Q, CN lo S16 REVISTA DE LA ACADEMIA CANARIA DE CIENCIAS Folia Canariensis Academiae Scientiarum Volumen VII, Nums. 2-3-4 (1995) — & a : . . ® 7 >. } : \% 1 ee _ BIOL ~ a Botta Cauariensi Adc eles ht 67 > : ma ts cn VIL iti. Bas cn99s} =" re = 7 ~ cee 4 a _ . REVISTA DE LA ACADEMIA CANARIA DE CIENCIAS Seccion FISICA Seccion QUIMICA Seccion BIOLOGIA Folia Canariensis Academiae Scientiarum Volumen VII - Nums. 2-3-4 (1995) REVISTA DE LA ACADEMIA CANARIA DE CIENCIAS Folia Canariensis Academiae Scientiarum Director - Editor Nacere Hayek Calil Secretario José Bret6n Funes Comité Editorial Francisco Sanchez Martinez Francisco Garcia Montelongo José Manuel Méndez Pérez Juan José Bacallado Aranega Publica: Academia Canaria de Ciencias, con la colaboracién de Gobierno Auténomo Canario, Cabildo Insular de Tenerife y CajaCanarias. ISSN: 1130-4723 Depdsito Legal: 212-1990 Imprime: Grafican, S. L. Graciliano Afonso, n°. 3 - Tfno. 22 77 33 Santa Cruz de Tenerife PRESENTACION Si bien nuestro propSsito primordial sigue siendo el logro de una publicaci6én anual, digna y seria, que conste de cuatro fasciculos dedica- dos de forma independiente a cada una de las Secciones que comprende la Academia Canaria de Ciencias, la naturaleza y nGmero de los articulos a- ceptados correspondientes al afio 1995, ha impuesto que el presente volu- men VII tenga que distribuirse en dos fasciculos numerados del modo si- guiente: N&Gm. 1- MATEMATICAS y NGm, 2-3-4 -FISICA, QUIMICA y BIOLOGIA. En uno y otro fasciculo se integra una Secci6n especialmente dedica- da a HISTORIA Y FILOSOFIA DE LA CIENCIA, donde figuran trabajos- pertene- cientes, por su naturaleza, a las 4reas a que se refiere el fasciculo. Se recoge asimismo, en el fasciculo numerado 2-3-4, junto a los articulos de investigacioén en las diferentes especialidades, el discurso de ingreso de un Académico Correspondiente a la Seccién de Biologia, asi como las pala- bras de presentacién del mismo a cargo de un Académico Numerario, Como viene siendo habitual, un texto Gnico referido al apartado VIDA ACADEMICA, en el que se da cuenta de las principales actividades del pe- riodo anual correspondiente, se encuentra en ambos fasciculos., Una vez mas, deseamos expresar nuestro agradecimiento a ies autores que nos han enviado sus trabajos, al equipo de referees que han coadyuva- do con el Comité Editorial a la seleccién de los mismos, y a las corpora- Cciones e instituciones que hacen posible la publicacién de esta Revista, muy en especial, al CABILDO INSULAR DE TENERIFE, CAJA GENERAL DE AHORROS DE CANARIAS y GOBIERNO AUTONOMO CANARIO, El Director Nacere Hayek “4 a res Ty > @* - is i ae ee — ac 1 te Rona_ish eaberoana’ lite sot ee oe i saGsera.< ATS. “ean Se b-2- nll 24017 sees shtee ice: Shee alts ad see ‘Svaada) wh ols dseet: : Perr so dteay careg lS fee viel aeae® 38 AL senda & ane : ;aesee? 16 etel} av ue t. anata eal @ ,Sieletiran we a0 tt Seperetapte a ¥ Pom ¢ 64 2 ro bre eevee cigvste es? -* u@ yoaet : rigrl so apveised’ (le eebahhikbeebes eotheielsh GE. Ole nh uitee _ ; all acy etek rig! - x, - Pps Rcasits wht. finds* ai tnsoge TOD = Ge Pr ae ote Cehy GR MTA, Makes tak nbioasbas bh / a : re ona shed : ‘TESA s6t-owmnte enniy. aad fred Neceilain Arinese - - é yee “> -@feeus 86.66 sup Te as a Wath ‘ : ne “4 . erhe lbnaqeertsed i by sot Feewuexe Ghedeenl , ae tor “., ectader? G0 obet one net | P wigs olte (htvesiby Orlead pap 7 we? ¢snotowsiigal © 7 | ie ,lelseqges. MAD SetueGTile Qalt@on we MALE SECCION FISICA ocr .Canar.Cienc., VII (Nams. 2,3 y 4), 9-22 (1995) ARQUEOASTRONOMIA EN FUERTEVENTURA: UNA APLICACION A LA MONTANA DE TINDAYA J.A. Belmonte (1), M.A. Perera Betancort (2), A. Tejera Gaspar (3), C. Esteban (1) (1): Instituto de Astrofisica de Canarias, 38200 La Laguna, Tenerife. (2): Unidad de Patrimonio, Excmo. Cabildo Insular de Lanzarote, Lanzarote. (3): Departamento de Prehistoria, Arqueologia e Historia Antigua, Facultad de Historia, Universidad de La Laguna, Tenerife. Hacian sacrificios en las montafias, derramando leche de cabra con vasos que llamaban ganigos ... Asi se expresa Abreu Galindo en su cronica, escrita a finales del Siglo XVI (1), acerca de la forma en que la poblacion prehispanica de Fuerteventura realizaba algunos de sus ceremoniales religiosos. En este sentido, se destaca el hecho que la Montana de Tindaya ha sido considerada tradicionalmente por la poblacion de Fuerteventura como montafia sagrada, siendo escenario de numerosos cuentos de brujas en los que suceden cosas extraordinarias. Sin embargo, el hecho que mas poderosamente ha llamado la atencion sobre Tindaya es la presencia de los grabados de pies denominados "podomorfos". Asi, en las cotas altas de la montafia se han localizado un total de 213 grabados que se encuentran distribuidos en 57 paneles. Casi la totalidad de los grabados hallados en la cumbre y sus cercanias representan siluetas de pies, utilizando para ello formas mas 0 menos esquematicas (2,3). Entre todos los paneles, destacamos el numero 7 (el de mayores dimensiones, con diferencia, y el mas numeroso con, al menos, 45 siluetas de pies bien definidas --la mayoria emparejados--) que se encuentra en la cumbre mas alta de Tindaya --la meridional-- sobre una plataforma traquitica bastante lisa e inclinada entre 15° y 18°con respecto a la horizontal. Todos los grabados se hallan en direccion al punto mas alto de la cumbre --situado a poniente--, a partir de la ubicacion de una roca traquitica natural, que sobresale un metro por encima de la superficie plana del conjunto, a la que se conoce con el nombre de "el altar" --algunos investigadores han creido reconocer la accion del hombre en una figura circular incompleta que se situa en la cara sudoriental de dicha roca--. Hasta la fecha, se han realizado muy pocos trabajos sobre arqueoastronomia en el Archipiélago Canario (4,5,6) y ninguno en Fuerteventura. Con el fin de aliviar, en la medida de lo posible, este desconocimiento sobre la Prehistoria de las islas, un grupo de investigadores del Departamento de Prehistoria de la Universidad de La Laguna y del 9 Instituto de Astrofisica de Canarias hemos comenzado un estudio extensivo del legado aborigen utilizando dos fuentes de informacion diferentes pero a la vez complementarias. Por un lado, el analisis de las fuentes escritas --las denominadas fuentes etnoastronomicas, ya estudiadas en parte por algunos prehistoriadores (7)-- y, por otro lado, del estudio directo de las implicaciones astronomicas que subyacen en el legado arqueologico. En particular, aqui nos vamos a centrar en los hallazgos de indole arqueoastronomica que hemos encontrado en el conjunto de grabados de la cumbre de Tindaya --un estudio mas extenso y detallado sobre el tema se encuentra en vias de publicacion (8)--. En los trabajos de M. Cortés (9) se habia sugerido la existencia de una orientacion dominante hacia el oeste, sin mas especificaciones, zona del horizonte donde, en dias muy claros, es visible el lejano Pico del Teide. Este que presentamos es, por el contrario, el primer estudio sistematico de la orientacion de los grabados podomorfos. Las medidas se realizaron con una brujula de precision, corrigiendo de la correspondiente declinacion magneética --variable con el tiempo y la posicion--, tomando como direccion la del eje de simetria de cada podomorfo y como sentido el de talon a dedos (en los grabados con dedos) o el de base estrecha a base ancha (en los trapezoidales). Del total de podomorfos estudiados, solo se consideran como datos utiles aquellos en que se puede definir claramente una orientacion (en total 164), dejando aparte aquellos en que, o bien por su pésimo estado de conservacion, o bien por encontrarse en paneles con fuerte inclinacion (>50°), sea practicamente imposible establecer una direccion horizontal (acimut) privilegiada. La Figura 1 muestra el Diagrama de Orientacion de todos los grabados analizados. Se muestra claramente la no aleatoriedad de la distribucion ya que un 80% de los podomorfos poseen acimutes comprendidos entre 225° y 270°. Es notable que el intervalo entre 240° y 265° esté ocupado por las islas de Gran Canaria --con su pico mas elevado, el de Las Nieves-- y de Tenerife -con el Teide a 262°-, por lo que seria posible que una causa topografica subyacese en la orientacion dominante de los podomorfos de Tindaya. Sin embargo, en ese intervalo se producen también eventos astrenomicos significativos como el ocaso solar en el Solsticio de Invierno, los lunasticios mayor y menor, los ocasos de la Luna llena siguiente al Solsticio de Verano - -comprendidos, grosso modo, entre ambos lunasticios, Pm y PM-- o los de la Luna nueva siguiente al Solsticio de Invierno y, mas en general, los ocasos solares de los meses otofiales e invernales comprendidos entre ambos Equinoccios, cuando el Sol se pone justamente por el Oeste (270°), y el Solsticio Hienal. Consecuentemente, también es posible encontrar una justificacion astronomica --solar o lunar-- a la existencia de gran parte de dicho intervalo. Por lo que al 20% restante de grabados se refiere, estos tampoco estan distribuidos de forma aleatoria por el Diagrama, sino que tienden a concentrarse en las otras tres direcciones cardinales, Norte, Este y Sur. Un hecho a destacar es que --salvo una excepcion en que tenemos dos pares de huellas enfrentadas orientadas, respectivamente, al Norte y al Sur-- los podomorfos orientados segun la Meridiana (N-S) nunca se encuentran aislados, sino formando parte de paneles mas complicados donde hay podomorfos orientados en el octante dominante O-SO, como se muestra en la Figura 2. Con el fin de discernir claramente si la causa subyacente a la orientacion dominante O- SO es astronomica o topografica (o ambas a la vez), hemos elaborado el Histograma de 10 las Orientaciones de los podomorfos que presentamos en la Figura 3. El ajuste reproduce de forma razonable la distribucion. Su maximo se situa a 243°.7+0°.9 --correspondiente a una declinacion de -23°.1+0°.8--. Teniendo en cuenta que la declinacion del Sol en el Solsticio Hienal es de -23°.5, podemos concluir que la direccion dominante hacia la que se orientan los podomorfos de Tindaya es la del ocaso solar del Solsticio de Invierno que se corresponde, aproximadamente, con el maximo de precipitaciones en Fuerteventura, tal como se muestra en la Figura 4, siendo, posiblemente, la hipotesis astronomica la mas razonable de las barajadas. En apoyo de la hipotesis solsticial, tenemos ademas el hecho de que el panel principal de Tindaya (el numero 7), situado en la cima de la montafia, se orienta claramente en la direccion correspondiente al ocaso solsticial invernal que, por otra parte, se produce tras la isla de Gran Canaria. La hipotesis topografica no debiera, sin embargo, descartarse de plano, ya que hay podomorfos orientados de hecho hacia el Teide y situados en lugares desde donde este es visible en dias claros. En este sentido, otra posibilidad astronomica sencilla seria una orientacion a la vision del primer creciente lunar, simultaneo o siguiente al Solsticio de Invierno, sobre las islas de Gran Canaria y Tenerife, fenomeno que proporcionaria un diagrama de orientacion muy parecido, considerando la dispersion y los errores en la orientacion de los grabados, al encontrado en Tindaya. En apoyo de esta posibilidad tendriamos el grabado en forma de semicirculo localizado en el “altar” en que, quizas, se podria reconocer la forma de la Luna Creciente. | Por otra parte, Gomes Escudero (10), cronista de la época de la conquista, nos informa sobre cierta situacion asociada al Solsticio de Verano, transmitida por los antiguos majoreros:... 7 dicen que llamaban a los Majos que eran los spiritus de sus antepasados que andaban por los mares ..... , | dicen que los veian en forma de nuuecitas a las orillas de el mar, los dias maiores del ano, quando hacian grandes fiestas..., i veianlos a la madrugada el dia de el maior apartamento del sol en el signo de Cancer.... Textos como este nos sugieren la existencia de algun tipo de computo de tiempo entre los aborigenes, posiblemente basado en la observacion de la posicion del Sol y, quizas, también de la Luna como ocurria en otras islas (asi, por ejemplo, para Tenerife, Espinosa (11) nos dice que los antiguos guanches ...hacian entre-ano, el cual contaban ellos por lunaciones, muchas juntas generales...), implicando, en ese caso, la practica de una astronomia incipiente por parte de la antigua comunidad islefia. El problema fundamental es como entender esa actividad. Por un lado, es logico suponer que algunas de las "grandes fiestas" se asociaran al Solsticio de Verano, época en que los dias son mas largos y en que, posiblemente, comenzase o finalizase algun ciclo agropecuario importante, tal y como sucedia en otras islas y aun sucede en el norte de Africa (12,13,14) --también coincide con el minimo absoluto de precipitaciones, ver Figura 4--. En este sentido, es destacable como varias localidades de la isla (Toto, Lajares, etc ....) celebran como festividad principal la de San Antonio de Padua el 13 de junio, fecha que, antes de la reforma gregoriana del calendario --ocurrida en 1582--, por tanto, en la época de conquista y colonizacion de la isla, coincidia con el Solsticio de Verano. Tambien resulta llamativo que la festividad mas importante de la isla --de posible raigambre prehispanica, la de la Virgen de la Pefia, se celebre en el tercer sabado de septiembre (es decir, entre el 15 y el 21 de dicho mes), coincidente con el Equinoccio de Otofio y el comienzo de las primeras lluvias. Finalmente, comentar que las "apafiadas" de 11 ganados mas importantes de la isla, herederas de las antiguas gambuesas de los majos, se celebran en Navidad, una vez nacidos todos los baifos, simultaneamente, por tanto, a otra fecha astronomica importante, el Solsticio de Invierno, coincidente con el maximo de precipitaciones . Por otro lado, creemos que la referencia al culto de los antepasados, contenida en el texto de Gomes Escudero, también podria entenderse en un contexto celeste. En este sentido, es ilustrativa la referencia a "nubecitas" vistas sobre el mar en la madrugada (es decir, antes del amanecer) del Solsticio de Verano. Desde la mas remota antigtiedad, numerosas formaciones celestes de aspecto neblinoso han recibido el nombre de nebula. Asi, por ejemplo, hacia 1520 --en fechas cercanas a la cronica de Gomes Escudero-- Magallanes describia, en su viaje de circunnavegacion, las dos galaxias satélites de la Via Lactea --invisibles para un observador del Hemisferio Norte-- a las que, en buena logica, se les dio el nombre de "Nubecitas de Magallanes" (Nubeculae Magallani) (15). Por tanto, parece obvio que, en esa €poca, se aplicaba el termino nube(cita) a ciertos objetos celestes de aspecto peculiar. A parte del aspecto difuso --de nubecilla-- que ciertas estrellas puedan tener bajo ciertas condiciones meteorologicas --calima, neblina--, especialmente al amanecer y sobre el mar, hay un buen numero de cuerpos celestes del hemisferio norte cuyo aspecto de nube es indudable. Entre los mas destacados figuran los asterismos de las Pléyades y las Hiades, la famosa Nebulosa de Orion (M42) y, por supuesto, la Via Lactea. Sorprendentemente (ver Figura 5), todos estos objetos eran visibles, de forma simultanea, al amanecer del Solsticio de Verano durante la gran mayoria de la etapa prehispanica de la isla --el orto heliaco (16) de Orion dejo de observarse antes del Solsticio de Verano en el Siglo XIII, aproximadamente--. Por tanto, creemos que las nuuecitas que veian los majos no eran otras que las Pléyades --uno de los asterismo mas importantes de la historia de la humanidad (17)--, las Hiades, algunas de las estrellas mas brillantes del cielo (Rigel, Aldebaran, Betelgeuse), la Via Lactea, etcétera y que, como en muchas otras culturas, los espiritus de los antepasados encontraban su fiel representacion en el Cielo, en compafiia de los dioses. En este sentido, es de destacar que los bereberes de la Kabilia argelina veian en las Pléyades el asiento de la inmortalidad, considerandolas el punto central del Universo (18,19). En este sentido, queremos constatar que, teniendo en cuenta que los ortos estelares se producen en el horizonte oriental y que es muy probable que los antepasados de la poblacion aborigen de Fuerteventura procediese de Oriente --Noroeste de Africa--, resulta tentador imaginar el ceremonial descrito como una cierta forma de rememorar la primera arrivada a la isla, por lo que el texto de Gomes Escudero constituiria un eyemplo bastante singular de lo que se ha dado en llamar Mito de Origen. Por otra parte, es un hecho conocido que en el norte de Africa existe un calendario fosil (20) --utilizado sobre todo en las tareas agropecuarias--, basado en las "mansiones estelares" y que algunos investigadores hacen descender del antiguo sistema calendarico egipcio de los decanos (21). Los ortos y ocasos heliacos y acronicos de estrellas y asterismos se vienen usando desde la mas remota antigiiedad como marcadores especiales de épocas determinadas del ciclo agrario y ganadero (22). 12 En consecuencia, no seria de extrafiar que los antiguos majos se hubieran servido de algunas estrellas importantes y asterismos llamativos como indicadores especiales de épocas determinadas --ademas de como objetos de culto--, al igual que hacian sus contemporaneos, en la isla de Gran Canaria, de los que sabemos que: Gobernabanse por el Sol de dia, y de noche por algunas estrellas, segtin que tenian experiencia de cuando salian unas, y se ponian otras, 0 ala prima --orto acronico y ocaso heliaco--, 0 a la medianoche , 0 a la madrugada --orto heliaco y ocaso acronico--..., tal como nos informa el cronista José de Sosa hacia 1678 (23). or. En el Histograma de los podomorfos (ver figura 3) se puede ver que el sector de mayor concentracion de orientaciones tiene un tercer maximo entre 225° y 235° que, si bien se puede explicar --segun vimos mas arriba-- en base a un alineamiento solar en su posicion extrema (Solsticio Hienal), considerando un amplio margen de error en la orientacion de los grabados --ésta es la explicacion mas prosaica--, también pudiera explicarse en funcion de la puesta de la estrella Fomaljaut durante la época_prehispanica. Recientemente, J.A. Belmonte ha propuesto que, probablemente, Fomaljaut fuera la estrella Srt (Oveja) de los antiguos egipcios --asociada indirectamente al culto del dios carnero Amon y, junto con éste, al Solsticio de Invierno-- (24). Esta identificacion tendria un hipotético origen libico --norteafricano--, en oposicion a la representacion clasica --mediterranea que hace de Fomaljaut la boca del Pez del Sur (arabe Fum-al- jaut-al-genubi). De hecho, durante los primeros afios de la Era Cristiana, Fomaljaut tenia su ocaso heliaco en fechas cercanas al Solsticio de Invierno. Este evento se iria atrasando con respecto al Solsticio, debido a la precesion, a lo largo de todo el periodo aborigen, ocurriendo a finales de enero hacia el 1400 d.C. Teniendo en mente este hecho, estudiamos la posibilidad de que el Histograma de los podomorfos escondiese una justificacion astronomica mucho mas precisa que la simple orientacion general al ocaso del Sol en el Solsticio Hienal o de la primera vision de la Luna Nueva siguiente al mismo. Nos resultaba especialmente llamativo el minimo de la distribucion entre 245° y 250°, pues chocaba, abiertamente, con dicha orientacion. Por otra parte, la presencia de tres maximos aparentes nos hizo pensar en una nueva posibilidad: que los podomorfos estuviesen mayoritariamente orientados a varios fenomenos astronomicos relacionados entre si y, éstos a su vez, con el Solsticio de Invierno. En este sentido, nos dimos cuenta de que los dos maximos a 240°-245° y 250°- 255°, asi como el minimo citado con anterioridad (ver figura 3), se podian reproducir facilmente considerando todas las posibles puestas de la Luna Nueva (y no su primera vision, como consideramos anteriormente), simultanea o siguiente al Solsticio de Invierno, a lo largo de un periodo de 19 afios. Este intervalo de tiempo se asocia al ciclo de regresion de la linea de los nodos lunares que, de hecho, tiene una duracion de 18.61 afios (25). Por otra parte, ya hemos comentado que, el tercer maximo, se podia explicar en base al acimut de los ocasos de Fomaljaut, variable debido a la precesion de los Equinoccios. Uniendo ambas fenomenologias, se elaboro un modelo que tratase de reproducir el Histograma real del 80% de los podomorfos, orientados en el octante O- SO. Este Histograma Modelo se presenta en la Figura 6 y parece ajustar razonablemente bien al de los datos experimentales. En realidad, esta asociacion estrella brillante- creciente lunar no seria mas que otro ejemplo singular de un vision celeste que ha llamado la atencion de muchisimas culturas a lo largo de la historia (el mas famoso, sin duda, seria el Creciente-Estrella del Imperio Otomano). 13 Resulta tentador imaginar que la antigua poblacion de Fuerteventura se diera cuenta de la relacion existente entre la puesta de Sol en el Solsticio de Invierno, la primera vision o la puesta de las Lunas nuevas simultaneas o posteriores --hasta 30 dias-- a éste y el ocaso heliaco de Fomaljaut --estrella asociada, quizas, a alguna divinidad de caracter ovino o caprino como las existentes en Gran Canaria (26)--, fendmenos todos ellos casi simultaneos en el tiempo y, sorprendentemente, coincidentes con el maximo de precipitaciones en la isla. Esto les pudo llevar a convertir Tindaya en un gran santuario potenciador de las lluvias, grabando los podomorfos con orientaciones tales que recordaran la fenomenologia astronomica concurrente en el lugar. Ademas, estos fenomenos tenian lugar, generalmente, sobre puntos topograficos singulares del horizonte oriental --como Gran Canaria o el Teide-- que pudieran haber representado la idea de un Finis Jerrae en la mentalidad de estas antiguas poblaciones. En trabajos anteriores, se habia postulado la posibilidad de que los podomorfos indicasen lugares donde se habia impartido justicia (27). Creemos que esta hipotesis no esta necesariamente refiida con la hipotesis magico-religiosa (astral) que, en base a la evidencia arqueoastronomica encontrada, creemos como la wmias_ solidamente fundamentada. En este sentido, no es necesario recordar que, en muchas culturas, el ideal religioso y el ideal de justicia estan intimamente ligados y, de hecho, las cronicas (28) nos dicen que las chamanas Tibiabin y Tamonante dirimian no solo en asuntos religiosos, sino también en asuntos politicos, entre los que, presumiblemente, se incluyeran los judiciales. Finalmente, en Tisajoire, nos llamo la atencion la existencia de una estacion de grabados podomorfos, en medio de un gran poblado cuya localizacion se justifica por muchas otras causas --riqueza de pastos, proteccion contra el viento o poblacion hostil, etc--. De nuevo, los grabados se orientan a poniente, pero no a un acimut cualquiera, sino que abrazan un intervalo (291° a 305°) en el que se producen el ocaso del Sol en el Solsticio de Verano y, en parte, la puesta de la Luna nueva que le sigue --o la de la Luna llena siguiente al Solsticio de Invierno--. Indudablemente, la aparicion de una nueva estacion de podomorfos con claras connotaciones solsticiales refuerza la relacion, que ya apuntabamos, entre é€stos, el Sol y la Luna. La relacion entre mundo religioso, mundo celeste y mundo economico --a través del ciclo anual-- se nos muestra pues en toda su magnitud. En este sentido, es destacable el papel de la montafia como posible nexo de union entre dos realidades, la celeste y la terrestre. Recientemente, Antonio Tejera (29) ha propuesto la idea --documentada para La Palma-- de que ciertas montafias de las diversas islas, de aspecto o localizacion singular, actuasen a modo de Axis Mundi en la Cosmogonia de cada una de las sociedades prehispanicas del Archipiélago. En este sentido, ya Herodoto (30) describia como los antiguos /ibios consideraban al Monte Atlas como la columna del cielo y, para reforzar aun mas ese caracter sagrado, Maximo de Tiro (31) afirmaba que el Monte Atlas era considerado a la vez un templo y un Dios. Esta divinidad actuaria a modo de sustentador de la Boveda Celeste, y sobre todo de las dos luminarias, el Sol y la Luna -- numerosas estelas punicas y libio-punicas muestras representaciones de este tipo (32)--, en un todo similar a la idea transmitida, para la isla de Tenerife, por el padre Espinosa (33) sobre un Ach Guayaxerax Achoron Achaman, transcrito como sustentador de _ cielos y tierras, pero quizas referida a un "sustentador de la Luna --Achoron-- (34) y el “Sol --Achaman-- (35) ". 14 En este contexto, parece razonable suponer que Tindaya ejercio ese papel de montafia sagrada, templo y, quizas, Eje del Mundo de los antiguos pobladores de Fuerteventura -- al menos del norte de la isla--, siendo incluso posible que la propia montafia estuviera divinizada. En apoyo de esta hipotesis tenemos la presencia de la estacion de podomorfos mas impresionante de las Islas que se relaciona de forma mas o menos clara con una fenomenologia astronomica (hipoteticos cultos astrales), tal y como hemos tratado de demostrar en este trabajo. Agradecimientos: En la realizacion de este trabajo han colaborado un buen numero de personas. Queremos dar las gracias a Margarita, Carmen y Roberto por su ayuda en el trabajo de campo. A Victor Febles, Rosa Schlueter y Mauro Hernandez por sus comentarios y a Ramon Castro por alguno de los graficos. Este trabajo ha sido financiado, en parte, a través del proyecto Arqueoastronomia del Instituto de Astrofisica de Canarias. Referencias bibliograficas: 1.- Abreu Galindo F.J. Historia de la conquista de las siete Islas de Canaria. Goya Ediciones, pag. 56-57. 1977. 2.- Cortes Vazquez M. Los Petroglifos Podomorfos de Montana Tindaya (Fuerteventura): caracteristicas formales y significacion. 1 Jornadas de Historia de Fuerteventura y Lanzarote. Tomo II. Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura. 1987. 3. Perera Betancort M.A. La Cultura de los Majos. Guia Didactica del Museo de Betancuria. 1993. 4 - Belmonte J.A. (Editor). Arqueoastronomia Hispdnica.. Grupo Sirius. 1994. 5.- Belmonte J.A., Aparicio A., Esteban C. A Solstitial Marker in Tenerife: the Majanos of Chacona. Archaeoastronomy Sup. J.H.A. 18, $65, 1993. 6.- Aveni A.F., Cuenca J. Archaeoastronomical fieldwork in the Canary Islands. Museo Canario 49, pag. 29-51. 1994. 7.- Jiménez J.J. Elementos astrales de la arqueologia prehistorica de las Islas Canarias. En "Investigaciones Arqueologicas canarias II", pag. 93. Viceconsejeria de Cultura y Deportes. 1990. 8.- Perera Betancort et al. Jindaya: un acercamiento arqueoastronomico a la Prehistoria de Fuerteventura. Tabona IX. En prensa. 1995. 15 9- Cortes Vazquez M. Los Petroglifos Podomorfos de Montana Tindaya (Fuerteventura): caracteristicas formales y significacion. 1 Jornadas de Historia de Fuerteventura y Lanzarote. Tomo II. Servicio de Publicaciones del Cabildo de Fuerteventura. Pag. 50. 1987. 10.- Gomes Escudero. En Morales Padron F. Canarias. Cronica de su conquista. Transcripcion, estudio y notas. Cabildo de Gran Canaria, pag. 439. 1993. 11.- Espinosa F.A. Historia de Nuestra Senora de Candelaria. Goya Ediciones. pag 38. 1980. 12.- Marin de Cubas T.A. Historia de las siete islas de Canaria. Real Sociedad de Amigos del pais, Las Palmas de Gran Canaria, pag. 254. 1986. 13.- Camps G. (ed.). Calendrier. Encyclopedie Berbere XI, 1713-1719. Edisud. 1992. 14.- Belmonte J.A., Esteban C., Tejera Gaspar A., Aparicio A. Un Acercamiento Arqueoastronomico a las Sociedades Prehispdnicas Canarias y su Relacion con las Culturas Paleobereberes del Norte de Africa. 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En particular, nos parece especialmente sugerente el grabado de 7 "cupulas" situado junto al tercer acceso a la cueva-santuario de Cuatro Puertas (Gran Canaria), el sistema de "cazoletitas" situado cerca del acceso a la cueva de enterramiento de la Degollada de Yeje (Masca, Tenerife), el grupo de cazoletas del llamado “almogarén” de Los Ajaches, cerca de San Marcial del Rubicon (Lanzarote) o parte del sistema de "cupulas" grabadas tanto en la denominada Estela de Gamona (Gran Canaria) como en un extrafio bloque traquitico situado en la Laguna Grande (Gomera) --de éste ultimo no esta claro su origén prehispanico (ver A. Tejera, La Religion de los Antiguos Gomeros, Cabildo de la Gomera. 1996. En prensa)--, por citar solo aquellos ejemplos que nos parecen mas significativos (un estudio en profundidad de este tema se encuentra actualmente en fase de desarrollo). 20.- Camps G. (ed.). Calendrier. Encyclopedie Berbere XI, 1713. Edisud. 1992. 21.- Servier J. Les portes de l'annee: rites et symboles.. Laffont, 1962. 16 22.- Hesiodo. Los trabajos y los dias. Biblioteca Gredos, pag. 144-159. 1990 23.- De Sosa J. Jopografia de la Isla de Gran Canaria. Ediciones del Cabildo de Gran Canaria, pag. 300. 1994. 24.- Belmonte J.A. Fomalhaut and the ‘'srt" constellation. Journal for the History of Astronomy. En discusion. 1996. 25.- Aparicio A., Belmonte J.A., Esteban C. Las bases astronomicas: el Cielo a simple vista. En Arqueoastronomia Hispanica. Capitulo 1, pag. 33. Grupo Sirius. 1994. 26.- Andrés Bernaldez Memorias del reinado de los Reyes Catolicos. En Morales Padron F. Canarias. Cronica de su conquista. Transcripcion, estudio y notas. Cabildo de Gran Canaria, pag. 510. 1993. 27.- Cortes Vazquez M., Pag. 36. 28.- Abreu Galindo F.J., pag 59. 29.- Tejera Gaspar A. Mitologia de las culturas prehistoricas de las Islas Canarias. Leccion Inaugural del Curso 1991-92, Universidad de La Laguna, pag. 32-44. 1991. 30.- Herodoto Los Nueve Libros de Historia. Libro IV, 401. Edaf de Bolsillo, 1989. 31.- Maximo de Tiro (VIII, 7). En Camps G. Les Berberes. Memoire et identite. Editions Errance, 2a Ed., pag. 145. 1987. 32.- Lancel S. Cartago. Coleccion Critica, Serie Mayor, pag. 192. 1994. 33.- Espinosa F.A. Historia de Nuestra Sefiora de Candelaria. Goya Ediciones, pag. 35. 1980. 34 - Posiblemente, de la raiz libica YWR-N (lunas). Camps G., Les Berberes ..., pag. 148. 35.- Camps G. , Les Berberes ..., pag. 158. 17 TINDAYA N Figura 1; Diagrama de orientacion --medida de talon a dedos-- de los grabados podomorfos de Montafia Tindaya. En el borde exterior se indican toda una serie de puntos conspicuos del horizonte, tanto astronomicos --ortos a levante y ocasos a poniente--, como geograficos: SV: Solsticio de verano; SI: Solsticio de Invierno; PM y Pm: Lunasticios mayor y menor, respectivamente; TF: Tenerife, GC: Gran Canaria. También se indica el rango de acimutes del ocaso de la estrella Fomaljaut, debido a la precesion de los Equinoccios, entre el afio 100 y el 1400 d.C. En principio, este diagrama no permite discernir si la orientacion dominante O-SO tiene una justificacion astronomica, topografica o ambas a la VEZ. 18 Figura 2: Podomorfos de Tindaya. Imagen del panel numero 4. situado muy cerca de la cumbre: unico panel del conjunto donde se puede apreciar pares de podomorfos orientados en las 4 direcciones tipicas: la O-SO dominante. la Meridiana (tanto a N como a S) y una extrafia pareja de dedos muy largos orientado a Levante. También se aprecian pares de podomorfos sin dedos. El Norte esta en la parte superior y el Este a la derecha de la imagen. 19 0.2 0.15 Parada Menor Lunar Sols. Invierno & © = a 4 m ) >» w = © ae) © S © A, 0.1 0.05 0 200 250 300 azimut Figura 3: Histograma de las orientaciones de los grabados podomorfos de Tindaya. Se representa el acimut de la orientacion de los mismos, frente a la frecuencia relativa de cada orientacion. La curva de trazo discontinuo representa el ajuste matematico de la distribucion de orientaciones a una funcion campana de Gauss. El ajuste es razonable. con un maximo bien definido que coincide, dentro de los errores. con la direccion de la puesta de Sol en el Solsticio de Invierno, indicando una mas que probable intencion astrondmica en la orientacion de la mayoria de los podomorfos de Tindaya. 20 Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiem. Octubre Noviem Eq.Pr. Sol.Ver Eq.Ot ISLAS ORIENTALES Tiempo (meses) Figura 4: Pluviosidad promedio para zonas costeras de las Islas Orientales, en funcion de la época anual civil --meses-- y astrondmica --solsticios y equinoccios--. Notar el maximo de precipitaciones concentrado en la época inmediatamente posterior al Solsticio de Invierno --meses de diciembre y enero- -, y el minimo absoluto que se produce en los primeros 30 dias --un mes sinddico-- posteriores al Solsticio de Verano. La inflexion de la curva se produce en fechas cercanas al Equinoccio de Otofio, anunciador de la llegada de las lluvias. VIA a LACTEA s : PLEYADES aoe, TAURO vumy OSA MAYOR capeia fe or aN ALDEBARAN DUBHE [ft ae AURIGA ee ORION are RIGEL 4% ° GEMINI Fassel 22) ae ek M42 (aera Pana BELTELGEUSE POLLUX ee Horizonte Astrondmico 4 pee oe E Figura 5: Imagen del horizonte oriental, tal como se veria, poco antes de la salida del Sol, el dia del Solsticio de Verano, a comienzos de la Era Cristiana. Se pueden apreciar algunos de los asterismos mas conspicuos y llamativos de toda la Boveda Celeste, como Orion --con Rigel, Betelgeuse y la Nebulosa M42 (la famosa Nebulosa de Orion)--, las Hiades --con Aldebaran-- y las Pléyades --llamadas por los tuareg: las Hijas de la Noche--. En este instante, la Via Lactea en uno de sus sectores mas brillantes, corta al horizonte en vertical. Los autores son de la opinion que ésta es la imagen vista por los ‘ aborigenes en la madrugada del mayor apartamento del sol en el signo de Cancer, rememorada en la cronica de Gomes Escudero. Ver el texto para mas detalles. 21 Diciem Sol.Inv i | | | 0.2 0.15 x 0.1 0.05 0 200 250 300 Acimut Figura 6: Histograma Modelo elaborado a partir de la combinacion de los diagramas de orientacion de la Luna Nueva simultanea 0 siguiente al Solsticio de Invierno, a lo largo de un periodo de 19 afios (ciclo de regresion de la linea de los nodos {26}), por un lado, y de 19 ocasos, igualmente probables, de la estrella Fomaljaut entre los afios 100 y 1400 d.C., por otro. Se ha dado un peso estadistico del 56% a la Luna (mas facil de observar) y un 44% a Fomaljaut. Es de destacar la gran similitud encontrada entre este Modelo y la zona central (entre 210° y 270°) del Histograma de los grabados podomorfos que se muestra en la Figura 3. Ver texto para mas detalles. 22 SECCION ‘ < v = ea oO +> Mi i. R Rev.Acad.Canar.Cienc., VII (Nims. 2,3 y 4), 25-43 (1995) Presente y futuro de las técnicas robotizadas dplicadas al laboratorio quimico: El robot de laboratorio como claro exponente de la automatizacidon total de procesos (%) PASTORA MARIA TORRES VERDUGO DOCTORA EN CIENCIAS QU/iMICAS 1.B. LUIS DE GONGORA 14071 - CORDOBA Resumen Se presenta una revisién actualizada de los principales asnectos relativos a la incorporacién de la tecnologias rabowzaras al laboratono quimico. Dicha incorporacién se inscribe en ila tendencia a la automatizacion de procesos existente desde hace mas do dos «écadas. E robot de laboratorio, que nace de forma independiente de sus parientes mas cercanos, los robots industriales, permite la automatizacidn de gran variedad de operaciones, inasequibles a otras técnicas auiomalicas, en sustitucidn del operador humano. Se incluye un resumen fe ‘AS aplicaciones desarrolladas en los aos 90, de las cuales se comentan Ins aspectos mas sobresalientes. Se concluye con un apartado dedicado al anélisis de las tendencias previsibles para un futuro. Desde que el escritor checo Karel Capek (1) ideara la palabra "robot" para denominar un androide construido por un sabio en una de sus obras que era Capaz de realizar el trabajo ejecutado por una persona, los robots y la Robdtica - la Ciencia que se ocupa de ellos - se han introducido en numerosos ambitos de nuestra actividad cientifica, tecnolégica e incluso artistica y literaria. Podemos encontrar el primer antecedente de los robots en los tradicionales autématas, conocidos en Europa desde la Antiguedad cléasica, algunos de ellos verdaderos prodigios de la Micromecédnica. Pero no es hasta la segunda mitad del siglo XX cuando encontramos |os primeros robots como ingenios tecnoldgicos en los que convergen la Informatica y la Automatica. Fue la industria automobilistica la pionera, con la incorporacién de robots a las lineas de montaje para realizar tareas tales como la soldadura y la pintura. Los robots - industriales derivaron de !os primitivos _telemanipuladores: brazos mecanicos dirigidoSs por un Operador humano, destinados a efectuar un trabajo en ambientes adversos o peligrosos. Un robot industrial es, en esencia, un brazo (*) Este trabajo obtuvo el Premio de la Academia Canaria de Ciencias (Cancurso del afio 1995) correspondiente a trabajos de investigacién o de revisién de temas de interés cientifico sobre materias correspondientes al campo de la Quimica. mecanico dotado de movimiento aut6énomo y de un-— ordenador programable para el control de dicho movimiento. Las dificultades tecnolégicas, nada desdefables, que conileva esta integracién han_ ido superandose paulatinamente, a medida que se han disefado las sucesivas generaciones de robots. Asf, a la primera generaci6n, constituida por maquinas sin capacidad sensorial y mayoritaria en Cuanto a su implantacién en la industria, le ha seguido una segunda generacién, de equipos dotados de "sentidos" (visiédn, tacto) y provistos de lenguajes de programacién de alto nivel, aptos para acometer tareas mas complejas. La tercera generacién, aun en fase de desarrollo, tendrad incorporadas percepcidén multisensorial e inteligencia artificial, lo que le conferira un elevado grado de autonomia (2). Si bien la industria, sin duda alguna, es el A4mbito de mayor implantacién de los robots, la tecnologfa robotizada ha colonizado numerosos entornos, con aplicaciones muy diSpares. Existen robots domésticos, robots médicos, equipos capaces de ejecutar una pieza musical sobre un teclado, robots esquiladores, robots: y telemanipuladores para trabajar en las profundidades marinas y en el espacio exterior - dos de los medios mas hostiles para la especie humana -, etc (3). El laboratorio quimico, que ha vivido en los ultimos treinta anos una auténtica revolueiédn instrumental -encaminada a la automatizacién de 26 procesos (4), es otro de las 4ambitos en los que la Robédtica ha irrumpido con fuerza. En este trabajo se hara un recorrido por los principales tdépicos relacionados con la robotizacién de los laboratorios quimicos. Comenzaremos con- un apartado dedicado a describir lo que se entiende por robot en este contexto. Seguidamente abordaremos_ los distintos tipos de robots de laboratorio que se pueden encontrar en el mercado. A continuacién, nos centraremos en las aplicaciones de los robots y en los avances que se han producido en afos recientes, para finalizar con una panordmica de las’ tendencias previsibles para un futuro préximo. EL ROBOT DE LABORATORIO La definici6n mas general de un robot podria ser un ingenio electrénico capaz r_automaticar racione QO _movimien variados (2). Esta definicién, al ser lo mas general posible, resulta vaga en lo que se refiere a las caracteristicas o naturaleza de tal "ingenio electrénico", si bien la funcién a que esta destinado parece estar mas clara. El Robot Institute of America define un robot como un _ manipulador multifuncional reprogramable az mover parte herramien rav de una Cc movimien variables programados (5). En esta definicién se hace mas patente que el robot esta disefiado para la manipulacién automatica, y que debera incorporar algun mecanismo informatico que permita su reprogramacién y control. Desde otro punto de vista, el robot puede considerarsé como una extensidn del ordenador que posibilita que éste realice trabajo fisico, ademas de procesar los datos. La /nternationa/l Union of Pure and Applied Chemistry (\UPAC) ha adoptado recientemente la definicién de robot como una maquina manipulativa, control maticamen repr | multi ional n vari if liber fija en n_lugar movil n aplicaciones automaticas (6). En esta definiciédn se enfatiza sobre todo el hecho de que el robot esta controlado de forma automatica, es decir, mediante un microprocesador o un ordenador. Ademéas, se hace menciéna los grados de libertad y a la posibilidad de movimiento como _un_ todo, cuestiones importantes desde el punto de vista de la Ingenierfa. Un robot de laboratorio, por tanto, estara disenado para la realizacién de una serie de manipulaciones” y operaciones similares a las que lleva a cabo el analista. El empleo de un robot para desempenar estas funciones en sustituci6n de un operador humano sdlo esta justificado, en el estado actual de la tecnologfa, cuando se trata de operaciones repetitivas y relativamente simples, de tal manera que podamos otorgar a la maquina un grado aceptable de confianza y hacer asf rentable el proceso de automatizacién en su conjunto (7). 