as A > A JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS É INVESTIGACIONES CIENTIFICAS INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS FÍSICO-NATURALES TRABAJOS DEL MUSEO DE CIENCIAS NATURALES SERIE ZOOLÓGICA, NÚM. 9. DOS MAMÍFEROS NUEVOS DESPATENUNA NEO TROPICAL POR ANGEL "CABRERA Con una lámina. (Se ha publicado este Trabajo el 30 de Abril de 1913.) MADRID IMPRENTA DE FORTANET Libertad, 29. —Teléf.* gor. 1913 por A ie e E E, > $ bl ee , e A > pS A a Ena ud on A A IA A AAA as a 231 e, has 4. Y E NS 0 Ea PON ¿ap RNA cono ed isa Mide 1 Sen Y ALIS A E » AO: Y E Da ; Pda a E TE MN ss ya MIE dl in ds, FE TCI ezo A L A dls Pedí qe e ES Po ys Ta a A Pr Ss E e E 3 L e 4 a de KE EVA a, Ma DUqUeS: es 2 JA o Luna: TENE: ; ES, ' SES but Wide m4 a ' aia al de ia EN v% e di > A A RR rá dE y Pot ales! ES VErENiO e da de AS | ¿RO Faria “p PEA CANA ER UN tai. A ie EA ERIN e] E A E Ce O U Ud ) de » e * KO di malta web y me $ . rd M7 EMCESA 3 AÓ la Lo Lp «SHA Ry ir eE A AE E 1, E «uk La expedición científica llamada del Pacífico, en los años de 1862 á 1866, ha sido, sin género alguno de duda, la más fructí- fera de cuantas se han llevado á cabo por españoles, siendo ver- daderamente tan extraño como sensible que sus excelentes re- sultados no hayan servido de estímulo á nuestros gobernantes para organizar otras, bien igualmente á América, bien á otras partes del mundo, ó aun á regiones de nuestra propia Península poco conocidas desde el punto de vista histórico-natural, que no son pocas las que todavía se hallan en este caso. Verdad es que dichos resultados apenas han llegado á ha- cerse públicos, pues si bien las colecciones de animales, plantas y minerales se exhibieron durante algún tiempo en el Jardín Bo- tánico, pronto fueron archivadas en éste y en el Museo de Cien- cias Nafurales, sin que, á excepción de varios insectos, los anfi- bios y los moluscos, que estudiaron los Sres. Bolívar, Espada, Hidalgo y Martínez, respectivamente, merecieran siquiera la atención de los naturalistas durante largos años. El hecho es tanto más de lamentar, cuanto que en la época en que dichas colecciones vinieron á España debía haber en ellas mucho nuevo é interesante, que luego habrá dejado de serlo por haberlo hallado también colectores extranjeros de los que posteriormente pasaron por las mismas regiones. Por lo que toca á la colección de mamíferos, de noventa y seis especies Ó subespecies que la componen, sólo setenta y ocho eran conocidas entonces; de las otras diez y ocho, dos (Leontocebus lagonotus y L. Graellsi) fueron descritas poco tiempo después por el Sr. Es- Trab del Mus. de C. Nat. de Madrid.—Ser. Zool., núm 9.—1913. 4 Á. CABRERA pada; yo he dado á conocer cuatro (Callicebus leucometopa, Ep- tesicus Espade, Myotis Thomas: y Noctilio zaparo), y diez (Sai- miris Orstedi, Aotus gularis, Canis Riveti, Urocyon guatemale, Mustela costaricensis, Nasua narica bullata, Sciurus versicolor, Sylvilagus andinus, Agouti Taczanowskii y Marmosa quichua) las describieron naturalistas extranjeros sobre ejemplares traídos, como he dicho, por otras expediciones. Ahora, medio siglo después de haber salido de España aquella expedición, todavía quedan por describir las dos especies restantes, que por falta de material de comparación no pudieron ser determinadas con exactitud. Una de ellas es un conejo del género Sy/vilagus, al que en mi Catálogo metódico de los mamíferos del Museo de Ciencias Naturales (1) no me atreví á dar nombre, y la otra una zarigúeya que en dicho catálogo he considerado, erróneamente como la Marmosa impavida de Tschudi. El presente trabajo tiene por objeto dar á conocer estas dos especies, haciendo de paso algunas consideraciones acerca de los grupos á que pertenecen. El conejo. Sylvilagus nivicola sp. n. (Lám., fig. 2.) Dracnosis.