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Full text of "El ala posterior de las hormigas."

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NICOLAS KUSNEZOV 



EL ALA POSTERIOR DE LAS HORMIGAS 



ACTA ZOOLOOICA LILLOANA, tomo XVIII (1962) Pags. 367-378 



TUCUMAN 

REPtfBLICA ARGENTINA 

1962 



W.l. Browr 

COLLECTS 



EL ALA POSTERIOR DE LAS HORMIGAS 

Por NicoLis KUSNEZOV 



ZUSAMMENFASSTJNG . . 

Der Hinlerflugel der Ameisen. Die Morphologic des Hiuterflugels bleibt bis jetzt we- 
nig bekannt und bei der systematischen Auffassung wenig ausgenutzt. Der Verfasser 
gibt einige Ergebnisse seiner vorlaufigeii Forschung in diesein Sinne. In der Ta- 
belle Cuadro I findet man die Angaben iiber die Anzahl der Verhangungsliiickehen 
auf dem Vorderrand des Plugels und in der Tabelle Cuadro II das Verhaltnis 

Lange der Medianzelle 



x 100. 



Gesamtlange ders Flugels 



El ala posterior de las hormigas constituye una estructura morfologiea 
facilmente observable y que junto con otros caracteres puede suminis- 
trar los elementos de juicio para la clasifieaeion. Este es el tema de la 
presente comunicacion, basada en uu estitdio preliminar de varies gra- 
pes de la familia Formicidae. 

El ala posterior de las hormigas se caracteriza, en casos normales, por 
sus dimensiones inferiores en comparaeion con el ala anterior, por la au- 
seneia de pterostigma presente en el ala anterior (con excepcion de la 
tribus Aitini, donde solamente los generos Mycetophylax y Paramyceto- 
phylax tienen pterostigma), por la nervadura en general mas simple, as! 
como por la presencia de pequenos ganchitos sobre el borde anterior, que 
sirven para unir ambas alas (anterior y posterior) en un solo piano du- 
rante el vuelo. 

En casos particulares la nervadura del ala posterior puede llegar a su 
completa reduccion, como se observa en Gallardomyrnia argentina Bruch, 
cuyas cuatro alas estan desprovistas de nervaduras salvo una del>il rama 
subcostal en el ala anterior. 

La misma ala anterior puede hasta desaparecer por complete, como 
ocurre en la hembra de BrucJiomyrma acutidens Santschi, la. cual se pre- 



368 ACTA ZOOLOGICA LILLOANA XVIII (1962) 

senta entonces como una hormiga dfptera, sin el menor rudimento 'de 
alas posteriores. 

La reduecion de alas llega a su mayor expresion en el macho de Bru- 
chomyrma acutidens, que demuestra en general rasgos degenerativos y 
cuyas alas anteriores estan representadas por las mismas pterotecas nin- 
fales, en forma de bolsitas, algo infladas, sin rastros de nervaduras, ni 
pilosidad alguna. Tales casos de reduceion extr^ma eorresponden a las 
hormigas de talla pequena, por lo tanto la reduceion de la nervadura es- 
ta, al menos en. parte, relacionada con las necesidades mecanicas de vue- 
lo.' Como ya hemos dieho en otro trabajo (Kusnezov 1953) con respecto 
al ala anterior, la reduceion de la nervadura no tiene una relacion di- 
recta con las necesidades de sostener la membrana muy fina y aun las 
hormigas de tamano pequeno pueden tener la nervadura completa (por 
ejemplo, Ponera), mientras en otros casos las alas de hormigas grandes 
pueden tener la nervadura simplificada secundariamente, con tendencia ha- 
cia la traslocacion de las nervaduras a la parte antero-proximal del ala, lo 
que esta a su vez correlacionado con la membrana relativamente dura en 
la parte postero-distal (por ejemplo en Atta). Todo esto significa que la 
transformacion evolutiva de las nervaduras no puede ser considerada sim- 
plemeiite como una adaptacion a las necesidades de vuelo, sino que repre- 
senta un fenomeno mas complicado, en el cual la adaptacion surge co- 
mo consecuencia de mutaciones acompanadas por la accion de la seleccion. 

