A A ESA sen AMAIA e EL: 8 ha a pe = AA int de » e a 7 A UR = .. 44 ¡MITA A TS y : A PUAROC da di ES ¿e Te EA A == 5d] "y dl on o . Pra A : as de Adaptado al estudio de la Flora y de la América equinoccial e GS POR 7 0% Carlos Cuervo Márquez A rd 2 + ; ; 20 C AL ¡0 iz: y e y + :d , BOGOTA . IMPRENTA ELÉCIRICa, 108, CALLE 10 1913 i a ADVERTENCIA El estudio de la Botánica, como el de los otros ramos de las Ciencias Naturales, debe ser esencialmente objetivo. Por esta razón, los textos europeos, únicos que tenemos, adolecen para nosotros del defecto capital de tratar únicamente de plan- tas propias de la zona templada, muchas de las cuales nos son completamente desconocidas; y así sucede que el joven que ha hecho este importante estudio, sale de las aulas conociendo .en la teoría, y por consiguiente de una manera imperfecta, una flora que no le interesa, porque no es aquella que ha esta- do acostumbrado a ver desde niño; porque es muy diferente de aquella que existe en los lugares en que seguramente le tocará vivir. En cambio, la Flora de la América intertropical, y EN HE LO la Flora colombiana, tan rica, tan variada, tan exuberante, - que es aquella con la cual estará en contacto permanente, le será completamente desconócida. A llenar este vacío, que hemos podido apreciar principal- , mente en el tiempo en que hemos tenido el honor de regentar la - Cátedra de Botánica de la Facultad de Medicina y Ciencias Na- _turales de la Universidad Nacional, tiende la publicación del presente libro, escrito hace algunos años, en los ratos de ocio - que nos dejaban las labores agrícolas a que estábamos dedica. - dos en esa época ya lejana. ln él se presta atención preferente Y» ¿Le PI > VA E 4,1 E OE IR 4 q ADVERTENCIA al estudio de las plantas más importantes de nuestra flora, por 7 sus propiedades o por los usos y aplicaciones que tienen enla terapéutica, en la industria o en la economía doméstica, con indicación de los lugares en donde se encuentran y de los nombres vulgares conque son conocidas en los diferentes De- partamentos, | El plan primitivo de la obra era más extenso: compren. día el estudio de todas las familias naturales y de sus géneros más importantes, con expresión de sus caracteres generales ; pero luégo hubimos de reducirlo de acuerdo con la extensión que se da al curso de Botánica en las Facultades Universita- rias y en los Colegios públicos y privados. Por esta misma razón y con el objeto de dar campo al es- tudio de la Botánica aplicada, que es, en nuestro concepto, el que tiene verdadera importancia, principalmente para los jó- venes que se dedican a la medicina, apenas se ha dado a la Organografía y a la Fisiología vegetal la extensión necesaria para adquirir los conocimientos generales que se requieren. en un curso elemental; profundizar más el estudio de los teji- dos, por ejemplo, corresponde más bien a estudios superiores de histología vegetal, mientras que para el de la Flora, pro- piamente dicha, bastan las nociones generales en ella conte- nidas, Satisfechos quedarán nuestros anhelos si el TRATADO ELE- MENTAL DE BoTÁNICA que hoy tenemos el honor de presentar al público, despertare en la juventud colombiana la afición y el interés por el estudio de nuestra Flora, tan rica y tan exube- rante. El Autor Bogotá, Septiembre de 1912. Concepto del Consejo Académico r 1.” stados Unidos de Colombia— Poder a Federal —Secretaría ROpido que dicha obra merece la atención de los hombres 8 en el ramo que trata, y que hay que estimular al r, como por su generoso patriotismo. En tal virtud, espero que el honorable Consejo Académi- e servirá tomar en consideración la obra mencionada, e JosÉ V. UrIBE 6 | CONCEPTO DEL CONSEJO ACADÉMICO Secretaría del Consejo Académico— Número 111—Bogotá, Septiem- bre 3 de 1883 Señor Secretario de Instrucción Pública Tengo el honor de comunicar a usted que el Consejo Aca. démico, en su sesión del día.1.? de los corrientes, tomó en con- sideración la nota de ese despacho, número 377, de fecha 13 de Abril último, como también el informe del señor doctor Liborio Zerda, a cuyo estudio pasó la obra manuscrita del señor Carlos Cuervo Márquez, a que dicha nota se Ja, y acordó la resolución que transcribo : | « Envíese al señor Secretario de Instrucción Pública copia de la nota de este funcionario, referente a la obra del señor Carlos Cuervo Márquez y del informe del señor doctor Zerda, suplicándole se sirva hacerlo publicar en los Axales de Instruc- ción Pública. 4 En pliego separado tengo el honor de remitir las copias a que alude la resolución transcrita. Soy del señor Secretario atento servidor, Juan URICOECHEA C.” Señores miembros del Consejo Académico En cumplimiento de la comisión para que tuve el honor de ser nombrado, he examinado el TrRaTaDO ELEMENTAL DE - BOTÁNICA del señor Carlos Cuervo Márquez, y que el señor Se- cretario de Instrucción Pública ha tenido a bien someter al es- tudio del Consejo Académico. Pa Indudablemente que la persona más competente para juz- gar del mérito de esta obra, es el señor doctor Francisco Ba- yón, Profesor y Catedrático de este ramo en la Universidad , Nacional. O AA E ea w > - e a y =$ EA j 7 rs A - ero . AN CONCEPTO DEL CONSEJO ACADÉMICO 7 El señor Cuervo acompaña al manuscrito de su obra los conceptos que de ella ha formado el señor doctor Bayón, y en ella le hace merecidos elogios a la claridad de la exposición, la división lógica de la materia y porque presenta ejemplos prácticos, tomados de la flora colombiana. Después de la lectura que he hecho de la obra de Botá- nica del señor Cuervo, me he persuadido de que son muy jus: tas las apreciaciones que de ella hace el Catedrático de Bo- tánica, y que con este trabajo su autor ha querido correspon. der a los esfuerzos que ha hecho el Gobierno para la instruc- ción científica de la juventud en la Universidad Nacional. Sería de desearse que al darse a la prensa este TRATADO ELEMENTAL DE BoTÁNICA, su autor lo complementara con el mayor número de familias importantes por las especies indi. genas que tengan aplicaciones a la medicina y a la industria ; y también, que fuera acompañada de ilustraciones que siem. pre son necesarias en obras de esta especie, y tanto más cuanto que la Escuela de grabado en madera puede hoy pro: porcionarlas sin grandes dificultades. Finalmente, solicito aprobéis el siguiente proyecto de re- - solución : “Dénse las gracias al señor Carlos Cuervo Márquez y so- licítese del señor Secretario de Instrucción Pública ordene la publicación del TraTraDO ELEMENTAL DE BOTÁNICA que el señor Cuervo ha obsequiado a esa Secretaría.” Con sentimientos de consideración me suscribo de los se- ñores miembros del Consejo, su atento servidor, LiBorI0 ZERDA , Ds K AE Y AAA A 0 E A > y y A Y AI A ve e PES 7 q e RAN , A Introducción Los cuerpos de la Naturaleza se dividen en dos grandes grupos: el uno comprende aquellos que están privados de la vida, y por con- E % niente desprovistos de órganos ; por esta razón se les ha llamado A cuerpos ¿norganizados y constituyen el Reino mineral. En el otro se - agrupan todos los cuerpos vivientes que, en consecuencia, están - compuestos de órganos o partes diferentes, cada una de las cuales a E está destinada a desempeñar una función especial en el fenómeno - de la vida: estos son los cuerpos organizados que forman el Reino animal y el Reino vegetal. b 0 Diferencias inmensas separan a los cuerpos orgánicos de los in- - orgánicos, y ni aun en los organismos más imperfectos existe la me- - horsemejanza con las sustancias minerales; tanto los unos como los “otros tienen caracteres tan marcados, que se pueden reconocer a la simple vista. Los cuerpos organizados tienen siempre los contornos - redondeados, al paso que los inorganizados están terminados por lí- z _neas rectas. En estos últimos, una parte cualquiera puede formar un todo distinto ; por ejemplo, si se párte un canto de espato calcáreo romboidal, se obtienen una multitud de cristales de la misma forma y de la misma composición. Lo contrario sucede con los cuerpos or- ganizados : si se divide un vegetal se obtienen partes desemejantes, como son : la raíz, la corteza, las hojas y las flores; y en un animal - se obtienen la cabeza, la epidermis, las vísceras, etc. Mientras que en los cuerpos inorgánicos todas las partes son homogéneas, puesto que la más pequeña partícula de azufre, por ejemplo, posee exactamente las mismas propiedades que otro pedazo cualquiera de la misma reo Pad CARLOS CUERVO MÁRQUEZ sustancia, en los cuerpos organizados todas sus partes son heterogé- neas : la sangre, los huesos, la savia, la medula, son partes bien dis- tintas, y hasta en las células la materia que forma las paredes es di- ferente de la que forma la cubierta que las envuelve. Los cuerpos in- orgánicos son estacionarios ; siseles preserva de las influencias exte- riores jamás experimentan modificación alguna, siempre quedan los mismos. Los cuerpos organizados, esto es, los cuerpos vivientes, cambian constantemente, absorben las sustancias simples que nece- sitan para su alimento, y según sus necesidades las transforman en otras más complicadas que deben reemplazar las materias que de su organismo pierden sin cesar. Es, sobre todo, este movimiento conti- nuo, este cambio de materia, lo que esencialmente caracteriza la vi- talidad de los organismos; mientras la cantidad de materia asimi- lada es mayor que la perdida, el cuerpo orgánico vive y crece; si sucede lo contrario, comienza por debilitarse, el desequilibrio au- menta cada día, hasta que terminando el trabajo el cuerpo muere, la materia que lo compone se disgrega y va a alimentar nuevos orga- . nismos. “ En resumen : existir y conservarse es la ley que rige al cuerpo inorgánico. Grecer, vivir y morir es la ley inexorable a que obedece el mundo organizado. Todos los cuerpos organizados están formados esencialmente por la combinación de cuatro sustancias primitivas o elementales, que son: el hidrógeno, el carbono, el oxígeno y el ázoe, a los que se agregan como secundarios el cálcium, el silícium, el potásium, el azufre, el fósforo y el fierro, y además, el fluor, que entra a compo- ner el esmalte de la dentadura en los animales. Casi exclusivamente es de estos pocos elementos que se componen las cien mil especies vegetales y los ciento noventa mil animales que existen hoy sobre la tierra. Siendo, con muy poca diferencia, la misma su composi- ción química, resulta que en la diferenciación de los seres organiza- dos la forma es la esencial, mientras que en los cuerpos inorgánicos ésta es secundaria, y el único carácter distintivo proviene de los ele- mentos que los componen. Si bien es cierto que, cuando se considera en las especies más perfectas a los animales y a los vegetales, se encuentra que están se- parados por una infinidad de caracteres especiales, no por eso de- jan de presentar ciertas analogías en el curso de los principales fe- nómenos de la vida, analogías lejanas, sÍ, pero que son relativas a - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 11 / la inmensa diferencia que existe entre la organización de los dos rei- nos. En efecto, la nutrición y la circulación de los vegetales recuer- dan siempre los mismos fenómenos que se efectúan en los animales, y la respiración, aunque contraria en su acción, es la misma en unos y en otros seres. La existencia de sexos, sin cuyo concurso no se lle- “wa a cabo la propagación de las especies, la necesidad de que el ele- mento masculino obre sobre el femenino para la fecundación de los óvulos hacen creer en el mismo plan de organización para la planta y para el animal. Las analogías aumentan a medida que se descien- - de en la escala del mundo organizado, hasta llegar a un punto en que se hace imposible toda clasificación, en el que se tienen por de- lante seres de la más simple organización, que siendo plantas por su procedencia, están animados de movimiento espontáneo, carácter distintivo del reino animal y que parecen formar el eslabón primor- dial del que se desprenden en líneas divergentes las dos grandes se- ries de los cuerpos vivientes. A esta forma sencillísima de la organización vegetal se suceden otras más complicadas en que las células se unen pura formar hi. los, como en las confervas, o los hilos se unen y forman redes como en el hidrodiction, o superficies aplanadas como en las ulvas, en las laminarias o en los agaricos; aumentando la complicación de los organismos aparecen los órganos peculiares, como hojas y tallo, luégo vienen las flores y los otros órganos que caracterizan a los vegetales perfectos, hasta completar el variadísimo cuadro de la ve- getación que hoy adorna la superficie de nuestro planeta y que es el que en seguida pasamos a estudiar, La Boránica es la ciencia que trata del conocimiento metódico de las plantas, de su estructura, forma, usos y aplicaciones y de las relaciones que tiene con los demás seres de la naturaleza. Se entiende por vegetal un sér orgánico que vive, crece y se re- produce, pero que carece de sensibilidad y de la acción espontánea del movimiento. Según el estudio que abrace, la Botánica se divide en los ramos siguientes: Organografía, que trata de la descripción de los órga- nos internos o externos de los vegetales. Fisiologta vegetal, que trata de las funciones que dichos órganos desempeñan. Taxonomía, la que por medio del estudio de los órganos conduce a la clasifica- 12 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ ción metódica de las plantas. Botánica aplicada, que estudia los usos y las aplicaciones que pueden tener los vegetales en la medici- na, en la industria, en la agricultura, en la economía doméstica y en las artes. Fitoterasia o patología vegetal, que trata de las enfer- medades de las plantas, y por último, la geografía botánica, que se ocupa de la distribución de los vegetales sobre el globo, de acuerdo con las condiciones físicas de las localidades. PRIMERA PARTE Organografía Si con la ayuda del microscopio se observa minuciosamente la estructura de una parte cualquiera de un vegetal, se ve que está for- mado por la aglomeración de una multitud de pequeñas cavidades ; unas completamente circunscritas por paredes propias, y las otras ocupando los intervalos de las primeras: su conjunto presenta el aspecto de una malla o de un tejido, y por esto a su reunión se le ha dado el nombre de tejido vegetal, que es el que forma el cuerpo de las plantas. Estas partes, cuya estructura difiere poco de una planta a otra y que son los elementos del tejido vegetal, han sido llamados órganos elementales, y pueden presentar tres formas principales: 1? Tienen un diámetro igual en todo sentido, y enton- ces se les llama celulas; 2% Son más largas que anchas, y sus dos extremidades se adelgazan en forma de huso, éstas se llaman fibras ; y 3" Forman cavidades muy prolongadas, cuyos extremos no se pueden ver bajo el microscopio, y se designan con el nombre de vasos. Organos elementales I Tejido celular—Se da el nombre de tejido celular a las expansio- nes membranosas originadas por la aglomeración de cédulas. Este tejido es el más desarrollado en la mayor parte de los vegetales; y muchos de ellos, los de los órdenes más inferiores, están formados exclusivamente por él : de aquí que en muchas clasificaciones se les haya dado el nombre de plantas celulares, ON TRATADO ado a DE BOTÁNICA - 14 — a. consiste en una cavidad circunscrita por una membrana que, blanda al principio, se reseca después. Algunas veces se forma puntos, y estas rupturas, al través de la primera membrana, que es transparente, hacen aparecer la célula como rayada o con puntua- ciones, según la naturaleza de las rupturas. También sucede con fre- -luégo una cuarta, etc., aumentando, por consiguiente, el espesor de las paredes de la célula. El interior de la célula está ocupado por materias diversas: gaseosas, líquidas o sólidas. En las células jóve- nes se ve de ordinario una masa granujienta y lentiforme, que por de algunos botánicos es considerada como el germen que debe produ- cir con el tiempo nuevas células, y ha recibido el nombre de núcleo o citoblasto. - Muchas opiniones se han emitido para explicar la fuerza de co- -hesión de las células : unos creen que éstas, semifluídas al principio, | adquieren con el tiempo, por su inmediato contacto, la adherencia que las tiene unidas ; otros opinan que su superficie está bañada por una materia glutinosa que pega las células unas con otras. Y por último, otros opinan que el tejido vegetal es al principio un mucila- go homogéneo, que al espesarse poco a poco forma las cavidades de A las células, las qué luégo adquieren una existencia separada € indi- vidual. La forma de las células varía mucho y depende del modo de agruparse. Cuando el tejido es lacio y flojo,como no ejercen presión gane unas con otras, conservan su forma primitiva, que es redon- -———deada u ovvide; pero, en los tejidos apretados, como se oprimen Be: - mutuamente, adquieren formas muy variadas, que por lo regular son el dodecaedro, el prisma de cuatro lados y también el cubo. El corte de un tejido formado por células prismáticas, presenta siempre cuadrados iguales; y el corte vertical de las dodecaédricas es exa- -gonal y presenta el aspecto de un panal de abejas. Cuando en un te- -— jido flojo las células conservan la forma redondeada, no pueden es: tar reunidas sino por puntos de contacto poco numerosos, de aquí resultan espacios vacíos llamados meatus intercelulares, y cuando éste está circunscrito por un gran número de células, recibe el nom» bre de laguna, cuya formación es debida ya a la rápida marcha de la vegetación o bien a la destrucción de varias células por una causa e 14 - CARLOS CUERVO MÁRQUEZ cualquiera. Generalmente las células presentan la forma dodecaédri- ca en la medula, en las capas corticales, y sobre todo en las hojas. En las nervaduras y en los pedúnculos presentan la forma pris- mática. Según Alfonso De Candolle, el desarrollo del tejido celular se efectúa de dos modos : por yuxtaposición en los órganos vitales, esto es, por la formación de nuevas células sobre las que ya existían. Mu- chas opiniones se han dado acerca del origen de estas células ; unos creen que provienen de que las células con el desarrollo se ensan- chan por un lado, formando como una nueva vejiguita, en cuyo cue- llo se forma el tabique de separación ; otros creen que provienen de los globulitos que se ven nadar en los meatus intercelulares, que con- sideran como rudimentos de nuevas células : en los órganos repro- ductores se desarrolla el tejido celular por el crecimiento de los ru- dimentos que contienen las primeras, cuyas paredes rompen al fin. Las células son a veces homogéneas, otras rayadas, punteadas o arrolladas en espiral, y muchas veces se observa que una misma cé- lula pasa de una a otra de estas modificaciones. Il Tejido vascular—Como su nombre lo indica, este tejido es el que está formado por vasos. Los vasos propiamente dichos son tubos pro- longados cuya piel, jamás lisa, presenta adelgazamientos que figu- ran puntos o rayas, o espesamientos que aparecen como redes, ani- llos o espirales. Si se somete el vaso a la acción del agua hirviendo, mezclada con ácido nítrico, se rompe por los puntos en que se ob- servan los adelgazamientos. Hay muchas variedades de vasos; pero De Candolle los divide en sólo cinco, que son : Tráqueas, que son tubos membranosos en cuyo interior se arro- lla un hilo espiral de color blanco plateado que afecta ¡la forma de un cordón, de un cilindro o de un prisma de cuatro caras. Las trá- queas se pueden observar a la simple vista: son los hilos blancos que se ven cuando se rompe con cuidado un retoño tierno de rosa, y que se alargan elásticamente. Vasos anulares o rayados, que tienen la forma de tubos cilíndri- cos, circuidos interiormente con anillos o rayas transversales, regu- _lares y paralelas. Se hallan generalmente en el cuerpo leñoso de los TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 15 ce vegetales, y se diferencian de las tráqueas engque no son elásticos y en que las rayas nunca forman espirales. Vasos punteados, son tubos cilíndricos cuyas paredes ofrecen se- ries transversales de puntos opacos, ocasionados por pequeños cla- ' ros que tapizan la membrana interior. Vasos moniliformes, son como los anteriores, pero se distinguen de ellos por no ser cilíndricos, sino presentando de trecho en trecho adelgazamientos regulares que les dan la forma de un rosario de cuentas, de donde toman su nombre. Se les encuentra en las ralces, articulaciones y en los rodetes naturales o artificiales. Vasos reticulados son aquellos cuya superficie está cubierta de manchas oblongas y rayas transversales que les dan el aspecto de de una red. Son muy raros, se ven en la raíz de la capuchina. Ade- más de estos vasos, hay otros de paredes lisas y transparentes, que están llenos de un jugo peculiar llamado latex, y por esta razón han - recibido el nombre de vasos laticiferos, comunican entre sí por me- dio de anastomoses ; en algunos sitios el látex se acumula y deter- mina protuberancias limitadas por estrecheces en el tubo, y queda interceptada la comunicación entre la parte comprimida y la dila- tada. Son propios de los vegetales dicotiledóneos. ¡00! Tejido fibroso—Al cortar transversalmente una hoja de fique se ven una multitud de pequeños puntos que corresponden a las fibras cortadas, las que se pueden observar distintamente al cortar la hoja . alo largo; éstas son las que constituyen el tejido fibroso que está - casi siempre mezclado con el celular, del cual se desprende por la maceración. Las fibras varían en su longitud y por lo común están formadas, al principio, por una sola membrana muy gruesa, en cuyo interior se desarrollan luégo otras nuevas, de modo que la capaci- dad de la fibra disminuye con la edad, hasta aparecer casi llena. Las paredes exteriores, comprimidas por las fibras vecinas, son apla- nadas y prismáticas. La solidez del tejido fibroso depende, en mucho, de su estructu- ra particular. Como las fibras se adelgazan en sus dosextremidades, no pueden ser contiguas en toda su longitud, pero en estos claros vienen a ajustarse perfectamente las extremidades de otras. 16 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Los vegetales en que está muy desarrollado el tejido fibroso pre- sentan mucha resistencia para los cortes transversales, mientras que se desastillan a lo largo con mucha facilidad, como sucede en el guayacán (guayacum), en las palmeras, etc. : La tenacidad de las fibras es muy variable según la planta de donde provienen. La fibra más tenaz es la del lino de Nueva Ze- landa (phormium tenax), luégo siguen el cáñamo (cannabis sativa), el lino (dínum usitassisimum), y por último el de la pita (agave ame- ricana). IV Los órganos elementales contienen, en sus cavidades cerradas y en los intersticios que los separan, sustancias de muy diversa natu- raleza. En las células jóvenes se ve con frecuencia una masa granu- jienta, en forma de lenteja, aplicada a una de las paredes. Se la considera como rudimento de nuevas células y se le ha dado el nombre de núcleo o citoblasto, que significa germen de célula. El nú- cleo parece estar formado de corpúsculos de una materia análoga a la albúmina ; algunos de ellos se convierten en vesículas de donde nacen la celulosa, la fécula, la clorófila y la aleurona. La celulosa es una materia insoluble que forma las paredes de las células, de las fibras y de los vasos. La leñosa no es otra cosa que la celulosa con- densada. La fécula o almidón tiene la misma composición que la celulosa, pero se reconoce por ser insoluble en el agua fría; en agua caliente se coagula, y sobre todo, porque bajo la acción del yodo toma un hermoso color azul violeta; los granos de fécula son ovoides. La clorófila o crómula forma copos de sustancia gelatinosa que nadan en el líquido incoloro que llena las células y tiende a depo- sitarse sobre las paredes; la crómula forma el color verde de las hojas, una sustancia análoga es la que colora los otros órganos. La aleurona es una sustancia incolora, de consistencia serosa, soluble en el agua y que se colora en amarillo por la acción del” yodo; se la encuentra principalmente en el embrión y en el albu- men. En ciertas ocasiones la aleurona afecta formas cristalinas. Además de estas sustancias orgánicas, ciertas células contienen cristalizaciones minerales, de materias que la savia ha transportado al través de los tejidos, siendo las más comunes las cristalizaciones de sílice en el tallo de las gramíneas, y las de cal, llamadas cistolis tos, en las hojas de las urticáceas, . de ha k > e » VOR es P z % A a a e a — h A e y TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 17 - -Combinándose entre sí los órganos elementales forman las di- versas partes del vegetal, que se han llamado ¿rganos fundamenta- les, destinados a desempeñar funciones de dos clases muy diferen- tes; en efecto, los unos, como la raíz, el tallo y las hojas sirven para la vida del individuo y han recibido el nombre de órganos vitales ; mientras que los otros, como los que forman la flor, están destinados a la reproducción y a la conservación de la especie, estos son los or- ganos reproductores. Como son tan diferentes los órganos de los vegetales superiores de los de los inferiores, por ahora sólo estudiaremos los primeros, para luégo estudiar detenidamente los segundos, y evitar así las confusio- nes que de otro modo pudieran resultar. Organos vitales de las plantas fanerógamas Un vegetal perfecto consta de la raíz que lo fija al suelo y del tallo o tronco que sostiene las ramas, las hojas, las flores y los fru- tos. En muchas plantas hay otros órganos que, por no ser de la im- -portancia de éstos, se han llamado órganos accesorios, CAPITULO .1 DE LA RAÍZ La raíz es el primer órgano que se desarrolla en una planta, y le : sirve de base fijándola por lo común a la tierra o a otro vegetal; Ocupa siempre la parte inferior de la planta, salvo en algunos casos, en que, como en la vainilla (vainilla planifolia), en muchas gramí- e. neas, etc., se encuentran en los tallos y aun en las hojas. Estas se llaman raíces adventivas. La raíz jamás toma el color verde, aun SS da, - cuando se la exponga a la influencia del aire y de la luz, su color es siempre oscuro, nunca tiene las elegantes formas del tallo, y está des- provista de apéndices foliáceos. Su crecimiento se efectúa siempre por su extremidad inferior, al paso que en el tallo es general. Considerada la raíz en su totalidad, se divide en tres partes, que son : el cuello, el cuerpo y la cabellera o raicillas. El cuello es la par- te por donde se une al tronco, se distingue por ser siempre más del- gada o más gruesa que el resto; el cuerpo es la parte media entre el cuello y las raicillas, que son aquellas fibras, más o menos delgadas, en que termina la raíz. 18 - CARLOS CUERVO MÁRQUEZ * La raíz se desarrolla de dos maneras. Bien se alarga y se ensan- cha, no formando sino un solo cuerpo, en forma de huso, del que se desprenden las raicillas, como sucedeen la zanahoria (daucus ca- rotla), en la remolacha (beta vulgaris), etc. A estas ralces se les ha llamado fusiformes. O bien la raíz se compone de ejes que se despren- den de la parteinferior del tallo en todas direcciones como en el trigo (triticum vulgare), en las palmas, etc., y se llaman raíces faciculadas. Las primeras fijan sólidamente el vegetal a la tierra, mientras que las otras son débiles, y las plantas que las llevan pueden ser desarrai- gadas con mucha facilidad. En muchas plantas las raíces se transforman en masas volumino- sas cargadas de materias nutritivas destinadas al alimento del vege- tal, como sucede en muchas orquídeas, en la dalia y en los ranún- culos, etc. Las raíces están destinadas a desempeñar dos funciones muy im- portantes: primera, a fijar el vegetal, y segunda, a proporcionarle el alimento que necesita. Hay muchos casos, sin embargo, en que pa- rece que las raíces no tienen sino una sola de estas funciones; y ya se ha visto también que no todas son subterráneas, en el mangle - (rhizophora mangle) y en la higuera religiosa de la India (ficus reli- giosa), se desprenden raíces de las más altas ramas y descienden has- ta el suelo con una longitud de más de ro metros. La propiedad fundamental de las raíces es la tendencia que tie- nen a introducirse en el suelo y a hufr de la luz del día; esta ten- dencia es tan pronunciada, que parece inherente a la vida vegetal; se demuestra desde el momento de la germinación, y si, por ejemplo, se invierte la posición de una planta que esté germinando, tanto la raíz como el tallo se revuelven, éste hacia arriba y la raíz para bus- car la tierra. Todavía se ignora cuál es la causa que determina esta tendencia natural e invisible de las raíces; pero aparte de que en algo deben influír las fuerzas vitales que la animan, parece fuéra de duda, según los experimentos de Knigt y de Dutrochet, que la pe- santez obra en mucho en este fenómeno. En la extremidad de las raicillas es donde existe la facultad áb- sorbente para extraer el alimento de los cuerpos que la rodean. Esta extremidad, llamada espongiola, está siempre formada por tejidos muy finos, nuevos, y, por consiguiente, muy permeables. Lo raíz está dotada de lo que se puede llamar una facultad orgá- nica, para buscar y elegir el terreno en donde pueda encontrar me» sar de largo para ir a otro de mejores condiciones, y si lo halla, se ramifica en él cuanto le es posible; es también extraordinaria la ma- nera como llegan a triunfar de los obstáculos que encuentran a su >: paso; si es un foso, por ejemplo, descienden a lo largo de las paredes evitando el contacto con la luz, hasta que pasan por debajo del piso, y Vuelven a enderezarse para continuar su marcha ordinaria. Si en- - cuentran un muro o una roca, despliegan una poderosa fuerza mecá- nica para vencer el primero o atravesar la segunda. En una misma planta, el volumen de las raíces está en relación con el de las ramas, pero falta esta relación al pasar de una especie agua a otra. » Ñ de E 1) ot CAPITULO Il DEL TALLO E $3 El tallo forma el eje ascendente del vegetal; desprendiéndose del eje de la raíz lleva una dirección opuesta a la de ésta; produce y sostiene las ramas, las hojas, las flores y los frutos. Al través de su tejido es como penetran en el vegetal los jugos aspirados por la raíz. Hay plantas cuyos tallos son tan cortos que parecen faltar, como en la achicoria amarga (cichorium intibus ), y por esto se les ha a llamado acaules y a las otras caulescentes ; pero esta división es 3 impropia, porque en realidad las plantas ES tienen tallo más o menos perceptible. 3 Nada hay más variable que la forma, el tamaño y la dirección delos tallos. Cuántas formas hay entre el roble (quercus grenatensts) - y un melocactus! ¡Qué diferencia de tamaños entre una ceiba (bom- bar ceiba) y uno de aquellos pequeños convólvulos tan comunes en E DS muestras sabanas! La generalidad de los tallos están al aire libre, | SS pero hay muchos que son subterráneos, y que antes habían sido considerados como raíces; tales son los del lirio común (iris ger- manica ), los de los ciclámenes, etc. En las plantas bulbosas, como en la cebolla (allium cepa), se considera que el tallo está constituído por el disco orbicular que encierra el bulbo y del que se desprenden las raíces por abajo y las hojas por encima. Esta es, en efecto, la - misma disposición que en una escala poco marcada se ofrece desde la palmera hasta el tulipán. r alimento; en efecto, en un suelo estéril no se ramifica, parece pa- 20 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Cuando el tallo principal alcanza cierta altura, se divide por lo general en otros de menor diámetro llamados ramas, que casi siem- pre tienen cierta tendencia a tomar la dirección ascendente, salvo en algunos pocos casos en que son horizontales, como en la ceiba; otras veces, como en el sauce llorón (salix alba), son descendentes, pero esto depende de su gran longitud y de la flexibilidad de que están dotados y que les impide tomar otra dirección. Todas las formas del tallo pueden agruparse en cinco clases, que son : el tronco, el ástil o estipe, la caña, el rhizoma o cepa y el ta- llo propiamente dicho. : El tronco es el tallo leñoso más o menos grueso” y largo; algu- nas veces alcanza una altura considerable, es cónico y ramoso, y las más de las veces toma formas majestuosas y elegantes que pueden tomarse como el modelo primitivo y natural que tuvo el hombre para crear los diferentes órdenes arquitectónicos; pertenece espe- cialmente a los árboles y arbustos dicotiledóneos, como el jobo (spon- dias mombim), el roble, el mamey (mammea americana), etc., es cl- líndrico, más o menos resistente y es el que da las maderas de cons- trucción. El tronco está formado de dos partes muy distintas : la corteza o parte exterior, compuesta de afuera hacia adentro, de la epidermis la capa suberosa, la capa herbacea y el liber, que está contiguo a la parte leñosa o interior, formada por el leño o madera y por la medula que ocupa el centro. La epidermis es una membrana delgada, algo diáfana y que se puede separar con facilidad, está formada por capas distintas. Ob- servada con el microscopio se ve que tiene mayor o menor número de unas aberturas o boquillas ovales llamadas estomates, que comu- nican con la parte más exterior del parenquima; sirve de órganos respiratorios y sin duda también de exhaladores de los fluídos que no necesita el vegetal, y su forma varía desde la oval hasta la linear según el grado de humedad de la atmósfera y la intensidad de la | luz solar. En algunas plantas los estomates son muy perceptibles, eomo en la borla de San Pedro (begonía ferrugínea); carecen de ellos las plantas que están sumergidas en el agua. Por la disecación de la epidermis y la dilatación de las partes que cubre, se quiebra muchas veces y cae en pedazos, como sucede en los guayabos (psi AA A E e 14 A da E" A . - e VIAS A .. e le AAA a 4. A 8 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 21 -— dium pommuiferum), etc., los eucaliptus, etc. En la superficie de la epidermis se observan unos órganos que en las ramas jóvenes son -ovales, y luégo con el desarrollo cambian en una raya transversal ; son llamados lentículas y son los que producen las raíces que se des- arrollan en las ramas, ya naturalmente como en muchos ficus, ya artificialmente, sometiendo la rama a la acción negativa de la luz y a la humedad, como en los acodos. La capa suberosa o suber tiene por lo común un color moreno y está formada por células cónicas. En algunas plantas está muy - poco desarrollada, en otras falta del todo, y en otras, como en el al- cornoque (quercus suber), se desarrolla extraordinariamente. En un árbol de cinco años el corcho o suber forma ya la mayor parte de la corteza, y es hasta entonces cuando comienza a tomar su notable desarrollo. La cosecha de corcho se efectúa en el estío, cada diez años, haciendo en el árbol cortes longitudinales y de trecho en tre- cho otros transversales y paralelos; para desprender del tronco los cortes es necesario golpearlos fuertemente. _La capa herbácea o mesodermis, también llamada medula exter- na, está formada por un tejido celular prolongado y regularmente contiene los jugos propios de las plantas. Es en este órgano en donde se efectúa la descomposición del ácido carbónico. El liber está compuesto de fibras largas y delgadas, de un blan- co brillante, con paredes muy espesas y muy tenaces. Están reuni- das en haces dispuestos en círculos concéntricos, y anastomosados . entre sí constituyen capas superpuestas muy delgadas, que parecen las hojas de un libro (líber), de donde le viene el nombre. El líber da a la industria fibras muy resistentes para la fabricación de hilos, HA *tejidos, etc., el cáñamo formado por las fibras liberianas puede ser- vir de ejemplo. En las selvas del Caquetá hay un árbol cuyas fibras corticales están dispuestas de tal manera, que la corteza la emplean para hacer sacos, del modo siguiente: cortan un tronco del diáme- tro y longitud requeridos, lo humedecen y luégo lo golpean fuerte- mente hasta que la corteza se separa de la madera; en este estado, halando por una de las extremidades sale la corteza de una sola pieza ; si por la maceración se destruyen las capas herbáceas, que- dan las fibras formando una malla resistente semejante a una red de pescador. Este curioso árbol, de la familia de las artocárpeas, es conocido con el nombre de palo de tela fantiaris saccidora). 22 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ A ANA a A A E O O El leño o madera que está contiguo al líber constituye la parte dura de los árboles y arbustos y está formada por dos partes : la al- bura o parte más externa y más blanda y que generalmente es blan- ca; y la verdadera madera que tiene en el centro la medula. La albura es la madera imperfecta, su capa más interior se con- vierte cada año en madera y la más interior del líber se transforma en albura. Al hacer en un árbol un corte transversal se pueden ver muy bien las distintas capas formadas cada año, siendo, naturalmen- te, más estrechas las más antiguas que son las más centrales. El cre- cimiento del árbol se efectúa, pues, por la parte contigua del líber con la albura, que es por donde pasa la savia descendente o cam- bium. Como este modo de crecimiento es de afuera hacia adentro, se ha dado a los vegetales en que se opera así, el nombre exógenos; es un carácter distintivo de las plantas más superiores, que son las dicotiledóneas. La medula está formada por células concéntricas, cuyo tamaño disminuye del centro a la circunferencia ; en el primer año es verde, y está llena de jugos que luégo disminuyen ; entonces se vuelve, por lo general, blanca ; otras veces es rojiza, amarillenta o morena. La medula es esponjosa, está contenida en el canal medular, que tiene una estructura particular; la parte interior está formada por trá- queas, y la exterior por vasos rayados o puntuados y de diámetro * mucho mayor. Del centro de la medula parten unas líneas divergen- tes, llamadas radios medulares, que terminan en la corteza y contri- buyen poderosamente para el desarrollo de las yemas que están colo- cadas en su extremidad. Il El astil o estipe es cilíndrico, de un espesor sensiblemente igual desde la base hasta la cima; completamente desprovisto de ramas, tiene la apariencia de una columna inmensa; algunas veces, como en el mararay (martinezia caryotofolía ), está cubierto de aguijones ; y siempre presenta las más elegantes formas. El estipe pertenece a los vegetales monocotiledones, es característico de la familia de las palmeras, como el coco (cocos nucifera ), los cachipaes (bactris gachi- paes), la palma de cera (ceroxilon andicola), etc. La estructura del estipe difiere mucho de la del tronco; su parte más dura es la exterior, y la más blanda ocupa el centro: está for- mado por hacecillos de fibras anastomosadas que se dirigen longitu- ps ú £ TRATADO. ELEMENTAL DE BOTÁNICA | 53 del estipe, brota todos los años una yema nueva que va a y aunke 1 altura ; por consiguiente, en el estipe como en todos los vegetales a el crecimiento se efectúa a la inversa de los dicoti- - ledones, esto es, del centro a la circunferencia, por cuya razón se les ha llamado plantas endógenas. El tallo esbelto, desnudo y coronado por un penacho da hojas, de los helechos arborescentes (cyathea especiosa, C. villosa, etc.), se ase- 'meja mucho al estipe de los monocotiledones; sin embargo, existe _ entre unos y otros mucha diferencia en su estructura interna. En los - helechos, al rededor de una medula abundante, están colocados haces 23 “fibrosos muy voluminosos que se entrelazan de tal manera que, al practicar un corte horizontal, presentan sus secciones los más capri- E chosos dibujos. En las palmeras nada de esto sucede: los haces fibro+ É de sos, muy delgados, siguen constantemente una dirección vertical, 100 La caña es un tallo herbáceo, por lo común cilíndrico, con mu- cha frecuencia hueco o acanutado como en la cebada (hordeum vul- - garis), en la-avena (avena sativa), etc.; otras veces es lleno como en el maíz (zea maíz), en la caña de azúcar (sacharum o/ficínarum), etc., casi siempre es simple, y rara vez, como en la guadua (bambusa gua- 8 dua), es ramoso; de trecho en trecho está provisto -«de nudos .que, cuando el tallo es hueco, marcan los tabiques horizontales que lo di- -—viden; de ellos nacen también las hojas, cuyos pecíolos se hallan en- vueltos en vaina. La caña pertenece a los monocotiledones, y por lo E tanto, su desarrollo se efectúa también de adentro hacia afuera; es característico de las gramíneas y de las ciperáceas, y en estas últi- ho mas afecta con frecuencia la denala triangular. IV El rhizoma o cepa es un tallo subterráneo, horizontal u oblicuo, de cuyo extremo y cara superior se desprenden los tallos aéreos y las hojas, y de la cara inferior nacen las raíces; son más O menos carno- sos, cilíndricos o cónicos y provistos de anillos. El lirio (ris germa- nicum), el cartucho y todos los individuos del género arum y otras muchas plantas monocotiledones tienen de esta clase de tallos, 24 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ y El tallo, propiamente dicho, pertenece por lo común a los yege- tales dicotiledones, es más o menos largo, herbáceo o subleñoso, y . algunas veces, cuando por la edad adquiere la consistencia de la madera, es leñoso. En esta clase se agrupan todos los tallos que no están comprendidos en las ya descritas; abraza, por consiguiente, for- mas y tamaños muy diferentes. : Según su duración, los tallos se dividen en anuales, bienales y peremnes 0 vivaces, según duren uno, dos o más años. Por su dirección, se dividen en decumbentes, si son tendidos sobre la superficie del suelo sin echar raíces; rastreros, cuando estando ten- didos enraízan por sus nudos, como en algunas ericáceas; cundidores, cuando rastreros producen hijos largos que enraízan dando origen a una nueva planta, como en la violeta (viola orodota ), en la fresa (fragaría vezca), etc.; trepadores, los que suben sobre otro cuerpo por medio de órganos asidores o de raíces aéreas, como la vainilla ( V. olanifolia), el agraz (vitis labrusca), la granadilla (passiflora ligu- laris), etc. ; volubles, los que suben sobre otro cuerpo, arrollándose sobre él constantemente, ya de derecha a izquierda, y entonces se lla- man volubilis dextrorsus, como en los -convólvulos, ya de izquierda a derecha, volubilis sinextrorsus, como en la habichuela (phaseolus vulgaris), y es de notarse que semejante dirección es tan fija que no puede cambiarse sin que la planta la adquiera otra vez, y con fre- cuencia sucede que muere cuando tropieza con un obstáculo insupe- rable. Según su textura, podrá ser el tallo: fibroso, como en el lino (£. usilassisimum ); carnoso, como en la penca tuna (opunta tuna ); lleno si no tiene cavidad, como en las rosas; fistuloso, si es hueco, como en la guadua (bambús guadua), en el arboloco (polymnia piramidal:s), etc.; espon'oso, si es fácil de comprimir, como en los juncos. Según su forma, se divide el tallo en cilíndrico, como es la ma- yor parte de los vegetales; ovozde, si tiene la forma de un huevo, como en muchos cactus; triangular, como en algunas ciperáceas ; cuadrangular, como en el amarrabollos (chetogastra gigantea); acanalado, si está surqueado; articulado, si de trecho en trecho tiene nudos por donde se parte con facilidad, como en los claveles (dian- thus caryophallus). E dec] ER yy ELA FR E EA ER TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 25 Según la superficie, el tallo puede ser /iso si no tiene asperidades; lamptiño, si carece de pelos; pubescente, si está cubierto de pelos sua- ves y distintos; piloso, si los pelos son largos y poco numerosos; hur- suto o hispido, si los pelos son cortos y duros, como en la borraja (borago officinalis) ; picantes, si la picadura de los pelos causa esco- zor, como en la ortiga (urtica urens); en el ojo de venado (dolychos pruriens); erizados, si está cubierto de aguijones o de espinas, como en la rosa, la zarzaparrilla (smilax zarzaparrilla), etc. ; embudado, el compuesto de partes, de las que las superiores parecen encajar en las inferiores, como en las equisetáceas. El tallo puede ser sencillo si no se ramifica, o ramoso si se subdivide en ramas; si siempre se di. vide en dos se llama dichotomo, como en las guascas (gallinsoga di- chotoma) ; si es en tres se llama tricotomo, como en el género nerium. El tallo sirve a la planta como de vía para el paso de la savia a las ramas, a las hojas y a las flores y frutas. De él se saca el carbón; la hulla o carbón mineral está formada por la lenta descomposición - de los tallos colosales de los helechos, cicadeas y de otras plantas que” vivieron en épocas geológicas muy remotas. De él se sacan el cáña- mo, el lino, la pita, el fique y otras fibras que la industria aprove- - cha constantemente ; otros tallos producen la cera vegetal; de los endebles se fabrican cestos y otros artículos económicos; y hay vege- tal, cuyo tallo es de primera necesidad para el habitante de ciertas comarcas, como sucede con la guadua en nuestras tierras calientes, que se utiliza como primer material para la construcción de una casa, y hasta para hacer de él las vasijas del menaje doméstico. Del tallo se extraen la quina, el guayaco y mil sustancias más que aprovecha la medicina, y todos, en fin, hacemos constantemente uso diario de tan preciosa parte del vegetal, CAPITULO III TUBÉRCULOS, BULBOS Y YEMAS I Tubérculos—Se da este nombre a unos cuerpos más o menos gruesos, de forma y color muy variados, que se desarrollan en la raíz y rara vez en el tallo de algunos vegetales. Son formados por - una masa de fécula cubierta por una membrana delgada en cuya su- 26 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ perficie se ven los gérmenes, llamados vulgarmente ojos, que alimen- tándose de la fécula contenida en el tubérculo, se desarrollan y pro- ducen nuevos individuos, como sucede con la papa (solanum tubero- sum), con el ñame (dioscorea alata), etc. Las masas feculentas en que faltan estos gérmenes sólo se consideran como raíces tubérculosas, pues son característicos de los tubérculos. Se distinguen de la raíz, en que son susceptibles de tomar el color verde por la influencia de la luz, y por lo general, su desarrollo se promueve por la oscuridad. Todos los tubérculos se aprovechan como sustancias alimenticias. II Se da el nombre de bulbo a unos cuerpos escamosos, de figura por lo regular ovoidea o redondeada, propio de las plantas monoco- tiledonas, y que, separados del vegetal, tienen la facultad de produ- cir individuos idénticos a aquellos de que se originan. Propiamente hablando, los bulbos son los tallos de muchos vegetales, como la ce- _bolla (allium cepa), los tulipanes, etc. El bulbo está formado por un disco orbicular y plano, que forma el tallo propio de estas plantas, lleva por la parte inferior las ralces, y por la superior la base de las hojas. Se compone de tres partes dis- tintas: la superior, formada por escamas más o menos distintas y su- culentas, que proporciona el alimento a la parte mediana que con- tiene adormecido el germen, que luégo debe desarrollarse; la parte inferior da nacimiento a las raíces. Los bulbos se dividen, según su estructura, en tunicados, si están formados por escamas grandes, que se envuelven enteramente, como en la cebolla común; en escamosos, si las escamas son pequeñas y están libres por los lados, y la base de las unas está cubierta por el ápice de otras, como en el jacinto; en sólidos o macizos, cuando es- tán formados por una masa homogénea, sin que se distingan las ca- pas concéntricas, como en los gladiolos. Además, los bulbos son sencillos, si, como la cebolla común, es- tán formados por un solo cuerpo, y compuestos, cuando están forma- dos por la reunión de varios grupos de bulbos, como en el ajo (allium sativum). Los bulbos se pueden considerar como intermediarios entre el embrión y la yema. - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 27 vr : 100 Las yemas son aquellos botones escamosos que encierran los ru- dimentos de nuevas hojas y flores que deben desarrollarse mediante ciertas circunstancias. Las yemas son terminales, si nacen de la axila de las hojas o fue- ra de ella, pero en condiciones normales; y adventivas o fortutas, las que sólo se desarrollan mediante ciertas circunstancias especiales y después de que se han destruído las otras. Estas yemas pueden apa- - recer en las raíces, lo que nunca sucede con las terminales. - Las yemas que sólo producen hojas se llaman foliferas ; las que sólo tienen flores, froliferas; y mixtas cuando contienen hojas y flores. Las hojas pueden hallarse colocadas en las yemas plegadas o arrolladas. Las plegadas pueden ser : reclinadas, cuando el vértice de la hoja se inclina sobre la base ; y conduplicativas, cuando la mi- tad derecha está plegada sobre la izquierda, conservándose recta la nervadura. Las arrolladas pueden ser : convolutas, cuando están en- rolladas a manera de cartucho, como en la chisgua; supervolutivas, si arrollándose la una mitad hacia adentro, se arrolla la otra sobre ella en sentido inverso, conservando recta la nervadura ; revueltas, si tienen los bordes arrollados hacia fuera como en la romaza (ru- mezx-patientia), en el romero (rosmarinus officinalis); circinadas, cuando están arrolladas sobre su eje de arriba a abajo en la forma de un báculo, como los helechos. Todas estas modificaciones gon cons- tantes en las mismas especies. En las zonas templadas el desarrollo de las yemas se efectúa en una época fija, al principiar la primave- ra; y están provistas de escamas más o menos grandes que las pro- tegen del excesivo frío del invierno ; entonces se llaman escamosas ; en los países intertropicales, por lo regular, no sucede nada de esto, y las hojas se hallan casi en estado perfecto de desarrollo, y las ye- mas se llaman foliáceas. Se da el nombre de turvones a las yemas de las plantas que no son vivaces, cuyo tallo aéreo muere cada año, saliendo la yema de debajo de la tierra, como en el espárrago (asparagus officinalis) ; también se da este nombre a las yemas de las rhizomas, como suce- de en la guadua, 28 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ CAPITULO IV DE LA HOJA EN GENERAL I Las hojas son aquellas expansiones, por lo regular membrano- sas, planas y casi siempre verdes, que naciendo de los nudos vitales del tallo y de las ramas, forman uno de los principales adornos del reino vegetal. Están formadas por un hacecillo de fibras, que dividi- das y anastomosadas entre sí, forman una red llena por un tejido celular, casi siempre verde, y que ha recibido el nombre de paren- quima. La hoja no es simplemente un órgano de adorno en la plan- ta, ella está destinada a desempeñar muy importantes funciones fisio- lógicas, como veremos luégo al tratar de la nutrición, en que hacen el papel de pulmones del reino vegetal. | En la hoja hay que distinguir dos partes : la una es el hacecillo de fibras, más o menos largo, que se desprende del tallo haciendo el papel de sustentáculo y se llama pecíolo ; la otra es la parte mem- branosa y aplanada, formada por la división de las fibras del pecfo- lo, que ha recibido el nombre de limbo ; el vértice del ángulo agudo, formado por el pecíolo y el tallo, se llama axila. Las hojas provistas de pecíolo se llaman pecioladas, así son las de la mayor parte de los vegetales; cuando el pecíolo falta y el lim- bo está directamente aplicado sobre el tallo, se llama ses! o sentada, como en el lino ; el pecíolo puede afectar formas muy variadas ; casi siempre es cilíndrico, otras veces es comprimido, acanalado y otras alado, como en el naranjo (citrus auriantium), esto es, cuando se en- sancha en la parte media y se adelgaza en los extremos. Cuando el nudo vital de que se desprende el pecíolo es muy grande, éste en- tonces abraza por su base casi todo el tallo, y se llama amplexicaule como en el ababol (papaver rhwas) si se adelgaza en el vértice; si el ensanchamiento continúa hasta el limbo, la hoja se llama enva:- nadora, como la de las gramíneas ; cuando el limbo aborta o se des- arrolla muy poco y el pecíolo hace las veces de hoja, se llama filodio. Para la formación del limbo el pecíolo se divide directamente en varias partes simétricas, y casi siempre conserva su línea mediana, que forma la más gruesa de ellas y que divide la hoja en dos partes : TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 29 iguales; ésta recibe el nombre de costilla o nervadara mediana, y las otras se llaman simplemente nervios. Muchas veces sucede que al ramificarse el pecíolo no conserva una verdadera línea mediana, otras sucede que se forman dos, tres o más, según la forma de la hoja. Cuando al partir de la base del limbo no se ramifican los ner- vios, sino que continúan a lo largo de la hoja, conservándose a igual distancia unos de otros, se dice que son paralelos y la hoja retiner- via, como en el lirio común y en la mayor parte de los monocotile- " dones; cuando los nervios se subdividen en el limbo se llaman ra- MOSOS, y sise envían ramas de comunicación son anastomosados, como en la mayor parte de los dicotiledones. Cuando la continua- : ción del pecíolo forma la costilla, que divide la hoja en dos partes bo iguales y de cuyos lados se desprenden los nervios secundarios como 3 las barbas de una pluma, se llaman los nervios pinnados y las hojas pentinervias, como en los plátanos (musa paradisíaca, etc.), en la chisgua (canna indica). Cuando de la base del limbo salen varios nervios primarios, di- vergentes, se llaman palmeados y la hoja es palminervia, como en las malvas, pero los nervios secundarios siempre tienen una dispo- sición pinnada. Cuando las nervaduras longitudinales están encorvadas sobre la costilla, se llama la hoja curvinervía; esta disposición es característi- ca de la familia de las melastomáceas, como en ia esmeralda, el siete- cueros, etc. a | Si la costilla desaparece antes de llegar al ápice del limbo, se lama la hoja pedatinervia. EOS. La estructura anatómica de la hoja es la misma que la del tallo. La posición relativa que conservan los elementos fibro-vasculares 28 que del tallo pasan a la hoja, demuestran claramente que el limbo puede considerarse como un tallo aplanado, cuyas fibras y vasos se ha extendido, dando más ensanche al desarrollo del tejido celular o parenquima. En efecto, en el limbo de la hoja, la parte superior o interna de los nervios presenta como el tallo, tráqueas, vasos raya- dos o puntuados y fibras leñosas, que son los elementos del leño o madera, mientras que la cara inferior o externa tiene vasos laticífe- ros y fibras corticales, es decir, una estructura análoga a la de la 3 corieza. 30 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ En el estudio del limbo o parte constitutiva de la hoja hay que considerar: la base, que es la parte que mediata o inmediatamente la une con el tallo; el ápice, o parte diametralmente opuesta a la base; el margen, o sea la línea ficticia que lo limita ; y dos caras, de las cuales hay una que siempre mira a la luz y es la superior, la otra mira al suelo o al eje del vegetal, y es la inferior. La cara superior es más verde o menos oscura, casi siempre lisa, lustrosa, como bar- nizada, de epidermis más adherente y es la que sirve para la exha- lación y transpiración de los fluídos que no necesita la planta. La cara inferior es más áspera, de un color mate y más oscuro, y espe- cialmente sirve para la absorción. La estructura fisiológica de am- bas es enteramente diversa y hasta la forma y disposición de las cel- dillas de la clorofila es diferente en la una y en la otra. Ambas caras ofrecen poros o boquillas rasgadas, llamadas stomates, provis- tas de sus correspondientes válvulas o esfíncteres, susceptibles de abrirse por la acción de la luz y del calor, y de cerrarse por la in- fluencia de la humedad. Los estomates son más abundantes en la cara inferior que en la superior, carecen de ellos las hojas de las plantas sumergidas, y aquellas que nadan en el agua sólo tienen en la cara superior, que es la que está bajo la acción del aire atmos- férico. Las hojas son simples o compuestas. Las hojas simples son aquellas cuyo limbo forma con el pecíolo una sola pieza, como las del aguacate (persea gratisima), las del eucalyptus, etc., y no se pueden separar sin desgarrar una de las dos piezas. En ellas el limbo puede ser hendido más o menos pro- fundamente, como en las curubas, pero siempre forma un todo continuo. La hoja compuesta tiene una estructura muy diferente de la sim- ple: está formada por varias hojitas distintas, reunida sobre uno o varios pecíolos; se puede arrancar una de ellas sin que sufran en lo mínimo las demás. En estas hojitas o folíolos, al separarse su haceci- llo fibroso, que hace de pecíolo secundario, del nervio o costilla co- mún, se comporta exactamente como éste al separarse del tallo o rama; así es que la hoja compuesta tiene todo el aspecto de una ra- mita de hojas simples, como se puede ver en las hojas de muchas leguminosas, como el chocho (erytrina corallodendron), la guama (inga vera), el campeche (hematoxylon campechtanum), etc., y en otras muchas plantas. Il Hoja simple—Nada hay más variable que la forma y disposi- ción de las hojas, y no existen dos especies vegetales en que sean exactamente iguales; hay plantas en que son diferentes las del mismo tallo, tales son el cadillo (triumpheta heterophylla), la roma- za (rumez patientia), los eucalyptas, etc. La hoja sencilla puede ser considerada desde diferentes puntos de vista: 1.9 Según el medio que ocupan, pueden ser aéreas, como en la mayor parte de los vegetales, y acuáticas, las que siempre están su- mergidas en el agua. 2.2 Según su posición relativa : opuestas, si nacen de dos puntos diametralmente opuestos y sobre el mismo plano horizontal, como en la salvia (salvia officinalis), en el café (coffea arábiga), etc.; al- ternas, si nacen en distintos puntos del tallo, a distancias casi ¡gua- les, y sin estar colocadas en el mismo plano horizontal, como en la chirimoya (anona chirimoya), en la borraja (borago officinalis), ete.; A se llaman dísticas, las alternas que forman dos carreras opuestas ; cruzadas, cuando dos pares de hojas opuestas están colocadas en el mismo plano horizontal, como en algunos euforbios ; esparcidas, las Eo que están sin orden dispersas en el tallo y no afectan disposición 3 particular ; verticiladas, las que en mayor número de dos están co- | locadas al rededor del tallo sobre un mismo plano, como en muchas y rubiáceas; y se llaman ternadas, cuaternadas, quinadas, etc., según que el verticilo esté formado de tres, cuatro, cinco o más hojas; cuan- do dos hojas salen del mismo punto del tallo, como en algunas especies del género phisalys, se llaman mellizas ; las hojas alternas que están - muy próximas, como en el llantén (plantago mayor), en la pita - (agave americana) se llaman arrosetadas ; cuando se hallan reuni- das en el vértice del tallo, formando como un ramo, se llaman corona- ES - das, como en el papayo (carica papaya). 3.2 Según.la base, puede ser la hoja entera o escotada ; cuando r: la base rodea todo el tallo, de modo que parece traspasada por él, 8 - se llama atravesada ; se dice que la hoja es unida, cuando opuesta Do y sin pecíolo se une a la de enfrente, como en las guascas; escurrida, cuando, sin pecíolo, parece prolongarse su base en el tallo a manera de alas, . ¿ 32 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ 4.2 Según los bordes pueden ser : entera, si el borde es continuo, sin ofrecer senos ni incisiones de especie alguna, como en el gaque (clusía aluta); dentada, la que presenta dientes agudos, como la or- tiga (urtica urens) ; doble dentada, aquella en que cada diente prin- cipal ofrece otros parciales; ¿ncisa, la que tiene dientes grandes con senos agudos intermedios, como en el árbol del pan (artocarpus in- cisa) ; lobada, si tiene senos agudos que separan partes salientes re- dondeadas; cada una de estas partes se llama lóbulo, y la hoja reci- be el nombre de bilobada, trilobada, cuadrilobada o multilobada, se- gún el número de lobos que tenga, y según también la disposición de los nervios se llama palmilobada o pennilobada ; hendidas son “aquellas en que las partes salientes son agudas, como en la higueri- lla (ricinus comunis), llamándose bífida, trífida, etc., según el nú- mero de divisiones que tengan. Cuando los recortes penetran hasta más allá del centro de cada semilimbo se dice que la hoja es parti- da, y puede ser bipartida, tripartida, como en algunas curubas, o multipartida, y según la disposición de los nervios reciben el nom- bre de pinatipartida, como en la altamisa, o de palmipartida, como en la fresa. Cuando el borde de la hoja está cubierto de pelos se dice que es pestañosa o ciliada, y si los dientes están terminados por puntas duras y agudas, se llama espinosa. A la hoja pinatipartida o lobada que termina por un recorte redondeado mayor que los otros, se le llama lirada, como en la cerraja (zonchus cerraja). 5" En cuanto al ápice, la hoja puede ser: obtusa, si su vértice es redondeado, como en la violeta; aguda, si termina en punta; acuminada, si la punta proviene de la curvatura entrante de ambos bordes, como en el matico (piper matico), y en otras piperáceas. 6.2 Según la superficie puede ser: lisa, si, como en el gague, no tiene desigualdades de ninguna clase ; lampiña o glabra, si no tiene pelos, como en la chisgua/canna lutea), en el plátano (musa), etc.; cuando está cubierta de pelos recibe el nombre de vellosa, se- dosa o lanosa, según la naturaleza de los pelos; cuando éstos son tiesos y punzantes, como en la borraja (borago officinalis), se llama hispida; cuando es áspera al tacto, se llama escabrosa, como en las salvias; viscosa, si se halla cubierta por una exudación glutinosa, como en la pegapega (bejaria glutinosa). 7.2 Según la forma, es la hoja: circular, cuando el margen se aproxima a un círculo como en la capuchina (tropelum majus); oval, si el limbo tiene la forma del corte longitudinal de un huevo, como > 0 TRATADO ELEMENTAL DE BUTÁNICA 33 en el icaco (chrysobalanus caco); cordiforme, si tiene la base par- - ida en dos lóbulos redondeados y la punta aguda como en el achio- - te(bizaorellana), enla violeta, etc.; reniforme, si tiene la base como me en la anterior, pero con el ápice redondeado, de modo que presenta ' 33 laforma de un riñón; a/lechada o sagitada, cuando la base está divi- - «didaen dos lóbulos agudos y los bordes son rectos, como en el género e 43 E sagitaria, en los arums, etc.; oblonga, cuando es elíptica, larga y an- gosta, como en el plátano; lanceolada, es la oblonga que termina en punta como en muchas quinas ; espatulada, cuando es angosta en la base y ancha en el ápice, como en el totumo (crescentia cujete); | dinear,cuando es muy larga y delgada; acintada, la que es más an- 0 cha que la linear, como las de las gramíneas; acicular, la delgada, fuerte y terminada por punta aguda como en los pinos. P9 y Según su consistencia pueden ser: herbáceas, como las de casi po todas las yerbas; coriúcea, cuando es espesa y dura, como en el Eos laurel, en el eucalyptus, etc; carnosa, cuando es gruesa y llena de jugos, como en los cactus, en la zábila (aloes vulgaris). > 28 El color de las hojas es por lo general verde, y cuando tienen otro metiz distinto se llaman coloradas; si tienen un verde mar ME como en la cul, se llaman glaucas o garzas; se llaman manchadas las que tienen manchas de distinto color, como en el arum macula- 4 - tum; cuando ambas caras tienen el mismo color, se llaman concolo- ras, como en el durazno; y discoloras cuando, como en el guarumo A . . . - (cecropta peltata), tiene una cara color diferente del de la otra. > HI La hoja compuesta es aquella en que el pecíolo, llamado raquis, leva más de un limbo distinto. Sin embargo, en el naranjo (citrus ER el raquis no lleva sino un solo limbo y también pertene- - cea las hojas compuestas, porque ambas partes no forman un todo continuo sino que el limbo está articulado al pecíolo. En la hoja 3 compuesta, cada hoja secundaria, llamada foliolo, es enteramente “independiente, y se puede desgarrar sin afectar en nada el tejido de ] y Z las otras. Cada uno de los foliolos puede estar aplicado directamen - te sobre el raquis común, siendo sesil, o llevar su correspondiente Daciolo, llamado peciolillo. 3 Las hojas compuestas afectan, respecto de la división del pecío- do, las mismas disposiciones que las simples; esto es, puede el ra- a 34 CARLOS CUERVO -MÁRQUEZ quis dividirse en su extremidad en dos o más pecíolos, cada uno con. su limbo, teniendo la forma palmeada o la forma radiada; y otras: veces puede dividirse lateralmente, teniendo entonces la forma pinna= da. Atendiendo a esta disposición, las hojas compuestas se han di. vidido en tres secciones, abrazando cada una de ellas una de las cla- ses anteriores. La hoja compuesta se puede considerar como una hoja sim-=: ple modificada ; sirviendo de intermediarias entre estas dos formas las hojas partidas, lobadas, etc. Por ejémplo, la hoja simple del ster-- culia carthaginensis es palmatinervia y con cinco lóbulos, pero si por una causa cualquiera se destruye el parenquima que une las cinco costillas correspondientes a cada lóbulo, tendremos que cada uno de éstos viene a ser una hoja distinta o foliolo colocado en la punta del pecíolo que sería el raquis, convirtiéndose en una hoja compuesta, semejante a la del boabad (adansonia digitata), que tam- bién tiene la forma palmeada: ambas plantas son de la familia de - las bombáceas. La hoja del alfiler (herodium cicutarum) sirve como ejemplo de una forma intermediaria entre las hojas simples penni- nervias y las compuestas pinnadas. Este hecho es más evidente: cuando se observan las anomalías que ofrece la zarzamora, por ejemplo, cuando por un desarrollo exuberante se' unen los tres últimos foliolos, viniendo a formar una sola hoja simple tripartida. Una cosa idéntica sucede con la rúchica y con otras plantas del gé- nero psoralea. La primera sección de las hojas compuestas comprende las ho- jas formadas con fibras pinnadas. A esta sección se refieren: 1.2 Hojas pinnadas, que son aquellas sobre cuyo pecfolo común o raquis están aplicados los peciolillos laterales que llevan los folio-- los directamente, como en la rosa, en la haba (vicia fava); 2.2 Hojas bipinnadas, cuando el raquis se bifurca y cada uno de éstos lleva sus foliolos laterales, como en la sensitiva (mimosa pú dica); y 3.2 Hojas trapinnadas, cuando el raquis se bifurca dos veces y la. última ramificación lleva los foliolos. La segunda sección comprende las hojas compuestas de fibras. ¿palmeadas, como en el trébol (trifolvum pratense) ; y La tercera sección comprende las hojas compuestas de fibras ra» dadas. A a O SON >El Dl O e e k TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 35 ] El señor Richard divide todas las hojas compuestas en dos E > - grandes secciones: las digitadas y las pinnadas. 4 $ 1.2 Las digitadas, que comprenden las palmeadas y radiadas de la clasificación anterior, esto es, cuando los foliolos parten de la ex- tremidad del raquis, y se dividen en articuladas, cuando sólo hay un foliolo articulado al pecíolo, como en el naranjo (cztrus auran- tium); bifoliada o hermanada, cuando son dos hojuelas las que na- cen del ápice del raquis; trifolvada, si son tres, como en el gandú (cajanus indicus), en la picapica (dolychos altisímus); cuatrifolia- da, si tiene cuatro; cuando tiene cinco foliolos, se llama d:gitada, -comoen el castaño americano (pachira insignis), en el boabad (adansonia digitata); cuando pasa de cinco foliolos, recibe el nombre de multifoliada, como en el género lupinus (chochitos blancos). 2. Las hojas compuestas pinnadas son aquellas en que los fo- liolos nacen a lo largo del raquis; y según la disposición de los fo- liolos; son alternas como en el barbasco matapez (piscidia carthagi- nensis), en la ciruela amarilla (spondias lutea), u opuestas como en el nogal (juglands cinerea), el guayaco (guayacum officinalis), etc. En las hojas alternas se distinguen las b:foliadas, trifoliadas, etc., según el número de hojuelas de que consten, y en las opuestas se aman biyagadas, triyugadas, etc., según el número de pares que 3 las furmen. En las hojas conyugadas puede suceder que el raquis + termine por una sola hojuela, como en el añil (¿ndigofera tinctoria), enla rosa etc., y entonces se llama la hoja imparipinada o sin par; cuando en el caso contrario, el raquis termina por un par de hojue- 9 las, como en el guayaco, en el tamarindo (tamarindus occidentalis), 3 en las pionías (abrus precatorius), etc., la hoja recibe el nombre de 3 paripinada o en par. Cuando las hojas están compuestas de foliolos ¿q Y grandes y chicos, alternativamente se llaman ¿nterpoladas. yo La hoja compuesta puede alcanzar aún varios grados de des- 5 composición, constituyendo entonces la hoja descompuesta, esto es, cuando el raquis, en lugar de llevar inmediatamente los foliolos, se subdividen en nuevos pecíolos que a su vez sostienen las hojas, lla. madas pínulas. La hoja descompuesta puede ser: 1.2 Digito-pinada, cuando de la extremidad del raquis se des- prenden peciolos digitados que llevan hojuelas pinadas, como en la sensitiva (mímosa púdica) ; . 36 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ 2.2 Bipinadas, cuando los peciolos secundarios son pinados so- bre el raquis y a su vez llevan hojuelas pinadas, como en el cují o paugil (acassia farnesiana); y 3-2 Hojas sobre descompuestas, que son aquellas en que los pe- ciolos secundarios se dividen en pecíolos terciarios que llevan las hojuelas, como en muchas plantas de la familia de las umbelíferas. CAPITULO V ESTÍPULAS Antes de entrar en el estudio de la disposición de Jas hojas so- bre el eje del vegetal, vamos a tratar de unos órganos relaciona» dos muy estrechamente con las hojas, y que cuando las acompañan parecen no formar sino una parte de ellas. Estas son las estípulas, que son unos apéndices membranosos, filiformes, escamosos o foliá- ceos, quese presentan en la axila dela hoja o a los lados del pecíolo. Son propios de los vegetales dicotiledones, y su existencia es tan persistente, que llegan a ser caracierísticos para la clasificación de muchas familias. La mayor parte de las plantas están dotadas de estípulas, pero no se les puede observar fácilmente, ya por su pequeñez o por vivir muy poco tiempo. Se llaman persistentes cuando viven tanto como la hoja, como en el pensamiento (vzola tricolor), y cuando mueren antes se las llama caducas, como en el sauce (salíx babilónica). Cuan- do las estípulas están colocadas a uno y a otro lado del pecíolo se llaman laterales, como las de la rosa, y entonces pueden ser libres como en el pensamiento, o solda las al pecíolo (peczolares), como en la misma rosa; y cuando nacen de la axila de las hojas se llaman axilares; tanto las axilares como las peciolares pueden rodear completamente el tallo o la rama, y entonces reciben el nombre de ocrea, y es un carácter distintivo de la familia de las poligonáceas, como la romaza. j Con mucha frecuencia se observa en las gramíneas, que en el punto en que el limbo se separa del pecíolo, existe una membra- nita transparente, colocada a manera de tapa en la vaina formada por el pecíolo; se la considera como estípula, a pesar de pertenecer a los monocotidelones, y se le ha dado el nombre de /igula ; puede ser entera o escotada y la mayor parte de las veces dividida simé- tricamente en dos partes laterales. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 37 CAPITULO VI FILOTAXIA Las hojas presentan siempre su cara interior o has a la luz, mientras que la exterior o envés mira constantemente al suelo; es- tas posiciones son indispensables para el desempeño de las impor- tantes funciones fisiológicas a que cada cara está destinada en el fe- nómeno de la vida de las plantas. Esta tendencia de las hojas es tan pronunciada, queescapaz de superar muchos obstáculos para lograr su posición natural, y si se la contraría, la hoja muere antes que acostumbrarse a otra posición. Las hojas de un vegetal no están regadas al azar sobre sus ra- mas. Esto sería incompatible con la armonía que reina en la natu- raleza, y que aun para los más pequeños detalles tiene leyes fijas e invariables que jamás podrán fallar. El ramo de la. Botánica que trata dela disposición general de las hojas, etc., sobre el eje, es el que se denomina /ilotaxta. En la mayor parte de los vegetales las hojas son alternas, y en muy pocos, relativamente son verticiladas. El vertícilo es la reunión de dos o más hojas sobre un mismo plano horizontal. En las plantas de hojas verticiladas, están colocados los verticilos a una distancia casi exactamente igual; pero las hojas que los forman no cubren a las de los verticilos inmediatos de arriba y de abajo, sino a los que les siguen a éstos: así pues, cuando el verticilo está formado por dos hojas simplemente opuestas, éstas están cruzadas con las de los verticilos inmediatos, de manera que en el tallo las hojas están co- locadas en cuatro series longitudinales, y vista su inserción verti- -calmente, presenta la forma de una cruz o de una X; si el verticilo consta de tres hojas, éstas estarán colocadas en seis series longitudi- nales; si las hojas son cuatro, las series serán ocho; aumentando así los radios de la estrella ideal que tiene por centro el del tallo. Más complicada es la disposición de las hojas alternas. Si en una rama de durazno, por ejemplo, se toma una hoja cualquiera como punto de partida, se verá que más arriba o más abajo, la ra- ma lleva otra hoja colocada exactamente encima o debajo de la que se ha tomado, y que en el intermedio hay cuatro hojas más, diver- samente colocadas en espiral, y así sucesivamente, de tal suerte 2 lis A A O TNA e A 57 A A E . 38 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ que la hoja 7.* corresponde con la 2*, la 8.* con la 3.?, hasta que la . 11." corresponde con la 6? y otra vez con la 1?. Si las hojas com- prendidas en una vuelta de la espira, descendiesen sobre el mismo plano, formarían un verticilo. En otros vegetales sucede que en lugar de ser la 6.* hoja la que corresponde sobre la 1? es la 9.* y en otros es la 14.*, lo que da se- ries de ocho o de trece hojas. y También se observa que los nudos vitales de donde nacen las hojas alternas están separados unos de otros por iguales partes de la circunferencia del tallo. El caso más sencillo en las hojas alternas es el que presentan cuando están colocadas en ambos lados del ta- llo, de tal manera que la hoja 3.* está colocada sobre la 1?, la 4? so- bre la 2.*, etc., de suerte que todas están colocadas sobre dos líneas verticales, equidistantes y separadas una de otra por una semi- circunferencia, como en el cacao (theobroma cacao); las hojas así dis- puestas se llaman dísticas. En otras plantas, en especial monocotidelones, en lugar de dos, son tres las hojas que están colocadas en una vuelta de espira ; en- tonces, la /.* hoja es la colocada sobre la 1?, la 5? sobre la 2?, etc., de suerte que las hojas están colocadas en tres líneas verticales y cada una de éstas separada por un tercio de la circunferencia del tallo ; se llaman trísticas las hojas así dispuestas. La disposición más frecuente es aquella en que se sobreponen en series de cinco en cinco, como en el durazno; entonces están las hojas colocadas sobre cinco líneas longitudinales paralelas y separadas unas de otras por un arco equivalentes a '/, dé la circunferencia del tallo ; pero aquí hay una modificación importante, y es que la espi- ral que pasa por los puntos de inserción de las hojas no da una sola vuelta al rededor del tallo entre dos hojas que se cubren, sino que da dos vueltas, de modo que las hojas distan de las inmediatas que les siguen o preceden ?/; de la circunferencia. A esta disposición se da el nombre de guincuence. Se da el nombre de ciclo a un sistema de hojas en el cual, des- pués de una o varias vueltas de espira, seencuentra una hoja so- brepuesta a la que sirvió de punto de partida y que comienza una nueva serie. En el cielo no solamente se debe considerar el número de hojas, sino también el de vueltas que da la espira en que están colocadas las hojas. xa , DO. ELEMENTAL , DE BOTÁNICA q > qn 8 po E EA ) “arco que separa las líneas de inserción. En las hojas dísticas no ay ángulo porque las separa media circunferencia : su inserción se presa, pues; por la inacción $ L; en las trísticas las dae un tercio le ¿ee de vueltas de la espira y por Aedo atlado? el número de hojas ¿4 - del ciclo. En consecuencia, la expresión de un ciclo es idéntica a la po fracción del ángulo de divergencia. Los ciclos de las hojas dísticas, trísticas y quincuences no son Jos únicos que existen; en los vegetales hay una serie numerosa de 8 «ciclos más complicados y derivados, ed leyes matemáticas Inva- 3 riables. En las fracciones anteriores, 3, 4 y ?/; que ya conocemos, se tiene que la última ?/; es la suma de los términos de las dos ante- riores; sumando ahora los términos de las fracciones 3 y 2/5 se tiene 3, repitiendo la operación «con ?/s y ¿ se obtiene < y dl así, se obtiene la serie siguiente : ADS, ib 8 18 21 34 El == =--=- --—-= etc. 23 39 5> 8> 139 219 34> 55% 89 1445 Estas fracciones indican cabalmente las disposiciones reales que : afectan las hojas de los vegetales, el numerador expresa el número de vueltas de la espira, el denominador, el número de hojas del ciclo, y la fracción, el ángulo de divergencia. También es notable la relación «que existe entre los términos de estas fracciones; así el denominador de la primera, o sea el número de hojas, sirve de numerador, o sea las vueltas de la espira en la tercera, y así sucesivamente. Además de la serie anterior hay otra, aunque menos frecuente, 18 SN > A que parte de las cifras >0 —- — — etc., pues conserva entre sí 2 49 5> 99145 : A las mismas relaciones que la anterior. Bien se comprende que sólo es constante el ángulo de divergen- cia de las tres primeras fracciones, y que en las otras, con mucha E facilidad, se sustituyen los unos a los otros, atendida la mínima di- » - ferencia que los separa, porque avaluados en grados y en minutos, 3 sólo difieren entre sí por un reducido número de minutos; de suerte que basta, para Operar este cambio, una ligera torcedura en una- ¿3 rama, u otra circunstancia semejante. La acción directa de la luz solar sobre las hojas es indispensa- ble para la vida delos vegetales, y para que esta acción se ejerza y ? , A , Lo ERE 40 Ps CARLOS CUERVO MÁRQUEZ convenientemente, es preciso que las hojas se cubran unas a otras. lo menos posible. De las diversas posiciones que hemos estudiado, el caso más desfavorable es aquel en que la tercera cubre a la primera, y sin embargo, atendido el tamaño de las hojas superiores y la incli- nación que puede tener el tallo, ¿s seguro que todas Jas hojas gocen- de la influencia de la luz solar. CAPITULO VII PROPIEDADES DE LAS HOJAS I Movimiento de las hojas—Ya se ha visto que las hojas tienen una tendencia irresistible de presentar al cielo su cara interna; zuando se tuerce una rama de modo que la hoja no pueda tomar esta posición, la recobrá luégo girando sobre su pecíolo. No es este el único movimiento de que son capaces los vegetales. Si se coloca una planta en el interior de una pieza iluminada por una sola ven- tana, se ve que pronto todas las hojas dirigen su cara superior hacia este lugar, que es por donde reciben la luz. Aparte de estos movimientos, las hojas ejecutan otros, también espontáneos, cuyo conocimiento lo debe la ciencia al célebre naturalista Dutrochet, quien habiendo puesto una mata pequeña de arveja en una pieza ilu- minada de un solo lado, vio que tanto la hoja como el zarcillo. que la terminaba, efectuaban ciertos movimientos que pudo deter- minar por medio de indicadores fijos, colocados ya en la punta del zarcillo, ya en la extremidad del pecíolo, y no tardó en reconocer que la hoja y el pecíolo engendraban, por un movimiento general de rotación, un cono cuya cima estaba en la parte inferior del pe- ciolo y la base era la curva descrita por el mismo, en el lugar de inserción de los foliolos. Durante este movimienio, el zarcillo diri- gía siempre su extremidad hacia el fondo de la pieza, huyendo de la luz. La amplitud del movimiento está en relación directa con la temperatura. Muchas plantas son capaces de efectuar movimientos semejantes. Otros vegetales presentan movimientos curiosísimos, muy apa- rentes y que la ciencia conoce de mucho tiempo atrás. Los más no- tables son: la desmodia girans, de la India, que tiene las hojas- TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 41 compuestas por tres foliolos, el terminal mucho más grande que los dos laterales, que son pequeños. Estos últimos están en constante movimiento ; mientras el uno sube, el otro baja, ambos en pequeñas oscilaciones bruscas, como las de un minutero; entre tanto el foliolo grande se inclina ya a la derecha, ya a la izquierda, pero con mo- vimiento lento y continuo. Este movimiento seefectúa durante toda la vida de la planta y en todas las condiciones atmosféricas, solamente que, en los climas ardientes y húmedos, se aviva de tal modo que en la India se ha visto dar a los pequeños foliolos hasta sesenta sacudidas por minuto. Además de los movimientos espontáneos, algunos vegetales tie- nen otros ocasionados por causas exteriores, tales como la sensiti- ya y la atrapamoscas, o dioneza muscípula. Esta última es una plan- ta natural de Norteamérica, tiene sus hojas a flor de tierra y es- tán compuestas de dos partes: la una, alargada y lisa, no tiene na- da de particular; de su ápice se desprende la otra parte, redon- deada, de una consistencia fuerte, y formada de dos placas reunidas por la nervadura a manera de charnela, sus bordes están erizados de pelos duros y en la superficie tienen dos o tres glándulas que Cestilan un licor viscoso que atrae a los insectos. Si una mosca llega a tocarlas, las dos placas se enderezan con velocidad, se juntan y cruzan sus pelos, quedando el insecto prisionero; los esfuerzos que éste hace por recobrar su libertad aumentan la irritabilidad de la planta, que se cierra con mayor fuerza y no abre las placas hasta que cesan los movimientos del animal. La sensitiva (mimosa pudica y M. sensitiva), tan común en nues- tras tierras calientes y tan conocida porsu grande irritabilidad, pues basta la más ligera sacudida, el más ligero soplo de viento, el paso de una nube tempestuosa, el desprendimiento de vapores irri- tantes, el más pequeño contacto para que inmediatamente incline la planta todos sus foliolos, que se imbrican sobre el pecfolo, el cual asu vezsereclina sobre el raquis osobre el tallo, pero al poco tiempo de pasada la causa de su desfallecimiento, la sensitiva se reanima y recobra su antigua posición. De Candolle ha demostrado, por me- dio de ingeniosos experimentos, que la irritabilidad de la sensiti- va no es causa de movimiento local, sino que éste se propaga del foliolo al pecíolo, y de aquí al tallo, y cuando la causa que determi- na el movimiento es suficientemente fuerte, éste afecta a las ramas superiores, sin que les suceda nada a las inferiores, esto es, que el movimiento se propaga en dirección ascendente. 42 El limbo de los foliolos no sufre en el movimiento de la sensi- tiva ; la facultad contráctil reside tan sólo en el punto de inserción de los foliolos sobre el pecíolo secundario, de éste sobre el raquis y de éste sobre el tallo. Estos puntos de inserción corresponden a pe- queñas almohadillas cilindroides, muy visibles ala simple vista y que en tiempo de reposo están infladas en su parte inferior, mien- tras que en estado de irritación experimentan una fuerte tensión en la parte superior; cuando se somete la sensitiva a la acción prolon- gada del movimiento, parece acostumbrarse, pues al fin vuelve a extender sus foliolos como en el estado normal, pero basta un lige- ro descanso para que al comenzar otra vez la acción que la afecta vuelva a replegarse, como al principio. II Sueño de las hojas—Los vegetales, en ciertas horas, y casi siem- pre de noche, presentan un aspecto muy diferente del que tienen en su estado normal ; parecen replegarse sobre sí mismas y descansar. Este hecho, observado por Linneo en una planta, lo indujo a creer que sería general a todo el reino vegetal, y habiendo la experien- cia confirmado su sospecha, no vaciló en darle el nombre de Sueño de las plantas. “Pero es preciso notar, dice de Candolle, que este término sacado del reino animal no representa las mismas ideas en el vegetal. En los animales indica un estado de laxitud en los miem bros y de facilidad de las articulaciones; en los vegetales también indica un cambio de estado, pero la posición nocturna tiene el mismo grado de rigidez que la diurna, y una hoja dormida se rompería al forzarla para que recobrara la posición propia del día.” Linneo quiso clasificar las diferencias de posición que las hojas afectan por la noche. Lo más general es que difieran, según las hojas sean sim- ples o compuestas, y en estas últimas es en las que es más notable la diferencia de posición entre la vigilia y el reposo. Muy variable es la posición de las hojas dormidas. Unas, como el chulco (oxalis orbiculata), dejan caer sus foliolos sobre el pe- ciolo común, mostrando sus caras superiores; igual disposición pre- sentan los chochos del género Lupinus, y por lo general todas las hojas digitadas. En el género (Znothera los foliolos se acercan por la base y por el ápice, formando una cavidad, como cuna.- Los folio- los de las mimosas se imbrican a lo largo del peciolo; otras plan- tas envuelven sus hojas como cucurucho durante el sueño; y mu- cen dormir. Pero lo más singular es que en los vegetales la posición - del sueño recuerda la que tenían las hojas en la yema antes de des- - arrollarse, así como en los animales recuerda la que tenían en el huevo o en el vientre de la madre. La falta de luz es la causa principal del sueño de las hojas, co- mo resulta de los experimentos hechos por De Candolle, sometien= - do plantas dispuestas a dormirse a la luz de lámparas que equivalían ¿ls de la claridad del día sin sol. Variando las horas de luz, con- siguió De Candolle que las plantas durmieran en el día, y por la E a noche, cuando las sometía a la acción de la luz, despertaban. - Hoy apenas tenemos un ligero conocimiento del curioso fenó- meno del movimiento de los órganos del vegetal y su estudio abre nm ancho campo para la observación. CAPITULO VHI —_ÓRGANOS ACCESORIOS Hasta aquí hemos estudiado los órganos que son indispensables - para la vida del vegetal, y que, por consiguiente, con muy raras ex- - cepciones, se encuentran en todas las plantas; pero además de és- tos hay otros que, ya por no serles absolutamente indispensables, E. 0 ya por faltar en muchos vegetales, han recibido el nombre de g7- ganos accesorios, y son: aguijones, espinas, cirros, pelos y glán- - dulas. - Los aguijones o púas son aquellas puntas fuertes y punzantes que tienen algunos vegetales en el tallo, en la nervadura de las ho- jas y hasta en el cáliz de la flor. ¡El aguijón parece formado por vtrículos solidificados por el endurecimiento de los pelos ; siendo la continuación de la parte suberosa de la corteza, no tienen adheren- cia alguna con la madera y se pueden desprender del tronco con mucha facilidad. Los aguijones pueden ser sencillos, como en el ro- “sal, o agrupados, como en el cardón. 44 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ 10 Las espinas son apéndices fuertes y muy punzantes que se dí- ferencian de los aguijones en que no son superficiales como ellos, sino que toman su nacimiento del tejido leñoso; en consecuencia jamás se caen y no se pueden desprender sin desgarrar este tejido. Se con- sideran las espinas como ramas, hojas o estípulas modificadas. Mu- chas plantas en el estado salvaje, entre ellas el peral, tienen espinas que pierden con el cultivo, y por esto se las considera también como provenientes de yemas abortadas. Las espinas pueden ser solitarias, como ene) naranjo, en la cidra, etc., apareadas o dispuestas en ma- nojos de a tres, de a cuatro, o de a más, como en los cactus. IM Los cirros o zarcillos son unas prolongaciones blandas, espira- les, simples o ramosas, más o menos largas y por cuyo medio sos- tienen las plantas que los poseen sus débiles tallos y trepan hasta la cima de los árboles más robustos. Los autores no están de acuerdo sobre la naturaleza de estos órganos; unos los creen pedúnculos modificados, y otros piensan que todos los órganos de los vegeta- les pueden transformarse en éstos. Muy variada es la posición de los zarcillos. Guando solamente existe en la extremidad de las hojas, como en el oncenón y en otras leguminosas, se llama terminal; axi- lar, si mace de la axila, como en los curubos, en los granadillos, etc.; Otras veces es opuesto a las hojas, como en la vid, el agraz, etc. En algunos vegetales, como en la cúscuta, en el bejuco de pal - ma (marcgravia umbellata), etc., los cirros son más cortos y se en- clavan en la corteza de otras plantas, tomándoles'a veces sus jugos; a esta modificación se le ha dado el nombre de apéndices chupa- dores. IV s La glándula en anatomía vegetal tiene el mismo significado que en la animal, esto es, cualquier órgano destinado a segregar el fluf- do nutritivo o jugos o humores particulares y de usos variables. Las glándulas se encuentran algunas veces en la superficie de las plan-- tas, y entonces se llaman legítimas, y pueden tener su base adelga- zada a manera de pie, o estar perfectamente sentadas; otras veces TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 45 están inmediatamente debajo de la epidermis, y en ocasiones toda- vía sobresale una parte de ellas. Según su estructura se dividen las glándulas en celulares y en vasculares; las primeras están formadas por un tejido celular muy + fino, no tienen comunicación con los vasos y la mayor parte desti- la un jugo particular. Estas glándulas se ven con suma facilidad en las hojas de muchas plantas si se miran contra la luz, como las del naranjo, del pomarroso (¡ambusa vulgaris), etc. Las glándulas vas- culares están también formadas por un tejido celular muy fino, pero atravesado por vasos que comunican con el interior de las plan- ,¿tas. Estas se observan en algunos curubos, en el manzanillo o Juan Fernández (hippomane mancinella), etc. Las verrugas, las glándulas papilares y las utriculares se consi- k; deran como simples modificaciones de las glándulas superficiales. A A LAS e 8 v Se da el nombre de pelos a todas las producciones blandas y filiformes que se hallan en las plantas y que por su aspecto se pare- cen a los de los animales. Los pelos provienen de la epidermis, y son | prolongaciones de una célula, o formados por varias sobrepuestas, S de modo que entre un pelo y una glándula celular no hay otra di- ferencia que la de la forma. Los pelos pueden hallarse en todos los de: órganos del vegetal, y aun en las cavidades interiores de muchas plantas; pero generalmente se presentan en los tallos y en la cara inferior de las hojas. Son más comunes en Jos vegetales de climas cá- Jidos y secos, en los que sirven para preservarlos del excesivo calor y de la mucha evaporación; los que crecen en terrenos pedregosos y en arenales tienen también muchos pelos, que tal vez sirven de ñ auxiliares de la raíz en sus funciones nutritivas; en otras Ocasiones E los pelos sirven para proteger los vegetales del excesivo frío. Según su consistencia, los pelos pueden ser legítimos si, como en la horraja, son ásperos y tiesos; se llaman sedas los que son suaves y blandos, , como en el geranio; tomentos, cuando son muy suaves, numerosos y cortos, como en el bejuco clavellino (mutisia clemats); lana, cuan- == do, como en el frailejón (espeletía frailejon), son espesos, numero- A sos y largos. Según su forma pueden ser sencillos si están formados de una sola célula, y compuestos, si de varias; pueden también ser Y moniliformes o en forma de collar, ahorquillados, si se dividen en 46 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ dos, y si en tres, trifurcados; si se bifurcan más de una vez se lla- man dicotomos; verticilados si se dividen formando una estrella; pueden también tener la forma de un escudo o de un cono. Según su estructura pueden ser llenos o huecos. Además son linfáticos, cuando, no estando unidos a ninguna glándula, no dejan escapar al exterior licor alguno, como en la salvia; o glanduliferos, cuando es- tán en comunicación con alguna glándula; éstos son siempre hue- cos y sirven de órganos excretores de los líquidos por ella elabora- dos. Cuando estos pelos se introducen en la epidermis se revientaa, y si el líquido que derraman causa escozor o quemazón, se llamaa pelos hurentes, como en la ortiga (urtica baccifera), en el ojo de ve- nado (dolychos prariens), en la pringamosa (loasa urens), etc. Según su duración pueden ser persistentes.o caducos, según vivan lo que el órgano en que residen o mueran antes que él. ÓRGANOS REPRODUCTORES DE LAS PLANTAS FANERÓGAMAS Los órganos que hasta aquí hemos estudiado sólo sirven para el desempeño de las funciones vitales del individuo. Ahora nos toca estudiar aquellos destinados a la perpetuación de la especie. En le general, estos órganos, como dedicados a la más importante y más delicada función de la naturaleza, están cuidadosamente colocados en la parte del vegetal más bella por sus elegantes y simétricas for- mas, por sus vistosos colores y por el delicioso aroma que exhalaa. En los vegetales la época de la floración es la más hermosa de la vi- da del individuo. La flor es aquel aparato pasajero, más o menos complicado, que contiene los órganos de la reproducción. Generalmente está com- puesta por dos clases de órganos: los unos accesorios forman, sia embargo, la parte más vistosa y la que primero llama nuestra aten- ción; los otros son más pequeños, están más escondidos, pero pre- piamente hablando, son los que constituyen la flor y los que llevas a cabo el importante fenómeno de la reproducción de la especie; ex ellos residen los sexos, siendo unos los fecundadores o masculinos, y los otros los fecundados o femeninos. Las flores se consideran como hojas modificadas, pero debe ob- servarse que éstas siempre están acompañadas de yemas que garan- tizan el sucesivo desarrollo del vegetal; mientras queen una rama que e: o 7 bf . E + É P E , Pes TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA ; AT dose considerar la flor como una yema terminal, como el non plus- 7 ultra de la demostración de las fuerzas vitales de una planta. CAPITULO IX ÓRGANOS FLORALES ACCESORIOS E E lo Antes de entrar en el estudio de la flor, se deben conocer algu- nos órganos que, sin hacer parte de ella, la acompañan a veces; és: tos son las bracteas, la espata y la gluma. I Se da el nombre de bracteas a unos apéndices foliáceos, de cuya axila salen con frecuencia los apéndices florales; difieren de las ho- jas por su forma, color, consistencia y en especial por no estar ja- más acompañadas, como aquéllas, de verdaderas yemas, en su pun-- to de unión con el tallo. Ya se ha dicho que las flores son conside- -——radas como hojas más o menos modificadas, y las bracteas son las: formas intermediarias, o sea el paso de transición entre las verdade- ras hojas llamadas vegetivas y las florales, o de reproducción; y en muchos vegetales se observa una serie de hojas que insensiblemen- te van degenerando en bracteas; esta modificación proviene tal vez de que la flor absorbe todos los jugos de la rama, y ésta no puede producir sino órganos débiles y degenerados. La forma de las brac- teas es tan variada como la de las hojas; casi siempre están colorea-- das de azul, de rojo o de otros matices. Las bracteas que acompa-. fan alas flores se llaman bracteolas, y son más pequeñas que las otras. Las bracteas pueden ser libres, como en la salvia, o soldadas, Unas veces entre sí y otras con el ovario, como en la piña (ananassa sativa). Se da el nombre de ¿nvolacro a la reunión de dos o más brac- teas en verticilo, y cuando son bracteolas las que lo forman se le da el nombre de ¿nvolucrillo o ¿involucro parcial. El involucro puede acompañar a una sola flor, como en el granadillo (pasiflora ligula- ris), y entonces se le da el nombre de un:/loro; y cuando acompaña a más de una se llama multifloro. Unas veces el involucro está for- mado por una sola serie de bracteas, y entonces se llama simple; o 48 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ biserial, triserial o multiserial, según el número de series que lo for- men. Cuando es biserial y la serie de debajo está formada por brac- teas más pequeñas, se llama calículo, por la semejanza que ofrece con el cáliz de la flor, con el que algunos lo confunden; se dice que el involucro es ¿mbricado cuando está formado por bracteolas muy recargadas. II En muchos vegetales monocotiledones la flor está cubierta por una bractea grande y ancha que se llama espata; unas veces es de consistencia leñosa, como en las palmeras; otras es petaloide, blan- da y colorada, como en los cartuchos del género calla; y otras es membranosa, delgada y transparente, como en el ajo (allium sati- vum). La espata puede también estar formada por varias bracteas soldadas, y entonces, según el número de éstas, se llama bzvalve, tri- valveo multivalve. Su forma es muy variada, pero siempre constitu- ye un carácter constante para las plantas que las poseen; unas ve- ces tiene la forma de un cucurucho, otras se desgarra longitudinal- mente, como la de las palmeras, y otras lo hace de un modo irregu- lar, como en muchas liliáceas, y se llama ruptl. ] MI La gluma es una especie de pequeña espata, formada por dos bracteas de consistencia seca y quebradiza, cubre los órganos sexua- les de las gramíneas; en algunas especies las dos bracteas están soldadas y la gluma se llama b/%da; -en otras especies de la misma familia hay otras dos escamitas, más pequeñas, colocadas en la par- te exterior de la gluma, y han recibido el nombre de glumilla. CAPITULO X INFLORESCENCIA Se da el nombre de ¿n/lorescencia a la disposición general de las flores en las ramas y en los tallos. Los órganos de la inflorescencia son los sustentáculos de las flores, llamados pedúnculos, y las brac- teas, que se acaban de estudiar. El señor Seringue divide la inflorescencia del modo siguiente: 1.2 Inflorescencia extrorsa, o aquella en que las flores comienzan a TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 40 | - abrirse, por las que ocupan la parte inferior de la rama, esto es, de E abajo hacia arriba, o sea de la circunferencia al centro del eje, como el alelí (cheiranthus cheiri), en la guama (inga vera); 2.” Inflorescencia ¿ntrorsa, o aquella en que las flores comienzan ke 3 a abrirse por las que ocupan la parte superior de la rama, esto es, del centro a la circunferencia del eje; y ds. 3.2 Inflorescencia mixta o que participa de ambos caracteres. La clasificación de la inflorescencia mejor aceptada es la del se- or De Candolle, que es como sigue: 8 3 1.2 Inflorescencia axilar, o de desarrollo centripeto, llamada también indefinida ; A " sE 2.” Inflorescencia terminal, o de evolución centrifuga ; be 3.2 Inflorescencia mixta, oque participa de los caracteres de as dos anteriores ; y E E 4.2 Anómala, o que se aparta de las otras tres clases, formando «como las excepciones de ellas. 3 La infl »rescencia axilar es quella en que el desarrollo de las flo- res comienza por las que están colocadas en la parte inferior de la 4 rama; comprende la espiga, el racimo, el corymbo, la umbela y el 1 capítulo. A y 1.2 La espiga es la inflorescencia en que los pedúnculos secun- -——darios son nulos o muy poco visibles, de modo que las flores están. sentadas sobre el eje primario, como en el llantén (plantago mayor). b : La espiga puede ser desnuda, como en el trigo, o coronada por - bracteas, camo en la piña; esta última presenta, con algunas plan- tas de la familia de las mirtáceas, el verdadero caso de una inflores- 3 - cencia indefinida, en que las flores están a lo largo de una parte del $ tallo y sobre este punto hay un penacho de hojas capaces de pro- -——Aongarla rama indefinidamente. La espiga puede presentar las si- guientes variedades: el amento, el cono y el espádice. 8 El amento o trama es una espiga de pendúculo flexible y de Mores incompletas, unas con órganos masculinos y otras con sólo femeninos. my 4 Una vez que estos órganos han cumplido con sus funciones, la trama entera se desprende del tallo, como en el sauce, en el nogal, paginas cinerea J 50 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ q _ AS _ _ _—_—_ —_ —_ _ === AA El cono o estróbilo es un amento de flores femeninas provis- tas de bracteas que, endurecidas y soldadas, forman un solo todo ; se observa principalmente en los pinos, los cipreses y demás plan- tas de las coníferas. El espádice es una espiga de flores incompletas y envueltas por una gran bractea llamada espata. El eje puede ser florí- fero en toda su longitud, o desnudo en su parte superior, como en algunos arums. La inflorescencia de las palmeras es también en espádice, pero- ramosa y sobre un eje leñoso y cubierto por una o algunas espatas leñosas; a éstas se les da el nombre de tamara o region. La mazor- rama por un hacecillo de fibras, más o menos largo, generalmente o 8 cilíndrico o algunas veces acamalado o angular, llamado pedúncu- A 1 : AR to, que es la vía por donde le llegan los jugos nutritivos; cuando es perceptible, se dice que la flor es pedicelada, y cuando parece nulo, se llama sésil o sentada. Una flor perfecta está compuesta de cuatro verticilos que, de aba- Pp p q - JO para arriba, son los siguientes: £ 1.2 El inferior, imadó cáliz; como que es el más inmediato a las hojas, es también el más semejante a ellas, por el color y estruc- tura. 2.2 Luégo sigue la corola que, por lo común, esla parte más vis- tosa; en ella todavía el tejido, aunque mucho más fino, los nervios y la forma recuerdan a las hojas. 3.2 El androceo, formado por los estambres u órganos masculi- $8 nos, tiene mucha analogía con la corola; con mucha frecuencia, es- ds: pecialmente en las flores dobles, se observa el cambio insensible de los a estambres al convertirse en pétalos. 3 4 4.2 El gineceo o pistilo, que es el más interior, constituye el ór- gano femenino. 54 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Como se ve, los dos primeros verticilos no constituyen la flor, le sirven de adorno o para precaverla de las influencias exteriores, y se les ha dado el nombre de periantio. La flor, pues, consiste en la exis- tencia de los dos últimos verticilos o de uno de ellos solamente, pues hay muchas plantas en que sólo la forman o los estambres o el pis- tilo. Considerada la flor como una yema terminal, bien se deja com- prender que está sujeta a mil anomalías; si bien es cierto que en mu- chos vegetales es completa, esto es, formada por cuatro verticilos, hay también otros muchos en que faltan uno, o dos, o tres, formando el restante la flor incompleta; y hay otros casos en que los verticilos están tan modificados, que es difícil reconocerlos a primera vista. Cuando la flor tiene un periantio doble, esto es, dos verticilos bien marcados que forman la corola y el cáliz, se llama diperiantia ; pero puede suceder que los dos verticilos tengan el mismo aspecto: entonces el periantio se llama calico:ide si tiene el aspecto de un do- ble cáliz, como en la romaza (rumex patientia), y petalovde cuando parece una doble corola, como en el lirio (¿rus germánica). Cuando falta uno de los verticilos del periantio se llama la flor monoperian- tia, como en la anémone, y en este caso se considera el periantio sencillo como un cáliz y se dice que la flor es apétala; y cuando faltan el cáliz y la corola se llama aperiantia. A Se llama la flor hermafrodita cuando contiene reunidos el andro- ceo y el gyneceo, como en el naranjo, la papa, etc. Cuando sólo está provista del androceo, se llama masculina; y femenina, cuando sólo consta del pistilo; cuando las flores masculinas y las femeninas se encuentran en el mismo pie, se llama el vegetal monoico, como en el maíz (sea matiz), etc.; cuando las flores mastulinas están en distin- to pie de las femeninas, se llama el vegetal dío:co, como en el gua- rumo (cecropia peltata), en el sauce, en la palma de dátil (phenizx dactylifera), etc.; cuando en el mismo pie existen flores masculinas, femeninas y hermafroditas, se llama la planta polígama, como el mango (manguifera indica). Tanto las plantas que llevan sólo flo- res masculinas como sólo flores femeninas, se llaman unisexuales. Hay algunos casos en que individuos hermafroditas carecen de los órganos masculinos, ofreciendo sólo los femeninos. Este hecho, observado hasta ahora en dos manzanos, pertenece a aquellos casos raros e inexplicables que son verdaderas monstruosidades del reino vegetal. , TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 55 CAPITULO XI EL' CÁLIZ El cáliz es el verticilo más exterior de una flor. Está destinado a proteger los órganos reproductores de las influencias atmosféricas, y por consiguiente, en lugar de elegancia, está dotado de una cons- “titución fuerte, para poder llenar debidamente su objeto. Por su forma y por su color, casi siempre verde, parece una simple pro- -longación ensanchada del pedúnculo, terminado por apéndices fo- liáceos; sin embargo, el cáliz de algunas flores, como la granada (pu- nica granatum), excede en belleza y en elegancia a la corola. El cáliz está formado por hojuelas libres, o más o menos solda- das entre sí, llamadas sépalos. Cuando éstos son libres, se llama el cáliz polisépalo, y cuando están soldados entré sí, esto es, cuando forman una sola pieza, de modo que no se puede desprender uno sin desgarrar el tejido de los otros, se llama gamosépalo, como en la rosa. Antes se le había dado a este cáliz el nombre de monosépa- «lo, que quiere decir un solo sépalo, pero habiéndose observado que todo cáliz tiene antes de su completo desarrollo los sépalos libres, y -que luégo, si se han de soldar, se unen por medio de una membra- na, se cambió esta denominación por la de gamosépalo, que quiere decir sépalos unidos, lo que expresa la idea con mayor propiedad. En el cáliz gamosépalo se distinguen tres partes, que son: el -tubo, formado por la parte unida de los sépalos; la garganta, for- mada casi siempre por una estrechez del cáliz y que separa el tubo de la parte libre de los sépalos, que es el limbo. Cuando los sépalos están colocados simétricamente al rededor del tubo, aunque no sean iguales, se llama el cáliz regular, como el de la rosa, el del clavel, etc. Cuando no existe esta simetría se llama «Irregular y puede provenir de que no estén los sépalos colocados a la misma altura, o de que esté el cáliz más hendido de un lado que de otro. Se llama cáliz bilabiado al irregular que está formado por cinco sépalos, de los cuales dos se unen a un lado y tres al otro, for- mando dos labios, uno superior y otro inferior, como en la salvia (salvia officinalis), y en muchas leguminosas, como la haba (vicia ,faba), la arveja (píisum arvense), etc. El cáliz gamosépalo lleva algunas veces, por debajo de su enlace, apéndices o prolongaciones, provenientes de que los sépalos se inser=- ali pos ¿eos e Rai AU A A SA A DR IS 56 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ. o dl tan sobre el receptáculo, no por su parte inferior, sino por la parte media, como en el pensamiento (vola tricolor). Según su forma, recibe el cáliz nombres diferentes: puede ser cilíndrico si es igual de grueso en toda su longitud, como en el ela- vel; cupuliforme si, como en el naranjo, tiene la forma de una copa; campanulado, si tiene la forma de una campana, como en el borra- chero (datura arborea); turbinado, si la de un trompo; ¿nfundibulk- forme, si se parece a un embudo, como en el tabaco (nicotiana ta- bacum). La consistencia del cáliz es casi siempre foliácea o herbácea ; sin. embargo, en la fusia (fuchsia splendens), en la granada (púnica gra- natum), en el acónitus, etc., tiene los mismos colores y la misma de- licadeza de la corola; en otras plantas, como las orchídeas, que están destituídas de corola, el cáliz presenta las formas y los colores más . bizarros y elegantes, y se llama petaloide. Los cálices de la capu- china (tropeeolum majus), de las violáceas, etc., presentan ciertos. apéndices llamados jorobas, sacos o espolones, según su forma. A veces los apéndices son descendentes y forman como alas, y se llama el cáliz diptero, tríptero, etc., según el número que tenga. En algunas plantas el cáliz degenera en una coronita membra- nosa o en un reborde circular, y en otras llega hasta a ser nulo, en cuyo caso se considera que el tubo, careciendo de limbo, está inti- mamente soldado con el ovario, y se llama entero. En el salsifí, en la valeriana y en otras plantas, el limbo está tan modificado que sería difícil reconocerlo a primera vista, si no se observaran una multitud de casos intermediarios con su verdadera forma. En efecto, el limbo en estas plantas se presenta bajo la forma de un penacho de sedas o pelos que nacen del ápice del ovario, y que se llaman vila-- nus o papus y puede ser plumoso, o simplemente sedoso. Se llama vilano sésil cuando está directamente sentado sobre el ovario, como- en la cerraja, y estipilado si el tubo del cáliz se prolonga sobre el ovario en forma de cuello, como en el scabiosa. Según su duración, el cáliz puede ser caduco, si se cae al tiempo de abrir la flor, como en la amapola (papaver somniferum) ; caedizo, si se cae con la flor después de la fecundación, como en el nabo (brassica napus); si dura hasta acompañar la flor se llama perma- nente; pero si se seca, se llama marcescente, como en el datura- stramonium. A veces el cáliz permanente continúa su desarrollo después de la caída de la flor y adquiere una consistencia.membra-. -nosa; al prolongarse los sépalos se van soldando y dejan encerrado el fruto, como en la uchuva ( physalis peruvianum), en el sacabuche (physalis pubescens). | Según su posición relativa con el ovario, puede el cáliz ser : AU súpero o adherente, cuando está adherido al ovario, y entonces lo : corona con el limbo, como en la pomarrosa (yambusa vulgaris), en Es el eucalyptus, etc.; ¿nfero o libre, cuando está colocado por debajo del ovario; en este caso nunca está adherido a dicho órgano, como . en la papa (solanum tuberosum), en el zapote (achras zapota), en las leguminosas, etc. HQ En algunos vegetales, como en la camelia, en los claveles, etc., A está el cáliz acompañado en su parte inferior de pequeñas bracteas a que forman como un segundo cáliz, llamado calículo Si en la came- y lia, por ejemplo, se observa el calículo, se ve bien la gradación in- A sensible que hay entre las bracteas y los sépalos del cáliz, y como de ya hemos visto que la bractea no es sino una hoja modificada, se debe concluír que el cáliz tiene idéntico origen. CAPITULO XII LA COROLA I Debido a las anomalías que presentan los tegumentos florales, es muy difícil dar una definición exacta de la corola. No se puede decir, con algunos autores, que es el verticilo que cubre inmediatamente los órganos reproductores, porque, como se ha visto, hay muchos casos en que ésta falta, y es el cáliz el que desempeña esta función ; mucho menos se admitirá que la corola es la cubierta que, adornada de vi- vos colores, ocupa el lugar del segundo verticilo, porque el cáliz también está algunas veces adornado de bellísimos matices, y no se sabe a punto fijo hasta dónde llega cada verticilo, puesto que en muchos vegetales, como los calycantus, los oleagnus, etc., los péta- los exteriores y los sépalos interiores se confunden de tal manera que no se puede asegurar cuáles pertenecen a la corola y cuáles al cáliz. Se comprende, pues, la dificultad de dar una buena definición de un órgano que no tiene límites fijos, y que variando insensible- mente llega hasta hacerse inconocible. Pero hay una diferencia muy notable entre el cáliz y la corola, y es que los sépalos se desarrollan. A O 58 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ KnoQQQc—_—_—_—_—_—_—— sucesivamente sobre el receptáculo, mientras que el desarrollo de los pétalos es simultáneo ; de aquí que se puede considerar la corola como uno de los verticilos foliáceos de una flor, que cuando existe cubre inmediatamente los órganos reproductores, y cuyas partes se desarrollan simultáneamente y están, por lo común, adornadas de «un color distinto del verde. : La corola, antes de su completo desarrollo, está siempre com- puesta de partes distintas, que más tarde se unen o quedan separa- das. Así es que una corola desarrollada puede estar formada por varias piezas distintas llamadas petalos y constituye lo que se llama corola polipétala, como la rosa, o formada por una sola pieza resultante de la unión de los pétalos, y entonces se llama la corola gamopétala, como en los convólvulos, en el digital, etc. Los pétalos no son sino hojas modificadas, y como tales ofrecen las formas y los tamaños más variados ; ordinariamente son láminas lineares de con- tornos redondeados y formadas por un tejido en extremo delicado y fino y atravesado por nervaduras, si este nombre se puede dar a las arborizaciones finísimas que sólo se pueden observar claramente mirando el pétalo contra la luz, y son las que determinan su forma. II En la corola gamopetala, o sea la formada por una sola pieza, hay que distinguir tres partes, que son: el tubo, o parte inferior, de figura muy variada; el l:mbo, o parte superior, puede ser erguido o aplanado; y la garganta, o sea la parte media entre las dos anterio- res; por lo común es más delgada que ellas, es más o menos cerrada y algunas veces está cubierta de apéndices, llamados fornices, o de pelos o escamas más o menos grandes, como en la borraja; enton- ces se dice que la garganta es apendiculada, y desnuda si está des- provista de apéndices. En la corola gamopétala, los pétalos pueden estar unidos en toda su longitud o sólo en una parte; cuando, como en la borraja, las di- visiones llegan casi hasta la base, se llama la corola partida y se dice bi, tri o cuatripartida, etc., según el número de divisiones que tenga; si éstas llegan hasta la parte media se llama la corola hendi- da, y se dice bífida, trífida, etc.; si no ofrece ninguna división se llama la corola entera. La corola gamopétala puede ser regular o irregular, según que esté formada o nó por una pieza simétrica, de modo que aunque los ETS : As TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 59 AAA]KU -Jobos sean irregulares o desiguales, presentan un conjunto regular siempre que estén colocados con simetría, como sucede en muchas gesneriáceas. La corola gamopetala regular presenta formas muy variadas, pero que pueden reducirse a seis tipos principales, a saber: ¿nfundi= buliforme, o sea en la forma de un embudo, como en el tabaco (nico- tiana tabacum), en la oreja de ratón (priímula aurícula y p. eleator), en la uvilla (cestrum tinctoreum), el estramonio (datura stramo- nium), etc. ; tubulosa, como en la uva camarona (thybaudia macro- phylla), en la acuapa (ura crepitans), en el quereme (thybaudia que- reme), etc.; campanulada, o en forma de campana, como en el borra- chero (datura arborea), en los convólvulos, etc.; hypocrateriforme, o sea en forma de copa, como en el jazmín amarillo (zasminum fru- ticans); rotacea, como en la papa (solanum tuberosum), en el toma- te (lycopersicum esculentum), etc. ; urceolada, o en figura de casca- bel, como en muchas ericáceas, la pegapega (bejaria glutinosa). Las florecillas que forman el centro del capítulo de la manzanilla (anthemis nobilis), de la jiquimilla (eupatoram jiquimilla), etc., y las que forman el capítulo entero del chilco (molina bogotensis) y de otras muchas synantéreas, tienen una corola regular, tubulosa, y se llaman /lorones o flósculos; cuando el capítulo se compone sólo de éstos se llama /losculoso. | La corola gamopetala ¿irregular es la que está formada por pé- talos desiguales o desigualmente unidos; presenta también formas muy variadas, pero que pueden reducirse a tres tipos principales, que son: la corola bilabiada, que es aquella en que su limbo; coloca- do a la extremidad de un tubo más o menos largo, se divide trans- versalmente en dos partes llamadas labios, el superior está formado por dos pétalos unidos, y el inferior por tres, que están más o me- nos soldados ; el labio superior se llama galea, puede ser entero, bí- fido o escotado; el labio inferior llamado barba puede ser entero, trífido o trilobado. Las salvias, el romero, las lobelias y muchas bignoniáceas tienen la corola bilabiada, lo mismo que las especies del género besleria llamadas contras por considerarse en nuestras tierras calientes, como específicos contra el veneno de las culebras. La corola personada también tiene su limbo dividido en dos la- bios, pero se diferencia de la bilabiada en que la garganta está cerrada por una eminencia o fórnice del labio inferior llamado paladar o len- gua, que da al conjunto de la flor el aspecto de un casco antiguo l 60 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ o de una máscara, de donde le viene el nombre, porque la palabra - persona, significa una máscara, a cuyo propósito dice J. J. Rousseau, que es nombre muy propio para la mayor parte de las gentes a quie- nes se da el nombre de persona. El boquiabierto o jetón (antirrhynum május) es el tipo de la corola personada. La corola ligulada es la que consta de cinco pétalos, que en su parte más inferior están todos soldados en tubo y luégo se despren- den formando una como cinta o lengúeta finamente dentada en su extremidad. La corola ligulada pertenece a flores pequeñas que de ordinario están reunidas en capítulo, sobre un receptáculo común, en cuyo caso se llaman semi-flósculos y el capítulo semi-flosculoso, - como en la chicoria (chicorum intibus); otras veces el capítulo encie- rra flósculos en el centro y semi-flósculos en la circunferencia, y se llama radíado, como en el arboloco (polymnia pyramidadis), etc. La corola del flósculo y del semi-flósculo, ya aislados, ya reunidos for- mando el capítulo radiado, pertenece a un número considerable de plantas, algo más de 9,000 especies, que forman la familia de las 'synantereas, que es el grupo natural más vasto del reino vegetal. La corola gamopétala irregular que no es bilabiada, personada o ligulada, se llama anómala ; entre las que hay que distinguir la di- gitaliforme, o en forma de dedal, del digitalis purpurea. Otras presen- tan la forma de un casco, como las del cascabelillo (alonzoa meridio- nalis), etc. Las flores exteriores de la poma (scabiosa atropurpurea). ' son también anómalas. HI La corola polipétala o dialipétala es la que está compuesta de va- rios pétalos libres y distintos, y se llama di, tri, tetra, penta o poli- pétala, según conste de dos, tres, cuatro, cinco o más pétalos. Los pétalos, y por consiguiente la corola, pueden ser unguicula- dos cuando en su parte inferior se adelgazan formando una uña, como en los claveles; a veces la uña es más larga que el cáliz. Cuan- do, como en el manzano, en la amapola, etc., el pétalo carece de uña se llama sentado. La parte ancha del pétalo se llama /ímbo, y puede presentar formas muy diversas; unas veces es erguido o plano, otras es cóncavo o convexo, o en forma de capucha, etc. La forma regular o irregular de los pétalos determina la forma de la corola, de modo que ésta puede ser regular o irregular. La corola polipétala regular se presenta bajo diferentes formas, que se han agrupado en tres ti- pos, y son: IRA A | IAS TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 61 La corola crucifera, formada por cuatro pétalos unguiculados y dispuestos en cruz, como en la mostaza (sinapis nigra), en la col (brassica oleracea), el alelí (cheiranthus chetri), etc. Es característica de la importante y numerosa familia natural de las crucíferas, cuyas especies viven todas cerca de poblado, y no hay una sola que sea no- civa. La corola caryophylada consta de cinco pétalos unguiculados, cuya uña está cubierta por el cáliz, como en el clavel. Esta corola pertenece a la familia natural de las caryophyladas. La corola rosácea, compuesta de tres, cinco o más pétalos senta- dos, como en la rosa, en la camelia, en el manzano, en el té de Bogotá - lalstonia theiforme). Esta corola pertenece a varias familias, las rosá- ceas, las magnoliáceas, las cameli¿ceas, etc. La corola polipétala irregular presenta formas diferentes, pero que se han agrupado en dos clases, a saber: La corola papilionácea o amariposada, formada por cinco péta- los desiguales, más o menos unguiculados; el superior, más grande que los otros, está vuelto hacia arriba y se llama estandarte; los dos inferiores, casi siempre más pequeños, están soldados por su borde inferior y forman la gailla; y los dos laterales, más o menos grandes y siempre libres, llamados alas : todas estas piezas encajan tan bien las unas en las otras, que no se pueden desprender sin cierto esfuerzo. Esta corola pertenece a la gran familia de las leguminosas, como la arveja, el dividivi (cesalpina coriaria), el ojo de venado, el chocho, etc.; a la familia de las polygaláceas, como la hierba de la virgen (polygala asperuloides), el tinto (monnina rupestris), etc. Las corolas polipétalas irregulares, que nu son papilionáceas, se han agrupado bajo la denominación general de anómalas ; tales son Jas de la violeta, del geranio (pelargontum especiosum), de la capuchi- na (tropoeolum majus), etc. Según su duración, la corola es caduca si cae poco después de su expansión, como en el ababol (papaver rhoas) ; decidua o caediza, si cae hasta después de la fecundación; y marcescente, si acompaña al fruto hasta su maduración o hasta poco antes. La corola es esencialmente un órgano de adorno, pero sirve para proleger los órganos reproductores hasta tanto que se hallan, por sí solos, en estado de resistir las influencias exteriores. La corola no descompone el ácido carbónico, como lo hacen los órganos verdes que se asimilan el carbono y dejan el oxígeno en estado de libertad; 62 | CARLOS CUERVO MARQUEZ la corola, al contrario, absorbe oxígeno y deja intacto el ácido car- bónico: por esto es muy pernicioso dejar flores en aposentos cerrados y en especial en los dormitorios, porque ellas determinan fuertes ce- falalgias y hasta asfixias mortales. CAPITULO XIMI ANDROCEO El androceo es el verticilo, sencill) o múltiple, situado dentro a encima de la corola ; las hojas modificadas que lo componen se lla- man estambres y son los órganos sexuales masculinos de una flor. Con gran frecuencia, en las flores de muchos estambres, éstos de- generan en pétalos, y de ahí vienen la mayor parte de las hermosag flores dobles que adornan nuestros jardines, como la rosa, la came- lia, etc., y como hemos visto que los pétalos son hojas modificadas que han pasado por ciertas gradaciones, es preciso concluir que los estambres tienen el mismo origen. La amapola doble presenta a veces el fenómeno de tener en la extremidad de algunos de los pétalos una antera bien manifiesta; este hecho parece alejar toda duda respecta del origen de los estambres. Un estambre completo consta de dos partes distintas, que son: uz pecíolo largo y delgado llamado filamento, que es la parte accesoria, y un limbo llamado antera, que es la parte esencial. I a El filamento, que es el sostén de la antera, es por lo general del- gado, más o menos largo y de forma variadísima; es capilar en el arroz (oryza sativum), filiforme en el clavel, puede ser plano, mem- branoso y a veces petaloide como en la chisgua, o cuneiforme, trian- gular, etc. Otras veces, como en el romero, está provisto de ciertos apéndices hacia la base, y también se ven hacia la extremidad. Alge- nas veces, como en la simarruba, parece salir el filamento de una es- camita, colocada en su parte interior. Puede ser liso, denticulado e articulado, y su dirección es muy variable: unas veceses recto, otras encorvado, torcido, decumbente, etc. Tanto la diferente longitud como la varia dirección del filamento se combinan para colocar la antera a una altura conveniente y calculada para facilitar: la fecun- dación. TEMER”? Aa TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 63 II La antera es el apéndice más o menos globoso que termina el es- tambre, en cuyo interior se encuentra la materia fecundante, llama- da polen. Generalmente está compuesta de dos cavidades iguales pa- ralelas longitudinalmente, y separadas por un tabique de estructura y consistencia muy diferentes, que se llama conectivo. Las paredes de la antera están formadas por dos membranas: la exterior, llama- da exothestum, se asemeja mucho a la epidermis de las hojas, y como- ésta, se halla provista de poros evaporatorios; la interior, llamada endothestum, es de consistencia celular. Aunque generalmente la antera es bilocular, esto es, compuesta de dos celdillas, puede suceder que no tenga sino una sola, y enton- ces se llama untlocular, como en la chisgua, en las malvas, en el bal- so común (ochroma tomentossum), lo que puede suceder por aborto de la otra celdilla, pero la que queda es de figura regular : en la an- tera unilocular, el conectivo se llama lateral ; en otras ocasiones, el conectivo se ramifica dividiendo la antera en más de dos celdillas ; lo más general es que la divida en cuatro, como en el aguacate (persea gratissima) y en otras lauríneas, en cuyo caso se llama la antera cua- drilocular;en muchas orchídeas la divide en ocho celdillas. Cuando no existe el filamento, y la antera está directamente sen- tada sobre el receptáculo, se dice que es sésil o sentada. Cuando exis- te el filamento, la antera puede estar unida a él por la base, por el mtdio o por el ápice. En el primer caso, cuando está unida por la base, puede suceder que el conectivo conserve la misma consistencia y el mismo espesor del filamento, pareciendo una continuación de éste, como en el lirio; entonces se llama la antera contínua ; cuando el filamento se adelgaza o forma un codo en el punto de unión con el conectivo, se llama la antera apoyada, como en los individuos del género solanum; en estos dos casos recibe la antera el nombre de ba- sifija, y se comprende que sea inmóvil, como en la papa, en el achio- te (bixa orellana), etc. Cwando la antera se une por el medio, se lla- ma dorsifija, como en las passifloras, la badea (passiflora quadran- gularis), etc.; tanto las anteras dorsifijas, como las que se unen por el ápice o apicifijas, son movibles. Algunas ocasiones el conectivo se prolonga por la base o por el ápice de la antera, originando apéndices de formas muy variadas, 64 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ como en el anón (anona squamosa), en la guanábana (anona murt- cata), etc. Otras veces, al contrario, el conectivo está truncado, como en el género xylopia : el achón (x. longifolía), el burítico de Buga (x. ligustrifolia), etc. En los estambres que corresponden al pétalo espolonado de las: violáceas, el conectivo y la antera son también espolonados. Puede suceder que el conectivo sea más corto que la antera, y entonces ésta puede ser escofada, como en algunas lobeliáceas ; o. bilabiada, como en el tinto (monnina «estuans), y en este caso que- dan las celdillas más o, menos libres. En las anteras dorsifijas, cuan- do el conectivo es muy corto y no une las celdillas sino en el punto: de unión con el filamento, de modo que quedan libres por sus dos extremidades, se llama la antera didima, como en el palo ají (drymts grenatensts), en el granadillo de madera de construcción (bucida ca- pttata), etc. Cuando el conectivo sólo une las celdillas por: la base, de modo que quedan levantadas y un poco divergentes en la parte superior que está libre, se llama la antera bicorne ; y cuando el co- nectivo las enlaza sólo por la parte superior y sus extremidades in- feriores están apartadas, se llama sagitada, como en el alelí, en la piñuela (bromelía karatas). Otras veces el conectivo se ensancha de tal manera y las celdillas están tan apartadas que la antera pare- ce unilocular, como sucede en el tilo; en las salvias el conectivo tiene un desarrollo exagerado; en su extremidad Jleva las celdillas, de las cuales una es por lo general estéril y se ensancha en apéndice petalóideo, y en el romero desaparece completamente, Cuando el co- nectivo es nulo, como en las gramíneas, se dice que las anteras soh allegadas si están unidas por el costado, u opuestas, cuando se unen por el dorso. La antera presenta dos superficies: la una lisa, algo cóncava, lla- mada dorso, y la otra más o menos áspera, surcada longitudinalmen- te por estrías más o menos profundas y en donde están situados los orificios o hendiduras por donde se escapa la sustancia fecundan- te o polen, se llama la cara. Cuando la antera presenta la cara hacia el centro de la flor, o sea hacia el pistilo u órgano femenino, se llama ¿ntrorsa, como en el mamey (mammea americana), en las solanáceas, etc.; cuando, al contrario, la antera presenta la cara ha- cia el exterior, se llama extrorsa, como en los piñones (curcas pur- gans), en las passifloras, elc. Las anteras extrorsas son oscilantes para poder girar la cara hacia el pistilo al tiempo de la fecundación. A AS E 17 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 65 La forma de la antera es muy variable: unas veces es linear, otras cuneiforme, otras arriñonada y generalmente globosa. Su co- | lor es casi siempre amarillo, pero puede variar a negro, como en las moras ; encarnado, como en la fucia ; color de ladrillo, como en la reseda ; color de lila, en el achiote; pero nunca es verde, ni del todo azul. A medida que la flor se desarrolla y se fortalece, la antera se va jnflando, hasta que el órgano femenino está en situación de recibir el polen; entonces la antera se abre y deja escapar la sustancia fe= cundante. El modo de abrirse las celdillas es lo que se llama dehis- cencia de la antera ; por lo general, ésta se efectúa después de abier- ta la flor; en las campanuláceas y en otras pocas plantas la dehiscen- cia se lleva a cabo antes de la expansión de la corola. Es muy variada la dehiscencia de las anteras, pero es constante en el mismo grupo natural, de surrle que ella da caracteres fijos para las clasificaciones. Genera'mente, la antera se abre por una hendidura longitudinal en la cara de cada celdilla, como sucede en las passifloras, etc. Otras veces la hendidura no se prolonga en toda la longitud de la celdilla. En la papa, en el cububo (solanum tristes), y en todos los individuos del género solanum, la dehiscencia se efec» túa por dos poros, uno en el ápice de cada celdilla; en este caso, se llama la antera biporosa por el ápice, y puede serlo por la base, cuando los poros están situados en esta parte de las celdillas. En la familia de las melastomáceas, como el quiebrollos (rhaetogastra mi- crophilla), etc., la dehiscencia es uniporosa, es decir, que se lleva a cabo por medio de un solo poro común a las dos celdillas. Se dice que la dehiscencia es valvar cuando una porción de la pared de cada celdilla se levanta a manera de válvula; generalmente hay una vál- vula para cada celdilla, como en las plantas de la familia de las ber- berídeas, el uña de gato, por ejemplo (berberis glauca), etc. ; en los laureles existen dos válvulas para cada celdilla, y la antera del agua- cate liene cuatro, esto es, una para cada celdilla. HI El polen es el polvo fecundante contenido en las anteras; está formado de gránulos tan pequeños, que para poderlos estudiar con atención es preciso hacer uso de microscopios de un aumento consi- 5 66 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ derable. Cada grano de polen está formado por un saco doble, com- puesto por dos membranas, la una interna y la otra externa, los cua- les limitan una cavidad llena de un líquido mucilaginoso llamado fo- villa, en donde nadan numerosos gránulos mezclados con pequeñas gotas de aceite, que sin duda son las que dan al polen la propiedad jgniaria que posee. La forma de los granos de polen es muy variada, pero es siem- pre igual en las mismas especies vegetales. Generalmente son globo- sos, elípticos o cilíndricos, otras veces son poliédricos y hasta rami- ficados. La superficie de la membrana externa es unas veces lisa, como en el polen del trigo, otras veces es puntua da, granulada o cubierta de pequeñas espinitas, como en el melón. Sie mpre ofrece pliegues y poros en número variable que puede elevarse hasta ocho. Tam- bién es muy variable el tamaño de los granos polínicos; en los li- rios y en las azucenas se pueden distinguir a la simple vista, mien- tras que en las mirtáceas, en las rosá seas, etc., tienen el aspecto de un polvo casi imperceptible. El polen de las orquídeas y delas asclepiadáceas no es pulve- rulento. El de las orquídeas está constituído por dos masas serosas, en las que están aglutinados los granos polínicos. Cada masa está colocada sobre un sostén elástico llamado caudículo, que descansa sobre una base glandulosa que ha recibido el nombre de retináculo, Cada masa presenta una serie de cuerpos angulosos unidos entre sí por una red elástica que es continuación del caudículo. Los granos de polen son libres al principio, pero luégo un jugo glutinoso segre- gado por el reltináculo los une entre sí. El polen de las asclepiadáceas es muy semejante al de las orquí- deas. Las cinco anteras biloculares que poseen estas plantas se apli- can contra los lados del estigma grueso y pentágono de la flor. Cada celdilla contiene una masa compacta de polen, cuyos gránulos están formados por una sola membrana. En cada ángulo del estigma y por consiguiente entre cada dos estambres, nace un cuerpo ovóideo y cartilaginoso, llamado retináculo, de donde salen dos hilitos, uno de cada extremidad y cada uno de los cuales termina en una celdi- lla de la antera más cercana. El retináculo segrega una sustancia viscosa que por los hilos llega hasta las masas polínicas, por medio de Ja cual quelan unidos los hilos y las masas, pero al solidificarse la substancia viscosa se contrae atrayendo la masa polínica a que está TRATADO ELEMENTAL» DE BOTÁNICA ol, unida; de modo que el retináculo tiene el aspecto de un doble fila - mento, en cada una de cuyas extremidades está suspendida una masa polínica, pero que pertenece a diferentes anteras. En contácto con la humedad los granos polínicos se van inflan- do poco a poco, debido al líquido que por medio del ósmosis absor- ben sus membranas; pero sucede que como la membrana interior o interna tiene una facultad higroscópica mucho más consi !erable que la externa, aquélla aumenta de volumen mucho más que ésta, la que al fin se rasga por los pliegues o por los poros que tiene, y deja pa- sar a la membrana interna. Sobre esta desigual facultad higros- cópica de las dos membranas de los granos polínicos está basa- do el paso de la materia fecundante al través del órgano femenino, hasta encontrar el óvulo que debe fecundar. En la fisiología vegetal, en el lugar destinado para la fecunda- ción, se traterá detenidamente ,de este importante fenómeno de la vida de los vegetales. CAPITULO XIV DE LOS ESTAMBRES EN GENERAL Una vez conocidas las partes que compcnen el esti n,L re. pase- mos al estudio de las relaciones que pueden guardar «ntre sí, o con los otros órganos de la flor, cuyo conocimiento es de grande impor- tancia, porque obedeciendo a leyes fijas, en ellas cusi exclusivamen- te reside la clave de las clasificaciones naturales. Los estambres pueden estar colocados en verticilo, y entonces, por lo general, son en número definido, o dispuestos en espiral, sien- do en este caso muy numerosos, y por consiguiente en número inde- finido. Cuando son definidos, el número de los estambres recorre toda la escala numérica hasta veinte, pero siendó siempre el mismo nú- mero para el mismo grupo natural. Se llama la flor : Monandria, cuando tiene un solo estambre, como e. la chisgua ; Diandria, cuando tiene dos, como en el romero; Triandria, cuando tiena tres, como en el esterillo (sísyrrhyn- chium) ; - 68 : CARLOS CUERVO MÁRQUEZ ' ES > Tetrandria, si tiene cuatro, como en el café (co/ffea arabiga) ; Pentandria, cuando tiene cinco, como en la borraja; Exandria, si tiene seis, como en la raíz de China (smilax tomen- tosum) ; Eptandria, si tiene siete estambres ; Octandria, si tiene ocho, como en el jaboncillo (sopindas sapo- naria); Eneandria, si tiene nueve, como en el caracolí (anacardium oc- cidentale) ; y Decandria, si son diez, como en el cedrón (símaba cedron). Si el número de los estambres pasa de diez se da ala flor el nom- bre general de poliandra, como en la rosa, en el eucaliptus, en el gaque (clusía alata), etc. Cuando el número de los estambres es igual al de los pétalos, sean éstos libres o soldados, se llama la flor ¿sostemona, como en la papa, en el caimito (chrysophilum caímito), etc.; cuando, como en la verbena, son más o menos numerosos que los pétalos, se llama anisostemona ; si el número de lcs estambres es doble, se llama di- plostemona, y si es más que doble, ccmo en las flores poliandrias, se llama polystemona. No siempre son los estambres de igual tamaño; en algunas plantas que tienen cuatro estambres, hay dos opuestos, más largos que los otros dos ; en este caso se llaman d:idínamos, lo que sucede en la familia de las labiadas, como la yerbabuena (mentha pipertta), en el toronjil (melissa officinalis), etc., pues aunque muchos géneros de esta familia sólo tienen dos estambres, es por haber abortado los dos más pequeños. Otras veces los estambres didinamos se encuen- tran en corolas gamopétalas irregulares de cinco lobos, cuyos estam- bres alternan con ellos ; pero proviene del aborto del quinto, como sucede en el totumo (crescencia cujele), etc. Se llaman estambres telradinamos, cuando siendo en número de seis, hay dos, opuestos entre sí, más pequeños que los otros, también opuestos por pares, Esta clase de estambres es característica de la gran familia de las crucíferas. 