27 Este tipo de robots .no requieren tanto de fuerza y rapidez como de precisién, también llamada repetibilidad (6) en el lenguaje de la Robética. El robot deberaé manejar materiales fragiles (recipientes y tubos de cristal, placas) o delicados (aparatos de medida). Todo ello hace que se haya de trabajar fundamentalmente- su Capacidad de manipulacién, para asemejaria en lo posible a la de una mano humana, y esto sin_ perder simplicidad para no_ dificultar el necesario control. Conseguir este mimetismo operacional es uno de los principales objetivos, a la vez que uno de los mayores escollos, de la Robética aplicada al laboratorio. Por otro lado, si tenemos en mente lo que es un laboratorio quimico, en el cual los aparatos e instrumentos de medida (balanzas, espectrofotémetros, cromatégrafos, etc) se distribuyen en sitios diferentes y fijos del mismo, anadiremos una dificultad extra a la puesta a punto de un robot de laboratorio: la necesidad de desplazamiento. Para subsanar este obstaculo de primer orden, nace el concepto de estacién robotizada (8), que no es sino un pequeno laboratorio concentrado en el espacio, de modo que todos sus componentes operativos se hallen al alcance ffsico de un brazo robotizado. As/f, la estacién posee, por ejemplo, su propia balanza, convenientemente adaptada; también posee sus propios instrumentos de medida, asf como los. auxiliares necesarios para llevar a cabo la secuencia de operaciones requerida para cada aplicaci6én (Figura 1). La estacién robotizada consta, pues, de una serie de méddulos, en los que se realizan las operaciones unitarias Comunes en Cualquier proceso quimico. Estas operaciones unitarias se designan como LUOs (5)(iniciales de las palabras inglesas Laboratory Unit Operation), y cada una de ellas comprende una operacién basica como pueden ser la pesada, la adicién de disolventes o reactivos, la agitacién o la centrifugacion. Cada proceso qufmico en particular podra automatizarse combinando las LUOs necesarias, es decir, haciendo uso secuencial de los correspondientes moddulos. La estaci6én también incluye, por supuesto, un brazo mecanico, encargado de realizar el transporte entre los méddulos integrantes. El control de todo el conjunto se ejerce desde un ordenador. Un tlenguaje de programacion apropiado nos permitira, a su vez, la reprogramacién para poner a punto cada nueva aplicacién. La estructura modular que acabamos' de_ describir es una Caracteristica fundamental de _ las estaciones robotizadas. Esta estructura modular va en aras de una mayor flexibilidad y economia. En efecto, al disponer la estacidn de_ distintos modulos para la realizacién de las operaciones’ precisas, es_ posible reemplazar, anadir o suprimir alguno de estos mddulos segun requerimientos; con esto, una misma estacién basica ' puede servir para desarrollar una 28 MODULOS AUXILIARES INSTRUMENTOS OE MEDIDA MODULO DE EXTRACCION S/L AGITADOR MODULO DE FILTRACION % MODULO DE ADICION DE LIQUIDOS MODULO DE EXTRACCION UL MODULOS DE TRASVASE O DE INYECCION MODULO DE TAPADO DE TUBOS CENTRIFUGADORA ORDENADOR MODULO DE SELLADO DE VIALES BRAZO ROBOTIZADO EFECTORES TERMINALES GRADILLAS Y SOPORTES Figura 1. Resumen esquematico de los posibles componentes de una_ estaciédn robotizada modular. Las lineas de unién indican las principales conexiones entre ellos. infinidad de metodologias quimicas, sin mas que efectuar las oportunas modificaciones sobre _ ella. Naturalmente, el procedimiento no es tan inmediato, puesto que también es necesario modificar la parte informatica para poder ejercer el control de la "nueva" estacién asf obtenida. Las ventajas del diseno modular (9) son también patentes desde el punto de vista econdémico. Desde la irrupcién de la tecnologfa robotizada en el laboratorio, las nuevas técnicas han tropezado con una barrera en muchos casos insalvable: el alto coste. Se trata de una tecnologia muy cara, y ello es debido, principalmente, ala complejidad de la instrumentacién y a la escasez de la demanda. Por tanto, si se dispone de un diseno modular, la puesta a punto de una nueva aplicacién es mucho menos costosa, pues, por lo general, sdlo requerira una inversidn menor para la adquisicién de uno o varios méddulos mas. No obstante, a pesar de las citadas ventajas de la estructura modular, también se comercializan, como veremos, equipos que carecen de estas prestaciones. En este sentido, se puede distinguir (10) entre instrumentacién flexible, que designa el tipo de estaciones de que hemos hablado, e instrumentacién dedicada, para operar de una manera especifica y preestablecida, y que, en consecuencia, no puede ser reprogramada. Volveremos sobre este tdpico en posteriores apartados. TIPOS BASICOS DE ROBOTS COMERCIALES Los primeros robots de laboratorio comerciales se presentaron en la Conferencia de Pittsburgh celebrada en 1982. Estos prototipos fueron desarrollados de forma totalmente independiente de los robots industriales, que ya funcionaban con éxito en las cadenas de montaje, y se orientaron netamente hacia el proceso quimico, dejando mas de lado el desarrollo del hardware. Trece anos después, el uso de robots se ha extendido notablemente en los laboratorios; especialmente en “Estados Unidos, pals pionero en este 29 tipo de instrumentacion. © Es posible clasificar los robots comerciales desde varios puntos de vista: atendiendo a sus geometrias, a sus mecanismos de funcionamiento, al numero de sus articulaciones y/o grados de libertad, etc. Nos vamos a centrar en el aspecto geométrico, por ser el que mas afecta al entorno del laboratorio. Son tres las geometrias bdasicas que vamos a encontrar en el mercado: antropomorfica, cartesiana y cilfndrica (11). Los robots antropomérficos son los parientes mas prdéximos de los robots industriales. Se caracterizan por poseer un brazo multiarticulado (Figura 2.a), generalmente montado sobre un rail lineal, aunque también puede ir acoplado sobre un soporte fijo o giratorio. A este tipo pertenecen el Optimized Robot for Chemical Analysis (ORCA) de Hewlett-Packard, el Mitsubishi RM501, la serie Hudson y la serie CRS. Esta geometrfa tiene la ventaja de proporcionar un mayor numero de grados de libertad, si bien resulta mas. diffcil predecir la trayectoria del robot en cada momento, lo que requiere de algoritmos de control mas complejos. La geometrfa cartesiana se Caracteriza por poseer movimiento a lo largo de los tres ejes cartesianos (Figura 2.b). De este tipo es el UMI Labman 1200. Tienen la ventaja de ser bastante compatibles con el entorno del laboratorio, frente al inconveniente de que el movimiento lineal limita la Ccapacidad de acceso fisico y, por (c) Figura 2. Representacién de los tres tipos bdsicos de geometria para un robot de laboratorio: (a) antropomérfica, (b) cartesiana y (c) cilfndrica. tanto, la operatividad; esto hace que sean escasas sus aplicaciones. La geometrfa_ cilindrica (Figura 2.c) se caracteriza por la posibilidad de movimientos que se pueden describir mediante coordenadas_ cilfndricas (altura, alcance y angulo de giro). De este tipo son los robots comercializados por Zymark (Zymate). Su ventaja fundamental es la_ simplicidad geométrica sin perder capacidad de acceso, aunque son equipos que ocupan mucho espacio. De la instrumentacién descrita, la mas utilizada a nivel mundial son los robots de 2Zymark. Esta firma comercializa tanto estaciones robotizadas (robots Zymate) como unidades mas compactas (Benchmate), 30 intermedias entre la instrumentacién flexible y la dedicada. Concretamente, son los Zymate los que gozan de un mayor grado de aceptacién, hecho este que podemos atribuir a algunas de sus caracteristicas (8): Su arquitectura modular (PyTechnology), las manos intercambiables y su _ lenguaje de programacién (FasyLab), que es abierto y se estructura de forma jerarquizada a partir de posiciones del robot. En cuanto al Benchmate, se trata de un brazo integrado en un banco compacto, sobre el cual se hallan los componentes necesarios para llevar a cabo unas ciertas aplicaciones; el equipo es programable, pero carece de estructura modular, por lo cual su versatilidad es limitada. APLICACIONES DE LOS ROBOTS EN EL LABORATORIO QUIMICO La implantacién de las tecnologias automaticas en general, y de las tecnologias robotizadas en particular, ha ido creciendo paulatinamente en los laboratorios de todo el mundo. En los ultimos afos se ha constatado un apreciable aumento de las investigaciones en torno a los robots, lo que se traduce en un elevado numero de publicaciones sobre muy diversos aspectos relacionados con ellos. Actualmente existen publicaciones periddicas internacionales exclusivamente enfocadas hacia la automatizacién en el _ laboratorio quimico - Laboratory Robotics and Automation, Journal of Automatic Chemistry y Advances in Laboratory Automation Robotics, por citar las tres de mayor difusién -, asi como conferencias internacionales que reunen a los principales expertos mundiales en Zymark 72% Cartesianos 4% “ay / No Comerciales 6% Antropomérficos 19% (a) Flexible la materia - International las PittCon y las Conference on Robotics and Artificial applied to Analytical Chemistry, estas ultimas centradas en la aplicacién de la tecnologia al laboratorio. La Tabla 1 recoge una seleccién de 59 referencias de publicaciones aparecidas en los ultimos cinco anos, en las cuales se describen aplicaciones de las técnicas robotizadas en o para el laboratorio. Para todas ellas se han consignado una serie de aspectos de interés. Asi, se recoge la instrumentacién empleada, especificando si es flexible o dedicada, esto es, reprogramable o no. Se constata que, en el 72 % de los casos, la instrumentacién fue Suministrada por la casa Zymark (Fig. 3a). De los equipos Zymark, practicamente todos eran estaciones modulares programables (robot Zymate), dotadas de las caracteristicas Automation, Intelligence 91% Oedicada (b) Figura 3. Diagramas de sectores donde se recogen los valores porcentuales, correspondientes a los datos consignados en la Tabla 1, referidos a la instrumentacidn: (a) instrumentacién empleada y (b) tipo de automatizacién adoptada. Véanse detalles en el texto. 31 comentadas en la seccién anterior. Los robots antropomérficos suponen el 19 % del total, mientras que los robots de geometria cartesiana solo se emplearon en tres casos (39, 45, 70), al igual que los robots no comerciales (12, 43, 69). En cuanto al tipo de automatizacién adoptada, ésta era flexible en el 91 % de los trabajos revisados, poniéndose claramente de manifiesto que los laboratorios apuestan por la versatilidad y el disefio modular ante una inversién de esta envergadura (Fig. 3b). Por lo que respecta al tipo de laboratorios, destacan por el numero de investigaciones publicadas los laboratorios farmacéuticos y clinicos, con un tercio aproximadamente del total (Fig. 4a), Debe hacerse notar en este punto que estos laboratorios se encuentran a la cabeza en lo que se refiere al grado de implantacidén de las técnicas automaticas en general y, en consecuencia, también en el ambito de la Robética. Asimismo, se comprueba que la investigacién bdasica para la propuesta de nuevos métodos robotizados es bastante activa - el 34 % de las publicaciones proceden de laboratorios de investigacién, tanto publicos como privados. El porcentaje de laboratorios medioambientales, en torno al 8.5 %, revela la escasa implantacién de los robots en este contexto, atribuible, por un lado, a la ausencia de métodos. oficiales robotizados y, por otro, a la naturaleza de las muestras ~medioambientales ’ (aguas y aire, sobre todo), que hace 32 posible su andalisis mediante una instrumentaci6én mds simple y/o mas especifica. La participaciédn de laboratorios alimentarios alcanza un 8.5 %, mientras que los’ laboratorios industriales totalizan alrededor de un 6.8 % (20, 30, 35, 43). Esta escasa utilizacién de las técnicas robotizadas puede justificarse, en ambos casos, por la gran complejidad de las muestras analizadas. La gran variedad de teméaticas resumidas en la Tabla 1 nos indica, para empezar, los numerosos campos d@¢ aplicacién de los robots en el laboratorio quimico. Destaca la gran cantidad de aplicaciones al anéalisis clinico y farmacolégico (Fig. 4b), ambitos donde la automatizacién y la Robotica se hallan, como se dijo con anterioridad, plenamente incorporadas. Dichas aplicaciones abarcan determinaciones de principios activos o sus metabolitos en plasma, suero u orina, asf como el analisis de preparados farmacéuticos. Conviene resenar, a este respecto, la extensa comercializacién, desde hace mas de dos décadas, de una amplia variedad de autoanalizadores totalmente automaticos para la determinacién de los pardmetros mas frecuentes en Quimica Clinica. Se trata de una instrumentaci6n muy sofisticada, rapida y con un alto grado de fiabilidad, que se inscribe en lo que se ha denominado automatizacién dedicada. Los robots no son, hoy por hoy, competitivos en relacién con este tipo de instrumentacion en el andlisis de rutina, y solamente son incorporados para el analisis d@ muestras” sdlidas_ y/o complejas, Oo cuando se quiere minimizar la intervencidén del operador. El empleo de robots en el andlisis de rutina es recomendable cuando se van a llevar a cabo tareas simples y repetitivas, y para abordar el pretratamiento de muestras que, dada su naturaleza o complejidad, sea imposible analizar mediante otras técnicas automaticas: alimentos, suelos, muestrasindustriales, productos naturales, materiales bioldgicos, etc. La limitacién fundamental estriba en la complejidad de las operaciones previas para estos tipos dé muestras; es frecuente que, tras la pesada, se precise de una 0 varias lixiviaciones, de extracciones liquido-sdlido o Iiquido- liquido, de cambios de_ disolvente, auxiliados por filtraciones o centrifugaciones, todo ello antes de la determinacién analitica propiamente dicha. Sdlo la pesada es ya una Operaci6én cuya automatizacidn representa grandes problemas (48), dada la gran variedad de posibles estados ffsicos de la muestra (semisdlida, sdlida en polvo, sdlida en dosis o trozos, liquida mas oO menos viscosa, etc). Generalmente, cuanto mayor sea el numero de operaciones previas involucradas en una determinacién, menor es la fiabilidad del método automatico en cuestién. Por consiguiente, las investigaciones en los Campos del andlisis alimentario, el andlisis de suelos, el analisis industrial ¥y el analisis medioambiental revisten un 33 considerable interés, si bien la implantacién generalizada de los robots para acometer analisis de rutina en los contextos citados se encuentra aun lejana. — La preparacién de la muestra, casi siempre como fase previa a una determinacién cromatografica, es una tematica de gran interés en que se centran algunas’- publicaciones revisadas; se trata de un ambito en que la automatizaci6én ha_ incidido escasamente y que esta en estrecha relaci6n con los robots, cuyo empleo tiene, precisamente, la finalidad de automatizar las etapas previas del proceso analitico. La automatizacidén en general también ocupa un lugar destacado entre las investigaciones publicadas. Un aspecto a tener en cuenta son los problemas que plantea la adaptacién del personal al trabajo con los equipos automaiticos, especialmente en lo que se refiere a las nuevas funciones que surgen dentro del laboratorio, por una parte, y a la necesidad de reciclaje en las nuevas tecnologias, por otra. En este sentido, conviene recordar uno de los peligros mas graves de la automatizacién: la pérdida de la conexiédn entre el quimico y el instrumento. Para que la automatizacién sea realmente eficaz, el operador humano debe situarse siempre en un nivel superior a la maquina, de forma que sepa continuamente qué esta haciendo y no se convierta en un mero receptor de resultados. En otro orden de cosas, merece ser destacada la importancia que tiene la Farmaceuticos 34% Investigacion 34 % Medioambientales 8.5 % Alimentarios 8.5 % Industriales 6.8 % Clinicos 5.1% Otros 3.4% An. Clinico Automatizacién An. Alimentos An. Suelos An. Farmacos Prep. de la Muestra An. Aguas An. Medioambiental Inmunoensayo Genética Calidad Otros 20.3 % 18.6 % 13.5 % 10.2 % 8.5 % 6.8 % 5.1 % 5.1% 3.4 % 3.4% 1.7 % 3.4 % C. Liquidos 28.8% C, Gases 3.4% E.Masas 1.7% | FIA 3.4% C. Gases-£. Masas 1.7% E. Fluidos Supercriticos 1.7% Otras 6.8% Ninguna 56 % Figura 4. Diagramas de barras que muestran las distribuciones de (a) laboratorios, (b) temdticas y (c) técnicas acopladas, de las aplicaciones revisadas. Los porcentajes estén calculados sobre los datos recogidos en la Tabla 1. Véanse detalles en el texto. implantaci6én de los robots en el laboratorio analitico desde el punto de vista de la mejora en la gestion y el control de la calidad (30). Se trata de un tema que cobra dfa a dfa una creciente importancia en nuestra sociedad, con la_ existencia de organismos especialmente dedicados a ello: la /nternational Organization for Standardization (ISQ) 0, en Espafia, la -Asociacioén Espafiola de Normalizacién 34 y Certificacién (AENOR)..Los citados organismos establecen normativas de obligado cumplimiento, que implican el desarrollo de un proceso organizado y sistematico de aseguramiento de la calidad (71). Por tanto, es indudable que en un laboratorio de control, en el cual es necesario el manejo de un gran volumen de informacién, tanto en lo que respecta a la recepcién y al tratamiento de las muestras como al control de equipos y aparatos, se impone la automatizaci6én total como un punto clave en la planificacién de la calidad, de manera que se libere al operario para la realizacién de labores mas especializadas, a fin de lograr los objetivos de calidad (72). Por ultimo, en la Tabla 1 se consigna el empleo de otras técnicas, automaticas o no, acopladas con el robot. Muy frecuentemente, el robot realizaba las operaciones previas a una determinacién cromatografica (Fig. 4c); especialmente estudiado se halla el acoplamiento robot-CL, hasta el punto de que las casas comerciales suelen suministrar el médulo necesario para la inyeccién de la muestra ya tratada en un cromatégrafo de Ifquidos. Menos comun es el acoplamiento con CG u otros tipos de técnicas cromatograficas (29, 45). El acoplamiento de un robot con un extractor de_ fluidos supercriticos (53) ofrece interesantes perspectivas para acometer la automatizacién total del andlisis de muestras muy variadas. Cabe destacar el acoplamiento con la técnica de extracci6én asistida con microondas (66), que proporciona una drdastica reduccién del tiempo total de andlisis frente a la lixiviaciédn convencional. También es digno de resefarse el acoplamiento con técnicas de inyeccién en flujo (sistemas FIA y SIA), que se comentara en la siguiente seccidn. EL FUTURO ROBOTIZADO La robotizacién se abre paso en los laboratorios como una de las alternativas automaticas mas seguras y auténomas en su funcionamiento. En los ultimos afios se han producido mejoras sustanciales en los equipos; pero, al tratarse de una tecnologia de reciente desarrollo, las innovaciones mas espectaculares estan aun por llegar. El futuro laboratorio quimico contara posiblemente con uno o varios robots, y estos robots tendraén unas caracterfsticas determinadas, que se resumen en una serie de tendencias, tanto para el hardware como para el software, que se iran enumerando y comentando seguidamente. En primer lugar, podemos destacar la fuerte tendencia a la miniaturizacién de los equipos, tendencia que es comun en lo que a la automatizacién se refiere, y que va dirigida a la economia tanto de espacio como de dinero. En efecto, la miniaturizaci6n supone un menor consumo de materiales y reactivos, que redunda en un menor coste global de la determinacién. En el contexto de la Robotica, la miniaturizacién lleva -aparejada la pérdida de flexibilidad, por LABORATORIO 35 lo cual también podemos sefalar una tendencia paralela al desarrollo y empleo de la instrumentacién dedicada, mas simple, barata y facil de manejar. La Microrrobética se perfila, pues, como un campo emergente, en el que se han descrito ya algunas aplicaciones interesantes (73). La productividad, por otra parte, se va a convertir en una exigencia de primer orden, tan importante como la calidad de los resultados. Ello implica una clara tendencia a liberar al personal especializado del laboratorio de aquellas tareas rutinarias y no especializadas que se realizan de forma frecuente, comoes el transporte de muestras y materiales - dentro del laboratorio. Se prevé la futura implantacién de robots méviles, destinados a cubrir dichas tareas, conel consiguiente aumento del tiempo util para la_ realizacién de _ labores especializadas por parte de (los operadores (74). La tendencia més importante para el hardware, que supondra un salto Cualitativo, serd, sin duda, la incorporaci6én de sensores, que posibilitara que el robot "reconozca” su entorno y asegurara un aspecto clave para la automatizacién: la trazabilidad de los resultados. Se han desarrollado hasta la fecha sensores’ 6pticos (camaras), tactiles, térmicos, etc, que pueden concebirse para ser usados separadamente oO para su implementacién en- estaciones oo equipos robotizados (75). También se han ensayado lectores dépticos para esl empleo de cddigos de barras identificativos para cada muestra, basados en una_ simbologia bidimensional, que suplelaslimitaciones de la simbologifa lineal empleada usualmente (76). En lo que se refiere al software, podemos destacar, primeramente, la tendencia hacia la mejora de las interfases robot-usuario, encaminada a facilitar la comunicacién entre ambos, con la puesta a punto de programas abiertos e interactivos (77) que no requieran unos conocimientos profundos de Informatica, y a un control mas efectivo de la estacién robotizada (78). También se tiende a la implementacién de algoritmos para la programacién temporal (scheduling), consistente en la optimizacién del tiempo de operacién mediante el manejo simultaneo de muestras en distintos estadios dé andalisis (5,8). Este modus operand/ se contrapone al modo de operacién secuencial, propio de un operador humano, y su incorporacién supone una reduccién, a veces muy notable, del tiempo de anéalisis. Precisamente la optimizacién de una cierta metodologia es la fase de la puesta a punto que mas riesgos para el personal y para la instrumentacién conlleva. Con el fin de evitar estos riesgos, se tiende cada vez mas a la utilizacién de programas de simulacién (79), mediante los cuales se estudian las distintas posibilidades de forma rigurosa y sin necesidad de llevarlas a la practica en el laboratorio. Estos programas son de gran complejidad, y su. implantacién tropieza con. el 36 obstaculo de que han. de hacerse inteligibles al usuario. Sin embargo, la_ auténtica revolucién provendra del campo de la inteligencia artificial. Frente a las actuales estaciones' robotizadas, dotadas de unos” rudimentarios elementos para la toma de decisiones en muy contados momentos, los robots del futuro incorporaran sistemas expertos, de manera que podran encontrar la solucién a problemas que vayan surgiendo sin el concurso del Operador, valiéndose sdlo de una informacién bdasica inicial y de la informacién que hayan ido obteniendo durante el proceso. Los sistemas expertos se encuentran actualmente en las primeras fases de su desarrollo, y es precisamente la “asimilacién” de nueva informacién para ser incorporada a los algoritmos que posee el sistema, lo que podriamos denominar "aprendizaje”, el aspecto que més dificultades plantea (80). Si bien hasta la fecha se han descrito sdlo sistemas expertos de forma aislada, se prevé que en el futuro iran implementados en los equipos de laboratorio, por lo que podemos hablar de "instrumentacidén inteligente”, con lo que ello supone para el aprovechamiento integral de todas las posibilidades. La instalacién de redes en el laboratorio crearad un entorno en el que se _ integrardan los_ citados instrumentos, actuando como clientes y suministradores (81). Por ultimo, comentaremos dos tendencias de granimportancia relativas al desarrollo futuro de métodos robotizados. La primera es el acoplamiento con otras’ técnicas automaticas, tanto continuas (82) como discontinuas (83), con el objetivo de reducir los costes y de aprovechar las ventajas de cada técnica obviando sus inconvenientes. Concretamente, la utilidad del acoplamiento§ estacién robotizada- sistema FI se ha puesto de manifiesto (50) para la reduccién del tiempo de andlisis, por un lado, y del coste, por otro. En segundo lugar, existe una tendencia a la puesta a punto de métodos robotizados no basados en métodos manuales. Hasta el momento, la automatizacién ha consistido esencialmente en la adaptacién de una metodologfa manual ya contrastada para ser realizada con una instrumentaci6én automatica, reduciendo al minimo la intervencién del operador. En el futuro, se desarrollaran métodos automaticos independientes y concebidos para la robotizacién desde un principio (11). REFERENCIAS (1) K. Capek. A.U.R. Ed. Mensajero, S. A., 1991 (2) Enciclopedia LAROUSSE. Ed. Planeta, 1985 (3) H. Katzan. 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Emmerson* * *C/ Eduardo Zamacois, 13-3°A, 38005 Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias. **Departamento de Biologia Animal (Zoologia), Universidad de La Laguna, 38206 La Laguna, Tenerife, Islas Canarias. ABSTRACT In this paper, recent data is presented concerning the Lesser Short-toed Lark (Ca/andrella rufescens) on Tenerife. Only four breeding populations have been located, (three in the south and one in the north of the island), estimating the total number of pairs to be less than one hundred. The birds occupy two habitats types. One comprising xerophytic vegetation and abandoned cultivated fields in the lower vegetation zone of the south and the other, rich agricultural land and humid meadows on the La Laguna Plateau in the northeast. In light of the lark’s critical situation, a change is proposed in the current |.U.C.N. conservation category assigned to the nominal subspecies, passing from that of Vulnerable (V) to Endangered (E) - and at the sametime, a series of conservation measures are indicated. Keywords: C. rufescens, Aves, distribution, status, habitat, conservation, Tenerife, Canary Islands. RESUMEN En el presente trabajo se ofrecen datos recientes sobre la Terrera Marismena (Ca/andrella rufescens) en la isla de Tenerife. La especie cuenta tan solo con cuatro poblaciones conocidas (tres en la vertiente meridional y una en el sector noreste), evaluandose sus efectivos totales en menos de 100 parejas. El habitat esta constituido tanto por areas de piso basal con cultivos abandonados y vegetacion xérica (sur) como por zonas agricolas y pastizales hUmedos (noreste). Debido a su situacion critica, se Sugiere cambiar la categoria de conservacion de la U.I.C.N. asignada a la subespecie tipica -de "Vulnerable" (V) a "En Peligro” (E)- y llevar a cabo diversas actuaciones conservacionistas. Palabras clave: C. rufescens, Aves, distribucion, estatus, habitat, conservacion, Tenerife, Islas Canarias. 47 1. INTRODUCCION La Terrera Marismena (Calandrella rufescens) es una especie tipicamente esteparia cuya distribuci6n mundial abarca el este y sur de la Peninsula Ibérica, el norte de Africa, el Archipiélago Canario, la Peninsula Ardbiga y una franja significativa de Asia, desde Iran hasta el noroeste dé China (CRAMP [6)]). En Canarias esta presente en las islas de Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife (BANNERMAN [2]; EMMERSON et a/. [8]), si bien se especula con su presencia en La Gomera os base a datos no confirmados (v. MARTIN [18] y EMMERSON et a/. [8]). Existen dos subespecies en la regién: la nominal, rufescens (Vieillot, 1820), descrita para 5) norte de Tenerife, y po/atzeki Hartert, 1904, propia de las islas orientales (VAURIE [31]; BANNERMAN, [2]). Sin embargo, el estatus taxondédmico de C. rufescens aun no ha sido aclarado de forma satisfactoria, y ademas se piensa en la posible existencia de ambas subespecies en Tenerife y Gran Canaria, segregadas en poblaciones disyuntas que ocupan habitats muy diferentes (v. VOLS@E [33] y MARTIN [18]). Hasta la fecha, los datos publicados sobre este alaudido en Canarias se refieren mayoritariamente a las islas orientales, existiendo un vacio informativo en lo que respecta a Tenerife, sobre todo a partir de la publicacion del atlas de las aves nidificantes de dicha isla (MARTIN [18]). Para paliar esta situaci6n, en el presente trabajo nos planteamos ofrecer una informacion actualizada de la corologia, el estatus y las caracteristicas del habitat de este ave en la isla nivariense. 2. METODOLOGIA Y AREA DE ESTUDIO El trabajo de campo se bas6 en la prospeccién de zonas potencialmente adecuadas para la especie, empleandose la metodologia usual en estudios sobre. poblaciones de aves (v. p. ej. BIBBY et a/. [3]), consistente en transectos lineales de una Unica banda (abierta) realizados por uno o varios observadores -en este 48 ultimo caso en lineas paralelas distantes 100-200 m- y en puntos fijos de observacion y escucha, cuya duraci6n oscilaba entre 20 y 45 minutos. Este ultimo método fue crucial para cuantificar con mayor precisi6n los territorios de la especie en plena época de cria. Entre diciembre de 1992 y mayo de 1995, se recorrieron total o parcialmente 108 unidades (cuadriculas U.T.M.) de 1x1 km -delimitadas en la cartografia de escalas 1: 25.000 y 1: 50.000 del Servicio Geografico del Ejército-, de las cuales 19 corresponden al sector noreste, 4 al este, otras 4 al noroeste y 81 al conjunto de la vertiente meridional de Tenerife. Estas cuadriculas, transferidas a un reticulado de 5x5 km (v. MARTIN [18] e IBANEZ & ALONSO [15]), dan un total de 24 unidades prospectadas. Por otra parte, en aquellos sectores con presencia de C. rufescens se recogid informacidon sobre las caracteristicas del habitat. El area de estudio se circunscribio principalmente al sur de la isla, entre los términos municipales de Granadilla de Abona y Guia de Isora, asi como a la zona de Los Rodeos-La Esperanza. El resto de las localidades son marginales (Teno Bajo y Valle de Guimar), y en ninguna de ellas se constat6 la presencia de la Terrera Marismena. 3. RESULTADOS Y DISCUSION 3.1. Distribuci6n y estatus: La Terrera Marismena ha sido detectada en tan solo 17 cuadriculas de 1x1 km (el 15,7 % del total prospectado), de las cuales 9 corresponden al sector noreste y 8 al sur de la isla, conformando cuatro poblaciones claramente diferenciadas, que se situan en las inmediaciones de la Central Térmica de Granadilla, en El Médano, en las proximidades de Guargacho y en el area de Los Rodeos-La Esperanza. Mientras que en las tres primeras -ubicadas en la vertiente 49 meridional-, la especie se halla concentrada en un espacio bastante limitado, en Los Rodeos-La Esperanza se observa una mayor dispersion de efectivos. Los escasos contactos obtenidos fuera de las zonas citadas obedecen a movimientos dispersivos tras la 6poca de reproduccion, y en ningun caso se situan a mas de 2,5 km de distancia del nucleo de nidificacién mas préximo conocido. Aun asi, no se descarta su presencia estacional en otras localidades enclavadas entre los términos municipales de Granadilla de Abona y Arona (sobre todo en ciertos llanos marginales del —— poco prospectados), asi como al oeste de Los Rodeos. La distribuci6n actual de este alaudido se ha reducido de forma notoria en comparacion a la ofrecida por MARTIN [18] para el periodo 1980-1984. En este sentido, de 19 unidades de 5x5 km (U.T.M.) con presencia de la especie en dichos anos, se ha pasado a tan sdlo 5 entre 1993 y 1995 (v. fig. 1), lo cual se traduce en una disminucién de cuadriculas del 73,7%. Teniendo en cuenta la informacion ofrecida por BOLLE [5], POLATZEK [24], VOLS@E [33], HEMMINGSEN [13], BANNERMAN [2] y CUYAS ROBINSON [7], la Terrera Marismena ha desaparecido de localidades como los alrededores de Santa Cruz, La Laguna, Guimar, Mesas de Guaza, Los Cristianos y Vilaflor. También estaba presente -en base a comentarios fiables de campesinos- en Valle Guerra, en las medianias os El Sauzal y La Matanza de Acentejo, en la zona de Vento-Arona, en las cercanias de La Escalona (Adeje) y en algunos otros puntos de la parte meridional de la isla. Ya en anos mas recientes, hemos podido confirmar su extincién en Llano del Moro (El Rosario), los Lomos de Arico y la zona comprendida entre Las Galletas y el Malpais de Rasca (Arona), donde subsistiod una infima poblacién hasta el ano 1992, asi como entre La Mareta y La Tejita (Granadilla de Abona), zona en la que C. rufescens podia considerarse relativamente abundante hasta principios de los 80 (LORENZO & GONZALEZ [16]; D. Trujillo, com. pers.). De igual forma, puede haber 50 desaparecido del Aeropuerto Reina Sofia y sus inmediaciones, donde en 1986 constatamos la presencia de 15-20 parejas nidificantes dentro del recinto, y en el cual no se ha confirmado su presencia reciente en plena época de cria. Algo antes debi6d tener lugar su rarefacci6n y posterior desapariciédn en los términos municipales de Adeje y Guia de Isora (v. MARTIN [18]), mientras que en el caso de Teno Bajo, a pesar de existir al menos tres registros (27.VII|.78: min. de 15 aves, F. Siverio, com. pers.; 1.1.90: 1 indiv., M. Siverio, com. pers.; 22.11.92: 2 posibles indiv.), es muy probable que las terreras observadas en fechas mas recientes fueran en realidad C. brachydactyla, la cual se considera un migrante irregular en Canarias (EMMERSON et a/. [8]). Respecto a su estatus numérico, los comentarios de varios autores (VOLS@E [33]; MOUNTFORT [20]; BANNERMAN [2}, HALD-MORTENSEN [11], entre otros) dejan bien claro que la especie fue muy comun en la isla hasta poco después de la primera mitad de este siglo, por lo que el declive de sus poblaciones debi6 tener lugar principalmente a partir de la década de los 60. En la actualidad, estimamos que el numero de aves presentes en Tenerife es inferior a las 100 parejas, ademas de una proporcién desconocida de individuos no reproductores. De éstas, 25-40 permanecen en la zona de Los Rodeos-La Esperanza, 8-10 en las inmediaciones de la Central Térmica de Granadilla, 9-12 en El Médano y 5-8 en Guargacho, aparte de algunas otras que posiblemente estén dispersas en pequenos enclaves no muestreados aun. Los mayores bandos registrados en las cuatro poblaciones conocidas han sido de 20-30 ejemplares. Sin embargo, en la zona de Los Rodeos eran frecuentes los grupos de mas de 50 individuos a principios de los 80, y dentro del recinto del Aeropuerto Reina Sofia- Tenerife Sur se contaron en total aprox. 300 ejemplares en el invierno de 1986 (obs. pers.). Dicha situaci6n contrasta notablemente con la abundancia de este aldudido _ en las islas mas orientales del archipiélago (Lanzarote y Fuerteventura), donde llega a ser dominante en las comunidades de aves esteparias (SHIRT [28]; SUAREZ [29]; 51 OSBORNE [22]; obs. pers.). Las causas de su regresiédn en Tenerife seran analizadas en el apartado sobre eonservacién. 