En esta comunicacion 110 nos referimos al fenomeno de ergatomorfis- 
mo de las formas sexuales pries nada tiene que ver con nuestro tema. 

En el ala posterior de Myrmecia pyriformis F. Sm. (Subfamilia Myr- 
meciinae, Australia, vease fig. 1), hormiga de tamano grande, las ner- 
vaduras se presentan en forma mas completa, la costal fina sigue casi 
hasta el apice del ala, mientras otras casi alcanzan sus bordes. 

En el esquema de la nervadura del ala posterior se puede distinguir, de 
acuerdo con la nomenclatura correspondiente al ala anterior, las siguien- 
tes nervaduras longitudinales : a) la co&ta, que es fina en la mitad proxi- 
mal del borde anterior del ala y mas o menos engrosada en su parte distal, 
especialmente en la zona donde se desarrollan los ganchitos, que unen las 
alas en el vuelo ; b) la sub cost a que es mas gruesa que la costa y parece fu- 
sionada con la parte proximal de la nervadura radial; e) la mediana, de- 
sarrollada en la mitad distal del ala, a partir de la nervadura basal, cuya 
homologacion presenta dificultades ; d) la radial (Es en la fig. 1) entre el 
borde anterior del ala en su mitad distal y de la mediana; e) la mediano- 
cubital (M-Cu) cuyas ramificaciones en la mitad distal del ala forman 
los trozos libres de la mediana y de la cubital (Ms y Cu respectivamen- 



N. KTJSNEZOV, El ala posterior de las hormigas 



369 



te) ; f ) la anal en la parte postero-proximal del ala. De las nervadutfas 
transversales solo estan presentes la cubito-anal (cu-a) y la basal. La ul- 
tima puede ser considerada como transversal, con cierta reserva, pues 
en su composicion participan seguramente algunas partes de las ner- 
vaduras longitudinales y sobre todo de la mediana. Las nervaduras trans- 
versales r, r-m y m-cu del ala anterior no existen y por eso tampoco exis- 
ten las celdas cerradas, radial, cubitales y discoidales. En consecuencia 
se observan solamente dos celdas cerradas, ambas en la mitad proximal 




Figs. 1-15. 1, Myrmecia pyriformis F. Sm.; 2, Paraponera clavata 
Fabr. ; 3, Acanthoponera mucronata Roger; 4, Ectatomma quadridens 
Fabr.; 5, Odontomachus chelifer Latr. ; 6, Platythyrea meinerti Fo- 
rel; 7, Ericapelta egregia Kusnezov; 8, Paraprionopelta minima Kus- 
nezov; 9, Eciton (Neivamyrmex) halidayl Shuck.; 10, Acanthostichus 
sp.; 11, iletapone tittardi Wheeler; 12, Pseudomyrmex gracilis Fabr.; 
13, Pogonomyrmex marcusi Kusnezov, hembra; 14, Pogonomyrmex 
marcwsi Kusnezov, macho; 15, Wasmannia auropunctata Roger, macho. 

del ala posterior, es decir la submediana y la mediana,, separadas bas- 
tante bien una de otra, aunque la nervadura longitudinal M-Cu no llega 
hasta la articulacion del ala, a diferencia de la subcostal y de la anal. 

La nervadura transversal cu-a forma angulos bien netos en los puntos 
de contacto con las longitudinales M-Cu y A, argumento a favor de su 
interpretacion como nervadura realmente transversal, 16 que no podemos 
afirmar con respecto a la nervadura llamada basal. 



370 ACTA ZOOLOGICA LILLOANA XVIII (1962) 

La parte distal de la nervadura M se separa de la basal a eierta/dis- 
tancia del punto de separacion de Cu de la M-Cu. Entonces la parte de 
]a nervadura basal situada entre los puntos de ramificacion de los trozos 
libres de Ms y Cu, puede ser eonsiderada como un trozo longitudinal y no 
transversal propiamente dieho. 

Tal situacion de la nervadura basal se observa en todos los casos es- 
tudiados correspondientes a las subfamilias Myrmeciinae, Dorylinae (fig. 
2), y, faeultativamente en Cerapachyinae (Acanthostichus), Ponerinae 
(en la mayoria de los casos) y Pseudomyrmicinae. 