11 Los estambres no son siempre libres, esto es, separados los unos de los otros, sino que pueden estar unidos ja en tolas sus partes y formando un solo grupo o varics, ya por los filamentos y teniendo / dd ar hy 0 y o y libres las anteras, o ya unidos por las anteras y con los filamentos libres. Cuando los estambres se unen en un solo grupo se llaman mona- delfos, como son los de las malváceas; por ejemplo, el algodonero (gossypium tomentosum), el abutilón, la malva (malva peruviana) ; diadelfos, si están reunidos en dos grupos, como los de la fumaria (fumaria officinalis), en la hierba de la virgen (polygala asperuloides), en la zarpoleta, de Antioquia (polygala trichospermum), etc. ; tri- adelfos, si están reunidos en tres grupos, como en la patilla (citru- lus vulgaris), en la ahuyama (cucurbita verrucosa), en la calabaza (c. pepo); polyadelfos se llaman, en general, cuando se reúnen en más de tres grupos, como en el chite (hypericum brathis), etc. Cuando las anteras están unidas formando una sola pieza, se lla- ma la planta syngenecia, como son todas las sinantéreas; y cuando los estambres están unidos al pistilo formando un solo cuerpo, se llama ginandria, como en las aristoloquias, en las orquídeas. Muchas veces abortan los estambres, convirtiéndose en pequeños - filamentos, llamados estaminodios. 00 Se da el nombre de ¿nserción de los estambres a la parte del eje floral en que estos órganos se separan de los verticilos próximos. Siempre es la misma la inserción de la corola y la de los estambres; por consiguiente, en la corola gamopétala estaminífera, la inserción del estambre se determina por la de la corola. Los estambres, así como la corola, se llaman hypogínicos, cuando nacen por debajo del pistilo, sin tener conexión alguna con el ovario; en este caso, éste es siempre libre o súpero, como en las liliáceas, las labiadas, etc.; se llaman los estambres perygínicos, cuando nacen so- bre el cáliz, de tal modo queson laterales y no inferiores respecto del ovario, el cual puede ser libre o ínfero, como en las mirtáceas, en al- gunas rosáceas, etc.; y, por último, pueden ser los estambres epigí- nicos, cuando nacen del ápice del ovario que es /nfero, como en las umbelífeias. Muy importante es la posición de los estambres, respecto del ova- rio, para las clasificaciones naturales, pero como en muchos casos es difícil distinguir la inserción epigínica de la perigínica, se ha adop- tado generalmente la siguiente clasificación : TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 69 . y Se llaman thalamifloras las plantas de corola polipétala y estam- bres insertos debajo del pistilo, o sea hipogínicos, como son las pa- paveráceas, las anonáceas, las tropoeoláceas, etc. Se llaman calicifloras las plantas cuyos estambres están insertos sobre el cáliz, cualquiera que sea la posición del ovario, tales son las rosáceas, las passifloras, etc. Se llaman coroli/loras las plantes de corola gamopétala, estami- nifera e hipogina, o sea inserta debajo del ovario, como son las pri- muláceas, las jazmináceas, las sapotáceas, etc. CAPITULO XV GYNECEO El gyneceo, llamado también pistilo, constituye el cuarto verticilo de una flor completa, y es el aparato de los órganos femeninos. En el pistilo remata la vegetación de la flor, como en ésta termina la de la rama. El pistilo está directamente colccado sobre el centro del eje floral o sobre un sustentáculo distinto que se desprende del mismo centro y que se llama ginoforo. Siendo el pistilo la parte más delicada del vegetal, puesto que en él residen los gérmenes que más tarde, produciendo individuos idén- ticos, deben perpetuar las especies vegetales, se comprende por qué está resguardado por todas las cubiertas florales, y por qué, aun los mismos estambres, lo defienden de las influencias exteriores que po- drían, antes de cierta edad, aniquilar o debilitar los óvulos que con- tiene. El pistilo puede ser sencillo o múltip!e. Este último está formado por varios pistilos completos más o menos soldados, cada uno de los cuales se considera también como una hoja modificada, y reciben el nombre de carpidios o carpelos, de modo que el carpelo es al pistilo lo que el pétalo a la corola, o el estambre al androceo. La opinión de que el pistilo monocarpelado o formado por un solo carpelo, pro- viene de una hoja modificada, se funda en muchas observaciones, y principalmente en las hechas en las leguminosas, en las que el pisti- lo, al principio, está reducido a una hoja muy pequeña, pero que tuégo, con el desarrollo, se unen sus bordes, y toma la hoja la forma de la legumbre que contiene los óvulos. Además, la consistencia de Li Y yd E A AE . f ! y a A e E a da , y A IN ENT E TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 71 las hojas y la del pistilo es idéntica, y en las hojas del 5bryophylum se encuentran gérmenes desarrollados sin fecundación, que ocupan el mismo lugar que los verdaderos óvulos en el ovario. En algunas plantas, como en el rábano, se ve a veces que los racimos de flores están totalmente modificados, y los sépalos, los pétalos, los estam- bres y el pistilo, medio transformados en hojas, pero siempre conser- vando algo de su forma normal. En el pistilo, las partes que lo for- man están más apretadas, y por consiguiente tienen mayor tenden- cia a soldarse unas con otras. El pistilo está formado por tres partes distintas, que son : el ovario, el estilo y el estigma. El pistilo polycarpelado, o formado por más de un carpelo, pue- de provenir: 1. Deque la unión de los carpelos se efectúa sólo por los ovarios, como en el lino; 2.2 De la unión de los ovarios y de los es- tilos; 3.2 De la unión completa de los ovarios, de los estilos y úe los estigmas, pareciendo como un carpelo único; 4.2 De la unión de Jos estilos y los estigmas, dejando libres los ovarios; y 5.2 Cuando los carpelos son del todo libres, como en el delphinium, «tc. El ovario es el órgano de los vegetales que encierra los gérmenes que después de fecundados se convierten, cun el desarrollo, en semi- lla. Ocupa la parte inferior del pistilo, y su forma es casi siempre es- feroidal; sin embargo, algunas veces puede ser comprimido, trian- gular, etc. - Los botánicos modernos han continuado llamando ovario al ór- gano colectivo formado por la reunión de dos o más ovarios unidos y soldados entre sí. El ovario, ya sea monocarpelado o policarpelado, puede ser: lzbre, llamado también súpero, cuando estando colocado sobreel cáliz, la co- rola y el androceo no tienen adherencia alguna con los órganos flora- les, como sucede en la amapola (papaver rheas), en la ceiba (bom- bazx ceiba), en el naranjo, etc. ; o bien puede estar situado debajo de las cubiertas florales y más o menos unido a ellas, y enton>es se lla- ma ¿nfero o más bien adherente, como en las mirtáceas, en las rosá- ceas, etc. Hasta hace poco tiempo se consideraba que el ovario adherente se soldaba con el tubo del cáliz, pero observaciones recientes han de- mostrado que las paredes que cubren a estos ovarios provienen de una prolongación cupuliforme del receptáculo, y que el cáliz, des- 447 2 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ provisto de tubo, nace en el lugar en donde se desprenden los sépa- los, los pétalos y.los estambres ; de suerte que lo que se consideraba como tubo calicinal adherente, debe llamarse cúpula o tubo recepta- cular. En el ovario policarpelado, los ovarios parciales se unen de diferentes maneras: 1.2 Tocándose por sus bordes, lo que se indica por la existencia de placentas pertenecientes a los carpelos dis- tintos ; en este caso el ovario policarpelado no forma sino una sola celdilla y se llama unilocular, como en las leguminosas; 2.2 Los “bordes de cada carpelo se prolongan replegándose hacia el cen- tro, formando láminas verticales compuestas por los bordes de dos carpelos distintos; estas láminas se llaman tabiques (dissepimenta), y son incompletos si no avanzan hasta el centro del eje; en este caso el ovario es también unilocular; pero si los tabiques son completos, esto es, que avanzan hasta el eje, forman en el centro de la flor un haz fibroso, como en la naranja; a la que algunas veces se agrega una prolongación del receptáculo, formando lo que se llama colum- nilla, que es la vía por donde suben los jugos que han de alimentar a los óvulos. En el caso de ser los tabiques completos, el ovario tiene tantas celdillas como carpelos lo forman, y se llama bilocular, trilocu- lar, cuadrilocular, o en general plurilocular, según el número de cel- dillas que contenga. En los tabiques hay que distinguir dos clases: los legífimos, que son los que se acaban de estudiar, y los espurzos, que pueden ser ver- ticales u horizontales; provienen, unas veces de la prolongación del nervio mediano de los carpelos, y otras, como en el borrachero, de que los tabiques verdaderos, al llegar a la columnilla, se pliegan otra vez hacia la circunferencia, avanzando en dirección del nervio media- no, el que, a su vez, se prolonga también. En el alcaparro, en la gua- ma, etc., los tabiques espurios son horizontales y ocasionados por la dilatación del parenquima del ovario. Los tabiques verdaderos se dis- tinguen de los espurios en que aquéllos necesariamente tienen que alternar con los carpelos, los estilos y los estigmas o lóbulos estigmá- ticos, lo que nunca sucede con éstos. Cuando la flor tiene tantos carpelos como sépalos, se llama 1sogt- na ; si son menos los carpelos, se llama anisogina; y si son más, po- ligina. No siempre los carpelos están dispuestos en verticilo, muchas ve- ces están colocados en espiral, como sucede en las fresas (fragaria vesca), etc. Ss llama ovario partetal, cuando los carpelos se produ- HA A IAN A DIN Y AAA ' ¿Is SIA OS , E e A ; a dd "TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA | 73 cen sobre las paredes de una cavidad, como en el género rosa, que tal vez es el único caso de ovario parietal que se conoce en el reino vegetal. Lo más natural es que el ovario contenga más de dos óvulos, y entonces se llama bi, tri, o en general plariovalado, según el núme- ro que contenga; muchas veces sucede que sólo tiene una semilla, y entonces es uniovulado ; pero esto es siempre anormal, porque pro- viene del aborto de los otros óvulos debido a causas internas y cons- tantes. II Los óvulos o gérmenes contenidos en el ovario, están colocados sobre un órgano especial, más o menos desarrollado, llamado pla- centa o trofosperma, al que algunas veces están unidos por medio de un piececito llamado funículo, podosperma; cuando éste falta, el óvulo está sentado sobre la placenta, y su punto de unión se llama hilo u ombligo. El óvulo está formado por un saco doble que encierra un cuerpo de estructura celular, de la forma de un pezoncito, llamado núcleo; en él, más tarde, debe desarrollarse el embrión. El saco doble está formado por dos membranas o cubiertas; la exterior se llama primina, y la interior secundina ; algunas veces fal- ta una de las dos, y en casos más raros faltan ambas; otras veces se forma una tercera, cuarta y hasta quinta membrana, que respectiva- mente se denominan dercina, cuartina y «quntina; pero con el desarrollo del óvulo la tercina se une a la secundina formando una sola, y la cuartina desaparece pronto, no siendo constante sino la quintina, que cubre inmediatamente el embrión, y se llama también membrana del amnios. El cordón umbilical que une el óvulo a la pla- centa atraviesa todas estas membranas y llega hasta el núcleo; el punto en que éste se une a sus tegumentos y que es por donde atra- viesa el cordón, se llama chalaza. Además, el óvulo presenta supe- riormente una abertura que es a donde llega la sustancia fecunda- dora o polen, llamado micrópilo. La forma de los óvulos es muy variable, y depende del modo de desarrollarse; cuando éste es uniforme, lo que sucede en muy pocas plantas, el óvulo tiene la forma de un huevo, y el micrópilo está dia- metralmente opuesto al hilo: se dice entonces que el óvulo es ortó- tropo, como el de las poligonáceas, en la chirimoya, etc. Generalmen- ON CARLOS CUERVO MÁRQUEZ te el desarrollo no es tan regular, Jo que hace que el óvulo se incli- ne de un lado, de modo de presentar el micrópilo muy cerca del hilo, y sucede que existe sobre uno de sus lados y en toda su longitud un inflamiento formado por el cordón umbilical, lo que le da el aspecto de una porra; aestos óvulos se les ha dado el nombre de anátropos, como en el cacao (theobroma cacao), etc. Cuando el micrópilo está también situado cerca del hilo, pero «el desarrollo del óvulo es igual hacia ambos lados de su inserción, de modo que tiene la forma de un riñón, se llama el óvulo campylitro- po, como en el frijol (phaseolus), en el chocho (eritrina coralloden- dron), etc. La forma de los óvulos varía entre estos tres tipos, habiendo mu- chos que no tienen forma determinada. Cuando en cada celdilla hay un solo óvalo, puede estar fijo al fondo del ovario y entonces es derecho, como en la ortiga; si nace del ápice, se llama ¿nverso ; se llama ascendente al que naciendo de una placenta axilar se dirige hacia arriba, y descendente si se di- rige hacia abajo. Cuando los óvulos son varios, pueden estar colocados en el ova- rio en uva sola línea, como en las aristoloquias, y se llaman unise- riados ; en dos líneas, como en el tulipán, y se llaman biseriados ; o en varias, y se denominan multiseriados. Otras veces son opuestos, alternos y también esparcidos, como en muchas solanáceas, por ejem- plo, como la achuva (physalis peruvianum), la papa (solanum tube- rosum), etc. MI El estilo es el apéndice más o menos filiforme y largo que des- prendiéndose del ovario sostiene el estigma. Este órgano correspon- de a la nervadura media de las hojas y está formado por la parte superior de las hojas carpelares, arrollada y envuelta de modo de formar un canal ocupado por un parenquima celular extraordina- riamente fino, de consistencia esponjosa y dejando entre su masa intervalos longitudinales vacios, por entre los que atraviesa el tubo polínico para llegar hasta el micrópilo del óvulo, cuya parte supe- rior está vestida por este tejido : debido a esto se le ha llamado tejido conductor. Genéralmente, el estilo se desprende del ápice del ovario, siendo entonces terminal ; pero otras veces sale de los lados de este órgano y se llama lateral ; en muchas labiadas y borragíneas pare- TA O SE $ e - TRATADO ELEMENTAL DE BOTANICA 75 ce desprenderse de la misma base del ovario, y es basilar, enton- ces origina lo que se llama el gímnobase. - Tanto la forma como la dirección del estilo son muy variadas. En el pistilo monocarpelado el estilo es siempre rollizo, sin estrías ni ángulos salientes. En el policarpelado el estilo compuesto tiene por lo general tantas estrías como celdillas tiene el ovario, divi- _diéndose algunas veces en su ápice, en dos o más partes, según el número de carpelos que lo formen. Se dice que el estilo es caduco - si cae después de la fecundación ; en caso contrario, es persistente, y se dice que es acrescente, si continúa su desarrollo después de la fecundación, como sucede en muchas cruciferas, en las que forma el apéndice característico que tienen los frutos llamados silicuas. El estilo, cualquiera que sea su longitud, sirve de intermediario entre el ovario y el estigma. 1 E! estigma es la parte superior del pistilo ; está formado por una expansión membranosa del tejido conductor. Estando destinado a recoger los gránulos de polen presenta una superficie más O menos áspera, rugosa y hasta cubierta de pelos y siempre provista de unos mamelones húmedos y esponjosos, en los que se fijan los granos po- línicos, llamados papillas estigmáticas. Se dice que el estigma es completo cuando presenta contornos que lo determinan claramente. Su forma es muy variada : puede ser globoso, claviforme, capi- lar, en forma de pincel, bilobulado, trilobulado, etc., y hasta bila- minado. Se llama el estigma superficial cuando está colocado en la super- ficie de una parte cualquiera del ovario o del pistilo, distinguiéndo- se tan sólo por sus papillas, y puede ser terminal, o sea colocado en el ápice del estilo o a lo largo del estilo, o sobre las paredes del ovario. El número de estigmas varía mucho en cada flor, pero siempre es igual al de los estilos. o las divisiones de éstos. Generalmente su estructura es glandular, se compone de utrícu- los alargados y convergentes de la superficie al vértice del estilo y unidos por tejido celular; su superficie carece de epidermis. Se ha dicho atrás que el estigma es el apéndice en que termina el estilo; éste, sin embargo, falta algunas veces, y entonces, estando el estigma directamente colocado sobre el ovario, se le llama sentado. 76 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Su forma es muy variada: en el tulipán presenta tres crestas; en la ortiga tiene la forma de un pincel; en la vid parece un pequeño copete celuloso; en la amapola está formado por varias crestas di- vergentes del centro a la circunferencia que forman sobre el ovario una especie de parasol o de sombrerillo. No hay que confundir el estigma con los pelos de una naturale- za particular de que algunas veces está erizado el estilo, principal- mente en las flores de anteras introrsas y muy próximas entre sí; estos pelos casi siempre se dirigen de abajo hacia arriba, y en la época de la expansión de la flor barren el polen de las anteras y lo fijan sobre el estigma, porque el estilo en esa época adquiere todo su desarrollo y pasa rápidamente por entre los estambres, que no se abren hasta después; es por esto por lo que se les ha dado el nom- bre de pelos colectores. En los pinos, en los cipreses y en otros vegetales el pistilo está reducido a una escama que representa una hoja carpelar, sin estilo y sin estigma, y en su base ofrece dos óvulos de micrópilo muy abier- to; después de la fecundación estas escamas se endurecen y se opri- men entre sí, de modo de formar las cavidades que protegen las se- millas en su maduración. CAPITULO XVI RECEPTÁCULO Y NECTARIOS Se da el nombre de receptáculo a la expansión del pedúnculo que sostiene los órganos florales. Propiamente hablando, el receptáculo no constituye un órgano, pero todos los autores lo describen entre éstos, sea por evitar embarazos en las descripciones, por el papel que desempeña, o, en fin, por no poderlo hacer con propiedad fuéra de la organografía. Su forma es muy variada; unas veces es cónico, de modo que los órganos florales se escalonan sobre él sucesivamente; otras, al contrario, tiene la forma de una copa más o menos estrecha, como en las rosáceas ; en estas plantas el receptáculo, no desarrollándose demasiado, deja libres los ovarios, lo que nosucede en las fucias, etc., en que ensanchándose mucho se adhiere a los carpelos del ovario, formando una sola masa. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA q? Generalmente, el receptáculo carece en su superficie externa de poros evaporatorios, y, como la corola, elabora ácido carbónico, apo- derándose del oxígeno de la atmósfera. Mientras más cortos y numerosos son los pedúnculos que sostie- nen las flores, los receptáculos se desarrollan más y aparecen más abultados. En las floves dispuestas en capítulo, el receptáculo encie- rra a veces, como en la alcachofa (cynara scolymus), un depósito de fécula destinada al desarrollo del fruto y de que se aprovecha la eco- nomía doméstica. Como en esta planta la cantidad de fécula dismi- nuye considerablemente después de la fecundación de la flor, se debe aprovechar antes de que esto suceda. Ea los frutos de pepita, como la manzana, el receptáculo se hi- pertrofia, y levantándose por encima de los carpelos, los cubre lle» vando consigo el cáliz, la corola y los estambres, constituye la par- te comestible del fruto, y en lo que se llama la mosca o el ojo de la manzana, se puede distinguir muy bien el resto de las cubiertas flo- rales que han permanecido sobre la expansión del receptáculo. A - este cuerpo también se le ha dado el nombre de tálamo o toro (torus), pero generalmente esta denominación se ha reducido a aque- lla parte del receptáculo situada entre el cáliz y el pistilo, o seaa su superficie, la que sirve de base común a la corola y al androceo. El torus se ens:ncha algunas veces formando un cojinete saliente que ccupa la base del ovario súpero, y en el ovario Infero un platillo que lo corona y que forma la base del estilo; a esta expansión del torus se ha dado el nombre de dísco, es de consistencia glandulosa y elabora y segrega un jugo particular, generalmente azucarado, por lo que en otro tiempo se le consideró como nectario. El disco algu- nas veces está formado por varias piezas unidas, como en el agraz (cissus venatorum), en la fuente de Mompós (cissus smilacina), etc. II Se da el nombre de nectario a las glándulas situadas directa- mente sobre el torus o sobre los órganos que «dle él dependen y des- tinadas a segregar el licor azucarado llamado néctar. El número de nectarios es mny variab:e en cada flor, pero casi siempre en las flo- res regulares guarda relación con el de los pétalos. Aunque generalmente los nectarios ocupan el fondo del cáliz, otras veces se hallan situados en la supe: ficie externa de dicho ór- gano, como sucede en las malpigias; cn o'ras- plantes, como en el 78 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ pensamiento, nacen los nectarios de la extremidad superior o infe- rior del conectivo, y es de notarse que con mucha frecuencia los es- tambres abortadcs se convierten en nectarios. En las corolas gamopétalas irregulares, como el boquiabierto (an- ihyrrinam majus), etc., los nectarios están colocados en la cavidad que tienen en forma de giba o espuela. En muchas plantas di- clines, como en el melón, sucede con frecuencia que el gineceo O el androceo abortados son sustituidos por nectarios. El nectario existe en casi todas las plantas dicotiledones, y su existencia se considera como indispensable para el cumplimiento del importante fenómeno de la fecundación. CAPITULO XVII ESTIVACIÓN Y SIMETRÍA DE LA FLOR Se da el nombre de estivación o prefloración a la disposición que ofrecen los órganos florales, y en especial el cáliz y la corola, antes de la expansión de la flor. Esta disposición suministra muy buenos caracteres para las clasificaciones naturales, porque siempre es cons- tante para el mismo género y por lo general para la misma familia. Las hojas que constituyen cada cubierta floral están unas veces colocadas a la misma altura, esto es, formando verticilo, y otras ve- ces'se encuentran a desiguales alturas; en este caso debe conside- rarse el verticilo como una espiral rebaja la, cuya hoja inferior es la más externa. Esta es la base para la clasificación de los diversos mo- dos de estivación. Cuando el verticilo es verdadero, ofrece la estivación dos modifi- caciones, que son: la valvar y la retorcida. La estivación valvar es aquella en que las partes se tocan en toda su longitud por sus bordes contiguos, como las hojas de una puerta, como sucede en el achiote (bíxa orellana). Esta estivación ofrece dos modificaciones, a saber: 1.* Induplicativa, cuando los bordes contiguos se doblan hacia el centro de la flor, de modo que se tocan por una poción de su cara externa, como en la clemátide; y r TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 79 2.* Reduplicativa, si las partes contiguas se tocan por una parte de su cara interna doblada hacia afuera, como sucede en muchas umbelíferas. La estivación retorcida o contorneada es aquella en que cada una de las piezas se tuerce ligeramente sobre el eje, de modo que con uno de sus bordes cubre una parte de la pieza contigua, y el otro borde está a su vez cubierto por el borde de la otra hoja, como su- cede en algunas rosáceas, en las cruciferas, etc. Cuando no existe propiamente verticilo, sino que las hojas están colocadas en espiral rebajada, ofrece la estivación dos modificaciones, que son : 1? Estivación ¿mbricada o empizarrada, cuando las piezas se cubren parcial y sucesivamente desde la primera o exterior hasta la última o interior, formando una espiral, como sucede en las rosas. Una variación de la imbricada es la estivación convolutiva que exis- te cuando las piezas son tan grandes que se cubren unas a otras, casi por completo, como en la amapola. 2* La estivación guincuncial, cuando el verticilo consta de cin- co piezas colocadas sobre dos vueltas de una espiral rebajada, de modo que dos de ellas, la primera y la segunda, son exteriores, dos son interiores, la cuarta y la quinta, y una intermedia, que es la ter- cera, está en parte cubierta por las primeras, y a su vez cubre parte de las segundas, como sucede en el cáliz de la rosa. Esta estivación sufre algunas modificaciones por el diferente desarrollo de los péta- los. Así, por ejemplo, en las corolas. de las papilionáceas, que son quincuenciales, el estandarte o vexilo, que debería ser de las piezas interiores, por el desarrollo mayor se hace de las exteriores, cubriendo a todas las demás; esta modificación se llama vexilar. En el boqui- abierto y en otras plantas de corola personada, sucede lo contrario, una de las piezas exteriores se hace interior a causa del mayor des- arrollo de las otras ; esta estivación se llama coclear. Cuando las hojas del cáliz o de la corola forman dos verticilos, de modo que el exterior encaja en el interior y alterna con él, se dice que la estivación es alternativa, como se ve en el cáliz del alelí (chet- ranthus chetrú). Los estambres de las melastomáceas están enrollados sobre sí mismos, de modo que ofrecen un ejemplo de estivación reduplicati- va; los del llantén (plantago major) están encorvados de afuera ha- cia adentro, y se dice que la estivación es implicativa. * 30 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ La corola está cubierta por las piezas del cáliz, y por lo común, éstas se abren naturalmente al tiempo de la expansión de las flores, pero en algunas bignoniáceas y en otras plantas, están los sépalos soldados con tal fuerza, que los órganos interiores tienen que rom- per el cáliz para salir al exterior. En otras plantas, como en el agraz (vitis labrusca), los pétalos están soldados con tal fuerza y tan adhe- ridos por su parte superior, que no llegan a desprenderse. II Simetría de la flor. Admitiendo por la palabra simetría, la rela- ción de semejanza entre las hojas que constituyen los verticilos de la flor, debe estudiarse bajo los siguientes aspectos: 1. Por su forma ; 2.2 Por su número; 3.2 Por la disyunción ; y 4.2 Por la posición re- lativa de las hojas de los diversos verticilos. 1.2 La simetría de forma existe cuando las piezas de un vertici- lo son semejantes entre sí, como sucede en el cáliz y en la corola de la rosa, de las solanáceas, etc. ; o bien, cuando siendo diferentes, al- ternan las unas con las otras, ofreciendo un conjunto simétrico, como sucede en algunas ranunculáceas; esta simetría se llama radiada. Cuando el verticilo no presenta esta simetría, se llama irregular, pero dividiéndolo por mitad, longitudinalmente, siempre tiene dos mita- des colaterales semejantes, como sucede en un pensamiento, en un boquiabierto, en una flor de haba, etc. Esta clase de simetría es aná- loga a la de los animales superiores, lo mismo que la de las flores regulares es análoga a la simetría radiada de los inferiores, como son los zoófitos, etc. 2.2 La simetría de números es completa, cuando todos los verti- cilos están formados por un número igual d» piezas, como sucede en la mayor parte de las crasuláceas, en que el cáliz consta de cinco sé- palos; la corola, de cinco pétalos; el androceo, de cinco estambres, y el gineceo, de cinco carpelos; en el chulco (oxalvix hedisarioides), el cáliz, la corola y el gineceo constan de cinco piezas cada uno, y el androceo de diez estambres, de los cuales hay cinco más cortos que los otros. 3.2 La simetría de disyunción tiene lugar cuando las piezas de cada verticilo, como también cada uno de éstos, está libre de toda adherencia, como en la aquilegia y otras ranunculáceas. 4.2 La simetría de posición existe cuando las piez1s de cada ver- ticilo alternan con !as de los verticilos inmediatos, y cuando éstos es- o » TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 81 tán colocados de abajo hacia arriba, en el orden siguiente: el cáliz, la corola, el androceo y el gineceo o pistilo. - Siendo el caso más común que la flor sea simétrica y regular, se ha creído reconocer en ella el tipo de la fl>r de los vegetales faneró- gamos. Esta flor tipo está, pues, compuesta de cuatro verticilos regula- res, y cada uno de ellos compuesto del mismo número de hojas libres entre sí, lo que puede luégo modificarse de mil modos, debido al des- igual desarrollo ocasionado por diferentes causas físicas o vitales que originan la irregularidad, ya por sínfisis o soldaduras, por supresio- nes, por separaciones o por abortos, etc. Se ha observado que en ciertas circunstancias las linarias y tam- bién las violetas, que son irregulares, se convierten en flores perfec- tamente regulares, porque tolos los pétalos adquieren el tamaño y la figura del más desarrollado. A esta metamorfusis se ha dado el nombre de piloria, que significa monstruosidad; aigunos botánicos, lejos de considerarla como tál, la miran como una vuelta a su esta- do normal; pero tenien lo en cuenta la manifiesta tendencia de todos los organismos para adelantar en la vía de la perfección, esta piloria debe considerarse como los primeros y vacilantes pasos dados hacia la regularidad. Es de notarse que la irregularidad de las flores, como la capuchi- na, la violeta, las de corola personada, etc., coincide cun la presen- cia de glándulas nectariferas, situadas en la base de los órganos de- formados, o que ocupan su lugar, cuando éstos aboftan. Las soldaduras o sínfisis alteran la simetría de disyunción, ha- ciendo aparecer como sencillos, verticilos que en realidad son com- puestos, como sucede en los cálices gamosépalos, en las corolas ga- mopétalas, en los estambres mono o poliadelfos, en el pistilo policar- pelado, etc. Los abortos y las supresiones contribuyen más que todo a des- truír la simetría de la flor. Se llama aborto el estado de un órgano que después de haber principialo su formación, paraliza su des- arrollo. La supresión indica la ausencia de un órgano, sin haber comen- zado a formarse. Los estambres y el pistilo están más expuestos a estos defectos que los otros dos verticilos externos. De la supresión o del aborto de un verticilo entero provienen las flores apétalas, las monoicas y las 6 82 [CARLOS CUERVO MARQUEZ dioicas. Otras veces- son dos los verticilos que faltan, como sucede en las ortigas, en que la flor está sólo formada por el cáliz y el an- droceo, o por el cáliz y el pistilo. Las causas que perturban la simetría de la flor, unas veces obran aisladas, y otras veces se combinan entre sí, llegando hasta actuar todas ellas reunidas, como sucede en las aristoloquias, en el boqui- abierto, etc. CAPITULO XVIII EL FRUTO - Después de efectuada la fecundación, las cubiertas florales prin- cipian por marchitarse, pierden su frescura y sus brillantes colores, hasta que llega el tiempo en que ya secas, se desarticulan del recep- táculo y son arrastradas por una ráfaga de viento, o caen al suelo naturalmente, llevando consigo, las más de las veces, los órganos masculinos; o, cuando persisten algunos de estos órganos, antes tan vistosos, es sólo bajo la apariencia de escamitas secas y coriáceas que disminuyen cada día de volumen. Entre tanto, el ovario, solo o ad- herido al tubo receptacular, adquiere mayor vida, se va abultando poco a poco, y convertido en un laboratorio químico de trabajo cons- tante, toma a veces un desarrollo considerable debido a los jugos que de todas partes concentra en él la planta, hasta venir a constituír el precioso producto vegetal llame do fruto. El tiempo que tarda el ovario en madurar varía mucho, según las especies; hay plantas en que sólo necesita de unos pocos días, mientras que en otras, como en muchas coníferas, dilata hasta dos años. El fruto consta del pericarpio y de las semillas. El pericarpio es la parte del fruto formada por las paredes del ovario; está compuesta hasta de tres partes, que en una cereza 0 en un durazno, por ejemp!o, se ven muy distintas, y son: 2 La película exterior, llamada epicarpio. 2.” La parte carnosa comestible, que es el mesocarpio o sarcocarpio. 3* La parte de consistencia leñosa o endocarpio llemada hueso o pepita, que cubre inmediatamente la semilla. Mucho varía, por TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 83 supuesto, la consistencia de estas partes en los diferentes frutos: en el nogal, por ejemplo, el mesocarpio es de consistencia suberosa; en las gramíneas y en otras muchas plantas, el pericarpio entero está reducido a una película muy delgada que se confunde con la semi- lla; en la manzana y ea otras rosáceas, el pericarpio es de naturale- za coriácea, porque la parte caraosa del feuto está formala por el tubo receptacular muy desarro!lado, etc. Puesto que el ovario es una hoja modificada, se comparan el epi- carpio y el enlocarpio del fruto a las dos membranes de las hojas, considerándose el mesocarpio como el parenquima, modificado por agentes químicos y vita!es. En todo fruto, como en el oyario, hay que considerar la base o punto por donde se adhiere a la planta y el vértice, o sea el punto opuesto a la base. Cada carpelo simple o cada fruto compuesto puede tener una sola semilla, y entonces se llama uniseminado o monosperma; 0 va- rias, y se llama pausiseminado u oligosperma; si contiene un gran número de semillas se denomina multiseminado o polisperma. El fruto puede estar compuesto por un solo carpelo, y entonces se llama apocarpio, como el guisante, el mango, etc.; o por varios carpelos reunidos como en la azucena, en la amapola, el estramonio, etc, y se llama syncarpio. Tanto en los unos com» en los otros, las suturas que unen los bordes de las hojas carpelares ss llaman sutu- ras dorsales, y corresponden al centro de la flor. En los frutos apo- carpios, la señal que se ve en la superficie, llamada impropiamente por algunos sutura ventral, no es sino la señal del nervio mediano de la hoja carpelar, indicado unas veces por un borde saliente, y otras, como en el durazno, por un surco longitudinal. En los ovarios ínferos, las marcas que se observan no son sutu- ras sino nervios del tubo receptacnlar, como en las peras, la manza- na, la pomarrosa, etc., y en todas las plantas en que el receptáculo es el que constituye lo que vulgarmente se llama la fruta; la parte car- nosa de la fresa y de la fruta de Chile está igua'mente formada por el receptáculo, y los frutos son los granitos negros de que está rega- da la superficie, los cuales conservan restos del estilo. Cuando el fruto es seco, como en el trigo, o cuando tiene hueso, como en las ciruelas, las placentas se desecan o desaparecen del todo, pero cuando es enteramente carnoso, aumentan considerablemente su volumen y se llenan de jugos; de ordinario son más blandas que " A OO e 1d 0 A [A A O W 594 ye 7 AMOR 34 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ el pericarpio, y las semillas, por lo común muy numerosas y relati- vamente pequeñas, están regadas en su masa y se llaman anidadas, como en las guayabas (psidium pommiferum), en la badea (passiflo- ra quadrangularis), en la gulupa (passiflora ornata), etc. La sustan- cia que en este caso envuelve las semillas, se llama pu/pa, para dis- tinguirla de la carne del fruto. En la naranja y demás frutos de las aurantiáceas, la parte comes- tible no pertenece propiamente al pericarpio, sino que está formada por un tejido adicional, compuesto de una multitud de celdillas fu- siformes muy jugosas, y que del todo ocupan las celdas del fruto. Una vez que las semillas han tenido el suficiente desarrollo para confiarse al suelo, y originar por medio de la germinación indivi- duos capaces de gozar de una una vida propia, tienen que abando- nar el pericarpio, y éste se abre espontáneamente, que es lo que se ha llamado dehiscencia, y los frutos en que tal sucede se denomi- man dehiscentes, como son los de las irídeas, las amarillídeas, las le- guminosas, etc.; o el pericarpio no se abre naturalmente, y los fru- tos se llaman indehiscentes; en éstos, las semillas pueden quedar li- bres por varios motivos: 1.2 Por la destrucción del pericarpio, lo que “sucede en los frutos carnosos, como en la totuma, en la calabaza, en las curubas, etc.; 2.2 En los frutos secos en que el pericarpio envuel- ve completamente la semilla, ésta, al germinar, lo rompe para abrir- se paso, como el trigo, el maíz y todas las gramíneas. Se llaman valvas en los frutos dehiscentes, las piezas en que se abre el pericarpio para dar paso a las semiilas, y según el número de valvas se llama el fruto univalve, bivalve, trivalve o multivalve; algunas veces, no siendo completa la dehiscencia, las valvas quedan libres en sólo una parte de su longitud, y a veces en sólo su extre- midad, como en la amapola (papaver somniferum). La dehiscencia de los frutos apocarpios o simples se efectúa de tres maneras; 1." Por la sutura ventral, como en el de/fiínium y en muchas apocnieas ;,2.? Por el nervio dorsal, como en las magnolias,; y 3" Por amhas partes a la vez, como en la haba y en otras mu- chas leguminosas ; en este caso existen dos valvas para cada carpelo. En los frutos sincarpios o compuestos, la dehiscencia se efectúa de varios modos: | 1.2 Por las suturas parietales de loscarpelos, de modo que cada uno de éstos forma una valva;esta dehiscencia, cualesquiera que TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 85 sean las modificaciones que presenta, se llama septicida, como en el digital (digitalis purpurea). 2.2 Por el nervio dorsal, de modo que cada valva está compues- ta de dos mitades de distintos carpelos, en cuyo centro existe la pla- centa separada del tabique; esta dehiscencia se llama loculicida, co- mo en el lirio (iris germánica), y en todas las irídeas ; esta dehiscen- cia presenta una variedad, y es cuando las placentas arrastran consi- go los tabiques, los cuales quedan adheridos a las valvas, como en el estramonio (datura stramontum). 3: Por un corte circular horizontal, que divide el fruto en dos partes, de modo que la parte superior representa una tapadera, como en el llantén (plantago major),enla verdolaga (plutolacea officinalis); esta dehiscencia se llama transversal. 4.2 Por medio de poros colocados en la base, en el ápice o sobre las paredes de los carpelos; según donde estén colocados, se llama la dehiscencia basilar, lateral o apieilar, como en la amapola, en el cascabelillo (alonsoa meridionalis), etc. 5» La dehiscencia es ruptil cuando se verifica de una manera irregular, lo que proviene de que tanto los nervios dorsales como las suturas ventrales resisten fuertemente, como se observa en las lina- rias. El fruto de la acuapa o arenillero (hura crepitans) se abre, por la disecación en veinticuatro o treinta valvas, tan de repente y con tal fuerza, que produce una ligera detonación, arrojando a lo lejos las muchas semillas que contiene. Se ha hecho el ensayo de li- _garlo con hilos metálicos, pero es tal su fuerza, que a pesar de esto las valvas se separan todavía las unas de las otras. Il - Niogún órgano vegetal puede presentar tantas modificacio- nes como el fruto, y debido a esto, su estudio, llamado carpología, había permanecido casi estacionario, hasta que Mirbel, De Can- dolle, Dumortier y Richard lo han hecho adelantar notablemen- te. Hoy día está generalmente adoptado un sistema de clasificación del frutc, extraído de los que han presentado los autores ya citados, y que es el siguiente: Todos los frutos de los vegetales fanerógamos se han agrupado en tres grandes secciones, a saber: 1.* Frutos apocarpios, o sea los formados por un solo carpelo; 2.* Frutos syncarpios, o formados por 86 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ distintos carpelos en la misma flor; y 3.* Frutos polyantocarpios, O los compuestos por la unión de carpelos pertenecientes a flores dis- tintas. . Las frutos apocarpios comprenden : 1.2 El folículo, que es un frato seco, dehiscente, quese abre lon- gitudinalmente porla sutura ventral, y raras veces, como en la mag- nolia, por el nervio dorsal; después de abierto presenta una valva exactamente igual a su única hoja carpelar. En el folículo, mejor que en cualquier otro fruto, se reconoce su procedencia foliácea. Rara vez, y sólo por causa de aborto, están aislados los folículos; ge- neralmente están dispuestos en verticilo, como en el delfinium, en la aquilegia, en el cumaruco (sterculia cartaghinensis), etc. 2.2 La legumóbre es un fruto seco, deniscente, de una O varias se- millas, colocadas sobre los bordes d:la sutura ventral; se abre en dos valvas por las suturas ventral y dorsal. Su forma, tan especial, larga y medio comprimida, la hace distinguir a primera vista; per- ltenece a la familia de las leguminosas, como el chocho (erytrina corallodendron), la haba (vicia fava), el campeche (hoematoxilon campechianum), el dividivi (cesalpina coriaria), etc. Por lo general, la legumbre es unilocular, pero a veces vienea ser multilocular, de- bido a los tabiques espurios transversales, formados por el endocar- plo; otras veces la legumbrees bilocular, por la infl»xión longitudi- nal de la sutura ventral, o de la dorsal, como en el astrágalo. 3.2 La drupa es un fruto indehisceníe, por lo general de ss milla única, de mesocarpio carnoso y endocarpio endurecido en hueso, como el cerezo (cerassus), el mango (mangifera indica), la cirue- la amarilla (spondias lutea), etc. La nues, considera la por algunos autores como una clase distinta, se debe tener por una variedad de la drupa, de la que sólo difiere por tener el mesccarpio coriáceo y el alvéolo de la semilla muchas veces sinuoso, como en el nogal (7a- glands cinerea). 4.2 El aguento es un fruto seco, indehiscente, monosperma, la semilla nunca está adherida al pericarpio; puede ser solitario, como en las synantereas, el frailejón, el chilco (molina bogotensts), etc. ; O aglomerado, como en las rosas. El odrecillo es una variedud del aquenio, cuyo pericarpio es membranoso, muy delgado y fácilmente se rompe transversalmente por cualquier choque: este es el fruto de los cárices, etc. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 87 5-2 El grano o caryopside es un fruto seco, monosperma, inde- hiscente, de pericarpio muy delgado e íntimamente adherido a la semilla, pertenece a la familia de las gramíneas como el trigo, el maíz, la cebada, etc. Los frutos polycarpios o múltiples deben considerarse como va- riedades de los apocarpios, porque resultan de la reunión de varios frutos simples, provenientes de la misma flor, sin estar soldados entre sí directamente sino más bien aproximados por un sustentáculo muy desarro!lado, como en la fresa; o bien porque de por sí nacen mu- chos en un espacio muy reducido. Los frutos policarpios comprenden tres variedades, que son : 1.2 El eterio, que proviene del conjunto de carpillos secos y li- bres colocados sobre un receptáculo carnoso, como la fresa (fragaria vesca), la fruta de Chile (fragaría chiloensis), etc.; en estos ejem- plos los carpillos son pequeños aquenios que aún conservan restos del estilo; o bien del conjunto de carpillos carnosos sobre un receptá- culo seco, como en la mora (rubus fruticosus), etc., aquí los carpi- llos son pequeñas drupas; 2.* El eynarrodon, formado por el conjunto de varios carpillos (aquenios) libres, pero encerrados dentro de un receptáculo cóncavo adherido al cáliz; el único ejemplo de cynarrodon lo ofrece e] géne- ro rosa; y - 3." El syncarpio, que proviene de la reunión de carpillos libres en las flores, pero que más tarde, a causa del desarrollo de la parte carnosa, se unen formando un solo fruto de figura apezonada, como en las magnolias, las anonáceas, como la chirimoya (anona chirimoya), la guanábana (anona quadrangularis). Como se ve, el syncarpio sirve de paso entre los frutos simples y los compuestos; es la forma intermediaria entre unos y otros. Los frutos syncarpios se hablan dividido hasta hace poco tiempo en una multitud de clases, que un estudio más minucioso y más ló- gico ha reducido sólo a tres, que son: la cápsula, la baya y la núcu- la. En el estudio de estos frutos se verán las poderosas razone3 que han inducido a hacer este cambio tan notable en la clasificación, antes tan complicada, de los frutos. 1.2 La cápsula es un fruto syncarpio, dehiscente y de uno o de varios compartimientos; su modo de dehiscencia es muy variado : unas veces es transversal, como en el llantén (plantago major), en la 88 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ verdolaga, etc., por este solo carácter se había formado una clase distinta llamada pixide, la que sólo se debe considerar como una variedad de la cápsula. Se ha dado el nombre de silicua a una cápsula bicarpelada, ge- neralmente bilocular a causa de un falso tabique que la divide en dos valvas; cuando éstas se abren, dejan las placentas cargadas de las semillas adheridas a dicho tabique. En algunos casos, como en el rábano común, la silicua está separada transversalmente por ar- tículos, cada uno de los cuales encierra una semilla. Cuando la lon- gitud de la silicua no excede en mucho a su anchura, toma el nom- bre de silícula, como en el calzoncito, el maíz tostado (lepidium bi- pinnatifidam), etc. Tanto en la silicua como en la silícula persiste el estilo formando un apéndice característico. Estos frutos son ex- clusivos de las cruciferas, como la mostaza (sinapis nigra), el ale- li, etc. La sámara es un fruto seco, caracterizado por su pericarpio, que se prolonga a cada lado del compartimiento en dos alas membrano- sas y delgadas. Este fruto se había clasificado entre los apocarpios, pero es evidente que se compone de dos carpelos soldados, forman- do un ovario bilocular. En el olmo y en el fresno después de la flo- ración abortan todos los óvulos, menos uno que, tomando un gran desarrollo, obliga a ceder al tabique que divide los compartimien- tos, de modo que algún tiempo después parece unilocular, de donde ha provenido el error de la clasificación. En la sámara del arce los dos compartimientos son marcados y el fruto maduro se desprende en dos cápsulas pluriloculares, suspendidas en la extremidad de un eje filiforme. Por lo tanto, la sámara debe considerarse como una variedad de la cápsula. En las cápsulas pluriloculares se ha dado el nombre de cocas a los carpelos que elásticamente se desprenden unos de otros, como los del arenillero (hura crepitans ), los del cedro (cedrela odorata), los de las malvas. Los carpelos del fruto del geranio se deben admi- tir también como cocas, porque se desprenden elásticamente en la parte inferior y, arrollándose sobre sí mismos, quedan suspendidos de su parte superior. Los frutos de la capuchina, de las borragíneas, etc., que algunos autores han considerado como formados por varios aquenios, comprendiéndolos bajo la denomineción general de poly- aquentos, son verdaderos frutos sincarpios, formados por carpelos separados por un tabique muy estrecho; después de la maduración TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 89 se separan a la manera de las cocas y quedan suspendidos del eje filiforme que prolonga el receptáculo. 2.2 La núcula es un fruto seco, indehiscente, de pericarpio hue- soso o coriáceo, cubierto total o parcialmente por'un involucro lla- mado cúpula; al principio es plurilocular, pero después se convierte en unilocular por causa de aborto. Este fruto pertenece a la familia de las cupulíferas, como el roble (quercus graenalens:s ), el avellano (corylus avellana ), etc. 3.2 La baya es un fruto suculento, indehiscente, sin hueso algu- no y siempre multiseminado : su forma es muy variada, pueden ser- vir como tipos el tomate (licopersicum esculentum ), la uya camarona (thybaudia macrophilla), el fruto de la papa, etc. La baya presenta un gran número de «variedades que han recibido nombres especia- les, y son : La anfisarca es una baya unilocular, indehiscente, polisperma, con las semillas colocadas sobre gruesas placentas, carnoso interior- mente, y por fuera más o menos leñoso como el totumo fcrescentia cujete), la granadilla (passiflora ligularis ), la gulupa (passflora or- nata), etc. . La pepóride es una baya del todo carnosa, formada por uno, treso cinco carpelos soldados con el tubo receptacular, es unilocular y polysperma; las placentas son parietales y muy carnosas, como en el melón (cucumis melo), la patilla (cucumis citrullus), la calabaza (cucurbita máxima), la ahuyama (cucurbita berrucosa), etc. La manzana o melónide, que es una baya formada por cinco car- pelos cartilaginosos, es indehiscente, los carpelos están cubiertos por el tubo receptacular, que ha adquirido un gran desarrollo y es de consistencia carnosa y suculenta, como la manzana (pyrus malus), la pera (pyrus comunts), el membrillo (cydonia vulgaris), etc. El hesperidio es una baya de epicarpio glanduloso y aromático, de mesocarpio esponjoso y de endocarpio tapizado de células pulpo-. sas, fusiformes, que cubren todo el espacio de las cavidades, rodean- do las semillas, como la naranja (citrus aurantrium), el limón (ci- tros limonum), la lima (citrus líimetta), etc. Los frutos polyantocarpios o agregados son los que resultan de la reunión de varias flores; cada uno de los frutos parciales está comprendido en alguna de las especies ya descritas; comprenden tres variedades, que son: 90 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Sorosts, que resulta de la reunión de varios frutos pertenecien- tes a flores distintas, y soldados entre sí por sus cubiertas florales, carnosas y muy desarrolladas, como la piña (anañassa sativa), la fruta del árbol del pan (arctocarpus incisus), etc. Sicono, formado por la reunión de varias flores femeninas colo- cadas dentro de un receptáculo carnoso, el que puede ser casi pla- no, como en la contrayerba (dorstenía contrayerva), u ovoide y muy cerrado, como en el higo (ficus carica). Stróbilo o cono, que proviene de la reunión de carpelos sin esti- lo ni estigma, arrimados los unos a los otros a manera de escamas generalmente leñosos, los cuales, soldados entre sí, forman uni solo cuerpo, como el fruto de los pinos, el del ciprés (cupressus semper- virens), etc. Como se ve, esta clasificación comprende todas las clases de fru- tos, a pesar de su sencillez, la que consiste en que, debido a minu- ciosas observaciones, se ha reconocido que muchos frutos, como los poliaquenios, la sámara, etc., tenidos antes por clases distintas, sólo alcanzan el.rango de variedades. La sencillez de esta clasifi- cación evita las repeticiones y el defecto de los muchos caracteres, por lo general insignificantes y confusos, que era preciso tener en cuenta para aplicar a las numerosas clases de frutos que abrazan los sistemas de Desvaux, Dumortier, etc. CAPITULO XIX LA SEMILLA La semilla no es otra cosa sino el óvulo fecundado y maduro; es la parte esencial del fruto, puesto que en ella reside el germen que con el tiempo viene a ser un individuo idéntico a la planta ma- dre, perpetuando así las especies vegetales. Poco ha variadoel óvulo en su estructura después de la fecunda- ción y de la madurez; de suerte que en la semilla, como en el óvu- Jo, hay que considerar una túnica doble que encierra el embrión, que no es sino el núcleo desarrollado. Esta túnica, que ha recibido nombres diferentes, llamándola Richard perisperma, y De Candolle episperma, que tal vez con mayor propiedad expresa la idea de y TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 9I piel o túnica de la semilla, está compuesta por dos membranas: la exterior, llamada festa, está formada por la reunión de la primina con la secundina del óvulo; y la interior, llamada tegmen, está for- mada por el saco embriona!. Según De Candolle existe además en- tre estas dos membranas un plexus intermedio llamado monosper- mo. Estas túnicas encierran la almendra. Como el óvulo, la semilla está unida a la placenta por el funí- culo que nace del ombligo; en el grano, su unión está marcada en la testa por una cicatriz de un color diferente del resto; en los gra- nos colorados, como en el chocho o el fríjol, es generalmente blan- CUuzCa. En el ombligo hay que considerar el omfalodío, que está señala- do por uno o por varios agujeritos que marcan el tránsito de los vasos destinados al alimento de la semilla. El punto situado en la endopleura, en donde termina el cordón umbilical, se llama chalaza u ombligo interno. Cuando la chalaza y el ombligo no se correspon- den, forma el cordón umbilical, de uno a otro punto y en la longi- tnd de la semilla, una línea prominente llamada rafe, como se pue- de ver en las semillas del limón. Además del ombligo existe una pe- queña abertura que es el micrópilo, y que ahora sólo se distingue por su color blanquecino, porque por lo general está cerrado por un tejido poco apretado; este es, en el óvulo, el punto a donde llega el tubo polínico después de atravesar el ovario para efectuar la fecun- dación. La forma de la semilla es muy variada: por lo general es glo- bosa u ovoide; otras veces es arriñonada, como en el caracolí, o cor- diforme, como en el mango; comprimida, como en las nechas o la lenteja, etc. Su superficie puede ser lisa, como en la manzana; rugo- sa, como en el durazno; alveolada, como en el ojo de venado; vellu- da, como en el algodón; alada, como en las apocíneas, etc. Su color varía también mucho. Algunas semillas están más o menos rodeadas por una cubierta más o menos jugosa y de consistencia varia,llamada ar:lo, que tiene su origen en el funículo o en el micrópilo. Censtituye la parte co- mestible de las guamas, de las curubas, etc.; en las primeras es blan- co aterciopelado, y en las segundas es rojo ladrillo. Los arilos son más o menos completos; en los ejemp!os anteriores cubren comple- tamente la semilla, mientras que en otras plantas están tan poco desarrollados que sólo la cubren en parte. El arilo de la otoba (my- 92 - CARLOS CUERVO MÁRQUEZ rística otoba), es de un rojo subido y está impregnado de aceite aro- mático, es laciniado y a veces adquiere un gran desarrollo. Los arilos no se desarrollan hasta después de la fecundación y jamás se adhie- ren a la testa. El perisperma encierra la almendra o pepita, la cual contiene el embrión propiamente dicho y un cuerpo que a veces lo acompaña, existiendo en muchas plantas, llamado albumen. MI El albumen es un cuerpo de estructura celular que primitiva- mente existe en todas las semillas ; el embrión se alimenta de él y a veces lo absorbe todo, pero cuando no sucede esto, el residuo se con- vierte en una masa organizada destinada, como los cotiledones, a la nutrición del feto vegetal; su tamaño es siempre inverso al de los cotiledones y su consistencia es muy variada : es farináceo si las cé- lulas se llenan de fécula, como en el trigo, en el maíz, en la avena, etc.; carnoso, si su tejido es blando y espeso; oleaginoso, si contiene un aceite fijo, como en la higuerilla, en el coco, etc.; córneo, si es es- peso, duro y con la consistencia del cuerno, como en el café o en el dátil; ebúrneo, si tiene la consistencia del “marfil, como en la cabe- za de negro (phytelephas macrocarpa). Muy variada es la posición del albumen respecto del embrión ; éste, unas veces está todo cubierto por el albumen, mientras que otras, al contrario, el embrión lo rodea completamente. El albumen se llama ruminado cuando la endopleura se arruga dentro de él, for- mando como tabiques incompletos que recuerdan el estómago de los rumiantes, como en el nogal. En el albumen farináceo, la forma de los granos amiláceos varía mucho según la planta que los produzca. Así, por ejemplo, los gra- nos de almidón del trigo son lenticulares, ovoides y muy pequeños ; los de la papa son más grandes y provistos de zonas más o menos regulares y marcadas. Los granos amiláceos del maíz son poliédricos y en su centro tienen casi todos puntuaciones más o menos grandes ; muy fácil es, pues, reconocer, por un simple examen microscópico, la procedencia y la falsificación de una harina. II El embrión, o sea el feto vegetal, es la parte esencial de la semi- lla. Es una pequeña planta en miniatura, y consta de cuatro partes TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 93: ES distintas, que representan los órganos más esenciales para la nutri- ción vegetal, y son: una raíz llamada raicilla o radícula ; un tallo llamado ejecillo o blastema ; una o más bojas que por su estructura particular se han llamado cotiledones o cuerpo cotiledonar; y por último, de una pequeña yema llamada gémula o plumilla. Los co- tiledones, debido a sus grandes dimensiones, cubren casi del todo las otras partes del embrión. 1.2 La radícula es la parte del eje situada debajo del cuerpo co- tiledonar; está destinada a convertirse en la raíz del vegetal; en el embrión siempre se dirige hacia el ombligo del grano, absorbe las aguas del amnios que la rodean y los jugos que le proporciona el cordón umbilical; de modo que este órgano ejerce ya funciones idénticas a las que está llamado a desempeñar en la nutrición des- pués del desarrullo del vegetal. En el acto de la germinación la radí- cula se dirige sierapre hacia el centro de la tierra, obedeciendo a fuerzas vitales combinadas con las leyes de la gravedad. Sudongitud y su forma son muy variadas: puede ser cilíndrica, filiforme, en for- ma de maza o de huso, etc. El señor Richard ha dividido las radí- culas en dos secciones, a saber: exhorizas, que son las que ofrecien- do la forma cónica, o sea adelgazándose del cuello a su extremidad, que es puntiaguda, se-prolonzan después de ha germinación y no producen raivillas laterales hasta después de algún tiempo; y en- dhorizas, que son lasque tienen una forma redondeada, y que sien - do más gruesas en su extremidad no se prolongan después de la fecundación, sino que dan origen a raicillas laterales que por lo re- gular son sencillas. 2.2 El blastema es aquella parte del embrión situada entre la ra- dícula y la gémula, que al desarrollarse constituye el tallo del ve- gelal: esta parte del embrión es por lo general muy reducida y sólo se hace aparente durante la germinación. 3 La gémula o plumilla es una yema en miniatura, que coro- na el blastema ; está formada por hojas rudimentarias que durante la germinación y debido a los agentes atmosféricos, se desarrollan más o menos aprisa, constituyendo las hojas y demás partes del ve- getal destinadas a vivir al aire libre. 4.2 Los cxtiledones son unos cuerpos más o menos grandes, de consistencia carnosa, que bajo la forma de las primeras hojas nacen lateralmente del blastema, el cual, con la gémula y parte de la radí- cule, quejan cubiertos por su masa desarrollada. Estos órganos se 94 CARLOS CUERVO MARQUEZ 5 tienen por análogos de las mamas de los animales mamiferos, por- que su papel es suministrar el primer alimento al vegetal recién na- cido, elaborado a favor de las sustancias carbonosas que tienen al- macenadas. “Todos los vegetales provistos de flores propiamente dichas o de verdaderos órganos sexuales, tienen cotiledones. Algunas plan- tas tienen uno solamente ; otras muchas están provistas de dos, y sólo unas pocas, como las coníferas, llegan a tener hasta doce o quin- ce cotiledones dispuestos en verticilo. Por lo general los cotiledones tienen convexa la superficie exter- na y plana la interna ; otras veces tienen ambas planas, y siempre son lampiñas, lisas y más o menos lustrosas. De ordinario cada co- tiledón está compuesto de pecíolo y de lámina, pero también pueden formarlo una d» estas partes solamente; cuando existe sólo «el pe- cíolo, el cotiledón es muy pequeño; así son los de la mayor parte de las plantas que tienen uno solo. Algunas veces, como en la capu- china, los dos cotiledones se unen tan íntimamente que la planta parece no tener sino uno; éstos sellaman conferruminados, y el em- brión macrocéphalo. Cuando son dos los cotiledones, son casi siem- pre iguoles, pero hay plantas en que difieren por el tamaño y por la figura, llegando uno de ellos a ser tan pequeño que la planta pare- ce tener un solo cotiledón. La forma de los cotiledones es muy variada, lo mismo que su consistencia y tamaño: son aceitosos, como en el almendro; fecu- lentos, coto en la haba, etc. ; su color varía inucho, siendo hasta ne- gros, como en la guama (¿ga vera). | En el reino vegetal, la carencia o el diverso número de cotiledo- nes está en constante relación con la organización íntima y con el desarroll> progresivo de las especies; de aquí que se hayan aglome- rado los vegetales en dos grandes grupos, a saber : Los desprovistos de cotiledones, llamados acotiledóneos, y tam- bién agamos, eryptógamos o celulares, porque carecen de verdade- ros órganos sexuales, y cuyo tejido es casi exclusivamente celular ; tales son los hongos, las a!yas, los musgos, etc. Las plantas provistas de cotiledones se reúnen en el segundo gru- po, y se llaman cofiledóneas, y también vasculares o fanerógamas, porque su tejido está formado por células y vasos, y porque sus Ór- ganos reproductores son perfectos y verdaderamente sexuales. El grupo de las plantas cotiledóneas, fanerógamas o vasculares se divi- de en dos grandes secciones, que son : » TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 95 ——_—_. 1." Los vegetales provistos de un solo cotiledón, llamados mono- cotiledóneos, y también endógenos, por De Candolle, porque su cre- cimiento se efectúa por la formación de nuevos vasos en el interior del tejido que ya existía ; tales son: las musáceas, como el plátano - (musa paradisíaca) ; las palmeras, como el mararay (martinezia ca- ricetefolia) ; los cachipaes (bactrics gassipaes), etc.; las gramíneas, elc.; y 2% Las plantas provistas de dos o más cotiledones, llamadas d- _cotiledóneas, y también exógenas, porque su crecimiento se lleva a cabo por la formación de nuevos vasos en la superficie del cuerpo leñoso ; tales son las anonáceas, como la chirimoya (anona chirimo- ya); las urticáceas, como la ortiga (urtica urens); las rubiáceas, como la quina (cinchona lancerfolia); el café (coffea arábiga); las lauráceas, como el eucaliptus; el aguacate (perssea gratissima) ; las sinantéreas, etc. Los vegetales agamos o cryptógamos son los menos numerosos; luégo siguen los monocotiledones, siendo los dicotile- dones los que abarcan la mayor parte de las especies. Esta división de las plantas es la clave primordial de las: clasificaciones naturales del reino vegetal. La forma del embrión es muy variada; puede ser cilíndrica, fu- siforme, lenticular, globosa, cordiforme, etc. Generalmente su co!or es blanco, pero también puede ser azul, verde, rosado o amarillo, como en las crucíferas. Ordinariamente en cada semilía existe un solo embrión; sin embargo, el naranjo tiene con frecuencia dos, tres e cuatro, arrollados sobre sí mismos; las coníferas como los pinos y las cicadeas tienen mayor número, pero siempre colocados en es- piral. Vegetales cryptógamos o acotiledóneos CAPITULO XX El grupo de los vegetales cryptógamos ofrece una apariencia tan distinta de la de los fanerógamos que de su organografía poco o nada se le puede aplicar. Hasta hace muy poco, su estudio había estade muy descuidado, debido a la insuficiencia de los medios de obser- vación de que hasta entonces se podía disponer para estudiar debi- damente órganos tan pequeños y de tan corta duración. Fue después 96 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ de descubierto y de perfeccionado el microscopio, que se han podido observar en los cryptógamos las diferentes faces de su vida, sus Ór- ganos de reproducción y, sobre todo, muchas especies y géneros nume- rosos, totalmente desconocidos hasta entonces. Aunque es cierto que este es el grupo menos numeroso y más imperfecto del reino vegetal, su estudio es de un grande interés, puesto que él es como un resago que nos ha quedado de lo que fue la primera vida sobre el globo, cuyos antecesores se encuentran en gran parte sepultados debajo de la tierra, formando los depósitos de hulla, de turba, etc., y desde este punto de vista puede suministrar datos importantes para esclarecer muchos problemas de filosofía natural. En este grupo reside el primer escalón del reino vegetal y, proba- blemente, el primero también, del reino animal, y hoy todavía se discute el límite que separa los dos reinos. A los cryptógamos pertenecen aquellos seres extraordinariamen- te pequeños, que se propagan con rapidez maravillosa, ya en la superficie, ya en el interior de los vegetales, y cuya presencia de- termina el polvillo en el trigo, el amulatamiento del cacao y del ta- baco, la mancha de la papa y tantas otras plagas, que, apareciendo en las cosechas, las destruyen en un día, y acarrean el hambre y la miseria a poblaciones enteras. ÓRGANOS VITALES Los cryptógamos se destacan a primera vista del variado cua- dro del reino vegetal a pesar de sus formas variadísimas, limitadas en un extremo por la simple utrícula, que constituye un individuo aparte, primera demostración del fenómeno de la vida; y en el otro por los helechos arborescentes (cyathea speciosa, etc.) que ya se asemejan mucho a los fanerógamos, tanto por su aparienzja y por su porte, como por su estructura íntima, que no es sino en parte ce- lular. Se comprende, pues, que el estudio de los cryplógamos no se puede abarcar de una ojeada general, sino que es preciso estu liar cada grupo por separado. | Los órganos vitales de los cryptógamos se presentan bajo dos formas muy distintas. En las especies más inferiores, consisten en simples células o en filamentos, o en láminas irregulares, en las que OS TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 97 el crecimiento se efectúa por todos los puntos de la periferie, y por esto se han llamado anfígenos. En las especies superiores se compo- nen de un eje del que se desprenden órganos apendiculares; su cre- cimiento se efectúa sólo por la cima, y se les ha dado el nombre de acrogenos. Los cryptógamos anfígenos están formados, unas veces por cé- lulas aisladas que por sí solas constituyen toda la planta, como en el género protococcus ; otras veces las células están reunidas forman- do filamentos prolongados y ramificados, llamados mycelium, que sirven a la vez de tallo y de raíz, como en los hongos ; ésta es también la estructura de las confervas, pero en éstas las células están llenas de materia verde. En muchas algas, en muchos líquenes y en las hepáticas, las células están unidas por varias de sus caras, como er las hojas de los fanerógamos, formando unos apéndices membrano- sos de forma, consistencia y color muy variados, llamados *halus, los que, unas veces sumergidos en el agua y otras al aire libre, ab- sorben las sustancias nutritivas y actúan sobre el medio ambiente, porque los apéndices filiformes que los fijan noson raíces, sino gan- chos que los sostienen. La estructura fundamental de la célula, ya esté aislada, ya reu- nida, es siempre la misma: se compone de una cubierta máso menos gruesa, formada por una Oo más membranas que encierra el pro- toplasma, sustancia de composición muy variada: por lo general se compone de mucílago azoado con sustancia grasa, almidón y una sustancia colorante, casi siempre verde. El protoplasma está dotado de un movimiento giratorio o de vaivén, como se ha observado en las células de la levadura (hormiscium cerevise, vinit, etc.) En los vegetales acrógenos existen verdaderas raíces que elaboran el alimento de las plantas ; también existen tallos o rhizomas, y cuan- do hay apéndices fuliáceos siguen siempre las leyes de la filotaxia en la fracción 3, 3, etc. Los musgos y los equisetos los tiene en ver- ticilo. Los apéndices foliáceos de los acrógenos tienen a veces, como en los helechos, el aspecto de las hojas de los fanerógamos, pero casi siempre son ellos los que llevan los órganos de la reproduc- - ción, y entonces se llaman frondes. En los musgos, en las licopodiá- ceas, etc., los apéndices son sencillos, de forma y de posición muy variadas, pero casi siempre son imbricados. En los helechos, los: apéndices recuerdan las hojas compuestas y descompuestas, m/ Py Li A A A AG a A A E e e dy M4 E NO ia EA E es UN Ara A IA EN 2 : 5 CARLCS CUERVO MÁRQUEZ Il ÓRGANOS REPRODUCTORES En las plantas fanerógamas las semillas contienen el embrión,, que, como se ha visto, es una pequeña planta que antes de la fecun- dación sólo existía bajo la forma de una vesícula llamada vesícula embrionaria. En los criptógamos, siempre el órgano reproductor es lanzado bajo la forma de una célula, y nunca presenta embrión ya formado. Este hecho se ha interpretado de un modo muy curioso, di-- ciendo que los fanerógamos son vivíparos y los criptógamos ovÍparos. La célula madre de los cryptógamos ha recibido el nombre de esporo y se tiene por análogo del gyneceo de los fanerógamos. Los esporos son extraordinariamente pequeños y tan sencillos que mu- chas veces no se les descubre sino una membrana, pero de ordinario tienen dos; la más interna, que cubre inmediatamente el protoplas- ma, es muy delgada, lisa y transparente, y se ha llamado endespo- rio ; la cubierta exterior, llamada episporio, tiene un grueso varia- ble, es más o menos áspera, unas veces es incolora, otras es ama- rilla, parda o violada. El color del esporo proviene del proto- plasma o del episporio. Su forma es muy variada, y algunas veces, especialmente en los líquenes, se divide en varios compartimientos y. se dice que es compuesto. En todos los cryptógamos, excepto en al- gunos hongos, el esporo se desarrolla en una cavidad de la planta madre, llamada theca o esporangio. El número de los esporos que se forma en una misma ¿heca varía de uno a ciento, pero los núme- ros más comunes son 2, 3,4, 8, 16, etc. Una división entera de las. algas ha sido establecida sobre el desarrollo cuaternario de los es- poros, y se le ha dado el nombre de tetraspóreas. Este desarrollo cuaternario de los esporos se observa, con pocas excepciones, en to- dos los acrógenos. El conocimiento de los órganos masculinos de los cryptógamos es muy reducido, y aún no se han descubierto en todos ellos. Los. elementos fecundantes mejor conocidos se han llamado anterogo:- des; por la analogía de las funciones que desempeñan con los de los. vegetales fanerógamos. Los anterozoides existen en todos los cryptógamos, excepto en los hongos y en los líquenes. Son cuerpos pequeños que se mueven en . el agua con rapidez; están compuestos por una vesícula muy pe- > h . 4 , | E: E queña adherente a un hilo en espiral dotado de pestañas vibrátiles, ¿en virtud de las cuales se mueve; sin embargo, en muchas algas el - anterozoide está reducido a la sola vesícula fecundante. Cuando los anteroz: ides se introducen en el agua, se dilatan, como el polen de los fanerógamos, y acaban por reventar esparciendo la materia fecun- dante. - El movimiento de los anterozoides es semejante al de un resor- te que se distiende, sigue una dirección rotatoria de derecha a iz- «quierda, no dura más de tres horas y es independiente de la acción de la luz, pero aumenta con la temperatura. Los anterozoides nacen en una célula madre, que a su vez se desarrolla en unos órganos utriculares muy sencillos, llamados anteridios. Los hongos y los líquenes no tienen ni anterozoides ni anteri- dios, pero producen pequeños cuerpos unicelulares, que se conside- ran como análogos de los anterozoides, y se llaman espermatias. En los cryptógamos inferiores, los órganos reproductores se des- arrollan sobre cualquiera parte de la superficie del vegetal; en los superiores generalmente se forman sobre órganos especiales que ha- cen las veces de la flor y del fruto de los fanerógamos. A estos ór- ganos se les designa con el nombre de receptáculo. En los hongos el receptáculo nace del mycelium, que se alarga en forma de un botón globuloso. En muchos líquenes y en las mar- chantias, se ensancha, ya en forma de membrana, ya decopa, de maza, o formando arborizaciones, etc., cuyo interior encierra los es- poros, las ¿hecas o las células madres, que mezcladas con otras esté- riles, forman una membrana llamada himentum. Se ha dado el nombre de conceptáculos a los receptáculos globo- sos que contienen en su interior los órganos reproductores y son in- dehiscentes, o se abren por una sección transversal. Los conceptácu- los de los musgos y de las hepáticas están muchas veces colocados en la extremidad de un apéndice filiforme, que es continuación del tallo, y a los cuales se ha dado el nombre de arqguegon:os. Los órganos reproductores de los helechos están aplicados sobre la cara inferior de los frondes. Los cryptógamos, como los fanerógamos, pueden ser: 1.2 Cryptógamos hermafroditas, o sea con anteridios y esporan- gios reunidos en el mismo conceptáculo, como en las marsiliáceas ; 2.” Cryptógamos monoicos, cuando el mismo individuo lleva conceptáculos de anteridios y conceptáculos de esporangios, como en los musgos; 100 ) CARLOS CUERVO MÁRQUEZ y A, 3:” Gryptógamos dioicos, cuando un individuo lleva los esporan- glos y otro los anteridios, como las algas, algunos musgos, etc.; y 4.2 Cryptógamos polygamos que tienen receptáculos unisexua- les y receptáculos hermafroditas, como en algunos musgos. Al estudiar los grupos en que se dividen los cryptógamos se es- tudiarán más por extenso las diversas formas que afectan, porque esta es materia muy vasta para reducirla a una simple exposición como la presente. E SEO SEGUNDA PARTE FISIOLOGÍA VEGETAL La fisiología vegetal es la parte de la Botánica que trata de las funciones que desempeñan los diferentes órganos de una planta. Estas funciones son de dos clases: unas son vitales, esto es, que tienden sólo al desarrollo y a la vida del ¿ndividuo ; y las otras son de reproducción, porque tienden a la perpetuación progresiva de la especie. Para llegar a estos dos elevados fines, obran sobre los vege- tales causas o fuerzas de tres naturalezas distintas, a saber: 1." Fuerzas físicas ; tales son la gravedad, la capilaridad, el os- mosis, etc.; 2. Fuerzas químicas, que determinan importantes modificacio- nes en la estructura del vegetal, como por ejemplo, la combustión lenta del carbono para la formación de los principios propios, la for- mación de azúcar en los frutos, etc. ; y 3." Fuerzas vustales, que son exclusivas de los seres vivientes y ocasionadas por el estado de organización de la materia. Las fuerzas vitales nos son desconocidas en su manera de obrar, a pesar de que constantemente nos asombran con sus portentosos efectos; tales son, por ejemplo, la asimilación de las sustancias alí- biles, en determinadas cantidades, para la producción de principios idénticos en los individuos de las mismas especies; la causa que de- termina la dirección descendente de la raiz al tiempo de la germi- nación, la que determina la posición, siempre constante de las hojas, etc. Las fuerzas vitales guían en su acción a las químicas y a las físicas, llevando a cabo, con su concurso, lo que jamás logrará el mejor químico en el laboratorio más completo y mejor abastecido. De tres órdenes son las funciones fisiológicas de las plantas, a saber : TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 1OI 1.2 La nutrición, o sea la asimilación de las sustancias alimenti- cias, extraídas del suelo o del medio en que viven; lo que da por resultado el desarrollo y crecimiento del vegetal, la producción de los órganos florales y la madurez del fruto y de la semilla. 2.2 La fecundación, osea la acción mutua de los órganos sexua- les, efectuada a debido tiempo, que da por resultado la vitalidad y el desarrollo de los óvulos, y que combinada con la nutrición pro- duce la madurez del fruto y de la semilla. - La germinación, o sea el desarrollo del embrión contenido en la semilla, mediante la acción de agentes físicos en combinación con fuerzas químicas y vitales, y que origina un nuevo vegetal idén- tico a la planta madre. Vegetales fanerógamos CAPITULO 1 NUTRICIÓN Generalmente los vegetales fanerógamos están, por medio de las raíces, fijados al suelo; unos pocos nacen y viven sobre otros vege- tales, a los que se adhieren también por medio de los mismos órga- nos, y por esto se jes ha dado el nombre de parásitos; pero tanto los unos como los otros, ya vivan al aire libre, o floten sobre las aguas, o estén en ellas sumergidos, extraen del suelo o del cuerpo de los otros vegetales, por medio de las raíces, las sustancias ali- menticias que necesitan, formadas de materias minerales disueltas a favor del agua; las que, desde que penetran en el cuerpo del vegetal, forman un líquido especial, semi organizado, que ha recibido el nombre de sauza. : La savia sube desde las raíces, al través de los tejidos, hasta las yemas y las hojas, y allí, en virtud del aire que penetra por los nu- merosos estomates de que están provistas, experimenta notables transformaciones. A esta primera faz de la savia se ha dadoel nom- bre de savia ascendente. La savia modificada baja por debajo de la corteza de la planta; en su marcha descendente arrastra consigo los despojos que los te- jidos contienen, los transforma, y dando origen a nuevos tejidos, lleva a cabo el desarrollo y el crecimiento del vegetal y la formación 102 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ de sus principios propios; tales como la quinina, la cinchonina, etc., en las quinas; la papaína en la papaya, las gomas, las resinas, los aceites, etc. A este segundo estado de la savia se ha dado el nombre de savia descendente. Con razón, pues, se ha comparado este movimiento de los jugos nutritivos de los vegetales, con la circulación de la sangre de los ani- males, y a las hojas con los órganos respiratorios. Evidentemente existe alguna analogía en la circulación y en la respiración de los ani- males y de los vegetales; pero analogía que está en relación con la inmensa distancia que separa a los dos reinos. I ALIMENTO DE LOS VEGETALES Los vegetales como cuerpos organizados están, casi exclusivamen- te, formados por tres cuerpos simples y gaseosos que forman la base de la organización vegetal : éstos son: el oxigeno, el carbono y el hi- drógeno, que se combinan entre sí en proporciones variadísimas, y dan origen a sustancias de muy diversa naturaleza. Á estos tres cuerpos se agregan algunos otros, que, en proporciones mucho más pequeñas, se encuentran en la composición de las plantas, y son: el ázoe, el fósforo, el azufre, la soda, la potasa, la cal, el silícium, ete, Es del suelo, por medio de las raíces, de donde el vegetal asimi- la estas diferentes materias: | El agua constituye la parte esencial de la savia. Este líquido está formado por la combinación de dos de los gases elementales, hidrógeno y oxígeno, en las siguientes proporciones: Oxígeno, en PlSO..cccoommomcormescacreroras. 98-89 En volumen 1 Hidrógeno, en PSO...ocomcsmommonscroro TIT. En volumen 2 Estos dos elementos son indispensables en la composición de los cuerpos organizados. : El agua más pura que se encuentra en la superficie de la tierra contiene siempre en disolución materias extrañas, sólidas o gaseo- sas; las principales de éstas son: ácido carbónico, amoníaco y sul- fatos, carbonatos y fosfatos de cal, de soda, de potasa, etc. El ácido carbónico es un cuerpo gaseoso formado por la combi- nación de dos cuerpos elementales: oxígeno y carbono, y que, aun cuando en pequeñas proporciones, se encuentra siempre mezclado * HA nn E ¿ A y . . , Y o Ps ns TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 103 | con el aire atmosférico. El que contiene la savia puede provenir de las aguas de lluvia que, al caer, disuelven el que hay en la atmósfera ; o de la descomposición de las materias orgánicas y especialmente de los detritus vegetales, que siempre existen en el suelo; o de la des- composición de los carbonatos alcalinos. El amoníaco es un compuesto de hidrógeno y de ázoe; procede «de Jas lluvias de tempestad que disuelven el que se forma en la at- mósfera mediante la acción de la electricidad que al descomponer el agua deja libre el hidrógeno, el cual al estado naciente se combina con el ázoe del aire; o bien, de la putrefacción de las materias vege= tales o animales en que los dos gases se combinan en el estado na- ciente al desprenderse. Esta combinación se facilita mucho por la presencia de la cal: dato importante para el cultivo de los cereales y de todas las plantas que necesitan abonos azoados. Las sales alcalinas y terrosas entran siempre en la composición del suelo. Estas son, en suma, las sustancias indispensables para el ali- mento de los vegetales, las que fácilmente pueden apropiarse porque todas son más o menos solubles en el agua, con excepción del fosfa- to de cal y de la sílice. Pero muchas plantas hay que para su des- arrollo requieren el fosfato, que es insoluble en el agua pura ; y que, por consiguiente, no podría penetrar al través del tejido de las espongiolas, pero sucede que es muy soluble en el agua que contie- ne ácido carbónico, y este agente nunca falta en el agua del suelo. Otras plantas, como las gramíneas, hacen un gran consumo de síli- ce, que es del todo insoluble; pero al descomponerse los silicatos, me- diante acciones químicas, se produce la sílice gelatinosa, que ya puede penetrar en las raíces. Lo mismo sucede con el alumínium. Algunos botánicos pretenden que las espongiolas de las raíces están dotadas -de una facultad vital con la cual facilitan estas operaciones. Estas sustancias inorgánicas, que se pueden llamar elementales, son compuestos binarios, que permanecen aislados o se combinan entre sí; pero las materias organizadas que contienen las plantas re= -sultan de combinaciones mucho más complicadas, en las que sólo entran como elementos componentes el oxígeno, el carbono y el hi- -drógeno. mm 104 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ e —_———_ _ __ _>-_—— eo II ABSORCIÓN La absorción es el primer fenómeno de las funciones nutritivas; por su medio, las sustancias alimenticias del exterior entran a for- mar parte del vegetal. Generalmente la absorción se sb por medio de las raíces, salvo algunos casos raros de plantas parásitas, como la cúscuta y algunas tilliandsias, que extraen su alimento del aire por medio de pequeños mamelones colocados en la parte aérea de la planta. Otros vegetales, muy pocos, principalmente los cactus, crecen a veces so- bre rocas áridas y secas, de tal manera que las pequeñas raices que tienen, sirven más bien para fijarlos al suelo que para proporcionar- les el menor alimento. Las raíces sólo poseen la facultad absorbente en la región pilife- ra, que, como se sabe, forma su extremidad inferior, la cual, estando compuesta por un tejido celular muy fino, y recientemente formado, está desprovista de epidermis, y por lo tanto goza en el más alto grado de la facultad hygroscópica, la que tampoco reside en la ex- tremidad, sino en su parte media. Estos conocimientos se deben a los experimentos del ilustre Se- nebier, quien colocó dos vegetales, cada uno en un vaso de agua, uno sumergido hasta el cuello de la raíz, y el otro sólo en su extre- midad inferior, y el resultado fue que después de algún tiempo era igual la cantidad de agua absorbida por cada uno de ellos. Varian- do después el experimento, colocó uno de los vegetales de modo que todas sus partes, menos la extremidad inferior de los raíces, estu- vieran en contacto con el agua, y a poco tiempo comenzó a marchi- tarse, muriendo poco después. A pesar de esto, no se crea que las raices son exclusivamente los órganos de la absorción ; las hojas también poseen esta facultad, y nadie ignora' que una rama recien- temente separada de la planta y teniendo descubierto el tejido leño- so, absorbe los líquidos con tanta facilidad, que por mucho tiempo conserva su lozanía, si se coloca en determinadas circunstancias; y en muchos casos, la estaca continúa viviendo a favor del líquido ab- sorbido, desarrollándose las yemas que deben producir los primeros órganos vitales, como son las raices y las hojas; fenómeno que se aprovecha para la reproducción de muchos vegetales, como el sauce, A e TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 105 la quina, los rosales, etc. Pero para conservar la vida de los vegetales completamente desarrollados no se puede atender sino a la absor- ción efectuada por las rafces; pues estos otros medios son del todo insuficientes y anormales. Estando formados los vegetales por células y por vasos comple- tamente cerrados, la absorción de los jugos nutritivos se lleva a cabo en virtud de los fenómenos osmóticos. Las células de las espon- giolas están, como las del resto del vegetal, llenas de jugos espesos ; sus paredes muy permeables están, en la parte de afuera, en contac- to con el agua que tiene en disolución amoníaco, ácido carbónico, diferentes sales, etc. La diferencia de densidad entre esta agua, O sea la humedad del suelo, y la de los jugos que llenan las células, determina dos corrientes en sentido inverso: una interna, llamada endósmosis, ocasionada por el agua de la humedad que atraviesa las paredes de las células ; y la otra externa, O exodsmosis, Ocasiona- da por las salidas de los jugos. Es, pues, necesario que las materias alimenticias estén en disolución, porque de otro modo no pueden penetrar en el tejido vegetal. Cuando el jugo alimenticio llena las primeras células de las es- pongiolas recibe el nombre de savia; y en virtud de la capilaridad, | del ósmosis, y, sobre todo, de las fuerzas vitales de las células, sube al través de los tejidos, llevando el alimento hasta las últimas yemas. | HI SAVIA ASCENDENTE La savia, desde que penetra en la región pilífera, continúa su mar- cha al través de la materia leñosa hasta alcanzar las extremidades del vegetal. A ésta se ha dado el nombre de savia ascendente o te- rrestre. Muchas han sido las opiniones emitidas acerca de la causa que determina el movimiento ascensional de la savia; pero, según todas las probabilidades, este movimiento no es producido por una causa única, sino por varias que, combinando sus efectos, dan ese admira- ble resultado. Considerando llenas de savia las primeras células de las espongiolas, y continuando la succión de los líquidos exteriores en virtud de las fuerzas vitales, la savia que se va absorbiendo ejer- “ce sobre la que ya existía, cierta presión, que, aunque extraordina- riamente pequeña, no puede menos de apresurar su paso a las célu- > 106 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ las y a los vasos contiguos; en estos últimos, y en los espacios. intercelulares se apresura mucho más, en virtud de las leyes de la ca- pilaridad; y sia esto se agrega que tanto las yemas que se des- arrollan como las hojas, por la evaporación del agua de su superfi- cie, y por la exhalación de gases, hacen en la parte superior del vegetal el oficio de bombas aspirantes respecto de los líquidos que ocupan las células inferiores, se tendrá una idea de las fuerzas múlti- ples que ocasionan la ascensión de la savia. Además, de Candolle ha iniciado la idea de que las células efectúan un movimiento de contrac- ción semejante al diástole y sístule del corazón de los animales, el cual, combinado con las otras causas, imprime a la savia su movimiento de ascensión. Observaciones repetidas han demostrado que la savia no sube «por todos los tejidos del vegetal, sino que su ascensión se efectúa sólo por la materia leñosa de la planta. La velocidad de este movi- miento ha ocupado a muchos ilustres botánicos. El primero que la observó fue Bonnet, pero sus experimentos en este sentido, aunque poseen el mérito de la primacía, carecen de las condiciones necesa- rias para ser precisos. Mucho más exactos son los de Hales, quien cortó transversalmente la raíz de un peral robusto y adaptó la parte unida al tronco, a un tubo de vidrio lleno de agua, herméticamente ajustado por medio de un barniz apropiado y cuya extremidad in- ferior reposaba en una cubeta de mercurio; al cabo de seis minutos, el mercurio subió ocho pulgadas en el tubo para reemplazar el agua absorbida. Al mismo Hales se deben los curiosos experimentos respecto de la fuerza del movimiento ascendente de la savia: al efecto adaptó a la sección transversal de un tronco un tubo de vidrio del mismo diá- metro, en el que subió la savia hasta más de veinte pies. En otro experimento, llenó el tubo de mercurio, el que por el impulso de la savia subió más de cuarenta pulgadas, o sea un poco mayor del pe- so de dos y media atmósferas, de donde concluyó que la savia tiene una fuerza cinco veces mayor que el impulso de la sangre en la arteria crural de un caballo. Algunos han dudado de la veracidad de estos experimentos, apoyándose en que el débil tejido de una yema no se- ría suficiente para detener la fuerza de una corriente semejante, pero no se fijan en que el líquido, llegado a tal extremo, sólo se ocupa en desarrollar nuevos órganos; además, no eliminándose al exterior, no tiene la planta necesidad de absorberlo en tan gran cantidad. e 2 , y a 107 Sin duda alguna, el calor, la luz y la electricidad tienen una marcada influencia sobre el ascenso de la savia, pero sus efectos no están aún determinados. En los países intertropicales, y especialmente entre nosotros, se tiene la idea de que la luna es el agente más poderoso para determi- nar el movimiento de la savia, y al efecto sólo hacen en la men- guante los cortes para las maderas de construcción, porque se cree que en la creciente es cuando sube la savia terrestre, que a causa de la gran cantidad de agua que contiene ocasiona la más pronta descom- posición de los tejidos; y esta creencia es tan general, que nadie ad=- mite madera cortada durante la creciente de la luna. La absorción y el curso de la savia están en relación directa con el tamaño de la rama y de la raíz, y con la mayor superficie que presente el vegetal para poder absorber y evaporar; por ejemplo, en dos ramas del mismo diámetro y longitud, pero la una con cin- co hojas y la otra con diez, resulta que la última absorbe una can- tidad de savia doble de la primera, dadas iguales circunstancias. IV TRANSPIRACIÓN Al ascender la savia en el vegetal, se extiende al través del pa- renquima de las hojas, en donde experimenta grandes modificacio- nes: en primer lugar exhala al estado gaseoso una parte del agua que contenía, lo que constituye el fenómeno de la transpiración que se efectúa por medio de los numerosos poros que existen en la su- perficie de estos órganos. La exhalación del agua no sólo tiene lugar en las hojas, sino también por toda la superficie del vegetal. La transpiración se llama sensible, o insensible, según la canti- dad más o menos apreciable del líquido exhalado. En los frutos, en los tubérculos y en todos los demás órganos que no tienen poros . aparentes, es muy lenta, y no se advierte sino al cabo de algún tiem- po, por la disminución de peso. En la corteza, en las hojas y en los otros órganos dotados de poros evaporatorios, las exhalaciones son mucho más abundantes, y en las noches serenas, cuando baja la temperatura, se hacen perceptibles, bajo la forma de pequeñas go- tas de agua que se observan por las mañanas en las hojas del trigo y de otras plantas, y que antes se habían tomado como gotas de 108 CARLOS CUERVO MARQUEZ rocío. Igual procedencia tiene el agua de las hojas del nepenthes, y la que se encuentra en el fondo de todas las hojas que antes de su completo desarrollo están arrolladas en cucurucho, como en la chis- gua, etc. En las hojas crasas y que parecen barnizadas, como las del gaque, la transpiración es muy pequeña. Se había creído antes que las hojas absorbían una gran canti- dad de agua, fundándose en que, cuando se las coloca sobre este 1Í- quido, conservan su lozanía por más largo tiempo, pero este fenó- meno es producido porque los esfínteres de los estomates se cierran en virtud de la presión exterior del agua, y no permiten que se es- cape la que contienen los tejidos de esos órganos. Varios experimentos se han hecho para comparar la cantidad de agua absorbida con la exhalada por los vegetales, y se ha tenido por resultado que exhalan las dos terceras partes de la cantidad ab- sorbida, quedando el otro tercio como alimento para el vegetal. Cuando se desequilibra esta proporción, esto es, cuando la cantidad absorbida no es suficiente para la exhalación, sufre mucho el vege- tal y muere al fin, si este estado se prolonga. La luz, el calor y la electricidad tienen una grande influencia sobre la transpiración, la que aumenta en mucho, debido a la activi- dad que estos tres agentes comunican a los vegetales. Es por esto por lo que en el verano necesitan las plantas de abundante riego, porque si por un lado disminuye el líquido para absorber, por otro aumenta notablemente la exhalación. La transpiración es mucho más abundante en las plantas Atuáti- cas que en las terrestres, porque sus hojas, muy delgadas por lo ge- neral, están desprovistas de cutícula, lo que favorece en mucho la exhalación. Sin embargo, las plantas cryptógames, también despro- vistas de cutícula, tienen la transpiración menos abundante que las fanerógamas, lo que se explica porque las células de aquéllas están más apretadas y comprimidas que las del parenquima de las hojas de estas últimas. En los vegetales tiernos la transpiración es más enérgica que en los adultos. APS a TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 109 y * RESPIRACIÓN Y EMANACIÓN La respiración es tal vez el fenómeno más notable de la nutri- ción de los vegetales. La savia cargada de ácido carbónico y de las materias que en - su tránsito sele han agregado, se extiende al través del parenquima de las hojas y se pone en contacto inmediato con el aire atmosféri- co que ha penetrado en ellas al través de los estomates y que ocupa las numerosas lagunas y meatus intercelulares que con ellos comu- nican. Entonces se produce en las hojas un fenómeno análogo pero inverso en sus efectos, el que se efectúa en los pulmones de los ani- males. De día, en presencia de los rayos solares, el ácido carbónico de la savia se descompone, el carbono se fija para la formación de nuevos tejidos, y el oxígeno libre se escapa. La causa de esta des- composición se atribuye a que el vegetal descompone el haz de luz solar y absorbe los rayos químico y eléctrico, o sea el verde y el violáceo, que son los que le dan el color a los órganos foliáceos y producen la descomposición del ácido carbónico. Es de notarse que la luz artificial, por muy viva que sea, es impotente para llevar a cabo este fenómeno. Por la noche sucede todo lo contrario : la plan- ta respira de una manera idéntica a los animales; faltando los ra- yos solares, no se descompone el ácido carbónico, que se exhala al exterior, y en cambio, el vegetal absorbe cierta cantidad del oxige- no del aire. Todos los órganos del vegetal no colorados en verde, como las flores, las raíces, los frutos maduros, etc., y los vegetales que, como algunos líquenes y unos pocos de los fanerógamos, tampoco tienen este color, tienen igual la respiración tanto de día como de noche, e idéntica a la animal, esto es, absorben cierta cantidad de oxígeno del aire y exhalan la correspondiente de ácido carbónico. Igual a ésta es la respiración del embrión; en la primera época de su desarro- lo absorbe oxígeno, el cual, combinándose con el carbono del cuerpo cotiledonar, forma ácido carbónico que es exhalado al exterior. Como los órganos colorados en verde son mucho más numerosos que los otros; como la respiración diurna, mucho más larga que la * Véase G. Le Bon, "homme et les societées, pág. 91. ——— ad qu c TS ed SALA A PA A CAEDA o PA - TEA $ , A dr - . PA CTRA E O RA er > > : a pin A E, * pa 4) A > A 110 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ r nocturna, también se efectúa, aunque en menores proporciones, en las claras noches de luna, y sobre todo, como las cantidades de oxf- geno exhalado y de ácido carbónico absorbido durante la respira- ción diurna son mayores que las inversas en la nocturna, “resulta que los vegetales pueden considerarse como los principales produc- tores de oxígeno, y al mismo tiempo como los más activos agentes para fijar el ácido carbónico, bajo cuyo aspecto desempeñan funcio- nes muy importantes en el equilibrio y en la economía de los seres organizados. La atmósfera actual, que es en la que puede vivir el hombre, como también los animales superiores, está formada por una mezcla de oxígeno y de ázoe en proporciones no absolutamente definidas, pero que sensiblemente son las mismas en todas partes, y son: OXÍgenO cccconoaco cosnansnncoorarss. VOLUmMen, 20.90 Peso, 23.10 AZ OP ioscacos joopicosoynarpansocoenniaso Y OLUÍMER,: 79,10 Pesa, 70.96 El oxígeno es el gas indispensable para la vida animal, y sin el cual la vegetal tampoco podría tener efecto; pero su acción sobre los organismos es tan poderosa que ningún animal podría resistir una atmósfera formada únicamente por este elemento; moriría al poco tiempo, llenando en este corto espacio las funciones que en una atmósfera ordinaria desempeñara en un tiempo mucho mayor; es para amortiguar su acción que está mezclado con el ázoe, que, como su nombre lo indica, es un gas del todo inerte. Además, en el aire existe siermpre ácido carbónico, gas esencial- mente deletéreo, pero cuyos efectos no se perciben por estar disemi- nado en la pequeña cantidad de cuatro a diez milésimos de su volu- men. Pero ésta no era en realidad la composición de la atmósfera primitiva que en épocas lejanas envolvía la tierra; en ella el ácido carbónico tenía una gran preponderancia sobre los otros elementos, y viciada por la presencia de este gas sólo admitía la existencia de animales inferiores y de los grandes saurianos, cuyos gigantescos esqueletos no pueden contemplarse sin admiración ; pero bajo esta atmósfera sobrecargada al mismo tiempo de vapor acuoso, y gracias a la elevada temperatura de que gozaba entonces toda la superficie del globo, la vegetación se desarrolló con un vigor y una rapidez extraordinarios ; los helechos, los equisetos y las cicádeas alcanza- ban en poco tiempo dimensiones colosales ; éstos y otros vegetales desprovistos de órganos no colorados de verde, asimilaban durante su vida grandes cantidades de carbono y dejaban libre el oxigeno sl TEN e $ y Ss AA CESA Pe Y E TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 111 con él combinado; de este modo, los vegetales purificaron cada día más la atmósfera hasta dejarla, con poca diferencia, con la composi- ción que hoy tiene, y en estado de recibir y vivificar las especies animales superiores, con el hombre a la cabeza. Aunque en menores proporciones, todavía existen fuentes nume- rosas de ácido carbónico : los terrenos volcánicos lo exhalan diaria- mente en cantidades notables, lo mismo que los detritus de los cuer- pos organizados ; además, los animales absorben constantemente el oxígeno atmosférico y exhalan en la respiración grandes cantida- des de dicho gas. Debido a éstas y a otras causas, la atmósfera se hubiera sobrecargado muy pronto de ácido carbónico y al mismo tiempo empobrecido en oxígeno, si los vegetales diariamente, por medio de las hojas y de los otros órganos verdes, no fijaran el carbo- no, dejando libre el oxígeno. Por esta razón son tan conve- nientes las plantaciones de árholes frondosos cerca de las poblacio- nes, con el objeto de purificar el aire, viciado por la aglomeración de gente, por la descomposición de los detritus, por las combustio- nes de todo género, etc. Es también por causa de la respiración noc- turna de las plantas por lo que es tan peligroso conservarlas en los dormitorios, porque hacen el mismo efecto de una bujía encendida, ab- sorben oxígeno y desprenden ácido carbónico, lo que unido a las exha= laciones de otra naturaleza ocasiona los dolores de cabeza, asfixia más o menos grave y otros accidentes a veces mortales. En las plantas acuáticas, las hojas están desprovistas de cutícu- la, su parenquima está al descubierto y en contacto inmediato con el agua, que siempre contiene en disolución una gran cantidad de aire y de ácido carbónico, el cual, bajo la acción de los rayos lumino- sos que atraviesan las capas de agua, es descompuesto por el vegetal, que se asimila el carbono y exhala el oxígeno que queda en disolución en el agua y sirve para la respiración de los animales que en ella viven. Aquí, una vez más, existe el cambio recíproco de productos entre los dos reinos que, en constante equilibrio, se favorecen mu- tuamente. El animal produce sin cesar ácido carbónico, indispensa- ble para la vida de las plantas; y los vegetales, a su vez, exhalan constantemente el oxígeno, sin el cual tampoco podría tener lugar la yida animal. La respiración de las plantas sumergidas, que estando despro- vistas de cutícula carecen de estomates, tiene la mayor analogía con el sistema respiratorio de los pescados por medio de las bran- » E AS * AMAN 112 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ quias. En éstos, como en aquéllas, el aire, en disolución en el agua, no penetra en el interior de los individuos para oxigenar la sangre o la savia, porque estos fluídos se ponen con él en inmediato con- tacto, la savia esparcida en todo el parenquima de la hoja, y la sangre del pescado infinitamente dividida en el finísimo tejido de las branquias. Las plantas que viven constantemente en la oscuridad, y por con- siguiente sólo sometidas a la respiración nocturna, sufren modifica- ciones muy notables, exhalen una gran cantidad de ácido carbóni- co, sin el cual no se forma la crómula verde, y la planta toma otro color; al mismo tiempo que se ablandan sus tejidos, los jugos que contienen, a menudo acres en condiciones normales, se vuelven dul- ces y suculentos; circunstancia que aprovechan los jardineros res- pecto de muchas plantas, como con . la achicoria, los repollos, las lechugas, etc. Existen muchos vegetales que, en el acto de la respiración, exha- lan gases malignos, de diferente naturaleza en los distintos géneros. De éstos, el género rhux posee especies en sumo grado venenosas; tales son: el rhux toxicodendron, cuyas emanaciones producen erupciones erisipelatosas de difícil curación, acompañadas de fiebres inflamatorias. Otras muchas especies de este género poseen las mis- mas propiedades deletéreas, entre ellas el caspí de Pasto (R. juglan- difolium), cuyas emanaciones venenosas son muy temidas por los habitantes de esa elevada altiplanicie. El laurel cerezo (cerassus lauro-cerassus) está siempre rodeado de una atmósfera de ázoe,pro- veniente de su respiración, en la que sólo exhala este gas. El /aurus foetens, de Canarias, produce igualmente exhalaciones deletéreas que con frecuencia al cortar la madera, que es muy apreciada, Ocasio- nan graves accidentes a pesar de las precauciones que para ello se toman. : Sabido es el temor que en nuestros climas cálidos se tiene al árbol llamado manzanillo o Juan Fernández (hyppomane mancine- 'Ila), atribuyéndole efectos exagerados sobre las cualidades veneno- sas de sus emanaciones, pero en realidad parece que éstas no existen, y que los accidentes ocasionados por este vegetal provienen de su contacto inmediato sobre los cuerpos, llegando a envenenar hasta el agua de lluvia que escurre de sus hojas. A TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 11% A 5 5 5 AAA En los climas calientes se atribuyen generalmente propiedades venenosas a las emanaciones de muchas plantas, pero ha faltado un observador juicioso y digno de crédito que las autentique, sabiendo distinguir las verdaderas de las imaginarias. A muchas especies de comocladias y de melanorrheas se atribuyen propiedades de esta naturaleza. vI SAVIA DESCENDENTE Se ha visto que llegada la savia al límite de su carrera ascen- dente experimenta en su constitución grandes modificaciones, debi- das a la influencia química del contacto del aire y a la evaporación de cierta cantidad del agua que la compone. Una vez efectuado este cambio, la savia, concentrada, baja al través de los tejidos vegetales, constituyendo lo que se llama savia descendente o elaborada. Respecto de los vegetales dicotiledones, hoy es un hecho, fuera de toda duda, que esta savia trae su origen de las hojas, y no de las yemas, como algunos pretendían. Formada en las hojas, la savia elaborada emprende su marcha descendente, pero no indistintamen- te por todo el cuerpo del vegetal, sino sólo al través de los tejidos corticales; lo que se demuestra por los siguientes experimentos. Si en un vegetal dicotiledón se hacen dos incisiones horizontales, pa- ralelas, hasta encontrar el cuerpo leñoso, y se desprende la corteza entre ellas comprendida, de modo que la herida quede en forma de anillo, se ve que si la rama conserya sus hojas no se marchitan éstas, y que el borde superior de la incisión comienza a ensancharse, poco tiempo después, hasta que al fin, si la herida no es demasiado gran- de, se une con el borde inferior, sin que éste haya crecido nada; lo cual es producido por la savia, que detenida en su marcha descen- dente se extiende por encima de la incisión y aumenta el crecimien- to de las partes contiguas; lo que no sucedería si la savia descen- diera por otra parte que por las capas corticales. Esto mismo se observa cuando se hace una ligadura apretada en una rama, y esto es también lo que sucede con las plantas trepadoras que se adhieren fuertemente a otros árboles, produciendo en ellos aquellas estrangu- laciones espirales que les dan un aspecto tan singular. Losjardineros aprovechan este fenómeno para acelerar la maduración de los frutos o para darles un tamaño extraordinario, deteniendo la savia d »scen- 8 114 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ > dente por medio de una ligadura o de una incisión en la rama que lo lleva. Se ignora cuál sea la causa del descenso de la savia, y sólo se explica apelando a las misteriosas leyes de la vitalidad que impri- men a las células corticales un movimiento.de contracción y dilata- ción igual, pero inverso en sus efectos al imaginado por De Candolle en las células de la madera para producir el movimiento ascensio- nal de la savia. La savia descendente está formada por una parte del agua, por las pequeñas cantidades de sustancias minerales procedentes del suelo y por el carbono que se ha apropiado en los órganos foliá- ceos; constituye un líquido espeso, que con razón se ha comparado con la sangre venosa de los animales; a su paso por la corteza se de- posita en una masa especial, llamada cámbium, la que determina el crecimiento vegetal. Según todas probabilidades, en los vegetales monocotiledones la. savia descendente baja por las fibras análogas al líber y por los va- sos laticíferos que contienen los haces fibro-vasculares, y se deposi- ta en cámbium en masas dispersas por todo el tallo, del cual, por la estructura especial de estas plantas, sólo se aprovecha la yema ter- minal para su desarrollo. Además del movimiento circulatorio de la savia, existe en los ve- getales otro intra-celular, producido por los líquidos que ocupan la cavidad de las células y que se observa mejor en algunas plantas acuáticas. Estos movimientos, muy poco conocidos, se llaman de ro- tación, y algunos naturalistas opinan porque se les dé el nombre de ciclosis, aplicado antes al movimiento que se creía observar en los. vasos laticiferos. CAPITULO, 11 CRECIMIENTO DE LOS VEGETALES Los vegetales, como todos los seres organizados, crecen a cada instante hasta llegar a un límite que no les es dado traspasar. La rapidez del crecimiento varía en las diferentes especies; en algunas plantas, como en las palmeras, en las coníferas, etc., es suma- mente lento, al paso que otras alcanzan su máximum de desarrollo en muy pocos meses, sin que exista relación alguna entre el tiempo necesario para el crecimiento y el tamaño del vegetal; muchas plan- TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 115 tas relativamente pequeñas dilatan más en desarrollarse que el gi- gantesco eucalyptus, por ejemplo. Este importante fenómeno de la vida vegetal se efectúa sin cesar, pero por rápido que sea, no puede el hombre seguirlo ni aun haciendo uso de los más delicados instru= mentos de observación, y eso que existen vegetales en que una sola rama crece hasta seis pulgadas por día. El poder de nuestros senti- dos es limitado, y mucho más respecto del movimiento; somos im- potentes para percibir la mayor velocidad, como la suma lentitud. Conforme es diferente la estructura de las plantas según sean en- dógenas, exógenas o celulares, así también la manera de efectuarse el crecimiento varía de las unas a las otras, porque este fenómeno está naturalmente ligado con la estructura íntima de los vegetales. I CRECIMIENTO DE LOS DICOTILEDONES Todo vegetal dicotiledón trae su origen de un germen muy pe- queño al principio: desde que comienza a desarrollarsa una yema está formada por un eje adornado de órganos apendiculares en mi- niatura, que poco a poco se van prolongando, debido a la savia que, cargada de agua, sube desde las raíces y deposita en sus tejidos las pequeñas moléculas de sustancias asimilables que trae en disolución ; entonces las hojas empiezan a ejercer sus funciones de exhalar el excedente de agua, descomponer el ácido carbónico, fijar el carbo- no y, en resumen, elaborar la savia descendente, la que, al deposi- tarse en cámbium, produce el crecimiento lateral de la planta. El cámbiun circula por entre la corteza y la madera; formado por la savia descendente, empapa un tejido célular muy delicado que cons- tituye una zona especial denominada zona generatriz. En efecto, las células internas de esta zona se transforman en albura, y la albura a su turno se convierte en madera. Por consiguiente, las nuevas fyrmaciones de células se depositan en círculos concéntricos al eje del vegetal, de modo que la madera ya formada, como el estuche medular, no se renuevan, pero los rayos medulares se continúan sin interrupción al través de las capas nue- vamente formadas. En los vegetales de las 7onas templadas, como están sometidos a la poderosa influencia de las estaciones, sucede que, no formándose en el invierno madera producida por la zona generatriz, y siendo 116 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ muy diferente la formada en la primavera de la producida en el otoño, aparecen los depósitos de los diferentes años en capas concén- tricas perfectamente distintas; de-modo que por el número de zonas que presenta el corte transversal de un tronco, se puedesaber la edad del árbol, pues a cada año corresponde una zona diferente. Esto no sucede en la zona tórrida, porque no habiendo cambio de estaciones, la producción de la madera se efectúa durante todo el año de una ma- nera más o menos uniforme. En el crecimiento longitudinal de los vegetales parece ejercer mayor influencia la savia ascendente. Si ésta se aumenta en mucho, de modo que los vegetales absorban una gran cantidad de agua, re- sulta que se obtienen vástagos muy largos y herbáceos, como son los de los vegetales que crecen en terrenos muy húmedos y panta- nosos, lo mismo que los que crecen en sitios sombreados y privados de la acción de los rayos solares para la completa elaboración de la savia descendente. A primera vista parece que esta clase de terre- nos fuera la más propia para las plantaciones de vegetales que, como el cáñamo, el lino y otros, producen fibras textiles; pero en reali- dad lo que ganan en longitud lo pierden en consistencia, la cual pro- viene de la savia descendente. Las plantas que están colocadas en estas condiciones tienen también: menos predisposición a florecer, porque todos sus jugos se aplican a la formación de nuevos vásta- gos y de apéndices foliáceos. Cuando, al contrario, predomina la acción de la savia descenden- te, como se disminuye la cantidad de agua se obtienen tallos cortos, leñosos y muy resistentes; esto es lo que sucede en vegetales que crecen en terrenos secos y ventilados, porque están en mejores condiciones para fijar el carbono ; entonces florecen y fructifican con mayor faci- lidad. El crecimiento de los vegetales no es uniforme; en los primeros años es más rápido que de cierta edad en adelante, luégo es muy lento hasta que llega a un límite en que todas sus fuerzas vitales se destinan a reponer la materia perdida en el desempeño de las di- ferentes funciones fisiológicas. e TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 117 II CRECIMIENTO DE LOS MONOCOTILEDONES Cuando termina la germinación de los monocotiledones, las pri- meras hojas aparecen en forma de un haz circular que nace del cue- llo de la raíz, de cuyo centro surge poco después una nueva yema del mismo aspecto, la que se aprovecha de todo el cámbium elabora- do por las primeras hojas y de este modo continúa el crecimiento longitudinal. En las palmeras no se desarrolla sino cada año la yema central, y entonces troncha las hojas de la yema anterior, que caen y se marchitan, quedando las bases insertas al tronco formando un ani- llo muy sólido; al año siguiente se repite la misma operación, sol- dándose fuertemente la base de las hojas caídas, que por su super- posición anual forman el estipe. Natural es, pues, que este crecimien - to sea en extremo lento. En las gramíneas, en las canáceas y en las familias aliadas la yema central surge sostenida por el vástago, que alargándose poco a poco y sirviendo de base para el de la yema siguiente, forma la caña o el tallo de la planta. Comúnmente en estos vegetales cada yema está separada de las otras por nudos formados en el vástago en el punto de inserción de las hojas, ya sea el estipe lleno o ahue- cado. Semejante es el desarrollo de algunas de las orquídeas, como en el género epidendron (varita de San Jose). Generalmente en las liliáceas, en las amarilídeas, en muchas arói- deas, etc., las yemas se desarrollan casi sobre el mismo plano hori- zontal, de modo que propiamente hablando no hay crecimiento lon- gitudinal; del centro de las hojas se desprende el vástago más o menos fibroso que sostiene las flores; sin embargo, el desarrollo de los agraves y de los áloes es semejante al de las palmeras, y en oca- siones las bases de las hojas forman pies de alguna elevación ; en el género sysirrinchium el crecimiento es análogo al de las gramíneas y Canáceas, lo mismo que en la pecosa (alstrceemeria ascendens). En los monocotiledones el crecimiento lateral es muy pequeño a causa de la mucha consistencia de las fibras exteriores y porque casi todo el cámbium elaborado lo aprovecha la yema central, no depositándose en zonas concéntricas, como sucede en los dicotile- dones. A RS o 118 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ * 2 Un punto muy complicado que presenta el crecimiento de los monocotiledones es la diferencia en las ramificaciones; unas, como la guadua, el chusque, tienen numerosas ramas laterales, mientras que otras como las palmeras, las musáceas, el maíz y otras grami- neas, carecen completamente de ramas. Muchas explicaciones se han dado de este hecho; lo más probable es que la falta de ramas late- rales provenga de la resistencia que oponen las fibras exteriores para el desarrollo de las yemas, y tal vez de la carencia de éstas, debida a la especial estructura íntima de estas plantas. Las palmeras, sin embargo, se ramifican algunas veces, pero estos son casos tan raros que pueden considerarse como las excepciones de la regla. General- mente, como en las gramíneas y otras, el crecimiento longitudinal termina por los órganos florales. CAPITULO III ELABORACIÓN DE LOS PRINCIPIOS VEGETALES El oxígeno y el hidrógeno del agua de la savia terrestre al com- binarse en las hojas con el carbono, proveniente de la descomposi- ción del ácido carbónico, originan productos organizados que, di- sueltos en el excedente de agua, constituyen gran parte de la savia eloborada, sirven de alimento en la nutrición y en el desarrollo de la planta, y se les encuentra con mayor o menor abundancia en todos los vegetales, ya en depósitos especiales, ya esparcidos en los diferentes órganos, ; a expensas de estos depósitos puede el vegetal vivir por algún tiempo sin elaborar alimento alguno, como sucede con los animales, respecto de la grasa acumulada en sus tejidos. Por esta razón se les ha dado el nombre de jugos nutritivos. Las células del vegetal empapadas en los jugos nutritivos absor- ben cierta cantidad de ellos, y al elaborarlos según sus diversas ne- cesidades los transforman en productos también ternarios, pero ya más complicados, como son los ácidos orgánicos, los aceites, las re- sinas, las esencias, la clorófila y la crómula; o bien en productos : cuaternarios, en que entra como nuevo elemento el ázoe provenien- te del amoníaco ; estos productos, por lo general alcalinos, ¿como la quinina, la estricnina, la nicotina, etc., están casi siempre combina- dos con un ácido orgánico. id TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 119 En los vegetales se encuentran, además, unas sustancias de for- mación más complicada, en las que, aparte de los cuatro elementos ya enunciados, entran como componentes el azufre y el fósforo, for- mando la fibrina, la caseína y la albúmina, generalmente designadas con el nombre de sustancias albuminoides. Al principio esencial de estas sustancias se ha dado el nombre de proteína, y constituye la parte nutritiva del vegetal, para los animales que de él se alimentan, porque sin ella no se puede formar la sangre. La albúmina constitu- ye en la sangre de los animales casi la totalidad del suero, como tam- bién la clara del huevo de las aves. La caseína, que es la parte nutri- tiva de muchas legumbres, es para los animales mamiferos la base - del alimento que en la leche reciben de la madre. La base esencial de los jugos nutritivos la constituye la goma, formada por la combinación del carbono con el oxígeno y el hidró- geno, en las proporciones convenientes para formar el agua; esta es exactamente la misma composición química de la fécula y de la celu- losa, por cuya razón se han llamado ¿someros estos cuerpos, que sólo se diferencian unos de otros por la manera como se hallan agrupa- das sus moléculas; es, pues, muy fácil al vegetal convertir las unas en las otras. Cerca de estas sustancias está el azúcar, que también hace parte de los jugos nutritivos; su derivación es muy sencilla, puesto que se diferencia químicamente de las sustancias anteriores, en que contie- ne una molécula de agua más que ellas. Agregando a la azúcar de caña tres moléculas más de agua, se obtiene la glucosa. Si al elaborar las células del vegetal, los diversos productos de los jugos nutritivos, compuestos de carbono y los elementos del agua, se les agrega cierta cantidad de oxígeno, se originan los ácidos vege- tales, como son el ácido péctico, el málico, el cítrico, el gállico, etc. El oxígeno necesario para la formación de estos cuerpos proviene, sin duda, de la descomposición del agua; y el hidrógeno libre, al combinarse con otra parte de los productos de los jugos nutritivos, ocasiona la formación de los aceites, las esencias, las resinas, la cró- mula y la clorófila, que son compuestos ternarios de carbono y de los elementos del agua, más cierta cantidad de hidrógeno. Combinado el ázoe, proveniente del amoníaco, con los elementos de los ácidos orgánicos, o sea los elementos del agua y del ácido carbónico, produce los álcalis vegetales, como la quinina,la morfina, la atropina, etc., que son los que dan a las plantas sus propiedades venenosas o medicinales. A lí E á O 2 A E Ta a 120 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ y Al combinarse el fósforo o el azufre, provenientes de los fosfatos y sulfatos alcalinos con el ázoe, el carbono, el hidrógeno y el oxíge- do, origina la formación de las sustancias albuminoides. Como se ve, casi todas las materias que componen el vegetal proceden de los ele- mentos del agua, del amoníaco y del ácido carbónico, entrando en cantidades pequeñas, para la formación de algunos de ellos, el azu- ire, el fósforo, la sílice, la cal, la potasa y la soda. Combinándose y mezclándose entre sí los principios vegetales, dan origen a productos de diversas naturalezas que permanecen, para diversos fines, en el interior del vegetal, y que han recibido el nom- bre de secreciones ; el residuo que queda, como también los despojos procedentes de la nutrición, se organizan, y siendo perjudiciales a la vida del individuo, son arrojados con regularidad al exterior, por los diversos órganos, bajo distintas formas, constituyendo productos de naturalezas muy diferentes, y que se han comprendido bajo la de- nominación general de excreciones. En resumen, el vegetal, como el animal, absorbe, respira, asimi- la, transpira, segrega, y excreta. JUGOS NUTRITIVOS La base primordial de los jugos nutritivos la constituye la goma, que luégo se transforma en fécula, azúcar y liñina o celulosa. La goma es un compuesto ternario más denso que el agua, en la que es muy soluble, formando mucilago; es insoluble en el alcohol y en el éter. Por el calor aumenta de volumen sin fundirse. Es más o menos transparente y quebradiza después de seca. Algunas plantas la produceen en grande abundancia, como varias acacias que produ- cen las gomas llamadas de Arabia y del Senegal; la adraganto, pro- veniente de astrágalos leñosos. El caracolí la produce también en gran cantidad. Los vegetales que producen la goma no siempre la arrojan en circunstancias normales, pues muchos, como los duraz- nos, los cerezos y otros, sólo la excretan cuando están enfermos. La fécula se presenta bajo la forma de gránulos blancos, secos, pulverulentos e inalterables al aire; no es atacada por el alcohol, por el éter ni por el agua fría, pero se combina fácilmente con el agua caliente, formando el almidón ; es más densa que el agua. Tratada - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA nas por medio de la acción del agua fría. La fécula se encuentra depositada en gran cantidad en varios ór- ganos de los vegetales, como en la raíz de la yuca, en los tubérculos de la papa, en los rhizomas de la chisgua, del sagú, de los iris; en algunos tallos leñosos como en el sagú y en algunas palmas, y espe- cialmente en los frutos y en las semillas de casi todos los vegetales. Estos depósitos de fécula están destinados al ulterior alimento del vegetal, y la de las semillas a proporcionar el primer alimento a la planta naciente. La cantidad aproximativa de fécula, acumulada por los diferen- tes vegetales, es la siguiente, según De Candolle : Ratz de la yuca, sobre 100 parteS.....ommommmm.m.»m.. 13,5 de fécula Tubérculos de papas, desde 20 haSta........o.omoo» 28. “de 1d; Id. A AI A al. de; 1d: INES ONas de: CHIASUA. s.m encecnovaice] cosndrnpanesensonesó 1,6 de Hd: Remcarposjel arbol del PAD. vii iomncasresocajoas tado 2,21 Me” 1d, A AO ARA A AAA al des: 108 E a a A De PO, A EA Ss a A A PA us VOEs “del Id. de cebada sobre 100 parteS.....cmmmomm.m. 9? de -, 1d, A E 67: de. 1d: ld de trigo, desde. 