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REVISTA DE LA ACADEMIA
CANARIA DE CIENCIAS
Folia Canariensis Academiae Scientiarum
Volumen VII, Nums. 2-3-4 (1995)
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REVISTA
DE LA ACADEMIA
CANARIA DE CIENCIAS
Seccion
FISICA
Seccion
QUIMICA
Seccion
BIOLOGIA
Folia Canariensis Academiae Scientiarum
Volumen VII - Nums. 2-3-4 (1995)
REVISTA DE LA ACADEMIA CANARIA DE CIENCIAS
Folia Canariensis Academiae Scientiarum
Director - Editor
Nacere Hayek Calil
Secretario
José Bret6n Funes
Comité Editorial
Francisco Sanchez Martinez
Francisco Garcia Montelongo
José Manuel Méndez Pérez
Juan José Bacallado Aranega
Publica: Academia Canaria de Ciencias,
con la colaboracién de
Gobierno Auténomo Canario,
Cabildo Insular de Tenerife y
CajaCanarias.
ISSN: 1130-4723 Depdsito Legal: 212-1990
Imprime: Grafican, S. L.
Graciliano Afonso, n°. 3 - Tfno. 22 77 33
Santa Cruz de Tenerife
PRESENTACION
Si bien nuestro propSsito primordial sigue siendo el logro de una
publicaci6én anual, digna y seria, que conste de cuatro fasciculos dedica-
dos de forma independiente a cada una de las Secciones que comprende la
Academia Canaria de Ciencias, la naturaleza y nGmero de los articulos a-
ceptados correspondientes al afio 1995, ha impuesto que el presente volu-
men VII tenga que distribuirse en dos fasciculos numerados del modo si-
guiente: N&Gm. 1- MATEMATICAS y NGm, 2-3-4 -FISICA, QUIMICA y BIOLOGIA.
En uno y otro fasciculo se integra una Secci6n especialmente dedica-
da a HISTORIA Y FILOSOFIA DE LA CIENCIA, donde figuran trabajos- pertene-
cientes, por su naturaleza, a las 4reas a que se refiere el fasciculo. Se
recoge asimismo, en el fasciculo numerado 2-3-4, junto a los articulos de
investigacioén en las diferentes especialidades, el discurso de ingreso de
un Académico Correspondiente a la Seccién de Biologia, asi como las pala-
bras de presentacién del mismo a cargo de un Académico Numerario,
Como viene siendo habitual, un texto Gnico referido al apartado VIDA
ACADEMICA, en el que se da cuenta de las principales actividades del pe-
riodo anual correspondiente, se encuentra en ambos fasciculos.,
Una vez mas, deseamos expresar nuestro agradecimiento a ies autores
que nos han enviado sus trabajos, al equipo de referees que han coadyuva-
do con el Comité Editorial a la seleccién de los mismos, y a las corpora-
Cciones e instituciones que hacen posible la publicacién de esta Revista,
muy en especial, al CABILDO INSULAR DE TENERIFE, CAJA GENERAL DE AHORROS
DE CANARIAS y GOBIERNO AUTONOMO CANARIO,
El Director
Nacere Hayek
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SECCION
FISICA
ocr .Canar.Cienc., VII (Nams. 2,3 y 4), 9-22 (1995)
ARQUEOASTRONOMIA EN FUERTEVENTURA:
UNA APLICACION A LA MONTANA DE TINDAYA
J.A. Belmonte (1), M.A. Perera Betancort (2),
A. Tejera Gaspar (3), C. Esteban (1)
(1): Instituto de Astrofisica de Canarias, 38200 La Laguna, Tenerife.
(2): Unidad de Patrimonio, Excmo. Cabildo Insular de Lanzarote, Lanzarote.
(3): Departamento de Prehistoria, Arqueologia e Historia Antigua, Facultad de
Historia, Universidad de La Laguna, Tenerife.
Hacian sacrificios en las montafias, derramando leche de cabra con vasos que
llamaban ganigos ... Asi se expresa Abreu Galindo en su cronica, escrita a finales del
Siglo XVI (1), acerca de la forma en que la poblacion prehispanica de Fuerteventura
realizaba algunos de sus ceremoniales religiosos.
En este sentido, se destaca el hecho que la Montana de Tindaya ha sido considerada
tradicionalmente por la poblacion de Fuerteventura como montafia sagrada, siendo
escenario de numerosos cuentos de brujas en los que suceden cosas extraordinarias. Sin
embargo, el hecho que mas poderosamente ha llamado la atencion sobre Tindaya es la
presencia de los grabados de pies denominados "podomorfos". Asi, en las cotas altas de
la montafia se han localizado un total de 213 grabados que se encuentran distribuidos en
57 paneles. Casi la totalidad de los grabados hallados en la cumbre y sus cercanias
representan siluetas de pies, utilizando para ello formas mas 0 menos esquematicas (2,3).
Entre todos los paneles, destacamos el numero 7 (el de mayores dimensiones, con
diferencia, y el mas numeroso con, al menos, 45 siluetas de pies bien definidas --la
mayoria emparejados--) que se encuentra en la cumbre mas alta de Tindaya --la
meridional-- sobre una plataforma traquitica bastante lisa e inclinada entre 15° y 18°con
respecto a la horizontal. Todos los grabados se hallan en direccion al punto mas alto de
la cumbre --situado a poniente--, a partir de la ubicacion de una roca traquitica natural,
que sobresale un metro por encima de la superficie plana del conjunto, a la que se conoce
con el nombre de "el altar" --algunos investigadores han creido reconocer la accion del
hombre en una figura circular incompleta que se situa en la cara sudoriental de dicha
roca--.
Hasta la fecha, se han realizado muy pocos trabajos sobre arqueoastronomia en el
Archipiélago Canario (4,5,6) y ninguno en Fuerteventura. Con el fin de aliviar, en la
medida de lo posible, este desconocimiento sobre la Prehistoria de las islas, un grupo de
investigadores del Departamento de Prehistoria de la Universidad de La Laguna y del
9
Instituto de Astrofisica de Canarias hemos comenzado un estudio extensivo del legado
aborigen utilizando dos fuentes de informacion diferentes pero a la vez complementarias.
Por un lado, el analisis de las fuentes escritas --las denominadas fuentes
etnoastronomicas, ya estudiadas en parte por algunos prehistoriadores (7)-- y, por otro
lado, del estudio directo de las implicaciones astronomicas que subyacen en el legado
arqueologico. En particular, aqui nos vamos a centrar en los hallazgos de indole
arqueoastronomica que hemos encontrado en el conjunto de grabados de la cumbre de
Tindaya --un estudio mas extenso y detallado sobre el tema se encuentra en vias de
publicacion (8)--.
En los trabajos de M. Cortés (9) se habia sugerido la existencia de una orientacion
dominante hacia el oeste, sin mas especificaciones, zona del horizonte donde, en dias
muy claros, es visible el lejano Pico del Teide. Este que presentamos es, por el contrario,
el primer estudio sistematico de la orientacion de los grabados podomorfos. Las medidas
se realizaron con una brujula de precision, corrigiendo de la correspondiente declinacion
magneética --variable con el tiempo y la posicion--, tomando como direccion la del eje de
simetria de cada podomorfo y como sentido el de talon a dedos (en los grabados con
dedos) o el de base estrecha a base ancha (en los trapezoidales). Del total de podomorfos
estudiados, solo se consideran como datos utiles aquellos en que se puede definir
claramente una orientacion (en total 164), dejando aparte aquellos en que, o bien por su
pésimo estado de conservacion, o bien por encontrarse en paneles con fuerte inclinacion
(>50°), sea practicamente imposible establecer una direccion horizontal (acimut)
privilegiada.
La Figura 1 muestra el Diagrama de Orientacion de todos los grabados analizados. Se
muestra claramente la no aleatoriedad de la distribucion ya que un 80% de los
podomorfos poseen acimutes comprendidos entre 225° y 270°. Es notable que el
intervalo entre 240° y 265° esté ocupado por las islas de Gran Canaria --con su pico
mas elevado, el de Las Nieves-- y de Tenerife -con el Teide a 262°-, por lo que seria
posible que una causa topografica subyacese en la orientacion dominante de los
podomorfos de Tindaya. Sin embargo, en ese intervalo se producen también eventos
astrenomicos significativos como el ocaso solar en el Solsticio de Invierno, los
lunasticios mayor y menor, los ocasos de la Luna llena siguiente al Solsticio de Verano -
-comprendidos, grosso modo, entre ambos lunasticios, Pm y PM-- o los de la Luna
nueva siguiente al Solsticio de Invierno y, mas en general, los ocasos solares de los
meses otofiales e invernales comprendidos entre ambos Equinoccios, cuando el Sol se
pone justamente por el Oeste (270°), y el Solsticio Hienal. Consecuentemente, también
es posible encontrar una justificacion astronomica --solar o lunar-- a la existencia de gran
parte de dicho intervalo.
Por lo que al 20% restante de grabados se refiere, estos tampoco estan distribuidos de
forma aleatoria por el Diagrama, sino que tienden a concentrarse en las otras tres
direcciones cardinales, Norte, Este y Sur. Un hecho a destacar es que --salvo una
excepcion en que tenemos dos pares de huellas enfrentadas orientadas, respectivamente,
al Norte y al Sur-- los podomorfos orientados segun la Meridiana (N-S) nunca se
encuentran aislados, sino formando parte de paneles mas complicados donde hay
podomorfos orientados en el octante dominante O-SO, como se muestra en la Figura 2.
Con el fin de discernir claramente si la causa subyacente a la orientacion dominante O-
SO es astronomica o topografica (o ambas a la vez), hemos elaborado el Histograma de
10
las Orientaciones de los podomorfos que presentamos en la Figura 3. El ajuste reproduce
de forma razonable la distribucion. Su maximo se situa a 243°.7+0°.9 --correspondiente
a una declinacion de -23°.1+0°.8--. Teniendo en cuenta que la declinacion del Sol en el
Solsticio Hienal es de -23°.5, podemos concluir que la direccion dominante hacia la que
se orientan los podomorfos de Tindaya es la del ocaso solar del Solsticio de Invierno que
se corresponde, aproximadamente, con el maximo de precipitaciones en Fuerteventura,
tal como se muestra en la Figura 4, siendo, posiblemente, la hipotesis astronomica la mas
razonable de las barajadas.
En apoyo de la hipotesis solsticial, tenemos ademas el hecho de que el panel principal de
Tindaya (el numero 7), situado en la cima de la montafia, se orienta claramente en la
direccion correspondiente al ocaso solsticial invernal que, por otra parte, se produce tras
la isla de Gran Canaria. La hipotesis topografica no debiera, sin embargo, descartarse de
plano, ya que hay podomorfos orientados de hecho hacia el Teide y situados en lugares
desde donde este es visible en dias claros. En este sentido, otra posibilidad astronomica
sencilla seria una orientacion a la vision del primer creciente lunar, simultaneo o siguiente
al Solsticio de Invierno, sobre las islas de Gran Canaria y Tenerife, fenomeno que
proporcionaria un diagrama de orientacion muy parecido, considerando la dispersion y
los errores en la orientacion de los grabados, al encontrado en Tindaya. En apoyo de esta
posibilidad tendriamos el grabado en forma de semicirculo localizado en el “altar” en
que, quizas, se podria reconocer la forma de la Luna Creciente. |
Por otra parte, Gomes Escudero (10), cronista de la época de la conquista, nos informa
sobre cierta situacion asociada al Solsticio de Verano, transmitida por los antiguos
majoreros:... 7 dicen que llamaban a los Majos que eran los spiritus de sus antepasados
que andaban por los mares ..... , | dicen que los veian en forma de nuuecitas a las
orillas de el mar, los dias maiores del ano, quando hacian grandes fiestas..., i veianlos
a la madrugada el dia de el maior apartamento del sol en el signo de Cancer....
Textos como este nos sugieren la existencia de algun tipo de computo de tiempo entre
los aborigenes, posiblemente basado en la observacion de la posicion del Sol y, quizas,
también de la Luna como ocurria en otras islas (asi, por ejemplo, para Tenerife, Espinosa
(11) nos dice que los antiguos guanches ...hacian entre-ano, el cual contaban ellos por
lunaciones, muchas juntas generales...), implicando, en ese caso, la practica de una
astronomia incipiente por parte de la antigua comunidad islefia.
El problema fundamental es como entender esa actividad. Por un lado, es logico suponer
que algunas de las "grandes fiestas" se asociaran al Solsticio de Verano, época en que los
dias son mas largos y en que, posiblemente, comenzase o finalizase algun ciclo
agropecuario importante, tal y como sucedia en otras islas y aun sucede en el norte de
Africa (12,13,14) --también coincide con el minimo absoluto de precipitaciones, ver
Figura 4--. En este sentido, es destacable como varias localidades de la isla (Toto,
Lajares, etc ....) celebran como festividad principal la de San Antonio de Padua el 13 de
junio, fecha que, antes de la reforma gregoriana del calendario --ocurrida en 1582--, por
tanto, en la época de conquista y colonizacion de la isla, coincidia con el Solsticio de
Verano. Tambien resulta llamativo que la festividad mas importante de la isla --de posible
raigambre prehispanica, la de la Virgen de la Pefia, se celebre en el tercer sabado de
septiembre (es decir, entre el 15 y el 21 de dicho mes), coincidente con el Equinoccio de
Otofio y el comienzo de las primeras lluvias. Finalmente, comentar que las "apafiadas" de
11
ganados mas importantes de la isla, herederas de las antiguas gambuesas de los majos, se
celebran en Navidad, una vez nacidos todos los baifos, simultaneamente, por tanto, a
otra fecha astronomica importante, el Solsticio de Invierno, coincidente con el maximo
de precipitaciones .
Por otro lado, creemos que la referencia al culto de los antepasados, contenida en el
texto de Gomes Escudero, también podria entenderse en un contexto celeste. En este
sentido, es ilustrativa la referencia a "nubecitas" vistas sobre el mar en la madrugada (es
decir, antes del amanecer) del Solsticio de Verano. Desde la mas remota antigtiedad,
numerosas formaciones celestes de aspecto neblinoso han recibido el nombre de nebula.
Asi, por ejemplo, hacia 1520 --en fechas cercanas a la cronica de Gomes Escudero--
Magallanes describia, en su viaje de circunnavegacion, las dos galaxias satélites de la Via
Lactea --invisibles para un observador del Hemisferio Norte-- a las que, en buena logica,
se les dio el nombre de "Nubecitas de Magallanes" (Nubeculae Magallani) (15). Por
tanto, parece obvio que, en esa €poca, se aplicaba el termino nube(cita) a ciertos objetos
celestes de aspecto peculiar.
A parte del aspecto difuso --de nubecilla-- que ciertas estrellas puedan tener bajo ciertas
condiciones meteorologicas --calima, neblina--, especialmente al amanecer y sobre el
mar, hay un buen numero de cuerpos celestes del hemisferio norte cuyo aspecto de nube
es indudable. Entre los mas destacados figuran los asterismos de las Pléyades y las
Hiades, la famosa Nebulosa de Orion (M42) y, por supuesto, la Via Lactea.
Sorprendentemente (ver Figura 5), todos estos objetos eran visibles, de forma
simultanea, al amanecer del Solsticio de Verano durante la gran mayoria de la etapa
prehispanica de la isla --el orto heliaco (16) de Orion dejo de observarse antes del
Solsticio de Verano en el Siglo XIII, aproximadamente--. Por tanto, creemos que las
nuuecitas que veian los majos no eran otras que las Pléyades --uno de los asterismo mas
importantes de la historia de la humanidad (17)--, las Hiades, algunas de las estrellas mas
brillantes del cielo (Rigel, Aldebaran, Betelgeuse), la Via Lactea, etcétera y que, como en
muchas otras culturas, los espiritus de los antepasados encontraban su fiel representacion
en el Cielo, en compafiia de los dioses. En este sentido, es de destacar que los bereberes
de la Kabilia argelina veian en las Pléyades el asiento de la inmortalidad, considerandolas
el punto central del Universo (18,19).
En este sentido, queremos constatar que, teniendo en cuenta que los ortos estelares se
producen en el horizonte oriental y que es muy probable que los antepasados de la
poblacion aborigen de Fuerteventura procediese de Oriente --Noroeste de Africa--,
resulta tentador imaginar el ceremonial descrito como una cierta forma de rememorar la
primera arrivada a la isla, por lo que el texto de Gomes Escudero constituiria un eyemplo
bastante singular de lo que se ha dado en llamar Mito de Origen.
Por otra parte, es un hecho conocido que en el norte de Africa existe un calendario fosil
(20) --utilizado sobre todo en las tareas agropecuarias--, basado en las "mansiones
estelares" y que algunos investigadores hacen descender del antiguo sistema calendarico
egipcio de los decanos (21). Los ortos y ocasos heliacos y acronicos de estrellas y
asterismos se vienen usando desde la mas remota antigiiedad como marcadores
especiales de épocas determinadas del ciclo agrario y ganadero (22).
12
En consecuencia, no seria de extrafiar que los antiguos majos se hubieran servido de
algunas estrellas importantes y asterismos llamativos como indicadores especiales de
épocas determinadas --ademas de como objetos de culto--, al igual que hacian sus
contemporaneos, en la isla de Gran Canaria, de los que sabemos que: Gobernabanse por
el Sol de dia, y de noche por algunas estrellas, segtin que tenian experiencia de cuando
salian unas, y se ponian otras, 0 ala prima --orto acronico y ocaso heliaco--, 0 a la
medianoche , 0 a la madrugada --orto heliaco y ocaso acronico--..., tal como nos
informa el cronista José de Sosa hacia 1678 (23).
or.
En el Histograma de los podomorfos (ver figura 3) se puede ver que el sector de mayor
concentracion de orientaciones tiene un tercer maximo entre 225° y 235° que, si bien se
puede explicar --segun vimos mas arriba-- en base a un alineamiento solar en su posicion
extrema (Solsticio Hienal), considerando un amplio margen de error en la orientacion de
los grabados --ésta es la explicacion mas prosaica--, también pudiera explicarse en
funcion de la puesta de la estrella Fomaljaut durante la época_prehispanica.
Recientemente, J.A. Belmonte ha propuesto que, probablemente, Fomaljaut fuera la
estrella Srt (Oveja) de los antiguos egipcios --asociada indirectamente al culto del dios
carnero Amon y, junto con éste, al Solsticio de Invierno-- (24). Esta identificacion
tendria un hipotético origen libico --norteafricano--, en oposicion a la representacion
clasica --mediterranea que hace de Fomaljaut la boca del Pez del Sur (arabe Fum-al-
jaut-al-genubi). De hecho, durante los primeros afios de la Era Cristiana, Fomaljaut tenia
su ocaso heliaco en fechas cercanas al Solsticio de Invierno. Este evento se iria atrasando
con respecto al Solsticio, debido a la precesion, a lo largo de todo el periodo aborigen,
ocurriendo a finales de enero hacia el 1400 d.C.
Teniendo en mente este hecho, estudiamos la posibilidad de que el Histograma de los
podomorfos escondiese una justificacion astronomica mucho mas precisa que la simple
orientacion general al ocaso del Sol en el Solsticio Hienal o de la primera vision de la
Luna Nueva siguiente al mismo. Nos resultaba especialmente llamativo el minimo de la
distribucion entre 245° y 250°, pues chocaba, abiertamente, con dicha orientacion. Por
otra parte, la presencia de tres maximos aparentes nos hizo pensar en una nueva
posibilidad: que los podomorfos estuviesen mayoritariamente orientados a varios
fenomenos astronomicos relacionados entre si y, éstos a su vez, con el Solsticio de
Invierno. En este sentido, nos dimos cuenta de que los dos maximos a 240°-245° y 250°-
255°, asi como el minimo citado con anterioridad (ver figura 3), se podian reproducir
facilmente considerando todas las posibles puestas de la Luna Nueva (y no su primera
vision, como consideramos anteriormente), simultanea o siguiente al Solsticio de
Invierno, a lo largo de un periodo de 19 afios. Este intervalo de tiempo se asocia al ciclo
de regresion de la linea de los nodos lunares que, de hecho, tiene una duracion de 18.61
afios (25). Por otra parte, ya hemos comentado que, el tercer maximo, se podia explicar
en base al acimut de los ocasos de Fomaljaut, variable debido a la precesion de los
Equinoccios. Uniendo ambas fenomenologias, se elaboro un modelo que tratase de
reproducir el Histograma real del 80% de los podomorfos, orientados en el octante O-
SO. Este Histograma Modelo se presenta en la Figura 6 y parece ajustar razonablemente
bien al de los datos experimentales. En realidad, esta asociacion estrella brillante-
creciente lunar no seria mas que otro ejemplo singular de un vision celeste que ha
llamado la atencion de muchisimas culturas a lo largo de la historia (el mas famoso, sin
duda, seria el Creciente-Estrella del Imperio Otomano).
13
Resulta tentador imaginar que la antigua poblacion de Fuerteventura se diera cuenta de la
relacion existente entre la puesta de Sol en el Solsticio de Invierno, la primera vision o la
puesta de las Lunas nuevas simultaneas o posteriores --hasta 30 dias-- a éste y el ocaso
heliaco de Fomaljaut --estrella asociada, quizas, a alguna divinidad de caracter ovino o
caprino como las existentes en Gran Canaria (26)--, fendmenos todos ellos casi
simultaneos en el tiempo y, sorprendentemente, coincidentes con el maximo de
precipitaciones en la isla. Esto les pudo llevar a convertir Tindaya en un gran santuario
potenciador de las lluvias, grabando los podomorfos con orientaciones tales que
recordaran la fenomenologia astronomica concurrente en el lugar. Ademas, estos
fenomenos tenian lugar, generalmente, sobre puntos topograficos singulares del
horizonte oriental --como Gran Canaria o el Teide-- que pudieran haber representado la
idea de un Finis Jerrae en la mentalidad de estas antiguas poblaciones.
En trabajos anteriores, se habia postulado la posibilidad de que los podomorfos indicasen
lugares donde se habia impartido justicia (27). Creemos que esta hipotesis no esta
necesariamente refiida con la hipotesis magico-religiosa (astral) que, en base a la
evidencia arqueoastronomica encontrada, creemos como la wmias_ solidamente
fundamentada. En este sentido, no es necesario recordar que, en muchas culturas, el ideal
religioso y el ideal de justicia estan intimamente ligados y, de hecho, las cronicas (28) nos
dicen que las chamanas Tibiabin y Tamonante dirimian no solo en asuntos religiosos,
sino también en asuntos politicos, entre los que, presumiblemente, se incluyeran los
judiciales.
Finalmente, en Tisajoire, nos llamo la atencion la existencia de una estacion de grabados
podomorfos, en medio de un gran poblado cuya localizacion se justifica por muchas
otras causas --riqueza de pastos, proteccion contra el viento o poblacion hostil, etc--. De
nuevo, los grabados se orientan a poniente, pero no a un acimut cualquiera, sino que
abrazan un intervalo (291° a 305°) en el que se producen el ocaso del Sol en el Solsticio
de Verano y, en parte, la puesta de la Luna nueva que le sigue --o la de la Luna llena
siguiente al Solsticio de Invierno--. Indudablemente, la aparicion de una nueva estacion
de podomorfos con claras connotaciones solsticiales refuerza la relacion, que ya
apuntabamos, entre é€stos, el Sol y la Luna.
La relacion entre mundo religioso, mundo celeste y mundo economico --a través del
ciclo anual-- se nos muestra pues en toda su magnitud. En este sentido, es destacable el
papel de la montafia como posible nexo de union entre dos realidades, la celeste y la
terrestre. Recientemente, Antonio Tejera (29) ha propuesto la idea --documentada para
La Palma-- de que ciertas montafias de las diversas islas, de aspecto o localizacion
singular, actuasen a modo de Axis Mundi en la Cosmogonia de cada una de las
sociedades prehispanicas del Archipiélago. En este sentido, ya Herodoto (30) describia
como los antiguos /ibios consideraban al Monte Atlas como la columna del cielo y, para
reforzar aun mas ese caracter sagrado, Maximo de Tiro (31) afirmaba que el Monte
Atlas era considerado a la vez un templo y un Dios. Esta divinidad actuaria a modo de
sustentador de la Boveda Celeste, y sobre todo de las dos luminarias, el Sol y la Luna --
numerosas estelas punicas y libio-punicas muestras representaciones de este tipo (32)--,
en un todo similar a la idea transmitida, para la isla de Tenerife, por el padre Espinosa
(33) sobre un Ach Guayaxerax Achoron Achaman, transcrito como sustentador de
_ cielos y tierras, pero quizas referida a un "sustentador de la Luna --Achoron-- (34) y el
“Sol --Achaman-- (35) ".
14
En este contexto, parece razonable suponer que Tindaya ejercio ese papel de montafia
sagrada, templo y, quizas, Eje del Mundo de los antiguos pobladores de Fuerteventura --
al menos del norte de la isla--, siendo incluso posible que la propia montafia estuviera
divinizada. En apoyo de esta hipotesis tenemos la presencia de la estacion de
podomorfos mas impresionante de las Islas que se relaciona de forma mas o menos clara
con una fenomenologia astronomica (hipoteticos cultos astrales), tal y como hemos
tratado de demostrar en este trabajo.
Agradecimientos: En la realizacion de este trabajo han colaborado un buen numero de
personas. Queremos dar las gracias a Margarita, Carmen y Roberto por su ayuda en el
trabajo de campo. A Victor Febles, Rosa Schlueter y Mauro Hernandez por sus
comentarios y a Ramon Castro por alguno de los graficos. Este trabajo ha sido
financiado, en parte, a través del proyecto Arqueoastronomia del Instituto de Astrofisica
de Canarias.
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Ediciones, pag. 56-57. 1977.
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5.- Belmonte J.A., Aparicio A., Esteban C. A Solstitial Marker in Tenerife: the Majanos
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8.- Perera Betancort et al. Jindaya: un acercamiento arqueoastronomico a la
Prehistoria de Fuerteventura. Tabona IX. En prensa. 1995.
15
9- Cortes Vazquez M. Los Petroglifos Podomorfos de Montana Tindaya
(Fuerteventura): caracteristicas formales y significacion. 1 Jornadas de Historia de
Fuerteventura y Lanzarote. Tomo II. Servicio de Publicaciones del Cabildo de
Fuerteventura. Pag. 50. 1987.
10.- Gomes Escudero. En Morales Padron F. Canarias. Cronica de su conquista.
Transcripcion, estudio y notas. Cabildo de Gran Canaria, pag. 439. 1993.
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17.- Krupp E.C. Beyond the Blue Horizon.. Oxford Univ. Press, pag. 241-255. 1992.
18.- Allen R.H. Star names: Their lore and meaning. Dover Inc. Pub. pag. 400. 1963.
19.- Alguno de los autores del presente trabajo (JAB) son de la opinion que las Pléyades
podrian encontrarse representadas, probablemente, en varios grabados rupestres de los
llamados "cupulas" o "cazoletas", repartidos por varias islas del Archipiélago. En
particular, nos parece especialmente sugerente el grabado de 7 "cupulas" situado junto
al tercer acceso a la cueva-santuario de Cuatro Puertas (Gran Canaria), el sistema de
"cazoletitas" situado cerca del acceso a la cueva de enterramiento de la Degollada de
Yeje (Masca, Tenerife), el grupo de cazoletas del llamado “almogarén” de Los Ajaches,
cerca de San Marcial del Rubicon (Lanzarote) o parte del sistema de "cupulas" grabadas
tanto en la denominada Estela de Gamona (Gran Canaria) como en un extrafio bloque
traquitico situado en la Laguna Grande (Gomera) --de éste ultimo no esta claro su origén
prehispanico (ver A. Tejera, La Religion de los Antiguos Gomeros, Cabildo de la
Gomera. 1996. En prensa)--, por citar solo aquellos ejemplos que nos parecen mas
significativos (un estudio en profundidad de este tema se encuentra actualmente en fase
de desarrollo).
20.- Camps G. (ed.). Calendrier. Encyclopedie Berbere XI, 1713. Edisud. 1992.
21.- Servier J. Les portes de l'annee: rites et symboles.. Laffont, 1962.
16
22.- Hesiodo. Los trabajos y los dias. Biblioteca Gredos, pag. 144-159. 1990
23.- De Sosa J. Jopografia de la Isla de Gran Canaria. Ediciones del Cabildo de Gran
Canaria, pag. 300. 1994.
24.- Belmonte J.A. Fomalhaut and the ‘'srt" constellation. Journal for the History of
Astronomy. En discusion. 1996.
25.- Aparicio A., Belmonte J.A., Esteban C. Las bases astronomicas: el Cielo a simple
vista. En Arqueoastronomia Hispanica. Capitulo 1, pag. 33. Grupo Sirius. 1994.
26.- Andrés Bernaldez Memorias del reinado de los Reyes Catolicos. En Morales
Padron F. Canarias. Cronica de su conquista. Transcripcion, estudio y notas. Cabildo
de Gran Canaria, pag. 510. 1993.
27.- Cortes Vazquez M., Pag. 36.
28.- Abreu Galindo F.J., pag 59.
29.- Tejera Gaspar A. Mitologia de las culturas prehistoricas de las Islas Canarias.
Leccion Inaugural del Curso 1991-92, Universidad de La Laguna, pag. 32-44. 1991.
30.- Herodoto Los Nueve Libros de Historia. Libro IV, 401. Edaf de Bolsillo, 1989.
31.- Maximo de Tiro (VIII, 7). En Camps G. Les Berberes. Memoire et identite.
Editions Errance, 2a Ed., pag. 145. 1987.
32.- Lancel S. Cartago. Coleccion Critica, Serie Mayor, pag. 192. 1994.
33.- Espinosa F.A. Historia de Nuestra Sefiora de Candelaria. Goya Ediciones, pag. 35.
1980.
34 - Posiblemente, de la raiz libica YWR-N (lunas). Camps G., Les Berberes ..., pag.
148.
35.- Camps G. , Les Berberes ..., pag. 158.
17
TINDAYA
N
Figura 1; Diagrama de orientacion --medida de talon a dedos-- de los grabados podomorfos de Montafia
Tindaya. En el borde exterior se indican toda una serie de puntos conspicuos del horizonte, tanto
astronomicos --ortos a levante y ocasos a poniente--, como geograficos: SV: Solsticio de verano; SI:
Solsticio de Invierno; PM y Pm: Lunasticios mayor y menor, respectivamente; TF: Tenerife, GC: Gran
Canaria. También se indica el rango de acimutes del ocaso de la estrella Fomaljaut, debido a la
precesion de los Equinoccios, entre el afio 100 y el 1400 d.C. En principio, este diagrama no permite
discernir si la orientacion dominante O-SO tiene una justificacion astronomica, topografica o ambas a la
VEZ.
18
Figura 2: Podomorfos de Tindaya. Imagen del panel numero 4. situado muy cerca de la cumbre: unico
panel del conjunto donde se puede apreciar pares de podomorfos orientados en las 4 direcciones tipicas:
la O-SO dominante. la Meridiana (tanto a N como a S) y una extrafia pareja de dedos muy largos
orientado a Levante. También se aprecian pares de podomorfos sin dedos. El Norte esta en la parte
superior y el Este a la derecha de la imagen.
19
0.2
0.15
Parada Menor Lunar
Sols. Invierno
&
©
=
a
4
m
)
>»
w
=
©
ae)
©
S
©
A,
0.1
0.05
0
200 250 300
azimut
Figura 3: Histograma de las orientaciones de los grabados podomorfos de Tindaya. Se representa el
acimut de la orientacion de los mismos, frente a la frecuencia relativa de cada orientacion. La curva de
trazo discontinuo representa el ajuste matematico de la distribucion de orientaciones a una funcion
campana de Gauss. El ajuste es razonable. con un maximo bien definido que coincide, dentro de los
errores. con la direccion de la puesta de Sol en el Solsticio de Invierno, indicando una mas que probable
intencion astrondmica en la orientacion de la mayoria de los podomorfos de Tindaya.
20
Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiem. Octubre Noviem
Eq.Pr. Sol.Ver Eq.Ot
ISLAS ORIENTALES
Tiempo (meses)
Figura 4: Pluviosidad promedio para zonas costeras de las Islas Orientales, en funcion de la época anual
civil --meses-- y astrondmica --solsticios y equinoccios--. Notar el maximo de precipitaciones
concentrado en la época inmediatamente posterior al Solsticio de Invierno --meses de diciembre y enero-
-, y el minimo absoluto que se produce en los primeros 30 dias --un mes sinddico-- posteriores al
Solsticio de Verano. La inflexion de la curva se produce en fechas cercanas al Equinoccio de Otofio,
anunciador de la llegada de las lluvias.
VIA a
LACTEA s : PLEYADES
aoe, TAURO
vumy OSA MAYOR capeia fe or
aN ALDEBARAN
DUBHE [ft ae
AURIGA ee ORION
are RIGEL
4% ° GEMINI
Fassel 22) ae ek M42
(aera Pana BELTELGEUSE
POLLUX ee
Horizonte Astrondmico 4 pee
oe E
Figura 5: Imagen del horizonte oriental, tal como se veria, poco antes de la salida del Sol, el dia del
Solsticio de Verano, a comienzos de la Era Cristiana. Se pueden apreciar algunos de los asterismos mas
conspicuos y llamativos de toda la Boveda Celeste, como Orion --con Rigel, Betelgeuse y la Nebulosa
M42 (la famosa Nebulosa de Orion)--, las Hiades --con Aldebaran-- y las Pléyades --llamadas por los
tuareg: las Hijas de la Noche--. En este instante, la Via Lactea en uno de sus sectores mas brillantes,
corta al horizonte en vertical. Los autores son de la opinion que ésta es la imagen vista por los
‘ aborigenes en la madrugada del mayor apartamento del sol en el signo de Cancer, rememorada en la
cronica de Gomes Escudero. Ver el texto para mas detalles.
21
Diciem
Sol.Inv
i
|
|
|
0.2
0.15
x 0.1
0.05
0
200 250 300
Acimut
Figura 6: Histograma Modelo elaborado a partir de la combinacion de los diagramas de orientacion de
la Luna Nueva simultanea 0 siguiente al Solsticio de Invierno, a lo largo de un periodo de 19 afios (ciclo
de regresion de la linea de los nodos {26}), por un lado, y de 19 ocasos, igualmente probables, de la
estrella Fomaljaut entre los afios 100 y 1400 d.C., por otro. Se ha dado un peso estadistico del 56% a la
Luna (mas facil de observar) y un 44% a Fomaljaut. Es de destacar la gran similitud encontrada entre
este Modelo y la zona central (entre 210° y 270°) del Histograma de los grabados podomorfos que se
muestra en la Figura 3. Ver texto para mas detalles.
22
SECCION
‘
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ea
oO
+>
Mi
i.
R
Rev.Acad.Canar.Cienc., VII (Nims. 2,3 y 4), 25-43 (1995)
Presente y futuro de las técnicas robotizadas dplicadas al
laboratorio quimico: El robot de laboratorio como claro
exponente de la automatizacidon total de procesos (%)
PASTORA MARIA TORRES VERDUGO
DOCTORA EN CIENCIAS QU/iMICAS
1.B. LUIS DE GONGORA
14071 - CORDOBA
Resumen
Se presenta una revisién actualizada de los principales asnectos
relativos a la incorporacién de la tecnologias rabowzaras al laboratono
quimico. Dicha incorporacién se inscribe en ila tendencia a la
automatizacion de procesos existente desde hace mas do dos «écadas. E
robot de laboratorio, que nace de forma independiente de sus parientes mas
cercanos, los robots industriales, permite la automatizacidn de gran variedad
de operaciones, inasequibles a otras técnicas auiomalicas, en sustitucidn
del operador humano. Se incluye un resumen fe ‘AS aplicaciones
desarrolladas en los aos 90, de las cuales se comentan Ins aspectos mas
sobresalientes. Se concluye con un apartado dedicado al anélisis de las
tendencias previsibles para un futuro.
Desde que el escritor checo Karel
Capek (1) ideara la palabra "robot" para
denominar un androide construido por
un sabio en una de sus obras que era
Capaz de realizar el trabajo ejecutado
por una persona, los robots y la
Robdtica - la Ciencia que se ocupa de
ellos - se han introducido en numerosos
ambitos de nuestra actividad cientifica,
tecnolégica e incluso artistica y
literaria.
Podemos encontrar el primer
antecedente de los robots en los
tradicionales autématas, conocidos en
Europa desde la Antiguedad cléasica,
algunos de ellos verdaderos prodigios
de la Micromecédnica. Pero no es hasta
la segunda mitad del siglo XX cuando
encontramos |os primeros robots como
ingenios tecnoldgicos en los que
convergen la Informatica y la
Automatica. Fue la industria
automobilistica la pionera, con la
incorporacién de robots a las lineas de
montaje para realizar tareas tales como
la soldadura y la pintura. Los robots
- industriales derivaron de !os primitivos
_telemanipuladores: brazos mecanicos
dirigidoSs por un Operador humano,
destinados a efectuar un trabajo en
ambientes adversos o peligrosos. Un
robot industrial es, en esencia, un brazo
(*) Este trabajo obtuvo el Premio de la Academia Canaria de
Ciencias (Cancurso del afio 1995) correspondiente a trabajos
de investigacién o de revisién de temas de interés cientifico
sobre materias correspondientes al campo de la Quimica.
mecanico dotado de movimiento
aut6énomo y de un-— ordenador
programable para el control de dicho
movimiento. Las dificultades
tecnolégicas, nada desdefables, que
conileva esta integracién han_ ido
superandose paulatinamente, a medida
que se han disefado las sucesivas
generaciones de robots. Asf, a la
primera generaci6n, constituida por
maquinas sin capacidad sensorial y
mayoritaria en Cuanto a su implantacién
en la industria, le ha seguido una
segunda generacién, de equipos
dotados de "sentidos" (visiédn, tacto) y
provistos de lenguajes de programacién
de alto nivel, aptos para acometer
tareas mas complejas. La tercera
generacién, aun en fase de desarrollo,
tendrad incorporadas percepcidén
multisensorial e inteligencia artificial, lo
que le conferira un elevado grado de
autonomia (2).
Si bien la industria, sin duda alguna,
es el A4mbito de mayor implantacién de
los robots, la tecnologfa robotizada ha
colonizado numerosos entornos, con
aplicaciones muy diSpares. Existen
robots domésticos, robots médicos,
equipos capaces de ejecutar una pieza
musical sobre un teclado, robots
esquiladores, robots: y
telemanipuladores para trabajar en las
profundidades marinas y en el espacio
exterior - dos de los medios mas
hostiles para la especie humana -, etc
(3). El laboratorio quimico, que ha
vivido en los ultimos treinta anos una
auténtica revolueiédn instrumental
-encaminada a la automatizacién de
26
procesos (4), es otro de las 4ambitos en
los que la Robédtica ha irrumpido con
fuerza.
En este trabajo se hara un recorrido
por los principales tdépicos relacionados
con la robotizacién de los laboratorios
quimicos. Comenzaremos con- un
apartado dedicado a describir lo que se
entiende por robot en este contexto.
Seguidamente abordaremos_ los
distintos tipos de robots de laboratorio
que se pueden encontrar en el mercado.
A continuacién, nos centraremos en las
aplicaciones de los robots y en los
avances que se han producido en afos
recientes, para finalizar con una
panordmica de las’ tendencias
previsibles para un futuro préximo.