En esta ultima subfamilia las partes distales de Rs, M y Cu pueden 
estar reducidas casi por completo, y por ejemplo, en Pseudomyrmex pa- 
llidus F. Sm., que es una especie de tamano relativamente pequeno, sola- 
raente cierta sinuosidad de la nervadura basal sugiere la reduccion muy 
avanzada de la nervadura M. 

En las subfamilias Myrmicinae, Dolichoderinae y Formicinae la ner- 
vadulra M no se separa de la basal, y puede estar reducida en su par- 
te distal o fusionada alternativamente eon Cu o con Es, de tal modo que 
la nervadura basal no da origen a ninguna ramificacion entre sus pun- 
tos extremes (hay ciertas excepciones, ver en adelante, Carebarella, 
Iridomyrmex) . 

Otro fenomeno morfologico que llama la ateneion en el ala posterior 
de Myrmecia pyriformis es un pequeno lobulo situado cerca de la base del 
ala y bien separado del resto del ala. Es lo que corresponde a la neala 
o vannus de otros insectos, y que en las hormigas esta en camino de de- 
saparicion. Hemos observado este lobulo ademas en la subfamilia Pone- 
rinae (parece ser caraeter diferencial de esta subfamilia) y en ninguu 
caso en las subfamilias Dorylinae (Eciton), Pseudomyrmicinae, Myrmici- 
nae, Dolichoderinae y Formicinae. 

La cantidad de ganchitos sobre el margen anterior varia en las dos 
especies estudiadas entre 17 y 20 (vease en adelante). 

En la subfamilia Ponerinae (figs. 2-6) el tipo de la nervadura con- 
serva sus caracteristicas sustanciales, con la presencia de M y con va- 
riaciones de caraeter secundario. Sin embargo, aun dentro de esta sub- 
familia encontramos casos de una reduccion avanzada, como se ve por 
ejemplo en Ericapelta egregia Kusnezov (fig. 7) donde la mitad distal 
del ala carece por completo de nervaduras. En Paraprionopelta minima 
Kusnezov (fig. 8) la nervadura se reduce aun mas y solo quedan en la 
parte proximal del ala algunos fragmentos de la subcosta, M-Cu, A y 
la transversal cu-a. 



N. KUSNEZOV, El ala posterior de las hormigas 



371 



La posicion de la tribus Amblyoponini, a la cual pertenecen estos doa 
generos, no es muy segura todavia y podria ser que este grupo pertene^ 
ciera a un linaje particular poco vinculado con el resto de la subfamlia 
Ponerinae. ' 




Figs. 16-26. 16, Cephalotes atratus L., macho; 17, Pheidole fimbria- 
ta Roger, macho; 18, Crematogaster hyperphyes Kusnezov, hembra; 
19, Pheidole fimbriata Roger, hemtora; 20, Atta vollenweideri Forel, 
hembra; 21, Carebarella bicolor Emery, hembra; 22, Carebarella 6ico- 
lor Emery, macho; 23, Tranopelta gilva Mayr, macho; 24, Broumidris 
argentinus Kusnezov, hembra; 25, Iridomyrmex delectus F. Sm., hem- 
bra; 26, Iridomyrmex detectus F. Sm., macho. 

En la subfamilia Dorylinae, como se observa en Eciton (Neivamyrmex) 
halidayi Schuck. (fig. 9), las nervaduras son del mismo tipo que en 
Myrmecia pyriformis (fig. 1), con las nervaduras Es, M y Cu Wen de- 
sarrolladas que llegan casi hasta los bordes del ala posterior. La nerva- 



372 ACTA ZOOLOGICA LILLOANA XVIII (1962) 

dura cu-a es eminentemente transversal, y forma angulos netos entre M- 
Cu y A. Los ganchitos (17-18) forman una fila bastante regular, aun- 
que las distancias entre ellos no son iguales. La diferencia entre Myrme- 
cia y Ponerinae es que falta la neala. 

La subfamilia Cerapachyinae (figs. 10-11) manifiesta grandes diferen- 
eias entre los dos generos estudiados. En Acanthosiichus la nervadura 
es de tipo primitivo, con la abscisa libre de M en la parte distal, aunque 
en vias de reduccion (fig. 10), mientras que en Metapone tillyardi Whee- 
ler (fig. 11) la nervadura es de tipo secundario, sin la abscisa libre de 
M que puede estar tanto reducida como tal, o fusionada con Es o Cu. 
Ademas la cu-a es muy oblicua y situada muy cerca de la base del ala. 

