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Full text of "Anuario bibliográfico de la República Arjentina"

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o:  .nOAS-NOTIOIAS-CATALOGO 


MÜARIO  BlBLIOaíflCO 


DE  LA 


BRPÜBLICA    ARJENTINA 


Director:   Alberto  Navarbo  Viola 

Abogado 

$«cr«tañ«  4«  Ift  Facottad  di  Dereelí*   y  Ciinejas    SmíiíMi  CaUdritiio  i«p!«nte 
•I  tjereicio,  di  Historia  IrjiDtÍDa  in  la  ÜDÍT«nidad,  «te. 


BUENOS  AIRKS 

Imprenta  del  Mercurio,  Alsina  270. 

1880 


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DltlECClON: 


Buenos  Aires,  Msipü  24 


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Ideada  á'  fines  de  1879  la  formación  de  un 
Anuario  bibliográfico  déla  República Ar jen- 
tina  que  Heve  á  conocimiento  efe  las  naciones 
estranjeras  las  diversas  fases  de  nuestro 
movimiento  intelectual,  toqué  con  serios  in- 
convenienies  para  su  inmediata  realización. 
Las  imprentas  y  casas  editoras  no  prestaron 
con  la  facilidad  que  era  de  presumir,  los  da- 
tos requeridos;  varios  autores  demoraron  la 
remisión  de  las  publicaciones  que  dieran  á  luz 
en  el  trascurro  del  año,  jr,  para  colmo  de 
contrariedades,  los  acontecimientos  políticos 
suspendieron  la  impresión  de  la  obra  durante 
un  par  de  meses.  Él  Anuario  aparece,  pues, 
bastante  retardado  y  con  las  consiguientes 
deficiencias,  que  procuraré  evitar  en  los  años 
sucesivos:  no  es  de  las  menos  notables  la 
falta  de  sección  especial  para  diarios  y  pe- 
riódicos. A  pesar  de  todas  las  imperfecciones 


-^4  — 

I  I 

de  este  primer  tomo,  verdadero  spéeimen^  con 
fio  encontrar  buena  acojida  y  ayuda  eficaz  en 
los  hombres  capaces  de  apreciar  la  ímproba 
magnitud  de  la  tarea  que  me  he  impuesto, 
quedándome  siempre  el  consuelo  de  repetir 
el  verso  de  Lafontaine  en  la  dedicatoria  al 
Delfin: 

J'aurai  du  moins  Vhonneur  de  Vavoir  entrepris 


A.  N.  V, 


Buenas  Aires,  SetieiDbre  de  1880. 


r.,1  ',  "'I 


V 


CUESTIONES  INTERNACIONALES 


1 — La  ouestlan  Ohileno-ApgentÍBa.    Impren- 
ta de  La  América  del  Sud.    En  49,  86  ps. 


Este  trabajo  es  una  'aposición  razonada 
de  Iqs  idjerechos'  déla  Repáblicá  Arj entina  á 
las  tierras  aüstk^ales.  El' autor  ecsamina  la 
cnestlon  desde  el  triple  punto  de  vista- de  la 
historii^^  de  la  jeojjrftfia  y  de  la  ley,  y  agru- 
pía  numerosas  consideraciones  sobre  la  época 
colonial.  La  lectura  de  esa^  publicación  ofl- 
<3ial,puede  ser  d^  gmn  provecho-  á  los  que 
estudian  el  «bnfliet^  que  eri  estoS' 'momentos 
oos*  ^^[m*a  4<^  €hi4e^  pop<qfué'  én  ^ella  seiana^ 
&an  y  diluoidá'n:  todas  >lef9^  cües4kitied  comK 
pljejai$>  4^6  ^^^j^^'^  li^¿)  diversas  jurisdip^ 
clones  que  ejercían  en  América  >yirey^s,:  ^goU 
bernad^eSp  oidores  y  arzobispos. 

S.  E. 


-  6  — 

2—  Cuestión  Argentino-Chilena  — Opiniones 
de  la  prensa  de  Buenos  Aires  (nacional  y 
estranjera)  sobre  el  pacto  de  estatu-quo  y 
arbitraje  celebrado  con  Chile.  Buenos  Aires, 
Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  para 
obras,  60-calIe  Alsina-60,  1879.  En  89,  VII  y 
116  ps. 


Esta  colección,  precedida  de  unlijero  prefa- 
cio, fué  hecha  por  orden  del  Sr.  Ministro  de  Re- 
laciones Esteriores,  con  el  objeto  de  acreditar, 
ante  la  opinión  pública,  el  tratado  celebrado 
con  Ctiile  en  diciembre  del  año  1868.  '  Toda 
la  prensa,  esceptuada  La  América  del  SuTy 
que  sus  razones  tenia  para  ello,  aceptó  las  es- 
piicacione^  dadas  por  el  Ministerio,  tendentes 
á  aquietará-loB  que  creían  que  el  citado- pacto 
sometía  á  arbritrajé  el  tewitorí©  da  te  Pata* 
go{]íi<a^  A  estí^  cirounstarnoiía  fué  debido  el  afdK 
reate  preM^io  de  esa  a^'^eiacionl^  qü«  mA 
vez  (Conocida  por  el'Sf(^nado,res»H6rechaBad^ 
en  nonil^re  de  lo^  verdaderos  inlere^s  dd 
país,  del  íleneoho  ^scrito  y  de  la  juráprui' 
den  oía  establecida/  Ninguno  de  los  diarias 
oitade)«  eü  el  foUe^qu^  jios  ocupa,.  sajBtiir^vJé 
4  ( ttoni^apiáir  la  s^micioti  del  tSia Aadclii  una  yét 

aüé>te  'ley  se  ptt)d^jD  j^  alumbró  4»jl.  oaq^ 


—  7  — 

8-~M«moiia  d«I  Misifiterio  de  Belaoioner  Es^ 
tericres,  presentada  al  Congreso  Nacional  en 
el  año  1879.  Buenos  Aires,  Imppenta  á  vapor 
de  La  Nación,  San  Martin  núm.  208.  1879.  2 
vols.,  en  4^  d!e  XXIV  y  860  p».  el  1. '  y  de  380 
el  2.*>. 

La  iutroduccion  no  contiene  sobre  la  cues- 
tión chileno-arjentina  sino  algunas  pajinas, 
consagradas  á  dar  cuenta  de;  una  reclamación 
interpuesta,  del  reconocimiento  del  Sr.  Bal- 
maceda  como  Ministro  de  esa  República,  del 
nombramiento  del  Sr.  Sarratea,  y  de  varias 
notas  cambiadas.  El  Ministro  del  ramo  pro- 
.mete  ocuparse  por  separado  de  tan  importante 
materia. 

S.E. 


4— Cuestión  de  Umitas  con  Chile.  Esposi- 
cíon  presentada  al  Congreso  Nacional,  por 
el  Ministro  de  Relaciones  Esteriores,  Dr.  D. 
Manuela.  Montes  de  Oca.  1879.  Buenos  Ai- 
res. 5512  Imprenta  del  Porvenir,  calle  de  De- 
fensa núm.  139,  MDCCCLXXIX.  En  S.o  me- 
nor, XXI  y  52  ps. 

Eéte  trabajo  oonsagrctdo  á  referir  minncio- 
saiBenifie  la  Mgooittdont  édi  pacta  Fieiro^^Sar'^ 
ratec^.y  dé  l«i  qu«  sos^tavo  en'Bü<dno5i  Aires 
el  Sr.  Balmaeiead  cMí  miestra  CanciHeria,  e» 


—  8  — 

la  mejor  jüsiifióacion  de  la  conducta  de  los 
opositores  á  ese  tratado* 

Revélase  en  él  que  antes  y  despuéá  délos 
debates  mencionados,  el  Gobierno  de  Chile 
entendia  que  la  Patagonia  quedada  sometida 
á  arbitraje,  y  que  el  Arj entino  creia  lo  contra- 
rio. No  obstante  tan  diversa  manera  de^ver 
las  cosas,  nuestra  Cancilleria,  que  sabía  tam- 
bién á  ciencia  cierta  que  el  Congreso  desa- 
probaría tddó  pacto  que  declarase  litijióso  ese 
territorio,,  se  consideró  obligada  á  sostener 
ante  el  Senado  su  arreglo  contrario  á  sus  con- 
vicciones. Rechazadp  el  tratado  Montes  dé 
Oca-Balmaceda,  que  .tenia  por  objeto  prolon- 
gar por  algunos .  años  el  statu-quo  creado 
por  el  ajuste  de  8  de  diciembre,  aplazando 
la  solución  del  confleto,  le  tocó  la  misma  suer- 
te al  pacto  Sarratea,  sometido  al  Senado  por 
instigaciones  de  Baímratseda.  La  Esposicíon 
termma  con  un  proyecto  d^  transacción,  que 
en  su  artíciilQ  I  establece  que  I05  Andes  son 
de  Norte  á  Sud  la  línea,  divisoria  de  lílsdos 
Repúblicas.  El  Ministro  chileno,  vencido  ei;i 
Buenos  Aires  por;  la  actitud  del  pueblo,  y  él 
recto  criterio  del  Sentado  Nacional,  fué'  con- 
ductor de  esa  proposición,  que  igluerme  el  sue- 
ño del  olvido  en  el  archivo  áe^lá  Cáhcilleria 
Chilena.  No  terminaremos  este  breve  juicio 
&in  decir  qúia  en  laá  primeras  pajinas  d&Ma 
Esposieíoni  se,  j(^íki»aiiqjM;6li|€ii&pf  il^ 
Chileno^  .  antes  de  eotFap  el  debatb,  quebró 
á  nueatra  Cancilleria  una  de  sus  mejores ^r- 


—  9  ~ 


mas,  logrando  que  éáta  declarase  previamente 
quje  la  República  Arjentiq/i.  sq  mantendría 
neutral  en  los  feucesos  bélicos  del  Pacífico.  Si 
el  trabajo  que  nos  ocupa  no  brilla  por  el  lado 
diploinátieo,  tampoco  brillai  por' el  de  la  forma. 


S.  E. 


5 —La  cuestión  chilena  y  el  arbitraje,  por  el 
Dr.  D.  Antonio  Bermejo.    Buenos  Aires,  Im- 

S renta  de  La  Nación,  San  Martin  208.  1879. 
¡n  8.«,  225  ps. 

Este  libro-archivo  contiene  completo  el  ar* 
señal  con  que  defendemos  nuestro  derecho  á 
la  Patagonia.  El  joven.  Bermejo  parece  un 
hombre  que  hubiera  envejecido  esplorando  las 
fuentes  históricas  de  la  República  Arjentina. 
Su  librQ,  metódico  en  ,la  distribución,  claro 
en  la  esposicipn,  lacóiíicoea  la  forma,  es  el 
fruto  del  ecsámen  de  catorce  mil  documentos^ 
opuestos  á  seis  títulos  de  mala  ley,  ecshibidos 
por  Chile  en  varias,  ó  mejor  dicho,  en  todas 
ocasiones. 

Al  terminarse. la  lectura  del  libro  del  Dn 
BermetJiQ,  lament$t  ei  a4mecicdno  las  envidias 
deiCbile,  y  el  aigentino  lamenta  la  debilidad 
del  gobiernoide  $u,patiia;.  .  El  mérito  .prijv 
cipal  ,Í6  esie  trabajo*  consiste  en  la  elevación 
de  sentimifiqtos  del  .crílicoj  pn  el  patriotismo 
acendrado  del  hijo  deiBuei>os  Aires,  y  en  la 


erudición  del  jurista',  ajeno  á  las  pasioaes 
que  despiertan  las  agresiones  injustas  y  el 
afecto  desmedido  ala  localidad  en  gue  se  ha 
nacido.  El  Dv.  Bermejo  ha  fortalecido  mues- 
tro derecho  á  las  tierras  australes,  reuniendo 
en  un  haz  las  nobles  af  mas  con  que  la  Repú- 
blica Arjéntina  ha  de  defender,  ijalmo  á  pal- 
mo, la  integridad  de  la  Patagonia. 

S.  E. 


6— Cuestión  Arjentino-OMlena.  .Notable  car^ 
ta  del  Sr.  D.  Nicolás  A.  Calvo  á  El  Siglo. 
Buenos  Aires,  Imprenta  íie  El  Siglo,  Alsina 
iOl.   En  16  mayor,  23  ps, 


7— Oartas  sobre  la  onestion  Chileno- Arjenti- 
naj  publicadas  por  el  Ministerio  de  Relaciones 
Estéciores.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Si- 
glo. En  S.^,  120  ps. 

El  Siglo  de  Buenos  Aires,  á  quien  su  au- 
tor las  diríjia,  fué  quien  primero  publicó  estas 
cartas,  las  cuales,  como  todas  las  obras  del 
autor,  revelan  su  facundia  y  erudición^  La 
base  de  ellas  consiste  en  el  pánejírico  de  la 
paz,  cuya  conveniencia  demuestra.  En  esle 
sentido,  acepta  el  pacto  Fierro^Sat^ratea,  en- 
tendiendo que  él  evitó  la  guerra.  El  Sr.  Calvo 


—  n  — 

víoáiée  si'fsd  im  nrndia  digiík)  de  cónsésuii' 
e8&  6ti|  ácejrtfthdo  hipóftéticBíúeBte  íqüe  él  nu^ 
biése  eVítado  algd«  FisrOj;  eoiho  el  puiblioisita 
que  nos  ocupa  no  conocia  el  testo  dá  tfá)tlBi4Qf 
y  hablaba  por  las  referencias  oficiales,  son 
disculpables  éstos  y  otros  errores  que  contie- 
vm  l^^a^kñks  én  cüé^ior).  Sin  dtíibai^o^'el 
SK  Gnlvo  éó^  pfj^úedió  don  cautela,  porqiie 
áéjé  éStabiéfóidÍD,  ápéfe^ár  de  aqueísimulaóro 
dié  afóji^í,  mé  al  Coiíg^é^  toeaba  ^samiwótr 
€*  ajusté  Aé  dióíéftíbPe,  y  si  efí  él  Sé  bonseti-- 
tia  el  A!^b!trajé  de  lá  ^átágonia,  rédhaiarló, 
(como  lo  hizo)  porque  los  arjentinos  no  pue- 
den esponerse  al  peligro  de  perder  un  terri- 
torio que  poseen  con  títulos  incontestables. 
Las  cartas  de  Calvó'  etnpeoraron,  en  vez  de 
favorecer,  lacauéadel  gobierno  que  las  arrojó 
á  la  corriente  de  la  circulación. 


8— La  usurpación  en  el  Pacifico— Bolivia  y 
Chile  y  su»  tratados  de  Umlte3,  por  Santiago 
y.  GuzítfAN,  ahog^dp  de  los  Hrib anales  de  la 
República  A rj entina  y.  4e  Óolívia^  antiguo 
profesor,  de  bellas  letras  , y  cultos,  de  Í4. Uni- 
versidad de  Chuquisaca;  ex-i*edactor  oficial 
de  las  sesiones  del  Congreso  Boliviano  en 
1371:  pro-secretario  del  Ex,mo.  Consejo  de 
EStódíí-^afe  dicha  RebÜl^Ucaj,  íñierAl^fó  átítlVo  y 
corresponsal  de  yá^ai9 'só^tédadé$  átjMüfínás 
y  éstíátíjéiiéfe,'  eíté.,  é*c.    Con  la  c&rtá  Jéográ- 


—  la  — 


fióa  de  riois  iercitcaÍDs  íusurpadós':  px)r '  Chile-, 
Buenos  Aír^>  Impréntí^  de! Pablo  JE,.<Jom>* 
espedal  para  obras,' callé  Alaina60.  187&..  E&! 

8:%   104  pS»'  r.    i  ;;^ 


.  I  .  •  '    -  -       :      '   ^.4  . •       <i 


Este. libro  fts  una  ^^spqsicion  de.  derechos, 
un  alefato  severf^mente  razon^4o  cpptra  la. 

Eerfídia  de  Chile  en  sus  relaciones  con  Bo-^ 
via, .  al  p^r  qu^í  uaa  ardient^  ,pero^acion;^Jun^ 
estallido  del  patriotismo  americano  que ap^ía, 
alt<falloinecsorable  del  juicio  universal».  * 


9— Oontra-ilanifiesto  |  qufe  el  Gobierno  del 
Perú  dirije  á  las  Naciones  amigas  con  mo- 
tivo de  la  guerra  que  le  h^,  declarado  Chile. 
Buenos  Aires,  Imprenta  de  La  Tribuna,  Vic- 
toria 37, 1879.  En  8?,  22  ps. 


10— Documentos  oficiales,  dé  Bolivia  retetivo^ 
á  láL 'Cuestión  d^l  Pacífico  (Reimpresión  auto-^ 
rizada).  Buéno$  Aires,  Imprenta  del  Pueblo. 
Defensa  78  (2.o  palio).'  1879.  En  8.°,  115  p^. 


,.  Contíeae:  1?.  Esposicion  de  Jos .  mcitiv^^s  jje 

uuie^trp.  conñict'q.con  Gh\l^;    ].    i.,..,,     o-;-. 

2.^  Apéndice:  Estado  de  í^*  relaciones  *  de 


-  13  — 


Solivia  y  Chile  antes  de  1866,  en  1866;  artí- 
culo 9  del  convenio  de  5  de  diciembre  de 
1872;  ratificación  y  canje  del  tratado  de  6  de 
agosto  de  1874,  28  de  julio  de  1875;  cuestión 
salitres;  ultimátum— Retiro  del  Ministro  Chi- 
leno; ocupación,  etc. 


)     I 


DEREOÍíO-^CIENCIáS  SOCIALES 

POLÍTICA. 


U'-G.imara  d6  Senadoras  de  k  Nadon  Argeuti* 
na— DiftQusioa  de  la  Í44e  errataiS  y  oorreceiones  al 
Oódigo  Oi?il  propwstas  por  el  Senador.por  Tu- 
cu  man  Dr.  D.  Benjamín  Paz  y  la  Comisión  de 
Lejislacion*  Buenos  Aires.  Imprenta  de  obras 
de  La  Nación,  calle  de  San  Martin  número 
208.  1879-— En  49  menor,  606  y  LI  ps. 


Este  libro  contiene  integras  toda;&4as  se- 
siones del  Senado  Nacional  en  las  Que^  se 
discutió  el  proyecto  de  correccioneiS  al  Código, 
presentado  por  elDr.  Benjamín  Paz, 

éfl^j  en  léi  viña  del- seííor,  de-todür*'-^dis- 
cursor  majistríilés,  notables  pí>í  sü  foíido  y  por 
su  fomm,  sobre  ipüírtos  interesantes'  de  aere-: 
cho  y  lejislaeion;  ómíó  ^la  inve^tigMV^  ¿é  la 
paternidad,  entre  ot^dd,  que  tmt  &  la  moda 


—  16  — 

consiguió  ponerla  vista  fiscal  del  Dr.  Victo- 
rica;  discursos  instructivos,  en  una  palabra, 
que  vale  la  pena  lean  los  que  no  pudieron 
oirlos.  Y  hay,  formando  el  contraste,  deba- 
tes que  ocupan  horas  enteras  sobre  una  é 
y  una  ¿,  como  las  sesiones  académicas  so- 
bre el  acento  circunflejo. 

Un  apéndice  presenta,  en  columna  separada 
ypUBSttos  ua^.^l  lad<?  de  otrc^^.los.  artícülosj 
onjíñaiés^  y  loa  artíéuíos'  hlodiftcados,    para 

mayor  coníodi dad.    ':  ] 


12— Derecho  civil.  Estudios  sobre  el  Código 
Civil  Aígentitóporel  Dr.  B.  Llerema— Tomo 
primero-*- Parte  :jpriraera-^Córdoba.^  Impreürt^ 
ta  del  Eco*  de  Córdoba.  WTdi  Bki  8.^  X  y 
409  psw 


'' '  t. 


El  tXr.  .Lílerena  ha  emprendido  la  publicaT- 
cion  deiina  obra  de  derecho  con  el  titulo  in- 
dicado, de  la  que  ha  aparecido  el  primer  tomo, 
qijie  cQ.(itiW^í  1^  el. proyecto  de  fé  de  erratas 
al  Código  ciyil  vijente  pri2senta(}o  :por  el  honp- 
r^blje.  Sepadop  Paz  y  sii.  informe;!  i^  Ql  pro- 
yecto  redacjadiQ  é  infórwidp  ppr ,  la ;  Qomisioa 
del  Senado; 3-'' JQoí^eptoriois á  Caspiento  ^ietfptá 
eoip^epi^í^s,  ^  atrios  í^ato.^.  (5ProTOs;qiie  dichos 
p-TOy!éc/ps.Sie  proponen.  co.j?reji«:üíy.  49..alguiipts 
otr^?  e«*i^idias/fluftiel,#«torí:  pEf)t¿)pe  paira 
qfiefíean  tpn«(í4as  ea  cuente^-^Bl  segMapo  (onao 


—  17  — 

según  lo  anuncia  su  autora,  ¿e  compondrá;  l'^  déi 
estudio  de  tób  errores  d^el  libro  4«;  2^  del 
comentario  é  interpretadón  cjueá  sü  juicio 
tienen  muchístóas  disposiciones  oscuras  y 
que  parecen  contradiíjitorias,  y  á^  de  las  obser- 
vaciones á  algunas  desús  doctrinas.  Un  ter- 
cer tomo  contendrá  las  concordancias  del  Có- 
digo entre  sí  y  con  el  Código  fran¿és; 

El  Dr.  Llerena  nos  muestra  por  su  precio- 
so primer  volumen  que  es  capaz  déla  laborio- 
sa tarea  que  ha  emprendido,  la  que  será  de 
mucho  provechüTOara  el  foro. 

Los  nuevos  código;^  han  abierto  una  senda 
á  los  hombres  estudiosos,  antes  escabrosa  por 
los  obstáculo^  de  una,  lejislacion  caduca  y  dé 
una  jurisprudencia  puramente  rutinaria. 

La  ciencia  del  derecho  no  es,  para  los  que 
á  ella  se  dedican  entre  nosotros,  la  necesidad 
de  un  oíicio,  de  una  carrera.  Hombres  de 
verdadero  talento  y  que  demuestran  un  estu- 
dio profundo,  einpreliden  la  labor  de  bbras.de 
aliento  de  verdadero  mérito  que  honran  al 
páis.  ISíitre  ellos  oóupa  ya  ün  lagar  di^tin-^ 
'guidbeM)íi:LTerfena;  —■[''■  '      '        "'  . 

Este  móvímiéhfo  ver'daílerameiitc  científico 
que  se  siente  hoy  vigoroso  en  las  aula^V  ¡efa  el 
foro,  por  la  publicación  de  obras  didácticas  de 
iüUistíütábte  idérito,  "y  de-  fireduentes"  :tmbá}os 
oaviailes^rBi^/sefiídaiiiidcx'uná  lérar  de^rerda^ 
<£|M^  progttfsoiéiilá'&é^^Q^  'i     ü^«  ( ■- li 

'i'MModa  lyidoiüdmib  edi^)da,l«agp<tóidoc^u44áq 
eorMa-  mafaémiito^Iabtdafrifi^dsdLv^ríéfeíbiias^ 


—  18  — 

tiones,  eoQSiideFacione^  qtio  revelan,  estudio 
y  una  eirudiccion  DQírebweftda^didcrecion  eiiil^ 
cr íticía  y  ea  .la^  obsei^v^^oiQn^  un  eistUo  cosm^íso 
y  fácil--,  soQ,  calidades  ísufioieoéeis  para  P€h 
coméndar.  u.^  Yú>to  q^áe  \\&m,  tanto  méarito  áñ 
oportunidad, .:f  del  cual no<  nos  e^  posible em^ 
tir  un  jüiei<i>  defienido^  porq/tiie  r^cesitairianios 
entrar  al  detalle  dje  sus<  apireeiadoi^ies  en  ca- 
da punto  de  derechow 


ia~Jurisprudencia  civil.— 0aa  cuestión  sobre 
filiación. nati^aL  Vista  del;  ñscal  jenerál  de  las 
Cámaras  de;  Apelaciones  de  la  CapitaL  Dr.  Dw 
Benjamín  Victobica.— Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  El  Siglo,  AIsína  97,  99  y  101.  1879. 
En  8.V51  ps. 


%* 


lát,-;- Jurispru^encfa  civil— tipa  oue^tiea  sob«e 
filiación  naturáí.  Vista  del  fiscal  jeneral  de 
\^  G^lmarat^díe,  Apelaciones  d«la  Capital,  Dr. 
D.  Benjamín  Víctorica;  y  Qtr^.9  pul>Ii(facioneS 
relativas, ,  Por  la  ipismá  iraj>renta. .  En  8?, 

1^0 ps.  ,  ..: 


vi 


BsteiQs^  uimida]As.taás,aQtáUeid  visjbafl^idel 
iluÉitEíado  fiscfSbl  IDhr.;Bei^kM^ 
llega  en  ella  áia.  Miai^^iotiTirde^Q^^      «hqb 
póstufDoioiaímal^i.i^óld^  te;Adtabiblei  ft  kkMu- 
eeB\úik^A\f9w»i%\  h'tt.sidolneeénoékloipor  íés^^ 


—  19^ 

ic^  siendo  iocapae  de  posesión  de  estado,  iroíea 
praeba  aceptable,  muerto  el  padre.» 

Si^^ten  á  la  riMsi,  fiscal  las  tabulaciones  he- 
ehas  ea  ios  diarios  coa  motivo  de  la.  pirimier 
edíoioil  éaaqioélia,  una  réplica  del  Ductor  Ja- 
cinto Susviefa,  un  trabajo  del  Doctoif  Antonio 
Tarnassi  rebatséndokb  ^  y  ñnalmente,  el  artí- 
culo del  Señor  (k  Molinañ  titulado  InvesUgOr- 
ettet  dé  ía  mtenndadj  traducido  de  la  Rénuc 
de  deux  Mendes  pw  A.  N.  Y. 


■fM'ft>K 


la->-fiiblioteoa  «eleeta  AargentkiaT— Yiata^  $cb* 
oafas-^l  fflr..  D^  Bbkiamiv;  VicnroüM^A^  fiscal.  £e^ 
neíral  de  las  CájOaaras  de  ALpelaciones;  anotabais 
por  el  Dr«D.]4»  S.  Ajwbboóechba.  Publicadas 
por  una  sociedad  literaria. — Tomo  I.  Buenps 
Ajires,  fenprentade  la  Pampa,  Victoria  97  y 
99i  t87&  El»  SiPV  300  ps. 


Dos  escuelas  haíi  venido  de^tiem^po  atffás  d«^ 
sarrolfándose,  enti*e  nó^otro®  en  m^tte^ia  de 
vistas  é  informa  Viséales.  Una  de  ellas  quiísr 
re  Í3  éoíici^teií  Ifnés  perffeeta,  leonwtiendo  a} 
fiscaP^h  uneoháeteró  cUya  opiriicti  es^  de  ipn- 
dtstírTmbte^'*éter,7;l[iue^^  tifeae  po^  qoé  diseu-»- 
%  fi¥  ÍÜ^aa^  ?^tté  aítíréciáéiétíé^.í '  íügurté  ed  él 
tipo  dbcéStá.^ei^itéiIta;  que  él  supd^lá^ntdr  tc^ 
ra  cl&4ffád^dé  stí'ibtéliféneia  y^ak^i^reoíifei^ 
éé  stí  ftrigf&a^í'^  Una'|iájihft'Ie4$iMtafi^ha'det 


—  20  — 

«envolver  la  ihás  acabada  teoría  derderecho 
y  decidir  el  caso  isegtm  la  ley  aplicable.  >Sii^ 
vistas  son  modelos  de  estiló^  esposioionei^tén* 
tincas  irreducibles;  y  solamente  eom{)a7ables, 
por  su  forma  pláfeiica,  á  losiTetratob  lúatóri* 
eos  de  Mignet.'  .  .  ^   -       ' 

Verdad  esqúe.tín  cuestiones  éscepoi'QíDales 
secómpláciá  en  hacer  justa  gala  i^Brudicion 
y  tranformaba  momentáneameníá  sn  es&tiib.^Pe^ 
ro  esto  sucedía,  en  rarísima^  /^otoasíines»^'  • 

Plaza  siguió  sin  desmerecer,  como  Procu- 
rador del  tesoro,  la  difícih  senda  marcada  por 
Ugarte.  Tejedor  qxiiso  imitarlos;  pero  bajo 
su  pluma,  la  concisión  se  convirtió',  en  oscu- 
ridad, la  precisión  en  rijidez,  y,  falto .  de  una 
dilucidación  majistral,  sus  vistas  no.  tuvieron 
sino  el  valor  que  tiene  la  opinion^de.un  abo-- 
gado  chaíquiera.  ^ .  :  .         .: 

La  otra  escuela  toma  al  fiscal  en  su^^rijir 
nario  carácter -/?sc¿  advoeatum,  dólQSTWma^ 
nos;  «majistratura  particular,  dice  Malaver, 
que  tiene  por  objeto  velar  por  el  interés  del 
estado  y  de  la  sociedad  apte  los  tribunp,lp6»; 
orne  quees^jmeste^  prnarcunot^dr  é.defsn^en 
judziú  todas ía$  casaré íoft  dereGhfi$:^iy:,q^íéyej, 
jjor  cooBÍguieate,  q.u^.d^SiCtttay^SQsti^%  sus 


Hdi^sQS  qtiejpuedwjli^.var  e^;cbiür¿)cimíei?lK& 
la  raison  dallas  .jii*c69^  Por  «so  ¿sftgi^gfi^  Ijii 
deiJIft  iáijiapa  ijü^  tlf[;iavtórídadj4e,;^^[jp4-i 


-21  - 

t  f 

cuanto,  más  relajadaí;  estén  las  leyes  y  los 
libfíibres  más  dispiíédtos  ^  la' indaqeiida. 

^íi'tópo  es  el  l^óciór  D.  ^iEÜdoméi-o  García, 
que  ^tentaba  á  i^üs  practicantes,  ¿ansado's  de 
resól^e^  rncünótrétos,  observándoles  oón  San 
Agustín  q^e  ayérgüepza  hiablar  si)^  eltaá:  \»t^ 
v^  y  coünpleta  defensa  d^  la  k^omerácrfdti  dei 
testos  qiíe,  para  éV  edclarééiiniéñto'  dé  c^^ 
cue^t^ón,  introducía  en  sUs  nótáfailes  vistas  fis' 
caleé,  todavía  ínéditíts,  verdadero^'  mónünven- 
tós  dé  nuestro  fórb,  seguñ  lo  aiSrmaii  las  per-^, 
sónas  competentes  que  las  conocen. 

«Revolvía  su  biblioteca,)»  díoéel  Docflóí^D. 
Miguel  Navarl^  Viola  en  lá  biogréütía  dé  aquel 
dígjuo  níajiístrado ,  iü  relatar  la  maiíem- és*- 
péclál  cóú  que'  se  preparaba  éíi  los  eái^s  cíe 
interés  científico  ó  líteraHo,-^«tésolvia  sü  bi-í 
Bíioteca,  acumulaba  Ifbrós  áiób.k*émesáá.  sllías 
y  suelo,  los  esténdía  abiertos,  íáin  apMarlosV 
para  poder  asomarse,  cuándo  dict¿ibá;  á  \bi 
testos  que  habia  marcado,  señalaba  Io$  pasá^ 

t'es  cuya  doctrinft  lé  eonvériiá  ütíltóar;  y  so- 
)re  todo  cilkr  pái'a  dar  á  Sü  escritci  la  aüto'rii- 
dad  dé  los  grandes  tóaeSttx^s.  Todo  «I  estü* 
dio  sé  poniá  en  njoVimiento,  inclusos  siis  prací- 
ticantes  á  quienes  éncomerldább  la  lédiürá' 
sirtiultánea  dé  otros  libros  para  señalar  fo-^ 
davia  lo  análogo  óue  efi  elfos  pudieran  etó-^ 
centrar,  porquería  idea,  fija  def  doctor  Gartílft> 
era  tratar  el  asqritp  bajó' todos  I8üs  pürilbW- 
de  vista;  agptar  l'a  material^.  ■  ^ 

De  los  d&cilcántes  del  I>h  I>.  Baldóníé^ó: 

.       t 


'"  ^    -'""•■-    '    -'-ii^'rlrl'.  i    >).."  ,'--'íi'. 


Gar^  que  iban  ocupado  pvfestóíjjph  lia  taá- 
jistr^ara;  y  .escepjt|ío,  á^  tígWiéy^cuyQ  jdivá^so 
PUmbO  .señalé^— §^lo;  el  Dr,  IJ.  -Benjaíplin  Vic- 
torica  ha  sci^tijdo  l^  |)uellas.  y,el  .ejetpglo  (Je 
aqu^l :  bombee  ilustre;  .eii,  la  ién^cJLaad^a'tó^^^ 
píuabft.y,  Qipb  la.firfl^a  (íe;iv>lur^^^^^ 
aborda :  la3  máiSi  4rdua^.  cues tiQoes ,  q[)ié  3e  le 
someteos  'profundizándolas  con  da  fibopió  tal 
de  conociniiejíitQS,  iCÓi}  tal  claridad  en  Jíaesr 

{posición!  4p  dP!Ct.rlnas  y  táuto  fundamento  en 
a  autoridad  dq.}p^  tráWdi^tc^s  notables,  que 
ni  una  sqmbr^  de  duda,  pá^a  por  la  intel\jencia 
irefle(^iYa  íipl.  ciq3  .terminal  Ift  lecíur^^de  cual- 
quier^ dQ.;^3  ¡vistas  .fiscales,/  estudios  coni- 
p)etf finios  sobr^e  «adja  .punto  lítijio^^^  en  que. 

íll  Dr*  yí<?toi!iCf9.  írabfyg»  casi  sólo,  despa- 
cha al  dia,  corrije  poco:  su  frasQ  es;  por  esto 
¿  yeces  incorrecta^  .perp  sale  casi  sieóipre  b jént 

modelada.:  j,.  ;.  ,<..,•,:....■-■  :  .,',',  "...  J.^ 
Lo  he^ocontra^o  escribiendo  él  jpp.^  t^as- 
ceadental  de  ¿us.  estudío$,7rTÍ¡ívestigia,ciQn  de 
paternidad-rr,  del^n^erde  un^  gran  .  «le^á  cu- 
bierta de  libjQp  abiertos.  ^CMyo^/pa,sáj^ 
tineate^,  lo  mísiíjo  que, el  órdén  en  que  débia^ 
presentarlos,,  sabia  .^l  de  antemano,  .porque 
jamás  tomf^  |a  plun^^  sin  ,hq.])pr  estudiado  la 
QUQ^tion  bfl^q , líq4Éi^ •; sus, fa,sé8  y . organizado 
mentalmeqte  el. plan; de  su. exposición,' hasta 
en  sus  últimas  minviciosidádes^  9,0»  la  prodi- 
jiosaiOiempria  dé j que  ést4,jdoíad3,  "  ,  .i 
En  los  cinco  años  que  lleva  de  Fiscííi.1  dé  las 


Clamaras  de  Apelación  de  la  Capital,  ha  in- 
tervenido próíjsitnamente  .en  '  míf  quinientos 
asuntos^  .:        .  .'  ; 

^  IjB^  vifetág  sobre  dereGho'pénalj'  qtíe  cóns- 
tituirian,  si  se '  ¿uTbljcaseh  reunidas,  ia  más 
tretrírenda:  crítica  del  incalificable  vódigo  dé 
la  í^ro vitela,. y  que  convendría. fuesen  cono-; 
cidaé  del  Congreso  ílatnáclo  á  drctan^inar  en 
ese  mismo  Proyecícl  d'e  ^óctigo  pjara  la  Jía- 
cion,-r^po0en  dé  manifieiélo  en  toda  ¿14  plenitud' 
la. vigorosa  facultad  aiíalítipa  déí  Piscalque 
sabe  descubrir  cpti  rara  sagacidaxi,  eín  largos 
é  intrincados  pi^océsos,  ún  dató  aj^ar^ntemente 
insignificante,  un 'detalle  due  pasó  desaperci- 
bido para  jueces  y  ábógaaos, ;  y  es  en  su  ma- 
no el.emeuto  de  r^onstruccion  y  de  vid^,  hilo 
de  luz  icón ,  qué  '  (iesciendé  $1  fpndp  de  .  las 
conciencias  para*  detérüiihár.  el  "gradó  preci-^ 
so'dÍB  criminalidad  en  el  encausado.  .  ,  '- 
Y  todas  las  vistas,  tanto*  las  de  derecho^  ge- 
nal  Cómo  las  de  derecho' civiLías  de  enjuicia- 
miento como  las  de  ijürispr^udencia,  j^rueban 
que  el  ilustrado  Piácal  sigue  el  movimiento 'de 
la. ciencia  del. derecho  en  las  más  adelanta- 
das naciones  dé  Europa,  y  que  está  faíniliari-^ 
zadóconjiás  obras  de  los  publicistas  contem- 
poráneos d^  Italia;  Francia  y  Eápafia. 

Entíré  los  timábalos  que  contiene 'éáte  primer 
volumen,  descuéliail  los  qué  versan  sobre  fi- 
liaciou  nátuirál  y  el  de  contienda  de  competeri- 
cia  ante  la  Suprenía  Corte,  al  éomienzo  del 
cual  esplica  las  circunstaricias  del  nombra- 

"^  .  »       I 


^Bg^5JÍ.«S«¡St¿ft3f>^l^^i.^H80teS  j 


-25- 

íasjprueba^.yconyicciapes  ehqueJá  irifoí'¿ia» 
CKi^  de  paterniídad  puede  desenvolverse. 
.  «íih. :  la  secpipn  jdie  Jurisprjiíiíencia  civil  hay 
ufi'di^áme^  sobre  prprogacióq  de  jurisdicción 
¿n  esta  materia;  y  en  la  de  j^riminál  y  juris- 
prudencia de  igual  -elase  se  discuten  seis  ú 
ocho  cuestiones,  no  tan  graves  como  las  ante- 
notes, pero;  cu^o  feónjocimiento»  sin  embargo, 
puede  interesa*  á  nuestros,  abt>gados  por  la 
semeianítza  de  ciíktío  oon  que  la  cuestión  de 
la  pbuebat  de<K>tí!jetliras^  elsobr^^ein^i^nto  y  1^ 
eiiibriaguéfc/'S&^baU^i  juzgadas  y  espuieitas 
eftí  náestop  Oódi^»       .1     .  ; 

Por  lo  deaQ¿8,<Ia  col^eciOR  no  lia  sido  hécba 
con  bastante  acierto:  de  las  XX  vistas  que 
comprende  podian  haberse  eliminado  algunas 
de  cortísima  estensipn  y  casi  sin  importan- 
dta.  por<qfuiaf  no  e^  eh  ellas  doádd  se  maniñésta 
el  uv.  Viotoríca  feñ  la  plenitud  de  su  íntetíjen* 
dk'^éLnáé  libre  v^uélo  á  su  erudición  de  letrado; 

ÍéStél  po'có  aciéMó  en  la  elección  de  lostra- 
ajoS  es  tabtió  tóáa  ;d^  sentir  cuanto  aae  se 
sabe  •qkíe^tos  ^t&-véiúmeneé  in  folio  de  kSis- 
calia  contienen  muchos  otros  ae  gran  valor, 
incomparablemente  superiores  á  algunos  de 
los  publicados. 

yi|kQ}ajd^,S]ionos  Aires  desde  1810  á  1876,  %9opi-. 


-  36  - 


de  Justicia,  JSx- Juez  de  primera  Instajicia,  M. 
corresjionsal  dé  lá^  Só,ciédad'  francesa  dia.Le- 
jislacíoh  comparada,  etp:  Rúenos  Aires,  Itúr-' 
préhta  deí  ÍMe?ciírtó '  Potoífeí  '?70  á  274.'i879. 
En  49.  mfehór,'  entregas'' mensuales  de  80' -pf*^; 


i*wii44t^¿ai^  *     r  .    !  '  ' 


rt7^S«jitéboift¿  y  auto^imtorlocmtofios  áiote* 
dp!^  pnr  los  trilitinale»  die  la  provincu  daSae- 
ños  AiTes.; '  *  Publipnciorr  hecha*  con^  la  autoriza'» 
éion  dompetentefpop  Juan  A.  íGonssálbz  ^abo- 
gádo)^  Baenósr  Ávpb^^  i  Impk*eáta  y,  libr^ia  de 
Mjayo.  Perú  115, 1879.  En  4.%  entregas  de  80 
ps.-^SeiV  euíreg'as^^fbrn^  ahtomo/     '       • 


.  lBf^Fallí)B  (oojB&BfiLatorió^  d4^ Aa^  Q&mwas  Je» 
Apelación  iel  Dapartosc^ento  ií^  WOapi.teK  ;jpp^> 
blicadon  fhqcba»con}a  pQijipetente  aaí9jríz§7, 
cion  bajo  Ja  dirección  de  Manüí^ju  Po»ce  (€U)Q- 
gado).    Bwno3  Aires  Jmprenta , del  Mercuxio, 
callé  Alsina  27©,  1879,  Éb  4^  iflenqr,  Entre- 
gas mensuales  dqíjO  pS.    wfí  í   II    ;  ;M( 

19— Acuerdos  y  Sentencias  diotados  por  la 
Suprema  Corta  de  Justioia.  Autos  acordac^os 
dé§de  181,0.  Acuerdos  estraordinarios,  re'so^, 
luQÍones y  noticias  referentes á  la.Admiiíistra^ 
cion  dfe  Justicia.    Publicación  héclía  confía 


--  é7  - 

autbnzaciou'  éompet^nt^^^  el  Secretario 

dé  la  Supreitía  Porte  'pr.  ViGUEt  EsTÉ'vts: 
Buenos  Aires/Irq'ppeqtá  d^rMerparió','  Aísiná 
270  á  274. 1879.  Para  süécncionés  y  rbclátíids; 
ocúrrase  calle  Bolívar  núm.  24. 
En  4."  menor,  por  entregas  de  80  ps. 

r  f  >  •       •        I  ,  , 

■  ••í    -w    *iU     .1     J/.  ..'í'    ."TT/'jv.,^     '       ...        I  •/> 

cacipoe$— :^^^,).ilf,  18  y  lá-iepcíerjran  la  hs^se 
i^  nijiestra  junspruttenoiáj .  pu^V  cóaiprendén, 
Vqsf  ^¡aardqs^  )^^sc«fencía3.,del  mói?  ^ItQ.Trír 
bunal  de '  la  rrovifacia,  íos  fallos  coíifírina- 
toríos  de  las  Cámaras  de  Apelación,  las  sen- 
tencias y  autos  inteflbcutorios  de  nuestros 
trib^iB^tes '^. :  to^pg  .  lo^ ;  aintfKseden^s^. ,  .e^n  una 

Í>alabr%>  <quq  flbflvian^  ai. .  abogado,,  conpeer 
i^tiBa^EfiQate  poirque- e^ ^ íd^jisj^dor ;  sólo^  sienta 
principios. jwepalps.¿,regla:f5  ,^p^lid^l)les  áj^ás 
especies  ja^^j  fr§(f viente?^, .  uero  no  .puede  pre- 
veer  las  infinitas  variedades  de  los  íñtere^ses 
humanos,  pues  ho  jbs  casuista  y  procede  por 
categorías  latas  y  jehérícas.  Tras  él  viene 
€^1  maji^traflo,  cuvamLsicHj  qonaiste  en  inves- 
tigar .  el  espíritu  j^q0  Ifik'  léy.es ;  ^  .'.penetrar  lo.^ 
motivas  áeíeyíiiináp tes  para  11  eíg'ar  dfe  los  ca- 
sos ¡previstos  á  los  Jn/pfeyistos)).  r  í^orts^liá 
asegura  que  eis:  tari  imposible  hacer  casó  onii^ 
SO  dj^  .Ié^ jurisprudencia,  fcómó  de^  la  ley  mis- 


-í»- 


pr9teccioQ  los  fjuQ  se  cbpti'a0rl''á:  lleiiat*' ün' 
vftq^9  que  á  ía  por  día  sé ,  HáHa  más  i^en^^! 


ifcii  I 


20— £1  juioio  ejeoutlTO  segan  la  naeya  ley  de 
eojaioiamiento  Oítü  y  oomeroinl,  anotada  y  cpn- 
cdW^tU  con  los  fáUós  dí  fóé  íribunaies  Mo- 
ríales y  j[it^óvinciales,  por  el  Doctor  Jüaíí*  A. 
GótóALE2:.  Buettos  Aires,  IiDpréhtat  y  líbi*ért¿^ 
deMityó,  de  C.  Casávalle,  Per 4115;  1879^  Ert 
8.<^,  51  ps. 


I :  • 


i    1     .      "  .  « .  • 


&s  tina  esposidon  razonada  de  la  fycfeVá 
ley-  dé  enjuiciamiento  en  lo  inferen  te  al' j¿i¿k>i 
éjejcutivo;  Su  iüáyar  mérito  eístá  eil  lá  etih- 
cordai^ciá  con  los  fallos  de  los  tribunales^  h^ 
cha  eh  notas  de  suma  utilidad  par$  los  abo* 


^"m* 


;Jl-%wláe  wtjW  y  práotio^  Joíen^^^^ 
Carlas  M.  Nolasco  (abogado).  Comprépde 
í^.or^ápiz ación  y  competencia  Se  los  Tnbú- 
nales  4®  Justicia;  la  forma  y.  modo  de  com^^ 
parecer  ^n  juicio;  el  próóedimientp'que  ?*?  si- 
^Vl0  en  la  actuación  qe  las  causas  y  un  nútn'e- 
vo  crecido  de  foi-ínulários.  Contiene  s^^^iriáS 
como  apéndice  un  vocabulario  con'  la  acep'c^p 


-3Í9- 

téciqea  de  las  voce&^  m6>^  usudas.eii  el  proce- 
dimieuco  y  asi  mismo  uaa  colección  ae  los 
téf  mióos  y  plasoé»  señalados  por  las  leyes  de 
enjuiciamiéata  Euenóá.  Aires  ,  Imprenta  de 
El  Mercurio,  calle  Alsina  270  á  274, 1879.  En 
8.»  mayor,  234  ps. 

22  -  Cuestionarlo  jüridlco,  ó  tabla  analítica 
de  las  materias  que  contiene  la  ley  de  enjui- 
mientp  civil  y  comercial  de  la  Provincia  de 
Buenos  Aireg,  arreglada  por  orden  alfabético 

{)ara  abreviar  el  estudio  de  esta  nueva  ley  y 
acuitar  considerablemente  las  consullas  del 
texto  oficial,  y  ea  la  c}ue  se  encuentran  colec- 
cionadas las  apelacioneSj  tbcmas  de  juicio, 
pufaiicadiones  y  términos  prescritos  en  el  pro- 
<»dimtento-*-por  P.  V.  Ge yb na.  —Buenos  Ai- 
res. Imprenta  del  Mercurio,  Alsina  270  á  274. 
1879.  En  89,  XLVI  ps,  á  dos  columnas. 


28— Términos,  juríáioo?  íe  la  ley  de  enjuioía- 
miento  oi?ily  oozneroial  de  Buenos  Airesi  orde- 
nados por  Alberto  Navarro  Viola,  abogado. 
— Buenos  Aires,  imprenta  del  Mercurio,  Al- 
sina 27a  &  274.  la^QU  Ei^  8,!',;  34  ps. 


I . 


Los  folletos  3qne'anfec^(Í6a — 21,  28  j  23*. 
verdaderos  inanuaJla^.  de  la  nueva  íey  de  en- 

o 


juiciaitiíento  de  ftiléoos  Aírff^,  son  dé  ü^^lid^ui 

{yt&cúca,  páralas  wr^óttks'que  ifiteirviencift^b 
os  juicios^  (antó  waa^éostí6i!Áú  \ñ*oo 
res;  j¡  a^n  pai-gT  Iq$'  rmSnlDá  Úitig^^atttés.  -  •  •     ' 


■    TE8.ÍS 

Presentadas^  l&  Faculii^á  dé  DBrechó  y  Cíemelas  áó- 
cialcí^  de  Buenos  Alré^  durante  el  año  1879  pata 
optar  al  título  de  ^octor  en  Jurisprudencia.  ' 


El  hño  1879  no  ofrecei  tnabajps  verd;adeFa'^ 
mente  notables  como  los  cjioejsevíérojxal  año 
anterior  en  materia'  de  tests  de  áereoho:  ái  \^ 
ndvedatd'  del  tema,  ni  'el  détemdio  y  profiíhdo 
aai&li^id'  'de  los  estudios  de  (SKI,  Levingslone  y 
Barraquero,  ¡íor  ejemplp:  •  Sbi  embargo.,  la 
mayor  parte  de  las  tesis,  cuya  lista  va  en  se- 
guida, son  esposicioñés  claras,  fundadas,  al- 
gunas de  ella^s  bastante  completa^  y  siobre 
plintos  interesantes  de  d&t^ho, 

Porníato  unifothue  en  4.»  meno^^. 


(  '1(1 


24— Estadio  sobre  los'  réqüilsitbs  esreñoiales  ffe 
)a  compra-7enta  por  Ramón  J.  GoxNzalbz.  Bue- 
nos Aires.  5511— Imprenta  del  Porvenir,  ca- 
lle' Defensa  irómvim  1879.  .46  os. 


•  > 


-  »  ~ 

36— Es  liHWíp*«id«dj<rtíliF  por  Adolfo  S:  Gó- 
mez. Buenos  Aires,  Imprenta  de  El  f'llaioiáinsl'', 
Bolívar  65  y  67.  1879r  30  ps. 


m» 


i*« 


.'  •  "I-  '    ;-   *    I  '  <k  .1     •'  .1 


96-^0bft6rrAmi)üé8  tt>  titulo  de  Ift^tbteU  por 

CrtisTÓBAL  E.  Gali.ino.  Bucnos  Aií%B.  In>- 
prenta  de  M.  Biedma,  Belgrano  133  y  135. 
1879.  44  ps. 


).    I 


97— Diqertac^io»  sobrai  el  mat^rimonío  ppr  Be- 
nito Carrasco.  Buenos  Aires.  5310-rImpfeB- 
ta  del  Porvenir,  calla  JXefensa  139.  1879.  80  ps. 


28— ijSlnÍEitnií^opio'eíj  gwferal  por  Remigio  S. 
CaroLs.  Éüenos  ^Íí^^s.  .5512— imprente  del 
Porvehírj  callé  Défériáa  riilm.  139.  lá79   52  ps. 


29— lút^eatígacíoiL^e  l£(  pftterpiáad— gor  Jus- 
ifo  GuAilBEfiTotlRQüizA.   'piuenos  Airés. Im- 

pjreñta  xíeElSigío/éalIé  Alsiiíaflúm:  101, 18í^. 
40 ps."'  P.-  •  ..  •  ..  ..i    .. 


30"— PcBésioií  de  astada  ^  liije  natar-alThpor 
Si^To  F«rarA.Nixiiz^^Buéño6  Anc)QS;.Impi1eQf9  4e 


» 


M.  Biedma,  .cAlle  Balgméof  fti4o»^¡i|33j  y  135. 


.•^i 


>'ú    .<jT:    '     ..í'    '   .-Vi 


31-  Estudio  sobre  ¿Uaoioii  natural— por  Da- 
niel M.  Escalada.  Buenos  Aires.  5514— Im- 
prentó del  JPorveiiiír,  ^alle  D^fi^fia  nüto,  ?:^9. 
1879.  o2  ps.     . 


r  .'....'       'í 


>        ^ 


34— Estudio  sobre  el  articuló  14,  titulo  de  la 

Íorcion  'ejitima  de  loe  herederos  forzosos,  Có- 
igo  Civil— por  Osc^R  Du  LAS  Carreras.  Bue- 
ri6s ^ Aires.. Imprenta  de  Et  Siálo,  Alsína  101, 


I 
I 


35— Estudio  sobre  la  sucesión  testamontaria- 

Jít,ulp  XL  lib.  ly,  Código  Civil -por  Benja- 

*MiN  C.  Gü^^sjALEz.  Buenos  Aires.  unprentaL  de 

M.  Biedmá,  calle  Belgraíio  ninas!.  133  v  135. 

1879, 126  ps.  '      -..•'.      : 

36r-Es*udio  sobre  las  Bi|oe?ion€is  intestadas. 

.TííulpXnU.I^Jib  fV,Códf{50  Civil  por. Al. 

.BftRTU  Po^sE.    Bu^raós  Aires.  ^Imprenta  de 

M.  Biedmá,  Éelgranb  núms.  Í'á3  y  l35.  Í87?. 

100  ps. 

^   .  37t— iBoMuerjoJBobre  la  historia  del  eoluefoio. 7 
áctós  del  cmneimo'per  Psütio  L.  Ec^bümü  b,  Bue- 


—  sa- 
nos Aires,  ^13.  Imprenta  del  Porvenir,  calle 
de  la  Defensa,  núm.  189. 1876. 

Está  equivocada  la  fecha  de  la  carátula: 
debe  ser  1879. 


88— Examen  del  Oomereio  en  su  orijen  y  le- 
iialacion.  Quiebras.  Concordato.  Estudio  de 
los  artículos  1593  y  1695  del  Código  de  Comer- 
cio por  José  Fonrouge.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  El  Siglo,  Alsina  101.  1879.  52  ps. 


■*M«ia 


39— Derecho  comercial  por  Juan  B.  Agüibak 
Silva.  Buenos  AireS.  Imprenta  de  Pablo  E. 
Coni,  especial  para  obras,  60-Calle  Alsitia-60. 
1879.  52  ps. 


éO—Estadio  sobre  la^  capacidad  legal  para  ser 
cemercianté,  por  Teodoro  Várela.  ^Buenos  Ai- 
res, Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrano 
núm.  135,  1879.  43  ps. 


41— Estudio  sobre  las  sociedades  inercaúfiles 
(sociedad  colectiva)  por  Marcelino  MEsqmxA 
(hijo).  Buenos  Aires,  Imprenta  de  M.  Biedma, 
BMgTanó  números   133  y  136*  1879,  112  ps. 


~  34  - 

42-T-Brev0  estudio  sobre  el  artioulo  405  del  Oo» 
digo  de  Gomercioi  de  las  Soeiedádes  anonimasy  por 
Felipe  R.  Aeiasi  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
M.  Biedma,  calle  Belgrano  núm.  135.  1879. 
36  ps.  ' 

43 — OonoordatOi  Estudio  del  título  VII,  libro 
IV  del  Código  de  Comercio,  por  José  Luro. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  J.  A.  Alsina,  calle 
de  Méjico  núm.  635.  1879.  100  ps. 


44— Estudio  sobre  ^a  solidaridad  en  las  obliga- 
ciones comerciales,  por  Eduardo  Copmartin. 
Buenos  Aires.  Imprenta  y  Oficina  de  Avisos 
de  Duhalde  y  Tuüez— 27  Victoria  27—1879. 
112  ps. 

45— Disertación,  por  Darío  Qüiroga.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrano 
núms.  133  y  135.  1879.  50  ps.    ' 


46— De  los  Baques,  por  Andrés  Montaña. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  M,  Biedma,  calle 
Belgrano  núm.  135.  1879.  40  ps. 


;  t 


, 4;'r^Bi!(ev6.estíu3io  del  artioalo  1037  del  Ctodigo 


—  35  — 

de  Comercio  por  Nicolás  E.  Videla.  Buenos 
Aires,  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial 
para  obras.  60— calle  Alsina— 60.  1879,  40  ps. 


48— Estudio  sobre  la  hipoteca  naval  y  comen- 
tario al  proyecto  presentado  por  el  Señor  D. 
Santiago  Alcorta  á  la  Cámara  de  Diputados 
de  la  Nación,  por  Arturo  E.  Condomí.  Bue- 
nos Aires,  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Bel- 
grano,  números  133  y  135.  1879.  160  ps. 


49— Estudio  sóbrelos  cheques.  Disertación  por 
Manuel  R.  Morón.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  números  133  y 
135.  1879.  88  ps. 


50— Los  privilejios  del  Banco  déla  Proyinoia 
en  la  renovación  de  sus  letras  por  Alberto  M. 
Larboque.  Buenos  Aires,  Imprenta  de  El  Si- 
glo, calle  Alsina  núm.  101.  1879.  46  ps. 


51— Esposioion  y  examen  oritico  de  los  diverqos 
sistemas  que  se  han  formulado  para  esplioar  el  ori- 
jen  del  derecho  de  castigar.  Base  razonada  como 
consecuencia  social,  por  Valentín  Fb^nandez 


-  36  '- 

Bí-ANCo.  BueQos  Aires,  Imprenta  y  Librería  <ie 
Mayo  de  G.  'Qasavalle,  P^rú  U5.  1879.  94  ps. 


%  52— De  la  ley  penal  por  Eduardo  Zena- 
viu-A.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  D.  Jara  y 
C?,  Reconquista  73.    1879.  88  ps. 


.  53— Estudio  sobre  la  generación  de  los  deli- 
tos. Disertación  por  Mbliton  Rodríguez  y 
Zeballos.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M. 
Biedma,  calle  Belgrano  número  135.  1879. 
44  ps. 


54—Breve  estudio  sobre  la  jeneracion  del  de- 
lito por  Tobías  Padilla.  Buenos  Aires.  Iná- 
prenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  número 
135.  1879.  54  ps. 


55 — ^^pelitos  contra  el  honor.  Cernen tario  al 
título  7.%  libro  2?  del  código  penal  por  Ra- 
món VicTORiCA.  Buenos  Aires.  La  República — 
Imprenta  especial  para  obras,  calle  Belgrano 
189.  1879.  52  ps. 


*   .  *'.' 


M^Deiíecbo  péirnl.  Disertaeioii  sobM  la  ooxn- 


-??- 


pUoid^d  por  ALBEfiTO  lÍQALPE.  BuenQ3  Ajr^, 
Imprenta  de  El  Síglp,  Alsin^  101, 1879;|$p^; 


«57— La  violación  déla  fé  oonyngal  en  la  legis- 
lación penal-  Estudio  sobre  el  cap.  3,  secc.  I, 
lib.  U,  Qód.  p»p^^  por  Emiuo  F^^r^.  Puejif^s 
Aire^.  Iií^pi^^ntá  de  •  Patblp  Ej.  0pm,  eép^fftj. 
para  obras,  60,  calleí  .^j^i.%at  pO.  \9t%  ^o^p^. 


58— Lesiones  corporales  por  Julio  Fernan- 
dez. Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma, 
calle  Belgrano  númef  opl^  y  135. 1879. 11?  ps. 


59Trr{¡s^t)idio  comparado  del  tatema  peJouLten/- 
(áAiio-argeBitino  pioi?  Ramo»  Bwms,  Buenos 
Airesí  imprenta  de  El  MercwriQ,. o^ife  Alsinja 
^7Sy^  874  1879.  183  ps.  «    ' 


60— Prescripción  en  materia  criminal  por  Pe- 
dro Pita.— Buenos  Aires.  Imprenta  de  El 
Porteffio,  BelgtfAao  7i9.  1879.  56  p»;       '  ■  -■' 


;¡ 


^r'ít^Wí>ífl¥S--r3PÍP9?»<»Pft  <íi?  íftiley  ^M' 


\ 


-  38  - 

m 

enjuidamiento  de  Buenos  Aires  y  del  Código 
oriental  de  procedimientos,  por  Alberto  Na- 
varro Viola.— Buenos  Aires,  5136 — Imprenta 
del  Porvenir,  Defensa  139.  1879.  29  ps. 


f 

1 


i      : 


B2 -^Delitos  i)olitíoo 8  por  Severo  Igarzabal. 
Buenos  Airéis,  Impreiíta  de  La  Tribuna,  Vic- 
toria' núm.  37.  1879. 162  ps. 


VARIOS 


63— Causa Oriíjiinal.  Escrito  de  defensa  pre- 
sentado al  Juez  del  crimen  del  Departamento 
del  Suden  la  causa  criminal  seguida  contra 
D.  Pablo  Juárez  por  su  defensor  doctor  t).  Al- 
berto Palomeque.  Dolores.  Imprenta  de  la 
Opinión  pública.  Paraná  núm.  9,  11.  Año  1879. 
En  8.^  20  ps. 


/    7 


64— Informa  in vooe  pronunciado  ellS  de  No- 
viembre de  1879  ante  la  Suprema  Corte  Federal 
por  L.  MusLBRA  en  la  causa  seguida  por  la 
compañia  Lloyd  Suizo  contra  el  capitán  de  la 
goleta  Luisa:.  Buenos  Aires,  Imprenta  y  lito- 


-39  - 

frafiadel  Courrier  de  la  Plata,  San  Martin 
Oá.  1879.  En  8.°  mayor,  XX Vi  y  54  ps. 


^--Esorito  presentado  ante  la  Cámara  de  Ape- 
lación del  Departamento  del  Norte  por  el  repre- 
sentante de  doña  Tomasa  O.  de  Cao  en  el  juicio 
criminal  por  homicidio  seguido  al  ex-  coman- 
dante de  guardias  nacionales  de  San  Pedro,  D, 
Justo  Andrade,  dirijido  por  el  Dr.  D.  Tomas 
Sarmiento.  Buenes  Aires,  Imprenta  de  M. 
Biedma.  Belgrano  núms.  133  y  135. 1879.  En  8° 
mayor,  46  ps. 

66-Defensa  o  éntrala  esoepcion  de  presorip- 
cion  en  la  testamentaria  de  D.  Domingo  de  Ba- 
savilbaso,  porHuGo  A,  Bunge.  Buenos  Aires, 
imprenta  de  la  Nación,  San  Martin  208,  1879. 
En  S%  15X  ylXps.  , 


67— Defensa  del  General  D.  JSioardo  Lopóz  Jor^ 
daní  presentada  ante  la  justicia  nacional  por 
su  defensor  el  abogado  Dr.  D.  Nicakor  6.  So- 
lar. Rosario.  Marzo  31  de  1879.  Imprenta  de 
La  Capital.  161-Puerto-163.  En8^  Illy65ps. 


68— Alegato  sobre  Validez  de  una  transacoion, 


en  los  áüibá  ¿óií  fos  Ké'réÜbrós  dé  D.  Buena- 
ventura Decoud.  Buenos^Aíres.  Imprenta  de 
Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle 
Ai9in%  -  60.  1«7S,  En.  8o,  .|52  j)s.        ,: 
.    ¡TtoWjp  4el  Dr.  Jose  María  Culleñ. 


I  t. 


I . 


'pitoís  presen tádo¿  arít'é  iel  Juzóíá'dlj  dé  1^  rtis- 


LAB.     lí< 

Comei 
58  ps. 


7()¿-Pé*tóiék  de  herÍ9inoía.  Espr^ipn  ^é  %m- 
vios  ante  Ifei  Ekma.  €ámará  de  A^diadonés 
de  la  ciudad  de  Buenos  Áipeé  •  cíontrá  lásdti- 
tencía  de  1.*  Instancia  pronunciada  por  elJuez 
Dr.  José  Maria  Rosa  en  la  causa  que  sigue 
J),*  Wenceslají^a  Guevara  de  Fresco  contra 
§»L ?PÍÍ9r.^  W;e  dofia  Froríqda  /forres  de 
f  ,^n^np.éz,v ,  por  lofe  (Jpctpre^  lylANUEL  .  p.  y 
AfWBL.Sj.  PizÁBRO.  Buéñps  Aires.  línprénta 
de  Pablo  E.  Coni.  Alsina  60. 1^79.  En  S.%  93  p^. 


V 

Ti—Fallo  de  1?  instancia  impopiendo  perpe- 
tuo silencio  á  la  señora  Wenceslacla  'Guevara 


—  41  - 


de  Pr'éscó  sbbre  lá  demanda  íntepriüestet  cott- 
tjá  lá  señora  Flbrihda  Torres  dé  Fernandez  y 
résjitté^ta  preserilíá'd'á  por  esm  parte  ft  lá  eá^ 
íJfésfóil  dé  agravios  de  fá  demandante.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Ootii.  AláWá  60. 
tóí9.  Étt  S.'o,  36  ps. 


72— Códko  Rural  de  la  Ffovinoia  de  Buenos  Ai* 
res.  Igon  aermatnos,  libreros  editores,  Calle 
Bolivar  esquina  Alsina,  1879.  En  4.°  menor, 
76  ps. 


El  Código  Rural  de  Buenos  Aires  fué  ela- 
borado por  el  Dr.  D.  Valentín  Alsina;  presen- 
tado á  las  Cámaras  en  mayo  de  1865,  tuvo  san- 
ción definitiva  con  el  cúmplase  del  Poder  Eje- 
cutivo en  noviembre  del  mismo  año. 

Aparte  de  la  competencia  del  codificador, 
que  se  habia  dedicado  con  preferente  atención 
al  estudio  de  las  cuestiones  rurales  desde  años 
ántei^  de  recibir  el  encargo  de  este  trabajo, 
ofrece  la  garantía  de  la  opinión  casi  jeneral  de 
la  campaña,  pues  las  cuestiones  de  trascen- 
dencia fueron  consultadas  con  buen  número 
délos  principales  hacendados  que  la  poblaban. 

La  aota  con  qué  el  autor  reniite  su  proyecto 
al  Poder  Ejecutivo  contiene  los  llamados  an- 
llecéiimté^  y  fúndanientoSy  en  su  mayor  parte 
sin  interés,  que  no  dan  tampoco  idea  de  la 


~  42  — 

obra,  porque  se  reducen  á  observaciones  á  cer- 
ca déla  organización  que  entonces  tenían  las 
municipalidades  de  Campaña  y  el  Departa- 
mento jeneral  de  Policía,  en  sus  relaciones  con 
cuestiones  rurales. 

El  Código  contiene  319  artículos,  divididos 
eú  V  títulos;  á  saber: 

■ 

Titulo  I  —  Ganadería 

Sección      I.  Disposiciones  jene rales. 

11.  Marcas,  contra-nMircas  y  señales. 

III.  Apartes  y  apartador^^s. 

IV.  Yeguadas. 

V.  Tránsito  con  animales. 
VI.  Acopladores  de  frutos. 
VIL  Hierras. 
VIII.  Pastoreo. 
IX.  Señales  en  ovejas. 
X    Mezclas. 
XI.  Guias. 
'XII.  Abrevaderos. 
XIII.  Acarreadores. 
XIV    Abastecedores.  • 

XV.  Del  Juez  de  corrales. 
XVI.  Tabladas. 
XVII.  Saladeros  y  graserias. 
XVIII.  Haciendas  alzadas. 

Título  II— Labranza.  ' 

Sección      1.  Terreno  jeneral  de   chacras   y 

quintas» 


-  43'  — 

II.  Encierro,  pastoreo,  ronda. 
*  III.  Servidumbre 

IV.  Caminosjenerales  en  las  chacras 

V.  Animales  invasores.       ^ 

VI.  Cercas. 
VIL  Embargos. 
VIII.  Abrevadores  en  chacras. 

IX.'  Cerdos. 

X.  Palomas,  abejas,  aves  domésticas. 

Título  III —Disposiciones  comtmesá  gana^ 

deria  y  labranza 

Sección      I.*  Aplicaciones  eventuales. 
II.  Aoijeato. 
II,  Patrones  y  peonéis* 
VI.  Agregados  y  pobladores. 
V-  Caminos  jenerales-yeoinales, 
VI.  Cazas. 
'  VII.  Productos  espontáneos  del  suelo. 
VIH.  Quemazones  de  campo. 
IX.  Epizootias  ó  enfermedades  con- 

tajiosas. 
X.  Ríos  y  arroyos  interiores. 

Título  IV.—Folicia  Rural 

Sección     L  Sus  objetos. 

II.  Armas  blancas  y  deifuego. 

III.  Vagancia.^  ,    . 

IV.  Juegos  de  azar— Bebidas. 

V.  Tiendas  y  pulperías  volantes. 


-  44  - 

VI.  Qtpa&>íaltas  y  delitos  mírales. 
VIL  Penas. 

Títub  Y—Prev€incÍQnfis  especriales 

Sección      I.  Funciones  especíales  de  las  auto-  . 

ridades  locales, 
II.  y  última — Declaraciones  finales. 


73«^0odigo  raral  de  la  Pn>vmeia  de  Santo-^Fd 
Edición  oficial.  Rosario.  Imprenta  de  E.  Car- 
rasco, Aduana  72.  1879.  En  8.®,  58  ps. 


Comprende  314  artículos  distribuidos  en  cin- 
co títulos: 

I— Ganaderia. 

II^Labranza. 

IllT-Disposicíones  comunes  ^  ganadería  y 
labranza. 

IV— Policia  rural. 

V— Prevenciones  especiales, 


74— GodigD  de  prnoedimientos  en  materia  cri- 
minal de  la  Provmcia  de  Entre  Riós.  Uruguay 
Tipografía  de  la  voz  del  Pueblo.  Calle  Entre 
Ríos,  número  97.  1879.  Én  8.<»,  78  ps. 


—  45  — 

Comprende  313  artículos  distribuidos  en  tres 

títulos: 

I — De  los  Jueces —  Su  jurisdicción  y  compe- 
tencia—Recusaciones. 

II— Querella  de  partes. 

III  — Plenario. 

El  proyecto  de  este  Código  pertenece  al  Sr. 
D.  Gregorio  F,  de  la  Puente  y  fué  declarado 
vijente  en  la  provincia  de  Entre  Rios  á  fines 
de  mayo  de  1879,  debiendo  empezar  á  rejir 
desde  el  l.<=  de  julio;  plazo  que  se  postergó 
hasta  el  l.«  de  agosto  por  no  estar  terminada 
la  edición  oficial. 


75— Proyecto  de  ley  de  eiyuiciamiento  para  la 
Provincia  de  Méndozst.  Títulos  I  á  XIII,  Junio 
de  1879.  Imprenta  de  El  Constitucional.  En 
8.0  mayor  con  gran  márjen,  132  ps. 


La  Jejislatura  de  Mendoza  habia  ordenado 
la  revisión  de  las  leyes  orgánica  y  de  proce- 
dimientos délos  tribunales  de  la  Provincia,  y 
la  Comisión  que  se  nombró  con  ese  objeto, 
compuesta  definitivamente  de  los  Doctores 
C.  S.  de  La  Torre,  José  V.  Zapata  y  Fede- 
rico Corvalan,  presentó  en  15  de  mayo  de  1879 
este  proycícto  de  ley  de  enjuiciamiento  que  el 
Poder  Ejecutivo  ordenó  se  imprimiese  y  ele- 
vase en  oportunidad  á  la  consideración  de  la 
H.  Cámara  Lejislativa. 


I 

I 


^  46  — 

La  parle  presentada  del  proyecto  sólo  abra- 
za los  trece  primeros  títulos  del  Código;  á  sa- 
ber: 

I  — Disposiciones  jenerales. 

II  —Juicio  ordinario;  que  se  divide  en  IX 
secciones. 

III— De  los  recursos;  que  comprende  en  IV 
secciones  los  recursos  de  reposición,  apelación 
nulidad  y  revisión. 

í  V  -  Del  procedimiento  ordinario  en  segunda 
instaíicia;  dividido  en  líl  secciones» 

V-^De  los  incidentes. 

VI  -De  las  cuestiones  de  oocnpeteiida. 

VII-  De  tas  recusaciones;  que  comprende 
las  de  los  jueces,  escribanos  y  representantes 
del  Ministerio  Público. 

VIII — Del  procedimiento  en  rebeldía. 

IX — De  los  juicios  de  menor  cuantía. 

X^Delas  providencias  precautorias. 

XI — Del  juicio  ejecitivo;  dividido  en  II  sec- 
ciones. 

XII — Dé  las  tercerías,  dividido  también  en 
II  secciones. 

XIII-r-De  la  ejecución  de  las  sénten'cias. 

La  comisión  debe  estar  satisfecha  de  su  tra- 
bajo; pues,  sí  no  es  perfecto,  muestra,  por  lo 
íiaériós^  la  contracción  y  el  detenido  estudio 
con  que  lo  ha  llevado  á  cabo. 

Aparte  del  mérito  de  la  codiñcacion,  taato 
por  la  apUieacíon  de  las  doctrinas  anas  ataa^ 
zadas  de  la  tii&acia  del  derecho,  oomo  por  la 
precisión  de  sus  térmiíatos  y  }o  coiii|)ieto  de 


—  47  — 

• 

algunos  de  sus  títulos,— v.  g.  el  I,  en  el  cual 
se  deslindan  con  claridad  las  diversas  juris- 
dicciones y  la  respectiva  competencia  de  los 
jueces;  disposiciones  dé  que  carece  la  ley  de 
enjuiciamiento  de  Buenos  Aires; -^aparte  del 
mérito  de  la  codificación,  repito,  goza  de  otro 
mayor,  que  lo  pone  en  aptitud  de  servir  de  li- 
bro de  consulta  para  los  abogados  mismos: 
todos  sus  artículos  llevan  al  pié  la  referen- 
cía  áJas  leyes  ó  doctrinas  que  la  Comisión 
ha  tenido  presentes  en  la  confección  del  pro- 
yecto. En  una  palabra,  cada  artículo  está 
concordado  con  las  opiniones  de  los  tratadis- 
tas, con  las  disposiciones  de  nuestros  Códigos 
Civil  y  de  Comercio,  con  nuestra  Constitución 
y  leyes  Nacionales,  con  las  antiguas  leyes  es- 

f)añblas,  con  los  procedimientos  estranjero's  y 
os  de  las  demás  provincias;  facilitando  visible- 
mente con  esto  el  ecsámen  y  dilucidación  de 
todas  las  cuestiones  y  abriendo  el  camino  rec- 
to para  la  verdadera  interpretación  de  la  ley. 

Muchas  de  las  notas  contienen  también  ob- 
servaciones breves,  pero  fundamentales  con 
que  la  Comisión  defiende  las  opiniones  que 
na  creido  conveniente  adoptar,  en  presencia 
de  sistemas  opuestos  ó  ante  largos  debates 
que  no  han  conseguido  todavia  esclarecer  el 
punto:  observaciones  que  confirman,  una  vez 
más,  el  celo  y  óontraccion  de  todos  sus  miem- 
bros en  el  deáemp^áo  de  tan  honroso  come- 
tido. 

Es  de  creer   que  el  gobierno  de  Mendoza 


—  48  — 

ordenará  la  publicación  íntegra  de  la  obra, 
así  que  le  sea  presentada,  en  número  suficiente 
de  ejemplares  para  que  se  conozca  en  el  res- 
to de  la  República  y  se  aprecie  debidamente 
la  ímproba  labor  de  los  codificadores. 


76  -Proyecto  de  Código  de  procedimientos  for- 
mulado por  una  Comisión  especial  de  la  Cá- 
mara de  Diputados  de  la  Provincia.  Buenos 
Aires,  Imprenta  de  El  Porteño,  Belgrauo  7Q. 
1879— En  4.°  118  ps. 


Se  introducen  prócsimamente  250  ar,tículos 
nuevos  y  se  modifican  algunos  del  Código  vi- 
jente. 


77-Memoria  del  Directorio  de  ^a  Facilitad  de 
Jurisprudencia  y  Oienoias  políticas  de  Tucuman 
(1878-1879).  Tucumán,  Imprentado  El  Arjen- 
tino— calle  General  Paz— n.-  60. 1879  En  8.^ 
50  ps. 


Contiene  el  plan  de  estudios  y  los  programas 
de  las  asignaturas  de  derecho  que  se  cursan 
en  esta  Facultad. 


-  49- 

78— Estatuto  general  de  la  Universidad  de 
Córdoba.  Proyecto  presentado  al  Exmc  Sr. 
Ministro  de  Justicia,  Culto  é  Instrucción  Pú- 
blica de  la  Nación,  Dr.  D.  Bonifacio  Lastra, 
por  la  Comisión  nombrada  al  efecto. --^Itripren- 
ta  del  Pueblo.  Defensa  78,  1879— En  8."  ma- 
yor, 26  ps. 


Por  decreto  de  26  de  noviembre  de  1879,  el 
Exmo.  Gobierno  Nacional  nombró  una  Co<¿ 
misión  compuesta  del  Rector  de  la  Univer- 
sidad, D.  Alejo  C.  Guzman,  el  Rector  delCo* 
lejio  Nacional,  Dr.  Filemon  Posse,  el  Presi- 
dente de  la  Academia  Nacional  de  Ciencias, 
Dr.  H.  Weyembergh,  el  Decano  de  la  Facul- 
tad de  Ciencias  Físico-matemáticas,  Dr,  Os- 
ear Doering,  el  Dr.  Santiago  Cáceres  y  el  Dr. 
Cayetano  S.  Lozano,  encargada  de  proyectar 
la  organización  á  que  debe  ajustarse  la  Uni*^ 
versidad  Nacional  de  Córdoba.  La  Comisión 
se  espidió  en  17  de  junio  de  1879,  y  el  Mini^^ 
terio  resolvió  en  30  de  junio  del  mismo  año 
elevar  al  H.  Congreso  el  proyecto  de  Esta- 
tutos. 

Todos  estos  documentos  se  hallan  en  el 
presente  folleto. 


79— La  regeneración  de  la  América  del  Sud 
por  el  espíritu  de  verdad.  Estudios  políticos 
porel  Dr.  1).  José  Francisco  López.  Buenos 


r-r 


—  se  — 

Aivt»^  rbuptenta.y  Librería  de  Mayo»  <ie  C. 
Ga8a«aUei  Perú.  115. 1879.  En  8^^  m'ayor,.85ps. 

.;«E¡^tuflio3'jQv^nj61icos  ide  (filosofia  alemana 
a^^ptada  &1  pCMiíte^ir  polítioo  delaiAmoléríoa 
latina,  en  lenguaje  intraducibie,  coa  not^s  y 
aplicaciones  bíblicas  y  .eruditas. 

Carlos  Guido,  ^n  la  polémica  que  sostuvo 
|:$oijUSlHIDn)La)ipéZ(en  4871,  con  natotóviSíideilfa'guser- 
ra^franoo-ipitüsiaíiiia,  empieza  su  répliea  con^in 
párrááj  (|ibe  vade  Ja  pena  trasoríibir ,  j^or^ua 
as  af4feableá  tbdos^  los  escritos  ^o  ^este  filósofo 
aJ«ai*it  •    »    .  . 

,  >»QiiiaudoiIeo  tcdgun  trabajo  ímpróvi&adoide 
ia|¿4idtinguidoi amigo. el  ^Dr.  !>.  José Francis-^ 
co>  iLDflezF^/.oíjyAS  ouaÚdadés  teogo  en  la  más 
aJftHl^stinaa)  ;mé  parece,  pendoneseiue  la  fran-* 
faMeza^tqAi^entno  eia  una  selva  cuyos  árboles 
Uefl0Si,de.@csubepante  saví^,  se  entrelazan  d^ 
taliJatoido^  qive  no  es  nadai£áoil  penetnarhasta 
elifQtdd)  del*  verde  laberinto.  ,E1  qaelocon- 
aiga  .a^  dncontrará  sin  dada  con  cristalinos 
n)dnd¡ntiales,  lleno>s  de  caracoles  raros;  peno 
es  necesario  ser  cauto  en  el  camino:  cuidado 
con  recostarse  á  los  troncos  musjgosós  cu- 
biertos de  enredaderas  florecientes,  de  temor 
de  dar  en  algún  buen  avisperol» 


8prrQü95tpo  Boonoipiqíi.  Mopeda  y  circula^ 
cíon.  Válprizacion  fijóla  moneda  de  cprpo  Iq- 


-  ai  — 

gal.  EspodicioD'  del  Ministro,  de^  HaxHanda;  de 
la  Nndoa  X>r.  D.  V.  Xfu  I4A  Plaza  ar  iGobW'^, 
nia^r  de  fe  Provinciíi  ,Dr,  0^  G|W?)QsiXei^n, 
Buenos  áiires^  3ociedad  Anóninia:  de(  Tipo*- 
grafia;  í^jtogipafia .  y  Fundición  de  ¡Tipo»  4/Y<»fT. 
por,  calle  de  Belgrano  núm.  189.  1879.  En  8?, 
74  ps. 

»  <  '  '  *     I 

di --Oaestionés  eooDiDmicaa*  Casa  det  mobedi» 
y  ^istecoatáionétádo^para  la'  R.  Á.  Diseuirsosí 
del  Br.  MieuBL<3t.  Morel,  dipuifcado'^brCDar- 
rientesal  Congreiát>  NatíionaL-^BoienoS'Afipébi 
imprenta  de  la  Nación,  San  Martin  208.'  18Wii 
En  S.%  75  ps. 

82— Cuestión  nabonetaria-— Espo3icioa  dtel  Srl 
FEEti^HBRZOG,, presidente  del  Cwsejo  Naício* 
nal  Suizo  en  la  Conferencia  MonptíMrift  ptot 
movida  por  el  Gobierno  francés  en  1867. — 
Buenos  Aires,  imprenta  dé  El  Nacional,  Bo- 
lívar 65 y  67— 1879.  En  8-,  81  ps. 

O&n  motivo  de  la  disousiont  de'lailfey  de' 
níohedasVfuélttwjiucida'  y  publicada  egta'ásájpo^' 
sícion,'  que  abarca  diversas  cuestóbnés  sobí^f 
la  unificación  I  monetaria)  propuesífas  por  la 
Conferencia  Internacional  de  1867:  padrón  uni- 
tario de  oro;  aleación;  limitación  de  los  tipos 
internacionales  á  múltiplos  de  5  francos  de 
oro;  etc. 


52  — 


83--Bepúblioa  Argentina— Mensajes  y  pro- 
yectos de  ley  sobre  acuñación  de  moneda;  re- 
nditidos  al  Honorable  Congreso  de  la  Nación 
por  el  Poder  Ejecutivo. — Imprenta  dé  Ei  Na- 
cional, Bolívar  05y  67. 1879.  En  16  mayor,  36  ps. 


84--DÍ80U8Íon  en  la  Cámara  Nacional  de  Di- 
putados del  proyecto  de  ley  sobre  acuñación 
de  .moneda.  Publicación  Oñcial.  Buenos  Ai- 
res. La  República— Imprenta  especial  de  obras 
calle Belgrano  núm.  189.— 1879  -En  16  mayor, 
484  y  II  ps. 

Abraza  el  período  lejislativo  del  25  de  julio 
al  6  de  agosto,  que  comprende  siete  sesio- 
nes de  la  Cámara  de  Diputados  Nacionales, 
probablemente  las  más  laboriosas  del  año. 


86*— Observaoiones  sobre  la  carta  del  Sr.  Mi 
nistro  de  Hacienda  de  la  Nación  al  gobernador 
de  la  Provincia  sobre  circulación  y  bancos 

f)OT  Domingo  Lamas.  Artículo  publicado  en  El 
ndustrial.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo 
E.  Coni— Alsina  60.  1879.  En  4?  menor  19  ps. 


86— El  banco  de  la  provincia  y  el  baiioo  nacio- 
nal. Sus  hipotecas  y  privilejios  por  el  Dr.  D. 


-.  53  — 

JosáFiíANCisco  López.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta y  Librería  de  Mayo,  de  C.  Casavalle.  Perú 
115.  1879.  En  8.o  mayor,  87  ps. 


Es  un  informe  pedido  por  el  banco  hipote- 
cario al  Doctor  j.  F.  López  para  resolver  esta 
cuestión  de  derecho:  «En  caso  <jue  un  deudor 
de  ambos  Bancos,  Provincial  y  Nacional,  afec- 
tase sus  propiedades  á  uno  de  ellos,  quedaría 
el  otro  desmejorado  en  sus  créditos,  si  dicho 
deudor  fuese  concursado?» 

Después  de  un  largo  estudio  histórico,  el  au- 
tor arriba  áesta  conclusión:  «Los  viejos  Códi- 
gos están  derogados:  No  hay  más  que  el  Có- 
digo de  la  Constitución  para  los  derechos 
constitucionales,  y  el  Código  civil  para  los 
derechos  civiles,  de  que  hace  parte  el  sistema 
hipotecario,  y  prelacion  de  créditos  rejidos  por 
una  sola  ley  civil,  sin  escluir  al  mismo  banco 
hipotecario,  cualesquiera  que  sean  los  esta- 
tutos de  su  reglamentación.» 


87 — 'í anual  de  derecho  internacional  para  el 
uso  de  losoliciales  de  los  ejércitos  de  fierra. 
Obra  autorizada  para  las  escuelas  militares. 
Traducida  del  francés  por  Gregorio  Benitez. 
Con  prefacio  de  un  publicista  americano.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni.  60 

4 


—    134    •"" 

csdle,  Alsiiía,  '60.  1879.  En  16?,  JÍLVI  y  138 


88— Manual  de  derecho  internacional.  Obra 
autorizada  para  las  escuelas  militarles  de  Fran- 
ciáv  Ti*adücci()tt  de  A*.  M;y'  PL.  NI  Vi— Qhénos 
Aires.  Iittpi^ehta^  de  Lct  Ñacioh,  callé'  dte' San 
MaWin^  20tf,  1879.  En  »>,  80W  rPt>^-' 


Es  una  obrít a  dfe  gran  utilidad,  cjire  coiitiene 
en  pocas  pajinas  todas  las'  disposiciones'  re- 
ferentes é"  lia  guerra;  aceptadas  pór'los  ¿origre 
sos^y  práctióa's  díe  las  naciones  civilizadas:  La' 
edición  de  fieriitez  ofrece  la  novedad 'déla  int^ó.• 
dilución;  la  edición  def  Mitk-é  y  Navarro 'Ví^jiá 
es  más  conipléta  que  el  orijinal,  pues  conñelie 
íntegi*as  la  convención  de  uinebra  dé'I864V  los 
artículos' adicionales  dfe  18681  tbma'dos  dellibyó 
dte  Négrin;    El  público  juzgará  Ik'diférericía^db : 
la¿'  traducícíonefe. 


—  I    «  1        M«— fcA 


89— Derecho  internacional  privadlo.  Buenos 
Aires.  Imprenta  y  Librería  de  Mayo,  de  C. 
Gasavalle,  Perú  116.  1879.  Tres  eptregas  de 
16ps»  cada  uñaren  8.^  mayor. 