EL ROBOT DE LABORATORIO
La definici6n mas general de un
robot podria ser un ingenio electrénico
capaz r_automaticar
racione QO _movimien
variados (2). Esta definicién, al ser lo
mas general posible, resulta vaga en lo
que se refiere a las caracteristicas o
naturaleza de tal "ingenio electrénico",
si bien la funcién a que esta destinado
parece estar mas clara.
El Robot Institute of America define
un robot como un _ manipulador
multifuncional reprogramable az
mover parte herramien rav
de una Cc movimien
variables programados (5). En esta
definicién se hace mas patente que el
robot esta disefiado para la
manipulacién automatica, y que debera
incorporar algun mecanismo
informatico que permita su
reprogramacién y control. Desde otro
punto de vista, el robot puede
considerarsé como una extensidn del
ordenador que posibilita que éste
realice trabajo fisico, ademas de
procesar los datos.
La /nternationa/l Union of Pure and
Applied Chemistry (\UPAC) ha adoptado
recientemente la definicién de robot
como una maquina manipulativa,
control maticamen
repr | multi ional n
vari if liber fija en
n_lugar movil n
aplicaciones automaticas (6). En esta
definiciédn se enfatiza sobre todo el
hecho de que el robot esta controlado
de forma automatica, es decir,
mediante un microprocesador o un
ordenador. Ademéas, se hace menciéna
los grados de libertad y a la posibilidad
de movimiento como _un_ todo,
cuestiones importantes desde el punto
de vista de la Ingenierfa.
Un robot de laboratorio, por tanto,
estara disenado para la realizacién de
una serie de manipulaciones” y
operaciones similares a las que lleva a
cabo el analista. El empleo de un robot
para desempenar estas funciones en
sustituci6n de un operador humano
sdlo esta justificado, en el estado
actual de la tecnologfa, cuando se trata
de operaciones repetitivas y
relativamente simples, de tal manera
que podamos otorgar a la maquina un
grado aceptable de confianza y hacer
asf rentable el proceso de
automatizacién en su conjunto (7).
27
Este tipo de robots .no requieren
tanto de fuerza y rapidez como de
precisién, también llamada repetibilidad
(6) en el lenguaje de la Robética. El
robot deberaé manejar materiales
fragiles (recipientes y tubos de cristal,
placas) o delicados (aparatos de
medida). Todo ello hace que se haya de
trabajar fundamentalmente- su
Capacidad de manipulacién, para
asemejaria en lo posible a la de una
mano humana, y esto sin_ perder
simplicidad para no_ dificultar el
necesario control. Conseguir este
mimetismo operacional es uno de los
principales objetivos, a la vez que uno
de los mayores escollos, de la Robética
aplicada al laboratorio.
Por otro lado, si tenemos en mente
lo que es un laboratorio quimico, en el
cual los aparatos e instrumentos de
medida (balanzas, espectrofotémetros,
cromatégrafos, etc) se distribuyen en
sitios diferentes y fijos del mismo,
anadiremos una dificultad extra a la
puesta a punto de un robot de
laboratorio: la necesidad de
desplazamiento. Para subsanar este
obstaculo de primer orden, nace el
concepto de estacién robotizada (8),
que no es sino un pequeno laboratorio
concentrado en el espacio, de modo
que todos sus componentes operativos
se hallen al alcance ffsico de un brazo
robotizado. As/f, la estacién posee, por
ejemplo, su propia balanza,
convenientemente adaptada; también
posee sus propios instrumentos de
medida, asf como los. auxiliares
necesarios para llevar a cabo la
secuencia de operaciones requerida
para cada aplicaci6én (Figura 1).
La estacién robotizada consta,
pues, de una serie de méddulos, en los
que se realizan las operaciones unitarias
Comunes en Cualquier proceso quimico.
Estas operaciones unitarias se designan
como LUOs (5)(iniciales de las palabras
inglesas Laboratory Unit Operation), y
cada una de ellas comprende una
operacién basica como pueden ser la
pesada, la adicién de disolventes o
reactivos, la agitacién o la
centrifugacion.
Cada proceso qufmico en particular
podra automatizarse combinando las
LUOs necesarias, es decir, haciendo uso
secuencial de los correspondientes
moddulos. La estaci6én también incluye,
por supuesto, un brazo mecanico,
encargado de realizar el transporte entre
los méddulos integrantes. El control de
todo el conjunto se ejerce desde un
ordenador. Un tlenguaje de
programacion apropiado nos permitira,
a su vez, la reprogramacién para poner
a punto cada nueva aplicacién.
La estructura modular que
acabamos' de_ describir es una
Caracteristica fundamental de _ las
estaciones robotizadas. Esta estructura
modular va en aras de una mayor
flexibilidad y economia. En efecto, al
disponer la estacidn de_ distintos
modulos para la realizacién de las
operaciones’ precisas, es_ posible
reemplazar, anadir o suprimir alguno de
estos mddulos segun requerimientos;
con esto, una misma estacién basica
' puede servir para desarrollar una
28
MODULOS AUXILIARES INSTRUMENTOS
OE MEDIDA
MODULO DE
EXTRACCION S/L
AGITADOR
MODULO DE
FILTRACION %
MODULO DE ADICION
DE LIQUIDOS
MODULO DE
EXTRACCION UL
MODULOS DE TRASVASE
O DE INYECCION
MODULO DE
TAPADO DE TUBOS
CENTRIFUGADORA
ORDENADOR
MODULO DE
SELLADO DE VIALES
BRAZO ROBOTIZADO
EFECTORES
TERMINALES
GRADILLAS Y
SOPORTES
Figura 1. Resumen esquematico de los posibles
componentes de una_ estaciédn robotizada
modular. Las lineas de unién indican las
principales conexiones entre ellos.
infinidad de metodologias quimicas,
sin mas que efectuar las oportunas
modificaciones sobre _ ella.
Naturalmente, el procedimiento no es
tan inmediato, puesto que también es
necesario modificar la parte informatica
para poder ejercer el control de la
"nueva" estacién asf obtenida.
Las ventajas del diseno modular (9)
son también patentes desde el punto de
vista econdémico. Desde la irrupcién de
la tecnologfa robotizada en el
laboratorio, las nuevas técnicas han
tropezado con una barrera en muchos
casos insalvable: el alto coste. Se trata
de una tecnologia muy cara, y ello es
debido, principalmente, ala complejidad
de la instrumentacién y a la escasez de
la demanda. Por tanto, si se dispone de
un diseno modular, la puesta a punto de
una nueva aplicacién es mucho menos
costosa, pues, por lo general, sdlo
requerira una inversidn menor para la
adquisicién de uno o varios méddulos
mas.
No obstante, a pesar de las citadas
ventajas de la estructura modular,
también se comercializan, como
veremos, equipos que carecen de estas
prestaciones. En este sentido, se puede
distinguir (10) entre instrumentacién
flexible, que designa el tipo de
estaciones de que hemos hablado, e
instrumentacién dedicada, para operar
de una manera especifica y
preestablecida, y que, en consecuencia,
no puede ser reprogramada.
Volveremos sobre este tdpico en
posteriores apartados.
TIPOS BASICOS DE ROBOTS
COMERCIALES
Los primeros robots de laboratorio
comerciales se presentaron en la
Conferencia de Pittsburgh celebrada en
1982. Estos prototipos fueron
desarrollados de forma totalmente
independiente de los robots industriales,
que ya funcionaban con éxito en las
cadenas de montaje, y se orientaron
netamente hacia el proceso quimico,
dejando mas de lado el desarrollo del
hardware. Trece anos después, el uso
de robots se ha extendido notablemente
en los laboratorios; especialmente en
“Estados Unidos, pals pionero en este
29
tipo de instrumentacion. ©
Es posible clasificar los robots
comerciales desde varios puntos de
vista: atendiendo a sus geometrias, a
sus mecanismos de funcionamiento, al
numero de sus articulaciones y/o
grados de libertad, etc. Nos vamos a
centrar en el aspecto geométrico, por
ser el que mas afecta al entorno del
laboratorio.
Son tres las geometrias bdasicas
que vamos a encontrar en el mercado:
antropomorfica, cartesiana y cilfndrica
(11). Los robots antropomérficos son
los parientes mas prdéximos de los
robots industriales. Se caracterizan por
poseer un brazo multiarticulado (Figura
2.a), generalmente montado sobre un
rail lineal, aunque también puede ir
acoplado sobre un soporte fijo o
giratorio. A este tipo pertenecen el
Optimized Robot for Chemical Analysis
(ORCA) de Hewlett-Packard, el
Mitsubishi RM501, la serie Hudson y la
serie CRS. Esta geometrfa tiene la
ventaja de proporcionar un mayor
numero de grados de libertad, si bien
resulta mas. diffcil predecir la
trayectoria del robot en cada momento,
lo que requiere de algoritmos de control
mas complejos.
La geometrfa cartesiana se
Caracteriza por poseer movimiento a lo
largo de los tres ejes cartesianos (Figura
2.b). De este tipo es el UMI Labman
1200. Tienen la ventaja de ser bastante
compatibles con el entorno del
laboratorio, frente al inconveniente de
que el movimiento lineal limita la
Ccapacidad de acceso fisico y, por
(c)
Figura 2. Representacién de los tres tipos bdsicos de geometria para un robot de laboratorio: (a)
antropomérfica, (b) cartesiana y (c) cilfndrica.
tanto, la operatividad; esto hace que
sean escasas sus aplicaciones.
La geometrfa_ cilindrica (Figura
2.c) se caracteriza por la posibilidad de
movimientos que se pueden describir
mediante coordenadas_ cilfndricas
(altura, alcance y angulo de giro). De
este tipo son los robots comercializados
por Zymark (Zymate). Su ventaja
fundamental es la_ simplicidad
geométrica sin perder capacidad de
acceso, aunque son equipos que
ocupan mucho espacio.
De la instrumentacién descrita, la
mas utilizada a nivel mundial son los
robots de 2Zymark. Esta firma
comercializa tanto estaciones
robotizadas (robots Zymate) como
unidades mas compactas (Benchmate),
30
intermedias entre la instrumentacién
flexible y la dedicada. Concretamente,
son los Zymate los que gozan de un
mayor grado de aceptacién, hecho este
que podemos atribuir a algunas de sus
caracteristicas (8): Su arquitectura
modular (PyTechnology), las manos
intercambiables y su _ lenguaje de
programacién (FasyLab), que es abierto
y se estructura de forma jerarquizada a
partir de posiciones del robot. En
cuanto al Benchmate, se trata de un
brazo integrado en un banco compacto,
sobre el cual se hallan los componentes
necesarios para llevar a cabo unas
ciertas aplicaciones; el equipo es
programable, pero carece de estructura
modular, por lo cual su versatilidad es
limitada.
APLICACIONES DE LOS ROBOTS EN EL
LABORATORIO QUIMICO
La implantacién de las tecnologias
automaticas en general, y de las
tecnologias robotizadas en particular,
ha ido creciendo paulatinamente en los
laboratorios de todo el mundo. En los
ultimos afos se ha constatado un
apreciable aumento de las
investigaciones en torno a los robots, lo
que se traduce en un elevado numero
de publicaciones sobre muy diversos
aspectos relacionados con ellos.
Actualmente existen publicaciones
periddicas internacionales
exclusivamente enfocadas hacia la
automatizacién en el _ laboratorio
quimico - Laboratory Robotics and
Automation, Journal of Automatic
Chemistry y Advances in Laboratory
Automation Robotics, por citar las tres
de mayor difusién -, asi como
conferencias internacionales que reunen
a los principales expertos mundiales en
Zymark
72%
Cartesianos
4%
“ay / No Comerciales
6%
Antropomérficos
19%
(a)
Flexible
la materia -
International
las PittCon y las
Conference on
Robotics and Artificial
applied to Analytical
Chemistry, estas ultimas centradas en
la aplicacién de la tecnologia al
laboratorio. La Tabla 1 recoge una
seleccién de 59 referencias de
publicaciones aparecidas en los ultimos
cinco anos, en las cuales se describen
aplicaciones de las técnicas robotizadas
en o para el laboratorio. Para todas ellas
se han consignado una serie de
aspectos de interés.
Asi, se recoge la instrumentacién
empleada, especificando si es flexible o
dedicada, esto es, reprogramable o no.
Se constata que, en el 72 % de los
casos, la instrumentacién fue
Suministrada por la casa Zymark (Fig.
3a). De los equipos Zymark,
practicamente todos eran estaciones
modulares programables (robot
Zymate), dotadas de las caracteristicas
Automation,
Intelligence
91%
Oedicada
(b)
Figura 3. Diagramas de sectores donde se recogen los valores porcentuales, correspondientes a los
datos consignados en la Tabla 1, referidos a la instrumentacidn: (a) instrumentacién empleada y (b) tipo
de automatizacién adoptada. Véanse detalles en el texto.
31
comentadas en la seccién anterior. Los
robots antropomérficos suponen el 19
% del total, mientras que los robots de
geometria cartesiana solo se
emplearon en tres casos (39, 45, 70),
al igual que los robots no comerciales
(12, 43, 69).
En cuanto al tipo de automatizacién
adoptada, ésta era flexible en el 91 %
de los trabajos revisados, poniéndose
claramente de manifiesto que los
laboratorios apuestan por la versatilidad
y el disefio modular ante una inversién
de esta envergadura (Fig. 3b).
Por lo que respecta al tipo de
laboratorios, destacan por el numero de
investigaciones publicadas los
laboratorios farmacéuticos y clinicos,
con un tercio aproximadamente del total
(Fig. 4a), Debe hacerse notar en este
punto que estos laboratorios se
encuentran a la cabeza en lo que se
refiere al grado de implantacidén de las
técnicas automaticas en general y, en
consecuencia, también en el ambito de
la Robética. Asimismo, se comprueba
que la investigacién bdasica para la
propuesta de nuevos métodos
robotizados es bastante activa - el 34
% de las publicaciones proceden de
laboratorios de investigacién, tanto
publicos como privados. El porcentaje
de laboratorios medioambientales, en
torno al 8.5 %, revela la escasa
implantacién de los robots en este
contexto, atribuible, por un lado, a la
ausencia de métodos. oficiales
robotizados y, por otro, a la naturaleza
de las muestras ~medioambientales
’ (aguas y aire, sobre todo), que hace
32
posible su andalisis mediante una
instrumentaci6én mds simple y/o mas
especifica. La participaciédn de
laboratorios alimentarios alcanza un 8.5
%, mientras que los’ laboratorios
industriales totalizan alrededor de un
6.8 % (20, 30, 35, 43). Esta escasa
utilizacién de las técnicas robotizadas
puede justificarse, en ambos casos, por
la gran complejidad de las muestras
analizadas.
La gran variedad de teméaticas
resumidas en la Tabla 1 nos indica, para
empezar, los numerosos campos d@¢
aplicacién de los robots en el
laboratorio quimico. Destaca la gran
cantidad de aplicaciones al anéalisis
clinico y farmacolégico (Fig. 4b),
ambitos donde la automatizacién y la
Robotica se hallan, como se dijo con
anterioridad, plenamente incorporadas.
Dichas aplicaciones abarcan
determinaciones de principios activos o
sus metabolitos en plasma, suero u
orina, asf como el analisis de
preparados farmacéuticos. Conviene
resenar, a este respecto, la extensa
comercializacién, desde hace mas de
dos décadas, de una amplia variedad de
autoanalizadores totalmente
automaticos para la determinacién de
los pardmetros mas frecuentes en
Quimica Clinica. Se trata de una
instrumentaci6n muy sofisticada, rapida
y con un alto grado de fiabilidad, que se
inscribe en lo que se ha denominado
automatizacién dedicada. Los robots no
son, hoy por hoy, competitivos en
relacién con este tipo de
instrumentacion en el andlisis de rutina,
y solamente son incorporados para el
analisis d@ muestras” sdlidas_ y/o
complejas, Oo cuando se quiere
minimizar la intervencidén del operador.
El empleo de robots en el andlisis
de rutina es recomendable cuando se
van a llevar a cabo tareas simples y
repetitivas, y para abordar el
pretratamiento de muestras que, dada
su naturaleza o complejidad, sea
imposible analizar mediante otras
técnicas automaticas: alimentos,
suelos, muestrasindustriales, productos
naturales, materiales bioldgicos, etc. La
limitacién fundamental estriba en la
complejidad de las operaciones previas
para estos tipos dé muestras; es
frecuente que, tras la pesada, se
precise de una 0 varias lixiviaciones, de
extracciones liquido-sdlido o Iiquido-
liquido, de cambios de_ disolvente,
auxiliados por filtraciones o
centrifugaciones, todo ello antes de la
determinacién analitica propiamente
dicha. Sdlo la pesada es ya una
Operaci6én cuya automatizacidn
representa grandes problemas (48),
dada la gran variedad de posibles
estados ffsicos de la muestra
(semisdlida, sdlida en polvo, sdlida en
dosis o trozos, liquida mas oO menos
viscosa, etc). Generalmente, cuanto
mayor sea el numero de operaciones
previas involucradas en una
determinacién, menor es la fiabilidad del
método automatico en cuestién. Por
consiguiente, las investigaciones en los
Campos del andlisis alimentario, el
andlisis de suelos, el analisis industrial
¥y el analisis medioambiental revisten un
33
considerable interés, si bien la
implantacién generalizada de los robots
para acometer analisis de rutina en los
contextos citados se encuentra aun
lejana. —
La preparacién de la muestra, casi
siempre como fase previa a una
determinacién cromatografica, es una
tematica de gran interés en que se
centran algunas’- publicaciones
revisadas; se trata de un ambito en que
la automatizaci6én ha_ incidido
escasamente y que esta en estrecha
relaci6n con los robots, cuyo empleo
tiene, precisamente, la finalidad de
automatizar las etapas previas del
proceso analitico. La automatizacidén
en general también ocupa un lugar
destacado entre las investigaciones
publicadas. Un aspecto a tener en
cuenta son los problemas que plantea la
adaptacién del personal al trabajo con
los equipos automaiticos, especialmente
en lo que se refiere a las nuevas
funciones que surgen dentro del
laboratorio, por una parte, y a la
necesidad de reciclaje en las nuevas
tecnologias, por otra. En este sentido,
conviene recordar uno de los peligros
mas graves de la automatizacién: la
pérdida de la conexiédn entre el
quimico y el instrumento. Para que la
automatizacién sea realmente eficaz, el
operador humano debe situarse siempre
en un nivel superior a la maquina, de
forma que sepa continuamente qué
esta haciendo y no se convierta en un
mero receptor de resultados.
En otro orden de cosas, merece ser
destacada la importancia que tiene la
Farmaceuticos 34%
Investigacion 34 %
Medioambientales 8.5 %
Alimentarios 8.5 %
Industriales 6.8 %
Clinicos 5.1%
Otros 3.4%
An. Clinico
Automatizacién
An. Alimentos
An. Suelos
An. Farmacos
Prep. de la Muestra
An. Aguas
An. Medioambiental
Inmunoensayo
Genética
Calidad
Otros
20.3 %
18.6 %
13.5 %
10.2 %
8.5 %
6.8 %
5.1 %
5.1%
3.4 %
3.4%
1.7 %
3.4 %
C. Liquidos 28.8%
C, Gases 3.4%
E.Masas 1.7% |
FIA 3.4%
C. Gases-£. Masas 1.7%
E. Fluidos Supercriticos 1.7%
Otras 6.8%
Ninguna 56 %
Figura 4. Diagramas de barras que muestran las
distribuciones de (a) laboratorios, (b) temdticas
y (c) técnicas acopladas, de las aplicaciones
revisadas. Los porcentajes estén calculados
sobre los datos recogidos en la Tabla 1. Véanse
detalles en el texto.
implantaci6én de los robots en el
laboratorio analitico desde el punto de
vista de la mejora en la gestion y el
control de la calidad (30). Se trata de
un tema que cobra dfa a dfa una
creciente importancia en nuestra
sociedad, con la_ existencia de
organismos especialmente dedicados a
ello: la /nternational Organization for
Standardization (ISQ) 0, en Espafia, la
-Asociacioén Espafiola de Normalizacién
34
y Certificacién (AENOR)..Los citados
organismos establecen normativas de
obligado cumplimiento, que implican el
desarrollo de un proceso organizado y
sistematico de aseguramiento de la
calidad (71). Por tanto, es indudable
que en un laboratorio de control, en el
cual es necesario el manejo de un gran
volumen de informacién, tanto en lo
que respecta a la recepcién y al
tratamiento de las muestras como al
control de equipos y aparatos, se
impone la automatizaci6én total como un
punto clave en la planificacién de la
calidad, de manera que se libere al
operario para la realizacién de labores
mas especializadas, a fin de lograr los
objetivos de calidad (72).
Por ultimo, en la Tabla 1 se
consigna el empleo de otras técnicas,
automaticas o no, acopladas con el
robot. Muy frecuentemente, el robot
realizaba las operaciones previas a una
determinacién cromatografica (Fig. 4c);
especialmente estudiado se halla el
acoplamiento robot-CL, hasta el punto
de que las casas comerciales suelen
suministrar el médulo necesario para la
inyeccién de la muestra ya tratada en
un cromatégrafo de Ifquidos. Menos
comun es el acoplamiento con CG u
otros tipos de técnicas cromatograficas
(29, 45). El acoplamiento de un robot
con un extractor de_ fluidos
supercriticos (53) ofrece interesantes
perspectivas para acometer la
automatizacién total del andlisis de
muestras muy variadas. Cabe destacar
el acoplamiento con la técnica de
extracci6én asistida con microondas
(66), que proporciona una drdastica
reduccién del tiempo total de andlisis
frente a la lixiviaciédn convencional.
También es digno de resefarse el
acoplamiento con técnicas de inyeccién
en flujo (sistemas FIA y SIA), que se
comentara en la siguiente seccidn.
EL FUTURO
ROBOTIZADO
La robotizacién se abre paso en los
laboratorios como una de las
alternativas automaticas mas seguras y
auténomas en su funcionamiento. En
los ultimos afios se han producido
mejoras sustanciales en los equipos;
pero, al tratarse de una tecnologia de
reciente desarrollo, las innovaciones
mas espectaculares estan aun por
llegar.
El futuro laboratorio quimico
contara posiblemente con uno o varios
robots, y estos robots tendraén unas
caracterfsticas determinadas, que se
resumen en una serie de tendencias,
tanto para el hardware como para el
software, que se iran enumerando y
comentando seguidamente.
En primer lugar, podemos destacar
la fuerte tendencia a la miniaturizacién
de los equipos, tendencia que es comun
en lo que a la automatizacién se refiere,
y que va dirigida a la economia tanto
de espacio como de dinero. En efecto,
la miniaturizaci6n supone un menor
consumo de materiales y reactivos, que
redunda en un menor coste global de la
determinacién. En el contexto de la
Robotica, la miniaturizacién lleva
-aparejada la pérdida de flexibilidad, por
LABORATORIO
35
lo cual también podemos sefalar una
tendencia paralela al desarrollo y
empleo de la instrumentacién dedicada,
mas simple, barata y facil de manejar.
La Microrrobética se perfila, pues,
como un campo emergente, en el que
se han descrito ya algunas aplicaciones
interesantes (73).
La productividad, por otra parte, se
va a convertir en una exigencia de
primer orden, tan importante como la
calidad de los resultados. Ello implica
una clara tendencia a liberar al personal
especializado del laboratorio de aquellas
tareas rutinarias y no especializadas que
se realizan de forma frecuente, comoes
el transporte de muestras y materiales
- dentro del laboratorio. Se prevé la
futura implantacién de robots méviles,
destinados a cubrir dichas tareas, conel
consiguiente aumento del tiempo util
para la_ realizacién de _ labores
especializadas por parte de (los
operadores (74).
La tendencia més importante para
el hardware, que supondra un salto
Cualitativo, serd, sin duda, la
incorporaci6én de sensores, que
posibilitara que el robot "reconozca” su
entorno y asegurara un aspecto clave
para la automatizacién: la trazabilidad
de los resultados. Se han desarrollado
hasta la fecha sensores’ 6pticos
(camaras), tactiles, térmicos, etc, que
pueden concebirse para ser usados
separadamente oO para su
implementacién en- estaciones oo
equipos robotizados (75). También se
han ensayado lectores dépticos para esl
empleo de cddigos de barras
identificativos para cada muestra,
basados en una_ simbologia
bidimensional, que suplelaslimitaciones
de la simbologifa lineal empleada
usualmente (76).
En lo que se refiere al software,
podemos destacar, primeramente, la
tendencia hacia la mejora de las
interfases robot-usuario, encaminada a
facilitar la comunicacién entre ambos,
con la puesta a punto de programas
abiertos e interactivos (77) que no
requieran unos conocimientos
profundos de Informatica, y a un
control mas efectivo de la estacién
robotizada (78). También se tiende a la
implementacién de algoritmos para la
programacién temporal (scheduling),
consistente en la optimizacién del
tiempo de operacién mediante el
manejo simultaneo de muestras en
distintos estadios dé andalisis (5,8). Este
modus operand/ se contrapone al modo
de operacién secuencial, propio de un
operador humano, y su incorporacién
supone una reduccién, a veces muy
notable, del tiempo de anéalisis.
Precisamente la optimizacién de
una cierta metodologia es la fase de la
puesta a punto que mas riesgos para el
personal y para la instrumentacién
conlleva. Con el fin de evitar estos
riesgos, se tiende cada vez mas a la
utilizacién de programas de simulacién
(79), mediante los cuales se estudian
las distintas posibilidades de forma
rigurosa y sin necesidad de llevarlas a la
practica en el laboratorio. Estos
programas son de gran complejidad, y
su. implantacién tropieza con. el
36
obstaculo de que han. de hacerse
inteligibles al usuario.
Sin embargo, la_ auténtica
revolucién provendra del campo de la
inteligencia artificial. Frente a las
actuales estaciones' robotizadas,
dotadas de unos” rudimentarios
elementos para la toma de decisiones
en muy contados momentos, los robots
del futuro incorporaran sistemas
expertos, de manera que podran
encontrar la solucién a problemas que
vayan surgiendo sin el concurso del
Operador, valiéndose sdlo de una
informacién bdasica inicial y de la
informacién que hayan ido obteniendo
durante el proceso. Los sistemas
expertos se encuentran actualmente en
las primeras fases de su desarrollo, y es
precisamente la “asimilacién” de nueva
informacién para ser incorporada a los
algoritmos que posee el sistema, lo que
podriamos denominar "aprendizaje”, el
aspecto que més dificultades plantea
(80). Si bien hasta la fecha se han
descrito sdlo sistemas expertos de
forma aislada, se prevé que en el futuro
iran implementados en los equipos de
laboratorio, por lo que podemos hablar
de "instrumentacidén inteligente”, con lo
que ello supone para el
aprovechamiento integral de todas las
posibilidades. La instalacién de redes en
el laboratorio crearad un entorno en el
que se _ integrardan los_ citados
instrumentos, actuando como clientes y
suministradores (81).
Por ultimo, comentaremos dos
tendencias de granimportancia relativas
al desarrollo futuro de métodos
robotizados. La primera es el
acoplamiento con otras’ técnicas
automaticas, tanto continuas (82)
como discontinuas (83), con el objetivo
de reducir los costes y de aprovechar
las ventajas de cada técnica obviando
sus inconvenientes. Concretamente, la
utilidad del acoplamiento§ estacién
robotizada- sistema FI se ha puesto de
manifiesto (50) para la reduccién del
tiempo de andlisis, por un lado, y del
coste, por otro. En segundo lugar,
existe una tendencia a la puesta a
punto de métodos robotizados no
basados en métodos manuales. Hasta
el momento, la automatizacién ha
consistido esencialmente en la
adaptacién de una metodologfa manual
ya contrastada para ser realizada con
una instrumentaci6én automatica,
reduciendo al minimo la intervencién
del operador. En el futuro, se
desarrollaran métodos automaticos
independientes y concebidos para la
robotizacién desde un principio (11).
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DISTRIBUCION, ESTATUS Y CARACTERISTICAS DEL HABITAT DE LA
TERRERA MARISMENA CALANDRELLA RUFESCENS (VIEILLOT, 1820) EN LA
ISLA DE TENERIFE, CANARIAS (AVES: ALAUDIDAE)
R. Barone* y K.W. Emmerson* *
*C/ Eduardo Zamacois, 13-3°A, 38005 Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias.
**Departamento de Biologia Animal (Zoologia), Universidad de La Laguna, 38206 La Laguna,
Tenerife, Islas Canarias.
ABSTRACT
In this paper, recent data is presented concerning the Lesser Short-toed Lark (Ca/andrella
rufescens) on Tenerife. Only four breeding populations have been located, (three in the south and one
in the north of the island), estimating the total number of pairs to be less than one hundred. The birds
occupy two habitats types. One comprising xerophytic vegetation and abandoned cultivated fields in
the lower vegetation zone of the south and the other, rich agricultural land and humid meadows on the
La Laguna Plateau in the northeast. In light of the lark’s critical situation, a change is proposed in the
current |.U.C.N. conservation category assigned to the nominal subspecies, passing from that of
Vulnerable (V) to Endangered (E) - and at the sametime, a series of conservation measures are indicated.
Keywords: C. rufescens, Aves, distribution, status, habitat, conservation, Tenerife, Canary Islands.
RESUMEN
En el presente trabajo se ofrecen datos recientes sobre la Terrera Marismena (Ca/andrella
rufescens) en la isla de Tenerife. La especie cuenta tan solo con cuatro poblaciones conocidas (tres en
la vertiente meridional y una en el sector noreste), evaluandose sus efectivos totales en menos de 100
parejas. El habitat esta constituido tanto por areas de piso basal con cultivos abandonados y vegetacion
xérica (sur) como por zonas agricolas y pastizales hUmedos (noreste). Debido a su situacion critica, se
Sugiere cambiar la categoria de conservacion de la U.I.C.N. asignada a la subespecie tipica -de
"Vulnerable" (V) a "En Peligro” (E)- y llevar a cabo diversas actuaciones conservacionistas.
Palabras clave: C. rufescens, Aves, distribucion, estatus, habitat, conservacion, Tenerife, Islas Canarias.
47
1. INTRODUCCION
La Terrera Marismena (Calandrella rufescens) es una especie tipicamente
esteparia cuya distribuci6n mundial abarca el este y sur de la Peninsula Ibérica, el
norte de Africa, el Archipiélago Canario, la Peninsula Ardbiga y una franja
significativa de Asia, desde Iran hasta el noroeste dé China (CRAMP [6)]).
En Canarias esta presente en las islas de Lanzarote, Fuerteventura, Gran
Canaria y Tenerife (BANNERMAN [2]; EMMERSON et a/. [8]), si bien se especula
con su presencia en La Gomera os base a datos no confirmados (v. MARTIN [18]
y EMMERSON et a/. [8]). Existen dos subespecies en la regién: la nominal,
rufescens (Vieillot, 1820), descrita para 5) norte de Tenerife, y po/atzeki Hartert,
1904, propia de las islas orientales (VAURIE [31]; BANNERMAN, [2]). Sin embargo,
el estatus taxondédmico de C. rufescens aun no ha sido aclarado de forma
satisfactoria, y ademas se piensa en la posible existencia de ambas subespecies en
Tenerife y Gran Canaria, segregadas en poblaciones disyuntas que ocupan habitats
muy diferentes (v. VOLS@E [33] y MARTIN [18]).
Hasta la fecha, los datos publicados sobre este alaudido en Canarias se
refieren mayoritariamente a las islas orientales, existiendo un vacio informativo en
lo que respecta a Tenerife, sobre todo a partir de la publicacion del atlas de las
aves nidificantes de dicha isla (MARTIN [18]).
Para paliar esta situaci6n, en el presente trabajo nos planteamos ofrecer una
informacion actualizada de la corologia, el estatus y las caracteristicas del habitat
de este ave en la isla nivariense.
2. METODOLOGIA Y AREA DE ESTUDIO
El trabajo de campo se bas6 en la prospeccién de zonas potencialmente
adecuadas para la especie, empleandose la metodologia usual en estudios sobre.
poblaciones de aves (v. p. ej. BIBBY et a/. [3]), consistente en transectos lineales
de una Unica banda (abierta) realizados por uno o varios observadores -en este
48
ultimo caso en lineas paralelas distantes 100-200 m- y en puntos fijos de
observacion y escucha, cuya duraci6n oscilaba entre 20 y 45 minutos. Este ultimo
método fue crucial para cuantificar con mayor precisi6n los territorios de la especie
en plena época de cria.
Entre diciembre de 1992 y mayo de 1995, se recorrieron total o
parcialmente 108 unidades (cuadriculas U.T.M.) de 1x1 km -delimitadas en la
cartografia de escalas 1: 25.000 y 1: 50.000 del Servicio Geografico del Ejército-,
de las cuales 19 corresponden al sector noreste, 4 al este, otras 4 al noroeste y 81
al conjunto de la vertiente meridional de Tenerife. Estas cuadriculas, transferidas
a un reticulado de 5x5 km (v. MARTIN [18] e IBANEZ & ALONSO [15]), dan un
total de 24 unidades prospectadas. Por otra parte, en aquellos sectores con
presencia de C. rufescens se recogid informacidon sobre las caracteristicas del
habitat.
El area de estudio se circunscribio principalmente al sur de la isla, entre los
términos municipales de Granadilla de Abona y Guia de Isora, asi como a la zona
de Los Rodeos-La Esperanza. El resto de las localidades son marginales (Teno Bajo
y Valle de Guimar), y en ninguna de ellas se constat6 la presencia de la Terrera
Marismena.
3. RESULTADOS Y DISCUSION
3.1. Distribuci6n y estatus:
La Terrera Marismena ha sido detectada en tan solo 17 cuadriculas de 1x1
km (el 15,7 % del total prospectado), de las cuales 9 corresponden al sector
noreste y 8 al sur de la isla, conformando cuatro poblaciones claramente
diferenciadas, que se situan en las inmediaciones de la Central Térmica de
Granadilla, en El Médano, en las proximidades de Guargacho y en el area de Los
Rodeos-La Esperanza. Mientras que en las tres primeras -ubicadas en la vertiente
49
meridional-, la especie se halla concentrada en un espacio bastante limitado, en Los
Rodeos-La Esperanza se observa una mayor dispersion de efectivos.
Los escasos contactos obtenidos fuera de las zonas citadas obedecen a
movimientos dispersivos tras la 6poca de reproduccion, y en ningun caso se situan
a mas de 2,5 km de distancia del nucleo de nidificacién mas préximo conocido.
Aun asi, no se descarta su presencia estacional en otras localidades enclavadas
entre los términos municipales de Granadilla de Abona y Arona (sobre todo en
ciertos llanos marginales del —— poco prospectados), asi como al oeste de Los
Rodeos.
La distribuci6n actual de este alaudido se ha reducido de forma notoria en
comparacion a la ofrecida por MARTIN [18] para el periodo 1980-1984. En este
sentido, de 19 unidades de 5x5 km (U.T.M.) con presencia de la especie en dichos
anos, se ha pasado a tan sdlo 5 entre 1993 y 1995 (v. fig. 1), lo cual se traduce
en una disminucién de cuadriculas del 73,7%.
Teniendo en cuenta la informacion ofrecida por BOLLE [5], POLATZEK [24],
VOLS@E [33], HEMMINGSEN [13], BANNERMAN [2] y CUYAS ROBINSON [7], la
Terrera Marismena ha desaparecido de localidades como los alrededores de Santa
Cruz, La Laguna, Guimar, Mesas de Guaza, Los Cristianos y Vilaflor. También
estaba presente -en base a comentarios fiables de campesinos- en Valle Guerra, en
las medianias os El Sauzal y La Matanza de Acentejo, en la zona de Vento-Arona,
en las cercanias de La Escalona (Adeje) y en algunos otros puntos de la parte
meridional de la isla.
Ya en anos mas recientes, hemos podido confirmar su extincién en Llano del
Moro (El Rosario), los Lomos de Arico y la zona comprendida entre Las Galletas y
el Malpais de Rasca (Arona), donde subsistiod una infima poblacién hasta el ano
1992, asi como entre La Mareta y La Tejita (Granadilla de Abona), zona en la que
C. rufescens podia considerarse relativamente abundante hasta principios de los 80
(LORENZO & GONZALEZ [16]; D. Trujillo, com. pers.). De igual forma, puede haber
50
desaparecido del Aeropuerto Reina Sofia y sus inmediaciones, donde en 1986
constatamos la presencia de 15-20 parejas nidificantes dentro del recinto, y en el
cual no se ha confirmado su presencia reciente en plena época de cria. Algo antes
debi6d tener lugar su rarefacci6n y posterior desapariciédn en los términos
municipales de Adeje y Guia de Isora (v. MARTIN [18]), mientras que en el caso
de Teno Bajo, a pesar de existir al menos tres registros (27.VII|.78: min. de 15
aves, F. Siverio, com. pers.; 1.1.90: 1 indiv., M. Siverio, com. pers.; 22.11.92: 2
posibles indiv.), es muy probable que las terreras observadas en fechas mas
recientes fueran en realidad C. brachydactyla, la cual se considera un migrante
irregular en Canarias (EMMERSON et a/. [8]).
Respecto a su estatus numérico, los comentarios de varios autores (VOLS@E
[33]; MOUNTFORT [20]; BANNERMAN [2}, HALD-MORTENSEN [11], entre otros)
dejan bien claro que la especie fue muy comun en la isla hasta poco después de la
primera mitad de este siglo, por lo que el declive de sus poblaciones debi6 tener
lugar principalmente a partir de la década de los 60. En la actualidad, estimamos
que el numero de aves presentes en Tenerife es inferior a las 100 parejas, ademas
de una proporcién desconocida de individuos no reproductores. De éstas, 25-40
permanecen en la zona de Los Rodeos-La Esperanza, 8-10 en las inmediaciones de
la Central Térmica de Granadilla, 9-12 en El Médano y 5-8 en Guargacho, aparte
de algunas otras que posiblemente estén dispersas en pequenos enclaves no
muestreados aun. Los mayores bandos registrados en las cuatro poblaciones
conocidas han sido de 20-30 ejemplares. Sin embargo, en la zona de Los Rodeos
eran frecuentes los grupos de mas de 50 individuos a principios de los 80, y dentro
del recinto del Aeropuerto Reina Sofia- Tenerife Sur se contaron en total aprox. 300
ejemplares en el invierno de 1986 (obs. pers.).
Dicha situaci6n contrasta notablemente con la abundancia de este aldudido
_ en las islas mas orientales del archipiélago (Lanzarote y Fuerteventura), donde llega
a ser dominante en las comunidades de aves esteparias (SHIRT [28]; SUAREZ [29];
51
OSBORNE [22]; obs. pers.). Las causas de su regresiédn en Tenerife seran
analizadas en el apartado sobre eonservacién.
3.2. Caracteristicas del habitat:
Como muy bien expone MARTIN [18], el habitat de C. rufescens en Tenerife
esta constituido tanto por herbazales hUmedos como por cultivos abandonados y
areas de tipo semidesértico caracterizadas por vegetacion xérica del piso basal.