70 hasta... cooommsenauncinóad 374 de. 1d. A A A 82: de: 1d. A E A Sa. de ; 1d; El azúcar es una sustancia muy análoga a las anteriores, - Soluble en el agua, cristalizada y de un sabor dulce muy pronunciado. El azúcar de caña se obtiene del jugo que llena las células de la caña de azúcar en la proporción de 0,14 a 0,17. También se extrae del cuerpo cortical de la remolacha, que la contiene en la proporción de 0,7. Cristaliza fácilmente en prismas exaédricos, es más denso que el agua, inodoro, de un blanco hermoso y poco soluble en el alcohol. - El azúcar de uvas o glucosa existe en muchos frutos, como en la grosella, en las cerezas, en los melones, etc., y tudos aquellos que tie- nen sabor azucarado; se le obtiene, además, tratando la fécula por el ácido sulfúrico. Se diferencia del de caña en que tiene tres molé- 121 por los ácidos se convierte en glucosa. Está formada de 44 partes de carbono, 49,6 de oxígeno y 6,4 de hidrógeno. Se obtiene de las hari- muy F 122 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ culas más de agua, es menos dulce y menos soluble en el agua, y cris- taliza en pequeñas agujas. El azúcar se encuentra, por lo general, llenando las células de las plantas. Su producción se efectúa con mucha facilidad : muchas se- millas, antes de madurar, contienen sustancias azucaradas que en la maduración se convierten en fécula para transformarse otra vez en azúcar en el acto de la germinación. Lo mismo sucede con los frutos, y especialmente con aquellos que, como el mango, el plátano y otros, contienen, cuando están ver- des, mucha fécula, la que, con la maduración, se transforma en glu- cosa. El azúcar solo no sirve para alimento de los animales, por lo que carece de ázoe; pero mezclado con sustancias azoadas, facilita mucho la digestión y promueve la formación y acumulación de la grasa. La celulosa es la sustancia que forma esencialmente las paredes de las células, de las fibras y de los vasos, y que es la misma en to- dos los vegetales. El cuerpo llamado lñina no es sino la celulosa con- densada, entra en la mayor parte en la composición de la madera y es la que le da sus diversas cualidades sensibles. La liñina está formada de carbono y de los elementos del agua, es insoluble en el agua y en el alcohol, pero muy soluble en las le- jlas alcalinas. Es de un blanco sucio, insípida e inodora y más pesa- da que el agua. Tratada por el ácido sulfúrico se descompone en go- ma y en glucosa. Se obtiene hirviendo el aserrín de la madera, pri- mero en alcohol para despojarla de las materias resinosas, luégo en agua para disolver las materias salinas, luégo en una solución de ácido clorhídrico para atacar las sales insolubles en el agua, y, por último, en agua para despojarla del ácido adherente. Las fibras vegetales son de naturaleza idéntica o análoga a la li- ñina. La suberína o sustancia esencial del corcho, es la misma liñi- na, en su más alto grado de pureza, pero difiere en que origina áci- do subérico. La celulosa de la medula ha recibido el nombre de me- dulina; difiere de la suberina en que, tratada por ácido nítrico, pro- duce ácido oxálico, en lugar del subérico. La celulosa observada en los hongos ha recibido el nombre de fungina, y desempeña en los vegetales celulares el mismo papel que la liñina en los vasculares. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 123 —— II SECRECIONES Se da el nombre de secreciones a los productos elaborados por el vegetal a expensas de los jugos nutritivos; han recibido el nombre de jugos propios ; por lo general están formados de carbono, de mu- cho ¿zoe y de oxígeno o de hidrógeno, en proporciones mayores que las de los jugos nutritivos. La mayor parte de los jugos propios tienen propiedades acres y venenosas, y por lo general uno mismo es común a todas las especies del mismo grupo natural. Al absorberlos por las raíces el vegetal que los produce, obran sobre él como un verdadero veneno; y, sin embargo, después de formados en sus tejidos, los conserva en su inte- rior para diversos fines del complicado fenómeno de la nutrición, y de ordinario no los excreta sino por causas accidentales. De Candolle divide los jugos propios en cuatro clases, a saber: jugos lechosos, resinas, aceites volátiles y aceites fijos. Los jugos le- chosos son generalmente de un blanco más o menos sucio; están for- mados de sustancias de diversas naturalezas a medio disolver en el agua. Se dividen en tres clases : 1.* Los que contienen en abundancia goma elástica o caucho, ya formada o por lo menos dispuestos sus elementos de tal manera, que sureposoal aire libre basta para desarrollarla. Tales son los jugos de los ficus de los Castilloas y de los Heveas, conocidos bajo la denomi- nación general de cauchos y de los que se extrae para el comercio ese valioso producto. Eljugo de muchas especies de syphocampilus, y en especial el de S. cautchou de Popayán. El jugo del higo común (ficus carica) posee también un diez por ciento de goma elástica. El jugo extraordinariamente venenoso del manzanillo contiene igualmente una gran cantidad de caucho, como también otros mu- chos vegetales de las familias de las moráceas, euforbiáceas y sus aliadas ; 2% Los jugos que contienen principalmente opio, como los de las papaveráceas : la amapola, el ababol y probablemente el trompeto (bocconia frutescens); y 3% Los jugos que no dan indicio de goma elástica ni de opio, y en los que existe cierta cantidad de substancia albuminoide, como 124 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ el del árbol de vaca (galactodendron utile), cuya composición quími- ca es la siguiente : cera, 3.8; fibrina, 0.4 ; azúcar y goma, 4.7; resi- na, 31.4. El jugo de la papaya (caryca papaya), etc. Con excepción del jugo del árbol de vaca, que tiene un gusto agradable, semejante a la leche, todos los demás jugos lechosos son más o menos venenosos, acres y muy irritantes; los de propiedades más enérgicas son los del manzanillo (hyppomane mancinella), que ocasiona erupciones erisipelatosas de muy mal carácter, úlceras muy rebeldes y accidentes de la mayor gravedad. Contiene una substan- cia especial llamada manzanillita, que con el gas carburo de hidró- geno parece ser el principio activo. El jugo de la acuapa (hura cre- pitans) tiene propiedades semejantes; está compuesto de gluten, aceite muy venenoso, principio alcalino acre, malato de cal, nitrato de potasa y osmazona. De los jugos lechosos se aprovechan algunos en la medicina por sus propiedades acres e irritantes; otros, el del árbol de vaca, como bebida agradable y alimenticia; y otros, como los de los ficus, para la extracción del caucho, producto precioso, fuente de inmensa ri- queza para los países que lo elaboran, y de uso universal, destinado para una multitud de objetos. Los jugos lechosos nunca salen naturalmente al exterior; para recogerlos basta hacer en la corteza de las plantas que los poseen incisiones que no alcancen hasta el cuerpo leñoso para que no se mezclen con la savia ascendente. Se da el nombre de resinas a las substancias vegetales que des- pués de concretadas son secas, quebradizas, aneléctricas, insolubles en el agua y solubles en el alcohol, en el éter y en los álcalis. Ge- neralmente están compuestas de cuatro principios: un aceite volá- til, una parte resinosa, un ácido, que en los verdaderos bálsamos es el benzoico, y en los productos de las coníferas es el succínico, y de una parte accesoria formada por substancias gomosas O azucaradas con sales de base de potasa, de soda, etc. Las resinas las elaboran un gran número de vegetales, en órga- nos diferentes; en unos, como en el árbol de vaca, existe mezclada con los demás productos que forman el jugo lechoso de esa planta; en otros entra a hacer parte de los frutos y de las semillas, como en el almizclillo (hzvbiscus abelmoschus), en la higuerilla (risinus com- munis), en la cubeba (piper cubeba), etc. En otros vegetales consti- tuyen verdaderas secreciones formadas en los tejidos corticales y que se pueden extraer por medio de hendiduras longitudinales. / r TRATADO ELEMENTAL DE BOTANICA 125 Las resinas tienen en la industria y en la medicina numerosas aplicaciones por sus diversas propiedades, y en algunas plantas, como en el guayaco (guaiacum o/ficinalis), constituye la parte activa del vegetal. Generalmente las secreciones resinosas son comunes a las espe- cies del mismo grupo natural. Todos los individuos de la familia de las gutíferas producen bálsamos en mayor o menor cantidad, o sea resinas en que el ácido benzoico entra como parte componen- te. De éstos los mejor conocidos y más usadós son los del mamey (mammea americana); el del palo de María (callophyllum calaba), que produce el famoso bálsamo de María; el del cape grande (clusia rosea), de propiedades resolutivas, etc. En la familia de las legumi- nosas están el algarrobo (hímenea cubartl), que produce el anime; la copaiba (copazfera officinalis), que produce la resina del mismo nombre, también conocida con el nombre de canime; el árbol, que produce el bálsamo del Tolú (myroxilon toluferum), compuesto de esencia, de resina y de un ácido, que según Fremy, no es el benzoi- co, sino el sinnámico. La familia de las terebintáceas produce mu- chas, muy importantes por sus propiedades, como la caraña, del isica caraña ; la tacamaca, del /. heptaphylla ; la mirra y el incienso provenientes de yarias especies del género balsamodendron, etc. El frailejón (ezpeletia frailejon) produce una resina también llamada caraña, que tiene muchas aplicaciones, etc. Casi todas las coníferas elaboran resinas en que el ácido benzoi- co está sustituido por el succínico. Todas éstas son de mucha apli- cación. El ámbar no es sino la resina secretada por un pino llama- do pinus succinifer de la formación hullera, y modificada por su permanencia en un suelo húmedo y bajo cierta presión por espacio de millones de años. Los acertes son productos vegetales líquidos a la temperatura ordinaria, casi insolubles en el agua, solubles en el alcohol y en el éter y muy inflamables. Se dividen en volátiles y en fijos. Los aceites volátiles o esenciales se distinguen por tener un olor y un sabor más o menos fuertes; por medio del calor se volatilizan sin descomponerse. Están compuestos de dos principios : uno fluido, oloroso y susceptible de tomar color; el otro es concreto, cristalino é inodoro. Los aceites volátiles se elaboran en los órganos foliáceos y cor- icales en células redondeadas y transparentes, que una vez rotas 126 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ los dejan escapar de una manera regular. Unas veces se encuentran al estado puro, y entonces se extraen por la simple presión; otras veces están mezclados con otras materias, y su extracción es más complicada. Por lo general es el aceite volátil el que da las propie- dades aromáticas a las hojas, frutos y semillas de los vegetales. Los aceites esenciales no están circunscritos a determinados órga- nos; todas las especies de la familia de las lauríneas producen aceite esencial en mayor o en menor cantidad : el alcanfor se encuentra en la corteza o en las cavidades del cuerpo leñoso del laurus camphora, en pequeños granos de diferentes tamaños; la canela de Ceilán (cin- namum cellanicum) y la del país (laurus cinnamomordes) deben su aroma al aceite esencial que contienen; lo mismo que Jas flores y los frutos de todas las lauríneas. El naranjo, las limas y todas las aurantiáceas tienen un aceite especial en las hojas y en el pericar- pio de los frutos, y es el que da a los azahares el delicioso aroma que poseen, lo mismo que al café (coffea arábiga), a los clavos, que son las flores del girofle (caryofillas aromaticus), etc. Las semillas de todas las umbelíferas tienen cierta cantidad de aceite que, aumen- tándose con el tiempo, las altera de tal modo, que pasados unos po- cos meses ya no pueden germinar. Los aceites fijos son más o menos líquidos, inodoros e insípidos. Sufren de 200 a 300 grados de calor sin volatilizarse, y a una tem- peratura mayor se descomponen en un principio líquido, llamado oleína, y otro sólido, que ha recibido el nombre de estearina. El peso específico de los aceites fijos es menor que el del agua. Los aceites fijos se forman especialmente, o en los frutos de los vegetales, o en las semillas; existen en algunos embriones, y sobre todo en los cotiledones, como en el zapote (achras zapote); de las semillas del jaboncillo (sapindus saponaria) se extrae un aceite pro- pio para el alumbrado; de las de la higuerilla (ricinus comunis) el aceite de ricino, de tantas aplicaciones en la medicina. Existe tam- bién en el albumen de las euforbiáceas, de las papaveráceas, de al- gunas palmeras, y entre ellas el coco (coccus nuciferus), que lo con- tiene en gran cantidad, como puede verse por el siguiente análisis: albúmina, 17.78; aceite, 51.68; goma, 5.50; azúcar, 1.59; fibrina, 14.95. Las semillas del cacao contienen el aceite en mucha abundancia y de una consistencia como de manteca, de conde le ha venido el * TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA P 127 nombre de manteca de cacao. Igual consistencia presenta el de las semillas del laurus pichurtn. El fruto del aguacate contiene tres clases de aceites: uno verde mezclado con laurina, otro compuesto de oleína y otro de estearina. De las semillas de lino se extrae el aceite de linaza. Del fruto de los olivos se extrae el aceite del mismo nombre, contenido en grande abundancia en el sarcocarpio, en el hueso y en la almen- dra, etc. En algunas plantas parece que el aceite fijo está combinado con algunas substancias alcalinas formando un jabón vegetal, como en las semillas del jaboncillo (sapindus saponaría), en las hojas de la papaya (carica papaya), en el fruto del aguacate (persea gratissi- ma), etc. En otros vegetales, como en la acuapa y en el manzanillo, el aceite está mezclado con las demás substancias que forman el jugo lechoso de esas plantas. Generalmente los jugos propios de los vegetales son más abun- dantes y más enérgicos en las zonas intertropicales, con excepción de las resinas en que entra como parte el ácido succínico, las que son elaboradas, de preferencia, por las coníferas de las zonas tem- pladas. ; XI EXCRECIONES Las excreciones son las substancias, residuos de las diversas modificaciones que experimentan los jugos nutritivos en el interior del vegetal, que por ser inútiles para la nutrición son arrojadas por ciertcs órganos de una manera regular y constante. Muy va- riada es, pues, su naturaleza ; en efecto, son gaseosas, como las que excreta el dictamo+real en la tarde de los días claros y secos, cons- tituídas por un aceite volátil, susceptible de inflamarse a la aproxi- mación de una bujía encendida; algunos chenopodium excretan subcarbonato de amoníaco, y probablemente el aroma de las flores es debido a la excreción de aceites esenciales. Las glándulas terminales de los pelos del cicer arietínum dejan escapar en pequeña cantidad un licor ácido, que no es sino una mez- cla de ácidos málico, oxálico y acético. Las ortigas, la pringamosa, los ojos de venado y otras muchas plantas poseen en la superficie de las hojas y de la corteza glándu- 128 | CARLOS CUERVO MÁRQUEZ las que excretan, por conducto de los pelos huecos en que terminan, líquidos cáusticos e irritantes; algunos de éstos, como el de la ja- tropha urens, introducidos en la piel producen pústulas capaces de reproducirse por inoculación. Otras plantas, como la pegapega (bejaria glutinosa), excretan, en grande abundancia, por toda la superficie, una substancia visco- sa que las cubre completamente. Lo mismo se observa en muchas labiadas, mimosas y rosáceas. La superficie interna del cáliz de la uchuba está cubierta por una substancia de la misma naturaleza. Las yemas de muchos árboles, como el castaño, etc., están envueltas en una capa glutinosa, que sin duda sirve para proteger los órga- nos interiores de las influencias atmosféricas. Otras excreciones son sacarinas, como las de la corola del rho- dodendron ponticum, en que cada flor da, por término medio, cerca de dos centigramos de azúcar. El maná no es sino la excreción de algunas especies de fresnos, y principalmente del fraccinus ormus. El néctar de las glándulas pertenece también a las excreciones sa- carinas. Pero las más importantes de las excreciones son sin duda las cerosas, producidas por diversos órganos de muchos vegetales. La cera vegetal se forma en el polen de las flores, en las hojas de mu-» chas plantas, y entre ellas en las de la col y del álamo, en la perife- rie de muchos frutos carnosos, como la ciruela; pero sobre todas estas plantas hay tres especialmente que producen la cera en canti- dad suficiente para constituír la recolección y purificación de este producto un importante ramo de industria. Estas son la palma de cera (ceroxilon andicola), cuyo tronco está cubierto de una capa de cera ; el árbol llamado cero, del género Remigia, cuyas yemas pro- ducen el Barniz de Pasto y el laurel de cera (myrica cerifera), que la produce en todos los órganos y principalmente en los frutos. La extracción de la cera vegetal de esta planta ha llamado siempre la atención; a principios de este siglo se extralan, en la sola provincia de Antioquia, más de 4,000 libras por año. Hoy ha decaído mucho esta industria, y la cera de laurel casi no se emplea sino para las cerillas de los fósforos del país. Todos los vegetales excretan por las raíces diversos productos que son perjudiciales para algunas plantas y favorables para la nu- trición de otras. Su estudio es de la mayor importancia para la agricultura, porque, en gran parte, de él depende el éxito de las co- sechas. Ge DEBA AT A A Tr PA y nd ha ARA A TR 4 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 129 CAPITULO IV REPRODUCCIÓN DE LOS FANERÍGAMOS Mediante la reproJucción se perpetúan las especies al través de los siglos; el individuo muere, pero al desaparecer ha dejado gér- menes numerosos que al desarrollarse producen sujetos idénticos a los padres, completamente in lependientes y capaces de transmitir la vida en iguales condiciones a las en que ellos se originaron. El androceo y el gineceo son en los vegetales fanerógamos los órganos destinados para la reproducción natural, siendo éste el que contie- ne los gérmenes u óvulos que debe el otro fecundar. Además de este modo de reproducción llamado sexual, existen otros, imaginados por el hombre, que se han llamado de reproducción artificial por no ser empleados por la naturaleza. FECUNDACIÓN NATURAL El fenómeno de la fecundación se lleva a cabo por la acción que ejercen los granos polínicos sobre los gérmenes que contiene el ovario. Cuando las flores de los vegetales han alcanzado toda su loza- nía, cuando la corola está adornada de sus más vivos colores, cuan- do las glándulas nectarinas destilan el precioso líquido y de todas las partes de la flor se desprende un delicioso aroma, se aproximan las nupcias vegetales. Los sacos de las anteras se abren y de sus ca- vidades sale el polen o materia fecundante que se deposita sobre el estigma, cuya superficie está empapada en un líquido viscoso. Este, por medio del ósmosis, es absorbido por los granos polínicos, los cua- les al poco tiempo comienzan a dilatarse; pero como de las dos membranas que forman el grano la interna es más extensible por tener una propiedad higroscópica' mayor que la externa, sucede que ejerce sobre ésta cierta presión, que unas veces ocasiona su rup- tura y otras levanta los pequeños opérculos de que está dotada : franqueado el obstáculo sale al exterior, al principio bajo la forma de una pequeña ampollita que se adhiere fuertemente a la superfi- cie del estigma y que, alargándose con relativa rapidez, penetra por 9 SEA, 120 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ : A —ñ entre el tejido conductor del estigma y del estilo, a cuyas expensas probablemente se nutre. El prodigioso desarrollo del tubo polínico es debido a causas puramente vitales, pues de otro modo no se com- prende que alcance algunas veces una longitud de varios miles de veces el tamaño del grano que le ha dado origen, como sucede cuan- do tiene que atravesar estilos de la longitud del del borrachero o de las fusias. Partiendo longitudinalmante un pistilo cuyo estigma esté. cubierto de polen, se pueden observar con el microscopio los tubos polínicos que atraviesan el tejido conductor, que tienen el aspecto de alfileres clavados hasta la cabeza. Antes se creía que el embrión vegetal era formado por la misma extremidad del tubo polínico al penetrar en el saco embrionario ;. pero hoy está bien demostrado que el tubo no penetra en este ór- gano, sino que se aplica a su superficie externa, en donde termina su papel y su vida. Entre tanto, contra el punto a qu» se adhiere el tubo se desarrollan en la superficie interna del saco una o dos vesÍ- culas embrionarias que, absorbiendo por ósmosis la fóvila o materia fecundante del tubo polínico, comienzan a ensancharse; al poco: tiempo se atrofia una de las dos y la otra continúa su desarrollo, llenando más o menos con su extremidad libre toda la cavidad del saco embrionario. En la vesícula, que al principio está llena de un fluído transparente, aparecen después los rudimentos del embrión, que puede tomar un desarrollo considerable. Terminada la fecunda= ción, la flor se marchita rápidamente, se seca y desaparece; queda sólo el ovario, que absorbe entonces toldos los jugos que antes se ex- tendían por las otras partes ds la flor, se desarrolla más o menos. aprisa y se convierte en fruto; los óvulos aumentan de volumen y. pasan al estado de semillas. Como la fecundación de las plantas sólo se efectúa cuando el po- len cae sobre el estigma, y esta circunstancia está sujeta a muchos accidentes contrarios, la naturaleza ha dispuesto de varios medios para asegurar la fecundación y con ella la existencia de los vegeta- les. Así es que la posición relativa de los estambres y de los pistilos es siempre la más conveniente para llenar esta función. Guando las flores hermafroditas están derechas como en muchas amarillídeas, etc., los estambres son más largos que el pistilo; lo contrario sucede cuando, como en las fusias, etc., las flores son pendientes; enton- ces los estambres son más cortos. Otras veces se observa que al prin-. cipio de la floración la flor está derecha, aun cuando tenga los. ma NR A de dd a ds e Vd ad A IE ca y E » di Ve pa A e TRATADO. ELEMENTAL DE BOTÁNICA 131 estambres más cortos, pero llegada la época de la fecundación, la flor se inclina, tomando así la posición más conveniente. En otras plantas, la fecundación se facilita por medio de movi- mientos mecánicos o vitales de los estambres, del estilo o de ambos órganos a la vez. En las moreras y en las parietarias los fila- mentos están arrollados en espiral, bajo la presión de la cubierta floral ; al abrirse ésta, se desenvuelven con fuerza y arrojan el polen a gran distancia. En el geranio los filamentos se encorvan para que la antera se aplique contra el estigma; en los claveles los estambres se inclinan sucesivamente sobre el estigma, y en el tabaco lo hacen simultáneamente. En otras flores, como en algunas pasifloras, son los estigmas los que buscan el órgano masculino; en el totumo el estigma es bilamelado; cuando le cae el polen se cierra para impe- dir que por el viento o por otra causa se le desprenda. Recientemente, el doctor Darwin ha demostrado que el viento y los insectos desempeñan un papel muy importante en la fecundación de las flores hermafroditas, pues por lo general ésta no se lleva a cabo sino mediante la acción del polen de flor o de pie distinto ; cuando interviene el polen de la misma flor, la fecundación es incompleta y la especie degenera. : En los vegetales monoicos se observa que las flores femeninas están más bajas que las masculinas, como en el maíz, en los cartu- chos, etc. En las plantas dioicas son el viento y los insectos los con- ductores del polen, que siendo muy fino y pulverulento, puede ser transportado a distancias considerables; al mismo tiempo, las flores femeninas conservan su lozanía por mucho tiempo, y las masculinas son muy numerosas, aumentando así las probabilidades de éxito de la fecundación. Las mariposas, las moscas y los pequeños coleópteros que están ocultos en el fondo de las flores, ayudan mucho a la fecundación, ya dispersando el polen con el movimiento de sus alas, ya, con mayor frecuencia, transportando de una planta a otra el que se ha fijado en los pelos que cubren su cuerpo. En las plantas dimorfas, como en las prímulas, en que unas tienen los estilos más largos y otros más cortos que los estambres, ha hecho el doctor Darwin curiosos expe- rimentos para demostrar la influencia de los insectos en el acto de la fecundación. Al efecto, cubrió con una tela que impidiera la en- trada de los insectos, varias prímulas, unas longistilas y otras bre- vistilas, casi todas florecieron, pero ninguna dio semilla ; mas, como 132 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ . observara en otras que de día no se acerca ningún insecto a sus flo- res, drdnjo que a las prímulas acuden las mariposas nocturnas. Vea- mos, según las observaciones del ilustre investigador, cuáles son las mániobras del insecto para llevar a cabo la fecundación en estas flo- res. Al introducir una mariposa su trompa para chupar el polen de una prímula brevistila, el polen de las anteras situadas a la entrada del tubo, se adhiere al rededor de la base de aquélla, y este polen debe ser depositado sobre el estigma de la prímula longistila, cuan- do el insecto vaya luégo a visitarla; pero al acercarse a la longisti- la, el polen de las anteras, fijas en la base del tubo, se adhiere a la ex- tremidad de la trompa, que luégo, al hacer una nueva visita a la bre- vistila, debes necesariamente depositarlo sobre su estigma. Además, al introducir un insecto su trompa en una flor brevistila, es muy probable que haya rozado las anteras que están encima y que depo- sile el polen que se le ha quedado adherido en el estigma que está debajo; lo contrario sucede con la longistila, que puede fecundarla con su mismo polen al sacar la trompa. Iguales hechos se obser- van en el lino grandifloro y en el vivaz, y en otras plantas dimorfas, Un hicho muy notable es que el polen de cada especie dimorfa tie- ne menos eficacia sobre su propio estigma que sobre el de la otra forma. Tanto las flores dioicas como las estamino-pistiladas, ofrecen en su estructura ciertas particularidades, según sean los vientcs o los insectos los principales agentes de la fecundación. Aquellas en que los vientos son auxiliares necesarios tienen, como los pinos, las pal - meras, etc., el polen abundante y pulverulento y carecen de perian- tio, de modo que las anteras pendientes dispersan su polen a la me- nor brisa que sople, o bien tienen como las gramíneas, el cstigma plumoso ; por lo general, estas plantas no segregan néctar, carecen de corola, y cuando existe no tiene colores brillantes. Lo contrario se observa en las plantas que deben ser visitadas por los insectos: destilan néctar y los atraen con sus magníficos colores; su polen, hu- medecido por una sustancia viscosa, se adhiere fácilmente a los pe- los del cuerpo de sus auxiliares. Reventándose con la humedad los granos de polen, parece que fuera casi imposible la fecundación de las plantes acuáticas, y, sin embargo, constantemente se efectúa este fenómeno con la mayor fa- cilidad. De las plantas que están sumergidas del todo, hay unas en que los órganos florales están protegidos por vejigas aéreas, prove- a TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 133 nientes de la espiración; en otras, los pedúnculos se desprenden por sí mismos antes de la expansión de la flor, y por la menor densidad suben a la superficie, en donde se efectúa la fecundación. Pero la planta más curiosa bajo este respecto, y que por eso la citan todos los autores, es la vallisnería espiratis. Esta planta, que es divica, tiene las flores femeninas sobre un largo pedúnculo arrollado en espiral; al tiempo de la fecundación se desarrolla lo suficiente para que la flor se abra sobre la superficiz de las aguas. La flor masculina está sobre un pedúnculo muy corto e incapaz de prolongarse ; estas flores están cubiertas por una membrana o espata que se rasga en el mo- mento oportuno, y los botones se desprendgn del pie común y suben a la superficie, en donde nadan cerca de las femeninas, se abren y dejan escapar el polen que éstas recogen sobre su estigma ; después de fecundadas vuelven a arrollar su largo pedúnculo y se snmergen al fondo de las aguas. Un fenómeno notable es la elevación de temperatura que se nota en las flores de muchas plantas en el acto de la fecundación, y espe- cialmente en las especies de la familia de las aroideas, que hacen su- bir el termómetro de Reamur varios grados sobre la tempera: tura ordinaria; fenómeno que unos creen fisiológico, y otros expli- can como ocasionado por reacciones químicas. Il FECUNDACIÓN CRUZADA O HIBRIDACIÓN Se llama hibridación la fecundación en que obran órganos repro- ductores de plantas que no pertenecen a la misma variedad Así, por ejemplo, hay hibridación cuando se fecunda el ovario de la patilla (cucumis citrullus) con el polen del melón (cucumis melo), o vicever- sa; y la planta proveniente de los granos así fecundados recibe el nombre de híbrido o mestizo. Los híbridos son muy raras veces idénticos a uno solo de los padres; por lo general, presentan formas intermedias, de modo qu» al fin de una serie continuada de hibrida- ciones, los productos son totalmente diferentes de los primeros an- tecesores, y sólo una observación detenida puede encontrar los lazos que unen dos individuos, separados por numerosas formas interme- diarias; éste ha sido probablemente el método seguido por la natu- raleza para llegar a la inmensa diversidad de formas vegetales que 134 CARLOS CUERVO MARQUEZ hoy cubren la superficie de la tierra, y que, sin duda, traen su ori- gen de tipos poco numerosos y muy simples, pero que se han com- binado y modificado hasta lo infinito en el curso de los siglos. Para que la fecundación entre formas distintas pueda tener efec- to, se necesita la concurrencia de una multitud de circunstancips, tan= to físicas como fisiológicas. En primer lugar, es necesaria la coinci- dencia de floración, de modo que al mismo tiempo que el ovario de una de las plantas está dispuesto para recibir el polen de la otra, ésta esté suficientemente desarrollada para arrojar su polen a debido tiempo. Luégo viene la identidad de los granos polínicos, y también del tejido conductor, pues de otro modo el tubo polínico no puede "penetrar al través de los meatus del estigma y del estilo. Aun dado el caso de que el tubo polínico alcance hasta las paredes del ovario, es muy improbable que la fecundación tenga lugar, pues los óvulos necesitan para vivir de sustancias tal vez diferentes de las que les pueden dar el polen intruso. Estas y otras muchas condiciones no las pueden llenar sino plantas de formas muy afines. Es por esto por lo que la fecundación es muy fácil y hasta natural entre variedades de la misma especie; es menos frecuente entre especies del mismo género, y más difícil mientras más se alejan las formas entre sí, de modo que son raros los híbridos de géneros diferentes, y se puede decir que no existe uno solo proveniente de distintas familias. Un hecho muy notable que ofrecen los mestizos o híbridos, es la esterilidad relativa que los afecta ; los híbridos de las plantas que tienen las formas más afines, como son: las variedades de una espe- cie, son siempre fértiles, esto es, que producen granos que son capa- ces de germinar indefinidamente por muchas generaciones ; los mes- tizos de formas más distintas, como son las especies del mismo gé- nero, unas veces no producen granos, y otras, aunque éstos germi- nen y den origen a nuevos individuos, termina la fertilidad, por lo general, a la tercera o cuarta generación ; así es que bien pueden contarse entre los productos estériles. Muchas veces la esterilidad depende de causas puramente mecá- nicas ; yo tuve la curiosidad de observarla en un híbrido de pasiflo- ras que, a pesar de producir un gran número de flores, jamás ha- bía fructificado, a causa de que las añnteras extrorsas no se revol- vían para depositar el polen sobre el estigma; pero habiéndolas fe- cundado artificialmente, dieron muy buenos frutos con semillas que germinaron por muchas generaciones, siempre que cuidé de la fe- cundación artificial, A TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 135 La hibridación tiene muchas aplicaciones ; debido a ella es como -losjardineros y horticultores han obtenido la mayor parte de las mag- níficas variedades de flores y de frutos. En otras ocasiones es perju- «cial para los horticultores, como sucede cuando hay calabazas cerca de los melonares, pues efectuado el cruzamiento naturalimante, los melones pierden muchas de sus cua'idades y en cambio adquieren algunas de las de las calabazas, lo que los hace desmerecer mucho, Para llevar a cabo la hibridación es preciso proceder con mucho cuidado; en primer lugar es preciso castrar la flor que se debe fecun= dar, despojándola de sus estambres, lo que se debe hacer al tiempo de la expansión de la flor, y luégo se cubre con una tela que la preserve de toda influencia exterior. Al día siguiente se toman de un pie robusto los estambres, cuando comienzan a abrirse, y se sa- cuden sobre el estigma de la flor escogida; hecho esto, y para mayor seguridad, se la vuelve a cubrir con la misma tela. Al cabo de die- ciocho o veinte horas la corola se marchita, y se tiene la seguridad de que se ha efectuado el cruzamiento. HI MADURACIÓN DE LOS FRUTOS Una vez que ha tenido lugar la fecundación, cada uno de los óvulos, y por consiguiente el ovario, se hace el centro de toda la ac- tividad vital de la planta. Los otros órganos florales, ya innecesarios, se marchitan y mueren. La savia afluye eu mayor cantidad a dar vida a las semillas, las que con el ovario comienzan a desarrollarse y a veces con notable rapidez, excitadas por la poderosa vitalidad que en ellas reside, y por el alimento superabundante que les proporciona la savia. En estos órganos se verifican laboriosas y difíciles evolu- ciones químicas, y adquieren con frecuencia los más vivos colores. Las paredes del ovario o del tubo calicinal vienen a formar el peri- carpio y las semillas se envuelven a veces en pulpa suculenta. En la época de la maduración la planta necesita mejor alimento que de ordinario, y por esto se le deben quitar entonces las hojas y los apéndices inferiores, para que toda la savia vaya directamente hacia los frutos, que son los órganos que más la necesitan. Como en esta época los vegetales se debilitan mucho, cuando tienen frutos nu- merosos se les debe aliviar quitándoles algunos, que deben ser los más débiles ; haciendo esto se asegura la completa maduración de los 136 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ restantes, que adquieren mayor volumen y mejor calidad; yal wismo tiempo no se debilita la planta y no se retarda, por-consi- guiente, la cosecha del año siguiente. Por regla general, el desarrollo del pericarpio está en razón in- versa del de las semillas ; en los frutos muy carnosos, como en la chirimoya y en el plátano, éstas son muy pequeñas y poco numero- sas. En muchos duraznos y en otros ¡frutos, el pericarpio absorbe los jugos todos y la semilla se atrofia y muere. Veamos ahora cuáles son las principales evoluciones de los jugos nutritivos en el fenómeno de la maduración, como también las cau- sas que las determinan o modifican. La fuerza vital de los frutos entra, sin duda, en la mayor parte que originan estas combinaciones, porque la savia absorbida por las plantas tiene poce más o menos en todas ellas la misma constitución; pero al llegar a los diversos órganos, es elaborada en principios diferentes, según las necesida- des del vegetal : el fruto del limón la elabora en ácido cítrico; el del manzano, en ácido málico ; el de la naranja, en ácido cítrico, jugo azucarado, etc. Estas diversas sustancias, como todas las demás que contienen los frutos, están formadas por carbono y los elementos del agua, oxígeno e hidrógeno, combinados en proporciones dife. rentes. En un principio, los frutos, ya sean celulosos o fibrosos, están casi únicamente compuestos de liñina, cuyas células llena la savia, que además de una gran cantidad de agua, contiene cierta dosis de azúcar, de goma, malatos de cal y otras materias. Mientras los frutos están verdes, su respiración es idéntica a la de los órganos foliáceos. Entonces, descomponiendo el ácido carhó- nico que se encuentra en la atmósfera, se forman los principios so- lubles como la goma, el azúcar, la pectina, los ácidos cítrico, máli- co, Oxálico, tártrico y el tanino, cuyas proporciones aumentan cada día más. La formación de estos principios se efectúa a expensas de las sustancias insolubles como la lignina, que disminuye notable- mente ; la gomosa se transforma en goma; y la pectosa, por la ac- ción de los ácidos orgánicos, se convierte en pectina. El azúcar pro- viene de los cambios que bajo la acción de estos mismos agentes ex- perimenta el almidón, que se encuentra en mayores proporciones en los frutos verdes del mamey, del plátano, etc., y quejunto con la goma, se transforma en glucosa. Desde el principio de la fecunda- ción, la cantidad de agua aumenta hasta esta época y luégo comien-. - ' * TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 137 -z__=-=-==-=2= nes celulares que al desarrollarse rompen la célula madre. Otros piensan, y tal vez con más fundamento, que cada célula se ensan- cha en partes, hasta formar nuevas células, que tabicándose en su base, ocupan el puesto de la célula madre; pero de todos modos es extraordinaria la rapidez con que en ocasiones se efectúa este des- arrollo. En los criptógamos vasculares o acrógenos el procedimiento de nutrición es idéntico al de los fanerógamos : absorben el agua y las materias alimenticias en ella disueltas, por medio de sus raíces ; bajo la influencia de la luz, sus órganos apendiculares, siempre ver- des, absorben ácido carbónico, lo descomponen y exhalan oxígeno. De un modo idéntico también se efectúa la formación del almidón, de la crómula verde, de las sustancias nutritivas, de la celulosa, de la leñosa, etc.; y su crecimiento, especialmente en los helechos, es muy semejante al de los monocotiledones. CAPITULO NT REPRODUCCIÓN El nombre de criptógamos está formado de dos palabras griegas que quieren decir nupcias ocultas, porque los fenómenos de repro- ducción de estas plantas son todavía muy oscuros, y están muy poco conocidos, a pesar de las muchas observaciones hechas sobre el particular; aun en las especies más inferiores la reproducción da origen a individuos que muchos ilustres naturalistas consideran como pertenecientes al reino animal, siendo ellas como los eslabo- nes que unen las dos grandes series del mundo organizado. Este capítulo es sólo una reseña de las faces generales que presenta el importante fenómeno de la reproducción de los criptógamos, para luégo, al tratar de cada familia por separado, estudiar su manera peculiar de reproducirse. FECUNDACIÓN Al hablar de los órganos reproductores de los criptógamos, se ha visto que unos están provistos de anterozoides, y que otros, los hongos y los líquenes, carecen de ellos. La presencia de estos órga- TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 149 nos, o su ausencia, ocasiona notables modificaciones en el fenómeno - de la fecundación, el que también varía según la naturaleza del es- poro; así, por ejemplo, hay una marcada diferencia entre el es- poro embrión de las algas, y el ya más complicado de los helechos y de las esquisetáceas. Cuando el esporo de una alga ha sido arrojado del conceptáculo que lo contenía, afecta la forma de un cuerpo globuloso, compuesto de endocromo ; del mismo conceptácalo, o de otro especial, han sido arrojados los anterozoides, los que, moviéndose con rapidez en todos sentidos, se precipitan sobre el esporo, se fijan en él por su rostro o espolón y le imprimen un movimiento de rotación por la activi- dad de sus pestañas vibrátiles: al cabo de media hora han desapa- recido los anterozoides, y el esporo se cubre de una capa membra- nosa. En las confervas y en otras algas, sucede con frecuencia que el esporo, después de fecundado, se segmenta ; cada segmento formado en el interior se convierte en una célula ovoide, provista de pesta- ñas vibrátiles, cuya extremidad más puntiaguda se llama espolón o rostro. Se da el nombre de zoosporos a estos cuerpos, los cuales, al desprenderse del esporo, se mueven libremente en el agua, y luégo se fijan por el espolón, se desprenden de sus pestañas vibrátiles, se .agrandan y se segmentan, produciendo un nueyo individuo por el mismo procedimiento del esporo. El zoosporo es, pues, un nuevo órgano de propagación, formado sin el concurso de los sexos. Él movimiento de que está dotado el zoosporo es la causa principal de que se le considere como de naturaleza animal, opinión sostenida por muchas autoridades respetables. El profesor Unger llega hasta asegurar que él ha visto los zoosporos “en las convulsiones de la agonía de muerte, con todas las apariencias de la sensibilidad animal.” : En las hepáticas sucede que, bajo la influencia de una gota de agua, se abre el anteridio y deja escapar los anterozoides ciliados, que se mueven en el líquido hasta encontrar un arquegonio a cuyo cuello se prenden para ponerse en contacto con la célula germinativa, con lo cual queda efectuada la fecundación. Entonces la célula se segmenta para producir esporos secundarios que al germinar dan origen a nuevos individuos. En los musgos se efectúa una serie de fenómenos análogos has- ta la fecundación de la vesícula embrionaria, la cual, en lugar de dar 150 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ nacimiento directamente a esporos secundarios, se desarrolla en un verdadero fruto que es la urna, en cuyo interior está el esporangio lleno de esporos secundarios, que en un terreno húmedo germinan y producen filamentos verdosos, los cuales forman una especie de cuerpo embrionario, llamado proembrión o protonema, que produce un individuo perfecto. En los helechos, los anterozoides, movidos por sus pestañas vi- brátiles, van a encontrar los arquegonios, en cuyo fondo está situa- da la célula germinativa, la que al segmentarse produce de un lado la raíz y de otro el talus. En los criptógamos que carecen de anterozoides la fecundación es mucho más simple. En algunas confervas se efectúa de la mane- ra siguiente: dos filamentos celulares llegan a soldarse y reabsor- ben su tabique de separación ; en la cavidad celular mixta así for- mada se organiza un esporo por la mezcla del endocromo conteni- do en las dos células, que entonces se llaman conjugadas. Este fe- nómeno ha recibido el nombre de conjugación. En los hongos la observación ha demostrado una especialización más completa en las formas de las dos partes del vegetal que se unen, y el hecho se ha designado con el nombre de copulación. Como se ve, la repro- ducción de los criptógamos se efectúa por medio de órganos mucho más variados que en los fanerógamos, lo que complica mucho el conocimiento exacto de las especies inferiores. | II GERMINACIÓN Al germinar el esporo de muchas algas, de los hongos, de log musgos y de los líquenes, presenta el mismo aspecto del grano de polen que da nacimiento al tubo polínico. El episporo o cubierta exterior del esporo se rompe y da paso al endosporo dilatado que se prolonga en un tubo cilíndrico y se tabica ramificándose. El es- poro pierde su forma primitiva, sobre todo si, como sucede con fre- cuencia, se forman dos filamentos celulares en las extremidades de uno de sus ejes. Muchas algas y muchos belechos tienen un modo de germina- ción muy análogo al de los vegetales superiores, el cual se puede lla- mar germinación taloide : el endosporo produce un mamelón que unas veces se prolonga formando una extremidad de raíz; entre Lio ELEMENTAL DE BOTÁNICA - 151 tanto, el esporo mismo se segmenta, y por un crecimiento más o menos rápido llega a ser el punto de partida del parenquima apla- nado llamado talus ; en otras ocasiones, como en las marchantias y en algunas filicíneas, el mamelón se tabica dando origen al talus, al- gunas de cuyas células se alargan para formar luégo las raíces. En otras ocasiones, después de fecundada la vesícula embriona= ria, se segmenta y produce por la multiplicación de las células nue- vamente formadas en varias direcciones, una yema de la cual se ele- va la planta. Este modo de germinación es muy semejante a la for- mación del embrión en el óvulo de los fanerógamos, y por esto se ha llamado germinación embriomorfa. Muchos de los criptógamos se multiplican también pur un pros cedimiento análogo al de los tubérculos. ¡00 SYMBIOSIS Un fenómeno muy curioso que se produce en los vegetales infe- riores, es el conocido con el nombre de Symbrosts, o sea vidas uni- das. Por medio de la Symbiosis dos organismos distintos se unen; viven recíprocamente el uno a expensas del otro, formando algo así -como una verdadera asoeiación de apoyo mutuo, en la cual cada uno de los organismos:saca cierto beneficio de la unión, cosa muy distin- ta del parasitismo, en el cual el beneficio es unilateral. La Symbiosis se observa principalmente en los líquenes. Estas plantas, al parecer sencillas, son plantas compuestas: son el produc- to de dos vegetales muy diferentes: una alga y un hongo. Unas veces es el hongo el que predomina y el que da la forma general al liquen, como sucede en la Phiscia parietina, liquen que vive en las cortezas de los árboles, en las rocas, etc. Otras veces es el alga la más voluminosa y la que da su aspecto al liquen, como los colle= mas de aspecto gelatinoso. Todas las algas que entran en la composición del la se en- cuentran al estado libre en la naturaleza, lo que no sucede con log hongos, que son especies propias de estos organismos. 152 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ sv IV GENERACIÓN ALTERNA O DIGENESIS Se da el nombre de Digenesís al fenómeno, muy frecuente en las especies inferiores, tanto animales como vegelales, por el cual un individuo de forma determinada da origen a individuos que perte- necen a otra forma muy distinta, los que a su vez pueden producir formas idénticas a la madre. Baste como ejemplo el de los hongos del agracejo, llamados «es:- dium berberidis, que dan esporos susceptibles de germinar sobre el centeno, los que producen una nueva forma llamada puccinia gra- minis, cuyos esporos dan, a su vez, nacimiento a la uredina del agra- cejo. | Uno de los hechos más sencillos de digenesis es el que ofrecen los organismos de la levadura.o fermento, cuya rápida multiplicación en los líquidos azucarados determina la fermentación; pero si ésta se interrumpe añadiendo cierta cantidad de agua, la levadura pro- duce los microdermos, nuévos individuos formados por una célula más pequeña y más prolongada que las otras, y son las que for- man las películas blancuzcas, que aparecen en la cerveza o en el vino, cuando se exponen al aire. Los microdermos pueden, a su vez, producir la levadura en los líquidos azucarados. Como se ve, estos cambios están con frecuencia en relación con la necesidad de medios distintos, indispensables para el desarrollo. de las formas que se suceden, lo que se explica por la poca fijeza y por la plasticidad de los organismos inferiores y su tendencia a la variabilidad. FIN DE LA FISIOLOGÍA VEGETAL TERCERA PARTE TAXONOMÍA VEGETAL I Para estudiar convenientemente el reino vegetal ha sido indis- pensable reunir en grupos distintos los numerosos individuos que lo componen, a fin de facilitar el conocimiento de su organización, de sus aplicaciones y de sus diversas relaciones. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 153 La parte de la Botánica que trata de la clasificación de las plan- tas es la Taxonomía vegetal. Antes de entrar al estudio de las principales clasificaciones siste- máticas, es preciso conocer el significado de algunos términos em- pleados en todas ellas para expresar los diferentes grupos; éstos son: individuo, especie y variedad, género, orden, familia y clase. El nombre de ¿ndividuo se aplica a cada sér distinto que forma un todo no divisible; así, por ejemplo, cada mata de maíz, cada ár- bol de ceibo o de café son individuos de las especies respectivas, ceibo, café o malz. Si se reúnen todos los individuos que sean la re- presentación exacta unos de otros, se forma un grupo abstracto que se llama especie: un carácter importante de este grupo es el de que los individuos que lo componen pueden fecundarse mutuamente y dar origen a otros que se reproducen con idénticos caracteres. Sin - embargo, sucede a veces que individuos pertenecientes a especies dis- tintas se fecundan, resultando formas intermediarias, que son los h/- bridos o mestizos. En ocasiones sucede que los individuos que com- ponen una especie presentan algunas variaciones secundarias, pero que no alteran los caracteres de ella; los grupos formados por es- tos individuos se llaman razas o variedades ; por ejemplo, en las rosas hay unas que son de un color, otras de otro, otras presentan diferencias en las hojas, en el tamaño, etc., pero todas conservan los “caracteres comunes a la especie rosa. | 1d Cierto es que aún no se ha logrado dar una definición exacta de la especie y de la variedad; mucho se ha discutido sobre el parti- cular, pero sin resultado alguno satisfactorio; de suerte que el valor de estos términos es hasta ahora convencional y más o menos relativo : lo que para unos autores es una especie perfectamente dis- tinta, es para otros una simple variedad, siendo éste el grande esco- llo de la clasificación. La reunión de las especies que tienen entre sí una semejanza evidente en sus caracteres internos constituye el género ; los carac- teres en que se funda el género son de un orden superior a aque- llos que sirven de base para establecer la especie. Cada género se designa con un nombre propio que es común a todas las especies que la componen, y éstas se distinguen entre sí por un segundo nombre añadido al genérico. Por ejemplo, en el gé- nero anona se distinguen las especies anona chirimoya, anona squa- mosa, anona muricata, etc. q > NA , eS Y Ñ k > ME , ds 4 K id 154 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Sise agrupan los géneros según los atributos semejantes que ofre- cen en todas las partes de su organización, se forman las familias u órdenes naturales que se designan por un nombre propio, tomado unas veces del del género más notable que comprende, como en las rosáceas, las solanáceas, etc. Otras veces de la estructura especial de algún órgano, como en las crucíferas, las umbeliferas, las legumino- sas, las labiades, etc., y otras provenientes de nombres antiguos y vulgares que se han conservado, como helechos, hongos, etc. sx Los grupos formados por cierto número de familias, reunidas por un carácter común, forman las clases, como la clase de las cali- cifloras, formada con las familias que tienen los pétalos más o me- nos soldados, pero siempre insertos sobre el cáliz. Los sistemas más notables de la clasificación de las plantas son los siguientes : Il = SISTEMA DE LINNEO Carlos Linneo, justamente considerado como el fundador de la botánica moderna, convencido de la insuficiencia de los sistemas de clasificación hasta entonces presentados, trabajó uno, justo título de gloria para su autor, fundado en las variadas modificaciones |. y combinaciones que pueden presentar los órganos sexuales. Linneo dividió las plantas en dos grandes secciones : en una están las que tienen órganos sexuales aparentes, y las llamó fanerógamas; en la otra colocó las que tienen los órganos sexuales ocultos, y les dio el nombre de cryptógamas. Los vegetales fanerógamos los agrupó en veintitrés clases, esta- blecidas según los estambres u órganos masculinos y los órdenes o divisiones secundarias, según los pistilos u órganos femeninos. Los caracteres de las clases son los siguientes : Vegetales fanerógamos de flores hermafroditas. Estambres libres e iguales entre sí 1." cLasE—Monandria—Plantas que tienen un solo estambre, como la chisgua (canna lutea). 2." cLase—Diandria—Plantas con dos estambres, como el rome- ro (rosmarinus officinalis). TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 155 ——- rt, 3 * cuase—Triandria—Plantas con tres estambres, como las gra- míneas, el trigo (triticum satívum), las ciperáceas, las irídeas, etc. 4.? cLase—Tetrandria—Plantas con cuatro estambres, como las rubiáceas, el café (co/ffea arábiga), las quinas (cínchonas), el llantén pmientago m.), 5»" CLASE—Pentandria— Plantas con cinco estambres, como las convolvuláceas ; la papa / solanum tuberosum); la borraja (borago officinalis). | 6.* cuase—Hexandria—Plantas de seis estambres, como las ru- táceas, el jaboncillo (sapindus saponaria), el matapuerco (tallisia siricta). 7. cLAasE—/leptandria—Plantas de siete estambres, como el castaño de indias. 8.” cLase—Octandria—Plantas de ocho estambres, como las ama- rillídeas, la raíz de China (smilax tomentosum). 9." case —Eneandria—Plantas de nueve estambres, como algu- nas lauríneas. 10% cLase—Decandria—Plantas de diez estambres, como el ce- drón (cimaba cedrón), la cuasia (quassia amara). 11% cLase—Dodecandria—Plantas que tienen de doce a dieci- nueve estambres, como el mangle (rhyzophora mangle), la reseda (reseda odorata). 12% cLasE—/cosandria—Plantas de más de veinte estambres in- sertos sobre el cáliz, como la fresa (fragaría vezca), los mirtos, los guayabos (psidium pommiferum), etc. 13% cLase—Polyandria—Plantas de más de veinte estambres in- sertos debajo del ovario, como las ranunculáceas ; la centella (ranun- culus pilosus), la chirimoya (anona chirimoya), las clusiáceas, etc. Estambres libres y desiguales 14% cLase—Didinamia—Plantas de cuatro estambres, pero dos más largos que los otros, como las salvias, etc. 152 cLase—Tetradinama—Plantas de seis estambres, cuatro más largos y dos más Epa: como las cruciferas, la mostaza (sinapts nigra). Estambres unidos 16% cLase—Monadelfia—Plantas que tienen los estambres reuni- dos en un solo grupo, formando un androforo, como las malvas, el abutilón. 156 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ - 17? cLase—Diadelfia—Plantas con los estambres reunidos en dos grupos, como la mayor parte de las leguminosas, la fumaria, etc. 18? cLase—Polyadelfia —Plantas con los estambres reunidos en más de dos grupos, como el naranjo (citrus aurantium), el chite (h:- pericum brathis), Estambres reunidos por las anteras en número variable 19? cLasE-Syngenesta—Como las compuestas, el arboloco, etc. Estambres soldados en el pistilo 20% cLase— Gynandria—Como las aristoloquias, la aristolochia anguicida o guaco de Cartagena. Estambres y pistilos en flores distintas 21% cLasE —Monoecia—Plantas que tienen las flores femeninas y las masculinas distintas, pero en el mismo pie, como el maíz (zea malz), el melón (cucumis melo), el cartucho, etc. 22% cLaseE—Drioecia —Plantas en que las flores masculinas están en un pie y las femeninas en otro, como en muchas palmeras, el dá- til (phoenix dactilifera), etc. 23% cLase—Poligamia —Plantas que tienen en el mismo indivi- duo o en individuos diferentes flores hermafroditas y flores mascu- linas o femeninas, como el mango (manguifera doméstica). Vegetales de órganos sexuales ocultos 24% cLase—Cryptogamia—Como los hongos, los líquenes, los helechos, etc. Lo que prueba la superioridad de este sistema es que en él tie- nen cabida todas las plantas hoy conocidas. Pero Linneo, al estable- cer sus clases sobre los caracteres proporcionados por un solo órga- no, reúne en una misma vegetales totalmente diferentes ; en cambio, aproxima aquellos que presentan ciertas analogías, siendo éste un gran paso dado hacia el perfeccionamiento de las clasificaciones. El siguiente cuadro pone de manifiesto la serie de caracteres se- guidos por el célebre botánico sueco en la formación de las veinti- cuatro clases de su ingenioso sistema sexual de clasificación de las plantas. 198 tal 157 enue3oxdA15 E A ea rt ON JO SOJBÚxOS sout.3J0 9p O sowe3ojdA10) So]839.39A erueSiog — ,£z . P1990] — De encanta oa coca coicecicicdopenogun $3.10]+] ) "SI]QISIA SIJPNXIS PIDIQ0UON — y IZ) soue319 9p o soul PLIPUBUÁL) — “Oz remite srrrere=**oJmsid 19 109 SOPPp|OS SAIQUIBISH >) y -2.39.19UBJ SO|PI9.39 A dl eisguaBus — Ór cctt *****"se19]ue Se] 10g | E eyjopeÁlog — ,8l """soprunay) ls $e PYISpe a — “Zi pp" “"SOJUDWRB[Y SO] 10 | "o]pnsid [Pay $310]+].) 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Las vasculares las divide eu dos secciones: las unas las llama endógenas, porque su crecimiento se efectúa por la formación de nuevos vasos en el interior del vege- tal ; las otras son exógenas, porque su crecimiento se efectúa me- diante la formación de nuevos tejidos en la superficie del cuerpo le- ñoso. Esta última división corresponde exactamente a los dicotiledo- nes de Jussieu; los endógenos comprenden todos los monocotiledo- nes, más las especies superiores de los acotiledones o criptógamos, como los helechos, etc. ; las celulares corresponden al resto de log acotiledones. De Candolle hace de las plantas exógenas dos divisiones, aten- diendo al desarrollo de las cubiertas florales ; las exógenas biclamí- deas, o provistas en un cáliz o de una corola; y las exógenas mo- noclamideas, o de periantio sencillo. Las exógenas biclamídeas están divididas en tres clases, según la disposición e inserción de las cubiertas florales. 1." cLase—TZalamifloras —Plantas cuyas corolas tienen los pé- talos distintos insertos sobre el receptáculo, han sido divididas en cincuenta y seis familias u órdenes naturales. 2." cLase—Calycifloras —Plantas cuyas corolas tienen los pétalos libres, o más o menos soldados, siempre perigínicos e insertos sobre el cáliz, comprenden sesenta y cuatro familias. 3. cLase—Corolifloras— Plantas cuya corola es gamopélala, dis- tinta del cáliz e hipogínica, comprende treinta y una familias. Las exógenas monoclamideas forman la 4.? case —Monoclamideas —Plantas de periantio sencillo, en lag que el cáliz y la corola están reducidas a una sola cubierta; com- prende veinticuatro familias. Los vegetales endógenos o de desarrollo interior están divi lidog. en dos clases, según que sean fanerógamos o criptogamos. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 159 - ' 5»" cLaseE—Endogenas Fanerógamas—Corresponde exactamente a los monocotiledones de Jussieu. Vegetales de desarrollo interno cuyos órganos sexuales y cuya fructificación son aparentes, com- prenden veintiocho familias. 6.* cnase—Endogenos Criptogqamos— Vegetales de desarrollo in- terno y de fructificación oculta e irregular. Corresponde a parte de los acotiledones de Jussieu y de los criptógamos de Linneo, y com- prende las cuatro familias de las equisetáceas, marciliáceas, licopo- diáceas y helechos, que también han recibido el nombre de £teo- gamas. . Los vegetales celulares están divididos en dos clases : 7." CLAasE—PFoliáceas —Plantas celulares con expansiones foliá- ceas y sexos conocidos. 8.” cLase—Afilos, o que carecen de expansiones foliáceas y de sexos conocidos. ; Cuadro del método de De Candolle 1.* Clase Talamifloras VEA AA Exógenos o de des- ( Vegetales de pe. <2.* — Calicifloras g g g p l Vasculares...... ...... arrollo externo, riantio doble. 3." — Corolifloras Periantio sencillo, 4. — Monoclamdieas 0 h (Monocotiledones de J,) Fructificación visible, 5.* — E. Fanerógamas Fructificación oculta. 6.* — E. Cryptógamas Expansiones foliáceas y SEXOS... .onooroooco. 7* — Foliáceas vegetales celulares, $ SIM DOJAS HINSEXOS.* Gorurgadscqcnóelanecn tens $ 8,” — Añilas PLANTAS VASCULARES Las plantas comprendidas en esta sección están formadas por va- sos unidos al tejido celular; constan de raíz, tallo y hojas, partes que en el embrión corresponden a la radícula, al blastema y a los cotiledones. La presencia de estos últimos órganos, cuyo número varía de uno a muchos, es un carácter distintivo de esta sección ; y poreste motivo es conocida también con el nombre de plantas cott- ledóneas. Sus órganos sexuales están constituídos por estambres y pistilos aparentes; por esto les dio Linneo el nombre de Faneróoga- mas. Las plantas vasculares son mucho más numerosas que las ce- lulares. Los vegetales más hermosos y elegantes, y los más útiles bajo todos aspectos hacen parte de esta sección. En cambio no habi- tan una zona tan extensa como las celulares, que pueden vivir, unas 160 - CARLOS CUERVO MÁRQUEZ en medio de la nieve y otras resisten las más altas temperaturas. Las vasculares necesitan de condiciones medias para desarrollarse. . El desarrollo de las plantas vasculares se efectúa de dos modos : en unas, que son la mayor parte, la savia elaborada desciende por entre el líber y la albura y se deposita en Cambium, que forma la zona generatriz, parte de la cual se convierte constantemente en al- bura, la que a su vez se transforma en madera perfecta; es decir, que el crecimiento tiene lugar por la formación de zonas concéntri- cas que se desarrollan de la circunferencia al centro; en las otras vasculares, que son las menos numerosas, el desarrollo se efectúa a la inversa, esto es, del centro a la circunferencia. Esta diferencia en la estructura íntima de las plantas vasculares coincide con la pre- sencia de uno o de más cotiledones ; de aquí que se hayan dividido en dos grandes grupos, a saber : Vasculares dicotiledóneas o exógenas, y vasculares monocotile- dóneas o endógenas. | PRIMER GRUPO DICOTILEDÓNEAS O EXÓGENAS Los vegetales que hacen parte de este grupo se distinguen por tener el embrión provisto de dos cotiledones opuestos, somo sucede en la mayor parte, o de muchos colocados en verticilo, como en las coníferas, etc. El tallo o tronco está formado por dos partes bien dis- tintas : la corteza y el cuerpo leñoso ; el crecimiento de este último se efectúa mediante la superposición de capas concéntricas, al rede- dor de las que ya existían, es decir, que el crecimiento es exógeno o de afuera hacia adentro ; en el eje del tronco existe un canal ocu- pado por el tejido medular. Hojas simples o compuestas recorridas por nervios que anastomosándose en todas direcciones forman una malla o red más o menos tupida. Las flores constan de estambres y pistilos bien distintos. Las plantas de este grupo, mucho más numerosas que las mono- cotiledóneas o endógenas, han sido divididas en cuatro clases, aten- diendo a la inserción de los estambres y de la corola. 1." cLasE—Talamifloras, cuyos pétalos distintos están insertos s0-: bre el receptáculo. | 2. cLase—Calicifloras —Pétalos perigínicos insertos sobre el cáliz. DAA A pa | = > lA e bi 1 MAS A 1 - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA BO E —_—__ 3* cLase—Corolifloras—Corola gamopétala hipogínica. Estam- bres insertos sobre la corola. 4. cLase—Monoclamideas—Dicotiledones de periantio sencillo. Estas cuatro clases están divididas en 178 familias naturales. PRIMERA CLASE—-TALAMIFLORAS Las plantas comprendidas en esta clase se distinguen por tener el cáliz polisépalo ; la corola polipétala está inserta, como los estam- bres, sobre el tálamo o receptáculo, sin adherencia con el cáliz. El ovario es, por consiguiente, súpero. Comprende 58 familias. Familia I—Ranunculáceas Las ranunculáceas son plantas herbáceas o subfrutescentes de hojas alternas, arrolladas en la base y divididas en muchos segmen- tos. Las flores van algunas veces acompañadas de un involucro ca- liciforme. El cáliz es polisépalo, con frecuencia petaloideo, raras ye- ces persistente y de estivación valvar o imbricada. La corola polipé- tala o nula ; los pétalos son unas veces planos, como en la centella, y entonces la corola es regular; otras veces están deformados por espolones, como en los delfiniums y en la aquilegia. Los estambres son hipogínicos y muy numerosos. Los carpelos también numerosos, li- bres o unidos en un solo pistilo: multilocular. El ovario contiene una o muchas semillas. Los óvulos son anátropos, están fijados a un trofosperma sutural. El estilo es muy corto y está terminado por un estigma sencillo. El fruto es unas veces monosperma e indehiscente, y Otras consiste en folículos libres o soldados y también solitarios ; se abren por la sutura interna, raras veces consiste en una baya po- lisperma. Semillas albuminosas, desprovistas de arilo. Embrión mu y pequeño y albumen córneo. La mayor parte de las especies de'esta familia son europeas ; muy pocas, relativamente, pertenecen a los países intertropicales. Las ranunculáceas de Colombia, por lo general, viven en las regio- nes frias, de 2,000 metros para arriba; sólo el género clematis des- -ciende hasta los 600 metros sobre el nivel del mar. Todas las ranunculáceas tienen propiedades acres, cáusticas y ve- nenosas, ocasionadas por la presencia de un principio cáustico tan vo- 11 162 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ látil que la simple ebullición basta para disiparlo ; noes ácido ni alca- lino, sus cualidades aumentan por la acción de los ácidos minerales, del azúcar, del vino o del alcohol, y sólo pueden neutralizarlo el agua o los ácidos vegetales. Esta familia comprende cuarenta y un géneros agrupados en cinco tribus, a saber : TRIBU I—CLEMATÍDEAS Se distingue porque su estivación calicina es valvar o induplica- da. Los carpelos son monospermas e indehiscentes, terminados por el estilo. Su género principal es CLEMATIS En este género las hojas son opuestas y muy rara vez verticila- das. Las flores son frecuentemente blancas. El fruto es un aquenio indefinido. E Todas sus especies tienen en mayor o menor grado propiedades vesicantes y rubefacientes. En Europa los pordioseros usan la C. vital- va para producirse llagas artificiales y excitar la compasión. Las especies colombianas C. floribunda, de Guaduas, y (. goudo- tiana, de Melgar, tienen las mismas propiedades de la especie vecina europea € dioica. El doctor Faiden dice que la infusión de las hojas hace desaparecer las pecas o efélides de la cara. TRIBU II—ANEMÓNEAS Se distinguen por tener las hojas radicales alternas; el cáliz ge- neralmente colorado, de estivación imbricada, carpelos monospermas e indehiscentes, terminados por una colilla, semillas invertidas. Los géneros principales son : THALICTRUM Las plantas de este género son yerbas de hojas alternas, descom- puestas, rara vez simples. Las flores son pediceladas, están forma- das por un cáliz compuesto de cuatro o cinco sépalos. La corola es nula, estambres hipóginos numerosos. Tienen de cuatro a quince ovar,os de estilos cortos; el fruto es un aquenio. Ú > A ÓN E E ETT TA, TINO E PE $ . y Y TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 2103 Las rafces son amargas y tónicas; se usan en la tintorería. Ge- neralmente todas las partes de la planta despiden un olor fétido. El 7h. podocarpum—Culantrillo—es la especie que representa el género en Colombia. Vive a 2600 metros sobre el nivel del mar, en Bogotá, etc. Las raíces son tónicas. ANEMONE Plantas herbáceas, con hojas hendidas de varios modos; cáliz petaloide de cinco o muchos sépalos, corola nula, estambres nume- rosos. Los pistilos, también numerosos, están a veces lerminados por un mucrón. Las especies de este género cuando tiernas son acres ; aplicadas exteriormente tienen propiedades vesicantes, y administradas inte- riormente son venenosas. Viven en las zonas templadas de ambos hemisferios. Algunas especies se cultivan en los jardines. La A. pulsatilla, de la zona templada del Norte, se aplica para curar ciertas afecciones de la vista, dolores reumáticos y úlceras re- beldes. Sus hojas, que son en extremo acres, sirven para preparar una tinta verde. TRIBU IHI-—RANUNCÚLEAS Estivación del cáliz y de la corola imbricada. Pétalos bilabiados o engrosados en su base por una escama. Carpelos secos e indehis- centes, monospermos. Semillaserguidas. Fruto un aquenio. Géneros principales. RANÚNCULUS Plantas herbáceas, de tallo erguido, a veces rastrero. Tienen ho- jas enteras, dentadas o multifidas. Flores terminales o axilares. Todas las especies de este género son acres, rubefacientes y ve- nenosas ; esta propiedad la pierden generalmente al secarse al sol. R. Kunthúi—Rejoncito de Tunja, se emplea como vesicante. R. Pilosus—Centella. Común en la Sabana de Bogotá, posee en alto grado las cualidades venenosas de la familia., Cuando el gana- do llega a comerla sufre accidentes de la mayor gravedad, que prin- cipian por un ligero temblor en todo el cuerpo, la irritación intesti- nal es violenta y si no se principia la curación inmediatamente, el animal muere de las cuarenta y ocho a las sesenta horas. El enve- - IN 164 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ nenamiento por medio del RR. pilosus se puede combatir adminis- trando inmediatamente una fuerte purga o bastante agua fría aci- dulada ligeramente con limón o jugo de acederas. R. Guzman —Dictamo real. Esta especie es notable por ser una de las plantas que viven a mayor altura, en la vecindad de las nie- ves perpetuas. Habita en las montañas de Túquerres y de Quito, a 4,000 metros sobre el nivel del mar. R. Vaginalis—Arracachuela del Quindío. Vive a una altura de 2,000 a 3,000 metros sobre el nivel del mar. TRIBU IV—HELEBÓREAS Estivación imbricada. Pétalos nulos o irregulares y nectaríferos. Cáliz petalóideo. Carpelos polispermos y dehiscentes. Semillas er- guidas. Los géneros principales son : HELLEBORUS Los Heléboros son plantas herbáceas perennes, cuyo fruto es un folículo. Todos pertenecen a los países de las zonas templadas, y tienen propiedades más o menos purgantes, acres y venenosas. En la anti- gúedad se usaba mucho para combatir la hidropesía, las enfermeda- des nerviosas y sobre todo las afecciones mentales. El helleborus officinalis era la especie más recomendada por los antiguos. La me- dicina moderna hace poco uso de estas plantas. AQUILEGIA Son plantas herbáceas, de flores terminales. El cáliz consta de cinco sépalos petalóideos y caedizos. La corola tiene cinco pétalos bilabiados; por su base están prolongados en espolón. po cinco carpelos multiseminados. El fruto es un folículo. Las aquilegias son de la zona templada del Norte, se cultivan en los jardines y tienen propiedades diuréticas y diaforéticas. A. Vulgaris—Aquilegia; cultivada en Bogotá y en otros lugares de tierra fría ; tiehe las propiedades comunes al género; además, con las flores se prepara un jarabe y una tintura que se han empleado como reactivos. Las semillas se usan para facilitar la secreción de la leche. E AYESAL a TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 165 ACONITUM Plantas herbáceas de raíces tuberosas. Las hojas son pecioladas y más o menos dentadas o partidas. La inflorescencia es en racimos terminales. Las flores son irregulares, azules, blancas y raras veces amarillas. El fruto es un folículo. Estas plantas son propias de los terrenos ásperos y salvajes del hemisferio boreal. Todos los acónitos tienen propiedades narcótico-acres y son muy" venenosas, pero aplicadas con prudencia constituyen un remedio muy útil y muy usado en medicina y en veterinaria. A. napellus—El acónito común. Es la especie más importante. Sus propiedades las debe en gran parte a la presencia de un princi- pio alcalino, llamado aconitina. Se le emplea contra las neuralgias, la parálisis, el reumatismo, las afecciones purulentas y las fiebres ligeras. Generalmente se administra bajo la forma de tintura, y se usa también para curar los caballos asoleados. Se cree que la raíz del A Ferox, de la India, es la sustancia lla- mada bikh, que es uno de los venenos más temibles, ya sea introdu- cido en el estómago o aplicado a las heridas. Esta es considerada como la especie más venenosa de todo el género. Otro acónito, tam- bién del Himalaya, se considera como astringente poderoso para curar las fiebres. TRIBU V —ACTEAS Se distinguen por tener la estivación imbricada, cáliz colorado y el fruto suculento e indehiscente. Habitan los terrenos ásperos y fríos del hemisferio boreal. . Las diversas especies del género Actea tienen propiedades astrin- gentes y expectorantes. La raíz de A. spicata es emético y purgante. Los frutos son ve- nenosos; cuando están verdes, mezclados con tártaro, dan un color rojo que se emplea en tintorería; y cuando maduros, por medio del alumbre, dan tinte negro. La raíz se usa en veterinaria, como caute- rio. Propiedades análogas tiene la A. racemosa, de los Estados Uni- dos, donde además se considera su raíz como un buen remedio para la mordedura de la culebra cascabel. ” 166 * CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Las ranunculáceas encierran, pues, una multitud de plantas que difieren mucho las unas de las otras en el cáliz, en la corola y en el fruto. En efecto, existe una gran diferencia entre la centella (RR. pilo- sus) y la aquilegia (aquilegia vulgaris) o los delfíniums. En la pri- mera los pétalos son planos y regulares y el fruto es un akenio; en los segundos los pétalos están deformados, son irregulares y hasta llegan a ser, como en los acónitos, totalmente diferentes de los ra- núnculos; pero también es cierto que en el R. acaulis y en las espe- cies antárticas los pétalos presentan en su base una pequeña bolsita que anuncia sin duda los espolones de la aquilegia, de los del finium, etc. En estas últimas el fruto es un folículo. Pero la presencia de esta clase de fruto no coincide siempre con la deformidad de los pétalos, como se puede ver en el género Peonía. Sin embargo, es un carácter bastante importante que debía servir de base para la clasificación de la familia. Familia II—Dilleniáceas Esta familia comprende árboles o arbustos sarmentosos, de hojas alternas, rara vez opuestas y sin estípulas. Las flores son general- mente amarillas, están dispuestas en racimos terminales, en paníicu- las, o son solitarias. Constan de un cáliz gamosépalo, con cinco divi- siones profundas. De una corola de cinco pétalos deciduos e hipogl- nos. Los estambres, muy numerosos, son libres o polyadelfos, están colocados al rededor o a un lado del pistilo. Las anteras son intror- sas y biloculares. El número de los carpelos varía de 2 a 12, y gene- ralmente son libres; sin embargo, en algunas especies están solda- dos; contienen uno o varios óvulos anátropos. El estilo y el estigma son sencillos. El fruto es indehiscente, seco o carnoso. Las semillas están colocadas en el ángulo interno y rodeadas de un arilo pulp o- so. El embrión es muy pequeño, omótropo, y está colocado en la base de un albumen carnoso. Las dilleniáceas son plantas intertropicales: la mayor parte son naturales de la India, de Australasia, o de América intertropical ; muy pocas pertenecen a la Flora africana. Las especies colombianas son todas de la región caliente; las que viven a mayor altura se elevan a 1,200 metros sobre el nivel del mar. Todas tienen el mismo aspecto ; son plantas sarmentosas, que sin ser volubles, se apoyan en los vegetales vecinos; son plantas sociales, de hojas ásperas y crecen reunidas, formando grupos más o menos extensos que dan un aspec- TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 167 to singular a las llanuras de nuestras tierras calientes. Es por esto por lo que todas las especies son conocidas generalmente con el mismo nombre vulgar de chaparro o bejuco Tome. Las plantas de esta fami- lia tienen propiedades más o menos astringentes. Las dilleneáceas comprenden 18 géneros, agrupados en dos tribus, a saber: TRIBU I—DELÍMEAS En las plantas de esta tribu, los filamentos de los estambres están dilatados en el ápice, y las anteras son casi redondas. Son árboles o arbustos más o menos sarmentosos y casi todos americanos. Los géneros principales son : : CURATELLA Este género comprende arbustos de grandes hojas alternas, den- tadas, coriáceas y muy ásperas. La inflorescencia es axilar y en pa- nojas. Las dos cápsulas que constituyen el fruto son bivalves y unilocu- lares, y contienen una o dos semillas ovales y lustrosas. La especie colombiana C. americana, conocida en el interior con el nombre de chaparro, y en la Costa con el de peralejo, tiene una área de dispersión muy grande: abunda en toda la región caliente hasta la altura de 1,000 metros sobre el nivel del mar. En virtud de sus propiedades astringentes, se emplea mucho la decocción para lavar las heridas. También se usa esta planta en las tenerías como -curtiembre ; y sus hojas muy ásperas, como las de las otras especies americanas, se usan para pulir objetos de madera. DAVILLA Arboles de hojas oblongas, enteras, coriáceas y ásperas. El cáliz consta de cinco sépalos, de los cuales los tres externos son pequeños, y los dos internos son grandes y cóncavos, e incluyen después los estambres y el fruto. La corola está formada por dos a tres pétalos. Estambres numerosos. Tienen un solo ovario con un estilo y un estigma en cabezuela. La cápsula es monosperma y la semilla subglobosa. D. Kunthi—Bejuco tomé o quemador, del valle del Magdalena,, vive hasta los 1,000 metros sobre el nivel del mar. 168 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ D. Desinflora—Bejuco chaparro de los llanos de San Martín, vive en la hoya del Meta y del Vichada, hasta los 4oo metros sobre el nivel del mar. Las semillas de estas dos plantas tienen propiedades emeto-catárticas muy fuertes. TETRACERA Arbustos trepadores de hojas alternas, coriáceas y ásperas, des- provistas de estípulas. Las flores están dispuestas en racimos o en pa- niculas. Por causa de aborto son dioicas o polígamas. El cáliz cons- ta de cuatro a seis sépalos cóncavos y persistentes. La corola tiene cuatro o cinco pétalos deciduos. Estambres numerosos. Las flores fe- meninas tienen tres a cinco carpelos. Estilos sencillos. Los frutos, en el mismo número de los ovarios, son cápsulas uniloculares, dehiscen- tes por su borde interno, y contienen una o dos semillas aovadas, lustrosas y ariladas. Las plantas de este género pertenecen todas a las regiones cálidas. T. Volubilis—De Panamá y de las orillas del Magdalena, común también a todas las Antillas, se le atribuyen propiedades diuréticas y antisifilíticas, y es un buen sudorífico. T. Sessiliflora—Bejuco chaparro y bejuco tomé. Común en las regiones calientes hasta los 1,200 metros sobre el nivel del mar, es- pecialmente en Guaduas, La Mesa y toda la hoya del Magdalena. Como la especie anterior, ésta constituye un enérgico sudorÍfico y se usa mucho para curar las fiebres intermitentes, tomando su infusión inmediatamente después de pasado el calofrio de la fiebre. del mar. TRIBU II— DILLENIAS Esta tribu se distingue porque los filamentos estaminales no están dilatados en el ápice, sino que más bien parecen estrecharse. Las an- teras son algo alargadas. Principalmente comprende especies asiáti- cas y australianas, muy notables por la belleza de su porte y de sus flores. Muchas de ellas son grandes árboles de madera muy fuerte y duradera. Los géneros principales son : Dillenia—Los frutos de las especies de este género son ácidos y comestibles. Con los de la D. speciosa se preparan en la India jara- bes para bebidas refrescantes y se dice que los frutos maduros son. laxantes. da IA T. Hidrophylla—Crece en toda la costa del Chocó, hasta el nivel. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 169 Hilbertta—Cuyas especies son todas naturales de la Nueva Ho- landa. La familia de las dilleniáceas se caracteriza en general por la ausencia de estípulas y la disposición quinaria de las flores, lo que las distingue de las magnoliáceas; por los estambres y cáliz persis- tentes, de las ranunculáceas; y en fin, por tener las semillas ariladas, como también por su porte singular. Familia III —Magnoliáceas Esta familia comprende hermosos árboles e arbustos de formas elegantes provistos de bellas hojas alternas, lustrosas, coriáceas y acompañadas de estípulas foliáceas; al caer las hojas quedan las ra- mas señaladas por ribetes que marcan el puesto que ocupaban. Las flores son con frecuencia muy grandes, hermosas y aromáticas; son axilares o terminales. El cáliz consta de tres a seis sépalos caedizos. Los pétalos, en número de tres a veintisiete, están dispuestos en varios verticilos de estivación imbricada. Los estambres son numerosos, libres - y colocados en varias series espirales. Los carpelos son numerosos y forman un capítulo más o menos prolongado. El ovario es unilocular, con uno o más óvulos anátropos, estilo corto con un estigma simple. El fruto consta de carpelos secos o carnosos, dispuestos en capítulos, y a veces soldados todos entre sí; cada carpelo es indehiscente, O se abre por una sutura longitudinal. Las semillas están frecuentemente colocadas sobre un trofosperma filiforme, del que cuelgan cuando el carpelo es dehiscente; tienen el embrión erguido en la base de un endosperma carnoso. Las plantas de esta familia pertenecen esencialmente a la Flora norteamericana; abundan allí en los bosques, en las colinas y en las sabanas; de este centro se han extendido por un lado hasta las Anti- llas y el Brasil; y por el otro hasta la China, el Japón y las Indias Orientales, faltando por completo en la Flora Africana. Una sola especie vive en Colombia, en las cálidas regiones de La Palma, Muzo, etc. Todas las magnoliáceas tienen un gusto amargo y tónico; y el aroma de las flores produce una acción marcada sobre el sistema nervioso. Todas tienen propiedades estimulantes más o menos enér- gicas. Esta familia consta de seis géneros, de los cuales los principa- les son : 170 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ TALAUMA Son grandes árboles de hojas coriáceas muy verdes en la cara superior y blanquizcas en la iuferior; el cáliz está formado por cinco sépalos. La corola consta de seis pétalos carnosos, cóncavos y aovados. Estambres numerosos. Muchos ovarios reunidos en un solo cuerpo, los estigmas son casi sésiles. El fruto tiene la forma de un cono. Los carpelos son secos, leñosos, uniloculares y con dos semillas rojizas. Este género, propio de las Antillas y del Brasil, cuenta en la Flora de Colombia con una especie que es la que representa la familia. T. cespedesst, llamada así en honor del ilustre botánico colom- biano don José María Céspedes, que fue quien primero la describió, y creyendo encontrar en ella un género nuevo, lo dedicó al General Santander, pero luégo se cayó en la cuenta de que era sólo una espe- cie del género Talauma. Esta especie, que es un árbol gigantesco de grandes y hermosas flores muy aromáticas, crece en Muzo, La Pal- ma, etc., donde es conocido con el nombre de Cape grande, y repre- senta entre nosotros las magnolias de Asia y Norteamérica. AROMADENDRON Ñ Este género comprende árboles muy altos de hojas alternas, co- riáceas : de flores grandes, blanquizcas, muy aromáticas, envueltas antes de abrirse en una espata monófila y coriácea. A. Elegans—Helatrang, de Java; es la especie más importante. Es un árbol bellísimo, notable por sus propiedades tónicas, debidas en parte a las secreciones aromáticas; tiene una gran reputación co- mo antihistérico y estomacal, pues su corteza reúne a la amargura un aroma delicioso. La madera de este árboles una de las más esti- madas en aquel país. MAGNOLIA Las especies de este género son árboles de hojas enteras, flores terminales cortamente pedunculadas. Cáliz con tres sépalos caducos, a veces nulos. Corola con seis a doce pétalos dispuestos en varias series. Los estambres son numerosos, con anteras extrorsas. Los carpelos están reunidos en forma de cono. Son libres, bivalves, dehiscentes y contienen dos semillas pendientes de un trofosperma prolongado. Las magnolias son propias de Norteamérica, de la India y del Japón. Todas tienen la corteza amarga y aromática, y son usadas -como tónicas y febrífugas. Son más o menos estimulantes. NO, IA 7 E A Man o . TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 171 M. Grandiflora—Es la especie más bella, originaria de Norte- américa; se ha hecho universal su cultivo por la belleza y la fragan- cia de sus flores. M. Glauca—Es tan estimulante que su aroma ocasiona accesos de fiebre. Su corteza, amarga y aromática, tiene propiedades seme- jantes a las de las cinchonas, y lo mismo que la M. auriculata se usa en los Estados Unidos para curar las fiebres intermitentes y las afecciones reumáticas. Las flores se usan para aromatizar licores y también para preparar tisanas pectorales. Muchas magnolias dan muy buenas maderas de construcción. MICHELIA Sus especies son naturales de la India, en donde se cultivan al- gunas como árboles de ornato, tanto por su belleza como por su ex- traordinaria fragancia. : M. Champaca—Champaca de la India. Es un árbol de corteza cenicienta y de pocas ramas. Las flores son de color anaranjado, muy aromáticas por un día y luégo son casi fétidas. Se emplean en perfumería ; por la destilación se extrae de ellas una esencia tan estimada como la de rosa, muy usada en la India. Todas las partes de este árbol son poderosos estimulantes. La M. montana es comparada por su eficacia con la cascarilla. La corteza de la M. gracilis tiene un fuerte olor de alcanfor. LIRIODENDRÓN Son árboles elegantes, naturales de la América del Norte, de hojas lampiñas y caedizas y de grandes flores solitarias y axilares. L. tulipifera—La corteza de la raíz y de las ramas es tónica y vermifuga y se emplea con éxito para curar los reumatismos cró- nicos. También preparan con ella un licor muy agradable. En general, el aroma es un carácter distintivo de esta familia. De las winteráceas se distinguen por no tener las hojas manchadas y por tenerlos carpelos dispuestos en forma de cono. La analogía entre estas dos familias es tan grande, que muchos autores consideran las win- terias como una tribu de las magnoliáceas. De las anonáceas, que es la otra familia con la que tienen una gran semejanza, se distin- 172 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ guen por tener los pétalos de estas últimas una estivación valvar, y también por la ausencia de las estípulas. Mientras que las magno- liáceas tienen siempre las hojas acompañadas de estípulas, y la es- tivación de los pétalos es imbricada. Familia IV—Winteráceas Forman esta familia hermosos árboles de corteza aromática, de hojas alternas, enteras, marcadas con puntos transparentes y des- provistas de estípulas. Las flores, en general aromáticas, son gran- des, casi siempre blancas y axilares o terminales. El cáliz consta de tres a seis pétalos caducos. Los pétalos, en número de seis a veinti- siete, están dispuestos en varias series. Estambres numerosos y li- bres. Los carpelos, en número de cuatro a nueve, están dispuestos en verticilo. El fruto se compone de tantas cápsulas como carpelos, agrupados circularmente en forma de estrella o en capítulo más o menos oblongo, o, en fin, en bayas dispuestas circularmente. El embrión está erguido en un endosperma carnoso. Las winteráceas son plantas que tienen una área de dispersión muy semejante a la de las magnoliáceas. Su asiento principal es en la América boreal, en China y en el Japón, de donde descienden has- ta Australia y Tasmania. En América del Sur vive un solo género, el género Drymis, desde Panamá hasta el Estrecho de Magallanes, a lo largo de la Cordillera de los Andes, a una altura que está en re- lación con la latitud, pero que en las regiones ecuatoriales no baja de 2,000 metros sobre el nivel del mar. Ninguna especie de esta fa- milia se ha encontrado en Africa ni en las islas adyacentes. Todas las winteráceas son aromáticas y su corteza tiene un sa- bor más o menos picante. Todas tienen propiedades tónicas y esti- mulantes. La familia comprende seis géneros. Los principales son : TASMANIA Este género, natural de las islas de Oceanía, está formado de hermosos árboles aromáticos que con todos los caracteres de las winteráceas presentan la singularidad de ser unisexuales. T. aromática de Nueva Holanda, como su nombre lo indica, es planta muy aromática y también tónica y estimulante; sus frutos, agradablemente picantes, son usados en lugar de la pimienta por los colonos de Tasmania y de Nueva Holanda. A Ve ds ES? za ¿8 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 173 DRYMÍS Son árboles o arbustos de corteza aromática y picante; hojas alternas muy enteras, oblongas. La inflorescencia es en pedúnculos axilares y las flores dispuestas en umbela. Las especies de este género son, una de Nueva Zelandia y las otras de la América meridional, en toda la extensión de la Cordille- ra de los Andes. Una singularidad de todas las winterias, pero que en los dry- mís es más notable, es presentar en la madera aquellos discos circu- lares que son propios de las coníferas. Golperte, en una memoria sobre el particular, dice que los tubos lefiosos del drymis winteri son idénticos a los de las araucarias. Todas las especies son notables por tener la corteza picante y aromática y por sus propiedades tónicas y estimulantes. D. winteri-—Esta planta es un árbol cuya altura varía entre tres y doce metros; crece en los valles de la Patagonia y es notable por producir la corteza llamada winter, por haberla hecho conocer por primera vez Juan Winter, en 1577, cuya semejanza con la ca- nela de Ceylán es extraordinaria ; posee las mismas cualidades aro- máticas, tónicas y estimulantes de esta última, aunque en un gra- do inferior, de tal modo que se puede utilizar en su lugar en las aplicaciones económicas, industriales y medicinales. D. granatensis—Palo ají de Bogotá ; quinón de Pamplona ; ca- nelo de páramo, de Popayán ; canelo en Antioquia. Esta especie es un árbol de hojas oblongas muy verdes en la cara superior y blan- quecinas en la inferior. La inflorescencia es en pedúnculos axilares que llevan de dos a cinco flores blancas dispuestas en estrella. Es el tipo del género y también el representante de la farnilia en la flora colombiana. Es muy común en toda la extensión de las Cordilleras Central y Oriental, entre los 2,000 y los 3,500 metros de altura so- bre el mar. Es la especie arbórea que en nuestros páramos vive a mayor elevación y con el frailejón (espeletía) y el encenillo (wema- nia chiloensis) caracteriza la flora de esas solitarias regiones, en las que hasta el mismo drymis, por el color blanquecino de sus hojas, toma parte en la tristeza del paisaje de esas alturas. Esta especie es notable por sus propiedades. La corteza fresca tiene un olor aromático muy fuerte y un sabor picante agradable, de donde le viene el nombre de a;í con que esconocido en Cundina- a. UTA CARLOS CUERVO MÁRQUEZ marca, y que es muy análogo al de la corteza de winter. Es tónica y estimulante, y en algunas partes la usan para curar los cólicos. Pra- piedades semejantes pero en menor grado tiene el dryniyas axilla- ris de Nueva Zelandia. ILLICIUM Son arbustos de hojas numerosas colocadas al extremo de las ramas, muy verdes y lampiñas, enteras y casi coriáceas. Son pro» pios de la América del Norte, de la China y del Japón y notables por sus propiedades estimulantes y aromáticas con un intenso olor de anís. Se usan como condimento. [. anisatam—Natural de la China y del Japón, en donde ll se cultiva como planta de adorno; de allí se ha traído a las Anti- llas. Todas las partes de este arbusto y especialmente el fruto tienen enérgicas propiedades estimulantes y un sabor al principio dulce y que luégo se vuelve acre y aromático, muy análogo al del anís y al del hinojo, de donde le viene el nombre de anís estrellado. Se em- plea contra los dolores nerviosos del estómago que van acompaña- dos de ventosidad. Tiene propiedades estomacales y carminativas. Su acción concentrada en el cerebro facilita, según se dice, los tra- bajos intelectuales y alegra el espíritu. Su infusión se aconseja para evitar los catarros pulmonares. Del fruto se extrae por destilación un aceite muy semejante al del anís. Se usa mucho para aromatizar licores y principalmente el anisete de Europa. Propiedades análogas tiene el /. floridanum de los Estados Unidos. Il. Religiosum—De la China. Tiene las semillas tan aromáticas, que los chinos las queman en sus templos en sus fiestas religiosas. Familia V-—Anonáceas Esta familia comprende árboles o arbustos de hojas alternas muy enteras, sencillas y desprovistas de estípulas. Las flores son ge- neralmente verdes o de un color oscuro, axilares, rara vez termina- les, solitarias o dispuestas en grupos de dos o tres; con frecuencia los pedúnculos de las flores abortadas se ensanchan y se endurecen. El cáliz es persistente y compuesto de tres sépalos. La corola tiene seis pétalos dispuestos en dos series, de estivación valvar, rara vez nulos. Los estambres, situados sobre un torus muy ancho, son muy AA e 2 ad EP ER o ' AA o - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 17E numerosos ; los filamentos son muy cortos; las anteras son extror= sas ; el conectivo, que es algunas veces nectarífero, se ensancha y las divide en cuatro compartimientos. Los carpelos en gran número, reunidos en el centro de la flor, son distintos o soldados entre sí, con uno o con varios óvulos erguidos y anátropos; cada uno tiene un estilo corto y un estigma sencillo. Muy rara vez el fruto está for- mado por un solo carpelo, debido al aborto de los otros ; otras ve- ces cada carpelo constituye un fruto seco y bivalve; generalmente los carpelos se unen entre sí, formando un cono carnoso de corteza escamosa o reticulada. Las semillas tienen un tegumento doble, y de ordinario van acompañadas de un arilo carnoso. El endospermo es. córneo, profundamente surcado, contiene un embrión pequeño. Las anonáceas son plantas tropicales de uno y otro continente ; algunas se extienden a poca distancia al sur o al norte de la zona tórrida, y son propias de las tierras calientes. Entre nosotros, algu- nas especies del género guatteria y la chirimoya son las que viven a mayor altura sobre el nivel del mar, pero nunca pasan de 2,200 metros. Todas las partes de estos vegetales tienen un sabor y un olor muy aromático. Algunos, notables por sus frutos, han sido trasla- dados por la mano del hombre a grandes distancias de su país natal. Esta familia comprende unos veinte géneros, de los cuales los -principales son : ANONA Son árboles o arbustos de corteza, con frecuencia reticulada y- rugosa y provista de glándulas aromáticas. Las hojas son enteras y alternas. La inflorescencia es en pedúnculos axilares ú opuestos, S0- litarjes o rara vez unidos y acompañados de brácteas. Las flores son, coriáceas o carnosas. El cáliz es tripartido o trilobado. La corola compuesta de seis pétalos; los tres inferiores más pequeños y algu- nas veces nulos. Las anteras son casi sésiles, muy numerosas y dila- tadas en el ápice. Los ovarios numerosos, situados en el centro del receptáculo, se unen entre sí, formando una baya sentada, pulposa en su interior, compuesta de varios Jóculos monospermos y de cor- teza escamosa y reticulada. Todas las especies de este género son aromáticas, algunas son notables por sus exquisitos frutos. Todas son propias de las regio- nes ecuatoriales del Nuevo Continente, en donde viven en las regio- > 176 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ nes cálidas. Una sola especie, la chirimoya, se acerca a las tierras frías, viviendo hasta los 2,000 metros sobre el nivel del mar. A. Muricata—Guanábana. Este árbol, de hojas lanceoladas y lus- trosas, de flores grandes y solitarias y de fruto erizado y carnoso, es cultivado en todas las tierras calientes hasta los 1,500 metros sobre el nivel del mar. Debidamente preparada la pulpa de los frutos, que es ligeramente ácida, constituye un refrescante de los más agrada- bles y apetecidos. Las hojas, la corteza y los frutos verdes tienen propiedades as- tringentes, y en decocción se emplean con éxito para combatir las afecciones atónicas del canal gastro-intestinal, las diarreas y las di- senterías crónicas. La infusión de las hojas tiene además propieda- des estomacales y antiespasmódicas bastante pronunciadas, y se em- plea contra las indigestiones o empachos, desvaneciendo los acciden- tes que con tanta frecuencia los acompañan. Dícese que los cogollos o las hojas tiernas mojadas con saliva y aplicadas a las carnosidades que salen en derredor de los cauterios las destruye en poco tiempo; y que la pulpa de las guanábanas agrias aplicadas como cataplasma sobre las partes acometidas por las niguas, las extrae sin dolor al quitarla después de tres días. La tintura preparada con las semillas tiene propiedades eméticas muy fuertes, y basta una cucharada para promover un vómito abundan- te y repetido. ] E A A A vo sd 4 pls A. Cherimolia—Chirimoya. Este árbol, cuyo fruto es uno de los ] más deliciosos de los países ecuatoriales, es originario de América intertropical, en donde se cultiva en todas las regiones calientes y templadas, desde los 600 hasta los 2,200 metros de altura sobre el nivel del mar. Las hojas tienen propiedades astringentes, lo mismo que los frutos verdes. Las semillas tienen también el aceite fijo, que es el que parece dar alas de todas las plantas de este género las propiedades eméticas y antipsóricas que poseen. A. Ouinduensis—Anón simarrón. Esta especie, de Tocaima y del Quindío, crece entre los 1,300 y 2,300 metros de altura. A. Reticulata—Anón de riñón. Común en las Antillas, en el Quindío y en Antioquia, hasta los 2,000 metros sobre el mar. Tiene las mismas propiedades de la guanábana. El polvo hecho con los frutos verdes, después de secos, es tenido como específico de la dia- rrea. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 177 A. Squamosa—Anón. Esta especie, cultivada en toda la región caliente hasta los 1,000 metros de altura, tiene propiedades astrin- gentes, estomacales y antiespasmódicas, y se usa en los mismos casos «que la guanábana; las semillas, lo mismo que las de todas las espe- cies del género anona, contienen un principio muy acre, que es fatal para los insectos. La tintura preparada con ron y las semillas ma- chacadas se usa mucho para matar los piojos, para lo cual basta la- varse la cabeza con ella algunas veces; y también para destruír los «gusanos de las heridas. En fin, las semillas de esta planta tienen ¿propiedades eméticas y antipsóricas muy pronunciadas. A, Palustris—Común en toda la Costa del Atlántico, Santamarta, el Darién, etc. etc. Los frutos de esta especie son muy usados para combatir da tisis, cuando esta enfermedad está en su principio. Las Mores también entran en la composición de tisanas pectorales. Las hojas y los frutos se emplean en los mismos casos que los de la gua- mábana. A. Myrística— Nuez moscada de las Antillas. Los frutos de esie árbol, natural de Jamaica, de Puertorrico y de casi todas las Anti- llas, tiene las mismas propiedades de la moscada legítima, así como el sabor y el aroma, aunque algo diferentes, Se usa en tintura y en infusión contra los cólicos y las dispepsias. XYLOPIA Arboles o arbustos de hojas alternas, enteras y lanceoladas. La inflorescencia es en pedúnculos axilares acompañados de brácteas y «cón una o con muchas flores coriáceas o carnosas. El cáliz consta de tres a cinco lóbulos. La corola tiene seis pétalos, los tres exteriores más grandes. Estambres numerosos, colocados sobre un receplácu= lo globoso. Ovarios en número de dos a quince. Los frutos son cap- 'sulares o bayas comprimidas, coriáceas, uni o biloculares y monos- permas. Las semillas son lustrosas, aovadas y algunas veces ariladas. Las especies de este género tienen la corteza y los frutos aromá- ticos y la madera con un sabor muy amargo. Los fcutos de algunas, como la X, aromática de Africa, y la X. sericea del Brasil, tienen un sabor muy análogo al de la pimienta, en cuyo lugar se usan muchas veces. La madera de la X. glabra es tan amarga, que los barriles he- chos con ella comunican su sabor al contenido, echándolo a pique completamente. 12 179 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ X. Longifolia—F ruta del burro, en el valle del Magdalena, Achón, en Casanare. Esta especie es común en los lugares áridos de todas. las tierras calientes, desde el nivel del mar hasta los 1,200 metros de: altura, en toda la América intertropical. El fruto tiene propiedades: estimulantes y también se usa como condimento. En Ciudad Bolívar: lo han empleado con buen éxito para producir una fuerte reacción» en el período álgido de cólera. X. Ligustrifolia—Burílico. Del valle del Cauca, hasta los 1,200 metros de altura sobre el mar. Los frutos de esta especie los emplean para engordar cerdos. X. Salicifotia—Del valle del alto Magdalena, común también en. las Antillas; vive a los 4oo metros de altura. X. Frutescens —Malagunta chico o hembra de Panamá, Salazar de- las Palmas, etc., a los 1,200 metros de altura sobre el mar.BEsta es- pecie como la anterior, goza de propiedades estimulantes. La fruta del burro es muy usada por los indios del Orinoco, como febríbugo. poderoso. GUATTERIA Son árboles o arbustos de ramas cilíndricas, de hojas muy ente-- -ras y cortamente pecioladas. El cáliz consta de tres lóbulos. La co- rola de seis pétalos aovados u oblongos. Las anteras son casi sésiles. y numerosas. Los pistilos son también numerosos y sésiles ; cada uno- se convierte en una baya coriácea, aovada o subglobosa y monos- perma. Este género, muy rico en especies, es propio de la América ecua-- torial y de la India; la mayor parte son de la región templada, ele--. vándose hasta los 2,200 metros sobre el nivel del mar. G. Cargadero—Cargadero. Esta especie, de la Cordillera Occiden-... tal, entre el valle del Cauca y el Chocó, a los 1,000 metros sobre el: mar, es conocida con este nombre vulgar, porque de su corteza ha- . cen los cargueros de la montaña las fajas que les sirven para cargar las sillas en que llevan a los viajeros, que de esta manera atraviesam la cordillera. Esta familia tiene una grande analogía con las magnoliáceas, de- las que se distingue por la ausencia de las estípulas, por el número , de los pétalos, que nunca pasa de seis, por la estivación valvar y por- el endosperma arrugado. _— TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 1709 Familia VI— Menispermaceas Esta familia está formada de arbustos sarmentosos y trepadores, de hojas alternas, por lo general sencillas y sin estípulas, las flores son pequeñas, unisexuales, a veces dioicas. El cáliz, lo mismo que la corola (que algunas veces falta), está formado por sépalos numerosos, dispuestos en series de a tres. Los estambres son numerosos, libres o monadelfos. Los pistilos son libres o soldados por el lado interno. Los ovarios uniloculares, con uno o varios óvulos anfítropos. Las frutas son pequeñas drupas monosper- mas, Oblicuas, comprimidas y reniformes. Las semillas tienen el em- brión encorvado sobre sí mismo, con el endosperma muy poco des- arrollado o nulo. Las menispermáceas son comunes en Asia y en América, princi- palmente en las regiones intertropicales. Las especies de nuestra Flora son casi todas de las tierras calientes; algunas se elevan en las tem- pladas hasta los 2,200 metros sobre el mar. Esta familia, que es todavía muy poco conocida y que eún no está bien determinada, se ha dividido en tres tribus, cada una de las cuales ha sido, por muchos autores, considerada como una fa- milia separada. Trimu 1—LARDIZABALACEAS. Las especies de esta tribu son casi todas de las partes templadas de la China; dos géneros no más per- tenecen á Suramérica. Los ramos de la Lardizabala, género americano, son muy resis- tentes ; en Chile los emplean como cuerdas, y los preparan lpasán- dolos por el fuego y luégo dejándolos en el agua por algunas horas. Los frutos de otras especies son mucilaginosos y emolientes. Tribu 1I—SCHIZANDRACEAS. Esta tribu consta de cuatro géneros, y las pocas especies que comprende son de la India, del Japón e islas adyacentes y de las partes más cálidas de Norteamérica. Los frutos de algunas son comestibles. Tribu m—Menispermáceas. Tienen las hojas simples; las flores con frecuencia dioicas ; las masculinas simétricas en cuanto al núme- ro de sus partes. Los carpelos numerosos, distintos, uniloculares y. moONoOSpermos. Esta tribu es completamente heteromorfa, pues presenta las for- mas más variadas y extremas a su estructura normal, A esto se debe laincertidumbre de los botánicos y la diversidad de opiniones respec-- , í A - Ar $ A NA! * PAPA ARE TAE RAIN A NA 1 1 a ; - Ne mae JAR A ; pe j DNS 68) e: . M - . 180 - CARLOS CUERVO MARQUEZ to de la colocación de esta familia y de sus géneros. Se cree que, nor- malmente, las menispermáceas no son unisexuales, sino que esto su- cede por causa de aborto. En las flores masculinas se encuentran ge- neralmente los rudimentos de los pistilos; y en las femeninas los de los estambres, como lo ha verificado Triana en la abuta spicata de Mariquita; otras especies son ocasionalmente polígamas; y otras d.1 género tiliacora, generalmente hermafroditas. Las especies de esta tribu, principalmente asiáticas y america- nas, son comunes en las regiones ecuatoriales. Por lo general viven en los bosques, y entonces son volubles y trepadoras, y suben a una grande altura sobre los árboles. Las especies que viven al descubier- to, como el cisámpelos vestita (oreja de burro) de los llanos de San Juan, tienen el tallo duro y recto, y otro aspecto que las distingue de las especies de los bosques que son trepadoras. Las especies colombianas son de la región caliente. Las menispermáceas se distinguen por sus cualidades amargas y narcóticas; por las primeras, son tónicas; por las últimas, son vene- nosas en exceso. Estas propiedades las deben a la presencia de alca- loides que les son propios y que han recibido los nombres de calum- bina, menispernima y picrotoxina, cuyos caracteres son todavía poco conocidos. Otras tienen propiedades diuréticas, y unas pocas son mucilaginosas. Los géneros principales son : CISSÁMPELOS Son arbustos trepadores de hojas alternas, sencillas, ovales, ente- ras o peltadas, reniformes o cordiformes y de flores dioicas. Las especies de este género tienen propiedades tónicas y diuréti- cas. Son plantas tropicales de ambos continentes; son propias de las regiones calientes y templadas, algunas viven hasta los 2,200 metros sobre el nivel del mar. G, Pareira. Pareira brava. La raíz y todas las partes de esta planta tienen propiedades tónicas y diuréticas muy pronunciadas; se considera como propia para destruir los cálculos urinarios. El zumo de las ramas y de las hojas, y el polvo de la raíz, tienen mu- cha fama contra la mordedura de las culebras venenosas. Las hojas verdes machacadas y aplicadas en cataplasma sobre las úlceras re- beldes, favorecen mucho la cicatrización. Esta especie es propia del Brasil, de las Antillas y del litoral del mar de las Antillas. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 181 C. Caapeba—Amargoso. Bejuco de salud. Batoto, etc. Común en los valles del Cauca y del Magdalena, a los 1,000 metros sobre el ni- vel del mar. Esta especie, que se había considerado como una varie- dad de la pareira, se distingue de ellas por sus hojas no peltadas. Tiene las mismas propiedades y las mismas aplicaciones que la espe- cie anterior. C. Microcarpa.—Pareira de las Antillas. Habita en Jamaica, San- todomingo, Cuba, Istmo de Panamá, Veraguas, etc. etc. C. Ebracteata—Del Brasil. €. Ovalifolia. C. Mauriciana—De Madagascar. Tienen, como la especie anterior, propiedades tónicas, diuréticas y neutralizantes, que se puede decir que son comunes a todas las del género. ABUTA Las especies de este género son propias de la América meridio- nal ; son arbustos trepadores de hojas alternas con tres, cinco, siete nervios, glabras o tormentosas. La inflorescencia es en racimos axi- lares divididos en otros más pequeños. Las flores dioicas Este género, cuyos límites ha fijado el ilustre Triana, cuenta en- nuestra Flora con tres especies, todas de la región cálida: A. race- mosa, y A. spicata, de Mariquita, y A. semana, del Darién. COCCULUS La mayor parte de las especies de este género son de las regiones ecuatoriales de Asia, de Africa y de Oceanía, y tienen propiedades tónicas, febrífugas y diurélicas. : C. palmatus (Sateorrhiza palmata, M.)--Colombo. Este arbusto, de la región oriental de Africa, produce la raízconocida en el comer- cio con el nombre de raíz de colombo, que tiene propiedades tónicas y narcóticas. En la actualidad se emplea contra la disenteria y otras enfermedades del aparato digestivo, con éxito reconocido. En ella se encuentra el principio llamado columbina. Los frutos del C. lagunosus y C. flavescens, de las Molucas,.son venenosos, los emplean los indígenas para cazar los peces y las aves. El pericarpio del fruto de anamiota paniculata contiene el formi- dable alcaloide llamado menispermina, y de las semillas de esta mis- ma planta, conocidas en el comercio con el nombre de coculus ¿ndi- cus, se extrae la picrotoxina, que, igualmente, es uno de los princi- pios más venenosos. 182 CARLOS CUERVO MARQUEZ Los tallos del €. fibraurea, de la China, sometidos a la cocción, producen un color amarillo muy persistente, usado en la tintorería. Familia VII—Berberideas Esta familia comprende plantas herbáceas o arbustos de hojas al- ternas, simples o compuestas, con estípulas o espinas. Las flores es- tán dispuestas en racimos sencillos o ramosos ; son, por lo general, amarillas. El cáliz consta de tres, cuatro o seis sépalos deciduos, dis- puestos en dos series. Los pétalos opuestos a los sépalos son en nú- mero igual o doble que éstos ; en su parte interna están provistos de pequeñas glándulas o escamas glandulosas. Los estambres, en igual número al de los pétalos y opuestos a ellos, tienen las anteras bilo-- - culares. El ovario es solitario, libre y unilocular, contiene de dos a doce óvulos anátropos dispuestos en una o dos series. El estilo es a veces lateral, y también nulo. El estigma orbicular. El fruto es seco o carnoso, unilocular e indehiscente. El albumen es carnoso o cór- neo, y el embrión pequeño y homótropo. Las plantas de esta familia abundan en los países del hemisferio boreal; son muy comunes en Norteamérica y en las provincias sep- tentrionales de la India. Unos dos géneros existen en la América me- ridional, de los cuales uno solo, el género berberís, de la región intertropical, vive en los páramos a una altura que varía entre los 2,400 y los 3,200 metros sobre el mar. Faltan completamente en Africa, Australia y las islas del mar del Sur. Estes plantas tienen, en lo general, propiedades astringentes y refrescantes, algunas son usadas en la tintorería. La familia consta de unos doce géneros, los principales son : BERBERÍS Arbustos cuyas hojas primarias son abortadas, y con frecuencia transformadas en espinas, y las secundarias dispuestas en hacecillos axilares. La inflorescencia es también en glomérulas axilares. Las flores son siempre amarillas. El fruto es una baya unilocular, que contiene de dos a cinco semillas, con albumen carnoso. Este género que, de los de la familia, es el que tiene una área mayor de dispersión, es común en Europa, en Asia y en toda la Amé- rica, desde el Canadá hasta el estrecho de Magallanes. Algunas de sus especies son las que representan esta familia en la Flora de Co- lombia. "TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 183 Tienen propiedades astrinyentes, acídulas y refrescantes. Los frutos de algunas tienen mucha aplicación para preparar jarabes y otras bebidas; son antiescorbúticos. Otras tienen un principio co- Jorante amarillo, empleado en tintorería. De la raíz y ramas de algunos berberís de la India (B. Lycium) “se prepara un extracto conocido con el nombre de bussof, que se usa «contra la oftalmía, con mucho éxito, según dicen. -B. Vulgaris—Agracejo. Esta especie, común en toda la Enropa y en el Asia occidental, se distingue por sus espinas tripartidas, las hojas ciliadas y por sus bayas oblongas y rojizas. Todas las partes de esta planta tienen aplicación más o menos importante. Los frutos, cuando maduros, son astringentes ; prepa- rados con azúcar son muy agradables para comer, debido a la. pre- sencia del ácido oxálico o del málico, según el doctor Royle. Tam- -bién se usan para teñir de color de rosa o de canela. La corteza y los retoños son sumamente astringentes ; por esto se emplean en la tin=- torería como mordientes, y también se obtiene de ellos: un brillante «color amarillo. B. glauca—Espuelo, de Púquerres. Tachnelo, de tierra fría, Bo- -gotá. Común en la región delos páramos en Bogotá y en Túquerres, «desde los 2 500 hasta los 3.300 metros sobre el nivel del mar. Este ar- 'busto tiene las espinas trifidas; las hojas fasciculadas, oblongo-elfpti- «cas, denticuladas-membranosas; blanquizcas por debajo. La inflores- -cencia en panículas solitarias. Las flores con seis estambres. Como todas las especies colombianas, tienen los frutos muy áci- «dos y cubiertos de un polvo blanquizco; la madera es amarilla, y, “como el agracejo de Europa, se emplea desde tiempo inmemorial ¡para teñir las telas con este color. "Las otras especies notables de nuestra Flora son: -B. quinduensis—Este arbusto, del Quindío, vive entre los 2,600 y los 3,200 metros sobre el mar. En la época de la floración se cubre materialmente de grandes racimos piramidales, de numerosas flores amarillas y da en los meses de octubre y de noviembre un aspecto particular al paisaje del páramo. B. goudotii—Uña de gato. Arbusto propio de los Andes de Bogo- 14; crece entre los 2,600 y 3,200 metros sobre el mar. B. rigidifolia—Doncel. De los páramos de Bogotá y de Pamplona. 184 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ LEONTICE Las plantas agrupadas en este género son herbáceas, tienen la. raíz tuberosa y las hojas multicortadas ; son, en la mayor parte, del Asia occidental. Las hojas del £L. ehrysógonum las comen los árabes. como acedera. La raíz del L. leontopetalum, natural de la isla de Creta, conocida con el nombre de jabón de Levante, se usa para qui- tar las manchas de las telas de casimir, comunicándoles al mismo tiempo cierta finura especial ; los turcos la consideran como correc-. tivo de los perniciosos efectos del opio. Los frutos del género mahonta, quese extiende desde el Asia cen- tral hasta la América del Norte, se usan para preparar bebidas frescas. La familia de las berberídeas se distingue por sus estambres. opuestos a los pétalos, y éstos a los sépalos; y por la dehiscencia val- var de las anteras. Muchos botánicos, siguiendo a Augusto de Saint Hilaire, colocan esta familia cerca de las vitáceas ; pero es con las. menispermáceas con las que tienen una analogía más evidente. Familia VIN—Cabombáceas Esta pequeña familia está compuesta de plantas herbáceas y acuá- ticas, de hojas heteromorfas que sobrenadan en la superficie del agua, peltadas o divididas en lacinias más o menos finas. Las flores. son axilares, solitarias, amarilles o rojas. Sus especies viven en las aguas mansas de la América del Norte,. y también en las costas de Nueva Holanda. Esta familia cuenta apenas con tres especies agrupadas en los dos. géneros cabomba e hydropeltis. El H. purpúrea, de la Carolina, se considera como nutritivo, pero es ligeramente astringente. Las hojas se emplean para combatir la tisis y la disenteria. _Las cabombáceas han sido consideradas por algunos autores como pertenecientes a las monocotiledóneas, lo que proviene de que se han engañado en la estructura del embrión, que ha sido perfectamente- descrito por el profesor Schleiden. Una particularidad en la estruc- tura de estas plantas, es la de que las partes sumergidas carecen. de vasos espirales. Las hojas y las flores jóvenes, con las otras par- tes expuestas al aire, están cubiertas de una espesa capa de gelatina. insoluble. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 185 Esta familia es semejante a las ninfáceas, pero se distingue por- tener los carpelos libres. De las nelumbiáceas, que también tienen los carpelos libres, se distinguen por el pequeño embrión y por tener más de una semilla en cada fruto. Familia IX—Nympháceas. Las nympháceas son hermosas plantas acuáticas, de tallo subte-- rráneo trepador, del cual se desprenden los largos pedúnculos de las. hojas que son grandes, carnosas, peltadas o cordiformes. Las flores. son solitarias, muy grandes y apoyadas en largos pedúnculos cilín- dricos. El cáliz consta de cuatro sépalos. La corola, que poco se dis-. tingue del cáliz, está compuesta de numerosos pétalos imbricados, que por una modificación gradual, los interiores se confunden con. los estambres ; algunas veces se unen y forman. una corola monopé- tala. Los estambres son numerosos, insertos debajo del ovario, con. anteras introrsas. El ovario es libre y sésil en el fondo de la flor o adherente con el cáliz, polispermo y dividido en tantos lóculos como lóbulos estigmáticos, los que alternan con los falsos tabiques. Ovu- los numerosos y pendientes. La reunión de los estigmas tiene la for- ma de una estrella que corona el ovario. El fruto es indehiscente y multilocular. Las semillas numerosas, con un gran albumen hariná- ceo o sin él. Embrión pequeño, está encerrado en un vitelus carnoso. Los cotiledones son carnosos y cóncavos, con la plúmula oblicua y la raicilla muy pequeña. Las plantas de esta familia viven en las aguas tranquilas del he- misferio boreal; abundan en las Indias Orientales. Son relativamente- escasas en el hemisferio austral. En la generalidad son plantas bellf- simas, de las cuales algunas han tenido bastante celebridad en los. ritos y en las teorías místicas de los pueblos orientales. _Las ninfáceas cuentan con unos seis géneros agrupados en dos tribus, que muchos autores consideran como familias separadas. Tarmu 1—Nimeneas—Carpelos numerosos y polispermos, coloca- dos sobre un torus ensanchado. Los estigmas son radiados. Las se- millas ariladas están acompañadas de un albumen harináceo. Las plantas de esta tribu se consideran como antiafrodislacas, se- dativas y narcóticas; sin embargo, estas propiedades parecen ser, en. gran parte, más bien imaginarias. Las ninfeas cuentan con unas cincuenta especies, distribuidas en. cinco géneros ; los principales son : 186 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ VICTORIA Género dedicado por el doctor Lindley a la reina de Inglaterra. V. regia—Malz de agua. Esta especie, la más notable, no sola- mente de la familia, sino de todas las plantas acuáticas, tanto por sus dimensiones como por su belleza, vive en las aguas del Amazonas y del Orinoco. Sus hojas redondas, peltadas, con los bordes medio le- vantados y rojizos por debajo, y con un diámetro hasta de dos me- tros, parecen grandes mesas, de un solo pie. Las flores alcanzan has- ta treinta y cinco centímetros de diámetro. Los sépalos son de un color rojo subido, y los pétalos exteriores, muy blancos y grandes, van disminuyendo de tamaño y colorándose de rojo hacia el centro de la flor, que despide un olor semejante al de las magnolias. Las semillas de esta planta se comen cocinadas, de donde le viene el nom- bre vulgar con que es conocida en los territorios en donde vive. V. amazónica—Vive en los ríos Caquetá y Putumayo. NYMPHEA Las flores de estas plantas tienen el cáliz formado por cuatro sé- palos insertos en la base del receptáculo. La corola con pétalos nu- merosos, dispuestos en varios verticilos. los estambres insertos sobre el ovario, de tal modo que el fruto conserva las cicatrices de su in- serción y también las de los pétalos. Las especies de este género están extendidas en ambos continen- tes; tres de ellas pertenecen a nuestra flora, y son propias de la re- gión caliente. Las rizomas de algunas especies contienen gran can- tidad de almidón, y los negros del Senegal las comen como papas. Las semillas muy harinosas, de otras especies, las emplean también en la India como alimento. Las semillas del NV. lotus y N. cerulea, de Egipto, lo mismo que las hojas y las flores, las usan los árabes contra la ictericia. NV. ampla—Común en toda la América tropical y en el litoral de 'Santamarta. N. goudottana—Cebolleta. Especie propia de Colombia. Vive en - las ciénagas del Magdalena y del Cauca, hasta los 1,000 metros so- bre el nivel del mar. