes resultados. Des- pués del segundo ó tercer corte, conviene dar á las plantas el es- pacio de un metro en todas direcciones, arrancando las interme- las. _ El primer corte, ó la primera cosecha de la Ramí, suele ser en Europa al fin del primer año después de plantada, y en los sucesivos puede dar dos ó tres cortes, según la temperatura lo- cal, y lo más ó menos favorable de las otras condiciones en que vive. La época de la cosecha es cuando empieza 'Á florecer, ó cuando la base de los tallos se vuelve parduzca. Débese atender cuidadosamente el no cortar ni antes de esta época, porque se perdería en la cantidad y en la tenacidad bra; ni mucho más tarde, porque se dificultaría el descor- tezamiento. Por la misma razón conviene procurar que las ra- mas de cada corte sean igualmente maduras, y un medio para obtenerlo es el que se las corte lo más bajo posible. , El corte deba hacerse con tijeras, hovas ó cuchillos bien afilados y no arrancar las ramas á tirones, en cuyo caso se des- cortezarían y lastimarían inevitablemente las cepas, cosa que es sería muy perjudicial. 4 2% A medida que se va cortando se deshojan las ramas, se troncha la parte superior de cada una, la cual puede servir para la propagación, y atadas on hacecillos, se trasportan al sitio Á donde se han de descortezar: operación que será tanto más fácil cuanto más frescas fueren las ramas. Producción de la Ramí.—M. Groncet de Más, citado por Re- nouard, da el siguiente informe sobre la producción de las dos especies de Ramí: E , “La Ramí verde [Boehmeria utilis] cultivada á 50 centí- metros “de distancia, es decir, en razón de 40,000 plantas por hectárea, dió el primer año un corte de 18.000 kilogramos, de cuyo peso, la mitad pertenecía á las hojas. La otra mitad El segundo año, el primer « 34,1 kilogramos, el segundo 31.600, total 65.750 kilogramos de tallos con hojas — 220 — 6 sea 32.875 kilogramos de tallos verdes, 6.575 de tallos secos, y cerca de 1.180 kilogramos de hilaza. Para explicar la di rencia que se nota entre los dos cortes, debemos manifestar que se dejó madurar demasiado el primero, así que al segundo no a tiempo suficiente para llegar al mismo grado de desa- rrollo. En el tercer año, la plantación había adquirido su desarro- llo completo, hallándose las plantas á un metro de distancia una de otra en ambas direcciones y, sin embargo, se cruzaban por sus vástagos y rizomas. primer corte d16 41.200, el se- gundo 39.700 kilogramos de tallos ver *>s con hojas, 40.450 sin ellas, 8.000 de tallos secos y 1.600 de hilaza. (Otros experimentadores de Francia dicon haber obtenido hasta 2.000 kilogramos de hilaza). : | “Cuanto á la Ramí blanca (Boehmeria nivea) el producto obtenido en hilaza el tercer año ha sido de poco más de 1.000 kilogramos; por lo cual se ve que la primera merece la preferen- cla siempre que las condiciones locales se presten para su cul- yo”, : cualidad (Joigneaux). | A M. Dehérain calcula que el beneficio anual, al precio de 150 £r. los cien kilogramos, sería de 1800 francos por hectárea, SU- po para el Ecuador, donde es tan escasa la mano de obra, Por os pocos cuidados que exige, especialmente desde el segundo año en adelante, o se reduce á una.que otra limpia anual, la su- ministración de algú o, án riego en la época de la Se- egún Balaguer y Primo la resistencia á la tracción de las fibras de la Ramí, es enatro veces mayor que la de las fibras del 16 , esta afirma- ción de Mr. Bothier será exagerada, es indudable que los te- jidos de la nueva planta textil, deben ser excelentes, dadas las , ” » — 221 — bra anual y los trabajos y gastos correspondientes que piden el Lino y el Cáñamo. Sin embargo la cosa cambia de aspecto cuando, á las faenas susodichas, se añade la del descortezamien- to, que consiste en separar las fibras textiles que componen la corteza, del susbtrato leñoso. : | ste es el escollo en que se han estrellado hasta ahora las - tentativas del arte para inventar medios adecuados y económi- cos para ello. DESCORTEZAMIENTO DE LA RAMÍ. en resumen, tratándolas con agua caliente y soluciones alca- nas. ; Todas estas operaciones hechas, por supuesto, á mano, son muy lentas y, si son económicas en países donde la población pulula y la mano de obra es barata, no lo son en condiciones con- cáñamo; pero sin resultado, porque las fibras se podrían sin sepa- rarse del leño. Se comprendió por tanto que el descortezamien- te; más que lo serán luego que se conozca una máquina adecua- da á descortezar en verde los tallos de esta planta. Por consi- guiente, convidaba á los mecánicos á inventar tal máquina - vía desconocida”. : . Lacircular fué esparcida con profusión en todas las colo- nias, pero sin efecto. Por este contratiempo, el mismo Gobier- - no publicó el 11 de junio de 1870 otra circular en la que se — 222 — que tendría lugar en el mes de abril de 1872, ofreciendo esta vaz dos premios, el uno de 5000 libras esterlinas y el otro de 2000. Las máquinas destinadas á la prueba deberían enviar- que no satisfacía completamente al fin pretendido; sin embargo se resolvió dar al inventor 1500 libras esterlinas. | El 30 de agosto de 1877 se publicó para el mismo objeto una nueva circular, concebida en los mismos términos, fijando como lugar de exhibición á Saharumpoore y, cuanto al tiempo, el mes de agosto de 1879. Esta vez los concurrentes fueron 23 el premio de 5000 libras esterlinas fué acordado á Van der lugg, Ingeniero holandés en Java. El Sr. Renouard, de quien tomamos la mayor parte de estas noticias, y cuyo escrito fué publicado en 1882, dice no tener conocimientos más detallados sobre esta máquina, pero que sus buenos resultados pueden de- ucirse de que el inventor ofrece dar la libra de Ramí (en Java) 4 60 céntimos de franco, precio inferior al del lino y del algodón. rancia parecieron también varias, como las de Laberie y Berthet que, como la ya citada de Greig, está destinada á des- cortezar la Kamí en estado verde, y ha sido adoptada por la “Comp!*—industrielle de Ramie” é instalada en Argelia; otras como la del Ingeniero Roland y la de Favier para la Ramí en estado seco. Éstas son las que hasta el año de 1882 se emplea- ron en la industria europea. EN n Norte-América se inventaron muchas otras, cuyo em- pleo no se extendió fuera de los límites de la misma Nación. , En 1884 . . Dehérain habla de un nuevo método aplicado al mismo objeto, al cual parece atribuir una importan- c12 poco menos que decisiva. Hé aquí como se expresa: - “Nosotros hemos eialelado Dlienttos veces á nuestros lectores sobre los esfuerzos realizados para utilizar la Ramí, de la cual M, Decaisne vislumbró, de tiempos atrás, el porvenir industrial. Hoy día parece que la cosa toca á su término. Jn efecto, las dificultades que se encontraban en separar la hilaza. 5d . Fara separar la corteza, M. Fayier procede del modo s i- guiente: cortados los tallos se les quitan las partes superiores, en ataditos y se llevan al aparato de descortezar, que consiste. en un generador de vapor y unas cuantas cajas de madera de. po. mp 9,50 metros de largo y 0,60 de ancho. Estas tienen un fondo 1 falso al que se conduce el vapor. Cada una puede contener cerca de 2,000 tallos. La tapa de cada una se conserva.cerrada, e un lado por visagras y de otro por ganchos. Para que el y vapor no se escape por las uiiones de la tapa, se las provee de un trapo basto, : q Después que los tallos han pasado unos veinte minutos en este baño á vapor caliente, se los snea, y la corteza se separa con lx mayor facilidad en listones, pudiendo ocuparse en esta tarea niños y mujeres, : a corteza así separada, según observan los Sres. Fremy y Urbain, resulta de una parte de naturaleza vasculoga, otra de fibrosa y finalmente do ciertas materias pécticas. La parte fibro- sa es la única utilizable y lo puede ser sólo separándola de las demás. Los Sres. Fremy y Urbain han dado á conocer un procedimiento muy sencillo para este objeto, el enal consiste en tratar la corteza con soda cáustica á 1552, con lo cual se disuel- ve la vasculosa y los compuestos pécticos sin perjudicar la parte ibrosa, : Después de esto, se blanquean las fkras y se peinan, con lo cual se obtieno una hilaza cuyo brillo y finura es comparable al de la seda, En esta operación la corteza pierde de una mil- tad á dos terceras partes de su peso, y en este estado su valor actual es de 150 francos por quintal métrico”. E E El Sr. Dehérain concluye: “Estos nuevos procedimien- “tos aseguran á la Ramí el más brillante porvenir, y su cultivo tiende á tomar en Argelia un desarrollo que no puede menos de lr aumentando diariamente”. A pesar de tan halagieños auspicios, parece que los hechos no correspondieron á las esperanzas concebidas por la aplicación de este procedimiento. En efecto, en 5 de abril de 1887 M. Vitte, Ministro de Agricultura, publicó un decreto por el cual se abría un nuevo concurso internacional de aparatos y proce- dimientos industriales para descortezar la Ramí, concurso que debería tener lugar en París el 15 de agosto del mismo año. _En este decreto se distinguen tales aparatos en. las cate- Orías siguientes, ofreciendo premios y recompensas para cada una de ellas. 0 : 1* Máquinas propias para descortezar la Ramí en verde, movidas por el yapor. : e 22 Máquinas propias para descortezar la Ramí en verdo movidas por Malacates y utilizables en las colonias. .. 38% Máquinas propias para descortezar la Ramí en seco mo- Vidas por el vapor. A 4% Máquinas propias para el mismo objeto movidas á bra- ZOS, ) - A ' 5% Procedimientos más propios y económicos para reducir los listones de corteza en hilaza utilizable por la industria. e Los premios fijados para cada categoría serían de 300 has- Eearicos, y el Jurado encargado de calificar los apara- es debería tomar en cuenta, así el resultado del trabajo, como las ventajas de las condiciones en que funcionaren número de los aspirantes que se hicieron inscribir £ fué el de ta : de éstos sólo cinco concurrieron con sus máquinas, y dos de éstas no fueron admitidas á las pruebas. Las tres que lo fue eS Rain NIE M. Pndtaheds: la 2% á M. Barbier, y la 3%á la “Compañía Americana de fibras” reprosentada por M. Pilter : Habiendo repetido por tres veces los ensayos de cada una sobre la Ramí ón ninguna dió resultados satisfactorios; por lo cual el Jurado declaró que no había lugar al premio ofrecido; sin embargo concedió, á título de indemnización al Sr. Lali dtsheer, la. suma de 600 francos y de 400 respectivamento : Barbier y á Pilter. Después de esta fecha no sabemos que se haya abierto otro concurso. Los periódicos franceses de Agricultura que tenemos á la vista, y llegan Se la mitad de mayo del presente año, no vuelven á tratar de o sino una sola vez, y en términos poco favorables, como verera quí se ofrece E immslad de notar que el aparato de o del “Q Death, según el suel orreo mercantil” se presentó para el ensayo en Ala á mediados de junio de 87, precisamente en el tiempo en que estaba abierto el concurso susodicho en Pa- rís, concurso que miraba principalmente por los intereses de Ar- gelia á donde la Ramí se cultiva con mejJo-es sucesos y en mayor escala que en Francia. De s suponer es que haya habido sus razones para dirigirlo allá sin presentarlo ála exhibición, pero nadie negará que “este hecho pueda dar lugar á sospechas, porque no parece tan natu- ral que si eli inventor hubiese confiado en el mérito de su meca- nismo, habría descuidado la ocasión de ha ,cerle lucir, ni renun- ciado á la esperanza de obtener el premio en el concurso, y esto sin perjuicio de su destino futuro Esta sospecha queda confirmada por el hecho de que, al me- nos dos de los principales periódicos franceses de Agricultura, que han seguido paso á paso los acontecimientos relativos á la 2 no hacen mención del aparato susodicho: cosa, á nuestro cer, poco conciliable con das afirmaciones tan terminantes del -satalicdo completo de dicho aparato, contenidas en el artícu- o citado del Correo mercantil. Ahora bien la reiterada conyocación de concursos para promover la invención da nuevos aparatos para el objeto de que so trata, manifiesta que los anteriores no se tenían dos, y porlo tocante á los presentados en el último, Jo srta el [*] Journal de P Agric. $, Octobre. 1888. AR é ; a E dictamen del Jurado que acabamos de citar. Sabemos además -que todos los concursos tuvieron el caracter de internacionales; que en efecto tomaron parte en ellos expositores de diferentes naciones y que los aparatos presentados fueron siempre de nue- - ya invención. De aquí puede deducirse que ni fuera de Francia existen aparatos de mérito reconocido, porque más fácil habría sido pre- sentar éstos, s1 los hubiese habido, que inventar nuevos con tra- ajo y gastos ciertos y resultado siempre eventual. Luego el: problema del descortezamiento de la Ramí no está resuelto to- davía satisfactoriamente. : Estando las cosas en estos términos ¿se podría aconsejar sin vacilación á los agricultores el que emprendan en grande es- cala el cultivo de la Ramí? He aquí como contesta á esta pre- gunta el “Journal de P Agriculture” en el número correspon- diente al 1? de diciembre de 1888. Desde unos veinte años la cuestión de la propagación de la Ramí ha salido periódicamente á luz. Numerosos ensayos se han hecho en muchas localidades y, después de afirmaciones muy categóricas de buen suceso, ha recaído nuevamente en el olvido, Según personas muy autorizadas, sería temerario esperar el que el cultivo de la Ramí pueda extenderse considerablemente en Francia. Esto es lo que resulta especialmente de los estudios de la Comisión sobre la Ram, establecida por el Ministerio de Agricultu- ra en 1887, A una contestación tan autorizada y terminante sólo po- demos añadir que la dificultad se aumenta, antes que dismi- nuir, siso la considera en relación con las condiciones actuales del Ecuador, el cual, sin duda, no dispone de mejores aparatos que Europa para el objeto en cuestión, ni tiene mayor facilidad de procurárselos. as uradera, puede concurrir al menos á aumentar ventajosamen- te la industria textil del país. Queremos decir tan sólo que nos parece muy -ensato el dictamen expresado por M. Doniol en la sesión del 13 de junio de 1888 de la Sociedad Nacional de agricultura en París: “gu 4l faut se montrer tres réservé dans les tentatives de propagation de la Ramie”. E reemos además que el agricultor esuatorizno podría fijar- se en otros vegetales de fibras textiles que, zunque no de tanto valor intrínseco, darán, sin embarco, mas seguros resultados. L. Soprzo, $. J. HA AAA A COLABORACION ADVERTENCIA. Al escribir algo sobre la “Lepra”, enfermedad muy antigua, mal determinada y poco estudiada entre nosotros, no es otra mi intención que la de hacer constar algunas observaciones prácti- cas, que personalmente y no con poco trabajo las he tomado, tanto en algunos casos de mi práctica particular, desde estudiante, como ya de médico incorporado, y más todavía desde que tengo a mi cargo el lazareto de esta ciudad. La lectura de historias, viajes y observaciones de casos de lepra, recogidas por algunos eminentes profesores de medicina europeos y americanos, y el €s- tudio constante y detenido que de esta enfermedad he seguido, me han hecho caer en la peligrosa, como ardua tarea, no diré A escribir un ligero tratado teórico y práctico de la lepra, mas sí de borronear un modesto ensayo de estudio sobre esta horrible al par que aterradora y lastimosa enfermedad; en la que se admira el maravilloso poder del principio vital, encerrado en una mutilada sa casi informe y podrida, luchando contra un enemigo tanto más poderoso, cuanto no es completamente conocido, Por. más que la multitud de teorías sobre el particular nos lo quieran hacer creer. : : Mo: A id a A EA Muchas veces he querido no publicar este pequeño trabajo, por.temor de malos críticos, pero algunos de mis profesores ami- gos me han estimulado y casi obligado á hacerlo: áestos me atre- vo á dedicarles este ensayo. efinición, sinonimia, historia, etiología, anatomía y fisio- logía patológicas, diagnóstico, sintomatología, complicaciones, du- ración, terminación y tratamientos de la “Lepra”, son los puntos sobre los que algo consignaré, haciendo llamadas á las observacio- do al propio tiempo los errores, naturales en un trabajo de esta clase y mássi se atiende á los innumerables obstáculos con que he tenido que luchar. Mi intención es buena, ser algo útil; lo demás que se diga no me importa. Quito.— 1880. J. R. G. 1 DEFINICIÓN Y SINONIMIA. La Lepr ra ó Elefancia de los griegos es una enfermedad pa- rasitaria crónica, caracterizada por la producción de neoplasias llenas de bacilos, que se desarrollan de preferencia al nivel de los tegumentos, (mucos o y cutá íneo ) al nivel de los nervios, en los ganglios linfáticos y en ciertas vísceras, produciendo alteraciones profundas de nutrición. Hay tres clases de lepra, á saber: 1? lepra A ó nu- dosa; que se la podría llamar lepra tegumentaria, por tener su asiento en los tegumentos, vasos y ganglios linfáticos co correspon- dientes: 2% lepra anestésica ó trophoneurótica, localizada en los nervios; se la podría llamar lepra 1 nerviosa: y 3? lepra mixta ó com- picta, en la que las neoplasias ó ó lepromas se localizan en todo el Organismo, y en la que las lesiones y síntomas se combinan, des- pués de un tiempo más ó menos variable, según una multitud de circunstancias generales é individuales.—La tercera forma de lepra, combinación de las dos primeras, la lepra mixta, representa el tipo completo de la lepra ó elefancia e los griegos. [*] Muchos de los e conceptos emitidos en este ensayo no me pertenecen exclu- a sivamente, los he tomado de varios autores de gran crédi to. — 2258 — ¿El gran número de clasificaciones de los autores antiguos y algunos modernos, (como de lepras bulbosas, nudosas, tuberosas magna y miliar, maculosas magna y punteada, blancas, negras, bronceadas, lazarinas, ulcerosas, pemphigoideas, psoriásicas, muti- lantes, hipertróficas, atróficas, anestésicas, hiperestésicas, 8. «. ), no, son sino fases distintas y variadas en la evolución de las tres formas precedentes; son variedades eruptivas y períodos más ó menos avanzados, que están indicando la lentitud ó rapidez pro- gresiva de esta enfermedad. qn Lale elas afecciones cuyasinonimia ha sido mayor; en- tre la infinidad de nombres con que se le ha designado, citaré los siguientes: leontiasis, elefantiasis de los griegos, lepra de los ára- bes, spedalskhed (Noruega), morphea, aussatz (Alemania), sa- lasis, mal rojo de Cayena, morbis bíblicis, sclerodermia, melaat- chheid (Holanda), zaraath, (antiguo Testamento ), malum mor- tuum, fa-fung de los chinos, mal de San Lázaro (España ), elefan- ciacos, leprosos, lázaros (Quito), enfermos (varias provincias del Ecuador) €. 8. 8.—Parece que la denominación que debiera conservarse es la de “Lepra”, deribada del latín lepra, leprosy. ll HISTORIA. minuciosamente; entonces se la. confundía con la lepra vulgar de los árabes (elefantiasis de los árabes) y con la sífilis en sus perío <= 008 de fué propagándose lentamente por toda la Eúropa, importada probablemente por la armada romana: por consiguiente los dos focos principales fueron la Grecia y la Italia, en seguida quedaron invadidas la Lombardia, España, Francia, Alemania €. _ Virchow en 636 habló de los lazaretos (leproserías) de Metz, Verdun Maestricht €. En 757 el Rey francés Pépin y Carlo- magno en 789 declararon que la lepra era uno de los casos de nulidad del matrimonio. En 950 fué infectada la Inglaterra. En el siglo XIII había en Francia más de 2000 leprosos y es bien sabido que entonces existía una orden de caballeros que piadosamente se habían consagrado á servir á estos infelices. En esta época los leprosos eran tenidos por la Iglesia y los fieles, como sagrados y predilectos de Dius; de ahí el gran cuidado, solicitud y hasta veneración que se les profesaba; la Iglesia tenía con ellos un vivo y tierno interés, les proporcionaba todo aquello que necesitaban, dándoles un asilo, queal mismo tiempoles separa- ba de lasociedad, impidiéndo de este modo la propagación del mis- llagas, les aseaba; lo mismo hacía Enrique III de Inglaterra. Santa Catalina de Sena, cuidaba de los leprosos, lababa sus úl- ceras y ella misma los sepultaba; se dice que sus manos fueron contagiadas y que milagrosamente se sanó. En fin sería largo referir los hechos notables de esta clase, en que con caridad ver- infelices; citarémos á San Francisco de Asis, Santa Clara, Santa Isabel reina de Hungría, San Francisco Javier, Santa Juana de Chantal. ¡Dichosa influencia de la religión, que daba tan benéficos resultados en épocas todavía bárbaras! A Hacia el siglo XV la lepra comenzó á disminuir en Europa, Por razón de las severas medidas de aislamiento que se tomaron y que escrupulosa y rigurvsamente se observaron, como sucedió en Alemania, Francia, Inglaterra, los Países-Bajos Y. En los lugares donde no se tomiaron estas precauciones, la lepra cundió, como en Noruega, Italia, Portugal, España €. ' E _ Alibert estudió el carácter de la elefancia griega y la clasif- có en tres especies, 4 saber: la lepra callosa, la crustácea y la tu- berculosa, Los griegos, romanos y árabes dieron á la lepra va- riados nombres, á causa de las variedades que observaban. 'Schi- lling, médico belga, la consideraba endémica entre los árabes y los de Egipto, de donde pasó á la Abisinia y Etiopia, en que las a» condiciones topográficas y climatéricas favorecían su desarrollo y propagación. De la Etiopia pasó á las colonias holandesas de América, importada por los esclavos africanos. En la colonia Surinam se propagó más que en la América del Norte, á conse- cuencia del clima, calidad de alimentos y más que todo, á la falta de aseo y las relaciones frecuentes con los negros. Los invaso- res europeos llevaron consigo á las Américas, á las Antillas «., no sólo su crueldad, sus costumbres, sus vicios, sus exesos, su aguardiente, más también sus enfermedades, su lepra. Los indios de la América del Norte, los salvajes del Brasil, que evitaron todo trato con los invasores, se conservaron libres de la lepra; por el contrario donde la raza india se mezcló con la extranjera, la lepra se vulgarizó, como en Méjico, Venezuela, la Trininidad, las tribus de los Caribes, los Warrow, los Arrowak. Mas tarde invadió la lepraá las islas del Oceano Pacífico. En 1848 que comenzó la inmigración china, raza infectada de lepra, fué cuando apareció como epidemia en las islas Sandwich, en don- de en menos de 50 años, se propagó de tal manera, que casi la 14? parte de los habitantes de este desgraciado país fueron le- prosos. Después hubo casos de lepra en los Estados Unidos y el Canadá, importada por la emigración de Noruega por el At- lántico y por la emigración china por el Pacífico. Los médicos ingleses del Canadá y los de los Estados Unidos, aconsejaron á los gobernantes que se aislara á los enfermos para evitar el con- tagio, como en efecto se consiguió. La lepra seguía, pues, las grandes corrientes humanas bélicas y comerciales, dejando por donde pasaba gérmenes de la nueva entidad morbosa, produ- ciendo el pánico en las poblaciones tocadas, como sucedió en las Guayanas francesas, inglesas y alemanas; en estas últimas el ais- lamiento produjo magníficos resultados, no así en las otras, en que criticaron á los gobiernos respectivos de bárbaros y persegui- dores de la libertad individual; el fruto de la complacencia de es- tos gobiernos, no atacando la libertad (como se decía), fué el aumento prodigioso dela infección; un ejemplo nos dá la propa- gación de esta enfermedad en Madagascar y últimamente en la isla de Mauricio y la Reunión. s inmigraciones á las Américas aumentaban día á día y con ellas, cual la sombra al cuerpo, le seguía q temida lepra; pronto se esparció por la América central y la América del Sur. En casi toda la costa de las repúblicas Sud—americanas habían casos de lepra, de donde se esparció por la sierra, apareciendo en mayor número en los países calientes y en los pueblos del in- terior en que sus habitantes á más de no tener ninguna higiene, carecían de alimentos y usaban aguas cenagosas estancadas. ¿NM el Brasil la elefancia griega se propagó en Maranhao, Pará, Per- nambuco, Bahía, Paraná y Río Janeiro: las Indias ó tribus sal- vajes del Brasil quedaron ilesas. Después fueron más ó menos mumerosos los casos de lepra en Uruguay, Panamá, Venezuela, E TRE (UN Bi Nueva Granada, Ecuador. In esta última república no se lia- bía visto ni un solo caso hasta el año de 1768. Después de este año se presentaron uno que otro caso no bien determinado, en las ciudades de Guayaquil y Esmeraldas: mas tarde en Loja, Cuen- ca, Ambato, Quito é Ibarra.—El Hospicio de la capital del Ecuador, que en 1767 fué edificado para noviciado de los Jesui- tas, en 1785 fué dedicado para asilo de pobres y de enfermos de viruelas y otras enfermedades contagiosas. El Ilustrísimo Señor Obispo de Quito Don Blas Sobrino Minayo, y el Señor Villalen- gua y Marfil fueron sus fundadores. En 1786, cuando el Señor Don Joaquín Tinajero fué administrador del Hospicio, habían allí unos cuatro leprosos (llamados entonces lazarinos); de los cuales el primero que fué asilado en esa casa de beneficencia fué un Señor Zorra, militar venezolano, En ese tiempo se curaba las úlceras de los leprosos con cocimientos aromáticos. En ese mis- mo año los médicos doctores Bernardo Delgado y Miguel Morán dieron un informe, apoyando la construcción del Hospicio; de- cían que era el lugar más adecuado para el asilo de los mendigos y los enfermos contagiosos. En el año 1787 era el administrador de esa casa el Señor Don Rafael Antonio Jatis y entonces los le- prosos estaban en unión de los afectados de viruelas en un mis- mo departamento. En 1793 eladministrador Den Francisco de Borja y Larruspuro, después Don Mariano Salazar y en 1796 don Vicente Melo, indicaron que sería bueno formar habitaciones se- paradas para los leprosos; en efecto se señaló un cuarto á tres leprosos que había, entre estos uno era pariente del administra- dor Salazar. En 1811 exitían en el Hospicio nueve leprosos; en 1829 habían diez y siete. Después fué creciendo lentamente el número de los elefanciacos, á causa de que se traían á la capi- tal los leprosos de las demás provincias. En ese tiempo el Doc- tor Arébalo (médico) murió leproso después de haber asistido, á algunos de este mal. Por los años de 1843 el Doctor Echeve- rría fué nombrado médico de los leprosos en Cuenca y más tarde en Quito, donde murió leproso, dejando dos hijas igualmente en- fermas: se dice que este Doctor cometía mil imprudentes abusos, asegurando el no contagio de la enfermedad. En la época en que fué Presidente de la República del Ecuador el Señor Roca- fuerte habían más leprosos de ambos sexos y estaba mandado el aislamiento; si bien es verdad, que no se tomaban las medidas necesarias para evitar el contagio; pues los leprosos engordaban cerdos y gallinas para venderlos en la ciudad; constantemente se encontraban á los leprosos en las fondas ó pequeños hoteles co- miendo en unión de otros sujetos sanos: en el mismo Hospicio tenían diversiones y festejos á los que eran convidados y asistían los sanos sin ningún recelo: merced, talvez, á la benignidad del clima de Quito, no cundió la enfermedad como debía; los lepro- . Sos de entonces eran pocos de la ciudad, la mayor parte cran de fuera e — 232 — Se dice que después infundieron un terror general y temor de contagio; tanto que se cree que el Presidente Rocafuerte. quiso fusitar á todos los eléfanciacos para exterminar la lepra; lo que sí fué cierto es, que proyectó formar una casa de leprosos en.el pun- to denominado Piedrahíta, (hoy propiedad de la familia Ponce) situado por detrás de a oso de Ichimbia, ligar dE adecuado para este o jeto Algún tiempo .o y ¿dando habían: en a Hospicio de Quito asilados unos cuarenta y tres elefanciacos, el Señor Doctor Rafael Barahona, se dedicó,«con el:afán-y: entusiasmo caracterís- ticos en tan eminente:cómo sabio profesor; á tomar observaciones prolijas y datos “anamnésticos sobre la etiología que los enfermos bas y sobre lo: más que juzgó investigar, con relación á esta enfermedad.—No'con poco trabajo logró sacar copias fotográfi- cas de EPs enfermos. El Doctor Barahona ha sido uno de los pocos médieos, que en Quito han tomado: observaciones y hecho apuntamientos que debieran publicarse. —: "En los siguientes años el aumento de 6 leprosos no era muy considerable, hasta el año 1880 en que hubo 29. hombres, y 24 mujeres leprosos. En 1383 ascendió á 60 el número total: en 1884 á á 61. En los demás años hasta 1888 no ha pasado de un número de 64, de los cuales un 50 por 100, más ó menos eran hombres. Esta cifra es casi constante, porque las bajas de los bo mueren ' o ó cinco por año] son reemplazadas por- los vos que entran más ó menos en igual número al año.—Véase eh bano estialistico de los leprosos « que están actualmente en el Hospicio de esta ciuda: En la ciudad de Cuenca existe también un cddtabl nú- mero de leprosos, que tenían su casa en una como isla “el jor- , lugar que proporcionaba algunas comodidades á los enfer- mos; pues gozaban del aire libre del campo y demás condicio- nes favorables propias de esa localidad. Los enfermos se 0cu- paban de la agricultura, tenían buenas dehesas, donde en ngordaban ganado, para venderlo á muchos sanos que sostenían ese negocio, lo mismo que de la variedad de frutos agrícolas. Hoy se mejora las condiciones de aislamiento de los elefanciacos y ya se piensa en someterlos á un tratamiento adecuado para siquiera aliviarlos de los crueles sufrimientos de que son víctimas. En Quito se trabaja una casa especial y lo mejor atondició. nado que se pueda, para que habiten exclusivamente los leprosos- Aunque la localidad no es delo más adecuada, con todo parece que gozarán de mejores condiciones higiénicas, que por ahora no las tienen, sin embargo de lo mucho que se hace en bien de ellos. La conferencia de San Vicente de Paul, que ha tomado á su car- go esa casa de beneficencia, no omite nada por aliviar de su sí- EScGON y Pmelera á los que sufren; tanto más, cuanto que encuen- tran placer en hacer el bien. Hoy tiene ese Eblrtcento una J regular botica, un sicdics y asistencia muy buena; pues € está — 233 — cargo de las RR. Hermanas de la Caridad, que les prodigan sus auxilios y cuidados en todo lo que han menester, con caridad propia y característica de ese grupo de mujeres ángeles, que se han constituído en verdaderas madres de la caridad, sirviendo de positivo consuelo á lá desgracia y haciendo llevadero el sufrimien- to de esos infelices enfermos reunidos en el Hospicio y Hospital de San Lázaro: as 1I ETIOLOGÍA. - Las causas de la lepra son numerosas y variadas y algunas verdaderamente hipotéticas. Sin embargo de las opiniones en- contradas de los autores, que se han ocupado de esta enferme- + dad, parece que ninguno ha negado el influjo de las causas si- siguientes: la herencia, mala y escasa alimentación, uso exclusivo le pescados salados, de mariscos, aceites de oliva ó de sésamo, carnes. descompuestas ó ahumadas, carnes de cerdo, la alimen- tación grasa, el uso de quesos muy salados y algo alterados, las bebidas alcohólicas, el uso de aguas estancadas, las grandes oxila- ciones de temperatura, las temperaturas extremas, la habitación áorillas del mar y de las grandes corrientes de agua; las emocio- Talwvez.sea á la ma- y fructificar necesite que faltando algunas dt Vd A o po do o ñhunca dará fruto, gérmen de propagación, aunque nazca, crezca y á veces dé flores aunque varas, según expresión vulgar hay necesidad de insistir sobre este asunto, las. diferentes causas higiénicas y las más señaladas por los autores, son abso- lutamente insuficiente s, ya sean solas ó consideradas simultánea- mente y en conjunto, para producir la lepra. Estas causas, pue- den, talvez, preparar el terreno y obrar en ciertos casos como causas predisponentes, jamás serán causas eficientes, ni crearán Indicaré sumariamente estas causas higiénicas predispo- nentes. ; —La alimentación defectuosa, ó insuficiente.—Mu- chos hán dado gran importancia á esta causa. Unos al uso ex- clusivo de pescados, sobre todo salados y “alterados; otros al ex- clusivo uso de carnes de puerco, salados ó no, al uso de leches ácidas ó medio descompuestas, al pan de centeno, á las patatas, V á frutas tiernas X. 8. erdad, si es, que estas sustancias no ' atraviesan impunemente el aparato digestivo, producen las más - veces gastritis ó enteritis, pero la lepra, no he sabido.—En cuan- to al uso de la carne de cerdo, he tenido ocasión de observar que hay muchos pueblos del Ecuador, que sólo se alimentan de cerdos; pero también he visto, que en estos lugares, á más de no conocerse ninguna condición higiénica, viven en comunidad con 4 estos animales y otros mas, sujetos á la respiración viciada y azas infecta de las heces fecales, orinas €. de estos inmundos irracio- . nales. He observado además, que la lepra ataca con preferen- cia á los cerdos, los que, es seguro, llevan el gérmen de contagio á los miserables habitantes de estos desgraciados pueblos. Frecuentemente han sido conducidos á la Policía de esta ciudad cerdos leprosos, que yo he aconsejado darles muerte y enterrarlos profundamente, para que no - de esa car- ne algunos indigentes, que á porfía los pedían. El uso exclusivo de pescados es otra causa de la lepra, in- vocada por muchos; pero haré notar que los pescadores de Tie- rra-Nueva y muchas otras poblaciones exclusivamente Ichthyó- phagas no han tenido jamás entre ellos un caso de elefancia. En cuanto á la alimentación defectuosa, diré: que los pobres indios de las Américas, los indígentes de Australia 8. no han tenido lepra, ántes de las inmigraciones, y bien sabido es el mo- do de alimentarse de estos habitantes. En la parroquia de Zám- biza, pueblo cercano á esta ciudad, en que sus numerosos pobla- dores carecen de buena alimentación: y de otras condiciones de salubridad, no he sabido que se haya visto un sólo elefanciaco. El Doctor Golschmidt que largo tiempo estudió la lepra en la isla de Madera, se expresa así: “Hasta el año de 1885, que he soe esta enfermedad, puedo asegurar que > malas condiciones de ba Ro mento alégico: al contrario en Lao Golicado, aldea sit tal $ > pe A O A A A 99 + E este de Funchal, sus moradores son exesivamente pobres, se ali- mentan mal y de batatas, coles, «pescados q $. y allí no hay lepra”. Los resfriamientos y cambios bruscos de fémperatura son otras de las causas citadas por algunos autores. - En Noruega, que hay muchos leprosos, hay lugares en donde sus habibaites están expuestos á estas causas y no hay casos de este mal; lo mismo puede HE. de algunas ciudades y pueblos europeos y americanos. ómo puede acusarse á estas causas la lepra de la isla de Mabe de Rhodas, de Sandwich «. ?—Entre los ha- bitantes de la Tierra-de-Fuego, existen reunidas todas las con- diciones antihigiénicas mencionadas; suciedad, como en ninguna y parte del hiando: carencia de vestidos, variaciones bruscas de temperatura; alimentación insuficiente, malísima, viciada; basta decir que se alimentan de mariscos y pescados más ó menos se- cos, prefieren comer á sus mujeres viejas y cuidan de los perros, porque dicen que estos les son más útiles para la caza; reciben como un especial regalo el hallazgo de una ballena podrida.k es en este lugar jamás se ha presentado un caso de lepra Sería pueril admitir la generación expontánea de la bra, como consecuencia de las malas condiciones higiénicas ya citadas. . Repito que hay países en los cuales hay completa carencia de. hi-> giéne y con todo no ha habido un solo caso de elefancia griega, , como en una que otra AA de ra de Palestina, entre] * BOLETIN UNIVERSITARIO. ACTAS. A Junta Administrativa. Sesión del 4 de abril de 1829. cio.—*Circular.—N?9 (9.—Ministerio de Instrucción Pública.— rial me dirijo, pues, á U, excitándole á la suscripción de pe para 6 más si lo considera necesario, á fin de poder lle= nar el número de los 500 volúmenes. —Espero pronta contes- cas + contestar á mi vez al Sr. Asher.—Dios guarde á U.—Elias Laso”. eran el Derecho Administrativo por Floreneio Gronza- y dos tomos de la Historia de Colombia por Restrepo. Acep- tose la propuesta, y por insinuación del Sr. halicma se con- vino en que el Sr. General Salazar dé en cambio de los libros AS AA A o ia OS: A 97 — perdidos las dos obras siguientes: “Código Civil de Chile” y “Leyes vijentes de Francia” por Agustin Roger y Alejan Sorel, y se ordenó que se le entreguen los tomos restantes de la Historia de Colombia, 'on esto terminó la sesión. El Vicerrector. El Secretario. RAFAEL BARAHONA. Manuel Baca M. Facultad de Filosofía y Literatura. Sesión del 19 de febrero de 1889. . Asistieron los Sres. Dr. Federico Gonzales Suárez R. P. el Sr. Decano, no asistió el R. P. La Camera. Aprobada el acta de la sesión anterior, se sometieron al des- El tes presentados por los Piar: y que el Sr. Aureliano e ES presente los certificados de los cursos de Gramática Sin más terminó la sesión. | | El Decano, El Secretario CarLos R. ToBAR. Manuel Baca M. A Facultal de Jurisprudencia. Sesión del 3 de mayo de 1889. Se rounieron los Sres. Dres. Casares, Espinosa de los Mon- —288 — teros, Campuzano y Peñaherrera, presididos por el Sr. Decano. eida y aprobada el acta de la sesión precedente, se some- tió al despacho el siguiente informe, que igualmente fue apro- bado “Se. ecano.—El infraserito informa, que examinados los documentos presentados por el Sr. Luis Cabeza de Vaca para optar al grado de Licenciado en Jurisprudencia, los encuen- tra completos y arreglados á la ley; pues tiene el título de Ba- 1 búenos certificados de los profesores y los correspon- dientes de aprobación en todos los exámenes de las materias que ha cursado en los cuatro años de estudio dé Jurisprudencia en que se ha matriculado. Por tanto debe declarársele apto para dicho grado, si US. no dispone otra cosa con el acierto que acostambra.—Quito, «abril 29 de 1889.—León Espinosa de los Monteros”. También se declaró apto para el mismo grado al Sr. Manuel María Naranjo, despues de oir el informe del Sr. Dr. Campuzano, quien aseveró que los documentos presentados por el peticionario estaban arreglados á la ley. Con esto terminó la sesión. JAMAO 5 El Decano. El Secretario. A > pS] _ + gULIO.B. ENRÍQUEZ. Manuel Baca Facultad de Medicina. - rahona, Egas, Muñoz, Cárdenas, Silva; Echeverría y Cevallos (profesor sustituto de Palología general y Nosografía). probada el acta de la sesión precedente, el Sr. Dr. Muñoz renunció la autorización que se le dió para recibir los exá- menes prácticos en el Hospital, fundándose en que algunos Sres. profesores creían que era ilegal dicha autorización; porque se- por las razones que tenía expuestas, «lebia subrogarle el profesor más antiguo, como lo PA arto 110 del Reglamento. El nes en es Se apoya para no presidir los exámenes en cuestión. El Se, : EHA maño y AS a o Y — 239 — guidos; porque quería «que el Sr. Decano y los Sres. profesores que no solo por sus canas; sino. también por su ilustración prolongada experiencia merecían el respeto de los demás, -con- curran al Hospital para que vean y aprecien el buen éxito de las escuelas prácticas fundadas por el exponente. oido el informe expedido por el Sr. Dr. Cárdenas, acerca de la solicitud del Sr. Daniel Núñez, que podia se le declare ap- to para el grado de Licenciado, fué aprobado, y de consiguiente declarado apto el peticionario. Pasó al estudio del mismo pa fesor la solicitud que con igual objeto presentó el Sr. José Ma- ría Baquero. vo presente, leyéronse el informe expedido por los cirujanos mi- que forman la. falda occidental de la colina llamada Y chimbía. después de un dilatado exámen cree, que entre ellos, el que reu- . ferido objeto, es uno que, perteneciendo á la misma parroquia, algo mayor su altura. * En el ángalo saperior, que mira algún cer también que ni los vientos que lo refrescan, n1 las aguas de lluvia que de él descienden perjudican en lo más pequeño á la salud de los habitantes de ninguno de los barrios de la capital ; puesto que los primeros no se dirigen á la ciudad, yalos segun- dos cambian de enrso al pié de la colina para encaminarso á la parte inferior del Machángara, en donde sus .aguas ya: no pres- tan servicio alguno al público. —La comisión desea que, si la H. acultad tiene por bien aprobar el presente informe, las auto- M0 =— ridados encargadas de vigilar por la salubridad pública orde- non la construcción del nuevo cementerio con la prontitud que reqniere las actuales circunstancias”.—Quito, mayo 12 de 1889. —R. Barahona.—Miguel Egas. Se mandó reservarlo porque los Sres. Profesores acordaron inspeccionar personalmente el lagar indicado. : Sin más terminó la sesión. El Decano, € El Secretario. RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. Manuel Baca Mo Sesión del 14 de mayo de 1889. Presidió el Sr. Decano, y concurrieron los Sres. Dres. Ba- rahona, Muñoz, Cárdenas, Sica y Cevallos. No se aprobó el acta precedente por ausencia del Sr. Se- cretario. Se dió lectura : : 1? Del informe expedido por el Sr. Dr. Cárdenas sobre la solicitud del Sr. Jcsó María Baquero, que pedia se le declare apto para el grado de Licenciado, fué aprobado y de consiguien- te declarado apto el solicitante. 2 Da dos oficios del H. S:. Ministro de la Guerra que re- mitía los expedientillos creados por los Subtenientes Daniel L Guerrero y Eusebio Galarraga, para que la Facultad proceda conforme á lo mandado en los respectivos decretos. Se leyó el informe perteneciente al Subteniente Daniel L Guerrero y la Facultad declaró por escrutinio secreto y unanimidad de votos acertado el concepto emitido por los Facultativos informantes; respecto del presentado por el Subteniente Eusebio Gralarraga igaalmonte so daslaró, por escrutinio socreto y unanimidad de votos, acertado el concepto emitido por los Facultativos infor- mantes, 30 De un oficio del H. Sr. Ministro de Instrucción Pública L nviado á ese despacho por el Sr. r. J. A. rique con motivo de la epidemia del sarampión en el cantón Yaguachi. La Facultad ains que el mencionado informe se archive en esta Secretaría. j Sin mas terminó la sesión. El Decano. ia El Prosecretario. RAFAEL RODRIGUEZ MALDONADO, José Bolívar Barahona. sd de de o ¿E lA at ns — Al — Sesión extraordinaria del 21 de mayo-de 1889, Abierta por el Sr. Decano con asistencia de los Sres. Dres. Barahona, Egas, Muñoz, Cárdenas, Silva y Ecleerría. ticesivamente fueron leidas y aprobadas las actas de las dos últimas sesiones precedentes. También se aprobó por una- nimidad la siguiente moción, propuesta por el Sr. Dr. Muñoz, con apoyo del Sr. Dr. Echeverría. Que á todos los Sres. Facul- tativos que han asistido al Sr. Dr. D. Manuel María Casares en la gravísima enfermedad que sufrió al llegar á Guayaquil; se tributen las debidas gracias por el esmero y actividad con que se han dignado prodigarle sus cuidados profesionales ; y que me- diante el Sr, Decano de la Facultad de Medicina del Guayas se les manifieste la gratitud que hacía ellos abrigan los profesores de esta Facultad por tan generoso comportamiento”. En seguida se presentaron al despacho los expedientillos pertenecientes á los Sres. Fernando Coronel Juan Manuel Cam- puzano, Capitán graduado Mateo Rafael Romero y soldado Ma- teo Mapiosito, enviados por el H. Sr. Ministro de la Guerra, pa- ra que se proceda conforme á lo mandado en los respectivos de- cretos marginalos. Sometidos á votación secreta los informes conferidos 4 cada uno de los mencionados militares, se declara- ron arregladas á la ley, y además, comprendido el Capitán Ber- - meo en el caso 22 del art. 42 de la ley de inválidos; debiendo notarse que en esta última votación resultaron seis votos por el caso 22 y uno por el 32 del artículo citado. 18. Dr. Muñoz propuso para textos de Cirugía el Trata- do Elemental de Patologia externa publicado por los Sres. Reclus irmisson Peyrot y Bouilly ; fundándose en que la obra que ac- tualmente sirve como tal, era demasiado extensa para los cursos escolares. Discutida esta proposición fué aprobada, quedando el Sr. Decano encargado para someterla al H. Consejo General de Instrucción Pública. o habiendo otro asunto terminó la sesión. El Decano. El Secretario. RAFAEL RODRIGUEZ MALDONADO. Manuel Baca A OFICIOS. SA) Rectorado de la Universidad Central.—Quito, mayo 2 de 1889 : H. Sr. Ministro de lo Interior y Relaciones exteriores. 5, El Sr. Dr. Cárlos Casares, Profesor y Bibliotecario de esta Universidad puso en conocimiento de la Junta Universitaria, en o que tengo la honra de presidir; que US. H. había obsequia- do generosamente pata dicha Biblioteca las obras siguentes : Elementos del Derecho Civil y Penal de Espa= halo por Pedro Gómez de la 43 Serna y Juan Ma- Sistema del Derecho ro- mano actual. :— por M.PF.C.deSavigny. :6 > Concordaneias, motivos ata : y ccmentarios del Códi- ato belen” go Civil Español. por Florencio García Goye- E E ad a, » e E EAS Sd E ” Tratado teórico y prác= 2002 AGA tico de las enfermeda- "> de o des del oído. por-J.P. Bonnafont." "1 y Curso de Botánica. por - Miguel Colmeiro. a En nombro de la-Janta yen el mio propio; doy al H.Sr General los más cordiales y sinceros agradecimientos por esta prueba de doferencia hácia este Establecimiento, y de inte- E q rós no desmentido por la Instrucción Pública en general. E s guarde á US. H.—Rufuel Barahona. Dios guarde á US. H.—Riufuel Baral Mimisterio de Gruerra y Marina.—Quito, febrero 21 de 1889. Sr. Decano de la Facultad de Medicina. - ___ En cinco fojas útiles, remito 4 US. la solicitud y docu- mentos del soldado Mariano Arias, á fin ue ese Tribunal declare de conformidad con el decreto marginal, si es ó no, acer- tado el informe de los facultativos, y si es ó no, justificada la -causa de invalidez que alega el peticionario. : Dios guarde 4 US.—J ulio Saenz. Ministerio de Guerra y Marina.—Quito, mayo 4 de 1889. Sr. Decano de la Facultad de Medicina. A fin de que el Tribunal que US. preside declare de con- formidad con el decreto marginal, remito en tres fojas útiles la solicitud y documentos del Capitán graduado, Mateo Rafael omero. Si US. cree conveniente, se servirá disponer que el peticionario se presente ante el Tribunal para que sea reconoci- . do; porque así lo juzga este Ministerio. Dios guarde á US.—Julio Saenz. nuel Montalbán. ¿8-“+TOMOS. ** PA ze E A A Decinato. dé- la Fácultad de Medicinas A “tito $ de 1 € HE, Sr. Mimistro de Ea y Mar ALBERT ara cumplir. con lo: Po or Ae en He oficio de' d del presente, es necesario que U S. He ordene: ¿que el Capitán: Matéo Rafael Romero se presente en ésto despacho mañapa á la una y media de la tarde. ¿Dios guarde á US. H. Rafi isa Maldonado. ¿IE nato de la Facultad de Medicina, — Quito, mar. 8 de 18 $ H. Sr. Ministro de Guerra y Mar Devuelvo á US. H, el ak cecins porldneciónte al solda- do Mariano Arias, con la resolución que dió la Facultad en la sesión de ayer. da deruclve el del Capitán: graduado Mateo Rafael ero, para que lós facultativos informantes expongan con más oxacita las lesiones de que adolece el interesado. a se resolvió acerta del soldado rencisco Noboa por- que no se ha presentado q ser reconoci Dios guarde á US. H po Rodr sous Maldonado. Ministerio de Chuerra y Marina. A mayo 8 de 1880, Sr. Decano de na Facultad dé Medi Remito 4 US. en nueve fójas cátilos. La “solicitud - docu- mentos del Subteniente Daniel . Guerrero. y la del de igual clase Eusebio Gálárraga, cuyo éxpe dientillo consta de vemte fojas útiles; á fin de que el Tribunal Y EP; H. AO proceda con arreglo 4 á los decretos de este Mini Dios guarde á á US.—Julio > Saenz. Ministerio ¿ de ojo rra y Mari A mayo. 10 de 1889. Sr. Decano de la Pociitad d de o M dci: En cinco fojas útiles, temito 4 US. siesta y documen- tos del Te eniente Coronel E uán M. epica, $ fin de que US. as marginal constante en la expresada a solicitud ;. determinando, al o il en o -caso del art9:49 de la ley respectiva se el peticio: Dios lod á “US, > Buen — 244 — Miyidteión de Instrucción Pública. —Quito, “mayo 11 de 1889. ñas Decano de la Facult tad de Medicina. a ra conocimiento de la: Facultad, en que Ú. tan digna- di preside, teng ho á honra ad juntarlo el informe ptas Manríque, médico de sanida antón ' aguachi. Esto tos versa sobre el desarrollo del saram- E en eso lugar, y sus húgltados > ios guarde á U.—Elias Laso Decanato de la Facultad de Medicina.—Quito, mayo 15 de os H. Sr. Ministro de Guerra y Mari Devuolvo 4 US. HL. el ac bid hoy, pertene- ciente al Teniente Coronel Juan 'ampuzano por tener tna enmendadura sustancial, que no se ha salvado, en el decreto de la Comandancia General del Distrito de 17 de abril del presen- te año. Dios guarde á US. H.—Rafuel Rodríguez Maldonado. a as de la Facultad de Medicina.—Quito, mayo 15 H. Sr. Ministro de Instrucción Públic Adjunto al estimable oficio de US. H. focha 15 del pre- sente, de recibido el informe que ha enviado á ese despacho el Sr. Dr, . Manríque con motivo de la epidemia del saram- pión en el cantón Y; aguachi; en la próxima reunión de la Fa- cultad daré cuenta 5 su contenido. Dios guarde á US. H. —Rafael Rodríguez Maldonado. > aa de la Facultad de Medicina.—Quito, mayo 15 “6 ee Sr. Ministro de Ghierra y Mari vuelvo á US. H. los epodicnils pertenecientes á los Sres. eblcutetes Daniel 1. Guerrero y Eusebio Galárraga con las resoluciones E expedidas pe la Facultad do Medicina en la sesión do _Dios guarde á á US. He aia: Rodríguez adi: — US Ministerio de Guerra y Marina.—Quito, mayo 15 de 1889. . -Sr. Decano de la Facultad de Medicina. Remito á US. el expedientilo del Teniente Coronel Juan . Campuzano, que la Comandancia General del Distrito ha deyuelto á este Ministerio, salvando, en la página cinco vuelta, la enmendadura sustancial que US, señala en su oficio de 13 de los corrientes. Igualmente acompaño los documentos en catorce fojas útiles del Capitán graduado Mateo Rafael Rome- ro con el informe ampliado delos facultativos conforme lo pide US. en su apreciable comunicación de 8 de los corrientes. Dios guarde á US.—Julio Suenz. : * 3 ; Decanato de la Facultad de Medicina.—Quito, mayo 22 H. Sr. Ministro de Guerra y Marina. Con las respectivas resoluciones devuelvo á US. H. los expedientillos perenecientes á los Sres. Teniente Coronel Juan Manuel Campuzano, Capitán graduado Matoo Romero y solda- do Mateo Mapiosito. Dios guarde á US. H.—Rafael Rodríguez Maldonado Decanato de la Facultad de Medicina.—Quito, mayo 23 de 1889. : Sr. Decano de la Facultad de Medicina del os Cábeme la honra do poner en conocimiento de,US. que la Facultad de Medicina de este Establecimiento, acordó en su sesión de ayor, por unanimidad de votos. “Qu os los Sres. - Facultativos que han asistido al Sr. Dr. D. Manuel María Ca- sares en la gravísima enfermedad que sufrió el llegar á ese puer- to, se tributo las debidas gracias porel esmero y actividad con, que se han dignado prodigarle sus cuidados profesiona- les, y se les manifieste, por medio de US., la gratitud que há- cia ellos abriga esta Facultad por tan generoso comportamiento.. Dios guarde 4 US.—Rafuel Rodríguez Maldonado. República del Ecuador.—Facultad Médica del Guayas.— - Guayaquil, 4 29 de mayo de 1889, 3 . Sr Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de la República. dé Me es grato, contestar el atento oficio de US. de 22 del o en el que al comunicarme el acuerdo de la Fucultad édica de Quito se sirve US. comunicarme para trascribirlo á VES I vb úl = 246 - — los altas de costa “ciudad que ¡nacen Sus, sorvicios s/pro- festonal es al Sr. . Manuel 1 María ainda en su grayo en- a ocurrida al llegar á. este puerto , ués de cumplir con los deseos dé osa; «corporación; el e ele estar á US. yá esa Facultad á mi nombre y al delos: «profésores que me acompañaron en la asistencia. médica del Dr. Jasares, que á mas de la satisfacción que.en todos debe: engen--. drar: ol cumplimiento de un deber de humanidad y de confrater- nidad profesional, la hemos tenido ¡Muy especia ; atendiendo ya á los méritos personales del 'asares, ya al pue esto que'ocu-.. pa en la Facultad Ala de E Capital como uno de los más conspicuos miembro - on ibianies de alta ln y egos me sus- eribo de US. atento y 8. 8S.—Pedro J. Boloña E” ER Sl taa de la Universidad Central. Quito 2AyD: L e ¿ Sr.Colector de cn OS Para los fines consig bite: me es hasilod comimicará y Us que el sueldo asignado al Sr. Dr. D. Ezequiel Cevallos, profe- sor sustituto de Patología Greneral, a ro y No- sografía, es la mitad del que goza el prople - Diog eS áU. —El Prosecretario, José A Bolivar Barahona. o ala. enciado: NS Medicina 1,2244. | ros > Gonzo Doctor. >». Jard 1 2.2.2.2,2,2.2. Cicerón Cisneros Pista (prácti eneral ds -2.2.3. Leonidas Llerena:Uisneros >, E a sb ioidinsd22 » Manuel María Peña, Cial ol Do a 38,3, AVISOS. Los “Anales” se publican cada mes. Con este número se termina la suscripción anual. Como no he óbtenido que los Sres. Agentes en las provincias me remitan el valor de las suscripciones, vuelvo á suplicarles me lo remitan junto con los números que no se hayan podido colocar ó vender. | Se pone en conocimiento del público, que la pon del - número 2% correspondiente á la 1? serie está con j Se procedió á este trabajo por haberse as a 1? edición, y ser uno de los números más importantes del periódico, por las US lecciones orales de Legislación dadas por el Sr. Dr. D. Elías Laso. TA 20 centavos. AGENCIAS DE LO S “AMALES”. . IBARRA.—Señor D. Ricardo Sandoval. QuiTo.—Colecturía de la Universidad. Pe ñor D. Rafael E. Dávila, carrera de García Mo- Laa Dr. D. Juan Abel Echeverría. MBATO. | 0. y» Ricardo Martínez. RIOBAMBA.— , » ,» Julio Antonio Vela. UARANDA.— , 5) » José Miguel Saltos. ER a a Moreno. Lo oteo Samaniego. bi a e SA D. Pedro Janer. * SUSCRIPCIONES. Suscripción se por un año. -.--..- ao $ 2. Para un smc e m L Un número sue sel 0.20 A e a E E AAN a Los “Anales” se bro con las Revistas iacionales. y ex- tranjeras del mismo volúm Insértanse toda clase de avisos sobre asuntos referentes á la Instrucción Pública, y al cultivo de las ciencias y las letras. os que no pasen de cuarenta palabras. .......-..- $ 0.30 Los que pasen de este número, por cada cinco pa- mn —labras..---. A o m 0.03 CORBESPONDENCIA. | Ha de dirigirse al Sr. D. Manuel e Lizarzaburu, en ] cargado de la edición de los “Anales | 7 . ANALES DELLA UNIVERSIDAD CENTRA, DEL, LOCADOL, Á- VÚ SERIE 3. mM. 20 PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN- TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS ARTES EN EL ECUADOR. CONTENIDO. Pequeño ensayo de Estudio sobre la lepra, por el Sr. Dr. D. Jenaro Ribadeneira G.— Programas delas materias ense- ñadas en la Universidad Central del Ecuador en el cur- so escolar de 1588 á 1889.—Homenaje al Mérito, Salado al R. P. Sanvicente, Rector del Colegio Nacional de San Gabriel. QUITO. A —— Imprenta Je-la Univesidad Central del Ecuador. — 1889. DIRECTOR DE LA IMPRENTA, NICANOR J. ARBOLEDA. Lo 4 : ANALES DEJA UNIVERSIDAD DE QUITO. — SERIE Bl > Quito, julio 31 de 1889, ¿ NUMERO 20 PEQUEÑO ENSAYO-DE' ESTUDIO SOBRE LA LEPRA, POR EL SR. DR. JENARO RIBADENEIRA. (Continuación). La doctrina de la herencia que tantos defensores como con- trarios ha tenido, es un punto importantísimo en la etiología de la lepra. Muchísimos casos de esta enfermedad no han tenido otra explicación satisfactoria; pues sujetos de buena familia, ri- cos, llenos de comodidades y por consiguiente en medio de las mejores condiciones higiénicas, han tenido la lepra, sin haber es- tado expuestos á ningun contagio: averiguados sus antecedentes de familia, hemos encontrado la razón satisfactoria de la predis-. posición hereditaria; pues la mayor parte han tenido padres, tios, ó abuelos elefanciacos. El atabismo se observa con frecuencia, como se verá en las observaciones 1* y 3%. Se ha conseguido librar del desarrollo del mal, á los hijos de un leproso, aislándo- los y haciéndoles cambiar de aire y clima, rodeándoles de condi- ciones higiénicas; en una palabra, combatiendo las disposiciones dañosas que pudieron haber recibido de aquellos que les dieron el ser. / Réstanos decir algo sobre el contagio de esta enfermedad. e aquí un punto importantísimo que debiera conocerse con evidencia y sóbre el cual no se ha dicho todavía la última pala- bra. Citaré algunos hechos que servirán de estudio y que algo influirán en el ánimo del lector, para que juiciosamente forme su opinión, adhiriéndose, desde luego, á la más razonable y pruden- te que le parezca. de: E _ La propagación de la lepra en Noruega, Italia, isla de Bor- bón; la de Java y Batavia etc., en las Antillas, en la isla Sandi- vich y en todos los lugares notables por la frecueneia de la lepra, reconocen por causa primordial el contagio. Las numerosas y frecuentes inmigraciones de los extrangeros, han sido causa de a aparición de este mal en lugares donde antes no se conocía. El no contagio tiene también sus observaciones concluyen- tcs, pues muchos sujetos sanos, casados con clefanciacos, han — Y48 — enviudado dos ó tres veces y tenido hijos leprosos en cada ma- trimonio, quedando ellos completamente ilesos. Véase las ob- servaciones 2? y 4%, RA, eS Un médico, atento observador y ancioso del progreso cien tífico, se inoculó él mismo el líquido purulento de los tubérculos supurados de un leproso; repitió la inoculación después de al- gún tiempo, por no haber obtenido resultado en apoyo del con- tagio y también fué negativo.—Se ha visto repetidas ocasiones que los hijos de padres leprosos han nacido sanos y han vivido muchos años, sin tener ninguna manifestación de la elefancia griega. bién el aliento y las secreciones de las úlceras. Otros creen que se transmite por los vestidos y el coito (Richter), así una lepro- sa infecta al marido, una nodriza al niño que alimenta y vice- versa, : Sería cansar demasiado á los lectores, multiplicando las ob- servaciones, exponiendo las teorías; pero sí será bien decirles or que ambas opiniones tienen su peso y razón y que, sin recha- zarlas en su totalidad, débenselas estudiar para dilucidar mejor condiciones higiénicas, que con esto nada se pierde. : IV” ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA PATOLÓGICAS. a anatomía patológica de la lepra ha dado lugar á nume- rosos trabajos. Las lesiones macroscópicas y microscópicas de este mal fueron estudiadas por G. Simón, Danielsen, Boeck, Pru- ner, Virchow, Hansen, Neumann, Kobner, Hebra, Bergmann, Lamblin, H. Leloir, Stenduer etc., etc. Estos autores estudia- ron el sitio, la disposición y estructura de los tubérculos de la lepra ó lepromas, que los hallaron constituídos por tegido gra- nuloso y grasoso endurecido. Buscaron el elemento específico del leproma y, como fruto de sus investigaciones, hablaron de gránulos, masas celulares, células grandes especiales, que lla- maron células leprosas de Virchow. Enel sistema nervioso es- tudiaron sus alteraciones que denominaron endurecimientos ner- viosos, neuritís leprosas. Estudiaron todas las modificaciones de los diversos sistemas, sobre todo del tegumentario. : Después, el descubrimiento del bacilo de la lepra, micro-or- ganismo de los productos leprosos, produjo un verdadero tras- torno científico. A. Hansen de Bergen lo descubrió en 1874 y lo coloreó Neisser de Breslau, Unna, Leloir, Thin y otros más confirmaron los estudios de 1874 y demostraron la- existencia del bacilo en las lepras tuberculosa y mixta de diversas locali- dades. Después los micrógrafos Cornil, Hansen y Arning lo hallaron en la lepra anestésica: todos estos estudios tenderían al mismo fin, á demostrar la unidad de la lepra. El bacilo le- proso existe, pues, en la lepra en todas sus formas, siendo más abundante en la tuberculosa y menos en la anestésica. Estudiemos ahora la estructura del tubérculo leproso :ó le- Proma y en seguida diremos algo acerca del bacilo de la lepra. — En un leproma ya bien formado y antes de necrosarse, dando cortes en distintas direcciones lo observamos de un color gris de este centro gris amarillo, se vé muy bien una zona de'color ceniciento, rodeada á su vez de otra zona rogiza. Si'se exami- na al microscopio el líquido que cada superficie de sección deja salir ó el que se obtiene comprimiendo el leproma abierto; se encuentra lo siguiente: 12 glóbulos rojos deformados, tanto' inás Numerosos, cuanto que el tubérculo sea más joven y esté más congestionado; faltan completamente al centro gris amarillo del leproma: 22 células linfáticas más ó menos granulosas: 3? algu- nas células redondas llenas de bastoncillos movibles y flotantes ro Mi en el líquido celular. Estos bastoncillos existen también enel estado libre, están dotados de movimientos vitales, se alargan, se encogen y achican, se retuercen y enrroscan: son yerdadero! seres wivos microscópicos estos micro—organismos que los cono- ceremos con el nombre de bacilos leprosos. Estos movimientos son mas visibles, cuando se agrega una gota de agua destilada á la preparación microscópica de las células redondas. Los baci- los leprosos poséen movilidad propia y expontánea, como lo ha1 observado perfectamente Hansen, Cornil, Leloir y otros: los mo- vimientos del bacilo nunca pueden confundirse con los de las corrientes ú oleadas del líquido de la preparación. Los caracte- res ordinarios del bacilo se notan muy bien, cuando coloreada tiende siempre á rodearlos vasos. Estas células son volumino- sas y crecen rápidamente hasta un sextuplo de su volúmen nor- mal, contienen varios nucleos. Los vasos sanguineos, rodeados por este agrupamiento celular, se dilatan, se hacen varicosos y sus paredes se hacen más gruesas, estrechando á veces la luz del stos cambios en la estructura y disposición vascular, ex- plican satisfactoriamente las alteraciones de circulación y nutri- ción en los puntos invadidos por lepromas y en los mas relacio- nados con estas funciones tan importantes de la vida. Los le- promas se vascularizan y los vasos son varicosos y están llenos variable, una parte del leproma se reabsorve ó elimina, lo demás sufre una transformación selerosa que endurece los tegidos veci- nos y de preferencia al nervioso, Sin embargo de que los caracteres histológicos del leproma tienen analogía con los del sifiloma, lipoma y tuberculoma, los del leproma. se diferencian, además, en la marcha lenta, crónica: presentan menos tendencia á la necrobiosis y su evolución está acompañada siempre de constantes y característicos desórdene! vasculares y nerviosos. DA aa A eoda, Si en lugar de colorear el leproma con picro-carmín, se si- gue el método de Unna, se nota la igual infiltración del neo- plasma, se observa mejor sus caracteres diferenciales y se vé la multitud de bacilos, que por su, gran número dan aspecto espe- cial al corte, caracterizando constantemente al leproma y hacién- ue distinguir delos otros ¡neoplasmas con los que tiene ana- Si se toma. una preparación coloreada, se la ilumina con el concentrador y se la observa por medio de un poderoso objeti- vo, se nota el bacilo leproso, bajo el aspecto de un bastoncillo ad ] ¿ A A — 251 — delgado, de extremidades afiladas y de una longitud igual á la mitad del diámetro de un glóbulo rojo y de una latitud igual á la décima parte del diámetro del mismo glóbulo. El bacilo tiene siempre dos abultamientos ó nudosidades colocadas ya en una extremidad, ya en ambas; estas nudosidades son los esporos. ay ocasiones que se observan tres, cuatro ó más nudosidades, en este caso no son sino el resultado de la unión intima de dos, tres ó más bacilos. (Neisser, Hansen, Cornil). Otras veces se notan filamentos alargados, como articulados; en este caso pare- ce que esta disposición es debida á la unión de los bacilos en el sentido de su longitud. Otras ocasiones se hallan grupos de puntos redondos que no son otra cosa sino esporos. Neisser ha descrito una especie de cubierta mustlaginosa al rededor de los bacilos: esta es más visible cuando se colora la preparación con Jiechsira. Leloir ha observado lo mismo en la mucosa lingual y en la piel de un leproso. SE ES E l micro-organismo de la lepra está constituído no súlo por un bacilo, sino también por esporos que provienen de él. Es necesario no confundir estos esporos con las granulaciones irregulares provenientes de la disgregación de los bacilos. Hansen, Neisser y otros han cultivado los bacilos de la, le- pra en cerosidad humana con gelatina y también en albúmina de huevo, á la temperatura del cuerpo humano. Los esporos existen en gran cantidad en las vísceras, sobre todo en el hígado, riñones, testículos y ganglios linfáticos. —Kob- ner ha hecho notar que la resistencia de los bacilos es muy. con- siderable; pues conservó un tubérculo leproso desecado dicz años envuelto en papel y al cabo de este tiempo observó miles de bacilos todavía vivos. Leloir observó bacilos numerosos, en la cavidad peritoneal de cerdos, en quienes había introducido pe- queños fracmentos de leproma, don ó tres años antes... os bacilos leprosos se hallan de preferencia en los elemen- tos celulares de los tegidos enfermos, esto es lo mas frecuente; sin embargo se han encontrado también aislados y en grupos fuera de los elementos celulares que constituyen los tegidos le- prosos; se han hallado conjuntos ó grupos zoogleicos de baci- Os yesporos de lepra, dispuestos en forma de bolas (Unna).