3.2. Caracteristicas del habitat: Como muy bien expone MARTIN [18], el habitat de C. rufescens en Tenerife esta constituido tanto por herbazales hUmedos como por cultivos abandonados y areas de tipo semidesértico caracterizadas por vegetacion xérica del piso basal. VOLS@E [33] senala su presencia entre el nivel del mar y los 1.200 m de altitud en la vertiente sur, y dentro de la fate de 600-750 m s.m. en las Ilanuras de La Laguna, indicando la notoria querencia de esta especie a las areas cultivadas, sobre todo de cereales. Las poblaciones conocidas actualmente se situan en cotas comprendidas entre 10 y 90 m en el sur, y entre 630 y 750 m en el noreste, encuadrandose dentro de los termotipos y zonobioclimas inframediterraneo desértico (proximidades de la Central Térmica de Granadilla, El Médano y Guargacho) y termomediterraneo mesofitico (Los Rodeos-La Esperanza) (v. RIVAS-MARTINEZ et a/. [25]). En las citadas localidades Ennion aioe la temperatura media anual es de 21,3°C (rango de las extremas del periodo 1993-1994: 10,8-40,6°C) y las precipitaciones medias anuales son de 123,0 mm (periodo 1980-1994; rango de las extremas: 28,0-266,4 mm), basandonos en datos tomados en la estacién del Aeropuerto Reina Sofia- Tenerife Sur. En cuanto al sector noreste, la estaci6n del Aeropuerto de Los Rodeos-Tenerife Norte -muy representativa por situarse dentro del habitat analizado- da una temperatura media anual de 16,1°C (rango de las extremas del periodo 1993-1 994: 5,9-36,6°C) y precipitaciones medias anuales de 637,8 mm (periodo 1941-1994; rango de las extremas: 320,2-1.101,3 mm). En las localidades del sur, la Terrera Marismena ocupa zonas llanas de tipo terroso-pedregoso actualmente improductivas (eriales con vegetacién ruderal- | nitréfila y restos de cardonal-tabaibal) con cobertura vegetal media inferior al 30%, mientras que en el noreste habita areas de alta productividad agricola y parcelas 52 no cultivadas (pastizales y cultivos de secano con predominio de cereales y leguminosas) con sustrato muy poco pedregoso y suelos profundos, siendo la cobertura vegetal media de un 40-50%, si bien en ciertas épocas del afio (invierno y primavera) puede alcanzar el 100%. Analizando los biotipos de cormédfitos presentes en tres de las localidades estudiadas, se observa que en El Médano y Guargacho adquieren gran importancia los terdfitos (Chenopodium spp. (*), Malva parviflora, Mesembryanthemum spp., Patellifolia patellaris, Setaria adhaerens, etc.), seguidos de los nanofaner6fitos (Launaea arborescens, Lycium intricatum y Schizogyne sericea entre otros) y los caméfitos (A/zoon canariense, Argyranthemum frutescens ssp. gracilescens, Fagonia cretica, etc.), mientras que la participaci6n de los otros es muy baja. En el caso de la zona de Los Rodeos, son claramente dominantes los terdfitos cultivados (Hordeum vulgare, Lupinus albus, Triticum aestivum y Zea mays) y el conjunto de terdfitos silvestres/asilvestrados (Ca/endula arvensis, Convo/vulus arvensis, Echium plantagineum, Raphanus raphanistrum, Sinapis arvensis, Spergula arvensis, etc.), asi como un gedfito (Oxal/is pes-caprae) y dos caméfitos _(Aspalthium bituminosum y Phagnalon saxatile), siendo poco significativa la participacion de los biotipos restantes. En base a la lista de especies floristicas vasculares dominantes en el habitat de C. rufescens, hemos elaborado un dendrograma de afinidad para tres localidades (v. fig. 2 a)), en el que se ve claramente que la zona de Los Rodeos queda muy distanciada en cuanto a sus caracteristicas botanicas del bloque formado por El Médano y Guargacho, fiel reflejo de las importantes divergencias climaticas y ecolégicas existentes (para mas informacion v. RIVAS-MARTINEZ et a/. [25]). La avifauna nidificante en el habitat de la Ca/andre//a también muestra las (*) Nomenclatura de las plantas vasculares citadas segim SCHONFELDER et a/. [27]. 53 notables diferencias entre las localidades meridionales y la zona septentrional, puesto que en las primeras se localizan especies tales como Burhinus oedicnemus, Upupa epops, Lanius excubitor y Bucanetes githagineus, que estan ausentes en el area de Los Rodeos-La Esperanza. En esta ultima se hallan como exclusivas Coturnix coturnix, Carduelis cannabina y Miliaria calandra, siendo tres las Unicas comunes a ambos sectores: Anthus berthelotii, Sylvia conspicillata y Passer hispaniolensis. Usando estos datos, se ofrece también un dendrograma de afinidad para las cuatro poblaciones conocidas (v. fig. 2 b)), con el que se obtienen resultados similares al realizado para la flora vascular. Respecto al habitat de esta pesdniepe el conjunto del archipiélago, HUE & ETCHECOPAR [14] senalan que los aeréddromos constituyen un bidtopo ideal, hecho que se observa también en Tenerife. SHIRT [28] y OSBORNE [22] constatan que en Lanzarote y Fuerteventura C. rufescens ocupa varios tipos de llanuras (pedregosas, arenosas y arenoso-pedregosas con mayor o menor cobertura vegetal), areas cultivadas e incluso malpaises, mientras que SUAREZ [29] resalta las diferentes densidades poblacionales segun el sustrato (arenoso/pedregoso). La vegetacion de dichos habitats orientales es de caracter eminentemente xérico y haldfilo, con una alta proporci6n de caméfitos, terdfitos y nanofanerofitos, por lo que estructuralmente es similar a la de algunas zonas bajas del sur de Tenerife, no asi en su composicion floristica (obs. pers.). En la Peninsula lbérica se halla en bidtopos tales como el matorral psamofilo y Ja estepa pedregosa del litoral (MANRIQUE et a/. [17]), marismas, playas, terrenos baldios y cultivados, asi como dunas con vegetacion rala (MUNTANER et al. [21]; SANCHEZ [26]), no superando los 500 m s.m. en el sureste (PLEGUEZUELOS & MANRIQUE [23]). En el noroeste de Africa prefiere la estepa inculta y las llanuras pedregosas (HEIM de BALSAC & MAYAUD [12]), mientras | que en el este de su area de distribucién (Asia) alcanza los prados alpinos situados a 3.000 m de altitud (CRAMP [6]). Todo ello da una idea de la diversidad de habitats que ocupa C. rufescens a nivel mundial, poniendo de manifiesto que se trata de un ave muy ligada a los espacios abiertos con vegetacion baja (v. CRAMP [6)}). 3.3. Conservacion: La Terrera Marismena ha sido catalogada como especie "Vulnerable" (V) en la isla de Tenerife (MARTIN et a/. [19]; BLANCO & GONZALEZ [4]). Entre los principales factores de amenaza sobre ésta figuran la destruccién del habitat por grandes obras de infraestructura, urbanizaciones e instalacién de invernaderos, el abandono de los cultivos tradicionales de secano (cereales), la captura de adultos y pollos por parte de la poblacion rural y el uso masivo de insecticidas en la agricultura. En este ultimo caso se trata de una amenaza potencial, puesto que hasta la fecha apenas se han realizado estudios precisos acerca de la incidencia de los biocidas en los medios agricolas insulares, a pesar de que Canarias supera la media nacional en cuanto al consumo de productos fitosanitarios (v. memoria de la Viceconsejeria de Medio Ambiente [32]), y que en la zona de la Vega de La Laguna, Jardina y Las Mercedes -prd6xima al habitat actual de la especie- se emplean 860 kg de pesticidas por agricultor y ano (AGUILERA ef a/. [1}). A nuestro juicio, la importante reducci6n que han experimentado los cultivos de cereales en las ultimas décadas, ha supuesto la progresiva desaparicién de muchas poblaciones de C. rufescens, sobre todo en la vertiente meridional. Esto viene refrendado por numerosos comentarios de campesinos locales y -de forma indirecta- por diversas referencias bibliograficas (p. ej. VOLS@E [33]). En este sentido, resulta ilustrativo el hecho de que en Tenerife la superficie agricola se haya reducido en un 23,5% dentro del periodo 1982-1989 (v. memoria de la Viceconsejeria de Medio Ambiente [32]). Sin embargo, la implantacién de cultivos de tomates y plataneras supone a la vez una gran modificacién de los habitats - esteparios del sur de la isla, repercutiendo negativamente en la especie. 55 En estos momentos (enero de 1996), las poblaciones localizadas en las proximidades de la Central Térmica de Granadilla y en Guargacho estan a punto de desaparecer. En cuanto a la zona de Los Rodeos-La Esperanza, las previsiones de construir nuevas infraestructuras viarias y urbanisticas constituyen una seria amenaza para el habitat de esta terrera, a pesar de su inclusion en el inventario de IBAs ("Important Bird Areas") de Europa (GRIMMET & JONES [10]); lo mismo puede decirse de la zona de El Médano. Aunque en la Peninsula Ibérica (provincia de Almeria) se ha demostrado que la predaci6n de nidos de C. rufescens por parte de canidos, reptiles y otros vertebrados es un factor limitante del crecimiento de sus poblaciones (SUAREZ et a/. [30]), en el Archipiélago Canario se carece de informacién al respecto. Por tanto, cabe afrontar la conservacion de la especie y su habitat desde la perspectiva de la sobreexplotaci6n humana del medio (v. GORIUP [9]). Segun lo expuesto anteriormente se considera prioritario la puesta en marcha de las siguientes medidas para conservar la Terrera Marismena en la isla de Tenerife: 1. Modificar la categoria de conservacion de la U.I.C.N. asignada a la subespecie tipica -de "Vulnerable" (V) a "En Peligro" (E)- y, en consecuencia, redactar un Plan de Recuperacion para este tax6n que incluya el manejo del habitat. 2. Proteger integramente las zonas agricolas del area de Los Rodeos-La Esperanza y todas sus poblaciones conocidas en la vertiente meridional. 3. Mantener los usos tradicionales (agricultura, pastoreo, etc.) enla zona de Los Rodeos-La Esperanza, potenciando la agricultura de secano de caracter extensivo y la practica del barbecho. 4. Atenuar, 0 en ultimo término eliminar, todos los factores de amenaza | citados, de forma que se favorezca su recuperacion natural. 56 5. Realizar una campana de divulgacién sobre la critica situacién de esta especie en la isla y sobre la necesidad de conservar los habitats de tipo estepario y su avifauna asociada. 6. Llevar a cabo nuevos estudios sobre su poblacién, biologia y requerimientos ecoldgicos a nivel insular, asi como sobre el grado de incidencia de los biocidas en el habitat. 4. AGRADECIMIENTOS Hemos de agradecer la colaboracion de todos aquellos que nos acompanaron durante el trabajo de campo: Miguel Fernandez del Castillo, Juan Antonio Lorenzo, Enrique Onate, Juan José Ramos, Manuel Siverio y Domingo Trujillo, entre otros. Nuestro reconocimiento también a Rudiger Otto, por traducir algunos textos en aleman y ayudar en la elaboracién de los dendrogramas de afinidad, y a Victor Garcia, por permitirnos usar sus ordenadores, asi como a Guillermo Delgado, Felipe Siverio y el Dr. Juan José Bacallado por sus comentarios criticos. ) Por ultimo, al Centro Meteoroldgico Territorial de Santa Cruz de Tenerife - dependiente del Instituto Nacional de Meteorologia-, por facilitarnos los datos climatolégicos de los dos aeropuertos tinerfenos. 5. BIBLIOGRAFIA [1] AGUILERA, F., A. BRITO, C. 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(3 localidades). b) Dendrograma de afinidad con las especies de aves nidificantes (n= 12) presentes en el habitat de C. rufescens en Tenerife. (4 localidades). Localidades: A= Prox. C.T. de Granadilla B= El Médano C= Guargacho D= Los Rodeos 61 re a eet tans Rigen c+, ahaa ~~ & <= ; Fi 4 4 1 : ~ al bil ani - =? ; 7 => ¢” —, ry PS as ed ane «aa « ss te eo ep . é > , iol* eb ¢enHe0 eal goes Keb vile OO Arne : ; 1 os er a = one) O@ saeagetw 3 6 fea | a] irae if | wan ob Gibb ew 22)e64 bahintede SY dithavtas tibial SETAE per alia 2 ab..7 2 ~ i a nt vG0 hi crest at om Rev.Acad.Canar.Cienc., VII (Nims. 2,3 y 4), 63-75 (1995) NUEVOS AEOLIDACEOS (GASTROPODA, NUDIBRANCHIA) PARA LA FAUNA DE CANARIAS L. Moro*, J. Ortea**, J.J. Bacallado*, A. Valdes** y J.M. Pérez Sanchez* (*)Museo Insular de Ciencias Naturales de Santa Cruz de Tenerife. Fuente Morales s/n. 38003 Santa Cruz, Tenerife. (**) Dep. Biol. Organismos y Sistemas. Lab. de Zoologia, Universidad de Oviedo ABSTRACT This paper reports thirteen species of Aeolidacea for the first time in the Canary Islands, complete with anatomical, biological and collection site data. The species reported are: Berghia coerulescens, Berghia verrucicornis and Baeolidia nodosa, amphi-Atlantic species; Cerberilla bernardettae, which has only been reported off the Atlantic coast of France, Galicia and Italy; Facelina coronata, Caloria elegans, Pruvotfolia pselliotes, Cuthona coerulea and Calma giaucoides, which are all distributed along the Atlantic and Mediterranean coasts of Europe to a greater or lesser extent, depending on the species; Favorinus ghanensis, only known in Ghana; Cratena peregrina, which was considered endemic to the Mediterranean; Cuthona genovae, another species found in the Mediterranean and the North of Spain, and Cuthona willani, described in 1992 and only reported off the coast of Huelva and the South of Portugal. Including these new catches, the fauna of these species in the Canary Islands now consists of 24 species, which are systematically listed. Key words: Mollusca, Aeolidacea, rews records, Canary islands RESUMEN Trece especies de Aeolidaceos se citan por vez primera para las islas Canarias indicando las localidades de recoleccién y peculiaridades de su anatomia y biologia: Berghia coerulescens, Berghia verrucicornis y Baeolidia nodosa, especies anfiatlanticas; Cerberilla bernardettae, de la que solo habia citas en las costas atlanticas de Francia, Galicia e Italia; Facelina coronata, Caloria elegans, Pruvotfolia pselliotes, Cuthona coerulea y Calma glaucoides, distribuidas por las costas atlanticas y mediterraneas de Europa, con mayor o menor extension segun la especie; Favorinus ghanensis, conocida sdlo de Ghana; Cratena peregrina que era considerada endémica del Mediterraneo; Cuthona genovae, también mediterranea y presente en el Norte de Espafa y Cuthona willani, descrita en 1992 y conocida tan sdlo de las costas de Huelva y Sur de Portugal. Con estas capturas la fauna de estos animales en las islas Canarias consta de 24 especies que se relacionan en una lista sistematica. Palabras clave: Mollusca, Aeolidacea, nuevas citas, islas Canarias. * Este trabajo se ha benificiado de la subvencién al Programa "Moluscos Opistobranquios de Canarias: estudio zoolégico (taxonomico/biogeografico) y quimico", del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife (Organismo Aut6nomo de Museos y Centros; Cabildo de Tenerife). 1. INTRODUCCION La fauna de Aeolidaceos de las Islas Canarias es an poco conocida en comparacién con el resto del Orden Nudibranchia. Tan solo once especies hab/ian sido citadas hasta el momento en los trabajos de ORTEA [9] [10] [11]; PEREZ Y ORTEA [14]; PEREZ, BACALLADO Y ORTEA [13] y PEREZ Y MORENO [15], de las cuales dos fueron de nueva descripci6én, Eubranchus arci Ortea, 1981 y Favorinus vitreus ORTEA [11]. En los ultimos diez ahios, hemos continuado realizando muestreos esporadicos con e! proposito de lograr un buen inventario de estos animales en el Archipiélago, lo que nos permite citar por vez primera para las Islas trece especies de Aeolidaceos que duplican la fauna conocida de estos animales y que relacionamos a continuacion. 2. RESULTADOS Parte Sistematica: Especies recolectadas por primera vez en Canarias (Las distribuciones de caracter general han sido tomadas de THOMPSON [19]) Familia Facelinidae Bergh, 1889 Cratena peregrina (Gmelin, 1791) Material: Playa de La Laja, Gran Canaria, 22.3.1983, dos ejemplares entre algas del género Sargassum con hidroideos, en la zona de mareas. Observaciones: C. peregrina se alimenta de hidroideos del género Eudendrium sobre los que se recolecta en el Mediterraneo acompanando a otra especie de Aeolidaceo que es frecuente en Canarias, Flabellina affinis. Distribucién: La presente referencia para las islas Canarias es la primera cita fuera del Mediterraneo. 64 Favorinus ghanensis Edmunds, 1968 Material: Taliarte, Gran Canaria, 3.2.1982, un ejemplar entre los epibiontes de los restos de un arte de pesca a 20 metros de profundidad. Observaciones: El ejemplar recolectado presentaba los rindforos negros con tres bulbos, caracteristico de la especie; la glandula digestiva en los cerata era también negra en los animalaes vivos, desapareciendo el color con la fijacidn. Distribucion: Conocido tan sdlo de Ghana, la presente cita es la primera para Canarias y la segunda captura después de la descripcidn original (EDMUNDS [5)). Facelina coronata (Forbes y Goodsir, 1839) Material: El Roquete, Igueste de San Andrés, Tenerife, 25.8.95, dos ejemplares y puestas sobre el Hidrozoo Halocordyle disticha. San Sebastian de La Gomera, 6.3.1996, dos ejemplares y puesta sobre el mismo hidrozoo a 5 m de profundidad. Observaciones: Nuestros ejemplares presentan algunas diferencias cromaticas con relacion a los ejemplares atlanticos ibéricos, como son la falta de reflejos azules en el cuerpo y el diseno de manchas rojas de la cabeza. En cuanto a su alimentacidn la hemos recolectado siempre sobre el Hidrozoo H. disticha, mientras que en las costas de Europa se encuentra sobre especies de Tubularia y Laomedea. Distribucion: Conocida desde las costas de Noruega hasta el Sur de Espana y Mediterraneo, la presente captura supone la primera cita para Canarias. Caloria elegans (Alder y Hancock, 1845) Material: Radazul, Tenerife, 6.12.1995, un ejemplar sobre Eudendrium a 22 m de profundidad. Observaciones: E! ejemplar recolectado presentaba las caracterisiticas cromaticas de la especie, aunque algo atenuadas por ser un adulto joven. Distribucion: Desde la islas Britanicas a Madeira y Azores (Wirtz, 1995) en el Atlantico y por el Mediterraneo Occidental. Se trata de la primera cita para Canarias. Pruvotfolia pselliotes (Labbé, 1923) Material: Puerto de Sardina, Gran Canaria, 10.6.83, un ejemplar sobre piedras con el antozoo Caryophyllia inornata. Punta Orchilla, El Hierro, 23.9.95, un ejemplar a 28 m de profundidad. El Medano, Tenerife, 9.7.80, 3 ejemplares, 11.5.95, un ejemplar; Las Galletas, 10.8.84, tres ejemplares; Palm-Mar, mayo/1995, un ejemplar; San Andrés, 3.8.95, un ejemplar, todos en la 65 zona de mareas. Observaciones: Los ejemplares recolectados presentaban la lamina peneal externa bien formada, tras el Ultimo grupo de ceratas del lado derecho. La coloraci6n era idéntica a la de los.animales del mar Cantdbrico. Distribucion: Conocida tan solo en las costas atlanticas de Francia (TARDY [18]) y Espana (CERVERA et al. [3]), la especie se cita por vez primera en las islas Canarias Familia Aeolidiidae D’Orbigny, 1834 Berghia caerulescens (Laurillard, 1830) Material: El Cabrén, Arinaga, Gran Canaria, 4.4.81, un ejemplar de 14 mm a 4 m de profundidad. Observaciones: Las tonalidades azuladas de los cerata estaban recubiertas en parte por pigmento blanco superficial. Distribucion: Especie anfiatlantica, ha sido citada en la orilla este en el Mediterraneo y en las costas atlanticas de Francia (TARDY [16]) y Espana (CERVERA et al. [3]). En la orilla oeste se conoce de Carolina del Norte, Curacao, Brasil, Jamaica (MARCUS [7]). La presente cita es la primera referencia para las islas Canarias. Berghia verrucicornis (Costa, 1867) Material: Melenara, Telde, Las Palmas, 10.3.1981, dos ejemplares a 8 m de profundidad. Observaciones: No hay datos de coloracién de los ejemplares vivos, pese a ello, la forma y la formula de la radula permite una facil determinacion, Distribucion: Citada en las costas atlanticas de Francia (TARDY [16]) y Espana (CERVERA et al. [3]), asi como en el Mediterraneo. Ha sido también citada en Florida y otras localidades del Atlantico Oeste (MARCUS [7]). La presente cita es la primera para Canarias. Cerberilla bernardettae Tardy, 1965 E Material: Playa de las Teresitas, Tenerife, mayo de 1994, un ejemplar enterrado en fondo de arena fina a 8 metros de profundidad. Obervaciones: La coloracién y resto de la anatomia se ajustan en detalle a la descripcién original de la especie. 66 Distribucion: Citada en las costas atlanticas de Francia (TARDY [17]), Galicia (URGORRI, GARCIA Y GARMENDIA [20]) y en el Mediterraneo en Italia (CATTANEO, CHEMELLO Y GIANUZZI [1]). La captura en Tenerife amplia su distribuci6n hacia el Sur. Baeolidia nodosa (Haefelfinger y Stamm, 1958) Material: Charco Azul, La Palma, 1.4.1980, un ejemplar bajo piedras con Ciona intestinalis a la entrada de una cueva a un metro de profundidad, 6.8.1981, un ejemplar en el talo de algas pardas (Cystoseira sp.) a -1m. Muelle de Taliarte, Gran Canaria, 23.3.1983, dos ejemplares y sus puestas en praderas de Caulerpa prolifera a 5-6 metros de profundidad. Observaciones: Los datos anatOdmicos de nuestros ejemplares no difieren de los animales Mediterraneos, pero si varian los sustratos de recogida: B. nodosa vive en el Mediterraneo en fondos de fanerogamas, Posidonia y Cymodocea, mientras que en Canarias los hemos recolectado sobre los talos de algas pardas y sobre especies que también presentan una amplia distribuciOn, la ascidia C. intestinalis y el alga C. prolifera. Hasta el momento su dieta conocida la constituyen anémonas del género Bunodeopsis. | Distribucion: Animal de amplia distribucién geografica, ha sido citado en las costas de California (Bertsch, 1972) y Antillas Menores (MARCUS Y MARCUS [8]) siendo relativamente frecuente en el Mediterraneo, donde se encuentra su localidad tipo. La presente cita es la primera para las islas Canarias. Familia Tergipedidae Thiele, 1931 Cuthona genovae (O’ Donoghue, 1929) Material: Santa Cruz de La Palma, La Palma, 2.4.1980, cuatro ejemplares entre hidroideos del género Aglaophenia, adheridos a la quilla de un barco pesquero. Puerto del Carmen, Lanzarote, 18.12.1981, once ejemplares entre algas de los géneros Halopteris y Jania a 3-4 metros de profundidad. Observaciones: La coloracién de la glandula digestiva en los cerata era negruzca y la coloraci6n externa presentaba reflejos azulados en cuerpo y ceratas, un anillo amarillo subterminal en estos ultimos y un linea amarilla dorsal. Los rindforos y los palpos también estaban manchados de amarfllo. C. genovae se alimenta de hidrozoos pertenecientes a los géneros Obelia, Sertularella, etc. siendo ésta la primera vez que la recolectamos sobre Aglaophenia. 67 Distribucién: Frecuente en todo el Mediterraneo Oeste, vive también en el Norte de Espana segun nuestras observaciones y ha sido citada en Irlanda (WILSON Y PICTON [21]). La presente cita constituye su captura mas meridional ampliando su area de distribucidn. Cuthona caerulea (Montagu, 1804) Material: San Sebastian, La Gomera, 6.3.1996, tres ejemplares sobre hidroideos del género Dynamena a 11 metros de profundidad. Observaciones: La coloracion de los cerata, era negruzca en su mitad inferior, a continuaci6n 1/4 de cerata era azul y luego un anillo naranja, para finalizar con el extremo translucido. Ha sido recolectada sobre hidrozoos de los géneros Sertullarella, Halecium, Hydrallmania y Fudendrium, siendo la primera vez que la encontramos sobre Dynamena. Distribucién: Desde las Islas Britanicas, hasta las costas atlanticas de la Peninsula Ibérica y todo el Mediterraneo Oeste. Ha sido citada tambien en Brasil (MARCUS [6]). Esta es la primera Cita para Canarias. Cuthona willani Cervera, Garcia y Lopez, 1992 Material: Punta Hidalgo, Tenerife, 30.7.1980, un ejemplar de 2’5 mm sobre hidroideos en el limite de bajamar. Observaciones: Animal con cuatro grupos de ceratas. Cola corta, tan larga como el ultimo cerata abatido. Cuerpo transparente con las visceras y los Idbulos hepaticos parduscos. Flancos semitransparentes. Puntos blanco opaco dispersos por el cuerpo; este tipo de puntos suelen formar una mancha media en los cerata. Rindforos y palpos con el apice blanco, un anillo rojo vino en la zona media y la base transparente, con algo de pigmento blanco opaco. Area cardiaca con una mancha roja difusa. Pie blanquecino y opaco. Puesta en forma de copa. Cola corta y ovotestis rosadas. Distribucion: Conocida tan solo de las costas de Huelva y Sur de Portugal, la presente cita es la primera referencia escrita despues de la descripcién original de la especie (CERVERA, GARCIA Y LOPEZ [2]), ampliando su distribucién hacia el Sur. Familia Calmidae Iredale y O’Donoghue, 1923 Calma glaucoides (Alder y Hancock, 1854) Material: El Médano, Tenerife, mayo/1995, un ejemplar en la zona de mareas. 68 Obervaciones: E| ejemplar recolectado presentaba reflejos azulados en el extremo de los cerata y en los palpos. La glandula digestiva era parda, lo que no es frecuente en estos animales Cuya alimentaci6n se basa en huevos de pequenos peces Teleosteos, lo que hace que sea blanca, por lo general. Distribucion: Desde Noruega a las costas del Noroeste de Espafa y Mediterraneo Occidental. La presente cita es la primera para Canarias. Lista de los Aeolidaceos de las islas Canarias citados hasta el momento *Citado por vez primera en este trabajo Suborden Aeolidacea Odhner, 1934 Familia Flabellinidae Bergh, 1889 Género Flabellina Voigt, 1834 1-Flabellina affinis (Gmelin, 1791) Familia Facelinidae Bergh, 1889 Género Cratena Bergh, 1864 2-Cratena peregrina (Gmelin, 1791)* Género Favorinus Gray, 1850 3-Favorinus branchialis (Rathke, 1806) 4-Favorinus vitreus Ortea, 1982 5-Favorinus ghanensis Edmunds, 1968* Género Facelina Alder y Hancock, 1855 6-Facelina annulicornis (Chamisso y Eisenhart, 1821) 7-Facelina coronata (Forbes y Goodsir, 1839)* Género Caloria Trinchese, 1888 8-Caloria elegans (Alder y Hancock, 1845)* Género Pruvotfolia Tardy, 1969 9-Pruvotfolia pselliotes (Labbé, 1923)* Familia Babakinidae Roller, 1974 Género Babakina Roller, 1974 10-Babakina anadoni (Ortea, 1979) Familia Aeolidiidae D’Orbigny, 1834 Género Spurilla Bergh, 1864 69 11-Spurilla neapolitana (Delle Chiaje, 1823) Género Aeolidiella Bergh, 1867 12-Aeolidiella soemeringi (Leuckart, 1828) 13-Aeolidiella indica Bergh, 1888 Género Berghia Trinchese, 1877 14-Berghia coeulescens (Laurillard, 1830)* 15-Berghia verruciconis (Costa, 1867)* Género Baeolidia Bergh, 1888 16-Baeolidia nodosa (Haefelfinger y Stamm, 1958)* Género Cerberilla Bergh, 1873 17-Cerberilla bernardettae Tardy, 1965* Familia Eubranchidae Odhner, 1934 Género Eubranchus Forbes, 1833 18-Eubranchus arci Ortea, 1979-80 Familia Glaucidae Menke, 1828 Género Glaucus Forster, 1777 19-Glaucus atlanticus Forster, 1777 Familia Tergipedidae Thiele, 1931 Género Cuthona Alder y Hancock, 1855 20-Cuthona caerulea (Montagu, 1804)* 21-Cuthona genovae (O’ Donoghue, 1929)* 22-Cuthona willani Cervera, Garcia y Lopez, 1992* Familia Calmidae Iredale y O’Donoghue, 1923 23-Calma glaucoides (Alder y Hancock, 1854)* Familia Fionidae Alder y Hancock, 1855 Género Fiona Alder y Hancock. 1851 24-Fiona pinnata (Eschscholtz, 1851) 3. AGRADECIMIENTOS. Estamos en deuda con Joaquin Escatllar, Elisabet Alcantara, Cristina Saralegui, Angel Pérez Ruzafa y Antonio Sotillos por la ayuda prestada en la recolecci6n del material. Asimismo hacemos patente nuestro agradecimiento a Ana Esther Pérez por el mecanografiado y maquetacion del manuscrito. 70 4. BIBLIOGRAFIA [1] CATTANEO, R.; CHEMELLO, R. Y GIANNUZZI, R. 1990. Atlas of Mediterranean Nudibranchs. Ed. La Conchiglia, Roma. 264 pp. [2] CERVERA, J.L.; GARCIA, J.C. Y LOPEZ, PJ. 1992. A New Aeolid (Gastropoda: Nudibranchia) from the Atlantic Coasts of the Southern Iberian Peninsula. The Veligar, 35(4): 330-337. [3] CERVERA, J. L.; TEMPLADO, J.; GARCIA-GOMEZ, J.C.; BALLESTEROS, M.; ORTEA, J.; GARCIA, F.J.; ROS, J. Y LUQUE, A. 1988. Catalogo actualizado y comentado de los eb rariqeios (Mollusca, Gastropoda) de la Peninsula Ibérica, Baleares y Canarias, con algunas referencias a Ceuta y la isla de Albordn. |berus, Suplemento 1, 83 pp. [4] BERTSCH, H. 1972. 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Cork with notes on distribution and nomenclature. Irish nat. 7, 21: 69-72. 73 Lamina 1.- A. Favorinus ghanensis; B. Cerberilla bernardettae; C. Cuthona willani; D. Cratena peregrina. Lamina 2.- A. Cuthona caerulea; B. Fiona pinnata. - te - ou - > vena ee ae oe ee ‘ | 7 4 - ‘ ns : be a vod > a me.) r . 5 ‘ “ r ’ ° _ -~ + . a - 2 7 r . > - J ” e 7 ® o a ~" = - ‘ _ ¢ - - nd rs 3 : . - A . . ‘ aS “ i - 5 ‘ -4 a . r . . Se bs ; . “ = » 4 ) “e r + * i af] ¥ t - - ' : j P- 8 ; ~ ' r= -* ; - . 7 4 — q : at er Tae PP ee | £ ¢ ; ; Ty. - ™ . i+. . “t : fo : civ ES “<* ™ - » a.) = => es < ms es — y 7 ss . og ” Z & om ~~ . * 33 * #h - | F , - * e+ Pe - ‘Ss be Rev.Acad.Canar.Cienc., VII (Nims. 2,3 y 4), 77-91 (1995) VEGETALES FOSILES EN EL COMPLEJO TRAQUITICO-SIENITICO DE GRAN CANARIA F. GARCIA-TALAVERA , L. SANCHEZ-PINTO*® Y S. SOCORRO" “ Museo de Ciencias Naturales Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias) ABSTRACT It has been detected recently the presence of some plants remains included in the cineritic tuffs on the SW of Gran Canaria. These fossils consist mainly on leaf impressions, seeds, twigs and bark molds, belonging to different species of the island’s miocenic flora. The geological and petrographic characteristics of the cineritic tuffs increase the interest of the finding, due to the explosive origin of these volcanic rocks. The radiometric dating of the deposit, around 13 millions years B.P., shows that these plants remains are the oldest terrestrial fossils in the Canary Islands known up to date. Key words: Fossil plants, cineritic tuffs, Miocene, Gran Canaria. RESUMEN Recientemente se ha detectado la presencia de restos fdsiles de vegetales en el complejo traquitico-sienitico del suroeste de Gran Canaria, que consiste en impresiones de hojas, frutos y cortezas de diferentes especies de la flora miocénica de la isla. Las caracteristicas geologicas y p°trograficas del terreno en donde aparecen realzan la excepcionalidad del hallazgo, el tratarse de depdositos cineriticos de composicidn traquitica, propios de un volcanismo explosivo. Su datacidn, en torno a los 13 millones de anos, los situa como los fdsiles terrestres mas antiguos encontrados en Canarias hasta el momento, y su estudio significara un importante avance en el conocimiento de la paleoflora canaria. - Palabras clave: Vegetales fosiles, tobas cineriticas, Mioceno, Gran Canaria. 77 1. INTRODUCCION Los fdsiles de plantas son raros en Canarias, ya que la propia naturaleza volcanica de las islas no es propicia para su formacion. A pesar de ello, en ocasiones aparecen troncos, hojas, frutos y otros restos vegetales inmersos en materiales volcanicos. Hasta ahora, los vegetales fosiles mas antiguos que se conocian en Canarias estaban datados en torno a los 4-5 millones de ahos. Aparecen en aglomerados del complejo Roque Nublo (Gran Canaria) y en basaltos de la Serie | de Anaga (Tenerife) y Bco. de Santiago (La Gomera). En su mayor parte se trata de troncos fosilizados y moldes de los mismos, incluidos algunos de palmeras, asi como impresiones foliares de especies lauroides y fragmentos de gramineas bambusoides semejantes a los rizomas de las cafhas (SCHMINCKE [6]; Carlos Suarez, com. pers.; Garcfa-Talavera, inéd.). En galerias de agua perforadas en el norte de Tenerife también han aparecido troncos totalmente petrificados, englobados en el llamado "mortalén", una especie de fanglomerado producto de avalanchas de lodo y piedras cubiertas posteriormente por coladas volcanicas (Telesforo Bravo, com. pers.). Mas recientes son los moldes de troncos, maderas carbonizadas e impresiones de pifnas de pino canario (Pinus canariensis), que aparecen en las coladas piroclasticas pumiticas ("tosca blanca") del sur de Tenerife, datadas entre 30.000 y 650.000 anos (ALONSO BLANCO [1]). Estos fosiles suelen aparecer en las numerosas canteras de bloques de tosca que existen en esa zona e, incluso, durante la construcci6n de nuevos edificos cercanos a la costa (SAnchez-Pinto, inéd.). Los restos vegetales que se encuentran en los alrededores de antiguos manantiales de aguas Calientes carbonatadas son dificiles de datar, ya que, de momento, no se sabe cuando éstos se secaron. En cualquier caso, su edad probablemente no supera unos pocos miles de anos. El proceso de fosilizacién es sencillo: cuando el agua sale al exterior, se enfria y los carbonatos precipitan, cubriendo todo lo que encuentran a su paso, en nuestro caso hojas y 78 pequenas ramas. Con el tiempo, la materia organica se pudre, pero los moldes e impresiones permanecen. Fosiles de este tipo se encuentran en varias localidades de Gran Canaria (Teror, bco. de Azuaje, Berrazales), Tenerife (Ravelo, Rambla de Castro, Arico), La Palma (Caldera de Taburiente), etc. (VIERA Y CLAVjO [7]; Carlos Suarez, inéd.; Garcia-Talavera y SAanchez-Pinto, inéd.). e@ AGAETE Fig. 1. Situacion de los materiales fosiliferos 79 Y, recientemente se ha descubierto un yacimiento paleontoldégico con restos fdésiles de vegetales en el complejo traquitico-sienitico del sector SW de Gran Canaria, que es el tema de nuestro trabajo. El hallazgo no deja de ser sorprendente si se tienen en cuenta las Caracteristicas geologicas y petrogrdaficas del terreno: depdsitos cineriticos de composicién traquitica relacionados con un volcanismo explosivo, cuya edad se estima en 13 millones de anos. (fig. 1) 2. ASPECTOS GEOLOGICOS El complejo traquitico-sienitico Formado por una serie de rocas holocristalinas (traquitas y sienitas) que afloran en amplias zonas de la cuenca hidrogrdafica de Tejeda, asi como en la cabecera de algunos barrancos que vierten al Sur; también se incluyen en el complejo los materiales tobaceos de proyeccion aérea y de génesis ignimbritica, tufolavas y lavas de composicion traquitica alcalina o fonolitica. Este conjunto se extiende sobre los materiales basdlticos de la Serie |, en amplios sectores del Oeste y Sur de la isla (FUSTER et al. [3]). Las tobas de la Serie efusiva central constituyen un gran apilamiento de potentes unidades ignimbriticas y niveles tobaceos intercalados en disposicidn mas 0 menos horizontal, cubiertas de traquifonolitas y, en las ultimas fases, por verdaderas coladas de lavas fonoliticas. Cabe resaltar que una gran parte de los niveles tobaceos son de tipo cineritico. Estos materiales aparecen bien expuestos en superficie en el Barranco de S. Nicolas al Oeste de La Aldea y desde el Risco hasta el Barranco de Mogan. (fig. 2) 80 Fig. 2. Afloramiento de las tobas cineriticas fosiliferas. 81 Los "Azulejos" En la parte inferior de los materiales tobaéceos destacan unos niveles de tobas vitroclasticas fuertemente coloreadas de verde azulado, amarillo y ocre rojizo, denominadas localmente "azulejos". Es precisamente esta diferenciacidn cromatica respecto al resto de los materiales lo que permite detectarlos facilmente, conformandose como perfectos niveles gufa que se agrupan en dos paquetes principales, a diferentes alturas de la Serie, que pueden seguirse a lo largo del borde occidental del afloramiento traquitico. (HERNAN REGUERA [5]). En este tipo de volcanismo explosivo de composiciédn salica es determinante la aparatosidad de las efusiones, casi siempre de consecuencias Catastrdficas para los ecosistemas locales. Las tobas cineriticas se formaron a consecuencia de la rdpida precipitacién y consolidacién de materiales sdlicos de grano fino, aun calientes, que iban englobando y sepultando a todo ser vivo de la zona. La dispersidn y fragmentacidn de los restos vegetales fosilizados (impresiones de hojas, pequenas ramas, frutos, etc.) hacen pensar en fendmenos explosivos violentos que dieron origen a turbulencias de elevadas temperaturas que precedieron y acompanaron a los materiales sdlicos en su avance. La textura y el tamano de grano de estos materiales eruptivos (ceniza) propicié la excelente conservacion de algunas estructuras vegetales. (fig. 3) Edad de los materiales Las dataciones absolutas radiométricas (K-Ar) Ilevadas a cabo por ABDEL-MONEM, WATKINS Y GAST [2] para la Serie Efusiva Central, arrojan unas edades comprendidas entre 12.2 y 13.3 millones de anos, lo que situa a los materiales tobdaceos fosiliferos en el Mioceno medio. Este hecho cobra especial relevancia al tratarse de los fosiles terrestres mas antiguos encontrados hasta ahora en Canarias. 82 +t Fonolitas +i: +. Tobas poco soldadas Ignimbritas Tobas cineriticas (fésiles) Fig. 3. Columna estratigrafica de la Serie efusiva Central 83 3. ESTRUCTURAS VEGETALES Impresiones Foliares: Se ha podido constatar la presencia de, al menos, cuatro tipos diferentes de hojas. Ningunase ha encontrado completa, pero hay varias muestras con distintos fragmentos de cada tipo, lo que ha permitido su reconstruccidn. Llama la atencién el reducido tamano de todas las hojas encontradas hasta el momento: A. Lamina entera, anchamente eliptica; 3,5-4 cm de largo por 2,5-3 cm en su parte mas ancha. Nervio central destacado; nervacion lateral reticulada, bien marcada. (fig. 4) B. Lamina espatulada, con el apice redondeado; 2,5-3 cm de largo por 1,3-1,5 cm en su parte mas ancha. Borde algo eroso. Nervio central destacado; nervacion lateral pinnada. En una de las muestras se aprecia parte del peciolo. (fig. 5) C. Lamina entera, linear, con el apice agudo; 4-8 cm de largo por 1,5-2 cm de ancho. Nervio central destacado; nervaciOn lateral inapreciable o ausente. Son las mas abundantes en el yacimiento. (fig. 6) D. Lamina entera, elfptica, con el apice agudo y la base aparentemente atenuada; 2,5-3 cm de largo por 1-1,5 cm de ancho. Bordes lisos. Nervio central destacado; nervacion lateral pinnada, bien marcada. (fig. 7) Ramas petrificadas y moldes: En un nivel de material explosivo situado inmediatamente por debajo de los "azulejos" se encontro un pequeno trozo de rama fosilizada (3,5 cm de largo por 3 cm de didmetro). A simple vista se reconoce la corteza; observada bajo lupa binocular (10X) se aprecia una estructura estratificada similar a la que presentan los pinos (fig. 8). En el nivel de los "azulejos" apareciO otro pequeno fragmento (2 cm de largo) de corteza del mismo tipo. 84 Asimis > han aparecido varios moldes de ramas pequefas, de los cuales el mayor mide { sf 0 a Og.’ 4 ea,’ Fig. 4. S053 Met Ne pee ae Saal ae i ' Mey et . . J - % exe Pn CRS i : eee Ne on SSS ~~ = ~. 86 wr way % = 87 Fig 88 Fig. 10. 89 Semillas y frutos: En varias de las muestras recolectadas se observan estructuras semejantes a semillas y frutos muy pequenos. Las semillas (?) son relativamente abundantes; tienen forma casi esférica y miden 1 mm de diametro. Los frutos (?) aparecen en menor proporcidn; tienen forma de capsulas globosas (3 mm de didmetro), con una protuberancia en uno de los extremos. (fig 10) 4. DISCUSION Con este trabajo, los autores solo pretendemos informar a la comunidad cientifica sobre un nuevo hallazgo de fdsiles vegetales en Gran Canaria. Un mayor conocimiento de la flora miocénica de esta isla se obtendra cuando se determinen las diferentes especies fdsiles, lo cual se realizara proximamente en colaboraci6n con especialistas en Paleobotanica. No obstante, los estudios preliminares nos aportan una serie de datos interesantes: 1. Existe una marcada tendencia hacia la microfilia en todas las hojas. 