VOLS@E [33] senala su presencia entre el nivel del mar y los 1.200 m de altitud en
la vertiente sur, y dentro de la fate de 600-750 m s.m. en las Ilanuras de La
Laguna, indicando la notoria querencia de esta especie a las areas cultivadas, sobre
todo de cereales.
Las poblaciones conocidas actualmente se situan en cotas comprendidas
entre 10 y 90 m en el sur, y entre 630 y 750 m en el noreste, encuadrandose
dentro de los termotipos y zonobioclimas inframediterraneo desértico (proximidades
de la Central Térmica de Granadilla, El Médano y Guargacho) y termomediterraneo
mesofitico (Los Rodeos-La Esperanza) (v. RIVAS-MARTINEZ et a/. [25]). En las
citadas localidades Ennion aioe la temperatura media anual es de 21,3°C (rango
de las extremas del periodo 1993-1994: 10,8-40,6°C) y las precipitaciones medias
anuales son de 123,0 mm (periodo 1980-1994; rango de las extremas: 28,0-266,4
mm), basandonos en datos tomados en la estacién del Aeropuerto Reina Sofia-
Tenerife Sur. En cuanto al sector noreste, la estaci6n del Aeropuerto de Los
Rodeos-Tenerife Norte -muy representativa por situarse dentro del habitat
analizado- da una temperatura media anual de 16,1°C (rango de las extremas del
periodo 1993-1 994: 5,9-36,6°C) y precipitaciones medias anuales de 637,8 mm
(periodo 1941-1994; rango de las extremas: 320,2-1.101,3 mm).
En las localidades del sur, la Terrera Marismena ocupa zonas llanas de tipo
terroso-pedregoso actualmente improductivas (eriales con vegetacién ruderal- |
nitréfila y restos de cardonal-tabaibal) con cobertura vegetal media inferior al 30%,
mientras que en el noreste habita areas de alta productividad agricola y parcelas
52
no cultivadas (pastizales y cultivos de secano con predominio de cereales y
leguminosas) con sustrato muy poco pedregoso y suelos profundos, siendo la
cobertura vegetal media de un 40-50%, si bien en ciertas épocas del afio (invierno
y primavera) puede alcanzar el 100%.
Analizando los biotipos de cormédfitos presentes en tres de las localidades
estudiadas, se observa que en El Médano y Guargacho adquieren gran importancia
los terdfitos (Chenopodium spp. (*), Malva parviflora, Mesembryanthemum spp.,
Patellifolia patellaris, Setaria adhaerens, etc.), seguidos de los nanofaner6fitos
(Launaea arborescens, Lycium intricatum y Schizogyne sericea entre otros) y los
caméfitos (A/zoon canariense, Argyranthemum frutescens ssp. gracilescens,
Fagonia cretica, etc.), mientras que la participaci6n de los otros es muy baja. En
el caso de la zona de Los Rodeos, son claramente dominantes los terdfitos
cultivados (Hordeum vulgare, Lupinus albus, Triticum aestivum y Zea mays) y el
conjunto de terdfitos silvestres/asilvestrados (Ca/endula arvensis, Convo/vulus
arvensis, Echium plantagineum, Raphanus raphanistrum, Sinapis arvensis, Spergula
arvensis, etc.), asi como un gedfito (Oxal/is pes-caprae) y dos caméfitos
_(Aspalthium bituminosum y Phagnalon saxatile), siendo poco significativa la
participacion de los biotipos restantes.
En base a la lista de especies floristicas vasculares dominantes en el habitat
de C. rufescens, hemos elaborado un dendrograma de afinidad para tres localidades
(v. fig. 2 a)), en el que se ve claramente que la zona de Los Rodeos queda muy
distanciada en cuanto a sus caracteristicas botanicas del bloque formado por El
Médano y Guargacho, fiel reflejo de las importantes divergencias climaticas y
ecolégicas existentes (para mas informacion v. RIVAS-MARTINEZ et a/. [25]).
La avifauna nidificante en el habitat de la Ca/andre//a también muestra las
(*) Nomenclatura de las plantas vasculares citadas segim SCHONFELDER et a/. [27].
53
notables diferencias entre las localidades meridionales y la zona septentrional,
puesto que en las primeras se localizan especies tales como Burhinus oedicnemus,
Upupa epops, Lanius excubitor y Bucanetes githagineus, que estan ausentes en el
area de Los Rodeos-La Esperanza. En esta ultima se hallan como exclusivas
Coturnix coturnix, Carduelis cannabina y Miliaria calandra, siendo tres las Unicas
comunes a ambos sectores: Anthus berthelotii, Sylvia conspicillata y Passer
hispaniolensis. Usando estos datos, se ofrece también un dendrograma de afinidad
para las cuatro poblaciones conocidas (v. fig. 2 b)), con el que se obtienen
resultados similares al realizado para la flora vascular.
Respecto al habitat de esta pesdniepe el conjunto del archipiélago, HUE &
ETCHECOPAR [14] senalan que los aeréddromos constituyen un bidtopo ideal,
hecho que se observa también en Tenerife. SHIRT [28] y OSBORNE [22] constatan
que en Lanzarote y Fuerteventura C. rufescens ocupa varios tipos de llanuras
(pedregosas, arenosas y arenoso-pedregosas con mayor o menor cobertura
vegetal), areas cultivadas e incluso malpaises, mientras que SUAREZ [29] resalta
las diferentes densidades poblacionales segun el sustrato (arenoso/pedregoso). La
vegetacion de dichos habitats orientales es de caracter eminentemente xérico y
haldfilo, con una alta proporci6n de caméfitos, terdfitos y nanofanerofitos, por lo
que estructuralmente es similar a la de algunas zonas bajas del sur de Tenerife, no
asi en su composicion floristica (obs. pers.).
En la Peninsula lbérica se halla en bidtopos tales como el matorral psamofilo
y Ja estepa pedregosa del litoral (MANRIQUE et a/. [17]), marismas, playas,
terrenos baldios y cultivados, asi como dunas con vegetacion rala (MUNTANER et
al. [21]; SANCHEZ [26]), no superando los 500 m s.m. en el sureste
(PLEGUEZUELOS & MANRIQUE [23]). En el noroeste de Africa prefiere la estepa
inculta y las llanuras pedregosas (HEIM de BALSAC & MAYAUD [12]), mientras |
que en el este de su area de distribucién (Asia) alcanza los prados alpinos situados
a 3.000 m de altitud (CRAMP [6]).
Todo ello da una idea de la diversidad de habitats que ocupa C. rufescens
a nivel mundial, poniendo de manifiesto que se trata de un ave muy ligada a los
espacios abiertos con vegetacion baja (v. CRAMP [6)}).
3.3. Conservacion:
La Terrera Marismena ha sido catalogada como especie "Vulnerable" (V) en
la isla de Tenerife (MARTIN et a/. [19]; BLANCO & GONZALEZ [4]). Entre los
principales factores de amenaza sobre ésta figuran la destruccién del habitat por
grandes obras de infraestructura, urbanizaciones e instalacién de invernaderos, el
abandono de los cultivos tradicionales de secano (cereales), la captura de adultos
y pollos por parte de la poblacion rural y el uso masivo de insecticidas en la
agricultura. En este ultimo caso se trata de una amenaza potencial, puesto que
hasta la fecha apenas se han realizado estudios precisos acerca de la incidencia de
los biocidas en los medios agricolas insulares, a pesar de que Canarias supera la
media nacional en cuanto al consumo de productos fitosanitarios (v. memoria de
la Viceconsejeria de Medio Ambiente [32]), y que en la zona de la Vega de La
Laguna, Jardina y Las Mercedes -prd6xima al habitat actual de la especie- se
emplean 860 kg de pesticidas por agricultor y ano (AGUILERA ef a/. [1}).
A nuestro juicio, la importante reducci6n que han experimentado los cultivos
de cereales en las ultimas décadas, ha supuesto la progresiva desaparicién de
muchas poblaciones de C. rufescens, sobre todo en la vertiente meridional. Esto
viene refrendado por numerosos comentarios de campesinos locales y -de forma
indirecta- por diversas referencias bibliograficas (p. ej. VOLS@E [33]). En este
sentido, resulta ilustrativo el hecho de que en Tenerife la superficie agricola se haya
reducido en un 23,5% dentro del periodo 1982-1989 (v. memoria de la
Viceconsejeria de Medio Ambiente [32]). Sin embargo, la implantacién de cultivos
de tomates y plataneras supone a la vez una gran modificacién de los habitats
- esteparios del sur de la isla, repercutiendo negativamente en la especie.
55
En estos momentos (enero de 1996), las poblaciones localizadas en las
proximidades de la Central Térmica de Granadilla y en Guargacho estan a punto de
desaparecer. En cuanto a la zona de Los Rodeos-La Esperanza, las previsiones de
construir nuevas infraestructuras viarias y urbanisticas constituyen una seria
amenaza para el habitat de esta terrera, a pesar de su inclusion en el inventario de
IBAs ("Important Bird Areas") de Europa (GRIMMET & JONES [10]); lo mismo
puede decirse de la zona de El Médano.
Aunque en la Peninsula Ibérica (provincia de Almeria) se ha demostrado que
la predaci6n de nidos de C. rufescens por parte de canidos, reptiles y otros
vertebrados es un factor limitante del crecimiento de sus poblaciones (SUAREZ et
a/. [30]), en el Archipiélago Canario se carece de informacién al respecto. Por
tanto, cabe afrontar la conservacion de la especie y su habitat desde la perspectiva
de la sobreexplotaci6n humana del medio (v. GORIUP [9]).
Segun lo expuesto anteriormente se considera prioritario la puesta en marcha
de las siguientes medidas para conservar la Terrera Marismena en la isla de
Tenerife:
1. Modificar la categoria de conservacion de la U.I.C.N. asignada a la
subespecie tipica -de "Vulnerable" (V) a "En Peligro" (E)- y, en consecuencia,
redactar un Plan de Recuperacion para este tax6n que incluya el manejo del habitat.
2. Proteger integramente las zonas agricolas del area de Los Rodeos-La
Esperanza y todas sus poblaciones conocidas en la vertiente meridional.
3. Mantener los usos tradicionales (agricultura, pastoreo, etc.) enla zona de
Los Rodeos-La Esperanza, potenciando la agricultura de secano de caracter
extensivo y la practica del barbecho.
4. Atenuar, 0 en ultimo término eliminar, todos los factores de amenaza |
citados, de forma que se favorezca su recuperacion natural.
56
5. Realizar una campana de divulgacién sobre la critica situacién de esta
especie en la isla y sobre la necesidad de conservar los habitats de tipo estepario
y su avifauna asociada.
6. Llevar a cabo nuevos estudios sobre su poblacién, biologia y
requerimientos ecoldgicos a nivel insular, asi como sobre el grado de incidencia de
los biocidas en el habitat.
4. AGRADECIMIENTOS
Hemos de agradecer la colaboracion de todos aquellos que nos acompanaron
durante el trabajo de campo: Miguel Fernandez del Castillo, Juan Antonio Lorenzo,
Enrique Onate, Juan José Ramos, Manuel Siverio y Domingo Trujillo, entre otros.
Nuestro reconocimiento también a Rudiger Otto, por traducir algunos textos
en aleman y ayudar en la elaboracién de los dendrogramas de afinidad, y a Victor
Garcia, por permitirnos usar sus ordenadores, asi como a Guillermo Delgado, Felipe
Siverio y el Dr. Juan José Bacallado por sus comentarios criticos. )
Por ultimo, al Centro Meteoroldgico Territorial de Santa Cruz de Tenerife -
dependiente del Instituto Nacional de Meteorologia-, por facilitarnos los datos
climatolégicos de los dos aeropuertos tinerfenos.
5. BIBLIOGRAFIA
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59
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Figura 1: Distribucién actual (periodo 1993-1995) de Ca/andrella rufescens en la
isla de Tenerife. (Reticulado U.T.M. segun IBANEZ & ALONSO [15]).
a = Nidificacién segura (n =4)
@ = Nidificacién probable (n= 1)
© = Cuadriculas prospectadas con resultado negativo (n = 19)
60
a)
disimilitud» »»
0.8 0.85 0.9 0.95 1.0 1.05
0 a eS ee, ee a a
b)
disimilitud» »»
0.5 0.6 0.7 08 0.9 1.0
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Figura 2: a) Dendrograma de afinidad con las especies de flora vascular dominantes
(n= 48) en el habitat de C. rufescens en Tenerife. (3 localidades).
b) Dendrograma de afinidad con las especies de aves nidificantes (n= 12)
presentes en el habitat de C. rufescens en Tenerife. (4 localidades).
Localidades:
A= Prox. C.T. de Granadilla
B= El Médano
C= Guargacho
D= Los Rodeos
61
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Rev.Acad.Canar.Cienc., VII (Nims. 2,3 y 4), 63-75 (1995)
NUEVOS AEOLIDACEOS (GASTROPODA, NUDIBRANCHIA)
PARA LA FAUNA DE CANARIAS
L. Moro*, J. Ortea**, J.J. Bacallado*, A. Valdes** y J.M. Pérez Sanchez*
(*)Museo Insular de Ciencias Naturales de Santa Cruz de Tenerife.
Fuente Morales s/n. 38003 Santa Cruz, Tenerife.
(**) Dep. Biol. Organismos y Sistemas. Lab. de Zoologia, Universidad de Oviedo
ABSTRACT
This paper reports thirteen species of Aeolidacea for the first time in the Canary Islands, complete with
anatomical, biological and collection site data. The species reported are: Berghia coerulescens, Berghia
verrucicornis and Baeolidia nodosa, amphi-Atlantic species; Cerberilla bernardettae, which has only been reported
off the Atlantic coast of France, Galicia and Italy; Facelina coronata, Caloria elegans, Pruvotfolia pselliotes,
Cuthona coerulea and Calma giaucoides, which are all distributed along the Atlantic and Mediterranean coasts
of Europe to a greater or lesser extent, depending on the species; Favorinus ghanensis, only known in Ghana;
Cratena peregrina, which was considered endemic to the Mediterranean; Cuthona genovae, another species found
in the Mediterranean and the North of Spain, and Cuthona willani, described in 1992 and only reported off the
coast of Huelva and the South of Portugal. Including these new catches, the fauna of these species in the Canary
Islands now consists of 24 species, which are systematically listed.
Key words: Mollusca, Aeolidacea, rews records, Canary islands
RESUMEN
Trece especies de Aeolidaceos se citan por vez primera para las islas Canarias indicando las localidades
de recoleccién y peculiaridades de su anatomia y biologia: Berghia coerulescens, Berghia verrucicornis y
Baeolidia nodosa, especies anfiatlanticas; Cerberilla bernardettae, de la que solo habia citas en las costas atlanticas
de Francia, Galicia e Italia; Facelina coronata, Caloria elegans, Pruvotfolia pselliotes, Cuthona coerulea y Calma
glaucoides, distribuidas por las costas atlanticas y mediterraneas de Europa, con mayor o menor extension segun
la especie; Favorinus ghanensis, conocida sdlo de Ghana; Cratena peregrina que era considerada endémica del
Mediterraneo; Cuthona genovae, también mediterranea y presente en el Norte de Espafa y Cuthona willani,
descrita en 1992 y conocida tan sdlo de las costas de Huelva y Sur de Portugal.
Con estas capturas la fauna de estos animales en las islas Canarias consta de 24 especies que se relacionan
en una lista sistematica.
Palabras clave: Mollusca, Aeolidacea, nuevas citas, islas Canarias.
* Este trabajo se ha benificiado de la subvencién al Programa "Moluscos Opistobranquios de Canarias: estudio zoolégico
(taxonomico/biogeografico) y quimico", del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife (Organismo Aut6nomo de Museos y
Centros; Cabildo de Tenerife).
1. INTRODUCCION
La fauna de Aeolidaceos de las Islas Canarias es an poco conocida en comparacién con
el resto del Orden Nudibranchia. Tan solo once especies hab/ian sido citadas hasta el momento
en los trabajos de ORTEA [9] [10] [11]; PEREZ Y ORTEA [14]; PEREZ, BACALLADO Y ORTEA
[13] y PEREZ Y MORENO [15], de las cuales dos fueron de nueva descripci6én, Eubranchus arci
Ortea, 1981 y Favorinus vitreus ORTEA [11].
En los ultimos diez ahios, hemos continuado realizando muestreos esporadicos con e!
proposito de lograr un buen inventario de estos animales en el Archipiélago, lo que nos
permite citar por vez primera para las Islas trece especies de Aeolidaceos que duplican la fauna
conocida de estos animales y que relacionamos a continuacion.
2. RESULTADOS
Parte Sistematica: Especies recolectadas por primera vez en Canarias
(Las distribuciones de caracter general han sido tomadas de THOMPSON [19])
Familia Facelinidae Bergh, 1889
Cratena peregrina (Gmelin, 1791)
Material: Playa de La Laja, Gran Canaria, 22.3.1983, dos ejemplares entre algas del género
Sargassum con hidroideos, en la zona de mareas.
Observaciones: C. peregrina se alimenta de hidroideos del género Eudendrium sobre los que
se recolecta en el Mediterraneo acompanando a otra especie de Aeolidaceo que es frecuente
en Canarias, Flabellina affinis.
Distribucién: La presente referencia para las islas Canarias es la primera cita fuera del
Mediterraneo.
64
Favorinus ghanensis Edmunds, 1968
Material: Taliarte, Gran Canaria, 3.2.1982, un ejemplar entre los epibiontes de los restos de
un arte de pesca a 20 metros de profundidad.
Observaciones: El ejemplar recolectado presentaba los rindforos negros con tres bulbos,
caracteristico de la especie; la glandula digestiva en los cerata era también negra en los
animalaes vivos, desapareciendo el color con la fijacidn.
Distribucion: Conocido tan sdlo de Ghana, la presente cita es la primera para Canarias y la
segunda captura después de la descripcidn original (EDMUNDS [5)).
Facelina coronata (Forbes y Goodsir, 1839)
Material: El Roquete, Igueste de San Andrés, Tenerife, 25.8.95, dos ejemplares y puestas sobre
el Hidrozoo Halocordyle disticha. San Sebastian de La Gomera, 6.3.1996, dos ejemplares y
puesta sobre el mismo hidrozoo a 5 m de profundidad.
Observaciones: Nuestros ejemplares presentan algunas diferencias cromaticas con relacion a
los ejemplares atlanticos ibéricos, como son la falta de reflejos azules en el cuerpo y el diseno
de manchas rojas de la cabeza. En cuanto a su alimentacidn la hemos recolectado siempre
sobre el Hidrozoo H. disticha, mientras que en las costas de Europa se encuentra sobre
especies de Tubularia y Laomedea.
Distribucion: Conocida desde las costas de Noruega hasta el Sur de Espana y Mediterraneo,
la presente captura supone la primera cita para Canarias.
Caloria elegans (Alder y Hancock, 1845)
Material: Radazul, Tenerife, 6.12.1995, un ejemplar sobre Eudendrium a 22 m de profundidad.
Observaciones: E! ejemplar recolectado presentaba las caracterisiticas cromaticas de la especie,
aunque algo atenuadas por ser un adulto joven.
Distribucion: Desde la islas Britanicas a Madeira y Azores (Wirtz, 1995) en el Atlantico y por
el Mediterraneo Occidental. Se trata de la primera cita para Canarias.
Pruvotfolia pselliotes (Labbé, 1923)
Material: Puerto de Sardina, Gran Canaria, 10.6.83, un ejemplar sobre piedras con el antozoo
Caryophyllia inornata. Punta Orchilla, El Hierro, 23.9.95, un ejemplar a 28 m de profundidad.
El Medano, Tenerife, 9.7.80, 3 ejemplares, 11.5.95, un ejemplar; Las Galletas, 10.8.84, tres
ejemplares; Palm-Mar, mayo/1995, un ejemplar; San Andrés, 3.8.95, un ejemplar, todos en la
65
zona de mareas.
Observaciones: Los ejemplares recolectados presentaban la lamina peneal externa bien
formada, tras el Ultimo grupo de ceratas del lado derecho. La coloraci6n era idéntica a la de
los.animales del mar Cantdbrico.
Distribucion: Conocida tan solo en las costas atlanticas de Francia (TARDY [18]) y Espana
(CERVERA et al. [3]), la especie se cita por vez primera en las islas Canarias
Familia Aeolidiidae D’Orbigny, 1834
Berghia caerulescens (Laurillard, 1830)
Material: El Cabrén, Arinaga, Gran Canaria, 4.4.81, un ejemplar de 14 mm a 4 m de
profundidad.
Observaciones: Las tonalidades azuladas de los cerata estaban recubiertas en parte por
pigmento blanco superficial.
Distribucion: Especie anfiatlantica, ha sido citada en la orilla este en el Mediterraneo y en las
costas atlanticas de Francia (TARDY [16]) y Espana (CERVERA et al. [3]). En la orilla oeste se
conoce de Carolina del Norte, Curacao, Brasil, Jamaica (MARCUS [7]). La presente cita es la
primera referencia para las islas Canarias.
Berghia verrucicornis (Costa, 1867)
Material: Melenara, Telde, Las Palmas, 10.3.1981, dos ejemplares a 8 m de profundidad.
Observaciones: No hay datos de coloracién de los ejemplares vivos, pese a ello, la forma y
la formula de la radula permite una facil determinacion,
Distribucion: Citada en las costas atlanticas de Francia (TARDY [16]) y Espana (CERVERA et
al. [3]), asi como en el Mediterraneo. Ha sido también citada en Florida y otras localidades del
Atlantico Oeste (MARCUS [7]). La presente cita es la primera para Canarias.
Cerberilla bernardettae Tardy, 1965 E
Material: Playa de las Teresitas, Tenerife, mayo de 1994, un ejemplar enterrado en fondo de
arena fina a 8 metros de profundidad.
Obervaciones: La coloracién y resto de la anatomia se ajustan en detalle a la descripcién
original de la especie.
66
Distribucion: Citada en las costas atlanticas de Francia (TARDY [17]), Galicia (URGORRI,
GARCIA Y GARMENDIA [20]) y en el Mediterraneo en Italia (CATTANEO, CHEMELLO Y
GIANUZZI [1]). La captura en Tenerife amplia su distribuci6n hacia el Sur.
Baeolidia nodosa (Haefelfinger y Stamm, 1958)
Material: Charco Azul, La Palma, 1.4.1980, un ejemplar bajo piedras con Ciona intestinalis
a la entrada de una cueva a un metro de profundidad, 6.8.1981, un ejemplar en el talo de
algas pardas (Cystoseira sp.) a -1m. Muelle de Taliarte, Gran Canaria, 23.3.1983, dos
ejemplares y sus puestas en praderas de Caulerpa prolifera a 5-6 metros de profundidad.
Observaciones: Los datos anatOdmicos de nuestros ejemplares no difieren de los animales
Mediterraneos, pero si varian los sustratos de recogida: B. nodosa vive en el Mediterraneo en
fondos de fanerogamas, Posidonia y Cymodocea, mientras que en Canarias los hemos
recolectado sobre los talos de algas pardas y sobre especies que también presentan una amplia
distribuciOn, la ascidia C. intestinalis y el alga C. prolifera. Hasta el momento su dieta
conocida la constituyen anémonas del género Bunodeopsis. |
Distribucion: Animal de amplia distribucién geografica, ha sido citado en las costas de
California (Bertsch, 1972) y Antillas Menores (MARCUS Y MARCUS [8]) siendo relativamente
frecuente en el Mediterraneo, donde se encuentra su localidad tipo. La presente cita es la
primera para las islas Canarias.
Familia Tergipedidae Thiele, 1931
Cuthona genovae (O’ Donoghue, 1929)
Material: Santa Cruz de La Palma, La Palma, 2.4.1980, cuatro ejemplares entre hidroideos del
género Aglaophenia, adheridos a la quilla de un barco pesquero. Puerto del Carmen,
Lanzarote, 18.12.1981, once ejemplares entre algas de los géneros Halopteris y Jania a 3-4
metros de profundidad.
Observaciones: La coloracién de la glandula digestiva en los cerata era negruzca y la
coloraci6n externa presentaba reflejos azulados en cuerpo y ceratas, un anillo amarillo
subterminal en estos ultimos y un linea amarilla dorsal. Los rindforos y los palpos también
estaban manchados de amarfllo. C. genovae se alimenta de hidrozoos pertenecientes a los
géneros Obelia, Sertularella, etc. siendo ésta la primera vez que la recolectamos sobre
Aglaophenia.
67
Distribucién: Frecuente en todo el Mediterraneo Oeste, vive también en el Norte de Espana
segun nuestras observaciones y ha sido citada en Irlanda (WILSON Y PICTON [21]). La
presente cita constituye su captura mas meridional ampliando su area de distribucidn.
Cuthona caerulea (Montagu, 1804)
Material: San Sebastian, La Gomera, 6.3.1996, tres ejemplares sobre hidroideos del género
Dynamena a 11 metros de profundidad.
Observaciones: La coloracion de los cerata, era negruzca en su mitad inferior, a continuaci6n
1/4 de cerata era azul y luego un anillo naranja, para finalizar con el extremo translucido. Ha
sido recolectada sobre hidrozoos de los géneros Sertullarella, Halecium, Hydrallmania y
Fudendrium, siendo la primera vez que la encontramos sobre Dynamena.
Distribucién: Desde las Islas Britanicas, hasta las costas atlanticas de la Peninsula Ibérica y
todo el Mediterraneo Oeste. Ha sido citada tambien en Brasil (MARCUS [6]). Esta es la primera
Cita para Canarias.
Cuthona willani Cervera, Garcia y Lopez, 1992
Material: Punta Hidalgo, Tenerife, 30.7.1980, un ejemplar de 2’5 mm sobre hidroideos en el
limite de bajamar.
Observaciones: Animal con cuatro grupos de ceratas. Cola corta, tan larga como el ultimo
cerata abatido. Cuerpo transparente con las visceras y los Idbulos hepaticos parduscos. Flancos
semitransparentes. Puntos blanco opaco dispersos por el cuerpo; este tipo de puntos suelen
formar una mancha media en los cerata.
Rindforos y palpos con el apice blanco, un anillo rojo vino en la zona media y la base
transparente, con algo de pigmento blanco opaco. Area cardiaca con una mancha roja difusa.
Pie blanquecino y opaco. Puesta en forma de copa. Cola corta y ovotestis rosadas.
Distribucion: Conocida tan solo de las costas de Huelva y Sur de Portugal, la presente cita es
la primera referencia escrita despues de la descripcién original de la especie (CERVERA,
GARCIA Y LOPEZ [2]), ampliando su distribucién hacia el Sur.
Familia Calmidae Iredale y O’Donoghue, 1923
Calma glaucoides (Alder y Hancock, 1854)
Material: El Médano, Tenerife, mayo/1995, un ejemplar en la zona de mareas.
68
Obervaciones: E| ejemplar recolectado presentaba reflejos azulados en el extremo de los cerata
y en los palpos. La glandula digestiva era parda, lo que no es frecuente en estos animales Cuya
alimentaci6n se basa en huevos de pequenos peces Teleosteos, lo que hace que sea blanca,
por lo general.
Distribucion: Desde Noruega a las costas del Noroeste de Espafa y Mediterraneo Occidental.
La presente cita es la primera para Canarias.
Lista de los Aeolidaceos de las islas Canarias citados hasta el momento
*Citado por vez primera en este trabajo
Suborden Aeolidacea Odhner, 1934
Familia Flabellinidae Bergh, 1889
Género Flabellina Voigt, 1834
1-Flabellina affinis (Gmelin, 1791)
Familia Facelinidae Bergh, 1889
Género Cratena Bergh, 1864
2-Cratena peregrina (Gmelin, 1791)*
Género Favorinus Gray, 1850
3-Favorinus branchialis (Rathke, 1806)
4-Favorinus vitreus Ortea, 1982
5-Favorinus ghanensis Edmunds, 1968*
Género Facelina Alder y Hancock, 1855
6-Facelina annulicornis (Chamisso y Eisenhart, 1821)
7-Facelina coronata (Forbes y Goodsir, 1839)*
Género Caloria Trinchese, 1888
8-Caloria elegans (Alder y Hancock, 1845)*
Género Pruvotfolia Tardy, 1969
9-Pruvotfolia pselliotes (Labbé, 1923)*
Familia Babakinidae Roller, 1974
Género Babakina Roller, 1974
10-Babakina anadoni (Ortea, 1979)
Familia Aeolidiidae D’Orbigny, 1834
Género Spurilla Bergh, 1864
69
11-Spurilla neapolitana (Delle Chiaje, 1823)
Género Aeolidiella Bergh, 1867
12-Aeolidiella soemeringi (Leuckart, 1828)
13-Aeolidiella indica Bergh, 1888
Género Berghia Trinchese, 1877
14-Berghia coeulescens (Laurillard, 1830)*
15-Berghia verruciconis (Costa, 1867)*
Género Baeolidia Bergh, 1888
16-Baeolidia nodosa (Haefelfinger y Stamm, 1958)*
Género Cerberilla Bergh, 1873
17-Cerberilla bernardettae Tardy, 1965*
Familia Eubranchidae Odhner, 1934
Género Eubranchus Forbes, 1833
18-Eubranchus arci Ortea, 1979-80
Familia Glaucidae Menke, 1828
Género Glaucus Forster, 1777
19-Glaucus atlanticus Forster, 1777
Familia Tergipedidae Thiele, 1931
Género Cuthona Alder y Hancock, 1855
20-Cuthona caerulea (Montagu, 1804)*
21-Cuthona genovae (O’ Donoghue, 1929)*
22-Cuthona willani Cervera, Garcia y Lopez, 1992*
Familia Calmidae Iredale y O’Donoghue, 1923
23-Calma glaucoides (Alder y Hancock, 1854)*
Familia Fionidae Alder y Hancock, 1855
Género Fiona Alder y Hancock. 1851
24-Fiona pinnata (Eschscholtz, 1851)
3. AGRADECIMIENTOS.
Estamos en deuda con Joaquin Escatllar, Elisabet Alcantara, Cristina Saralegui, Angel
Pérez Ruzafa y Antonio Sotillos por la ayuda prestada en la recolecci6n del material. Asimismo
hacemos patente nuestro agradecimiento a Ana Esther Pérez por el mecanografiado y
maquetacion del manuscrito.
70
4. BIBLIOGRAFIA
[1] CATTANEO, R.; CHEMELLO, R. Y GIANNUZZI, R. 1990. Atlas of Mediterranean
Nudibranchs. Ed. La Conchiglia, Roma. 264 pp.
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algunas referencias a Ceuta y la isla de Albordn. |berus, Suplemento 1, 83 pp.
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[13] PEREZ, J.; BACALLADO, J. Y ORTEA, J. 1986. Doridaceos, Dendronotaceos y Aeolidaceos
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73
Lamina 1.- A. Favorinus ghanensis; B. Cerberilla bernardettae;
C. Cuthona willani; D. Cratena peregrina.
[21] WILSON, K. Y PICTON, B.E. 1983. A list of the Opisthobranchia: Mollusca of Lough
Hyne nature reserver, Co. Cork with notes on distribution and nomenclature. Irish nat.
7, 21: 69-72.
73
Lamina 1.- A. Favorinus ghanensis; B. Cerberilla bernardettae;
C. Cuthona willani; D. Cratena peregrina.
Lamina 2.- A. Cuthona caerulea; B. Fiona pinnata.
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Rev.Acad.Canar.Cienc., VII (Nims. 2,3 y 4), 77-91 (1995)
VEGETALES FOSILES EN EL COMPLEJO TRAQUITICO-SIENITICO
DE GRAN CANARIA
F. GARCIA-TALAVERA , L. SANCHEZ-PINTO*® Y S. SOCORRO"
“ Museo de Ciencias Naturales
Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias)
ABSTRACT
It has been detected recently the presence of some plants remains included in the
cineritic tuffs on the SW of Gran Canaria. These fossils consist mainly on leaf impressions,
seeds, twigs and bark molds, belonging to different species of the island’s miocenic flora.
The geological and petrographic characteristics of the cineritic tuffs increase the interest
of the finding, due to the explosive origin of these volcanic rocks.
The radiometric dating of the deposit, around 13 millions years B.P., shows that these
plants remains are the oldest terrestrial fossils in the Canary Islands known up to date.
Key words: Fossil plants, cineritic tuffs, Miocene, Gran Canaria.
RESUMEN
Recientemente se ha detectado la presencia de restos fdsiles de vegetales en el complejo
traquitico-sienitico del suroeste de Gran Canaria, que consiste en impresiones de hojas, frutos
y cortezas de diferentes especies de la flora miocénica de la isla. Las caracteristicas geologicas
y p°trograficas del terreno en donde aparecen realzan la excepcionalidad del hallazgo, el
tratarse de depdositos cineriticos de composicidn traquitica, propios de un volcanismo
explosivo. Su datacidn, en torno a los 13 millones de anos, los situa como los fdsiles terrestres
mas antiguos encontrados en Canarias hasta el momento, y su estudio significara un importante
avance en el conocimiento de la paleoflora canaria.
- Palabras clave: Vegetales fosiles, tobas cineriticas, Mioceno, Gran Canaria.
77
1. INTRODUCCION
Los fdsiles de plantas son raros en Canarias, ya que la propia naturaleza volcanica de las
islas no es propicia para su formacion. A pesar de ello, en ocasiones aparecen troncos, hojas,
frutos y otros restos vegetales inmersos en materiales volcanicos.
Hasta ahora, los vegetales fosiles mas antiguos que se conocian en Canarias estaban
datados en torno a los 4-5 millones de ahos. Aparecen en aglomerados del complejo Roque
Nublo (Gran Canaria) y en basaltos de la Serie | de Anaga (Tenerife) y Bco. de Santiago (La
Gomera). En su mayor parte se trata de troncos fosilizados y moldes de los mismos, incluidos
algunos de palmeras, asi como impresiones foliares de especies lauroides y fragmentos de
gramineas bambusoides semejantes a los rizomas de las cafhas (SCHMINCKE [6]; Carlos Suarez,
com. pers.; Garcfa-Talavera, inéd.). En galerias de agua perforadas en el norte de Tenerife
también han aparecido troncos totalmente petrificados, englobados en el llamado "mortalén",
una especie de fanglomerado producto de avalanchas de lodo y piedras cubiertas
posteriormente por coladas volcanicas (Telesforo Bravo, com. pers.).
Mas recientes son los moldes de troncos, maderas carbonizadas e impresiones de pifnas
de pino canario (Pinus canariensis), que aparecen en las coladas piroclasticas pumiticas ("tosca
blanca") del sur de Tenerife, datadas entre 30.000 y 650.000 anos (ALONSO BLANCO [1]). Estos
fosiles suelen aparecer en las numerosas canteras de bloques de tosca que existen en esa zona
e, incluso, durante la construcci6n de nuevos edificos cercanos a la costa (SAnchez-Pinto,
inéd.).
Los restos vegetales que se encuentran en los alrededores de antiguos manantiales de
aguas Calientes carbonatadas son dificiles de datar, ya que, de momento, no se sabe cuando
éstos se secaron. En cualquier caso, su edad probablemente no supera unos pocos miles de
anos. El proceso de fosilizacién es sencillo: cuando el agua sale al exterior, se enfria y los
carbonatos precipitan, cubriendo todo lo que encuentran a su paso, en nuestro caso hojas y
78
pequenas ramas. Con el tiempo, la materia organica se pudre, pero los moldes e impresiones
permanecen. Fosiles de este tipo se encuentran en varias localidades de Gran Canaria (Teror,
bco. de Azuaje, Berrazales), Tenerife (Ravelo, Rambla de Castro, Arico), La Palma (Caldera de
Taburiente), etc. (VIERA Y CLAVjO [7]; Carlos Suarez, inéd.; Garcia-Talavera y SAanchez-Pinto,
inéd.).
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Fig. 1. Situacion de los materiales fosiliferos
79
Y, recientemente se ha descubierto un yacimiento paleontoldégico con restos fdésiles de
vegetales en el complejo traquitico-sienitico del sector SW de Gran Canaria, que es el tema
de nuestro trabajo. El hallazgo no deja de ser sorprendente si se tienen en cuenta las
Caracteristicas geologicas y petrogrdaficas del terreno: depdsitos cineriticos de composicién
traquitica relacionados con un volcanismo explosivo, cuya edad se estima en 13 millones de
anos. (fig. 1)
2. ASPECTOS GEOLOGICOS
El complejo traquitico-sienitico
Formado por una serie de rocas holocristalinas (traquitas y sienitas) que afloran en
amplias zonas de la cuenca hidrogrdafica de Tejeda, asi como en la cabecera de algunos
barrancos que vierten al Sur; también se incluyen en el complejo los materiales tobaceos de
proyeccion aérea y de génesis ignimbritica, tufolavas y lavas de composicion traquitica alcalina
o fonolitica. Este conjunto se extiende sobre los materiales basdlticos de la Serie |, en amplios
sectores del Oeste y Sur de la isla (FUSTER et al. [3]).
Las tobas de la Serie efusiva central constituyen un gran apilamiento de potentes unidades
ignimbriticas y niveles tobaceos intercalados en disposicidn mas 0 menos horizontal, cubiertas
de traquifonolitas y, en las ultimas fases, por verdaderas coladas de lavas fonoliticas. Cabe
resaltar que una gran parte de los niveles tobaceos son de tipo cineritico. Estos materiales
aparecen bien expuestos en superficie en el Barranco de S. Nicolas al Oeste de La Aldea y
desde el Risco hasta el Barranco de Mogan. (fig. 2)
80
Fig. 2. Afloramiento de las tobas cineriticas fosiliferas.
81
Los "Azulejos"
En la parte inferior de los materiales tobaéceos destacan unos niveles de tobas
vitroclasticas fuertemente coloreadas de verde azulado, amarillo y ocre rojizo, denominadas
localmente "azulejos". Es precisamente esta diferenciacidn cromatica respecto al resto de los
materiales lo que permite detectarlos facilmente, conformandose como perfectos niveles gufa
que se agrupan en dos paquetes principales, a diferentes alturas de la Serie, que pueden
seguirse a lo largo del borde occidental del afloramiento traquitico. (HERNAN REGUERA [5]).
En este tipo de volcanismo explosivo de composiciédn salica es determinante la
aparatosidad de las efusiones, casi siempre de consecuencias Catastrdficas para los ecosistemas
locales. Las tobas cineriticas se formaron a consecuencia de la rdpida precipitacién y
consolidacién de materiales sdlicos de grano fino, aun calientes, que iban englobando y
sepultando a todo ser vivo de la zona. La dispersidn y fragmentacidn de los restos vegetales
fosilizados (impresiones de hojas, pequenas ramas, frutos, etc.) hacen pensar en fendmenos
explosivos violentos que dieron origen a turbulencias de elevadas temperaturas que
precedieron y acompanaron a los materiales sdlicos en su avance. La textura y el tamano de
grano de estos materiales eruptivos (ceniza) propicié la excelente conservacion de algunas
estructuras vegetales. (fig. 3)
Edad de los materiales
Las dataciones absolutas radiométricas (K-Ar) Ilevadas a cabo por ABDEL-MONEM, WATKINS
Y GAST [2] para la Serie Efusiva Central, arrojan unas edades comprendidas entre 12.2 y 13.3
millones de anos, lo que situa a los materiales tobdaceos fosiliferos en el Mioceno medio. Este
hecho cobra especial relevancia al tratarse de los fosiles terrestres mas antiguos encontrados
hasta ahora en Canarias.