Estos  apuntes  deiSr.  Adolfo^  MiTB»¡son 
continuacioii* de ia .obral  que  emprendió,  el  aáor 


—  55  — 

anterior  eo  colaboración  con  el  6r.  Eraesto 
Qubsada,  siguiendo  el  programa  ,de  la  Facul- 
tad <le  Derecho  yitíiencias  Sacíales,  dielcate- 
drútíco  idel  ramo  Dr  Amanero  Alcorta.     . 


90— Circulares  dirigidas  por  S.  É.  el  Sr*  Mi- 
nistro del  interior  á  los  Éxmos.  Gobernado- 
res de  Provincia.  Buenos  Aires,  Imprenta  de 
El  N^ciono^l,  187p.  En  4«  «lenor,  16  ps. 

Mípi^térip  delSr.  rSarmie^ato. 


91— Documentos  relativos  á  los  sucesos  ocur- 
ridos con  motivo  de  las  circulares  con  que  el 
Sr.  Ríinis.tro  del  interior  corjaunicó  á  los  Go- 
beroa^c¡^9r^9  su  <nopabramÍ€¡nto  al  Mínis,lierio. 
Pu^nps  A^e?»  ImpreAta.deEl  Nacionajl,  Bolí- 
var .65  y  07.  1879.  Ea  8-,  102  ps. . 


92  -Esposioion  que  el  Ministro  del  Interior 
hace  á  S.  E.  el  Señor  Presidente  de  la  Repú- 
blica, sóbrelos  sucesos  ocurridos  con  motivo 
de  las  cireuUyres  con  que  comunicó  á  los  Ex- 
mos.  Gobernadores  su  (nombramiento  al  Mínis** 
terio  del  Interior.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
El  Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1879.  En  8^,  70  ps. 


—  56  — 

93-^Eegistro  oficial  de  lá  Repúblioa  Arjentina 

a ue  comprende  los  documentos  espedidos  des -^ 
e  1810  hasta  1873.  Tomo  primero  1810  á  1881. 
Publicación  oficial.  Buenos  Aires.  La  Repú- 
blica, Imprenta  especial  de  obras,  calle  de  Éel- 
;rano  núm.  189.  1879.  En  49  á  dos  columnas; 
XXVI V  778  ps.  Tomo  segundo,  1822  á  1852. 
790  ps.  ^■ 

94— Rejistro  Nacional  de  la  República  Ar- 
gentina. Año  1879.  La  República— Imprepta 
especial  de  obras,  calle  de  Belgrano  número 
189.  1879.  En  4.^  435  ps. 


95— Recopilación  de  leyes,  Acuerdos  y  Deere 
tos  de  la  Provincia  de  Entre  Ríos.  Tomo  XVI. 
1876.  Uruguay.  Establecimiento  Tipográfico 
La  Voz  del  Pueblo,  calle  de  Entre  Ríos,  núm. 
97.  1879.  En8^  400  y  XXXIV  ps. 

Estas  últimas  corresponden  al  índice  alfa- 
bético. 


96— DiBcursos  del  diputado  Luis  V.  Várela 
en  la  lejislatura  de  Buenos  Aires.  Sesiones 
del  11  y  12  de  setiembre  de  1879  sobre  ante- 
cedentes históricos  de  la  Nacionalidad  argen- 
tina; facultades  del  gobierno  federal  y  del  go- 
bierno provincial  sobre  las  milicias;  faculta- 


-  57  - 

des  especiales  déla  lejislatura  de  Buenos  Ai- 
res y  del  gobernador  respecto  de  la  guardia 
nacional.  (Edición  de  cincuenta  ejemplares) 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Porteño, 
calle  Belgrano  79.  1879.  En  4.^  menor, 
109  ps. 


97— Lejislatura  provincial  Camarade  Dipu- 
tados. Sesiones  ordinarias.  Setiembre  de  1879. 
Publicación  oficial.  (Sin  corrección  por  parte 
de  los  señores  Diputados.)  Presidencia  del 
Dr.  Irigóyen.  Se  discute  y  aprueba  un  pro- 
vecto del  Senado  sobre  movilización  ele  la 
Guardia  Nacional.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  El  Porteño,  Belgrano  79. 1879.  En  8.o  ma- 
yor, 292  ps. 


Contiene  íntegras  las  sesiones  del  10,  11, 
12,  15,  y  17  de  setiembre,  en  que  se  discute 
y  aprueba  el  proyecto  del  Senado  prohibiendo 
toda  movilización  de  milicias  déla  provincia, 
bajo  cualquier  forma  ó  denominacion.sin  previa 
autorización  lejislativa,  con  arreglo  á  lo  que 
establece  el  artículo  78,  inciso  6/»  de  la  Cons- 
titución. Son  .notables  >  los  discursos  de  los 
Diputados  ti.  Vidente  López ,  L»  V* ;  Várela 
y  L.  Alem,  especialmente  el  del  primero  de 
«ellos  ad  informar  á  nombre  de  la  Comisioade 
N;  Q.  f^ostebiisndo  lel  ipr^j^cto  del  Sonado» 


HISTORIA  Y  biografía 


98— lecciones  de  historia  argentina  por  1,^ 
V.  López.  Buenos  Aires.  Carlos  Casava- 
líe,  editor.  Imprenta  y  Ubreria  de  Mayo,  á6 
C.  Casavalle,  Perú  115.  1879.  En  4^  naenor, 
por  entregas.    Han  salido  ya  408  ps. 


Las  leociones  del  Dr.  López  sirven  d^. 
testo  de  enseñanza  paira  los  aluniiios  áeíK 
Universidad  de  iBnenos  Aires,  cuya!  cátedií^ 
de  historia  arjeiitina  rejentéa  desde  hace  <tm 
par  de  años. 

Es  una  detenida  esposicion.  qae  tío'  olvida 
ia  filosofía  de  los  hechos  ni  -^í  estudió' do  \iáÁ 
institiieiJDiies,  v  bbsoa^  por^l  cQntrafio^  las^r 
zones  jeniératríces  m  \ok  ^MoráhátaientiiM 
evolutiieáé  éfi' sisi  01^11  piiniordial  y<wi^or^ 
nario. 


-;5e  -' 

La  obra  llega  sólo  hasta  el  gobierno  iat^ri- 
«o  de  Vértiz.  1770;  y  es  de  desear  su  pront^ 
terminación,  á  fin  de  dotar  ai  país  de  un  bi^en 
tratado  de  su  propia  vida,  tan  mistífica4fa 
por  el  abuso  de  trabajos  de  segunda  manp, 
que  se  ofrecen  al  público  falseando  el  criterio 
hístóriGO* 

£|stas  lecciones  empezaron  á  repartirse  ^n 
ÍS178.  Ternainada  su  publicación,  el  Anuario 
se  hará  un  honor  en  dedicarle  su  preferente 
atención,  ya  que  la  forma  en  que  aparecen  y 
acaso  la  época  en  que  comenzaron,  han  hecho  . 
que  permanezcan  desapercibidas  para  la  ma- 
yor parte  de  las  personas  estudiosas. 

Mucho  más  completa  que  la  historia  del 
señor  Domiuguez  ,  más  equilibrada  en  gus 
proporcioaes  y  libre  de  los  errores  de  que 
aquélla  adolece,  la  del  doctor  López  es  un  ver* 
dadero  modelo  en  su  jénero,  y  digna,  por  cier- 
to, de  mejor  acojida. 


99-  OompenSio  de  Historia  Argentina  al  alcan- 
ce de  los  n(iños.  De??de  el  descubrimiento 
hasta  la  adopción  de  la  constitución  nacional 
cuyo  espíritu  se  esplica  en  este  compendio 
histórico,  por  el  Dr.  D.  Jüak  María  Gtjtier- 
KE2.  Quinta  edición,  corfaida.  Buenos.Ai- 
resi  Iihptenta  y  Librería  de  May  Oj  de  C.  Ca- 
Sávalle,  eáítor.  Perú  115.  1879.  En  8.»  me- 
nor, Wps^.   ' 


—  60  — 

La  conocida  obrita  del  Dr,*Gutlerrez,  de 
cuya  última  edición  damos  cuenta,  no  nece,- 
sita  encomios  para"  figurar  dignamente  co- 
mo el  más  útil  de  los  compendios  que  se 
han  escrito  en  nuestro  pais.  En  los  años 
.'trascurridos  desde  su  primera  publicación, 
ha  sido  adoptada  sucesivamente  como  testo 
de  enseñanza  en  las  principales  escuelas,  y 
hoy  es  la  historia  más  generalizada  en  todas 
las  de  la  República.  Ningún  libro  elemental 
ha  obtenido  v,n  écsito  mayor  que  el  libro  del 
Dr.  Gutiérrez:  v  tanto  esta  circunsiaocia, 
como  el  distinguido  talento  del  autor,  mere- 
oen  un  recuerdo  especial,  á  pesar  de  no  tra- 
tarse sino  de  una  de  sus  más  modestas  pro- 
ducciones. 

Muchas  personas  ignoran  la  ciencia  que 
se  requiere  para  esponer  con  concisión  y 
claridad,  al  alcance  de  los  niños,  los  he- 
chí)S  de  la  historia  sin  mutilarlos  ni  entre- 
garse á  divagaciones  inoportunas;  no  com- 
prenden cuan  diñcil  es  concretar  un  juicio 
sobre  ellos  en  pocas  palabras,  cuando  la 
crítica  los  discute. aún  y  las  pasiones  que 
pusieron  en  juego  no  se  hallan  del  lodo  ador- 
mecidas. En  esta  tarea  tan  meritoria  como 
ingrata,  las  más^  sólidas  intelijenci^s  están 
espuestas^í  por  monaeutps  á  alterar  el  cuadro 
.que  de  antemano»  se  hjgibian  ípwaíjp,  Pero 
.el  Dr-  (Jriitierrez,  por  sus  inclinaciones,  poj» 
la  estension  y  la  íhclole  de  ^us  estudios,  '^^ 
encontraba  niás  preparado    que  naaie  para 


—  61  — 

una  empresa  en  que  muy  pocos  han  logrado 
salir  de  una  mediocridad  pasable.  Iniciador 
entre  nosotros  de  la  verdadera  crítica  histó- 
rica, profundamente  versado  en  la  literatura 
española,  esperimentado  en  la  práctica  de 
la  enseñanza  y  atento  á  todos  los  progresos 
del  siglo,  reuma  á  las  cualidades  del  pensa- 
dor moderno,  el  arte  del  estilo  en  su  más  alto 
grado,  y  esa  sobriedad  de  la  espresion,  atri- 
buto de  la  sencillez,  é  inseparaole  del  buen 
gusto.  Todos  saben  que  en  él  la  vejez  era 
«la  tarde  de  un  bello  dia,>  y  que  su  espíritu 
festivo  revelaba  el  reposo  del  hombre  educa- 
do en  la  escuela  de  la  adversidad  y  fortale- 
cido desde  temprano  contra  los  dolores  de 
la  vida.  Amaba  ala  juventud  como  á  la  es- 
peranza: veia  en  ella  el  porvenir  de  la  patria, 
y  queria  ponerse  en  contacto  con  él  antes  de 
entregarse  á  ese  sueño  del  que  jamás  se 
despierta.  Tomaba  el  mundo  por  sus  lados 
bellos,  é  incitaba  con  la  palabra  y  el  ejem- 
plo á  la  actividad  que  mantiene  el  vigor  del 
pensamiento,  y  á  la  enerjia  que  dá  fuerza  y 
salud  á  Ids  sociedades.  Consagrado  á  la 
educación  durante  los  últimos  años  de  su 
vida  supo  robar  á  'sus  tareas  literarias  el 
tiempo  necesario  para  redactar  el  Compendio 
de  Historia  y  otras  obras  elementales,  cu- 
ya necesidad  se  hacia  cada  vez  más  apre- 
miante. 


.  ' 


-  62  -- 

100  —  Oomp'enáió  áe  la  Historia  Af^entiüa, 
desde  el  descubrimiento  del.  nueva  mundo 
hast^  nuestras  días,  cpn  notas  eruditas,  crí- 
ticas 7  de  interés  para  los  preceptores  y  alum- 
nos^ por  t).  Benigno  J.  Martínez.  Aprobada 
dor  el  Departamento  de  educación  de  la  pro- 
vincia de  Entre-Rios  para  el  uso  de  siis  es- 
cuelasi  Buenos  Aires.  Imprenta,  librería  y  li- 
tografía La  Patria— Cuyo  79.  1879.  En  8.°, 
140  ps 


Esta  obra,  adoptada  como  testo  de  enseñan- 
za en  las  escuelas  de  Entre  Ríos  por  el  De- 
partamento de  Educación  de  esa  provincia, 
{)resenta  en  una  fóroía  metódica  él  'cuadro  de 
os  principales  acontecimientos  ocurridos  en 
el  Rio  de  la  Plata  desde  su  descubrimiento 
hasta  nuestros  dias.  Su  autor  ha  querido  dar 
á  este  pequeño  libro  doble  utilidad,  acompa- 
ñando la  esposicion  sumaria  de  los  hechos, 
con  notas  críticas  y  eruditas  que  facilitan  su 
apreciación  esacta,  é  indican  las  fuentes  á  que 
puécíé  acudirse  para  juzgarlos  y  discutirlos 
con  mayor  detención.  Convencido  de  que  la 
enseñanza  de  la  historia  no  debe  reducirse  á 
una  serie  de  nombres  y  de  fechas  que  hablen 
á  la  memoria  dejando  fríos  la  intelijencia  y  el 
corazón,  ha  puesto  especial  empeño  en  estu- 
diar el  desarrollo  de  la  sociedad  arjentina,  en 
medio  de  los  obstáculos  que  la  embarazan  des- 


~  63  ^ 

de  su  primeras  edades  y  de  los  disturbios  |que 
que  hasta  hoy  mismo  la  ajitan. 

La  infancia,  la  juventud,  y  lo  que:itópr<í>pia- 
mente  podría  llamarse  la  madurez  de  nuestro 
pueblo,  han  sido  retratados  por  él  con  escru- 
pulosidad. Esta  calidad,  unida  á  la  sencillez 
y  claridad  del  estilo,  ala  distribución  de  las 
materias,  á  la  forma  del  cuestionario  que  se 
encuentra  al  fin  del  libro,  le  dá  superioridad 
indiscutible  sobre  la  mayor  parte  ae  los  que 
ecsisten  con  el  mismo  objeto,  y  lo  hace  suma- 
naente  úfil,  no  sólo  para  el  uso  de  las  escuelas 
sino  aún  para  servir  de  guia  ó  programa  en  es- 
tudios mas  profundos,  *  Un  comjpendio  no  es 
un  sumario,  sino  una  síntesis;  y  el  Sr.  Martinez 
lo  ha  comprendido  así,  evitando  con  todo  cui- 
dado los  defectos  inseparables,  por  lo  jeneral, 
de  esta  clase  de  produciones.  Es  necesario 

f)reparar  desde  la  niñez  al  ciudadano,  para 
tfe  deberes  y  las  cargas  que  le  esperan  ape- 
nas penetra  eñ  el  campo  ajitado  de  la  vida 
pública;  y  nada  más  necesario  para  ello  que 
la intelijencia  de  la  historia  nacional.  Por  eso 
son  dignos  de  todo  encomio,  trabajos  como 
éste,  que  tienen  un  fin  noble,  y  han  sido  ejecu- 
tados con  talento  é  ilustración.  Si  el  compen- 
dio del  Sr.  Martinez  no  realiza  por  conipleto  el 
id'éál  de  las  obras  de  su  j enero,  se  acerca  bas- 
tante á  él  para  que  podamos  considerar  justas 
las  alabanzas  y  distinciones  que  le  ha  valido. 


•—  64  — 

101— Blementos  de  historia  española  en  i^  mét- 
rica y  Nacional  en  el  JEíio  de  la  rlata,  por  Anto- 
Hio  J.  Baasch.  Buenos  Aires.  Imprenta,  li- 
brería y  litografla  La  Patria,  Ckiyo  79.  1879. 
En  16^  64  ps. 


Escesivamente  compendiada,  esta  historia 
es  muy  inferior  á  las  de  Gutiérrez  y  Martí- 
nez: propia  sólo  de  una  enseñanza  comple- 
tamente elemental,  se  presta,  sin  embargo,  á 
ser  ampliada  en  las  lecciones  orales  del  pro- 
fesor; y  entonces  puede  servir  bien  como  ba- 
se de  estudio  para  encaminar  al  alumno. 


102— Esta] io i  historióos.  Juan  Díaz  deSolis 
y  el  descabrimiento  del  Rio  de  la  Plata  por  C.  L. 
FuEGBmo,  Miembro  de  la  Academia  y  de  la 
Sociedad  Científica  Argentina.  Buenos  Aires.. 
5137— Imprenta  del  Porvenir,  Defensa  139. 
1879.    En  8?,  80  ps. 


Es  un   estudio  completo,  en  cuanto,  cabe,, 
de  la  vida  de  Juan  Díaz  de  Solis,  siguiendo  los^ 
pasos  de  este  descubridor  desde  sus  prime- 
ros aftos,  cubiertos  por  el  misterio,  pues^pi 
asegurarse  puede  con  verdadera   certeza  si: 
nació  en  Es:>aña  ó  Portugal  husta  su  muer-^ 


—  65  - 

te,  cuando  entraron,  según  dice  el  itinerario 
queccfpiu  Herrera,  «en  un  Agua  que  por  ser 
tan  espaciosa  y  no  salada,  llamaron  Mar  Dul- 
ce, que  pareció  después  ser  el  rio  que  hoy 
llaman  de  la  Plata,  y  entonces  dijeron  de 
Solis.» 

Este  libro,  sesudamente  escrito,  llena  las 
condiciones  de  un  buen  esíudio  histórico, 
por  la  claridad  de  su  esposicion  y  el  criterio 
sereno  y  elevado  que  preside  la  apreciación 
délos  documentos  que  se  citan;  y  tiene  á  la 
vez  lo&  caracteres  de  biografía  de  uno  de  los 
personajes  que  más  dificultades  debe  ofrecer 
para  tratársele  aisladamente,  tanto  por  la 
oscuridad  que  envuelve  mucha  parte  de  su 
ecsistencia,  como  por  ser  un  tipo  de  segundo 
orden  en  los  anales  de  los  descubrimientos. 
El  mérito  literario  de  esta  obra  consiste,  pues, 
en  haber  tan  íntimamente  ligado  la  biograña 
á  la  historia,  queformn  un  solo  todo  con  los 
rasgos  de  ámoas,  venciendo  los  obstáculos 
que  para  conseguirlo  se  oponen  al  escritor. 

Creo  que  nada  será  de  mayor  interés  ni  más 
elocuente  que  el  s'umario  de  los  capítulos,  el 
cual  indica  los  puntos  principales  que  abarca 
este  (rabajo. 

I.      . 

Carencia  de  datos  sobre  su  juventud  y  es- 
tudios,—Solis  en  España.— Se  le  cree  na- 
tural de  Lebrija,  en  Andalucía. — Dudas  al 
respecto. — Era  casado  y  t  Miia  df'S  hermanos 


—  66  -- 

pilotos.— Sus  primeras  navegaciones;  hipóte- 
sis dd  historiador  brasilero  Varanhagen.— 
La  vida  de  Solis  empieza  á  ser  conocida  re- 
6ien  después  del  cuarto  viaje  de  Coloíi  (IbCñ^ 
1504). 

II. 

Solis  y  los  aventureros  de  todas  condiciones 
que  se  lanzaban  al  nuevo  mundo.  —  Colon 
vuelv^e  de  sü  cuarto  viaje  (1504),  y  el  rey  don 
Feí^niando  encomienda  á^  Solis  y  á  Vicente 
íañéz  Pinzón  una  espedicion,  para  continuar 
los  reconoóimientos  del  primero.  -Viaije  de 
1506;  dudas  con  respecto  ala  verdadera  fe* 
cha  deél.—Solis  y  Pinzón  esploran  las  cos- 
tas de  Honduras,  reconocen  el  golfo  de  Hi- 
hueras  y  la  costa  de  Yucatán  hasta  el  cabo 
Catoche. 

III. 

El  rey  don  Fernando  llama  á  la  Corte  á 
Solis,  Pinzón,  La  Cosa  y  Vespucci  (1507). — 
Conferencia  en  Burgos  y  resultado  de  ella. — 
Solis  es  nombrado  piloto  real. —  Reconoci- 
mientos practicados  en  las  costas  oriéntale* 
de  la  América  del  Sur.— Viaje  de  1508.— 
Solis  y  Pinzón  vuelven  á  España;  proceso 
del  primero.—Cuál  fué  el  estremo  límite  de 
esta  espío  ración?— Opiniones  de  Mitre  y  Bar- 
ros Arana.— Se  descubrió  ó  nó  entonces  el 
Rio  de  la  Plata?  —  Error  del  cronista  Her- 
rera. 


—  67  — 
IV. 

* 

Solis  proeesado  jr  preso. — Sale  de  Casti- 
lla y  entra, al  servicio  de  Portugal. — Vuelve 
fujitivo  á  España,— Mu^te  de  Vespucci  (1512) 
y  nombramiento  de  piloto  mayor  del  reino  re- 
caido  en  Solis. — Par»  nombrarle  se  prescinde 
de  las  formas  legales:  naérito  científico  de  So- 
lis.— Solis  cree  que  el  Maluco  cae  dentro  de 
los  límites  de  las  posesiones  de  Castilla»*— El 
rey  Fernando  ordena  una  especjicioni  para  ave 
riguar  el  hecho-  y  la  encomienda  A  Solis.-— El 
Gobierno  portugués  interpone:  una  reclama- 
eion  y  el  embajador  del  mismo  en  España  trata 
de  sobornar  á  Solis. — Viaje  de  151i¿;  se  rea- 
lizó ó,  nó?:  estadio  de  la  cuestin  histórica.— A 
fines  de  1515  los  pilotos  españoles  no  tenian 
conocimiento  esacto  de  las  costas  al  sur  de 
los  8  grados  de  latitud  austral. 

V. 

Descubrimiento  de  la  Mar  del  Sur:  impor- 
tancia de  este  suceso.— Solis  contrata  con  el 
rey  Fernando  un  viaje  á  espaldas  d^  Castilla 
del  Oro:  ideas  de  Solis  al  respecto.  Viaje  de 
1515.— Solis  descubre  al  Rio  de  lá  Plata:  su 
muerte.  -  Réclamaóiones  del  gobierno  portu- 
gués. 


103— Diégt)  Cfarciá  primer  descubridor  del  Rio 


—  68  - 

de  ia  Plata  por  Manuel  Rícardo  Tr^lles.^ 
Buenos  Aires.  5310.  Imprenta  del  Porvenir^ 
calle  Defensa  139.  1879.  En  8^  84  ps. 


Este  importante  trabajo  de  crítica  históri- 
ca fué  empezado,  según  declaración  del  au- 
tor, en  1871,  con  motivo  de  un  artículo  del 
Doctor  don  Andrés  Lamas,  á  quien  va  de- 
dicado, y  fué  en  seguida  suspendido  bástala 
época  de  su  actual  publicación. 

Es  un  estudio  serio  y  laborioso  sobre  lo 
que  el  señor  Trelles  llama  con  razón  «la  pri- 
mer pajina  de  niiesfra  historia»— la  data  del 
descubrimiento  de  nuestro  rio,  con  el  análisis 
de  los  documentos  auténticos  y  las  asercio- 
nes de  los  historiadores  que  á  ella  se  refieren. 
Hace  resaltar  con  gran  acopio  de  citas  «los 
errores  y  contradicciones  que  han  cometido 
los  cronistas,  y  que  han  repetido,  con  va- 
riantes más  ó  menos  sustanciales  en  los  de- 
talles, todos  los  escritores  que  los  han  toma- 
do por  guía  en  el  particular,»  -errores  que  con- 
sisten, según  el  señor  Trelíeb,  en  asegurar  que 
el  Rio  de  la  Plata  fué  ya  visitado  por  Solis 
en  1508,  no  obstante  la  declaración  que  hace 
el  rey  en  24  de  noviembre  de  1514,  la  opinión 
de  varios  pilotos  al  servicio  de  Castilla,  emi- 
tida en  13  de  noviembre  de  1515.  Deduce  de 
la  carta  del  capitán  jeneral  Diego  García, 
fechada  en  1527,  que  la  espedicíon  de  este  jefe 


—  69  — 

en  1512  nada  tiene  de  cómuncon  el  supues- 
to .viaje  de  Solisen  ei  mismo  ano,  pues  éste 
vino  tres  años  más  tarde  sin  conocimiento  del 
viaje  anterior  de  García,  á quien  debe  consi- 
derarse  como  el  verdadero  descubridor  del 
Rio  de  la  Plata. 

Tales  son  las  conclusiones  audaces  y  no 
del  todo  comprobadas  á  que  llega  el  señor 
Trelles;  tanto  más  audaces  después  de  la 
publicación  del  artículo  del  señor  Lamas  que 
no  deja  duda  alguna  por  resolver  en  lo  re- 
ferente á  los  dos  viajes  de  Solis.  No  es  cier- 
to, por  otra  parte,  como  lo  ha  asegurado  con 
bastante  lijereza  un  periodista,  que  este  tra- 
bajo «abra  nuevo  rumbo  á  cuestiones  his- 
tóricas que  estaban  completamente  abando- 
nadas.); Pero  de  todos  modos,  es  de  incues- 
tionable mérito  y  ha  sido  bien  acojido. 

La  esposicion  abarca  28  pajinas;  el  resto 
del  volumen  comprende  íntegros  los  siguien- 
tes documentos: 

1.^  Memopia  déla  navegación  que  hice  este 
viage  en  la  parte  del  man  océano  dende  que 
salí  de  la  ciudad  de  la  Coruña,  que  allí  me  fué 
entregada  la  armada  por  los  oficiales  de  Su 
Mügestaá,  que  fué  en  el  año  de  1526^y  firma: 
DiBGo  Gahoi  A  ^Capitán  General. 

2.°  Carta  de  Luis  Bamirezr-Del  Rio  de  la 
Blata,  á  10  de  Julio  de  15^3. 


* .' »  / 


lOáHiletiiflta  de  la  bibliottoa  pitbUoa  de  Boie- 


—  76  — 

nos  Aires,  fundada  bajo  la  protección  del  gOi- 
bierno  de  la  provincia  por  Manuel  Ricardo 
Trblles.  Tomo  I.  Buenos  Aires.  Imprenta 
y  librería  de  Mayo,  de  C.  Cas  avalle,  Perú  115. 
1879.  Eñ  4?  menor,  515  ps. 


El  Señor  Trelles  vueh«e  infatigable  á  la  la- 
bor cotidiana  de  sus  esploraaones  en  las 
selvas  vírjenes  de  nuestros  archivos.  Los 
cuatro  gruesos  volúmenes  de  la  Revista  del 
archivo  jen  ral  de  Bínenos  Aéres^  conocidos 
hoy  de  cuantos  se  dedican  á  investigaicícmes 
históricas,  van  á  tener  su  complemento  co©  la 
presente  R^-vista  de  la.  biUioteea  públieay  fon- 
dada bajo  los  auspicios  del  gobierno,  ya  que 
no  bajo  su  protección,  aunque  para  encarecer 
el  acto  así  lo  diga  el  señor  Treiles  al  frente 
de  la  obra,  pues  entra  en  las  condiciones  dbl 
permiso  otorgado  que  el  sueldo  del  diitecta)* 
de  la  biblioteca  cubra  el  déficit  que  resulte  de 
la  publicación. 

Ej  Señor  Trelles  ha  dedicado  su  vida  á  este 
iénero  de  trabajos;  de  modo  que  su  solp  nom- 
we  es  la  náejor  garantía  del  t>uen  écsitodela 
en^presa.  Tiene  el  o¿o  aieofetumbmdo  á  las 
perspectivas  d^  los  imnteíKjlbles  autógrafos , 
para  conocer  y  «ipi^eciar  ^u  rnipokanficia,  ^r 
la  plena  posesión  en.^e.se  halla  de  nuestras 
primordiales  cuestiones  de  limites  y  de  tan- 
tos puntos  y  ddtidÍM  oscuros  de  te  vieja,  bis- 


.   -  71  - 

torta  arjentina  que  un  documento  felizmente 
encontrado  basta  muchas  veces  para  bañar 
con  la  claridad  de  la>  certeza. 

Este  primer  volumen  no  contiene  únicamen- 
te documentos  hasta  ahora  inéditos,  sjinó  tojo^- 
bien  serios  estudios  del  aulor,  en^re  los  cua- 
tes sobresalen  los  q\ie  llevan  por  tí^tulo; 

Diego  Qaroia  primier  demibridor  del  Rio 
de  la  FlOftaj  tierras  de  Entre  Rios,  límites  de 
8nntaFéjlimiiesargentino'-chilmos>  Del  pírir 
mero  de  ellos  se  ocupa  el  Annario  en  al  núm6' 
ro  108  por  iiaberse  impreso  separadamente. 
En  cuanto  á  los  demás,  poco  pu^e  agregar- 
se á  las  a|»neciaciones  jenerales  emitidas  acer- 
ca de  Ija  com^petencia  ytóborioBÍdad  del  Sr. 
TreJles  que  no  avanza  un  juicio  sin  presentar 
ftl  lado  la  prueba  dé  su  razón.  En  la  cuestión 
de  límites  con  Chile  el  Seüor  Trelles,  como 
todos  los  qae  la  han  estudiado  á  fondo,  com«- 
hatió  enérjicamente  la  ignoncúnia  del  pacto 
JPierrth'S^Jtrrateay  después  de  haber ^bhoadQ 
algunos  documentos  de  gran  valor. 


,  Jf)B-^j^^jo  aobr^  la  Wstori^  de  la  Oon»íiíttt»^ 
giop  ^rgeptm^,  ppr  Adolfo  SaííPiás,  Biienos 
Aires,  Impré.ntai  y  librería  de  Mayo,  de  O, 
g.asavsaifi,  I^eruJl^.  1879.    Bn  8>,  358  ps. 


£1  liboo.  áeÍL8eAor  Saldi^  seria  otílí^imo 


-  72  - 

para  la  juventud,  si  no  hubiese  sido  escrito 
por  el  señor  Saldias. 

Y  esto  que  digo  no  es  una  frase,  ni  muoho 
menos  un  juicio  aventurado.  Es  impos¡t)le 
que  un  historiador, — lo  mismo  que  un  crítico, 
pues  en  buena  lójica  debieran  casi  confun- 
dirse sus  funciones,— haga  abstracción  de  su 
persona  y  escriba  objetivamente,  cuando  naás 
necesidad  hay  del  sujeto  que  juzgue,  que  es 
ponga  razonada  y  concienzudamente»  con  cri- 
terio sano,  las  doctrinas  en  aue  sintetiza  los 
hechos,  los  hechos  que  se  deducen  del  ítnéli^ 
sis  de  las  doctrinas,  según  los  casos  y  los 
métodos.  Por  eso  cualcfuier  escritor  puede 
entr<»garse  á  trabajos  de  imajin ación;  pero  no 

Euede  cualquiera,  por  bien  preparado  que  se 
alie,  entregarse  á  trabajos  ae  crítica  y  de 
historia:  su  indispensable  y  primer  requisito 
consiste  en  poseer  las  condiciones  de. espíritu 
gue  deben  producir  la  imparcialidad  eü  el 
juicio,  la  serenidad  ea  la  observación,  la  apre* 
ciacion  desapasionada. 
Muy  aventurada   es  la  aseveración  delo^ 

^ue  dicen  haber  dejado  fuera  del  recinto  del 
iongreso,  lejos  de  la  mesa  del  polemista,  los 
zapatos  cubiertos  por  el  polvo  de  las  ajitaciones 
eolíticas  y  de  los  odios  indurados,  como  dé-^ 
aban  loa  antiguos  sacerdotes  en  el  atrio  de 
os  templos  las  sandalias  cubiertas  por  el  pol- 
vo del  camino;  y  no  pasa  de  una  galantería 
halagadora  soponer  en  el  crítico  ese  ideal  de 
independencia.    €onfedem(f8>  niüeistpai  ftdta  de 


-;•  73  — 

dominio  sobre  nuestra  propia  naturaleza;  y  sí 
un  rencor,  una  prevención, un  prejuicio  se  alza 
y  parapeta  en  las  celdas  de  nuestra  intelijen- 
cia,  huyamos  de  tomar  la  pluma  del  literato 
ni  el  buril  del  historiador^  sopeña  de  hacer 
mu(;ho  mal  pudiendo  haber  llegado  á  hacer 
muchofcien:: 

Adolfo  Saldias  tiene  un  alma  ardiente,  en 
ebullición;  ufi'alma  capaz  de  la  abnegación, 
tiel  entusiasmo  ideal;  pero  incapaz  de  subli- 
marse &Iá  lmpa;rcialidad  severa  del  hisioria- 
tior.         ■'  '    ' 

Sü  libro  es  un- trabajo  serio,  detenido^  pro- 
fundo. Hay  mérito  teal  en  muchas  de  sus  pa- 
jinas de  an^^lisis  histórico,  hay  rectitud  filosó- 
fica en  mu<5ha8. de  sus  conclusiones,  hay  so- 
bre todo,  acopio  notable  de  datos,  detalles 
interesantes  y  poco  conocidos,  rasgos  que 
revelan  la  preparación  y  el  estudio  del  autor. 
Sus  fuentes  son ,  por  lo  regular,  seguras  y 
dignas  dé  fé;' ha  puesto  á  contribución  las 
publicaciones -periódicas  de  las  diversas  épo- 
cas que.  recorre,  dsesde  la  revolución  hasta  la 
instalación  del  congreso  federal  arj entino  de 
1862;  ha  dado,  ea.ñn,  á  su  trabajo  un  interés 
que  pocos  otros  del  mismo  j  enero  consiguen 
alcanzar. 

«...  Obra  de  jeneraliz  ación,  dice  el  eminente 
publicista  Saimiento ,  de  fíhacion  de  ideas , 
principiando  jyor  el  primer  jérmen  arrojado 

Sor  la  revoiucioa  de  1810,  y  que  sigue  en  su 
esarroUo  reajnudando  el  hilo  que  parece  rom- 


■m  74  - 

fjerse  á  veces,  Jlenando  vacíos  quB  reclama 
a  lójioa,  y  apartando  escollos  6  de^^viacioaes 
que  traen  los  hechos  ó  la  acción  individua, 
razonándolos  y  esplicándolos,  como  Sii  óber- 
deciesen  á  una  teoría  antagonista,  hasta,  llje- 
gar  4  nuestros  tiem^pos  y  darnos  la  ras^oi^  /Íís 
nuestras  instituciones  y  la  ley  histólrica  jq^ 
las  rije.)> 

El  estudio  de  Rosas,  que  un  ¡escpitór  weti- 
ouloso  ha  caliñcado  de  a^almtí^  tomándolo  (jle 
pretesto  para  poner  en  duda  »el  Jiberalisii^p 
del  autor;  el  estudio  de  Rosas,  desde  su  í^pnr- 
-rioion  en  la  vida  pública  ihasta  su;Cáida,  la 
dirección  de  la  sociedad  árjefltÍQa  durantie 
ese  largo  período,  es  la  parte  flftejop  sosteni- 
da, mejor  desenvuelta  y  más  ¡eientífioa  dé 
toda  la  obra:— «el  gobierno  fuerte  dé  Rosiais 
«no  tuvo  su  oríjen  en  tal  ó  cual  acontecimien- 
«to  aislado,  y  producido  por  los  errores  de 
«tal  ó  cual  hombre:  fué  una  evolución  lento, 
«natural  y  progresivamente  trabajada  SQbñe 
«bases  inconmovibles.  Rosas  fué  el  repren 
asentante  jenuino  de  Una,  época  que  no  se  há- 
«bia  sucedido  todavia,  pero  que  necesaria- 
«mente  debía  marcarse  alguna  vez  en  ñtiés- 
«tra  sociedad,  dada  la  cdmposicion  >  de  ésta* 
«En  una  palabra,  Rosas  fué  la  enoaraaeíofi 
«viva  y  palpitante  de  los  sentimientos,  de  las 
«ideas,  de  las  aspiraciones  denuestraiscám- 
cpañas,  que,  oon  él  ala  cabera, se  iupípusíe- 
«ron  por  ppin>era  veza  la  provincia.))  :  j  • 
En  medio  ée  todo,  y-iaúnipamel  qfuele- 


-r  ;75  - 

yesQ  completamente  ¿ciegas  ^el  Ensayo  sobre 
la  historia  de  la  Gonstitucion  Arg^^ntina,  el 
estilo  que  en  ella  campea,  Ueoo  de  reticencias, 
agresÍYo,  poco  menos  que  insultante,  con  pár- 
rafos que  parecen  ¡tomados  de  La  lantrney 
sería  sufíojente  motivo  para  dudar  de  la  vera- 
cidad dé  la  esposicion,  porque  lo  es  suflcifiote 
también  para  hacer  creer  en  la  parcifilidad 
del  escritor. 

£1  libro  contiene  errores,  falsa3  deducciones 
7  necesariamente  contradicciones  que  no  han 
podido  quedar  bien  disfrazadas.  El  resumen 
por  ejemplo,  del  capítulo  IX  que  trasQri.bí  ex 
professo^y  que  es  la  síntesis  del  estudio  sobre 
Rosas,  cae  deshecho  ante  un  párrafo,  en  que, 
porhacer,culpable  la  alianza  de  Dorresfo  con 
Rosas,  se  presenta  á  aquél  en  ese  acto  como 
caubrt  prócsima  ó  remota  de  una  tiranía,  de 
la  que  se  acaba,  sin  embargo,  de  afirmar  que 
no  era  producto  de  los  errores  de  tal  ó  cual 
hombre. 

Si  me  fuera  dado  detenerme  en  observacio- 
nes semejantes,  podría  decir  mucho  sin  salir 
de  Dorrego,  cuya  supnesta  enemistad  con 
San  Martin  ha  desmentido  el  señor  Pelliza, 
como  ha  desmentido,  también  que  pasase  á 
Artigas  las  bases  para  el  Congreso  federal  de 
Paisandú.>  Dorrego  es  en  toda  la  obra  el 
tipo  dibujado  con  líneas  más  incorrectas,  con 
contortios  más  it)decisos:  ora  ambicioso,  ora 
desinteresado;  tan  pronto  un  talento  escepcio- 
nal,  como  un  charuitan  de  pl^za  pública.  Di- 


-"76  - 

ríase  que  el  autor  ha  titubeado  al  esbozar 
esa  hermosa  cabeza,  una  de  las  dos  cabe- 
zas más  simpáticas  de  nuestra  revolución, 
que  aparecen  como  intelijencias  jemelas  en 
los  destinos  de  la  patria:  Moreno  y  Dorrego. 
Un  libro,  no  obstante  defectos  capiíales, 
puede  ser  apreciado  bajo  diversos  aspectos, 
porque,  lo  mismo  para  las  obras  históricas 
que  para  las  de  imajinacion,  es  ridículo  as- 
pirar á  lo  que  Goethe  pretendía  de  las  últi- 
mas: no  escribirlas,  si  no  han  de  salir  perfec- 
tas. Saldías  ha  hecho  un  libro  importante  y 
demérito;  pero  ha  elejido  mal  la  materia, 
pues  no  tiene  condiciones  de  historiador.  De 
ahí  las  imperfecciones  de  su  tíabajo. 


108— Historia  de  los  gobernadores  de  las  uro- 
vinoias  argentinas.'  1810  á  1879.  Precedida  tde. 
la  cronologia  de  los  adelantados,  gobernado- 
res y  vireyes  del  Rio  de  la  Plata.  1535  á 
1810Ü  Por  Antonio  ZiNNy.  Tomo  I-Provincias 
litorales.  Buenos  Aires.  Imprenta  y  Librería 
de  Mavo,  de  C.  Casavalle,  editor,  Perú  115. 
1879.  Én  89,  CIII  y  620  ps. 


El  Señor  Zinny  es  conocido  entre  no$;Otros 
por  varias  obras  de  grande  utilidad  y  títvilos 
no. menos  orijinales  que  ha  dado  sucesiva- 


—  77  — 

mente  á  luz  y  que  prueban  su  incansable  la- 
boriosidad y  el  deseo  qiie  lo  anima  de  hacer 
fácil  á  las  últinas  jeneraciones  el  sendero 
enmarañado  de  nuestros  tiempos  viejos. 

En  las  épocas  normales  de  la  vida  de  los 
pueblos,  la  juventud  es  siempre  lijera;  vive  á 
prisa,  pero  descansadamente,  maellemeote, 
con  el  sÍDaritisinodelaintelijencia,sin  preocu- 
parse de  los  contornos  que  sé  pierden  en  la 
vaguedad  de  los  recuerdos,  y  apoderándose 
sólo  de  los  rasgos  culminantes,  de  las  pince- 
ladas maestras  que  llaman  á  lit  contempla- 
ción. No  seria  ciertamente  lin  joven  el  que 
consumiese  años  enteros  de  su  ecsistencia, 
inclinado  sobre  legajos  de  empolvados  impre- 
sos, para  prbdücir  la  Efemeridografitu  Argí- 
rométropotttana,  ni  se  hubiera  tampoco  un 
jóvén  encerrado  en  los  archivos,  hundídose 
en  el  torbelliilo  dé  los  rejistros  oficiales,  y 
sondeado  la  memoria  todavía  fresca  de  los  an- 
cianos, para  entregar  á  los  espíritus  neglijen- 
tes  ese  resumen  de  erudición  histórica,  cuya 
primera  parte  se  ha  publicado  en  los  últimos 
meses  del  año  1879.   '  • 

El  Señor  Zinny  lleva,  pues,  á  cabo  una  em- 
presa meritoria;  y  el  mismo  tributo  de  agra- 
decimiento que  le  rendimos,  nos'  autorizía  á 
ser  tanto  mas  severos  con  ella  cuanto  que 
creemos  poder  hablar  sin  prevenciones  y  has- 
ta con  parcialidad  de  aprecio  por  el  autor. 

La  Hütoríd  de  los  gobernadores  ño  pasa 
de  una  crónica.    Este  ha  sido   también    el' 


-78- 

rasga  característico  de  las  producciones  an- 
teriores del  señor  Zinny;  pero  este  libro  posee 
en  mayor  grado  q^é  los  otros  él  sabor  de  las 
antiguas  Crónicas,  con  sus  detalladas  narrar^  ; 
cipnes, ,  con  sus  referencias  á  los  aconteci- 
mientos ya  comentados^  coa  sus  répeíicioneá 
freíJue.ates,.con  la  monotpnia  y  falta  de  tíió-  ^ 

vilidad  d!esu  estilo.  .,,!•,. 

j  Yoíyed  las  hojas^  y  hallareis  la  [leiieí'aéion'  ; 
de  ios:  hechos^  el  ovo  gemino  ^  de  caíaa  suceso 
con  prodigalidad  abruniádorá  dé  dátosi  capa-  . 

ees  de  satisfacerla  más  ávida  curiosidad.  T*ío  * 
es , tilicamente  un  libro  de  consulta,  sino  tam-' 
bien  un  libro  de  estudio,  y  laún  lo  seria  de 
smoiena  literaturí^^  si  ^u.  forwa.  poco  artí^- 
ticot  no  causase  repulsión  á  los  lectores*  fri- 
volos. ,      , 

Tanto  la  época  turbulenta  del  año  20,  como 
la  larga  cadena  de  acontecimientos  que  enjen- 
dró  y  mantuvo  los  horrores  dé  lá  tírania, 
están  diestramente  desenvueltos,  con  todos 
sus  detalles,  con  todas  sus  peripecias;  bien 
narrados,  mejor  unidos.  No  es  dado  afirniáí* 
lo  mismo  de  los  hechos  más  recientes,  pof 
ejemplo,  la  revolución  del  74  y  otros  semejan- 
tes, pues  el  corazón  del  partidista  se  sobre- 
Sone  frecuentemente  en  ellos  á  la  voluntad 
él  historiador,  de  una  manera  ecsajerada  y 
chocante.  Algunas  anécdotas  y  rasgos  poco 
conQQÍ4ps  de  varios  de  nuejstros  Tíomoras 
p^biíco3:  sirven  para  completar  él  esbozo  iSfó 
su  respectivo  carácter,  qué  la  forma  esciusi- 


—  79  — 

vament©  narrativa  de  la  obra  no  permite 
profuitdízar.  Recuerdo  uno  de  Lavalle,  que  no 
puede  pintar  me^ot  el  escasó  temple  de  su  almc^ 
y  las  vacilaciones  de  que  era  presa:  Corre  el 
afio  triste  de  ISiQ;  liavalle  toma  la  ciudad; 
de  Santa  Fé,  defendida  por  el  jeoeral  Garzón^ 

Suién  no  tiene  inconveniente  en  rendirse  cuan* 
o  Rodrigue  deli^resno  asegura  al  coronel 
Acuna  qué  en  pvu^a  de  amistad  para  con  el 
jeneral,  leconcede^.'á  él  y  ásus  oficiales,  salir 
con  los'  honores  de  la  guerra.  Los  jefes  ven- 
cedores piden  áLaValle  el  fusilamiento  de  los 
jefes  prisioneros,  y  él  les  dá  esta  contestación 
del  tamaño  de  su  intelijenoia:  cPor  qué  no 
los  han  muerto  vds.  cuando  los  tomaron? 
Aún  tengo  sobre  mi  corazón  la  muerte  de 
DorregolT»  Una  nueva  Comisión,  presidida 
por  el  coronel  Vega,  insiste  cerca  de  Lavalle 
en  que  los  jefes  prisioneros  sean  pasados  por 
las  armas,  y  élatccede,  como  siempre,  á  ha- 
cer el  sacrificio  de  las  vidas  de  los  venci- 
do^ en  hoidcausto  de  la  libertad !  Pero,  por 
suerte,  vuelve  todavía  sobre  sus  pasos,  ater- 
rado por  las  consecuencias;  y  el  jeneral 
Garzón,  el  gobernador  Méndez  y  los  de- 
más jefes  y  oficiales  rendidos*  en  Santa-Fé, 
deben  su  vida  á  lo  que  Dorrego  debió  su 
muerte. 

El  autor  se  ahorraría  muchas  pajinas,  si  evi- 
tase la  repetición  fatigosa  de  hechos  en  la  tran- 
sición de  un  gobernador  á  otro;  lo  cual  daría 
también  á^  la  ésposicion  la  soltura  y  basta 


—  80  — 

cierto  punto  la  elegancia,  de  que  carece.  Pero 
tomémosle  tal  como  se  nos  presenta,  pues  ha 
querido  hacer  una  verdadera  relaciona  eii  la 
que  resaltan  todas  sus  buenas  y  malas  con- 
aiciones  de  escritor,  y  nó  una  obra  de  histpria 
ni  un  trabajo  de  reconstrucción,  superior  pro- 
bablemente á  sus  fuerzasj  aunque  no.lo.seaái. 
los  muchos  conocimientos  qué  ha  sabido  ate- 
sorar. No  deja  de  ser  un  gran  mérito  prc^n^ 
tar  al  público  obras  de  carácter  definidQ,es- 
,  capando  así  á  Ja  crítica  que  Jiacia  Liarj^a;  de 
los  autores  que  «no  sabiende  deslindar  la  cró- 
nica de  la  historia,  la  bistoria  déla  novela^ 
llenaron  muchos:  tomos  sin  llegar  á'hi^Q^  ua| 
solo  libro.»  :/  í/  ;^' 


107— Diocionario  biográfico  nacional  que  dqú-  • 
tiene:  la  vida  de  tpdos  los  .Hombres  de  .as- 
tado, esc  rilo  res,  ppétas,  militares  e|»c.,  (fédle-/ 
cidos)  que  han  tigurado  en .  el  país  (^es,de.el,| 
descubriaiienio  hasta  nupstro^  4i^s,.pór  C,íí^B-y^ 
LOS  Molina  Arbotea  y' SERyANDo\  García"* 
.(ahogados)  Tomo  I— entrega  Ill-rletira,  C*  j 
tomp  1  entrega  IV — letra  E).  Buenos  Aíré¿. 
Imprenta  de  ivt.  Biedma,  calle  Belgrand'  pq-^^ 
mero  Í33  y  135.  Í879.  En  4°,  8Q  ps.,cada  ^ 
entrega.  ...  .     '     ,  .    ' 


I  í> 


•  «Gada  vez  que  he  tenido  qne  con3i4it«6i6Í 


—  81  — 

Diccionario  de  comtemporáneosny  dice  Adria- 
no Marx  hablando  de  V'apereau,  «me  he  pre- 
gantado  cómo  lia  conseguido  su  autor  recQ- 
jer  tan  diversos  documentos  sobre  tan  nu- 
merosas personas.»  Y  si  esto  asombraba  al 
critieo  eu  un  pais  donde  se  pagan  las  letras 
hasta  permitir  que  el  misado  Vapereau  organi- 
ce una  verdadera  oficina  de  ínvestigacípn  y 
maíitenga  ajentes  en  las.princi  pales  naciones 
del  mundo,  para  averiguar  la  ^echa  esacta 
dd'  naiíimiento  de  fulano  y  zutano,  qué  dire- 
mos de  los  que  entre  nosotros  echan  sobre 
su6r  hombros  la  .  árdu€^  tarea  de  desenterrar 
1^  circunstancias  .  de  la  vida  de  hombres 
fallecido^,  respecto  dejos  cuales,  rnuqhas  Vjá- 
ces  no  se  encuentran  otros  datos  que  loa 
chismes  de  comadres  ó  los  recuerdos  de  yie-' 
jos  agriados  todavía  con  la  política  dé.  su 
tiempo?.  .        ' 

í  Pu^de  pasar  que  po  tengamos  historia, 
porque  las  pasiones  no  se,  calman  de  la  noche 
á  1^  ínaijana,  y  los  rencores  se  haceh  tWdi-. 
cioaales  por  varias  jeneraciqpes  cuando  el  es- 
píritu débil  recibe  la educacioade los  recuer-^ 
dos  sofíssticos.  En  el  año  Í88Ó  yiyen  los  Ri- 
jos de  las  figuras, luminosa?  ó' suinbrias,  del 
awi,.l'b2i)  para  adelante^/y  ¿^rhisip/iador  más 
iad«pep.dieute  prefiera.  Qenirs.^á  la  cróhidá, 
áftte^^que  .herir  susceptibilida^des  de  familia 
dedupieí)d.Uy  en  forma  de  lój  i  cas  consecuien- 
cia^,  la.^ta  tílosofi^  de  lósj  hechos  qué  espo; 
ne. .   P,ef¡o  no.  es  perdonable  que  corezcáníós 


-82?  — 

dé  biografiá,  de  eáa  rama  personal  ó  variedad' 
de  la  historia,  de  ésa  abstracción  de  indivi^- 
dualidades  que,  en  vez    de  limitar  el  campo. 
dél  escritor,  le  permite  récoirrer  inmensos  pcK-* 
rfódbs'    históricos  apoyándose  en  la   narran  i 
cidn    sensata  de   las  acciones  individuales;  • 
poi^que,  según  afirma  Nodier,  en  la  •  eesistea>*i  i 
cfa  aé  un  honlbí*e  puede  encerrarse  la  histo** 
ria  dé  los  progresos  del  pueblo  en  medio  áei 
ctíal.  ha  vivido.    Todos  conocen  los  bello^i' 
cu€|.(ít'os'dél'Dr.  D.Juan  Mftrra  Gutiérrez,  mow 
déíós  en  eSte  jénefo,  y  deótfos  qiie  lo  haln  se**! 
gi:udQ.    Nada  digo  de  la  RMoria  de  Belgroh- 
wb,  pues  eíla  no  es  -  tanto  la  vida  del  nobfe 
milítg.r^  como  el  estudio  dé  la  épocár  entera 
dje  nuestras  gítindes  glorias. 

Hacia  falta  algo  más  propio  para  la  jén©- 
raíidad,  marluable  y  al  alcance  de  todas  las 
intelij'encias  y  de  todos  los  bolsillos.  Creo 
que  de  las  naciones  adelantadas  de  Europa 
sólo  España  no  tiene  un  diccionario  biográ^ 
fleo  de  sus  contemporáneos;  pero  nosotros 
no  lo  teníaitios  tú  dé  nuestras  jeneraciones 
pasadas,  y  estábamos  sometidos  á  las  el^pe-^  ^ 
culaciones  de  Cor'tés,  cuyo  Diccionario  büh* 
gráfico  americUno,  no  contento  Cdh  terjiver- , 
sar  los  hechos^  ahorrarse  las  noticias  más 
indispensables,  qué  íio  se  ha  preocupado  en 
lo  más  mínimo  de  inquirir,  aumentar  hasta  en 
diezañoé  la  edad  dé  péi^sonas  aún  vívas^  y 
otras  iniquidades  del  áiismo  jaez,~cambia  él  . 

secso  de  Trinidad  Ouevara^  la  distinguida  ací^  J 


—  85  — 

triz  qiié  n'u'óstros  abuelos  han  aplaudido,  <5on- 
virtiéndola,— cosa  que  ni  él  omnipotente  Par- 
lamento inglés  se  atrevería  á  intentar, — en 
«ún  célebre  actor  de  iluésíro  teatf ó.» 

A  eso  ha  estado  íédücido  el  púWicó,  y  &, 
eáo  estaría  reducido/  si  tres  jóvenes  abo-' 
gáfto$,  animados  del  aliento  de  reparación 
que  caracteriza  nüestfá  actividad  intelectiial, 
no  hubiesen  empréi^dfdó'  en  1877  la  confecJ 
cion  de  iiñ  Dibcionarío  biográfico  fmdonaty' 
la  obra  dé  máj^or   üíilídétd  jén'eral  qne  •  han' 

Eodido  ideai*,— que  apaféce  p'oi^ '  éátí-^ás  y 
á  llegado  yáá  la  léti-á'  1>.  Eñel  a«o>1879 
se  han  publicado  íásréñti^égas  tercera  y  txíAt^ 
ta:  C  y  D,  El  boótóV  Apolináríó  «•*  CaSábal 
sé  separo  de  íá  dirección  dé'ápaes  Üe  Ifet  según- 
dk  éiítregá,  quedandor  soloé  los  doctor^fe  'Car- 
los Molina  AíTotea  y  Servando  Gahciá. ' 

E'ste  diccionarío  contiene  únifcaménte  los 
nombres  délas  persorias  que  han  faWeeidd. 
No  sé  si  esto  es  una  garantía  para  los  es- 
critores; pero  lo  es  indudablemente  para  los 
contem{)oráneoS;  que  encuentran  siempre, 
como  dice  Alfonso  Karr,  demasiado  breve  su 
artículo  y  demasiado  estenso  el  de  los  demás. 
Las  spcias  de  la  comedia  francesa  solicita- 
ron de  Vapereau  que  eliminase  de  su  libro 
la  edad  de  todos  los  artistas  del  teatro  Mo- 
liere. Y  no  se  tome  esta  ecsijehcia  como  un 
paso  propio  del  secso  femenino,  pues  se  ase« 
gura  también  que  muchos  hombres  ase- 
dian á  los  tipógrafos  encargados  de  componer 


-r-   H   — 

ese  diccionario,  con, él  objeto  de   obtener  á 

f)recio  de  oro.  que  modifiquen  los  pasajes  re- 
atiyo3 '  á  sus  f )ersonas. .    Vanitas ! 

El  retardo  oon  qpe  han  aparecido  las  últi- 
mas entr0gas  acusa  ur^  sérip  estudio  de  pai- 
te de.  los  .^.lirtor^s.  de|l  D^Qionario  (>iogr(ifíco 
naoimO'l,  y  ei?  QÜas  se  ei^icuentrau,  jnduclfiv- 
bleoieut^  la^s  más  detenidas  y  meditadas  bio- 
gcafiaa  de  /cua^ixta^  h(in,pu^Iicado  hasta  ahora 
La  obra  ^  lepta  y  de  labor  constante;,  pero 
el.paiS),l^s  ,4eberá  la  .prij»era  de    sú  jéííf^f'l'O. 
base  ,par^  das  posteriores,  qu^  llegarán  á  tiéjín* 
pe;d^  c^cwpplsar  I03  datos  no  siempre  spg.u¿os  : 
y JftSr ¡apreciaciones  íijepajS  y  sobre  todb  ya- 
cilanl^^  ¿q^p  figuran.  e/isJigUJ^   de  estas  p^-  . 
jiñas;. ; Jbueno  ,©&  oiservaHo,  para  que  n.Q^^e.^ 
to«3^e)i  J(^j3lojips .  por  lispnjas^  porque  «quién' 
todo  lo  alabíi  no  pa^ad^  un  ad^ládo^.  y  \  úni- 
caoieiUe  alaba  biea  el.  que  alp^á  cohrestriQ- 
ciope^,»  Ija  dipho  .VoUaire.  .    ^ 

-    1    1;  .i  '         ''i. ■  .  •       ♦.•      .      ■  .        • 

.lÓÍ-B6squejo''hístonoóacere'i  dól  ciudétdano 
Cárlos'Tejedor  y"  lá* conjuración  dé  1839  (pói*  toN  ' 
republicano).    Con  seis    reiralos  grabados. 
Buenos  Aires.    Imprenta  de' Juári  A.   Alsina,* 
editor,  "iMéjico  635.    1879.     En  8? 'menor  ,con 
gr'arí  márjen,  238  ps."       '  '   •  / 

.-VqUí^ir/B,  qtierí^  que  el  hi-^toriador  fuese   íi^ 


.  —  ;85 — 

lósofo.  Antes:  que  él,  los  aiitigubs-retÓFicos  le 
ecsijian,  como  indispansableicondicion,  la  más 
completa  imparcialidad  en  sas  ^esposicíQDés; 
y  Nioole  ha  podido  aseverar  (jué  ^todijhbiííojfi^- 
dor  es  mefitirosQ,  .peno  nftfíOti  roso .  de  >  b  ue  na  fé. 
Thiers  ffeasirtney  condoja^aila   eiiie!5jrt¡Qi>  «n 
la  introduocion  ú  tomd  t  Xlíi  de,. su  Mtsf^ria 
del  Consulado  y  el  Imperioi.  «Nq  ha^y  üii^  cmtt- 
Irdad  esencial  que^deJbeídíwstiQguir  :al  hi$Wria- 
dor,  y  que  coQStituye  sü  \  verdadera; í^upefií)- 
ridad?    En:  mi  opinioa,esía  cualidad»  jes  la  in- 
telijencia.»     . 

If.bieu:  uiD  Jibro  pamaK^n  que  taJ.  ^^^  na  se 
miente,»  pero  se  fuerzan  ios  .bpdiosí  un  libro 
de  crónica^  ¡siajespírituñlQsóftcio  nijiíistórieo, 
no  obstante  la  idaa  .preQóiicebida  OQQ,  que^ba 
si doí  escrito;  un  libro*  qA^pone  de  manifiesto 
la  falta. ide  opacidad  d^.^su  lautor,,  es  todjQ  lo 
que  se  quiera  0i4íJos!uy,ljbrO)de.hi^tQi:ia,  !; 

El  autor  del  Bosquejo  feísitó neo  .ba.^Q^Oa- 
do  su»vidá  Preval  ver  los :  $iveh¿vic)s  en  4)^usca 
de  doícumentos  interesantes:  :|[p3  ««refQrentes 
ala  conjuración: de  1839»»,  cootejn|iilQ^  i©í\. el 
«Anexo»  del  libro  de  queíiae  oqupo,  son  ver- 
daderamente curiosos.  Rerp.no  $ab,e  valonar 
los  docunaentos  que  llegan  á  sus  manos;  oq, sa- 
be graduar  su  importancia  relativa  ó  abso- 
luta; no  sabe  desprender  tampoco  las  con- 
secuencias lójicas,  porque  los  docup^entos  son 
para  él  premisas  y  consecuencia;  y  si  «^llo^  no 
ecsistiesen;  diria  lo  mismo  que  ha  dicho,  y 
que  se  habia  propuei4o  decir  aún  antes   de 


^,«6  — 

¿miocer  los  documerrtos  que  publica.  En  una 
--palabrA:  está  muy  lejos  de  llenar  las  condi- 
ciones que  Voltaire  y  los  retóricos  hauíeosi- 
Í'ido  del  historiador :  nres^  profundo,  ni  merecen 
é  sus  asertos  Cuánto  mayor  servicio  pr«&- 
taría  al  pais  limitándose  á  ofrecer  sin  cp- 
mentaríos  los  materiales  históricos  con  qua 
-toa  sabido  enriquecerse  I 

'•  La  parcialidad  del  airtor  resalta  en  este 
-•libro  más  que  en  otro  alguno.  Tejedor  es 
«Una  ñgura  secundaria  en  la  conjuración  de 
1839.  Maza  es  el  alma,  es  todo.  Tejedor  se 
inuda  un  pantalón  á' tiempo;  nada  más  lo 
distingue  de  los  otros  conjurados:  ni  superio- 
ridad de  valor,  ni  superioridad  de  intelijencia. 
'  «Sin  embargo,  el  libro  lleva  el  titulo  poco  eas- 
'tizo  de  «Bosquejo  histórico  acerca  del  oiuda- 

•  daño  Carlos  Tejedor»,  y  todas  sus  pajinas 
tienden  a  colcrcar  los  incidentes  sin  trasera- 

'  dencia  de  la  vida  de  un  hombre    sobre  los 
^hechos  primordiales  de  la  vida  de  un. pueblo. 
£1  ciudadano  Carlos  Tejedor  oeupa  3a  pri- 
'  mértnajlstratura  de  la  Piovincia;  ¡y    su  hío- 
• '  grafía  escrita  por  un  republicano  se  presentó 
á  guisa  de  argumento  en  favor  de  su  candi- 
datura á  la  primer  majistratura  de  la  Nación. 
-•'Cuánta  razón  tiene  Nicole I  y  cuan  acertado 
■'  anduvo  en  no  hacer  otro  remiendo  <á  suiíra- 

•  -se,  para  afirmar  qú^e/io: hay  historiador  men- 
tffoáo  de  fé  dudosal:  * . .  ' 


•  I  ' 


109— rl^mériJetaiQerioiíQaa  reicoi^la4as  por 
Pbdbo  RivAs.  Rosario.  Imprenta  de  El  C:Q- 
meroío,  Libertad  305.  1879.  En  ISm^yor, 
XI  y  761  ps. 


Las  Efemérides,  ciVyo  ti])OS  clásicos  son  los 
Faitos  de  Ovidio. en  la  antigüedad,:  y  el  póci- 
ma de  Lemierre  en  la  ecUtd  modefoa,  ¡tienen 
«n  grave  inconveniente  para  servir  de  foirnia 
histórica:— la  falta  de   método  y  las  caasi- 

-tantes  soluciones  de  cootínuidad  que  aehem 
neeesariamente  ofrecer  al  lector^  impidieadto 
todojénero  de  apreciaciones  y  apareoiendor- 
tal  es  su  caráxiter — como  crónicas  truncadas 
al  día.  No  obstante,  se  ha  usado  de  ollas 
muchas  veces,  j  con  especialidad  entre  aoso- 
tros.    Sirven  para  mantener  vivo  el  patriotis- 

•mi»  con  el  recuerdo  de  las  glorias  pasadas  y  de 

-los  hombres  que  supieron  adquiiif}as,¿idan 
hoiu  por  hora  cuentoide  Jos  aeontecimientos 
lejanos  y  obligan  ale$pínttu  á  meditar,  sobre 
ellos,  precisamente  al  cumplirse  su  aniversa- 
rio.   Algmia   ventaja    grande  dehiaiji) ¡tener 

^  ctiundola  Iglesia,  >tan  cuidadosa  de  enuplear 

.  )os  medios  más  efíd^tcQs  ipara  la  realiza^sion 
deisus.pre(pósito8j  se  ha  servido  de  las  efemé- 
rides eaio  que  ella  titula  martirolífgiúy  Qwyo 

-MBúmen  pubHcan  los  almanaquesi 
' 'ifTodOiiacontecimiento    im^poptíarnte  en  los 

fanales  de  líina  naeion,  dioe  ÁJibfift  de  VitDy, 


\ 


*-  88  -- 

ha  podido  entrar  por  su  fecha  en  lás'efeiriéri- 
des;  y  los  hombres  eminentes  por  sus  virtudes, 
sujenioó  sus  talentos,  los  homibnes  cuyas 
obras  ó  acciones  han  honrado  á  su  país  .y  á 
la  humanidad,  han  tenido  derecho  de  figurar 
en  esos  rejistros  cotidianos,  en  la  fecha  de  su 
muerte  ó  de  su  nacimiento.» 

Entre  nosotros,  todos  los  trabajos  de  áste 
jénero  se  han  limitado  ala  América  ó  á  loque 
con  ellasé  relacicma  y  aun  mucbos\íi%iüameaté 
ala  República  Arjentina.  •  Varias publicaoior- 
nes  periódicas  han  formado  efemérides. '  ame- 
ricotas,  La  antig^ia  iímsía  de  Buenos\Ai^ 
re6,'  dirijidapor  los  Doctores  Vicente  G  l^iift- 
sada  y  Miguel  Navarro  Viola,  las  cbn^tieae 
abandaBtemente  en  muchos  de  sus  tonaos ;  y 
algunos  diarios  acostumbran  darlas,  inme- 
diatamtíñte  después  del  santo  del  dia  óníma- 
naque  con  que  encabezan  su  primer:  columna. 
'  ía  recopilación  ^el  señor  Rivas  es  hecha 
i  0¿>n  4)astánÍ8'»ciertOi  ílpa^entemente..cotaplJ8- 
ta,'y,  lo -que  es  máé  difícil  que  nada,  impaíPcidl 
'  fen  la  esposicion,  aunque  llega  hasta  lo8,últi- 
mos  años  y  habla  de  los  recieates  acorttü- 
cinniietítos  del  pais.  Hago  notar  esta  buena 
condición,  por  ser  casualmente,  laque  menos 
se  encuentra  por  lo  regulan  Así  el  señor  Zinny, 

Sueha  escrito  casi  todos  sus  libros  en  iWrma 
e  efemérides,  ha  publicado  este  mismo  año  el 
primer  tomo  de  Los  gobernadores  de  Provm- 
eta,  nM06— mostrcuido  en  él  una  acerbik  par- 
cialidad respecto  de  los  hechos  prócsimbs   y 


-  89  — 

para  los  cuales  está  vivo  todavía  el  sentimien- 
to de  partido.  El  señor  Pedro  Rivas  ha  salva- 
do el  más  serio  de  los  escollos  con  que  puede 
tropezar  un  investigador,  y  su  obra  es  re- 
comendable bajo  este  concepto.  Su  reco- 
pilación metódica  contiene  cerca  de  4000  ar- 
tículos de  hechos  notables  que  se  han  pro- 
ducido en  las  diversas  naciones  del  nuevo 
mundo,  y  termina  con  un  índice  alfabético 
bastante  minucioso,  que  la  hace  muy  manua- 
ble. Es  un  libro  escrito  con  claridad  y  sen- 
cil]e2í':  en  el  lenguaje  de  la  historia. 


PfiDAGOJIA-FILOLOJIA 


110— Oolegios  Nacionales.  Disposiciones  ge- 
nerales vigentes.  Publicación  oficial.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  El  Nacional,  Bolívar  65  v 
67.  1879.  En  8.%  84  ps.  ^ 


111— Decreto  nombrando  inspectores  de  la 
educación  común  en  las  provincias,  é  instruc- 
ciones dadas  á  éstos  por  la  Comisión  Nacio- 
nal de  educación. 

Presidente— D.  Palemón  Huergo. 

Vice- Presidente— Dr.  D.  Benjamín  Victorica. 

Tesorero -D.  Anjel  Estrada. 

Secretario— Dr.  D.  Pedro  Quiroga. 

VOGALBS. 


Dr.  D.  J.  J.  Montes  de  Oca 
Dr.  D.  Carlos  Berg. 
I>.  David  Lewis. 


Dr.  D.  Anjel  Casarei. 
Dr.  D.  Luis  Sauce. 
Dr.  D.  José  A.  Terry. 


—  92  ~ 

Dr.  D.  Noberto  Quirno  Costa. 

Oficina  de  la  Comisión —Calle  de  Bolívar 
núm.  90. 

Buenos  Aires,  Imprenta  de  J.  A.  Alsina,  ca- 
lle de  Méjico  núm.  635.  1879.  En  8.^  mayor, 
22  ps. 


'  112— IníAbíó  'pí^á^eatado  'al  Síát>t  lílinistro 
de  Instrucción  Pública  por  D.  Feancisco  F. 
Fernandez,  jefe  déla  Inspección  general  de. 
educación,  correspondiente  al  año  1878.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  El.Nacional,  Bolívar 
65  y  67.  1879,  En  49  menor,  104  ps.  Contiene 
34.  cuadros.) 


f     • 


.  I      • 


118— Circular  (particular)  dirigida  for  el  je- 
fe de  la  oficina  de  la  Inspección  General  de 
Eduqacion  álos  Gobernadores  de  Provincia. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Nacional  Bq- 
lívaí^  '6^  y  67.  1879.  En'  16^  bi'ayor,l2ps.  '  ' 


'  I 


ll¡í-**Glólegio  Ñadionál  ;de  Buenos  Aírese 
Memoria  del  Réotor,  corfe^pondiente  ál878. 
Imprenta  de  la  América  del  Sur.  SO^calle 
Alsina— 50.  1879.  En  8?  jnenor,  36  ps  y  «un 
cuadro  del  movimiento  económico  del  esta- 
blecimiento». 


—  93  -- 

íi5-rMótp4p  filpftóficfode  lectura  y  e^ori^nra 
simultaneas  por  Enrique  M,  de  Santa  OLfLLA. 
Libro  primario,  dividido  en  3  cuadernos— d? 
edición.  Editor  Martin  Biedma,  imprenta  calle 
Belgrano  núpieros,133  y  135.  Buenos  Aires. 
Tres  cuadernos  en  89,  el  primero  de36ps. 
el  spgundo  d^  48  y  él  tercero  de  100. 


•fc*^ 


116— Anagnosia  —  Verdadero  método  para 
enseñar,  y  aprendpr  á  leer  con  facilidad  por 
MÁRcqá,  SAStEE,  dividida,  en  .3  cuadernos. 
E^icíion  37*.  Buenos  Aires.  Imprenta  .dé  Pa- 
bló E.  Coni,  editor.  Calle  Alsinanqm.  60.  Treg 
cuadernos  en  8.^  menor:  el  primero  de  16  psi 
el  segundo  de  64  y  el  tercero  de  150. 


U7^E1  Rttdimentista.  Método  para  la  ense-. 
ñanza  de  la  lectura  y  escritura  alternadas  pop 
Emma  N.  de  Caprile.  Tercera  edición.  Bue- 
nos Aires.  Librería  Rivadavia,  Gustavo  Men- 
desky.  Rivadavia  95.  En  8.°,  55  ps. 


i,:   f- 


118  -  Program^a  de  la  Academia  británica 
establecida  el  11  de  marzo  de  1867.  249— calle 
Bolívar— 249  entre  Venezuela  y  Méjico.  Direc- 
tor; Armando  Mialock.  Buenos  Aires.  Impren- 


-  94  — 

/ 

ta  de  la  Minerva.  Florida  96.  1879.  En  32% 
8  ps. 


119— Epitome  programa  de  las  lecciones  de 
literatura  y  estética  de  D.  Manuel  MilA  j 
Fantanals.  Imprenta  de  Pablo  E'.  Coni.  Alsi- 
na  60.  1879.  En  8.o,  63  ps. 


120— Programas  razonados  de  instrucción  pri- 
maria arreglados  al  programa  oñeial  por  S. 
Diez  Morís.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  E. 
Quintero.   Moreno  180.  1879.  En  12.%  152  ps. 


Es  un  complemento  de  los  testos  aceptados- 
Abarca  nociones  jenerales  de  aritmética,  len- 
gua nacional,  lenguaje  y  jeometria,  lecciones 
sobre  objetos,  jeograna,  música,  historia  na- 
cional y  zoolojia. 


121— Reglamento  general  y  plan  de  estudios 

gara  el  Instituto  Mercantil  de  la  provincia  de 
uenos  Aires.  1879.  Calle  Perú  150  y  Mo- 
reno 146.  Buenos  Aires.  Imprenta,  calle 
Moreno  núm.  180.    1879.    En  8»,  20  ps. 


—  95  — 

122 —Tratado  de  leooiones  sobre  objetos  por 
Vicente  R  Fbrrbr,  8.»  edición  reformada  y 
aumentada  notablemente.  Buenos  Aires.  Im- 

K renta  del  Courrier  de  la  Plata.   Calle  San 
[artin  202.  1879.  En8.^  224  ps.  Con  algu- 
nas láminas. 


123— Primeras  nociones  sobre  todas  las  oosas 
al  alcance  de  los  niños  por  Adriano  db  Melcy^ 
antiguo  profesor  de  Paris.  Traducido  libre- 
mente del  francés  al  castellano  por  O.  D.  S. 
Nueva  edición.  Imprenta  y  litograna  del  Cour- 
rier de  la  Plata,  calle  San  Martin  202.  1879. 
En  32.%  52  ps. 

• 

Este  folleto  y  el  libro  anterior  pueden  con- 
siderarse verdaderas  enciclopedias  infantiles, 
El  de  Vicente  R.  Febbeb  es  completo,  en 
cuanto  cabe,  y  contiene,  además,  algunas  lá- 
minas ilustrativas  del  testo,  que  facilitan  á  los 
niños  la  formación  de  nociones  esactas  sobre 
cosas  y  objetos. 


124— Leocioiic3  de  Grama tioa  Castellana  por 
Mábcos  Sastre.  Décimacuarta  edición  de 
10,000  ejemplares,  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
Pablo  JE.  Coni,  calle  Alsina  60.  En  89  menor, 
94  ps. 


96  — 


125 — Gramática  de  la  lengua  castellana  para 
el  i^só  de  los  Colegios  de  las  repúblicas  sud'- 
americanas  por  A.  J.  1?.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  Pablo  E.  Coni,  Alslna60.  1879.  En 
8?,  96  ps. 

Por  preguntas  y  respuestas. 


^  J 26— Elementos  gramaticales  del  idioma  na- 
cional para  uso  de  las  escuelas  primarias  por 
S.  Diez  Morís.  Segunda  edición  refortuáda  y 
considerablemente  aumentada,  Buéhós  Aires. 
Editor:  Manuel  Reñé,  calle  del  Perú  42.  1879. 
En  8.°,  88  ps. 

Publicado  por  la  imprenta  del  Courrier  de 
la  Plata, 


Este  folleto  y  los  dos  que  lo  preceden  son 
obras  elementales  y  poco  metódicas.  Sirven, 
no  obstante,  de  testo  en  algunas  escüelas/y 
servirán  probablernente  hasta  que^ tengamos 
una  buena  gramática  propia  para  la  eíiseñan- 
za  primaria. 


127— Compendio  de  Gramática  y  ortografía  cas- 
•tellana  escrito  por  D.  Andrés  Bello,  el  gí'an 
hablista  de  la  lengua  española;  autor  de  la 
admirable  gramática  de  esta  lengua  destinada 
al  uso  de  los  americanos.  Obra  adoptada  por 


cion.  Apvph^d^^  ppjf^^l  ooppQjo  (íp  iasitpuccioü 

SubliQft  ¡d^  Buep03  M^fs^.  íidpp^d^  por  «AgQ- 
ii$WK^  arieatino  para  ws  ^jolqfípgfUí^QÍ anales 
y  «spueia^.  prim W^  de.  }^  Ilep4t)lica,  ITueva 
fidípion,  Bueaos  Áire.$*  Sq  eacueqtm  §^  ven- 
ta ea  laUbr^í^a  ameripana,  calle  de  PJiedad 
1^3  y  e^  la^  derPí^^  librerías^  y  Kioscos».  1379. 
Eft  8?^  96  pp^  Jiíapreota  del  Gaurrier  de  la 
iPlataé. 


•V^*i*9^Vi^4l 


128-^Comp0fl4io  dagríam^íioa^asib^Uaiia  ííopa- 
piije^ía  y  arreglada  .á.las4octmna3  delagrat 
ípátifjadel  SeJap;*  Ó.  Andares  Bejllo,  por  José 
OjUEfiKARío  ilEYíps*  Aprobado  parla  univ^rs^- 
dad  de  Chile  y  mandado  adoptar  por  el  Su- 

{)remo  Gobierno  com<T  testo  de  enseñanza  en 
a  República,  Nociones  claras,  exactas  y 
completas  de  nuestro  idioma,  Buenos  Aires. 
Igon  herma^nos,  librerosT-editores.  Caílq  Bolí- 
vaTi  maquina  i^lsji^a,  1879.  En  8°  menor,  157  ps* 

.» ■      * •  ' '    ' "  . ■ 

La.  girapíiálixüadeD*  Andrés  BeUo  es  v^ráa- 

dersn^íite  filosófi<Qa).  tap  filQsó^ca  qu^  ;S,e  ha^ 

qeioaí<fiesiy^jp4ra/mu€]^^s  categorias  deper^ 

jg^omf^  JJfi,abí  ^WcOiérU^  ysud^fectjQ^  jElcom- 

peo^ji^Q  de.4icha;g«^m4tiQa  p^bU(?ado  ppr  al 
JSB^Jfi^í  ,Oj.^ga>ríP  BpXBsy  .pj  ai^t^riorj  n*?4?7, 
«jipñwei^]a^^<(U!í^^a)3<^  Íírtrir?PAd*9  íJ^r^^Gia- 


nes'fitórtirihá  yfltesóficaá  sín*'métdd5"d¿l  art- 
jiñal,  limítáñ(}óse  á-  las  nociones  precisas.-tlk-^ 
ras,  adecuadas  á  la  intelijéncia-  de  los  niflb^ 
demodoque  no.tieme  pafaéstos  e\  irícónVe^ 
niente  qué  la  obra  de  Bello  tiene  hasta  pafalois 
tnaéstros.  Sus  autores  han  prestado,  pu^s, 
iln  buen  servicio,  porque  no  es  tampoto  fáeil 
hacer  el  compendio  de  una  obra  didáctica: 
requiérese  mucho  tino,  mucha  práctica,  y  más 
quenada,  mucho  conocimiento  déla  material- 
cualidades  que  demuestran  poseer  en  alto  gra- 
do, tanto  el  Señor  Reyes,  como  el  autor  anó- 
nimo del  otro  compendio.  Sin  embargo,  bueno 
es  observar  que  narí  conservado  algimas  de 
las  clasificaciones  arbitrarias  del  testo  ófriji* 
nal,  con  cuya  supresión  ó  modificación  stts 
trabajos  hubieran  ganado  indisputableínente. 


1?9— Lecciones  d^^  aritámótioa  para  las  es- 
cuelas primarias  de  niños  y  niñas  por  D. 
Marcos  Sastre,  autor  del  Tempe  Argentino, 
de  los  Consejos  de  oro  sobre  la  educación,  la 
Anagnosia,  el  Guia  del  preceptor,  método  eléc- 
trico de  calígrafia  inglesa,  selección  dé  lectu- 
ras para  la  niñez,  lecciones  de  gramática, 
lecciones  de  ortografía,  y  otros  testos  de 
enseñanza  primaria;  todos  adoptados  ete  Ite 
escuelas  publicas  y  particulares  argentittáíS  Jr 
orientales.  Vigésima  edición.  Contiene  el  slfe^ 
tenia  métríbo,' enseña  la  contat>iHdBd  ^iií  W6^ 


—  99  — 

cesidad  de  los  quebrados.  Buenos  Aiies.^Im* 
prenta  de  Pablo  E.  Coni,  editor.  60— calle  Po- 
tosí—60.     1879,    En  S.%  64  ps. 


130 — Lecoiones  de  aritsmétioa  elemental  y  sis- 
tema métrico-decimal,  extractadas  de  los  me- 
jores autores  y  destinadas  á  servir  de  texto  de 
enseñanza  en  los  colegios  y  escuelas  primarias 
de  la  República  Argentina,  ppr  Vicente  Gar- 
cía Aguilera,  ex-Inspector  General  de  Ins- 
trucción Pública;  Rector  del  Colegio  Nacional 
de  láRioja.  Tercera  edición.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  Alsina  60,  1879* 
En8.^  96  ps. 


131-— Tratado  de  aritmétioa.  Parte  primera. 
Aritmética  abstracta  por  E.  CoRpNA  Mar- 
tínez. Buenos  Aires.  Tipografía  del  Cour- 
ríer  de  la  Plata.  En  8.°,  122  ps.  y  64  de  tablas 
de  logarismos. 

Contiene :  preliminares;  introducción  gene- 
ral: las  seis  opeí'aciones  de  enteros  y  deci- 
males ;  números  primos ;  diferentes  propie- 
dades 'de  los  números  enteros ;  quebrados 
comunes;  las  seis  operaciones  de  los  mismos; 
diversas  propiedades  de  las  fracciones;  can- 
tidades, iricotitnensurábles  y  variables ;  teo- 
ría: general  de  tóé  •  écuacíióitiTO';  razones  y  pro- 


^  toa  — 

porciones;  progresiones;  logaritmos;  tablas 
de  aoble  entrada.         . 

Este  folleto  y  los^  dos  que  anteceden  son 
obras  elementales,  más  ó  menos  completas, 
pero  propiafL.,todas  para  la  enseñanza  prima- 
ria. La  del  señor  Sastre— núm.  129— se 
distingue  por  W  suma  nitidez  de  sus  defini- 
ciones. 


ISS-r-No-oionfts  d»  geografía  é  historia  de  la 
República  Arj entina  para  uso  de  les  escuelas 
primarias  por  S^Du^  Moe^is.  Segunda  edición, 
corregida.  Buenos  Aires.  Editor:.  Manuel  Re- 
ne, calle  del  Perú  42,  1879.  En"8.^  88  ps. 

Publicado  por  la  imprenta  del  Courrier  de 
la  Plata. 


Contiene  algunos  cuadros  de  la  situación, 
población  etc.  de  las  provincias,  el  nacimien» 
to.  desagüe  etc.  de  los  ríos,  y  el  trayecto  die 
los  ferro-carriles;  exi  párrafos  cortos, :  nume- 
rados, escritos  con  claridad. 


I  I  . 

1 33--->0Mítiila  Kortnah  Le^turai.  ospritura,  gira- 
«látíca  y  dibujo,  en^e(Sa(ÍPSMSÍa)uUánQaipeate 
por  Amlfq.^jí  GftUfeUMN,  xjírefltor,  d?  la  Ésr 


ouela  Nornal  4e  M^stros  de  la  pjiroviacia 
de  Buenos  Aires.  Dedicado  por  ei  autor  en 
testimonio  de  carino  y  amistad  á  su  hijo  y 
aoúgo  D,  Manuel  Adolfo  van  Geldeien.  bue- 
nos Aires*  Im^prenta  de  M.  Biedma^  calle  Bel- 
grano  n.°  135*  1879*  En  8?  menor,  48  ps. 

El  epígrafe^  que  el  autor  ha  tomado  de  sus 
Leocitmes  de  pmagojia^  dice  todo  respecto  de 
esta  cartilla:  '<Hace  24  siglos  que  los  Chiíi09 
enseñan  álos  niños  á  escribir  lo  que  leen  y  á 
leer  lo  que  escriben,  y  los  maestros  árabes  "na» 
*  cian  hacer  ejercicios  prácticos  de  gramática 
y  ortografía  en  sus  escuelas  primarias  de  Cór- 
doba y  de  Granada.»  El  Señor  van  Geldereñ 
aplica  ese  sistema  ta'n  antiguó  y  tan  adelan- 
tando. «Concluida  esta  cartilla  normal,  no  ne- 
cesita el  niño  de  cuaderno  2°,  3.%  4.o  etc:  puede, 
de  una  vez,  pasar  al  libro  enjener^.»   . 


134--^Leccione8  de  pedagojia  por  A.  van  G^el- 
DEREN,  director  y  profesor  de  pedagojia  en  lá 
Escuela  Normal  de  Maestros  déla  Provincia  dé 
Buenos  Aires,  Segunda  edición  revisada  y. 
aumentada  con  unas  conferencias  de  maestros^ 
dadas  por  el  autor,  y  una  historia  general  d$ 
la  pedagojia.  1878,  Buenos  Aire?,  Imprenta 
de  M.  Bierima,  Belgrano  número  133  v  túb.  Eñ 
12.",407ps. . 


—  «»^ 

A  la  inversa  de  lás  prendas  éul^ópeas  que 
anteflatan  los  libros  en  los  últimos  meses  dei 
año,  las  nuestras  suelen  dar  libros  al  público 
con  fecha  atrasada,  en  la  transición  de  un  año 
á  otro.  El  presente  libro,  que  ostenta  en  su 
carátula  él  año  1878,  apareció  en  él  segundo 
mes  del  año  1879. 

En  su  primera  edición,  la  obra  de  van  Gel- 
deren  llevaba  el  título  de  curso  familiar  de  pe- 
dagojiaj  y  es  éste  su  verdadero  carácter.  Ha- 
bla á  los  alumnos-maestros  con  atrayente  sen- 
cillez, tocando,  en  una  serie  de  conferencias, 
las  más  importantes  cuestiones  de  enseñanza. 
Pasaron  aquellos  tiempos  en  que  un  maestro 
con.ducia  á  sus  alumnos  á  presenciar  una  eje- 
cución, y  devuelta  á  la  escuela  les  aplicaba 
un  buen  número  de  azotes  para  que  se  les  gra- 
base más  hondamente  en  la  memoria  la  mo- 
ralidad de  lo  que  habian  visto.  El  maestro  es 
hoy  un  amigo  del  niño  á  q^uien  debe  preparar 
para  su  ingreso  en  la  sociedad,  de  tal  manera 
que  pueda  labrar  su  propia  felicidad  y  contri- 
buir á  la  de  sus  sememntes.  «Por  eso)),  como 
lo  asevera  el  autor,  «la  primer  condición  del 
maestro  en  su  relación  con  los  alumnos  es 
que  se  haga  amar.» 

El  profesor  se  detiene  con  preferencia  en 
los  programas  de  estudio,  en  la  resolución  de 
los  problemas  y  respuestas  á  dichos  progra- 
mas; lo  que  hace  su  trabajo  sumamente  útil 
para  los  maestros  en  jeneral. 

Las  conferencias  de  maestros  dadas  por  dis- 


posición  del  Consejo  de  Educación,  y  la  histo- 
ria de  la  pedagojia^  incluidas  eri  esta  segun- 
da edición  de  sus  lecciones^  acusan  profuijidQ 
estudio  dé  la  materia  á  qué  el  señor  van  Gel- 
deren  ha  contraido  toda  su  atención. 