2. Las hojas fosilizadas probablemente eran coridceas, ya que tuvieron que resistir temperaturas elevadas sin quemarse por completo. 3. Los tipos de hojas fosilizadas se asemejan a los que presentan actualmente muchos arbustos caracteristicos de las comunidades de transicién entre el piso basal y el montano (Bystropogon, Chamaecytisus, Echium, Cistus, Carlina, Maytenus, Kleinia, etc.) 4. El hallazgo de, al menos, dos muestras de corteza similar a la de los pinos, indica que en esa zona crecia alguna conifera de este grupo. La tendencia a la microfilia, las hojas coriaceas y la presencia de pinos, nos permiten deducir que la vegetaci6n del SW de Gran Canaria, en aquella época, era claramente xer6fila, adaptada a condiciones de semiaridez, similar en muchos aspectos a la que hoy en dia se _ desarrolla en la zona. Este mismo tipo de clima, coincidente con una alta actividad tectdnica 90 y volcanica, ha sido constatado en el Mioceno medio de otras regiones del planeta (HALLAN [4]). 5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS [1] ALONSO BLANCO, J.J., 1989. Estudio volcanoestratigrafico y Volcanoldgico de los Piroclastos Salicos del Sur de Tenerife. Secretariado de Publicaciones. Universidad de La Laguna. 257 pp. [2] ABDEL-MONEM, A., WATQUINS, N.D. Y GAST, P.W., 1971. Potassium-argon ages, volcanic stratigraphy and geomagnetic polarity history of the Canary Islands. Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, La Gomera. Amer. Jour. Sci., 271, 490-521. [3] Fuster, J.M. et al., 1968. 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IMIG: Sieior a . : ay, ee a f y | - q s 2 ~ 7 . : 6 Te. bi) s! £1 Ged - * 7 7 = i, es ‘ rs . : “uz ~ = ap- - ° Pay ? y A q ‘ * ~ L eae 88 - F “« = - Rev.Acad.Canar.Cienc., VII (Nims. 2,3 y 4), 93-110 (1995) CONTRIBUCION AL ESTUDIO TAXONOMICO Y DESCRIPTIVO DEL CARDON DE CANARIAS (EUPHORBIA CANARIENSIS) M.A. DiAZ HERNANDEZ, O. RODRIGUEZ DELGADO & W. WILDPRET DE LA TORRE Departamento de Biologia Vegetal (Botanica). Universidad de La Laguna. 38271 La Laguna: Tenerife. Islas Canarias. ABSTRACT The taxonomic possition, dispersal mechanisms, phytochemistry characters, origin, and African affinities of the succulent Canary Euphorbia are studied. Furthermore, based in personal and bibliographyc researching, morphological, physiological, histological and karyological aspects of Euphorbia canariensis (Canary "card6n") are studied. The role of Euphorbia canariensis as container of other plant species, the decomposition process, and the progressive colonization by entomological fauna are considered too. KEY WORDS: Succulent Euphorbia, Euphorbia canariensis, Canary Islands. RESUMEN Se analiza la posicidn taxonédmica de los taxones suculentos del género Euphorbia en Canarias; el origen y las afinidades, claramente africanas, de los mismos; los mecanismos de dispersion comprobados; y los caracteres fitoquimicos del grupo. A continuaciOn se hace un estudio descriptivo del tax6n Euphorbia canariensis (el cardén de Canarias), basado en observaciones personales y en trabajos bibliograficos conocidos, en el que se abordan aspectos morfologicos, fisiologicos, histologicos, cariol6gicos, etc.; asi como unas consideraciones sobre su papel como soporte de otras especies vegetales, y los procesos de su descomposicion y colonizaci6n paulatina por la fauna entomol6gica. PALABRAS CLAVE: Euforbias suculentas, Euphorbia canariensis, |slas Canarias. 1. TAXONES SUCULENTOS DEL GENERO EUPHORBIA L. EN LAS ISLAS CANARIAS 1.1. Posici6n taxonomica y delimitacion de secciones El género Euphorbia \|o constituyen unas 1.600 (MABBERLEY [26]) o 2.000 especies (OUDEJANS [29]) ampliamente distribuidas por el planeta, aunque la mayoria se concentran en las _regiones subtropicales y clidas. Los taxones suculentos ocupan la misma posicién en Africa que 93 la familia Cactaceae en América, mostrando una clara adaptaci6n xeromorfica a la aridez. En las Islas Canarias crecen 11 euforbias suculentas, de las cuales 9 son endémicas. BOISSIER [6] en 1862 realizo la primera revision taxondmica de este género, que luego ha sido estudiado, entre otros, por PAX [31] y PAX & HOFFMANN [32]; en €poca mas reciente varios taxOnomos (PROKHANOV [34], HURUSAWA [18], CARTER [12]) han publicado otros estudios monograficos sobre euforbiaceas en zonas geograficas concretas (Rusia, Japon y Este de Africa respectivamente). No obstante, en la actualidad no existe un sistema de jerarquizaciOn taxonoémica unificado a nivel mundial, dadas las discrepancias sistematicas existentes entre los distintos autores, aunque las diferencias no son muy acusadas entre ellos. Asi, segun la clasificacién taxondmica infragenérica del género Euphorbia establecida por BOISSIER [6], y aceptada por RIVAS GODAY & ESTEVE CHUECA [37], las especies suculentas que crecen en las Islas Canarias quedarian ubicadas del siguiente modo: GENERO Euphorbia L. SECC. Diacanthium Boiss. Euforbias cactiformes. SUBSECC. Biaculeatae Boiss. Euphorbia canariensis L. Euphorbia handiensis Burch. SECC. Tirucalli Boiss. Euforbias crasas, sin espinas y mas 0 menos afilas. Euphorbia aphylla Brouss. ex Willd. SECC. Tithymalus (Scop.) Boiss. Otras euforbias crasas, no cactiformes. SUBSECC. Pachycladae Boiss. "Tabaibas". Euphorbia atropurpurea (Brouss.) Webb et Berth. Euphorbia balsamifera Ait. Euphorbia berthelotii Bolle Euphorbia bourgeauana Gay ex Boiss. Euphorbia bravoana Svent. Euphorbia lambii Svent. Euphorbia obtusifolia Poir. Euphorbia regis-jubae Webb et Berth. Con pocos cambios esta jerarquizaciOn se mantiene en la actualidad, tal como se desprende de la propuesta realizada por J.S. MA & C.Y. WU [25] en su sinopsis de las euforbias de China: GENERO Euphorbia L. Sp. pl. 450, 1753. SUBGEN. Euphorbia SECC. Diacanthium Boiss. in DC. Prodr. 15 (2): 78, 1862. Agrupa a los arboles y arbustos suculentos, cactiformes, glabros, cuyas ramas angulosas presentan espinas de origen estipular. SUBGEN. Esula Pers.., Syn. pl. 14, 1806. . SECC. Tithymalus Duby, Bot. gall. 1: 412, 1828. Arbustos, subarbustos y plantas _ herbaceas subsuculentas, no cactiformes, y con las estipulas membranosas, glandulares o ausentes. Hojas usualmente alternas, raramente opuestas. Capsulas lisas. 94 SUBSECC. Pachycladae Boiss. in DC. Prodr. 15 (2): 107, 1862. Arbustos con ramas defoliadas inferiormente, hojas caulinares esparcidas, enteras. SUBGEN. Tirucalli (Boiss.) S. Carter in Kew. Bull. 40: 823, 1985. {= SECC. Tirucalli Boiss. in DC. Prodr. 15 (2): 94, 1862]. Arbustos suculentos y subsuculentos con ramas desprovistas de espinas. Hojas que se pierden rapidamente, de tal forma que la planta pasa la mayor parte de su vida desprovista de ellas. 1.2. Origen y afinidades La aparicion de las Islas Canarias en el sector oriental del Océano Atlantico se produjo a mediados del Terciario, en el Mioceno, hace unos 20 millones de afios. Desde el mismo instante en que se produjo su emersion, las islas comenzaron a ser colonizadas por plantas y animales. De esta manera, la vegetaciOn existente en los territorios proximos, Africa y Europa mediterranea, desde finales del Terciario y durante el Cuaternario, ha definido la actual vegetaci6n Canaria. E] matorral xerofitico del tabaibal-cardonal canario, caracterizado por diversas especies del género Euphorbia, tiene su origen en la flora costera del vecino continente africano. Por su parte, esta flora africana proviene de varias fuentes de origen diverso, gjendo una de ellas la Rand Flora (LEBRUM [23]). Esta paleoflora africana, mas 0 menos xerofitica, oceanica y de origen tropical, surgiO a principios del Terciario y se establecié principalmente en las regiones desérticas del Sur de Africa, estando su desarrollo unido a climas aridos y ocednicos, cuyo Optimo se situé en las regiones costeras, asi como en islas tropicales y subtropicales. Durante el Terciario se produjeron importantes fen6dmenos geoldgicos y climaticos, que favorecieron la aparicion de esta flora en territorios cuyas precipitaciones eran insuficientes para desarrollar un bosque himedo tropical o subtropical. Al final de la Era Terciaria se produjo el declive de la Rand Flora. La aparicion de la etapa glacial en el Cuaternario, con periodos glaciales e interglaciales templado-calidos, que correspondieron en Africa con periodos pluviales e interpluviales calidos y secos, origin6 un empobrecimiento constante de esta flora en la etapa postglacial. La progresiva sequedad y desertizaci6n de extensas areas, como ha ocurrido en el Sahara, provocaron que la misma quedara relegada a los bordes del continente africano, Ilegandose a la situaciOn actual, en la que una serie de taxones vicariantes relicticos en diferentes lugares de dicho continente se hallan separados por distanvias considerables. Son tres las regiones del borde continental, junto a alguna pequefia y disyunta area de montana africana, en las que han quedado refugiados los relictos actuales de la Rand Flora: La Region del Cabo en el cono Sur de Africa (Cabo de Buena Esperanza y Natal en Sudafrica, Madagascar, Kalahari occidental en Botswana y en Namibia, Sur de Angola, Zanzibar y Tanganika en Tanzania, Sur de Kenia), la Region Sudano-Sindica del Noreste (Kordofan en el centro y Nubia en el Este del Sudan, Etiopia, Arabia, Yemen, Sur de Iran, Isla de Socotora hasta la base del 95 Fig. 1. Rutas de migracién de la Era Terciaria (segun QUEZEL [35]) = Jie = sn Af Ae p Fig. 2. Actuales relictos de la Rand Flora (RIVAS GODAY & ESTEVE CHUECA [36]. 1: Region de El Cabo; 2: Region Sudano-Sindica; 3: Noroeste de Africa y archipiélagos atlanticos. 96 Himalaya occidental) y, por ultimo, la costa Noroccidental de Africa (Suroeste de Marruecos, costa atlantica de Mauritania, regidn Saheliana) y los Archipiélagos Atlanticos (Cabo Verde, Canarias, Salvajes, Madeira y Azores). En estas zonas del continente africano crece la denominada "estepa suculenta", constituida mayoritariamente por taxones cactiformes y paquicaules vicariantes, incluidos en géneros y secciones comunes. Muchas de ellas son especies relicticas muy afines a las que caracterizan la actual vegetacion del piso bioclimatico inframediterraneo. La estepa de suculentas, como formaci6n vegetal que une floristicamente las tres regiones sefialadas anteriormente, es la que mantiene las mayores relaciones canario-africanas de la flora actual. El género Euphorbia constituye el mejor vinculo de union entre las distintas regiones, ya que posee en ellas varios taxones vicariantes de las secciones Diacanthium y Tithymalus; asi como _ del subgénero Jirucalli, senaladas en los siguientes cuadros: SUBGENERO EUPHORBIA SECCION DIACANTHIUM NW AFRICA-ARCH. ATLANT. | SUDANO-SINDICA CAPENSE . abyssinica E. bojeri aculeata conspicua cactus dinteri . candelabrum grandidens obovatifolia lemaireana polyacantha . macroglypha royleada milli . triacantha . tetragona . triaculeata . virosa . beaumierana . canariensis . echinus . handiensis . hermentiana . resinifera Ce: Pee Oy Sei PP Cry Gey Py Gy Pr Oy SUBGENERO ESULA SECCION TITH YMALUS NW AFRICA-ARCH. ATLANT. SUDANO-SINDICA CAPENSE == 97 . atropurpurea balsamifera . berthelotii . bourgeauana bravoana lambii obtusifolia . piscatoria . regis-jubae stygiana . tuckeyana Mmmm hahah hm SUBGENERO TIRUCALLI NW AFRICA-ARCH. ATLANT. SUDANO-SINDICA CAPENSE E. aphylla E. bottae E. gummifera E. larica E. phymatoclada E. mauritanica E. spicata E. melanosticta E. tirucalli E. schimperi La costa Noroeste de Africa, cercana a las Islas y con condiciones bioclimaticas similares a las del piso inframediterraneo, es a su vez la que posee una vegetacidn que mantiene las mayores similitudes con el tabaibal-cardonal canario. 1.3. Mecanismos de dispersion El género Euphorbia, se dispersa rompiendo violentamente sus frutos por la sutura de los carpelos, de modo que la semilla es expulsada a varios metros de distancia. Este fendmeno ocurre principalmente a finales del verano, cuando el fruto esta bien maduro. El mecanismo, denominado "autocoria", no se incluye en el grupo de los de larga distancia, por lo que indudablemente no fue el utilizado por este grupo de taxones para llegar hasta las Islas Canarias. Se ha comprobado asimismo, como los frutos de algunas especies de este género, como Euphorbia balsamifera (tabaiba dulce), constituyen parte de la dieta alimenticia de las palomas salvajes, aunque no por ello este taxon deja de utilizar la autocoria como método mas comun de diseminacidn. De momento no hemos podido comprobar si estas aves son capaces de soportar la toxicidad del latex de EF. canariensis, pues también podrian ser vectores de dispersi6n de las cocas de esta especie. Al margen de estos mecanismos debemos considerar que las islas, en funcién de la deriva continental, se estan alejando actualmente del continente africano a razon de 1 cm/anio, por lo que en el pasado lejano debieron estar bastante mas cerca de él que en el presente. Ademas, los bancos existentes entre el Archipiélago y Africa se cree que llegaron a estar emergidos, por lo que pudieron servir de puentes para la colonizacion vegetal de estas islas. 1.4. Caracteres fitoquimicos Seguin GONZALEZ GONZALEZ y su equipo de colaboradores [5, 9, 10, 14, 15, 17], de las euforbias suculentas canarias han sido aislados una serie de triterpenos que se relacionan en la tabla Siguiente: 98 TAXON PRODUCTO FITOQUIMICO E. aphylla handianol', lanosterol, lanostenol E. atropurpurea handianol, lanosterol, afildienol’ E. balsamifera germanicol, lanosterol, handianol handianol, afildienol handianol, lanosterol, lanostenol E. regis-jubae lanosterol, lanostenol 2. EUPHORBIA CANARIENSIS L. (EL CARDON DE CANARIAS) 2.1. Descripcién general Euphorbia canariensis es una planta crasicaule, cactiforme y afila. Tallo de color verde glauco, que varia segiin las estaciones del afo entre un verde-amarillento y un verde mas 0 menos intenso, aunque en las partes inferiores y mas viejas del individuo es de color ceniciento gris. con apariencia de estar seco. Esta constituido por una serie de ramas columnares, que partiendo directamente del sustrato se elevan mas 0 menos erectas, dispuestas paralelamente entre si, con aspecto candelabriforme, hasta alcanzar 2, 3 y hasta 4 metros de altura. Cada rama columnar posee 4. 5 6 6 caras, con aristas cubiertas por una fila discontinua de concrescencias circular-elipticas, donde se insertan un par de espinas de origen estipular. Las espinas jovenes son duras y punzantes, mientras las mas viejas son quebradizas y caedizas, por lo que la planta queda desprovista de ellas en el tercio inferior. Cada ejemplar adulto ocupa una superficie media de 30 m?, aunque algunos individuos pueden alcanzar hasta 100 m?. Posee abundantes ramas secundarias, que parten desde distintos puntos de la primaria. Las raices son gruesas, suberosas, superficiales y afloran ocasionalmente sobre el Sustrato. 'HANDIANOL se identifica con CICLOARTENOL. *LANOSTADIENOL + LANOSTENOL forman una mezcla que se identifica con AFILDIENOL. 99 Las inflorescencias (ciatios) se desarrollan sobre las arista de la zona apical de las ramas, por encima del area ocupada por las espinas. Crecen a partir de pequefios botoncitos de color verde, que se transforman en ciatios de color rojo intenso. A ambos lados de esta primera inflorescencia, que normalmente cae sin llega a fructificar, surgen dos nuevos ciatios (dicasio), que una vez fecundados originan frutos de igual color rojo (tricocas), formados por tres compartimentos que guardan las semillas. Muchos han sido los autores que se han aventurado ha describir esta curiosa planta. por ejemplo VIERA Y CLAVIJO [39]: Cardon (Euphorbia canariensis, Lin.) Nombre que damos generalmente al Euforbio. urbusto indigena y peculiar de nuestras Canarias, celebrado por Linneo y por los mas sabios botanicos. Criase en todas las Islas (menos en Lanzarote) con la mayor abundancia que es decible, pues lo producen los terrenos incultos mas pedregosos, los precipicios de los barrancos, los andenes y dehesas de las costas del mar y medianias, ocupando a veces cada pie la circunferencia de un gran solar, y elevandose al alto de una casa. Sus tallos son unas canas de 4, y mds comunmente de 5 angulos y lados, largas como de 8 pies, sobre 4 de grueso, desnudas, sin otras hojas que unos verdugoncillos callosos a lo largo de las esquinas, armado cada uno de 2 puas pequenas. Por una de dichas esquinas brota una nueva cana, que es el modo que tiene el cardon de extenderse y ramificarse. Todas las principales canas forman al arrancar de su comin raiz una curvatura hacia arriba que las hace semejantes a los brazos de una enorme arana de luces. Estas canas son huecas, con algunas ventallas membranosas a ciertas distancias. Su corteza es poco firme, v la pelicula que la cubre es macilenta en las canas nuevas, de un verde oscuro en las mas rubustas, y de color de ceniza en las mds viejas. En la parte superior de los dngulos de cada penca nacen en fila unos botoncillos o flores sin pezon, constando cada una de un cdaliz purpireo de 10 puntas; 10 6 mas estambres; y un ovario triangular cuyo fruto es una cajilla con 3 semillas redondas. El jugo propio del cardon es una leche muy blanca, espesa, acre, corrosiva, nauseabunda, y en tanta copia que a la mas ligera incisién corre con abundancia. Para recoger esta leche es necesario cubrirse bien el rostro, pues atin su vapor y su tufo ocasionan escoriaciones y ronchas.° WEBB & BERTHELOT [42] realizan una descripci6n completa, en latin, en su libro Histoire Naturelle des Iles Canaries: E. caule 4-6 angulo, glaberrimo, virescente, angulis callorum nigrorum spinas 1-2 breves pungentes gerentium Serie vallatis, capitulis sub callos protrusis, breviter et crassé Stipitatis, raro solitariis, ternatis, intermedio sterili, majore, squamis binis coriaceis, ovatis, sessilibus suffultis, breviter scyphoideis, lasciniis internis latis, elongatis, exsertis, squamis latissimis, brevissimis, margine rotundatis, obsoleté crenatis; florum masculorum brecteis latis flabellatis laceris, flore femineo squamulis 3 crassis calyculato; coccis 3-cornibus, cornubus falcatis glaberrimis, porphyrino-cinnamomeis; _seminibus ovato-orbicularibus, — marmoratis, papillulosis, epistomio destitutis.* *José de VIERA Y CLAVUO, 1982. Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias. Pag. 107. *Philip Baker WEBB & Sabino BERTHELOT, 1836-1850. Histoire Naturelle des Iles Canaries. II. Botanique. 2° parte, seccién III, pag. 255. 100 En la descripcién de KUNKEL & KUNKEL [22], se comenta, ademas, la “considerable edad" de los cardones: Euphorbia canariensis L. Linnaeus, Species Plantarum, p. 450 (1753); Familia Euphorbia- ceae. Endemismo canario; en todas las islas mayores del Archipiélago. (...). Elemento xerofilo del sublitoral y de riscos de la zona arida, hasta los 600 m. sobre el mar. Planta cactoide que alcanza tamano y edad considerable; algunos ejemplares pueden cubrir hasta de 10 a 12 m?, con tallos columnares de 2 a 3 metros de altura. Tallos carnosos (lenosos hacia la base), normalmente 4 6 5 esquinados, verdes o glauco verdes y fuertemente armados. Espinas cortas, siempre en pares e incurvadas hacia arriba. Flores pequenas, solitarias, verdoso-rojizas y poco conspicuas. Frutos capsulares, trivalvados, rojos y densamente dispuestos a lo largo de las costillas de la parte superior de los tallos; sumamente vistosos. Semillas pequenas y dificilisimas de obtener. Epoca de floracion: primavera-verano (mayo hasta julio). Reproduccion: por semillas; rara vez enraiza de fragmento de tallo. Variabilidad: ocasionalmente se nota ejemplares con tallos de 6 costillas. Del Barranco de Veneguera se ha descrito una forma con frutos verdes: forma viridis Kunkel. Esta especie tiene gran valor floricultor y no falta en ninguna coleccién reconocida de plantas suculentas.° Individuos con caracteristicas asimilables a la forma viridis de Kunkel, con tricocas verdes, los hemos visto en el Malpais de Giimar. 2.2. Caracteres morfolégicos y anatémicos Euphorbia canariensis es una planta cactiforme, que carece totalmente de hojas. A pesar de su afilia, muestra rudimentos foliares en el apice vegetativo. que en lugar de evolucionar a hojas, se atrofian y reducen a pequenos tubérculos, que se disponen a lo largo de los angulos del tallo y coinciden con las estipulas transformadas en espinas. Raiz: Su sistema radicular se extiende ampliamente por los estratos superiores del suelo, para captar mejor la humedad depositada por la escasa precipitaciOn que cae en su area de distribucion; en general presenta un diametro muy pequeno en la zona proxima a los pelos radicales. El grado de cutinizacion de la epidermis es mayor que en otras especies del género, pues impregna no solo las paredes radicales internas, sino que incluso puede penetrar hasta las células subyacentes formando una hipodermis. La corteza esta formada por células grandes, de paredes finas, con escaso contenido celular y pequenos espacios intercelulares; mientras la endodermis se distingue como una capa de células mas pequenas que el resto y dispuestas ordenadamente. El sistema vascular es de crecimiento exarco, repitiéndose con cierta constancia tres polos de protoxilema, que alternan con tres polos de protofloema. Los elementos secundarios de la raiz, en cuanto a su corteza, poseen células de pared fina, que pueden acumular granos de almidon y son atravesados por los laticiferos. °G. KUNKEL & M.A. KUNKEL, 1978. Flora de Gran Canaria. III. Las plantas suculentas. Pag. 84. 101 Tallo: El tallo presenta una epidermis caracterizada por una cuticula gruesa, con frecuentes estomas como ocurre en todas las especies afilas. Se disponen de manera paralela al eje del tallo, lo que constituye una excepcion dentro del género Euphorbia en Canarias. La corteza posee en las capas mas externas un tejido diferenciado, que forma un parénquima en empalizada fabricado a partir de la divisi6n de células epidérmicas, mientras las restantes células corticales son de pared fina y contorno redondeado, con la inclusi6n a veces de cristales rombicos y drusas. Esta corteza se encuentra atravesada por trazas foliares y laticiferos de pared gruesa, que superan en grosor a los de otras especies del género Euphorbia. El sistema vascular adopta la forma del tallo y presenta un nudo trilacunar, con tres trazas y tres lagunas foliares; mientras la médula forma grandes lagunas, separadas por laminillas de células arrugadas dispuestas horizontalmente. El crecimiento secundario en el tallo presenta suber solo a nivel de los escudetes de la epidermis, siendo la corteza muy semejante a la primaria, pero con laticiferos de mayor diametro y paredes mas gruesas. El sistema vascular secundario, que en la raiz ocupa una extension importante respecto al resto de los tejidos, no se diferencia en el tallo; asi, el floema esta escasamente desarrollado y se produce su obliteracion a medida que avanza el crecimiento del vegetal. En el xilema se aprecian vasos principalmente reticulados y con placa de perforacion simple y oblicua, que se distribuyen de forma irregular y presentan un tamano variable. En general, se puede decir que las especies con mucho floema obliterado presentan muy poca oO ninguna fibra supraliberiana, que es la que proporciona un cierto grado de rigidez a la planta, apareciendo en el caso de plantas péndulas fibras de tipo gelatinoso. JIMENEZ, CABALLERO & MORALES [20] explican la inexistencia de fibras supraliberianas en EF. canariensis y la presencia de fibras gelatinosas en el xilema secundario, tanto en la raiz como en el tallo, por crecer estas plantas en zonas muy batidas por el viento; pues de esta forma logran contrarrestar la fuerza que tiende a deformarlas. Por otro lado, todas las euforbias de Canarias muestran anillos de crecimiento delimitados por fibras de pared algo mas gruesa y di4metro mas pequefio que las restantes del género, excepto E. canariensis, ya que en su tallo no se observan estos anillos, quizas debido a su suculencia. CARLQUIST [11] supone que la suculencia y la carencia de hojas impiden que las diferencias estacionales, tan escasas en el clima de la franja costera de las Islas, se manifiesten en la anatomia del leno. Inflorescencia: Las flores se reunen en una singular inflorescencia, que por la manera de disponerse parece, en si, una sola flor. A esta particular distribuciOn, tipica de Euphorbiaceae, se le llama "ciatio"; consiste en una flor apical femenina, sin perianto, largamente pedicelada, y cabizbaja, pues cae de forma péndula por un lado de la inflorescencia; la rodean cinco grupos de 102 flores masculinas, también pediceladas y sin perianto, que aparecen dispuestas en cincinos; las flores masculinas quedan reducidas a un solo estambre, separado del pedicelo por una constriccion. La inflorescencia, en su conjunto, queda encerrada por 5 hipsdfilos, que corresponden a las 5 bracteas madres de las inflorescencias masculinas, las cuales toman aspecto de perianto. Entre cada dos de estas bracteas se inserta una glandula eliptica o semilunar, con caracter de nectario. A su vez, los ciatios se disponen en dicasios, soliendo ser polinizados por los insectos como si realmente se trataran de flores hermafroditas. Polen: En cuanto al grano de polen, PEREZ DE PAZ & ROCA SALINAS [33] hicieron varios tipos de preparaciones, obteniendo como resultado que los granos de polen son isopolares, de simetria bilateral y tamano mediano; alcanza a veces las 40 um de talla lo cual puede ser reflejo de su poliploidia 2n=60 (Gagnieu et al. in BORGEN [7]). Latex: Un caracter importante del género es la presencia de laticiferos, que segin JIMENEZ & CABALLERO [19] son normalmente no articulados y ramificados; se encuentran distribuidos por todo el cuerpo de la planta, a excepcidn de la raiz primaria ya proxima al apice. La mayor abundancia de estos tubos, que discurren paralelos al eje tallo-raiz, se localiza en la corteza profunda de dichos Organos, sobre todo en la del tallo secundario. Las ramificaciones estan asociadas principalmente al floema, y en el caso de Euphorbia canariensis son mas abundantes en las zonas proximas al sistema vascular de la médula, donde se acompanan de las trazas procambiales. El diametro de estos canales portadores de latex es variable, alcanzando en las zonas del tallo con estructura primaria los valores mas reducidos y de pared mas fina, hasta llegar al valor minimo en el apice vegetativo del brote. En el género Euphorbia el grosor de la pared celular de estos laticiferos, en los 6rganos con estructura primaria, es normalmente delgado, con la Unica excepcion de Euphorbia canariensis, cuya pared es considerablemente mas gruesa que las ceélulas parenquimatosas circundantes. JIMENEZ & CABALLERO [19] consideran que existe cierta relacion entre el grosor de la pared celular de los laticiferos y el porte del vegetal; asi, los laticiferos mayores y de pared mas gruesa se observan en las especies de tipo cactoide. Es interesante anotar la presencia de granos de almid6On en el latex, con una forma Caracteristica para cada una de las diferentes especies del género, lo que constituye un importante caracter taxondmico, evolutivo y ecologico. En E. canariensis, segin JIMENEZ & CABALLERO [19], se presenta en principio con un aspecto ligeramente osteoide, para modificarse hasta originar un grano con aspecto de disco lobulado, por lo que se ha clasificado como de tipo "“discoide", siguiendo la terminologia de MAHLBERG [27]. Estos mismos autores observaron cierta relacién entre el grado de complejidad de los granos de almid6n y el grosor y diametro medio de los 103 laticiferos, que como ya se coment6 anteriormente esta relacionado con el porte de la planta. De esta forma, laticiferos de pared fina y didmetro pequefio presentan granos de almidon simples, mientras laticiferos de pared y diametro mayor muestran granos de almid6n complejos. Por otro lado, el latex parece cumplir una funcién reguladora en el contenido hidrico de la planta, absorbiendo facilmente el agua de los tejidos adyacentes (ESAU [13]). Esta funcion y la complejidad del grano de almid6n es conectada por JIMENEZ & CABALLERO [19] con el porte de la planta. De esta manera, los granos mas simples corresponden a plantas de menor suculencia que viven en lugares menos xéricos; descomponen el almid6n en moléculas mas sencillas de glucosa oO maltosa, que son solubles en agua, y regulan asi el exceso de humedad. Mientras que en los granos mas complejos la maltosa y la glucosa. forma parte del almid6n, dejando el agua disponible para la planta. 2.3. Soporte de otras especies del reino vegetal Las ramas columnares y espinosas de Euphorbia canariensis actuan, con frecuencia, como soporte de diversas especies trepadoras caracteristicas del cardonal y de refugio a otras plantas tanto de ésta como de otras formaciones vegetales cercanas; logran asi desarrollarse en su interior de modo exuberante, libres de la voracidad del ganado caprino. Asimismo, los brazos del card6n son utilizados como soporte 0 sustrato de otras especies del reino vegetal, sobre todo de liquenes. Este epifitismo resulta inofensivo para el hospedador, aunque indirectamente puede causarle algun danho, ya que contribuye a cambiar, con las sustancias eliminadas por sus procesos metabdlicos, la composicién quimica de la superficie ocupada, favore- ciendo el desarrollo de sus predadores naturales (virus, bacterias, hongos e insectos fitdfagos). Los factores que inciden de manera mas directa sobre los liquenes epifitos son: la humedad atmosférica y la luz, ya que poseen entre 4 y 10 veces menor cantidad de clorofila de lo normal. Asi los cardones liquenizados se hallan instalados preferentemente en los espolones y crestas expuestas al alisio himedo y nivel inferior del mar de nubes. Debemos anadir también, como agente ecoldgico significativo, las caracteristicas de la superficie del sustrato que se va a epifitar: la edad, grado de rugosidad y porosidad, grado de desprendimiento, inclinacion, pH, etc. La secuencia evolutiva normal de un poblamiento liquénico, sobre cualquier sustrato, empieza por la instalacion de liquenes pioneros de tipo crustaceo, seguido de los foliaceos mas pequefios y, finalmente, los fruticulosos y los grandes foliaceos. 2.4. Descomposicion y colonizacién paulatina por una rica fauna entomoldgica Tras su muerte, los restos de Euphorbia canariensis son utilizados por una serie de 104 organismos saprofitos, xilofagos y predadores (bacterias, hongos, insectos, etc.) como fuente de nutrientes. En base al estudio realizado por MENIER [28] sobre la entomofauna de los cardones, estas plantas pueden pasar por cuatro estadios, segun su grado de deterioro: En los cardones sanos los insectos son incapaces de colonizar el interior del tallo y la raiz, ya que €stos se encuentran repletos de latex, con un probable efecto toxico sobre cualquier animal. No obstante, hay que tener en cuenta la presencia de "cochinillas" sobre la corteza del cardon, | como Diaspis barrancorum (de la cual existe una especie vicariante, D. diacanthi, en Marruecos) y Phanacoccus menieri, frecuentemente parasitada por larvas de Scymnus maculosos (coleoptero) y Cyranosa sp. (himendptero). También es destacable el conjunto de insectos que visitan la flor, entre los que senalaremos Paradrymus sp. (himenoptero), Aphtona moralesi, Longitarsus aeneus, L. kleineiperda (coleopteros). Cuando el vegetal, o parte de él, llega a perder vitalidad se produce un cambio en las condiciones de equilibrio, que provoca la aparicidn de un habitat, a veces especifico, para la sucesiOn de diversos poblamientos animales, sobre todo de insectos. El cardon se vuelve gris y su corteza se agrieta: aparecen zonas necrosadas, en cuyo interior se forma una papilla negruzca y aumenta el contenido en agua (80-90 %). La desaparici6n gradual del latex permite una progresiva colonizacion; asi, mientras la raiz permanece inalterada, la parte aérea de la planta comienza a ser atacada por las larvas saproxildfagas de Solva cabrerae (diptero), las cuales son depredadas por las de Eumerus sp. (diptero). Al final de este estadio comienzan a aparecer larvas de Pachygaster sp. (diptero) en las raices del vegetal. La pérdida total del latex marca un nuevo estadio. En las raices se producen cambios profundos que se traducen en la muerte de las mismas. al mismo tiempo que bacterias y hongos descomponen lentamente la parte lignificada. En todo este contexto se ha detectado la fructificacion de un hongo, Pleurotus sp., y la presencia de varios insectos: Macrocera sp. (diptero), Hololepta perraudieri, Eutriptus putricola, Oryctes sp., Odontomesites fusiformis (coledpteros). En la parte aérea del vegetal la zona necrosada aumenta constantemente, los tejidos pierden turgencia y el contenido en agua disminuye (40-70 %). Como consecuencia de todo este proceso se alcanza la mayor diversidad entomol6ogica, caracterizada por la aparicidn en masa de xildfagos, predadores y parasitos, que se relacionan a continuacion: COLEOPTEROS Aglycyderes setifer (?) Atheta canariensis (saprofago) Aphanarthrum bicinctum (xit6fago) Carpophilus tersus (saprofago) Aphanarthrum canariense (xil6fago) Cisurgus pusillus (xil6fago) - Aphanarthrum pigmeum (xilofago) Coleobothrus luridus (xil6fago) 105 Diphyllus subellipticus (sapréfago 7?) Diphyllus typhaeoides (saprofago ?) Europs duplicatus (saprofago) Europs impressicollis (saprofago) Eutriptus putricola (predador) Hololepta perraudieri (predador) Holoxantha concolor (predador) Laemophloeus clavicollis (predador) Lepromoris gibba (xiléfago) Liparthrum sp. (xil6fago) Odontomesites fusiformis (xildfago) Palorus euphorbiae (?) Pelleas crotchi (predador ?) Teretrius cylindrus (predador) Thanasimus paivae (predador) Triotemnus subretusus (xildfago) Xantholinus marginalis (predador) LEPIDOPTEROS Ephestia kuehniella (xiléfago) Opogona sp. (xildfago) En una cuarta y ultima fase el tallo queda completamente seco, siendo el contenido en agua minimo (10-15 %); aparecen especies adaptadas a estas particulares condiciones del medio, las cuales se recogen en la siguiente relacion: COLEOPTEROS Aglycyderes setifer (saproéfago ?) Eutriptus putricola (predador) Hololepta perraudieri (predador) Lasioderma latitans (xil6fago) Lepromoris gibba (xiléfago) Pelleas crotchi (predador 7?) Teretrius cylindrus (predador) Thanasimus paivae (predador) Xyletinus desectus (xildfago) Xyletinus flavicollis (xilé6fago) DIPTEROS Atherigona sp. (saprofago 7) Pachygaster sp. (predador) HEMIPTEROS Lyctocoris uyttenboogarti (predador) Lyctocoris menieri (predador) Xylocoris canariensis (predador) HIMENOPTEROS Theocolax formiciformis (parasito) DERMAPTEROS Anisolabis annulipes (predador) DIPTEROS Solva cabrerae (saproxiléfago) Simultaneamente a todo este proceso, los restos del vegetal se convierten en un refugio para ciertos coledpteros del suelo y para otros organismos; mientras que la zona radicular no sufre grandes cambios con respecto a la fase anterior y se mantiene el mismo cortejo faunistico. 106 3. REFLEXION FINAL: ESTADO DE CONSERVACION DE LOS CARDONALES CANARIOS A pesar de su amplia distribuciOn por los territorios de los pisos bioclimaticos infra y termomediterraneo la transformacién de extensas superficies de los mismos con distintos fines (agricolas, industriales y urbanisticos) estan mermando de forma alarmante las poblaciones de este endemismo canario, simbolo vegetal de la isla de Gran Canaria y especie protegida. De continuar la alarmante destrucci6n de los paisajes naturales a los que estamos asistiendo con cierta impotencia, el futuro de los cardonales canarios quedara relegado a los malpaises, acantilados abruptos y cresterias casi inalcanzables de los barrancos de diversos espacios naturales. Cientos de miles de cardones caeran arrasados por la accién desoladora de las palas mecanicas y sus espacios seran sustituidos por distintas instalaciones adornadas con plantas aloctonas (exOticas) de dificil grado de supervivencia. Esta reflexion final pretende ser una llamada de atenciOn al grave deterioro que esta sufriendo el territorio canario y al peligro que supone esta transformaciOn paisajistica para la supervivencia de nuestro patrimonio endémico en peligro de extincion. 4. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 1.- ALVAREZ MaRANTE, R., 1975. Algunos aspectos del fendmeno de la sucesién ecolégica, en restos de Euphorbia canariensis L. (Faunula de coleopteros). 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Tricocas de Euphorbia canariensis poco antes de su dehiscencia. Por lo general son de color y se disponen en parejas. aunque excepcionalmente pueden madurar de color verde) ( rojo 110 SECCION HISTORIA Y FILOSOFIA DE LA CIENCIA Sew uncad.canar.