82
+t Fonolitas
+i: +.
Tobas poco soldadas
Ignimbritas
Tobas cineriticas (fésiles)
Fig. 3. Columna estratigrafica de la Serie efusiva Central
83
3. ESTRUCTURAS VEGETALES
Impresiones Foliares:
Se ha podido constatar la presencia de, al menos, cuatro tipos diferentes de hojas.
Ningunase ha encontrado completa, pero hay varias muestras con distintos fragmentos de cada
tipo, lo que ha permitido su reconstruccidn. Llama la atencién el reducido tamano de todas
las hojas encontradas hasta el momento:
A. Lamina entera, anchamente eliptica; 3,5-4 cm de largo por 2,5-3 cm en su parte mas
ancha. Nervio central destacado; nervacion lateral reticulada, bien marcada. (fig. 4)
B. Lamina espatulada, con el apice redondeado; 2,5-3 cm de largo por 1,3-1,5 cm en su
parte mas ancha. Borde algo eroso. Nervio central destacado; nervacion lateral pinnada.
En una de las muestras se aprecia parte del peciolo. (fig. 5)
C. Lamina entera, linear, con el apice agudo; 4-8 cm de largo por 1,5-2 cm de ancho.
Nervio central destacado; nervaciOn lateral inapreciable o ausente. Son las mas
abundantes en el yacimiento. (fig. 6)
D. Lamina entera, elfptica, con el apice agudo y la base aparentemente atenuada; 2,5-3 cm
de largo por 1-1,5 cm de ancho. Bordes lisos. Nervio central destacado; nervacion lateral
pinnada, bien marcada. (fig. 7)
Ramas petrificadas y moldes:
En un nivel de material explosivo situado inmediatamente por debajo de los "azulejos"
se encontro un pequeno trozo de rama fosilizada (3,5 cm de largo por 3 cm de didmetro). A
simple vista se reconoce la corteza; observada bajo lupa binocular (10X) se aprecia una
estructura estratificada similar a la que presentan los pinos (fig. 8). En el nivel de los "azulejos"
apareciO otro pequeno fragmento (2 cm de largo) de corteza del mismo tipo.
84
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Fig. 4.
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Fig
88
Fig. 10.
89
Semillas y frutos:
En varias de las muestras recolectadas se observan estructuras semejantes a semillas y
frutos muy pequenos. Las semillas (?) son relativamente abundantes; tienen forma casi esférica
y miden 1 mm de diametro. Los frutos (?) aparecen en menor proporcidn; tienen forma de
capsulas globosas (3 mm de didmetro), con una protuberancia en uno de los extremos. (fig 10)
4. DISCUSION
Con este trabajo, los autores solo pretendemos informar a la comunidad cientifica sobre
un nuevo hallazgo de fdsiles vegetales en Gran Canaria. Un mayor conocimiento de la flora
miocénica de esta isla se obtendra cuando se determinen las diferentes especies fdsiles, lo cual
se realizara proximamente en colaboraci6n con especialistas en Paleobotanica.
No obstante, los estudios preliminares nos aportan una serie de datos interesantes:
1. Existe una marcada tendencia hacia la microfilia en todas las hojas.
2. Las hojas fosilizadas probablemente eran coridceas, ya que tuvieron que resistir
temperaturas elevadas sin quemarse por completo.
3. Los tipos de hojas fosilizadas se asemejan a los que presentan actualmente muchos
arbustos caracteristicos de las comunidades de transicién entre el piso basal y el montano
(Bystropogon, Chamaecytisus, Echium, Cistus, Carlina, Maytenus, Kleinia, etc.)
4. El hallazgo de, al menos, dos muestras de corteza similar a la de los pinos, indica que
en esa zona crecia alguna conifera de este grupo.
La tendencia a la microfilia, las hojas coriaceas y la presencia de pinos, nos permiten
deducir que la vegetaci6n del SW de Gran Canaria, en aquella época, era claramente xer6fila,
adaptada a condiciones de semiaridez, similar en muchos aspectos a la que hoy en dia se _
desarrolla en la zona. Este mismo tipo de clima, coincidente con una alta actividad tectdnica
90
y volcanica, ha sido constatado en el Mioceno medio de otras regiones del planeta (HALLAN
[4]).
5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
[1] ALONSO BLANCO, J.J., 1989. Estudio volcanoestratigrafico y Volcanoldgico de los Piroclastos
Salicos del Sur de Tenerife. Secretariado de Publicaciones. Universidad de La Laguna.
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Fuerteventura, Gran Canaria, La Gomera. Amer. Jour. Sci., 271, 490-521.
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sienitico de Gran Canaria. Estudios geol. 32, 279-324.
[6] SCHMINCKE, H. U., 1976. The geology of the Canary Islands. En Biogeography and Ecology
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Valentin Sanz. Santa Cruz de Tenerife. pp. 216-7.
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Rev.Acad.Canar.Cienc., VII (Nims. 2,3 y 4), 93-110 (1995)
CONTRIBUCION AL ESTUDIO TAXONOMICO Y DESCRIPTIVO DEL CARDON DE
CANARIAS (EUPHORBIA CANARIENSIS)
M.A. DiAZ HERNANDEZ, O. RODRIGUEZ DELGADO
& W. WILDPRET DE LA TORRE
Departamento de Biologia Vegetal (Botanica). Universidad de La Laguna.
38271 La Laguna: Tenerife. Islas Canarias.
ABSTRACT
The taxonomic possition, dispersal mechanisms, phytochemistry characters, origin, and
African affinities of the succulent Canary Euphorbia are studied. Furthermore, based in personal
and bibliographyc researching, morphological, physiological, histological and karyological aspects
of Euphorbia canariensis (Canary "card6n") are studied. The role of Euphorbia canariensis as
container of other plant species, the decomposition process, and the progressive colonization by
entomological fauna are considered too.
KEY WORDS: Succulent Euphorbia, Euphorbia canariensis, Canary Islands.
RESUMEN
Se analiza la posicidn taxonédmica de los taxones suculentos del género Euphorbia en
Canarias; el origen y las afinidades, claramente africanas, de los mismos; los mecanismos de
dispersion comprobados; y los caracteres fitoquimicos del grupo. A continuaciOn se hace un estudio
descriptivo del tax6n Euphorbia canariensis (el cardén de Canarias), basado en observaciones
personales y en trabajos bibliograficos conocidos, en el que se abordan aspectos morfologicos,
fisiologicos, histologicos, cariol6gicos, etc.; asi como unas consideraciones sobre su papel como
soporte de otras especies vegetales, y los procesos de su descomposicion y colonizaci6n paulatina
por la fauna entomol6gica.
PALABRAS CLAVE: Euforbias suculentas, Euphorbia canariensis, |slas Canarias.
1. TAXONES SUCULENTOS DEL GENERO EUPHORBIA L.
EN LAS ISLAS CANARIAS
1.1. Posici6n taxonomica y delimitacion de secciones
El género Euphorbia \|o constituyen unas 1.600 (MABBERLEY [26]) o 2.000 especies
(OUDEJANS [29]) ampliamente distribuidas por el planeta, aunque la mayoria se concentran en las
_regiones subtropicales y clidas. Los taxones suculentos ocupan la misma posicién en Africa que
93
la familia Cactaceae en América, mostrando una clara adaptaci6n xeromorfica a la aridez. En las
Islas Canarias crecen 11 euforbias suculentas, de las cuales 9 son endémicas.
BOISSIER [6] en 1862 realizo la primera revision taxondmica de este género, que luego ha sido
estudiado, entre otros, por PAX [31] y PAX & HOFFMANN [32]; en €poca mas reciente varios
taxOnomos (PROKHANOV [34], HURUSAWA [18], CARTER [12]) han publicado otros estudios
monograficos sobre euforbiaceas en zonas geograficas concretas (Rusia, Japon y Este de Africa
respectivamente). No obstante, en la actualidad no existe un sistema de jerarquizaciOn taxonoémica
unificado a nivel mundial, dadas las discrepancias sistematicas existentes entre los distintos autores,
aunque las diferencias no son muy acusadas entre ellos.
Asi, segun la clasificacién taxondmica infragenérica del género Euphorbia establecida por
BOISSIER [6], y aceptada por RIVAS GODAY & ESTEVE CHUECA [37], las especies suculentas que
crecen en las Islas Canarias quedarian ubicadas del siguiente modo:
GENERO Euphorbia L.
SECC. Diacanthium Boiss. Euforbias cactiformes.
SUBSECC. Biaculeatae Boiss.
Euphorbia canariensis L.
Euphorbia handiensis Burch.
SECC. Tirucalli Boiss. Euforbias crasas, sin espinas y mas 0 menos afilas.
Euphorbia aphylla Brouss. ex Willd.
SECC. Tithymalus (Scop.) Boiss. Otras euforbias crasas, no cactiformes.
SUBSECC. Pachycladae Boiss. "Tabaibas".
Euphorbia atropurpurea (Brouss.) Webb et Berth.
Euphorbia balsamifera Ait.
Euphorbia berthelotii Bolle
Euphorbia bourgeauana Gay ex Boiss.
Euphorbia bravoana Svent.
Euphorbia lambii Svent.
Euphorbia obtusifolia Poir.
Euphorbia regis-jubae Webb et Berth.
Con pocos cambios esta jerarquizaciOn se mantiene en la actualidad, tal como se desprende
de la propuesta realizada por J.S. MA & C.Y. WU [25] en su sinopsis de las euforbias de China:
GENERO Euphorbia L. Sp. pl. 450, 1753.
SUBGEN. Euphorbia
SECC. Diacanthium Boiss. in DC. Prodr. 15 (2): 78, 1862. Agrupa a los arboles
y arbustos suculentos, cactiformes, glabros, cuyas ramas angulosas presentan espinas
de origen estipular.
SUBGEN. Esula Pers.., Syn. pl. 14, 1806. .
SECC. Tithymalus Duby, Bot. gall. 1: 412, 1828. Arbustos, subarbustos y plantas _
herbaceas subsuculentas, no cactiformes, y con las estipulas membranosas,
glandulares o ausentes. Hojas usualmente alternas, raramente opuestas. Capsulas
lisas.
94
SUBSECC. Pachycladae Boiss. in DC. Prodr. 15 (2): 107, 1862. Arbustos
con ramas defoliadas inferiormente, hojas caulinares esparcidas, enteras.
SUBGEN. Tirucalli (Boiss.) S. Carter in Kew. Bull. 40: 823, 1985. {= SECC. Tirucalli
Boiss. in DC. Prodr. 15 (2): 94, 1862]. Arbustos suculentos y subsuculentos con ramas
desprovistas de espinas. Hojas que se pierden rapidamente, de tal forma que la planta pasa
la mayor parte de su vida desprovista de ellas.
1.2. Origen y afinidades
La aparicion de las Islas Canarias en el sector oriental del Océano Atlantico se produjo a
mediados del Terciario, en el Mioceno, hace unos 20 millones de afios. Desde el mismo instante
en que se produjo su emersion, las islas comenzaron a ser colonizadas por plantas y animales. De
esta manera, la vegetaciOn existente en los territorios proximos, Africa y Europa mediterranea,
desde finales del Terciario y durante el Cuaternario, ha definido la actual vegetaci6n Canaria.
E] matorral xerofitico del tabaibal-cardonal canario, caracterizado por diversas especies del
género Euphorbia, tiene su origen en la flora costera del vecino continente africano. Por su parte,
esta flora africana proviene de varias fuentes de origen diverso, gjendo una de ellas la Rand Flora
(LEBRUM [23]). Esta paleoflora africana, mas 0 menos xerofitica, oceanica y de origen tropical,
surgiO a principios del Terciario y se establecié principalmente en las regiones desérticas del Sur
de Africa, estando su desarrollo unido a climas aridos y ocednicos, cuyo Optimo se situé en las
regiones costeras, asi como en islas tropicales y subtropicales.
Durante el Terciario se produjeron importantes fen6dmenos geoldgicos y climaticos, que
favorecieron la aparicion de esta flora en territorios cuyas precipitaciones eran insuficientes para
desarrollar un bosque himedo tropical o subtropical. Al final de la Era Terciaria se produjo el
declive de la Rand Flora. La aparicion de la etapa glacial en el Cuaternario, con periodos glaciales
e interglaciales templado-calidos, que correspondieron en Africa con periodos pluviales e
interpluviales calidos y secos, origin6 un empobrecimiento constante de esta flora en la etapa
postglacial. La progresiva sequedad y desertizaci6n de extensas areas, como ha ocurrido en el
Sahara, provocaron que la misma quedara relegada a los bordes del continente africano, Ilegandose
a la situaciOn actual, en la que una serie de taxones vicariantes relicticos en diferentes lugares de
dicho continente se hallan separados por distanvias considerables.
Son tres las regiones del borde continental, junto a alguna pequefia y disyunta area de
montana africana, en las que han quedado refugiados los relictos actuales de la Rand Flora: La
Region del Cabo en el cono Sur de Africa (Cabo de Buena Esperanza y Natal en Sudafrica,
Madagascar, Kalahari occidental en Botswana y en Namibia, Sur de Angola, Zanzibar y Tanganika
en Tanzania, Sur de Kenia), la Region Sudano-Sindica del Noreste (Kordofan en el centro y Nubia
en el Este del Sudan, Etiopia, Arabia, Yemen, Sur de Iran, Isla de Socotora hasta la base del
95
Fig. 1. Rutas de migracién de la Era Terciaria (segun QUEZEL [35])
= Jie = sn
Af Ae
p
Fig. 2. Actuales relictos de la Rand Flora (RIVAS GODAY & ESTEVE
CHUECA [36]. 1: Region de El Cabo; 2: Region Sudano-Sindica;
3: Noroeste de Africa y archipiélagos atlanticos.
96
Himalaya occidental) y, por ultimo, la costa Noroccidental de Africa (Suroeste de Marruecos, costa
atlantica de Mauritania, regidn Saheliana) y los Archipiélagos Atlanticos (Cabo Verde, Canarias,
Salvajes, Madeira y Azores).
En estas zonas del continente africano crece la denominada "estepa suculenta", constituida
mayoritariamente por taxones cactiformes y paquicaules vicariantes, incluidos en géneros y
secciones comunes. Muchas de ellas son especies relicticas muy afines a las que caracterizan la
actual vegetacion del piso bioclimatico inframediterraneo.
La estepa de suculentas, como formaci6n vegetal que une floristicamente las tres regiones
sefialadas anteriormente, es la que mantiene las mayores relaciones canario-africanas de la flora
actual. El género Euphorbia constituye el mejor vinculo de union entre las distintas regiones, ya
que posee en ellas varios taxones vicariantes de las secciones Diacanthium y Tithymalus; asi como
_ del subgénero Jirucalli, senaladas en los siguientes cuadros:
SUBGENERO EUPHORBIA
SECCION DIACANTHIUM
NW AFRICA-ARCH. ATLANT. | SUDANO-SINDICA CAPENSE
. abyssinica E. bojeri
aculeata conspicua
cactus dinteri
. candelabrum grandidens
obovatifolia lemaireana
polyacantha . macroglypha
royleada milli
. triacantha . tetragona
. triaculeata . virosa
. beaumierana
. canariensis
. echinus
. handiensis
. hermentiana
. resinifera
Ce: Pee Oy Sei PP
Cry Gey Py Gy Pr Oy
SUBGENERO ESULA
SECCION TITH YMALUS
NW AFRICA-ARCH. ATLANT. SUDANO-SINDICA CAPENSE
==
97
. atropurpurea
balsamifera
. berthelotii
. bourgeauana
bravoana
lambii
obtusifolia
. piscatoria
. regis-jubae
stygiana
. tuckeyana
Mmmm hahah hm
SUBGENERO TIRUCALLI
NW AFRICA-ARCH. ATLANT. SUDANO-SINDICA CAPENSE
E. aphylla E. bottae E. gummifera
E. larica E. phymatoclada
E. mauritanica E. spicata
E. melanosticta E. tirucalli
E. schimperi
La costa Noroeste de Africa, cercana a las Islas y con condiciones bioclimaticas similares a
las del piso inframediterraneo, es a su vez la que posee una vegetacidn que mantiene las mayores
similitudes con el tabaibal-cardonal canario.
1.3. Mecanismos de dispersion
El género Euphorbia, se dispersa rompiendo violentamente sus frutos por la sutura de los
carpelos, de modo que la semilla es expulsada a varios metros de distancia. Este fendmeno ocurre
principalmente a finales del verano, cuando el fruto esta bien maduro. El mecanismo, denominado
"autocoria", no se incluye en el grupo de los de larga distancia, por lo que indudablemente no fue
el utilizado por este grupo de taxones para llegar hasta las Islas Canarias.
Se ha comprobado asimismo, como los frutos de algunas especies de este género, como
Euphorbia balsamifera (tabaiba dulce), constituyen parte de la dieta alimenticia de las palomas
salvajes, aunque no por ello este taxon deja de utilizar la autocoria como método mas comun de
diseminacidn. De momento no hemos podido comprobar si estas aves son capaces de soportar la
toxicidad del latex de EF. canariensis, pues también podrian ser vectores de dispersi6n de las cocas
de esta especie.
Al margen de estos mecanismos debemos considerar que las islas, en funcién de la deriva
continental, se estan alejando actualmente del continente africano a razon de 1 cm/anio, por lo que
en el pasado lejano debieron estar bastante mas cerca de él que en el presente. Ademas, los bancos
existentes entre el Archipiélago y Africa se cree que llegaron a estar emergidos, por lo que
pudieron servir de puentes para la colonizacion vegetal de estas islas.
1.4. Caracteres fitoquimicos
Seguin GONZALEZ GONZALEZ y su equipo de colaboradores [5, 9, 10, 14, 15, 17], de las
euforbias suculentas canarias han sido aislados una serie de triterpenos que se relacionan en la tabla
Siguiente:
98
TAXON PRODUCTO FITOQUIMICO
E. aphylla handianol', lanosterol, lanostenol
E. atropurpurea handianol, lanosterol, afildienol’
E. balsamifera germanicol, lanosterol, handianol
handianol, afildienol
handianol, lanosterol, lanostenol
E. regis-jubae lanosterol, lanostenol
2. EUPHORBIA CANARIENSIS L. (EL CARDON DE CANARIAS)
2.1. Descripcién general
Euphorbia canariensis es una planta crasicaule, cactiforme y afila. Tallo de color verde
glauco, que varia segiin las estaciones del afo entre un verde-amarillento y un verde mas 0 menos
intenso, aunque en las partes inferiores y mas viejas del individuo es de color ceniciento gris. con
apariencia de estar seco.
Esta constituido por una serie de ramas columnares, que partiendo directamente del sustrato
se elevan mas 0 menos erectas, dispuestas paralelamente entre si, con aspecto candelabriforme,
hasta alcanzar 2, 3 y hasta 4 metros de altura. Cada rama columnar posee 4. 5 6 6 caras, con
aristas cubiertas por una fila discontinua de concrescencias circular-elipticas, donde se insertan un
par de espinas de origen estipular. Las espinas jovenes son duras y punzantes, mientras las mas
viejas son quebradizas y caedizas, por lo que la planta queda desprovista de ellas en el tercio
inferior.
Cada ejemplar adulto ocupa una superficie media de 30 m?, aunque algunos individuos pueden
alcanzar hasta 100 m?. Posee abundantes ramas secundarias, que parten desde distintos puntos de
la primaria. Las raices son gruesas, suberosas, superficiales y afloran ocasionalmente sobre el
Sustrato.
'HANDIANOL se identifica con CICLOARTENOL.
*LANOSTADIENOL + LANOSTENOL forman una mezcla que se identifica con AFILDIENOL.
99
Las inflorescencias (ciatios) se desarrollan sobre las arista de la zona apical de las ramas, por
encima del area ocupada por las espinas. Crecen a partir de pequefios botoncitos de color verde,
que se transforman en ciatios de color rojo intenso. A ambos lados de esta primera inflorescencia,
que normalmente cae sin llega a fructificar, surgen dos nuevos ciatios (dicasio), que una vez
fecundados originan frutos de igual color rojo (tricocas), formados por tres compartimentos que
guardan las semillas.
Muchos han sido los autores que se han aventurado ha describir esta curiosa planta. por
ejemplo VIERA Y CLAVIJO [39]:
Cardon (Euphorbia canariensis, Lin.) Nombre que damos generalmente al Euforbio. urbusto
indigena y peculiar de nuestras Canarias, celebrado por Linneo y por los mas sabios
botanicos. Criase en todas las Islas (menos en Lanzarote) con la mayor abundancia que es
decible, pues lo producen los terrenos incultos mas pedregosos, los precipicios de los
barrancos, los andenes y dehesas de las costas del mar y medianias, ocupando a veces cada
pie la circunferencia de un gran solar, y elevandose al alto de una casa. Sus tallos son unas
canas de 4, y mds comunmente de 5 angulos y lados, largas como de 8 pies, sobre 4 de
grueso, desnudas, sin otras hojas que unos verdugoncillos callosos a lo largo de las esquinas,
armado cada uno de 2 puas pequenas. Por una de dichas esquinas brota una nueva cana, que
es el modo que tiene el cardon de extenderse y ramificarse. Todas las principales canas
forman al arrancar de su comin raiz una curvatura hacia arriba que las hace semejantes a
los brazos de una enorme arana de luces. Estas canas son huecas, con algunas ventallas
membranosas a ciertas distancias. Su corteza es poco firme, v la pelicula que la cubre es
macilenta en las canas nuevas, de un verde oscuro en las mas rubustas, y de color de ceniza
en las mds viejas. En la parte superior de los dngulos de cada penca nacen en fila unos
botoncillos o flores sin pezon, constando cada una de un cdaliz purpireo de 10 puntas; 10 6
mas estambres; y un ovario triangular cuyo fruto es una cajilla con 3 semillas redondas. El
jugo propio del cardon es una leche muy blanca, espesa, acre, corrosiva, nauseabunda, y en
tanta copia que a la mas ligera incisién corre con abundancia. Para recoger esta leche es
necesario cubrirse bien el rostro, pues atin su vapor y su tufo ocasionan escoriaciones y
ronchas.°
WEBB & BERTHELOT [42] realizan una descripci6n completa, en latin, en su libro Histoire
Naturelle des Iles Canaries:
E. caule 4-6 angulo, glaberrimo, virescente, angulis callorum nigrorum spinas 1-2 breves
pungentes gerentium Serie vallatis, capitulis sub callos protrusis, breviter et crassé Stipitatis,
raro solitariis, ternatis, intermedio sterili, majore, squamis binis coriaceis, ovatis, sessilibus
suffultis, breviter scyphoideis, lasciniis internis latis, elongatis, exsertis, squamis latissimis,
brevissimis, margine rotundatis, obsoleté crenatis; florum masculorum brecteis latis flabellatis
laceris, flore femineo squamulis 3 crassis calyculato; coccis 3-cornibus, cornubus falcatis
glaberrimis, porphyrino-cinnamomeis; _seminibus ovato-orbicularibus, — marmoratis,
papillulosis, epistomio destitutis.*
*José de VIERA Y CLAVUO, 1982. Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias. Pag. 107.
*Philip Baker WEBB & Sabino BERTHELOT, 1836-1850. Histoire Naturelle des Iles Canaries. II. Botanique. 2°
parte, seccién III, pag. 255.
100
En la descripcién de KUNKEL & KUNKEL [22], se comenta, ademas, la “considerable edad"
de los cardones:
Euphorbia canariensis L. Linnaeus, Species Plantarum, p. 450 (1753); Familia Euphorbia-
ceae. Endemismo canario; en todas las islas mayores del Archipiélago. (...). Elemento
xerofilo del sublitoral y de riscos de la zona arida, hasta los 600 m. sobre el mar. Planta
cactoide que alcanza tamano y edad considerable; algunos ejemplares pueden cubrir hasta
de 10 a 12 m?, con tallos columnares de 2 a 3 metros de altura. Tallos carnosos (lenosos
hacia la base), normalmente 4 6 5 esquinados, verdes o glauco verdes y fuertemente armados.
Espinas cortas, siempre en pares e incurvadas hacia arriba. Flores pequenas, solitarias,
verdoso-rojizas y poco conspicuas. Frutos capsulares, trivalvados, rojos y densamente
dispuestos a lo largo de las costillas de la parte superior de los tallos; sumamente vistosos.
Semillas pequenas y dificilisimas de obtener. Epoca de floracion: primavera-verano (mayo
hasta julio). Reproduccion: por semillas; rara vez enraiza de fragmento de tallo. Variabilidad:
ocasionalmente se nota ejemplares con tallos de 6 costillas. Del Barranco de Veneguera se
ha descrito una forma con frutos verdes: forma viridis Kunkel. Esta especie tiene gran valor
floricultor y no falta en ninguna coleccién reconocida de plantas suculentas.°
Individuos con caracteristicas asimilables a la forma viridis de Kunkel, con tricocas verdes,
los hemos visto en el Malpais de Giimar.
2.2. Caracteres morfolégicos y anatémicos
Euphorbia canariensis es una planta cactiforme, que carece totalmente de hojas. A pesar de
su afilia, muestra rudimentos foliares en el apice vegetativo. que en lugar de evolucionar a hojas,
se atrofian y reducen a pequenos tubérculos, que se disponen a lo largo de los angulos del tallo y
coinciden con las estipulas transformadas en espinas.
Raiz: Su sistema radicular se extiende ampliamente por los estratos superiores del suelo, para
captar mejor la humedad depositada por la escasa precipitaciOn que cae en su area de distribucion;
en general presenta un diametro muy pequeno en la zona proxima a los pelos radicales. El grado
de cutinizacion de la epidermis es mayor que en otras especies del género, pues impregna no solo
las paredes radicales internas, sino que incluso puede penetrar hasta las células subyacentes
formando una hipodermis. La corteza esta formada por células grandes, de paredes finas, con
escaso contenido celular y pequenos espacios intercelulares; mientras la endodermis se distingue
como una capa de células mas pequenas que el resto y dispuestas ordenadamente. El sistema
vascular es de crecimiento exarco, repitiéndose con cierta constancia tres polos de protoxilema, que
alternan con tres polos de protofloema. Los elementos secundarios de la raiz, en cuanto a su
corteza, poseen células de pared fina, que pueden acumular granos de almidon y son atravesados
por los laticiferos.
°G. KUNKEL & M.A. KUNKEL, 1978. Flora de Gran Canaria. III. Las plantas suculentas. Pag. 84.
101
Tallo: El tallo presenta una epidermis caracterizada por una cuticula gruesa, con frecuentes
estomas como ocurre en todas las especies afilas. Se disponen de manera paralela al eje del tallo,
lo que constituye una excepcion dentro del género Euphorbia en Canarias. La corteza posee en las
capas mas externas un tejido diferenciado, que forma un parénquima en empalizada fabricado a
partir de la divisi6n de células epidérmicas, mientras las restantes células corticales son de pared
fina y contorno redondeado, con la inclusi6n a veces de cristales rombicos y drusas. Esta corteza
se encuentra atravesada por trazas foliares y laticiferos de pared gruesa, que superan en grosor a
los de otras especies del género Euphorbia. El sistema vascular adopta la forma del tallo y presenta
un nudo trilacunar, con tres trazas y tres lagunas foliares; mientras la médula forma grandes
lagunas, separadas por laminillas de células arrugadas dispuestas horizontalmente.
El crecimiento secundario en el tallo presenta suber solo a nivel de los escudetes de la
epidermis, siendo la corteza muy semejante a la primaria, pero con laticiferos de mayor diametro
y paredes mas gruesas. El sistema vascular secundario, que en la raiz ocupa una extension
importante respecto al resto de los tejidos, no se diferencia en el tallo; asi, el floema esta
escasamente desarrollado y se produce su obliteracion a medida que avanza el crecimiento del
vegetal. En el xilema se aprecian vasos principalmente reticulados y con placa de perforacion
simple y oblicua, que se distribuyen de forma irregular y presentan un tamano variable.
En general, se puede decir que las especies con mucho floema obliterado presentan muy poca
oO ninguna fibra supraliberiana, que es la que proporciona un cierto grado de rigidez a la planta,
apareciendo en el caso de plantas péndulas fibras de tipo gelatinoso. JIMENEZ, CABALLERO &
MORALES [20] explican la inexistencia de fibras supraliberianas en EF. canariensis y la presencia
de fibras gelatinosas en el xilema secundario, tanto en la raiz como en el tallo, por crecer estas
plantas en zonas muy batidas por el viento; pues de esta forma logran contrarrestar la fuerza que
tiende a deformarlas.
Por otro lado, todas las euforbias de Canarias muestran anillos de crecimiento delimitados por
fibras de pared algo mas gruesa y di4metro mas pequefio que las restantes del género, excepto E.
canariensis, ya que en su tallo no se observan estos anillos, quizas debido a su suculencia.
CARLQUIST [11] supone que la suculencia y la carencia de hojas impiden que las diferencias
estacionales, tan escasas en el clima de la franja costera de las Islas, se manifiesten en la anatomia
del leno.
Inflorescencia: Las flores se reunen en una singular inflorescencia, que por la manera de
disponerse parece, en si, una sola flor. A esta particular distribuciOn, tipica de Euphorbiaceae, se
le llama "ciatio"; consiste en una flor apical femenina, sin perianto, largamente pedicelada, y
cabizbaja, pues cae de forma péndula por un lado de la inflorescencia; la rodean cinco grupos de
102
flores masculinas, también pediceladas y sin perianto, que aparecen dispuestas en cincinos; las
flores masculinas quedan reducidas a un solo estambre, separado del pedicelo por una constriccion.
La inflorescencia, en su conjunto, queda encerrada por 5 hipsdfilos, que corresponden a las 5
bracteas madres de las inflorescencias masculinas, las cuales toman aspecto de perianto. Entre cada
dos de estas bracteas se inserta una glandula eliptica o semilunar, con caracter de nectario. A su
vez, los ciatios se disponen en dicasios, soliendo ser polinizados por los insectos como si realmente
se trataran de flores hermafroditas.
Polen: En cuanto al grano de polen, PEREZ DE PAZ & ROCA SALINAS [33] hicieron varios
tipos de preparaciones, obteniendo como resultado que los granos de polen son isopolares, de
simetria bilateral y tamano mediano; alcanza a veces las 40 um de talla lo cual puede ser reflejo
de su poliploidia 2n=60 (Gagnieu et al. in BORGEN [7]).
Latex: Un caracter importante del género es la presencia de laticiferos, que segin JIMENEZ
& CABALLERO [19] son normalmente no articulados y ramificados; se encuentran distribuidos por
todo el cuerpo de la planta, a excepcidn de la raiz primaria ya proxima al apice. La mayor
abundancia de estos tubos, que discurren paralelos al eje tallo-raiz, se localiza en la corteza
profunda de dichos Organos, sobre todo en la del tallo secundario. Las ramificaciones estan
asociadas principalmente al floema, y en el caso de Euphorbia canariensis son mas abundantes en
las zonas proximas al sistema vascular de la médula, donde se acompanan de las trazas
procambiales.
El diametro de estos canales portadores de latex es variable, alcanzando en las zonas del tallo
con estructura primaria los valores mas reducidos y de pared mas fina, hasta llegar al valor minimo
en el apice vegetativo del brote. En el género Euphorbia el grosor de la pared celular de estos
laticiferos, en los 6rganos con estructura primaria, es normalmente delgado, con la Unica excepcion
de Euphorbia canariensis, cuya pared es considerablemente mas gruesa que las ceélulas
parenquimatosas circundantes. JIMENEZ & CABALLERO [19] consideran que existe cierta relacion
entre el grosor de la pared celular de los laticiferos y el porte del vegetal; asi, los laticiferos
mayores y de pared mas gruesa se observan en las especies de tipo cactoide.
Es interesante anotar la presencia de granos de almid6On en el latex, con una forma
Caracteristica para cada una de las diferentes especies del género, lo que constituye un importante
caracter taxondmico, evolutivo y ecologico. En E. canariensis, segin JIMENEZ & CABALLERO [19],
se presenta en principio con un aspecto ligeramente osteoide, para modificarse hasta originar un
grano con aspecto de disco lobulado, por lo que se ha clasificado como de tipo "“discoide",
siguiendo la terminologia de MAHLBERG [27]. Estos mismos autores observaron cierta relacién
entre el grado de complejidad de los granos de almid6n y el grosor y diametro medio de los
103
laticiferos, que como ya se coment6 anteriormente esta relacionado con el porte de la planta. De
esta forma, laticiferos de pared fina y didmetro pequefio presentan granos de almidon simples,
mientras laticiferos de pared y diametro mayor muestran granos de almid6n complejos.
Por otro lado, el latex parece cumplir una funcién reguladora en el contenido hidrico de la
planta, absorbiendo facilmente el agua de los tejidos adyacentes (ESAU [13]). Esta funcion y la
complejidad del grano de almid6n es conectada por JIMENEZ & CABALLERO [19] con el porte de
la planta. De esta manera, los granos mas simples corresponden a plantas de menor suculencia que
viven en lugares menos xéricos; descomponen el almid6n en moléculas mas sencillas de glucosa
oO maltosa, que son solubles en agua, y regulan asi el exceso de humedad. Mientras que en los
granos mas complejos la maltosa y la glucosa. forma parte del almid6n, dejando el agua disponible
para la planta.
2.3. Soporte de otras especies del reino vegetal
Las ramas columnares y espinosas de Euphorbia canariensis actuan, con frecuencia, como
soporte de diversas especies trepadoras caracteristicas del cardonal y de refugio a otras plantas tanto
de ésta como de otras formaciones vegetales cercanas; logran asi desarrollarse en su interior de
modo exuberante, libres de la voracidad del ganado caprino.
Asimismo, los brazos del card6n son utilizados como soporte 0 sustrato de otras especies del
reino vegetal, sobre todo de liquenes. Este epifitismo resulta inofensivo para el hospedador, aunque
indirectamente puede causarle algun danho, ya que contribuye a cambiar, con las sustancias
eliminadas por sus procesos metabdlicos, la composicién quimica de la superficie ocupada, favore-
ciendo el desarrollo de sus predadores naturales (virus, bacterias, hongos e insectos fitdfagos).
Los factores que inciden de manera mas directa sobre los liquenes epifitos son: la humedad
atmosférica y la luz, ya que poseen entre 4 y 10 veces menor cantidad de clorofila de lo normal.
Asi los cardones liquenizados se hallan instalados preferentemente en los espolones y crestas
expuestas al alisio himedo y nivel inferior del mar de nubes. Debemos anadir también, como
agente ecoldgico significativo, las caracteristicas de la superficie del sustrato que se va a epifitar:
la edad, grado de rugosidad y porosidad, grado de desprendimiento, inclinacion, pH, etc.
La secuencia evolutiva normal de un poblamiento liquénico, sobre cualquier sustrato, empieza
por la instalacion de liquenes pioneros de tipo crustaceo, seguido de los foliaceos mas pequefios y,
finalmente, los fruticulosos y los grandes foliaceos.
2.4. Descomposicion y colonizacién paulatina por una rica fauna entomoldgica
Tras su muerte, los restos de Euphorbia canariensis son utilizados por una serie de
104
organismos saprofitos, xilofagos y predadores (bacterias, hongos, insectos, etc.) como fuente de
nutrientes. En base al estudio realizado por MENIER [28] sobre la entomofauna de los cardones,
estas plantas pueden pasar por cuatro estadios, segun su grado de deterioro:
En los cardones sanos los insectos son incapaces de colonizar el interior del tallo y la raiz,
ya que €stos se encuentran repletos de latex, con un probable efecto toxico sobre cualquier animal.
No obstante, hay que tener en cuenta la presencia de "cochinillas" sobre la corteza del cardon,
| como Diaspis barrancorum (de la cual existe una especie vicariante, D. diacanthi, en Marruecos)
y Phanacoccus menieri, frecuentemente parasitada por larvas de Scymnus maculosos (coleoptero)
y Cyranosa sp. (himendptero). También es destacable el conjunto de insectos que visitan la flor,
entre los que senalaremos Paradrymus sp. (himenoptero), Aphtona moralesi, Longitarsus aeneus,
L. kleineiperda (coleopteros).
Cuando el vegetal, o parte de él, llega a perder vitalidad se produce un cambio en las
condiciones de equilibrio, que provoca la aparicidn de un habitat, a veces especifico, para la
sucesiOn de diversos poblamientos animales, sobre todo de insectos. El cardon se vuelve gris y su
corteza se agrieta: aparecen zonas necrosadas, en cuyo interior se forma una papilla negruzca y
aumenta el contenido en agua (80-90 %). La desaparici6n gradual del latex permite una progresiva
colonizacion; asi, mientras la raiz permanece inalterada, la parte aérea de la planta comienza a ser
atacada por las larvas saproxildfagas de Solva cabrerae (diptero), las cuales son depredadas por las
de Eumerus sp. (diptero). Al final de este estadio comienzan a aparecer larvas de Pachygaster sp.
(diptero) en las raices del vegetal.
La pérdida total del latex marca un nuevo estadio. En las raices se producen cambios
profundos que se traducen en la muerte de las mismas. al mismo tiempo que bacterias y hongos
descomponen lentamente la parte lignificada. En todo este contexto se ha detectado la fructificacion
de un hongo, Pleurotus sp., y la presencia de varios insectos: Macrocera sp. (diptero), Hololepta
perraudieri, Eutriptus putricola, Oryctes sp., Odontomesites fusiformis (coledpteros). En la parte
aérea del vegetal la zona necrosada aumenta constantemente, los tejidos pierden turgencia y el
contenido en agua disminuye (40-70 %). Como consecuencia de todo este proceso se alcanza la
mayor diversidad entomol6ogica, caracterizada por la aparicidn en masa de xildfagos, predadores
y parasitos, que se relacionan a continuacion:
COLEOPTEROS
Aglycyderes setifer (?) Atheta canariensis (saprofago)
Aphanarthrum bicinctum (xit6fago) Carpophilus tersus (saprofago)
Aphanarthrum canariense (xil6fago) Cisurgus pusillus (xil6fago)
- Aphanarthrum pigmeum (xilofago) Coleobothrus luridus (xil6fago)
105
Diphyllus subellipticus (sapréfago 7?)
Diphyllus typhaeoides (saprofago ?)
Europs duplicatus (saprofago)
Europs impressicollis (saprofago)
Eutriptus putricola (predador)
Hololepta perraudieri (predador)
Holoxantha concolor (predador)
Laemophloeus clavicollis (predador)
Lepromoris gibba (xiléfago)
Liparthrum sp. (xil6fago)
Odontomesites fusiformis (xildfago)
Palorus euphorbiae (?)
Pelleas crotchi (predador ?)
Teretrius cylindrus (predador)
Thanasimus paivae (predador)
Triotemnus subretusus (xildfago)
Xantholinus marginalis (predador)
LEPIDOPTEROS
Ephestia kuehniella (xiléfago)
Opogona sp. (xildfago)
En una cuarta y ultima fase el tallo queda completamente seco, siendo el contenido en agua
minimo (10-15 %); aparecen especies adaptadas a estas particulares condiciones del medio, las
cuales se recogen en la siguiente relacion:
COLEOPTEROS
Aglycyderes setifer (saproéfago ?)