—Una especie del grupo andinas, facil de distinguir por el matiz gris de su pelaje y por su nuca cenicienta, no roji- za Ó negra como en todos los demás Sy/vzlagus sudamericanos. CARACTERES. —Dimensiones externas, aspecto general y natu- raleza del pelaje, próximamente como en S. aundinus; sólo el pelo de las patas es más largo y espeso, especialmente el que reviste la planta. El color general es muy diferente del que ofre- (1) Tras. Mus. Cienc. Nar., núm, 11.—1912. DOS MAMÍFEROS NUEVOS DE LA FAUNA NEOTROPICAL 5 cen las diversas formas locales de andinus. Los pelos propia- mente dichos son de un color sepia muy obscuro con un ancho anillo blanco, y cubren una borra gris con puntas blanquecinas. En el lomo, la parte sepia de los pelos es aún más obscura, Casi negra. El conjunto puede describirse como una mezclilla gris sucia. El vientre es de un blanco ligeramente teñido de ante, con la base del pelo de un gris ceniza que se ve bastante al ex- terior. La cabeza ofrece la misma mezclilla gris del tronco, aunque mucho más fina, pero el centro de la cara, encima de la nariz, está lavado de alazán. Los ojos aparecen rodeados de un cerco blancuzco, estrecho y mal definido. Las orejas, bastante velludas por fuera, son exteriormente de un gris sucio en la base, y luego de un alazán obscuro que pasa á sepia hacia la punta, con un filete blanco muy estrecho á lo largo de su borde anterior. La nuca está ocupada por una mancha de color gris paño uniforme, mancha que'contrasta poco con el resto del pe- laje y es relativamente poco extensa, pues tendidas las orejas hacia atrás, apenas pasa del segundo tercio de las mismas, en vez de pasar de las puntas como ocurre con la mancha leonada supracervical de andinus y capsalis. Debajo del cuello hay una gran extensión, á modo de un ancho collar mal definido, de un color sepia sucio, como deslucido. La cara exterior de las piernas, de un color de ante sucio; los pies, blancos, con algunos leves matices amarillentos, y los largos pelos que los revisten por debajo, de un pardo madera obscuro. Cráneo parecido al del S. andinus, pero más pequeño. Los nasales muy abarquillados por delante, como en 5. a. canarius. Incisivos superiores bastante prominentes, viéndose bien cuando se mira el cráneo por encima. Dimensiones del tipo: cabeza y cuerpo, 320 mm.; cola, 15; oreja, 54; pie posterior, 70. Cráneo, con la parte posterior rota: ancho cigomático, 31 mi- límetros; ancho interorbitario, 13,5; ancho postorbitario, 11,2; longitud máxima de los nasales, 26,8; ancho máximo de los Trab. del Mus. de C. Nat. de Madrid.—Ser, Zool., núm. 9.—1913. 6 Á. CABRERA mismos, 13; agujeros palatinos, 16; ancho del puente pala- tino, 6,6; diastema, 18,4; mandíbula, 50; serie molar supe- rior, 11,2; serie molar inferior, 13. Hap.—Pico de Antisana, Andes del Ecuador, en el límite de las nieves perpetuas, á unos 4.800 m. de elevación. Tiro.