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 187 N. blanda—Común a la Guayana, las Antillas, Panamá, etc. Las flores de éstas y de otras especies de Ninfeas han gozado de mucha fama como antiafrodisfacas; propiedad que muchos creen imagi- naria. NUPHAR Son plantas acuáticas, cuyo cáliz consta de cinco sépalos verdo- sos en la cara externa y amarillos en la interna. Los pétalos, más cortos que los sépalos, tienen en la base un nectario. Los estambres están insertos debajo del ovario. WN. lutea—Nenúfar amarillo—Esta planta, de los ríos y de los estanques de Europa, tiene propiedades astringentes; se usa contra la disenteria. Los tallos tienen una gran cantidad de almidón y se usan como alimento. | Trizu 1—NeLumBONEAS—Esta tribu se distingue por tener el ovario formado de muchos carpelos distintos, dentro de un tálamo elevado y profundamente alveolado. Las semillas son solitarias y desprovistas de albumen. En cada carpelo hay una o dos. Estas plantas, notables principalmente por la belleza de sus flo- res, son naturales de las aguas tranquilas de las regiones tropicales y templadas del hemisferio boreal. Según Delile, antes eran comunes en Egipto; pero hoy se han extinguido en ese país. Esta tribu está formada por un solo género, que cuenta con unas cuatro especies. NELUMBIUM ZV. speciosum —Loto o haba de Egipto—Esta planta, de los si- tios pantanosos del Asia Meridional, y del Egipto, se distingue por sus anteras dilatadas. Las flores son muy hermosas y despiden un olor anisado; son el Loto mitológico de los egipcios y de los indios, que con tanta frecuencia grababan en sus monumentos. La raíz, el tallo y los frutos son empleados en la India y en la China como ali- mento. El jugo lechoso y viscoso de los pedúnculos de las hojas y de las flores es considerado como antiespasmódico, y también usado contra la diarrea; de ellos extraen los Hindús, con gran cuidado, los vasos espirales que contienen, y hacen aquellos pabilos que en las ocasiones solemnes queman delante de las imágenes de sus dioses. ZN. luteum —Esta especie es propia de los lugares pantanosos de la América del Norte. Los tubérculos son harinosos y muy agrada- bles para comer. 188 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Familia X—Sarraceniáceas Plantas perennes que viven en lugares pantanosos. Tienen la raíz fibrosa. Las hojas son radicales, purpurinas, amarillosas, larga- mente pecioladas. El pecíolo, curiosamente tubulado en forma de odre, debido a la soldadura de sus bordes alados, segrega un jugo viscoso y azucarado que atrae los insectos y los embriaga; el limbo de la hoja es proporcionalmente pequeño, aplicado con frecuencia a modo de tapa sobre el tubo peciolar y con movimiento de charnela. Del centro de grupo de hojas nacen los tallos escapiformes con una o más flores verdosas o blancas, compuestas de un involucrillo cali- cinal de tres sépalos aovados y caducos. Cáliz con cinco sépalos de estivación imbricada. Corola con cinco pétalos unguiculados y cón- cavos. Estambres numerosos, con anteras introrsas y biloculares. Ovario con tres a cinco celdillas, polyspermas. Estilo simple o apla- nado, con cinco ángulos estigmáticos. Ovulos anátropos. El fruto es una cápsula con dos o cinco celdillas, de dehiscencia loculicida. Las semillas numerosas y pequeñas, con albumea carnoso. Todas las es- pecies son propias de los pantanos de Norteamérica, con excepción de una, Heliamphora nutans, de Guayana. , El número de especies es de siete, agrupadas en dos géneros : Sarracenia y Heliamphora. Por la singularidad de sus hojas, son plantas muy estimadas de los jardineros. La medicina ha empleado también los rizomas, espe- cialmente de la S. purpurea, de donde se extrae un alcaloide, lla- mado Sarracenina, muy amargo, y que se combina con los ácidos fuertes. Hará unos diez o doce años se consideró como un gran re- medio contra la viruela, pero pronto cayó en completo desuso, casi sin haberse conocido sus efectos. Familia XI—Papaveráceas Plantas herbáceas anuales o bianuales, rara vez arbustos, con un jugo lechoso blanco o amarillo, algunas veces acuoso apenas. Hojas alternas, simples o divididas, desprovistas de estípulas. Las flores son solitarias en el ápice de largos pedúnculos solitarios, adornadas de vivos colores, pero jamás son azules, o están dispuestas en panojas terminales. El cáliz consta de dos, rara vez de tres sépalos Ñ TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 189 caducos. La corola tiene de cuatro a seis pétalos, que antes de la ex- pansión están arrugados, rara vez es nula. Estambres numerosos, in- sertos al rededor del disco que sostiene el ovario; anteras biloculares. El ovario es libre,con una o con varias celdillas polispermas, está co- ronado por un estigma escutiforme; otras veces el estilo, más o menos corto, está terminado por un estigma partido. El fruto es una cápsula ovoide, polisperma, coronada por el estigma indehiscente o que se abre por simples poros debajo del estigma; otras veces es una sili- cua bivalve o se abre por articulaciones transversales. Las semillas son pequeñas, con un albumen carnoso u oleaginoso. Embrión pe- queño, situado en la base del albumen, con cotiledones planocon- vexos. De las ciento treinta especies que componen esta familia, se pue- de decir que las dos terceras partes sen europeas; las otras son de Asia y de América del Norte, una de Africa, otra de Nueva Ho- landa y unas seis de la América Meridional. La Flora de Colombia tiene tres especies indígenas, una de la región caliente y las otras dos de la fría. Todas las papaveráceas tienen propiedades narcóticas más o menos venenosas. Algunas son eméticas y estimulantes. En general, tienen una acción decidida sobre el organismo animal, de- bido a la presencia de álcalis de propiedades más o menos enérgi- cas; de aquí que casi todas las especies de esta importante familia tengan alguna aplicación en los países en donde viven. Las especies están agrupadas en dieciocho géneros, los principa- les son : BOCCONIA Arbustos lactescentes de jugo amarilloso ; de hojas alternas, en - teras lobadas o pinatifidas. Inflorescencia en panículas terminales. Las flores constan de un cáliz de dos sépalos caducos. La corola es nula. Los estambres, en número de ocho a veinticuatro, tienen los filamentos cortos y las anteras lineares y basifijas. Ovario súpero, estipitado, con un estilo corto y bífido terminado por un estigma plumoso. El fruto es una cápsula siliculiforme, aovada, unilocular, monosperma y dehiscente. B. integrifolia—Especie poco común, de Méjico, del Perú y de Colombia, en el páramo de Chipaque y en Pamplona, a una altura de 2,00 metros sobre el nivel del mar. B. frutescens —Trompeto,: en Bogot4—Cura-arador, en Antio- guia. 190 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Especie común a las Antillas, a Méjico, al Perú y a Colombia, en donde vive en todo el país entre los 2,400 y los 3,000 metros sobre el nivel del mar. Este bonito arbusto, cultivado ya en los jardines de los antiguos emperadores mejicanos, contiene en abundancia un jugo lechose amarillo, muy acre, que tiene propiedades vermifugas y purgativas muy poderosas ; según Descourtils, una gota de él disuelta en una cucharada de caldo de pollo, constituye un tónico muy bueno. Tam- bién se prepara con dos gotas de esta leche, disueltas en una cuchara- da de agua, un colirio muy usado para curar las úlceras de los párpa= dos. La infusión de la raíz se usa con ventaja contra la hidropesía y la ictericia; aplicada en cataplasmas sobre las úlceras y otras heri= das cuya curación ha sido retardada por la presencia de fungosida- des, surte muy buen efecto. La tintura de las hojas se usa como vulnerario resolutivo; y el : cocimiento, para curar las úlceras de mal carácter. Las semillas con- tienen un aceite que en Antioquia se usa para destruir los piojos y los acárides llamados arador, de donde le viene a la especie el nom- bre vulgar con que es conocida en ese Departamento. SANGUINARIA Este género tiene las flores con la corola compuesta de ocho a doce pétalos, veinticuatro estambres y un ovario con dos estigmas. El fruto es una cápsula bivalve. S. canadensis—Pucoon—De América del Norte. La raíz es muy usada por sus propiedades eméticas, semejantes a las de la ipeca- cuana, debidas a un principio propio, llamado Sanguinarina. Las semillas son muy narcóticas. El jugo de esta planta lo emplean en la Carolina del Sur para teñir de amarillo las sedas y las muselinas. CHELIDONIUM Plantas herbáceas, de hojas blanquizcas, flores amarillas, solita- rias; la corola consta de cuatro pétalos. Estambres indefinidos, Fruto capsular, siliculiforme, se abre en dos valvas, de la base al ápice. Ch. majus—Celidonia—Yerba de golondrina—£l jugo lechoso, amarillo, de esta especie natural de Europa, es un veneno acre de los más enérgicos; en pequeñas dosis es purgante drástico. Se con, A TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 19! sidera como estimulante, aperitivo y diurético. Goza de cierta cele- bridad para destruír las verrugas, y, según el doctor Lindley, se usa con éxito para quitar las opacidades de la córnea. El cocimiento de la planta se aplica para destruir los insectos en las úlceras de los caballos. Contiene también un principio tintóreo que sirve para te- ñir la lana. ARGEMONE Las especies correspondientes u este género tienen la corola compuesta de cuatro a seis pétalos, los estambres indefinidos. El ovario unilocular tiene de cuatro a siete estigmas cóncavos, radia- dos y libres. El fruto es una cápsula unilocular, polisperma. Se abre por valvas situadas en el ápice. Las semillas están colocadas en pla= centas lineares. A. mexicana.—Cardosanto—Esta especie, que se distingue por sus hojas sinuoso-dentadas, con los dientes algo espinosos, frecuen- temente manchadas de blanco, es hoy una planta común en las re- giones calientes de todo el globo. Es originaria de la América tropical. Esta planta tiene propiedades narcóticas y eméticas. El jugo le- choso que produce es purgante y disolvente, se usa contra las of. talmías crónicas, las úlceras venéreas, y sobre todo para curar los chancros. El jugo exprimido de la planta se emplea en la India Oriental con éxito, según dicen, para curar las enfermedades cutá- neas inveteradas ; en el Brasil lo administran contra la mordedura de las serpientes. De las heridas hechas en el tronco o en las cápsu- las verdes, fluye en abundancia un jugo lechoso amarillento que, secado al sol, se endurece en una pasta negruzca de olor vinoso, semejante al del opio legítimo, cuyas propiedades narcóticas, cal- mantes y sedativas posee, aunque en menor grado; de tal modo, que se podría usar en lugar de este costoso medicamento; también se ha empleado con buen resultado contra el cólera morbo. Las hojas y las flores tienen propiedades narcóticas algo débiles y se usan en infusión, como antiflogísticas, para curar las úlceras do- lorosas. La infusión sola de las flores se usa con muy buen éxito en las enfermedades inflamatorias del pecho y del estómago. En Méjico y en Venezuela la usan como sudorífico y también para combatir las fiebres intermitentes. 192 CARLCS CUERVO MÁRQUEZ Las semillas tienen fuertes propiedades eméticas, que pierden con la acción del tiempo, y su infusión se usa contra el ahogo y el asma. En las Antillas extraen de ellas, sometiéndolas a la acción del agua hirviendo, un aceite llamado ¿histte dit, que venden los negros a veinte centavos la onza, y goza de mucha fama para curar los cóli- cos secos. Tienen también propiedades narcóticas; los indios las mezclan con el tabaco de fumar, y se proporcionan así una embria- -guez semejante a la del opio. PAPAVER Este género se compone de plantas herbáceas y perennes, de jugo lechoso blanco. Los pedúnculos largos llevan una flor solita- ria. El cáliz consta de dos sépalos cóncavos y caedizos. La corola en su estado natural consta de cuatro pétalos unguiculados, más o me- nos anchos. Estambres indefinidos. El ovario está coronado por los estigmas, en número de cuatro a veinte. El fruto es una cápsula, compuesta de tantos carpelos como estigmas, es unilocular, con fal- sos tabiques formados por una prolongación membranosa del peri- carpio. La dehiscencia se efectúa por medio de porcs situados en el ápice, debajo de los estigmas. Las semillas son numerosas. La mayor parte de las plantas del género son propias del hemis- ferio boreal, en el antiguo continente. Casi todas son notables por la belleza de sus flores y por sus aplicaciones y productos, entre los cuales figura el opio, de tanto consumo. Las especies principales son : - P. somniferam—Amapola, adormidera—Esta especie, propia de Egipto y del Peloponeso, según parece, ha sido cultivada en Euro- pa desde tiempos muy remotos. Antiguos cantos latinos hablan de su cultivo en los jardines de Tarquino el Soberbio. Muchos botáni- «cos, apoyándose en que esta especie no se encuentra en estado sal- vaje, la consideran como una forma artificial, debido al cultivo del P. septiferum, desde los tiempos más remotos, pues los habitantes de los Palafitos de Suiza lo cultivaban ya, en la edad de piedra, lla- * mada neolítica. Los antiguos griegos conocían el cultivo de la adormidera y sus propiedades somniferas. En la China no fue in- troducido su cultivo sino hasta mediados del siglo XVIII, y hoy ha alcanzado un desarrollo extraordinario. Hoy es una planta común en todo el globo, y en algunos países se cultiva en grande escala AO O Y TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 193 para la extracción del opio, o del aceite de sus semillas. Entre nos- otros se cultiva en los jardines de la región fría como planta de adorno. Existen dos variedades: P. somn. nigrum y P. somn. album. Ambas tienen propiedades narcóticas muy enérgicas, y en las semi- llas contienen una gran cantidad de aceite enteramente inofensivo, La variedad nigrum se distingue por sus numerosos pedúncu- los, con flores purpúreas o violadas, por sus cápsulas ovales con poros aparentes debajo del estigma, y por sus semillas negras. Aun cuando de las heridas hechas en el tallo y en las cápsulas el jugo “lechoso, que constituye el opio, se escapa con relativa abundancia, esta variedad sólo se cultiva para extraer el aceite que contienen las semillas, el que, hasta hace poco tiempo, se creía dotado de pro- piedades nocivas, hasta el punto de que en Francia se prohibió su uso ; pero hoy es un objeto importante de comercio, puesto que en Alemania, en Flandes y en París su consumo es considerable, usándolo en lugar del aceite de olivas, con aparentes ventajas. La variedad album, que es la más importante, se distingue por tener la inflorescencia en pedúnculos solitarios. Los pétalos son blancos, lo mismo que las semillas. Tiene las cápsulas ovales con los poros obstruídos.o Esta variedad, como la anterior, tiene propiedades narcóticas muy enérgicas. Por las incisiones hechas en lascápsulas verdes deja escapar un jugo lechoso, el cual, al secarse al aire libre, constituye el opio, que desde el punto de vista farmacéutico, es uno de los produc- tos vegetales más importantes. Las propiedades narcóticas que po- see las debe especialmente a un principio alcalino de poderosa acti- vidad, llamado morfina ; las propiedades estimulantes las debe, se- gún Magendie, a la presencia del ácido mecónico y de otra sustan- cia alcalina llamada narcotina. Además de éstos, el opio contiene otros principios, como la codeína, la papaverina, ácido eodeico y pequeñas cantidades de ácido sulfúrico. El opio ejerce una acción) decidida sobre la economía animal, hasta el punto de destruir por completo la influencia del sistema nervioso. Los primeros efectos se manifiestan por una ligera exalta- ción de las facultades intelectuales, análoga a la de la embriaguez pro- ducida por el alcohol; sigue después un decaimiento muscular muy pronunciado, los sentidos se entorpecen, las ideas se confunden, y sobreviene un sueño voluptuoso acompañado de visiones y de des- 13 104 CARLOS CULRVO MARQUEZ varios. Es esta la embriaguez que buscan con afán los pueblos asiá- ticos, y principalmente los chinos, quienes sacrifican cuanto tienen por un poco de opio, que pagan a los ingleses a peso de oro. Administrado en dosis mayores, sobreviene el estupor, precur- sor inmediato de la muerte. El opio, como todos los narcóticos, tiene propiedades calmantes muy pronunciadas, y es por este aspecto por el que presta mayores servicios en la medicina, usándose universalmente para aliviar los: dolores o para desvanecerlos completamente, para calmar las irrita- ciones gastrointestinales, para detener las contracciones uterinas en caso de aborto, y en general, en todos los casos en que es necesario disminuir la acción del sistema nervioso. La morfina se usa directamente en la medicina, en todos los ca- sos en que se quiere producir profundo sueño, o un estado par- ticular de somnolencia, como sucede a veces para curar la enajena» ción mental, y en general, para todo desarreglo de las facultades. intelectuales. : El opio, o sus principios, entran en la composición de una mul. titud de importantes productos farmacéuticos, entre los cuales figu- ra el láudano en primera línea. A Las semillas contienen una gran cantidad de aceite, y aunque son las de la otra variedad las que se emplean para la extracción de- este producto, ésta presenta la ventaja de que comolas cápsulas son cerradas, no se desperdician los granos al recogerlas, lo que no su- cede con las otras. Con el opio, como en todos los narcóticos, sucede que el orga- nismo se acostumbra fácilmente a su acción, de modo que se debe aplicar én dosis gradualmente fuertes; pero su uso continuado pro- duce los más perjudiciales efectos; mina lentamente las organiza- ciones más robustas, debilita las facultades intelectuales hasta el punto de igualar al hombre con los seres irracionales. Es por esto por lo que con razón se considera el abuso que del opio hacen los chinus, como el azote más terrible de los que afligen al Celeste Im-- pero. P. rhoeas—Ababol. Esta especie de flores, encarnadas o blan- cas, es natural de Europa. Cultivada frecuentemente entre nosotros. en la región fría. "TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 195 Las flores de esta planta, una de las llamadas flores cordiales, se emplean como pectoral y sudorífico. Los pétalos encarnados se usan para teñir el vino y los quesos de Holanda. Tratadas por el alum- bre y el ácido acético, tiñen la lana de rojo; tratadas por las sales de bismuto, les dan un color oscuro. Jussieu colocó entre las papaveráceas el género Fumaria, que mejor estudiado después, ha servido de tipo a una familia distinta, la de las fumariáceas, existiendo entre las dos una grande analogía, que pasa, sin embargo, inadvertida para los observadores comu- nes. En efecto, difieren en que las papaveráceas tienen jugo lecho- so, corola regular y estambres separados. Pero el cáliz deciduo, for- mado por dos sépalos, el fruto, las semillas y el albumen carnoso, son tan semejantes en las dos familias, que algunos han llegado a considerar las fumariáceas como una forma irreg ular delas papave- ráceas, con estambres definidos. Se ha considerado que los frutos silicuosos de los géneros cheli- donium, glancium, etc., indican una próxima afinidad con las crucí- feras, pero la estructura de las semillas es tan distinta eu ambas fa- milias, que aleja toda idea a este respecto. Familia XII —Fumariáceas Esta familia comprende plantas herbáceas, no lactescentes, pero provistas de jugos acuosos. Las hojas son alternas y generalmente descompuestas en una multitud de segmentos delgados. Las flores es- tán dispuestas en espigas terminales, son pequeñas y purpurinas, blancas o amarillas. El cáliz está co upuesto de dos sépalos opuestos y caducos. La corola es tubulosa, está formada por cuatro pétalos irregulares; el superior, externo, se prolonga en un espolón corto y encorvado. Los estambres, en número deseis, son diadelfos, están reunidos en dos grupos, de a tres cala uno. La antera que ocupa el centro de cada grup> es bilocular, las laterales son uniloculares. El ovario es libre, unilocalar y coutiene varios óvulos horizontales, anfitropos y dispuestos en dos troposfermos longitudinales. El esti- lo es filiforme y el estigma deprimido. El fruto es unas veces un aquenio monosperma e indehiscente, y otras una cápsula polisper- ma, que se abre en dos valvas. Las semillas son pequeñas, glubosas, tienen un albumen carnoso y un embrión pequeño, que es lateral en los frutos ind*hiscentes y algo encorvado en los dehiscentes. MGÓ CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Las fumariáceas son propias de las regiones templadas del he- misferio boreal. Algunas especies se han extendido por los campos cultivados de todo el globo. Dos son originarias del cabo de Buena Esperanza. Las plantas de esta familia carecen de jugos lechosos; son gene- ralmente amargas, y tienen propiedades diaforéticas y aperitivas. Algunas se usan como emenagogos. Esta familia comprende unas cien especies agrupadas en doce géneros. El principal es: FUMARIA Se distingue por el color más a menos pálido que presentan las plantas de este género. Las hojas son descompuestas. Las flores pur- púreas, el pétalo superior está acompañado de un espolón corto y grueso, El fruto es un aquenio prolongado y monosperma. Las especies que lo forman son europeas. La principal es : ' F. officinales —Palomilla-fumaria. Esta planta, que es europea, se ha extendido por casi todo-el globo. En Colombia es común en las huertas y campos cultivados de la región fría hasta 2,900 metros so- bre el nivel del mar. Despide un olor algo semejante al del humo, de donde le viene el nombre que más tarde dio también a la familia. Las propiedades tónicas y aperitivas que posee, las denuncia por un sabor amargo bastante pronunciado. Toda la planta se usa como emenagogo y diaforético. También se emplea en la tintorería: con un mordiente de bismuto tiñe la lana de amarillo; la raíz sirve para pre- parar una tinta. Las otras especies del género tienen todas propie- dades,más o menos semejantes. | Familia XIII—Cruciferas Esta familia, que es una de las más notables y mejor caracteriza- das del sistema natural, se compone de plantas herbáceas o subfru- tescentes; de hojas alternas, sencillas o más o menos hendidas, y con | frecuencia provistas de pelos duros. Las flores son generalmente blancas, amarillas o rosadas ; dispuestas en racimos o en espigas. El cáliz consta de cuatro sépalos opuestos y caducos. Los interiores, que a veces son en número de tres, son jibosos en la base, y correspon- den a las valvas del fruto. La corola consta de cuatro pétalos ungui- culados dispuestos en cruz, de donde le viene el nombre a la familia, TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 197 y alternos con los sépalos. Los estambres, en número de seis, son te- tradynamos: los dos más cortos son opuestos, y los cuatro más lar- gos aproximados por pares. En el receptáculo existen dos o cuatro glándulas verdosas; una entre cada par de estambres largos, y de las otras dos, que están más desarrolladas, nacen los estambres cor- tos. El ovario es más o menos prolongado, tiene dos lóculos separa- dos por un falso tabique, formado por la prolongación de las placen- tas parietales. El estilo es casi nulo y está terminado por dos estig- mas opuestos a las placentas. El fruto, indehiscente o bivalve, es una silicua o una silícula, con una o con varias semillas dispuestas en una sola serie a cada lado de la placenta. Las semillas, más o menos redondas, carecen de albumen. La posición relativa del embrión de los cotiledones y de la radícula, varía: en ella se apoya la división mejor aceptada de esta familia. » Las crucíferas tienen la singularidad de vivir siempre cerca de los lugares habitados. De las mil seiscientas especies que componen esta familia, apenas unas noventa y cinco pertenecen a la Flora ame- ricana, y el resto al antiguo continente, siendo la mayor parte pro- pias del hemisferio boreal. Las especies de nuestra Flora son exclu- sivas de las regiones frías. El sssymbrium solidagineum, que es la que vive a menor altura, en el boquerón de La Mesa, Tenasucá, etc., no se encuentra a menos de 2,000 metros sobre el nivel del mar. El carácter general de las crucíferas es tener propiedades estimu- lantes, rubefacientes y antiescorbúticas, y un sabor más o menos acre. Contienen una gran cantidad de ázoe, del que proviene, sin duda, el olor que despiden cuando entran en descomposición. En las semillas de varias especies existen grandes cantidades de aceite, que se extrae para diyersos usos. El aceite de mostaza contiene azufre en una proporción notable. Algunas partes de estas plantas constituyen un alimento sano y agradable, cuando el principio acre que poseen está amortiguado por abundancia de mucílago, como sucede en los rábanos, etc. Las especies de esta familia se han agrupado en unos ciento seten- ta géneros, que Linneo dividió en dos grandes órdenes, según que el fruto fuera una silicua o una silícula; esta división, aunque artifi- cial, no ha sido todavía abandonada. Hoy la más aceptada es la si- guiente, que divide la familia en cinco órdenes, segúa la disposi- ción relativa de las partes del embrión : 198 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ T orden—Pleuroriceas (O =). La raicilla se encorva de modo que se aplica sobre el borde de los cotiledones, y éstos se llaman acumbentes. II orden—Notoriceas (O ||). La raicilla corresponde al centro de la | cara de los cotiledones, que se llaman incumbentes. TI] orden— Ortoplóceas (O >>). Los cotiledones se encorvan longi- tudinalmente formando una canal, por la que pasa la rai-. cilla; se llaman conduplicados. TV orden—Esprrolóbeas (O || 1). Los cotiledones se arrollan en ca- yado, y se llaman arrollados o espirolobados. V orden—Diplecolóbeas (O II! |). Los cotiledones están plegados transversalmente, de modo que son largos y delgados. PRIMER ORDEN — PLEURORÍCEAS—(O =) Cotiledones acumbentes. La radícula se aplica sobre el borde de éstos. Los géneros principales son : CHEIRANTHUS Plantas herbáceas o subfrutescentes, de hojas muy enteras O dentadas. Las flores, generalmente muy olorosas, están dispuestas en racimos prolongados. El estigma es profundamente bilob ado. La silicua bivalve tetragona o de dos filos. Las semillas numerosas, dis- puestas en una serie. Las especies de este género pertenecen a la Europa central y a Norteamérica. La que sirve de tipo es: Ch. cheirii—Alelí amarillo. Cultivado lo mismo que los otros alelíes, en los jardines de la región fría, por la belleza y el aroma de sus flores, que se emplean en la perfumería. NASTURTIUM Este género comprende hierbas cosmopolitas, generalmente acuá- ticas, lampiñas, de hojas alternas y pinaticortadas. Las flores son amarillas o blancas, dispuestas en racimos. La silicua es cilíndrica O ' subcomprimida, en forma de silícula. Las semillas son numerosas e irregularmente dispuestas en cuatro series poco distintas. Las espe- cies principales son : N. officinale—-Berros, mastuerzo de agua. Crece en los riachue- los de aguas tranquilas de casi todo el globo. Común en las cordille- ras de Bogotá, de Pasto, etc., hasta una altura de 2,800 metros sobre 9 UTA í . n 1? PRA A E pa J Xx TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 199 —a él nivel del mar. Los berros se usan mucho como antiescorbúticos, tienen también propiedades estimulantes y diuréticas y un sabor agradable, algo picante, debido a la presencia de un aceite volátil, y “se comen en ensalada. Contienen cierta cantidad de yodo, y entran en la composición del jarabe de rábano rusticano. N. palustre—Mastuerzo de huerta, en Bogotá. Esta especi”, que tiene las flores amarillas, abun ia en la zona templada del hemisferio boreal. Es común en Bogotá, a los 2,600 metros sobre el nivel del mar. El señor Triana opina que esta planta ha sido introducida en Colombia. Tiene propiedades semejantes a la especie anterior. COCHLEARIA Plantas herbáceas de tallos ramosos. Las hojas radicales son pe- cioladas, las otras sentadas. Las flores son blancas, dispuestas en racimos terminales. El fruto es una silícula sentada bivalve y glo- bosa. Las semillas numerosas y biseriadas. C. officinalis—Coclearia—Esta especie, natural de los países de Europa septentrional, ha gozado, desde los tiempos más remotos, de mucha reputación como antiescorbútico. Cuando está fresca es diurética y estimulante. C. armoracia—Rábano rusticano—La raíz de esta planta, natu- ral de Europa, ha sido celebrada desde la antigúiedad como anties- corbútica y estomacal, y hoy se emplea, como base principal, en la preparación del jarabe que lleva su nombre. THLASPI Son pequeñas plantas lampiñas, con frecuencia glaucas, de hojas enteras o denticuladas; las del tallo son sentadas y abrazadoras. Las flores son blancas, en racimos terminales. La silícula es compri- mida, bivalve, con las valvas naviculares y aladas. Th. bursa pastoris—Calzoncitos—Natural del Antiguo Continen= te. Común hoy en Bogotá y en los lugares cultivados de la región fría. Toda la planta es astringente. Las semillas tienen un sabor -picante y son estimulantes. ANASTÁTICA A. hierocuntina—Rosa de Jericó—Esta especie, que es la que constituye el género, es una pequeña planta que cuando adulta es muy ramosa, leñosa y endurecida. Las hojas son enteras o hendi- 200 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ das; las flores blancas, muy pequeñas, sentadas y dispuestas en ra- cimos cortos; la silícula es ventruda y bivalve. Crece en los desier- tos de Egipto y de Palestina. Goza de una propiedad higrométri- ca muy pronunciada. Cuando adulta, en los tiempos de sequedad, contrae sus rígidas ramas formando una bola que el viento arrastra a grandes distancias; pero tan pronto como se somete a la acción del agua, extiende sus ramas y parece volver a la vida. Esta singu- laridad ha dado origen a muchas supersticiones; los cristianos dicen que floreció primero en la tarde de Nochebuena para saludar el naci- miento del Redentor, y que rinde homenaje a su resurrección, per- maneciendo abierta hasta la Pascua. En esos países miran con cierta veneración esta planta singular. SEGUNDO ORDEN—NOTORÍCEAS—(O ||) Cotiledones planos e incumbentes. La radícula se aplica al cen= tro de la cara del cotiledón. Los géneros principales son: SISYMBRIUM Plantas herbáceas de hojas muy variadas. Las flores son amari- llas o blancas, dispuestas en racimos terminales; el estigma es sen- cillo; la silicua bivalve, alargada y cilíndrica-exagonal; las semillas numerosas y uniseriadas. Algunas de las especies de este género. son americanas y otras del antiguo Continente. En Colombia está representado por tres especies, una de las cuales (S. solidagineum) baja hasta los 2,000 metros sobre el nivel del mar y marca el límite inferior de las cruciferas en nuestra Flora. S. officinale—Jaramago—Esta planta, natural de Europa, cons-- tituye la base de las pastillas de Jaramago, muy recomendadas como. pectorales; se usa también para teñir de amarillo. LEPIDIUM Este género comprende plantas herbáceas o subfrutescentes. Las. flores son pequeñas y blancas, dispuestas en racimos terminales pro- longados; la silicua es comprimida hacia los lados, oval y dehis-. cente; las valvas aquilladas, son continuamente aladas. Cada lóculo contiene una semilla. | Las especies de este género están dispersas en todo el globo. L. bipinatifidum—Maíz tostado, Carraspique, en Bogotá. Esta especie crece en las altiplanicies de Pasto y Bogotá, mezclada con. A | E VI A A FRAN A ¿AREA TS E MN 7 A . d » Y ANS - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 201 el L. chichicara, entre los 2,500 y 3,200 metros de altura sobre el nivel del mar. Tiene propiedades estimulantes y antiescorbúticas, como las demás del grupo. Según Dombey, se usa en el Perú contra los dartros. ISATIS -Las plantas de este género son propias del antiguo continente. El 7. tinctórea. Yerba del Pastel, o de San Felipe, se usa mucho en tintorería para teñir de azul. TERCER ORDEN—ORTOPLÓCEAS—(O >>) Cotiledones incumbentes ahuecados en canal, por donde pasa la raicilla. Los géneros principales son : BRASSICA Este género comprende plantas bienales, rara vez anuales o pe- rennes. Las hojas radicales son pecioladas, liradas o pinatifidas ; las. del tallo son sentadas o abrazadoras y enteras. Las flores son ama- rillas, dispuestas en racimos alargados. La silicua es bivalve, pro- longada, cilíndrica y con el nervio mediano saliente. Las semillas. son numerosas y uniseriadas. Las especies de este género se cultivan en todo el globo; las principales son : B. olerácea—Col o repollo—Natural de Europa occidental, ha sido cultivada desde los tiempos más remotos, probablemente desde antes de la invasión Ariana. Un cultivo de tántos años ha produci- do un gran número de variedades; algunas muy apreciadas como plantas alimenticias, como la variedad Botrytis, que comprende las subvariedades caulina (coliflor) y asparagoides; la variedad crispo (repollo crespo), etc. La col o repollo constituye un alimento estimulante, de propie- dades antiescorbúticas y bastante nutritivo, que conviene mucho a los que se entregan a trabajos fuertes y regulares, pero que es perju- dicial para los estómagos débiles, como los de los niños de poca “edad, de los tonvalecientes, etc. Las hojas de repollo se han emplea- do con muy buen éxito en cataplasmas, para aliviar los dolores que acompañan las afecciones reumáticas. Se tienen también por un buen preservativo de las enfermedades catarrales. Para curar las pulmo- nías se considera como eficaz, aplicando sobre las espaldas una hoja. de col untada de ungúento de altea. A E 202 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ B napus—Nabos—Esta especie parece natural de Suecia y de Inglaterra, y su cultivo se ha extendido por todo el mundo. Com- prende también algunas variedades. Las más notables son: variedad esculenta, de raíz tuberosa, comestible, lo mismo que las hojas. Va- riedad olezfera, llamada vulgarmente colza, cuyas semillas, muy desarrolladas, contienen una gran cantidad de aceite, que se extrae para diversos usos. Esta variedad tiene la raíz delgada y poco car- nosa ; pues el exceso de materias nutritivas que en la variedad escu- lenta, se deposita en la raíz, en esta variedad oleifera se deposita en los granos, sin que la organización de la flor o del fruto se altere en algo. La misma distinción se observa en las dos especies siguientes : B. rapa—Variedad depresa, tiene la raíz comestible, que es el nabo grande y redondo; y variedad oleifera, de semillas oleagi- nosas. B. campestris —Esta especie, natural de los países septentriona- les de Europa, se considera como la forma primitiva del B. napus y del B. rapa ; especies formadas por el cultivo de la primitiva en mi- les de años. Comprende dos variedades, a saber: Variedad napo-brassica—Nabicol—De raíz comestible ; y Variedad olesfera, cuyas semillas contienen una gran cantidad de aceite. Las variedades oleiferas de estas especies se conocen con el nombre vulgar de colza, y producen el aceite llamado de nabo o de «colza, usado para alumbrado, etc. SINAPIS Las plantas de este género son herbáceas, bienales, ramosas, de hojas variadas. Las flores son amarillas, dispuestas en racimos ter- minales. El cáliz es abierto e igual en la base. Las semillas son lisas, numerosas y uniseriadas. El género Sinapis comprende varias especies muy importantes por su acción sobre el organismo animal, y, en consecuencia, por los usos y aplicaciones que tienen. S. nigra—Mostaza negra—Esta especie, natural de las regiones inmediatas a la cuenca del Mediterráneo, ha sido cultivada desde hace más de dos mil años, y hoy se halla extendida en casi todo el mundo. Entre nosotros es común en la sabana de Bogotá y en otros lugares de la región fría. Con las semillas pulverizadas de esta planta se preparan las cataplasmas rubefacientes y revulsivas llamadas sinapismos. Es- ESO A x 5 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 203 tas propiedades las debe a la presencia de un aceite volátil muy acre, que existe ya formado en todas las crucíferas, y en este caso su acción es débil; o bien puede desarrollarse por la influencia del agua tibia, como sucede en la mostaza, y entonces su acción es mucho más enérgica. La propiedad irritante del sinapismo se concentra en la redeci- lla capilar subepidérmica, promoviendo en el lugar en donde se aplica una congestión sanguínea más o menos fuerte. Sus primeros efectos consisten en aumentar notablemente el calor del cutis, produciendo una sensación dolorosa especial ; la piel se pone roja, a veces se hin- cha y se baña con un sudor más o menos copioso. Cuando están bien preparados los sinapismos, deben levantarse a la media hora después de aplicados; de otro modo pueden ocurrir accidentes graves, sin embargo de que no hay regla segura que indi- que el tiempo necesario para que surtan efecto. Por regla general, obran con mayor energía en los niños que en los viejos, en las mu- jeres que en los hombres, sobre el cutis suave y fino, que sobre uno endurecido o áspero. Los sinapismos se emplean unas veces para promover una exci- lación general y reanimar el organismo más o menos decaído, o para producir una revolución local. También para hacer reaparecer ciertas erupciones cutáneas, que, al consumirse, pueden praducir graves accidentes, y en especial las de naturaleza herpética; para arreglar la menstruación suprimida por cualquier imprudencia, y, en general, para alejar de un órgano noble una enfermedad cual- quiera, promoviendo una inflamación artificial en un lugar apa- rente. La mostaza, que ejerce en los órganos bocales una acción irri- tante muy enérgica, no produce el mismo resultado en los intestinos y en el estómago, pero sí excita el apetito y facilita la digestión. Es un condimento muy ventajoso para los estómagos perezosos, para los que padecen por inercia de la parte muscular del intestino, al cual falta la secreción mucosa. El doctor Coock la aconseja, empleada interiormente, para reem- plazar la sangría y también contra las constipaciones acompañadas de irritación crónica “de los intestinos y del hígado. El aceite, que con abundancia contienen las semillas de la mostaza, tiene una can- tidad considerable de azufre. / GS 204 ' CARLOS CUERVO MÁRQUEZ S. alba—Mostaza blanca. Tiene propiedades semejantes a las de la anterior, pero se usa principalmente como condimento. S. sinensis—Mostaza china. Los chinos la emplean en lugar de la común. RAPHANUS Las especies de este género tienen las hojas inferiores liradas. Las flores son blancas, en racimos terminales. Los dos sépalos laterales del cáliz son gibosos. El fruto es una silicua bilocular. Las semillas son numerosas y uniseriadas.- R. raphanistrum—Rábano. Natural de Europa. R. sativus—Rábano, rabanitos. Parece natural de Asia. Estas dos especies se cultivan en casi todo el mundo. Sus raíces carnosas tienen un agradable sabor picante, y se usan como condimento, lo mismo que las hojas cuando están tiernas ; las cataplasmas prepara- das con estas últimas son emolientes. A pesar de la diferencia de origen de estas dos especies, muchos botánicos consideran el RR. sativus como una forma derivada del RA. raphanistrum, y además de la analogía que existe entre ambas, se apoyan en que las semillas del raphanistrum, sembradas en terrenos abonados, producen individuos en cuyas silicuas han desaparecido los tabiques transversales, y cuyas raíces han engrosado notable- menté, convirtiéndose, por consiguiente, en la especie sativus. CUARTO ORDEN—SPIROLÓBEAS—(O || ||) Cotiledones incumbentes y lineares arrollados en forma de ca- yado. Este orden comprende tres géneros, cuyas especies son poco im- portantes. El bunzas erucago, de Europa, es acre y se considera como diurético. QUINTO ORDEN —DIPLECOLÓBEAS—(O || ll || ) Cotiledones lineares dos veces replegados sobre sí mismos. Los géneros principales son senebiera, subularia, heliophyla, Schizopetalum, etc. Cuyas especies carecen de impotencia, desde el punto de vista de sus aplicaciones. La familia de las crucíferas es una de las más naturales del rei- no vegetal. Se caracteriza por sus estambres tetradynamos y por la disposición cruzada del cáliz y de la corola. Se puede considerar tam- pe - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 205 bién como un carácter distintivo la desviación que ofrece de la sime- tría que se observa en otras plantas, puesto que siendo cuatro el nú- mero de piezas del cáliz y de la corola, los estambres debían ser en número de cuatro 'o de ocho, y no de seis. Evidentemente, es que los estambres están dispuestos en dos filas, y la exterior, o sea la de los más cortos, está incompleta. - Familia XIV—Capparideas Las capparideas son plantas herbáceas o leñosas, de hojas alter- nas, sencillas o digitadas, acompañadas en la base por dos estípulas foliáceas, y algunas veces por aguijones en su Jugar. Las flores son solitarias o dispuestas en racimos terminales o en espigas. El cáliz está formado por cuatro sépalos caducos e imbricados, rara vez sol- - dados en la base, formando un tubo de forma variada. La corola es algunas veces nula. Cuando existe, está formada de cuatro a ocho pétalos iguales o desiguales. Los estambres, en número definido o indefinido, están colocados sobre un ancho disco hemisférico o sobre un torus prolongado. Las anteras son introrsas y se abren longitudi- nalmente. Ovario unilocular, con tres trofospermas salientes que lle- van un gran número de semillas. El estilo es nulo o filiforme, y el estigma redondo. El fruto consiste unas veces en una especie de silicua que se abre en dos valvas, como en las crucíferas, y otras veces en una baya uni locular y polipesperma. Las semillas son generalmente reniformes y carecen de albumen. El embrión es encorvado. Las capparideas son plantas esencialmente tropicales, de uno y otro continente; muy pocas especies viven en las zonas templadas. Las especies colombianas son propias de la región cálida o de la tem- plada. Una sola, cleome anomala, se eleva hasta los 3,000 metros sobre el nivel del mar. Las propiedades de las capparideas son muy semejantes a las de las crucíferas ; como éstas, son estimulantes, antiescorbúticas y ape- ritivas. Algunas especies poseen un gusto análogo al de la mostaza; pero en otras, el principio acre que lo determina está tan pronun- ciado, que vienen a ser peligrosas. Esta familia comprende unos veinte géneros, agrupados en dos tribus, que son : 206 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ TRIBU I—CLEOMEAS > Las capparídeas de esta tribu son herbáceas o subfrutescentes, El fruto es capsular. Los géneros principales son : GYNANDROPSIS Las plantas de este género tienen las hojas alternas, compuestas de tres a siete hojuelas enteras o dentadas. Las flores están dispues- tas en racimos terminales. El fruto es silicuiforme, unilocular y bi- valve. El tabique seminifero es persistente. Cuenta en nuestra Flora este género unas diez especies, pertene- cientes a la región cálida y a la templada. La más importante es: G. speciosa—Alelí calentano. Esta especie, cuyas flores tienen un lindo color violado, se cultiva como planta de adorno en las tie- rras calientes, hasta los 1,200 metros sobre el nivel del mar. Las se- millas son estimulantes. CLEOME Son plantas herbáceas o subarbustos de hojas enteras, o con más frecuencia compuestas de varias hojuelas aserradas. Las especies principales son: C. gigantea—Natural de la América intertropical; vive en los valles del Magdalena y del Cauca, entre 300 y 1,000 metros sobre el nivel del mar. C. pruriens—De la falda oriental de la cordillera de Bogotá, a 1,000 metros sobre el mar. El nombre específico de esta planta viene de que los pelos que suelta cuando se la maneja, ocasionan estornu- dos y causan un ligero escozor de la piel. C. anómala—Centella en Bogotá. Mismia en Medellín. Vive en la región templada, entre 1,500 y 3,000 metros sobre el nivel del mar. Tiene un olor fuerte y desagradable. Estas y otras especies de este género tienen propiedades rubefacientes bastante pronunciadas, debido a la presencia de un aceite volátil, análogo al de la mostaza, y que se evapora por la cocción o por la simple desecación. Las es- pecies de las Antillas son consideradas como antiescorbúticas. TRIBU 11 —CAPPAREAS Arbustos o árboles de fruto subcarnoso indehiscente. Los géneros principales son : e 2338 , A ” TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 207 CAPPARIS Las especies de este género son con frecuencia espinosas. Las flores, casi siempre blancas, están dispuestas en racimos o en corim-. bos terminales o axilares, o son solitarias. Tanto el cáliz como la co- rola constan de cuatro piezas. Los estambres son indefinidos. El ova- rio, largamente estipitado, es unilocular, polisperma e indehiscente. Las semillas están anidadas en la pulpa. El estigma es sésil. C. spinosa—Alcaparro o taparera. Los botones de las flores de esta planta, natural del mediodía de Europa y del Oriente, conoci- dos bajo el nombre de alcaparras, constituyen un condimento esti- mulante bien conocido; tiene propiedades antiescorbúticas y aperiti- vas muy pronunciadas. En Egipto usan en su lugar el €. aegiptiaca,, y en Grecia el caparis-rupestris. La corteza de la raíz pasa por diu- rélica. C. cynophallophora—Natural de los terrenos cálidos de la Amé- rica intertropical. En Colombia, cerca de Panamá, a la orilla del mar. La infusión preparada con las raíces de este arbusto, se usa como un emenagogo poderoso, y también para curar la hidropesía. La decocción de las hojas se usa en las Antillas contra la sarna y la. herpes furfurácea. C. breynia (amigdalina)—Tinto o Auso, en el valle del Magdale- na, Girardot, Santamarta, etc. La corteza de la raíz es acre y esti- mulante. Con la corteza y con las hojas se prepara un cocimiento que- se usa mucho para curar el histérico y la hipocondría. La infusión de las flores se emplea con ventaja contra las enfermedades nerviosas. C. frondosa—Del valle del Magdalena, Cartagena, etc. Tiene las semillas venenosas. C. pulcherrima—A esta especie se refiere una planta de las sel- vas de Cartagena, llamada fruto del burro, cuyos frutos son extra= ordinariamente venenosos. En fin, este género cuenta en la Flora colombiana unas veintidós. especies, pertenecientes todas a la región cálida. MORIS( N/A Arboles de hojas alternas, pecioladas y coriáceas. Las flores son blancas. Los estambres numerosos; los filamentos están adheridos. por la base formando un tubo. El ovario es largamente estipitado. Las semillas numerosas y arriñonadas. 208 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Las dos únicas especies que componen este género son de las re- giones cálidas de la América intertropical. M. americana—Arbol del diablo, natural de las Antillas, de Car- tagena, etc. M. multiflora —Cacao simarrón, rabo de mico. Propio de La Mesa, de Pandi, etc., a los 1,300 metros sobre el nivel del mar. El nombre de cacao simarrón le viene de que los frutos tienen una li- gera semejanza con los del verdadero cacao. La pulpa de los frutos de estos dos árboles se usa como emoliente, aplicándola en cataplas- mas sobre las partes doloridas e inflamadas. - CRATAEVA Son árboles o arbustos de hojas. bifoliadas. Las flores son blan- cas, dispuestas en racimos terminales. El cáliz consta de cuatro sé- palos deciduos. La corola de cuatro pétalos. Los estambres son nu- merosos. El ovario largamente estipitado y el estigma sésil. El fruto es una baya unilocular y polisperma. Las semillas arriñonadas. Todas las especies de este género tienen entre sí mucha semejan- za; están distribuidas en los países intertropicales de todo el globo. Las principales son : C. gynandra—Sorrocloco, en Cúcuta. Palo de guaco, en Pana- má. Toco, en Venezuela. Crece hasta los 300 metros sobre el nivel del mar. La corteza de la raíz de esta planta tiene propiedades rube- facientes y vesicantes muy pronunciadas ; algunos llegan hasta decir que son tan enérgicas como las cantáridas. La decocción de la cor- teza de las ramas se usa en Venezuela como antidisentérico ; y las hojas se usan entre los indios como emolientes. C. tapia—Tapia, en el Brasil. Toco, en Venezuela. Común en toda la América intertropical, el valle del Magdalena, hasta los 4oo metros sobre el nivel del mar. La corteza de este árbol, que es muy amarga, es considerada como tónico y como febrifugo de propieda- des bastante enérgicas. Se usa en decocción para combatir las fie- bres intermitentes. Las hojas machacadas se usan en el Brasil, en ca- taplasmas, para curar las inflamaciones. Las otras especies notables de esta familia, pertenecientes a la Flora colombiana, son : Steriphoma paradorum—Rabo de mico. Del valle del Magdale- na, entre hoo y 1,200 metros sobre el nivel del mar. WU 2.4 a MR e A pu ii no e O. AAA S ho E - AS HT POH e e E 4 rd eS pl si * TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 209 Tovaria péndula —De la cordillera de B>gotá y del Quindío, en- tre 1,000 y 1,200 metros sobre el nivel del mar. Las capparídeas tienen nna grande analogía con las crucíferas ; pero se diferencian por sus estambres que son casi siempre indefini- dos, y cuando son definidos, jamás son tetradynamos; y por sus se- millas arriñonadas. Familia XV — Cochlospérmeas Esta pequeña familia, propuesta por el señor Planchon, está for- mada por árboles o arbustos de hojas palmeadas Las flores son her- mafroditas. El cáliz consta de cuatro o cinco pétalos persistentes. La corola, de cinco pétalos anchos, membranosos e iguales. Los estam- bros son*indefinidos, con las anteras lineares de dehiscencia apici- lar. El ovario es súpero. El estilo es sencillo y el estigma simple. El fruto es una cápsula tri o cuadri o quinquelocular y polisperma. Se- millas campylitropas o subanátropas. El embrión está colocado en un albumen carnoso. | Las plantas de esta familia están agrupadas en dos géneros; son propias de los países intertropicales de ambos mundos, de donde se extienden a las, regiones vecinas de las zonas templadas. COCHLOSPERMUM Plantas propias de la América y del Asia ecuatorial : una sola per- tenece a la Flora colombiana, es la siguiente: C. hibiscoides —Conocido con el no nbre de flechero, en Cartage- na; poroporo, en Panamá ; bototo, en los llanos de San Martín. Esta especie se extiende desde el nivel del mar hasta los 300 metros de altura, en toda la región cálida de la América intertropical, desde Méjico hasta Bolivia. Es uno de los pocos árboles de la zona tórri- da que botan las hojas periódicamente. El zumo de las hojas recién cogidas se usa en Venezuela para curar la ictericia; la decocción de las flores, para preparar tisanas pectorales. C gossypium—De la India, deja escapar por las grietas del tron- co una goma blanca llamada /uteera, que se emplea en lugar de la alquitira. C. insigne—Del Brasil. Se usa como emoliente, especialmente para curar los abscesos ya principiados, y en general para las afec- 14 y . y Ñ e 7 > 2 210 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ - ciones producidas por golpes, por caídas o por otros accidentes de esta clase. El doctor Grosourdy piensa, con razón, que el €. hibiscoides se podía utilizar sin inconveniente alguno en los mismos casos que las especies anteriores, y que a la goma que secreta por Jas heridas hechas en el tronco, se le pueden dar las mismas aplicaciones que a la hu- teera de la India. AMOREUXIA La especie colombiana de este género, A. schiedeana, de Ibagué; se encuentra también en la región caliente de Méjico. | Esta familia se acerca mucho a las cistíneas, entre las cuales mu- chos botánicos, y entre ellos el doctor Lindley, han colocado el géne- ro cochlospermum ; pero el albumen harinoso en las cistíneas y Car- noso en las cochlospérmeas, basta para separar ambos grupos. Las cochlospérmeas se distinguen de las' bixáceas en que éstas carecen de los jugos lechosos o amarillos que salen de las incisiones practicadas en el tronco de las primeras. Además, en las bixáceas las anteras no se abren verdaderamente por el ápice ni tienen las semillas arriñonadas. ———— Familia XVI -— Bixáceas Son pequeños árboles o arbustos de hojas sencillas, alternas, a veces coriáceas y generalmente marcadas con puntos transparentes. Las flores son unisexuales dioicas o hermafroditas. El cáliz consta de cuatro a siete sépalos, ligeramente unidos en la base. La corola es nula, o consta de un número de pétalos igual al de los sépalos, y alternos con éstos. Los estambres, en número definido o inde- finido, están insertos, como la corola, al rededor de un disco anular que rara vez falta. El ovario es globoso, sésil o estipitado, con uno o con varios lóculos, que llevan de dos a cinco placentas parietales. El estilo es nulo o filiforme. Estigmas varios, más o menos distintos. El fruto es unilocular, ya carnoso e indehiscente, ya capsular y con tres a cinco valvas. Las semillas indefinidas están cubiertas por un tegu- mento carnoso y ariliforme ; el embrión homótropo y recto está si- tuado en el centro de un albumen carnoso y algo oleaginoso. Casi todas las bixáceas son naturales de las regiones más cálidas de Asia y de la América intertropica!. Dos o tresespecies son de Afri- e AN TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 211 ca, y una o dos de Nueva Zelandia. Las bixáceas de Colombia, casi todas son de la región caliente; unas pocas pertenecen a los climas templados; y una sola (X. ylosma spiculiferum) vive en la zona fría, a más de 2,700 metros sobre el nivel del mar. Esta familia, conforme la hemos considerádo, comprende unos 34 géneros agrupados en cinco tribus, a saber : TRIBU I—BIXEAS Se distinguen por tener el estilo sencillo y el fruto dehiscente. Los géneros principales son: _BIXA Son arbustos de hojas enteras y lustrosas, alternas y pecioladas. Las flores son hermafroditas, dispuestas en panojas terminales. El cáliz consta de cinco sépalos tuberculosos en la base, colorados y caedizos. La corola es pentapétala. Los estambres numerosos, insertos en varias series en el fondo del cáliz. Las anteras son biloculares y en forma de herradura, se abren por poros situados en medio de la curva. El ovario es sésil, unilocular y áspero. El estigma es algo bi- lobado. El fruto es una cápsula ova!, unilocular, bivalve y polysper- ma. Las semillas son ariladas, numerosas, rojas y dispuestas en dos series. | , B. orellana—Bija, achiote u onoto—Este arbusto, común en toda la América ecuatorial, desde el nivel del mar hasta los 1,200 metros de altura, tiene las semillas envueltas en un arilo viscoso, de natura- leza resinosa y de un magnífico color bermellón, conocido en el co- mercio con los nombres de achiote y de rocóu. Para obtenerlo se maceran las semillas en agua caliente, se hace pasar todo por un ta- miz y se recoge el agua, que arrastra consigo la materia colorante, la que, después de secada a la sombra, constituye el achiote del co- mercio, en la forma de panes o de cilindros de dos o tres onzas de peso cada uno. Bien preparado, el achiote tiene un color rojo bri- llante, es suave y como untuoso al tacto, tiene un ligero sabor astrin- gente y un olor animalizado poco agradable. El calórico lo ablanda y al fin arde despidiendo mucho humo. Es poco soluble en el agua; algo más en el alcohol, y mucho más en el éter y en las soluciones alcalinas, produciendo en ellas un brillante color amarillo dorado que se precipita sobre la seda y el algodón no aluminados. Tratada la solución por ácido sulfúrico, adquiere un color azul índigo, que 212 | CARLOS CUERVO MÁRQUEZ o A E AA AAA” cambia en verde y luégo en vivlado; pero el aceite es el mejor disol- vente del achiote. El uso general que se hace de este producto es para dar color a la comida, a la que comunica un sabor agradable; facilita tam- bién la digestión. En índas las lecherías de Inglaterra y en muchas de Holanda y de Francia se usa para dar color a la mantequilla y a los quesos. Los indios lo empleaban para pintarse el cuerpo, no sólo con el objeto de embellecerse, según su gusto, sino también para preservarse de las picaduras de los mosquitos. Los antiguos mejica- nos y peruanos se servían del achiote para teñir sus telas de algo- dón; parece que su cultivo remonta a una época anterior a la con- quista. | Se dice que el achiote es el mejor antídoto del veneno de la yuca brava. Por las incisiones practicadas en el tronco deja escapar una goma muy semejante a la arábiga, en cuyo lugar se puede emplear en las bebidas emolientes. La decocción de las hojas se usa en gár- -garas para calmar las inflamaciones de la boca; y las hojas aplica- das sobre la cabeza para curar las jaquecas. El achiote se considera como antidisentérico, y sirve también para curar las quemaduras. Las semillas son, según el doctor Martínez, astringentes y febrí- fugas. B. sphaerocarpa —Achiote simarrón—De la hoya del Meta, a los hoo metros sobre el nivel del mar. Esta especie, que no está cultiva- da, es muy semejante a la anterior. Como perteneciente a esta tribu es digna de citarse la siguiente especie colombiana : . Mayna laurina—Carbonero, de Panamá, Muzo, etc. DENDROSTYLIS Las especies principales de este género, establecido por Karsten y Triana en 1854, son: D. suaveolens—Madroñito. Del valle del Magdalena, entre 309 y 800 metros sobre el nivel del mar, en Anapoima, Girardot, etc. D. apeibaefolia—Papaya de gallinazo. De Rivhacha. D. grandifolia—Manzana de Venado. De Santamarta, Carlage- na, Valledupar, etc. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 23 TRIBU II—PROCKEAS Tienen el estilo sencillo y el fruto indehiscente. Los géneros principales son : PROCKIA Son arbustos de hojas alternas muy enteras o dentadas, acompa- ñadas de estípulas peciolares caducas. Este género, que algunos autores, entre ellos el señor Triana, colocan en la familia de las tiliáceas, está compuesto de especies per- tenecientes a las islas de Mauricio y a la América intertropical. Los principales son : P. crucis —Común en las Antillas, en Cartagena, en el Istmo de Panamá, etc. Suministra una madera útil. P. morifolia—Huesito —Cerca de Sátiva, a los 2,000 metros de altura sobre el nivel de mar. LAETIA Son arbustos muy ramosos, de la América ecuatorial. Las hojas son alternas y con dos estípulas caducas. Las flores son blancas o amarillas, dispuestas en racimos terminales o axilares. Las especies principales son : £L. apetala—Este arbusto, común en las Antillas, en donde es conocido con el nombre de GuacacÍ, abunda en los bosques de Car- tagena y de las bocas del río Magdalena. De las incisiones practica- das en el tronco fluye un bálsamo resino-aromático, de color y con- sistencia del aceite de copaiba, que al contacto del aire se solidifica, se vuelve blanco y semejante al Sandaraque ; es purgante y entra en la composición de algunos remedios depurativos. La corteza y las hojas pulverizadas sirven para curar las úlceras. La madera es de buena calidad. L. guazumafolia y L. thamnia—Tienen la misma área de dis- persión que la especie anterior, y son úales por la buena madera que suministran. Los otros géneros importantes de esta tribu son : BANARA B. ibaguensis—Huesito— De la Hoya del Magdalena, entre 300 y 1,500 metros sobre el nivel del mar. 214 - CARLOS CUERVO MÁRQUEZ B. ulmifolia— Cadenillo—De Fusagasugá, Sonsón, Popayán, etc., a los 1,000 metros sobre el nivel del mar. TRIBU III — FLACOURTIEAS Tienen varios estilos o estigmas y el fruto es suculento. Los géneros principales son : XYLOSMA Comprende árboles o arbustos de hojas aovadas enteras y den- tadas. Las flores son dioicas o poligamas. El cáliz consta de cuatro sépalos. La corola es nula. Los estambres son indefinidos, con las an- teras globosas y dehiscentes por el ápice. Este género cuenta en la Flora Colombiana unas nueve espe- cies ; las más importantes son : X. spiculiferum—Espino de Cabra o Corono—EÉsta es la especie de las Bixáceas que vive a mayor altura, en las cercanías de Bogo- tá, a más de 2,700 metros sobre el nivel del mar. Convenientemente dirigido y mezclado con otros espinos salvajes (espino blanco, du- rantha mutissi, etc.), podría utilizarse con ventaja para cercar los campos. X. prunifolium —Cacho de Venado. Común en los valles del Cauca y del Magdalena, entre 800 y 1,400 metros sobre el nivel del mar. X. seemani—Del Istmo de Panamá, etc. TRIBU IV —KIGGELLARIEAS Se distinguen por tener varios estilos y el fruto dehiscente. Los géneros principales son: Xiggellaria y Erttrospermum, que care- cen de importancia. TRIBU Y — PATRÍCIEAS Se distinguen por tener las flores hermafroditas. El ovario es unilocular, con tres a cinco placentas parietales. El fruto es una baya, con tres a cinco valvas polispermas. El género principal es RYANIA Arbustos de hojas cortamente pecioladas y oblongas. El cáliz consta de cinco sépalos de estivación quincuencial, hecho que carac-. teriza las especies de este género. TRATADO ELEMENTAL DE-BOTÁNICA 215 Cuenta en nuestra flora dos especies : R. tomentosa, de los Llanos de San Martín. R. chocoensis, de las costas del Océano Pacífico. Esta tribu tiene mucha analogía con las pasifloras, entre las. cuales la colocan el doctor Lindley, Endlicher y otros botánicos. . Pocas familias del sistema natural tienen una clasificación tan embrollada como la de las Bixáceas. En efecto, no hay dos autores que estén de acuerdo en este punto; mientras unos le dan una gran- de extensión haciéndola abarcar tres o cuatro familias más (Samí- deas, Homalíneas, Pangiáceas, etc.), otros las reducen hasta quitarle la tribu de las patricias. En cuanto a la clasificación de los órdenes y de los géneros, reina la misma confusión. Nosotros hemos segul- do, respecto de las cuatro primeras tribus, la clasificación del doc- tor Lindley, que es la más sencilla y la más natural; y respecto de la quinta tribu hemos seguido a Kunth y a De Candolle. Como se comprende, la familia de las bixáceas, conforme la he- mos estudiado, se acerca mucho a varias familias, entre ellas a las tiliáceas, con las cuales estaban reunidos al principio varios de sus géneros, pero se las distingue con facilidad por carecer de estípulas, por la placentación parietal y por las semillas ariladas. Familia XVII — Samidáceas Arboles o arbustos de hojas alternas, a menudo dísticas, enteras o dentadas, provistas de estípulas y algo pilosas. La inflorescen- cia es en pedúnculos axilares, solitarios o numerosos. El cáliz cons- ta de cuatro o cinco sépalos, más o menos unidos en la base, de esti- vación imbricada o completamente valvar. La corola es nula. Los estambres se levantan del tubo del cáliz y son dos, tres o cuatro ve- ces más numerosos que los sépalos. Todos los filamentos llevan an- teras, o son, alternativamente, unos más largos que otros ; entonces los más cortos son ciliados y sin anteras, y los más largos llevan anteras biloculares. El oyario es unilocular. El estilo simple y el es- tigma capitado. El fruto es una cápsula coriácea, unilocular, con tres o cinco valvas. Las semillas numerosas están fijas a las valvas sin orden alguno, están provistas de un arilo carnoso y de un albu- men oleaginoso O carnoso. AM A A ET EA 216 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Esta familia consta de unas ochenta especies, agrupadas en cin- co géneros; la mayor parte pertenecen a la América intertropical. Muy pocas son del antiguo Continente. Las especies de Colombia son todas de la región caliente : unas pocas se AR hasta la tem- plada. Muchas tienen las hojas y la corteza ligeramente astros otras son diaforéticas y otras obran como purgantes. Los géneros principales son : CASEARIA Arboles o arbustos de hojas alternas, enteras, provistas de estí- pulas peciolares. La flores son axilares, algunas veces son solitarias o dispuestas en umbelas, rara vez en corimbos. El fruto es una cáp- sula coriácea, unilocular, con tres, rara vez con cuatro valvas. Las especies de este género, casi en su totalida1, pertenecen a la América ecuatorial. Nuestra Flora cuenta unas veinte, de las cua- les algunas son también de las Antillas y del Brasil. C. ulmifolva—Marmoleiro—Del Brasil. Se considera como uno de los mejores antídotos para la mordedura de las culebras, aun las más venenosas. G. corymbosa—Dondequiera, en Guaduas—Saúco, en La Mesa. Común en toda la región caliente, desde el nivel del mar hasta 1,400 metros de altura; en toda la hoya del Magdalena, desde la costa hasta La Plata. Las flores de este árbol se usan como sudoríficas, a la manera de las del saúco; aplicadas exteriormente se conside- ran como resolutivas. C. siziphoides—Yerba del Pollo, en la hoya del Meta, a 300 me- tros sobre el nivel del mar. CG. grandiflora—Esta especie es común a los Llanos de San Mar- tín, a la hoya del Magdalena y al Brasil. | C. mariquitensis—Dondequiera, de Mariquita, a los fno metros sobre el nivel del mar. Familia XVIlI—Pangiaceas Son árboles de hojas enteras, o algo lobadas, alternas y levanta- das. Las flores son dioicas, axilares, solitarias o fasciculares. El cáliz consta de cinco sépalos, rara vez de menos. La corola consta de Ps il RN a A . ” AS A y É e Xx TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 217 cinco o de seis pétalos, y tiene, opuestas a los pétalos, un númere igual de escamas. En las flores masculinas los estambres son en nú- mero d+ cinco, o indefinidos y sin rudimento de ovario. En las flo- res femeninas existen tantos estambres estériles como pétalos. El ovario es libre, unilocular y con dos a seis placentas parietales. El fruto es una cápsula suculenta, indehiscente y unilocular. Las semt- llas son numerosas, grandes, con un abundante albumen oleaginoso. El embrión casi tan grande como el albumen. Las especies de esta familia, en número de cuatro, son propias de las partes más cálidas de la India y de Java. Todas son plantas venenosas y muy importantes por las enérgicas propiedades que po- seen; una de ellas ha adquirido gran celebridad en estos últimos años por las raras virtudes que se le atribuyen para curar la ele- fancla. Esta familia consta de tres géneros, que son: PANGIUM Este género cuenta una sola especie : P. Edule—Pangi—Natural de Java. Es un árbol de hojas alter- nas y estipuladas, más o menos enteras y a veces trilobadas. Todas las partes de este árbol se consideran como antihelmínte cas. La corteza, las hojas, el fruto y las semillas son narcóticos pode- rosos; en el hombre producen sueño, náuseas, dolor de cabeza y una especie de demencia que puede terminar con la muerte. Para el ganado es casi siempre mortal. Toda la planta se usa para envene- nar peces. GINOCARDIA Este género, como el anterior, cuenta una sola especie, que es la siguiente : 1 C. Odorata —Chaulmugra. Es un árbol frondoso y muy ramoso, de corteza uniforme y cenicienta. Las hojas son alternas, enteras, largas y acabadas bruscamente en punta. La cara superior es brt- llante. La inflorescencia es axilar y fasciculada. Las flores sou dioicas. La Chaulmugra crece en varias partes de la India, en las regio- nes altas. Las semillas contienen una gran cantidad de aceite, muy em- pleado en la India para curar toda clase de enfermedades cutáneas. En estos últimos años el aceite de Chaulmugra ha tenido una in- mensa importancia, por haberlo preconizado como el único remedia 218 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ para curar la elefancía; y bajo este respecto ha sido objeto de se- rios estudios por parte de las corporaciones médicas más respeta- bles de todos los países del mundo. A pesar de los casos de curación que refieren los profesores Young, de Florencia, Hyde, de Nebraska, etc., parece que la Chaui- mugra no cura definitivamente la elefancía, pero que sí mejora en mucho la condición del enfermo, principalmente cuando hay ulce- ración de los tumores; tal es la opinión de una de nuestras notabi- lidades científicas, el Dr. N. Osorio, quien ha hecho sobre el parti- cular experimentos detenidos. El aceite de Chaulmugra legítimo tiene un color pálido de vino Jerez, es muy denso, pues tiene una gravedad especifica de 0,900. Su composición química es la siguiente: ácido ginocárdico, 11.7; ácido pálmico, 63; ácido hipogeico, 4; ácido cocínico, 2 3. Además se usa en todas las enfermedades de la piel, en las escrófulas, el reu- matismo, las neuralgias, etc. — Familia XIX—Resedaceas Plantas herbáceas o subfrutescentes, de hojas alternas, enteras o divididas, y con pequeñas glándulas en lugar de estípulas. Las flo- res están dispuestas en espigas terminales. El cáliz consta de cuatro a seis sépalos. La corola consta del mismo número de pétalos alter- nos con los sépalos; cada uno consta de dos partes: una inferior en- tera y la otra superior dividida en varias franjas. Los estambres, en número indefinido, son libres, con anteras biloculares de dehiscencia longitudinal ; están situados en el centro de un disco hipogino. El ovario es trilobado, unilocular y con muchas semillas dispuestas en tres o seis placentas parietales. Tiene tres estigmas sentados y glan- dulosos. El fruto es rara vez carnoso; generalmente es una cápsula más o menos prolongada, seca y membranosa, trilocular y que se abre naturalmente por el ápice. Las semilias son casi siempre reni- formes, y tienen el embrión en forma de herradura y desprovistas de albumen. Casi la totalidad de las especies de esta familia pertenece a la re- gión mediterránea de Europa y de Asia. Unas pccas son del Cabo y otras de California. Componen la familia de las resedáceas cuarenta y una especies, agrupadas en seis géneros ; el principal es el siguiente: TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 2109 RESEDA Este género se distingue por tener los carpelos en número de tres a seis soldados, en un ovario unilocular. El fruto es una cápsula con tres o seis ángulos, multiseminada. Las especies principales son : R. odorata—Reseda. Esta planta, natural de Egipto, se cultiva hoy universalmente por el suave perfume de sus flores, que la colo- can entre las plantas más fragantes. En otro tiempo se consideraba como sedativa, de donde viene el nombre de reseda. R. luteola—Gualda. Esta especie, natural del mediodía de Euro- pa, se cultiva mucho por sus aplicaciones industriales. La decocción se emplea para teñir de amarillo y de verde; con ella se prepara tam- bién una laca de color amarillo muy sólido, que se emplea en la pin- tura. Mr. Chevreuil, que aisló la materia colorante, contenida prin- cipaJmente en las hojas y bordes superiores, le dio el nombre de lu- tevlina. Es una sustancia sólida, cristalizada en forma acicular, poco soluble en el agua, muy soluble en el alcohol y en el éter, y que se sublima por el calor sin descomponerse. Esta familia tiene una grande analogía con las caparídeas, entre las cuales estaba antes colocado el género reseda, que ha- venido a ser el tipo de la familia. Familia XX—Cistáceas Arbustos o plantas herbáceas, de hojas opuestas, enteras y algu- nas veces provistas de estípulas. Las flores son axilares o terminales. El cáliz consta de tres a cinco sépalos, iguales o desiguales. La co- rola se compone de cinco pétalos, rara vez de tres, arrugados, cadu- cos y de estivación contorneada, como la del cáliz, pero en sentido inverso a la de éste. Estambres numerosos con las anteras bilocula- res. El ovario es libre, globoso, rara vez unilocular, generalmente con cinco o diez”lóculos, que encierran varios óvulos ortótropos. El estigma y el estilo son sencillos. El fruto es una cápsula globosa, en- cerrada en el cáliz, que es persistente; rara vez es unilocular; casi siempre tiene tres, cinco o diez lóculos que se abren en cinco o en diez valvas, cada una de las cuales lleva en su cara interna la pla- centa correspondiente. Semillas numerosas en cada lóculo, con el embrión invertido, espiral o encorvado en medio de un albumen cartilaginoso o harináceo. 220 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Las plantas de esta familia pertenecen a la región mediterránea de Europa y de Africa. Son muy escasas en Asia y en Norteaméri- ca, y faltan en la flora suramericana. No tienen propiedades marca- das, y sólo algunas se distinguen por producir una sustancia bálsa- mo- resinosa que tiene algunas aplicaciones. Como el Cistus creticus, que produce el lábdano, muy usado antes como emenagogo y esli- mulante. Hoy es poco empleado en medicina. Familia XXI—Violáceas Plantas herbáceas, arbustos y hasta árboles de hojas alternas u opuestas, enteras o dentadas y acompañadas de estípulas persistentes. Las flores son axilares. El cáliz consta de cinco sépalos iguales o des- iguales, generalmente alargados en la base y de estivación imbricada. La corola consta de cinco pétalos alternos con los sépalos, iguales o desiguales; entonces el inferior es más grande y la base la tiene pro- longada en espolón. Los estambres, en número de cinco, son sésiles, generalmente desiguales y alternos con los pétalos, están insertos so- bre un disco hipogino. Los dos que se hallan situados al lado del pé- talo inferior, presentan un apéndice en forma de cuerno. El ovario es globoso y unilocular. El estilo es sencillo, y el estigma algo lateral, ofrece una fosita semicircular. El fruto es una cápsula unilocular que se abre en tres valvas; cada una lleva una placenta en el centro de la cara interna. Las semillas son numerosas ; contienen un embrión homótropo en el eje de un albumen carnoso. Esta familia tiene una área de dispersión muy considerable en Europa, en América y en Africa; la flora asiática cuenta relativa- mente pocas especies, y la flora malaya un solo género. La Flora colombiana cuenta unas veinte especies, pertenecientes a seis géne- ros, de los cuales uno solo, el género vz»/a, vive en la región fría; las especies de los otros géneros, con excepción del guchunchullo, pertenecen a la región cálida y templada. La propiedad característica de las plantas de esta familia, es te- ner la raíz más o menos emética, propiedad fuertemente desarrolla- da en las especies suramericanas y mucho más débil en las europeas. Muchas se usan en las enfermedades cutáneas. Las violáceas comprenden unas trescientas especies, agrupadas en Once géneros. Los principales son: , TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 221 VIOLA Plantas herbáceas, muy rara vez subfrutescentes, de hojas alter- nas, pe ioladas y de forma muy variada, de estípulas persistentes. Las flores irregulares, solitarias, en pedúnculos axilares. Las especies de este género abundan en la región templada del hemisferio bor=al, son más escasas en el austral y en los trópicos. Las especirs colombianas son todas de la region fría; unas pocas descienden a la templada hasta 1,870 metros sobre el nivel del mar. Todas tienen la raíz más o menos emética. Las flores son más o menos sudoríficas, y algunas se cultivan con esmero ea los jardines. Las especies principales son : V. odorata—Violeta. Esta planta, natural de Europa, se cultiva en todo el mundo por el exquisito aroma que exhalan sus flores; y per buscar siempre los parajes retirados y sombríos, se ha tomado como el emblema del eandor y de la modestia. La raíz tiene ligeras propiedades eméticas y purgantes. Las flores forman parte de las lla- mades flores cordiales, y se usan como dulcificantes y sudoríficas ; también se administran para los niños, como laxante, en dosis pe- queñas. Los romanos las empleaban en la preparación de un vino muy estimado. Algunos autores las consideran como anodinas ; pro- ducen, en efecto, languidez y desvanecimientos en los individuos de cierta constitución, y han llegado hasta ocasionar ataques de apople- jía cuando se duerme en aposentos embalsamados con su aroma. La tintura acuosa es muy usada en química como reactivo. Los áci- des la vurlven roja y los álcalis verde. Las semillas tienen también propiedades laxantes. V. prunellaefolia—Nioleta. Esta especie, que se distingue por sus hojas acorazonadas y por sus flores blancas con el fondo violado ; es natural de la región fría de Colombia; abunda entre 2,500 y 3,800 metros sobre el nivel mar, en Bogotá, Tunja, Pamplona, Ocaña, etc. Aunque privada de aromas, esta especie tiene las mismas propieda- des medicinales de la violeta europea, y se usa en su lugar, especial- mente como laxante, demulcente y sudorífica. V. tricolor—Pensamiento, trinitaria. Esta especie, cultivada con profusión en los jardines, es natural de Europa y de Siberia. La varie- + dad gracilescens crece espontáneamente en el Quindío, en Túquerres y en Pasto; sin embargo, el señor Triana cree quees introducida. po, Y AA AA e k EA y 7 209) CARLOS CUERVO MÁRQUEZ La raíz y la hojas son algo estimulantes. En otro tiempo se conside- raban como muy eficaces para curar las enfermedades cutáneas, y todavía se emplea en Italia para curar la tiña. Cuando se machacan las hojas despiden un olor semejante al de las almendras de duraz-" no, de donde se ha supuesto que contienen ácido prúsico. JONIDIUM Plantas herbáceas, rara vez subfrutescentes, de hojas opuestas, enteras, aserradas o multipartidas, con estípulas laterales. Flores axi- lares o terminales. El cáliz consta de cinco sépalos profundamente partidos y desiguales. La corola tiene cinco pétalos insertos en el fondo del cáliz, el posterior muy grande y unguiculado. Estambres cinco, alternos con los pétalos, con las anteras introrsas y dilatadas en el ápice. El ovario es unilocular. Estilo terminal, encorvado. Es- tigma sublateral. Las especies de este género son todas intertropicales; la mayor parte son de América y unas pocas de la India. En la Flora colom- biana cuenta unas cuatro especies, las cuales, exceptuando el guchun- chullo, son propias de la región cálida, y no pasan de los 55o me- tros sobre el nivel del mar. Este género cuenta especies muy notables por sus. propiedades eméticas, y por la fama de que gozan entre el vulgo para combatir las enfermedades cutáneas y hasta para curar la elefancía. Las más notables son : * [, parvifloram—Guchunchullo, Teatina. Común en las cordilleras de Bogotá, de Pasto y de Túquerres; entré 2,300 y 3,200 metros so- bre el nivel del mar. Esta planta ha gozado de una gran reputación entre el vulgo para curar las enfermedades cutáneas y hasta la ele- fancía ; reputación que se ha extendido desde Méjico y las Antillas hasta el Perú. Parece evidente que en ciertos casos llega a contener ciertos resultados alarmantes, como la ulceración, etc., pero jamás puede curar la terrible enfermedad. La raíz, como las de otras espe- cies de este género, tiene poderosas propiedades eméticas y purgati- vas. En varias partes la mezclan con la ipecacuana gris ; se dice que los animales buscan esta planta, no como alimento, sino con el fin de purgarse. Las flores poseen propiedades idénticas a las de la vio- leta europea, y se pueden usar como éstas, para preparar tisanas pec- torales. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 223 : ; J. ripariam—Ipecacuana. Esta especie, conocida también con el equivocado nombre de viola ipecacuana, parece tener una área de dispersión muy extensa, pues los ejemplares recogidos en el Brasil, en Guayana, en el Perú, responden todos al jonidium riparium de Humboldt, de la Angostura de Carare, sobre el río Magdalena a 235 metros sobre el nivel del mar. Común también en Ibagué, Santamar- ta, Panamá, etc. Las ralces de esta especie son conocidas con el nombre de ipeca- cuana blanca; tiene propiedades eméticas idénticas a las de la ver- dadera ipecacuana, en cuyo lugar se usan mucho en el Brasil y en otras partes, y sirven también para falsificarla. En Pernambuco la consideran como el mejor remedio para la disenteria. Propiedades análogas tienen otras especies del Brasil, de Méjico y de Colombia ; todas más o menos afines. Las propiedades eméticas y purgantes que caracterizan la raíz de las violáceas se deben a la presencia de un principio propic lla-. mado violazína, muy semejante a la emetína. Un hecho notable es que casi todas las especies de los géneros pertenecientes a la sección de las violeas, se consideran en los países en donde viven, en Euro- pa como en América, como un magnífico remedio para las enferme- dades cutáneas; hecho tanto más sorprendente cuanto que en algu- nas especies, principalmente americanas, las afinidades botánicas no están al alcance del vulgo, de manera que éste no ha podido tener en cuenta las analogías de familia para discernir tales propiedades a la viola tricolor, de Europa ; a la viola canina, de Europa; al guchun- chullo, de Colombia ; a la anchietea salutaris, del Brasil, etc. ALSODEIA Arboles o arbustos de hojas alternas y opuestas, cortamente pe- cioladas, y con estípulas laterales caducas. La inflorescencia es axi- lar o terminal. Este género cuenta sólo con plantas tropicales. En la Flora co- lombiana existen unas siete especies, pertenecientes todas a las re- giones cálidas. A. cuspa— Del Brasil. Tiene la corteza y las hojas amargas y as- tringentes, y se usa como febrifugo. A. ulmufolia— De la hoya del Magdalena, Mariquita, Ocaña, etc. 224 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ de: Entre las especies arbóreas colombianas debe mencionarse el Co- rynostilis cartagenenstis, hermoso arbusto de grandes flores blancas, propio de los bosques de Cartagena. Las violáceas se distinguen por sus estambres definidos, de fila- mentos cortus, de anteras introrsas con el conectivo dilatado. Apar- te de estos caracteres se distinguen de las cistáceas por los óvulos anátropos. De las Droseráceas se distinguen por tener éstas las hojas circinadas y sin estípulas y numerosos estilos. De las Pasionarias, a las que se acercan por el género Corynostilis, se distinguen, sobre todo, por los pétalos adherentes al tubo del cáliz, y por el ovario Jargamente estipitado. Familia XXII—Droseráceas Son delicadas plantas herbáceas de hojas alternas provistas de pelos glandulosos, y de prefoliación circinada. Cáliz gamosépalo con zinco divisiones profundas, persistentes, iguales y de estivación im- bricada. La corola tiene cinco pétalos imbricados y planos. Los es- tambres, en número de cinco, de diez o de veinte, alternan con los pétalos. El ovario tiene generalmente un solo lóculo, a veces los tro- lospermas se dilatan, se unen en el centro del ovario y lo convier- ten en bioen trilocular. Los estigmas, en número igual al de los trofospermas, son sésiles y radiados, o se apoyan sobre otros tantos estilos. El fruto es una cápsula de uno o de varios lóculos que se abre sólo por su mitad superior en tres, cuatro o ciuco valvas, cada una de las cuales lleva un trofosperma en el centro de su cara interna. Las semillas están con frecuencia envueltas en un arilo compuesto de tejido celular lacio. Estas plantas habitan los lugares pantanosos de todo el mundo, Esta pequeña familia comprende unas setenta especies agrupa- das en seis géneros. Los principales son: DROSERA Son plantas de las regiones pantanosas, de hojas radicales, pro- vistas de pelos glandulosos irritables. Las flores son pequeñas, blan- sas y dispuestas en racimos laterales. ES cd dd L - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 225 El nombre de drosera, dado por Linneo a este género, se deriva del griego drosos, rocio, por alusión al jugo que secretan los pelos glandulosos del borde de las hojas, el que recogían cuidadosamente los antiguos alquimistas, dándole el nombre de rossolís o rocío del sol. | Las droseras son algo ácidas, ligeramente acres y, según algu- _'nos, venenosas para el ganado. Muchas podrían ser utilizadas en la tintorería. La D. gigantea, de los Estados Unidos, entre otras, pro- duce un magnífico color de púrpura; tratada por el amoníaco, da un brillante amarillo pálido. D. rotundifolia—Kosolis — De Europa. Es acre, cáustica y vene- mosa para los carneros, lo mismo yue la D. comunis del Brasil. Su infusión se usa contra el asma, la tos inveterada y las úlceras del pulmón. DIONAEA Este género comprende una sola especie; a saber : D. muscipula— Atrapamoscas—Esta planta curiosa, que Darwin coloca entre las plantas carnívoras, crece en los terrenos pantanosos - de la América septentrional. Es una planta herbácea cuyas hojas radicales, dispuestas en ro- setón, se extienden sobre la superficie del suelo; constan de dos par- tes: una alargada, que puede considerarse como el pecíolo, y la otra ensanchada, casi circular, formada por dos láminas unidas por el «nervio mediano a manera de charnela, cuyo borde está provisto de - pelos duros y largos. En la cara superior de las dos láminas existen «varias glándulas que exudan un licor viscoso que atrae los insectos. Si alguno llega a posarse sobre ellas, los dos semilimbos se endere- zan sobre la nevadura como sobre un gozne, y, cruzando los pelos de los bordes, sujetan al insecto, el cual, al agitarse con la prisión, aumenta la irritabilidad de la planta, que cierra sus limbos de tal modo, que no se pueden apartar sin emplear la violencia. Cuan- do con la muerte del animal cesan los movimientos, vuelve la hoja espontáneamente a tomar su posición natural. De aquí le viene el aombre de atrapamoscas. IS 226 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Familia XXIII—Polygaláceas Plantas herbáceas o arbustos de hojas alternas, sencillas y ente-- ras. Las flores son axilares y solitarias, o dispuestas en forma de es- pigas. El cáliz consta de cuatro o de ciaco sépalos imbricados antes de la expansión de la flor, des de los cuales, a vaces los más interio- res, son petalóideos. La corola consta de dos a cinco pétalos distintos- o reunidos por medio de Jos filamentos de los estambres, que forman * un tubo partido de un lado. Los pétalos son desiguales; el que ocu- pa la parte anterior es más grande y hace el papel de la quilla de las papilonáceas ; es sencillo o trilobado, y con frecuencia está pro- visto de crestas o de apéndices. Los estambres son generalmente en número de ocho, monadelfos; en la parte superior se divide el an- droforo en dos fslanges, cada una con cuatro anteras biloculares o uniloculares y dehiscentes por el ápice; rara vez los estambres son libres y en número de dos a cuatro. El ovario está con frecuencia acompañado en su base de un disco hipogino y unilateral ; es uni o bilocular; cada lóculo contiene uno o dos óvulos pendientes y aná- tropos. El estilo es largo y el estigma gs ancho, bilobado o unilate- ral. El fruto es una cápsula bilocular y monosperma, o una drupa unilocular, monosperma e indehiscente. Las semillas son colgantes y están generalmente acompañadas de un arilo de forma variada. El embrión está situado en un albumen carnoso, que a veces falta. Esta familia tiene representantes en las cinco partes del mundo. Muchos géneros están limitados a un solo país, mientras que otros se encuentran a la vez en el Brasil y en Australia, o en la Guayana. y en la Suiza. Los géneros monnina y kramería comprenden sola- mente especies suramericanas. La Flora de Colombia cuenta cuarénta especies pertenecientes a cinco géneros, de las cuales algunas, como las kramerias, viven en las regiones de clima más ardiente, en tanto que las monninas se ele- van hasta 3,000 metros sobre el nivel del mar. Tan variadas como su estructura, son las propiedades generales de las polygaláceas. La mayor parte tienen las raíces lechosas y son amargas. Otras son estimulantes, algunas diaforéticas, y otras se dis- tinguen por sus propiedades eméticas y purgantes. Esta familia comprende unas quinientas especies agrupadas en. diecinueve géneros. Los principales son: TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 92 7 POLYGALA Son hierbas o arbustos de hojas alternas, rara vez opuestas, y en- teras. La inflorescencia es muy variada. Este género está representado en Europa, en América, en Asia y en Africa, independientemente del clima y de la latitud. Las espe- cies colombianas viven unas en las llanuras ardientes, y otras se ele- van hasta 2,600 metros sobre el nivel del mar. Las principales especies son: P. senega—Propia de la América del Norte; tiene propiedades eméticas, purgantes y divréticas muy pronunciadas, debilas a la pre- sencia de un principio propio llamado seneguina o polygalina. La raíz es algo ácida y acre, y se emplea en pequeñas dosis como su- dorífico y expectorante, y en cantidad mayor como emético y catár- tico. Se usa en los casos de pneumonía, asma, reumatismos crónicos y en ciertas enfermedades uterinas, como amenorrea, etc. En los Esta- dos Unidos la usan también contra la mordedura de la serpiente de cascabel. Propiedades semejantes poseen las P. sanguínea y purpú- rea, de los Estados Unidos; la P. chamaeboxus, de Europa ; la ser- pentaria, del Cabo; la P. crotalarioides, del Himalaya, etc. P. paniculata—Chinchimaní, de Antioquia. Común en todas las regiones calientes y templadas husta los 2,200 metros sobre el nivel del mar. Tiene propiedades muy semejantes a las de la sene- ga, y puede emplearse en los mismos casos que ésta. También se considera como un buen antídoto del veneno de las serpientes, y se observa que la dificultad en la respiración, que se nota en tales casos, disminuye notablemente por la acción de las polygalas. P. trichosperma— Común en el valle del Magdalena hasta 1,300 melros sobre el nivel del mar. En las Antillas, en Méjico y en gran parte del continente. Tiene las raíces emélicas. P. variabilis— Tomillo blanco, de las Antillas. Se encuentra tam- bién en Santamarta. La raíz es aromática y algo acre; tiene propie- dades semejantes a la senega. Se usa principalmente como expecto- rante para curar la hidropesía del pecho y las laringitis. P. asperuloides—Hierba de la Virgen. De Bogotá, del Quindío, etc., a los 2,600 metros sobre el nivel del mar. Tiene la raíz algo emética. El jugo de los cogollus flyreados se usa para curar las en- fermedades de los ojos. 228 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ SECURIDACA Arbustos sarmentosos, de hojas alternas muy enteras, coriáceas y con las venas muy pronunciadas en ambas caras. Las flores, irre- gulares, son rosados o blancas, dispuestas en racimas o en espigas axilares o terminales. leo Son plantas de las regiones tropicales. Las especies colombianas viven en las florestas de la región caliente, hasta 1,600 metros sobre el nivel del mar. Las principales son : S. volubilis—Del valle del Magdalena, Pandi, Valledupar, etc. S. corymbosa—Fusagasugá. Notable por sus racimos acorym- bados. | S. goudotana—De Ibagué, etc. etc. Las raíces de varias especies de este género tienen propiedades eméticas y pectorales, pero en un grado muy inferior a las que po- seen las polygalas. MONNINA Hierbas, arbustos o arbolilos de hojas enteras, simples, de pecío- lo articulado en la base, sin estípulas. La inflorescencia es en espigas terminales o axilares. Las flores irregulares son azules o violáceas. Este género comprende especies suramericanas. La Flora colom- biana cuenta unas dieciocho, todas pertenecientes a la región tem- plada, de los 1,000 metros para arriba ; algunas, como el tintillo, wi- ven en la región fría y se elevan hásta los 3,000 metros sobre el ni- vel del mar. Las especies principales son: M. polystachia—Hibila, en el Perú. Del Perú, de los Andes de Pasto y Túquerres, a los 2,500 metros sobre el nivel del mar. Tiene la ralz amarga y astringente, y se emplea para combatir las diarreas irritantes y la disenteria. De la corteza machacada se hacen unas bo- las que se usan en el Perú en lugar del jabón, para lavar ropa, etc., y también para dar belleza al cabello y combatir la calvicie, propie- dades que debe a la presencia de la saponina, que Le Boeuf ha en- contrado en ella; dato que, entre otros, indica la relación que existe entre las polygaláceas y las sapindáceas. Se usa también para limpiar objetos de plata, etc. "mo - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 229 M. rupestris—Tintillo, en Bogotá. Común en los Andes de Bogo- tá y del Quindío, a 2,700 metros sobre el nivel del mar; en Ocaña a 1,650 metros, etc. M. estuans— Tinto, en Bogotá. Común en Bogotá, en Pasto, etc., a 2,500 metros sobre el nivel del mar. Estas dos especies son astrin- gentes y se usan en infusión con otras plantas para curar la diarrea del ganado. -M. obtusifolia —Ibilán, de Túquerres, a 3,000 metros. M. angustata—Rustica, de Antioquia y del Quindío, a 2,000 me- tros sobre el mar. M. parviflora—Serbatana. Del Quindío, a 2,300 metros. KRAMERIA Son arbustos de muchos tallos difusos, inermes o espinosos, de hojas alternas, muy enteras y estipuladas. Las flores están dispues- tas en racimos espiciformes y sencillos. Este género comprende plantas anómalas propias de las regiones templadas de la América del Sur. Casi todas son conocidas con el nombre de ratania, y tienen propiedades astringentes muy poderosas. Son muy importantes y muy usadas en medicina. La Flora colom- biana cuenta cuatro especies, que viven en la región cálida en los te- rrenos secos y descubiertos. Las especies principales del género son : Kr. ixina—Ratania. Común en las Antillas, en las regiones ar- dientes de Venezuela y de Colombia, en Mariquita, en el valle del Magdalena, etc., hasta los joo metros sobre el nivel del mar. La raíz constituye un astringente poderoso. El tallo y las hojas, aplicados en la boca, producen una sensación extraña acompañada de un fuer- te fruncimiento. La corteza es la parte más activa de la raíz; sin em- bargo, la: parte leñosa contiene también bastante cantidad de princi- pio astringente. Es una de las pocas sustancias que no han decaído en su reputación desde su introducción en la medicina; antes, al con- trario, su uso se extiende cada día más. Se emplea con ventaja como hemostálico, tanto interior como exteriormente. Se usa también con- tra las diarreas crónicas, las purgaciones, el relajamiento de las mem- branas mucosas, las úlceras atónicas, las edemas crónicas, etc. El polvo, mezclado con carbón, es muy bueno para limpiar la dentadu- ra. La infusión tiene un culor rojo de sangre, y se usa para adulte- rar el vino de Oporto. 1280 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Las propiedades de la ratania las debe a la presencia de un áci- do especial llamado ácido kramerico, al ácido tánico, que contiene en cantidad igual a la mitad de su peso, y al ácido agállico, que tie- ne en menores proporciones. Para recoger la raíz se inunda primero el terreno, con el objeto de poderla arrancar con facilidad. | K trrandra—Ratania. Del Perú y del Brasil. K. espartioiwdes—Estancadera. De las regiones ardientes de Co- lombia: Valledupar, Coyaima, Santamarta, etc. Estas y otras especies tienen propiedades análogas a la ixina. La estancadera es un remedio popular para contener las hemorra- glas, etc. Por la forma general de la flor, las polygaláceas se asemejan mu- cho a las leguminosas y a las fumariáceas, pero difieren por otros caracteres más importantes. Por la corola, por el cáliz y por la es- tructura del ovario, se acercan a las sapindáceas; y estas analogías aumentan si se tienen en cuenta las propiedades detergentes de las monninas y la presencia de la saponina en ambas familias. El género krameria presenta una estructura completamente dis- tinta de la de las otras polygaláceas. En efecto, los estambres libres y en número de tres o de cuatro, el ovario unilocular con dos óyu- los colaterales, y el embrión sin endosperma, autorizan para adop- tar la familia de las krameriáceas, propuesta por el profesor doctor Lindley. Familia XXIV—Sauvagesiaceas Yerbas anuales o arbustos de hojas alternas, enteras, brillantes, casi sésiles y con estípulas permanentes. Las flores son regulares, blancas, amarillas o violadas, dispuestas en racimos o en panojas terminales. El cáliz consta de cinco sépalos imbricados. La corola tiene cinco pétalos, alternos con los sépalos y deciduos. Los estam- bres, en número definido y opuestos a los pétalos, o indefinidos y dispuestos en varias series. Las anteras son extrorsas y biloculares. El ovario es unilocular y con tres placentas parietales. El estilo es terminal y el estigma simple. Los óvulos parietales y anátropos. El fruto es una cápsula unilocular y trivalve; a veces es trilocular en la base. Las semillas son pequeñas, oblongas,' con el embrión situa- do en el eje de un albumen carnoso. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 791 Las especies de esta familia son propias de las regiones tropica- les de ambos continentes. Las especies colombianas se encuentran a la vez en la región cálida y en la templada. Esta familia está compuesta de quince especies agrupadas en tres géneros. Los principales son : SAUVAGESIA Plantas herbáceas o subfrutescentes, de hojas aproximadas, al- ternas, sentadas o cortamente pecioladas, con estípulas ciliadas y persistentes. Flores dispuestas en racimos axilares o terminales. Las especies principales son : S. erecta—Yerba de San Martín, en el Perú. Común a toda la América ecuatorial: El Perú, Brasil, Las Antillas, etc.; en Colom- bia común en toda la región caliente, en Mariquita, Ocaña, Barba- coas, Los Llanos, etc. Las hojas de esta planta son muy mucilaginosas, y en conse- cuencia poseen propiedades pectorales muy pronunciadas. En el Brasil se usa mucho para curar las enfermedades de los ojos; posee también propiedades diuréticas. Otras especies de este género tienen propiedades semejantes. En - general, casi todas son mucilaginosas. LUXEMBURIA De las hojas de la £. polyandria, del Brasil, se prepara por in- fusión una bebida que se usa como el té. La colocación de esta familia ha sido muy discutida. Algunos autores la consideran como tribu de las Frankeniáceas, de las que se distinguen por su estigma sencillo y por la placentación sutural, y además por su cáliz polisépalo, la presencia de las estípulas y las anteras extrorsas : caracteres que son suficientes para formar una familia aparte. El Sr. Planchón reúne esta familia a la de las Ochnáceas, for- mando con ella la tribu a que dio el nombre de Luxemburgias; pero, evidentemente, las analogías de ambas familias son menos impor tantes que la suma de caracteres diferentes que las separan. 232 "CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Familia XXV—Diantáceas o Cariophyláceas Plantas herbáceas, rara vez subfrutescentes, de tallos con fre- cuencia nudoscs y articulados. Hojas opuestas y enteras. Inflores- cencia terminal o axilar. El cáliz consta de cuatro o de cinco sépa- los persistentes, distintos o soldados en un tubo continuo con el pe- dúnculo. La corola consta de cuatro o de cinco pétalos unguicula- dos y por lo general bilobados; algunas veces es nula. Los estam- bres son en número doble o igual al de los pétalos, en cuyo caso son Opuestos a ellos; están insertos sobre el pedicilo del ovario. Las an- teras son biloculares y se abren longitudinalmente. El ovario estás colocado sobre un gynóforo y tiene de dos a cinco lóculos. Los esti- * los varían de dos a cinco y cada uno termina por un estigma subu- lado. El fruto es una cápsula compuesta de dos a cinco valvas, es- unilocular o contiene tantos lóculos como valvas, en este último caso- la dehiscencia es loculicida ; en el primer caso la cápsula se abre por el ápice, por medio de pequeños dientes que se apartan unos de otros. Las semillas, numerosas, contienen un embrión encorvado so-- bre un endosperma harináceo. Algunas especies de esta familia tienen propiedades saponáceas;. otras son algo astringentes y unas pocas se cultivan por la belleza. de sus flores; pero en general son plantas de poca importancia, des- de el punto de vista de su utilidad. Las Diantáceas son muy abundantes en las zonas frías y tem- pladas ; las propias de la zona tórrida viven casi exclusivamente en las altas montañas, y con frecuencia se elevan hasta la región de las. nieves; sin embargo, la Arenaría nemorosa, planta muy común tan- to en Venezuela como en Colombia y en el Ecuador, presenta el no- table ejemplo de que se la encuentra tanto cerca de las nieves de las: altas montañas, como en las ardientes llanuras bañadas por el Meta. Según los cálculos de Humboldt, constituyen y', de la Flora de Francia, ¿, dela de Alemania, ¡', de la de Laponia y yy de la de Norteamérica. De los géneros que tienen representantes en la Flora de Colombia, únicamente el Drymaria es propio de la América tro- pical, los demás tienen su asiento principal en Europa. Esta familia cuenta unas 1,100 especies agrupadas en 54 géne- ros, que se han dividido en dos tribus, a saber : TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 2 TRIBU I— ALSINEAS Cáliz dialisépalo, o sea los sépalos unidos apenas por su parte inferior. Pétalos cortamente ungulados. Los géneros principales son : ARENARIA Plantas herbáceas. El cáliz tiene las lacinias también herbáceas. Los pétalos son muy enteros. Los estambres, en número de diez, son todos fértiles. El ovario es sentado y unilocular, con dos a cinco es- tigmas filiformes. Este género cuenta en la Flora de Colombia dos especies: la Á. nemorosa y A. muciformis, de Túquerres. Algunas especies se usan para curar los uñeros; y de la A. pe- ploides, sometida a la fermentación, extraen los habitantes de Islan- dia un producto alimenticio que usan mucho. CER ASTIUM Plantas herbáceas, casi siempre hirsutas o vellosas. El cáliz tie- ne las lacinias herbáceas. Los pétalos son laciniados o enteros. Los estambres son en número de ocho a diez: rara vez de cuatro a cinco. Ovario sentado y unilocular, con cinco estigmas filiformes: rara vez cuatro o tres. El fruto es membranoso, más largo que el cáliz y de- hiscente. El número de dientes es doble del de los estigmas. Este género cuenta en la Flora colombiana unas cuatro espe- cies: entre ellas el C. glutíinosum, o sea la Puscala, de Túquerres, co- - mún también en el Páramo de Cruzverde, a los 3,500 metros sobre el nivel del mar. TRIBU II —SILENEAS Cáliz gamosépalo, o sea los sépalos unidos formando un tubo ci- líndrico con cuatro o cinco dientes en el ápice. Pétalos largamente ungulados. Los géneros principales son : GYPSOPHILA Varias especies de este género contienen una gran cantidad de Saponina; y de ellas la más importante es la llamada Saponaria de ES 234 . CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Egipto, G. struthium, que se usa mucho para lavar las lanas, y sobre todo las cachemiras, por carecer de principios oleaginosos. Casi to- das las especies de este género son propias de la hoya del Medite- rráneo. DIANTUS Las especies de este género, conocidas con el nombre de Clave- des, son plantas herbáceas o subfrutescentes, de tallos articulados y nudosos, y de hojas opuestas y lineares. La inflorescencia es termi- mal, en panojas o en corimbos. Las especies principales son : D. caryophyllus. Clavel —Esta especie, natural de Europa, ha sido cultivada desde los más remotos tiempos como planta de ador- no, por la belleza y por la fragancia de sus flores. Es pues, natural que ofrezca numerosas variedades. La raíz de los claveles contiene bastante saponina. Los pétalos son ligeramente excitantes y sudoríficos. Se usan también en perfume- ría y para preparar una bebida de recreo. D. barbatus—Macetilla, Martisa, etc. Planta europea, muy cul- tivada también como planta de adorno. Tiene las mismas propieda- des de la especie anterior. D. sinensis —Clavellina—Esta especie, natural de la China, cuen- ta como las anteriores, numerosas variedades ocasionadas por el cultivo. Los otros géneros principales son: Lychnis, cuyas especies más notables son: £L. githago, de Europa; sus semillas, cuando están mezcladas en gran cantidad con la harina, hacen el pan sumamente venenoso. L. chalcedonica—Cruz de Malta ; contiene mucha Saponina, etc. Silene, Mollugo, etc. Esta familia se caracteriza por sus hojas opuestas, enteras y sin estípulas, por sus tallos nudosos y por la eceuta libre y central, en forma de columna. Familia XXVI—Paronychiáceas Plantas herbáceas o subfrutescentes, de hojas opuestas unidas por su base, con estípulas o sin ellas, de flores pequeñas axilares o termi- nales. El cáliz consta de cinco sépalos, de plefloración imbricada. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 235 La corola tiene cinco pétalos, insertos en lo alto del tubo calicinal. Los estambres, de los cuales algunos abortan a veces, son Cin- co, y alternan con los pétalos. El ovario es unilocular, contiene a ve- ces un solo óvulo situado en la cima de un podosperma basilar ; Otras veces tiene varios óvulos colocados en un trofosperma central muy corto. El estigma puede ser sésil, o apoyarse en un estilo cor- to; puede ser sencillo o bífido. El fruto es una cápsula dehiscente, o que permanece cerrada. El embrión es cilíndrico, y se arrolla s0- bre un endosperma harinoso. Algunas de las especies de esta familia se pue por sus pro-. piedades astringentes. Las paronychiáceas tienen su asiento principal en la grande hoya del Mediterráneo. Pocas especies, relativamente, son americanas. La Flora colombiana cuenta cinco géneros, representados cada uno por una sola especie, perteneciendo todas a la región» fría, de 2,600 me- tros para arriba; sin embargo, la Drymaria cordata se encuentra a veces en las regiones cálidas, como Panamá, etc. Esta familia cuenta unas noventa especies, agrupadas en veinti- cuatro géneros. DRYMARIA Plantas herbáceas, de tallos débiles y ramosas, de hojas opuestas, enteras y con estípulas. La inflorescencia es en pedúnculos axilares o terminales. Las flores son blancas. Este género comprende unas cinco especies, todas americanas. Dr. cordata—Celedonia—Golondrina, en Bogotá. Esta especie es común a toda la América intertropical, y presenta la singulari- dad de vivir a los 2,700 metros de altura, en las cercanías de Bogo- tá, y también en Panamá, en las orillas del mar. Es considerada en Las Antillas como rubefaciente y hasta se dice que produce el efecto de las cantáridas. Esta familia, que algunos autores consideran como una tribu de las Diantháceas, se caracteriza por sus estípulas y por su tendencia a una inserción perigínica de los estambres. 236 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Familia XX VII—Lináceas Plantas herbáceas, rara vez subfrutescentes, anuales o vivaces, de hojas sencillas, alternas, algunas veces Opuestas o verticiladas. Las flores están casi siempre dispuestas en corimbos terminales. El cáliz es persistente y está compuesto de cinco sépalos. La corola consta de cinco pétalos sobrepuestos, retorcidos y caducos. Los estambres, en número de diez, son monadelfos en la base; hay cinco fértiles al- ternos con los pétalos. El ovario tiene cuatro o cinco lóculos, a ve- ces divididos por tabiques incompletos, de modo que parecen tener ocho o diez. Cada lóculo contiene dos óvulos pendientes y anátro- pos. Hay tantos estilos como lócnlos, cada uno con un estigma sen- cillo. El fruto es una cápsula acompañada del cáliz, tiene cuatro 0 cinco lóculos dispermos, y cuatro o cinco tabiques incompletos. El embrión es homótropo y colgante. Esta familia comprende especies muy importantes, desde el pun- to de vista industria), pues de ellas se extrae el lino y un aceite que tiene muchas aplicaciones. Además, tienen propiedades diurélicas muy pronunciadas, y las semillas son mucilaginosas. El asiento principal de esta familia está en Europa, en el norte de Africa y en Asia Occidental. Algunas especies son americanas, pero de las zonas templadas, tanto del Norte como del Sur. Las Lináceas comprenden unas ochenta especies, agrupadas en dos géneros, a saber: | LINUM Plantas herbáceas, de flores blancas, amarillas, azules o encar- nadas, dispuestas en panojas o en corymbos. Los cinco estambres fértiles están opuestos a los sépalos, y los cinco estériles alternan con ellos. El ovario es sentado, con tres o cinco lóculos y el mismo nú- mero de estilos filiformes. Jibres o unidos en su base. Las semillas son péndulas y coriáceas. Las especies principales son : £. usitatissimum—Lino (especie anual) —Esta especie comprende otras variedades que algunos botánicos consideran como especies distintas. Las principales son L. annum, anual; hiemale, de invier- no; angustifolium, de hojas estrechas. El Lino es planta importan- tísima y su cultivo se ha hecho desde la más remota antigúedad ; pues la variedad angustifolium era cultivada por los habitantes de TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 237 Jos Palafitos desde una época anterior a la primera invasión ariana; Ja variedad anual parece ser la que se ha encontrado en una tumba de Caldea anterior a Babilonia, y tanto los antiguos habitantes de las ciudades lacustres comc los Egipcios de las primeras dinastías, fabricaban diversos tejidos con sus fibras; primero los Fenicios y después los pueblos aryanos extendieron su cultivo en toda la Euro- pa y en la mayor parte de Asia y Africa, siendo hoy casi universal. La fibra textil de la corteza es la que constituye la principal ven- taja del lino y la riqueza de los pueblos que lo cultivan. Para obte- nerla de buena calidad se riega la semilla en la proporción de 60 a 80 libras por hectárea, después de haber preparado muy bien el te- rreno. Luégo se rastrilla y se cilindra; y cuando, pasados unos ocho meses, el tallo y cápsulas han adquirido un color amarillento, se re- eoge la cosecha, arrancándola como hacían los antiguos Egipcios, según se ve en algunas pinturas. Luégo se hacen pequeños manojos para facilitar más la desecación; una vez que ésta se ha logrado, se le separa el grano y después se procede a la operación llamada de embalsar, que no es sino una maceración prolongada, con la que se consigue que se separe la corteza de la parte leñosa, y también la disgregación de las fibras; hecho esto, viene el enrejado, que tiene por objeto romper el eje leñoso y dejar libre la hilaza, que se some- te repetidas veces a la acción sucesiva de peines de fierro, cada vez más finos, que aíslan las fibras y les dan mayor finura; ya en este estado se procede a hilarlo, bien a mano o por medio del procedi- miento de Girard, quedando en estado de entregarlo a las fábricas de tejidos. En Colombia se produce el lino admirablemente bien en todos Jos terrenos que tienen una buena capa de humus y que están situa- dos entre 2,400 y 3,000 metros sobre el nivel del mar. En Chía y en Cajicá, se ven plantas muy lozanas; pero desgraciadamente su cul- tivo es muy limitado, y se reduce a la producción del aceite. La semilla del lino es también muy importante bajo diferentes aspectos ; sus aplicaciones medicinales, industriales y económicas, son muy numerozas. Su decocción tiene propiedades emolientes y dulcificantes, debido a la cantidad de mucílago que contiene en la proporción de una sexta parte de su peso, y se usa para combatir la inflamación del canal intestinal y de las vías urinarias, y también con mucha frecuencia como diurético. Según Mr. Vauquelin, la se- milla contiene una sustancia gomosa, otra animal, ácido acético li- 238 - CARLOS CUERVO MÁRQUEZ bre, nitrato de potasa y de cal ; sulfato, clorhidrato y fosfato de po- tasa, y una pequeña cantidad de sílice. La almendra contiene como una quinta parte de su peso, de aceite craso, que tiene muchas aplicaciones : para la pintura al óleo, para la fabricación de tinta de imprenta, de encerados, de muchos instrumentos de medicina, como sondas, etc., conocidos impropia- mente con el nombre de instrumentos de cautchouc; para el alum- brado, etc. ; tiene también propiedades laxantes y emolientes. Para obtener este aceite se somete la semilla a la desecación en un lugar seco por espacio de unos cuatro meses, después se somete a una ligera torrefacción en vasijas de cobre o de barro; luégo se mue- le en un mortero y se prensa la harina en sacos de lona. Por la fuer- te presión se desprende el aceite, que se clarifica naturalmente. La harina es algo nutritiva y ha servido de alimento en tiempos de grande escasez. : Algunas especies americanas, como el £. aquilinum, de Chile, v. retamillo ; el L. selaginoides, de Uruguay, se usan como estomacales y aperitivas. Esta familia tiene grande analogía con las oxalídeas, pero se dis- tingue por sus hojas simples, la estructura especial de sus carpelos y la pequeña cantidad de albumen que tienen sus semillas. Familia XXVIII—Malváceas Son plantas herbáceas, arbustos y aun árboles, de hojas alternas, sencillas o lobadas, con estípulas en la base y a veces provistas de pelos. Flores axilares o solitarias. Cáliz gamosépalo con tres o cinco divisiones, y acompañado con frecuencia de un calículo compuesto de hojuelas en número variables. Corola compuesta de cinco pétalos alternos con los lóbulos del cáliz; a veces están reunidos en su base por medio de filamentos estaminales, de modo que parece gamopé- tala. Los pétalos están arrcllados en espiral antes de su expansión. Los estambres, en número indefinido, son monadelfos ; las anteras. reniformes y uniloculares. El pistilo está formado por varios carpe- los, y reunidos o agrupados al rededor de un eje central ; contienen uno o varios óvulos adheridos al ángulo interno. Los estilos están. reunidos o separados, y cada uno lleva un estigma sencillo en su. - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 239 base. El fruto tiene las mismas modificaciones del pistilo ; esto es : : unas veces los carpelos están reunidos en capítulo o agrupados al reledor de un eje central, formando una cápsula plurilocular que se abre en tantas valvas como carpelos ha y ; otras veces se abren sólo los carpelos por su lado interno. La semilla está cubierta algunas ve- ces por pelos algodonosos, tienen el embrión recto, generalmente sin. endosperma; los cotiledones foliáceos y replegados sobre sí mismos. Las plantas de esta numerosa familia hacen un papel importan- te en la flora de casi todo el globo; pero su abundancia decrece en razón de la latitud, de modo que son desconocidas en las zonas gla- ciales. En nuestros valles ardientes forman más de /', de la flora, y su número disminuye a medida que aumenta la altura sobre el nivel del mar. El carácter uniforme de las malváceas consiste en la abundancia de mucílago que poseen y en que no tienen propiedad nociva alguna, Esta familia, después de haberla separado, primero de las bútne- riáceas y después de las sterculiáceas, consta de más de mil especies pertenecientes a treinta y nueva géneros, que están agrupados en cuatro tribus, a saber : TRIBU I—MALOPEAS Cáliz acompañado frecuentemente de calículo. Frutos numerosos, uniloculares, monospermas, reunidos en capítulo. Consta de tres gé- neros de poca importancia, a saber: malope, palava kitaibelia. ., TRIBU 1II—MALVÁCEAS Cáliz acompañado siempre de calículo. Carpelos soldados for= mando una cápsula plurilocular. Los géneros principales son : MALVA Plantas herbáceas, rara vez arbustos, de hojas alternas, enteras o más o menos lobadas, con dos estípulas peciolargs. La inflorescen- cia es muy variada. Las flores están acompañadas por un involucri- llo formado por una bráctea. Las especies de este género viven en casi todos los climas. En el territorio colombiano tiene representantes desde los ardientes valles del Magdalena y del Meta hasta la región de los páramos, donde se encuentran las singulares especies acaules, M. aculis y M. purdiana, 240 CARLOS CUERVO MÁKQUEZ a más de 2,700 metros sobre el nivel del mar. Todas están más o menos caracterizadas por sus propiedades emolientes y mucilagino- sas. Las principales son : M. nicceensis—Malva común. Especie europea, naturalizada en el país desde hace mucho tiempo, se le encuentra en todas las tierras frías, cerca de los lugares habitados y en los terrenos muy abonados, entre 2,600 y 3,000 metros sobre el nivel del mar. , Todo el mundo conoce las propiedades emolientes de la malva, debidas a la gran cantidad de mucílago que contienen todas sus partes, cuya decocción se usa en multitud de casos, ya en tizanas,. en lavatorios, en fomentos. Las hojas se usan también en cataplas- mas en todos los casos en que se necesita desinflamar una parte del cuerpo. M, peruviana—Malva cumún. Propia de la Sabana de Bogotá, a 2,700 metros sobre el nivel del mar, cerca de los lugares habitados. Tiene en un todo, propiedades semejantes a la anterior. M. acaulis—Lechuguilla. De los páramos de la cordilera orien- tal, Tunja, Pamplona, et:., a 34,000 metros sobre el nivel del mar. Singular por su porte acaule. MODIOLA Plantas subfrutescentes, de hojas subredondas, o acorazonadas, pilosas. Pedúnculos axilares, so'itarios y unifloros. Carpelos monos- permas, están divididos en dos por un falso tabique. Las especies de este género son muy reducidas; la única de nues- tra Flora es la siguiente : M. urticefolia—Pata de chulo. De la Sabana de Bogotá, a los 2,700 metros sobre el nivel del mar. Se singulariza por sus diez an- teras y quince cocas. Contiene gran cantidad de mucilago y se usa para alisar el pelo. ALTHEA Plantas tomentosas, de hojas alternas, lobadas o partidas y acom- pañadas de dos estípulas florales. Inflorescencia variada. Todas las especies de este género son originarias del antiguo con- tinente, y se distinguen por sus propiedades emolientes; algunas son pectorales. Las principales son : A. officinalis —Malvavisco. Especie europea, naturalizada en el país, es abundante en la región fría, de 2,000 a 2,900 metros sobre "7 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 241 el nivel del mar. Las hojas y la raíz de esta planta contienen una gran cantidad de mucílago, y tienen muchas aplicaciones en medicina y en veterinaria. La raíz entra en una multitud de preparaciones farmacéuticas, entre ellas el ungúento de altea, que se usa tánto en emplasto para las pulmonías, bronquitis, etc. El principio activo del malvavisco parece ser la alteína. Las flores son pectorales. Del tallo y de la raíz puede obtenerse muy buena hilaza. A. rosea—Malvarrosa. Originaria de China, pero cultivada con esmero en toda la región fría, dentro de los mismos límites de la es- pecie anterior. Tiene propiedades emolientes y dulcificantes. La lana tratada por el sulfato de alúmina y de potasa, y la sal de estaño, toma un buen color amarillo con el cocimiento de las hojas de la malvarrosa. Con las flores se obtiene un hermoso color azul que sir- ve para teñir el lino y la lana, tratando estos materiales con sulfato de hierro. Sirve también para preparar una hermosa tinta azul y una laca del mismo color, con sal de estaño y alumbre. De los tallos puede obtenerse buena hilaza. URENA Arbustos de hojas alternas, con dos estípulas peciolares. Flores amarillas o rosadas, de inflorescencia varia. Las especies de este género son abundantes en casi todas las re- * giones ardientes de la zona tórrida, y algunas parecen comunes a la flora de ambos continentes. Todas tienen propiedades más o menos emolientes y se usan en lugar de las malvas oficinales. Las flores de algunas se usan como expectorantes, y los tallos de muchas sirven para hacer escobas, cestas, cuerdas, etc. Ú. sinuata.—Pata de perro en Venezuela, carapicho en las Anti- llas. Esta especie es común a la India y a la América intertropical. En Colombia crece en los Llanos de Sanmartín, Panamá, etc., hasta 600 metros sobre el nivel del mar. De sus tallos fabrican cestos en las Antillas. PAVONIA Yerbas o arbustos de hojas alternas, enteras, rara vez lobadas o partidas. Pedúnculos axilares o terminales, con una o más flores. Las hojas superiores son rudimentarias y bracteiformes. Las especies. de este género son abundantes en las regiones ar- dientes y templadas de América y de la India; algunas disfrutan : 16 242 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ de una grande área de dispersión, pues son comunes a todos los palses de América intertropical; otras pueden vivir en «climas muy diferentes, como la P. spinifer—Pajarito amarillo, que se encuentra en Panamá y se eleva en Cundinamarca hasta los 2,700 metros sobre el nivel del mar; dentro de los mismos límites se encuentra la P. paniculata. Todas tienen propiedades más o menos emolientes. P. racemosa—Majaguilla de Cuba, riberas del bajo Magdalena, común a las Antillas, Venezuela, etc. P. sessiliflora—Guazumillo de tornillo en Panamá. Común en los valles del Cauca y del Magdalena, entre 4oo y 1,400 metros so- bre el nivel del mar. TRIBU III — HIBISCEAS Cáliz caliculado. Carpelos en número de tres a cinco, polispermas y reunidos en una cápsula plurilocular. Los géneros principales son : HIBISCUS Yerbas, árboles o arbustos de hojas alternas, enteras o lobadas, con dos estípulas laterales. Inflorescencia variada, acompañada con frecuencia de bractéolos. Calículo formado de varias piezas sencillas o bifurcadas. Cáliz con cinco sépalos persistentes. Coróla con cinco pétalos anchos, adheridos por su base con el tubo estaminal que tie- ne forma de columna. Filamentos numerosos. Anteras arriñonadas. Ovario sencillo, sentado y quintilocular. Estilo terminal inserto en el ápice y quintifido. Sus especies están diseminadas en todas las regiones cálidas y templadas de ambos continentes. Algunas, como el /Z. forcellatus, tienen un área muy vasta, pues son comunes a los llanos de San Mar- tín, Guayana, las islas de Sandwich, la Carolina del Sur, etc. Las especies colombianas viven desde el nivel del mar hasta 2,700 me- tros de altura. Las principales especies del género son : H. abelmoschus— Almizclillo, abelmosco. Natural de Asia; crece espontánea en la región del Meta; se cultiva en todas las regiones cá- lidas. Las semillas tienen un olor de almizcle muy pronunciado y se usan mucho en perfumería. Tienen también propiedades estimulantes y antiespasmódicas. En la Guayana se emplean con frecuencia en de- cocción para combatir el tétanos traumático y en las Antillas para la ALA WIIDETS. 4 Y e a TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 243 mordedura del trigonocéfalo. Su composición química, según el señor Bonastre, es la siguiente: mucílago y goma, 90; substancia albu- minosa, 1/; resina, 16; parenquima y humedad, 130; un aceite fijo y líquido y resina. H. esculentus—Najú en Panamá, gombo en las Antillas. Natural del alto Egipto, pero cultivada en todas las tierras calientes de am- bos continentes. Las semillas, preparadas convenientemente, son un plato exquisito que figura en primera línea entre las legumbres. En algunas partes las usan secas en lugar de café. H. rosa sinensis—Rojo, escandalosa, originaria de China, culti- vada en las tierras templadas por la belleza de sus flores que son as- tringentes. Los chinos extraen de ellas una tinta que usan para te- ñirse la cejas y dar color a sus zapatos. H. mutabilis—Amistad del día. Cultivada en las tierras templa- das y calientes. La corola cambia d> color tres veces al día. Tiene propiedades emolientes y de la corteza fabrican cuerdas. La raíz de algunas especies naturales de China la emplean en ese pals y el Japón para fabricar papel. MALVAVISCUS De las especies indígenas de este género las dos que merecen se- ñalarse, son: M. vellutinis —Quesito, Tocaima, de la hoya del Magdalena, en- tre 4oo y 1200 metros de altura. -M. leucarpus—Panecito; de la Cordillera Oriental, Sátiva, La Baja, etc., a 2,600 metros de altura. PARITIUM Casi todas las especies de este género son de América intertropical. P. tillaceum—Majagúito de Playa, Panamá. Balibajo en Filipi- nas. Común a las playas ardientes de ambos continentes. Casi por sí solo cubre en nuestras costas grandes extensiones de terreno. Las flores y raíces son emolientes y aperitivas. Con la corteza se fabrican cuerdas. | á GOSSYPJUM Yerbas vivaces o arbustos de hojas alternas, palmatinervias, con tres o cinco lóbulos agudos. Estípulas pedunculares dobles y lan- ceoladas. Pedúnculos terminales, solitarios, unifloros, con flores muy ADA Eos 244 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ grandes. Involucrillo trífido, las hojuelas soldadas en la base. Se- millas muy numerosas, cuya epidermis esponjosa está cubierta de espesa pelusa. Una grande anarquía reina en la clasificación de las plantas de este género, pues unos consideran como especies lo que otros lla- man variedades o subvariedades. Todas son propias de las regiones cálidas y de las templadas del globo, y el cultivo de la mayor parte se ha hecho universal desde hace tiempo, de modo que las especies americanas parecen espontáneas en la India, y viceversa. Las especies principales son : G. herbaceum—Algodonero herbáceo, originario de Asia; fue introducido a la China en el siglo X. Los antiguos griegos lo vieron cultivado en la Bactriana y más tarde los:árabes lo introdujeron en la región mediterránea bajo el nombre de kutu, de donde se ha de- rivado coton, cotonne, algodón, etc. Es la especie más cultivada en los Estados Unidos y produce un algodón blanco, puro o amarillento. G. arboreum— Algodonero arbóreo, originario del Africa ecua- ttorial : su cultivo se ha extendido por todo el mundo. Produce un algodón blanco, pero se prefiere la especie herbácea, porque ésta re- quiere menos calor y el producto es de mejor calidad. G. barbadense—Algodón de Barbadas, especie americana culti- vada por los primitivos habitantes en casi todas las regiones cálidas del continente. Produce un algodón puro, blanco. . El algodón es una verdadera fuente de riqueza para los países que lo cultivan y lo manufacturan. Para poner de manifiesto la importancia que en todo tiempo y en todo el mundo se ha dado al algodón, nos detendremos en esta planta más de lo que hemos hecho en otras, dando algunas noticias sobre su historia, su cultivo, etc. El algodón se cultivaba en la India y en el alto Egipto desde la más remota antigúedad, y desde entonces sus telas constitulan uno ae los más importantes ramos de comercio de los pueblos .orienta- les. Los árabes más tarde se dedicaron con empeño a esta industria v sus fábricas más renombradas estaban en Masalia; en ellas fabri- caban telas iguales a las de hoy, y ya entonces las muselinas de Bengala gozaban de gran reputación. Cuando se realizó la expedi- ción de Alejandro, los griegos observaron su cultivo en la Bactria- e y TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 245 na, y desde entonces data su introducción en el mundo grecc-roma- no. El algodón fue introducido a la China en el siglo XII, pero en- contró una viva oposición en los obreros en lana y seda, y no se generalizó su cultivo sino dos siglos después, cuando la conquista de los tártaros. Los musulmanes llevaron el algodón al Africa septentrional, y ya en el siglo XIII había fábricas renombradas en Fez y en Marrue- cos, y a Londres se llevaron en el siglo XVI telas fabricadas en Be- nín. A ellos también se debe su introducción en Europa. Lo sembra- ron en el siglo VIII en Valencia, y su cultivo se extendió pronto por toda la península española. Poco después se estableció en Bar- celona la corporación de industriales de algodón, que llegó a consti- tuír de este producto uno de los ramos más florecientes de la indus- tria de la ciudad condal, dando lugar a transacciones muy extendi- das. A los moros de España se les debe también la fabricación del papel de algodón, secreto que aprendieron en Samarckand, en el si- glo VII. | En el siglo XIV los venecianos llevaron a Inglaterra algodones, que al principio sólo se emplearon en hacer torcidos de velas ; en 1430 se hicieron los primeros ensayos de tejidos, y habiendo dado buenos resultados esta industria, fue estimulada por el Gobierno bajo los reinados de Enrique VIII y Eduardo VI. En el reinado de Jorge III ocupaba ya cuarenta mil personas y daba un producto como de tres millones de pesos; desde entonces fue perfeccio- nándose más y más, hasta que subió a la enorme suma de más de noventa millones de pesos, ocupando un millón y medio de per- sonas. La industria algodonera se estableció en Francia en el siglo XVII con algodón en lana e hilado que llevaban del Levante, y hoy se ocupan en ella como novecientos mil obreros y produce como veinticuatro millones de pesos. En 1806 Napoleón hizo grandes es- fuerzos para establecer el cultivo, y al efecto se encargaron semillas que dieron buen resultado, pero luégo se renunció a la empresa, y hoy las fábricas francesas se surten de algodones extranjeros. En los Estados Unidos, que hoy es uno de los países en que ha alcanzado mayor desarrollo la industria algodonera, era desconoci- do su cultivo hasta fines del siglo pasado, pues en 1774 se confiscó en Liverpool un bulto de algodón que iba de ese país, bajo el pre- texto de que allí no crecía ni se cultivaba la planta. Desde enton- ds 246 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ ces el cultivo tomó un grande incremento, hasta el punto de hacer temible competencia a las industrias francesa e inglesa, pues la co- secha ha llegado a alcanzar a más de ciento cincuenta millones de kilogramos. En cuanto a la América, bien sabido es que los conquistadores encontraron que sus habitantes lo cultivaban y que tenían telares con los cuales fabricaban sus mantas; algunos pueblos eran nota- bles en esta industria por la finura de las telas que hacían y por la gracia con que combinaban los colores para teñirlas. Los chibchas hacían de ellas un gran comercio con los habitantes de las tierras vecinas, procurándose en cambio los productos de las tierras ca- lientes, oro, etc. Il El algodón no necesita un terreno muy fértil ni muy húmedo; las lluvias, al tiempo de la cosecha, más bien lo perjudican. Le conviene más un terreno aluvial y llano, donde pueda extender las _ralces con facilidad, y cuya temperatura no baje de 13 0 14 grados de Reamur, abrigado en lo posible de los vientos. Una vez elegido el terreno, se limpia bien y se ara en surcos de seis ú ocho rejadas, . separado un surco del otro como vara y media; éstos se llaman eras. Hecho esto, se procede a la siembra, ya con bordón, ya con arado, en los cultivos en grande escala; sembrando por grupos de cuatro o cinco semillas, y cada grupo a la distancia de una vara, para el algodón herbáceo, pues el arborescente requiere un espacio doble. Antes de sembrar conviene humedecer la semilla por espacio de veinticuatro horas para facilitar la germinación. Al cabo de ocho días comienzan a nacer, y entonces se principia a dar la primera | desyerba, bien con arado o de otro modo, pues es importante que crezca el algodón sin tener yerbas cerca; también entonces se po- dan las matas, no dejando sino los tallos más robustos y conve- nientemente colocados ; al mismo tiempo se resiembran los claros en que no hubiere nacido la semilla. Cuando la planta tiene treinta y dos centímetros, se deben despuntar los tallos principales, con el objeto de acelerar la fructificación y de hacerla más provechosa. Por este tiempo se debe dar otra desyerba, y otra cuando comien- cen a aparecer los botones de la flor. En los climas cálidos la fructificación se verifica a los siete me- ses después de sembrada la semilla; en los templados se retarda TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 247 x_ A A ——_—__—_____ 2 áK-.