Encuéntrase  aquí  y  atla.  en  muchas  pajinas 
del  libro  una  frase  poca  castiza,  un  modismo 
estranjero  — ío  bastante;  el  gobierno  ha  venido 
en  fundar  este  seminario*,  habernos  dejeqer 
presente.*.,etc. — que  choca  siempre  en  un  nía- 
estro,  aunque  ofrezca  el  amplio  resarcimiento 
de  la  erudición  y  la  observación  constante. 


135—Infonnes  sobre  la  educación  en  los  Esta- 
dos-Unidos por  el  Dr.  D.  Manuel  R.  García, 
Ministro  Argentino  en  Washington  y  Comi- 
sionado especial  en  la  Esposicion  de  Fila- 
delfia.  Buenos  Aires.  Imp.  de  La  Tribuna, 
calle  Victoria,  núm.  87.  1879.  E^  8^  240  ps. 


Edición  oficial  de  2000  ejemplares. 

Por  decreto  de  1°  de  Mayo  de  1876,  el  Dr. 
Manuel  R.  García  fué  comisionado  para  es- 
tudiar en  la  Esposicion  Internacional  de  Fila- 
delfia  cuanto  se  relacionase  con  los  intereses 
de  la  educación,  debiendo  producir  «informes 
minuciosos  sobre  el  resultado  de  sus  obser- 
vaciones»; indicándosele,  á  manera  de  pro- 
grama, el  estudio  de  las  cuestiones  siguientes: 


fiíláéftáttóa  életbetikl!  Éáblielas  infáritileiJ  y 
Kitiáér-gaWeil,  Escaeláé  graduadas. 

II. 
Enseñaba  secundaria:  Jiinnasioa,  lioeós  y 

Eírséíñanza  Superkyr  y  profesional:  Ünlver- 
sidttdefa;,  esctr^ías  de  Derecho,  Medicina  y 
CíMijia,  Farmacia,  Minería,  Injenlerltt,  Affri-^ 
cultura  y  Artes  mecánicas,  escuelas  de  Bellas 
Artes,  escuelas  Normales,  escuelas  Militares, 
escuelas  Navales  v  escuelas  de  Comercio. 

IV. 

.  Instituciones  para  la  enseñanza  de  ciegos  y 
sordó'^mudos. 

V. 

Estadística  de  la  educación. 

VI. 
Bibliotecas  públicas. 

vn. 

í>édagóiia. 

VIII. 

Periódicos  especiales  de  educación,  de  cien- 
cias y.  artes. 

IX. 

Instituciones  para  el  fo]li»entó  y  propagaoíon 

del  tsabier.  •. •   i*.  ,l/.-. 


X^idaeioB  de  lia  instrucción  pública.— 

El  Doctor  García  estudia  detenida  j  labo- 
ítosamertte  estos  tópicos  en  una  serie  de  co- 
municaciones diryiaas  al  Ministro  del  ramo, 
quien  ordenó  su  tamediata  publicación  y  dis- 
tribución á  los  Consejos  de  educación  y  á  los 
Inspectores  de  Escuelas  de  toda  la  República^ 
hacwndo  justo  y  merecido  aprecio  del  mérito 
de  los  informes,  algunos  de  ellos  verdaderas 
monografías,  llenos  de  observaciones  intere- 
santes y  datos  curiosos,  como  el  que  lleva 
por  título  sistema  de  esmelas  graduales,  y  otros. 

Nada  escapa  á  la  investigación  del  Doctor 
García.  Desde  la  apreciación  de  los  princi- 
pios fundamentales  de  pedagojia,  iiastala  des- 
Gripfeion  detenida  de  los  terrenos  y  edificioSij 
desde  las  estadísticas  escalares  con  sus  apli  - 
caciones  comparativas,  desde  el  cálculo  de 
recursos,  impuestos  de  los  Estados  y  admi- 
nistración del  fondo  de  escuelas,  hasta  el  de- 
tenido ecsámen  de  los  libros  de  testo,  mue- 
bles, láminaS;  mapas,  globos,  modelos  de  di- 
bujo y  caligrafía,  aparatos  jimnásticos,  etc. — 
todo  ha  merecido  su  atención,  y,  sin  olvidar 
los  ensayos  hechos  en.  su  patria^  pone  de  ma- 
nifiesto las  ventajas  de  los  sistemas  y  métodos 
'emplejados  en  el  estranjero,  proponiendo  las 
Kipdificaciones  que  cree  indispensable  intro- 
ducir entre  nosotros  para  acercarnos  á  los 
Jaiodelos  que  ha  observado, 

í¡52.tos  informes,  ^scri^os  en  la.  forma,  severa 


-  im  - 

y  pura  de.  estilo  que  reclamja  la  materia,  pa- 
recen Balir  de  la  pluma  áel  más  ésperímén- 
tado  inspector  de  escuelas:  tari  sensatas,  son 
sus  observaciones,  tan  completos  su&  datos; 
yes  de  suponer  que  las  personas  competftnr 
tes  entre  quienes  se  ha  distribuido  la  ediciou 
oficial;  seí  eiripefien  en  sacar  el  mayor  früW 
posible  del  trabajo  del  l>o'cior  García,  con  Ift 
implantación  de  nuevos  sistemas  ó' nuevas  y 
ventajosas  prácticas  en  nuestras  escuelas; 


136— Informe  II  del  estado  déla  educación 
común  durante  el  año  de  1878  en  la  provincia 
de  Buenos  Aires,  presentado  al  Consejo  Ge- 
neral de  Educación  por  D.  F.  Sarmiento,  Di- 
rector General  de  Escuelas.  Imprenta  de  M. 
Biedma,  Belgrano  números  133  y  135.  1879, 
En  8.°  mayor,  122  y  LXXVl  ps.  con  varios 
cuadros  estadísticos. 


El  año  1878  ofrece  sobre  el  anterior  un  au- 
mento muy  poco  sensible  en  el  número  de  ni- 
ños que  asisten  á  las  escuelas  de  toda  clase, 
comunes  ó  particulares:  en  1877  fueron  41,169 
y  en  1878,  41,581.  El  aumento  es  mayor  en 
lo  que  respecta  á  la  educación  común,  de  que 
sólo  está  encargado  el  Consejo.  En  1878  sube 
la  asistencia  á  15,468  alumnos  en  la  ciudad 
de  Buenos  Aires,  contra  14,468  en  1877.    La 


I 


—  lOT  — 

difei^encia  en  favor  -dé  1878  es  todavía  iaisignifi- 
cante.  El:  director  jeneral  cree  que  esta  ver- 
dadera faltia  de  progreso  en  el  núfnero  de 
alumnos  tiene  por  causa  la  peaueñez.^fi  JqS' 
edificios,  no  calculados  para  aamitir  gueesi- 
vamente  más  niños.  Siendo,  pues,  cuestión 
de  rentas,  careiicia  de  los  fondos  necesarios 
para'  el  establecimiento  de  cifantas  escuelas 
requiere  nuestra  provincia,  no  puede  tomarse 
el  dato  estadístico  de  asistencia  como  una 
prueba  de  adelanto  ó  retroceso;  y  tan  es  así 
que  no  se  han  hecho  aún  efectivas  las  mul- 
tas á  que  condena  la  ley  á  los  padres  que 
no  mandan  sus  hijos  á  las  escuelas,  pues  hay 
bastante  con  lo  que  van  para  llenar  todos  los 
edificios  en  que  ellas  están  actualmente  ins- 
taladas. 

El  director  jeneral  de  Escuelas  aborda  en 
su  informe  otra  cuestión  no  menos  importante: 
ecsisten  centenares  de  padres  de  familia  que 
costean  por  separado,  en  colejios  particulares, 
la  educación  de  sus  hijos,  especialmente  la  de 
los  varones,  «cuando  hay  escuelas  comunes 
que  la  dan  gratis,  y  á  cuyo  sosten  concurren 
ellos  mismos  con  las  contribuciones  que  pa- 
gan». 

En  1877  se  daba  educación  en  Buenos  Aires 
en  130  escuelas/  publicas  y  131  particulares, 
*lo  que  hacia  suponer  que  tantos  alumnos  ha- 
bíia  en  unas  como  en  otras,  no  obstante  que 
aquéllas  con  la  mitad  de  escuelas  educaban 
el  doble  de  alumnos,  -  Pero  estoj  se  esplicaria 


—  108  — 

por  él  hábito  secular  dd  los  padte^  40  famíHa 
de  proveer  cada  uno  de  educación  4  los  su- 
y<^,  sin  tener  presente  q«e  paga  tamtóen  la 

pública. 

«  Sólo  en  los  países  en  qae  es  antigua  el 
sistema  de  Educación  Común  han  desapare- 
cido las  escuelas  particulares,  limitadas  4  sec- 
tas 6  ramos  especiales-  Entre  lioso tros  per- 
siste aún  la  enseñanza  particular,  porque,  no 
todos  tienen  buena  idea  todavia  de  la  suií- 
ciencia  de  las  escuelas  comunes. 

«Otras  causas ,  empero,  obran  en  la  pobla- 
ción de  Buenos  Air^,  y  debo  mencioaarlas- 

«Entre  las  escuelas  particulares  figuran  ios 
colejios  de  in&trucciou  secundaria,  que  re- 
quiere la  juventud  de  cierta  clase,  á  más  de 
la  primaria  á  que  estuvo  antes  reducida  la 
que  se  daba  en  las  escuelas  hoy  comunes. 
Todavia  no  ha  sido  posible  dar  para  varo- 
nes, en  escuelas  graduadas,  la. mayor  ins- 
trucción que  aquellas  clases  reclaman,  y  por 
largo  tiempo  los  colejios  particulares  habrán 
de  prestar  un  buen  servicio  supliendo  la  taita 
de  escuelas  superiores  que  completen  el  sis- 
tema de  Educación  Común,  poniendo  al  al« 
canee  de  todos  la  que  se  necesita  para  prepa- 
rarse á  las  ecsijencias  de  la  vida  civilizada.» 

La  renta  de  escuelas  y  su  percepción,  la 
contribución  directa,  los  edificios  de  escuelas, 
tes  escuelas  estranjeras,  el  grado  y  esten:&ion 
déla  instrucción,  los  Consejos  escolares,  son 
materia  de  otros  tantos  capítulos  en  este  d^ste- 


oído  informe,  completado  con  uq  resumen  es- 
tadístico del  ago  18?8  en  m:^a  serie  de  cuadros 
y  las  circulares  espedidas  ppr  el  Consejo  Je- 
{leral  desde  su  instalación  hasta  la  fecha-rr 
187&-79. 


•  »         * 


197— Plan  de  estudios  de  enseñanza  graduada 
para  las  escuelas  públicas  de  la  Provincia  y 
demás  documentoB  relativos,  presentados  por 
el  Depcu^tamento  d^  Educación  y  aprobados 

Sorel  Superior  Gobierno.  Uruguay.  Tipogra- 
a  de  La  voz  del  pueblo  >   calle  Entre  Kios 
núm.  97.  1879.  En  89, 32  ps. 


138 -^La  Biblioteca  Páblioa  de  Buenos  Aires- 
Proyecto  de  reorganización  por  Vicente  G. 
QuESADA. —  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M. 
Biedma,  calle  Belgrano  núm.  135.  1879.  En 
8?,  44  ps. 

I      '  ! 

Es  un  informé  que  el  Doctor  Qtjesada  dipií- 
je  al  Ministfó  de  Gobierno  de  la  provincia, 
Don  Santiago  Alcorta,  proponiendo  un  plan 
metódico  parq:  la  completa  reorganización  de 
la  BíbBoteca  Pública,  con  el  reglamento  y  «mo- 
delos necesarios  para  que  pueda  emprenderse 
esta  tarea,  sí  él  plan  mereciese'  la  aprobación 
del  Podfer  EJecutivojyj 


'    / 


-  iú  - 

139-^Dicoioiiárío  filolojí¿b  -  comparado  de  la 
lengua  castellana,  qüi^contierte:  1?  la  clasifi-*- 
cacion  gramatical  aé  las  palabfas;  S^'su  eti* 
molojia,  comparándose  ño  solamente  los  ele- 
mentos de  las  palabras  castellanas,  con  las 
raices  de  las  demás  lenguas  indo-europeas, 
sino  también  las  palabras  mismas  con  las  de 
las  lenguas  neo-latinas  que  tienen  el  mismo' 
oríjen;  3^  el  significado  de  las  palabras  y  sus 
diferentes  acepciones,  corroboradas  casi  siem- 
pre con  ejemplos  de  autores  españoles^  eleji- 
dos  en  su  mayor  parte  entre  los  ejemplos  con- 
signados en  el  Diccionario  de  la  Real  Acade- 
mia Española,  publicado  en  los- años  1726  y 
1739;  4°.  la  colección  de  las  .frases  y  refranes 
del  Diccionario  de  la  Academia;  5^  los  prin- 
cipales sinónimos  de  la  lengua  castellana 
por  M.  CÁLANDRBLLi  (Catedrático  de  Filolojia 
clásica  en  la  Universidad  de  Buenos  Aires), 
En  89  mayor,  por  entregas.  1879. 


Hemos  recibido  un  ejemolar  del  primer  to- 
mó de  la  grande  obra  que  ha  acometido  el  pro- 
fesor. Calandrelli,  cual  es  la  de  enriquecer 
nuestra  lengua  con  un  diccionario  filolójico 
comparado,  en  que  están  por  la  primera  v^z 
introducidas,  á  más  de  la  clasiñcacioq  gramar 
tÍQal,  la  etimolojía  de  las  palabras,  conipauránr 
do^e  no  sóIq  los  eIemento$  de  la^  castellanas 
con  las  raices  de  las  demás  lenguas  indq-éii- 
ropeas,  sino  también  las  palabras  mismas  con 


- 1«  - 

las  de  las  lenguas  nep-latínas  q[ue  tieaen  el 
mismo  oríjen,  y  lo  qqe  es  pepuliar  al  idioma,' 
castellano  con  las  raices  de  todas  las  pala- 
bras que  derivan  del  árabe ,  y  demás  lenguas 
semíticas,  ^  ,        , 

Precede  al  diccionario  una  luminosa  espo- 
sicion  delDr.  D.  Vicente  Fidel  Lopéz  sobrej 
la  marcha  que.  han  seguido  los  filólogo^  ha^ta 
descubrir,  con  la  adquisición  del  idioma  muer- 
to de  la  India  llamado  sánscrito,  la  filiación 
de'  las  palabras,  encontrando  la  identidad  de 
raices,  variadas  sólo  por  alteraciones  que  han 
sido  reducidas  también  á  reglas  según  la  ley  . 
que  se  llama  de  Grim,  que  consiste  en  hallar 
la  forma  en  que  pasan  .de  una  lengua  á  otra 
las  palabras.  Sin  ir  más  lejos,  el .  castellano 
cambia  en  cha  lo  que  en  latm  trae  do,  como 
en  pecho,  lecho,  leche,  derecho  etc.,  que  vienen  ' 
de  pectús,  directtts.  tectu$,  etc. 

El  diccionario  del  Profesor  Calandrelli  es, 
pues,  un  trabajo  orijinal,  el  primero  en  la  len- 
gua castellana ,  y  no  conocemos  todavía  el 
que  de  igual  jénero  le  precede  en  las  otras 
lenguas  europeas;  pues  el  de  Litré  en  fran- 
cés y  el  de  Webster  en  inglés  no  han  llegado 
&  incorporar  las  raices  del  sánscrito  ó  las  se- 
niíticas  éñ  la .  etimolojia  de  las  palabra^  de 
sus  respectivos  idiomas. 

1^0  r  el  hechb  de  coordinarse  y  publicarse  en 
ja  República  Arjeñtina  este  libro  por  uno  de 
j^Pt-ofesorés  de  nuestras  Universidades,  el 
Iwo  eis  ai*J6htitto,  como  son  norte -americano^ 


* 

los  trabajos  de  Agádfeiz,  y  arjremtínoSi : ñon' . Ips. 
dé  Gotrld  en  astróaotnmi;  y  Ids  de:  Borm^i^^- 
ertjDálephtolójia,  -   =.!«',       _  .  , 

Hacemoé  esta  óbseWacíoii  con  :el  oooifesadp 
propósito  d.e  estimular  el  interés  púj^ücp  A 
pf o.tejef  y  aüáilíar  la  piíblioáricín  í  d^^e  gran 
trabajo."      •  •   '  '  ■  •'  "■■      ■  ,.      :   -'i  ¡  '    ..,:  ;,. 

Un  Semejante  diocionark)  noípjtíKirá»  ^n.  lar- 
gos anos  producdpse'  eni  Espafla,  pbrque  aúi3L 
eu  el  resto  de  la  Europa,  no  sq  ban  coodift"- 
cado  todavía  los  descubrimieatos  modernos  y 
casi  recientes  de  la  ciencia  del  lenguaje. 

Pudiera  el  Profesor  Calandrelli  haber  em- 
prendido trabajo  análago  con  el  italiano^  á  que 
no  habría  podtdo,  sino  .en  reducido  mimero  de 
casos,  aplicar  sus  conocimientos  del  árabe  ^que 
por  tanto  entra  en  la  lengua  castellana.  ,Ha 
escrito  su  diccioriario.  áqvil,  piara  la  lengua  Que 
hablamos,  jr  tócanos á  tio$otr^,l^acer  pp.gigle 
su  tet*ixiinaclori,  ayudando  á  los  costos,  njecesa- 
rianiénté  cuantiosos  de  un  diccicmano  huevo. 

Verdad-  es  que  no  hay  /^ntre  nosotros. ,  g^a^ 
número  de  personas  interesadas  .directamente 
eh  la  publicación,  de  óbr^s  de  es^ta  clase, ..  fío 
las  hay,  sin' embaiigo,;en' ninguna  de  la3  otras 
secciones  independiferttes  que  habíanla  lengua 
fcastellana  ^nAilnéiríca  y  Europa,  razón. ppr  lá 
cual  es  indiferente  en  cu4ldeeUfts  §e  einc^ea- 
tra  el  autor  y  se  prodüce.el  libreo,  pue^  ÍP.^Jiio 
imleríssa  es  qKM  <  él  libro  3^  prodJu:wiíí4  ...    ;  •   .  - 

Pesida  qne  60$istav3erj4jfáQÍÍ,lií^p,^Jo.o¿n9r 
cerení  todas  lasrs^ceiaoes  ao^^ipaf^ás^y,,!]!^'! 


—  lia  -r 

liarle  leetore»  eo  donde  quiera  qxxe  ia  lengua 
castellana  se  baÚe. .  No  baq  añadido  sino  muy 
pocos  los  íiorte-^ameri<»npQ  al  diccionario  de 
Webster,  qne  se  han  apropiado,  como  produc- 
to de  sus  imprentas,  y  esportan,  por  valor  acaso 
demedio  millón  de  pesos,  á  todas  las  posesio- 
nas inglesas  de  América,  Asia,  África  é  Islas. 

La  Uranotoetria  ly  la  M^teorolojia  del  í)r. 
Gould,  como  Jos  trabaje»  paleontolójicos  del 
Dr.  Burmeister,  son  florones  honrosos  de  que 
podemos  envanecernos,:  porque  no  es  ca^u^l 
sino  requerida  la  residencia  en  nuestro  pais 
y  el  trabajo  de  tan  ilustres  sábjos.  El  dicció- 
harío  de  Filolojia  comparada  del  profesor  Ca- 
landrelli  ooupará  lugar  no  menos  distinguido, 
si  bien  con  más  popular  aplicación  á  la  ins*- 
trnction  de  cada  individuo. 

Escasa  ayuda  habrían  de  prestar  á  la  ter- 
minación de  la  obra  las  jentes  de  letras  y  los 
estudiantes  al  parecer  más  directamente. inte- 
resados en  poseerla.  Sabemos  que  ^1  Consejo 
jeneral  de  escuelas  ha  suscrito  buen  núme- 
ro de  ejemplares,  imitando  eq  esto  4  los  de 
su  clase  de  los  Estados  Utiidos,  que  cuidan 
de  proveer  á  cada  Escuela  de  un  Webster.  De- 
seáramos que  esíjs^ ejemplo  faesegeíjuidQpor 
todas  las  asociaciones  científicas,  uteranas, 
indúatrialea,  como  por  Iq3  bibliotecas,  que  ya 
cúéntaa  poT' centenaries.-  ' 

Un  apciyo.máá  eficaz  d^securiamos  suscitar 
á  ad(](ui$icion  4  qu^idamos  )iiu<^ho  valor,  por 
interds  del  adianto  d^el  saber  hamaiiOj  como 


--  114  — 

ai^ mismo  por  e^h0tlo^'d4•lH»eíl&tt*o  p$\Sf  que 
táti  pofcas  obasfónes:  tíái©  á é' «bntriJDiiír  á  es»- 
'te  córtiun  trabajo;  Este  apoyo  éeria  el  de  los 
Ticos,  que  entre ttO$ótros cuentan  pormillareó, 
aunque  no  pasen  d^  ceníenares  los  quecom*- 
prenden  que  la  riqueza  /qué  han  acumtdadb, 
aún  por  su  propia  industria^  les  itopone  obíijga*- 
(íiones  para  con  el  pate  en  qbé  vive»v  siquiíera 
fuese  para  devólverteiál^aire,  á  las  Hu^iIbis,  & 
laíevtiiidad  espontánea  de  la  tierra,  d  Irts  ins- 
tituciones y  al  trabajo  de  los  demás  hombres, 
1á  parfce  con  que  contribuyeron  á  sus  ganan- 
cias. ¿Qué  haría  un  propietario  ó  xin  nego^ 
ciatite  con  el  diccionario  filolójicoconi parado 
de  la  lengua  castellana,  qtíé  probablemente  no 
habrá  de  consultar  jam¡ás  ? 

Nosotros  les  aconsejaríamos  suscriíMTse  á 
xmo  ó  más  ejemplares,  reservarlos  ^ara  sus  hi- 
jos, ó  darlos  á  un  estudiante;  ó,  cuando«nada 
de  eso  quieran,  dejarloé  cubrirse  de  poiVo' en 
un  rincón. 

El  Dr.  Goul  d  nos  ha  conjutaicado  un  dato  cu- 
rioso. Tomando  pot*base<slas'.pról!iJijis¡  observa- 
cfiónes  meteorolójicas  durante  catoHce  años  del 
Dr.  Eguia,  hoy  ciego,  ha  eri¿ontmdo  que  los 
cambios-atmosférrcoB^n  el  Río  de  LaPlata^stán 
rjítíjétos  ft  variaciones  regulares'  que  se  repiten 
éháBi  oQce  años  eti  nu)íXifnumyei^9iUni»mmi^ 

Desde  que  el  hecho  ha^sido  cün(»ci|do  dn  Ea- 
topa,  gracias^  iibtíd^él'!Dr;i6oul4>{|fibUchdo 
el  afío  pasa4o<  ios^^M^  han  btfMf^'para 
'lo&años4  qiséi(;dt<^i$potúl^lil4riiíhimam-d^ 


*  *  * 

péátafcteS^  éh  aquél  ¿ielo,  b(!m  lo  qué  toé  áVféft- 
tinós  fiaban  cientos  de  'milííS'  menos  d0'l(!ys  qu^ 
cobrab'ira  las  éompañiás  antes,  {)óttteínóí»  del 
'  pampero,  á  loS  buques  que  vienen  á  nuestro  íio. 
Estos  y  otrols  sórí  los  i'esultádós  de  laS  cües- 
tioúes  teóricas  de  que  los  pábios'áe  ocupan. 
Ádbptádia  ía  teoría  ae  la  trasmisión  de  lá  luz 
polr  ondulaciones,  sé  iriventó  el  faro  Fi^esnel, 
qt?e'  ha  economizado  millares  de  vidas;  en  lófe 
faaüfrajios  que  disminuyen  merced  á  los  ffer^óé 
que'reivélan  á  grandes  distancias  la  procsiíAí- 
aad  de  las  costas.  Pedímos,  pues;  a  los  ritiófe 
que  lióse  ocu¿)ati  de  las  létraiá.ni  dd  la  Ibii^uíi 
castelláha,  qtie  ajrudeh  á  la  terminacjó.ií  felíi 
de  la  jiriiiiéra  edición,  por  necesidad  pui^iameií^ 
te.arjentina  de  esta  grande  obra,  piies  partí 
alejar  las  crítítías  qué  tío  raltal^n,  direníos  que. 
á  máé"  dé  que  lóm'jor  es  el  eHéfntffo  dé  tó  me- 
na, urt  diccionario  nuéVó  es'apénás  la  prithera 
{^ruébá  del  dífetíoiiarió  défirlitívo,  porqué  dada  á 
uz  utia  primera  ediccion,  sometida  a  la  crfticíi 
ütíivéi^sal,  á  la  cotripatábioñ  y  ál  eátüdío,  en 
cádá-jiíuéva  e^idion  sé  váti  cói¥iJiéndo'  l^í  d^ 
feótóé,  ílefiándólófe' vacíos;  suprimiendo  Ib  sü^ 
pérftúó  ó  defeétuoso,  hasta'  dáti  .éómoeb  lófe 
Estados  Unidos,  nñ  webstér  é¿téré6tips|.dó,  16 
que  lo '  pbtié  ál'  íáfcáncé  de  las  ped  uéfíaa  ^fbj^tu- 
tías  •  y  ák '  rá¿  es  cuelas,  h'átíiéndo  dé  '■  él  lírf  stt^ 
tfbütó'Ü'^  íüfcí^átivo  cotíiércio.  - 
•  'Dfetáhaó  ^^í  éipttesto'el  v^topómd  ^mh 
Wmmeriiti.^í  púbRctí  eIf'f^o!^  de^ITftbiOHiil- 

fv>  fm^dó  empatado  ^¡hi^gm'mm- 


-  ,116  — 

.ttortt^  y  teniendo  en  cuenta  Ift  luminosa  espo- 
sicion  Que  hace  el  Dn  López,  sobré  el  estajo 
actual  06  Ifi.  cieucia  del  lenguaje  (le  que  aquet 
dicciabÉ^rip  esla  aplicación  práctica  á  nuestra 
lengua,  llamaremos  la  atepcion  sobre  el  con- 
tenido del  tomo  ya  publicado  y.  que  abraza  Ift. 
letra  A  ba$^ta  ALL,  pues  apenas  alcanzará  el 
segundo  tomo  á  agotar  esta  letra  inicial  rica 
en  palabras  en  todas  las  lenguas,  perp  más 
rica  aún  en  el  castellano  por  la  incorporación 
en  nuestra,  lengua  de  palacras  árabes,  prece- 
^didas.  del  artículo  a/,  árabe  también,  como  su— 
^cede  en  ^ilgodpn,  que  es  colon  en  francés»  al— 
bornpz,  un  vestido  que  llamamos  también  bor- 
liOZf  6  iDJen  azúcar,  que  es  sucrey  precedido  de 
M,  reducido  áa. 

.'  La.  ipaypr  parte  délas  palabras  de  esta  le-r 
tra  pertenecen  á  una  lengua  semítica»  c¡m  en 
el  castellano  viene  ^  mezclarse  con  undiialecto 
latino,  como  es  el  cfistellano,  reuniéndose  asi 
dos  familias  de  lenguas  orijinales  distíjatas^ 
bien  así  comp  el  inglés  se  compone  de  dos  ra- 
mas déla  familia  mdo-europ^,  qúe3epara-r 
Jas  d^l  tronco  en  tiempos  remotísimos,  lajep- 
j[nání<;a  y  la  latina,  han  venido  á  confundirle 
en  un  solo  idioma  moderno* 
.  ¡AMe?r  este  diccionarip,  y  cuidado  qup  pres- 
.ta  a  rífala  idea  de  leer  diccionarios  !)a  curicl- 
sidad  se  torna  en  asotnbrp  al  ver  yívíp  las  páy 
labras^  inovers^^  contar  la  historia  ^ejosppé^ 
blos  igopradós  ^ue  t^s  inyentarpq,  sqspgilt^ 
4ptacioneS|  sus  ideas,  sus  creencias  rp^ipsáiá»  ^ 


-  117  - 

ni  más  ni  menos  que  cuando  con  un  poderoso 
microscopio  vemos  moverse  en  una  gota  de 
agua  miliares  de  alimálcul03  dotados  de  óvr 
ganizaciones  complicadas,  con  instintos  y  pa- 
siones que  los  traen  en  continua  ájítacion. 
Abra  el  lector  cualquiera  pajina,  y  verá  en  la 
etiniolojia  de  una  palabra,  qiie  cien  pueblos 
están  hablando  la  misma  lengua,  aunque  no  s^ 
entiendan  entre  feí,  y  que  grandes '  naciones, 
desde  tiempos  qué  la  historia  no  señala,  haii 
usado  este  raistíao  lenguaje,  que,  por  las  razas 
indo-europeas  que  están  alTrénte  de  la  civiU** 
¿ación,  será  el  humano  hasta  la  cohsumaóioh 
de  los  siglos.  ¿Quién  no  se  sói^pretideál  veif 
que  aspectOr  espejo,  espectáculo,  espectativa^  res- 
pecto, inspección,  sospecha,  es  la  misma  palabra 
specto  de  una  lengua  que  no  conocen  los  que 
oe  tantas  maneras  han  variado  su  significado, 
y  sin  embargo  siempre  racional  y  como  ma- 
temáticamente demostrable,  según  los  prefijos 
ó  subfíjos  y  designaciones  que  la  adaptan  á  to- 
das las  necesidades  del  espíritu? 

Hasta  los  estraños  caracteres  que  represen- 
tan las  letras  del  sánscrito,  incorporadas  en  el 
testo  del  Diccionario  para  mostrar  la  raiz  de 
una  de  nuestras  palabras,  traen  la  idea  de  /i5- 
sUes  de  las  lenguas  humanas,  desenterradas  de 
debajo  del  terreno  de  acarreo  que  les  han  acu- 
mulado los  siglos  encima,  y  sirven  hoy  para  es- 
plicar,  como  los  huesos  de  mastodonte,  la  filia- 
ción del  elefante  actual,  ó  con  los  esqueletos  del 
hiperion  los  oríjines  del  caballo  que  montamos. 


4^Í6Mg?^  t)u^ac  estas  ai>^Q^^aí?^  ^  |^- 

^n^Qtfír^j^]^  w  1^  fl[i40  se  rftQmere  ^tíinfl^it  |e- 

fHR  ^H.í?^^?^^  e4R^<^fardeM(?er  $.us  tí;tó^ 
f??í>^Wcioaes,  y  puc^o  d^b^  ayud^j;,  4. 
11^  ^tqdiisq t^s  e$te  diccionario  p^r^»  ^9 }f i^iP 
oí^^sV.  lenguas.  Lp.  parte  del  árabe  es  lá  más 
ccfffiphís^  y  orijinai  del  Profesor  Calar^dreíli 
pues  e$  ésta  la  peculiaridad  que  distingi^e  elí 
castellano  de  las  otras  Íengua§  neQ-latfpas. 
.  j&onplniremos  con'  recomendar.  á.'cua;itOs 
pwe^jaá  disponer  de  algún  dinerp'qqntribuyarl^ 
ala  realización  de.este trabajo  qael^árá  hbqúr 
al  áüüor  q[ue  lo  concibió  y  al  puefcllQ  g.de  haya 
de  apropiárselo  por  ser  parte  de  su  íiterátura 
yhaberlq  acojido  y  patrocinado.  Señálame- 
nos apetecible  dé  las  noticias  f).cju.ellá  que  ase- 
gurase q^ue  no  pudo  en  la  ¡República  ArjéAtina 
y  en  la  grande  y  culta  qiudad  dé  Pu.énps  Ai'^ 
res,  tprminár^e  1^  ya  emprendida  publicación' 
iíií  un  áiccioqario  nóvísinio,  por  falta  4p  mü 

.   ..  P.  F.    SAaMlENTO, 


Tx: 


-r: '    '       " ^  i'/'Miif. 


■'   .    J, 


'  I, 


ti 


CIENCIAS  MEDICAS, 


'    ''IMI'»' 


lj4Q'^LaLoGar4eiiB!iMjio&  Aires  por  SAxy^if, 
Gaché.  Trabajo  premiado  an  el  ConcupsQ 
Científico  cdébmdo  por  el  Círcuíq  Médico  Axr 
jenÜQQ  en  el  año  de  137SÍ.  Buenos  Aires.  IoIt 
preotadeM*  Piedma,  Bi^granonúm.  133  y  135. 
1879,  208  p^- 

La  obra  cuyo  título  encabeza  estas  líneas, 
no  pertenece  al  jénero  de  esas  publicaciones 
superficiales  que  con  pretenciones  de  cientí- 
ficas suelea  aparecer  entre  no«^otros.  Es,  por 
el  contrario^  un  trabajo  serió,  digno  de  la  hon- 
rosa distinción  que  obtuvo  en  el  concurso  cien- 
tífico iniciado  por  el  Círculo  Médico.  Sujo- 
ven  autor  ha  abordado  con  entereza  una  de- 
las  más  arduas  cuestiones  científicas,  y  sin 
retroceder  ante  las'  dificultades  que  á  cada 
paso  debió  hallar,  ha  desarrollado  su  vasto 


—  120  — 

tema  de  la  manera  más  satisfactoria,  pues  sólo 
podemos  reprocharle  alguna  falta  de  valor  pa- 
ra tomar  una  posición  definida  ó  en  el  campo 
espiritualista  ó  en  el  llamado  materialista,  que 
en  pocas  partes  se  tocan  tan  de  cerca. 

En  el  estudio  de  la  locura  se  confunden  el 
sicólogo  y  el  médico;  y  en  el  análisis  de  esas 
estrañas  aberraci^oe^  (j^ue  privan  al  hombre 
del  uso  de  su  rázoh  \  tienen  igual  interés  la 
ciencia  y  la  ley«  '  Las,  doleqci^s  físicas  cons- 
tituyen' con  especialidad  la  esfera  de  acción 
del  médico;  pero  la-  omlizacion  ha  entregado 
también  á  la  ciencia  el  cuidado  de  los  infelices 
dementes  espulsados  dél  seno  de  la  sociedad. 
Y  d  jaez.?  A  cada  instante  se  presentan  ca- 
sos eti  los  cuales  es  necesario  averiguar  el 
estado  mental  de  un  individuo,  en  los  cuales 
el  estado  de  la  intelijencia  en  un  momento  da- 
do es  de  la  más  alta  importancia  jurídica.  El 
crimen  y  la  locura !  Cuánto  no  podria  decirse 
sobre  el  misrenoso  enlace  que  liga  la  acción  y 
él  estado  intelectual,  la  mano  homicida  y  el 
cerebro  deliraniel  Las  bendiciones  de  la  ca-^ 
ridad  caen  hoy  sobre  la  frente  del  demente  y 
la  ciencia  le  brinda  sus  ausilios.  Vendrá  dia 
en  que  la  caridad  tendrá  también  una  palabra 
de  consuelo  para  el  criminal  y  la  ciencia  una 
palabra  de  esperanza  ?  Plena  convicción  abri- 
gamos que  así  sucederá,  que  en  parte  así  ya 
está  sucediendo,  pues  no  debe  creerse  que  los 
medios  de  que  dispone  la  ciencia  son  única- 
mente materiales;  no  levantemos  como  símbolo 


—  m  — 

f 

de  la  medicina  el  mortero  del  farmacéutico 
ni  repitamos  con  Moliere: 

sangrare^  purgare  et  elistare. 

También  el  aire purOy flecho  limpio,  el  aseo 
persona],  el. trabajo,  en  una  palabra  lahijiane 
y  también  las  influencias  morales,  son  potc^n- 
tes  palancas  que  mc^ejadas  hábilmente  dan 
resultados  maravillosos. 

Estas  y  muchas  otras  consideraciones  se  li- 
gan al  estado  patolójico,  que  constituye  el  te- 
ma del  trabajo  del  Sr.  Gaché  7  que,  á  pesar 
de  detalles  en  los  cuáles  profesamos  distinta 
opinión  ala  delautor^  nos.  na  producido  lamas 

grata  impresión.  No  podemos  menos  de  adr 
erirnos  á  la  opinión  del  ilustrado  jurado,  que 
con  más  autoridad  que  nosotros  determinó  su 
valor :  «Revela  el  autor  mucho  estudio  en  una 
materia  verdaderamente  difícil  y  digna  de  aná- 
lisis». En  efecto;  si  seria  ecsajerar  decir  que 
el  trabajo  que  nos  ocupa  es  perfecto,  hay  sin 
embargo  la  más  estricta  justicia  en  decir  que> 
es  digno  de  llamar  la  atención  y  ser  qstudiado 
detenidamente;  tanto  más  teniendo  presente 
que  es  el  primer  trabajo  serio  que  se  publica 
entre  nosotros  sobre  esta  materia. 

El  Sr.  Gaché  ha  inaugurado  brillantemente 
su  carrera  científica,  y  cuando'alcance  triunfos 
mayores,  recuerde  que  tuvimos  una  sincera 
palabra  de  aliento  para  el  principiante. 

A.  K. 


- .  mi  - 


id  de  Mediciaa 


Pedro  MArxo,  catedrático  sustituto  (en  ejer- 
cicio), Médico  de  Sanidad  det  Puerto,  etc.  etc. 
Tomo  II.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  la  Tii- 
buna,  «álle  de  ^a  Victoria,  nüm.S7.  1878:  ílft 
4*^iliéaop,  ^pa¿  :  f     . 

Apareció  en  1«79;  y  tíette  ésta  fecha  en.  st) 
carátula  interna^  -  • 


«La  ^Hid  púbHca  es  riqueza  nacional.»'  Es<^ 
ta  es  una  gran  verdajd  desconocida  desgraciar* 
demente  por  la  maryor  parte  de  nuestros  bom<^ 
bres  de  estado.  En  erecto,  la  hijíeiie  es  unSiA- 
de  las  más  importantes  ramas  de  las  ciencias 
riiédícas,  pues  no  tiende  á  reparar  un  mal,  si-^ 
nó  á  evitar  que  se  ppoduéca.  • 

Fijáiidpnos  en  lo  sucedido  en  Inglaterra,  mo-^ 
délo  que  debe  tenerse  siempre  preserve  cuatr-  ' 
do  se  trate  de  esta  matena,  vemos  qué  allí 
se  le  hadado,  de  treinta  años  á  esta  par4;e,  at- 
tísíma  importancia.     Se  han  gastado  injentes 
sunias  en  modificar  las  condiciones  hijiéni-^ 
cas  de  muchas  délas  ciudades  del  reino;  y,  lo 
que  vale  más,  pues  no  en  todos  los  países  su- 
cede, se  han  gastado  con  provecho.    No  haa 
tardado  en  obtener  los  benéficos  resultados- 
que  eran  de  esperarse:  no  sólo  la  mortalidad 
ha  disminuido,  sino  que,  enjeneraí,  se  haa. 
desterrado  ciertas  clases  de  enfermedades, 
como  por  ejemplo  las  zimóticas  y  catarrales. 


-  m  - 

^I  qa^ ^j^jter  de  ese  pi^eblO;,  ante  to4o  prác^ 
tí9Q  y  Ac^^t^hraáó  4  considerad  j^^  ^üteal^' 
t^e¿'  ^a¡p  siji  jfaz  e^9nómica,  que  eti- re^UdcUi^ 
e3.\^^\^ff]^6%  qi^e  jdeb¿:  ¿mat  á  fo$  pod^ré^ -páblf-í 
CQ^,  jaQj¡n¿rgp4^(5  quillas  siup^?^ ^^feffas  en* 
faypj:  ^jé  ^§.  sajud  pública  redundarían  fojí^ór 
sdifleQÍ^  pa  úná  gánapcía  posítiya.  Eétó  vínd> 
4  ly-ci^pt^rse  ^>íen  pronto  eii  lá  poslMÍidíud  átí, 
ab;<il¡rías  trabas  cómérciaíes,  dando  al  ínter** 
p^o  n^cpn^i  tod^s  las  francj^uicias  mia|lba^ 


jCípglajl^rra  tiene,  aírenlas,  por  capital^  eseco^ 
Io3p  iij^a^^^Q  Londres,  que  sí  es  utia  tjtiaríaViy^ 
11^  íjajp  el  punto  de  vista  03tético/t?Qtriéfci}i|' 
é  |hid^stri^l ,  Ip  e¿  mujcho  más ,  teniendo  en 
cupntqt  sus  4.00Ó0OO  de  habitantes ,  b^jp  el 
puntp  de  vista  hijiéiiieó.       '  j  T     > 

E^á  gran  aglomeración  de  seres  hiimÉii?óaf 
quie  al  amp^irodeimálcjislacíon  libelral  lüóhpqi 
ardi^pterhea'te  por  1í^  ecsisténcia,  po  serian,  ba- 
jo el  punto  de  vista  médico,  ^sinó  un  .gran  fcico 
de  i'níeccion,,siuna  léjislacioh  sábíét,  ayudada 
por  los  progresos  de  la  ciencia,  nó  hubiese 
atenuado  los'  graves  íacon venientes  que  era 
natural  esperar  de  semejante  hacip^miéptp  de 
seres  humanos.  Se  ha  logrado  reduéir  lá  rhor;- 
tálidad  desde  43  por 'tñil  hasta  23  por  mi!,  lo 
que,'  dada  la  población  de  Londres,  constituye 

Íihá  economía  de  80,000  seres  círrehaladas  é 
d  muerte  ^ara  entregarlos  al  trabajóla        ' 
ííste  ejemplo  palpitante  nos  señala  !&.'  rut^ 
que  debemos  seguir.    Para  ello  es  necesario 


-  124  - 

difundir  las  yerflíides  hiuénicás,  y  eáte  és,  áin 
4udai  etíia  que'ha  tenido' presente  e\  Út/Má^ 
u^(^  al  publicar  sú  importante  obra^  escrita  en' 
un  estflq  fácil  á  la  vez  que  claro  y  pelrsda- 
sivp*.  El  Dr.  Mallo  aborda  con  franqueza  fp-[ 
4as  i^s  cuestiones,  y .  las  r.ésuélve  ¡^n  la  tt^á'-* 
yor  i  Piarte  •  de  los  casos  de.  una  rnánera  satiá- 
mctoria.  Para;  escribir  una  obra  dé  esta  es- 
pecie en  nuestro  pais,  es^  precisó  tener  los 
vastísimos  conocimientos  que  posee  este  autor¿' 
puesto .  g^ue,.  siendo  esQasfejmps  los.  datos^  so- 
bre, núes  tV9,ípiovimiento  demográfico,  hay  qüe^ 
vencer  barreras  insujperá^les  para  la  jenérar; 
UdacJ.,  El  Dr.  Mallo  las  ha  franqueado,  gra- 
das, á  su  laboriosidad,  y  jno  trepidamos  en 
declarar  que,  á  nuestro  juicio,  su  obra  es  una 
de  las.  noiás  importantes  que  se  hayan  publi- 
cado, hasta  ahora  en  este  pais,  y  está  llamada 
ádar  escelen  tes  resultados  prácticos. 

Concluye  el  interesante  libro  del  Dr.  Mallo 
con  un  apéndice  sobre  cementerios,  en  el  cual 
va  incluido  un  trabajo  sobre  cremación  de 
cadáveres  presentado  á  la  Sociedad  Científica 
Arjentina.  Nos  complace  sobre  manera  la  ac- 
titud decidida  que  asume  al  tratar  este  delica- 
do punto,  combatiendo  á  los  espíritus  timo- 
ratos que^  apoyándose  en  añejas  preocupa- 
ciones sociales,  tan  respetables  como  se  quie- 
ra,  pero  que  han  hecho  ya  su  época  en  el 
muna0|  se  oponen  á  la  cremación,  y  prefieran 
hacer  del  cadáver  del  ser  querido  que  desean 
conservar,  un  foco  de  repugnante  y  peligrosa 


infeceion,  ¿nte^  que  entregarlo  á  las  llamas 

ipuriÜcadoras. 

Es  de  lamentar  que' no  haya  dado  el  Dr. 
Mallo  toda  lá  importancia  que  merece  entre 
nopotros,-  á  la  regularízaciori  de  los  ÉenóriieTios 
metéorolójicos  por  medio  de  la  vejetácion  áltál 

Ahora  mismo,  nuestra  industrísl  ganadera 
está  sufriendo  las  consecuencias  fatales  dé 
la  falta  de  lluvia. 

Recomendamos,  pues,  esta  obra,  no  sólo  á 
los  que  se  dedican  especialmente  al  .estudio 
de  la  ciencia,  sino  á  cuantos  tienen  interé$ 
en  adquirir  conocimientos  útiles,  aspit-^ridd  al 
mejoramiento  hijiénico  del  pais.  Para  todos 
ellos  hay  variada  y  útil  lectura  en  el  libro  del 
Dr.  Malte.  (.    ü^ 

■  '■'  I 

4 

—  »  f  * 

Ití— Potoografia  de  Buenos  Aires,  Pe  la  ne- 
cesidlíd  iínprescindible  de  urt  dispensario  de 
salubridad  de  costumbres  para  reglamentar  y 
reprimir  la  prostitución  por  el  Dr.  Benjamín 
Dupo»T,  Condecorado  de  la  Lejion  d^  Ho.nor, 
Honrado  (  concurso )  de  varias  medallas  por 
*tr*J)ajos  científicos,  Miembro  corresponsal  de 
la  Asociación  Médica  Bonaerense,  Míenibrp 
de  la  Sociedad  de  Hijiene  de  Paris  y  ^e  otras 
Sociedades  cieixtíflcas  y  médicas,  etc.*— -árs 
tonga,  mlía  fyrevis.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— 
calle  Ahái^arreO^  1879..  í¡n  «^  «ayor^  7Q  pg. 


Y' 


trabajo  deíeríidb  y  íléfíó^cle  büénóiS  'datáá; 
Mí  autpr  lo  dedica  á  la ,  Municipalidad  dé  B^éN- 

2oa  Aires  y  al  Jefe  de  P^olicia,  porgué  brteé'  óu^ 
eUo3  corresponde  propender  á  lá  reglatri^éinta* 
cíbú  que.  Indica.  Tietaé  el  defecto  de  éóisi'fo^ 
das  las  obras  sobre  esta  materia:  ser  itiápfiM- 
¿ábl¿^. 


IjiS-ríja  orémaóíon  y  su  sancióii  dbcréláda 
en  im  Municipio  de  Buenois  Aires.  Impvéntáy 
Librería-  de  Mayo,  de  C.  Casavalle.  Pefrd  lio. 
Í870.  Eñ  8^  mayor,  19  ps. 

* 

Coiitieiie  un  detenido  informe  del  Dti  '0/ José 
Frakcisco  Lopbz,  procurador  fiscal  de  la  Mu- 
nicipalidad de'^Belgrano^  en  apoyo  de  la  inci- 
rtóra'cioh  de  cadáveres,  y  la  í*esoludon  ilé  esa 
córlpoiracíon  en  el  sentídd  del  informe  fiscal* 


;    ; ' 


.  14á— Gimnasia  hijiénioí}  para  niñas  eñ  l'a  es* 
ovitía  y  en  casa  de  familia  por  el  ddctor  A.  G. 
PiíA^HMÁNN  (Con  134  láminas)-  Traducción  de 
C-  A-  ScHONHAYDER  tráduc,  púbHco.  Buenos 
Aires,  Librería  Europea  de  1.  Jacobsep  y  C^ 
PíiUe  Florida  242.  1879.  En$?  meaor/lÍ¡8  ps. 


J        X 


o^Üéreib  s<:A¿lados»  dice  Yf ¿'¿or  ^é' ilM^dé 
en  su  libro  La  educación  homiciéUí,  dedicado 


^  127  -- 

á  (Sóttí1)atír  él  réjitti^n  aotualde  los  Kceosi  de 
Francia,  idéntico  áldeJla  mayor.pa'rre  de  nues- 
tros cotejios  de  pupilos  y  medio-pupilos;  «que- 
reiií  soldados,  y  vuestros  liceos  están  atroz- 
mente calculados  para  hacer  inválidos!  Y  áun»- 
(Jüe  se  tratase  de  preparar  ciudadanos  desti- 
nados á  seguir  carreras  liberales,  siempte  re^ 
ñamaríamos  en  favor  de  los  estudiantes  una 
educación  física  más  vasta  y  mejor  sistemada, 
cíiértos  cuidados  que  propendan  al  acrecenta- 
miento de  la  fuerza  y  de  la  belleza  corporal, 
y  por  lo  tanto,  dé  laintdijencia  y  de  la  fuer^zla 
moral.» 

Lajímnáslttea,  tan  adelantada  y  simplificada 
al  mismo  tiempo,  obligándonos  á  la  actividad 
de  ejercicios  convenientemente  dirijidos,  tiende 
á  ecjuilibrar  y  hacer  marchar  al  unísono,  por 
decirlo  así,  el  desarrollo  de  nuestro  cuerpo  y 
nuestro  espíritu;  ños  enseña á  vencería  fatígfa 
j  á  cumplir  la  ley  del  tt^abajo,  que  es,  según 
la  espresion  de  Schreber,  un  precepto  filosófico 
universal. 

El  libro  de'Drachtíciann,  recientemente  tra- 
ducido en  Buenos  Aires,  se  limita  á  los  pre- 
ceptos de  jimnaáia  híjJénidá  para  las  ninas, 
regulando  ejercicios  iiealizttble&  ho  sólo  en  la 
escuela,  ^iñó  tambiéil  en  la  caáa  d0  familia. 
-Pat^cfe  qlte  es  én^  los  colejios  de  señoritas  de 
Büérios  Aires  dondjé  sé^  ha  introducido  pré- 
fét^ntemfertte  esté  feiatisma  de  educación*  ebí- 
•  i^al;  grcreias  á  la  cónstandaí  del  Dri  LáU- 
»én;  y  We> k>bsftatíte  los  70  ó  máfe  áriós  de^v 


-^  .1^8  - 

taja  que  lleva  ^  el  mundo  la  jimnasia  para  los 
varones  á  la  jimnasia-para  las  niñas.  \  ^  ^ 

Pero  ellas  lo  redaman  más  que  nadie,  por 
la  especie  de  enclaustramiento  á  que  las  so- 
meten las  ecsijencias  sociales. 
:  «La  aaémia  y  la  nerviosidad  son  las  dos 
enfermedades  con  que  tienen  que  lu,char  las 
niñas.  Las  dos  se  producen  por  falta  de  ejer- 
cicio y  demasiada  ocupación  de  la  inteli]encia 
Íde  la  fantasía.  En  los  últimos  decenios  ha 
abido  una  tendencia  predominante  á  estos 
;  males  en  toda  la  jeneracion,  particularmente 
en  las  mujeres  que  por  naturaleza  tiepen  in- 
clinación auna  vida  sedentaria  y  poseen  una 
fantasía  muy  desarrollada.» 

Wilde  dice:  . 

«El  insomnio  y  la  falta  de  luz  solar  enjen- 

dran  la  anemia  de  las  capilares;   la  palidez 

morbosa  que  se  nota  en  los  presidarios  y  en 

los  que  tienen  costümbriB  de  velar,  es  en  mu- 

.  cho  debida  á  esto,  .  ^ 

«Por  otra  parte,  la  falta  de  luz  y  de  ejercicio 
son  la  causa  de  la  blandura  y  ppca  resisten- 
cia de  los  tejidos.» 

Y  en  el  mismo  artículo  agrega;  describiendo 
los  efectos  fisiolójicps  de  la  jimnasia: 

,^Bajo  ei  imperio  de  estos  ejercicios  sabia- 
mente dirijidos,  la  nutrición  se  hace  ipejpr, 
las  secreciones  ppr  completo»  la  piel  se  pone 
bland%  ;suave ,  de  color  uniforme  y  se  des- 

K rende  de  depósitos  sebáceos,  graaoa i^. a1^^ 
)s  más^ul^]^^  se  desarrollan^  los  huesos;  ad- 


-  Í2Ó  - 

qifieren  su  dirección  normal,  la  respiración  se 
vepQca  espléndipiaiperjte,  el  pQcho  de  ías  jó- 
veneé  sé  levanta  y  á  lo  hermoso  del  busto  se 
añade  entonces  la  sa»idad  y  la  amplitud  de 
los  pulmones,  la  circulación  activa  de  la  san- 
gt¿^  déítardá  a^utídah teniente  la'  vida  'en  Ibidos 
&s  órganos,  to^  dapQares  se  Uenati  y  cotorán 
a^ífdaWefaieníaíel  rostro,  «I  organismo  se  con^ 
vieHe  en  fóoo  de  calor  suave,  lijeranierite  há*- 
misdo,  el  apetito  se  despierta  y  el  sueño  pro- 
fütqdd  se  apodera  del  éerébro  á  horas  óportu-^ 
ñas,  procurando  al  cuerpo  un  descanso  com- 
pleto». 

.'£U  -Dr,.  L^p^en,  para  quien  paa:ece.qae  jhia 
s\^  if aducido  ellitro  de  Draol^niaoíi,  y  4.quiaa 

d^ftnu^'tF^  Vóciéc^^ 

9P§  *sistema^  de  jinina^^a  en  Ips  colejio^  de 
niñas,  réeiWá  las  felicitacio4?f es  d^  las,  .perso- 
nas que  i^e  preqí^up^h .  dp  pu^^tipnes  de  qdiir 
cacíoa,.,y„lo:qué.j0s  .más  l^alj^glieño^  pl  ^gPíi'í- 
deqim^ipnto  sínperb^dp  las  madres,  de.  familia. : . 


»^  * 


..  f. 


145-riApuntes  sobue  la  Yerba  matat  Recopi^ 
ladoi^  y  ■  r-eáúmon.  de  los;  triabajo&v<i?otioeidoéi 
hasta  la  fecha.  Nuevas  invesitigaQÍbne&  de  D; 
Domingo  Parodi ,  por  Emilio  R.  Coni.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  de 
Belgv^tjQ  135;  1879,  Eíi16%  .32;ps. 


.  .  .   :  í 
<•     .  •  I  * 


—  130  — 

Recopilación  y  resumen  dq  los  trabajos  co- 
nocidos sobre  este  veietal  y  algunas  nnevas 
observaciones  acerca  de  su  acción  fisiolójica. 


146— Estudio  sobre  el  ácido  qoebraohitániM 
del  quebracho  colorado  (Quebradiia  Lorentzü» 
Gris),  por  Pedbo  N.  Ar^ta,  profesor  de  química 
de  la  Universidad,  miembro  de  la  «  Sociedad 
Cienjtlfíca  Arjentina  »•  Buenos  Air*es^  Imprenta 
dePabloE.Cóni,Alsina60.  1879,  En4?yl4p9. 


147— 'Estudio  sobre  las  aguas  medioinales  de 
fif  endosa  por  el  Dr.  Abrahan  LEMos/Gdabo- 
rador  corresponsal  de  la  Revista  Médica  Qui^ 
rñrjióa  de  ¿uenos  Aires,  miembro  asociado 
estranjero  de  la  Súcieté  francaise  d*  higiene^ 
Médicd  Director  del  hospital  de  Mendoza;  Mé- 
dico de  los  Tribunales;  autor  de  la  Proñlaxis 
déla  viruela^  (Manual  del  vacunador)  (tesis); 
Jíll  Bocio  y  Cretinismo  en  Mendoza,  Plantas 
medidnaíeSf  éb.  Dedicado  á  la  Asociación  mé- 
dica bonaerense.  Publicado  en  la  «Revista 
Médico  Quirúrjica»  de  Buenos  Aires.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni— Alsina  60. 
1879.  En  8?,  32  ps. 


148— Anotaoiones  sobre  la  sífilis  y  su  trata- 
miento por  GmLLERMO  N.  Hiron,  doctor  en 


—  131  — 

medicina^  miembro  de  la  Asociación  Médica 
Británica  y  de  ia  Asociación  Médica  Bonae- 
r^ise.  Memoria  presentada  á  la  Asociación 
Médica  Bonaerense  en  su  sesión  del  Jueves 
8  de  mayo  de  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  Pablo  E.  Coni— Alsina  60.  1879.  En  4?, 
11  p3. 


149— La  eBCBrlatina  en  el  Parnguay^  por  Mi- 
guel Gallrgos,  Profesor  de  Farmacia  de  la 
Facultad  de  Medicina  de  Buenos  Aires ,  ex- 
Cirujano  principal  del  Ejército  Argentino  en  la 
campaña  del  Paraguay,  gefe  del  servicio  mé- 
dico de  la  guarnición  Argentina  estacionada  en 
el  Paraguay  desde  el  año  de  1870  al  del  1874, 
ex-Cónsul  general  de  la  República  Argentina  en 
la  del  Paraguay.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
Pablo  E.  Coni,  Alsina  60.  1879.   En  8  •,  48  ps. 


150— Cholera  and  yellow  fevers  their  causes 
and  propagation.  From  á  non-medical  point 
de  view  (together  with  some  hints  as  to  the 
preservation  of  health ,  den  ved  from  the  ex- 
perieiiceof  a  miarter  ofacentury  in  this  coun- 
try)  by  J.  M.  Williams.  AU  rights  resarved. 
Buenos  Aires.  Imprenta  á  vapor  de  Juan  H. 
Kidd,  Corrientes  117.  1879.  En  8°,  18  ps. 


íl 


—  ^3^  - 

^obre  la  salud;  efectos  atmosfér,ÍQosT-rnutp¡- 
cioa  y  localidades;  cólera— sug  oausa^i  .fie- 
bre aipaiarilla— sus  causas;  propagaoiofi  de  safan 
bas  enfermedades. 


151*— Do8  ob8eí?aoi{>iie&  de  ovatiotbmia  p^ac^ 
tícadas  en  Buenos  Aires,  por  Pedro  Defoiíc', 
Doctor  en  medicina,  Miembro  de  la.  Asociación 
Médica-Bonaerense  en  su  sesión  del  jueves 
31  de  julio  de  1879,  Buenos  Aires.  Ijnppeflta 
dé  Pablo  E.  Coni,  Alsina  6Q.  1879.  En  d«  me-: 
ñor,  22  ps.  .'.:.'..  .,;  i 

152 — Befataoimí  clínic9  psicológica»  dd^i^ffiír^ 
me  tnédioo-legal  espedido  poríel  Caóséjo  áb 
higiene  pública  sobre  el  estado  nientalideljJAr-^ 
ricida  José  Vivado  por  Lucio  Melenobíí.  Büe« 
nos. Aires.  Imprenta  de  M:  Biedrna.  Bt^^ránd 
núo^eros  133  y  135. 1879.  En  4^.  matíor;  24  Ipsl 

Es  un  trabajo  completo  en  que  el  autor  sos- 
tiene con  los  mejores  alienestas  n^odernog.la 
necesidad  que  cediste  en  estos  éósos  cíe  hacer 
análisis  prolijo  de  los  antecedentes  de  faínftiaí, 
punto  al  cual  el  Consejo  de  hi  iiéne  no  ha  dfedo 
la  importancia  que  realmente  tiene.  ' 

Renata  uno  por  uño  todos  los  argurtréntos 
del  informe  del  Conr-ejo  y  concluye  f3ndánído-¿- 
se  en  él  ei^tudio  de  casos  análogos  para  éo¿i 
tener  que  José  Vivado  era  ün  enajenado  en  Á 
momento  en  que  cometió  el  crimen. 


—  183  —      . 
TESIS 

4 

Preftent^M^^  la  F^oultad  de  Ciencias  Médicas. 

187^.  Formato  uniforme  en  4°  menor. 


El  q^méro  4^  las  tesis  presentadas  durante 
el  año  1879  é  la  Facultad  ae  Ciencias  Médicas 
asciende  á  33. 

En  jeneral,  son  trabajos  bastante  comple- 
tos; pero  hay  algunas  que  por  el  tema  ó  por 
su  desarrollo,  niérécen  una  mención  especial. 
£ntfe  é^tas  í se  encuentra  la  del  Dr.  Burgos 
^bm  el \ Quebracho  blanco,  cu^a  corteza  es 
uiiygrdadero  sucoedáneo  déla  quina,  pues  reu- 
ild'á 'SU  identidad  de  propiedades  con  ella,  la 
ventaja  de  poderse  obtener  á  un  precio  ínfimo 
pdr  eocoiitrarse  abundantemente  en  nuestro 
pais. 

En  vista  de  los  resultados  obtenidos  por  el 
Dr.  Burgos  con  este  ájente,  no  es  aventurado 
asegurar  que  sí  se  repitiese  el  peligro  que  ame- 
nazaba é  la  humanidad  por  los  años  1860-62 
cuando  estuvieron  á  punto  de  estinguirse  los 
árbeléá' Quineros  del  Perú  y  Bolivia,  la  Repú- 
blica Argentina  podría  ofrecer  al  mundo  sus 
bosques  mmensus  de  quebracho  blanco. 

Esta  tesis  ha  merecido  varios  artículos  de 
revistas  eurcírpeas* 

Oíro  de  lo^.  ti:abajos  más  completos  ^s  el 
del  Dt.  G-UBMBS:  sobre  Medicina  moral;  no  se 


-  134  — 

ocupa,  como  Burgos,  de  un  punto  nuevo  en  la 
ciencia,  pero  sí  muy  descuidado  entre  noso- 
tros. Leyendo  la  introducción  solamente  de 
esta  tesis,  se  vé  que  el  autor. posee  ooijoci- 
mientos  nada  comunes  de  ciencias  sociales. 

Las  tesis  de  Ramougé,  Jorie,  Süsini,  Revilla 
y  Penna  tienen  el  mérito  de  la  orijinalidad, 
pues  están  llenas  de  observaciones  cUnicas 
efectuadas  por  los  mismos  autores. 


153 — ^Efectos  fisiol ojíeos  del  baño  de  aire  oom- 
primido  entre  una  y  dos  atmósferas  por  Fa-- 
cuNDo  T.  Larguía,  ex-praticante  de  la  admi^ 
nistracion  de  Vacuna,  ex-practioante  del  Asilo 
de  Huérfanos  en  la  Epidemia  de  Oftalmía  del 
77  y  78,  propagador  de  la  Vacuna  en  ?1  Chaco. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle 
Belgrano  núm.  135.  55  ps. 


154— Estudio  químico,  fisiolpjico  y  clínico  de 
la  leche  por  José  Veron.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  núm.  135. 
63  ps. 


^55— El  merourio  en  el  tratamiento  de  la  sí- 
filis por  Ricardo  Suduík.  «L'  organismo  gué- 
rit  la  vérole  sous  V  inffuence  du  mercure»  Trou* 


-  135  — 

sseau.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E. 
Coni,  especial  para  obras.  60-calle  Alsina-60 
92  ps. 


lS6--Tésis  sobre  medioina  moral  por  Luis 
D.  GüEMBS.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M. 
Biedma,  calle  Beigrano  núm.  135.  59  ps. 


157— Estudio  spbre  el  quebracho  blanoa  (plan- 
ta  inaijena  de  la  República  Argentina )  por 
Fblix  R.  Burgos.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
M.  Biedma,  calle  Beigrano  núm«  135.  71  ps. 


I68--Iia  éleotñoidad  por  Miguel  Murphry 
Buenos  Aires;  Imprenta  de  M.  Biedma^  calle 
Beigrano  núm.  135.  51  ps. 


159— Apuntes  teórico-práclicos  sobre  la  hi- 
droterapia y  sus  aplicaciones  en  el  estableci- 
miento del  doctor  Juan  A.  Lacroze,  por  Er- 
nesto Cabral,  secretario  del  Círculo  Médico 
Arjentino.  Buenos  Aires.  5572-Imprenta  del 
Porvenir,  calle  Defensa  139.  57  ps. 


160~Uremia  por  José  PENNA,ex-practicante 
interno  del  Hospital  General  de  Hombres,  ex- 


1 

i 


—  136  — 

practicante  mayor  irttérno  (por  cohctirsó)'  del 
Hospital  General  de  Mujiereí,  mieüi'bro  dé  lc( 
Comisión  redactora  de  los  Anales  del  Círdtdd 
Médico  Aij entino.  Bnenos  Aires.  Imprenta,  li- 
brería y  litografía  La  Patria,  Cuyo.  79.,  119  ps. 


•'•'i 


161— Contribución á ks  eiiferúiéáHábrfiJWll!^ 
gado  por  Alberto  Ugarteche,  ex-j>racticante 
interno  del  Hospital  San  Roque  y  miembro  ^ei 
Círculo  Médico  Arjentilió.  Btfenó^' ' Aires.'  Ifai- 
prenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgráno  títtmi  135; 
7a  ps-  .  '  í. 

162— Estudio  de  algunas  cuestiones  sobre  la 
herejioiade  latisia  por  Pedro  J.  F«ia.í?.-  aje- 
nos Aires.  Imprenta  de  M.  Bi6dpaav9^Ue.*^ejbi 
grano  núm.  135.  47  ps. 


'.f    '  .'*! 


163 — Observaciones  soI>re  los  1}4itfajiwa.i|¡|iípi- 
tiles  por  CÁEMELO  't.  Crespo»  Bueaafs  ^Á^^Bw 
Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Q^^p^o  Wdm^ 
135.  53  ps. 


1  • 
.  • «  - 


K'i 


164— Consideraciones  jenerales  sobre  laflao- 
cion  y  conjestion  del  6terü  por  Guillermo  Val- 
DÉs.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pabla  E.  Co- 
ni,  es^wKriaK  pató  obras,  60-cálle  Atfeina>-6«). 
35  ps. 


I  •  ■ . 


-  137  - 

Aires.  Imprenta  de  Pablo  B.  Coni,  especial  pa- 
ra obras,  60 -calle  Alsiea-dO.  67  ps. 


I  '  I  '  I  .• 


l66T^a99i*»tíWff  Pf>r  íosi^MTWW  1 

TE.  ?5«W9;  Airea  .  Iwwrentff  ^  gl  lMfffíMf?ff«, 


i    » 


167— Consideraciones  sobre  la  eadooarditii 
reiunatiQ!^  por  Nicanor  M«  Kamju^«a99«  Bm- 
nos  Aireá^  Imprenta  de  )f  4*  Al^fnai  c^U^  w- 


.. .  I 


« 


4 


mas 
Aires 

núin.l35.~89  ps. 


t ,  i 


Kde-OoMiddraéietieS'  sobi«  p#<^lMd*  t^ll^ 
tamiento  déla  picemiaj  sejAlMMllli  jioV.Vmi*^ 
To  Albxandrb,  ex-ptacticante  ma^Or  interno 
del  Hospital  San  Roque,  ex-practicánte  ma- 
jq^Ift^Pí^o  del.HoMíital  Qeiíeral.4p  »pm|>rfs» 


138 


Buenos  Alfós.  5441  Imprenta  del  Porvenir,  ca- 
lle Defensa  189.  30  pfs.  y  3  trazados  térmicos. 


170— Estudios  sobre  un  nuevo'  método  de 
tratamiento  de  las  aneurismas  de  la  aorta  por 
Ai^ÁLBEfitoBAM Auge,  licenciado  en  Farmacia 
y  miembro  activo  del  Círculo  Médrco  Aijentino. 
buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Btedma,  calle 
de  Belgranonúm.  135.  61  ps. 


171— Obsefi/ápiones  xáédioas  y  qüiráijioaa  del 
hmpitiir'dé^  üÍQ08.<Sah  LuisQonsaga)  dufant^ 
el  año  1878,  por  José  M.  Jorgb,  practicante 
mavor  interno  de  dicho  Hospital,  miembro  fun«- 
dadíor  y  secretario  del  Círculo  Médico  Argen- 
tino, etc.  etc^fBu€\nos  Aires.  Imprenta  dé^  M. 
Biedma,  calle  Bélgrano  núm*  ;135^  Wí  ps.  con 
4  lámina^.';  '         , 


172-— Contribución  al  estudio  del  empaoho  por 
Tblémaco  Susini.   Buenos  Aires.  Imprenta  * 
da  l4i  jPa^%  calle  de  la;Vi<>toria  97.y  99. 
137.ps.  y.  2  ^pánas. 


^  ITS'-H'kttMpti  de  la  primera  edad  ^ór  Lau- 
reano JbkvAs  MiGüEz,  ex-practicantd  interno 


—  139  — 


del.  Hospital  Español^  licenciado  en  Farmacia 
por  la  Facüitad  deí  Ciencias  Médicas.*  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  11.  Biedmá,  callé  B^ 
grano  núm.  lo5.  63  ps. 


174— Cónsideracione3  sobre  un  easo  dé  nM^ 
ritis  del  plexe^eardiaóet  Angoi^  paotoris^^eo- 
ralffia  cardiaca— Gota  'dia&agmática— Ester- 
malgia— Enfermedad  de  Hunter— Neuritis  dia* 
fragmática  —  Isquemia  cardiaca  —  See.  Por 
Eurioüe  li.  RiíviLtA,  ex-pract4cdnte  Mayor 
internó  del  Hospital  General  Üé  Hoühbres,  Sté- 
cretarío  de  la  Asociación  Circulo  Medicó  Ait^ 
gentinú.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Bied^ 
nta,  calle  Belgtano  números  138  ^  195.*  64  ps. 


175— Apuntes  clínicos  JfobrBa&aia  porl^i- 
DBO  M.  B£90EiRB«  Buenos  Aire^.  Impr^njta  de 
M.  Biedma,  calle  Belgranó  num.  135.  49jpsi  i 


i76^L4gitimii«d  del  aborto  mediad  por  CIXr- 
LOS  Rojo,  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M<fiiieé-- 
ma,  callé  Beilgrano  Uúm.  185¿  35  ps.  .  i 


177— Contribución  al  estudio  práctico  4e  las 
irido-ooirróiditis  por  JúAÑ  H.  Bbjaraíío,  Buo~ 


.j(..j5-     ».jj..¿..jj.*j¡t.       .jj^.jif..jif. 


—  141  -. 


E.  Coni,  especial  para  obras.  60-Caile  Alsina 
-6a  39  ps. 


SS^^Iodiearoiones  del  parto  prematuro  artifí- 
eial  por  Bartolomé  Constanzó.  Buenos  Ai* 
Pé$.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial'para 
fibras.  ¿O-^calie  Aisina^60.  65  ps. 


l84— Estudio  estadístico  dei  hospital  general 
de  wiíjeres  por  ^uan  B.  Arini,  ex-praotican- 
tp  mayor  interno  del  mismo  establecimiento. 
Buenos  Aires^  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle 
de  íeJgranp  nOm,  135.  65  ps. 


185— A  ni|lisis  inmediato  de  los  vejetales  poi* 
rbD¿o  HAkciso  Arata.  Buenos  Aires,  im- 
prenta de  Pablo  fí.  Coni,  especial  para  obras, 
60--Alsina-60.  48  ps. 


186  -  El  flanitae  agua,  polvo  y  jabón  produc- 
to .aqtíséjptíco  y  desinfectante,  hijiénico,  medi-* 
<ií^lüPr^?«?íiYativo  (no  pontiene  ningún  veneno), 
PpC^uected  garantida  oon  priviíejip  de  inven- 
ción. Parfi  la  venj;a  é  inforipes  dirijirae  á  .l£^ 
ajencia  del  sánitas,  609-Calle  Cangailo-609. 
Buenos  Aires.  En  8?,  24  ps.  Publicado  por  la 


—  142  — 

Imprenta  del  «Courrier  de  la  Plata»  en.  joú- 
mero  de  5.000  ejemplares.  1879.  ^ 


187— La  mortalidad  infantil  en  la  Ciudad  dé  Bbe- 
nos  Aires.  Estudio  comparativo  de  la  morta^ 
lidad  infantil  de  Rio  Janeiro,  Montevideo,  Li«* 
ma,  Méjico  y  otras  ciudades  americainaSj  por 
el  Dr.  Emilio  R.  Coni,  Miembro  honorario  de  la 
Asociación  Médica-Bonaerense;  Miembro  cor- 
responsal de  Ja  Sociedad  de  Medicina  de  Li- 
ma, déla  Academia  Imperial  de  Medicina  y 
de  la  Sociedad  Médica  de  Rio  de  Janeiro; 
Miembro  de  la  Société  frangaise  d'  hvgiéné  de 
Paris;  Director  y  Redactor  en  jefe  de  lá  JB9¡* 
vista  MédicO'Quirúrjica ;  Ex-prácticaníe  ttia- 
yor  interno  (por  concurso)  del  Hospital  Gene- 
ral de  Mujeres;  Ex-oficial  primero  de  la  Ofi- 
cina de  Estadística  déla  Provincia. etc,  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  Pablo  K  Coni,  espi 
ciaí  para  obras,  60- Alsina— 60.  1879.  En: 
mayor,  62  ps. 

188— Movimiento  de  la  población  de  la  Ciudad 
de  Buenos  Aires  desde  su  fundación  hasta  la 
fecha,  por  el  Dr.  Emilio  R.  Coni,  etc.— loS  (tí- 
tulos anteriores)— Buenos  Aires.  Iniprenta'  de 
PfebloE.  Coni,  especial '  para  obras,  6D-*A*Alsi- 
na-60.  1879.  En  S<^  mayor,  62  ps. 


—  143  - 

189— Apuntes  sobre  el  movimiento  de  la  pobla- 
oion  en  la  Ciudad  de  Buenos  Aires  durante  el  año 
1878.  Consideraciones  sobre  la  estadística  mé- 
dica y  movimiento  de  los  hospitales  y  hospi- 
cios durante  el  mismo  año,  por  el  Dr.  Emilio 
R.  Coia,  etc — (los  títulos  anteriores)— Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  pa- 
ra obras,  60— Alsina— 60.  1879.  En  8^  mayor, 
86  ps. 


$e  necesita  cierto  valor  moral  para  publi- 
car entre  nosotros  una  obra  puramente  cien- 
tífica; pero  á  medida  que  avanzamos,  se  hacen 
más  frecuentes  estas  pruebas  de  arrojo,  y  ya 
no  es  estraño  ver  intelijencias  jóvenes,  hastia- 
das de  la  eterna  luchajpolítica  cuya  esterilidad 
pa^lpaimod  tan  de  cerca,  buscar  en  las  rej iones 
literarias  6  científicas,  campo  vasto  para  las  es- 
pansiones  de.su  actividad.  Y  quién  podrá  des- 
conocer la  importancia  desemejante  tendencia 
cuando  la  más  desconsoladora  superrici^U(}a.d 
constituye  el  sello  característico  de  ía  mayor 
parte  de  nuestras  producciones  ? 

Pocas  son  aún  las  personas  que  siguen  nues  - 
tro  naciente  movimiento  científico,  y  no  trepi- 
damos en  asegurar  que,  eceptuando  los  mé- 
dicos, son  poquísimas  las,  que  conocen  los 
importantes  folletos  publicados  durante  el  año 
1879  por  él  Dr.  Coni,  dignos,  sin  embargo,  de 
llamar  la  atención  de  las  clases  estudiosas, 
y  que  no  han  pasado  desapercibidos  para  mu- 


—  144  — 

chas  revistas  europeas,  las  cuales  sQ  ociji|^^- 
ron  de  ellos  én  términos  honrosos  piara '  el 

autor.  .      ,    .  .    . 

La  mayor  parte  délos  trabajos  del  l()r!  Coh^ 
versan  sobre  estadística,  ciencia  á  la  cual  Hei\3t 
sch'ling  asigna  por  fin  « la  investigación  de  ío^ 
hechos  simultáneos  que  caracterizan  la  cultura 
de  la  humanidad  en  un  momento  dado,  y  la  es- 
posicion  de  las  relaciones  con  los  hechos  (fe* 
Igual  carácter;!»  ella  es  hoy  el  grande  apoyo  de 
las  ciencias  naturales  en  cuanto  se  refieren  á  la 
demografía,  merced  á  la  certera  e^bsoluta  (]^e 
la  estadística  ofrece,  elevándose  sobre  las  apf  e- 
elaciones  sujetivas.  Ella  forma  por  sí  esa  ciéáj» 
cia  abstracta  que  Lalande  no  creia  se  piiÁedé] 
estudiar  más  que  en  alemán,  y  cii/a  ut^idao 
nace  de  su  aphcacion  como  ausiliar  á)^s  cíeh-r 
cias  sociales  y  naturales.  La  hijiene,  por  und 
parte,  y  la  economía  política  por^  otra,  eman- 
cipándose del  ciego  empirismo,  descansap  ac-, 
tualmente  sobre  lá  base  qué  íes  ofrecen  los 
datos  estadísticos  deí  movimiento  social  .qu§ 
señalan  las  páistériosas  leyes  á  las  cuajes. está 
sujeto  el  flujo  y  reflujo  de  las  aerupacjopes  hu- 
manas, y  que  rijen  hasta  aquellos  ínísii}QS  he- 
chos que  por  su  carácter  inoividuaí  nó  parecen» 
sometidos  á  regla  alguna.  La  natahdacj,  la 
nupcialidad  y  la  mortalidad,  los  tres  eleoierj- 
tos  constitutivos  de  la  demografía  en  ?u  p>a^ 
te  dinámica,  así  comp  la  relación  de  los  a^c-f 
sos  y  las  relaciones  que  se  derivan  de  cijrcuns* 
tancias  locales,  por  ejemplo  entre  nosp,t{*93 1^ 


—  145  — 

ecsistente  del  elemento  indíiena  y  del  estrah- 
jero,  están  sujetos  á  múltiples  innuenclas  ()ué 
la  estadística  manifiesta  y  la  razón  ^nali^á^ 
buscando  los  medios  de  combatirlas^  si  3113 
efectos  son  nocivos,  ó  de  favorecerlas  cuándo 
con  convenientes.  Así  lo  han  hecho  los  pue- 
blos más  adelantados,  que  combatiendo  las 
causas  de  la  mortalidad,  han  logrado  reducir- 
la á  veced  de  una  manera  estraonünaña;  y  jus- 
ta es  entices  oue  se  desprenda  uha'  {>alabjra 
de- aliento  para:  los  que  luchan  por  losititdr^* 
ses  tnás  sagrados  de  \^  humanidad; 

Feü'citáDlosial  Dr.  Coni  por  lostrabajós  qtle 
ha  emprendido  oon;  tanta  laboriosidací,  y  ae^ 
seamos  q;üe persiev^e. en  sus tai^as'.       < 

RdgUlarmento!  núestrbsi: datos <  éstadístíd^s^ 
son  mal  vUevados:^   por  la^  defici^ciá  de  Ibs' 
rejistros  y  ki  ¡ioéa  importancia  que  hasta  aho- 
ra ha  daao  la  autoridad  á  los  Qontrdle^  indis^ 
pensabies  para  tomarlos  esacto's  y  s^üros. 
Esto  ha  debifd«>  dificultar  las'  investigacipnes 
del  Dr.  Coaí,  entorpeciendo  la^r^ularidad  de 
su  procedimiento;  y  no  es  necesario'  buscar 
otro  oríien  laja  defici^cia  demtichós'de  los 
resultados  prepuestos.     OonViene  hacer  la  ' 
observación  á  las  sociedades  europeas  >  que 
recibirán  con  avidez  los  elementos  que  se  les 
brinda  para  el  estudio  de  nuestras  pobl^cio^ 
nes  ^rjéñtinas. 

El  qpúsculo  que  se  refiere  á  la,  ¡organizjsiiciQo  ^ 
del  seíyípío  gc^nitarjio^  s^pía.unoj^delas  más  ., 
tremendas  Hagas  que  corroen  el  cuerpo  so- 


y' 


—  146  — 


cial  y  que.  debería  llamar  la  atenc;ion  de  los 
hijienistas  y  hombres  de  estado ;  pero  confe- 
samos francamente  que  no  tenemos  mucha  fé 
en'  el  resultado  de  las  casas  de  inspección, 
remedio  propuesto  por  el  autor. 

G.  ü.    ..  •  .  - 


IQO^odko  médico  argentino.  Recopilasdon  y 
resumen  de  la  legislación  y  jurisprudencia  so-^ 
brela  profesión,  deberes  y  derechos  delQsmé->> 
dicoSy  farmacéuticos  y  partera^,  por  el  Dp. 
Emilio  R»  Conu  Miembro  honorario  deia  Aisói- 
ciacton  NIédica  Bonaerense ;  Mienibro  compres-. 

Sonsal'de  la  Academia  Imperial  y  Sociedad 
lédjca  de  Rio  de  Janeiro,  de  las.  Sociedades 
Médicas  de  Lima,  Santiago  de  Chile  y  iMór^ 
da  de  Yucatán^  de  la  Sociedad  Fraín^esai  idej 
Higieote  de  París;  Director  y  Redactor  eci  gefe  . 
de  Id  Revista  Medico-'Quirériiica^^^^.  Btiénoa*  . 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  É.  Coni,  edítorv  60.i 
calle  Al$ina--60.  1879.  (Es  propiedad  del.  8di4i 
tor).  En  4^  menor,  128  ps.  y 27  psi  naásdeht-: 
Código  de  étiea  médica  adoptado  por  lar  Aso^.  •  • 
ciacioa  Médica  Americana,  con  que  coatp!iéta  • 
esteUbrOi 


'»'i 


ii         U; 


Es  una  impon.  1. lio  recopilación  de  tódá^'ltó'; 
disposiciones  y  leyes  que  se  reflet'en  al  feJb|Y'^* 
cicio  dé  la  medicina.  Termina  sil  bbra'ldpíi  lUt 
Índice  alfabético  en  el  que  aliado  de' bada  eíi- '^* 


—  147  — 

fermedad  se  encuentran  las  diversas  disposi- 
ciones dictadas  para  los  variados  casos  ^ue 
stobre  ella  pueden  presentarise. 

Es  un  Ifbro  sumamente  útil  para  los  medic- 
eos y  estudiantes. 

191— La  hipomanina.  Un  principio  cristaliza- 
do eiierfcbuscho».  Níerembergia  JELinj^mon 
nícdif.ier^  Por  Smle  Echegahay.  Tesis  pú^ 
blica  Presentada  el  17  de  Diciembre  de  187$ 
é  lá  facultad  de  Ciencias  Físico  Matemática» 
déla  Universidad  mayor  de  San  Carlos  para 
optar  al  ^rado  de  doctor.  Córdoba.  Imprenta 
del  Eco  de  Córdoba.  1879.  En  8%,26  ps. 


, » •    •    1  j 


Contiene  la  descripción  y  análisis  ^fmioo 

'  de.  un  nuevo  cuerpo  orgánico  venenoso,  eom- 

plenamente  desoonpcido  por  la  cieociaj  desou^^ 

biertiQ  en  la  ioUtnaeea,  vdgarmente  llamada 

chuscho. 


)d|?*-0ma  para  el  análisis  imnediato  de  let  ?e- 
íetüéé  por  elT)r,  Pedro  N,  Aivata,  profesor  de 
Química  or¡gáñica  en  la  Universidad.  3uenÓ9 
Aires.  Imprenta  c^  Pablo  E.  Coni,  60— Alsin^ 
^0.  1879,  En8°,  32ps. 


'í,9^|- Ventajas  de»  loa  abonos  proporcionales 
de  las  tierras  de  cultivo.    Instrucciones  para 


situada  aliado  c^f  |os .p;^itadpr99  qe:lps,^r>- 


■  '■  1^-fifoy^o  bára  él  «iítableDiiiiielnto  ¿0  m 
iVSém  '^<>cíeld  6&la  ^ébúbUba  Ai^éntíbá  M 
«.•iJb^ÉÍiiN  HtíERób.  Biiehófe'  áír^s.  liAbreSfa 
iafe  fe  Nácibw;  (jyfe  de  Skíf  Má/tih,  M*;  m 

ww; Eíi'ik líiiis:    ■'■'•  ■   ' 7 ■■••■  • ''■^'  '' í' 

195-^  Coltivazioni  pratíolie  nei  terrítorí  deí 
nord  della  Repúbblica  Argentina  per  C.  A.  S. 
DBu  JVíi^oo.  Bedicato  iai  iooloAt  daiiGótaMáis- 
smñO'  genérale  ^di  imunígrazíoaae  coloni^za^' 
zione») 'Quenoó  Aires;«  Traografia  del  PonbsAiiii 
ndbfiel^anQ  '09,  1^9.  .Mw8^^  M  p^  yal^má 
láminas.  >\      >^^ 


196-rEl  Petróleo,  de  la  Provincia  de  Júíúy^ 
coriíeretíciil  dada  "en  la  Asaftíbléa  dé  ía  S07 

1  éócí( 

Colegi 

Publicado  en  los  «Anales  de  la  Sociedad  Cien- 
tífica Argentina».  Buenos  Aires.  Imprenta  |le 
Pablo  É.  Cdni,  Alsina  60.  1879.  En  4»  14.psL 


—  149  - 

•IPZrrl*  I  geología  de  Ja  Swria  Baya.  Confie- 
rencia  dada  en  l^,AsambIe9<  de  la  Siócíedad 
Científica  Argentina  el  23  de  junio  de  1879  por 
ol  socio  Eduardo  Aguirrb^  Ingeniero  civil  y 
Profesor  de  Geplogia  en  la  Universidad^^  Pu- 
biíéácfo  en  Iq^  «Anales  de  la  Sociedaa.CJferttí- 
fleia 'MLi^étítíña.  >  Puéhos  Aires.  Imprléhtá  de 
PtóDb'  i.  Cohi;  Alííjiná^eO.  1879.  JSrfS^  lAps; 

Oontiáletüá  pl^úó  tapógrMcó  de  la  Sierra 
Bava,  levantado  por  los  alumnos  de  5''  año  d^ 
Colegio  Militar,  Dajo4a  dirección  del  señor  D. 
Eduardo  Aguirre, 


f  m' 


l9d^>-'^L£É'^éM«éies  lüiti^ráles  de  la  República 
ArfeditWáf  '^*>íel"Di<.;  ©.  'Líns  Brácíkebüsch;, 
Catedrático  dte  Mineralogía  en  Ja  Universi- 
dad Mayor  de  San  Carlos  de  Córdoba.  Publi- 
cado en  los  «Asnales  de  la  Sociedad  Científica 
Afgettliiia;))  tópl^éma  dé  Pabló  É.  Coñí,  Álsi- 
iriñie:iOT^,-E*  4^  meílór,  IgÓ  y  4  ps. 


•        ■         f  •'  .'Mi. 