El genero Metapone debe ser estudiado con mas detencion, ya que por 
un lado se caracteriza por los rasgos sustanciales de la subfamilia Cera- 
pachyinae, y por otro anticipa aparentemente el desarrollo de la nerva- 
dura en la subfamilia Myrmicinae. 

La subamilia Pseudomyrmicinae (fig. 12) manifiesta rasgos primitives 
en la nervadura del ala posterior y solamente la ausencia de la neala 
permite distinguirla del tipo Ponerinae. 

En la subfamilia Myrmicinae (figs. 13-24) observamos distintas va- 
riantes de tipo secundario. Ordinariamente no hay vestigios de la abs- 
cisa libre de la M, la cual aparece, sin embargo, en casos mas bien ex- 
cepcionales, como una ramificacion distal de la M-Cu (Carebarella l)ico- 
lajr, fig. 21, hembra). A veces se la observa hasta no conectada con la 
parte proximal de la nervadura (Carebarella bicolor, fig. 22, macho). 

El desplazamiento de las nervaduras hacia la parte antero-proximal 
del ala posterior ya aparece en las Myrmicinae relativamente primitivas 
(Pogonomyrmex marcusi Kusnezov, figs. 13-14). La nervadura cu-a, or- 
dinariamente mas o . menos oblicua se encuentra a poca distancia de la 
base del ala, sobre todo cuando se trata de hormigas pequenas (Was- 
mannia auropunctata Eoger, fig. 15), siendo la celda submediana relativa 
y absolutamente rnenos corta en las hormigas de tamano grande (Cepha- 
lotes atratus L., fig. 16, Atta vollenweideri Porel, fig. 20), y dentro de 
una misma especie eventualmente en los machos, que son de tamailo re- 
lativamente pequeno (Pheidole fimbriata Roger, figs. 17-19). 

La, subfamilia Dolichoderinae se caracteriza por un tipo secundario, 
parecido al de Myrmicinae, con Rs y Cu en la parte distal del ala, ordi- 
nariamente sin la abscisa libre de M, la cual sin embargo aparece en 
forma de trozo aislado, como ocurre en Carebarella bicolor, y tambien en 
el ala posterior de la hembra de Iridomyrmex delectus F. Sm. (fig. 25-26). 
. La nervadura cu-a forma angulos bien netos con M-Cu y A. 



N. KUSNEZOV, El ala posterior de las hormigas 



373 



Tanto Iridomyfmex detectus, hembra, como Dorymyrmex planidens 
Mayr, tambien hembra (fig. 27), se caracterizan por una grari cantidad 
de ganchitos (26-28), los cuales son finos y forman una fila. regular. 

La subfamilia Formicinae (figs. 28, .29, 30 y 31) se caracteriza por el 
tipo secundario, sin M en la parte distal del ala. La cu-a es transver- 
sal y forma angulos con M-Cu y A (Lasiophanes nigriventris fig. '28, 
Camponotus chilensis, figs. 30-31) u oblicua pasando a la nervadura A, 
que no va distad de su uni6n con cu-a (Prenolepis fulva, fig. 29). 

Los ganchitos sobre el borde anterior del ala posterior son muy varia- 
bles en cuanto a su numero, grado de quitinizacion, conformacion mor- 
fologica y disposicion se refiere. Es necesario por lo tanto un estudio de- 




Figs. 27-31. 27, Dorymyrmex planidens Mayr, hembra; 28, Lasiopha- 
nes nigriventris Spinola, macho; 29, Prenolepis fulva Mayr, hembra; 
30, Camponotus chilensis Spinola, hembra; 31, Gamponotus chilensis 

Spinola, macho. 