— En resúmen, los grupos amarillos de Hansen, las células lepro- sas de Virchow, los g/obí de Neisser ete., etc., no son sino gru- pos zoogleicos de bacilos y esporos reunidos y envueltos en la mas variadas que han dado lugar á ser llamadas de distintas Maneras, como ya se ha indicado. E pen El bacilo leproso no sólo se ha encontrado en los ganglios linfáticos, en el tegido celular, en el cartilaginoso, en las células hepáticas, en los tubos nerviosos, en la sangre qué se obtiene pi- do el tubérculo leproso, etc., etc., sino que también sc ha pre- tendido encontrárlo en la sangre de la circulación general; pero Sustancia musilaginosa, descrita por Neisser, dispuestas en for- 2”) mc E por más que algunos hayan querido probarlo, no es evidente to- davía; por consiguiente, no puede aun asegurarse que la sangre - de la circulación general de un leproso contenga bacilos especí- cos. Cornil dice haber encontrado numerosos esporos y bacilos, ¡E la cara interna de las células endoteliales de los vasos sangui- - neos del pulmón, riñón (Cornil y Babés 1385). Hansen, gran micrógralo, no ha visto ni esporos ni bacilos en la circulación ge- neral; así es, que este punto es todavía hipotético.—Muy de de- _sear es, que se multipliquen las observaciones; para poder saber y asegurar, si la sangre de los leprosos contiene ó no bacilos; en que período aparecen; si son los que motivan la aparición y desarrollo de la lepra, ó si los micro-organismos aparecen des- pués en la evolución de esta enfermedad, como un resultado de su progreso patológico; y finalmente, si hay condiciones especia- les para la muerte del bacilo y su completa desaparición, según los distintos períodos en la marcha de la elefancia griega P— Una vez dilucidados estos puntos, sería facil asegurar ó no la curabilidad de la lepra, su destrucción etc., etc., que por hoy es un desideratusm de la ciencia. En todos los productos patológicos de la lepra, existen cons- tantemente bacilos numerosos, resistentes, que pueden ser (y. han sido) es dos. afirmar que una enfermedad es de origen parasitario y producida por la introducción en el organismo “de un “microbio patogénico, es necesario probar: 1% que esta enfermedad es ino- culable; 2? que existe en el producto inoculable un microbio es- pecial; 32 que este microbio pueda cultivarse; y 4% que inocu- lado en buenas condiciones, reproduzca siempre la RAS específica Se han hecho muchas y variadas e a en los anima- les y no.han dado resultado satisfacto En una de las Repú- blicas Sud—Americanas (no ia en cuál), se cita un caso de inoculación en un médico sin obtenerse resultado; por más que se repitió la prueba y aun se encerró en el tegido sano del experimentador el líquido extraído de un leproma os to- do fué inutil, nada se consiguió. El venerable X.... oculó él mismo y además á veinte sujetos sanos; en aigúnos: se pd jo linfagitis y adenitis sépticas poco graves; después de ¡poco tiempo todos los veinte y uno que fueron inoculados estaban per- fectamente sanos (18 57 —Escandinavia). —Estas experimentacio- nes repetidas (si han sido ds Des as) apoyan en mucho á los con tagiosa.. Hansen, br cea también inoculaciones en ocho sujetos sanos (dos mujeres) y no obtuvieron resultado. A: estas observaciones agréguese las picaduras de los cirujanos y anatómicos tanto en operaciones practicadas en leprosos, como en algunas autópsias, sin que se sepa que haya habido resultado a A AA AER O e A a A — 298 — alguno. Es indispensable multiplicar las observaciones y ensa- yos; hasta tanto hay que dar tregua al tiempo y á los estudios y experimentos: tal vez no esté lejos el día en que se pueda ase- gurar lo positivo de la cuestión y por consiguiente afirmar ó ne- gar el contagio de la lepra. e Pasemos á decir algo sobre las alteraciones que produce la lepra en los diferentes tegidos. | : Piel.—En los tubérculos recientes la epidermis está in- tacta; después las prolongaciones interpapilares se hipertrofan: cuando el tubérculo es antiguo, mas voluminoso, las prolonga- ciones epidérmicas se aplanan y desaparecen. Más tarde los tu- bérculos tienden á ulcerarse, á cubrirse de escamas, de grietas; presentan su superficie cubierta de vesículas ó flicténulas puru- entas: en este período se hacen visibles los bacilos que antes no se podían ver. En suma, las lesiones de la epidermis en la su- perficie de los lepromas, son secundarias á las lesiones del dermis, de los vasos y nervios. : El leproma altera bastante el dermis, sobre todo sus capas inferiores y más todavía la capa papilar. El leproma invade con mas frecuencia el hipodermo, con gran tendencia á formar gru- pos al rededor de las glándulas de la piel, de los vasos y nervios. | A veces sucede que el dermis está intacto, mientras que el hi- podermo esté invadido difusamente; en este caso la lepra tuber- culosa se la puede llamar lepra maculosa brun. 3 Los folículos pilo-sebáceros y las glándulas sudoríparas van | desapareciendo. - Hebra y Kaposi han manifestado la hipertro- fia de los músculos arrectores pilorum. Esta hipertrofia expli- caría el aspecto de carne de gallina, que en ciertos casos presen- ta el leproma. No se han visto bacilos en las glándulas sudorí- aras. Las arterias de la piel están afectadas de periarteritis y €n doarteritis obliterantes. Se observan muchos bacilos en las cé- lulas aplastadas y concéntricas de la túnica adventricia de los va- sos y también en las células de la túnica interna. z Los nervios de la piel están afectados de neuritis parenqui- matosa, pero secundaria á la acción directa de los bacilos lepro- sos y de los esporos, que se encuentran muchos entre los tubos nerviosos, sea en el estado libre ó llenando las células linfáticas que separan los tubos nerviosos. Por consiguiente, las lesiones de los nervios cutáneos son debidas ya á la perincuritis leprosa, ya también á la acción directa del virus leproso sobre el tubo nervioso. Los bacilos abundan al rededor de los hacecillos ner- viosos y en su espesor, sobre todo'en la lepra nerviosa. mo Consecuencia de estas alteraciones viene la degeneración nervio- sa, transformando á los nervios en verdaderos cordones fibro- SOS, : Los corpúsculos del tacto se atrofian y desaparecen (Car- ter, Lamblan).—El leproma cutáneo sufre transformaciones fi- E brosas, que tienen opa con el mie por esto 1, Vidal le daba el nombre de lupus-esderoso-lepros Cuando los lepromas se ulceran, ex ma gran cantidad de bacilos en el líquido segregado por la ulceración: cuando este líquido es purulento existen en menos número que cuando es opaco ó transparente. En el dermis é hipodermis vive muy bien el bacilo que pulula bajo la forma de bastoncillos y de esporos. 2"—Mucosas.—Las lesiones de las mucosas labiales, bucales, guturales, son muy análogas álas observadas en la piel, los ba- cilos abundan más, como puede verse en la saliva segregada. El leproma invade más facilmente los órganos revestidos po mucosas, produciendo verdadera infiltración y engrosamiento la mucosa del aparato respiratorio; es más grave la infiltración engrosamiento, pues termina por obliterar los cónductos res- piratorios, produciendo rápidamente la asfixia. De esta inva- sión participa el tegido muscular, cuyas fibras quedan disociadas. En la mucosa lingual se ha observado que la infiltración del le- proma destruye las papilas, formando verdaderas placas muco- sas vegetantes y confluentes, análogas á las alteraciones sifilíti- Los vasos se dilatan, las papilas del dermis mucoso se he po y están llenas de bac ilos.. La lengua se deform presenta el aspecto de una lengua afectada de glositis siflítica. 32—Vasos.—Se ha hablado ya de las raciones que ex- perimentan los vasos de la piel: en los vasos de los miembros y: tronco, como en los demás, las endoarteritis y periarteritis son más notables; las periflebitis y endoflebitis leprosas terminan por obliterar la luz del vaso, causa de las alteraciones subsiguientes, ulcerativas, gangrenosas etc., etc., Danielssen, Boeck, Leloir, Lucio, Alvarado, Poucet y otros han notado estas alteraciones en la vena sefena, en la aorta, iliacas, subelavias y otras más. 4"—Nervios.—El leproma no sólo invade los nervios tegu- mentarios, sino también los periféricos, produciendo lesiones aná- logas de las que se ha hablado. Ele engrosamiento nervioso €s tan considerable que se ha visto aumentar el volúmen del ner- vio hasta tres y cinco veces más que el normal: á veces el lepro- ma invade puntos separados de un nervio, dándole el aspecto de un cordón nudoso. Danielssen ha demostrado estas altera- ciones en el palmar cutáneo y sus ramificaciones. —En muchos leprosos que he tenido ocasión de observar, ha sido constante y muy manifiesta la alteración del nervio cubital, aumentado de volumen y y muy resistente, tanto, que se lo veía por debajo de la piel como si fuera una cuerda tirante. Exa alteraciones son notables en la lepra nervorum. La parte de la piel que recibe ramos “del tronco nervioso al- terado se anestesia gradualmente y en relación directa con la y . A e Ae degeneración nerviosa. La alteración nerviosa de los miembros A il o LAS h * usa Y una 5 En los miembros inferiores sucede lo parecido; primeramen- te se afecta el nervio peroneo y el cutáneo posterior externo, des- pués el tibial y los restantes sucesivamente. El nervio sciático no se lo ha encontrado alterado, sino en períodos muy avanza- dos de la lepra, Los nervios de la cara sufren como los demás. En resúmen, las alteraciones nerviosas de la elefancia de les griegos, invade toda la textura nerviosa, produciendo fenómenos análogos á los de las neuritis parenquimatosas é intersticiales y siempre bajo el influjo específico del micro-organismo de la le- pra. Las lesiones nerviosas son las. mismas en la lepra mixta y en la nerviosa. PA La médula y sus membranas sufren también alteraciones patológicas parecidas; además, se ha notado el aumento sidad, la atrofia, el aspecto amarillo sucio de la sustancia gris, la rarefacción de las células gangliónicas etc., etc.—Las alteracio- nes encefálicas han sido más visibles en el origen de los nervios craneanos, donde se ha encontrado exudado abundante.—En cuanto á las alteraciones nerviosas centrales, no están uniformes los autores; faltan observaciones. o mismo con respecto á la existencia de bacilos en la médula y encéfalo. . 5%—Ganglios linfáticos.—Los ganglios linfáticos correspon- dientes á las regiones enfermas se presentan hipertrofiados, en- durados y con degeneraciones caseosas en puntos aislados. Al corte del ganglio se vé que el tegido adenoideo ha ido desapa- reciendo y reemplazándose por hacecillos gruesos de tegido con- juntivo. Los bacilos son numerosos. : 6”—En la laringe, además de las alteraciones de las muco- Sas, que le son comunes, se observa además considerables, sobre todo glóticos, que en ocasiones [como yo lo he visto] produce rapidamente la muerte. Las cuerdas vocales se engrosan tanto con los lepromas, que la voz se pierde completamente y otras veces se pone muy gruesa y dificultosa. La secreción de las úlceras en la mucosa laríngea es abundante y la destrucción cir- Einvecina rapidísima, hasta necrosarse los cartílagos. , 7"—Ojos.—Las células linfáticas del nódulo conjuntival es- tan llenas de bacterias, lo mismo que las fibras del tegido con- Juntivo de la esclerótica y los dela cornea. El leproma conjun- tival es de los más frecuentes y su desarrollo invade paulatina- Mente todas las membranas exteriores, destruyéndolas sucesi- o y por lo mismo aniquilando la función de la vista TOSO< . na AE 0SOs on las cavidades de los tubos seminíferos y del epidídimo. 9-—Hígado.—El leproma hepático produce infiltración di- alteración análoga á una hepatitis intersticial difu- —6— sa. Al microscopio se nota que los bacilos están alojados en cl tegido conjuntivo de nueva formación y entre los espacios de las poa hepáticas, . que están más ó menos alteradas o.—Las alteraciones leprosas de las demás- vísceras no han dida bien observadas, pues se confunden con complicacio- nes que han producido variadas lesiones patológicas. Muchos especialistas y micrógrafos creen que el pulmón y el útero no han sido invadidos por lepromas, falta que probarlo con nue- vas y mejores investigaciones. 11.—Los músculos presentan alteraciones notables, como son la miositis intersticial, la atrofia de la fibra muscular, su de- PRI grasosa E estas lesiones parecen ser secundarias as del sistema nervioso. 12.—Las lesiones oseas son secundarias á las ulceraciones y denudaciones del hueso; son. lesiones de necrosis: no se ha hallado microbios. Ult timamente. se ha demostrado la degeneración amiloidea en .el riñón, baso, hígado, intestinos y ganglios mesentéricos. n resúmen, las lesiones specific bacilares de la a atacan Los nervios cutaneos $ ptas y jí Lepra nerviosa ó a anapenies los ganglios linfáticos, lot eopggTol ótica E ed e no La piel y las mucosas bucales Fig Ez rales, nasales, laringeas.—El te -15É lnlar, los cartílagos y 1 5 ganglios az ) Lepra tuberculosa 6 ó lepra tegu- 28 ticos. Pe ojos, el testículo, el hígado, | ""tarar ria e el dro de - (Continuará). | : — 257 — PROGRAMAS DE LAS MATERIAS ENSEÑADAS EN LA UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR, EN EL.CURSO ESCOLAR DE 1888-1889. FACULTAD DE FILOSOFIA Y LITERATURA, RELIGION. Protesor, R. P. José María Aguirre. a Noción é importancia del Curso superior de Religión: divi- sión de este curso. PARTE PRIMERA. - APOLOGÉTICA. Noción y división de esta parte.—Fin ú objeto de una de- mostración religiosa.—Tres géneros de demostración; indirecta, sumaria y completa. Verdad de la Religión Cristiana demostrada contra los incrédulos. Fundamento de la demostración —Sieté verdades fundamen- tales demostradas por la razón, que son: la certeza negada por los escépticos: la existencia objetiva de los cuerpos negada por los idealistas: la existencia personal de Dios negada por los ateos y panteistas: la perfección infinita de Dios junto con su Provi- dencia y la libertad del hombre, negada por los fatalistas: la es- piritualidad é inmortalidad del alma negada por los materialistas la ley natural negada por los autonomistas; y la Religión y obli- gaciones que impone, negadas por los impíos. Medios de demostración. Milagros. —Profecías.—Autoridad de los libros bíblicos.-Au- toridad histórica del Nuevo Testamento.— Autoridad histórica del Antiguo Testamento. Pruebas. Prueba sacada de la supremacía del Cristianismo.—Prueba 9506 ns 13 4 sacada de las profecías. —Prueba sacada de los milagros. Verdad de la Religión Católica, demostrada contra los herejes, iN Naturaleza € instrucción de la Iglesia.—Pri- mera demostración sacada de la existencia de la Santa. Sede.—5e- gunda demostración sacada de las cuatro notas esenciales. —No- ciones particulares sobre la naturaleza, constitución y autoridad de la Iglesia.—Acusaciones contra la Iglesia que son: intoleran- cia, inquisición, la noche de San Bartolomé, antagonismo en- tre la Iglesia y la Ciencia, Galileo, los supuestos papas malos, las cruzadas, el cisma de Occidente, el poder Ecapora. de los papas y su ingerencia en los gobiernos temporales, la reacción contra los progresos de la civilización y el Syllabus. PARTE SEGUNDA, DOGMÁTICA. Nociones de los dogmas preliminares.—La Santa Iscritu- ra.—La Tradición.—A utoridad doctrinal de la Iglesia. ios y sus atributos.— Atributos. quiescentes. — Atributos operativos. —Atributos morales. —Santísima Trinidad. —Doctrina de la Santísima Trinidad.—Misterio de la Trinidad. Creación del mundo.—Los Angeles.—El hombre y el peca-, do original. —Orígen y caída de la humanidad.—Doctrina relati- va al pecado original. —Misterio del pecado a —Inmacula- da Concepción rica e — Jesucristo considerado en su historia. —Exis- tencia profética de Jesucristo.—Existencia mortal de Jesucristo.— pinocia inmortal de Jesucristo.—Jesucristo considerado en su. na.—Jesucristo considerado en sus obras. —Jesucristo consi- derado en el culto que le es POSTAS considerado en su influencia sobre la humanidad. FILOSOFIA. Profesor, KR. P. Jacinto Lacamera O. P. Proposiciones. —I. Sobre la pod de las leyes, dividida en cuatro a los Y IL. Sobre la divéxsidad de las leyes, dividida en cinco artículos > HI Sobre los ecos de las ley: es, dividida en dos artículos. y É 3 ? : E — 259 — ee ¿ctomesi—1V. Sobre la Jey eterna, dividida en seis artí- culos. ja V... + ¡Sobre la ley Ra da en seis artí- culos. ó YE ip la ley humana, dividida en ds artí- si Vd cea la potestad de A ley humana, divi- dida en seis artíc PS - VII. Sobre la mutación E las loye es, dividida en cuatro artículos. + pi TX... Sobre el del 10, dividida en cuatro artí- : ; culos $ >, $ Sobre la justicia, dividida en a artículos. Ha «XI... Sobre el juicio, dividida en seis artículos. si XII. Sobre la división de la justicia, Acida Sn Ea - cuatro artículos. E XII. Sobre el homicidio, dividida en ocho artí- : culos. HISTORIAS «Profesor, Sr. Pr. Federico González Suárez. PRIMER CURSO. Las lecciones principiaron en el mes de enero del presente año de 1889. El texto ha sido “El Compendio de Historia Universal” de Cantú. Se han dado lecciones orales, todas las s que han sido so- bre una sola materia, á saber La PREHISTORIA Ó ARQUEOLOGÍA PREHISTÓRICA, según el programa siguiente L Definición de la Prehistoria.—En qué se diferencia .- E historia. —Hay dos clases de estudios prehistóricos. —Cuá ellos merece a nombre de ciencia. —Errores en que se ds e Prehistoria sistemática. Ciencias auxiliares de la Prolicaria ad eología. —Pa- leontología, — Antropología. —Etnografía. —Arqueología.—Defi- nición de cada una de estas eiencias y la manera cómo auxilian á la Prehistoria. La as es ciencia muy nueva.—Historia de los descubrimientos y estudios prehistóricos. —Condiciones que de- be tener todo punto de observancia y todo lugar de investiga- ciones prehistórica as. iversos terrenos geológicos. —Cronología de los terre- <= nos y de las ¿pocas geológicas.—Epoca terciaria. —Períodos eo- ceno, mioceno y plioceno.—LEl hombre terciario.—Los descubri- «mientos de Burgois no pueden ser admitidos por la verdadera ciencia.—El hombre terciario no está demostrado. e V. Epoca cuaternaria geológica.—Períodos ó niveles cua- ternarios.—Período glacial. —Descripción física del globo y prin- cipalmente de la Europa en aquel período.—Dos invasiones pro- bables del hielo.—Explicación de las diversas causas, á que se suele atribuír el período glacial. —Cálculos cronológicos en pun- to á la duración del período glacial. VI. División de la época cuaternaria en períodos geológi- cos. —División de la misma en períodos paleontológicos.—Eda- des arqueológicas. —Período del manmouth.—Período del reno.— Edad de la piedra.—Explicaciones acerca de la edad paleolítica y de sus dos períodos arqueolítico y neolítico.—El hombre es el último de los seres animales en el orden de su aparecimiento en el globo. VIL Significado zoológico de la palabra especie.—Significa- do rigurosamente filosófico de la misma expresión. —Fauna cua- ternaria.—Especies destruídas.—Especies emigradas.—Cronó- metro arqueológico.—El hombre de la edad de la piedra.—Con- sideraciones filosóficas respecto al estado de salvajismo. VIHL Edad de la piedra tallada.—Razas de aquella edad en Europa.—Utensilios é instrumentos en piedra y hueso.—Habita- ciones. —Estaciones prehistóricas. —Trogloditas.—) uicio que for- ma la verdadera ciencia acerca de los tipos prehistóricos. —Edad de la piedra pulimentada ó labrada, Palafitos ó habitaciones lacustres. —Kioquenmodingos. —Epoca histórica de estos monumentos del pretendido hombre fósil.—Los terramares. —Descubrimiento del fuego —Estado de civilización de la raza humana en aquellos tiempos. —Costumbres y usos. —Industria.—Creencias religiosas. . : ¿poca de los metales.—Período del bronce.—Período del hierro.—Monumentos megalíticos.-—Túmulos.—Dólmenes.— Menires.—Otros monumentos de la misma especie. —Requisitos que debe tener la investigación arqueológica. I. Razas de Constadt, de Cro-Magnon y de Furfo0z.— La edad de la piedra filosóficamente considerada no ha existido, como lo sostiene la prehistoria sistemática.—Juicio que debe for- ¡_ — 261 — LITERATURA SUPERIOR, Profesor, Sr. Dr. Carlos K. Tobar. a. 7 Breve repaso de las reglas comunes á todas las composicio- nes, de las relativas, en particular, á los escritos en prosa, y de los principios filosóficos y estéticos comunes á toda obra literaria. a conexión entre la historia de España y su lengua- je.—Influencia de la lengua latina en el romance.— Influencia del arabe.—Parte que corresponde á varios salas (latino, griego, hebreo, arábigo, etc.) en la lengua castellan rigen del sentimiento -poético.—Lo Bra era la poesía cn España durante la dominación de los distintos pueblos que suce- sivamente la conquistaron.—Origen de la rima y del consonante. —Romances Prioridad de la poesía sobre la prosa.—El poema, la crónica rimada y el romancero del Cid.—La Provenza: su poesía on- zalo de Berceo. —Juan Lorenzo Segura de Astorga. as al- jamiado de José. Continuación del siglo XIII. meo acerca de la historia de Europa.—Alonso el sabio.—Sancho el Bravo Siglo XIV.—Don Juan Manuel.—Pero López de Ayala. A Ruiz.—Rabí Don Sem Tob. Siglo XV.—Clemencia Isaura. —Influencia de Don Juan 1 en el movimiento literario de España.—Enrique de Villena. —Ma- cías.—El Marqués de Santillana.—Juan de Mena.—Gómez eo rique. —Jorje Manrique.—Iñigo López de Mendoza.—Lope, rónimo, Miguel y Pedro Urrea.—Juan de Padilla.—Juan del En. cina.—Fernán Pérez de Guzmán.—Diego Enríquez del Castillo. — Alonso de Palencia. —Hernán Pérez del Pulgar. —Hernando del m Alighieri: sus cto en España a.—Isabel la Católica: sus Ces- fuerzos para el adelanto de las letras. Siglo XVIL—Grandeza de España.—Luis Vives. Juan Bos- cán: historia de la reforma introducida en el metro. —-Cristóbal ma.—Gonzalo de lllescas.—Juan de Mariana.—José de Sigúenza. —Diego de Yépez.—Pedro de Ribadeneira.—Gonzalo Y ernández ción” a de Oviedo. —Hernán Cortés.—Bartolomé de las Casas.—PFran- cisco López de Gómara.—Bernal Diaz del Castillo.— Antonio de Herrera.—El Inca Garcilaso de la Vega.—Alonso de Ercilla y Zúñiga.—Diego Santisteban y Osorio. —Pedro de Oña.—Ber- nardo de Valhuena.—Juan de Quirós.—Diego de Hojeda.—Cris- tóbal de Virués.—José de Valdivielso.—El Venerable Juan de Avila.—Luis de Granada.—Santa Teresa de Jesús.—San Juan de la Cruz.—Pedro Malón de Chaide.—Diego de Estelia.—Luis de la Puente.—Luis Ponce de León. Miguel de Cervantes Saavedra. Ligeras consideraciones acerca de la poesía en el Ecuador. —Don José Joaquín Olmedo. INGLES: ras sr. D. Manuel María Pólit. Estudio de la Gramática inglesa y, en espesial, de los ver- bos os é irregulares. ercicios prácticos: repaso de. las 2 > primeras lecciones del Método de Ollendorff por Vingut, y estudio de las 30 últimas, con sus rspscias conversaciones. Profesor, Sr. Dr. Carlos Casares. DERECHO Ea | 99 AO. “Sucesión por causa de ' muerte Y donaciones entre vivos”; —“Obligaciones en general y contratos”.— Estas materias se han estudiado según los Derechos Romano, Español y Patrio; €x- ceptuando los tratados de la “Sociedad conyugal” y “Prescrip- que pertenecen al primer curso. A e E RS SO A O E AS — 263 — DERECHO CANONICO. 20. AÑO. A 4 Profesor, Sr. Dr. José N. Campuzano. COSAS ESPIRITUALES. SACRAMENTOS EN GENERAL, naturaleza y número; modo como producían la gracia.—Sacra- mentos de la ley evangélica; su diferencia con los antiguos, su número, su necesidad.—Carácter, su naturaleza y consecuencias: sacramentos que lo producen.—Elementos constitutivos del sacra- m tos: su utilidad y obligación de observarlos. DE LOS SACRAMENTOS EN ESPECIAL. Bautismo —Figuras de este sacramento.—Noción, institu- ción y necesidad del bautismo: su materia, forma y ministro.— Sujeto de este sacramento.—Bautismo de los párvulos, de los abortos, delos monstruos, de los expósitos, de los hijos de católicos y de los párvulos hijos de los herejes ó infieles. —Padrinos, calida- des que deben reunir éstos: obligación y parentesco que con- raen.—Bautismo privado y solemne * lugar en que se debe ad- munistrar.—Fuente bautismal, agua bendita, sagrados óleos.— atecúmenos, na de la penitencia. —Materia, forma y ministro de ella. —Precep- to eclesiástico de la confesión: cuestiones importantes relativas a este precepto. —Penitencia pública y privada.—Grados antiguos de los penitentes. —Condiciones que deben concurrir en el minis- tro para la válida administración de este sacramento.—Casos re- Servados. : A - — 264 — Eucaristia.—El sacrificio es acto esencial á toda religión. — La eucaristía, sacrificio incruento de la religión católica, es la- treútico, eucarístico, impetratorio y propiciatorio.—Sus figuras en la ley antigua—Liturgía de la misa: obligación de observar- la y clases de liturgía.—Misa pública y privada.—Honorario de la misa. Eucaristía como sacramento.—Sus figuras. —Institución di- vina de este sacramento.—Materia y forma de él.—Ministro de la consagración y de la distribución de la eucaristía.—Sujeto de este sacramento. —Necesidad de recibirla: viático, comunión pas- cual | Extrema—Unción.—Existencia de este sacramento: su teria, forma y ministro.—Efectos que produce.—-Obligación de recibir la Extrema-Unción. Orden. —Figuras de este sacramento.—Institución divina de él, su unidad.—Materia, forma y ministro.—Sujeto de este sa- cramento. _. + Matrimonio.—El matrimonio es sacramento de la ley de gra- cia.—Materia, forma y ministro de él. —Matrimonio legítimo, ra- cio divino.—Noción del oficio divino artes de que y =p Ayunos.—Utilidad de los ayunos: su objeto.—Clases de ayu- aputas y. oratorios.—Diferencia entre los públicos y pri- vados.—Altar portátil. : .. Delos ornamentos, vasos sagrados y demás efectos pertene- cientes al culto divino. : : : : Intercesión y veneración de los santos y de las reliquias. Cementerios. —Nombre, origen, necesidad y naturaleza de los cementerios. —Derechos de los párrocos en el entierro de los 3 ] — 265 — cadáveres.—Derechos y cuarta funerales. Monasterios. —Yrección y excención de los monasterios. Seminarios.—Erección de los Seminarios conciliares.—Ori- gen de ellos. —Superiores de estos establecimientos: calidades que deben reunir. Hospitales. —Antigúedad de ellos, sus clases y autoridad á que se encuentran sometidos. COSAS TEMPORALES. Bienes eclestásticos.—Capacidad de la Iglesia para adquirir bienes: necesidad que de ellos tiene.—Distribución de los bienes Prebendas y beneficios. —Naturaleza de los beneficios eclesiás- ticos: clasificación de ellos.—Distinción entre los beneficios y prebendas.—Leyes á que está sujeta la posesión de los beneficios. —Xeunión, división y encomienda de los beneficios. —Diferen- cia entre éstos y las pensiones.—Autoridad que puede estable- cer las pensiones: clasificación de ellas. —Causas de extinción de las pensiones y beneficios. —De los censos, exacciones- y procu- raciones. Diczmos.—Derecho del cual procede los diezmos.—Su cla- sificación.—Los diezmos han de di á la costumbre. —Quie- nes deben pagarlos y á que perso - Primicias, oblaciones y demás sisters temporales delos clé- rigos. —Peculio de éstos. En nagenación de los bienes eclesiásticos. —Reglas y solem- nidades á que debe sujetar la enagenación de ellos. — Inmunidad de los bienes eclesiásticos. DEL PODER JUDICIAL DE LA IGLESIA. La Iglesia, como sociedad perfecta, puede establecer juz- gados y tribunales que administren justicia é impongan péna á los delincuentes. —Ejercicio de esta facultad en tiempo de los apóstoles y en los posteriores. Jurisdicción del fuero interno y externo.—Juicios y su di- visión. —Fuero competente, —Demanda y citación de ella, —Con- testación: efectos de la misma. —Excepciones dilátorias y peren- torias. —Reconvención.—Pruebas.—Términos.—Autos y senten- cias. —Cosa juzgada. —Apelaciones.—Incidentes.—Juicios preju- diciales.—Arbitros: sus clases. —Firma del arbitramento, mate- ria sobre que puede recaer y facultades de los arbitros. —Laudos: quienes han de ejecutarlos Personas que pue- en transigir: efectos de aquélla, -— 266 — POTESTAD COERCITIVA DE LA IGLESIA. Existencia de esta facultad: uso que de ella ha hecho la Ig- lesia.—Fin y objeto de las penas.—Clasificación de ellas.—Cen- suras.—Excomunión, entredicho, suspensión.—Absolución de las censuras.—Delitos eclesiásticos y su división.— A postasía, herejía, cisma, simonía, maldición, blasfemia, perjurio, sacrilegio, adivinación, magia, delitos venéreos, usura y contratos usura- rios: penas con que se castigan estos delitos. - Libros prohibidos. Inquisición. LEGISLACION, Profesor, Sr. Dr. Víctor Manuel Peñaheorrera. Principios fundamentales. —Sociabilidad del hombre.—Na- turaleza y elementos del ser social.—Refutación de los falsos sis- temas sobre el origen de la sociedad, fundada en la naturaleza misma del hombre y en los designios que está llamado á cumplir. a autoridad, fuerza unitiva de las voluntades asociadas, €s el principio intrínseco del movimiento social, así como el fin es su principio extrínseco.—Acción de la autoridad en orden al fin de la sociedad: en cuanto tiende á perfeccionar su propia unidad y eficacia, se llama acción política; en cuanto ejerce la tutela de los derechos, y multiplica, con la cooperación mutua, los medios de conseguir la felicidad natural de los asociados, acción cívica. La sociedad, medio de felicidad para los individuos, debe, para conseguir su intento, ser y obrar.—La autoridad regulado- ra que debe dar la forma al ser de la sociedad, se llama poder cons- tituyente.—La que tiene por objeto regir la acción de la sociedad, se livide en legislativa, ejecutiva y judicial, con arreglo á las diversas operaciones de la humana actividad. Poder legislativo.—Legislar es querer socialmente, esto €s, de modo que la volición ligue á todos los individuos asociados y los guíe conun impulso moral irresistible al fin de la asociación. se es, conforme á la ley natural, ó sea, al orden moral; debe ade- más ser útil, es decir, conforme al bien particular de la sociedad concreta.—Medios de conseguirlo.—¿Obliga el mandato injusto? La ley es obra del legislador: nadie sino él, puede ligar las voluntades de los asociados.—La fuerza obligatoria de la costum- re emana de la misma fuente. RARE de A A o e de E E > — 261 — Cualidades generales de la ley con relación al sujeto orde- nado: clara, posible, pública y eficaz. | a ley no es creación arbitraria de la inteligencia ordenado- ra, sino la expresión de las exigencias sociales ordenadas á su verdadero fin; debe ser, en este sentido, “la expresión de un hecho”.—Para ver: de conseguirlo, debe consultar, dentro de la esfera de la honestidad, las condiciones y necesidades particula- res de la asociación, la índole del pueblo, su grado de cultura, sus relaciones comerciales, estado económico, su religión, y forma de gobierno, 8:*—Siendo la verdad el único lazo de unión de las inteligencias, la autoridad—cuyo objeto es conseguir esta unidad—no puede ser indiferente en el conocimiento de las verda- des, especialmente, respecto de las morales y religiosas. —Debe siempre luchar contra el error por medios adecuados, sea cual fuere la sociedad que gobierna. Generación de la ley: proyecto, discusión, aprobación, pro- mulgación.—La retroactividad es contraria á la esencia misma de la ley reguladora de los actos humanos. —Temperamento que admite el principio general en cuanto al Derecho adjetivo y al penal. Divisiones de la ley, por razón dela dirección que imprime á las voluntades asociadas, y por la materia de esta dirección. eyes sustantivas; leyes adjetivas.—Las primeras tienen por objeto reglar el estado normal de las relaciones morales, que consiste en la conformidad de los actos con las normas preexisten- tes; mas, como estas relaciones se desenvuelven en el seno de la libertad y pueden ser turbadas por abuso de la misma liber- tad, se hace necesaria la existencia de otro sistema de leyes en- caminadas á regular el estado anormal ó de perturbación del or- den; y como presuponen la existencia de este orden, se deno- minan en la ciencia adjetivas. Para restablecer el estado normal del derecho, se requiere la existencia de una fuerza ó poder capaz de conocerlo y hacerlo efectivo, y también un mecanismo adecuado para poner en mo- vimiento ese poder.—El Derecho adjetivo comprende, por con- siguiente, dos partes: la jurisdicción y el procedimiento. | Derecho Penal, como que tiene por antecedente la idea de la violación del orden ó la posidilidad de esta violación, per- tenece al Derecho adjetivo, en sus relaciones con la Legislación en general.—Dentro de su propia esfera, tiene á su vez su pat- te sustantiva y su parte adjetiva: la ley penal, que determina el hecho punible y la pena respectiva; la jurisdicción y el procedi- miento penales. : 0d PFindamentos filosóficos del derecho de castigar. —N oción del mal moral y de la expiación. —Imputabilidad, responsabilidad, culpabilidad. - Delito moral; delito social. —Elementos subjetivos y objeti- vos del delito.—Lo intencional, como elemento de lo volunta- e rio: teoría de Ortolán; análisis de los art. 2%, 32 y 427 del Có- digo Penal y 2.266 inc. 42 de el Civil. —Cuerpo del delito. Causas de inculpabilidad que se dividen en de no imputa- bilidad y de justificación.—Causas de no imputabilidad por falta de conocimiento ó de libertad. —Ignorancia, demencia, monoma- nía, embriaguez; coacción fisica ó moral.—Causas de justificación por la conformidad del acto con el orden. Defensa, obediencia. —Causas de excusa. . Circunstancias del delito, que á diferencia de sus elementos constitutivos, son hechos accesorios que le rodean aumentándolo ó disminuyéndolo. a Generación del delito: resolución, preparación, tentativa, de- lito frustrado, delito consumado. División de los delitos, por razón del interés conculcado ó del derecho que atacan.—Delitos públicos ó privados.—Delitos contra la personalidad misma ó contra sus derechos.—Delitos de acción ó de inacción.—División y clasificación adoptada por el Código Penal La violación de los deberes para con Dios ó consigo mismo no es delito social sino en cuanto turba además las relaciones de este orden.—Del suicidio. El duelo es delito público.—Aplicación de la doctrina de Pacheco al Código Francés y al nuestro, sobre este punto. Delitos políticos.—Pertenecen al género de los públicos; su diferencia específica.—Objetivamente considerados, esto es, en razón del orden turbado, son de los más graves y ocupan lugar culminante en la escala de los crímenes. —Subjetivamente, esto es, en consideración á la perversidad moral del agente, son más elás- ticos y varios que los privados: según el grado de conocimiento que se tuvo ó debió tener del deber violado; según la intención y móviles del agente, la criminalidad subjetiva puede recorrer acaso todos los grados posibles.—Así, pues, concretamente ha- blando, un acto dado será más ó menos criminoso según la pro- porción en que este segundo elemento concurra con el primero. —Y como la escala de las penas es paralela y equidistante res- pecto de la de los crímenes, puede muy bien llegar el caso de ser Justa la más severa punición para estas infracciones. có E uando la violación de derechos individuales con ocasión E de un delito público, constituye crímen distinto y separadamen- te punible.—Del asesinato político. ; Delitos religiosos.—La religión es un deber social, y su uni- ] dad, un positivo bien apetecible, en razón de la esencia misma E del ser social.—Delitos imaginarios. —. 3 Concurrencia simultánea ó sucesiva de muchas infracciones: reiteración, reincidencia; conexidad. : Concurrencia simultánea ó sucesiva de muchos delincuentes: codelincuencia, complicidad, aprobación, ocultación.—¿Una per- sona moral ó jurídica es capaz de delito? — 269 — La pena en general: su fin, sus elementos esenciales.—La reforma del delincuente es elemento extraño en la penalidad mo- ral; secundario en la social y primario en la doméstica.—La di- ferencia emana de la diversa naturaleza y fin de los respectivos órdenes. BE Límites de la penalidad.—La pena es un mal sensible im- puesto por la voluntad ordenadora para la reparación del erden turbado por el mal moral.—Es por sí un verdadero mal, y no se torna en bien, sino en cuanto es necesaria para esta reparación. —Cualidades apetecibles de las penas.—Se obra injustamente, esto es contra el orden, cuando pudiendo reunir en la pena mayor número de estas cualidades, se adopta la que reune número men pad or. : Divisiones de las penas.—Penas infamantes.—Penas inmo- Pena capital. —Su legitimidad se funda en las bases primor- diales de la penalidad.—Su aplicación está limitada, como en to- das las penas, por su necesidad para la reparación del orden; y tanto más limitada, cuanto es entre casi todas las adoptables, la que menos cualidades apetecibles reune. : Penas contra la libertad y la propiedad.—Confiscación.— Muerte civil. Principios fundamentales para la elección y aplicación de las penas á los delitos: proporcionalidad; analogía. : o de gracia y de conmutación. —Indulto.— Amnistía. Responsabilidad civil.—Personas civilmente responsables que no lo son criminalmente.—La imputabilidad del acto es indis- pensable aún para la mera obligación civil: asílo dispone el Có- digo Civil art. 2.266 inc. 42, de acuerdo con el Francés, y con- tra la doctrina consignada en el art. 19 del Código Penal de Es- paña, sostenida por sus comentadores Pacheco y Caravantes. gotamiento, suspensión, extinción de la acción penal.— Muerte del reo antes ó después de la sentencia.—Hay penas que surten todo su efecto por el ministerio de la ley, una vez ejecu- toriado el fallo, como la privación de la ciudadanía; otras que producen también de hecho su efecto moral; pero que requie- ren para hacerse efectivas, actos posteriores de ejecución, como las de multa; otras en fin, que surten todo su efecto, á virtud de estos actos de ejecución, como la prisión.—Consecuencias de esta diferencia respecto de los herederos, para el caso de muerte reo, posterior á la ejecutoria. ; Pon Prescripción penal de los derechos de acción y de ejecución: su fundamento filosófico. E odificación de las leyes penales.—Parte sintética y parte analítica del Código Penal.—Nociones generales sobre el sistema de nuestra Legislación á este respecto. o Derecho penal adjetivo —Jurisdicción criminal. —Autorida- des de instrucción, de juicio y de ejecución. —Jerarquia de ape- — YO — lación, no compatible con el sistema oral puro ni con el de ju- rados. Procedimiento.—Acción del ministerio público representan- do los intereses sociales lesionados: acusación particular ó acción del individuo para la reparación de sus derechos violados. Procedimiento oral; procedimiento escrito: análisis compa- rativo.—Sistema mixto. Jurado como institución judicial.—El] j juicio social es un ra- ciocinio: su premisa mayor, la ley, principio universal que esta- blece las relaciones de derecho y las consecuencias legales de la. ejecución de ciertos actos. La menor es el juicio particular so- bre la existencia del hecho á que se ha de aplicarse esa relación . jurídica. a conclusión es la síntesis de las dos, esto es, la apli- cación del principio general al caso concreto. Por consiguiente, la separación entre el hecho y el derecho, imposible en lo civil y poco menos en lo criminal, según lo confiesa el mismo Ortolán, es contraria á la unidad natural de los actos cognoscitivos, y mala a priori; es, segun este autor, una escisión operada entre cuestiones si distintas, íntimamente enlazadas una con otra. - Eslo también a fosteriori; pues las ventajas alegadas por sus más ardientes defensores, aplicables más bien al carácter político que al judiciario de la institución, no se compadecen con los principios científicos. » DERECHO INTERNACIONAL, Profesor, Sr. Dr. Julio B. Enríquez. Derecho internacional público. —Fuentes.—Amor interna- cional, ley fundámental de las relaciones entre sociedades polí- ticas independientes: esta ley es la aplicación del primer princi- pio moral, —haz el bien; del cual nace el deber de justicia y be- nevolencia, base de todos los deberes internacionales. Aplicación de la expresada ley al estado de paz: amar el sér y el perfeccionamiento de las naciones, procurando que éstas conserven su existencia política (fin inmediato del amor inter- nacional), y alcanzen el bien cívico (fin mediato), al cual está su- bordinado el bien político.—Intervención.—Es falso y, como tal, justamente condenado por Pio IX, el principio llamado de 20 intervención. ersonalidad de las Naciones: derechos que se derivan de la independencia y soberanía de éllas.—Adquisición y pérdida de la ciudadanía. Vis Extranjeros: sus diferentes clases y sus obligaciones y de- rechos, Comercio entre las Naciones y gravámenes á que él está sujeto. Fuentes del derecho comercial y marítimo. Cónsules: sus funciones y privilegios. ; Tratados: sus diversas clases. —Interpretación de éllos.—Ex- ponsión. ; Medios de evitar la guerra: transacción, mediación, arbitra- je: reglas á que éllos están sujetos. Diplomacia.—NV arias clases de Agentes diplomáticos: clasi- ficación antigua: clasificación adoptada por los congresos de Viena y Aquisgrán.—Funciones de los Agentes diplomáticos: privilegios de que gozan y fundamento de éstos... GSuerra.—Deberes internacionales en el estado de guerra.— La guerra justa, encaminada á proteger el derccho para la res- tauración del orden, es acto de amor internacional.—Causas jus- sde la guerra.—Esta, en caso de delito de una de las partes, puede ser considerada como pena internacional; y la superioridad necesaria para restaurar el orden mediante la pena, nace del de- lito, por el cual el orden ha sido violado.—Consecuencias de es- ta doctrina. Hostilidades en general: hostilidades contra las personas, Contra las cosas del enemigo.—Hostilidades terrestres y maríti- mas; diferencia entre éllas: doctrinas antigua y nueva.—Presas. —Juicios de presas: legitimidad ó ilegitimidad de éllas; senten- Clas de adjudicación. —Jurisdicción de los neutrales en casos de Presas.—Represas, recobro y rescate.—Corso.—Abolición del Corso. A Neutralidad.—Derechos y deberes de los pucblos neutrales. —Restricciones impuestas por el derecho de la guerra al co- mercio de los ncutrales: diversos principios proclamados sobre esta materia: declaración del Congreso de París de 1856. Convenciones relativas al estado de guerra: reglas acerca de éllas, Guerra civil. , Derecho internacional privado.—Su objeto é importancia. —Principios fundamentales. —Fuentes.—Examen de los diversos Sistemas relativos á la resolución de los conflictos entre las legis- laciones de diferentes estados.—Doctrina de Brocher.—Puntos de vista bajo los cuales está sometido el hombre á la ley. A los actos del hombre.—Materias 4 que se aplica cada una de estas clases de estatutos. : . Principios generales relativos á los principales casos de con- flicto de las legislaciones respecto del matrimonio, sociedad con- Yugal y divorcio; contratos y sucesiones. E Ley ccuatoriana sobre extranjeros. — 272 — Jurisdicción en materia criminal.—Extradición y fundamen- to en que se apoya. DERECHO PRACTICO, Profesor, Sr. Dr. León Espinosa de los Monteros. XI JURISDICCIÓN. —Personas que la ejercen, y las que inter- vienen en su ejercicio. - Juicios en materia civil. ió posa de cada uno a ellos. —Reglame ento de inscripcion Jurisdicción o y sus varias especie Procedimiento en causas de nulidad de inicia; de di- vorcio quoad thorum 7 cohabitationem, de nulidad de- profe- sión religiosa, de capella nías eclesiásticas, y en la petición y pu- blicación de monitorios para el denuncio y entrega de cosas per- didas ó robadas. —Recusación de jueces eclesiásticos. —La nue- va versión del Concordato. FACULTAD DK NED CINA. ANATOMIA DESCRIPTIVA. . Profesor, Sr. Dr. José Darío Echeverría. ———— Del cuerpo humano en general. —Consideraciones sobre la actitud, configuración, ers simetría y peso del cuerpo.-— Estatura del hombre. Estructura del cuerpo humano.—Caracteres físicos, quími- cos y microscópicos de los elementos anatómicos, de: jos tejidos y de los sistemas. ANATOMÍA DESCRIPTIVA. Osteología, Aparato de la locomoción Artrología. E Miología. E E 4 y a 3 A E E A ds SA A a O A A e o A E A A ES IS O E Corazón. Arterías. Aparato de la circulación< Capilares. o Venas Vasos linfáticos. Centros nerviosos. * Aparato de la inervación < Nervios craneales. Nervios raquídeos. Organos del sentido del tacto. E Organos del sentido de la vista. Aparato sensorial....... Organos del sentido del oído. - | Organos del sentido del olfato. Organos del sentido del gusto. piración, de la secreción urina- Aparatos de la digestión, res- ria y de la generación. Esplañología += -.. han hecho demostraciones, en el cadáver, de todos los órganos correspondientes á la Anatomía Descriptiva. FISIOLOGIA, Profesor, Sr. Dr. Rafael Barahona. A A FISIOLOGÍA GENERAL, SU OBJETO Y UTILIDAD. Composición y estructura de los organismos.—Morfología de la célula, su composición química. Estructura de los tejidos y de los órganos, división general de éstos, tanto animales, como vejetales. Funciones de los organismos elementales, Cambio molecular de la célula por la vía mecánica y por la química. —Fenómenos de las fuerzas vivas. —Manifestación de las fuerzas moleculares. —Producción de calor, de luz y de electrici- dad.—Multiplicación de la célula. Funciones de los organismos compuestos, Cambio de materiales en los.vejetales y en los animales.— Nutrición de los unos y delos otros.—Acción de las fuerzas en los mismos, su reproducción. Fisiología especial. Alimentos, su clasificación y composición a —Funcio- nes de nutrición. —Digestión, sus fenómenos mecánicos y quími- cos. —Digestión bucal, estomacal é cad Estudio físico— químico y esperimental de los leia Jugos que concurren para el cumplimiento de dicha función. —Teoría del profesor so- bre el papel de los jugos gástrico, pancreático y biliar en la quí- mica de la digestión. Absorción y hematopoyesis, Idea general y división.—Estructura de los ór ganos absor- bentes en general. —Distintos mecanismos de la absorción. ice de la sangre á espensas del quilo y de la linfa. Sangre y circulación de ésta, Propiedades físicas y morfológicas. —Composición química del plasma y de los glóbulos. e químicos de la coa- gulación de la sangre.—Costra inflamator Estructura y posición del corazón, sus tanos su fuer- za y su doble inervación Movimientos de la sangre en las arterias, en las venas y en las capilares. —Inervación propia de estos vasos.—Cambios de la sangre en las glándulas vasculares y cambio de materiales en el hígado. Patadas funciones de este Óórgano.—Respiración pul- monal y cutánea, cambios gaseosos que tienen lugar.—Estudio físico-químico del aire inspirado y espirado. — Transformación de la sangre venosa en arterial. —Fenómenos y causas de la ax- fixia. Secreciones.—Idea general y división de éstas. —Mecanismo de las secreciones salival, gástrica, pancreática, biliar, láctica y urinaria.—Estudio físico-químico delos productos segregados y excretados. Relación entre las secreciones 5 los alimentos absorbidos. — Igualdad entre la ingesta y la ex z Producción del calor. rd propio del cucrpo y qe sus diferentes partes. —Economía del calor animal. Funciones de los clementos nerviosos y de las fibras muscu- — 215 — lares, sus propiedades én estado de reposo, su estructura y tex- tura. Hunciones de relación. —Fenómenos en los nervios y mús- culos en actividad.—Trabajo muscular.—Teoría de las fuerzas nerviosas y musculares.—Modificaciones térmicas del músculo en actividad.—Sentidos de la vista, del oído, del olfato, del gusto y del tacto, con $us respectivos mecanismos. Movimientos del esqueleto y de los músculos Formación de la voz.—Estructura y acústica “del aparato bu- cal —I' PBIReneS> acústicas de la voz humana.—Articulación de Funciones de los principales centros nervioso Fisiología de la generación y del, desarrollo. —¿"unciones del embrión. Es Métodos y medios de investigación empleados en Fisiología. ps AIGIENE PRIVADA, Profesor, Sr. Dr. Haínel Barahona. PARTE GENERAL. Atmosferología.—A'ire.—Habitaciones. Ccsmetología.—Vestidos.—Pimpieza del cuerpo. P romatología. —Alimentos. Eon —Bebidas.—Ré- gimen alimenticio. imnástica, —Ejercicio.—Reposo. e erceptología. —Sensaciones externas é internas.—Faculta- des! htdcttes, —Pasiones. HIGIENE PRIVADA ESPECIAL. Ci ircunstancias temporatias y topográficas. — Influencias si- erales y planetarias. —Climas. —Estaciones del año.—Posición valo particular. —Habitaciones. Circunstancias dependientes del organismo.—Raza.—Sexo. —Edad. — Temperamento. — Constitución. —Idiosincrasia.—Dis- posiciones congénitas. Circunstancias adquiridas. —Hábitos. —Profesión.—Estado. me Vice PATOLOGIA GENERAL,—ANATOMIA PATOLOGICA A Y NOSOLQUIA, Profesor, Sr. Dr. Manuel María Casares. Definición y división de la Patología. Definición ad enfer- medades y opinionos emitidas acerca de ésta omenclatura patológica.—Nosología: método de clasificación de las enfermedades. tiología.—D2 las causas morbosas en general, clasificación etivlógica.—Do las causas específicas. —Causas específicas ordi- narlas; emanaciones miasmáticas, efluvios, miasinas y emana- ciones pútridas -.—Causas específicas contag' osas: virus y pará- sitos. De la infección y del contas o las causas comunes; cau- sas comunes higiénic: as, atmosferología, bromatología, gimmás- tica y perceptología.—Causas comunes orgánicas: herencia mor- sa, edad, sexo, temperamento, constitución, conformación, raza, idiosincrasia patológica, hábitos, profesiones y enferme-- dades anteriores. DE LAS CONSTITUCIONES MÉDICA, ENDÉMICA Y EPIDÉMICA. Pat togenia.—Sintomatolos yía.—De los sínton: as en general. — De los medios exploratorios s: palpación, presión, tacto, sucusión, percusión y auscultación.—De los síntomas en particular.—Sín- tomas suministrados por el hábito exterior.—Del hábito exte- rior en general, actitud, volumen del cuerpo y estado de la piel. —Del hábito exterior en particular: examen de la cabeza, del tronco y de las extremidades. —Síntomas suministrados por las funciones inervadoras: alteración, exaltación, disminución, abo- lición y perversión de Se a — Alteraciones del morimien- to: Amiostenía, aquin la y perversiones de la contractilidad Musei ola — Alf raciones Es la A exaltación, disminu- ión, abolición y perversión de las facultades int tumades > | Alteraciones del sueño. Síntomas suministrados por las funciones dis 'gestivas.—Bensa- ciones del hambre y de la sed.—Examen de la cavidad bucal: estado de los dientes, estado de la mucosa bucal, estado de k engua.—Examen de la ' farimge y de la deglución. —Examen de la quinificación y del órgano que la desempeña.—Examen de las Panciones Entesinles es. intomas suministrados por la circulación. —Examen de cora- 3 Alteraciones de la secreción renal: modifica O de d , o Ol isis sa e Aa zón: “síntomas suministrados por la inspección, percusión, aus- “enltación * y palpación de la región precordial.—fExamen de las arterias: -Setuaias suministrados por el examen del- pulso, ruí- - dos arteriales.—Examen de las venas y capilare Síntomas abi por la rs frito de la respiración, alteraciones de la frecuencia de la. respiración, al- teraciones en las dimensiones del pr alteraciones suministra- dos por la percusión y auscultación del aparato respiratorio, ruídos latingo—traqueales y bronco-pulmonares.—Síntomas su- axinistrados por. el examen de: ciertos actos accesorios de la r -Plración Síntomas suministrados por las secreciones.— dMoraclotós de la secreción salival, del Jugo gástrico, es e pancreático.— la orina y de la excreción de ésta.— Síntomas Pide ados por la calorificación.—Sértomas suministrados por las funciones generado- FAS. del hombre y de la niujer. atocronia.—Curso, periodos, tipos, duración y «terminación de-las enfermedades. —Restablecimiento de la e —Doctrina - de la: crisis, diadóxis y metástasis, Causas y o de la muerte. - De las recaídas, recídicas y fenomenómenos consecutivos. Diagnóstico.— Signos diagnósticos, variedades de diagnós- tico, cualidades que deben adornar al profesor para hacer un uen diagnóstico. Pronóstico.—Sus variedados, cen pronósticos. . Procesos morbosos comunes.—Congestión, hemorragia, trom- bosis y embolia, gangrena, hidropesía, inflamación y fiebre. Anatomía patológica. —Definición, división é importancia de la anatomía patológica. -PATOLOGIA ESPECIAL. Enfermedades del aparato circulatorio.—Pericarditis.—Hidro- pericardias, AMiocarditis. —Hipertrofña.—Atrofa y degeneración graso- sa del corazó Endocarditi —Lesiones valulares.—Hiperquinesia.—Pal- pitacion Enfor, peto. del a respiratorio.—Laringitis aguda y crónica.—€ Ateo Pla —Dilatación bronquial, —Co- queluche. Asma.—Enfisema pulmonar.—Pneumonia fibrinosa: é in- tersticia. isis tuberculosa y caseosa.—Pleuresía.—Hidrot e E nferim dd s del aparato digestio 0.—Anginas.-—Catarro agu- do y crónico del estómago. —Ulcera simple del estómago. y de duodeno.—Hemorragias. .—Gastralgia. Catarro inte: ol — Disenteria.—Perito: nitis.—Ascitis. ne e intersticial. —Degeneración amiloidea.—Ua- arro de las vías biliares. Enfermedades del aparato. arinar io.—Netriti tis catarral.—Mal de Bri 58 ba eneración amiloidea.—Cístitis. Tn firnoledas del ue lotomoótor.—Reumatismo articular... —Reumatismo nudoso.—RKeumatismo muscular.—Gota. Enfermedades gener alizadas.—Paludismo. —Cólera, Indiano. —Fiebre amarilla.—Viruela.—Sarampión.—Erisipela.—Tifus abdominal, exantemático y cerebro—espina istr rofías constitucionales. a Perpara homorrági- + —Escrofalo s1s. ete- sacarina. —HEnfermedad de. Addison. Enfermedades del aparato de inervación. —(Del encéfalo). Congestión.—Anemia y Hemorragia cerebrales.—Encefalitis aguda y sóma Pon encefalitis. —Meningitis y Hemorragia meningeas.—(De la médula). —Congestión. — Anemia y Hemo- rragia “de la médula.—Menin gitis y. Hemorragia espins, M6 litis crónica. —Tabes. dorsal. — (Neurosis). —Epilepsia,—Histe- pe arálisis dos s.—Jaqueca y £ Neur :algía del trigemin TERAPEUTICA Y MATERIA MEDICA Profesor, $r. Dr. Rafael Rodríguez Maldonado. Terapéutica general. —Terapéutica especial. — Historia natu- ral de los medicamentos y As FARMACIA, Pro'e :or, Sr. Dr. Lino Cárdenas. Utilidad y objeto de la Farmacia. Manipulaciones farmacéuticas. E Sección; pulverización; tamisación; dilución; pulpación; Congestión. —Hepatitis su- . A A A -— 279 — clarificación, lavado, congelación, evaporación, vaporización, destilación, cristalización, desecación, trociscación, torrefacción, fusión, carbonización, AA incineración, reducción, fermentación, diálisis" —Pesos y m as. edicamentos simples: oxieno, “azubie cloro, bromo, yodo fósforo, hierro, antimonio, bismuto, o) M: dic (0) cidos: nítrico, sulbirico. fosfórico, Arsenioso, arsénico, bórico, carbónico, clorhídrico, cianhídrico crómico, Icalis y óxidos: amoníaco, potosa, sosa, cal, magnesia, óxidos de hierro, de antimonio, de plomo y de mercurio. SALES. Sulfuros, cloruros, bromuros, yoduros, Cianuros, listos, sulfatos, su lfitos , hip osulfitos, cloratos, hipocloritos, fosfatos, hi- pofosfitos, arseniatos, arsenitos, boratos, carbonatos permanga- natos MEDICAMENTOS ORGÁNICOS: Acidos: Pr láctico, tártrico, cítrico, benzóico, gálico y ácidos graso la conicina, morfina, codeina, narceína, quinina, estricnina, eS atropina, veratrina, aconitina, emetina, es- tricnina, cafe ales: pr yoduros, sulfatos, sulfovinatos, acetatos, tartratos, citratos, lactatos, valerianatos, benzoatos, jabones. CUERPOS NEUTROS. Alcoholes, éteres, fenoles, glucósidos, sustancias albuminoi- as. Medicamentos de composición química complexa y poco definida. Elección, recolección y conservación de los o Polvos: animales, le eins simples y compuest Jugos: animales, vegetales, acuosos, gomosos, bicis, trementinas, resinas, bálsamos, aceites y esencias. - ESPECIES. Medicamentos preparados con el agua: tisanas, caldos, aguas adas, estractos, jarabes, melitos, pastas, conservas, pasti- as, te 4 . —280 — VEZA. Píldoras, bolos, gránulos, grageas, cápsulas, linimentos y fu- migaciones. CLINICA INTERNA. Profesor, Sr. Dr. Rafael Arjona Silva. _—_— Objeto del estudio en los Hospitales. —Importancía de la Clínica.—Métodos de examinar á los enfermos. —Deontología mé- dica, Enfermedades estudiadas á cabecera de los enfermos en la “Sala de la Virgen” del Hospital de San Juan de Dies, - durante el año escolar de 1888 á 1889. a En ( Angina catarral. Gastritis catarral aguda. Gastralgia. Cólera nostras. a Enteritis consecutiva al sarampion. a : nica. Aparato digestivos q Buena estara! cróni Helmintiasis ' Peritoniti .Congestión hepática. epatitis supurada. Esclerosis. Endocardíitis. ericarditis. Aparato circulatorio.... Pp É Lesiones valvulares. — 251 — -Bronguigs capilar consecutiva al sarampió Brongquitis cier d0 ea conse- : ; -J cutiva al sara Aparato respiratorio..... a Pneumonia fibrinosa. Tuberculosis. Pleuresía. e q E S No] E Me un o - 3.8 de o y Metrorragia. -Aparato génito urinario. . < Nefritis catarral. ir Reumatismo articular E Aparato locomotor. omcO, PORRA A E muscular. nudoso. Congestión cerebral. SS > de Meningitis. eniazo encefalitis Aparato de inervación... Tabes dorsal, Hemicránea. Neuralgia facial. Nervosismo. Paludismo. Fiebre puerperal, E Pa A a Distrofias constitucionales $ rain Presentarán los olvinai poe elínicas escritas de algunas de las enfermedades o El estudio de las pte eclrcincdites se ha hecho según las lecciones clínicas dadas per el Profesor Trousseau en el “Hotel Dieu de París”. — 282 — TOXICOLOGQGIA, Profesor Sr. Dr. Lino Cárdenas. Distinción entre venenos, ponzoñas y virus. Absorción, eliminación, modo de obrar y averiguación de los venenos en la economía, ey atómica ó térmica. Antagonismo y antidiotismo. Clasificación de los venenos. Venenos hemáticos: globulares y plasmáticos. Venenos neuróticos: paraliso-motores, sacitadores reflejos ó espinales y cerebro-espinales, Venenos neuro-musculare Venenos musculares: o y éxcito-muscula- Venenos irritantes corrosivos. Venenos no clasifica Medicina Legal aplicada á á la Toxicología. CIRUGIA, PRIMER CURSO. Profesor Sr. Dr. Ezequiel Muños. Diagnóstico quirúrgico. Principios y objeto del diagnóstico; examen del estado anterior y del actual. Examen anatómico, signos objetivos ó anatómicos. xamen funcional. 