- ákáK AMMMMNNNNNNNANAA hasta nueve. Cuando se abre la cápsula, se escapa el algodón, y para que no pierda su brillo ni se lo lleve el viento, no se debe dejar más de ocho días. Con esto empieza la operación de la recolección, que es muy laboriosa, pues las cápsulas no se abren al mismo tiempo, sino primero las de las ramas inferiores y luégo las de las superio- res, que se llaman algodón de cabeza. Los copos de las cápsulas se deben recoger con los dedos, evitando que se mezclen partes del cáliz o de la cápsula. El que se va recogiendo se va extendiendo al sol y no se debe almacenar hasta que esté perfectamente seco. Generalmente se acostumbra aprovechar el terreno que forman las calles sembrando maíz, frijoles, etc. Pero hay plantas que no se deben dejar crecer junto a los algodoneros, porque les son muy no- civas, tales como la batata, la yuca, etc. Después d+ consechado el algodón pasa a las máquinas para separarle las semillas, desmotar- lo y prensarlo en balas de 250 ó de 300 kilogramos, que se entre- gan al comercio y a la exportación. El algodón bruto pierde en es- tas operaciones tres cuartas partes de su peso, próximamente. Se calcula que cada mata de algodón da dos onzas de algodón puro al año; y como en una fanega la caben siete mil quinientas matas, éstas producen cuarenta arrobas, que valen, por término me- dio, a tres pesos. Hasta la recolección, los gastos se sostienen con el producto de las siembras que se hacen en las calles; de la recolec- ción en adelante se puede calcular el gasto a razón de un peso por arroba, así es que la fanegada da, fuera de gastos, ochenta pesos, y eso que en cuanto al precio hemos tomado un término mínimo. HI Los vestidos de algodón se recomiendan por sus cualidades hi- giénicas, pues preservan igualmente del calor y del frío. Es mal conductor del calor y lo conserva en los climas fríos, y como absor- be la humedad del sudor, facilita la transpiración que tan convenien- te es en los climas cálidos. | En la medicina se usa el algodón en acolchados para mitigar los dolores de las quemaduras, y evitar que se desfiguren las partes que- - madas. Entra en la composición de las moxas, del colodión, etc. Las semillas contienen una gran cantidad de aceite que se utili- za para fabricar jabón y para el alumbrado. Contienen también mu- cho mucilago, al que deben sus propiedades emo!ientes; en decoc- o . y , ARE e f » AR e ST o 248 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ . ción se usan contra las disenterias y las diarreas. En los Estados Unidos se usan para alimentación de ganado; y el bagazo que queda después de la extracción del aceite, es un magnífico abono. TRIBU IV——SIDEAS Cáliz sin calículo. Carpelos soldados en una cápsula plurilocular. Géneros principales. SIDA Plantas herbáceas o subfrutescentes, de hojas alternas, peciola- das, con dos estípulas laterales. Pedúnculos axilares, solitarios. Flo- res casi siempre amarillas. Las especies de este género son propias de las regiones intertro- picales y de las tierras cálidas y templadas. De las de Colombia una sola, S. rhombifolia, se eleva hasta la región fría. Como sucede: con otras de esta familia, algunas especies son comunes a la flora de la India y a la americana. Casi todas son mucilaginosas y emolientes ; las semillas de muchas tienen propiedades diruréticas. Las principales son : S. rhombifolia—Escoba cimarrona, escoba amarilla en las Anti- llas. Ocupa una grande área geográfica, pues es común a toda la América intertropical. En Colombia es común en las tierras calien- tes y templadas, y se encuentra hasta 2,700 metros sobre el nivel del mar, en Bogotá, donde también es conocida con el nombre de mal- visco. Las hojas y la raíz son mucilaginosas. Las flores se usan mu- cho en decocción para preparar tisanas emolientes y pectorales. Las semillas son diuréticas y aperitivas. S. acuta—Escoba babosa. Común en todas las tierras calientes y templadas: Cúcuta, Panamá, etc. Las hojas son emolientes. S. carpifolia—Escoba babosa, escoba dura, escobo. Común en todas nuestras tierras calientes. Se encuentra también en el Brasil, las islas de Madera, etc. Las hojas son emolientes y se usan para quitar el dolor producido por la picadura de las avispas. S. cordifolia—Especie común a todas nuestras tierras calientes: Guarumo, Cúcuta, etc. Común también en Africa y en la India. Las hojas son emolientes. S. micrantha—Llanos de San Martín, etc. Brasil, etc. Con la cor- teza, que es muy tenaz, se fabrican cuerdas. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA - 249 COPA AE A Muchas de las especies de esta familia tienen hermosas flores y son cultivadas en los jardines, como el abutilón. Ab. venosum—Oriundo de Méjico. La gaya disticha, pañalito, de Cúcuta, etc. Las malváceas tienen una relación muy grande con las bútneriá- ceas y las sterculeáceas por su estructura general y por la estivación valvar del cáliz. Familia XXIX—Sterculiaceas Arbustos o grandes árboles de hojas alternas, simples o compues- tas, algunas veces digitadas, o más:o menos dentadas, provistas de estípulas persistentes. Inflorescencia variable. El cáliz, que algunas veces va acompañado de brácteas, es gamosépalo, o con cinco di- visiones de estivación imbricada. Corola polipétala, hipogínica, con cinco pétalos; en algunos géneros es nula. Estambres en número de cinco, diez, quince o más, monadelfos en la base. Anteras ex- trorsas y biloculares. Pistilo con cinco, rara v2z cón tres carpelos, distintos o soldados entre sí. Estilos unidos o distintos en númere igual al de los carpelos. Los frutos son en general cápsulas quinque- loculares, polispermas, que se abren en cinco valvas, o son drupá- ceos o compuestos de folículos distintos que se abren por la sutura ventral. Semillas con frecuencia tomentosas. Albumen oleaginoso. Embrión encorvado, con cotifedones más o menos arrugados. Todas las sterculiáceas crecen en los países intertropicales; unas pocas se extienden al Sur hasta Tasmania y Nueva Zelandia; pero todas son propias de climas cálidos. Son notables por la cantidad de mucílago 'que contienen y por el tomento o lana que rodea las semillas, la cual tiene algunas aplica- ciones industriales. La mayor parte son árboles de magnífico porte y de los que más contribuyen a embellecer la flora ecuatorial. Entre sus especies se cuenta el boabab, que es uno de los colosos del reina vegetal. Esta familia es relativamente reducida: cuenta unas ciento trein- ta especies, divididas en treinta y cuatro géneros, que están agrupa- dos en tres tribus. y TRIBU I—BOMBÁCEAS Hojas palmadas o digitadas. Flores perfectas. Los géneros principales son : 250 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ ADANSONIA Cuenta una sola especie : A. digitata—Boabab —Crece en Africa ecuatorial. El boabab es un árbol gigantesco, que se puede considerar como una de las ma- ravillas de la naturaleza. El tronco apenas tiene unos 4 ó 5 metros de altura, pero alcanza hasta 10 metros de circunferencia; en la cima se divide en ramas de 16 a 20 metros de largo, que siendo al principio horizontales, se inclinan luégo hacia la tierra, dando al árbol, en virtud de su tronco relativamente corto, el aspecto de una cúpula de verdura. El primer botánico que observó estos árboles fue el naturalista inglés Adanson, y dedujo de sus cálculos que al- gunos tenían hasta seis mil años de edad. Todas sus partes son mucilaginosas y tienen propiedades emo- lientes. El fruto, que es del tamaño de la cabeza de un hombre, es la parte más útil. El jugo de la pulpa, mezclado con azúcar, es una be- bida agradable, muy usada para combatir la disenteria y las fiebres pestilenciales. La pulpa está compuesta de goma, materia azucara- da, almidón y un ácido que parece ser el málico. Según Luis Figuier, los negros emplean el tronco del árbol para depositar los cadáveres de sus gueriotes, poetas y hechiceros. Al efecto, eligen un. boabab, cuyo tronco esté ya carcomido, agrandan la cavidad hasta formar una cámara, en donde depositan el cadáver, cerrando después la en- trada con una plancha. Los cadáveres se resecan, convirtiéndose en verdaderas momñas, sin necesidad de preparación alguna. PACHIRA Arboles de hojas alternas, largamente pecioladas, palmeadas y con estípulas caducas. Inflorescencia axilar y solitaria. Flores gran- des. Cáliz cupuliftorme. Corola con ciuco pétalos, mucho más largos que el cáliz, tomentosos; generalmente son verdes por fuera y en el interior blancos o rojos. Tubo estaminal corto, dividido en muchos filamentos largos, con frecuencia adheridos de dos en dos por su base. Anteras lineares e incumbentes. El ovario es sentado y quin- quelocular. Estilo filiforme y estigma con ciuco lóbulos. Fruto le- ñoso, con numerosas semillas desnudas y angulosas. R Las especies de este género son todas americanas, de las regio- nes cálidas. Son hermosos árboles de grande elevación. Las principales son : TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 251 P. speciosa —Mauricio—Del valle del Magdalena, La Mesa, El Espinal, etc., entre 4oo y 1,400 metros sobre el mar. Arbol bellísimo, que alcanza hasta 16 metros de altura. P. aquatica—Zapotolongo—Común en todo el litoral del Pacffi- co, desde Tumaco hasta Chagres. Crece también en el Brasil, la Guayana, etc. Notable por sus lindas flores, que son emolientes, lo mismo que las hojas. Las semillas, muy harinosas, son muy ali- menticias y agradables para comer después de sancochadas. P. fendlerii—Cedro espinoso, de Panamá. Da muy buena ma- dera de construcción. P. barrigón—Batrigón —Común en el Istmo de Panamá. P. sessilis —Calabazuelo —Isla de Taboga. P. alba—Majagua—En la región cálida del valle del Magdale- na. Da muy buena madera de construcción. ERIODENDRON Arboles de hojas alternas, largamente pecioladas, palmaticom- puestas, con las hojuelas articuladas y con estípulas caedizas. Flores - blancas, rosadas o amarillas, están dispuestas en pedúnculos solita- rios o fasciculados. Arboles de las regiones cálidas de la zona tórrida, notables por la cantidad de lana que rodean las semillas; tienen propiedades emolientes. : E. occidentale — Y uque, en el Tolima—Palo Santo, en Antioquia. Ceibo, en Panamá—Hermoso árbol que crece en Antioquia, valles del Cauca y del Magdalena, etc., hasta 1,200 metros sobre el nivel del mar. La corteza de la raíz se usa como diurética, y se cree que la del tronco tiene propiedades eméticas. Además, las hojas, como las de todas las plantas de esta familia, tienen propiedades emolien- tes. La lana o tomento que envuelve las semillas, y que es de un hermoso color castaño, seemplea en Inglaterra para la fabricación de sombreros de castor; se usa también para henchir almohadas, etc. BUMBAX Arboles muy elevados, de hojas alternas, largamente pecioladas y compuestas, con estípulas caducas. Flores grandes, blancas, pu- bescentes, dispuestas en pedúnculos uniflores y solitarios, colocados en la axila de las hojas superiores. Fruto leñoso y elíptico, con nu- merosas semillas envueltas en densas fibras lanosas. 252 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Las especies de este género son todas americanas, de la región caliente. Son árboles de magnífico aspecto, cuyo tronco alcanza una circunferencia hasta de 5 metros, y las ramas horizontales una lon- gitud de más de 12 metros. Las principales especies colombianas son : B. ceiba —Ceiba. B. septenatam—Ceiba. B. cumanense—Ceiba. B. mompoxense—Ceiba.* Comunes en todas las tierras calientes, valles del Magdalena y del Cauca, Antioquia, Cartagena, etc., hasta una altura de 1,200 me- tros sobre el nivel del mar. Tienen las mismas propiedades de los Ertodendron. El zumo de la raíz es aperitivo, y el polvo tiene pro- piedades antiespasmódicas y se usa contra el tétanos. La corteza es emética. El cocimiento de flores y de frutos tiernos se usa contra la cefalalgia, aplicándolo a la cabeza. La lana que envuelve las semillas se emplea también para hacer sombreros de castor y para usos do- mésticos ; pero no se ha podido hilar. Los troncos son muy busca- dos para hacer canoas, pues son muy largos y de un grueso casi igual. OCHROMA Arboles de hojas alternas, acorazonadas, pubescentes en el en- vés, con estípulas lanceoladas. Flores grandes y blancas. Cáliz co- riáceo e infundibiliforme. Corola con cinco pétalos. Tubo estaminal quinquelobado, con las anteras extrorsas. Ovario sentado y quin- quelocular. Estilo cilíndrico y craso, con cinco estigmas en espiral. Semillas numerosas y lanosas. Las especies son propias de América ecuatorial y de las tierras calientes. Las principales son : O. tomentosum-—Balso—Abunda en todo el valle del Magdale- na, hasta los 1,800 metros sobre el mar. O. lagopus—Palo de Balso—Común a todas las tierras cálidas : Las Antillas, Colombia, etc. Estas dos especies tienen las mismas propiedades y los mismos usos. La madera, a causa de su ligereza, se usa como corcho y tam- bién para la construcción de las balsas que navegan el Magdalena, el Cauca, etc. La corteza tiene propiedades antisifilíticas y se la considera emética. Las hojas y las flores tienen propiedades emolien- TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 253 A A A AA A Ao tes. Por las incisiones hechas en el tronco, fluye en gran cantidad un zumo gomoso. La lana que envuelve las semillas tiene las mis- mas aplicaciones que la de las ceibas. TRIBU JI—HELICTÉREAS lojas simples. Flores perfectas. Son desconocidas en Africa. Los géneros principales son : MYRODIA Arboles de hojas alternas, acorazonadas, provistas de estípulas caducas. Flores opuestas y solitarias. El fruto es como capsular, seco y bilocular. Todas las plantas de este género tienen un olor muy pronun- ciado a oncenón. Son propias de las tierras calientes. Las especies principales son : M. cacao--Palo bastón, cacao cimarrón—D+ la hoya del alto Magdalena, es muy mucilaginoso y tiene propiedades emolientes. M. turbinata—Palo de Garroche, en Puertorrico. Se usa para curar las hinchazones de la garganta. En el Ma!abar se usan algunas especies, entre ellas la M. angas- lifolia, para curar ciertos desórdenes venéreos, propiedad debida al mucilago que contienen. MATISIA Arboles de hojas alternas, enteras, con estípulas. Pedúnculos flo- rales con dos o tres bractéolos. El fruto es una drupa quinquelocu- lar, de mesocarpio espeso. Este género fue establecido por el barón de Humboldt en honor de D. Francisco J. Matiz, uno de los pintores de la Expedición Bo- tánica y el-célebre descubridor del Guaco. Sus especies son todas de las tierras calientes ; una sola se eleva en las templadas hasta 2,00 metros sobre el mar. Las principales son : : M. cordata —Zapote—Creze en los valles del Cauca y del Mag- dalena hasta los 1,300 metros sobre el mar. Tiene propiedades emo- lientes. El fruto es muy estimado y del tronco fluye en abundancia un jugo gomoso. Fructifica en junio. M. castaño —Castaño—D+ Buenaventura, el Chocó, vive hasta los 500 metros de altura sobre el nivel del mar. Los frutos son se- 254 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ * mejantes a los del castaño europeo, comestibles. De las hojas fabri- can los habitantes del Chocó grandes sombreros, que los preservan a la vez de las fuertes lluvias y de los soles ardientes de esa región, sombreros conocidos con el nombre de ranchados. HELICTERES Arboles o arbustos tomentosos, de hojas alternas, provistas de dos estípulas laterales. Inflorescencia en cimas axilares o en racimos terminales. Flores rojas o amarillentas. Son árboles de los climas cálidos de la zona tórrida. Según Gro- sourdy, todas las especies de este género tienen las propiedades emolientes y mucilaginosas de las malvas, a las cuales se pueden sustituir, Las especies colombianas más notables son : H. guazumefolia—Crece en los Llanos de San Martín, el valle del Magdalana, la costa del Atlántico, etc. H. baruensis —AHandoquitos—Sacatrapos—Crece en Tocaima, Honda, Santamarta, isla de Barú, etc. TRIBU 11 -— STERCULIAEAS Hojas simples o palmeadas. Flores unisexuales por aborto. Los géneros principales son : STERCULIA Arboles de hojas alternas, provistas de estípulas laterales caJu- cas. Flores amarillas o rojas, tomentosas al exterior, dispuestas en panojas. Las especies de este género están diseminadas en las regiones cálidas de los países intertropicales. Casi todas son plantas más o menos útiles. La principal propiedad que las caracteriza es la gran cantidad de goma y de mucílago que contiene. S. tragacantha, de Sierra Leona, produce la goma tragacanto. De la misma calidad es la goma producida por la S. urens, de Coromandel. De las fibras del S. guttata se fabrican telas en Malabar. Las semillas de todas las plantas de este género contienen una gran cantidad de aceite, fácil de extraer por presión y que puede servir para el alumbrado de lámparas. Pi AS AS TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 255 Las dos especies importantes de Colombia son : S. Rugosa —Castaño—De los llanos de San Martín. S. carthaginensis—Camajonduro—Castaño de Indias—Carta- gena y Panamá—Arbol corpulento y hermoso. Por las incisiones practicadas en la corteza fluye una goma transparante, que tiene las mismas propiedades de la arábiga. Las semillas, que produce en gran cantidad, son oleaginosas y comestibles y tienen un sabor muy agradable. Los frutos tiernos contienen una gran cantidad de mucílago, y por consiguiente son emolientes muy eficaces. En Ve- nezuela extraen de las semillas un aceite muy fino, que emplean en la cocina y en otros usos domésticos. Tanto por su utilidad como por su belleza debiera cultivarse este árbol magnífico en nuestras tierras calientes. Esta familia tiene muchas analogías con las malváceas, en la disposición de los estambres ; pero las anteras de las sterculiáceas son biloculares y extrorsas. Este último carácter las distingue tam- bién de las búltneriáceas. El fruto de las sterculias ofrece con fre- cuencia magníficos ejemplos de la procedencia foliácea de los órga- nos florales. El de la Firmiana platanifolía, entre otros, adquiere la forma de una hoja coriácea, en cuyo margen están colocadas las semillas. Familia XXX — Bittneriáceas Arboles o arbustos, algunas veces con el hábito de trepadores. Hojas alternas, simples, provistas de dos estípulas opuestas. Flores dispuestas en racimos axilares, en espiga o en panícula. Cáliz con cuatro o cinco sépalos, más o menos soldados por su base, de esti- vación valvar. Corola nula o formada por cinco pétalos cóncavos e irregulares, arrollados en espiral antes de su expansión. Estambres en número de cinco, opuestos a los pétalos, o en número de diez, quince o veinte, casi siempre monadelfos. El tubo estaminal pre- senta a veces apéndices petaloides que son estambres abortados. Anteras introrsas y biloculares. Ovario libre, compuesto de cuatro a diez carpelos, colocados al rededor de una columna central, o formando uno solo por su completa unión. Ovulos anátropos. Esti- los libres o soldados. Estigmas en el mismo número de las celdi- 256 A CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Jlas. El fruto es generalmente una cápsula globosa acompañada del cáliz, que se abre en tantas valvas como lóculos tiene. Semillas con endosperma carnoso; embrión erguido y la radícula próxima al hilo. Las búltneriáceas son plantas tropicales de ambos hemisferios. Algunas, como la guazuma tomentosa y la walthería indica, habi- tan tanto en América como en Asia. Por lo general, todas las espe- cies de esta familia tienen una área de habitación muy extensa. Comprende unas cuatrocientas especies agrupadas en cuarenta y cinco géneros, que se han dividido en cinco tribus, a saber: TRIBU I — LASIOPÉTALAS Cáliz petaloide. Pétalos muy pequeños, escamiformes o nulos. Toma su nombre del género lasiopetalum. ) Todas las especies de esta tribu son originarias de la Nueva Ho- Janda. TRIBU JI1 — BÚTTNERIAS Pétalos irregulares, terminados con frecuencia por una especie de lígula. Estambres monadelfos. Ovulos erectos. Comprende especies asiáticas y americanas. Los géneros princi- pales son : BÚTTNERA Arbustos, rara vez yerbas inermes de hojas alternas, enteras. Inflorescencia varia. El fruto es una cápsula erizada, con cinco Jóculos. Las especies de este género pertenecen a las regiones cálidas y templadas. Una sola, B. mollis, se encuentra en las cercanías de Bo- gotá, a 2,600 metros, según Humboldt y Bonpland; pero el señor Triana no la ha visto a una altura mayor de 1,300 metros. La prin- cipal es : y Bú. carthaginensis—Zarza hueca. Se encuentra en los Departa - mentos de la Costa, los valles del Cauca y del Magdalena, "A napoi- ma, etc. En Venezuela y en otros puntos es muy afamado como de- purativo, y lo usan, en lugar de la zarzaparrilla, contra las enfer- m-dades sifilíticas y cutáneas. Para combatir el gálico y las afeccio- nes herpéticas lo m>zc'an con la Escorzonera (craniolaría annua). | il o YY * PRA . 4 ] TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA E - GUAZUMA - Arboles de hojas alternas, desigualmente dentadas, con dos estÍ- pulas laterales caedizas y de inflorescencia en corimbos axilares. Fruto leñoso, subesférico, escamnso o erizado. Las semillas son nu- merosas y angulosas. Las especies de este género son propias de las tierras calientes, en donde se aplican para multitud de usos. Las principales son : G. ulmifolia —Guásimo —Villavicencio — Hoya del Meta, Las Antillas. G. tomentosa—Guásimo —Crece en toda la región caliente, hasta "1,700 metros sobre el nivel del mar. Ambos son árboles preciosos por su bello aspecto y por las mu- chas aplicaciones que tienen. La corteza, que contiene una gran cantidad de mucilago, tiene propiedades astringentes y emolientes muy pronunciadas. La decocción se emplea como depurativo para las afecciones cutáneas, para las bubas, etc., y se considera como muy eficaz. El zumo de la cortezaly de las hojas se usa en bebida para los casos de insolación, y enla veterinaria especialmente pres- ta grandísimos servicios. El doctor Grosourdy lo recomienda como de un éxito inmejorable para las quema luras, la ceguera, la infla- mación de la boca, las contusiones, golpes y también para las en- fermedades de los órganos genitales. La aplicación general que tiene el; guásimo es para la elabo- ración del azúcar ; facilita la separación de la borra o espuma, por el mucílago que contiene. Las cenizas se aprovechan para la fabrica- ción de jabón, por la abundancia de carbonatos alca'inos que con- tiene. THEOBRCUMA Arbustos de hojas alternas, grandes y enteras, con dos estípulas peciolares. La inflorescencia en pedúnculos axilares. Cáliz quinti- partido, rojo y caedizo. Corola con cinco pétalos cóncavos en capuz ligulado. Tubo estaminal corto, urceolado, con diez lacinias, de las cuales cinco son estériles y alternan con los pétalos, y las otras cin- co fértiles, opuestas a ellos. Anteras didimas extrorsas y bilocula- res, encerradas en la cavidad de los pétalos. Ovario sentado con y 6. . 258 CARLOS CUERVO MAKQUEZ cinco lóculos. Estilo quintifido en el ápice. Estigma sencillo. Fruto oblongo, coriáceo-leñoso e indehiscente, con cinco lóculos. Semillas anidadas en la pulpa. Las especies de este género son propias de las regiones cálidas de América intertropical y notables por la pulpa y por las semillas. Las principales son : Th cacao—Cacao—Arbol originario de las regiones cálidas de América y cultivado en casi todos los países ecuatoriales por el be- neficio de las semillas y de la pulpa. Los mejicanos y los caribes lo cultivaban desde mucho antes de la conquista, y lo llamaban cacao- aquatil o cacao, nombre que ha venido hasta nosotros, y la bebida que preparaban con las semillas la denominaban chocolatl, del cual sacaron los conquistadores el nombre de chocolate. El uso de esta . bebida se generalizó pronto en Europa, hoy es universal y consti- tuye un artículo de necesidad para muchos pueblos. En alusión a ella dio Linneo al género el nombre de theobroma, o sea bebida de los dioses. El cultivo del cacao es una positiva fuente de rique- za para los pueblos que lo emprenden, y es de desear que esta in- dustria adquiera en Colombia mayor desarrollo, especialmente en las regiones del bajo Cauca, que son, sin duda, las tierras más a propósito para este cultivo, que es el que menos gastos demanda y cuyo producto es uno de los más seguros de la agricultura. El chocolate es una bebida tan sana como alimenticia y muy pro- pia para las personasextenuadas. También se le atribuyen propieda- des medicinales muy variadas. Planch lo considera como muy eficaz contra la atrofia, el marasmo senil y la consunción ; el Cardenal de Richelieu atribuía al uso de esta bebida, por largo tiempo, el haber recobrado su buena salud, quebrantada por la hipocondría. Según el profesor Payen, las semillas de cacao, despojadas del' episperma, contienen sobre cien parles: manteca, 52; albúmina, fibrina y demás sustancias azoadas, 20 ; theobromina, 2; sustancias minerales, / ; almidón, 10; agua, 10. Huellas de sustancias aromá- ticas. El aceite fijo, o sea la manteca de cacao, que en tan gran propor- ción contienen las semillas, tiene numerosas aplicaciones y se extrae del modo siguiente : tostadas las semillas ligeramente, y despojadas del episperma, se muelen y se encierran en fuertes sacos de tela, que se colocan en discos calientes de hierro estañado, y se prensan en: una prensa de tornillo ; así se desprende todo el aceite, que después de recogido se derrite y se filtra para purificarlo. e Sy V Ú ¡Ss o TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 259 La manteca de cacao se usa mucho y con muy buen éxito, como untura, como desinflamante y para calmar lasirritaciones locales. Las cataplasmas de cacao molido se aplican, según Grosourdy, para com- batir los tumores y los dolores inflamatorios. El cocimiento de las semillas se reputa en Venezuela como emoliente y pectoral. La manteca se reputa como muy buen cosmético para hermosear el cutis. Th. bicolor—Bacao. Arbol que por sí solo forma bosques exten- sos en las florestas del Chocó y del Napo; se encuentra también en el valle del Magdalena hasta una altura de 1,000 metros sobre el ni- vel del mar. Las semillas tienen los mismos usos y aplicaciones que los del cacao, con los cuales suelen mezclarse, aunque son de una ca- lidad muy inferior. Se cultiva en Cartago y en otros puntos del valle del Cauca, en donde fabrican vasitos y otros utensilios con la parte leñosa del fruto. Th. glauca—De las riberas del Meta. Según Karsten, las semi- llas tienen un gusto semejante a las del cacao cultivado. HERRANIZX Arbustos poco ramosos, de hojas largamente pecioladas, con es- típulas caedizas filiformes, con pelos estrellados. Flores nacidas del tronco con lacinias corolíneas lineales. Fruto largo, rojizo, indehis- cente, erizado de pelos y quinquelocular. Este género, creado por el señor Goudot, fue dedicado al General Pedro Alcántara Herrán. Todas sus especies son de las regiones cá- lidas, y las semillas de algunas son. semejantes a las del cacao]y tie- nen algunas de sus propiedades. Las principales son : H. pulcherrima—Cacaito de monte, en las riberas del Magdale- na. Cacao cuadrado. Cacahuí, de los indios de los Llanos. H. albiflora—Cacao cimarrón, de Muzo y del Magdalena. TRIBU INI— HERMANNÍEAS Flores hermafroditas. Cáliz tubular. Corola de cinco pétalos pla- nos. Estambres monadelfos o libres y opuestos a los pétalos. Com- prende plantas de todas las regiones cálidas del globo. Los géneros principales son : 260 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ WALTHERIA Comprende yerbas o arbustillos pubescentes, de flores amarillas, y cuya área de dispersión es, por lo general, muy extensa. W. indica—-Malva en las Antillas. Esta especie es común a las regiones cálidas de Asia, de Africa y de América. En Colombia se la encuentra en abundancia en los Llanos, en los valles del Magdalena y del Cauca, desde el nivel del mar hasta 1,500 metros de altura. Tiene propiedades emolientes y contiene una gran cantidad de mu- cllago. Se emplea como succedáneo de la malva y del malvavisco, especialmente como expectorante. También se emplea como febrÍ- fugo. Wal. viscossisima—De Melgar; contiene una gran cantidad de mucílago y tiene las mismas aplicaciones de la anterior. MELOCHIA Arbustos de hojas alternas, aserradas, con estípulas peciolares. Flores en pedúnculos terminales, axilares u opuestos. Este género comprende muchas especies, tanto de las tierras ca- lientes como de las templadas; las principales son: M. pirramidata—Común en las Antillas, el valle del Cauca, el Zulia, etc. En algunas partes se usa como forraje. M. hirsuta—Estancadera, de La Mesa y de Viotá, común a to- das las tierras calientes, hasta 1,500 metros de altura. Las especies de este género son mucilaginosas y tienen propie- dades emolientes. Las hojas se emplean en cataplasmas y las flores en tisanas, como pectorales. TRIBU IV —DOMBEYAEAS Cáliz gamosépalo. Corola con cinco pétalos planos. Estambres monadelfos. Ovario con tres o cinco lóculos. Comprende especies africanas o asiáticas. Algunas tienen el teji- do fibroso de la corteza muy resistente, y se emplean para fabricar cuerdas, etc. La Kydia calicina, de la India, se usa como sudorífico y contra las enfermedades cutáneas. TRIBU V—-ERIOLAENAS Cáliz rodeado de un involucro de tres a cinco hojuelas. Pétalos planos. Estambres monadelfos y desiguales, formando una columna. Comprende especies exclusivamente asiáticas y de muy poca im- portancia. : ADO Familia XXXI—Tiliáceas Arboles o arbustos, rara vez plantas herbáceas, de hojas senci- llas, alternas, dentadas y con dos estípulas caducas. Flores axilares. Cáliz de cuatro o cinco sépalos, de estivación valvar. Corola con cua- tro o cinco pétalos enteros; rara vez es nula. Estambres numerosos, hipoginos y separados Los estambres exteriores casi siempre están abortados y son petaloides. Anteras biloculares de dehiscencia lon- gitudinal o porosa. Ovario formado por dos a diez carpelos, que en ocasiones están desunidos. Estilo uno. Estigmas en igual número al de los carpelos. El fcuto es una cápsula plurilocular, con varias se- millas colocadas en el ángulo interno. Embrión recto algo encorva- do, en el eje de un albumen carnoso. Cotiledones más o menos fo- liáceos, y algunas veces recortados. La mayor parte de las especies de esta familia viven en los pal- ses intertropicales de todo el mundo. Un pequeño número pertenece a las zonas templadas de ambos hemisferios y son árboles que pro- ducen muy buena madera. Las especies colombianas pertenecen casi todas a las tierras calientes y templadas. El género Vallea es el úni- co que vive en la región fría. Todas las Tiliáceas tienen propiedades emolientes, debidas al mucílago que contienen. Son unas 350 especies, agrupadas en 35 géneros, que se han di- vidido en dos tribus, a saber : TRIBU I—-TILIEAS Corola nula o de pétalos enteros. Anteras dehiscentes longitudi- nalmente. Los géneros principales son : HASSELTIA Las especies de este género son todas americanas, de las tierras calientes. H. floribunda—Pie de paloma. Crece en Panamá y en los valles del Cauca y del Magdalena, hasta los 1,200 metros sobre el mar. Se usa como emoliente. SECANEA Género compuesto igualmente de especies americanas pertene- cientes a las tierras calientes. 262 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ S. Castanecarpa—Achiote de monte, de Villavicencio. Es un lindo árbol, de flores amarillas, cuya corteza es astringente. El arilo que rodea las semillas es de un hermoso color rojo y se usa como el achiote. APEIBA Todas las especies de este género son americanas y de las tierras calientes. Las principales son : A. Tibourbu—Malagano, de las orillas del Magdalena—Erizo, en Caracas—Las flores son antiespasmódicas y pueden reemplazar a las del tilo en los usos medicinales. Las hojas y la corteza son mucila- ginosas. Las cenizas contienen una gran cantidad de sales alcalinas y se usan para fabricar jabón. Frotando los palos secos de una de las especies de este género, es como se procuran fuego los indios del bajo Orinoco. LÚHEA También se compone este género de especies americanas de las tierras calientes. Scn árboles o arbustos de elegante porte, y cuya corteza es más o menos astringente; la de algunos sirve para la te- nería. Las especies colombianas son : £. platypetala—L. endopogon y L. seemanit—Guásimo rojo— Son propias de los Estados de la Costa y Panamá. HELIOCARPUS Género de plantas americanas. H. popayanensis—Balso menudito—Común en todas las tierras calientes y templadas, entre 500 y 2,000 metros sobre el mar. CORCHORUS Yerbzs o arbustos de flores amarillas. Fruto silicuiforme o esfé- rico, con dos a cinco valvas. Son propias de las tierras calientes de ambos hemisferios. De las especies colombianas la principal es: C. siliquosus — Té. Común en el Istmo de Panamá. Los tallos muy ramosos, los usan los negros como escobas para barrer. TRIUMFETTA Arbustos o rara vez yerbas, de flores amarillas. Cáliz con cinco sépalos lineares. Corola con cinco pétalos más cortos que el cáliz, a TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 263 K_—— “veces nula. Estambres en número de diez a treinta, insertos dentro de un urceolo petaloide, con anteras didimas y biloculares. Ovario con dos a cinco lóculos. El estilo es sencillo y el estigma quinqui- fido. Fruto capsular provisto de aguijones. Las especies de este género son propias de las regiones cálidas y templalas de ambos continentes. T. mollisima—Cadillo lanudo. Valle del Magdalena, La Mesa, -Fusagasugá, Bogotá, desde 500 hasta 2,670 metros sobre el mar. T. bogotensis —Cadillo. Ocaña, cercanías de Bogotá, Panamá, etc. T. lapula—Lápula, de las Antillas. Común en Panamá. T. semitriloba—Cadillo. Comúa en las Antillas, Panamá, etc. Las hojas y la corteza son astringentes, mucilaginosos y se usan como tales en decocción. El cocimiento de la planta da, con sales de - bismuto, un hermoso color amarillo. Los tallos y ramos flexibles sir- ven para fabricar cestos; y de la corteza se obtiene por maceración -muy buena hilaza, que se usa para hacer cuerdas, esteras, etc. TILIA Arboles de hojas alternas, dísticas, de flores amarillentas, dis- «puestas en pedúnculos axilares y subterminales. Las especies de este género son indígenas de Europa, de Asia y de América. Las principales son : T. platyphilla—Tilo común. Natural de los bosques de Europa. Es un árbol de porte esbelto y copa densa, que se cultiva en los jar- dines y paseos. Las hojas y la parte interna de la corteza son emo- lientes ; y las flores son antiespasmódicas y ligeramente diaforéticas ; contienen aceite volátil, azúcar, mucilago, goma y tanino. De las in- cisiones hechas en la corteza, fluye un líquido azucarado, que al fer- mentarse adquiere un sabor vinoso muy agradable. De la corteza se obtiene una laca de color rosado. La madera se usa para toda clase de artefactos, y el carbón para fabricar pólvora. MUTINGIA Arboles de hojas alternas, de flores blancas, dispuestas en pedún- culos axilares, uniflores y acompañados de brácteas. Cáliz con cinco piezas. Corola con cuatro o cinco pétalos. Estambres numerosos, li- bres, con anteras elípticas y biloculares. Ovario sentado, con pelos -glandulosos en la base, ,con seis o con siete lóculos. El estigma es «sentado. Este género es exclusivamente americano. La especie principal es: M. calabura—Majagúito, en Cúcuta. Acurruco, en el Socorro. Chi- rriador, en Antioquia. Chitató, en La Mesa. Cedrillo, en Venezuela. Es común en todas las tierras calientes, hasta 1,500 metros. Las flores de este árbol, muy bellas y olorosas, son antiespasmó- dicas, y se usan en lugar de las de tilo. La madera se usa para la fa- bricación de barriles. Las hojas y la corteza son mucilaginosas, y de la corteza se obtiene por maceración muy buena hilaza, que sirve para fobricar cuerdas, esteras, etc. TRIBU ¡II —ELAEOCARPEAS Pétalos lacerados. Las anteras se abren por una valva transver- sal, situada en el ápice. VALLEA Arbustos con estípulas reniformes. Hojas alternas, acorazonadas y enteras. Cáliz con cinco sépalos. Corola con cinco pétalos, trífidos y con una escama adnata a las uñas. Estambres en número de trein- ta o cuarenta. Ovario rodeado por una glándula en forma de anillo. Estilo surcado. El fruto es una cápsula con cuatro o con cinco lócu- los, cada cual con su correspondiente valva erizada de espinas paten- tes. Cada lóculo contiene dos semillas. V. stipularis—Raque, en Bogotá. San Juanito, en Antioquia. Roso, en Túquerres, Pasto, etc. Esta especie ocupa una área inmen- sas pues se encuentra en toda la cordillera de los Andes, en el Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, entre 2,400 y 3,200 metros sobre el mar. Primoroso arbusto, que en ciertas épocas del año se cubre de her- - mosas flores de un brillante color rosado, que en nuestros páramos. hacen un contraste muy agradable con la monotonía del color ver- doso amarillento de la vegetación, que les es propia. Como la V. cor- - difolía del Perú, sirve para teñir de amarillo. ELOEOCARPUS Casi todas las especies de este género son asiáticas, y algunas tie-- nen varias aplicaciones, ya en la industria o en la medicina domés- tica. A TAL DE BOTÁNICA Familia XXXII—Dipteráceas Grandes árboles resinosos, de hojas alternas, cuyas nervaduras. paralelas parten del nervio medio hacia el margen, con estípulas oblongas y caducas. Flores grandes y terminales, dispuestas en raci- mos o en panículas. Cáliz gamosépalo, tubular y persistente, con cin- co sépalos desiguales, a veces ligeramente soldados por la base. Go- rola con cinco pétalos enteros o escotados. Estambres en número in- definido. Anteras prolongadas que se abren longitudinalmente. Ova- rio libre, trilocular; cada lóculo con dos óvulos pendientes. Estilo y estigma sencillos. El fruto es una cápsu'a coriácea, rodeada por el cáliz persistente, dos de cuyas divisiones han adquirido mayor des- arrollo y toman la forma de alas. Uno de los lóculos es menosper- ma por aborto. La semilla contiene un embrión desprovisto de en- dosperma. Esta femilia comprende unas cincuenta especies, agrupadas en ocho géneros; todas ellas son originarias del'Asia meridional y de las islas del archipiélago indio. Los géneros principales son : DIPTEROCARPUS ES La resina que se obtiene de varias de las especies de este género, tiene muchas aplicaciones. La del D. trinervis es muy semejante ala copaiba, y como ella, obra sobre las membranas mucosas. DRYOBALANOPS Comprende también árboles importantes por su resina. D. camplora—Capoura. De Java y Sumatra. Produce un alcan- for muy semejante al común, pero más volátil, que rara vez llega a Europa. Su fórmula, según Mr. Pelouze, es C.2% H.** 0.2; tratado por ácido nítrico pierde H?, y se convierte, por consiguiente, en alcan- for ordinario. El alcanfor se encuentra en estado concreto en lágri- mas comprimidas en las cavidades del interior del tronco. Por las incisiones deja escapar el aceite de alcanfor, que se supone ser el al- canfor en estado de formación. VATERIA ¿La especie principal de este género es : V. indica —Copal oriental. De la India. La resina que produce es. muy semejante a la copaiba y tiene las mismas aplicaciones; los in- 266 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ gleses le dan el nombre de bálsamo anime. Disuelta por la acción del , calor, se emplea en la India como barniz. Al estado natural es sóli- da y tenaz, y se funde a 975 grados de Fahrenheit. En Malabar se hacen de ella bujías, que dan al arder una fragancia muy agradable, muy buena luz y no producen humo, y se venden a precios suma- mente altos. LOPHIRA Este género anómalo es de Africa ecuatorial. Endlicher ha hecho de él la familia de las lophiráceas. Familia XXXIII—Clenáceas Arbustos de hojas alternas, con estípulas enteras y caducas. Flo- res en racimos ramosos. Cáliz pequeño de tres sépalos. Corola con cinco o seis pétalos, reunidos a veces por su base. Estambres en nú- mero de diez o más monadelfos por los filamentos ; algunas veces coherentes por las anteras. Ovario trilocular. Estilo sencillo y estig- ma trifido. El fruto es una cápsula trilocular con una o más semillas pendientes. El embriónses áxil en un eadosperma carnoso O córneo. Esta familia es muy reducida, pues apenas cuenta unas ocho es- pecies de cuatro géneros. Todas son de la isla de Madagascar. No tiene propiedades conocidas. Familia XXXIV—Ternstroemiáceas Arboles o arbustos de hojas alternas. Flores axilares o termina- les, a veces muy grandes. Cáliz con cinco sépalos desiguales, cónca- vos y sobrepuestos. Corola con cinco o más pétalos imbricados y re- torcidos, soldados a veces por su base. Estambres numerosos, reuni- dos a menudo por la base de sus filamentos. Ovario libre, sésil, y con dos o cinco lóculos; cada uno con dos o más óvulos pendientes o ascendentes en su ángulo interno. Estilos en igual número al de los lóculos, cada uno termina por un estigma sencillo. El fruto, con dos o cinco lóculos, es unas veces coriáceo, indehiscente, y otras es capsular y seco, abriéndose en otras tantas valvas. Semillas con em- brión desnudo o cubierto con un endosperma muy delgado. De TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 267. La mitad próximamente de las especies de esta familia son nátu-= rales de los bosques de Suramérica. Cerca de veinte son propias de las Indias Orientales ; ocho de la China y cinco de Norteamérica. La flora africana no cuenta sino una sola especie. La mayor parte de las especies colombianas son propias de la región fría, y muy pocas son las que, como las del género Marila, viven en los climas ardientes. Muy poco conocidas son las propiedades de las plantas de esta familia. Una de ellas, el té, es bien conocida y de extraordinario consumo ; otras, como las camelias, son universalmente admiradas por la belleza de sus flores. La familia consta de unas ciento sesenta especies, agrupadas en cuarenta y cinco géneros, que se han dividido generalmente en cin- co tribus. TRIBU I—TERNSTROEMIAS Anteras fijas, dehiscentes longitudinalmente. Ovulos campilitro- pos. Baya seca, o cápsula con dehiscencia regular. Embrión encor- vado. La mayor parte son plantas intertropicales. Los géneros más importantes son : TERNSTROEMIA Arboles o arbustos de hojas alternas pecioladas, coriáceas y sin estípulas. Flores en pedúnculos axilares, solitarios y unifloros. Cáliz persistente, acompañado de dos brácteas. Corola gamopétala y quin- tifida. Estambres numerosos y unidos por la base de los filamentos a la corola. Ovario libre, fruto coriáceo o subcarnoso. - Casi todas las especies de este género son americanas, y la mayor parte propias de los climas fríos. La 7. lineata, de México, se usa como vulneraria. Las especies colombianas más notables son : -T. meridionalis — Capesito—Color—Alrededores de Bogotá, Bo- querón, etc. Ocaña y Pamplona, a una altura de 2,500 a 2,900 me- tros sobre el nivel del mar. Tiene una flor blanca, pequeña, pero muy bonita, que mejoraría con el cultivo. E macrocarpa —Corregidor --De las florestas del Quindío. T. seemanni—Manglillo —Mangle de botón —Panamá, Chagres. FREZIERA Arboles de hojas alternas, pecioladas, coriáceas y sin estípulas. Flores axilares, solitarias y blancas. Cáliz quintifido y persistente. ES A A Pp Y it A pde y Y, te eS ' Corola con cinco pétalos hipoginos. Estambres numerosos, libres y rara vez adheridos a la corola. Fruto indehiscente, globoso, con tres o cuatro o cinco lóculos. Semillas numerosas. pes La flora colombiana cuenta con unas diez especies de este géne- ro; casi todas vivenen los bosques de la región fría, cerca de su lf- mite con la templada. F. Serisea—Mandul, Chantre, en Popayán. Tiene un área de dispersión muy extensa. Muy abundante en Pasto, Popayán, Rione- gro de Antioquia, el Quindío, Tenasucá, volcán de Chiriquí. TRIBU II —SAURAUJEAS Anteras incumbentes; al reversarse vuelven arriba y afuera sus bases divergentes; cada una se abre por un solo poro. Ovulos aná- tropos. Cápsula con dehiscencia loculicida. Plantas asiáticas o ame- ricanas, todas intertropicales. Los géneros más notables son : SAURAUJ A Género dedicado por Willdenow al célebre botánico español Sauraujo. Arbustos de flores blancas con cáliz sin bractéolos ; con cinco pétalos unidos por la base. Estambres numerosos. El fruto es una cápsula quinquelocular. Algunas de las especies se cultivan en los jardines, como la S. excelsa, de Caracas, y S. nepaulensis, oriunda del Nepaul. ; Las especies colombianas crecen casi todas en la región fría o en el límite superior de la templada. Algunas, como la S. scabra, de Mariquita, descienden hasta menos de 1,000 metros sobre el nivel del mar. S. ursíina—Dulumoco, de Antioquia, Rionegro, a 2,000 metros sobre el mar. Tiene un fruto muy agradable para comer. S. peduncularis —Moquillo, en la cordillera de Túquerres, a 2,400 metros de altura. ; S. floccifera—Chupahuevo; de Ubalá y Quetame, entre 1,300 y 2,000 metros sobre el mar. TRIBU III —LAPLACEAS Anteras incumbentes o erectas; se abren longitudinalmente. Ovulos anátropos. Cápsula con dehiscencia septicida o loculicida, Semillas aladas. Algunas veces con hojas opuestas o aladas. Todas son plantas de la América tropical. Género principal: a : os EAS A - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 269 . LAPLÁCEA Arboles de hojas esparcidas, enteras y sin estípulas. Flores blan- cas, axilares y solitarias. Cáliz con cuatro sépalos persistentes. Pé- talos en número de nueve. Estambres numerosos, de filamentos li- bres e insertos en la base de los pétalos. Cápsula quinquelocular lo- eulicida, con cinco valvas leñosas; cada lóculo con tres semillas. L. speciosa—Bello árbol de grandes flores blancas. Andes de Loja, Quindío, etc. £L. simplocoides —Chisgo—Andes de Bogotá, a 2,500 metros de altura. Las flores son casi tan grandes como las de la especie anterior. TRIBU IV—GORDONIAS Anteras erectas u oscilantes, de dehiscencia longitudinal. Cápsu- Ja loculicida. Embrión sin perisperma. Son plantas asiáticas o de Norteamérica. Algunas especies del género Gordonía se usan por los curtido- res en los Estados Unidos. TRIBU V —CAMELITAS Anteras incumbentes con dehiscencia longitudinal. Cápsula lo- culicida. Embrión sin perismera. Los dos géneros que comprenden son los más importantes de la familia y oriundos de Asia oriental. CAMELIA Arbustos siempre verdes, de hojas pecioladas enteras y coriáceas. Flores blancas, rosadas o purpúreas, en inflorescencia -axilar o terminal. C. japonica —Camelia—Rosal del Japón—Originaria del Japón, y cultivada universalmente por la belleza de sus flores, que hacen el orgullo de todos los jardineros. Esta especie es el tipo de las más bonitas variedades de camelia, que pasan de mil quinientas, obteni- das por medio del cultivo y del cruzamiento. Las semillas producen un aceite fino y'de buen sabor, que los japoneses emplean para los usos de la mesa. | C. sasanqua—Camelia té—Originaria del Japón. En la China la cultivan y usan las hojas en lugar de té, y su infusión la usan las mujeres para perfumar el cabello. Las semillas dan también muy - buen aceite. 270 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ THEA Arbustillos de hojas alternas, pecioladas y sin estípulas. Flores blancas, axilares o solitarias. Cáliz persistente, con cinco sépalos. Corola con seis a nueve pétalos, unidos por la base. Estambres nu- merosos, unidos por la base a los pétalos. Anteras biloculares y oblongas. Ovario trilocular, estilo trífido y estigmas agudos. Th. sinensis—Té de la China—Esta especie parece originaria de las vertientes septentrionales del Himalaya; antiguamente su use no era conocido en la India; al contrario en la China, en donde re- monta a la más remota antigúedad. El té se conocía en la China des- de mucho antes del año 519. El doctor Bretschneider dice que en el Pent-sao, antiguo libro chino, se menciona el té 2,700 años antes de nuestra éra; el Rya también habla de él joo o 6v0 años antes de Jesucristo. : En el siglo XVIII, cuando aún no se conocía el arbusto que pro- duce el té, Linneo lo clasificó en dos especies: 7h. bohea y Th. virt- dis, que, según él, correspondían a las dos clases de té del comercio, verdes y negros; pero después se ha visto que esta diferencia con- siste solamente en los medios de preparación, y que de una misma planta se producen té verde y té negro, según el procedimiento en- pleado. El uso de la infusión de las hojas, que ha sido general en la Chi- na, fue introducido en Europa en el siglo XVII por los h-landeses, y se ha extendido rápidamente por todo el mundo, de tal manera, que Inglaterra sola consume más de treinta millones de kilogramos anualmente, y los Estados Unidos más de veinte millones. Tiene pre- piedades nutritivas y estimulantes; en ciertas latitudes, como en Penang, sus efectos son narcóticos. Contiene, según el análisis cua- litativo, tanino, ácido quercitánico, teína, álcali semejante a la ca- feína, un ácido especial llamado ácido boheico, aceite volátil extrac- tivo, cera, celulosa, goma, resina, clorófila, caseína y materia co- lorante. El cultivo del té está muy extendido en la China. Generalmente se hacen tres cosechas de hojas. La primera, al principio de la primave- ra, de hojas muy jóvenes, proporciona las clases de té más aprecia- das y valiosas. La segunda un mes más tarde; y la tercera cuando las hojas han adquirido su completo desarrollo ; ésta es la que pro- duce las más comunes y la mayor parte de las clases que se dan al ENERO AR NR A Í d PS A A” + » » TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 271 comercio. La preparación consiste en someter las hojas a una de- secación rápida en calderas sometidas a una elevada temperatura, teniendo cuidado de revolverlas continuamente. Respecto del aro- ma, no se sabe de positivo cómo se le comunica : unos creen que es espontáneo, mientras que otros aseguran que se le proporciona mez- clándole flores aromáticas de varias plantas de la misma familia. Hasta hace veinticinco años el cultivo del té era exclusivo de la China, pero de esa fecha para acá se ha extendido a diversas regio= nes, dando muy buen resultado. La India inglesa produjo en 1870 trece millones de libras, y diez años después, en 1880, cerca de se- tenta millones, y hoy su producción es extraordinaria en Java, en Ceilán y en el Brasil. Requiere un clima húmedo y estar abrigado de las heladas. En Rionegro, departamento de Antioquia, se cultiva, pero sim= plemente como objeto de curiosidad. La familia de las Ternstroemiáceas fue creada en 1813 por Mir= bel, quien separó algunos de sus géneros de las Aurantiáceas. Familia XXXV-—Olacineas Arboles o arbustos, con espinas o sin ellas, de hojas sencillas, pe= cioladas y alternas. Flores pequeñas, axilares o terminales. Cáliz muy. pequeño, persistente, gamosépalo, dentado; a veces adquiere mu= cho crecimiento y se hace carnoso. Corola con tres a seis pétalos co- riáceos, libres o soldados por la parte inferior. Los estambres, en nú- mero de diez, son inmediatamente bipoginos o se apoyan en los pé- talos. Algunas veces, por aborto, existen al estado de filamentos. El ovario libre, unilocular, y por lo regular con tres óvulos pendien- tes. Estilo sencillo. Estigma pequeño y trilobado. Fruto drupáceo e indehiscente, con frecuencia cubierto por el cáliz; tiene una sola se-. milla con un gran endosperma carnoso y un embrión muy pequeño, - basilar y homótropo. Esta pequeña familia se compone de arbustos propios de la zona tórrida. La mayor parte son de la India y de Australia, algunas son de Africa y una sola de América. Poco importantes son las propiedades de las olacíneas. El olaxw ceylánica, de Ceilán, llamada por los naturales maela hola, esto es,, yerba de ensalada, tiene un leño fétido y de sabor salino; se usa en os 272 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ el tratamiento de las fiebres pútridas, y sus hojas se comen en ensa- lada. XIMENIA Cáliz muy pequeño, cuadrífido, persistente y no ampliado. Corola con cuatro pétalos provistos de pelos en la cara interna, conniven- tes en la base. Estambres ocho, con filamentos capilares y anteras lineares y largas. Ovario cuadrilocular, con cuatro semillas; estilo único. El fruto es una drupa monosperma. X. americana—Ciruelo espinoso en las Antillas —Tigrito en Ca- racas. Las frutas tienen un sabor dulce agradable y algo astringen- te; tienen propiedades laxantes y se usan como purgante. Las semi- llas tienen esta propiedad más desarrollada; contienen un aceite graso, en fuerte proporción, y una materia extractiva purgante. X. montana—Tigrito en Caracas —- Los frutos recién cogidos exhalan un pronunciado olor a ácido prúsico, son tenidos por vene. nosos y tienen el sabor de almendras amargas. Esta familia se formó a expensas de las aurantidceas, pero se distingue por sus hojas no puntuadas, sus estambres definidos y su ovario unilocular. Familia XXXVI—Aurantiaceas Arboles o arbustos muy glabros, a veces espinosos, de hojas ar- ticuladas, alternas, sencillas o pinadas, provistas de glándulas vesi- culosas llenas de un aceite volátil. Flores odoríferas, por lo general terminales. Cáliz gamosépalo, persistente, con tres a cinco divisio- nes. Corola con tres a cinco pétalos sésiles, de estivación imbricada. Estambres en igual número al de los pétalos, o doble, o múltiple, fijos por debajo de un disco hipogina, sobre el cual se aplica el oya- rio, que es globuloso y multilocular, con un solo óvulo suspendido . 'en cada lóculo, o con varios, anátropos y fijos en el ángulo interno. Estilo muy grueso y sencillo. Estigma discoide. Fruto por lo ge- neral carnoso, dividido en varios lóculos por tabiques membranosos muy delgados. El pericarpio es grueso é indehiscente y está cubier- to de vesículas llenas de aceite volátil. Las semillas, insertas en el ángulo interno de cada lóculo, tienen un tegumento membranoso con un rafe saliente; encierra uno o varios embriones sin endos- perma. AA A A AE / o EE DAS 1) / HS 2 e RIA Eo 2 Sd id a 7 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 273 Las especies de esta familia, que algunos llaman también /Zespe- _rídeas, son casi exclusivas de las [nlias Orientales, de donde se ha extendido el cultivo de muchas a toda la región tropizal. Dos o tres son originales de Madagascar ; y parece que una sola es americana. Todas son propias de las regiones cálidas y templadas. La madera es compacta y dura. Las hojas y los frutos abundan en un aceite volátil, fragante, excitante y amargo, y tienen propie- dades estomacales. La pulpa de los frutos es siempre más O menos ácida, y la de algunas especies constituye uno de los alimentos más delicados del reino vegetal. Las flores, por su deliciosa fragancia, se usan mucho en perfumería. Esta familia consta de unas cien especies, agrupadas en veinte géneros, que se han dividido en tres tribus, a saber : TRIBU I—LIMONIEAS Hojas trifoliadas, flores diplostemóneas, óvulos solitarios o gemi- nados colaterales. Las principales especies son : Atalantía monofila —De la India—Se usan las hojas en infusión para calmar el dolor de estómago. Limonia laureota— Kuthar pathri, de la India—Es notable por ser la única planta de la familia que vive en la extrema región fría, y queda por algunos meses enterrada por la nieve. Los indios de las montañas creen que el almizclero adquiere su olor peculiar por alimentarse con las hojas de esta especie. Los frutos de otras especies se comen confitados y tienen propie- dades estomacales y estimulantes. TRIBU II— CLAUSENA5S Flores diplostemonas, óvulos sobrepuestos. La especie principal de esta tribu es: Murraya exotica—Boj de la China—Natural de India. Cultiva- da en las Antillas; produce muy buena madera; las hojas y las flores tienen las propiedades de las del naranjo; además, las últi- ».»mas se usan para teñir de negro el cuero. TRIBU TI—CITREAS Estambres en número de diez o más; óvulos numergsos, dispues- tos en dos series. 18 274 CARLOS CUERVO MARQUEZ El género principal es: CITRUS Arbolillos o árboles rugosos, provistos a veces de espinas axila- res en la base de cada pecíolo. Hojas lustrosas, articuladas (un solo folíolo), casi siempre aladas, cáliz urceolado, pétalos gruesos, estam- bres numerosos, con anteras oblongas; fruto abayado, con siete a doce celdillas polispermas y pulposas. Cotiledones brevemente arti- culados. Este género comprende el grupo más importante de la familia. Las especies principales son : Q. medica—Cidra, cidrero. Arbol de la India, cultivado en Eu- ropa desde los tiempos más remotos, y en América, en los climas cálidos y templados. Los frutos se emplean principalmente en con- fitería. La corteza es astringente y tiene propiedades estomacales ; se usa en infusión en las diarreas; constituye la base del elíxir y del jarabe de cidra. C. limeta—Lima—Originaria de la India y cultivada como el anterior ; sus frutos son muy agradables. La corteza de ellos con- tiene una gran cantidad de aceite volátil y se emplea en la prepa- ración de la esencia de Bergamota, muy usada en perfumería. C. limonam—Limón, limonero—Natural de la India. Los árabes * lo introdujeron en Africa y en Europa. Su cultivo en América in-- tertropical es general en los climas cálidos y templados. Esta especie tiene hoy grande importancia, a causa de los pro- ductos que se obtienen de sus frutos: esto es, la esencia de limón y el ácido cítrico contenido en fuertes proporciones en su pulpa; a él deben las limonadas y el zumo de limón las propiedades refrescan- tes que poseen. La limonada aplicada tópicamente a la boca del estómago detie-- ne fácilmente el vómito producido por sobreexcitación o por compre-- sión mecánica. Se usa también para combatir Ja diarrea y la disen- teria inflamatoria. El zumo de limón se ha empleado contra las obstrucciones del hígado y del bazo, y contra la ictericia. Mezclado con café tinto se” usa mucho para combatir las intermitentes. Empleado en dosis fuer- tes cura hasta las hemorragias de gravedad. Con muy buen éxito se emplea como antídoto del veneno de la serpiente de cascabel (cro- talus horridus). / TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 275 El doctor Herbold ha enrado el delírium tremens con limonadas muy cargadas y en dosis muy fuertes. El zumo produce buen resul- tado en las úlceras escorbúticas y en las erupciones herpéticas; se usa también contra las efélides o pecas. Los médicos ingleses lo em- plean mucho para combatir el reumatismo. El doctor Cazin aconse- ja una mezcla de zumo de limón y de ajo para combatir el crup; y el doctor Bouchardat el de limón solo para combatir la púrpura acompañada de edema y albuminuria, y las metrorragias rebeldes. El zumo se usa mucho para destruír la caspa de la cabeza y también para curar la tiña. Las semillas machacadas y hervidas.en leche se administran como excelente vermifugo. Según el análisis hecho por el doctor Grosourdy, las almendras contienen una substancia cris- talina muy amarga, que es la limonina, sin duda el principio ver- micida; aceite suave fijo; mucha celulosa; un poco de azúcar, de goma, albúmina y emulcina. C. aurantium—Naranjo dulce—Natural de Cochinchina o de China meridional. Por sus frutos deliciosos su cultivo se ha exten- - dido en todo el mundo, y ha producido como cuarenta y tres varie- dades. Tiene las mismas propiedades del limón, pero mucho menos pronunciadas, pues contiene mucho menos ácido cítrico; en cambio, contiene cierta cantidad de ácido málico. C. vulgaris—Naranjo agrio—Parece originario del Asia central. En sánscrito se llama nagarunga, de donde los hindús han hecho narudjt y los árabes naruny, que fueron-quienes introdujeron el na- ranjo en España y en Africa. Esta espécie es importante por sus frutos, que tienen las propie- dades del limón, y por sus flores, que se emplean en grandes canti- dades para la fabricación de agua naf o de azahar, que hoy tiene un consumo fabuloso, y de la esencia de nerolí, muy usada en per- fumería y en medicina. Las hojas y las flores del naranjo, ya sea agriv o dulce, tieren propiedades antiespasmódicas y se usan en infusión. Las aurantiáceas se conocen fácilmente por la abundancia de receptáculos de aceite que están dispersos en todos sus órganos, por sus hojas compuestas con el pecíolo alado y sus pétalos deciduos e imbricados ; además, por sus frutos suculentos y pulposos. 276 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Familia XXXVII - Hipericáceas Plantas herbáceas, arbustos o árboles, con frecuencia resinosos y cubiertos de glándulas transparentes, de hojas opuestas, enteras y sin estípulas, rara vez alternas. Flores axilares o terminales, con variadas formas de inflorescencia; generalmente son amarillas. Cá- liz con cuatro o cinco sépalos persistentes. Corola con igual número de pétalos, de estivación espiral. Estambres numerosos, reunidos en varios haces por la base de los filamentos. Algunas veces son mona- delfos o libres. Filamentos filiformes. Anteras biloculares, de dehis- cencia longitudinal. Ovario libre globuloso, formado por tres a cin- co carpelos parcialmente unidos. Estilos en el mismo número de los carpelos. Estigmas capitados o truncados, rara vez bilobados. Ovu- los numerosos. El fruto es una cápsula o una baya multilocular y polisperma. Semillas pequeñas con embrión homótropo y sin en- dosperma. Las hipericáceas están muy extendidas en toda la superficie del globo. Viven en las montañas, en las llanuras secas, en los panta- nos o en los bosques, y tienen representantes en todas las latitudes de ambos hemisferios. 1 Los dos géneros con que cuenta la flora colombiana son diferen- tes en su porte, y cada uno tiene su área de habitación especial; el género vismia, arborescente, es de las tierras calientes, y el hiper:- cum, plantas fruticulosas (chite), es de la región fría; este género es característico de los páramos andinos. o | Casi todas las especies de la farailia producen un jugo amarillo, que tiene ligeras propiedades purgantes y febrifugas. El de las espe- cies americanas es más abundante y enérgico. | Las hipericáceas cónstan de unas doscientas ochenta especies, agrupadas en quince géneros: éstos se han repartido en dos tribus. TRIBU I—HIPERICÁCEAS Carecen de glándulas interestaminales. Género principal : HYPERICUM Yerbas o plantas fruticulosas, de tallos ramosos, a veces cua- drangulares. Hojas opuestas, sésiles y glandulosas. Flores amarillas a £ y TS JN LAA A E TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA en inflorescencia variada. Cáliz profundamente quinquepartido. Co- rola con cinco pétalos. Estambres numerosos poliadelfos. Anteras di- dimas. El fruto es una cápsula con tantos lóculos como estilos. Se- millas numerosas y muy pequeñas. H. brathys —Chite—Muy común y característico de la región de los páramos, desde Mérida hasta Quito, entre 2,500 y 3,500 metros sobre el mar. El tallo contiene una gran cantidad de tanino. Esta especie y las otras semejantes se usan como plantas ornamentales. H. larycifollum—Chite, romerillo —Común en los páramos de Ocaña y en las cordilleras de Bogotá y el Quindío, en Popayán, el nevado del Tolima, hasta 3,600 metros sobre el nivel del mar, en la “vecindad de las nieves. Se usa para teñir la lana de color azafrán. AH. muticianam—Lunaria—Tiene la misma área de dispersión de la especie anterior. H perforatum—Hypericon—Planta europea. Entra como ingre- - diente del célebre bálsamo católico y del aceite de hipericon. Sus propiedades vulnerarias las debe a la presencia de un principio re- sinoso. TRIBU II —ELODEAS Glándulas alternaudo con los estambres. Género principal: VISMIA . Arboles o arbustos de ramos opuestos, de hojas enteras, Opues- tas y pecioladas. Flores dispuestas en cimas o en panojas termina- les. Cáliz persistente y quinquepartido. Corola con cinco pétalos al- ternos con las divisiones del cáliz. Estambres numerosos dispuestos en cinco hacecillos. Anteras introrsas y sentadas sobre filamentos filiformes. Ovario sentado y quinquelocular, con cinco estigmas _¿Ccapitosos. El fruto es una baya aovada con cinco lóculos polisper- mos. Comprende plantas indígenas de la región tropical de América y del Africa. Las especies colombianas crecen todas en los bosques poco espesos de la región cálida, desde el nivel del mar hasta 1,200 metros de altura. Las principales son : V. guianensis—Gutagamba—Crece en toda la hoya del Orinoco. Por la desecación del zumo de esta planta se obtiene una gomo- resina, llamada gutagamba, que es un purgante drástico. 277 E) 278 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ V. laurifoltum—Punta de lanza— Fusagasugá, La Mesa, valle del Magdalena, entre 4oo y 2,000 metros sobre el mar. Produce una goma-resina roja, llamada lacre o sangre. V. acuminata —Caparrosa—Motijo en Venezuela—Crece tam- bién en la cordillera occidental, Buenaventura, hasta 1,200 metros de elevación sobre el mar. Produce la sustancia conocida con el nombre de goma guta de América. V. latifolia—Caimito, en Panamá-—Bucaramanga, valle del Cauca, hoya del Orinoco. Sus hojas se usan como febrifugos, y la resina es purgante. Familia XXXVIII — Gutiferas Arboles y arbustos, algunas veces parásitos, todos con jugos . propios, amarillos y resinosos. Hojas sin estípulas, opuestas, coriá- ceas, enteras, con el nervio mediano fuertemente pronunciado. Flo- res casi siempre numerosas, axilares o terminales, blancas o rojas y articuladas con el pedúnculo, son hermafroditas o de un sexo, y po- lígamas. Cáliz persisténte, con dos a seis sépalos redondeados, al- gunas veces de color, e imbricados. Corola con cuatro a diez péta- los. Estambres numerosos. Ovario con uno a cinco o más lóculos., Estilo corto, a veces falta. Estigma peltado o radiado. El fruto es, ya seco, ya suculento; indehiscente, o se abre en varias valvas. Las semillas, provistas en ocasiones de un arilo, con un embrión homó- tropo sin endosperma. Las gutíferas son naturales en su mayor parte de la América intertropical; unas pocas son de Madagascar y del continente afri- cano. Generalmente requieren para su desarrollo condiciones com- binadas de grande humedad y de mucho calor. Algunas pocas espe- cies de la flora colombiana vegetan en la zona fría, a 2,400 metros de altura. Casi todas las plantas de esta familia secretan un jugo amarillo gomoso-resinoso, acre y purgante, que en una de sus formas cons- tituye la gutagamba del comercio. Como ciento cincuenta especies repartidas en treinta géneros forman la familia. Estos géneros se han agrupado en cuatro tribus, a saber: TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 2709 TRIBU I——CLUSIAS Fruto multilocular, con lóculos polispermos. Comprende espe- cies americanas. Los géneros principales son : CLUSIA Arboles de hojas pecioladas, crasas, enteras y lustrosas. Flores dispuestas en cimas corimbosas; son grandes, blancas, rosadas, ro- _jas o amarillas, y con frecuencia exudan una materia resinosa. Son "hermafroditas o polígamas. Cáliz con seis sépalos, acompañados de dos bractéolas. Corola con cuatro a ocho pétalos. Estambres nume- rosos, en varias series, los filamentos unidos por la base y las ante- ras extrorsas y biloculares. Ovario libre con cinco o diez lóculos. Estigma sentado, grande. Fruto coriáceo, anguloso y polispermo. C. alba-—Cape—Copei en Cuba—Natural de las regiones cálidas de América intertropical. Produce una resina balsámica y amarga, que se vuelve roja al contacto del aire. En las Antillas se usa para curar las úlceras del ganado y para calafatear los buques. C. rosea—Cape grande—Capecillo en las Antillas—La infusión de las flores se usa en las Antillas como pectoral. En Venezuela se emplea el cocimiento de la corteza contra el reumatismo. De las fru- tas maduras extraen los indios del Orinoco la resina que se llama _paramán, que es muy reputada: como buen resolutivo, y se usa mu- cho en Venezuela en los casos de dislocaciones y fracturas. También se acostumbra emplearlo como sahumerio. Clusia-odorata—Capecillo oloroso— Veraguas, volcán de Chiri- -quí. Tiene propiedades semejantes a la anterior. C. alata —Gaque—Cape grande- -Andes de Bogotá, entre 1,000 y 1,600 metros de altura. TRIBU II! — GARCINIAS Fruto multilocular, con celdas monospermas. En la generalidad son plantas del antiguo continente. Los géneros principales son : GARCINIA En su totalidad está formado de plantas de la India. Las más «notables son : 280 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ G. cambegia—Carcapuli de la India—Deja escapar por las inci- siones practicadas en el tronco la resina conocida con el nombre de goma guta de Ceilán, que tiene propiedades muy purgantes y se usa - en veterinaria. G. mangostan— Mangostan—La corteza es muy astringente y se emplea con ventaja en. casos de disentería y como vermifugo. Las frutas que produce se reputan como de las más deliciosas. RHEEDIA Arbustos de ramas articuladas, de hojas opuestas, pecioladas,, enteras, lanceoladas y lampiñas. Cáliz nulo; corola con cuatro pé- talos abiertos. Estambres indefinidos; con filamentos filiformes más. largos que la corola, y con anteras oblongas. Ovario esférico. Esti- lo cilíndrico y estigma infundibiliforme. Semillas con arilo sucu- lento. Rh. laterifolia— Ciruelo de hojas laterales—Común en las Anti- llas y valle del Magdalena. Los frutos son refrescantes y sabrosos. La resina se usa para sahumerios, etc. Rh. edulis—Sastra en Panamá, Veraguas, etc.” Rh. madroño— Madroño —Naranjuelo—Común y cultivado en todas las tierras calientes y templadas, por sus frutos muy sabrosos, ligeramente ácidos y muy refrescantes. Valles del Magdalena y del Cauca, Fusagasugá, Medellín, etc. TRIBU JIIl —CALOFYEEAS Fruto unilocular drupáceo o abayado. Semillas escasas en un pe- ricarpio seco o anidado en pulpa. Los géneros más notables son: MAMMEA Todas las especies que componen este género son propias de América tropical. Son árboles de hojas opuestas, coriáceas y pecio- ladas. Flores polígamas por aborto, dispuestas en pedúnculos axi- lares. El cáliz está formado por dos sépalos iguales. La corola tiene de cuatro a seis pétalos. Estambres numerosos, de filamentos cortos. y con anteras introrsas y biloculares. Ovario libre, con cuatro lócu- los. Estilo corto y estigma cuadrilobado. El fruto es tetrágono, subesférico y de sarcocarpio carnoso. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 281 M. americana—Mamey —Común en toda la América intertropi- cal y cultivada en todas las tierras calientes. Por las incisiones practicadas en la corteza de este árbol sale un jugo gomo-resinoso, conocido con el nombre de resina de mamey, que tiene propiedades antipsóricas muy pronnnciadas, y que se usa mucho para matar las niguas (pulex penetrans), que tánto ator- mentan en las tierras calientes, bastanlo aplicarla sobre la parte acometida por dichos insectos. Las hojas tienen, según se dice, pro- piedades febrífugas bastante pronunciadas, y en tal caso se usan en decocción. Las flores se utilizan para preparar licores. El fruto ma- duro es muy agradable para comer y tiene propiedades estomacales. Las semillas son antihelmínticas, y su infusión se usa en baños para combatir la sarna, pero se debe emplear con moderación, porque, principalmente cuando hay úlceras, puede producir accidentes de gravedad, y hasta la muerte. En algunas terras calientes, y tam- - bién en Venezuela, preparan con las almendras molidas y mezcla- das con manteca, un ceralo que se usa para combatir con magnÍfi- co éxito la sarna y las niguas; la decocción de las almendras se emplea también para regar las habitaciones invadidas por las pul- gas y otros insectos, que mueren inmediatamente. La almendra es gruesa y blanca cuando fresca; al partirla trasuda una materia resinosa y amarilla; y el zumo se emplea para marcar en el lienzo letras indelebles. Según los trabajos del doctor Grosourdy, la almendra contiene: mucho almidón, celulosa, agua, sustancio-resinosa amarilla en fuerte proporción, tanino, una sustan= cia sacarina y una materia colorante amarilla. CALLOPHY£LLUM Arboles de hojas opuestas, pecioladas, mny enteras y lustrosas. Flores hermafroditas o polígamas por aborto, dispuestas en cimas racimosas. Cáliz con dos o cuatro sépalos; en este último caso los dos externos son más cortos. Corola con cuatro pétalos. Estambres numerosos, libres y con filamentos cortos; anteras biloculares e in- trorsas. Ovario libre y unilocular. Estilo terminal y estigma peltado. El fruto unilocular y monosperma. Las especies de este género seencuentran ya en la América inter- tropical, ya en Madagascar o en la India, distinguiéndose todas por el jugo resinoso que contienen. 282 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ C. calaba—Palo María—Ocuja en Cuba—Crece en las Antillas y en la costa atlántica, en los climas cálidos. Por las incisiones prac- ticadas en la corteza, deja escapar un jugo resinoso, llamado aceite de Marfa, que al principio es semilíquido y de un color. amarillo verdoso; al secarse se convierte en una maza quebradiza, de color verde oscuro, semitransparente, de sabor balsámico algo amargo y Je olor agradable; al quemarse produce mucho humo blanco y aro- máltico, arde con una llama blanca; contiene ácido benzoico y tiene propiedades sudoríficas y pectorales muy pronunciadas. De los fru- tos maduros se extrae un aceite fijo muy aromático y muy bueno para la pintura y el alumbrado. Las flores también se usan en infu- sión como pectorales. E C. María—Palo María—Común en el valle del Magdalena, Ma- Tiquita, Cunday, etc, entre 300 y 1,000 metros sobre el nivel del mar. Tiene las mismas propiedades de la anterior. C. longifolium—Marla—Crece en las Antillas, en la costa atlán- tica, etc. Junto con las dos especies anteriores, preduce la resina conocida en el comercio con el nombre de aceite de María de Nueva Granada. La tacamahaca es producida por una especie de Madagascar. T. tacamahaca—El palo María de las Filipinas—C. ¿nophyllam— produce una resina que es purgante y emélica. TRIBU IVY——MORONOBEAS Fruto multilocular. Estambres con los filamentos unidos en tubos o en hacecillos. Anteras extrorsas y pegadas a los filamentos. Comprende especies de América, de Asia y de Oceanía, poco im- portantes. Familia XXXIX—Ochnáceas Arbules o arbustos de hojas alternas, enteras o dentadas, algu- mas veces lustrosas y acompañadas de estípulas. Flores dispuestas en racimos. Cáliz con cinco sépalos persistentes, de estivación im- bricada. Corola con pétalos de estivación imbricada, deciduos, en número igual o doble al de los sépalos. Estambres numerosos o so- lamente en número de cinco, opuestos a los sépalos; filamentos per- sistentes, con anteras innatas, biloculares, que se abren por poros o TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 283 longitudinalmente. Carpelos en número igual al de los pétalos, colo- cados sobre un disco carnoso. Estilo único. Fruto indehiscente, algunas veces drupáceo, con una sola semi- lla que carece de albumen. Casi todas las plantas de esta familia son de la zona tórrida de América, de Africa y de Asia; unas pocas son del Cabo. Las vein- tiocho especies de que consta, se han agrupado en seis géneros; los principales son : GODOYA Arboles de hojas alternas, coriáceas y lustrosas. Flores hermo- sas, amarillas. Cáliz con sépalos en número de cinco. Corola con cinco pétalos. Estambres numerosos, dispuestos en cinco hacecillos alternos con los pétalos; los interiores son fértiles. Filamentos cor- tos y anteras extrorsas. Ovario libre, con tres o cinco lóculos. Estilo corto y atenuado y el estigma sencillo. La madera de las especies de este género se distingue por su dureza. G. antioquiensis—Caunce—Bello árbol que adorna los bosques de Rionegro en Antioquia, a una altura de 2,000 metros sobre el nivel del mar. Tiene hermosas y grandes flores amarillas. Su made- ra es muy resislente, y su corteza contiene un principio astringente, que hace que se use para limpiar la dentadura. G. splendida—Quiebra hacha—Común en las tierras templadas del Socorro, Ocaña, etc. Es notable por la resistencia de su madera, que le ha valido el nombre vulgar con que se le conoce. G. spatulata—Laupe del Perú—Es apreciada por su madera. CESPEDESIA Son arbustos de porte elegante, de hojas lustrosas y de hermo- sas flores amarillas dispuestas en ramilletes que los hacen dignos de figurar en los jardines como arbustos de adorno. Las especies colom- bianas son todas propias de las tierras calientes. C. bonplandiv—Lengua de vaca—Común en todo el valle del alto Magdalena, a 4oo metros de altura. GOMPHIA Arboles o arbustos de hojas alternas, cortamente pecioladas, lustrosas y coriáceas. Flores amarillas dispuestas en bellos racimos terminales. 284 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Son naturales de Asia, de Africa y de América intertropical. Las especies colombianas son todas de la región caliente. Algunas de las especies de las Antillas son importantes por el aceite que se extrae de sus semillas. En especial la G. fabotapita, común también al Brasil, y la G. par- viflora. Familia XL—Coriariáceas Arboles de ramos tetrágonos y opuestos, y a veces terminales; de hojas opuestas, trinervias, enteras y aovadas. Flores dispuestas en racimos terminales, acompañadas de brácteas, son completas o incompletas por aborto. Cáliz quinquepartido y persistente. Corola con cinco pétalos, alternos sobre un receptáculo y alternos con los sépalos; son bastante gruesos, persistentes con el fruto, y se convier- ten en pulposos. Estambres en número de diez, insertos sobre el receptáculo. An- teras insertas sobre el ápice bífido del filamento, introrsas y con de- hiscencia bilocular. Ovario sésil, quinquelocular; cada lóculo con un óvulo anátropo. Estilo nulo y cinco estigmas larga mente exertos, papilosos y velludos. El fruto está formado por cinco cocas crustá- ceas, monospermas y cubiertas por el cáliz y la corola, que se han hecho carnosos. Las semillas tienen un embrión ortótropo, con co- tiledones planoconvexos y con radícula corta y súpera. Esta pequeña familia consta solamente de un género con unas ocho especies, de las cuales una vive en Europa, otras en las Indias y Otras en América. . : CORTARIA Este género es el que compone la familia. Las especies principa- les son : : C. thymifolia—Curtidera —En algunas partes se usan las hojas como curtiembre, especialmente en el Ecuador. Los frutos son ve- nenosos. Hoy está llamando la atención esta planta, principalmente para la fabricación de tinta, que es de primera calidad. C. myrtifolia— Roldón—Crece en Cataluña, donde se usan las hojas con el mismo objeto que las de la especie anterior. Los frutos A A AAN A as US E DEVIN 1 ; ñ ee In, Al TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 285 y también las hojas contienen un principio venenoso y narcótico que se absorbe hasta con el ambiente. Los franceses llaman la plan- ta redout, debido a que varios soldados del ejército napoleónico que comieron los frutos murieron uncs y otros quedaron narcoti- zados. : ; De Candolle es quien ha formado este familia; mientras que Otros autores, y entre ellos Endlicher, consideran el género coriaria como parte de las malpigiáceas, con las cuales tiene grande analo- gía, pero se aleja de ellas por su fruto pentámero. Familia XLI—Marcgraviaceas Arbustos sarmentosos y trepadores, a veces parásitos, de hojas alternas, sencillas, enteras y coriáceas. Flores extensamente pedun- culadas, dispuestas en espigas cortas. El pedúnculo está con frecuen- cia acompañado de una bráctea cuculiforme. Cáliz con cuatro a siete sépalos cortos, y en general persistentes. Corola gamopétala, levan- tada en forma como de casquete, o compuesta de cinco pétalos sési- les. Estambres libres, en número indefinido. Ovario globoso, con un solo lóculo que tiene de cuatro a doce trofospermas parietales, en forma de semitabiques. Estilo casi siempre nulo. Estigma estre- llado. Fruto globoso, indehiscente, o se abre de un modo irregular. Es coriáceo y carnoso en su interior. Semillas numerosas y peque- ñas, con embrión homótropo. Con excepción de las especies del género Antholoma, que son de Nueva Caledonia, todas las demás son de América ecuatorial. Las especies colombianas son casi todas propias de los bosques de las regiones cálidas; unas pocas viven en las tierras templadas a 2,000 metros sobre el mar. Esta familia apenas consta de unas cuarenta especies agrupadas en cuatro géneros. Los principales son : MARCGRAVIA Arbustos ascendentes, de hojas alternas y pedúnculos bractes- dos. El cáliz tiene seis divisiones, es persistente y coriáceo. Corola entera, cónica y coriácea. Estambres numerosos, insertos en una membrana que circuye el ovario. Estilo casi nulo y estigma craso 286 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ y persistente. El fruto es una cápsula abayada y coriácea; es pulpo- so y con muchas semillas. M. umbellata—Bejuco de palma, en Puerto Rico—Común a las Antillas, a Venezuela, y a Colombia, en donde vive hasta la altura de 1,800 metros sobre el nivel del mar. En Puerto Rico se supone que la raíz y el tallo de esta planta tienen propiedades diuréticas y antisifilíticas; la usan en decocción en las enfermedades.de las vías urinarias. Algunas especies son notables por las formas caprichosas de las hojas y de las brácteas; tal es la M. caudata, de Barbacoas, etc. El género Ruyschia tiene numerosos representantes en la flura colombiana; se notan entre otros: R. amazónica—Planta que tiene una área de dispersión muy extensa, pues se encuentra en el Brasil, los llanos de San Martín, Santamarta, elc. R. crasipes—La Mesa, a 1,200 metros sobre el nivel del mar. Como la especie anterior, es notable por la forma singular de las brácteas que acompañan a las flores. Familia XLII—Hippocrateaceas Las plantas que componen esta pequeña familia son arbustos casi siempre sarmentosos, con hojas opuestas, sencillas y a veces coriá- ceas. Las flores son pequeñas, axilares o en corimbos. Cáliz peque- ño, persistente y formado por cinco divisiones. Corola con cinco pétalos iguales. Estambres casi generalmente en número de tres, rara vez más; los filamentos están reunidos por la bese, formando un andróforo tubuloso. El ovario es trigonal, tiene tres lóculos, cada uno con cuatro óvulos fijos en el ángulo interno. Estilo sencillo, y termina por uno oO por tres estigmas. El fruto está formado unas veces por tres carpelos samaroides, y otras veces es carnoso. La mayor parte de las especies de esta familia son de la A méri- ca del Sur; el resto se reparte entre Africa y las Indias Orientales. Las ochenta y seis especies de que consta están agrupadas en seis géneros; en lo general son plantas de poca importancia. El género más notable es: y , í = : TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 287 e HIPPOCRATEA Arbustos trepadores, de hojas opuestas, enteras O aserradas, acompañadas de estípulas peciolares. Flores dispuestas en pedúncu- los axilares o terminales, dicotomos o multiflores. El fruto se com- pone de tres cápsulas coherentes, uniloculares y bivalves. Hi. comosa— Almendro, en las Antillas. H. verrucosa—Crece en Cartagena al pie del cerro de La Popa.. Las flores de ambas especies son tenidas por pectorales. Con las al- mendras de la primera se prepara una horchata muy agradable usa- da en las enfermedades del pecho. Las semillas contienen un aceite incoloro, inodoro, muy suave y de muy buen sabor. Los otros géneros principales son: anthodora, lacepedia y trigo» nia, este último representado en nuestra flora por la trigonia sericeo, que crece en el Quindío a 2,500 metros de altura. Familia XLII—Eritroxilaceas Arboles o arbustos de hojas alternas y opuestas, glabras y con es- típulas axilares. Flores pequeñas, blancas o verdosas, dispuestas en pedúnculos axilares, que brotan de un grupo de pequeñas brácteas imbricadas. Cáliz con cinto divisiones profundas; es persistente. Corola con cinco pétalos, provistos interiormente de una pequeña escama. Los estambres, en número de diez, monadelfos. Anteras erectas y biloculares. Ovario trilocular, pero generalmente dos de los lóculos son espurios; termina por tres estilos con estigmas capi- tados. El fruto es una drupa con una sola semilla pendiente y an- gular. La mayor parte, y las principales plantas de esta familia, son naturales de América tropical; unas pocas son de las Indias orien= tales, y una sola pertenece a Nueva Holanda. Las especies colombia= nas son todas de tierra caliente, muy pocas viven en las tierras tena= plad8s, y ninguna se encuentra a una altura mayor de 2,000 metros: sobre el mar. Un solo género, eritroxilon, compone la familia, que consta de unas ochenta especies. Las más notables son : E. coca—Coca—Es la especie más importante del género. Desde: tiempo inmemorial su cultivo se había generalizado en todos los dominios de los incas, desde Bolivia hasta las regiones meridionales. 288 | CARLOS CUERVO MÁRQUEZ de Colombia. Todavía no se sabe a punto fijo cuál sea la patria pri- mitiva de la especie. Algunos autores creen que sea el Perú, otros la región oriental de Bolivia; y en fin, Mr. André la ha visto espon- tánea en las orillas del Cauca. Debido al uso que tiene la coca, y que tiende a generalizarse cada día más, su cultivo se ha extendido mucho, principalmente en Colombia, en todo el valle del Magdale- na, hasta una altura de 1,400 metros sobre el mar; y el Gobierno francés ha hecho repetidos esfuerzos por aclimatarla en Argelia. El cultivo de la coca requiere una alta temperatura, acompañada de bastante humedad en la atmósfera; el terreno más adecuado es en las faldas de las colinas donde no se apoza el agua; la perjudican, sobre todo, los vientos helados que soplan de los páramos. Hablando de la mucha estimación en que los incas tenían la coca, y del consumo que de ella hacían, dice el Padre Acosta en su Historia Natural de las Indias, lo siguiente: “En sólo Potosí monta a más de medio millón de pesos cada año la contratación de la coca, por gastarse de noventa a noventa y cinco mil cestos de ella, y aun el año de 1583 fueron cien mil.” Y más adelante: “Los indios la aprecian sobremanera; y en tiempo de los reyes incas no era lícito a los plebeyos usar la coca sin permiso del inca o de su gobernador. El uso es traerla a la boca y mascarla chupán- dola: no la tragan: dicen que les da gran esfuerzo, y es singular regalo para ellos. Muchos hombres graves lo tienen por supersti- ción. Yo, por decir verdad, po me persuado que sea: pura imagina- ción: antes entiendo que, en efecto, obra fuerzas y aliento, porque se ve en efectos que no se pueden atribuir a imaginación, como es con un puño de coca caminar doblando jornadas, sin comer a veces otra cosa, y otras semejantes obras.” Y razón tenía el sabio jesuíta, pues las propiedades estimulantes, que en alto grado posee la coca, las ha evidenciado la ciencia moder- na hasta el punto de no dar cabida a la menor duda. Conforme los antiguos mejicanos usaban como moneda los granos de cagao, la coca servía a los peruanos con el mismo objeto en sus transaccio- nes; sus reyes la consideraban como única ofrenda digna de ellos y de sus dioses, y la quemaban en los altares. Las hojas inascadas en dosis moderadas, de diez a veinte gra- mos, excitan el sistema nervioso, y, por consiguiente, hace a los que la usan más capaces para resistir las fatigas musculares; en dosis o - e e Ny E ES t TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 289 mayores, cuarenta a sesenta gramos, produce alucinaciones y hasta verdadero delirio: su uso inmoderado acarrea los mismos peligros que el opio, el tabaco, etc., e insensiblemente puede producir el em- brutecimiento o la enajenación mental. Algunos autores la aconse- jan como muy buen dentífrico y muy conveniente para la higiene de la boca. Con muy buen éxito se emplea, ya mascada, ya en in- fusión, para combatir las dispepsias y las gastralgias, pues regula- riza las digestiones y modera la sensibilidad de la mucosa del estó- mago. El señor Montegazza la aconseja, además, en la hipocondría, el spleen y la postración nerviosa. La coca debe sus propiedades a la presencia de un álcali, la co- caína, recientemente descubierto y estudiado, cuyas enérgicas pro - piedades están generalizando su consumo día por día, especialmente por los dentistas para producir la anestesia local necesaria para extraer sin el menor dulor las piezas de la dentadura. Su uso mode- rado no es tan peligroso como el de los otros anestésicos, pero usado en demasía, sus efectos son fatales para la constitución moral y para - las facultades intelectuales del individuo. E. areolatum—Coca de Cartagena—Crece en los lugares areno- -sos de la costa atlántica, cerca de Cartagena, Santamarta, etc. Los ramos tiernos son refrigerantes; la corteza se considera como tóni- ca, y el jugo medio ácido de sus frutos carnosos, como purgante y diurético. Con el jugo de las hojas se prepara un ungúento que se usa contra la tiña y otras erupciones cutáneas. E. hondense—Coca de Honda—Crece en el valle del Magdalena, en especial en Honda, a 300 metros sobre el nivel mar. Aunque en menor grado, tiene las mismas propiedades del £. coca. E. popayanense—Coca de Popayán—Crece en los lugares tem- plados del valle del Cauca, entre 1,000 y 1,400 metros sobre el mar. Sus propiedades son análogas a las de la especie anterior. Algunas especies del Brasil, principalmente el £. suberosum, llamado allá gallinha choca, son astringentes, y la corteza da un - color rcjizo oscuro, permanente, usado en tintorería. Esta familia tiene grandes analogías con las malpigiáceas, pero se distingue de ellas porque sus flores crecen de entre un grupo de brácteas escamosas e imbricadas, carecen de glándulas en el cáliz, y tienen el estigma capitado. Además, los óvulos son francamente anátropos, lo que no sucede en las malpigidceas. 19 — + 290 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Familia XLIV—Malpigiáceas Arboles o arbustos, algunas veces de porte sarmentoso; de hojas generalmente opuestas, rara vez alternas o verticiladas, con frecuen- cia provistas de pelos, y casi siempre estipuladas. La inflorescencia es variable, y los pedúnculos son muchas veces articulados. Las flo- res son generalmente rojas o amarillas. El cáliz está formado por cinco sépalos de pr.floración quincuncial, y cada uno tiene en la base una o más glándulas grandes. La corola tiene cinco pétalos, de prefloración convolutada y largamente unguiculados. Los estam- bres, en número doble o igual al de los pétalos, ligeramente unidos por la base, con frecuencia tienen un connectivo carnoso que se proyecta por fuera de las anteras. El pistilo puede ser sencillo o estar compuesto de tres carpelos, más o menos distintos, rara vez en número mayor; cada carpelo tiene un solo óvulo ortótropo. Los tres estilos suelen a veces reunirse en uno solo. Estigmas en núme- ro de tres, de forma variada. El fruto es unas veces drupáceo, otras. samaroide, y otras, por último, una nuez leñosa. En todo caso, cada lóculo es munospermo. Las semillas tienen el embrión homótropo. Las plantas de esta familia son casi todas tropicales; más de las cuatro quintas partes sun de Suramérica, y el resto se reparte entre Asia, Africa, Oceanía y América del Norte. Con excepción del géne- ro heteropter:s, todos los géneros de las malpigiáceas tienen sus es- pecies rigurosamente circunscritas en uno u. otro continente. Las especies colombianas viven casi todas en la región caliente, y todas pertenecen al grupo de las diplostemóneas ; el otro grupo, al contrario, vive en la América del Norte y en el Brasil. De cerca de seiscientas especies, reunidas en cuarenta y dos géneros, consta esta familia, que se ha dividido en dos grandes gru- pos, atendirndo a la relación de los estambres con los pétalos, a saber: [. diplostemóneas—Estambres ea número doble del de los péta- los, consta de tres tribus, que son: malpiyieas, banisterias, hireas. 11. melostemóneas —Estambres en número igual al de los pétalos; consta de una sola tribu: gaudichaudieas. TRIBU I— MALPIGIEAS Frutos secos y sin alas. Los géneros principales son: A O ANS AMS Sd A Ps Lo Te AT Pue YES DI fe ú AA e E VE 1 GN TOS 5 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 291 MALPIGIA Este género comprende arbustos indígenas de la América ecuato- rial, de hojas opuestas, muy enteras y espinoso-dentadas, con estÍ- pulas pejueñas y caducas. Flores rara vez solitarias, casi siempre dispuestas en umbelas axilares, son blancas rosadas o rojas. El fru- to es una drupa cerasiforme. Las especies más notables son : M. glabra—Arrayancito en el valle del Magdalena. Cereza de Castilla en Panamá. Ciruelo y cerecero en Cuba. Crece en las re- giones indicadas, hasta los 600 metros sobre el nivel del mar. M. punicifolia—Cerezo en Cartagena, Panamá y las Antillas. Estas dos especies dejan escapar por las grietas naturales que se hacen en la corteza, una goma blanca que tiene el mismo sabor y propiedades de la arábiga. Los frutos de ambas especies son muy semejantes a las ciruelas europeas, tienen un sabor análogo, pero más aromático, y se usan mucho en dulcería. Con ellos se prepara un sirop muy agradable y refrescante. El jugo sólo se usa en garga- rismos en los casos de angina. Las raíces y la corteza de todas las especies del género, tienen propiedades astringentes; se usan prin- cipalmente para juagatorios de la boca, para curar las fungosidades de las encías. Los frutos verdes son todavía más astringentes. La corteza se usa mucho como curtiembre, y el palo sirve para teñir de encarnado. BUNCHOSIA Arboles o arbustos de la América equinoccial, de hojas opuestas, enteras y ¿gcompañadas d+ dos estípulas, que a veces están reunidas en una sola. Flores amarillas o blancas, dispuestas en racimos axi- lares o terminales. El fruto es una baya, con dos o con tres lóculos monospermos. Las especies principales son : B. nitida—Ciruelo cimarrón, en Mariquita. Ciruelo de fraile, en el Ecuador. Común en los valles del Magda'ena y del Cauca, hasta una altura de 1,000 metros sobre el nivel del mar. Los frutos son comestibles. -B. glandulifera—Ciruelo de fraile, en Aragua. Cirue'o de Nisa- ragua. Crece en los llanos de Aragua, en las Antillas, en el valle del Magdalena, Barbacoas, e!c. AS 292 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ B. glauca—Ciruelo de perro, en Honda. Crece en Santamarta y en todo el valle del Magdalena. Sus frutos, aunque menos estima- dos que los de la especie anterior, también son comestibles. B. armentaca—Ciruelo — Común en el Perú y en la provincia de Popayán, hasta 1,000 metros sobre el mar. Se dice que las semillas son venenosas. BYRSONIMA Arboles o arbustos de la América equinoccial, de hojas opuestas y enteras, y acompañadas de una estípula axilar. Flores amarillas, rara vez blancas, dispuestas en racimos terminales. El fruto es una dru- pa esférica y trilocular. Las especies más notables son : B. verbascifolia—Murecí, en el Brasil —Crece en la Guayana, en las riberas del Orinoco, en los llanos de Sanmartín, en el Brasil, etc. Las raíces y la corteza tienen propiedades astringentes, y la última se usa mucho en el Brasil como curtiembre, y también para teñir de negro. La madera es de un rojo brillante y se emplea como fe- brifugo; de aquí que en algunas localidades la llamen quina de los Llanos. B. crassifolia—Chaparro, en los llanos de Sanmartín. Peralejo, en el alto Magdalena. Yuco, en Antioquia. Nanci, en Panamá. Cha- parro-manteca, en Guayana. Especie polymorfa que tiene una aérea de dispersión muy exten- sa; es común a toda la América equinoccial, y vive en condiciones climatéricas tan variadas como las que se encuentran desde el ni- vel del mar (Panamá), hasta 2,200 metros de altura (Rionegro, An- tioquia). En Guayana se usa la corteza como febrífugo; tiene propiedades astringentes y contiene mucho tanino. También se usa mucho toma- da en decocción para combatir los abscesos de los pulmones y como antídoto en los casos de mordeduras de culebras venenosas. B. spicata —Peralejo, en Cuba—Crece en las Antillas, en Pana- má, etc. La corteza y los frutos son astringentes, y se usan para cu- rar la disentería. TRIBU II—BANISTERIEAS - Carpelos provistos de una ala dorsal. Géneros principales: $ EOS yA A e AAA p ” — - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA . 293 BANJISTERIA Arbustos sarmentosos, trepadores y volubles; de hojas opuestas, sinuoso-lobadas. Flores rojas, dispuestas en umbelas, en corimbos o en racimos axilares. El fruto es trilocular; cada lóculo es una sama- ra distinta, a veces falta una, a causa de aborto. Las semillas están fijas en el eje central, son aladas en el dorso y tienen la radícula súpera. B. ¡azminellum—Jazminillo de monte, de Cartagena. Las otras especies carecen de importancia. , TRIBU INI—-HIREAS Carpelos provistos de un ala marginal. Los géneros principales son: hirea y tretapteris, cuyas especies son de poca importancia. TRIBU IV —GAUDICHAUDIEAS Estambres en número igual al de los pétalos. Las especies de esta tribu soñ extrañas a la flura de Colombia y no tienen ninguna aplicación. Familia XLV—Aceraceas Arboles de hojas opuestas, sencillas o pinadas; de flures herma- froditas o de un solo sexo, dispuestas en racimos terminales. El cáliz tiene cinco divisiones más o menos profundas. La corola tiene cinco pétalos alternos; a veces es nula. Estambres en número de ocho a diez, insertos, como la corola, sobre un disco hipogino. Ovario com- primido, libre y bilocular; cada lóculo contiene un par de óvulos colgantes. Estilo, uno, con dos estigmas subula tos. El fruto se com- pone de dos samaras indehiscentes, prolongadas lateralmente en alas. Las semillas, en la misma disposición de los óvulos, contienen un embrión encorvado, con cotiledones foliáceos y plegados. Las especies de esta familia viven en Europa y en las regiones templadas de Asia y de Norteamérica. Son desconocidas en la zona tórrida y en el hemisferio austral. Se distinguen por el jugo sacari- no que contienen. 204 : CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Consta la familia de unas sesenta especies, agrupadas en tres gé- neros: acer, negundo y dobinea. El principal es el género acer, cu- yas especies viven principalmente en la América del Norte y en Eurc= pa, y son conocidas con el nombre genérico de arce. Son notables por la cantidad de azúcar que se obtiene de la savia, en especial del A. rubrum, arce de los Estados Unidos, y del A. saccharinum, arce del Canadá. Del A. strratam, también del Cadadá, extraen las tri- bus indígenas notables cantidades de azúcar que emplean en la pre- paración de jarabes. La madera de casi todas las especies liene muchas aplicaciones en carpintería, y principalmente para la fabricación de juguetes; y la corteza se aplica mucho en tintorería; la de las dos primeras especies da una laca de hermoso color rosado; la del A. campestre, arce común de Europa, da color negro con el sulfato de hierro, y la anadera tiñe de amarillo, Las aceráceas guardan en cierto modo un término medio entre las malpigiáceas y las esculáceas. De las primeras se distinguen por su cáliz caduco y por su ovario bilocular y alado; los mismos carac- teres las diferencian de las segundas. Familia XLVI—Hippocastanáceas o esculáceas Grandes árboles de hojas opuestas, sin estípulas, compuestas y digitadas; de flores hermafroditas dispuestas en racimos levanta- dos. Cáliz tubular y caduco, es quinquelobulado. La corola tiene generalmente cuatro pétalos unguiculados y desiguales, de estiva- ción imbricada como la del cáliz. Los estambres varían de siete a nueve, son desiguales y están insertos sobre un disco hipogino. Uvario trilocular, cada lóculo tiene dos óvulos, uno ascendente y otro colgante. Estilo sencillo, con tres surcos angulosos, y con un estigma apenas distinto. El fruto es una cápsula que se abre en dos O tres valvas seplíferas y desiguales; contiene de una a seis semi- Mas irregularmente globosas y relucientes, con cotiledones muy es- pesos y soldados entre sí. y Las plantas de esta familia son todas naturales de Persia, de la | India y de los Estados Unidos. Están agrupadas en tres géneros: | - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 295 esculus, ungnandia y pavia. Las especies más notables pertenecen al primero, y son: “Es. hippocaslanum—Castaño de Indias—Especie natural de la India, y cultivada en Europa y en otros puntos como árbol de ador-. no. Todos sus órganos son útiles, pues tienen alguna aplicación, ya en las industrias, ya en medicina. Contiene un ácido llamado ácido escúlico, y un álcali llamado escu/ína l.os frutos sirven de alimento a los caballos y a los cerdos, y contienen una fé-ula que puede reem- plazar al almidón. La corteza se recomienda como febrífugo, y por medio de diversos tratamientos produce distintas coloraciones. La madera toma un color negro, y se usa para imitar el ébano. /Es. ohiotensis—Castaño americano—Las hojas y los frutos de esta especie, propia de los Estados Unidos, son un veneno mortal para el hombre y los animales. Familia XLVII—Rizoboláceas Grandes árboles, de hojas opuestas, que se componen de tres o cinco foliolos palmeados, articulados sobre pecíolos a su vez articu- lados a las ramas. Carecen de estípulas. Las flores son grandes y están dispuestas en racimos, también articulados. El cáliz es persis- tente y consta de cinco sépalos imbricados y más o menos unidos entre sí. La corola tiene cinco pétalos alternos con los sépalos, son desiguales, crasos, cóncavos y caducos, y, con los estambres, están insertos sobre un disco hipogínico. Estambres muy numerosos y ligeramente monadelfos; los más interiores son más cortos, y con frecuencia abortados; las anteras son redondas y biloculares. Ova- rio libre, subgloboso, con cuatro, cinco o más lóculos. Estilos en número igual al de los lóculos, y terminan por un estigma sencillo y capitado. El fruto es cuadrilocular y acaba por abrirse en otras tantas nueces redondeadas, indehiscentes y uniloculares, aglutinadas solamente hacia el eje; algunas veces, por causa de aborto, su nú- mero se reduce a menos. Cada lóculo encierra una sola semilla en- vuelta en una doble membrana, y con el funículo dilatado en una ca- rúncula esponjosa; la semilla es reniforme y albuminosa, contiene un embrión, notable por el desarrollo «de la radícula, que es enorme y ascendente y forma por sí sola casi la totalidad de la materia amig- dalóidea del núcleo; los cotiledones están reducidos a dos pequeñas escamas foliáceas. 296 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Consta la familia de un solo género, qu> tiene unas siete especies, todas naturales de las regiones cálidas de América equinoccial. CARYOCAR Este género, creado por Linneo, racibió más tarde de Gaertner el nombre de rizobolas, de donde ha nacido el de la familia. Las es- pecies principales son : C. amigdaliferam— Almendrón—Común en el valle del Magda- lena, Mariquita, Melgar, etc. C. butyrosum —Almendrón— Crece en la Guayana, en la hoya del Meta, etc. C. nuciferam—Almendrón—Crece en las riberas del Magdalena, en el bajo Cauca, etc. De las semillas de estas tres especies se extrae una gran cantidad de acerte semejante al de oliva. La madera es muy apreciada en construcciones navales. El almendrón se ha recomen- cado últimamente como excelente especifico contra la tuberculosis y la anemia tropical. Familia XLVIlI—Sapindáceas Esta familia comprende grandes árboles, arbustos o plantas tre- padoras, con hojas alternas, generalmente imparipinadas, y en cier- tos casos provistas de zarcillos y de estípulas caedizas. Las flores están dispuestas en racimos, son pequeñas, rosadas, blancas o ama- rillas. El cáliz consta de cuatro o cinco sépalos libres o ligeramente soldados. La corola, que falta en algunas ocasiones, tiene por lo general cuatro o cinco pétalos, a veces glandulosos en su parte me- dia, en donde presentan una lámina petalvide. Estambres en núme- ro doble del de los pétalos, aplicados sobre un disco hipogíneo que guarnece el fondo de la flor. Ovario trilocular. Cada lóculo contie- ne, por lo general, dos óvulos fijos en el ángulo interno. Estilo trí- fido en el ápice. El fruto es una cápsula, a veces vesiculosa, que se abre en tres valvas; tiene uno, dos o tres lóculos, cada cual con una semilla, que tiene un grande embrión con radícula encorvada sobre los cotiledones. | Las sapiíndáceas son plantas de las regiones intertropicales, es- pecialmente de la ladia y de Suramérica; algunas pertenecen a Africa; y varias especies del grupo de las dodóneas representan la "a - E ' , , ' E. Li : TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 297 familia en Australia. No se encuentran en las frías regiones del nor- te, como tampoco en Europa. Las especies colombianas son, en la generalidad, propias de las tierras calientes, y disminuyen a medida que aumenta la: altura sobre el nivel del mar; solamente una, la dodónea viscosa, se encuentra en la región de los páramos a 3,000 metros de altura. La paullinía pinnata es común a las costas del Atlántico de ambos continentes: crece tanto en Panamá como en el Senegal. Consta esta familia de unas trescientas cincuenta especies agru- padas en tres tribus, a saber: - TRIBU I—PAULLINIEAS Yerbas o arbustos volubles, provistos de zarcillos. Flores con el disco compuesto de glándulas distintas, situadas entre los pétalos y los estambres. Ovario con tres lóculos monospermos. Los géneros principales son: CARDIOSPERMUM Yerbas o arbustos vo!lubles, rara vez erectos, de hojas alternas, compuestas y sin estípulas. Flores polígamas o dioicas, dispuestas en racimos axilares. El fruto es triangular y trilocular. C. halicacabum—Farulillos—Se “encuentra en las regiones tropi- cales y subtropicales de ambos continentes. En la India, en la China, en las Antillas, Cartagena, etc. Tiene propiedades diuréticas y dia- forélicas, y como tál se usa mucho en la Tn lia oriental. El cocimien- to de la raíz es mucilaginoso y los frutos son aperitivos; con ellos hacen los indios collares para adurnarse. Toda la planta contiene cierta cantidad de saponina. SERJANIA Todas las plantas de este género son arbustos trepadores, de ho- jas alternas, compuestas y acompañadas de dos pequeñas estípulas; las flores son hermafroditas o unisexuales y dispuestas en racimos axilares. Fruto alado compuesto por tres sámaras membranosas in- sertas en el eje central. > Todas las especies son naturales de la América tropical, y la ma- yor parte tienen cierta cantidad de saponina. Las priucipales son * S. triternata—Bejuco de Castilla—Común en las Antillas, en Panamá, etc. Se reputa como sudorífico, y Jas hojas se usan en las pesquerías para embriagar los peces. A 2098 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ S. pariculata—Jabonera— Bejuco de jabón —Cre:e en las tierras calientes, en las Antillas, en Panamá, en Anapoima. Tiene propie- dades diuréticas, y, como. casi todas las plantas del género, contiene cierta cantidad de saponina que hace que al batirlos en agua den una espuma como la del agua de jabón. > PAULLINIA Arbustos trepadores, de hojas alternas, compuestas y pinadas, acompañadas de estípulas peciolares y de zarcillos. Flores blancas- en racimos axilares, acompañados de brácteas y con dos zarcillos bacilares. El fruto es una cápsula piriforme y trilocular, con una columna central trialada y libre. Las semillas están provistas de un arilo bilobado y fungoso. Las plantas de este género tienen en lo general propiedades nar- cóticas. Las principales son : P. pinnata—Timbó, en el Brasil—Bejuco de Castilla —Común al continente americano y al Africa ecuatorial; crece en las Anti- llas, en el Brasil y en todo el litoral del mar de las Antillas, etc. Esta especie es la que posee las propiedades narcóticas en más alto grado. La corteza, las hojas y los frutos contienen en abundancia un principio acre; con ells preparan los negros del Brasil un ve- neno que destruye la vila lentamente, pero con seguridad. El doc- tor Martius cree que se debe estudiar la naturaleza de este veneno, puesto que tal vez se podría administrar con ventajas en los casos de hidrofobia o de locura. Según el doctor Grosourdy, produce los - siguientes síntomas: al principio aturdimiento general, vértigos y embriaguez alegre, que luégo se cambia en delirio y en furioso fre- nesí, que hace que el enfermo ataque a las personas que lo rodean; luégo viene una completa postración, con relajamiento de todos los músculos, que es seguida de las convulsiones que preceden a la muerte. Para combatir este veneno, se emplea un método igual al que se usa contra la belladona. Muy peligrosa es la aplicación interior de esta planta, pero ex- teriormente se usa en lociones como calmante. Las hojas y los fru- tos molidos y hervidos en aceite, proporcionan un líquido que muy “bien puede suplir al bálsamo anodino. | P. curura —Azucarito, en Venezuela. Barbasco, en el Magdale- na—Crece en las Antillas, en Venezuela, en el Brasil, y en Colom- bia en La Mesa, en Mompós, Santamarta, etc. Tiene propiedades TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 2099 narcóticas como la especie anterior. Las hojas se emplean para em- briagar los peces. Las semillas son muy venenosas, y se cree que de ellas extraen los indios del Orinoco, uno de los venenos conoci- dos con el nombre de curare. P.:sorbilis—Guarana, uva del Brasil —Se encuentra con abun- dancia en los bosques de la hoya del Amazonas y del Caquetá. El doctor Martius cree que con las semillas de esta planta es con lo que los indios del Brasil preparan la guarana, que es una especie de galleta, indispensable para los viajeros de esas regiones, pues la consideran como sustancia de grande actividad, y además como fe- brífugo, estomacal y afrodisfaco. Contiene una materia blanca, amar- ga y cristalina, llamada por el doctor Martius guaranina, y que re- sulta idéntica a la teína y a la cafeína. -——P.cupana—Cupana, en el Orinoco—Los indios del Orinoco y del Meta preparan con las semillas trituradas de esta planta, mezcla- das con casabe, una bebida fermentada y embriagadora. P. niuda—Barbasco, en El Espinal —Crece en el valle del Mag- dalena, a 600 metros de altura sobre el mar. Tiene propiedades nar- cólicas y se usa en las pesquerías. TRIBU II —SAPÍNDEAS Arboles o arbustos no volubles. Flores con pétalos no apendicu- lados. Disco anular o, a veces, glándulas soldadas entre sí. Ovario con dos o tres lóculos monospermos. Los géneros principales son: TALICIA Arboles o arbustos de h:jas alternas y compuestas. El fruto es indehiscente, unilocular por aborto, con un pericarpio entre coriá- ceo y carnoso; contiene una o dos semillas con gruesos cotiledones, sin albumen, y con radícula infera. T. stricta—Matapuerco—Común en Anapoima, Girardot, Mari- quita, etc., hasta 700 metros sobre el nivel del mar. Los frutos son narcólico-venenosos, y su nombre vulgar se le ha dado porque los cerdos, ávidos de sus frutos, mueren envenenados cuando los comen en gran cantidad. CUPANIA Arboles o arbustos de hojas alternas y pinadas, desprovistas de estípulas. Flores blanquizcas, dispuestas en racimos axilares. El 300 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ fruto es una cápsula coriácea y piriforme, con tres lóculos monos- permas, y terminada por el estilo. Las semillas están provistas de un arilo cupuliforme. Las especies principales son: C. americana —Castaño, en las Antillas—Crece en el valle del Magdalena, hasta 800 metros sobre el nivel del mar, cerca de El Espinal, etc. C. glabra—Guacharaco, en Mariquita. Curo macho, en el Cau- ca. Arebalo, en Santander. Guacamayo, en Venezuela y en Cúcuta. La corteza en infusión se usa como diurético. Las almendras de las semillas son comestibles. C. akesta—Aquí, en Panami—Natural de Africa, pero cultiva- do en todas las regiones intertropicales Las semillas están rodea- das de un arilo grueso y carnoso muy agradable, y se emplean para atacar la diarrea. El agua destilada de las flores la usan las negras como cosmético, probablemente por la saponina que contienen. SAPINDUS Arboles de hojas alternas e imparipinadas; de flores blancas dispuestas en panículas terminales. El fruto es una drupa carnosa de lóculus monospermos. Las especies principales son: S. saponaria—Jaboncillo—Parapara, en Cumaná. Michu, en el Socorro. Chumbimbo, en Antioquia. Comúa en todas las tierras calientes de la América ecuatorial, hasta 1,200 metros sobre el nivel del mar. Esta especie es, de todas las de la familia, la que contiene mayor cantidad de saponina, y se usa mucho en las tierras calientes la raíz, y más los frutos, para lavar, en lugar de jabón. El zumo vis- coso de los frutos se emplea en inyecciones para contener las hemo- rragias uterinas, pero su uso interior es peligroso. Tolas las partes “del vegetal se usan para embriagar los peces, y sus propiedades son tan activas, que, según se dice, hasta los caimanes experimentan su influencia. Las semillas contienen en abundancia un aceite fijo, muy suave, que se puede utilizar en el alumbrado, y también como calmante, aplicado en untura, en los casos de inflamación, y con muy buen éxito para curar las enfermedades sifilíticas. Propiedades semejantes tienen las otras especies, ya sean del nuevo o del antiguo continente. be TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 301 MELICOCA Arboles de hojas alternas y pinadas; de flores blancas dispues- tas en racimos. Flores polígamas. El fruto es una baya coronada por el estilo, unilocular, y con una o con dos semillas provistas de un tegumentó pulposo. Todas las especies de este género son naturales de la América equinoccial. Las principales son : M. bijuga—Marmón, en Cúcuta. Mamoncillo, en las Antillas. Común a Cuba, Cartagena, Cúcuta y al valle del Magdalena, hasta r,o00 metros sobre el nivel del mar. M. oliveformis —Mamón de mico, en Turbaco. Cotopris, en Vene- zuela y en el valle del Magdaleda. Los frutos de las dos especies son muy agradables, y con las al- meniras se prepara una emulsión que se emplea en Venezuela con- tra las diarreas; igual uso se hace en los campos con la decocción de las hojas. TRIBU I!I—DODÓNEAS Flores con pétalos provistos de una escama en la base. Ovario con dos o tres lóculos que contienen dos óvulos. Fruto con peri- carpio vesiculoso o alado. Embrión con los cotiledones arrollados en espiral. Los géneros principales son : DODÓNEA Arbustos con frecuencia viscosos, de hojas alternas, sencillas y enteras; de flores hermafroditas o unisexuales; monoicas, dioicas O polígamas, dispuestas en racimos y acompañadas de brácteas. El fruto es una cápsula membranácea, trialada, o raras veces bialada ; bi o trilocular. Las semillas son subredondas, lenticulares y duras. D. viscosa—Chamiza, en el Perú—Común en los Andes de Bo- gotá, entre 1,870 y 3,000 metros sobre el mar. Es algo aromática, y se usan las hojas para preparar baños y fomentos. LLAGUNOA Las especies de este género son americanas. Ll. mollis—Manubo, en Cáqueza. Quentesito, en Sátiva. Esta especie, con la anterior, son los representantes de la familia en la 302 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ zona templada superior, viviendo ésta hasta los 2,000 metros sobre el mar. Familia XLIX—Melisceas Arboles o arbolillos de hojas alternas, sencillas, compuestas y sin estípulas. Las flores son solitarias o agrupadas en racimos axila- res. El cáliz consta de cuatro o de cinco sépalos más o menos uni- dos. La corola tiene cuatro o cinco pétalos valvares. Los estambres son, generalmente, en número doble del de los pétalos, rara vez en el mismo, o más numerosos; son monadelfos. El ovario está colo- cado sobre un disco anular e hipogíneo; tiene cuatro o cinco lócu- los, cada uno con dos óvulos sobrepuestos. El estilo es sencillo y tiene un estigma más o menos dividido en cuatro o en cinco lóbu- los. El fruto es unas veces carnoso y drupáceo, bilocular por abor- to; y Otras es seco, capsular y se abre en cuatro o en cinco valvas septiferas. Las semillas están con frecuencia acompañadas “de un arilo carnoso y carecen de alas; en una de las tribus están. provis- tas de un albumen carnoso, y en la otra están desprovistas de él. Por lo general, Jas especies de esta familia son propias de las regiones equinocciales de ambos continentes, especialmente de Asia y de América; son muy raras las que viven a una latitud mayor de Lo?. Generalmente son amargas y tienen propiedades tónicas y as- tringentes, que en algunas especies están desarrolladas en tal grado, que hacen peligroso su empleo sin las necesarias precauciones. Esta familia cuenta unas ciento cincuenta especies, agrupadas en treinta y tres géneros, los que se han dividido en dos tribus, que son : TRIBU I— MELIAEAS Embrión sin albumen. Los géneros principales son : MELIA Arboles o arbustos de ramos lampiños, que conservan la impre- sión de las hojas que se han caído. Las hojas son alternas e impari- pinadas, y los foliolos aserrados o dentados. Las flores están dis- puestas en panojas axilares y dicotomas. El fruto es una drupa elíptico-globosa, con cinco lóculos monos- permos. Las especies principales son : ed EA as A O LAN IEA e O A ES RO A ; TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 393 Melia asederach —Lila de las Indias — Paraíso en Venezuela ; especie natural de la India, pero cultivada en las regiones cálidas de América equinoccial, Cartagena, Cúcuta, etc. Las hojas y la corte- za son astringentes y estomacales, y la raíz y los frutos son antihel- mínticos. De la pulpa de sus frutos se obtiene un aceite que se em- plea en pintura y en otros usos domésticos, y que, según se dice, tiene propiedades antiespasmódicas. Las hojas se emplean en tintorería y producen color negro con sulfato de hierro, y amarillo con alumbre. M. sempervirens —Lila de las Antillas—Paraíso en Venezuela y en Colombia—Se cultiva, como árbol de adorno, en las tierras ca- lientes, hasta 1,800 metros sobre el nivel del mar. Las raíces, la corteza y los frutos se emplean como antih-Imínticos. Los indios emplean la corteza como estomacal ; tiene un sabor amargo y algo astringente. En la India se tiene como tónico poderoso. Suministra- da en altas dosis, puede producir estupor, dilatación de la pupila y accidentes espasmódicos. De los frutos se extrae un aceite que se usa en la curación de las escrófulas y de la consunción, y que puede reemplazar al de hígado de bacalao. TURREAEA Las especies de este género son plantas de las regiones tropica- les de Africa, de Asia y de Oceanía. Algunas se usan como eméticas. TRIBU Il — TRICHILEAS Embrión exalbuminoide. Los géneros principales son : TRICHILTA Arboles c arbustos de hojas alternas e imparipinadas. Flores dis- puestas en cimas o en panojas bracteadas. El fruto es una cápsula glubosa, trilocular y loculicida. Las semi- llas son solitarias, con un tegumento semi-carnoso y colorado. Las especies de este género pertenecen a las regiones cálidas de Africa y de América equinoccial. Las principales son : T. trifolinta—Cerezo en Cumaná— Crece en las Antillas, Vene- - zuela y Litoral atlántico de Colombia, hasta 6v0 metros sobre el mar. Las hojas y las flores tienen propiedades emenagogas muy pronun- ciadas, su uso es muy peligroso, pues ha ocasionado la muerte a varios infelices que lo han tomado con intento criminal. 304 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ — T. havanensis—Ciguarayo en Cuba—Crece en las Antillas, y la corteza tiene propiedades catárticas. T. spondioides — De Mompós — Tiene propiedades catárlicas también. GUAREA Arboles de hojas alternas y pinadas, foliolos enteros. Flores dis- puestas en racimos axilares. El fruto es una cápsula drupácea, esférica y cuadrilocular. Las especies principales son : G. trichilioides— Yamao en las Antillas. Trompillo en Ocaña— Crece en las regiones cálidas de Venezuela, en Casanare, ete. El jugo gomo-resinoso de este árbol es muy venenoso ; tiene poderosas propiedades emeto-catárticas y se usa contra algunas enfermedades rebeldes y crónicas. Su madera, de color rojo oscuro, es muy resis- tente. Iguales propiedades tienen las otras especies: (. fulva del Magdalena. G. aubletti, etc. G. gigantea—Palo tigre, de Villavicencio—La corteza tiene pro- piedades emeto-catárticas muy enérgicas. CARAPA Arboles de hojas compuestas y de flores dispuestas en panojas. Cáliz con cuatro o cinco piezas. El tubo estaminal urceolado, lleva ocho o diez anteras, colocadas interiormente y alternas con las ra- nuras del tubo. El ovario tiene cuatro o cinco lóculos. Estilo corto y sencillo, y estigma convexo. C. guianensis —Carapa—Crece en las Antillas y en las hoyas del Orinoco, del Sinú y del Meta..De las semillas se extrae el aceite de carapa, que es inodoro y muy amargo. Se usa mucho como antipsó- rico para curar la sarna, y también para favorecer la cicatrización de las heridas en el hombre o en lós animales. Los indios del Orino- co se untan con él el cuerpo para preservarse de los mosquitos. El cocimiento de las hojas se usa también como anlipsórico, en fomen- tos o en baños generales o parciales. La corteza se considera como febrifuga. a TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 305 Familia L — Cedreláceas Arboles cuya madera es generalmente compacta y con venas be- Jlamente distribuídas; de hojas alternas, pinadas y sin estípulas. Flores dispuestas en panículas. El cáliz tiene cuatro o cinco sépalos más o menos unidos por la base. La corola tiene cuatro o cinco pé- talos alternos y más anchos y largos. Los estambres son en número de ocho o de diez, libres o monadelfos. Ovario inserto sobre un dis- co anular, con cinco lóculos, cada uno con cuatro a doce óvulos dis- puestos en dos series. Estilo sencillo, y estigma ensanchado y dis- coide. El fruto es una cápsula leñosa, con tres o cinco lóculos, se abre en otras tantas valvas que dejan los tabiques adherentes al eje. Semillas aladas, con el embrión dentro de un endosperma carnoso. Las cedreláceas se distinguen por lo general por tener una her- mosa madera aromática y fragante. Algunas son astringentes y tie- nen propiedades febríbugas. Se compone la familia de árboles comunes a las regiones inter- tropicales de la India y de la América, pero son muy raros en Afri- ca. Cuenta unas veinticinco especies, agrupadas en nueve géneros, los cuales, según la situación de los estambres, se han agrupado en dos tribus : TRIBU 1 — SWIETENIEAS Estambres monadelfos. Género principal : SWIETENIA > Arboles de hojas alternas, paripiradas, con pocos pares de ho- juelas enteras. El cáliz, muy pequeño, tiene cuatro o cinco divisio- nes; es caedizo. La corola tiene cuatro o cinco pétalos. Estambres monadelfos ; el tubo estaminal es dentado en el ápice, tiene de ocho a diez anteras interiores. Ovario quinquelocular. Estilo erguido. Es- tigma capitado. El fruto es una cápsula aovada, leñosa, que se abre en cinco valvas opuestas a una placenta central de cinco ángu- los. Semillas numerosas, imbricadas, aladas y comprimidas. Albu- men carnoso y embrión recto. S. mahogani—Caobo—La madera de este árbol, que crece en abundancia en los bosques de las Antillas, de Honduras y en los de 20 2 306 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ r— algunas regiones del litoral de Colombia, constituye la caoba, bien conocida de todos por lo apreciada que es en ebanistería, por su consistencia dura, compacta y susceptible de un bello pulimento, como también por la dificultad con que es atacada por la carcoma. Su peso específico es de 0.820. La corteza es astringente y se em- plea como febrifuga. Por las incisiones practicadas en el tronco fluye una goma diáfana y de sabor suave, semejante a la goma arábiga, cuyas propiedades pectorales y emolientes posee. El zumo de las ho-. jas, extraido por presión, se usa para contener las hemorragias y para curar heridas. Propiedades semejantes tiene la S. febrifuga de Java; lo mismo que algunas especies del género Khaya, oriundas del Senegal. TRIBU 1! — CEDRELEAS Estambres libres. Género principal : CEDRELA Hermosos y grandes árboles, de hojas brustamente pinadas y y de flores dispuestas en racimos axilares. El fruto es una cápsula leñosa quinquelocular y con cinco val- vas. Semillas indefinidas, comprimidas y aladas. Albumen carnoso, con el embrión invertido y cotiledones foliáceos. C. odorata —Cedro blanco —Cedro—Crece en América equinoc- cial, en las Antillas, en Yucatán, Colombia y el Ecuador, en los bos- ques húmedos de las tierras templadas y frías. La madera de esta especie es muy estimada en ebanistería por su resistencia, por su aroma y por su bella coloración, y además, por no ser atacada por los insectos. Su peso específico es de 0.470. La exportación de esta madera, lo mismo que de la caoba, es una de las fuentes de riqueza de las Antillas y del litoral del mar Caribe; pero tanto la una como la otra se están agotando ya, y en Cuba algunos han principiado a fundar plantaciones de cedro, que es menos delicado que la caoba, aunque tarda cuarenta años para alcanzar su desarrollo completo. Las hojas y la corteza tienen propiedades astringentes, lo mismo que las de la €. angustifolia, del Perú, y la C. febrifuga, de Java, que se ha empleado con buen éxito para contener la diarrea, cuan- do no bay inflamación. Algunas especies de los géneros Flindersia y Chloroxylon pro» ducen aceites esenciales. Y A e 8 A ME ds as e NN o 1 LIA TO pS > » aj IA A / - US p £ 4 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 307 Familia LI —Ampelidáceas o vitáceas Arbustos o arbolillos volubles y sarmentosos, provistos de zarci- llos opuestos a las hojas : éstas son alternas, pecioladas, sencillas o digitadas. Las flores son pequeñas, verdosas, dispuestas en tirsos o en panículas. Cáliz pequeño, casi entero y plano. Corola con cinco pétalos insertos en un disco que rodea el ovario; a veces son cohe- rentes entre sí por su parte superior, y se levantan unidos, a mane- ra de casquete. Estambres en número da cinco, libres y opuestos a los pétalos..Ovario súpero, con dos a seis celdillas. Estilo sencillo y muy corto, con un estigma simple. El fruto es una baya redonda, pulposa y a menudo unilocular por aborto; contiene de una a cinco semillas, que en la base tienen un embrión muy pequeño, levantado y ortótropo. 