—Macho adulto, obtenido por D. Marcos Jiménez de la Espada en Enero de 1865. Museo de Ciencias Naturales, núme- ro 749. (Número del colector, 10.) El mismo viajero obtuvo en el mismo sitio otro ejemplar, también macho, que ha figurado en la colección pública del Museo hasta hace dos años, cuando fué preciso destruirlo por estar completamente apolillado. OBSERVACIONES. —Este conejo ecuatoriano pertenece, dentro del género Sylvilagus, á un pequeño grupo formado por espe- cies propias de grandes alturas y caracterizadas por sus for- mas rechonchas, sus patas muy velludas y sus orejas bastante largas con relación al tamaño que suelen tener en los demás miembros sudamericanos del mismo género. Podríamos llamar á este grupo el grupo andinus, por ser la primera especie que de él se describió el S. andiínus de Thomas (1), cuya localidad tí- pica son las faldas del Cayambí, y que ha sido también encon- trado en las del Pichincha (Museo de Madrid), en las cercanías de Ríobamba y más al Oeste, en la Provincia Bolívar. El mismo autor (2) ha dado más tarde á conocer otra especie, S. meriden- s2s, propia de la Sierra de Mérida, en Venezuela, y más recien- temente ha descrito dos subespecies de andinus, una del alto Chimbo, no lejos del Chimborazo (5. a. chimbanus), y otra de Cañar, también en los Andes ecuatorianos (5. a. canarius), mas una especie peruana, $. capsalis. De todas estas formas se dis- tingue perfectamente mi 5. nivicola por el matiz cenizo de su pelaje y, sobre todo, por su nuca gris, que destaca muy poco (1) Annals and Mag. Nat. Hist., serie 6.%, xx, 1897, pág. 551. (2) Loc. cit., serie 7.?, x1v, 1904, pág. 36. DOS MAMÍFEROS NUEVOS DE LA FAUNA NEOTROPICAL D sobre el resto del pelo. En S. merzdenszs, el contraste entre la nuca y el dorso es también poco marcado; pero esta especie es de otro color muy distinto y además tiene los pies posteriores leonados, mientras en r2v2cola son blancos, como en andinus y capsalis. La siguiente clave permitirá distinguir fácilmente todas las formas del grupo conocidas hasta ahora: a. Nuca leonada ó rojiza. P D. Pies posteriores blancos por encima; nuca leonada, contrastando con el color del dorso. c. Flancos sensiblemente más pálidos que el dorso; base de las erejas [Conada A yola daa la ei ajs ono e COPSOlESS c'. Flancos apenas un poco más pálidos que el dorso; base de las orejas gris. d. Pelos de las partes superiores con un anillo ante crema. e. Mancha leonada de la nuca, extendida hasta más atrás de las puntas de las Orejas . ........ $. andinus andinus. e'. Mancha leonada de la nuca, sin llegar siquiera á las puntas de las OrejaS..............». 0. 2. Chimbanus. d'. Pelos de las partes superiores con un anillo color de le LE A A A AS OS b'. Pies posteriores leonados por encima; nuca rojiza sucia, contras- tando muy poco con el color del dorso ....... Y. meridensis. ON uca pS Sucia as la o di A E E ¡y IADIGOTA. En esta clave debería haber incluído el S. ecaudatus, descrito hace tres años por Trouessart (1) sobre un ejemplar de las cer- canías de Quito, si no estuviese yo punto menos que convencido de que esta especie no es sino el S. andinus andinus. Todos los detalles de la coloración descritos por el docto profesor del Mu- seo de París están conformes con la descripción de andinus hecha por Thomas y convienen á los ejemplares del Pichincha existentes en nuestro Museo; sólo la longitud de la cabeza y el cuerpo es algo mayor, y la ausencia de cola parece constituir un carácter diferencial importante; pero hay que hacer notar (1) Arc du Merid. Equat., xx (1), 1910, pág. 23. Trab. del Mus. de C. Nat. de Madrid.—Ser. Zool., núm. 9.—1913. Á. CABRERA Mz, % MN <=] NV 1 ppp, yA y Ne ps SS -S o Ms úl Distribución geográfica de los Sy/vilagus del grupo andinzs, 1, Sylvilagus andinus andinus.—2, S. a. canarius.