'Sightb funcionales. Procedimientos y medios de exploración. Inspección, pal- . . pación, tacto, auscultación, percusión; diferentes maneras de em- ca. Anestesia general, Hist storia, agentes anestésicos, efectos y modo de acción, indicaciones y contra-indicaciones, elección y re- glas para la administración delos anestésicos. Influencia de los anestésicos en los operados y en las consecuencias de las opera- ciones, cales, Anestesia local. Modo de acción y medios anestésicos lo= A e -— 288, Principios generales de las operaciones. Indiszaciones y con- tra indicaciones, preparación del enfermo y del cirujano. Reglas y métodos operatorios. Métodos modificadores, destructivos, ue y exéresis) reparadores (síntesis y cm y conserva- ores. Operaciones usuales de menor cirugía Esa Enfermedades comunes á todos los tejidos orgánicos. In- flamación. a tcorías para explicarla. EXudación. Su- puración. Abces eo purulenta y pútrida, Gangrena y sus and ES es. Ulceración, sus especies y complica-. ciones. Fís con organizadas de formación mórbida. Pseuda- plasmas : Generalidades y clasificación. Quistes y sus variedades. Fibromas. Adenomas. Heteradenomas. Lipomas. Angionomas, Encondromas. Osteomas. Melanomas. Epiteliomas. Tumores fi- bro-plásticos. Cáncer y sus variedades. a 2 traumáticas as pS instramentos cortantes, punzantes y heridas a a eridas por a mordedura, envenenadas, ana- tómicas, de las víboras, virulentas, sub-cutáneas y por armas de fuego. j : Accidentes de las heridas. Tétanos. Delirio nervioso y es- pasmos traumáticos. Podredumbre de hospital. Enfisema trau- mático. Lesiones de los mamelones carnosos y de las cicatrices. Quemaduras. Accidentes producidos por el frío. Congela- ción. Accidentes producidos poe el rayo. Efectos generales y locales. Combustión espontáne sE Enfermedades virulentas. Carbunco, pústula maligna y SÍ- is, a esrMetade de los tejidos. nfermedades de la piel. Afecciones inflamatorias y pseu- doplasmas. EredAdeS de las uñas. Onixis y sus variedades. Hi- pertrofia de las u Enfeuedalt del tejido celular. Flemon y sus variedades. Fibromas sub-cutaneos y tubérculos. -Filaria de Medina. Enfermedades de las bolsas serosas sub-cutáneas y de los tendones. Enfermedades inflamatorias es traumáticas delos muslos y. tendones, Tenotomía y myoto: nfermedades de los nervios. "> Inflamatorias, traumáticas y. Cuerpos o Neuromas. Neurotomía. Enfermedades de las arterias. Inflamatorias y traumáticas. Infiltraciones granulo-grasosa y calcárea, retracciones y dilata- ciones arteriales, varices, aneurismas en general y particular. Enfermedades de las venas. Inflamatorias y traumáticas. A Pe 09 ón del aire en las venas. Enfermedades de los vasos y ganglios linfáticos. Inflama- torias > As aumáticas. Tubérculos y cáncer de los ganglios. Enfermedades del tejido óseo. Periostitis, sus variedades, osteomielitis, osteitis sus variedades, abcesos de los huesos, ca- ries, necrosis, tubérculos y pseudoplasmas, raquitismo, osteoma- : lacia. Fracturas en general y particular; sus complicaciones y accidentes producidos por ellas. : Enfermedades de las articulaciones. Inflamatorias, sus va riedades y consecuencias. Tumores blancos en general y parti- cular. Resecciones. Tumores y neuralgias de las articulacio- nes. Contusión, torsión y heridas delas articwWaciones. Luxa- “ciones en general y particular. CIRUGIA, SEGUNDO CURSO Profesor Sr. Dr. Exequiel Muños. MATERIAS. CRÁNEO. Anatomía topográfica. Lesiones traumáticas de las partes las ó de los tegumentos del cráneo. Contusiones, heridas por instrumentos punzantes, cortantes y contu ndentes. Tumores. gánicas. Osteo-periostitis, caries, cis exostosis é hiperos- tosis. * de las lesiones traumáticas del cráneo y encéfalo. Hernia del ce- rebro, cuerpos extraños, derrames sanguíneos, meningo-encela- litis traumática, alteraciones de la inteligencia, "sensibilidad y mo- vimiento. Alteraciones de los órganos de los sentidos y altera- ciones de ciertos aparatos. . Mieprática diferencial de las lesiones traumáticas del en- cé ps del trépano, sus indicaciones y contra indica- ciones. Mi Vicios de conformación y Ms tb ale del cráneo. olenás falia, proa le, y menin MÉDULA ESPINAL. Heridas por instrumentos cortantes, Bite y contundentes. Síntomas que presentan estas lesio- nes según la región dela médula que afecten. Conmoción y compresión. Mal vertebral de Pott. Desviaciones raquídeas de convexidad posterior [cifosis], de convexidad anterior [lordosis] y de convexidad lateral derecha ó izquierda [escoliosis]. APARATO OLFATORIO. Anatomía topográfica. Rinosco- pia anterior y posterior. Heridas por instrumentos cortantes, des dela nariz propiamente dicha y sus ventanas. Estrecheces y obliteraciones. Pseudoplasmas de las fosas masales. Pólipos mu- cosos [mixomas] y pólipos fibrosos ó fibromas.. Métodos de la nariz, del lóbulo, del ala y del subtabique. Vicios de confor- mación y deformidades de las fosas nasales. Estreches y desvia- ciones del ta SENO o Lesiones traumáticas. Heridas, contusio- nes, fracturas y derrames maguin neos. Lesiones vitales. Ynfla- mación, abcesos . S dei : ÁPAR TIVO. Anatomía. topográfica. Otoscopia. Exploración hs dae auditivo externo y de la membrana pgs do > 1) o) de rismo de la trompa de Eustaquio. Otoscopio manométrico, Auscultación. Exploración del estado de la función del oído. Lesiones traumáticas del oído. Heridas por instrumentos cortantes, punzantes y contundentes del pabellón de la oreja. Vicios de conformación y deformidades del mismo. Lesiones traumáticas del conducto auditivo externo. Cuerpos extraños. Lesiones vitales. Otitis circunscrita y difusa, aguda y crónica. Vicios de conformación y deformidades. Obliteración y estrechez del conducto auditivo externo. Lesiones traumáticas de la mem- Úbrana timpánica. Heridas y desgarraduras. Lesiones vitales. Miringitis quis Es crónica. Lesiones ac do vitales de la (9 PARATO DE LA E Anatomía topográfica. O moscopia. Exploración física y funcional. Lesiones traumáticas del globo ocular. Herid das, conmoción, contusión, PE ro- tura, luxación y avuisión. ficcidentes por armas e fuego y que maduras. Lesiones uumáies de las diferentes Ese del glo- bo ocular. Cue erpos extraños en las cámaras anterior y poste- rior del ojo. Lesiones vitales e orgánicas de la conjuntiva, Con- — 286 — juntivitis catarral, papulosa, purulenta, diftérica y granulosa. Xcroftalmía. Pterigión y tumores de la conjuntiva. Lestones vi- tales. —Queratitis superficial, flictenular, vascular, intersticial, pa- renquimatosa y punteada. Abcesos, úlceras y estafilomas de la córnea. Lesiones vitales y orgánicas del iris. Inflamacio- r supuración y opacidades del cuerpo vítreo. Glaucoma. Hidrof- Imí cl tosis. Lesiones vitales y orgánicas de la lengua. —Glositis aguda y crónica, géneral y parcial Hipertrofia. Lipoma, fibroma, quis- tes y epitelioma. Vicios de conformación y deformidades de la bóveda palatina y del velo del paladar. Perforaciones congénitas y accidentales. Hipertrofia de las amígdalas. Estafilorrafia. CUELLO. Anatomía topográfica. Laringoscopia. Contusio- nes, heridas, quemaduras, fracturas y cuerpos extraños de la la- ringe y de la traquea. Traqueotomía. Exploración de la larin- ge y del esófago. Vicios de conformación y deformidades. Esofagotomía, Laringotomía. la ea ENFERMEDADES DEL PECHO. Heridas por armas de fue- g0, penetrantes y no penetrantes, Flemones y abcesos de las paredes, abcesos del mediastino. Fístulas pleuríticas, esofágicas etc. Hernia del pulmón Lesiones vitales y orgánicas de la región marraría. Frosiones, fisuras, grictas y hendiduras del pezón y maria. Flemones y abcesos glandulares. Abcesos frios. Fís- tulas lácteas, sero-mucosas y purulentas. Epitelioma, escirro, lipoma, goma, quistes y cáncer. > ABDOMEN. Anatomía topográfica. Lesiones traumáticas. Heridas y contusiones. Hernias congénitas, espontáneas y trau- máticas, intestinales, intestino-epiploicas, epiploicas, directas y oblicuas, completas é incompletas, reducibles é irreducibles. Her- nias crurales, inguinales y umbilicales. Faxis, Quelotomía. AX9 Y RECTO, Anatomía topográfica. Vicios de confor- mación, tumores hemorroidales, fisuras y fístulas. a IEA A O O EN A A IA — 287 — REGIÓN PERINEAL. Anatomía topográfica. Estrecheces y fistulas urctrales. Cálculos vesicales. Talla y litotricia. ¿MBROS. Amputaciones en su continuidad. OBSTETRICIA. Profesor Sr. Dr. Ezequiel Muñoz. . OvoLoGía. Parto natural. Distocia por causa materna. Operaciones tocológicas, E MEDICINA LEGAL, Profesor Sr. Dr. M iguel Egas. PRELIMINARES. . Caracteres de la Medicina legal. Clasificación de sus cues- tiones. Su importancia por razón de las ciencias con que se re- laciona y los servicios que presta. Necesidad del estudio de la Medicina legal para los médicos, abogados, jueces y legisladores. DE LOS PROCEDIMIENTOS MÉDICO LEGALES. Documentos públicos y solemnes. Documentos privados. Partes y oficios. Certificaciones. Declaraciones. Informes. Con- Sultas. Tasaciones. ¿Conviene fijar en un arancel los honora- rios de los facultativos civiles y forenses? Redacción de los documentos médicos-legales. Estilo, mé- todo y lógica con que han de ser escritos estos documentos. DE LOS DEBERES MORALES Y LEGALES DE LOS MÉDICOS. Veracidad, franqueza y lealtad, celo y diligencia, valor, en- | tereza é imparcialidad, inclinación al bien en los casos de duda, - Moderación, prudencia y urbanidad, consideración y respeto á los - Júicios ajenos; he aquí las cualidades que deben” resplandecer en - Sl médico legista. El secreto del médico debe ser inviolable. ¿Es- * — 288 — ta inviolabilidad se cortcilía con lo que > el drtecla 497 de nuestro Código So DE LAS AUTORIDADES QUE NOMBRAN Á LOS MÉDICOS FOREX- CES Y PERITOS MÉDICOS. Qué autoridades nombran á estos facultativos y qué pueden mandarles actuar. Jurisdicción de las autoridades competentes sobre los médicos forenses y peritos. Modo de consultar y pro- poner las cuestiones á los peritos y médicos forenses. Dirección de las actuaciones periciales. La presencia de los jueces en es- tas actuaciones puede obviar muchos inconvenientes en caso de oposición. Los peritos debieran tener la facultad de hacer uso de la palabra para defender sus dictámenes, cuando los atacan los defensores ó el fiscal. DE LAS CUESTIONES RELATIVAS A LAS PERSONAS. q DE LAS CUESTIONES QUE VERSAN SOBRE LAS PERSONAS DE ORDINARIO VIVAS. Cuestiones médico-legales que pueden ofrecerse relativa- niente al matrimonio. Cuestiones relativas á los delitos de in- continencia ó contra la honestidad. uestiones á que puede dar lugar la preñez. Declarar si una muger está en cinta y desde cuándo lo está. La preñez puede confundirse con algún estado morboso? ¿El embarazo es capaz de causar la locura? ¿Hay peligro para la madre y el E e á aquella se le hace viajar, se le traslada á la cár- cel, do datawel parto? Declarar cuanto tiempo tiene el feto. ¿Fl recien a es viable? Clasificación de los monstruos. estiones relativas al aborto. ¡Declarar si tal medicamen- to, alitiseñito, bebida, golpe, $e ha producido ó podido pa el aborto. Declarar si tal muger ha abortado. ¿El abortoha sido provocado Ó pes ¿Será lícito practicar el aborto lla- mado quirúrgico? ¿En los casos de extremada estrechez de la pelvis será permitido provocar el aborto, para evitar la operación cesárea Cuestionos relativas al parto anticipado, precoz y tardío. ¿El facultativo que anticipa el parto con un fín médico, para cerca E A NN e ad — 289 — respecto de los nacimientos precoces y tardíos, está de acuerdo con la ciencia. Declarar que edad intrauterina tiene una criatu- ra que ha nacido antes de los nueve meses de la concepción. De- clarar si el recien nacido ha permanecido más de diez meses en el seno materno. Cuestiones relativas á la superfetación. ¿Dos fetos nacidos de todo tiempo, el uno á los trés ó cuatro después de nacido el otro, son ó no gemelos? ¿Dos fetos nacidos en un mismo parto con diferente desarrollo son ó no gemelos? Cuestiones que pueden suscitarse con respecto á la identidad delas personas. ¿Se puede determinar si un sujeto es el mismo que se dice ó supone que es? Cuestiones relativas á la simulación, disimulación, pretexto, imputación y comunicación de enfermedad. Declarar si tal su- jeto está enfermo ó finge estarlo, ó si oculta una enfermedad. De- clarar si la enfermedad que tal sujeto padece, es incompatible con el cargo que de él se exige. Declarar si una persona padece de enfermedad que se le haimputado. Declarar si tal ó cual enfer- mo, ha sido comunicada. , Cuestiones á que pueden dar lugar los seguros sobre la vi- da y los censos vitalicios. Conducta que deben observar los mé- dicos de las sociedades de seguros sobre la vida. Conducta que deben observar los médicos particulares ó libres cuando estas so- ciedades les pidan datos públicos ó confidenciales sobre la salud, enfermedades, hábitos y demás circunstancias de las personas á las cuales hayan asistido en sus dolencias. Determinar si la enfermedad que ha causado la muerte de un asegurado es la misma de que adolecía cuando se hizo el con- trato Cuestiones relativas al servicio de las armas y los cargos pú- blicos. ¿Nuestras leyes sobre reemplazo Jel ejército y guardias nacionales están en armonía con los preceptos de la ciencia? Da- do un sugeto declarar si padece un defecto físico Ó una enferme- dad que le excluya del servicio de las armas. Cuestiones relativas álas alteraciones mentales. Locuras idiopáticas y sintómáticas. Diversas especies de monomanias. Ebriosidad, dipsomanía ó ebriomanía. Distinción que suele ha- — 200 — DE LAS CUESTIONES RELATIVAS AL SUJETO DE ORDINARIO : MUERTO. Cuestiones á que pueden dar lugar las inhumaciones. De- clarar si un sujeto está relativamente muerto. Si ha fallecid repentinamente, declarar de qué ha mucrto. Declarar desde cuando data la muerte. Dados varios individos muertos en una catástrofe común, declarar cuál ha muerto el primero y cuál el últim Cuestiones relativas á las exhumaciones. Utilidad de las exhumaciones judiciales. Modo de evitar los peligros que pue- de haberen esta clase de exhumaciones. ¿Como se procede á las exhumaciones judiciales cuando se cree que el enterrado está en plena putrefacción, ó reducido á esqueleto, ó cuando son muchos los cadáveres? Autopsias. Diferencia entre las autopsias clínicas y las ju- rídicas. ¿Cómo debe conducirse el facultativo con respecto ála autoridad que le llama para una autopsia? Reglas que deben seguirse para la abertura de los cadáveres. - Cuestiones á que pueden dar lugar la muerte producida por los meteoros. ¿Es posible declarar que un sujeto ha sido muerto por el rayo, el frío, la violencia del huracán ó de una manga ó bomba marina? Cuestiones relativas á la muerte por combustión espontánea. Cuestiones á que pueden dar lugar las quemaduras. Dada una lesión declarar que es una quemadura, y si esta es el efecto del fuego ó de algún cáustico. Declarar que la quemadura se ha efectuado durante la vida ó después de la muerte. Dado un sujeto muerto y quemado más ó ménos, declarar á qué se debe su muerte. Cuestiones relativas á la asfixia. Declarar que un sujeto ha sido asfixiado, y si lo ha sido por submersión, extrangulación ó sufocación, Cuestiones á que pueden dar lugar el homicidio y las lesio- nes corporales. Con qué medios han sido hechas una ó más le- siones recientes, ó una ó más heridas antiguas ó cicatrizadas. ¿ Las lesiones que se ven en un sujeto son obra de su propia ma- no ó de mano agena? ¿Es posible determinar á quién pertene- cen las huellas que se observan en el barro, arena, nieve, €? De- terminar si el ofendido, después de haber sido herido, ha podido andar, gritar ó ejercer tal ó cual función. Cuanto tiempo hace que el sujeto ha sido herido. Declarar si las lesiones que se ha- llan en el cadáver han sido hechas durante la vida del ofendido, ó después de su muerte. Declarar si las manchas de la ropa, ar- mas, «. son ó no de sangre, y si estaes humana. Determinar si se ha lavado una tela manchada de sangre. Si las manchas son de materia cerebral, grasa, albúmina, €. ¿Es posible determi- Ñ : a - nar si las manchas de las manos, labios, armas, €* son de pól- vora común, cápsulas, fulminantes, algodón-pólvora, ó pólvora blanca? ¿Cuánto tiempo hace que se ha disparado una arma de fuego? ¿El tiro ha sido á quema-ropa ó á distancia? Cuestiones relativas al infanticidio. Declarar si la muger acusada de infanticidio ha parido, y si hay relación entre la data de su parto y la edad extrauterina del feto. Declarar que el ca- dáver es de un recien nacido, y qué edad tiene. Declarar que cl feto nació vivo ó muerto. ¿Puede la criatura nacer viva y me- rir sin haber respirado? ¿Puede respirar y morir antes de na- cer? Declarar cuanto tiempo hace que ha muerto el feto. De- clarar que la muerte ha sido natural, por falta de socorro ó vio lencia. Declarar que las manchas son de licor amniótico, me- conio, 82 : Cuestiones que pueden presentarse respecto del suicidio. Dado un sujeto muerto violentamente y determinada la causa in- mediata de la muerte, declarar que ha sido un accidente involun- tario, una agresión ó la obra de un suicida. ¿Cómo debe prac- ticarse la autopsia en los casos de suicidio? HIGIENE PUBLICA, Profesor Sr. Dr. Miguel Egas. División de las cuestiones propias de esta ciencia. Higiene municipal. Aire. Luz. Agua. Suelo. Construcción de las ciuda- des. Cementerios: su construcción y policía. Precauciones con que han de hacerse las exhumacianes judiciales y civiles. Higiene industrial. Establecimientos insalubres, incómo- dos y peligrosos. Policía de los establecimientos industriales. igiene militar. Del ejército en tiempo de paz. Cons- trucción y policía de los cuarteles. Del ejército en campaña. Po- licía de los campamentos. Población. Fecundidad: matrimonios. Natalidad: naci- mientos. Mortalidad: defunciones. Alimentación pública. Policía bromatológica. Deber de todo Gobierno es el de procurar que sus súbditos tengan alimen- tos sanos y abundantes. Educación pública. Educación física, intelectual y moral. Beneficencia pública. Asistencia á los indigentes sanos. Casas de maternidad, Hospicios, €? Asistencia á los indigentes enfermos. Manicomios, Hospitales, 8? + = YA = Criminalidad. Establecimientos penales y sistemas peni- tenciarios. Endemias. Enfermedades endémicas é higiene de las en- Epidemias. Enfermedades epidémicas € higiene de las epidemias. Contagios. Enfermedades contagiosas é higiene de los con- agios. Sanidad marítima. Contagios importables por la vía del mar. Policía de las naves. Policía de los puertos. Cuarentenas y la- .Zaretos, a MEserias que co han estudiado durante el presente año esco- lar, en las escuelas prácticas de Anatomía de disección, de Me- cicina operatoria, de Clínica quirúrgica y de Oftalmología, en SA a dE E - 1] e. Hospital de San Juan de Dios, en los días y horas que £ z 2 Cartinnacrión aa Ora he GALIBNaDS - Protesor, Sr. Dr. José Darío Echeverría. ANATOMÍA DE DISECCIÓN. (Lunes, miércoles y viernes, de 8 49 de la mañana). Estudio descriptivo, en el cadáver, de los órganos correspon- dientes á los aparatos de la vida de relación, de la vida vegetati- va y de la vida de reproducción. : OFTALMOLOGÍA. (Jueves, de 8 á 9 de la mañana). Ejercicios oftalmoscópicos. Lecciones orales de Anatomía, Fisiología y exploración de la membrana mucosa óculo-palpebral; y de la Patología y Terapéutica de las conjuntivitis catarral, lacri- mal, flictenular. Oftalmia purulenta, granuiosa, defterítica, ble- norrágica. Geroftalmia. Edema. Equimosis Heridas, quemadu- ras, cuerpos extraños. Simblefarón y Anquiloblefarón. Pterigión- Lipomas, tumores dermoideos, pólipos, vegetaciones carnosas, epteliomas y cánceres. ó Anatomía, fisiología y exploración de la córnea; patologla y terapéutica de las queratitis superficial, media y parenquima- tosa, con sus variedades; úlceras superficiales y profundas Con sus diferentes formas; nefelión, álbugo, lencóma y gerontoxón de la córnea; heridas, quemaduras y cuerpos extraños; estafilomas z | | A A SD ss add ds ao aa 905 aer keratoconos—keratoglobos, opacos y transparentes, parciales y generales). Tumores y prótesis ocular. CLÍNICA QUIRÚRGICA. (Todos los días, de 7 4 8 de la mañana). Se ha observado, en los salones de San José y de San Juan de Dios, los diversos estados morbosos y los tratamientos médi- cos y quirúrgicos que más buenos efectos han surtido. Por las observaciones recogidas en el presente año, las enfermedades que han ocurrido, son las siguientes: erisipelas, eczemas variados, heridas por instrumentos cortantes, contundentes y por armas de fuego, fracturas, queratitis, conjuntivitis, osteitis, osteo periostitis, linfagitis, úlceras específicas y no específicas en diferentes órga- nos, acné, prolapso rectal, abcesos, antrax, ectimas, sarna, orqui- tis, hipertrofía de la mucosa nasal, quemaduras en diversos gra- dos, blenorrágias, contusiones, luxasiones, necrosis, placas, vege- taciones mucosas, caries, gangrena, catarro vesical, quistes, pará- lisis, cáncer encefaloides del cuello, fístulas del ano y de los in- testinos delgados, hidrocéle, estrecheces de la uretra y conges- tión cerebral, Este año ha habido pocos casos de operaciones de Cirugía mayor. El estudio de los apósitos y vendajes ha merecido una atención especial. MEDICINA OPERATORIA. OPERACIONES EN EL CADÁVER. PRIMER CURSO. (Miércoles y viernes, de 8 á 9 de la mañana). Cirugía menor.—Las diversas posiciones que se deben dar al bisturí; incisiones y disecciones. —Suturas: variedades de agu- Jas y de hilos; sutura ensortijada, sutura de puntos separados, su- tura de puntos contínuos, sutura enclavijada, sutura de pellejero; Sedal; escarificaciones; lebotomia arterial y venosa. A) Cirugía mayor.—Ligaduras sobre vasos divididos y so- bre vasos no divididos. Ligaduras de las arterias en particular: del tronco innominado, de las carótidas extería é interna, de las tiroideas, facial, lingual, temporal, occipital, subclavia, verte- dominal, iliacas primitivas, iliaca interna, glútea, isquiática, ilíaca Externa, epigástrica, femoral, poplítea, tibial anterior, pédia, ti- bial posterior y peronea. . ; (B) Amputaciones en la continuidad y desarticulaciones: iu- — Mb dicaciones de estas, contraindicaciones, momentos en que con- viene operar, lugar de elección, aparato instrumental, posición del cirujano y de los ayudantes Métodos operatorios aplicables á las amputaciones que se practican en la continuidad y contiguidad de los miembros. —Mé- todo circular.—Método á colgajos. —Método oval y elíptico.— Método mixto.—Los numerosos procedimientos correspondien- tes á estos métodos Curación de las amputaciones.—Sus curaciones y pronósti- tico. | Amputaciones en e e superior: de los fa- langes, del metacarpo, de los metacarpo-falángicas, de los radio- carpianos, del iS del codo, del brazo y de la articulación escápulo—humer. Miembro pr r—De las amputaciones de las falanges, del metatarso en cada uno de sus huesos y en su conjunto, de a ar- ticulación metatarso falángica, de la tarso-metatarciana ó de Lis- franc y de la modificada por Sedillot; amputación tarso-metatar- siana ó de Chopart, con las modificaciónes de Sedillot y Lisfrane; amputación sub-—astragalina; amputación tibio tartiana por los procedimientos de Syme, Sedillot, Roux y Pirogoff.; amputa- ción de la pierna; amputación del muslo Y amputación coxo— femoral ó de la cadera. (C) Resecciones en Penal —Sus indicaciones. —Contraindi- caciones. —Pronóstico. Resecciones blas —Resecciones sub—periósticos y resec- ciones por vaciamiento. Resecciones en particular.—La del maxilar superior en su to- talidad y, de una manera parcial, por los procedimientos de los Sres. Gensoul, Velpeau y Guerin; resección del maxilar inferior en una parte de su cuerpo, en la mitad y en su totalidad por los di- ferentes procedimientos de Delpech, Mott y Guerin.—Resección de las costillas. —Resección de la clavícula y de la cabeza del hú- mero. SEGUNDO CURSO. (Miércoles, de 8 49 de la mañana). APARATO ÓPTICO. Párpados. —Operaciones que se practican como tratamiento paliativo y curativo de la triquiasis. Epilación. :Aglutinación- Excisión de un pliegue cutáneo. Extirpación de los folículos de las pestañas invertidas. Desviación de la implantación de las pestañas, Extirpación del cartílago tarso. Entropión: procedi- mientos por deslisamiento y por bordaje de Gracffe Anagno ras” ichet. Ectropión paralítico y cicatricial. : Tarsorrafia. - : cedimientos de Dieffenbach y de Graeffe. Blofroral a y' ¡plelas á a roplastia. Métodos francés, indiano y mixto. Procedimientos de Warton Jones, pe Blasius, de Friche, de Knapp, de Denonvi- lliers y de Riche Aparato ori —-Cateterismo de los puntos y conducto la- grimal. Sección del tendón del orbicular. Escarificaciones in- ternas del saco lagrimal. Creación 3 una nueva vía por el hue- so ungúis. Globo ocular. —Estrabotomía de los músculos rectos, supe- rior, inferior, interno y externo: Sección sub—conjuntival de los mismos; desviación de los tendones hacia delante. Iridectomia terapéutica, óptica y profiláctica: sus indicaciones y contraindi- caciones; posición del cirujano, de los ayudantes y del enfermo. Aparato instrumental. Lugar de elección en la superficie iridia- na con relación al objeto que se proponga el cirujano. anua operatorio de la iridectomia propiamente dicha, de la iridésis, de la iridodialisis, de la corelisis y de la iridotomía. Catarata —Cuidados preliminares que se deben suministrar á los enfermos. Indicaciones y contraindicaciones. Posición del cirujano, del enfermo y de los ayudantes. Aparato instrumental. Accidentes que pueden sobrevenir durante y después de la ope- ración. Pronóstico. Métodos operatorios. Método de extrac- ción ó de Daviel. Método de eo Método de recli- nación y método mixto. El método por extracción se ha estu- diado por casi todos los numerosos procedimientos que hasta el presente se han inventado, atendiendo á su grande importancia; y los demás métodos se los ha conocido también, pero sólo bajo el punto de vista histórico. Aparato nasal. Taponamiento de la fosas nasales. Aparato bucal. Extracción de las muelas. Región cervical. O a traqueotomía y laríngo- traqueotomía. Esofagotom : orax.—Extirpación dé y manma. —Empiéma. —Paracenté- sis del pericardio : Abdómen. Paracentésis. FACULTAD DE CIENCIAS. FISICA MEDICA. Profesor, Sr. Dr. José M. Troya. Gene alidades.—VFisica, su indios Ea es y teorías físicas. —La física considerada emo cienc'a del movi- Hilenti — 296 — Mecánica de los sólidos.—Cohesión.—Tenacidad.—Aplica- ciones médicas. —Elasticidad.—Dinamómetros médicos. —Elas- ticidad de las sustancias orgánicas.—Elasticidad muscular.— Persistencia de la presión interior de los fluidos en una envoltu- ra elástica.—Oficio de la elasticidad de la envoltura en la tras- misión de las presiones. Peso de los cuerpos. —Dirección de la pesantez.—Centro y línea de gravedad.—Determinación del centro de gravedad.— Diversos estados de equilibrio.—Balanza de precisión.—Centro de gravedad en el hombre. Base de sustentación.—Péndulo simple y compuesto. Movimiento de los proyectiles.—Movimiento de los enerpos celestes. Leyes de Kepler.—Del movimiento curvilíneo. Fuer- zas centrífuga y centrípeta.—Aplicaciones de la fuerza centrí- fuga.—Movimientos de la locomoción del cuerpo humano.— Aplicaciones de las leyes del péndulo á la marcha.—Oficio del centro de gravedad en la marcha.—Locomoción de los cuadrú- pedos.—Vuelo de los pájaros.—Salto, natación.—Movimientos relativos de las piezas del esqueleto consideradas aisladamente. Mecánica de los líquidos. —Cohesión de los líquidos.—Com- poedahes de los líquidos. —Forma de la superficie libre de los íquidos.—Trasmisión de las presiones en los líquidos. Princi- pio del Paschal.—Prensa hidráulica.—Presión sobre el fondo de un baso.—Equilibrio de los líquidos en los basos comunicantes. —Aplicación del principio de los basos comunicantes á la circu- lación de la sangre.—Pérdida del peso de un cuerpo sólido su- mergido en un líquido. —Principio de Arquimedes.—Utilidad de los líquidos, céfalo-raquidio y amniótico.—Peso específico de los sólidos y líquidos. Experimentos.—Importancia del peso espe- cífico en medicina.—Alcolhómetro centesimal de Gray—Lussac. —Equilibrio de los cuerpos sólidos sumergidos.—A plicaciones médico—legales,. —Equilibrio de los cuerpos flotantes. —Metacen- tro.—Equilibrio y locomoción de los pescados. z . Adhesión de los líquidos á los sólidos.—Superficie de un lí- quido en la cercanía de un sólido. —Fenómenos capilares y leyes - de la capilaridad en medicina.—Influencia perturbadora de la capilaridad sobre el equilibrio de los acreonautas.—Cuenta gotas. —Disolución.—Coeficiente de solubilidad. —Imbibición.—Difu- sión de los líquidos. —Difusión de los líquidos al través de los ta- biques porosos. Osmosis. aida de los líquidos.—Corrimiento por un orificio de pa- red delgada. Teorema de Torricellhi.—Corrimiento por un 0r- ficio lateral. —Influencia de los tubos adicionales sobre la pérdi- 6 gasto.—Corrimiento en los tubos de diámetro variable.— Influencia de los codos sobre la velocidad de la vena finida.— rrimiento en el sistema de tubos ramificados.—Corrimiento en los tubos capilares.—Aplicaciones de las leyes de hydrodiná- mica á la circulación de la sangre. Emodinámica.—A paratos A AIN, TI e ds de des SS — 297 — destinados á medir la presión lateral ó la tensión de la sangre. emomanómetros. —Métodos Os y aparatos empleados para me- de la velocidad de la sangre. Fuerza mo- triz y trabajo mecánico del corazón.—Resistencia producida por la discontinuidad de las columnas capilares. —Teoría de las em- vollas gaseosas y líquidas. —Linfo-dinámica. nfluencia de la elasticidad de los tubos sobre el corrimien- to de los líquidos. —Movimiento de progresión y ondulación de los líquidos en los tubos elásticos. — Aplicación de las leyes del corrimiento en los tubos elásticos, á la circulación de la sangre. —Iuftuencia de la elasticidad de las arterias sobre el gasto.— Esfigmo-dinámica.—Esfigmógratos.—Cardiógrafo clínico. Mecánica de los gases. —Expansibilidad de c9 A titución de los gases. —Peso específico de los g xtensión de los principios _de Pascal y- de cda d á los gases. —Ley de Mari otte.—Vo aa o clbsiz das borométricas.—Efectos E la presión atmosférica sobre. el organismo humano.—Pipeta.—Si o médicas. —Má- quina neumática. —Ventosas.— aje Absorción de los gases por los liquidos ó disolución de los mis- mos.—Cambio de los gases en los pulmones. Hemátosis.—Ab- sorción de los gases por los sólidos ó imbibición sis ER rrimiento de los gases al traves de los tubos capilares. —N ná mica.— Neómetros. Anapnógrafo.—Espiróforo.— Difusió de los gases, —Osmosis gaseosa. ACÚSTICA. Naturaleza del sonido.—Sirena acústica.—Distinción Jo ruido y sonido.—Velocidad de las vibraciones sonoras.— del sonido=Velocilad de propagación del sonido.—Reflexión de las hondas sonoras. Eco. esonancia.—Portavoz.—Uornete acústico.—Oficio del oído externo en la audición.—Tubos acús- ticos, Otoscopio.—Estetoscopio. lasificación de los ruidos.—Ruidos instantáneos. —Carac teres generales de los ruidos de percusión.—Principales Sormis de los ruidos de percusión. —Ruidos prolongados 6 continaós. de tudos de la respiración, —Ruidos que se a en el aparato circulatorio.—Ruido de la contracción musc eléfonos y micrófonos.—Aplicaciones del teléfono y del micrófono...Fonógrafo. OPTICA. Naturaleza de la luz. —Teoría de las ondulaciones Marcha de los rayos luminosos en los medios aria gébeos. o E —Sombra y penumbra.—Formación de las imágenes al traves de pequoñas aberturas. Cámara oscura.—Intensidad de la luz. Fo- tomot: la. - Sensibilidad de la retina. Velocidad de la propagación de la luz en los diferentes me- dios. sados: Reflexión de la luz en general. Trasparencia y opacidad de los cuerpos.—Leyes generales de la roflexión.—Construcción del rayo reflejado.—Formación de las imágenes en los espejos planos, —Espejos angulares, —Laringoscopio.—Aparatos con es- ejos seudoscópico.—Reflexión sobre las superficies curvas.— imagen en los espejos convexos,—Imágenes en los espejos cón- cavos.—Determinación experimental del foco principal de los es- pejos esféricos, —Aborración de esfericidad de los. espejos.—Re- extores, : : Lieyes de la rn óracción simple,—Indices de refracción.—An- gulo límite. —Refloxión total.—Rofracción ul traves de láminas de caras paralelas, _Refracción de la loz á traves de un prisma.—Desviación mínmum.—Determinación del índice de refracción, —Estereosco- 10.—Empleo de los vidrios “prismáticos en optamología,—Ém- pleo de los prismas como reflectores. y Refracción á traves de una superficio esférica. —Aberración de esfericidad de las superficies refringentes.—Refracción astig- mática regular. Diversas especies de lentes esféricos.—Focos conjugados y focos principales.—Imágenes en las lentes esféricos, —Centro óp- tico.—Aberración de esfericidad de las lentos.—A plicaciones di- versas de las lentes esfóricos.—Alumbrado focal. Cámara oscu- ra. Ateojos.—Lentes cilíndricas. Descomposición de la luz blanca por el prisma.—Espectro solar, —Recomposición de la luz blanca.—Colores complementa- rios.—Luos tres colores fundamentales. —Cualidades de los colores compuestos, Rayas de Fraunhofer,—Modos de observar las rayas del es- pectro.—Medida de la dispersión, —Prismas acromáticos. Len- tes acromáticos. . Combinaciones y descomposiciones químicas producidas por: la influencia de la luz.—Acción de la luz sobre las sales de pla- ta. Fotografía.—Actividad química de los diferentes rayos de e solar.—Rayo: ultra-violados.—Extensión del espectro SOlur, E Ri : Descripción del ojo huúmano.—Ojo esquemático.—Ojo re- ARTIE ESA — 299 — ducido.—Eje visual.—Angulo visual. Medida de la agudeza de la vista.—De la acomodación del ojo á las di stancias. —Ex- tensión de la acomodación y medida del poder acomodativo.— Anomalías de la refracción. Miopía é Iipermetropía, —Correcei ión de la amebrolna por los anteojos. de la acomoda- ción. —Preshiopia.—Á stigmatismo,— Optometría. —A berración de de del ojo. y Ñ Icroscopio simple. copio compuesto. —Lente de campo.— Objetivos acromáticos.— jetivos de. corrección. —. Objetivos de ¡inmersión.—Descripción del mier FOSCOpio compuesto. —Microscopio horizontal. — —Apli icación de la cámara lúcida al microseopio. —Medida del engrosamiento del microscopio com- puesto.—Medida del tamaño real de los. objetos microscópicos. Condiciones de visibilidad al fondo del ojo.—Métodos para observar con el ottalmoscopio.—Modo de alumbrar el fondo del ojo para el examen oftalmoscopio.—Oftalmoseopios monocula- res. —Oftalmoscopio binocular.—Uftalmoscopto para observar muchos á E vez.—0Ojo oftalmoscópico de a dd CALOR. Consideraciones generales. —Termómetros con líquido.— FS mómatros clínicos. — Termómetros A A E de los cuerpos por el calor.—Contracción de algunos cuerpos: por el calor. —Dilatación de los líquidos. Mal de densi- dad del agua.— Dilatación de los gases. — Termómetros de aire. Fusión y vaporización.—Soh idificación y liquefacción.— Leyos de la fusión y de la ebullición. —Sobrefusión.—Infnen- cia de la presión sobre la temperatura de fusión y de ebu- llición.—Fusión de las aleaciones y mezclas. —Congelación de las soluciones salinas. —Mezclas frigoríficas. efinición de la higrometría y del estado higrométrico. Di: ferentes higrómetros Medida del calor.—Caloría.—Calor específico de los sólidos líquidos y gases.—Relación en el calor específico y el peso ató- mico de los cuerpos. Calor latente.— Aplicación del calor desprendido por la con- densación del vapor de agua al calentamiento de los aposentos. —Calor latente de la disolusión de los sól: dos. —Mezclas refrige- rantes.—Frío producido por la evaporación de los. gases liquida- 0s.—A parato de Carré para la fabricación del hielo.—Aparato de Richardson para la anestesia local.—Calor desprendido en las con- binaciones.—De los equivalentes caloríficos. Propagación del calor por iradiación y por conductibili- dad.—A paratos termo-eléctricos - e. la medida de las tempe- raturas.—Sustancias diatermanas y atermanas.—l'spectro calo- rífico.—A plicaciones médicas de la conductibilidad de los cuer- Pos para el calor.—Ley del enfriamiento de los cuerpos. — 36 Origen del calor. —Producción de calor por el trabajo mecá- nico.—Producción de trabajo mecánico por el calor.—Calor so- lar.—Calor de combustión. —Teoría mecánica del calor.—Traba- jo de disgregación y trabajo de vibración.—Relación entre el ca- lor y los diversos estados de la materia.—Calor animal, —Tras- formación del calor de combustión orgánica en trabajo muscu- lar. —Temperatura del cuerpo en el estado de salud. —Regulado- res de la temperatura del cuerpo.— Aparatos de protección con- tra el frío. —Vestidos.—Temperatura del cuerpo en estado de en- fermedad. ELECTRICIDAD. Consideraciones generales. Desarrollo de la electricidad por el frotamiento.— Atracción y repulsión de los cuerpos electrisa- dos.—Teorías eléctricas acerca de los fluidos. —Cuerpos idioeléc- tricos y ancléctricos.—Cuerpos conductores y no conductores.— Electroscopio.—Acumulación de la electricidad en la superficie de los cuerpos.—Electricidad por infuencia.—Poder de las pun- tas. —Aparatos fundados sobre el desarrollo de la electricidad por influencia.—Máquinas eléctricas de frotamiento.—Máquinas eléc- tricas por influencia.—Electróforo.—Electricidad disimulada. Condensador.—Electrómetro condensador.—Botella de Leyden. —Batería eléctrica. —Electricidad producida por el contacto de metales heterogéneos.—Metales según el orden de su poder elec- tromotor.—Teoría del contacto.—Fuerza electro-motriz.—Elec- tricidad desarollada por el contacto de un metal con un líquido.— Casos de dos metales heterogéneos en contacto con un solo líqui- do.—Corriente électrica.—Pila voltaica.—Teoría química de la de dJescarga.—Distancia explosiva. —Velocidad de propagación de la electricidad.—Pilas eléctricas. De columna, de artesa, de corona, de Wollaston, de Munch, Pulvemacher, pilas secas.—Cau- sas del debilitamiento de la pila.—Polaridad secundaria de los elementos.—Pilas de corriente constante. De Daniell, Grove, unsen, Grenet, Marié, Davy, de sulfato de plomo, de Siemens, de Stecher, de clorido de plata de Pincus, de Ruchmkorff y Du- chennes, de Gaiffe, etc. etc tad Intensidad de la co- ti de 3 z E ] h a ] E E A A A OS — JUL — humano.—Influencia de la forma y de la naturaleza, de los exi- tadores sobre el trayecto de la corriente predominante.—Empleo de las corrientes derivadas para graduar la intensidad de una co- rriente dada.—Reostato y reocordio.—Medida de las resisten- cias. —Conductibilidad de los tejidos orgánicos. —Medida de la fuerza electro-motriz. Efectos de la corriente de descarga.—Produción de calor por el pas» de una corriente.—Leyes de Joule. Galvano—caústica térmica.—Efectos luminosos. —Chispa eléctrica.—Arco voltaico. —Efectos químicos de la corriente.—Electrolisis.—Ley de Fara- day.—Electrolisis de las sustancias animales. —Trasporte de los clementos á los electrodos.—Endósmosis eléctrica.—Galvano- caustica química.—Polarización galvánica.—Distrucción de la po- larización en las pilas de corriente constante.—Eléctrodos im- polarizables. ropiedades generales de los imanes.—Constitución elemen- tal de los imanes. —Leyes de las atracciones y repulsiones mag- néticas.—Fuerza directriz de los imanes.—Acción directriz de la tierra sobre los imanes. —Meridiano magnético. Declinación é inclinación. —Intensidad del magnetismo terrestre.—Distribu- ción del magnetismo terrestre.— Desviación de la aguja imantada por la corriente voltaica.— Ley de Ampere.—Empleo de la aguja imantada para medir la in- tensidad de las corrientes.—Brújula de tangente y de senos.—Gal- vanómetro multiplicador.—Sensibilidad del galvanómetro. : Imantación del hierro y el acero por las corrientes eléctri- cas. Electro-imanes—Leyes y teoría del electro magnetismo.— Empleo de la corriente eléctrica para descubrir la presencia de cuerpos extraños metálicos en el interior de los tejidos. Explo- rador eléctrico de Trouve.—Diamagnetismo. . pe nducción por las corrientes. —Ley general de la inducción galvánica.—Inducción por los imanes. —Inducción de una corrien- te sobre sí misma. Extra-corriente.—Intensidad de las corrien- cidas de diferentes órdenes.-—Empleo de las corrientes inducidas en fisiología y en terapeútica.—Aparatos de indtcción volta-fará- dicos, de Du Bois-Reymond, de Helmholtz, de Tripier, de Duchen- efectos producidos por las máquinas magneto-farádicas.—Bobi- na de Ruhnkorff—Explorador quirúrgico de Hughes.—Tubos de Geyssler.—Materia radiante.—Aplicaciones médicas de las co- rrientes galvánicas y de inducción.—Esplanoscopio. — 302 — QUIMICA EXPERIMENTAL INORGANICA Y. ANALITIGA. Profesor, Se. Dr. Manuel Herrera. 08 IMA EXDER ¿EMÍAL INORGANMICA, DEFINICIÓN, IMPORTANCIA Y DIVISIÓN DE LA QUÍMICA. PART E GENER AL Materia.==Cucrpo. SF enómenos físicos y químicos. Partes materiales constitutivas de: los cuerpos.—Mo! ¿culas, átomos y mónadas. Fuerza química, añibidad y dinamicidad. Combinación química y sus leyes. Notación química.—Signos atómicos, fórmulas molecila- res, experimentales y racionales ó teórica Reacciones químicas, sus cáusas y efect tos Propiedades generales de los átomos y moléculas. —-Pesos atómico, equivalente, molecular y específico.—Calor específico y atómico. —Indice de refracción de la luz, molecular y “atómico. —Proptedades eléctricas de los átomos y moléculas. —Alotropia. —Isomeri a.—Isomorfismo y y polimorfismo. Clasificación y nomenclatura de los cuerpos. —Cuerpos sim- ples.—Cuerpos compuestos ácidos, bases, sales, cuerpos neutros. PARTE ESPECIAL. CUERPOS ELECTRONEGATIVOS. Met TO E yn Clasificación y propiedades comunos, físicas Y químicas de los metaloides, 19) : Preparación, propiedades y aplicaciones de los cuerpos: Huo Ledo fiuorhídrico. Chro.—Acido clorhídrico.—Acidos oxigenados del cloro. Bromo y Yodo.—+Hidrácidos y ox xácidos del bromo y del yodo. Oxéígeno.—Oxidación y combustión.—Ozono.—Agua.— Aguas potables, minerales y termales. —Agua oxigena 4da. sufre. —Acido sulfhídrico. = E) INTRODUCCION, DEFINICIÓN Y DIVISIÓN DE IA ZOOLOGÍA. 1. PARTE. -— DE LOS ELEMENTOS DEL CUERPO ANIMAL EN COMUN. CAPITULO .. De las células, Definición y naturaleza de la célula. —F sé Fenómenos vitales de la célula.—Mutua unión de las células. E : CAPITULO Il. Desarrollo de las células embrionarias (Embriología). ¿ 4 Desarrollo del óvulo fecundado hasta la formación de la man- cha embrionaria. —Modificaciones que se observan en el gérmen de los mamíferos, aves, reptiles, anfibios peces. Desarrollo ulterior de la mancha embrionaria y de las tres hojas germinativas. CAPITULO 1H. De los tejidos (HistologiW). a e los tejidos de la sustancia conjuntiva.—Tejidos conjun- tivos propiamente tales. —(gílulas del tejido conjuntivo.—Ele- mutua y observaciones AS AS A O e a A A a 3 E : j É : 3 . — 309 — mentos característicos de tos tejidos conjuntivos.—Hlementos ca- racterísticos de los tejidos fibrilares. : Tejido cartilaginoso.—Tejido huesoso.—Tejido muscular.— Tejido nervioso.—Tejidos epitélicos. : APENDICE Á LA HISTOLOGIA. De la sangre.—Naturaleza y composición de lá sangre.— Glóbulos de la sangre ó elementos figurados.—Tamaño de los glóbulos ó corpúsculos.—Color de los corpúsculos.—Corpúscu- los blancos ó descolorados.—Corpúsculos rojos.—Nacimiento y desarrollo de la sangre. —Desarrolio delos corpúsculos sanguíneos. De los dientes.—Su formación y estructura. Y PARTE. DE LOS ÓRGANOS ANIMALES EN ESPECIAL. CAPITULO l. Organos del movimiento. Sección primera —Organos pasivos del movimiento.—Neu- ro-esqueleto y dérmato-esqueleto.—Anatomía comparada del neurc—>squeleto. DE LA COLUMNA VERTEBRAL Y DEZ. TRONCO EN COMUN. Prospecto del reino animal: espondilozóos: artrozóos: ver- mes: malacozóos: actinozóos y amorfozóos.—Los espondilozóos ó vertebrados se dividen en mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces, : 12 Propiedades de la columna vertebral considerada 'en los mamíferos. —De la cabeza en particular.—De las extremida- des.—Composición de los pies y manos.—De la cabeza de los mamiferos. N. 22 Propiedades del esqueleto de las aves. —Propiedades de la columna vertebral de las aves.—De las costillas. —Zona to- ráxica.—Extremidades toráxicas.—Extremidades abdominales. —LDe la cabeza de las aves. N. 32 Propiedades del esqueleto de los reptiles. —Columna vertebral de los reptiles.—De las costillas. —Zona y extremida- €s toráxicas.—Zona y extremidades abdominales. N. 42 Propiedades del esqueleto de los anfibios. —Columna vertebral, costillas, zona y extremidades toráxicas, zona y extre- Midades abdominales, cabeza de los anfibios. : N. 52 Propiedades del esqueleto de los peces.—Columna vertebral, costillas, aletas, cabeza, Ssificaciones intermusculares. » Ho DERMATFTO-ESQUEÉLETO: “SUS VARIEDADES. Sección segunda. —Organos activos del movimiento. En gía muscular. — Funciones de los músculos. aos de aparato locomotor.—Marcha.—Salto.—Reptación.—Natación.— V CAPITULO 1. Organos de sentimiento. Centros nerviosos.—Encéfalo.—Sistema nervioso Cerc- bro—espinal ó de la vida animal. — Sistema nervioso glanglionar ó de la vida orgánica. —Sistema nervioso en la serie animal. — Mamíferos. —Aves. —Reptiles. —Anfibios. —Peces. —Invertebra- dos.—Articulados. —Moluscos.—Zóoftos. ; Organos de los sentidos: modificaciones en la serie animal, CAPITUL O 1H. Organos de nutrición. Funciones de asimilación.—Digestión ó elaboración de los alimentos: órganos que la efectúan. —Absorción ó penetración de los alimentos en el organismo.—Linfa y quilo: aparatos de absorción. —Respiración ó confección de la sangre nutritiva. — Respiración aérea: respiración acuática.—Animales - traqueales, —Animales branquiales.—Peces: vejiga natatoria.—Anfibios jó- venes.—Respiración de los invertebrados.—Moluscos lamelibran- quios, cefalópodos, crustáceos y. anélidos. —Respiración cutánea, —Circulación ó trasporte de los materiales nutritivos á los Órga- nos. —Modificaciones del aparato circulatorio.—V ertebrados. ue Circulación de los mamíferos y de las ayes.—Circulación de los reptiles y anfibios adultos. —Circulación de los peces. —Invertebra- os. —Molus cos Ó malacozóos.—Insectos, arágnidos. —-Calorifi- cación ó conservación del calor animal. Ahiales de sangre ca- liente.—Animales de sangre fría. —Invernación.—Animales in- vernantes.—Estivación. Funciones de eliminación. —Secreciones ó separación de cier- tos humores de la masa de la sangre. Secreción y exhalación. Excreciones ó desecho de los A no absorbibles.—S€e- creciones recremento excrementicias. Aa lación. EA a CAPITULO IV. Organos de reproducción. Génesis de los animales. —Generación sexual. —Hermafrodis- mo.—Generación ágama ó ó sin sexos.—Generación vivípara.— Animales placentales é implacentales.—Gestación.—Lactancia.— Generación ovípara en las aves —Inenbación Gina oví- para en los reptiles, anfibios y peces.—Generación de los inverte- brados.— Metamórfosis. —Generación alternante.—Generación gemmipara ó por yemas.—Generación escicípara.—Generación espontánea! HOMENAJE AL MERITO. 1 Sanvicen te Rector del Colegio Nacional “San Gabriel”, partió para Lima, después, de haber regido durante al- gunos años con notable maestría el referido Colegio Genio especialmente para dirigir á la juventud, ciencia, rec- d, justicia, prudencia y laboriosidad incansable distinguen al . Sanvicente Los caucaños le han pedido para Obispo de Pasto y si_se perfecciona la elección y sr él la magistratura eclesiástica, Pasto reportará grandes bienes El Ecuador ha perdido un e ejemplar, y el cuerpo docente un miembro importantísim - Saludamos pues al R. P. A deseándole un feliz viaje. Quito, agosto 4 de 18809. AVISOS. Los “Anales” se publican cada mes. Como no he obtenido que los Sres. Agentes en las provin- cias me remitan el valor de las suscripciones, vuelvo á suplicarles me lo remitan junto con los números que no se hayan podido colocar ó vender. Se pone en conocimiento del público, que la reimpresión del número 2% correspondiente á la 1% serie está concluida. Se procedió á este trabajo por haberse agotado la 1* edición, y ser uno de los números más importantes del periódico, por las lecciones orales de Legislación dadas por el Sr. Dr. D. Elías Laso: A A 20 centavos. AGENCIAS DE : LOS “ANALES”. E IBARRA.—Señor D. Ricardo Sandoval. QuiTo.—Colecturía de la Universidad. ñor D. Rafael E. Dávila, carrera de García Mo ; reno. LATACUNGA.—Sr. Dr. D. Juan Abel Echeverría. MBATO.=Z , 5, 5» Ricardo Martínez. RIOBAMBA— 5, 5» , Julio Antenio Vela GUARANDA.—., 5, , José Miguel Saltos. CUENCA.— , 5, » Miguel Moreno, OJA iloteo Samaniego. GUAYAQUIL Dibieria del Sr. D. Pedro Janer. OSORIOCION Suscripción adelantada por un año.._.-...-..--- $ 2. Para un seme... o. A je Un número suelt 0.20 Los “Anales” se E con las Revistas nacionales +. tranjeras del mismo volúm Insértanse toda clase de avisos sobre asuntos referentes á la Ss que no pasen de ts rada 30 CORRESPONDENCIA. Ha de dirigirse al Sr. D. Manuel Larrea Lizarzaburu, €M- | cargado de la edición de los “Anales” SERIE 3. dy La Núm 2 ANALES 7 TNIVERSIDAD CENTRAL DEL ANIADOR.- + PERIODICO OFICIAL DE LA UMIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN- TO DE E daa e PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y Ed LAS ARTES EN EL ECUADOR, e CONTENIDO. me Pegueño ensayo de Estudio sobre la lepra, por el Sr. Dr. D. Jenaro Ribadeneira G.—JIn8e ”, Discurso del Sr. Dr. D. En- genio Espejo.—Aetas del Consejo General de Instrucción Pública.—Boletín Univeratiario. se - QUITO. : pts * Imprenta de la Universidad Central del Ecuador S 1889. 4 DIRECTOR DE LA IMPRENTA, NICANOR ]. ARBOLEDA. ha E E DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO. SERIE HI. > Quito, agosto 31 de 1889, ¿NUMERO 21 $ PRONTO ERNSAV RAamTIA SORA? TA UWDO P2QUEÑO ENSAYO DE ESTUDIO SOBRE LA LEPRA POR EL SR. DR. JENARO RIBADENETRA (Continuación). V. DIAGNÓSTICO. El diagnóstico de la lepra ofrece serias dificultades, en lu- gares donde poco se la observado y en países donde, aunque. ha- yan muchos leprosos, no se la ha estudiado con Ja atención que . requiere, como sucede en las Indias ea donde actualmente existen como 100,000 leprosos. Adentás, conocer la enferme - dae en su período prodrómico, en el de j invasión, es sumamente dificil, aun para los médicos es- pecialistas, á causa de que, sus primeras manifestaciones se ha- ce por síntomas generales y después por erupciones pemphigor- deas: en este ca:o, es preciso averiguar los antecedentes del en- fermo, los de su familia, las causas á que ha estado expuesto, su alimentación y bebidas habituales, siha permanecido en luga- res donde es frezuente la enfermedad, los primeros desórdenes notados por el enfermo ó por otros, etc, etc. El práctico fi fijará su atención en la reunión de los síntomas, y si la erupción “cutánea ó mucosa, ha principiado, el diagnóstico se facilitará. =l estudio minucioso e las manchas ó placas, no permitirá confundir las leprosas congestivas ó eritematosas con las varieda- des siguientes: eritemas polymorfos, papulosos, marginados, so- lares, de pelagra, etc; medicamentosos, producidos por la inges- tión de ciertos alimentos ó frutas; con la róscola sifilítica, púr- in erisipelas, acne rosásea, ciertos li infagitis. Cuando las man- as son amarillas, también es fácil equivocarlas con ciertós ec- . secos, pityriasis rosada, vérsicolor, etc, ete diagnóstico diferencial se apoyará, sobre todo, en la anestesia al nivel de las manchas [que rara vez falta]; en los cambios funcionales de la piel; en que. la descamación eritema- tosa es rara cn la lepra: sen la localización y duración de las man- chas; en los fenómenos concomitantes, “sobre todo en los ner- ¿— 313 — viosos; enel aspecto mismo del enfermo, en su coloración, el grosor de la piel, la forma especial de los ojos, orejas, etc, etc., fenómenos y cambios que se apuntarán mejor en la sintomato- logía “La elefantiasis de los griegos no es fácil confundirla con la de los árabes; basta recordar que esta última se localiza sobre uno de los miembros en que el sistema linfático está afectado, la parecen expontaneamente, ó se ulceran y supuran, en cuyo ca- so la no existencia del microbio leproso da los mejores datos; ade- más, estas manifestaciones son dolorosas, lo que no sucede en la E 5 La esclerodermiía en placas se distingue de la elefantiasis griega, por la ausencia de anestecia en la primera, por el anillo violáceo que rodea la placa blanca esclerodérmica. En el penfigo leproso la erupción es sucesiva, las cicatrices particulares; cuando vienen después de ulceración, siempre anes- tésicas. La lepra nerviosa puede ofrecer dificultades de diagnóstico al principio de la erupción, en la forma hiperestésica, en que puede confundírsela con una neuritis, neuralgia, etc.; pero un examen detenido del enfermo, sus antecedentes, los fenómenos concomitantes (caida de pelos, desórdenes en el sudor, abulta- miento ganglionar, coriza leproso, fenómenos generales, etc.), el sitio de evolución hiperestésica, la hinchazón dolorosa de algunos nervios, etc, aclararán su diagnóstico. Cosa parecida diremos con respecto á las enfermedades si- guientes, en sus períodos distintos, con las que alguna vez se la puede equivocar, á saber: Ja atrofia muscular progresiva, las atrofias musculares debidas á alteraciones del sistema nervioso central ó periférico, el reumatismo crónico deformante, el mal perforante, algunas variedades de esclerodermia mutilante, etc, etc. y sobre todas estas enfermedades la sífilis en sus distintos períodos. En la sífilis Ja piel adquiere una coloración brun, pa- recida á la de la elefancia; pero se ven aparecer úlceras redon- deadas de bordes adherentes, cubiertas de bridas y costras grue- sas, duras, desiguales; al paso que en la lepra lás erupciones tu- berculosas están diseminadas por todas partes y afectan una dis- posición simétrica. En las regiones donde existen los tuvércu- los, se nota un edema subcutáneo deformante, como en la cara, Orejas, manos y piés; después la ulceración es característica, profunda, que produce la caida de los dedos y. aun de miembros enteros [forma mutilante]. * Ln los casos en que aun, á pesar de todos estos caracteres «$e — 314 — diferenciales, no es fácil distinguirla, tenemos otro medio infali ble de diagnóstico, á saber, el tratamiento curativo. La admi- nistración del ioduro de potasio combinado con el mercurio, produce en la lepra una peoría pronta y manifiesta, al paso que en la sífilis, la mejoría es su consecuencia inmediata. e com- que aseguro véase la observación 5? VL SINTOMATOLOGÍA. Período de invasión. Así podemos llamar al tiempo, más ó menos largo, que precede, en casi todos los enfermos de lepra, á la aparición de la erupción tegumentaria, ó á los fenómenos de la lepra nerviosa. Estos fenómenos casi nunca faltan y todas las observaciones de todos los autores hacen mención de él; excepto algunos pocos casos, en los cuales los síntomas precursores pasan desapercibi- dos, aún para los enfermos, ó no hacen caso por creerlos insig- nificantes. Estos fenómenos prodrómicos ó del período de in- vasión, no ticnen especialidad conocida, son fenómenos análogos alos prodrómicos de las enfermedades infecciosas y tienen mar- cada analogía con el período de incubación de la sífilis y de cier- tos tuberculosis. hauceas, vómitos, diarrea ó constipación, que es más rara. Debilidad. Esta sensación € y > Cxperimentan una debilidad general, pereza, inacción, tri abatimiento físico y moral, más ó menos notable. a El cambio de carácter es marcado, son recelosos y tienen temor de todo; aman la soledad y gustan de estar en quietud, á fin de dar descanso al cuerpo, que les de peso insoporta- ble. En este período algunos enfermos experimentan dolores de 219— a reumático. La tendencia al sueño es una consecuencia este mal estar y debilidad general: algunos se duermen aun do trabajando, caminando, comiendo ó conversando. presión. En alg:0s.- ha sido notable; al menor movi- miento ó trabajo han notado fuerte opresión y fatiga respirato- ria, que les ha hecho creer pr enfermos de los pulmones ó ó del corazón. Este tenómeno es r Dolores de cabeza. Este ino] lo mismo que los vérti- gos, es más frecuente en el período prodrómico de la lepra anes- tésica; á veces la cefálea ha sido muy notable y ha durado has- ta las manifestaciones avanzadas de la lepra, constituyéndose en síntoma más notable y alarmante. Los vértigos son variables en duración é intensida Epistaxis, Este síntoma ha sido señalado por algunos; lo mismo con respecto á la sequedad de la nariz: ambos fenóme- nos no son constantes, pero se ha observado en algunos leprosos, é independiente de períodos avanzados en que existe la rinitis leprosa. Cuando la epistaxis ha existido, esta vá acompañada do vértigos violentos. udor. El aumento de sudor es otro némeno observado como prodrómico de la lepra y más de la anestésica. El sudor es profuso, abundante y aparece ya durante el sueño, ya expon- taneamente sin n ninguna causa que lo provoque: sin duda este sudor abundante está en relación con la debilidad general del en- fermo. Leloir hizo notar, que el sudor desaparecía al nivel de los miembros, aumentando en el tronco; cambios relacionados, probablemente con las alteraciones del sistema nervioso central y periférico. Se ha notado que la anestesia se maniñesta, de preferencia, en los puntosen que el sudor ha faltado, existiendo éste ántes. Dolores. En casi todos los leprosos existen éstos en el pe- ríodo de invasión, y son de los más constantes. En unos toman la forma reumática, afectando de preferencia los miembros y coincidiendo con los accesos febriles: en otros enfermos afectan os músculos dorsales y lumbares, produciendo corbaduras en el paciente. La forma neurálgica de estos dolores, afectan, de preferen- cia, la cara y miembros inferiores, sobre todo en las extremida- des de los dedos. Estos dolores de forma reumática y neurálgi ca són más Open en el período de invasión de la lepra nerviosa. La añemía y fos cambios de menstruación, señalados por algunos, como prodromos de la Ip no están bien ARApros ¡OS. Todos los fenómenos citados, como rios de la ele- fancia : 1 griega, no aparecen reunidos, ni con igual intensidad ni duración, ¿PAra peo agustin E la enfermedad de e este pol: / ; o 4 3 , j E . E z enfermedad, aparece un paciente ¿acusa ando tener anestosta Ct- tánea consecutiva á la supresión del s: sn «dolores neurálgicos ó reumáticos, hiperestesia intensa, debilidad general, peso en dos miembros, etc, etc., será prudente pensar en la $e sibilidad de la e dela lepra. s fenómenos prodrómicos enumerados se: exuspaná mu- diria al fin del período de inva sión, y su calma y. mejoría coincide infaliblemente con la erupción leprosa. Parece que los esfuerzos dela naturaleza, ha dado lugar á á los fenómenos de in- vasión, para expeler el elemento morbígeno por el o y que una vez aparecida la erupción podía. e la elim Sit LEPRA.TUB RCULOSA:. Período de erupción. «Por lo regular la aparición del tubérculo Jeproso ú teAroma está: pa de marchas es tematosas de coloración años: 1, desde el rosado claro, hasta el brun ómegro (morphea nigra), acompañada de pigmentación cutánea superficial, El aspecto de estas manchas es muy: variado; se presentan ya como simples critemas, eritemas solares pigmentarios, ya 0- mo roseolas, pigmentaciones hipercrómicas ó “acrómicas de la piel. En general se presentan bajo dos formas: manchas hiper- a y manchas pigmentarias: Manchas hiperhémicas. stas aparecen al principio, si se pigmeatas más tarde, esta pl igmentación es «secundaria. Esta primera variedad es más común en la lepra. tuberculosa. Estas manchas hiperhémicas se parecen al eritema polymorfo por su gran. variedad de a aspecto. Su coloración es variable y depende ya de su edad, extensión, ya de la coloración de la piel de los - enfermos, etc. Al principio son pálidos ó de un rojo sucio, Fojo vinoso (mal rojo de Cayena); otras veces presenta un tinte lívi- do, violado, sobre todo al nivel de los miembros inferiores; otras es brun, cobrizo ó marmóreo oscuro: estas coloraciones son más pronunciadas al centro queen la periferia. Ala presión desa- parece completamente; su superficie es lisa, brillante como si estuviese barnizada”; rara vez presentan el aspecto granoso ó de piel da gallina. Estas manchas son casi siempre planas, rara vez se elevan sobre la piel en la parte central, más frecuentemente se serva como un relieve á su alrededor, á consecuencia de un en- Srosamiento del dermis. La tumetacción y coloración de estas manchas desa parecen á la presión, tanto más rápidamente cuanto son más jóvenes. 