tallado basadp en preparaciones microseopicas. La variabilidad puede ser 
tanto especifica, como individual. Por ejemplo, dentro del genero Eciton 
los -ganchitos pueden estar mas o menos distanciados entre si (Eciton 
sulcatum Mayr, Eciton romandi Shuck., Eciton harrisi Hald.), o muy pro- 
ximos ; formando una fila regular (por ejemplo en Eciton pe'ptyi Shuck.). 
Por lo general la cantidad de los ganchitos guarda cierta relacion con. 
el tamafio individual de las hormigas, es decir, las hormigas grandes tie- 
nen mayor numero que las pequenas, eomo se puede ver comparando los 
datos referentes a distintas especies del genero Eciton. Sin embargo, es- 



374 ACTA ZOOLOGICA LILLOANA XVIII (1962) 

ta correlation tiene valor dentro de grupos pequeiios, generos, o a lo mas 
tribus. Por ejemplo, Cephalotes atratus L. es de tamano mas grande que 
Pheidole fimbriata y sin embargo la primera especie tiene 12-14 ganchi- 
tos y la ultima 16-18. En el genero Crematogaster podemos observar la 
inversion de esta relation. Crematogaster hyperpfiyes Kusnezov es una 
espeeie grande y tiene de 6-8 ganehos, mientras que Cr. brevispinosa 
Mayr, mas pequena, tiene 10-11 en la hembra y 7-9 en el macho (el ma- 
cho es mucho mas pequeno que la hembra). 

Claro esta, que para afirmar algo definitivo sera necesario tener ma- 
terial abundante y estudiar la variabilidad en todos sus detalles. Los da- 
tos correspondientes a varias especies del genero Acromyrmex sugieren 
la idea de que la variabilidad individual puede ser considerable y por 
eso las conclusiones obtenidas en base a material insuficiente pueden ser 
equivocadas. 

Entre otros, llama nuestra atencion el hecho de una gran cantidad 
de ganchitos en algunos representantes de la subfamilia Dolichoderinae, 
sobre todo en Iridomyrmex delectus F. Sm., Araucomyrmex antarcticus 
Forel y Dorymyrmex planidens Mayr. En estos tres casos se trata de 
hembras, que son de tamano mucho mayor en comparacion con los ma- 
chos. La diferencia en este sentido entre la hembra y el macho de 
Dorymyrmex planidens tal vez podria ser explicada por razones funcio- 
nales, por lo menos en parte. Por otro lado las hembras de Araucomyrmex 
antarcticus y A. tener Mayr, son aproximadamente de un mismo tama- 
no y la diferencia en la cantidad de ganchitos debe ser atribuida a 
otras causas. 

El numero de ganchitos alcanza su maximo precisamente dentro de la 
subfamilia Dolichoderinae y segun parece, dentro de un grupo de gene- 
ros no muy distanciados entre ellos, como son Iridomyrmex, Araucomyr- 
mex y Dorymyrmex. 