-Cienc,.,, VII (Ndms.. 2,3..y, 4) ,,.113-133 (1995) EL DESCUBRIMIENTO DEL EFECTO ZEEMAN EN EL SOL Y EN EL LABORATORIO ! Jose Carlos del Toro Iniesta Instituto de Astrofisica de Canarias E-38200, La Laguna, Tenerife “Further inquiry must also de- cide as to how far the strong magnetic forces existing ac- cording to some at the sur- face of the Sun may change its spectrum.” P. Zeeman, 1897? Abstract The origin of the discoveries, both on the Sun and in the laboratory, of the action of a magnetic field on spectral lines — the so-called Zeeman effect— is studied. The paper embraces the period from 1866, first date of which the author is aware of observed evidences about the widening of spectral lines in sunspots (as compared to those formed in the photosphere), until 1908, year in which the magnetic field in sunspots is definitely discovered. The interval between 1896-97 and 1908 is mainly dealt with from an astrophysical standpoint, although it is plenty of important contributions from laboratory experiments. The reason is two-fold: on the one hand, the significant role played by the Zeeman effect on the development of Quantum Mechanincs has suggested major historical studies that have already appeared in the literature and that are mainly concerned with laboratory —but not with astrophysical- spectroscopy; on the other hand, the understanding of the sizeable delay between the Zeeman’s and Hale’s discoveries (12 years) seems to be of concern after accounting for the fact that the findings by the first author were soon brought to the notice of the astrophysical community. Resumen En el presente trabajo se estudian los origenes de los descubrimientos en el Sol y en el laboratorio del efecto que un campo magneético ejerce en la formacion de las lineas espectrales, lo que se conoce como efecto Zeeman. El articulo abarca el periodo comprendido entre 1866, primera fecha de la que se tiene constancia de la observacion de ensanchamiento de las lineas en las manchas solares por comparacion al resto de la fotosfera, hasta 1908, ano en que definitivamente se descubre el campo magnético en las manchas solares. La etapa comprendida entre 1896-97 y 1908, si bien esta jalonada por innumer- ables aportaciones experimentales de laboratorio por parte de diferentes autores, se contempla aqui 'Conferencia impartida por el autor el 19 de enero de 1995 en la Facultad de Ciencias Fisicas y Matematicas de la Universidad de La Laguna, dentro del ciclo Historia y frontera en Matemdticas y Fisica (La amplitud del conocimiento). ” , . . rv - a ’ . “Del articulo original de Zeeman [55]. Citas textuales como ésta aparecen en el resto del articulo, pero traducidas al espanol por el autor, siempre en tipos de menor tamano y con el texto entrecomillado. Alla donde se ha considerado necesario, se han introducido aclaraciones entre corchetes. 113 fundamentalmente desde el punto de vista de la Astrofisica por dos motivos principales: la impor- tancia que el efecto Zeeman tuvo en el desarrollo de la Mecanica Cuantica ha sugerido importantes estudios histéricos que han aparecido ya en la bibliografia y que tienen que ver con espectroscopia de laboratorio —pero no, con espectroscopia astrofisica—; por otro lado, parece importante comprender el considerable retraso existente entre el descubrimiento de Zeeman y el de Hale (12 anos), teniendo en cuenta que el hallazgo del primero era suficientemente conocido por la comunidad astrofisica. 1. Introduccion E] ensanchamiento y/o desdoblamiento en componentes, con estado de polari- zacion bien definido, de lineas espectrales en presencia de campos magnéticos intensos, es lo que hoy conocemos como efecto Zeeman. Su descubrimiento en 1896 supuso, sin duda, un acontecimiento de singular trascendencia en el desarrollo de la Mecadnica Cuantica y, por tanto, de toda la fisica moder- na. Este es un hecho harto conocido. Valga como muestra de lo cual la practica omnipresencia en cualquier libro de texto actual de Fisica Cuantica de algun apartado dedicado a este fendmeno fisico. Existen excelentes estudios historicos (véase, por ejemplo, E. Whittaker [50] 0 el trabajo mas detallado de M. Jammer [23]) en los que se refleja claramente cémo el efecto Zeeman fue una de las piedras de toque experimentales que precisaban una explicacion teorica hasta tan tarde como j30 anos después de su descubrimiento!. Para ilustrar la situacion, baste aqui comentar que los hechos experimentales rela- tivos al efecto Zeeman fueron esgrimidos en 1926 por R. de L. Kronig [28], basdndose en una sugerencia previa de W. Pauli [40], como argumento en contra de la hipotesis del spin del electron, formulada por G.E. Uhlenbeck y S. Goudsmit [49] en 1925. Podemos afirmar, entonces, que el efecto Zeeman planted un reto de excepcional importancia para la fisica tedrica, hasta la propia formulacion mecano cuantica de una teoria consistente del electron, en sus dos vertientes, la no relativista de Pauli [41, 1927] y la relativista de P.A.M. Dirac [9, 1928]. Sdlamente tras esta teoria lleg6 a poderse justificar la regla semiempirica del desdoblainiento obtenida previamente por A. Landé (29, 30] (cf. Jammer [23, p. 126-130]) y, por tanto, la naturaleza fisica del fenomeno. Lo que no es tan conocido en general es la influencia del efecto Zeeman en la Astrofisica y, mas en particular, en la Fisica Solar, como herramienta funda- mental para la determminacion de campos magnéticos. Desde el descubrimiento en 1908 por G.E. Hale [17] de la existencia de intensos campos magnéticos en las manchas solares hasta nuestros dias, el analisis espectroscdpico 0 es- pectropolarimétrico (espectroscopia mas analisis de polarizacion) de lineas ensanchadas por la accién de campos magnéticos es habitual para la inferen- cia de éstos en diversas estructuras solares, asi como en otras estrellas. Lo que 114 aun es menos conocido, incluso en el seno del Aambito astrofisico, es el hecho de que se tiene noticia de la observacion del fenédmeno en el Sol desde 1866, j30 anos antes de su descubrimiento en el laboratorio!. La cita que aparece reproducida textualmente en el comienzo del presente articulo resulta, pues, cuando menos paradojica en dos sentidos. Por una parte, P. Zeeman sugiere, sin al parecer tener constancia de las observaciones solares previas, el posible uso del fenémeno que acababa de descubrir para encontrar campos magnéticos en el Sol. Por otra parte, entre el descubrimiento de Zeeman y el de Hale me- dian 12 anos, tiempo mas que suficiente para que la citada sugerencia hubiera suscitado interés con anterioridad en la comunidad astrofisica, sobre todo, habida cuenta de que el propio Hale era editor de The Astrophysical Journal 3 revista en la cual el articulo original de Zeeman habia sido reproducido integramente. El presente articulo pretende encontrar soluciones a las dos paradojas hist6ricas mencionadas investigando los origenes de los descubrimientos en el laboratorio y en el Sol del efecto Zeeman. Ademas, en el articulo se discuten aspectos circunstanciales como el hecho de que descubrimientos de singular relevancia, como los estudiados aqui, no sdlo vienen marcados por la especial valia intelectual de sus autores, sino que tambien se encuentran acompanados de elementos que pueden considerarse fortuitos e, incluso, de errores previos de los propios autores. 2. Antecedentes de un descubrimiento En 1845, M. Faraday [10] descubre la rotacién del plano de polarizacién de la luz al atravesar un medio diamagnético transparente. Este hecho fue, sin duda, el disparador de su intuicion acerca de la relacién entre la luz y los fenémenos mmagneticos y lo que le llev6 a dedicar sus ultimos esfuerzos investigadores, en 1862, a la busqueda de posibles efectos que un campo magnético pudiera ejercer sobre el espectro, utilizando sales de distintos elementos como sodio, litio, estroncio o bario [24]. Su sagacidad no se vid, sin embargo, compensada (como en tantas otras ocasiones) y obtuvo repetidamente resultados negativos. Desafortunadamente, falleci6 cinco anos mas tarde sin conocer lo acertado de su intuicion. Un ano después de que Faraday realizara su descubrimiento en la Royal In- stitution de Londres, un joven estudiante, reciente y brillantemente graduado en la Universidad de Cambridge, W. Thomson (Lord Kelvin) [48], propone una analogia mecanica a los fendmenos electromagnéticos. En ella se sugiere “El subtitulo de esta revista, fundada por G.E. Hale en 1895, An International Review of Spectroscopy and Astronomical Physics es una excelente muestra de cémo la espectroscopia de laboratorio y la astronémica eran un continuo referente reciproco durante la practica totalidad del siglo XIX. 115 la vibracién/rotacion del “medio lhuninifero” (sic), esto es, en lenguaje de hoy en dia, de los componentes microscépicos de la materia emisora de radiacién electromagnética’. Esta analogia mecdnica que, como es bien sabido (cf., e.g., Whittaker [50], p. 242-243), result6 inspiradora de la posterior teoria electromagnética de J.C. Maxwell. supuso la “espoleta” intuitiva, como com- probaremos mas tarde, para que Zeeman, al igual que uno de sus precursores, P.G. Tait, comenzara los trabajos experunentales dirigidos a la busqueda de la influencia de un campo magnético en el espectro de la luz emitida por una substancia. En 1860 puede cifrarse la culaninacion de los esfuerzos de no pocos (e ilus- tres) fisicos quienes. desde los albores del siglo XTX habian ido progresando cn la comprension cuantitativa del espectro luminoso de diversas substancias v. en particular, de las leas que éste presentaba en emisidn o absorcidn. Esto es asi porque ese ano aparecen publicados sendos, e independientes, traba- jos del fisico prusiano G. Wirchoff [25] v del escocés B. Stewart [45] estable- ciendo la equivalencia entre la capacidad absorbente y emusora de radiacion de cualquier substancia (hoy sabemos que el inedio debe encontrarse en equi- librio termodindmico para que se verifique tal equivalencia; esto es, debe ser un cuerpo negro). Estos trabajos resultan de singular importancia por dos motivos: primero, porque condujeron a la comprension definitiva de la equiv- alencia entre las lineas cimitidas y absorbidas por una determunada substancia (hoy diriamos elemento quimico) y que la caracterizan a ella y no a otra-. Segundo, porque sugiricron al propio Wirchoff y a su compancro de Heidel- berg. R. Bunsen [26]. que las leas de Fraunhofer ([14], 1817), observadas en absorcion en el espectro solar, podrian servir como identificacion de la pres- encia de diversas substancias en las capas externas del Sol. Tal sugerencia fue utilizada por WNirchoff durante los anos siguientes en sus investigaciones del espectro solar, trabajo cuyo principal fruto fue la identificacion de no pocos elementos quimicos constituyentes de la atindésfera del Sol’. Parece no caber duda, pues, que los trabajos de Nirchoff pueden considerarse como el hito que marca el nacimiento de la Astrofisica moderna: con ¢l se fundamenta el hecho de que las mismas leyes de la Espectroscopia que operan en el laboratorio son aplicables a los objetos celestes. ‘El electron no fue descubierto hasta 1897 por J.J. Thomson [47]. “El lector interesado en detalles, puede encontrar excelentes discusiones acerca tanto de los antecedentes, como de las repercusiones inmediatas en la comunidad cientifica, en los libros de Hearnshaw ((22], p. 40-50) y Whittaker ((50], p. 367-372). 116 9 1. Observaciones solares Cuatro anos mas tarde de los intentos fallidos de Faraday y, por tanto, seis mas tarde del trabajo de Kirchoff, en 1866, Sir J.N. Lockyer® comunica a la Royal Society [31] sus observaciones del espectro de una mancha solar. En dicha comunicacion refiere: “Todas las bandas [lineas] de absorcién, ..., visibles en el espectro de la fotosfera, ..., eran visibles en el espectro de la mancha; ellas [las lineas], ademas, se mostraban mas anchas cuando cruzaban el espectro de la mancha [en relaci6n a las fotosféricas].” No fue el hecho diferencial, esto es, el ensanchamiento relativo de las lineas, lo que llamo la atenci6n de Lockyer sino, por el contrario, la coincidencia de las lineas en el espectro de la fotosfera y en el de la mancha. En efecto, la motivacion del astr6nomo para emprender tales observaciones habia sido dilucidar entre las dos teorias mas recientes de la época acerca de la naturaleza oscura de las manchas’. Una de tales teorfas habia sido defendida por él mismo y por otros, y los resultados le parecian refutar las hipdtesis de la contraria. No es objeto del presente trabajo discutir acerca de ambas teorias y, ul siquiera, de las conclusiones de Lockyer que, sin duda, con los conocimientos actuales, podrian ser puestas en tela de juicio, sino, por el contrario, resaltar que la busqueda de soluciones de un problema de mayor envergadura —por su, evidente, mayor notoriedad observable-, la condicion de estructuras oscuras de las manchas, impidi6d a su autor percartarse de la importancia potencial del ensanchamiento de las lineas en la mancha*®. Nos encontramos, pues, ante la primera observacion en la naturaleza de lo que, hoy en dia, sabemos puede ser atribuido al efecto de un intenso campo magnético en la formacion de las lineas espectrales: el desdoblamiento de las lineas, observado con un espectroscopio (las observaciones eran visuales) de pequeno poder resolutivo, se traduce, necesariamente, en un ensanchamiento de las mismas. Evidentemente, observaciones posteriores fueron confirmando el ensancha- miento y/o apariencia mas difusa (de nuevo en observaciones visuales) de las lineas espectrales formadas en manchas, hasta resultar un fendmeno comun- “Lockyer fue uno de los fisicos solares mas influyentes de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Entre sus multiples aportaciones a la Astrofisica se cuenta la identificacidn de la linea D3 como de un elemento hasta entonces desconocido, cuyo nombre acuno: el helio. Fue fundador de la revista Nature. "La primera de tales teorias —defendida, segtin Lockyer, por Faye—suponia el interior del Sol como una “masa de gas nebulosa” de débil poder radiativo y la fotosfera, de mayor poder radiativo, pero a menor temperatura. En la mancha se podia ver el interior a través de una “abertura” de la fotosfera; se veia mas oscura debido al menor poder radiativo. En la segunda -sostenida, segtin Lockyer, por De La Rue, Stewart, Loewy y por él mismo-, la oscuridad de las manchas se debia a los efectos “refrigerantes y absorbentes” de una corriente descendiente de “la atinosfera del Sol”, la cual “se sabe mas fria que la fotosfera”. SEl mismo Lockyer, dado que las condiciones observacionales no habian sido las éptimas a su juicio, reconoce no haber podido comprobar si el ensanchamiento era real o tan sold aparente. 117 mente aceptado. En 1883, Young, catedratico de Astronomia en el College de New Jersey, muestra en su libro titulado El Sol ({53], p. 130) lo que, hasta donde alcanza el conocimiento del autor del presente articulo, puede considerarse la primera ilustracién prafica jamas publicada del desdoblamiento de lineas espectrales en presencia de campo magnético. En la figura 82 de dicho libro presenta un dibujo de su observacion, de septiembre de 1870, del doblete D del sodio en el que claramente se observa c6mo ambas lineas se separan en dos al cruzar una mancha solar. En el articulo del jesuita A. Cortie [5], del Observatorio de Stonyhurst (Inglaterra), en 1886, aparece igualmente una mencion clara del fendmeno. Entre los tres tipos de lineas en que clasifica las observadas en el espectro de las manchas, el primero es el formado por aquéllas que presentan “un cierto aspecto difuso alrededor de porciones ensanchadas de las lineas oscuras [en absorcidn]”. En el mismo articulo informa del desdoblamiento de las lineas D del sodio?: “en varlas ocasiones ... estas dos lineas no estaban sdlamente ensanchadas y difusas, sino que también znvertidas en una porcion de su longitud.” Existe igualmente constancia (cf. Mitchell [36]) de que las observaciones fotograficas de 1892 de los catedraticos Young y Reed del Observatorio de Princeton, contienen numerosos ejemplos de lineas invertidas'®, A comienzos de la década de los 90, pues, era ya amplhamente conocido el desdoblamiento de gran nimero de lineas en las manchas, pero el interés que por ello suscita entre los astr6nomos no parece mayor que el taxonomico. Quiza sea ésta la raz6n por la que las observaciones solares no trascienden a la comunidad espectroscopica en general. Los fisicos solares se encontraban mas preocupados por entender propiedades de las manchas que, como la tem- peratura, parecian mas comprensibles desde un punto de vista astronomico. Como ejemplo podemos citar a Young [52] quien en 1872 propone, en base a la observacion de lineas propias de las manchas —no presentes en el espectro de la fotosfera—, que la temperatura de aquéllas es sensiblemente inferior a la de ésta. La presencia de estas lineas espectrales propias a las manchas suscit6, °E] doblete D del sodio aparece repetidamente no sdlo en este articulo sino a lo largo de toda la historia de la Espectroscopia. La raz6n es clara: tinicamente se precisa sal comun para producir este par de intensas lineas amarillas; por otra parte, de entre los elementos facilmente disponibles, los alcalinos tienen sus lineas de resonancia —las lineas D lo son- en el visible. La letra D corresponde a la nomenclatura original de Fraunhofer [14] y se encuentran a las longitudes de onda de 5895.923 (D,) y 5889.953 A (Dz) -el orden establecido comenzaba en la parte roja del espectro—. Todas las longitudes de onda de lineas espectrales que se citan a lo largo del presente articulo han sido tomadas del trabajo de C.E. Moore [39] '°La “inversién” corresponde a la observacién, bien visual, bien en la placa fotografica, de una linea en absorcion en cuyo interior aparece una zona menos oscura (o mas brillante), esto es, un desdoblamiento. 118 sin duda, gran interés y aparece recurrentemente en la mayor parte de los trabajos espectroscépicos de la época. 99 QObservaciones de laboratorio En 1875, P.G. Tait, catedratico de la Universidad de Edimburgo y amigo personal de Lord Kelvin, influido por las analogias mecanicas de éste tiltimo!! y por los resultados de Faraday acerca de la rotaci6n del plano de polarizacion de la luz que comentabamos al comienzo de esta seccion, intuye tedricamente el desdoblamiento de una linea espectral bajo la accién del campo magnético. En su comunicacion a la Royal Society de Edimburgo [46], titulada Sobre la posible influencia del magnetismo en la absorcidn de la luz y algunos temas relacionados, escribe textualmente “...y por tanto, lo que originalmente era una simple linea de absorcién podria convertirse en una linea doble ...”. Sin embargo, su intuicion, siendo bastante mas precisa que la de Faraday 13 anos antes, obtuvo la misima recompensa que la de éste: el resultado de sus experimentos de laboratorio fueron repetidamente fallidos. En 1885 y 1886, Ch. Fievez, reputado astronomo belga, publica sendos trabajos [11, 12] en los que explica sus resultados en el laboratorio acerca de la influencia del campo magnético sobre las lineas. En este caso, los resultados son positivos, pero la explicacion es inexistente. En efecto, Fievez informa en el primero de los articulos (titulado Sobre la influencia del magnetismo en las caracteristicas de las lineas espectrales) como tras la aplicaci6n de un campo magnetico —y solo durante la misma-., las lineas D del sodio (y algunas de otros elementos) no solo se ensanchan sino que se invierten una y hasta dos veces. Desafortunadamente, concluye que los fendmenos observados por la accion del campo magneético son cualitativamente iguales a los producidos por un aumento de temperatura. En el segundo de los trabajos, sin embargo, informa que no habia sido capaz de encontrar el mismo efecto con lineas en absorcion. Seguramente estos dos hechos le hicieron no proseguir en sus investigaciones. Ello también llev6 consigo la ausencia de trascendencia internacional de los experimentos. Parece bastante claro, no obstante, que Fievez observ6 por primera vez en el laboratorio lo que hoy conocemos como efecto Zeeman. 3. El descubrimiento en el laboratorio Tras lo expuesto en §2 parece evidente que el efecto Zeeman podria ostentar el nombre de algun otro cientifico. El] fenémeno habia venido siendo buscado 'lB] mismo lo reconoce en su articulo. 119 e incluso observado durante mas de cincuenta anos. Sin embargo, busqueda y encuentro no concurrian ni en las mismas personas ni en el mismo ambito (so- lar o de laboratorio). Tal concurrencia no se produjo hasta 1896 en la persona de un joven investigador de 30 anos, P. Zeeman, a la sazon profesor asociado de la Universidad de Leiden (Holanda). Como él mismo admite, algunos anos antes, durante el transcurso de sus investigaciones acerca del efecto Kerr, se le ocurrié plantearse c6mo se verian afectadas las lineas espectrales emitidas por una substancia en presencia de un campo magneético. La fuente a la que acudir para intentar intuir el posible resultado era, evidentemente, la misma que inspiro a Tait: la analogia mecanica de Lord Kelvin. “Fl razonamiento ... que me indujo a buscar alguna influencia del magnetismo fue, al principio, el siguiente: Si es cierta la hipotesis de que en un campo magnético tiene lugar un movimiento rotatorio del éter, con el eje de rotacion en la direccion de las fuerzas magnéticas (Kelvin y Maxwell), y si la radiacion de la luz se puede imaginar originada por el movimiento de los atomos relativo al centro de masas de la molécula, rotando en toda clase de 6rbitas, supongamos por simplicidad, circulos, entonces, el periodo, ..., vendra determinado por las fuerzas que acttian entre los atomos y, por tanto, las desviaciones del periodo a ambos lados ocurriran por la influencia de las fuerzas perturbadoras entre el éter y los atomos. El signo de la desviacién, por supuesto, vendra determinado por la direccién del movimiento, tal y como es visto a lo largo de las lineas de fuerza.” !? Segun sus propias palabras, Zeeman no tenia conocimiento de ninguno de los trabajos mencionados en la seccidn anterior, de modo que tuvo que partir de cero. Estos resultaron desalentadoramente fallidos: nada apreciable sucedia a las lineas cuando el electroiman se ponia en funcionamiento. El mismo reconoce que no habria retormado los experimentos de no haber sido por una circunstancia fortuita. Leyendo las obras completas de Maxwell, encuentra un comentario de éste sobre los ultimos esfuerzos experimentales de Faraday, que describimos en §2. Este hecho resulto un acicate para su prurito cientifico: “Si un Faraday penso en la posibilidad de la relacién anteriormente citada [cambios en el espectro debidos al magnetismo], quiza podria atin merecer la pena intentar el experimento dle nuevo con los excelentes medios de espectroscopia actuales, ya que no tengo constancia de que haya sido hecho por otros.”!% Asi pues, repitid mas cuidadosamente el montaje experimental y, esta vez, los resultados positivos no se hicieron esperar. Las lineas del doblete D del sodio aparecian notablemente ensanchadas cada vez que el electroiman era puesto en funcionamiento. Tales resultados fueron comunicados a la Koninklijke '2Del articulo original de Zeeman [55]. 13 > ee P = : A : ° Del articulo original de Zeeman [55]. La apostilla “... no tengo constancia de que haya sido hecho por otros.” esta sin duda motivada por la necesidad de Zeeman por reclamar para si la autoria y originalidad del descubrimiento, como discutiremmos un poco mas tarde en esta misma seccidn. 120 Akademie van Wetenschappen (Real Academia de Ciencias) de Amsterdam (54). El ano siguiente, 1897, Zeeman publica un articulo mas completo en Philo- sophical Magazine'* [55], titulado Sobre la influencia del magnetismo en la naturaleza de la luz emitida por una substancia, en el que describe con todo lujo de detalles todos y cada uno de los pasos experimentales que le permi- tieron confirmar que el fendmeno se debia ciertamente a la accién del campo magnético y no a cualquier otro efecto espurio. Este trabajo es, sin duda, un modelo recomendable para cualquier estudiante de Fisica experimental. El articulo no se queda ali, sin embargo, sino que ofrece una explicacion fisica del fenédmeno observado. Haber sido estudiante de H.A. Lorentz, y tenerlo como catedratico en aquellos momentos en su universidad, fue decisivo para poder comprender el efecto. Pronto se apercibid de que la reciente teoria del electron de Lorentz [32] podria dar cuenta de los experimentos. Comuni- cada su intuicién al propio Lorentz, éste le explicé detalles de la teoria tales como que, bajo la accion del campo magnético y observando en la direccién de las lineas de fuerza, la linea espectral se veria desdoblada en dos com- ponentes, circularmente polarizadas en sentidos opuestos, y cuya separacion respecto a la posicion original de la linea era proporcional a la intensidad del campo magnético y a la relacién carga-masa (e/m) del electron; en caso de observacion en cualquier otra direccion, la linea se veria descompuesta en un triplete, una de cuyas componentes, la central, ocuparia la posicidn original de la linea; si la linea de visi6n era perpendicular a la direcci6n del campo, las tres componentes estarian linealmente polarizadas. El] desdoblamiento, pues, correspondia al ensanchaimiento observado; la prueba definitiva de la validez de la teoria pasaba, por tanto, por verificar las propiedades de po- larizacion del espectro. Con la ayuda de una lamina retardadora de cuarto de onda y un prisma de Nicol fue capaz de comprobar distintos estados de polarizacion en ambas alas de las lineas ensanchadas. Ademas, su medida del ensanchamuento de las lineas le permiti6 estimar la relacion carga-masa del electron, obteniendo un valor en excelente acuerdo al que determinaria ese ! en su descubrimiento del electron en la deflexién de rayos catédicos por la accién de un campo magnético!®. Asi mismo, aten- mismo ano J.J. Thomson ‘El articulo fue reproducido integramente ese mismo aio en The Astrophysical Journal (56). 'SEn el ntimero siguiente de la misma revista, Philisophical Magazine [47]. '6F] valor obtenido por ambos fue, mas bien, una estimacién de orden de magnitud. Ni uno ni otro pretendian _ obtener valores muy precisos, conscientes de los margenes de error que tenian. Ambos encuentran e/m ~ 10° en unidades electromagnéticas CGS. El valor actual, en las mismas unidades es de 1.76 - 10°. De todas formas, aunque lo hubiera pretendido, Zeeman no habria podido determinar el valor correcto, puesto que el factor de Lande efectivo —desconocido en aquellos momentos, evidentemente— de las lineas D del sodio es 1.333 (D;) y 1.167 (De). 121 diendo al cardcter dextrégiro de la componente de menor longitud de onda, concluy6 que el electrén debia tener una jcarga positiva!l!’ A pesar de lo reducido del ambito de la comunicacion de 1896, el eco in- ternacional debié ser enorme si atendemos al hecho de que ya en el articulo de 1897 el propio Zeeman se hace eco, en un apéndice, de sendas cartas in- formandole de los trabajos de Tait y Fievez, referidos en §2.2. La primera fue dirigida por Tait a Zeeman y éste, en su comentario, reconoce que la idea in- tuitiva de Tait, siendo basicamente idéntica a la suya, era incapaz de explicar la observaci6n en el caso en que la linea de vision fuera perpendicular a las lineas de fuerza del campo magnético. La segunda, fue dirigida por un tal van Aubel (Fievez habia fallecido) a H.IX. Onnes!® (director del laboratorio donde trabajaba Zeeman), para su comunicacion a la Academia. Los comentarios acerca de los trabajos de Fievez son un poco mas extensos y concluye que lo observado por este autor no tenia por que coincidir con sus experimentos, esto es, que el desdoblamucuto podria haber sido causado por otro agente distinto al propio campo magnuético. A esta conclusion ayudo el hecho de que el propio Fievez no se mostraba seguro en su articulo de la causa de los fenédmenos ob- servados y ni siquiera habia buscado ningun tipo de explicacion. En lo que es una clara reafirmacion de su autoria del descubrimiento, al final del apéndice escribe: “Si hubiera tenido conocimiento de los experimentos de Fievez, ellos habrian sido para mi un incentivo para investigarlos mas atin, puesto que Fievez no prosiguid su busqueda hasta un resultado definitivo. Por el momento, permanece al menos dudoso si el fendmeno observado por Fievez con una llama magnetizada puede ser realmente atribuido a la accion especifica del campo magnético en el periodo de las vibraciones de la luz, lo cual yo he encontrado e indudablemente demostrado a través de la confirmacion experimental de las predicciones de Lorentz.” La trascendencia del descubrimiento de Zeeman fue formidable como co- mentabamos en $1 y supuso para su autor y para Lorentz el Premio Nobel de Fisica de 1905. Hacia el otono de 1897, tras el descubrimiento de Thomson del electrén [47], en el que se obtenia el signo negativo del electr6én y con la correcta interpretacion del mismo en el efecto Zeeman, por parte de C.G.W. Konig [27] y A. Cornu [3], teorfa y experimentacién encajaban perfectamente. No obstante, sin que suponga un demérito para la brillantez del trabajo de Zeeman, no podemos calificar sino de afortunadas algunas de las circunstan- Clas que concurrieron en el mismo. Por un lado, su desconocimiento previo 7 - - “* . , '’Los errores de signos en polarizacién son comunes incluso en nuestros dias. 'SOnnes fue el descubridor de la superconductividad y que recibié el Premio Nobel de Fisica en 1913 por sus trabajos en fisica de bajas temperaturas y por la liquefaccién del helio. Como nota curiosa, citaremos que el anuncio de la liquefaccidén del helio aparecié en Nature (1908) inmediatamente después del articulo que el propio Zeeman escribio en dicha revista, comentando el descubrimiento de Hale (ver §5). tee del trabajo de Fievez no le condujo a utilizar un electroiman capaz de pro- ducir campos magnéticos mas intensos. En efecto, si lo hubiera hecho, la conciliacién con las predicciones tedéricas de Lorentz habria sido imposible. Las lineas del doblete D del sodio se habrian desdoblado en lo que son: un cuadruplete (D,) y un sextuplete (D».), lo cual, evidentemente, no concuerda con los tripletes previstos por Lorentz. Ello, no cabe duda, habria confundido a Zeeman y cuando menos habria retrasado el curso de los acontecimien- tos. En segundo lugar, su desconocimiento de las observaciones solares que hemos detallado en §2.1 impidi6 que, en vez de la sugerencia que transcribi- mos al comienzo del presente trabajo, él] mismo hubiera podido constatar que el fendmeno que acababa de descubrir se produce de forma natural en nuestra estrella, con lo cual el acuerdo entre teoria y experimentos habria resultado alin mas espectacular. 4. El intervalo entre dos descubrimientos No es objetivo del presente articulo glosar los sucesivos avances que en el laboratorio se fueron produciendo y que, por otro lado, hemos resumido en la introduccion. Queremos aqui hacer mas énfasis en las observaciones solares que condujeron al descubrimiento de campos magnéticos en la superficie del Sol. Resultaria, sin embargo, poco menos que imperdonable no citar que el acuerdo entre teorfa y experimentacion del que nos haciamos eco en la seccién anterior duré en realidad muy poco; apenas unas semanas. Antes de acabar 1897 aparecen sendos trabajos de A.A. Michelson [34] y T. Preston [42] que arrojan serias dudas sobre la teoria del triplete de Lorentz. El primero de los autores, utilizando el interferometro de su invencion, encuentra distintas lineas sistematicamente convertidas en dobletes (y no en tripletes) que se sepa- raban proporcionalmente a la intensidad del campo magnético al observarlas perpendicularmente a éste: “...y la investigacion tedrica es incapaz de dar cuenta de la duplicacion que se ha obser- vado en la casi totalidad de los casos examinados hasta ahora.” No obstante, un andalisis actual del articulo de Michelson no permite entender sus resultados contando sélamente con la parca explicacion del dispositivo ex- perimental que proporciona el autor. En efecto, si bien es cierto que la linea D, del sodio es un cuadruplete que bien podria observarse como un doblete si la resoluci6n no era suficiente, bajo ningtin concepto éste podria haber sido el caso de la Dy, sextuplete que se observaria como triplete en las mismas condi- ciones, ni el de la linea “roja” del cadmio (a 6438.470 A), que es un triplete puro. Solo se pueden concebir dos razones para tal observacién: la primera es un error en la interpretacion de las curvas de visibilidad del interferé6metro 123 -que, por demasiado grande, el autor del presente trabajo tiende a descartar-; la segunda es que, aunque omitido en ec] texto, el dispositivo contara con un analizador de polarizacién que tan solo transmitia luz linealmente polarizada en una direccién perpendicular al campo magnético. Esta segunda parece ser la mas plausible, habida cuenta de que en un articulo posterior [35], ya en 1898, muestra un esquema de un nuevo experinento en el que se incluye un analizador. En este articulo, Michelson ya encuentra diferentes patrones Zee- man, que él divide en tres tipos tan solo y clasifica correctamente (atendiendo a su resolucién espectral) tanto el doblete D como las lineas “azul”, “verde” !® y “roja” del cadmio. Tanto en la comunicacion citada, como en su articulo de comienzos de 1898, [43], Preston identifica correctaimente los patrones Zeeman de las lineas D del sodio y encuentra diferentes tipos en otras lneas tras una observacion fotografica —que se reproduce en el ejemmplar de Philosophical Magazine a que corresponde este Ultimo articulo (Plate XXIII)-. En un esquema grafico re- sume los cinco tipos de patrones Zeeinan que observa: tripletes, cuadrupletes “debilitados en el centro” *?, dobletes. cuadrupletes o “dobles dobletes” y sex- tupletes. La diversidad de imultiplicidad observada en las diferentes lineas fue rapidamente confirmada y aumentada por los experimentos de diferentes autores ese mismo ano como Cornu [4], Becquerel y Deslandres [2], y Ames, Earhart y Reese [1]. Las pruebas experimentales, pues, obligaban a una re- formulacion de la teoria, incapaz de explicarlas. Podemos citar como ejemplo el articulo de Lorentz?! [33] en el que al final dicho autor expresa: “Sin embargo, tengo algunos escripulos para adoptar esta visidn del caso, porque pienso que todavia no es completamente cierto que las vibraciones que producen la luz puedan ser descritas por ecuaciones de la forma (1).” A partir de entonces, comenzo a acunarse el termino de efecto Zeeman “nor- mal” para designar el mostrado por los tripletes —esto es, los patrones explica- dos por la teoria de Lorentz— y el de efecto Zeeman “anodmalo” para el resto. La importancia del articulo de Preston, sin embargo, no solo radica en que su- puso el punto de partida del desacuerdo entre teoria y observacion, sino que en él se sugiere la proporcionalidad del desdoblamiento de las componentes con el cuadrado de la longitud de onda central de la linea, 6\ « A*, ley de amplia La linea azul se encuentra a 4799.915 A y la verde a 5085.824 A. La primera es un sextuplete y la segunda un multiplete de nueve componentes. °°Por cuadrupletes “debilitados en el centro” entiende este autor aquel patrén en que las componentes centrales poseen menor intensidad que las mas separadas de la posicién original. Como tal clasifica la linea azul del cadmio, clasificacion que resulta logica si atendemos a su resolucion espacial. Las lineas D del sodio las distingue perfectamente como cuadruplete y sextuplete, respectivamente. >a ; , o~ . es . . . Este articulo es una reproduccién de una comunicacion de Lorentz a la academia holandesa, del 25 de junio de 1898. 124 utilidad, incluso hoy en dia, en las aplicaciones astrofisicas. De hecho, Pre- ston no era consciente de los problemas que sus experimentos planteaban a la teoria, porque suponia que originalmente las lineas espectrales podian no ser simples y tener una constituciOn interna que, si bien no resuelta en ausencia de campo magnético, explicaran la diversidad de multiplicidades observada: “Desde un punto de vista tedrico, sin embargo, no encontramos razon alguna para exigir que todas, o ni siquiera alguna de, las lineas espectrales deban resolverse en tripletes bien definidos cuando se observan a través de las lineas magnéticas de fuerza. Porque, para que una linea espectral exhiba un triplete caracteristico bajo la influencia del campo magnético, es necesario que la libertad de vibracién [los grados de libertad] sea igual en todas las direcciones y, en este caso, que la intensidad de cada componente rectangular sea la misma.” : Basandose pues en la teoria de Lorentz, propone la ley del cuadrado de la longitud de onda, que no llegaria a verificar experimentalmente hasta el ano siguiente [44]. 