05 ad “—— 314 — La extensión varía desde una lenteja hasta ocupar toda la latitud de un miembro y hasta la mitad del tronco. Yo he vis- to un leproso, cuya pe: en su totalidad estaba formada por una sola mancha, con islotes de piel sana, de extensión variada, des- de un centímetro hasta cuatro de diámetro, pero esto.es raro. Esta primera variedad de manchas tienc, por lo genc- ral, forma redonda ú oval; una que otra vez se presentan irre- gulares, como las manchas de roseola. Las manchas grandes critematosas tienen sus contornos más irregulares y variados, á cau- sa de que están formadas por la fusión de las manchas pequeñas. A veces están dispuestas en formas de bandas semicirculares Ó circulares al modo del eritema marginado (lepra gyrata); es más frecuente en los miembros y tronco, rara en la cara. Unas veces el centro de las manchas palidece y se aclara forma lo otra man-* cha central blanca (achró: nica), rodeada por un anillo hyperhé- mico ó pigmentario, gris, brunóde color subido. Esto es raro en la lepra tuberculosa y es propio de la anestésica. Las manchas desaparecen, á veces, completamente sin dejar vestigio alguno: otras otasiones sc nota una ligera pigmentación gris sucia ú oscura apizarrada: la piel queda de un tinte equi- mótico, análozo al quese observa después de un eritema papu- loso, ó cuando se ha producido una contusión, por consiguiente de un color acardenalado, que es debido á la extravasación de la materia colorante de la sangre. En período más avanzado, aparecen otras manchas nuevas al lado de las antiguas, manchas que son más grandes y más du- rables que las de la po erupción, en que selas podía llamar a efémeras. . coloración es más persistente e y oscura, á veces negra (le- pra nigra), son sensibles á la presión y no da “saparecen como al principio, sobresalen de la superficie de la piel y se manifiestan con una ligera infiltración: esta es una variedad de lepra negra con pe cs leprosa. En este período el aspecto del enfermo es particular, 4 consecuencia de las vuriaciones de las manchas y su aii: 22 Manchas piginentarias. Las echo leprosas pueden aparecer desde el principio como placas pigmentarias, variedad rara y quese ha observado en algunos países cálidos, sobre todo en Noruega. Estas manchas hiperchrómicas invaden á veces toda la superficie cutánea: en los de raza blanca adquiere la piel un tinte bronceado, parecido al de los mulatos. Otras veces ad- quiere la piel una coloración amarillo-verdósa, blanco perla ó blanco amarillento (lepra alba). Esta variedad de manchas es propia de la lepra nerviosa, talvez sea á consecuencia de que en esta clase de elefancia griega el sistema nervioso esté más profun- damente alterado. La esia es casi constante al nivel de las placas, rara vt:z falta; constituye un fenómeno importantísimo enel diagn: a E — 1 de la lepra. Desde el tiempo de Areteo, hasta el día, todos los leprógrafos han llamado la atención de les prácticos sobre la anestesia: en algunos casos, muy raros, se ha observado el fenó- meno contrario, á saber, la hiperestesia. Una simple presión ha bastado para producir, en algunos leprosos, dolores intensos, ardorosos, laneinantes. Esta hiperestesia observada pocas veces, sobre todo después de una serie de transiciones, es pasajera y precursora de mayor anestesia: se la ha visto en la lepra macu- losa anestésica, es rara en la lepra tuberculosa. La sensibilidad cutánea puede habcr desaparecido como sen- sación tactil permaneciendo intacta para el dolor y para la tempe- ratura; otras veces puede hallarse afectada en sentido inverso; otras, en fin, la anestesia es absoluta y general, tanto para el tac- to, como para la temperatura y el dolor. He tenido ocasión de observar esta anestesia absoluta algunas veces; recuerdo perfec- tamente de una joven leprosa que examinaba el inteligente y malo- grado Dor. Domec (mi profesor de anatomía) en la sala de Santa Teresa del Hospital de San Juan de Dios: la anestesia cra com- pecia leprosa. El bello se reseca, se arruga y Cae; esta altera- ción y caída se vé al nivel de las manchas, en las cejas, barba, axilas y pubis, el pelo dela cabeza resiste casi siempre: gene- ralmente he observado en leprosos de período avanzado, que no se había presentado la calvicie; al contrario, he visto abundantes cabelleras en elefanciacos que no han tenido cejas, pestañas, bar- ba ni bellos en todo el cuerpo, habiéndolo tenido ántes en cstas partes. En estos casos, la piel presenta siempre un aspecto bri- lante oleoso, como si estuviera barnizada. Sitio de las manchas. Al principio aparecen las manchas en un solo punto del cuerpo ó en muchos á la vez, esto depende de su número; unas veces ocupan de preferencia cl rostro, ctras cl tronco ó los miembros; esto es muy variable. Con todo, hay puntos de predilección en los que aparecen más que en otros; por ejemplo, de la cara, en la frente, nariz y regiones supercilia- rcs, después en las orejas y carrillos: en los miembros superio- res ó inferiores en el lado de la extensión, en la cara dorsal de las manos, en la espalda, etc. Algunos son de parecer, que la —u19—=- erupción e por los puntos de la piel que están descubier tos; pero no s lo general, pues, se ha observado frecuentemente la erupción en > raíz de los miembros, enel vientre y la espal- da, que son las partes más cubiertas y y en las queá veces, seven aparecer las manchas de preferencias á otros puntos a disposición de las manchas es constantemente simétrica, y no ¡sólo en la cara y al rededor de las cos sino también en el vientre y espaldas. n este período no se ha albméniado da erupción en las mu- cosas, En más que Hernando y otros lo hayan asegurado; pue- de ser-que sólo en la pituitaria haya cambios de coloración, pues--. to que aun en el po pencrenion: se dijo. ya existe sequedad de la nariz, epistaxis, Todas las demás Sera que os autores han creí- do que pert enecen áeste período, no están comprobados y muchas pertenecen á enfermedades distintas, que som verdadera compli- cación de lasclefancia de los griegos... : Evolución de las manchas. + Estes son con ARAS eféme- ras, desaparecen después de pocos días sin dejar vestigio al prin- cipio; después reaparecen con mayor intensidad que la primera vez y á causa de variaciones de temperatura: el frío les da color violado y el calor las vuelve rosadas... El elemento maculoso tiene siempre alternativas de intensi- dad pa con el frío, calor, sueño, digestiones, emociones morales La intensidad de la: erupción va acompañada de sensación de calor urente y se presenta con periodicidad mar- cada. Cuando la erupción ha recidivado, deja al: desaparecer nue- vamente algunos vestigios ligeros, como la caída de los pelos, de las cejas, barba, etc.; la nueva. invasión es por lo general, lenta, progresiva, incidiosa y va fijándose más y más hasta no desa- parecer más. - Se dia observado que las últimas ermpciones van acompañadas dé movimiento febril y de dolores intensos; €en- exi erupción es congestiva, dando coloraciones oscuras Y marcadas, que ocupan de «prafórehcia los puntos invadidosal prin- cipio. Este período de evolución es ... variado; br sujetos en los cuales ha durado pocos meses, en otros hasta seis, a doce y más años; lo cual ha hecho ps que la enfermedad ha desa- parecido, tanto más, cuanto que cesando los sintomas genera- les el enfermo se ha creído restablecido, merced á la. última me- dicación: empleada. ¡Cruel engaño! Albífin de un tiempo más ó menos largo se ve aparecer en el centro de las manchas ó á su alrededor, una pe peueña dois de lapiel, un infiltrado: neo- plúsico, el ver dero tubércule de la lepra, mejor dicho el lepro- 7 wenizándose:la lepra tuberculosa: HERA ( e y o A EL DOCTOR EUGENIO ESPEJO. May escritos que no perecen jamás y que tienen oportuni dad cada vez que se los reproduce; uno de estos es el discurso del Da Eugenio Espejo, miembro y honra de esta Universidad Central, Las ideas avanzedas de Espejo: los principios económicos todavía desconocidos en Quito; esa vista general que todo lo abarca; esa generalidad de miras; esa perspicacia que se revela en el Discurso asombra á los que sabemos cual era el estado de xtislamiento, atraso y opresión en que yacía Quito en aquella época luctuosa en que la inercia y casl imbecilidad del monarca español y la senectud de la basta monarquía que había caído de su antiguo esplendor pesaban sobre las colonias como una loza de mármol negro sobre un sepulero. : Espejo es en Quito lo que el Paíre Mariana fué en Espa- - La, gemio superior á su siglo, talento gigante capaz de levan- - tar un pueblo, una generación, un nuevo sistema filosófico 'ó político en sus hombros y colocarlo sobre el nivel de las gené- raciones sus contemporáneas: por eso la Providencia le conce- dió la gloria de iniciar él primero entre todos los americanos, la idea de independencia y la de libertad conservando la Cruz Sin la que no puede conseguirse la primera ni vale para nada -lasegunda. : i | Hoy, pues, que tanto necesitamos de la concordia como clemento de progreso; doy que el millón de ecuatorianos debo - trabajar como un solo hombre para que empiece la vida de la verdadera República; hoy que el vapor y la electricidad han puosto al viejo mundo, lleno de sabiduría y conocimientos úti- 6s, tan cerca de nosotros que podemos escuchar sus lecciones y - Mirar de hilo en hilo sus continuos descubrimientos, la voz de Spejo puede quizá sor el fluído galvránico que sacuda los Rnembros ateridos de los ecuatorianos y los saque de ese pan- - tano que paraliza todas las fuerzas, enerva todas las inteligen- PAS y corrompe todos los corazones. Busquemos unidos el ade- lanto soeja] y Dios moralizará nuestras costumbres: bendecirá Uestros trabajos; despejará nuestras mentes y. la Universidad ¿“e Quito será el punto de partida de las ciencias, de los conoci-' Mientos útiles y del verdadero progresa. j — 321 — DISCURSO DEL DOCTOR DON EUGENIO ESPEJO Dirigido á la muy ¡lustre y muy leal ciudad de Quito, represen tuda por su ilustrísimo Cabildo, justicia y regimiento, y á todos los Señores socios provistos á la erección de una sociedad patriótica, so- bre la necesidad de establecerla luego con el título de Escuela de la Concordia. Con licencia del Superior Gobierno ; en Santafé de Bogotá, por 1). Antonio Espinosa, SEÑORES: + Al hablar de un establecimiento que tanto dignifica ála razón, no será mi lánguida voz la que se oiga; será aquella ma- jestuosa [la vuestra digo] articulada con los acentos de la hu- manidad. Si es así, Señores, permitid que hoy hable ya: que sin manifestar mi nombre, coloque el yuestro en los fastos de la gloria quitense, y le consagre á la inmortalidad: que sea yo el ticias precicsas de su próxima felicidad. Sí, Señores, este mis- mo permiso hará ver todo lo que el resto del mundo no se atre- ve todavía á creer de vosotros, esto es, que haya sublimidad en vuestros genios, nobleza en vuestros Blntos, sentimientos en vuestro corazón y heroicidad en vuestros hechos. Pero la pa- ria y económica. —Vais á reunir en un solo punto las luces y los talentos. Vais á contribuir al bien de la patria, con los soeo- rros del espíritu y del corazón, en una palabra, vais á sacrifica? á la grandeza del Estado, al servicio del Rey, á la utilidad pú- blica y vuestra, aquellas facultades con que en todos sentidos 05 enriqueció la Providencia. Vuestra sociedad admite varios 0b- órgano por donde fluyan al común de nuestros patricios, las no- é o E SI . Y O AA O A A Jjetos: quiero decir, Señores, que vosotros por diversos pino | sols capaces de llenar aquellas funciones á que os inclinare € sto, ú os arrastrare el talento. Las ciencias, las artes, la agri- cultura y el comercio, la economía y la política, no han de esta? lejos de la esfera de vuestros conocimientos: al contrario, cada — 332 — ina, divélo así, de estas provincias ha de ser la que sirva de ¡matevía á vuestras indagaciones, y cada una de ellas exige su ¡mejor constitución del esmero con que os apliquéis á su pros- edad y aumento. El genio quiteño lo abraza todo, todo lo: enetra, á todo alcanza. ¿Veis, Señores, aquellos infelices ar- esanos, que agobiados con el peso de su miseria, se congregan Has tardes en las cuatro esquinas (1) á vender los efectos de su ndustria y su labor? Pues allí el pintor, el farolero, el herre- o, el sombrerero, el franjero, el escultor. el latonero, el zapate- 0, el ominicio y universal artista presenta á vuestros 0J0S pre- iosidades que la frecuencia de verlas nos induce á la injusticia e no admirarlas. Familiarizados con la hermosura y delica- e preside eñ sus espíritus, á la abundancia de genio que en- Ld tiende y anima su fantasía. Todos y cada uno de ellos, sin lá- =>) lación y á la docilidad y destreza de sus manos, no hace vani- las hecho; concibiendo alguna de producirse con ) j de las musas: á cuya cuenta, vosotros, ld jo. ¿Quéserá el quiteño de nacimiento, de com didad, “ducación, de costumbres y letras? Aquí me paro; porque Se Verdad, la sorpresa posee en este punto mi imaginación E lent e lo cultivó, me deslumbra; porque el quiteño de para definirle bien, es el verdadero talento universal, es y f . sn : y fecundos, cielo más elaro y sereno que el de Quito. A e sl la diversa situación de la tierra; si el aspecto de pla- Lugar de mercado público, 2) Lo A neta rector del universo; si la influencia de los astros, tienen parte en la formación orgánica de esos cuerpos Lien dispuestos para domicilios de almas ilustres; acordaos, Señores, de que en Quito su suelo es el más eminente, y que descollando sobre la elevación famosa del Pico de Tenerife, domina y tiene á sus ples esas célebres ciudades, esos reinos clvilizados, esas reglones sabias, y Jactanciosas á un tiempo, que hacen vanidad de des- preciarnos, y que á fuerza de degradar nuestra razón, sólo osten- tan la limitación del entendimiento humano. Estas, y quizá vosotros mismos Juzgaréis, que el entusiasmo poético se señorea ya de mipluma; mucho más cuando os inculque, Señores, y 05 haga notar muchas veces, que vosotros en cada paso que dais, corréis una linea desde el extremo austral al. opuesto término borez], dividís en dos mitades iguales todo el globo, haciéndoos, en cierto modo, árbitros de poner á la diestra ó6á la simestra algunos de los dos emisferios que recortáis. Después de esto, vosotros mismos llegáis á ver que sobre las faldas del iumenso >ichincha, entre Nono y San Antonio, forma un crucero con la meridiana la línea del Eenador; pero todo esto que parece fic- ción alegórica es una verdad innegable, y cuando os la recuer- do, hacéos la consideración de que todos los pueblos de la Euro- pa culta fijan en vosotros la vista, para conocer y confesar que - el sol envía directos sus rayos: que los Inminosos laureles de Apolo cayendo verticales sobre vuestras cabezas, coronan y €l- ñen de trofeos sus sienos: que su voraz ardor, al contacto de la rdilleras, desciende amigable y re- riablemente con el imperio de las sombras. ¿Con tan raras y be- nóticas disposiciones físicas, que concurren á la delicadísima es- mientos, si los dedica al cultivo de las ciencias. Pero éste es € e — 34 — mo, con vil lisonja, ilustrados, sabios, vicos y felices, No lo sois: hablemos con el idioma de la Escritura Santa; vivimos en la más groseza ignorancia, y la miseria más deplorable. Ya lo hedicho á p.sar mio; pero, Señores, vosotros lo conocéis ya y de másá más, sin que yoos 1cpita más tenaz y frecuentemente proposiciones tan desagradables. Mas ¡oh qué ignominia será la vuestra, sí conocida la enfermedad, dejáis que á su rigor, pier- z da las fuerzas, se enerve y perezea la triste patna! ¿Qué im- porta que. vosotros seals superiores ón racionalidad á una mul- titad innumerable de gentes y de pueblos, si sólo podéis repre- sentar en el gran teatro del universo el papel del idiotismo y la pobreza? Tantos siglos que pasan desde que el Dios eterno formó el planeta que habitamos, han ido á sumergirse en nuevo caos de confusión y osenridad. Las edades de los incas, que algunos llaman políticas, cultas é ilustradas so absorvieron en un mar de sangre y se han vuelto problemáticas; pero aunque hubiesen siempre y sucesivamente mantenido en su mano la valanza de la felicidad, ya pasaron y no nos tocan de alguna suerte sas dichas. Los días de la razón, de la monarquía y del Evangelio, han venido á rayar en este horizonte desde que un atrevido genovés extendió su curiosidad, su ambición y sus de- seos al conocimiento de tierras vírgenes y cerradas á la profa- nación de otras naciones; pero toda su luz fué y es aún crepus-: cular; bastante para ver y adorar á la sola deidad de todos los. tiempos, á quien se da cultos y rendimientos en el Santuario; bastante para ver, venerar y obedecer ul Soberano Augusto ú quen se dobla la rodilla en el trono; pero defectuosa, tímida y muy débil para llegar á ver y gozar del suave sudor de la agri- cultura, del vivífico esfuerzo de la industria, de la amable fati- ga del comercio, de la interesante labor de las minas y de los frutos deliciosos, y de tantos ineshaustos tesoros que nos cercan que, en cierto modo, nos oprimen econ su abundancia, y con los que la tierra misma nos exhorta á su posesión con un clamor perenne, como ele gritánrdonos de esta manera: guiteños sed felices: quiteños logrud vuestra suerte á cuestro turno: quiteños, sed los dispensadores del buen gusto, de las artes y de las ciencias or lo que á mí toca, creo, Señores, con evidencia, que vo- Sotros eseucháis muy distintamente estas palabras; porque en la presente coyuntura de vuestro abatimiento, y vuestra ruína, ellas son las voces de la naturaleza. Ha llegado el momento en beer ga 309 is y la plata. Desde eltiempo de la conquista los fondos que sir- vieron á su establecimiento, sin duda fueron muy pingúes; pues que las casas de campo de Chillo, Pomasquí, Cotocollao, iñaqui- P; . perito: las ricas preseas que hasta hoy se conservan en las ar- á cegarse: el quo ó sangre que alimenta á los pueblos ya se dio de no sentirla ? 11 ¿Qué sólo este medio os obliga á es- : 6 S quiteños á quienes en el más violento apuro, siempre se les ofre- cen recursos, y arbitrios poderosos. No desmayéis: la prime- ra fuente de vuestra salud sea la concordia, la paz doméstica, la reunión de personas y de dictámenes. Cuando se trata de una sociedad, no ha de haber diferencia entre el europeo y el espa- ñol americano. Deben proscribirse y estar fuera de vosotros aquellos celos secretos, aquella preocupación, aquel capricho de nacionalidad, que enajenan infelizmente las voluntades. sociedad sea la época de la reconciliación, si acaso se oyó alguna vez el eco de la discordia en vuestros ánimos. Un Dios, que de una masa formó nuestra naturaleza, nos ostenta su unidad y la establece. Una religión, que prohibe que el eristiano se llame de Cefas, ni de Apolo, Bárbaro ó Griego, nos predica su malterable uniformidad, y nos la recomienda. Un Soberano que atiende á todos sus vasallos como á hijos: que con su real man- to abraza dos emisferios y los felicita: que con su augusta mano sostiene dos vastos mundos, y reune, nos manifiesta su individua soberanía, su clemencia uniforme, su amor imparcial, y nos obli- ga á profesarle. Finalmente un Dios, una Religión, un Sobe- rano hacen los vínculos más estrechos en vuestras almas, y en vuestra sociedad: sobre todo, la felicidad común sea el blanco á donde se encaminen vuestros deseos. — ob — Yo sé que cierta emulación, como característica Ce nuestro pueblo, podrá intentar esparetr, ú el veneno de la discordia, ó el inal olor del desprecio sobre los que, sensibles 4 su mejor estu- llecimiento, tratasen del de la sociedad patriótica; pero ella ce- derá á la generosidad del mayor número de indivi luos que que- ran ahogar con sus acciones los conatos de aquella hidra. Aún puede ser uiyor y más funesto otro escollo, que pue- de sobreveniv, Los genios prontos, los espíritus de fuego, las «lmas nobles suelen rehusar sujetarse á opiniones y proyectos que ha dictado otro individuo, Las felices ocurrencias, que no vinieron á su mente, por más meritorias que sean, no sólo pler- den alguna parte de su valor, sino de positivo arrastran tras sí a desgracia de no ponerse en planta. Si esta suele ser la co- mún y desdichada resulta del orgullo, yo querría, Señores, (no os adwmiréis) que el orgullo nacional fuese la segunda fuente de la pública felicidad. Si, Señores, el orgullo es una virtud so- cial, ella nace de aquella Hama vital nobilísimo, que distingue al indolente del hombre sensible, al generoso del abatido, al 1dus- tre del plebeyo: es ella un efecto de brío nacional, que Quintl- iano, gran retórico y gran conocedor del corazón del género hu- mano, halló, que era la pasión de las almas de mejor temple. Si por ella, no quisiéramos que otros nos aventajasen en conoci mientos, por ela querríamos ser los primeros que Corriésemos á abrir á nuestros compatriotas nuevas sendas á su felicidad. Ved aquí, Señores, vencida la dificultad, deshecho el encanto, y convertido áinflajo de aquella prodigiosa metaforfosis que obra el amor de los semejantes, un vicio en virtud: y ved aquí, que ya todo quiteño supone, no como un pensamiento nuevo, e proyecto de sociedad; sino como una idea mil veces imaginada, y otras tantas abrazada prácticamente en la Europa. pero como una idea útil, necesaria, y digna de seguirse en Quito. A la verdad, en la misma Europa, no fué España la primera que en este siglo la renovase. Los cantones suizos la resucitaron; y España atenta á su bien, más queá la pueril vanidad de no ser imitadora, la adoptó; reconociendo cada día más y más las ven- tajas de este sistema político. ¡Pues qué falta entre nosotros para seguir su ejemplo? ¿O qué sobra para impedir entre no- sotros su escuela y ejecución? Nada; y lo que importa es apro- vechar las consecuencias útiles de esta noble pasión, digo: del guteño orgullo. Hacerle imaginar ácada uno, que en la lista ce los socios, por un error de la pluma, ocupa el último lugar; rero al mismo tiempo representarl ' seriamente, que el Sa do pd A A o AA La escrupulosa Intención del que la dirigió es, no sólo hacer ver, sino suplicar O o e voverentemente á cada uno, que entienda, que es cl primero en los méritos del gusto, del talento y del patriotiemo: que una ma- no manca y defectuosa, nO pudo acertar, ni determinar debida- mente la colocación de los sujetos, por haberse sujetado al rá- pido desorden con que la atropellaba la tamultuaria memoria; pero que ezda uno de los ies con sus luces, con sus estímu- los, con sus produccion nes, eon sus esmeros al adelantamiento de la sociedad, y sus dignos objetos, será el que pregone su impor- tante habilidad, y eE que con sus actos her OICOS se sale el Toa ar que A corresponde; y sin envilecerse, ni abochornarse, diga, con el modesto silencio que guarde: este es el puesto que yo merez- co. De otra manera, incurrirías, Señores, - . ..; Pero me SL Y otros sabéis mejor que yo, el So que formaría de voso tros el mundo literario; y yo, que vengo á admirar vu sestras cualidades honoríficas á la di il del hombre: á pronunelar en alta voz vuestro carácter sensibilísimo de humanidad; sólo puedo deciros, que desde tres siglos há, no se contenta la Huro- pa de llamarnos rústicos y feroces, n:ontaraces é a es- túpidos y negados á la cultura. ¿Qué os pa rece, Señore , de este neptat Centenares de esos hombres cultos no pa repetirlo, y a arlo en sus eserttos. Bi un astrónomo sabio za criolla, como testigo innata do vuestras ireridas men- tales; no falta algún temerario extran jexo, ue publique que se. engañó, y que juzgó preocupado de pasión ola ilustre académico. Y Me E aw se atreve á decir, que son los americanos Incapa-. cos de la: ciencias, alpoto do por prueba, que desde dos siglos acá, la Universidad de San Marcos de Lima, la más célebre de todas las Américas, no ha producido hasta ahora un hombre sa- - bio. ¿Creeréis, É piipties; cue estos Robertson, Raynal y pl digan lo que sienten? ¿Que hablen de buena fe? ¿Qué se «añadiendo á á los monumentos de la historia las luces de su Aloso- fía? ¡Ah! que esta suya característica, les obliga á adelantar especles con que quieren justificar su: irracionalidad! Su filo- sofía los conduce á querer esparcir sobre la faz del universo el espíritu de > impiedad, y : con esta dura porfía, quieren hallar bajo del círculo polar del equinoccio y de las regiones australos, sil- va ces á quisas no se hace po: -coptible la idóa de que existe un úl Supremo. El objeto de otros que nos humillan es diverso, y de ejando d de ser e no se exensa de ser erue Pero todos afectan olvidar en las regiones del Porá la profanda sabiduría de Pervalt: .la la, univ ersal erucición de Figueroa, la elocuencia y: bello espíritn de... | pero vengamos, Meñores, más inmediatamente á nuestro suelo, Aquí se presenta un alma de esas raras y sublimes, que tiene en la una mano el compás, y en la otra mano el pincel, exiero decir: un sabio profundamente inteligente en la geogra- Da y pes y y diestro escritor de la historia, Un subio ig- , A A E dd is Al PTAS AS AE Da ciedad á su tiempo deberá destinar un socio que pr E norado en la Peninsula, no bien conocido en Quito, olvidado en las Américas, y aplaudido con elogios sublimes en aquellas dos cortes rivales en donde por opuestos extremos, la una tiene en parte la severidad del juicio, y la otra por patrimonio el resplandor del ingenio. Londres y París celebran á competen- cia al insigne Don Pedro Maldonado, y su mérito singular le concilió el aplauso y admiración de las naciones extranjeras: «sus Obras de gran precio, que contienen las mejores observacio- nes sobre la historia natural y la geografía, las reserva Francia, como fondos preciosos, de que Quito ha querido, teniendo el patronato, hacerla la justicia de que goce el usufructo. L onuncie un día el elogio fúnebre del Señor Don Pedro Maldonado, Grentil ombre de Cámara de S. M. €., y á cuya no bien llorada pér- dida, el famoso Señor Martín Folxes, Presidente de la sociedad real de Londres, tributó las generosas lágrimas de su dolor. Habiendo hecho yo memoria de un tan raro genio quiteño, que valo por mil, escuso nombrar los Dávalos, Chiribogas, Argan- doñas, Villarroeles, Zuritas y Onagoitias.. Hoy mismo el in- trépido Don Mariano Villalobos descubre la canela, la beneficia, la acopia, la hace conocer y estimar. Penetra las montañas de Canelos, y sin los aplausos de un Fonteneile logra ser en su lí- nea superior á Tournefort; porque su invención más ventajosa al Estado, hará su memoria sempiterna. egún la condición y temperamento [si se puede decir así] de las almas quiteñas, mucho ha sido, Señores, que en el seno e vuestra patria, no saliesen los Homeros, los Demóstenes, los Sócrates, los Platones, los Sófocles, Apeles y Praxiteles; por- que Quito ha ministrado la proporción feliz para que sus hijos, no solamente adelantasen en las letras humanas, la moral, la política, las ciencias útiles y las artes de puro agrado; sino aun para que fuesen sus inventores. Recorred, Señores, por un mo- mento los días alegres, serenos y pacíficos del siglo pasado, y observaréis, que cuando estaba negado todo comereio con la En- ropa, y que apenas después de muchos años se reeibía con repi- ques de campanas el anuncio interesante de la salud de nuestros Soberanos, en el que bárbaramente se llamaba cajón de España : entonces estampaba las luces y las sombras, los colores y las Y- neas de perspectiva, en sus primorosos cuadros, el diestro tino de Miguel de Santiago, pintor celebérrimo. Entonces el mismo Padre Carlos con el cincel y el martillo, llevado de su espívitn y de su noble emulación, quería superar en los troncos las vi- vas expresiones del pincel de Miguel de Santiago; y en efecto pe concebirse á qué grado habían llegado las dos hermanas, a escultura y la pintura, en la mano de estos dos artistas, ae sola la Negación de San Pedro, la Oración del Huerto, y el Se- ñor de la Columna del Padre Carlos. ¡Buen Dios! En esa éra, y en esa región á donde no se tenía la idea de lo que era la ana- Y) tomía, el diseño, las proporciones, y en una palabra, los elemen- tos de su arte; miráls, Señores, ¡con qué asombro! ¡qué mús- culación! qué pasiones! qué propiedad! qué acción! y finalmen- te, qué semejanza ó identidad del entusiasmo creador de la mano, con el impulso é invisible mecanismo de la naturaleza! Esto es, Señores, mostraros superficialmente el genio inventor de vues- tros paisanos, en los dias más remotos y tenebrosos de muestra. yatria. Podemos decir, que hoy no se han conocido tampoco los principios y lis reglas; pero hoy mismo veis cuánto afina, pule, y se acerca á la perfecta imitación, el famoso Uaspicara sobre el mármol y la madera, como Cortés sobre la tabla y el lienzo. Estosson acreedores á vuestra celebridad, 4 vuestros premios, á vuestro elogio y protección. Dirémos mejor: noso- tros todos estamos interesados en su alivio, prosperidad y con- servación. Nuestra utilidad va, á decir, en la vida de esos ar- tistas: porque, decidme, Señores, ¿cuál, en este tiempo calami- toso, es el único más conocido recurso (us ha tenido muestía capital para atraerse los dineros de las.otras provincias vecinas? Sin duda que no otro que el ramo de las felicidades produccio- nes de las dos artes más expresivas y elocuentes, la escultura y la pintura. Oh! cuánta necesidad entonces de que al momento elevándolos á Maestros Directores, á Cortés y Caspicara, los empeñe la sociedad al conocimiento más íntimo de su arte, al amor noble de querer inspirarle á sus discípulos, y al de la per- petuidad de su nombre! Paréceme que la sociedad debía pen- sar que, acabados estos dos maestros tan beneméritos, no deja- ban discípulos de igual destreza, y que en ellos perdía la pa- tria muchísima utilidad: por tanto, su principal mira debía ser destinar algunos socios de bastante gusto, que estableciesen una academia respectiva de las dos artes. Este sólo pensamiento puesto en práctica, pronostico, Señores, que será el principio, y el progreso conocido de nuestras ventajas en todas líneas. l quiteño, cualquiera que sea, es amigo de la gloria: [¿cuál alma noble no es sensible á esta reluciente corena del mérito? ]. Asi so elevará sobre sus fuerzas naturales; deseará aventajarseá los emás; lo inflamará el suave fuego de la verdadera emulación; engrandecerá su espíritu, y todo será aspirar á la perfección, Co- rrer ála fatiga meritoria, y morir en medio de las tareas, esto es, en el lecho del honor. Pero ya cuando una chispa eléctrica, difundida en todos los corazones de mis patricios, esparcida en su sangre, y puesta en acción en toda su máquina, encendiese sus espíritus animales, agitaseo sus músenlos, y violentase á las ejecuciones bien concertadas, y nada convulsivas á todos Sus miembros; ya me figuro, Señores, y creo que vosctros ya 0s Te- presentáis vivamente, que el agricultor toma el arado, abre más rofundos los sulcos, beneficia de mejor manera el terreno, siem- ra más dilatadas campiñas, aumenta sus desvelos, y coje un millón más de micses y de frutos; que el artista toma con ardor CAD oa — JU — todos los instrumentos de su labor, sé iniciaen los principios de e 3 . £ ye E su oficio, obra por regla en sus trabajos, levanta el precio ú sus que hablo con moderación. Las manufacturas llevadas ¿hasta su mayor delicadeza, fomentado el algodón hasta sus últimas Operaciones, refinada en fin la industria hasta el último ápice: ved aquí, Señores, los fondos para mantener un mundo entero, y para que este mundo con recíproca reacción, reanime la uni- versalidad de los trabajos públicos. La sociedad es la que en la Escuela de la Concordia, hará estos milagros: renovará efectiva- mente la faz de toda la tierra, y hará florecer los matrimonios y la población, la economía y la abundancia, los conocimientos y la libertad, las ciencias y la religión, la paz, la obediencia, y la subordinación fidelísima á Carlos IV. Veráentonces la Europa, Pues que hasta ahora no lo ha visto, que la más copiosa ilustra- ot de los espíritus, que el más acendrado cultivo de los enten- dimientos, que la entera proscripción de la barbarie de estos pue- los, es la más segura cadena del vasallaje. Desmentirá á los — Jul — Hobbes, Grocios y Montesquieus, y hará ver que una nación pulida y culta, siendo americana, esto es, dulce, suave, maneja- ble y dócil, amiga de ser conducida por la mansedumbre, la jus- ticia, la bondad es el seno del rendimiento, y de la sujeción más fiel, esto es de aquella obediencia nacida del conocimiento y la cordialidad. Por lo menos desde hoy sabrá la Europa esta ver- dad, pues desde hoy sabe ya que sois ¡oh quiteños! en las luces de vuestra razón natural. El Lord Chatan, aquel Demóstenes profunda, os han unido con vuestros jefes, y os han hecho amar, y respetar á vuestros Reyes. Así ahora nada implora la soc:e- dad para su confirmación y sus progresos, simo la real aprobación y protección de su augusto Soberano. Ella va á nacer en el se- no dela felicidad: va á ser la primera de las Américas: va áser- vir de modelo á las provincias convecinas: va á roducirse, en una palabra, como emanación de luz, de la humanidad y del qui- teñismo, ¡Feliz yo si con mi celo ardiente soy capaz de sacri- ficarle mis débiles esfuerzos! ¡Si el órgano de mis labios es el precursor de sus obras! Ah! pero yo estoy muy lejos: las in- de la concordia: de nosotros renace. la patria: nosotros somos los árbitros de la felicidad. ya somos consocios, somos quiteños: entramos «ya en la escuela id AA tl o tii A e E ps Y O A ACTAS DEL CONSEJO GENERAL DE IANTRUCCION PUBLICA, SESIÓN DEL 4 DE ABRIL DE 189, Concurrieron los Señores Presidente, Rectores de la Uni- versidad y del Colegio Nacional, Decanos de las [Facultades de Medicina, Ciencias, Instituto de Ciencias y Filosofía y Litera- ura, Aprobóse al acta de la sesión anterior. e aprobó el siguiente informe del Señor Rector de la Uni- versidad:—“Señor Presidente: —El Señor Gobernador de la provincia de León se dirige al H. Consejo General, pidiendo se e diga á qué corporación han pasado las atribuciones de los an- tiguos Consejos Académicos, á fin de someter á la autoridad res- pectiva la escritura de compra de un terreno para/que merezca su aprobación. Las atribuciones de dichos Consejos se hallan repartidas entre varias autoridades de Instrucción Pública; pe- ro como la aprobación de que se habla no está prescrita en nin- guna de las disposiciones reglamentarias, creo que el H. Conse- Jo es quien debe gozar de la atribución de aprobar ú no las com- pras ó adquisiciones hechas por los Establecimientos de Instrue- ción Pública, en virtud de la disposición del n? 62 del art. 52 de la Ley de Instrucción Pública. Esta es mi opinión, respetando en todo caso el más acertado parecer del H. Consejo.—Quito; abril 4 de 1889.—R. Barahona”. resolvió negativamente la consulta del Señor Groberna- dor de la provincia de Loja sobre si deben rebajarse los sueldos de los institutores de escuelas, porque se han disminuído los alumnos por la epidemia del sarampión. — n la siguiente consulta del Señor Vicerrector del Colegio de Guaranda, se resolvió que debe estarse á lo dispuesto por la ey de Hacienda: —“República del Ecuador.—Vicerrectorado del Colegio Nacional.—Guaranda, marzo 19 de 1889.—Al H. Señor Ministro de Estado en el Despacho de Hacienda.—Señor: onsulto á US. H. si las Juntas administrativas de Colegio, Pe en asignar el 12 9%, á los Colectores en los ramos de recau- ción directa en vez del 8 %, que fija la Ley de Hacienda.— os guarde á US. H.—José Antonio Rodas”. . —Continnóse la segunda discusión del Reglamento del Cole- glo “Nueve de Octubre” desde el Título 22 hasta el 4? Por último, el H. Señor Ministro de Instrucción Pública Paso en conocimiento del H. Consejo las razones é informes por de Son K— yy — los cunles, usando de la atribución 5? del art. 72 de la Ley de [ns- tencción Pública, había ordenado la suspensión de la Institutora r br £ Permunóseo). FS . ¿lo Decretarto, CarLos PÉREZ QUIÑONES. SESIÓN DEL 16 DE MAYO DE 1889, La declaró abierta el Señor Presidente con la asistencia de los Revtores de la Universidad y del Colegio Nacional, los De- canos de Jurisprudencia, Medicina, Ciencias, Enstituto y Filo- sofía y Literatura. As pa Se aprobó el acta de la sesión de 4 de abril. gt Fué leído el informe del R. P. Decano del Instituto de Cien- cias acerca del Señor Uustavo von Lagerhein:—“H. Señor Pre- sidente: —El Señor Dostor Grustavo von Lagerhein, de nación ueco, me dirigió de Friburgo (de Brisgovia) con fecha 15 de enero próximo pasado la siguiente carta, que voy á traducir y extractar por cuanto fuere necesario para dar á conocer á este H. Consejo el intento del peticionario y cirennstancias favora- bles á su solicitud, las cuales están comprobadas por los honorí- ficos certificados con que la acompaña.—“Desde largo tiempo (dice) he tenido la intención de trasladarme á las regiones tro- picales, pára estr liar de cerca é investigar los grandes tesoros del reino vesyetal que encierran. He hablado sobre esto con el Señor Doctor Ignacio Urban (Berlín) y él me ha dicho que debía dirigirme á U.—Infelizmente mis recursos no me permiten em- prender sin más este viaje; yo necesito tener, al menos al prin- ciplo, una colocación, mediante la cual pueda vivir, aunque sea con parsimonia.- Yo supongo que no será dificil obtener en Qui- to una cátedra en la Universidad ó alguna colocación en un Mu- seo 6 Jardin Botánico.—Mis pretensiones son muy modestas; Y espero por otra paste poder garar algo más, mediante las colec- ciones que é Lacar para los museos y Jardines Botánicos de Europa.—Cuanto á mis estudios me permito comunicarle lo sl- guiente: yo he estudiado las Ciencias naturales, Botanica, 400- logía, Física y Química en las Universidades de Upsala y Esto- colmo £n Suecia, en las de Berlín de Prusia, y de Friburgo en Brisgovia .. la cual voy á recibir dentro de poco el grido e Doctor. En este tiempo he estudiado la Flora de Suecia mi pa” se A SS A IN O O os AA mir — trla, de Alemania y de Suiza. Mis investigaciones han sido ex- puestas en cuarenta publicaciones, de las cuales le envío unas pocas de muestras, porqne de las más no me queda ningún ejem- plar. - Mis trabajos han sido acogidos 'con mucha satisfacción por el público, y kan sido elogiados por los periódicos suecos, americanos, ingleses, alemanes, franceses é itali Pies! 1anos.—Le acom- año los testimonios de cuatro de los principales Botánicos de Mare que manifiestan mis conocimientos científicos, mi acti- vidad y talent cmo naturalista, ete.—Cuanto á4los idiomas, po- seo perfectamente el Sueco y el Alemán, entiendo y hablo, si bien no perfectamento, «l Inglés, Francés é Italiano y, si hasta ahora no he estudiado el Castellano, sin embargo me prometo que los conocimientos que tengo del Francés y del Italiano, me altavarán las dificultades para aprender aún esta lengua. —Aña- do finalmente que me hallo versado aun en la Bacteriología, la que he estudiado detenidamente en el Laboratorio higiénico de Upsala y en el Instituto Higiénico de Berlín; así que me hallo en estado de poder desempeñar una asignatura de esta natura- leza”. ; de los testimonios remiti los, todos redactados en forma le- gal, baste citar el del Doctor P. Maguns, Profesor de Botánica en la Universidad de Berlín, el cual hace una citación completa de las publicaciones del peticionario, encomiándolas mucho, cer- tificando al mismo tiempo sobre los estudios Bacteriológicos a ticados en el Instituto de este nombre, bajo la dirección del Se- ñor Koch, fundador del mismo establecimiento. El Profesor Maguns concluye su relación diciendo: ““Jistos buenos rasgos sobre el talento y actividad del Señor Lagerhein hablan elocuentemente en su favor, así que yo deseo muy inten- samente que él halle enanto antes una colocación que le propor- ciones la oportunidad de poner al servicio del público sus varia- dos conocimientos, y continuar y extender más y más sus es- tudios”., | , Con igunles encomios habla de él, el Señor Fug. Warming, Profesor de Botánica en Hopenhagen, el cual pondera en párti- cular la utilidad de los conocimientos del Señor Lagerhein so- ro los Hongos parásitos, que suelen causar tan grandes perjul- cios en la Agrieultura.—A grego á este informe dichos dos testi- monitos con la lista de las publicaciones de que se ha hecho men- ción.—Para conclusión añado que este H. Consejo, aceptan 0 la propuesta del Señor Lagerhein, no sólo proveerá 4 la necesi- dad verdadera de establecer en esta Universidad un estudio de grande importancia en la época actual, sino que pondrá la base de un estudio casi del todo nueyo en el país, cual es el de la Bo- tánica criptogámica.—Este es el parecer del infrascrito, salyo el mejor del H. Consejo.—L. Sodiro, S. J."—El Señor Presiden- te ordenó que la Comisión compuesta del Señor Rector de la Universidal y el Docanó del Iostiduite presentare el proyecto del — 3y0 — contrato que con dicho Señor debiera celebrarse para que veng: á prestar sos servicios en el Ecuador. asó á estudio del Señor Rector de la Universidad la con- sulta del Rector del Colegio de San Luis en Cuenca, sobre cómo se obviarían los inconvenien*es resultantes de la pérdida de un libro de matrículas. Se pidió informe al R. P. Rector del Colegio Nacional so- bre el contrato de compra de la casa del Señor Elicio Viteri, que trata de celel rw la Junta Adminis ritiva del Colegio de San Vicente de L: tacunga. : 4 -A estadio del Señor Decano de la Facultad de Medicina pa= saron los siguientes asuntos: 3 Consulta del Rector del Colegio de San Luis de Cuen- ca, sobre si debe pagarse sueldo al Profesor de Ubstetricia en el tiempo que no ha servido: 22 Consulta del Rector de la Corporación Universitaria del Azuay sobre farmacentas; y 32 La nueva solicitud del Señor Nicolás Fuentes Robles, Foie que se declaren válidos los exámenes de Cristalografía y ineralogía dados por él ante la Facultad Médica del Guayas. Pasó á estudio del Señor Decano de la Facultad de Cien- cias la solicitud del Señor Juan Simón Bucheli, para que vuelva á ser admitido en el Colegio de Riobamba su hijo José Martín. La solicitud del Señor Nereo Cabezas pará que se le permi- ta dar los exámenes de 52 año de Jurisprudencia sin certificados de asistencia á la clase de Literatura, ofreciendo asistir en el próximo curzo, pasó á estudio del Señor Decano de la Facultad de Filosofía y Literatura. Se pidió informe al Subdirector de Instrucción Pública de la provincia del Azuay, antes de considerar la solicitud del Se- ñor Gabriel A. Ullanri para que el joven Carlos Malo, que ha sido expulsado del Colegio Seminario de Cuenca, sea admitido á examen en el Colegio Nacional. | Por último se discutió por segunda vez el Reglamento del Colegio “Nueve de Octubre”, desde el Título 42 hasta el capítu- lo 52 del mismo. erminóse). El Secretario, : CARLOS PÉREZ QUIÑONES. SESIÓN DEL 6 DE JUNIO DE 1889. Concurrieron los Señores Presidente, Delegado del Señor: Arzobispo, Rectores de la Universidad y del Colegio Nacion, - ans — JU0 — + Decanos de la Facultad de Ciencias y de Filosofía y Literatura. Se aprobó el acta de la sesión anterior. Se ordenó que se pida informe al Subdirector de Instruc- ción Pública de la provincia del Chimborazo y al R. P. Rector del Colegio de Riobamba, para resolver la solicitud del Señor uan Simón Buchel:. “se le permita presentar los exámenes: correspondientes al año x ue cursa, sin haber obtenido el certificado de asistencia á una bre, no le fué posible concurrir hasta esa fecha á la clase de Litera- tura; y que posteriormente tampoco pudo hacerlo porque el mal estado de su salud y la hora de la clase se lo impidieron.-—Como la primera razón deja de ser valedera, desde que la gracia otor- gada por el Consejo fuó extensiva á todos los jóvenes que en el actual añoescolar concurren á las clases de Literatura, sin que la concesión hubiese sido obstáculo para la asistencia á las re- feridas clases, y como el Señor Cabezas no comprueba con cer- tificado facultativo ni otro documento alguno el mal estar de sa- lud que le impidió asistir á las clases, cuya hora—de 11 4 12— tampoco es inoportuna, sino adaptada á los demás quehaceres universitarios de los cursantes y de acuerdo con ellos, el infor- mante que suscribe opina que el peticionario no se encuentra en las condiciones extraordinarias que consienten la excepcional la- xitud ó anulación dela ley. Y, salvo más acertado juicio del . Consejo, cree que l» solicitud debe ser negada.—(QHuito, á 6 de junio de 1889.——C. R. Tobar”. “Señor Presidente: —El Señor Rector del Colegio Nacio- nal de San Luis de Cuenca, comunica la pérdida de los libros do Secretaría, en donde se sientan las partidas de las matrículas conferidas á los estudiantes; pide, por consiguiente, dicte el H. - por consiguiente es indudable que el estudiante debo tener en su poder el certificado de matrícula conferido por el Secretario; en —= 307 —- : segundo lugar el art. 150 dico: “El Secretario sentará en el li- bro de matrículas el nombre y apellido del estudiante que se matricule, su edad, lugar de su nacimiento, y el nombre de las personas bajo cuya dependencia está. Fijará la fecha de la ma- trícula, la escuela ó curso á que corresponda el cursante, y le da- rá el certificado que convenga, á fin de que con su presentación al Catedrático respectivo, pneda ser admitido en su aula. Úreo en conclusión, que, conservando cada alumno su respectivo cer- tificado, no es de grande importancia la pérdida de dichos libros que no contienen sino copias de los certificados de matrícula, siendo al pie de este certificado en donde el profesor respectivo debe expedir el certificado de asistencia á la clase, requisito in- dispensable para que pueda el alumno rendir su examen. En vis- ta de estas razones el H. Consejo resolverá lo que crea más acer- tado.—Quito, junio 6 de 1889.—R. Barahona”. Con este motivo dispuso el H. Consejo: 1% Que los estudiantes que no tengan cer- tificados de matrículas, presenten plena prueba legal de haberse matriculado para ser admitidos á examen: 2% Qu- se manifies- te al Rector que el Consejo ha visto con extrañeza que los certi- ficados de matrícula no se dan al principio del eurso, como lo dis- pone el Reglamento General; esto se deduce del oficio mismo que contiene la consulta; y 3% Que se exija la responsabilidad al que tenga la culpa de la pérdida de los libros, y que se dé avi- so quincenalmente del estado de la causa. E . il precedente informe fué ocasionado por el contenido de la siguiente nota: —“Eecuador.—Rectorado del Colegio Nacional de San Luis.—Cuenca, mavo 8 de 1889.—Al1 H. Señor Ministro de l nstrucción Pública.—H. Señor:—Hace algunos días, que fué invadida en alta noche la Secretaría del Establecimiento, de donde se sustrajeron varios libros y documentos, entre los cua- los, está comprendido un libro de matrículas correspondientes á las clases de Facultad Mayor, desde el año 81 hasta el presente- Con tal motivo, los jóvenes que pretenden optar sus grados, se encuentran con el inconveniente de no poder sacar las copias de las rospe tivas matrículas. Para la acertada resolución de US- H., pondré en su conocimiento que á ningún joven se le ha ad- mitido á sufragar sus exámenos sin que haya habido constancia interior de esta» mutrienlado. Además en el Establecimiento so observa la costumbre de pasar á los profesores al principio de exnda año escolar una lista de los jóvenes cuyos nombres constan en el libro de matrículas. Estos antecedentes facilitarán á UP- I a resolución conveniente; la que nos servirá de regla en lo sucesivo al tiempo de recibir los exámenes. —Dios guarde á UD» ¿L—León Piedra”. E Leídas las solicitudes del Señor Gabriel A. Ullauri y del Señor Luis Malo, para que so permita al joven Carlos M. Malo, dur los exámenes de 19 y 22 año de Jurisprudencia en el Cole- 5 di E e y . . y NN El y 3 gio Nacional de Cuenca, se resolvió, en mérito de los buenos cet”. A A NN O A E O O di o a di có A A a E di — 338 — de la Universidad Central y el R. P. Decano del Instituto de Ciencias acerca del profesor Gustavo von Lagerheim: “Señor Presidente del Consejo General de Instrucción Pública.—Vues- tra Comisión encargada de estudiar la solicitud del Señor Doc- tor Don Gustavo de Lagerheim, quien piie una colocación en el Ecuador como naturalista y Profesor de Bacteriología, conven- cida de la competencia de dicho Señor para desempeñar Jos car- gos para los cuales se ofrece; competencia comprobada por elin- forme leído en la anterior sesión de este Ilustre Consejo, y de la conveniencia de que, siquiera en esta Universidad central, se en- señe un ramo tan importante en estos tiempos como lo es la Bac- teriología, cree deber formular sn dictamen con las proposicio- nes siguientes: 1? El Consejo General de Instrucción Pública, en uso de sus atribuciones, manda establecer en la Universidad Central de Quito una Cátedra de Bacteriología con la dotación que le asignará la Junta Administrativa de la misma Universidad. 22 El Instituto de Ciencias le confiará la Dirección del Jar- dín Botánico con la renta de 40 $ por lo menos. 3% Suplica al Supremo Gobierno encargue á su Cónsul ge- neral en Hamburgo estipule, sobre dichas bases, el contrato con el Señor Lagerheim y le suministre lo necesario para el viaje y pa- w ra la adquisición de los instrumentos necesarios para la enseñan- za de Bacteriología.—R. Barahona,—L, Sodiro, 8. J.” (Terminóse). El Secretario, 5 : CARLOS PÉREZ QUIÑONES. SESIÓN DEL 27 DE JUNIO DE 1889. 4 ha 4 . Concurrieron los Señores Presidente, Rector de la Univer- sidad Central, Decanos de la Facultad de Ciencias, del Instituto y de Filosofía y Literatura. ol probóse el acta de la sesión anterior. — 339 — Decidióse que el Hospital de Cuenca debe pagar los ga tos de apropiación de un local á propósito para las lecciones prácti- cas de Obstetricia y la curación de enfermedades ocultas de mu- jeres, porque este era el principal motivo por el eual se hace ne- cesaria la apropiación de dicho local. Hsta resolución se dió después de leído el siguiente oficio del Subdirector de Instrne- ción Pública del Azuay.—“Ecuador.—Subdiresción de Ins- trucción Pública del Azuay—Cuenca, junio 15 de 1889.—Al H. Señor Ministro de Estado en el Despacho de Instrucción Públi- ca.—H. Señor: —Las alumnas de la clase de Obstetricia, tienen urgente necesidad de practicar las lecciones que reciben de su Profesor, y muy especialmente las relativas á la curación de ciertas enfermedades ocultas; pero el Hospital de Caridad no tiene local á propósito para tal objeto, ni la Junta Administrati- va del Colegio Nacional se halla en disposición de hacer cons- se de los fondos de dicha casa, Aquí tiene US. H. el busilis de la dificultad, que la autorizada palabra del Ministerio puede re- solver fácilmente. Y al efecto diré que la cosa es de poco mo- mento, porque á lo más los gastos de construcción ascenderán á nos cincuenta ó sesenta pesos.—Dios guarde 4 US. H.—Ra- fael V. Borja”. : | ] -- Se aprobó el siguiente informe del Señor Decano de la Fa- cultad de Filosofía y Literatura: “Señor Presidente del H. Con- sejo Greneral de Instrucción Pública.—Amn enando los artículos por falta de necesarias distinciones, inducir 4 duda respecto de último de los artículos mencionados concede; sin embargo, aten- ca; Mas, naturalmente, siempre que el peticionario hubiese lle- nado los requisitos que exigen los artículos 96 y 97 de la ley an- tes citada. —Tocante á si los objetos introducidos por el “Liceo de Rocafuerte” fueron apropiados al uso del Establecimiento, lo juzgará el mismo Señor Mint de Hacienda, ó el Señor Gober- nador del Guayas.—Salvo el juicio más acertado del H. Conse- J0.—Quito, á 27 de junio de 1889.—C, R. Tobar”. | asó á estudio del Señor Rector de la Universidad la con- sulta del Vicerrector del Colegio de Guaranda sobre suspensión A e e id da e h pa y ; E E ] a l j — 40 — de las cla ases que no cuentan siquiera diez al: imnos sañor Decano de la Facultad de Jurispru. dencia, la del. Subdirector de Instrucción Pública del Azuay, sobre si los ca- tedráticos pueden ser Jueces. A] del Señor Decano de la E Facultad de Ciencias los infor- mes del Gobernador de la provincia del Chimboraz o y del 1. Rector del Colegio de Riobamba sobre las causas de la ds prisión del joven Bucheli. | del R. P. Dina del E de Ciencias la solicitud del Bda Juan B. Miño, para que e permita transtenr la matrícula del Colegio eóla al 000 tuto des Ciencias, y el per- miso pedido por el “Vicerrector de Guaranda para comprar unos : terrenos en que construír la iglesia del Mstab! blecimiento” Al del Séñor Decano de la Facultad de P llosofía y Livera- tura la nueva solicitud del Señor Nereo J. Cabezas, para que se lo permita dar el examen de quinto año de Jurispradencia sin certificado de asistencia á la clase de Literatura, ofreciendo asis- tir al año siguiente r último dióse la primera discusión «al Reglamento para la Bibliotend de Cuenca. Terminóse). El Secretario, 2 | pi - CARLOS PÉREZ: QUIÑÓNES. BOLETIN UNIVERSITARIO. ACTAS. Junta Administrativa. Sesión del 17 de mayo de 1889. Asistieron los Señores Doctores Casares, Muñoz, Herrera y Pólit, presididos por el Señor Vicerrector. Después de aproba- da el acta de la sesión precedente, dió cuenta el infrascrito. 12 De los presupuestos de gastos y sueldos Lc tesá E y abril del presente año. Fueron a rob ? Del siguiente contrato que igualmente fué probala — “Manuel Larrea-Es Administrador de la Imprenta de La Uni- -— 041 — versidad Central, se compromete con el Doctor Angel Polibio Chaves, representante del Supremo Gobierno, á hacer imprimir la segunda edición del Código Militar, por la suma de mil cua- renta pesos, de los cuales se entregarán doscientos cuarenta su- cres adelantados y la restante cantidad cuando se haga la entre- ga definitiva de la obra, que será el 1% de setiembre próximo.— El pape sl lo dará el Doctor Chaves, y la imprenta le entregará cuando menos, cuatro pliegos por semana. Se aclara que si la edición del Código no llega. á cincuenta y cinco pliegos, la Im- prenta los completará. con valgún otro trabajo. Alo dicho se obli- gan en toda forma de derecho y lo firman en Quito, á 15 de ma- de 1889.—Manuel Larrea L.—Angel Polibio Chaves”. El Señor Doctor Casares puso en conocimiento de la Junta que el Señor General Doctor Francisco Javier Salazar había ob. equiado á la Biblioteca las siguientes obras “Elementos del De- rerhd Civil y Penal de España”, por Pedro Gómez de la Serna y Juan Maia Montalbán; en tres tomos. —““Sistema del Derecho Romano actual”, por M. F. C. a Savigny, enseis tomos.—“Con- cordancias, motivos y comentarios del Código Civil Español”, por Florencio García Goyena, en cuatro tomos. -—“Tratado teóri- co y práctico de las enfermedades del oído”, por J. P. Bonofont, en un tomo. —“Curso de Botánica”, por Miguel Colmeiro, en dos tomos. Se dispuso que el Señor Vicerrector agradezca al Señor General Salazar por su generosidad. Se acordó que el mismo Señor Vicerrector oficie al H. Señor Ministro de Instrucción Pú- blica, pidiéndole recabe del Supremo Gobierno orden para que el Señor Tesorero nacional entregue á este Establecimiento los dos mil sucres mensuales que le están asignados para la adquisición de una casa. Por último se dispuso que en ad lante se pague al Señor Manuel Larrea, Editor y ts, de la Imprenta de la Universidad Central, veinte sucres mensuales, por habérsele au- mentado el trabajo con motivo de las numerosas publicaciones que se hacen en ella Sin más terminó la sesión. El Vicerrector, RAFAEL BARAHONA. El Secretario, Manuel Baca M. Sesión del 25, de junio de 1889. Presididos por el Señor Vicerrector, asistieron los Señores Doctores Casares, Muñoz y Pólit. No concurrió el Señor Doc- tor Herrera. Leída y aprobada el acta de la sesión anterior, se o o ide EE 0 E aprobó el presupuesto de sueldos y gastos correspondiente al mes de mayo, y se designará al Señor Doctor Víctor Manuel Pe- ñaherrera para que pronuncie el discurso de apertura de clases, y al S:ñor Don Joaquin Larrea cursante de Jurisprudencia, para él de distribución de premios. Se acordó que en cl número próximo de los “Anales” se pu- bliquen los programas de todas las materias que en el presente año escolar se han enseñado en este Establecimiento; y que se consulte al H. Consejo General de Instrucción Pública, si debe volver á pagar los derechos de título la. persona que, habiéndolo sacado, lo ha perdidoóroto, y pide que se le de otro. También se dispuso que se vuelvan á entregar al Señor Javier Espinosa las facturas en que constan los objetos pedidos . «para la - Imprenta, puesto que dicho Señor asegura quele han escrito sus correspon- sales de New-York que han ao las facturas que se manda- ron á fines de marzo últim Terminóse la sesión. El Vicerrector, RAFAEL BARAHONA. El Secretario, Manuel Baca M. Sesión extraordinaria del 28 de junto. As'stieron los Señores Doctores Casares, Muñoz, Herrera y Pólt, presididos por el Señor Vicerrector, y dispusieron que el Señor Colector pida al Señor Javier Espinosa que le manifieste la carta que, en marzo próximo pasado, debió haber escrito á New-—York pidiendo las facturas que se comprometió á traer pa- ra la Imprenta de este Establecimiento; la carta que le han es- crito de New—York comunicándole que se han perdido dichas facturas, y aquella que debe haber escrito últimamente remitien- o la copia de las facturas perdidas; y que, si el Señor Espinosa no exhibe estas cartas, le exija el Señor Colector la devolución del dinero que se le dió para que haga este pedido. Se aprobó la compra de la obra “Documeatos para la historia de la vida pú- blica del Libertador”, escrita por el General José Felix Blanco, en catorce tomos; y se dispuso que el Señor Colector pague los cuarenta sucres que costaba de los fondos porcnecente á de Fa- cultad de Filosofía y Literatura, y que dicha obra e entregue al Señor Bibliotecario de este Establecimiento. Sin más terminó la sesión. 28 El Vicerrector, : RAFAEL BARAHONA. El Secretario, Manuel Baca M. 204 a y Facultad de Filosofía y Literatura. Sesión del 6 de junto de 1889. Reunidos los Señores Decano, González Suárez, Pólit y R. . Aguirre, aprbaron el acta anterior, faltó el R. P. Lacámera. Oído el informe verbal del Señor Pólit, quien aseguró que el Señor Urresta había presentado los certificados de una matrí- cula que le faltaban, se declaró el interesado apto para el grado de Bachiller. Se acordó que, con los fondos de Biblioteca perte- necientes á la Macultad, se compre la obra intitulada “Dbocumen- ¿tos para la historia de la vida pública del Libertador”, por el Ge- -neral José Felix Blanco en 14 tomos, pero con tal que la den por cuarenta sucres. "E Terminó la sesión. El Decano, CARLOS R. TOBAR. El Secretario, Mannecl Paca AE Sesión del 10 de julio de 1889. Presididos por el R. P. Lacámera, concurrieron los Señores Doctor González Suárez y R. P. Aguirre, faltó el Señor Pólit. Aprobada el acta precedente, se dió lectura del siguiente in- forme. —Señor Decano de la Facultad de Fjlisofía y Literatura.— Habiendo examinado la documentación presentada por el joven Julián Andrade, he encontrado en ella que el peticionario se ma- triculó en el Seminario Menor de San Diego de Ibarra en elaño escolar de 1884 á 1885 y, concluído el primer trimestre, pasó al Colegio Nacional de San Alfonso, mas no aparece el permiso del Rector del Seminario, ni la causa justificativa de este traslado, condiciones que requiere la ley para que un alumno que se ha ma- triculado en un Establecimiento, pase á otro. También la docu- mentación no está refrendada por los Señores Rectores de los Co- legios, ni por el Gobernador de la provincia. Tal es el parecer del que suscribe.—Quito, junio 27 de 1889.—Fr. José María Aguirre. Pero como el Señor Andrade presontó los documentos que manlástatan que había obtenido.la Hicencia hecesaria pura pa — 344 — pasar al Colegio Nacional y que eran auténticos los certificados que había presentado, se le declaró al solicitante apto para el gra- do de Bachiller. No habiendo otro asunto, terminó la sesión. Por el Decano, : : : Fr. JAcinro LacíMERA, O. P. El Sccretario, Manuel Baca M. Sesión del 23 de julio de 1889. Abierta por el Señor Decano, con asistencia de los Señores Doctor González Suárez y RR. PP. Lacámera y Aguirre, faltó el Señor Pólit. Después de aprobada el acta de la sesión anterior, se decla- ró apto para el grado de Bachiller al Señor Teodoro Larrea, pre- via lectura y revisión de los certificados correspondientes, que es- tuvieron arreglados á la ley. E Sin más terminó la sesión. El Decano, CarLos R. TOBAR. El Secretario, Manuel Baca M. Facultal de Jurisprudencia. Sesión del 12 de junio de 1889. : Sc reunieron los Señores Doctores Casares, Espinosa de los Monteros y Peñaherrera, presididos por el Señor Decano. | Aprobada el acta precedente se presentó al Despacho la so- licitud del Señor Manuel María Terán en la cual pedía se le de- Clare apto para el grado de Doctor, revisados los certificados co- rrespondientes se encontraron arreglados á la ley y se concedió la declaratoria pedida... : j in más terminó la sesión. El Decano, : Junio B. ENRÍQUEZ. El Prosecretario, E José Bolívar Barahona. — 313 — Sesión del 25 de julio de 1889. Presidió el Señor Decano y asistieron los Señores Doctores Espinosa de los Monteros, Campuzano y Peñaherrera, no asistió el Señor Doctor Casares. E Aprobada el acta de la sesión anterior, se dió lectura de los informes expedidos por el Señor Doctor Campuzano, acerca de las solicitudes de los Señores José Manuel Durango y José León, que pedían se les declare aptos para el grado de Licenciado. Fueron aprobados y de consiguiente declarados aptos los peticio- narios. También se dió lectura de una solicitud presentada por el Señor Pablo Mariano Borja en la cual pedía dispensa de los derechos correspondientes á los grados de Licenciado y de Doc- tor, y del siguiente informe:—Señor Decano:—"“'El peticionario reune los requisitos legales para que se le dispensen los derechos que debe consignar para optar á los grados de Licenciado y Doctor en Jurisprudencia; pero como nv ha rendido aun el examen pa- ra el grado de Licenciado, juzgo que la dispensa debe por ahora concretarse á la cuota correspondiente á este grado; y que debe considerársele como que en tiempo ha pedido la otra dis- pensa para resolver la solicitud después del grado de Licen- ciado. al es mi concepto, pero salvo siempre el más acer- tado de US.—Julio 25 de 1889.—C. Casares”.—Fué aprobado. No habiendo otro asunto en el Despacho, terminó la sesión. El Decano, JuLio B. ENRÍQUEZ. El Secretario, Manuel Baca M, Facultad de Medicina, Sesión del 12 de junio de 1880. Presidió el Señor Decano y asistieron los Señores Doctores Barahona, Egas, Muñoz, Cárdenas, Silva y Cevallos, no asistió el Señor Doctor Echeverría por enfermedad. | Aprobada el acta de la sesión anterior, se presentó al Despa- cho la solicitud del Señor José Joaquín Pólit que pedía se le Je- clare apto para el grado de Doctor, se comisionó al Señor Doc- tor Cárdenas para que informe. Luego se dió cuenta de los expedientillos pertenecientes al Teniente Eleuterio Martínez y Antonio Hinojosa, remitidos por el Ministerio de la Guerra para que se proceda conforme á lo A A si a Mi mandado en los correspondientes decretos marginales. Se dc- claró por unanimidad de votos arreglado á la ley el informe con- ferido al Teniente Martínez y comprendido éste en el caso 3? del art. 4? de la ley del ramo; y se mandó devolver el expedientillo de Antonio Hinojosa, para que los Señores facultativos que lo habían suscrito el informe lo vuelvan á expedir ciñéndose á las reglas de la Medicina legal. Por último se leyó el siguiente telegrama y la ais del Señor Decano. —Telégrafo Nacional. —Telegrama N? 1 De Tulcán, el 31 de mayo de 1889.—Hora 12 h,—m.—A da H. -M.—Valor 100 c.—Palabras da —Señor Decano de la Facultad de Medicina.—Ayer cuatro p. m. una mujer de esta ciudad pa- rió dos fetos de plazo cumplido, ao unidos por la parte la- teral del torax con un solo cuello, como este hecho no es desco- nocido por nuestra ciencia, pero esencialmente raro en nuestros tiempos como caso práctico de esta monstruosidad, tengo á bien poner en conocimiento de US. preguntado si quiere que se lo re- mita á respetable Facultad Médica, hoy telegrafío al H. Señor Ministro de Hacienda para que recabe de S. E. el Jefe del Esta- O autorización para gastos de conservación y remisión.—Espe- ro de US. contestación pronta.—Gobernador. Señor Gobernador de la provincia del Carchi.—Tulcán.— Agradezco mucho á nombre de la Facultad oferta que US. hace. —Kemita pronto el monstruo en estado de conservación para guardarlo en el Museo zoológico.—El Decano.—Quito, mayo 31 de 188 Con esto terminó la sesión. El Decano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO El Secretario, Manuel Baca M. Sesión del 16 de julio de 1889. Presidió el Señor Doctor Rafael Barahona y concurrieron los Señores Doctores Egas, Muñoz, Cárdenas, Silva, Echeverría y ri No e aprobó el acta de la sesión anterior por ausencia del Señor o rio. Se leyó el informe expedido por el Señor Doctor Cárde- nas acerca de la solicitud del Señor Joaquín Pólit, que pedía se le declare apto para el grado de Doctor, fué aprobado y de con- siguiente declarado apto el peticionario. Leído el siguiente informe, fué aprobado por unanimidad, — “Señor Decano.—El 26 de junio nos constituímos, en asocio con — 34 — el Señor Doctor Barahona (Catedrático de Fisiología ¿ Fligiene privada) y el Señor Sáenz Comisario de Policía, en el estabieci- miento de cervecería del Señor Hermann, con el objeto de exa- minar dicho establecimiento y la cerveza cn él fabricada. n cuanto al establecimiento tuvimos la satisfacción de en- contrarlo no sólo con el arreglo y aseo necesarios sino tan ES mejorado con un local más de fermentación, otro enfriadero y gran filtro para que el agua pase completamente depurada Pisa para el aseo de los utensilios necesarios. Podemos asegurar que esta fábrica se halla montada á la altura de nuestra civilización y progreso. La cerveza allí fabricada es de cinso clases, y examinada la in- ferior en el Laboratorio Químico, en asocio del Señor Doctor He rrera, profesor de Química, no hemos encontrado ninguna sustan- cia extraña ni ofensiva á la salud excepto ligeros rastros de áci- do salicílico. FEvaporada hasta sequedad, dió el cuatro por cien- to de materias sólidas; y al destilarse dió el tres por ciento de al- cohol. Para mayor seguridad examinamos también una de las que se venden en las tiendas, la encontramos casi idéntica con sólo la diferencia de dar el seis por ciento de materias sólidas. En cuanto á las de clase superior, siendo como es natural, traba- _Jjadas con mayor esmero, las encontramos de superior calidad. El 29 del mismo mes y en asocio del mismo Comisario Se- ñor Sáenz, nos constituímos en la cervecería del Señor Dammer. La fábrica es muy inferior á la anteriormente descrita, notándose sin embargo que aún ésta ha mejorado notablemente respecto de la visita anterior, pues se ha aumentado un cuarto de germina- ción, ha dado más extensión á la enfriadera y la ha variado de posición mejorándola. La cerveza no contiene principios extraños dañinos á la sa- lud y corresponde en su calidad á la calificada en el N? 52 de la cerveza de Hermann. De lo expuesto se deduce que la cerveza de 5% clase es muy pobre en materias nutritivas y en alcohol, por lo cual són de desear que la mejoren ó suspendan su consumo.—Quito, julio 6 de 1889.—E. Muñoz.-—Lino Cárdenas”. Sin más terminó la sesión Por el Decano RAFAEL BARAHONA. El Prosecretario, José Bolivar Barahona. A OFICIOS. Rectorado de la Universidad Central del Ecuador.—Quito, junio 24 de 1889. E Excmo. Señor Presidente de la República. - Tengo á honra remitir á V. E. la colección en diez y ocho folletos de los “Anales” de esta Universidad: si he retardado has- ta hoy el cumplimiento de este deber, es porque esperaba se con- cluya la reimpresión del N? 22 que fué agotado. —Dígnese V. E. aceptar con benevolencia esta pequeña demostración de parte de la Corporación en la que indignamente presido, : Dios guarde á V. E.—Rafael Barahona. Señor Doctor Don Rafael Barahona, Rector de la Universi- dad Central del Ecuador. 9. de 7 Acabo de recibir la colección de los “Anales” de la Univer- sidad constante de r8 números, que U. ha tenido la fina atención de remitirme en nombre de la ilustre Corporación en que digna- mente preside.