Eutriptus putricola (predador)
Hololepta perraudieri (predador)
Lasioderma latitans (xil6fago)
Lepromoris gibba (xiléfago)
Pelleas crotchi (predador 7?)
Teretrius cylindrus (predador)
Thanasimus paivae (predador)
Xyletinus desectus (xildfago)
Xyletinus flavicollis (xilé6fago)
DIPTEROS
Atherigona sp. (saprofago 7)
Pachygaster sp. (predador)
HEMIPTEROS
Lyctocoris uyttenboogarti (predador)
Lyctocoris menieri (predador)
Xylocoris canariensis (predador)
HIMENOPTEROS
Theocolax formiciformis (parasito)
DERMAPTEROS
Anisolabis annulipes (predador)
DIPTEROS
Solva cabrerae (saproxiléfago)
Simultaneamente a todo este proceso, los restos del vegetal se convierten en un refugio para
ciertos coledpteros del suelo y para otros organismos; mientras que la zona radicular no sufre
grandes cambios con respecto a la fase anterior y se mantiene el mismo cortejo faunistico.
106
3. REFLEXION FINAL: ESTADO DE CONSERVACION
DE LOS CARDONALES CANARIOS
A pesar de su amplia distribuciOn por los territorios de los pisos bioclimaticos infra y
termomediterraneo la transformacién de extensas superficies de los mismos con distintos fines
(agricolas, industriales y urbanisticos) estan mermando de forma alarmante las poblaciones de este
endemismo canario, simbolo vegetal de la isla de Gran Canaria y especie protegida. De continuar
la alarmante destrucci6n de los paisajes naturales a los que estamos asistiendo con cierta
impotencia, el futuro de los cardonales canarios quedara relegado a los malpaises, acantilados
abruptos y cresterias casi inalcanzables de los barrancos de diversos espacios naturales. Cientos de
miles de cardones caeran arrasados por la accién desoladora de las palas mecanicas y sus espacios
seran sustituidos por distintas instalaciones adornadas con plantas aloctonas (exOticas) de dificil
grado de supervivencia.
Esta reflexion final pretende ser una llamada de atenciOn al grave deterioro que esta sufriendo
el territorio canario y al peligro que supone esta transformaciOn paisajistica para la supervivencia
de nuestro patrimonio endémico en peligro de extincion.
4. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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109
Fig. 3. Portentoso ejemplar de card6n en el cauce del Barranco del Rey (Adeje), con un almacigo
(Pistacia atlantica) en su interior.
Fig. 4. Tricocas de Euphorbia canariensis poco antes de su dehiscencia. Por lo general son de color
y se disponen en parejas.
aunque excepcionalmente pueden madurar de color verde)
(
rojo
110
SECCION
HISTORIA Y FILOSOFIA DE LA CIENCIA
Sew uncad.canar.-Cienc,.,, VII (Ndms.. 2,3..y, 4) ,,.113-133 (1995)
EL DESCUBRIMIENTO DEL EFECTO ZEEMAN EN EL SOL Y EN EL
LABORATORIO !
Jose Carlos del Toro Iniesta
Instituto de Astrofisica de Canarias
E-38200, La Laguna, Tenerife
“Further inquiry must also de-
cide as to how far the strong
magnetic forces existing ac-
cording to some at the sur-
face of the Sun may change its
spectrum.”
P. Zeeman, 1897?
Abstract
The origin of the discoveries, both on the Sun and in the laboratory, of the action of a magnetic field
on spectral lines — the so-called Zeeman effect— is studied. The paper embraces the period from 1866,
first date of which the author is aware of observed evidences about the widening of spectral lines in
sunspots (as compared to those formed in the photosphere), until 1908, year in which the magnetic
field in sunspots is definitely discovered. The interval between 1896-97 and 1908 is mainly dealt with
from an astrophysical standpoint, although it is plenty of important contributions from laboratory
experiments. The reason is two-fold: on the one hand, the significant role played by the Zeeman effect
on the development of Quantum Mechanincs has suggested major historical studies that have already
appeared in the literature and that are mainly concerned with laboratory —but not with astrophysical-
spectroscopy; on the other hand, the understanding of the sizeable delay between the Zeeman’s and
Hale’s discoveries (12 years) seems to be of concern after accounting for the fact that the findings by
the first author were soon brought to the notice of the astrophysical community.
Resumen
En el presente trabajo se estudian los origenes de los descubrimientos en el Sol y en el laboratorio del
efecto que un campo magneético ejerce en la formacion de las lineas espectrales, lo que se conoce como
efecto Zeeman. El articulo abarca el periodo comprendido entre 1866, primera fecha de la que se tiene
constancia de la observacion de ensanchamiento de las lineas en las manchas solares por comparacion
al resto de la fotosfera, hasta 1908, ano en que definitivamente se descubre el campo magnético en
las manchas solares. La etapa comprendida entre 1896-97 y 1908, si bien esta jalonada por innumer-
ables aportaciones experimentales de laboratorio por parte de diferentes autores, se contempla aqui
'Conferencia impartida por el autor el 19 de enero de 1995 en la Facultad de Ciencias Fisicas y Matematicas
de la Universidad de La Laguna, dentro del ciclo Historia y frontera en Matemdticas y Fisica (La amplitud del
conocimiento).
” , . . rv - a ’ .
“Del articulo original de Zeeman [55]. Citas textuales como ésta aparecen en el resto del articulo, pero
traducidas al espanol por el autor, siempre en tipos de menor tamano y con el texto entrecomillado. Alla donde
se ha considerado necesario, se han introducido aclaraciones entre corchetes.
113
fundamentalmente desde el punto de vista de la Astrofisica por dos motivos principales: la impor-
tancia que el efecto Zeeman tuvo en el desarrollo de la Mecanica Cuantica ha sugerido importantes
estudios histéricos que han aparecido ya en la bibliografia y que tienen que ver con espectroscopia de
laboratorio —pero no, con espectroscopia astrofisica—; por otro lado, parece importante comprender el
considerable retraso existente entre el descubrimiento de Zeeman y el de Hale (12 anos), teniendo en
cuenta que el hallazgo del primero era suficientemente conocido por la comunidad astrofisica.
1. Introduccion
E] ensanchamiento y/o desdoblamiento en componentes, con estado de polari-
zacion bien definido, de lineas espectrales en presencia de campos magnéticos
intensos, es lo que hoy conocemos como efecto Zeeman. Su descubrimiento
en 1896 supuso, sin duda, un acontecimiento de singular trascendencia en
el desarrollo de la Mecadnica Cuantica y, por tanto, de toda la fisica moder-
na. Este es un hecho harto conocido. Valga como muestra de lo cual la
practica omnipresencia en cualquier libro de texto actual de Fisica Cuantica
de algun apartado dedicado a este fendmeno fisico. Existen excelentes estudios
historicos (véase, por ejemplo, E. Whittaker [50] 0 el trabajo mas detallado
de M. Jammer [23]) en los que se refleja claramente cémo el efecto Zeeman
fue una de las piedras de toque experimentales que precisaban una explicacion
teorica hasta tan tarde como j30 anos después de su descubrimiento!. Para
ilustrar la situacion, baste aqui comentar que los hechos experimentales rela-
tivos al efecto Zeeman fueron esgrimidos en 1926 por R. de L. Kronig [28],
basdndose en una sugerencia previa de W. Pauli [40], como argumento en
contra de la hipotesis del spin del electron, formulada por G.E. Uhlenbeck y
S. Goudsmit [49] en 1925. Podemos afirmar, entonces, que el efecto Zeeman
planted un reto de excepcional importancia para la fisica tedrica, hasta la
propia formulacion mecano cuantica de una teoria consistente del electron,
en sus dos vertientes, la no relativista de Pauli [41, 1927] y la relativista de
P.A.M. Dirac [9, 1928]. Sdlamente tras esta teoria lleg6 a poderse justificar
la regla semiempirica del desdoblainiento obtenida previamente por A. Landé
(29, 30] (cf. Jammer [23, p. 126-130]) y, por tanto, la naturaleza fisica del
fenomeno.
Lo que no es tan conocido en general es la influencia del efecto Zeeman en la
Astrofisica y, mas en particular, en la Fisica Solar, como herramienta funda-
mental para la determminacion de campos magnéticos. Desde el descubrimiento
en 1908 por G.E. Hale [17] de la existencia de intensos campos magnéticos
en las manchas solares hasta nuestros dias, el analisis espectroscdpico 0 es-
pectropolarimétrico (espectroscopia mas analisis de polarizacion) de lineas
ensanchadas por la accién de campos magnéticos es habitual para la inferen-
cia de éstos en diversas estructuras solares, asi como en otras estrellas. Lo que
114
aun es menos conocido, incluso en el seno del Aambito astrofisico, es el hecho
de que se tiene noticia de la observacion del fenédmeno en el Sol desde 1866,
j30 anos antes de su descubrimiento en el laboratorio!. La cita que aparece
reproducida textualmente en el comienzo del presente articulo resulta, pues,
cuando menos paradojica en dos sentidos. Por una parte, P. Zeeman sugiere,
sin al parecer tener constancia de las observaciones solares previas, el posible
uso del fenémeno que acababa de descubrir para encontrar campos magnéticos
en el Sol. Por otra parte, entre el descubrimiento de Zeeman y el de Hale me-
dian 12 anos, tiempo mas que suficiente para que la citada sugerencia hubiera
suscitado interés con anterioridad en la comunidad astrofisica, sobre todo,
habida cuenta de que el propio Hale era editor de The Astrophysical Journal
3 revista en la cual el articulo original de Zeeman habia sido reproducido
integramente.
El presente articulo pretende encontrar soluciones a las dos paradojas
hist6ricas mencionadas investigando los origenes de los descubrimientos en el
laboratorio y en el Sol del efecto Zeeman. Ademas, en el articulo se discuten
aspectos circunstanciales como el hecho de que descubrimientos de singular
relevancia, como los estudiados aqui, no sdlo vienen marcados por la especial
valia intelectual de sus autores, sino que tambien se encuentran acompanados
de elementos que pueden considerarse fortuitos e, incluso, de errores previos
de los propios autores.
2. Antecedentes de un descubrimiento
En 1845, M. Faraday [10] descubre la rotacién del plano de polarizacién de la
luz al atravesar un medio diamagnético transparente. Este hecho fue, sin duda,
el disparador de su intuicion acerca de la relacién entre la luz y los fenémenos
mmagneticos y lo que le llev6 a dedicar sus ultimos esfuerzos investigadores,
en 1862, a la busqueda de posibles efectos que un campo magnético pudiera
ejercer sobre el espectro, utilizando sales de distintos elementos como sodio,
litio, estroncio o bario [24]. Su sagacidad no se vid, sin embargo, compensada
(como en tantas otras ocasiones) y obtuvo repetidamente resultados negativos.
Desafortunadamente, falleci6 cinco anos mas tarde sin conocer lo acertado de
su intuicion.
Un ano después de que Faraday realizara su descubrimiento en la Royal In-
stitution de Londres, un joven estudiante, reciente y brillantemente graduado
en la Universidad de Cambridge, W. Thomson (Lord Kelvin) [48], propone
una analogia mecanica a los fendmenos electromagnéticos. En ella se sugiere
“El subtitulo de esta revista, fundada por G.E. Hale en 1895, An International Review of Spectroscopy and
Astronomical Physics es una excelente muestra de cémo la espectroscopia de laboratorio y la astronémica eran
un continuo referente reciproco durante la practica totalidad del siglo XIX.
115
la vibracién/rotacion del “medio lhuninifero” (sic), esto es, en lenguaje de hoy
en dia, de los componentes microscépicos de la materia emisora de radiacién
electromagnética’. Esta analogia mecdnica que, como es bien sabido (cf.,
e.g., Whittaker [50], p. 242-243), result6 inspiradora de la posterior teoria
electromagnética de J.C. Maxwell. supuso la “espoleta” intuitiva, como com-
probaremos mas tarde, para que Zeeman, al igual que uno de sus precursores,
P.G. Tait, comenzara los trabajos experunentales dirigidos a la busqueda de
la influencia de un campo magnético en el espectro de la luz emitida por una
substancia.
En 1860 puede cifrarse la culaninacion de los esfuerzos de no pocos (e ilus-
tres) fisicos quienes. desde los albores del siglo XTX habian ido progresando cn
la comprension cuantitativa del espectro luminoso de diversas substancias v.
en particular, de las leas que éste presentaba en emisidn o absorcidn. Esto
es asi porque ese ano aparecen publicados sendos, e independientes, traba-
jos del fisico prusiano G. Wirchoff [25] v del escocés B. Stewart [45] estable-
ciendo la equivalencia entre la capacidad absorbente y emusora de radiacion
de cualquier substancia (hoy sabemos que el inedio debe encontrarse en equi-
librio termodindmico para que se verifique tal equivalencia; esto es, debe ser
un cuerpo negro). Estos trabajos resultan de singular importancia por dos
motivos: primero, porque condujeron a la comprension definitiva de la equiv-
alencia entre las lineas cimitidas y absorbidas por una determunada substancia
(hoy diriamos elemento quimico) y que la caracterizan a ella y no a otra-.
Segundo, porque sugiricron al propio Wirchoff y a su compancro de Heidel-
berg. R. Bunsen [26]. que las leas de Fraunhofer ([14], 1817), observadas en
absorcion en el espectro solar, podrian servir como identificacion de la pres-
encia de diversas substancias en las capas externas del Sol. Tal sugerencia fue
utilizada por WNirchoff durante los anos siguientes en sus investigaciones del
espectro solar, trabajo cuyo principal fruto fue la identificacion de no pocos
elementos quimicos constituyentes de la atindésfera del Sol’. Parece no caber
duda, pues, que los trabajos de Nirchoff pueden considerarse como el hito que
marca el nacimiento de la Astrofisica moderna: con ¢l se fundamenta el hecho
de que las mismas leyes de la Espectroscopia que operan en el laboratorio son
aplicables a los objetos celestes.
‘El electron no fue descubierto hasta 1897 por J.J. Thomson [47].
“El lector interesado en detalles, puede encontrar excelentes discusiones acerca tanto de los antecedentes,
como de las repercusiones inmediatas en la comunidad cientifica, en los libros de Hearnshaw ((22], p. 40-50) y
Whittaker ((50], p. 367-372).
116
9 1. Observaciones solares
Cuatro anos mas tarde de los intentos fallidos de Faraday y, por tanto, seis
mas tarde del trabajo de Kirchoff, en 1866, Sir J.N. Lockyer® comunica a la
Royal Society [31] sus observaciones del espectro de una mancha solar. En
dicha comunicacion refiere:
“Todas las bandas [lineas] de absorcién, ..., visibles en el espectro de la fotosfera, ...,
eran visibles en el espectro de la mancha; ellas [las lineas], ademas, se mostraban mas
anchas cuando cruzaban el espectro de la mancha [en relaci6n a las fotosféricas].”
No fue el hecho diferencial, esto es, el ensanchamiento relativo de las lineas,
lo que llamo la atenci6n de Lockyer sino, por el contrario, la coincidencia
de las lineas en el espectro de la fotosfera y en el de la mancha. En efecto,
la motivacion del astr6nomo para emprender tales observaciones habia sido
dilucidar entre las dos teorias mas recientes de la época acerca de la naturaleza
oscura de las manchas’. Una de tales teorfas habia sido defendida por él
mismo y por otros, y los resultados le parecian refutar las hipdtesis de la
contraria. No es objeto del presente trabajo discutir acerca de ambas teorias y,
ul siquiera, de las conclusiones de Lockyer que, sin duda, con los conocimientos
actuales, podrian ser puestas en tela de juicio, sino, por el contrario, resaltar
que la busqueda de soluciones de un problema de mayor envergadura —por su,
evidente, mayor notoriedad observable-, la condicion de estructuras oscuras
de las manchas, impidi6d a su autor percartarse de la importancia potencial
del ensanchamiento de las lineas en la mancha*®. Nos encontramos, pues,
ante la primera observacion en la naturaleza de lo que, hoy en dia, sabemos
puede ser atribuido al efecto de un intenso campo magnético en la formacion
de las lineas espectrales: el desdoblamiento de las lineas, observado con un
espectroscopio (las observaciones eran visuales) de pequeno poder resolutivo,
se traduce, necesariamente, en un ensanchamiento de las mismas.
Evidentemente, observaciones posteriores fueron confirmando el ensancha-
miento y/o apariencia mas difusa (de nuevo en observaciones visuales) de las
lineas espectrales formadas en manchas, hasta resultar un fendmeno comun-
“Lockyer fue uno de los fisicos solares mas influyentes de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Entre
sus multiples aportaciones a la Astrofisica se cuenta la identificacidn de la linea D3 como de un elemento hasta
entonces desconocido, cuyo nombre acuno: el helio. Fue fundador de la revista Nature.
"La primera de tales teorias —defendida, segtin Lockyer, por Faye—suponia el interior del Sol como una “masa
de gas nebulosa” de débil poder radiativo y la fotosfera, de mayor poder radiativo, pero a menor temperatura.
En la mancha se podia ver el interior a través de una “abertura” de la fotosfera; se veia mas oscura debido
al menor poder radiativo. En la segunda -sostenida, segtin Lockyer, por De La Rue, Stewart, Loewy y por
él mismo-, la oscuridad de las manchas se debia a los efectos “refrigerantes y absorbentes” de una corriente
descendiente de “la atinosfera del Sol”, la cual “se sabe mas fria que la fotosfera”.
SEl mismo Lockyer, dado que las condiciones observacionales no habian sido las éptimas a su juicio, reconoce
no haber podido comprobar si el ensanchamiento era real o tan sold aparente.
117
mente aceptado. En 1883, Young, catedratico de Astronomia en el College
de New Jersey, muestra en su libro titulado El Sol ({53], p. 130) lo que,
hasta donde alcanza el conocimiento del autor del presente articulo, puede
considerarse la primera ilustracién prafica jamas publicada del desdoblamiento
de lineas espectrales en presencia de campo magnético. En la figura 82 de
dicho libro presenta un dibujo de su observacion, de septiembre de 1870, del
doblete D del sodio en el que claramente se observa c6mo ambas lineas se
separan en dos al cruzar una mancha solar. En el articulo del jesuita A. Cortie
[5], del Observatorio de Stonyhurst (Inglaterra), en 1886, aparece igualmente
una mencion clara del fendmeno. Entre los tres tipos de lineas en que clasifica
las observadas en el espectro de las manchas, el primero es el formado por
aquéllas que presentan
“un cierto aspecto difuso alrededor de porciones ensanchadas de las lineas oscuras [en
absorcidn]”.
En el mismo articulo informa del desdoblamiento de las lineas D del sodio?:
“en varlas ocasiones ... estas dos lineas no estaban sdlamente ensanchadas y difusas, sino
que también znvertidas en una porcion de su longitud.”
Existe igualmente constancia (cf. Mitchell [36]) de que las observaciones
fotograficas de 1892 de los catedraticos Young y Reed del Observatorio de
Princeton, contienen numerosos ejemplos de lineas invertidas'®,
A comienzos de la década de los 90, pues, era ya amplhamente conocido
el desdoblamiento de gran nimero de lineas en las manchas, pero el interés
que por ello suscita entre los astr6nomos no parece mayor que el taxonomico.
Quiza sea ésta la raz6n por la que las observaciones solares no trascienden a
la comunidad espectroscopica en general. Los fisicos solares se encontraban
mas preocupados por entender propiedades de las manchas que, como la tem-
peratura, parecian mas comprensibles desde un punto de vista astronomico.
Como ejemplo podemos citar a Young [52] quien en 1872 propone, en base a la
observacion de lineas propias de las manchas —no presentes en el espectro de
la fotosfera—, que la temperatura de aquéllas es sensiblemente inferior a la de
ésta. La presencia de estas lineas espectrales propias a las manchas suscit6,
°E] doblete D del sodio aparece repetidamente no sdlo en este articulo sino a lo largo de toda la historia
de la Espectroscopia. La raz6n es clara: tinicamente se precisa sal comun para producir este par de intensas
lineas amarillas; por otra parte, de entre los elementos facilmente disponibles, los alcalinos tienen sus lineas de
resonancia —las lineas D lo son- en el visible. La letra D corresponde a la nomenclatura original de Fraunhofer
[14] y se encuentran a las longitudes de onda de 5895.923 (D,) y 5889.953 A (Dz) -el orden establecido comenzaba
en la parte roja del espectro—. Todas las longitudes de onda de lineas espectrales que se citan a lo largo del
presente articulo han sido tomadas del trabajo de C.E. Moore [39]
'°La “inversién” corresponde a la observacién, bien visual, bien en la placa fotografica, de una linea en
absorcion en cuyo interior aparece una zona menos oscura (o mas brillante), esto es, un desdoblamiento.
118
sin duda, gran interés y aparece recurrentemente en la mayor parte de los
trabajos espectroscépicos de la época.
99 QObservaciones de laboratorio
En 1875, P.G. Tait, catedratico de la Universidad de Edimburgo y amigo
personal de Lord Kelvin, influido por las analogias mecanicas de éste tiltimo!!
y por los resultados de Faraday acerca de la rotaci6n del plano de polarizacion
de la luz que comentabamos al comienzo de esta seccion, intuye tedricamente
el desdoblamiento de una linea espectral bajo la accién del campo magnético.
En su comunicacion a la Royal Society de Edimburgo [46], titulada Sobre la
posible influencia del magnetismo en la absorcidn de la luz y algunos temas
relacionados, escribe textualmente
“...y por tanto, lo que originalmente era una simple linea de absorcién podria convertirse
en una linea doble ...”.
Sin embargo, su intuicion, siendo bastante mas precisa que la de Faraday 13
anos antes, obtuvo la misima recompensa que la de éste: el resultado de sus
experimentos de laboratorio fueron repetidamente fallidos.
En 1885 y 1886, Ch. Fievez, reputado astronomo belga, publica sendos
trabajos [11, 12] en los que explica sus resultados en el laboratorio acerca de
la influencia del campo magnético sobre las lineas. En este caso, los resultados
son positivos, pero la explicacion es inexistente. En efecto, Fievez informa en
el primero de los articulos (titulado Sobre la influencia del magnetismo en las
caracteristicas de las lineas espectrales) como tras la aplicaci6n de un campo
magnetico —y solo durante la misma-., las lineas D del sodio (y algunas de otros
elementos) no solo se ensanchan sino que se invierten una y hasta dos veces.
Desafortunadamente, concluye que los fendmenos observados por la accion
del campo magneético son cualitativamente iguales a los producidos por un
aumento de temperatura. En el segundo de los trabajos, sin embargo, informa
que no habia sido capaz de encontrar el mismo efecto con lineas en absorcion.
Seguramente estos dos hechos le hicieron no proseguir en sus investigaciones.
Ello también llev6 consigo la ausencia de trascendencia internacional de los
experimentos. Parece bastante claro, no obstante, que Fievez observ6 por
primera vez en el laboratorio lo que hoy conocemos como efecto Zeeman.
3. El descubrimiento en el laboratorio
Tras lo expuesto en §2 parece evidente que el efecto Zeeman podria ostentar
el nombre de algun otro cientifico. El] fenémeno habia venido siendo buscado
'lB] mismo lo reconoce en su articulo.
119
e incluso observado durante mas de cincuenta anos. Sin embargo, busqueda y
encuentro no concurrian ni en las mismas personas ni en el mismo ambito (so-
lar o de laboratorio). Tal concurrencia no se produjo hasta 1896 en la persona
de un joven investigador de 30 anos, P. Zeeman, a la sazon profesor asociado
de la Universidad de Leiden (Holanda). Como él mismo admite, algunos anos
antes, durante el transcurso de sus investigaciones acerca del efecto Kerr, se
le ocurrié plantearse c6mo se verian afectadas las lineas espectrales emitidas
por una substancia en presencia de un campo magneético. La fuente a la que
acudir para intentar intuir el posible resultado era, evidentemente, la misma
que inspiro a Tait: la analogia mecanica de Lord Kelvin.
“Fl razonamiento ... que me indujo a buscar alguna influencia del magnetismo fue, al
principio, el siguiente: Si es cierta la hipotesis de que en un campo magnético tiene
lugar un movimiento rotatorio del éter, con el eje de rotacion en la direccion de las fuerzas
magnéticas (Kelvin y Maxwell), y si la radiacion de la luz se puede imaginar originada por
el movimiento de los atomos relativo al centro de masas de la molécula, rotando en toda
clase de 6rbitas, supongamos por simplicidad, circulos, entonces, el periodo, ..., vendra
determinado por las fuerzas que acttian entre los atomos y, por tanto, las desviaciones
del periodo a ambos lados ocurriran por la influencia de las fuerzas perturbadoras entre
el éter y los atomos. El signo de la desviacién, por supuesto, vendra determinado por la
direccién del movimiento, tal y como es visto a lo largo de las lineas de fuerza.” !?
Segun sus propias palabras, Zeeman no tenia conocimiento de ninguno
de los trabajos mencionados en la seccidn anterior, de modo que tuvo que
partir de cero. Estos resultaron desalentadoramente fallidos: nada apreciable
sucedia a las lineas cuando el electroiman se ponia en funcionamiento. El
mismo reconoce que no habria retormado los experimentos de no haber sido
por una circunstancia fortuita. Leyendo las obras completas de Maxwell,
encuentra un comentario de éste sobre los ultimos esfuerzos experimentales
de Faraday, que describimos en §2. Este hecho resulto un acicate para su
prurito cientifico:
“Si un Faraday penso en la posibilidad de la relacién anteriormente citada [cambios en el
espectro debidos al magnetismo], quiza podria atin merecer la pena intentar el experimento
dle nuevo con los excelentes medios de espectroscopia actuales, ya que no tengo constancia
de que haya sido hecho por otros.”!%
Asi pues, repitid mas cuidadosamente el montaje experimental y, esta vez, los
resultados positivos no se hicieron esperar. Las lineas del doblete D del sodio
aparecian notablemente ensanchadas cada vez que el electroiman era puesto
en funcionamiento. Tales resultados fueron comunicados a la Koninklijke
'2Del articulo original de Zeeman [55].
13 > ee P = : A : °
Del articulo original de Zeeman [55]. La apostilla “... no tengo constancia de que haya sido hecho por
otros.” esta sin duda motivada por la necesidad de Zeeman por reclamar para si la autoria y originalidad del
descubrimiento, como discutiremmos un poco mas tarde en esta misma seccidn.
120
Akademie van Wetenschappen (Real Academia de Ciencias) de Amsterdam
(54).
El ano siguiente, 1897, Zeeman publica un articulo mas completo en Philo-
sophical Magazine'* [55], titulado Sobre la influencia del magnetismo en la
naturaleza de la luz emitida por una substancia, en el que describe con todo
lujo de detalles todos y cada uno de los pasos experimentales que le permi-
tieron confirmar que el fendmeno se debia ciertamente a la accién del campo
magnético y no a cualquier otro efecto espurio. Este trabajo es, sin duda, un
modelo recomendable para cualquier estudiante de Fisica experimental. El
articulo no se queda ali, sin embargo, sino que ofrece una explicacion fisica
del fenédmeno observado. Haber sido estudiante de H.A. Lorentz, y tenerlo
como catedratico en aquellos momentos en su universidad, fue decisivo para
poder comprender el efecto. Pronto se apercibid de que la reciente teoria
del electron de Lorentz [32] podria dar cuenta de los experimentos. Comuni-
cada su intuicién al propio Lorentz, éste le explicé detalles de la teoria tales
como que, bajo la accion del campo magnético y observando en la direccién
de las lineas de fuerza, la linea espectral se veria desdoblada en dos com-
ponentes, circularmente polarizadas en sentidos opuestos, y cuya separacion
respecto a la posicion original de la linea era proporcional a la intensidad del
campo magnético y a la relacién carga-masa (e/m) del electron; en caso de
observacion en cualquier otra direccion, la linea se veria descompuesta en un
triplete, una de cuyas componentes, la central, ocuparia la posicidn original
de la linea; si la linea de visi6n era perpendicular a la direcci6n del campo,
las tres componentes estarian linealmente polarizadas. El] desdoblamiento,
pues, correspondia al ensanchaimiento observado; la prueba definitiva de la
validez de la teoria pasaba, por tanto, por verificar las propiedades de po-
larizacion del espectro. Con la ayuda de una lamina retardadora de cuarto
de onda y un prisma de Nicol fue capaz de comprobar distintos estados de
polarizacion en ambas alas de las lineas ensanchadas. Ademas, su medida del
ensanchamuento de las lineas le permiti6 estimar la relacion carga-masa del
electron, obteniendo un valor en excelente acuerdo al que determinaria ese
! en su descubrimiento del electron en la deflexién
de rayos catédicos por la accién de un campo magnético!®. Asi mismo, aten-
mismo ano J.J. Thomson
‘El articulo fue reproducido integramente ese mismo aio en The Astrophysical Journal (56).
'SEn el ntimero siguiente de la misma revista, Philisophical Magazine [47].
'6F] valor obtenido por ambos fue, mas bien, una estimacién de orden de magnitud. Ni uno ni otro pretendian
_ obtener valores muy precisos, conscientes de los margenes de error que tenian. Ambos encuentran e/m ~ 10°
en unidades electromagnéticas CGS. El valor actual, en las mismas unidades es de 1.76 - 10°. De todas formas,
aunque lo hubiera pretendido, Zeeman no habria podido determinar el valor correcto, puesto que el factor de
Lande efectivo —desconocido en aquellos momentos, evidentemente— de las lineas D del sodio es 1.333 (D;) y
1.167 (De).
121
diendo al cardcter dextrégiro de la componente de menor longitud de onda,
concluy6 que el electrén debia tener una jcarga positiva!l!’
A pesar de lo reducido del ambito de la comunicacion de 1896, el eco in-
ternacional debié ser enorme si atendemos al hecho de que ya en el articulo
de 1897 el propio Zeeman se hace eco, en un apéndice, de sendas cartas in-
formandole de los trabajos de Tait y Fievez, referidos en §2.2. La primera fue
dirigida por Tait a Zeeman y éste, en su comentario, reconoce que la idea in-
tuitiva de Tait, siendo basicamente idéntica a la suya, era incapaz de explicar
la observaci6n en el caso en que la linea de vision fuera perpendicular a las
lineas de fuerza del campo magnético. La segunda, fue dirigida por un tal van
Aubel (Fievez habia fallecido) a H.IX. Onnes!® (director del laboratorio donde
trabajaba Zeeman), para su comunicacion a la Academia. Los comentarios
acerca de los trabajos de Fievez son un poco mas extensos y concluye que lo
observado por este autor no tenia por que coincidir con sus experimentos, esto
es, que el desdoblamucuto podria haber sido causado por otro agente distinto
al propio campo magnuético. A esta conclusion ayudo el hecho de que el propio
Fievez no se mostraba seguro en su articulo de la causa de los fenédmenos ob-
servados y ni siquiera habia buscado ningun tipo de explicacion. En lo que es
una clara reafirmacion de su autoria del descubrimiento, al final del apéndice
escribe:
“Si hubiera tenido conocimiento de los experimentos de Fievez, ellos habrian sido para
mi un incentivo para investigarlos mas atin, puesto que Fievez no prosiguid su busqueda
hasta un resultado definitivo. Por el momento, permanece al menos dudoso si el fendmeno
observado por Fievez con una llama magnetizada puede ser realmente atribuido a la accion
especifica del campo magnético en el periodo de las vibraciones de la luz, lo cual yo he
encontrado e indudablemente demostrado a través de la confirmacion experimental de las
predicciones de Lorentz.”
La trascendencia del descubrimiento de Zeeman fue formidable como co-
mentabamos en $1 y supuso para su autor y para Lorentz el Premio Nobel de
Fisica de 1905. Hacia el otono de 1897, tras el descubrimiento de Thomson
del electrén [47], en el que se obtenia el signo negativo del electr6én y con la
correcta interpretacion del mismo en el efecto Zeeman, por parte de C.G.W.
Konig [27] y A. Cornu [3], teorfa y experimentacién encajaban perfectamente.
No obstante, sin que suponga un demérito para la brillantez del trabajo de
Zeeman, no podemos calificar sino de afortunadas algunas de las circunstan-
Clas que concurrieron en el mismo. Por un lado, su desconocimiento previo
7 - - “* . ,
'’Los errores de signos en polarizacién son comunes incluso en nuestros dias.
'SOnnes fue el descubridor de la superconductividad y que recibié el Premio Nobel de Fisica en 1913 por sus
trabajos en fisica de bajas temperaturas y por la liquefaccién del helio. Como nota curiosa, citaremos que el
anuncio de la liquefaccidén del helio aparecié en Nature (1908) inmediatamente después del articulo que el propio
Zeeman escribio en dicha revista, comentando el descubrimiento de Hale (ver §5).
tee
del trabajo de Fievez no le condujo a utilizar un electroiman capaz de pro-
ducir campos magnéticos mas intensos. En efecto, si lo hubiera hecho, la
conciliacién con las predicciones tedéricas de Lorentz habria sido imposible.
Las lineas del doblete D del sodio se habrian desdoblado en lo que son: un
cuadruplete (D,) y un sextuplete (D».), lo cual, evidentemente, no concuerda
con los tripletes previstos por Lorentz. Ello, no cabe duda, habria confundido
a Zeeman y cuando menos habria retrasado el curso de los acontecimien-
tos. En segundo lugar, su desconocimiento de las observaciones solares que
hemos detallado en §2.1 impidi6 que, en vez de la sugerencia que transcribi-
mos al comienzo del presente trabajo, él] mismo hubiera podido constatar que
el fendmeno que acababa de descubrir se produce de forma natural en nuestra
estrella, con lo cual el acuerdo entre teoria y experimentos habria resultado
alin mas espectacular.
4. El intervalo entre dos descubrimientos
No es objetivo del presente articulo glosar los sucesivos avances que en el
laboratorio se fueron produciendo y que, por otro lado, hemos resumido en la
introduccion. Queremos aqui hacer mas énfasis en las observaciones solares
que condujeron al descubrimiento de campos magnéticos en la superficie del
Sol. Resultaria, sin embargo, poco menos que imperdonable no citar que el
acuerdo entre teorfa y experimentacion del que nos haciamos eco en la seccién
anterior duré en realidad muy poco; apenas unas semanas. Antes de acabar
1897 aparecen sendos trabajos de A.A. Michelson [34] y T. Preston [42] que
arrojan serias dudas sobre la teoria del triplete de Lorentz. El primero de
los autores, utilizando el interferometro de su invencion, encuentra distintas
lineas sistematicamente convertidas en dobletes (y no en tripletes) que se sepa-
raban proporcionalmente a la intensidad del campo magnético al observarlas
perpendicularmente a éste:
“...y la investigacion tedrica es incapaz de dar cuenta de la duplicacion que se ha obser-
vado en la casi totalidad de los casos examinados hasta ahora.”
No obstante, un andalisis actual del articulo de Michelson no permite entender
sus resultados contando sélamente con la parca explicacion del dispositivo ex-
perimental que proporciona el autor. En efecto, si bien es cierto que la linea
D, del sodio es un cuadruplete que bien podria observarse como un doblete si
la resoluci6n no era suficiente, bajo ningtin concepto éste podria haber sido el
caso de la Dy, sextuplete que se observaria como triplete en las mismas condi-
ciones, ni el de la linea “roja” del cadmio (a 6438.470 A), que es un triplete
puro. Solo se pueden concebir dos razones para tal observacién: la primera
es un error en la interpretacion de las curvas de visibilidad del interferé6metro
123
-que, por demasiado grande, el autor del presente trabajo tiende a descartar-;
la segunda es que, aunque omitido en ec] texto, el dispositivo contara con un
analizador de polarizacién que tan solo transmitia luz linealmente polarizada
en una direccién perpendicular al campo magnético. Esta segunda parece ser
la mas plausible, habida cuenta de que en un articulo posterior [35], ya en
1898, muestra un esquema de un nuevo experinento en el que se incluye un
analizador. En este articulo, Michelson ya encuentra diferentes patrones Zee-
man, que él divide en tres tipos tan solo y clasifica correctamente (atendiendo
a su resolucién espectral) tanto el doblete D como las lineas “azul”, “verde” !®
y “roja” del cadmio.
Tanto en la comunicacion citada, como en su articulo de comienzos de
1898, [43], Preston identifica correctaimente los patrones Zeeman de las lineas
D del sodio y encuentra diferentes tipos en otras lneas tras una observacion
fotografica —que se reproduce en el ejemmplar de Philosophical Magazine a que
corresponde este Ultimo articulo (Plate XXIII)-. En un esquema grafico re-
sume los cinco tipos de patrones Zeeinan que observa: tripletes, cuadrupletes
“debilitados en el centro” *?, dobletes. cuadrupletes o “dobles dobletes” y sex-
tupletes. La diversidad de imultiplicidad observada en las diferentes lineas
fue rapidamente confirmada y aumentada por los experimentos de diferentes
autores ese mismo ano como Cornu [4], Becquerel y Deslandres [2], y Ames,
Earhart y Reese [1]. Las pruebas experimentales, pues, obligaban a una re-
formulacion de la teoria, incapaz de explicarlas. Podemos citar como ejemplo
el articulo de Lorentz?! [33] en el que al final dicho autor expresa:
“Sin embargo, tengo algunos escripulos para adoptar esta visidn del caso, porque pienso
que todavia no es completamente cierto que las vibraciones que producen la luz puedan
ser descritas por ecuaciones de la forma (1).”
A partir de entonces, comenzo a acunarse el termino de efecto Zeeman “nor-
mal” para designar el mostrado por los tripletes —esto es, los patrones explica-
dos por la teoria de Lorentz— y el de efecto Zeeman “anodmalo” para el resto.
La importancia del articulo de Preston, sin embargo, no solo radica en que su-
puso el punto de partida del desacuerdo entre teoria y observacion, sino que en
él se sugiere la proporcionalidad del desdoblamiento de las componentes con
el cuadrado de la longitud de onda central de la linea, 6\ « A*, ley de amplia
La linea azul se encuentra a 4799.915 A y la verde a 5085.824 A. La primera es un sextuplete y la segunda
un multiplete de nueve componentes.
°°Por cuadrupletes “debilitados en el centro” entiende este autor aquel patrén en que las componentes centrales
poseen menor intensidad que las mas separadas de la posicién original. Como tal clasifica la linea azul del
cadmio, clasificacion que resulta logica si atendemos a su resolucion espacial. Las lineas D del sodio las distingue
perfectamente como cuadruplete y sextuplete, respectivamente.
>a ; , o~ . es . . .
Este articulo es una reproduccién de una comunicacion de Lorentz a la academia holandesa, del 25 de junio
de 1898.
124
utilidad, incluso hoy en dia, en las aplicaciones astrofisicas. De hecho, Pre-
ston no era consciente de los problemas que sus experimentos planteaban a la
teoria, porque suponia que originalmente las lineas espectrales podian no ser
simples y tener una constituciOn interna que, si bien no resuelta en ausencia
de campo magnético, explicaran la diversidad de multiplicidades observada:
“Desde un punto de vista tedrico, sin embargo, no encontramos razon alguna para exigir
que todas, o ni siquiera alguna de, las lineas espectrales deban resolverse en tripletes
bien definidos cuando se observan a través de las lineas magnéticas de fuerza. Porque,
para que una linea espectral exhiba un triplete caracteristico bajo la influencia del campo
magnético, es necesario que la libertad de vibracién [los grados de libertad] sea igual en
todas las direcciones y, en este caso, que la intensidad de cada componente rectangular
sea la misma.” :
Basandose pues en la teoria de Lorentz, propone la ley del cuadrado de la
longitud de onda, que no llegaria a verificar experimentalmente hasta el ano
siguiente [44].