4.1. Observaciones solares Mientras que el descubrimiento en el laboratorio habia venido precedido por no pocos intentos previos fallidos, esto es, la intuicién acerca del fenodmeno “estaba en el ambiente”, en el caso del descubrimiento astronémico el caso parece ser el contrario. A pesar de que el ensanchamiento y/o desdoblamiento de las lineas espectrales en las manchas era repetidamente observado, la ex- plicacién correcta no parece haber sido intuida con anterioridad a Hale??. La razon hay que encontrarla, sin duda, en el enorme numero de incégnitas por resolver. Valga como muestra la ultima frase del articulo de Cortie [8] en 1903: “El espectro de una mancha es un fendmeno muy complejo en el cual el cambio en los ensanchamientos relativos [por comparacién al espectro fotosférico] de las lineas es de poca importancia cuando se le compara con la constancia de hechos mas caracteristicos.” La publicacion de Rowland en los primeros nimeros de The Astrophysical Journal (1895-1897) de su Tabla preliminar de longitudes de onda del espectro solar suscita el interés de los espectroscopistas solares que, rapidamente, se ?2E] autor de este articulo debe reconocer que la btisqueda realizada entre la bibliografia de 1895 a 1908 ha sido exhaustiva tan solo en la de lengua inglesa: fundamentalmente, The Astrophysical Journal y Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y las referencias en ellas citadas. Este hecho puede ser motivo para una ulterior investigacion de fuentes bibliograficas en otras lenguas. Sin embargo, existen al menos dos razones por las que creemos en la completitud de la busqueda. Por un lado, la correspondencia fluida entre distintos investigadores era practica comuin, como hemos podido incluso comprobar en este mismo articulo, y el francés y el aleman eran idiomas generalmente conocidos por la intelectualidad de la época. Por otra parte, desde su fundacién, The Astrophysical Journal sirvid de plataforma para que investigadores de lengua no inglesa difundieran en inglés _ reproducciones de sus comunicaciones a las distintas academias nacionales. No en vano, en el periodo citado, encontramos en esta revista, por ejemplo, articulos de autores como Lorentz, Zeeman, Runge, Paschen, etc. 125 dedican a encontrar regularidades, similitudes y diferencias en el espectro de las manchas comparandolo con el de la fotosfera. Obviamente, una de las cuestiones de mayor interés era la identificacién de lineas caracteristicas de las manchas, por si pudieran existir distintos elementos quimicos en éstas que en el resto del Sol. Cortie emprende un estudio sistematico [6, 7, 8] en el que uno de sus parametros estimados es el ensanchamiento relativo de las lineas. Sin embargo, en este parametro incluye medidas de lineas que son practicamente inexistentes en la fotosfera —de hecho es en las que mas se fija— y le impide llegar a alguna conclusion relevante tal y como muestra la cita del parrafo anterior. No obstante, es posible encontrar menciones en sus trabajos al desdoblamiento [8]: “A partir de estas observaciones, parece que los fenomenos dominantes en el espectro de las manchas se pueden clasificar como sigue: —Ensanchamiento de lineas, ..., inversion de ” lmeas,~.: pero la “inversion” la confunde con la inversién que tiene lugar en lineas cro- mosféricas (ya conocidas). Fowler, en 1905, informa de observaciones similares a las de Cortie [13], pero en las que incluye la “intensidad” de las lineas como parametro medible y concluye que las sugerencias de Cortie acerca de una especial preponderancia de ciertos elementos en las manchas no tiene por qué tener lugar. Una de las preocupaciones evidentes era la determinacion de la temperatura de las manchas. Al menos, una estimacion de si eran mas calientes o mas frias que el resto de la fotosfera. En una comunicacion a la Royal Society, en 1904, Lockyer”’, argumenta: “Es decir, la cafda de temperatura experimentada por los vapores metalicos al pasar de la fotosfera al nucleo de la mancha es del mismo orden que aquél en que la atmosfera absorbente esta obligada al pasar de las condiciones de temperatura de Capella o el Sol a las de Arturo o estrellas de menor temperatura.” La discusion era realmente intensa en la época. Como ejemplo citaremos el trabajo de Wilson [51] en el que jproduce en el laboratorio el espectro de una “mancha artificial”! y concluye que las manchas deben ser mas calientes que la fotosfera. Entre 1904 y 1906, Mitchell, del Observatorio,de Princeton, publica tres articulos [36, 37, 38] acerca del espectro de las manchas solares, basados en sus observaciones visuales de diferentes manchas. Estudia un total de 680 lineas haciendo particular énfasis en las “inversiones” que mostraban algunas de ellas. En el segundo de los trabajos ilustra graficamente (Placa II) los tipos 23 - : = . . ei ® . . . Una de sus contribuciones a la Astrofisica fue la de ser uno de los pioneros en el establecimiento de escalas de temperatura para las estrellas atendiendo a las caracteristicas de su espectro —véase la obra de Hearnshaw (22, p. 90-93]. 126 de lineas observadas. Ahi distingue claramente entre las inversiones conocidas de las lineas cromosféricas y las que él atribuye a efectos puramente debidos a la mancha solar; por fin, esboza una explicacion de estos ultimos: “Los vapores [constituyentes de la mancha] situados abajo en la fotosfera y, consiguien- temente, bajo mayor presién y temperatura, darian lugar (siendo inexistente el fondo brillante de la fotosfera) a un espectro de emisién; esto, junto a las capas mas frias y menos densas de arriba, produciria una linea oscura con un centro brillante, es decir, una linea invertida.” En el ultimo de los trabajos citados, tras una ligera mejora del dispositivo experimental, ya distingue “inversiones dobles”, esto es, tripletes, sobre todo en zonas penumbrales, lo cual hoy sabemos corresponde a la mayor inclinacion del cainpo magnético penumbral que el umbral con respecto a la normal a la superficie solar. Independientemente, Hale habia emprendido a finales del XIX en su ob- servatorio de Kkenwood, en Chicago, la observacion fotografica sistematica del espectro de las manchas solares. Convencido de la ventaja que ofrecen las nuevas tecnologias ¢ instrumentos para la comprensidn experimental de los distintos fenémenos fisicos, el trabajo lo continua en el Observatorio de Yerkes y, finalmente, junto a su grupo, en el de Mt. Wilson. Esta convicci6n queda bien resumida en las tres razones que arguye en defensa de la observacion fotografica en 1906 [18]: “1. La posibilidad de grabar, durante periodos de buena definicidn [de la imagen], el espectro entero de varias manchas, relegando a placer el trabajo de medida e identificacion de las lineas. 2. El alto grado de precision alcanzable en medidas sobre fotografias, asegurando la correcta identificacion de las lineas y la deteccién de pequenos desplazamientos causados por movimientos de presion. 3. La comodidad para poner al corriente a otros observadores, mediante la publicacién de fotografias, de la naturaleza exacta de los resultados obtenidos, reduciendo asi el peligro de malos entendidos que son tan comunes al trabajo visual.” En realidad, Hale no es el primero en realizar espectros fotograficos, pero como comprobamos aqui, si se le puede considerar un buen adalid de los mismos. En espera de un espectrégrafo mejor, en el trabajo citado arriba incluso prescinde de la maxima resolucién alcanzable a fin de emplear tiem- pos razonables de observacion. Ello impide que, en su catalogo de lineas “afectadas”*4 en las manchas, pudiera distinguir ensanchamientos ~excepto algunos mas notables~ y, no digamos ya, desdoblamientos. La interpretacioén fisica de las peculiaridades encontradas se publica ese mismo ano y el siguien- te en sendos articulos [20, 19], los cuales muestran por si mismos otra —y 9 4 e a pe *4B1 hecho observacional diferencial mas claro de las manchas eran aquellas lineas que se mostraban distintas que en la fotosfera. El esfuerzo de los investigadores, por consiguiente, volvia recurrentemente sobre ellas. 127 dirfamos que fundamental— de las formidables caracteristicas de este investi- gador como astrofisico experimental: el uso de espectroscopia de laboratorio para comprenuder las observaciones solares. Persuadidos de que el principal factor determinante de las diferencias espectrales entre la mancha y el resto de la superficie era la temperatura, Hale, Adams y Gale, emprenden el estudio colmparativo con espectros de chispa y de arco voltaico de mas de 300 lineas de diversos elementos, de forma que establecen claramente una relacion entre aumento de temperatura y debilitamiento y viceversa, de donde concluyen que “No estamos todavia preparados para expresar una opinion final, pero estamos inclinados a pensar que las diferencias de temperatura son adecuadas para dar cuenta de los fendémenos ” . de arriba [anteriormente mencionados] Resolver convincentemente el dileina de la temperatura de las manchas, el cual habia implicado a no pocos investigadores con anterioridad, era encontrar soluci6n al quiza principal enigma de la Fisica Solar de la ultima parte del siglo XIX y, por tanto, podemos conjeturar que ello le permitid plantearse nuevos problemas observacionales como los que le condujeron al descubrimien- to de campos magneticos en el Sol. Resulta tentador, sin embargo, destacar tambien su fortuito uso de espectros de relativamente baja resolucion, dado su empeno en utilizar la fotografia. No haber encontrado desdoblamientos ni ensanchanuentos notables de lineas espectrales en sus placas, le evito, no cabe duda, tener que dar explicacién en base a la temperatura (lo cual habria sido evidentemente imposible) a tales rasgos caracteristicos de las manchas. 5. El descubrimiento en el Sol En febrero de 1908, Hale comunica, en la descripcién del nuevo telescopio solar instalado en una torre de Mt. Wilson, la observacion fotografica de desdoblamientos de las lineas: “Las fotografias no solo ensenan muchas lineas nuevas en las manchas; algunas muestran por primera vez inversiones similares a las observadas visualmente por Mitchell [ver §4.1]. Dado que dichas inversiones pueden resultar de gran importancia para la interpretacion de los espectros de las manchas, recibiran [a partir de ahora] una atencion cuidadosa.” No obstante, la dedicacién observacional de Hale y su grupo no se cenia a la espectroscopia. Desde su invento, el espectrohelidgrafo habia sido sucesi- vainente mejorado y sistematicamente utilizado tanto en Itenwood, Yerkes o Mt. Wilson, obteniendo buenas colecciones de imagenes solares en las lineas H y lx del calcio, asi como en las del hidrogeno Hg, H, y Hs. Hasta 1907, sin embargo, no habia sido posible la obtencién de placas en longitudes de onda tan rojas como las de la linea Hy. Tan pronto como ese mismo ano se en- contro un método para sensibilizar placas en el rojo, emprendio la observacion 128 sistematica de esa linea. La riqueza de detalles que ofrecia Ha, hasta en- tonces desconocidos, focalizé su interés en la misma e, influido”’ por las viejas teorias del XIX acerca de las manchas ~en las que repetidamente se proponen vortices, torbellinos o ciclones para explicar su naturaleza—, se convence de haber encontrado indicaciones observacionales de la existencia de vortices en las manchas [16]. Realmente, los prejuicios basados en tales teorias antiguas debieron ser los verdaderos excitadores de su intuici6n cientifica, porque en las fotografias que aparecen publicadas en el articulo de junio de 1908 citado resulta cuando menos dificil adivinar algun sesgo morfolégico de la presencia de tales torbellinos. Hoy en dia sabemos que tales movimientos cicl6nicos no estan en absoluto asociados a las manchas, pero su pretendido descubrimiento de los mismos dispar6 nuevamente su intuicion y, ya al final del mencionado articulo, sugiere la posible presencia de campos magnéticos. El] hilo con- ductor de su razonamiento intuitivo es un bello ejemplo de resolucién de un “rompecabezas” cientifico, a pesar de que alguna de las “piezas” era erronea: “Sin entrar por el momento en mayores detalles, se puede ofrecer quizas una sugerencia simple relacionada con la posible existencia de campos magnéticos en el Sol. Sabemos por las investigaciones de Rowland que la revolucion rapida de cuerpos eléctricamente cargados produce un campo magnético cuyas lineas de fuerza se encuentran a angulos rectos con el plano de revolucién. Algunos corptisculos?® emitidos por la fotosfera se pueden quiza dirigir a los vértices*’, o una preponderancia de iones positivos 0 negativos puede resultar por alguna otra causa. En los espectros de manchas con el telescopio de torre y el espectrografo de 30 pies, se han fotografiado recientemente lineas dobles, las cuales parecen inversiones, confirmando las observaciones visuales de Young y Mitchell. Debe determinarse si las componentes de estas lineas dobles estan circularmente polari- zadas en direcciones opuestas, 0, si no, si otras indicaciones menos obvias de un campo magneético estan presentes. Intentaré las observaciones necesarias tan pronto como una mancha adecuada aparezca en el Sol.” Su intuicion no tard6 sino un mes en ser verificada. En julio del mismo ano comunica a la Astronomical Society of the Pacific [15] los primeros resultados positivos. Habia comenzado los trabajos el 24 de junio y la comunicacion esta fechada el 3 de julio. Utiliza como analizador de polarizaci6n un romboedro de Fresnel y un prisma de Nicol. La rotacién del prisma permitia identificar claramente las diferentes polarizaciones de ambas componentes. En su veri- ficacion de la flabilidad de sus observaciones utiliza, entre otros argumentos, lineas teliricas que no se ven afectadas por las distintas manipulaciones del analizador. En fin, concluye: “Hasta donde sé, el inico medio para transformar una linea sencilla en un doblete, cuyas componentes estan polarizadas circularmente en sentidos opuestos, es un intenso campo a om . Z ~" El mismo lo reconoce en [16]. | ’ - ‘ae *°Término utilizado por J.J. Thomson para referirse a los electrones. 7 ’ . - rr . --* <) 2 . » ““Aqui hace referencia al trabajo de J.J. Thomson “Conduccién de electricidad a través de los gases”. 129 magnético. Aparece probable, por tanto, que una mancha contenga tal campo, el cual da lugar a dobletes y a lineas eusanchadas en el espectro de la mancha.” Emocionado por su hallazgo, su intuicidn se desborda y rapidamente sugicre la posible conexion del campo magnético con las tormentas magnéticas que tienen lugar en la ati6sfera terrestre, ast como la posibilidad de la existen- cia de grandes manchas en estrellas rojas, susceptibles de mostrar cl efecto Zeeman. | Este articulo, titulado Vortices solares y el efecto Zeeman, fue euviado por el autor a la revista Nature junto a dos placas fotograficas comprendiendo la region espectral entre 6250 y 6360 A. Simultaneamente, lo cnvié al propio Zeeman en carta fechada el 6 de julio, para que éste emitiera su opinion acerca de los resultados. En el ejemplar de 20 de agosto de 1908 (vol. 78, p. 368) de Nature aparece una resena de tal articulo junto a una fotografia del espectro de una mancha que muestra la bien conocida (por los fisicos solares actuales) pareja de lineas de hierro a 6301.5 y 6302.5 A. Seguida a esta resefa, se encuentra una carta de Zeeman [57] comentando el hallazgo de Hale. De su entusiasmo da debida cuenta el parrafo final: “Confio, sin embargo, no haber sido demasiado apasionado escribiendo esta revision del esplendido descubrimiento del Prof. Hale. Su importancia para la fisica general y solar debe ser muy grande, y no menos para las teorfas de la meteorologia y el magnetismo terrestre, proporcionando, como lo hace, una vera causa para las perturbaciones del equi- librio eléctrico y magnetico de nuestra Tierra y su atmosfera.” En octubre de 1908, Hale publica un nuevo articulo ({17]) en el que, a pesar de su modesto titulo, Sobre la posible existencia de un campo magneético en manchas, suministra pruebas mas que concluyentes de la presencia de cam- pos magnéticos que, incluso, determina cuantitativamente. Comienza este trabajo por hacer una discusio6n acerca de la polarizaci6n instrumental que, aun hoy en dia es a veces olvidada por algunos observadores. Continiia por encontrar distintas polaridades en el campo de manchas del mismo grupo”®. Pero lo que, sin duda, es mas importante, emprende un trabajo de laborato- rio paralelo destinado a medir la intensidad del campo en las manchas por comparacion. A pesar de que los resultados no son todo lo buenos que Hale deseaba, hoy en dia, considerando los medios disponibles a su alcance, pode- mos considerarlos excelentes. Utilizando gran cantidad de lineas de distintos elementos, encuentra valores de la intensidad de campo en el rango de 2600 a 2900 G, valores muy de acuerdo con los medidos actualmente. En una aprecia- ble demostracion de modestia, el articulo concluye resaltando los problemas ~ que su autor encontraba para la completa comprension del problema, lejos 28K) . ae 4 ae El se refiere a vortices con sentido contrario de revolucion. 130 de enfatizar la importancia de sus resultados positivos —costumbre ésta tan al uso en nuestros dias~. Enaltece, pues, este trabajo la figura de su autor, quiza el mas grande fisico solar del siglo XX. Agradecimientos La tinica mencion a la observacio6n de Lockyer que el autor conoce, en el dominio de la Fisica Solar actual (digamos que en los tiltimos 30 anos), se encuentra en el articulo de J. Harvey (21] de 1986. Su lectura supuso el estimulo para emprender la investigaciOn que se describe en el presente trabajo. El autor quiere reconocer el animo proporcionado por J. Harvey y el suministro por su parte de algunas fuentes bibliograficas. El interés mostrado y las ayudas recibidas de E. Landi Degl’Innocenti y B. Ruiz Cobo en la correci6n del manuscrito merecen igualmente el mas sincero agradecimiento. Bibliografia [1] J.S. Ames, R.F. Earhart, and H.M. Reese. ApJ, 8:48, 1898. [2] Becquerel and Deslandres. Comptes Rendus, 4 de abril, p. 997, 1898. [3] A. Cornu. Comptes Rendus, 125:555, 1897. [4] A. Cornu. Comptes Rendus, 126:181, 1898. [5] A.L. Cortie. MNRAS, 47:19, 1886. (6] A.L. Cortie. MNRAS, 58:370, 1898. [7] A.L. Cortie. MNRAS, 62:516, 1902. [8] A.L. Cortie. MNRAS, 468:63, 1903. (9] P.A.M. Dirac. Proc. Roy. Soc. London (A), 117:610, 1928. (10) M. Faraday. Experimental researches in electricity. Quaritch, London, 1839-1855. Vol. 3. [11] Ch. Fievez. 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Académicos, Sefioras, Sefiores.: Me cabe el honor y también el placer de cumplir un honroso encargo de nuestro Presidente: presentar al nuevo Académico Correspondiente, Prof. Dr. D. Julio Pérez Silva. Ya he tenido ocasién de manifestar de esta misma tribuna la admiracién y agradecimiento que profeso al Dr. Pérez Silva, que es mi maestro, mi amigo y el hombre al que debo gran parte de mi formacion cientifica y humana. Espero que estos sentimientos no me impidan un minimo de objetividad en la presentacidn que me dispongo a realizar. El Profesor Pérez Silva nacié hace setenta y un afios en Santa Lucia de Tirajana; en el centro de la isla de Gran Canaria. Es miembro de una numerosisima familia (tiene ocho hermanos) y ha fundado otra también grande para los tiempos que corren (tiene cinco hijos). Estos dos hechos (ser islefio y haber formado parte siempre de una comunidad familiar grande) han sido el origen de dos notas de su cardcter que, a mi juicio, destacan sobre las demds: su afabilidad y su laboriosidad y aunque son muchos los méritos personales que podria atribuirle, me cefiré a uno solo: su vida ha estado dedicada plena y exclusivamente a sus hijos y al trabajo, y en esta doble labor ha encontrado siempre el apoyo incondicional, callado y hasta abnegado de Maria del Carmen Hurtado de Mendoza, su mujer, a la que desde aqui quiero rendir también mi homenaje personal. Tras estudiar el Bachillerato en Las Palmas de Gran Canaria, se traslad6 a Madrid, en cuya Universidad obtuvo la Licenciatura en Ciencias Naturales y, mds tarde, el Doctorado en Biologia. Poco después inicié su trabajo en el Consejo Superior de Investigaciones Cientificas del que ha llegado a ser Profesor de Investigacién. En la Universidad ha ocupado todos los 137 cargos docentes y académicos, habiendo sido Director de Departamento, Secretario de Facultad, Decano y Rector de la de Sevilla, cuya cdtedra de Microbiologia desempeno desde 1.972 y en la que actualmente es Profesor Emérito. Su labor investigadora ha sido dilatada y fecunda: por ello, resulta imposible relatar, en el breve tiempo disponible, sus logros y resultados. Si diré que ha cultivado la Protozoologia y la Bacteriologia y sus resultados han sido objeto de mds de un centenar de publicaciones cientificas y de numerosas comunicaciones a congresos nacionales e internacionales. En el primero de estos campos ha hecho contribuciones decisivas como la demostracion de que en el esbozo macronuclear de los ciliados hipotricos existen cromosomas politénicos semejantes a los que hay en las larvas de los dipteros, o sus trabajos sobre la morfogénesis y el ciclo celular de estos ciliados que hacen que no resulte exagerado considerarlo como uno de los fundadores de la Protozoologia moderna en Espana. En el campo de la bacteriologia son pioneros sus trabajos sobre el metabolismo de compuestos aromaticos por bacterias y también quisiera destacar sus contribuciones en el estudio de las relaciones entre las bacterias del género Rhizobium y las leguminosas porque esta linea de trabajo se inicid en la Universidad de Sevilla con mi Tesis Doctoral que fue dirigida por el Prof. Pérez Silva. Esta labor fue reconocida con la concesién del Premio Canarias de Investigaci6n correspondiente al ano 1.990. Es el fundador de una escuela de microbidlogos de la que formamos parte varios Catedrdaticos y Profesores Titulares que estamos repartidos por diversas universidades espanolas y que le reconocemos (0 deberiamos reconocerlos) como el maestro siempre dispuesto a enseflarnos y a ayudarnos no solo en nuestro aprendizaje como investigadores y docentes, sino también en cualquier circunstancia personal en que pudiera echarnos una mano. No me queda mds que dar la bienvenida en nombre de la Academia a mi admirado maestro y querido amigo, D. Julio Pérez Silva y cederle la palabra para que nos desarrolle el tema de su disertacién. Muchas gracias. 138 ASPECTOS ECOLOGICOS DE LA ANTIBIOSIS’ Julio Pérez Silva Excmo. Sr. Presidente, Excmo. Sr. Vicerrector, Excmo. Sr. Rector Honorario, Ilmos. Sres. Académicos, Sras., Sres.: Deseo en primer lugar expresar mi agradecimiento a mi buen amigo el Prof. Angel Gutiérrez Navarro por las palabras de presentaci6n que acaba de pronunciar y que me han emocionado por la sinceridad y el afecto que entranan; no obstante, quisiera hacer algunas matizaciones y reflexiones al respecto. No niego que sea verdad lo que ha dicho de mi el Prof. Gutiérrez Navarro, pues demuestra que esta bien documentado y que conoce mi propio curriculum mejor que yo mismo, pero me gustaria aNadir que, sin duda movido por su gran afecto y leal amistad, ha destacado los aspectos positivos, mencionando incluso (cosa que le agradezco muy especialmente) la meritoria colaboracién de mi esposa, Maca, que ha facilitado en todo momento mi plena dedicacién a la docencia y la investigacién. En cambio, no ha mencionado los aspectos negativos, que han quedado ocultos tras la admiracion y el profundo respeto que siente hacia mi. Por ello, mientras escuchaba estas palabras de presentaci6n no pude evitar hacer una reflexidn sobre el hecho innegable de que, por desgracia, cada vez abundan menos los discipulos leales y agradecidos. Los universitarios que ya peinamos abundantes canas guardamos un entranable recuerdo de nuestros profesores, especialmente del Maestro generoso que dirigi6 nuestro trabajo de Tesis Doctoral y nos mostr6é (y muchas veces nos allané) el camino tanto en la docencia como en la investigacién. Hoy dia este (*) Discurso de ingreso como Miembro Correspondiente en la Academia Canaria de Ciencias (La Laguna, 4 de diciembre de 1995) 139 sentimiento de gratitud es cada vez mas ins6dlito; pero, por fortuna, quedan atin discipulos bien nacidos. Y Angel Gutiérrez es uno de éstos. Por tanto, creo que es justo aprovechar esta ocasi6n para proclamar que estoy muy orgulloso de él y de la labor tan eficaz que desde hace quince afos viene desarrollando en esta Universidad de La Laguna, y también para expresar mi deseo cordial de que, con su labor ejemplar por su seriedad y eficacia, se haga acreedor de la admiracién y el respeto de sus discipulos. Debo hacer constar también mi profunda y sincera gratitud a los sefiores miembros de la Junta Directiva de la Academia Canaria de Ciencias por el gran honor que me han dispensado al nombrarme Académico Correspondiente, honor al que trataré de corresponder poniendo desde ahora todo mi empeno en servir a esta instituci6n, prestando mi colaboracion en las actividades que la requieran. Asimismo quisiera mencionar aqui al primer miembro correspondiente de esta Academia, mi gran amigo y companero en la Universidad de Sevilla, Antonio de Castro Brzezicki, a quien, por desgracia, hemos perdido hace casi tres anos (el 31 de este mes se cumple el tercer aniversario de su fallecimiento) y a quien en este momento dedico un emocionado recuerdo, para lo que no encuentro palabras mas sentidas y certeras que las de uno de sus discipulos predilectos, el Prof. José Carmona Alvarez, y que yo suscribo totalmente: "D. Antonio fue, ademas de Profesor y compafiero, una persona ejemplar por su vasta formacion intelectual --cientifica y humanistica--, su honestidad, su tenacidad en el trabajo, su generosidad y su modestia... que era modestia y era distincién. En suma las cualidades que conforman el arquetipo de un maestro". Suscribo asimismo el "in memoriam” publicado en 1993 (Rev. Acad. Canaria Cienc., V (num 1), 9-15) por el digno Presidente de esta Academia Canaria de Ciencias, Prof. Nacere Hayek Calil, a quien le cabe el honor de ser el primero de sus discipulos. Sdlo me resta anadir que Antonio de Castro cont6é con numerosos discipulos bien nacidos, no sdlo entre los que peinan canas, como el Prof. Hayek, sino también entre los j6venes, como el Prof. Carmona, que le recuerdan con gratitud y admiracion. 140 INTRODUCCION Desde que a finales del pasado siglo los microbidlogos comenzaron a emplear medios sdlidos para el cultivo de microorganismos, principalmente bacterias y hongos, se repar6é en el hecho frecuente de que en los cultivos mixtos recién aislados a partir de habitats naturales, algunas de las colonias aparecian rodeadas de un halo transparente en el que no crecian colonias de los microorganismos acompanantes. Este fenédmeno fue descrito en 1887 por Pasteur y Joubert, quienes le dieron la denominacién de antagonismo microbiano. Dos anos mas tarde, Vuillemin propuso el término antibiosis para aludir a este mismo fendmeno, esto es, la inhibicién del desarrollo de un microorganismo por sustancias producidas por otro. A pesar de la frecuencia con que se presentan los casos de antibiosis en los cultivos mixtos, no se le dedic6 mayor atencién hasta 1929, cuando el médico inglés Sir Alexander Fleming observ6 que en una placa de Petri en la que habia sembrado Staphylococcus aureus, se desarroll6 también una colonia de un hongo contaminante, alrededor del cual habia un halo desprovisto de colonias del estafilococo. Fleming intuy6o la trascendencia de este hecho en cuanto que podria ser la base de una nueva terapéutica de las enfermedades infecciosas. Estudi6d mas detenidamente este fendmeno y demostr6 que el hongo (que result6 ser Penicillium notatum) producia una sustancia difusible, a la que dio el nombre de penicilinay que tenia la propiedad de destruir no sdlo las células del estafilococo dorado sino también las de otras bacterias Gram positivas; vio asimismo que la penicilina tenia escasa toxicidad para los animales, lo cual consolid6 definitivamente sus esperanzas en las posibilidades terapéuticas de su descubrimiento. Sin embargo, debido a que la penicilina es un compuesto muy inestable, los primeros intentos encaminados a lograr su aislamiento y purificacién fueron infructuosos. Por ello, la observacién de Fleming permaneci6 ignorada hasta 1939, cuando el éxito de las sulfamidas habia reavivado el interés de la quimioterapia de las infecciones bacterianas. Fue entonces cuando los bioquimicos Ernst Chain y Howard Florey aislaron la penicilina en forma de un sdlido impuro pero muy 141 activo. Y en 1941 se comprob6 su gran utilidad clinica. Ello sirvid de estimulo para muchos investigadores, quienes dedicaron sus esfuerzos a la busqueda de este tipo de sustancias con actividad antimicrobiana a las que se les habia dado el nombre de antibidticos. Los resultados de esta busqueda no se hicieron esperar; asi, en 1941 Dubos y Hotchkiss encuentran las tirocidinas y las gramicidinas, y Waksman descubre la estreptomicina y la actinomicina D. No vamos a citar aqui toda la ininterrumpida serie de descubrimientos de nuevos antibidticos, baste decir que actualmente se conocen mas de 5000 sustancias antibidticas diferentes producidas por una gran variedad de microorganismos aislados de muy diversos habitats naturales, principalmente del suelo, del agua y de lodos lacustres y marinos. Sin embargo, la mayoria de estos antibidticos, debido a su elevada toxicidad para los animales, no son aptos para su utilizaci6n como farmacos. Tan sélo unos sesenta han encontrado algun uso clinico, y son mucho menos los que se emplean regularmente en el tratamiento de las enfermedades infecciosas. A pesar de que este grupo de antibidticos selectos es muy reducido, hoy dia puede decirse que la inmensa mayoria de las infecciones bacterianas y fungicas del hombre y de los animales domésticos responden a la antibioterapia. Precisamente, debido a su gran utilidad clinica, el estudio de los antibidticos, cuyo principal objetivo era aumentar las posibilidades terapéuticas, ha alcanzado tal envergadura que hoy dia existe un cuerpo de conocimientos tan vasto y profundo que ha llegado a constituir una verdadera ciencia independiente, con su problematica y su metodologia propias, y en la que se integran investigaciones desde diferentes angulos y con finalidades muy diversas, que reclaman la atencion de médicos, veterinarios, farmacéuticos, bidlogos, quimicos, bioquimicos, genéticos e ingenieros. Este enfoque multidisciplinar del estudio de los antibidticos se ha escindido en cinco facetas 0 campos especificos, que, aunque estan muy interconectadas, caen dentro del dominio de otras ciencias, como son: Antibioterapia, Biotecnologia, Genética, Biologia molecular y Ecologia. 142 Nosotros, de acuerdo con el titulo de este discurso, nos ceniremos a la faceta ecolégica y, por tanto, abordaremos algunas de las cuestiones que surgen en el estudio de la antibiosis en los habitats naturales. Trataremos, pues, algunos aspectos ecolégicos de la antibiosis. ASPECTOS ECOLOGICOS DE LA ANTIBIOSIS Es obvio que este tema no tendria sentido si previamente no se demuestra que la antibiosis es un fendmeno que se produce en los ecosistemas naturales. Por tanto, es necesario comenzar con el siguiente planteamiento: Como queda dicho, la antibiosis se observ6 por vez primera en una placa de Petri, y hoy se sabe que es un fen6dmeno muy ostensible que se produce frecuentemente en los medios de cultivo, que en realidad son habitats artificiales. Pero, jse produce este fendmeno también en los habitats naturales? Los primeros ecélogos microbianos que encaminaron sus investigaciones a dar contestaci6n a esta interrogante abordaron el problema del modo mas légico y directo, esto es, intentando aislar, a partir de muestras procedentes de diversos ambientes naturales, las sustancias antibidticas que era de esperar que se encontrasen alli, dado que previamente se habian aislado de estos habitats muchas especies de hongos, de bacilos y de actinomicetos que, en cultivos artificiales, eran capaces de sintetizar y excretar tales sustancias. Pero, estos intentos fueron infructuosos, y en consecuencia aquellos investigadores, al no encontrar antibidticos en las muestras analizadas, descartaron la existencia de la antibiosis en los habitats naturales, afirmando que este fenédmeno era una "mera curiosidad o artefacto de laboratorio", que ocurre exclusivamente cuando determinados microorganismos se cultivan en medios artificiales ricos en fuentes de carbono, energia y nitr6geno, condiciones que rara vez se dan simultaneamente en los habitats naturales. Otros autores, en cambio, han logrado demostrar la existencia de sustancias antibidticas en el suelo, en el agua, en sedimentos lacustres y marinos, asi como en otros muchos ecosistemas naturales, si bien reconocen que para que en estos 143 habitats haya produccién de antibidticos han de darse ciertas circunstancias, especialmente el aporte de abundantes nutrientes organicos. Reconocen también que, aun cuando existan estas circunstancias favorables, no siempre es facil detectar la presencia de antibidticos, debido a que en muchos ecosistemas tales sustancias se degradan rapidamente por la accién de enzimas excretadas por otras especies microbianas coexistentes, o bien se inactivan por adsorcién sobre particulas coloidales de arcilla o por formacién de complejos con sustancias inorganicas. A veces ciertas sustancias antibidticas pueden servir incluso como fuentes de carbono para heterotrofos que conviven en el mismo habitat. En tal caso no habria antibiosis, sino comensalismo. A medida que se profundizaba en el estudio se han ido encontrando pruebas cada vez mas demostrativas de la producci6n de sustancias antibidticas en los mas diversos habitats, hasta el punto de que actualmente se admite de modo general que la antibiosis es un fenOdmeno natural, si bien con la salvedad de que muchos antibidticos s6lo se producen en medios ricos o en los que concurren un rango restringido de factores condicionantes, (como son, por ejemplo, la concentraci6n o las clases de los nutrientes necesarios), que no siempre se dan en los ecosistemas naturales. IMPORTANCIA ECOLOGICA DE LA ANTIBIOSIS. Una vez que se demostr6 que la antibiosis es un fendmeno natural, se comenzo a profundizar en el estudio de las interacciones ecoldgicas de los organismos productores de antibidticos con las demas especies que coexisten en un determinado ecosistema. Esta cuestién ha sido tratada por algunos ecdlogos microbianos, principalmente por Alexander (1971), por Odum (1987) y por Atlas y Bartha (1992), quienes llegan a conclusiones muy parecidas en cuanto respecta a la importancia ecolégica de la antibiosis; sin embargo, es curioso que ninguno de estos ecdlogos consideran la antibiosis (0 la alelopatia, como la denominan algunos ecélogos vegetales) entre las principales categorias de relaciones interespecificas, sino como un caso particular de amensalismo. Veamos qué categorias establecen: 144 Consideran en primer lugar el neutralismo, que es el caso, casi inconcebible, en el que las poblaciones naturales coexisten en armonia, sin perjudicarse ni favorecerse entre si. Establecen luego el concepto de comensalismo, que es una relacién muy frecuente entre dos poblaciones en la que una de ellas, la poblacién comensal, recibe un beneficio sin que haya efectos perjudiciales ni beneficiosos para la otra; a veces la poblacién comensal tiene una dependencia estricta de la otra poblacién. Consideran también las asociaciones poco estrechas y mutuamente ventajosas para ambas poblaciones, a las que denominan protocooperacioén. Este tipo de interaccién puede ser esencial para la existencia de los organismos cooperadores en un determinado ecosistema o bien para la realizacién conjunta de alguin proceso metabdlico, en cuyo caso recibe el nombre de Sintrofismo. Aplican el término simbiosis 0 mutualismo para referirse a una asociacién entre dos especies que tienen una dependencia mutua y obligada, en el sentido de que es imprescindible para la vida del ecosistema o para la realizacién de alguna funcidén. Tanto en la simbiosis como en la protocooperaci6én la relacién es beneficiosa para las dos poblaciones que intervienen. En cambio, en otra de las categorias de relaciones interespecificas, denominada antagonismo, una de las especies resulta perjudicada por las actividades de la otra. En esta categoria de interacciones incluyen la competencia, el amensalismo, el parasitismo y la depredacién. En el caso de la competencia dos 0 mas poblaciones rivalizan por algun factor limitante --por ejemplo, un nutriente-- existente en el medio, y, aunque ambas poblaciones quedan desfavorablemente afectadas, por lo comun una de ellas resulta mas perjudicada que la otra. En el amensalismo una poblacién es eliminada por efecto de las toxinas sintetizadas por la otra; el productor de las toxinas no se beneficia directamente pero puede resultar favorecido indirectamente en virtud de la eliminaci6n de un posible competidor por nutrientes limitantes. El parasitismo y la depredacion implican un ataque directo y la alimentacién de un organismo a expensas del otro; el paradsito, o el depredador, saca provecho de ello y por lo _ general su existencia depende de esta asociacién, mientras que la poblacién hospedadora, o la presa, resulta perjudicada 0, incluso, es eliminada. 