4 Las especies de esta familia pertenecen a las regiones cálidas y templadas de ambus hemisferios, pero en especial a la India. Muy pocas viven a una altura mayor de 2,500 metros sobre el nivel del mar. Ninguna es de origen europeo. Consta esta familia de unas doscientas cincuenta especies, agru- padas en cinco géneros. Los más importantes son : CISSUS Generalmente son arbustos sarmentosos, de hojas alternas, sim- ples, ternadas o digitadas, opuestas a los zarcillos. El fruto es una baya globosa, con una o con dos semillas por aborto de las demás. Las especies principales son : C. smilacina —Fuente, bejuco de agua. Crece en las Antillas, Venezuela y Colombia, en el valle del Magdalena, Mompós, Tocai- ma, etc. C. venatorum— Fuente, bejuco de agua—Con un área de disper- sión semejante a la de la especie anterior. Al cortar el tallo de estas plantas, como el de algunas otras del género, deja correr en abundancia un líquido puro y cristalino, muy refrescante y muy agradable para los viajeros fatigados por los ar- dientes rayos de un sol ecuatorial. Algunos lo usan para calmar las gonorreas y purgaciones virulentas, y para combatir las deposiciones de sangre, tan frecuentes en los climas ardientes en la estación de los grandes calores. AN 07 SS 308 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ C. ácida—C. cáustica—De las tierras calientes de América equi- noccial. Las raíces y las hojas son ácidas y cáusticas, y se emplean para hacer supurar los tumores indolentes. El jugo de las hojas se aplica para desvanecer el escozor que siempre acompaña a las en- fermedades cutáneas. Los frutos maduros son refrescantes. Propiedades semejantes tienen algunas especies de Malabar y del Senegal. CG salutaris—Bejuco de la China, en Cumaná (Venezuela). La ralz se usa para combatir la hidropesía. VITIS Las especies de este género, que es el más importante de la fami- lia, son arbustos sarmentosos, trepadores, de hojas alternas, senci- llas o variadamente divididas y opuestas a los zarcillos. Las flores dispuestas en panículas y opuestas a las hojas. El fruto es una baya esférica. bilocular. V. vinifera—Vid—Parra—Esta especie parece indízena de la Armenia y de toda la región comprendida entre el mar Caspio y el mar Negro, El jugo de sus frutos, convenientemente fermentado, constituye el vino, cuya preparación, y por consiguiente el cultivo de la vid, se remontan a la más alta antigúedad, desde las primeras edades de las razas aria y semítica; pues en cuanto a la raza ama- rilla parece que no conoció el uso del vino sino hasta principios del siglo 11 de nuestra éra. Entre los egipcios el cultivo de la vid remon- ta a cinco o seis mil años, según varios documentos. Más tarde los fenicios, los griegos y los romanos propagaron su cultivo en la re- gión occidental de Europa, y en América lo introdujeron los con- quistadores, cultivándose hoy en casi todos los. países del mundo que gozan de un clima templado y seco. Su cultivo es una de las fuentes más importantes de riqueza de los países que a él se dedi- can, y es de lamentarse que en Colombia no haya podido aclimatar- se en grande escala, como se ha hecho en otros países suramericanos, a pesar de tener terrenos dotados de todas las cundiciones necesa- rias para el establecimiento de viñedos: tales son los de la villa de Leiva; Moniquirá, Anapoima, Tocaima, etc. Recientemente, en este último punto, el Sr. Henry Charton, inteligente agricultor francés, ha emprendido con éxito el cultivo de la vid. El ácido de la uva es principalmente el tartárico, aunque con- tiene también cierta cantidad de ácido málico; el azúcar apenas di- fiere de la común por contener una cantidad menor de carbono. e vino y las frutas secas, o sea las pasas. a NR s a ¡EAN P . » TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA - 309 Los productos verdaderamente importantes de la especie son el / Las hojas son ligeramente astringentes, y se usan contra la diarrea. Debido al cultivo las variedades se han multiplicado casi hasta el infinito. V. caribea—NWVid cimarrona—Agrás. V. labrusca—Vid del Canadá. V tliefolia—Agrás—Uva silvestre— Uva cimarrona. Estas tres especies son americanas—La segunda, V. labrusca, vive desde el Canadá hasta las costas del mar Caribe; las otras dos son propias de las Antillas y de las regiones cálidas de Venezuela y de Colombia, en Mariquita, Tocaima, Villeta, etc. Los frutos son agradables, ligeramente ácidos, y muy refrescan- tes. El zumo se usa en gárgaras contra las irritaciones de las glán- dulas de la garganta. Contiene una cantidad considerable de crémor. "Familia LII—Geraniaceas Plantas herbáceas o arbustos, de hojas alternas u opuestas, pro- vistas de estípulas membranosas. Flores diversamente coloradas, axilares o terminales. El cáliz consta de cinco sépalos persistentes, más o menos desiguales y de estivación imbricada; se prolongan a veces en espolón. Corola con cinco pétalos, de los cuales uno aborta en Ocasiones; son unguiculados, libres o coherentes por la base, más o menos desiguales, y retorcidos, en especial antes de su ex- pansión. Estambres en número de cinco a diez, generalmente mona- delfus por la base de los filamentos, a veces ahortan; las anteras son biloculares. El ovario está compuesto de cinco carpelos colocados al rededor de un torus elevado: cada carpelo es unilocular y contiene dos semillas. Los estilos, que nacen de la cima de cada carpelo, se adhieren al torus, pero son separables; cada uno termina por un estigma sencillo. El fruto se compone de cinco cocas indehiscentes que se separan de la base hacia la cima del torus, llevando cada una consigo el estilo que se retuerce en espiral, pero permanece unido al ápice del torus. Las semillas se componen de un embrión más o menos encorvado, con cotiledones foliáceos. Las especies de esta familia están distribuídas muy desigual- mente sobre las diversas partes del globo. Un gran número, en es- 310 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ pecial del género Pelargonium, pertenece al cabo de Buena Espe- ranza. Los géneros Erodium y Gerantum son principalmente de Eu- ropa y de Norteamérica. Las especies de América ecuatorial son todas de la región fría, entre 2,400 y 4,000 metros de altura. Un principio astringente y un sabor aromático o resinoso, son característicos de las geraniáceas. Muchas, por sus bellas y nume- rosas flores, son cultivadas con esmero como plantas de adorno. Consta esta familia de unas quinientas especies, agrupadas en cuatro géneros, a saber: kROPIUM Yerbas acaules o provistas de tallo, de hoja3 alternas u opues- tas : bipinatifidas, rara vez pinadas, tripartidas o lobadas, provistas de estípulas en la base de cada pecíolo. Las flores dispuestas en pe- dúnculos radicales o axilares, rara vez unifloros, casi siempre en umbela. Las especies principales son : E cicutarium— Alfiler en Bogotá —Pico de cigúeña en Europa— Se usa en medicina doméstica. La infusión de las hojas es ligera- mente astringente, antiespasmódica y diaforética. E. moschatum— Yerba de almizcle—Común a España, al cabo de Buena Esperanza y al Perú, etc. Tiene un olor pronunciado de almizcle que se comunica a la carne de los animales que la comen. Sus propiedades son las mismas de la especie anterior. GERANIUM Plantas herbáceas de tallos nudosos, de hojas alternas u opues- tas, diversamente lobadas; por su porte y aspecto general recuer- dan las malvas. Cáliz profundamente quinquepartido. El fruto cons- ta de cinco carpelos monospermas, con estilos aristados y adheridos al torus o ginoforo. Muchas de las especies de este género se cultivan en los jardines por la belleza de sus flores. Son originarias de Europa. En Colom- bia se cultivan en las tierras frias. En Bogotá son conocidas con el nombre de novios. Todas lienen pro más o menos astrin- gentes, pero son de poco uso, TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 311 PELARGONIUM Yerbas, algunas veces acaules, o arbustillos carnosos, de hojas opuestas y alternas, y acompañadas de dos estípulas. Las flores es- tán dispuestas en pedúnculos umbelados e involucrados. Es:el género de esta familia que cuenta con mayor número de especies. Muchas son cultivadas en los jardines por sus bellas flores, y se ha obtenido un número infinito de variedades, en especial del P. roseum y del P. speciosum. En Colombia se cultivan en las regio- nes templadas y en las frías, conociéndose vulgarmente con el nom- bre de geranios. P. capitatum—Geranio rosa—Cultivado como los anteriores, y singular por el aroma de esencia de rosa que se desprende de sus hojas, de las cuales se obtiene un aceite volátil llamado esencia de malvarrosa. El distinguido profesor Liebig ha ideado un proced)- miento químico para transformar este aceite en verdadera esencia de rosa. Las especies de este género son también astringentes. Familia LITI - Tropaeoláceas Plantas herbáceas, difusas, volubles, lampiñas; de hojas alternas, sin estípulas, largamente pecioladas, pectinervias y abroqueladas. Flores rojas o amarillas, axilares, solitarias y largamente pecioladas. Cáliz con tres a cinco sépalos, de los cuales el superior se prolonga en un largo espolón. Corola con cinco pétalos insertos en la gargan- ta del cáliz, son alternos y desiguales; los dos superiores están un poco apartados de los demás, y situados en la boca del espolón; los tres inferiores son más pequeños. Estambres en número de seis a diez, libres, con anteras oblongas, erguidas y biloculares. Ovario compuesto de tres carpelos uniloculares, monospermas y adheridos al eje del fruto. Estilo sencillo, con tres estigmas agudos. El fruto está formado por tres carpelos separables, indehiscentes. Semillas ancbas, sin albumen. Todas las plantas de esta familia son propias de América. Las especies colombianas son de la región fría, entre 2.300 y 3,500 me- tros sobre el nivel del mar. Cons“a esta familia de unas 4; especies, agrupadas en cuatro gé: neros ; los principales son: Br CARLOS CUERVO MÁRQUEZ "TKROP4£OLUM Las especies más Importantes son : T. majus—Llagas de Cristo—Cápuchina—Común en la región fría de América ecuatorial, y cultivada desde el Perú hasta Méjico, por sus bellas y grandes flores amarillas, Tanto los botones de las flores como los frutos tiernos son ligeramente acres y se comen como los berros ( Vasturtium officinale). El zumo de las hojas es anties- corbútico y tiñe la lana de color amarillo. T. minus—Capuchina pequeña—Crece con la anterior y tiene las mismas propiedades. : T. tuberosum—Cubios en Cundinamarca - Magna en Quito y Popayán, etc.—Las raíces tuberosas de esta planta son comestibles, y junto con las papas, etc., servían de alimento a los chibchas y a ' los peruanos; su cultivo ha continuado entre las naciones descen- dientes de estos pueblos. El Barón de Humboldt la vio como espón»- tánea en el Puracé, a 2,700 metros sobre el mar. CHIMOCARPUS Algunas especies de este género, como el Ch. pentaphyllus del > Brasil, son antiescorbúticas. Familia LIV—Balsamineas Plantas herbáceas, por lo general anuales; de hojas sencillas al- ternas u opuestas y sin estípulas. Flores axilares o en pedúnculos racimosos y casi terminales, muy irreguiares. Cáliz deciduo, con cinco sépalos irregulares; uno de ellos prolongado en espolón. Co- rola con cinco pétalos, también desiguales; uno de los cuales es más grande y cóncavo, corresponde al sépalo del espolón y cubre a los demás en la prefloración. Estambres en número de cinco, simétricos y alternos con los pétalos; algunas veces están soldados por las an- teras; éstas son introrsas y biloculares. Ovario compuesto de cinco carpelos soldados y multiseminados, termina por cinco dientes agu- dos que representan los estilos. El fruto es una cápsula de cinco lóculos que se abre en otras tantas valvas elásticas, que se despren- den y se arrollan abandonanlo el eje central y una parte de los ta- biques. Semillas ascendentes y sin endosperma. LA . TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 313 ' Componen esta reducida familia unas cien especies agrupadas en dos géneros: la mayor parte son naturales de la India y el resto de las regiones septentrionales de Europa, de Asia y de Norteamérica. Las especies son principalmente notables por la fuerza elástica con que, al abrirse las valvas del fruto, arrojan las semillas. Tienen propiedades diuréticas. Otras, y en especial las del género ¿mpatiens (balsamínea), son con esmero cultivadas por los jardineros; entre éstas figura el /. balsamina. Nicaragua. Miramilindas. Original de la India, de cuyo jugo se sirven los japoneses para leñirse las uñas, y los tártaros el contorno de los ojos. De las raíces del /. (inctoria extraen los abisinios un líquido negro, que luégo se vuelve rojo, y que usan para pintarse las manos y los pies. Í. nolí-tangere—De Europa y de Siberia—Se aplica exteriormen- Le como diurética, y con las hojas se tiñe de amarillo en Norteamé- rica. Las balsamíneas se distinguen de las geraníáceas por sus hojas sin estípulas, por sus flores siempre irregulares, por sus estambres soldados por las anteras, por su cápsula que se abre con elasticidad y por su embrión recto. De las oxalídeas se distinguen por la irregularidad de sus flores. Familia LV—Oxalideas Plantas anuales o vivaces, yerbas o arbustos de hojas alternas, simples o compuestas, sin estípulas, y en algunos casos, sensibles a la influencia de agentes exteriores. Flores regulares y hermafroditas. Cáliz con cinco sépalos iguales, a veces soldados por la base, de pre- floración imbricada. Corola con cinco pétalos regulares y unguicu- lados. Estambres en número de diez, con frecuencia monadelfos y dispuestos en dos series; los interiores son opuestos a los pétalos y más largos que los otros. El pistilo se compone de tres a cinco car- pelos soldados en toda la longitud del ovario; cada uno termina en un estilo con un estigma sencillo. El fruto capsular, membranoso O drupáceo, tiene de tres a cinco lóculos polispermas. Semillas en- vueltas en un arilo carnoso. - Las especies de esta familia están dispersas en las zonas tórrida y templada, pero especialmente en el cabo de Buena Esperanza y en América, siendo más raras en la India y en el Africa equinoccial. Las especies leñosas están confinadas a las partes más cálidas del 314 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ mundo. Las especies colombianas pertenecen, unas a las tierras ca- lientes,descendiendo hasta 300 metros sobre el nivel del mar; otras a las templadas, y otras, en fin, viven en las tierras frías, hasta 2,800 metros de altura sobre el mar. La propiedad característica de esta familia es la pronunciada aci- dez que poseen la mayor parte de sus especies, causada por la gran cantidad de ácido oxálico que elaboran, siendo casi intolerable en los frutos de las averrhoa bilimbi y A. carambola (carambola y bi- limbi, o camias), de la India, que sólo se pueden comer cocidos o en condimento, con lo que pierden gran parte del ácido que contienen. Consta esta familia de unas trescientas veinte especies agrupadas en seis géneros; las principales son : OXALIS Yerbas o arbustos de hojas alternas bi o trifoliadas. Flores dis- puestas en cimas o umbelas. Cáliz persistente, con cinco divisiones. Corola con cinco pétalos obtusos, alternos y más largos que los sé- palos. Estambres diez, monadelfos. Ovario con cinco lóculos y quin- tilobado. Estilos cinco, centrales. Estigmas capitados. Las especies de este género abundan en la América equinoccial y en el Cabo de Buena Esperanza. Las principales son : O. corniculata— Vinagrilla en las Antillas. Chulco en Bogotá. Pata de pichón en Venezuela. Común en las regiones templadas de todo el mundo. O psorialordes—Chulco en Bogotá, a 2,600 metros sobre el ni- vel del mar. O. acetosella— Acederilla—Crece en Europa. Estas y otras especies del género tienen propiedades refrescantes y templantes muy pronunciadas, debidas a la presencia de una gran cantidad de bioxalato de potasa, que les comunica un sabor ácido. La decocción se usa como bebida en las enfermedades inflamatorias y biliosas. De la última especie se extrae en el norte de Europa el bioxalato, que se emplea en usos domésticos y también como mor- diente; antes se preparaba con ella el ácido oxálico. O. crenata—Arracacha (1) —Crece en el sur de Colombia y en el Perú. Produce unos tubérculos insípidos, y se cultiva en Gerona (1) No se debe confundir con la arracacha, arracacha esculenta, umbelifera, del inter.or de la República. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 315 e (España) con el nombre de patatas inglesas. Los tallos y las hojas sun intensamente ácidos. BIOPHYTUM Yerbas de tallo desnudo, que lleva hoja3 fasciculado-verticila- das, súbitamente pinadas, de foliolos opuestos. Flores dispuestas en pedúnculos umbelados. Tanto el cáliz como la corola tienen cinco piezas. Estambres diez, libres. Estilos cinco, con el ápice bífido. El fruto es una cápsula globosa, casi pentágona. B sensitivum—Sensitiva— Yerba viva. Es originaria de la India. La infusión se usa como antiasmática, y el zumo contra las morde- duras de las serpientes. Las hojas son. irritables como las de las m:- mosas. B. dendrowdes —Crece en Guaduas, a 1,200 metros sobre el nivel del mar. Se distingue esta familia de las geraniáceas por sus hojas com- puestas y sin estípulas, por los estilos distintos, por los lóculos plu- riovulados y por las semillas ariladas. El verdadero carácter de las oxalídeas consiste en sus flores regulares y en las semillas albumi- nosas. Familia LVI—Rutáceas Arboles o arbustos, rara vez plantas herbáceas; de hojas opues- tas o alternas, sin estípulas, simples o pinadas. Flores axilares o terminales, hermafroditas, regulares o irregulares. Cáliz con cuatro o cinco divisiones. Corola con igual número de pétalos, distintos o soldados. Estambres en número igual, doble o triple al de los pé- talos, algunas veces menos a causa de aborto; colocados al rededor de un disco que rodea el ovario; libres o combinados con la corola. Ovario compuesto de tres a cinco carpelos, más o menos unidos, y que forman tantos lados salientes como pétalos tiene la corola. Esti- lo sencillo o dividido en tantas partes comu carpelos. Estigma simple o dilatado. El fruto consta de varias cápsulas cuherentes o distintas. Semillas solitarias o apareadas, con un tegumento propio y un en- dosperma carnoso o córneo, que encierra un embrión con cotiledones de forma variable. 316 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Las plantas de esta familia son principalmente originarias del Sur de Europa, y se extienden en el antiguo continente por toda la parte meridional de la zona templada, avanzando muy rara vez a las regiones intertropicales. Todas las rutáceas son amargas, y se caracterizan por un fuerte olor. Su acción se dirige principalmente sobre el sistema nervioso. Consta la familia de unas setenta especies up en unos quince géneros. Los principales son: RUTA Plantas herbáceas o subfrutescentes, de hojas alternas y sin estí- pulas; de flores amarillo-verdosas, dispuestas en racimos o en co- rimbos terminales. Cáliz corto y cuadripartido. Corola con cuatro. pétalos. Estambres en número de ocho, dispuestos en dos series; los que son alternos con los pétalos son más largos. Ovario subesférico y cuadrilobado. Estilo corto y estigma con cuatro divisiones. Son plantas más o menos aromáticas, y originales de las regio- nes templadas y extratropicales del antiguo continente. KR. graveolens—Ruda—Natural de Europa, pero importada a América por los conquistadores, y cultivada en las tierras frías: Pamplona, Bogotá, Popayán, etc. Tiene el olor repugnante y caracte- rístico de todas las rudas. Es acre y liene propiedades sudoríficas,. —entihelmínticas y emenagogas. Ejerce una acción especial sobre el: órgano uterino. : R. montana —RKuda de España—Es tan «cre, que puede produ-- cir ulceraciones y erisipelas al aplicarla sobre la piel. Tiene las mis- mas propiedades de la anterior. HAPLOPHYLLUM Son plantas de la región mediterránea de Europa. Las mujeres. egipcias usan el zumo de las hojas del MH. tabercalatam para lavarse el pelo y procurar su crecimiento. Familia LVII—Diosmáceas Yerbas, arbustos o árboles, más o menos altos y corpulentos; de: hojas sin estípulas, alternas y compuestas, con los folivlos opuestos. Flores hermafroditas, regulares o irregulares, dispuestas en panojas.- Pa VA PA a , TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 319 0. en corimbos. Cáliz con cuatro o cinco divisiones más o menos pro- fundas. Córola con cuatro o cinco pétalos, libres o soldados ; a veces nula. Estambres en número doble del de los pétalos, o en igual nú- mero a causa de aborto. Ovario con cuatro o cinco lóculos que en- cierran dos óvulos sobrepuestos. Cada lóculo termina por un estilo, éstos p:rmanecen libres o soldados entre sí, y terminan por un es- tigma cuadrilobado. El fruto está formado por cuatro o cinco car- pidios, cuyo endocarpio al madurarse se desprende con elasticidad. Cada carpidio contiene dos semillas con tegumento crustáceo; em- brión con endospermo o sím él, con cotiledones de forma variable, pero siempre con radícula súpera. La mayor parte de las plantas de esta familia, y en especial las especies americanas, son astringentes y tienen propiedades febrífu- gas. Olras se recomiendan como antiespasmódicas, diuréticas y su- doríficas. El género dictamnus está reducido a Europa meridional. Las dios neas, son, por lo general, de las regiones equinocciales de Afri- ca. Las boronias y correas son de Nueva Holanda; y las cusparias y pilocárpeas, de las regiones cálidas de la América ecuatorial. Consta esta familia de unas trescientas cuarenta especies, agru- padas en unos treinta y cinco géneros. Los principales son: DICTAMNUS Este género comprende una sola especie, natural del mediodía de Enropa, D. fraxinella—Dictamo real o fresnillo —Contiene una gran cantidad de aceite volátil muy aromático. La corteza de la raíz. es vermífuga y sudorífica. Las hojas se usan en Siberia en reemplazo del té. De las flores se extrae una esencia muy usada como cosmélico. DIOSMA' Casi todas las especies de este género pertenecen a las regiones ecuatoriales y australes de.Africa. Las más importantes son: D. crenatla—Buchú --Crece en Etiopía. D. fragans—D. ericoides —Plantas africanas, cultivadas en B)- gotá y en otros lugares. Son, como la especie anterior, muy aromá- ticas, y se obtiene de ellas un aceite esencial, tónico y estimulante. Las hojas son sudoríficas y diuréticas, y se usan para combatir las enfermedades de la vejiga. s 318 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ CORREA Son plantas de Nueva Holanda, cuyas hojas, y en especial las de la C. alba, son usadas por los colonos en lugar de té. BONPLANDIA (GALIPEA) Arboles de hojas alternas, ternadas y sin estípulas; de flores en racimos axilares y solitarios. Cáliz corto, cupiliforme y quintiparti- do. Corola blanca con cuatro o cinco pétalos pubescentes y caedizos. Estambres cinco o seis, monadelfos, adheridos al tubo de la corola. Anteras lineares, oblongas y biloculares. Ovario con cinco carpelos uniloculares; cada lóculo con un solo óvulo. Los estilos general- mente se unen por el ápice y permanecen distintos en la base. Estig- ma grueso, ovóideo y quintipartido. El fruto consta de una o de dos cocas, por aborto de las otras. Son plantas americanas, de las regiones cálidas intertropicales. B. trifoliata—Cusparia—Quina del Orinoco—Angostura, llama- da también cusparia febrifaga y galipea cusparia—CGrece en abun- dancia en los bosques de las riberas del Orinoco y de sus afluentes. La corteza de este árbol constituye la verdadera corteza de angos- tura, que no se debe confundir con la falsa angostura, cuya confu- sión puede tener consecuencias fatales, pues esta última es produci- da por el strychnos nuxvómica, que es un veneno violento. La ver- dadera angostura es uno de los mejores febrifugos que posee la ciencia. Ensayada primero en las misiones del Caroní por los padres capuchinos, fue después, en 1778, conocida en Europa; muy reco- mendada al principio, su uso ha decaíto mucho, aunque sin razón. Goza de propiedades estimulantes muy enérgicas; aplicada en altas dosis, produce náuseas; en pequeñas dosis, despierta las fuerzas digestivas y ¿umenta el apetito. La verdadera angostura contiene goma, una materia amarga, aceite volátil, que le comunica el olor fuerte y peculiar que tiene, y un álcali que cristaliza en tetraedros, casi insoluble en el agua, pero soluble en los ácidos, llamado cusparina. La corteza de an- gostura constituye un tónico amargo muy útil en la anemia, en las afecciones escrefulosas y escorbúticas, y en ciertas enfermedades de las vías digestivas. Las hojas son amargufsimas y tienen el mismo olor de la corteza, pero mucho menos pronunciado, el cual es pro- ducido por el aceite esencial, que en gran cantidad poseen. dl B.oficinalis—(Galipea officinalis) —Crece con la anterior—Según algunos autores, ésta es apenas una variedad de la primera; pero según otros, es especie distinta, que produciría una de las tres clases de angostura que hay en el comercio, las que se distinguen de la falsa angostura, porque ésta cambia su color amarillo en rojo cuan- do se le pone en contacto con el ácido nítrico. TICÓREA Arboles de hejas alternas, sencillas, articuladas con el pecíolo o trifoliadas. Flores dispuestas en corimbos o en racimos. Cáliz peque- ño y quintidentado. Corola infundibiliforme. Estambres de cinco a ocho, algunos de los cuales son estériles. Anteras introrsas, bilocu- lares y apendiculadas. Ovario con cinco lóculos, con otros tantos estilos unidos en tubo. Estigma quintilobado. Fruto compuesto de cinco cocas. | Las especies de este género son naturales de los bosques de las riberas del Amazonas, del Orinoco y de sus afluentes. T. febrifaga—Quina del Brasil - Su corteza es amarga y astrin- gente, y se usa como febrifuga. T. jazminiflora—La decocción de las hojas se usa en el Brasil contra ciertas berrugas endémicas. Familia LVIM—Zigophylleáceas Yerbas, árboles o arbustus de hojas opuestas, sencillas o pina- das, con estípulas y sin glándulas transparentes. Flores hermafro- ditas, solitarias y axilares o en racimos terminales, azules, rojas O amarillas. Cáliz con cuatro o cinco sépalos distintos. Corola con cuatro o cinco pétalos libres, regulares, unguiculados y alternos con los sépalos. Estambres en número doble, raras veces igual al de los pétalos; con los filamentos dilatados en la base, por donde ocasio- nalmente se unen entre sí. Ovyario sencillo, rodeado de glándulas y de un disco sinuoso; tiene cuatro o cinco lóculos, en cada uno de los cuales hay dos o más óvulos pendientes en el ángulo interno; es cuadri o quintilobado. Estilo sencillo, generalmente con cuatro o cinco surcos. Estigma con cuatro o cinco lóbulos. Fruto carnoso o capsular; en este último caso se abre en cuatro o cinco valvas opuestas a los tabiques. Semillas con un tegumento delgado y her- báceo. Embrión v:rde; citiledones foliáceos, con albumen o sin él. mm. ss ”R IA > LM MS NE o A ; 4 AS PAE 6 » ss a 1 Ñ 320 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Las especies de esta familia están distribuídas en la zona tórrida de ambos continentes. Los géneros guaracum, portiera y larrea son peculiares a las regiones cálidas de América. Los géneros fagonia, zigophyllam y tribulos son casi exclusivos del antiguo continente, y caracterizan la vegetación de los desiertos de Egipto. Consta esta familia de unas cien especies agrupadas en siete gé- neros, que se han dividido en dos tribus, a saber: TRIBU I—TRIBÚLEAS Carpelos ordinariamente subdivididos en cajitas monospermas por tabiques transversales. Semillas sin endosperma. Los géneros principales son : TRIBULUS - Yerbas difusas de hojas opuestas, paripinadas, de foliolos enteros. y acompañados de estípulas peciolares. Flores rojas o blancas, en pedúnculos axilares y unifloros. El fruto es una cápsula subredonda, indehiscente, compuesta por cinco cocas espinosas o tuberculosas y divididas por tabiques transversales. * Las plantas de este género tienen propiedades diuréticas y as- tringentes. Las principales son : T. maximus —Abrojo. Comúa en todas las regiones cálidas de la América equinoccial: en las Antillas, Cumaná, hoya del río Mag- dalena en Mompós, Guayaquil, Barbacoas, etc. T. cistoides—Abrojo de Cuba. Crece en las Antillas y en el lito- ral del mar Caribe hasta 800 metros sobre el nivel del mar. Tiene propiedades astringentes. Las raíces se usan como aperitivas, y la decocción de las hojas como diurética. Las hojas se emplean en cata- plasmas para hacer reventar los tumores de marcha lenta. TRIBU JH —ZIGOPHILLEAS Carpelos con las celdas indivisas. Semillas con endosperma. Gé- neros principales : ZIGOPHYLLUM ' Arbustos o árboles de hojas opuestas, conyugadas, rara vez sim- ples o pinadas, con estípulas peciolares. Flores en pedúnculos axila- lares y terminales, generalmente unifloros. Especies principales : > LK ml NTE TO IA et pl z £ E US pe y TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 321 Z. fabago—Morzana. Arbusto asiático. Se tiene por vermifugo y antisifilítico. Los botones tiernos se comen con vinagre como las alcaparras. Z. simplex—Garmal. Crece en Egipto y en Arabia. Tiene un olor tan repugnante, que ningún animal, inclusive el camello, toca su follaje. Los árabes lo usan como oftálmico. GUATIACUM Arboles de hojas opuestas, con dos estípulas pequeñas y caedi- zas. Flores azuladas, o amarillas en pedúnculos opuestos. Cáliz quin- tipartido y desigual. Corola con cinco pétalos, más largos que el cá- liz. Estambres diez, más cortos que la corola, con filamentos alesna- dos y eszamosos. Anteras introrsas y biloculares. Ovario atenuado en la base, con cinco lóculos. Estilo corto y agudo. Estigma sencillo. Las especies de este género son propias de las regiones cálidas de la América equinoccial. Son notables por la dureza de su madera, por-el principio resinoso que contienen y por sus propiedades sudo- ríficas. Las principales son : G. officinale—Guayaco. Palo santo. Guayacán polvillo. Común en las Antillas, Venezuela, valle del Magdalena, hasta goo metros sobre el nivel del mar. La raíz, la madera y la corteza son estimu- lantes; su acción se ej=rce principalmente sobre la piel, cuyas se- creciones aumenta. Es de gran uso, y se le coloca a la cabeza de los diaforéticos vegetales. La decocción de la madera y de la corteza se usa en la curación de las enfermedades sifilíticas crónicas, delas afec- ciones herpéticas y escrofulosas, en la gota, el reumatismo, etc. La madera de Guayacum contiene, según el profesor Guibourt: resina, 26; extracto amargo, 80; materia colorante amarilla, 1; extracto mucilaginoso y sulfato de cal, 2.80; leñoso, 6/ fo. Algunos autores consideran la resina como una sustancia particular, y le han dado el nombre de guayacina. La resina de Guayacum que se encuentra en el comercio, brota de las grietas naturales o de las incisiones prac- ticadas en la corteza: se presenta en masas verdosas, con un sabor poco sensible al principio, pero que luégo se cambia en una acritud ardiente, cuya acción se ejerce principalmente en la garganta; que- mándola exhala un olor balsámico agradable. Se usa principalmente contra la gota y el reumatismo, y constituye la base de la tintura llam ¿Ja licor de los caribes. Quiea la toma experimenta cierta fali- ga; se siente perezoso y con cscalofrícs. La resina contiene: resina 21 4 322 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ o ácido guaiácico, 80; goma, 5; extracto 2; restos. Las hojas tienen propiedades detersivas, y se usan para lavar pisos, con mejor resul- tado que el jabón. La madera del guayacán es de extraordinaria dureza, especialmente cuando está seco; se usa mucho en obras de ebanistería, para ruedas de trapiche, etc. Su peso específico es de 1.350. G. sanctum —Guayacán. Tiene la misma área de habitación que la especie anterior, y propiedades semejantes. G. arboreum—Tiene las mismas aplicaciones. Propiedades análogas tiene también la porliera hygrométrica, guayacán del Perú y de Chile. Presenta la singularidad de cerrar sus hojas cuando amenaza lluvia. Familia LIX—Simarubeas Arboles o arbustos de hojas sin estípulas alternas, generalmente compuestas e mparipinadas. Flores blancas, rojizas y verdosas, herma- froditas o unisexuales por aborto, regulares y dispuestas en racimos O en cimas axilares o terminales. Cáliz con cuatro o cinco divisiones. Corola con igual número de pétalos, más largos, anchos o combina- dos en tubo. Estambres en número doble del de los pétalos, a veces menor a causa de aborto, por lo común insertos en una escama hipo- gina. Ovario con cuatro o cinco lóculos y con igual número de cel- dillas; en cada una hay un óvulo pendiente. Estilos en el mismo nú- mero de las celdillas, a veces están separados por la base y unidos por el ápice, y a veces reunidos en nno solo; termina por un estig- ma con cuatro o cinco lobos. Fruto compuesto de cuatro o cinco dru- pas colocadas al rededor de un receptáculo común. Semillas con un tegumento membranoso, con un embrión recto y sin endospermo. Las especies de esta familia son naturales de las regiones cálidas de América, de Asia y de Africa ecuatoriales. Todasestán caracteri- zadas por ser intensamente amargas. Los géneros principales son : QUASSIA Una sola especie constituye este género : O. amara—Cuasia. Es un árb»l de hojas alternas, imparipina- das y de peciolcs alados. Flores graades, rujas y dispuestas en raci- mos terminales; son hermafroditas. El cáliz es corto y quintipartido. La corola tiene cinco pétalos. Estambres en número de diez, más r TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA . $23 largos que los pétalos, y provistos de una pequeña escama. Úvario compuesto de cinco carpelos libres y uniloculares; cada uno termi- na con un estilo, los cuales se unen entre sí por el ápice. Crece en las Antillas, en Guayana, en la hoya del bajo Magda- lena, etc. La corteza y la madera son amargas, y tienen pronunciadas propiedades tónicas, que deben a un principio amargo llamado qua- sina, que se presenta bajo la forma de prismas blancos, casi insolu- bles en el agua y en el éter, y solubles en el alcohol. La cuasia es uno de los mejores amargos; es un tónico enérgico, sin ser acre ni astringente. Fortifica los tejidos y desarrolla la acción del canal gas- tro-intestinal sin irritarlo. Antes se preconizaba como antidisentérico, pero hoy se usa especialmente en la dispepsia, y en la gota, en los catarros crónicos. También se ha reputado como febrífugo. Con las flores se prepara un vino estomacal. En Inglaterra se ha tratado de sustituír con la corteza de cuasia el lúpulo en la fabricación de cer- veza. SIMARRUBA Arboles de hojas alternas y compuestas. Flores diclines, en pa- nojas axilares o terminales. Cáliz corto y cupuliforme. Corola con cinco pétalos. Flores mesculinas con diez estambres. Ovario rudi- mentario o nulo. Flores femeninas con diez escamas que reemplazan los estambres ; con cinco carpelos libres, uniloculares y monosper- mos. Estilos libres en la base y unidos por el ápice, terminan en un estigma bilobado. Las especies de este género son de la América intertropical, y muy afines en la forma y en las propiedades a la especie anterior. Las principales son : S. excelsa —Simarruba. Fresno amargo en las Antillas. S. officinalis —Simarruba. Como la especie anterior, crece en las Antillas, en la hoya del Orinoco y en el bajo Magdalena. La corteza y la raíz son tónicos. y deben colocarse entre los amargos legítimos. Se prescriben en los mismos casos en que se usa la cuasia, y principalmente en el último período de la disentería, en la dispepsia y en las diarreas crónicas. También se ha aconsejado como febrífugo. Se asegura que las bzbidas alcohólicas pierden la facultad de embriagar cuando se les agrega esta sustancia. Su prin- 324 Led CARLOS CUERVO MÁRQUEZ cipio-amargo parece ser idéntico al de la cuasia. Según el señor Mo- rin, la símarruba contiene : materia resinosa, aceite volátil, guassina, ulmina, ácido málico, ácido gállico y sales. SIMABA Arbustos o árboles lampiños, de hojas alternas, ternadas o pina- das. Flores blancas, dispuestas en pedúnculos axilares o en racimos terminales; son hermafroditas. Cáliz pequeño, con cuatro o cinco divisiones profundas y persistentes. Corola con cuatro o cinco péta- los iguales, deciduos, anchos y de base alada. Estambres diez, uni- seriados y libres. Filamentos con la base alada y vellosa. Anteras bifidas por la base, y biloculares. Ovario con tres o cinco cocas uni- loculares y uniovuladas. Estillo sencillo. Estigma tri o quinqueloba- do. Fruto compuesto de una a cinco cocas libres, coriáceas, compri- midas, uniloculares y monospermas. S. orinocensis—Cedrón del Orinoco. S. cedrón—Cedrón—Crece en los valles ardientes de Mompós y de todo el bajo Madalena, Cartagena, la Goajira, etc. En el Darién, Panamá y Veraguas. Es un árbol de grandes dimensiones, cuyo fruto se distingue por una extraordinaria amargura, y ha gozado de celebridad como antídoto contra la mordedura de serpientes venenosas. Por pri- mera vez se menciona el cedrón en la Historia de los bucaneros, pu- blicada en 1699, pero se ignora si su uso fue accidentalmente descu- bierto por los piratas en sus correrías por las bocas del Magdalena, o tomado de los indios de esas regiones. Se administra tomando uno: o dos polvos de raspadura de la almendra, en dosis de cinco centi- gramos, en una copa de aguardiente, y aplicando sobre la herida, después de lavada y desangrada, un poco de la "misma raspadura, humedecida con aguardiente de caña. Tomado en mayor dosis, cons- tituye un veneno violento. También se ha ensayado con grande éxito en el tratamiento de la rabia y de las fiebres malignas o inter- mitentes. El cedrón contiene una sustancia peculiar, la Cedrina, que se considera como su principio activo. La corteza del árbol tiene propiedades febrífugas también. | Propiedades febrífugas tienen igualmente las especies de otros géneros, y principalmente la Brusea antidisentérica de las Indias orientales ; la Pricamnia pentandra o quina de Jamaica, etc. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 325 Las Simarrubeas se distinguen de las Zigophyláceas por la dispo- sición de los ovarios y por los frutos; de las Ocnáceas, por carecer de un torus suculento, y por las anteras, que se abren longitudinal- mente y no por poros terminales. Clase 2.* — Calicifloras Cáliz gamosépalo. Pétalos y estambres insertos fuera del punto de adhesión del tálamo con el cáliz, y nacen de este último. Ovario libre o unido al cáliz. Comprende sesenta y cinco familias. Familia LX — Celastraceas Arbustos de hojas alternas u opuestas, simples y con pequeñas estípulas caducas. Flores en cimas axilares, pequeñas, verdes, blan- cas O rara vez rojas. Cáliz con cuatro o cinco sépalos imbricados e insertos en un disco ancho. Corola con cuatro o cinco pétalos pla- nos, de estivación imbricada e insertos en la margen del disco. Es- tambres alternos con los pétalos, fijos en el borde del disco o en su cara superior, con anteras innatas. Disco ancho, carnoso y epigino, que rodea el ovario, al cual se adhiere. Ovario con tres o cinco lócu- los; cada uno contiene una o más semillas. Ovulos anátropos, adhe- ridos a un funículo corto. Estilo sencillo. Estigma finamente lobula- do. El fruto es una drupa seca o una cápsula cun tres o cinco lócu- los, provistos de un tabique en su cara interna. Las semillas tienen a veces un arilo carnoso. Embrión axil homótropo. Las especies de esta familia son naturales de las regiones más cá- lidas de Europa, Norteamérica y Asia, siendo másabundantes en la zona templada. Muchas pertenecen a la Flora del cabo de Buena Es- peranza, y unas pocas son de Suramérica, principalmente de Chile. Las Celastráceas constan de unas trescientas especies, agrupadas en treinta y un géneros. Generalmente se divide esta familia en dos tribus; pero algunos autores, entre ellos el doctur Lindley, consideran a las Staphylleas como familia distinta. Las dos tribus son : 326 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ TRIBU 1 — ESTAPHYLLEAS Hojas compuestas. Semillas sin arilu. Géneros principales : Sta- phylia y Turpinia. TRIBU II — EVONIMEAS Hojas sencillas. Semillas ariladas. Géneros principales: Celas- trus, Evonymus, Eledendrum, Maytenus, Catha, etc. El doctor Royle dice que las Celastráceas contienen un princi- pio acre que, obrando con mayor o menor actividad, les da las pro- piedades que poseen. El Celastrum nutans de la India es estimulan- te y se usa en la curación del beriberi. Las semillas de los £vony- mus son purgantes y eméticas; se han usado en ungúento para destruír los piojos de la cabeza. Las especies más usadas son el Bo- netero de España, Evonymus europeus, el Ev. verrucosus y el Ev. datifolvus, todas especies europeas. El Maytenus chilensis, Mayten, de Chile, tiene buéna madera. Las hojas son purgantes, y de las semillas se extrae aceite. Propie- dades semejantes tiene el Mayienus verticillatus, yerba del Mate, Piena, del Perú y de Chile. Se usa como el Mate. Familia LXI — Aquifoliáceas o ilicineas Arboles o arbustos, generalmente de ramas angulosas y siempre verdes. De hojas alternas ú opuestas, coriáceas y sin estípulas. Flo- res pequeñas, blancas o verdosas, axilares, solitarias o diversamente agrupadas. Cáliz con cuatro o seis sépalos imbricados. Corola con igual número de pétalos alternos, hipoginos y también imbricados. Estambres insertos en la corola y alternos con los pétalos. Anteras adnatas, biloculares, se abren longitudinalmente. Disco nulo. Ova- rio libre, carnoso y algunas veces truncado, tiene de dos a seis ló- culos, cada uno con un óvulo pendiente y anátropo. Estigma sésil y lobulado. Fruto carnoso,'con dos o seis núculos indehiscentes, leño- sos o fibrosos y monosperma. Semilla casi sésil, con albumen grueso y carnoso. Embrión pequeño, bilobado, con cotiledones diminutos y radícula súpera. 2 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 727 Las Aquifoliáceas pertenecen principalmente a la Flora Ameri- cana y a la del cabo de Buena Esperanza. Una sola especie, el acebo, es europea. Las especies americanas son de climas ardientes en su mayor parte. Esta familia contiene unas ciento veinte especies, agru- padas en once géneros. Los principales son : ILEX Este género comprende árboles o arbustos de hojas alternas y coriáceas, y flores dispuestas en pedúnculos axilares y provistos de brácteas. Flores hermafroditas, rara vez polígamas. El fruto es una drupa bacciforme, coronada por los estigmas. Las especies de este género, con excepción del Acebo, son en su mayor parte americanas. Ea las hojas de casi todas existe un prin- cipio amargo llamado /lícina. Las principales son : llex aquifolium—Acebo—Es la única especie europea de la fa- milia. Tiene propiedades astringentes. Se asegura que el polvo de las hojas y de la corteza es febrífugo y que puede reemplazar la quina. La raíz es emoliente, expectorante y diurética. Los frutos son pur- gantes y eméticos. En Córcega emplean las semillas tostadas en lugar del café. De la corteza se obtiene una lija muy usada para coger pá- jaros. Sa madera es muy usada en carpintería. Propiedades seme- jantes tienen el /. opaca y el 7. laxiflora de los Estados Unidos. Í. vomitoria, del litoral de Florida y de Carolina. Sus hojas, lla- madas té de los apalaches, se usan en infusión como diurélicas y su- doríficas; en mayor dosis son eméticas. Los creeks la beben al abrir sus asambleas. [. paraguayensis—Yerba de Mate—Té de Paraguay— Arbusto del Brasil y del Paraguay. Es quizás la más importante de todas las especies. Es estomacal, y sus hojas son muy usadas como sucedá- neo del té. Mr. Stenhouse ha encontrado en ellas la teína. - Tomyrtifolia—Acebo americano. Natural de las Antillas y de! li- toral del mar Caribe. Tiene propiedades idénticas a las del acebo eu- ropeo. Las frutas son emeto-catárticas. Las hojas, en decocción, se usan como febrífugas. Contra las intermitentes se emplea la decoc- ción. La liga que se prepara con la corteza tiene propiedades rube- facientes. 328 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ MYGINDA Arbustos de ramas tetragonales, con hojas opuestas, semicoriá- ceas; los pecíolos son a veces trífidos en el ápice. Flores diminutas. Cáliz con cuatro divisiones. Corola cuadripétala. Estambres cuatro, alternos con los pétalos. Ovario subredondo. Estigma sésil cuadri- lobado. El fruto es una drupa aovada, unilocular y monosperma. Las especies de este género son todas de los climas ardientes del litoral de la América intertropical. Tienen propiedades diuréticas. La especie más notable es : Myginda uragoga— Yerba del Maravedí, Cartagena, las Anti- llas, etc. Tiene propiedades diuréticas muy pronunciadas. Se usa en decocción, principalmente las raíces, para las enfermedades de las vías urinarias, en especial en la nefritis. Myginda rhacoma—Se encuentra en la misma región y tiene las mismas propiedades que la anterior. PRINOS Este género cuenta algunas especies importantes. La mayor par- te son de Norteamérica. Las principales son : Prinos verticillatas—De los Alleghanys. Tiene propiedades tóni- cas, astringentes y antisépticas. Los frutos son eméticos. Prinos glaber—De Norteamérica. Las hojas se usan como el té. Familia LXI[ — Rhamnaceas Arboles o arbustos casi siempre espinosos; de hojas sencillas al- ternas ú Opuestas, a veces con dos estípulas, diminutas. Flores pe- queñas, generalmente verdes ; hermafroditas o unisexuales por abor- to; axilares o terminales. Cáliz gamosépalo, con un limbo ensan- chado, que tiene cuatro o cinco lóbulos valvares. Gorola con cuatro o cinco pétalos unguiculados, insertos en el orificio del cáliz. Es- tambres en número igual al de los pétalos y opuestos a ellos. Disco carnoso. Ovario con dos, tres o cuatro lóculos monospermas. Ovu- los erectos y anátropos. Estilos en igual número al de los lóculos del ovario, soldándose completamente. Fruto carnoso e indehiscen- te o seco y que se abre en tres cocas. Semilla levantada, a veces con= TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 329 a tiene un albumen carnoso. Embrión homótropo, con anchos colile- dones. La mayor parte de las especies de esta familia son de las regio- nes más cálidas de los Estados Unidos, del sur de Europa, del norte de Africa, de Persia, Palestina y la India. Algunas son del cabo de de Buena Esperanza y de Australia, y muy pocas son de la América meridional. Se puede decir que están dispersas en todo el mundo, excepto en la zona ártica. Las Rhamnáceas cuentan unas doscientas cincuenta especies, agrupadas en cuarenta y dos géneros. Los principales son : ZIZYBHUS Arboles o arbustos de ramas espinosas, de hojas alternas, con es- típulas también espinosas. Flores dispuestas en cimas axilares. Fruto carnoso, comestible, sano y más o menos agradable. Las especies son principalmente de la región Mediterránea del antiguo continente. Las más notables son : Zizyphus vulgaris—Azufaifo—Natural de Siria y trasladado á Europa en tiempo de Augusto. Los frutos, azufaifos, son comesti- bles, y cuando están secos se emplean para preparar un cocimiento pectoral. Entran en la composición de la pasta de «zufaifas. La acli- matación de esta especie se debía procurar en nuestros climas lem- plados. ; | Zizyphus spinachristis—De Siria y de Egipto Se dice que la co- rona de Jesucristo fue hecha con los ramos espinosos de esta planta. Los frutos son considerados por los árabes cowo febrifugos. Zizyphus jujuba—Jujuba—De la India, de la China, las Molu- cas, etc. Sus frutos son comestibles. Entran en la composición de las pastas de jujuba, cuyas propiedades emolientes las deben, más que a ellas, a la goma arábiga. En las Molucas se emplea la corteza con- tra la diarrea. RHAMNUS Arboles o arbustos de hojas alternas, biestipuladas. Flores dis- puestas en racimos o en cimas axilares. El fruto es una baya esférica. Este género cuenta numerosas especies, propias de las regiones templadas del hemisferio boreal y de la América intertropical. Los frutos de casi todas las especies son purgantes violentos, y las ramas se usan en tintorería. 330 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Las especies principales son : - Rhamnus catharticas —Cambrón—El fruto y la corteza son fuer- tes purgantes, cuyo principio activo aún no se ha determinado. El zumo de los frutos, condensado con el alumbre, da un color verde que sirve para teñir el cuero. Con las bayas verdes se prepara una laca amarilla. Esta misma laca la dan igualmente los frutos de otras muchas especies. Rhamnus infectoríius —Del mediodía de Europa. Los frutos son conocidos en tintorería con el nombre de grana de Aviñón. Los griegos y los turcos usan los frutos verdes para teñir el marroquín amarillo. Rhamnus humboldtianus—Capull simarrón—Del litoral del mar de las Antillas, hoya del Magdalena y del Atrato. Los frutos son comestibles y pueden ser también emplezdos en la tintorería. a Familia LXITI—Chailletáceas Arboles o arbustos de hojas alternas, enteras, con dos estípulas caedizas. Flores axilares, con el pedúnculo a veces unido al pecíolo. Cáliz con cinco sépalos de estivación valvar y petaloides. Corola con cinco pétalos alternos, pequeños, enteros o bifidos, a veces reunidos por su base con los estambres. Estambres, cinco, alternos con los pétalos. Anteras redondeadas, versátiles y biloculares, opuestas a los pétalos; hay generalmente cinco glándulas hipoginas. Ovario súpe- ro, con dos o tres lóculos, cada uno con dos óvulos. Estilo sencillo. Estigma bilobado. El fruto es una drupa más bien seca, con uno, dos o tres lóculos monospermas. Embrión sin endospermo, grueso, con raicilla súpera y cotiledones carnosos. Sólo unas pocas especies de esta familia son conocidas; todas de la zona tórrida. Dos se encuentran en Sierra Leona, dos en Mada- gascar, dos en la hoya del Orinoco y una en Filipinas. Sus propie- dades son poco conocidas. Los géneros principales son: Chailletia—Cuyas especies son de Sierra Leona. Los frutos de la Chatlletía toxicaria son venenosos. Tapura—La única especie es 7. guianensis, de la hoya del Ori- noco. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 331 Familia LXIV—Aquilariáceas Arboles de ramas lisas y de corteza glutinosa. Hojas alternas, enteras y sin estípulas. Cáliz tubular, limbo con cinco segmentos persistentes, de estivación imbricada. La garganta presenta cinco o diez escamas, que no son sino estambres abortados, y otros tantos estambres opuestos a las lacinias del cáliz. Anteras biloculares. Ova- rio libre, sésil o estipitado, comprimido y dividido por un trofos- merma longitudinal que lo hace aparecer bilocular. Ovyulos dos, aná- tropos. Estilo corto o nulo. Estigma sencillo y ancho. El fruto es una cápsula sésil o estipitada, bivalve o drupácea e indehiscente. Semillas, una en cada placenta, provistas de un arilo, Embrión sin endospermo, con raicilla estrecha y súpera. Esta reducida familia cuenta seis géneros y unas doce especies, todas de Asia intertropical. Las principales son: Aquilaria malaccencis—Proporciona el garo de Malaca. Aquila- ria agallochum, del límite oriental de la India. Proporciona el palo áloe o palo de águila, que contiene una sustancia resinosa fragante, considerada en Asia como cordial. En Europa se ha usado para la gota y el reumatismo. Familia LXV—Terebintáceas o Anacardiáceas Arboles o arbustos dotados con un jugo resinoso, gomoso, cáus- tico o en ocasiones lechoso. De hojas alternas, simples o ternadas, o desigualmente pinadas. Flores terminales o axilares, con brácteas, hermafroditas o unisexuales por aborto. Cáliz pequeño y persisten- te, generalmente con cinco divisiones, pero en Ocasiones puede tener tres, cuatro o siete. Corola con pétalos en número igual al de los sé- palos, periginos y de estivación imbricada. Algunas veces faltan. Estambres en número igual al de los pétalos, y alternos con ellos, Rara vez en nú nero doble o mayor, son iguales o alternativamente más cortos unos que otros, o en parte eslériles. Disco carnoso, anu- lar o cupuliforme e bipógino; algunas veces falta. Ovario único, unilocular, con un solo óvulo. Estilos uno o tres, rara vez cuatro O ninguno. Estigmas en número igual al de los estilos. Fruto indehis- cente, por lo general drupáceo. Semilla sin albumen. Radícula sú- 2132 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ pera o infera, pero siempre dirigida hacia el hilo. Cotiledones grue- sos, carnosos o foliáceos. : Jussieu, De Candolle y otros botánicos consideran como tribus de esta familia algunos grupos como las Burseráceas, Amyrideas y otros, que Kunth y Browa presenten con fuertes razones como fa- milias distintas. Al hablar de ellas se expondrán las diferencias ca- racterísticas y suficientemente importantes para darles la categoría de familias. Las Anacardiáceas poseen un jugo resinoso, acre algunas veces y muy venenoso. La mayor parte son naturales de América inter- tropical, de Africa o de la India. Muy pocas se encuentran fuera de los trópicos, ya al norte, ya al sur. Son desconocidas en Australia. Las especies colombianas son generalmente propias de los valles ar- dientes del Cauca, del Magdalena y de la región oriental. El Muelle, Schinus Molle y el Caspt, Rhus juglandifolium, crecen en la región fría. Esta familia consta de unas cien especies, agrupadas en cuarenta y un géneros, los que se han dividido en tres tribus, a saber : TRIBU I—ANACARDIEAS Pétalos y estambres insertos en el cálizo en el tubo calicino. Ozario unilocular. Semilla sostenila poc un cordón procedente del fondo de la celda. Géneros principales : ANACARDIUM - Arboles de hojas alternas, pecioladas, sencillas y muy enteras. Flores polígamo-dioicas. Cáliz con cinco divisiones. Corola con cinco pétalos, insertos en el fondo del cáliz. Estambres en número de diez o más, algunas veces nueve por aborto; uno de ellos más grueso y largo, es con frecuencia el único fértil. Ovario unilocular y monos- perma. Estilo sencillo y corvo. El fruto es una nuez arriñonada, in- dehiscente y monosperma. Las especies de este. género contienea un principio aromálico y acre. Son naturales de las regiones ardientes de la América inter- tropical y se han*aclimatado en la India. Las principales son : Anacardium occidentale—Marañón —Merey en Cuba y Venezue- la. Paujil en Puerto Rico. Acajú, nuez de Acajú, etc. Propia de las regiones ardientes de la América intertropical; ocupa una gran zona, desde el Brasil hasta las Antillas. Crece en abundancia en Pa- 8 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 333 1 ' namá, en los valles del Magdalena y del Sinú, en los Llanos, hasta los 600 metros de altura sobre el nivel del mar. Por las incisiones practicadas en el tronco se obtiene un jugo resinoso, conocido con el nombre de goma de Acajú, que se emplea para preparar barnices, los que, según la constitución de los indivi- * duos, pueden ser muy peligrosos por sus propiedades inflamatorias. Las hojas suelen atacar la cabeza, y la raíz es purgante. Pero la parte más importante del Marañón es, sin duda alguna, la nuez, cuya parte celulosa contiene en abundancia un aceite que es un cáustico poderoso. Para extraerlo se somete la cáscara fresca de la nuez a la acción de una prensa de tornillo. Recogido y filtrado, se conserva sin alteración por mucho tiempo, siempre que se preserve del contacto del aire. Es algo viscoso, blanco y transparente, insolu- ble en el agua y muy soluble en el alcohol, el éter y los aceites fijos. El amoníaco y el agua de potasa cánstica lo disuelven, y el líquido toma el aspecto de una solución jabonosa; tratado por un ácido mj- neral, se obtiene una sustancia sólida, ácida y algo soluble en el agua, que, según Hoedler, es el ácido anacárdico, siendo el cardol el principio cáustico, según el mismo autor. El aceite puro es tan cáustico, que aplicado al cutis produce casi en el acto la vesificación, y se usa con mucha ventaja para abrir fuentes. También se emplea con buen éxito para destruír las verru- gas, los callos y las carnes fungosas. Se aplica con un pincel, y ejer- ce su acción sin causar dolor. Ccn este aceite y mantequilla fresca o acelte cualquiera en la proporción de una de aquél por ocho de éste, se prepara una pomada epispástica que puede reemplazar con ven- taja la de las cantáridas. Con el fruto del Marañón se preparan también un aguardiente y un vinagre que tienen aplicaciones medicinales. La semilla es comestible, y se ha pretendido que su uso excita la memoria. : Anacardium rhinocarpus—Caracolí Crece en abundancia en los valles del Magdalena, hasta 500 metros de altura sobre el nivel del mar. Contiene un jugo resinoso semejante a la goma de acajú. Los frutos contienen también un aceite de prupiedades quizás análogas a las del Marañón. MANGIFERA Arboles de hojas alternas, pecivladas, sencillas y sin estípulas. Flores polígamas, pequeñas, blancas o rosadas, en panojas termina- 334 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ les. Cáliz con cinco divisiones. Corola con cinco pétalos insertos en el disco; en la base tienen una escama glandulosa. Estambres cinco, insertos en la corola y alternos ccn los pétalos; sólo son fér- tiles uno o dos. Anteras introrsas, acorazonadas y biloculares. Ovarso sentado, unilocular, moncsperma. Estilos tres, terminales. Estigmas subclavados. El fruto es una nuez. Las especies de este género son de Asia; muchas se cultivan en la América intertropical. La principal es: Mangifera 'indica—Mango. Espontáneo en la India Oriental y extensamente cultivado en toda la América intertropical, en las re- giones cálidas y templadas, hasta los 1,600 metros sobre el nivel del mar. Esta especie es una de las principales de esta importante fami- lia, no solamente por sus frutos, uno de los más deliciosos de la zona tórrida, sino también por sus propiedades. Todas las partes de este árbol contienen cierta cantidad de tanino y un líquido resinoso, in- coloro, con olor semejante al de la trementina y de sabor muy que: mante; se obtiene por incisiones practicadas en el tronco o de las frutas verdes. Esta especie de trementina es tenida por sudorifica y antisifilítica y se ha empleado contra el gálico. La corteza, especialmente la de la raíz, es un amargo aromático y se emplea contra la diarrea, leucorrea, etc. Las hojas tiernas se usan en infusión como pectorales, y las otras son consideradas como odontálgicas. Su uso fortalece las encías, limpia la dentadura e im- pide las caries. Todas las partes del árbol se consideran como anti- escorbúlicas. : La corteza se usa mucho en las Antillas como febrifugo ; de ella. se ha extraído un ácido que parece nuevo y que ha sido llamado ácido mangotico, y una sustancia especial, que el doctor Dumontel llamó mangotina y considera mejor febrifugo que la quinina. Se dice que el fruto es estomacal, y se recomienda en las enfermedades pro- ducidas por atonía de los órganos gostrointestineles. Las semillas contienen una fuerte proporción de ácido gállico libre ; se consideran como astringentes y antihelmínticas. Según el análisis hecho por Avequin, sobre cuatro libras de fru- tos secos, su composición es la siguiente: Albúmina vegetal asasinicuecioss A EN SE e ¿ol 22 granos Acido gállico........ A e a NA Sas 8 onzas TARO braco ecos E A nadaa .... 2 dracmas Materia grasa, ácido esteáriCO....... covmomonconersnosros 2 ONZAS 'd O A AE A ET A A AAA O Fibra vegetal leñOS3........coomooooooooommonararccororoónronsa > E ONZAS AGUA coccncccsnennon osónonsananióscoroosobrarancanconccnnonoscanns eosoro: 25 ONZAS A A A A AN A A Azúcar sin cristalizar, materia extractiva, ma- teria colorante amarilla.....i.oocionóonccoooioncoroccoidrassociccnoso Y ONZAS El doctor Grossourd y ha encontrado en las almendras lo siguien- te: mucho almidón y celulosa, tanino, manteca blanca sin olor y algo amarga, en una gran cantidad; emulsina, albúmina vegetal, azúcar, y una regular proporción de agua. Según el mismo autor, el análisis de la corteza da este resulta- do: mucha fibra vegetal y celulosa—clorófila, —ácido tánico en canti- dad notable. Materia colorante amarilla. Acido mangótico. Resina líquida. Una sustancia aromática como la vainilla y una sustancia soluble en el alcohol que cristaliza con la evaporación espontánea y que cree ser la mangotina. PISTACIA Arboles o arbustos de hojas alternas, compuestas y sin est/pulas. Flores dioicas, dispuestas en racimos o en panojas. Las especies de este género son de la región mediterránea euro- pea. Unas pocas son de México. Las principales son: Pistacia vera—Alfónsigo. Pistachero. Natural de Siria y culti- vada en la región mediterránea. La fruta se usa mucho en confite- ría. La almendra se emplea en emulsiones edulcorantes y pectora- les; produce un aceite que se usa para el tocador. Pistacia lentiscus —Lentisco. Cultivada en la misma región que la anterior. La resina que por incisiones se obtiene del tronco y lla- mada almásiga, es antiespasmódica y estomacal. Las mujeres del Oriente la mastican constantemente para fortalecer las encías, blan- quear la dentadura y aromatizar el aliento. Entra en la composición de ciertos licures, de aguas de olor y de polvos dentífricos. Lus egip- cios la emplean para perfumar las vasijas de barro en que deposi- tan el agua. Las semillas producen un aceite muy útil para el alum- brado. El cucimiento de la madera se usa contra la gota y los cálculos. TRATADO ELEMENTAL DE BITÁNICA 335 Ñ Ie y “2 Y AN 336 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ La aclimatación de estas dos especies se debía procurar en el país, no sola mente por sus propiedades, sino también como árboles de ornato, especialmente en nuestros climas templados. COMOCLADIA Arboles de hojas alternas, compuestas e imparipinadas. Flores dioicas, pequeñas y purpúreas, dispuestas en racimos axilares. Fruto suculento y monosperma. Las especies de este género son propias de la América intertro- pical. Exudan un zumo glutinoso, acuoso o lechoso, que se ennegre- ce al contacto del aire. Las principales son : | Comocladia dentada—Guao. Crece en las Antillas. El zumo es muy cáustico. ' Comocladia integrifolia—Falso brasilete. De las Antillas, Pana- má, el Sinú, etc. Todas las partes de este árbol desorganizan la piel y la tiñen de negro. En las Antillas la empleaban algunos colonos para marcar los esclavos. Igual uso hacían de la C. ¿lisifolia. ASTRONIUM La especie más notable de este género es el Diomate. Astronium graveolens, que crece principalmente en los bosques cálidos de An- tioquia y de Cundinamarca. Su madera es una de las más apreciadas en ebastinería. TRIBU Il — ZUMAQUINEAS Pétalos insertos en el disco calicino o en el cáliz. Ovario único, unilocular y uniovulado. Ovulo pendiente. Cordón procedente de la base. Sin albumen. Cotiledones foliáceos doblados sobre sí mismos. Los géneros principales son : RHUS Arboles o arbustos, rara vez espinosos, de hojas alternas, sin es- típulas, flores pequeñas polígamas. Cáliz pequeño quintipartido. Corola con cinco pétalos iguales. Estambres en número de cinco, alternos con los pétalos. Anteras introrsas, biloculares y estériles en las flores femeninas. Ovario unilocular. Estilos tres, cada uno con un estigma. Fruto seco con cubierta ósea. Pertenecen a las regiones templadas de todo el glob9. Abundan sobre todo en el cabo de Buena Esperanza y en la América del Norte. - TRATADO ELEMENTAL DE BUTÁNICA 337 4 Muchas de las especies de este género producen un jugo lecho- $0, muy venenoso ; otras son astringentes. Las principales son : Rhus cotinus—Fustete. Especie europea, de tola la región me- diterránea. La corteza es astringente, se usa como febrífugo y como curtiembre. La madera da un hermoso color amarillo, muy fugaz, que los álcalis hacen pasar al rojo. Se dice que tiene propiedades inflamatorias. Rhus coriaria — Zumaque. Crece en el mediodía de Europa. Se usa mucho en las tenerías, sobre todo para preparar el negro ma- rroquí. Rhus copallina—Copal. Natural de Méjico. Por las incisiones hechas en la corteza se obtiene la resina de copal. Rhus toxicodrendon—Zumaque venenoso. Arbol de las pulgas. Natural de la América del Norte. Esta especie y el Rhus radicans— Guao de Méjico—son consideradas como variedades de una misma especie. Producen emanaciones venenosas. Según Van Mons, con- tienen tanino, ácido gállico, un poco de resina y sustancia gomosa, ácido acético, clorófila y gran cantidad de un hidrocarbonato muy combustible, que se considera como el principio activo. El leño con- tiene un jugo amarillento viscoso y lechoso, que desaparece después de la época de la florescencia. El jugo de las hojas ennegrece la piel. En medicina se ha empleado para curar la epilepsia, la parálisis y las enfermedades cutáneas como la herpes. Mr. Descot ha empleado el extracto, y con mucho éxito, para combatir la incontinencia de la orina. Rhus juglandifolia—Caspi en Pasto—Pedro Hernández en el Tolima y en Cundinamarca—Especie colombiana, se encuentra en abundancia en la región de Pasto, en Popayán y en las Cordilleras Central y Oriental, entre 1,500 y 2,100 metros de altura sobre el nivel del mar. Como las dos especies anteriores es venenosa y tiene idénticas propiedades. Su contacto, y aun el humo que produce, cuando se quema, ocasiona en el hombre accidentes de gravedad. Su acción se manifiesta por hinchazón y erupciones cutáneas, acompa- ñadas de comezón insoportable, que dura por cuatro o cinco días; pero si no se guardan ciertas precauciones, sobre todo de la hume- dad, pueden convertirse en afecciones erisipelatosas de difícil cu- ración. Con sus emanaciones se forma una atmósfera venenosa, cuya composición no es conocida. Po 22 A, CO (95) O) 00 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ El principio activo del caspi es, sin duda alguna, el mismo hidro- carbonato de Van Mons, cuya acción venenosa, según los experi- mentos de Orfila, es la misma de los venenos narcótico-acres. En do-- sis pequeña, las especies venenosas de este género obran como un. excitante enérgico. Los efectos venenosos del caspi no se producen con igual inten-- sidad sobre todos los individuos. Hay organizaciones sobre las cua- les su acción es nula. La inflamación cutánea producida por el caspi se combate con. infusión de llantén. SCHINUS Arboles o arbustos de hojas alternas, compuestas y sin estípu-- las. Flores pequeñas, dioicas, blancas, dispuestas en panojas axilares. y terminales y provistas de brácteas. Fruto rojo, monosperma, dru-- páceo y con cubierta ósea. Las especies de este género son americanas. La principal es la, siguiente : Schinus molle—Muelle, Pimiento, Terebinto—Cultivado desde época inmemorial en toda la América Meridional. En Colombia crece en toda la región fría y parte de la templada. En la Villa de Leiva,. Bogotá, Popayán, etc., entre 2,000 y 2,600 metros sobre el nivel del mar. Del tronco se obtiene por incisiones una resina que se usa en el' Perú como el mastico para blanquear la dentadura y fortalecer las. enclas. El cocimiento de la corteza es resolutivo. Las hojas, como- las de las otras especies de este género, contienen una gran cantidad. de resina. Se usa en tintura para combatir el reumatismo. TRIBU [MM —ESPONDIEAS Arbustos de hojas imparapinadas. Disco festoneado en derredor- del ovario. Ed fruto es una drupa con hueso, con dos a cinco lócu-- los. Semillas sin albumen. El género principal de la tribu.es: SPONDIAS Arboles de hojas alternas imparipinadas y de flores polígamas- blancas o rojas. Cáliz pequeño, caedizo, quintifido o quintidentado- y colorado. Corola con cinco pétalos sentados y patentes. Diez es- tambres, libres e insertos en los pétalos. Anteras.introrsas y bilocu- TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 339 Jares. Ovario con cinco lóculos, Cinco estilos muy cortos. Estigmas obtusos. Fruto carnoso con cinco lóculos. Cada lóculo contiene una semilla. Las especies son árboles de las regiones cálidas e intertropicales de todo el globo. Las principales son : Spondias purpúrea y S. myrobalanus—Ciruela amarilla —Común en las regiones más cálidas de la 'América ecuatorial. En Colombia crece silvestre o cultivada en el litoral, en las hoyas del Cauca y del Magdalena hasta una altura de 600 metros sobre el nivel del mar Spondeas lutea—Jobo, mombín— Crece en las mismas regiones que la anterior. Una y otra especie se cultivan con esmero en todas las tierras calientes por sus frutos, que son muy agradables. Tienen un sabor dulce, aromático y ligeramente ácido, que las hace muy apetecibles por lo refrescantes en todos los climas ardientes. Todas las partes de estas plantas tienen propiedades astringentes. Con los frutos se prepara un jarabe que se usa con ventaja para curar las diarreas crónicas. También se consideran pro vechosas para la cura- ción de ciertas afecciones biliosas. La especie cuyo fruto es más agradable es la Spondias dulcis, de las islas de La Sociedad. La madera del Jobo es muy usada en el grabado. Familia LXV—Amiridáceas o Burseráceas Arboles o arbustos resinosos, de hojas alternas u opuestas, ter- nadas o desigualmente pinadas, provistas a veces de estípulas. Flo- res axilares o terminales, en, racimos o panojas, algunas veces uni- sexuales por aborto. Cáliz persistente, con divisiones en número de dos a cinco. Corola con cinco pétalos insertos debajo del disco que se levanta del cáliz. Estambres en número doble del de los pétalos, todos fértiles. Ovario colocado sobre el disco, con células de una a cinco. Estilo solitario. Estigmas en número igual al de las celdas del ovario. Fruto seco, con uno a cinco lóculos; la extremidad se abre a menudo en valvas. Semillas sin albumen. Cotiledones carno- sos. Las especies de esta familia pertenecen a las regiones cálidas y tropicales de Asia, Africa y América. Todas producen en abundancia resinas aromáticas, algunas muy apreciadas, como la mirra y el franquincienso. 340 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Los veintidós géneros de que consta la familia se han agrupado en dos tribus, a saber: Z TRIBU I—BUSERÍDEAS Ovario multilocular. Géneros principales : BOS W ELIA Las especies, indígenas de la India, son árboles resinosos y balsá- micos. La Boswelia serrata o thurifera produce la preciosa resina conocida con el nombre de incienso oriental u olívano, usada en las ceremonias religiosas desde la más remota antigúedad, y empleada en numerosas preparaciones farmacéuticas. BALSAMODENDRÓN Como las anteriores, las especies de este género producen resi- nas muy apreciadas. Todas son originarias de Africa y Asia. Las principales son : Bal. cataf—De Arabia—Produce la resina conocida con el nom- bre de caucama, muy usada en la perfumería y uno de los ingre- dientes del bálsamo de Fioravanti. Bal. opobalsamum—También de la Arabia. La resina es muy apreciada en perfumería y en farmacia. Bal. myrrha —De Arabia y de Abisinia. Produce la mirra, cono- cida y usada desde los más remotos tiempos. Entra en la composi- ción de muchas preparaciones farmacéuticas. ICICA Arboles de hojas compuestas y de flores blancas dispuestas en ra- cimos. Cáliz pequeño, dentado, con cuatro o cinco divisiones. Corola con cuatro o cinco pétalos. Ocho o diez estambres, más: cortos que los pétalos, de anteras acorazonadas u oblongas. Ovario con cuatro o cinco lóculos. Estilo corto, con cuatro o cinco estigmas en cabe- zuela. Fruto seco, de epicarpio coriáceo. Las especies de este género son, en su mayor parte, americanas, propias de las regiones cálidas. Como todas las de la familia, produ- cen resinas aromáticas. Las principales son : : Y TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 341 Icica tacamahaca —Tacamaca —Crece en los bosques cálidos de Ja hoya del Orinoco y sus afluentes, en el Sinú, Bajo Magdalena, etc., hasta poo metros sobre el nivel del mar. Produce la resina Tacama- ca, usada como incienso y empleada en la perfumería. Icica heptaphyla—Tacamaca—Crece en la misma región y tiene las mismas aplicaciones de la anterior. lcica macrophylla - Guacamayo, de Cunday. lcica insignis —Urrucay, cuyo aroma embalsama el ambiente en los Llanos de San Martín. Icica caranna—Arbol de caraña—De las regiones cálidas de la América intertropical, desde Méjico hasta el Amazonas. Produce la resina caraña; tiene propiedades pectorales. Otra resina caraña es producida por el Elaphrium graveolens, perteneciente a esta misma familia, e. indígena también de las regiones ardientes de la América ecuatorial. HEDWIGIA Este género está formado por una sola especie : H. balsaminifera—Azucarero, palo de cerdo—De los bosques del Magdalena, las Antillas, etc.—Produce una resina líquida, rojiza, semejante a la copaiba. Se usa como antiblenorrágico, antihelmíntico y resolutivo. La raíz y el tronco contienen un veneno paralizante y convulsivo. De las semillas se extrae un aceite pectoral. BURSERA Arboles de hojas alternas, compuestas y largamente pecioladas. Flores en racimos cortos, polígamas. Cáliz pequeño, con tres o cua- tro divisiones. Corola más grande que el cáliz, con tres a cinco pé- talos. Seis o diez estambres, insertos en los pétalos; unos alternos con las lacinias del cáliz, y otros opuestos a ellas y algo más cortos. Ovario trilocular. Estilo corto y craso y estigma trilobado. Fruto drupáceo, esférico y trifurcado. Son árboles resinosos y aromáticos, indígenas de las Antillas y de la cuenca del mar Caribe. Las especies principales son : B. acuminata y B. gummifera ; producen la resina Chibú, que reemplaza la tacamaca. 342 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ B. integéerrima —Caratero. Del valle del Magdalena. Es diurético y produce una resina aromática. TRIBU II— AMIRIDEAS Ovario unilocular. Esta tribu está constituída por un solo género : AMYRIS Arboles o arbustos resinosos, de hojas opuestas y compuestas y de inflorescencia en panojas axilares o terminales. Flores pequeñas, blancas, hermafroditas o polígamas. Fruto drupáceo, monosperma, rojo o negro y aromático. Sus especies son propias de los climas ardientes de la América ecuatorial. Las principales son: Amyris silváfica—Guaba blanca. Ulanda en el Magdalena. Na- ranjito en Ocaña. Crece en los bosques del litoral del mar de las Antillas; en Cuba, Santo Domingo, Cartagena, Turbaco, etc. Las flores y las hojas son aromáticas. La resina, que en abundancia se desprende de las incisiones practicadas en el tronco, es balsamifera y, como el Tolú, tiene pro- piedades pectorales. La madera es muy estimada. Amyris plamierii—De la misma región dela anterior. Se cree que produce la resina Elemi, que es uno de los ingredientes del bál- samo Fioravanti. Familia LXVI— Leguminosas Plantas herbáceas, arbustos o árboles que a veces alcanzan gran- des dimensiones. Hojas alternas, compusstas o descompuestas, en ocasiones abortan las hojuelas y no queda sino el pecíolo que se en- sancha y forma una especie de hoja sencilla que se llama filodio ; en. su base hay dos estípulas persistentes. Inflorescencia variada. Flores en general hermafroditas. Cáliz con frecuencia tubuloso; tiene cinco dientes desiguales, y está acompañado de una o varias brácteas, o de un involucro caliciforme. La corola, que algunas veces falta, es papilionácea; consta de cinco pétalos desiguales; el superior, más grande, se llama estandarte; los dos laterales se llaman alas; y los dos inferiores, más o menos soldados entre sí, forman la quilla; en LARES A e TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA: 343 algunos géneros los pétalos son casi iguales. Estambres en número de diez, rara vez más; diadelfos o monalelfos, periginos o hipógi- nos. Ovario más o menos estipitado, por lo general prolongado, in- equilátero, unilocular y con uno o varios óvulos fijos en la sutura interna. Estilo un poco lateral, con frecuencia encorvado. Estigma sencillo. El fruto es una legumbre, pero presenta muchas variacio- nes: es seco o carnoso, dehiscente o indehiscente. Semillas general- mente sin endospermo. Embrión recto o encorvado. Cotiledones 'membranosos o gruesos y carnosos. Esta familia, que es una de las más naturales del reino vegetal, es también una de las más extensas y más importantes, tanto por sus aplicaciones como por la belleza de sus flores. El brasilete, el campeche, el dividivi, y otras muchas plantas útiles por su madera, hacen parte de ella. El bálsamo de Tolú, la copaiba, la goma arábi- ga, la de Senegal, la tragacanto y otras valiosas resinas, son produ- cidas por plantas de esta familia, lo mismo que el añil, el más usado -de todos los tintes. La haba, el frijol, la lentej», la arveja, el gar- 'banzo y otras muchas semillas de esta familia, son materias alimen- ticias de primer orden. Sin embargo, éstas se pueden considerar como excepciones, porque en todas las plantas de la familia predo- mina ún principio venenoso. Las leguminosas están extendidas en todo el globo; pero algu- nos géneros tienen límites geográficos bien definidos: tales son los que pertenecen a Australia, y los que son propios de Suramérica o -del cabo de Buena Esperanza. Algunos, como el tephrosia, sophora y acacia, son lo que se llama esporádicos; esto es, que están disper- -sos sobre vastas y diferentes regiones en uno y otro hemisferio. El mayor número de especies pertenece a la región equinoccial, y Sólo han dejado de encontrarse en las islas de Santa Elena y de Tristán de Acuña. Esta numerosa familia consta de cerca de ocho mil especies, agrupadas en unos seiscientos géneros. Se ha dividido en tres gran- des subórdenes, divididos a su turno en tribus y en subtribus. SUBORDEN I—PAPILIONÁCEAS Corola papilionácea, de estivación imbricada. El pétalo superior es externo. SUBORDEN II — CESALPÍNEAS Pétalos en estivación imbricada. El superior es interno. 344. CARLOS CUERVO MÁRQUEZ SUBORDEN I!I —MIMÓSEAS Corola de estivación val var. PAPILIONACEAS Géneros principales : MYROSPERMUM Arboles o arbustos de hojas compuestas, con las hojuelas coriá- ceas. Flores blancas o rosadas, en racimos axilares o terminales. Corola en forma de mariposa, con el estandarte oval y muy abier- to; las alas y la quilla son libres y de longitud igual a la del estan- darte. Estambres diez, libres. Ovario estipitado. Estilo lateral y fili-- forme. Estigma obtuso. Legumbre membranosa, comprimida, in- dehiscente y con una o dos semillas. Las especies de este género son árboles balsámicos, de la Améri-- ca ecuatorial. Las principales son : My. peruiferum—Bálsamo del Perú—Crece en todas las regio- nes ardientes de la América ecuatorial, principalmente en los bos-- ques del litoral del mar de las Antillas y del Pacífico; en Méjico, Centroamérica, Colombia y Ecuador. My. toluiferam—Bálsamo del Tolú—Llamado también toluife- ra officinalis, aunque algunos autores la consideran igual a la es-- pecie anterior. Crece en las mismas regiones, principalmente en los bosques de Cartagena, de Tolú y del río Sinú. My. pubescens —Tache—Crece en las vecindades de Popayán, en: la hoya del río Fusagasugá y en otras tierras templadas. Estas tres especies producen bálsamos muy apreciados que pare-- ce no difieren entre sí sino porque, preparados de diferentes maneras, presentan un aspecto distinto, pero su compo9sición química es una misma: resina, aceite volátil y ácido benzoico. El más usado de todos es el bálsamo del Tólú. Se presenta en masas sólidas, de un color amarillo rojizo, de apariencia granulosa y semitransparente. Su sabor es dulce y agradable, y el olor suave y menos penetrante que el del bálsamo del Perú. Es soluble en el alcohol y en el éter, y cede al agua el ácido benzoico que contiene. Bajo la influencia del calor se ablanda y destila como el pez de Borgoña. Estos bálsa- mos, principalmente el de Tolú, tienen propiedades estimulantes AR PO , TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 345 muy enérgicas, especialmente sobre las mucosas de los bronquios; modifican ventajosamente los catarros pulmonares y las flegmasías crónicas. Se usan con éxito para combatir las bronquitis y los cata= rros bronquiales agudos. - En la tisis se ha empleado el del Tolú como paliativo con muy buen resultado, pues facilita la expectoración. También se ha pre- conizado para combatir las inflamaciones crónicas de las vías gé- nito- urinarias, el catarro de la vejiga, la leucorrea y las blenorra- gias rebeldes. Entra en la composición de muchas preparaciones farmacéuticas, como las pastillas del Tolú, la crema pectoral de Pier- quin, los cigarrillos pectorales balsámicos, las gotas escocesas de los doctores Osorio €: Castañeda, etc. My. frutescens—Guatamare— De los Llanos de Casanare. Pro- duce también una resina balsámica, análoga al bálsamo del Tolú. PSORALEA Arbustos, rara vez yerbas, de hojas compuestas, a veces de una sola hojuela con dos estípulas. Flores blancas, azules o violadas, dispuestas en espigas o en glomérulos axilares y terminales. La le- . gumbre inclusa en el cáliz, membranosa, indehiscente y monos- perma. Las especies de este género son de las regiones tropicales de todo. el globo. Las especies colombianas son principalmente de la región fría. Las más notables son : P. mutisu—Rúchica—Crece en los lugares húmedos de la región fría, entre 2,000 y 2,600 metros sobre el nivel del mar. En la saba- na de Bogotá, Zipaquirá, Santa Rosa de Viterbo, etc. Es muy recomendada como desinflamante. El zumo de la planta y los polvos de las hojas tostadas se usan con muy buen éxito para curar y cicatrizar las heridas. P. glandulosa— Culén—Té de Chile— Probablemente originaria del Perú y del Brasil. Cultivada en pequeño en algunas partes del sur del Cauca, en Jambaló, el Tambo, etc. Crece en la región fría entre 2.500 y 3,000 metros sobre el nivel del mar. Las hojas son vermifugas, estomacales y vulnerarias. La raíz es emética. Se ad- ministra en infusión. INDIGOFERA Arboles, arbustos o yerbas, de hojas imparipinada3, a veces con. una sola hojuela, y también nulas. Estípulas muy pequeñas, inser- - 346 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ tas en la parte inferior del pecíolo. Flores rosadas o purpúreas, a veces blancas, dispuestas en pedúnculos axilares. La legumbre es. casi cilíndrica, recta o aguda, polisperma o con una sola semilla por aborto. Estas son cúbicas. Las especies de este género son propias de las regiones cálidas y tropicales de todo el globo; entre ellas se encuentran algunas de las más apreciadas entre las plantas tintóreas. Las principales sOn : Indigoferia tinctoria—Añil o índigo —El primero de estos nom- bres viene de /Vili, sánscrito, y el segundo de ¿ndicus, nombre que le daban los romanos por venir de la India el producto colorante. Por lo tanto, parece indudable el origen asiático de esta planta, cuyo cultivo se ha extendido por todo el globo, debido a su grande Importancia en la tintorería. En la época antigua el añil sólo se beneficiaba en la India, y llegaba a los europeos por Siria o por Alejandría; más tarde su cultivo se fue extendiendo a diferentes regiones del antiguo conti- 'nente, y por último tomó un grande incremento en toda la América - intertropical, hasta el punto de poner en peligro el cultivo de la India; pero los esfuerzos sostenidos de la compañía de la India hi- cieron que el añil de Bengala triunfara definitivamente sobre el de ' los otros países del globo. En Colombia el cultivo del añil tomó un grande incremento en los años de 186; a 1872, época en que decayó por completo, por no ¡poder resistir la competencia del añil de la India. El principio colorante del añil es la ¿ndigotina. Después del descubrimiento de las anilinas, el añil ha perdido mucho de su antigua importancia comercial. Además de las aplicaciones que tiene en la tintorería, el añil posee otras propiedades que lo hacen recomendable en medicina y en economía doméstica. Se dice que el polvo de las raíces es fe- brífago, lo mismo que el cocimiento de las hojas; estas últimas, ma- “Chacadas, se usan para curar la sarna y otras enfermedades cutáneas, y para destruir los piojos. Tanto el polvo del añil como las hojas aplicadas en cataplasmas se usan mucho para curar y cicatrizar las úlceras. Además, las hojas tienen propiedades resolutivas muy pro- nunciadas, Muchas de las otras especies de este género tienen la misma im- ¡portancia industrial y las mismas propiedades de ésta; pues crecen s TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 347 ——— casi siempre mezcladas y confundidas en las plantaciones de benefi- cio. Tales son, principalmente, las siguientes : Indigofera añil —De origen dudoso. Muchos autores la conside- ran originaria de América. Indigofera argentea—De Egipto, etc. CLITORIA Plantas volubles de hojas compuestas, con las hojuelas opuestas y con estípulas persistentes. Flores purpúreas, azules o blancas, dispuestas en pedúnculos axilares. La legumbre es linear y plano- comprimida, Las especies de este género son propias de las regiones cálidas sy tropicales de Asia y de América. La principal es : Clitoria virginiana —Sonajera —Crece en las Antillas, Pamaná, Cartagena, y en la parte baja de la hoya del Magdalena. Tiene pro- piedades emenagogas; se usa la raíz en decocción, para facilitar las contracciones uterinas. Las semillas se consideran como purgan- tes y vermifugas. Las flores dan un buen tinte azul. GLYCIRHYZA Las especies de este género son todas de las regiones templadas y frías del hemisferio boreal. La principal es : Gly. glabra—Orozuz, Regaliz—De Europa meridional. Con la raíz se prepara el extracto de regaliz o de orozuz, que se presenta en el comercio en forma de cilindros del grueso del dedo meñique, de color negro, más o. menos lustroso, y con un sabor dulce. El orozuz tiene mucha importancia, no sólo por sus propiedades emo- lientes, sino también por el gran consumo que, como vehículo, tiene en las preparaciones farmacéuticas. Según el análisis de Mr. Robi- quet, el orozuz contiene: glycyrhicina, fécula, asparagina, aceite resinoso, sales y albúmina. La glyeyrhicina es la que le da el sabor azucarado. El orozuz se usa mucho en las afecciones bronquiales, y con él se prepara un papel especial para cigarrillos pectorales. También entra en la composición de una tinta china ordinaria. Las otras especies del género tienen propiedades idénticas. -348 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ THEPHROSIA Yerbas, arbustos o árboles de hojas compuestas, con estípulas peciolares, rara vez espinosas. Inflorescencia en racimos terminales, opuestos y axilares. Cáliz subacampanado, quintifido. El estandar- te reflejo, muy abierto, hirsuto por fuera y apenas más largo que las alas, que están adheridas a la quilla. Estambres diez, monadelfos o monodiadelfos. Estilo filiforme. Estigma obtuso y pubescente. La le- gumbre es linear, recta o comprimida. Este género está disperso en las regiones tropicales y —subtropi- cales de todo el globo. Las especies tropicales son : Thephrosia towicaria—Barbasco—De las regiones ardientes de la América intertropical, las Antillas, la hoya del Magdalena y el Sinú, etc. Las raíces son empleadas al exterior como antipsóricas. Thephrosia emarginata — Barbasco—Propia del Orinoco, el Meta, etc. La raíz es purgante. Thephrosía cinerea — Barbasco—Propia de las Antillas, del lito- ral del mar Caribe y de las hoyas del Cauca, del Magdalena y del Atrato. Estas plantas, como la generalidad de las especies del género, tienen propiedades venenosas muy pronunciadas, produciendo una irritación gastro intestinal, acompañada de entorpecimiento, sopor, vértigos, movimientos convulsivos y dilatación de la pupila. Este envenenamiento se combate con vomitiyos y con café bien cargado. El uso general que se hace del barbasco es para .la pesquería, pues arrojado al agua en cantidad suficiente, embriaga y adormece los peces, los cuales, flotando en la superficie de las corrientes, se co- gen sin trabajo alguno. La pesca con el barbasco, que es tan usada en todas nuestras tierras calientes, tiene inconvenientes muy gran- des, pues obrando su acción tóxica sobre grandes extensiones, ani- quila de una manera tan bárbara como inútil las crías; la mayor parte del pescado se desperdicia y causa, sobre todo, la muerte de los peces pequeños. Todo esto sin contar con los peligros que Oca- siona el uso del agua embarbascada, porque los aviscs que con an- ticipación dan los pescadores a las gentes ribereñas, no sor siempre tan generales que, por esta causa, o por descuido, no se produzcan con frecuencia accidentes desgraciados. Sobrado justas son, por tanto, las disposiciones de policía consignadas sobre el particular en TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 349 nuestros Códigos, las que por desgracia no se aplican como se de- biera. Las Thephrosias tienen, además, propiedades sudoríficas muy pronunciadas, y como tales se usan en algunos lugares, principal - mente para combatir las enfermedades sifilíticas. Pero su uso es pe- ligroso. Thephrosia senna—Sén de Popayán—Del valle del Cauca, Po- payán, etc. Sus hojas se usan como las del sén legítimo. PISCIDIA Arboles inermes, de hojas alternas y compuestas, Flores en raci- mos terminales y apanojados. Cáliz colorado, acampanado y quintifi- do. Estandarte orbicular, apenas igual a las alas, y éstas más largas que la quilla. Estambres diez, monodiadelfos. Estilo lampiño. Es- tigma sencillo. La legumbre es lineal, comprimida, con las suturas aladas y las alas abiertas. Las especies de este género son propias de las regiones cálidas de la América intertropical. La principal es : P. carthagenensis—Matapez—Crece en las Antillas y en Carta- gena, el Sinú y el bajo Magdalena, hasta 300 metros sobre el nivel del mar. Las ramas y las hojas se usan, como el barbasco, para embria- gar los peces. Con la corteza de la raíz se prepara una tintura muy usada como calza en las odontalgias agudas, que obra como un in- tenso soporífico. El zumo de la planta se emplea para envenenar las flechas de cazar aves. Propiedades idénticas tiene la Pisidia erythri- na que crece en la raisma región de la anterior. ASTRAGALUS Las especies de este género son propias de las regiones templa- das del hemisferio boreal. Algunas de ellas producen la goma tra- gacanto, entre ellas el As. creticus, de Chipre, y el As. gummefer, de Siria. DALEA Las especies de este género son propias de las zonas templadas y de la región fría de la América ecuatoria]. Las principales son : Dalea astragalina y Dalea mutisi—Chiripique—Estas dos es- pecies, muy vecinas, crecen en los lugures húmedos de la región fría, 350 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ entre 2,000 y 2,700 metros sobre el nivel del mar. En la Sabana de Bogotá, Tunja, Pamplona, etc. El zumo de esta planta se usa con muy buen éxito, al exterior, como insecticida y también para combatir la sarna y otras enfermedades cutáneas. Aplicado interior- mente es un veneno enérgico. CICER Las especies de este género pertenecen a las regiones templadas del antiguo continente, principalmente de la comprendida entre el mar Caspio y la India. La principal es : | Cicer arietinam—Garbanzo—Cultivado desde la más remota an- tigiiedad, por sus granos, que son comestibles y alimenticios; fue introducido en América por los conquistadores. Tienen, además, propiedades diuréticas y se usan también como vermifugos. Los garbanzos contienen una gran cantidad de ácido oxálico, el cual produce verdaderas intoxicaciones cuando se han cocido en vasijas mal vidriadas. VICIA Las especies de este género, como las del anterior, pertenecen a las regiones templadas del antiguo continente. La principal es: Vicia faba—Haba—Probablemente originaria de la región del mar Caspio; y cultivada hoy en todo el globo; lcs españoles la in- trodujeron a América. En Colombia se cultiva en la región fría, en- tre 2,200 y 3,000 metros sobre el mar. Probablemente es la legum- bre más alimenticia. Algunos autores la consideran como género aparte, denominándola faba vulgaris. e ERVUM Este género está compuesto de plantas propias del hemisferio boreal del antiguo continente. La más notable es : Ervum lens—Lenteja—Parece ser originaria, simultáneamente, de Italia, Grecia y la Bactriana. Como las especies anteriores, ha sido cultivada desde época inmemorial, y su cultivo se ha extendido por todo el globo, debido a sus semillas muy alimenticias y agradables. El cocimiento de éstas se ha usado en casos de viruela. : PISUM Las especies de este género son del Asia Central y de las regiones marítimas del hemisferio boreal del antiguo continente. Las princi- pales son: TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 351 -- Pisum sativum—Arveja—Propia del Asia occidental, probable- mente de la región comprendida entre el mar Caspio y la Persia; ha sido cultivada desde los más remotos tiempos, y su cultivo se ha ex- tendido por todo el globo, debido a sus semillas, que son un ali- mento muy agradable. Entre nosotros se cultiva en la región fría, entre 2,000 y 3,000 metros sobre el mar. La semilla cuando seca, se emplea para mantener la supuración de las fuentes, pudiendo. reemplazar los glóbulos de lirio de Florencia. Las cenizas produ- cen gran cantidad de potasa. La variedad macrocarpum es el gui-. sante, muy cultivado por su legumbre, que es un alimento muy agradable. Pisum arvense—Arveja común—Es originaria de lá misma re gión de la anterior, y tiene los mismos usos. Su cultivo se hace en más grande escala. PHABEOLUS Las especies de este género pertenecen a las regiones tropicalen y subtropicales de todo el globo. Las principales son : Phaseolos vulgaris—Babichuela— Judías. El origen de esta lb ta es aún desconocido. Se cultiva en todo el globo por sus legumbres. que, cuando tiernas, constituyen un alimento sano y agradable. Ph. compressus —Oblongus— Sphericus, etc. Las semillas de es- tas especies, conocidas con el nombre de frijoles en Colombia y el Perú, de carautas en Venezuela y las Antillas, etc., son un alimento muy usado, muy fuerte y muy nutritivo.'Su patria es desconocida. Parece fuéra de duda que muchas especies son de origen americano, pues su cultivo se extendía en toda la América del Sur, desde Colom- bia hasta Chile. No habiendo aún una clasificación completa de las especies, no se puede determinar nada sobre la patria de cada una de ellas. Los frijoles, cuando maduros, contienen mucha fécula, albú- mina vegetal, y en bastante cantidad una sustancia azoada, común a todas las leguminosas, llamada legumina, muy análoga a la caseí= na y al gluten. En algunas regiones como en Antioquia, por ejem plo, los frijoles constituyen la base de la alimentación popular. Aun- que muy nutritivos, son de difícil digestión ABRUS Las especies de este género son originarias de Asia. Abrus precatorius —Pionlas—Parece originario de la India y trasladado a Africa y América, en donde se cultiva en las tierras ca= 352 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ . lientes de la zona tórrida. Es un arbusto voluble, notable por sus se- millas, redondeadas, rojas y más o menos manchadas de negro, con las que se hacen collares y rosarios. Los tallos, las hojas y las flores tienen propiedades emolientes y sirven para preparar infusiones, muy usadas en los casos de irritación de las vísceras pulmonares y abdo- ¿Tinales, principalmente contra la tos y las bronquitis. MUCUNA Arbustos o arbustillos trepadores y de hojas trifoliadas. Inflores- cencia en racimos axilares y umbeliformes. Cáliz acampanado y bi- labiado. Estandarte acorazonado y sin callos. Las alas conniventes, con aurículas en la base. La quilla recta y terminada en aguijón. Es- tambres monodiadelfos y alternativamente más largos. Legumbre indehiscente o bivalve, linear y con una o más semillas. La legum- bre está cubierta de pelos que penetran fácilmente en la piel y la irritan. Las especies de este género son propias de las regiones ecuato- riales de Asia y América. Las principales son: M. urens—0Ojo de buey. M. pruriens—-Ojo de venado. Crecen en la América ecuatorial, en las tierras calientes, hasta 1,800 metros sobre el nivel del mar. Tienen las legumbres cubiertas de pe- los urentes, cuyo contacto produce un escozor insoportable, acom- pañado de rubefacción y de calor. El doctor Blatin aconseja una po- mada preparada con 10 a 20 granos de dichos pelitos y una onza de manteca, como revulsivo cutáneo repentino y poderoso. La quema- zón que producen estos pelos se hace cesar casi en el acto lavando la parte lastimada del cuerpo con aguardiente de caña. Los pelos de las legumbres son considerados como vermíifugos, y ' se administran en infusión. Las semillas se usan para hacer botones de lujo y otros artículos curiosos, Generalmente son consideradas como muy eficaces para combatir las hemorroides, para lo cual basta, según se dice, que las personas que sufren esta enfermedad, las usen en los bolsillos. Las legumbres, después de haberles quitado los pelos, se usan en infusión contra la hidropesía. En la India se usa la infusión de la raíz para combatir el cólera. El zumo de toda la planta se usa para teñir de amarillo. A - e E e A ES y y " | TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 353 M. elliptica—Especie también americana—Tiene las mismas pro- piedades de las anteriores, y además se cree que las semillas pulve- rizadas evitan el efecto de la mordedura de las serpientes venenosas y de ciertos insectos. ERYTHRINA Arboles o arbustos, a veces espinosos, Hojas trifoliadas, con estl- pulas pequeñas. Flores rojas, dispuestas en racimos. Cáliz tubuloso, hendido, bilabiado y en forma de espata. Estandarte oval, sin apén- dices y más largo que las alas y la quilla. Estambres rectos, en nú- mero de diez. Legumbre larga y comprimida. Estilo lampiño, algo corvo en el ápice. Semillas ovales y distantes. 43 Las especies de este género son de las regiones tropicales de todo el globo. Las principales son : E. corallodendron—Chocho colorado—Crece en las tierras ca- lientes y templadas de América ecuatorial. En Colombia, entre 300 y 1,800 metros sobre el nivel del mar. La raíz es sudorífica y las ho- jas son pectorales. Como todas las especies del género, tiene propie- dades narcóticas. A ellas deben las hojas el buen efecto que produ- cen en los casos de cefalalgia, aplicándolas sobre los temporales. También se usan en decocción contra el ahogo y el asma. En las afecciones cutáneas se usan las hojas frescas y recién cogidas para desvanecer el prurito que con frecuencia las acompaña. Aplicadas tó- picamente a los bubones y a los incordios, calman el dolor y facili- tan su resolución. Además matan los gusanos. Las semillas, de un hermoso color rojo, se emplean para hacer rosarios y diferentes ob- jetos de gusto. La madera es muy empleada en tornería, y también de un color rojo o violado. E. rubrinerva y E. dubia—Chocha—Cho:ha pequeña. Ocupan la misma área de la anterior y tienen propiedades semejantes. E. umbrosa—Cámbulo— E. velutina. Estos dos hermosos árboles, conocidos indistintamente con el nombre de búcaro y de cámbulo, en Venezuela, en Santander y en Cundinamarca, y de cachimbo y pí- samo, en el valle del Cauca, se cultivan principalmente para dar sombrío a las plantaciones de cacao. Las hojas tienen propiedades narcóticas, y se usan como las de las especies anteriores. * PTERCCARPUS Arboles o arbustos de hojas imparipinadas. Fleres dispuestas en racimos axilares. Cáliz quintidentado. Corola amariposada. Es- 23 394 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ tambres diez, diversamente unidos entre sí. Legumbre indehiscente, monosperma y ceñida de una ala membranosa y coriácea. Las especies pertenecen a las regiones tropicales de Asia y Amé- rica. Las principales son : Pt. draco—Palo de pollo —Arbol de sangre draco. Crece en las Antillas y en el litoral del mar Caribe, el río Sinú, el bajo Orino- co, etc. Por las incisiones practicadas en la corteza del tronco, fluye en abundancia una resina roja muy astringente y que constituye una clase de sangre draco. Se la sustituye con la corteza de la planta, machacada y aplicada tópicamente. En las Antillas se usa para curar las aftas que aparecen en la boca de los niños. . Pt. suberosus —Crecs en la hoya del Orinoco y tiene las mismas propiedades de la anterior. La madera puede reemplazar el corcho. Las especies africanas Pt. adansonúi y Pl. prinaceus, producen la goma kino, muy usada como astringente. Deben mencionarse igualmente las siguientes especies que perte- necen al suborden de las papilionáceas : Spartium ¡junceum— Retamo o retama— De origen europeo, pero cultivado como adorno en los climas fríos de la América española. Sus ramos tiernos sirven de alimento a los ganados, y también tiñen de amarillo. De los tallos se obtiene una buena hilaza. Medicago sativa—Alfalfla—Muy cultivada como forraje. Toda la planta tiñe de amarillo. Trifolvum pratense—Trébol común—Es un excelente forraje, y también tiñe de amarillo. Tri repens —Trébol blanco —Carretón común. Cultivado también como forraje. Hoy se encuentra en todas las tierras frías, ya cultiva- lo, ya al estado silvestre. Tri. icarnatam —Carretón encarnado, Tri. agrarram—Carretón amarillo. Todas estas especies son de origen europeo, pero cresen en todas las tierras frías de América. Son un excelente forraje, pero peligroso cuando no está en sazón. Lathyrus odoratas—Guisante de olof—Originario de la India. Su cultivo se ha extendido por todas partes, debido al aroma de sus flores. Entre nosotros se conoce con el nombre de oncenón o don- cendn. , $2 A RS A A A Je ud ¡arado A 4 Ae ha TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 355 Parkinsonía aculeata—ltetamo calentano—De las tierras “cáli- das de la América equinoccional, Común en Girardot, Tocaima, etc. Produce abundante goma y muy buena madera. Las flores, las hojas y la corteza se administran en infusión como tónicos y febrífugos. SUBORDEN Il CESALPÍNEAS Pétalos de estivación imbricada. El estandarte es externo y abra- za los pétalos laterales. Los géneros principales son : HEMATOXYLON Su especie más importante es: H. campechtanam—Campeche— Hermoso árbol, provisto de es- pinas, propio de las tierras calientes de la América ecuatorial; co- mún en el Sinú, el río Magdalena, etc. Produce la madera conocida con el nombre de palo campeche, muy rico en materias colorantes, y muy usado en tintorería para teñir de azul, morado y negro. El principio colorante es la hematoxilina. Tiene propiedades astringen- tes. Produce una goma muy semejante a la arábiga. Según el aná- lisis del profesor Chevreuil, el campeche contiene aceite volátil, áci- do acético, carbonato y muriato de potasa, óxido de hierro y de man- ganeso, hamatina y una materia vegeto-animal. POINCIANA Arboles espinosos, de hojas imparipinadas, propios de las regio- nes cálidas de América y de Asia intertropical. La especie colombia- na es P. insignis—Brasil—Común en las hoyas de los ríos Atrato, Sinú y Magdalena. La corteza contiene una gran cantidad de tani- no, y se usa como curtiembre. La madera sirve para teñir de negro y de amarillo. P. pulcherrima—Clavellino—En Antioquia—Originario de la India, pero cultivado en todas las tierras calientes. Las hojas son purgantes y las flores se usan en decocción en las pulmonías y como febrifugo.- BROWNEA Arboles y arbustos suramericanos, de porte elegante y de her— mosas flores rosadas o rojas. El fruto es una legumbre unilocular. Las especies principales son : + 356 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ B. rosa—Rosa de monte. De las Antillas, el Bajo Madalena, etc. B. grandiceps —Palo de Cruz—Arizá—Común en todas las tie- rras calientes: los Llanos, Ocaña, Antioquia, etc. Pequeño árbol de flores rojas, reunidas en hermosos capítulos. Pasa por ser uno de los mejores hemostáticos. Las semillas son afrodisíacas. Los ta- llos tienen la singularidad de que al cortarlos en cualquier direc- ción presentan una cruz en el corte, de donde le viene el nombre vulgar con que es conocido. CESALPINA o Arboles o arbustos, con espinas o sin ellas, propios de las regio- nes ecuatoriales de todo el mundo. Las especies principales son : C. echinata—Palo brasil—De las regiones cálidas de la América ecuatorial. Como otras especies vecinas, tiene la madera compacta, dura y de un color rojo que se endurece al aire. Se emplea para te- ñir de negro, la materia colorante es la brasilina. C. corraria—Dividivi—Común en las tierras calientes y templa- das, vive también en las tierras frías. Valledupar, Cáqueza, Bogotá, etc. La corteza y las frutas contienen una gran cantidad de tanino, son astringentes y se usan como curtiembre y tiñen de negro. Pro- piedades análogas tienen las otras especies, como son la C. byuga, la C. crista, etc. CASSIA Son árboles o arbustos propios de las regiones cálidas de todo el globo. Tienen propiedades purgantes y algunas son febrifugas. Las especies principales son : C. fístula —Cañafístula—Especie asiática, pero introducida a las regiones cálidas de América ecuatorial. C. brasiltana—Cañafistula—Propia de las tierras calientes. Va- lles del Magdalena y del Cauca, hoya del Sinú, hasta los 600 metros sobre el nivel del mar. C. moschata —Cañafístula pequeña—Del bajo Magdalena. El fru- to de estas y de otras especies de este género, contiene una pulpa abundante, dulce y acidulada, que es pectoral y tiene propiedades más o menos purgantes. Contiene azúcar, peplina, goma, glutina y cd TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 357 un principio análogo a la catartina del sen, al cual debe sus propie- - dades purgantes. C. occidentalis —Brusca, en Santander y Venezuela; comida de murciélago, en el Cauca. Pequeño arbusto, cuyas hojas se usan para combatir los cólicos uterinos. Se recomienda también como recons- - tituyente y antianémico. TAMARINDUS Hermosos árboles, propios de las regiones de la zona tórrida. T. indicus—Originario de la India. T. occidentalis—Propio de las regiones cálidas Se la América ecuatorial. Ambas especies, conocidas cun el nombre de Tamarindo, son notables por la pulpa azucarada y ligeramente ácida que en ' abundancia contienen sus frutos, y cuya composición química es como sigue: ácidos cítrico, tártrico y málico ; crémor tártaro, azúcar, pectina, parenquima y bastante agua. Tierie propiedades refrescantes y purgantes muy recomendables. Las hojas son astringentes. HYMENEA Grandes árboles de hojas bifoliadas, propios igualmente de las regiones cálidas de todo el mundo. Las principales especies colom- bianas son: H. courbaril—Algarrrobo —Común en la región de los Llanos de Casanare y San Martín y en todas las tierras calientes, hasta 400 metros sobre el nivel del mar. H. floribunda —Nazareno—De la misma región del anterior. El algarrobo es uno de los árboles más corpulentos y más her- mosos de nuestra flora. Su madera es muy resistente y compacta, y susceptible de huen pulimento ; su densidad es de 0,904. Produce la resina copal y la gomo-resina llamada anime. La corteza es astrin- gente y se usa para combatir la diarrea y como vermífugo. La resina es pectoral y tiene varias aplicaciones en la medicina y en las artes. COPAIFERA La C. officinalis —Copaiba—Palo de copaiba, es la especie carac- terística y casi única de este género. Es un hermoso árbol propio de los climas ardientes de la América ecuatorial. En Colombia se en- cuentra con frecuencia en las selvas del bajo Magdalena, del Cauca y del Sinú. La importancia de esta especie proviene del bálsamo, o A 358 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ mejor dicho, el aceite que produce, el cual, por sus propiedades an- tisifilíticas, es tan usado en medicina. También es febrífugo, se cono- ce con el nombre de bálsamo de coparba o aceite de canime. De las semillas, que son oleaginosas, se obtiene un aceite muy usado para curar los catarros crónicos. El aceite de canim> se emplea también para fabricar barnices. La madera es muy apreciada para trabajos de ebanistería. DIPTERIS Arboles de hojas alternas imparipinadas, de pecíolos marginados, propios de la América ecuatorial, de la región del Orinoco, del Vi- Chada, de la hoya del Magdalena, etc. Su única especie 2. odorata, sarrapia, es importante por sus se- millas, llamadas también haba de tonta, que son muy aromáticas y se usan mucho en perfumería. Alcanzan un gran valor comercial, como artículo de exportación. Están contenidas en un fruto drupá- cen, ovcide y monosperma. La corteza y la madera tienen propie- dades sudoríficas muy pronunciadas. La sarrapia debe su perfume a un principio propio llamado cumarina, asociada a un aceite volátil, a un aceite graso y al ácido benzoico. Además, las semillas son tóxi- cas y tienen propiedades estimulantes y antiespasmódicas. SUBORDEN JII MIMOSAS Arboles, arhustos o yerbas, casi siempre espinosos. Flores en ca- pítulos o espigas de estivación valvar. Corola, nula a veces. Sus es- pecies producen maderas arcmáticas y de gran resistencia. Los géneros principales son : MIMOSA Cuyas especies M. púdica y M. somneans, conocidas con el nom- bre de sensitiva o adormidera, son muy conocidas en las regiones cálidas y templadas de la América ecuatorial, por la singularidad que tienen de que al contacto de un cuerpo extraño, muchas veces bajo la influencia de una sombra producida por el paso de una nube, de un pájaro, los foliolos se repliegan ; las hojas, a su turno, se in- clinan sobre el eje, y este movimiento se comunica al través de las ramas, hasta el punto de que en ocasiones basta tocar la extr :midad TRATADO ELEMENTAL. DE BOTÁNICA 359 de una de ellas para que toda la planta se recoja, por frondosa que sea. Parece que esta facultad sensitiva reside en una especie de pe- queño reborde o ganglio, por decirlo así, que existz en la axila de los pecíolos y peciolillos, cuya irritación se comunica al través de los tejidos corticales. Las raíces de estas plantas singulares son tóxi- cas y las semillas tienen propiedades heméticas. ACACIA Son plantas de las regiones tropicales y subtropicales de todo el globo ; producen una goma como la arábiga, que se obtiene de la A. * vera, ; Las especies colombianas, A. /étida, de Cúcuta, A. cinerea, lla- mada cují, y otras tienen una acción muy marcada sobre el sistema circulatorio y el nervioso. Muchas de ellas, conocidas con los nom- bres de espino redondo, espino de cabra, cují comarrón, constituyen casi la única vegetación de la hoya ardiente del río Chicamocha, en el Departamento de Santander. INGA Las especies de este género son árboles o arbustos propios de las regiones cálidas de Asia y de América equinoccial. Las principales s0n : | [. sápida—Guama común—Propia de todas las tierras templadas de la América ecuatorial, entre 1,000 y 2,000 metros sobre el nivel del mar, + Í. vera, I. lúcida—Guama de mico —Tienen la misma zona de dispersión de la especie anterior. La pulpa que envuelve las semillas de estas especies y de otras similares, es dulce y tiene un sabor agra- dable; es comestible. Todas tinen propiedades astringentes y son fe- brífugas. Constituyen un magnífico sombrío para las plantaciones de café. A este grupo de las mimosas pertenecen los arbustos conocidos con Jos nombres de carbonero, clavellino, etc., cuyas flores, com- puestas exclusivamente por los estambres, que forman largos plumo- nes blancos, rosados o rojos, son uno de los principales ornatos de la flora de nuestras tierras templadas. Pertenecen al género calian- dría, que quiere decir hermosos estambres ; consta de más de ochen- ta especies ; las principales son: C. clavellina, de Medellín, Ocaña, E E rá 38 l "S 360 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ etc.; la C. carbonaria, de Popayán, etc. Todas, como los guamos, son astringentes y febrífugas. Familia LXVII —Rosáceas Son plantas herbáceas, arbustos o árboles de hojas alternas, sen- cillas o compuestas, con estípulas persistentes. Cáliz con cuatro o cinco divisiones, a veces acompañado de un calículo. Corola con cuatro o cinco pétalos de prefloración imbricada, alternos con los sé- palos. Estambres numerosos y distintos. Pistilo formado unas veces por uno o varios carpelos libres y distintos, o situados como en la rosa, . en el fondo de un cáliz tubular; otras veces soldados con el cáliz y en- tre sí, como en la manzana, o reunidos sobre un receptáculo o carpófo- ro más o menos carnoso, como en la fresa o en la mora. El estilo es más o inenos lateral y el estigma sencillo. El fruto tiene formas muy variadas: unas veces es una drupa, como en el cerezo o en el duraz- no; otras, una melónide, como en la manzana, o uno o varios aque- nios, o pequeñas drupas sobre un ginóforo carnoso como en la fresa o en la mora. Son plantas propias de las zonas templadas, muy pocas son de la América intertropical. Esta numerosa familia se ha dividido en tribus, algunas de las cuales son consideradas por varios autores, como familias distintas. Los géneros principales son: CHYSOBALANUS - La principal especie colombiana es C. hicaco—Icaco—Arbusto propio de las tierras calientes, en los valles del Magdalena y del Cau- ca, hasta 1,200 metros sobre el nivel del mar. Las raices y las hojas. son astringentes. Los frutos se usan en dulces y conservas. AMIGDALUS Su especie principal es el A. comunts, almendro, cuya variedad dulcís produce las almendras dulces, y la amara, las amargas. Con- tienen las semillas un principio aromático y volátil, que entra en va- rias preparaciones de perfumería, y una gran cantidad de aceite que se usa mucho en medicina. El residuo que queda después de extral- do el aceite, es la pasta de almendra, muy usada para el tocador. Con la almendra se preparan horchatas, refrigerantes y emolientes. "AR Y. ESAS WA - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 361 El tronco produce goma como la arábiga. Esta especie es originaria de Africa. Otras plantas de la familia de las rosáceas son notables por sus frutos o por sus flores, y su cultivo se ha extendido por todo el mun- do, dando origen a numerosas variedades. Tales son : Pérsica vulgaris —Durazno—Albérchigo. Originario de Persia. Prunus doméstica— Ciruela negra— De Europa. Cerassus caproriana, C. juliana, etc., cerezo —De Armenia, in- troducido a Europa por Lúculo,+después de la conquista del Ponto. CG. laurocerassus. Laurel cerezo. De las hojas se obtiene la esencia - de laurel cerezo. Todas las especies de este género contienen en la corteza y en las semillas una gran cantidad de ácido cyanhydrico. Pyras comunis—Péro—P. malus, Manzano. Notables por su£ frutos, que contienen grandes cantidades de ácido málico, y son emolientes. Cydonia vulgaris —Membrillo—Como las especies anteriores, es originario de la hoya del Mediterráneo. Tiene propiedades astrin- gentes y estomacales. Fragaria vezca — Fresa—De las regiones frías de todo el globa. En Colombia es espontánea entre los 2,000 y 2,800 metros sobre el nivel del mar. F. chiloensis—Fruta de Chile—Ambas tienen propiedades diu- rélicas. Rubus, cuyas especies RR. fru'cosus, R. nubigenus, etc., son co- nocidas con el nombre de moras o zarzamoras. Viven en las regiones frías tanto de Europa como de América. En Colombia se encuentran entre 2,200 y 3,000 metros de altura. Los frutos son muy agra la- bles y sirven para preparar el Rob o Jarabe de moras, astringente y muy usado para curar las aftas. Las hojas contienen tanino y se usan en tintorería. Rosa—Sus especies: centifolia, indica, musgosa, etc., y sus nu- meroses variedades, se cultivan en todo el mundo por la belleza de sus flores. Una especie colombiana, digna de mención, es el mortiño—HHes- peromeles glabrata, arbusto propio de los Andes de Bogotá, entre 2,500 y 3,000 metros, muy astringente y cuyos frutos son comes- tibles. 