—3, S. a. chimbanus.—4, S. capsalis, 5, S. meridensis.—6, S. nivicola. DOS MAMÍFEROS NUEVOS DE LA FAUNA NEOTROPICAL 9 que en estos conejos andinos la casi rudimentaria cola apenas puede observarse más que en los ejemplares frescos; una vez preparados en piel, como de propio intento no se la haga resal- tar, se borra casi por completo entre el pelo. En cuanto á las dimensiones, como todas las demás, incluso las del cráneo, con- vienen perfectamente con las de axdinmus, cabe pensar que en la longitud del cuerpo hay algún error. Acaso el único ejemplar fué medido después de puesto en piel, lo que siempre se presta á graves equivocaciones. De todos modos, es sensible que Troues- sart haya comparado solamente esta presunta especie con 5. s27- daster, S. Gabbi y S. Defilippiz, que representan, dentro del mismo género, tipos muy diferentes del de los conejos andinos, y en cambio no se haya cuidado de compararla con andinus y meridensís, con los que evidentemente se relaciona por lo largo de sus orejas, por sus patas extremadamente velludas y por su habitat. En el Museo de Ciencias Naturales de Madrid hay tres conejos ecuatorianos procedentes también de la expedición al Pacífico, con Quito como localidad, pero sus caracteres no corresponden á la descripción de ecaudatus. Representan, en efecto, una forma del grupo brasiliensis, con las orejas pequeñas y los flancos bas- tante más pálidos que el dorso, y en su coloración se aproximan mucho al S. 5. ¿nca del Perú; pero tienen los pies blancuzcos por encima y las orejas son pardas, no negruzcas. Yo los considero como S. Defilippiz, pues de la confrontación de la fecha en que fueron obtenidos (mediados de Febrero de 1865), con el relato de la expedición (1), parece deducirse que no se cazaron en el mismo Quito, sino en el camino entre esta capital y el río Napo, es decir, cerca de los bosques de Quijos, que son precisamente la localidad típica del S. Defilippiz. Es verdad que estos ejempla- (1) Véase M. de Almagro: Breve descripción de los viajes hechos en América por la Comisión enviada por el Gobierno de S. M. C. durante los años de 1862 á 1866. Madrid, 1866. Trab. del Mus. de C. Nat. de Madrid .—Ser. Zool.. núm. 9.— 1913. 10 Á. CABRERA res tienen los pies blanquecinos, y que Trouessart considera como carácter distintivo de Defilippi el tenerlos cenicientos; pero lo que Cornalia dice en su diagnosis original es: «pedes infra cinereis », con lo que, sin duda, se refiere al color de los pelos de la planta solamente, los cuales también en los ejem- plares de nuestro Museo son de un color ceniciento pardusco sucio. La zarigueya. Marmosa polita sp. n. Diacxosis.—Parecida á la M. Dorothza Thos., de Bolivia, pero un poco mayor y de color más obscuro; el vientre blanco puro, sin matiz ante. CARACTERES. —Pelaje corto, muy por igual, y poco extendido sobre la base de la cola. Color de las partes superiores canela obscuro, pasando á ocre leonado hacia la parte baja de los flan- cos, y á ante ocráceo en medio de la cara, desde la frente á la nariz. Alrededor de cada ojo una mancha sepia muy obscura, que se extiende hacia delante en punta hasta el sitio donde se insertan los bigotes. Partes inferiores de un blanco puro bien separado del color de las superiores y extendido por las mejillas hasta la mancha obscura que rodea los ojos. Los pelos de estas partes blancas son unicolores, sin base gris, mientras los de las partes canela tienen la raíz plomiza. Pies blancos, tirando á crema. Cola unicolor, bastante