4.1. Observaciones solares
Mientras que el descubrimiento en el laboratorio habia venido precedido por
no pocos intentos previos fallidos, esto es, la intuicién acerca del fenodmeno
“estaba en el ambiente”, en el caso del descubrimiento astronémico el caso
parece ser el contrario. A pesar de que el ensanchamiento y/o desdoblamiento
de las lineas espectrales en las manchas era repetidamente observado, la ex-
plicacién correcta no parece haber sido intuida con anterioridad a Hale??. La
razon hay que encontrarla, sin duda, en el enorme numero de incégnitas por
resolver. Valga como muestra la ultima frase del articulo de Cortie [8] en
1903:
“El espectro de una mancha es un fendmeno muy complejo en el cual el cambio en los
ensanchamientos relativos [por comparacién al espectro fotosférico] de las lineas es de
poca importancia cuando se le compara con la constancia de hechos mas caracteristicos.”
La publicacion de Rowland en los primeros nimeros de The Astrophysical
Journal (1895-1897) de su Tabla preliminar de longitudes de onda del espectro
solar suscita el interés de los espectroscopistas solares que, rapidamente, se
?2E] autor de este articulo debe reconocer que la btisqueda realizada entre la bibliografia de 1895 a 1908 ha sido
exhaustiva tan solo en la de lengua inglesa: fundamentalmente, The Astrophysical Journal y Monthly Notices of
the Royal Astronomical Society y las referencias en ellas citadas. Este hecho puede ser motivo para una ulterior
investigacion de fuentes bibliograficas en otras lenguas. Sin embargo, existen al menos dos razones por las que
creemos en la completitud de la busqueda. Por un lado, la correspondencia fluida entre distintos investigadores
era practica comuin, como hemos podido incluso comprobar en este mismo articulo, y el francés y el aleman eran
idiomas generalmente conocidos por la intelectualidad de la época. Por otra parte, desde su fundacién, The
Astrophysical Journal sirvid de plataforma para que investigadores de lengua no inglesa difundieran en inglés
_ reproducciones de sus comunicaciones a las distintas academias nacionales. No en vano, en el periodo citado,
encontramos en esta revista, por ejemplo, articulos de autores como Lorentz, Zeeman, Runge, Paschen, etc.
125
dedican a encontrar regularidades, similitudes y diferencias en el espectro de
las manchas comparandolo con el de la fotosfera. Obviamente, una de las
cuestiones de mayor interés era la identificacién de lineas caracteristicas de
las manchas, por si pudieran existir distintos elementos quimicos en éstas que
en el resto del Sol. Cortie emprende un estudio sistematico [6, 7, 8] en el
que uno de sus parametros estimados es el ensanchamiento relativo de las
lineas. Sin embargo, en este parametro incluye medidas de lineas que son
practicamente inexistentes en la fotosfera —de hecho es en las que mas se fija—
y le impide llegar a alguna conclusion relevante tal y como muestra la cita del
parrafo anterior. No obstante, es posible encontrar menciones en sus trabajos
al desdoblamiento [8]:
“A partir de estas observaciones, parece que los fenomenos dominantes en el espectro de
las manchas se pueden clasificar como sigue: —Ensanchamiento de lineas, ..., inversion de
”
lmeas,~.:
pero la “inversion” la confunde con la inversién que tiene lugar en lineas cro-
mosféricas (ya conocidas). Fowler, en 1905, informa de observaciones similares
a las de Cortie [13], pero en las que incluye la “intensidad” de las lineas como
parametro medible y concluye que las sugerencias de Cortie acerca de una
especial preponderancia de ciertos elementos en las manchas no tiene por qué
tener lugar.
Una de las preocupaciones evidentes era la determinacion de la temperatura
de las manchas. Al menos, una estimacion de si eran mas calientes o mas frias
que el resto de la fotosfera. En una comunicacion a la Royal Society, en 1904,
Lockyer”’, argumenta:
“Es decir, la cafda de temperatura experimentada por los vapores metalicos al pasar de
la fotosfera al nucleo de la mancha es del mismo orden que aquél en que la atmosfera
absorbente esta obligada al pasar de las condiciones de temperatura de Capella o el Sol a
las de Arturo o estrellas de menor temperatura.”
La discusion era realmente intensa en la época. Como ejemplo citaremos el
trabajo de Wilson [51] en el que jproduce en el laboratorio el espectro de una
“mancha artificial”! y concluye que las manchas deben ser mas calientes que
la fotosfera.
Entre 1904 y 1906, Mitchell, del Observatorio,de Princeton, publica tres
articulos [36, 37, 38] acerca del espectro de las manchas solares, basados en
sus observaciones visuales de diferentes manchas. Estudia un total de 680
lineas haciendo particular énfasis en las “inversiones” que mostraban algunas
de ellas. En el segundo de los trabajos ilustra graficamente (Placa II) los tipos
23 - : = . . ei ® . . .
Una de sus contribuciones a la Astrofisica fue la de ser uno de los pioneros en el establecimiento de escalas
de temperatura para las estrellas atendiendo a las caracteristicas de su espectro —véase la obra de Hearnshaw
(22, p. 90-93].
126
de lineas observadas. Ahi distingue claramente entre las inversiones conocidas
de las lineas cromosféricas y las que él atribuye a efectos puramente debidos
a la mancha solar; por fin, esboza una explicacion de estos ultimos:
“Los vapores [constituyentes de la mancha] situados abajo en la fotosfera y, consiguien-
temente, bajo mayor presién y temperatura, darian lugar (siendo inexistente el fondo
brillante de la fotosfera) a un espectro de emisién; esto, junto a las capas mas frias y
menos densas de arriba, produciria una linea oscura con un centro brillante, es decir, una
linea invertida.”
En el ultimo de los trabajos citados, tras una ligera mejora del dispositivo
experimental, ya distingue “inversiones dobles”, esto es, tripletes, sobre todo
en zonas penumbrales, lo cual hoy sabemos corresponde a la mayor inclinacion
del cainpo magnético penumbral que el umbral con respecto a la normal a la
superficie solar.
Independientemente, Hale habia emprendido a finales del XIX en su ob-
servatorio de Kkenwood, en Chicago, la observacion fotografica sistematica del
espectro de las manchas solares. Convencido de la ventaja que ofrecen las
nuevas tecnologias ¢ instrumentos para la comprensidn experimental de los
distintos fenémenos fisicos, el trabajo lo continua en el Observatorio de Yerkes
y, finalmente, junto a su grupo, en el de Mt. Wilson. Esta convicci6n queda
bien resumida en las tres razones que arguye en defensa de la observacion
fotografica en 1906 [18]:
“1. La posibilidad de grabar, durante periodos de buena definicidn [de la imagen], el
espectro entero de varias manchas, relegando a placer el trabajo de medida e identificacion
de las lineas.
2. El alto grado de precision alcanzable en medidas sobre fotografias, asegurando la
correcta identificacion de las lineas y la deteccién de pequenos desplazamientos causados
por movimientos de presion.
3. La comodidad para poner al corriente a otros observadores, mediante la publicacién de
fotografias, de la naturaleza exacta de los resultados obtenidos, reduciendo asi el peligro
de malos entendidos que son tan comunes al trabajo visual.”
En realidad, Hale no es el primero en realizar espectros fotograficos, pero
como comprobamos aqui, si se le puede considerar un buen adalid de los
mismos. En espera de un espectrégrafo mejor, en el trabajo citado arriba
incluso prescinde de la maxima resolucién alcanzable a fin de emplear tiem-
pos razonables de observacion. Ello impide que, en su catalogo de lineas
“afectadas”*4 en las manchas, pudiera distinguir ensanchamientos ~excepto
algunos mas notables~ y, no digamos ya, desdoblamientos. La interpretacioén
fisica de las peculiaridades encontradas se publica ese mismo ano y el siguien-
te en sendos articulos [20, 19], los cuales muestran por si mismos otra —y
9 4 e a pe
*4B1 hecho observacional diferencial mas claro de las manchas eran aquellas lineas que se mostraban distintas
que en la fotosfera. El esfuerzo de los investigadores, por consiguiente, volvia recurrentemente sobre ellas.
127
dirfamos que fundamental— de las formidables caracteristicas de este investi-
gador como astrofisico experimental: el uso de espectroscopia de laboratorio
para comprenuder las observaciones solares. Persuadidos de que el principal
factor determinante de las diferencias espectrales entre la mancha y el resto
de la superficie era la temperatura, Hale, Adams y Gale, emprenden el estudio
colmparativo con espectros de chispa y de arco voltaico de mas de 300 lineas
de diversos elementos, de forma que establecen claramente una relacion entre
aumento de temperatura y debilitamiento y viceversa, de donde concluyen
que
“No estamos todavia preparados para expresar una opinion final, pero estamos inclinados a
pensar que las diferencias de temperatura son adecuadas para dar cuenta de los fendémenos
”
.
de arriba [anteriormente mencionados]
Resolver convincentemente el dileina de la temperatura de las manchas, el
cual habia implicado a no pocos investigadores con anterioridad, era encontrar
soluci6n al quiza principal enigma de la Fisica Solar de la ultima parte del
siglo XIX y, por tanto, podemos conjeturar que ello le permitid plantearse
nuevos problemas observacionales como los que le condujeron al descubrimien-
to de campos magneticos en el Sol. Resulta tentador, sin embargo, destacar
tambien su fortuito uso de espectros de relativamente baja resolucion, dado
su empeno en utilizar la fotografia. No haber encontrado desdoblamientos ni
ensanchanuentos notables de lineas espectrales en sus placas, le evito, no cabe
duda, tener que dar explicacién en base a la temperatura (lo cual habria sido
evidentemente imposible) a tales rasgos caracteristicos de las manchas.
5. El descubrimiento en el Sol
En febrero de 1908, Hale comunica, en la descripcién del nuevo telescopio
solar instalado en una torre de Mt. Wilson, la observacion fotografica de
desdoblamientos de las lineas:
“Las fotografias no solo ensenan muchas lineas nuevas en las manchas; algunas muestran
por primera vez inversiones similares a las observadas visualmente por Mitchell [ver §4.1].
Dado que dichas inversiones pueden resultar de gran importancia para la interpretacion
de los espectros de las manchas, recibiran [a partir de ahora] una atencion cuidadosa.”
No obstante, la dedicacién observacional de Hale y su grupo no se cenia a
la espectroscopia. Desde su invento, el espectrohelidgrafo habia sido sucesi-
vainente mejorado y sistematicamente utilizado tanto en Itenwood, Yerkes o
Mt. Wilson, obteniendo buenas colecciones de imagenes solares en las lineas
H y lx del calcio, asi como en las del hidrogeno Hg, H, y Hs. Hasta 1907, sin
embargo, no habia sido posible la obtencién de placas en longitudes de onda
tan rojas como las de la linea Hy. Tan pronto como ese mismo ano se en-
contro un método para sensibilizar placas en el rojo, emprendio la observacion
128
sistematica de esa linea. La riqueza de detalles que ofrecia Ha, hasta en-
tonces desconocidos, focalizé su interés en la misma e, influido”’ por las viejas
teorias del XIX acerca de las manchas ~en las que repetidamente se proponen
vortices, torbellinos o ciclones para explicar su naturaleza—, se convence de
haber encontrado indicaciones observacionales de la existencia de vortices en
las manchas [16]. Realmente, los prejuicios basados en tales teorias antiguas
debieron ser los verdaderos excitadores de su intuici6n cientifica, porque en
las fotografias que aparecen publicadas en el articulo de junio de 1908 citado
resulta cuando menos dificil adivinar algun sesgo morfolégico de la presencia
de tales torbellinos. Hoy en dia sabemos que tales movimientos cicl6nicos no
estan en absoluto asociados a las manchas, pero su pretendido descubrimiento
de los mismos dispar6 nuevamente su intuicion y, ya al final del mencionado
articulo, sugiere la posible presencia de campos magnéticos. El] hilo con-
ductor de su razonamiento intuitivo es un bello ejemplo de resolucién de un
“rompecabezas” cientifico, a pesar de que alguna de las “piezas” era erronea:
“Sin entrar por el momento en mayores detalles, se puede ofrecer quizas una sugerencia
simple relacionada con la posible existencia de campos magnéticos en el Sol. Sabemos
por las investigaciones de Rowland que la revolucion rapida de cuerpos eléctricamente
cargados produce un campo magnético cuyas lineas de fuerza se encuentran a angulos
rectos con el plano de revolucién. Algunos corptisculos?® emitidos por la fotosfera se
pueden quiza dirigir a los vértices*’, o una preponderancia de iones positivos 0 negativos
puede resultar por alguna otra causa. En los espectros de manchas con el telescopio de
torre y el espectrografo de 30 pies, se han fotografiado recientemente lineas dobles, las
cuales parecen inversiones, confirmando las observaciones visuales de Young y Mitchell.
Debe determinarse si las componentes de estas lineas dobles estan circularmente polari-
zadas en direcciones opuestas, 0, si no, si otras indicaciones menos obvias de un campo
magneético estan presentes. Intentaré las observaciones necesarias tan pronto como una
mancha adecuada aparezca en el Sol.”
Su intuicion no tard6 sino un mes en ser verificada. En julio del mismo ano
comunica a la Astronomical Society of the Pacific [15] los primeros resultados
positivos. Habia comenzado los trabajos el 24 de junio y la comunicacion esta
fechada el 3 de julio. Utiliza como analizador de polarizaci6n un romboedro
de Fresnel y un prisma de Nicol. La rotacién del prisma permitia identificar
claramente las diferentes polarizaciones de ambas componentes. En su veri-
ficacion de la flabilidad de sus observaciones utiliza, entre otros argumentos,
lineas teliricas que no se ven afectadas por las distintas manipulaciones del
analizador. En fin, concluye:
“Hasta donde sé, el inico medio para transformar una linea sencilla en un doblete, cuyas
componentes estan polarizadas circularmente en sentidos opuestos, es un intenso campo
a om . Z
~" El mismo lo reconoce en [16].
| ’ - ‘ae
*°Término utilizado por J.J. Thomson para referirse a los electrones.
7 ’ . - rr . --* <) 2 . »
““Aqui hace referencia al trabajo de J.J. Thomson “Conduccién de electricidad a través de los gases”.
129
magnético. Aparece probable, por tanto, que una mancha contenga tal campo, el cual da
lugar a dobletes y a lineas eusanchadas en el espectro de la mancha.”
Emocionado por su hallazgo, su intuicidn se desborda y rapidamente sugicre
la posible conexion del campo magnético con las tormentas magnéticas que
tienen lugar en la ati6sfera terrestre, ast como la posibilidad de la existen-
cia de grandes manchas en estrellas rojas, susceptibles de mostrar cl efecto
Zeeman. |
Este articulo, titulado Vortices solares y el efecto Zeeman, fue euviado por
el autor a la revista Nature junto a dos placas fotograficas comprendiendo
la region espectral entre 6250 y 6360 A. Simultaneamente, lo cnvié al propio
Zeeman en carta fechada el 6 de julio, para que éste emitiera su opinion acerca
de los resultados. En el ejemplar de 20 de agosto de 1908 (vol. 78, p. 368) de
Nature aparece una resena de tal articulo junto a una fotografia del espectro
de una mancha que muestra la bien conocida (por los fisicos solares actuales)
pareja de lineas de hierro a 6301.5 y 6302.5 A. Seguida a esta resefa, se
encuentra una carta de Zeeman [57] comentando el hallazgo de Hale. De su
entusiasmo da debida cuenta el parrafo final:
“Confio, sin embargo, no haber sido demasiado apasionado escribiendo esta revision del
esplendido descubrimiento del Prof. Hale. Su importancia para la fisica general y solar
debe ser muy grande, y no menos para las teorfas de la meteorologia y el magnetismo
terrestre, proporcionando, como lo hace, una vera causa para las perturbaciones del equi-
librio eléctrico y magnetico de nuestra Tierra y su atmosfera.”
En octubre de 1908, Hale publica un nuevo articulo ({17]) en el que, a pesar
de su modesto titulo, Sobre la posible existencia de un campo magneético en
manchas, suministra pruebas mas que concluyentes de la presencia de cam-
pos magnéticos que, incluso, determina cuantitativamente. Comienza este
trabajo por hacer una discusio6n acerca de la polarizaci6n instrumental que,
aun hoy en dia es a veces olvidada por algunos observadores. Continiia por
encontrar distintas polaridades en el campo de manchas del mismo grupo”®.
Pero lo que, sin duda, es mas importante, emprende un trabajo de laborato-
rio paralelo destinado a medir la intensidad del campo en las manchas por
comparacion. A pesar de que los resultados no son todo lo buenos que Hale
deseaba, hoy en dia, considerando los medios disponibles a su alcance, pode-
mos considerarlos excelentes. Utilizando gran cantidad de lineas de distintos
elementos, encuentra valores de la intensidad de campo en el rango de 2600 a
2900 G, valores muy de acuerdo con los medidos actualmente. En una aprecia-
ble demostracion de modestia, el articulo concluye resaltando los problemas ~
que su autor encontraba para la completa comprension del problema, lejos
28K) . ae 4 ae
El se refiere a vortices con sentido contrario de revolucion.
130
de enfatizar la importancia de sus resultados positivos —costumbre ésta tan
al uso en nuestros dias~. Enaltece, pues, este trabajo la figura de su autor,
quiza el mas grande fisico solar del siglo XX.
Agradecimientos
La tinica mencion a la observacio6n de Lockyer que el autor conoce, en el dominio de la Fisica Solar
actual (digamos que en los tiltimos 30 anos), se encuentra en el articulo de J. Harvey (21] de 1986. Su
lectura supuso el estimulo para emprender la investigaciOn que se describe en el presente trabajo. El
autor quiere reconocer el animo proporcionado por J. Harvey y el suministro por su parte de algunas
fuentes bibliograficas. El interés mostrado y las ayudas recibidas de E. Landi Degl’Innocenti y B. Ruiz
Cobo en la correci6n del manuscrito merecen igualmente el mas sincero agradecimiento.
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ow mone. caenar.Clienc., VII (Naéms. 2,3 y 4), 2£35=155 (1995)
ASPECTOS ECOLOGICOS DE LA ANTIBIOSIS
Discurso del Académico Correspondiente
Dr. D. Julio Pérez Silva’
en el acto de su recepcion el dia 4 de diciembre de 1995
Palabras de presentacién por el Académico Numerario
Dr. D. Angel M. Gutiérrez Navarro
(*) Propuesta Junta de Gobierno de Mayo de 1993
135
PALABRAS DE PRESENTACION PRONUNCIADAS POR EL ACADEMICO DR.
D.ANGEL M. GUTIERREZ NAVARRO, EN EL ACTO DE INGRESO EN LA
ACADEMIA CANARIA DE CIENCIAS DEL DR. D. JULIO PEREZ SILVA
COMO ACADEMICO CORRESPONDIENTE.
Excmo. Sr. Presidente de la Academia, Excmo Sr. Rector Honorario de la Universidad,
Excmo. Sr. Vicerrector de Investigacién, Ilmos. Sres. Académicos, Sefioras, Sefiores.:
Me cabe el honor y también el placer de cumplir un honroso encargo de nuestro
Presidente: presentar al nuevo Académico Correspondiente, Prof. Dr. D. Julio Pérez Silva. Ya
he tenido ocasién de manifestar de esta misma tribuna la admiracién y agradecimiento que
profeso al Dr. Pérez Silva, que es mi maestro, mi amigo y el hombre al que debo gran parte de
mi formacion cientifica y humana. Espero que estos sentimientos no me impidan un minimo de
objetividad en la presentacidn que me dispongo a realizar.
El Profesor Pérez Silva nacié hace setenta y un afios en Santa Lucia de Tirajana; en el
centro de la isla de Gran Canaria. Es miembro de una numerosisima familia (tiene ocho
hermanos) y ha fundado otra también grande para los tiempos que corren (tiene cinco hijos).
Estos dos hechos (ser islefio y haber formado parte siempre de una comunidad familiar grande)
han sido el origen de dos notas de su cardcter que, a mi juicio, destacan sobre las demds: su
afabilidad y su laboriosidad y aunque son muchos los méritos personales que podria atribuirle,
me cefiré a uno solo: su vida ha estado dedicada plena y exclusivamente a sus hijos y al trabajo,
y en esta doble labor ha encontrado siempre el apoyo incondicional, callado y hasta abnegado
de Maria del Carmen Hurtado de Mendoza, su mujer, a la que desde aqui quiero rendir también
mi homenaje personal.
Tras estudiar el Bachillerato en Las Palmas de Gran Canaria, se traslad6 a Madrid, en
cuya Universidad obtuvo la Licenciatura en Ciencias Naturales y, mds tarde, el Doctorado en
Biologia. Poco después inicié su trabajo en el Consejo Superior de Investigaciones Cientificas
del que ha llegado a ser Profesor de Investigacién. En la Universidad ha ocupado todos los
137
cargos docentes y académicos, habiendo sido Director de Departamento, Secretario de Facultad,
Decano y Rector de la de Sevilla, cuya cdtedra de Microbiologia desempeno desde 1.972 y en
la que actualmente es Profesor Emérito.
Su labor investigadora ha sido dilatada y fecunda: por ello, resulta imposible relatar, en
el breve tiempo disponible, sus logros y resultados. Si diré que ha cultivado la Protozoologia y
la Bacteriologia y sus resultados han sido objeto de mds de un centenar de publicaciones
cientificas y de numerosas comunicaciones a congresos nacionales e internacionales. En el
primero de estos campos ha hecho contribuciones decisivas como la demostracion de que en el
esbozo macronuclear de los ciliados hipotricos existen cromosomas politénicos semejantes a los
que hay en las larvas de los dipteros, o sus trabajos sobre la morfogénesis y el ciclo celular de
estos ciliados que hacen que no resulte exagerado considerarlo como uno de los fundadores de
la Protozoologia moderna en Espana. En el campo de la bacteriologia son pioneros sus trabajos
sobre el metabolismo de compuestos aromaticos por bacterias y también quisiera destacar sus
contribuciones en el estudio de las relaciones entre las bacterias del género Rhizobium y las
leguminosas porque esta linea de trabajo se inicid en la Universidad de Sevilla con mi Tesis
Doctoral que fue dirigida por el Prof. Pérez Silva. Esta labor fue reconocida con la concesién
del Premio Canarias de Investigaci6n correspondiente al ano 1.990.
Es el fundador de una escuela de microbidlogos de la que formamos parte varios
Catedrdaticos y Profesores Titulares que estamos repartidos por diversas universidades espanolas
y que le reconocemos (0 deberiamos reconocerlos) como el maestro siempre dispuesto a
enseflarnos y a ayudarnos no solo en nuestro aprendizaje como investigadores y docentes, sino
también en cualquier circunstancia personal en que pudiera echarnos una mano.
No me queda mds que dar la bienvenida en nombre de la Academia a mi admirado
maestro y querido amigo, D. Julio Pérez Silva y cederle la palabra para que nos desarrolle el
tema de su disertacién. Muchas gracias.
138
ASPECTOS ECOLOGICOS DE LA ANTIBIOSIS’
Julio Pérez Silva
Excmo. Sr. Presidente, Excmo. Sr. Vicerrector, Excmo. Sr. Rector
Honorario, Ilmos. Sres. Académicos, Sras., Sres.:
Deseo en primer lugar expresar mi agradecimiento a mi buen amigo el Prof.
Angel Gutiérrez Navarro por las palabras de presentaci6n que acaba de pronunciar
y que me han emocionado por la sinceridad y el afecto que entranan; no obstante,
quisiera hacer algunas matizaciones y reflexiones al respecto. No niego que sea
verdad lo que ha dicho de mi el Prof. Gutiérrez Navarro, pues demuestra que esta
bien documentado y que conoce mi propio curriculum mejor que yo mismo, pero
me gustaria aNadir que, sin duda movido por su gran afecto y leal amistad, ha
destacado los aspectos positivos, mencionando incluso (cosa que le agradezco muy
especialmente) la meritoria colaboracién de mi esposa, Maca, que ha facilitado en
todo momento mi plena dedicacién a la docencia y la investigacién. En cambio,
no ha mencionado los aspectos negativos, que han quedado ocultos tras la
admiracion y el profundo respeto que siente hacia mi. Por ello, mientras escuchaba
estas palabras de presentaci6n no pude evitar hacer una reflexidn sobre el hecho
innegable de que, por desgracia, cada vez abundan menos los discipulos leales y
agradecidos. Los universitarios que ya peinamos abundantes canas guardamos un
entranable recuerdo de nuestros profesores, especialmente del Maestro generoso
que dirigi6 nuestro trabajo de Tesis Doctoral y nos mostr6é (y muchas veces nos
allané) el camino tanto en la docencia como en la investigacién. Hoy dia este
(*) Discurso de ingreso como Miembro Correspondiente en la Academia Canaria de Ciencias
(La Laguna, 4 de diciembre de 1995)
139
sentimiento de gratitud es cada vez mas ins6dlito; pero, por fortuna, quedan atin
discipulos bien nacidos. Y Angel Gutiérrez es uno de éstos. Por tanto, creo que
es justo aprovechar esta ocasi6n para proclamar que estoy muy orgulloso de él y
de la labor tan eficaz que desde hace quince afos viene desarrollando en esta
Universidad de La Laguna, y también para expresar mi deseo cordial de que, con
su labor ejemplar por su seriedad y eficacia, se haga acreedor de la admiracién y
el respeto de sus discipulos.
Debo hacer constar también mi profunda y sincera gratitud a los sefiores
miembros de la Junta Directiva de la Academia Canaria de Ciencias por el gran
honor que me han dispensado al nombrarme Académico Correspondiente, honor
al que trataré de corresponder poniendo desde ahora todo mi empeno en servir a
esta instituci6n, prestando mi colaboracion en las actividades que la requieran.
Asimismo quisiera mencionar aqui al primer miembro correspondiente de
esta Academia, mi gran amigo y companero en la Universidad de Sevilla, Antonio
de Castro Brzezicki, a quien, por desgracia, hemos perdido hace casi tres anos
(el 31 de este mes se cumple el tercer aniversario de su fallecimiento) y a quien
en este momento dedico un emocionado recuerdo, para lo que no encuentro
palabras mas sentidas y certeras que las de uno de sus discipulos predilectos, el
Prof. José Carmona Alvarez, y que yo suscribo totalmente: "D. Antonio fue,
ademas de Profesor y compafiero, una persona ejemplar por su vasta
formacion intelectual --cientifica y humanistica--, su honestidad, su tenacidad
en el trabajo, su generosidad y su modestia... que era modestia y era
distincién. En suma las cualidades que conforman el arquetipo de un
maestro". Suscribo asimismo el "in memoriam” publicado en 1993 (Rev. Acad.
Canaria Cienc., V (num 1), 9-15) por el digno Presidente de esta Academia
Canaria de Ciencias, Prof. Nacere Hayek Calil, a quien le cabe el honor de ser el
primero de sus discipulos. Sdlo me resta anadir que Antonio de Castro cont6é con
numerosos discipulos bien nacidos, no sdlo entre los que peinan canas, como el
Prof. Hayek, sino también entre los j6venes, como el Prof. Carmona, que le
recuerdan con gratitud y admiracion.
140
INTRODUCCION
Desde que a finales del pasado siglo los microbidlogos comenzaron a
emplear medios sdlidos para el cultivo de microorganismos, principalmente
bacterias y hongos, se repar6é en el hecho frecuente de que en los cultivos mixtos
recién aislados a partir de habitats naturales, algunas de las colonias aparecian
rodeadas de un halo transparente en el que no crecian colonias de los
microorganismos acompanantes. Este fenédmeno fue descrito en 1887 por Pasteur
y Joubert, quienes le dieron la denominacién de antagonismo microbiano. Dos
anos mas tarde, Vuillemin propuso el término antibiosis para aludir a este mismo
fendmeno, esto es, la inhibicién del desarrollo de un microorganismo por
sustancias producidas por otro.
A pesar de la frecuencia con que se presentan los casos de antibiosis en los
cultivos mixtos, no se le dedic6 mayor atencién hasta 1929, cuando el médico
inglés Sir Alexander Fleming observ6 que en una placa de Petri en la que habia
sembrado Staphylococcus aureus, se desarroll6 también una colonia de un hongo
contaminante, alrededor del cual habia un halo desprovisto de colonias del
estafilococo. Fleming intuy6o la trascendencia de este hecho en cuanto que podria
ser la base de una nueva terapéutica de las enfermedades infecciosas. Estudi6d mas
detenidamente este fendmeno y demostr6 que el hongo (que result6 ser Penicillium
notatum) producia una sustancia difusible, a la que dio el nombre de penicilinay
que tenia la propiedad de destruir no sdlo las células del estafilococo dorado sino
también las de otras bacterias Gram positivas; vio asimismo que la penicilina tenia
escasa toxicidad para los animales, lo cual consolid6 definitivamente sus
esperanzas en las posibilidades terapéuticas de su descubrimiento.
Sin embargo, debido a que la penicilina es un compuesto muy inestable, los
primeros intentos encaminados a lograr su aislamiento y purificacién fueron
infructuosos. Por ello, la observacién de Fleming permaneci6 ignorada hasta 1939,
cuando el éxito de las sulfamidas habia reavivado el interés de la quimioterapia de
las infecciones bacterianas. Fue entonces cuando los bioquimicos Ernst Chain y
Howard Florey aislaron la penicilina en forma de un sdlido impuro pero muy
141
activo. Y en 1941 se comprob6 su gran utilidad clinica. Ello sirvid de estimulo
para muchos investigadores, quienes dedicaron sus esfuerzos a la busqueda de este
tipo de sustancias con actividad antimicrobiana a las que se les habia dado el
nombre de antibidticos.
Los resultados de esta busqueda no se hicieron esperar; asi, en 1941 Dubos
y Hotchkiss encuentran las tirocidinas y las gramicidinas, y Waksman descubre
la estreptomicina y la actinomicina D. No vamos a citar aqui toda la
ininterrumpida serie de descubrimientos de nuevos antibidticos, baste decir que
actualmente se conocen mas de 5000 sustancias antibidticas diferentes producidas
por una gran variedad de microorganismos aislados de muy diversos habitats
naturales, principalmente del suelo, del agua y de lodos lacustres y marinos. Sin
embargo, la mayoria de estos antibidticos, debido a su elevada toxicidad para los
animales, no son aptos para su utilizaci6n como farmacos. Tan sélo unos sesenta
han encontrado algun uso clinico, y son mucho menos los que se emplean
regularmente en el tratamiento de las enfermedades infecciosas.
A pesar de que este grupo de antibidticos selectos es muy reducido, hoy dia
puede decirse que la inmensa mayoria de las infecciones bacterianas y fungicas del
hombre y de los animales domésticos responden a la antibioterapia.
Precisamente, debido a su gran utilidad clinica, el estudio de los antibidticos,
cuyo principal objetivo era aumentar las posibilidades terapéuticas, ha alcanzado
tal envergadura que hoy dia existe un cuerpo de conocimientos tan vasto y
profundo que ha llegado a constituir una verdadera ciencia independiente, con
su problematica y su metodologia propias, y en la que se integran investigaciones
desde diferentes angulos y con finalidades muy diversas, que reclaman la atencion
de médicos, veterinarios, farmacéuticos, bidlogos, quimicos, bioquimicos,
genéticos e ingenieros.
Este enfoque multidisciplinar del estudio de los antibidticos se ha escindido en
cinco facetas 0 campos especificos, que, aunque estan muy interconectadas, caen
dentro del dominio de otras ciencias, como son: Antibioterapia, Biotecnologia,
Genética, Biologia molecular y Ecologia.
142
Nosotros, de acuerdo con el titulo de este discurso, nos ceniremos a la faceta
ecolégica y, por tanto, abordaremos algunas de las cuestiones que surgen en el
estudio de la antibiosis en los habitats naturales. Trataremos, pues, algunos
aspectos ecolégicos de la antibiosis.
ASPECTOS ECOLOGICOS DE LA ANTIBIOSIS
Es obvio que este tema no tendria sentido si previamente no se demuestra que
la antibiosis es un fendmeno que se produce en los ecosistemas naturales. Por
tanto, es necesario comenzar con el siguiente planteamiento:
Como queda dicho, la antibiosis se observ6 por vez primera en una placa de
Petri, y hoy se sabe que es un fen6dmeno muy ostensible que se produce
frecuentemente en los medios de cultivo, que en realidad son habitats artificiales.
Pero, jse produce este fendmeno también en los habitats naturales?
Los primeros ecélogos microbianos que encaminaron sus investigaciones a dar
contestaci6n a esta interrogante abordaron el problema del modo mas légico y
directo, esto es, intentando aislar, a partir de muestras procedentes de diversos
ambientes naturales, las sustancias antibidticas que era de esperar que se
encontrasen alli, dado que previamente se habian aislado de estos habitats muchas
especies de hongos, de bacilos y de actinomicetos que, en cultivos artificiales, eran
capaces de sintetizar y excretar tales sustancias. Pero, estos intentos fueron
infructuosos, y en consecuencia aquellos investigadores, al no encontrar
antibidticos en las muestras analizadas, descartaron la existencia de la antibiosis
en los habitats naturales, afirmando que este fenédmeno era una "mera curiosidad
o artefacto de laboratorio", que ocurre exclusivamente cuando determinados
microorganismos se cultivan en medios artificiales ricos en fuentes de carbono,
energia y nitr6geno, condiciones que rara vez se dan simultaneamente en los
habitats naturales.
Otros autores, en cambio, han logrado demostrar la existencia de sustancias
antibidticas en el suelo, en el agua, en sedimentos lacustres y marinos, asi como
en otros muchos ecosistemas naturales, si bien reconocen que para que en estos
143
habitats haya produccién de antibidticos han de darse ciertas circunstancias,
especialmente el aporte de abundantes nutrientes organicos. Reconocen también
que, aun cuando existan estas circunstancias favorables, no siempre es facil
detectar la presencia de antibidticos, debido a que en muchos ecosistemas tales
sustancias se degradan rapidamente por la accién de enzimas excretadas por otras
especies microbianas coexistentes, o bien se inactivan por adsorcién sobre
particulas coloidales de arcilla o por formacién de complejos con sustancias
inorganicas. A veces ciertas sustancias antibidticas pueden servir incluso como
fuentes de carbono para heterotrofos que conviven en el mismo habitat. En tal caso
no habria antibiosis, sino comensalismo.
A medida que se profundizaba en el estudio se han ido encontrando pruebas
cada vez mas demostrativas de la producci6n de sustancias antibidticas en los mas
diversos habitats, hasta el punto de que actualmente se admite de modo general que
la antibiosis es un fenOdmeno natural, si bien con la salvedad de que muchos
antibidticos s6lo se producen en medios ricos o en los que concurren un
rango restringido de factores condicionantes, (como son, por ejemplo, la
concentraci6n o las clases de los nutrientes necesarios), que no siempre se
dan en los ecosistemas naturales.
IMPORTANCIA ECOLOGICA DE LA ANTIBIOSIS. Una vez que se demostr6 que
la antibiosis es un fendmeno natural, se comenzo a profundizar en el estudio de las
interacciones ecoldgicas de los organismos productores de antibidticos con las
demas especies que coexisten en un determinado ecosistema. Esta cuestién ha sido
tratada por algunos ecdlogos microbianos, principalmente por Alexander (1971),
por Odum (1987) y por Atlas y Bartha (1992), quienes llegan a conclusiones muy
parecidas en cuanto respecta a la importancia ecolégica de la antibiosis; sin
embargo, es curioso que ninguno de estos ecdlogos consideran la antibiosis (0 la
alelopatia, como la denominan algunos ecélogos vegetales) entre las principales
categorias de relaciones interespecificas, sino como un caso particular de
amensalismo. Veamos qué categorias establecen:
144
Consideran en primer lugar el neutralismo, que es el caso, casi inconcebible,
en el que las poblaciones naturales coexisten en armonia, sin perjudicarse ni
favorecerse entre si. Establecen luego el concepto de comensalismo, que es una
relacién muy frecuente entre dos poblaciones en la que una de ellas, la poblacién
comensal, recibe un beneficio sin que haya efectos perjudiciales ni beneficiosos
para la otra; a veces la poblacién comensal tiene una dependencia estricta de la
otra poblacién. Consideran también las asociaciones poco estrechas y mutuamente
ventajosas para ambas poblaciones, a las que denominan protocooperacioén. Este
tipo de interaccién puede ser esencial para la existencia de los organismos
cooperadores en un determinado ecosistema o bien para la realizacién conjunta de
alguin proceso metabdlico, en cuyo caso recibe el nombre de Sintrofismo. Aplican
el término simbiosis 0 mutualismo para referirse a una asociacién entre dos
especies que tienen una dependencia mutua y obligada, en el sentido de que es
imprescindible para la vida del ecosistema o para la realizacién de alguna funcidén.
Tanto en la simbiosis como en la protocooperaci6én la relacién es beneficiosa
para las dos poblaciones que intervienen. En cambio, en otra de las categorias de
relaciones interespecificas, denominada antagonismo, una de las especies resulta
perjudicada por las actividades de la otra. En esta categoria de interacciones
incluyen la competencia, el amensalismo, el parasitismo y la depredacién. En el
caso de la competencia dos 0 mas poblaciones rivalizan por algun factor limitante
--por ejemplo, un nutriente-- existente en el medio, y, aunque ambas poblaciones
quedan desfavorablemente afectadas, por lo comun una de ellas resulta mas
perjudicada que la otra. En el amensalismo una poblacién es eliminada por efecto
de las toxinas sintetizadas por la otra; el productor de las toxinas no se beneficia
directamente pero puede resultar favorecido indirectamente en virtud de la
eliminaci6n de un posible competidor por nutrientes limitantes. El parasitismo y
la depredacion implican un ataque directo y la alimentacién de un organismo a
expensas del otro; el paradsito, o el depredador, saca provecho de ello y por lo
_ general su existencia depende de esta asociacién, mientras que la poblacién
hospedadora, o la presa, resulta perjudicada 0, incluso, es eliminada.
145
Dado que, como queda dicho, la antibiosis es un caso particular de
amensalismo, daremos algunas ideas generales acerca de este tipo de interaccién
antes de referirnos concretamente a la antibiosis.
| El amensalismo puede llevar a la colonizaci6n ventajosa de un habitat, ya que
una poblacién, mediante la excrecién de sustancias t6xicas, puede impedir la
supervivencia de otras poblaciones coexistentes 0 la colonizacién de ese habitat por
nuevas poblaciones.
Las sustancias t6xicas que intervienen en el amensalismo se suelen clasificar
en tres grupos: inhibidores inorganicos, sustancias organicas de baja toxicidad y
compuestos orgdanicos altamente t6xicos
Inhibidores inorganicos, como el per6xido de hidrégeno, el amonio, los
nitritos y acido sulfhidfrico, intervienen en muchas de las alteraciones que se
producen en los ecosistemas naturales; pero, en general tales inhibidores han de
estar en concentraciones relativamente elevadas para ser eficaces. Asimismo, la
produccién de oxigeno por algas impide el crecimiento de anaerobios obligados.