362 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Familia LXVIM—Rhizophoráceas Arboles o arbustos de hojas opuestas y sencillas, de cáliz adhe- rente al ovario, con cuatro o cinco divisiones. Corola con cuatro o cinco pétalos. Estambres en número de ocho a quince. Ovario bilo- cular. Estilo sencillo y estigma bipartido. El fruto, coronado por el cáliz, es coriáceo, unilocular, monosperma e indehiscente. Son árboles de la zona equinoccial, viven principalmente en las riberas de los estuarios. Consta la familia de unas 20 especies, agru- padas en cinco géneros. La especie principal es: Rh. mangle —Mangle—Especie colombiana que crece en las cos- tas, principalmente del Pacífico, en donde ocupa grandes extenslo- mes de terreno, conocidas con el nombre de manglares. La corteza es astringente y se usa en tintorería como curtiembre. Contiene bastante yodo y algunos bromuros, y se usa para curar las escrófu- las y contra la sífilis. Del tronco fluye una resina conocida con el mombre de bálsamo cativo mangle, y también con el de kíno de Co- lombia, que se usa mucho en medicina como febrifugo. Familia LXIX—Melastomáceas Plantas herbáceas, arbustos o árboles de hojas opuestas, senci- las, con nervaduras longitudinales, que les son características. Cáliz gamosépalo, limbo a veces entero, dentado o en forma de casquete. Eorola con cuatro o cinco pétalos. Estambres en número doble, con las anteras de formas bizarras, se abren por poros en el ápice. Ova- rio libre o adherente al cáliz, con tres a ocho lóculos polispermas. Estilo y estigma sencillos. Fruto seco o carnoso. Consta esta familia de unas 2,000 especies, agrupadas en 165 gé- neros. Son plantas de la América intertropical, y habitan todos los cli- mas, principalmente en las tierras frías y templadas. Algunas son notables por la belleza extraordinaria de sus flores. Tales son: el sietecueros— Cheetogastra lindeniana, propio de los Andes de Bo- gotá, de Popayán, de Antioquia, entre 1,600 y 2,500 metros de al- tura. El amarrabollos—Ch. gigantea, común en la Cordillera cen- tral, en la misma zona de la anterior. El género Miconta comprende en Colombia numerosas especies, conocidas con el nombre vulgar de tunos; la principal es : la M. sgua- TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 363 mulosa, Tuno esmeraldo. Son propios de las tierras frías, entre 1,800 y 2,800 metros sobre el nivel del mar. Dan buena madera. Todas son astringentes y contienen bastante tanino. Se usan para teñir de amarillo, lo mismo que el arbusto que crece en abundancia en los Andes de Bogotá, conocido con el nombre de esmeraldo, Cremanium tinctoreum, cuyos frutos, de un verde de esmeralda, son estimulantes y agradables. Otros arbustos, propios de las tierras frías, Andes de Bogotá, etc., de hermosas flores de un rojo subido, llamados también Tunos, perlenecen al género schewerinia. La especie principal es: $. cor- difola. Familia LXX—Granataceas Arbusto de ramos subtetrágonos, de hojas sencillas, opuestas O verticiladas, de flores de color púrpura de grana. Cáliz tubular, colo- rado, de limbo coriáceo, con cinco a siete lóbulos. Corola con cinco a siete pétalos. Estambres numerosos. El fruto es grande, esférico, envuelto por el tubo calicinal y coronado por el limbo. Es indehis- cente y multiseminado. Está formado de dos pisos: el inferior es trilocular, con placentas centrales; el Superior tiene de cinco a nue- ve lóculos, con placentas parietales. Consta de un solo género : PÚNICA Cuya especie P. granatum—Granada, originaria de la Mauri- tania, es cultivada en las tierras templades y cálidas de todo el mun- do. Cuenta con numerosas variedades. Las flores y la corteza del fruto son astringentes y se usan para combatir la disenteria y las diarreas. La corteza de la raíz es un poderoso vermifugo y se usa con eficacia contra la tenia. La corteza se usa en tintorería ; con la caparrosa verde da una tinta negra empleada para teñir los cueros. Con las semillas, cuando están en sazón, se preparan bebidas refres- cantes. Familia LXXI - Combretáceas Arboles o arbustos de hojas enteras, alternas ú opuestas y sin estípulas. Flores en espigas axilares o terminales. Cáliz adherente con cuatro o cinco divisiones; el limbo deciduo. Corola con otros tantos pétalos alternos, que se levantan del orificio del cáliz. Estam- XZ 364 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ bres en número igual, doble o triple, insertos lo mismo que los pé- talos. Ovario unilocular con dos o cuatro óvulos. Estilo y estigma sencillos. El fruto es coriáceo o drupáceo, monosperma por aborto. Son propios de las regiones tropicales de Asia, de Africa y de América. Consta esta familia de unas doscientas especies, agrupadas en veintidós géneros. Todas son más o menos astringentes, y en lo ge- neral suministran muy buena madera de construcción, como son, entre otras, las que dan el gualipá y el guacaco, árboles de las tie- rras calientes de las regiones de Tequendama y de Sumapaz, que pertenecen al género Combretum. Los géneros principales son: BUCIDA Arboles de hojas esparcidas, aglomeradas en el ápice de las ra- mas. Las flores están dispuestas en espigas o en cabezuelas axilares. Corola nula. Estambres, diez dispuestos en dos series; cinco más largos. Anteras dídimas. El fruto es una drupa abayada. Son pro- pios de las tierras ardientes de la América ecuatorial. La especie más importante es: B. capitata—Jucaro, en las Antillas —Almendro, en el bajo Mag- dalena—La infusión de las hojas se usa contra las diarreas disenté- ricas. La decocción de la corteza se preconiza contra las fiebres bi- liosas. Las semillas contienen una gran cantidad de aceite, y son comestibles. Su madera, de color rojizo, es muy apreciada. Densi- dad, 0,714. eS TERMINALIA Arboles o arbustos, en la mayor parte originarios de la India. T. catapa—Almendro—Especie asiática, cultivada en la Améri- ca ecuatorial, bajo Magdalena, Cúcuta, etc. Las hojas y la corteza son astringentes. Las semillas son oleaginosas. CONOCARPUS Arboles o arbustos de hojas alternas, gruesas y enteras, que vi- ven en las orillas del mar, en las regiones ecuatoriales de todo el mundo. C. encela—Mangle negro—De las playas baias de las Antillas, de Venezuela, de Colombia y del Ecuador. Arbol de gran tamaño. Da una madera de grano fino y muy dura. Densidad, 1.056. cd TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 365 Familia LXXII—Oenoteráceas - Plantas herbáceas o arbustos, de hojas enteras, sencillas y den- tadas. Flores axilares o terminales. Cáliz tubular; el limbo con cua- tro o cinco lóbulos; casi siempre colorado. Corola con tantos pétalos como lóbnlos tiene el cáliz. Estambres, cuatro ú ocho, insertos en el cáliz. Ovario con dos o cuatro celdillas. Estilo filiforme. Estigma ca- pitado y cuadrilobado. El fruto es una baya o una cápsula multise- minada. Cuenta esta familia con unas cuatrocientas cincuenta especies, agrupadas en veintiocho géneros. La mayor parte son propias de las regiones frías y templadas de la América equinoccial; otras son de Europa y Asia. Los géneros principales son : FUCHSIA Arbustos propios de los bosques frescos y sombríos de la Amé- rica meridional. Notables por sus hermosas flores adornadas de vi- vos colores. El cultivo ha producido gran número de variedades, Las especies colombianas abundan entre los 1,600 y 2,800 metros sobre el nivel del mar. Se cultivan en los jardinesla FF. globosa, F. macrantha, F. miniata, F. splendens, conocidas con el nombre vulgar de fusias. Además, deben mencionarse la FF. petiolaris, FF. ve- nusta, y F. triphylla, de los Andes de Bogotá, y la PF. hirtella, de Fusagasugá. | JUSSIEA Plantas herbáceas, de flores generalmente pálidas. En Colombia abundan principalmente en las regiones subcálidas y templadas, a un nivel inferior al de las fuchsiss, entre 600 y 1,500 metros sobre el mar. Las especies principales son: J. peploides, de Ibagué; J. polygonoides, J. tomentosa y J. sedor- dea, de Guaduas; J. natans, de las ciénagas del bajo Magdalena, Mompós, etc. Se consideran como vermifugas y purgantes. (MENOTHERA Yerbas de flores casi siempre amarillas. Las especies princip1- les son: 366. CARLOS CUERVO MARQUEZ (E. acauliís —Buenas tardes en Santander y Cundinamarca. Yer- ba de postema en Chile. (E. bicolor—Injerta—Sabana de Bogotá. Se consideran como vulnerarias. En infusión se usan como re- medio popular contra los cólizos uterinos. EPILOBIUM Yerbas de flores rojas o rosadas. Se consideran como vulnera- rias y detersivas. La principal especie colombiana es: E. bonplandianum, de los lugares húmedos y fríos de los Andes. Páramo del Puracé, a 3,400 metros sobre el nivel del mar. Familia LXXIII —Litrariáceas Yerbas o arbustos de hojas alternas u opuestas. Flores termina- les o axilares. Cáliz gamosépalo, tubular y dentado. Corola, cuando existe, con cuatro a seis pétalos desiguales, insertos en el cáliz, Es- tambres en número igual o doble al de los pétalos. Ovario libre, sencillo, con varios lóculos. Estilo sencillo y estigma capitulado. El fruto es una cápsula cubierta por el cáliz. Consta esta familia de unas trescientas especies, agrupadas en treinta y cinco géneros. En la flora colombiana la principal es la Cuphea serpilifolia—Moradita—Pequeña planta rastrera, de ta- llos ásperos y leñosos, de flores purpurinas irregulares, común en las tierras frías, entre 2,200 y 3,000 metros sobre el nivel del mar. Es sudorífica y se reputa como antisifilítica. Se usa, y con mucho éxito, ya en infusión, ya tostada y en polvo, para cicatrizar heridas, por graves que sean. Iguales propiedades tienen las otras especies de este género, algunas de las cuales viven en las tierras templadas y cálidas. Familia LXXIV—Myrtáceas £ Arboles o arbustos de graciosas formas, y que elaboran jugos aromáticos y resinosos. Las hojas son opuestas, enteras y con pun- tos transparentes. Flores axilares o terminales. Cáliz gamosépalo, adherente al ovario; el limbo tiene de cuatro a seis divisiones. La TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 367 corola, que a veces falta, tiene tantos pétalos tas lóbulos hay. en el cáliz. Estambres numerosos. Ovario ínfero, con dos a seis lóculos polispermos. Estilo sencillo y estigma lobulado. El fruto presenta formas muy distintas; puede ser seco, como en el eucaliptus, dehis- cente o indehiscente, o carnoso como en la pomarrosa o en la gua- yaba. > Las myrtáceas son própias de las regiones cálidas y templadas de todo el globo y comprenden plantas de tamaños muy diverscs, desde el myrtus casi rastrero de las islas de Fakland, hasta los gi- gantescos eucaliptus de Australia. Todas contienen en abundancia un aceite esencial aromático, al cual deben sus propiedades; a la guayaba le da su aroma peculiar, lo mismo que al clavo, al eucaliptus y a la pomarrosa. Consta la familia de 1,200 especies, agrupadas en cuarenta y cinco géneros. Se dividen en tres tribus, a saber : TRIBU I— LEPTOSPERMEAS De fruto seco, con uno o varios lóculos. Su género principal es: EUCALIPTUS Sus especies son propias de Australia, pero su cultivo se ha extendido por todo el mundo. Las principales son: £. globulas, E. resinifera, E. piperita, etc. Son árboles muy apreciados por su rá- pido desarrollo, por la madera que producen y por las propiedades que tienen. Todas sus partes son aromáticas y se emplean para fa- bricar la esencia de eucaliptus, y otros produztos como el eucaliplol, que son muy usados en medicina. Del tronco fluye en abundancia una resina que es la goma kino de Australia. El aceite volátil que contienen es un poderoso antiséptico. TRIBU II —MYRTEAS De fruto carnoso. Sus principales géneros son : PSIDIUM Son arbustos o árboles de la América ecuatorial. Sus especies más notables son: P. pomiferum, P. pyriferum, conocidas con el nombre general de guayabo. Común en todas las tierras templa- das y calientes hasta los 1,600 metros sobre el mar, y cultivado por sus frutos, con los cuales se preparan las exquisitas jaleas de 368 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ a guayaba, universalmente estimadas. Tienen propiedades estimulan- tes y antiespasmódicas. La raíz es astringente, y, aunque no son ¿rboles grandes, producen una madera muy apreciada. las hojas y Ja corteza contienen tanino, bastante oxalato de cal y una resina, Mamada guafin, que ejerce una acción muy marcada sobre las fie- bres palúdicas. CAMPOMANESIA Son pequeños arbustos de la América intertropical. Tienen las mismas propiedades de las anteriores. Las especies principales son : C. cornifolia—Guayabo anselmo. De todas las tierras templadas, Fusagasugá, Ocaña, Cali, etc. C. aromatica, Bao de Ibagué. Sus frutos son comestibles, pero menos agradables y menos aromáticos que los del género psidium. MYRTUS Son arbustos de hojas opuestas. El fruto es una baya con dos o tres lóculos esféricos y coronada por los lóbulos del cáliz. Son plan- tas aromáticas que tienen propiedades astringentes y estimulantes. La especie colombiana más importante es el M. mollis, arrayán. De Jas tierras frías, Bogotá, Pasto, etc. Las hojas en decocción se usan para curar las diarreas. CARYC(PHYLLUS* Su especie C. aromaticas, clavo de olor, es originaria de la Male- sia. Los botones secos delas flores constituyen el clavo del comercio, condimento tónico y estimulante. Se emplea en perfumería y para la fabricación de varios licores de mesa. La esencia se usa como odontálgico. JAMBOSA La jambosa vulgaris, Pomarrosa, propia de la India, pero culti- vada en la América intertropical, hasta los 1,600 metros de altura, es digna de mención, por su hermoso porte y por sus frutos muy aromáticos y ligeramente astringentes; se usan en los casos de fie- bres biliosas. TRIBU II —LECITIDEAS Fruto seco, en forma de píxide, se abre por un opérculo en la parte superior. El género principal de esta tribu, que algunos auto- res consideran como una familia distinta, es: po e se 4 Nil Ñ E Ñ a y BA P á y . A A » Ns > . . / TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 369 LECYTYS Comprende grandes árboles de las regiones cálidas de la Amé- rica ecuatorial. Las especies más importantes son : £L. grandiflora, L. ollaría, ollas de mono. Comunes en las tierras calientes, valle del Magdalena, Viotá, Utica, etc., hasta los 8090 me- tros sobre el nivel del mar. Grandes y hermosos árboles cuyos fru- tos, del tamaño de la cabeza de un niño, se abren por la parte su- perior dando la forma de una olla o una marmita de donde les viene el nombre vulgar. Las semillas son oleaginosas y comestibles. La corteza se separa fácilmente y el líber se divide en telas muy delga- das. Sirve para fabricar cuerdas. Familia LXXV—Cucurbitáceas Plantas herbáceas, con frecuencia volubles, cubiertas de pelos y ásperas. Hojas alternas más o menos lobadas. Zarcillos simples o ramosos. Flores unisexuales, son monoicas; rara vez hermafroditas. Cáliz gamosépalo: en las flores femeninas presenta un tubo globu- lar, adherente al ovario, que es ínfero ; el limbo, acampanado, tiene cinco divisiones soldadas a la corola. Corola con cinco pétalos, uni- dos entre sí por el limbo calicinal. Estambres cinco, monadelfos o reunidos en tres haces. En las flores femeninas el ovario fnfero, está coronado por un disco grueso y por tres estigmas bilobados. El fruto es una pepónide, seco o carnoso. Tienen generalmente tres trofospermas parietales muy desarrollados. Las semillas parecen di- seminadas en un tejido filamentoso o carnoso. En general, son plantas propias de Jas regiones ecuatoriales. Unas pocas son europeas. Los géneros principales son: CUCUMIS Las especies de este género son notables por sus frutos. La patilla o sandia. C. cutrullus 6 citrullus vulgaris, es originaria de Africa y se cultiva en todas las tierras calientes. Los frutos, muy refrescantes, contienen una gran cantidad de agua azucarada, El melón. € melo, originario de Asia. Cultivado también en las tierras calientes. Tiene numerosas variedades, El fruto es muy agra- dable y aromático. La raíz es emética. Con las semillas se preparan A 370 : CARLOS CUERVO MÁRQUEZ horchatas o emulsiones dulcificantes, lo mismo que con las de la sandia. Los pepinos,cohombros. €. satívus y C. flexuosos- Son especies asiáticas, cuyo cultivo se ha extendido por todo el mundo. Los fru- tos son comestibles, crudos o cocidos y en ensalada. Con las semi- llas se preparan emulsiones refrescantes. CUCÚRBITA Sus especies son importantes por sus frutos. Las principa- les son : Calabaza. C. máxima, G pepo. Originarias de la India pero cul- tivadas en todo el mundo. Los frutos son comestibles. Las semillas son oleaginosas, con ellas se preparan también emulsiones refres- cantes y diurélicas. C. Verrucosa—Ahuyama, su fruto es alimenticio. LUFFA Sus especies son propias de las regiones cálidas de todo el globo. Tienen todas propiedades emélicas más o menos pronunciadas. Las principales son : L.cilindrica—Estropajo, propio de las tierras calientes. Las fru- tas verdes, son amargas y muy drásticas y constituyen un purgan- te poderoso. Las semillas son amargas y emélicas y contienen un aceite drástico. La pulpa verde del fruto se usa en frotaciones con- tra la sarna y para matar los avadores, pues es un poderoso insecti- cida. El fruto seco y desprovisto de la pulpa se usa en economía do- méstica como esponja y friccionador. -L purgans—Esponjilla. Muy común en toda la hoya del Mag- dalena, hasta 1,000 metros sobre el nivel del mar. Los frutos tienen propiedades purgantes y drásticas muy pronunciadas. Basta intro- ducir una fruta en una taza de agua hirviendo para que ésta se vuelva amarga y se convierta en un purgante muy enérgico, que puede ser peligroso si se pone más de un fruto. Es antídoto muy eficaz contra el cólera y es también muy usado contra la apoplejía y contra la hidropesía. FEVILLEA Son plantas trepadoras de las regiones cálidas de la América in- tertropical. Los frutos son redondos, rodeados en la mitad por una línea circular, tienen cinco cicatrices. Es indehisrente y trilocular. Las principales especies son : PUE ANDE 4 o 6 e TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA OS F. javilla, F. cordifolia, F. triloba—Nechas, javilles o pastas. Se encuentran en todas las tierras calientes hasta ¿oo metros de altura, el Chocó, la hoya del Magdalena, los Llanos de San Mar- tín. Las semillas tienen propiedades eméticas y vermifugas. Se reco- mienda la almendra raspada como antídoto contra la mordedura de las culebras y también de muchos venenos vegetales, como los de la yuca brava, el manzanillo, la nuez vómica, etc. Contienen mucha celulosa, caseína vegetal, una substancia muy amarga soluble en el alcohol, a la cual debe sus propiedades, una materia colorante y un aceite fijo en gran cantidad, el cual se usa mucho en las Antillas para curar el reumatismo. Otra especie importante es : Lagenaria vulgaris. Calabacera, cu- yos frutos maduros, llamados calabazos, son usados como vasijas en todas las tierras calientes. Familia LXXVI—Begoniáceas Son plantas herbáceas, de hojas alternas, de mitades desiguales, de flores monoicas, propias de las regiones tropicales de Asia y de- América. Consta la familia de un solo género, begonía, cuyas numerosas especies son cultivadas por sus hermosas flores. Las más notables de las especies colombianas son: B. fuchsioides y mintata, conocidas con el nombre vulgar de alegría y pata de pichón; y las B. magne- fica y ferraginea, borlas de San Pedro, propias de los Andes de Cun-- dinamarca, entre 2,000 y 2,600 metros. No tienen propiedades co- nocidas. Familia LXXVII - Passifloras Plantas de talles sarmentosos y volubles en lo general, con zar- cillos extra axilares, unas pocas especies son arbóreas. Hojas senci-- llas, lobadas y alternas, con dos estípulas en la base. Flores grandes y solitarias. Cáliz gamosépalo tubular, provisto de brácteas y con cinco divisiones. Corola con cinco pétalos insertes sobre el tubo ca - licinal. Cinco estambres, monadelfos por la bas>; forman un tubo, por «ntre el cua! pasa el sostén del ovario. Anteras bi'oculares. A, veces, tObre el vértice del tubo calicinal existen uncs aj éndidis fila 372 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ mentosos, como en la granadilla, o glandulosos, como en la curuba, dispuestos en forma de corona. Ovario libre, más o menos estipita - do, unilocular y con tres o cinco trofospermas parietales, que llevan varios óvulos. Tres o cuatro estilos, terminados por otros tantos es- tigmas. Fruto indehiscente, pulposo, con semillas numerosas. Esta hermosa familia comprende plantas exclusivamente ameri- canas, de las regiones intertropicales, las cuales en gran parte son colombianas. Los géneros principales son : PASSIFLORA Algunas de sus especies son notables por sus deliciosos frutos, como la P. ligularis, granadilla; la P. cuadrangularis, badea ; P. or- nata, gulupa; todas propias de la flora colombiana. La raíz tiene pro- piedades narcóticas y es considerada como emética. Los frutos, que son de los más agradables de la flora americana, son refrescantes y diuréticos. La P. glauca, del Quindío, y la P. emarginata, de Popayán, son especies arborescentes. TACSONIA Las especies de este género son propias de las tierras frías. La curuba común, 7. mollissima, de Bogotá, lo mismo que la 7. speciosa, curuba de indio, tienen los frutos muy agradables, refres- cantes y diuréticos; lo mismo la 7. antioguensis—curuba antioque- ña—de hermosas flores rojas. Familia LXXVIII—Loasáceas Las loasáceas son plantas herbáceas cubiertas de pelos urentes, de hojas enteras o lobadas, de flores generalmente amarillas y gran- des. Cáliz tubular, gamosépalo, con cinco divisiones. Corola con cinco pétalos regulares. Estambres numeroscs. Ovario unilocular con tres trofospermas salientes. Tres estilos, a veces reunidos en uno solo. El fruto es una cápsula desnuda que se abre por tres valvas. Son propias de las region>s cálidas y temp!a las dela América ecua- torial. Las especies colombianas, conocidas con el -nombre de prin- gamosa, son principalmente la loasa argemono:des, de la Cordillera Oriental, y la klaprotia mentzelioides del Quin lio, TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA E SJ (957 Familia LXXIX -—Cactáceas Son plantas vivaces, a veces arborescentes y de un aspecto sin- gular. Los tallos pueden ser cilíndricos, ramosos, acanalados, oOvoi- des o angulares, o estar compuestos de piezas articuladas globosas o comprimidas, que se han considerado equivocadamente como ho- jas. Estas faltan por completo y las reemplazan espinas reunidas en haces. Flores generalmente solitarias nacen de la axila de los haces espinosos, con frecuencia ostentan colores brillantes. Cáliz gamosé- palo, adherente al ovario, a veces escamoso y terminado por un gran número de lóbulos que se confunden con los pétalos, que son muy numerosos. Estambres también numerosos. Ovario Ínfero, unilocu- lar. Contiene muchos óvulos fijos en trofospermas parietales. Estilo sencillo, terminado por tres o más estigmas radiados. El fruto es carnoso. Esta familia, cuyas especies presentan formas tan variadas como singulares, es esencialmente americana, la mayor parte de la zona ecuatorial. Habitan los terrenos áridos y secos, desde el nivel del mar hasta las regiones frías de los Andes. Los géneros principales son : OPUNTIA « Arbustos de tallos formados por articulaciones aplanadas, des- provistas de hojas y con espinas. Son propios de las tierras frías. Sus especies más notables son : O. vulgaris—Higo tuno—Higo mejicano. Los frutos son muy agradables. O. tana —Tana. Los frutos, como los de la especie anterior, son diuréticos. Las pencas de éstas, como de las otras especies del géne- ro, se usan para hacer madurar los tumores y para curar la erisipe- la. En su tronco sé desarrolla y vive la cochinilla, que tenía tanta importancia como materia tintórea, antes de la fabricación de las anilinas. CEREUS Son arbustos carnosos de talles alargados, angulosos, propios de las tierras calientes. Sus especies principales son : 374 ! CARLOS CUERVO MÁRQUEZ C. vulneratar - Guasabara—En Santander. Coruntilla en el Cau- ca. Sus espinas, que se desarticulan fácilmente, atraviesan la piel del hombre o de los animales y producen fuertes irritaciones. C. pitahaya —Pitahaya—Hay dos variedades : la blanca y la roja. Ambas son apreciadas por sus frutos, refrescantes y algo mucilagi- nosos. Se dice que las semillas son eméticas. El jugo de la planta es vermifugo. j De las plantas de esta familia se obtiene el principio llamado cactina, que obra sobre el corazón, aumentando las contracciones musculares de ese órgano y la tensión arterial. También obra sobre el sistema nervioso y principalmente sobre la substancia gris de la medula. Se usa con éxito cuando no han dado resultado ni el dip- tol ni la esparteína. Otras especies son notables por las formas bizarras que presen- tan ; tales son las del género mamillaría, de tallo globoso y erizado de púas; las del echinocactus, en forma de cono e igualmente eri- zado. Algunas se cultivan por sus flores. Familia LXXX—Saxifragáceas Son yerbas, árboles o arbustos, de hojas alternas u opuestas. Flores con cáliz gamosépalo de tres o cinco divisiones, plano o tu- bular. La corola, que rara vez falta, tiene cuatro o cinco pétalos. Pistilo formado de dos carpelos, más o menos adheridos al tubo ca- licinal. Ovario rodeado de un disco perigínico. Estambres indefini- dos. El fruto es una cápsula terminada en la parte superior por dos cuernos más o menos prolongados. Bajo estos caracteres generales con que De Candolle limita las saxifragáceas se agrupaban plantas muy diversas, que se reúnen en cuatro tribus, las cuales han sido consideradas como familias distin- tas por varios autores. TRIBU I—SAXIFRÁGEAS Flores diplostemonas con dos estilos. Hojas alternas sin estípu- las. Son plantas alpinas. TRIBU 1 — HYDKRÁNGEAS Flores diplostemonas con dos a cinco estilos. Hojas opuestas sin estípulas. Son plantas asiáticas y americanas, una de ellas cultivada por sus flores: la hortensia, Hidrángea horlensia e H. ¡japonicum. Je Y Ñ 7% e des rd E E p yA +“ mv A A £ E a > TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 3 sy ¡HS7: TRIBU MM —CUNONIAS á Arbustos o árboles de hojas compuestas o estipuladas. Flores diplostemonas con dos o tres estilos. El género principal es Weímania, que cuenta con varias espe- cies en la flora colombiana. Tales son : W. chiloensis, W. tomentosa, W. laurina, propias de la región fría de los Andes de Bogotá, de Ocaña, Túquerres, el Quindío, etc., hasta más de 3.400 metros sobre el nivel del mar. Son conocidos con el nombre vulgar de Encenillo, Son astringentes y hemostáticos. Contienen gran cantidad de tani- no. Producen madera muy fina. TRIBU 1V — ESCALLONIAS Arboles o arbustos de hojas alternas, sencillas y sin estípulas. Flores isostemonas con un solo estilo. En lo general son árboles de las regiones frías de Suramérica. El género principal es Escallonía, cuyas especies colombianas, E. myriilloiwdes, tibar; E. resinosa, rodamonte, propias de los An- des de Bogotá, Ocaña, Pasto, etc., forman con las weimannias y los drymis, o canelos, el límite superior de la flora arborescente en la región de los páramos. Todas producen una madera muy fina y casi incorruptible. Tienen propiedades tónicas. Familia LXXXI—Umbel iferas Es una de las familias más naturales del reino vegetal. Son plan- tas herbáceas, de tallo casi siempre ahuecado, de hojas alternas, ge- neralmente descompuestas en un gran número de segmentos. Flo- res dispuestas ea umbelas simples o compuestas, rara vez solitarias. Cáliz adherente al ovaris, limbo entero o apenas dentado. Corola con YCHOTRIA Yerbas o arbustos de flores en pancjas o corimbos, de corola in- fandibiliforme, con cinco estambres de «anteras exertas. El estigma es bifido, y el fruto es una baya drupácea. Este género cuenta con numerosas especies en la flora colombia- na. La más notable es: P. emética, ipecacuana, que se. encurntra en abundancia en la hoya del río Magdalena, en Nare, el Carare, etc. Es una de las plan- tas que producen la ipecacuana. P. lúcida, de Honda. P. anceps, del Tequendama. P. hiota, del Quindío. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 381 Todas tienen las raíces más o menos eméticas. La ipecacuana tiene un uso muy considerable como emético y purgante, para curar la disenteria, las afecciones pulmonares, las bronquitis agudas y los catarros crónicos. Más ricas en emetina, que es el principio activo de estas raíces, son las ipecacuanas anilladas, producidas por dos especies del gé- nero uragoga, la U. ipecacuhana o cephaelis emética, propia de la hoya del Magdalena y del Sinú, hasta los ¿oo metros de altura, y la Ú. granatensis, que crece en abundancia en la costa atlántica. Propiedades análogas tienen otras especies de los mismos géne- ros y de otros semejantes, tales son: Palicourea speciosa, de Santa Ana y Mariquita; la raicilla. Cephaelis ipecacuhana, del Magdale- ha, que produce la hipecacuana gris; spermacoce bogotensis y capi- lellata, de Bogotá, etc. CINCHONA Cumprende árboles o arbustos propios de los Andes intertropi- cales cuyas cortezas muy amargas contienen varios álcalis, entre ellos la quinina. Nuestra flora cuenta con más de veinte especies, las principales : C. lanceifolia, C. cordifolia, C. condaminea, C. succirubra, ete. idas con el nombre de quina, propias de los Andes colombia- nos, entre 1,600 y 2,600 metros sobre el nivel del mar. Producen la corteza conocida con el nombre de cascarilla o de quina, roja, naranjada o amarilla, según las especies. La quina es uno de los productos vegetales más importantes por sus propieda- des tónicas febrífugas y antipútridas. Su consumo ha sido inmenso, y por esta causa, fueron en una época fuente de incalculable rique- za para los países americanos en cuyas florestas crecían estos árbo- les. La quinina y la cinchonina son los dos principios activos de mayor importancia que contiene la corteza de las quinas, y se usan principalmente en la forma de sulfatos, como febrífugos y tónicos. La corteza entra en la composición de jarabes y vinos muy usados en medicina; principalmente como tónico amargo para vigorizar las fuerzas de los con valecientes. C. bogotensis — Azar—Cascarilla roja —Requesón—Especie muy abundante en los Andes de Bogotá, entre 2,000 y 2,600 metros ; ca- -racleriza la flora de esta región. 382 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ GENIPA Son árboles de hojas opuestas, propios de las regiones más ar- dientes de la zona tórrida. Las especies colombianas son : Genipa americana, jagua, caruto. Del litoral del Atlántico, río Sinú, Cartagena, Santamarta, etc. G. caruto—Caruto. De los llanos de Casanare y San Martín. La corteza es astringente. Por las grietas naturales de la corteza del caruto fluye una sustancia blanca, llamada azúcar de Caruto, usada en Guayana para curar las cftalmías. Los frutos de ambas son co- mestibles, aunque medianamente agradables. Se usan cuando ma- duros para preparar un licor fermentado, de sabor agradable. Con el zumo se prepara un jarabe muy rec»mendabl» como antisifilítico. Los frutos verdes son astringentes; contienen un zumo violado que sirve para teñir de negro. Las semillas contienen un jugo muy cáus- tico, y los indios del Orinoco las emplean para tatuarse el cuerpo. La madera es de grano muy apretado. Se usa en ebanistería. Su densidad es de 0.730. REMIGIA Sus especies son también americanas y tienen propiedades aná- logas a las de las quinas. Las principales son: R. ferruginea, del Meta. R. purdiana, de Antioquia y de San- tander. Conocidas con el nombre de quina cuprea, contiene bas- tante quinina; fueron en una época importante artículo de exporta- ción. Sus propiedades son igual's a las de las cinchonas. El árbol que produce la importante resina conocida con el nom- bre de barniz de Pasto, es también una rubiácea del género remigía, crece en abundancia en los bosquis de las tierras templadas entre 1,500 y 2,000 metros sobre el nivel del mar; esconocido con el nom- bre de lacre en Túquerres, Antioquia y Santander, y de cero en la hoya del Sumapaz. Las yemas están formadas por una resina que, por la acción de la saliva, por medio de la masticación, adquiere una considerable ductilidad y se puede extender en capas suma- mente delgadas y de transparencia cristalina, que es el barniz con que los industriales de Pastu cubren los dib»j«s en colores con que adornan los objetos y artefactos de madera que fabrican. o LE ARIS de TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 383 Familia LXXXVI—Valerianáceas Plantas herbáceas, de hojas opuestas, muy hendidas. Flores en racimos 0 en cimas terminales. Cáliz adherente al ovario, con el lin bo dentado. Corola gamopétala, más o menos irregular, con cince lóbulos, a veces espolonada. Estambres de uno a cinco. Ovario con tres lóculos, uno de ellos con un solo óvulo, los otros dos vacíos. Estilo sencillo. Estigma trífido. El fruto es un aquenio coronado per los dientes del cáliz o por una cresta plumosa. Las valerianáceas viven en las regiones frías y generalmente 2 grandes alturas. El género principal es: VALERIANA Todas las especies de este género, principalmente las officinalis y céltica, conocidas con el nombre vulgar de valeriana, son tónicas, amárgas, aromáticas y vermifugas. La raíz, debido al ceite esencial que contiene, posee un olor característico desagradable para los euro- peos; pero los asiáticos perfuman con ella sus baños; y ejerce un atractivo singular sobre algunos animales, como los gatos. Tiene grandes aplicaciones en medicina, principalmente como antiepilép- tico y antihistérico. Sus propiedades las debe a un aceite esencial, el cual al contacto del aire se convierte en ácido valeriánico. Las especies colombianas, V. osorir, de los páramos de Cundina- marca, V. laurifolia y crassifolia, de la Cordillera central, Mesa de Herveo, Quindío, etc., tienen propiedades semejantes, Algunas valerianáceas se cultivan por sus flores, como el amor- fino, centranthus ruber. Muy semejante a las valerianáceas, es la familia de las dipsáseaz, que antes formaba parte de ella y cuyo tipo es la planta llamada poma, scabiosa atropurpurea, cultivada en los jardines de tierra fría. Familia LXXXVII—Synantéreas Esta importante y numerosa familia es quizás la mejor caracte- rizada del reino vegetal. Comprende yerbas, arbustos y aun árboles, de hojas alternas, rara vez opuestas. Flores pequeñas, agrupadas ez capítulos esféricos, o más o menos anchos. Cada capítulo consta : 1.2 1 384 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ De un receptáculo común carnoso llamado clinanto o foranto, que mo es sino el pedúnculo ensanchado. 2.2 De un involucro común lormado de escamas, que no son sino brácteas modificadas, que rodea el receptáculo. Las flores que forman el capítulo pueden ser de dos clases, a saber: unas de corola gomopétala, regular, infundi- biliforme con cinco lóbulos, que son las llamadas /lósculos; las otras tienen la corola irregular, liguliforme, que son las llamadas semiflósculos. Hay especies en las cuales los capítulos están com- puestos únicamente de flósculos, y entonces se llaman /losculosas ; otros compuestos sólo de semiflósculos, y se llaman sem/flosculosas ; pero más frecuentemente, en cada capítulo, el centro está ocupado por los flósculos, y la circunferencia por los semiflósculos, y enton- ses reciben el nombre de radiadas. Cada flor tiene el cáliz adherente al ovario ínfero. Corola gamopétala, regular o irregular. Estambres einco, con los filamentos libres, pero soldados por las anteras, de donde le viene el nombre a la familia. Estilo sencillo y estigma bl- fido. En la base de éste se ven unós pelos rígidos, llamados pelos solectores, porque sirven para recoger el polen. El fruto es un aque- aio, desnudo en su cima o coronado por una cresta, por pequeñas escamas, o por pelos sencillos o plumosos. Las synantéreas o compuestas viven en todas las regiones del globo y en todos los climas; cuentan más de 9,000 especies, agrupa- das en más de 1,000 géneros, cuya división natural es en los tres grandes grupos, según las flores sean flosculosas, semiflosculosas O radiadas. Sus propiedades son tan variadas como sus formas; pero en lo general todas contienen una materia amarga y astringente; una sustancia acre resinosa y un aceite volátil. Unas son tónicas, otras son estimulantes, etc. Algunas, como los aser, margaritas, las centaureas, alvarinas, espuelas de caballero, las crisantemas, las dalias, etc., son cultivadas por sus flores. Otras como la alcachofa, eynara scolymus ; los cardos, Cy. cardunculos ; la lechuga, produci- da por varias especies del género lactaca, como £. sátiva, L. capt- tata, o arrepollada, £. crispa, o crespa ; el salsifí, tragopogon porrt- folium, etc.,son cultivadas en todo el mundo como artículos alimen- ticios. Otras, como la manzanilla, anthemis nobilis ; la matricaria, matricaría camomilla, etc, son muy usadas en medicina por sus propiedades tónicas, antiespasmó licas, febrifugas y estimulantes, debidas al aceite esencial que contienen. e “ TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 385 La flora colombiana cuenta con numerosas especies, tanto en las regiones frías como en las templadas y en las calientes. Muchas de ellas son conocidas con los mismos nombres vulgares de plantas se- mejantes de Europa, pero pertenecen en realidad a especies y aun a géneros distintos. Así por ejemplo, el árnica europea es el árnica montana. Nos. otros le damos ese nombre a una especie de género senecio, la S. for» mosus, común en los páramos y en las tierras frías hasta los 3.200 metros sobre el nivel del mar. Le damos el nombre d+ chicoria al deontodon taraxacum, cuando la chicoria europea es la chicorium intibus, etc. Los géneros más importantes son ; VERNONIA Sus especies, de flores rojas y pequeñas, son en lo general de las tierras templadas y calientes. La V. odoratissima, llamada varejón en Cartago y en San Mar- tin y pebetero en el Tolima, se usa contra las enfermedades de la piel. Debe sus propiedades a un principio propio llamado vernonina, Pu ANDROMACHIA La especie principal es la A. :gniaria, conocida con el nombre de yerba de Santamaría, común en los terrenos secos de todas las regiones templadas y cálidas. Es muy reputada como hemostálica, aplicando las hojas contra las heridas. EUPATORIUM - Sus especies son, en lo general, propias de la región fría. Las principales son : A E. jequimilla, Mamada jarilla o jiquimilla de Bogotá; abunda en la Sabana, en Usaquén, Tabio, etc. Las flores, lo mismo que las de la stevia bogotens:s, llamada también jarilla, y que crece con la an= terior, son muy aromáticas. Se le atribuyen propiedades diaforéticas y antisifilíticas. MICANIA Sus especies, propias de las tierras calientes, hasta los 1,500 me- tros de altura, son plantas medio trepadoras. Son conocidas con el nombre de guaco. 25 + 386 CARLOS CUERVO MARQUEZ Las principales son: M. scandens o guaco blanco, y M. radi- cans o guaco morado. Se les atribuyen grandes cualidades como an- tídoto contra el veneno de las culebras, propiedad dada a conocer por don Francisco J. Matiz, el célebre pintor de la Expedición Bo- tánica ; también se preconizan contra el cólera, la rabia, las fiebres. intermitentes y el reumatismo. Debe su acción a la presencia de un principio amargo, llamado guacina. Se usa en forma de tintura. BACCHARIS Cuenta este género con cerca de trescientas especies, todas ame-- ricanas. La mayor parte son de la tierra fría y subtemplada. Las principales son: B. chilco, B. latifolía, B. polyantha, etc., conocidas con el nombre vulgar de chilcos y sanalotodos ; contienen materias tintóreas. El chilco de la Sabana de Bogotá produce el ver- de vegetal, debido a un hongo parásito, la Dothidea tinctoria, que se desarrolla sobre las hojas de estas plantas. , AMBROSIA La ambrosía artemisielfolia, 'alta misa. Propia de las tierras fera- ces de la región fría, sabanas de Bogotá, de Bonza, etc. Es planta muy aromática. Contiene un aceite esencial, al cual debe las propie- dades antielmínticas, emenagogas e insecticidas que posee. TAGETERS A este género pertenece la ruda de Bogotá, 7. zpaquirensts, que, como la altamisa crece en las mejores tierras de la región fría. Tie- ne un olor fuerte y penetrante, algo parecido al de la ruda verdade- ra, a lo cual debe su nombre. Tiene propiedades hemostáticas, eme- nagogas y antihelmínticas. SENECIUM S La principal especie de este género es la S. formosum, planta de hermosas flores moradas, que crece en los páramos de la Cordillera Oriental, Cruzverde, Chocontá, Pamplona, etc., conocida con el nom- bre común de árnica, por tener las mismas propiedades y los mis-- mos usos de la árnica europea, arnica montana. Toda la planta esestimulante. La tintura preparada con las flores es muy usada para curar las contusiones producidas por golpes y caldas. Propiedades semejantes tienen otras plantas de géneros ve- cinos, como las caléndulas, por ejemplo. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 387 POLYMNIA Es uno de los géneros más importantes de la familia. Sus espe- cies, casi arborescentes, tienen el tronco hueco. La principal es la P. piramidalis, arboloco. Común en todas las tierras frías, de 2,200 a 3,000 metros de altura ; es característico de la flora colombiana. Elabora una resina, a la cual debe las propie- dades que posee. Se usa para combatir las neuralgias y el reumatis- mo y también el coto. EZPELETIA Este género cuenta con varias especies, conocidas todas con el nombre de frailejón. Son propias de la región de los páramos y se encuentran hasta los 3,800 metros sobre el nivel del mar. Las principales son: £. humilis, E. frailejon, E. gigante, especie de gran tamaño, que crece en pleno páramo y que contribuye a dar a esas desoladas regiones el aspecto melancólico y fantástico que les es peculiar. Producen en gran cantidad una resina llamada caraña, muy usada para curar el reumatismo y las parálisis histéricas. Las hojas, cubiertas de una lana muy fina, constituyen un abrigo para el viajero o para el cazador, a quien sorprende la noche en esas re- giones heladas. MUTISIA Las especies de este género son plantas volubles y pubescentes, propias de la flora de la América ecuatorial. Viven en las regiones frías de los Andes, de 2,200 metros para arriba. La especie colombiana principal es la M. clematis, bejuco olave- llino, propio de los Andes de Bogotá, en Usaquén, Facatativá, etc., planta trepadora, notable por sus hermosas flores de un rojo encen- dido, que a primera vista recuerdan las de las passifloras. SPILANTHES Su especie principal es S. mutsi, yerba que crece en las tierras fértiles y húmedas de la Sabana de Bogotá, conocida con el nombre de chisacá. Es amarga y tónica, y se usa en infusión contra las afec- ciones del hígado. Otras especies como la matricaria, matricaría camomilla, la man- zenilla anthemis nobilis, etc., son plantas aromáticas, muy apreciadas 388 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ por sus propiedades tónicas, antiespasmódicas y estimulantes, de- bidas a! aceite esencial propio que contienen. La manzanilla princi- palmente es muy usada en medicina. Las guascas, gallinsoga parvt- flora, pequeña compuesta de la Sabana de Bogotá y demás tierras frías, era usada por los chibchas para calmar las inflamaciones de las encías. Familia LXXXVIII—Crasuláceas Yerbas o arbustos de tallos y hojas gruesos y carnosos. Estas son alternas y sin estípulas. Flores de colores vivos. Cáliz con sépa- los de tres a veinte. Corola regular; los pétalos son libres o solda- dos. Estambres en número igual o doble del de los pétalos, acom- pañados d> escamas, que no son sino estambres abortados. Pistilo compuesto de varios carpelos distintos, cuyo número varía de tres a veinte. Estilo y estigma sencillos. Los frutos consisten en folicu- los uniloculares y polispermas, aislados o reunidos en una cápsula plurilocular. y Las crasuláceas, notables por la naturaleza suculenta de sus ta- llos y de sus hojas, abundan principalmente en el cabo de Buena Esperanza. Solamente dos especies son propias de la América equi- noccial. Tienen propiedades refrigerantes y astringentes; a'gunas son acres. Son ricas en albúmina y se reputan como diuréticas. Consta esta familia de unas cuatrocientas cincuenta especies, agru- padas en veintidós géneros. Las especies colombianas son : Cotyledon'racemosum—Chupahueyvo, propio de las tierras frías : Bogotá, Tunja, etc. Grece sobre las paredes viejas. Contiene albúmi- na y ácido málico, libre o combinado con potasa y otras bases orgá- nicas. Se considera como diurético. Sedum bicolor—De Pasto, a 2,600 metros. En Bogotá y en otras tierras frías se cultivan como plantas de adorno varias especies de Echeverías, notables por los hermosos ro- setones que forman los verticilos de sus hojas carnosas. PR _—— Familia LXXXIX—Campanuláceas Plantas herbáceas, que elaboran un jugo lechoso blanco, de hojas sencillas y sin estípulas. Cáliz súpero persistente. Corola campanula- da. Estambres en número igual al de los lóbulos de la corola. Oya- HA 2 RA Esad rio con dos o más celdillas polispermas. Estilo sencillo, provisto de pelos celectores. Estigma único. Fruto seco y dehiscente. Son plan- tas propias del hemisferio Norte. Su tipo es la campánula, campd- nula medium, cultivada en los jardines; presenta algunas varieda- des, según el color de las flores. Familia XC—Lobeliáceas Esta familia ha sido considerada por algunos autores como una tribu de las campanuláceas; pero difiere de ellas por tener la corola irregular, y por la forma larga y medio encorvada del estilo y de los estambres, que son coherentes por las anteras. El estigina está rodeado por pelos análogos a los pelos colectores de las campanu- láceas. Las lobeliáceas difieren también de esta última familia por su estado de dispersión, pues abundan en los países intertropicales. La flora colombiana cuenta con verias-especies, propias de los climas frios y templados. Todas tienen un jugo lechoso acre que las hace peligrosas o por lo menos sospechosas, Cuenta unas 380 especies, agrupadas en veintisiete géneros. Los principales son : LOBELIA Las especies de este género tienen propiedades diuréticas y sudo- ríficas, debidas a la presencia de un principio propio llamado lobe- lina ; es antiasmálico, pero en grandes dosis es tóxico y paraliza los Órganos de la respiración. En la flora colombiana está abundante- meule representado. Las especirs principales son : £L. columnae, L. ferruginea, E. gigantea, etc., propias de la Sa- bana de Bogotá y sus alrededores, conocidas con el nombre vulgar de lobelias o cardenales. En los jardines se cultivan como plantas de ornato la £. cardinalis y la L. tenera, conocida cun el nombre de zulia en Bogotá y de palomitas en Pasto. SIPHOCAMPYLUS Sus especies producen en gran cantidad el jugo lechoso carac- terístico de la familia. Las más importantes son : S. cautchouc, caucho, de Popayán, llamado así por la tenacidad de su jugo. S. ferrugíneus, zarcillejo, de los Andes de Bogotá; es conside- rado como antisifilítico, como casi todas las lobelias. 8 EN TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 389 390 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ ———— Las especies principales de las tierras templadas y calientes pertenecen al género centropogón. Son notables por sus hermosas flores rojas, de formas caprichosas, principalmente el €. magnum y el C. vianense, propio de Bituima, Vianí, etc. Familia XCI—Gesneriáceas Las gesneriáceas son plantas vellosas, notables por la belleza de sus flores. El cáliz gamosépalo es persistente. Corola tubulosa, irregular, gibosa en la base y dotada de colores brillantes. Estam- bres, dos a cuatro, didinamos. Ovario unilocular. Estilo y estigma sencillos. El fruto carnoso o seco, es una cápsula bilocular, multi- seminada. Son plantas intertropicales. Las especies de la flora colombiana son numerosas y propias de las tierras templadas o subtempladas, hasta los 2,200 metros de altura. Todas son notables por sus her- mosas flores de colores brillantes y de formas caprichosas. Los gé- neros principales son: Gesneria, Besleria, Gloxinia, Tydaea, Columnea, etc. La columnea cocciínea, llamada mancha en Antioquia, ataja- sangre en el Chocó y en el Quindío, penitente en el Cauca, por te- mer las hojas manchadas de rojo, es tenida por hemostática (1). Familia XCII—Ericaceas Son arbustos o pequeñas plantas leñosas, de hojas sencillas, alter- nas o muy pequeñas y sobrepuestas unas a otras a modo de escamas. Cáliz gamosépalo, con cinco divisiones. Corola gamopétala, regular, con cuatro o cinco lóbulos. Estambres en número doble del de los lóbulos de la corola. Anteras introrsas y biloculares. Ovario Ínfero o libre, con tres o cinco lóculos polispermas. Estilo sencillo y estig- ma con tantos lóbulos como lóculos tiene el ovario. El fruto es una baya o una cápsula, coronada por el limbo del cáliz. Esta familia comprende-algunas de las más hermosas plantas conocidas, tales son las azaleas y los rododendros, originarios del Ponto y del Asia Menor, y cultivadas en todo el mundo por la (1) S. Contis— Monogro fía de las gesneríáceas de Colombia. A TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 391 belleza de sus flores. Son propias de la zona templada y de las regiones frías de los países ecuatoriales. Las especies colombianas viven entre los 2,200 y los 3,500 metros sobre el nivel del mar. Las más importantes son: Thibaudia macrophylla—Uva camarona—7. floribunda y 7. -anizata—Uva de anís, propia de los Andes de Bogotá, Agualarga, Pamplona, etc. Los frutos son comestibles y muy agradables. T. quereme —Quereme—Exclusiva del pequeño valle del Salado, en la cordillera de Cali. Especie notable por sus hermosas flores rosadas y por su exquisito aroma. Bejaría estuans, B. glutinosa, Bejaria resinosa - Especies de los Andes de Bogotá, conocidas con el nombre de pegapega a causa de la gran cantidad de sustancia viscosa que exudan las ramas y las hojas. Pernettya pentlandi—Esta y otras especies, comunes en la Sabana de Bogotá y de las tierras frías, conocidas con el nombre de maíz de perro, reventadera, toteadera, etc., tienen los frutos vene- nosos. Son narcóticos y producen cólicos violentos. Los géneros _gaultería y vaccínia, cuentan igualmente con numerosos represen- tantes en nuestra flora, pero sus especies carecen de importancia. Tercera clase—Corolifloras Esta clase se caracteriza por tener el cáliz gamosépalo. Los pétalos «casi siempre unidos entre sí y separados del cáliz. Estambres inser- tos en la corola. Ovario casi siempre libre. Consta de treinta fami-- «lias. Las principales son : Familia XCILI—Primulaceas Son plantas herbáceas, de hojas ra licales y sin estípulas. Cáliz con cinco sépalos. Corola gamopétala, regular. Estambres opuestos a los lóbulos de la corola. Ovario unicelular con un estilo sencillo y un estigma capitado. El fruto es una cápsula. Originarias de las zonas frías y templadas. Algunas son cultiva- «das por sus flores ; tales son la prímulagrandiflora y la P. aurícula, conocidas con los nombres de primavera y oreja de ratón, los cycla- menes, etc. de O, YO »” A A ”* A A A IA, ARS E e e TN a O dee Ma dd 392 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Familia XCIV—Myrsineas Son árboles o arbustos de hojas alternas, rara vez opuestas, gla- bras, coriáceas y sin estípulas. Flores pequeñas, blancas o rojas. Cá- liz con cuatro o cinco divisiones profundas. Corola gamopétela, con cuatro o cinco lóbulos. Estambres en número igual y opuestos a los. lóbulos e insertos en la base de éstos. Ovario libre y unilocular. Es- tilo y estigma sencillos. Fruto carncso, con una o cuatro semillas. Son propios de las regiones cálidas y templadas de la zona tó- rrida. Consta esta familia de unas 320 especies, agrupadas en treinta géneros. | Los géneros myrsine, ardisia, jacquinia y theo/rasta, cuentan con numerosas especies en la flora colombiana; todas son de las. tierras culientes o templadas. Sus propiedades son poco conocidas. Las Jacquinias tienen los frutos venenosos, y las hojas y ra- mas se usan para pescas : machacándolas en el agua delos ríos, nar- cotizan los peces. La myrsine popoyanensis es un érbol prqueño, de madera blan- ca, llamarlo cucharo en Cundinamarca y mantequillo en Ocaña, de madera resistente, pero fácil para trabajar. La Clavija ornata, granadillo de monte, en Ocaña, común a to=- das las regiones cálidas de la América intertropical, desde la Gua- yana hasta el Atrato; es unarbusto de flores amarillas, que en gran número se desarrollan en la parte desnuda del tallo, tienen aroma como de fruta, muy agradable. Las hojas cocidas en leche se usan contra las aftas. | Familia XCV—Sapotaceas Son árboles o arbustos propios de los trópicos. Hojas alternas, enteras y coriáceas. Flores axilares. Cáliz gamosépalo. Corola gamo- pélala, regular, cuyos lóbulos son dobles o triples de los del cáliz. Estambres, unos fértiles en número igual a los lóbulos del cáliz; otros estériles y petaloides, alternan con los primeros. Ovario con varios. lóculos, cada uno de los cuales contiene un óvulo anátropo. Fruto car- noso con uno o varios lóculos monospermas. Semillas prolongadas,. lisas y lustrosas, con el episperma duro y huesoso. e Aa 79 aer DE aca 393 TA ) Esta familia, que es propia de los países intertropicales, cuenta con algo más de doscientas especies, agrupadas en veintiún géneros. Los principales son : CHRYSOPHYLLUM Arboles de hojas enteras y alternas y de flores blancas o amari- llas, dispuestas en pedúnculos axilares. Sus especies tienen los frutos comestibles; las más impor- tantes son : Chr. caímito, caimito y Chr. olibiforme, caimitillo, am- bas de las regiones cálidas de la América ecuatorial. El fruto mu- cilaginoso y dulce es muy agradable. Toda la planta es astringen- te y lónica. Se dice que la corteza es febrífuga. En las tierras ca- lientes se emplean las hojas para curar las úlceras. La madera es buena para construcciones. Produce una gomo-—resina semejante a la gutapercha. ACHRAS Arboles lactescentes, de hojas alternas y de flores axilares. Este género, llamado también sapora, está formado por el níspe- ro, llamado indistintamente achras sapota o sapota achras. Especie propia de las tierras cálidas de la América equivoccial. Los frutos son de los más agradables de la flora americana, contienen azúcar de le- che. Las semillas son diuréticas y se recomiendan en horchata en los casos de inflamación de los riñones y de cálculos de la vejiga. Las hojas y la corteza son astringentes. Por las incisiones practicadas en la corteza fluye un jugo lechoso, semejante a la gutapercha, que puede vulcanizarse. La madera es blanca y se usa en las construccio- nes navales. LUCUMA Comprende varias especies propias de las regiones más cálidas de América; las Antillas, la Guayana, la hoya del Orinoco, etc. Las principales son : L. mammosa, sapote mamey, cuyas semillas contienen ácido cian- hídrico. £L. bonplandu, mamey de Enctateha: El jugo lechoso de este ár- bol es tan acre, que aplicado a la piel produce escaras; se emplea para destruír las verrugas y las carnes fungosas de las úlceras. Las —semillas contienen un aceite fijo, semejante al de las almendras amargas; tienen ácido prúsico, lo mismo que la corteza. El aceite se usa para el pelo. s 304 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ El mimusops balata, hermoso árbol de las hoyas del Orinoco y del Amazonas, produce la gutapercha llamada balata. La corteza es astringente, y como las lucumas y los achras, se usa como hemos- tático. Familia XCVI—Estiracáceas Son árboles o arbustos de hojas alternas, sin estípulas, de flores axilares, rara vez terminales. Cáliz persistente, con cuatro o cinco ló- bulos en el limbo. Corola gamopétala, regular. Estambres en núme- ro indefinido, libres o unidos por su base. Ovario súpero o Ínfero, tiene cuatro lóculos, separados por tabiques muy delgados, con cua- tro óvulos en cada lóculo, insertos en el ángulo interno. Estilo y es- tigma sencillos. El fruto, ligeramente carnoso, consta de uno a cua- tro núculos huesosos. Consta esta familia de unas ciento dieciséis especies, agrupadas en seis géneros. Las estiracáceas se encuentran en ambos hemisferios. Las espe- cies del género styrax son principalmente de Asia y de la Malesia ; muchas de ellas producen bálsamos o resinas aromáticas que contie- nen ácido benzoico y un principio propio al que deben su fragancia, tales son: el S. officinalis, que produce el estoraque, y el S. benzoín, que produce el benjul. En la flora colombiana están representadas por el género simPLO- cos, que cuenta unas seis especies, todas de la región fría, entre 2,000 y 2,600 metros sobre el mar. La principal es: S. aLsronia—Té de Bogotá, llamado por Lineo y por Mutis, alstonia theaiformes; vive en los Andes de Bogotá y de Popayán. Debe su nombre común a cierta semejanza que, con el verdadero té, tiene la infusión de sus hojas, las cuales son ligeramente astringentes. Familia XCVII—Jazmináceas Son árboles o arbustos de flores hermafroditas, menos en el gé- nero fresno, que son polígamas. Cáliz gamosépalo y turbinado. Go- rola gamopétala, regular, con cuatro o cinco lóbulos, a veces muy profundos. Estambres dos. Ovario bilocular, en cada lóculo hay dos óvulos pendientes. Estilo sencillo. Estigma bilobado. El fruto es una cápsula de uno o dos lóculos, o una drupa carnosa que encierra un núcleo huesoso. a 1d TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 395 Esta familia, cuyas especies son, en lo general, de las zonas tem- pladas, se distinguen por el aroma de sus flores, tales son las del gé- nero syringa, S. vulgaris, dubia, etc., originarias de Oriente, y cono- cidas con el nombre de lilas y de siringa ; las del género jazminum, J. fruticans, jazmía amarillo; Y. grandiflorum, jazmín de España ; J. sambac, diamela o jazmín de Arabia, etc., cultivadas en todo el mundo. El género oLga, del cual algunos autores han formado la fami- lia de las oleáceas, es de grande importancia por pertenecer a él el olivo común. Olea europea, variedad sativa, cuyos frutos, las acei- tunas, producen el mejor aceite comestible, y constituye una de las principales riquezas de los países que lo cultivan. . El Fresno, Fraxinus ornus, especie europea, produce la sustan- cia azucarada llamada Mand, que se usa en medicina como purgan- te suave. - | En la flora colombiana esta familia está representada por el Chio- nanthus pubescens, llamado arupo, de la región de Pasto. Arbol de flores rojas que crece a los 2,100 metros sobre el nivel del mar. Familia XCV [II—Apocyneas Son árboles o arbustcs lactescentes, a veces volubles, de hojas opuestas y enteras. Cáliz con cinco sépalos libres o soldados. Corola gamopétala, regular, con frecuencia está provista en la garganta de pelos o escamas. Estambres cinco, alternos con los lóbulos de la co- rola; las anteras se adhieren fuertemente al estigma. Ovario con uno o dos carpelos polispermas. Estilo uno, y estigma cilíndrico o dis- coide, está como estrangulado en su parte media. El fruto es un fo- lículo sencillo o una cápsula bivalve. Las semillas están con frecuen- cia coronadas por un plumón sedoso, más o menos abundante. Son plantas esencialmente tropicales. La flora colombiana cuen- ta con numerosas especies, casi todas de las tierras cálidas y templa- das. Sólo la echites bogotense, pequeño bejuco de los alrededores de Bogotá, vive en la región fría a 2,600 metros sobre el mar. Consta esta familia de unas 570 especies, agrupadas en unos cien géneros. Generalmente son vegetales hermosos y de flores brillantemente coloreadas ; pero son venenosos en la mayor parte de los casos. El fruto de la tanghinia venenífera, de Madagascar, basta para matar Lim, > Pe q al? e o AENA ye 396 | CARLOS CUERVO MÁRQUEZ veinte personas. El laurel rosa, de Europa, o adelfa, nerzum olean- des, cultivado en los jardines de tierra caliente, es tan venenoso, que un soldado del ejército que invadió a España bajo Napoleón, em- pleó una rama de este arbusto para asar la carne, y de doce solda- dos que comieron de ella, siete murieron, y los otros cinco enferma- ron: gravemente. En lo general, todas las especies de esta familia tie- nen propiedades muy enérgicas. Los géneros principales son: ECHITES Cuenta con numerosas especies, todas volubles, propias de las tierras calientes, excepto la E bogotensís. El jugo lechoso que produ- cen es venenoso ; lo mismo que el de las especies del género rawolfía, como la R. termifolia, de Mompós. THEVETIA Arbustos americanos de hojas alternas. Flores de corola hipocra- teriforme. : Sus especies son propias de las regiones ardientes de la América intertropical. La- 7. nerifolia, covalonga en Ocaña; lengua de gato, en Mom- pós, etc., es un arbusto culiivado como adorno en los jardines de todas las lierras calientes: Melgar, Honda,. Cartagena, etc., tanto por su elegante porte, como por el aroma que exhalan las her= mosas flores amarillas que tiene. Es lechoso y muy venenoso. Intro- ducido en el estómago produce náuseas, delirio, convulsiones irregu- lares y últimamente la muerte. El envenenamiento lento producida por las semillas, es muy diferente; provoca la parálisis, principal- mente de los músculos de la lengua, hasta ocasionar la completa mu- dez; la parálisisinvade luégo todo el cuerpo hasta producir la muer- te. La corteza se usa como catártica y febrífuga. El jugo lechoso es la parte más activa. Sus propiedades las debe a un aceite fijo y a un principio propio llamado thevelina. TABERNAEMONTANA Arbustos lechosos de la América equinoccial. La 7. citrifolia, jazminillo en Cartagena. 7. tetrastachya y reparia, del rio Magdale- na, son conocidas, lo mismo que otras especies, con los nombres vul- gares de cojón de cabro y de mico en Cundinamarca y el Tolima, y de guacharaco en los llanos de San Martín. Son aromáticas, y la cor- 397 teza y la leche son consideradas como febrífugas. La leche es muy cáustica y se emplea para destruír las verrugas y las fungosidades PLUMIERIA Sus especies son también venenosas. La P. alba, cultivada como planta de ornato, llamada azuceno en Ocaña, en Hon la, en la Costa, en los llanos de San Martín y Villavicencio; amoncayo, en el Cauca; amapola, en Venezuela, etc. El jugo lechoso del tronco es drástico y corrosivo, y su acción es semejante a la de los euforbios. Sa le utili za al exterior contra las afecciones cutáneas, como la sarna, los em- peines, etc. Grcusourdy dice que tiene propiedadas antisifilíticas. LACMELIA Karsten creó este género para un primoroso arbusto de los lla- nos de San Martín, llamado lechemiel, L. edalís, por el jugo lechoso que contiene en abundancia, el cual tiene un sabor muy agradable de leche endulzada y perfumada por cierta cantidad de ácido ben- zoico. Es inofensivo. GUACHAMACA Así ha designado el doctor Grousordy el género al cual pertene- ce el guachamacay, G. toxicar:a, arbusto que crece en abundancia a la orilla de los ríos y caños de los llanos del Orinoco y sus afluentes, Nosotros lo hemos encontrado en el Guaviare y en el Vichada. Tie- ne un jugo lechoso amarillo, de propiedades venenosas muy enérgl- lu) ) lu) . cas. Los peces y animales que se cogen por la acción del guachama- cay, no se pueden aprovechar, porque transmiten la acción del vene- no, lo que no sucede con los barbascos, con el curare, etc. Las ra- mas de este arbusto son muy rectas, debe evitarse emplearlas para asar carne u otros usos semejantes, lo cual produciría funestos re- sultados. Familia XCIX—Asclepiadáceas Esta familia ha sido considerada por muchos autores como sim- ple tribu de las apocíneas. Como ella comprende arbustos leñosos o volubles, provistos de un jugo lechoso emeto-catártico, drástico y venenoso, aunque en menores proporciones. Según De Candolle, la diferencia esencial que existe entre las dos familias, consiste en que e” MI 398 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ el polen de las apocíneas está compuesto siempre de granos separa- dos, mientras que en las asclepiadáceas siempre están los granos uni- dos formando masas sólidas. Consta esta familia de unas goo especies, agrupadas en ciento cuarenta especies. Son propias de Jos países ecuatoriales, principalmbnte de Africa. Las especies colombianas son de las regiones templadas y cálidas. A ellas pertenecen aquellos bejucos cuyo frutos son conocidos con el nombre de Palomitos, por la singular disposición de sus semillas. Los géneros principales son: ASCLEPIAS Su especie principal es Á. curassavica, llamada jalapa, en Antio- quia ; lombricera, en Cundinamarca; bencenuco, en Santander. Co- mún en todas las tierras templadas y calientes. La raíz y las flores tienen propiedades eméticas que deben a un principio propio, lla- mado asclepiadina, común a todas las plantas de la familia. Se em- plea también como hemostático y antisifilítico. A. gigantea—Llamado árbol de seda, en Tocaima; vejigo, en Santander; común en las tierras calientes de la América ecuatorial hasta ¿oo metros sobre el nivel del mar. Las semillas están envuel- tas en un largo plumón sedoso de un blanco plateado brillante. Tiene propiedades eméticas y sudoríficas. Se ha empleado contra las afecciones cutáneas rebeldes, y aun contra la lepra. GONOLOBUS Su especie principal es el cundurango, G. cundurango, especie voluble de Colombia y Ecuador, que alcanzó hace algún tiempo cierta notoriedad como específico contra el cáncer, pero los resulta- dos, por desgracia, no fueron satisfactorios. Tiene propiedades tóni- cas, hemostáticas y antisépticas. Al principio activo se le ha dado el nombre de cunduranguina. En las riberas del Magdalena, en Mompós, crece el G. riparius y otras especies. La flor de cera, hoya carnosa, cultivada en las tierras camdRe y templadas, es originaria de Asia. Familia C—Loganiáceas Son árboles, arbustos o plantas herbáceas, de hojas enteras, opuestas, con dos estípulas, a veces unidas. Flores solitarias o en TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 399 racimos o corimbos. Cáliz libre, con cuatro o cinco sépalos. Corola gamopétala, regular, con cuatro o cinco lóbulos. Estambres en igual número a los lóbulos de la corola. Ovario libre, con dos o tres lóculos. Estilo y estigma sencillos. El fruto es unas veces seco y capsular, otras carnoso y drupáceo. En el primer caso con dos lóculos polispermos; en el segundo, con una o dos semillas. Estas son peltadas, con su en» dospermo carnoso o córneo. Las loganiáceas son propias de los países equinocciales. Las es. pecies colombianas son todas de las tierras calientes. - Es quizás la familia que contiene plantas más venenosas. Sus es- -pecies, en número de ciento setenta, se han agrupado en veinticuatro. p , géneros, divididos a su turno en dos tribus: spigelias y strichneas, Los géneros principales son : SPIGELIA Comprende yerbas o semiarbustos de la América ecuatorial. S. anthelmia—Yerba de lombriz o lombricera. Común en las Antillas, Santamarta, la hoya del Orinoco, etc. Es planta muy vene- nosa. Parece poseer los dos efectos de las stricneas, pues tiene a la vez sus propiedades paralizantes y tetánicas. Lus animales envene- nados con ella mueren con convulsiones tetánicas después de pre- sentar los síntomas del mayor abatimiento. Se considera el caldo de limón como antídoto de su veneno. El principio activo es una sus- tancia amarga, la spigelina, que se encuentra en toda la planta. Tiene propiedades antihelmínticas muy pronunciadas, y como tál se usa en la farmacopea de los Estados Unidos. Propiedades semejantes tiene la S. amelioides de Guaduas, Pan- di, etc. STRYCHNOS Son arbustos, a veces trepadores, propios de las regiones más ardientes del Asia y de América. Sus especies principales son : S. nuz vómica—Crece en la India y en la Cochinchina. Es plan- ta esencialmente venenosa. Sus semillas, conocidas con el nombre de nuez vómica, producen rigidez extraordinaria y convulsiones te- tánicas de los músculos antes de ocasionar la muerte. Suministran la estricnina y la brucina, alcaloides de la mayor importancia por las aplicaciones que tienen en la medicina y que son sus principios activos. En pequeñas dosis estimulan el apetito, vigorizan la diges- 400 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ tión y aumentan la secreción de la orina. Se usan en los casos de parálisis, dispepsia, disenteria, afecciones del sistema nervioso, y también contra la impotencia. | E S. toxicaria—Curare. Bejuco propio del alto Orinoco, del Rio- negro, el Casiquiari, etc. Suministra el célebre veneno de. los indios del Orinoco, conocido con el nombre de curare, que no es sino el jugolácteo de la planta ; por eso la parte venenosa es únicamente la corteza y la albura de los troncos y ramas. Su :efecto es tan rápido y tan enérgico que se dice que la herida de una flecha envenenada con curare bien preparado mata a un hombre a los quince minutos. Su acción obra principalmente sobre los nervios motores, así es que paraliza el movimiento de los heridos, que mueren asfixiados; pero no afecta los nervios sensitivos. Según los experimentos del doctor Harley, de la Universidad de Londres, resulta que las convulsiones tetánicas producidas por la estricnina se desvanecen por el curare, lo que ha inducido a curar el tétanos por el curare y a considerarlo como contraveneno de la estricnina. El curare no tiene acción sobre los nervios sensitivos. No afecta la medula espinal y paraliza de repente los nervios de la locomoción. Obra sobre el organismo de un mo:o semejante al virus de la cule- bra cascabel. Se ha ensayado con éxito contra la corea y contra la epilepsia. Iatroducido al aparato digestivo no ejerce acción alguna sobre el organismo, así es que los animales muertos por el curare se co- men sin inconveniente alguno; antes se dice que su carne es más tierna y delicada. Para que el curare ejerza su acción tóxica es pre- ciso introducirlo en el sistema circulatorio : entonces sus efectos mor- tales se hacen sentir inmediatamente. Se dice que se combate su acción, abriendo la herida con una navaja y llenándola con polvo £ino de sal común. El principio activo del curare es un alcaloide lla- mado curarina. : La ignatia amara—Cobalonga, haba de San Ignacio, es un árbol de las Fitipinas cuyas semillas contienen los mismos principios de la nuez vómica y tiene propiedades semejantes. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 401. Familia CI Gencianáceas Son en lo general plantas herbáceas, de hojas opuestas, enteras, glabras y sin estípulas. Flores axilares o terminales. Cáliz gamosé- palo, con cinco divisiones. Corola gamopétala, regular, con cinco ló- bulos imbricados y retorcidos antes de su desarrollo. Estambres cinco, alternan con los lóbulos de la corola, Ovario fusiforme, uni- locular, con varios óvalos fijos en dos trofospermas parietales. Estilo sencillo o bipartido. Estigma sencillo. El fruto es una cápsula uni- locular y multiseminada que se abre en. dos valvas, cuyos bordes están vueltos hacia adentro. Las gencianáceas se encuentran en todo el mundo, desde las tierras bajas más cálidas, hasta la región de las nieves perpetuas. En la flora colombiana, por ejemplo, la coutoubea minor, del Ori- noco y del Meta, y la couloubea spicata, de Honda, son de las tie- rras calientes hasta los 4oo metros sobre el nivel del mar, mientras que la genciana cerastioides, de Pasto; la genciana corymbosa, de Bogotá, son de tierras frías; lo mismo que la swertía asclepiadea, del páramo de Chingasa, y la S. hipericoides, de Zipaquirá; y otras gencianas viven cerca de las nieves perpetuas del Tolima, del Ruiz y del volcán de Pasto. El carácter general de las gencianáceas es ser amargas y febrí- fugas. La raíz de la genciana láctea, especie europea, es la más usa- da en medicina, probablemente por ser la más conocida. Familia CII—Bignoniáceas Son árboles o arbustos, algunas veces trepadores y provistos de zarcillos. Hojas opuestas, rara vez alternas y con frecuencia com- puestas. Flores terminales o axilares. Cáliz gamosépalo, con cinco lóbulos. Corola gamopétala, irregular, con cinco divisiones. Estam- bres cuatro, didinamos, acompañados de un filamento estéril. Algu- nas veces son cinco estambres fértiles. Ovario dispuesto sobre un disco hipogino con uno, dos o cuatro lóculos. Estilo sencillo, Estig- ma bilamelado. El fruto es una cápsula bilocular que se abre en dos valvas, o es duro e indehiscente. Las semillas están con frecuen- cia bordeadas de una ala membranosa. 26 JODA CARLOS CUERVO MÁRQUEZ > Las bignoniáceas son principalmente plantas tropicales, notables por sus hermosas y abundantes flores, en forma de trompeta Ñ pro- vistas de hermosos colores. Tal como la hemos presentado comprende unas quinientas espe- cies, agrupadas en cincuenta y cinco géneros, que se han dividido en tres tribus, a saber: Tribu I— Bignonias. Fruto capsular. Semillas aladas. Tribu lI—Pedulineas o serameas. Fruto drupáceo. Semillas no aladas. Tribu 11 —Crescentias. Fruto abayado, a unilocular. TRIBU I—-BIGNONIAS Los géneros principales son : BIGNINIA Son plantas arbóreas o arbustos trepadores, de corola bilabiada. El fruto es una cápsula bivalve, con las semillas comprimidas y aladas. : Las especies colombianas de este género son de las tierras ca- lientes y templadas. Tienen propiedades antisifilíticas. Las principa- les son: B. hondense. Alpargata. Común en Honda, Mariquita, Tocaima, etc., hasta 300 metros sobre el nivel del mar. | Bb. ripar.a. Dei bajo Magdalena, en Mompós, etc. B. antisifilitica. Arbusto trepador, del bajo Magdalena, Santa- marta, la Guayana, etc. Se usa en fomentos y lavatorios para curar los tumores sifilíticos. B. chica - Chica—Herm so arbusto trepador, de grandes flores roj: as, que se encuentra en abundancia en Pandi, Melgar y también en el Orinoco y el Casiquiare. Las hojas hervidas en agua suminis- tran un color rojo, mny asado en tintorería. En Pandi lo usan para teñir de rojo las fibras con que fabrican estera, petacas y otros arte-. factos regionales. Los indios del Orinoco lo emplean, como el achio- te, para pintarse de rojo. Al algodón le comunica un buen color rojo naranjado; con ella teñían los chibchas sus telas y pintaban en las piedras los petróglifos o jeroglíficos, que toda vía se ven en Pan- di, en Facatativá, etc. eS TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 403 TEC" MA Las especies de este género son árboles de hojas compuestas, di- gitadas o imparipinadas, de flores terminales o en panojas, amarillas o encarnadas. Son propias de la América equinoccial. Las principa- les son : T. estans —Fresno de América—Chislosbirlos—Hermoso árbol, cultivado en Bogotá, por su hermoso porte y por sus grandes y nu- merosas flores amarillas. Tiene la raíz diurética. T. pentaphylla—Ocobo, en Cundinamarca, Roble en ina der y en Puerto Rico—Es febrifugo y astringente. Suministra bue- na madera de ebanistería. TP. spectabilis —Chicalá en Cundinamarca, Cañaguate en Santa- marta y en Cúcuta—Pasa por febrifugo. Produce buena madera de construcción. > JACARANDA Comprende hermosos árboles, de hojas compuestas y de flores azules, dispuestas en grandes racimos; son propios de las regiones cálidas de la América tropical. Las especies principales son : J. gualanday —Gualanday—Hérmoso árbol de hojas pinadas y de numerosas flores azules, muy común en las tierras calientes, lla- nos del Tolima, Fusagasugá, Melgar, etc. Es muy reputado como excelente antisifilítico, y se usa tanto en infusión como en jarabe. Es poderoso sudorífico y sialogogo. La carobína, álcali del J. caro- ba, del Brasil, debe ser también su principio activo. J, lancifolia —Pavito—De los Llanos de San Martín, tiene las mismas propiedades. La Codazzia rosea, Jagúito—Es un hermoso árbol de los An- des de Bogotá. Se cultiva como de ornato por sus flores rosadas. Es astringente y con los frutos se tiñe de negro. TRIBU JI—SESAMEAS SESAMUM Sus especies son propias de la India. S. indicam—Ajonjolí—Suministra las semillas llamadas Ajonjo- l, de dond» se obtiene un aceite usado en medicina y en economía doméstica. 404 | CARLOS CUERVO MÁRQUEZ CRANIOLARIA -C. annua—Escorsonera—Es planta de hermosas flores blancas, propia de las tierras calientes, hasta oo metros sobre el nivel del mar. Las Antillas, Cartagena, el Banco, etc. Exhala un fuerte olor de almizcle y tiene las hojas viscosas. La raíz es muy usada como depurativo y antiescrofuloso. El principio activo parece ser una sustancia muy amarga, acre y algo aromática, que reside en la parte amarilla de la corteza. Tiene una acción decidida como tó--. nico del útero, y forma la base de las píldoras tocológicas, recomen- dadas en los desarreglos de la mujer. | TRIBU II —CRESCENTIAS Su género principal es : CRESCENTIA Sus especies son propias de la América ecuatorial. Las más notables son : Crescentia cujete —Totumo. C. cucurbitina—Calabazo. Son propias de las tierras calientes. Las hojas y los cogollos se usan para contener las hemorragias y para cicatrizar las heridas. La pulpa de los frutos se recomienda para las enfermedades del apa- rato respiratorio y «aun para la tisis. Pero la importancia de estas plantas proviene de sus frutos, cuyo pericarpio seco, leñoso y resis- tente sirve para hacer vasijas y otros utensilios domésticos de tama- ños y formas diversas, muy usados en todas las poblaciones de la América intertropical; y en algunas partes, como en ciertas pobla- ciones del alto Magdalena, constituyen un ramo de comercio de bastante consideración. Familia CHI—Polemoniáceas Plantas herbáceas o leñosas, a veces volubles. Cáliz gamosépalo, con cinco lóbulos. Corola gamopétala,' con cinco divisiones más o menos profundas. Estambres, cinco, insertos en la corola. Ovario trilocular, colocado. sobre un disco. Estilo sencillo. Estigma trífido. El fruto es una cápsula trilocular. - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 405 -En su mayor parte son plantas americanas de las zonas templa- das. Son casi desconocidas en los países tropicales. Consta esta familia de unas ciento cuatro especies, agrupadas en diecisiete géneros. Los principales son : Cantúa—La especie €. pirifotia, del Cauca, del Ecuador y del Perú, es empleada para teñir de amarillo. Cobea —Su especie más conocida es la €. scandeus— Yedra mo- rada —Funeraria—Hermosa enredadera, originaria de Méjico y cul- tivada en las tierras frías, Bogotá, Tunja, etc. Phlox — Muchas de sus especies: Ph. paniculata, Ph. maculata, son cultivadas por sus flores muy aromáticas. El cultivo ha produ- cido numerosas variedades. % Familia CIV—Convolvulaceas Plantas herbáceas o subfrutescentes, casi siempre volubles y tre- padoras, con hojas alternas y sencillas. Cáliz con cinco sépalos re- gulares. Corola gamopétala regular, con cinco lóbulos. Estambres, Cinco, insertos en la corola. Ovario libre, situado sobre un disco hi- pogino, tiene dos o cuatro lóculos. Estilo sencillo o doble. El fruto es una cápsula que se abre en dos o cuatro valvas, cuyas suturas corresponden a los tabiques. Son muy abundantes en los países intertropicales y casi desco- nocidas en los climas muy fríos. En la flora colombiana abundan en las tierras templadas y algunas son notables por sus hermosas flores, conocidas con los nombres de' Convólvulo y Batatilla, de los géneros Evolvulus y Pharbites, etc. Las raíces abundan en un jugo lechoso acre, que tiene propie- dades diuréticas y purgantes, debidas a una resina particular que es el principio activo de la Jalapa, proveniente de la Exoginium purga, originaria de Méjico. Aquellas pequeñas plantas volubles, desprovistas de hojas, que tienen la apariencia de largos hilos amarillos que se desarrollan so- bre otras plantas, tanto en la tierra fría como en la caliente, en la Sabana de Bogotá, en Tocaima, etc., llamadas fideos, cuerdilla, etc., pertenecen al género cúscuta de esta familia. 406 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ > Familia CV-—Borragineas Yerbas, arbustos y hasta árboles, provistos en las hojas y en el tallo de pelos hirsutos. Hojas alternas. Flores en racimos escorpioi- des. Cáliz gamosépalo, regular, con cinco lóbulos. Corola gamopé- tala, de cinco lóbulos; presenta, en algunos géneros, en la gargan- ta, cinco fórnices o apéndices. Estambres cinco, alternos con los lóbulos de la corola. Ovario cuadrilobado, tiene cuatro lóculos mo- nospermas; es muy deprimido en el centro. Estilo terminado por un estigma bilobado. Fruto compuesto de cuatro carpelos monos- permas. . Son propias principalmente de los países templados del hemis- ferio norte. Las especies colombianas son de las tierras frías. Las principales son: Lhretía tomentosa, de Bogotá ; Cynoglossum tria-. neum, de Antioquia, vive a 3,000 metros de altura; LEritrichium li- nifolium, del Quindío y de Pasto, etc. Las Borragíneas son mucilaginosas y emolientes. Se dice que contienen nitrato de potasa. Las más conocidas son la Borraja, Bo- rago officinalis, usada como sudorifico; y el Heliotropo, Heliotro- pium peruvianum, cultivado por el aroma de sus flores, muy emplea- das en perfumería. De ellas se extrae un glucoside, la heliotropina, de propiedades antisépticas. Muy vecina de esta familia es la de las CorbrAceas, que algu- nos consideran como simple tribu de ella. En la flora colombiana está representada, principalmente, por la Cordia Salviaefolía, árbol - conocido con el nombre de Salvio Negro, común en los Andes de Bogotá, Facatativá, etc.; y C. lanata, Salvio Blanco, que crece con el anterior. Suministran regular madera de construcción. Familia CVI—Labiadas Esta familia constituye una de las más naturales del reino vege- tal, y una de las más importantes desde el punto de vista de sus aplicaciones. Son plantas herbáceas, algunas veces arbustos, de tallo cuadra- do, hojas sencillas y opuestas. Flores axilares, en espigas o en raci- mos. Cáliz gamosépalo, tubular, con cinco dientes desiguales. Goro- la gamopétala, tubulosa, irregular, dividida en dos labios. Estam- ». CN 3 = pd A ss PU A TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 407 bres, cuatro, didinamos, a veces abortan los más cortos. Ovario si- tuado sobre un disco hipogino, profundamente cuadrilobado. Estilo sencillo, estigma bífilo. El fruto se compone de cuatro aquenios monospermas, encerrados en el cáliz persistente. * ki Las Labiadas carecen de propiedades nocivas o deletéreas; la mayor parte son fragantes y aromáticas, usadas como tónicos, y al- gunas empleadas en perfamería. Esta numerosa familia, que consta de cerca de dos mil quinien- _tas especies, agrupadas en unos ciento veinticinco géneros, se halla dispersa en todo el mundo, y tiene numerosos representantes en la flora colombiana. Muchas especies exóticas se cultivan por su aro- ma, como yerbas fragantes y medicinales; por ejemplo, la Salvia común, Salvia oficinalis ; las Albahacas, Oscymum basilicum y gra- tisimum ; el Orégano, Hyptis suaveolens ; la Alhucema, Lavándula vera ; el Toronjil, Melissa officinalis ; el Orégano, Oreganum vulga- re; la Mejorana, Oreganum mejorana ; el Tomillo, Zhymus vulga- ris; el Romero, Rosmarinus officinalis, etc. Muy usadas ya como condimento o como cordiales. Todas son estimulantes. El género Salvia cuenta numerosas especies en nuestra flora, como son: S. tolimensis, S. tortuosa, S. Moschata, etc., todas de las regiones frías y templadas. El género oscymum está representado por la albahaca de tierra " caliente, planta aromática, común en Anapoima, Tocaima, etc. El poleo, pequeña labiada que crece en abundancia en los pra- dos húmedos de tierra fría, y que es notable por su exquisita fra- gancia, Micromeria brown, es distinto de la planta europea que lle- va el mismo nombre y que pertenece al género Mentha. Las labia- das aromáticas deben: sus propiedades a la esencia que contienen. El toronjil, Melissa officinalis, es la base de la Agua carmelita- na, de uso universal. Las plantas de ornato, de hojas de color, llamadas coleos, perte- necen al género Coleus, de esta familia. Familia CV[I—Verbenáceas Yerbas, árboles o arbustos de hojas generalmente opuestas. Flo- res en corimbos o en racimos. Cáliz gamosépalo, tubular. Corola ga- mopétala, tubular, con el limbo a veces irregular. Estambres didi- h q y pa » IT MIA SES TAN o N y ad 408. CARLOS CUERVO MÁRQUEZ namos, o sólo dos, por aborto. Ovario con dos o cuatro lóculos. Estilo sencillo. Estigma sencillo o bífido. El fruto es una baya o una drupa, compuesta de dos o cuatro lóculos monospermas. Las especies de esta familia son más comunes en los países tro- picales que en las zonas templadas. En la zona tórrida son arbus- tos y árboles, mientras que en las latitudes frías son apenas plantas herbáceas. Las especies colombianas son, unas de las tierras frías y otras de las templadas y calientes. Algunas son tónicas y aromáticas Consta esta familia de unos cuarenta y cinco géneros, de los. cuales los principales son : V-NIENA Son plantas herbáceas, de tallos cuadrangulares y de flores en espinas o cabezuelas terminales. Sus especies más notables son : V. dichotoma—V erbena—De todas las tierras templadas, desde la Sierra de Santamarta, Ocaña, Fusagasugá hasta Popayán. Nota- ble por sus grandes flores de color morado oscuro. V. valerianoides—Verbena—De las tierras frías de Cundina- marca y Boyacá. Característica de tierras feraces. Son consideradas como refrescantes y tónicas, y se emplean en el tratamiento de la fiebre tifoidea. Es muy semejante a la verbena europea, V. offict- nalis. LIPPIA Comprende arbustos americanos, por lo común aromáticos. L. citrodora, Aloysia citradora, de Jussien—Cidrón—Arbusto —originario del Perú, pero cultivado en Colombia en las tierras frías, por el exquisito aroma de sus hojas, debido a la presencia de un / aceite especial y de un principio propio llamado £L:ipprol. Se usa en infusión y tiene propiedades tónicas, diaforéticas y pectorales. Lippia geminata, Lippia dalcis. Salvia de tierra caliente—Cre- cen en la hoya del bajo Magdalena. Son aromáticas y se conside- ran como pectorales. LANTANA Sus especies son arbustos aromáticos, propios de las regiones tropicales, en especial de América. Tienen propiedades febrífugas y son además aromiticas y tónicas. Obran sobre la circulación y bajan la temperatura, debido a un principio propio llamado Lantanina. "ST AY MOI PE a SPRAY ES AAN AA e SL A TE al. AA EMENTAL DE BOTÁNICA 409 L. cámara, L. crocea—Cariaquito—De las Antillas y del litoral de Colombia y Venezuela ; tienen, como las demás especies del gé- nero, propiedades estimulantes y tónicas muy pronunciadas. La in- fusión de las hojas se usa para facilitar las funciones digestivas, y como antiespasmódicos. L. Moritziana. Sanguinaria—De flores rojas, caracteriza la flora de las tierras templadas, entre 600 y 2,000 metros. : DURANTHA D. mutissu—Espino negro. Común en la Sabana de Bogotá y en Pamplona, en donde es conocido 'con el nombre de garbancillo. En él vive el gusano de seda, cultivado por las Hermanas de la Ca- ridad de Bogotá, y cuya fibra trabajan con esmero. El espino de largos aguijones rojos, llamado Cuca en Ocaña, es el D. ellisia. AVICENIA La especie principal es : A. nitida—Mangle—Crece en la costa del mar de las Antillas, en la desembocadura de los ríos. El tronco, recto y alto, se emplea para los mástiles de embarcaciones pequeñas. Es notable su made- ra, por el entrecruzamiento de sus fibras, en todo sentido. Denst- dad, 0.768. El árbol conocido en el valle del Cauca con el nombre de Pale blanco, Citharexilon tomentosum, pertenece también a esta familia. Familia CVIII—Acantáceas Yerbas o' arbustos de hojas opuestas y de flores en espigas, acompañadas de brácteas en su base. Cáliz con cuatro o cinco sé- palos. Corola gamopétala, irregular, a veces bilabiada. Estambres didinamos ; a veces son dos, por causa de aborto. Ovario dispuesta sobre un' disco anular, tiene dos lóculos. Estilo sencillo. Estigma bilobado. El fruto es una cápsula bilocular, se abre con elasticidad en dos valvas, cada una lleva consigo la mitad del tabique. Las se- millas están situadas sobre un podosperma filiforme, a veces ensan- chado en forma de gancho. Las Acantáceas son plantas esencialmente tropicales. Sólo el gé- neru Acanto, cuyas hermosas hojas dieron el tipo del capitel corin- AA > y ' 4 410 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ tio, es propio de las zonas templadas. Algunas, como las de los gé- neros Justicia y Ruellia, son plantas muy hermosas, pero en gene- ral son de escasa importancia. La mayor parte son mucilaginosas y ligeramente amargas, algunas son pectorales y otras se usan en tin- torería. Los géneros principales son : JUSTICIA Este género cuenta en la flora colombiana varias especies, lo- das propias de las regiones ardientes. Las más notables-son : J, pectoralis —Yerba del carpintero—Es común, cultivada o sil- vestre,en toda la América ecuatorial, Cartagena, Magangué, las An- tillas, llanos del Orinoco, San Fernando de Atabapo, etc. Tiene pro- piedades pectorales y se usa en infusión. También se considera como vulneraria y resolutiva. Se emplea para curar las heridas, de donde le viene el nombre común. Entra en la composición del elíxir de Courceller. J. poligonoidea, del Valle del Cauca, Y. interrupta, de Mariquita y Santa Ana tienen propiedades análogas. RUELLTIA Nuestra flora cuenta numerosas especies, algunas cultivadas por sus flores. | R. macrophylla—Maravilla—De Turbaco, Santamarta, etc. .R. purdieana—De hermosas flores, color lila purpúrea. Propia de las tierras calientes. Se cultivan algunas variedades. R.inundata, de Mompós, de flores rojas. R. geminiflora, del norte del Tolima, de flores violadas, etc. La raíz es emética, y se usa en lugar de la hipecacuana. TRICHANTEIA . Su especie principal es 7. gigantea, cajeto en Ocaña; tuno en Vi- llavicencio; nacedero en Ibagué. Arbusto de una zona de dispersión muy extensa, muy común en las orillas del Magdalena. Se conside- ra como antihelmíntico. : La aphelandra pulcherrima crece en Cartagena, lo mismo que la eritraria frondosa, ambas de flores azules, - Familia CIX—Solanáceas Son yerbas o arbustos, algunas veces provistos de aguijones, de hojas alternas, sencillas y sin estípulas. Flores extraxilares o en es- pigas o racimos. Cáliz gamosépalo y persistente con cinco divisio- nes. Corula gamopétala, regular, con cinco lóbulos. Cinco estambres. Oyario situado sobre un disco hipogino con dos, tres o cuatro lócu- los polispermas. Estilo sencillo, estigma bilobado. El fruto es una baya, como en la papa, o una cápsula de dos a cuatro lóculos polis- permas que se abren en otras tantas valvas, como en el tabaco; se- - millas reniformes, de endosperma carnoso. - Las especies de esta familia están dispersas en todo el mundo, pero son más abundantes en los países intertropicales, tanto en las regiones frías como en las cálidas y templadas. - Aun cuando algunas especies suministran alimentos sanos y agra- dables, como la papa y el tomate, todas las plantas de esta numero- sa e importante familia contienen ya en las hojas, ya en los frutos, y en mayor o menor proporción, un principio acre y narcótico, que por lo menos es siempre perjudicial cuando no constituye un vene- no activo y peligroso. Los géneros principales son : NICOTIANA Sus especies son, en la mayor parte, propias de la América ecua- torial. La más notable es: N. tabacum — Tabaco—Planta americana, cuyo cultivo se ha ex- tendido por toda la zona tórrida por el uso que se hace de sus hojas ya para la fabricación de cigarros, ya, en parte, como masticatorio, o ya en polvo, en forma de rapé, como estornutatorio. El consumo - inmenso que en todo el mundo se hace del tabaco ha convertido su cultivo en considerable fuente de riqueza para los países que lo pue- den hacer. El tabaco requiere una tierra rica y al mismo tiempo arenosa. Como su cultivo agota rápidamente el terreno es preciso abonarlo con frecuencia. En Colombia el tabaco se produce de muy buena clase en Ambalema ; en las sabanas del Carmen, en Bolívar; en Palmira, etc. El tabaco es un poderoso narcótico estimulante. Su uso disminu- ye el apetito, entorpece los nervios gástricos y predispone a la arte- 412 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ rioesclerosis; se dice que afecta la memoria. El uso exagerado es causa frecuente de parálisis. Es un vicio que debe combatirse enér- gicamente, principalmente en los niños, para cuyo desarrollo es muy perjudicial. El principio activo del tabaco es la nicotina, alcaloide líquido y volátil preconizado contra el tétanos. El aceite de tabaco que se absorbe y se pasa en el acto de fumar es uno de los más violentos venenos conocidos. El saire, /V. pulmonaroides, de Ipiales, se cultiva como planta medicinal. | DATURA Plantas herbáceas o arbustos virosos, de hojas oblongas y de flo- res solitarias. Las especies principales son: D. stramonium—Estramonio—Planta americana, pero extendida en todo el mundo. Llamado yerbagómez en Santander y tonca en el Cauca. D. arbórea—Borrachero blanco—Propia de la región fría de log Andes colombianos, Pamplona, Tunja, Bogotá, Popayán, etc. D. sanguinea—Borrachero rojo—Crece con el anterior. Propta- mente debiera ser simple variedad. Son plantas muy venenosas. Las hojas se emplean al exterior como anodinas y resolutivas. Tienen propiedades narcóticas muy pronunciadas. Conocido es el accidente ocasionado en Chocontá a los soldados del conquistador Quesada por haber tapado con hojas de borrachero la olla en que cocinaron sus alimentos. Las semillas del borrachero llamadas chamico en el Cauca, tonca en el Tolima, cacao sabanero en Cundinamarca, son igualmente enérgicos narcóticos. Con este último nombre, sobre todo, ha adqui rido triste celebridad en los anales de la criminalogía, pues con fre- cuencia se han empleado en tintura mezclada a un licor alcohólice para producir sopor profundo, durante el cual la víctima es despoja- da de los valores que lleva consigo. Su principio activo es la datu-. rina. Produce vértigos, estupor, agitación y delirio y hasta la muerte en dosis considerables. Su acción dilata la pupila, como la belladona. Se ha observado que en las casas de los campos, rodeadas de borracheros, por el exquisito aroma de sus flores, con frecuencia los niños sufren de estravismo. Se aconseja la tintura contra la ep lepsia, el reumatismo y hasta contra la locura. ATROPA Este género comprende una sola especie: A. belladona—Belladuna—Especie europea, muy importante por el uso que de ella hace la medicina. La raíz contiene ¿nulina, aspa- ragina y atropina. Esta última, que se encuentra también en las hojas, en los tallos y en los frutos, es un alcaloide blanco muy vene- noso. Es el principio activo de la planta; como la daturina, obra sobre la pupila ensanchándola, y se usa en las enfermedades de los ojos. La belladona, ya en extracto, ya en ungúento, tiene numerosas aplicaciones en medicina. Obra sobre el organismo disminuyendo Ja sensibilidad y estimulando la energía de los músculos de la vila orgánica y paralizando los de las funciones de relación. La A. viridifolia, de Nariño, el Guáitara, etc., tiene, como las de- más especies del género, propiedades semejantes. En la sabana de Bogotá se da el nombre de belladona a una pe- queña planta trepadora, llamada también zarcillo de bruja y fruta . del diablo, que no pertenece a este género. Es el salpicroma difussum, y según el señor Matiz, pintor de la Expedición Botánica, tiene las mismas propiedades de la verdadera belladona. PHYSALIS Las especies de este género son yerbas de hojas enteras. El cáliz acrescente encierra el fruto, que es una baya. Los principales son: Ph. peruviana—Uchuba, en Bogotá. El fruto es comestible. Con- tiene ácido cítrico. Es diaforética. Ph pubescens— Ph foetens — Especies propias de las tierras ca- lientes, hasta 1,000 metros sobre el nivel del mar. Uya de perro, en el Cauca y en las Antillas; Topo, en los Llanos; Topetorope, en el Magdalena. Todas son narcóticas. Las dos últimas se usan en el Llano para curar el vómito negro. Tienen propiedades febrifugas. SOLANUM Son plantas herbáceas, de hojas alternas, de corola rotásea y con el fruto formado poruna baya. Sus numerosas especies son de las regiones tropicales y templadas de todo el globo. En Colombia cuen- tan en abundancia con representantes en tolos los climas. Las prin- cipales son : Ma y ) ME 414 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ S. tuberosum—Papa— Originaria de la América meridional; hoy cultivada en todo el mundo por los numerosos tubérculos que se producen en las ralces y que constituyen en Europa y en América uno de los artículos alimenticios de mayor importancia. Nosotros la hemos encontrado en considerable cantidad, al.estado espontáneo, en las montañas de Tierradentro, en las márgenes del río Páez.- S. triste—Cucubo—Abundante en los Andes de Bogotá. Los fru- tos, como todos los de las especies de este género, son narcóticos y venenosos, principalmente los de las especies arbóreas, como ésta. Cuatro de ellos que comió un niño, le produjeron la muerte. S. sanatum—Lulo, en Bogotá; participa de las prepiedades del género. S. mgrum—Yerbamora—Común en los campos incultos de Eu- ropa y de América. En Colombia vive en las regiones fcía y tem- plada, entre 2,000 y 2,700 metros sobre el mar. También es narcóti- ca, y se usa en cataplasmas emolientes y en baños aromáticos. S. fetidam —Yerba hedionda, en Popayán—Tiene un marcado olor desagradable, al cual debe su nombre. Se le considera como fe- brífugo. : S. mamosum—Rejalgar, en Villeta—Propio de las tierras ca- lientes hasta 1,000 metros sobre el nivel del mar. Ésta planta, de flores azules y de frutos amarillosos, del tamaño de una manzana, se usa como antipsóricu. Es amarga y diurética. Todas las especies de :este género son narcóticas y venenosas. Deben sus propiedades a la presencia de un alcaloide llamado so- lanina, que cristaliza en agujas blancas y sedosas de sabor muy amargo. LYCOPERSICUM Son plantas originarias de la América intertropical. Profusamente cultivadas en las huertas en todo el mundo, por sus frutos muy usa- dos en la economía doméstica. El cultivo ha dado origen a numero- sas variedades. £. esculentam—Tomate—Los frutos empleados como condimen- to, son ligeramente estimulantes. Se hace de ellos un consumo ex- traordinario en ensaladas, salsas, etc. CAPSICUM Sus especies son originarias de las regiones tropicales de Asia y de América. Se cultivan por el sabor aromático y picante de sus frutos. Las principales son : r 4 A y 4 É A ¿ y + AA e A " 44 a" Br Es! M7 x « TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 415 C. annum—Ají—Pimiento—Su cultivo ha pruducido numero- sas variedades. El fruto es muy usado como condimento. Tiene un sabor picante que, en pequeña cantidad, es agradable y estimulante, pero en mayores cantidades determina una sensación de ardor, inso- portable. Su acción se ejerce sobre el paladar y las encías, y en ge- neral sobre las mucosas. La composición de los frutos del ají es la siguiente : fécula, y; aceite muy acre; 1,9; una sustancia que parece cera, unida a materia colorante, 0.9; sustancia azoada, p; sales de potasa, 6; leñosa, 67. El principio activo, unido al aceite, es la cap- sicina, que se volatiliza fácilmente. El humo que despiden los frutos cuando se queman, irrita los bronquios y produce una tos muy fuer- te, acompañada de estornudos y de náuseas. La capsicina se disuelve fácilmente en el vinagre, y por este medio se desvanece la sensación de ardor insufrible que produce en los ojos el contacto del ají. El ají usado con moderación es digestivo y combate la dispepsia alónica. Según el doctor Allegre, de la Academia de Medicina de París, no hay medicamento que pueda reemplazar al ají en el trata- miento de las hemorroides. Se recomienda igualmente contra el reu- matismo articular. Las otras especies notables son : C. longum—Ají largo— € pubescens, etc. CESTRUM Son arbustos de hojas muy enteras, cortamente pecioladas, muy verdes y lisas. Los Ígutos son pequeñas bayas. Se encuentran en Colombia en todos los climas, desde la tierra ardiente de Cartagena C. pendulinum, y de Mariquita, €. mariquitense, hasta las tierras frías de los Andes de Bogotá. C. tínctorium, conocidas como otras especies, con el nombre vulgar de Uvilla y de tinto. Los frutos de casi todas, y principalmente de la Uvilla, tiñen de negro, y con su jugo se prepara una tinta regular. Algunas Solanáceas, como las Petunias, llamadas Conservado- ras en Bogotá, se cultivan por sus flores. Familia CX—Escrofulariaceas Yerbas o arbustos de hojas sencillas, alternas u opuestas, con flores en racimos 9 en espigas terminales. Cáliz con cuatro o cinco y 416 CARLOS CUERVO MÁKQUEZ divisiones desiguales. Corola gamopétala, irregular, labiada o perso- nada. Estambres, dos o cuatro didinamos. Ovario con dos lóculos polispermas. Estilo sencillo. Estigma bilobado. Fruto, una cápsula bilocular de dehiscencia, muy variable. Semillas numerosas. Las plantas de esta familia se encuentran en abundancia en todo el mundo, desde las regiones más frías hasta las más ardientes de los países ecuatoriales. En Colombia, desde el nivel del mar, en Car- tagena y Turbaco, la Capraria biflora, llamada Fregosa, por la as- pereza de sus hojas, hasta los Andes de Bogotá, a 2,700 metros de altura, en que vive el Cascabelillo, Alonsoa o Hemimeris meridio- nalis. Pero la mayor parte son de los climas templados y cálidos. Las escrofularíneas se distinguen, principalmente, por sus flo- res irregulares de colores brillantes y de formas bizarras y capri- chosas. , Consta esta familia de algo más de mil ochocientas especies, agrupadas en ciento setenta y seis géneros. Los principales son : CALCEOLARIA Sus especies son notables por sus flores de forma singular y de colores sin rival. Se cultivan muchas variedades conocidas con el nombre vulgar de Ridículos. La flora colombiana cuenta con nu- merosas especies, entre ellas la Cal. scabiefolia, común en los An- des de Bogotá—Ridículo pequeño—de flores pequeñas, amarillas y numerosas. Las hojas y la raíz son eméticas y purgantes. e ANTIRRHINUM Su especie— Ant. majus—Guargúerón, Gallito, etc., es origl- naria de Europa, pero se cultiva por sus flores de corola personada. Se ha usado como diurética y vulneraria. CAPRARIA Plantas herbáceas, de hojas alternas y aserradas, y de flores en pedúnculos axilares. La especie principal es : La C. biflora—Fregosa—De Cartagena, Venezuela y las Anti- Jlas. Se usa como tónico y estimulante, en infusión ; debe emplearse con cuidado porque en dosis muy cargada puede producir estupor, rigidez y aun parálisis. <= e ca AS ERARIO A DTS OMA has Ó TE A EA de > - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 417 ' SCOPARIA Yerbas o arbustos muy ramosos, de hojas opuestas o verticila- das, y de flores axilares. | La S. dulcis—Escobilla--Planta muy común en los Departa- -menfos de la Costa y en las Antillas. Se recomienda contra las dia- rreas. La raíz se tiene por diurética y febrífuga. Las ramas se usan también para hacer escobas. DIGITALIS Sus especies son herbáceas, de corola digitaliforme. Propias de Asia y de Europa. La más importante es : D. purpúrea— Digital —Aclimatado en Colombia, hasta el pun-- to de crecer espontáneo en las tierras frías : 2,400 y 3,000 metros de altura. Es planta muy importante por las aplicaciones que tiene en medicina. Ejerce sobre el corazón una acción rápida y segura, y se emplea como tónico de ese órgano en los casos de 'insuficencia mi- tral y siempre que se necesite regularizar la circulación. También está indicada en el tratamiento de muchas enfermedades mentales. Su principio activo es la Digitalina, álcali muy enérgico. Adminis- trado en dosis fuertes es veneno mortal. SCOBEDIA Plantas herbáceas, de hojas oblongas. Corola infundibiliforme, de tubo alargado. Especie principal : La S. scabrifolia—Azafrán, color. De Antioquia, Cauca y San- tander. Entre 1,000 y 2,000 metros de altura. Común en Tierraden- tro, etc. Planta de hermosas flores blancas; la raíz tiene una ma- teria colorante y se usa para dar color a la comida. Familia CXI—Plantagineas Son plantas herbáceas, de flores en espigas sencillas, rara vez solitarias. Cáliz con cuatro divisiones. Corola gamopétala tubular, con cuatro divisiones. Estambres, cuatro. Ovario libre con uno, dos o cuatro lóculos. El estilo termina por un estigma sencillo, El fruto es una píxide, cubierta por la corola que persiste. 22 o 418 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Esta pequeña familia, compuesta sólo de ocho géneros, es pro- pia de las tierras frías. Sus especies son ligeramente amargas y as- tringentes y son tenidas como febrífugas. Las principales.son: Plan. Mayor—Llantén— Común en Europa y en América. En Bogotá, Tunja, Pamplona, etc. P. rigida—Del Nevado del Tolima, a 3,500 metros de altura. P. sericea, de la Sierra Nevada, etc. Clase IV—Monoclamídeas Flores frecuentemente unisexuales, monoperiantias : esto es, sin pétalos propiamente dichos; en caso de existir se hallan confundidas con los sépalos. Comprende treinta y siete familias. Familia CXII —Nictagéneas Son yerbas, arbustos y aun árboles, de hojas sencillas. Flores - acompañadas a veces de brácteas coloradas. Cáliz gamosépalo, ta- bular, de color, protuberante en la parte inferior; el limbo se divide en varios lóbulos plegados. Estambres de cinco a diez insertos en un disco hipogino cupuliforme. Ovario unilocular con un solo óvulo. Es- tilo y estigma sencillos. El fruto es un aquenio cubierto en parte por el disco y la base del cáliz, que son de naturaleza crustácea. Son propias de las regiones cálidas de ambos hemisferios. La raíz de muchas de ellas es purgante, como la Myrabilis Jalapa, co- nocida con los nombres de Trompetilla y Bella de noche, por la sin- gularidad de abrir su flor durante la noche. Se cultiva comu planta | de ornato. La M. hibrida, de Ibagué, muy semejante a la especie anterior, tiene las mismas propiedades. Otras, como la Abronia paruylora, Chulco, de Popayán, son astringentes y febrífugas. La Boheravia decumbens, rodilla de pollo, ea Antioquia, se usa contra la di- senteria. La Bouganvillea spectabilis, llamada en algunas partes, como en Cúcuta, Bellísima, es notable por las grandes brácteas de color mo- rado que acompañan a las flores. Es propia de las tierras calientes : Cúcuta, Ti caima, etc. A A TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 419 Familia CXITII—Amarantháceas Plantas herbáceas o arbustos de hojas enteras y flores pequeñas. Cáliz gamosépalo, con cuatro a cinco divisiones. Estambres de tres a cinco; a vecea monadelfos, entonces los filamentos forman un tubo membranoso que lleva las anteras en su cara interna. Ovario libre, unilocular, con un solo óvulo. El fruto, rodeado en lo general por el cáliz, es un aquenio o una pequeña pixide. Algunos amarantos, el A. caudatar y otros, se cultivan en los jardines por sus flores rojas, dispuestas en grandes espigas cilíndri- cas. Otras especies de los géneros Allernanthera y Televanthrra, co- nocidas con los nombres de abrojos, descansé, cresta de gallo, etc., se cultivan igualmente como plantas de ornato. Familia CXIV—Quenopodiáceas Plantas herbáceas, de hojas sin estípulas. Flores prqueñas, a: veces unisexuales, dispuestas en racimos. Cáliz gamosépalo, tubu- loso, con tres a cinco lóbulos. Estambres de uno a cinco. Ovario libre, unilocular y monosperma. Estilo sencillo, o con dos a cuatro divisio- nes, terminadas cada cual por un estigma sencillo. El fruto es un aque- nio o una baya pequeña. , Las Quenopodiáceas se encuentran en todo el mundo, pero prin- cipalmente en las regiones fuéra de los trópicos. Consta esta familia de unos setenta y dos géneros. Los principa- les son: BETA Son plantas herbáceas, de raíz con frecuencia fusiforme. B vulgaris. B. cicla—Acelgas—Plantas europeas, pero cultivadas en todo el mundo Sus hojas son comestibles. B. rapa— Remolacha. Se cultiva por su raíz, que es comestible. Contiene una gran cantidad de azúcar. El zumo de la raíz es refri- gerante y sedativo. CHENOPODIUM Son piantas de las regiones templadas de ambcs continentes. Las especi es principales son : 420 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Ch. antihelminticum —Paico—Común en las tierras frías. Bogo- tá, Tunja, Pamplona, etc. Tiene propiedades vermifugas, debido a un aceite esencial que contiene en gran cantidad. Ch. quinoa—Quinoa—Planta americana, cuyas semillas se dice servían de alimento a los Chibchas y a los Peruanos. Hoy se puede decir que no existe en Colombia. Es muy semejante al Cenizo, Ch. álbum, de la Sabana de Bogotá. El ullacus taberosus— Rubia o chugua, en Cundinamarca. Ullu- co, en Pasto, produce un tubérculo comestible. | Familia CXV—Fitolacáceas Esta pequeña familia está compuesta de géneros separados de las Quenopodiáceas, de las cuales se distingue por tener los estam- bres mucho más numerosos, y el ovario multilocular. Sus especies, en lo general, son acres. La principal de nuestra flora es la Phytolaca bogotensis. Guaba, en Bogotá; cargamanta, en Antioquia. Común en todas las tierras frías, tiene propiedades purgantes y vermifugas. De las hojas y de los frutos puede obtenerse una tinta o una laca roja. Familia CXVI—Polygonáceas Las especies que componen esta familia se distinguen de las Que- nopodiáteas y de las Fitolacáceas por la vaina estipular u ochrea, que acompaña siempre a las hojas. Casi no hay parte del mundo que no tenga representantes de esta familia. Casi todas contienen en las hojas ácidos cítrico, oxálico y málico. Esta familia suministra a la terapéutica el ruibarbo, que es la raíz del rheum palmatum, especie asiática. Es muy usado como tónico y purgante. Entre nosotros, el género PoLyaonum está representado princi- palmente por el P. persicaria y P. segetum. Barbasco, que crece en abundancia en los terrenos húmedos de la tierra fría, Bogotá, Soga- moso, Pamplona, etc., cerca de las corrientes de agua. Tiene propie- dades insecticidas. El género Rumex, cuenta con las siguientes es- pecies : Rumex crispus, R. obtusifolius —Bijuacá, romaza, lengua de vaca. Crece en abundancia en la tierra fría. Tiene una gran cantidad de - > y . . Y TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 421 mucílago y un principio propio llamado rumicina, que se ha preco- -nizado contra la obesidad. Es un forraje excelente. El coccoloba uvifera, uva de mar. Es un árbol de siete a diez metros de altura, muy común en toda la costa del mar de las Anti- llas. Es astringente. Los frutos, aunque ácidos, son comestibles. La madera se usa en ebanistería. Da un color rojo, y por decocción se obtiene un extracto rojo oscuro, que es uno de los unos del comer- cio. Otras especies, de la misma región, €. pubescens, €. diversifolia, etc., tienen las mismas propiedades. Antigonum tamnifolium—Bellísima—Es una de las plantas de ornato más apreciadas de nuestras tierras calientes. Familia CXVII—Laurineas Son árboles o arbustos de hojas alternas, rara vez opuestas, con frecuencia coriáceas y punteadas. Flores a veces unisexuales, están dispuestas en panículas o en cimas. El cáliz gamosépalo, con cua- tro a seis divisiones profundas. Estambres en número de cuatro, ocho o doce, insertos en la base del cáliz y dispuestos en dos series ; las interiores tienen las anteras extrorsas ; y las exteriores las tienen introrsas ; los filamentos tienen en la base unos apéndices pedicula- dos. Las anteras se abren por dos o cuatro valvas. Ovario libre y unilocular, tiene un solo óvulo. Estilo y estigma sencillos. Fruto carnoso o drupáceo, acompañado por el cáliz, o sólo por la base. La semilla contiene un gran embrión homótropo. Las plantas de esta importante familia son de las regiones tropi- cales de ambos hemisferios. En Europa sólo existe una, el laurus nobilis, y en Africa son desconocidas. Todas las lauríneas son má o menos aromáticas y fragantes. Al- gunas suministran maderas preciosas ; otras son febrífugas, y otras, como el alcanfor, elaboran aceites fijos y volátiles muy apreciados. Cuenta esta familia unas cuatrocientas cincuenta especies, agru- padas en cuarenta y seis géneros, de los cuales los principales son : CINNAMOMUM Sus especies son árboles o arbustos asiáticos, de hojas siempre verdes, y muy aromáticas. Las más notables son : 422 dá CARLOS CUERVO MÁRQUEZ C. sertaicum—Canelo de Ceilán—La corteza constituye la cane- la de Ceilán, tan apreciada como condimento, y también en perfu- mería y para dar aroma a muchos licores. Tiene enérgicas propieda- des estimulantes, debido al aceite esencial que contiene. C. camphora—A!lcanfor—El laurus camphora, de Lineo. Propio de la China y del Japón, principalmente de la isla Formosa. De toda la planta, muy aromática, se obtiene por destilación el alcanfor del comercio, muy empleado en medicina como resolutivo, sedativo, etc. PERSEA Arboles de hojas coriáceas, propios de las regiones tropicales de América; unos pocos son de Asia. Cuenta en la flora colombiana con numerosas especies. La principal es: P. gratisima -Aguacate, curo—Común en las tierras cálidas y templadas de toda la América ecuatorial. Especie notable por sus fratos muy agradables para comer. Según el análisis dal señor Ri- cord de Mariana, la parte comestible tiene la siguiente composición química : aceite verde con laurina : aceite suave con oleína, esteari- na y materia vegeto-animal, goma, azúcar y huellas de ácido acético. El aceile de aguacate se usa contra la guta y también para impedir la caída del pelo. Las semillas contienen un jugo de color oscuro, que mancha de manera indeleble las telas blancas; en los campos se usa para marcar la ropa. P. mutisu—Crece en los bosques de Facatativá. NECTANDRA Son plantas de las regiones cálidas de Australia y de la América ecuatorial. Su especie más notable es: ¿N. cinnamomoides —Canelo de los Andaquíes. Hermoso árbol propio de los bosques de los ríos Pescado, Fragua y Hacha, en la Tatendencia del Caquetá. La corteza tiene casi el mismo aroma de la canela de Ceilán, debido a la presencia del mismo aceite esencial de «ésta. El sabio Mutis plantó en Mariquita unos árboles de Canelo, de los Andaquies, de los cuales sólo queda una silla fabricada con la madera de uno de ellos, la cual regaló al Museo Nacional de Bogotá el Presidente doctor Restrepo. Las demás especies del género son igualmente aromáticas. “e sE o » m ' ¿A : OCOTEA Este género cuenta con numerosas especies en la flora colombia- na, tanto en las tierras frías como en las calientes. La O. cericea y Ya O. latifolia viven en los Andes de Bogotá, a 2,600 metros sobre el mar; mientras que otras son de los valles ardientes del Magdale- na. La principal es : O. Caparrapi—Canelo—Palo de Caparrapi. Arbol de hojas gran- des coriáceas, muy común en las montañas templa las de Guaduas, Muzo, La Palma, etc. Produce en abundancia, tanto en el tronco como en los frutos, el aceite conocido con el nombre de Aceite de Caparrapi. El aceite de Caparrapí se usaba antes como alumbrado en las re- «giones que lo producían; pero después ha adquirido una gran re- putación como succedáneo de los bálsamos de Copaiba y de Gurgun, lo mismo que de la Cubeba, como remedio contra las picaduras de los animales venenosos, y sobre todo como antiséptico en la cu- ración de llagas y de heridas, ya sean fortuitas o producilas por Operaciones de cirugía. El profesor don Francisco J. Tapia ha hecho sobre el aceite de Caparrapí estudios muy interesantes (1). | Las Lauríneas suministran maderas aromáticas e incorruptibles, debido al aceite esencial que en gran cantidad contienen. Figura entre ellas, en primer lugar, el árbol conocido con el nombre de Comino crespo, del género Aniba, propio de la Cordillera Central, y - cuya madera de color amarillo, con bellas irisaciones doradas, es re- fractaria a la acción de la carcoma. Familia CXVIII—Myristicáceas Son árboles corpulentos, de hojas enteras y alternas y de flores dioicas. Cáliz gamosépalo, con tres divisiones valvares. En las flores masculinas hay de tres a doce estambres monadelfos, de anteras muy próximes entre sí. En les femeninas, el ovario es libre y unilocular, en lo general con un solo óvulo. Estilo muy corto y estigma biloba- do. El fruto es una especie de baya capsular, que se abre en dos (1) Véase Hule de Caparrapi, por Mr. F.J. Taba, París. Ps. 424 | CARLOS CUERVO MÁRQUEZ valvas. La semilla está cubierta por un falso arilo carnoso y lacinia- do. El endosperma es córneo y muy duro. Esta pequeña familia es propia de la India. y de la América ecuatorial. Son árboles aromáticos. Consta apenas de tres géneros. El principal es : MY RISTICA M. fragans—Nuez moscada —Arbol originario de las Molucas. La semilla es la nuez moscada del comercio; muy usada como con- dimento y para aromatizar ciertos vinos y otras bebidas tónicas. Entra en la composición del Agua'carmelitana, el Bálsamo de Fio- ravanti, etc. El arilo produce la manteca llamada Macís, que tiene algunas aplicaciones en medicina. : M.otoba, M. cebifera—Oltoba—Grandes árboles de las tierras calientes de Colombia: hoya del Magdalena—Guaduas, Honda, etc. Se halla también en Casanare. Entre 300 y 1,000 metros sobre el mar. Todas las partes de estos árboles son aromáticas. Los frutos hervidos en agua dejan sobrenadar un 26 por 100 de materia grasa amarillosa, que se usa para hacer velas y para la fabricación de ja- bones. La manteca de la 1. otoba, es la otoba del comercio, muy re- putada como insecticida y antipsórica. Se emplea para combatir la sarna y las enfermedades cutáneas. El tronco de estos dos árboles deja exudar un jugo rojizo y acre, que expuesto al aire se convierte en resina. Se usa para cau- terizar las aftas. Familia CXIX—Aristoloquias Yerbas o arbustos volubles, de hojas alternas y enteras y de flo- res axilares y hermafroditas. Cáliz tubular, con tres divisiones val- vares, o irregular tubuloso y de forma muy variala. Estambres de 6 a 12, distintos o adheri los al estilo y al estigma. Ovario ínfero, con tres a seis lóculos. Estilo sencillo. Estigma radiado. El fruto es una cápsula o una baya con tres a seis lóculos polispermas. Las aristoloquias presentan la particularidad de que su ma- dera no tiene zonas concéntricas, como los otros dicotiledones. Abundan principalmente en las regiones equinocciales de la Améri- ea del Sur, y en lo general son tónicas y estimulantes. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 425 Las ciento ochenta especies de esta familiz se han agrupado en ocho géneros. El principal es: ó ARISTOLOQUIA Cuenta en la flora colombiana con varias especies; las más im- portantes son: A. cordifolia—Contracapitana—Esta especie, de grandes flores solitarias, crece en abundancia en el bajo Magdalena. Mompós, Cartagena, etc. A. anguicida—Guaco—Contracapitana—Propia de Cartagena. A. turbacencis —Capitana de corazón—De Turbaco. Estas y otras especias llamadas Guacos se tienen como antídoto contra la mordedura de las culebras venenosas. Jacquin dice que el jugo de la raíz machacada de la A. anguicida, introducido en la boca de una serpiente, la soporiza de tal modo que se la puede ma- nejar por algún tiempo sin peligro alguno, y si se la obliga a tra- gar unas gotas, muere en medio de convulsiones. , Todas son tónicas y estimulantes. Las raíces contienen un acel- te volátil, una resina amarga y una sustancia acre a la cual deben sus propiedades. : Familia CXX—Euforbiaceas Yerbas, arbustos o grandesárbo!es de hojas casi siempre alternas y con estípulas. Flores unisexuales, por lo general muy pequeñas. Cáliz gamosépalo, con tres a seis divisiones profundas, provistas en la parte interna de apéndices escamosos. En las flores masculinas, los estambres son numerosos, libres o monadelfos. En algunas, como en el género Euforbia, cada estambre se considera como una flor. En las flores femeninas el ovario tiene tres o más lóculos, cada uno con dos óvulos suspendidos. El ovario termina por tres estig- mas sésiles, bifidos y hasta multífidos. El fruto es una cápsula con tantas cocas como lóculos tiene el ovario. Cada una se abre elásti- camente en dos valvas que se apoyan en una columnilla central. Las semillas tienen un episperma crustáceo y un endosperma car- - NOSO. Todas son plantas que elaboran un jugo lechoso. Muchas son venenosas. La mayor parte son propias de la América ecuatorial. * 426 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ N A Consta esta numerosa familia de unas dos mil quinientas especies, agrupadas en ciento noventa y cinco géneros. Los principales son : EUFORBIA Sus especies producen todas un jugo lechoso acre y drástico que contiene un principio tóxico llamado Euforbina. Ese jugo lechoso se usa para curar las ulceraciones cancerosas y sifilíticas; es un es- carótico poderoso. En nuestra flora, este género está representado, entre otras, por las siguientes especies: ) £. orbiculata—Teologla—Yerba común en Bogotá y las Lie- rras frías. E. cotinifolia—Lechero—De las tierras templadas. Cáqueza, Popayán, etc. HIPPOMANE La única especie de este género es: -H. mancinella—Manzanillo—Común en las tierras ardientes de la América ecuatorial. Cartagena, Mompós, Honda, etc. Es una de las plantas más venenosas. El fruto, parecido a una manzana, con-. tiene un jugo tan acre, que basta una gota para producir en la piel una úlcera de carácter rebeld». La leche del árbol es tan venenosa que una cucharada pequeña, a Iministrala a un perro, lo mata rá- pidamente; y el mismo efecto produce, si se aplica a una herida. Se dice que los pescados que se alimentan con el fruto del manzanillo, se vuelven venenosos y ocasionan cólicos violentos a quien los come. No es cierto, como cree el vulgo, que exhale este árbol gases dele- téreos; pero el agua que cae de su follaje, cuando llueve, sí produ- ce inflamaciones cutáneas. Según el análisis hecho por Ricord de Madiana, el jugo del manzanillo contiene: una sustancia como ja- bón ; manzanillita, estearina, resina, goma, una proporción notable de caucho y carburo de hidrógeno, que, como en el Caspi, y otras plantas del género Rhus, es el principio venenoso. *TPHONIA Grandes árboles del centro de la América equinoccial, de las re- - giones ardientes y húmedas del Amazonas y sus afluentes, el Putu- mayo, el Napo, etc. Su especie S. elástica, de Pers (Hevaea guiamen- sis. Aub'et), proluce en gran cantidad la mayor parte del caucho que se consume en la industria, y es incalculable fuente de riqueza para las privilegiadas regiones que lo producen. CARYODENDRON e A este género pertenece el Tazay. C. orinocensis, hermoso árbol de la región oriental : el Orinoco y sus afluentes, San Martín. Las semillas, de tamaño un poco mayor que el de las verdaderas almen- dras, tienen un sabor muy sem-jante al de éstas y contienen también una gran cantidad de aceite de primera calidad. ON JATROPHA Son plantas herbáceas, rara vez arborescentes, propias de las re- giones ardientes de la zona tórrida. Tudas tienen propiedades pur- -gantes más o menos pronunciadas. Las principales son : Be J. gossypifolia —Purga de fraile—Tuatuá—Común en la hoya del | bajo Magdalena. Cartagena, etc. Cúcuta, el Sinú, etc, Las raíces tie- nen propiedades diurélicas muy pronunciadas. La decocción de la corteza se usa como antiblenorrágico y la de las hojas como pur- gante. » J curcas—Piñones —Pequeño arbolito lactescente que se encuen- tra en abundancia en todas las tierras ardientes de la América equi- noccial. Las hojas son rubefacientes. Las semillas, conocidas con el nombre de Piñones, tienen violentas propiedades emélicas y drásti- cas, que deben a un aceite que contienen y del cual EN 10 a 12 gotas para producir sus efectos de purgante. Es conocido en el co- mercio con el nombre de Castor vegetal. En dosis mayores obran como veneno. J. urens —Hortigón, en la Costa atlántica. Guaritoto, en Vene- zuela. Común en la hoya del Magdalena. Es planta urente y se ha empleado como vesicante. MANIOTH Arbustos americanos, de hojas pa'malas, muy importantes por sus raíces carnosas, gruesas y feculentas, que constituyen unas de las principales bases de la alimentación de las clases populares de las tierras ardientes de la América ecuatorial, Manio!h utilíssima— Y aca. Cuenta dos variedades: la yuca dulce, var. dulcis; y la amarga o brava, var. edulis. 428 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ La yuca dulce contiene una gran cantidad de fécula y es un ali- mento inofensivo, agradable y sano. Mientras que la yuca brava con-. tiene un principio volátil muy venenoso, del cual se puede despo- jar por el agua o por el calor. Contiene una proporción conside- rable de ácido cianhídrico. De la yuca se obtiene el casave, alimento de las tribus salvajes del Orinoco y sus afluentes, y la Taprioca, de tanto uso como alimento para los niños y los convalecientes. RICINUS R. comínunis—Higuerilla—Crece espontáneamente en todas las partes del mundo y en todos los climas. Común en Bogotá, Tocal- ma, la Costa, etc. De sus semillas se obtiene el aceite de Risino, purgante de acción suave, pero infalible, muy usado en medicina. CROTON Sus especies son muy frecuentes en todas las tierras templadas de la América ecuatorial. En Colombia, entre 800 y 1,500 metros de altura. El C. ferragineus, de la Costa atlántica; y el C. fragans, de Honda, son de tierras calientes hasta 00 metros de altura; y el C. mutisianus, es de tierra fría, región de Bogotá, a 2,600 metros. Las especies colombianas más importantes son: C. hibiscifolius, C. heterophyllus, MWamados Sangre drago. De las tierras templadas y calientes. Fusagasugá, Guaduas, Valle del Cau- ca, Mariquita, etc. De las heridas practicadas en el tronco fluye un jugo rojo resinoso. C. peltoides, (- ferrugíneus —Mosquero — De la misma región de las anteriores. Son también arbustos resinosos. Todos tienen la cor- teza estimulante, y algunos son aromáticos. HURA Arboles americanos, lactescentes, provistos de gruesas espinas. La especie principal es: H. crepitans —Acuapa—Arenillero—Común en todas las tierras calientes. Cartagena, en el cerro de La Popa, Nare, Melgar, etc. Es una de las euforbiáceas más venenosas. Produce en abundancia un jugo: lechoso de propiedades tóxicas muy enérgicas. Las solas emanacio- nes de la leche bastan para causar enfermedades a quien las reciba. Refiere Boussingault, que analizó en Bogotá la leche de la Acuapa, que el peón que se la trajo desde Guaduas sufrió graves acciden- TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 429 tes; y él mismo, al analizarla, recibió en la cara los vapores que despedía la vasija en que la manipulaba, lo que le ocasionó ceguera y una inflamación erisipelatosa que le duró alganos días. Nosotros mismos fuimos también víctimas de las propiedades deletéreas de este árbol, por haber estado por algunas horas recogiendo la leche que haciamos brotar de los incisiones practicadas en el tronco. Por más de quince días estuvimos sufriendo una fiebre que parecía de carácter infeccioso. Del estudio del señor Boussingault resulta que la leche de acua- pa contiene: 1.2 Gluten; 2.2 Aceite esencial cáustico, que parece ser el principio activo; 3.2 Un principio acre, alcalino y cristaliza- ble; 4.2 Malato ácido de cal; 5.2 Nitrato de potasa; 6.2 Osomazoma, principio azoado delos más nutritivos/que produce el reino vegetal. El extracto de la corteza se emplea en el Brasil contra la lepra. Las semillas, como todas las partes de este árbol, son muy veneno- sas, contienen un aceite acre de propiedades purgantes tan enérgi- cas que su empleo en medicina se hace imposible. Los frutos cuando maduran abren sus valvascon tal fuerza, que producen una pequeña detonación. Se usaban para contener la sal- vadera o arenilla en los escritorios. Casi todos los géneros de esta familia están representados en nuestra flora. Sapium salicifolium — Azucenillo—De Mompós. Es igualmente un árbol lactescente y venenoso que crece en abundancia en el río Magdalena. Las acalyphas, A. aristata y A. sidaefolva, de Mompós, A. can- data, de Turbaco, etc., son diurélicas y purgantes. Los phyllantus abundan principalmente en la región de los Lla- nos, son más o menos venenosos. Algunos, como el Ph. piscatorum, de los raudales de Atures, se usan para pescar, envenenando las aguas de los ríos. Familia CXXI—Monimiaceas + Arboles o arbustos aromáticos, de hojas opuestas y sin estípu- las y de flores unisexuales. Cáliz globuloso, dentado en el borde. A veces los dientes están dispuestos en dos series, y entonces los últi- mos son petaloides. Estambres en número indefinido. En las flores 430 CARLOS CUERVO MARQUEZ femeninas los ovarios situados en el fondo del tubo calicinalson uni- loculares y distintos. Cada uno tiene su estilo y estigma. El fruto es una nuez encerrada en el tubo calicinal. Esta familia consta ra de unas cuarenta especies, agrupadas en ocho géneros. La mayor parte son propias de las selvas húmedas y templadas de la América ecuatorial, entre 400 y 1,500 metros sobre el nivel del mar. El género principal es: CITROSMA Sus especies son arbustos aromáticos. Abundan en la flora colom- biana en los bosques húmedos y templados, en Fusagasugá, el Quin- dío, Paime, etc. Las principales son : C. laurifolum, C. mutissir, C. macophyllum, etc., designadas codas con el nombre popular de limoncillo por el aroma de sus frutos pe- queños y rojos que se asemeja al del limón. Todas estas plantas son más o menos vulnerarias. Familia CXXII— Urticáceas Yerbas, árboles o arbustos, a veces lactescentes, otras veces pro- vistos de pelos urentes, de hojas enteras con estípulas laterales o axilares. Flores unisexuales, rara vez hermafroditas, solitarias O co- locadas en amento o en un involucro carnoso, plano como en la con- trayerba o piriforme como en el higo común. En las flores masculi- nas el cáliz consta de cuatro o de cinco sépalos, o de una simple es- cama en cuya axila están insertos los estambres. En las femeninas, el ovario es libre, unilocular y uniseminado. Estilo, cuando existe, sencillo y terminado por un estigma. Cuando el estilo no existe el ovario está sobremontado por un estigma doble. El fruto es un aque- nio crustáceo envuelto por el cáliz; otras veces el involucro que contiene las flores femeninas se desarrolla y las envuelve como en el higo. Tal como queda descrita esta familia se divide en tres tribus que algunos autores consideran como familias distintas. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA e s TRIBU I—ULMÁCEAS Flores hermafroditas, frutos distintos. Comprende árboles del hemisferio septentrional de uno y otro continente. Su tipo esel olmo europeo, ulmus campestris ; o en la zona tórrida, como el celtís riparil y C. micrantha, de las riberas del río Magdalena. , TRIBU H—URTÍCEAS Flores unisexuales, frutos distintos. Son en lo general plantas de la zona tórrida. Las especies del género urtica son todas urentes, debido al jugo cáustico contenido en las glándulas pilíferas que en abundancia tie- nen en el tallo y en las hojas. La U. urens, ortiga común, es espe- cie cosmopolita, común en Colombia cerca de los lugares habita- dos. Este género cuenta en nuestra flora con numerosas especies, unas herbáceas, de tierra fría, llamadas ortiga, como la U. melasto- moidea, de Bogotá, Pamplona, etc., las U, thymifolia y serpyllacea, de Pasto; otras, arborescentes, de tierra caliente, conocidas con el nombre de pringamosa, como la (/. horrida, del bajo Magdalena, la U. bacifera, de Cartagena, Buga, etc. La raíz es astringente y diurética. Se usa en decocción para cu- rar las urticarias. S:gún Eadlicher la causticidad del jugo de las ortigas se debe a la presencia de bicarbonato de amoníaco. Contie- ne también cierta cantidad de ácido fórmico. La Partetaria officinalis—Parietaria—Se cultiva como planta medicinal. Es emoliente y refrigerante. Se usa el zumo o la decoc- ción. Otras especies de esta tribu son importantes por la fibra que producen sus tallos, tales como el Ri 1mié : Boehemeria nívea, natural del Asia; el cáñamo, cannabis sólidum, etc. ; el género Hummulas produce el lúpulo—/7. lupulus, de tánto consumo en la fabricación de la cerveza. La Gannera scabra, hoja de pantano, es una urticácea que crece en abundancia en los lugares húmedos de los Andes, junto a las pe- queñas corrientes de agua, entre 800 y 3,000 metros sobre el mar. Sus hojas alcanzan a veces más de un metro de longitud. Las raíces son antidisentéricas. 432 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ TRIBU II — FICÁCEAS Arboles o arbustos lactescentes. Flores unisexuales. Frutos sol- dados o reunidos en un involucro carnoso, propios de las regiones tropicales de ambos continentes. Los géneros principales son : " FICUS Sus especies son importantes, ya por sus frutos, ya por el jugo le- choso que producen. Las principales son : , F. carica—Higo común—Higuera—Cultivado en Europa desde tiempo inmemorial e introducido a América por los conquistadores. El higo es una fruta alimenticia y medicinal muy agradable, y era uno de los alimentos más comunes de los pueblos antiguos. El culti- vo ha producido numerosas variedades. Todas las partes del árbol contienen un jugo lechoso acre, muy cáustico y corrosivo, que des- truye las verrugas de la piel. Forma una tinta simpática que no deja percibir los caracteres escritos con ella, sino por la acción del calor. Contiene un 1o por 100 de su peso de goma elástica. F. elliptica—De la hoya del Alto Magdalena, Melgar, Espinal, etc. F. prinoides—De las tierras calientes hasta 800 metros de altu- ra, Honda, Mariquita, etc. Conocidos ambos con el nombre vulgar de caucho, por la goma elástica que en cantidad considerable contie- ne el jugo lechoso que producen, lo mismo que el 7. elastica de la India. : ) En las regiones cálidas y templadas de Colombia hay otras espe- cies de este género, conocidas con el nombre de higuerón o higuero- te. Son hermosos árboles, de hojas enteras y coriáceas ; tales son : F. velutina, de Almaguer y Pasto. F. glabrata, del Bajo Magdalena, Tenerife, El Banco, etc. En las tierras calientes y húmedas hasta 1,200 metros sobre el nivel del mar, hay una especie de ficus, parásito que se desarrolla sobre otros árboles, y acaba por matarlos. Es el F. dendrocide, llama- do matapalo, común en los valles del Magdalena y del Cauca. DORSTENIA Yerbas o arbustos lactescentes, originarios de las regiones tropi- cales de todo el mundo. D. contrayerba—Contrayerba, raíz del resfriado—Común en las tierras bajas y cálidas de la América equinoccial, Cartagena, Santa- 7 os TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 33 "marta, etc. La raíz de ésta y de las otras especies del género son amar- gas y tienen un olor picante. Se usan como antídotos contra las mor- deduras de las serpientes venenosas. Son tónicas, estimulantes y su- doríficas, pero pierden con el tiempo, al secarse, estas propiedades. Son también eméticas. Familia CXXII—Artocárpeas Son árboles que contienen en abundancia jugos lechosos, de hojas alternas, sencillas y con estípulas. Flores monoicas o dioicas, siempre reunidas en densas cabezuelas. Las masculinas, con estambres en número igual al de los lóbulos calicinales. Las femeninas tienen el —perigonio tubulosc. El ovario es libre, tubular y tiene un solo óvu- lo. Estilo a veces bifido. Estigma sencillo, lateral o radiado. El fruto es muy variado; está rodeado por un involucro carnoso, o compues- to de la reunión de varios cálices carnosos ; contiene varias nueces. Son propias de la zona tórrida. Las especies colombianas sun todas de las regiones bajas y ardientes El jugo lechoso de algunas es acre y cáuslico, el de otras es inofensivo y agradable, y general- mente contiene goma elástica en mayor o menor cantidad. Consta apenas esta importante familia de unas cincuenta y cua- tro especies, agrupadas en veintitrés géneros. Los principales son : ARTOCARPUS Arboles originarios de la India y de la Oceanía. Sus especies más conocidas son : A. incisa, A. integrifolia, llamados árbol del pan. El fruto del “primero, que se caracteriza por sus grandes hojas profundamente , , hendidas, adquiere un tamaño considerable. Cuando está verde es feculento y se come cocido en el horno como pan, o hervido como las papas. Cuando está maduro es azucarado y aromático. Es un ali- mento agradable, pero poco nutritivo. La segunda especie, de hojas enteras, tiene los frutos ovoides. La parte que se utiliza es la semilla. Estos árboles se cultivan en todas las tierras calientes hasta los 800 m:.tros sobre el nivel del mar. 28 434 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ BROSSYMUM Comprende árboles lactescentes de las tierras cálidas y húmedas de la América ecuatorial, conocidos con el nombre genérico de árbol de leche. Del jugo lácteo se obtiene por evaporación una resina se- mejante a la guta, que puede tener muchas aplicaciones industriales. El B. aubletíú contiene un jugo acre y corrosivo. GALACTODENDRON Comprende una sola especie, G. utile, palo de vaca, árbol de le- che. Avichuri en San Martín. Grande árbol lactescente de las tierras calientes, hasta poo metros sobre el nivel del mar, los Llanos, Muzo, el Sinú, etc. Contiene en gran cantidad un jugo lechoso, azucarado,' de gusto muy agradable, semejante al de la leche. Abandonada al aire se vuelve agria, lo que se evita poniéndole unas gotas de un áci- do cualquiera. Un pabilo de algodón mojado en ella da, al encender- lo después de seco, una hermosa luz. Su composición, según M. Berssingault, es la siguiente : cera 38; fibrina, 0,4 ; azúcar y goma, 4,7; resina, 31,4 CASTILLOA Arboles propios de la región amazónica. El C. elastica es un árbol de hojas dísticas, oblongas, asimétricas, enteras y peninervias ; de fruto primero drupáceo y después seco. Produce uno de los me- jores cauchos del comercio, el virgen del Pará. ANTIARIS Son árboles de la zona tórrida de uno y otro continente. El jugo de la A. toxicaría de Java lo usan los malayos para envenenar sus armas. La especie colombiana más conocida es : A. saccidora, palo de tela, propio de las selvas del Caquetá y del Putumayo. De la corteza se hacen sacos de empaque por el siguien- te procedimiento : se corta una parte del tronco, de un metro de lar- go, se golpea fuertemente y al poco tiempo la corteza se desprende con tánta facilidad que la madera sale por una de las extremidades. De ahi le viene el nombre vulgar con que es conocido. 