clara. Cráneo estrecho, alargado, con los bordes supraorbitarios for- mando un filete estrecho muy marcado, pero sin sobresalir en ángulo, es decir, próximamente como en Dorothea € impavida. Dimensiones del tipo: cabeza y cuerpo, 128 mm.; cola, 137; oreja, 20; pie posterior, IS. Cráneo, con la parte posterior rota: ancho cigomático, 19 mi- DOS MAMÍFEROS NUEVOS DE LA FAUNA NEOTROPICAL 1H límetros; ancho interorbitario, 6,6; nasales, en la sutura, 16; ancho máximo de los mismos, 4,0; serie dental superior, sin los Cráneo de Marmosa polita. incisivos, 16,5; suma de los tres primeros molariformes, 6,2; mi-123, 6,8; serie dental inferior, sin los incisivos, 15,7. Har.—Conocida sólo de los alrededores de la confluencia de los ríos Coca y Napo, en el territorio en litigio entre el Ecuador y el Perú. Tiro.—Macho adulto, de Coca, obtenido por D. Marcos Jimé- nez de la Espada. Museo de Ciencias Naturales, núm. 797. (Nú- mero del colector, 146.) OpservacioNEs.—La M. polita es muy afín á M. Dorothea y M. impavida; de la primera difiere por su tamaño y su color más obscuro; de la segunda por tener los pelos de las partes in- feriores enteramente blancos, sin bases grises, y de ambas porque no tiene en dichas partes el matiz amarillento que aque- llas dos especies ofrecen. Pertenece, pues, la que nos ocupa á ese numeroso grupo de pequeñas zarigiieyas de pelaje rojizo ó leonado que durante largo tiempo estuvieron confundidas bajo el nombre de Didelphys murina. Sólo de la cuenca del Amazo- nas y sus tributarios conócense actualmente doce especies, de Trab. del Mus. de C. Nat. de Madrid.—Ser. Zool., núm. 9.—-1913, 12 Á. CABRERA este grupo, que con políta ascienden á trece, y que, enumeradas cronológicamente, son las que siguen: 1758. murina Linné, Syst, Nat., 10.* edic., pág. 55 ( = dor- sigera Linné, = guianensis Kerr., = musculus Ca- banis). Guayanas, Cayena. Probablemente, los afluentes septentriona- les del bajo Amazonas. 1842. macrotarsus Wagner, Arch. fúr Naturg., vi, pág. 359. Río Madeira. Esta especie no puede conservar el nombre dado por Wagner, que incluía todas las zarigúeyas en el género Didelphys, porque la combinación Didelphys macrotarsus fué mucho antes emplea- da por Schreber para designar al Zarsius tarsier. Las leyes de nomenclatura obligan, por consiguiente, á buscarle un nuevo nombre, que pudiera ser Marmosa madelrensis. 1845. mnoctivaga Tschudi, Fauna Peruana, pág. 148, lám. vu. Perú central, región de los bosques. 1845. ¿mpavida Tschudi, 1. c., pág. 1409, lám. 1x. Perú central, región de los bosques. 1888. Jepida Thomas, Ann. Mag. Nat. Hist., serie 6.*, 1, pá- gina 158. Perú amazónico: Santa Cruz, río Huallaga; Bolivia. 1898. mitis Bangs, Proceed. Biol. Soc. Washington, x., pá- gina 162. Colombia: Pueblo Viejo, Santa Marta, Cumaná; Ecuador. 1809. quichua Thomas, Ann. Mag. Nat. Hist., serie 7.%, m1, página 43. Perú, Ocobamba, departamento de Cuzco; río Napo. (57) NUEVOS DE LA FAUNA NEOTROPICAL DOS MAMIFEROS on911b y €1 nn] “y “21 VO 7 “py 11 - “93wavd y “O1— vSvar 00 y 6--vr. Jr 8 qna y La sisuenaporm py “9—-"vpid2 Jr “S—38kD23Y JT P—'vpiQoquir q y EDITE] “Y T—"VEYZOLO(T VSOMADJT “SEUOZVUIY ]9p 19UINO Y] US SEZIÍOA DS0U1.LVJ7 SU] DP VIYLIZOSB UOIINGINSIC 177 argo) y obyoinp X» PEN eS 3 E 2 $ 1 á AA Trab. del Mus. de C. Nat. de Madrid.—Ser. Zoo]., núm 9. -1913. 14 Á. CABRERA 1900. Keaysí Allen, Bull. Amer. Mus. Nat. Hist., x11, pági- na 108. Perú, Juliaca, al Oeste del lago Titicaca. 1909. Emilia Yhomas, Ann. Mag. Nat. Hist., serie 8.