Es  un  ensayo,  como  lo  dice  su  autor;  pero 
un  ensayo  bastante  completo  de  los  minera- 
lei(,  4^,  -wosbrp;  pais,  :e$peQÍalmente  de.  las 
m^llr^:  ¿¿ilek  4  *^  mineifia  y  á  ta  industria. 
r^icide  «sfiffvir  <]^  complemento  á  los  estudióos' 
jeq^p^^  spIÁr^'la  n^at^ia,  de  Burméister^  du . 
Gróty»;  Wápfi^u&  y  Moussy;  siendo;  del  mis- 


—  IBO  — 


mojénero,  aunque  de  más  latitud^  qií#to$  tra- 
bajos de  Kyle,  Puiggari  y  otros.'  i-^i.i    '■•«•' • 


199'-rPropÍ6dades  flsioaa  d^  las  j)aadiai'9#)4§.i)A 
Repáblica  Argentina  por  ÉiiiLip  Í^o^etíÍjíI^ 
geniero  civil.  Publicado  ^n  los'  «^¿al^ScjiÁft 
Sociedad  Científica  Argentina. »  Tóbao  VIL 
Entrega  V,— Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pa- 
blo. E.  Coni..  Alsinai^eOlT  1879.  Bn '^  itoeíibr, 
Í6  p^.r  •-. '  ;    .  •.         •''  ■  !  *;•'  ;  •  l'.^'  '■  •  ■"'  f^a-.ñ 

200— Puerto  del  Riachuelo.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  nos.  133 
y  135-  1879.^n4Mxienor^  Pf?r^e»lir^ggSLictef40 
a  45  p3.  Lá  primara  contii^ne  lia  pla^j^j^p^ 
(Jiques  próyjectadós  en-  ei Riivchusio. ,    '  .f.o^'  O 

E^osicioxi  del  Dr.  D,  Jua,á,  JÉ'áir^  ,^^|}:4-^ 
proyecto,  presentado  al  ;g9bieri;loiaQilaprQm^ 
cia  el  5  de  junio  de  1778;'  propiíésta  para  ter- 
minar las  obras  del  puerto;  etc. 

201— Ideas  sobre  la triangií lUoion,  yytíapÁ'sé^^^ 
neral  de  la  República.  Tesis  paira'¡lá  rííválfii  i 
dación  de  sus  diplomas  de  >agrimétl%ór  ^ót'i 
Arturo  Sbclstrang.  Buenos  Ait»és.  Iíiipt*artJ^'*i 
tade  Pablo  E.  Coni,  especial' pata  oferasl^**^^ 


—  151  — 

caüe  Alsina-60. 1879.  Eíi  4"  menor,  93  y  XXVII 
ps,  y  4  láminas. 

"I  '  k 

^!í-^ld6titi£ÍGacio9  de  dos  alineaoiones  rectas 
y  desarrollo  de  los  arcos  que  sirven  paraes^ 
obj^tp,^  Té^is  presentada  á  la  Facultad  de 
Mat'ebá^tícas  paito,  optar  ál  grado  dp  injeniero 
civil,  por  Juan  F.'Sarhy.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  número 
135.  1379.  En  4°  menor,  75  ps,  y  1  lámina  con 
32fl^'r^s'jóom¿tricas. 


203— La  electricidad  aplicada  coiíio  fuerza 
motriz.  Algunos  apuntes  «obre  la  practicabili* 
da4  .}f|e(]fpl^o  ,d^  €ista  iiii^va  aplicación  de  la 
elfi9trJ«?idad.jáináipiía,  por  Carlos  Pitz  Ge-^ 
RA.Li?i.KoBEívrspN,  injenícro  civil  de  la  Univer- 
siíjad'^e  T^iOr¿nto;..Bu«no3  Aires.  Imprenta  de 
D;  Jara  y  C?,  Reconquista  73.  1879.  En  4? 
menor,  16  ps. 

vtíralwg5¿'l<< presentado  como  tesis  á  la  Facul- 
ladye^ííláiertiáuí^íAs  de  la  Universidad  de  Bue- 
ndfe  AipeB/páraí' revalidar  su  diploma  dé  inje- 
niero civil.» 


SQftt^OaBaside  ba&os.  Tesis  presentada  á  la 
Facultad  de  Matemáticas  de  la  Universidad 


—  152  — 

t 

de  Btienos  Aires  por  Eí^riqu¿  Ab^í^g,  ,pára 
obtenerla  revalidación  de  su  título  de  arqui- 
tecto de  la  Academia  Real  de  Bellas  Artes  en 
Estocolmo,  Buenos  Aires,  Jprnpr^fita  d^JBl 
Siglo ,  calle  Alsina  núm.  101,  Í879.^'  Mú  »'<>. 

27  ps,  •  ;"• '  ' ;/,  ■; . 

Con  el  plano  de  un  baño  turco  y  el.  <^  laá 
termas  menores  de  Pompeyit.  ..       ' 


•    # 


205~Pói¿0B  artewaüós  absorbentes:' aj>li^^^^ 
á  la  higiene  pública.  Dedicado  á  icts  poderes 
públicos  de  la  provincia  de  Buenos  Aires,  Im- 
prenta del  Mercurio,  calla  de  Alsina  272.  1879. 

Ep  8V,    31   ps.  :  ;  '       'V      ' 

Estudio  hecho  por  el  gobernadot''dfcila'Pferti- 
tenciaria,  D.ENBiauE  O'GkmMAN  ¿on  tel  oftjiftó 
de  mostrar  su  aplicación  eü  el  establé<jirtne|itoi 
rrí^cédelo  una  carta  del  injeniero  séfflor  Ptóaj' 


t» 


206-~Coiitribuoiones  á  la  flora  del  Fart^aaj 

por  DoMiN^^o  PARom*     Mirtáofli^^.  Kajs^vlo 

'  cuactp.  Buenos.  Aires..  Impr^tá' de  SÁblo  Q^. 

CQm,/Álsina  60.  1879,,  E©'  S^. cío. las  pai/lOO. 

á  160.  .  • '  i !  <  •   • 

Los  fascículos  anteriores  aparecieron  en 
1878.  TodiQ^hani  ofrecido  datos  liuevos  sobre 

la.flpradel  Paraguay^.  a    ..!      !•  i'    íüjí 


iers  |>or  JÍB^nqario  Escobedocon  arreglóla  las 
^y^ropoias  da(}a$  por  q|.  Dr.  D.  I^aao  Lar- 
j^AjLNi  pfitiédráticp  de  bi^tonia  patural  en  la  Unw 
.y:^si4ad<.d6  QqejQOfs  ^ires.  Bueno^.^ir^s^..Ini- 
prpnta,  4eí  Pupblo,  Defensa  78.  .18.49.  Eji  89, 

No  es  un  curso  de  historia  natural /pues 
se  limita  á  Uenar  las  deñciencias  de  los  testos 
:y.'0^tp.6OmpreDde  ocho  bolillas  .4el  programa 
iiniyprsitario :  Polilla  14— Mineralpjia»  ^rien- 
tipí^j. .principales  rasgos  orográfico^.4®  la;íie- 
^jibUqa;  sus  más  importantes  distri^*^  ^^n^'* 
COSi,  -jf  metales  que  producen.  Bolilla  Í9'— 
Principales  sistemas  de  clasificación  adopía- 
4o^  pn  bqtánica-  Bolilla  ^5—  Jejograíía.  bo- 
tánica. Bolilla  26  -  Flora  arjen tina. ..  Bolilla 
31Í4-Ca)pr  animal.  Bolilla  36— Principio^  de 
clarificación  zoolójíca.  Bolilla  37  -Caracte- 
res; de  los  mamíferos.  Bolilla  3§— 7^1  hombre; 
4)íincipal es  rasgos;  superiorid^ad  .dq.sq  orga- 
nización.        .  ,   T  •  '     ¿      :  i 

Como  se  vé  por  el  sumario  trascrito,  nay 

algunos  puntos  importaates  en  estos  apuntes 

de  historia  natural :  la  mineralqjia  y  la  ñora 

-de^lme^tPía  R^álixUoa  es^ón  estu^v^dag^  pon 

tfca»teftte;d«t0riclon.y'b^nps.4alií]#.-M;  •»  « \. 

•  "=i)í'iiM¡  iii    '•!...'      •  ■:    i  '..I  ■.>!   ■'.;*,'//"•     ■;.'   •'M 

-OHÍQam-Mwwl .  ge. ,  gapgr^n .  .físw?¿^ .  y, ,  fPoIj[.t¿Ga 


'¿Míml:  y-  pór  te  Jtlritía  'der'  EdTnc^tíóft •'á!é''<*L 

Tíéccipii  y^r  MihMetío''(í^'*^^ 
¿fe'tó  ííácíon:  Bftetíóé  Aires;  Ittibrfetka^t  Í^H- 
breria  de  Carlos  Cásavalle.  Calle  Pera  tíí. 
1879.  En  89  menor,  160  ps. 

.'    '  ■    -'  '>t    '.    i    ■•    i-í'."'^   "»ií  *;.  noli  /':  í  íí.iiii  o--. 

'  Mft&  tjüé'tóanualpb^fó^$tóc9fítí6ylaó^ 
dóri  frecuencia  defl¿ífenté*;^s\^Fe'  tódo^'etti'kt 
p¿rté'p<«ítíca.'  La  ftí-ganizafiidm  da 'la  Rapiíblíi- 
cá'Atj;^at!ña'feff  íá  que  há*méT»ecido  iíiás^ílief- 
tétíci0h  de  parte  de  I^iáütorá/'qvnett  éspfeWfe^ 
iiüéstrtí  fbrma  de  góbjerrfo  ©ñ  ocho  'Iftt^ttd'i^áb 
"¡Sarécen  éscHtaíJ'cón  I^  btenfclóli  de  confundir^ 
'áitó^or  tnüchacho,   .  ;  .» 

La  paHe;  físipa  está  bastante  bien  ti^atadáy 
esj  i^látiVamerire  cótijpletaw  Al  fin*  de  cadir  ca^ 
pitillo  Vá  pn  caéstíonfario  éUmaméñte  detatt»^ 
do,  aité  debe  ser*  de  Utilidad  tanta  para  lóB  d?$K 
cípuios  cqmo  para  los  maestros. 


t  '  i 


■  "."1'»""  .''•;■•  '  1  i.     ; 


.'    '    . 


tion  of  the-iné(im's'motí<!»n^And  ofitt^aalitíwéf 

its  motíon  which  make.iLreach  certain  points  of 

its  orbit  half  a  minute  before .  and  other  points 

'liíaff  a  imlhdte  áher  tbé  m^Q  kidiéifl^  krfiSXao- 

-tf.  ''Aiéb;"«béeaUderof/tbé^etr¿gMdé%idMQIi 


of  some  of  the  cometteí;  .the  obHaiiity  of-thé 
«cliptíe;  and:a<  properjnótion  of.ttiasun.  Uév 
dicaÉed  to  wiliíam  Sp.Qttíawo(>de,/e?;q:^  pre+ 
sident  of  Jhe.j*Qjial6QciMy|..a^  a  challenge  ctA 
•behálf  of  the  newí.elomenta.ofiíiaitural  philo- 
se>pby,  by  Wiii.UAMrLBmH/r9'N'.j0RDAi>íy;F.  H. 
G.  S.  Buenos  Aires.  Imptenfá iíe  ^uan  Hj  Kidd, 
Corrientes  117.  1879.  En  S?,  20  ps. 


-  21D-rAa  TOSwép  :tio  th^^preeídaotiof  the  Ar-h 
gentine  scientitic  socíeity  bv  W^í^íí^M;  Leioh-;- 
TON  JoRDAiN,  F.R.  G*:S.  KueliÓ3:Aire3.  InílT 
prentíi  á  vapor  de  Juan  H.  Kidd ,  Corriente 
117.  1879.  En»>,  12  pa. 


Interesante  investigación  ciemtíflca  é  hisvtó-s- 
rica  en  reí^pues^a  á  la  frase  del  Dr.  Ravi^igon: 
«  euándo  puede  haber  surjido  lá  idea  de  que 
la  naateria  e&  inerte  ?» — tomada  def  su  discurso 
antedicha  sociedad^  píThlimdo  en  la  Nación 
de  16  de  setiembre  de  1879. 


t  .  ü  '    ■ 


•    *      ' 

,211  -  Reaultftdoa  del  obseryatorie^  Nacional  &r- 
gdnti&o !  da  Oorboba^  tBmi»mfk  A.  Qo^M  Birec - 
mié  VdL  lümm^efária  Air4físitóiHa^  FublieA^ 
do8  por  el  Qb*ervittorJ0>  ¡1879.  Uranonaetria 
Argentina*  iBrilljaiktaK  y  ppaioion  rdej Ia$.  est^re^ 


—  156  — 


Has  1)jas,  h^iitá  la  sáptinha  tuagnitud,  compren- 
didas'dentro  de  ui^n  grados  delpolo  austral, 
pw  Benjamín  Apthohp  Goülo.  Con  atlas- 
Buenos  Aires»  Imprenta  de  Pablo  E.Ooni,  es^ 
-péciál  para  obíras.  tíO^Golle  Alsina-60.  1879. 
En  la  pajina  siguiente,  el  mismo  título  eüi  in^^- 
glé&-  In  folió,  XV  y  385  ps. 


Hé  aquí  Un  libro  que  puede  leerse  con  el  in- 
terés de  uíi  romance^  lá  seriedad  de  una  histo- 
ria cle\itífioa,  y  (a  austera  atención  que  requie- 
re el  rejistro  de  contabilidad  de  los  tesoros 
celestes.  * 

No  sin  intención  enapleáiios  ta  palabra  ro- 
mance á  propósito  de  astronomia.  Méry  ha 
escrito  una  novela  en  que  los  astros  intervie- 
nen .  1)0  CiOiúo  actores  sino  como  eleoientos.  í^u- 
jesjúyos  de  laimajinoieion  Hablando  contal 
►motivo  del:  (tCosimíóss^  de.Humboldt  díce^  que 
es  un  libro  qiie  puede  volver  locoá  uix  hon)bre, 
consi/s  sol«s  dobtesde  diversos  coljoresj^jus 
nebulosas,  jérmeo^srde^  mupdo^  nuevos  en 
embrión,  y  sus  meditaciones  trascendentales 
sobre  la  jerminacion  infinita  en  los  espacios 
infinitos  de  la  creación. 
•1  El  libro^  de  qcsb  vtftiibs  ú  ocupamos,  siendo 
4a'MÍéfeuiCdrpt^.4»Mett)étí€a  de  la  óbserxsMSioo^ 
sin úúíá\ só'tÉL' H^mé] «íA^ la  firetendoh -deda^'t* 
«éntív,  es  uAa^^eiidaderaírevelaleiob,  que  hai^ 
fnetülar:  á  Inuobos;  y  que  l'^icb^áe'alténMT^él 


—  157  — 

juicio  de  Há.dle,  ptiedé-coAtribufr  á  restaüitiecer 
su  equilibrio  el^evando  eA  -corázen'  á  rejiohefc 
superiores.  '      * 

La  Uranometria  Áirjeritin^éTi  \iú  Hfefoqüe 
en  nombre  de  la  ciencia  toma  posesión  def  más 
de  la  mitad  del  cielo,  asignándole  el  nombré  de 
una  niacion,  y  da  carta  de  ciudadanía  á  ia^jfts* 
trellás  que  lo  puebla»,  ni  más  ai  menos  que  &i  * 
se  trc^tara  de  territorios  y  de  habitantes  rejir 
dos  por  la  ley  humana. 

Es  un  magnífico  volumen  ilustrado  con  ca--^ 
torce  mapas  celestes,  escrito  en  dos  idfOfiíias^ 
inglés  y  español,  impreso  en  papel  azufrado, 
que  lleva  en  letras  de  a^ua  el  nombre  famoso 
yá  del  Observatorio  Naeional  ÁrjenHno  en 
Córdoba. 

Rejístranse  en  éí  catalogadas  y  gráftcamen^ 
te  representadas  seglm  sus  magnitudes,  las 
estiellas  visibles  del  hemisferio  austral  y  par- 
te del  boreal,  clasifióadas,  numeradas  y  filia** 
das,  ocupando  en  el  ca^thpo  sideral  la  posición 
esácta  que  les  cort^espqride  en  los  espacioi? 
con  Velación  al  equlrtocció  medio  de  1875^  i^i 
más  ni  mériós  qué  como  eri  las  proyecciones 
de  las  cartas  jeográíicas  se  relacionan  al  me^ 
ridiano  arjentino  los  accidentes  de  su  stiélól 

"ttay,  pues,  un  cielo  aijentino,  como  háf  una 
uranografía  tirjenfina?  '.    ' 

A  esta  pregunta  contestaran'  las  r'é'rttotás  je- 


hasta  ellas— vean  levantarse  nuevos. fl^p^Sn,^,íi>rj> 
}^m  ^u^pcifiont^.jr,lQ3  a$tro3,^?i:ic^aw  vuel- 

-''Ahdí^síi  «euasrés  tos-xisir  o  Jn  dse  Ai>  ao/íte,:q#*Q¡a^ 
Itóagpii^y  énniéoda^icri;  iQ&JiCtep^éfcttlpSí^ 
HifitflaBaíy.dB:  >id  feárdpjí-bHüíir'CÓfíío  tó8ipw«3. 
divinas  del  inmenso  edactaauid,  'pifedtíchd^Ssd^ 

f^!WÍ**;<fe»yéjau^n rl^.váafca.nse  j  esc^ 

wa^ivYS^/.j^  jÍRai3ivarípQr>ípsíUAWte^^  ^ol9ve¡nue^- 
tras  cabezas  en  moviniiento  aparent^^.al.qe^- 
r^dor^  4^}  .eje  de  la  tiefrA,,tpp^^qdo  l'^s  ^^ebu- 
lP3aÍ¿ft.9¿iíIlanica.H  loa  qírculbs  .polares i;^  4 
ca'^nepa  '4if ;  m  ..fi^ntescjO  'k^\  ei^oscÁpio;^'  (.  y^se 
yaíiiar^  ejx  cada  hora,  de  lá.  rotación  .d^urn^,  la 
'esipléndida  decafcacibade  Ío¿  é^pápios,iafinitj)S, 
ía^candó.la  0r,iizi4eí/Si^r., donad,  gn'teló'.ce- 
jeste^us  n^ájie^s/p^taciqn^s  •  jr  mi^irse  ^fo^ 
^  I^.^Qcl^^QS^ql  mismo  gspeQtaculo  c{^nipian[^^ 
f^;U)s,.dgnj^jiÍ9^/d^4^  ds  n.üie3.iira^;  lar 

Jiíudgs.;*    ..f,  ^  /     :,.  .^  .    .;,  .;.^.  ...   ,. ,  .j... 

Tal  es  el  cuadro  y  el  asunto  de  la  TJ tañóme- 
tria  Arjentinay  ó  seaifel  inventario  austral  de 

vista  en  medio  de  la  ní)ph^„.p9pi9t¡fll}3t§ffQ^ 


•'      .      )    *,         ".     \i.   t  '    .    i"*'     ■'    «    'i       •  ■    •  ;  tM   P 


lK«f^;4f(  lui^  #¡90«]pft.ftiiwtÍftPi,PW\íí.«dr/ 

mqm^f,.  '.„>    ,  ¡...,  ,. , r.. .  • ...  •.-..  .  r  .,  •. 


^^ymmt^  propia  .(íleiop»#$tros^  y.  ^de  ertra^írr 
telacionde  Hércules;  y.  §í)br0.tjc)dp^',áí.fi(ui^,. 


de  los  cambios  que  esperimenta'la  dirección 
del  eje  terrestre  por  láv  iccion  combinada  del 
sQliydateíilUna;  y^pí,  ia*.  oou^ftiftoiwQSí  dp- 
^apér^^efl  iwcq  á  pqqq,  mi«rttrft&:que'*e.  eler. 

vafljteíateWeíiíe^  sobr»©  Ü  hwi^ont«;eíMlA»¡brir 
AlMit«3jÉ^íiíesi¡jiyl3iibte8<^  M -^  ;  .'      ..  •    .    /: 

i^fenwpudo»  yep»levanteraQ:;diB^de  Jasi  ftUas.íNer 
Ji«W;íteí;KíWt€!)>  4tón)íftg»ífi<}aa  whftftBlií^w^^ 
<M  j^ecbodia^  i^ue  por  ^pg^/tmn^Oromlí^  ó.  au' 
^á9iiín«{Mar€iQi0rA&;dQ^Iw{ieá:(ÍQ  teit^^aSo^^. 

^tí<igiuk^'0a(áiia^  ,9Íd4»r!ak^  q)ji^  Im  dOi^^t^JAr 
CMopo,  er  Navio,  se  veian  en  vida  de^  l^iif^ 


Hasta  la  Cruz  del  Si^  atributo  hojr  del  cielo 
austral,  que  el  Dante  entrevio  al  salir  del  ín- 
flenlo ;  qúé^ovpt^éi&  &  iPInzón  y  'Vfeípayio 
dúaiid(y  *L<ráV*$aW)h  pw  primera  véz  ía  ^Him> 
éí(alriOciéírfl,  fertt  viable  en^Eüf  opa  veinte  y  nwéM 
ve  siglos  antes  de  niiéstm*  era'  y^  qiri^ientftMl! 
afios  déi^tiéi^  de  erijida  la  pirámide  de  (^M^ 
opsr,  y  puoíerotoi  veria  lefn  el  siglo  IV  á  ^tz  grA^' 
doá  dé  aküfa  Ids  ailacoretas  de  ki  Tebáidí9L^ 
coiitemplando  en  el  cielo  el  símbolo  dé  su  'té-.^ 
Y. esa  míisma  eoniMeiacion  ha  dé  dejái^  algán 
dia  de  seíb^u»,  porque,  sus  cuatro  estréfifitór 
características  tiendea  á  dispersarse  ert  dért^ 
titfo  diferente  y  con  velocidades  desiguale»,  /' 

De  la  fijeza  de  las  estrellas,  no  queda^A  taK' 
vez  sillo  W  prtívejpbioa.  i  i    .  jíI-; 

■•       .;    .   ..  í.  IV:      .  '  ^^     i;-  ;vl) 

Én- pr^esencia  de  estas  revolucion<es  de.lóir 
ciélosy^s^ama  Humbokit!— «Un  di^i  liegatA^fr 
qtie  lad  bnUantés  constelaciones  <deliOéf¥táu#(y 
y  de  la  Cruz  del  Sur  serán  visibles  en  las^ta^i 
tHüdeS  bóredies,  en  tanto  que  otras  estr«^lds^ 
como  Sirio  y  eh  Oínto  de  Orion,  déjanáti' dttf; 
aparecer  én- suborizootec  Las  estrellas' de Oe^í 
feo  y  del  Cisne-  MTvir&n'  sucesivamente  t^rcí' 
reconocer  en  e)  cieh>lapdsifetotí  del  pioloiNAr^ 
te;  y  al  cabo  de  doce  itiH'  %ños,  ^égia  ide^'la 
Lird«erA>l*  estjrefla  potar,  la  más  magitfAcW^ 
de  todas  ^c^nta^^uméran  desémpeflaf  ^8M> 
paipek » ''  »••>'■'  j     ....i'/  ''   ,"i  ..'..  ^j  .o^i^hajO 

Asi,  oMÁdo :  )k'  inakxiontana  bliya  ^éMp«mf^ 


—  tw  - 

I 

cido  dd  polo  Norte^  la^.nubes  mágálláníoa» 
del  polo  Sur  .aeMín-  liavtaibles  para  nuasttros'/ 
descendientes;  y  entonces,  qué  quedará.  4e :  1& 
fijeza  de  ia  estrelfai  polar*  j  de  Ja.  faihiuitabilidad 
cíe  e&te  éielo  arjentino  que  no»  ácJ^udutauKU. 
como -propiedad  ctemat'    !  "i  c  .    ;• 

Quedará  el  libro  del  Dodtor  Ooald,  que  será, 
inmortal  mientras  los  hombres  levanten  sil» 
G^  hacia  arriba  para  admirar  los  resplando- 
res de  la  creación,  y  ios  s&bios  iaclinifi  ttii^ 
pálidas  cabezas  sobre  los  libras  para  eaplicarr 
se  las^ leyes  (!foe  la  gobiernan» 

El  libro  del  sabio  Director  de  nnestroiObser** 
vaéorío.de  Córdoba,  aunque  lleve  á  sú  frbnte 
un  nombre,  nacional^  es  un  continjente  dado. 4 
leí  oienfiia  univeiraaly  queeomoei  NuntííáS.  aif 
dmieusfú^  Graliléb  en  otro  tiraapoi,  irá*  ptibUcaa-H 
do'  por  el mujudo. nuevas  noticias  del  cielo 
aoMrali  •  vm*  .  ,    '',,: 

Y  isstias:  \ootibias,  aparte  desu  yatoc  cktxúU 
fico,  tendrán  tanta  mayor- moví*  dscd^  cuatiioíique 
irAc^éneambio  de^lía  liblro  reCieate^deFlaiin- 
nmurioni y  1  que  repi^ijNdueiendo  ádkioalkida^  jafe 
eartas  -celestesí  eel  Dean^  oca  da»  por  tíodaí  j|a^ 
forakaoitín-  isidenál  ¡respacto  denuesl^o !  hémie^ 
ferk>^lk)í^<iiiftiompl^a'eat61ogDs  ést(^  de 
medio  siglo'iajtráa^lH)  i*  i- ,"  •  ¡  • .-  »  '<^'j  *•■  ><••.; 

i/>B8'tieoé6ariovétnpero|  noibc^ajerar  el  mérilo 
rea^ridé'ejita^íóbrajiooy^inijboetonda  .Qei-án»44 


I 


tienen  no  menos  de  dimniAíl  btilrsitea/qyobtaD 
^oronaidp  ,b¿in:  éllaeí(H>tíabáza>iiiádsta¿habda^el 
9ábioí!aMrón6nsey>parBHÍáBdble'atmiiiuz!^ 

éíiñ  fe»  *  á\Bai  rej^mss  ^^mo.oohensteD  mi  I  (á%  tpan 
His^dqkfaatms^eríodiSarJ  babcaivdsKhéehQF'sbtíáef 
ellas  no  menos  deiáañtód^ei  m^  Qá»^^mái(^. 
«99^  <i^  tjcrci^fsilfeu'^Á  ooJoiaitf  biiim^.ilúineTÓid^u 
taJtalj  tpof  oi£9te;  itr&b^jía  iio^se  .ttailia^ 
üiadóiv pdOri«phJse<naemfcé» pksihá'podidoif.TtQi!  ¡ai 
kt2  públfoa/.  BstBireBQlíad^éípQÍétí(^/'eKiy>ro 
éBfxxjtí  i^  (tei  l^eqiÍBÍlánki^  oaread^^  iq^  *  tidaifi^ie& 
iriili'«slptíl8:S¡xíáj¿dogB\ia8^idfi[)daisíicímlee(pi»fe 
cuenta  mil  fueron  observadas  por  Lairade^ 
eayai&  huéHastlaofine^aíBpgaBidibccenoib^  Dr. 
GquldirB8pQ¿tdjdedasiiia1atadeí$ialmir^^  ^c:n\ 
-íLaUMnbméímaiAdn^M^  eaiátoí  iústálo^ 
áeiestréiias'  ivioAiOLá^l&iauíih^q'M  t^hebua 
etqué^Hipaqcaifannajraetí  lob  pcim^íFOs  4ieiiB«^ 
peBideilatastronsomíB)  éipss'iptí^ 

tro,  y  por  escepcion,  del  teJeB^apáOil^.^i^^  oíIimoi 
Él  número  total  de  estrellas  catalogadas,  se- 
gún lo  declara  el  mismo  autor,  no  pasa  de 
l)(í^€b^  Íoorresp(nidÍ6n(}otBi)iilóQaiw^^UaM  al 
MBÍsfecio  .Noiter^emodgioq\»eiól(Bl^ 
^8Qdiá9:d6i:ittemniiiíe9tr¿imn^^ 


-  IM  — 

Bá^ie  'tifi^beijo  .raprabaata^apcoeamiadaiiMnA^ 
46009  i[^seH«icÍ0n«^  éaAqMrAok  rbsulti^oa 

7''^níto"^M9  iAiK>Kí>d6)afeigi]arie8ifi^  p^^ob 
déShiii^  «i^ilbsiniapa6b€alwi»ai;  j  I  '¡ím;  .;)  ,\\ 

Nó'édtol^ii^  isln^  ha$«ai  las  Bstti^^ 
séptima  má^tiita^^uipaeBeMa'ilafr  úáíoafe  quaóoa^ 
den  observal'se  á  la  simple  vista  aún  en  el  fir- 
mamento claro  de  Córdoba,  quedando  fuera 
de  'sU^ato<fef€6  ioe  aHtPQB  tcjksHsdpieo»;  qpiya  •  ftr- 
mat*ái^'pa?ta^xÍe:ii^»aqiilbtib¿(iipn-MÍ|erJoÁ  ,;  í  • 
•  *  I^i  Jtbdas  4ásr<6S|^i^¿ija!^,'  átií '  dejisiti-adiiüs*  ^n 
sido'  4«ftacfbiertá8>poy<idJDioc(dp  áioúááymmá 
algunos  parecen  creerlo,  pues.grqn'paptefisu'f 
rttba/.y^'Su  catúIogdsiantaoioreii^iqaeJfaah  ^sldo 
cehi&uttaidosal  efee(og^:>jS^0l)éndok>s<á(i!mai]rueK 
c'dtnpMbitci^w:-í  i'-'i  -  .:^  -í- 1  •!]''  ♦  '-*>•  *'  .''•'.•  '  • 

M»^  pe^diidlto^bá^  ^a  ia^lbriaidé^aa  tiom!^ 
bre>  y 'pdra'^ariG>^aiiy3(^n  lutcésjine£itinguibi(^9'una 
vida  consagrada  á  la  inveétli^eioh^de^^ki  i»er^ 
áaáml^smiundosidéaocHiooit^sJ  )>  c 'u  / 

•'Bl'le^cibiatoiKsaidó  léa  isbt4»  grandé/ottirá 
ttiMfo'Ciefí ^adoB  Ite^ia^slé&á^  á^contBr'-dttsdb 
el  polo  Sur,  comprendiendo  por  lo  tanto>dÍ8Z 
^iuát^^det^ iieihisferiiD»>b<)veaI.  -«ux,:    r  ^ <  /I 

•*(r€ida(^'tdb'dstnellas>t}Be(se4laUaa¡a^Sar  del 
efiMAw-thgm  <«(Kda)  ^b£íeri9fláa<BÍ;>coi1')etr)e»7cu]o 
láíéi^idittti^riiel  OtaN»iv)dKorio<!dé<  Górdqba^.  f^e^^ 
(emii(fáiittaíe'«egU3i<  o^r^cátoe^aompli^asj 

bilttlAdi)tt«í)iáoviinUn[t<i^{faoáápb^^s»  dupliaídiid¡;i 


~  €64  — 

iNi»se6h»im)^  featptsjí;ii|ir  deo^iflaaípiíii^trQlaño- 
BftMc»  iiado  el  iistofna  á  l^ieáMuAñmúiip^  k|OIP 
haora  «1  oftdo  déi|alofitta>an  esta  talí»di0i^  ífliri 
deraljeq  iqne  la  vía  láodéareocreetíaoieQtetiM'aT 
zada  por  la  primarit  vw  oon.todjEt$  sqp  fri^Rt^ 
ras  \f  famiñeaoioheft,  drcula  <»  i^>$(  ^9pm>íos 
eomo  up  iumiiíoao  <  río  Hoosmogóbico^    ;  .  .  i . 

Los.  ipnateriales  ajenos  incorporados  4  ^^A 
obra»  á  ia  par  que  le  dap  8<dide%^)  reaman  |a 
importárncia  del  trabajo  propio,  ligándola  á  la 
historia  de  la  cieiKÚa  universal  enlo^  espac>p3 
yi  «ea  los  tiempos.  i.  m.  ^  i. 

La  .historia del  cielo  austral  en  corta,. y  au9 
documentos  son  ianipoco  namerosojs  can  ne^ 
lacion  á  las  estrellas,  que  por  breve  y  seir¡pern- 
tinenjteá' nuestra  objeto^  poeda.  camp^ndi^se 
eiiiuo  artículo  bii^iogr&ücp  de  }amd.teri»,.pfMrii 
entretenimiento  .útil  y :  agr.adable  de  los  'l^crr 
tores.de  j$sta  tK>ticía^   ;  ,.;       :  .  ^  ^.  > 

Antes  del  descubrimiento  de  \^  eattefiaidad 
del'< África  y  déla  América. mbrid ion^i  ptttde 
di»6iit$e.que  el  cieli>  aiutral  ^edtaba  odcinK^i^ 
vauio  .'  .  ■    í . '..    .    . 

Los  antiguos  ixinoel'iín  varias !iC<M]istelAOÍ<;^ 
ttds  tiu5traLes,  algunas  de  ellae  visibleau^nti^n- 
cés  piara  el  viejo  mundo^cdmo  le  JiapoianKi^ 
segua  queda  dicho.  Tx)\Qm0o  tiene»  sj)ii9q^i 
hoifgpo,  ép  su  oalálogo  algunas  ^elo$llaa«!Oii3rQ 
coimoimienÉo  aAribújF.e5e .  A  iab  jQMtytogan^  rq^o 
$nt¿s>d€i  Vaeeo  datadla  yíClolón  feeou^hiddilM 


Iosiúltíri)os  Ifnlitesdél  Mar  R^o.  Lo¿  Iiíáíos 
Brahiíniroánícos^  (\Me  s<iloífegal'on  hftst'^ia  pé^ 
nfnsolá  del  Gslhjes ;  nó  útóáhzáron  á  percibid 
los  astros  cfrcunípolares  del  bemirferio, Sar, 
que,  según  la  espresion  del  Dante;  sdlo  fue-^ 
ron  vlStóS  por  los  pririiéroft  hombres.      /  ' 

Non  vista  mai  fuor  ch^^lnprÍTpa.  guante  < 

En  cuanto  á'los  ámerigános,  priniitivo^  ha^r 
hitantes  déí  huevo  mundo,  esos  no  vieren  si- 
no él  sol  y  la  luna,  ctiybs  movimientos  obser- 
varon para  medir,  el  tíetñpp  Los  Peruanos 
ó  Quícnuas,  más  adelantados  en  astronomía , 
auhque  relativamente  eran  más  atrasados- que 
los  meji,cai\os  que  viyian  bajo  el  cielo  boreal^ 
sólo  conocieron  dos  ó  tres  constelaciones  y 
los  tüpvimíeníos,  de' Venus,  estandp  á  este  res- 
pecto baio  ermismo»  nivel  que  las  tribus  sal- 
vajes d^la  pamp'a  arjentina,(iue  no  distinguían 
sino,  la  aparición  y  desaparición  periódica  de 
las  pléyades.  Digno  es,  sin  enibarg;o,  de  re- 
cordarse cori.este  motivo,^  que  los  s?ólsticips 
y  equinoccios  del  cielo  perqano  eran  determi-r 
nados  por  xjo^ümna's  (^e  proyecciones  de  som- 
bra, ^'póvjixtí  ¿nónáoíi  qué  se  ¡estableció  en  el 
CcGzcd  Píisí,ftl  niisiho  tietrtipó  que  el  de  Tosca- 
njéllien  EJuropá. , 

-ii!  m1)  -  ,i  •  '^  '      .'íVIL'-ii;.  ¡-  :•        ."   .  •■•; 

Ijhk  ^iitñeró^'Híiii^'Mo^kiéivOh  él  éifetó  kügí- 
t«I,  iftfertiW  W^  <yaé;'^'dátótóándodepais^^^ 
léBí^BMrH^llas^Jyj'láegdnitt  e^reáion'del  po^í^^ 


I ^*_ 


I 


pu(ÍÍerQn,.<roütwipí*r  •  ep  lUn^fym^.fifif^ 
lpiuí<3^^^  4e  ¥aig^ll^9ie.s  ;y  ,log  Sftcjos.  d?  pOTtM?p 

Pero  uií.eftiglfl  4esRHeg^  de  d^^cy^i^r f a mÍ^ 
América  meridional,  su  cielo  era  más  desco- 
nocido que  su  suefo;^       • '^  •■•  ^ 

En  los.plfuiisferio§,  de  pr¡n(fipio3  del  s^lo 
XvlT,  apenas  flguralián  s,(jis  o  si¿té  cciriátéía- 
¿iones  australes  y  unas  .poca^- ¡estrellas  mal 
determ infidas..  En  16?7,'  ef  famoso  Hálley  da- 
ba al  mundo  la  nqíicia  de  3¿1  estr¿lla¿  de  nues- 
tro heipisferio,  Fas  primeras  que  fueron  siste- 
rhátic'atiiente  catalogadas  desde  Santa  fíeílena^ 

Y  todavía  un. siglo  después,  en  1751,  los  es- 
pacios meridionales  del  mundo  estábaíi  casi 
vacíos.  Fué  LacaiUé,  él  Colon  del  cielo  aus- 
tral, como  lia  sido  llatnado,  qiiieñ,  desde  él 
Cabo  de  Buena  Ésperar)za— á  la  misma  lati« 
tud  de  Buenos  Aires— formó  el  ¡primer  Catálo- 
go de  9766  estrella^  ^1  sur  del  trópico,  ínclu- 
vendo  en  él  las  esti*ellas  telescópicas  íiastá  la 
9?  magnitud,  de  maneríji  que.síjlo  una  parte  *dé 
éí  sé  liga  con  él  trabajo  déí  .'Ór.  Gojiíd, 

Después  dé  LacaiUe/vieneniotros'catálogos 
australes.  En  pHmér  lugar  el  dé  Brísbáile^íie- 
cho  en  1825  en  Australia,  y  que  comprétid^ 
7835  estrellas  dentroiAe  los  65  grades  de  la- 

iitft4  Surí-i'Otpaffl«?,wi|)orjt,^rtí^,  eliíí?  fl^s- 

<?heIL:jel  iWPflw:,ttM^#j>>r/pclQ^  brillpcónptpgi^^ 
üyp  pfi  ZQQ  .^tr^í^ia,  que  .^^oodiarMt  \l^  qi^ioÁ^ 


'^reDiié>laS'bríndí^áles  .es^erdUás  i^as;^;  ¡por 

•últfefiBKpv : ^ '  '^^ i teúíptá  uB¡Ptee*ep(úenoano\  dinias 

-frétíio^QD  Ohite /irí  ISiO^  lioiiíicLayian^aiiel  tbb 

'1SQ  sicfásQriMaBaláldeiiiá^G;  -qúi3).í$tia.  etnbárgq^ 

háisepyido  para» ji^usdacilas: lestr^Ijas.  áijódnnalsi; 

-ifá^  tomkv^xiriiQJl^  lestnrilas  anoQiiBaiSv  larunqjQÉ 

•hayatitisiáo  ^ppbdicqclasL eni i-os-  oielosíiDqcbÓB 

ilaiiiaares'áixkesi'de  etubc^tDar  Uti.fecfitor.cespon^ 

-^blajj:  • '»  '-I  ''■'.    »  iit)  •  '■  •;  •./•  ij:  •.»■.<  .1    !;.;» 

.i  T«Q€9)80Q(ilo6iaBlfceffie(lénfes  deli  libpo<ifldll^i^. 

Gould^  que  él  misma  iienré  ellcbidádo  de  oitab 

-ení'SiDc^tálpgo,  ésignibtifda  .á  jeada estrella < re- 

'jistirád^y  su  pnooedencia  jr  ,&a  iKDmbrei  y  han 

oiehdo'  la  demdfa  «¡^istíola  á  siis  üaátpes  prá- 

■?ieGeaones*  «-i    .  .   j./   ...;    \     •.  .    '    : 


.-.i  i  .       '-i. 


i  _  -- 


Cortio  sie  vé  pop  efetÉt  reaeña,  el  tnabájo  qtte 
Bos  ¡octipa  iBis  verdad^amante  orijÍDal,  fruto 
de  la  propia  obseiti^^oion^  'que  servirá  idé  pp6- 
lo^o  m  gran  ilibro  eq.>que  deanotaráa{»ót*  la 
prunet^  vez  las  ioiea  ipil  esibrelüas  ausentarles 
qcrp  aún  penmaniéeén  iinédíteta  en -au  ^ínaydr 
parte^  >elsp6ránid(^  «ti  sáÜo  qüabdDoipIete'eimil- 
•i>l«a 'id^.cteíasialobi:^ Iftiásujenda  áliDoMbr 
'Qtotddji  s^ftwshél' nlísmb:^  |i>ar;íla  Er^ 

-h(uhéti4fti(w Alpgelajmk6r|,iCK>aipIatai^  ipot  Heifi, 

Íue  es'^payái^efoielBlKfie^ioiíIfeíilt^ 


^ñdpéiá  A rgelétíítlér  pidiéndole  hóticiaVtetstfb- 
tn^ror-da  estrellas  que  poblaban  loa  etélos^  ly 
mu  respuesta'  figura  en  las  pajinas  dé>£U!]iiel  lis- 
ura ininortal.  %1  Dt'vGoiild;  también )se<idmh 
jip.A'  Argieiandér;  pero' fufr  menos  feliz  lyue 
liuniboldt:'^pidfóie  que  designase  unas  cuaii- 
tas^esirellas  visibles -én  Córdobaque  ásujq»- 
-eid  pudieran  servir  de  tipo ipara  representilr 
4a< n^^ignitud  7.  0;  yietsáfaio  ateamnlentiocitéstió 
que  no  se  consideraba  en  aptitud  de  fijariti^- 
iéiití^osii  Por  aduívpuede  formarse  idea'  de 
ia íonjinaUdad  de  la  obrai  .'    .-    \ 

'  iLás-  esperiencias  fotométricas  que  precedie- 
ifotí  á  Ifts  observaciones  astronómieaS))  la  pef- 
visión  ^  la  critica  de  los -catálogos  á  consultar, 
la  fijación  definitiva  del  tipo  de  magniludv  ty 
el  arreglo  del  plan  iQn^ral  de  la  campaña  ce- 
leste, hé  aquí  la  materik  que  forma  el  asunto 
de*  I4  úb^noduccion  yide  lasí notas  que  ihistran 
el  catálogo  estelar,  y  que  constituye  el  nuol^ko 
-del  libro  uronográfico  árjentino.      ;•  í» 

;  £sjta  memorable  campaña. celeste  duró. trds 
aftos,  yen  ella  desempeñóel  Director  de>nue3- 
!trp>Qbsffl'vatorio  él  papel  de  un  jeneral  ea^^e, 
~pueá'>la  dqfailidad  de  su  vista  le  impidÍQ  tono^r 
parte  personalmente- eb-ias.obsierivaciibidte  qi^e 
'KÍIdQriahihaeérsci|.can:ér0}O<i]B8auá0.  P&rofx^mo 
--ti  íhishit>  Ip  diéíé :  c^El.BntusiíiSDaoy^  l^.>bueOa 
"volunta^  ide  miGí  colnDafieFdsixbvÍQ  lat^idióosil- 
'ladpsique's^rjieitoa'im'esie  bbstáciito       (w:i> 

Losrncítiiiífu  dé;littocoiiilk)QdGbrgsi'^  1^ 
'Utnnom&rdá^  qúéípaaao6b  eímdadaláiAii^os* 


-  169  -- 

teridad  con  el  úe  su  autor,  merece  ^er  rece* 
méndadds  á  la*  gratitud  uñiversát ;  y-  son  los' 
sigoieiaed:  Miles  Rock,  Johñ  M  Thomk,  Wil- 
LiAU  M,  Da  VIS  y  CuARtNCfí  L.  Hathaway, 
jói^enes'  es^diatu^  norlfe^amQricanós  qué  lu- 
cieron feas  prítn^ras'  armas  astiótíóiíriieáls  en 
Córdoi>a^bijolá  dirección  del  sabio  maestro: 

Los  cáátró  ayüdfahtes  se  distribuyeron  el 
caíbpo  de  olSserv^cióri  y  trabajando  seU  horas, 
eri'eadá  noche  pch-  él  ^spacio'de dos  año^  con-' 
secüíivos.  reiistr^Ton  lel  cielo,  estrepita  por  es- 
trella, pufgaaa  por  pulgada,  reoitiendo  y  con- 
frontando cuatro  y  cinco  veces  la  misma  Pi'<  - 
ración. 


gulacion  del  firrpamento,  han  sido  fijádaá  con 
urjfaj' previsión  talj-^jue  puede  decirse  que  por 
láJjriméFavfezisii^  respectivas  frontera^  han 
sitfó.tüktfeniáittcamen^'  deltnfíítadíis.  '  "'  ' 
,  CTalá '  p^^líérá  háícferíííf*  ótpó  tan (;o'  respectó' 
díé*lá^  Wítei^'s't'érrésfre's 'delái  iRepública Ar- 


dlétiab'á  UiMT  ékR^'éávo  iHtditíiiil'áéiin  mé- 
tm,<f  iind  ífdtí'JsiHétife'lñaWé,  én  proyecélotí 
séñciUii:'  "€ft9á'  iteajto  Mnniii'endé'  tjfna  tajá  ó^ 


cantiijad:  d¿,  ?u  jnxzt,,  ppe^eatíindo  ei:y8r(iíafdeTO 
aspepvi  4^1  firpaamwto  qO  juim  .iioete  estera  /y 
serena.    El.  mjapfttííidiaeurepreaeíitardeirigBar*; 
dos  4e;¡  lt^agfera,sCele9t^i  6  3©^  todo  ei  hemisr^ 
ferip-  aju^stmí,.  Qon(  oiág .  d¡^  gra#S)  idtó  la  íp^ion  ; 

boreal,  ó  sea  cu;ajtrQ  séptjpfip^  de  ,^94f?'§^  P^^V^- 
^ Es  un'  capitulo  interes^^pííe  y  ,q.u^ '  tie^e , ff u. 
novedad  el  que^e.refierei44^  epu^Ío/3t,¿¿r- 
sonal  de  los. cuatro  a.yüdaqtes  d^í  pb^e^rvaío-, 
río  de  Córdolía  ea  el  curso. dei  sus,  observa,- 
cíones  urapométríc^S/    .    ;  r  ,\ '.      .j"  .'i.     ;  \ 

"  Aún  ehíre  los  astrónomos  ejercitado^  cjüe 
observan  co?.  el  telasc.opiQ,4iiiQ^.  p«r,QÍben  prfi- 
mero  (jue  otros  uiía  estrella  cu^ip^do  cr.^íi  rqjt 
el  zenit;  otrps  la,  :péfciberid^fdi^^^^ 
y  con  diverso  colortí    V        i.    i  í   V  .u  »     »•. 

Cómo  traer  toda^'l^^  ppiagrfítuaa^^á  yn^  ^•^'. 
cala,  todos  ío3  colores  á^..  up  tipp^  lodfi?  i^pá 
tiempos  á  uná^diiii|'^cipn.;ipresentfi^ridp,,^^  rW^ 
sultado  artíiónípQ  y  es^cíp  ír^idq 4  %  unicJe^d? 

Hé  aquí  lo.  ajip,  el  concí^n?:jud9  ,jpr-,  j&ijtfííi* . 
determina  por  lá  comlparación  de  las  ecjmiflp'r- 
nes  personales  y  la  discordancia  media  de  sus 
ayudantes  en  la  apreciábion  de  las  estrellas. 

Est;^.estiild^^ftf^,(áUi,  4B5Nifií5ÍroÍ«íficxj0Í^ 

fipo.de  qn^e  §si  cfin^  p[^y.r«raíí^fWéiíJ^r(í»-Tr; 

t  reU^.  ítp.  ^  tiip^iQÍ^^ 

4  suá.\a>[gs^^fO|%é^,.p9ri^íi»a,  ^r»  ftqtfttte- 


y  él  tígófófeo^  riiéíodd  aíe:cowíí*óba6ibn  por- 
qae  hañpafeíido.  '  ■  ■    -    '  •      ' 

Tin  vi¿jei*o  que  ha  identificado  ^i«íu  nüníb^e 
coti  e!  de  Ih  AtttéñeAi^  ha  diblío  hablando  del 
firtñáinénto,  cayos  astréd  visibles  se'cátalo- 
gttri  hoy  pot  la  primera  vtó,  que  <^la  üotía  diél 
cielo  aüstrial,  donde  ise  jünfert  en  rtúwíek^o  lan 
srande  las  nebulosai^  y  los  grupos  est^elIadóSi 
débé  &  ladesi^al  distñbubión  dtó  las masas 
lumidoStó  un  ¿aráólér  pai^ttcülar,  yn^  aspecto 
güe  puede  llatiiÉttrsé  piritopeíáeo,  litl  encantó 
infinito  debido^  á  esos  agfüpatníentos,  y  á  su 
sepai'acíión  por  rejionés  que  á  lá  simple  vis-¿ 
ta  parecen  aesiertas  y  sin  luz,  como  comar- 
cas devastadas,  en  que  las  manchas  oscuras 
V  las  nubes  que  describen^sladamente  su  ór- 
bita al  derredor  del  polo  sin  estrellas^  com- 
pletan la  Vláricfdad  del  tíuádi^o  de  la  natura- 

Bl  ^Mo  áki^netxyo  del  obsérf^^^)^  a^en- 
úao;  ^e  ha  émtetítpláAó  'tá^tá^  vedéá»  é^té 


dmáé  ti)ái<a  Sféftlp^'-dé  m  <  %io^oti«é; 
*8^  vftMdkl' té  )a^^l^{)ébtia')d«í  liúl^^ 


hor|^VPf^3,  Ib  hj^^  decir; ;a^ora  p(M;p  ¿  un.ainW . 
go  que  le  falijtófiWpi^f;  sa  libro:— que  su  es- 
posa,—que  también  tiene  algun;^  parte  en  élrr 
habia  encontrado  algún  consuelo  á  tanta  des- 


gracia, en  el  trabajo  y  A  estudio. 
LftresPQsa.jdel  Dr.*<&pwl^,  cpn 
HefSQbell  qiíe  compartid  lo^írabajos  ia^tronó»- 


micoB-d^  su c^ehre  b^niano, es mod^ista^co^i. 
labor^^Pra ?ii  sus  trabajas  científicps*  y,4iBb^v 
ta^lbien  sfíif  contádaent ra los  coppeyjE^OAres, de^/ 

i^y^aj  CQflsignar  lo3- nombres  de  todos  4psJ. 
coijabpp^dorjes:  d^  ia.Uran^'^triii,^  Jio  debe  [ 
olvi4^rj5«  ei.áe  su^ditór  el,.seftpr,CQq}í  pqr.lá; 
ejefiífcion;  deua  vplíinaeri  q-oe- tatito  hpwi?  h^oei, 
al  p^is,.awn,  tipqgr4fi,can9eiijte,  pops¡de5aj^pr.-  .•  ^ 

.;■.,• .     •■  ..  '      .  Baíitox,omp.  Mitré., r  ■  • . 

■ 

Argentine  d^aprés  des  observations  persooí>e- i 

W^Wqgtpo ,  ítid^^j  l'Ufliver^íjfeé;  <te  &aBtípg©b 
durXhili^M  #i^>  etpí .:et^í.*- Ti'aduiie.íde-jjfí^^r  > 
m%qfi  av^B  l^.^í{W!CQftrs..f}p ÉJ^DftjreaR^^^^ 
cat,  Membf?e  ,:^.  |Í4^ijps.;So€á¡é<ésJit};^rgJ5»§>*, 

T^w»e.,trpl?i^e,,irMis^  S^ 


^  lis  — 

Avéc  atlas.  Bueilos  Ayres.  Imprimério  de 
Paul-Emile  Coni ,  Rué  Alsina,  «0.  Páiria.-F. 
Savj.  Halle  Ed.  Antón.  Eti  cortilsáión. '  1¿79. 
Toas  d^oits  reserves.  '  Bn  8?  mayor,  Ví  y 

556  ps.  • 

El  Sr.  Burmdster  nadió  el  15  d<i  enero  de 
1607  en  Stratsund,  y  de^fxües  de  haber  cursado 
en  el  jimnasio  de  la  ciudad  natal,  báisó  &,  la 
Universidad  de'Gréif\A/^old  y  luego  á  ladefí.a- 
Ue,  donde  estudió  Medicina  á  Ta  Yez  e^ué  se 
dedicaba  d  estudios  de  historia  natdml,  y  don- 
de se  doctoró  en  1829..  -  Detepues  de  bíabérse 
establecido  en  Beriín,  donde  desempeñó -él 
oargo  de  catedrático  de  historia  natural  en 
uno  de  los  jimnasiós  allí  ecslstehtes,  volvió  en 
1837  á  Halle  y  en  1848  fué  nombrado  profesor 
de  zoolojia  en  esa  Universidad.  En  1848  to- 
mó parte  en  las  ajitaciones  {>olíticas  y  fué 
tíiiembro  de  la  asamblea  ilación  al  alemana  y 
<ie  la  Cámara  prusiana;  pero  disgustado  con 
ia  situación  política,  abandonó  en  18501a  Ale- 
mania, para  dirijirse  al  Brasil.  Recorrió  tas 
provincias  de  Rio  Janeiro  y  Minas  Ger^es, 
tefiiendo  la  desgracia  de  fracturarse  un  mustio 
eoi  Sagoa-Santa.  Después  de  un  viage  á  Eu- 
ropa, llegó  en  1856  á  Montevideo  y  recorrió 
lú  Banda  Oriental  y  la  Ret)QbUca  Ari entina 
eií  diferentes  direcdériés;  eii  tííari:o'dé'f859 
cruzó  lia  Cordillera  á  la  altUrÉi' de  Cofriafid^  y 
pasando  ^por  PánaiM'y  OoSat,  regreso  á'Ale^ 


►§  ibqesi  ;4oij43.3^  fiíjíftcargí?  tje  Ja.  direfia^íi 


numebosás  obras  citarémo&las  que  tiep^nj^sy 

gue  son :  Reise  di 
lima  der  Arg.  Rep.  y 


objeto  nuestro  pais  y. que  son:  Reise  aurch 


.g^t^p^,  .jg{je:esjtA:^BÍi|Cfl^  VÍ*c»i8tP 

. ,  SiigqifiíDVfi^  pj^p§^,  gd  ífAíé^  ¿e:uí^  pbret  defiih 
tífica.  (Q0íÍ9AituyQppí?¡§ísfltPí«^  Mt 

tas  y  íi^q  ¡(Jist^Mj^^s ,  Í9t€[liji^cÍAs  /^e  dedjoíw  - 
iai  .<wltf yo  4?  Ws<?j^Dcia.,  ftdftuirir  1^  autOfided 
cjfXQ  eiji  el  o^i^dOiiCieptífiqp.jiQ^^  Ql,>diri^tor 
de  ijjií^^ro  Ua^^Q  p^Mco^  .oo¿((|UiaWP' (PQr 
.una..^rw  í4^iv<>br?3  y  f?P?itos ^oferq  hí^town 
j>9ítur«V  fin:la.ia1}^;Ac;Qpci9i)^U0.,e^ii^  pAlieLb^^fe 

t^qn^  apt4^íffii<«^njte  ^    g^^  qo.^qIq.  reyftl^Ei  iínrr 
pQrtf fttes,  4pS<#WfWeiv.tft%^jaeiifP^ ;,  ^.í]í^!^\a^ 


^e  ¿t^jífg^eíi  Ijom^ien  jpj(?p^ftij  ejefift^p  crji^eiá» 
y  un  Ipnguaje  fápu.y  cUrp. :  JPfldetoíPSfeUej^afH- 
pos^e  qu^.el  Di^Brtr^fteisí^íi,  5ípíppr^n(í¿^0íí(^ 


la  ji,inpprt9^ja  (Je  Aq^  ^l§n>/ííítos  qy(?  uR,^^ 
tudio  s^rio4e  1^  ií^iyal^?8/,4Q  Je.  Arpédpft  J9»t 
ri4\oB^  ^  ¿^sppcí§di3aente  4e  la  ;B^úí?J^-Ar'^ 
jp^tif^./pvieífep,  pffiec^  él  l<a  QÍenQÍai.^My9í:q^i 
PHR^Íp/sjjjaRfiÍQn/pqfl  íp4ajl^ijQQno<5Íííft^ 


flíep^bliWATrJQfltífíá)^^^  .9s  sin  düd/i  íél'  trabajo 
mas  notable  que  :tertg^a  poi*  objiefb  á  rroe^tr^ 
patria,  bajo  él  panto  de  vista  ^d  autor,  y  ijiie 
no  (tejará  de  Hatnar  en  alto  gradó  Ta  aterioioa 
delascuet*pos  (icadémicos. 

Llamados  á  Btnitir'  nü-e^tra  opirnipri  sobré  él 
tomo  teírcero  dfc  esta' bbra,  qué  inaugura  ai 
eátui^io'de  la  faiKia  afjéñtina,  'compren díenÁo 
á  los, mamíferos,  y  (|üe  xiesgraci  adamen  te  1:^ 
salido  6  'liít  ^irt  d  atlas  correspondiente,  de- 
bemos r^ópocáf  desd^  y'sl  que '  responde  a 
todas  las  écsijeacía^  dé  uiYá  crítica  .  seVera  y 
que  cot^'  el  mayoi*  placer  heñios  recorrido  sus 
pájiftas;  tan  intenesaiités  como  próftíndaraíeute 
ciéntífióas. 

En  Id  Introducción  él  autor  hace  notar  con 


SOTO ^la  rampa  se  aistingue  por  especies  pe- 
cuíiaírésjcarácte^sjtíca'^/có'mo'  porejentplo  él 
íágostbmas¡  mterttrjdi^  q^ñ'e  la' fauna  ^él'Esüé 
es  análoga;  á'la.de  la^  tejfoáes  vecinas  del 
'Patd^ay  y  9rasí!,  y  fa  deíOesfe  se  confunde 
conTa  tfé '  las '  mesetas  de  Bólivia  y  en  partb 
con  la  de  Chile;  y  con  este  n^otivo  es  digno  dé 
iio*atHse  el  hecho,  que  a.sí  c^pmb  la  Pátagónia 
pfei***isu  fofníajtííóh  terctarin  entra  en  un  grúpó 
conlisi:  Ottf  díHéra  y  I6s^  territorios  én  ella. com- 
prendidos, •dsfUairililéh.lia  fauna  déíá'parie 
aiíáfráin^fe  láíRÍBpábH(iai¿^  aMíogáS  la  de;  la 
P«rt^'  ftcteidéntáüy^á-  la-  d?  fiolivia,  'hallándose 
en  Pé«ágdnlá,'¿ob#era  costa  del  Atláhlíco,  efe- 


—  n«  — 

pecies  qiíe  .también  recoqooen  por.  patria  la 
liordillera  Arj>ntíno-CbíIi9na.y  lá  del  alto  P^'ú. 
\  En  aegaída»iQl.autop^oca..iacidpatalínénte  la 

importante  y  debatida  c^estipu  del  pryeftdelo^ 
seres  vivos;  y  si  bien  se  colocad baJQ  ua;^unto 
4^,  vista  ccMx^pletamenrQ  cientílico  y  {adpaite^  en 

Srincípio  la  tapría  llapi;ida¡  ienpraltueinte. .  .de 
lárwin^  niega,  sin  emb^go,Japqsil^¡l^^d.  d^l 
'.cambio  de  un  tipa  futid^níe^tal,  A.-cfiasaj  dé  iÍ^VT 
%enciasQs ternas;  y,.se«aa:s^  opi^^^o^í,  ^í^s.d.ij- 
ferentes  tiuosso.n  ofijifiaí^  y6ontói¡^p¿rái7'^í>s, 
y  ^  sólo  el  de^aitalío.  de  cada  tipo  Ha  íenidf)¡{ii- 
^ár  ©n. épocas  sucesivas.'  R(íCo.n.ocemos'.cjue 
esta  tóoria  puede  ser  esactív,  pues,es  ¿auyjiOr 
sible  que  la  célula  primitiva  ó  ya  j^ii.prdtQr 

Í)lasma  hja.ya  lleyado  en  sí  la  razón  dé\su 
Uturo  desaíjrollo;  pero  río  puedc^  negarse  a\:^e 
1q3  fenómenos  déla  ontójénia,  Q.s^a.^^  4¿- 
sarrollo  individual^  pueden  Interpretarse  laa;i,- 
bie.n  de  mauerj^  distinta  y  aplicarse  4  la  filflü^- 
nia,  ó  sea  al  lesarroUo  de  las'^speci^s.  En 
ningún  ca^o  nps  parece  jubito .  querer  ponep 
á  la  teoría  de  )a  evolución  fuera  de  toda  á\^ 
cusion  científica  y  rebajarla  al  nivel  de  'un 
dogma  de  fé, 

,  Antes  4© abandonar  este  .tópico,  UQ  podexBiQs 
jípenos  de  trascribir  las.  siguiente^  hepmoBá$ 
fíaíabra^^  que  sefialan  el  .yeraader?  terrer^Qiea 
que.debe  <;ó\qcarf;eel  paturali^^.:  ..  »  ;;  (^.  .  , 
.  «  Lfi.  jeneracÍQ^  ordinaria  es  uiji.lii^hqiac^i;* 
jtdo  ppr  la  piencta  esapia ,  qiue  eejá  eu  arr 
iüQuia  íntima  cpi]^  toda^  las  deogtás  |condic¿ahes 


~^tT7  — 

del  uniiíerao ,  y  hl  oaturaltóta  4fU6  «o  ^uaáe 
^^cQÍtir  que  Is^  materia  haya  burjido '  de  la  na- 
J^  e»tá  obligado  ,á  íadmitir  la  eternidad. 4é  la 
.materia  y  bas$<f  sn9  ieorias  QÍéntifiíGas  ecvbj^e 
ÍMtra&fQrmacioneSi  de  la  máteiría«  .  Lfi  cieaoia 
JOQder»!^  .e^tá  oWig^da  á  adtoitir  la  |eaerft- 
cioíi  oHjiQ^ria  •  WfiKí)  hipótesis  inevitable;  ella 
<aQ8pta  cookOcuoa  Verdad;  pr^b-ada  pprlai.Qb- 
Sj&rvacioa<  de  ios  re$to9  de  seres  orgaaizardos 
en '.Iii3,  capas  3ad¡  metí  tari  s^s  deioti^stpo  gil^iibo, 
^m  i  los  aaÍQftal03  y  la»  pituitas  primitivas^  bfm 
pasado  de  ua  grado  inferior  á  los^  itipob  ao- 
tuaias;  y"  que  éstos  .$e  han  de'sar^oUíído  len- 
taofteoite.  par<áÉMaabiosstieesivoES,'segaa  las  épe- 
casríjeoífjjioas  por  la3  etlales  pasítron^:  hasta 
que  por  fin  ia  pire3eQcíe  del  hom>bi*ei,  de  los 
raanáíferoí  y  de  laS;  plantas  más.  perfe!c4íi?s,  eo- 
roaó  este. trabajo  con  el  últi^poío  y  más*3ublime 
producto  de  queatro  planeta>K  « 

El  autor  sigue  en  la dasiñc^cign  de  los  ma- 
míferos, el  sistema  deCqvier^  fundado  princi- 
palm^entej  en: la  diferencia  ida  los  órganos  del 
movimiento  y  de  la  masl¡<^ajQÍoa:  teóricamente 
hftbríaíiios  preferido,  por  razones  de  fácil  .al- 
qance,  que  el  aojtor  hubiese  separado  comple- 
tárQeate  los  mairáupiaies  de  los  demás  mamí- 
feros coñside^ado$^00f^o  a^ionodelfos;  pero  coa- 
venimps  q^iüíef  ttatándose  d^  la  descripción  de 
li^  fi^Q^,  de  qq  territorio»  9^ta  (puestioa  carece 
de  importafioia.',  .  '  . .  ♦  .  .  ^  .  .  - 
,  BJ,  bpm^br^,  ioawgiH»  ^eL  eg^adi<^  de  ite^  etfr 
p^cie^,  y  hjajo  ia.dwíPgainaiision  de  Bimama^el 


lJéR¿i9í^ta¿ri«»^tder<ruponé^  M¿c^t^^d€í^(o 
de^^ta  divietda;  "v  én>  efeKtto.  ti  "úáXóit  t^m^^ofSe 

Lineo,  luí  ^reufiido  si)  hoiM>Pe^  ba}<b*  Í6'  éeiiORit^ 
nádiiQii  de  ptrítifáteB^  cmi  Ió6  moiios  <^'iiM¡so)a 
1itibtic>  fírdfepitnos  «adherimos- álette^últiitib  «ük^ 

Esie  oapilttki'  está  áigo  ódAipe^i^d^  <y  -  él 

ñi'sobíis  el  oríjende  las  ms]as^  IntUjen^is v  ni 
sobre  ía  relaclotí  qu'e'  <í<Dnserva^ri  eimré'ííly^jtion 
las  demás  rascas  huntenas;  peíío^.trae'  i'fttepe- 
i&á^ntés  datos  sohfb  éí\  cónfoprnafcftón  imiívid»al 
y  sobre  los  primítivo$}  in&trunletilos^-iarfnsa^ 

3«iJie^táatían.  La  ¿uestióii  sdbRelaecsisteñcia 
el  feomfereáititíes  de  la>épboajétítójí¿aacttiaI>el 
Sr/BuiMSaeisteí*  la  resuelve  n!egwtivamen»r  ■  i  ; 
-íiade^tírípeiori'  detallada  de  {las  ^spdeies 
gootójicaá  eesistentes  y  fósiles  de|a^  Reptiblicia 
AiTjentina,  revdla  tin  estudio  ^i^ofbndo^  q«^  ja^ 
mes  ha  Sido  hecho?  tan  completó  ^f^próH jo-»  V 
que  en  gran  parte ^fe*  debido ¡á  lab' í#v»efstigkl 
oionésy  obsepvaoióiies  pepéén^ilés^^el  €^i</Biir^ 
meíftter«  fis  un  éstüdit>  suthaMeflte^fatát^efáanteí, 
sobre  todo  en  cuanto  se  refierdftíás'feft^kfe 
ite<  épídca¿  jeólOjrcasailterlttt^i  á'-W^úéiiiA,  & 
les j«ifEmtUts*' de  seres* esticos  'j^íjígéi 


^y$s  restos  fósjil^ ,  ^1  t£^l§r|to  dpi  n^ivra¿(s|i,jii 
tiene  laimbQ  wmpo.  fpwit' apH<»W'.  5US'í?prvp<?i- 
mmlm\-S  ej^rcitítr  si^  .sj^e^eid^íy.ftqs [iaies 
ob$6rvAtOria.^*í   Np  |>MtÍ5Íe  .i^  iiM^^tif?  ftpi«»P 

de  l^.ob»,  que  QOiqprwde: ;\a  4«?cwR<¿<an  4© 
m^  de  ciepitp  piaovienm  $Bpecie%  y  <i^e  ^9  d^ 

4üoil.Op<AQniepdo  0}  ja)lM  i  1^  vi^?' ;  {^^^PiRP 
ppdemo&.  dejar  d^Hacp^p  l€^  jateRQioo.sQbrP 
íi^velloa  cf^pítqjop  .gqe  á  nuestro  ver  .Bailáis  ;?^ 
di^tuigiipií.  Taleis-soo  por  ejejrpoipl,?  el  d^di<?ftdo 
álosl^ünos  conei  he/nxpso.  artículo  sob re  ,q1 
¡íiíd^^pdm  nso^^em  y .  sqbre.  todo  Ifi  parte 
rel$iti]tra  :á  I04  ^.denta^tdi  (um  )os  artícujios.siQ- 
bre  los  jénecog  M^gutherium  Mylodon,  y  ^Ph 
breJo^  jBitor¿(?^a,.y.qtros.;  El  lestudio  spferp 
Iq9  C^b^jles  fósiles  l^>  sido  ^p^r  parte  del  ^. 
Bifrmevster  o¡bjeto4aA^na|  publica^cioq.  esp?!QÍftI, 
y  gehftlí^  £^lgoiQ9ii)pepdÍQ4o'§ií,e9j;!a  obra;  <?pnfl- 
tituye  uno  de  los  más  preciado^,  tfíabs^Q^  dpl 
autor. 

Terminaremos,  en  fin,  con  el  deseo  de  que 
•prootoi  ap^resoaa.  ]o$  toiBos  xe$4a»tes  de  esta 
obrai;y  que.  baUe  .^i.las  cladQs^iilustcada^.'di^ 
nuQ&tro  pais  la  aoqjiida  4^iietnij»reoa>y  íqíue<s¡i:n 
du^íiía  liará  iea  los^  óeatiros  del.  moví roú^ni^ 
<»eiálfieb  «saropeQ;.         .    ,  /  : 


I    'fU'! 


31ftiTfViqa  á;foifotimnk.aii^trad^iea>pane!^ 
^0^0  Jim>mi9(KÍcia$  fddiigDJ»iiidi0>tifteí(HlaL:18B^ 


1877.  Por  FuANdiádó^F*.  Moreno;  dli^^ctordel 
Museo  Antropológico  y  aí^queológióo- de  Bue- 
nos Airéá  y  ^'efé  <íe'la€óitiisión  Esptórúdoradfe 
los  Territorios  Austrates,  doótor  ad-honot^efloa 
^9  la  üniverfeidad  Nacional,  miettibro  de  la 
Academia  I^cionátdé  Cienciéis  dé  lá  República 
Argeíitlriá,  miembro  acaflémitío  de  la  facultad 
dé  Ciencias  Ffsicoriiatüi^alles  de  Buenos  MfíiS, 
'líiiémbro  honorario  del  Círculo  Hedido  Aree»!- 
tÍno,miembt'o  honorario  de  lá  sociedad  itauana 
'tíe  Antropologia  y  Etnología,  miembro  córrete- 
ponsal  de  la  socied&d  diB  Antropologift^dé-Pá- 
ris,  de  la  sociedad  de  Antropologia,  Etnofogia, 
HBtc.,  de  Beriin,  déla  sociedad  Real  de  Cien- 
<rfas  de  Líége  y  de  la  sociedad  Mejicaná^de 
Historia  Natural, miembro  déla  sociedad  Geo- 
gráfica Italiana,  etc.  Toíno  primero.  Btietitié 
Aires.  Imprenta-  de  La  Nacioil.  San  Marfih 
húm.  208:  1879  Én  4>  n\ei!ior,  460  y  IV  ps;;  ÍB 
láminas  intercaladas  y  el  croquis  de  una  parte 
4é  Patagonia. 

•  *    *       . 
•       .'  •  •  • 

'.'-'■ 

Reñriéndose  á  las  ascensiones  de  los  Al- 
pes, dice  Tschudi :  «No  es  acaso^  upa  atr^otó- 
«cion  misteriosa  é  ioesplícabie  la  que  impele 
al  hombre  á  desafiar  los  continuos  péligroi», 
arrastrar  su  frájil  ecsistencia  ^1  través  de  de*^ 
siertos  hellidos ,  refujiarse  contra  la  tormenta 
y  el  frío  en  una  pequeña  choza  construida  por 
«^'fatismo,  para  pisar  porfiB  eon  itembtórtísa 
la  estreoMriéombfe  de  ivi  ?  monté  <cii^ 


—  181  i-- 


bierto  denieve?    Ga^tap.^óiola  gloria 4eha^ 
bar  lesf^do  allí,  e^a  r^ompensa; . m^zquiAa  da, 
esfuerzos  sobrehumanos,  U  causa  de^uanr. 
halo?  Nq. podemos  crearlo;, .Es  el  seatimiei^U^ ^ 
de  la  fuerza  int6%tu/||,  .qiue  1^  conipuave  y  le^f 
impeieráL  vctAcer  los.  inertes  oljx^tácuios  d^iiai 
materia;  es  el  dieseo:de  medir  e).  poder  humar 
no,  el  poder  inñnito  4e  la  voluntad  iQteiy^nJUi. 
con  l^r^si&teúc^  briiita  de  la  ma3a;  .es  0I  im-; 
pulso  sagitado  de  investígaríenjiombire  de  la^i 
cieatia  Is^  ,foi*maoion  y  la  vida,  de  ifa^e^f^rA 
terreíÍPS  .y-re^t^ble^r  Ir:  aemqniÉij  qije  Qowp.v 
lajsoimmtierioso  upe  todo  Jp  eosistente.» .    .  ,  . 
CoAim^f^^  esaclitudiSe-  gplicani/estas  paU^ 
brafe  aívalipnte  yiajfirQí,,que*8eha  propu^tp  l^ 
esploraoion  de  log /¡leiTitorip^i .^Ufetrales  dej^ 
Rép^Jfe^íc^  y  quje  nofiii¡espon§í  parte  de*sw^  ifi^r.. 
pojantes  ¡d-e&o^b^ifíviwtQ^ .  ep  el  vojlúín^p  .qu^.  1 
tenemic^ á  la  vi$ia,  el>  prí merp* de  una  obm  ^yy<>  • 
o^eto.!^3 Ja  dieBCf ipíí^ioíi/dedft  P^ai^foniQ' Aijig^j 
tral!  En  este  trabajo  el  señor  Mpwrtodá.QO^^^^ 
ta  ;dtí^íyia¿e  efdptUiádfl.é;  le9^il©Mepjt§s!¿el.íJio 
SaBíd,  Cf'u^,  cuyos  resultados  no  íesi^^^JiitQr; 
cieiJtp^tW  rejaqioa  poplaeicstguoi  de.  lo^  ele- 
meftioA  d«  que  disponisi.    Ep «^(»^vi^)€fe  ^1  c^ 
faHdfjtpri^és  .el  mftgaíSco  m^^tÁc^lc  dplft  naní 
tQcIkIeM  de  to^'tfí^piBQft  pa^a  darle  ;el'rí?alcíe^) 
fáritóíáírwitíel  vi^je.iíle  Op0llap#^  p^^lftl.  ^a^l; 
soi^rarof^iJcis .  fatigáis «  las  p^palidad^/y  ta&i 
pr^lébas  ;dQJiiprGgo^  pa^^9{i)^Q(^}^^         aUur^i 
d€ijiiqiifillM|prii»era3  e^ew$j¡pn^al  itniiy4»^ij 
die$€«npo|do  aoritinentai^efiMrtQí-TM^t-..  MQí  \ 


reW¿,  'áé¿fal^ñádó' *dél  fen'ifentfe  SWHft>yarid'>y' 

talsto>fó^'valie»(é^i^ai'fíítri&d^I<Bisa^e^iádós^ 
p^*  Fita-Roi  ■  y  Dari^ílh».  Treinta  días  sin  tb^ 
p^a  lucharon*  dotúm  kt-fSdr ríante >deli^Sftbtaí 
Oüá?'í  hubo  jorafadas^teróbleB;  y  €ftW)sí  tf^feínta 
diáí^  6ttk{)lear<:>]i'6i¥  la^dtílomcto"!) -d^  lóÉ^>g:fáítí^ 
d^s  Itígos  que  "^  esfiléi^^fi  al  pié>  délos  An- 
depv  dando  rraítiiniíenk)  &  aquel  río,  d^e  lód  cup- 
lés el  tino,  défeetíbidr4)e  Mr  Viedma,  lleva  e\ 
nombre  de  este  eáplóráüot*,  y«  los  otros;  d^-* 
cubiertos  por  el  iS^i  MóíHeno^  han  recibido  el 
nombre  de  Lago  Arjeiitino  y  Lago  Sfen  Mar* 
tití.  El  débil  esquife  en  ouyo  alto  fliameaba'  la 
bandéf ai  patria,  órutsó;  iaís  aguas  dé)  la¿ú  Ar*^ 
jéátiM,  que  hasta  etitdtice^  sólo  surcaron  l^a 
müjéslüosos  témpanos  que  sé  desprendleíi  fl 
lai  Cdt*dílíera,  de  duroiá&tlitíos' también»  sui^jíó 
la*  terrible  tempestad  que  saiiMKlfó  la  débil  leinK* 
balneación,  pometido  én  |>eligro  la  vidarde  lod 
osados  viajeros.  í'  •  :  ■ 

Allí  el'Sr¡  Mdféne  han¿f  fóHiles  comároas 
ptHirrisla^  de  ábtindahVes  riquezas  vejeftalite  y 
minerales,  de  £&cü  eóitiuhicacioil  erít^e.  i^f^cy*' 
dlMp^Mandó  dentina  viaftuviar  hacia  et>  A4í¿q^ 
tidd^  d^  \k  in^^tavücfa  del  Santa  Cruti;  bqmat^ 
<5iÉ¿í^->á'las  Makéá  #4  0tidb  rflénos  dé  sefiédar 
di^'gtandk>i^oipél<VéiÉTt4.  AlH/én  kis  HbétfáS'Ael 
1^0  Amtíihé^;  ^  t»d|lló  < g rabadas  <  efi  )a»>iK>'eAd^ 

t¿Mi»  de<^ká^:^sttf>S^i^(M^s'áilais^4ttliN^0|^ 
cofétáe  4fkteítai(>Itt^$^0K&liifir'  >  'Plafttd>{»»«>ftfi^' 


-  1*8  i- - 

báíJde^íi  arj^tiY^á*'*»  ¿¿piüje'  que,  donío  k)<<  aiv 
t6i<kyri9S,  ncí  hábia  bollado  úún^éi  {>ié  det  hótn-^ 
iH^e  «ivili¿ado:    Si^  á*  la  descripción  dé-  este  ■ 
viaje, 'hectía ew efetilo  s«eUo>y  agradable,  agt^e- 
gattK)»^  vaiJtefe'  otros 'eptóodlos  no  méttos  inle-^ 
resaffte^teférontes  á  lastribosi  tehuelches^,  qde* 
DOS' dan  1  ocasión  de  admiran  el  valor  del  via- 
jero que  supo  atnoldafáe  é  la^  coi&tumbres  de 
e^os  oijos  aéh  Sur;  y  algunas  reminiscenciíis* 
del  viaje  eféetuado>  anteriormente  pop  el  Sr. 
Moreno  álo<^  toldos  del  pod^^>so  cacique  Shái- 
hueque,  señor  do  «  Las  Manzanas  »,  donde  fué 
sometido  al  solemne  juicio  de  un  parlamento 
que  se'  reunió  en  tom^  de  l«t  sagrada  priedra  á 
orHlaS'4el  Yai-^la4ey-ourá,-^teneraos  una  obra- 
c^ya  reciura  no^ípodemos^  mtoos  d^  recoiften-i 
dar  eáloiVDsameiite  á  todos^ios  <^üe  sé  interés 
S6i^  ^or  el  pn^reso  dcf»  la  eíetioia  ilaefonal  y 
ófiya  toúimWBíekon  deBear^ánntos)  <^ue  apar^écie^ 
m;  pronto.         /:       v 

La  obra  publicada  pop  ia  imprenta  dé'  La 
Nadon  está  it^ó^ameo^ee  im{^resá ,  ádoiuadd 
ceti'bvfenaB  táoiitias  y  coit^un  nmpa  del  ter-^ 
ritori<oí  esplorad^L  ^    « 

.$l4^tiiA)cf)t»}«li«tb  dW'qtfhOé^tei)  lle{^Htr.-^Es^' 
ttfdioiíóbre  la^^ifaslactoi^d^ia  fi*oftteHi  slid  dé' 
l»^ep6bkkla «i  ;Rio»  N(ei^i^(Hiaéd)cád?>  é Íék'-B'é^ 


-  184;- 

t 

rector. 4e  \^ Prensa^  fi34í4a<á<>lf;y ^í*>t*«Qr<>tft^ 
de,,larSQeieclfi<l,Cíí9ntífiaft  Atgfirttírta,  ^niawlwai 
de  1^  Sqcv^dadrGeíqgr^flcá.IlaliaRá,,  OfioiM^  4«(' 
Honof:  ,djstíftgúi4o/0QaJja^tóiiídalíA  á^  .QrQ»4^. 
la,A<^aideflai^  ripo.^e  BoJi^nia^T i»iwJibEO  htown 
rarip  y  activo  de  y^rifta  .^sícied^des  na«i<>fifby^ 
— Spgu^^a<  ediciortnrReti&adja  jí  coa&id^rftbl^T 
r^iíníe  aqmeniadajpojr  ^tautftrí  gínecida-íil  in¿Sr»,i 
n^  por  la  Qmpresaíde  IjlPEensak  Buew4;AU:§3i 
— PstptblecimientO:  tip<?gr6fi<íí} /4  yapop'4e  Iftf 
Pxei)^,  Moreno  109*  .lí^7i&  Bu 8['  tojE^rtiv  4Q8,p§i/ 


•;^  .'Mí- 


*•  r 


.  » <  I 


...  ,  . 

.•  .1  ..I  ,  t.'  •  '.  .»'  '  vk'iJ-  i 

i-B^jí^  ¡obrti  Qswta  en'lo^mficnatítos.eB^'qii&í 
sft  •  preparaba  ( J*v  esipadiobn  .di  i  Rio'  Ifefer^  mió 
el  efitíUQ  fócil,  y-  bjdllaate  prjoppQuidíeliiau)tt)jj'(y 
cooi  pflQfundo  .€oii(>c¡¡(MÍerí<o  aarnte-tíníiílÉf^rí'*!» 
pre&epta  reunidóij  y'QsípueB<t>^.aprífírróJ^<ter 
muUi^Ufi  (}e  :datos ; .4^1  Alte  [jtnpipirt¿ni:)m  jaof^iíi' 
entonces  dispersos  en  gran  númf'ro  deíírfwa*-» 

sjjWQí  PQrn  p^^ifie  delifrii4w>ir.i»Ufcdifeíi¿a>'^:k 
sicjad  ly.  n0.i^,ien,m^$ra  algiifiÁf\í[anijí^0Íodu»i^r> 
obra  de  circunstancias,  slnó  de[^ii«t»ttfiwií^ii0ii-; 
trínseco  )i  4wadero. 

La  primera  edicion^ule  .esta  obra  fué  hecha 
por  el  Gobierno  Nacional  y  repartida  entre  los 
jefes?  y  .oípia4íB$:  g^e.^e»lp¡^  Mm^  poRfe-^lía 
e^peíc^icáofl ,'j Áj4in«  jde  qw0'.iS?«r^$tiíiai(i(ltaBofttj.t 
im)t9rji?4i^'^fi.  ^4^n^9^0[  ^s^iie  ibAhof  (Aio^í^t;  i 
rar..  (^§,fi^ttp4ar^dieí^jj|  laícuislifiemanfattii 


^  186  -- 

sa4li^y^  ;C^uixif«tiid«r  4oa#«dembtoe«ta  ppr  4 
au(oi']frapo9titiiy^  faof  «I  tm^jomis  completp 
qti^pQS^eemo^  sobre  el  temtpríode  laPampat 

Los  dos  primeros  capítulos  están  dedicadoii 
á  UM  reseüía  histórica  y  ¿  la  esposicion  de  1^ 
esplpracíonc^  ^efectuaditseo^laPampa^. 

E I ,  autor  h$tee .  una  reseí^a  ¡  de  la  e^pedicioa 
de  1833,  ea  la  cunl  haUamos  dgtos  nuevos  é 
int^^aot^s,  y  en  el  segundo  capitulo  se  halla 
la.  hi$torÍ€^  de  la  importante  ref»pkNracion  ^ecH 
tuada  en  el  siglo  pasado  por  el  piloto  ;Bamlio 
Villarino»  que  reiBODtó  el  Rio  Negro  hasta  e} 
Lim^)  y  se  f^óompaiía  un  plano  levantado  por 
el  ¡esplorador. 

Los  tres  c4^(tulas  ^siguientes  tienen  por  oIh 
jeto  el  estudio  del  sistema  hidrográfico  de  1^ 
Paoipft,  punto  tratado  con  gran  acopio  de  da- 
tos. Fácil  es  formarse  con  su  lectura  una  Jdea 
acabada  de  los,  tios  de  aquel  territorio,  s<>* 
bi;e  todo,  del  mRío  NegrOi  y , convencerse  de  la 
importapoia  que  el  porvenir  reservfiáesas  via^s 
fluviales. ...... 

.  La  descripción  del  territoria  de  lii  Pampa 
ociiipa  el  capitulo  sesto,  uno  de  Iqsmós  intere- 
sante^/sin>  duda.,  Jí)escríbese  en  él  las  fértiles 
rejipAfp, ;  aodinas^  que  ya  kal^fan  llamado  la 
atención  dé  los  hac^da^os  chilenos  por  sus* 
4^B4finte9,pa3tos>  cuyiii>sJb|99i(|ues  han  cau^a- 
áfíi»  4^4lPÍracioa  de.  (odo^.  los  viajeros,  deí^de 
Fi4#e9^r  hiista  Mustera  y  Mor^no^.y  que  en^ 
cierra  en  su  seno  esa  mole  de  CQbre  co^cidQ 
P9r  CerfO;46  Pallen  y  J^m^^poim  el  árido  I^.ai8 


L      


ttdíitfó§^  ilt^af  citCei  fdU  ttidii^l(»áifoi<¥b«éifii<él 

b^^éimé  éto^M  «HAJ^  14  líc^sl bordeé  é&  Stifa$ftu»^ 

hérteóMi  -t^ft^ttíftov  Mgáídd  ^pd^la'éoríiéiHitt  Idél 
lllkay;'t^^0^smi«thiod^^eta<y^iÉOrk  UüdMj^á 
J%nttt^  la@%'^a^á/  á'pd$áfid<i^qu6^b^de>se 

truGcion  apunta  ei  Dr.  Zebailoa.  '  lia  éc^ó-* 

«¿i^bi^n  és  méhdofitída'^jr  diéciititfo. 

lJti^>ei^fUd{^  V  coiidititeMeibiléd  soib^e  laittlie- 
Va  4ííieá  déí< fronteras,  hoy  realizada,  '^s  31-1 


ma  d€fl  'cátiftát¿  ^í^tiibo;  ét  oet^vb'  m^mtipé, 
d!e  iá  rMSL'Wáiién&,  que  ^1  «scñHiü^  él  li^i^  ¿íQn 
dotíiimcte>ét)'tás^ol«(dá)l<es  ide  lia  PttkH^,  S^ 
conoce  inmediatamente  gue  el  autor  hñ  ^Mfttb- 

3\jte  ha  in^^^ty  '^xh\  ínteté»  ^todd  ^k>'^»¿líÉ^ 
vo*  á^  e^s  hii&íT'dá  la  ^lrí¿:a  ^áiiátocM/ \M^ 
pero  eruei,  «Okáo^ei  iii^«  que  á^btta^Mi^ 
^orrálei^  de'f^Wtuei^^ittiípéu     •  *- "     •    ^»" i'-i>> -•  - 
m  «ItiMo^IMpAtíla  to.  OvMifi^ 


<«ti«lN!ii^aKMliimtoM^()ft)JPlinp»ifM^ 
«ir)álmi||iiA<lo;  «1:  fia  ípof»Dl;i«o(.4e^  <f>|vMr 

vépmlkeu^  i  sierao^  den  Í9¡ai  )»9»», ,  ,w<lMlftR^  M 
otras,' jáilailinneeaiiA»  ma  ifl949mr)mmnf>fir 

la  población,  .'.fiuUH» ,;  aUi  <M»iitwi»i9i9f4p  -fPf 
6aa«if«  de  médanos  desnudos,  que  entre- 
gao  á  los  Tientos  torbellinos  de  arena  ense- 
gueoedora, .  aquellas  estensas  rejiones  en  las 
j;m^)Ek^  el  e^Mñol  «o  os^ba  aventurare  A  ffie- 
.mijlp, ,  e)  ^ató.  4?í ,á<a6to.  de  las  prj^ósaír  des- 
j^fipc^opep  del  píidre  KplJí^ipier ,,  a:caba  de  abatir 
m^  i|iont98/y,9,iís  méd^pps  ;r  dC;  ,$hfrir  sti? 