4 5 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 435 1019 CECROPIA Arboles americanos. La especie principal es: C. peltata—Guarumo—De las tierras templadas y calientes, en— - tre 600 y 1,800 metros sobre el nivel del mar. Caracteriza la flora colombiana de las tierras húmedas y termpladas. El tronco da ur - jugo cáustico, empleado para destruír las verrugas y los dactros. Las hojas y la corteza son astringentes y antiblenorrágicos. Las hojas son antiasmáticas, y en decocción se han empleado con éxito para combatir la corea y la movilidad nerviosa, y para regularizar las funciones del corazón, obrando como el digital. | La madera es muy tierna y ligera. Densidad, 0,401. - Los caribes fabricaban con los tallos, las trompetas de que se servían en la guerra o en sus fiestas. Sirve también para hacer fuego por el procedimiento de una rápida rotación PIJUROUMA Su especie más importante es: P. cecropiaefolia—Caimarón—Propio delos llanos del Orinoco y sus afluentes Común en San Martín, San Fernando, etc. Los frutos, que produce en abundancia, son comestibles y muy jugosos. Se pre- para con ellos una bebida muy agradable, conocida con el nombre: de vino de caimaron. Familia CXXIV—Piperáceas Yerbas o arbustos, a veces sarmentosos, de hojas alternas w opuestas. Flores dispuestas en aumentos cilíndricos y delgados, com- puestos de flores masculinas y femeninas, mezcladas sin orden. Les flor masculina consta de un estambre de antera bilocular. La feme- nina, de un ovario unilocular., Estigma sentado, formado por une e tres pequeños mamelones. El fruto es una pequeña baya monos- ¿perma. Son propias de la zona tórrida. En Colombia se encuentran erz todos los climas, hasta 3,000 metros sobre el nivel del mar. Casi to- das son aromáticas, propiedad que deben a la presencia de una resinz» acre peculiar, un aceite esencial y una sustancia cristalina llamid= Piperina E al NG, 436 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Corsta esta familia de unas seiscientas especies, agrupadas en veinte géneros, de los cuales el más notable es : PÍPER Su especie principal es : P. nigrum—Pimienta—Originario de Sumatra, Java y Borneo. Los frutos secos constituyen la piinienta del comercio, muy usada como condimento por sus propiedades digestivas y estomacales. Se usa también como febrífugo. La flora colombiana cuenta con numerosas especies, tanto de éste como de los géneros Macropíper, Artante, Peperomia, y otros. Estas plantas son generalmente conocidas con el nombre vulgar de Cordoncillo y son comunes en todos los climas. Algunas especies son muy aromáticas, siendo de notarse, entre otras, la especie herbácea de la Cordillera Central, llamada Toronjil de montaña, Piper odo- rata. Todas tienen propiedades sudoríficas, antiblenorrágicas y diu- rélicas. | ' La Peperomia numularifolia— Hoja de cuartillo, se considera en el Cauca como antídoto contra la mordedura de las serpientes vene- nosas ( Bothorops ) La Peperomia foetida caracteriza por el olor repugnante que despide. Chucho—De las montañas del Huila. Se Familia VCXX—Juglandáceas Arboles de hojas alternas imparipinadas y caducas. Flores incom- « pletas monoicas o dioicas. Las -masculinas en amentos laterales, o en espigas. Cáliz escamoso con dos, tres o seis divisiones. Estam- bres, tres o más. Las anteras tienen el conectivo muy desarrollado. Flores femeninas, terminales o en racimos. Cáliz con tres a cinco divisiones. Ovario iafero. Estilos, uno o dos, muy cortos. Estigmas, dos o cuatro. El fruto es una drupa de tegumento membranoso y de semilla sinuosa. Todas son astringentes. La corteza es acre y purgante. Consta esta familia de unas veintisiete especies agrupadas en cuatro géneros. La especie colombiana es: Juglands cinerea—Nogal— Hermoso árbol, común en las inonta- ñas de tierra fría, entre 2,000 y 2,600 metros de altura. Su madera es muy estimada en ebanistería. La corteza y los frutos son astrin- gentes. La nuez produce un jugo que tiñe de negro y es indeleble. La semilla contiene mucho aceite. Familia CXXVI—Salic'neas * Arboles de hojas alternas, sencillas y con estípulas. Flores uni- sexuales, en amentos cilíndricos u ovóideos. Flores masculinas con los estambres situados en la axila de una escama. Las femeninas tie- nen un pistilo fusiforme, terminado por dos estigmas bipartidos. El fruto es una pequeña cápsula prolongada, con uno o dos lóculos con varias semillas provistas de pelos sedosos. Son árboles de las zonas templadas. Consta esta familía de dos géneros solamente: Sálix y Populus. Dos especies del género Sálix son conocidas en Lola: Intro- ducidas como árboles de ornato. : S. alba—Sauce común. S. babilónica—S ruce llorón— A mbas cultivadas en la región fría. 2,400 a 3.000 metros sobre el nivel del mar. La corteza es amarga y se ha empleado como tónica y feobrífuga. Debe sus propiedades a la Salicina, alcaloide propio, mny usado para combatir el reumatismo articular y también como febrífugo. Familia CXXVII—Betulacaceas Arboles de hojas alternas, enteras, dentadas, con estípulas deci- duas. Flores unisexuales, dispuestas en amentos escamosos. Cáliz compuesto de una o de varias escamas. Los estambres son distintos, en número variable en cada flor. En las flores femeninas el ovario es libre y bilocular. El fruto es un cono o cilindro escamoso, de es- camas leñosas o simplemente cartilaginosas, en cuya base hay uno o dos pequeños aquenios uniloculares, monospermas y membrano- sos en sus bordes. - Son árboles propios de la zona templada. En la flora colom- biana está representada esta familia por el A/nus ferruginea Aliso— y: ' y / ? R eS 438 | CARLOS CUERVO. MÁRQUEZ Arbol común en la tierra fría, Bogotá, Pamplona, Pasto, entre 2,200 y 3.000 metros sobre el nivel del mar. Las Betulacáceas son apreciadas por su madera, tienen la corte- za astringente y se usan como febrifugas. Familia CXXVIII—Chlorantaceas Grande afinidad presenta con las familias anteriores, principal- mente con las Pipesáceas, esta pequeña familia, compuesta de ar- bustos aromáticos, de tallos articulados, hojas simples, opuestas, A TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 471 SCYRPUS Las especies principales son : S. escigus, S. trichordes, S. montanus, propios de las tierras templadas, Guaduas, el Quindío, etc. Sclería floribunda. De Fusagasugá, etc. Las Cyperáceas son consideradas como diurélicas; obran sobre el hígado y sobre los órganos digestivos y génito-urinarios. La parle que se emplea es la raíz en infusión. Vegetales cryptógamos o acotiledóneos Este grupo del reino vegetal está formado de plantas que care- cen de flores propiamente dichas, esto es, de estambres y de pistilos, Su reproducción se efectúa por medio de otra clase de órganos, di- versamente dispuestos, según las diferentes familias que lo compo- nen. En ellas el embrión es nulo y por consiguiente carecen de coti- ledones. Caracteres todos éstos, que las diferencian esencialmente de los vegetales cotiledóneos o fanerógamos, que acabamos de estudiar, Los cryptógamos tienen, pues, una organización más sencilla que los faneróga nos Su estructura recorre todos los grados de la serie orgánica; desde su forma más simple, el utrículo esférico de los Protococus, hasta los organismos más delicados de las Rhizocar- peas y de los helechos arboresceates, que en su estructura y en su porte, se asemejan tanto a los vegetales superiores o fanerógamos; y entre estos dos extremos existe una serie no interrumpida de for- mas intermedias que, al observarlas con atención, hacen impercep- tible el paso de las unas a las otras. La forma inferior, o sencillamente celular, del Protococus, que constituye un sér organizado, distinto y aislado, ofrece con la pri- mera forma, del reino animal, igualmente un utrículo sencillo, se- mejanzas tan completas, que la diferenciación de estos seres. perte- necientes a los "dos reinos, se ha hecho muy difícil, hasta el punto. que los sabios no han llegado a ponerse de acuerilo sobre ella. Pero tras de estas formas elementales y primitivas, por decirlo así, aparecen otras cuya estructura se complica progresivamente, lo cual da origen aque principien a marcarse las diferencias esenciales, Y ER . y EN A - so EA TIA CAER < Ys A AT E . £ í e o 472 CAKLOS CUERVO MÁRQUEZ - GA a que señalan rumbos tan distintos a los dos grandes grupos en que SN: y están divididos los seres organizados. EN Bajo el nombre general de Cryptógamos se comprenden, pues, vegetales muy diferentes en su porte y en Su estructura Íntima. De acuerdo con ellas, se han dividido en dos grandes grupos : ACRÓÚGENOS Y ANFÍGENOS GRUPO I-CRYPTÓGAMOS ACRÓGENOS Son aquellos cuya estructura es vascular o célulo-vascular. Tie- nen apéndices laterales dispuestos sobre un eje, por cuya extremi- dad se efectúa el crecimiento. Comprende las siguientes familias: Familia CLIV—Helechos Esta familia es la más natural y la más numerosa del grupo de ES los Cryptógamos. Los helechos son los más desarrollados de los ve- getales acrógenos. Su tallo leñoso, compuesto de tejido vascular, - que generalmente forma un rhizoma horizontal, se eleva en algunas especies tropicales, en forma de estipe, que alcanza a varios metros de altura, coronado como las palmeras, por una cúpula de verdura. Las hojas o frondes son sencillas o compuestas y descompuestas; sus segmentos presentan las formas más variadas y caprichosas ; antes de su expansión están arrolladas en cayado. Cuando han al- canzado todo su desarrollo, aparecen en la cara inferior y en la ex- tremidad de las nervaduras, los órganos reproductcres, en firma de pequeñas cápsulas ovóideas o comprimidas, dehiscentes, rodea- das casi siempre por un reborde o anillo elástico, que favorece la dehiscencia. Estas cápsulas, llamadas esporangios, se agrupan en masas ovoides, redondas o arriñonadas, llamadas soros, de color os- curo y cubiertas por una membrana llamada ¿ndustum. Su forma y su disposición sirven de base para la clasificación de las tribus y aun de los géneros de esta familia. En algunas especies, como en la Os- munda regalis y otras, los frondes fructíferos afectan la forma de Una espiga. i Los esporangios contienen los esporos, en forma de un polvo de color oscuro. Cada grano está formado por una membrana que cu- bre una vesícula que contiene fécula y aceite. La reproducción de los helechos es muy singular y presenta dos fases, Casi se puede equiparar a la reproducción de los anima- ) y A A AI E > For a pe YA - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 473 les ovíparos. Desprendido el esporo de la cápsula o esporangio que Jo contiene, y colocado en circunstancias favorables, principia a in- y Marse, la membrana que lo cubre se desgarra al momento de la ger- minación, y entonces se proluce una lámina foliácea llamada tha- llus. Ea la cara inferior del thallas es donde se desarrollan los órga- nos sexuales propiamente dichos; esto es, los anteridios, en cuyo in- terior están los anterozoides o elementos masculinos y fecundantes, y los arquegonios o elemento femenino. El anteridio se desgarra y deja escapar losanterozoides, cuerpos microscópicos arrollados en es- piral y dotados de pestañas vibrátiles, merced a las cuales giran con extraordinaria rapidez hasta encontrar el arquegonio, en el cual pe- netran para efectuar la verdadera fecundación; de la reunión de es- tos dos elementos surge el primer pequeño fronde de la futura planta. Los helechos presentan las formas más variadas; desde aquellos en que el individuo está formado por un pequeño fronde entero y sencillo, como los Polypodium repens y crassifolvum, de Bogotá, de Pasto y del Quindío, hasta los helechos arborescentes, Cyathea ín- cana, Cyathea melenu, etc., conocidas con el nombre vulgar de Bo- bas, tan comunes en los Andes colombianos, y las cuales, con sus elegantes estipes ornamentados con dibujos caprichosos y corona- das por un penacho de grandes hojas divididas, constituyen uno de los tipos más interesantes de la maravillosa Ilura de la América ecuatorial. En épocas geológicas anteriores, los helechos, con los Cycadeas y otras plantas afines, han desempeñado un papel de la más alta importancia. Desde la primera aparición de los vegetales, ha existi- do esta familia con las mismas formas que presenta en la época ac- tual. En el período hullero alcanzó su mayor desarrollo. | Consta esta familia de algo más de dos mil especies, agrupadas en ciento noventa géneros, los cuales se han dividido en nueve tri- bus, según la disposición y forma de las cápsulas que' contienen los esporos. Las tribus son : 1.2 Polypodiceas, que es la más importante y también la más numercsa. : A esta tribu pertenece la Calaguala, Polypodium caluguala y P. angustifolvum, comunes en la Cordillera. Oriental; Bogotá, Villa- vicencio, Muzo, Ocaña, etc., son reputados como sudoríficos, antive- néreos y febrifugos. Las mismas propiedades se atribuyen ala Dora- TA. CARLOS CUERVO MÁRQUEZ dilla, de Ibagué, Aa JMavens y a otras especies del mismo género. pillam venert, son astringentes y pectorales. El Aspidium filic mas, helecho macho. Especie cosmopolita, co- mún a Europa y América ; abundante en las tierras frías de toda la - República, es usado como febrífuzo ; debe sus propiedades a un glu- coside propio llamado filicina, que debe ser común a otras especies del mismo género. El Hipolepis bogotense, es un helecho:común en la Cordullera de los Andes, en los terrenos arcillosos, entre 1,600 y 3,000 metros de altura. Las cenizas contienen una gran cantidad de potasa. Es muy usado para lavar las vasijas del menaje doméstico. Muchas de las especies de géneros de esta tribu son colivadós como plantas de adorno, principalmente de los géneros Adíanthum, al cual pertenecen los cilantrillos, Asplenium y Aspidium; las Ja- mesonia robusta y J. bogotensís; y las Gímnogramas de frondes ca- prichosamente divididos, con la cara superior de un verde de esme- ralda y la inferior dorada, como en la G. chrysophylla, o plateada, como en la G. calomelanos, preciosas especies de los bosques cáli- dos y húmedos de la Amériza ecuatorial, y el Nephrolepis exaltata, de largos frondes aplanados, angostos, segmentados y teniformes. Cyatheas. A esta tribu pertenecen los géneros Cyathea, Al- sophylla, Dicksonía, etc. Muchas de sus especies tienen el porte ar- borescente, y sus formas esbeltas y elegantes constituyen uno ap los principales ornatos de la flora ecuatorial. Las principales: Cy 1n- cana; C.meteni; Cy ebenina; Alsophylla frigida; Dicksonia gigan- tea, etc., son conocidas con el nombre vulgar de Bobas, en Cundina- marca, y de Sarros, en Antioquia. Sus estipes, adornados con dibu- jos caprichosos formados por la cicatriz que dejan las hojas, sumi- nistran postes incorruptibles y de extraordinaria resistencia. 3.2 Hymenophylleas, cuyos géneros principales son Trichoma- nes e Hymenophyllum. 4.2 Gleichenias. Comprende principalmente especies de la Nue- va Holanda. 5-2 Osmundas. Entre sus especies se encuentran varias de aque- llas en las cuales los frondes fructíferos presentan el aspecto de es- pigas. Tal es la Osmunda regalis, propia de las tierras frías y cul- tivado en Bogotá, y la Osmunda gracilis. Los Adíanthum, género al cual pertenece el Cilantrillo, A. ca- | Y, TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 475 Las otras tribus, Esquizaceas, Maratieas y Ofiogloseas no tie- nen mayor importancia; y las Cer aloporídeas, que son helechos = acuálicos. p Familia CLV—Rizocarpeas o Marsitiáceas Son pequeñas plantas acuáticas. El tallo es un rizoma que lle- va bojas alternas, unas veces reducidas al pecíolo (Pilularia ); otras constan de cuatro foliolos articulados sobre un largo pecíolo fmar- o silea) que se enderezan por la tarde, ofreciendo el fenómeno llamado sueño de las plantas; otras veces, como en el género salvinia, son sencillas y redondeadas. En las salvinias y en las azollas, los conceptáculos de los ante- ridios y de los esporangios, están separados y son uniloculares ; re- 1 EA cuerdan las plantas monoicas; mientras que en las marsileas y en las pilularias están unidos en el mismo conceftáculo, que recibe en- tonces el nombre de esporocarpio y recuerda los fanerógamos her- mafroditas. | Consta esta familia de unas veinticinco especies, agrupadas en cuatro géneros. En la flora colombiana están representadas por las siguientes especies : Azolla magellanica; marsilea quadrifolia y salvinía laevigata, conocidas con los nombres de lama de pentano y buchón, que vi- ven en las aguas estancadas de la Sabana de Bogotá; forman en la supe: ficie mullido tapiz de verdura, a veces con reflejos rcjizos de cobre. La marsilea striata vive en los llancs del Tolima. Familia CLVI—Licopodiáceas “Son plantas rastreras, de tallos extendidos, cuyos ejes secunda- rios, nacidos de un rizoma, se elevan perpendicularmente; por lo ge- neral son dicotomos. Las hcjas, muy pequeñas, están como imbri- cadas; otras veces están dispuestas en series longitudinales. Los Es: órganos reproductores son de dos clases. Los unos, numerosos, con- sisten en unas cápsules globosas O reniformes que contienen unos gránulos muy finos. Estas cápsulas son los anteridios; son axilares, tienen de una a tres celdillos y se abren por valvas o son DFT A IS indehiscentes. Los «otros, llamados macroesporangíos, son también cápsulas axilares que contienen d+ dos a cuatro esporos globulosos. | Las Iycopodiáceas se encuentran tanto en la zona tórrida como en las heladas regiones de Laponia, en donde el lycopadium alpinum cubre por sí solo grandes extensiones de terreno. Las especies colom- bianas viven unas pocas en las riberas del Magdalena y la mayor parte en la región fría, a más de 2,500 metros sobre el nivel del mar. Consta esta familia de uhas doscientas especies, agrupadas en cinco géneros. Los principales son : LYCOPODIUM Sus especies tienen varias aplicaciones en la terapéutica. Casi. todas tienen propizdades emeto-catárticas, pero deben usarse en pe- queñas dosis. Son consideradas como irritantes muy enérgicos. El polvo contenido en las cápsulas del Ly. clavatum y de otras especies es muy inflamable. Se emplea bajo el nombre de licopodio en la fabricación de fuegos artificiales, y en farmacia para envolver pildoras y evitar que se mohoseen. También se emplea exteriormen- te en caso de erisipela, eczema y otras dermatosis.. Según don San- tiago Cortés esta especie polimorfa se encuentra en los Andes inter- tropicales, entre 1,600 y 2,900 metros sobre el nivel del mar. L. saururus—Común en toda la Cordillera de los Andes. En Co- lombia, en los páramos de Bogotá, en el Ruiz, en el Tolima, etc. Tiene propiedades vermífugas y eméticas debidas a la presencia de un élcali, «aislado por Adrieu y Burdet, llamado piligarina, muy se- mejante a la lycopadina. En la flora colombiana este género cuenta unas veintiséis espe- cies, la mayor parte de la región fifa, conocidas con los nombres de cacho de venado en Begotá; colchón de pobre en Antioquia; ca- minadera, en Tunja. : SELAGINELLA Este género, compuesto de plantas rastreras, de ramificaciones elegantes, cuenta en Colombia con unas cuarenta y cinco especies. Muchas se podrán cultivar como plantes de ornato. Son comunes principalmente en los sitios húmedos y sombríos de las tierras tem- pladas y calientes. TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 477 Familia CLVII—Equisetáceas Esta pequeña familia está compuesta de plantas herbáceas de tallos huecos, estriados, provistos de trecho en trecho de nudos arti- culados, rodeados de una vaina membranosa y dentada, cuyas len- gúetas parecen hojas verticiladas. Algunas veces en contorno de los nudos nacen ramas verticiladas. Las ramas terminan por una espiga compuesta de escamas gruesas, en cuya cara inferior nacen una es- pecie de cápsulas que se abren longitudinalmente por su cara inter- na. Estas cápsulas contienen los esporos formados por un glóbu- lo en cuya base hay dos filamentos espatulados en su extremidad, los cuales se encierran en el glóbulo, cruzándose hacia la mitad de su longitud. Las equisetáceas secretan por la superficie de las células epidér- micas una cantidad considerable de sílice. En épocas geológicas an- teriores alcanzaron un gran desarrollo. | Hoy consta esta familia de unas quince especies que viven cerca de las corrientes de agua, lánto en la zona tórrida como en las tem- pladas. Son conocidas con el nombre general de cola de caballo y de canutillo, contienen una gran cantidad de sílice. Están agrupadas en un solo género. EQUISETUM Las principales especies colombianas son : E giganteum—Canutillo, cola de caballo—Especie que alcanza ¿20 más de dos metros de altura. Es propio de las tierras templa- , Guaduas, Tena, Fusagasugá, el Quindío, etc., entre 1,500 y 2,200 metros sobre el nivel del mar. E. bogotense. Especie menor, de los Andes de od Familia CLVIII—Musgos Diminutas plantas destituídas de sistema vascular, erguidas o rastreras, acuáticas o terrestres, que tienen un eje de crecimiento a manera de tallo, cubierto con hejas minúsculas, imbricadas, enteras o dentadas. Por su aspecto parecen plantas fanerógamas en minia- tura. Los órganos de reproducción son de dos clases. Los masculi- nos, llamados anteridios, son pequeños cuerpos fusiformes, alarga- 478 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ dos y grisosos, que contienen una materia constituida por células, cada una de las cuales contiene un corpúsculo enrollado sobre sí mismo, provisto de pestañas vibrátiles, mediante las cuales está en un movimiento de rotación casi continuo; estos son los anterczoi- des. El anteridio emite por la extremidad superior la materia celu- lar que contiene los anterozoides. Los órganos femeninos o arquegontos, cuando están desarrolla- dos, tienen la forma de una urna sustentada por un filamento que se desprende del ápice del tallo. La urna está provista en su inte- rior de un eje o columnilla, y de un saco, verdadero esporangio que contiene los esporos. Sus bordes están provistos de dientes o apén- dices en número definido. Sobre ese borde se adapta el cubércu'o O tapa de la urna, que a su vez está cubierto por una capucha, lla- mada calyptra, cuya forma y disposición suministra, caracteres 1m- portantes para la clasificación de los géneros. Estos arquegonios son muy visibles en el género polytricam, por ejemplo. En algunos musgos los arquegonios y los anteridios están co- locados en un mismo pie, y por consiguiente son monoicos; en otros, están en pies distintos y son dioicos; y en otros están situa- dos en un mismo involucro, y son, por tanto, hermafroditas. Los musgos se encuentran en todo el mundo, principalmente en los lugares húmedos y sombríos : en la tierra, en el tronco de los árboles, en las rocas o en las paredes y en los techos de las casas viejas. Figuran entre los vegetales que aparecen primero en los te- rrenos nuevos, y son también los últimos que mueren cuando des- aparecen las condiciones necesarias para sostener la vegetación. En las tierras antárticas, los musgos constituyen los únicos elementos de vida. Por consiguiente desempeñan en la naturaleza un papel muy importante. Consta esta familia de unas mil cien especies, agrupadas en cua- renta y cuatro géneros, los cuales cuentan con numerosas especies en la flora colombiana, propias tanto de las regiones cálidas como de las tierras frías y templadas. Los géneros principales, son : Sphagnum—Con la cápsula sésil, de opérculo deciduo y calyptra lacerada. Polytricum—Cápsula con treinta y dos o sesenta y cuatro dientes > equidistantes. Calyptra dividida. Sus «especies abundan principal- , Sl ei TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 479 mente en los Andes de Bogotá, entre 2,000 y 3,000 metros de al- tura. Ñ Bryum—Seta terminal, cápsula con borde doble; el interior _membranoso con dieciséis lacinias ; el exterior con dieciséis dientes. Sus especies abundan en Bogotá. Hypnum—Seta lateral. Peristomio doble. El borde externo con dieciséis dientes ; el interno, membranoso, con dieciséis lacinias. Cuenta en Colombia con más de cincuenta y cinco especies, la ma- yor parte de las tierras frías, Bugotá, etc. Como las especies de los géneros anteriores, viven en los lugares húmedos y muchas en los troncos de los árboles. ¡ Familia CL1X—Hepaticas Las hepáticas están formadas únicamente por tejido celular. Se extienden en forma de membrana taloide, sencilla o lobulada, o se elevan en figura de tallo, análogo al de los musgos. Están fijas al sue- lo por medio de raíces celulares filiformes. Los órganos reproducto- res son masculinos y femeninos. Los masculinos, anteridios, son pe- queños cuerpos celulares, libres, en la axila delas hojas, como en Jangermanma, o fijos ea el frrnde, como en las Ríiccras, o reunidos en receptáculos que tienen la forma de quitasol, como en las mar- chanítas. Estos anteridios contienen los anterozoides, que son fili- formes. Los órganos femeninos son arquegonitos, reunidos en recep- táculos especiales, en forma como de una botella, de donde se esca- pan los esporos, acompañados de filamentos que se arrollan en héli- ce; han recibido el nombre de elaterios. Las tribus en que se ha dividido esta familia: Riccias, Marchan- tias y Jungermantas, se han considerado por algunos autores como familias distintas. Consta esta familia como de unas ochocientas especies, agrupa- das en sesenta y cinco géneros, propias, la mayor parte, de los luga- res húmedos y sombríos. La flora bogotana cuenta con numerosas especies, principalmen- te de los géneros Plagiochila, Lejeunia y Frullania. Entre ellas las más notables son : la P. trianea, dedicada al Sr. Triana, y la P. cuer- vina, al virtuoso sacerdote Dr. Romualdo Cuervo, quien hizo sobre las marchantias de Bogotá estudios muy importantes. La Marchan. « 4 a 480 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ ; CC ' As día polymorfa, común en Bogotá, es especie cosmopolita, tanto de Eo Europa como de América. IN Familia CLX—Caraceas ; Son plantas que habitan en el fondo de las aguas tranquilas, en los lagos o en los estanques, tienen los tallos articulados, de cada ar- tículo se desprenden en verticilo otros tallos más delgados, general- mente en número de cinco. Estos tallos, raquíticos y de poca eleva- ción, están cubiertos con una costra de sales calizas. E Los órganos reproductores están reunidos en el mismo indivi- duo. Los masculinos, situados debajo del verticilo de las ramas, tie- nen la forma de pequeños tubérculos esféricos, de color amarillo, Los femeninos son pequeños cuerpos ovoides, de color verde, que presentan en su ápice cinco pequeños dientes. Debajo de la cubierta exterior hay una gran vesícula transparente, llena de granos de fé- cula, que es el esporo. Las caráceas son plantas singulares por su estructura y por la naturaleza de sus Órganos reproductores, que hacen de este grupo quizás el más extraño y más cscuro del reino vegetal. No tienen uso ni aplicación alguna. Las emanaciones fétidas que producen se consideran como muy nocivas para la salud; a ellas se atribuye en gran parte la malaria de la campiña romana. Consta esta familia de unas cincuenta especies, agrupadas en tres géneros. En la flora colombiana está representada por la chara se- gunta, que vive en las aguas estancadas de la Sabana de Bogotá, entre 2,000 y 3,000 metros súbre el nivel del mar. GRUPO II-—-CRYPTÓGAMOS ANFÍGENOS Son aquellos de estructura celular. Su crecimiento se efectúa por + toda la periferie. Están desprovistas de protallium. Familia CLXI—Algas Son plantas propias de los lugares húmedos; viven principal- mente en las aguas, ya sean dulces o saladas. Su tamaño y su forma son extraordinariamente variados. Algunos, como los protococus, ver- e - TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 481. ——__—_—- rl, -—daderas bacterias, están constituídos por una vesícula microscópica, ES ] cada una de las cuales forma un individuo completo; otras son En Ñ . . . . 54 : utrículos reunidos y fijos en una substancia gelatinosa, como los o, == Mostocs 5 Otras, como las confervas, se presentan en filamentos o en dd franjas de forma y de color muy varia lo; otras, como los sargasum, tienen una especie de tallo sencillo o ramoso que en los macrocistis alcanza hasta poo metros de longitud. El sargassum natans se pre- “senta en el Océano Atlántico formando como inmensas praderas flo. tantes, que constituyen lo que se llama el mar de las sargasas. Mientras unas viven en la nieve como el protococus nivadis, otras se desarrollan en los mares de la zona tórrida, otras en el cuerpo del hombre y de los mamíferos, como la sarcina ventrícalit, y otras, en fin, habitan en las aguas termales a más de 4u9, como la anabaina thermalis en las aguas de Dax. AS La estructura de las algas es celulosa ; en estos vegetal»s no hay huellas de vasos, y por consiguiente, no existe el fenómeno de la circulación. Su consistencia es gelatinosa, h=rtácea, cartilaginosa O coriácea. Su mudo de reproducción es tan variado como sus formas, Unas veces los corpúsculos reproductores están encerrados en el 1n- terior de los tejidos; otras están colocados en receptáculos exlerio» 4 res, en forma de tubérculos. Las algas ejercen una acción química sobre el agua de que se alimentan y que absorben por toda su superficie, y fijan las sales en ellas disueltas. De ellas se extrae el yodo usado en la medicina y en las industrias, así como también las sales de soda. Las Algas pueden dividirse en cuatro grandes órdenes, a saber; 1.2 DIATOMEAS . Cuerpos cristalinos fragmentarios, limitados casi siempre por lf- “"neas rectas; son planos, duros y quebradizos; viven auidados en el limo y se congregan en formas variadísimas. Comprenden cuaren- ta y cinco géneros con unas cuatrocientas sesenta especies. Estos organismos sencillísimos viven por millares en los abismos más pro- fundos del Océano. Á pesar de sus dimensiones microscópicas, sus restus forman masas inmensas en la superficie del globo. El Dr. La ha Bon observa que, mientras los gigantes de las épocas geológicas ' apenas han dejado oscuros fragmentos, los restos de estos minúscu» 3t 432 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ los organismos han formado altas montañas y cubren por sí solos * grandes extensiones de nuestro planeta. - q Ese mucus verdoso que con frecuencia se observa en los sitios húmedos a donde no llegan los rayos del sol, está formado por Al- gas en el estado más simple de organización, y pertenece a este gru- po, según el doctor Lindley. 2. CONFERVEAS Cuerpos vesiculares, filamentosos o membranosos, que se multi- plican por zoosporos generados en su interior, a expensas de su ma- teria verde. Comprende cerca de cuatrocientas especies, agrupadas en unos setenta géneros. qe A una alga de este grupo, el Protococus allanticus o Tricodes- mia crystatum, debe el Mar Rojo el color especial de sus aguas. Otras especies del mismo género, dispersas ocasionalmente en, la atmósfera, dan a veces a las aguas de la lluvia ese color rojizo que las hace tomar como lluvia desangre. Otras, de los géneros Anabaina y Tricorum, dan a los lagos de Escocia el color verde que les es pe- culiar. Los filamentos hialinos que, como un bozo blanquizco, cu- bren el cuerpo de los animales ahogados, son también una Conferva, organismo entre Alga y Hongo, que los naturalistas llaman Sapro- legmia ferax. Aquellos cuerpcs verdes, de consistencia gelatinosa, ovoides, que se desarrollan a veces al pie de los troncos de los árboles, o sim- plemente en la tierra en los lugares húmedos o en las aguas, perte- -necen al género Vostoc. Del Nostoc se destila un hidrolado que se usa para lavar las úl- ceras y para quitar las efélides de la cara. Se reputa como antican- Ceroso. Una especie de Ulva, conocida con el nombre de Huevo de la Laguna, abunda en el Lago de Tota. * 3.2 FUCOIDEAS Cuerpos asimétricos, celulares o tubulares, que se multiplican por simples esporos, situados en la parte externa. Comprende ochen» ta y un géneros, con unas cuatrocientas cincuenta especies. A este grupo pertenecen los Fucus, Varechs, usados para la extracción de sales de soda y del yodo. El género Sargassum, cuya £specie, S. natans, ocupa extensiones inmensas en el Océano Aulán- tico, formando lo que Colón llamó el mar de las sargasas. ca : A RS OS TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 483 4.2 CERAMIÁCEAS Cuerpos no simétricos, tubulares o celulosos, que se multiplican por tetrasporos. Guenta con unas setecien tas especies, agrupadas en ochenta y ocho géneros. Entre ellas se cuentan las Algas, cuya cua- lidad gelatinosa las convierte en una importante materia alimenti- cia, tales son: la Plocaría tenax y P. cándida. Los nidos de Salan- gana o Golondrinas, que constituyen un plato tan estimado y tan valioso para los chinos y japoneses, están formados por una Alga del género Gelidinm. Otras especies del mismo género son susceptibles de reducirse a gelatina por la ebullición, y constituyen entonces ur buen alimento. El musgo de Córcega, cuya decocción es un excelente vermifu- go, es también una Alga perteneciente a este grupo, la Plocaria 'helminthocorton. - Estudios recientes han demostrado que los organismos inferio- res, conocidos con el nombre genérico de Bacterias, pertenecen al interesante grupo de las Algas, del cual forman el orden de las 5-? BACTERIÁCEAS Organismos constituídos por células microscópicas, cuyo tamaño se mide por medio de milésimos de milímetros, unidad llamada ms cron. Se encuentran en número considerable en las aguas y en la almósfera, y su acción produce transformaciones químicas muy in- teresantes. En la economía animal tienen una importancia extraor- dinaria, por ser los agentes de muchas de las enfermedades infeccio- sas y de las fermentaciones pútridas. Tales son, por ejemplo : El Micrococus lacticus, que transforma el azúcar de la leche en ácido láctico. El Microcus aceti, que es la madre del vinagre. El Microcus prodigiosus, que da a la leche y las sustancias fecu- lentas cocidas un color rojo. Los Bacillus del carbón, de la difteria, de la tuberculosis y del tifo, son considerados como pertenecientes al grupo de las Bacte- riáceas patógenas que producen las enfermedades contagiosas. E z Ñ 484 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Familia CLXI—Hongos Comprende esta familia organismos formados por células o por filamentos, solos o combinados diversamente; carecen siempre de en- docromo y forman la parte vegetativa llamada Micelium. Presentan las formas más variadas y más diferentes del tipo con que se acostum- bra representar los vegetales, de tal modo que muchos autores dis- cuten el carácter vegetal de los Hongos, y proponen que se les con- sidere como un nuevo reino o grupo, igualmente distante de las plantas y de los animales. Se desarrollan principalmente sobre las sustancias orgánicas en descomposición, o en los residuos que de ella resultan. Sin embargo, muchas de las especies más inferiores se desarrollan en organismos vivos, tanto vegetales como animales, originando entonces enfermedades de la mayor gravedad, tanto en los unos como en los otros. e En su forma más simple son pequeños filamentos articulados, compuestos de células unidas unas a las otras; tales son las diferentes especies de Moho, que pertenecen a la tribu de los Mucor o Mucedé neas. En un estado de mayor desarrollo, los hongos están formados por una masa de tejido celular, cuyo centro está compuesto de espo- ros adheridos de cuatro en cuatro al tejido, el cual al fin se desga- rra y deja escapar una masa pulverulenta como en el Pedo de bru- ja, Lycoperdon. En su más completo desarrollo la masa celular tiene dos superficies : la superior es entera y unida, y la inferior, llamada himenium, está dividida en celdas o en tabiques, en donde se encuen- tran los esporos, como en los Agaricos, Boletos, etc., conocidos con el nombre vulgar de paragúitas o sombrerillos. El Mycelium es a la vez raíz y tallo; los filamentos inferiores son subterráneos o están prendidos a los cuerpos sobre los cuales vive el hongo, pero todo él absorbe y elabora los jugos nutritivos ; crece produciendo nuevas células. Los órganos reproductores son muy variados. En las especies más sencillas el esporo se forma por estrangulación de las células; en otras se desarrollan en receptáculos especiales que llevan las cé- lulas esporiferas. En estos organismos tan simples y primitivos la forma es muy cambiante. Así, es en ellos frecuente el fenómeno de digenesis O generación alterna, que da por resultado individuos que se habían considerado como pertenecientes a tipos muy distintos. Igualmente de >, ea ¡de y 0d a Pi Fe pl hd y ee Poy o TAN A, A / ¿ie » q e a pa ee - TRATADO ELEMENTAL DE BOTANICA 48 5 ¿QU Se ha demostrado que algunas Mucedíneas inferiores, principaln en- $: tea las que pertenecen los parásitos micósicJs del hombre, no son -otracosa que formas simples o conídicas de otros hongos de orga- nización más elevada. Estos y otros por el estilo constituyen casos de verdadero polimorfismo, fenómeno que es frecuente en los grupos inferiores de esta singular familia. Los hongos contienen una cantidad notable de ázoe y de princi- cipios azoados, con lo cual ofrecen cierto punto de contacto con las materias animales ; a ellos deben algunas especies, como el Phallus impudicus, Sátiro, común en ¿mbos continentes; en Colombia en las tierras cálidas, Villavicencio, etc., el olor cadavérico y repugnante que despiden. + Como están desprovistos de clorófila, no fijan el carbono bajo la influencia de la luz: tanto de día como de noche absorben el uxíge- no de la atmósfera y desprenden ácido carbónico. A esta constante absorción de oxígeno deben sin duda la pasmosa actividad de sus funciones vitales, así como la rapidez de su crecimiento en un y grado que es desconocido en los otros vegetales; a esta misma acli- vidad vital se debe también lo efímero de su vida individual. Muchos hongos, principalmente del género Agaricus, son fosfo- -——rescentes. A ellos se deben los fenómenos luminosos que por las no- ches se observan en nuestras flurestas en los troncos que se hallan en estado de descomposición. Muy importantes son los hongos desde el punto de vista de sus propiedades y usos. Unos pocos son alimenticios, como el hongo común, provenientes de varias especies del género Agaricus, princi- palmente del A. campestris; del género Boletus; la Trufas, produ- cidas por el género Zuber, 7. cibarium, T. griseum, etc., la filava- ría quinduensis (1), de la Mediación, encima de Ibagué, a 2,200 me- tros sobre el mar. La generalidad son venenosos y sus «fectos tóxi- cos son de la mayor gravedad ; son de naturaleza viscosa, de olor repugnante y exudan un jugo fétido, en el cual se disuelven ellos mismos. Pero Ja importancia verdadera de los hongos provie- ne de la acción que tienen en la fisiología general. Los hongos pa- rásitos actúan enérgicament» sobre los cuerpos organizados que in- ' vaden, produciendo desdoblamientos y verdaderas fermentaciones que los convierten en polerosos agentes reductores. (1) S. Conrés. Flora de Colombia. SS A y 486 ALETA Los hongos parásitos tienen el poder de penetrar, por medio del ke amycelium, muy profundamente en los más compactos tejidos, celu- lar y vascular, y la acción destructora que en ellos producen se debe ao tanto a los elementos que toman para su nutrición, como a los - termentos de putrefacción que nacen de los myceliums descompuestos. Un hecho singular es que los perfumes previenen el desarrollo le los hongos. Por eso los objetos de cuero de Rusia son los menos axpuestos a mohosearse. Las numerosas especies de hongos se calculan en más de cuatro mil, agrupadas en unos seiscientos géneros, divididos en seis gran- les subórdenes, de acuerdo con la disposición de los esporos. SUBORDEN I—HYMENOMICETES O AGARICÁCEAS Esporos generalmente cuaternados, sobre esporóforos distintos. Hymenium desnudo. Los géneros principales son : AGARICUS Hongos de receptáculo asombrerado, con estipite jamás relicula- jo y que nunca falta. Sombrerillo carnoso. Hymenio laminar por debajo; las láminas irradian desde el centro y están compuestas por dos membranas. Este género consta de un gran número de es- pecies. Algunos autores proponen dividirlo hasta en treinta subgé- aeros. Muchas de sus especies son comestibles. Las principales son * A. campestris, llamado también Amanita edulis y Psallotia cam- pestris. ñ A. colubrínus, A. excoriatus, etc., producen los hongos más esli- mados como comestibles. A este género pertenecen los hongos de sombrero, llamados vul- zarmente setas, sombrerillos o paragúitas. El género Amanita, desprendido de éste, contiene algunas espe- cies venenosas. BOLETUS Hongos de receptáculo asombrerado, de hymenio heterogéneo, :ompuestos de tubos separables. Viven en la tierra o en el tronco de los árboles. Algunas especies, como el B. edulis, B. tuberosus, etc., 3on comestibles, pero la mayor parte son por lo menos sospechosas. Tienen formas muy variadas: unos de copa, otros de casco de ca- ballo, otros de oreja, etc. PARO AS de 7 A 0 F o A » 7 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 487 CLAVARIA Hongos carnosos o córneogelatinosos; son ramosos y comesti- bles. Tienen el receptáculo derecho, cilíndrico, confundido con el _estípite; el hymenio es concreto y liso y ocupa toda la superficie, Los ramos, engrosados en la parte superior, tienen la forma de una masa o clava, de donde les viene el nombre. Sus especies son tam- bién comesstibles, entre ellas la Clavaria quinduensts, de la Media- ción, cerca de Ibagué. | 0% po SUBIRDEN Il —GASTEROMICETES O LICOPERDIAÁCEAS 5 e Esporos generalmente cuaternados, sobre esporóforos distintos. Hymenium incluído en un peridium. Géneros principales : NS LYCOPERDON Hongos terrestres, radiculados, sin estípite distinto y de peridio doble: el exterior adherido y con escamas; el interior membranoso, rompible por el ápice. Esporidios aglomerados. Sus especies princi- pales son : L. Pratense, L. pyriforme—Pedos de bruja —Comunes después de las lluvias.en las sabanas de tierra fría, Bogotá, Tunja, etc. Con la parte interior de estos hongos se fabrica una yesca; se usa tam- bién como hemostático. El £. carcinomale, del Cabo de Buena Es- peranza, se ha usado contra el cáncer. Otras especies son comes- > tibles. PHALLUS Hongos grandes, solitarios, venenosos, de valva redondeada, compuesta de una membrana doble. Receptáculo cónico, sostenido por un estípite y cubierto de un mucus esporulífero, que se vuelve difluznte. Su especie más importante es : Ph impudicus —Sátiro—Impúdico—Este hongo, de unas siete pulgadas de largo, tiene la forma de un phallo y despide un olor cadavérico que le es peculiar. Es tanto del Antiguo como del Nue- vo Continente. En Colombia es propio de los climas ardientes. Lo' hemos encontrado frecuentemente en Villavicencio. Los campesinos de Alemania se lo hacen comer al ganado, diz que para excitarlo a la cópula. > ER pa j A al ZA Y pS 4 des $ ; Fi pda 488 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ | SUBORDEN III —CONIOMICETES O UREDÍNEAS Esporos aislados sobre esporóforos más o menos distintos. Son hongos parásitos de otros vegetales. Varios atacan las plantas cul=- tivadas, principalmente los cereales, acasionando grandes daños a la agricultura. Géneros principales: UREDO . 2es Son hongos pulverulentos que viven debajo de la epidermis de las plantas vivas. Ú. línearis —Herrumbre del trigo--Se presenta en forma de. polvo amarillo o anaranjado, en las cañas y en las hojas de las gra- míneas. Se compone de glóbulos esféricos o ligeramente ovoides.. Ú. vilmorina—Polvillo de trigo —Se distingue por sus esporos voluminosos y por su color rojizo. Cuando abunda mucho ataca las espigas e impide que el grano. se desarrolle. G-neralmente se en- cuentran reunidas estas dos especies y la Puccínía gramints, otro de los hongos que atacan las gramíneas. USTILAGO Las especies de este género se desarrollan principa]mente sobre el óvulo de los cereales y lo hacen abortar, sustituyéndose a él. Las especies más perjudiciales son : U. caries—Caries del trigo —El grano enfermo conserva su for- ma, pero en lugar de gluten contiene un polvo negro untuoso y fé- tido. U. maidis—Carbón del maíz--Ataca toda la planta, principal- mente los granos, que se convierten en sacos llenos de una materia negra y delicuescente. U. Segetam—Carbón de los cereales, Ataca los granos del tri- go, de la cebada, de la avena, etc. £PERMOEDIA Las especies de este género son también hongos parásitos que se desarrollan en otros vegetales, ya en los granos como en el cen- teno, o en el maíz; ya en otros órganos, como en la raíz de la za- nahoria, Sp. elongatum, y hasta en otros hongos, como en las lá- minas de los agaricos, Sp. fungorum. Se considera como un orga- ed sl Y . » De E 3 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 4389 nismo vecino de los agaricos, y detenido en su desarrollo. Las espe- cies principales son : Sp. clavas —Cornezuelo de centeno—Se usa en médica como estimulante especial de la matriz. Administrado en gran cantidad ocasiona un verdadero envenenamiento. Dilata la pupila y detiene la circulación de la sangre. Se usa también como hemostático. El extracto del cornezuelo de centeno es el producto farmacéutico co- nocido con el nombre de Ergotina. Sp. maydis—Cornezuelo de maíz—Maíz peladero— Hongo que ataca los granos del maíz. Parece exclusivo de algunas regiones de Colombia, como La Palma, Muzo, Mariquita, etc. Se presenta bajo la forma de un pequeño tubérculo que, como un cono, se aplica al grano y le da una apariencia piriforme. El grano atizonado tiene un aspecto lívido. pero es inodoro. Se llama maíz peladero, porque a los que lo comen les hace caer el pelo y a veces hasta los dientes; pero no produce la gangrena, ni las enfermedades convulsivas que ocasiona el cornezuelo de centeno. Los caballos y las mulas que comen este maíz pierden también el pelo, y a veces hasta los cas- cos. Tomado en gran cantidad ocasiona la muerte (1). SUBIRDEN IV —HYPHOMICETES O BOTRITACEAS Esporcs desnudos, con frecuencia septados. Tallus dec Los géneros principales son : PERONOSPORA Pequeño hongo que se desarrolla en el parenquima de los vege- tales y acasiona en ellos enfermedades que son verdaderas plagas. La especie más importante es: P. infestans, que ataca la mata de la papa, produciendo la en- fermedad conocida con el nombre de mancha o gota, que tantos daños ocasiona en el cultivo de ese vegetal. Se presenta en forma de pequeños grupos extendidos, blancos, laxos o confluentes en el tallo y en la cara inferior de las hojas de la papa. Parece que apareció por primera vez en 1845. (1) Véase Memoria del Dr. Roulín sobre el maíz ateson +Jo—Boussingault— Viajes a los Andes ecuatoriales. 490 CARLOS CUERVO MARQUEZ BOTHRITYS De estos hongos, sumamente pequeñes, la especie más impor- tante es el B. Bassíana, o sea la Muscardina, que ataca el gusano de seda. Su micelio invade el interior de la oruga y la mata; veinti- cuatro horas después el gusano aparece cubierto por una especie de pelusa blanca, que no es otra cosa que el hongo, que le da el aspec- to de estar espolvoreado de harina. Ocasiona pérdidas inmensas, y hasta hoy no se ha encontrado remedio para conjurar esta plaga. OIDIUM A este género pertenecen los hongos que forman «quel polvo negro que aparece como manchas en los papeles y cartones que se guardan en lugares húmedos. Es el O. cartharum. El O. albicans, o saccharomyces-albicans es el hongo que pro- duce el mal llamado muguet, que ataca la boca, la faringe y hasta los intestinos de los niños. SUBORDEN V— ASCOMYCETES Esporidios, casi siempre reunidos en series de ocho y conteni-- dos en asces. Se dividen en dos grupos: Discomycetos y Pironemy- celes. Corresponde al primer grupo el género: TUBER De peridio casi globoso, sin raíz y siempre cerrado. Son hongos subterráneos y casi todos comestibles. Se producen principalmente en las tierras arcillosas, entre las raíces de las encinas. Las especies principales, conocidas con el nombre de 7rufas, son: Tuber ciba- rium, T. Griseum. A este grupo de los Ascomycetes pertenece el género Aspergi- lus, cuyas éspecies, parásitas del hombre, determinan las micosis vis- cerales, llamada Aspergulosts. Los géneros principales, del segundo grupo, o sea de los Pyro- nemuyceles, son: SPHAERTA E A este género pertenecen aquellos hongos que al desarrollarse en el aparato digestivo de algunas larvas rompen la cubierta ani EIA GE ha TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 491 mal y salen al exterior adquiriendo una longitud de varios centí- _metros, de modo que la larva aparece como atravesada por una planta que principia a desarrollarse; lo que ha hecho creer al vul- go en la transformación del animal en vegetal, Tal es la Sph. muli- tarís, conocida en Europa con el nombre de Mosca vegetante de los Caribes, que se encuentra en los bosques ardientes de las Antillas y de la América equinoccial. En Colombia es frecuente en los bos- ques húmedos de Pandi, Arbeláez, Muzo, etc. Oiros Sphaerías, tales como la Sp robertsi, de Nueva Zelanda, y la S. sinensis de la China, se desarrollan igualmente sobre larvas, - pero sólo por una de las extremidades; esta última es reputada en China como medicamento de maravillosas propiedades. 4 ERYSIPHE Pequeños hongos parásitos que se desarrollan en las partes ver- des de los vegetales, principalmente en las hojas. Están dotados de tres sistemas de reproducción. Ataca principalmente la Vid, y cuan- do invade un distrito vinícola causa verdaderos desastres. A este mismo género pertenecen aquellos pequeños filamentos que apare- cen en las frutas en descomposición. Antes se consideraban como pertenecientes al género Ordium, pero recientes observaciones han hecho ver que son simples Conidios del género Erysiphe. DOTHYDEA Su especie D. tinctoría es el hongo que se desarrolla en las ho- jas del Chilco, Bacchartis polyantha, de la Sabana de Bogotá, y de otros lagares de lierra fría, entre 2,400 y 3,000 metros de altura, y que produce el verde vegetal, llamado verde de Chilco. SUB)RDEN VI—PHYSOMYCETES O MUCORIDEOS Esporos rodeados por un esporangio o velo vesicular. Thallus tlocoso. Las mucorineas o mohos forman sobre las sustancias orgánicas en descomposición espesos copos blancuzcos ; formados por pedúncu- los que sostienen unas vesículas llenas de esporos verdosos. La organización y la estructura de los mohos es todavía mu y poco conocida. ! / » € 492 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ- A este grupo pertenece el Mucor mucedo o aseophora mucedo.. 13 Moho del pan, del queso, etc., cuyos esporos germinan en diez 0 3 doce horas. | 53 M. frinetarius—Moho de la boñiga y del estiércol, etc. Algunas especies son patógenas del hombre, tales son : E 7 M. pusillus, M. corymbifer, M, racemosos, que sz han encontrado dE dentro del oído. | A la tribu de los hyphomicetes pertenecen el hongo que produce á E: en el hombre la tiña fávica: ascorion scoenleíní u oidium scoenleint, AE" de Lebert. e ás : La tiña tonsurante es producida por un hongo-del género trico-. phiton, del grupo de los ascomycetes. Trico. tonsurans y también por FS el microsporum adoutnil. : Los carates, según los interesantes estudios hechos por el doctor Montoya y Fiórez, autoridad en la materia, provienen de hongos vecinos de los géneros asperjilus y perucillium, que todavía no están bien determinados. Por este pequeño resumen se puede apreciar la extraordinaria importancia que tienen los hongos en la economía orgánica y las o ventajas que de su estudio pueden derivarse. S Familia CLXII—L'quenes Los líquenes son plantas celulares, vivaces, en forma de expan- siones membranosas, lobuladas, fuliáceas, de naturaleza seca, coriá- cea o crustácea, llamadas tal/us ; y coloreadas de diversas maneras : generalmente son grises, amarillosas, verdes o negruzcas. Su tama- ño varía desde aquellos casi imperceptibles que viven bajo la epi- dermis o en las fibras de la madera, como son las especies del géne- ro verrucaría, hasta los que alcanzan varios metros de longitud. Algunas especies, como los géneros roccella, usnea o barba de pie- dra, stereocaulon, etc., afectan una forma ramificada, con ramas del- gadas, dicotomas, muy numerosas; entonces se dice que son frulicu- -_losos. Otras veces son láminas de contornos lobados y redondeados que se adhieren a la corteza de los árboles, como en la physcia pa- rietina ; entonces se llaman foliáceas. Con frecuencia esas láminas son coriáceas, se desarrollan sobre las rocas o sobre las tejas de los edificios y se adhieren tan íntimamente que es imposible separar- ” TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA AS A ei los; su apariencia de costras les ha hecho dar el nombre de cruslá- -ceos, tales son los géneros graphis, endocarpon, etc. Los ganchos por los cuales se adhieren a las otros cuerpos son filamentos de la misma naturaleza de los del mycelam de los hongos. La reproducción de los líquenes se efectúa por medio de órganos de naturaleza muy diversa. Cuando la planta ha alcanzado todo su desarrollo, se ven aparecer en la superficie una especie de pequeñas copas amarillentas, de color más oscuro que el resto del tallus; estos cuerpos han recibido el nombre de pertteces. Como el resto del liquen, están formados por filamentos entrelazados, llamados hyphos; al llegar éstos al interior de la copa se disponen perpendicularmen- so Ed te; algunos quedan estériles y son llamados parafices ; otros, inter- calados entre éstos, se inflan en forma de masa, en cuyo centro el protoplasma se divide en ocho cuerpos ovalalos, que son los espo- ros ; las masas o botellas, han recibido el nombre de asques. Debe notarse que estos hyphos no difieren en nada del mycelum o de los hyphos de los hongos. En otros líquenes, los esporos, en número de cuatro, se producen sobre filamentos. Entonces el aparato reproductor no es una asque sino una báside, muy semejante al mismo órgano de los hongos basidiomicetes. Otras veces se reproducen por medio de conidios, o sean esporos que se desprenden de filamentos que tapizan el fondo de la copa, como sucede en la physcia parietina, liquen del tronco de lcs ár- boles. Otras veces, en fin, se reproducen por un medio más sencillo, y este es el más general : varios filamentos se reúnen al rededor de un grupo de células verdes; el conjunto llamado soredio, es una peque- ña masa redonda que se desprende del tallus y es llevada por el viento para ir a dar más lejos nacimiento a nuevos líquenes. Tanto por su estructura Íntima, como por su modo de reproduc- ción, los liquenes ofrecen el singular ejemplo de ser una planta pro- veniente de dos vegetales muy distintos, como son una alga y un hongo. En unos casos es el hongo el que predomina y el que da su forma general al liquen, como sucede en la pluscia; mientras que en otros, como en las collemas, es el alga la que domina. Este curio- so fenómeno biológico, verdadero caso de symbiosis, no puede po- nerse en duda después de los trabajos y experimentos de los Profe- sores Max Reess y Gaston Bonnier para efectuar la síntesis del liquen. Ar RT ja. PS > O o EE o “ Er z AAA 4094 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ Los líquenes presentan una resistencia extraordinaria tanto al frío como a la sequedad y a la pobreza del suelo. Viven y se des- - arrollan donde ningún otro vegetal podría vivir, Gracias a esta pro- digiosa vitalidad, son generalmente los primeros vegetales que apa- recen en las áridas rocas puestas al descubierto por cualquier cir- la 19 cunstancia. Se pueden considerar como los primeros agentes para dar al suelo aptitudes para sostener la vida orgánica. Sus especies están dispersas en todo el mundo. Se encuentran en los árboles, en las piedras, en las rocas, en los tejados de los edifi- cios; y las mismas especies se”encuentran en diferentes partes del mundo. Jamás se desarrollan, como los hongos en las sustancias orgánicas en descomposición, y viven en todos los climas y en todas las latitudes, desde el ecuador hasta el polo, y desde la orilla del mar hasta el límite de las nieves eternas. Los líquenes tienen propiedades nutritivas muy pronunciadas, debido a la presencia de uva sustancia amilácea análoga a la gelati- na; y contienen, además, varios principios propios, tales como la cetrarina, la pichroliquenina, la stictina y la variolina, que son amar- gas; otros contienen materias colorantes como la orcina, la ery- thrina, etc. Consta esta familia de unas dos mil quinientas especies, disper- sas en todo el mundo, y agrupadas en unos sesenta géneros, muchos de los cuales están abundantemente representados en la flora colom- -biana. Se dividen los líquenes en tres órdenes, a saber : I—COLLEMACEAS Líquenes de tallo sencillo, análogo al de las alzas. A este orden pertenece el género collema, cuyas especi-s Á. implicatam, C- pyeno- carpum, etc., se desarrollan en la corteza de los árboles en la región de Bogotá. HI —MYRIANGIACEAS Comprende un solo género: myriangium, cuyas especies son de una estructura celular más definida. El M4. duritae vive en las corte- zas de los árboles, tanto en Villeta como en Bogotá. AA A TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 495 NI —LICHENÁCEAS Es la más numerosa. Sus géneros principales son : + CLADONIA Sus especies viven en la tierra desnuda. De las colombianas, las más importantes son: €. fimbriata y C ochrochlora, de los Andes de Bogotá ; la C. rangiferina, forma en Laponia e Islandia extensas pra - deras y sirve de alimento a los renos que lo saben descubrir bajo la nieve. Vive también en los Andes de Bogotá entre 2,600 y 3.200 metros. La €. sanguinea, llamada sapitos, en Santander se usa para curar las aftas de los niños. : STEREOCAULON Líquenes de tallus crustáceo cartilaginoso, ramoso, granulado y con pequeñas escamas. Su especie principal es St. ramulosum. Co- mún a Colombia, en las montañas a 3.500 metros de altura, y a Fu- ropa, en donde es usado como materia tintórea. x USNEA Thallus vertical. La capa cortical es crustácea y separada de la medular, que es filamentosa. Sus especies, lo mismo que los Stereo - caulons, son conocidas con el nombre genérico de Barba de piedra y también Barba de palo, según que crezcan sobre las rocas desnu- das o sobre la corteza de los árbules. Las especies principales son : Usnea barbata, U. ceratina, U. gracilis, que crecen sobre los ár- boles en Fusagasugá, Bogotá, etc., entre 1,800 y 3,060 metros sobre el nivel del mar. La U. gracilis es confluente con la U. plicata, que en Europa es considerada como planta tintórea. U. laevis—Crece en Bogotá y se adhiere tenazmente a las rocas y a los tejados de los edificios. Las especies de este género contienen un principio especial, lla- mado Usnina o ácido úsnico, que es al que deben su acción colo- rante. CETRARIA Liquen de tallo vertical, cartilaginoso, membranoso. Su especie principal es la C. islandica o Liqnen de Islandia, co- mún a Europa y a América. En Laponia y en Islandia se usa para E $ alimentar los renos. Tiene grandes cualidades nutritivas, debidas a z la materia amilácea-gelatinosa que contiene en proporción de un e ochenta por ciento, según el análisis de Berzelius. El Liquen de ls- lanlia es ligeramente amargo, debido a un principio propio llama= do Cetrarina; se usa como tónico, demulcente y nutritivo. En Bogotá, « 2,700 metros de altura, se encuentra la variedad Crispa. ) STICTA Tallus foliáceo, coriáceo, extendido horizontalmente y velloso en la parte inferior. Su especie principal es: : | | S. pulmonácea— Liquen europeo, que se desarrolla en las enci- nas. Se usa como tónico y nutritivo y también contra la tos, de don- de le viene su nombre específicc. En Bogotá viven en la corteza de los árboles la S. Laciniata y S. aurata, que son amargas, debido a un principio propio llamado Stctina. PHYSCIA Sus especies, extendidas por todo el mundo, viven sobre los mu- ros, como la Ph. parietina, de Europa, o la Ph. acromela, de Fusa- gasugá, o sobre los troncos de los árboles, como la Ph. stellarís, que se encuentra en Bogotá, tanto en los sauces y en los alisos como so- bre las piedras y en los muros. LECANORA: Este género comprende especies de tallus crustáceo, adherido y uniforme. Unas viven en los troncos de los árboles, otras muy po- cas, se desarrollan en las tierras secas y ardientes. En la flora co- lombiana cuenta numerosas especies, unas propias de lierras calien, tes, como las £, parella y L. inequata, de Viileta; otras de las Lie- rras frías, como Bogotá, en donde son muy numerosas. : Una especie muy curiosa es laL. esculenta, liquen que se presen- ta en forma de pequeños glóbulos, cuyo tamaño varía desde el de la cabeza de un alfiler hasta el de una nuez. Se encuentra frecuente- mente en los desiertos de la Tartaria. Como son libres y sin adhiren- cia a otros cuerpos, crecen y se desarrollan rápilamente, mientras que los vientos los transportan de un lugar a otro; de suerte que pa rece como si cayeran del cielo. Este fue el maná que alimentó en el desierto al pueblo hebreo. La caída de maná no es un hecho muy TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 497 raro en los tiempos modernos. La ciencia registra varios casos, en los cuales el fenómeno ha sido producido por esta Lecanora, que, Eo como se ha dicho, algunas veces aparece repentinamente en Arme- nia y en Tartaria, y sirve de alimento a los naturales. Los Líquenes contienen, en lo general, resinas colorantes que se - aprovechan en tintorería. La Orchila, de Canarias, tan usada en las manufacturas, es producida por la RRocella tinctoria y la R. fucifor- mis, comúa esta última a las costas del mar de las Antillas. E, De los Líquenes colorantes, los principales son la Lecanora -— Parella, que produce la Orchila de Auvernia, especie crustácea que se ha encontrado también en Colombia, en la corteza de los árbo- les, en Villeta, el Aserra lero, etc., y la £. atra, común también a Europa y a América; en Colombia, en Villeta, sobre las tierras are- nosas, etc. Generalmente, en la serie de familias naturales, los Líquenes se colucan antes de los Hongos; nosotros hemos preferido cerrar el estudio de la serie vegetal con estos singulares Organismos, pre- ducto de la unión de las Alyas y de los Hongos, que hemos estu- diado atrás. ¿32 Geografía Botánica ' Descripción del régimen altimétrico de la Flora Colombiana Teniendo la República de Colombia ido su territorio en el corazón de la zona tórrida, con extensas costas sobre los dos océa- nos, surcado por grandes y profundos valles, entre los cuales se le- vantan altísimas cordilleras, cuyas majestuosas cimas están cu- biertas por eternas nieves, y extendiéndose al oriente en las inmen- sas pampas que riegan los grandes tributarios del Orinoco y del Amazonas, presenta, por consiguiente, todos los climas imaginables. La columna de mercurio del termómetro, que en las costas y en los valles ardientes sube hasta marcar 409, desciende insensiblemente a medida que él observador se eleva sobre el nivel del mar, hasta que- dar reducida a 0%, a los 4,500 metros de altura. La misma sorpren- dente diversidad se observa en los demás factores que determinan el clima de una región. Dadas estas circunstancias, se comprende que la flora de Colom- bia no forme un grupo homogéneo y ajustado a un mismo plan; lejos de esto, ella comprende la más extraordinaria variedad de for- mas y de tipos, no solamente según la mayor o menor altura sobre el nivel del mar a que se la observe, sino también según las condi- ciones especiales de cada región. En efecto, la tlora del Meta tiene muy poco de común con la del Caquetá, y mucho menos con la del Atrato o la del Sinú; la de las altiplanicies de Pasto tiene rasgos especiales que la distinguen de la de las grandes mesas andinas de Cundinamarca o de Boyacá; la del Valle del Patía tiene caracteres especiales que la diferencian de la propia de los valles de Cúcuta. * Escrita en 1893 para la Vaeva Geografía de Colombia, del señor don Fran- cisco J. Vergara y V. 500 : [CARLOS CUERVO MÁRQUEZ E El canelo sólo crece en las selvas de los andaquíes; los barnices pre- elosos no se producen sino en la región de Pasto; el quereme no embalsama el aire sino en el reducido valle del Salado ; sólo en Ca- sanare y en San Marlín levanta el moriche su estipe coronado por gracioso capitel. > A pesar de que, como se ve, cada región posee especies que le son propias y que caracterizan su flora, en las presentes líneas, para presentar un ligero cuadro de la vegetación de Colombia, y siguien- do el método generalmente admitido hasta hoy, nos limitaremos a considerarla en su conjunto, dividida en zonas, según la ás so- bre el nivel del mar. . Al hacer la división que hoy presentamos nos hemos fijado en las especies más importantes y más generalmente conocidas. Bien se comprende que tal división no tiene, ni con mucho, rigurosa exac- titud matemática. El vegetal que en un punto determinado vive den- iro de ciertos límites, en otro de la misma altitud lo traspasa, porque la suma de las condiciones climatéricas no es la misma que en el primero. En estas materias no se pueden admitir los términos abso- Intos. La naturaleza tiene tan poderosa fuerza de expansión, que no se la puede aprisionar dentro de los estrechos moldes forjados por el ingenio humano. De O m. hasta 1000 ms. En los estuarios del litoral crecen las coccolobas, algunas de cu- yas especies suben a lo largo del Magdalena hasta la altura de Hon- da (200 metros). En las costas húmedas y bajas, el mangle —rizophora mangle— ocupa casi exclusivamente grandes zonas de terrenos, y sus ralces adventicias se mojan en las mismas aguas del Océano. Junto al man- gle crecen en el litoral del Pacífico el zapotolongo, pachira acuáti- ca, y en la isla de Coiba el calabazuelo, pachira sessilis. El castaño, matisía castaño, es propio del Ghocó, en donde crece hasta los 500 metros sobre el mar. En las llanuras ardientes, secas y pedregosas, tanto de las hoyas del Magdalena como del Cauca y de la región oriental, el chaparro o peralejo, curatella americana, el bejuco tomé, doliocarpus nitidus, y davilla kunthi y otras dilleniáceas, junto con el cissampelos ca- apeba, amargoso, bejuco guayacán, tostón, elc., predominan en la flora pobre y desmedrada de los bosquecillos que en todas las tie- eS y 4 me is Rs ” TIA AP EAT df id A, ! A Lo , 2 d E TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 50ot E ras calientes se conocen con el nombre de chaparrales ; allí mismo 2 crecen el mombín y los ciruelas amarillas, spondias lutea y spondias -mombin, y cerca de los lugares habitados el cardosanto, argemone mexicana ; mientras que en los terrenos más húmedos, en las vegaz de los ríos, las ceibas, bombax ceiba y bombax septenatum, y los helicteres levantan en alto sus copas majestuosas ; es allí donde se cultivan el cacao y el tabaco y donde crecen el totumo (crescentia y cujetes), el tamarindo y el guásimo (guazuma tomentosa y guazu- ma ulmifolia), de propiedades refrescantes. En los bosques crecen el caracolí y el marañón, el palo de María (callophyllam mariae), la vainilla y la ipecacuana (psichotria emetica), la acuapa (hura crept- tans), la otoba (myristica cebifera), las piscidias o barbascos, los dentrostylis, el achiote (bíxa orallana), la coca (erytroxilum coca y hondense) ; y al lado del cedrón (símaba cedron) y del árbol de le- che (galactodendron utile), el manzanillo (hipomane mancinella), de exhalaciones acres y venenosas. En los lugares abiertos abundan las malváceas, de propiedades ' refrescantes, sobre todo la escoba babosa (sida acuta), que crece jun- to a la estancadera (krameria ixina). Algunas xylopias son peculia- res a esta zona, principalmente el malagunto (w:glopia frutescens) y el burilico del Cauca (2ylopia ligustrifolia), que marca el límite superior de ella. En los sitios áridos y pedregosos, principalmente en las cuencas profundas de Santander, los cereus, los cactus y los me- locactus dan con sus extravagantes formas un aspecto especial al paisaje. Característicos de las selvas del Caquetá son el palo de tela (an- tiaris saccidora) y el canelo (nectandra cinnamomoldés); y el maíz de agua (victoria regia), en los esteros de los grandes ríos. Esta es la zona predilecta de los árboles frutales: el níspero, el mamey, el zapote, el naranjo y el limonero, los mangos, el plátano y el caimito; la piña y la pitahaya; aun cuando algunos de éstos cre- cen también a un nivel superior. Otro tanto puede decirse de la caña de azúcar. Pero lo que caracteriza, sobre todo, esta zona, es el predominio que en ella ejercen las palmeras y las escitamíneas. La palma real, la de coco, la de milpesos, el chontaduro, el gachipae y la de coro- zo, elevan sus graciosos y elegantes capiteles en la costa y en los valles ardientes del interior; mientras que el moriche, la palma de y SA y DA toral O RA A e: SA Ant eS " 5 A E da 502 CARLOS CUERVO MÁRQUEZ nolí, la palma de la seda, el unamo y el cumare, reinan como sobe=. ranas en las pampas de la región oriental. : e ; pa El límite superior de esta zona lo determinan, casi rigurosamen= te, el cultivo del cacao y la presencia de la lechuguilla (nimphea > goudotiana), hermosa planta acuática de los pantanos de nuestros Sa valles ardientes ; del madroño (rheedía madroño), del palo de Ma- 7 E ría (callophylam martae), del ciruelo cimarrón (bunchosía nitida),. 2 y del burilico, plantas que no viven a una altura mayor de mil me- tros sobre el mar. é AS Dentro de los límites asignados a esta zona aparecen las mimo- sas sensitivas, el gualanday (jacaranda gualanday), las bambusas y los helechos arborescentes, pero es en la zona inmediatamente su- perior en la que adquieren toda su importancia; las cinchonas también comienzan a mostrarse más abajo de los mil metros, pero son pobres en álcalis, estando su verdadero asiento mucho más alto sobre el nivel del mar. pe En la región oriental, en las selvas del Orinoco, del Meta y del Guayabero, se desarrolla la vegetación cun extraordinaria exuberan- cia y adquiere caracteres que le son peculiares. Es allí donde crece el algarrobo (hymenea courbaril), el palo santo (2ygophyllum arbo- reum), el cuspare (bonphandia trifoliata) y la valiosa sarrapia (dip- terix odorata). El botuto (bombax orinocensis), el cedro blanco (isicha altissima), el caimarón (pourouma sapida), el palo tigre (gua-- rea trichilioides), el granadillo (Vbucida capitata) y el venenoso cura- re (strychnos toxifera). El caruto (genipa americana) y la yuquilla (maniot aipt) caracterizan la flora especial y variadísima de esta- importante región. De 1,000 a 2,000 metros La vegetación de esta zona, que comprende lo que generalmen- tese conoce entre nosotros con el nombre de tierras templa las, si bien es cierto que no contiene los vegetales de formas extremas y de prin- cipios activos, propios de niveles más bajos, posee en cambio formas más variadas y agradables; puede decirse que dentro de estos lími- tes la vegetación tropical ostenta sus más vistosas galas. Es en la primera mitad de esta zona donde la guadua BAM5USA GuADJa, lujo de la vegetación americana, adquiere su mayor des- arrollo, y, mezclada con las heliconias, ocupa grandes extensiones de terreno. En los lugares secos, el gualanday, de formas esbeltas, A ostenta sus flores de un hermoso azul, agrupadas en grandes rami- lletes, En los bosques crecen las guatterias, el dinde y el gaque (clu- - sia alata), que vive hasta los 1500 metros sobre el mar; el guaya- bo (psidium pommiferum y campomanesia cornifolia), el aguacate, las ingas o guamas, multitud de mimosas, diferentes especies de ery- thrinas, entre ellas el chocho colorado (erythrina «corallodendron), el cámbulo y el búcare (erythrina umbrosa y erythrina velatina), que, prestando en la zona inferior el servicio de sombrío de las plan- taciones de cacao, continúan prestándolo en ésta para cultivos no menos importantes. Los dolichos y mucunas, ojos de venado, y las ollas de mono (lescytis ollaria y grandifloria), levantan sus flexibles tallos hasta las copas de los más altos árboles. Puede decirse que en esta zona las leguminosas y las mirtáceas adquieren su mayor im- portancia. El cultivo del anís y el del café reemplazan en esta zona a los del cacao y el tabaco, siendo el café, sobre todo, fuente de excepcional ri- queza para el país. El algodón es común a ésta y a la zona inferior. El plátano y la caña de azúcar producen bien hasta los 1,500 metros sobre el mar. “Las palmeras comienzan a escasear a los 1,200 metros, y su principal representante es el mararay (martinezía caryotefolía ), de gracioso porte. El laurel de cera (myrica cerifera y myrica arguta) crece en esta zona, y con el tache (myrospermum pubescens) caracteriza la flora de la región de Popayán. El balso (ochroma tomentosa) y la punta de loa (vismia lau- riformis) son generales a esta zona, cuya mitad superior la carac- terizan los helechos arborescentes (eyatheas y aspidiums) y el gua- rumo (cecropia peltata ), de singular follaje. En los terrenos cubiertos y en los rastrojos, los convólvulos lu- cen por dondequiera sus numerosas floras, de brillantes y alegres colores, por encima de la copa de los arbustos: mientras que las gesnerias, más modestas, ocultan en el bosque sus corolas de mati- ces y formas extravagantes. De 2,000 a 2,600 metros La flora de esta zona es casi de transición ; en ella se tocan, por decirlo así, la de las tierras templadas y la de la región fría; y más que por las especies que le son propias, se caracteriza por la ausen- 504 -- CARLOS CUERVO MÁRQUEZ cia de aquellas que viven fuera de estos límites. Así, por ejemplo, dentro de ella ya no se producen el plátano ni la yuca, mi crecen las bambusas, ni las erythrinas, ni las anonas, que requieren tem= peratura más alta; y las molinas, las polymnias, las daturas y las otras plantas de la región fría, tampoco descienden hasta este nivel. En cambio, muchas de las especies que han principiado a mostrarse en la zona inferior, continúan apareciendo hasta mucho más arriba de los 1,800 metros, como el guarumo, por ejemplo, que vive tam- bién en toda esta zona. Las cinchonas, que comienzan a aparecer a los 700 metros sobre el mar, adquieren toda su importancia en esta zona y en la inmediatamente superior. Sin embargo, su flora no es menos importante ; la sola presencia de las quinas bastaría para hacerla notable, y está caracterizada, sobre todo, por la pre- sencia de las melastomáceas de grandes flores, principalmente el amarrabollos (ehaetogastra macrophylla), propio de la cordillera central y de las selvas de Antioquia, en donde crece al lado del pal- mito (oredoxa frigida) y del murrapo (carludovica tetragona), que con la palma de cera (ceroxylon andicola), propia igualmente de la cordillera central, son los principales representantes de la importante familia de las palmeras. La palma de cera marca rigurosamente el límite inferior de esta zona, y por su abundancia y hermoso porte da al paisaje de la gran cordillera un aspecto singular de poesía y de majestad. El mayo (chaetogastra speciosa), el sietecueros y las otras melastomáceas son, por Sus hermosas flores, ornato de nues- tros bosques y de nuestros jardines. Al pie de las passifloras arborescentes y de los hermosos pinos que caracterizan esta zona: pino común (podocarpus densifolium) y pino ayuelo (podocarpus comunis), las oenotheras, algunos oxalis, las fuchsias, las calceolarias y las cleomes del grupo gynandropsis mezclan y confunden sus flores de variados y brillantes matices. Propio de la cordillera occidental, y eso con reducida circuns- cripción en el valle del Salado, crece el quereme (thibaudia quere- me), de suavísimo aroma y de mágicas virtudes, según la creencia popular. Peculiar a los bosques de Santander es el quiebrahacha (godoya solendida), y a los de Antioquia el caunce (godoya antioquensis), de elegantes flores amarillas, y el sabroso dulumoco (sauraja ursina), que con las otras saurajas, entre ellas el moquillo de Túquerres (sauraja peduncularis), marcan el límite superior de esta zona, en a A A ON MS 50 EA IA L AAN A e de | | , e TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA 505 Ni ] a , Y : í . . . . , 7 el cual principia el roble majestuoso quercus granalensis y quercus -—tolimensis) a enseñorearse de la flora andina. De 2,600 a 3,000 metros A los 2,600 metros sobre el nivel del mar, la vegetación presen- ta un aspecto totalmente distinto del que tiene en los valles ardien- tes y en las tierras templadas. Los vegetales propios de esta altura no tienen las formas elegantes de la guadua y de las heliconias, ni el porte esbelto del gualanday o de las ocoteas, ni la majestad de las _ceibas o del caracolf; las lianas y las enredaderas son más pequeñas y sus tallos no tienen nila flexibilidad ni la gracia de los trepadores de los climas cálidos; el follaje de los árboles de tierra fría revisten generalmente matices oscuros que dan al paisaje un sello especial de —solemnidad y de melancolía. No por esto se crea que la flora de esta altura es pobre y escasa de importancia ; muy al contrario, ella nada tiene que envidiar a la de otros climas, ni por la riqueza de sus formas específicas, ni por -la belleza de sus flores, ni por la variedad de valiosos productos. Dentro de ella crecen las quinas más apreciadas en el comercio (cinchona lanceifolia, cinchona succirubra y cinchona calisaya), dis- putándose el dominio del bosque con el cedro rojo, de porte majes- tuoso y de aromática madera, y con el caucho blanco, de alto y tu- pido follaje, y cuya resina, tan apreciada como la conocida con el nombre de Virgen del Pará, es uno de los más valiosos productos de las selvas americanas. Junto al roble, que predomina sobre todo en los suelos arcillosos, crecen el candelero, el duraznillo (abatía verbascifolia ), levantando por sobre las ramas las largas espigas de sus flores amarillas, y el raque (vallea stipularis), de porte delicado y de flores teñidas con los matices del pudor. En el suelo rastrean el gachunchullo, de pro- piedades antisifilíticas; las begonias y oxalídeas; el apio de monte, las piperáceas y las salvias aromáticas, que embalsaman el ambiente, junto con las fresas (fragaria vezca), de fruto delicadísimo. Por entre las nudosas y torcidas ramas del aliso, del arrayán, del salvio y del mortiño, cruzan en todas direcciones sus flexibles tallos, formando impenetrables bóvedas de verdura, la gulupa (pas- siflora ornata), las curubas (tacsonía speciosa, tacsonia mollisina, tacsonia ignea), los longipes, las alstroemerias, de brillantes corolas, los tropeolum, vulgo capuchinas, y el bejuco clavellino (matisia cle- de climas más ardientes, es reemplazada en esta zona por el chusque (chusquea scandens), gramínea de porte no menos singular, aunque más pequeña, y por el ñopo, especie de bambusa, término medio en- tre ésta y el chusque, y que sólo hemos visto en las selvas del Huila. En los terrenos abiertos, la flora está caracterizada por la presen- cia del borrachero (datura arbórea), del arboloco (polymnia pyra- midalis), que por su porte es quizás la más notable de las synante- rias, del chilco (molina bogotensis), que produce, aunque en canli- dades muy pequeñas, una rica laca verde; la uvilla (cestrum tincto- reum, cestrum buxifolium), y la curtidera (coriara thymifolia), con las cuales se preparan tintas de escribir, siendo excelente la de la co- riaria. El trompeto (boconía frutescens), de jugo antipsórico, marca rigurosamente los límites de esta zona, cuyos terrenos menos feraces los caracterizan Jos ranúnculos y los hyppericum, principalmente el chite (hyppericum brathys) y la lunaria (hippericam mutissanum). En los pantanos de las elevadas altiplanicies andinas crecen el : junco común (Jancus bogotensis); el ciperus prolixus y algunos scir- pus, y en la superficie de las aguas estancadas la marsilia quadrifo- lia y la azolla magellanica extienden sus tallos en complicada red, hasta el punto de ocultarlas por completo. En los terrenos húmedos y anegadizos crece el esparto de estera (juncus stor«), especie casi agotada hoy, destruida por 16s fabricantes de tela de estera, con la cual exclusivamente se han cubierto los pisos de las habitaciones del interior de la República en más de tres siglos. La papa, el trigo y la cebada son los principales cultivos de esta zona, a los cuales hay que agregar el de numerosas especies de le- gumbres, aunque en pequeña escala, y algunos árboles frutales, como el manzano, el durazno, el cerezo, el peral, todos de origen extran- jero. El maíz (sea mats), quizás la planta más importante de la flora americana, y que ya en una forma, ya en otra, constituye la base de la alimentación popular, se cultiva en todas las zonas hasta los 2,800 metros de altura, con la sola diferencia del tiempo en que se efectúa la cosecha; mientras que en climas ardientes produce a ochenta días, en esta altura tarda doce meses. El encenillo (weinmannía chiloensis y weinmannia hirtella), el canelo o palo ají (drymis graenatensis), el laurel del país (myrica arguta), el tachuelo (berberys glauca) y el uña de gato (berberis ie 143 ye et Y A. > Ls 23 eniifisaicds, y el coral rail americanus), cuyas largas flores, de rojo encendido, se mecen en el aire como pendientes de fuego. En las faldas escarpadas y desprovistas de bosque el syphocam- —pylus y otras lobelias, algunas melastomáceas, sobre todo los crae- y -monium y el quiebraollas (chaetogastra microphilla) crecen junto al — sysirrynchium bogotensis, pero son las ericáceas las que predominan en la flora de esta región ; la pegapega (bejaría cestuans), la uva de monte (thybaudia floribundia), la uva camarona (thybaudiía macro- | - Phylla), la uva de anís (hybaudia anisata), las andrómedas y las es- -callonias, junto con algunas estyracáceas, entre ellas el té de Bogotá (symplocos theiformes), de dudosa importancia. Estas plantas y las arriba mencionadas, el encenillo, el palo ajl PY: los berberis, principian a aparecer a los 2,500 metros sobre el mar, y a medida que la altura se aumenta, de 3,000 metros para arriba, son los representantes de la vegetación arbórea de la región de los páramos, la que desaparece a los 3,600 metros. El frailejón también hace su aparición dentro de los límites de esta zona, siendo el fraile- joncito (espeletía argentea) el que desciende a nivel más bajo, encon- trándose excepcionalmente a los 2,600 metros de altura. El ezpeletia frailejón no adquiere todo su desarrollo sino de los 2,800 metros para arriba. De 3,000 a 4,000 metros Esta zona comprende dentro de sus límites las solitarias y me- lancólicas regiones designadas con el nombre de páramo. Los drymis, los weinmannias, los berberis y otros arbustos de -los enumerados en la sección anterior viven a mayor altura de 3,000 metros, pero de este límite en adelante sus representantes son más y más escasos, hasta desaparecer por completo a los 3,600 metros ; en cambio las gramíneas, algunas pitcarnias, helechos de porte sin- gular y el ezpeletia frailejón, adquieren mayor desarrollo. Este últi- mo, sobre todo, levanta hasta más de dos metros su negruzco tron- co, terminado por la corona de plateadas hojas, como reclamando el imperio de esas frías soledades. Algunas ericáceas, una diminuta alstroemeria, algunas leguminosas raquíticas y pequeñas, la lobelia enana, unas pocas sinanterias, entre las cuales descuella el árnica A | A los h,000 metros de es ra p n cipian | mo, oa 0 por diferente e d s Págs. do E PAI 3 Concepto del Consejo Acadé- O IR E AS AN 5 Introducción. ..... ive cacannoconas 9 Primera Parte—Organografía Organos elementales........-.. 12 tejido celular c.cmao ocococoon 12 Mi Tefdo vascular... co. oo... 14 HI-Tejido fibroso... ...;-«.«.. I5 - TV, Núcleo o citoblasto.... .... 16 Organos vitales de las plantas fanerógaMaS...omocco comoonoo. 17 Carrruro I—De'la raíz. 0...... 17 CapíruLo II —Del tallo......... 19 AA A A DIABLO ESPE ..0or cooioco con? 22 E A IV, Rhizoma OCepa....oomoo... 23 V, Tallo propiamente dicho... 24 CarítuLo 111 —Tubérculos, bul- A A CO AA AO y NIDOS ett daiian aoabesnca: - "20 A A A CapítuLo IV —De la hoja en MO ada ao cars: 28 IAS Lian ogro accdo ibrmaro vs - 29 Mi Tloja simple...icomneioosas o.» 31 TIL. Hoja compuésta...cmomo.... 33 CarítuLo V —Estípulas ........ 36 CaríruLo VI—Filotaxia........ 37 TABLA GENERAL DE MATERIAS Caríruto VII — Propiedades delas HO monica I. Movimiento de las hojas.... II. Sueño de las hojas... ...... CarítuLo VIlI— Organos ac- A A O L-ABuIjOnes ds estou IES ESpIÑas. dol rad ote Il, Cirros o záarcilloS:... coo... IV Gn idain Vo Pelosi. NN a a Organos reproductores de las plantas fanerógaMaS........ CaríruLo IX—Organos flora- les accesoriOS... noomocooa sos ono E Brite acción TU: Espatlrisis. o MIiCGluma ra ase CarírtULO X —Inflorescencia... A A ea E Mi Debnidacs. is LM as a IV Anóémalan cos Ed De la flor en general........... CarítuLOo XI—+El cáliz.......... Carítu:o XII—La corola...... TACONES cda e 11.Gamopétala..cooocnocne sons III. Polipétala o dialipétala.... CarítTuLO XIII —Androceo ..... IL: Bilamento?,. ciócpos «es dahenao A A A ei MI Polen. ia daicartannsd AEUiAS a e A Mins NA, Ay AE x hi w 7 > á ES os Le + dd ls DE A ELA A qa » 510 ” Capítu.o XIV—De los estam- bres: engencrad acidos. opto Inserció1 de los estambres. .. Capítui Oo XV—Gyneceo.... .. AO AS E II. Ovulos o A EE TIT. Estilo.. O IV. Estigma... e E Caríruto XVI— Receptículo YENES sde ano marnan ooo - Reneptaculo a cinda ia dos TE -Nettarió... mn... Cartiuto XVI —Estivación y simetría de la flor............ I. Estivación o prefloración.... II. Simetría de la flor.... ...... CarítuLOo XVIII —El fruto .... I. Pericarpio y semillas......... IL. Car; ología... pa Capíruto XIX—La semilla SES I. Perisperma o episperma.... E A O TLNEOCIÓN od cba Vegetales co oaco- tiledóneos.. FREE Capíruro XX—I, “Organos vi vi- tales.. Ea bó e IL, Organos reproductores .. Segunda parte —Fisiología vegetal Vegetales fanerógamos ... ... CarítuLO I—Nutrición.. E I. Alimento de los vezetales . INT A TII. Savia ascendente .. IV, Transpiración... en V, Respiración y emanación. VI, Savia déspendente ho CapituLo II—Crecimiento de los vemetales.. caco bla pós I, Crecimiento de los dicotile- A sto TL ento de Pd mono- cotiledones...... AS A ARRE Car:TuLo II—Elaboración de “los principios vegetales...... L Jugos nutritivOS.....o common... Il. SecrecioneS.....om.... TII. Excreciones ...... ... CaríruLo 1V — Reproducción de los fanerógamos... ...... I, Fecundación A CARLOS CUERVO MÁKQUE. ' Tetracera... | Tribu I—Delímeas ..... E 2 PENES z II. Fecundación cruzada o hi. bridación........ IV. Diseminación . ..oo..o.....o. V. Medios ales de dis. persión de las semillas....... Caríruto V —Germinación. . CariruLo VI— Reproducción de las plantas por división I. Reproducción por acodo.. IT, Reproducción por estaca E TS a A RI Vegetales criptógamos... er CaptruLo: VII — Nutrición E desarrollo: nsceaaa ascos CarítuLo VII —Reproducción: I. E-cuñ tación... co... H. Garma ción mae coo tio dde IT Symbiosis... od iieires oa IV— Generación alterna o dig- A A Tercera Parte —Taxonomia vegetal I. Generalidades...: e.óo o. o.coso II. Sistema Je Linneo ... ...... Cuadro del sistema sexual de Linneo.. TI. .M¿ os Te Es dandole Cuadro del método de De GandoMeinnos dd Plantas vasculares... .....oooo..o LF TRET-LETUDOS: aio pa Ga RAS Dicotiledóneas o O exógenas a Primera clase: Talam:ifloras Familia I—Ranunculáceas ... Tribu 1 - Clematídeas ...... Ciemat: os a Tribu II—Anemóneas ...... Thalictiumi o e LS E AeMbDNE- sado Tribu III —Ranunculáceas ... Ranún+ulus. 0... ES Tribu Wbbas: E 7% Delle borUs casua sopoepaconaaas Aqui'epla iricanma 100 en iso abs ACONÍTUID escanea , | Tribu V—Acteas ..conmoocsoraas | Familia T11—Dillenáceas ...... GCuratelMa.i.soz ca acala PE e Davilla..... ... ... TH. Maduración de los frutos 135 152 — Triba n - Dileniós, A E - Familia III— Magnollicas.. $ ¡CAM dci Ps US CARO MÁDENALON veacceo auenedons 1 LAO ir PAPI MO os E > O A E Liriodendron... ...... 9 Familia IV —Winteráceas. .... MI amaia ba ceo o sonic pro ros DA DI... > 0 A A Familia EUA E O AA IA 2 opta: lcd ads Bla vd Ue IAUAtO siii opacas adásin «=> Familia VI—Menispermácees 20 AA AAA EE A o in armó na sa Familia VII—Berberídeas .... Derberis: cirios 4 EA RA AN y Familia TA Cabombáteas o Familia lX e. E A OA se de O RAEE OA 7 A AAA IA IDE: .s eeéspersa eecacoasn Familia X—Sarraceniáceas .. Familia XI—Papaveráceas .. OA ia e DANPUIMAaria bid nec. a O RD USA MEDIO zada damagina o seroon Te Papaver... Ea Familia XII malezas Sos CAPARO Familia XIII—Crucíferas..... Primer orden, Pleuroríceas... A AA Nasturtium * Cochlearia........... AS Thlaspi... Anastática... Segundo orden —Notoríceas . A NO e A ACA Isatis... 0 7 Tercer orden—Ortoplóceas 5 O a O RO A at ON l Raphanus... Cuarto orden— Spirolóbeas. a Quinto orden—Diplecolóbeas Familia XI a E Tribu I—Cleomeas..... PA PE dao an PON Cleome.. E Tribu 11— Cappáreas .. Ss CAPRARIS.. 302 miooo donas da Mide Morisonia.. TR Crataevacncoooooo.moo Familia XV— Conhlespieapie Cochlospermum .0.m.. commncoso Amoreuxia ...... ada Familía XVI— Bixáceas de Tribu I-—BÍx€as 0 bio vedhes Dendrostylis......... A Tribu II—Prockeas.. AA PACA A as rocks. A, + IO od Bam vaninozos A Tribu Places AS Xylosma... ..... 5 Tribu 1V— Kiggellarieas A Tribu V.— Patricieasiónóo. oso. Ryania... .... e Familia X ey ME Casearia.. | Familia X VII Pangiáceas Pangium...... .. maras A Familia XIX — Resclácon Reseda.. ias Familía ES CistáeRas Lalo e Familia XXI—Violáceas...... MA a AA Jonidium ......... .. | Alsodeía... ... ¡ Familia XT E-Drosráenad Drosera. iz A E PLA Familia XXIII—Poligaláceas Poligala dh... llorado Securidaca. a MU ARO A Krameria........ Familia XXIV —Sauvagesiá A Sauvagesia».. ai rerifuiin dr Luxemburgialsnioooiocispabaón Familia XX V—Diantáceas o Cariophyláceas.....oormomomm.. Tribu I—Alsíneas .....o 0... ... Arenaria 512. Cerastium.. ES Tribu JI— Silticas E EAS Gypsophila aca asocia adios Diantus... ..- Familia XX VI— —Paronyehiá COS ica Drymaria......... » RN Familia XXVII—Lináceas .. Linum.. Familia Xx VIII. Malváceas Tribu I—Malopeas...... ...... -' Tribu IL—Malváceas ... ...... Modo. ti tE Althea...... ES A Urena..... Pavonia...... Tribu IlIl—Hibisceas .... . Hibiscus.. Maisons A e e AZ o o AA A L: a CUA e IL íd.. ] .oor.nosaa ...o..o..o LER=-=1ds. Pribu ¡0NAan -Silens; Sida.. nilra IIA Steredlióccds Tribu I—Bombáce.S... 00... Adansonia......... La Fe 119 EE A Eriodendron...... ..... Bombax...... Po. =. ... «e... ...o. Pribu sE MaS. Myrodia...... e A Helicteres .. . Tribu MSión bisicas” Stercu'ia.. z Famha XXX 'Blitrasidcess Tribu I—Lasio; étalas ....... Tribu I[—Biittnerias ... Eiftnera loción y e A AAA Dhicobrma Herrania .... ds Tribu III— Hernán níeas ..... Waltheria.. Melachia.. 73 Tribu IV— ambajieds Tribu V—Erivlarnae ... . :.. Familia XXX/—Tiliáceas ... cn. ..n. ooo. .oo...o...o 259 259 260 260 260 260 261 Tribu I—Tilieas...... Hasséltia io O ENIO ATO U Aperba in iis reir ANS Lihea... HE NOCA RS cer oxrpadt oprtia e Cot hom aces ....n.. ..o o. .eo. s....o cos ...eo... sao... Trimnteta Sr oUE dae AO ARA A A Mutingia.. NA IE Tribu lI—Elacocarpeas ocOn Vallea.. A Sd Plogorarpus' Familia XXX1I— -Dipterácess Dipterocarpus .. a Be E A PURO Lophira... Familia AXRILF Clenáceas Familia XXXIV—Ternstroe- MMÁCCAS dardos Tribu e Pi a 1 Tenstroemid ico dc rasa Freziera.. AAA Tribu IH— Sauraujeas.. lada Saurauja... Tribu HI—Lapláceas... Laplacea... ..... A Tribu 1Y — Gordos. 22% Tribu V-—Camelias:/..0o.oooso Camelia. ia a Thea.. Familia XXX v- Olacndla: | Ximenia .. Familia X. XX VI Anti Clas 20% Lee Tribu ¡A EA e Tribu1L='Clausenas +. ciaga Tribu III—Citreas ... £ Citrus Familia XXX VII Hipericá- ceas. Tribu I—Hipericeas. Hy¡ericum ..... Tribu 11—E'odeas . Vismia ... ..o.o.orn.o..os Familia XXXV VITT - Gut feras Tribu I—Clusias .. Clusia.. SOS Tribu He Garda. A TARO ii Rheedia... ..... Tribu III —Calcfyleas. OR 4) Ma 4 ; VEN ELEMENTAL 1 be BOTÁNICA 5 Págs. : Págs. nS. ven onsaca ra. 280 | Familia L—Cedreláceas ...... 305 a Denon ai 294 | Eribu L-—SWietenicas.o. acaso 308 ; 6 Tribu IV—Moronobeas sei 282 | Swietenia... ... Ao 205 Família XXXIX—Ochnáceas 282 | Tribu II —Cedreleas.. A y 306 Godoya.ooooccoccoo oo 283 | Cedrela.. 306 Cespedesia.. ANTI ARE LW 283 | Familia DES - Ampelidáceas o Oro las da oeans “esaoda 283 vitáceas.. AIN: 307 noe Familia XL —Coriariáceas botas ARAS DAA AAN 307 ES Coriaria .. .. 284 | Vitis.. A Familia ia 285 | Familia LII— Gereniáceas ... 309 2 Margravia... 285 | Erodium., 310 Familia XLII- Hippocrateá. | Geranium.. 310 A cenas . Ad Ra cet 286 | Pelargonium .. 311 ES Hippocrátea... z 287 | Familia ELIT Tropacoláceas 311 PS Familia SEITE -Eritroxilá- Tropaeolum... 312 00 AA e A A tds 287 | Chimocarpus... .. .. 312 o Familia KEFV —Mulpigiáceas 290 | Familia LIV Balsamíneas .. 312 E Tribu iS ...... 290 | Familia LV— Oxalídeas....... 313 - Malpigia... o 2 ¡291 | Okalis..., RATA DE Bunchosia...... dla IO ay jay RIE EN 315 1% Byrsonima........ oo. 292 | Familia LVI —Rutíceas ...... 3105 2 Tribu [I—Banisterieas ........ 292 | Ruta.. Es o xo -— Banisteria... .... Le BEN | Baplophyllum. e ide 316 35 Tribu 111—Hireas . 2 2% | Familia LVII—Diosmáceas... 316 5 Tribu IV— Gaudichieas........ 2093 | Dictamnus.. da se PET 0 Familia XLV-— Aceráceas ... 2093 | Diosma.. 317 e Familia XL VI—Hippocasta- | Correa... 318 y náceas o CEsculáceas........ 294 | Bonplandia (Galipea)... 318 Familia XLVII— a rr LS od 319 AS 295 | Familia A ve Caryocar O" 206 | ceas.. : 319 Familia XLVIII — -Sapindá- | Tribu I -Tribúleas.. 320 A 296 | Tribulus.. =E «so Tribu I—Paullinieas .. Sao»: :297 | Tribu IL —Zigophilleas.. 320 a. sanas 200 pes. 2973 | Zigropbillum .., AN Serjania... aa lapa :297 3: Guay acuna..- 321 Paullinia......... e. sn. 2098 | Familia LIX—Simarubeas... 322 Tribu II — Sapindeas . AP 299 ¡ Quassia... Ad SR AAA IRAN 299 | A AOS 323 ca O de tiendo 200) 1]: SADA mé aso e ¿o A Sapindus... daria 5 300 Pase T/—Calicifloras . A, 325 Melicoca.. senses» 301 | Familia LX—Celastráceas.... 325 Tribu II—Dodóneas . ser anzzs 381 | Tribu I—Estaphilleas .. 326 DodónEA..ooco commons ono 2. 301 | Tribu II—Evonimeas ... ... 326 Llagunoa..... ue e..= 301 | Familia LXI[ - - Aquifoliáceas Familia XLIX— Meliáceas 009309 o ilicíneas.. 326 : Tribu I—Meliaeas...... ....... 302 | llex.. 327 - , Melia.. A > das | Myginda.. 328 e Turreaea.. OR] O sd 328 Tribu II — Trichillias. MÁ 303 | Familia LXIT- Rhamnáceas 328 Pp Trichilia.. A A | Sizyphus .. 329 ' A A A 1 | Rhamnus... - 329 Carapa......... a va 304 | Pemilía EXIIT- Chailletáceas 330 ES ÉS 93 : Familia LXTV—Aquilariíceas Familia LXV—Terebintáceas o Anacardiáceas........--.... Tribu I a acrdibos E BS cz AMACar dl Misma Mangilera... ..oooccoccornancos PILA. Porta cal data od e e Camociadia tc mel mies AstroniuM ........ AS Tribu 1— Zamaquíneas Pra de A LG Schinus.. e e Tribu > Espondieas.. E BO Spondias .. Familia LX IL Amiidictas o burseráceas.. Tribu I— Disetideas: 1 [pala A RAR BalsamodendrÓn...... ..oo.o.oo +... A OL de sio DN Hedwigia... Bursera.. Tribu A icldenbr: Amyris.. Familia LXVn= -Legumino. o addiaias Suborden 1-EPapilioníceas: Suborden RE Pen Suborden III —Mimóseas . Papilionáceas... A 4 :Myrospermum Psoraléa...... Indigofera .. (GOLIA dd. +; 1us Glycirhyza ... A Thephrosia........o ... Piscidia .. Astragalus... ...... Dalea . .. ....o o. .......o..o Phaseolus. ....:.. “Abrus...... Macuna te IEA aces crias dea PESrOrarpus....diigisesnesiad A RA VE Hematoxylon..... AAA PA CO WDEA io 0 arepa critinds ESA IpINOuctlicort civada var Págs. CARLOS CUERVO MÁRQUEZ 331 331 332 332 333 335 336 336 336 336 338 338 338 339 340 Cassi Tamarindus......... Timeneas. 222 de ca ARES O Sr 7 E NA DIPrerIS ell re MANOSAS in des Eee oda alta id ARA MimoSa......... Po E O RO AN O o E ga 200 Familia LX VIII - - -Rosáceas... Chysobalanus... MA a A DAA Familia LXL O ceas.. Familia LX Mela tods ceas.. Familia LXXI > dc Púnica.. Familia “LXXI- cin EAS ode dan e Hubidas: CRA LA Termipalla o eE Conocarpus... Familia INXITE-Oonoterá. Fuchda ni ioso ota a Jasa ii RN Enotera.. Epilobium... PEA Familia LXXFVTitanáceas Familia LXXV—Myrtáceas... | Tribu I--Leptospermeas...... Eucaliptus... 2. Tribu ¡1 —Myrteas. do o. Psidium.. Co pomanésiad. Mp rtús ici Ea AS Caryophyllas iii Jambosa. Pábu Hr Recadea al Lecytys... Famihia LX X VI—Cucurbitá- Cucumis rin E Gucúrbitac arma cicia a Luffa.. e Féillea 1 AS Familia LXX VII—Begoniá- ceas.. 1% Familia LXX VIIF-—Passiflo- A E E Proa E Tio A ...co.on.. e de TRATADO. ) ELEMENTAL DE BOTÁNICA 515 ESO Págs. Págs. “ - Familia ZLXXIX-—Loasáceas 372 | Familia XCll— Gesneriáceas 390 A - Familia LXXX —Cactáceas... 373 | Familia XCIII - Ericáceas...... 390 de PANA cano caaconacananes. 373 | Tercera clase—Corolifloras .. 391 10 Cereus... 373 | Familia XCIV—Primuláceas 391 2) Familia LXXXI-— -Saxifragá Familia XCV —Myrsíneas ... 392 7, ceas . 374 | Familia XCVI—Sapotáceas... 392 Tribu I—Saxifrágeas... 374 | ChrisophilluM..... +... ... »..-.. 393 Tribu II —Hydrángeas... ato ol 374. | Alchras. co. cosmos crontarcncanens 393 Tribu UI —Cunonias... A E COMA: ao 393 Tribu IV —Escallonias... 375 | Familia XCVII—Estiracáceas 394 Familia LXXX1I--Umbelífe- Familia MR AE 394 . ee A A ano» 375 | Familia ADE 395 AS Hydrocotile.. a A E PA A ECM roca on sis 00 q E crei oso vemo a 3700 | OOVEta jo. .o más cacon sendro aya [390 Petroselinum.. A INT dy) Tabernaemontana . 396 $ -Pimpinella... 376 | Plumeria.. aasioa o BO AE Pes LXXXUIL= Araliá- : Lacmelia .. ERA e E LID VII IAEA TT 377 Guachamaca... nia IDA Fam LXXXIV—Lorantá- Familia C—Ásclepiadáceas... 397 E 378. | Asclepias:.» cosmocoones» 213908 De ' Familia LXXXV-= Caprifoliá- GOnolobDuS./.. o 0icion ceo encaró 398 34 ceas.. 379 | Familia a aan +... 398 .S Familía LXXXVI=Rubióceas 379 | Spigelia... oy 1ga , Orden 1—Coffeas.....oooo.oo=.. 380: | ¡SHriCHnOS,-.20) orcas 1300 -Coffea... da ss. 380 | Familia CA ' Gencianáceas.... 401 Orden l—Cinchonas .. . 380 | Familia CII—Bignoniáceas... 401 Psychotria...... dd O 380 | Tribu I—Bignónias...... ...... 402 MOMIBNONA Le mr >o o 0 xptocaos es de. 381 | Bignonia ....oo.oommonoscarearono=os 402 OA opncdcan asnciraonosones «so |. 3902 /| LECOMAococónono coronel caaraó 403 Remigia . E dado recia 382 | Jacaranda...oooooomomennroos.. 403 Familia LXXXVIU—Valeria- | Tribu II —Sesameas.. 403 náceas.. did 383 | SesamuM......o..» <..o. sz, 10% Valeriana... 383 Craniolaria .. do BS E 404 Familia LXXXVIN—Synan- Tribu III—CrescentiaS......... 404 A A AE 383 | Crescentia.. 404 AAA AA 385 | Familia CIV— Polemoniáceas 404 Andromachia ....mo.oo eoamon... 385 | Familia CV—Convolvuláceas 405 EupatoriUM... +..ommomo cooveo=o= 385 | Familia CVI—Borragíneas ... 406 tato aman dano 385 | Familia CVIl—Labiadas...... 406 IIS Oriza.. a OS A , Zea.. ni 7 Plciómi.2.,. q es UA podamos mdenar cagon vd O Ñ AS CRE RA. AAA A 00 Familia CL RED e, Cyperus... 0. do Scyrpus... 2 Vegetales Cryptógamos.. Milani 450. 451 451 451. 452 452 452 453 453 453 454 A ed aCrÓgenos ;.. - Familia CLIVHelechbs:.: Familia CLV— Marsiliáceas Familia pd a E LycopodiUM..ocomncocoo como. Selaginela... Familia CLVII—Equisetáceas EquisetuM...';.o..oo. Familia CLVIIL—Musgos . ses Familia CLIX—Hepáticas .. Familia OL car 0 s Cryptógamos anfígenoS......... Familia CLXI—AlgaS.. ...... POD tomeas resosstanncainnaas de AA AA AA TIE -Ducoldeas veda 2.0. ro. IV, Ceramiáceas... Ceja Wo BACIEriáceas ts. asados rasa dad Familia CLXI1—Hongos.. ¿Fido Suborden I— Hymenomicetas O. AgaricáceaS... ..ocoo coo». NR O or Boletus.. Clevaria? O PA Suborden TI — Gasteromycetes ENYCOpPer disen da ap son ZARpe> AE o Suborden III—Coniomycetes Urdu acass pr Lo ne Ustilago... Spoermoedia ... e Suborden IV — Hyphomycetes e EA Botritis... Suborden V—Ascomicetes ... dE A AS E RRA A e Erisiphe... Dothydea... Suborden VI— —Physomycetes O mocorideas ico denios tondas Familia A I. Collemáceas.. BAZA IL. Myriangiáceas... on TIL... Liquenáceas.:. ..cooo sncués CIAO diia iS SIBLe0CAUÍON Las rara A ¡EA IR AUR ó A POS A AN b q 4 mé alo Papacer ThOCAS ooo. -Abrojo— Zribulus maximus..... - —Abrojo de Cuba— 7Tribulus cis- E RI PIE Abrojos, descansé— Alfernan- ESE EEN a, Etc oóos nde Acebo—/lex aquifolium ccoo. - Acederilla— Oxalis acetocella .. Acebo americano-—//ex myr- CA AAA Acelgas—Bela vulgaris, beta cicla LAaDGrRan 100r0er 100000... ooo coo .....oso..a... > dos - ¿Acónito—Áconitus napellus....- Achiote cimarrón — Bíxa spha- ON ae enn Md Achiote de monte — Sloanea A see CASÍANALOCAFPA co. manoccocicionos -— Acuapa, arenillero— /Zura cre- «GN Pb MAN Achira, en Antioquia— Canna A OS O Achira de monte —A/pinia occi. RARA O AAA - Adelfa o laurel rosa— Verium CIERTA e .Agracejo— Berbderís vulgar:s... e.o.o.o... A Ñ Agrás, uva silvestre— Vitis 11. liaefolla coco... Aguacate, curo— Persea gratí UA Ají, pimiento— Capsicum annum Ají largo— Capsicum longum... Ajo común— Allium sativum... Ajonjolí— Sesamum indicum..... Albérchigo - Persica vulgaris. Albahacas — Oscymum basilt. cum, etc. Alcaparro—Capparts spinosa... Alcachofa— Cynara scolymus... Alcornoque— Quercus suber.... Alelí amarillo — Chetranthus va ¿104 4 1 MAC Alelí calentano— Gyrandropsts SPECIOS AS E e Alfandoquitos, sacatrapos — Helicteres baruensis..ocooooomo Alfiler, pico de cigiieña — ro. dium CICUlAriUM....oo oocoo.oo Alfónsigo— Pistacia Vel G........ Alfalfa —Medicago saliva ....... Algas— Algas, OlC.coomocoaoo0oo Algarrobo— /Hímenea courbaril. .oorssnsonn.o»- ...oo... otr... .onn.o - - oo. .oono...o.o.o.n.o. ... 439 206 254 310 335 354 480 357 _ Algodonero herbá ceo—( Gossy- í PA - — piumarboreum - - Algodón de Ba rbadas — a o pum Darbadinse.cóco. ccennrooms: : e - Cucúrbita verruco E SS de - Alhucema— Lavándula vera .. - Aliso—Alnus JErTugintA......... he Almendro, en - Plippocratea comosa ..... o... de ñ ce... eo ooo Ds US eN e yA > Y imehdra Amigdalus comunis Almendro — Terminalia catapa. Pad Almendrón -- Caryocar amig IA daliferum IA ARA e -Almenarón ta Caryocar hato ") O A ges NS Pe: A don eS Cl vcd Pen » LA a PARIO AI AY ARIAS j Almendrón — Allalea Más: bado A A A MA -Almizclillo, abelmosco — Z7;. biscus abelmosthus.. 0... o... Alor, acibar Aloe socotrina .. 0d Alpargata— Bignonia hondense o Altamisa— Ambrosia arlemisie- E E AR e AO A PE Alvarinas. espuelas de caba. lero — Centaureas oo... Amargoso, bejuco de salud — Cissampelos caapeba ........... Amapola, adurmidera — Papa- IP TE SOMO PEN UM, NIT ea ao a o Amerrabollos —- Chetogastra gigantea paz ¡Amistad del día — Hibiscus mu. talilis ..... OS AA Amorfino — Calivanthas ruber. Anis— Pimpinella anisum........ Anís estrellado— /llicium an?- salum.... A - Anón simarrón—Ánona Quin. TIA A Anón de riñón—Anmona relicu- ATLAS AA A IAN Anón— Ánona squamoSd......... Añil o Indigo — Zndigoferia ETA TE MIRE: MENA O _Apio— Apiíum graveolens, etc... Aquilegia— Aguilegia vulgaris. _plum herbaceum cococoncnnnacnco - Algodonero arbóreo— Custo CN ... moon. las Ama Aquí en. akesía. e [Arbol del diablo - americana. OS 244 pias gigantea .. dos | Arbol de caraña- 370 DT TA A 407 | Arbul a 437. te y 287 (sa, A 360 Arbol de leche - Go 364 -dron AL Es E CIS bs o 0 Polymnia pirami la- 295 E A Ads tre, ador - = Bignonia. : 206 ARÍÍALDICA AAA EAS | Arm. a— Senestum Ene AN 296 | Arupu— Chionanthus pubescens. Aneja— Pisum SAÍIVUM 463 | Arv. ja romún— Pisum arvense, Arracecha - Oxalis crenata.. 242 Arrarachr — Arracacha escu 454 MET A RO ON 402 | Arracachuela del LE >— Ranúnculus vaginalis...... .. 386 | Arrayán— Myrtus mollis ....... Arrayancito, cereza “de Cas 384 tilla — Malpigía glabra........ Arroz— Oryza sativa ....onoces. 181 | Arrocillo— Oryza latifolía . Atajasangre, penitente = Co 192 lumnea COCÍNCA. ooo Atrapamoscas Dionaea “mus 362 APA Avellano — Coryllus os e 243 | Avena—Ávena saliDa ........o.. 383 | Azar, cascarilla roja — Cincho- 376 MA DOZOLEMSÍS 1 ccoo canes Azafrán, color — S: :obedia sca- 174 Ef E DA. e Azucarero, palo de cerdo— 176 Hedwigia balsaminifera....... Azucarerito, barbiscu — Pau 176 UTE LUTERO 177 | Azucenas — Amarylliddns LS? ' Azucenas—Liláceas ..ooocoo... 346 | Azucenillo — Sapium salda 0- -376 UNIRTE Ll E 164 | Azufaifo—Zyeyphus vulgaris... e % les. E ooo. .os.o..... basco— lado emar. gínata... hacen oeerenoes cocoocono - Barbasco — 7) hephrosía et cinerea - Barbasco—Poligonum. persica- RIOS LD. SOBenÍUN ¿co caca inn a _Barrigón— Pachira barrigón... Batatilla - Pharbiles ........... : Begonias, etr.— Begonia fuch A ELA e ndo e tos - Bejuco tomé o quemador— Davilla Kunthil .......... Bejuco Chaparro—Davilla De. IA RA A - Bejuco de palma— Marcgravia umbellala .o.oo.ooco. Bejuco de Castilla — Serjania IL ARA ANS TA Bejuco de la China—Cissus DNORIIONTS macihocoóo ex Y Bejuco clavellino — -Mutisía A Belladona—Atropa belladona. . Belladona, Zarciilos de bruja, + AR Salpicroma difussumn... pp Bella de noche, etc.— Myralz. lis jalapa ro Bellíima — Bougauvillea spec- A CASI E gn tamnt- A RA AO ..onon...o soc sos ade ic = coi bar ETICO DA ca 0 O - Boabab—Adansonia digitata. AN Bobas, Sarros— Dicksonía gi gantea, Cyathes ebenina, etC.. 474 Boj de la China— Murraya Y EX a io A Borlas de San Pedro—Bego- PIE MASÓN 3 ac AN Borraja— Borrago officinalis 2 400: —Borrachero blanco — Datura AT A E Borrachero rojo— Datura san 37 A A A e Brasil - Poinciana imsignis...... 355 Brusca —Cassía occidentalis..... 357 _Buchón — Azolla magellánica, A O AS EA e Y Buchú—Diosma crenala......... $17 Buenastardes — (Enothera AMAS ios da A Burílico—Xylopía Ligustrifolía 178 C Cacao cimarrón, etc— Moríso- nia mulliñOFOi..io soniter=so. 208 Cacao— Theobroma cacao........ 258 Cacao cimarrón — Herranía al COPA AAA ni PE Ge - 2509 Cacalto de monte— Herrana PULATTRD a «ma Para SE 259 Cacho de venado— Xvlosma prumfoluMZ 00 pad 214 Cacho de venado — Eycopo* DiMiN; ¡Ubeda drid de A 476 ' Cachipaes, pirijao — Guilielma Speciosa..... PER 460 Cadenillo— Banara ulmifolía.. 214 Cadillo— Zriumfeta bogotensís.. 263 Cadillo — Zriumfeta semitriloba 263 Págs. 9 ¿Berro A oficinade;, O le -Bija, achiote, etc,—Bíxa ore. Hana. reenocncano A A ol 21 I : Bijuacá, romasa, etc.— —Rumex Cadillo lanudo— 7+7umfeta mo- MM 263 Cafeto o café— Cofica arábica 380 Caimito — Vismia latifolia...... 278 Caimito— Chrysophillumcaímito 393 Caimitillo— ltd inn olibi ADAME Ea IIS 15308 Y ; con — Pourouma cecro= : chanteia gigamtea.....o. ea - Calzoncitos — Thalapsi bursa DUO a E A Calabazuelo— Pachira sessilis... Calabaza - Cucurtita maxima, NEEDO ai Dada E Calabacera— Lagenariavulga- Calabazo— Crescentia cucurbi. a E RAS. LR DES caacuales Alida cala- OE NES e E Camajonduro, Castaño de In- dias — Sterculia Carthagínen- y ER Leo ...... .e.0600060 to... a... Camelia-—Camelia japónica.... Camelia té-—Camelía sasan- E o en RBD A SUARAS Cambrón-——Rhamnus cathartt. Cámbulo--£rylhrina umbrosa Campeche-- Hematoxilon cam. VACIO Ty RSE ES SES _Campánula — Campánula me. Candelero— Oreopanax mutissit Candelero de los Andes— ÁAralia ferrugínea ....ooooo. Canelo de Ceilán— Cinnamo. IMUIN ZEALCUM coccion, ES Canelo de los Andaquíes — Vectandra cinnamomotdes..... Canelo, palo de Cayparrapi— Ocotea Caparrapi.......... Sho Canutillo, cola de caballo - Equiselum 21gANtUM... como. - Canafístula— Cassía fístula... Canafístula — Cassí2 brasiliana Canafístula pequeña— Cassía MAS ero dla Cáñamo-— Cannabis solidum.... Caña de víbora — Kunthia mon. ATA SNA IO RG ABBA Caña agria — Costus glabratus, A A A INS Caña de bastón—Bactris mi- A al Me ALAN E: Caña de cil OSCILA ds a il Paola ii beta tuno, 'nacedero— 7h o Cape grando-- Zalawma Caparrosa—'! Vismia: acuminata Capesito, color— Termstroemia '-Cardamomo — LElateria Car: Caobo--—Swetenía mahog: Capoura— Dryobalanops Con O Phora dodo Cape, Copey—Clusia alba... 2 Cape grande, capecillo — Che: SB TOA a LA NCON Capecillo oloroso— Clusia odo A LISIS E O METIdIOMaÍÉS: sas a Capuchina pequeña—Z/opae. 8 TUNE TRIAS. IAE MS Capulí cimarrón — Rhammus pa humboldtianus ...o.ooomisemecraso 3) Capitana de corazón - - Aristo. loquía turbacentis......... E Cargadero— Guatieria carga Noa HAEDO NED flaca Cardosanto - Argemone mext= A O Carbonero—Mayna laurinea ... Carcapuli de la Indi— Garer- ia Cambegla,.. me. is Carapa—Carapa gutamensis... Caracolí — Anacardium rhino- CQTDUS canuoccccconanana dos daa Caratero— Bursera inlegérrima Caruto— Gen?pa carutO ooo... Cardos— Cynmaracardunculus .. Cariaquito—Lantana Cámara, A o AD A 1 a LEMOMUM. IAN SE e Cartucho— Calla etíbpica. cid Caries del trigo— Ustilago ca- Carbón del maíz — Ustilago OTÍES AOS Aa oo cal A Carbón de los cereaies— Us: tilago SegenlumM....cooo -ó0s «nd Carretón encarnado — Zrzfo. lium inCArnalUM...ccocancnonos Carretón amarillo Trade agrarium . Castaño—Matisia castaño ..... Castaño de los Llanos — Ster- culia TUYOSAcicornanuinia =>, 0, trrnrrr canon no cos EA e Ms PU AA 51. o " cy NT, . ' C Castaño de Indias — Aesculum hIPpOcastanuM .oocmonooo.. Castaño americano— Aesculum ORiOLenSós 0... Castaño, en las Antillas—Cz. pania ameriaNQunoionccccooo.o - Caspi, Pedro Hernan dae = Rhus Jjuglandifolía Cascabelillo— Hemmimeris me ridionalis .. Castaño europeo — Castanea vulgaris Caunce — Godoya antioquiensts. Caucho, de Popayán — Sipho- campilus cautchouc ... Caucho— Siphonia elástica, eto; Caucho— /icus elástica Caucho— Castilloa elástica Cebolleta — bc aca na. h Cebolla— 4/lium Lp DAR Cebolleta, Sa > Po tedería agurea....... Cebadilla — Veratrum Cebadilla Cebada — Hordeum vulgaris ... Cedro espinoso CAN lerit.. Cedro blanco; cedro — Cedrela odorala .. ...... Cedrón del Driñoco > - "da OETROCENCIS adeaococacciconiió a Cedrón— Simaba iO. E de Ceibo, en Panamá — £rioden. dron occidentale Ceiba— Bombax ceiba ........... Ceiba— Bombax septenalum.... Ceiba— Bombax cumanense..... Ceiba— Bombax mompoxense.. Celedonia, golondrina - Dry. maria DT .. ....o.oo... Marrano... sss.oo .. o... ooo... o... .......-- .....n...o -- Celidonia — A FACES majus. E Centella— Ranunculus pilosus.. Centella— Cleome anómala...... Centeno— Secale cereale Cerezo a sp , Cerezo, en Cartagena —Mal pigia punicifelía... : Cerezo, en Chania Dri lia trifoliata... tha e Cicuta, a == Comiuin dare latum... — Cerassus caproniana, Págs. 295 295 300 337 416 439 283 389 426 432 434 186 454 455 455 467 251 | 306 324 324 251 252 252 252 252 235 [90 163 206 467 361 291 303 377 TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA LR A a E E A E ES JA RN e A AR o a 323 C Págs. Cidra, cildrero—Citrus medica. 274 Cidrón — Lippía citrodora ...... 408 Ciguara ea Trúhilia havanen RI A 394 Cilantrillo — Adíanthum capi. llas DeneTÉ..oo o. - - 474 Ciruela negra- < Pruñus domes. tica. Eo al 361 Cieoeló espinoso, tigrito— Xy. ' menta Americana .oonoosaneo =. 272 Ciruelo de hojas laterales — Rheedía laterifolia DE e 280 Ciruelo cimarrón, de fraile— Bunchosia nítida ASE 291 Ciruelo de fraile — Bunchosía glandulifera . ARA Ciruelo de perro. 3 Buntlosa SAG ID e ds 292 Ciruelo — Bunchosidia armeníaca. 292 Ciruela amarilla-— Spondías purpúrea, etc.. 0... 339 Clayellino — Poíncianá Sul he. rrima.. eS 355 Clavo de olor — - Caryophillus ATOMAÍÍCUS occoicns 368 Clavel— Díantus Caryophilas 234 Clavellina— Diantus sinensís, 234 | Cubalonga, etc. Z“gnatía amara 400 Coca— Lritroxilon (0%.....o... 287 Coca de Cartagena — L£rt- troxilon areolalum.. 289 Coca de Honda— Zritroxilon hondense.. ; 289 Coca de Popayán — Eritroxi. lon popayanense ooo... 289 Cocotero, palma de coco— Cocos nucifera e: 2 ES Coclearia—Cochlearia officinalis 199 Cojón de cabro, de mico— Taberne montana tetrastachia 396 Col o repollo- Brassica olerácea 201 Colombo— Cocculus palmatus... 181 Coleus— Coleus .. A 407 Colchón de pobre, “caminade. ra—L£Lycopodium, CtCumoooo.. 476 Cólchico— Colchicum automnale 455 Comino— Cuminum ciminum.... 377 Comino crespo—AnibA....o.o... 423 Contracavitana — Aristoloquia cordifolía .. ey 425 Contrayerba, raíz del resfria - do—Dorsteniía contrayerba... 432 NA Conservadoras — Catram, Pe y 5 ÁUNIÍAS co... É PS REA ooo...» EN Convólvulo — Evoluulas comoomno - Copaiba— Coparfera nia -Cororito, ¿COCO rn te — - Bactris A PEO E ANA 0 Copal— Rhus cofalima. YE ASAS pl -Corozo—Alfonsia y d00 dd ARS - Cortadera o carrizo —AÁrundo - Cornezuelo de maíz — TS: Pe Coral— Zoranthus MUST coo. Cornezuelo de centeno Sper- MOdIO CÍADAS o oconioto cinco: Spermre.- DO MPAA si ai GEO a -Corneto— Deckeriía COMO vninn ns Cordoncillo, toronjil de monta- na— Piper Odor ala. ....ommoomo. Corregidor— Ternstroemía ma- Pa arta AOS GA DO ER Covalonga, lengua de gato— Theveliía nerifolia.....o.muooro. Cresta de gallo— dlternathera, EIA EA SOULS MAS near coo canten Cruz de IL Dando chal. soe dao Cuasia — llasiad AMA A oocaoo oo Cubios— Zropaolum tuberosum Cucubo— Solanum triste......... Cucharo, mantequillo— Myrs?. ME POPAyanensiS .ooooooo ... SE Cuesco, palma de vino— Cocos REA AIN MT Cujl— Acacia cinertl...o.o.omo... Culantrillo — Zhalictrum podo. E A ROA OS Culén, té de Chile— Psoralea EC AQMIOSE mamona nas Daria aecados Cuna de V 2nus, Flor del Espí. ritu Santo— Peristera alata.. Cupana— Paullinia cupana ..... Curo— Persea gralissima ....... Curuba común— Zacsonía mo- EA AAA Curuba de indio — Zacsonia ód A e a Curare— cnn: toxicarta... Cusparia, quina del Orinoco — Bonplandia trifoliata .. did ds pera! ads ma crasoifolia No Chirimoya — Anona cher Chinchimaní — Pelrgala 0 CULATA IAS Ohixgo-— Lap simplocoides.. j Chite— Hypericum brathys ..... A Chite, romeri: lu— AS laryesfolium A Chiri, ¡que — Dalea astragali NA, etc ....... a Ps Ohicoria — Leontodon panela, CUM LEÍO. road canas SS Chilcos — Bacharis chiles, ete... Chisacá — Spilanthes mudissil .. Chica— Bignonía chica ...... .. A Chicalá— Zecoma spectabilis .... Chisgua— Canna elulis ..... .. Chocho colorado — ib corallodendron tal NS Chocha, chocha pequeña — Eryihrina rulrinerva, eto... Chucho-— Peperomia foctida.... Chulco— Oxalis psorialioides .. 'Chulco—Abronía parviflora.... Chupahuevo—Saurauja ñoca fera Chupahuevo — Cotyledon race- AS A O IN Chusque— Chusquea s.andens... e... np. raras... .ooooo... D Dalias: =Dabtasto o Dictamo real — Ranún. ulus PUSMART 2. INS da SN Dictamo real o résnilo 3 Dictamnus fraxinella ........ Digital —Digitalís pur púrea .. Dividivi — C:salpina coriaria .. Doncel — Berberís rigidifolia . Dondequiera, saúco— Casearta corym'osa.. Dondequiera, de Mariquita — Casearía mart jutlensis ... Doradilla —4A: hrosticum flavens Dulumoco— Saurauja ursina .. Durazno — Persica vulgaris .... I 64: FL RE 350, 35% 193.0 216 6 474 268 30107 ¿pl e A ES A da Delia: Psp Ispárrago — dsparagr q Pares a ..o Y .. ento nariacnnnos. Tafi purgans y ' qeda os A spicul ¡fer UM rocio A SN spin o a mu AS lo — Berberís glauca. dee de se A IP ARCE A OR - Estancadera — Meio.hia hir- E A Estra mánto Dita siramo: —MUM hos Estropajo— "baja colindrica.... OA ÍIpLOS omnes 00 F cr. .....o.oo rs... .o.o.oo Falso brasilete — Comocladía integrifolía. - Farolilos - Cardios permum ha- A IA ATI TA F ¡que—/ourcroya gigentea..... - Flechero, poroporo, bototo— Cochlospermum hibiscotdes..... Fraile,ón — £zpeletía humilis, QUE air 0% Fregosa— Capraria DiforA.....: o Fresa- fragraria VetCA....co.. ¿Frcomu— Fraxinus Ornus o... - Fresito de América—c hirlus o birlus— Zecoma-Stans ....... Eiijules— Phaseolus compresus, OUÍONLUS, CC diiacian no ORAR - Fruta de Chile— Fragaria cht- RAR TA, TEO AE » A 4 A í id an ares azules, fito. 04 tancalera.- Krameriía espar- Fruta de burro, Achón—Xy= lopia Longifolia coonconioseorro > Pame: bejuco de agua— Cós- sus -Smú peo EIA: TA A, Fuente, bejuco de agua— Cís- Sus VENALOTUM ... ....vo.s ..oo..... —Fustete—ZRhus COlIMUS ...oooooo.. Fusias—Puchsia coocoocoommnmmmm. G Gaque, Cape grande— Clusia ALATRISTE S e Garbanzo--— Ciser artelinum..... _Garmal -— Zigophillum sim- 1 ES PA ES Pe A Geranio rosa— Pelargonium ca- pilatum .. Gengibre — Zinziber do “Guisante de olor—Lalhyrus ODOF RIUS: E ualsan dla irme dns Guinea— Pamicum jumentorum Gladiolo de caimán — Crpura 7MATÍÍMISCENCIS, ElC.ooncanarocóne Gladiolo— GladioltS ...oconmoooo. Gota o mancha de la Papa — Peronospora infestans ..:..... Granada— Punica granalun... Granadilla — Passiflora ligula- TUS 4 Porro res rose .o roscas -.. Granadillo de monte—Clavija ODA acostar Granizo— Hediosmum bonplan- MÍAMUM ooo de TN Guaba blanca, Ulanda—4Amy- ris silyatica... Guaba, cargamanta — Phito. laca bogotensis. E Guacamayo— lcica macrophylla Guaco blanco—Micania sca- dens.. Guaco morado—Micania ra- ÁÍCANS ooo. Guaco contracapitana— Árís- toloquía anguicida..oooonoo.mm.. Guacharaco — Cupanía glabra Gua:haraco — Tabernaemonta. na telrastachya, OlCovocooooos.. Guachacamay — Guachamaca toxicaria... Guadua — Bambusa AAA ..o.nenc.n...n ... ... ..o po, ..oo..ocson... r..o... . .. .r...oce.n.e..cansss guadua, a Le 15 dl E FA Heualda— ld Mid AN - Gualanday — Jacaranda gua Sie TAR TRANS po 10 SMC A Guama común —Znga sapida ... Guama ce mico— — Inga vera, inga lucida......... Gnaníbana—Annona Murizata . Guao— Comocladía dentata..... Guarana, uva del Brasil — -Paultinia sorbilis ...... _Guargiierón, gallito — Anti. rrhinum majus........ - Guarumo — Cebropia “fellata, Guásimo — Guazuma ulmifolía - Guásimo— Guazuma tomentosa eo... ........: Guásimo rojo — Lúhea seemani dia Coruntilla — Ce reus Sulniralor. ads ul ; bos — Gallinsonga parvi- ¡ATAN E OA Guatamare - Myrospermum JTULESCENS coca Guayaco, palo santo — Guaía GUIDO JACENALO: Ue add caca Guayaran Guaracum sanctum Guayacán del Perú— Porliera hygrometrica .. _Guayabo— Psidium pobferúm, SUS: a. porno...» ss. no... o.o.n.oo-- ..o. ..oono... Guayabo anselmo— Campoma- OST OCOTMISOÍTA.cednicoo naomi Guazumillo de tornillo —Pavo- SALTA o es ca ia as Guchunchullo, Teatina— Joni. dium parviflorum Ad Gulupa— Passiflora ornata .... Gutagamba— Vismia guianen- H Haba — Viria Fab ...omoomooo..o Habichuela, judías— Phaseolus RN A Heliotropo — Aeliotropium pe TUVÍANUM o. ooo como Herrumbre del trigo— Uredo AI NANA Hierba de la Virgen—Polyga- VO: OSPErulosdes ¿asuardicaidasotada no... sw 403 359 359 176 336 209. 242 222 372 277 350 351 .406 488 227 Hibila —M nnin | Higo tuno, higo m no— - Opuntia vulgaris Ad aa Higuerilla— Zicimos. Comm —Higo. común, higuera - 20% Ñ Higueror o higuerote— Ficus Hortens ia— Hidrangea. horten= s1a, etc ... corourgiorano. ... ro.soso PRA UTERS Abades catas DA Hoja de pantano — - Gumnera SAD Hoja de cuariillo > Peperomig. iS numularifolia,.oomxcnicn »ronsnas o, Hongos— Hongos, €tC. coocooomo A Huesito — Prochía aa 12 Huesito, de la hoya del Mag- delena - Banara ibaguensts.. pe Ibilán— Monnina oblusifolia.... Icaco—Chysobalanus hicaco. ... Ipecacuana — Jonidium ripa- rium Ipecacuana — Pisychotría 'eme- Pi ...e... ro... ... .“.ocennnr... J Jabonera— Serjania paniculata Jaboncillo, parapara, etc.— | Sapindus Saponaria... ......o Jacintos — Liliáceas, etC. coo... Jagua, Caruto— Gen?pa amert- (Ama ...... A: Jagúito— Codazzía roseta... Jalapa, lombricera, etc.—Ás- clepias cur aSssaUICA .ooooocsmoooo Jaramago — Sisymbrium ojfict- AR A Jarilla o jiquimilla — Zupato- z3um ¡2 utmialld o ccdannaoanonants Jazmincillo de monte—Banis. teria jazminellum ...mooocooo 0. Jazmín amarillo — /azminum FEULLCANS dai a A Jazmín de España— /azminum grandifloram..ocomomaoco senos Hortigón, guaritoto—. Jatro. cit E de A ¿ABI Jobo, mombín - Spondias lutea ¿EEE Josefita, de Antioquia—Milto mía vexillaria...o..ooooo q -Júcaro, almendro — Bucida ca- y tata... ee AE ARCO Jujuba—Zy2pphus JUjuba oo... Junco —Juncus DOgOleNsiS........ ul 10, ER Lcda proly- e eto. Day Sd PANA Ae Pe > vd Pedro—Coix lachríma ...... de Lama de pantano — Marsilea EA "4 quadrifolta, CAC al nea EEN Lápula— Zriumfeta lapula.... “y ¡Laupe del, Perú— Godoya spa- E A o A A pe Laurel de cera 0 ar. E, guta, E AI , ia co Meiva acaulis... Lechuguilla. Pontedería azurea, Lechemiel—Zacmelia edulis... 2 Lechuga— Lactuca sativa, etc. o Lechero—Luforbia cotinifolta. a. Lengua de vaca — Cespedesia Me: ñ bonplandil ....oo... EA o Lentisco—Pistacia lentíscus .. po Lenteja—L£rvum lens .. MN Lengua de gato— Thevetia ne. A VA as sad Lila de las Indias —Melía « ase A ia didccon Lila de las Antillas — Melia Dal Td AAA OEA OA Lilas, siringa—Syringa vulga- A RR AAN Lima— Citrus léímeta.... coses Limón, limonero— Ci!rus limo- Limoncillo — Ca rAtOS AR EIÓA Limoncillo—Andropagon cilro. 7 Te ICAO AA ls a Lino (especie anual) - — Linum ULA 07 O A Lino de la Nueva Zelandia— Phormium lenAX..o.oommomomeno E acadana: E ud LS, 454 Lirio (orquídea)— Callleya gi. Líquenes, eto.— Liguenes. A o PRA GUI A ÍA Lirio blanco ra obama 416 Sastra—Rheedía edulis ......... Sátiro, impúdico—Phallus 1 mm. DEMUE LA A Saúco común— Sambucus 77 20% Rodamonte — Escallonía Fest Sensitiva, yerba viva— Byo MOS ra auna ana nara no cancer] 375 phytum SENSIÍVUM o ouooo Rojo, escandalosa | =- Hibiscus Sensitiva O adormidera—M£- FOSO SÍMENSIS cornacnannaccnocnoro 243 | MOSQ Pudica, EfC.i.. -coomonoo- - Roldón— Coriaria myrtifolía... 284 | Sen de Popayán—Theprosía - Romero—Rosmarinus oficina- serna . AS ¡AA ES RO 407 Serbatana— Monnina parvifo. Rosa de Jericó —Anaslática hit. 145 VE RR AE AA RA CS NO 199 Sietecueros — Chaetogastra lin. “Rosa de monte— Brotonea rosa 356 dEnÍANB... co coo... Eo . Rosa— Rosa Centifolia, indica, Sima rruba— Simarruba excelsa A AA O AA IA 361 | Simarruba—Simarruba qe Rosolis— Drosera PIE E 225 Uli ie A A - Rubia o chugua— U/lucus fu. Sonajera — Clitoria virginiana.. AT «.. 420 | Sorrocloco — Crataeva gynan- Rúchica—Peoralea mutisti... 345 da E Ruda— Ruta graveolins....... 310 Ruda de España—Ru/a mon- T tana . 316 Ruda, de Bogotá— Lagetes g7- Tabaco— Vicotiana tabacum... “YA PAGUIFENSÍS .. oocninnccnnannaso 386 | Tacamaca - leica tacamahaca.. > Rústica—Monnína angustata... 229 | Tacamaca— leia heptaphyla... Tacay— Caryodendrón orinocen. EP E A UE S Tache — Myrospermum pubes- Ñ AP AA 0 Sagú— Canna achirQ......... 443 | Tagua—Loramthus 1agUQ ,..... Salsifl — Tragopogon terri 0- Tagua, cabeza de negro— A PA .. 384 Phytelephas macrocarpa... Salvio negro— Cordia “salviae. Tamarindo— Zamarindus occt- MO nia sd an ocaa: . ANO dentales, Cl... «os rodas bayas RN Salvio blanco— Cordia lanala, 406 : Tapia, toco— Crataeva tapia... Salvia común — Salvia ofict- Té—Corchorus siliquosuS........ IAN Ton od nicaaa ss há ano 0d E ] Té de la China— Thea sinensis Sanalotodo— Bacharis- polyan eS MEA O Sangre drago— Croton húbisei. E A iO IN RA Sarra Dia DI odorátasio EN oble— Quercus humboltíana... 439 Vda ARCA 0 oble, de Almaguer— q Sauce común—Sálix alba ..... ) HOÍIMeMSIS moccoo enicancar oo» + 439 | Sauce llorón— Sálix babilónica Té de Bogotá —Styrax Alsto O eLO arial Teología - Euforbia orbiculata Tetona pecosa — Alstroemeria Horibunda ocio. Tibar —Escallonía vrdilodes, ln Tigrito—Xymenia MONÍANA...... Tilo común - Zilía Platyphilla, Timbd6, bejuco de Castilla— Paullinia pInnalQ....oouomm... Tinto o ausc—Capparís brey EL AR ros Tinto, en Bogotá— Monnina LUUTAE a o ON Tintillo, en Bogotá — Monnina PE iento peo Tomate—Lycopersicum esculen. Tomillo blanco - Polygala va riabilis... Eu Tomillo— 74ymus vulgaris. e Toronjil —Melssa officinalis... Torito — Anguloa grandiflora, ALARTE ea Totesito— Ersocaulon pilosum... Totumo— Crescentía cujele...... Trébol común — Z7:folium poe: BEMSES cano in ana se Trébol blanco il ATT re. Trigo—75 riticum vulgare. Pa Triguillo— Bromus arvense... Trompeto— Bocconia frutescens Trufas— Zuber cibaríum, etc.. Tuatua — /a!ropha gossypifolia, Tulipanes — Zulipa gesneria, Elis: A Tuno —MicomiA.....oooonommm... Tuna— Opuntia 14na.......oo... U Uchuba— Physalis peruviana... Uña de Ad 0 A Urrucay— Leica insignis... ... see Uva camarona.—Zhibaudia ma- OPI a cn Gan a bi Uva de anis — Zhrbaudia ani- Urraca sei ce: ..optossas Uva de perro, topo, etc, — Physalis pubescens, EC. ,.. ... Uva de mar - == Corcoloda 0 fera. Esa TOS Aaa ? Uvilla, tinto — Cestrum tincto- N TÍUM... O O RA E E Ta: “A Ye “4 1 3 | Valeriana — Valeriana -oficina- e | les y AAA Vainilla — Viañilla plan felia, aromálica, OMC sic cal. . Varejón, pebetero — - Vernonia 1 3 OdOTQÍISIMA...cmcoooccoanno cangno Varita de San José, ojal Él etc. — Epidendrum fimbria- tum, geminiflorum, etC........ 442 Verbena— Verbena dichotoma... Verbena— Verbena valerianot= RS AN A Vid, parra— Vitis viMifera ..... Vid cimarrona, agrás — Vitis EOTÍOOER La UA Vid del Canadá — Vitis labrus- LOAN Vinagrilla, chulco — Oxalis cormiculata .. A Violeta— Viola odorata......... Violeta— Viola prunellaefolia... Y Yamao, trompetillo — Guarea trichilioides.... Ea Ud Yerba del pollo — Cassearía AS AR Yerba de San Martin— Sauva ARNET AA Yerba de almizcle — Zrodium MOSCROLUM von omnes no a Yerba de mate—1lex paragua- VENSTS sae RO AS Yerba del maravedí—Mygín- DA UTAZOBA qa cnonacónoonoiinasn Yerba de Santa María — An- dromachia Igntarla ....ooooooo. Yerba de lombriz o lombre- cera—Spigelia anthelmia..... Yerba morada, funeraria — - Cobcea scandens. coooaooooosoco Yerba del carpintero — /Justi. cia pectoralis....m.... TRATADO ELEMENTAL DE BOTÁNICA Y Yerbamora— Solanum nigrum. Yerba hedionda — Solanum fe- tidum .. Yerba del “pastel —Zsalis tinc. torea.. Yuca —Manioth uilicima, y var, dulcis, etc.. Yuque, en el Tolima — Erio- dendron occidentale ... momo... Z Zábila —Aloe vulgariS....oo....oo Zanahoria — Daucus carofa ..... Págs. 414 414 201 427 251 Z Zapotolongo — Pachira mn, ÍicQ... Zapote—Matisia cordata.. e Zarza hueca — Búllnera car- thagínensis .. Zarcillejo — Sphocampylus Fe rrugíneus. . Zarzaparrilla - — Smilax. ofici- TAR A 1 Zulia, palomitas — Lobelia 1e- WA doy ds Zumaque—Rhus co COrtarÍQ meo... Zumaque venenoso—-Zhus toxi- COLENALON iconos ooo RARA 533 Págs. 251 253 256 389 452 389 337 337 NÓN AS 7 E ES pad OS IAS , poa JA: Je O A EAS Vd ES € >, da po 1 Ve JA Sl Ñ . A Al A % 4 A - yal q, e "y 5 er PA A RAE 4 JA AS > ; Lis ii E Ed s 10 Hd ABU A APCTID AAA Bn DA Y Y UI 185 00236 1135 York Botanical Fr PA e E oro a dei o e A ¿+7 o mio! es cea Eyes Ae ptr dC AP A - : - PEO yaoi [UPA b S cli E 4 sE pala mt - hs ¿A e a en DM : O Na dime; rima, » a , > im ci ; > ; . » j LAN A Pr ic Poe ed A, . a ¿ LR e eS PH: " a e = Y . 0 sa bs rd AR po 3 ñ A a A tal o noel datos A pi ay Z O Y 5 io la ari o ol 7 os A E Et á A A 9d, e y Po rs O Fa . sí o Roo AR > te SS Er AS a rra E ire!