CUADEO I 

CANTIDADES DE GANCHOS EN EL ALA POSTERIOR DE LAS HOKMIGAS 

MYRMECIINAE 

Myrmecia pilosula E. 8m., macho, Australia 17-20 

pyriformis F. Sin., macho, Australia 17-20 

PONERINAE 

Platythyrea meinerti Forel, macho 9 

Leptogenys sp., macho 10 

Paraponera clavata Fabr., hembra 8-9 



N. KUSNEZOV, El ala posterior de las hormigas' 375 

i 

Ectatomma quadridens Fabr., macho 9 

triangulare, Mayr, macho 5 

Khytidoponera maniac Forel, macho 10 

Chalcoponera metallica V. Sm., macho 7 

hembra 8-9 

Acanthoponera mitcronata Roger, macho 9-10 

Odontomaclms haematodes L., hembra y macho 7-8 

chelifer Latr. macho 11-12 

sp., maeho de Chapare, Bolivia 11 

Ponera sp., macho 5 

Uinoponera australis Emery, macho 13-15 

Neoponera villosa Fabr., maeho 14 

fachycondyla .striata F. Sm., macho 32 

hembra 11 

Bracliyponera lutea Mayr, hembra y macho, Australia 11-13 

Ericapelta agregio Kusnezov, macho 6 

Paraprionopelta minima Kusnezov, macho- 4 

DOBYLESTAE 

Eoiton (Nomamyrmex) eseribecki Wesfrw. (20 mm) 18-21 

E. (Eciton) vagans d-ubitatuin Emery (16-18 mm) 23 

E. (Labi&us) coecum Latr. (17-20 mm) 20 

E. (Neivamyrmex) pertyi Shuck. (15-18 mm) 20-21 

. lialidayi Shuck. (16mm) 17-18 

raptans Forel (11 mm) 14-15 

i swainsoni Shuck. (11-13 mm) 13-14 

pilosum F. 8m. (11,5-13 mm) . 9-11 

, sulcatum Mayr (7,5-3,2 mm) 8-9 

- harrisi Hald. (10,5-12 mm) S-9 

i, romandi Shuck. (7,5-8 mm) 6-7 

. melsheimeri Hald. (7 mm) S-6 

'NOTA:.Las cifras entre partntesis indican el largo del cuerpo del macho segdn 
la rnonografia de Borgmeier (1955). 