—Agradezco y estimo debidamente tan apreciable obsequio, y pido á U. se digne trasmitir á los Señores que com- ponen la respetable Junta Universitaria mis expresivas gracias por este acto de atención y benevolencia.—Aprovecho gustoso esta oportunidad para repetirme de U. muy atento y obse- cuente $, S. ANTONIO FLORES. Rectorado de la Universidad Central del Ecuador.—Quito, Julio 4 de 1889. H. Señor Ministro de Instrucción Pública. La Junta Administrativa de esta Universidad Central, en que tengo la honra de presidir, resolvió en su sesión del 28 de junio me dirija al H. Consejo General pidiéndole una declaratoria res- pecto al nuevo cobro de los derechos de títulos cuando estos sean €xpedidos por segunda ó tercera vez, siempre que los primeros que ya pagaron dichos derechos, se hubiesen perdido ó inutilizado. Dios guarde 4 US. H.—Rafael Barahona. ar República del Ecuador.—Secretaría del Consejo General de Instrucción Pública.—Quito, á 12 de agosto de 1889. Señor Rector de la Universidad Central. Habiendo considerado el Consejo General de Instrucción Pú- blica en las sesiones de 4 del pasado y 8 del presente la consulta contenida en el oficio de US. de la primera de las fechas citadas, resolvió en la última sesión que se cobrase la mitad de los derc- chos de títulos cuando éstos sean expedidos por segunda, terce - ó más veces, por pérdida, deterioro, etc. de los primeros. Dios guarde á Us.—Carlos Peres Quiñones. Rectorado de la Universidad Central del Ecuador.—Quito, julio 19 de 1389 H. Señor Ministro de Instrucción Pública. De acuerdo con lo dispuesto por la Junta o en la última sesión, tengo la honra de dirigirme á US. H. con el ob- jeto de pedirle se sirva recabar del Supremo Gobierno pe pa- ra que el Señor Tesorero Nacional comience á entregar los dos mil sucres mensuales que, por el decreto Legislativo de 22 de agosto de 1888, debía recibir este Iistablecimiento desde encro próximo pasado para comprar ó construír una casa adecuada para sus necesidades.—>5uperfluo sería encarecer la urgencia de esta adquisición; porque á US. H. le consta más que á ninguna otra persona, que la Universidad está reducida á dos ó tres cuartos ua de minera que bien se puede decir que carece de loca Dios o á US. H.—Rafacl Barahona. _ Decanato de la Facultad de Filosofía y Literatura.—Quito, junio 18 de 1 . RCULAR.—A los Señores Profesores de las Facultades de Filosofía y Literatura, Literaturas extranjeras, Historia y Reli- gi n. A principios de noviembre próximo pasado, el Señor Rec- tor de la Universidad ofició á este Decanato, recordándole la obli- gación en que están las Facultades de contribuír con sus trabajos científicos y literarios á la publicación de los '*Anales”, y con ta motivo, reunida la Facultad de Filosofía y Literatura en sesión de 20 del mismo mes, decidió el orden en que los Señores cate- dráticos habían de remitir sus trabajos al Editor de la menciona- — 000 — z da publicación universitaria. Según la decisión referida á U.co- rrespondía dar el suyo para el número correspondiente á...-.--- : mas ya que, probablemente á causa de sus ocupaciones, ha retar- dado el envío de la obra que le pertenece, he creído necesario, á fin de cumplir lo prescrito por los artículos 6? (inciso G) y 15 del Reglamento de la Facultad últimamente aprobado por el H. Consejo General de Instrucción Pública, recordarle el deber que ya desde antes nos fué impuesto por resolución del mismo Consejo. Dios guarde á U.—Carlos R. Tobar. Orden con que los profesores de esta Facultad debían pre- sentar sus trabajos. Decano de la Facultad...... 12 de octubre. R. P: Jacinto Lacamerá: 1? de enero. D. Manuel María PóRtk 22. 1% de febrero. R. P. Fr. José María Aguirre 1% de marzo. Ministerio de Guerra y Marina.—Quito, mayo 23 de 1889. Señor Decano de la Facultad de Medicina. Remito á US., en ocho fojas útiles, la solicitud y documen- tos del Teniente Eleuterio Martínez, á fin de que se sirva ordenar que el Tribunal que US. preside, obre conforme al decreto mar- ginal de este Ministerio que consta en la expresada solicitud, de- terminando al mismo tiempo, en qué caso del artículo 4* de la ley respectiva se halla el peticionario. Dios guarde á US.—Julio Sáenz. Decanato de la Facultad de Medicina.—Quito, junio 7 de 1889. F, Señor Ministro de Guerra y Marina. Remito á US. H. el expedientillo perteneciente al Teniente E'cuterio Martínez, con la resolución que dió la F acultad en la sesión del 19 del presente.—Se mandó devolver el expedientillo pertenccienteá Antonio Hinojosa, para que los Señores facultati- vos expidan su informe tomando en cuenta las prescripciones de la Medicina legal. d Dios guarde 4 US. H.—Por el Decano, Rafael Barahona. : — 301 — Secretaría de la Universidad Central —Quito, junio 4 de IS Des Suñor Intendente General de Policía. Para Jos fines consiguientes, tengo la honra de poner en co- nocimiento de US.: que por mandato del Señor Decano de la Fa- cultad de Medicina, los Señores Doctores Ezequiel Muñoz y Li- no Cárdenas, practicarán mañana á la una de la tarde, la inspec- ción de las cervecerías de esta ciudad. Dios guarde á US. —J?fanucl Baca BM. Quito, junio 26 de 1889. Señor Doctor Don Víctor Manuel Peñaherrera. Junta Administrativa de este Establecimiento, reunida de clases prescrito por cl art. 203 del Reglamento General de estudios.—Lo que tengo por mucha honra poner en conocimien- to de U. para los fines consiguientes. Dios guarde á U.—anuel Baca M. Quito, junio 26 de 1389. Señor Don Joaquín Larrea, La Junta Administrativa en sesión de ayer, teniendo en cuenta el talento y laboriosidad de ÚU., tuvo á bien designarle pa- ra que pronuncie el discurso que debe preceder á la solemne dis- tribución de premios con que terminará el presente año escolar. —Lo que tengo por honra comunicar á U. para los fines consi- guientes. : Dios guarde 4 U.— Manuel Baca M. Quito, junio 26 de 1889. - CIRCULAR.—A los Señores Profesores de este Estableci- miento. . La Junta Administrativa reunida ayer, dispuso que se pu- blique en los Anales” el programa actual de todas las materias PAI ON — - 352 que se han enseñado en este Rionisicao ia el presente curso escolar. Me es honroso poner en conocimiento de U. esta disposición con el objeto de que, hasta el 15 del mes próximo, se -digne consignar en este ia el programa correspondiente á la Hlase que U.: icta. isc pet E mes E nuecl Baca M. Secretaría de la Universidad Central —Quito, julio 6 de Señor Doctor Don Emilio Terán. La Facultad de Jurisprudencia, confiada en el patriotismo é interés nunca desmentido que U. abriga por la Instrucción Públi- ca, acordó que el infrascrito se dirija á U, suplicándole se digne concurrir á este Establecimiento á examinar á los alumnos de Ju- risprudencia que comenzarán á rendir sus exámenes el lunes pró- ximo á las once del día Dios guarde á U. —José Bolivar Barahona. Igual oficio se pasó á los Señores Doctores, Don Aurelio Espinosa y Don Daniel Hidalgo. Secretaría de la Universidad Central. —Quito, julio 6 de 1889 a CIRCULAR.—Señores Profesores de Religión, Historia y Fi- 'Osofía. De orden del Señor Decano de la Facultad de Filosofía y Literatura, se recuerda á U. que el lunes 8 del presente mes Principiarán los exámenes de Religión, á las once del día. Dios guarde á U.—José Bolívar Barahona. eN Secretaría de la Universidad Central.—Quito, julio 24 de 9 e Señor Don Domingo L. Ruiz. * Muy respetado Señor: Suplico á U. que, juntamente con los objetos que por med'o del H. Señor Ministro de Instrucción Pública, encargamos á U. — 393 — para la Imprenta de esta Universidad, se digne remitirnos tam- bién lo siguiente: 1% Cien libras de líneas "cuadradas de sia pica (space—rule) que sirven para separar proposiciones, por ejemplo, “Hístoria.—Su definición. —División.—ér.” 2% Una vi- ñeta con el sello de la República del Ecuador, del tamaño de un fuerte; pero que sea muy fina y grabada en acero; 3" Otra viñe- ta igual en todo á la que aquí va incluída, pero que así mismo sea grabada en acero y lo mejor que sea posible en cuanto á finura del grabado; porque ésta que tenemos remitida de la fábrica George Bruce, nos ha salido sumamente ordinaria y por esto no nos sirve. n sentimientos de respetuosa consideración, tengo la hon- ra de scrbira de U. obsecuente y S. S. q. m. b. Manuel Baca M. e a ARG - A dc, Exámenes recibidos en el preseute año escolar de 1588 á 1889. RELIGIÓN. PRIMER CURSO. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones. Escobar Leopoldo...... 2.2.2 | Rodríguez Rafael...--- 2.2.2 García Moreno Gabriel... 1.1.1 | Sánchez Luis Felipe. - - - 2-33 Jervis Manuel cid E cs 2 | Sierra Ratacl..i¿o.-= ¿2 2.2.3 Rodríguez Antonio..... Villota Victor. ...----+ 1.1.2 SEGUNDO CURSO. Señores: Votaciones. | Señores: > Votaciones. Arias Eduardo. «vic 2 | Ordóñez Guillermo... -- 2.2 Boga M. Huan... ..2 1.1.1 | Subía Angel María..--- 1:2,2 EpasCarlos M2. 2.2.2 | Sánchez Aurelio....--- 2.2.2 Correa E o 2.2.3 L Salazar Ellas. ..--.-.--+ 2.3-3 Correa Nicano .1.2 | Sáenz Carlos Domingo-- 1-1-2 Elizalde Ponce Meda 1.1.1 | Semanate Julio...----- 2:23 Elizalde'Ponce José..... 1.1.2 | Terán Timoleón..----- 2.3-3 Escudero Manuel...... 1.1.2 | Urrutia Francisco de P.- 1.1-2 García Manuel A...... 1.1.1 | Villamar Alejandro. - - -- 1.1.2 López Juan Antonio. ... 2.2.2 | Villacréses Luis Felipe-- 1-2-2 Ontaneda Virgilio. .... v1.1 | Vega Alejandro. -..---- Le Viteri Tarquino. ......- 2.2.3 3 E j -—304 — FACULTAD DE JURISPRUDENCIA, DERECHO CIVIE. PRIMER CURSO. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones. Carrera Alejandro...... 2.2.2 | Sánchez Angel María. pda Gallegos Pacífico... .... 2.2.2 | Subía Angel ed di 1,22 García Moreno Gabriel 1.1.2 | Terán Benjamí med 1.42 García Manuel A...... 1.1.1 | Villota ctor. ¿e 1.151 SEGUNDO CURSO, Señores: Votaciones. | Señores; Votaciones. ¿rias Eduardo] semis 2.2.2 | Escudero Manuel...-.-- 3 13L Barona José. bumeze de. 1.2.2 | Molineros Sergio....... 233 Borja M. Juan... ¿¿=3 1.1.1 | Ontaneda Virgilio.....- 1,212 Correa Ms O 111,2: | Sanchez Aurelloi cp. 2.343 Correa Nicanor... pi 1.2 | Urrutia Francisco de P.. 1.1.1 Elizalde Ponce Aliada 1.1.1 | Villacréses Luis Felipe... 2.2.2 DERECHO CANÓNICO, PRIMER CURSO. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones, Carrera Alejandro... 2.3.3 | García Moreno Gabriel. . 1.1.2 Correa eones o Dd 1.1.2 | Jervis ea Pompeyo. 2.2.3 Correa Nicanor. ....... ¿3 EM. Hora J0aB. > 3.1.1 Elizalde Ponce Alejandro 1. 1.1.1 | Ontaneda Virgilio a 52.3 Escudero Manuel. ...:. .2:2 | Sánchez Aurelio..:...- 2.3:3 García Manuel A.....:. 1.1.2 | Urrutia prancióOS a A de Gallegos Pacífico....... 3.3:4 4 Wallota Victof. o. .-> 1.1,2 4 Vilella Luis Felipe.. 2 E LEGISLACIÓN Señores. Votaciones. | Señore, Votaciones. Andrade Julio......... Castro Ll Felipe a dl Bueno Eduardo........ 2.2.3 | Larrea Joaquín. ..:... . 1.1.2 Borja L. Juan... usos 1.1.2 | Manosalvas Abelardo... 1.1.2 Bustamante Pedro Anto- Miranda Gonzalo........ 1,1.2 MO 1.1.2 | Moncayo Carlos......-. 3-4-4 alos Arustih: ouisios 3.3.3 | Peña José María....-.-. 1.1.2 Coloma Alejandro... 2. 1.2.2.1 PobceAÍDETO. ¿e 5. 6. 1.1,1 o” - — 309 — Daste Camilo 20 36HicLa Fe Ber: Carlos. 1... 27 Dávalos Teodosio. _.... 3.3.3 1650 Funes Elias... 233 Pernandez Julio... ..-. 137 iega Nicolas. 7 2.3.3 Villagrán Aurelio._._... 2. DERECHO INTERNACIONA Señore Votaciones. | Señores: Votaciones. Anido Julio. ARA] Larrea Joaquía-.-. 222 12.2 Botja La. JUAS 5 2.| López- Benjamín... 22.2 Bueno Eduardo. 20... 2.2.3 | Manosalvas Abelardo... 1.1.1 Buendía Gabriel... ... 3.3.4 | Moncayo Carlos. ...... 3.3.4 Ena Pedro Anto- JéMifanda Gorzalo: 304 1.1.1 o 622 | Peña José María... 12 Cajas Vire O E > 2233 PPonoesAlbertosooooo0i 1.1.1 Castro Luis Felipe...... 1.1.1 | Rivadeneira Alejandrino. 3.3.3 Cevallos Agustín. ..... 3.4.4. | Teran Carlos. ....221 1.2.2 Coloma Alejandro. .-... tf. E2:]=Pofo Funes: BhHas: ">. ¿2823 Daste Camilo: ¿230 opoos 1.2.2 | Vega Benjamin. -....*: 3.3-3 Dávalos Teodosio. ..... 1123 | ¿Vela José Vicente: 2. 2:33 Fernández Julio... 22. 1.1.1) | Villagrán - Aurelio. ..... 2.4.4 ECONOMÍA POLÍTICA. Señor: Votación. Kicardo Paznuñó. 37. 235 DERECHO PRÁCTICO. PRIMER CURSO. Señores. Votaciones. | Señores. Votaciones. Cabezas Nereo........ 2.2.2 | Pazmiño Demetrio....- 2.3-3 Durango Márcos. 20. LL Pólit Cesar Vicente. .-.- p:22 Pallares Vicente 2100500 23 Pozo Eloy o 1.11 Quevedo btonla ae 272 SEGUNDO CURSO. Señores: Votaciones. Aguirre Alberto....... EDO Arregui Miguel... 2.2.3 Astorga Nicolás. 2.5 3-3.3 Chiriboga Julio... .--... 4.1.2 Espinosa Eduardo. ..... 2:2.3 Flidalgo Nicanor... 1 E Larrea Manuel id e a Señores: Votaciones. Mosquera Juan B.....- 2. 2.3-3 Monje Gabriel....-.--- 1.2.2 Paredes Virgilio: 2.3-3 oñce- Clemente: :L.-- 1.11 Pozo José Miguel. ..---- 2.3-4 Valor José 2. 1.I: o Añrelió. poa Wekidesiaó: Vis cones. dd did có — 30 — FACULTAD DE MEDICIAA. ANATOMÍA. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones. Escobar Leopoldo. ....- 1.1.2 | López Juan Antonio. ... 2.2.2 Puyana Fernando... ...- ta1.1 j Rodriguez Rafaci_:= 2.2 1To1 FISIOLOGÍA É HIGIENE PRIVADA. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones. Elizalde Ponce José... 1:L.T] Sáenz Carlos Domingo... 2.2.2 Ordónez Guillermo. .... 1.2.2 | Villamar Alejandro... ... La PATOLOGÍA GENERAL, NOSOGRAFÍA Y ANATOMÍA PATOLÓGICA. Seño Votaciones. Señores: Votaciones. Arturo Juan Mores SUS Fausto. Cortéz Alberto...... 23221 Mianda Fañique....... 27 Maldonado Manuel María 3.3.4 | Salvador Luis Antonio. . 1.2.3 TERAPÉUTICA Y MATERIA MÉDICA. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones. Almeida Elías... 1.1.2 | Corral José María...... E Arregui Pablo Virgilio... 1. sd 2 | Darquea Manuel....--- 23.3 Baca Nicolás. 0 Moreno Julio Fausto. LZ2 Barreiro Carlos Daniel. . e a o 2.2.3 FARMACIA. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones. Almeida Elías... ¿12 7. 1.1.1 | Barreiro Carlos Daniel. . 3.3.3 Arregui Pablo Virgilio. . 2.2.2 | Corral José Mara... 224 Bats Nicolás: 08 1.2.2 | Moreno Julio Fausto. ... 1.1.2 Vacas Elias... TOXICOLOGÍA. Señores: Votaciones. | Señores: : Votaciones. Buendía Samuel........ atedes Julio: ¿zi .. «+. 11 Domínguez Mariano. ... 1. 1.2 PS a Ped. 1.2 erán Luis Antonio. .-. 2. 0-7 00) ..s CLÍNICA INTERNA. Señores: V nee Señor Votaciones. Buendía Sam Melo PO I omiínguez Mariano. I CIRUGÍA. PRIMER CURSO. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones. Buendía Samuel....... 2 aredes Juliol... 1,5,2 Domínguez Mariano.... 1.1.2 | Samaniego Reinaldo. ... 1.1.1 CIRUGÍA Y OBSTETRICIA. SEGUNDO CURSO. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones. Estupiñán Leonardo. . 2 sicones Julio: D)...-.- 1,1.1 Robalino Benjamín..... 2.2.2 ivánco Luis. MX...... 1.1.1 MEDICINA LEGAL É HIGIENE PÚBLICA. Señores: Votaciones. | Señores: Lats Alvarez Ursicido......- 203 Da Cesar... > .2 Cabezas Teófilo A..... 2.2.2 | Robalino Benjamín....- 2.2. 2.3 Estupiñán Leonardo. ... 1.2.2 | Vázcones Julio D...... 2.2.2 Vivanco Luis. comi 2.2.2 FÍSICA APLICADA A LA MEDICINA. Señores: Votaciones. | Señores: Votaciones. Almeida Lucindo...... 1.1.2 | Ontaneda Maximiliano... 1.1.1 Escobar lL.eopoldo...... 3.4.4 | Puyana Fernando. ....- 2.3.3 López Juan Antonio. ... 2.2.3 Rodríguez Rafael. ...-- 1.1.2 FÍSICA EXPERIMENTAL. PRIMER CURSO. Señor: poncds López Lazcane Manuel Antonio 2.2.2 » «a ESA AA E QUÍMICA INORGÁNICA Y ANALÍTICA. Señor. Votación. e Lazcano Manuel Antonio. 1.2.2 .-..-... ..-.--.- — 308 — QUÍMICA ORGÁNICA Y FISIOLÓGICA. QUÍMICA ANALÍTICA CUALITATIVA. Señor: Votación. ” 3 pS > pe ¿ á É López Lazcáño Mániel Ántonio.............. 157 QUÍMICA ANALÍTICA CUALITATIVA PRÁCTICA. Señor: Votación. Moncayo Bloy.....-..- 1.22 a Señ * Esas Caldas Carlos PREPARACIONES DE MEDICAMENTOS. Señor: Votación. Moncayo Eloy... + +2 2.3.3 Señor: . Votáción. Egas Caldas Carlos ZOOLOGÍA GENERAL. Y. di Señores: "otaciones. Elizalde Ponce José.... 1.1.1 | Ordóñez Guillermo..... LI Moncayo Eloy......... 2, _ Es Sáenz Carlos Domingo.. 1.2.2 GR : Villamar Alejandro..... LES BOTÁNICA GENERAI Señores: "otaciones. | Señores: Votaciones. Cortéz Alberto. EE 2.3-3 | Miranda Enrique....--- 3:33 Moncayo y 2.3.4 | Salvador Luis Antonio.. 2.3.4 BOTÁNICA ESPECIAL. + Señores: e Señores: Votaciones. Almcida Elías. ....... 2.2 | Barreiro Carlos Daniel. . 3 3 > Arregui es Virgilio. . 2. S 3.1 Cor ldee Maia... Baca Nicolás. ......... 3.3.3 | Darquea Manuel....--. E s Vacís ES... o... 3-3-4 Señore Votactótes. ts: Votaciones, E lizalde Porice José.... 2.2.2 | Sáenz Carlos Domingo.. 2.3.3 Ordóñez Guillermo..... 2.2.2 | Villamar Alejandro..... 2.2.3 * MOR — : EXAMEN PRACTICO GENERAL. | Antonio Maño 03 A! isa 2533 | ¿Grados de dle: en Filosofía, EOdOrO Larriba. ias di A e La Alejandro Urresta.---.-.-3 O e 55:43.3 Grado de Doctor en Jurisprudencia. Martel Miara TRE o o o a er Lo - Grado de Doctor en Medicina. Leonidas lona bos a O 272. 2.2.3.3 : de + + A VISOS. Los “Anales” se publican cada mes. AGENCIAS DE LOS “¡ABALES”. IBARRA. ScñoRiD, “Ricardo Sandoval. Qurro. iS de la Universidad. or D. Rafael E. ig carrera de García Mo Lab E Dr. D. Juan Abel ca MBATO.— , 5» » Ricardo Martínez. RIOBAMBA— , 5» » Julio Antenio Vela. GUARANDA.—,, 5» » José Miguel Saltos. e — € Migú Moreno. Loja. Filoteo Samaniego. GUAYAQUIL. Liberia del Sr. D. Pedro Janer, o e BS, o , 0.20 Los “Anales” se oi con las Revistas nacionales y ex tranjeras del mismo volúm Insértanse toda clase de avisos sobre asuntos referentes á la Instrucción Pública, y al cultivo de las ciencias y las letras. os que no pasen de cuarenta palabras.......---- $ 0.30 Los que pasen de este número, por cada cinco pa- Labras. o o odas » 0.05 CORRESPONDENCIA. Ha de dirigirse al Sr. D. Manuel Larrea Lizara bora en cargado de la edición de los “Anales 7 > , AS Núm. 22. ANALES UNIVERSIDAD CONTRAL DL ECUADOR PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO, DESTINADO AL FOMEN- TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIENCIAS Y LAS ARTES EN EL ECUADOR. SertE 3. CONTENIDO. Pequeño ensayo de Estudio sobre la lepra, por el Sr. Dr. D. Jenaro Ribadeneira G.—Inserción, Discurso del H. Sr. Ministro de Instrucción Pública.—Boletín Universitario. QUITO. _— Imprenta de la Universidad Central del Ecuador — 1889. DIRECTOR DE LA IMPRENTA, NICANOR J. ARBOLEDA. ANALES | DE LA UNMVERSIDAD DE QUITO, SERIE HL. y — Quito, setiembre 39 de 1889. ¿NUMERO 22 AE TIRO ATT arm + raja ed a e CULATA HEN EN2 ( 2 MBA ADO LYUEÑNO ENSAYO DE Lo. JUDY 9eDn POR EL SR. DR. JENARO RIBADENE:RA. € Continuación.) PERÍODO NEOPLÁSICO. Este período está caracterizado por la aparición del /eproma ó sea por la erupción tuberculosa, que á veces está acompañada nes el brote tuberculoso va precedido de una erupción erisipela- toidea al nivel de los puntos donde aparecerá el tubérculo lepro- so. Este aparece al nivel de los puntos en que las manchas han sido permanentes, como sucede en la cara. La piel se engrosa al nivel de la mancha en cuyo centro aparece la nudosidad ó tubér- culo, el cual es más ó menos grande, abollado y al principio siem- pre doloroso. Otras veces el tubérculo aparece sin haber sido precedido de mancha alguna, lo cual es raro; otras, al fin, nace el tubérculo no en el centro, sino al rededor de la mancha. El número es variable, hay casos en los cuales aparecen po- cos, otros en los que elbrote es simultáneo y en considerable número. La aparición del tubérculo va también acompañada de alte- raciones epidérmicas y de complicaciones de vecindad, á saber, ¡perhemias, edemas duros ó blandos, linfagitis, etc... El tubérculo puede ser dérmico ó hipodérmico y presentar- se ya bajo la forma de tumores más ó menos redondos, ya bajo la forma de infiltraciones, ofreciendo variedades de aspecto según su forma, color, consistencia, volumen y desarrollo; y también egún su edad, el sitio que ocupa y el sujeto en quien se desarro- lla. Estas distintas variedades de evolución del tubérculo, ha dado origen al diverso modo como se lo ha descrito [por autores que lo han estudiado ya en una, ya en otra variedad; dando por consiguiente distintos nombres á la forma de elefancia, según 3 el aspecto que ha presentado al estudio. E mk 361 — Debe tenerse presente que el leproma, foco neoplásico infec- cioso, parasitario, es el punto primitivo, la parte esencial; las de- más lesiones de la superficie ó de vecindad son secundarias. El leproma hipodérmico es variedad muy rara y puede es- tar representado ya por el leproma aislado en núcleos ó leproma nodular, ya por el leproma infiltrado en placas ó leproma difuso: lo mismo sucede con el leproma dérmico.—El leproma hipodér- mico es raro y ninguna modificación da, á simple vista, á la su- perficie cutánea; pero basta e suavemente la mano por la piel de la cara, orejas, miembros, etc. para notar su desigualdad, á consecuencia de las alteraciones A vódénaicas forma y volumen de estos tumores es variable. Por lo común son nudosidades ovales ó redondas, más ó menos duras, ovibles; ya son del tatiaño de una semilla de _navo (fubeiosa miliar), ya del de una nuez (tuberosa magna), ya son numerosos y aislados, ya reunidos formando masas abolla- das, desiguales. Su base es, por lo regular, más ancha que su vértice. Las placas del leproma infiltrado son más ó menos extensas y alargadas, hasta medir de 5 á 10 centímetros y aun más; tam- bién presentan desigualdades en su superficie, notables al tacto. stos lepromas, rara vez son indolentes; por lo general son dolorosos á la presión. Su consistencia esal principio dura, elástica; otras veces, aunque raras es blanda, pastosa, lipoma- osa y entotices son indolentes. Pucden reblandecerse y reabsor- verse completamente; pero lo común es que contraigan adhe- rencias con el dermis subyacente, dando una coloración rojiza é á la superficie cutánea. Los lepromas dérmicos se presentan al principio de una forma desigual, abollada, con induraciones poco numerosas y manifiestas; después su número aumenta, se hacen más visibles, quedando separados unos grupos de otros por surcos profundos. La forma de estos tubérculos es redondeada ú oval, aplastada Ó cónica, según su edad, según el sitio en que se desarrollan y se- gún que hayan ó no sufrido una presión constante. El aspecto que dan á la piel es variable, según que las partes vecinas á su sitio estén ó no sanas; así pueden darle el aspecto leontiásico ó parecerse al milium ¿olvido etc., óá la variedad de erupciones sifilíticas. El volumen de estos tubérculos están en razón directa de su edad: he visto tan grandes como una nuez y reunidos simétrica- mente unos junto á otros, deformando la superficie cutánea de una manera extraordinaria. La coloración de los tubérculos es muy variable; al Seo pio son casi iguales al color de la piel, después se hacen lidos, amarillentos, de un rosado pálido; después rojizo, decias to, violado, cobrizo y oscuro.—Por lo general son más claros €R el tronco y lívidos en las extremidades. La coloración tubercuú- — 362 — losa varia según el color natural de la piel del sujeto enfermo, y . . 7 md oscuro de heces de vino y todos los colores intermedios de estos extremos.—La piel toma un aspecto ó bien seco ó al parecer barnizada y brillante; se presenta ya anémica ó cubierta de arbo- rizaciones vasculares, aisladas Ú difusas, más ó menos marcadas y simulando, entonces, variedades de dermatitis. La consistencia de los lepromas es blanda al principio, so- bre todo en el tronco, lo son menos en la cara y las extremida- des. También en este período son dolorosos á la presión, lo que no sucede después, que son completamente indolentes, lo cual in- dica que sólo al fin están degenerados los nervios periféricos. A leproma no sólo se presenta bajo la forma de nódulos aislados, sinó también en forma de placas, de infiltración. Esto se observa en los miembros y á veces en el rostro, dándole enton- ces aspecto especial y variedad del tipo leonino.—Su color es, 'al principio lívido, violaceo; mas tarde rojo brillante, bronceado ó negro. ' Cuando la infiltración invade el dermis y el hipodermo, la región invadida toma la consistencia del edema Guro, lo que se ha denominado selerodermia leprosa. manchas son de extensión variable, desde el diámetro de una lenteja, hasta ocupar toda la cara de un miembro. Su coloración es ya violada, Ú más ó menos oscura. Su duración es variable; á veces persisten durante muchos años, dando á la enfermedad una marcha muy crónica. El aumento de temperatura al nivel de las placas ha sido bien demostrado por Zambaco en Constantinopla, por medio del termómetro de Constantino Paul (1884): esta elevación de tem- peratura varía desde un tercio de grado á dos y medio; es más no- table al principio de la formación de los tubérculos y en las placas congestivas del tronco y parte superior de los muslos. E e dijo ya que los tubérculos leprosos son las más veces in- sencibles lo mismo que las placas; pero hay ocasiones, como al Principio de la aparición del leproma y antes de su ulceración, en que es muy manifiesta la sensación de prurito.—Raras veces se ha Observado una hiperestesia marcada, que entonces ha sido de po- Ca duración y precursora de anestesia más notable.— Vease la 0b- servación 6%. He visto casos en los cuales conservándose la sen- Sibilidad tactil, ha desaparecido completamente la del dolor: el en- ermo ha sentido muy bien penetrar el bisturí, al practicar la eN — ¿63 — brópsia de un tubérculo leproso, sin experimentar el más peque- ño dolor.—Otras ocasiones se ha conservado la. sensibilidad tér mica, desapareciendo las otras, pero esto es más raro. En algu- nos enfermos se han presentado fuertes dolores neurálgicos encla cabeza, los miembros y sobre todo al nivel de las articulaciones, lo cual ha indicado la invasión de la alteración nerviosa, estos dolores son más frecuentes por la noc Lo ral es que exista completa. anestesia al nivel: del tu- bérculo orilla siendo esta un signo casi pal premásico de la le Los cambios secretorios, la alteración y + de los pelos, el aspecto aceitoso ó barnizado de la piel, etc.son muy notables, ya se ha indicado suficientemente. CEtius ha liamado la atención delos observadores sobre PP. lesiones de las uñas en los leprosos. Se deforman más ó menos, según que la matriz de la uña esté ó no invadida por el leproma. casos en los cuales las uñas presentan alteraciones aná- logas á las onyxis y perionyxis sifilíticas; pero se diferencian en que estas son dolorosas, al paso que las onyxis y perionyxis le-. prosas son casi siempre indolentes. Cuando el leproma ha inva- dído el espesor de la matriz de la uña, su evolución va seguida de ici variables, como ulceración, supuración, etc. y la uña cae por partes ó laminillas ó en totalidad.—La uña de nueva for- mación nunca tiene los caracteres de la normal; pues nace defor- mada y de tegido corneo más grueso; otras weces la pérdida es completa. El sitio, número y volumen de los tubérculos leprosos Ó le- promas da al leproso un aspecto especial y más todavía, cuando el leproma se complica con lesiones diversas, ya sean en su mis- mo sitio ó ya con alteración de los tejidos vecinos. En efecto, aparecen descamasicnes de formas ya psoriásicas, ya pityriásicas, ya ichthyósicas, etc. que oscurecen su diagnóstico y hacen fácil equivocarlas con las dermatitis sifilíticas. Otras veces el leproma se complica con edemas, e y alteraciones variadas que mo- difican más el aspecto del en La atrofia cutánea se odia á veces y en este. caso está en relación con las lesiones de los nervios perifúricos. Otras oca- siones la epidermis parece barnizada, se pone lustrosa y e cubierta con una capa de colodión; la dosqamasión se hace, € este caso, por laminillas delgadas. -Se ha dicho ya que el tubérculo: dal la es puede desarro- llarse de un modo crónico, lento ó con rapidez, en más ó menos número y en mayor Á menor extensión. - Cuando el desarrollo es lento, no va acompañado de síntomas febriles, no así cuando la marcha es rápida. En la generalidad de los casos el das se ¡dpsamollas pro: grosiva y lentamente: el tubérculo aumenta de y volúmen. pocoá poco y va ganando en dimensiones de una manera casi insencible. api Hay casos en los cuales la erupción es confluente y después al re- dedor de este, como foco primitivo, se desarrollan. otros secunda- rios en forma de placas y así sucesivamente, hasta dejar invadida gran parte de la superficie cutánea. Cuando el brote tuberculo- so es rápido, su evolución es casi siempre «acompañada de sínto- - mas genera!es, como fiebre, cefalalgia, desórdenes digestivos, irri- taciones generales, dolores, etc, etc. y el infeliz enfermo queda su- mido en una postración tal, que parece va á espirar á cada mo- mento, Sucede que muchos mueren á consecuencia de la gra- vedad de los síntomas generales y de las complicaciones de esta forma de erupción, que muy- bien se la podría llamar lepra galo- Pante. He tenido ocasión de observar repetidas veces ésta te- rrible forma: algunos han muerto á causa de una verdadera as- fixia, p oducida por la obstrucción de las vías respiratorias, debi- da al rá: ido y abundante brote de tubércu'os y además, al edema concomi'ante de la laringe, cuerdas vocales, glotis, etc. Cuando el enfermo no muere, la mejoría es lenta y otra nueva erupción vuelve después de un tiempo váriable y acompañada de los sínto- mas generales ya indicados, con exacerbaciones másó menos considerables.—En el Hospicio de esta ciudad, he observado per fectamente esta evolución del leproma y me ha llamado la atención E . ., la aparición, casi periódica y algo epidémica en estos enfermos, yor parte de los leprosos que se encuentran allí y que ya han te- nido erupciones anteriores. Los enfermos conocen perfectamen- te los prodromos de la nueva aparición del brote lepromatoso, Que ellos llaman ¿rritaciones, y se someten obedientes al trata- miento que se emplea, para atenuar los síntomas generales de la Nueva invasión. E E Hansen, autoridad respetable en esta materia dice: “que la ficbre que precede á las nuevas erupciones tuberculosas agudas y la aparición de los nuevos tubérculos, está en relación con la absorción del virus leproso contenido en los nódulos leprosos que se reabsorven, desapareciendo gradualmente.” Parece que esta absorción se hace por los linfáticos, pues, al principio de la erup- ción el aspecto clínico presenta gran analogía con las linfagitis y los edemas linfagíticos; además todos los ganglios linfáticos co- Trespondientes ó vecinos se encuentran siempre inflamados y do- orosos.—Alguno ha dicho, y con bastante razón, que cada nó- dulo leproso debiera considerarse como un foco de auto-¿m/ccción Propagante. ; : ) po a rdy creía que, cuando los tubérculos aparecían con el tren de síntomas febriles descritos, era an esfuerzo de la naturaleza para facilitar la eliminación del principio morbígeno; pues asegu- a n disminuir y desaparecer. Pero este Proceso, cuando es general, es de mal pronóstico; pues indica que 's Órganos internos están invadidos por la materia tuberculosa. Los fenómenos generales que acompañan á la evolución rá- pida del leproma son los siguientes: cefalalgia, sed viva, estado saburral, naúceas; lengua seca, roja, sucia, diarrea ó constipación, á veces delirio; dolores reumatoideos ó neuralgiformes, sobre todo al rededor de las articulaciones y acompañados de hincha- zón y rubicundez de la región adolorida; el pulso sube hasta 130, la temperatura fluctua entre 39, 40 y 41,5 grados centígra- dos.— Á veces los tubérculos, que en este caso, están muy ado- loridos y erisipelatosos, se hinchan, deblandecen y ulceran, el lí- sa- hincha el punto afectado y se cicatriza he al paciente en cal- ma del angustioso estado en que yací ¿n otros casos no pasa así, sino “qe nuevamente aparecen todos los síntomas alarmantes y aun con mayor incremento; la invasión se generaliza, los tubérculos se inflaman y quedan duros y voluminosos y el infeliz paciente apenas goza de algunos días de calma, que son seguidos por peorías cada vez mayores: la an- gustía crece, los dolores son terribles y el estado tan desesperan- te, que he visto leprosos que han terminado por verdadera locura furiosa, con tendencia al suicidio. Cuando, con todo esto, el enfermo sobrevive, la mejoría es lenta y progresiva; el restablecimiento del leproso es tardío, en cambio la anestesia y atrofia muscular es rapidísima y extensa Se ha dicho ya que el número de los tubérculos es vasiablo; por lo regular está en razón inversa de su Ps Cada sión gana siempre en proporciones. Como las manchas, los tubérculos tienen su sitio de predi- lección; la cara, las extremidades, el dorso, las regiones gluteas son lugares en donde aparecen de preferencia á otras regiones. Sea que los lepromas se presenten en forma de nudosidades ó de placas, que sean grandes ó pequeños, diseminados ó dispuestos en grupos, salientes ó aplastados; al cabo de algún tiempo se - agrupan en ciertas regiones con tendencia siempre á localizarse, lo cual da al enfermo un aspecto 5 aja, cuando esta localiza- ción ha sido de preferencia en la cara, en cuyo caso se hacer un positivo diagnóstico del mal á considerable distancia del paciente. a se puede suponer, el lector, que un sujeto afectado de le- característico marmóreo, brillante; falta de pelos en la barba y C”- jas abundancia de surcos ó verdaderas grietas, etc, etc. que deforman más la fisonomía.—El leproma infiltra la” cara de una manera simétrica; invade la frente, respetando por lo regu- lar, las regiónes temporales y formando un límite al nivel de la implantación de los cabellos; la frente presenta surcos verticales, que dan al paciente la fisonomía propia del que tiene meditacio- PATITO — 366 — nes y sufrimientos constantes.—Los párpados, sobre todo los su- periores, presentan nudosidades más ó menos salientes que im piden su elevación. La piel de la nariz está gruesa, abollada, aplastada como la de los negros; las mejillas se hipertrofian, lo mismo que las orejas, las cuales están muy deformadas; los labios están gruesos, prominentes, ulcerados y bolteados hácia afuera. Llama mucho la atención el que en la región del cuello no sea frecuente el leproma y casi siempre falta en el cuero cabelludo. El brote es menos grueso en las otras regiones, pero existe tam- bién en menor escala en las espaldas, pecho, vientre, muslos y regiones gluteas. Los órganos genitales también son invadidos por el leproma. : En resumen, toda la superficie cutánea es más ó menos ata- cada por el leproma, pero la invasión es de preferencia en el or- den siguiente: en la cara, la frente, párpados superiores, nariz, orejas, mentón, carrillos; en los miembros inferiores, al nivel del triángulo de Searpa y en las caras externas y anteriores, regio- nes maleolares, dorso de los pies; en las regiones gluteas; en el dorso, órganos genitales, pecho, vientre, cara dorsal de las manos, cara externa de los antebrazos, y por fín las demás caras de los miembros; rarísima vez el cuello, casi nunca la cabeza. s muy natural suponer que hay dificultad funcional en los puntos donde la aparición del brote ha venido acompañada de edema, inflamación, etc; así por ejemplo, habrá dificultad en la marcha, en los movimientos de los brazos, etc, etc. Generalmente los ganglios linfáticos están afectados y tanto, que he visto suma dificultad en la masticación, en la deglución y aún en la respiración, á consecuencia del enorme infarto ganglio- nar correspondiente. Esteinfarto termina ya por endurecimicn- to crónico ó también por supuración, que en este caso va pre- cidida de algunos síntomas generales: á veces sucede que después se establecen trayectos fistulosos, que dejan correr un pus santo- so y muy fétido. La erupción lepromatosa que ha invadido el tegumento ex- terno, ataca también á las mucosas ó tegumento interno, sobre todo al de la nariz, boca, garganta, laringe y de los ojos. nlas mucosas de los labios, paladar y su velo, amígdalas, campanilla y megillas, los tubérculos se presentan ya aislados y diseminados, como pápulas más ó menos salientes, aplastados, granulados, lenticulares ó tan grandes como una nuez. Son blan dos, de color rosa pálido, rojos, lívidos, violaceos, grises ú opa- cos, como en algunas placas mucosas; á veces son lisos ó vege- RR presentando gran analogía con las placas mucosas sifi- ticas, . : apor —— yl — te y vuelven á aparecer con igual prontitud. En la lengua la erupción ataca de preferencia á su cara dor- sal y bordes: “las papilas de la lengua están engrosadas y opalinas, los folículos de la base se hipertrofian, lalengua en su totalidad adquiere mayor volumen; su superficie se cubre de lepromas de distinto volumen, forma y coloración, separados . por: surcos ó grietas, más ó menos extensos y profundos. El epitelio lingual se descama en laminillas, dejando su superficie de color gris-rojiza ó violada. . Las venas raninas siempre están varicosas. La mas- ticación se hace dificil y dolorosa; casi todos los ganglios circum- vecinos están infartados. La anestesia consecutiva es frecuente; la salivación es abundante, á consecuencia, sin duda, de ln ¡rrita- ción de las glándulas salivares; la saliva contiene gran número ¿de bacilos: cuando los labios están hipertrofiados y vueltos hácia afuera, el enfermo no puede cerrar la boca y la saliva fluye cons- tantemente de la fétida boca del leproso: el gusto del enfermo se conserva, por lo regular, íntegro Ó poco alterado. - a mucosa nazal sufre alteraciones parecidas, con más que la epistaxis es frecuente y la alteración llega hasta necrosar los cartílagos, produciendo la deformación ó caída de este órgano. Cuando esto no pasa, la mucosa se engrosa hasta el punto de obstruír los orificios nazales, produciendo gran dificultad respi- ratoria y dando á la voz un sonido especial. Cuando el enfermo hace algunos esfuerzos, deja salir bastante líquido sanguinolento, lleno de mucosidades verdosas y de un edor insoportable. La infiltración lepromatosa de la mucosa de la garganta, se extiende hasta la laringe y cuerdas vocales, dando á la voz un sonido ronco, sibilante, característico y que muy bien lo hizo no- tar San Lucas, al hablar de los diez leprosos curados milagrosa- mente por Jesucristo; en el capítulo 18 dijo: “que los conoció, que a por el campo, al sonido de sus voces.” : ie y termina así una existencia sobre manera tot- mentosa y desesperante. Hay ocasiones en que la sofocación €s causada por las lesiones pulmonales consecutivas ó por la pene- tración de abundantes mucosidades y aun de pedazos de cartíla- gos necrosados. . El neoplasma invade también la conjuntiva palpebral y la ocular, la esclerótica, cornea, iris, cuerpo ciliar, coincidiendo gt- neralmente esta invasión con la de la piel. Enila conjuntiva SC produce una inyección vascular, como en la conjuntivitis fliete- mular, bajo la forma de placas vascularizadas triangulares (He- bra), cuyo vértice está del lado del limbo corneano.—Al mismo tiempo aparece el leproma bajo la forma de un tubérculo peque. ñoenlos ángulos del ojo, siendo más frecuente en el interno: ds A — 368 — su crecimiento, aumenta la irritación local y refleja, produciendo epífora y aun photofobia. No sólo, es único el leproma en este punto, sino que también aparecen otros miliares al rededor del primero, y de preferencia juntoála circunferencia de la cornca, que termina por quedar invadida, sufriendo queratitis superficia- les é intersticiales, que muchas veces acaban por causar una ul- ceración y aún perforación, amenazando, por consiguiente, la disminución $ pérdida de la función visual. —El íris sufre inme- diatamente después que la cornea, tomando una coloración gris- amarillenta sucia; la pupila se deforma; la cámara anterior se llena poco á poco, de la materia tuberculosa, ocasionando vivos dolores al enfermo, los cuales desaparecen, cuando la masa tuber- culosa se ha reblandecido y destruído el ojo. El proceso pato- lógico sigue su marcha y en la cámara posterior del ojo, produce - al fin sinequias posteriores; después queda invadida la cápsula del cristalino, quedando éste ileso, según la mayor parte de los autores. Las alteraciones oculares siguen generalmente una marcha lenta, cuando es aguda va acompañada de síntomas febriles: de todos modos el resultado es ó la pérdida parcial ó total de la vista. Sucede, á veces, que las superficies ulceradas de los párpados contraen adherencias con la esclerótica, inmovilizando entonces, ducto auditivo externo: parece que el nervio auditivo goza de alguna inmunidad, debida probablemente á su situación. _ : as mucosas de los órganos genitales se encuentran también, á veces, alteradas; sobre todo las mucosas del glande y prepu : cio, las de la vulva y las anales. La forma miliar es la más co - mún y la coloración violada ó gris es la más frecuente en estas partes. : mala sangre. ¡la lepra ha invadido ántes de la pubertad hay un verda- dero retrato de desarrollo y entonces no aparece la menstruación, as mamas quedan siempre rudimentarias, no existe el monte de Venus y los órganos genitales son pequeños y atrofiados. Noes verdad que la lepra sea causa de abortos y de esterili- dad, como muchos leprógrafos lo han asegurado; pues la. irrita- ción de los ólganos genitales invadidos por el leproma, nunca, que yo sepa, ha provocado el aborto. La io En cuanto á la esterilidad, no se. la ha observado; al contra - rio, casi todas las leprosas casadasó que han cohab'tado varias veces ilícitamente, han tenido hijos, en periodos no muy abanza. 00. dos de esta afección. Los deseos vénereos son exageradísimos en los leprosos y elefanciacas y constituye un síntoma casi infalible. La nínfoma- nia, la satiriasis y el priapismo son enfermedades comunes en es- tos desgraciadísimos enfermos. (Continuará. ) DISCURSO del H. Sr Ministro de Instrucción Pública, destinado á ser leido por el Sr. Presidente de la Corte Superior de Guayaquil el día de la inauguración de la estatua de Bolívar. Señores : La humanidad lucha y progresa sin descanso: es wnm-ba- jel sacudido por la tempestad, azotado por los huracanes, com- batido por ese elemento terrible y poderoso que aprisionó á la tierra en su cuna y del cual sólo pudo sacarla la mano ómnipo- tente del Creador. Cuando todos los elementos aúnan sus €5- fuerzos para despedazar el bajel que lleva á la humanidad, cru- jen los costados, trónchanse los mástiles, risganse las velas, róm- pense las jarcias, y la débil barquilla sube á los cielos en hom- bros de las olas y desciende con rapidez vertiginosa á lo profun- do de un abismo al parecer sin fondo; pero resiste, lucha, avan- za, á pezarde la vorágine, y se salva; porque la inteligencia la dirige, y esta chispa de la Divinidad es superior á todas las fuerzas materiales. Sí, Señores, la humanidad lucha, pero pro- gresa; y aun sucede que, como la nave, anda más durante la tempestad que en los momentos de la calma; por esto no pocas veces la guerra es más fructuosa que la paz; porque cuando es santa, constituye la mayor y mejor hecatombe ofrecida al Dios de las batallas; es un sacrificio expiatorio que purifica, vivifica Y enaltece como la del esforzado Matatías contra los asirios. ¿Qu triunfo más digno que el de Milcíades en Maratón? ¿Qué san- gre más pura que la del divino Jesús y sus diez y ocho millo- nes de mártires, vertida en la gran batalla librada contra el gen-. tilismo para sacar á la humanidad de las tinieblas de la idolatría é impulsarla camino del progreso? ¿Qué causa más justa que APN —Ó la de las cruzadas para oponer un dique .al torrente devastador del mahometismo, emancipar á los Comunes y á los pueblos, dar el primer hachazo al feudalismo, extender el comercio, enrique- cer la agricultura y movilizar todas las fuerzas del Occidente, pa- ralizadas por ese estado de marasmo, matador de todo progreso? ¿Qué día más brillante que el 4 de julio de 1776, “en que la pri- mogénita del Nuevo Mundo” anunció á la humanidad que la América libre empezaba su carrera del progreso bajo los auspi- cios de la libertad bien entendida? ¿Qué espectáculo más bello que el del León de Iberia, cuando rompiendo las redes en que había caído, hirió las alas al Aguila imperial en el momento mis mo en quellevaba entre sus garras el antiguo Continente? ¿Qué causa, en fin, más justa y más heróicamente sostenida que la de Colombia, luchando niña y casi desarmada contra “el vencedor del vencedor de Europa”?...-.- : Justa, heroica y progresista fué la guerra de la Independen- cia porque Dios la había ordenado para separar las colonias de la metrópoli, que vencedora en Bailén, Támanes, Albuera, Ciu- dad Rodrigo, Victoria y Tolosa, había quedado sin embargo contaminada con el virus ponzoñoso del racionalismo francés; era ya necesario emancipar á las Pupilas de la madre patria para que, admitidas en el número de las Naciones, emprendiesen la obra de su cristiana civilización. , 4 Con este objeto, la Providencia preparó para la emancipación á Colombia un héroe cristiano, le retempló primero en los reve- ces, le probó en la adversidad, le dió- fe inquebrantable y gran- deza de alma, le fundió en el molde de Judas acabeo:—mente elevada, corazón de león, principios fijos, patriotismo ardiente, constancia inquebrantable, elocuencia arrebatadora, indómito valor. El héroe cristiano debía desconocer la venganza, Ser aje- no al egoísmo y consagrar la mente y el corazón al desempeño del mandato que había recibido del Salvador universal de las Naciones. E ea Sí, Señores, BOLÍVAR trajo al mundo misión divina, misión salvadora, misión de progreso, y supo desempeñarla á maravilla porque fué cristiano. Los multiplicados triunfos que obtuvo so- re las armas españolas poco valen comparados con sus virtudes y política cristianas ; para conseguir los primeros le bastaron va- lor y genio militar, cualidades de que gozaron no pocos capita- nes distinguidos; para lo segundo fué necesario una alma grande, educada en la fe y enla caridad, y esto es raro, muy raro en los hombres públicos, á quienes las pasiones y la concupicencia del poder impelen con fuerza cas) irresistible á la satisfacción de la voluntad propia, antes que al cumplimiento de los deberes Primordiales. E Admiremos á BOLÍVAR en uno deestos triunfos morales, - Superiores con mucho á los que obtuvo sobre los campos de batalla, y que informaron su política magnánima y generosa, BOLÍVAR en 1816 había perdido toda idéa de triunfo; sus fuerzas materiales y sus recursos estaban agotados; la espe- ranza misma, soldado que sobrevive á todo desastre, había falle- cido para el partido independiente que, abrumado de desgra- cias, lloraba terribles desventuras. Bolívar, derrotado por Mo- rales en Ocumare, puesta su cabeza en precio por Moró, Capitán Gcneral de Venezuela, expulsado de Guiria por el revolucionario Mariño, insultado personalmente y amenazado en su vida por un subalterno, Bermúdez; “llevó, dice Larrazábal, aquellos golpes con maravillosa igualdad dde ánimo. Aconsejábanle sus amigos “que en el Puerto-Principe tomase venganza de sus contrarios, “pero nolo quiso y contestó: el más noble y honesto género de “venganza es perdonar. Loan los historiadores romanos, por va- “'rón de grande ánimo á Catón, que se mató, no pudiendo. con “paciencia sufrir la prepotencia de César, su enemigo; mayor “encomio y alabanza parece que ha de merecer Bolívar, al cual “sostuvo la esperanza que á Catón abandonó”. ¡Qué diferencia, Señores, entre el estóico romano y el héroe americano! El primero se mata por ostentación, después de haber reprobado un acto semejante al joven Estatilio; el segundo su- fre con resignación heróica los reveces de la fortuna, pero no ce- de á ella; Catón prefiere la muerte al sacrificio personal de recibir la vida de mano de César y asegura á sus amigos que no apelará al suicidio si le dan una sola razón que pruebe no serindigno de él abatirse ante su enemigo; Bolívar se enerandece buscando á sus enemigos personales para convertirlos en amigos de la patria; Catón perdió la causa que defendía, porque conservando la vida después de la derrota de Tapso pudo haberse trasladado á Es- paña con los capitanes y las legiones que le quedaron; y ¡qué victoria tan reparadora pudo haber obtenido allí cuando la ba- talla de Munda tuvo indecisa la suerte de Roma! ; ¡qué diversa habría sido la suerte de la República, si Catón, esperando cuatro años, sufriendo varonilmente durante ellos la desgracia, hubiera acudido á Roma después que César fué asesinado, sin dejar un hombre probo que por sus virtudes inspirase el respeto y popu- laridad que habrían dado el mando supremo, y con él la suer- e de Roma á Catón, mientras Bolívar emprendió — pacien- temente el camino del destierro, pero volvió de él amaestrado por la experiencia y empezó otra vez la heroica lucha con nuevos bríos y nuevas fuerzas; Catón, se suicidó por retrógrado, pues se empecinó en sostener las pretensiones: de una aristocracia añeja € injusta que conculcaba todos los derechos del pueblo in feliz; no quiso aceptar el movimiento progresista con que César quería regenerar las instituciones de Roma, infundiendo en ellas el elemento democrático con que dió vigor á todos sus actos ad- ministrativos. César conoció que la aristocracia senatorial po- día dar triunfos á la pardas pero no progreso; gloria nacional, E A io _ Pero no bienestar duo; que con ella Roma había multi- plicado el número de pueblos y de esclavos, pero que los derechos civiles y políticos propios de todos los asociados per- manecerían sicmpre monopolizados por la aristocracia si und monarquía democrática no abría á todos los ciudadanos las puertas del progreso: La hora de la redención popular había sonado en el duebi o de Quirino, y Catón no quiso escucharla; Bolívar conoció que el momento dela emancipación. Po ha- - bía llegado para América y supo aproyecharlo; se lanzó ála lu- Cha sin ejércitos y sin dinero, pero su voluntad de ás los im- provisó y su peculio particular consagrado todo entero á la causa santa de la independencia fué la semiila de la riqueza y del cré- dito que jamás le faltaron durante una guerra de quince años. A Napoleón le engrandeció un pueblo:rico y valeroso que enloquecido por la libe rtad y y cansado de los desastres que había sufrido sin conseguirla, se ae en brazos del genio militar y se - precipitó como una catarata sobre Europa. - Napoleón tuvo sólo que fascinarle y conducirleá la victoria; pero Bolívar tuvo ne- cesidad de convencer y educar, porque no todos los pueblos de las colonias habían comprendido perfectamente las ventajas de la independencia, como los del Ecuador, cuando -casi Piro dose á toda la América latina, dieron el año nueve el. to de libertad, que las autoridades españolas sofocaron el aso siguiente. El pueblo mismo:de Venezuela, aunque valien denodado, quedó dudoso y perplejo después: del terremoto ad 26 de marzo, pario Lin por los . españoles á casti» go del Ciel OS, Las pios lamas de Napoleón eran loreh y fascinadoras, pero puramente militares, las de Bolívar eran leccione: sublimes de ciencia constitucional, de legislación y de política. Napoleón les decía A sus soldados en Italia: “Os habéis “precipitado como un torrente desde lo alto de los Apeninos. “Habéis atravesado el Pó, el Tesino, el Adda, esos tan decanta- "dos baluartes de Italia. Vuestros pes, vuestras esposas. “vuestras hermana as, vucst1as amantes se regocijan de vuestros “triunfos y blasonan de perteneceros. — Sí ¡Soldados! mucho ha- “béis hecho, pero ¿no os queda por yent6ia nada que liacer? ¿Os acusará la posteridad de bañar encontrado á Capua en la ombardía? Marchemos, todavía tenemos marchas dp que emprender, enemi gos que domar, laureles que Pdo ai “injurias que vengar El conquistador busca sólo la ima: ginación del soldado, le fascina con la gloria, le impela á la venganza. No así Bolivar, y Por eso después de la cruda campaña de Pasto les decía 4:sus soldados: “El Perú y pa o toda aguardan de vosotros la “paz, hija de la victoria; y aun la Ebropa: liberal os contémpla “con encanto; porque la libertad del Nuevo Mundo es la es- “peranza del Uaive rso”. A losargentinos les decía en el luc- tuoso año de e8n | “La o de a o cu- PA y El A bierta de luto, os ofrece su hermandad; y cuando cubierta de laureles haya extinguido los últimos tiranos que profanan su sue- lo, entonces os convidará á una sola sociedad para que vuestra divisa sea “Unidad de la América Meridional”. Napoleón conquistaba y por eso les. decía á sus soldados: “La fatalidad arrastra ála Rusia; cúmplase su destino”....-. “Sois iguales á los conquistadores dela Holanda y el Rin”. Bolívar libertaba y por eso decía ála Nación: “Cinco años hace que salí de Bogotá para marchar á la cabeza del ejército libertador, desde las riberas del Cauca hasta las cumbres argen- tinas del Potosí. Un millón de colombianos y dos Repúblicas hermanas han obtenido la Independencia á la sombra de vues- tras prota y el mundo de Colón ha dejado de ser español : tal ha sido nuestra ausencia”. El Capitán francés no ve ni busca más que la gloria: el ame- ricano habla de lapaz y busca la hermandad de las Naciones. Al dirigir Napoleón su proclama á los pueblos egipcios, se presenta como impostor que se supone inspirado; que se mente el Corán. —El Libertador, por el contrario, decíaá los bolivianos: “Dios ha destinado al hombre á la Libertad, El le proteje para que ejerza la celeste función del albedrio”...--. eligión es la ley de la conciencia. Toda ley sobre ella la e o imponiendo la necesidad al deber, quita el mé- toa late a verdadera constitución liberal está en los Códigos a Penal; y la más terrible tiranía la e los tribunales por el tremendo instrumento de las leyes £n otra ocasión decía: La soberanía del pueblo. no es ili- mitada ; la justicia essu base y la utilidad perfecta le pone tér- Udo O: “En las guerras civiles es política ser generoso”... “La justicia solo es la que conserva las Repúblicas” bo 0 “La gloria consiste en ser grande y en ser útil”. A los venezolanos les dijo: “Tan sólo el pueblo conoce su bien y es dueño de su suerte, pero no un poderoso, ni un parti do, ni una fracción. Es un tirano el que se pone en lugar del pueblo y su potestad usurpación”. A los Guayaquileños en 1827: Vosotros no sois culpables, y ningún pueblo lo es nunca, porque el pueblo no desea más que justicia, reposo y libertad”... ... irigiéndose al Presidente de la Corte Suprema reunió €n una sola frase todas las ciencias públicas con admirable precisión y cordura. “La Libertad práctica, dijo, no consiste en otra CO- sa que en la administración de la justicia y en el cumplimiento perfecto de las leyes, para que el justo y el débil no teman”. Napoleón para conquistar España hacía mil y mil protestas de sinceridad ; halagaba 4 á Carlos IV al mismo tiempo que 10- pulsaba arteramente á Fernando VII; y cuando hacía pa de paz y se llamaba aliado, sus Genetales Dasmanac y Duch 1€S- e Dd me ocupaban á mano armada las plazas de Pamplona y Barcelo- e A na. Estaba ya preparada la red y el General Savary llevó á España instrucciones de Napoleón para atracr mañosamente al Rey Fernando á Bayona, para aprisionar alli 4 los Reyes, Padre é Hijo. No así Bolívar, el cual, alnombrar de Plenipotenciario al Coronel Heres le daba las siguientes instrucciones: “Calma, calma, calma. Sobre todo téngase U. siempre firme en los bue- nos principios y en la justicia... ... Tengamos una justicia recta y dejemos al tiempo hacer prodigios”.....- ¡Qué principios, Dios Santo, los de nuestro Libertador; puede decirse de éllo que e David:-—“Dios formó ese corazón á medida del suyo”. A los que le instigaban para que proclamase la monarquía les contestó: “Yo no soy Napoleón”, y con esta sola frase marcó la inmensa distancia que separa á un héroc cristiano de . £ —El héroe cristiano, en caso análogo, esperó tranquilo la muer- te, gozó de todos los auxilios sobrenaturales de una religión ulce y consoladora y por ésto perdonó sinceramente á sus ene- migos. Terminó su vida como el píadoso Godofredo de Buillón, «que después de haber limpiado de sarracenos la tierra santa, murió saboreando el amargo fruto que le presentaron sus propios compañeros. E Mas, hoy, todas las clases sociales de la magnánima Guaya- quil, representadas dignamente por el Municipio, han cumplido con un deber de gratitud consagrando á la memoria del Liber- tador una estatua ecuestre; han manifestado que aman y procu- ran el progreso verdadero, el progreso moral y científico al cual consagró su vida y su fortuna el inmortal Bolívar. Pero vos- otros, jóvenes poetas del Guayas, le debéis otro monumento to- davía mejor y más duradero; dejad las estériles y prosaicas lu- . . de la Epopeya? Nada, absolutamente nada: Argumento mag- nífico y sublime:—la Libertad de un Continente; episodios be- llísimos, como el de Ricaurte y Policarpa Salavarrieta; unidad de acción, pues la guerra de quince años puede reunirse en ! S dos los que puede muy bien decirse, lo que el Cisne del Guayas - dijo de Sucre: : | — 313 — Ya se verá en la frente del guerrero Toda el alma del héroe reflejada due él le quiso o de una mirada”... : pap mea arder de rno Suyo el uno sin Eo lana E Qué pueden envidiar los Capitanes de la Independencia á. A) ES de Telamón Pa OS lo, Acates, Cloanto, o Tancredo? Des- cripciones bellísimas os dió ya el mismo Bolívar al hablar del Chimborazo, y Olmedo al suspirar p or las márgenes de su río, fragmento del Edén. Quito, octubre 31 de 1889, — 2 NUMERO 23. ENSAYO DE ESTUDIO SOBRE LA LEPRA POR EL SR, DR. JENARO RIBADENEIRA Pe (Contiziuación ). Período ulecralivo. Declinación —Ter minación. Los lepromas tienen tendencia á reblandecerse y ulcerarse: “las úlceras pueden aparecer al principio del período de estadío, osas, En este período, que se le puede llamar ulcerativo, todos los fenómenos patológicos aumentan considerablemente, marcán- dosc más las alteraciones nerviosas de la periferia. a ulceración de los lepromas puede apresurarse por el tran- matismo, los frotes constantes, la falta de aseo, etc., pero también la ulceración es independiente de estas causas. Cuando muchos tubérculos se ulceran, este trabajo morboso - tubérculo mismo se inflama y se pone adolorido; varía de color y aspecto, según su volúmen, su forma y el sitio que ocupa. Cuando el leproma infiltrado se ulcera, se hace pruriginoso, su superficie se pone desigual, abollada y se presenta sobresálien- €, su color es gris ó negruzco: después la superficie de la placa se reblandece y termina por ulcerarse. El fondo de la úlcera es gris pálido, de mal aspecto; sus bordes se hacen callosos, violados y dolorosos. La secreción de la úlcera es más ó menos abúundan- te, dependiendo de su extensión y profundidad: este producto es ya de color blanco amarillento, ya sanguinolento, ya sanioso. : Cuando el enfermo no guarda cama, la úlcera gana en ex- ón; tanto, que he visto ocupar toda la cara de un ruiembro, d Jando los tendones al descubierto y como desecados. Cuando a des — Y el enfermo guarda reposo, las ulceraciones se cicatrizan después de un tiempo variable, manifestando rebeldía á su curación. En los miembros inferiores son más frecuentes, después en la cara, miembros superiores y tronco. Los ganglios linfáticos correspondientes se inflaman, se po- nen muy dolorosos y á veces terminan por supuración. Cuando las ulceraciones están situadas al nivel de las arti- culaciones, sucede con mucha frecuencia, que la supuración de- nuda los ligamentos, los tendones y las cápsulas articulares, pro- duciendo la caída de la parte que está por debajo de la ulcera- ción: este fenómeno es frecuente 'en las falanges de los dedos de los piés y manos, es más raro en las demás articulaciones: pero se ha visto que el antebrazo y la pierna han caído, á consecuencia de la destrucción de las articulaciones respectivas, por la ulcera- ción profunda y extensa: es la variedad de lepra que se ha lla- mado mutilante y corresponde á la lepra nerviosa. : a ulceración del leproma lo hace desaparecer y la cicatriza- ción se verifica facilmente. l os lepromas desaparecen también por supuración y este modo de regresión es más común del leproma nodular, sobre to- do cuando se ha desarrollado en una piel sana y en tubérculos aislados: la supuración va acompañada casi siempre, de compli- caciones locales, como erisipelas ó linfagitis, las que á su vez se. presentan con fenómenos generales como fiebre, dolor, desórde- sin ninguna complicación; pues el tubérculo se hace saliente, ro- Jizo, brillante y supura, sin que la región vecina presente ningu- na manifestación inflamatoria. El pus segregado es amarillo, espeso, caseoso, ó también sa- La nioso, sanguinolento fétido: su cantidad está, por lo regular, en leproma también se reabsorve.: La epidermis de su su- superficie se descama, el tubérculo se reblandece y la reabsor- ción es insensible; quedando en su lugar una como cicatriz um- bilicada, redonda, deprimida y de coloración variable, desde el blanco pálido, hasta el café ó gris negruzco. E Cuando el leproma es subcutánco, la piel que le cubre se hace pastosa, se descama y termina por reabsorverse, dejando una coloración rosácea. Es general que estos fenómenos de reab- sorción vengan sin ninguna complicación inflamatoria. Sucede con frecuencia, que después de un tiempo variable, el punto cicatrizado ó que presenta vestigios de la existencia de los primeros tubérculos, sirve como de nucleo ó foco de la apa- rición de nuevos lepromas, que progresiva y paulatinamente su- fren distintas metamórfosis, ya iguales á las de la primera invá- sión, ya completamente diversas. | a ' + 1 es At gunos leprógrafos han dicho que el leproma puede sufrir una degeneración fibrosa, antes de desaparecer, como en ciertos tuberculomas, sifilomas y lupus esclerosos; sijesto sucede será muy excepcional y talvez se confundan con las metamórfosis de reabsorción. La induración del leproma, sucede á veces, es verdad; pero parece debida más bien á un estado como latente del lepro- ma ó á transformaciones que éste ha sufrido, por distintas com- plicaciones ó modificaciones progresivas. Sea como fuese, el modo de desaparición del leproma, sus vestigios son notables; pues el aspecto que toma la superficie de cicatrización, su coloración, deformación de la parte, desaparición de eminencias naturales, formación de surcos de forma y exten- sión variados, dan al sitio lesionado cambios los más diversos y relacionados con la región afectada, la edad del sujeto y las com- plicaciones sucedidas. l leproma situado en las mucosas sufre metamórfosis pare- cidas. La ulceración del leproma destruye gran parte de las mu- cosas, sobre todo la del tabique nasal y de las fosas nasales, pro- duciendo hasta la caries de los huesos vecinos, la caída de los cartílagos ALS y dejando en fin las deformaciones más viciosas é irregula En la boca, RA PA laringe, etc., sucede cosa igual; á veces se destruyen completamente las amigdalas, velo palatino, campanilla, cuerdas bocales, etc.; otras ocasiones se producen ci- catrices y adherencias viciosas, que imposibilitan el movimiento de los órganos; las funciones respectivas quedan dificultadas, co- mo sucede con la voz, deglución y hasta la respiración. muerte es común en los casos'en que las funciones vitales se ha- llan amenazadas. Si el infeliz leproso sobrevive, esa vida que le ha quedado es una constante agonía, tan penosa y larga, que recibiría la muer- te como un verdadero don.