>S.jd(iJ5lces  y.eristaliops.  al  p^^9  .tAu^^nte 
p^ft..l)ái?aera  qite.¿  la  ^IftFÍa^  cqo^uista  de 

j^fifa/^}ñ  aSa.cUr  nvas  ^dé  ^1  laurel 
-9^J*'WW!^,4e  la  l>aflí^í^»»:  .      ' 

]Uf(ijKaí»,pí)r^  gj?e  ^t^p^recer,  ^atplibfp  íf<^Jp 
era  aun  un  proyecto,  un  deseo  patriótióo,  hoy 
está  realizada»  y  quien-haya  recorrido  los  cam- 
pos fronterizos  habrá  tenido  ocasión  de  ben- 
uiÍaeiiMi,ii¿oo^tt0)pp|ftif,lqíyn^        b%[tiea- 

«IMMMi  un./l«iifti(wéí)q^e>4tn«$»{i{kl  áK^M  .w 
30qitw>id«  tiMPití4>9iiirí(^«tac>«n)ttSf 


liáis,  éñtíre^  I6é  éuklés  >figuH  staii^dignftmoiite 
el  ftutDp^défe  olmi  iqfaé 'moAivai  este  articMfo, 
seftfti'arlás  fiíéfllTefll'  de  'ricfueter  b>s  elefptatíé» 

Pátnpii  y  H^tie  sót&e«j^rafiqimel'hcnflxmiae 
i%ditña eoh te  ftítetüh  májicft ' deL trabi^Ov  .i^ < * 

'    Qti#^i¡N^  i4i^MII«ída;  di^adii  poTiel^q^^^ 
ji^ntiiio^  al'crazák^  jdl  defáto'io,*  sea^  pue$^  la  .iMü 

;. !  2t5-Víaje  al  páis  ¿^  lóá  í ehueíeíiw. ;  ExpfóL 
.naciones  en  la  Patagonia  Austral  por' Ramo'ñ 
Lis'^Ay^'rrii.émbró  de  varias  soéiedades  cíehtíi- 
ficas.* '  Pnpíera  parte.  Buenos  Aires.  ^Putftáp  í 
'  de  venta:  librería  Europea;  ¡S!4SÍ  Florida;  Uííí^  - 
rías  dirt  Joly ,  Reflé  y  Mendesky ;  itíaprerííá'ofe  ■ 
iJlartirí  Biedma;,  láS-Belgrarió-í^/lSTd.  .19h- 
4^  83  ps,  con  9  grabados  en  mádqraytó  ^c«- 
bulárió  dé  la  lengua  Táonecá  t  Téhúelcfífei 


I  -  


ktm^immm    •  ..    t 


-    916^Llf  HiMeMifá  imtrtMl.  ><  ConpWai«ato 
éiX  «  ▼fa^>  ál  país  :de  los  T-«ÉuiilGbe»»^fa^Nr 

léieMlflJMUí  •fladioiiieüést  y  eátMttij[«»i|s.    Bmrmis 


«  I 


:;;Ibdteiia  por;el  aampo  e»tf a^dioatic^  qq9 
du«itfd,paid.  ofiMoef^MÁq^ Ja»  íQVA^tkiU^paQ» 
oÍNitttMS'ypoi::fiitejjemplo  d4  \otk  »mo9  e^r 
tfafljtros,  4C19  hw  í^ti(^^blH?a.poff 

teatro  de'aua  e0plQ{í9j2ip]iaa,$e  ha  d^^rrof- 
libelo. tambiaaw  ;mieatra|ttv^(u4«l  daaeo.dje 
tomar,  parte  QQ¡jel  moTimienta  aienUfi^o  y  no 
iba6ippa|Sla]^  taa  aólo^bopapi^  pasivo  ^fla  renr 
tt^uarata  «del  progresio  europea  I^a .  Sociedad 
Ciwiifíca  Arjentiña,reupÍ6Bdo^auQ  aúctcQ.tor 
daa;la8  fuerzas,  ^que  an  nueatro  .pais  aa  dedi-r 
aw  ;al  Qultlvp  dd  la  cieacia»  ba  dado  esprer» 
fiiúu^  é4a>|íulso  á  ^Ruestraa  aapii^aQióQea!  cieo- 
tíficas,, y  aaparaq|ios.  que  un  feUz  resultado  00» 
r&pará  ^ua  esCUerzos.  De  au  seno  tambiep  ban 
atüádp  loa  ;aaploradQrea  que>  afroatap^o  peli^ 
groa>yrV6p,o»eBdo  dificultaaes»  se  han  propuesito 
^l.reoQupqiiiiieiito  dejos  territorios  ausi^rales 
de  ia  ;R^^blioa  Arjeotiaaf  :A  este  plumero 
parteiieoe  el,  señor  D.  Ramón  l«iaTA|  que.  ha 
^j^tUf^do  do$  ^iéjea  al  estrerup  3ur  .4e  la  Paf* 
tegoeia^.a^tponieodo  el  resHtti»di>.  dei  ellos  en 
Jifif  ifi»  QbrH$ta^  cuyos  tUuí^a  cv^ocib^ian  f)^|e 

•4rtto)k^i.'  ,..'/.  •  í :'  ■• .      -.j-)^' 

ti  EJ^«ViW!J^aL|mis4e  los  TabuelebaSi»,yv4(Ia 
^tagoñfijQmtiff  Aliiir  a<sqflifMiQa4o  elpiiawro  de 
w<  tm^  da^.  toráloiró  iCBjpióvAdo  yra^Qrnados 
ambos  con  vanas  láminas,  son  .q^flNi^^s 


y  que  cot¿SáÍ^fhífí¡4t<fÑA^i^ifik.f€iiM  e«t« 
autor.  El  firuto  pcincipal  del  viaje  del  sefior 
Lista,  realizado  oajo  los  auspicios  de  la  So* 
0i«tAad  i(n(lÍAlfÍi^:A»jif|(ba^  éft  i»>e«^lolttdbn 
éél  <Rté'4}Meo>i  ^  aiiíCMHe' tnSÜí'  <»tíisM»^  é 

II@<!tMdC''üÍf  Mia&i«>  <(^  j^ítÍlbálilf»<«M9ÍMWrt 

eSj^%»ttttaSl>  !Bl-^BOp-&Máih«i«tmiéi&)á>ii«»<i 
#u{i*  diÉt  ^•tbáK'«féai]^MiM«ptt<:km't»f  af^^ 
gttdi^'<$ÉMi>iu^oM:  Ik-  Fa(ttgbnia>  \ítí  íeptübmio 
c&'iift(l«táttfétfffe  éstéfiH'd^lusbtvañdtti^tf^tt^^ 
itéfétv  «^cíiiileoéáHái  d^  <tf«ln^O'd^<héi<y«bft«gi:«l 
xíúk^  iMttdHV  áü^jgMdidtfd  riqtt&t»3  vtíiHtikatf 
iÉm6rafes;ipiirál^edf<<Aider  áiQ»h«mÉO^iptfio> 
i^ií'V  iwfú^  '«ffenieti«d«  se  hídlaoi  «IP  Icfis  téüP- 

i^mtóg  Utó'iéáfhím,  e&HiMii  bos()«i«é'di^tbadenitt 
iitíii<¿iilil«r  y  vtí-lm'  tsmnpc»  fmo*M<m'^ 

f»  'itíímáéttññésí  troflas^  dis¡'gkiéiaaíc(tfs/4«flfte 
1i«ailaVi«Uí  álMihdattOe  átiiii4»to  mtaétos&ls¡^ 
•riádbS'  l^acHMé»  j  lá»á^«s^'  Bf  JflMtdt»'  titt»<dli. 
'tfaiMI^,'  itílieil^«ítt$eeil  dflA&s<«I^IM!  PQMá'Ari^ 
■m¡^'fio»&k  i)árajéi#:h¿isb^iddS''bor  ^  6á  "^ 
-é¿<ítitíiioft  titíe^lm'fiástá  el  p$«  (fe  Idd^/SMet, 
ifi^  ^ttí^  »ol^i<^  ra§-«E)btUti!iáí#»sr  ]|q  lál  4dÍdlÉa 
ai3'h»is  t^uS^fiAaeléhds.*  •  HdéWjtiibs^'tftWW^ 
>Mao>  66-'  átfi9>^ádé>  «ih  «Httdi^^^liiKé^  téé  Ütí- 
póátos  de  huano.  pues  lo  conceptuidiioijj'ite 
>¿lto':i(IM)ldNMí  |rt6liS^^  >p«ncii%tmÁf  1^  ha 
t««ft(iSiilM^fifif»>«íW^ttWse>h»)tiiM^ 
'  ÉMlifl8dé%tBÍ(M0<  W^'4»dt«')^iái<«i^t>*4lif«o#lf- 


^,dr^en  lójtcó»  (¡m  ^r\M  de  c^^sear,  defectos 
^ye  djáa^i^ecepan^  si  QuánAoCT  ¿uipr 

MDliímÁ.  como  lo  éSD^rarpios  y  deseamos,' Uifití- 

Olivera,  Mt%uo'  áHimno^  de  #rr¿notii  i^íiieiai^ 
bfó  tioitottorió  dé  la^  AsocSAeibn  KtiPáf  del'  ÜMi^ 
gtfaly,  pte^iáéñté  honorftf  io  de  la  Sociétfoíd 
mhi  Xrj^ntite.  a-tottoff  eií  8?.  0aettos  Aiífes. 
ítópreiníft  dd  POr^Vvriír,  c^íle  ©eteriza  ttú».  18^. 
Í879. '  !!Ví«íér  tomofViftjéís  en'Praticiav  Al«tta-^ 
nia;  Hokridáry  Beijíé^;  438  ps:-^Begtíndo lomo: 
Viajes  €fri  PYtttidHi  Itaífe,  y  6#iza.  37»t>s; 

-     .        J      .  '*»'..»  I  '  .'      ,     íl     •        •  •  -i 

1       '    •    I  •  '  •  '    ■  .    ^"^  ■       .'   ,  4   I        .         • 

Los '  estudios  y  viajes  .tór/colas  del  'sefiqi' 
Q;.iY:kRÁ  forman  liná  de  tóás/ obras  cuya'api^- 

ñ^  donde»  se  ptf- 
este  lénéro. 

r^^  ...j,>....»,^ ijiáá  por  Di  José 

Mariael  fi'strada  y 'qüeceéó  h,ace  algutio''^  afibá, 
náDia  á¡aLdó  ya  á  conocer  vaTlÜs  ae  susfrag- 
tttórrtps/^  Olivera  los  lia' refunrficm, 

íps  tía  emázladb,^  por  décfrto  así,  los' ha  corr^- 
'  ^'  ^'sti'^¿íniÜhtd0Ofiátitü^tíuh  estudio  ágr^- 
d%'  ágncuftúra/jpr'áclica.  aloai^qbe  una 


- 1^¿ - 

Qbrá  Uteraria  digna  de  sena  esttma.ci.Qa  |  ao 
obstante  Jos  lunares  dé  su  estilo.       '  / 

ho,  lectura  de  loa  Estudios  J^  Viajes  Agrí- 
colas ii^struye  y  recrea.  Es  un  joven  él  que 
hablaren  ellos;  ^un  joven  ^ue  se  siente  íncli-* 
nado,  por  una  afición  decidida,  á  la  agricultura 
y  que  abahdona  las  dulzuras  del  hogar  por 
adquirir  los  conociffiMAtos  que  anhela  y  la 
esperíencia  (}ue  necesita. 

Ua  biat^rjia  consigna  que  Augustas  encardó 
4-yirJilio  sus  afamadas  Geórjicas  para  iqspir 
raral  pueblo  romano  el  gusto  por  los  trabajos 
campesti-es.  Después  ae  haber  leidQ  el  Mbro 
d^  jseflor  Olivera  se  pregunta  si  «r*-estable^ 
ciendo .la relaoiini  natural  eotre  obras ^d^  ín^ 
dolé  tan, diversa.,T* no  habrá  conseffmdo  .él 
OH^mo  objeto  empipando  distintos  meaios  ?   - 

La.  calpul  turáis,  indudablemente,  uno  de 
los  trabajos  más  nobles  á  que  puede  dedicarse 
la  actividad  humana.    La  tierra  es  una  madre 
fecunda  que  nos  abandona  los  tesoros  da  su 
seno,  que  nosdefuelve  con  creces  los  sacri- 
ficios que  hacemos  en  su  labranza  y  que  inunda 
nuestro  espíritu  con  la  paz  de  la  naturaleza, 
siempre  grande  en  su  evolución  constante  'y 
en  sus  cuadros  múltiples  y  variados.    El  se^ 
ñor  .Olivera  ama  la  naturaleza  y  quiere  inspirátr 
ese  amor  á  sus  lectores.  Por  eso  ha  prodigado^ 
especialmente  eii  el  segundo  tomo,  q^scri^oio*» 
nés  interesantes  que  evocan  antes  nuestra  inqii^^ 
jinácion  paisajes  escarpados,  montes*  que  se 
levantan  á  las  nubes,  valles  risueflos  y  salvia— 


.u— I 


jes  despefladef 08,  rocas  y  pradel-as,  picos  y  ar^ 
roypsi  orísas  y  pájaros  que  adoroan  y  realzan 
esas:  audaces  ümceiadas  en  qué  se  ve  una  re^ 
iíon  cubierta  de  grandeza  y  solemnidad,  donde 
los  rebaños  descansan  á  la  áombra  de  los  ár^ 
boles  frondosos  y  el  cazador  atrevido  se  des- 
taca al^  borde  del  abismo  sobre  el  fondo  claro 
dscüro 'del  crepúsculo.  :'  ',      .  • 

La  obra  del  señor  Olivera  enseña'  y  recrea; 
pasea  ^'lector  por  los  países  qu$  ha  recorrido, 
y  at  pasar  refiere  hechos  a^adables  6  ¿óa- 
signa  importantes  y  científicos  datos;  aluth- 
bra  nuestro  espíritu  con  recuerdos  propioís  y 
bien  traídos  de  hechor  Históricos;  salpica  sü 
aatracioa'coniináqiiéotrahiácsinia  y  uno  ^ae 
otro  consejo  que  le  ha  sido  dictado  por  su  es- 
tudio y  k\x  esperiencia;  relata  ácontéciiíiientós 
tiranos  y  crítica  ó  celebra  con  franqueza  y 
sinceridad.  ' 

Dos  jgr^ñdes  móviles  lo  han  guiado  en  su 
trabajo:*  el  ainor  á  síHpatrla  y  el  ae^eo  de  co- 
municar á  los:  óticos  lo^ue  ha  observado  en 
muchos,  affos.  de  aprendizaje  y  de  práctica,  : 
'  Cf eecbos  qíie  todas  las  personas  de^  ideas 
elevadkd^  ienéralmente  afectas  á  jo  aue  deiá- 
tiíuyeea  algbla  mdnotpnria  de  ía  vicia  y  es- 
pécí^mehte  á  aquellas  relaciones  que  por  más 
de  un  concepto ;  instriü^an  deleitando  (¿éteé^- 
tando  dfocérá^  tendráh  en  cuenta  al  séftor  01i« 
>éra  el  .«lalrgó  estadio  y  el  grari  amor»  qu,e 
invócitia  el  poeta,  j 


^/ 1 '.  •  j  '.  .    '' '. 


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TÉÍ  lustrado  autor  dq  h  hí^kimM  ^nftf^ 

_cí^ci,oíi  d^l  rolieto  ^ituí^o,A<>ÍíífW«<^  f^  ■Twr 
esD^ialme^te  af,4e.  Uj^l^ifíoj^^J^  haA,íPiBe- 

ÍOJI^.,  q«e  <fW.  J?.  Pro"!^?*^  ^Wpísp,  por 


senda 'de  la  rerdad,  y  estrecname^|j|.;i^;g^ 
dvn<ís,  en  OB ,  <^  gui^fe  ,iw  .fo^l^»fíff^  ^Dli 


)^  por,  íff  ri^e^j  P*.«|eíí>P'm»ft.  ftjMt^os 

id.  ardua  y  penosa;  pero  p8|f^.^#tjif^8|ftf   ~~ 
laooríosas  como  la  de  D. BARTOLOMEMiTaB, 


m  vid^  diarín 


i  Aí^te.  como  ju^ÜISQacLÓB  ^  taf  acertó,  ú^U 
tü  í  «oe  «a  i^eto  ^  pueétíoQ ,  es  el  recij jfejpí- 
da'd^riw.TiaJ^  9U%  el  ^ór  *ácía  ^  cwí- 
dadr  ito  jfeií^ÓQero  4e  guerra,  para  cwíptenwif 
o(»  Qímt^^motí  debió  eotr^fmts?  al  a|>utiui 
de  siifirDEoUia»iobse)rTaaoae34ae$trem^  de  oír 


tiia<H9ft4  d^^'.las  rdn^s  |de.  Jial^uai^app^j^  t^ 
méR^99^^' {^lg^|H^,¿f^  Bp{>re  ek 

íimi^^K  cfo^ifenqfBr  06:  lo^  ii$pagias  ^iuieí^  y 
AiTffiíif^  jp§8^  á  oe^pa^^  da  )a  -e^^^oi^ia  q^ 
IaiIiab9ibP9r,Tiahi}wacd  yp^^ta  laa  í^iy^ersas 
tM^&QiOfi^  resi^Pto  :4^  «paa }  ruinfis  4a  ^iruep 
diKmia^QÍdOéí  Pi9rQ  de;  Jiidi)^  , 

'  Bea^^  del  pripwr  golpe  d0;:v)s^  eoí  qv^ 

tremaM«0f>Q  parAC|bei!ep  ppét|ao%y'  pw^tff^fm 
ks  imitt)Mieit^ea  ({ue  despierta  eli  patafgaaijt9% 
li0a  hu»  &HfBifíJiQedQjom  amofmiB^fi^^  e) .  IT^ipt 
pío-  y;  d;  :Falaeio>  comprueba  Ijaa  i^edldA»  tó* 
iMjdks  p9k*:VfirtQ3  Yiaje9q8|;]iabla  ák  l^i^ioAír 
Mi*tei¿pr.que. meofsiitra  ¡y  4a,l«fl.Qbnas^  hir 
dráulicas  de  los  iod^j^i^a&UlaaiaaptpafsiiAiQ^ 
M  mtiMrnmmij  epr  ana  ^sagefadfMff  diiiien«io- 

mbmAií0  ^«Ajdi  a^tloráwsgj^  9«af^)9ta»i6ata(tM*ir 

;iit>«»i(«taffyi4M^  yotottna  iportfo^óiii  4e4íRa»B 

Bl  jmqitifia.'cQiMal  ;da  l/aPi  PffiPW 


"  gcos  o».gst^l»v  ffl^so  iodo  dos 


—  197  - 

ellas,  rectifica  los  errores  cometidos  por  D' 
Orbigny  y  lasí  compara  con  otras  estatuas  ame- 
ricanas; deduce  de  ahí  algunas  considera- 
ciones jen  erales,  viendo  en  esas  rujnas  el  tes- 
timonio de  dos  artes  distintas,  producto  de 
civilizaciones  sucesivas  destinadas  ambas  á 
perecer,  faltas  de  elementos  creadores  y  fe- 
cundos ;  marca  las  causas  que  á  su  juicio  se 
oponiail  al  progreso  americano  y  cree  que  la 
Europa  inoculó  á  América  con  su  contacto  el 
principio  vital  de  que  carecia. 

Termitia  el  folleto  considerando  lo  mal  re- 
sueltas que  aún  están  las  cuestiones  de  arqueo- 
lojia  americana,  que  no  podrán  ser  tema  de 
serias  investigaciones,  mientras  no  se  meto- 
dicen, clasificando  ciéntíticamente  los  materia- 
les acumulados;  y  espera  que  la  nueva  es- 
cuela de  Americanistas,  que  na  inscrito  en  su 
bandera  de  trabajo  la  leyenda  «la  América  es  de 
los  americanos»,  podrá  quizás  algún  dia  espli- 
car  los  misterios  ae  las  ruinas  de  Tiahuanaco. 

Así  concluye  de  relatar  su  viaje  arqueo- 
lójico  el  Sr.  Mitre,  después  de  trasmitir  cu- 
riosos é  interesantes  datos  y  rectificar  muchos 
de  los  que  se  tenian  por  seguros.  Ante  estas 
pruebas  de  laboriosa  dedicación,  es  de  espe- 
rar que^  la  posteridad,  con  más  imparcialidad 
y  justicia  que  la  jeneracion  presente,  confirme 
que  los  dias  robados  por  D.  Bartolomé  Mitre 
a  la  política,  son  los  que  han  contribuido  pre- 
ferentemente á  cimentar  el  nombre  de  que  goza. 


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-btírdiák><i«i'Iat^t'tt)^a.'PoHtíctt,<HlératttFa.  'Bw»- 
11Ó9  Ay>es.'>^dn  'fiernttsnbs,  editóves.'  t^bvePiíi 
dél  Cdl«|;iü/«áÍ{e»iBoHVár<dúitt.  dO.'1«TO.'iS'VO^ 
'UMciéfléiír  en  8»>tHíayd¥>  |)^XXII^97  y  Í4ifl  t>s. 

1  •    '  • ' .    :    r  '  •     • . 

-  Las  ÉífíMOii  ansí '  hiSñór  mÍDO  m  han  ¿eá- 


'l^lpa  «lY'ftó  t9M;ciriást>ara  comtkrará  ^néí'ó 
-^i^cHé(^,»tí^  tbé/nsTrúosi»  «UJ^Üro'  tfé  üha  li> 
lltet^tárá^bt^rOiteMd'ft'  yletal ,  érá  V«  tepélét^ 
tié  «bis  'Béms  -8HÍM6»  «»idó!iitraf{ui  jteira- 
ores  entusiastas^ !á{^eH^s;  'iVlkif  tiftíe'cff ti- 

''f^^tilftiSi^áb^'ya  abtt^ttoeta  al'dtté  h!óir 


-.  200  — 

Se  le  ha  echado  en  cara  su  amor  á  la  for- 
nía*  Se  le  ha  pintado  frío  como  una  estatua 
de  mármol,  correcto,  pero  falto  de  inspiración; 
y  sin  embargo,  muchos  de  sus  vei*sos  se  guar- 
dan con  encanto  en  la  memoria,  porque  son 
trazados  por  una  'mano  avezada  a  las  luchas 
de  la  versificación  en  que  se  domina  el  ritmo 
y  se  engalana  la  idea,  y  han  brotado  suaves 
como  el  agua  del  manantial  y  cristalinos  co- 
mo la  supenñete  d^  la|K>4    ;    r    '. 

El  primero  J^  tíiás  brÍBaftté  de  nuestros  crí- 
ticos, niaestro  y  juez  distinguidísimo  en  ma- 
terias literarias,  ha  significado,  en  pocas  pa- 
labras, el  carácter  poético  del  señor  Guido. 
-^S(ü:nMj«a«;.dii«e.j^  pp  ^^qyontt,  ^^;^e*  (ted$íta 

^m í^lacere^giíO^W^,  ni' se  abisma^ jPO.<tefow^ 
proi&iados;  íK>  rie,  ni  s^  4^eppefa..<  Ü|ia-14- 
-grima/puTO.y  bdtíftníe  j^edesfizaft-v^pe^pcH' 
sa  ii|qj|lla,vitípériqs,cí^lorid^,  .^§rc>  ^e  Qoriyí^e 
luego  en  sonrisa;  y  sus  labios  perfuma  dos  mo- 
dulan siempre  una  pTácida,  encantadora  ar- 
jXKmia.    £1  Sr,  GuidQ  es  clásica  .P<^  1^  ^r^<^- 
cionde  la  forma y^jpoír  la suñpiítia que ífvmk^ 
.  ¿  Ip^  bellas  plástica;  pero  su  iqspyñ^ipiL.yÍMs} 
en  algunas. ppf$$iás,á  ma][Qr/  altura  qujéj 
in§pira9áQp  pagana;  y  ^  ^atiiQi^to  que  ^  aír 
berga^pa  jsws  estrofas,  es  not^  i^pble/y  a^ 
Mernf  ouB;  el  ae^tiipiegato  espi^e^^  pn^os  mr 
sos4eTioa poetas jí^ltlglJos.l..t.,,:^,J;   ,  ^.,.  .  , 

Hemos  dicho  en  oteo  tietopOy  ^.(fQptpatai^p 
preciísanfjeatQ  á,  ^B?was  aprwiwMÍPé^  fjVWtu- 
1-adas  !^^.^ü,  p8tilo>  ÍMe.  iwg.;  ^t»  g«e^ífi 


-^  SOI  -- 

en  et  íarróyó  como*  en  e\.  torrente,  tanCa  en  la 
aurora  cómo'én  d'fcrépúsculo,  tafttá  em  d  valle 
cometen  la  Montaña.'  'Bl  nrísmo  ecsaitado  de 
Hago  fío  es  la  única  mánifestcTcion '  poética 
posible  de  la  inspiración  moderna^  Ella  ptiedé 
ser  settéfflá  *sín  déjenerar  porelsso  en  lat  vul- 
garidad, ella  ptiedé  ééf  coípedta  sin '  que  por 
eso  se  la  ebcuentré  fKat  Y  el  mismo  Hugo 
así  lo  i*écond(5e  cuandb  dii^i  ^  una  estrofa 
dé  Las  ÜdntkmpUwf<mé9:' '  •  • 

Et/devarrtl^artiAfiíii  '■  .    -    > 

Tíoxit  Jamáis  la'  lol  M  chánge,        . 

La  miette  dé  Céllrni        *      •    '      ^ 

Faut  le  bloc  de  Mitíhel-Ange  I         ^ 

Loi  dos  tomos  de  ias  BáfágUs,  presentan 

trn' verdadero  tíiosaico  de  temías  y  eátiiós  di* 

fererileS;    Cdrtaai,  traduiícionés,  attfculos  po- 

lítiéí^-  dSáertaélones  literarias,  artículos  hu- 

tttirtótíiQosj-  estudios 'historíeos  y  hasta  oom- 

pQsiciónei^  ^  verso^  se  'alternan  en  Sus.pA^ 

jinás;;  V:'^  ^^te  respecté  se  mé  ocürire  una 

reflecsit)n  —  Cóníp  el '  señor  Guidd,  cuyb  buen 

gustó  -es  encon!ia(|ocoíi  justicia,  ha ^ dado  á 

luz  en  su  libro  trabajos  insignificantes,  ptara- 

mente  de  circunstancias,  al  liado  dé  otrosí  bé4 

lllsitaos  é  internantes  ?--Hubiéramos  deseado 

una  elección  métios  favorable  y  más  imparciaL 

Pei^o^isto  es  l;ñ'a  áimple  opinión  j^  no  sabemos 

hasta  qué  ptin't^  estamos  autorizados  -  para 

sostehearlai  '-"    '.  -      "     .' 

Las  pajinas  políticas  é  hiátórtcas  del  libro 
del  señor  Guido ,  tienen  sin  duda  alguna  la 


br/S/CMeyertSÉin,;  $wro  dos  p«^a Ji^íiUJ  ibwlv 

,pira4As  pof  cirouAstapcias  ^^peci^as  j  Je^ 

.liC^iP^r^oiifl^diad  4elj»afioií,GiWÍQ  fifp,4^t 
en. SM  p^p^a ;tmila i^qao  e«  aus.yjersps. 

jC^pita^q^piin  ,<íhow(tíepia^  ,y;^ep<íilío«ia  Y*|lfa- 
ridad,  amante  de  la  beUei^^/y  ^^'^f^l^t^^  dob^e 
todas  sus  caalfajUí^sgefqk^QeiMn  €B^  sano 
que  cons^jTftitodavjít  1^  ^¿Mwrft  í<fe  las  pri- 
meras espansiomes^j^Ja  y\4^jlia\fi(^\ov\Ao  de 
los  primero^  sfi^fiq^  de  la.  juiv.entud.. 
. .  ©  ;S(^>  ^uidof » no  ;perteaeM  á  e^  J^énpro 
4«Q^uVs8,,^U6í)or¡f<irti^  qa- 

4a  d»^.  ¡qo)»;. mayor  ra^Mefí),  y  enl^sc^^^la 
^ftawn*^. ocupa  el,  lugar  4el  ,s«4M;iriu^oto^ 
iq9  gry;Q3,#s^e^QAp(ad0^r«l  xlaj  jiiismp  elocwWi- 
tfia,  y.  |P«  pMfpülos  efttalúdps  4e  ua  dolor  .pQ3- 
l|¿^,  c^;i4e  .la.yerdádera  ^«iíiiígMra;d^  que  ha 
^^nir^úo  diÓfifl,  el  flaiAifto,4ÍP  Ja  vida*       ' 

.  SqjijftH^j^o.pe  ©rfi»^^:dft^ 
rp^.  no, se  mésalo? cai>eUos m Jmoe vinagra 

pMra (poifieír^e  pjáilida.  ^    ,; 

jp:^  ruqaJCWcaaQfaa  áficípnada  á  Ipsjtooi^^^ 

t¡m>,  rbu^páNM  el  >ízwdo  y  de  pítjarior  el^^aate. 

TÁ9A^  AcUtude^  qi^e  pareician  el  reai{^a|]^orde 

Ia  ,^z  sipliM^  mi  espc^  es  aiiiabte  ^  (K>nnada« 

romántica  y  cariñosa.    Quizás  nó  lüs^á  oa- 

9Í|Qoei|( .  yolp^mcas  n^  tur];>iici9nes  .profuacias* 

jpero  .se  goza  con  su  «oatactOiy  las  llores  que 


—  2oa  — 

lleva' pireadid/is.  ea  Sfii  cabeUa  tíedeo  el  periti- 
me  dirioe  da  la  virtud  y  el  eandor.  Crutdo 
mismo  lo  'Canfiesá.  y  debe,  tener  orgullo*  ea  ¿ou-* 
fésarlov  eaafldorenrítodoseá)  algunos  critico^ 
(|uelian  atet^a^o-  su  eatílo  y  el  jénm*o%  de^  sa 
inapííraaionv  las  conte&ta.on  esta»;  lineas iadi^» 
mivablos,  que.  mereoen  tcasCFibin»:  ¡hór  la 
verdad  que  enderran  bajo  ^u  aparente  lije- 
reza:  ,        n       • 

a  Y  luegOj^  ctecian.  mi  susodicho;  númeu  gCH-^ 

ssaba.  da  unásajud  eíiocanto^  en  mbddi  de  táfi^« 

kat  almaa  doloridas  y  que  orai  de  ua  nevoilai 

se  piántífibán'enlaiiiás.azu^  del  empíreo  busri 

oandci  aire  respirable^  ora  se  arrojan  Ubrando^ 

á  mares  0(t  los  abismos  del  desencanto  y  dej  la 

duda.    Habrá  nada  más  srande^  peosflpbÉnjt^' 

fija  la  fnénte'  ón.  k)S;  mocMoa  de  am  dsbiidla 

respaantei  con. los.  adovdrá  estrenos  dé  ka;daii^ 

%a  Maefl^r%  macision  suntuosa  de  alariaos;  y\ 

Uaotos^-T-qua  esos  pelíQanos  de  la  literaitura» 

destn^E^ndos^las  entrañáis  para  idimenter  coia 

ellas  á  los  pálidos  mortales^  su^  hijos  adtD^tin 

vos,  sus  hermanos  de  teche? 

«Puede  un  poeta  que  se  respete  4  sí  mis<n 
mo/  que  te^ga  el  máa  leve  barrunto  doisu  mi- 
sión en  la  tierra,  dejar  di9  vivic.deae^piarUdojS 

«¥  cómo:  opnsideraría  un  vate  de  loa  de  á 
folio  los  tormentos  de  nuestra  vili  el^peete^  miú 
mesai^e  las  gr^ias^  sin  lanzar»  rasgueando 
las  bordoaasi  de  au  arpa.funera^ia^  un^p^r  de 
reniegos  por  minuto,  caiiaees  de  hacer  estor** 
HudaoiáliaoiMr? 


—  204  — 

kEq  esa  disposición  de  ánimoy  las  iaupre'^' 
cadones  se  juntan  con  loé  ayes,  y  los  ayoa^ 
con  las  blasfemias  muy  dlsoul^l^les  en  ei  de^ 
ímtém^ranenáde^la  inBpiraGÍoiÍL,'y  solloza  el 
verso  y  se  retoerpe  üa.esípofei,  produoiendu 
precipitaciones'  de .  leadéadas.  tár táceas^.mifaft . 
trás*^ el' estro sBievahta  fulgurante  á  lasnübeái. 
cf^ábdo  iá  4estajo '  én  isu  ascencioiK  -  ^cdiohes, 
imájenes,  tipos  sorprendentes,  enormes,  llenas 
de  esas  b'eUas  c&ntoi^ioiiesi  yescor^^ss  de  las 
ñmtaádA  Juim  Final  dé  Miguel>AjQgél,  taiD 
admiradas 'en'io$  cuadrosdívrnámente&espaík* 
tosoi  trazadoá^or  la  mano  convulsiva  diélrjéf* 
nibi.    Edo  e^  poesia,  16  dismási  qe  pasa  áé  >dU 
lukjo»  simétricos'  baldados  de  lo  antígusi:»sobre 
papel  chinesco».       .  ;    ...  .  ;  .  ■.  i  ..i  í'     ,.  ]..i. 
i  Ouido  tíené  razón,y!no  ésiiéstanlaíprimer^ 
vea^úue  hbmos^  sostenida  la  verdaddei&iiS'pa«-i 
labras.    Débese  pa^eferir  la  simisnle  (^asübtea^ 
al  ariete  qué  destruye;  ila  féiC|U6  Fa»tau]pa,  á^la* 
duda' que  enirenena^^  la  poesia  qua)[m{>Ior% -á; 
la  blasfemia  que  máldiise  j  eHaltar  dcúde^ásb 
ruégala  la  picota  doüUe-se  desmida  el  almar 
parw eiscárndcqrla;  .?    .       ;  í:;    > 

fiuimdb (sei.'han  recorrido  lo>s;(;^ tomos^de 
I'as'jS»j^;9fi^!no  pbede  ee^imirse  el*  ospLritiitde 
un  sentimikito  de  udmiraaióa  por  el  talento 
del  ^ar  Guido.  .  ^   ¡   . 

Allí  senos  presetita Icón  SUS  inúliíples  laeet^ 
tas  que'  reflej^  la  luz  y  deshimbrauy  heñidas 
por  los  rayos  del "sol;      ,•    *  ..  r«  , 

Allí  se  le  vé  pasar  de  lo  ^érióá^Iahiutao^ 


—  205  — 

ristico,  de  1ro  gracioso  á  lo  triste,  de  la  historia 
'  á  ha  fantasia^  don  fácil  amenidad  y  agradable, 
contraste,  i  , 

La  misnia. plumas  que  defiende  y  enaltece  la 
menoría  de<  on  padre  virtuoso  y^  patriota,  se 
ponB.Umíáscara  de  Fray  Supino  para  luchar 
en  la  arena  política,  traduce' á  Alfredo  de  Mus-r> 
set,  dedica  'sus<  flores  más  lozanas  á  Rossini 
yáLamartihe,  píntalos  celajes  melancólicos 
de  ioá(  días*  tiel  otoño  y  despide  á  sus  ilusio- 
nes^ des6ríbieií  do  aquéllas  pálidas  viajeras  que 
desaparecen  en  las  tinieblas  «pomo  si  las  hu^ 
biese  tragado  la  profundidad  de  aquel  mar  que 
algunos  llaman ' el  olvido». 

SéVi  todftSí  partes  se  siente  la  inspiración  que 
Inrota  franoa  y  armoniosa;  pero,  á  nuestro 
Hiieioi  m  'loi  que  su  autor  es  inimitable,  es  en 
las  pajinas  de  crítica  social  ó  de  costumbres» 
en»  que  despliega  todas  sus  cualidades  de  buen 
gusto  y  aticismo,' todas  las, sinuosidades  de  su 
espíritu  sagaz  y  espiritual. 

El  '.estilo,  de  Q uido  es  puramente  francés. 
Se  deádiza  lijeramente  sin  asperidades  ni  ob»- 
táculosi,  cdmo  esos  manantiales  que,  desvián*- 
dose  de^so  curso  pedregoso,  corren  sobre  las 
yerbaq  de,  una  pradera  risueña.  Sus  perfiles 
s6ü:  déKcados  y  sus.  chistes  naturales.  Por 
e¿o, '^^ra  nosotros,  lo  más  notable,  que  hay 
en  ios  dofe  tothos  de  las  Báfaffas,  es  la  carta 
que' les  sirve' de  inti'oduccion. 

líéase  la  descripción  que  nos  hace  de  su  vi-- 
ásb,  edJia/iníanGÍa,  y  dígaseos!  es  posible  escri- 


—  206  - 

bir  algo  más  beUo  coa  i»ayor  natarAtídieid:: 
.  «Pasóse  la  mñez  entre  caricids»  R&fagiaSs 
frescas  me  llegan  todavia,dea(^uellaadadiSdH 
liÁf  ouyos  celajes  •  vividos  vánse  poco  á.  poco 
apagaada  entre  las  sombras;  de  lainoolia!  q^uei 
se  aprocsin^a  silenciosa.  Eníla.e8ouelaa|)rendii 
á  deletrear,  aven  tajando  >  ^  esto,  á  HomeírO', 
pues  el  ciego  de  Smirna  no  coBoeia.offildjotcu 
Fui  el  primer  raíimero;  sabia  (jlonde  se  eaccm-r 
trabaú  en  los  oerf08\os  meiorésAtidMis  de  gm^ 
¿toj^los  ca|i)iam&iASds  más  dqlces,  lo»  taÜa»  rpfe. 
tiernos;  era  la  pesadilla  de  un  vicyo  vizoaiao 
Uapiado  en  casa»  tío  Morao^  tocvo  oaocerbero 
de  la  quinta  de  la  familia^  ^uienrá.pesaír  de 
su  vijiÜancia  t^iaz,  no  cosasigutó  rntoca  pre- 
sentar al  £M[no  de;  la  casa,  ni  una  büeva^  ni  ufi 
durazno* maduros.  Nadie  me  ganabaiá  lai  va^i 
yueia,  á  la  pelota,  á  los  cocos;  pero  en  k>  (|ue 
más  adelanté  fiíá;  en  el  jae^o  de  tai  taba»  btijo 
la  dirección  del  sárjenlo  Hojas,  atezado  taga?- 
rote  riojano,  un  ordenanza  de  noi^adre^  epn 
quien  tenia  yo  hecha  íntima  aparoeitjai*  Tam- 
bién tocóle  a  él  ser  mi  maeatmad^iequilaoion. 
Tenia  un  caballo  moro  que*  &  cáda.^  UisUmfe 
eiisillaba.  Rojas,  no  daba  ua  paso  á  piéi  Si 
le  enviaban  á  la  botica  de  enfrentay  le  Blantí<^ 
iicaba  encima  á  su  racin  el  recadú^  emfuc^ando 
una  hora  en  el  acomodo  de  la  cooipljicada 
montura,  en  que  figuraban  multitud' de  Jerbos 
y  cueritos.  ]>e  cantado,  el  primero  á  ahor<« 
cajarse  en  el  pacieat^  brutp^  al  cual. le. había- 
mos puí^tof  ^i  escribano^  ^QT  cíertosi'tráha40s 


-  307  - 

1 

nfañoteos  cuando  tojfpaba  el  trote,  em  yo ,  .^  i> 
No  podemos  ecsimirnos  de  citar^  del  mistpo 

mpdo,  otra  jpp^íua ^o  ménQS  bella,  en  que  rer 

fiere  sí^  ^  Y^ptas,  á  ^n  MbiQ  distinguid^):    ,  \ 
«í^Nóü(4ad9,,  <)CiÍc^,  .de  que  ^  presidente  de  U 

SQcieda(||^yp.c(ict¿paeQ  esperaba,  ^ra.un  emi- 

Senté  químico  qup  pasara  eu  vida  entrcí  alam- 
iques,  jr  retorta^,  .compré  :?;us  «obras,  jde  qqq 
estáj^íj.  repletas  U^  ^ipr^riiás^  pup^  no  obs-^ 
t^tb^iu|ált^(i^put£^cflQ^  nadillas,  cotnprában 
y  me  las  leii  .ka^b¿há¿d;<;M9!^e ;  sacrificos  9-Sr 
euros  rara  vez  apreciadla,  Con  este  lastra 
m^ .presenté  ¿^  viajar  al  ^oriíwa.&o  «.uíor,,  An- 
i^  aepcupawe  d^  mi  charqui  ráe  habló,  de 
.?j93  .ií1;)^QÍSi.  Í(^|iá^^  fiíé.rSU  sorpresa  al,  ver 
queyi)  sélbs  citaba  de  meihoria?  Aquel,  hom* 
ore  emioente,  inj^uo  cual  soQ;poi:lo  común 
los  de  ^\^  fcláse^ no  me  ocultó, su  vanidad  sa- 
tÍ3fechal  'KegaUiniB  una  soni^  áe  !iúá$;cara 
estirando  la  Docá  oe  oreja  á  or^a.  í)olpri*- 
mer  golpe  ^taba  ganado  a  mis. banderas,  Pe- 
ro Hí^  triurilbs  tiue  se  pagan  tnujr  caros:— 
no  contaba  yo  con  la  huéspeda.  Bien  hecho. 
Quién  me  metió  á  lisonjero!  Encantado  el  ilus- 
tre quloricd^dé^habfer'éi^mitt^atíouii  ápt-ecicidor 
tan  ^ht^'sia^fa  'de^5U&^t<üdítas  élücubraciOT^es, 
me  iijLvitó  con,  Jn^tancia  ^  visitarle  todas  las 
noches  ^para  oírle  la  lectujra  de  sus  obras  imé- 
difcájS,  :  Me  sacrifiqué  heroicamente.  Temblé 
cuaqdloel  sabio  implacable  desplegó  en  batalla 
sus  mamotretos  a  mi  vista.  Alea, ¿acta  est: 
se  caló  los  espejuelos,  y. con  voz  gangosa  m.^ 


—  208   — 

sopló  durante  eternas  hórás'  el  cáíriuló  ihtheh- 
so' de  sus  ot)$ervá¿iones.  ^  -Aquel  hombre' todo 
lo  habiá  escarbado^  todo  ló  había  sdtttetídd  á 
su  espíHtu  escudriñado^,  ariálífeando  hasta  el 
|)uchero;  Su  consorte;'  cumplidísiiii^  daiha, 
que  soliái  ásíátír  &  las  íéfetúraá,  víétima  ino- 
cente, de  ése  pozo  de  ciencia- 1;eniá^iQhierá'*el 
f)rlvilejio  de  aormirsé;  yo.  9üítádo,  sótD^éA'iloá 
argos  párrafos  podia  caoecéár  á' hiirládilíás, 
porque  dé  vez  en  cuáúdp  el  éábfo'7Íiétnit*á!ba 
por  sobre  los  anteojos^  témeroíáo^  de  que 'i^e  le 
escápase  la  presa.» '  r ' ''  -^  ;  '  '  ^'' 
'-  Cuándo  la  publicación  de  las  Sojizs  al  iiiktttOy 
echarnoá  de  menos  én  suspájiáas  la  vfi|lente 
composición  Patagoñiá  del  ^eñbr  G^idó'bóiho 
las  dos  epístolas  á  que  dio  lugar.  ÜIo  sabemos 
ác[üé  responde  la  'Supresión  de  at^uellá&^^póe' 
sias  en  ¿1  susodicho  libro;  pero;  hemos  *tenido 
una  verdadera  salüsfaccibñi'  al  lencbntrárlái^  en 
las  iftí/aflra&-;- Quizás  estas  poeéiias  son  las 
que  más  simpatías  han  despertado  en  eljCó-*- 
razon  del  pueblo  arjéntino;  ^él  mismo.  qíreV  se- 
gún el  señor  Guido,       '  '      ,  = 

En  su  cuna  mecida  por  Los,  vientos  .. 
Supo  ahogar  las  serpipntes^  como  Alcide^4 

No  es  éste  uno  de  loé  menoréé/  fatratítivofá 
.   del  libro  que  nos  ocupa ,  pues,  cdnib  'h'éhio:^ ' 
dicho,  aquellas  estrofas  fueron  repfodutiTdns 

f)or  toda  la  prensa  arjentína  con  entusiastas 
élicitaciones  al  inspirado  vate  chileno  y  á  su 
patriótico  adversario. 


4 


—  209  — 

Es  una  tarea  interesante  al  par  que  nece* 
sania,  la  lectura  de  una' obra  del  jénero  de  las 
Ráfagas. 

Ella  nos  muestra  á  un  hombre  que  no  ha 
buscado  una  popularidad  eñmera  en  el  culto 
de  las  preocupaciones  populares,  que  ha  per- 
manecido ajeno  á  las  lucnas  amargas  en  que 
se  reciben  ataques  desleales  y  golpes  inme- 
recidos, que  no  ha  separado  la  belleza  de  la 
sencillez  y  no  ha   buscado  una  orijinalidad 
ficticia  en  la  estravagancia  y  el  absurdo.  Don 
Carlos  Guido  y  Spano  es  un  ejemplo  que  pae- 
de  presentarse  á  la  consideración  de  muestra 
juventud,  deslumbrada  frecuentemente  por  el 
oropel   de  las  literaturas  de  efectos  teatrales 
y  atraída  por  el  vértigo  de  un  arte  enfermizo 
y  caduco  que  lanza  de  un  golpe  á  la  arena  á 
M.  Zola,    verdadera    calamidad   literaria  de 
nuestro  tiempo.    Hoy  más   que  nunca  se  ne- 
cesita  dirijir   los    espíritus  á  la  verdad,  en 
literatura  como  en  moral,  haciéndoles  com- 
prender que  el  arte  es  algo  más  que  un  cua- 
dro descabellado  de  situaciones  inverosímiles 
ó  una  orjía  en  que  se  desgarran  todos  \úd 
velos  del  pudor,  que  el  poeta  no  es  un  hiero- 
fanta,  ni  la  inspiración  un   rapto  de  locura; 
que  para  escribir  bien  no  se  necesita  un  trí- 
pode ni  haber  Helado  á  los  últimos  parocsis-        n^ 
mos  de  una  imajinacion  desenfrenada  que  se 
evapora  en  el  vacio  ó  se  relaja  en  el  abuso 
de  las  pasiones. 
Tengamos  en  hora  buena    por   la  poesía 


—  210  — 

aquel  cariño  de  un  pintor  modjerno,  tan  apa- 
sionado de  Rafael,  que  una  vez  que  lo, oía 
celebrar,  esclamó  maquinal  mente:— Ah!  si  lo 
hubíe&eis  conocidol— :pero  no  olvidemos  nun- 
ca qua  qI  homtírQ  debe  apoyarse  sobre  la 
virtud,. el  bien  y.  el  ideal,  para  encontrar  en 
ellos  la  perteqpion  á  que  aspira,  copió  Anteo 
se  apoyaba  en  la  tierra  para  recobrar  las  fuer- 
zas que  perdía  en  la  lucha. 
•  Y  jQOtre  tanto>  quede  ahí  esa  lira  melodiosa, 
-rapara  emplear ;  las  bellas  palabras  con  que 
termina^)a.  D-  Santiago  Estrada  la  introduc- 
ción (te  las  I{oja$  al  viento,— suspendida,  del 
laurel  incaarce^ible,  ecshalando  los  aroipas  de 
las  resinas  orientales,  modulando  los  arpejios 
dQ  las  cuerdas  alemaqas,  ya  herida  por  el 
plectro,  griego,  yia  pulsada  por  el  hálito  de  las 
a)ma$  soñadoras  K.. 

M.  García  Mírqu. 


220T-0ritioas  y  bocetos  historióos  por  M.  A. 
PstLiZA^  Buenos  Aires,  Imprenta  y  Librería 
de  Mayo,  de  C.  Casavalle,  Pera  116.  1879, 
En. 8%  360  pajinas^ 


El  Señor  Pelliza  no  es  un  crítico  ni  un 
literato;  es  un  hombre  de  letras. 

Creo  que  no  ecsiste  semejante  distinción  en 
nuestra  lengua,  .{fero  es   necesario  introdu- 


^  811  - 

círla  ante  la  avalancha  de  escritores  que  se 
apropian '  pomposamente  títulos  qué  no  les 
corresponden.  ' 

Hombre  de  letras,  espresion    de  oríjen  fd- 
mano,  servia  para  designar  á  las  persotias 
dedicadas  al  estudio  de  ciertos  ramos  tféco^ 
nocimientos  literarios:  los  retóricos  gi-itegos, 
que  tanta  influencia  tuvieron  en  la  tlecáden- 
cia  del  imperio,  eran  hombres  de  letras,  coino 
lo  son  hoy  los  que  se  entregan  á  investiga- 
ciones críticas  é  históricas,  los  que  profundi- 
zan la  gramática,  la  elocuencia,    la  poesiá. 
Cicerón  dice:  <das  letras  forman  la  jüvetitúd 
y  los  encantop  de  la  edad  madura.    Merced 
á  ellas,  los  dias  prósperos  son  más  brillan- 
tes, los  dias  de  la  adversidad  tienen  sus  con- 
suelos; y  en  nuestra  propia  casa,  eii  casíi  de 
otros,  en  los  viajes,  en   la  soledad,  en  todo 
paraje  y  en  todo  lugar,  ellas  forman  la  dul- 
zura de  nuestra  ecistencia.» 

Literato  fes  algo  aún  más  elevado:  impRca 
la  cualidad  de  escritor  con  todas  sus  gran- 
des condiciones;  no  basta  haberse  dedicado 
á  las  bellas  letras  y  á  trabajos  eruditos,  si 
no  se  ha  conseguido  forniar  un  estilo,  si  no 
se  tiene  ese  buen  gusto  innato,  por  decirlo  así, 
que  no  se  adquiere  con  el  mero  conocimiento 
délas  regias  estéticas. 
_  En  nuestro  pais  se  hace  palpable  la  distin- 
ción: hay  muchos  hombres  ae  letraSf  hay  po- 
cos literatos;  y,  aunque  se  deba  más  á  aqué- 
llos que  á  éstos,  bueno   es   no  confundirlos. 


—  212  -- 

El  Señor  Pelliza  es  un  hombre  de  letras 
incansable,  que  ha  dado  á  luz  ocho  ó  diez  vo- 
lúmenes y  anuncia  cuatro  en  prensa  y  en  pre- 
Earacion;  pero  sus  obras  puramente  históricas, 
epas  de  méritos  especiales,  estarán  siempre 
arriba  de  sus  obras  puramente  literarias,  des- 
provistas de  las  galas  de  un  estilo  adecuado 
y  abundantes  en  defectos  de  todo  j  enero. 

Críticas  y  bocetos  históricos  se  titula  su  úl- 
timo libro  y  comprende  una  serie  de  estudios 
biográficos,  tradiciones  y  recuerdos  de  nues- 
tras glorias,  conversaciones  literarias  y  cartas 
que  son,  en  su  mayor  parte,  juicios  críticos 
sobre  diversas  obras  publicadas  en  el  pais. 

No  podría  afirmarse  que  el  autor  reúna 
las  dotes  necesarias  de  un  historiador;  pero 
tiene  ciertamente  aptitudes  para  llegar  á  serlo: 
imparcialidad  y  constancia,  sobre  todo,  indis- 
pensables en  un  pais  donde  los  viejos  azuzan 
á  los  jóvenes,  á  fin  de  que  conserven  y  ahon- 
den los  rencores  de  sus  abuelos,  y  donde  todos 
se  cansan  á  la  líiitad  de  la  jornada.  Profun- 
diza las  cuestiones,  narra  y  espone  con  clari- 
dad y  sencillez.  Estas  buenas  condiciones, 
aprovechadas  para  el  estudio  biográfico  de 
algunos  de  nuestros  hombres  notables,  resal- 
tan en  las  pajinas  del  volumen  publicado,  don- 
de aparecen  los  nombres  de  Moreno,  Quiroga, 
.López  y  Planes,  Mármol,  Pueyrredou,  San 
Martin,  Dorrego,  Acasuso  y  Lafinur;-  mezcla 
bien  heterójenea,  si  se  quiere,  pero  que  tiene 
su  esplicacion  por  corresponder  dichos  nom- 


-  213  — 

bres  á  otros  tantos  artículos  de  diario  escritos 
fen  diversas  épocas. 

Las  conversaciones  literarias  y  las  cartas 
sonde  mérito  muy  inferior,  sobresaliendo  úni- 
camente entre  ellas  las  que  abrazan  cuestiones 
históricas,  como  la  que  lleva  el  título  de  ban- 
dera arjentina,  por  ejemplo,  y  otras  de  la 
misma  índole.  Parece  que  el  autor  cree 
á  pié  juntillas  á  La  Bruyére,  y  ha  toma- 
do á  lo  serio  que  «la  crítica  no  es  una  ciencia 
sino  un  oficio,  y  se  requiere  más  salud  que 
intelijencia  para  criticar,  más  trabajo  que  sa- 
gacidad.» Así  se  comprende  su  labor  de  de- 
talle, su  discusión  á  lo  Hermosilla  y  hasta 
sus  párrafos  de  noticiero  de  mal  gusto,  como 
el  final  de  un  artículo  sobre  Lnz  del  dia: 

«El  señor  Casavalle,  que  tiene  su  librería 
en  la  calle  Perú  número  115,  es  el  editor  de 
esta  última  y  elegante  producion  del  doctor 
Alberdi.» 

Comparece  este  rédame  chocante  con  la 
graciosa  chuscada  de  Wilde,  al  intercalar  en 
uno  de  sus  trabaios  la  dirección  de  su  estu- 
dio, y  se  verá  que  la  crítica  puede  llegar  á  con- 
vertirse en  oficio  de  un  escritor,  pero  que  no 
basta  gozar  desnlnd  y  ser  laborioso  para  lan- 
vdvse  en  la  send;í  tal  vez  más  escabrosa  de 
la  literatura  contemporánea.^ 


321— Fígaro  Colección  selecta  de  íi^rtículos 


—  214 

de   jl).    Mariano    José    de   Láíirá.    Sevilla^ 
Eduardo  Perié,   editor,  1874.    En  89,  320  ps.. 


Publicado  en   1879   por    la    imprenta   del 
Courrier  de  la  Plata  en  número  de  500  ejs. 

Casi  todos  los  trabajos  críticos  del  infortu- 
nado Larra  están  comprendidos  érí  ^os  colec- 
ciones: El  pobrecito  hablador  yFigaro]  siendo 
esta  última  la  que  posee  los  frutos  más  sazo- 
nados de  tan  noble  mjenio,  perdido  para  duelo 
del  habla  española  á  los  veintiocho  años  de 
edad.  Las  inimitables  escenas  del  Castellano 
Fie^'o  y  la  gracia  derramada  á  manos  Hienas 
en  Naiie  pase  sin  hablar  al  portero  y  son 
rayos  de  luna  proyectando  suave  luz  Sobre 
ese  cuadro  profundamente  sombrío  qué  repre- 
senta á  Fígaro  en  el  cementerio  el  dié,  de 
difuntos  de  1836:— Isi  pajina  más  íntiihíL^  naás 
sujetiva,  más  tristemente  melancólica  del,espí- 
ritii  humano,  cuando  quiere  disfrazar  sus  do- 
lores con  la  sal  ática  de  Larra  .ó  con  el 
escepticismo  sarcástico  de  Heihe,  bajo  quyas 
sonrisas  habita  siempre  la  desesperado^  ó 
el  abatimiento. 

El  poeta  español  cae  rendido  déspueá  de 
huir  aterrado  de  la  casa  de  los  ttiuértós. 
«  Quise  refujiarme  en  mi  propio  corazón,  llenó 
no  há  mucho  de  vida,  de  ilusiones,  de  deseos. 
Samo  cielo  !  También  otro  cementerio.  Mi 
corazón  no.  es  m9¡s  qye  otro  sepulcro.  -Qué 
4ice?  ■  teaínos.  ¡  (^uién  ha  muerto  en  él  f  Es- 


-  215  — 

paatoso  letrerol  Aqui  yace  la  esperanza!^ 
SileacioJ  Silencio!!!»  Él  poeta  alemán  ha 
visiíado  también  el  cementerio  cuando  volvía 
de  casa  de  su'nov|a.  Heno  su  corazón  «de 
aquellas  estrañas  fantasías  y  de  aquel  temor 
con  que  la  medía  noche  sobrecoje  y  aterra.» 
Las  tumbas  lo  miran  ffraves  y  silenciosas; 
pero  él  de  todo  se  burla,  é  interroga  á  los 
espíritus  que  acaban  por  reír  estrepitosa- 
mente. 

Buenos  Aires  ha  pagado  su  tributo  de  a,d- 
miracion  á  las  elevadas  dotes  del  autor  de 
Don  Enrique  el  dolientéy  agotando  casi  ínte- 
gramente varias  ediciones  de  sus  artículos 
da  Pitfaro.  No  es  aventurado  afirmar  que 
el  tomó  ,jae  lá  Biblioteca  de  Andalucía  donde 
aparecieron .  los  trabajos  selectos  de  Larra, 
se  vendió  en  sus  dos  terceras  partes  entre 
nosotros;  y  la  presente  edición  de  500  ejem- 
plares, Que  por  capricho  del  que  la  costea  ú 
olyido  de  los  impresores,  conserva  en  su 
carátula  la  data  de  aquella  Biblioteca — Se- 
villa J874— entiendo  que  es  la  tercera  que 
sale  de  las  prensas  del  país. 


222— De  Valparaíso  á  la  Oroya  (Recuerdos 
del  Perú)  por  S.  Estrada.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  deBelgranol33 
y  135.    1879.   Eii  8' menor,  234  ps. 


-  216  — 

«Viajar  es  para  alguno.^  ver  á  vuelo  de  pá- 
jaro montañas^  desiertos,  selvas  ó  ciudades; 
y  Viajar  es  para  otros  observar  y  leer  en  el 
gran  libro  de  la  naturaleza,  todo  lo  que  sirve 
de  elemento  á  las  ciencias  y  á  Tas  artes.»— 
De  estas  palabras  se  sirve  el  Sr.  Santiago 
Estrada  en  sus  recuerdos  De  Valparaíso  á 
la  Oroya^  con  el  objeto  de  prevenir  que  tra- 
tará en  ellos  de  «ligar  el  pasado  del  Pera  al 
presente  y  el  presente  al  porvenir»,  pues  perte- 
nece á  la  segunda  categoría  de  viajeros. 

El  Sr.  Santiago  Estrada  es  indudablemente 
observador;  estudia  y  analiza;  tiende  una  mi- 
rada retrospectiva  sobre  cada  objeto  que  se 
le  presenta,  é  investiga  sus  conaíciones  dé 
vida  futura,  tratando  de  penetrar  el  porvenir 
con  los  datos  preciosos  que  la  vida  presentr^ 
le  ofrece.  Así  se  esplipa  lacasi  heterojénc.t 
variedad  de  materias  que  abarca  su  nueva 
libro:  costumbres  actuales  y  pasadas,  apre- 
ciaciones sociales,  recuerdos  históricos, — todo 
lo  que  coadyuba  á  dar  una  idea  cabal  del  pais 
que  visita,  con  sus  antecedentes  y  tendencias, 

Las  impresiones  personales  son  la  base  dé 
esta  serie  de  capítulos,  á  cual  más  intere- 
sante, que  se  inician  con  el  comienzo  de  -ua 
viaje  por  el  Pacífico,  partiendo  de  Valparaíso 
en  abril  de  1873,  para  visitar  la  Serena,  Cal- 
dera, Arica,  Tacna,  Moliendo  y  Arequipa. 
Santa  Rosa  de  Lima  y  la  tumba  de  Francisco 
Pizarro— capítulos  V  y  VI — forman  el  tenía  de 
dos  bellos  trabajos  de  investigación  tradicio- 


—  217  ~ 

nal,  en  que  la  apreciación  sujetiva  se  limita  á 
la  ordenación  de  datos  con  buen  acierto  y 
criterio  poco  dudoso  en  el  cúmulo  de  los  que 
se  ha  procurado  él  viajero  á  fuerza  de  consr 
tante  y  afanosa  paciencia.  La  antigua  agri- 
cultura de  los  peruanos— capítulo  A— parece 
un  fragmento  qe  Prescott  ó  Desjardins;  v  en 
jeneraC  la  obra  rentera,  aunque  un  tanto  faltíi 
de  cohesión  en  sus  partes,  sé  halla  éñ  con- 
diciones esneciáles  para  atraer  sobre  sí  la 
atención  de  los  curio^óa^  y  patentiza  la  sensa- 
tez de  juicio  y  la  fecunda  laboriosidM  dissu 
autor. 

Hay  un  apéndice  que  complementa  las  ob- 
servaciones del  testo:  contiene  una  lista  de 
libros  de  consulta  sobre  el  Perú^  otra  dci  los 
Incas,  gobernadores  de  la  época  colonial, 
arzobispos  de  Lima,  etc.^  y  naálmente  upa 
breve  ésplicaciop  dé  las  palabras  de  lengua 
(juíchua  usadas  éa  el  libro,  y  nombres  cientí- 
heos  de  aí§uno3  yejetáles  peruanos.  Todp 
ello,  ha  debido  costar  al  Sr.  Estrada. largas 
horas  de  trabajo  asiduo  g.ue  la  frivolidad  d^ 
los  lectoras  dejaj  siempre  sin  justa  recompensa, 


á 


¡^^-T-Xd  Biblioteca  Popular  r  de  Buenos  ^ire^ 
dinjid^  por  Miguel  Navahro  Yiolü.  Deltoi^a 
XÚI  ,^  XVI;  por  la  Imprenta  del  Mercurio, 
calle  Aísína  (Potosí)  número  270.  Í879.  Peí 
tonaoXVI  en  adelante:  La  biblioteca  popular 


-  2Í8 


rdS-  %tóikW  dti  eos    '  '  ••!;    í^ 


.r 


'eed  qü^  é^ii^ró  coii  ariáiéfl^^i'y  cariño: 'é^^  úvi 
íieqüéfio'iVtíltímetiáe  28Ó  á  ¡2ÓÓ  p^jiñá^  '¿n»? 

t.0 


¿títitfatiká  p'tíéijé  ^ioiíér^í^ 

*^  ^v.  ...^  jóVeíies;  áé  ipá  fiihós,  dé  fós 

kdUlto^,  .ate-  tós  hombres,  tte  todü  ftitótíTéhtiléi 
fctíféa:  fes'lip  tiüéfeped^qué  déhéñá  ^ét  alájáaíi 
'átí^tófib  hogar  d^ndela  virtud  téñáá  sü'óu*ítd, 
Y'étfol  c'uav^'fe'pida  á;la  húmani'dfdío^diietó 
pjÜsjBllprdue  lahütnarfidí^^  procáí'e,— la  iíésig- 
riácibh''¿afeióá  tjüó  ááfrfeii,  e^títijüíos  ie&^pb- 
¿os'  ^i^jíétiijilbs  'sédüb  de  abne^áfitófa,  "ñe 
laboriosidad,  de  voluatad  para  salvar  los  ine- 
vitables escollos  déla  lucha  por  la  ecsistencicL 
Bl  libro  es  ua  amigo,  un  consejero  y  un  ,m^a, 
f^^é^  yéz  de  tdeas  sanas,  mor^íes,  edlpStir 
*tó  y  h|!)ntetas,  deslumhra  pot  'un  í*€^^g(^ 
^oirrüpt0jf,jáy'Us  el  rntópetígróSoéedüotÍDráüfe 
*é' albergóte  ¿ii' el  hbgaí*  domes trcó,  oirá  Sea 
(íér'lálímiféf  eñéia  de  los  padres,  por  ^ú  itíes- 


-  819  ~ 

p^rienom  ó  so.  egoísmo.  l»a  lectura  ocasvpiiia. 
y  estimula  la  meditacíoa^  y  si  ese  i&stiíalilp  es 
pepyepsQ,  fócU,  muy  fácil  es  estravia^,  m^^i-n 
naciones  inoqeat^s,  deslumbrarlas.  QQifi  PJ^T^r 
peotíva^  hala^üeñaSi  y  desdeñar  }a  vírtucl  quiej 
es  sacrificio,  por  el  vicio  insolenta. qpe  á  vece^ 
atetíllalas  a4turas(^  llevando  en  sí  m^amp,  .^ 
ciífto,  el  jérmeq  que  lo  coíiVertirí^  e»,lQdcv   . 

PQrque  la  hijiene  pública  íntorvienq  piara 
ane.  jps  afuman tqs  ^eaa  sslpqb^  pa^a  invitar Jfts 
&l3igcafiiQf^es  alirnenticias  quf^  agieran  el  np^- 
Oí),. y.  produce»  ^pfciraiedaáes.?^  Porque  es 
(tÜícU.  W/OiO^Sf  yijir^ñcia  si?ác¿ercidápor  Qfltfdf^ 
padre  de  f^ipÜa.  que  dé$ca^^a  CQn:QadQ.  en 
^jW^i;tuÍal#J:  del muoicipip.  .•. 

XscfT^roéd^  peligroso  que  el  aÜ<iaQn;tp  ip:?» 
tel^fltuail'í  qíUf¿.  ^1  ul?^o  impuro:  éntr^  ?ÍQf  ecsámen 
Wiei  hogar  trat^uilq  y  honesto,  para,  qi^^Mqrt. 
(iu^aa  ppr  ejí  x^li^mo  de  los  vicios  sociales  y 
por  í^.^  fjE^eiu^pion  cpíorida  de  la  fprii(i4,  fq*> 
f«?ipedades .  paorftlQ^  ^^tQ  má^  pelig^q^sj^, 
QUWtoe^npiás  difí9il;curaíl9$?  ;  :»     ^ 

J)4ad  ew,  las  miados.  4o  vuestros  xiiiosj  }a@ 
fa^eíQA^Qras  produccioBC^  de  Z.o|a;  u^^  m^ 
i84BOS,.p¿igrosas.  (ÍqI.  acíüal  Düa^^^,  ^pjmx?  el 
4ffmre^  Qlemmcemif-^y  táP|ta^  9ira^  de  U 
act^ial  ^jq^e^miisa  literatura  fraiicesa,  y  haDrw3 
4ejfkdo  oue»  un  veneno  lenta  pejnfll^^'^  ^n  la 
sangre  ae  vuestras  hijas  inocentes  I 

La  raRQU  Individual  debe  ser  fuerte  y  supe- 
ripp  Á  vesas  tentaciones,  la  libertad  que  haceá 
Q^auuQ  r^po^^ble^e  sus aqtos, jes ^.a única 


—  220  - 


valla  j^osible  A  lalíbertnd  de  efecdbi^:  sfefe^- 
Pero*  si  eatas  ideas  se  aplltóásfen  en*  leí  Venta, 
dé  los  artículoB  de  primera 'necesidad,  c6rí  la 
mistufi  i^aJSon  se  .dejaría  vender  libremente  la 
fhilíá  veWé^  la  carne  de  anirhales  enfermos^  lo^ 
artífculos  alimenticios  falsificados,  esbét^ándb  ' 
que  fcáda  uno  pague  por' sí  rhisfmo  del  da^^ 
que  Jiródücen  pnra  ■  impedir  itjue  sé  ppopiaküé' 
en^^us.fainilitó,   f  sin  embapffo  .rA''hiUeíie 
pública  se  ha '  *  cótistítüidó  en  guardián'  de ^fó 
salud  del  pueblo^  é  impide  la  venta  dé  Masas  • 
especies  malsanas.    No  hay,  no  \iuede  haber  • 
la  libertad  de  corromper  las  costumbres,  ^tá 
la  dé  atentar  d  la  salud  del  pueblo  '    '. 

Bien,  pues;  cuando  haj  una  émpreáa  litera*^ 
ría  cuyo  alto  criterio  consiste  precíáametite  én 
la  elección  cuidadosa  de  sus  publíoacíotiesj 
citando  su  propósito,  su  credo  y  sú  bandera- 
es  tttejorar  ilustrando,  entonces  abrid  la  puerta 
allibro    que  así  llama  á  vuestro  hogar:    es 
un  amigo  en  cnya  intimidad  ganareis.    'Ta*^ 
es  mi  opinión  sobre  ía  Biblioteca  Popular  *íte  • 
Buenos  Aires*    Es  la  más  honorable  de  las 
especulaciones,  H  que  espende  alimentó  in- 
telectual más  sano  y  más  barat  x  es  la  dbra 
más  fecunda  y  trascendente  de  un    és^í^Ua* 
reflecsivoy  serio,  que  habe  el  bien  sin  obten  w 
las  ventajas  de  la  jíopularidad   de  la  plató 
pública.  '  >    'M... 

En  la  República  Arjentina  con  loable  entu- 
siasmo se  formaron  Bibliotecas  Po^lar^^ 
se  creyó  fácil  reunir  colecciones,  de  libi-os  ál 


—  221- 

•alcaticc  de  los  vecinos  í(tel  higar  donde  aquélla 
se  sitüoséf-^y,  téttio  se  compusieron  esaé 
colecoiónesf  Aquí  estaba  el  escollo  y  el  pé- 
ligtt):1lbpos  eii'titiestroí  idioma  fio  áón  rií  MoS 
iflésabanfclafites  ni  los  ittés  bawitos,  y  fee  otúi^^ 
ri*  'entórteos  á  adquíririios  entovgiías  éstran-^ 
jeías, jtjné estaban  pbrisfetót  cansa; Hihitadoí* á 
una  circulación  restrinjida.  Esa  lecnn-tí  po-, 
pttíáp' no  podia'' tampoco'  ser  WélusiVáriieñte 
ciérrtlfiba^  y ,  ^or ;  eso^  én  oha  dfe  Jas  naeibnés 
más  'libf er  y '  rfiéjor  goberriadás  ^  qti^  oono:ícó. 
ew;Béljica;  la'átatópidtid;  s¿  ppeooilpó  de  hácep 
ecBtfones  dé  líbicos  cuidádoéáménte  eJéjidos,' 
traduciéndolos,  cuando  era  fíf ecisó, parafori- 
«¿ir-  eoa  dloífe  la  lectura  populad  dé  las  éám- 
paita*i»bajQ  ^tituló' dé B¿te^«él?i/rafe; 
Rabitténdllá Un  p^rópósito  civiliíacior  y  mot^aí. 

Aquí,  e^  el'Dr.  Navarro  ViolX,  mi  atítigltb' 
cowifpafté!*o  de  taifas,  quien;  aperdibido  de  Ja- 
necesidad,  viene  á  remedíarfa,  yfanda  laJPt- 
btíaUea  Poptiiar  dé  BuenoB  :4trc«,  emptésa 
ajétíH'  á  laS'  próíeeciones  ofltíaltó  V  que  sólo' 
bustt^  •  y  cuenta  con '  lá  prote<3cton  del  puebl6j 

No  wHa posible  dai*  una  rioticia  blbliogí  ái^^' 
fioa  tífehcefltehido  de  ló^  24  tomíós  püblicadOái' 
pottpfé'  esoedería  el  pl^ogi^ma  de  este  libro, 
limitado  álfeis  "impresiones  idel  año  18?9* 

'  Dupabté  eáte  año  Sé  han  publiéado  los  'tomos 
Xlir  infclüisiyé  btota  el  XXiV  inckisiTe,  y  con^^ 
tienen  ti-ábajOs Inéditos  dé  eséritopes  naciona- 
les, traduccion.es  del  alemán,  del  inglés*,'  del 
flaneéis  y  d^' i  italiano,  y  rtttópresiototts  4ie 


Fipai)6s«  To<lo9  d8to3  tr%AN9¿^  ^stáa  ppebedW 
dciSj  die  breves  ai^unte^  biQgfdffca&'SKibiroiiO» 
aulpíeis  y.  de.  .no,ti,cí(as.  jbiWiogmíÍQf»3  ■•  aQ^flB:.8«3 
olípis^a,  d^  ovw^^i  gMi  iÉi3(  :pii^4ftí8pi»*ia«ift' 
oGiuy :  ^scf^itamf ^e  1^,  f0Q w4](^ad  diQ  oftdA  e^r 

lidad:  dQ.su^QflvcMWfc  ÍP^  QO»fe^  jvbasííBliidfe 
1^  fraaOyfMfbedeiftfaiitÁiv^.  la^^de.l^  s^tot!ita^Si> 
]^.  Vt,  qu©  «ba.  cWUx  |>riwtt)»  49'  t>uOTi, pífete 
lUarario  en  )ar  ^i^e^f^^g^^^loi^ri  40»  ii>«i(9lkttt8 
qiiiíi;ba;ti;aduoid^4     i.  ■  ' :    .•    .  x:,^ú\'x^>^'\^  • 

res  lo?v W»^\^^^a€lP«mUJi  .Aflaiieís^.^ritonas 
i.Íj^ljABps::  PoaiiíXif9>rr»ii  SohíwHiOftüSigie^tórilrí 

q^afiplag  ;y  i^fflpkericapps  pori  i^o  .ha^WTi  J»»y 

e^ter)f|aJaiWJ)n£|ét)qlg^)r^,  /.i    htr-,. 

tg^^ifi  cBl^idp  ^fi^sup  pítjiiw*pmp¡  pawj)ftíml%n 

por  eatOf  que.f^  y  dabe  séwp  esepcif^liRent^: «ii^a 
ftuWwjaeian  piopftlaFj  al  alcance,  (fo  lií^lpft.por 
la,  ,modkMUd  iiel ' prejcií^  iqHe.  l¿^  POTSH^iyíl 
uaai4áJa3^ntóiS  I-baratas  qtj^gi^.b^Rdii^l^a  oa. 


más  de  indicar  su  mérito  y  los  títulos  -^ue-^a 
bacen  digna  déla  proteecion  del  pueblo.  Los 
qup  9$  qpniplanen  en  buscar  Iqs  defectos  de 
#ob^/aJ%i'«^,  s^'cláh  eí'  lú&i^ ^tífisté^^^n- 
jíafte^l de  loa  'plfitó^i^es :  t)Or '  él  potftriartü  ttatík 
ftii  «fes^aítb*  ^é  «conotífeti  d  teérkínr' trábéí^ 

M  tte^áé.  •  ^  E»tW  vé«?-«^»<üh  Qéi&ñé  estricta 
jfstíisiá|tlitítl)<J6á'á  fííaM^lé«p6^paii  nílf,  tAiari^tí 


4^^«^SiíftibDi*í '(flWé^  teitrtTdééccida ^(m^'i*é^ 

' ' Pttb!^'id¿ttí<^té«4éridHáf  >d]^'  liáa-  ^oéléfláS  éfif^  m 

tüvteéi^Ufta^^^éidfoi^  ed'dá^y  W/)á^-*¿rvbHe^é 
te»  g¿s^^%hf  eu^lqtafiér'ipát^t  A^ehia^^MhS^t'é 
cúUí(^,éfi^^'qMM<imtítá  séaiMálrii9dé^dáfd{ 
la  edÍlitmii^r^fa^¿ft^ca<^!l^Hal«  eá^unü^ 
ttlMesí  de'^^Dmpfkrés/! ^  ^ré)í¿ülf'áji^a "üi^fütiá 
ganancia  héá^a '  ^06  ^mt^tí  éie^  Áé^<mfíéí¡ 
serviría  de  estímulo  á  los  escritores  naciona- 
les cujas  obras  por  escépcion  cubren  los  cre- 
cidos gastos  Áft  impresión,  ^y,m\iy  sara^.v^ez 
bctó^ii^an  íd'lábdr'yfeí »esé^ 
cree  que  el  autor  debe  dar  el  libro  á  sus'^'ámí- 
gos,  y  sus  amigos  no-piensan  que  ese  libro 
represeoia  tiempo^  y.  el  tiefíipo  es  el  pan  .de 
lóáqiié'.no.üón  rióos.  ,  '  V'!.'' 

•'•       '  TlCEkTEÜ.QüESADÁ    " 


—  884  — 

^v8  P^.    .^  '  .        ,.-  ,;    .     .     ,    ".,..    :>  .    ••.;  •.;!,ij|    «,¡1  -^ríM 

\4puntas «obre  E.  S^criba^ íM>r .M^N-íYc^.  ¿¿i 
dU  ó^l.PftlftQ  fie   la  Op0Ffi,  .noYe^hp^i,ftU 

4pt  Mofifíia»  HQvela.  por  T*  fiauíiier,!  Vra4upi4^ 
ppr.ip.  Olivera^— Apunta  /SobpO)  L^.Xtí  VW%í 

no^-.M.  N.  y.    Gsui^adL  y¡  TrftbajQtpor.í^Mf^ 

Várela.— La  HeroRpia  de^l  oomiinerQit09Wtta,op 
I^  Arc^inAii  lífadiicid^.pQr  E5..L,SÍegn 

ea  oí  aptQp  4^1 4i9WPsa  coqtm  9l  eapiritisíHQf. 

poí?  I^íjí^*  Vt  Discurgo ,  cQotrft  elu  e8DÍri4isBHf>, 
por  J.  B.  C.  DebanSy  traducido  por  M •  N^^Vj 
prvpOTftjparte— 5iografiaidftlo6j;aut<>r^^^^ 
tp^,  d^Momhr^i  por:  C,  :CpIn^ i^radjiflidorjíi/i; 
M.  .Niíiy.^Bl  fin  4^  ,aftQ.  ,Mftfl8»ai,0Heftm/i« 
I^,4*ÍÍÍ9ck»T+-jM«taaíur^leKajpoe$ia94e  Íj'^M^ 
q^l^p  JíítrqueaíT-Sobré.el  paane  ^sftuW^  a^o-r 
t^s  de^:  w  iiii»d0| .^ppr.vW  Avftóanedftl^íll 
Miserere, . íey^d^  de  O.  A^  Uí^Qfyf^n.h  Solpiífi 

j^pi|4jR^ad.literar¡íi,f)íQr  S.  B»(iM^        ..  nrí; 

Apuntes  biográficos   de  Ji^l/o  $ar)dea9,,p^r 
S.  N.  y.   ,^lle.  de.  ^C^eipuare,  novela  dé  Julio 


<  •     • 

Sandeau^  traducida  por  S.N.  V..— Recuerdos 
de  fiSpaña,  El  Éscóriaít,  ^or  Vicente  a,  Qtíe- 
$a<Ía.— El  constructor  (Je  ataúdes,  ^boento  ru;5.o 
del  ¿¿ná(é  Alejandro  ÍPpuckiné.— Discurso  con- 
tra el  éspirltisiiio :  'Análisis  de  lbsli|ir6s  de 
AH^n-Éardeé  y  refulacióh  de.éus  doctrina'*. 
Seguriáa  pkrte,  t>OT  í.  B.  Camilo  ¡Dtébans,  ti*á- 
du^cióa'  de  %  Ñ.-  V.^ün  vals  íiit^mo;  rióvé)jfi 
de  Jo^é  'S'ólg'aá.  -^  Sobre  .éí  cetitéhário  de  ííüh 
Maftíá;  rarN.  Avellaneda^— tíos  cpr^ppi5icíq-• 
^es,  í)ór:N.  Á.i— Apuntes  biográficos  ^ofché'í. 
Castro  y  Orozco,por  E.  de  Ochi^ál 'í^irayLüfe 
de  León  ó  el  siglo  y-eLcLaustro^  drama  de  José 
Castro  y  Orozco. — Carmen  Lozano  de  López, 
ílW^MWíf  A.;  IffaF4firo1^iolíL\  : 


226-*Tomo  XY.  (Tercero  del  segundo  afto) 

r         '      .  •  •  •        .  ,  '         .•  f         f 


ctí¿rdtiá'!<Se  España:  ^eviBa,  p^r"  Y:^.Xlne- 
sádai-^G'tta^rato'ría:  sío  desenlace,  noiVela  ^dte 
SoI!i5üV'*ft*«f«céfpií  'Bnr.  Wavafró  Viola.  ■*- 
Dlsé^Wb  C(Jritrá'-er'tettftí.Ksm\>,  tíar-J,'' W'-é. 
pySttíteyíHJr  I^  ¿Mte/|rádliétíib<i  M.'W;'?. 
AbehÜlüei^-ra  «^Mfiima  ante  la  f eligioh  <k- 
tólicá.üíPobífes*'esptrftist»9  f-  001*  F.  S&tM  ly 

.:■■>■  ,  í-'  •      .    !■  !■..       •         '1    -.1      .  ■  r 


—  226  — 

j. 


■♦    »  ■♦ 


Salvanjr ;— E^tractQ  de  Pastorales  contra  jsl 
espiritisqcko,  del  actual,  arzobispo  de  París, 
.  Mon;s*.  Gixibert  y  de  los  obispos,  dé  Awtua, 
Moo^^Marguerye.»  de  Marsella,  Moai,  Majt^ 
nod,  de  Mans,  Mpns.  Pie:— Sobre  el. priro^r 
arzobispo  ,de  Buenos  AireSj¡  por Jíicblas  .Ave- 
llaneda.—El  árbol  estéril,  por  Nicolás  Ave- 
llane4fií-— Lfl^  re^urrecpion,  por  Ó'onaii^o  Óar- 
rili,  traducciob  E.  L.  Ñejgrí,— La  Éasflicá  de 
San  JPedro;  m¡3a  de  Pascua,  por  Pedro  An- 
tonio Alvcon.;   . . 


227-  Tomo  XVIl    (CuáKd  del  éegundor  «flo 
260  ps. 


Amor  alemán,  con  uúa  mtrodüccion  por 
Max  Muller,  traducción  de  D.  V.  de  Ni.— 
Santa  Cecilia,  novela  de  A.  J.  Barril!,  traduc- 
<á«|Yi.  íde ,,  E,  L  Negri^-^Mi*,  Valde^aari /por 
Ed^  Ppe«  traducpioa  dé  jC.  Olivei^-^dgar 
P^,.su  yida  y  sus  obras»  por  Cárlbsi  ;'p€|ud6- 
laire,  Iraduc^oh  de  Cí  Olivera-.-^ Apua^s.  bi.o- 

Irráfico^  de  i?.  Laurept,  por  Al  Navarro  y¡o- 
a-I,yonfereAoia  sobre  ,  el  ,,at^rrOj,:pq|!;,  f. 
I^am'eqt.t^U  P^ijtáqdea.  de|.  J»ríf4^  filíJgaqqe 
preñi<^«sta  memoria. ^^^  I/a  caja  deai^i>rpQs 
^  )á  eiacuela  de  Grante:  traducoioa  cbrr^ida 
ppr*  Ni.  N*  V- — l*a  primayeía  de;  la^  yídat  por 
d.  Leguízamon.— Flor  de  un  dia,  á  la  memo- 


-  2^7  — 

ría  de  la  señorita  María  Luisa  Fernán dez^» 
poesía  de  Agustina  Andrade. 


V.  in***  r 

I  ■  *  •       í 


^í28-^4t&itf  XVII.  ^Quinto  del  sesudo  aflo) 


)•  / 


Apuntes  9<>bre  e$ta'  adición  d^  El  iqiédioo 
de  San  Luis,  por  M.  N.  V.— $;diiard%  M|in{ñilaL 
de  García,  estudio  por  Rc^ael  Pombo. — El 
médico  de  San  Luis,  nóvela  americana  por 
Eduarda  M.  de  García— El  Haz  de  leña,  dra- 
ma de  Gaspar  Tíuñez  de  Aróe.— Sobre  las 
ideas  de  Victor  Hugo,  fragmento  de'  Al  H. 
Simonin. — El  amor  á  los  libros,  por  Edmundo 
de  Amiois,  tr^dujccipn  de  E,  L.  NegrLr-La 
visión  deMirra»  por  José  Addison.  traduccioo 
de  C;  A}dao.— Juana  de  Are»  leyenda  i&, 
Alejandro  Dujn(i4s.--Ap^dice:  Opiniques  da 
C.  Cantú,  Béraager,  Enrique  Majrtii),  C.  La- 
boulaye»  Víctor  Hugo^  Luis  Blaqq,  Lamardne, 
Monseñar  pupanloup,  sobre  «La  Doncella  de, 
Ofde»ns».di?  Voltaire.         »   . 