Otro ejemplo bien conocido es el de la produccion de acido sulftrico por algunas
bacterias quimiolitotrofas, como es el caso de Thiobacillus thiooxidans, que
produce considerables cantidades de este acido al desarrollarse en los desagties de
minas ricos en sulfuros o bien en suelos tratados con azufre elemental. En este
caso concreto de amensalismo se produce un considerable descenso del pH (que
puede llegar hasta valores comprendidos entre | y 2), lo que modifica radicalmente
la composicién de la comunidad, que queda integrada sdlo por especies acido-
tolerantes.
Por otra parte, se conocen muchos casos de amensalismo mediados por
sustancias organicas de baja toxicidad, las cuales se originan durante la trofofase
y, por tanto, son metabolitos primarios, entren los que se encuentran muchos
acidos grasos y alcoholes. La produccién de Acido lactico, o de otros acidos grasos
de bajo peso molecular, por algunas poblaciones bacterianas impide o limita el
crecimiento de muchas especies de microorganismos. Tal es el caso de algunas
poblaciones de Lactobacillus o de Streptococcus que pueden producir y tolerar
146
concentraciones elevadas de acido lactico, con lo que modifican el habitat hasta el
punto de impedir el desarrollo de otras poblaciones bacterianas. También se ha
demostrado que los acidos grasos producidos por la flora bacteriana normal de la
superficie de la piel y de las mucosas evitan la colonizacién de estos habitats por
levaduras y mohos potencialmente pat6genos. Asimismo, la produccién de etanol
por levaduras impide el desarrollo de la mayoria de las poblaciones bacterianas en
los habitats donde el etanol pueda acumularse, alcanando concentraciones
relativamente elevadas. Esto explica el hecho de que en el mosto en fermentacién
no se desarrollen apenas poblaciones bacterianas.
Los inhibidores organicos de elevada toxicidad son producidos y
excretados por diversos seres vivos tanto heterotrofos como fototrofos. La inmensa
mayoria de estos inhibidores son metabolitos secundarios o idiolitos, ya que se
producen al final de la trofofase o durante la idiofase. Dentro de este tipo de
compuestos, que suelen ser metabolitos quimicamente complejos, se incluyen los
antibidticos, ademas de las bateriocinas, las exotoxinas y muchos farmacos.
De acuerdo con esta clasificacién de los distintos tipos de amensalismo
basada en la naturaleza de los mediadores quimicos que intervienen, puede decirse
que la antibiosis es un caso especial de amensalismo mediado por sustancias
de naturaleza quimica muy diversa que encajan en la definicién de
antibidtico.
Seguin una definicién propuesta por Waskman en 1953, un antibidtico es una
sustancia producida por un microorganismo y que tiene la propiedad de que, en
solucién diluida, inhibe el desarrollo de otros microorganismos o incluso los
destruye. Posteriormente se ha ampliado esta definicién en el sentido de sustituir
la palabra "microorganismo" por "ser vivo", con lo que se incluirian también las
sustancias alelopaticas y los llamados antibidticos semisintéticos, si bien se
excluirian los agentes quimioterapicos, como pueden ser las sulfamidas.
Lancini y Parenti, en 1982, introducen otra condicién en la definicion de
antibidtico al circunscribir su peso molecular a valores relativamente bajos
_(comprendidos entre 150 y 5000 daltons), con lo que quedan excluidas las
147
proteinas del tipo de las bacteriocinas, las toxinas bacterianas, la lisozima, etc.
Insisten, asimismo, en que han de ser eficaces en solucién diluida; con esta
condicién se excluyen muchos otros metabolitos, como los acidos y los alcoholes
anteriormente citados, que pueden inhibir el desarrollo sédlo cuando estan a
concentraciones superiores a un 3%, mientras que los antibidticos propiamente
dichos son eficaces a concentraciones inferiores a 1mg/ml.
La capacidad de producir antibidticos no esta limitada a ningtn grupo
taxonémico en especial; pero la inmensa mayoria de estas sustancias estan
producidas por actinomicetos, principalmente del género Streptomyces; también
entre los mohos hay muchas especies que producen antibidticos, principalmente del
grupo de los betalactémicos. Asimismo es frecuente la producci6n de antibidticos
en las bacterias del género Bacillus, que son aerobias formadoras de esporas y en
las que la sintesis de antibidticos esta estrechamente relacionada con la
esporulacion. La produccion de antibidticos es frecuente también en el reino
vegetal. Actualmente se conocen un gran numero de sustancias antibidticas
diferentes producidas por vegetales y que son de natura:eza quimica muy diversa
como alcaloides, terpenos, cumarinas, esteroles, acidos fendlicos, etc.
Concretamente, de algunas especies de la familia Celastraceas se han aislado y
purificado una gran diversidad de sustancias antifingicas 0 que desorganizan la
membrana citoplasmatica bacteriana e incluso otras que tienen acci6n antitumoral.
En este contexto es justo destacar la fecunda labor que desde hace anos se
viene realizando en el Centro de Productos Naturales Orgdnicos "Antonio
Gonzalez", y que ha fructificado en el aislamiento, purificacién y estudio de
muchas sustancias alelopaticas como, por ejemplo la tingenona, que tiene una
actividad antibidtica similar a la de la mitomicina C; también cabe citar la
pristimerina, que es un potente citostdtico y antimitdtico. Asimismo, se han
preparado muchos derivados activos a partir de productos naturales. Las
importantes investigaciones que se realizan en este centro son el fruto de la
preparacion y tenacidad de un nutrido grupo de excelentes investigadores movidos
por el entusiasmo que ha sabido inculcar en ellos el Profesor Antonio Gonzalez,
148
maestro de maestros.
Partiendo de la base de que la antibiosis es una forma especial de
amensalismo, se puede interpretar la produccién de antibiédticos como un
mecanismo ecolégico de supervivencia en los habitats naturales, en los que
los organismos productores pueden eliminar o reducir las poblaciones de
organismos competidores, ya sea inhibiendo su multiplicaci6n, lisando sus células
o bien compitiendo ventajosamente por alguna fuente comin de nutrientes.
En lo que respecta al significado ecolégico de la antibiosis, cada vez son
mas los ecdlogos que esgrimen argumentos en favor de la importancia que esta
forma de amensalismo tiene en la lucha por la existencia. Una idea generalmente
admitida es que la excrecién de antibidticos explica el hecho de que las poblaciones
productoras de estos metabolitos secundarios se hagan estables y sobrepasen en
preponderancia a otras poblaciones colonizantes del mismo habitat, aun cuando no
haya diferencias en las tasas de crecimiento o en la competitividad por un mismo
nutriente. Los ecdlogos microbianos arguyen asimismo que si la produccion y
excrecion de antibidticos no confirieran ventajas ecol6gicas, probablemente estas
actividades no habrian superado la presi6n selectiva a lo largo de la evolucién.
Aun en el caso de que la produccién fuese efimera debido a que las condiciones
apropiadas no perduran por largo tiempo, la formacién y excrecién de un
antibidtico, aunque éste sea inestable, biodegradable o inactivable por adsorcion,
puede ser ecol6gicamente ventajosa, siempre que su persistencia en estado activo
sea lo suficientemente prolongada.
Un ejemplo de cémo la antibiosis puede contribuir a la supervivencia de los
microorganismos es el descrito por Bruehl y colaboradores en 1969, en relacién
con la pervivencia de Cephalosporium gramineum, que es un hongo patdgeno del
trigo. Durante el tiempo comprendido entre la siega y la siembra del ano siguiente,
este hongo ha de mantenerse viable en el suelo. Como no forma esporas ni otras
estructuras de resistencia, el parasito ha de sobrevivir en estado vegetativo en el
interior de los tejidos del hospedador previamente colonizados y donde ha
excretado un antibidtico que impide el desarrollo de otros colonizadores. Estos
149
autores han demostrado que, en todos los cultivos recién aislados, este hongo
excreta una SuStancia antifingica de amplio espectro cromatograficamente idéntica
al antibidtico que aparece en los tejidos de trigo infectados. La hipétesis de que la
capacidad de producir este antibidtico es ecolégicamente ventajosa para C.
gramineum encuentra apoyo en el hecho de que los cultivos mantenidos en el
laboratorio pierden pronto su capacidad de producir el antibidtico; ello indica que
en el habitat natural la presi6n selectiva protege a los formadores de antibiéticos,
mientras que elimina los mutantes no productores que surgen espontamenamente.
Smith y Marples describieron en 1984 otro ejemplo interesante. Estos autores
observaron que el hongo Trichophyton mentagrophytes vive normalmente en la piel
del erizo de Nueva Zelanda y que en este habitat natural produce y excreta
penicilina, lo que elimina las poblaciones coexistentes de estafilococos sensibles a
este antibidtico. Han comprobado asimismo que todas las poblaciones de
estafilococos que se encuentran en la piel de este erizo son resistentes a la
penicilina y atribuyen este hecho a que estas bacterias han experimentado un
proceso de adaptacién que les permite superar el amensalismo de los Trichophyton
productores de dicho antibidtico.
Es probable que procesos de adaptacién andlogos a éste que acabamos de
exponer sean frecuentes en habitats naturales mas complejos, como el tubo
digestivo, el suelo o los lodos lacustres y marinos, en los que la coexistencia de
poblaciones muy diversas puede propiciar procesos de coevolucié6n impulsados por
la aparici6n espontanea de mutantes resistentes que son favorecidos por la presién
selectiva debida a la constante presencia de antibidticos. Esto es concebible si se
tiene en cuenta el hecho, demostrado experimentalmente, de que la presencia de
una sustancia antibidtica en un medio de cultivo constituye un factor de seleccién
de mutantes resistentes a dicha sustancia. A esto se debe el hecho de que el uso
clinico de antibidticos (sobre todo cuando estos farmacos se emplean de modo
indiscriminado o irracional) lleva consigo la proliferacién de estirpes resistentes
derivadas de especies patégenas que originalmente eran sensibles a los antibidticos
en cuesti6n. Es razonable, pues, admitir que en los ecosistemas naturales se estan
150
produciendo continuamente procesos de seleccién de mutantes resistentes a los
antibidticos, si bien el estudio in situ de estos procesos encierra numerosas
dificultades técnicas.
En el estudio de los procesos de adaptaci6n a la presencia de antibidticos se
pueden considerar dos aspectos: el primero se refiere a los mecanismos de
superaci6n del amensalismo que desarrollan las poblaciones que conviven con
la poblaci6n productora del antibidtico; el segundo de estos aspectos se refiere a
los mecanismos de autoproteccién que han de desarrollar los distintos
organismos contra los efectos de los antibidticos aut6genos, con lo que se evita el
"suicidio” de la poblacién productora.
Mediante el estudio de los mecanismos de superacién del amensalismo se ha
logrado resolver muchos de los problemas relacionados con la adquisicién de la
antibidtico-resistencia de los microorganismos patégenos. Dado que estos estudios
corresponden mas bien al campo de la antibioterapia, no los vamos a detallar aqui.
Sdélo diremos que estas investigaciones, realizadas a nivel molecular, han llevado
a la elucidacién del modo de accién de casi todos los antibidticos y del
determinismo genético de la resistencia a estas sustancias.
En cambio, este discurso sobre la ecologia de la antibiosis quedaria
incompleto si no considerdsemos, aunque sea brevemente, los mecanismos de
autoproteccién de los organismos productores de antibidticos, pues son
precisamente estos mecanismos lo que da sentido a la antibiosis como modo de
lucha por la existencia.
MECANISMOS DE AUTOPROTECCION
En los wtltimos treinta afios se han realizado muchas investigaciones
encaminadas al esclarecimiento de los mecanismos moleculares por los que los
organismos eluden los efectos t6xicos de los antibidticos que ellos mismos
producen. Estos estudios implican un conocimiento a nivel molecular de los
distintos antibidticos, de sus respectivas "dianas" (ya sean enzimas o estructuras
celulares) y de las interacciones de cada antibidtico con su diana.
151
Dado que no es posible detallar aqui ni siquiera los resultados mas
importantes de estas investigaciones, nos limitaremos a comentar brevemente
algunos ejemplos de los principales mecanismos de autoprotecci6n que se recogen
en textos de Microbiologia y en muchas revisiones, como son las publicadas por
Cundliffe (1989), Liras y Martin (1990) y Jiménez (1990).
Citaremos en primer lugar el caso en que no es necesaria la autoproteccién
debido a que en el organismo productor no existe la diana del antibidtico. Esto
sucede en todos los hongos productores de penicilinas (como son, por ejemplo,
algunas especies de Penicillium y de Aspergillus y el Trichophyton mentagrophites
anteriormente citado), o de cefalosporinas, como Cephalosporium acremonium, y
en general en todos los organismos eucaridticos productores de antibidticos
betalactamicos, que, como es sabido, inhiben la sintesis de los péptidoglucanos,
que solo existen en la pared celular de las células procaridticas. Pero estos casos
son muy poco comunes; lo general es que en los organismos productores existan
las dianas, estructurales o bioquimicas, de los antibidticos aut6genos, y por tanto,
el éxito ecoldgico de tales organismos depende de que a lo largo de la evolucién
la presién selectiva haya favorecido el desarrollo de mecanismos de
autoproteccion.
Expondremos a continuacion algunos ejemplos de los distintos mecanismos de
autorresistencia, agrupandolos en tres modalidades generales: exclusi6n rapida del
antibidtico del medio intracelular, modificacién del antibidtico y modificacién de
la diana.
Mecanismos de exclusién del antibiédtico se han descrito en algunos
actinomicetos productores de tetraciclinas, como Stretomyces aureofaciens y S.
rimosus, en cuyaS membranas citoplasmaticas se ha demostrado la presencia de
enzimas, codificadas por genes cromosémicos, que intervienen en el transporte
activo de este antibidtico, de forma que se favorece su raépida excreci6n y se
impide la reentrada en la célula. Un mecanismo parecido, pero codificado por
plasmidos, se ha descrito en Streptomyces coelicolor, para la exclusién de la
metilenomicina. Con este tipo de mecanismos se consigue que los antibidticos
152
aut6genos estén muy poco tiempo en contacto directo con las dianas.
Con respecto a la autoproteccién mediante la modificaci6én del antibidtico se
han estudiado detenidamente muchos casos en los que los organismos sintetizan
enzimas altamente especificas que introducem cambios en la molécula de los
antibidticos aut6genos, con la consiguiente inactivacién de los mismos. A pesar de
que la naturaleza quimica de los distintos antibidticos es muy diversa, la
detoxicacién de estas sustancias se realiza principalmente de dos maneras: por
acetilaci6n de grupos amino, mediada por acetil-CoA, y por fosforilacién de
hidroxilos con el concurso de ATP. A veces en un mismo organismo coexisten
estas dos formas de inactivacién del antibidtico que producen. Los organismos
mejor estudiados en este sentido son en su mayoria actinomicetos productores de
aminoglucésidos inhibidores de la biosintesis de proteinas; asi, se ha demostrado
que Streptomyces fradiae puede inactivar la neomicina por acetilacién y por
fosforilacién; lo mismo es cierto para S. griseus con respecto a la estreptomicina,
mientras que S. kanamyceticus s6lo posee enzimas para la acetilacién de la
kanamicina. Algunos actinomicetos productores de otras clases de antibidticos
también presentan estos mecanismos de detoxicaci6n, tal ocurre con Streptomyces
alboniger, que posee enzimas que acetilan la puromicina. También se han descrito
este tipo de modificaciones en bacterias del género Bacillus, tal es el caso de las
estirpes de B. circulans que poseen enzimas tanto para la acetilaci6n como para la
fosforilacién de la butirosina.
En cuanto a la autoproteccién mediante la modificacién de la diana se
conocen en profundidad muchos ejemplos; pero nosotros nos limitaremos a citar
aqui solo algunos de ellos dividiéndolos en dos grupos, seguin que la diana sea
ribos6mica 0 no ribosémica.
En el primero de estos grupos se incluyen muchos actinomicetos productores
de antibidticos inhibidores de la sintesis de proteinas y que se autoprotegen
mediante la sintesis de enzimas que metilan el ARN ribos6mico, de manera que
estos ribosomas metilados son resistentes a la accién del antibidtico. Son ejemplos
Streptomyces azureus, que tiene ribosomas resistentes a la tiostreptona debido a
153
que el ARNr 23S esta metilado; asimismo, Micromonospora purpurea es resistente
a la gentamicina debido a la metilacién del ARNr 16S.
La modificaci6n de dianas no ribosémicas se refiere principalmente a ciertas
enzimas que intervienen en la sintesis de acidos nucleicos o del péptidoglucano de
la pared celular, de manera que la nueva enzima no se liga al antibiético. Por
ejemplo, la ARN polimerasa de Nocardia mediterranei tiene modificada la
subunidad beta de modo que la enzima no se une a la rifamicina ni tampoco a las
rifampicinas. También
las estirpes de Streptomyces sphaeroides productoras de novobiocina tienen
modificada la subunidad B de la girasa de forma que pueden replicar su ADN en
presencia de este antibidtico. Cabe citar asimismo a todos los procariotas
productores de antibidticos betalactamicos, que, a diferencia de los eucariotas,
poseen peptidoglucanos en sus paredes celulares, y, por tanto, contienen las
enzimas diana de estos antibidticos, como son las transpeptidasas, carboxipetidasas
y otras PBPs (penicillin binding proteins), que intervienen en la Ultima etapa de
la sintesis de la pared celular procaridtica. Por ejemplo, los actinomicetos
productores de cefamicinas (Streptomices clavuligerus, S. griseus) y las bacterias
Gram negativas productoras de cefabicinas (Lysobacter, Xanthomonas) tienen sus
PBPs modificadas de forman que no se ligan a los respectivos antibidticos.
RESUMEN Y PERSPECTIVAS
A partir de 1941, cuando se comprobo la gran utilidad clinica de la
penicilina, el estudio de la antibiosis y de los antibidticos desperto el interés de
médicos, farmacéuticos, bidlogos, bioquimicos, genéticos, ecdlogos, etc., y este
enfoque multidiciplinar impuls6o el avance de la antibioterapia, de la biotecnologia
y de la genética y ecologia de la antibiosis a nivel molecular, hasta el punto de que
actualmente se conocen en profundidad las bases moleculares del modo de accién
de los antibidticos, asi como el determinismo genético de la resistencia a las
Sustancias antibidticas, tanto alogenas como autégenas. Estos conocimientos, que
son el resultado de investigaciones encaminadas a la elucidacion de la antibiosis en
154
los ecosistemas naturales, pueden servir de base para abordar el estudio de las
demas clases de interacciones antagonistas y mutualistas que condicionan la
coevoluci6n de las distintas poblaciones que conviven en tales ecosistemas. Ello
no es ninguna utopia, pues ya hay ecdlogos que, basandose en los resultados de los
estudios a nivel bioquimico de las interacciones planta-planta, planta-animal y
animal-animal, han llegado a un tratamiento holistico de la ecologia, al que
Harborne considera como una nueva ciencia a la que denomina Bioquimica
ecolégica.
Por consiguiente, y dado que los microorganismos son un material mucho
mas favorable que los vegetales y los animales para los estudios a nivel molecular,
me permito terminar este discurso sugiriendo a los j6venes microbidlogos que la
Ecologia microbiana abordada a este nivel puede ser una importante contribucién
al desarrollo y consolidacién la Ecologia molecular como una ciencia bioldégica
de insospechadas posibilidades.
He dicho.
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Actividades de la Academia
Las actividades académicas en el afio que se comenta, se caracte-
rizaron por UR notable aumento dentro de su 4mbito cultural en rela-
ci6édn con afios anteriores.
Aparte de la tradicional ceremonia de la apertura de curso, que
tuvo lugar, como ya viene siendo costumbre, en el Saldén de Actos de
la Real Sociedad Econdémica de Amigos del Pais de Tenerife, que amable-
mente es cedido por su Director, se celebraron también en el mismo,
cuatro sesiones académicas, al igual que otras tantas en la vecina
ciudad de Las Palmas de Gran Canaria desarrolladas en el Salin de Ac-
tos de la Casa de Colén, a cuya Direccién dejamos igualmente constan-
cia de nuestro reconocimiento. Seguidamente, se expone una relacidén mas
pormenorizada de dichos actos,
La apertura de curso, realizada el dia 27 de Enero de 1995,. fué
presidida por el Excmo. Sr. D. Nacere Hayek, Presidente de la Academia,
acompanado de diversas autoridades universitarias y presidentes de o-
foes) @erporaciones. Tras la lectura por el Ilmo. Sr. Secretario de la
preceptiva Memoria, el Excmo. Sr. D. Federico Garcia Moliner, Premio
Principe de Asturias de Reet Vent pronunci6é con gran brillantez
la conferencia titulada " La ciencia como cuesti6én de interés general "
Los otros actos académicos a que se ha aludido, fueron los si-
guientes:
El dia 2 de Marzo de 1995, el Académico Correspondiente I1lmo. Sr.
D. Luis Angel Cordero Rego, Catedratico de la Universidad de Santiago
de Compostela y itubte de la Real Academia Galega de Ciencias, diserté
sobre el tema "' Matematica pura versus matematica aplicada ", El dia
18 de Abril, el Académico Numerario y Catedratico de la Universidad de
Las Palmas, Ilmo. Sr. D. Bonifacio Nicolas Diaz Chico, lo hizo sobre
" Nuevas funciones para los estrégenos '', El dia 28 del mismo mes,se
159
tuvo la ocasién de oir al Académico Correspondiente Ilmo. Sr. D. Ama-
ble Lian Martinez, Catedratico de la Universidad Politécnica de Ma-
drid, Miembro de la Real Academia de Ciencias y Premio Principe de As-
turias de Investigacién, su disertacién sobre el tema '' El fulgor del
fuego y la ciencia de la combustién ", Esta serie de intervenciones
continuaron con la que tuvo lugar el dia 4 de Diciembre a cargo del
Ilmo, Sr. D, Julio Pérez Silva, Catedratico Emérito de la Universidad
de Sevilla,,Académico Correspondiente de nuestra Academia y Premio Ca-
rias de Investigacién, quien expuso una conferencia sobre " Aspectos
ecol6épicos de- la: antibiosis
En la ciudad de Las Palmas se celebraron asimismo las siguientes
sesiones, todas ellas, como ya antes se dijo, en el Salén de Actos de
la Casa de Coldn:
El. dia 6 de Junio,, el. Ilmo., Sr,.. D..José Regidor Garcia. Catecra-
tico de la Universidad de Las Palmas y Académico Numerario de esta
Corporacién, expuso el tema '" Biologia celular del radical 6xido ni-
trico: su imp]licacioGn en la actividad nerviosa ". Al dia siguiente,
el Profesor Dr. Ingeniero Horst, Kruse, Darector del Instituto dey lec-
nologia del Frio de la Universidad de Hannover, disert6 sobre " La sus-
titucién de los refrigerantes que afectan al medio ambiente "'. Algtin
tiempo después, el 18 de Diciembre, el Colaborador Cientifico del
Cc. S. I. C., Dr. D.. Sergio Moreno, habl6é sobre " La division celuias
y el cancer '"', y-el siguiente dia 19 de Diciembre, el Académico Nume-
rario de nuestra Academia y Catedratico de La Universidad de La Laguna,
Limo... Sr... D,.. Wolfrede Wildpret de. la Torre cerr5 el ciclo con. una_con-
ferencia tutulada " La diversidad vegetal de las especies naturales de
Canaraas,2"..
En este afio de 1995, la Academia intervino, en colaboracién con
otras instituciones universitarias, en la organizacién de diversos cur-
sos de ampliacién de conocimientos, a saber:
160
"Curso de pteridolitas de las Islas Canarias", conjuntamente con
el Departamento de Botanica de la Universidad de La Laguna ( 5 al 13
de Mayo: 30 horas lectivas ). En colaboracién con el citado Departamen-
to, el Dr. Dieter Lupnitz de la Universidad alemana de Maguncia, im-
partid6 una conferencia acerca de " La vegetacién de Nuevo México y A-
razone ",
"Microbiologia de aguas", en colaboraci6én con el Departamento de
Microbiologia de La Laguna (Septiembre a Noviembre: 7 horas lectivas ).
"Cartografia Bent6énica", en colaboraci6én con el Colegio Oficial de
Bidlogos y la Facultad de Biologia de la Universidad de La Laguna (dias
22 a 25 de Noviembre: 15 horas lectivas).
Ha aparecido el volumen VI (1994) de la Revista que edita la Aca-
demia, que sigue manteniendo una alta calidad, El volumen consta de dos
fasciculos, el primero dedicado a la Seccién de Matematicas y que con-
tiene 10 articulos de la especialidad; y el segundo, a las de Fisica,
Quimica y Biologia, con 9 articulos. Ya se halla parcialmente repartido.
El premio de la Academia, que correspondié en el afio 1994 al drea
de Biologia, ha sido declarado desierto. Oportunamente fué convocado el
del anio 1995 objeto de esta memoria, correspondiente a la seccioén de
Quimicas, el cual por decisién undnime del Jurado nombrado al efecto,
fué concedido a la Doctora Dofia Pastora Maria Torres Verdugo de Cérdoba.
El trabajo merecedor del premio, se encuentra publicado en el fascicu-
lo nG@m, 2-3-4 del volumen VII de la Revista de la Academia (1995).
La Junta General Ordinaria se reuniéd, como es preceptivo, en el mes
de Enero. De lo alli tratado, es digno de resefiar la aprobaciédn de la
propuesta de la Junta de Gobierno, referente al nombramiento como Acadé-
micos Correspondientes de los Dres. D. Amable Lifian Martinez y D. Luis
Angel Cordero Rego, complaciéndose la Academia, por ello, al poder con-
tar entre sus miembros con estos prestigiosos Catedraticos universita-
rios. La Junta encomend6é, por otra parte, al Sr. Presidente de la Acade-
161
mia, que gestionara en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, el
uso de algun local, para que se pudieran désarroliar alli actos aca-
démicos. Esta gesti6én fué coronada por el éxito, al autorizarse ka
cqesidn del Salén de Actos del emblematico y bello edificio conocido
como Casa de Coloén. También se entablaron conversaciones con el I1mo.
sr. . Presidente del Cabildo* Insular.de Gran Canaria, al objeto de an-
centivar la actuacién de la Academia en aquella capital, esperandose
que todo cristalice con la firma de sendos convenios de colaboracidon,
En orden a la posibilidad de disposicion de un edificio propre
donde la Academia pudiese instalar una definitiva-sede social bas
gestiones realizadas no han podido afn asegurar un proyecto inmedia-
to,
Damos cuenta, por <imo, en este apartado, de una. conferencia
que, dentro de un programa de Doctorado organizado por la Universi-
dad de La Laguna, fué impartida en Diciembre de 1995 por el Académi-
co Numerario Dr. D. Juan José Bacallado Aranega sobre los Museos de
Ciencias Naturales y el Mar como recurso educativo, didactico y cien-
tifico. Dado el interés de la misma, hemos considerado conveniente
reproducirla seguidamente en este fasciculo, al que por su naturaleza
corresponde.
162
Ber ncoed.Canar.Cienc.. ».VIizt. (wGms..2:,3..y 4). 163-192 (1995)
LOS MUSEOS DE HISTORIA NATURAL COMO CENTROS DE
INVESTIGACION Y CONSERVACION DE LA BIODIVERSIDAD. *
Por
Juan José Bacallado Aranega
INTRODUCCION
Se me ha pedido que imparta una charla introductoria dentro del master que, sobre
Didactica de las Ciencias, organiza la Universidad de La Laguna en colaboracidn con
algunos Centros de Secundaria, el Instituto de Astrofisica de Canarias y el Museo de
Ciencias Naturales de Tenerife. El enfoque de la misma debe girar en torno al ambito: "Los
Museos de Ciencias Naturales y el Mar como recurso educativo, didactico y cientifico".
Sin embargo, creo necesario elaborar la mencionada charla dandole un enfoque mas
holistico, poniendo sobre el tapete el importantisimo rol que juegan los Museos de Historia
Natural como centros de investigacion y salvaguarda de la biodiversidad, lo que comparten
con otros centros e instituciones similares tales como: Jardines Botanicos, Parques
Zoolégicos, Insectarios, Acuarios, Reptilarios, Aviarios, etc., siempre y cuando —estos
Ultimos— sean organizaciones serias tuteladas por organismos locales, regionales o estatales;
OL ee eee ee eee
(*) Por el interés en cuanto atafie a la conservaci6én y salvaguarda
de la biodiversidad, el Comité Editorial ha considerado conveniente
xeproducir aqui la disertaci6én del Dr. D. Juan José Bacallado Aranega
sobre Museos de Historia Natural realizada en La Laguna en Diciembre 19
163
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4
a
como también otras iniciativas empresariales, casi paraoficiales o paraestatales, en las que
la ética profesional, el respeto a las leyes internacionales sobre trafico y tenencia de especies
y el enfoque eminentemente educativo y de preservaciOn de animales y plantas primen sobre
el puramente economicista, lo que no suele ser la norma en muchos de estos parques
tematicos.
Asi pues, abordaré el tema centrandome en el papel de los Museos de Ciencias
Naturales como centros de investigacion, donde se trabaja en proyectos de floristica y
faunistica en el mas amplio sentido: taxonomia, corologia, biogeografia y bioecologia (en
nuestro caso bioecologia insular), sin olvidar otros proyectos no menos relevantes tales como
procesos geolégicos, paleontologia, biologia marina, investigacién educativa y un largo etc.
Por consiguiente, un tema tan amplio requiere que reflexionemos un poco sobre el
papel de los Museos de Historia Natural, partiendo de la propia definicién de museos, a la
par que esbocemos su organizaciOn interna y sus lineas de trabajo.
Al propio tiempo tendremos que definir y aclarar lo que entendemos por biodiversidad,
asi como las estrategias globales que se llevan a cabo a nivel mundial para tratar de frenar
la destruccion, alteracién y la pérdida diaria de ecosistemas, de habitats, de especies y en
suma del patrimonio genético universal.
MUSEOS DE HISTORIA NATURAL
Todo museo que se precie debe cumplir tres grandes misiones: CONSERVACION,
INVESTIGACION y DIFUSION. Los Museos de Historia Natural son lugares
privilegiados de observacidn de la diversidad; son, de alguna manera, los escaparates
simbolos de la biodiversidad, como los hipemercados lo son de la sociedad de consumo.
164
Mas que ningunos otros, los naturalistas de los museos estan impregnados, de diversidad,
puesto que estan continuamente inmersos en ella. Y como también estamos rodeados de
fosiles —testigos de que la desaparicién de las especies forma parte del gran teatro de la
vida— forjamos nuestras opiniones con prudencia, rigor y moderacion. [1]
El Museo de Ciencias Naturales de Tenerife es un centro dedicado a la investigacioén
y divulgacion de la gea, flora y fauna (tanto actual como foésil) de las islas Canarias en
particular y de la Macaronesia en general. Es un centro con vocaci6n regional abierto a la
colaboracién con la comunidad cientifica internacional, como asi parece demostrarse por los
programas y proyectos en los que participa y ha participado el personal cientifico, técnico
y educativo del Museo: Galapagos 92, Magreb 86-88, Antartida 95, Venezuela,
Macaronesia, y un largo etc.
Antecedentes Histéricos
En Junio de 1951 el Cabildo Insular de Tenerife adopt6 el acuerdo de crear el
mencionado Museo, que en principio se nutrid de colecciones de muy diverso origen,
aunque la base de ella fueron parte de los fondos adquiridos a la familia de Anselmo Benitez
(1859-1937) en el afio 1949 (Gabinete de Historia Natural).
Sin embargo el funcionamiento del Museo como tal no comenz6 hasta que se creo, por
acuerdo de 31 de enero de 1962, la Seccién de Entomologia, puesta en marcha por el
entomdlogo y recordado naturalista José Maria Fernandez Lépez en colaboracién con los
también entomdlogos Manuel Morales Martin y Rafael Arozarena Doblado. En esas mismas
fechas se designé como Director cientifico al Dr. Telesforo Bravo Expésito.
La mentada seccidn comenz6 sus trabajos gracias a la aportacién de toda la coleccién
165
entomoldgica asi como la bibliografia especializada de Fernandez Lopez, en una callada
labor de mas de 20 ajios.
Desde aquella fecha hasta 1974 el Museo se instal6, por acuerdo entre el Presidente
del Cabildo Juan Ravina y el Alcalde de Santa Cruz Joaquin Amig6 en unos locales
inadecuados -antigua Granja Agricola- del hoy flamante nuevo parque municipal de La
Granja; ya en aquellas fechas se tomo el acuerdo verbal de construir en ese mismo lugar y
por consenso entre ambas Corporaciones, un pabellon para su instalacién definitiva.
El que redacta esta lineas, que pudo gozar una parte de aquellos "gloriosos" afios 60,
piensa que se desperdicié una ocasiOn unica e irrepetible para que la ubicaci6n definitiva del
Museo de Ciencias Naturales hubiera sido el Parque de La Granja, lugar ideal para la
investigaciOn e instalacién de un edificio racional, planificado a la medida de un museo
moderno, con sus anexos de acuarios, terrarios, aviarios y parque-jardin botanico con
ejemplares de nuestra flora autéctona.
No obstante, el traslado del Museo a su actual y definitivo emplazamiento, el antiguo
Hospital Civil (Hospital de Nuestra Senora de Los Desamparados), reine algunas ventajas,
como son: situaciOn estratégica en pleno corazon de la ciudad y en un entorno en el que el
Casco antiguo limita con el area destinada a la expansiédn de Santa Cruz, presencia de
monumentos hist6rico-artisticos de gran relevancia, asi como cierta posibilidad de
crecimiento en los solares colindantes que han sido destinados a equipamiento cultural.
Entre los afios 1720 y 1725 se iniciaron las obras de construccién de dicho hospital,
debiéndose a la iniciativa de los hermanos Rodrigo e Ignacio Logman Van Heiden. Al
resultar las instalaciones insuficientes, se encargé al arquitecto de Oraa y Arcocha la
redaccion de un proyecto para un nuevo edificio anexo al anterior, concluyéndose las obras
166
en 1890, pero el inmueble fue objeto de sucesivas ampliaciones, la Ultima de las cuales se
debe al arquitecto Tomas Machado de Méndez Fernandez de Lugo.
Desde el punto de vista arquitecténico mas estricto es éste un edificio de gran interés.
Su zona antigua es una de las muestras mas cualificadas de la Arquitectura neoclasica de las
Islas y quizas la obra maestra de Oraa, destacando en su exterior la sabiduria de las
proporciones, el equilibrio y serenidad de la composicion y la gran maestria en el uso y
disefio de todos y cada uno de los elementos arquitecténicos, y en su interior la luminosidad
de sus naves y sus proporciones admirables que entroncan directamente con las de la
arquitectura tradicional canaria, en torno a dos patios gemelos (siguiendo la mas pura
tradicién espafiola de patios cerrados).
Con fecha 29 de junio de 1979 el pleno del Cabildo de Tenerife acord6, por
unanimidad, la iniciacidn de los tramites previos a la posible restauracién y
acondicionamiento del referido edificio, para convertirlo en conjunto de Museos y Centro
de Actividades Culturales. Asimismo, la Comisi6n Provincial del Patrimonio Histdérico
Artistico acuerda iniciar, ese mismo afio, expediente de Declaracién de Monumento
Hist6rico-Artistico de caracter Provincial, declaracién que se consigue en 1984 gracias a los
informes favorables de la Real Academia de la Historia y del propio Cabildo.
En 1979 es nombrado Director del Museo el Catedratico de Botanica de la Universidad
de La Laguna, Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre, cargo que desempefia hasta julio de
1983, en que es sustituido por el que escribe estas lineas, quien por concurso publico de
méritos pasa a ocupar la plaza de Director en propiedad el 1 de enero de 1986.
En la actualidad las obras de restauracién y acondicionamiento estan muy avanzadas,
aunque queda mucho camino que recorrer, sobre todo en lo que se refiere a la futura
167
instalaciodn de las salas definitivas, iluminacién, carpinteria, laboratorios, talleres,
equipamiento, seguridad, etc.
Actualmente parece claro que el referido Centro acogera definitivamente dos de los
museos dependientes del Cabildo: Museo de Ciencias Naturales y Museo Arqueoldgico,
denominandose al conjunto "Museo de la Naturaleza y el Hombre".
Recientemente e] Cabildo ha creado el Organismo Aut6nomo de Museos, con la
finalidad de dotar a todos ellos de estructuras administrativas y de personal que agilicen su
funcionamiento.
Termino esta breve resefia histérica dejando constancia de la importante y laudatoria
labor del Cabildo de Tenerife en lo que a politica museistica se refiere, lo que sin duda
culminara en los préximos afios con la inauguracién de unos centros especializados de
categoria internacional.
Este esfuerzo de ahora debe tener su continuidad asegurada, con un seguimiento y
mantenimiento sostenido, asi como con el conveniente reciclaje de personal y material
acorde con los avances tecnolégicos y con las exigencias del tejido social.
Cuando llegué a la Direccidn del Museo me propuse varias metas que consideraba y
considero vitales:
- Dotarlo de personal cualificado y fijo.
- Inventariar y acrecentar sus fondos de colecciones y bibliograficos.
- Potenciar sus publicaciones propias (Revista Vieraea —6Organo cientifico del Museo—
monografias, publicaciones didacticas, etc.).
- Mejorar su infraestructura con los necesarios materiales de trabajo: aparataje y utillaje de
investigaciOn, taxidermia, informatica, almacenamiento y oficina.
168
- Organizaci6n del trabajo por areas, secciones o departamentos interconectados, aunque
cada uno con su vida propia y sus correspondientes responsables al frente.
-,Libertad de accién para las referidas secciones y sus lineamientos de investigaci6n, versus
exigencia de maxima responsabilidad.
- Continua presencia en la calle con exposiciones temporales e itinerantes, amén de cursillos,
charlas, conferencias y talleres.
- Potenciacién del Departamento Educativo y de Difusién.
- Apertura al publico de todas las salas del Museo con nuestro mensaje o discurso final y
prioritario:
- PROTECCION DEL MEDIO AMBIENTE Y PRESERVACION DE LA
DIVERSIDAD GENETICA. |
Todo ello debera conseguirse con la existencia de un equipo investigador y técnico
puesto al dia en los diferentes campos cientificos, lo que repercute en el 6ptimo desarrollo
de las otras dos funciones basicas: CONSERVACION y DIFUSION.
Objetivos de la investigacion:
1. Contribuir al conocimiento de la gea, flora y fauna de Canarias y del enclave
Macaronésico.
2. Apoyar con sus colecciones las investigaciones de otras instituciones coincidentes
en los mismos propésitos.
169
3. Elaborar inventarios y catalogos del material que compone sus colecciones y de la
documentacion archivada en sus bancos de datos.
4. Perfeccionar las distintas técnicas museolégicas y museograficas mas oportunas para
el entorno canario.
5. Profundizar en el conocimiento de las necesidades y requerimientos de su publico
real, potenciando eficaces programas de difusi6n orientados a él.
Conservacion.
Las colecciones de los Museos de Historia Natural son patrimonio de todo el tejido
social; son Patrimonio de la Comunidad Aut6énoma, Patrimonio Nacional y, a no dudarlo,
Patrimonio de la Humanidad; en especial el material tipo que debe conservarse en una
tipoteca de maxima seguridad y que esta a disposiciédn de toda la comunidad cientifica
internacional.