145 Dado que, como queda dicho, la antibiosis es un caso particular de amensalismo, daremos algunas ideas generales acerca de este tipo de interaccién antes de referirnos concretamente a la antibiosis. | El amensalismo puede llevar a la colonizaci6n ventajosa de un habitat, ya que una poblacién, mediante la excrecién de sustancias t6xicas, puede impedir la supervivencia de otras poblaciones coexistentes 0 la colonizacién de ese habitat por nuevas poblaciones. Las sustancias t6xicas que intervienen en el amensalismo se suelen clasificar en tres grupos: inhibidores inorganicos, sustancias organicas de baja toxicidad y compuestos orgdanicos altamente t6xicos Inhibidores inorganicos, como el per6xido de hidrégeno, el amonio, los nitritos y acido sulfhidfrico, intervienen en muchas de las alteraciones que se producen en los ecosistemas naturales; pero, en general tales inhibidores han de estar en concentraciones relativamente elevadas para ser eficaces. Asimismo, la produccién de oxigeno por algas impide el crecimiento de anaerobios obligados. Otro ejemplo bien conocido es el de la produccion de acido sulftrico por algunas bacterias quimiolitotrofas, como es el caso de Thiobacillus thiooxidans, que produce considerables cantidades de este acido al desarrollarse en los desagties de minas ricos en sulfuros o bien en suelos tratados con azufre elemental. En este caso concreto de amensalismo se produce un considerable descenso del pH (que puede llegar hasta valores comprendidos entre | y 2), lo que modifica radicalmente la composicién de la comunidad, que queda integrada sdlo por especies acido- tolerantes. Por otra parte, se conocen muchos casos de amensalismo mediados por sustancias organicas de baja toxicidad, las cuales se originan durante la trofofase y, por tanto, son metabolitos primarios, entren los que se encuentran muchos acidos grasos y alcoholes. La produccién de Acido lactico, o de otros acidos grasos de bajo peso molecular, por algunas poblaciones bacterianas impide o limita el crecimiento de muchas especies de microorganismos. Tal es el caso de algunas poblaciones de Lactobacillus o de Streptococcus que pueden producir y tolerar 146 concentraciones elevadas de acido lactico, con lo que modifican el habitat hasta el punto de impedir el desarrollo de otras poblaciones bacterianas. También se ha demostrado que los acidos grasos producidos por la flora bacteriana normal de la superficie de la piel y de las mucosas evitan la colonizacién de estos habitats por levaduras y mohos potencialmente pat6genos. Asimismo, la produccién de etanol por levaduras impide el desarrollo de la mayoria de las poblaciones bacterianas en los habitats donde el etanol pueda acumularse, alcanando concentraciones relativamente elevadas. Esto explica el hecho de que en el mosto en fermentacién no se desarrollen apenas poblaciones bacterianas. Los inhibidores organicos de elevada toxicidad son producidos y excretados por diversos seres vivos tanto heterotrofos como fototrofos. La inmensa mayoria de estos inhibidores son metabolitos secundarios o idiolitos, ya que se producen al final de la trofofase o durante la idiofase. Dentro de este tipo de compuestos, que suelen ser metabolitos quimicamente complejos, se incluyen los antibidticos, ademas de las bateriocinas, las exotoxinas y muchos farmacos. De acuerdo con esta clasificacién de los distintos tipos de amensalismo basada en la naturaleza de los mediadores quimicos que intervienen, puede decirse que la antibiosis es un caso especial de amensalismo mediado por sustancias de naturaleza quimica muy diversa que encajan en la definicién de antibidtico. Seguin una definicién propuesta por Waskman en 1953, un antibidtico es una sustancia producida por un microorganismo y que tiene la propiedad de que, en solucién diluida, inhibe el desarrollo de otros microorganismos o incluso los destruye. Posteriormente se ha ampliado esta definicién en el sentido de sustituir la palabra "microorganismo" por "ser vivo", con lo que se incluirian también las sustancias alelopaticas y los llamados antibidticos semisintéticos, si bien se excluirian los agentes quimioterapicos, como pueden ser las sulfamidas. Lancini y Parenti, en 1982, introducen otra condicién en la definicion de antibidtico al circunscribir su peso molecular a valores relativamente bajos _(comprendidos entre 150 y 5000 daltons), con lo que quedan excluidas las 147 proteinas del tipo de las bacteriocinas, las toxinas bacterianas, la lisozima, etc. Insisten, asimismo, en que han de ser eficaces en solucién diluida; con esta condicién se excluyen muchos otros metabolitos, como los acidos y los alcoholes anteriormente citados, que pueden inhibir el desarrollo sédlo cuando estan a concentraciones superiores a un 3%, mientras que los antibidticos propiamente dichos son eficaces a concentraciones inferiores a 1mg/ml. La capacidad de producir antibidticos no esta limitada a ningtn grupo taxonémico en especial; pero la inmensa mayoria de estas sustancias estan producidas por actinomicetos, principalmente del género Streptomyces; también entre los mohos hay muchas especies que producen antibidticos, principalmente del grupo de los betalactémicos. Asimismo es frecuente la producci6n de antibidticos en las bacterias del género Bacillus, que son aerobias formadoras de esporas y en las que la sintesis de antibidticos esta estrechamente relacionada con la esporulacion. La produccion de antibidticos es frecuente también en el reino vegetal. Actualmente se conocen un gran numero de sustancias antibidticas diferentes producidas por vegetales y que son de natura:eza quimica muy diversa como alcaloides, terpenos, cumarinas, esteroles, acidos fendlicos, etc. Concretamente, de algunas especies de la familia Celastraceas se han aislado y purificado una gran diversidad de sustancias antifingicas 0 que desorganizan la membrana citoplasmatica bacteriana e incluso otras que tienen acci6n antitumoral. En este contexto es justo destacar la fecunda labor que desde hace anos se viene realizando en el Centro de Productos Naturales Orgdnicos "Antonio Gonzalez", y que ha fructificado en el aislamiento, purificacién y estudio de muchas sustancias alelopaticas como, por ejemplo la tingenona, que tiene una actividad antibidtica similar a la de la mitomicina C; también cabe citar la pristimerina, que es un potente citostdtico y antimitdtico. Asimismo, se han preparado muchos derivados activos a partir de productos naturales. Las importantes investigaciones que se realizan en este centro son el fruto de la preparacion y tenacidad de un nutrido grupo de excelentes investigadores movidos por el entusiasmo que ha sabido inculcar en ellos el Profesor Antonio Gonzalez, 148 maestro de maestros. Partiendo de la base de que la antibiosis es una forma especial de amensalismo, se puede interpretar la produccién de antibiédticos como un mecanismo ecolégico de supervivencia en los habitats naturales, en los que los organismos productores pueden eliminar o reducir las poblaciones de organismos competidores, ya sea inhibiendo su multiplicaci6n, lisando sus células o bien compitiendo ventajosamente por alguna fuente comin de nutrientes. En lo que respecta al significado ecolégico de la antibiosis, cada vez son mas los ecdlogos que esgrimen argumentos en favor de la importancia que esta forma de amensalismo tiene en la lucha por la existencia. Una idea generalmente admitida es que la excrecién de antibidticos explica el hecho de que las poblaciones productoras de estos metabolitos secundarios se hagan estables y sobrepasen en preponderancia a otras poblaciones colonizantes del mismo habitat, aun cuando no haya diferencias en las tasas de crecimiento o en la competitividad por un mismo nutriente. Los ecdlogos microbianos arguyen asimismo que si la produccion y excrecion de antibidticos no confirieran ventajas ecol6gicas, probablemente estas actividades no habrian superado la presi6n selectiva a lo largo de la evolucién. Aun en el caso de que la produccién fuese efimera debido a que las condiciones apropiadas no perduran por largo tiempo, la formacién y excrecién de un antibidtico, aunque éste sea inestable, biodegradable o inactivable por adsorcion, puede ser ecol6gicamente ventajosa, siempre que su persistencia en estado activo sea lo suficientemente prolongada. Un ejemplo de cémo la antibiosis puede contribuir a la supervivencia de los microorganismos es el descrito por Bruehl y colaboradores en 1969, en relacién con la pervivencia de Cephalosporium gramineum, que es un hongo patdgeno del trigo. Durante el tiempo comprendido entre la siega y la siembra del ano siguiente, este hongo ha de mantenerse viable en el suelo. Como no forma esporas ni otras estructuras de resistencia, el parasito ha de sobrevivir en estado vegetativo en el interior de los tejidos del hospedador previamente colonizados y donde ha excretado un antibidtico que impide el desarrollo de otros colonizadores. Estos 149 autores han demostrado que, en todos los cultivos recién aislados, este hongo excreta una SuStancia antifingica de amplio espectro cromatograficamente idéntica al antibidtico que aparece en los tejidos de trigo infectados. La hipétesis de que la capacidad de producir este antibidtico es ecolégicamente ventajosa para C. gramineum encuentra apoyo en el hecho de que los cultivos mantenidos en el laboratorio pierden pronto su capacidad de producir el antibidtico; ello indica que en el habitat natural la presi6n selectiva protege a los formadores de antibiéticos, mientras que elimina los mutantes no productores que surgen espontamenamente. Smith y Marples describieron en 1984 otro ejemplo interesante. Estos autores observaron que el hongo Trichophyton mentagrophytes vive normalmente en la piel del erizo de Nueva Zelanda y que en este habitat natural produce y excreta penicilina, lo que elimina las poblaciones coexistentes de estafilococos sensibles a este antibidtico. Han comprobado asimismo que todas las poblaciones de estafilococos que se encuentran en la piel de este erizo son resistentes a la penicilina y atribuyen este hecho a que estas bacterias han experimentado un proceso de adaptacién que les permite superar el amensalismo de los Trichophyton productores de dicho antibidtico. Es probable que procesos de adaptacién andlogos a éste que acabamos de exponer sean frecuentes en habitats naturales mas complejos, como el tubo digestivo, el suelo o los lodos lacustres y marinos, en los que la coexistencia de poblaciones muy diversas puede propiciar procesos de coevolucié6n impulsados por la aparici6n espontanea de mutantes resistentes que son favorecidos por la presién selectiva debida a la constante presencia de antibidticos. Esto es concebible si se tiene en cuenta el hecho, demostrado experimentalmente, de que la presencia de una sustancia antibidtica en un medio de cultivo constituye un factor de seleccién de mutantes resistentes a dicha sustancia. A esto se debe el hecho de que el uso clinico de antibidticos (sobre todo cuando estos farmacos se emplean de modo indiscriminado o irracional) lleva consigo la proliferacién de estirpes resistentes derivadas de especies patégenas que originalmente eran sensibles a los antibidticos en cuesti6n. Es razonable, pues, admitir que en los ecosistemas naturales se estan 150 produciendo continuamente procesos de seleccién de mutantes resistentes a los antibidticos, si bien el estudio in situ de estos procesos encierra numerosas dificultades técnicas. En el estudio de los procesos de adaptaci6n a la presencia de antibidticos se pueden considerar dos aspectos: el primero se refiere a los mecanismos de superaci6n del amensalismo que desarrollan las poblaciones que conviven con la poblaci6n productora del antibidtico; el segundo de estos aspectos se refiere a los mecanismos de autoproteccién que han de desarrollar los distintos organismos contra los efectos de los antibidticos aut6genos, con lo que se evita el "suicidio” de la poblacién productora. Mediante el estudio de los mecanismos de superacién del amensalismo se ha logrado resolver muchos de los problemas relacionados con la adquisicién de la antibidtico-resistencia de los microorganismos patégenos. Dado que estos estudios corresponden mas bien al campo de la antibioterapia, no los vamos a detallar aqui. Sdélo diremos que estas investigaciones, realizadas a nivel molecular, han llevado a la elucidacién del modo de accién de casi todos los antibidticos y del determinismo genético de la resistencia a estas sustancias. En cambio, este discurso sobre la ecologia de la antibiosis quedaria incompleto si no considerdsemos, aunque sea brevemente, los mecanismos de autoproteccién de los organismos productores de antibidticos, pues son precisamente estos mecanismos lo que da sentido a la antibiosis como modo de lucha por la existencia. MECANISMOS DE AUTOPROTECCION En los wtltimos treinta afios se han realizado muchas investigaciones encaminadas al esclarecimiento de los mecanismos moleculares por los que los organismos eluden los efectos t6xicos de los antibidticos que ellos mismos producen. Estos estudios implican un conocimiento a nivel molecular de los distintos antibidticos, de sus respectivas "dianas" (ya sean enzimas o estructuras celulares) y de las interacciones de cada antibidtico con su diana. 151 Dado que no es posible detallar aqui ni siquiera los resultados mas importantes de estas investigaciones, nos limitaremos a comentar brevemente algunos ejemplos de los principales mecanismos de autoprotecci6n que se recogen en textos de Microbiologia y en muchas revisiones, como son las publicadas por Cundliffe (1989), Liras y Martin (1990) y Jiménez (1990). Citaremos en primer lugar el caso en que no es necesaria la autoproteccién debido a que en el organismo productor no existe la diana del antibidtico. Esto sucede en todos los hongos productores de penicilinas (como son, por ejemplo, algunas especies de Penicillium y de Aspergillus y el Trichophyton mentagrophites anteriormente citado), o de cefalosporinas, como Cephalosporium acremonium, y en general en todos los organismos eucaridticos productores de antibidticos betalactamicos, que, como es sabido, inhiben la sintesis de los péptidoglucanos, que solo existen en la pared celular de las células procaridticas. Pero estos casos son muy poco comunes; lo general es que en los organismos productores existan las dianas, estructurales o bioquimicas, de los antibidticos aut6genos, y por tanto, el éxito ecoldgico de tales organismos depende de que a lo largo de la evolucién la presién selectiva haya favorecido el desarrollo de mecanismos de autoproteccion. Expondremos a continuacion algunos ejemplos de los distintos mecanismos de autorresistencia, agrupandolos en tres modalidades generales: exclusi6n rapida del antibidtico del medio intracelular, modificacién del antibidtico y modificacién de la diana. Mecanismos de exclusién del antibiédtico se han descrito en algunos actinomicetos productores de tetraciclinas, como Stretomyces aureofaciens y S. rimosus, en cuyaS membranas citoplasmaticas se ha demostrado la presencia de enzimas, codificadas por genes cromosémicos, que intervienen en el transporte activo de este antibidtico, de forma que se favorece su raépida excreci6n y se impide la reentrada en la célula. Un mecanismo parecido, pero codificado por plasmidos, se ha descrito en Streptomyces coelicolor, para la exclusién de la metilenomicina. Con este tipo de mecanismos se consigue que los antibidticos 152 aut6genos estén muy poco tiempo en contacto directo con las dianas. Con respecto a la autoproteccién mediante la modificaci6én del antibidtico se han estudiado detenidamente muchos casos en los que los organismos sintetizan enzimas altamente especificas que introducem cambios en la molécula de los antibidticos aut6genos, con la consiguiente inactivacién de los mismos. A pesar de que la naturaleza quimica de los distintos antibidticos es muy diversa, la detoxicacién de estas sustancias se realiza principalmente de dos maneras: por acetilaci6n de grupos amino, mediada por acetil-CoA, y por fosforilacién de hidroxilos con el concurso de ATP. A veces en un mismo organismo coexisten estas dos formas de inactivacién del antibidtico que producen. Los organismos mejor estudiados en este sentido son en su mayoria actinomicetos productores de aminoglucésidos inhibidores de la biosintesis de proteinas; asi, se ha demostrado que Streptomyces fradiae puede inactivar la neomicina por acetilacién y por fosforilacién; lo mismo es cierto para S. griseus con respecto a la estreptomicina, mientras que S. kanamyceticus s6lo posee enzimas para la acetilacién de la kanamicina. Algunos actinomicetos productores de otras clases de antibidticos también presentan estos mecanismos de detoxicaci6n, tal ocurre con Streptomyces alboniger, que posee enzimas que acetilan la puromicina. También se han descrito este tipo de modificaciones en bacterias del género Bacillus, tal es el caso de las estirpes de B. circulans que poseen enzimas tanto para la acetilaci6n como para la fosforilacién de la butirosina. En cuanto a la autoproteccién mediante la modificacién de la diana se conocen en profundidad muchos ejemplos; pero nosotros nos limitaremos a citar aqui solo algunos de ellos dividiéndolos en dos grupos, seguin que la diana sea ribos6mica 0 no ribosémica. En el primero de estos grupos se incluyen muchos actinomicetos productores de antibidticos inhibidores de la sintesis de proteinas y que se autoprotegen mediante la sintesis de enzimas que metilan el ARN ribos6mico, de manera que estos ribosomas metilados son resistentes a la accién del antibidtico. Son ejemplos Streptomyces azureus, que tiene ribosomas resistentes a la tiostreptona debido a 153 que el ARNr 23S esta metilado; asimismo, Micromonospora purpurea es resistente a la gentamicina debido a la metilacién del ARNr 16S. La modificaci6n de dianas no ribosémicas se refiere principalmente a ciertas enzimas que intervienen en la sintesis de acidos nucleicos o del péptidoglucano de la pared celular, de manera que la nueva enzima no se liga al antibiético. Por ejemplo, la ARN polimerasa de Nocardia mediterranei tiene modificada la subunidad beta de modo que la enzima no se une a la rifamicina ni tampoco a las rifampicinas. También las estirpes de Streptomyces sphaeroides productoras de novobiocina tienen modificada la subunidad B de la girasa de forma que pueden replicar su ADN en presencia de este antibidtico. Cabe citar asimismo a todos los procariotas productores de antibidticos betalactamicos, que, a diferencia de los eucariotas, poseen peptidoglucanos en sus paredes celulares, y, por tanto, contienen las enzimas diana de estos antibidticos, como son las transpeptidasas, carboxipetidasas y otras PBPs (penicillin binding proteins), que intervienen en la Ultima etapa de la sintesis de la pared celular procaridtica. Por ejemplo, los actinomicetos productores de cefamicinas (Streptomices clavuligerus, S. griseus) y las bacterias Gram negativas productoras de cefabicinas (Lysobacter, Xanthomonas) tienen sus PBPs modificadas de forman que no se ligan a los respectivos antibidticos. RESUMEN Y PERSPECTIVAS A partir de 1941, cuando se comprobo la gran utilidad clinica de la penicilina, el estudio de la antibiosis y de los antibidticos desperto el interés de médicos, farmacéuticos, bidlogos, bioquimicos, genéticos, ecdlogos, etc., y este enfoque multidiciplinar impuls6o el avance de la antibioterapia, de la biotecnologia y de la genética y ecologia de la antibiosis a nivel molecular, hasta el punto de que actualmente se conocen en profundidad las bases moleculares del modo de accién de los antibidticos, asi como el determinismo genético de la resistencia a las Sustancias antibidticas, tanto alogenas como autégenas. Estos conocimientos, que son el resultado de investigaciones encaminadas a la elucidacion de la antibiosis en 154 los ecosistemas naturales, pueden servir de base para abordar el estudio de las demas clases de interacciones antagonistas y mutualistas que condicionan la coevoluci6n de las distintas poblaciones que conviven en tales ecosistemas. Ello no es ninguna utopia, pues ya hay ecdlogos que, basandose en los resultados de los estudios a nivel bioquimico de las interacciones planta-planta, planta-animal y animal-animal, han llegado a un tratamiento holistico de la ecologia, al que Harborne considera como una nueva ciencia a la que denomina Bioquimica ecolégica. Por consiguiente, y dado que los microorganismos son un material mucho mas favorable que los vegetales y los animales para los estudios a nivel molecular, me permito terminar este discurso sugiriendo a los j6venes microbidlogos que la Ecologia microbiana abordada a este nivel puede ser una importante contribucién al desarrollo y consolidacién la Ecologia molecular como una ciencia bioldégica de insospechadas posibilidades. He dicho. 155 Fe Lt 1S i _ as. f < _ Ree hod cs “36044 = ~ ® a 4 =e a; Se Oper pes < Spd: oe eotghie wine VIDA ik bee Gi eA we Actividades de la Academia Las actividades académicas en el afio que se comenta, se caracte- rizaron por UR notable aumento dentro de su 4mbito cultural en rela- ci6édn con afios anteriores. Aparte de la tradicional ceremonia de la apertura de curso, que tuvo lugar, como ya viene siendo costumbre, en el Saldén de Actos de la Real Sociedad Econdémica de Amigos del Pais de Tenerife, que amable- mente es cedido por su Director, se celebraron también en el mismo, cuatro sesiones académicas, al igual que otras tantas en la vecina ciudad de Las Palmas de Gran Canaria desarrolladas en el Salin de Ac- tos de la Casa de Colén, a cuya Direccién dejamos igualmente constan- cia de nuestro reconocimiento. Seguidamente, se expone una relacidén mas pormenorizada de dichos actos, La apertura de curso, realizada el dia 27 de Enero de 1995,. fué presidida por el Excmo. Sr. D. Nacere Hayek, Presidente de la Academia, acompanado de diversas autoridades universitarias y presidentes de o- foes) @erporaciones. Tras la lectura por el Ilmo. Sr. Secretario de la preceptiva Memoria, el Excmo. Sr. D. Federico Garcia Moliner, Premio Principe de Asturias de Reet Vent pronunci6é con gran brillantez la conferencia titulada " La ciencia como cuesti6én de interés general " Los otros actos académicos a que se ha aludido, fueron los si- guientes: El dia 2 de Marzo de 1995, el Académico Correspondiente I1lmo. Sr. D. Luis Angel Cordero Rego, Catedratico de la Universidad de Santiago de Compostela y itubte de la Real Academia Galega de Ciencias, diserté sobre el tema "' Matematica pura versus matematica aplicada ", El dia 18 de Abril, el Académico Numerario y Catedratico de la Universidad de Las Palmas, Ilmo. Sr. D. Bonifacio Nicolas Diaz Chico, lo hizo sobre " Nuevas funciones para los estrégenos '', El dia 28 del mismo mes,se 159 tuvo la ocasién de oir al Académico Correspondiente Ilmo. Sr. D. Ama- ble Lian Martinez, Catedratico de la Universidad Politécnica de Ma- drid, Miembro de la Real Academia de Ciencias y Premio Principe de As- turias de Investigacién, su disertacién sobre el tema '' El fulgor del fuego y la ciencia de la combustién ", Esta serie de intervenciones continuaron con la que tuvo lugar el dia 4 de Diciembre a cargo del Ilmo, Sr. D, Julio Pérez Silva, Catedratico Emérito de la Universidad de Sevilla,,Académico Correspondiente de nuestra Academia y Premio Ca- rias de Investigacién, quien expuso una conferencia sobre " Aspectos ecol6épicos de- la: antibiosis En la ciudad de Las Palmas se celebraron asimismo las siguientes sesiones, todas ellas, como ya antes se dijo, en el Salén de Actos de la Casa de Coldn: El. dia 6 de Junio,, el. Ilmo., Sr,.. D..José Regidor Garcia. Catecra- tico de la Universidad de Las Palmas y Académico Numerario de esta Corporacién, expuso el tema '" Biologia celular del radical 6xido ni- trico: su imp]licacioGn en la actividad nerviosa ". Al dia siguiente, el Profesor Dr. Ingeniero Horst, Kruse, Darector del Instituto dey lec- nologia del Frio de la Universidad de Hannover, disert6 sobre " La sus- titucién de los refrigerantes que afectan al medio ambiente "'. Algtin tiempo después, el 18 de Diciembre, el Colaborador Cientifico del Cc. S. I. C., Dr. D.. Sergio Moreno, habl6é sobre " La division celuias y el cancer '"', y-el siguiente dia 19 de Diciembre, el Académico Nume- rario de nuestra Academia y Catedratico de La Universidad de La Laguna, Limo... Sr... D,.. Wolfrede Wildpret de. la Torre cerr5 el ciclo con. una_con- ferencia tutulada " La diversidad vegetal de las especies naturales de Canaraas,2".. En este afio de 1995, la Academia intervino, en colaboracién con otras instituciones universitarias, en la organizacién de diversos cur- sos de ampliacién de conocimientos, a saber: 160 "Curso de pteridolitas de las Islas Canarias", conjuntamente con el Departamento de Botanica de la Universidad de La Laguna ( 5 al 13 de Mayo: 30 horas lectivas ). En colaboracién con el citado Departamen- to, el Dr. Dieter Lupnitz de la Universidad alemana de Maguncia, im- partid6 una conferencia acerca de " La vegetacién de Nuevo México y A- razone ", "Microbiologia de aguas", en colaboraci6én con el Departamento de Microbiologia de La Laguna (Septiembre a Noviembre: 7 horas lectivas ). "Cartografia Bent6énica", en colaboraci6én con el Colegio Oficial de Bidlogos y la Facultad de Biologia de la Universidad de La Laguna (dias 22 a 25 de Noviembre: 15 horas lectivas). Ha aparecido el volumen VI (1994) de la Revista que edita la Aca- demia, que sigue manteniendo una alta calidad, El volumen consta de dos fasciculos, el primero dedicado a la Seccién de Matematicas y que con- tiene 10 articulos de la especialidad; y el segundo, a las de Fisica, Quimica y Biologia, con 9 articulos. Ya se halla parcialmente repartido. El premio de la Academia, que correspondié en el afio 1994 al drea de Biologia, ha sido declarado desierto. Oportunamente fué convocado el del anio 1995 objeto de esta memoria, correspondiente a la seccioén de Quimicas, el cual por decisién undnime del Jurado nombrado al efecto, fué concedido a la Doctora Dofia Pastora Maria Torres Verdugo de Cérdoba. El trabajo merecedor del premio, se encuentra publicado en el fascicu- lo nG@m, 2-3-4 del volumen VII de la Revista de la Academia (1995). La Junta General Ordinaria se reuniéd, como es preceptivo, en el mes de Enero. De lo alli tratado, es digno de resefiar la aprobaciédn de la propuesta de la Junta de Gobierno, referente al nombramiento como Acadé- micos Correspondientes de los Dres. D. Amable Lifian Martinez y D. Luis Angel Cordero Rego, complaciéndose la Academia, por ello, al poder con- tar entre sus miembros con estos prestigiosos Catedraticos universita- rios. La Junta encomend6é, por otra parte, al Sr. Presidente de la Acade- 161 mia, que gestionara en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, el uso de algun local, para que se pudieran désarroliar alli actos aca- démicos. Esta gesti6én fué coronada por el éxito, al autorizarse ka cqesidn del Salén de Actos del emblematico y bello edificio conocido como Casa de Coloén. También se entablaron conversaciones con el I1mo. sr. . Presidente del Cabildo* Insular.de Gran Canaria, al objeto de an- centivar la actuacién de la Academia en aquella capital, esperandose que todo cristalice con la firma de sendos convenios de colaboracidon, En orden a la posibilidad de disposicion de un edificio propre donde la Academia pudiese instalar una definitiva-sede social bas gestiones realizadas no han podido afn asegurar un proyecto inmedia- to, Damos cuenta, por <imo, en este apartado, de una. conferencia que, dentro de un programa de Doctorado organizado por la Universi- dad de La Laguna, fué impartida en Diciembre de 1995 por el Académi- co Numerario Dr. D. Juan José Bacallado Aranega sobre los Museos de Ciencias Naturales y el Mar como recurso educativo, didactico y cien- tifico. Dado el interés de la misma, hemos considerado conveniente reproducirla seguidamente en este fasciculo, al que por su naturaleza corresponde. 162 Ber ncoed.Canar.Cienc.. ».VIizt. (wGms..2:,3..y 4). 163-192 (1995) LOS MUSEOS DE HISTORIA NATURAL COMO CENTROS DE INVESTIGACION Y CONSERVACION DE LA BIODIVERSIDAD. * Por Juan José Bacallado Aranega INTRODUCCION Se me ha pedido que imparta una charla introductoria dentro del master que, sobre Didactica de las Ciencias, organiza la Universidad de La Laguna en colaboracidn con algunos Centros de Secundaria, el Instituto de Astrofisica de Canarias y el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife. El enfoque de la misma debe girar en torno al ambito: "Los Museos de Ciencias Naturales y el Mar como recurso educativo, didactico y cientifico". Sin embargo, creo necesario elaborar la mencionada charla dandole un enfoque mas holistico, poniendo sobre el tapete el importantisimo rol que juegan los Museos de Historia Natural como centros de investigacion y salvaguarda de la biodiversidad, lo que comparten con otros centros e instituciones similares tales como: Jardines Botanicos, Parques Zoolégicos, Insectarios, Acuarios, Reptilarios, Aviarios, etc., siempre y cuando —estos Ultimos— sean organizaciones serias tuteladas por organismos locales, regionales o estatales; OL ee eee ee eee (*) Por el interés en cuanto atafie a la conservaci6én y salvaguarda de la biodiversidad, el Comité Editorial ha considerado conveniente xeproducir aqui la disertaci6én del Dr. D. Juan José Bacallado Aranega sobre Museos de Historia Natural realizada en La Laguna en Diciembre 19 163 ry 4 a como también otras iniciativas empresariales, casi paraoficiales o paraestatales, en las que la ética profesional, el respeto a las leyes internacionales sobre trafico y tenencia de especies y el enfoque eminentemente educativo y de preservaciOn de animales y plantas primen sobre el puramente economicista, lo que no suele ser la norma en muchos de estos parques tematicos. Asi pues, abordaré el tema centrandome en el papel de los Museos de Ciencias Naturales como centros de investigacion, donde se trabaja en proyectos de floristica y faunistica en el mas amplio sentido: taxonomia, corologia, biogeografia y bioecologia (en nuestro caso bioecologia insular), sin olvidar otros proyectos no menos relevantes tales como procesos geolégicos, paleontologia, biologia marina, investigacién educativa y un largo etc. Por consiguiente, un tema tan amplio requiere que reflexionemos un poco sobre el papel de los Museos de Historia Natural, partiendo de la propia definicién de museos, a la par que esbocemos su organizaciOn interna y sus lineas de trabajo. Al propio tiempo tendremos que definir y aclarar lo que entendemos por biodiversidad, asi como las estrategias globales que se llevan a cabo a nivel mundial para tratar de frenar la destruccion, alteracién y la pérdida diaria de ecosistemas, de habitats, de especies y en suma del patrimonio genético universal. MUSEOS DE HISTORIA NATURAL Todo museo que se precie debe cumplir tres grandes misiones: CONSERVACION, INVESTIGACION y DIFUSION. Los Museos de Historia Natural son lugares privilegiados de observacidn de la diversidad; son, de alguna manera, los escaparates simbolos de la biodiversidad, como los hipemercados lo son de la sociedad de consumo. 164 Mas que ningunos otros, los naturalistas de los museos estan impregnados, de diversidad, puesto que estan continuamente inmersos en ella. Y como también estamos rodeados de fosiles —testigos de que la desaparicién de las especies forma parte del gran teatro de la vida— forjamos nuestras opiniones con prudencia, rigor y moderacion. [1] El Museo de Ciencias Naturales de Tenerife es un centro dedicado a la investigacioén y divulgacion de la gea, flora y fauna (tanto actual como foésil) de las islas Canarias en particular y de la Macaronesia en general. Es un centro con vocaci6n regional abierto a la colaboracién con la comunidad cientifica internacional, como asi parece demostrarse por los programas y proyectos en los que participa y ha participado el personal cientifico, técnico y educativo del Museo: Galapagos 92, Magreb 86-88, Antartida 95, Venezuela, Macaronesia, y un largo etc. Antecedentes Histéricos En Junio de 1951 el Cabildo Insular de Tenerife adopt6 el acuerdo de crear el mencionado Museo, que en principio se nutrid de colecciones de muy diverso origen, aunque la base de ella fueron parte de los fondos adquiridos a la familia de Anselmo Benitez (1859-1937) en el afio 1949 (Gabinete de Historia Natural). Sin embargo el funcionamiento del Museo como tal no comenz6 hasta que se creo, por acuerdo de 31 de enero de 1962, la Seccién de Entomologia, puesta en marcha por el entomdlogo y recordado naturalista José Maria Fernandez Lépez en colaboracién con los también entomdlogos Manuel Morales Martin y Rafael Arozarena Doblado. En esas mismas fechas se designé como Director cientifico al Dr. Telesforo Bravo Expésito. La mentada seccidn comenz6 sus trabajos gracias a la aportacién de toda la coleccién 165 entomoldgica asi como la bibliografia especializada de Fernandez Lopez, en una callada labor de mas de 20 ajios. Desde aquella fecha hasta 1974 el Museo se instal6, por acuerdo entre el Presidente del Cabildo Juan Ravina y el Alcalde de Santa Cruz Joaquin Amig6 en unos locales inadecuados -antigua Granja Agricola- del hoy flamante nuevo parque municipal de La Granja; ya en aquellas fechas se tomo el acuerdo verbal de construir en ese mismo lugar y por consenso entre ambas Corporaciones, un pabellon para su instalacién definitiva. El que redacta esta lineas, que pudo gozar una parte de aquellos "gloriosos" afios 60, piensa que se desperdicié una ocasiOn unica e irrepetible para que la ubicaci6n definitiva del Museo de Ciencias Naturales hubiera sido el Parque de La Granja, lugar ideal para la investigaciOn e instalacién de un edificio racional, planificado a la medida de un museo moderno, con sus anexos de acuarios, terrarios, aviarios y parque-jardin botanico con ejemplares de nuestra flora autéctona. No obstante, el traslado del Museo a su actual y definitivo emplazamiento, el antiguo Hospital Civil (Hospital de Nuestra Senora de Los Desamparados), reine algunas ventajas, como son: situaciOn estratégica en pleno corazon de la ciudad y en un entorno en el que el Casco antiguo limita con el area destinada a la expansiédn de Santa Cruz, presencia de monumentos hist6rico-artisticos de gran relevancia, asi como cierta posibilidad de crecimiento en los solares colindantes que han sido destinados a equipamiento cultural. Entre los afios 1720 y 1725 se iniciaron las obras de construccién de dicho hospital, debiéndose a la iniciativa de los hermanos Rodrigo e Ignacio Logman Van Heiden. Al resultar las instalaciones insuficientes, se encargé al arquitecto de Oraa y Arcocha la redaccion de un proyecto para un nuevo edificio anexo al anterior, concluyéndose las obras 166 en 1890, pero el inmueble fue objeto de sucesivas ampliaciones, la Ultima de las cuales se debe al arquitecto Tomas Machado de Méndez Fernandez de Lugo. Desde el punto de vista arquitecténico mas estricto es éste un edificio de gran interés. Su zona antigua es una de las muestras mas cualificadas de la Arquitectura neoclasica de las Islas y quizas la obra maestra de Oraa, destacando en su exterior la sabiduria de las proporciones, el equilibrio y serenidad de la composicion y la gran maestria en el uso y disefio de todos y cada uno de los elementos arquitecténicos, y en su interior la luminosidad de sus naves y sus proporciones admirables que entroncan directamente con las de la arquitectura tradicional canaria, en torno a dos patios gemelos (siguiendo la mas pura tradicién espafiola de patios cerrados). Con fecha 29 de junio de 1979 el pleno del Cabildo de Tenerife acord6, por unanimidad, la iniciacidn de los tramites previos a la posible restauracién y acondicionamiento del referido edificio, para convertirlo en conjunto de Museos y Centro de Actividades Culturales. Asimismo, la Comisi6n Provincial del Patrimonio Histdérico Artistico acuerda iniciar, ese mismo afio, expediente de Declaracién de Monumento Hist6rico-Artistico de caracter Provincial, declaracién que se consigue en 1984 gracias a los informes favorables de la Real Academia de la Historia y del propio Cabildo. En 1979 es nombrado Director del Museo el Catedratico de Botanica de la Universidad de La Laguna, Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre, cargo que desempefia hasta julio de 1983, en que es sustituido por el que escribe estas lineas, quien por concurso publico de méritos pasa a ocupar la plaza de Director en propiedad el 1 de enero de 1986. En la actualidad las obras de restauracién y acondicionamiento estan muy avanzadas, aunque queda mucho camino que recorrer, sobre todo en lo que se refiere a la futura 167 instalaciodn de las salas definitivas, iluminacién, carpinteria, laboratorios, talleres, equipamiento, seguridad, etc. Actualmente parece claro que el referido Centro acogera definitivamente dos de los museos dependientes del Cabildo: Museo de Ciencias Naturales y Museo Arqueoldgico, denominandose al conjunto "Museo de la Naturaleza y el Hombre". Recientemente e] Cabildo ha creado el Organismo Aut6nomo de Museos, con la finalidad de dotar a todos ellos de estructuras administrativas y de personal que agilicen su funcionamiento. Termino esta breve resefia histérica dejando constancia de la importante y laudatoria labor del Cabildo de Tenerife en lo que a politica museistica se refiere, lo que sin duda culminara en los préximos afios con la inauguracién de unos centros especializados de categoria internacional. Este esfuerzo de ahora debe tener su continuidad asegurada, con un seguimiento y mantenimiento sostenido, asi como con el conveniente reciclaje de personal y material acorde con los avances tecnolégicos y con las exigencias del tejido social. Cuando llegué a la Direccidn del Museo me propuse varias metas que consideraba y considero vitales: - Dotarlo de personal cualificado y fijo. - Inventariar y acrecentar sus fondos de colecciones y bibliograficos. - Potenciar sus publicaciones propias (Revista Vieraea —6Organo cientifico del Museo— monografias, publicaciones didacticas, etc.). - Mejorar su infraestructura con los necesarios materiales de trabajo: aparataje y utillaje de investigaciOn, taxidermia, informatica, almacenamiento y oficina. 168 - Organizaci6n del trabajo por areas, secciones o departamentos interconectados, aunque cada uno con su vida propia y sus correspondientes responsables al frente. -,Libertad de accién para las referidas secciones y sus lineamientos de investigaci6n, versus exigencia de maxima responsabilidad. - Continua presencia en la calle con exposiciones temporales e itinerantes, amén de cursillos, charlas, conferencias y talleres. - Potenciacién del Departamento Educativo y de Difusién. - Apertura al publico de todas las salas del Museo con nuestro mensaje o discurso final y prioritario: - PROTECCION DEL MEDIO AMBIENTE Y PRESERVACION DE LA DIVERSIDAD GENETICA. | Todo ello debera conseguirse con la existencia de un equipo investigador y técnico puesto al dia en los diferentes campos cientificos, lo que repercute en el 6ptimo desarrollo de las otras dos funciones basicas: CONSERVACION y DIFUSION. Objetivos de la investigacion: 1. Contribuir al conocimiento de la gea, flora y fauna de Canarias y del enclave Macaronésico. 2. Apoyar con sus colecciones las investigaciones de otras instituciones coincidentes en los mismos propésitos. 169 3. Elaborar inventarios y catalogos del material que compone sus colecciones y de la documentacion archivada en sus bancos de datos. 4. Perfeccionar las distintas técnicas museolégicas y museograficas mas oportunas para el entorno canario. 5. Profundizar en el conocimiento de las necesidades y requerimientos de su publico real, potenciando eficaces programas de difusi6n orientados a él. Conservacion. Las colecciones de los Museos de Historia Natural son patrimonio de todo el tejido social; son Patrimonio de la Comunidad Aut6énoma, Patrimonio Nacional y, a no dudarlo, Patrimonio de la Humanidad; en especial el material tipo que debe conservarse en una tipoteca de maxima seguridad y que esta a disposiciédn de toda la comunidad cientifica internacional. La conservacién es una de las funciones basicas de todo museo. Mantener sus colecciones en perfecto estado es imprescindible para su estudio por cualquier persona interesada y como referencia de futuras generaciones. Objetivos: 1. Crear, conservar, incrementar, ordenar e inventariar colecciones, de especimenes de los tres reinos de la naturaleza (en especial los del entorno macaronésico), para fines de estudio, divulgacion y deleite. 2. Gestionar intercambios y préstamos con otras instituciones. 3. Crear y mantener una base de datos informatizada de los fondos existentes en el Museo. 