—Su aspecto es aterrador, la cara de- formada, leonina, cubierta de tubérculos, úlceras, grietas, cicatri- ces; la nariz es una masa de carne ulcerada s que deja correr un E E a — 381 — saparecido: algunos tienen constantemente en la boca un gusto salado, que se explica muy bien por las lesiones de las papilas. El oído se alter dismintye por el acúmulo de tubérculos en el conducto auditivo externo, por las ulceraciones y cicatrices vicio- sas. l tacto está, á veces, abolido; otras existe, pero sólo para atormentar más á los enfermos, pues sufren dolores vehementes, que después son reemplazados por completa anestesia. Los piés y manos, brazos y piernas, tronco y cara tienen tubérculos, ulce- raciones, supuraciones, cicatrices, surcos, eminencias y deforma- ciones, que ya se han descrito. Los ganglios correspondientes están infartado: unos y supurando otros. El enfermo todo, está convertido en una masa desfigurada, mutilada, podrida é infecta, que á distancia deja percibir sus emanaciones fétidas y delctereas. A todo este desesperante cuadro, agréguese las lesiones viscera- les, la diarrea abundantísima y frecuente, las alteraciones urina- rias, las afecciones broncopneumónicas, los accesos de fiebre, la pérdida del apetito, los sufrimientos consecutivos á los inmodera- dos deseos venéreos; la conservación de sus facultades intelectua- les, la conciencia que tienen de lo desesperante de su mal y de horror que inspiran, etc., etc., y se formará el lector una idea al- go aproximada de este como cadiver vivierte (permítase la ex- presión), que está sufriendo una muerte latente.—Con mucha ra- zón, en el gran poema de Job, se llamaba á la lepra “la primogé- nita de la muerte”. in embargo de todo, he visto enfermos de esta clase que no deseaban la muerte y que vivían forjándose las más variadas ilusiones. Otros sufren, con resignación heróica, todos los males; consolados, es verdad, con el poderoso como eficaz influjo de la religión. sá Tal es la descripción general de la lepra tuberculosa, sin em- bargo presenta algunas diferencias bajo el punto de vista ya ge- neral, ya local; según los individuos á los que da un aspecto sz géneris, según los fenómenos generales ó locales, etc., etc. La marcha de la lepra, aunque sea tan variada como los in- dividuos, puede reducirse á dos tipos principales, á saber; mar- cha aguda y marcha crónica. un la primera, la evolución de la lepra tuberculosa es rápi- da; después de quince á veinte días de un estado febril intenso, contínuo, con exacerbaciones vespertinas, acompañada de fenó menos gencrales graves, aun de forma tifoidea, como cefalagía in- tensa, delirio, congestión pulmonal, desórdenes gastro-intestina- les, diarrea ó constipación, lengua seca, roja; piel urante, seca, rO- Jiza, insomnio, postración general, etc., etc., aparece bruscamen- te la crupción de lepromas nodulares ó en placas, ya sobre la piel ya en las mucosas, El desarrollo lepromatoso es rápido, la ulce- ración se presenta pronto y todas las metamórfosis descritas se suceden en pocos días, acentuándose más los síntomas de lesio- «. nes de los órganos internos (cerebrales, bronquiales, pleuropner * — 382 — mónicas, intestinales, etc.), que conducen al enfermo rápidamen- Otras veces desapareciendo este tipo agudo, siguen los sín- tomas un estado lento, crónico. Esta marcha aguda de la lepra es muy rara, casi excepciona > a forma, €s “decir, en el tipo de marcha crónica, la evolución de a poe tuberculosa es muy lenta; dura de dos, dl ocho y diez años, hasta veinte y más, permaneciendo cn u forma pura ó simple. Por lo regular, en esta forma, que es la más común, la marcha es irregular; la nueva erupción y la regre- sión de la antigua se sucede por accesiones de sintomas genera- les y de fiebre; los tubérculos persisten más ó menos tiempo; el reblandecimiento, reabsorción, supuración y ulceración, aparecen y desaparecen gradual y sucesivamente con períodos de comple- ta mejoría, de duración más ó menos variable, desde una semana hasta muchos meses y aun años. on estas interrupciones, entre las cuales aparecen exacer- baciones más ó menos fuertes y algo agudas, el leproma sigue su evolución lenta y gradual, hasta que el enfermo entre al período de caquexia leprosa que termina por la muerte, á consecuencia de las complicaciones viscerales ó cerebrales, ó también por con- sunción general ó aniquilamiento extremo. Hay casos, muy raros, en que después de la desaparición del leproma, el enfermo mejora rápidamente y aun se cree completa- mente sano; pues á más de cicatrizarse las úlceras, desaparecer los tubérculos, etc., todas las demás manifestaciones leprosas no existen y entonces puede haber probabilidad de la curación de la lepra tuberculosa. Esto puede suceder en los primeros tiempos de esta afección, después es absolutamente ato sin embar- go, no hay que desconfiar por la escasez de casos y de observa- ciones, es indispensable continuar el estudio con sd verdadera- mente progresista, es decir, científico. omo ya hemos dicho antes, la anestesia indica la invasión de los nervios cutáneos y periféricos por el elemento patológico de la lepra. Esta anestesia es frecuente al principio y se hace más notable con el progreso de la enfermedad. Al mismo Pa po aparecen los demás desórdenes que anuncian esta invasión, saber; el engrosamiento de los nervios cubitales, las atrofias, ma- les perforantes, hyperestesias precursoras de anestesias, paráli- sis, etc., etc. espués con la aparición de los fenómenos pro- pios de la lepra nerviosa van desapareciendo gradualmente, la erupción de iprcás tegumentarios. Otras veces persisten És- tos, siguiendo la primera su progreso sintomático. También se ve que los síntomas de la primera alternan con las manifestacio- nes propias de la segunda forma de lepra. 'Cuando los tubérculos han adquirido algún desarrollo (di- cen Boeck y Danielssen) la enfermedad puede durar aun mucho tiempo: sucede que á los accesos febriles con escalofríos y exa- «188 — cerbaciones muy irregulares, acompañan dolores de cabeza vio- lentos. Estos síntomas cesan, por lo regular, después de algu- nos días: el enfermo se queja, entonces, de una terrible agitación de los miembros y al mismo tiempo de una excesiva sensibilidad de la piel, sobre todo de las extremidades, lo cual puede durar muchos meses y el enfermo se ve obligado á permanecer en la cama. Poco á poco los tubérculos disminuyen de volúmen se atrofian y desaparecen; Ses piel se pone más pálida y la hyperes- tesia es casi insoportable; ésta va disminuyendo, poco á poco, y es reemplazada por la a forma tuberculosa ha desa- parecido completamente y jamás se le ha visto volver, aun cuan- do se ha observado enfermos de esta clase seis ó más años des- pués de que han manifestado por sus síntomas el paso á la forma de lepra anestésica” Sucede inaeida que la elefancia griega principia por ser tu- berculosa, dura mucho tiempo esta manifestación y pasa á la for- ma anestésica, sin haber sufrido antes la manifestación pa y después de un período Se tiempo bastante largo que ha simu- lado una verdadera curació La evolución de la 2. tuberculosa hacia la lepra anestési- ca, presenta al estudio una grandísima importancia, cuyo cono- cimiento está apoyando y probando más y más la unidad de la lepra a clefancia griega debe ser considerada, de una manera ge- neral, « como una enfermedad infecciosa, que después de una gran serie de fenómenos prodrómicos, acompañados de fiebre y demás síntomas generales de duración variable, aparece bajo forma de er upción, la cual ¿puede ser macnlo-tuberculosa más ó menos lar- ga, ó maculosa más ó menos corta. Esta enfermedad infecciosa en su primera forma ó variedad eruptiva (lepra tuberculosa ó tegumentaria), ataca al tegumento áneo y mucoso, á los ganglios linfáticos y á algunas vísceras; terminando por producir. la muerte del enfermo.—Pero en cier- tos casos, el virus, después de haber ocasionado las lesiones pre- citadas, tiende á abandonar los puntos invadidos, para localizarse de preferencia en el sistema nervioso: entonces se ve que la erup- ción neoplásica tegumentaria y visceral desaparece, para ser reem- plazada insenciblemente por las lesiones nerviosas. El virus Se ha localizado definitivamente sobre el sistema nervioso (Le- oir). En la segunda forma ó variedad eruptiva (lepra maculosa anestésica ó lepra nerviosa), la erupción es pasajera; no constitu- ye sino un fenómeno de primer orden tegumentario, como en la primera forma, y el virus no tarda en localizarse, sobre todo en el sistema nervioso: esta localización aparece, á veces, con rapidez sorprendente, sin que las manifestaciones primarias sean muy VE. En una palabra, la terminación constante de la lepra tegu- O ES PS CAI d | he — 384 — mentaria, cuando el enfermo sobrevive á la erupción, sería la le- pra anestésica ó sea la lepra nerviosa. La mezcla de estas formas diversas, con todo su cortejo de variados síntomas y localizaciones múltiples, constituye la forma más complicada de la elefancia de los griegos, ó sea la manifesta- ción completa de la lepra, es decir, la forma de lepra mixta. Digamos, aun, algunas palabras más sobre la segunda forma de lepra, la lepra nerviosa, trophoneurótica, ó lepra anestésica. (Continuará). E J. ALEJANDRINO Ve a dial espejo, y nadá más. Siendo esto así, se ( Pueden aceptarse las definiciones que, de materia. Y cuet -Ordinariamente los autores. se : : ciones conocemos en los cuerpos u4xas e: col. locali po l 120 Otras, 6, lo que es lo mismo, partes fuera de pa artes. —N - esta ias se ER en todos les cue “os sea O y QUE PUEDEN ¿consurraase.—Ariño Tocón dant: "Traité Elementaire De Physique—Bowrs: Cours De A aiado Elemental De Fisico —Dag quin Tra Elementair Feliú [% Písica e ribeinen. —Ganot lemental Filosofía Elemental. —Grailf: Traité p ri sigue. —Moigno : Los És E Ec lación Y De Rodríguez: Manual De Física 2 —Silli LAN : Prince les o. as T heoric El Practigue Ingeni ol Physique. | : léculas los átomos que, en co Les sin embargo, se obtie on los: y en químicos s importantes problemas que, e eS a materia, drá la fiilosofía natural. Ss la materia existe, existen partes, pero el cuerpo exige u : pued viere decir que la materia a iste sin forma (2) y lugar: semejantes consideraciones perte- - necen al filósofo metafí Isico ; pero es lo cierto, entrando de lleno en la observación del mundo sensible, que, mientras el concepto de aquélla es, como hemos Sicho, bastante vago, el del cuerpo es más claro, porque hay alguna cosa más determinada que consis- á nuestro modo de ver, en la forma y posición inseparables A cuerpo físico. Por lo expuesto formulamos las siguientes finiciones : MATERIA es todo lo que existe, compuesto de partes, (3) ¿S CUERPO toda sustancia material e Ad por forma par. _ er, con posición defenid: a. Claro es que, si por los sentidos externos nos ponemos, en 1 con el mundo fisi ísico, la materia y, más aun, los: cupos 1: Parece pue no puede hb disputa “al respecto : los últimos elementos sabido es que el pe aerea oo da materia. y la Lirmo sos materia prima carece de for nserva la po ia de re cantidad matemática se da una definición Í pareció 5 a Por constar de partes, es er ca de aumento y ere Es e de panela. y en o ue la cantidad en ab: 0gó a E _nos han de presentar extensos: de otra. manera no podríamos lidad: do cúerpo, toda materia, en el mundo, existen ó tienen rea perimentan las partes componentes ó cuerpos, sin que se alte- re su naturaleza; el hombre se pregunta entónces a si Mis- O: ¿qué son estos cambios? qué principios preceden y los deter- minan? cómo se relacionan entre sí2 De aquí el origen de la observación, de las experiencias y de la generalización, primeros pasos de la ciencia inductiva ó sea ciencia filosófica de la natu raleza. “Y, como preliminares de ésta, tenemos los fenómenos = físicos, las causas, las leyes, las teorías; las Juipótesis y los sis as. toma en la ciencia, todo cambio, toda manifestación, todo hecho que observamos en los cuerpos, ó en el curso órdinario del mundo S lluvia ó del granizo, la combustión de los cuerpos, la salida y curso de las aguas, €. Sin que se: da en la ciencia á la palabra fenómeno. e 3, Causas, agentes, fuerzas.—Las palabras principto, pago sa, agente, fuerza, tan comunes, en la ciencia, para designar la ra E cuerpos, aunque parecen sinónimas, pueden, con todo, tener £una diferencia. e dicho antes, no todo lo que pueda impresionarnos.ha de ser ma- teria ó cuerpo. Sin embargo, de lo expuesto se deduce que to- .s SA j Es fenómeno físico, en el sentido en que esta expresión se zón de los cambios ó modificaciones que se verifican en los ropiamente dichos, han de impresionar nuestros sentidos, y se : sz $ le que proceden, s que se observan en e mando: sen E A se sabe, aquello de lo dl proceda el cambio o la la luz, la electricidad y la vida que desenvuelve y enómenos que se realizan en los seres organizados ó tes. La cansa es el agente en el acto de producir un cambio la dada. un : - pequeñ cido á los cuatro que hemos “apuntado, (1) y que mos. agentes Ó causas segundas ó generales por contraposición agente ó causa segunda principal ó nica de la cual las o son tal vez meras manifestaciones: ¿el Ser Supremo no hará - creado, en la A sólo una causa se gunda, AR FE o dica, que se manifiesta por la atracción ú gravitación, fue sas Neniaea el calor, la luz y la electricidad (n2 PE E La filosofía ía Aatural, es de enseñar lo contrario, tiende, con sus roger “amiversal ó o sea la gravitación, las fuerzas moleculares, el calor, or. la mon se o denon movimiento de los pedo e fuerras,—Por « esto las pi beta . los átor == € / bal, con toda propiedad, se deno minan resistencias ó ás, las fuerzas pueden ser constantes, es la. atras : estáti. 1CAS. : Adem ción o nniversal variables, como la fuerza muscular esto, busca las sejacanes con que se ligan aqus : la manera como los fenó. y ao el modo com De aquí res esultap roducen dichos fenómenos. Ebnoe de que se eodaS, la causa gencrad las reune y da por resultado la a: ao ó too cado. Obtenido esto, el observador ha descubierto y. €s dor de lo que se llama una ley física ó ley, de la natura este sentido, ley física es el enunciado o fórmula que exf manera con que determinadas circunstancias relaciona: mo puede existir la q yA sans existe ea siguente y á la misma tempera amen porprecoales dls arts que su ye ótesis conducen á las ciencias, leyes y e como los anda- anios ó tablados á la perfecta CORR del edific - Esto supuesto, los términos ipótesis y dad significan dis- A A ES tintos grados, en los conocimientos humanos, respecto á la com- los fenómenos del mundo sensible. * licado en el n? 2; esta necesidad origina, en la filosofía na- fente de las leyes relativas á una misma clase de fenomenos, con expresión de todos los hechos y consecuencias deducidas del es- 10 de fenómenos afines, producidos por una sola de las causas z eras De este modo, la teoría es la más perfecta expresión de las verdades físicas ; sólo debiera se contienen, con las E muchas aserciones conjeturales ipótesis que, para ser aceptables, deben, en lo posible, | fun- Sn ses hechos tal cual se realizan, ad E s leyes descubiertas, | prensión de la voluntad é intenciones del Creador, manifestadas > Ends 39—Así como las ciencias, para ser accesibles al entendimien- nano, deben formarse de divisiones metódicas, también lo las partes en que se dividan, si los hechos sobre que ver- se agrupan de una manera conveniente, y conforme á lo in- A RS E e A , la formación de las teorías físicas. Es TEORÍA e: el pes LS lane sistema de los movimientos planetarios, po _ah TEORÍA DE LOS MOVIMIENTOS PLANETA dad se presentan casos de uno y otra en 194 sigui ientes : respe to de la luz, el A de las ondulaciones, el sistema. o de mE atracción me los. cuerpe: y lo que es más, aun se trasforme en verdadera teoría, como es probable a acontezca con cae el sistema del mundo que pensó Laplace. o Finálmente, son innumerables las ve entajas que una teoría, bien pen pes suministra á las ciencias hs sicas; pues llega á á ser? e - Cundo manantial de nuevos experim odos y cada uno de los hechos conocidos en los A o lestes, adelantan, por decirlo así, á la roda para pá fenómenos posteriormente brea ó me e realiz p E, e mos indicado, hs hipoteds y los sistemas que con tre e forman, si si bien es como sa hemos dicho, son, — 33 — naneras de disimular la ignorancia del hombre acerca de las. 2 osas, para, de algún modo, satisfacer ese deseo innato del espí- E o da faros se lanza á iorucalór aserciones á priori, sobre la dl : naturalena del mundo físico, moral ó intelectua 6. Sistema dinámico.—Tal exposición se propone explicar olmos de los agentes ó causas que producen, en los aio las modificaciones que constantemente experimentan ;: es, lo mismo, diferente del sistema dinámico Filosófico; porque de A se refiere más á la constitución de la materia, y supone, como _partes componentes, ciertas sustancias simples, inextensas é in- divisibles, finitas en núm ero, y dotadas de ciertas fuerzas esencia- - nes ó causas de los diferentes fenómenos corpóreos, por la «o- pa es; y á su vez, los movimientos de las 0 movi- - mientos, de cierto carácter, se manifiesten por Za atracción, em sus Miferentes formas : gravitación, fuerzas oler cohesión, adhesión 8? De esta manera, todos los fenómenos físicos, Fe- co 0 gran síntesis de la correlación y unidad de las fuerzas Físicas. En efecto, los progresos que hacen las ciencias de la naturaleza, a “manifiestan que el movimiento se trasforma en calor y vicever- A sa; y el calor da origen á la luz y la electricidad; además, ésta distinguimos bi aquéllas no alteran la naturaleza de los cuerpos (n? 2), ésta pro Os pane distintos; Es pa los: cucrp! a ble oe que ejercen, á saber: ciertos movimientos, en las util y elástico, que llena todos los espacios interplanetarios partes . Física: su otito.—La palabra cd e n objetc de la ciencia física; por € a dicho: eS en : eneral, es el estudio de la Mis 2 sa, ósea de todo lo que coms= a iluye este mundo sensióle”. (2) z í como una de las partes del saber humano, se ocupa en. : 1 bibudio del Universo, el Mundo, el Alma y Dios, ES sus 1e- > jones esenciales ; es decir, trata del conocimiento de las cosas Por sus causas, y expore, de un modo general, lo relativo ¿ ¿los sle- nda; s lato, puede llamarse FIL ora INDUCTIVA, Ó ión DE LA NATURALEZA 9.5 imiento general, con algunos particulares ó especiales respecto del Universo, demuestra de un modo anos Aramaio las pro- ds posiciones que sienta: en PUEDA son € s las particu- s en aquellas e od ica Ó Alosofía natural, al. observa las relaciones pa 385 en el mundo. - e E 32, por la comparación entre las observa es y esperiencias, determina lo que es esencial, general y At cumpliéndose SM Posiciones generales que, son 1 y forman las verdac - del mundo, pueden conocerse | Por esto se ha dicho: “Cuando se empieza el estu ¡d10 las ciencias matemáticas basta haber ia diia ve > o los principios que les sirven de , cda Cielo. área A 3 Aparato. 0 5 onc Hblones: y sólo obedecen á las leyes. necesarias ciocinio. (1) Pero, en el estudio que vamos á hacer del m sico, no hay axiomas que la. razón nos indique ni principios que damos sacar de nuestro espíritu; en la naturaleza sólo se ve mos complejos gobernados por fuerzas que no se puede: i esos mecanismos y descubrir estas fuerzas ; el único medi que disponemos para conseguir nuestro intento es observar lo Viendo verifi o mos un pe ajo, de ua semejante”. (2) E do en el ánimo del le lec ai - errará el científico que, . mentos, por creer infalibles las ciencias del cálculo, aplique matemáticas, al descubrimiento de las verdades del mund Se: dhdeos, de lo que precede, que las ciencias físicas, p mero obse rvan, es decir, procuran atisbar lo que pasa en el mun pepa dera hacen experiencias, esto es, a no , Por esto, la ciencia que estu 44 e Pisón ie. de la as ha sido llamad: o toda propiedad, FILOSOFÍA INDUCTIV » La inducción científica, —I ; y la experiencia, tales son los elemento: . inducción científica. Pero la INDUCCIÓN, que es la deducción. E e cosa universal, Por la enumeración conveniente de he veas existencia Pa e dos Sres. Jamin y PURAS y3a di contra lo que asegura el Sor, Lamé, á ebony lupa pe raciones. que e e que p icerca del mundo sensible. Ene otros. principi p nerse: 1? Lal esencias de das COSAS SOM 1H 06 o por la imducción llegan á Morma un sario e combinen los. indicados muy conveniente á las ciencias físicas : ción por analogía, hecha con discreta sobriedad, se ha conkt do después, en virtud de observaciones muy precisas que, qe lo mismo, no han dejado lugar á: duda alguna. Node. m Tuso, confirmaron plenamente la analógica 1, Clasificación de la Fiiosofía Natural.—La definici que dejamos apuntada (n? 8) comprende toda clase de | Universo sensible; y, en efecto, esta cienci SICA GENERAL, no puede ser otra cosa ; pero ( mo las s, para ser accesibles á la inteligencia del ho icas di e ocupa se ha llamado Pe PAR: HG 6 Física PROPIAMENTE DICHA. Por Se — Pí A Doubs mente dicha, es el estudio de los fenómenos generales, Dafa + generas 2 los dica es, el > los “agentes qu ye un cambio sustancial en los mismos. Esta parte de la Fí- General, se llama Química, y se define diciendo: «“Quíxic A es la ciencia que estudia las acciones éntimas. aos cuerpos ejercen sobre otros, y que, modificando ss natu- eden lugar dá un cambio completo E able en sus propte- : 3 A más de las propiedades indicadas antes, y comunes Dl seres del mundo físico, existen en ellos otras especiales, co- , forma Atras dit de unos Eso á otros, movi- as los espacios celestes, y entre ellos se incluye aun en el otro se trata especialmente de los cuerpos que com- le: 1la Tierra a, y colocados en la superficie ó en lo interior de la misma: aquel ramo constituye la Astronomía , : éste la Historia Natural. Por tanto: 2 ASTRONOMÍA es la ciencia que trata de los cuerpos ce- lestes”. La atracción planetaria; forma y posiciones de los astros; propiedades particulares del sol, la luna, los planetas, los come-. as, y las estrellas fijas ; teoría de la atracción ó gravitación uni- versal ; tales son los opjetos. ada que versa sE estudio de la cassas, yla manera de pese los hechos, por observación Ó , la Astronomía se di ivide. en EETTEA Fisica se ; + PE NATURAL .es la ciencia que enseña la descrip- siribución metódica de los animales, vegetales y mine 23) : le esta manera, son objeto de la Historia Natural los seres. z que pueblan el globo que sirve de mora: -h dice seres naturales, por cuanto los bc O- historia pa se compone de la Arda, la Botánica E y la Zoología. , 12 Diferentes propiedades de los cuerpos, Puesto gue. ps sl Física particular estudia las propiedades generales de los cer 2 11, 19), conviene, antes de clasificar esta parte de la eras, por lo general, pueden considerarse. a -“Llámanse propiedades en los cuerpos, las d sit maneras so e mM que éstos se presentan á nuestros sentidos.” on propicda- e manifiestan en los cuerpos: entre és ás tar Porosidad, divisibilidad, SE Propiedades particulares son - jue ño siempre se presentan, Ó sólo se manifestan e condicio- : nes Particulares; tales son el hold solido, líquido, fia to id aseoso, la diafanidad, opacidad, sonoridad 8% E 13. Es en los cuerpos. —Lo expuesto nos induce á la deración del estado en los cuerpos, tanto más cuanto que el. ¿quido, en el agua, va á ser objeto de nuestro estudio, en el ente tratado. “Por estado, en los cuerpos, entendemos la manera a física Ad ser en cada condición particular” : dicho estado es el de sólido, el de líquido, el de gaseoso ó cris ó fitido y el de ercible -19— Estado sólido es aquel en que 77 cuerpo, por sí adas con: ee su forma propia. Tal estado es debido ála fuerza de , ménos notable, entre las pS del e cu lo sostenidos por uno de sus puntos. id el c Pas está reducido á polvo, y de éste habla unas sobre las otras; y así, para que haya equi ario que el cuerpo esté sostenido en todos: sus leads La definición q as re indicadas, 5, al y Minas, la a 19 E On: la superficie libre. La diferencia específica, por decirlo así, con un sólido, reducido á polvo, consiste en que la superficie - libre ó superior, del sólido, jamás tiende, por sí sola, á tomar la | as forma de superficie horizontal ó de nivel. q 2 - 39—Estado gaseoso 0 aeriforme ó fido es aqi en que ten mismo cuerpo tiende á ocupar espacios cada vez mayores, eS Esto sucederá hasta que desaparezca una cierta fuerza de LE «ult de que están dotadas las partículas que constituyen el - cuerpo. . En el estado gaseoso la fuerza de cohesión se ha anu- ládo sensiblemente, reemplazándose por la indicada de repul- sión; pero es claro ' que habrá un momento en que ésta llegará ralmente esférica; y en los límites, las últimas partículas separa- das estaran. sujetas á una verdadera oscilación formada por i yendo la fuerza repulsiva. El aire es, pues, un cuerpo gaseo- e E pd indicado se ha de verificar en los límites de la atmós- a fuerza repulsiva, que hemos mencionado, constituye la > espenidad e los , q LN E 5 que esas palabras, que entonces indicábamos como con- ables, tienden, según la moderna ciencia, á ser una ver- dadera proposición que se formula en los Fra términos: 3 - todas las fuerzas de la naturaleza tienen por c y principio activo la sustancia y los movimientos del éter Ed ó). Existe, - pues, un cuerpo cuya naturaleza es la de los cuerpos qa - Seosos, pero en un Sete eminente : muy más sue Jificación de IMPONDERABLE que se le asigna; lo Pes el calor, la luz, la electricidad ; pues: no son has ex manifestaciones | del flúido éter. | existe el éter, por las prucbas ó s demostraciónes dan 1, TOS resultan ser ciertos eS cuatro esta : e ce NERAL: odo somero ó general de las | orales de los cuerpos. Comprende, por o mismo, e extensión, divisibilidad, o: sus recíprocas la inercia, la porosidad, la dilata ad > y y la elasticidad. : ESO EFECTOS DE LA GRAVITACIÓN :- se estudia uerpos es uno de los elem 6 y 12), el “agente ms que udio. Y, por lo lada (n? 3, atamos, puede ser sólo una manifestación de otro más pe deroso. E LAS FUERZAS MOLECULARES: se estudian. las ec. a le lo q. ciones físicas que se verifican en el seño más recóndito ó secreto a cuerpos. Se comprende que tal estudio se hace sólo en loc es posible ó dado al hombre. Las acciones indicadas se m lestan, á veces, por movimientos muy enérgicos, y la fuer: ue : los origina es solamente un Caso particular de la atrac. cual vale lo dicho, á este respecto, en el A la cohesión, fuerza q manti mo cuerpo, denominadas 2xoléculas ; las partecillas superficiales - «de diferentes Cuerpos; 37 idad ó fuerza que preside las acciones químicas, y por la | parándose los átomos de un cuerpo 5 dividiéndose sus. mol: os de otro cuerpo, para cons < la: pe principiante se poi, qn el ea ivo d as de a Al calóri de las voces griegas 07 4 la vista; y de puros luz y rende el poo pa ca ya orma, color y otras a “pos ps se E a. diferentes edita: El agente tos fenómenos origina, se ha llamado bínica de la voz men luz; pero, en verdad, sólo es una none del e atracciones y A polsimes por violentas conmociones, 3 | cciones químicas y por otras varias maneras. Como los enos eléctricos se presentan siempre con desarrollo de luz . lor : ; manifestaciones de electricidad, calor y luz una misma causa | ichó, modificaciones del éter. E pa ye En el magne ds ue por cea se llama electricidad magnética; 2% en la “electric mas lada ó estática, originada especialmente por frote ; E | lad en movimiento, y así se Hama dinámica € 6 sob. 3 pi RS a E á ¿sc n ón da atmósfera, é investigación de las causas que los iginan: Tales hechos se deleñinan metéoros. La Meteoro-. gía, Sn el sentido, es como una aplicación práctica natural: as 0 a descubiertas en las otras pa de la física pio a acen para repetirlos, ó no cor rres- ponden los efectos producidos á los naturales que se observan; son ná inferiores á á éstos 1 la added las causas, y, o ias pio, poco. á poco adquirió ó carácter metódico: así se pá eriores le Indios, as, Eo os Israclitas as; s objeto e la coro! lativo á L os mi sa ACTCOs, a eléctricos CRnatología, ó sea el conjun 1 A esta sección pertenec parte ritmética, Á có To y y CCAA y son nl TALES: ; Ao Cálculos diferencial e anEiioS el 3 al bases, | pocas 4 cia btélnente racional, que es la física. a reina las secciónes que constituyen la filosofía de la. naturaleza, - creación del espíritu humano en el vuelo más Ssblina á que remontado sólo en los tiempos moderno os. Y decimos que | parte es totalmente racional; porque, á diferencia de la an empírica é inductiva que, paso á paso, y después de mu- ; centurias, apenas puede elevarse de los hechos á las catt- sas, aquélla desciende de. las causas dá los hechos, descubre por , 4 órmulas algébricas los fenómenos y las leyes á que están so- ción be el alos A 4 16 Mochatés + sus partes,—Se ha indicado ya (n* 14, 2 Je | estudio de la acción fí sica manifestada por atracción Ó a mación de unos cuerpos á otros, da origen al problema E novimiento con las causas ó fuerzas que le modifican. Es-- problema es uno de los más importantes de la física mate- mática: de él se ocupa la Mecánica; yes la razón porque he- mos dicho (n? 15) que ésta es la Sintbsis de las inquisiciones a a : cionales que aquélla se propone. Por tanto : MECÁNICA—dEe la voz griega p1yaví máguina-es la parte | : de la física matemática que trata del equilibrio y movimiento de dos cuerpos, en relación con las fuerzas el producen dicho equili- brio y movimiento; Ó más cortamente: es la ciencia que trata de das fuerzas, y de las leyes de equilibrio y movimiento. de o. L—Esto supuesto, la Mecánica, por los medios y procedi- ECÁNICA. RACIONAL. Ó. ANALÍTICA : estudio de. las E dades edi cidas, por métodos analíticos rigurosos, de cierto q e número de ode EE en virtud de precisas 0b- , 1 o dea Mecánica racional y la analítica. pd asignarse. dla s Ei e procede por combinaciones hechas, en la mayor part ón; la o se forma por las deduc ld es enidas lea por: cuan to, Uca E rior: pero esta ) más bien di ejemáticas o caes ó superiores, e 11.—Por los seres ú objetos en que es E 1 , propone descubrir, puede ser: 19 Mecánica de los cucrpos sólidos llamada GEOMECÁS Son sus partes : : a) ESTÁTICA—del griego oraróz parado, estación to able—. estudio de las fuerzas, y del movimiento rad b) CINEMÁTICA—del griego xvi pa MOVÍMLO del movimiento como puramente matemático, y eds MICA—de la voz griega” duvapexos de da erz ee props de las fuerzas, su medida y los mu AN Hi 1 eiicient de es para e lps, e en sepas ola dos dá los vasos que los contienen - b) HIDRODINÁMICA—de %dwp y. au Estil Leyes que rigen el movimiento de los biguidos.. 32 Mecánica de los cuerpos SRA ó CAS: voces latinas aer aire, y Forma forma— llama da t MECÁNICA—de dp aire, pra —. Son su due partes: de ay AEROSTÁTICA—de ¿go y ovaró— leyes de los n equilibrio, con relación d los depósitos que los contienen. _—b) AERODINÁMICA—Je ajo y Dye leyes que rigen - MOVÍAIENTOS de dos gases. . O ESERVACIÓN: —Aun cuando la espenleas de 1 E e que co oreopolida, con més propiedad esiste 7 o .€s aquél que no / 7 sus rn de - pertenecen tas 1biér ) 2x8 sabemos se E ogund sde los varios artifici ios para lev Vantar, mover Y com Pero á aquélla se ha dado más extensión de le a q Je: LICA. es las ds de la Minos: que trata de la sa ión de los liquidos, y, especialiente, del curso de la: : En de e más grandes apli a formación y esta o dí que la Hidráulica ess É sbática ¿ Hidrodinán ica, comoda IMecánica ae aa apo 3 e que ham Ñ EHéster, po: e u dro d las ciencias ren que tratan ace n > Krla ps do Mecó. nica de y . Bao pr ads H 1 Sonnet : Dctio dire e Des. - (E ConsiPuccio: oy Es Mes a Fue dul 2 des para la Pa 2 couducción, A 7 HU. istribución, > 30 E riego E, de Í 3 Aowvimien- == HIDRO- las aguas, QA toy condic- ES TECNIA S > ción de las Ds a : É aguas, y su < HIDRÁULICA ¿E PP AE E | a anto motor. 5 2 $ HIDROSTÁTICA E A a O fúidosen equí : Í HIDROMECÁNICA ¿E “ón - 4 É£ HIDRODINÁMI- pa gn ó Hitidos en E E movimiento, : EZ % a 18. Partes que comprende la Hidrotecnia,—Esto supuesto, como el trabajo del hombre forma la industria agrícola, manufac- - turera ó fabril y mercantil, la Hidrotecnia debe auxiliar la pro- ¿ducción en la mejora del terreno con fines agrícolas, 6 haciendo . las construcciónes necesafías para el movimiento de las máqui- nas que se destinan á las manufacturas, ó finalmente, facilitan- do, por la naturaleza de los trabajos, la conducción de los ob- - jetos de comercio. Así, la Hidrotecnia trata: E | o De la manera de conducir las aguas. Da, pues, las re- glas necesarias para establecer conductos de agua subterráneos ó á cielo descubierto. : E 29 Del establecimiento de pozos naturales ó artificiales. Con este Án es necesario conocer algo, siquiera general, de la natufaleza de los terrenos, y constitución hidrográfica de k los lugares, para determinar los sitios en que pueden abrirse Ó E construirse, cof ventaja, los pozos. Estudia, en fin, la manera 1 de proceder al sondeo, excavación y aseguración del terreno en Que se practican las Obras consiguientes. a | E 2 Dela mejora del terreno en cuanto depende de los tra- bajos que facilitan el riego y el desagile. , : 42 De las construcciones necesarias para resguardar cana- des y ríos. Tales el establecimiento de diques, presas, e, y aun la formación de muelles y malecuhe | De la construcción de esclusas; Y Construcción de caminos con € A rreno, 6 eyitar puentés, muros de contensión, € actress ut Ciencias, para plicadas q. en éste se cursan. fe Coantniará) AVISOS. Los “Anales” se publican cada mes. AGENCIAS DE LOS “ANALES. IBARRA.—Señor D. Ride Sandoval. re de la Universidad. E ñor D. Rafael E. Dávila, carrera de García Mo. LATACUNGA. Sr Dr D: Juan Abel Echeverría. AMBATO.— ,, rtí A » $» »*Julo' Antonio Vela. GUARANDA.— . » 3 José Miguel Saltos. Cueca — i a Loja. Filoteo Samaniego. GUAYAQUIL. o del Sr. D, Pedro Janer. SUSCRIPCIONES. 3 Suscripción ne POF-UN-AaDO. cerros $ 2. Para un sem Un número do E A A A A a O o a A E SS CORRESPONDENCIA. | Ha de dirigirse al Sr. D. Manuel Larrea Lizarzaburo, en- Cargado de la edición de los “Anales”. A+ rl ll Pi ERIE 3. ANALES DE. LA VERSIDAD CEMIAL DEL, A00AD PERIODICO OFICIAL DE LA UNIVERSIDAD DÉ QUITO, DESTINADO AL FOMEN- TO DE LA INSTRUCCION PUBLICA Y AL CULTIVO DE LAS CIEMDRES. Y E LAS ARTES EN EL ECUADOR. 7 E es de E o —— A ES NA DERE AR de CONTENIDO. | Poetas Ecuatorianos del siglo X VI1I, por el Sr. D. Manuel | A M3 Pólit.—Pequeño Ensayo de Estudio sobrela lepra, por : Es el Sr. Dr. D. Jenaro Ribadeneira.—Física aplicada ála medi- : e cina, cirujía, higiene y farmacia, por el Sr. Dr. D. José Ma] E E o —Actas del Consejo General de Instrucción Pábli- A a.—Boletín universitario. : QUITO. Imprenta de la Universidad Central del Bevador. AAA - 1889. D RECTOR DE Manara, Nicason 0) ARPOLEDA. > Quito, noviembre 30 de 1889, ¿NUMERO A. a POETAS ECUATORIANOS DEL SIGLO XVII JOSÉ OROZCO. ¡xLI—— En la noble y antigua villa de Riobamba, cuna de stres ingenios, que fué arrasada por el horrendo terre- 1o0to de 1797, nació, según toda probabilidad, el notable utor de La Conquista de Menorca, José Orozco, en mar- de 1733. A falta de otros documentos auténticos, nos. oyamos, para fijar el lugar de su nacimiento, no sólo en constante tradición y el haberse conservado su apelli- do en Riobamba, sino principalmente en su parentesco con el P. Velasco, afirmado por él mismo en el roman- e que dedicó á este Padre, en són de amistosa queja, uando insertó aquel poema en el primer volumen de la Colección de Faenza. | El vínculo de la sangre, Realzado con el afecto, De disculpa servirá De un nunca temido yerrc. ollos que, trasiadándose anecieronallf y fue añoles que americanos. epica; de lo, el cante del Duque de Crillón se es E A EN ee y S S — 409 — instruyó y aficionó á las bellas letras aquí en los colegios - quiteños dela Compañía; no fué estrella solitaria en nues- tra literatura, sino más bien la primera de la brillante constelación de jesuitas literatos que el bárbaro decreto de Carlos HI alejó del cielo de la patria. A Orozco ingresó á la Compañía en agosto de 1748, como lo asegura el Catálogo de la provincia quitense; (1) - según el cual asimismo nuestro religioso, por los años de 1761, regentaba la cátedra de Gramática y cuidaba de la “biblioteca, en el colegio de Guayaquil, ejerciendo también y ocasionalmente el ministerio sacerdotal, como operario. (2) En 1767, despidióse para siempre del caro suelo de E | la patria, desterrado á extranjeras playas por la despóti- ca orden de Carlos II. A principios -del año siguiente, después de larga y penosa navegación, se hallaba con sus compañeros en el Puerto de Santa María. El 1o de ju- 3 nio, según el diario del P. José Péramas, se embarcaron los jesuitas de Quito con rumbo á los Estados Pontificios, -—nosin haber antes resistido á las asechanzas de quie- nes deseaban vivamente hacerlos desertar de la Compa- - enla (5) ie a Llegados á Italia, fueron en un principio distribuí- dos entre los colegios de jesuitas italianos, hasta que el - Breve de Clemente XIV, en 1773, suprimió su Instituto y los desparramó. Contaba á la sazón cuarenta años de edad el Padre Orozco, quien desde entonces, seculariza- do á pesar suyo, vivió sin más recursos que la miserable - pensión que le pasaba el monarca español, sin más am- paro que el de la hospitalidad, sin más consuelo que el trato familiar con los que fueron sus hermanos en religión. Trayéndose á la vista todas estas angustiosas circunstan- Lo - Clas, no es ya difícil ponderar cuánto de tristeza y amar- - gura contiene la hermosa y sentida estrofa de Orozco. AS AA Como en contrario clima degenera o - No pocas veces desgraciada planta, 2 Aun cuando cuidadoso más se esmera En su cultivo aquel que la trasplanta: A rr o ea P. Orosco Josephus.—Natus, mar. 1733.—In ze db: Josep Orores, Prol. Guaso.. Pret: Bibl, A tempo ee a o a de los Jesuitas de las cuatro provincias de M éjic Tal mi Musa infeliz en extranjera ; Región se ve degenerar, si canta; Aura nativa fáltale, y con ella $ z El dulce influjo de benigna estrella. Estos versos, que salían del corazón del pobre deste- rrado, mal pudieran convenir al cortesano de Carlos III, que se creía ser D. José Orozco. ¿Cómo cantaría el ya- te riobambeño, en su juventud, cuando le acarciaba la frente el aura nativa, cuando todo en torno suyo era go- zo, dicha y tranquilidad? Imposible es dar respuestalá la pregunta; y aun diríamos que, á no ser expatriados los jesuitas quiteños, el poema de Orozco ni se hubiese escri- to, ni conservado. | sima madre, la Compañía de Jesús. Por cuatro lustros en su obscuro seno. Un letargo funesto me oprimía, te Teniéndome apartado del ameno Comercio de las Musas, de que huía: ¿Cuando marcial estrépito, cual trueno, El estro dispertó que en mí dormía. El poema de La Conquista de Menorca fué escrito en 1782 y dedicado, este mismo año, al héroe de esa céle- bre hazaña guerrera, el Duque de Crillón. Sin duda al- guna, Orozco procuraría que su obra llegase á manos del Duque. Pero si éste la apreció, como era justo, si la hizo dar á la imprenta, si recompensó á su entusiasta cantor, es punto que no podemos resolver. Más nos inclinamos - á pensar que el vencedor se curó poco de este homenaje de un desconocido criollo americano, y el poema quedó inédito, y sólo el Padre Velasco se acordó de él para sal- varle del olvido, incluyéndole en el primer tomo de su co- lección, junto con los poemas heroicos de Demoforte y Ft- E Y . . rr _ hr e AS 9 SS o dis y del Sacrificio de Ifigenia, ambos nunca impresos, UA E E A A e o Y Y A IR > E E e pin 41 = , La obra de Orozce se divide en cuatro cantos y com- prende 142 octavas reales. Poco nos detendremos, por ahora, en analizar su' mérito literario, sus calidades y de- - fectos, tan diestramente juzgados ya por el Sr. Mera en la _Ojeada histórico-critica de la poesía ecuatoriana. En re- sumen, puede aseverarse que el asunto del poema, fuera de la tacha de contemporáneo, está bien escogido y es dig- | no de ser cantado, pues significa nada menos que la gloria de una poderosa nación, largo tiempo humillada y por fin vencedora. El plan tiene unidad y la acción.se desempe- ña bastante bien, sin embargo de la fastidiosa interven- ción de divinidades paganas, con su inevitable séquito | de sirenas, parcas, vientos, gigantes y otros fantasmas Mi-- -tológicos: último y pésimo achaque de los discípulos de Góngora. (1) La versificación, aunque á veces sea. algo dura, re- vela conocimiento y ejercicio de la métrica castellana. “En lo poético de la dicción, en la valentía del decir, en el número y redondez de los períodos, pocos rivales cuen- ta Orozco en su patria”, según opina el Sr. Mera. Cuan- do no le domina el vicio de escuela, Orozco brilla cual verdadero poeta y luce bellezas de primer orden, como an bl Hé aquí me aaa cireunstanciado de todo el poema, contenido en 16 2 octavas que seseñala; E CANTO 1.—La elección del Supremo Comandante. Agitación lastimosa del poe- ta, ue lejos de su patria ha puesto en olvido la poesía: por fin despiértase su numen Aroa 17].—La se calma invocación des s nombres de po y ná sa Pe .—Al amanecer, segura qna escuadra, se ge hacia la i 0 de Menor- 9 des ciales Avi : una, Mora y Et ).—Acción de gracias á I El g inglés Murray de San Felipe y las anima para la ressenda ED -—Dificultad de la empresa y t vos para el asalto os Salida de oles al mando de ¡fuentes Era E no 10 Lg ición de lo la a comparación Jal ss Tero es león de África, en el canto cuarto. No escasez , tampoc en el poema bellos ó ingeniosos conceptos, si no del todo nuevos, renovados por lo feliz y sete de Le ha ión. De rey justo el rondnibrás á mis deseos - satisface más bien que mil trofeos. Preferir dignamente se debría. Aquel á quien adorna y ennoblece La ciencia militar, brillante guía Sin la cual el valormo resplandece. ¿Qué le impide al valor lo insuperable? ¿Tal vez no conseguir? Mas eso es s nada Para quien colocó su propia gloria En Spraaeno: más que en la victoria. bJ Nadie ignora que a asunto muy glorioso Resalta, más que dicho, respetado; Pues la elocuencia del silencio abulta El mismo encomio que industriosa oculta, Viendo que, de amistad en el combate, . Pa Vence quien más se rinde y más se abate 0. Imágenes, comparaciones, antítesis y otras bl empleadas con maestría por el bardo riobambeño, man fiestan á qué altura se habría elevado del Parnaso, si e faltase la buena educación literaria y el indispen: estímulo para las obras del talento. ¡Qué a. son estos versos de la arenga del Duque á su tropa! j Seguidme, ¡oh héroes de inmortal memoria! El Jefe dijo, que ésta ser parece La tierra en que fatiga transitoria - Eternos los laureles reverdece. | ¡Cuánta energía y viveza en esta descripción a ] laza fuerte de San Felipe! y BO estos versos con los del Canto de Junin: 48 Como en su centro la firmeza mora, Como en su solio está la resistencia: 5 Arrmense todos, se arme aun el profundo, 7 Segunda Gibraltar la admira el mundo. ¿Cabe mejor elogio del gobernador Murray que el e encerrado en estos clásicos versos: Pues donde él mismo á la defensa se halla, _ De bronce Ó de diamante es la mural Hi E - No es menos conciso del expresivo estotro del Duque : de Criló n: Pues con ventaja en él junto divisa Lo que en muchos se admira dividido. Rasgos hay dignos, en un todo, de Olmedo y que - no se eclipsarían en las célebres odas del cantor de Bo- Jivar y Flores. A ¿Quién eres? Del misterio corre el velo, . uds me rindo sólo al Cielo. : Pp _=. e. . = e. - e. ----.--. . osos... -..>7 - Pródigo en el valor, del tiempo avaro, Ni á su propio afanar treguas concede. A rápida vuela La Fama á publicar que en un momento, A los impulsos de su mano airada, Le faltó el campo y le sobró la espada. o Con todo, el poema resulta desigual, cansado y á me- - nudo inficionado con el virus del gongorismo, por tantos. años señor y dueño de la literatura española, que apenas a comenzaba entonces á purificarse de su deletéreo contagio, - graciasá las lecciones y ejemplos de Luzán, D. Nicolás - Moratín, Cadalso y NS cuyas obras «lebió de leer Ep En el mismo Canto de Junín se lee: bd y 4la victoria e ES - O A noble y cierta muerte se Pa A e A ; O ¿acaso el pto nen a IDEA e )rozco en Italia. Tal vez llegaron también á sus m: a os las primeras fábulas de Samaniegó, así como los uveniles ensayos de Meléndez Valdés y D. Leandro Mo- .ratín. Para el vate riobambeño, sin embargo, Verdejo y _Llamosas eran poetas incomparables, como lo daáen- . tender en su romance ya citado. eL ¡Duro lance para mí, Que se miren en cotejo Mis densas sombras unidas A la luz de tales Febos! ¿Me pone á mí con Llamosas, Con Lozano y con Verdejo? ¡Bella unión! cuadro vistoso! Tres gigantes y un pigmeo! El defecto capital de La Conquista de Menorca es, pues, ¿el haber sido escrita con el torcido criterio del culteranismo, el peor de todos los gustos literarios: de donde provie- nen oscuridad, afectación, impropiedades y las otras man- has que la afean. ¿Cuánto no habría mejorado Orozco su obra, si la escribiera, imitando los últimos modelos que le presentaba España? Pero la costumbre intele “tual se forma, lo mismo que la material y moral, al ten de las cosas que se miran, se gustan y repiten durantela juventud. Así y todo, La Conguista de Menorca est. como tal merece ser conocido y estudiado, y sus nume- “rosas bellezas no deben echarse al olvido ni desdeñarse por los ecuatorianos, amantes de la Patria. a Reproducímoslo á continuación, ajustándonos, con h- “veras variantes, á la forma en que lo sacó á luz el Sr. Mera, (1) y anotando algunos pasajes pará su mejor inteligen: historiador, y unas seis octavas reales, hasta hoy inéditas, sobre los Seutimientos de un pecador contrito, obra del (1) En algunos pasajes, hemos r tablecido el texto original del Manuscrito; otros muy pocos hemos cambiado lo que, á nuestro juicio, fué mero lapsus cd/ami, versión primitiva: el lector juzgará sí hemos erra o ¿la punt A n . os puesto particular cuidado en fi del sentido: ignora cuán « ra facilitar su inteligencia. pero entonces va anotada al pie la versión : bs de —415- — | 5 mismo a entre las cuales se distingue la siguiente, De- contrición, mi Dios, deshecho en llanto, dlbro los ojos que cerró la O: - Y miro la distancia, con espanto, Que hay del culpado á tu Rndad inmensa: Esta apura mi amor y dolor tanto, Que elijo, por dichosa recompensa, Aún del infierno los tormentos mismos Antes que de la culpa los abismos. e De la vida de este nuestro poeta escasean tanto las noticias auténticas, que se ignora donde pasó sus últimos años, y en cual de las ciudades de Italia falleció y fué se- pultado. [1] Lo cierto es que, en 1790, cuando el P. Ve- - lasco recopilaba su Colección, todavía existía Orozco, puesto que alcanzó á agradecer á su pariente y paisano. En ¿Sobrevivió hasta oír la terrible noticia de la ruina de su villa natal? Nada sabemos, y es preciso resignarnos á. a esta, ignorancia, mientras algún paciente y venturoso In estigador no logre desenterrar de los archivos de Italia Ó € Ye otros datos sobre los jesuitas ecuatorianos del la vV Ñ MANUEL MAríaA PóLITt. LA CONQUISTA DE MENORCA, POR D. JOSEF OROZCO. (2) crab cd quien la dedicó su Autor esta obra, dividida en cuatro mismo año 1 E S (3). A Á a ispaña, Gran Cruz de la Real aia de Carlos HI, Capitán General de los Reales Ejércitos, etc. etc. á cantos, el CANTO PRIMERO, Li ELECCIÓN DEL SUPREMO COMANDANTE. z x I Musas del Pindo hispano, mis errores Discretas disculpad,, que yo no puedo A esa cumbre llegar, ni á los honores Que á vuestras sienes con envidia cedo: Mal de la docta rama los verdores Solicitara. pues distante quedo De ellos, que:siendo en. su desdén fugaces, Ni á seguirlos mis ansias son capaces, 158 Como en. contrario clima degenera No pocas veces desgraciada planta, Aun cuando cuidadoso más se esmera En su cultivo aquel que la trasplanta: , Tal mi Musa infeliz en extranjera Región se ve degenerar, si canta; Aura nativa fáltale, y con ella. El dulce influjo de benigna estrella. A salles apuró todos los Pq de su política para inducir 4 Carlos TÍFA que tomase parte en ella en virtud o de familia; persuadiéndole:4 que había lle, sn = mo- mento de humillar el orgullo e aquella q que se había arrogado meo de los mar mares. Noerae pa a el menos, pa en que esto se verifnos Y por otra parte deseaba con uma ocasión de atrahicaf del' r de ellos in- es los pS de Gibraltar : y, Mart perdidos acens en la ti a de Sucesión de F o... cr e conse sus cisiedas ed a d del a San armados con ande O E a Por cuatro lustros en su obscuro seno Un letargo funesto me oprimía, Teniéndome apartado del ameno Comercio de las Musas, de que huía: suando marcial estrépido, cual trueno, - El estro dispertó que en mí dormía, Mientras que desvelados mis pesares Bogaban de mis ojos en los mares, IV S Del patrio reino la fullosa fanta El peso aligeró, de que oprimido Ví ya confusa y trémula la llama Casi apagarse en mí de lo entendido: El triunfal viva, con que el orbe aclama l gran Bertón, aquel estruendo ha sido; Que hechicero poder de patriotismo Pudo en mí tanto, que volví en mí mismo. NE Este ste pues entre - júbilos me bip A divorciar la necia pesadumbre, Que, cadena de horror, al alma líga Cuando le ofusca su preciosa lumbre. Con paz de mi dolor vuelvo á la amiga Deliciosa estación, si no á la cumbre, A lo menos al pie: probaré en tanto ; Si me hospeda otra vez amigo el canto. vI E No el místico cristal, que la eminencia t - Baña del Pindo, músico risueño Libar presumo; no, que en apariencia. a > fugaz nieve, incendio - Ardor más vivo imp en la Asisténcia - Del Héroe, de quien. canto el desempeño: - Elme influya. su ardor; que así presumo, E e por suyo-el acierto será sumo, vu ¿Del Duque éxcils el aver coraje y la a mei inspiren al os Aln disfrazar sup Deba. a de su ando la armonía, De Apolo y Marte ser mi melodía. he vía. Bien que viese que de ella el Tucimiento - En A cenit se mantenía, e quiso, con una nueva empresa, Lisnñento a á su se - Del sublin me esignio á qe medida, No estar ceñido á límites enseña Su poder, en la fuerza decida, PEPE en que pródigo se empeña; A la inmensa riqueza difundida Inexhausto el erario desempeña, Siendo la misma profusión del oro De su regio a ico: Ardua empresa es detir. cuál fabsé 4 punto: La luminosa armada, que mí a acento, Al cantarla admirable en el conjunto, Restaura en pasmos su perdido aliento: En él la admiración encuentra junto Cuanto, e Ga facundia y O : —Grandiosa a 0 a Para mayor decoro de la armada Al arduo desempeño destinada. : xt - Grecia, la antigua Roma, el otomano, Y cuanto las historias de eminente Decirnos pueden del poder humano, Ceder sin queja deben al presente. ta decir: fué empeño soberano De aquel Monarca sumo, en cuya frente Aun son corto diadema los imperios Que ilustra el sol en ambcs hemisferios: S Xona De aquel Monarca invicto y poderoso, Carlos tercero, el sabio, el admirado. . .- Aquí suspender debo el armonioso Acento, reverente y asombrado: Nadie ignora que asunto muy glorioso tesalta, más que dicho, respetado; Pues la elocuencia del silencio abulta El mismo encomio que industriosa ozulta. O XIV Carlos tercero sí, mas sin segundo, Vuestra gloria aplaudir sólo callando odré con el respeto más profundo, Pues que sólo errar mucho puedo hablando: Mudo mi labio será más facundo En encomiaros dignamente, cuando De vuestros timbres en inmenso abismo Zozobra absorto aun el asombro mismo. xv _ Disculpad, coma padre compasivo, Este mi arrojo temerario y grave. De Menorca esculpida en su real pecl sh Monarca la indeleble historia, — 00 — A que vió mantener mejor derecho, Según publica á voces la memoria; Y sabio resolvió, que con un hecho Más decisivo y digno de su gloria, Borrase de sus heroes el coraje El de la cruel fortuna antiguo ultraje. XVI Mas, en la misma copia prodigiosa De campeones, perpleja considera La regia comprehensión cosa por cosa, Y cuál de tantos al bastón prefiera: De méritos la lid si admira hermosa, Crece su duda más; porque pondera De cada cual prerrogativas tales, Que todos le parecen ser iguales. XVYUL Equilibrada así la competencia Estaba, cuando, con prodigio claro, Carlos en la augusta residencia - A reprimir su intrépida violencia No bastando de guardias el reparo, Libremente sus pasos encamina Al gabinete en donde al Rey se inclina. XIX Su aspecto, horror; sus ojos fulminantes De amenazas y estragos giran llenos; Membruda emulación de los gigantes, Con su gran mole tiemblan los. terrenos; Y oprimidos los pueblos gimen tanto, Que de sangre en torrentes va su llanto. XX Un morrión es la pompa de su frente; La de su diestra, un penetrante acero Todo manchado en sangre, que caliente De su sed refrigera el ardor fiero; Su hórrido traje avisa que igualmente Ls de hierro fatal su genio austero; ela que dd Aa . == Siá A ld perspicacia, inexorable E Por: su cruel apariencia se presenta, Venda de la ¡ ignorancia turbulenta; Tal vez observa bien, como conviene, La po de la parte que sostiene. pa da Ei El Monarca, muy lejos del espanto Jue al más invicto ocasionar aa Tal objeto, lo mira sin quebrant de De su quietud serena y aer : Del vestiglo eos observa, en tanto, E 'raje, aspecto y divisas: quién pudiera : a eS bien lo dia yo dícele severo: E Qué pe aquí, marcial guerrero? XXUII “a Cómo Ó por qué de mi mansión sagrada -A violar los respetos te atreviste? ¿Tal vez de la más alta y adorada Suprema Potestad nuncio veniste? Si tal eres, declara la embajada Y el fin arcano que en venir tuviste. ¿Quién eres? Del misterio corre el velo, Y sabe que me rindo sólo al Cielo”. “Marte SO lex onde, aquel terrible Genio ó numen sangriento. de la guerra: Esta espada es el yugo que insufrible _ Hace gemir el mar, gemir la tierra are Mi presencia, que os “debe ser pista - No otro arcano que gratitud encierra; . Pues tengo vinculada yo mi gloria : 03 De las armas de E á la memoria. : Pa Mi aplatúso por sus armas demcido n nuevos mundos resonó más claro: Su dominio, * sin límite extendico, Al del sol justamente lo comparo; Pues pudo victoriosa su bandera Las distancias medir de su carrera. XXVI “Con ruidoso silencio los anales, Del brazo iberio insignes vencimientos; Testigo soy, y afirmo que son tales De sus héroes los hechos y portentos, a en valor sin igual y en la constancia, acen del reino una común Numanci XXVII “Se dilata en dos mundos poderoso De vuestros campeones el heroísmo, Sosteniendo el imperio más famoso, onde mayor me encuentro yo á mí mismo. ¿Qué mucho, que solícito y ansioso De mi gloria mayor en el abismo, Yo pretenda, fiel Marte, que en su empeño ** Haga mi gratitud el desempeño? XXVIn “Minerva como yo, como yo Astrea Reconoce su deuda cual conviene, Y grata cada cual se lisonjea En el sumo esplendor que por vos tiene. De valor, ciencia y equidad, peléa El poder triplicado, de que os viene Gloria inmortal, no halago de fortuna, Luz permanente, no esplendor de luna: = El MS., con el cual sé ba la edición del Sr. Mera, dice: 42% domtín ¡ase cómo el cambio de un adj etivo posesivo puede trocar en orgullosa educa un elogio m. ao Ses además contiene delicada alusión al dicho del 1 pr Mon en *spañol; por otra parte, la imagen final que, prescindiendo del uso am ¿es tan valiente y ad pierde todo su mérito si la bandera es de Mate y no de do ** En el MS. se lee: Pretenda de ficl Marte, que en sú empeño, 4903 e : XXIX “De lona; que al esmero de favores. De quien su gala argenta ¿ ilumina, Crece, y cuanto más crece en esplendores, Tanto más á la mengua se avecina. No así cuando resaltan los primores - De una fuente de luz que no declina, Como la vuestra, que perenne crece Por sí misma, y dos mundos esclarece”. XXX Dijo; y, con agradable cortesía, El grande Carlos reconoce en Marte: A La atenta y obsequiosa bizarría Que al reino encomios liberal comparte; Viendo pues que propicio le sería, De su indecisa duda le da parte, Haciendo que, por justo y por severo, Fuese. su fiel prod des XXXI “Veniste, dijo, al tiempo que mi idea, En tantas dudas más que detenida, Ya se confunde, ya se lisonjea, En la bella contienda divertida; El mérito sublime la recrea De mis héroes, si bien entretenida as suspensa esto mismo tiene a A un tiempo en dulce y turbulenta is XXXH “Preferir dignamente se debría E Aquel á quien adorna y ennoblece a e La ciencia militar, brillante guía O DE valor no resplandece: Una ae é intrépida osadía ¡Oh cuánto las empresas obscurece! . - Pues que de la ignorancia los arrojos Son de sí mismos trágicos despojos. a XXXI . “La ciencia sin valor no desempeña a rédi e un qe esclarecido: o Jel va adorna necesari nod e impetu.contrario. o 90 a “Arte eximia y valor, los principales Apoyos que á mis armas dan decoro, Se elevan en el precio á ser iguales, : Dela equidad con el mejor tesoro: De una injusta violencia los triunfales - - Aplausos Sn So dec esdoro; - De Rey justo z Satisface * más apa que mil trofeos. ee XXXV “Cedo esta vez la Uscisión dudosa tu experiencia y sin igual cordura: E te inquieta en cilas se reposa mn o 2 los aciertos asegura; quidad y en arte, 9 te dde absorto, Marte”. AXXxV es mi may or recreo; será facil as yo a Si ar “Mi justa e rolleción lo solemniza “De gloria sin igual enriquecido; Pues con ventaja en €l junto divisa de ue en muchos se admira o Ni más pegusd ni mejor div Jamás á un héroe tanto ha distinguido. : Como la suya, á ala solo nombre EAS Es 0d habrá En justamente no se asombre. Sn pamesien del Héroe la estatura. + a pa Comprobará más bien el venturoso Exito cuánto mi elección convino, Y quedarán mis grandes expresiones Inferiores del Duque á las acciones. XLHO “Su rubor generoso se querella Que á su modesta frente le es deforme De sus encomios la corona bella, Que le tejió verídico mi informe: De sí misma se queje; pues que de ella Atestiguan sus hechos ser conforme Al mérito, que, á par que la merece, El mismo se confirma y se encarece. XLNI “El bastón de supremo comandante, Para la empresa de Menorca, quiero Por mí mismo poner.en la triunfante Mano del que más digno considero: : Esta mi dignación será bastante A descifrar mejor el verdadero : Aprecio que del grande Campeón tengo, Pues de amigo á servirlo me convengo,. XV « En lajusta elección el Rey pondera Retratada'su niente con recreo, *. Y con ella gozoso el dar espera... Cumplimiento feliz á su deseo. + La difícil conquista se acelera, . El bastón entregando del empleo 7 pe E uy Soberano. vi e Y empleo, rendido y obediente, - Acepta, y el empeño en que lo pone El guerrero parcial, numen ardiente, Xx4 mil heroicidades lo dispone. “En alas de su espíritu impaciente, Abrevia la distancia que se opone A ejecutar, con la mayor presteza De la Menorca la gloriosa empresa. ñ de Francia s grandes capital ndiente de tan noble alcurni nia, E De que pois nació e en 171 n 5 pla eros o en la guerra de Alemania, to: : ala de F Fontenoy (1745), y luego, con el hatallo; contuvo o y venció 4 ocho mil ¡ Namur, OLS 7 campaña alía. te Años, o e 3 de Lippstadi, resistió valerosamen ederico IE del: ante de We oia mportóse con bizarría y fhé - he le Rosbach 3); Pa da E tomó Pesa . z en e la rese rva, pers iguió la retaguardia del en hac Sem en Ing] cima: de chalupas c o admi y 2 que Serie e dni eS ne ele sed : ae ganado a r Ad conde d FAT AS NO RA A A A 2 5 BRA E : (EY CRA Y de A A SE e POR ELSR. DR. JENARO RIDADENEIRA E (Continuación ). $ 20 LEPRA NERVIOSA. Por lo general, la lepra nerviosa va precedida de una erup- ción de la piel, la cual es casi siempre pasajera, poco intensa y de carácter crónico. Desde muy al principio el virus: leproso tien- «de á localizarse en el sistema nervioso y la erupción se verifica en los nervios de preferencia á la piel.* lepra nerviosa va, casi siempre, precedida de una serié de fenómenos “generales, de tan poca gravedad, que el enfermo no hace mucho caso. En otras ocasiones la fiebre, los escalofríos, los cambios digestivos, los dolores reumatoideos y neurálgicos, la tendencia al sueño, etc., etc., son muy graves, hacen sufrir dema- siado al enfermo y guardan cama, porque los vértigos son graves y no pueden tener la cabeza levantada. Pero en general, los fe- nómenos precursores de la lepra nerviosa, son mucho menos gra-- ves que los de la tuberculosa. a En el período eruptivo de la lepra nerviosa, la erupción te- f gumentaria tiene también las dos variedades de manchas, como - €nla tuberculosa, á saber: las manchas eritematosas O hyperhémi- E Cas, que pueden ser hyperchrómicas ó achrómicas, y las manchas - Pigmentarias achrómicas é hyperchrómicas. Las manchas presentan variado aspecto, según la mayor ó menor gravedad de los síntomas precursores, segun la edad, raza, Constitución, etc., del sujeto afectado, dando más o menos pee ción al período eruptivo. ay casos en los cuales las manc . aparecen, sin que el enfermo se de cuenta de ello, sobre A o cuando la erupción se localiza en regiones que están completa- mente cubiertas. . 