La conservacién es una de las funciones basicas de todo museo. Mantener sus
colecciones en perfecto estado es imprescindible para su estudio por cualquier persona
interesada y como referencia de futuras generaciones.
Objetivos:
1. Crear, conservar, incrementar, ordenar e inventariar colecciones, de especimenes de los
tres reinos de la naturaleza (en especial los del entorno macaronésico), para fines de estudio,
divulgacion y deleite.
2. Gestionar intercambios y préstamos con otras instituciones.
3. Crear y mantener una base de datos informatizada de los fondos existentes en el Museo.
170
Difusi6n.
La herramienta basica para la difusién de los diferentes aspectos que se engloban en
un museo es la exposicién permanente. Como complemento se llevaran a cabo
exposiciones temporales e itinerantes, asi como una serie de actividades dirigidas al
profesorado, centros escolares y publico en general, constituidas por cursos, talleres,
publicaciones didacticas, conferencias, mesas redondas, debates, etc.
Objetivos:
- Facilitar y contribuir al conocimiento y la interpretacion de la naturaleza.
- Favorecer y propiciar un cambio de actitud de la sociedad en orden a la valoracién y
respeto del medio ambiente.
- Promover y facilitar un mejor conocimiento de los museos como instrumentos utiles para
la educacion, la cultura y el deleite.
- Fomentar la formacién profesional y la continuada puesta al dia del personal especializado
en museologia y museografia.
Asi pues los Museos de Ciencias Naturales 0 Historia Natural y muy particularmente
el nuestro —dado el entorno insular donde esta situado— asume la Estrategia para el
Futuro de la Vida, segtin las pautas emanadas del documento "CUIDAR LA TIERRA",
elaborado por la UICN (Unién Mundial para la Naturaleza), el PNUMA (Programa de las
Naciones Unidas, para el Medio Ambiente) y la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza),
cuya finalidad es el desarrollo sostenible:"mejorar la calidad de vida humana sin rebasar la
capacidad de carga de los ecosistemas que la sustentan".
Resumiendo, hacemos nuestros los objetivos de la UICN, aportando el esfuerzo de
Investigacion y Educacién Ambiental en el 4mbito que nos compete. Dichos objetivos son:
171
- Aneel la conservacion de la naturaleza y especialmente su diversidad biolégica, como
una de las bases esenciales para el futuro;
- Garantizar que cuando se utilicen recursos naturales de la Tierra, ello se haga de manera
racional, equitativa y sostenible;
- Guiar el desarrollo de las comunidades humanas hacia modos de vida dignos y en armonia
constante con otros componentes de la biosfera.
Los Museos son instituciones al servicio de la sociedad y su desarrollo, por lo que es
necesario e imprescindible promover el conocimiento de sus funciones y del papel que
juegan en este sentido.
Seguin recoge el ICOM (Consejo Internacional de Museos): "La civilizacién actual
tiende a evolucionar hacia una sociedad basada en el bienestar, lo que significa un aumento
del tiempo libre que se puede emplear en el consumo cultural. Este hecho se manifiesta en
un incrememnto del uso social del patrimonio. El concepto de este término va ampliandose
dia a dia, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo y en consecuencia los
limites de la museologia se ven desbordados ante la necesidad de ofrecer propuestas
cientificas, culturales, educativas y lidicas cada vez mas numerosas y de mayor calidad,
mientras que a la vez los museos deben enfrentarse a nuevos retos e instrumentos de gestidn
alternativos. "Ademas, las amenazas contra la preservacién de los bienes culturales y
naturales no sdlo no disminuyen, sino que se mantienen y en algunos casos incluso se
intensifican".
172
INVESTIGACION
Decia Ramén y Cajal: "No se ensefia bien sino lo que se hace y quien no investiga no
ensefia a investigar”.
Igualmente, quien en nuestras disciplinas y areas de conocimiento no se mantiene
medianamente al dia (manejo bibliografico, cursos y congresos), 0 no lleva a cabo una
discreta labor de campo, no estara preparado para ensefiar, educar y difundir conocimientos
medianamente rigurosos.
Por otra parte la actividad cientifica requiere medios, 6rganos de trabajo y recursos
materiales; de otro modo podran surgir brotes ocasionales, pero no existira esa continuidad
Capaz de asegurar un crecimiento constante.
Los Museos de Ciencias Naturales podrian —y de hecho asi esta comenzando a
suceder— actuar como catalizadores o nudos en una red de trabajo internacional para
registrar e investigar la biodiversidad.
Lineas concretas de investigaci6n marina:
- Estudio de la micro y macrofauna atlantica
- Estudios sobre el Bentos marino del area circuncaria.
- Opistobranquios de Canarias: estudios sistematicos, zoogeografico y quimico.
- Atlas de zooplancton de Canarias.
- Moluscos Prosobranquios de Canarias.
- Ictiologia y carcinologia de profundidad.
- Ictiologia plancténica.
173
- Repercusiones museisticas (museografia y divulgacién).
- Evaluaci6n de varamiento de cetaceos en Canarias.
Lineas concretas de investigaci6n terrestre:
- Taxonomia, bio-ecologia, corologia, dinamica poblacional, origen, etc. de la flora
y fauna del archipiélago.
- Paleontologia: estudio de yacimientos fésiles, dunas fésiles y playas levantadas.
- Geologia: procesos geolégicos, cavidades volcanicas, origen y poblamiento del
archipiélago.
- Entomologia: Himendpteros, Coledépteros y Lepid6pteros de Canarias.
- Ornitologia: atlas ornitogeograficos insulares. Aves marinas: distribucién, biologia y
dinamica poblacional.
- Botanica: acm y corologia de liquenes. Dinamica de poblaciénes de faner6gamas
(biogeografia).
Investigaci6n educativa:
- Analisis de tipos de publico visitante.
- Sondeos publicos.
- Evaluacién de las exposiciones fijas, temporales e itinerantes.
- Influencia de los factores técnicos de la exposiciOn en la adquisicién de conocimientos.
174
Informatizaci6n:
- Creaci6n de base de datos como soporte para la realizacion de mapas de distribucién
geografica y temporal de las plantas fanerogamas y aves en las islas Canarias.
Todo lo anteriormente expuesto conlleva la formacién de nuevas colecciones y el
crecimiento y catalogacién de las ya existentes, asi como la publicacién de los trabajos
cientificos derivados de la mencionada investigacion.
La divulgaci6n de todo ello corre a cargo del Departamento Educativo, lo que se lleva
a cabo a través de las exposiciones fijas, temporales, itinerantes y de los distintos canales
de informacion: publicaciones didacticas, material audiovisual, cursillos a profesores,
conferencias, seminarios, etc.
La labor de ese Departamento tiene que estar arropada por todas las areas 0 secciones
del Museo. Téngase en cuenta que la finalidad primordial de nuestra institucidn es
divulgativa, procurando que el visitante adquiera y amplie sus conocimientos sobre la
naturaleza canaria en particular, tratando de estimular su sensibilidad, espiritu critico y
capacidad de percepcién, lo que —sin dudarlo— propiciara un mayor respeto hacia nuestro
fragil medio natural.
Retomando la investigacién cientifica quiero aprovechar para reiterar la importancia
de la misma.
El estudio descriptivo de la diversidad vegetal y sobre todo animal, es una ingente y
dificil tarea: se trata de descubrir, describir y clasificar racionalmente la enorme diversidad
taxonoémica como paso previo a cualquier otro tipo de investigacién.
Hasta el momento presente se han descubierto y descrito alrededor de un millon
doscientas mil especies, pero si nos atenemos a los calculos mas optimistas —basados en
175
recientes estudios de la fauna tropical— atin quedan por conocerse varias decenas de
millones. Como muy bien dice TELLERIA [7], esta titanica labor de inventariado tropieza con
varios problemas:
-"La costosa formaci6dn de especialistas".
-"La urgente necesidad de estudiar esta diversidad ante la inminente desaparicién de
miles de especies —sin conocer antes las potencialidades que encierran— como consecuencia
de la destrucci6n de sus habitats".
-"La incomprension, probablemente interesada, de la que hacen gala otras ramas de
la Biologia, hacia este tipo de estudios descriptivos, a los que consideran aproximaciones
coleccionistas y estaticas que no debieran gozar de excesivo apoyo econdémico".
Como comenta acertadamente ALVARADO (com. pers.) "... la zoologia cientifica ni
tiene buena prensa, ni goza en el pais del favor de los poderes publicos. Hay que limitarse
a una zoologia de inmediata aplicacién practica. No hay mas medida que el rendimiento
peseta/hora o cualquier otro mdédulo de tipo econdémico".
Canarias, con una elevada tasa de endemismos en flora y fauna ha sido y sigue siendo
lugar preferido por especialistas de todo el mundo para los estudios que vengo comentando,
y nuestro Museo ha supuesto para ellos —desde su fundacién— el punto de encuentro y
consulta obligada.
Nuestra responsabilidad es mantener esa linea de investigaci6n marcada certeramente
por quienes nos precedieron, tratando —eso si— de renovar metodologias, coordinar
estudios y aunar voluntades.
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177
BIODIVERSIDAD
Biodiversidad, 0 lo que es lo mismo "diversidad biolégica", es un término colectivo
que abarca la variedad de todas las plantas, animales y microorganismos de nuestro planeta.
Aunque en la actualidad la preocupacion por la conservacion de las selvas tropicales acapara
el interés de los medios de comunicacion, la conservacién de la biodiversidad es una
cuestiOn mucho mas amplia, que incluye la diversidad de los medios acuatico, marino y de
las zonas templadas, las plantas cultivadas y los animales domésticos, los microorganismos
y, de hecho, la totalidad de la vida en la tierra.
Junto a HALFFTER (del Instituto de Ecologia de Xalapa en Veracruz, México) todos
nos preguntamos: {Cual es la razon para el actual interés, general y subito, en torno a la
biodiversidad? Podriamos esbozar muchas respuestas, ninguna categ6rica: una de ellas
—ligada al mundillo politico o al de los pseudoecologistas— podria ser el de una "moda muy
en boga", que "viste, lustra y da esplendor a los discursos, proclamas y programas", en
busca del "voto perdido", para mas tarde caer en el caj6én del mas absoluto de los olvidos.
Como muy bien escribe HALFFTER [3] la respuesta mas correcta podria ser porque:
"En la ultima década del siglo XX la diversidad bioldgica se ha convertido en el paradigma
de lo que tenemos y estamos perdiendo, un simbolo del mundo en que nuestra cultura y
concepcién del universo ha evolucionado, mundo que esta a punto de cambiar de manera
irreversible. El] hombre, en todas las épocas, ha tenido necesidad de cambio y, al mismo
tiempo, miedo al cambio. Esta contradicci6n es manifiesta en las civilizaciones industriales
que preconizaron el uso despiadado del medio natural, y que ahora muestran una inquietud
creciente ante la pérdida de la diversidad biolégica ". "Estamos casi en un callején sin salida,
ya que es casi imposible imaginar un desarrollo socioeconémico como el actual sin afectar
178
profundamente el medio natural, y de éste el elemento mas fragil es la diversidad bioldégica".
Es urgente y de todo punto necesario conocer la magnitud de la biodiversidad:
describir, catalogar e inventariar todos los organismos vivientes, aunque sdlo sea por
razones utilitarias, o por la ya larga tradicidn de controlar la naturaleza y sus bienes.
"Distinta (aunque no contraria, ni excluyente) es la busqueda, a través de la
investigacion cientifica, de elementos que nos permitan entender porqué existe la diversidad
biologica. Esta postura trata de establecer nuevas reglas de uso y convivencia entre sociedad
y naturaleza, lo que lleva a considerar que también las relaciones entre las distintas
sociedades humanas deben cambiar. Dentro de esta posici6n toma importancia creciente la
critica implicita o directa a los efectos del actual estilo de desarrollo, como asimismo la
busqueda de nuevos modelos (HALFFTER, op. cit).
Algunas definiciones de BIODIVERSIDAD.
- Término amplio que abarca la variabilidad entre organismos vivos de todos los medios,
incluidos los ecosistemas terrestres, marinos y otros ecosistemas acuaticos, asi como los
complejos ecolégicos de los cuales forman parte. La biodiversidad incluye la diversidad
dentro de la especie, entre especies y entre ecosistemas. La biodiversidad esta en funcion
del tiempo (evolucién) y del espacio (distribucién biogeografica) (DI CASTRI ef al. [2]).
- La biodiversidad es un resultado del proceso evolutivo que se manifiesta en la existencia
de diferentes modos de ser para la vida. La diversidad biolégica abarca toda la escala de
organizacion de los seres vivos (HALFFTER) [3].
- La propiedad de las distintas entidades vivas de ser variadas. Asi, cada clase de entidad
—gen, célula, individuo, comunidad o ecosistema— tiene mas de una manifestacion
179
(SOLBRIG [6]).
- La biodiversidad es la totalidad de los genes, las especies y los ecosistemas de una regién
(Estrategia global de la biodiversidad, 1992).
En sentido estricto, la diversidad es simplemente una medida de la heterogeneidad de
un sistema. En el caso de los ecosistemas biol6gicos, la diversidad se refiere a la
heterogeneidad biolédgica, es decir a la cantidad y proporcién de los diferentes elementos
bioldgicos que contenga el sistema.
El concepto mismo de la biodiversidad y la preocupaci6n por su pérdida son realmente
muy recientes.
Aunque los naturalistas llevamos mas de 250 afios describiendo especies, es sdlo en
las Ultimas décadas que nos hemos dado cuenta de la inmensidad del escenario bioldgico,
de lo mucho que resta por descubrir e investigar, asi como del enorme peligro en que se
encuentra todo ese potencial biol6gico. La inminencia de su pérdida esta sirviendo de
revulsivo para acelerar su estudio, presionando a las administraciones para que destinen
mayores recursos al efecto.
zPOR QUE ES CRUCIAL LA BIODIVERSIDAD?
- Porporciona comida, material de construccién, materias primas para la industria,
medicinas.
- Proporciona la base de todas las mejoras en las especies animales domesticadas y vegetales
cultivadas.
- Mantiene las funciones de los ecosistemas, incluyendo los procesos evolutivos.
- Almacena y mantiene en circulacién los nutrientes esenciales para la vida, por ejemplo,
180
carbono, nitr6geno y oxigeno.
- Absorbe y descompone los contaminantes, incluyendo los desechos orgdnicos, los
pesticidas, los metales pesados.
- Recarga los acuiferos, protege las cuencas hidrograficas y amortigua las condiciones
extremas del agua.
- Produce suelo y lo protege de la erosién excesiva.
zPOR QUE SE PIERDE LA BIODIVERSIDAD?
Amenazas directas.
- Fragmentacion o pérdida de los habitats naturales.
- Sobreexplotaci6n de especies concretas.
- Invasiones ecoldégicas resultantes de las actividades humanas.
- Contaminancion.
- Cambio climatico regional.
Causas subyacentes.
- Patrones de uso de la tierra.
- Pobreza y conflictos civiles.
- Crecimiento de la poblacion.
- Carencia de oportunidades de desarrollo econémico en las areas rurales.
- Patrones de consumo.
- Uso de un numero limitado de variedades.
- Los subsidios para el uso no sostenido de la biodiversidad y los precios no reflejan los
181
costes ambientales.
- Instituciones, legislacién y normativas débiles.
- Carencia de conocimiento cientifico.
Parte de la informaci6n crucial necesaria para la conservacién a largo plazo de la
biodiversidad esta atin por recopilar. Por ejemplo, los cientificos no conocen con exactitud
el numero de especies que pueblan la tierra, su distribucién, el papel que desempeiia la
biodiversidad en el mantenimiento de los sistemas naturales globales y del bienestar humano,
ni cOmo y en qué medida esta cambiando la biodiversidad.
Las decisiones que se toman hoy determinan, en ultima instancia, el éxito a largo plazo
de las iniciativas de conservacion. Gran parte de dichas decisiones podrian mejorarse
mediante una base mas solida con respecto a la informacion cientifica disponible sobre la
biodiversidad. Al propio tiempo, sera esencial recabar mas informacion para perfeccionar
las estrategias de conservacion a largo plazo.
DIVERSIDAD BIOLOGICA MARINA.
Los sistemas marinos son, en todos los sentidos, extraordinariamente diversos, tanto
desde el punto de vista genético como taxonémico y ecoldégico. Dado el gran reconocimiento
que esta ganando la biodiversidad, tanto la bibliografia cientifica como la prensa se hacen
eco de los problemas que afectan a muchos sistemas marinos, en especial los costeros, que
estan siendo agotados, sometidos a drasticas alteraciones, sobreexplotacién pesquera y
contaminacién. El Programa Medioambiental de Naciones Unidas (UNEP, 1990) ha
documentado la existencia de pat6genos, sustancias t6xicas, eutrofizacién y fragmentacién
de los habitats ecolégicos del medio ambiente marino. El UNEP también informa que la
182
diversidad bioldgica ha decrecido. Estos informes llevan a los cientificos a la sospecha de
que muchos ecosistemas marinos estan en estado de colapso ecolégico.
EDWARD WILSON [8] de la Universidad de Harvard, estima que el nimero de especies
se encuentra "entre los 5 y los 30 millones". Debido a que mucha especies estan amenazadas
de extincién, el Comité Cientifico Nacional (National Science Board) (1989) concluy6 que
la pérdida de la diversidad bioldgica constituye "una crisis global que requiere soluciones
internacionales". Por tanto, la pérdida de la biodiversidad merece de forma urgente la
atencion publica y el interés cientifico.
Sin embargo, los sistemas marinos han quedado relativamente descolgados, porque
estan "ocultos", "olvidados" para la mayoria de la gente, incluyendo a casi todos los
cientificos. La inaccesibilidad de la mayor parte de los medios marinos para todos, salvo
para los submarinistas, implica que existe una escasa experiencia comun sobre los hechos
naturales que se producen en ellos, y que los experimentos que se realizan suelen ser
limitados desde el punto de vista temporal y espacial. Pero muchos sistemas marinos se
encuentran en una situacion critica, al igual que los bosques tropicales. El incremento en la
atenci6n publica y la necesidad de una mayor investigacién cientifica de la naturaleza de la
diversidad biol6gica marina nos plantea dos cuestiones importantes, cientificas y sociales.
La primera es saber en qué medida las perturbaciones y la alteracién del habitat — de origen
humano— conducen a la extincién. En segundo lugar, hay que determinar si la diversidad
de especies esta relacionada con la funcidn del ecosistema y, por consiguiente, como afecta
a la sociedad.
Un grupo de expertos de la Unién Internacional de Ciencias Biolégicas (UICB), de la
Asociacién Internacional de Oceanografia Biol6gica (AIOB) y de la UNESCO, ha
183
desarrollado un programa para resaltar la importancia del medio marino en los estudios de
biodiversidad. En el pasado estos estudios fueron enfocados preferentemente hacia el medio
terrestre. La investigacién de la biodiversidad marina supone un importante desafio
cientifico y de conservacién, por el gran tamafio y la relativa dificultad de acceso a los
ecosistemas marinos. Es, desde hace ous alos, que se empieza a comprender la
biodiversidad marina, aunque timidamente se aplican soluciones convenientes. Se est4n
iccceaparia nuevos reservorios de alta diversidad desde los mares profundos hasta las
regiones polares; asimismo con las comunidades microbianas marinas se ha abierto un
campo de diversidad practicamente inexplorado.
Los organismos ya citados (UICB/AIOB) conjuntamente con el programa de ciencias
del mar de la UNESCO, han culminado en la publicacién de una propuesta de investigacién
vinculando la biodiversidad marina y la funcién ecosistémica. (Integrado dentro del
Programa DIVERSITAS, de la UICB-SCOPE (Comité Cientifico sobre Problemas
Ambientales)- UNESCO).
También parece que, aprovechando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED) (Conferencia de Rio/92), se prepar6é un informe
que presenta un plan para la ejecucién de un programa integrado sobre biodiversidad
marina, incluyendo investigaciOn tedérica y experimental con objetivos a largo y corto plazo,
asi como aspectos de educacién y formacion. En él se identifican ecosistemas apropiados,
se propone una red de sitios de estudio en distintas regiones del mundo y se presentan
programas para el seguimiento y desarrollo de inventarios.
E] resultado es un protocolo global, dentro del cual los laboratorios o instituciones
alrededor del mundo podran identificar contribuciones especificas conducentes a un mejor
184
conocimiento de cémo las actividades humanas afectan la biodiversidad marina y las
consecuencias de tales efectos.
El] programa internacional qued6 bautizado como: Biodiversidad Marina y Funcién
de los Ecosistemas, con el objetivo de "comprender la diversidad biolégica en el contexto
de la estructura y funcidén de los ecosistemas".
Como muy bien dicen RAY y GRASSLE [5]: "Hay disponibles muchas nuevas
herramientas y métodos para medir la diversidad biolégica y evaluar su importancia de cara
a la funcién de los ecosistemas: uso de satélites para la obtencién de imagenes de utilidad
medioambiental; técnicas de laboratorio para la evaluacidn de fendmenos genéticos y
moleculares; ordenadores para generar modelos de la dinamica de los ecosistemas y las
comunicaciones internacionales, que permiten una rapida circulacién del conocimiento. Sin
embargo, lo mas importante es el reconocimiento de que la biodiversidad no existe en el
sofisticado mundo de los ordenadores y la electr6nica de consumo, sino en la historia natural
de los organismos y sus medios".
"La esencia de todo (sin despreciar las herramientas de trabajo) seguiria siendo el
cientifico abriéndose paso por el campo, o bajo el agua, con equipos de inmersién o
submarinos, para observar directa e intimamente la naturaleza. Por otra parte, la solucién
a la crisis de la biodiversidad, tal y como se ha dado en llamarla, depende, en ultima
instancia, de la aplicacién del conocimiento cientifico a la sociedad como un todo.
Esperemos que la sociedad sepa comprender el alcance de nuestros esfuerzos, prestando el
apoyo necesario y la atenci6n a los logros cientificos".
Termino reiterando el gran y decisivo papel de los Museos de Historia Natural
—auténticos reservorios de datos sobre diversidad biolégica ademas de centros con
185
experiencia en la taxonomia— en el desarrollo de investigaciones encaminadas a la
comprensi6n conservaci6n y uso sostenible de la biodiversidad.
Estoy de acuerdo con PERE ALBERCH que resume sus ideas asi:
"Los museos de historia natural se encuentran en un punto 4lgido y critico de su
historia. Para desempefiar un papel protagonista en la investigacién de la biodiversidad
deben cambiar su forma de funcionamiento e imagen publica. Las colecciones han crecido
de una forma aleatoria, conforme a los intereses y preferencias de los sucesivos
conservadores. Existe una necesidad urgente de crear redes internacionales y prdcticas
estandar entre museos para afrontar el reto de la crisis de la biodiversidad".
Para ello el ICOM recomienda lo siguiente:
- Programas de educacion para taxOnomos.
- Programas de educacion y exhibicion sobre biodiversidad para el publico.
- Participaci6n en proyectos de investigaci6n nacionales relevantes sobre biodiversidad entre
los museos de historia natural y departamentos universitarios.
- Programas de intercambio internacional entre los museos de historia natural.
En fin amigos, parodiando a ROBERT BOURGAT, conservador del Museo de Perpignan:
UNA ESPECIE QUE DESAPARECE ES UNA BIBLIOTECA QUE SE QUEMA
186
BIBLIOGRAFIA
[1] BOURGAT, R. 1993. Muséums et Sauvegarde de la biodiversité. Proceedings of the
International Council of Museum Natural History Committee Workshop in: Natural
History Museums at the Heart of the Environmental Debate. Quebec. September 1992.
pp. 21-27.
[2] DI CASTRI, F. 1994. Biodiversity: Science, Conservation and Sustainable Use.
Environment and Development. Unesco.
[3] HALFFTER, G. 1994. ;Qué es la biodiversidad?. Butll. Inst. Cat. Hist. Nat., 62: 5-14.
[4] MARGALEF, R. 1991. Reflexiones sobre la diversidad y significado de su expresién
cuantitativa. Diversidad biologica. F.D. Pineda. M.A. Casado, J.M. de Miguel y J.
Montalvo, Eds. Editorial Centro de Estudios Ramon Areces S.A., Madrid.
[5] RAY, G.C. Y GRASSLE, J.F 1991. Marine Biological Diversity. Bio Science, vol. 41,
n° 7: 453-457.
[6] SOLBRIG, O.T. 1991. Biodiversity. Scientific issues and collaborative research
proposals. MAB Digest, 8.
[7] TELLERIA, J.L. 1987. Zoologia evolutiva de los Vertebrados. Ed. ema Coleccién
Ciencias de la Vida. 10: 168 pp.
[8] WILSON, E.O. 1988. The current state of biological diversity. In: E.O. Wilson y F.M.
Peters (Editors). Biodiversity. 521 pp. National Academy Press, Washington. D.C.
187
Christmas Tree (Australia Occidental)
Cultivos de papas (Tenerife) Abigarrada y diversa vegetacion del Parque
Garcia Sanabria (Tenerife)
El concepto de diversidad debe ser innato 0 espontaneo en el
naturalisata y responde al deseo de exteriorizar la impresi6n,
inicialmente cualitativa y personal, de la riqueza y variedad de
la naturaleza que le rodea (Margalef [4]).
188
Pareja de Fragatas en Galapagos Iguana terrestre de Galapagos
Hembra de leén Marino de Galapagos Shark Bay en Australia Occidental.
189
Foto 10
Tipos humanos en Tacarigua (Venezuela) (9) y Tenerife (10)
190
Foto 9
Vega Lagunera (Tenerife)
Card6n Canario (Tenerife)
191
aaa tines 3 Thehiss frre perenne
hhds donna. aoe
CUCU ULUs) iia
Museo de la Naturaleza y el Hombre (S/C de Tenerife)
The Pinacles (Australia Occidental).
182
NORMAS PARA LA REDACCION Y ENVIO DE ORIGINALES
1. GENERALES
1.1. La Revista de la Academia Canaria de Ciencias publica articulos de
investigacién que sean inéditos, sobre temas de Matematicas, Fisica, Quimica y
Biologia. La Revista acepta también trabajos sobre “ Historia y Filosofia de
la Ciencia ", especialmente referidos a las materias citadas, si bien en esta
Seccién sdlo aparecerad un maximo de dos trabajos en cada uno de los nuimeros
que se publiquen.
1.2. Dado que la Revista utiliza el sistema offset de edicion, empleando como
original el que facilitan los autores, se aconseja a éstos el maximo cuidado
en su confeccion, usando una maquina eléctrica con cinta plastica negra o
cualquier sistema de tratamiento de texto con impresora laser, sobre papel
blanco de buena calidad tamafio DIN A-4.
1.3. El texto de cada trabajo, redactado en espafiol o en inglés (o bien en
cualquier otro idioma a juicio del Comité Editorial), no debera exceder de 16
paginas, aunque se recomienda una extensidn de 6 a 10 paginas como promedio.
El limite maximo para los destinados a la Seccién de Historia y Filosofia de
la Ciencia es el de 25 paginas. Se entienden, tanto em un caso como en el
otro, incluidas Notas, Bibliografia y Tablas.
1.4. El envio de cualquier original (cuyas hojas deberan ser numeradas con
lapiz en el margen superior izquierdo), ha de ir acompafiado de una copia, y se
dirigira a:
Director-Editor Profesor N. Hayek
Revista de la Academia Canaria de Ciencias
Facultad de Matematicas
Universidad de La Laguna
Tenerife, Islas Canarias (Espafia)
2. PRESENTACION DEL TRABAJO
2.1. La caja o espacio ocupado por el texto en cada pagina, ha de tener unas
dimensiones de 17 cm de ancho por 25 cm de largo, dejando margenes de 2 cm a
cada lado y a 2 cm del borde superior de la pagina.
2.2. Se escribira a doble espacio entre lineas.
2.3. La pagina de introduccion debe comenzarse a 5 cm del borde superior de la
misma y ha de incluir los siguientes datos: Titulo del trabajo (en letras
mayusculas centrado); Autor (inicial del nombre y apellido del autor, y lo
mismo caso de ser varios los autores); Centro donde se ha realizado, con
direccion postal; Abstract en inglés (con una extension maxima de _ 150
palabras) y Resumen en espafiol (con tope de igual extensi6én); Key words o
Palabras clave.
2.4. El] comienzo de los parrafos tendra una sangria de cinco espacios.
2.5. Los encabezamientos de cada seccién (INTRODUCCION, PARTE EXPERIMENTAL,
RESULTADOS, DISCUSION, etc ...) numerados correlativamente, seran escritos con
letras MAYUSCULAS sin subrayado y centrado en el texto. Los encabezamientos de
subapartados o subsecciones, numerados en la forma 1.1, 1.2, ..., 2.1, 2.2,
..., se escribiran con letras mintsculas subrayadas al margen izquierdo.
193
2.6. Las notas o llamadas, escritas con letra mas pequefia(*) y con un espacio
entre lineas, figuraran a pié de pagina, precedidas de un indicativo, por
ejemplo,’ (*),-(4%), ete. «.
2.7. Las referencias bibliograficas, intercaladas en el texto, contendran los
nombres de sus autores seguidos de un corchete de la forma [ ], en el que
figurara el numero correspondiente de la Bibliograffa; por ejemplo, G. CANTERO
[23] 6 sdlo apellido, CANTERO [23]. A veces (y esto se deja a criterio del
autor), el texto quizas requiera poner simplemente sdlo el numero de la
bibliografia, o sea [23], sin citar autor.
2.8. Las Tablas han de numerarse con nimeros romanos. Las figuras y dibujos
(en tinta china) o fotografias (en blanco y negro y papel brillante) deberdn
ser numeradas consecutivamente y con ntmeros arabigos. Los Apéndices (si los
hay), se .incluiran al final del texto, antes de la Bibliografia.
2.9. BIBLIOGRAFIA: Toda la bibliografia debe ser escrita por orden alfabético
de apellidos (por ejemplo, DAVIS, E.G.; GONZALEZ, E. Y PEREZ, J.; MANRIQUE,
S.; ...). Las referencias bibliograficas de articulos deberan contener: autor
(en mayusculas), afio de publicacién, revista, volumen y paginas; por ejemplo,
WATSON, G.N. (1948), J. Diff. Geom., 3, 141-149. En caso de libros ha de
incluirse: autor (en maytusculas), afio de publicacién, ti{tulo (a ser posible,
en cursivas o itdalicas), editorial y lugar de publicacién; por ejemplo, ELLIS,
A.J. and MAHON, W.A.J. (1977), Chemistry and Geothermal Systems, Academic
Press, London.
2.10. AGRADECIMIENTOS: centrado y texto a un espacio.
2.11. Se recomienda a los autores que tengan en cuenta los Reglamentos
Internacionales de Nomenclatura para cada materia de las citadas en el
apartado 1.1, asi como los usos_ internacionales referentes a _ simbolos,
unidades y abreviaturas.
3. NOTAS FINALES
3.1. Los articulos serdan sometidos a estudio por el Comité Editorial el cual,
asesorado por expertos, decidira si procede o no a su _ publicacién, o bien
propondra a los autores que hagan las modificaciones convenientes.
3.2. Por cada trabajo publicado, se entregaran al autor o autores, un total de
30 separatas.
3.3. El texto, incluidas figuras, tablas, diagramas, etc ..., de un trabajo
publicado en la Revista de la Academia Canaria de Ciencias no podra ser
reproducido sin permiso de la Academia Canaria de Ciencias.
Nacere Hayek
Director—-Editor
(*) Por ejemplo, Courier de paso 12.
194
INSTRUCTIONS TO AUTHORS
1. GENERALS
1.1. The Revista de la Academia Canaria de Ciencias publishes. unedited
research works in Mathematics, Physics, Chemistry and Biology themes. The
Journal also accepts papers about "History and Philosophy of the Science”,
specially referred to the aforementioned subjects, though this Section will
not publish more than two works in each number.
1.2. The Journal makes use of offset edition system, employing like original
the ome sent by the author; it is advised to write up the articles with too
much care, using electric typewriter with black plastic ribbon or whatever
text processing system with laser printing on good quality white paper at DIN
A-4 size.
1.3. The text of each paper, written either in Spanish or English language or
whatever one, allowed by Editor Committee, will have no more than sixteen
pages, though it is recommended not to exceed six to ten pages. The limit of
pages for the History and Philosophy of the Sciences Section is twenty-five
ones.In both cases this includes Notes, Bibliography and Tables.
1.4. The sending of all originals (which pages have to be numbered with pencil
on the left upper corner), should be enclosed with a copy and be sent to:
Director-Editor Profesor N. Hayek
Revista de la Academia Canaria de Ciencias
Facultad de Matematicas
Universidad de La Laguna
Tenerife, Canary Islands (Spain)
2. PRESENTATION OF THE WORK
2.1. The text layout in each page, has to have the following dimensions: 17 cm
in width, 25 cm in length, 2 cm in each margin and 2 cm from the upper edge.
2.2. It will be written in double-spaced.
2.3. The introduction page has to begin 5 cm from the upper edge with the
following information: Tittle (centered capital letters); Author (first name
initials and surname, the same in the case of several authors); Institution
where it was maked with postal address; Abstract written in English (at most
150 words) and a Spanish Summary (with the same extension); Key words.
2.4. Each paragraph will have a 5 spaces indentation.
2.5. The correctly mumbered headlines of each Section (INTRODUCTION,
EXPERIMENTAL PART, RESULTS, DISCUSSION, etc, ...) should be written in
CAPITALS not underlined and centered. The subheadings and _ subsections
headlines, numbered like 1.1, 12, ..., 2.1, 2.2, ..... will be written in
underlined lower-case letters at the left margin.
2.6. The annotates, written in smaller letters(*) and one space between
lines, will appear at foot of the page, preceded by an indicative, for
(*) For example, Courier 12.
195
example, (*), (**), etc.
2.7. The bibliography cross-references in the text, will contain the authors
names and surnames followed by brackets like this [ ], with its respective
number; for example G. CANTERO [23] or only the surname CANTERO [23]. It is
possible, if the text requires it and the author desires it, to write only the
number without the author name like [23].
2.8. The Tables have to be numbered in Roman numbers. The figures and drawings
(in black ink) or photographs (in shining black and white paper) have to be
consecutive numbered in Arabic. The Appendixes (if they were) will be included
at the end of the text, before Bibliography.
2.9. BIBLIOGRAPHY: Bibliography has to be written in surname alphabetic order
(for example, DAVIS, E. G.; GONZALEZ, E. and MANRIQUE, S.; ...). The articles
bibliographic references have to contain: author (in capitals), publication
year, Journal, volume and pages; for example, WATSON, G. N. (1948), J. Diff.
Geom., 3, 141-149. When it is in books, it has to contain: Author (in
capitals), publication year, Tittle (in Italics if it is possible),publishing
house and publication place; for example, ELLIS, A. J. and MAHON, W. A. J.
(1977), Chemistry and Geothermal Systems, Academic Press, London.
2.10. ACKNOWLEDGEMENTS: centered and one-spaced.
2.11. It is recommended the authors followed Nomenclature International Rules
for each aforementioned subject in 1.1, as well as the international uses
relative to symbols, units and abbreviations.
3. FINAL NOTES
3.1. The articles will be submitted for consideration by Editor Committee
that, advised by referees, will decide if the publication proceeds or not, or
it will be proposed the author for making appropriate modifications.
3.2. The author (or authors) receive a total of 30 free reprints.
3.3. Working texts, included figures, tables, diagrams, etc., published in
Revista de la Academia Canaria de Ciencias must not be reproduced without
Academia Canaria de Ciencias license.
Nacere Hayek
Director-Editor
196
REVISTA DE LA ACADEMIA CANARIA DE CIENCIAS
Folia Canariensis Academiae Scientiarum
Volumen VII - Nums. 2-3-4 (1995)
INDICE
Pags.
eee 2 i re ee caer oe i 5
SECCION FISICA
J.A. BELMONTE, M.A. PERERA BETANCORT, A. TEJERA GASPAR
y C. ESTEBAN. Arqueoastronomia en Fuerteventura: una
meeecacion a la montafia de Tindaya ..... +s « « « -« 9
SECCION QUIMICA
PASTORA M. TORRES VERDUGO. Presente y futuro de las téc-
nicas robotizadas aplicadas al laboratorio quimico: El
robot de laboratorio como claro exponente de la automa-
tes Oe IOC CSOS Bs) « 6 = 5 * = ee: eel SD
SECCION BIOLOGIA
R. BARONE y K.W. EMERSON. Distribuci6én, estatus y carac-—
teristicas del habitat de la terrera marismenha CALANDRE-
ELLA RUFESCENS (Viellot, 1820) en la isla de Tenerife,
meer Pees Alogrigae) < . «-« <« « « 2 « « « gd « « 47
L. MORO, J. ORTEA, J.J. BACALLADO, A. VALDES y J.M. PE-
REZ SANCHEZ. Nuevos aeolidaceos (Gastrépoda, Nudibran-
eed tc fauna Ce’ Canarias. .« . « « « « * s « « « -63
F. GARCIA-TALAVERA, L. SANCHEZ-PINTO y S. SOCORRO. Ve-
getales fésiles en el complejo tragquitico-sienitico
ES OS Ge a es ee ee
M.A. DIAZ HERNANDEZ, O. RODRIGUEZ DELGADO y W. WILDPRET
DE LA TORRE. Contribuci6én al estudio taxondémico y des-
criptivo del card6én de Canarias (Euphorbia Canartensts) 93
SECCION HISTORIA Y FILOSOFIA DE LA CIENCIA
JOSE C. DEL TORO INIESTA. El descubrimiento del efecto
Beeman En el Sol y en el laboratorio .......e... 113
Discurso de ingreso del Académico Correspondiente Dr.
D. JULIO PEREZ SILVA:
Palabras de presentaci6én del Académico Numerario Dr. D.
aes (alt Peete MAVANEO . «ce of «we se ke lll «6137
Texto del discurso sobre "Aspectos ecolégicos de la an-
Ee ee ee ee Tea wee Ga ee LP ee i kw 6 ws 6139
VIDA ACADEMICA
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J.J. BACALLADO ARANEGA:"Los Museos de Historia Natural
como Centros de Investigaci6én y conservaci6én de la bio-
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NORMAS PARA LA REDACCION DE ORIGINALES . ....... 193
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INDICE
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SECCION FISICA
J.A. BELMONTE, M.A. PERERA BETANCORT, A. TEJERA GASPAR
y C. ESTEBAN. Arqueoastronomia en Fuerteventura: una
aplicaciGn a la.ms@mtafia de Tindaya . « «4 = « © «ie oO) 9
SECCION QUIMICA
PASTORA M. TORRES VERDUGO. Presente y futuro de las téc-
nicas robotizadas aplicadas al laboratorio quimico: El
‘robot de laboratorio como claro exponente de la automa-
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SECCION BIOLOGIA
R. BARONE y K.W. EMERSON. Distribuci6én, estatus y carac-—
teristicas del habitat de la terrera marismenfa CALANDRE-
LLA RUFESCENS (Viellot, 1820) en la isla de Tenerife,
Canarias. (Awes: Alagdidse) « «+ «