170 Difusi6n. La herramienta basica para la difusién de los diferentes aspectos que se engloban en un museo es la exposicién permanente. Como complemento se llevaran a cabo exposiciones temporales e itinerantes, asi como una serie de actividades dirigidas al profesorado, centros escolares y publico en general, constituidas por cursos, talleres, publicaciones didacticas, conferencias, mesas redondas, debates, etc. Objetivos: - Facilitar y contribuir al conocimiento y la interpretacion de la naturaleza. - Favorecer y propiciar un cambio de actitud de la sociedad en orden a la valoracién y respeto del medio ambiente. - Promover y facilitar un mejor conocimiento de los museos como instrumentos utiles para la educacion, la cultura y el deleite. - Fomentar la formacién profesional y la continuada puesta al dia del personal especializado en museologia y museografia. Asi pues los Museos de Ciencias Naturales 0 Historia Natural y muy particularmente el nuestro —dado el entorno insular donde esta situado— asume la Estrategia para el Futuro de la Vida, segtin las pautas emanadas del documento "CUIDAR LA TIERRA", elaborado por la UICN (Unién Mundial para la Naturaleza), el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas, para el Medio Ambiente) y la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), cuya finalidad es el desarrollo sostenible:"mejorar la calidad de vida humana sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que la sustentan". Resumiendo, hacemos nuestros los objetivos de la UICN, aportando el esfuerzo de Investigacion y Educacién Ambiental en el 4mbito que nos compete. Dichos objetivos son: 171 - Aneel la conservacion de la naturaleza y especialmente su diversidad biolégica, como una de las bases esenciales para el futuro; - Garantizar que cuando se utilicen recursos naturales de la Tierra, ello se haga de manera racional, equitativa y sostenible; - Guiar el desarrollo de las comunidades humanas hacia modos de vida dignos y en armonia constante con otros componentes de la biosfera. Los Museos son instituciones al servicio de la sociedad y su desarrollo, por lo que es necesario e imprescindible promover el conocimiento de sus funciones y del papel que juegan en este sentido. Seguin recoge el ICOM (Consejo Internacional de Museos): "La civilizacién actual tiende a evolucionar hacia una sociedad basada en el bienestar, lo que significa un aumento del tiempo libre que se puede emplear en el consumo cultural. Este hecho se manifiesta en un incrememnto del uso social del patrimonio. El concepto de este término va ampliandose dia a dia, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo y en consecuencia los limites de la museologia se ven desbordados ante la necesidad de ofrecer propuestas cientificas, culturales, educativas y lidicas cada vez mas numerosas y de mayor calidad, mientras que a la vez los museos deben enfrentarse a nuevos retos e instrumentos de gestidn alternativos. "Ademas, las amenazas contra la preservacién de los bienes culturales y naturales no sdlo no disminuyen, sino que se mantienen y en algunos casos incluso se intensifican". 172 INVESTIGACION Decia Ramén y Cajal: "No se ensefia bien sino lo que se hace y quien no investiga no ensefia a investigar”. Igualmente, quien en nuestras disciplinas y areas de conocimiento no se mantiene medianamente al dia (manejo bibliografico, cursos y congresos), 0 no lleva a cabo una discreta labor de campo, no estara preparado para ensefiar, educar y difundir conocimientos medianamente rigurosos. Por otra parte la actividad cientifica requiere medios, 6rganos de trabajo y recursos materiales; de otro modo podran surgir brotes ocasionales, pero no existira esa continuidad Capaz de asegurar un crecimiento constante. Los Museos de Ciencias Naturales podrian —y de hecho asi esta comenzando a suceder— actuar como catalizadores o nudos en una red de trabajo internacional para registrar e investigar la biodiversidad. Lineas concretas de investigaci6n marina: - Estudio de la micro y macrofauna atlantica - Estudios sobre el Bentos marino del area circuncaria. - Opistobranquios de Canarias: estudios sistematicos, zoogeografico y quimico. - Atlas de zooplancton de Canarias. - Moluscos Prosobranquios de Canarias. - Ictiologia y carcinologia de profundidad. - Ictiologia plancténica. 173 - Repercusiones museisticas (museografia y divulgacién). - Evaluaci6n de varamiento de cetaceos en Canarias. Lineas concretas de investigaci6n terrestre: - Taxonomia, bio-ecologia, corologia, dinamica poblacional, origen, etc. de la flora y fauna del archipiélago. - Paleontologia: estudio de yacimientos fésiles, dunas fésiles y playas levantadas. - Geologia: procesos geolégicos, cavidades volcanicas, origen y poblamiento del archipiélago. - Entomologia: Himendpteros, Coledépteros y Lepid6pteros de Canarias. - Ornitologia: atlas ornitogeograficos insulares. Aves marinas: distribucién, biologia y dinamica poblacional. - Botanica: acm y corologia de liquenes. Dinamica de poblaciénes de faner6gamas (biogeografia). Investigaci6n educativa: - Analisis de tipos de publico visitante. - Sondeos publicos. - Evaluacién de las exposiciones fijas, temporales e itinerantes. - Influencia de los factores técnicos de la exposiciOn en la adquisicién de conocimientos. 174 Informatizaci6n: - Creaci6n de base de datos como soporte para la realizacion de mapas de distribucién geografica y temporal de las plantas fanerogamas y aves en las islas Canarias. Todo lo anteriormente expuesto conlleva la formacién de nuevas colecciones y el crecimiento y catalogacién de las ya existentes, asi como la publicacién de los trabajos cientificos derivados de la mencionada investigacion. La divulgaci6n de todo ello corre a cargo del Departamento Educativo, lo que se lleva a cabo a través de las exposiciones fijas, temporales, itinerantes y de los distintos canales de informacion: publicaciones didacticas, material audiovisual, cursillos a profesores, conferencias, seminarios, etc. La labor de ese Departamento tiene que estar arropada por todas las areas 0 secciones del Museo. Téngase en cuenta que la finalidad primordial de nuestra institucidn es divulgativa, procurando que el visitante adquiera y amplie sus conocimientos sobre la naturaleza canaria en particular, tratando de estimular su sensibilidad, espiritu critico y capacidad de percepcién, lo que —sin dudarlo— propiciara un mayor respeto hacia nuestro fragil medio natural. Retomando la investigacién cientifica quiero aprovechar para reiterar la importancia de la misma. El estudio descriptivo de la diversidad vegetal y sobre todo animal, es una ingente y dificil tarea: se trata de descubrir, describir y clasificar racionalmente la enorme diversidad taxonoémica como paso previo a cualquier otro tipo de investigacién. Hasta el momento presente se han descubierto y descrito alrededor de un millon doscientas mil especies, pero si nos atenemos a los calculos mas optimistas —basados en 175 recientes estudios de la fauna tropical— atin quedan por conocerse varias decenas de millones. Como muy bien dice TELLERIA [7], esta titanica labor de inventariado tropieza con varios problemas: -"La costosa formaci6dn de especialistas". -"La urgente necesidad de estudiar esta diversidad ante la inminente desaparicién de miles de especies —sin conocer antes las potencialidades que encierran— como consecuencia de la destrucci6n de sus habitats". -"La incomprension, probablemente interesada, de la que hacen gala otras ramas de la Biologia, hacia este tipo de estudios descriptivos, a los que consideran aproximaciones coleccionistas y estaticas que no debieran gozar de excesivo apoyo econdémico". Como comenta acertadamente ALVARADO (com. pers.) "... la zoologia cientifica ni tiene buena prensa, ni goza en el pais del favor de los poderes publicos. Hay que limitarse a una zoologia de inmediata aplicacién practica. No hay mas medida que el rendimiento peseta/hora o cualquier otro mdédulo de tipo econdémico". Canarias, con una elevada tasa de endemismos en flora y fauna ha sido y sigue siendo lugar preferido por especialistas de todo el mundo para los estudios que vengo comentando, y nuestro Museo ha supuesto para ellos —desde su fundacién— el punto de encuentro y consulta obligada. Nuestra responsabilidad es mantener esa linea de investigaci6n marcada certeramente por quienes nos precedieron, tratando —eso si— de renovar metodologias, coordinar estudios y aunar voluntades. KKKKKKKKKKKK 176 ejueingiq eonoepid sopeiqeaua/ ap ugi00es sajensiaoipny A poNuUaly) eyes60}04 OANEIS|U|LUPY Z BONBUUOjU| ap Jopeiodo ugioonpoidey A eiuwuapixey ‘ugioezijeunyeny SOAIA SBWAISIS A eyesiBoasnw sa JOpeuasuoD eBULIEW “Gg ap ugIN0eS BN2}8108S @]U9185 eyuepnAy eoluRjog ap ugIN0aS Joyallpqns Ea ugioaig OWVO ejuaepisaidg OWVO BioOeY ejunr ayuepnhy eiBojowojuy ap udIDDaS Jejnsuj pay JOpeulpsoog | BONBWIOjU] ap JopesedO eiBojojuoajed A ei\Bojoay ap UdIDDES Jopesedeld | ajuBOgeR| Jopesedald z ejUeL0gR| oVaiqno ON jesodway sauoiouns US oyaiqng ie ee | os 177 BIODIVERSIDAD Biodiversidad, 0 lo que es lo mismo "diversidad biolégica", es un término colectivo que abarca la variedad de todas las plantas, animales y microorganismos de nuestro planeta. Aunque en la actualidad la preocupacion por la conservacion de las selvas tropicales acapara el interés de los medios de comunicacion, la conservacién de la biodiversidad es una cuestiOn mucho mas amplia, que incluye la diversidad de los medios acuatico, marino y de las zonas templadas, las plantas cultivadas y los animales domésticos, los microorganismos y, de hecho, la totalidad de la vida en la tierra. Junto a HALFFTER (del Instituto de Ecologia de Xalapa en Veracruz, México) todos nos preguntamos: {Cual es la razon para el actual interés, general y subito, en torno a la biodiversidad? Podriamos esbozar muchas respuestas, ninguna categ6rica: una de ellas —ligada al mundillo politico o al de los pseudoecologistas— podria ser el de una "moda muy en boga", que "viste, lustra y da esplendor a los discursos, proclamas y programas", en busca del "voto perdido", para mas tarde caer en el caj6én del mas absoluto de los olvidos. Como muy bien escribe HALFFTER [3] la respuesta mas correcta podria ser porque: "En la ultima década del siglo XX la diversidad bioldgica se ha convertido en el paradigma de lo que tenemos y estamos perdiendo, un simbolo del mundo en que nuestra cultura y concepcién del universo ha evolucionado, mundo que esta a punto de cambiar de manera irreversible. El] hombre, en todas las épocas, ha tenido necesidad de cambio y, al mismo tiempo, miedo al cambio. Esta contradicci6n es manifiesta en las civilizaciones industriales que preconizaron el uso despiadado del medio natural, y que ahora muestran una inquietud creciente ante la pérdida de la diversidad biolégica ". "Estamos casi en un callején sin salida, ya que es casi imposible imaginar un desarrollo socioeconémico como el actual sin afectar 178 profundamente el medio natural, y de éste el elemento mas fragil es la diversidad bioldégica". Es urgente y de todo punto necesario conocer la magnitud de la biodiversidad: describir, catalogar e inventariar todos los organismos vivientes, aunque sdlo sea por razones utilitarias, o por la ya larga tradicidn de controlar la naturaleza y sus bienes. "Distinta (aunque no contraria, ni excluyente) es la busqueda, a través de la investigacion cientifica, de elementos que nos permitan entender porqué existe la diversidad biologica. Esta postura trata de establecer nuevas reglas de uso y convivencia entre sociedad y naturaleza, lo que lleva a considerar que también las relaciones entre las distintas sociedades humanas deben cambiar. Dentro de esta posici6n toma importancia creciente la critica implicita o directa a los efectos del actual estilo de desarrollo, como asimismo la busqueda de nuevos modelos (HALFFTER, op. cit). Algunas definiciones de BIODIVERSIDAD. - Término amplio que abarca la variabilidad entre organismos vivos de todos los medios, incluidos los ecosistemas terrestres, marinos y otros ecosistemas acuaticos, asi como los complejos ecolégicos de los cuales forman parte. La biodiversidad incluye la diversidad dentro de la especie, entre especies y entre ecosistemas. La biodiversidad esta en funcion del tiempo (evolucién) y del espacio (distribucién biogeografica) (DI CASTRI ef al. [2]). - La biodiversidad es un resultado del proceso evolutivo que se manifiesta en la existencia de diferentes modos de ser para la vida. La diversidad biolégica abarca toda la escala de organizacion de los seres vivos (HALFFTER) [3]. - La propiedad de las distintas entidades vivas de ser variadas. Asi, cada clase de entidad —gen, célula, individuo, comunidad o ecosistema— tiene mas de una manifestacion 179 (SOLBRIG [6]). - La biodiversidad es la totalidad de los genes, las especies y los ecosistemas de una regién (Estrategia global de la biodiversidad, 1992). En sentido estricto, la diversidad es simplemente una medida de la heterogeneidad de un sistema. En el caso de los ecosistemas biol6gicos, la diversidad se refiere a la heterogeneidad biolédgica, es decir a la cantidad y proporcién de los diferentes elementos bioldgicos que contenga el sistema. El concepto mismo de la biodiversidad y la preocupaci6n por su pérdida son realmente muy recientes. Aunque los naturalistas llevamos mas de 250 afios describiendo especies, es sdlo en las Ultimas décadas que nos hemos dado cuenta de la inmensidad del escenario bioldgico, de lo mucho que resta por descubrir e investigar, asi como del enorme peligro en que se encuentra todo ese potencial biol6gico. La inminencia de su pérdida esta sirviendo de revulsivo para acelerar su estudio, presionando a las administraciones para que destinen mayores recursos al efecto. zPOR QUE ES CRUCIAL LA BIODIVERSIDAD? - Porporciona comida, material de construccién, materias primas para la industria, medicinas. - Proporciona la base de todas las mejoras en las especies animales domesticadas y vegetales cultivadas. - Mantiene las funciones de los ecosistemas, incluyendo los procesos evolutivos. - Almacena y mantiene en circulacién los nutrientes esenciales para la vida, por ejemplo, 180 carbono, nitr6geno y oxigeno. - Absorbe y descompone los contaminantes, incluyendo los desechos orgdnicos, los pesticidas, los metales pesados. - Recarga los acuiferos, protege las cuencas hidrograficas y amortigua las condiciones extremas del agua. - Produce suelo y lo protege de la erosién excesiva. zPOR QUE SE PIERDE LA BIODIVERSIDAD? Amenazas directas. - Fragmentacion o pérdida de los habitats naturales. - Sobreexplotaci6n de especies concretas. - Invasiones ecoldégicas resultantes de las actividades humanas. - Contaminancion. - Cambio climatico regional. Causas subyacentes. - Patrones de uso de la tierra. - Pobreza y conflictos civiles. - Crecimiento de la poblacion. - Carencia de oportunidades de desarrollo econémico en las areas rurales. - Patrones de consumo. - Uso de un numero limitado de variedades. - Los subsidios para el uso no sostenido de la biodiversidad y los precios no reflejan los 181 costes ambientales. - Instituciones, legislacién y normativas débiles. - Carencia de conocimiento cientifico. Parte de la informaci6n crucial necesaria para la conservacién a largo plazo de la biodiversidad esta atin por recopilar. Por ejemplo, los cientificos no conocen con exactitud el numero de especies que pueblan la tierra, su distribucién, el papel que desempeiia la biodiversidad en el mantenimiento de los sistemas naturales globales y del bienestar humano, ni cOmo y en qué medida esta cambiando la biodiversidad. Las decisiones que se toman hoy determinan, en ultima instancia, el éxito a largo plazo de las iniciativas de conservacion. Gran parte de dichas decisiones podrian mejorarse mediante una base mas solida con respecto a la informacion cientifica disponible sobre la biodiversidad. Al propio tiempo, sera esencial recabar mas informacion para perfeccionar las estrategias de conservacion a largo plazo. DIVERSIDAD BIOLOGICA MARINA. Los sistemas marinos son, en todos los sentidos, extraordinariamente diversos, tanto desde el punto de vista genético como taxonémico y ecoldégico. Dado el gran reconocimiento que esta ganando la biodiversidad, tanto la bibliografia cientifica como la prensa se hacen eco de los problemas que afectan a muchos sistemas marinos, en especial los costeros, que estan siendo agotados, sometidos a drasticas alteraciones, sobreexplotacién pesquera y contaminacién. El Programa Medioambiental de Naciones Unidas (UNEP, 1990) ha documentado la existencia de pat6genos, sustancias t6xicas, eutrofizacién y fragmentacién de los habitats ecolégicos del medio ambiente marino. El UNEP también informa que la 182 diversidad bioldgica ha decrecido. Estos informes llevan a los cientificos a la sospecha de que muchos ecosistemas marinos estan en estado de colapso ecolégico. EDWARD WILSON [8] de la Universidad de Harvard, estima que el nimero de especies se encuentra "entre los 5 y los 30 millones". Debido a que mucha especies estan amenazadas de extincién, el Comité Cientifico Nacional (National Science Board) (1989) concluy6 que la pérdida de la diversidad bioldgica constituye "una crisis global que requiere soluciones internacionales". Por tanto, la pérdida de la biodiversidad merece de forma urgente la atencion publica y el interés cientifico. Sin embargo, los sistemas marinos han quedado relativamente descolgados, porque estan "ocultos", "olvidados" para la mayoria de la gente, incluyendo a casi todos los cientificos. La inaccesibilidad de la mayor parte de los medios marinos para todos, salvo para los submarinistas, implica que existe una escasa experiencia comun sobre los hechos naturales que se producen en ellos, y que los experimentos que se realizan suelen ser limitados desde el punto de vista temporal y espacial. Pero muchos sistemas marinos se encuentran en una situacion critica, al igual que los bosques tropicales. El incremento en la atenci6n publica y la necesidad de una mayor investigacién cientifica de la naturaleza de la diversidad biol6gica marina nos plantea dos cuestiones importantes, cientificas y sociales. La primera es saber en qué medida las perturbaciones y la alteracién del habitat — de origen humano— conducen a la extincién. En segundo lugar, hay que determinar si la diversidad de especies esta relacionada con la funcidn del ecosistema y, por consiguiente, como afecta a la sociedad. Un grupo de expertos de la Unién Internacional de Ciencias Biolégicas (UICB), de la Asociacién Internacional de Oceanografia Biol6gica (AIOB) y de la UNESCO, ha 183 desarrollado un programa para resaltar la importancia del medio marino en los estudios de biodiversidad. En el pasado estos estudios fueron enfocados preferentemente hacia el medio terrestre. La investigacién de la biodiversidad marina supone un importante desafio cientifico y de conservacién, por el gran tamafio y la relativa dificultad de acceso a los ecosistemas marinos. Es, desde hace ous alos, que se empieza a comprender la biodiversidad marina, aunque timidamente se aplican soluciones convenientes. Se est4n iccceaparia nuevos reservorios de alta diversidad desde los mares profundos hasta las regiones polares; asimismo con las comunidades microbianas marinas se ha abierto un campo de diversidad practicamente inexplorado. Los organismos ya citados (UICB/AIOB) conjuntamente con el programa de ciencias del mar de la UNESCO, han culminado en la publicacién de una propuesta de investigacién vinculando la biodiversidad marina y la funcién ecosistémica. (Integrado dentro del Programa DIVERSITAS, de la UICB-SCOPE (Comité Cientifico sobre Problemas Ambientales)- UNESCO). También parece que, aprovechando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED) (Conferencia de Rio/92), se prepar6é un informe que presenta un plan para la ejecucién de un programa integrado sobre biodiversidad marina, incluyendo investigaciOn tedérica y experimental con objetivos a largo y corto plazo, asi como aspectos de educacién y formacion. En él se identifican ecosistemas apropiados, se propone una red de sitios de estudio en distintas regiones del mundo y se presentan programas para el seguimiento y desarrollo de inventarios. E] resultado es un protocolo global, dentro del cual los laboratorios o instituciones alrededor del mundo podran identificar contribuciones especificas conducentes a un mejor 184 conocimiento de cémo las actividades humanas afectan la biodiversidad marina y las consecuencias de tales efectos. El] programa internacional qued6 bautizado como: Biodiversidad Marina y Funcién de los Ecosistemas, con el objetivo de "comprender la diversidad biolégica en el contexto de la estructura y funcidén de los ecosistemas". Como muy bien dicen RAY y GRASSLE [5]: "Hay disponibles muchas nuevas herramientas y métodos para medir la diversidad biolégica y evaluar su importancia de cara a la funcién de los ecosistemas: uso de satélites para la obtencién de imagenes de utilidad medioambiental; técnicas de laboratorio para la evaluacidn de fendmenos genéticos y moleculares; ordenadores para generar modelos de la dinamica de los ecosistemas y las comunicaciones internacionales, que permiten una rapida circulacién del conocimiento. Sin embargo, lo mas importante es el reconocimiento de que la biodiversidad no existe en el sofisticado mundo de los ordenadores y la electr6nica de consumo, sino en la historia natural de los organismos y sus medios". "La esencia de todo (sin despreciar las herramientas de trabajo) seguiria siendo el cientifico abriéndose paso por el campo, o bajo el agua, con equipos de inmersién o submarinos, para observar directa e intimamente la naturaleza. Por otra parte, la solucién a la crisis de la biodiversidad, tal y como se ha dado en llamarla, depende, en ultima instancia, de la aplicacién del conocimiento cientifico a la sociedad como un todo. Esperemos que la sociedad sepa comprender el alcance de nuestros esfuerzos, prestando el apoyo necesario y la atenci6n a los logros cientificos". Termino reiterando el gran y decisivo papel de los Museos de Historia Natural —auténticos reservorios de datos sobre diversidad biolégica ademas de centros con 185 experiencia en la taxonomia— en el desarrollo de investigaciones encaminadas a la comprensi6n conservaci6n y uso sostenible de la biodiversidad. Estoy de acuerdo con PERE ALBERCH que resume sus ideas asi: "Los museos de historia natural se encuentran en un punto 4lgido y critico de su historia. Para desempefiar un papel protagonista en la investigacién de la biodiversidad deben cambiar su forma de funcionamiento e imagen publica. Las colecciones han crecido de una forma aleatoria, conforme a los intereses y preferencias de los sucesivos conservadores. Existe una necesidad urgente de crear redes internacionales y prdcticas estandar entre museos para afrontar el reto de la crisis de la biodiversidad". Para ello el ICOM recomienda lo siguiente: - Programas de educacion para taxOnomos. - Programas de educacion y exhibicion sobre biodiversidad para el publico. - Participaci6n en proyectos de investigaci6n nacionales relevantes sobre biodiversidad entre los museos de historia natural y departamentos universitarios. - Programas de intercambio internacional entre los museos de historia natural. En fin amigos, parodiando a ROBERT BOURGAT, conservador del Museo de Perpignan: UNA ESPECIE QUE DESAPARECE ES UNA BIBLIOTECA QUE SE QUEMA 186 BIBLIOGRAFIA [1] BOURGAT, R. 1993. Muséums et Sauvegarde de la biodiversité. Proceedings of the International Council of Museum Natural History Committee Workshop in: Natural History Museums at the Heart of the Environmental Debate. Quebec. September 1992. pp. 21-27. [2] DI CASTRI, F. 1994. Biodiversity: Science, Conservation and Sustainable Use. Environment and Development. Unesco. [3] HALFFTER, G. 1994. ;Qué es la biodiversidad?. Butll. Inst. Cat. Hist. Nat., 62: 5-14. [4] MARGALEF, R. 1991. Reflexiones sobre la diversidad y significado de su expresién cuantitativa. Diversidad biologica. F.D. Pineda. M.A. Casado, J.M. de Miguel y J. Montalvo, Eds. Editorial Centro de Estudios Ramon Areces S.A., Madrid. [5] RAY, G.C. Y GRASSLE, J.F 1991. Marine Biological Diversity. Bio Science, vol. 41, n° 7: 453-457. [6] SOLBRIG, O.T. 1991. Biodiversity. Scientific issues and collaborative research proposals. MAB Digest, 8. [7] TELLERIA, J.L. 1987. Zoologia evolutiva de los Vertebrados. Ed. ema Coleccién Ciencias de la Vida. 10: 168 pp. [8] WILSON, E.O. 1988. The current state of biological diversity. In: E.O. Wilson y F.M. Peters (Editors). Biodiversity. 521 pp. National Academy Press, Washington. D.C. 187 Christmas Tree (Australia Occidental) Cultivos de papas (Tenerife) Abigarrada y diversa vegetacion del Parque Garcia Sanabria (Tenerife) El concepto de diversidad debe ser innato 0 espontaneo en el naturalisata y responde al deseo de exteriorizar la impresi6n, inicialmente cualitativa y personal, de la riqueza y variedad de la naturaleza que le rodea (Margalef [4]). 188 Pareja de Fragatas en Galapagos Iguana terrestre de Galapagos Hembra de leén Marino de Galapagos Shark Bay en Australia Occidental. 189 Foto 10 Tipos humanos en Tacarigua (Venezuela) (9) y Tenerife (10) 190 Foto 9 Vega Lagunera (Tenerife) Card6n Canario (Tenerife) 191 aaa tines 3 Thehiss frre perenne hhds donna. aoe CUCU ULUs) iia Museo de la Naturaleza y el Hombre (S/C de Tenerife) The Pinacles (Australia Occidental). 182 NORMAS PARA LA REDACCION Y ENVIO DE ORIGINALES 1. GENERALES 1.1. La Revista de la Academia Canaria de Ciencias publica articulos de investigacién que sean inéditos, sobre temas de Matematicas, Fisica, Quimica y Biologia. La Revista acepta también trabajos sobre “ Historia y Filosofia de la Ciencia ", especialmente referidos a las materias citadas, si bien en esta Seccién sdlo aparecerad un maximo de dos trabajos en cada uno de los nuimeros que se publiquen. 1.2. Dado que la Revista utiliza el sistema offset de edicion, empleando como original el que facilitan los autores, se aconseja a éstos el maximo cuidado en su confeccion, usando una maquina eléctrica con cinta plastica negra o cualquier sistema de tratamiento de texto con impresora laser, sobre papel blanco de buena calidad tamafio DIN A-4. 1.3. El texto de cada trabajo, redactado en espafiol o en inglés (o bien en cualquier otro idioma a juicio del Comité Editorial), no debera exceder de 16 paginas, aunque se recomienda una extensidn de 6 a 10 paginas como promedio. El limite maximo para los destinados a la Seccién de Historia y Filosofia de la Ciencia es el de 25 paginas. Se entienden, tanto em un caso como en el otro, incluidas Notas, Bibliografia y Tablas. 1.4. El envio de cualquier original (cuyas hojas deberan ser numeradas con lapiz en el margen superior izquierdo), ha de ir acompafiado de una copia, y se dirigira a: Director-Editor Profesor N. Hayek Revista de la Academia Canaria de Ciencias Facultad de Matematicas Universidad de La Laguna Tenerife, Islas Canarias (Espafia) 2. PRESENTACION DEL TRABAJO 2.1. La caja o espacio ocupado por el texto en cada pagina, ha de tener unas dimensiones de 17 cm de ancho por 25 cm de largo, dejando margenes de 2 cm a cada lado y a 2 cm del borde superior de la pagina. 2.2. Se escribira a doble espacio entre lineas. 2.3. La pagina de introduccion debe comenzarse a 5 cm del borde superior de la misma y ha de incluir los siguientes datos: Titulo del trabajo (en letras mayusculas centrado); Autor (inicial del nombre y apellido del autor, y lo mismo caso de ser varios los autores); Centro donde se ha realizado, con direccion postal; Abstract en inglés (con una extension maxima de _ 150 palabras) y Resumen en espafiol (con tope de igual extensi6én); Key words o Palabras clave. 2.4. El] comienzo de los parrafos tendra una sangria de cinco espacios. 2.5. Los encabezamientos de cada seccién (INTRODUCCION, PARTE EXPERIMENTAL, RESULTADOS, DISCUSION, etc ...) numerados correlativamente, seran escritos con letras MAYUSCULAS sin subrayado y centrado en el texto. Los encabezamientos de subapartados o subsecciones, numerados en la forma 1.1, 1.2, ..., 2.1, 2.2, ..., se escribiran con letras mintsculas subrayadas al margen izquierdo. 193 2.6. Las notas o llamadas, escritas con letra mas pequefia(*) y con un espacio entre lineas, figuraran a pié de pagina, precedidas de un indicativo, por ejemplo,’ (*),-(4%), ete. «. 2.7. Las referencias bibliograficas, intercaladas en el texto, contendran los nombres de sus autores seguidos de un corchete de la forma [ ], en el que figurara el numero correspondiente de la Bibliograffa; por ejemplo, G. CANTERO [23] 6 sdlo apellido, CANTERO [23]. A veces (y esto se deja a criterio del autor), el texto quizas requiera poner simplemente sdlo el numero de la bibliografia, o sea [23], sin citar autor. 2.8. Las Tablas han de numerarse con nimeros romanos. Las figuras y dibujos (en tinta china) o fotografias (en blanco y negro y papel brillante) deberdn ser numeradas consecutivamente y con ntmeros arabigos. Los Apéndices (si los hay), se .incluiran al final del texto, antes de la Bibliografia. 2.9. BIBLIOGRAFIA: Toda la bibliografia debe ser escrita por orden alfabético de apellidos (por ejemplo, DAVIS, E.G.; GONZALEZ, E. Y PEREZ, J.; MANRIQUE, S.; ...). Las referencias bibliograficas de articulos deberan contener: autor (en mayusculas), afio de publicacién, revista, volumen y paginas; por ejemplo, WATSON, G.N. (1948), J. Diff. Geom., 3, 141-149. En caso de libros ha de incluirse: autor (en maytusculas), afio de publicacién, ti{tulo (a ser posible, en cursivas o itdalicas), editorial y lugar de publicacién; por ejemplo, ELLIS, A.J. and MAHON, W.A.J. (1977), Chemistry and Geothermal Systems, Academic Press, London. 2.10. AGRADECIMIENTOS: centrado y texto a un espacio. 2.11. Se recomienda a los autores que tengan en cuenta los Reglamentos Internacionales de Nomenclatura para cada materia de las citadas en el apartado 1.1, asi como los usos_ internacionales referentes a _ simbolos, unidades y abreviaturas. 3. NOTAS FINALES 3.1. Los articulos serdan sometidos a estudio por el Comité Editorial el cual, asesorado por expertos, decidira si procede o no a su _ publicacién, o bien propondra a los autores que hagan las modificaciones convenientes. 3.2. Por cada trabajo publicado, se entregaran al autor o autores, un total de 30 separatas. 3.3. El texto, incluidas figuras, tablas, diagramas, etc ..., de un trabajo publicado en la Revista de la Academia Canaria de Ciencias no podra ser reproducido sin permiso de la Academia Canaria de Ciencias. Nacere Hayek Director—-Editor (*) Por ejemplo, Courier de paso 12. 194 INSTRUCTIONS TO AUTHORS 1. GENERALS 1.1. The Revista de la Academia Canaria de Ciencias publishes. unedited research works in Mathematics, Physics, Chemistry and Biology themes. The Journal also accepts papers about "History and Philosophy of the Science”, specially referred to the aforementioned subjects, though this Section will not publish more than two works in each number. 1.2. The Journal makes use of offset edition system, employing like original the ome sent by the author; it is advised to write up the articles with too much care, using electric typewriter with black plastic ribbon or whatever text processing system with laser printing on good quality white paper at DIN A-4 size. 1.3. The text of each paper, written either in Spanish or English language or whatever one, allowed by Editor Committee, will have no more than sixteen pages, though it is recommended not to exceed six to ten pages. The limit of pages for the History and Philosophy of the Sciences Section is twenty-five ones.In both cases this includes Notes, Bibliography and Tables. 1.4. The sending of all originals (which pages have to be numbered with pencil on the left upper corner), should be enclosed with a copy and be sent to: Director-Editor Profesor N. Hayek Revista de la Academia Canaria de Ciencias Facultad de Matematicas Universidad de La Laguna Tenerife, Canary Islands (Spain) 2. PRESENTATION OF THE WORK 2.1. The text layout in each page, has to have the following dimensions: 17 cm in width, 25 cm in length, 2 cm in each margin and 2 cm from the upper edge. 2.2. It will be written in double-spaced. 2.3. The introduction page has to begin 5 cm from the upper edge with the following information: Tittle (centered capital letters); Author (first name initials and surname, the same in the case of several authors); Institution where it was maked with postal address; Abstract written in English (at most 150 words) and a Spanish Summary (with the same extension); Key words. 2.4. Each paragraph will have a 5 spaces indentation. 2.5. The correctly mumbered headlines of each Section (INTRODUCTION, EXPERIMENTAL PART, RESULTS, DISCUSSION, etc, ...) should be written in CAPITALS not underlined and centered. The subheadings and _ subsections headlines, numbered like 1.1, 12, ..., 2.1, 2.2, ..... will be written in underlined lower-case letters at the left margin. 2.6. The annotates, written in smaller letters(*) and one space between lines, will appear at foot of the page, preceded by an indicative, for (*) For example, Courier 12. 195 example, (*), (**), etc. 2.7. The bibliography cross-references in the text, will contain the authors names and surnames followed by brackets like this [ ], with its respective number; for example G. CANTERO [23] or only the surname CANTERO [23]. It is possible, if the text requires it and the author desires it, to write only the number without the author name like [23]. 2.8. The Tables have to be numbered in Roman numbers. The figures and drawings (in black ink) or photographs (in shining black and white paper) have to be consecutive numbered in Arabic. The Appendixes (if they were) will be included at the end of the text, before Bibliography. 2.9. BIBLIOGRAPHY: Bibliography has to be written in surname alphabetic order (for example, DAVIS, E. G.; GONZALEZ, E. and MANRIQUE, S.; ...). The articles bibliographic references have to contain: author (in capitals), publication year, Journal, volume and pages; for example, WATSON, G. N. (1948), J. Diff. Geom., 3, 141-149. When it is in books, it has to contain: Author (in capitals), publication year, Tittle (in Italics if it is possible),publishing house and publication place; for example, ELLIS, A. J. and MAHON, W. A. J. (1977), Chemistry and Geothermal Systems, Academic Press, London. 2.10. ACKNOWLEDGEMENTS: centered and one-spaced. 2.11. It is recommended the authors followed Nomenclature International Rules for each aforementioned subject in 1.1, as well as the international uses relative to symbols, units and abbreviations. 3. FINAL NOTES 3.1. The articles will be submitted for consideration by Editor Committee that, advised by referees, will decide if the publication proceeds or not, or it will be proposed the author for making appropriate modifications. 3.2. The author (or authors) receive a total of 30 free reprints. 3.3. Working texts, included figures, tables, diagrams, etc., published in Revista de la Academia Canaria de Ciencias must not be reproduced without Academia Canaria de Ciencias license. Nacere Hayek Director-Editor 196 REVISTA DE LA ACADEMIA CANARIA DE CIENCIAS Folia Canariensis Academiae Scientiarum Volumen VII - Nums. 2-3-4 (1995) INDICE Pags. eee 2 i re ee caer oe i 5 SECCION FISICA J.A. BELMONTE, M.A. PERERA BETANCORT, A. TEJERA GASPAR y C. ESTEBAN. Arqueoastronomia en Fuerteventura: una meeecacion a la montafia de Tindaya ..... +s « « « -« 9 SECCION QUIMICA PASTORA M. TORRES VERDUGO. Presente y futuro de las téc- nicas robotizadas aplicadas al laboratorio quimico: El robot de laboratorio como claro exponente de la automa- tes Oe IOC CSOS Bs) « 6 = 5 * = ee: eel SD SECCION BIOLOGIA R. BARONE y K.W. EMERSON. Distribuci6én, estatus y carac-— teristicas del habitat de la terrera marismenha CALANDRE- ELLA RUFESCENS (Viellot, 1820) en la isla de Tenerife, meer Pees Alogrigae) < . «-« <« « « 2 « « « gd « « 47 L. MORO, J. ORTEA, J.J. BACALLADO, A. VALDES y J.M. PE- REZ SANCHEZ. Nuevos aeolidaceos (Gastrépoda, Nudibran- eed tc fauna Ce’ Canarias. .« . « « « « * s « « « -63 F. GARCIA-TALAVERA, L. SANCHEZ-PINTO y S. SOCORRO. Ve- getales fésiles en el complejo tragquitico-sienitico ES OS Ge a es ee ee M.A. DIAZ HERNANDEZ, O. RODRIGUEZ DELGADO y W. WILDPRET DE LA TORRE. Contribuci6én al estudio taxondémico y des- criptivo del card6én de Canarias (Euphorbia Canartensts) 93 SECCION HISTORIA Y FILOSOFIA DE LA CIENCIA JOSE C. DEL TORO INIESTA. El descubrimiento del efecto Beeman En el Sol y en el laboratorio .......e... 113 Discurso de ingreso del Académico Correspondiente Dr. D. JULIO PEREZ SILVA: Palabras de presentaci6én del Académico Numerario Dr. D. aes (alt Peete MAVANEO . «ce of «we se ke lll «6137 Texto del discurso sobre "Aspectos ecolégicos de la an- Ee ee ee ee Tea wee Ga ee LP ee i kw 6 ws 6139 VIDA ACADEMICA EE ee Ae We i ne 7 J.J. BACALLADO ARANEGA:"Los Museos de Historia Natural como Centros de Investigaci6én y conservaci6én de la bio- ee ER Saat eee ee ig gk ck wk tk wk 163 NORMAS PARA LA REDACCION DE ORIGINALES . ....... 193 eee eee) AUTINIMG ees 6 sk ee ek lll lk we 195 erie, ate emt gegte:. Sars eatin MAEM ES rat or ; ‘ i. z . “4 : Siete Ben Pleo i ad APs Hine ; Le bth « PC A 5 | Siaicp Cisuse tel Le ‘ibe lap fal oga3 Ps Othe “etek 6 3 rm cepants ofso7e toda! pete _ 5 “et tere Be oe re ee 4 . ae, UOlaed ss Feld: Ree OMe e: iuam arottes aiv- ed seeidid Inb wee +i ef-s, (S567 “svotiely) nesses erabtieek . fen sheila a ¢ a # . +e ii > ee % ey Se. oe PPT fate ghee corey ry a & gud ys Wewi 429 wes ongeaaiss L eS, tae coy, -0s SriGey. DRT EMAL tn gre alc Fab zat Sat ye a iw C at FR eee ~ 3efnal 30's ea ad, IzUDINGoA .0 . Bae $420, . és mw 7 ‘ ig re: 2 AZ ij. > ite. 3 nO ¥ ‘ea 72. osimhe54 Ish Ceeteat ob Ofame | AVSIS Sands OF De og P 0 ae “8 ot}t(etbesk: feb bo aadosvaeag ab deve som, | SIHAVAM, SBSRE TUS i. bs | eJonrgaA” sive omsyoe2b, feb etka latotet elosett ib sonia sods ACSUARA: RUA : . bid pty since * pepe aati T: pe ~ er. : . - 196.* ~ ae ee . 22 AA TD TAO ide a INDICE PRESERTMGIOGN «6 os 6 ele oS we we 2 ee Re ee Be 5 SECCION FISICA J.A. BELMONTE, M.A. PERERA BETANCORT, A. TEJERA GASPAR y C. ESTEBAN. Arqueoastronomia en Fuerteventura: una aplicaciGn a la.ms@mtafia de Tindaya . « «4 = « © «ie oO) 9 SECCION QUIMICA PASTORA M. TORRES VERDUGO. Presente y futuro de las téc- nicas robotizadas aplicadas al laboratorio quimico: El ‘robot de laboratorio como claro exponente de la automa- tigaciGa total de procesos . 1. « k& « «se we 2 ee He eee SECCION BIOLOGIA R. BARONE y K.W. EMERSON. Distribuci6én, estatus y carac-— teristicas del habitat de la terrera marismenfa CALANDRE- LLA RUFESCENS (Viellot, 1820) en la isla de Tenerife, Canarias. (Awes: Alagdidse) « «+ «