4 ¿n la primera variedad de manchas, casi nunca faltan los sin-. prodrómicos, no así en la segunda. Constituyen una de las va- riedades de morphea roja de los antiguos. Principian por la cara, las espaldas, los miembros en el lado de la extensión, el vientre, el pecho; son raras en el cueró cabelludo y en las regiones palma- res y plantares, lo mismo en las mucosas. —Éstas manchas Po Menos numerosas y confluentes, Se distribuyen generalmente » una manera simétrica: esta simetría cs Más notable cn las man ; de la lepra anestésica ó nerviosa que enla o bclo os hace suponer que las manchas y hal es- rel u lación: «de los centros nerviosos, del eje de la médula, “como sucede en varias dermatitis simétricas n9 * - Cesar Boeck en 1884 dice, que las Hianchas eritematosas que - jarecen al principio de la lepra nerviosa (que estudió en Chris- a, se las debe ver como dependientes de fenómenos vaso— motores, causados por una irritación del sistema nervioso central y debido á la acción del virus leproso. Este irritaría los centros nerviosos y produciría las"primeras . rupciones simétricas, más tarde se localizarían en el sistema ner- vioso periférico y las manchas que aparecerían después serían la : consecuencia de las lesiones del sistema nervioso periférico. : A veces, las manchas de la lepra nerviosa están dispuestas en el tronco en forma de zona doble, siguiendo el trayecto de los nervios intercostales, y son completamente indolentes. La ex- iado, desde el de un real hasta ocupar el ancho de la mano y aun ás; al principio son siempre pequeñas La coloración, varía según la edad, desde eE amarillo pálido : 19) para volver 'nmedistamente que esta cesa. ambian su coloraci Almivel de las $e se e siente, por lo general, un prúri- go notable, que se exaspera con los cambios de Iqmperabita con lfrote, el ejercicio, etc. ee Después de algún tiempo estas manchas se hacen muy sen- e Le «bles dando la sensación de una quemadura y más tarde toman. un color gris y aun negro, eS así la variedad de la morphiea negra de los antiguo : a descamación pytiriasilorme ó en laminillas se haced tan- to a es cuánto más tiempo tengan estas manchas. Por AA as; no van precec : leprosos de q Indias, : olas, ya coincidiendo con la api as. Lás manchas hyperchrómicas se Ercscníd bdo la nc iprones de color variables desde el ea hasta ¿ ro No, extensión, iiBtrla: Etds ete anchas achrómicas pueden provenir de la evoluc rogresiva de las manchas hyperhémicas. ollan en la piel sana; los pelos se hacen blancos y caen ra: ) que si sucede en: las. manchas de la lepra nudosa. A a a dieron los antiguos « sl nombre HS morplea Ó depra a z pios que se Na dicho lo bastante en cuanto Ade evolución de las variedades de manchas de la lepra nerviosa. Esta ón es, á veces, el único síntoma q dura un ee Ores se acompañan de una hyperestesia cutánea muy il ens ace no sólo al en de las manchas, sino en las on El engrosamiento de ciertos nervios es otdle ganglionar linfático muy dolorosd y el aspecto de las m: erimentado es s se ve la 2d 431. — atoideos, dual estar general, debilidad, dea sl volumen de las | flictenas pemphigoideas varía, desde el de un grano de navo ó. si —mostasa, hasta el de un huevo: esta erupción es análoga en todos - la del pemphigo vulgar. Al principio contienen un líquido ce- trino transparente y están rodeados de un círculo rojo de mayor - 9 menor extensión. Pasado poco tiempo las flictenas distendi-- das por el líquido se rompen, dejan salir su contenido, se desecan y descaman en forma de laminillas, debajo de las cuales se ve la E superficie de color rojo oscuro ó violado, que poco á poco desa- parece sin dejar ninguna cicatriz; pocas veces queda una mancha pálida achrómica. Hay casos en los cuales el fondo de la flictena ES queda cubierto de una como falsa membrana difteróidea ó pare- _cida á las membranas de un vegigatorio: noes otra cosa que ela cuerpo de Malpigio alterado, el cual se elimina por supuración. o z e esta manera se van formando grictas ó surcos de colora- - e verdosa ú oscura, secos e hímcdos s, análogos á los de la : ¡ [ ando yt termina a feño cica- . es pps relacionadas con e superficie de ulceración de 4 EE icatrices son “características, lisas, prendió 7 ales y inccadas de uno como círculo oscuro, marmóreo, lo siempre u n aspecto sui Seneris. Al niv el de estos pun- y bello, ni sudor ni secreción sebác ces.—Otras veces, e , las cicatrices presentan analogía con las del Keloi- a pS variedades corresponden á la denominación antigua 4 : de lepra lasarina. 3 E A este período de erupción se le podría llamar período. pem-. 3 phigoideo, el que se prolonga algún tiempo; sin más fenómenos 3 de lepra nerviosa que hyperestesias pocas veces, a otras al nivel de las flictenas, algunos dolores, postración general etc., Pt pas propios de la alteración nerviosa peñt érica. 3 : antiguos creían que este. período constituía una varie- dad 8 os que la llamaban lépra bulbosa, ulcerosa; pero noes una forma especial de as griega, sino más bien una va- _ riedad de crupción exantemáti 3 da aparición de la. ato? y de los demás fenómenos de Po lepra nerviosa, no detiene la formación de las flictenas, estas iguen su evolución, independientemente del progreso de los de- más síntomas, y su aparición no tiene Rea seguro ni. sa minado. : A ¿Calquiera. que sea la época de su aparición el perhigo Ad po Es CR manos y en los pies, los codos, las rod A en las del Cuerpo más expuestas al frote. La cara y la: te atacadas por Ed , E z os, alteradas las sup lares, desnudas las eres oseas y por fin pro aderas mutilaciones, constituyendo así la variedad: de elefanci onocida con el nombre de lepra mutilante. E La erupción pemphigoidea es propia exclusivamente" de. ps pres nerviosa ó anestésica, nunca aparece en la lepra tuberculo= ó tegumentaria, á no ser que su período muy avanzado se ha- le complicado con la lepra anestésica, constituyendo así la verda- dera lepra compleda 6 mixta. E Hemos visto ya que la invasión de la erupción del sistema. e decubiemas de sus lie men Causadas por el influjo del virus leproso. Peoría, cuando otros nervios van á ser invadidos, Hay casos en que la lepra nerviosa sigue una marcha pes "sus distintos períodos se suceden de una manera insensible; por O general, existe una relación constante y en razón e cta del contrario, se imposibilitan los movimientos y de 7 menor contacto es doloroso, no soportan a ¿los vesti los creen : Hevar PA Esta E no sólo ataca 4 las extremidades, sino tam- a á .s ee o e a ue Las sensaciones do-3 - dolores son lancinantes, sobre todo á lo largo del trayecto de los . - nervios, como se ha observado frecuentemente en los cubitales, - - sciáticos, peroneos y tibiales, en el trigémino y en sus ramifica- - ciones, tomando gran analogía en la extensión y propagación si- guiendo las ramificaciones nerviosas con las neuralgias de los di- o | versos nervios ya indicados. _ Estos dolores son paroxísticos, aparecen por accesiones, so- bre todo por la noche: frecuentemente son atroces, terribles, inso- - portables; tanto, que privan del sueño á los infelices enfermos y aun producen verdaderas enajenaciones mentales. Cuando la hyperestesia la durado algún tiempo, la fisono- mía del enfermo toma un aspecto especial, á causa del constante - Sufrimiento y de la privación del sueño, de la falta de apetito y * dela anemia profunda, queda en estos casos un color especial de? E cera ó mejor cadavérico. En este período los leprosos tienen di- id enfermo á estar acostado ó sentado; e siempre temblorosas. a Algunos nervios se han engrosado y endurado, se han pues- to nudoscs; este cambio'es fácil: notarlo al tacto, como se observa en los nervios cubitales, tibiales y peroneos; también se ha visto esta alteración en los nervios radicales, medianos, braquiales, cer- vicales, etc., etc.——Estas lesiones son más características en el nervio cubital, á su paso por la articulación del codo, constituyen- do así un síntoma infalible de la elefancia de los griegos de forma E anestésica ó sea de la lepra nerviosa. SL se examina el nervio cubital entre el cóndilo interno y e” pe olécrano, se lo siente perfectamente bien que está grueso y en- e durecido, siguiéndolo hasta casi la mitad del brazo.—Danielssen, -— Lamblín, Boeck y Otros han hecho notar esta misma alteración E nerviosa en el tibial, el cubital, etc. - Los nervios así engrosados son muy dolorosos al Es .S yla menor presión despierta fuertes dolores que tienden E las últim mas falanges de los dedos. ME 1 OUEN 0! 0 En este período de la lepra esen dan las s alteraciones de la secreción del sa 2 2 estándo a las extremidades están A A A e a il di e AS A los a de la ai en que en secos, rugos os a algo. escamo Digamos algunas palabras. sobre estos síntomas. (Continuará). q¿_ A -A--MA A ae see CIENCIAS. CA APLAVADA ALA MEDICINA, CIRUGIA, INGIENE Y FARMACIA ( Continuación ) A A AKAKÁ ncia y reflexión —€ uando un cuer — 433 — las primeras moléculas que han sido comprimidas, son tambié vigor que las demás; de esto proviene que el cuerpo tiene que tomar una dirección opuesta á la inicial, pero guardan- - dola misma relación con el plano resistente; Óó en otros términos: el ángulo de incidencia viene d ser igual al de reflexión; Mamándose ángulo incidente al formado por la - perpendicular bajada sobre el punto del contacto del pla- no con la esfera y la línea cuya dirección siguió el móvil en su primer trayecto, y ángulo de reflexión al formado por la misma perpendicular y la línea que siguió el cuer- po después de haber chocado contra el plano resistente. 95 Choque de los cuerpos elásticos. —En los cuerpos elás- ticos al momento del choque se desarrolla una fuerza - Opuesta á la dirección que lleva el cuerpo cuando choca; por tanto esta fuerza se unirá á la que produce el movi- miento para acelerarle en unos casos, y será contraria en OS, ret j Para que pueda formarse idea de los resultados del choque de estos cuerpos, supongamos - Otros, retardándole. “otras, la fuerza de reacción tiene que ser sucesiva, y ma-. yor en unos puntos que en otros, de lo que resulta, que. mbién las primeras que entran en reacción y con más | dos iguales y perfectamente elásticos que se chocan, sien- do la velocidad del primero como 6 y estando el segundo ES en reposo; en este caso el resultado será que el 12 que- - dará en reposo y el 2?se pondrá en movimiento eon la ve- 74 77 ad locidad 6 que tenía el otro: en efecto, al chocarse, la fuer- za desarrollada será en el 1? igual á la que produce la ve- locidad 6 que es la del choque, y en sentido contrario, - de modo que estas fuerzas opuestas é iguales se destru- yen, y el 1. cuerpo queda en reposo; pero en el 2? se ha desarrollado la misma fuerza 6 al chocar, y como este a E cuerpo estaba en reposo, la fuerza obrará entera sobre él - y le pondrá en movimiento con la velocidad 6. Si el 1. - Cuerpo tiene una velocidad como 6 y el 22 como 10, Y ; marchando el uno hácia el otro se chocan, el resultado A - será que retroceden, cambiando las velocidades; es decif, desarrolla una fuerza como 6 en sentido contrario y que- _da en reposo; pero al mismo tiempo recibe 10 del otro, y esta velocidad es la que sigue: el 22 que tiene 10, pro- uce 10 en sentido contrario y queda en reposo; pero ré dr omocqic pos y queda: aan . . y se pone en movimiente con est amos ahora cuerpos de diferente mas: a tt - el 12 con to y el 22 con 6: en efecto, el 12 que tiene 6 o impor larizando O E e : | mientos de éstas y amortiguan los choques bruscos á que está sujeto el cuerpo del hombre y de los animales en el curso de su existencia. (€) La elasticidad del globo ocular es un indicio bue- nO para juzgar acerea de su estado de salud ó enferme- dad, Cuando aquella es exajerada, se puede presumir - que hay derrame interior ó hipersecreción de los humo- res del ojo; por el contrario, cuando es debil, prueba que - €lojo ha perdido gran parte de los líquidos conteni- dos en él ó que va atrofiándose. | (4) Por la elasticidad se puede también venir en co- nocimiento de la presencia de aire ú otras colecciones ga- .seosas ó líquidas en el interior del organismo, lo que fa- -cilita sobre manera la distinción entre los tumores sóli- dos líquidos y gascosos. Para hacer esta apreciación, basta comprimir alternativamente con los dedos ó palmas - de las manos la parte afectada; si hay marcada elastici- - dlad en el tumor, se puede presumir con fundamento que - Su contenido es líquido Ó gaseoso y no sólido. Ahora én, para hacer la distinción entre los dos fluídos, será so ayudarse de la percusión que nos dará indicios os acerca de su naturzleza. | [e] Finalmente, en Cirugía se aprovecha con mucha recuencia de la elasticidad de los cuerpos, -ora en los ins- trumentos de que el cirujano se vale para hacer las ope- raciones y en los que los constructores han sabido apro- vechar habilmente de esta propiedad, ora también en - Gtros aparatos que se han destinado para fines especiales, como sucede en los dinamómetros, los resortes, las ven- das de cáucho etc. Los dinamómetros son unos aparatos que sirven, co- mo lo indica su nombre, para medir las fuerzas, cuales- quiera que estas sean. [60] Los hay especiales para los usos médicos como es el que representamos en la [fig. 1%] ES F - que está destinado á _medirla potencia mus- cular de un individuo sanoóecnfermo, ótam- Á energía que se desa-N la al reducir las ¡ - Fig. 1.—Diñamómetro méd 'ediía «con un tero para señalar los grados de fuerza. Cuando: se ob a con la mano, ó de otro modo, á aproximarse los d | puede hacer uso del instrumento de deta maneras E veras por compresión sobre la parte saliente de e : Arcos mayores, en cuyo caso el esfuerzo producido $ marca en la escala interior, ó por tracción en las poo | - midades de los arcos para lo que sirve la escala elo Ó exterior. El pesa-fetos [fig. 2] es también una especie de dina- mómetro ó balanza de resorte inventado por el doctor Bou- -Chut para pesar los recien na- cidos. Como se ve enla fi- fl -Sura, en la parte inferior del ff Pequeño aparato hay un gan- Al ss Cho para suspender el niño áN - beneficio de un suspensorio W' - formado de una tela cualquie- - Tra. El puntero marca en li- bras ó kilogramos cl peso del feto, Fig. 2.—Pesa-fetos de Bouc AE ERA AI JO 1 NI ES AA CAPÍTULO IX. ATRACCIÓN. E 97 Newton estudiando las jan del o los planetas descubiertas por Kepler propuso la te de la que ha sido aceptada ia ia Pone él | que to los los « cue Epa és es: en da natu ene Otros E ¡ — 89 — : E -— Coulomb, á expensas de su balanza de torsión, encontró que esta atracción se ejerce en razón directa de las ma- sas é inversa del cuadrado de las distancias.—Por con- -—yenio y para facilitar el estudio se débe hacer una distin- - ción que talvez no tiene razón de ser en la práctica, pe- ro que es necesaria. Se da el nombre de gravitación á la atracción que se ejerce en los grandes cuerpos á enor- mes distancias, como sucede con los astros; atracción propiamente dicha ó más bién gravedad á la que posee la tierra y los cuerpos muy inmediatos á ella ó que están en su superficie; cohesión á la fuerza que une las molé- -—culas de un cuerpo y á beneficio de la que aparece cons- tituyendo una sola masa; y por último, afinidad química ¿la fuerza que aproxima los átomos unos á otros para dar lugar á la formación de moléculas. 98 Peso.—Centro de gravedad.—La gravedad obra co- mo ya hemos visto [17] en cada mónada de la materia - de un cuerpo; produciendo un sistema de fuerzas que tiene en cada uno su resultante y su punto de aplicación: ¿ esta resultante del sistema de fuerzas que forma la gra- edad obrando sobre las mónadas de un cuerpo, se llama a peso, y el punto de aplicación de dicha resultante se lla- ma centro de gravedad : según esto, dos cuerpos de igual | - masa tendrán igual peso aunque sus volúmenes sean di- -—ferentes, pues siendo el mismo el número de mónadas, las dos resultantes de las fuerzas de gravedad serán tam- bién iguales. i 99 Caida de los cuerpos.—Como la gravedad es una - fuerza que Obra en todos los momentos del movimiento de un cuerpo que cae, será precisamente este movimiento - uniformemente acelerado [53], y, por tanto, en cada tiem- _po irá corriendo espacios mayores. Para examinar cua- les sean estos espacios, ó lo que es lo mismo, para obser- var la caída de un cuerpo, lo que se necesita ante todo es - dejarle caer libremente, y ver en cada tiempo el camino andado; pero entre otras dificultades que se presentan en la práctica, la principal viene á ser la velocidad, ó lo Que es lo mismo, el mucho espacio andado por el cuerpo, o que hace que no pueda observarse sino en tiempo muy orto y con poca exactitud. No siéndoles, pues, posibleá antiguos físicos emplear este método directo, tuvie- esidad de buscar otros que, sin variar las ley: permitan observar el camino E ada unidad de Gildo: Así por Ecipla E Gal ses : vió del plano inclinado: mas tarde A máquina conocida en todas e obras de fica par ca nom-- nn bre del inventor; y finalmente Morin, discurrió otra. Se de indicaciones contínuas. [*] e lada: de los: experi- j mentos en estos diversos aparatos ha puesto en claro la siguiente ley: los espacios corridos en cada unidad de tiempo por un cuerpo que cae solicitado Por la gravedad, sor como los números impares, 1; 3, 5+ 7, 9------ etc. decir que, si en el primer instante, A mt ha reabre ] un metro, por ejemplo, en el segundo instante recorre tres metros, en el tercero cinco, en el cuarto siete y asi suce- : sivamente. De esta ley se deduce otra como consecuen- o cia legítima: si en el primer tiempo recorre 1 espacio ES en el segundo 3, en los dos será 14-3=4 que es el núme- ro de tiempos multiplicado por sí mismo, 2X2=4. a en los dos primeros tiempos es 4 y en el tercero 5 ss. en los tres 445=9, 6 también 3X3=9 ó sea el número de los tiempos multiplicado por sí mismo; 4 oro - do de igual manera en los demás tiempos, en la misma ley, es decir, que /os espacios ados por eo cuerpo al caer solicitado por la gravedad, son como des e cuadrados de los tiempos empleados en correrios: Si des- e pués que el cuerpo ha recorrido un cierto espacio cayen- do solicitado por la gravedad, cesa ésta de obrar, conti- nuará marchando, en virtud de su inercia, con la veloci= dad que adquirió en este instante, y con ella recorrerá to= 2 davía un espacio doble del que ha recorrido mientras es tuvo bajo el sed de la gravedad, y esta es la tercera. ley 2 de la caída de los cuerpos. 100 Intensidad de la gravedad. oie se do e las leyes expuestas, que la velocidad adquirida por un A cuerpo al fin de la caída es doble del espacio andado; así si en Madrid la velocidad que recorre el cuerpo en el mer segundo de su caída es 4," 8996= al fin de la « i - será 9,7992. En el Ecuador la velocidaa en el p ! ds es 4,890; luego al a Eo Pe . mE ¿2 3 e. . _(%) En la actualidad con el notable y bello descubrimiento de la lo - Instantánea se peña estudiar ya estas leyes con exactitud matemática; n de una es cas or z o repetidas pruebas del mismo fenómeno oi 1 paso de la luz, ppp . placa ia. de gelatino-bromuro dará una nm recorridos por el móvil en tiempo dado. ¡Que marseila o 101 Causas que modifican la fuerza de la gravedad.—Como la atracción decrece en razón del cuadrado de la distan- - cia, resulta que elevándose un cuerpo en la atmósfera de- be ser menor la intensidad de la gravedad. Por la mis- ma razón, en el Ecuador tiene que ser menor que en los po- los, porque en el primero hay más distancia al centro de la tierra. - 102 Fuerza centrífuga.—Si se hace girar circularmente un cuerpo cualquiera suspendido de una cuerda, se sien-- te facilmente la fuerza que desarrolla este cuerpo por su peso, siendo ésta tanto mayor cuanto más rápido es el - movimiento, á tal extremo, que si se rompe, por ejemplo, la cuerda en un punto cualquiera, sale el cuerpo por la tangente, con una velocidad inicial igual á la que tuvo en el momento último antes de desprenderse de la cuerda. La tendencia que tiene el movil á separarse del centro de .corcunducción por la velocidad adquirida, es lo que se lla- ma fuerza centrífuga, la que es tanto mayor cuanto más velozmente anda el movil; y para un mismo número de vueltas en un tiempo dado, es tanto mayor cuanto más - separado se halla el cuerpo del centro del movimiento. Haciendo aplicación de este principio al movimiento de la tierra, dirémos que los cuerpos que se hallan en la su- perficie están solicitados por dos fuerzas, la una centrífu- ga que es ocasionada por la rotación de la tierra, y la otra centriípeta debida á la atracción que ésta ejerce sobre los cuerpos que están bajo la esfera de acción. Estas dos fuerzas son, pues, Opuestas, porque al aumentar la una contraresta la acción de la otra. En el ecuador de la tie- rra la fuerza centrífuga tiene su mayor intensidad; y si fue- se 17 vecesmayor, anularía por completola fuerza de atrac- ción, quedando en tal caso los cuerpos sin ningún peso. En los polos la fuerza centrífuga es nula, se halla reduci- da á cero, porque allí el movimiento de rotación se verifi- ca al rededor del eje ficticio de la tierra, lo que equivale á decir, que no hay movimiento. 103 Algunos hechos explicados por la fuerza centrifuga.—Hay | - en la práctica algunos hechos que pueden explicarse por La fuerza centrífuga. Si se hace girar rápidamente un mas las paredes del vaso que la contiene. — - Los reguladores de las máquinas de vapor desem A in O q vaso lleno de agua á beneficio de una cuerda que lo ten- ga A epennón, el agua no se riega, antes se adhiere -peñan su oficio perfectamente aprovechando de la fuerza centrífuga; las esferas de que constan se separan cuando crece la velocidad, y entonces cierran la válvula que per- mite la entrada al vapor, y se estrechan, si la cantidad de vapor es insuficiente, en cuyo caso se abre la válvula pa- ra dar entrada al agente motor. O Si un equitador cae del caballo en el momento de la carrera en el circo, es arrojado á la distancia pero en lí- nea recta, ó lo que es lo mismo, sale por la tangente E El aplanamiento de los polos de la tierra y su mayor - elevación en el Ecuador se explican por la fuerza centrí- fuga ; lo que á la vez permite suponer que en tiempos re- motísimos estuvo nuestro planeta en estado líquido ó - pastoso. : La separación de los hermosos anillos de Saturno de su núcleo, se explica por la misma fuerza. O : Finalmente, hay casos en que la fuerza centrífuga obra tan enérgicamente en las máquinas que andan con álguna velocidad, que ocasionan serios destrozos en los ¡individuos que han sufrido sus efectos. La rotura de una anda de una turvina bastó para reducirlo 4 pedazos á un infeliz trabajador estrellándolo contra las paredes del aposento. | A | [104 Dirección de la pesantez.—La dirección según la que obra la pesantez debe pasar por el centro de la tierra, puesto que esta última puede ser mirada como una esfera de densidad uni=. forme en toda su masa. : Sea en efecto M [fig. 3] un punto material situado por encima de la super- ficie terrestre; la atracción á la cual es- te punto se encuenta sometido es la re- sultante de las acciones que experimen- DS a A ra bién, la acción de estos dos puntos sobre la molécula M siendo iguales é - igualmente inclinados sobre la vertical, Fig. 3- - tienen que arrastrar la molécula por el Pd E EAS nico - Camino trazado por la vertical. Según esto la dirección E 4 gue un da vertical ó estará á plomo). 1] 105 Centro de gravedad, —Llámase centro de grav edad E de un cuerpo al punto por el que pasa constantemente la resultante de todas las fuerzas que solicitan sus molécut- Las, cualquiera que sea desde luego la posición del cuer- ..s, po. Según esta definición, se comprende que el centra 06 gravedad es único para cada cuerpo y que es fácil en- -—contrarlo si hubiese un cuerpo que no tenga grueso Ó es- _pesor; pues bastaría suspenderlo en dos posiciones di- rsas á beneficio de un hilo; el punto de entrecruzamien- , de las proyecciones de los hilos, fijaría el centro del cuerpo. Pero como en la práctica no puede encontrarse - cuerpo alguno que no tenga espesor, hay necesidad de > determinar el centro de gravedad de los cuerpos por me- d io del cálculo, y aun por medio de éste, se llega á deter- minar únicamente el de los cuerpos que afectan forma - geométrica regular; [*] pues en cuanto á los irregula- res, se hace muy difícil determinarlo.con exactitud. En un anillo y esfera, suponiendo que fuesen formados de nea que une un vértice con el punto medio del lado opuesto, 4 los % de esta línea, contado desde el vértice; en una pirámide y cono á los % de la línea que une e vértice con el centro de gravedad de la base; y en el pris- ma y cilindro regulares « en el punto medio del eje. 106 APLICACIONES, —Se ha podido calcular de un mo- do aproximado que el centro de gravedad del cuerpo hu- ._maro, se halla en el conducto medular del cuerpo de la 2: vertebra lumbar. Sin embargo, como el cuerpo hu- > Wundt: $ 47. onsiderem>s, por ejemplo, el de de la en be osición que tiene, siendo la cara A esta, el centro de su ravedad pasará por Y algún oo Ea línea P T que une los centros de Jas bases de las dos caras. Ahora, si hacemos girar ani en == ión, de tal manera que las caras 3F EyA : queden A horizon- s, la línea de > rav ad tomará las posiciones M N 65 el punto de intásccudn: € estas ; ; líneas será el centro de ES en Pm cual- H _Que sea ran de éste se ha atado cualquiera, se confundirá con. - EE TENEN e e AS ia. A. se halla el centro de gravedad coin- o con el de figura; en un triángulo. está sobre la mano puede tomar diversas posiciones, cambia asín el centro de gravedad en él. [Un hombre con lo: zos unidos al cuerpo, tiene su centro de gravedad en la arte baja del vientre, dentro del mismo cuerpo; si está on los piés juntos y se inclina á un lado, sale la vertical” de la base, que será la superficie de los dos piés y la que contengan entre ellos, y en este caso, tiene que sacar un pié para hacer mayor la base y que por ella pase la ver- - tical; si trata de permanecer sobre un pié, encuentra di- -ficultad por ser la base pequeña; si sube una cuesta, se inclira hácia adelante, y si la baja, hácia atrás: sí lleva una carga varía su cento de gravedad, porque en tal ca- so forma una sola masa con la carga, y si ésta es gran- e, podía pasar el centr> á ella, por lo que, el hombre se nclina hácia adelante si la lleva en la espalda, y hácia atrás, si la toma en el pecho. Cuando marcha sobre una cuerda, saca uno ú otro brazo para que varíe la posición el centro y hacer que la vertical no salga de la base, que será la parte que pisa de cuerda; también llevará un balancín, que moverá con el mismo objeto. Todos estos otros muchos movimientos instintivos en el hombre, rueban la acción que sobre él ejerce la gravedad.—Un carro con la carga muy alta lleva elevado el centro de. gravedad, y si hay poca distancia entre las ruedas, su bas es pequeña y tiende á volcarse por poco que se incline as diligencias que cargan los equipajes en la parte supe- rior y á veces con bastante altura, no se encuentran en as mejores condiciones de estabilidad, por lo que vuel- can frecuentemente]. (1) = a 167 Balanza.—El aparato más usado para conoce el peso de un cuerpo es el tan conocido con le nombre de balanza, por lo que, nos abstendremos de dar su des -cripción; pero sí examinaremos las condiciones de una buena balanza para lo que tomaremos por tipo la que re presenta la [fig. 5]. ñ O [La primera condición de una buena balanza es q esté en equilibrio perfecto aun antes de ponerla cualqu peso, y sus brazos horizontales; pues de tro modo necesi- aríamos añadir algún peso al platillo más elevado para £stablecer el equilibrio, y este peso produciría un error € 1 (1). Rodriguez $129. — ¿445 — la operación. Además es necesario que los dos brazos de la palanca sean perfectamente iguales, pues si no lo son, no podrá apreciarse con exactitud el peso verdade- ro del cuerpo, porque será menor el que esté colocado en el platillo de mayor brazo. Esta condición es bastante difícil de realizarla, pues bastarían las influencias exte- riores, los cambios de temperatura, por ejemplo, para ha- cerlos variar; por lo que, se han ideado algunos medios Fig. s.—Balanza de precisión de Gambey. para tener los brazos de las balanzas iguales; uno de ellos es, colocar en el extremo de los brazos un resorte que se abre y cierra á beneficio de un tornillo, y del que está suspendido el platillo de la balanza. Cuando se quiere regularizar la balanza, se mueven los tornillos acer- cando ó alejando el punto de suspención del punto de apoyo. Peroá pesar de todo esto, si los platillos no €s-. tán suspendidos sobre las aristas de unas piezas de ace- ro que formen ángulo agudo, podrá variar el punto don- de apoyen al oscilar la balanza, y variar también por esta - causa la longitud de los brazos. Otra condición esencial de la balanza es, que el cen- tro de gravedad de toda su parte móvil se encuentre más r á su es- un cuerpo, y la balanza será buena. Pero hay todavíaal- gunas condiciones más que llenar para que la balanza se llame sensible, esto es, para que se ponga en movimiento con muy pequeña diferencia de peso en los platillos: una de estas condiciones será la perfecta construcción del ta ú otro cuerpo duro en que no pueda hacer huella. Otra condición de sensibilidad será que tenga los “brazos largos, pues así, una pequeña diferencia en €. de los cuerpos colocados en los platillos multiplicada - un brazo de palanca de bastante longitud, será cantidad apreciable. También el fiel debe ser largo para que tra- ce un arco de alguna extención, á fin de apreciar tam- bién cualquiera diferencia de peso por insignificante que | Hi 5 ba 235 de precisión, y cual la de en huestro 3 AS | : E Construida así una balanza con todas estas condi] ciones; deberá conservarse cuidadosamente, encerrándola - €n un panal ó caja de cristal, destro del cual se suele £o- | -—locar uno ó dos recipientes [fig. 5] que contenga un cuer- poque pueda absorver la humedad del aire, como cal viva ó clorido de calcio; el ácido sulfúrico concentrado der. La caja de cristal impediría también que las co-. - rrientes de aire perturbasen las pesadas agitando tia mente la balanza, : Cuando se va á pesar cof exactitud un cuerpo, se AE comienza por poner vertical el pilar en que descansa la balanza, lo que se consigue nivelando el piso de la misma, Sd quee de Antemano el constructor le ha hecho o de dd al ¡arias e se - divide uno de. dos bemos? ) a ambos, en partes iguales, con el fin de apreciar hasta las _ Tracciones de milígramo. Supongamos colocado 1 gra a mo en cualquiera de los platillos de una balanza; habrá o de los brazos; es evidente que para hacer equilib adremos os poner medio gramo en el platillo ZO es está dividido en. 1O partes iguales 1 primera división e: que se coloca es un centígramv, que puesto en la pre división Ó número !, hará el efecto 10 veces menor r eE brazo de la balanza; tiene un pequeño anillo en la parte- perior, y un vástago que entra á frotamiento por la. pared lateral de la caja de la balanza, y que coje el alam- e por el anillo; se adelanta ó atrasa para colocarle en lugar conveniente, sin abrir la caja de la balanza: con sta dición se logra pesar hasta un límite muy pequeño, - e In necesidad de pesas tan chicas, como sería necesario: E n otro caso. - 107 Prueba de una balanza.—Para probar si una bolas es buena, se coloca cualquier cuerpo en uno de los atillos y se le hace equilibrio con otro cualquiera: des- s ye cambia de platillo estos cuerpos, y es. evidente si su peso no es igual, lo que sucederá si la balanza 5 ne los brazos desiguales, al hacer este cambio, el cuer- : y por tanto, la balanza no estará en equilibrio... 108 Método ido dobles pesadas, —Si una balanza tuviera a s brazos desiguales y no se pudieran O sería pa ible, sin embargo, hacer pesadas exactas em ] balanza sólo podrá estar en equilibrio con una m ¡cantidad de peso, sea del ops Ó sea de las pesas C ] as después]. (1) . 109 Balanza de brazos desiguales dicha. Ami Cox a trata de pesar objetos muy pesados, se: emplea una anza lie po son ate se so 2. : posición resulta que el contrapeso es constante, lo mismo 4 yd brazo más corto el cuerpo cuyo peso se quiere averiguar; y que es conocido con el nombre de pzlós, y del brazo más. - gularmente el brazo de la resistencia es diez Ó veinte ve- , - según la teoría de la palanca se puede multiplicar consi- “tra peso de uno ó dos kilogramos, se puede pesar hasta ciento y más. La [fig. 6] representa una balanza romana destinada 4 pesar los recien nacidos. Para hacerla por- E _fátil lleva tres articulaciones que permiten doblar la palan- lanca: en el interior de fa referida perforación hay un re- — 449 — largo el peso que debe hacerle equilibrio. De ésta dis- que el brazo de la potencia, y que el de la resistencia va- ría según el sitio donde se coloque el contrapeso. Re-. ces más grande que el de la potencia; por consiguiente, + derablemente la resistencia, lo que hace que con un con- Fig. 6.—Balanza romana para pesar fétos. E ea en tres partes. El contrapeso consiste en una esfera metálica D perforada en el centro y atravezada por la pa- sorte que sirve para impedir que el contrapeso deslice del ugar en que se ha colocado. Se sostiene el instrumento de un anillo B, y el niño que se trata de pesar se suspen- de del gancho Í. : HO Balanza de báseula.—Actualmente en el comercio se hace uso de una balanza ó romana llamada de báscula, inventada, según unos, por Sanctorio y según otros, por Quintenz. Un sistema de palancas de primera y segun- da clase, ingeniosamente combinadas, favorecen enorme- mente la resistencia, á tal Só | 50 , E => . : = > A ACTAS DEL CONSEJO GENERAL DE JASTRUCCION PUBLICA, Sesión del 4 de Julio de 1889, AAAAAKÁ - Concurrieron el Sr. Presidente, el Rector de la Univer- sidad Central, los Señores Decanos de e as del Ins- | ituto de Ciencias y de Filosofía y Josi Aprobóse el acta de la sesión ante Discutióse el siguiente oficio del Mes Rector de la Univer- idad: —“ Rectorado de la Ed meo Central del Ecuador.— z 9, : a Qu . Ministro - ción Páblica.—Señor:—La Junta y ina aa de esta Uni en su sesión del 28 de junio, me dirija al H. Consejo Grene- val pidiéndole una declaratoria respecto al nuevo cobro de | da Ó tercera yez, siempre que los primeros que ya pagaron S dichos derechos, se hubiesen per rdido ó inutilizado.— Dios guar- de á US. H.—R. Barahona” - opinó quese cobrase la mitad del derecho como Sul p - que tal era la práctica se e o en a : pe que el Consejo no estaba aaa ES, pa una 7 3 ve E el do título que era como un duplicado, ó como se quie P ra Namarlo, del primero, El Sr. Decano de Fslosofía y Le sE rersidad Central, en que tengo la honra de presidir, resolvió a : derechos de títulos, cuando estos sean expedidos por segun- “El Sr. Decano de la Facultad de Filosofía y Literatura A = moral de Etracción Pública. — Señor :—Sevún la comunicac ón r. Vice cerrector del Colegio sonal do Guaranda, A z sE 1 construír en él el local é iglesia de ese Establecimiento, es adecuado para el objeto, siendo al mismo tiempo moderado su valor.—Por; estas¿razones, el infraserito opina que este on- sejo debe aprobar dicha adquisición, s salyo el mejor dictam vuestro y dejesta ÉL Corporación.—Quito, julio 4 de 1889.—L£. Sodiro S. J”. _Le óse el OS informe del Sr. Rector de la Univer- sal Central: — Sr. Ministro: —En la consulta dirigida por “el Sr. Vicerr ad del Colegio Nacional de Gruaranda, res- pecto de que sería mejor cerrar el Establecimiento, ó al meno; suprimir en el año entrante la clase de Gramática, con oi vo do la falta de alumnos; vuestra comisión opina que el Con- E sejo. General en uso de la atribución tercera de la Ley de - Instrucción Pública, no puede sino informar al Poder hieca E tivo sobre la necesidad de supri imir algún establecimiento de - rucción pública; y esto previo informe del Director Gre- neral, pero como las atribuciones de este empleado se halla- "es idas. en las del H. Sr. M: Ministro, es á €l á quién | ste informe. Por'otra parte, el art? 4? del o de 17 de agosto de 1887, “autoriza al Po- jecutivo la facultad de suspender los _Colegios que no reunan Se o niciónos requeridas. Este es mi parecer, salvo el > ta del H. Consejo.—Quito, julio 3 > de 1889 >. arahon S hard de % Uivisalal tal la del s ib. por la misma dispensa. '". Decano de la Facultad de Jurisprudencia, ela. caes dl a e ae los o £.6 Carlos Páros pi Sesión del 8 de agosto de 1889. é_— Concurrieron e eS Prdada. D. Ps lo ER S , ispo, Decana de la Facultad de Y urispradoncia, Dec. tota de Ciencias y P. Rector del Cole San Gabriel. HLR, P. Rafael Cáceres, Nacional prestó el pao de desempeñar de Casete —Se aprobó el acta de la sesión: dE aprobaron le: siguientes e del Sr. Decano di Facultad de J urisprudonei cla— General. —Del espíritu de las disposilanes el cio dirigido á US. H. por el Sr. Subdirector e lica del Ázuay, se deduce claramente la aio. a e l desempeño de Jos empleos judiciales y e el ejercicio del ma sorado en las cátedras de enseñanza, pues de-otra ma vicio público quedaría. desatendido, y el empleado t faltar E sus deberes como juez 6 e ; por tanto, que e emá al E Cuenca, lo mismo que el d | ontinuar desempeñando estos Tas cds ad de Letras Para - l vamente nombrados.—Salvo el ¡Lust jo.—Quito, julio 29 de. 1889. —Julio B. Enríquez”. Señor als del H. o General de Inst 'áblica— a causa gravo que expresa el Sr. Alborto 4 mo mad de su petición, está pi tificado del Sr. Dr. Lino. Cárdenas, . 300 se 2 4 PAC = lespués de la fecha en que term nlegio. soles iberiad de estudios, el S en el curso € Señor Presidente: —Creo que puede accederse á la de E citud del Sr. Camilo Daste, distinguido estudiante de Juris- - prudencia, pues la causa que alega es justa y se halla deb bida- : qa , comprobada, —Quito, agosto 8 de 1889.—Julio B. En- NG La E Sr. Presidente del H. Con: sejo.—Son ciertas y justas las causas en que se funda la 12. M. Superiora del Colegio de los E para pe vedir se permita la -emaJenación de los dos 1 inmue- SS «consecuencia, que a por su id . Consejo permitir la a resada on en uso de la facultad concedida en a n a : cación Eos A horho al edo A 2d quie pote : an los bienes vacantes por la Ley de Instrucción Páblica. - Sr. Ministro de Instrucción Pública manifestó que la E o distinguía entre colegios de niños y niñas al hablar de rontas de los Colegí gios, y que como pidiesén las HH. de les SS. CO. el dinero necesario para reedificar la casa llamada de la Sul, para establecer en ella el semi-internado, el Grobier- no había creído conveniente hucer aquella. judicación ya que . no podía, por la escasez del Tesoro, darles el dinero suficiente. ER. : itector del Colegio Nacional opuso que hablando la Ley de Instruce ión. Pública en capítulos separados de la “En- señanza secundaria” y de los “Colegios de niñas” no podían apli- _carse á éstos las disposiciones de aquella ; que hacía esta ad- vertencia para que esta resolución no se et como cosa JUz- gada, ni sirviese de precedente para lo porvenir. En respues- ta, el Sr. Decano de la Facultad de urispradencia Er que eb título. TIL de la Ley de Instrucción Pública “De la enseñanza secundaria”; que este título se dividía e en a capí- ? tulos, el último de los cuales hablaba de los eo de niñas”, citada entre 9 aa de enseñanza secundario; : 0d que la ley los había colocado bajo el sisiao Título, biendo considerarse el capítulo 19, como que contenía dispo- ciones generales y el 3? disposiciones especiales. R. P. De [e del Instituto de Ciencias pidió que se leyesen los. ap 32 del Título TI de la Eos ctas ara que "TRA Ñ dijo 0 conside forzado el ale que a . diposiciones a del capítu uesen aplicables á á los Colegios do niñas. Jl mo texto, para el caso en que se establezca la enseñanza res- - pectiva: ds el mejor dictamen vuestro y de este H. Conse- - jo—L. e .d. : te que -lo resuelto debía aplicarse á j biese solicitado se le extienda nuevo título. Por úl $ », Sr. Depa] de la Facultad de Jurisprudencia dijo que, cd resolver el asunto con la madurez debida, sería de suspender la discusión y resolyer antes si el H, Consejo podía declarar la nulidad de un acto del Poder Ejecutivo. Que su u opinión era la de que el Consejo no tenía tal faculta. Lo mismo opinó el. -_R. P. Rector del Colegio de San Gabe): pero pidió que cons- ta Entonces el Sr. Dedo do la Fac dd de y Aia pi- dió que se hiciesen constar también las razones que se habían alegado en contra. Puestoá an el informe fué aprobado. Se aprobó el siguiente informe del R. P. Decano del Ins- tituto de Ciencias: —“H. Sr. Prosidente:—La obrita “Ele- a mentos de Pedagogia” por Luis y Martín pe a pa que, por encargo das he examinado, me parece todo encomio por su sana doctrina, variedad y elección de con= ceptos, método en la dias de las materias, sencillez y - claridad en la exposición, etc.—Por estas y otras relevantes cualidades que la adornan, juzgo que conviene se la a opte co yó de resuelto antes por el Consejo acerca de la cuota ; que cera pagarse por los títulos, puesto que la Ley E de Instrue- ción Pública no dice da cantidad debe cobrarse. pe Rector del Colegio de San Gabriel dijo que no veía inconvez niente alguno en que el Consejo em la e ara el .. de haber de expedirse nuevos títulos, 2) pl le los prim: ros, como antes la había dado para ense el silencio de de ley. | El Sr. Decano de la Facultad de Jurisprudencia hizo presen- á lo porvenir, no , quien hu- vióse que +Ñe cel la mitad de los respectivos derechos. o de comisiones se distribuyó así: 12 Los . t mentos contador por el Rector del Calend de San Luis pasa- n á la paisa comisión nombrada antes para que A. : este E o Al Sr. Decano de Jurisprudencia la del Sr. ii 302 Al Sr. Decano de o sE Ls tura la haitad del Sr. Miranda: 4% A la comi ria la nueva solicitud del Sr. Mino Datciales) El Secretario, s Carlos Pérez Quiñones. ; 1 .. > Sesión del 1 de octubre de 1889. , e Denenrrio-op los Sres. Presidente, Reetor de la a dad Central, Decano de la Facultad de J urisprudencia, 1 cano de la Facultad de Medicina, Decano de la Facultad aa Filosofía. y Literatura y Rector del Colegio Nacional de Ban a bis el acta de la anterior sesión. Leyóse e o oficio del Sr. Decano dos la Facultad “República del Ecuador.—Facultad de 3 unisprudencia,— to, á 17 de octubre de 1889,—Sr. Presidente del H. Conse- A jeneral de Instrucción Pública :—La Facultad de Jurispru- dencia por unanimidad de votos y de acuerdo con los de los Sres. Dres. D. Emilio N. Guarderas, D. Francisco Andrade Marín y . Belisario Albán ti nombrados para completar el unal ante el cual rindieron sus exámenes los Sres. opo- b: sitores á á la Cátedra de Derecho Práctico en esta Universidad; ámenes, en cumplimiento de lo or- Uniersidad Central.—Quito, octubre 17 o 9.—La Vaceltad d de J urisprudencia, en su sesión de ho Ca átedra de Derecho Práctico en el órden siguiente:—En pri- a) Sr. Dr. Reinaldo oa Baca M”. dos. los tres últimos por la Facultad de Jus sididos por el Sr. Decano de Sy Facultad de Juri procedieron 4 á examinar al de e Es Ñ e 3 a E 4 expresados por a eglsimento! nn estudios.—Dios guarde idad de votos colocó á los Sres. opositores á la | mer Lal al Sr. Dr. Víctor Manuel Peñalorreiñon segun= E dado Maria $e Adán. Mestanza. e as y cretario”. “Hoy + trece de octubre de mil o e ta y n ye, se reunieron los Sres. Dr. Julio B. Enríquez, de Facultad de Y urisprudencia, Dr. Carlos Casares, Dr. Tb - pinosa de los Monteros, Dr. José Nicolás Campuzano, miem bros de la Facultad; Dr. Emilio Guarderas, Dr. Francisco An- —drade Marín y Dr. Belisario Albán Mostaníl (llamados y au- torizados los tres últimos por la Facultad de Ju do - con el objeto de en puntos para la lección oral que como op | - sitor á la Cátedra de Derecho Práctico debía dar el SE + Víctor Motel Pelicelas y habiendo este Sr. a oá o suerte el punto de Excepciones, renunció el tiempo de las seis horas que le concedía la ley y pronunció dicha lección que « du- ró media hora; y fué oprobado con siete votos marcados con e número primero; lo certifico. —El Decano, Julio B. Enr quez.—O. Casares. —Emilio Guarderas. —Francisco in Marín.—León Espinosa de los Monteros.—J, N. Campu no.—B. Albán Mestanza. —El Prosecretario, José B sal y. Barahona”. : LB “Hoy quince de octubre de mil ehocida: A yn | Ye, se reunieron _los Sres. profesores Dr. Carlos Casares, Dr. ca ¡De José Ros Cam Decano, Julio B. Enríquez. Francisco Andrade Marín.—B. nosa de los Monteros.—). N. a a ES Secretario”. Hoy diez y seis de la de id ochocientos coa a ueve, se reunieron los Sres. Dr. Julio B. Enríquez, : Dr, Emilio Guarderas, Dr. Fra co Andrade Marín y a Belisario. Albán Mestanza (la y autorizados los tres últimos por r dicha Facultad) ta. — 457 — de a 1.1.1.1.2.2.); lo certifico.—El Decano, Julio B. Enríquez.— E. Guarderas ras.—C. Casares.—Francisco Andrade Marín.—3J. | : : 2 . ad Es Espinosa de los Monteros.—B. Albán 22.—Manuel Baca M. Secretario”. Sue copias. —El o, Manuel Baca M. E a de Derecho Prático en la Universida a de. Wíctor Manuel Peñaherrera.—El H. Sr. Presidente orde- Le | jueves 24 del presente, á prestar ante el H. Consejo. el 2 juramento legal. . El Sr. Decano de la Facultad de md de - que se incertasen en el acta los documentos leídos, á En cd se publicasen con ella. a ué aprobado el siguiente informe del Sr. Rector de la Uni 3 versidad ( intel en la solicitud del Sr. Rafael María Pólt: ps “Sr. a del H. Consejo General: —El Sr. Ra- » Pólit rmiso para presentar su examen de Pera ado treinta y siete veces por causa justa y Y A este Sr. sacado 4 la, suerte el dato de Prue- da judiciales en lo criminal, renunció el tiempo de las seis horas o que le concedía la ley, y pronunció dicha lección que duró me- hora, y fué aprobado con cinco primeras y dos segundas o fué oido por ena Profesor ¡repitan de la a e ue la Secretaría le pasase el nombramiento y le citase pa- ente; como no hubiera eeEnda el máximum o A odds para pronáutár su examen. de gracia se conce odíó E al Sr, César V. Pólit, por hallarse en Sismo caso.—Con tivo de las dos solicitudes anteriores, el R. P. Rector del Cole- > acional manifestó que debían sumarse las faltas justifica- y las a porque si nó, fácil les sería á los estu- : diantes e disposiciones vigentes sobre el número de l faltas que acarrean pda del año. Un estudiante, por ejem- tado á las clases 42 veces con causa justa serder el curso. Para evitarlo, bastaría que dejase de : El Sr. Dicaño de la Facultad de Filosofía es a ls DA hubiese fa reste has e 36 lubiende Pes semanales, y. pe sad de ucirse Jos pst ao y las. E de . vaciones; habría tudiantes anasen el y tir poquísimas. | to de Ciencias: —Sobre la solicitud adjunta Sr. D. L B. Miño, quien pide se le permita dar en el Colegio Na- » Ñ A PEE AA gracia solicitada y cree conveniente se la conceda en vista A A A A O A ON A to, para que pe disentido en +ros sesiones ss der tes, com lo ordena el art? 49 del al del Consejo € neral, do en 9 de octubre de 1 E A Se concedió al Se o Alberto Sánchez el que pr pueda: ma - tricularse en 2? año de Medicina sin haber dado el examen de Física AS pero con la obligación de presentarlo al fin del. solici £ curso. sta gracia se concedió en atención á que e tante ha abadado el primer año de Medicina en la ciudad de Cuenca, en donde no se enseña esta materia en el primer año, o y á que el H. Consejo ha hecho antes concesiones análogas. | Concedióse al Sr. ia Pp. dea el que pu neda rad A aa Leyóse el us informe del R. P. Decano del Fuatit cional los exámenes de Física, la que él estudió en el : de Ciencias sin matrícula, habiéndose matriculado en el e gio susodicho; el infrascrito opina que, no existiendo ninguna disposición legal en contrario, este H. Consejo puede nin grave perjuicio que de otra manera sufriría el peticionario; E bien reconoce que á nadie podría» atribuirse tal po sino > al mismo peticionario, por no haber guardado des IncIp tramitaciones legales. Este es Ea parecer ds. o comi- sionado salvo el mejor de US. H. y de este H. Consejo.— La to, octubre 3 de 1889.—Luis Sodiro $. J.— Discutido que “este informe e, el H. Consejo tuvo por bien no aprobarlo. tición del Sr. Decano de la Facultad de J urisprudencia se « que se pidiese informe al Sir. Decano del Instituto de Ciencias mo había sido admitido á estudiar en el Instituto un jow matriculado en el Colegio Nacional, sin haber obtenido E se del Rector, lo cual era contrario. a _ orden que debía en los establecimientos de instrucció dios en . ofcina e cs: Bué nm la sli del Sr. Manuel José ' de dl e | y Sata pro su fayor el concedido el la Convenci de 26 de octub: e de comisiones se dptatujo de la manera si- | Al Al Br. Decano de la Facultad de J urisprudencia, la solici del Sr. Alejandro Salvador, quien pide se le prorrogue has- mediados de diciembre el plazo para dar los exámenes de cuarto año de Jurisprudencia y matricularse en el eurso si- E niente. Al Sr. Decano de la Facultad de Medicina: 1% La solici- nd del Sr. R. Le Roy de Quenet, quien pide su incorpora- ón en la Facultad Médica; 29 Las consulta del Decano de Se Aerea del Guayas s re si, según el tratado cele- a os en una de ellas deben aceptarse j e se trate sólo de los nacionales, ó si debe ex- AREA que a obtenido diploma universitario; consulta del Rector de la Corporación U niversitaria de Azuay sobre farmacentas. Al Decano de la Facultad de Cioncias, la solicitud de los - Sres. Leonardo Victoriano Estupiñán y Urcisino pe Alvarez para optar el grado de Licenciado en Farm : Al Decano del Instituto de Ciencias, la cool deb Teso- e rero de Solggia de San Pedro en Ghuaranda sabre órdenes e | e de San Vicente de Guayaquil para que se les permita studiar en 2 el a curso de a las e d Esuador y. las Ropibiicas del Perú y Bolivia los MES o e nsulta del E ote del Colegio Nacional de Cuenca so- pago de sueldo al profesor de la claso de Obstetricia; 4% E nd de Es Sres, Gúsios E pt y de E Rio- a frío estudiantes del Colegio adioba] de San Bernardo de Lo- la que piden que se les declaro aptos para optar el gra- o de Bachiller, pote que han estudiado todas las materias. 8 Li secundaria aunque no han asistido sino seis años á las clases; yo La solicitud de varios estudiantes del Colegio E A de ea nombrados profesores interinos quienes no tengan ningún gra- do académico. - | O El Sr. Decano de la Facultad de Jurisprudencia manifes- tó al H. Consejo que había sido recomendado por el Sr. Dr. Manuel Baca M., Secretario de la Universidad Central, para poner en conocimiento del Consejo que, durante el tiempo que desempeñó el cargo de Serretario de esta H. Corporación, es recibido diez pesos mensnales para gastos de escritorio, y que, deducidas algunas pequeñas inversiones, tenía en su poder un sobrante de ciento cincuenta y seis pesos, los cuales los ponía á - disposición del H. Consejo. Ordenóse que la Serretaría dé las gracias al Sr. Dr. Manuel Baca M, por tan nobie proce- der. El Sr. Dr. Carlos Tobar. Decano de la Facultad de J5- losofía y Literatura, hizo presente que, siendo él Secretario del E. Consejo, como Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública, hubo de dirigirse al Ministerio de Hacienda manifes- . ] » tando que debía suspenderse el pago de gastos de escritorio; rector de Instrucción Pública del Azuey sobro si pueden e > 3 puesto que los que ocurrían se tomaban del mismo Ministerio, y que, desde entonces, creía se habría suspendido este pago, lo cual fué confirmado por el actual Secretario.—(Terminése) El Secretario, Carlos Pérez Quinones. nl Sesión del 24 de octubre de 1859. e : Se instaló con 1 prudencia, Medicina y del de Ciencias. Se aprobó el acta de la sesión anterior. El Sr. Dr. Víctor Manuel Peñaherrera prestó la promesa y el juramentó legales previo, á tomar posesión del cargo de Pro- isistencia del Sr. Presidente, el Br. Rector de la Universidad Central, Decano de las Facultades de Juris- tesor de Derecho Práctico de la Universidad Central, y termi nó la sesión. El Secretario, Carlos Pérez Quiñones. E - 461 pa nio UNIVERSITARIO, e. OFICIOS. ES. 13 Ministerio de Estado en Se e de Instrue- O setiembre 7 de 1 E y cargo de dos Ss P Pérez de y Ca á 90 q para aten- 3 der al pedido y asegura que esta remesa es insuficiente.—Hoy mando á nombre del De. Baca ele de la Universidad, a A tra, prim Y a de A E, Es rgo de los SU y ] sy valor de bo onth ye... es 0 rericano 890 29 y q respectiva carta de avi- rador D, Víctor ld las muestras de los obres ó ios para evitar confusiones en la compra.- —Doy q Ú. las gracias por toos sus servicios á la Universidad, y me suscribo de Ú. atento. S. S.—Hlías Laso”. es Lo que trascribo 4 U. para su conocimiento y paa consi- de guientes, ; Dios guarde á 4 U.—Etas Laso. Y : ¡Rectorado de la Universidad. en setiembre 98 ade hs PE ¡bli Ona 111 Cu. | Misicióo de Estado en a A Despacho de Instrucci ca. —Quito, setiembre 30 de 18 a e Señor Rector de la Unvoradad Gal del Ecuador. Cábeme la satisfacción de remitir á U. un ejemplar Sn Pla- no de Quito, trabajado por el Ingeniero nacional D. Pérez, y destinado por $. E. el Presidente de la República á la En presente que el Gobjerno hace á la Universidad, re= ciba U. una prueba más del aprecio y consideraciones poa seme- rece el ea que U. rige tan dignamente. E Dios guarde á U.—£lías Laso. 0 ape 5 la Universidad Central del Ecuador. Quito 2 Art 7 de 4 Señor E de listeicción Pública. recibido el EjSApIS: del E de Quito, AR porel. al ue SS EFA sidente “sidente, mi profundo agradecimiento por este regalo tanto más valioso para mí, cuanto es una demostración del interés y pasas Que tiene por esta Corporación. E Dios guarde á US. ida Barahona. : N? 767.—Ministerio de Estado en el Despacho. de ostras - ción Pública. —Quito, octubre 19 de 1889. Señor Peoctar de la Universidad Central del Ecuadol? Con fecha: 12 de octubre, y bajo el n? 101, me dice A S abarcar del Guayas lo que sigue: — —“Enterado del apreciabl oficio de US: H. fecha 2 de los corrientes y signado con el n? 6, me es satisfactorio manifestar á US. H. que será muy de mi agra- do prestar á la Universidad Central aquellos servicios que le pres- taron los Sres. Gobernadores Jaramillo y Caamaño, « a como Ct lesquiera otros que estuvieren á mi alcance. —H: av eriguado _ los tres cajones á que se refiere el oficio. y se me, ha ade ma la Tesorería que serán remitidos por el próximo correo á esa - Pital. —Dios guarde á: US. H.—Francisco Campos”. E Lo o que me | €s Si t S trascribir A Y. gira los. fines , siguientes, > : Dios guarde á U. Elías. Last. > E Y e A e Intrieción Pública.—Quito, octubre 18 de 18 | Señor Rector de la Universidad Central. se: EE Consejo General de Instrucción Pública, en sesión de ayer a E Sta la presentación hecha por la Facultad de Jurisprudencia y : o leídas las actas de los exámenes de Oposición á la Cátedra de De- Ss recho práctico, tuvo por bien nombrar al Sr. Dr. Víctor Manuel - Peñaherrera, Profesor propietario de dicha asignatura. e El Sr, Dr. Peñaherrera debe prestar el próximo jueves ante el H a el juramento legal, previo á la posesión de aquel Lo que tengo á honra poner en conocimiento de U. para los mes consiguientes. Dios guarde á U. Carlos Pérez Quiñones. A —Ák Ministerio de lo Interior. —Quito, octubre 29 de 1889- Señor Vicerrector de la Universidad Central. de lo In nterior y Relaciones Exteriores me honró el Excmo. esidente de la República, tengo que separarme por el tiem- dure el referido cargo de la Cátedra de Literatura supe- ( Sel Colector de rentas, qee cedo al Sr. Catedrático sustituto el sueldo íntegro de mi clas Dios guarde á US. —Cartos R. Tobar. —— Rectorado de la Universidad Central po Ecvador—Quit, z | e. e octubre 30 de 1889. H Señor: Ministro de Instrucción Pública. A ia del Ecuador. —Secretaría del Consejo General de , 89. rior, que poseo en propiedad en ese Establecimiento; y en tal vir- E as suplico á á US. se sirva llamar al Sr. Catedrático sustituto, ad- endo á US., á fin de que se imparta la orden respectiva al az A A A , Aceptado interinamente el nombramiento con que, para Mi- E _ Por el respetable oficio de US. H. me he impuesto de que Sr. sernador de la provincia del Guayas ha ordenado que se entes á los profesores de a de oa e 2 Con 1ando. | decidi A A ¡e pre por icon Lacal Se ¿exe Excbleciniento le suplicc remitan: por el correo los tres bultos que contienen libros Pa E 176.—Ministerio de Estado en el Despacho de Ins: ción es —Quito, octubre 30 de 1889. Señor Rector de la Universidad Central. E En este momento he telegrafiado al Señor Cobenaado cue E Guayaquil o si han salido de Guayaquil los baltos E de libros de la Universidad. da Cuidaré de ada á U. el telegrama de contestación bo Queda en estos términos A el oficio de hoy. E Dios Es á U.—Elías 2 Decanato de la Facultad de Jurisprudencia de bo Universi- a a dad Central del Ecuador.-—Quito, octubre 17 de 1 Ps Señor Presidente del H. Consejo General de Instrucción Pú a blica. La Facultad de ipcacia por dijanimidad de votos ya de acuerdo con los de los Sres. Dres. D. Emilio Guarderas, D. Francisco Andrade Marín y D. Belisario Albán Mestanza, nom-- brados para completar el Tribunal ante el cual rindieron sus. exá- que debe practicar el H. Consejo al Sr. Dr. Víctor Manuel Peña- herrera en primer lugar y en el segundo al Sr. Dr. Reinaldo Pino. Lo que tengo á honra comunicar á US. H. o de lo ordenado por el Reglamento General de estudios Dios guarde á US. H.-—Julio B. Enríquez. 4 Ministerio de Guerra y Marina. —Quito, 320 28 ¡de Señor Decano de la Facultad de Medicina. ina En cinco fojas útiles remito á US. la solicitud y documentos pertenecientes al Subteniente Alfredo Hidalgo, á fin de que US. se sirva disponer que ese Tribunal proceda de con coa con - el decreto constante en la precitada solicitud. Dios guarde 4 US.—Julio Sáenz. bos ta ea po Flcnltad. de Mec a _ Remito á > Y Us. las solicitudes con sus repentinas c 19 Serafín Salazar y Cabo 17 á A e z a 463 — : Us. se servirá ordenar que ese Tribunal proceda de confor: ; nidad cen los respectivos decretos marginales. Dios guarde US Ilo Sárnz E Ministerio de Guerra y Matina.=Quito, setiembre 11 de 1889. | Señor Decano de la Facultad de Medicina. , Remito 4 á US. en siete fojas útiles la solicitud y documentos del Sargento Mayor graduado Ignacio Rivas, á fin de que US. se - sirva disponer que ese Tribunal proceda de conformidad con el decreto marginal constante en la solicitud aludida. Dios guarde á US.—Juwfio Sáenz: : ¿A de la Facultad de Medicina de la Univ ¡roidad ] - Central ne e QUA: octubre 7 de 1889 a . Señor Ministro de a y Marina. y 4 US. H. los expedientillos e. rs al Sar- sento Mayor graduado Ignacio Rivas, al Sargento 19 Serafín Sa- sa da y al Cabo 1% Miguel Andrade, con as respectivas resolu- ciones de la Facultad en que presido. Se postergó para la próxima Junta la resolución correspon- diente al informe conferido al Subteniente Alfredo Hidalgo, por- que del escrutinio secreto resultó tres votos afirmativos y trecé> - negativos Dios. guarde á US. H.— Rafael Rodrígues Maldonado E: —— República del hd — Quito, octubre 12 de 1889. or Decano de la Facultad de Medicina. : E Siendo indefinida la permanencia en Guaranda de) Sr. Df. - Armando Terán, mi sustítuto en la clase de Medicina legal é Hi- _ giene pública, y no pudiendo yo desempeñar personalmente la enseñanza, tengo por bien indicar al Sr. Dr. Nicolás ao qa, Ss este antigu Decanato de a Bacultad: de “Medicina * Central del Ecuadof. —Quito, octubre: 3 de 1880. Señor Dr. D. Miguel Egas. ae a n la próxima sesión que tenga la Facultad, me será Ae E. poner E Despacho el oficio que U. ha remitido con fecha. 12 de los corrientes. 3 Dios guarde á á U.— Reg pea Rodrécuez Maldonado, IA Decanato de la Facultad de Medicina de la Ú nl > S Central del Ecuador.—=Quito, octubre 17 de 1889. A H. Señor Ministro de Guerra y Marina. E Con la correspondiente resolución de la Facullld E a a que - presido, tengo la honra de devolver + US. a el espedientia : Dios guarde á US. H.—Rafael rlfpiea Maldonado. xk __——— RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO, - DECANO DE LA Y a DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD RAL' DEL ECUADOR, Quito, á 20 de octubre de 1889. RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. El Secretario, Afanuel Baca M. Secretaría de la Universidad Central € del Ecuador E Ñ octube 11 de 1889. E Señor Dr. D. Víctor pri Peñahcrrera. pes bs mi : + $ Min: E dos pa Metisalos aa y 47 e la ley a ? nica de Instrucción Pública, y que el Sr. Dr. Reinaldo Pino los 3 ES An en los días 15 By 1 16. A A _Para completar el número de los Sres. Profesores que tan! 3 A de formar. el Tribunal fueron nombrados los Sres. Dr. D. Julio * Castro, Dr. Aparicio Ribadeneira y Dr. Emilio Guarderas 3 Dios guarde 4 U.— Manel Baca M. Igual comunicación se pasó al Sr. Dr. Reinaldo Pino. ———. : - Secretaría de la Universidad Central del Ecuador. Qe A octubre 16 de 1889. ] o - Señor Dr. D. Nicolás ed, a Facultad de Medicina en la sesión de hoy, acogiendo ta 2] nube del Sr. Dr. Miguel Egas profesor de Medicina legal é Higiene pública, nombró ¿ á U. profesor sustituto de dicha asig- 3 «natura, dotándole con la mitad del sueldo correspondiente. _Loque tengo por honra poner en conocimiento de U., á fin que mañana á la es de la tarde se presente en este despacho 3 el juramento de ley. pe cos á Y —Manuel Baca M. Secretaría de la Universidad Central del Ecuador. Quito e sE octubre 17 de 1889. a , Señor Apinistdor del Hospital de San Juan de Dios. de a esta ciudad. A . El 20 del presente mes debe fijarse el edicto convocando : : cba para los destinos de alumnos internos y externos di bre E de 1889. Bonos Dr. D. R. Aurelio Espinosa. La Facultad de rias en su sesión de hoy, ac A do la indicación del Sr. Dr. D. Elías Laso, profesor propie: lo de Econ>mía política y A nliaiá nombró á U. profelees stituto de dicha Cátedra, asignándole las dos terceras partes del. | ueldo correspondiente. a pt que tengo por honra comunicar á U. para su conocia “Dios guarde á U.—Manuel Baca M. Secretaría de la Universidad Central del Eriados as | ctubre 24 de 1889. y Señor Anthon Christian Mortensen. Para los fines consiguientes hago saberá U: que en esta. 1 ictó el Sr. Decano de la Fácultad de Medicina de la- Uni. —Quito, octubre 23 de 1889.—En virtud de haber llenado el icitante con las prescripciones legales, señálase el día sábado 26 Jos corrientes á la una de la tarde para el examen previo: do de Licenciado en Farmacia.—El Tribunal de examinado- - Secretaría de la Universidad Central del Ecuador.- - - Quito, tubre 26,de 1889. j a ap Sasor Colector de rentas. e E y brrk de la Universidad. Central del Potados Oia bs 26 de 1880. a Señor Colector de Rentas | o 1 24 de los corrientes tomó posesión de la Cátedra de De- eS recho práctico, el Sr. Dr. Víctor Manuel Peñaherrera. E Comunícólo á U. para su conocimiento. Dios pos a U.—Manuel Baca M. AAA XA a - Secretaría eS la Universidad Central del Ecuador. —Quito; . octubre 27 de 1 : Señor Dr. D. Honorato Vázquez S Por mandato del Sr. Rector, tengo la honra de llamar á Us E desempeñar la Cátedra de Literatura; pues el Sr. Dr. Carlos R. Tobar no puede dictarla por estar encargado interinamente : del Ministerio de lo Interior y Relaciónes Exteriores. : ios guarde 4 U.—Mfanuel Baca M, _——— Secretaría de la Universidad Central del ! Eseuador. 0 octubre 30 de 1889. : - Señor Colector de rentas. - A oie fines consiguientes comunico á e ue la Junta istrativa, en su sesión de ayer, oprobó la dispensa de la ota eoresponiliente al grado de Bachiller, concedida por la Fa-. se cultad de Filosofía y Literatura al Sr, Víctor M. Garcés. Dios guarde á U.—El Prosecretario, José Bolívar Barahona. a da ecertaría de la Universidad Central del Ecuador.—Quito, octubre 30 de 1889. Señor Colector de rentas. : En esta fecha tomó posesión el Sr. Dr. Nicolás Egas de la E Cátedra de Medicina legal é Higiene pública, en calidad de pro- + fesor sustituto, con la mitad del sueldo pon diCntS o Dios guarde á U.—Manuel Baca M. . rela de la Universidad Citas del Ecuador. Quito : octu tubre 30 de 1889. por U. con fecha 11 de los corrientes, por unanimidad: no votos, E resolvió lo siguiente:—El informe del reconocimiento] e edro Manuel Rodríguez en el cadáver del Sr. E Reinal- do Hidalgo en presencia de muchas personas y junto con el em- -pírico Sr. Fidel Puga, llena dos requisitos de la ley y la ciencia; sus deducciónes son lógicas y en perfecto acuerdo con los hechos “observados, . mientras que las deducciones del empírico Puga 4 más de ser completamente arbitrarias, por no tener ningún fun- no hayan podido, ó no hayan querido resolver asunto tan claro, | Lo que tengo por honra poner en conocimiento de U. pe cumplir con mi deber Dios guarde á U. —Manuel Baca M. EXAMENES. RELIGIÓN. 1.7 CURSO. E tallas Terán Aparicio a 1227 - Carreta ALEJA ir o 22.3 Me allepos Pacifico... rte es 2.2.2 E López Lascanóo Mahuel Antonio. «ce hoiciasoc..» 2.2.3 -Mogollón José ElÍAS....oooonusorcooinci ria. ..- 2.2.2. e Moliticros SerglO o ¿ci Pa 2.2.2 28 Pérez Luis Felipe. 1.1.2 Sarrade Juan de a derán Benjamin. ir 1.1.2. 2% CURSO. E Barahona José Mii. ccecozo nr ia ii AM : FACULTAD DE JURISPRUDENCIA. a e DERECHO CIVIL. T,r CURSO. ervis Manuel Pompeyo. .....