^29— Tow)  XVÍll.    (Sesto  del  segundo  aho) 


Ün  paqueite  dé  carta^,  por  Oúétavé  Drtoz, 


-  2^8  - 

tteíuccidní  áe  M.'fi.  V.-^Los   cíír^ejiiEJs  de  lá. 
calle  Morgue,  por  Edgar  Poe,  tWiduííciorí  de* 
C.  Olivera.    Los  dos  Napoleones,  por  Carlos 
Goello.  -París,  por  Edmundo  de  Amicis,  tra- 

diMñon  dft  El  1*.  JRcg^T^íiítSS:  ^^^  ^1 
Evanjelio,  cantos  relijíosos  por  JU^ifUi]^, /(H>Q 
prólogo  de  Gaspar  Nuñez  de  Arce.— La  incon- 
solable, precedida  de  un  prefacio  por  Alejan- 
dra D<MiiflÉ  (hijd);  tiÉ'ádtíika'a¿t'fr£méfii&  i^or 

M.N.VtyS.-RV.    '    •-  -    •       V'     • 

"fW  ' '  '       ■    .   '       .  .        .       •     /         ,>  h     .-.'•'     ' 

^jáO-^SÍmo' í;(Í.   (SéptiiipiGl<Í4í  sefeüRtib  año) 


<    • 


(¡I 


A.ptfflíé¿^  bfOgpáfiéOs  <Jé  héinti  Sdhiídlfiíig, 
iWoi''  A:  Korri.-La'  héríñtóa;'  atíVéíá  ífe  Lévitt 
Stthutefcñig,'  trádtícidA  del  ttlétosH  p^pAlejatt- 
(féo  Rotti.-;^!  mistettode  Mana  Kogfét,  i^tilá- 
cibei  iJe  utíá  cauiáái  ééjtebré  pdp  É^éá,?  Poó, 
deíiító" 

Rojas.    , 

Gustavo  Hallen,  traducida  del  francés  por  S.  N. 
V.— El  suicidio  (estudios  sociales)  por  F.  An- 


por 
—A  Santa  Rosa  de  Lima,  poesia  de  Pedro  S. 

por  M.  N.  V.— Estrofas,   poesías  selectas  de 


—  329  — 

Pcpéz  Boñalde:  Perdónalosf— Tfohó  y  'Tiim'ba 
-^Flores  y  Nubes— Magdalena— -Seamds  bue- 
nos—Nubes— La  primera  piedra— El  hijo  de 


,  '  n 


i> 


^l-^TdOlo  X3L,    (Octavo  del  segundo  año) 
25»yVIIIps.  .  : 


«•    i 


Tu  che  á  Dio  spiegasti  Taü,  novela  de  iiui$ 
Arci^inti,  (taducida  del  italiano»  por  E.  L..  Ño^ 
gH»— La    carta  robada,  por  Eagar  Poey  t78kr 
ducída  del  ingle»  por  Garlos  Oliyera.-r-Uji: cri- 
men científico,  por  José  Fernandos  Brenaoo.:** 
Autóbipgrafíai  ael  Coronel  José,  Tooiás  óul^ 
do.-*- Recuerdos   de  la  juventud  de  NapoleoO^ 
t^aducoion    del    Coronel    José    Tomás,,  tí^w 
do;— Bl  hombre   de  la  levita  de .  alpaca  poi 
Ramón   de  Navarrete. — Mérope,    trajedia  jíí 
Alfieri,   traducida  en  verso  por  JuanEujenio 
Artzenbusch.— El  Conde  Sollohoub,  biografía 
Mwflf^jer,  tradu^cjipn.  de.  E.  líayarro  Viola.— 
Una  aventura  en   ferro-carril,  por  el  XÍonde 
Sollohoub,  traducción  deE.  Navarro  Vida.^ 
Recuerdos  de  Lóudres,  por  Edmundo  de  Ami- 
cí^tradux^idos  4/qí  itaíiaao.por  E..  L,  Negri.— 
Bl*  iWífepi-pt  da,  un  íiiñp.,  .ReQt¡ftcfi,ciou,4^ 
(Jipítule,  YUde  |iLa  inco^nsolable»,  por  Beinaíh 


230  — 


282 -*t  Tomo  Z^l,    (Novenq  del  segundo  afío) 
254  y  VI  ps.  ^/^        -^ 


'  t 


D.  José  Selgas^  semblanza  literaria'  ptít  A. 
Palacio  Valdés.— Deuda  del  corazón,  novela 
de  José  Selgas  (I  Un  duelo  á  muerfe.  II  Dos 
aüos  después). — La  pobreza  de  los  poetas^  por 
G.  Lorm,  traaucido  del  alemán  por.  A%  Kojrn. 
— José  M.  Vergara  y  Vergara,  por  J.  M.  Sam- 
per.— La  tumba  de  Chateaubriand,  por  J.  M. 
Vergara  y  Vergara.— Van  Dick  en  elpaldpio 
Briznóle,  por  Mery,  traducción  deS.  N*  V»— 
Remtacion  de  las  ideas  íilosóftco-relijiQts^as  que 
coiitiene  el  «Viaje  á  la  Patagonia  Austral»  de 
D.  Francisco  P.  Moreno,  por  el  Dr,  D.  Gerór 
mnao  Cortés  Funes.— Huáscar,  poesía  por  M. 
Garcia  Merou.— Miguel  Grau,  poesia  medita 
por  M.  Garcia  Merou.— La  Nevada,  por  A- 
Fouschkine^  traducción  correjida  para  La 
Biblioteca. 


233— Tomo  XXÍL  (Décimo  del  segundo  aflo) 
256  y  VI  ps. 

La  Madrina,  novela  de  Jorge  Y autíer^  tra- 
ducida del  francés.--Desali^ntos,  por  Eibniun- 
do  de  Amicis,  traducidos  del  italiano  por.  E. 
L«  Nogri.— Introducción  á  Ganieb:  SI  puebto 
Boliviano  y  el  pueblo   Vasco,  por  Ávelino 


—  2S1  — 

Aramayo. — Ganich  ó  ecos  del  Paso  de  ^oU 
dan,  recuerdos  del  pueblo  Vasco,  es,tractados 
por  Aveliuo  Aramayo.— Daniel  Collinet,  no- 
vela del  Pende  cU  Legurat,  traducijd^  del 
francés  por  Gabriel  Car^tilo.— Bíograg^  de 
Monseñor  Peyrajínale^  ciira  de  Lourdes,  traT 
dueida  4^)  fnu^cés  por  Beruardino  Legarrrag^^ 


r  íS4T-Tomd  XXÍU.    (Undécimo  del  segundo 
afió).  260  y  VI  ps. 

El  Doctor  D.  Pabl6  Montegazza,  bfografia 
por 'fe.  L.  NegrJ.— Uü  diá  en  Madera,  novela 
de  Pablo  Montegazza,  traducción  inédita  p^r 
E.  L.  Negri.— La  recepción  de  M.  Henri  Mar- 

.  titt  eñ  la  Academia  francesa,  ipor  Ernesto  Que- 
sádá  (iilédito).'-La  casa  vieja,  comedia  de 
Andrés  Theuríet,  traducción  inédita  de  C!. 
Olivera. — Ei  desconocido  por  Chut !  traduc- 
ciiyft  itiédita  de  S.  N.  V.— A  propósito  de  un 

^at'^le  botas  por  Chut  I  traducción  inédita  de 
S.  N.  V.¿- Un  sabio,  por  J.  M.  de  Pereda.— 
Tiertrta  tragona,  por  Carlos  Coellc— El  Doc- 
tor p.  Geróíiimo  Cortés  Funes,  por  Ángel 
Pén^éy  y  Colóles,  biografía  inédita— Discurso 
sobre  el  duelo,  por  Gerónimo  Cortés  Kúnes. 
^RpmáAi<ces  de  ciego :  cantares  deiJoacjuia 
As^tísio  dé  Alcávitara. 


-  232  - 


285-T-Tomo  ^£LVi  (Duodécimo  del  segundo 
año). '260  y  Vnins;       (.,..;....      •;  ^nat  ■ 

'  'Esqfiitds  de  iFosér  Tprriás '  Oüído^  Carta 
át  Dr:  M.  Navirró  'Viola— Pajina^  ilitertiWiaii 
-^ttasgos  .  biográficos  y  'elójiós— Sobre  ina 
tfamba,  nótela  de  Luis  Cápránítío ;  trádacíéiíeii 
inédita  del  italiano  por  JE.  L.  Negri — El  jo- 
ven del  paletot  blanco  por  Ramón  de  Navar- 
rete^Siqte  hifitorin?!  efx  una^  per  ^,aséT  Fep^n- 
dez  Bremon — El  brazo  deTiria^ty  pof  Ce's^ppp 
Fernández  Duro  —Aventuras'  de  uha  cesta  'de 
duraznos  por  Filiberto  Audebrand,  traducción 
inédita  4el.  francep  p<p[r  <$.  íí.-r  V.-rfNue¡vos 
^paiaioceis  de  dego;  oianíares.d0  J^aquán; As^- 
sio  ;de.  AAcántarav    .  ;  - 


i'i      .•■..,''    •  f     ■    -r* 


meLÍ,<i  4^  la.Biblioj^a  Populfu;  »<fe  .Bv^;>^ 
:A¡re^-rIibreriá  ^itori*  de  Eoriqíje  Nay^f o 
'Viiote^'MpnenoüMim.  IPO»,:.  ^  í  -  a  •:     í- 

.  flíe-'Sobrei  el  centenario'  dp  jSftfi  ÁÍWtí^í, 
.por  N.  Avdhue^  apuntas-  d^  mUQ  díaiñoit^jA^. 

-  ,ab7-»^Reouer(io5  de  EspQílft  por  yííei>{e.&. 
Quesada,  pi^ecadidos  de  apunjl^es  bÍQgPÁQ{;9s 
sobre  el  autw  pofr  M.  N^  ¥.  i^7ips^  ...    ^  i    .    j 

1    lEstos  apuntes,  d^.  viaje.  .estárivdividi4<^8.ap 

.4os.siguie\iteSíQapítule3:  •!  t;    Mi    j  .  i',  Vi.  .  ^ 
;  mI  .y  II  De  la,Gí)ruñja  ái  Rfadrid^ríJl^oj^dó 
—IV  El  Escorial— V  S.^yiH^r-gRafelfl^^ia^e 
Gautier,  sin  la  gracia  de  De  Amicis,  sin  la 


—  233  ~ 

filosofía  de  DeLatour.  el  sejlpr  Quedada  (jLa, 
sin  embargo,  cabal  ¡aea  de  los  puátos  que 
visita,  deteniéndose  en  las  descripciones  -y 
en  los  detalles  casi  desapercibidos. 

538— I>iscurso  contra  el  espiritismo,  Análi- 
sis de  los  liJbros  de  Alian  Kardec  y  refutación 
desús,  doctrinas  por  un  médium  incré^qlo. 
Traducido  p^ra  laBiblioteca  Populo^f  de  Bue- 
nos Aing9.  y  precedido  de  una  introdupciou  bi- 
bliográfica por  M.  N.  V. —Precio  de  esta. obra, 
12<p$i,miQ.  y  fuera  d?  Buenos  A¡r^j5  reales 
fuertes, '  211  y  IV  ps,  1000  ejemplares,      •  - 

S^9-rA  la  memoria  de  la  señoritj^  Matia 
Lq/s^lFeriiández:  Í8ps¿ 

840-7Líi .  visión  de  Mirxí^,  leyea4a  ;  de  fo^é 
A^diáón,  traducida  del  inglés  por  O.  !AI(J¿o., 
6ps.  ^  ;  •    ..    i 

241;-;  Saniplí  ó  El  Pasque  Roldan,  recúwdos 
d^Lp;^^líloTascopor  el  ciudadano  Boliviano 
Avelino  AraiHjaya  40  ps.  ,  . 

24í^DaQÍqVI3ollinet,  novela  del  caiíJÍeLe- 
gurMiltradqcvda  del  francés  por  Gabriel  Can- 
tílOi  4()  ps. 

243— Desaliento?,  por  Ednaundo  de  Ami<»3, 
tradiíojdos  par^  la  Biblioteca  Populáis  de  Bue- 
nos'Aifes,  íjioe  Ernesto  L.  Negri.  16ps>  , 

244-rBi^grafia  d,e  Monseñor  Pevramale,  cu - 
ra  de  Lourdes,  tjrQ.duc¡da  para,  la  Biblioteca 
Popular  de  Buenos  Aires  ppr  Bernai;dino  Le- 
gafíf^ga.  34  ps. 

248-rSanta  Rpsa  de  Lima  por  Pedro  S.  Al- 
cacer, composición  recitade^  por  el  autor  en  el 


-^á34  - 

á'ctb  público 'tfe  ia  Academia  LitórtWa  diel 
ÍPlatd,  dé  la  qué  és  míérübi^o,  bl  30  dé  ágófetb  de 
1879.  á_>!3. 

.  24p— El  Sábóyátaíto,  poéiñá  dfe  (Jaifeáa,  frá- 
'dücido  eh  Véi^sÓ  por  Martiti  García  WféfOtt.  8  ps. 
;  2f4t— Ld  h^i^hiána,  hovela  deC.  B.  Séhückitíg, 
t^adücUda^W  Wétoári  parla  la'BíbÜótíéca  Popu- 
láí-deí  Butóós  Aii-ésy  precedida  dé  ápüafes 
bi6gi^áflbóS  feóbi^é  el  autor  por  Alejaadfb  KMti. 
48p*.        ■  '        '  ' 

á«8-^Lá;cíáv^Htta  Azul,  ñóVélá  <fé'  OííitiaVo 
Haller/li^ádUéida  tiel  francés  párala  Bíbliotééa 
PtfputóbdéBueAós  Aii^es,  pot-B.   N'.y.Sips. 

249— El  entierro  de  ün  mño.  Réi^tiflcabtón 
del  datpítulé  VII  de  «Lfíií^cfonSóTabM»,  escrita 
•patívIa'lSíbliotétó  Popular  dé  BueAóa  Alies 
por  Bemardino  Legarrag^.  16  ps. 

'MM^^Réfütacíéá 'dé  las  idéás  tilol^c^Hreli- 
-jk>sá^  que  éotítieilé  el  «Viajé  á  la  Pat^kgMia 
Austral»  de  Don  Frátitísco  P.  IVÍoíénÓ,  por 
el  dK  Don  Qerónittio  GoHéSj  PuttéS.   'Diteiirso 

gi'bhiJrrvci^o  éll8  de  setiémbi^e' de  1879  «h  el 
enado  Arjentino  al    discutirse  el   fifoyeéto 
dte^lisót^ci^  oficial  á  lá  obra.  £8  pb. 

ifel^Gotíferénéía  sobre  el  tehoWo  pbt  F. 
Laui*80t  profeáor  de  la  Universidad  dé  Gáinte. 
lObra  premiíada  en  Bélgica.  Dlc«ftdírenidét  Ju- 
gado eiíoaPgado  de  adjudicar  él  prétoío  V  ex- 
tracto ddla  iiCdja  de  aborro^  én  U  é^isüelit  de 
Gante»,  memoria  publicada  po^  el  íAíbUío 
•Latírentfc  Traduééion  corréjidá  partí  la  Biblio- 
teca Popular  de  Buehdd  AiréSf,  y  pteóeáiAñ  de 


—  2^5  — 

apunta/  ^obíjp  9)  aijtor.  por  ^,  N^  y .^Pjpecip 
d^  est^  obrs^  5  ps,  ipic  y  f^ef a  dp  ]íi;*Qno^ 
Aires  dos  reales^  fuertes,   bi  ps. 

2f2— Las  miyere9  4^lEyanje|jo,  oantoá  re- 
lijiosq?  por  Lftymig  pon  pr^^ogp  de  Dpnípf^s- 
par  Nuñez  de  Arce.  74  ps. 

2$9n-X*a  iciCQppola,l;)le,  prpQedida  de  un  pre- 
f^Q  ppr  4Ñ^odrQ  pumps  hüo,  traducida 
PVA  Ift  Bilflipjt^ca,  PopiUar  de  ílMeno^  ^r^ 
por^M.N,  V,  y  $.  fí.  V:  8?  p^, 
^  Q'ept  m  livrp  *PP^^  ^  produire  sgi;i,sation ; 
o'e^t,  une  preeíeu^e  prjmeur.      ^        .    -     . 

Le  Fígaro,  mai  18  de  1879.  ' 

254 — ^Amor  ajeman.  Recuerdos  de  un  es- 
tranjero*  Preo^dido  d^  un  prefacio  po^  Mc^x 
Mullw.  Tr^íáíio  por  I).  V.  dp  M.-r58,ps. 
Edicipn  dei  6  ejei:^plares. 

255— El  médicp  de  San  Luis,  fiQvel9¡  ameíi-r 
cana  de  Eduarda  M.  de  García.  Precedida  de 
apuntes  por  M.  N.  V.  y  de  un  estudio  sobre 
la  a^l;o^a  por  5§tffteJi  Pp^lao.  128  ps.  Edipiop 
de  6  ejeiQpIares. 

Es  ia  segynd^  ^4ioion  qu$,  se  hacQ.d^.  qsta 
sencilla  n^fy.ftla,  qye  su  autora,  esqiíbió  y  pu- 
blicó alodio  fíñq¿  deedad:  reflejo  del.  «Vi-  [ 
cario  de  W^'^®fi^W>CQíi  vivo  coloricip  ameri- 
cano. Hft  sido  traducida  á  varios  idion^ias, 
y  Venti,ir^de  \^  Y^ga  dijo  de  ella  que  era  uqa 
j oya  de  nuestra  yt e^rftty.ifft*         .    .  ^ 

256— Un  4i4  en  j^dera,  pajina  de  h  Hijiene 
d§\  Afooff  ppr  Ví^P^o  Mantegazza,  trftdp(}^^a 


—  236  - 

para  la  Biblioteca  Popular  ifo  Buenos  'Airésy 
|Drecedida  de  apuntes  biográficos  sobi'e  el 
autor  por  Ernesto  L.  Negri  125  ps. 

267— Lá  Madrina  por  Jorge  Vautíer— Edi- 
ción dbla  Biblioteca  Popular  de  Buénai^  Aires, 
105 ps.  •'  ^ 

258— El  Dr.  D.  aerónimo,  Cortés  íánes, 
apuntes  biográficos  escritos  para  la  Biblitoteca 
Popurarde  Buenos  Aires,  á  solicituil  dÍ3, 'su 
director,  por  Ángel  Ferrey ra  y  Cortés.  12  pé. 

259— Discurso  sobre  él  duelo,  pronunciado 
en  el  Cenado  Nacional  por  el  Dr.  D.  Geí'6rtirno 
Cortés  Funes.  16  ps.  ,,    .  , 


260— Oolecoion  de  las  interesbütes  cartas  ^d^l 
Sr.  D.  Nicolás  /.  Calvo,  publicadas; en  «El 
Siglo».— Buenos  Aires.  Imprenta  dé  El  Sí* 
gío,    AlsinalOl.-En  8°,  266  ps. 


Las  XXIX  cartas  que  abraza  esta  colección, 
dirijidas  desde  Inglaterra  por  D.  Nicolao  Cal- 
vo al  diario  que  las  edita,  no  son  de  un-inte- 
res  pasajero,  como  pudiera  deducirse  erró- 
neamente de  los  sumarios  que  las  encAbt'AnU^ 
y  en  los  cuales  figuran  con  preferencia  ♦ariH3-^ 
elaciones  políticas  y  sucesos  del  moírieiito    ' 

La  pluma  Jijera  y  elegante  del  viejo  po- 
lemista, pas^  coquetamente  por  sobre  lob 
acontecimientos  que  han  madreado  rti  ianíbos 
henaísferios  la  marcha  de  nuévé  meb^s  cutfe 


—  2a7  ~ 

1878  y  1879  en  sus  relaciones  trascendentes 
can  1^  Américia  y  muy  en  especial  con  su  pa- 
tria. Saca  de  ellos  la  filosofía  de  aplicación, 
y,  estudiando  á  )a  vez  los  proyectos  de  nues- 
tros Gobiernos,  los  debates  de  las  Cámaras, 
la  situación  política  y  financiera  del  pais,. 
aconseja  á  los  hombres  de  alta  posición,  con 
esa  claridad  de  juicio  que  lo  distingue. 

Siguiendo  el  desarrollo  de  los  sucesos,  se 
encuentra  en  primer  lugar  con  la  cuestión 
chilena-^ Véase  el  número  7  de  este  tomo — 
se  detiene  en  seguida  en  la  cuestión  fronte- 
ras: esa  cuestión  que  eljeneral  Mitre  asegu- 
raban que  no  se  resolverla  en  trescientos  años, 
y  que  ha  quedado  terminada  casi  en  meses, 
dando  al  pais  la  quieta  y  pacífica  posesión  de 
20,000  leguas,  habitadas  antes  por  todas  las 
tribus  salvajes  que  asolaban  las  poblaciones 
}[ saqueaban  las  estancias.  La  venta  deesas 
tierras  en  lotes,  el  adelanto  de  la  campaña 
con  su  nueva  estension  y  la  completa  seguri- 
dad de  que  ahora  goza,  son  puntos  de  grave 
consideración  y  estudio  para  el  escritor,  que 
abarca  la  infinidad  de  problemas  económicos 
y  políticos  que  s^c  presentan,  y  ofrece  solucio- 
nes más  ó  menos  adecuadas  y  realizables, 
pero  que  prueban  siempre  la  atención  con  que 
va  siguiendo  desde  Inglaterra  el  progreso  de 
la  República  Arjentina. 

En  una  palabra,  las  cartas  de  Don  Nicolás 
Galleo  formanun  libro  útil  al  par  que  intere- 
^aoitei  lleno  de  datos  poco  conocidos,  y  que 


—  23a  - 

contiene^  como  lo  asjsgaran  sin  eo&^eraciotí 
los^ditores^  <(6l  estudio  maditadQ  d^  impoiv 
t£^iteB  y  numerosas  oaestion^  q.uei  ru)  sólo  ; 
se  rozan  con  intereses  nacionales.  apiei][ktÍQos, 
sino  también  con  lo^  da  esta  parte  q§  Aiaérr 
rica.» 


C6l~MMÍa,  nov^a  ameriaana,  orijinal:  ée 
Jorge  Isaags.  Con  i^ia  introducción  pori  iostí^  - 
Manuel  Estrada.  2^  édiaion  con  el  retr-ator.dieli 
autor  y  sus.  poesias,  se^uidl^  de  vwias  jui-;- 
ciois  oríticots^-r^Buenoi^  Airea,  Igoa  bdre^^oi^, 
e4itoires.  Librería  ¿el  Colejio,  calle  EI$]|kyiW 
n^m,60*  1879.^11»  volumen  w  8*í  mftyoi?,  4^ 
327  y  IV  ps. 


£1  volumen  de  las  poesías,  que  ha  siáq  qd- 
cuadernado  junto  con  la  novela»  es  de  lAS. 
pajina?-  Su  ipipresion  data  de  1877/.  Por  e90 
no^  lae  detengo  en  él.  •  i 

«Ql  que  ha  escrito  Maria  ha  muerto  pdna  la 
esperanza,»  decía  Miguel  Canj6  precisarnteote 
citando  acababa  de  tener  en  sus  mano3  esos 
malhadados  versos  de  Isaags,  que  s(Silo  han 
servido  para  desacreditar  al  autor  y  hacer  : 
perder,  á  los  que  conocían  ^  romance  ^  su 
vida,  la  simpatía  que  producen  las  grandes 
abnepaciones  y  los  grandes  sufrimientos^  por- 
que* s)i'el  poeta  y  bl.  amante  son.  allí  uño 
míspiQ^pomo  se  ha  afirfoaíío,  el  QS^píníiili  £^h<^ 


—  289 

lAMte  dé  s^üirto  á  través  de  la  odisea  de  su 
dolor,  se  retrae  Jierido  al  contemplarlo  feliz 
jüt^ó  á  -su  ñu^Yé.  'eBposa,  cantando  Ids  goces 
piídos  d^é  Id  natumliesa  y  sirviéndose  del 
¡«(ttMbre  de  la  iiífo^tui^ada  Maña  para  acortar 
lastídrad  interminables  del  hastio. 

fiste  dei^i^rimiento¿  sin  embargo>  no  dís- 
niintaitá  el  mérito  de  la  ob^aBin6  páralos  que 
ht  lean  en  la  utOfCion  del  idilio  febril^  pues 
éilós  la  confsideraráii,  más  que  una  simple 
ñát*riáf6ída,  lii  historia  deuna  ecsisten!ciay<cu- 
yás  ttltimais  péHpédas  auerrian  apreciar^  á  fin 
dé  pítílútíñviM  todo  el  atan  de  un  alma  errante 
causis!  de  caer  efi  los  hondos  torbellinos  de 
-las  p£lá:onéd,  pero  á  la  cual  íio  era  ja  dado 
^détéftei^e  sobre  las  verdes  campiñas*  sin  vol- 
^r  áfrtés  en  él  fangé  del  dviao  la  ot*nfa :  de 
los  retíüéfrdo!»  qué  lé  fué  oonñada. 

Mafia  és  una  iiove^  sentimental,  del  jénero 
á  qué  ^rtéuecén  Graciela,  Atalas  P^Mo  y 
Virjinia  y  tantas  otras. 
'  '  Joaé  Manuel  Estrada  asevera  que  nada 
perdei4a  si  sé  lá  parangonase  con  Pablo  y 
Vh'jiñiárf  yi  «fiermina  su  juido  ecsajerado  po- 
éiéndolia  iúúy  arriba'  de  ésiDa.  Más  sensato 
^é  ttiuestrá  Vagara  y  Vergara  en  su  bellísimo 
airtlcüló  publicado  en  La  Patria  de  BogcHá. 
'Pfúeba  qué 'eis  imposible  el  cotejo  de  María 
édn  ¡la  narratíon  de  Saintr-Piérre,  tan  natiüJral 
'é  ínvftíosíniil,  y  piensa  fundadamente  <í|ue 
aquélla  tiene  más  puntos  dé  contacto  con  la 
hmoria  h&lmdesa  deMme.  d'Arboüvitle,  pre  - 


—  240    — 

eioisa  narraeion  poco,  conocid^i  haat5  ^^T^ 
entre  nosotros. .  .\ !,   . 

De  todos  modos,  y  dejando :  de. m^Jio^pn^i- 
cas  que  estarían  aquí  fuera  dq  lugaPí  M^ria 
es  una  joja  de  la  literatura  hiap^nori^a^^rí'- 
cana,  (cel  único  libfo  escrito  ^n  Am(^.rÍQ|t^.Aue 
haya  hecho  Uorat  del  Cauca  al  Plat¿w  >  Yí 
aunque  es  verdad  que  qontiene  proia3Íori,ae 
detalles  caseros,  ele  escenas  inútil^^^que  ^ijar- 
gan  demasiado  la  acción»  compeps^pdoipi^-» 
cálmente  es^te  inconveniente  con  la  belleza  y 
frescura  de  alguqos  cuadros;  aunque fltp^re- 
ceniaquirv  allá  personajies  hap0  secundarias; 
y  aunque  el  estilo  decae  notablemente  en 
.Vfftrios  capítulos;  es  también |CÍerliQ.%ue  algp- 
n6Stdesu3  pasajes  oprimen  él  cc  r^tzon  hi^ta 
qttelas' lagrimas  que  desbordan  vleQ^a  Aj cal- 
mar la  an soledad  irremediable  del  ^Im^*    .  . 

Es  el  gran  mérito  de  Q^te.  libro:  tal\Fcz  o\ 
úáico  mérito  de  una  docena  de  novelas,  ^r.i^o- 
jantes.  .  '4 

f  La  narración  de  Isaacs,  dice  el  mismo  Es- 
trada, es  humana^  circunstancial,  grájSiífa  El 
héroe  cuenta  su  amor  y  ^u ,  amarguea*  ííin- 
gnoa  fibra  del  alma  deja  de  vibrs^r  en  S(i'd<do- 
rosa  historia,  ningún  incidente  eaterno  qWi4a> 
y  :todo  es  eficaz,  porque  todo  es,  sinpeyoí,pe 
siente  en  ella  uqa  vitaJidad  pal  pitan  t^i  j^fy^e- 
dispone  al  lector,  por  no  sé  qué,modíficftaipn 
simpática  de  la  sensibilidad,  ,.4  repr^^uoir, 
como  una  lámina  bruñida  v  sonora,  lai^flW'- 
minaciones  y  los  acentos  de  la  pasión  narrác^. 


—  241    - 

Hiere  todas  las  fuentes,  de:  nuestros  propios 
amores,  y  nps  reimpregná^  ea  sfi  c^tüdál^  es- 
tremeciendo todas  las  ouerdas  de  la  emo- 
ción,» 

IVliguel  Navarro  VióJa  api j[có  á  la  QmcielOf 
el  elojíoj  (j^e  hac^e  I^rn^rimó  del  idilio  ^de 
Sjaíjit-Pjerré;;  J6s^'íN!¿^  lastrada  :io  aplicq 
á  la  iíana^'^^f  ^  n^  (jü^ambos  hflbliaf- 

ron' con  apieríó^  poiíqvre'  1^.  l4gi:imaaf(-ea  qpe 
ei^;^n  emp.i^^dos  esp^ .  dos  libros  son  real- 
mehjte.  contó]  Lósás  para  los  oJQs  4^  diez  y  seis 
años! 

26¿!— 64iBti¿8  J^iipbi  m.  9^}£^  2dj3(>«*Hiscoria 
vero^i^nil,  {>6r  Ai^  ^LgÁ^^Buenos  Aires— tgpn 
tórmtó     ei^orps— 'Libraife  4^  Colejío,  calle 


-L.» 


«]^i^'^te|Ut>ritia,  ^fo^I^l  ^utot,  $^hace  á  X^ 
l^ra'  d¿  J[iil|Q  iTérae,  da  iJíevy  y  del  ai^tot 

cltí  Rorv^pi^,:  qü^M  e^pecíi   á;  vuestra  Repu- 

»>%.>>f^tfi-.^tiPrs  .  ....     ...  .       ^u.  .     ^    • 

f^.  WfíWps .  ffp  }ib«;a  (^Souvqstrecon 
casi  idéntico  titulo,  aunque  más  jeney;^!— El 

es.^oue^  esxer^a  cc)i}^;irada»  bast^  dpnde  es 

RP^WSfcf^rWlí^^ '^^  «^^'ejénérp;  loqw^.noi 
tiene,  sm  embargo,  nada  de  estraño  tratándose 


-  242    - 

de  un  pais  cuyas  condiciones  son  tan  espe- 
ciales, como  es  el  nuestro. 

El  Señor  Sioeñ  toma  por  héroe  á  un  joven 
que  es  llamado  á  Buenos  Aires  por  el  Minis- 
tro de  Obras  Públicas.  Erj  el  viaje  traba  rela- 
ción con  una  niña  qué  Iq  agrada  y  alas  pocas 
horas  de  conocerla  se  une  á  ella  con  Ips  lazos 
indisolubles  del  matrimonió.  Llega  á  la  ciu- 
dad con  feu  'cortsorteV  y  juntos  la  pasean  en 
compafila  de  persorijá5''de'su  relación. 

Como  se  ve,  eJ  argumento  no  puede  ser  más 
sencillo.  Nó  hay  nada  interesante  en  él, 
nada  que  recuerde  una  intriga  novelesca,  nin- 
gún tipo  valiente,  ntngmt- carácter  demérito; 
una  píaíííurfe;  completa,  para  emplear  la  pa- 
labra gráfica  del  idioma  aer  Sr,  Sióen. 

Dónde  está  fa  gráóia  francé'saí,  la  liíéreza 
de  estilo  qu^-pos  deleita  en  sus.  compatriotas? 
nos  hemos  preguntado  con  sentimiento  al  de- 
jar sobre  la  mesa  el  libro  leido. 

Hasta  en  las  descripciones  se  echan  de  me- 
nos esas  cualidades.  -  Bl  S'r.Sloén  no  ha  que- 
rido hacer  trabajar  su  imdjinációu,  no  ha 
ideado  adelaótóá  curiósesni  mVentós  verda- 
deramerite  espirifüales;  Pareéé  in^posible  que 
en  112  pajinas  no.nosü  haya  dicho  nádft  qae 
despierte  interés,  nada  qüe^yasede  una  vul- 
garidad. .      ^ 

El  estilo  de!  Sr.  Sflron  n«  sb  hace  iidíar  rii* 
por  3US-  cüáfídadet^/'n!  por  sus  defectos;  su 
frase  es  ,  en  jeneral  eorr^ctít;*  alarias  veces 
elocuente.    Creemos  que  *hubiet^  podido  és- 


-  243  - 


críbir  algo  más  bello  con  mayor  detención  y 
más  labor ;  pero,  puesto  que  nq  sé  ha  dignado 
darnos  una  obra  que  merezca  el  áptauíso  pú- 
blico, permitirá  nuestras  duras  observaciones. 
En  una  palal;>fa,  el  libi'o'derSh  Sioen  es 
un  ipal  ensayo;  y  fenire  nosotros  duran  mucho 
los'  prhneros  fracasos.  Desearfactios,  pof  eso, 
verlo  emprender  con  más  paciencia  álj^ña 
nueva  obra  de  imajitiactütr  oue  hiciese  olvidar 
el  PueM$  Aires  m  ti  aña  2080. 


26S^Hbra6Ío^  Eftlibaag:  Q  los  c^ntomataa  por 
Ebua&do  JCi..  HoLBitdfiHG^i  i.Breeio:.  5:  pesos. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  AlbuAi  dei 
Hogar,  Calle  Paraná,  ^úm.  504. 1879.  En  8% 
16  pj 


>s. 


/. 


Interesante  fantasía  científica  dedicada  al 
Doctor  Ramos  Mejia. 


264*-El  demtmbamiíeíiW  per  Bwilio  Oabo- 
RÚtj.  El  secreto  de  ima  iniquidad.  Séptima 
edixAóti.  T^radúcidá  «del  fMiicés  eépir^atnéate^ 

gara  «La  Pátopa»,  p^^r-  Manuel  Meki>óii?a. 
¡uea^s  Airto.  ImpretUa  de  la  Pampa:  Victo- 
ria 97  y  99.  mi».  3  vols.  en  18^,  382  ps.  ctída 
uno. 


-.  244 


t  i. 


?^ítti.,RftlP*t%»líe. Wi^.  d^vtíáhóHéu.  fué. 
E;^  Wft,í^.J^íífs,9gñoctd^iÍpf;qu9  e$.yér- 


i  ...  MMfl^ñni 


265-On  oapitáií  dé  ladlrcftiéí  eft«iiteílaS  Aii-^ 
res.  Escrita  para  ia.j£atria   Arjentina»  por 
Eduardo  Gutiebbbz.    Buenos  Aires.    Admi- 
nietraelmt  de  latPmi^a  AijeátioBM^JSfelgSafla 
nám;  197r  IftTS^' Bn  8^ adiftfu<  cén . 6  grabado^] 
eh^máievá/. 


Narración  de  las  hazañas  del  famaso  Anto- 
nio Larrea,  criminal  que  murió   loco  en  la 

con  un  estudio  frenolój  ico  4^,p;r(>l;9^g^|stf(t'     i 
266— La  Fatriai    Conferencia  dada  en  el  Co- 

i^ne«i«;flm«i«'r^9mr9«  fpr  eo^i  i^^o 

ne^ir49l  difliíBía  4^í>Sí>cowhien4a,|(#(ií4fl^ 
Bj«B9?4fiqp»:po|Pfüi<.í§«»  Rí:!,*^^ 

Aires,  inüprenta  y  litografía  del  Courriér   <í^m 

la  Plata,   San  Martin  2(^.  1879.  En  89,  30  ps. 


i6?^£li9io  fúnebre  4íA  GaoirarMmiw^ 

Miguel  GrrattL  Preonmoíado  leil  BuepKi)^  Ak^ 
Bid6  de  Octubre  idbe  1879^  fpfíüf  A.  l>^u  Vé^h'^^ 
Bseoos  Aires.  loftpdnefttaidelEl  iNaicioq^  Boj 
livar  65  y  6L  l&7a  En  89,  34  ps. 


565— SeleotSons  from  Shakbflpwftfs  jgreaít  ira  - 

S;eay.  Jííacbeth  árrajnged  for  productftín  by 
he  éogjlish  amatéurs  at  the  opera  house^n 
wednésdíiy,  apríl  Sáj,  1879,  '^15  «  anniversairy 
jíf  the  great  author,  capefüHy  reVlsed  and  coi^- 
rected.  This  libretto  cotnprises  all  the  alter- 
ationéj  and  oraissíons  whidí  have  been  tn¿de 
in  the  original  woric.  'Buenos  Aires.  18?9* 
En  8<',  34  ps. 


I    j>  r  1  I  ■• 


869— tóültatuli.  TxQzos  4e  las  c%as  á|^ 
gran  p,ensa,do^  Jiiolandés  Dopwjs^  pfeqKK^ft 
(Mttltatuli).  Traducidos  al  Qa^tdlano  por  A. 
Nahüys.  Buenos  Aii^es.  Imprenta  de  m  Ál- 
bum del  Hogar,  1879.  En  16°,  116  ps. 


íMidtajtgli  {tmcho  he  sufrido)  e^  el  aévidóijiji*- 
lao  de  Dpuw^  Dacfclcei*,  na,ci(jio.en  A<m^tpr- 
.dam  en  ISIQ,  primeír  «lajistrado  w  1845  d« 
.Ldb$^  posesiqn  {hola^^desa  .en  l^iii^laíte  Jwv 
dedicó  &IU  vida  enter,^>a;obtwier;la  |VefQn»ia4« 
Ja^  ie^es  ent^Aoes  vijeniites  fSobre  I^  QolQnÍ2;ar 


—  246  — 

cion  eri  la  Ihdiá,^  soportando  ea  su  empresa 
todojénero  de  humillaciones  y  fatigas. 

Su  primer  jf)ublicacíoá  fué  Max  Havélaar^ 
novela  política;  posteriormente  dio  á  luz  sus 
Ideas,  que  forman  siete  volúmenes. 

«Douwes  Neckker,  dice  un  crítico,  es  una 
voz  que  vibra  constantemente  en  favor  de 
los  derechos  de  la  humanidad,  siempre  viola- 
dlos por  la  codicia  insaciable  de  los  tiranos. 
Sensible  como  pocos  á  los  clamores  del  dolor 
ajeno,  supo  prescindir  délos  halagos  del  po- 
der y  de  las  comodidades  materiales  de  la 
vida»  para'  alxar  su  voz  de  apóstol  en  favor  de 
millpnes  de  colonos  oprimidos  por  la  avari- 
qia  de  gobiernos  sin  pudor.» 

La  presente  traducción,  no  siempre  correc- 
ta ni  cuidada,  abarca  seis  historietas  y  siete 
parábolas,  entresacadas  con  bastante  acierto 
de  las  obras  del  literato .  y  reformador  holan- 
dés. Una  historia  peruana  es  indisputa- 
blemente la  mejor  de  las  narraciones  conteni- 
das en  el  volumen. 


270— La  plegaria  de  un  ángel,  leyenda  reli- 
giosa argentina  dedicada  á  S.  E,  R.  el  Sr. 
Arzobispo  de  Buenos  Aires,  Dr.  D.  Federico 
Aneiros  por  J.  Fernandez  Espadero.  Ilus- 
trado con  lujosas  láminas  litografiadas  á 
dos  tintas,/iibujadas  por  Ventura  Linch  (hijo), 
Miembro  de  varias  Sociedades  artísticas  na- 
cionales y   estrangeras.    Buenos  Aires.TIm- 


—  247  - 

preTita  de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras 
60-Calle  Alsina— 60.  1879.  En  49  menor, 
87  ps. 


271— Ooroaa  fánebreí  Homenage  de  la  Re- 
pública Argentina  á  Miguel  Grau.  Páginas 
sueltas  arregladas  por  Héctor  F.  Várela, 
Buenos  Aires,  Imprenta  de  El  Porteño,  Bel- 
grano  79.  En  8?,  XXII  y  153  ps. 


Contiene  los  artículos  de  la  prensa  del  Rio 
déla  Plata,  con  motivo  dé  la  muerte  de  Grau, 
los  discursos  pronunciados  ante  el  Ministro 
del  Perú  el  día  de  los  funerales  del  héroe,  el 
elojio  fúnebre  de  A.  del  Valle,  otros  artículos 
de  Cañé,  Mitre  y  Vedia  y  José  Hernández,  y 
poesías  de  Carlos  Guido  Spnno,  Silverio  Ro- 
sendo Romero,  Martin  Coronado,  S.  J.  Villa- 
fañe,  E.  Pérez,  Martin  Garcia  Merou,  Benigno 
C.  Diaz,  Enrique  E.  Rivarola  y  Calisto  Uyuela. 


272~0árlo8  Guido  y  Spano;  HOJAS  AL 
VIENTO.  Libro  lírico,  nueva  edición  aumen- 
tada. Buenos  Aires.  Igon  hermanos,  editores. 
Librería  del  Colejio,  Bolívar  nüm.  80.  1879. 
En  49, 338  y  XVI  ps.  Coa  un  retrato  del  autor. 

Buenos  Aires  debería  ruborizarse  un  píoco. 


dehtítuk)  visrirb^emente  ecsaj:erafio  deAtéoas 
suid><*a«iericana^  coqñ  que  la  designan  algqnos; 
escritores  benévolos  pero  irreflecsivos.  Es' 
un  centro  comercial  y  político  mas  bien  que 
una  ciudad  artística  y  literaria.  Los  porteños 
teiKttios^  HO'hay  ^dm,  algo  de  los  atenienses, 
poeqíie  sonaos  impresionables  y  velublesr:, 
pei^o-  nors  f^ltat  1^  cultura,  el  refinamiento  del 
esp&itiiji  q»iie  hacia  de  aquellos  el  puebla  nías 
apto  para  concebir»  para  sentir,^  para  e^re^ 
sar  la  belleza  en  sus  diversas  formas.  Él 
estanciero,  el  comerciante,  elabog§ido,  el  dia- 
rista, el  hom^hre  de  Estado^  so»  Ifosrtípoaen 
q^e^itiUeí^trai  sociabilidad  de  encarna  y  809  991a- 
nifiestai.!  No  es  estrafioquet  suceda  a^í*  Lo$ 
puebioSi  dd  la  mi^ma.  manera  que  k>Sriadiiyi-> 
daoB^v  tratan:  sobre  tod<Q  de^  viviif>*  de  vivir 
seguros  y  Ubres^r  y  eomo  la  industrias,  ^  e^  ¿br- 
mercio^  la  política  son  los  medios  de  obteiier 
la  iiiquesta,  la  3egurídad>  la  libeytad,>preBtaH 
aquielioí^  al  ejercicio  de  estos  medios^  uoa 
atetmiofn  preferentes  y>al  primcipio-^  escliiswa^ 
Sólo  después  de  llenadas  las  primeras  nece- 
sidades, hay  lu^ar  á  condiciones  favorables 
para  la?, producciones  del  espíritu^  destinadas 
á  satisfacer  las  tendencias  artísticas  y  litera- 
ria%i  naíti^rafes  también,  pero  menos  upjjentes. 
Entre  tánto^ justo  es  que^  no  hairáudonos 
todavía  en  aptitud  de  iniciar  un  movimiento 
fecundo  en  las  letras  ó  en  las  artes,  tehusemós 
modestamente  el  calificativo  hiperbólico  con 
q^  nos.  fayQi^^ioe  uqa  benevoleaciff  tacjiablt^^de 


—  a4&  — 

if«f«a.    BoiceaBdad^  no  le  merecemos ;  y  be- 
coo» iBoietutes-lo comprueban  de  unmodoque^, 
pensándolo  bien,  mortiñcaria  nuestra  vanicfadv 
Ha  e^itídxy  ya  ua'mes  desdeaue  se  anunció 
la  a|)orici0n  dé.  las.  poetsiad  ael   Sr,;  Guido, 
poesiacBi  oüya  .eliegaíDcia  y  cuya  Sruavidiad  re*- 
velan,  én  su   aatov  honrosas    afinidiades  con 
esKDS   amables,  poetas,  de  ^uieneíS'  dicC:  la  1^ 
ytenda  ha»bcir  tenido,  en  ia  mfanda^  labios  tan 
duk^s  (njf»^  la»  abejas  los  preferiaaá  Ia&  flores 
para  beber  beh ellos  límapuca y  deliciosa, miel., 
El  libro  tíaicú  no  ha.  pasado»  sin  embargo,  de 
mano  en  nmoo^    Hact  vo^elto  suap¿}jia(}t&  coni'* 
placidos*  uaios   cuantos   lectores  dispuestos 
siempre  á   esperimdntar  las>  emioeioniies  del 
arte;  pero  la  inmensa  niayoria  apenas  ha  de- 
jado caer  una  mirada  indiferente  ó  desdeñosa, 
sobre  esas  ha^a  brillantes  y  perfumadas. 
^  Se  dirá,  tal  vez,»  declinauo^O'  de  toda  preten- 
sión al  aticismo^  que  la  indiferencia  pública 
respecto  de  los<  versos^  del  Sr.  Guido^  se.  es- 
plica  por  el  caráeteF  ecsóüco  de  sus  inspirar 
cienes,  bebidas-  ccHnunmente  en  tiempos  y  m 
paises  muy  lejatu»'  de  los  nuestros.  En  efecto, 
68:  gKÍlgiaif  es  aa%uá,  aunque  fresca,  y  juvenil 
la nñíaar predilecta  diel Sr..  Guido;  pero, á mas 
de   qofi- la  éspücacian   anterior    ^onfírmaria 
iHie9tt*a8  apreciaciones  sobre  el  calificatiyQ  de 
atenienses  que  Uberalmente  se  nos  regala,— f 
deber  consideearseí'  que  no  encuentran  me^jor 
preq[>a«*ado*  el  público^i  en  sa  favop,  los  poetas 
quji  sa  bata,  inspirado,  como  £oiieven?iay  Gur. 


-  250  — 

tierrez,  en  los  espectáculos  de  nuestra,  aatu- 
raleza  y  en  las  peculiaridades  de  nuestra 
vida  social. 

El  Sr  Guido  reside,  pero  no  vive  ea Buenos 
Aires.  \  Sus  versos  reflejan  el  cielo,  lo&  pai- 
sajes, las  mujeres  déla  Grecia.  Myrta,  Oo- 
rin^a,  la  blanca  Arsinóe  no  han  nacido,  por 
cierto,  á  orillas  del  Pla4:a;  y  los  versos  que 
siguen,  al  par  de  muchos  otros,  muestran  el 
esmeró  cariñoso  del  Sr.  Guido  en  reproducir 
el  tipo  favorito  de  la  poesia  griega : 

Fresca  es  el  onda  azul  y  cristalina 
en  que  bajfia.su  cuerpo  de  alabastro, 
la  rubia  Myrta,  al  resplandor  del  astro 
qué  pálido  las  sombras  ilumina. 

La  juventud  divina 
ennoblece  sus  májicos  hechizoSj    . 
mezclando  en  un  conjunto  soberano 
la  grana  tiria  y  el  marfil  indiano. 

Al  desflecar  jentil  sus  blondos  rizos 
por  el  agua  escarchados,  semejaba 
del  rio  una  alba  y  elegante  ondina^       ^ 
que  de  las  grutas  de  coral  se  alzaba 
jugando  en  sus  cristales  movedizos. 

Esta  es,  nos  parece,  la  Venus  inraoptaliaada 
por  la  lira  y  él  cincel  de  los  poetas  yescuHo- 
res  griegos ;  el  ideal  de  la  belleza  femenina  tal 
como  la  concebía  el  arte  pagano:  fresca,  juve- 
nil, lujosa  de  formas  y  atractivos. 

Un  gran  poeta  moderno,  el  majestuoso  Goe- 
the, evocó  en  su  inmenso  poema»  aquélla  He** 
lena  de  contornos  puros  é  irresistible  iseduc*- 


-  251  — 

.  cion,  cantada  por  Homero  al  par  de  los  héroes 
y  los  dioses  de  su  raza.  Nada  superior  á 
ella  encontró  él  autor  del  Fausto  en  la  vasta 
galería  de  la  historia,  conao  no  encontró  un 
tipo  varonil  mas  hermoso  que  el  de  Júpiter^ 
cuya  estatua,  colocada  en  su  jardin,  recreaba 
diariamente  su  mirada. 

¿Quién  negará  que  soií  bellos  los  tipos  m,o* 
delados  por  el  cincel  de  Praxíteles  y  de  Fídias? 
Pero  la  estética  del  paganismo  era  deficiente. 
Los  críticos  mismos  que  se  atreven  á  negar  la 
divinidad  dpi  cristianismo,  como  Ernesto  Re- 
nán, declaran  que  la  estética.pagana  estaba  lé- 
ej  de  comprender  todos  los  aspectos  de  la 
Ueza.  Júpiter  representa  la  majestad  reve- 
lada por   un  organismo  fuerte   y  arnionioso. 
Venus  es  la  perfección  ideal  de  la  mujer  opu- 
lenta de  formas  y  de  encantos.     Pero  los  anti- 
Í;uos  no  sospechaban  que  podia  ser  bello  hasta 
a  sublimidad,  el  tipo  humano  en  las  formas 
que  revistió  Jesús  en  los  dias   de  su   predica- 
ción; ignoraban  que  la  palidez  y  la  deniacracion 
del  ayuno   y  del  martirio,  podian    espresar 
admirablemente  una  belleza  inniortal ;  y  no 
concebían  (^ue  fuera  digna  del  pincel  y  de  la 
lira,  la  vírjen  enfermiza,  cuya  dulce  y  triste 
mirada  penetra  el  alma  de  los  fieles    en  las 
catedrales  italianas.    El    arte    cristiano    ha 
ofrecido  al  mundo  los  tipos  de  una   nueva  y 
sublime  belleza.    No   predomina  en  ellos  el 
elemento  plástico,  favorito  de  los  paganos;  sino 
el  íntimo  y  moral,  velado  por  formas  al  tra- 


-^^2  — 

Tés  de  tes  mal«5  itvadía  un  puro  y  ámwy§te^  , 
platidor. 

M  Si*.  >GaMt>  tmne  simpatía  especial  poír  Ia 
belleza  p^lástioá;  y  gran  parte  da  sus  vecsios 
podrían  dtarse'Gomo  ejen»|Mio  de  la  fleosibilidM 
y  riqueza  de  la  palabra  <que  dá  á  laipoesá«^á 
mas  de  los  encantos  de  la  :músiea)  los  enesnr 
tos  de  la  piritut^av  de  la  estatuaria*  iiuol^as 
ctyñn|>o^leion6S  dm  Sr.  «Gcado  son  ^«rdaiieMs 
cuadro^:  el  lector  no  x^onci^be  ¡por bHas  lel  ^pai^ 
saje:  \b  peroibe,  te  ve.  Otras,  ynopoeas, 
muestran  las  fígarais  con  dineas  y  irdi^e^iw 
tíiareados,  que  la  páji»a  >desapareM  :y  tnos 
hallamos ^n  presencia  de  laestátua.^idoaiadai 
Yecés  porttn  rayo  deihiztxpmo  esas  eseuifau^ 
ras  de  Fldias  ^e  él  sol  paneaiaiaiiimar  oé  la 
bellísima  Atenas. 

Eñ  t)tras  ^ocasiones  f^  ^  y a^noa  éSéátua  to 

aue  el  poeta  nos  presenta'^*  es  una  soaewd  jr 
elicada  criditura,  prácsímia  á  desaparecer  Bh 
el  aire  con  la  nubeiiijera  t^ue^ñota  «ea  ^  Usttl 
deítjiélo: 

¿OMoceisála  bellay  tienta  Amira? 
^ué  belleza,  qué  flor,  qué  luz,  (sruéifuegoJ 
6u  andar'  se  «ajusta  aj  tritmo  4e la  lira; 
•hay  en  su  voz  la  saavidad  denn  nuega 

El  flamenco  nadando  en  la  laguna 
entre  el  verde  juncal,  no  es  mas>galiwdo^* 
espira  un  suave  resplandor  de  tonfa^ 
tiene  ?  a  f resoa  palidez  del  nardo. 

Hace  soñara  la  mente  se  <2olora 
de  su  candor  al  virjinai  destello ; 


—  2&3  — 

se  sueña  tóú  las  pófeás,  con  la  aü^á^a^ 
con  las  hebras  de  luz  de  su  cabello. 

Parece  que  uiri  espíritu  celeste 
siáfüjéndola  invisible  la  perfuma, 
y  (Jiié  sü  blanca  y  ondulante  veste 
póí  él  airé  ajitadét,  hiciet^a  esputüá. 
.  Ayer  iá  vi  pasar  en  lóritáitlán^a 
é  imajinó  mí  alma  entristecida, 
era  el  ánjel  de  la  üítimá  esperafa¿á 
quéi buscaba  él  se|^ulcrb  dé  lá vida! 
.Hay  en  los  versos  del  Sr.  Guido  sobré  eíf 
amor— el  Viejp  tema  siempre  íiuevo— la  tolup- 
tuQsidad  dé  los  griegos,  el  jilacér  reJítiíVcrór 
mas  biéri  qué  los  arranques  impetuoáps  dé 
la  pasión  desbordante.    El  Sr.  Guido  ñü  l^ébé 
á  íargós  sorbos  el  yinb  jétlerbso,  entre  él  ^bU- 
Uicíó  dé  lá  orjiá:  lo  bebé  eñ  copa  cihdéífeKÍál 
entre  guávés  aímonias,  delicada  y  stíbriáttifeh- 
té, .  Nó,  pertenece  á  lá  familia  de  poetas  cdVb 


coA'  Ms  jüiáno's  enanchadas.  Algü'tióá  Véií&óS 
del  Sr.  GüidOj  pocos,  iñuy  pocos,  espreáah  éí 
fenómeno  fisiolójico  en  que  «la  sangi*e  hiet^rq^ 
la  mirada  íánzá  relámpagos»  y  un  placehtéro 
vértigo  nos  conmueve ;  pero  la  Sensualidad  sé 
halla  templada  en  elíoá  por  la  gracia ;  y  él  ati- 
cismo salva  al  poeta  de  caer  en  lá  groséha. 
Por  lo  que  toeá  ái  sentimiento,  á  la  pasiotí  qué 
se  compone,  c'omo  há  dicho  Víctor  Hügtl.  dé 
los  estremeciniíéhtós  üe  la  cártié  y  M  Stfénb^ 


-  254  -- 

del  alma— el  Sn  Guido  no  ha  cantado  especial- 
mente el  amor  delirante,  el  anhelo,  el  afán 
que  nos  absorbe,, nos  martiriza,  no^  encanta; 
el  incendio  q^ue  abrasa  el  cuerpo  y  el  alma; 
la  poderosa,  irresistible  seducción  de  la  mira- 
da, del  suspiro,  de  la  lágrima  que  sólo  una 
mujer  posee;  el  tibio  aliento  que  perfuma  la 
vida,  los  tiernos  y  brillantes  ojos  que  nos 
muestran  un  cielo  desconocido,  y  el  besó  que 
lo  transporta  al  corazón.  No  ha  cantado,  á  lo 
menos  con  frecuencia,  el  ardiente  y  sublime 
delirio  que  la  tierra  en  un  edén  transfor- 
ma, sino  el  sentimiento  en  formas  vaporo- 
sas, y,  por  lo  regular,  suavizado  todavia  'en 
las  visiones  de  amabjes  recuerdos.  Este  es 
el  tono,  el  matiz  favorito  del  Sr.  Guido;  y 
ninguno  de  nuestros  poetas  le  aventaja  cuan- 
do hace  vibrar  suavemente  esa  cuerda  de  su 
lira  armoniosa.  Ha  espresado  el  amor  que 
vive  de  recuerdos  y  se  cubre  con  los  velos  dé 
la  melancolía,  ó  el  amor  tranquilo  ya,  después 
de  satisfecho;  y  lo  ha  cantado  con  una  deli- 
cadeza, con  yna  suavidad  y  una  dulzura,  que 
sólo  pueden  sentir  las  almas  escojidas: 

j  Oh  querida  !  jamás  mi  labio  pudo 
decirtercuáqto  te  amo !  en  mi  pasión 
te  he  dóntemplado  palpitante  y  mudo, 
de  mi  noche  sin  fin  candido  sol. 

Místico  velo  mi  cariño  ha  sido 
coi|^  que  oculté  celoso  tu  beldad ; 
en'  mi  alma  tu  amor  así  ha  crecido 
como  esquisita  flor  en  un  fanal. 


.      —  255  — 

Nunca  se  oyó  en  mis  himnos  profanado 
tu  dulce  nombre ;  altivo  desdeñé 
comprar^  en  tus  encantos  inspirado, 
para  mi  frente  pálida  un  laurel. 

La  gloria  está  en  tu  amor;  sordo  á  la  fama 

3 ulero  oscuro  á  tu  lado  ser  feliz; 
e  mi  afecto  veraz  la  interna  llama 
sólo  arde,  sólo  alumbra  para  tí, 

íQué  da  á  los  hombres  la  ventura  ajena? 
Irá  á  cantar  en  el  festin  mi  voz, 
que  es  una  copa  de  perfumes  llena 
en  que  impregnada  estás,  tu  corazón? 

Ignore  el  miíndo  tu  belleza,  ignore 
cuanto  hay  en  tí  de  suave,  de  ideal; 
que  su  contacto  impuro  no  desflore 
de  tu  sien  la  guirnalda  de  azahar. 

Eterna  vive  en  la  memoria  Elvira 
de  los  siglos,  y  Laura  y  Beatriz, 
dulces  astros  de  amor  en  que  se  inspira 
la  mente  audaz,  el  estro  j  uvenil. 

Yo  (juiero  para  tí  sombra  y  sijilo, 
y  arrojando  en  los  mirtos  el  iaud, 
vivir,  morir  amándote,  y  tranquilo 
irá  aguardarte  á  la  rejion  de  luz  ! 

La  musa  del  Sr.  Guido  se  mantiene,  con 
noble  actitud,  en  una  rejion  serena  desde  la 
cual  se  descubren  hermosas  perspectivas,  y 
donde  la  pasión,  perdiendo  su  intemperancia, 
llega  á  transformarse  en  dulce  y  apacible 
sentimiento.  La  musa  del  Sr.  Guido  no  se 
deleita  en  placeres  groseros,  ni  se  abisma  en 
dolores   profundos,  no   rie,  'ni  se  desespera 


—  256  — 

Una  l^inm  pura  y  brillante  se  desliza  á  vqqbs 
por  su  niejilija , apenas  cdlond ja,  pero  se  can- 
vierte  luego  en  sonrisa,  y  sus  láDÍDs  perfuma- 
dos modulan  sienipre  uria  plácida.'  encarltiá- 
dora  armqnjijBt. 

El  Sr.  Guido  es  clásico  por  la  corrección  de 
la  forma  y  por  la  simpatía  que  profesa  á'í^ 
belleza  plástica,  pero  síi  inspiración  vuela,  ¿n 
algunas  ppgsia$,  á  payojr  altura  que  lá  inspi- 
ración pagana ;  y  q1  sentiiniento  que  se  eleva 
en  sus  estrofas  es  mas  noble  y  mas  tierno 
que  el  sefítirpiento  espresado  en  los  versps  de 
los  poetas  antiguo?. 

El  ideal  de  los  antigaos  era  la  realidad,  la 
naturaleza  eJÍQyada  á  la  perfección;  el  ídéál'del 
cristianismo  no  cabe  en  el  mundo;  y  ciíai^do 
el  artista,  después  de  concebirlo  vuelve  iQ^tpi- 
radaá  la  naturaleza,  no  la  ve  ya  coma  él  tipo 
supremo  (^e la  belleza,  contempla  ese  tipo  mas 
allá  de  los  mares  y  de  Ips  astros,  y  sólo  en- 
cuentra en  el  universo  pálidos  reflejos  'de  su 
lumbre  inmortal.  De  la  contemplación  dé  ese 
ideal  superior  ha  nacido  el  bello  5=^ontim¡eritp  de 
la  melancolía,  especie  de  trisi  j¿ia  puya  sbpa- 
bra  cruza  ,^1  rayo  divino  de  Ja  esperanza^  á  la 
cíial 'ha  consagrado  el  Sr.  Guido  los  siguiQn- 
tes  vérsps  donde  se  revela  en  fofrpas  clásicas, 
una  inspiración  verdaderamente  cristiana : ' 
;Iia  esperanza !  sublime,  íntimo  anhelo, 

aspiración  ideal,  indefinida, 

qi;e  ¡eleva, al  hombre  de  la  tiierra.al  cielo 

.en  §ÍjgL^  jje  la  férvida  ilusión; 


~  257  - 

llama- vivap  que  lenta  nos  consume 
al  par  que  alumbra  el  Cjampo  ^ie  la  vida, 
y  que  en  vapor  disuelve  y  en  perfume 
la  savia  del  ardiente  corazón. 

Espíritu  jentil,  en  la  mirada 
áplá  púíiica  vírjen  resplaAdece, 
en  la  frente  del  héroe  laureada, 
del  labrador  en  el  humilde  ho^ar; 
la  estrella  enciende  del  proscrito  errante 
(jue  de  la  patria  lejos  desfallece, 
yál  náufrago  en  su  barca  zozobrante  • 
soátíenéyguiaen  el  rusiente  mar. 

i  iPlpr  inmortal !  regada  con, el  llanto, 
de  que  es  el  alma  inagotable  mina, 
seícreto  numen,  misterioso  encanto, 
lámpara ^a^sid.a  ^  ía  sagrada  crnzí 
¿qué.corazpn  tu  influjo  no  ha  sentidp? 
í\ix  c,ía,ridád  qué  sombras  no  ilumina, 
si  hasta  en  la  densa  noche  del  olvido 
A^9P  íjenetra  t^i  bendita  luz? 

Sonando  eji  piorvenir  que  les  predices, 
te  acarj^ci^n  los  pálidos  mortales, 
y  en  .^ú  corcel  sintiéndose  infelices, 
^d.etu  hue^a  ^nhélante  van  en  pos. 
<  ¡  Mas  allá  i  >  les  repites,  el  vacio 
les  cerca,  y  con  tus  velos  virjinales 
benigna  oqultas  s^i  sepulcro  frió, 
y  aJzas  de  áílí  su  espíritu  hasta  Dios !,, . 

Cuando  todo  perezca.,  cuándo  eí  mundo 
desquiciado  retiemble  en  el  espacio, ' 
y  s^. hunda  del  caos  en  lo  profundó, 
tú  aun  vivirás  unjida  por  la  fé, 


—  258  — 

como  una  joven  reina  destronada 

contemplando  en  ruinas  su  palacio, 

ó  te  alzarás  al  cielo  inmaculada, 

cual  la  blanca  paloma  de  ÍToé ! 

Los  sentimientos  del  hogar  han  inspirado 
al  Sr.  Guido  sentidos  y  bellos  versos,  en  los 
cuales  se  percibe,  como  en  los  ya  transcritos, 
la  influencia  cristiana  y  se  vislumbra  el  mun- 
do imperecedero  donde  los  nobles  afectos  que 
nos  ligan  con  los  seres  amados,  se  prolongan 
y  derraman,  semejantes  á  hermosos  ríos,  en  el 
inmenso  mar  del  infinito.  Esos  tiernos  senti- 
mientos déla  familia  que  el  poeta  alberga  no- 
blemente en  su  corazón,  dan  á  su  poesía  un 
nuevo  color  y  un  nuevo  tono  que  no  se  hallan 
en  la  poesía  antigua;  y  los  versos  consagra- 
dos á  su  padre,  patri  carissimOy  ala  digna  y 
cariñosa  madre  que  fué  para  él  una  providen- 
cia, á  sus  hijos  y  á  su  fiel  compañera,— están 
impregnados  de  ternura  y  tienen  la  belleza 
auístera  que  imprime  la  idea  del  deber  á  las 
riíanifestaciones  del  pensamiento  y  del  cora- 
zón. Pueden  citarse  para  comprobar  esta 
apreciación,  y  entre  muchas  otras,  las  siguien- 
tes estrofas : 

Bella  es  la  vida  que  á  la  sombra  pasa 
del  heredado  hogar ;  el  hombre  fuerte 
contra  el  áspero  embate  de  la  suerte 
puede  allí  abroquelarse  en  su  virtud; 
si  es  duro  el  tiempo  y  la  fortuna  escasa, 
si  el  aéreo  castillo  viene  abajo,    ' 


—  259  — 

íueda  la  noble  lucha  del  trabajo, 
la  esperanza,  el  amor,  la  juventud. 
Hijos,  venid  en  derredor,  acuda 
vuestra  madre  también !  fiel  compañera ! 
y  levantad  á  Dios  con  fé  sincera 
vuestra  ferviente,  candida  oración ;     .  ' 
líl  es  quien  nos  reúne  y  nos  escuda, 

Juien  puso  en  vuestros  labios  la  sonrisa, 
a  su  aroma  á  la  flor,  vuelo  ala  brisa, 
luz  á  los  astros,  paz  al  corazón  ! 

Después  de  la  fatiga  y  del  naufrajío, 
ansio  rodeárnie  de  cariños; 
la  serena  inocencia  de  los  niños  ' 

déla  herida  mortal  calma  el  dolor. 
Es  para  el  porvenir  dulce  presajio 
que  al  hombre  con  el  mundo  reconcilia, 
el  ver  crecer  en  torno  la  familia 
bajo  las  santas  leyes  del  amor  1 

El  vano  orgullo;  la  ambición  insana, 
aspiren  á  las  pompas  de  la  tierra, 
su  nombre  ilustre  en  la  sangrienta  guerra 
lleno  de  ehcono  el  bárbaro  adalid; 
nuestra  misión  es,  hijos,  mas  cristiana : 
amar  la  caridad,  amar  la  ciencia; 
puras  las  manos,  pura  la  conciencia, 
dar  el  licor  á  quien  nos  dio  la  vid ! 
El  Sr.  Guido  ha  dedicado  á  la  memoria  de 
un  amigo  querido,  ima  tierna  y  bellísima  ele- 
jia,  escrita   en  idioma  portugués,  y  que  éri 
nuestro  concepto .  pertenece  al  número  do  las 
mas  notables  composiciones  del  libro  lírico, 
por  la  espontaneidad  del  sentimiento,  por  la 


--  260  - 

majestuosa  efeVacióh  d'e  láá  ideas  ^Iftáp^Ch- 
piada  entonación  del  verso  due  parejeé  Jetóir 
y  suspirar  én  todas  las  estrofas.    ¿Qué  poeta 
.  elejíaco  ctesdeñariá  éstos  acentos? 
Tua  rnpdestia  e  fé,  a  resignada 
confianza  has  promesas  do  futuijo, 
a  atmofephQrá  serena  con  ¿jue  luzi'áó 
teus  perisamentos  plácidos  e  belloá; 
acalma váo  con  maiica  infl*uehciá 
os  ímpetus  qiie  entáo  nié  arremega^áb 
á  lángar  meú  batel  em  ^alá  ornado 
de  alegres  baiídeirolás,  de  griñaldáís 
no  pelago  fervente  dos  prazeréá. 
¿Quantas  veces  á  destrá  me  estenáestíe 
in  io  cegó  a  arrojar-mé  ao  precipicio? 
¿Quántas  o  tau  acento  insinuante 
veio  acord^ir  minha  razaó  bubladá 
na  einbria^uez  das  paixoes  tumultuoéÜ? 
Tutoorfeste,  porem,  e  éu  Vivó  áindaf 

guncfi  máis  te  verei  I  feliz,  quena  sabé'í 
e  ádorñfiecéres  na  estagáo  benigna 
E  em  plena  folhagém,  de  sumirte 
Nó  océano  do  infinito,  como  una  astro. 
A  desiBtjáiar  no  resplandor  da  aurora  í  . .  , 
La  invasión  lanzada  coiitra  Méjico  por  l^a- 
pplepn^IIIy  la  desastrosa  guerra  que  ha  ter- 
minado en  Francia  con  los  horrqr^s  dé    la 
Comuna,    inspiraron  al    Sr.    GülÜo'^  Versos 
donde  resuena,  á  veces,  la  nota  marcial  du|i 
^óío  brota  de  las  cuerdas  de  brohcj^  anadie  a3 
¿jla  lira  por  los  poetas  para  maldecir  ái  'os 
tiranos;  pero  ño  son  los  versos  guerreros  \o% 


-^  861  - 

que  muestran  la  vena  mas  abundante  de  ins- 
piración en  el  cantor  de  Amira. 

Tampoco   revelan  las  estrofas  que  llevan 
por  tituló  Adelante  (palabra  de  orden  del  pue- 
blo norte-americano)  la  índole  de  su  poesia, 
contemplativa  en  vez  de  militante,  lo  cual  no 
impide,  sin  embargo,   que  algunas   de  esas 
estrofas  hagan  recordar  el  salmo  varonil  y 
magestuoso  de  Longfellow.    A  este  respecto, 
nos  hallamos  de  acuerdo  con  el  poeta,  quien 
se  ha  juzgado  á  sí  mismo  en  los  siguientes 
versos,  eme  son  loa  últimos  que  transcribimos 
y  cuya  belleza  fescede  4  todo  elojio: 
La  selva  dijo  á  un  ave: 
¿O  uando  levantas 
tu  voz  en  la  espesura, 
lloras  ó  cantas? 
Contestó  aquella: 
—Se  confunden  mis  himnos 
con  mis  querellasl 

A  una  harpa  eoliana 
preguntó  el  viento: 
¿por  quié,  di,  cuando  paso 
das  uu  lamento? 

Y  habló  así  el  harpa 
—En  mis  cuerdas  suspiran  : 
de  amor  las  hadas! 
Al  rio  dijo  un  sauce: 
— Triste  murmuras 
y  entre  flores  deslizas 
tus  aguas  puras. 
Sollozó  el  rio 


-m  - 

-rr|AylsauA^  tuno  sabes: 
coTFQ  al  abismo! 
Dijo  q1  campo  á  la  lluvia: 
¿Efe  4óude  í^ana 
,    la  fuentQ  de  tu  llanto 
quiem^  ffiígalana? 

f-rProta  en  tuv^eiKíi 
OOntiesí^l^^  nía  n^tr^  .    . 

tu  ílulce  aUentoJ 
Cqído  qI  avQ  y  el  barpa 
y- el  claFO  rio, 
mentidos  son  Ips  eifps 
del  Qápta  mío; 

Comp  Ift  lluvia 
con  que  riegei  la$  flo^o» 
,1a  ñuD^  pscnra ! 
Una  tendencia  natural  ba  Uev^dQ  al  Sr. 
Guido  á  traducir  algunp^  fragmeptpg  de  poe- 
tas griegos  y  dps  hermosop  cantos  de  La- 
martine, tributando  así  ^1  hom^naJQ  de  una 
simpatía  respet^písa  á  sus  i^aestros,  ó,  mejor 
dicho,  á  sus  parientes  ep  la  familia  4^  los  ins- 
pirados. El  3r.  Guido  es,:  en  reaU4ad,  un 
poeta  ecléctico,  si  se  nosr  permita  e\  proáíais- 
mo  de  la  espresiop:  ha  tomadlo  á  veces  la 
naturalista  por  el  ideal,  coqap  los  griegos,  y  en 
otras  ocasiones  sólo  ha  visto  en  ella  un  sím- 
bolo de  aquel.  Sp  ha  dpl^ítadp  enaltando  la 
luz  de  los  astros,  el  perfuma  de  la^  flores,  la 
belleza  de  Venus  al  suvjii'  spbr^  la  ola  azul 
y  trasparente;  y  conterpplanda  luiego  ^li infinito, 
sintiendo  la  vaga  melauoplia  que  ha  inspirado 


-   863  - 

á  LáttrártiM  ^ús  tú&i&  bétlietd  €^trGrftl&,  btit  VÓ4. 
lado  en  alas  de  la  espefan^a  &  la  rtajioti^tí^ 
blime,  ec^halando  liuévas  y  mas  futas  amto- 

PÉBRd  GoYtí^Á 


278-Póéditó  íe  Jüán  Ona  V^íélá  y  tefe  tea- 
je/liáis  Dtdo  y  Áfgia  del  ttiisttio.  áutcyr.  Biiénd^ 
Aires.  Impfeíitá  úé  La  Ti*ibüná,  Víctóriéí 
ndm.  37.  1*79.  En  8<',  486  ps. 

Bl  iHyctof  B.  Jüto  María  Gutiérrez  dédícé 
utt  líbr<>  entero  al  estudio  de  la  persona  y 
obras  tlel  literato  aijentino  Don  Jüaatt  d^Iá 
Crüás  Vareíá,  cuyas  poesías,  reunidtó  p<»t  el 
étutor  y  prontas  p^t**  darse  á  la  piensa  desdé 
I8S1,  aeaban  por  fin  de  Ter  la  luz  púbHoa^  éñ 
tíegámte,  aunque  no  muy  correcta  edición. 
Pero  una  obra,  y  mucho  más  una  obra  dié 
crítica,  es  un  hombre,  lo  mismo  para  ZoUa.  tjüé 
para  el  más  puro  espiritualista;  y  «  &  través  dé 
ella  se  descuore  un  tettiperamento.  mi  acento 
particular  y  único.»  A  través  dd  libro  de  dn-í- 
tíerrez  se  vé  ai  partidista  Resaltado,  al  amigó 
compladi'ónte,  une  engaña  suS  convictíoneiS 
literarias  y  su  buen  sentido  estético,  ton  lá 
amadora  que  provoca  el  rectíerdo  dé  la  espa,- 
triaicrón  y  con  los  gratos  solaces  de  una  arhis^ 
tad  casi  tradicional,  interrumpida  sólo  ñor  lá 
muerte.  Sin  embargó,  ios  versos  de  Várela 
llegan  á  tiempo  de  ser  imparóiklmente  juzga- 


—  ,264  — 

do3  por  los  que  no  hab  recibido,  herencia  de 
afectos  ó  prevenciones.  , 

Los  últimos  estertores  del  clasicismo  espa-< 
ñoL  repercutiendo  en  los  claustros  sombríos 
de  la  Universidad  de  Córdoba,  debian  produ- 
cir una  poesia  muy  pálida,  muy,  incolora,  si 
es  dado  llamar  poesia  á  la  vacuidad  de  ideas 
suplida  por  manoseadas  formas  retóricas,  á 
lar  frialdad  de  sentimientos  mal  encubierta 
con  los  nombres  de  mujer  que  han  Sgurado 
én  las  églogas  de  todos  los  tiempos.  Tales 
son  los  caracteres  de  la  poesia  erótica  de  Juan 
Cruz  Várela,  desde  el  primero  hasta  el  último 
de  sus  versos  á  Laura  y  á  Delía;  desde  los 
fragmentos  de  La  Elvira  \xQ.siQ,\á  Corona  de 
Mayó — crónica  rimada  en  que  se  da  cuenta 
del  desempeño  de  Doña  Carmen  Madero,  pona 
Micaela  Darragueira,  Esnaola  y  otros  afiioio- 
nados  en  la  función  de  música  y  cantó  cqn 
que  una  sociedad  filarmónica  celebró  el  ani- 
versario de  nuestra  emancipación.  .  El  Doctor 
Gutiérrez  dice— p.  239-40— que  «no  se  puede 
leer  sin  interés  y  sin  emoción,  en  lo§  dias  ac- 
túales, tan  lejanos  de  aquéllos»,  esta  apájiua 
en  relieve  de  la  crónica  bonaerense»!  Parece 
que  los  tiempos  modificasen  las  uociones  ^  los 
sentimientos... 

La  Elvira  contloiie  una  estrofa  que  no 
merece,  ciertameiite,  el  suplicio  de  vivir  per- 
dida entre  las  demás: 

Tiemble  la  hermosa,  cuando,  sola,  al  lado 

de  su  querido  el  corazou  le  lata;  .    , 


—  265  — 

que  contra  el  ruego  de  un  amante  amado 
es  imposible  que  el  rubor  combata. 
El  primer  beso,  á  la  modestia  hurtado, 
el  primer  nudo  del  pudor  desata,* 
y,  arrancada  á  la  flor  la  primer  hoja, 
el  hálito  del  aire  la  deshoja. 
La  inspiración  satírica  de  Várela  respira 
atmósferas  españolas;  no  es  precursora  de  los 
yambos  ni  de  m  castigos;  pero  tampoco  carece 
de  mérito,  especialmente  en  los  epigramas, 
ha  presente   colección  ofrece  pocos,  dignos, 
sin   embargo,    del   autor  de  aquella  fáflcxosa 
quintilla  popularmente  repetida: 

Entró  una  nariz  primero, 

luego  una  ala  de  sombrero, 

después  dos  cejas  pasaron,     .  - 

y  de  tantos  como  entraron, 

don  Diego  Olmos  fué  el  postrero.     . 

«Con  estos  cinco  rasgos»,  dice  Gutiérrez  y 
esta  vez  con  fundamento,  habióla  trazado  Goya 
el  mejor  desús  caprichos.» 

Los  cantos  patrióticos  y  de  carácter  elevado 
forman  la  base  de  la  reputación  literaria  de 
Don  Juan  Cruz  Várela;  y  séame  permitido 
pasar  por  alto  las  canciones:  las  he  leidQ 
todas!  '  . 

Quintana  es  el  gian  modelo;  pero  los  jmita- 
dores  de  la  época  están  muy  abajo  de  Cien- 
fuegos.  Várela  tiene  también  una  oda  sol)re 
la  invención  y  libertad  de  la  imjfrenta  y  oírdi 
ala  paz;  ambas  con  rera.iniscencias  bastante 


~   266  -r 

visibles  del  ilustré  cantor  españoL    Este  dice 
en  su  oda  ¿^  2a  pa;?,  jpor  ejemplo: 

«. .  f  .la  espada  ociosa 

entre  el  polvo  y  orín  se  consiimia ;  > 
y  Várela: 

€... laérá 

en  que  ociosa  la  espada 

del  tnobo  y  del  orín  se  consxftñiéra.  * 
Laptofecía  de  la  qrandeza  dé  BukiWós  Aires 
corre  parejas  con  íá  GoroHa  de  Mayo,  citada 
más  arriba.  Con  decir  qué  e)  título  primitivo 
de  láprtfeúia  era— ^  Buenos  AireB  can  motiw 
de  los  trabajos  hidráulicos  ordenadoé  por  el 
Gobierno  y— nadsi  hay  que  agregar,  salvo  una 
sonrisa  de  ÍAtelijenieía  é,  los  co;xientarjos  afa- 
nosos del  Doctor  Gutiérrez,  encantado  de  que 
Várela  ayudase  la  obra  rejeoeradara  del  mi- 
nisterio de  «de  Eivadavia,  escribiendo  una  oda 
á  cada  nuevo  decreto  administrativo.  Sin 
embargo,  estoy  seguro  que  el  Dr.  Gutiérrez 
encontró  razón  á  Milsand  que  há  observado 
que  el  romanticismo  es  también  la  libertad. 

En  cambio  délas  malas  ó  vulgares  produc- 
ciones qne  acabo  de  recorrer  á  todo  vuelo,  y 
como  para  borrar  la  dura  impresión  qire  deben 
dejar  étt  el  ánimo  prevenido  por  las  alabanzas 
prodigadas  sin  meáida  á  nuestros  clásicos,  tai 
más  tímenos  que  si  hubiera  sido  dado  alcanzar 
eütí*e  Qosolros  la  evolución  completa  de  una 

escuea  para  obtener  sus  frutos  sazonados, 

pasai!  á  la  vista  algunos  pocos  cantos  de  for- 
ma sonora  y  a  cabaaa,  de  intención  filosófica 


-  867  - 

ée  sentimiento  patñátieo»  JQ<|  wff^síim» 
reflej|a  la  ajitacion  de  la  época,  las  ideas^  del  • 
s%teX VIII,  qi*e  filaron  1é^  leche  que  amamantp 
álos  hombres  de  nuestra  epopeya»  ^R  luch^ 
franca  eon  la  peacoion  cat<^iqa  a^orrad^i  ^  I^^ 
ninoias  preQcapacloae3»  La  epístola  á  ^^' 
tnaim  la  muerte  de  un  hernaano  ti^ne  fr^igr 
taentos  majistrales. 

El  Gtmto  d  Lima^  libertada  por  el  ejiército 
efe,  Sao  Martin,  cuand0-r 

.  • . ,  •  ,0l  ruiáo 
del  último  eslabón  d^  la  Qad^n^ 
en  tronos  dividido 
am^renta  y  aterra 
ár  todos  los  tiranos  déla  tiwra^ 
a^solenune,  bien  sostenido,  conceptuoso  y  dig- 
jio,  en  fia,  del  capitán  americanoi  á  ^^tremb 
dé  hacer  perdonable  la  vanidad  con  qu^  el 
poeta  hablai  de  sus  propias  estrofas^: 
De^  todo  triunfa  ei  tiempo;  sin  las  mu^as 
un  héroe  ál  fin  no  es  íxéroe;  que  perdido 
deba  quedar  m  nombre  en  las  confusa3 
tinieblas  del  olvido, 
si  el  sonoroso  verso 
iia recuerda  su  gloria  al  univ-erso*: 
Es  sensible  que  loa  editoras  ao  hayan  in- 
eluido  en  el  libro  los  tercetos  al  ^^  de  M(¡f>yo 
ée  J8S8  en  JBmnos  Aires,  qu^  empiezan  con 

el  verso  conocido: 

Ya  raya  la  aurora  del  di  a  de  Mayo, 
porque,  en  medio  de  sus  muchos  defectos, 
tmnm  un  colorido  inimitable,  como  si  los 


—  268  — 

bañase  el  primer  rayo  del  fúljido  soL  Estos 
tercetos  se  encuentran  en  la  América  poética, 
editada  en  Chile,  y  envarias  otras  colecciones 
que  corren  hoy  de  mano  en  mano. 

Descuella  entre  las  piezas  líricas  de  Várela 
de  mayores  briosy  ae  más  largo  aliento,  de 
entusiasmo  más  grandioso  é  imájenes  más 
valientes,  el  canto  á  Itvzainffó,  La  voa  de  las 
pasiones  nobles  y  la  voz  de  la  indignación  — 
la  patria  que  vence,  y  el  Brasil,  esto  es,  la 
perpetua  imájen  de  la  tirania  en  América, — 
suenan  confusamente  en  los  versos  más  llenos, 
en  las  estrofas  más  rotundas  que  ha  elabo- 
rado el  clasicismo  arjentino.  El  canto  Vírico 
á  Itussaingé  rivaliza  con  el  canto  á  Jumn.  Si 
Várela  nó  hubiese  dejado  subsistir  otra  cosa, 
su  nombre  fraternizaría  con  el  de -Olmedo; 
pero. . .  •Bdleau  preguntó  á  Chapelle  qué  pen- 
saba de  su  estilo;  y  Chapelle  le  contestó: 
eres  un  buey  que  abre  bien  el  surco: — in- 
menso elojiol  porque  el  buey  que  está  cons- 
tantemente uncido  y  obligado  á  arrastrar  el 
arado  sin  descanso,  rara  vez  abre  bien  un 
surco,  es  dacir,  con  igualdad,  con  profundi- 
dad, en  la  tierra  potencialmente  fecunda,  pero 
todavía  dura.de las  literaturas  vírjenes.  «El 
tieihpo,  dice  Fontenelle,  no  forma  sino  los 
sabios ;  el  jenio  crea  los  filósofos  y  los  poe- 
tas. » 


279— Adolfo  Mitreí— Fragmento  del  poetóa 


—  289  .- 

nAlbMm»  de  T.  Gautisr,  con  una  iv^tto'- 
dttCcioD  de  Miguel  Cañé.  Buenos  Airea.  Im^ 
prenta  de  la  Nación,  calle  San  Martin  núm. 
208.  1879.    En  169,  VIII  y  10  ps. 


Bstá  éfá(}Ui^1ía  tt*iadd(idon    del   tíí&é   bello 

Sasaje  del  Albertú^,  compi'éñdé  hs  estirofaís 
XIX  y  siguientes  hasta  la  LVII  inclusive,  y 
va  precedida  de  unos  delicados  párrafos  de 
Bfiguél  Cañé,  que  realzan  el  memo  del  joven 
poeta  aTJ  entino,  digno  intéí^rete  del  tnftéiát^o 
francés. 


280-Oartfr  Prancesoó  SiJdttii  II  óüínto  tt^t^tk 
di  Ctó-rlo  Ettcíha.  (Estfatto  dell^  ^  Pátrtit  * 
ílúm.  \%^.  Buenos  Aires.  Tip.,  Ktogfaftíi  é 
líbiv  La  Patria.  Cuyo  79.  1879.  En  169,  llp«. 


íífil"-á4ol&  Mitre.  To  die,  tóál$&l'  P<>9a¡A 
lírica,  18791  Tip,  Litografiia  «  Lafatt^ía»^ 
Cuyo  79.    Buenos  Aires.    En  169,  de  16  pá. 

Sólo  se  háú  tidado  diez  ejemplares  de  e&ta 
bella  poesia  dedicada  á  Miguel  Cañé. 


i  'lá 1 1 


282-*nBn8ay^6|)ioétioo8  pM  CUusiro  Ovuiiii^ 


-,  270  — 

hijo.    Buenos  Aires.  Impréiita  de  M.  Biedma 
calle  BeJgrano  135.  1879.  En  4o  menor,  28  ps 


288— Martiniano  F.  Leguizamon.  La  bandera 
de  los  Andes  (fantasia).  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de .  La  Tribuna^  calle  Victoria  núm.  37. 
1878.    Folleto  en  32°,  .14  ps. 


Hay  error  en  la  fecha  de  la  carátula,  pues 
la  impresión  es  del  año  1879.  , 


284— La  vuelta  de  Martin  Fierro  por  José 
Herhandez.  Primera  edición,  adornada  con 
diez  láminas.  Se  vende  en  todas  las  librerías 
de  Buenos  Aires.  Depósito  central:  Librería 
del  Plata,  calle  Tacuarí  17.  1879.  En  49,  60  ps. 

La  vuelta  de  Martin  Fierro  es  el  segundo 
trabajo  de  D.  Josk  Hernández  en  el  jénero  de 
literatura  popular  que  canta  las  desgracias  y 
aventuras  del  paisano  arjentino,  y  al  que 
parece  haber  dedicado  por  completo  los  dotes 
de  observación  que  inaudablemente  posee,  y 
el  estudio  que  tiene  hecho  de  las  necesidades 
de  nuestras  campañas. 

Su  primer  trabajo  lleva  el  título  de  JfaWtff 
Fierro.  La  vuelta  es  hasta  cierto  punto  infe- 
rior en  el  desenvolvimiento  de  los  sucesos,  de- 


—  271  — 

morados  por  estensos  párrafos  de  enseñanza 
moral  con  pronunciado  carácter  didáctico. 
Parece  que  el  autor  se  hubiese  preocupado 
de  borrar  la  mal£^  impresión  que  su  primer 
libro  deja  en  todo  lector  sensato,  por  la  falta 
de  una  tendencia  y  fin  moral  en  esa  epopeya 
de  crímenes  puestos,  cuidadosamente  en  re- 
lieve como  hechos  heroicos.  Esa  circuns- 
tancia rompe  el  equilibrio  y  las  proporciones 
de  la  narración,  que  encierra,  sin  embargo, 
muchos  trozos  de  verdadera  intención  poética. 
Tomo  al  azar  unas  estrofas  llenas  de  ani- 
mación y  que  revelan  el  carácter  altivo  y  triste 
del  gaucno: 

«  Lo  que  pinta  este  pincel 
'  ni  el  tiempo  lo  ha  de  borrar, 
ningunoise  hade  animar 
á  correjirme  la  plana: 
no  pinta  quien  tiene  gana, 
sino  quien  sabe  pintar. 