*, nu, pá- gina 379. Raras 1911. Dorothea Thomas, Ann. Mag. Nat. Hist., serie 8.2, vu, página 516. Bolivia septentrional, río Solocame, Mapiri. 1911. fparata Thomas, l. c., pág. 517. Pará, Igarapé-Assú. 1913. purui Miller, Proceed. Biol. Soc. Washington, xxvI, pá- gina 31. Alto Purus, Hyntanaam. 1913. polita Cabrera, ul supra. Río Napo, Coca. Incluyo en la lista las especies del Perú cuyas localidades tí- picas se encuentran más apartadas del Amazonas, porque me consta que en el género Marmosa puede darse el caso de que el área de distribución de una especie se extienda considerable- mente de Norte á Sur, Ó viceversa, á lo largo de la cuenca de un río Ó de la cadena andina. Así, la M. rapposa, descrita por Thomas del Cuzco, ha sido citada por T'rouessart de Nanegal, en el centro del Ecuador, y la M. quíchua, cuya localidad típica es Ocobamba, fué encontrada por los naturalistas de la expedi- ción al Pacífico en Napo, junto al río del mismo nombre, de donde trajeron un ejemplar, que se conserva en el Museo, y que yo, por no tener entonces buenos elementos de comprobación, consideré en mi Catálogo Metódico como M. mitis. DOS MAMÍFEROS NUEVOS DE LA FAUNA NEOTROPICAL 15 La siguiente clave permitirá distinguir las especies antes enu- meradas y ver el lugar que entre ellas ocupa mi M. po/zía. a. Dorso sin matiz negruzco. D, Partes superiores más ó menos rojizas (color de arcilla, canela Ó Cervuno). c. Bordes supraorbitarios sobresaliendo en ángulo. d. Orejas pequeñas, llegando hasta la mitad del ojo si se las extiende acia delante... o. ..oa ll UL, CE PEaa: d'. Orejas grandes, cubriendo el ojo si se las extiende hacia delante. e. Dientes pequeños; suma de los tres primeros molarifor- mes, menos de 5,5 MM...... A SO VIS ITAATNE. e'. Dientes grandes; suma de los tres primeros molarifor- A A A A A c'. Bordes supraorbitarios sin sobresalir nunca en ángulo. f. Cola menos de vez y media como la cabeza y el cuerpo juntos. g. Nasales ensanchados posteriormente. hh. Pelos de los lados del vientre con la base gris..... M. impavida. /'. Pelos de todo el vientre con la base blanca. ¿. Color de las partes superiores, canela claro; vien- tre ante crema; mi-m*, menos de 6 milí- MIGLEOS -.. 30. san sao a E OR DA/CA. 7". Color delas partes superiores, canela obscuro; vientre blanco; mt-72%, más de 6 mm. 14. polita. 2”. Nasales apenas ensanchados posteriormente; vientre TEMO CÍATO: «0.0. 0cnra a A AR QUIERA. f'. Cola como dos veces la cabeza y el cuerpo juntos...... M. Emilie. 6”. Partes superiores, de un leonado grisáceo (pardo madera). J. Vientre con la base de los pelos gris...... o M. parata. Vientre con los pelos sin Dase arista. aioto ma M. madeirensis. , a'. Dorso lavado de negruzco. %. Longitud de la cabeza y el cuerpo, más de 150 mm.; pie posterior, más de 20. Z. Pies pardo-amarillentos ... MM. noctivaga. Ls y PIESTDCORUZ COS cosa dora co ¿MM ARAN: %'. Longitud de la cabeza y el cuerpo, menos de 140 mm.; pie posterior, menos de 20... MM. purui. Trab. del Mus. de C. Nat. de Madrid.—Ser. Zool.. núm. 9.—1913. DESCRIPCIÓN DE LA LÁMINA 1. Piel de Sy/vilagus andinus andinus Thos., macho adulto, obtenid: las faldas del Pichincha por D. Marcos EA de la Espada, mes de Noviembre de 1864. e 2. Piel de Sylvilagus nivícola Cabrera, ejemplar tipo. Trab. del Mus. de C. Nat. de Madrid.—Ser. Zool.— Núm. 9. 1. Sylvilagus andinus andinus. 2. Sylvilagus nivicola. Tricromia. Suc. de E. Páez. de A es $0 dd E e 15%) A 5 WHSE 04149 Pd 2. labo to Hentie apesta