------ em 22, 5 o ER Sartide ] Juan Bautista A A 3-3-3 E DERECHO CANÓNICO. S 1." CURSO. —Subía A O A a E IE AN 1.2.2 - Sarrade Juan eo e a Le as A E Perú Beajamin aint ba ia 1.1.1 DERECHO INTERNACIONAL. Cevallos Agustín O E O A e 3.3-3 Ratiaso Mantel caca PA E a RR ueea Nicolás. 2 E a E 2.2.3 E AO o a a 2.3.3 ECONOMÍA ta a e Cánmlo o. o A E O 2.2.2 DEREC HO PRÁCTICO. T.* CURSO. Y erovi Benjamín Mesías Luis ls AS FACULTAD. DE MEDICINA? OBSTETRICIA. E .— E : o 29 CURSO. z Árcos Zoila Mat A a A 3,308 cs 3." CURSO. Muñoz Mercedes. III qa ara Bejar Rosal a sicacicorccraiar nr 2.3.3 ] FARMACIA. E Darquea Manuel. .... ic O | CLÍNICA INTERNA. - Samaniego Reinaldo TETAS 2.2 FÍSICA EXPERIMENTAL. - | E CURSO. Fuentes A QUÍMICA INORGÁNICA Y ANALÍTICA. * 4 - Almeida o e López Juan Antonio... e... nro> E yá 334 qa ÁNICA. ¡2 CURSO. : Maldonado Manuel M.......------ ee BOTÁNICA GENERAL. z | Es Carlos Ca E a E _ Sa ZOOLOGÍA GENERAL. Egas Carlos A PRÁCT COS DE FARMACIA Y QUÍMICA. e LES ; uro L, A oR : Z E A it be e hatos E GRADOS. o - Baehiller en Filosofía y Literatura. GUESS: VIE dr co LE 3 A AO ME sr LR A A A A 2.533 IA DENIA o rc 3.3.4 - Meneses Cadena A A A 3343 A A O O 3-3-3-3 Licenciados en Jurisprudencia. Dinago José Manuel........ A Pi 2.2.2.2. 3 | AA A A e A LJ. Pozo Marco AureliO..oooooommmmoroonnanoo2oo->- 2.3-3-3:3 3 Licenciados en. , Medicina. A A A 1.1.2.2.2 rtñaherrera Marañón. ooo... SL LEES a ancora ida 3-3-3-.3-3 De Doctor. | GREOS. NEFARÍÓ...— 2 ] Licenciados en Farmacia, Anthon Christian Mortensen. ........ e aa 1.1,1.1.2 E rs e e RO a E Ad a do AVISOS. e e : Los “Anales” se publican cada mes. . ADEROIAS DE LOS “ANALES”. -IBarRA.—Señor D. Ricardo Sandoval. pa o de la Universida or D. Rafael E. Dávila, carrera de García Mo o , reno. ¡TACUNGA.—Sr. Dr. D. Juan Abel Echeverría. = AMBATO, , “,» Ricardo Martínez. - RIOBAMBA— 5, , » Julio Antonio Vela. - GUARANDA.—.,, , ,, José Miguel Saltos. SRCUENCA Miguel Moreno. ! AJA. — ,», Filoteo Samaniego. PUE DT —Librería del Se. D. Pedro La SUSCRIPCIONA DS. Suscripción adelantada por un año... $ 2 Para un semestre din máriero sucio... o. . 20 Los “Anales” se canjean con las Revistas nacionales. y ex- tranjeras del mismo volúmen. Insértanse toda clase de avisos sobre asuntos referentes á la e erccióle Pública, y al cultivo de las ciencias y las letras. Los que no pasen de cuarenta palabras $ a que pasen de este número, po cada cinco pa- A A CORRESPONDENCIA. Ha de dirigirse al Sr. D. Manuel Larrea Lizarzaburo, 0 gado de la ines de los “Anales E TO DE LA INSTRUCCIÓN PUBLICA Y AL CULTIVO or LAS-CIENCIAS Y LAS ARTES EN EL EGRADOR- 7 4 e R. P e Sodiro. Destrucción: de langostas, por dise Dr. de _D. Miguel Abelardo Egás.—Poctas Ecuatorianos dad siglo. de: EX PEE) por. 7 Sr. D. Manuel M* ee 7 4 D, qu Bosco, E E DE LA UNIVERSIDAD DE QUITO. IE IL. Quito, diciembre 31 de 1889 ¿NUMERO? CIENCIAS 0 GRAMINEAS ECUATORIANAS DE LA PROVINCIA DE QUITO, REL P. L. SopIro, PROFESOR DE BOTÁNICA EN LA HI VRRSiDAS DE QuIro). E La presente publicación tiene por objeto dar á conocer las cies de la familia de las Gramíneas, que hemos recogido has- ¡Ora en la provincia de Quito y algunos otros sitios de esta ública, y su distribución geográfica dentro los límites de es omar : en las grandes colecciones de los prin de Europa. A Am ES a estudió prolijamiente un ejemplar de nuestra colección que le dirigimos para el objeto, y por su medio en parte se confir- mó, en parte se corrigió el resultado de nuestros estudios anterio-' res y se disiparon las dudas que nos quedaban acerca de muchas; especies, en particular de las nuevas, que nosotros, por falta de los E - medios susodichos, no habríamos podido presentar como tales. Aprovechamos la presente oportunidad para agradecer al eminen=4 “te Agrostógrafo su valiosa cooperación en el presente trabajo. lista que vamos á publicar, es, salvo unas pocas vasiacio- ' “ nes, la que él se dignó remitirnos. No será envano agregar que 3 conservamos en nuestro herbario los ejemplares correspondientes k - á cada una de las especies citadas en ella, como material indis- * _ pensable para obra más acabada, que podrá emprenderse luego * - Que se cuente con los recursos necesarios. E Si el número de las especies citadas en este catálogo es cor to relativamente al total de esta familia, no puede deducirs primer lugar, á que ha sido hasta ahora muy poco estudiado. - Prueba evidente de ello es que las ies descubiertas h 3 : y, vici ; torio ecuatoriand, no puede caber duda que mucho es lo , que todavía queda por descubrirse en él. a En cuanto á la distribución geográfica, si bien indicaremos ali pié de cada especie el lugar de su habitación, no desagradará alas personas interesadas en la materia, en particular á las que, igno-, Jj rando las condiciones geográficas de dichos lugares, no podrían formarse rse ningún concepto con sólo el nombre de ellos, el que to-£ Gestos. aquí este punto de un modo general y como sinóptica-, mente. : En este respecto, las Gramíneas pueden dividirse en do grandes tribus: la de las Paníceas y de las Festucaceas, que s las principales, así por el número de las especies, como por la u lidad: que presentan. Las primeras residen principalmente en zona caliente y en la templada, las segundas, e dd. mplada, alcanzan su mayor desarrollo en la frí -—— . Ulteriormente, las primeras se Labaladen | en dos gél rincipales Paspalum. y Panicun, que representan los ta a de e pue de las Agrostídeas y de las pb ca de las cuales ls pri- de meras predominan y forman el elemento principal de las. ramí-. e neas forajeras en las praderías de la altiplanicie, las segundas, de E muy poca importancia práctica, prevalecen en los lugares secos, arenosos é incultos. e y 23 mono-ú-oligotípicos, ya en la una ya en ee otra, ya en todas las tres zonas vegetales de este territorio. Entre éstas recen particular mención las Bambúseas, así por las Aa mar, se extienden hasta penetrar muy vegetación andina. GRAMINEAE. TriBUS I. PANICEAE. Genus. 19 PASPALUM, L. (a) > 2. P. coniugatum. Berg. Crece en los desmontes y lu res eos de las regiones tropicales y subtropicales. e ze cilhum. Vent. En las cercanías de los a ra dun tropical. de 3. P. Humboldtianum Fluege. En lugares arenosos y est les. —Tumbaco, Puembo, Pomasqui, etc. —Entre los mat rr -(Altiplanicie). . candidum H. B. K. Altiplanicie. —Cotocollao, etc. Epia zarzales.—Con frecuencia trepad P. racemosum. Jacq. En 1 ae de la. on ebly, Tumbaco, € Ed E Sodiroamum. a Nos sp. Común en EN cultivados de la altiplanicie. | 2 un 6 de una es 5 ao ses > Je var. terminale Hack Niebly, eñ los pios de la cañi : Je 3 > Pia Flueg. a en toda e altipla? nicie; conocido bajo el nombre de: gram j ás E E ES Poir. En lugares Helkozos de las region: calientes y templa 4 A E bras Sodiro. En la provincia de Imbabura. Rar -* 10. P. elegans Flueg. Región caliente y templada. Nan sa e Niebly, etc. : . P. paniculatum. L. Con el anterior. e ps P. Hackelianum. Sodiro. Nov. spec. P. Elatum Hek . nombre empleado ya por Rich.—Crece abundante en la región opical y subtropical, en la orilla del R. Toachi y Pilatón, en Mindo, Nanegal, etc.—Vulg. Gamalote. a ees. En las arenas del Río Toa: ES de Guanaxilla. Reg. tropical. mot e H EE E ES* ERXS eE é *G 2. ISACHNE, Brown. dE ida Gris. e lugares. pedreptess: de A región ao de Rar ne 3 ' PANICUM, , LP csongrinal L. Ca ampos y pastos interandinos. * Var. Aegyptiacum.—Quito, Tumbaco, Puembo.—Raro ld 2. Pp. AIAa ri. Raddi.—Bosques y laparea sombríos de la región tropical hasta la subandina. P. sulcatum. Aubl. Cerca de S. Florencio-gió "subtropical —raro. Et P. speciosum. MES, En la región subtropical. —Vall sá de Mind e 8 P. bulbosum Ktkh. En valle de Chillo. 6. P. avenaccum:. Kth. con el anterior. 7. cernuaon. Spr. taria cernua Kth. Eisarás pedregos - estériles de la altipl. —Pomasqui, Tumbaco, en la orilla de ua allabamba: etc. -* 8, P. Tumentorum. Pexs. Guaya aquí uil ! . a P; stoloniferum. Poir. Región caliente cerca de Baba 'O. 10. P. pilosum. Sw. En los bosques de Ao zona 2 templa liente. ES Ps etc. 11. P. larum. Sw. Con el anterior. 2. P nriculati, Wild: En la orilla del río Periga Re 3 P capillacenm. Las Con el anterior. — z _P. pubescens. Miúhlb. Región a Ni ms lanatum. Sw. Bosques de la mplad: 8 po 16. P. divaricatn. L. var. malus. e homales y sub- tropicales. q Var. adglutinans. Hell. P. agglutinan Kth. Bosques en l E orilla ga R. Pilatón, Quisaya, € 4 ar. puberulum. Bosques de la reg. subandina. * G. 4 ICHNANTHUS, Beauv. 3 * 1. pallens. Munro. Var. pubescens. Kackel. En los boss pues de la reg. caliente y templada. Mindo, S. Nicolás, etc. * G. 5. OPLISMENUS, Beauv. * O. Burmanni. Bezuv.—Lugares estériles de la altiplanicie. G. 6. SETARIA, Deauv. : S. glauca. Beauv. Campos de la altiplanicie. Quito, Pifo, Puembo, etc . gracilis Kth. Altiplanicie, lugares estériles, incultos. y 3. S. erbís. Roem, et Schultz Con la anterior. 4-5: pr Kth. Aluplanicia G. 7. PENNISETUM, Pers. * 1, P. serosióm. Rich. Región templada, Nie e 2, P. tristachyum. Rich. En las quebradas e dá altipla= nicie. * G. 8. CENCHRUS, L. C. echinatus. E En los campos areniscos de Tumbas" e co, Puembo Pomasqui, . C. pungens. Keh. Con el anterio » 3. C. Myosuroides. Kth. En a pedregosos estériles, en la orilla del R. Guallabamba, id. Pomasqui, Perucho, etc. Karo. * G. 9. OLYRA, L. eterminata. En la orilla del Pilatón vapo. dN Species una adhuc ind cerca de la confluencia con el R. * G. 10. PHARUS, L. 5 eo L. Bosques tropicales y sbropite—aco—O0 A metr, tá TL STREPTOCHAETA, Schrad. , S. Sodiroana. Hckl. nov- spec. bom s: las on más hermosas y originales de nuestras gram rece Muy en la orilla del R. Peripa cerca de NS Miguel L de los e adañas TrIB. IL ZoISsIAE. G. 12 AEGOPOGON:. H. B. K. j k A A. Cenchroides. Kth. e se de la zona subandin: > Gen. y3 Tracus. Hall. : o q a Rocm. et Sch. Pomasqui, Puembo, e rucho, etc, en lugares arenosos. -—Tkrib. HI ANDROPOGONEAE. * G. 14. MANISURIS, L. a M. Granularis L. Fil. En los campos estériles de la veg $ pps en 0 E E 15. AÁRUNDINELLA. A. A, Brasiliemsis. Raddi. Ischaemum hispidum. H. B. Lugares á ásperos de la paEten templada.—Niebly, Perucho, Qu Ey e qe Deppeana. Ness. -—Arenas de los ríos Pilatón E ES a G. 16. ANDROPOGON L. . A. hirtiflorus. Kth. Cerca de Tumbaco y de Zámbiza. A. glaucescens. Kth. Altiplanicie. en lugares secos y €s E ias Guallabamba. . leucostachyus Kth. Perucho, Dúsya Niebly, etc. ño condensatus Kth. Tumbaco, Pom e i, Puembo, et Be Ss recharoides Kth. Con el anteri *- 6. A. latifolins. Spreng. lchacmom latifoliuma, Kth. Cre- cen la orilla del R. Pilatón. Rar 6. 17 on Nees. YT. Montufarí. Nees. Tumbaco, lomas de Poengasy, etc. TrIB. IV. PHALARIDAE. * G. 18. ALOPECURUS L. 0% A. EE eS. En los potreros húmedos de Turubamba. TRIB, V. AGROSTIDEAE. * G. 19. ARISTIDA L. e E A. ano Kth. Arenales de la altiplanicie. Latacunga omasqu A : A. Dominion Kth, Guápulo, Cumbayá, etc. 6. 20. STIPA, L. Ss pts H. B. K. En toda la alti lanicie, ON areniscos estériles y en las tapias y muros vou stos. e le : RiuEnS. Cavan. —Como la anterior. o 20, . Pom mas: qui, eto. - vulgo. Praia E 4 ES dumetoriún. Sodiro, gión subandina "5. 5. dlalifa olía. o pene del M. Pic > Soñiroana. LS Nov. spec. Cerca. ( 1 las tapias. he. | Nor. ST G. 21. MUHLENBERGIA. Soft. M. debilis. Trin. Podosaemum debile H. B. K. reos y psss en las cercanías de Pomásqui, hda. | no Barba. Ras NE dd Trin. Bosques de Niebly, Canzaco to, eto. * G. 22. APHANELYTRUM, Hackel. Nov. gen. A. decumbeus Hackel n. sp.—En los bosques st Canzacoto, á 2000 metrós sobre el nivel del mar. Raro. G 2% Lycurus. H. B. K. * L. Phalaroides, Kth. En lugares estériles dE la: ati Cie. G. se SPOROBOLUS, R. Beauv. Vulgo Sinchiquihua; planta común en toda la al en ' toda clase y condición de terrenos. G.25. AGROSTIS, Es * 1. A. nana, Kth. En la región andina del : ón, po etc. a > Hackelina, Sod. Nov. sp. A. Ouitenss, ] A E do pe en la altiplanicie. pe E" 3 Ad ts H. B. K.—En los pastos an Ores, —Pichincha, et e virescen, rd En los a occide n De Plumilla”. En las praderías y lugares. húmedos dé la. al planicie. o P. interruptus, H. B. K. Enel valle de Chillo. 6 27. CALAMAGROSTIS, Adans. ed : (Deyeuxia auctorum plurium). E Jamesort, a (Deyeuxia Jameseni, Munro). la lesión andina superio 2092: C. aurea, Hackel ¡(Deyeuxia aurea, Munro). En páramos, lugares cienagos | ES aariiiala. Hckl. (D. longearistata, Wadd.) 1 ; lie de los Andes de donde baja hasta la región templada. te 4. C. recta, Steud. D. recta, BO Párimos delos Ml ES C. Spruceana, Hckl. D. Spruceana Wedd. Con la ant e 6. C. crassifolia, Hckl. Nov. sp. Ibid 7. C. Sodiroana, Hchl. Pendiente occid. del 0 q0no metr. cerca de Zablahuas?. TRIB. VI. AvENACEAE. e G. 28. CORYNEPHORUS, Beauv. ne bes , Beauv. var. ia Hackel. Enlugaresh os de la altiplanicie. Muy ra o E. zo. a Pas Se PE andino, Benth. En los páramos de los Andes: TrrB. VIT. CHLORIDEAE. G. 30. CHLORIS, Sw. * C. radiata, Sw. En lugares areniscos, secos de > altipid : -nicie. --—Ambato, Latacunga, Tumbaco, Puembo, etc. y en la re- a piós tropical. 3: ¿31 BOUTELOUA, Lag. Ss B. hacmslis, Hack.—Chondrosium humile: Kth. En lugar rent: niscos de la altiplanicie. e TriB. VI. FESTUCACEAE. * G.32. GYNERIUM, H. B. K. ES 1. G. Saccharoides, Kth.—Vulgo.—Caña brava. E gi n caliente. y templada, en la orilla de 07 ríos _Toach a patea % Sor Rar. «Joro Wolf, autor de interesantes Eo : oli: y pq , cos del territorio ecuatoriano, y nuestto colega amadísimo. en la prbgua Escuela Politécnica. de * 4. G. argenteum, Nees ab Es. Crece en los chaparros y lu- gares estériles de la altiplanicio, ar. purpurascens Sodiro. Raquís y ramos de la inflorecen-= a y nervios centrales de las glumas purpureo-moradas. Crece con la forma típica. : E G. 33. ERAGROSTIS, Beauv. * 1. E. reptars, Nees. En la región caliente, Bodegas. * 2. E. megastachya, een En lugares arenosos. Pom qui, Tumbaco, Yaruquy, etc. ; 3- E nigricans, Kth. Con la anterior. > 0 teptantha, Trin. Con las anteriores. Sa a ago Link. En las cercanías de Quito, Ma- de chachi, Tumbaco o, 6. E. tenaz; Ke En el valle de Chillo, Puembo, Poda. qui, E E. densiflora, Hackel. Nov. sp. En lugares estériles. Sila Latacunga, Perucho, etc. E. cite Benth. En Cumbayá, Cotocollao, ete. * 9. E. densissima, Hack. Nov. sp. Con la anterior. * G. 34. ORTHOCLADA, Beauv. O. rariflora, Beauv. En los bosques tropicales. 35. BRIZA, L: B. minor, L. En lugares arenosos € incultos de la región su= bandina. * G. 36. ZEUGITES, Schreb. Americana, Willd. En los bosques de la región pica | y oa y G. 37. Pos, E y P. Sodiroana, Hack. Nov. sp. En los matorrales de la a is ——Quito, Tumbaco, Nono, e . depauperata, H.B,K. En la región andina y subandina. dh P. enua, L. Común en toda la región subandina. * 1 P. cucullata, Hack. Nov. sp. En los pastos superiores de la _región andina. (Pichincha). * s. P. leioclada, Hack. Nov. sp. Con la anterior. : * 6. P. trachyphylla, Hack. Nov. sp. En $ e de la sa potente e del M. Pichincha á 3300 m a * 7. P_ Quitensís, Sodiro. "Nov. Sp- En las illa y lu- o húmedos de la altiplanicie. yo rte HL B. K. En los matorrales de la región E as : > Eee 38. FESTUCA, E : i SN Ade My urus, L. var. muralis. Kth. Común en las cercanías. e Quito y en la región subandina. : . F. Broterí, Bois. € Reut. Rin subandina. $ ES procera, H. B. K. Con la anterior. 2 F. andicola, H. B. K. En la región superior de los Andes. ES A glumosa, Hack. Nov. sp. En la región andina y afandina. e pa F. leioclada, Hack. Nov. sp. Como la anterior. F. flaca, Hack. Nov. E Bosques superiores de la re- |. 8: Sodiroana, Hack. nov. spec. En los pastos do E F. eminens, Kth. Páramos, sobre 3400 metros. e G. 39. BROMUS. or. B. lanatus, Kth. En los pajonales de o cordilleras. BD. Unioloides, Willd. En toda la altiplani 3. a Kth. Cercanías de Quito, Cotocollao, Tumba- latifolius, Coto ollad, Turubamba, etc. | G. 40. BRACHYPODIUM, Beauv. B. andínu inue, Hack. nov. spec, En los matorrales de la re- E gión suba ndina, TRIB. IX. HORDEACEAE, G. 41. LoLIuM, L, E L. temuleutur, L. Común con los cercales, probablemente introducido con ellos de Europa. G. 42. AGROPYRUM. J. Gaertn, . - *1, A, condensatum, Presi, En lugares secos de la a | andina. —Lomas de Puengasy, Tumbaco, etc. a 2. A. attenuatun:, H. B. K. Con el anterior. E a 3. Be (Otaval e En los po al rededor de la laguna Pablo (Otaval E Acaso nuestros e japlara deberían eine al'A. glaucum a 82. S. por tener raiz anual y concordando suficientemente e caracteres con los de esta última especie. TRIB. X. BAMBUSEAE., E A HORDEUM, L. : “Enlos o en las: cercanías de ' ríodo próximo pasado, la Presidencia de la República, o que infesta las provincias orientales d e Argelia, - y minuciosamente 1lust cit A al 4 de agosto de 1888. Este 1 E A A E A A EN A ! a ca los últimos cuatro años. Su Cort y cn na - adquirido ya todo su la, están representa NOTA. O E intento las € especies e vadas de é y demás géneros, por ser 1as de zur pa. *G. 44 ARUNDINARIA, Rich. as A. Sodiroana, Hack. nov. spec. En los bosques, en la pen os diente del Chimborazo, in y de la Cordillera oriental cerca de Cuyujua. Vulgo “Tun 6:48: e Kth. . C. Quitensis, Hack. nov. spec. En los declives orient, o del Pichincha, quebrada Sta. Gertrudis. A * 2, C. Caamañoi. Sod. nov. spec. Dedicamos esta especie al Sr. Dr. A. J. M. P. Caamaño; quien desempeñando, en el pe. decididamente el progreso de las Ciencias, Crece en la región arbórea superior. HE ree Kth. En los bosques superiores dell mon: | te “el Corazón”. de G. 46. PLANOTIA, Munro. P. elata, Kth. Al rededor de la laguna de “Colta”, Prov. del Ch ls ( Continuación de LA PLAGA DE EANSOSTAS EN ARGELIA ((Los A 40 Ae ena de grano una especie pros de langostas (el notas E , en el número de este pan sy cido en las alturas secas y estériles de bis, h a de cen cia las planicies cultivadas en las márge 1 Medi ndos de los grabad es | La y por 1 todas partes buscan una caña desocupada, porque. comen 2 envolturas de las mazorcas-ó espigas, 6 la ca- o valvular de succión, eoloca- el abdomen. “Aasd la punta de este tu- ulas de tierra ó granos de arena, que se han afloja- huma edad, los remueve y levanta adhiriéndolos á aquel, ntinúa la operación hasta concluir el hueco. Entonces n él un ovario cilíndrico, una cajita 6 cáscara mucila- dura que contiene como cuarenta hueyos perfectamente pacados, te cuales permanecen en tierra durante nueve me- cados sentimente por el calor del sol , en la cimavera del año siguiente, sale « . transforma 1 Lory e Es tamaño de hdultos pro siguen su marcha devas: run conocimient to instintivo de háci y : E El ea ps _Principió el año da: en Pe un tenso sistema de operaciones preventivas y defensivas para ar tan grave E Una Comisión deta y Práchica, de E cual ie presidonte M. Kiinckel el VHe: reulais, encargada de esta de debia 50 Pp meración 1evoSs eqemgudos, la cu dos S, por las autoridades etra br plaga d de langostas. Este pra cons s bandas de tela de algodón (lienzos ó ZATAZAS) € zeda: ¿cas y extendidas verticalmente como barreras ó cercas, en una illa ó más de extensión del terreno para interceptar la mare e los insectos que eun no tienen alas; 3y también en cavar una fo- delante € de la barrera, para que caigan, los insectos en aquella, in que puedan subir hasta el borde superior de la tela y escapar . Nuestros grabados manifiestan el. aspecto de estas cercas osas, de las enales so han construído casi acia mil á expe: del G obierno francés. Cada bastidor ó cerca tiene como do: de altura y la parte baja está sujeta al suelo: el borde su ene una nik resbaladiza de tela encerada de cerca de ulgadas de ¿ncho, que se la conserva húmeda enaceltánd ida día. Los insectos no o. agarrarse á este bordo enace o y caen inevitablemente á la fosa, que tiene 3 piés 8 pul e profundidad é igual anchura, y nea paredes están forr con planchas de zinc. Después de unos 25 minntos está s fosas de una masa de insectos que Enea: por ranzan todavía hácia la barrera por los espacios de 1 go, que á propósito se ha dejado entro las zanjas hallan constantemente vigilados por los árabes. Cuande las se Henan salta gia uno de esos jornaleros y piso sado golpea osa, la cual y a grandes operaciones: ¿E 1 bla ba Gdo ejecute Éxito: la cantidad de insectos vivos que se han. de ] ae de primavera de este año se estima en m de yardas cúbicas. Be espera que por este: mo m la destrucción de los huevos, se pondrá. destrozo hecho á las cosechas de gt A — 481 — re roduce asombrosamente, dando ootecos ó canutos que conti nen hasta 150 huevos, los cuales puedon avivarse en nuestr comarcas en diferentes épocas, según la temperatura de los tios en que se ha efectuado la puesta. En nuestros climas cá dos, por ejemplo, permanecen enterrados los canutos solamen' 40 días para ser vivificados por el calor; mientras que en los 1 gares fríos ó templados tardan algo más de cinco meses para ( salida á las larvas. Por locomún- son fecundadas las hemb E eillos, ya. a distancias inmensas o dejaremos de obse personas sobre, las perso ela plaga ol emplear todos los medios para hibertarse de ella. A los demás individuos incumbe el deber de auxiliarlas únicamento e 9 “cuanto aquellos no basten por sí solos. Los que están al corrien- te de cuanto ocurrió en la Campaña del año próximo pasado con= tra las langostas en la provincia de Imbabura y de qué medios ¡tuyo que valerse la autoridad para compeler á los propietarios 4. 'euidar de sus mismos intereses, comprenderán el motivo de es- ta observación. z - Alleer con atención las páginas precedentes resalta clara- mente la importancia relativa de cada uno de los métodos que an empleado para exterminar la plaga de langostas. Ano darlo, el procedimiento más eficaz, puesto tantas veces en prác- ca con excelentes resultados, es el de los bastidores ó barreras nóvibles, con las diferentes modificaciones que ha recibido re- ientemente, adaptables á condiciones determinadas, que se han is: de troducido desde que lo inventó M. Durand. A ace un año que, después de un aviso oficial que recibió el upremo Gobierno acerca de la invasión de las langostas como laga, en proporciones inmensas, en las provincias del Norte, se - uso atacarlas y que de las cajas fiscales se gastasen varias E struir, por z a encargo del Supremo Gobierno, algunos bastidores port tiles o s, semejantes á los adoptados en otras partes, con id PA tones, cuando se presentan invadiendo superficies de corti nsló | e ] EE - Provisto de estos aparatos fué á Imbabura el infa En ice ner en práctica y enseñar el sencillo manejo li de ensayado los buitrones en un. poro arra, con éxito sobremanera satisfactorio, no consiguio, * bargo, que se adoptara su uso ni el de las barreras móvI -y nadie los empleó, que sepamos. hasta que se indicó en una cial, que se los había dest doy DET toldas as que se procedió á á la inversa de lo que se h en ola cao en 1866, con nagnífico resul tado. En apoyo de nuestra opinión veamos lo que se refirió € ' publicación periódica de Francia (1), a lo el val | aparato de M. Durand. - “Como el hombre está aio á exagerar, con la mejor puena fo, las ventajas de loque hace ó inventa, dejaremos apreciación personal de M. Durand, para apoyarnos en el test tnonio de quienes han podido juzgar de visu, lo bien ó mal fund: o de sus afirmacionos. | - Durante la invasión de langostas en 1877, M. Mongell consejero general delegado del prefecto de pa vió fune w el aparato cerca de Rovigo y ha redactado una relación of al de la que extractamos las siguientes líneas: -El domingo 28 de mayo, á á las Y de lar ñana, se pusieron marcha los saltonos, El aparato ha pue admirablemen- 'ude observar que las fosas preparadas de ant emano, de una “capacidad de dos metros cúbicos, se llenaron en menos se h iS. si -Estimo en cuarenta quintales la «desfrgsción: o erad. riner día: en el segundo fué también ; | creo ex si de Poeiies de maniobrar, . Durand ha ses especialmente en los paí R s langostas la costumbre de e o 0 ¡UEVOoS. El pola d de Constantina encargó, 0 otra parte, au, adjunto á la Prefectura, al capitán M. Epa :gistro árabe y al a ¿Galinier que. sigan las operaci e destrucción de las s por el sistema Durand, y. | co han calados el to de sus obs Ss. te de la maniobra; pero el segundo fué colocado con tal destré= za que, aunque la columna de saltones no estuvo sino á unos 19 metros del punto elegido para detenerlos, ningún saltón franqueó pe límite trazado. : A E: n una palabra: el resultado obtenido por la mañana fué ma- ravilloso, y las personas presentes reconocieron, por «manimidad, la eficacia del sistema Durand. ue se nos permita hacer aún otra cita. Los contornos de Souk-Ahras fueron invadidos en 1877 por una cantidad tan prodigiosa de saltones, que un telegrama di- gido al Subprefecto de Bóne decía que “la población, tanto urbana como rural juzgaba casi completamente inútil el com- batirlos (según los procedimientos antiguos)”. M. Durand acu- ió precipitadamente á aquellos lugares y obtuvo resultados que Comicio agrícola de esa localidad describió en estos términos. La Comisión del Comicio agrícola de Souk-Abras, reunt- da en sesión especial para examinar los desastres causados por los saltones, ha reconocido, por unanimidad, que el aparato Du- rand, utilizado á tiempo y con inteligencia, puedo impedir, de na manera absoluta, la devastación causada por los saltones. Esto ha sido demostrado á nuestra vista. 'En consecuen: _ cia, el Comicio agrícola de Souk-Ahras felicita á M. Durand le agradece su invención, que es un verdadero progreso pi Ao inero para hac ¡conocer y aplicar su aparato. Pero, habrá obtenido el fín 4 e propuso? ; a Todos los años hay pequeñas invasiones de saltones en uno. ni is ú ocho años la invasióx pública. En el primer caso no se des- '.Ó mal éxito. Enel segun os administradores europeos é indígenas son Y ro ni tiempo para hacerlo construir. Los cultivadores más | dentes desean que se les provea de antemano el apararo”. estéril hasta hoy día. e Ad - Lo que convendría hacer y lo que propone. M. Duran 8 < dans le Bulletin du Comice agricole de Médéa, muméros ne para conjurar todo peligro, me- jor que empleando millares de jornaleros con los métodos anti- -guos '. ! Desgraciadamente entre los franceses ““el mal pasado es cda eS Calmada la fuerte emoción de un momento se una gran invasión á otra, y que la experiencia adquirida por al sellos. quede perdida para los sucesores. : 1 resumen: siendo el sistema de Durand incontestable é ci Jara da iulos en todas las botas de dit de nues- tra a colonia. | EN P. S. a en un despacho de Argelia (18 junio e dá cierta Arista án tac / MOL ETA Aecólitros de Matos de pia - los que no repre- menos sl o millaradas doscientas cincuenta y siete . ES partos as escriben e ] e jard nes y vergeles de equella región son - devorados por los saltones, que ce ienden de las montañas cir- eun vocinas en columnas cerra: a uántos días de trabajo has sido necesarios para recoger em millaradas de huevos? Cuántos fastidios para los setos, y para obtener un resultado negutivo! en tanto nd pocos hombres habían conjurado l eramos que este sistema haya sido aplicado a al Ad ds regiones durante la última Invasión y que su superiori da ed ina nueva. condenació: n de los procedimientos as o Ñ O e: Bi LITERATURA A POETAS ECUATORIANOS DEL SIGLO XVIII. LA. CONQUISTA DE MENORCA, POR D. JOSEF OROZCO. CANTO SEGUNDO. LA NAVEGACIÓN DEL MEDITERRÁNEO. (1) 1 En el hercúleo puerto numerosa Flota, sí de sus ansias reta Y no del tiempo, púbaa ansiosa - Por transportar al Héroe con su armada; Cuando Fama festiva y presurosa, En Aurora elocuente transformada, De un parlero esplendor en los reflejos, Anunció que aquel Sol no estaba lejos. II Arrebatado cada cual corría, E A impulsos de suavísima violencia, e (1) “Se tomaron las mayores oro para engañar ome y en vez dema ' preparativos para la ex ES ón, como era natural, en las tas de Cataluña urcia, se hicieron en C , Circunstancia, ias o Pe que se crejese que s ts 1 salieron al mar: desplegaron ve al es, llevando cerci a Aa Rombres 4 or entura Moreno, : había etrado pr en que iba el duque de ( rilón Pe A a inado de Carlos TIT en España). Aa : — 493 Eh E “Y en éxtasi después se suspendía, Absorto al esplendor de su presencia. En tan bella ocasión, ¿quién no querría A sus ojos brindar la complacencia De ver, en solo el Duque, los esmeros Que iguales no verán siglos enteros? Tr La prevenida flota, que impaciente De tardos los instantes acusaba, Y su misma quietud por displicente Como insufrible afán la recusaba; Al ver que en ella el gran Bertón presente Espíritus fogosos le inspiraba, Presurosa indultó, con las faenas, De su prisión rugosa á las entenas. (1) tv. e la región cetúlea soiptendida Ll Noms tutelar, la causa mira De su ronco furor entumecido, Más bien por un recelo que por ira: _Recela y teme quedar desposeído De la gran amplitud en que respira, É inquieto en los tumultos de su pena Romper quisiera el freno de la arena. V Sobre su azul instable pavimento Ve dominar flotantes poblaciones, Que hacen de débil quilla su cimiento Y de elevados pinos sus torreones: -Con susto las numera ciento á ciento, - Gimiendo de sus altas exenciones Violada la razón; pues parecía - Que el mar con ellas casi se perdía. VI Cómo el antiguo. bosque en su espesura. A Era egeta al Deregrit sd Labirinfos. de riesgos EN Donde confuso se halla et a En débil a de hojas to ; VIE ce Así la regia escuadra representa En densa selva Anteos presumidos, (1) Cuya erguida altivez 4 a Jove ostenta Nuevo motivo á sustos desmedidos; Así cuando intrincada se presenta, Los espacios cerrando encanecidos, Robar sabe, extendida en sus remontes, A cielo y mar sus ellos horizontes. : TL 1 De Neptuno en los golfos dominante, Al asombro espectáculos ofrece En cada nave, que ciudad andante Con el tren militar se fortalece. En alianza vistosa el fulminante Terror con rico adorno comparece Formando el fausto, en que el poder se apura, Promontorios de horror y de hermosura. pA IX Cuando festiva de sus de bea e Trémula pompa « desplegaba al viento, Esmalte rico á F lora y sus estrellas” _Les pudo competir con lucimiento Enjambre vago del rubí en conti La tiria púrpura agotó sediento, Y del vario matiz con los primores Tejido al iris tremoló en colores. (2) Xx Mas do formidable en el com 3 De horror oculto rasga la 2 cortina, a RE CIN 14) o según la fábula, era un gu itaba en las arenas de la Libia: detení De bronce bocas mil abriendo, bate A las contrarias naves que extermina: Del Érebo al profundo las abate 2 Horrendo impulso de total ruína. Breves Etnas de hierro, en irrupciones, En llamas y en fragor, son sus cañones. XI El incansable volador aliento De Pirois y de Etón, (1) más encendida Formaba la estación, en que aun el viento Aborta incendios, fragua desmedida, Cuando la hispana flota al elemento Líquido se entregó, y en su partida, Al primer soplo de auras oportunas, -Vió robarse el Vox plus de sus colunas. (2) XII a Poderosa y ufana se pasea Ms De Tetis por el reino cristalino, o “Y al halago del céfiro campea, E O Vistosa. pS, rad cada Tino: E IS De Tetis, que sorta se recrea En Comte plar- z Héroe sins. Se precia de tener en su hemisferio Del poder y el valor todo el imperio. XHI Cuando rica de esfuerzo Ñ de esperanza Que superior oráculo le i inspira Por el hercúleo estrecho más se avanza, Ardiendo ve al Mediterráneo de ira; A reprimirla su constancia alcanza, Por más que horrendo el monstruo se conspira En que, oprimidos de espumosos montes, za Naufraguen aun sus mismos horizontes. XIV, Fatal el Austro, con pedia insano De densas nubes, puso en movimiento OS (1) Pírois y Etón eran dos de los caballos ue tiraba: 1 carro os dela luz y dl día Ovidio los rec: verda en us Metamoríos ¿peo : ema volucre: cres Pyroeis, Eous et ático: is equi, q quartusqu a Pon hinnitibus auras - Flammiferis implent, pedibusque repagula pulsant. El ban a FepbRO. con que ufano Tal vez duerme el instable pavimento; E Del helado Trión más inhumano (1 En los tumultos que abortó el aliento, A Del mar tan alto concitó el olaje, : Mei Que ni á los astros perdonó su ultraje. a io XV Si el estruendo furioso con que brama 3 La densa obscuridad, presagia al pecho E: y Que suerte cruel é inexorable llama De los hados el último despecho; No menos ominosa cuanta llama Intermedia sinuosa en el estrecho Ligamen de tinieblas, de que fle cha Sierpes de fuego en tempestad deshecha. Ñ. XVI Del Euro y Noto la ira ouitndenias (2) Del Africo al esfuerzo furibundo, Avisa á las riberas que amedrenta, Los parasismos últimos del mundo. Al cóncavo celeste en la tormenta Intimó vecindades el profundo; E Pues, usurpando á Juno los espacios, q Pasó á manchar del cielo los topacios. xvi De tanto afán miraba como puerto: Lastimoso juguete cada pino, De procelosa furia al. e incierto, á Tal vez astros rozó con sus entenas, Y tal vez con sus E las arenas. e a de cul cti: Pess e u poema, le: confun: dir amos de vue cr para quienes guarda ' la hist ria lite toála po: ocurrió as plicas dien Ja harmonía Als e Nom nbre reyerente a de Jusús y de María, Como al mayor asilo omnipotente. - Se humilló de los vientos la osadía, Avasalló Neptuno su tridente; Que á tan sagrado Nombre por sí mismos -Se rinden cielo, mar, tierra y abismos. : XIX | , | La osa obediencia á tanto Nombre ¿1 aspecto cambió, con que la muerte, Armada de mil modos contra el hombre, - Apuró los rigores de la suerte; El pueblo fiel atónito se asombre Del excelso poder con que convierte, A esmeros de fe viva, el Nombre augusto, En dulzura la hiel, en gozo el susto. + o la alegr Rescataron, “on Ape que ella Hora; - Del. oriental rubí la lozanía Ya más adulta el horizonte dora, Restituyendo al mundo los primores Que usurparon de sombras los horrores. (1). Hinnésar quiso imitar el Vaxfragío, que es el primer canto de su modelo, al cual sin embargo no alcanzó á seguir hasta la perfección del ao E si Orozco dis 1 punta, Llamosas delira, como se puede ver por estas dos octa Los pide Eros que miraron : Foo y ron pa ote un bramido, así iplak E iento, pájaros de lino, Que ue menos. ea ó sube, == 5 sorbo deu un a a vismo: e de u una nube. berbio o y ronco as 1d o tirano. a sas olas en ás gs Y sacrilego batiendo sus almenas, Ea cielo en tímalo dear arenas. Ya de vivos colorea paa: Con esplendor más claro y lala Diestro el solar pincel, que reformab Los objetos que borra 'estando ausente; Cuando la flota se observó que estaba, Alas de lino en cristalina boguta:: XXI Si, de ondas y tinieblas combatida, Acusaba tal vez de su destino La crueldad y violencia desmedida, - Con que en todo peligro le.previno, Ya con mejor: aliento, sostenida En la experiencia del favor divino, . Al ver el sol y mar tan halagieño, Tormenta y sombras tuvo pura sueño: XXI0 No tanto ds que en peón funesta De nocturno fan eibeir acometido, Despierto ya, con risa mani lesta El duro afán que agonizó dormido: Cuando esta vez solemnizó con fiesta . : PE E La reparada flota, á velas llenas, : De zafir el pacífico : sendero : Hollaba, como al són de las sirenas, . Del Zéfiro al aliento lisonjero. — 49I— ONE ODA* A DON JUAN BOSCO, FUNDADOR DE LoS TALLERES SALES] ANOS. ; Susei ltans.a terra inopem, et de stercore erigens pauperem. Le o Ut collocet eum cura 'principibas. E : (Psalm. GXU, 7, $ - No de opulencia en la dorada cuna, Ni en o claros escudos de no obleza arrulló la fortuna, + Que tu Es, herglta Jo tu grandeza, 2. gloria ata : por tí í empieza. ze 6 tu alta hles: E esplendor no debe : Nada al acero en lides furibundo, a Ni al favor de la plebe, e Ni á la elocuencia, ni al saber profundo: - Nada á la suerte debe, nada al mundo. Todo al amor, al generoso anhelo De la alma caridad, germen que cría n pecho noble el Cielo, Y sobre él de su sol rayos env ía, Y con lluvias de gracias lo rocía. E A Z : Amor: chispa vivaz que voladera 0 - Corazones por pábulo apetece; 0 ) Levanta allí su hoguera, E Do con llamas de fragua resplandece, ; 08 Y revienta en incendio, y Crece, y crece. tí ese fuego vivo, ese ano puro De ridád ferviente alcanzó tant . Que de hombre ayer 0 Hoy á héroe te. alza, superior al canto, : Quizá mañana al qa de santo. Y da AA satisfacción de honrar el pi blicación dela belisima ' Oda de nuestro « ruido € rta o ie : a de Él te otorgó ese pá con 3 pidiete 'Á la codicia, estas al 1 seria triste, Rendir á darte E su grado el oro, Inútil en el arca, en tí tesoro Él te inspiró tan altas ambiciones Cual no osaran avaros pedigiieños Forjarse en ilusiones; Y él, triunfador en ti de arduos empeños, Volvió verdad tus fabulosos sueños. Mas no sin que lloraras los tormentos . De águila presa que volar procura, al probar los alientos Que han de lanzarla á la sublime altura Siente el hierro que al suelo la asegura. Esperanzas burladas, co Celo helado en la nieve de egol La hiel de ingratitudos, Dudas y desconfianzas de tí mismo, Golfos de luz y obscuridad E abisdlo. Todo eso en tí sentiste cuando á solas Con tu ideal, como Colón traías, a Puesto entre amargas ol : oo Mundo inmenso que sólo tú veías, dd É ibas de puerta en puerta y lo ofrecías, Mundo de caridad, ardor bendito Del bien, y q que lo que hiciste, poco Fué á tu anhelo infinito: Por eso el ado te llamaba loco, e Á tí Mártir sublime de Valdocco. o Valdocco! el campo de tu afán testigo, Con tu sudor y lágrimas bañado, Primero y dulce abrigo, A del niño desgraciado, Bajo el ítalo cielo, en verde prado. Era una tarde: al dias del viento e Escuchaste sonar por el vacío Un infantil lamento. = Hijo, dime ¿q e : Mi madre m turió 1 ¡Pobre criatura! Ven, no llores tanto; eran llorabas aun más) vén, es pe 3 Que yo te enjugue dn llanto, de Y siendo 4 Dios y á tu debér sumiso A “Te daré pan, trabajo y paraiso”. A LS cumpli Ísté, y Valdocco á los espacios ¿Alza muros do al huérfano dedica : Talleres y palacios, E Em que más que aura alpina fresca y rica La virtud á lós pechos vivifica. Esa mansión ¡oh Bosco! do tu nombre Vivirá eterno al par del beneficio E e enseñar al hombre o Clas puede el trabajo, al bien propicio, Víctimas niñas arrancar al vicio; Y cuánto ' á la labor asidua cede Del oe el ánim 10 gróscro; Y cómo alentar f RE cp nd primero fué él fruto Del casbón que los antros enmegreco; ego diamante bruto, Y hoy á la Talla, fúlgido, agradece Los iris coñ que al Ruso ensoberbece. Valdocco así también con diestro modo En brillantes purísimos. convierte La vileza del lodo; Y el arte obliga al genio que despierte «a chispa oculta en pedernal inerte. Aquí, rizos hurtando del madero, En vaivén el. pa O se A Ronca el fuelle, el arto tranquetea; 2 Se inflama el aire y el sudor gotea. : Ahí a oa bélica e consúena De —. flauta con gemidos; OZ ar géntea llena De núclea armoniosa los oídos, Vida y afectos dando á los sonidos. Há no peligrosa bulie activa, Instrumento de bien, fecunda prensa, Sin que de ella reciba El sol de la verdad tiniebla densa, Ni Dios agravios, ni el pudor ofensa. Ella difunde del verjel de gloria Que de la Italia diviniza el seno Y de su heroica historia Cuanto bello atesoran en lo bueno, Miel de sus flores, pero no el veneno. - He ahí tu obra, Bosco: inconsolable Llora V: re sí, más no te pierde: da hay ajlí que no hable “De €, Sed tus bondades no.recuerde: El muro, el templo, el huerto, el césped verde. mee 0 Aun s6 te ve doquier, Sombra querida; a Aun se oye el eco.de tu voz amante ¿Ni quién que te vió. slvida Esa mada con candor de in Y el sello de sonrisa en tu semblante? Y hoy ¿qué amparo materno, -— cariño, Qué blanda mano que acaricie pía, a Qué madre tendrá el niño? La que Jesús de muerte en la agonía, Dejó á sus hijos huérfanos, María. -Con darles tú tal Madre ¡cómo exaltas . Lo vil y. despreciable de la tierra Á las noblezas altas! A Grandes sin altivez, reyes sin gue e Ricos de todo el bien Que el dilo encierra. . po 508 — La fuerza son que en el trabajo lidia, Son la farias en la penuria; el odio ni la envidia Que eado Dios la libertad espuria, Tigres en rebelión, braman de furia. : Para extender el bien hijos criaste En que vive inmortal tu ardiente celo, Y pobres los enviaste Á enriquecer de caridad el suelo De la región del sol á la del hielo. | Con ellos de María Auxiliadora Las hijas llevan maternal ternura Al huérfano que llora De pampa nebulosa en la llanura, Y do el polo se esconde en nieve dura. ¿En cuál de caridad obra piadosa No a tu corazón, no están tus manos, mujer generosa? Vas á la guerr a y cru os e Á curar r llagas yá salvar hermanos. rato puede la Fe, la que en acerba Lucha disputa el mundo á la pujanza De la impiedad proterva Ote goza ya del triunfo en espera ¡Ay de la humanidad si al fin lo alcantat Mas no será porque el taller de Sales, Cual de bondad inagotable vena, Puebla las capitales, La que el Támesis parte, la que el Sena, La que ve al Tíber fecundar su arena. mérica timida ¡Oh campos grandes e el Agóstl al celo, Edén fecundo E rado por los Andes, ; En belleza y y sin segundo, | SEMEL al HIDMdO. a ea ya biiss de Bosco el Amazonas, Los ve el Brasil en 2n playas: anti Habitio: con ed gaucho en tiendas s DO beben en su sed el agua ingrata las ondas salobres; y van donde el Limay, raudal de plata De cascada en cascada se arrebata. Por ellos hoy el araucano fiero, e Contra cuyo valor lidió impotente 1 español acero, Ante la Cruz se postra reverente, Y al agua bautismal rinde la frente. También aquí de su sb paterna Tus huérfanos reciben los mien Quito, ciudad supern Sentada en medio al mundo entre nz Con corona de nieves y de flore Y los espera el Funza que dilata Sobre verdor eterno sus difusas uas de limpia plata, Bañando la ciudad en que profusas- Vierten dones las Gracias y las Musas. Cual sol hácia el cenit, fecunda y "Bella Se alza ya la falange salesiana, | el mundo admira en ella Lo que puede, do impera soberana, La milagrosa caridad cris tiana. Gózate, pues, oh Bosco! allá en sereno E Campo de luz y bienes eternales, Porque alzaste del cieno Á los pobres, y á par de los reales Príncipes los sentaste como iguales. Cial honor, alabanza al Hijo Vea “ Que ostentó E grandeza y padte tanto. En tí su humilde siervo Que hoy Héros te alzas, superior al a canto, Quizá mañana al pisos o BELISARIO Pesa. a. E Julio de 1889. ESO DO RO ROSE TA DD UPEA bn ES: SA SOLA AULA aaa dass POR EL SR. DR. JEN. ARO ENE EIRA. (Continuación). Período anestésico.—Período atrópico y mutilante. ; Caracteriza este período un conjunto de síntomas de larga duración, que puede prolongarse indefinidamente, sobre todo, si el enfermo no sucumbe por la aparición de complicaciones inter- A E currentes. SR La anestesía ha sido conocida desde la antigúedad. Am- E - brosio Paré, Fernel y otros leprógrafos de la Edad Media, la hi- A Ñ Él - cieron notar perfectamente, y, por sí sola, constituye un síntoma patognomórisco de la lepra. Esta se sigue á la hyperestesia y los dolores neurálgicos: así, por ejemplo, cuando los dolores han apa- -recido en el trayecto del nervio cubital, la sensibilidad va desa- is pages en Ye piel de la mano y de las papas a La eE a -ntro achri , permaneciendo en el anillo ó. stcalo hyperchrómico ó rojo, lo cual. duntrasten muy notable. Vaanelfela va invadiendo paulatinamente las demás partes: Sp aparece pronto, dando á los enfermos distintas sensa- nes; unos creen que caminan sobre algodón, otros que sobre un jergón muy suave, otros sobre yerba. blanda etc.; algunos, aunque caminen sobre espinas, zarzales ó vidrios, no se dan cuen=. ta de ello y ni sienten las heridas que se producen; otros quieren tomar Jos objetos y, como no sienten su contacto, experimentan - variadas sensaciones; ya:creen que los objetos se les van de las ma- a nos, ya se producen Quemaduras graves sin sentirlas etc., etc. : La anestesia principia frecuentemente por los piés, las pier- nas, las manos, los brazos y la cara; es más rara en el tronco; si-- gue por lo común una invasión simétrica é invade los puntos que. - ya antes han sufrido la hyperestesia. : E lay casos en los que se observa, antes de la completa anes- tesia, un verdadero retardo en la percepción de las sensaciones; o a UI A z así, una sensación no percibida la primera vez, se la percibe á te e | as tarde la anestesia se extiende á as tejidos subcutáneos, “tacindose completa; tanto, que se pueden picar, atravesar, Ccor- ó quemar los tejidos, sin que el leproso se de cuenta de elle Así SÁ bien se puede amputar ú operar ai á So £ nsiaco de e esta clase, sin. Eb is la menor : . visto á una La extraerse un y Eb de a mano con e a - dientes, con la mayor impavidez manifestando completa i insensi- a - bilidad. OS - la anestesia, sino que también ésta afecta las mucosas de la nariz, labios, encías Y carrillos: lo mismo sucede con el ojo, tanto que se - puede picar ó cortar estas mucosas, sin probocar ninguna sensi- - bilidad. cd : El gusto de los leprosos está debilitado, les gusta los alimen- ' tos fuertes. El olfato también se altera. El oído raras veces. a atrofia muscular sigue su marcha juntamente con la anes- : Mei. La disminución de la contractilidad muscular está en ra- - zón difecta con la disminución de la masa muscular de la fibra - Contractil. La atrofia muscular principia, por lo general, por los mús- - Culos de la eminencia tenar, después invade á los de la eminen- cia hypotenar, á los músculos interóseos, á los extensores y á los - Jormaciones características. La mano se aplana, las eminencias - Musculares desaparecen, el dorso de la mano se hace cóncavo, disminuye el diámetro transversal, los dedos permanecen en fle- 0 . Muscular de los flexores domina á la de les extensores; y est - Sólo en los dedos, sino también en la muñeca y antebrazos, en aos a ps además, se ve desviaciones laterales. ; _ Miembros ó muñones para sus trabajos artísticos, pero con Pe E - condición de ver constantemente lo que EN y hacen, compen- - Sando así con la vista, la desaparición del tact n los miembros inferiores las dirias y desviaciones son análogos haciendo, por sea aa el io: de bea ee ó cha di A impedirá cometer esta equivocación. No sólo la piel y los tejidos subyacentes están invadidos por cs a flexores del antebrazo. Estas atrofias musculares producen de. xión forrada y los unos sobre los otros.—En general, la a e E á la cara, lo que me Pe ias caen: sobreviene entonces, una irritación crónica de la muco- - sa óculo—palpebral, á consecuencia del constante influjo de la luz, - ogresa, la piel se seca, se decolora; esaparecen; las uñas también se alteran, se exfolian y caen, ya en fracmentos, ya en su to- _talidad: otras veces, aunen períodos muy avanzados, persisten muy deformados. a Sucede con frecuencia que la piel de las extremidades, co- mo ha perdido las partes blandas subyacentes, _ Otras veces aparece en un punto cercano á las articulacione rdadero flecmón, acompañado de síntomas febriles: se p ze pado inferior se: produce un ectropión, sobre todo al nivel del a ángulo interno; los tarzos se adelgazan y desaparecen, las pesta- eS : | ie 1 ==) 3 tro modo de mutilación es el que se produce por gangre- . ha seca que ataca poco á poco la piel, tejido celular, ligamentos, E tendones, etc. etc., que los destruye y produce mutilaciones sin - dolor.—Otras veces se presenta un fuerte y atroz dolor en el hue- so de un dedo, de la mano, etc.; se presenta al mismo tiempo ? lida á un pus icoroso, produciéndose en seguida los demás fenó- . Menos consecutivos ya descritos. ' tilaciones que resultan son consecutivas á la formación de un ver- : dadero mal perfórante leproso, muy análogo al mal perforante - . Común, La epidermis córnea se desarrolla en los puntos salien- E tes, como en las manos, en las caras palmares de los dedos, sobre las eminencias tenar é hypotenar, en los piés, en el talón, al nivel de las cabezas de los metatarsianos. , Esta verdadera a OO no sólo aparece en los _Puntos salientes, sino también en las demás regiones; yo la he - visto en las regiones palmares y plantares, aunque es más rara. - Son tan grandes como una pes eta y aun como un fuerte; son in- sencibles y de desarrollo crónico: frecuentemente se ulceran por - la parte central, raras veces se ha visto principiar la ulceración | ¡por la periferia. e lgunas ocasiones el endurecimiento córneo se ha puesto Y muy doloroso, han aparecido síntomas febriles y se ha formado - €n Su superficie una flictena llena de un líquido aio l que al romperse ha dado orígen ála ulceración; cuyo fondo e - cubierto de mamelones carnosos fungoideos, que facilmente dejan - Penetrar el estilete, hasta tocarse la superficie ósea denudada. E Este mal perforante leproso puede persistir más ó menos tiempo - dando al fin los resultados constantes, como o eliminacio- Nes óseas y mutilaciones más Ó menos vari Las mutilaciones no siempre son el alo de una ulce- , E ración: hos casos en que la lesión q los huesos no es consecu , Finalmente, en otros casos, las denudaciones óseas y las mu- de medad, sufre más y más, recapacitando en su mente lo angustio- so de su situación. Pocos son los leprosos que habiendo adqui do una depreción física y moral considerable, hayan manifestado un aspecto de estupidés ó de chocante apatía: si algunos autore lo han hecho notar, creo que serán casos que debe figurar como -rarísimas excepciones. mada, se ven los ojos grandes, abiertos, fijos, sin brillo y aun cie- - gos. La nariz está, casi siempre deformada, ulcerada. Tanto el olfato como el gusto han desaparecido en parte ó en totalidad No existen cejas, pestañas, ni bellos. Las orejas están gruesas y deformadas. Una saliva purulenta y fétida fluye constantemente. por las comisuras de los agrietados labios, s n progresiva su cuerpo, Muy bien decía Danielssen, “que el cuerpo del lepro- A Otras veces, la larga agonía del leproso se termina medad intercurrente, una infección purulenta, un tente, una pleuresia i3,una pneumonía ó una diarrea co a lepra nerviosa sigue » Por lo general, rra marcha e su duración lega hasta tela E o brenda años, e be La duración de sus peñodos es muy, variable, pudiendo e a E rkh aparie ¡ón de los fenómenos del primer período con los demás; Ú también verse inter: sumpido por un tiempo más ó me. hos largo de mejoría, que alucina al paciente y aun á los prof a A res den iedicina, Pe ! Muchos leprógrafos notables han querido describir separa= - damente una variedad de lepra, que la han denominado lasarmá; pero en rigor, no es ana forma especial de elefancia grio 2ga, sino. : 3 AS una variedad de lepra y ane q más á | Anestósica, Sin embargo de habería ya mencionado antes (al | describir la lepra anestésica ó lepra eo he aquí en ico alabres lo que pasa en esta variedad de le A Despuds de prodremos más ó menos Sado > y que poc o. Beren de los A de la lepra, se ve aparecer la slopc cl E la sensibilidad, Después de estos síntomas y ss los fenómenos febriles más ó menos marcados, aparecen los cam bios de la a hy perestesia, lid Al mismo. Eo E Otras veces son vicplel tamente indole ales Treinta? Ó pe horas después, la rubicundés queda limitada, la mancha toma e - Color de sangre venosa; (Alvarado, Poucet) entonces la mancha - €S perfectamente anestésica, tanto, que se puede atravesar el der- ps con una aguja, sin causar el menor dolor, Si la mancha no : eabsorve, la piel toma una coloración gris Ava ó ama. 5 le pálida, eomo un pergamino: frecuentemente se notan ca pilares sanguíneos inyectados en la mancha, que lespués conti _ Buyen ála forma ación de una escara superficial del tegumente - Que á su caída deja una úlcera irregular, análogas á las siflíti de larga duración.—Otras veces se forman como flicte - llenas de cerocidad rojiza, que invaden muchas - manchas. á la vez, terminando por reunirse todas ellas, D Leo es as flic ctenas así reunidas, se cogio y dan pas á una úlcera ( Hay ocasiones en que se esfacelan placas, de grin, n esten uesa y su caída ná A O e tremidades de los a la caída de los falanges, después de haber. O. e 38 perficies articulares.-Se ha visto que estas úlceras se cicatrizan | después de pocos meses; esta cicatriz es blanca, lisa, análoga en | un todo á los que hemos estudiado en la lepra anestésica, ¿ . . 3 Estas lesiones se situan en los miembros, en el lado de su extensión y al nivel de las articulaciones, | ES . . LS bas el La evolución de esta variedad eruptiva es lenta, crónica, ] de F ilosofí la eS Literatura al Sr. Víctor Garcés, la Junta aprob - tal concesió Sin De terminó la sesión. . El ón RAFAEL BarartoNa El Prosecretario, 35 Bolívar Roto. A Facultad de Filosofía y Literatura, Sesión del 2 de octubre de 1889. Reunidos los Sres, Decano, Pólit y R. P. A ron el acta de la sesión anterio Fueron declarados aptos para el grado de Bachiller los S Tallo Cadena Meneses, Vicente Enríquez y Benjamín Jervis, s certificados. guirre, apro o esto terminó la sesión. El Decano, CARLOS R. TOBAR. El Secretario, ente Have Mm: sión de 14 de octubre de E Asistieron De Sres: R. Pp. Lacámera o. José sé _rre y D. Manuel María Pólit, prlidos y por el Sr. Pee: ) No se aprobó el acta anterior por ausencia del. Secretario. a Oído el informe verbal del Sr. Decano, quien aseguró que los documentos presentados por el Sr. Arsenio Hidalgo estaban. arreglados conforme á la ley, se le declaró al interesado Laia za el grado de Bachiller. Se leyó el informe presentado por el R. p. José María Agui- $ rre, en la solicitud que hace el Sr. Víctor M. Garcés y se dispuso. po que el solicitante manifieste que en qué caso de la ley estaba para tener estas prerogativas; con todo, el Sr. Decano llevó dicha do- 30 , . cumentación para revisar nuevamen in más, terminó la sesión. El Decano, CARLOS. R. TOBAR. AA an ee Bolívar Barahona. a S sión del 4 5 5 de octubre Ae Ls Se reunieron Jos RR riores, - los e Alejandro Espinosa Jarrín, Víctor Manue : nacio Jaramillo que pedían se les declare aptos para el grado Bachiller, y se les concedió la gracia pedida; peca los c rt s manifestaban que los solicitantes h n cumpli do co: O pedido, después de aprobar el informe expedido por E Aguirre. . _No habiendo otro asunto en el despacho, se dió porcondl ! la sesión. e Por el Deia os María: ( El Secretario, Manuel E Baca Mm - Se sometieron al E de dócuiitola y 7 scudo de , E E A Gr una so del Sr. Danie Leó mn, en da cual pedía se le dis del poe de los. Sechiol correspondientes á los grados d , y se leyó: el siguiente informe: —“Sr. D os que preceden manifiestan, que el E Da ondiciones determinadas por el art. 22 de orgánica de Instrucción Pública, A en-15 de agos 288, p ara que se le exima de cónsign los derechos. correspondiee es al grado de ado en + Just repoldicntes. al grado de Licenciado, y se hizo notar que cuan=" dose trate de la dispensa de los derechos del grado de Doctor se debe ES en cuenta ni el peticionario lo ha solicitado € : e EaES opor a , | El Decano, pesa Eniquez. El o Manuel Baca M idió el Sr. o y Asistieron los Sres, Dres. Casar in inosa de los Monteros y Campuzano. - E - Aprobada el acta de la sesión anterior, se dió lectura: 19% De una solicitud del Sr. Daniel León, que pedía di .sás del grado de Doctor. Se comisionó al Sr. Dr. a de para que informe, 22 De Otra del Sr. Manuel R. Valarezo, que peña se le de a > el quinto año de E rispradoncia; aun “cuando. no tenía la matrícula de Gicho e Pa y culas del Colegio Nacional de Cuenca. Acerca de esta soli sigu se. nes extr judias sin pa alguno legal, ya 1 porque s son singu ar sí que opino, salvo el ilustrado juicio de US., que deb ind la solicitud oa Quito, es 2 de sn a e los días 11, 12, 14 y 13 dió cor debiendo ; pS y nde ie el na de insc 'ulio Castro, Ape Riad y Emilio peo Za Con esto terminó la sesión ES El Decano, Junto 3. Enríquez. El Secretario, Manuel Baca M. > Sesión a del 12 de octubre de :88o- t O para reemplazarlos á á los Sres. Dres. Alejandro e rancisco Andrade M arín, Pp. acuerdo de todos. los un a EE - Y cusación no se fundaba en ningún motivo legal; puesto que ni si- - Quiera se expresaba causal alguna que la EDAgUE, resolvió que - no era admisible la mencionada recusación. - Por último, como el Sr. Dr. Cárdenas se excusó también de asistir á los exámenes, se nombró en su lugar al Sr. Dr. Belisario Albán Mestanza. Y terminó la sesión. ; El Decano, JuLto B. ENRÍQUEZ. — * +. kl Secretario, Manuel Baca M. Sesión del 17 de octubre de 1889 Presidió el Sr. Decano y asistieron los Sres. Dres, Casar . Espinosa de los Monteros y Pp a | | a de a ¿€ ien gen con los milio PS oo Andrade Marín: Albán Mestanza' que se propusieran para la elecci qu ebe practicar el H. Consejo General de Instrucción Públ al Sr. Dr. Víctor Manuel, Peñaher; . — gundo al Sr. Dr. Reinaldo Pino rera, en primer lugar, y en Terminó la sesión. El Decano, Junio 3 OLE. El Secretario, A Mehnil Bue M Ses 0: són del 13 de octubre de 1889. : y Reunidos los Sres. E teros y Campuzano, a Decano, Cabos. Espinosa. $ los] pro obaron el acta ant , Como el Sr. Dr. Víctor Manuel Peñaherrera debí, | peñar la Cátedra de Derecho Mig - piedad, el Sr. Decano, autorizad: | io de Econ onomí EL natura. e aceptó la in indica Sr DEA. E io Espino sa Prof de la reeric -tedra, A Le dos. terceras. partes dejo suck corr diente. : ed E Sin más, terminó la sesión. Pa A 11 Decano, Junio B. a El Secretario, Manuel Poca M. Sesión , del 26 de octubre de te. da tes y R. Adria ette polio susti- _tito'de Economía política y Legislación). y “Después de aprobar el acta de la sesión Arbre se, dela — Tó al Sr. Daniel León dra para el grado de Doctor, previo exa. . mendel os se pct raroñ al -glados á la ley. -Leída la solicitud del mismo add e enla cual pedíasele e -n cuota q r pa ara el grado d oct ) Campuzano informó pe ela que el peticionario había do todos los requisitos puntualizados en el art. 20 de I5 de agosto de 1885; y que por consiguiente creía que se debia ler ¿ lic rel! eón Se ge el inform: + a El Secretario, ¡Horse! Boca m. po : Ara pOr A Pes Casares, Peñaherrera, aio y y 1 da el acta uinto y sexto años de Jurisprudencia, hacien gio que concede el Decreto Legislativo de 23 de $e matriculó. en ambos cursos, aunque en fe de e siac + qué ban de ole en un $ vigente, esa st rarse apto Sl Sr. Manuel er tea go para optar el grado de Doc- Es Nor en Jurisprudencia. —Quito, novicmbre/28 de bc aa ano. ¿E No bibi otro asunto de que ocuparse, se levantó, a sión. El Decano, JuLto B. Enríquez. ds Mas / Baca Mos. RIDE ) M y 07 Td: un En que lala se les declare. aptos. para Se eloy Ó li ln Ca cotedós 3 Antonio ¡ndo Vela y Arman o Terá ¡em GRA srecisión las lesiones de que adolece el: Ss Terminó la sesión. E e E Por el Decano y RAFAEL El Secretario, Diam baca Me -Presididos p nor e qa Sr * a, Egas, ) Muñoz, Cárdenas asa api A el acta de las sesió de Debe notarse, que el informe per= ap! bado con cinco votos afirmativos y. O ; a me y ml Subteniente Hidalgo, porque del escrús Se Afrmativos, Y tres neg ati ivOS. - Sesión del 16 de octubre de 1880. > Presidió al S£ Decano, y asistieron los Ses Dres. Muñoz, de Cárdenas, Silva, Echeverría y Cevallos, no asistieron los Sre Dres. Barahona | 39 El siguiente aficio o del Ea —Judica de Letras. de la provincia: de % AO. Decano de la F: juicio que ante esta ant aro Vázcones Cepeda 2 in León. —Latacunga, ; octubre e oridad se sigue contra el ES Aleja ndiciársele: autor e la muerte del 8 el fallo de esa H. Facultad, y como la ley no permite tanta ré. ¿mora en estos juicios, vuelvo á suplicar la prontitud.—Dios guarde áUS.—R. Vicelino Muñoz. El Sr. Decano mandó leer todo el exp -dientillo remitido por el Sr. Juez de Letras para que todos les Sres. Profesores tengan pleno conocimiento Jel asunto que habían de resolver; y nombró al Sr. Dr, Nicolás Egas para que H informe - Por último se dispuso que el infrascrito oficie al Sr. Admi- trador del Hospital de San Juan de Dios preguntándole cuán- destinos de alumnos internos estaban vacantes en ese Esta- imiento. Con esto terminó la sesión, El-Decano, RAFAEL RODRÍGUEZ MALDONADO. El Secretario, Manuel Baca M. * Sesión del 20 de octubre de 1889. Por. falta del Sr. Decano presidió el Sr. Dr. Barahona y ttieron los Sres. Dres. Muñoz, Cárdenas, Silva, E cheverría, blica ectura del siguiente informe:—Sr. Decano: —Con la atención ebida he leído todos los documentos que, en copia ha remitido el profesor y el empírico que practicaron la autopsia del cadá- lesiones encontradas, y que sólo difieren en las tres primeras otro modo esta causa no llegará j jamás á su término; p pues el su- “evallos y Egas (profesor sustituto de Medicina legal é Higiene del Sr. Reinaldo Hidalgo están acordes con la descripción de clusiones que contiene su informe. - De esto se deduce que es la extensa disertación en que han entrado 20s Sres. Dres 2 dar paso 2 al agen- 7 s de los que cadas, papas de aprobar el acta de la sesión precedente, se dió o que esta H. ción da: usd resolver con acier 3 - acerca de ellas, ya que transcurriéron cincuenta y dos horas desde 4o de su cadáver; pues es evidente que la putrefacción ya princi - piada, como se dice en el informe, debió alterar profundamente - aspecto de las lesiones trauntáticas. —Quito, 3o de octubre - 1889.—Nicolás Egas. —Sometido 4 á votación, fué negado pot: una- nimidad. - Entonces los Sres. De Cáriénas y Muñoz propusieron que E se conteste á la consulta del Sr. Juez de Letras en los términos - Con los/hechos observados; miéntras que las deducciones del em- ; pírico Puga, á más de ser completamente arbitrarias, por no ten - ningún fundamento científico ni racional, hacen sospechar parcia lidad. También extraña la Facultad que los Sres. Facultati dirimentes no hayan podido ó no hayan querido. resolver asun tan claro. - Por el Decano, RAFAEL BARAONA. El Secretario Manuel Baca e E INDICE DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO 3* ES Pa PAGINAS. CAMPUZANO (JOSÉ, N).—-Breve resumen histórico de los concilios ge- + e 5 02-200 “ASARES (CARLOS).— de sog Ya ia del paralelo entre ce código civil ¿ei 1 slatura anterior... ......--» e PO S. $ Ecas (MIGUEL ABELARDO). e Drsipción de langostas. -.... nano.» 121-205-484 UsPINOSAP DE LOS o e .EÓN ). —Reflexiones sobre. pruebas, Ea y udicial an PóLtT (MANUEL María). El ma e Faenza en la Biblioteca : 2 nal de Quit onto 6 » ” . Bio Lio: fla ci cien XVI ....-- o 3 ” » s tas pao cti cab ¡sido y Pe e Prña (BELISaRIO).— en á Don Js an Bosco Fundador de los a eS eres salesianos..-......---2 La RIBADENEIRA (JEwAR O). de es 08 eclagjo de estudio “sobre la lepra. o Pe a pd SÁNCHEZ (QUINTILIANO).—Al OIE EIESIÓN rr od (R. P. Luis).— La Ramí e 215 » Grámíneas Ecuatorianas de la aa cia de poros Torar:(Cartos R.).— man es de liter te del P. pedida PR : 195 Trova (Jos; MARÍA) — bi y ree á la Medicina, mio Hi. 9 e y ra: VELASCO a ea A stato o de las aguas VILLACÓMEZ (AURELIO). e al ilustre peo quiteño "Dr Tod Cádiz y á Ricaurte en 171 _......-- .-.- Vivar (José María).— So sobre el “artículo “aplicaciones ..-.o.-- nan or dr A o. ” 5 sr eE iaa de ie Es asia Eno del H. Sr. acido de Liueracción Poio 550 ¿de Eugenio Es O Ds ¿ A o A a a ; MR. Chey : AA ET aio 10 Textos Ba Me O A 23 eS E 3 ' 8% Ambae dedos al CC EE, PRO A IN E E AO 60-172 Sa Ese Boletín Universitario, de diciembre de 1888 4 diciembre de 1 Exámenes recibidos en diciembre de 1888 0% cabida del H. Consejo | ¿de Intrucción a 45 Exámenes recibidos en o TE ERE EE 35 Grados recibidos'en 1888 A CAC A Grados recibidos en ..- a dead o .. aga dll 31 e al es ig tniner ] ad Pe me e... A ome al Mérito. ma.» aid de las materias cncenadas en : 1888 4 1