«  Es  el  destino  del  pobre 
un  continuo  zafarrancho, 
y  pasa  como  el  carancho 
porque  el  mal  nunca  se  sacia, 
si  el  viento  djB  la  desgracia 
vuela  litó  pajas  del  rancho.» 

Las  dos  siguientes  nos  dan  una  idea  de  los 
indios  que  asolaban  las  poblaciones  rurales 
de  esta  provincia: 


/ 


-  29S  -- 

«  Odia  de  muerte  al  omtiano, 
hace  gtíeit*a  sin  eiiarteh 
para  matar  es  sin  yel; 
es  fiero  dé  condición: 
no  gólpia  la  cóm|^síon 
en  el  pe^o  del  kael. 
«  Tiétte  la  vista  del  águila, 
del  león  la  temeridá- 
en  el  desierto  no  báiWá 
animal  qite  él  no  lo  entíen^, 
ni  fiera  de  que  no  aprienda 
unistinto  decrueldá. 


•  >••>* 


El  Martín  Fierro  y  la  ViceltcLhúiñ  ^atíi^oiri- 
do  una  popularidad  que  nunca  con^i^uleron 
las  mejore^  producciowQ^  dfe  Asc^^i^biy  Del 
Campo.  Hernández  está  mny  abajp  de  ellos 
en  cuanto  á  la  form^,  e^pecialniei^te  en  las 
ecsijencias  de  la  versificación:  la  iqiieplida  mis- 
ma del  verso  es  muchas  v^oes  d^fe^íuosa,  y 
las  rimas  son  casi  siempre  falsas.  Del  Campo 
maneja  la  pluma  del  liter^lo;  pule  opa  cuidado 
y  retoca.  Su  ^amto  tiene  forws^c  niás  per- 
fectas que  sus  poesías  serias  l^ero  se  ha 
limitado  á,  ^volver  en,  el  popcUo  del  gaucho 
sus  impresiones  personales  sin  preocuparse 
de  observar  al  hombre  que  describre,  ni  es- 
tudiar con  detención  su  índole  y  sus  ideas. 
El  paisano  recibió  el  Fausto  con  locura, 
engafiado  ^por  los  términos  y  espresiones  bien 
enlajadas  d^  su  lenguaje  especial  y  por^i 
colorido  campestre  de  las  déei)¿as  y  cuai^tiHas 


—  273  — 

en  qne  está  ix^mpuestow  Después  de  leerio  y 
releerio,  y  ropetino,  y  neoitarlo,  se  convenció 
que  nb  enteadia  jota,  eomo^ueno  conocía  el 
poema  de  Goethe  ni  habia  oido  nui>ca  la  mu^ 
sica  de  Gounod;  y  hoy  recuerda  únicamente 
algunas  estrofas  plásticas  qne  han  quedado 
grabadas  en  .su  memoria. 

Aécasubi  escribió  antes  y  con  suerte  p^- 
fedda.  Conocía  bien  las  costumbres  del  pai- 
sano; su  verso,  más  vulgar  que  el  de  Del  Cam-* 
po,  no  lo  era  tanto  como  el  de  Hernández;  no 
carecía  de  dotes  é  inclinación  para  conver- 
tirse en  d  graú  payador  de  esos  hombres 
infortunados,  que  conservan,  despu^  de  mu-r 
chas  jeneraciones,  la  indolencia  y  arrogancia 
que  caracteriza  indeleblemente  su  orí|eii  anda- 
luz. Cr^jró  poder  convertir  sus  cantos  en  arma 
de  combate;  é  ignorante  probablemente  de 
nuestra  historia,  predijcó  el  unitarismo  en  las 
campañas  donde  la  idea  federal  ha  sido  el 
credo  que  se  pronunciaba  en  el  martirio  y  el 
programa  ide  lucha  franca  durante  largos 
años!  Las  tradiciones  no  se  borran  de  nn  día 
para  otro,  y  menos  cuando  vienen  empiapada^ 
en  sangre.    Ascasubí  fracasó* 

José  Hernández  tiene  campo  abierto. 

Í85 — Flor  de  un   día,  <lrama  .orijinal  en  un 
prólogo  y  tres  actos  de  Don  P»ancib€o  Cam- 
PROnoN.    Éuénos   Aires.    Librería   Baccatti 
calle  Artes  88.  ^879.    J^n  89,  63  ps. 


—  274  — 

286— Espinas  de  una  flor.  Segunda  parte  de 
flor  de  un  dia.  Drama  en  verso  en  tres  actos 
y  un  prólop:©,  orijinal  de  JDon  FRAKCiáco  Cam- 
PRODON.    En  89,64ps. 

*  1  • 

•  '  '  1        •  ' 

I 

Son  tan  populares  estos  dramas  entre  la 
clase  compadrita  de  la  ciudad,  como  los  ver^ 
sos  de  Martin  Fierro  en  la  campaña.  Lajéate 
de  colorios  tiene  de  esclusivo  repertorio  para 
sus  representaciones  de  aficioíiados;  y. no  es 
difícil,  andando  por  las  parroquias  de  los  ar- 
rabales, al  caer  la  tardei,  oir  declamar  con 
lengua  todavía  trabada  la  estrofa  que  em- 
pieza: ' 
Si  oyes  contar  de  un  náufrago  la  bístoria 
ya  que  en  la  tierra  hasta  el  amor  se  olvida  L  . 
ó  el  enfático  diálogo: 

Tiene  vuestra  espada  punta. » ^? 
Esta  profana  vulgarización  de  dos  dramas 
que  lio  carecen  de  belleza  en  medio  de  sus 
muchos  defectos,  los  ha  acabado  de  alegar  de 
la  parte  culta  de  la  sociedad, incrustándolos 
en  la  vida  bulliciosa  de  la  jentede  clase^  como 
se  titula  por  antonomasia. 

287-vEl  ley  de  Labore.  Opera  en  cinco  ac- 
tos por  Luis  Gallet.  Músipa  de  Julio  Mas- 
senct.  Versión  al  castellano.  Precio  5  pesos. 
Opera  representada  por  primera  vez  en  Paris 
el  27  de  Abril  de  Í877  y  en  la  Scala  de  Milán 


—  275  - 

en  1879.  En  el  teatro  Colon  de  Buenos  Aires 
el  26  de  Julio  de  1879,  por  la  Empresa  A.  Fer- 
rari. Buenos  Aires.  Esíablecimiento  Musi- 
cal de  P.  P.  Rodríguez  y  C*.  138,  calle  de  la 
Florida  138.  1879.    En9v,48ps. 


288— Lia.  Tradición  escrita  por  Luis  J. 
Albert.  Buenos  Aires.  1879.  Tipografía  Bor- 
ghese,  Cuyo  130.    En  89,  47  ps. 


«  *.    ■• 


^X' 


•  rs-í  ;.^?  T  r^  lavjr  tai^n*  srr^ » • «.  > 


VAHIEDADES 


288— Besúmen  del  comeroio  exterior  de  la 
República  Argentina  en  1878.  Publicación 
oficial  de  laoOcina  de  Estadística  Comercial 
de  la  Dirección  General  de  Rentas  Nacionales. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Economista, 
calle  Alsina,  núm.  56.  1879*  En  4°,  8  paji- 
nas de  cuadros  estadísticos. 

290— Estadística  Oomerclal  de  la  República 
Argentina.  Cuadro  general  del  comercio  es- 
tenor  durante  el  año  de  1878  formado  sobre 
los  documentos  oficiales  de  sus  aduanas. 
Buenos  Aires.  La  República.  Imprenta  es- 
pecial de  obras,  calle  Belgrano  189.  Octubre 
de  1879.    In  folio,  102  ps. 


Contiene  un  resumen    analítico   del  movi- 


1 


—  278  — 

miento  comercial  en  1878.  El  movimiento  co- 
mercial entre  la  República  Arjentina  y  las  na- 
ciones estranjeras,  na  disminuido  durante  el 
año  1 878.  x<  El  comercio  especial  de  importa- 
ción y  esportacio»  reunidas,  asciende  á  pesos 
fuertes  78.660,727,  y  la  disminución  es  de. 
pesos  fuertes  3.970,974  ó  sea  un  4,80  por 
ciento  con  relación  al  año  1877. 

«  Las  mercaderias  estranjeras  despachadas 
á  consumo  representan  un  valor  de  pesos 
fuertes  42.347,560  aumentados  en  f  3.041,428 
ó  sea  7,74  por  ciento  sobre  las  del  año  ante- 
rior. » 

«La  esportacion de  mercaderias  nacionales 
en  18^8  tiene  uii  valor  de  f  36.113,867,  dismi- 
níiyenlio, en  I*  7.012,^02  ó  se?.  16,19  por >pie»Lto, 
c6mi!ara,dá  coii  la  del  añp.  anterioi:.  »  . 

S'eguii  el  ínodo  dp^  tr^i^porte,  loPiV^MS:  de; 
las ,  lii^rqfid'erias  de  im|>órífiq\on  y  esporiaeioa 
pífela' viá  fluvial»,  he^n  tenido;  en  18318^  una 
drsmihücibh  dé  B.177,()33  ó  sea,  4-03:  por  ciento. 
sobre  el  año  anterioiv  siendo  la  de  esporta- 
cion de  6.133,824,  de  la  que  hay  que  disminuir 
un.aun^<^9l9  en*  la  importación  de ií.956,792,  lo 
que  d^  íaTCf^ntidad.  acril;>a  .  espÍ!esadáb^  Fér 
vías  tei^pesífesi  la.  esportadon  ha  disminuido, 
en.  lar  ^cantidad- de  878',678^jp  y  lai  ímportocion 
hÉjt.auíjafinta^o  en. 84)6ai&  j^,  lol^que  daitín»  di^ 
mínus^gn;  de  793^942.  |(^ 

Se  encuentra  una  li^tf  dú  lasi>  naciones*  con 
las  cuales  los  valores  de  la  importación  y  es- 
portación  han  aumentado  ó  disminuidp,  du- 


—  279  — 

rante  el  aíioy  otra  que  demuestra  este  au- 
mento ó  disminución  según  el  movimiento  de 
Aduanas  en  la  República. 

Trae  ademas  cuatro  cu;adros  estadísticos 
que  dan  ui?  resumen  jeneral  de  la  importa- 
ción y  es  portación  del  año  1878^  comparacios 
con  las  de  1877,  que  indican  las  mercadqrias, 
sus  cantidades,  sus  .  valores  y  el  aumento  y 
disminución  habida,  separando  la  importa- 
ción libre  de  la  suje^ta  á  derechos,  como  así 
mismo  la.  esportacioni 

Esta  obra  se  halla  diyi<}ida  en  dos  partesj : 
la  primera  contiene  upa  tabla  recapitu^ativa 
del  comercio  de  la  RepiibUca  en  el  año  78y 
un  resumen  jeneral  de  la  importación  que 
in4ica  la^^  naercaderias  y  su  procedencia,  con. 
sus  res|>ectiyas  cantidades  y  valores  oficia- 
les,; la  impprtacioa  por  Aduanas*  está  tana- 
bien  deipos^írada  por  un  estenso  cuadro  ^sta-. 
dístico  en  el  queseespecifica  las  procedencias, 
nqtercadedagí^  cantidades  y  valores.  Párala 
exportación:  se  han  destinado  cuadros  análo-i. 
gos  á  los  de  la  importación,  s^arando  en 
amb^Sy  las  mercaderías  sujetaeádeiPeicbos,  de 
las.  libres.  Las  péjinasi  siguieintes;  cor  que 
termina  ja  .pr^mera>  partq,  se  refieran  á  1^  na- 
vegación y  dantazon  del  número  dq  buques 
eutradosi y  salidos  con  carga  y  en  lastre  á  los 
puertos., de  la  República  e^  1878,  indicando' 
sus  bf^nderas^  p^^ede^ias,  ¿iPfitirjop^  númqro' 
y  tqtie^jé, .  divi^iiwdq  pafiá  cada,  puerto  la 
nftyog^cion  á  vete,  dp  la  i;ia]F§gaaión  á  vapor« 


—  280  — 

La  segunda  parte  contiene  7  tablas  retros- 

Eectivas  que  resumen  el  comercio  especial 
abido  en  los  años  1870  á  1875,  76,  77  y  78— 
La  1*  indica  la  diferencia  total  que  ecsiste 
entre  los  valores  oficiales  durante  los  años 
indicados;  la  2*  espresa  esa  misma  diferencia 
según  los  medios  de  trasporte;  la  siguiente 
indica  á  más  de  los  modos  de  trasporte,  las 
procedencias  y  destinos.  Las  tablas  1?  y  5? 
muestran  el  comercio  especial  de  la  República 
desde  el  año  1870  hasta  el  78  inclusive  conte- 
niendo la  4*  la  importación  y  la  5?  la  esporta- 
cion  por  Naciones;  y  la  6*'  y  7?  se  refieren  á 
esos  mismos  años,  demostrando  la  importa- 
ción y  esportacion  según  Aduanas.  Si^ue 
á  estas  tablas  un  estenso  cuadro  estadístico' 
gue  enseña  el  «movimiento  por  naciones,  de 
importación  y  esportacion  reunidas  *  de  los 
8  últimos  años,  en  el  que  se  hallan  determina- 
das las  mercaderías,  sus  cantidades,  valores 
y  las  naciones  de  que  proceden,  ilustrando  á 
este  cuadro  con  un  resumen  en  que  se  han 
aglomerado  las  mercaderías  sin  dividirlas 
por  naciones  como  se  hace  en  el  cuadro 
jeneral.  Siguen  á  este  varios  otros  cuadros 
que  dan  un  resumen  de  la  navegación  durante 
los  años  de  1870  á  1874,  7o,  76,  77  y  78  y  el 
movitniento  marítimo^,  según  ^  procedencias, 
banderas  y  destinos,  indicando  el  número  de 
buquesj  su  tonelaje,  los  entrados  y.  salidos 
con  carga  y  en  lastre,  dividiendo  la  navega- 
ción á  vela  delanavegacion^á  vapor.    Se  ha 


">. 


-  281  -: 

agregado  á  esta  segunda  parte  varias  plani- 
llas comparativas  de  los  derechos,  aforos  y 
gravamen  á  que    estaban  sujetos  los  princi- 
pales artículos  de  la  importación  estranjera 
y  los  productos  nacionales  esportados  desde 
1870  ál878  inclusive.    Adjunta  á  estas  pla- 
nillas viene  una  estensa  nota  del  jefe    de  la 
Estadística  Comercial  Sr.  D.  Ricardo  Napp, 
que  tiene  por  objeto  hacer  notar  los  inconve- 
nientes y  obstáculos  que  se  oponen  á  los  tra- 
bajos estadísticos,  la  forma  que  se  ha  adopta- 
do en  los    cómputos  de   nuestro  comercio 
con  las  demás    naciones,    haciendo  también 
algunas  observaciones  muy  útiles  sobre  algu- 
nas faltas  de  esaetitud  aue  le  ha  sido  impo- 
sible subsanar   á   esa  oncina.     Termina  por 
último  esta  importante  obra  con    la  ley  de 
Aduana  que  ha  rejido  durante  el  año  1878. 


291— Eelaoiones  oomeroiales  entre  Solivia  y 
la  República  Argentina.  1879.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Pablo  E.  Coni.  Alsina  60.  1879. 
En  8?,  36  ps. 

292— Oarta  de  Fi  Avelino  Arajnayo  al  Exmo. 
Sr.  Presidente  de  la  República  Argentina  Dr. 
D.  Nicolás  Avellaneda.  Imprenta  del  Pueblo. 
Defensa  78.  1879.    En  89  niayor,  14  ps. 

298-*Bolivia.    Noticias  sobre    su  orienté  y 


— .28?f  — 

pairea  lío^ltrofes,  Conveniencis^  de  ^i:^  vi^r 
bilidad  y  colonización  por  Frí\ngisco  J.  Bbavp» 
Bueooa  Aires.  Imprenta  de  JSÍL  Biedma,  palle 
Belgra&o  núm.  i^.  1879.  £n  4^  cneaor,  149  p$. 


M4i 


294~A1  ptteblo  BoUviaftOi.e)  empK^ai-io  w^ 
b^e  su  óiiaijite  J^rancis^co.  J»  Baayo.    BiD^tips 

Aires.  Imprenta  de,  M,  .Bi^dro^j  Qí^ll^^  Bd-- 
grano  núfm.  135^  1679*  En  49;  n|enQr,  52^St .y: 
el  inapa  de  Ofiia  p£^r^  dé  Boli vi^^  orgápizaao 
por  Juan  B.  Miacoin. 


* .        •  ■         » 

295^Gaták)go  de  las  Qbpas  que  coQSttiftniari 

la  bipliotecadel  Dr.  U  Aurelio  PrÉ^dp:  y.  Roe 
jas  (abogado)  ex-sqefetariQ  dC:  la  Siipr^em^! 
Corte  de  Justicia,  exrjue:&  dftl?  iopt^pc¡9fc,wh 
catedrático  de  derecho  de  jehtes  y  romano  en 
esta  Universidad,  ex-sub-sécretario  del  Mi- 
nisterio de  Justicia^  Culto  e  [astruccioa  P!6*^ 
bliéav,  fundiador  del  lasMtUto  Bonae]^nj9a  #. 
Nunúamáticay  Antigüedades^  y  mj$mbi?(>4^ 
las  siguientes  corporaciones:  Lj^^eo  HistOr 
rico,  Sociedad  Antropológica  de  Buenos  Ai- 
res, Sociedad  de  Bellas  Artes,  Instituto  His- 
tMb&  dé  Francia,  ArSbpag^  d^  FrariíSí^ 
Sotíiédád  A rq  Ideológica,  de  Atenai»,  AV^atiteteia 
de  Historia  t^atria  de  Patel?íno,  Instí-tutty  Ba*- 
tolomeo  Bdrghesi,.  Instituto  dé  Coimbira^,  So*- 
ciedad  Literaria  de  Gktídoi  Sociedad  Numis- 
mátioa  de  Londres^   Soieíjddad  Bibliogp&fiOft 


-" .  ¡388  ^ 

de  Páris.  Sociedad  Frlincesá  de  liegiálácion 
comparada,  Academia  Heráldica  Italifttiá  dé 
Pisa^  Academia  de  los  Quirítes  de  Romai^  Me. 
etc.  etc.  Buenos  Aires.  Imprenta  del  Mer- 
curio, J^w  870*  1979.    Ea  89,  C5ÍII  ps. 


,  lo  en  Secciones,  y  é^t^^s  arregladas 
por^  orden  alfabético.  Notable  especialmente 
en  la  parte  de  derecho. 

29&-t^Libf  08  amwtiiips.  Estracto  del  catálogo 
de  la  librería  de  Alayo*  Perú  115.  Buenos  Ai* 
rejs.     Auiior€[3  ,q^   figuran  eñ este  oa(álo^ : 

Alberdi,  Aveuaneda,  Alcorta,  Al  varo.  Bar- 
ros, Asca^ubi^  Calvó,  Cí^pé,  Carrillo,  César 
Díaz,  Del  .  C^pó,  Del  V  alie,'  Del  Jtáármpl, 
Echeverría,  Es-tr jada,  Espejo,  Frías,  (Jutierrc^ 
(Juan  Maria)j  Gutiérrez  (Ricardo),  González, 
Gorriti,  Granillo,  Garay,  Guido,  Huergo,  La- 
mas, López  (Vicente  F.),  López  (Lucio  V.), 
Lamarque,  Ljma,  Mitre,  Mármol,  Montes  dle 
Oca,  Moréoo^'^Vlansilla,  MagariSios:  Cervantes^ 
Navarro  Viola,  Nolasco,  Napp,  Obarrio,  Pe^ 
Uiza,  Padre  Lozano,  Quesada,  Ramos  Mejias, 
Rivas,  Sarmiento,  Saldlas,  Schnyder,  Squella, 
.  Trelles,  Várela,  Wilde,  Zinny.  Buenos  Ai- 
res'. Imprenta  y  librería  de  Mayo,  de  C. 
Casavalle,  Perú  115,  1879.  En  8<*  piáyor, 
38  ps. 


—  284  — 

Es  un  breve  catálogo  razonado  que  contiene 
fragmentos  de  les  juicios  publicados  sobre 
cada  obra. 


297— Abonnement  a  la  lecture  frañgarse  et 
españole.  Catalogue.  Librairíe  littérairede 
Charles  Pernon — 114— Suipacha— -114,  entre 
Cangallo  y  Cuyo.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  Pablo  E.  Coni.  1879.  Alsina  60.  En  8?, 
40  ps. 

■  298— Catálogo  de  la  librería  de  V.  M.  Joly. 
Buenos  Aires.  135-137,  calle  Victoria,  141- 
143.  Obras  de  jurisprudencia,  derecho,  legis- 
lación, economia  política,  estadística,  etc. 
Este  catálogo  anula  los  anteriores.  Buenos 
Aires.  1879.  Buenos  Airesi  Imprenta  de  Pa- 
blo E.  Coni.    Alsina  60.    En  8%  16ps. 

299— Catalogue  of  the  circulating  library  of 
the  english  literary  society.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Juan  H.  Kidd,  Corrientes  117. 
1879.    En  8^56ps. 

300— Importa .10 '.a  ue  uaa  educación  clasica 
porBoNAMY  Price  traducida  al  español  con 
lina  introducción  por  D.  Lewis.  Buenos  A'" 
res.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrano 
núm.  io3  y  135.  1879.    En  4°  menor,  23  ps. 


-  285  — 

801— JuióiúB  sobro  la  sociedad  doméstica, 
civil  y  religiosa  de  Arturo  Sternide  Bas- 
SANo  por  J.  R.  V.  (con  licencia  eclesiástica). 
Imprenta  I»  de  Mayo— Plaza  ülvear.  Paraná. 
1879.    En  8^64  ps. 

Edte  folleto  es  una  esposicion  estractada.de 
la  obra  del  Sr.  Sterni  de  Bassano;  tan  estracta- 
da  que.se  Umita  á  dar  el  sumario  de  los  once 
capítulos  que  abrazan  las  materias  de  mayor 
interés,  entre  otras  la  libertad  de  imprenta ; 
y  pasa  rá{>idamente  por  sobre  las  demás 
Es  un  trabajo  católico,  ultra-católico  de  lo  que 
ya  no  se  ve,  en  que  se « demuestra  con  severa 
lójica  que  el  hombre  sin  ideas  y  prácticas  re- 
lijiosas  no  puede  ser  hombre  de  oien  en  toda 
la  estQusion  y  propiedad  de  la  palabra»; en 
que  se  hace  cargo  á  los  gobiernos  del  mundo 

£or  no  reconocer  un  poder  divino  á  lo  de 
[aistre ;  en  que  se  declama  contra  el  trabaj  > 
y  la  industria,  ni  má^  ni  menos  que  como  en 
ia  célebre  nota  del  Padre  Bsquiu  contra  la 
soberanía  del  pueblo  y  el  sufrajio  universal ; 
en  que  se  lee :  fí  eminentísimo  Padre  Tapa- 
reLl%  el  inapreciable  Balmes^  el  cínico  Vol-- 
taire,  y  otras  lindezas,  afirmando  que  la 
«Civilización  católica»  es  la  primer  revista 
cienUfica|del  murxdo,  y  en  que  se  trata  dé.  igno- 
rantes á  los  que  dan  el  nombre  de  codicia 
religiosa,  avaricia  é  influencia  sacerdotal  á  la 
desmedida  ambición  de  poder  temporal  y  de^ 


—  8oS  — 

tiquete'  que  óaroome  é  tot  iglesia  cc^MIca, 
olvidándose  en  este^  desaliogo  h^Bia  tieilos 
mismos «ánoDes»^ poés  hay  utío^uédioq Ifeme 
mUtam  Deo  impUcéi  se  iiofiotus  ibcuiairilm; 
canon  que  ha  sido  durante  i^^lDsenteiro^,  ley 
de  las  naciones  de  oc^n  latino,  para  escluir 
del  comercio  á  los  sacerdotes. 

Nada  'diré  de  la  ouesrtion  it^XÜiñk:  ^ídta 
detnasiadode  i^osetrós'  pero  «oes  malo- ópo*- 
ner á  lai^ 'díatmba&iñoaíiaüable^'' éiéÜ Sr. ^U^m 
y  su  espoi^tor  arjentíDOi  ufit  «ter^fo^l^^ran 
soñador  á  (]üien  los  crftices  catóKltíos  .»é'^^ 
p^ñan  en  hiacer  pasar  ppf'  las^Hore^  caiiidf^d 
dd  pónsamiéfrto;  7 

/IH  oggimai,  ain  lia  Chi69$/  dii'Roma^, 
Per  0(»nfpad6re  í<d  se  due  reg^tnídmi^ 
Cade  nel  fango,  ese<  brtttta^  o  1«l;  •  soistíla^. 

'En  suma:  ni  el  libró  of!Jlttal',ttila  lijém 
espoáioion  publicadei  en  elpaisj  inereé^é^ér 
analisiada  det-enidamente:  'Sí(!ri5ti^Wér  <Ibs  dis** 
] posiciones  del  8^llabus  en  pk*esenóia  d^  ntf6.s^ 
tros  gobiernos  democrátícos^inegandbál'pío- 
der. civil  el  derecho  de  exequatur-^^tiá  ad 
a/postoUtoe  de  22^  de  agosto  de  1851— ^y  el  de 
prevalecer  en  oaso  de  cóttflioto-^  misttia 
carta-*-y  la  atiftoridád  suficietite  pafá  átttrfur 
los  comord^atos  que  vejen  s«  dignidad— alt>- 
cíQ(n(mIn  GOftóistnriaUy  de  19  d<e  novie!Í^br€í.*4e 
1^^ ^llegando  hasta  declar«ir  áláigtesia^íi^ 
perio^^'QStada  quei  decidle  tas  dtfeá^^MfM^  étí 


--  28t  — 

su  fatedíébíbri,  cotao  lo  ha  declarado  dtt  la 
cmá íHultiplióes  ititer*,  ¿6 10  de  Junio  de  l«5!l, 
puede  pasar  en  RórA'a,  en  et  Vattoátto^.  pefó 
no  éftf  él  sertdde  la  patria,  víotfttttf o  ^tf  earra- 
fiiúdáiiientál;  que  ésf  la  ley  supretM  dé*  tcidoB  ' 
bizque  habitan  este  s^fóloi  En  el  Vadeáis ' 
es  avaricia,  entre  nosótt*09  delito)  de  tr&tcibn. 
Aun  queda  la  encíclica  de  1824  condenando 
nue|3ti!a  in^^pei^dencia* 


1^1' 


combatií*  el  errpr  y  á  démóstr^ár  ía  grandeza 
de  JJía,  veraa,d  catófípflL  :|)or  F,  S,  y  ¡§.  1879, 
Bi4fp<3|s;  Ái^ps^  Tip..  del  Cblejio.  Pip  ÍX  ue 
Aríg^^  OflQips.  $^an  Ca^ío^  (Aloa^gro^,  En 
8?  pequeño',  340.  ps. 


.Pajífl?t<>;09itilo  íi^onseñor  áegiur:  carencia 
completa  de  argumentación;  cónvencinaienfp 
por  medio  delterroD  á  las  penas  futuras;  len- 
guaje de  sencillo,  chabacano  y  ramplón,' cuan- 
do ;i|p,aSr  infiultepite  y.  rid/ciilo. 

^;Ua;siiOhr,it^^,C|QflW  hay  tanU3;  ya  de  este 
jénfgQ^  L  ia  qtUfí  90  se  puede?  áplici^r.la  regl^i 
de/TeqÍ9Í^p.na:  nuU¥m  Hbrum^  tan  pravufn 
utnon  (¿Itqua  parte  prodesseí;  porque  1^  v^- 
dad  es  que  hoy  no  se  engaña  con  erla  ni  á  loa 
niños  que  empiezan  á  leer. 


-*^iy- 


y 


•     —  288  — 

303--Aot08  literarios  de .  teolojia.  filospfi^  y 
humanidades  que  para  terminar  el  curso  de 
1879  tendrán  lugar  en  el  seminario  ccwiciUar 
de  Buenos  Aires  en  los  días. . .  .de  diciembre 
(3, 4  y  5,  á  las  6  de  la  tarde).  Buenos .  Aír^s. 
Imprenta  de  La  América  del  Sur,  50— Alsina. 
—50.1879.    En  89, 56  ps.    . 

í  I 

304— Panfletos  contra  puñales  óel'córtnel 
Latorre,  su  época  y  sus  crímenes,  por  Akgkl 
Floro  Costa  (abogado).  Antiguo  fundador 
del  aula  de  geografía  jenerál  de  la  Repftbliea 
del  Uruguay,  miembro  de  la  Sociedad  Cientli^ 
fica  Arjentina  y  de  la  Sociedad  Páléohtól^ítea 
de  Buenos  Aires;  Montevideo.  Imprenta  íSé 
laRedeíicion  Social.  1879:  En  8o  mayor,  83  ps. 

Este  folleto  fué  publicado  en  Buenos  Aires 
por  la  Imprenta  del  Mercurio,  calje  Alsina 
núm.  270.  . 


305— Apéndioe  á  la  colección  dedatoá  y  do- 
cumentos referentes  á  Misiones  como  patté. 
integrante  déla  Provincia:  dé  Corrientes.  Co^" 
Tientes.  Imprentando  La  Libertad.  1879.  En 
89,  VII  y  27  ps. 


306— Colonias  militaresi    La  palabra  evan- 


—  389  — 

^¿IÍQ^  y  i^  riquezas  de  la  República  Argen- 
tina. Folleto  escritp  por  JoseAdolfo  PaChkco 
De<í¡qado  á  S.  JE.  el  Sr.  Ministro  de  Guerra 
y  MwnÉ^,  Greaeral  D.  Julio  *A.  Roca.  Buenos 
Aires.  Ipaprepta  y  Litografia  del  Courrie^r  de 
la  Plata.  202 -Calle  Sap  Martin— 202.  1879. 
En  8®  y  SOpájirias,  un  croquis  de  las  colonias 
proyectadas  por  el  teniente  coronel  José 
Adolfo  Pacheco,  y  un  retrato  del  mismo. 

tiooalijer^einte  algunos  puntos  de  interés 
sobre  organización  milita.r,  colonfas  militare.^, 
la  espedicion  al  Rio  Negro,  etc.,  y  termina 
con  un  l)reve  estudio  so:bne  cada  una  de  las 
provincias.    No  es  de  mayor  importancia. 


307— Digesto  arj entino  de  marinisu  Recopi- 
lación de  leyes,  decretas,  ordenanzfis,  etc.  que 
Qorrespónden  4  la  marina  mercante  y  de 
guerra,  ampliada  con  otras  diversas  dispo- 
siciones ostensivas  á  toda  la  administración 
nacional.  Comprende  desde  tSiO  hasta  1879. 
Por  Jü>VN  GrOYENA,  jefp  de  la  oficina  de  esta- 
dl^tipa  marítirpa.  Publicación  aprobada  y  de- 
pl^rjida  vijente  por  superior  decreto  de  i6  de 
octubre  de  1878.  Precip  80  pesos  moueda 
cprriente.  Buenos  Aires.  5S81.  Imprenta  del 
Porvenir,  palle  Defensa  139.  1879.  En  S^ 
mayor,  502  y  VIIÍ  ps. 


—  290  - 

308— Breves   oonsideraoiones  sobre  algunos 

E untos  de  la  memoria  del  Sr.  Injéniépo  Sienra 
arranzapor  Luis  A.  Vi^liones.  Asamblea 
del  1**  de  agosto  de  1869/  Publicado  en  los 
Anales  de  la  $oc¡edad  Científica  Arjeritiiía. 
Buenos  Aires.  Irnprenta  de  Pablo  E.  Coni. 
Alsina  60.  1879.    En  8?,  16  ps. 


'  309 — Empresa  de  fabricación  del  cimento 
arjentino.  Documentos  oficiales  producidos 
por  los  injenieros  Manuel  Settimio  Scotto  y 
Carlos  A.  Pica,  para  comprobar  la  fabri- 
cación del  cimento  portland,  con  'materia 
prima  arjentina  é  informe  del  deJ3artamento  de 
injenieros  al  respecto.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  Pablo  E.  Coni.  Alsina  60.  1879. 
En  89,  19  ps. 


SlO^Las  marcas-nfimeros  arjentinas.  Nuevo 
sistQma  de  marcas  para  los  ganados.  Com- 
binación especial  para  la  provincia  de  Entre 
Ríos.  Adoptado  y  puesto  en  uso  en  la  pro- 
vincia por  decreto  administrativo  del  Exfno. 
Gobierno.  Compuesto  por  Guillermo  Quir- 
No.  Primera  edición  autorizada  por  elExmo. 
Gobierno  de  Entre  Rios.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta y  librería  de  Mayo,  de  C.  Casavalle, 
Perú  115.  1879.  En  8°  mayor,  26  ps.  y  6 
láminas. 


'3G 


—  891  - 


«Este  sistema,  dice  el  autor,  consiste  en 
representar  en  una  marca,  por  medio  de  sig- 
nos s:ráfícoS|  los  guarismos  que  usamos  en 
contabilidad,  de  modo  que  espresemos  un 
número  dado,  que  se  lea  con  facilidad,  y  esté 
ftl  alcance  de  cualquiera  con  sólo  saber  leer 
los  números». 


311— Guia  deV  comercio  y  la  industria  de  la 
ciudad  de  Buenos  Aires,  publicada  por  Aüg. 
Dbmíssolz,  calle  General  Lavalie  96.  1879- 
1880-    En8«,384y62ps. 

Publicada  por  la  Imprenta  del  «Courrier  de 
la  Plata.»  Contiene :  la  nomenclatura,  por  ca- 
tegorías profesionales,  de  los  comerciantes, 
negociantes  é  industriales  de  la  ciudad  y  cam- 
paña de  Buenos  Aires,  la  lista  de  socios  de 
la  Bolsa  de  Comercio,  del  Club  industrial  y 
de  los  abogados;  leyes,  decretos  y  datos  úti- 
les al  comercio. 


312— Qaía  4e  bolsillo  de  los  tramways  de 
Buenos  Aires.  Datos  ecsactos  para  poderse 
dirijir  desde  cualquier  punto  de  la  ciudad  á 
todas  las  calles,  plazas,  estaciones,  estable- 
cimientos y  pueblos,  arreglada  por  orden  alfa- 
bético. Precio  1  peso  moneda  Corriente.  Bue- 
nos Aires.  Impreta  de  La  Nación,  San  Martin 
num.  S08.  66  ps.  sin  compajinar« 


*-t- 


313— ¿Llbüm  Bttéhoá  Airéáindftártttá*  y  comer- 
cial 1«79.  Publicado  ^ór  F.  Ménaüü.  Bue- 
ñas Aires.  Inipí'enta  y  litogrüfia  de  El  Cocrr- 
ñér  de  la  Plata,  San  Martin  20¿.  ISm  In 
fblíó,  68  ps. 


Contiene  toda  clase  de  avisos;  rica  impre- 
sión. 


314 — Gran  guia  jéneral  cpipérciál  de  ía  Re- 
pública Arjentina.  Estadística,  agricultura, 
administración,  etc.  1878-18^0'.  En  49,  á7^, 
CLVI,  146  y64ps. 

Es  lá  conocida  giíia  de  Raíz,  ©9  año. 


ir    i  I 


3Í5— Catalogo  del  stud  de  lá  erstancía,  Los 
sajones  de  san^^re  pura  ^  mestiztfs  pértene- 
cííeníe  á  D.  Santiago  Láwrié.  Partido  dé 
Ranchos  (Buenos  Aires).  Éufeiios  Aires.  Im- 
prenta (le  Pablo  E.  Coni.  Alsiña  6Ó.  lét9.  En 
8^  16  ps. 

316-^Oatalogó  del  stud  de  la  efStatlcia  Los 
sajones  de  sanp;fe  pura  y  the^tizúé,  pertene- 
ciente á  r>.  Santí  >go  LawHé,  partido  de 
Ranchos.  Buenos  Aires.    En  le^*,  IBÍ  ps. 

Por  la  imprenta  de  Kidd. 


298   - 

317--Coíe;^d  del  Sal?«dor..  Solemne  distri- 
bución de  premios  del  año  1879.  Buenosr: 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coui.  Alsina  60. 
En.  b?  mayor,  28  ps. 

SlB-KJcrí^ú  San  J^sé.  Distribución  de  pre- 
mios. Dicretnbre'  18  de  1879.  Buenos  Aires. 
Iinpreííta  dé  Pábto  E.  Coni.  Alfeiiia  60.  187ft 
í¡n  89,55  p6. 


.  319— Oolejio  de  la  inmaculada  Concepción 
en  Santa  Fé.  Solemne  distribución  de  pre^ 
míos  precedida  por  un  acto  estraordinario  de, 
lá  Academia  de  literatura  en  él  día  nueve  del 
mes  de  diciembre  del  año  1879.  A.  M.  D.  G. 
Buenos  Aires.  Iniprenta  de  PabioE.  Coni. 
Alsiñ^  60.  1879.    En  4^,28  ps. 


320— Patente  de  invenoion  por  15  afios.  400,000 
tond^dás  anuaiea  de  carbón  de  cardo,  supe- 
rior ali  cardiff.  Costo  de  fóbricacion  40  pesos 
moneda  corrieiíite  la*  tonelada*  Valor  de  sus 
ceni^así  40  pef*<í>s  moneda  corriente,  por  Ma- 
riano Lana  y  Sarto,  injeniero  industrial 
español,  reconocido  oficialmente  en  esta  Re- 
poblica;  profesor  de  la  oficialidad  del  reji- 
nüííettfíó  de  Artillería  lijera,  director  de  varias 
erApresas  indaátriales  y  de  ferro-carriles,  pu- 
blicacionésK  «te.  etc.  Btaefios  Aires.  Isrprenta 


—  294  — 

de  Pablo  E.  Coni.    Alsina  60.  1879..   En  4? 
menor,  16  ps. 


821— Ley  de  aduana  para  1880«  Petición  del 
club  industrial  solicitando  del  Honorable  Con- 
greso de  la  Nación  las  reformas  que  se  per- 
mite indicar  en  el  proyecto  sometido  á  su 
aprobación  por  el  Poder  Ejecutivo,.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  t^ablo  E.  Coni.  Alsina 
60.  1879.    En8«,  76  ps. 

322  -  Ferro-Carril  Nacional  Central  Norte- 
Proyecto  de  prolongación  de  la  línea  del  Fer- 
ro -Carril  de  Córdoba  á  Tucuman  hasta  Jujui, 
presentado  por  el  Directorio  del  F.  C.  N.  C. 
N.  al  Exmo,  Gobierno  Nacional.  Julio  de 
1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma^ 
calle  Belgrano  núms.  133  y  135.  1879.  En  89 
mayor,  40  ps. 

323—  Deposito  del  Norte  y  muelle  de  ^ás  Ca- 
talinas. Concessions,  contracts,  &c.  of  the 
compnny.  Translated  from  the  original  do- 
cuments.  Buenos  Aires.  Imprentado  Juan 
H.  Kidd,  Corrientes  117.  1879.    En  8?,  46  ps. 


324— Las  Oamarf^s  departamentales.  Petición 
popular  dirijida  al  Poder  Lejislativo  de  la 
Pruviuoia,  contra  el  proyecto  desuprosion  de 


-  sos- 
ias mismas*^   Buenos  Aires.  Imprenta  de  la 
Nación,  calle  de  San  Martin  núm.  208.  1879. 
Eu  4^,  6  ps.  á  dos  columnas. 


325— Almanique  Sud- Americano  para  el  año 
1879.  Redactado  por  Casimiro  Prieto  Val- 
DÉs  y  enriquecido  con  producciones  literarias, 
casi  todas  inéditas,  de  los  señores  Alfonso, 
Bares,  Barros,  Berra,  Camppamor,  Egózcue, 
Feliny  Codina,  Figueroa,  Guido  S paño,  Ló- 
pez Benedito,  Magariños,  Mármol,  Mitre, 
Obligado,  Palacio,  Palma,  Pazj  Selgas,  Viller- 
gas,  etc,  etc.  Ilustrado  con  profusión  derra- 
bados* '  En  8^  236  ps.  de  testo  y  4  de  avisos. 
Elegante  folleto  con  tapas  cromo-litográficas, 
con  buenos  grabados  é  interesante  lectura. 
Lo  edita  la  libreria  del  Siglo  Ilustrado,  Buen 
Orden  124  y  Rivadavia  45,  pero  es  impreso  en 
España.  Tiene  bastante  popularidad,  sobre 
todo  en  Buenos  Aires,  donde  se  han  agotado 
las  ediciones  de  dos  de  los  4  volúmenes  que 
han  aparecido  de  esa  publicación,  que  prin- 
cipió el  ano  1876. 

326 —Almanaque  de  La  Tribuna  para  i880. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  «La  Tribuna,» 
calle  de  la  Victoria  núm.  37.  1879.  En  4  , 
100  ps. 

Contiene    producciones   en  prosa  y    verso 


—  896  - 

de  literatos  arjehtinos  y  estrujaros,,  Ja  m^yor 
parte  inéditas.  Tres  bellas  composiciones 
con  los  retratos  fotografiado^  de  sus  respec- 
tivos autores:  Ricardo  Gutiérrez,  Carlos  Gui- 
do y  Spano  y  Olegario  V.  Andrade.  Una 
mazuí*ca.para  piano  de  D.  Baltazar  Ponsjoan; 
y  varios  escritos  de  los  señores  Miguel  Capé, 
Ventura  Ruiz  Aguilera,  .Mesonero  Romanos, 
Adolfo  Mitre,  Horacio  C.  V  arela,  J.  N.  Ma- 
tienzo.  Ensebio  Blasco,  ,B.  ifi.  Rivarola,  Lud^ 
wig  Klein,  etc.  etc.  Qercade  la  mitad  del  alma- 
Baque  se  compone  de  avisos,  algunos  con 
íéminas.  Las  tapas  ostentan  dos  figuras 
ilupainadas,  hechas  eu  la  Foto-Iitografia  ítalo 
Plateóse,  Rivadavia  512. 

327— Almanadne  el  Santafédluo  para  1860, 
útil  á  todos.  Confeccionado  por  ATAHAsno 
Pabz.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E. 
Coni.    Alsina  60.  1879.    Eu  8^  96  ps. 

Contiene  una  parte  principal,  otra  comer- 
cial y  otra  literaria  bastante  variada. 

328— Almanach  fraüpais  pour  1880  publjé  par 
rimprimerie  du  Courrierde  la  Plata.  ^Buenos 
Ayres.  Typographie  du  Courrier  de  la  Plata, 
202,  Rué  Saint  Martin,  202.  1879.  En  Í6í\ 
76  ps. 


mmm^mmmrm^ 


.3^— Ttípje  almanaque  para  todos.  18Ó0, 
VerQaáéra  eticiclópedui  de' datos  irídíspehsa- , 
bles  al  cóiíaeí'ciánte,  a!  fbrastét^o,  á  las  faniili'aS' 
y  áfoíí^i  clase '(Je  art^^j  y  oficios.  Publíéad<> 
poí^lafibrértáil'eBáccani,  caneArtefe'éS.  Bim-- 
nos  ;4lw-éy^:iS^9.  .fin  8?,  80  ps.         /  ^ 

IL'l        .í.*r>-  I      .111       ,       .   t      ,»Lr    '  •   L"      '   ^       'I 

NOVENAS,   CATECISMOS,: 


1    fc  ^* 


<  • 


"^^(j^ífpireii'^  ál  santísimo  patriarca  ^éíftóf ' 
SanJo'féi  'Coalifc'enóia  dte  fá  autoridad  eclé« 
smsííca:  'ííüénoá'  Aires.: 5220.  IgQü  herínatíos 
edítóWs!  tiíbreriá  del   Colegio,  callé  B'olivdr 
esflujn^  Álsitia:  IWS)!    Ert3¿?,g2ps.     ' 

áSi— Ave  Matiá/.  ííoyena  á'.la  mejer  róáá' 
del  Dít^aisK)  de  Oíos,  María  Santísima  detRp- 
sjancj;'  Áuriientác!^  cóh  \iiia  noticia  Sobré  Su 
fiés^^  por  CftóiSsEtv  '  pll  tesoro  de  sus  indul-' 
iehQ;ias.^'t!rrii  noticia'^obre'su  protección  en' 
Ia$  mvasioi¡i.es.  Con ;  jos  niísterios  del  Rosa- 
rio''  Üfia  órádion  pata  '  después  que  se  reza 
e|  lip^arip.  Las  letanías  de  la  Vírjen  (corr 
ajpjtó^pion  d¿  la  autoridad  eclesiástica).  Bue- 
ngié  '  Álrés.  Ikon,  hérmfeinbfel,  '  editores,  ¿alie 
Boíívár  esquina  Alsínal  (Frente  á  la  iglesia 
íe^ah/fóhacio).  Í879;    En  329, 104  ps; 


-  298- 

333— No  vena,  cíe  la  sangre  de  nuestro  seftop 
J^^ijL-rCA'fBto  y ,  ejércic¡9  devoto  de  las  siet?» 
principales  efusiones  4^  est^  ^f^'?,?^*^  preclo- 
sísiiií^.  feoenQs  Aires.  Igón  liernfiapos,  edi- 
tores, calle  Bolívar  esquina  Alsina  (fréiilé  á 
la  iglesia  de  San  Ignacio.  1879.  En  3^^^,  7¿  ps. 

333— Novena  del  glorioso  San  Antonio  de 
Padua.  (Con  aprobación  de  la  autoridad  ecle- 
siástica). Buenos  Aires.  Igon  hermanos,  edi- 
tores, calle  Bplivar  es^jquina  Alsina.  1879.  En 
32%30ps.  ?       *         •  :  ... 

334  —Novena  en  honor  de  María  Santísima, 
en  su  glorioso  tituló  Nuestra  SeftóW  de  Lour- 
des. Aumentada  con  ha  oración  para  todos 
los  mét;cples  d^l  ftCo  y  las  letanías  de  n^^s- 
tra.s^ftojTC^  de  Lourdes,  conápuéstá  por  ¿IR. 
P.  f ,  Maraolino  d^  Carmelo  Bénayeiíte.  tCon 
aprobáoiQu  de  la  autoP\da.d  eclesiáiótica),  Bue- 
nos Aires.  Igon  hermanos  edítcii^esi  caite 
Baljvac  esquina  Afsína,.  (Frente  á  la  iglesia  de 
San  Igiiífcio).  1879.    E\\32\  76  ps. 

33o— tíovena  al  amable  Corazón  de  María 
SMUísima,  para  torlas  sus  festividades.  (Ooh 
svprob.acion  de  la  autoridad  eclesiástica).  6úe- 
nos  Airos,  Igon  hermanos,  libreros  ed¡tore^$, 
calle  Bolívar  esquina  Alsína.  1879.  E^  32«, 
32  p^. 

3i3í}— Novena  de4icada  á,  María  Santísima 
seña('a  nuestra  bajo  el  Misterio  de  su  Purifi- 
caciaa  y  preaentaQÍQn  al  Templo,  lláYnad'a 
vulgarmente  de  la  Cahdelania,  escrita  é A  Ií^ 
Calera  á  10  de  octubre  de  1837.    Con  permiso 


-  299  — 

de  Ja  autoridad  eclesiástica.    Buenos  Aires. 

Igon  hermanos  editores,  librería  del  €ólégio, 

callq  Bolivar  esquina    Alsina.  1879.     En-SBo, 

28  ps. 

33?— Pequeño  catecismo  castellano-indio 
para  enseñar  la  doctrina  cristij^na  á  los  in- 
dios que  están  en  casas  particulares.  €on 
aprobación  de  la  autoridad  eclesiástica.  Se- 
gunda edición  costeada  por  el  Gobierno  Na- 
cional. Buenos  Aires.  Imprenta  de  La  Afné- 
rica  del  Sud,  Alsina  50.  1íí79.  fin  32«, 
22  ps. 

á38— Breve  catecismo  de  la  doctrina  cristia- 
na. Aprobado  en  el  último  sínodo  déla  Dió- 
cesis de  Córdoba  y  aprobado  por  ^1  Departa- 
mento de  Educación  de  la  provincia  de 
Entre  Ríos  para  uso  de  las  escüéJas  elemen- 
tales. Con  las  licencias  necesarias.  Uhjguay, 
establecia>iento  tipográfico  de  La  Vo¿  di  I 
Pueblo,  calle  Entre  Rio3  núm.  97.  1879.  En 
16s20pá. 

33&— Cíítecifepio  de  la  doctrina  cristiana  es- 
crito pOr  el  P.  Gaspar  Astete  y  añadido  para 
su  mayor  declaración,  cun  varias  presuntas 
y  respuestas  por  el  licenciado  D.  tíabriel 
Menendez  de  Luarca,  colegial  que  fué  en  el 
insigne  de  San  Pelayo  de  la  üniversi(][.ad  de 
Salamanca,  catedrático  de  filosofía  y  teo'ío^ja 
en  ella  y  canónigo  penitenciario  déla  Santa 
iglesia  <;atedi,al  de  Sego^ia/  Buenos  Aires. 
Librería  Baccani,  calle  Artes  88.  1879.  Éñ  32  , 
64  ps. 


—  300  — 


.  ¡Publicado,  .por  laimpí^pí^  d^^^  ttC9UV,\nef;.,Qe 

340— La  indulj encía  de  porciúncuia.  Ile^-e- 
j^  hlgfprica.  de.e^É^.íid^iirablp  iflk<jiuÍ4.6ftcra, 
coa.  uqa  ,  suscif^ta  ;  in^ti:u(icLon  p^ra  .í\pj¿)y€^- 
iChitrse  de  .iaii  inestiinaWe  tqsoro,  guq.Rm)li,<f^ 
Ql^,R.JP*.Fr.  FriajiciscQ  J^l«str^?;..^e^i^^Q^^ 
<?;i)rcanQ  ,¥í?clausírado,  jCJomísaHo  YitáítadQríj.e 
1^  y.  Q,  T.  dp  Pepi^ncía  de  N/ S Vftj^ 
ei^cQ  de  As|i$,  jáe  la  ciudad  de  BwceJ^Oiíja^íeí,^^ 
cion  de  20,000  ejeoiplares.  Kuénós  finjas, 
íípprei^f .^<<Íp.JLia,pa)i)p§, >;iptor}^ ^7,  y(i  Q%¡1^* 

. ,,  ^41-riPeyQcio^,  al  sagrado  eoi;^2¡(yi,tfe  Jesús 
.encai-j^jt^daípeqte  vpcoinendadjBi .  poií  el^^^mó. 
yfflp,.irwí)ͧpp  Claret.,.J$uenó^  AV^P^tW" 
prentade  Juan  H,  fCidd,  calje  CQrr^epiés.lil  f 

342rrPuM.  of^.ip,  P,,fíiu3  43^Mbn^^^^ 
tory  01  the  principal  snnctuaries  of  mQ.rv^Uy 
land;tr£in^lajtefil^.coiflplaíed  t^y  R.;í^k  fóáíaii, 
O.  S,  f!;,  yiceTCpnirniss^íítry  pf  i/ie  Holí/ífjod. 

Corn^ntep  í,|,<.;  18,79,     En.«  ,  2>  .p.s^jicp^i]  un 
plapo  de  ,^  iglesia  lljajQ[)aa¿^  del  is^ií^tp^,,,^^- 

pulcro,.  r.:     1    .    •     .    ,  /    i'í      r.       .-      .    !>     /   ;..;^,:i 

343-T0rí|ip  .dij>  im  offiqíi  ia!?crcj.esia  calhgA^ 

1  ciyitaiti,  ^(;,íirGui('ioecpsi  bop^erens;  juk^a  j;u- 

)jipas  breyiifrii,  uiissalisqüe.  rómojni\'íjf^.[\<^i^^ 

ac  ¿Uam  decreta.S,  K^  C   ,a  JeOjái^e  fíjV>^j:^j)lfu 

Blanes  cereraoniarum  niagístrb  pro  aimú  bis- 

se;xtili  domini  mdccclxxx.    Boni^  Aurlí^j    Ex 


-  301  — 

tipógráfia  P.  Coni.  Alsina  60*  ISm    En   8«, 

344— Ordo  recrtáhdi'divinirm  officiiim  misas- 
que  üelébrandi  pro'Pl  P.  Societetis  Jesu  in 
Kepiifelica  Argentina  ánnobisse^iilil880.  Bo- 
nfe  Acuris.  Ex  típog.  PaüIi'^Cbnl.''  Alsina  60; 
187¿^  £^18^,40  ps,  '    '    '*       '    .1" 

'  áte'^Ordo  diVirtlbffi'cii  peréolv^^ndi  rcwrteqv 
ihís^.  céiobt^nd^  Jpita  ntuiM  -santeioeifOttia- 
ntó;  ¿¿dbsrde '  hb vísí ihiámq.  -  brev.  acJ  missál 
éy¿á^%/'*tefórníiálíi<niem  '  in  sgratiamlfiliorunl 
tWWói-diS^.  P;  lí.  Fi*ancifeci  hitra  no^troe 
hüjüs*  alriiéé  próV.'  asfeurript   deiparoe   flütü 

£>latensis  limites  exi^tenfium  dispositaslprb 
írifa^'Mssexitili'  koccctxxx,  per  'Fi^.  Joannem 
Nébindilefeñiim  ^Alegre  ej üsd^fp '  nmvincfee  éi^ 
'definitoí^nl  vfeóérabllis  definitbiii  jlmsu  «di- 
tiisl'^ -rácivitaté bonaéí-etifeú  'ÉX'tipografia  d< 
'PJ*Córti:^AMtía'60l  1879.  Eri  8?,  38  ps.  ^'  - ' 
.«-_-  .        'premier  degí  ' 

icien  et  accej 

.^..v.  V. .*ww.,.    *^^^ Ayie^s:    Im-j. ^. ...^^ 

'iíCt^íilfWfef!  dfe^  k  PÍataS),  20-¿,  calle  San  Martin 

2m.  t879.v  Eíi32^y^ps/'      •»    ^í 

'^Jife^rÜcciones  •'  rAasbííífeas  po^  preguntas  y 
respuestas.  '     ^    •  ,    m  n  ^       .i   .j-mj, 

347— Instrucción- sobre  el  jubileo  y  algunas 
ora<^ionJ^s  ííúq  ||)iiedán  rezarse  al  ¡hacer  las 
visitas  de  las  igle^sias  con  la  encíclica  de  su 
Santidad  León  'iflí  y  lá  p^nátóral  del  Exmo. 
Sf.  Arzobispo,  deesta,arquidiócesis  sobre  el 
mismo 'Jubileo.'  'Con  aprobación  de  la  auto- 


—  ^aá  — 

^•idad  leclesiástiati.  Buenos  Air-es.  Igpa  her- 
manos, libreros  editores,  calle  Bolívar  esquilma 
Alsina.  1879,    En  32%  33  ps. 

348- Juicio  crítico  pobre  libertad  dé  cultos 
á  donsecuenoiíi  de  la  ley  sanpionada  por  la 
asamblea  coneftituyente  de  Boliyia  ep  1877, 
por  M  Jaraniillo  Ortiz,  cíudacl^np  ^p  Ifi^  ^er 
pttWica  de  Bolivia  y  mif  rptró  fuhdá^clor  *^e  la 
^Sociedad  fraíernarboliviana  en  3u^os.^.irfi?- 
La  libertad  de  cultos  ó  Liberiad  ^eI¡gÍQ$a.e3 
tey  de  progreso  j^ara  la  R^ú,bliqfi  de  )B9Íív/a 
y  para  todo  el  ñauado.  Buenos  Ajip?. '  J^W'- 
j^renta    esppcial   para  obras,   í$,tm;  ^P  ^^^ 

349— Caríictercs;^  de  la  verdadera  devqpíóp. 
í>hri<^íi  ei^crita  en  francés  ppr  /el  a^J:e  Grou. 
Traducida  al  castellano  por  el  K.  ff^  *f-  Mj?^^' 
Palfi^,  monje  Benedictino  4el.Moiifi¿tenb  pe 
Monserrat.  Nueva  edicioa  aum^n^adqi  con^I 
ordinario  de  la  misa,  qqiiKje  miiiuiok^  en,«om- 
paftia  de  Jesús  sacramentado  y  una.  oración 
«jl  santo  ángel  custodio-  Proioey  fili  tniyCor 
tU%^  mibi(PyQ\.  xxm,  27)^  ^iofl,  pof]ifti$.o  de 
la  autoridad  eclesiástica.  Buenos  Aií^a  Igon 
hermanos  cdjtores,  calle  Bolívar  esquina  AÍ- 
sina.  1879.     En  169,  lS7ps. 

ESTATUTOS  Y  REGLAMENTOS 

INFORMláS    Y    MEMOEIAS 

350— Concurso  déla   caja  de  <?ré<Jita    b- 


—  3oa  - 

foi^ine sobre  el  estado  <ie  la  ^dminídtri^qiQn  dfi 
la  quiebra.  Buenos  Aires*  Impre^ita  del 
Mercurio,  Alsina  270  á  8T4. 4879.  Er  4^^  me^ 
ñor,  18  ¿s* 

S&l-^M«aioria,  batanee  é id veQtari0)G(^a  que. 
ha  dado  ouenta  la  presidenta  Síaliente  de  la 
soctwdad  de  San    J(isié.e4  día  que  fip alisó  el 
periodo.     Btietoot^  Aire^     Imprenta.  ^  Mfi 
Biedttta,  cáitté  Belgraao  136.  1879.  E«  8^  2J  ps 

352  — Monumento  Mazzini  inaugúralo  ifi 
Buenos  irires  il  Í7  Mármí  1876.  RexKUcoüto 
delta  oominíssione.  ;  Buenvis  Aires*  1879.  B. 
B  BorftóBse  tipógrafo.  169  Guyo  130.  JS»  4-> 
VHfyMns. 

353— Informe  sobre  el  e«<?ado  de  la  ^i)cie<fed 
estilf<|iatitié&  de  ingeiliépra.  presentado  á  la 
asamblea  4^  15  de  abnl  de  187&<por  $u  prer 
sitleníe^el  Sr.  D.  Sebastian  B.  Reta; ^Buenos 
Aines;  imprenta  de  El  Siglo,  Alsina^97,  99  v 
101.  1«79-    Kn8?,28pís. 

354-  Sociedad  anónima  cLa  Fortuna»  de. 
minas  y  fundición  de  metnles.  Buenos  Aires. 
Litografia  é  Imprenta  de  (k  Kraft;  calle  Re  * 
conquista  92.  1879.     En  4-^  menor,  28  ps. 

35o —Planilla  -dem^stfativa  del  movimiento 
de  la  <;aja  municipal    del  Partido  de  Chaca- 
buco  en  lo&aftos  1877  y  187*.    Chivilooy*  Jm-. 
prefrta  de  La  Campaña',  calle  55,jGasa  deJM 
Peyra;  1879.     Bn  4*  menor,  19  ps. 

356  -Memoria  de  la  junta  de  admiiiistrai 
cion  del  crédito  pública  nacional  desde  >iu 
furr<*acíon  el  ^  de  éiíéí^  de  iSM  hasta  elia 


M 

/• 


—  304- 

dé  abril  éé  1879.    Buenos  Airea.    Irapreata  de 
Lá^  Nac4on,    calle  de  San  Martin  núm.  208. 
1879.  'En  49  menor,'  14  .ps,  .  /    . 

357_Sociedad  San  Vicente  de  Paui.  Junta 
generar  del  8  de  diciembre  de  187d^  ci^ebrada 
efnel  templó  de  nuestra*  señora  de  las  Mei^er-^ 
des  de   Buenos  Aires^  1879.  i  Buenos  .Aires. 
IrttprMta  del  Colegio  Pió  IX  de  Artes  y  Oficios 
(Alrnagro).-   Bn  8v,  .14  ps.^  y  .3  cuadrosMla-^ 
díjstieos.  .      •  .^      ^'.( 

' '  358ASoeiedad  estimuló  de  bellas.  artei^.hH 
fótmé  del  juiry  nombrado  pwa  lexaminar  Jos 
trabajos  expuestos.    Buenos  Aires,  rloiprenta 
de  La  Nación,  calle  de  San  Martin  ,núni.  308. 
1^879;  'En^l6«^l*  ps.  i'    ../...... 

•  359-^Esoueia.normalda  maestros  d^Jm^fO- 
vinciEfde  Buenos  Aires.  (Informe  del  dihe<5tór, 
correspondiente  al  año. 1878.  Buepos  AiieQs. 
Iftifírenta  de  El  Mercurio,  caU^.Alsiníi  r\úm^. 
270  á  274.  1879.  En.  4^^  menor^  »5Jrps. 'yj^.g 
cúadroside  horarios^,,  ,.   .  /  ,    .    ,  , ,      .* . 

36ü--Memoria  leida  eaU^ asamblea  4%}^ 
sociedad  Damas  <Je  C4r¡4^d;el  .1?  de  mar;ip  de 
1879.  Dolores.  -Imprenta  de  íja  Ra^riia,  ml\e 
Montevideo  núm.  37. 1879,.    En:l??,:^  psV 

361— Memoria  ^  preseq[tada  é, ,  la  , sociedad 
Damas  de  üaridaii  ;  Segundo  Sí^ineati;^  (Fct 
brero  15  á,  Julio  31.  1879).  Dolores.'^rnp^pnta 
de  «La  Patrian),  calle  Montevideo Vúrjití  37. 
1879.  En  12>,16ps. 

362— Reglamento  de  la^ociedad  JSoco|tos 
Mutuos  de  Dolores  fundada  el  8  de  (licioaibre 


—  305  — 

de  1867.  Dolores.  Imprenta  de  «La  Patria» 
calle  Montevideo  núm.  37.  1879.  En  12° 
27  ps. 

363—4*  exposición  y  feria  de  la  Sociedad 
rural  argentina.  Reglamento  general  é  interno. 
Apertura  28  de 'marzo  de  1880.  Secretaria 
calle  del  Perú  23  (altos).  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma,  calle  de  Belgrano  núms 
133  y  135.  1879.    En  4^  16  ps. 

364  Reglamento  para  la  esplotacion  de  los 
bosques  nacionales  Publicación  oficial.  Bue» 
nos  Aires.  Imprenta  de  La  Nación,  San  Mar- 
tin 208.  1879.    En  So,  17  ps. 

365— Reglamento  del  directorio  del  Banco 
de  la  provincia.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
la  Penitenciaria.  1879.  En  8°  mayor,  19  ps. 
366 — Estatutos,  reglamentos  y  sistema  de 
clasificación  que  deben  rejir  en  ía  esposicion 
continental  que  bajo  el  patrocinio  del  gobierno 
de  la  Nación  Arjentina.  con  el  concurso  de  la 
sociedad  nacional  de  farmacia  v  demás  que 
quieran  prestar  su  concurso,  celebrará  el  Club 
Industrial  en  1880.  Segunda  edición.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial 
para  obras,  60  calle  Alsina  60.  1879.  En  16°» 
48  ps. 

367 — Reglamento  provisorio  para  las  reu- 
niones del  tiro  y  gimnasio  nacional.  Buenos 
Aires.  Tip.  «La  Argentina»,  Florida  134.  1871^ 
En  16o,  6  ps. 

368— Instrucción  para  el  tiro  en  blanco, 
dedicada  á  la  juventud  aijentina.    Buenos  Ai- 


res.    Imprenta  La   Argentina,   Florida   154. 
1879.    En  329, 11  ps. 

369— F.  C.  de  B.  A.  y  Campana.  Code  of 
signáis  and  permanent  appendix  to  the  wor- 
king  tinrte-taDle»  Código  de  señales  y  apéndice 
permanente  al  itinerario  de  servicio.  Buenos 
Aires,  junio  30 de  1879.    En  32",  16  ps. 

Por  la  imprenta  de  Kidd. 

370 -Ferro -carril  del  este  ar  jen  tino.  Regla- 
mento para  pasajeros,  encomiendas,  carga, 
telégrafo,  etc.  junio  de  1879.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Juan  M.  Kidd,  Corrientes  117. 
1879.    En  8°,  29  ps. 

371— Rules  of  the  Barracasenglishinstitute. 
Buenos  Aires.  Imprenta  á  vapor  de  Juan  H. 
Kidd,  Corrientes  117.  1879.    En  32^  11  ps 

372— Reglamentií  del  Club  ünion  Paragua- 
ya. Buenos  Aires.  1879.  Imprenta  y  librería 
La  Patria»    En  8<»,  24  ps. 

373-— Reglamento  del  Centro  Gallego.  Ti- 
pografía y  librería  La  Patria,  Cuyo  79.  Bue- 
nos Aires.  1879.     En  8°,  16  ps. 

374^Reglamento  de  la  sociedad  cosmopo- 
lita Union  (le  zapateros.  Tipoí>,rafia  y  librería 
La  Patria,  Cuyo  79.  1879.  Buenos  Aires.  En 
8°,  12  ps. 

375— Reglamento  de  la  sociedad  cosmopo- 
lita de  protección  mutua.  Buenos  Aires.  Tip. 
Europea.de  I>.  jara  y  C*.  Reconquista  73, 
1879.     En  16^31ps. 

376— Sociedad  cosmopolita  de  proleccion 
mutua.    Reglamento   de  la    sección  de  ins- 


truccioTíl.  Buenos  Aires.  Impretitá  de  La 
Presidencia,  Esmeralda  23.  1879*  'En  16^ 
24  ps. 

377— Reglamento  de  la  sociedad  cosmopo- 
lita Juventud  del  Comercio.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  La  Pampa,  Victoria  97  y  99. 1879. 
En  8%  12  ps. 

378— Asociación  industrial  de  licoristas. 
Estatutos  discutidos,  apt*obados  y  aceptados 
en  asamblea  general  el  di  a  8  de  febrero  de 
1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  La  Pampa. 
Victoria  77  y  79.  1879.  En  8^,  6  ps. 

379 -Estatutos  del  Club  social  de  Lujan. 
Imprenta  de  La  Pampa,  Victoria  97  y99. 1879. 
En  8^  &  ps. 

380— Reglamento  de  la  sociedad  protectora 
de  dependientes,  fundada  en  Bueiíos  Aires  él 
dia  15  de  febrero  de  1879.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  La  Pampa,  Victoria  97  y  .99.  1879. 
J&n  8^,  7  ps. 

.  381— Réglement  de  la  société  savoisienne 
de  secours  mutuels  fondee  a  Buenos  Ay res  le 
14  février  1869.  Buenos  Ayres.  Imprimerie 
du  Courrier  de  la  Plata,  202,  San  Martin  202. 
1879.  En  16°,  15  ps. 

382 — Rulés  of  the  Buenos  Aires  Júnior  athle» 
tié  socíety  founded  19th.  october  1875.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  á  vapor  de  Juan  H-  Kidd, 
Corrientes  117.  1879.  En  32°,  21  ps. 

383^Rules  of  the  central  racrng  club.  Búla- 
nos Aii^es;  Itaprenta  á  vapor  de  Juan  H.  Kidd, 
eme  Corrientes  ll7.  1879*  Brtl6<í,  l^ps. 


—  308  — 

384— By-laws  of  lodge  progress.  Núm.  28. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Juan  H.  Kidd, 
calle  Corrientes  117.  1879.  En  32o,  29. 

385 — Reglamento  de  la  sociedad  juventud 
del  Saladillo.  Buenos  Aires.  Tipografía  del 
Courrier  de  la  Plata,  calle  San  Martin  núm. 
202.  1879.    En  16o,  8  pe. 

386— Société  «LaFrance».  Statut  organi- 
que  et  réglement  general.  Buenos  Ayres. 
Tipografía  del  Courrier  de  la  Plata,  calle 
San  Martin  núm.  202.  1879.    En  16?,  13  ps. 

387— Trenway  ala  Boca  y  Barracas.  Re- 
glamento y  tarifa  para  cargas.  Buenos  Aires. 
Imp.  y  estereotipia  del  Courrier  de  la  Plata, 
292,  calle  San  Martin  202.  1879.  Es  329, 15  ps. 

388— Société  belge  de  secours  mutuels  de 
bienfaisance.  Buenos  Ayres.  Imprimerie  du 
Courrier  de  la  Plata, 202  calle  San  Martin  202. 
1879.  En  16°,  12  ps. 

389— Ofítíina  de  ajustes  de  Ferro-carriles. 
Particular  y  no  para  publicación.  Regla- 
mento y  clasificación  de  carga  para  el  tráfico 
común  de  los  ferro-carriles  de  Buenos  Aires. 
Imprenta  á  vapor  de  Juan  H.  Kidd,  Corrien- 
tes 117.  1879.  En  8«,  12  ps. 

390 — Reglamento  de  la  Sociedad  Estímulo 
de  bellas  letras,  sancionado  por  la  Asamblea 
General  estraordinaria  de  4  de  julio  1879; 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni, 
Alsina  60.    En  89, 12  ps. 

391— Reglamento  para  el  Directorio  del 
Banco  de  la  Provincia.    Buenos  Aires.    Im- 


—  309  — 

wenta  de  Pablo  E.  Conl  Alsina60.  1879.  En 
8^  mayor,  25  ps. 

392  —Reglamento  de  la  sociedad  proteccioQ 
4  la  viniegra  en  Buenos  Aires.  1879.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni.  Alsina  60. 
En  8?,  8  ps. 

393— Municipalidad  de  Balcarce.  Regla- 
mento de  prostitución.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  Pablo  E.  Coni.  Alsina  60.  1879. 
Ea  89,  7  ps. 

394— Club  Industrial.  Estatutos  y  regla- 
mento general  reformados  v  sancionados  en 
^amblea  general.  Declarados  vigentes  desde 
el  dia  18  de  mayo  de  1879.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Pablo  E.  Coai.  Alsina  60.  1879. 
En  8«,  34  ps, 

395 — Reglamento  para  el  Cementerio  del 
Puerto.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E. 
Coni.  Alsina  60.  1879.  En8^  7  ps. 

396 — Asociación  de  curtidores  y  zurrado- 
res. Estatutos  sancionados  en  asamblea  j  ene- 
ral  del  dia  7  de  julio  de  1879.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Pablo  E.  Coni.  Alsina  60.  1879. 
En  8%  7  ps. 

397  —Estatutos,  reglamentos  y  sistemas  de 
•clasificación  que  deben  regir  en  la  exposición 
continental  que  bajo  el  patrocinio  del  gobierno 
déla  Nación  Argentina,  celebrará  el  Club  In- 
dustrial en  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
Pablo  E.  Coni.  Alsina  60.  1879.  En  8^  48  ps. 

398— Reglamento  de. la  Sociedad  Estímulo 
de  bellas  artes,  sacionado  por  la  asamblea 


-  .31^0  - 

SiineüT^l   e9traor4Ínan$t  dp  4  de  julio  de  Í,^J9- 
uenós  Aires.    Irnprenta  de  Pábjo  E/Coni. 

399-^Reglft9iemo  del  cplegip  «CQlpqjx.  gler 
meatftl  y  superior  p^üTíí.  ipteiruos,,  medio-jbteír 
ños  y  externos.  Rosaiio,  Enero  31  .<Jel879' 
Impf  epta  d0  li^  Capital.  16ji,  Pu^ertQ,  163^  En 
16p  mayoí,  8  psf, 

400-^6glamento  general  y  plan  de  estu- 
dios para  el  Instituto  Mercantil  de  ta  PrCK 
víncia  dQ  Buenofi  Aires.  1879.  Calle  Perú  150 
yMoPOTO  146.  Bqenos  Aires*  Imprenta  oftite 
Moreno  núpa.  180.  1879.  En  8o  mayor,  2Q  pa. 

401— Reglamento  del  Club  social  estable- 
cido en  la  ciudad  del  Rosario  de  Santa  Fé 
en  enero  de  1873.  Rosario,  Agosto  14  de  1879. 
Imprenta  de  La  Capital,  Puerto  161  y  163. 
En  32%  14  ps. 

402— Estatutos,  ley  orgánica  y  leyes  poste- 
riores del  Banco  provincial  de  Santa  Fé.  Ro- 
sario. Imp.de  Ei  independiente,  Córdoba  48 
y  50. 1879.  EnlG'^  mayor,  44  ps. 

403 — Informe  que  la  comisión  examinadora 
del  balance  del  Banco  provincial  de  Santa  Fé^ 
presenta  á  la  Asaipciblea  General  de  accionis- 
tas, porrespondiente  al  ejercicio  terminado 
e)  30  de  setiembrí^  de  1879.  Rpsario.  Ijiib.  ^e 
ei  índepeíjdíente,  CórcÍQba  50.  1879.  En  X^!" 
Wyor,  8  p3.  * 

4i)4— Informe  relativo  4  l^^s  colonias  de  la 
prQv^ncj^  4é  ^.^nt^.  Fé-,  l^osarío,  Imprenta  |(| 


—  311  - 

Independíente,  Córdoba  Qúms.  48  y  50/  1879. 
En  16°  mayor,  18  ps. 

Informe  áeí  Sr.  Jonás  Larguia,  coctiisionado 
al  efecto;  el  gobi^no  lo  mandó  publicar  en  3 
de  i&ayo  de  1879.  En  él  se  esponen  lijera- 
mente  los  hechos  qae  demuestran  la  fornva- 
cion  y  progreso  de  las  colonias  durante  los 
quince  últimos  años. 

40&--Club  del  Plata.  Memoria  presentada 
á  la  asamblea  general  en  j unio  de  1879.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  LaPampa,  Victoria 
Sffy99.  En8e,12p«. 

406^Informe  de  la  comisión  directiva  de  la 
socifodad  fomento  de  Barracas  al  Norte  en  la 
asamblea  general  de  accionistas  convocada 
el  dia  28  de  enero  de  1880.    En  So,  8  ps. 

Imprenta  de  Kidd. 

407— British  hospital  Report  for  the  year 

1878.  Buenos  Aires.  Imprenta  á  vapor  de 
Juan  H.  Kidd,  Corrientesrll?.  1879,  En  8?, 
38  ps. 

408— Informe  presentada  á  los , accionistas 
de  la  sociedad  anónima  mercados  y  almace- 
nes de  depósito  de  la  Asunción  del  Parac;uay 
en  su  primera  asamblea  general  en  Buenos 
Aires  á  22  de  abril  de  1879.  Buenos  Aires, 
Imprenta  de  Juan  H.  Kidd,  Corrientes  117. 

1879.  En  8'',16ps. 

409 — Report  of  the  select  vestry  of  St.  John's 
anglican  church,  preseoted  at  the  easter  mee- 
ting  oí  the  registei^ed  vestry  holden,  april  15tU, 
1879.    Buenos  Aires.  Imprenta  de  Juan  H 


—  312  — 

Kidd,  Corrientes  117,  1879.  Ea  fi%  14  ps.  coa 
un  plano. 

410— Estado  demostrativo  del  Club  del 
Progreso  en  setiembre  30  de  1879.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablq  E.  Ooni.  Alsína  60. 
1879.  En  4-,  20  ps 

411— Informe  sobre  un  proyecto  de  socie- 
dad anónima  de  navegación  á  vapor  entre  el 
puerto  de  Genova  y  el  Rio  de  ia  Plata.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni.  Alsiaa  60. 
1879*  En  8-^  mayor,  15  ps. 

412— Informe  de  ia  Sociedad  Damas  de 
Caridad  del  pueblo  de  la  Paz  (Lomas  de 
Zamora)  sobre  los  trabajos  practicados  en 
favor  de  los  pobres  y  enfei*mos  de  la  localidad. 
Leido  en  la  asamblea  del  20  defebr-ero  de  1879. 
Buenos  Aires,  imprenta  de  Pablo  E.  Coni. 
Alsina  60.  1879.    En  8-,  8  ps.    . 

413— Informe  de  la  Sociedad  Damas  de  Ca- 
ridad de  San  Vicente  de  Paul.  Leido  en 
asamblea  goneral  de  julio  27  de  1879.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni.  Alsina  60. 
1879.     En  8°,  16  ps. 

414— Estado  administrativo  del  Club  del 
Brogreso  en  marzo  31  de  1879.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Pablo  E.  Coni.  Alsina  60. 1879. 
En  49  menor,  16  ps. 

415— Caminos  de  Flores  y  Gauna.  Informe 
de  la  comisión  directiva  á  sus  accionistas  en 
el  a&o  económico  terminade  el  31  de  julio  de 
1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  do  Pablo  E. 
Coni.  Alsina  60.  1879.    En  8^  19  ps. 


PUBLICACIONES  OFICIALES 


416— Registro  administrativo  municipal  de 
la  ciudad  del  Rosario,  desde  la  organización 
de  las  municipalidades  hasta  fines  de  1878. 
Inaprenta  «  1°  de  Mayo».  En  8%  XU,  362  y 
X  V  ps. 

Primera  parte:  Comprende  las  disposicio- 
nes y  leyes  referentes  4  la  organización  de 
la  institución  municipal  en  la  provinc^^  y  su 
instalación,  etc.  en.  el  Paraná. 

Segunda  parte:  Ordenanzas,  reglamentos, 
acuerdos,  presupuestos,  memorias  y  actas  de 
elecciones  de  las  autoridades  y  comisiones 
municipales,  arreglado  por  períodos. 

índice  alfabético.  ^ 

417— Departamento  de  Marina.  Discretos 
sobre  la  organización  de  la  aduana  nacional; 
Publicacioa  oficial.    Buenos  Aires.  Imprenta 


~  314  — 

de  obras  de  La  Nación,    calle    San  Martin 
núm  208.  1879.    En  4?  menor,  13  ps. 

418— Leyes  y  decretos  relativos  al  ferro- 
carril del  Oeste  y  telégrafos  del  Estado  hasta 
el  31  de  diciembre  de  1878.  Buenos  Aires. 
Imprenta  del  Mercurio,  calle  Alsina  núms.  270 
á  274.  1879.    En  4?  menor,  200  ps. 

Contiene  prócsimamente  200  leyes  y  decre- 
tos, propuestas  y  otros  documentos  referentes 
al  ferro-carril  del  Oeste,  desde  la  ley  de  9 
de  enero  de  1854  que  autoriza  su  construc- 
ción.    Colección  completa.   Carece  de  índice. 

419--Ley  general  Je  tierras  públicas  de  la 
provincia  de  Buenos  Aires  sancionada  en 
1878  y  decreto  reglamentario  de  la  misma. 
Publicación  oficial.  Buenos  Airesu  Imprenta 
del  Mercurio,  Alsina270á  274.  1879.  ÉnlG'^. 
mayor,  16  ps. 

420— Mensaje  del  Presidente  de  U  Repú- 
blica al  abrirse  las  sesiones  del  Congreso 
Arjentino  en  mayo  de  1872,  Bueuos  Aires, 
Imprenta  de  El  Nadonal.  Bolívar  65  y  67. 
1879.  En  89,  60  ps. 

421— Mensaje  del  Poder  Ejecutivo  de  la 
provincia  á  la  Honorable  Asamblea  General 
Lejislativa.  Santa  Fé.  Imp.  de  El  Santafe- 
sino.  1879.    En  49   menor,  22  ps. 

422— Mensaje  del  Poder  Eiecutivo  de  la 
provincia  á  la  Honorable  Legisíalurau  Buc^nos 
Aires-,  lo  de  mayo  de  1879.  Biieaos  Aires. 
Imprenta  de  Pablo  E.  Goni.  Alsina  6a  lft79i 
£ii4^^)enor,  32  pa. 


—  816  -^ 

433^Mens9Je  del  Gobernador  de  la  provin- 
cia al  abrir  el  29  período  de  Ifis  s^sio^ea  or^* 
dlnarias  de  la  Cámara  lejlsl^tiva  del  año 
1879.  Catamarca.  Icapreata  del  Estado*  ^n 
89,  14  ps. 

424:— Mensaie  del  Gobernador  de  laprpvin-* 
oía  al  abrir  ia9  sesiones  de  la  Honorable 
Cámara  Legislativa  en  Agosto  de  1379.  Cor- 
rientes. Imprenta  de  La  Libertad*.  1879.  £n 
8^,a2p$. 

4a6--Mens€ge  del  Gobernador  de  la  provin- 
cia al  hacer  la  apertura.de  la  Honorable  Cá- 
mara en  su  vigé3imo  período  legislativo.  Uru- 
guay. Establecimiento  tipográfico  d^  La  vo?s 
del  Pueblo,  calle  Entre  Ríos  núm.  97.  1879. 
En  80,  36  ps. 

426- -Proyecto  de  ley  de  carta  orgánica 
para  el  Banco  de  la,  provincia,  presentado 
por  el  P,  K  á  la  H.  Lejislatura.  Reglamento 
vigente  para  el  directorio  del  mismo.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  la  Penitenciaria,  1879.  En 
4^  menor,  31  ps. 

427— Cámara  de  Diputados  de  la  provincia. 
Orden  del  día.-  Dictamen  de  las  comisiones 
de  Hacienda  y  obras  publicas  en  el  proyecto 
de  ley  general  de  ferro-carriles  de  la  provin- 
cia de  Buenos  Aires.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  El  Porteño,  Belgrano  79.  1879.  En  4-, 
29  ps.  con  gran  márjen  para  anotaciones. 

428— Proyecto  de.  presupuesto  de  gastos  y 
cálculo  de  recursos  de  U  municipalidadí  de 
Bueiios  Aífqs  para   el  año  dej  1880.    Bueaqs, 


-  816  — 

Aires,  Imprenta  de  El  Porteño,  Belgrano  79. 
1879.  En  49,  24  ps. 

429— Proyecto  de  pri^supuestp  genisral  (le 
gastos  y  cálculo  de  recursos  de  la  adminis- 
tración para  1879,  sancionado  por  la  Honor^i- 
ble  Cámara  de  Dit)utados.  Buenos  Aires. 
Imprenta  Moreno,  calle  Moreno  180.  1879r 
En  4o,  46  ps. 

430  —  Presupuesto  del  Departamento  de 
Guerra  para  el  ejercicio  del  año  .1880»  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  El  Nacional,  Bolívar  65  y 
67.  1879.  En  8%  24  ps. 

431— Presupuesto  del  Departamento  de  Ma- 
rina para  el  ejercicio  del  año  1880/  Imprenta 
de  El  Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1879.  En  8o, 
24  ps. 

432— Congreso  Nacional  Argentino.  Informe 
de  la  comisión  de  presupuestos  de  la  Cámara 
de  Diputados  sobre  el  cálculo  de  recursos  y 
proyecto  de  ley  de  impuesto  para  1880*  (Dis- 
curso pronunciado  por  el  Dr.  D.  José  A. 
Terry,  Diputado  por  Buenos  Aires,  en  la  se- 
sión del  12  de  setiembre  de  1879).  Buenos 
Aires.  La  República.  Imprenta  especial  de 
obras,  calle  Belgrano  núm.  189.  1879.  En  4^, 
19  ps.  á  dos  columnas. 

433— Congreso  Nacional.  Cámara  de  Sena- 
dores, sesión  de  1878.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  El  Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1879.  En 
49  mayor,  734  ps.  á  dos  columnas. 

Abarca  este  período  lejislativo  47  sesiones 
ordinarias  y  10  depróroga.    El  volumen  con- 


-  317  - 

tiene  al  final  todos  los  proyectos  de  ley  que 
han  tenido  sanción  definitiva  en  esas  sesiones 
y  un  resumen  de  los  decretos,  resoluciones 
y  acuerdos  dictados  en  el  mismo  año  1878. 

434— Ordenanzas  para  el  réjimen  de  las 
aduanas  de  la  Repüblica  Arjentina.  Publica- 
ción oficial.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El 
Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1879.  En  8°  mayor, 
226  ps- 

El  libro  contiene  los  1079  artículos  de  las 
ordenanzas  y  17  modelos  de  manifiestos,  per- 
misos, etc. 

435— Disposiciones  de  las  ordenanzas  de 
Aduana  sobre  comisos  y  multas  por  contra- 
bando, adjudicables  á  los  denunciantes  ó 
aprehensores.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El 
Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1879.  En  8°  ma- 
yor, 12  ps. 

Edición  oficial  de  10,000  ejemplares. 

Contiene  las  disposiciones  sobre  contra- 
bando adjudicable  á  particulares,  y  al  pié,  en 
forma  de  nota,  todos  los  artículos  á  que  di- 
chas disposiciones  se  refieren. 

436— Planillas  comparativas  de  los  dere- 
chos, aforos  y  gravamen  á  que  estaban  suje- 
tos los  principales  artículos  de  la  importación 
estranjera  y  los  productos  nacionales  espor- 
tadoa  desde  1870  ál878  inclusive.  Publica- 
ción oficial  de  la  oficina  de  estadística  comer- 
cial. Buenos  Aires.  La  República.  Imprenta 
especial  de  obras,  calle  Belgrano  núm.  189, 
junio  de  1879.  En  4^  68  ps. 


—  31á  — 

437 -Memoria  del  Departamento  de  Ha- 
cienda correspondiente  al  año  1878,  presen-^ 
tada  al  Honorable  Congreso  Nacional  en  1879. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Porteño,  es- 
pecial para  obras,  Belgrano  79.  1879.  En  4», 
CXI  y  372  ps. 

Es  notable  la  primera  sección  de  esta  me- 
moria por  las  majistrales  esposiciones  que 
contiene  sobre  moneda,  bancos,  impuestos, 
rentas,  estadística,  deuda  pública,  etc.  y  la 
carta  no  menos  notable,  aunque  ya  conocida, 
dirijida  por  el  ministro  del  ramo  al  Goberna- 
dor de  la  provincia  de  Buenos  Aires. 

Contadas  son  las  personas  que  se  detienen 
á  leer  la  memoria  anual  de  los  ministerios  y 
sin  embargo,  no  es  la  primera  vez  qué.  en 
lugar  de  nna  obligada  y  enfática  disertación, 
se  encuentra  en  ellas  estudios  profundos,  y 
bien  meditados,  dignos  de  llevar  al  pié  la  firma 
de  un  economista  de  nota  ó  de  un  estadista  de 
fama  universal. 