CKEAPACHYINAE 

AcantJiosticlms sp., macho 7 

Metapone tittyardi Wheeler, hembra 7-8 

hewitt-i Wheeler, macho 8-9 

P8EUDOMYRMICIHAE 

Fseudomyrmex pallidus F. Sm., hembra 10 

gracilis Fabr., macho 10 

MYRMICINAE 

Ephebomyrmex angustus Mayr, maeho 9-11 

Fogonomyrmex vermiculatus variabilis Sautschi, macho 9-10 

ch"(ibwtensis Forel, macho 10 

carbonari'its Mayr, hembra 10-11 

lonf/ibarbis GaUardo. hembra .- 7-8 



376 ACTA ZOOLOGICA LILLOANA XVIII (1962) 

Myrmica rtiginoditt Nyl., maeho y liembra 11 

laevinodis Nyl., macho 9-10 

sohencki Kuzsky, macho , 10-11 

Pheidole fiinbriata Boger, hembra 16-18 

Crematogaster hyporphyes Kusnezov, hembra 6 

maeho 6-9 

quadriformis Roger, hembra 10-11 

brevispinosa Mayr, hembra 10-11 

maeho 7-9 

Leptothorax asper Mayr, hembra 7 

Doronomyrmex pads Kutter, macho 6 

Chalepoxenus insubricus Kutter, maeho 6 

Epimyrma stumperi Kutter, macho (5 

Tetramorimm caespitum L., macho 9-10 

Teleutomyrmex schneideri Kutter, hembra, macho 7 

Wasmannia auropunetata Eoger, maeho 7 

Cephalotes atratvs L., hembra 12-14 

Zacryptocerus clypeatus Fabr., hembra 30 

JCotomyrmex bidentatns Mayr, hembra 6-7 

Solenopsis saevissima F. Sm., hembra 9-11 

Carel'ttrella ~bicolor Emery, hembra 17 

Tranopelta. gilva Mayr, macho 15 

BroKnidris argentinus Kusnezov, hembra y macho 10-11 

Lilidris metatarsalis Kusnezov, hembra 7 

Oligomyrmex stenopterus Kusnezov, hembra 8 

Myrwieocrypta sp. maeho (N? 8114) 5 

Apterostigma sp., macho ( N" 9 4820; 8-9 

Traoliymyrmex sp., hembra (K 1 ? 6055) - 10 

Acromyrmex versicolor Pergaude, macho 9-10 

Acromyrmex striatus Eoger, macho 9-11 

hembra 7-10 

fractlcornis Porel, hembra y inacho 7-9 

lobicornis Emery, hembra 9-10 

coronatus Fabr., hembra y macho 9-11 

hy striae Latr. hembra 9-10 

maeho 12 

muticinodus Forel, hembra 8-10 

aspersus F. Sm., hembra 10 

macho 89 

Jiispidiis Santschi, hembra 8-9 

Atto. vollenweideri Forel, hembra 17 

EOLICHODEBINAE 

Voliclioderuii fiispmosws Olivier, hembra 12-15 

macho 11-12 

rngosus F. Sm., hembra 15 

Iridoinyr<mex detectus F. 8m., hembra 26-28 

Araucomyrmex antarcticus Forel, hembra 25 

tener Mayr, hembra, macho 19-21 



N. KUSNEZOV, El ala posterior de las hormigas 377 

Dorymyrmex planidens Mayr, hembra 26-28 

( macho 13-15 

exanguis Forel, hembra 12-13 

Forelius grandis Forel, liembra 16 

Azteca sp v macho 9-12 

FORMIC1NAE 

Lasiophanes nigriventris Spinola, hembra 14 

Myrmeiachista scliachowskoi Kusnezov, hembra, 18-19 

Rhizomyrma robae Donist. macho 6 

Prenolepis fulva Mayr, hembra 10 

Plagiolcpis xene Staercke, hembra 4-5 

Formica -sanguinea Latr., hembra 12-14 

Lasius mixtns Nyl., hembra 15 

flavus Pabr. hembra 11-13 

niger L., hembra . 12-13 

Camponotus ehilensis Spinola, macho 12 

,, T)orellii Emery, hembra 18-20 

rufipes Pabr., hembra 17-23 

Como un rasgo evolutive general puede ser mencionado el desplaza- 

miento de la nervadura del ala posterior hacia la base del ala. En el 
siguiente cuadro estan representados los valores de: 

largo de la celda mediana 

- X 100 



largo total del ala 

CUADRO II 

MYBMECIINAE 

Myrmecia pyriformis F. Sm 62 

POIsERINAE 

Platythyrea meinerti Forel 48 

Parapnnera clavata Fabr 52 

Leptogenys sp. 38 

Ectatowma quadridens Fabr 55 

triangulare Mayr 52 

Ponera sp 41 

Dinoponera antralis Emery 53 

Neoponera mllosa Fabr 52 

Ericapilta egregia Kusnezov 53 

DOKYLINAE 

JSctton lialidayi Shuck 53 

CERAPACHYINAE 

Acanthosticlms sp 48 

Metapone tillyardi Wheeler 44 



378 ACTA ZOOLOGICA LILLOANA XVIII (1962) 



Ptseiidoinyrmex pallidug F. Sm .......................................... 61 

graeilis Fabr ........................................... 52 

Ml'BMICINAE 

Plieidole fimbriata Boger ............................................. 43 

Cephalotes atratus L .................................................. 46 

Zacryptocerus clypeatus Fabr ................... ....................... 42 

Solenopsis saevissima F. Sm. . ' ......................................... 44 

Carebfirella T>ieolor Emery ......... .................................... 43 

Iranopelta gilva Mayr ............. ................................... 40 

Broivnidris argeniinus Kusnezov .................. ..................... 42 

Myrinicocrypta sp .................................................... 35 

Aptcrostigma sp ...................................................... 32 

Atta vollen'iveideri Forcl .............................................. 40 

DOLICHODEEINAE 

InAomyrmex detectus F. Sm ................................ ........... 42 

Arauaomyrmex antarcticns Forel ...................................... 30 

Dorywyrmex planidens Mayr .......................................... 38 

Asteca sp ........................ .................................... 27 

FOKMICINAE 

Mynnelaohista schachovskoi Kusnezov .................................. 44 

Lasiophanes nigriventris Spinola .................. ..................... 42 

Camponotus chilensis Spinola .......................................... 41 

Prenolcpis fulva Mayr ................................ > ............... 36 

Shizomyrma robae Donist ......................................... . . . . 27 

Estos datos, atinque nrny incompletos, permiten decir que existe real- 
mente una tendencia hacia el desplazamiento de la nervadura y su con- 
centracion en. la parte proximal del ala. En este sentido la diferencia 
entre Iridomyirmex y Araucomyrmex es muy significativa, representando 
el primer genero la etapa cvolutiva anterior de tin mismo linaje filoge- 
nfitico. El factor tamano, tambien interviene como se puede ver compa- 
rando Cephalotes con Zacryptocerus, Dinoponera con Ponera, Pseudo- 
myrmex graeilis eon Ps. pattidus, j Atta con Myrmicocrypta y Apte- 
rostigma. 

Un caracter mas, que puede o no tener valor diagnostico o aim filo- 
genetico, es la pubescencia erecta u oblicua, ordinariamente fina, que 
abunda sobre las alas de Eciton (sobre todo en las anteriores), es casi 
nula en las alas estudiadas de Myrmecia y es variables en otros grupos. 



Institute Miguel Lillo, Tucum&n