Para  los  estudiantes  de  derecho,  ía  parte 
indicada  de  esta  memoria  es  un  testo  claro  al 
que  pueden  acudir  en  busca  de  las  doctrinas 
más  avanzadas  y  mejor  sostenidas  de  la  cien- 
cia económica:  Para  los  hombrea  que  á  ella 
se  dedican,  son  pajinas  preciosas  de  un  libro 
de  consulta. 

Las  demás  secciones  corresponden  á  cuen- 
tas jr  memorias  diversas  y  comprenden  la  del 
crédito  publicó  nacional,  Ja  ael  Bando  Na- 
cional,  la  de  la   Contaduría  jeneral' la  de  la 


—  319  —  ( 

Tesorería  jeneral,  la  de  la  administración 
jeneral  de  sellos  y  patentes,  las.  de  las  admi- 
nistraciones de  rentas  nacionales,  ele. 

438— Memoria  presentada  á  la  Honorable 
Cámara  Lejislativa  de  la  provincia  de  Cor- 
rientes por  el  Ministro  de  Hacienda  é  Instruc- 
ción PúDlica  D.  Valemin  Virasoro.  Año  1879. 
Buenos  Aires.  Imprenta  Europea,  Reconquis- 
ta 73.  1879.  En  8-,  122  y  CDXIII. 
Los  anejos  son  : 

A— Percepción  de  rentas. 

B — Inversión  de  rentas. 

C — Oficinas  fiscales,  Contabilidad. 

D — Deuda  pública. 

E— Empréstito 

F — Tierras  públicas. 

(t — Mesa  topográfica. 

H— Secretaria  de  Hacienda.  ^ 

I — Instrucción  Pública. 
439 — Memoria  presentada  á  la  Honorable 
Cámara  Lejislativa  de  la  provincia  de  Cor- 
rientes por  el  Ministro  de  Gobierno,  Dr.  D. 
Manuel  F.  Mantilla.  Agosto  de  1879.  Buenos 
Aires,  5G07.  Imprenta  del  Porvenir,  calle  de 
la  Defensa  núm.  139.  1879.  En  4°  menor, 
122  ps. 

Para  formarse  idea  de  esta  detenida  espo- 

sicion  de  la  situación  actual   de  la  provincia 

de  Corrientes,  basta  dar   los  títulos  de  los 

capítulos  en  que  e^tá  dividida  esta  memoria: 

Situaciom  política. 

Relaoion^íi  con  el  .Gobierno  Nacional. 


_  320  i- 

f 

I 

Relaciones  con  los  gobiernos  de  provincia. 
Gobernación  del  Chaco. 
Administración  interior,  _ 
Inspección  jeneral  de  milicias. 
Departamento  de  Policía. 
Polici  a  de  campaña.  ^ 

Misiones— Censo  y  fecopilacion  de  docu- 
mentos. 
Municipalidades. 
Ley  de  elecciones. 
Creación  de  pueblos. 
Inmigración  y  colonización. 
Obras  públicas. 
Edificios  públicos. 
Vias  de  comunicación— Correos. 

Yerbales. 

Armamento  y  vestuario. 

Administración  de  justicia. 

Defensoria  de  menores,  pobres  v  ausentes. 

Culto. 

Asuntos  diversos. 

440— Memoria  presentada  á  la  Honorable 
Cámara  Legislativa  en  ^sus  sesiones  de  1879, 
por  el  Ministro  de  Gobierno.  Provincia  de 
Entre  Rios.  Uruguay.  Tipografía  de  La  voz 
del  Pueblo,  calle  Entre  Rios,  núm.  97.  1879. 
En  8o,  XXXII  y  244. 

Contiene  la  memoria  del  Departamento  To- 
pográfico con  un  plano  del  pueolo  delineado  en 
la  colonia  General  Alvear,  otro  de  la  misma 
colonia  en  el  Departamento .  del  Diamante, 
otro  del  ejido   del  Diamante  y  otro  del  ejido 


—  321  — 

de  Colon;  y  los  anqjos:  !<>,  proyecto,  de  refor- 
mas dé  las  iñstru'ccibriés  ^ara  agrimensores; 
2^,  serie  de  cuadros  de  los  campos  dé  pro- 
piedad y  arrendamiento,  por  Departemeiíto*; 
3^,  agrimensores  áiünici pales;  4*  y  5%  dit^rJ; 
sas  notas. 

Informes  sobre  colonias. 

Memorias  de  las  jefaturas  políticas  de  todos 
los  Departamentos. 

441: -Memoria  de  la  juWa  de  admiñ^tra- 
cion  d^l  crédito  público  nacional  desdé  áü 
fáñdacion  el  2  de  enero  de  1864  ^astá  el  ÍÚ 
de  abril  de  1879.  Buenos  Afres.  Imprenta 
de  La  Nación,  callé  San  Martin  i^ftm.  ¡8í()8. 
1879.    En  8"  mayor,  14  ps. 

Men^oría  dirijlda  al  Sr.  Ministro  de  Ha- 
cienda de  la  Nación.  ' 

442— Memoria  del  Departamento  de  Jüstí-. 
cia,  CuUo  é  Instrucción  Pábliéa  correspon- 
diente al  año  1878,  presentada  al  Honorable 
Corigreso  de  la  Nación  en  sus  sesiones  del 
año  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  dé  Eí 
Nacional,  Bolívar  65  y  67. 1^79.  XXXI  y  530' 
ps.  en  4o. 

443 — Memoria,  de  Marina  presentada  al 
Honorable  Congreso^  de  1879  pqr  el  MitiistTO 
de  Guerra  y  Marina,  General  D.  Julio  A.  RpQai 
Buenos  Aires,  Ittiprenta  de  El  Porteftoi,  Bel-, 
grano  7!^.  1879;  Eti  8<'  mayor,  XVIII  y  446 
ps.  y  ttn  cr(yquis. 

Contiene    cinco  anejos:    A— Comandancia 
jeneraüdeMariha;  B— Escuela  naval  íeói^ico- 


—  322  — 

* 

gráctica;  C — Oficina  central   de  Hidrograña; 
^— Junta  de  Sanidad;  É— Capitanía  jeneraí 
de   Puertos,   que   comprende:  A — la  ley  de 
creación  de^un  cuerpo  de  baqueanos  depen- 
diente de  la  Comandancia  jenéral  de  Marina; 
estado  del  arsenal  y  relación  nominal  de  las 
embarcaciones  que  poseía  la  nación  en  1879; 
reglamento  para  lainstituck)n,  organización  y 
servicio  del  batallón  maestranza  en  el  af  Sje* 
nal;  el   programa  de  construcciones  navales; 
\s^  organización  médica  de  la  escuadra,  buques 
de  la  escuadra,  inspección  general  de  marina, 
secretaria   de    la    comandancia   jeneral    de 
marina,    detall  de  la  comandancia  jeneral  de 
marina,  el  reglamento  para  el  servicio  de  de- 
fensas   submarinas  en  los   puertos  militares 
de  Francia;  B — Informe  sobre  los  ejercicios 
de  tiro,  pertenecientes  á  la  enseñanza  prepa- 
ratoria de  artillería;    informe  sobre  la  parte 
práctica  de  la  enseñanza  de  artillería;  y  las 
memorias  presentadas    por  las  capitanías  y 
subdelegacíones,  lo    mismo  ^ue  infinidad  de 
tablas  y    cuadros   demostrativos  y   estadís- 
ticos. 

La  memoria  es  un  trabajo  serio  y,  como  se 
ve,  está  bien  documentada. 

444r--Memoria  del  Departamento  de  Educa- 
ción de  la  Provincia,  presentada  al  Exmo.  Go- 
bierno de  la  Provincia  de  Entre  Ríos  por  el 
6efe  del  Departamento  de  Educación  é  ins- 
pección general  del  ramo,  Milcíades  Ecfaaf^üe. 
Uruguay.  Tipografía  de  La    Voz  del  Pueblo, 


—  323  — 

calle  Entre  Riosnúm.97.  1879.  En  8>,  310  ps. 

La  memoria  comprende  66  pajinas  y  el 
resto  del  libro  lo  forman  21  anejos  con  10 
cuadros  estadísticos.  Contiene  el  «plan  de 
estudios  y  graduación  de  la  enseñanza  de  los 
escuelas  públicas  de  la  provincia.» 

445--Memoria  presentada  á  la  Dirección  de 
Rentas  de  la  Provmcia  por  Ignacio  de  Irigoyen, 
gefe  de  la  oficina  de  patentes  y  marcas.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  El  Nacional^  Bolívar 
65  y  67.  1879.    En8",30ps. 

Contiene  nueve  cuadros  demostrativos. 

446 — Ministerio  de  Gobierno.  Memorias  de 
la  Biblioteca  Pública,  Sociedad  de  Beneficen- 
cia, Defensoria  de  Menores,  Inspección  de 
Milicias,  Oficina  de  Estadística,  Archivo  Ge- 
neral, Departamento  de  Policia,  Museo  Pú- 
blico, Juzgados  de  1*  Instancia  de  los  Merca- 
dos 11  de  Setiembre  y  Constitución,  Peniten- 
ciaria, Consejo  de  Hijiene  pública.  1877. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  la  Penitenciaria^ 
1879.     En  4%  796  ps. 

447 — Memoria  del  Banco  de  la  Provincia. 
Año  1878  Buenos  Aires.  Imprenía  de  El 
Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1879.    En  8<>,  54  ps. 

448 — Memoria  de  las  oficinas  del  Departa- 
mento de  Hacienda,  correspondiente  al  año 
1878.  Buenos  Aires.  La  República.  Imprenta 
especial  de  obras,  calle  de  Belgrano  núm. 
189.  1879.    En  8«. 

Gontiene:  Memoria  de  la,  Contaduría  de  la 
Provincia.  1878. 


-  3U  — 

lid;  de  la  Tebórérrá  Jén'et-ai,  Áiílbás46p^. 

U.  dé  'la  liirecélón  jéíieral  de  Reñías. 
576^.  =^ 

ja.  del  PeíihHkttlento  dé  Injéniéros.  í'g'ps. 

Td,  del  Baácó  de  la  Provincia.  S3  ps. 

Id.  del  Banfco  Hípotééál^io.  Impréntíi  de  La 
Nábíóh.  San  Mártiri  húm.  208-  70  p». 

íá.  de  la  éótrtüsion  dé  aguas  córrlétttes, 
cldácas  y  adoquinado^  Año  1878.  LíWgrkfia 
é  imprenta  de  G.  Kráft,  Reconquista  92.  1879. 
XXV  ps.  V  los  siguientes  anejos: 

1?  Resolución  isobré  él  destino  dé  l&stDa- 
teriás  féóáles  y  ^iguaS  servidas  dé  las  ~cíoítóas. 
^étudiós  dé/  las   éorrierités    del  'Río   deja 

jata  desdé  el  Riachuelo  haéta  el  ótto  Itoo 
db  Qüifines^  por  los  Injeñiéros  Higgin  y  Sil- 
Veyra. 

h  MémoVia  tíe  lia  Góiitaduria. 

1K  Id.  de  la  oficina  de  Recaudación. 

4«  Id.  lié  'la  oficina  Bateman.         ' 

5*  DíVei'sas  leyes. 

6**  Descripción  de  las  obi*as  de  salubridad 
poip'el  injéniéro  G.  Higgin. 

79  Mehiori'a  del  encargado  d^  la  oficina  del 
ihei^iéró  residente  y  •  observaciones  hechas 
por  la  cbhiisión  á  al^ühos  desús  páfrafos. 
Gón  los  anfeios  A  y  tí.  '   » 

W  Diverstois 'proyectos  propuestos  parapb- 
.léher*fbíidí6á  eonque  proseguirlas  obras  de 
salubridad.  ;  * 

Sftjiltók^ó  dé  pájinafe'de  lés'^-aneips,  284;        \ 

Mapaoria  del  Ferro^Carrirdei  Oeste.  ^  Irá- 


—  825  — 

PWntH  def  Metv3urio,  Alsina270á  876.  285  ps. 

Númeh)  total  de  pajinas  del  Volúbén,   1145i 

.  449— Memoria  dai  Presidente  de  la  comi- 
sión municipal  al  consejo,  correspondiente  al 
ejercicio  de  1878.  Buenos  Aires.  Imprehta 
da  M.  Biedma,  calle  Belgrano  núm.  135.  1879. 
Dos  tomos  en  89  Tomo  1, 320  ps.  Tomo  II, 
DXXXVIII  ps. 

&\t^  tomo  contiene  los  anejos  siguientes: 

A— Disposiciones  sancionadas. 

B -Contratos  celebrados. 

C  —Informe  de  la  administración  de  vacuna 
humana. 

D— id.  del  Director  del  hospital. 

E— Id.  deJ  ebónomo  del  hospital  San  Hoque. 

F— Id.  del  director  del  hospital  de  las  Mer- 
cedes. 

O— Id.  del  administrador  de  limpieza  pú- 
blica. 

H-'-  Informes  d^e  los  Administradores  de 
cementerios. 

J-^rífo^híe  del  mercado  del  certtro. 

K— Id.  de  la  administración  del  matadero 
piíblfcó. 

L^d.de  ía  Junta  inspectora  de  muertos. 

•M^Id.  'deltepedtor  jt^néral. 
■  N^Id.  de  la  cotitádürié  municipal. 

O-  Id.  déla  oficina  de  obras  públicas. 

^P^-^Id.  de  te  ittspecciótt  de  alumbrado. 

Q-*^íd,  d^l  sub-inspecftor  general. 

R^ld.'dél  frfdcfirador  tounicipial. 

*45Ó^Bdiei(>n  oficial.  Reglamento  é  itíslruc- 


-.  326  — 

cionds  para  la  inspec<iion  técnica  y  adminis- 
trativa de  los  ferro-carriles  nacionales.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni. 
Alsina  6i>-  1879,    En  8V,  48  ps. 

451 — Ferro-carril  Nacional  del  Norte  de 
Córdoba  á  Tucuman.  Esposicion  de.  hechos 
y  recopilación  de  leyes,  decretos  y  varios 
datos  referentes  á  su  construcción.  Buenos 
Aires.  La  República.  Imprenta  especial  de 
obras,  Belgrano  núm,  189.  MDCCuLXXIX. 
En  89,  358  y  II  ps. 

La  esposicion  de  todos  los  antecedentes  de 
la  construcción  del  ferro-carril  del  N.  de  C. 
á  T.,  comprende  248  ps.  y  el  resto  del  libro 
lo  ocupa  un  apéndice  que  contiene,  entre  otros 
documeutos,  el  contrato  de  construcción,  el 
plan  de  trabajos  de  la  empresa,  el  informe  de 
los  señores  Lav^lie,  Stegmany  Fisher  sobre 
el  estado  de  las  obras,  varios  otros  infornf)6$, 
notas,  quejas  de  la  empresa,  decretos,  etíc.  en 
fin,  la  más  completa  recopilación  de  docu- 
niriitos  oliciales  ^obre  la  construcción  de 
dioh(ir  ferro -caí  ril. 

452— Diccionario  geográfico  postal  ó  ma- 
nual del  servicio  de  correos  y  telégr(4bs  para 
el  uso  de  las  administraciones  de  la  Kepublíca 
Argentina,  "publicado  por  la  Dirección  Gene- 
ral de  Correos  y  telégrafos.  Bueno^  Aires, 
Imprenta  y  litografia  del  Courrier  de  la  Plata, 
202  calle  San  Martin  202.  1879.  En  4^,  426 ps. 

Contiene  un  '  resumen  de  las  ciudades,  vi- 
llas.aldeas,  centros  de  población,  etc.  de  la  Be- 


327  - 

pública  Arjentina  y  una  estensa  tabla  jeográ- 

fica. 

453— República  Argentina.  Reglamento  ge- 
neral del  servicio  de'  correos,  contabilidad 
postal  y  telegráfica  y  provisión  de  útiles  de 
ambos  servicios.  Buenos  Aires.  4959.  Im- 
prenta del  Porvenir,  catle  Defensa  139.  1879. 
En  16^,  388  v  11  ps.  y  8  en  blanco  para  firmar. 

Elfndrce  detallado  comprende  58  pajinas. 

Este  Reglamento,  confeccionado  por  el  di- 
rector jeneral  de  correos  y  telégrafos,  Sr. 
Eduardo  Olivera,  fué  aprobado  por  el  Go- 
bierno Nacional  en  3  de  junio  de  1879.  El 
tiene  por  base  las  ordenanzas  é  instrucciones 
postales  de  las  naciones  más  adelantadas,  y 
•  só  ajusta  por  completo  alas  leyes  que  rijen  la 
materia,  como  la  de  correos,  contabilidad  y 
justicia  nacional,  siguiendo  en  un  todo  sus 
prescripciones. 

Falta,  para  que  fuese  completoj  lo  relativo 
á  jiros  postales  y  suscriciones  á  periódicos, 
medidas  imposibles  de  poner  actualmente  en 
práctica  por  la  carencia  de  una  moneda  na- 
cional, como  lo  observa  el  autor  en  las  pocas 
líneas  con  que  encabeza  su  trabajo. 

El  Sr,  CHivera  ha  levantado  la  institución 
hasta  donde  las  leyes  se  lo  han  permitido; 
porque  de  las  leyes  del  pais  dependen,  más 
que  de  su  dirección,  algunas  deficiencias  que 
todavía  se  notan,  algunas  trabas  que  no  han 
debido  nunca  ecsistir  en  nuestras  comunica- 
ciones con  el  resto  del  mundo,  y  en  especial 


•  V     ••» 


-  ^8~ 


coa  Ifi^a   dpmás  repúblicas  do  l^Apa^rjc^L^ fi- 
tina. 

'  El  reglamento  d^  Correos  pru^b^  ^^^{  ^^^ 
más  la  laboriosa  contracción  de  su  afutor  y. 
el  empeño  que  ponia  en  dignificar  la  reparti- 
ción á  cuyo  frente  se  le  cpfocára. 

i^— Esposipion  y  renpncia  del  con^pjo  .es- 
colar de'  Cañu.elas,  elevado  al  Sjuperior  Gp-- 
bierñp  4^  I^  Provincia  ppr  I4  municipaU4^d 
del  Partidp.  Buenos  Airqs  Imprent^  de  La 
Tribuna,  calle  de  la  Victoria  ñuffi.  37.  1879. 
En  89/29  y  XXXU  ps. 

455 — RQglamenio  interno  para  la  Oontí^^u- 
ria  de  la  Dirección  de  Rencas,  aprobado  ¿or 
Superior  resolución  de  enero  de  1879.  Im- 
prenta de  El  Napional,  Bolívar  65  y  67-  ^§79. 

E;p,á-;i?  P5, 

456—  La  isla  de  lo?  estados.  Docmnq^ntps 
oficiales  relativos  á  la  reclamación  dp  los 
hpr^deros  de  D,  Luis  Vemel  prese^ta^a  por 
el  P.  iS.  al  Honorable  Congreso  Ní^cipní^l. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  La  Aqa^i^icfi  (leí 
Súd,  aall^  AlsinaSO,  1879.    En  8?,  Í6ps. 

Algunas  otras  publicaciones  p$^:íal^s  bfiíxx 
sido  ihcluidp  en  las  secciones  anjtério^asi 
según  materias,  por  sa  impprtancia^  especial. 
Véanse  ips  núm.  7,73,75,76,  80,  6811^. -^ic. 


at— : 


't  1 


t   . 


•  .    •      •- 


P.üfiOqA0M£S  ESTRÁKJKHA8 


BeferenteB  á  Ifi  República  Aijentina. 


'/' 


t  -"," — r 


Jfft-riU  cifé8t;1.on,fle  Jimites  entre  Chile  y  la 
M$N|oaArgefltina,  por  MiéíüE¿'lfiJis  kvthK- 
múh  T^mo  Í9,^n  4%  ¡Santiago  de '<]5híle, 
Iiinpri^ta  Nacional. 


•ít. 


Esté  libro  es  una  irecopilaciori  áe  doem^éti- 
tos,  de  dudosa  aplicación  hasta  aquf^  queaK 
canzan  al  aOo  de  1557,  y  tienen  por  objeto 
probar  el  derecjho  de  Chile  ^  la^  tier^r^s  a^s* 
tráfps.  Éá  obvió  q^ue  un  título  deféóha  positet- 
riot^  anula  él  anterior  si  es  contradictorio. 
Sqpotaiéndo  que  fuesen  de  buena  |py  los  pa- 
efes  d<e  Amunátej^ui  hasta  1^57,  la  Kepftbuca 
ríentíná  puede  presentar  seiscientos  tltulqs 
i,í  •      »    r'*^^  *  "ador  conoce;  y 

abogado  dp  1^ 
Amunátegui  ha 


s 


^  .jj,  .^.,^.  ^.  .^.  .^.  .^.  .^.  .^. .  jj. 


m  ü  *^'A^9jm 


¡Mi>&£- 


5ii.jjvjc,s.-.s.-.5;-»-.5{..g.-»-.3j..s..s.- 


ígS-   -t- 


AB^sáí"  dé  muíÍHas  aéíí¿íeQcia-s  'vét'í^artS 
semejahteá  «  íí)%  ya  indicados,  ládfirtt*dB %' 
Hlptóáü  tiétíé  el  •  hiáHtó  dé  urtá"  •^p^áMtíióü 
cikrá  y  lüétódiBa  (jüe  faacé  t^cíl  ^uleiítÜTÜ, 
aún  bák  los  qíie  n'ólá  iomé^  coiÁ^  6¿tíliliÜ'fi6l 
dMaíiíoUo  Intelectual  dé  dria,  Náí*!fti  'Ktítóti- 


'  I  •       •«  *    * 


tó^— Óastoo  Iiéítmy .— 4  ^^4  ^  W  /ra*^'!- 
íbraltár,    Máclére,    i^q^  islps  aüpéíp-y^t. 

*  (í-ae-Jáneírb,^.  MÓrít^yideió. .  Bde^ibá  Ajlrp» 

^    détróií  de  Mageílan,    Lips  cfiúáux   t^l^é- 

ráux  des  cotes ,  de  t^átagQliíé;    valpajraiéd'et 

Sfthtiagp.    Le  Callao. ét  yímk.    ti\^y>^^^^ 

t^ancu^á.    Néw-ítork-^Déuxiemé^dltóa^ 

n^,    Gr.  Charpentjer,  éqítéur.  iá.feuéiaá  we- 

nellé-Saint-Genhain,  13.  i^fg.    EfeiJ^/Xly  y 

364  ps.        .  ,     '    ' 


Como  ía  máyorparfé  de  lóá^  ^óV/h!s^^  w 
án'éscrito  sobVs  nosotros,  el  atítoi*  Aé  ^^talí- 

m^  v*Ar»Vw«*l«Á    1  r\     AÍ  í  i  /^  a  /)  '  ir    1  r>    A^^  rvi  i-v  n  K  A  '  A  '  -«vVi  á1V\*  Atk 


—  3tó  ~ 

lids^  trasmite  sus  knpre^nés  oon  oícrta  fldet- 
lidad.    Las  incomodidades  del '  desaihbaro» 

értínifestW  puefto  con  el  rio  bíqOi  la  agióme- 

ía¿í(jn  dé  l^venési  en  los  atrios  de  Ifws  iglesias 

áí  ^afííf  lá '  Concurrencia  de  misá^  tas  qmntas 

de  lóá  alrededores,  tdn  diversas  de  las  quki- 

táá  de'  ídi  éííedédor^S'de  MoHtevfdelOy  llaman 

su  atención  y  olvidé  dar  una  iideaiy  appoasi*^ 

mada  siquiera,  de  ia>  ciudad   que  visita,  de 

SUS  edificios,    condiciones  de  vida,  etc.  etc. 

Bi^tó'  'no  eÉ  nada:  deficiencias,  siitmlemente. 

Hay  un  eséblW  tfonüé  naufMgan  irrem^dia-^ 

bletnente  los  escritorios  de  pa<W)tiUa,/ los  eof* 

cai^'aáos  de  baíjer.  libaos  dé  négoei©  jf  estu-t 

diar  las.  costujuteneis  y  hábitbs'soeiales  de  ut\ 

país  éhf  el  qóje  peroianecen  aóho  rfi^as,  pai^a 

cumplir   el  contrata  peíidiente    con  lá  casa 

editora;  ese -escollo  es  la  situación  política^ 

interna  é  internacional,  que  se  creen  capaces 

d^  ábrtídál*  iT)st«htáDeáttt^ftte,  por  la  cii^ewns- 

tááciH  de  eitóonftt^atfee  en  él  territbirií>  de  cuya 

or^^izHtíion  tiéELeUque  hablar.    A  propósito 

delós  indios,  M.'  Leniay  dice  que  las  pret^n^ 

bltfhes'  dé  los  afjehtioos  no  se  detienen  en  tíl 

Rió  Ne^ro,  síüá^ü^  van  (testual)  hasta  creer 

qü^    tieriVeil   def-ecHos    sobl*6   )a    Péttagbnia 

tóifeíml. 

;  ]^  íí^tt  "ábl  gttUüko'hÁ  'desp^^^ad6  la  at^n- 
tíóti^'üél-  viajero,  €("^  h«^<5e  respeoto  de  él 
algúftóé'Qbs'ér'vétclOfftes  senáatafe  fen. medio  de 
ótrsl^  íál^HS  y  ridfSul^s,  «ornó  Cüandü  fó  Ve 
tóartfejand^  *4á  >ítóífeíja,  Htítofbi^e  técnic(>,  pí'o-- 


m    U^^ 


.^,  ^.  ^.  .j(.  .j(.  .^.     ; 


íiil: 


;W  ?élffl?  así  lo  estampan/  qüt  la 
-^^XMfcs  transeúntes  á  demorar  su 
.  atraveéar  á  las  señoi*as  de  urí 
Se  la  calle,  imponiendo  nitilt*»  á 


^^Mkp^^  niegan  á  hacerlo. 
Aparte  de 


estas  y  otras   Hjerezas  sem^'an- 

tes,  los  señores  Ber brugghe  admiran  con  bas- 
tante buen  criteriíf  el  gran  desenvolvimiento 
comercial  de  nuestro  pais,  llegando  á  prede- 
cir que  <f  la  supremacía  dé  la  América  del  Sur 
pertenece  ala  Oóüfederacion  At^j^^tina.»!  «£n 
su  mai'cha  hacia  el  progreso,  eontinüa,  el  af^ 
jentino  lleva  con  facilidad  lá  delantera  é  Sus 
rivales,  desigualmente  esparcidos  en  su  ca^ 
mino:  el  peruano  deri'ociiador,  el  brasilero 
sin  enerjia,  el  chileno  laborioso  pero  pobre, 
quedan  atrás;  toda  vi  a  más  atrás»,  y  tan  léjofe 
que  do  parece  qtiQ  participasen  de  la  lueha^  et 
ecuador,  Colombia,  Venezuela,  Bolivia,  en 
fin,  aislada  del  mundo.  En  tatito  qué  estos 
naíséis  han  permanecido  indfjenas  ó  ée  han 
necho  sud  americanos^  la  Confederación  At^ 
jéntina  por  SUS  costumbres,  por  sus  leyes, 

£or  su  comercio,  por  su  actividad  intelectual, 
adta  por  su  clfma,^e  acerca  es  traor  din  aria- 
mente al  modelo  de  todos  los  países  nueVos^-^- 
lá  'Europa.  Diriasé  qué  éá  un  estado  del 
viejo  continente  en  medio  del  nuevo,  y  no  dista 
mucho  la  época  en  que  el  mundo  acordará  á 
esta  República  el  tftulo  de  gloria  á  que  aspira, 
— Ed^'Aotís  tÍNtDÓs  DE  Siíb  AKféatfeA. »      . 


—  33^  — 

gravures.   Deuxietae  ,émtjif).n.  Parjs, .,  E.  Flor? 
e|.X3i/?y  imiwifl^rs-édiíeyrs  rué  i6áí;íiW¿í^r' 


.1. 


'•    '  '        .'     '••—  ■        *•         •  ■       •{■•.i    ;'     i! 


'  , i  ■    '.   \   1     ^\v^<^ix  í  '• 


ViW„<5uyo  sjüipario  es:  f.Mpjatpvififf?;  í^  ^?4P^ 

dfi  ícwpqsí;  Bueoos  Aíre^,  el  bftpcp  provf nci^t  jft 
gMerir^.4eli.PaFpguay^»     í,  ^  ..''  .. 

£51  Paiíw  de  ta  Pravii^qift  ¡e^  ^1  nrj|.c;pj^djp-' 
cJOiqúft  1^  h»  Uamftfto  Ifijiíeucioa.ydfpe.y^^» 
mihi»Mert0  dem^rnuolyoro,  A^^,ur(f.  qu(¿ 
90  hf^OQiO^cho  <q.ue  ecsisti{\  aúa  estrié  0,9^  f^^^^ 
Uk  njo^íMiwhPCí  de'€olo(w?  ^  la.  yísta^  en  toafst 
Ifl^  pa3íi^,  ua  Ya^P;devidrio  eont§ní^a(^o¿',oÍYA 
d^  />W»  QQn  ^l  cú^il  se  pagabají  1q§  ^^319^  4íf 

cpWMflup  d¡wp;  y  .<y?a  la  n^ipina.i^nof^iítft 
deafwhiitez ^ígwe   bablaadp  délo  'qu,e 09  e|jr  . 
ti^ftde  ni  ^Q  toma  el  flieiior  ür^bf^JQ.  fQv  /avp-i 
rígaar.      .  ,  . .  ' 

:  Cubado  .d^e^rán  de  maatír  esto^  ^^gnide^^ 

462— L'iwpriflwrié  «t  Jas  Jífraj?  ^auiílUípóii" 
queEBpagnoleauXVl%xVlI*  et  XVIíF  ¿Té- 


-  337  — 

ele.  Discours  pfononcés  au  congrés  interna- 
tional  des  Américanistes  (3nie  session).  Sean- 
ce  du  24  septembre  1879,  au  Palais  des  Aca- 
démies,  á  Bruxelles,  par  Ernesto  Quesada 
secrétaire  de  la  Bibliothéque  Publique  de  Bue- 
nos Ayres,  membre  de  V  Academia  Argentina 
et  du  Óírculo  Científico  Literario,  etc.  Bruxel- 
les. Imprimerie  et  Lithographie  de  Xavier 
Havermans,  Galerie  du  Commerce,  24  a  32. 
1879.    En  4^  menor,  28  ps. 


Este  discurso,  que  los  incidentes  á  que  dio 
márjen  pusieron  en  boga,  fué  pronunciado  por 
el  Sr.  Ernesto  Quesada  al  presentar  al  Con- 
greso internadonal  de  Americanistas  un  tra- 
bajo inédito  de  su  padre  el  Dr.  D.  Vicente  G, 
Quesada,  sobre  las  bibliotecas  de  la  América 
latina,  complemento  de  su  trabaio  anterior 
sobre  las  grandes  bibliotecas  dt  Europa.  El 
discurso  del  hijo  es  un  estracto  brevísimo  y 
bien  hecho  de  la  obra  del  padre,  todavía  in- 
conclusa é  inédita;  y  da  idea  cabal  de  los  ca- 
pítulos presentados  al  Congreso,  siendo  su 
lectura  fácil  é  interesante. 


463— Las  Colonias  Agrioolas  en  la  República 
Arjentina  por  M.  G.  Lonfat.  1879.  Lausa- 
nia.  ' 


—  338  — 

Un  diario  áiluñcíó  lia^  aparición  de  esta  obra;- 
que  no  h^Cónsegaido  obtener.  Si  la  obtéi^o 
posteriormente,  daré  una  noticia  de  elte  en  el 
próc3imo  número  del  Anuario. 


SUPLEMENTO 

Obras  obtenidas  después  de  cerrada  la  se^cip^ 

correspondiente. 


464— Ouestion  Argentino-Chilena,  Negocia- 
ción Baimacedá-Montes  de  Oca.  Exposición 
del  Ministro  ad-*hoc  de  Chile  en  la  República 
Argentina,  Don  José  Manubjl  Bai^mac^da. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  La  Nación^  calle 
San  Martin  núm.  208.  Í879.  En  4^  14  ps,  á 
dos  columnas. 


Véase  la  sección  Cuestiones  inlernacionales 


465— índice  de  las  leyes  sancionadas  por  la 
Lejislatura  de  la  Provmcia  de  Buenos  Aires, 
fofmadoporfi;.  V.  Fisher.  1852-1878.    Bue- 


—  340  — 

nos  Aires.  Imprenta  y  Librería  de  Mayo  de 

C.  Casavalle,  Perú  115.  1879.    En  4^  menor, 
76  ps. 

Este  índice  contiene  por  orden  alfabetícela 
indicación  de  las  leyes  sancionados  en  la  pro- 
vincia de  Buenos  Aires,  durante  el  período 
1852- 1878.  Cada  ley  lleva  al  lado  la  fecha 
esacta  de  su  promulgación  y  la  pajina  del  re- 
jistro  en  que  se  encuentra. 

Este  libro  es,  por  consiguiente,  de  utilidad 
jeneral. 

466— Oonferenoias  de  derecho,  Colegio  de 
escribanos.  Discursos  pronunciados  por  los 
miembros  honorarios  Dr.  D.  Isidoro  Aram- 
BURU  yDr.  D.  Luis  A.  Sauce.  Buenos  Aires. 
Establecimiento  tipográfico  á  vapor  de  La 
Prensa,  calle  de  Moreno  núm.  109.  1879.  En 
49  menor,  31  ps. 

t 

467— Blementos  de  economia  pclitioa.  Obra 
escrita  en  inglés  porHENRvDüNiNG  Maclkod. 
Traducida  directamente  al  español  por  Ale- 
jandro Calvo.    Euenos  Aires.    Imprentado 

D.  Jara  y  O**    Reconquista  73.  1879.     En  8V, 
152  ps. 

4687-P6tioion  de  herencia.  Déla  prueba  en 
materia   de    sucesiones.    Alegato    de    bieu- 


—  341  — 

probado  j:)resentado  ante  el  Sr.  Juez  de  1? 
Instancia  en  lo  (Jivil  de  la  ciudad  de  Bueuos 
Aires,  Dr.  José  M.  Rosa,  en  la  causa  que 
siguQ  la  Sra.  Wenceslada  Guevara  de  Fresco 
contra  su  señora  madre  Florinda  Torres  de 
Fernandez,  por  los  doctores  Manuel  D.  y  An- 
Gt:L  S.  PizARRO.  Procurador,  N.  B.  Carbo- 
nell,  Bolívar  50.  Escribano,  N.  R  petto,  De- 
fensa 85.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M. 
Bledma,  calle  Belgrano  núm.  135.  1879.  En 
4°,  176  ps. 

Véase  el  núrpero  70. 


469-Revista  Judicial  del  Sui  Publicada 
bajo  la  dirección  del  Dr.  Alberto  Palome- 
QüK  en  Dolores.  Una  entrega  mensual.  En 
8%80ps. 

470— Eevi^tá  del  Colegio  de  Profesores.  Co- 
misión directiva:  Presidente,  Adolfo  Van 
Gelderen.  Vice-Presidente,  Juan  Mariano 
Lársen.  Secretario,  Francisco  Gánale.  Te- 
sorero, Juan  Forus.  Vocales,  Matias  Calan- 
drelli,  Serafina  de  Veiga,  Augusto  Krause, 
Félix  Martin  y  Herrera,  Nicolás  Villafañe, 
José  Hidalgo.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
Pablo  E.  Coni.  AlsinaGO.  En  4^  menor,  una 
entrega  mensual  de24ps. 


LIBROS  AMERICANOS 


Como  no, es  posible  por  ahora  daresten- 
áon:  continental  á  este  Anuario  en  razón  de 
las  dificultades  de  comunicación  con  las  de- 
más nacionesy  se  catalogarán  las  obras  ameri- 
cana» que  se  reciban  en  su  dirección — Maipú 
24 — ;y  da  las  que  se  reciban  dos  ejemplares 
se  hará  un  juicio  más  ó  menos  detenido^ 
según. su  importancia. 

Si  llegan  con  atraso  irán  siempre  en  el 
votúitaíen  siguiente. 

Casi  todos  los  libros  que  van  á  continua- 
ción han  sido  traidos  por  el  Sf .  D.  Tomas 
Moncaf  O)  Delegado  de  la  cómi'síon  encargada 
de  la  Esposicioh  Continental  en  Buenos  Ai- 
res. 


Bihliografia  americana.    Estudios  y  catáloj^o 
completo  y  razonado  déla  biblioteca  ameri- 


344   ~ 


cana  coleccionada  por  el  Sr.  Gregorio  Beéche 
(Cónsul  jeneral  de  la  República  Arj entina  en 
Chile)  por  B  Vicuña  M^ckena,  Valparaíso. 
Iniprenta  del  Mercurio.  1879.  En  S'^  mayor, 
XXVIl  y  802  ps.  con  el  retrato  del  Sr.  Gre- 
gorio Béeche. 


De  Iqs  trescientos  ejemplares  que  única- 
mente se  imprimieron  de  este  libro,  varios 
han  corrido  en  Buenos  Aires,  donde  los  he- 
rederos del  Sr,  Beéche  esperaban  vender  al 
Gobierno  ó  á  particulares  la  biblioteca  pacien- 
temente reunida  por  nuestro  antiguo  Cónsul 
en  Chile. 

Mucho  habría  que  decir  de  esa  aglomera- 
ción de  cuatro  mil  seiscientos  volúmenes:  las 
obras  más  escasas  y  costosas  de  histo- 
ria americana  están  truncas;  ábuqdan  en 
cambio  otras  de  muy  dudoso  mérito.  A  pesar 
de  los  ecsajerados  elojios  que  se  le  han  pro- 
digado, los  bibliófilos  de  nota  han  guardado 
silencio,  y  la  opinión  de  los  hombres  de  estu- 
dio es  en  jeneral  desfavorable. 

El  trabajo  del  Sr.  Vicuña  Mackena  está 
reducido  á  la  ordenación  y  clasificación  me- 
tódica de  la  biblioteca.  Algunas  de  sas  notas 
son  relativamente  importantes  y  hacen  apre- 
ciable  la  obra,  que  no  debe,  por  otra  parte, 
faltaren  una  colección  americana. 


~  345  — 

La  declaración  de  los  derechos  doi  hombre^ 
Su  origen  y  sus  fundamentos  por  Pedro  Gar- 
bo. Guayaquil.  Imprenta  de  La  Nación, 
calle  de  la  Municipaliaad  núm.  71.  Por  Fidel 
Montoya.  1879.  En  4?  menor,  12  ps.  á  dos 
columnas. 


Parnaso  EcnatorJano  con  apuntamientos  bio- 
gráficos de  los  poetas  y  Yersificadores  déla 
República  del  Ecuador,  desde  el  siglo  XVII 
hasta  el  año  1879  por  Manuel  Gallegos  Na- 
ranjo. Quito.  Imprentado  Manuel  V.  Flor. 
1879.    En  So,  594  ps. 


Es  la  primera  colección  completa  que  se 
hace  de  poetas  ecuatorianos,  de  los  puales 
hay  algunos  ventajosamente  conocidos  por 
las  muestras  que  de  ellos  nos  han  dado  la 
América  poética  y  otras  recopilaciones  de  ese 
j enero.  El  Parnaso  ecuatoriano  ofrece  la 
novedad  siempre  atrayente  de  alcanzar  hasta 
el  año  1879. 


La  ciencia  del  buen  hombre  Bioardo  por  Ben- 
jamín Franklin.  Precedida  de  un  compendio 
de  la  vida  del  autor  por  Pedro  Garbo.  Gua- 
yaquil. Imprenta  de  La  Nación  por  Fidel 
Montoya.  1879.    En  16%  76  ps. 


/ 


—  346  — 


Compendio  histórico  de  la  Provincia  de  Gua- 
yaquil por  Don  Dionisio  de  Al«edo  y  Herre- 
ra, Presidente  de  la  Real  Academia  y  Go- 
bernador y  Capitán  Generaljqu'e  fué  de  la 
Provincia  de  Quito.  Precedido  de  un  examen 
crítico  por   Pedro  Oaebo.     Guayaquil.    Im- 

S renta  de  La  Nación,  calle  de  la  Municipali- 
adnúm.  71.    Por  Fidel  Montoya.  1879.   En 
8o,  100  ps. 

»  I . 

Flores  y  lágrimast    Poesías  de  Ramoh  Her- 
:HAifBBz.    Bogotá  1879.    En  89- 

Articulos  esoojidos  de  Abel  Karl.  Bogotá. 
1879.  lúapr ent a  de  Eche verri a  hermanos.  En 
8%  211  ps. 


Colección  de  escritos  en  prosa  y  verso  del 
Sr.  Dakiel  Manth/La,  conocido  con  el  seu- 
dónimo de  Abel  KarL 


Camafeos-  Bosquejos  de  notabilidades  oolom- 
bianas  por  Joa^juin  Pablo  Posada.  Barran- 
quilla.    1879.    En  8^-80  ps. 

Contiene  ciento   pinQ^e^ita  y  ^suatro  sem- 
blanzas de  otros  tantos  hombres  notables  de 
?  Colombi?t,  escritas  en"verso  y  en  forma  lijara. 


—  347  — 

« 

Bosquejo  descriptivo  de  la  biblioteca  nacio- 
nal de  Colombia,  por  Gonzalo  A.  Tayeba. 
1879. 


Esta  memoria  tuvo  por  objeto  comunicar  al 
Dr.  Vicente  G,  Quesada,  bibliotecario  de  Bue- 
nos Aires,  algunos  datos  que  habia  pedido 
para  su  obra  sobre  las  bibliotecas  america- 
nas. Es  un  trabajo  laborioso  que  coatiene, 
sin  embargo,  errores  garrafales,  difíciles  de 
esplicar,  dada  la  competencia  del  autor.  En- 
tre obras  raras  sobre  América,  se  cita  un 
eiemplar  de  Za  primera  edición  de  las  leyes  de 
Partiday  hecha  cuando  se  expidieron  por  el 
Rey  Don  Alfonso  el  Sabio.  Las  leyes  de 
Partida  .se  dieron  en  1260  y  la  América  fué 
descubierta  en  1492.  Ademas,  los  primer  os 
ensayos  del  arte  de  imprimir  se  hicieron  re- 
cien en  1440. 


índice  alfabético 


DE 


AUTORES  Y   TRADUCrORES 

La  numeración  corresponde  al  encabezamiento  de 

cada  obra. 


A 

Abepg,  E    204. 
Addison^  J— 240. 
Aguirre,  E— 197. 
Aguirre  Silva,  J.  B— 39. 
A.  J.  F-125. 
Albert,  L.  J— 288, 
Alcacer,  P.  S— 245. 
Aldao,  C— 240. 
Alegre,  J.  M— 345. 
Alem,  L— 97. 
Alexand«r,  R-67. 
Alaina,  V— 72. 
A.  M— 88. 
A.  N.  V— 88. 
Aramayo,  A— 241,  292, 
Aramburu,  J — 466. 
Arata,  P.  N— 146, 185,  192. 
Arias,  F.  R— 42 
Arini,  J.  B— 184. 
Astete,  P.  G— 339. 
Aurrecoechea,  M.  S-— 15. 
Avellaneda»  N— 236,  420. 


B 

Baasch,  A.   J— 101. 
Balmaceda,  J.  M— 464. 
Basavilbaso,  N.  M— 167 
Bejarano,  J.  H— 177. 
Bello,  A— 127,  128. 
Benavente,  Fr.  M— 334. 
Benitez.  G— 87. 
Bergeire,  J.  M — 175. 
Bermejo,  A— 5. 
Bianes.  J.  J— 343. 
Brackenbusch,-  L — 198. 
Bravo,  F .  J— 293,  294. 
Bunge>  H.  A— 66. 
Burgos,  F.  R— 157, 
Burgos,  R — 59. 
Burmeister,  G — 212. 


Cabral,  E— 159. 
Cacares,  S— 78. 


—  850  ~ 


Calandrelli,  M-^139. 
CaWo,  N.  A— 6,860. 
Calvo,  A— 467. 
Camprodon,  F— 265,286. 
Cantilo,  G— 242. 
Caro!,  R.  S— ^i 
Carrasco,  B— <27. 
Carrillo,  J-165. 
Caprile,  E.  M.  de-^lV. 
Castilla,  J.  a— 179. 
Garet,  Arx-^*&41. 
Condoúif,  A/ £-^46. 
Coni,  £.  R— 145,  187, 188, 189, 

(190. 
CbBstanzó«  B-"16ít. 
Copmartin,  E— 44. 
Corona  Martínez,  E— 131. 
Cortés  Funes,  G— 250,  259. 
Corvalan,  F-  75. 
Costa,  A.  F  -804. 
Crespo,  C.  T— 163. 
CroÍ8set-»831. 

De  Amicis,  E— 243. 

Defoix,  P~151. 

De  las  Carreras,  O— 34. 

Del  Valle,  A— 267. 

Diez  Moris,  S— 120,126, 132. 

Doering,  0—78. 

Douwes  Dekker— 269. 

Dumas,  hijo— 253. 

Dupont,  B— 142. 

D.  V.  de  M— 254. 

Drachmann,  A.  G-~144. 

E 

Echagüe,  M— 444. 
Echagúe,  P.  Xr-87. 
Encina,  0—280^. 
Escalada,  D.  M— 31. 
Escobedo,  J— 807. 
Estéves,  M— 19. 


Estrada,  J.  M— 114. 
Estrada,  S— 222. 

P 

Feer-Hei-zQff^-tó. 
Fernandez  Espadero,  J— ÍTO. 
Fernandez,  F.  F.— 112,  118 
Fernandez,  J — 58. 

Fevnande^z,  S— 3Ct. 
FernanoB^,  V-*5lí 
Ferrer,  V.  R— 122. 
Fisher,  E   V— 465. 
Fonroqge,  J— ^. 
Fregeiro,  C.  L    1(b. 
Eerreira  y  Cortés,  A— 258. 
Frers,  E— 57. 
Frias,  P-  J— 162. 
F.  S.  y  S— ^2. 

G 

Gaborieau — 264. 

Gaché,  S— 140. 

Gallegos,  M— 149. 

Gallet,  L— 287. 

Gallino.  C.  :e— 26. 

García,  Aguilera,  Y — 130. 

García,  E.  M.  de— 255. 

García,  M.  R.— 135! 

García  Merou,  M — ^246. 

García,  S— 107, 

Gautier,  T— 279. 

Gelderen,  A.  van— 133,  134. 

Giraud— 2tó. 

Gómez,  A.  S-25. 

Gómez,  J.  R— 168. 

González,  B.  C— 35. 

González,/.  A—lT»  ^• 

González,  R.  J.-24. 

Gouíd,  B.  A— 211. 

Goyena,  J— 307. 

Goyena,  P.  V— 22. 

Gúemes,  L.  0—156. 

Guido  y  S  pane,  t— 21B,  272" 


^    3&1    -rr 


Gutiérrez,  R-^Sfó. 
Gutiérrez^  J.  M— 98. 
Guzman»  A.  C— 78. 
G«izoM|n,  S.  V.— 8. 

Haller,  G— 248. 
Hernández,  J~284. 
Hiron,  G-  N  -148. 
Holemberg,  E.  L--2d3. 
Huergo,  J,— 194, 

I 

Igjupzébal,  S— e?r 
Irigoyen,  1—44^ 
h^am*  1—261. 


Jordán,  W.  L— 209,  210. 
Jorge,  J.  M-171. 
J.  R.  V— 301. 

K 

Korn,  A--247. 
Kyle,  J.  J— 196. 


Lamas,  D — 85i 
Lana  y  Sarto,  M-  320. 
Largiiia,  F.  T— 153. 
Larguia,  J— 404. 
Larmig — 252. 
Larra,  J.  M— 221. 
Larrain,  1—207 
Larroque,  A.  M — 50. 
Laaarii^,  J.  A— 166. 
La  Torre,  C.  S-r-75. 
Laurent,  F— 251. 


¡Legarraga,  Bi-244,  tÍÑ* 
Legui2amon«  ^— 4^« 
Legurat — ^2-42. 
Lemos,  A— 147. 
Lewis,  D— 300. 
Lista,  R— 215,  216.     ^  ^ 
López,  J.  Ft79,  86,  143, 
Lop^z,  L.  V— 97,  98. 
Lozano,  C.  S — ^78. 
Lucero,  Ü,  R-n-2!5fi# 
Luro,  J--43. 

LL 


Llerena,  B— 12. 
Lloverás,  R— 186. 

M 

.Macleod,  H.  D— 467. 
Maglioni,  N— 178. 
Maflo,  P— 141, 
Mantegazza— 256, 
Mantilla,  M.  F— 439. 
Martinez,  B.  JMOO. 
Max  MuUer— 254. 
Melcy,  A.  de— 123. 
Melendez,  L— 152. 
Menaud,  F— 313. 
Mendonga,  M— 261 
Mestres,  Fr.  F-  3-iO. 
Mesquita,  M— 41. 
Mialock,  A— 118. 
Milá  y  Fontanals,  M~119 
Mitre,  A— 89,  279,  281. 
Mitre,  B— 218. 
M.  N.  V— 253. 
Molina  Arrotea,  C — 107. 
Montaña,  A--46. 
Montes  de  Oca,  M.  A — 4. 
Morel,  M.  G— 81. 
Moreno,  F.  P    2'3. 
Morón,  M.  R— -cy. 
I  Multatuli-2$9. 


—  352  - 


Mupphry,  M— 158. 
Mustera^  L— 64. 

N 

Nahüv«,  A— 269. 
Navarro  Viola,  A— 23,  61. 
Navarro  Vío)h.  M— 223  y  si 
guientes  hasta  235^  238. 
Negri,  E— 243,  256 
Nolasoo,  C.  M— 21. 

O 

O'Gorman,  K-205. 
Olivera,  E— 217,  453. 
Ortiz,  J-348. 
O.  S.  F— 342. 
Oyuela,  C— 282. 


Pacheco,  J.  A— 30t;. 
Padilla,  T--54. 
Paez,  A— 327. 
Paiau,  Fr.  R— 349. 
Palomeque,  i4— 63,  469. 
Parodi,  D— 206. 

Pj^2  B 11. 

Pelliza,  M    A— 220. 

Penoa,  J— 160. 

Pica,  C.  A— 309. 

Pita,  P-60. 

Pizarro,    M.  D.  y  A.  S-70, 

(468. 
Plaza,  V.  de  la— 80,  437. 
Ponce,  M--18. 
Posse,  A— -36. 
Posse,  F— 78. 
Prado  y  Rojas,  A— 16. 
Price,  B-3Ó0. 
Prieto  Valdés,  C-325. 


Q 


Quesada,  V.  G— 138^  237. 
Quirno,  G— 310. 
Quiroga,  D— 45.    f 

R 


Ramaugé,  Á— 170. 
Revilla,  E.  R— 174. 
.  Reyes,  0—128. 
Rivas  Miguiiz,  L — 173. 
Rivas,  P— 109. 
Kobertson,  C.  F.  H— 205 
Roca,  J.  A— 443. 
Rodriguez  y  Zeballos,  M-~53 
Rojo,  C— 176. 
Rosetti,  Ecr-199. 


s 


Saile  Echegaray — ^191 
Saidias,  A— 105. 
Santa  Olalla,  E.   M — 115. 
Sarhy,  J.  F— 202. 
Sarmiento,  D.  F-7-90,  92,  l3t) 
Sarmiento,  F — 181. 
Sarmiento,  T — 65. 
Sastre,  M— 116, 124,  129. 
Sauce,  L.  A— 466. 
Scótti,  C.  F— 260, 
Scotto,  M.  S— 309. 
Schonhayder,  C.  A — 144. 
Seclstraug,  A— 2(  .. 
Shakespeare — 26b . 
Sioen,  A— 262. 
S.  N.  V— 248,  253. 
Solar,  N.  G— 67,  69, 
Sterni  de  Bassano,    A— 301. 
Suduik,  R— 155. 
Susini,  T-172. 


-853- 


Terry,  I  A— 432. 


ry, 
lies. 


Trenes,  M.  R— 108,  104. 

U 

Ugalde.  A— 56. 
Ugairteche,  A--16Í. 
Un  republicano — 108. 
Uribuní,  V— 182. 
ürquiza,  J.  G-29. 


Valdós,  G-.164. 
Várela,  H— 8T'l. 
Várela,  J.  C— 2731 
Várela,  L.  V— 96,  97. 
Várela,  T— 40 
Vasco,  C.  A.  S,  del— 195. 
Vautier,  J-257. 


Veron,  J — ^154. 
Victorica,  B— 13,  14,  15. 

Victorica,  R — 55. 
Vidüla,  N,  E— 47. 
Vigliones,  L.  A— 308. 
Villarino   de  Carril,  M.  L— 

(208. 
Virasoro,  V— 438. 

w 


Weyembergh,  H— 78, 
Williams,  J.  M— 158. 


Zapata,  J.  V — 75. 
Ztíballos,  E.  S— 214. 
Zenavilla,  E— 52. 
Zinny,  A— 106. 


Publicaciones  estranjeras. 


Amunátegui,  Miguel  Luis. 
D'Ursel,  Cte.  Charles. 
Hippean,  C. 
Lemay,  Gastón. 


Loiifat,  M.  G. 
Quesada,  hrnest9. 
Verbruggbe,  Louis  et  Goor- 

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Libros  americanos. 


Alsedo  y  Herrera,  Dionisio. 
Garbo,  PeÍro. 
Gallegos  Naranjo,   Manuel. 
Hernandeiz,  Ramón. 
Karl,  Abel. 


Mantilla,  Daniel.  * 

Posada,  Joaqum  Pablo. 
Tavera,  Gonzalo.         . 
Vicuta  Mackena,  Benjamín. 


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CuAstíones  internacionales « .  ..^ji  •  • .  •,•, • .     Sf 

Derecho-^Ci^ocias  sociales— política» ^-^.  *    15, 

Té»w.:., :..;...:..?.*.  so 

Varios 38 

Historia  y  bipgrafia ', 58 

Pedf^ojia^FilDlojia , 91 

Ciencias  médicas — Ciencias  Qsactas  y  natui^es — Vía-  ' 
jes  cientíñcos ...•^.•..  ii8 

Tesis Í8S 

Literatura.  • ,. ÍI9^ 

Variedades......,., . 277 

Novenas— Cat^cismos*-^Instraccioñes  relijiosas..  .297 

Estatutos  y  reglamentos — Informes  y  memorias .  Si2 

Publicaciones  oficiales 313 

Publicaciones  estranjeras 329 

Suplemento 339 

Publicaciones  americana^ $43 

Índice  alfaJ)ético 349 


1 


LA  BIBLIOTECA  POPUUR 

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BUENOS  AIRES 

LiSaERlA  SDITORi  DG  ENRIQUE  NAViRRO  TIOU 

MORENO  N.    loo. 

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Buenos  Aires»  dirijida  por  el  doctor  Miguel 
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des de  España  v  I  rancia,  se  publican  se- 
manalmente  en  la  segunda  pajina  de  los  4 
diarios  siguientes:  «  La  República  », — «La 
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MARTIN  GARCÍA  MEROU 

Miembro  de  la  Academia  Arjentina. — 1878-1880. 

Buenos   Aires.    Imprenta   de   S.    Ostwald^  Florida  136. 
1880.— En  8®  menor,  223  p*. 
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44 


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Director:  Daniel  Muñoz— Redactores:  Pru- 
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CRITICAS  -  NOTICIAS  -  CATALOGO 


ilüiRIO  MBtIOGMFI 


DE  LA 


REPÚBLICA  ARJENTINA 

Año  11  —  1880 

Director  —  Alberto  Navaero  Viola 

Abogado 

Secretario  de  ia  Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales 
Corresponsal  del  Ateneo  del  Uruguay 


1881 

JBuexios  Aires 


25S'n  <  /.    1 


r  '- .    « 


I—Memoria  del  HUnisterio  de  B  elaciones 
Esteriores,  presentada  al  Honorable  Congreso  Na- 
cional en  1880.  Buenos  Aires  «La  República»-— Impren- 
ta Especial  de  Obms^  calle  Belgrano  número  189.  1880. 
En  4  <=^,  289  y  464  ps. 

Esta  Memoria  fué  elevada  por  el  Ministro  Doc- 
tor Benjamín  Zorrilla  con  una  breve  nota,  de  31 
de  agosto  de  1880,  en  la  que  se  disculpa  de  no  pre- 
sentar la  reseüa  de  los  trabajos  realizados  en  el 
año  anterior,  pues  se  ve  apremiado  á  enviar  al  H. 
Congreso  los  documentos  oficiales  que  debian  for- 
mar los  anejos  de  la  Memoria,  sin  testo,  ni  esclare- 
cimiento sobre  ellos,  por  la  urjencia  de  tiempo 
con  motivo  de  los  acontecimientos  de  junio. 

La  primera  parte — ^289  ps. — contiene  la  corres- 
pondencia diplomática,  dividida  por  naciones  en  21 
anejos.    Los  tres  últimos  presentan  los  cuadros  de 


—  6  — 

la  Secretaria  de  Relaciones  Esteriores,  del  Cuerpo 
Diplomático  arjentino  y  del  estranjero. 

La  segunda  parte — 464  ps. — contiene  la  corres 
pondencia  é  informes  consulares,  divididos  tam- 
bién por  naciones  en  22  anejos,  el  último  de  los 
cuales  está  formado  por  el  mensaje  remitiendo  al 
H.  Congreso  el  proyecto  de  ^Reglamentación  Con- 
sular, y  por  la  lista  completa  del  Cuerpo  Consular 
arjentino  y  estranjero. 

liada  hay  en  esta  Memoria  que  llame  la  aten- 
ción.— El  último  año  del  Gobierno  del  Dr.  Avella- 
neda puede  decirse  que  fué  un  año  de  movimiento 
interior,  de  evoluciones  fructíferas  en  el  seno  mis- 
mo del  pais,  en  tanto  qua  las  cuestiones  esternas 
permanecían  en  statu  quo,  y  las  grandes  necesida- 
des de  reformas  y  reglamentación,  ya  del  Cuerpo 
Consular  como  del  Cuerpo  Diplomático,  esperaban 
mejores  tiempos,  para  formularse  y  realizarse  ba- 
jo horizontes  políticos  más  serenos. 

Quiero,  sin  embargo,  indicar  someramente  los 
asuntos  que  se  han  tramitado  en  lo  que  se  refiere  á 
las  relaciones  de  la  República  Arj entina  con  las 
naciones  americanas,  siguiendo  más  ó  menos  el  or- 
den en  que  los  documentos  figuran  en  la  Memoria. 
Esta  indicación  demostrará  que  las  grandes  cues- 
tiones no  se  han  ventilado,  ni  tocado  siquiera,  y  el 
despacho  del  Ministerio  de  Relaciones  Esteriores 
se  redujo  á  aquellos  asuntos  que  es  imposible  dejar 
de  proveer  ó  demorar  en  su  cumplimiento. 

Brasil — Notas  cambiadas  con  la  Legación  del 
Brasil  sobre  la  entrega  de  unos  desertores  refujia- 
dos  en  Restauración  y  la  fuga  de  uno  de  ellos. 

Convención  sobre  dilijenciamiento  de  ecshortos, 
acuerdo  para  la  ejecución  de  cartas  rogatorias,  fir- 
mado por  el  Dr.  Lúeas  González,  Ministro  deR6- 
laciones  Esteriores  y  el  Sr.  Barón  de  Araujo  Goñ- 


—  7  — 

din,  Enviado  Estraordinario  y  Ministro  Pleni- 
potenciario del  Brasil,  el  14  de  febrero  de  1880,  y 
aprobado  el  17  del  mismo  mes,  en  calidad  de  so- 
metérsele al  H.  Congreso. 

Notas  relativas  al  fallecimiento  deljeneral  Oso- 
rio,  Marqnés  do  Herval. 

BoLiviA — Nota  del  Enriado  Estraordinario  y  Mi- 
nistro Plenipotenciario  de  Bolivia,  D.  A.  Guijarro, 
comunicando  con  fecha  25  de  febrero  de  1880  que  el 
jeneral  Campero  ha  sido  nombrado  Presidente 
Provisorio  de  esa  República;  y  contestación  del 
Gobierno  por  intermedio  del  Ministro  Dr.  Lúeas 
González. 

Otra  nota  con  el  mismo  objeto,  fecha  21  de  enero, 
del  Ministro  de  Relaciones  Ésteriores  de  la  Repú- 
blica de  Bolivia,  D.  Ladislao  Cabrera ;  y  contesta- 
ción del  gobierno  por  intermedio  del  Ministro  Br. 
Lúeas  González. 

Chilb — Todos  Iqs  documentos  concernientes  al 
retiro  de  la  Legación  Arj entina  en  la  República 
de  Chile,  <  por  no  haber  el  H.  Senado  Nacional 
prestado  el  acuerdo  prescrito  por  el  inciso  10,  art. 
86  de  la  Constitución  para  el  nombramiento  de  un 
Encargado  de  Negocios  en  ese  pais,y  haber  venci- 
do el  plazo  que  la  misma  ley  fundamental  concede 
para  la  duración  de  los  nombramientos  de  los  ajen- 
tes  diplomáticos  hechos  por  el  P.  E.  en  el  receso 
del  Congreso  > ;  siendo  este  el  caso  en  que  se  en- 
contraba el  Sr.  D.  Mariano  Sarratea. 

Documentos  relativos  á  haber  sido  tomada  por 
fuerzas  chilenas  una  tropa  de  ganado  que  lleva- 
ban al  Perú  los  Sres.  Puch,  Gómez  y  Ca. — El  recla- 
mo del  Gobierno  Arj  entino  por  intermedio  de  su 
ájente  diplomático  en  Chile,  Sr.  D.  Mariano  E.  Sar- 
ratea, pasó  á  informe  del  Señor  jeneral  en  jefe  del 
Ejército  del  Norte^  según  nota  del  Ministro  de  Re- 


—  8  — 

laciones  Esteriores  de  Clile,  D.  Miguel  Luis  Ama- 
nátegui,  de  13  de  setiembre  de  1880. 

Estados-Unidos— Nota  del  Sr.  Ministro  Residen- 
te en  esta  República,  jeneral  Tomás  O.  Osborn,  de 
18  de  noviembre^  solicitando  datos  sobre  la  cantidad 
de  oro  y  plata  que  en  metálico  y  lingotes  hay  en  la 
Tesorería,  en  los  Bancos  y  en  circulación ;  de  papel 
en  circulación;  producto  anual  de  las  minas  de 
oro  y  plata,  esportacion,  importación  y  consumo 
en  las  artes  y  manufacturas.  Contestación  detalla- 
da de  19  de  diciembre,  del  Ministro  Dr.  Lúeas  Gon- 
zález. 

Paraguay — La  Legación  Arj entina  en  el  Para- 
guay, representada  por  D.  Tristan  Achával  Rodrí- 
guez, remite  copia  de  las  notas  cambiadas  con  su 
gobierno  sobre  internación  de  algunos  ciudadanos 
argentinos,  y  otras  con  el  mismo  objeto  entre  el 
Ministerio  de  R.  E.  de  la  República'  Arj  entina  y 
el  Encargado  de  Negocios  del  Paraguay  residente 
en  Buenos  Aires,  señor  Carlos  Saguier. 

Notas  cambiadas  con  la  Legación  Arj  entina  en 
el  Paraguay  con  motivo  de  un  proyecto  de  dilijen- 
ciamiento  de  ecshortos  entre  esta  República  y  el 
Paraguay. 

Perú — No  tas  de  la  Legación  del  Perú,  represen- 
tada por  el  Dr.  Aníbal  Y.  de  Latorre,  comunicando 
el  decreto  espedido  por  su  Gobierno  sobre  la  espor- 
tacion  de  los  productos  de  la  provincia  de  Tara- 
pacá. 

Correspondencia  cambiada  con  la  Legación  Ar- 

{* entina  en  el  Perú,  representada  por  el  Dr.  José  E. 
Jriburu,  relativa  á  los  trabajos  practicados  por  el 
Congreso  de  Juristas  en  Lima. 

El  Ministro  del  Perú  presenta  una  carta  autó- 
grafa del  señor  Piérola,  con  motivo  de  haber  sido 
elevado  á  la  Presidencia  de  esa  República. 


—  9  — 

El  Ministro  del  Peni  remite  dos  despachos  de 
sa  Ministro  de  Relaciones  Esteriores. 

Retiro  del  señor  Ministro  del  Perú,  Dr.  Anibal  V» 
de  L  atorre. 

República  Oriental  dbl  Uruguay — El  Ministro 
de  Relaciones  Esteriores  de  la  República  Oriental 
del  Uraguay,  Dr.  Gnalberto  Méndez,  solicita  la 
estradicion  de  LuisN.  (a)  Quibebe;  y  notas  relati- 
vas á  este  asunto. 

Id.  id.  id.  la  estradicion  de  líemecio  López  ;  y 
notas  relativas  á  este  asunto. 

Id.  id.  id.  la  estradicion  de  Juan  Antonio  Bello ; 
y  notas  relativas  á  este  asunto. 

Id.  id.  id.  la  estradicion  de  Ramón  Guerrero ;  y 
notas  relativas  á  este  asunto. 

Id.  id.  id.  la  estradicion  de  Anjel  Adieco  y  Rei- 
naldo Rodríguez  ^  y  notas  relativas  á  este  asunto. 

Correspondencia  cambiada  con  la  Legación  Ar- 
jentinaen  Montevideo,  por  haber  el  Vice-Cónsul 
Arj entino  en  el  Salto  ecsijido  el  despacho  en  ese 
Consulado,  al  vapor  «Baby> . 

Carta  autógrafa  del  Dr.  D.  Francisco  Vidal,  co- 
municando que  ha  sido  elevado  á  la  presidencia  de 
la  República  Oriental  del  Uruguay  el  22  de  marzo 
de  1880 ;  y  contestación. 

Rbpi5blica  del  Salvador — Reconocimiento  del 
Dr.  D.  José  Agustín  de  Escudero  como  Encargado 
de  Negocios  del  Salvador,  el  9  de^  abril  de  1880. 

Él  Ministerio  de  Relaciones  Esteriores  de  la  Re- 
pública Argentina  estuvo  desempeñado,  desde 

13  de  setiembre  de  1879,  por  el  jeneral  D.  Do- 
mingo F.  Sarmiento; 

12  de  octubre  del  mismo  año,  por  el  Dr.  D.  Lúeas 
González ; 


-.10  — 

7  de  junio  de  1880,  por  el  Dr.  D.  Benjamin  Zor- 
rilla ;  y 

12  de  octubre  de  1880,  ppr  el  Dr.  D.  Bernardo  de 
Irigóyen. 


2— mota,  del  ijlenipoteneiario   peraano   al 

jefe  de  la  Cancillería  Argentina  sobre  la  Circular  del 
Ministerio  de  Relaciones  Esteriores  de  Chile  referente 
á  la  Conferencia  de  Arica.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
obras  La  Nación^  San  Martin  208.  1880.  En  4  ^  me- 
nor^ 24  ps. 

El  Ministerio  de  Relaciones  de  Chile  dirijió  en 
10  de  noviembre  de  1880  una  circular  á  los  repre- 
sentantes de  las  naciones  amigas,  tendente  á  pro- 
bar á  sus  respectivos  gobiernos  que  las  condiciones 
ecsijidas  por  los  Plenipotenciarios  de  Chile  en  la 
Conferencia  de  Arica  eran  las  únicas  aceptables, 
6in  tener  nada  de  vejatorias. 

El  Ministro  del  Perú,  Dr.  Evaristo  Gómez  Sam- 
43HBZ,  rebate  esa  circular  en  nota  al  jefe  de  la  Can- 
cillería Argentina,  de  15  de  diciembre  del  mismo 
año,  esponiendo  la  mala  fé  que  cree  descubrir  por 
parte  del  gobierno  de  Chile,  el  cual  «no  aceptó  la 
mediación  con  el  ánimo  de  buscar  la  paz  estable  y 
equitativa  de  que  habla  la  circular  de  su  Cancille- 
ría;» y  rechazando  todas  sus  pretensiones  en  un 
análisis  de  la  circular. 

<  El  Perú  nd  aceptarla  jamás  la  conquista,  dice 
entre  otras  cosas,  cualquiera  que  sea  el  nombre  con 
que  se  la  disimule  para  escarnio  de  los  pueblos 
que  se  intenta  conquistar  é  ignominia  del  conquis- 
tador. > 


i 


-^11  - 

3— Caestion  de  línritei»  entre  la  BeppJUlieii 
Argentina  y  el  Para^viay.  Ojeada  retrospectiva 
por  UNOS  AMIGOS  DB  LA  JUSTICIA.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  Pablo  E  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle 
Alsina— 60.  1880.  En  4  ®  menor,  64  ps. 

Los  autores  se  proponen  demostrar  que  el  fallo 
arbitral  de  Mr.  Hayes  en  la  cuestión  de  límites  en- 
tre la  República  Arientina  y  el  Paraguay,  ise 
fanda  en  el  ecsámen  ae  títulos  y  documentos  ante- 
riores á  1810,  ecshibidos  por  las  partes  contendien- 
tes. >  Analizan  las  conferencias,  aducen  los  recuer- 
dos  históricos  que  se  relacionan  con  esa  cuestión 
de  límites,  recorren  rápidamente  los  documentos 
presentados  por  parte  del  Paraguay  y  terminan 
encomiando  el  deseíopeño  del  Ministro  Arj en- 
tino Doctor  Manuel  R.  Garcia,  <  por  la  perfecta 
competencia  con  que  se  ha  espedido,  dados  los  ele- 
mentos escasos  de  que  fué  provisto  como  medio  de 
información.  > 

«Baste  recorrer  la  Memoria  que  redactó  en  de- 
fensa de  los  derechos  arj  entines,  dicen,  para  con- 
vencerse deque  el  distinguido  publicista  ha  dado 
Sruebas  evidentes  de  lo  que  pueden  la  laboriosi- 
ad  y  el  patriotismo,  al  servicio  de  un  talento  que 
penetra,  con  la  luz  de  una  estensa  erudición  y  de  un 
frió  discernimiento,  en  el  enmarañado  campo  de  los 
antecedentes  del  réjimen  colonial.  > 

El  fallo  arbitral  fué  datado  en  Washington  el  12 
de  noviembre  de  1878,  y  el  Dr.  Garcia  lo  comunicó 
dos  dias  después  á  su  Gobierno  en  una  nota  consi- 
derada siempre  como  un  notable  documento  diplo- 
mático. Si  hubiese  de  hacerse  cargos  á  los  que  in- 
tervinieron en  ese  juicio,  tan  desgraciado  parala 
República  Arj  entina  y  tan  fiel  é  inmediatamente 
acatado  por  ella,  no  serian,  ciertamente,  dirijidos 


-^  12  — 

contra  el  Dr.  García,  que  <  llenó  su  delicada  comi- 
sión de  la  manera  más  cumplida  y  honorable,  en 
un  grado  superior  al  que  jeneralmente  imajinaa 
los  que  han  consagrado  á  la  materia  un  estudio  es- 
pecial. » 


4~liqnilibrio  intemacioiíal.  Ensayo  sobre  su 
origen  y  aplicaciones  en  América.  Por  E.  VillapaSe. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Nacional,  Bolívar  65  y 
67.  1880.  En8<=>,  27  ps. 

Trabajo  dedicado  al  Dr.  Miguel  Cañé,  quien 
agradece  al  autor  esta  ñneza  en  una  carta  de  la  que 
tomo  las  siguientes  apreci^iones  que  resumen  el 
Ensayo: 

«  Es  una  voz  de  protesta,  una  voz  autorizada 
que  no  busca  su  apoyo  en  las  consecuencias  transi- 
torias de  nuestra  política  nacional,  sino  en  la  in- 
flecsible  verdad  de  la  historia,  que  nada  ni  nadie 
puede  falsear. 

«HaceVd.  la  condenación  del  derecho  de  con- 
quista, siguiendo  las  ideas  que  como  hombre  ilus- 
trado ha  bebido  en  las  buenas  fuentes,  que  como 
arjentino  profesa  para  su  pais,  como  americano 
desearía  ver  implantadas  en  el  continente.  » 

El  folleto  fué  escrito  con  motivo  de  los  sucesos 
del  Pacífico. 


5— £1  Doctor  Avellaneda  y  la  guerra  del 
Paciflco  por  Eugenio  Caballero.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta y  hbreria  de  Mayo,  calle  Perú  115.  1880.  En 
16<=>,24ps. 


-13  — 

Este  panfleto  contiene  una  esposicion  breve  de 
los  antecedentes  de  la  guerra  del  Pacífico,  estudia* 
dos  al  par  de  los  actos  de  la  diplomacia  arj  entina 
en  lo  relativo  á  nuestra  cuestión  con  Chile.  De  esa 
esposicion  severa,  pero  justa  y  esactísima,  se  des- 
prende la  condenación  del  pacto  Fierro- Sar ratea  y 
del  tratado  Balmaceda-Montes  de  Oca,  rechazados 
unánimemente  por  el  Senado  de  la  Nación  y  por 
la  opinión  del  pais  entero. 

£1  autor  hace  caer  toda  la  culpa  de  estos  estra- 
vios  diplomáticos  sobre  el  ex-Presidente  Dr.  Ave* 
Uaneda,  personalizándose  con  él  y  dando  á  su  in- 
teresante trabajo  un  carácter  chocante  de  agresión 
y  de  encono. 


6— Proyecto  de  org^anizaeion  y  reg^lamento 
del  Cuervo  ^Diplomático  Argentino,  trabaja- 
do por  órcfen  del  Ministerio  de  Relaciones  Esteriores 
de  la  República  Argentina  por  el  Dr.  D.  DAmaso  Cen  - 
TBNo.  Buenos  Aires.  Establecimiento  tipográfico- Libra- 
do La  Patria.  79— Calle  de  Cuyo— 79.  1880.  En  8®^ 
52  ps. 

Contiene  en  155  artículos  las  disposiciones  refe- 
rentes ala  organización  del  Cuerpo  Diplomático,  á 
su  nombramiento,  principio  de  sus  funciones,  emo- 
lumentos, deberes  y  atribuciones  délos  jefes  de 
Legación,  del  secretario  y  demás  empleados,  etc., 
con  un  comentario  del  autor  que  sigue  su  pro- 
yecto capítulo  por  capítulo. 

El  dictamen  del  Dr.  Antero  Carrasco,  Sub-Secre- 
tario  del  Ministerio  de  Relaciones  Esteriores,  ¿ 
quien  se  encomendó  el  estudio  de  este  proyecto, 
asegura  que  no  solamente  es  el  reglamento  más 
completo,  sino  que  puede  llamársele  un  manual  de 


-  14  — 

Derecko  Diplomático,  pues  «marca  al  Ajea  te  la 
regla  de  conaucta  á  seguir  desde  sa  nombramiéüto 
hasta  el  término  de  su  misión.  » 

«  Fuera  de  la  ley  de  1856,  que  estatuye  sobre 
sueldos  puramente,  la  República  no  tiene  hasta 
ahora  ley  ni  decreto  alguno  que  determine  las 
funciones  y  atribuciones  del  Cuerpo  Diplomático.» 
El  H.  Congreso  á  quien  pasó-  el  proyecto  de  Segla- 
mewío  confeccionado  por  el  Dr.  DÁaiAso  Cbktbno, 
no  se  ha  ocupado  aún  de  este  asunto. 


--CIENC 


Y— Proyecto  de  Códig^o  de  proeedimlemtos 

formulado  por  una  Comisión  especial  de  la  Cámara 
de  Diputados  de  la  Provincia  Buenos  Aires.  Impreni» 
de  «  El  Parlamento  »  ,  Cangallo  48.  En  4  ®  n>eiM)r, 
Ii4p8. 

La  Comisión  Especial/ compuesta  de  los  Docto- 
res Antonio  Bermejo,  Cbfbrino  Araujo,  Anjbl  E. 
Casares,  José  M.  Cantilo  y  Luis  Correa  Larguia, 
presentó  en  octubre  de  1879  su  proyecto  de  refor- 
mas ala  Ley  de  Enjuiciamiento  promulgada  el  31 
de  octubre  de  1878. 

«Cuatro  meses  apenas  habia  rejido  esa  ley,  decía 
el  miembro  informante  de  la  Comisión,  doctor  Ber- 
mejo, cuando  esta  Cámara  comprendió  que  las  eesi- 
jencias  jenerales  por  su  reforma  habiau  llegado  á 
revestirlas  proporciones  de  un  clamor  públicow» 
— Es  un  detalle  típico :  da  la  medida  de  la  ins- 
tabilidad de  las  leyes,  precisamente  en  mate- 
rias en  que  es  más  esencial  la  estabilidad  para 


—  16  — 

salvar  y  pro  tejer  intereses  jenerales.  El  mis- 
mo diputaao  justifica  la  necesidad  de  modificarla 
ley  entonces  vijente,  agregando  «que  ella  podrá 
llegar  á  ser  todo  lo  que  se  quiera  con  el  andar  del 
tiempo,  menos  una  cosa:  peor  de  lo  que  es.» 

Muchas  son  las  innovaciones  introducidas  por  la 
Comisión,  la  cual,  sin  embargo,  «la  considera  den- 
ciente.> — El  proyecto  se  resiente,  sin  duda,  de  la 
precipitación  de  su  confección,  v  más  que  nada  de 
la  pésima  base  sobre  que  ha  sido  elaborado.  Esas 
correcciones  sucesivas  de  errores  fundamentales  ó 
inconvenientes  de  menor  alcance,  no  podian  sino 
producir  una  obra  defectuosa  y  hasta  contradic- 
toria. 

Entre  las  reformas  de  alguna  importancia  del 
proyecto,  deben  citarse  la  del  título2®,  artículo 
§7,  que  versa  sobre  la  escepcion  de  incompetencia; 
sobre  la  responsabilidad  de  los  procuradores,  que 
la  Comisión  «hacreido  haber  dado  resultados  con- 
traproducentes, alejando  de  los  Tribunales  á  aque- 
llos procuradores  capaces  de  hacer  frente  á  una 
condenación  en  costas,  tanto  por  los  bienes  de  que 
podian  disponer,  como  por  el  crédito  de  que  goza- 
ban; la  regulación  de  los  honorarios  de  jueces  y 
Procuradores  por  el  juez  de  la  causa,  como  se  usa- 
a  anteriormente,  salvo  ciertas  limitaciones  y  ga- 
rantías; etc. 

Este  proyecto  señala,  no  obstante,  como  se  ha  ase- 
gurado, «un  progreso  evidente  en  el  modo  de  enca- 
minar los  juicios,abrevia  sus  tramitaciones,  subsana 
muchas  deficiencias  de  la  ley  anterior  y  abre,  por 
así  decirlo,  una  nueva  era  para  la  administración 
4e  justicia.» 


—  17  — 

8— CodÍ£:o  de  procedimientos  en  materia  ci- 
vil y  comercial  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires.  Edi- 
ción oficial.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  la  Peniten- 
ciaria 1880.    En  8  "=^,  189-v  ps. 

Es  el  proyecto  anterior,  deñnitivamente  sancio- 
nado; mandóse  imprimir  el  20  de  agosto  de  1880. 
Está  formado  de  29  títulos  con  815  artículos  y  un 
apéndice  que  contiene  los  artículos  de  la  ley  de  31 
de  octubre  de  1878  sobre  regulación  de  honorarios  y 
costas,  cuyas  disposiciones  subsisten  hasta  que  la 
Lejislatura  dicte  una  ley  especial. 

Los  títulos  son : 

I— Disposiciones  jenerales. 

II— Juicio  ordinario. 

III—Recursos. 

IV — Procedimiento  ordinario  en  segunda  ins- 
tancia. 

V — Recurso  de  queja  por  denegación  ó  retardo  de 
justicia. 

VI — Id  por  inaplicabilidad  de  ley  ó  doctrina 
legal. 

VII — Queja  y  recurso  sobre  constitucionalidad  ó 
inconstitucionalidad. 

VIII — Recusaciones. 

IX — Incidentes . 

X — ^Cuestiones  de  competecia. 

XI — Juicio  de  jactancia. 

XII — ^Juicio  ordinario  en  rebeldía. 

XIII — Embargos  preventivos. 

XIV — Ejecuciones. 

XV — Ejecución  de  las  sentencias. 

XVI — ^Id  délas  dictadas  en  pais  estranjero. 

XVII— Interdictos. 

XVIII — ^Juicio  de  desalojo. 
XIX — Declaratoria  de  pobreza. 


—  18  — 

XX— Juicio  de  alimentos  provisorios -y  ^e  litis 
espensas. 

XXI— Juicio  de  mensura,  deslinde  y  amojona- 
miento. 

XII — Testamentarias. 

XXIII — Juicio  ab-intestato  y  de  herencia  va- 
cante. 

XXIV — Apertura  áe  testamentos  cerrados. 

XXV — Protocolización  de  testamentos  ológra- 
fos. 

XXVI — Concurso  civil  de  acreedores. 

XXVII — Juicio  de  arbitros. 

XXVIII — Juicio  de  amigables  componedores. 

XXIX — Disposiciones  transitorias. 

Apéndice. 


9— Ijey  de  eiijiiiciaiiiieiito  cítU  de  la  pro- 
Tineia  de  Mendoza.  Abril  de  1880.  Imprenta  de 
«El  Constitucional».^  En  4®,  134  ps,  y  4  de  índice  y 
errata. 

Esta  nueva  edición  del  Proyecto  de  ley  de  en- 
juiciamiento  para  la  provincia  de  Mendoza^  de  que 
me  ocupé  en  el  número  T^  del  Anuario  de  1879 
— proyecto  que  tiene  fuerza  de  ley  actualmente,— 
está  plagada  de  incorrecciones,  muchas  de  la  cua- 
les se  han  salvado  en  una  larga  errata  final.  En 
cambio,  conserva  las  notas  al  pié  de  los  artículos 
con  las  concordancias  y  opiniones  de  los  codifica- 
dores, que  facilitarán  la  interpretación  y  evitarán 
tropiezos. 


-^19- 

10-€ódieo  rural  déla  proTÍnciadeBiieii«» 

Aires,  seguido  de  la  ley  general  de  tierras  públicas  san- 
cionada en  1878,  del  decreto  reglamentario  de  la  misma 
y  de  la  ley  sobre  cercos  y  caminos  generales,  de  mayo 
de  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni^ 
especial  para  obras,  60,  calle  Alsina,  60.  1880.  En  4  ^' 
menor,  94-xv  ps. 

4 

Terminadas  las  primeras  64  ps.  hay  nueva  cará- 
tula que  dice:  «Ley  general  de  tierras  públicas  de 
la  provincia  de  Buenos  Aires,  sancionada  en  1878, 
seguida  del  decreto  reglamentario  de  la  misma  y 
de  la  ley  sobre  cercos  y  caminos. 

Véase  el  Anuario  Q.nterior  número  V2  por  lo  qu^ 
respecta  al  Código  rural.  Las  leyes  y  decretos 
que  acompañan  esta  edición  son,  propiamente,  el 
complemento  del  Código.» 


11— Códig^o  rural  de  la  proTlnclade  üien- 
doza.  Junio  de  1880.  Imprenta  ae  «El  Constitucional». 
En  4^,  23 ps.  á  dos  columnas. 

Sancionado  el  12  de  mayo  de  1880,  bajo  el  go- 
bierno del  Señor  Villanueva. 


1!S— BeperÉorio  de  la  Jnrlspradencla  esta- 
blecida por  la  Suprema  Corte  de  Justicia  de  la  pro- 
vincia de  Buenos  Aires  desde  1875  á  1879,  por  el  Dr. 
Antonio  L.  Gil.  Buenos  Aires.  5884— Imprenta  del 
•Poi-venir»  Defensa  183.  En  4'=^  menor,  194  ps. 

Consiste  el  Repertorio  de  jurisprudencia  que  ha 
publicado  el  distinguido  joven  doctor  Antonio  L. 


-  20  — 

OiL,  en  la  compilación  alfabética  de  las  causas 
sentenciadas  por  la  Suprema  Corte  de  Justicia  de 
la  proYincia  de  Buenos  Aires,  con  la  esposicion  su- 
maria de  la  jurisprudencia  que  cada  sentencia  es- 
tablece. Todos  los  fallos  están  citados  en  la  obra 
con  referencia  á  los  Acuerdos  j  Sentencias  de  ese 
mismo  Tribunal,  indicándose  el  volumen  y  la  paji- 
na, de  modo  que  facilita  la  compulsación,  cuando 
no  basta  el  resumen  contenido  en  el  Repertorio, 

El  autor  ha  realizado  un  trabajo  de  honrosa  la- 
bor, un  verdadero  justificativo  de  la  cita  de  Celso 
con  que  encabeza  su  introducción:  «El  conoci- 
miento de  las  leyes  no  consiste  en  retener  sus  pa- 
labras, sino  en  penetrar  su  espíritu  y  aplicación— 
Scire  leges  non  est  earum  verba  tenere^  sed  vim  ac 
potestatem; — y  merece  el  aplauso  de  los  abogados, 
á  quienes  ahorra  fatigas,  y  de  todos  aquellos  que 
miran  con  buenos  ojos  los  adelantos  y  aprovecha- 
mientos intelectuales. 


13— iDigesto  de  ordenanzas,  reglamentos 
y  aenerdofii  de  la  Municipalidad  de  la  ciudad  de  Tu- 
cuman  por  Zenon  J.  Santillan,  secretario  municipal. 
Impresión  municipal.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo 
E.  Coni,  especial  para  obras.  60,  calle  Alsina,  60  1880. 
En  4^  menor,  210  ps. 

El  Dijesto  de  la  Municipalidad  de  Buenos  Aires 
publicado  en  1877,  ha  servido  de  ejemplo  á  otras 
colecciones  de  ese  jénero.  La  que  ha  dado  á  luz 
en  Tncuman  el  Señor  Zenok  J.  Santillan,  es  una 
de  las  mejor  dispuesta  y  más  lójicamente  orde- 
nada. 

Empieza  con  la  trascripción  del  capítulo  VI  do 


j 


—  21  — 

la  Constitución  de  la  Provincia,  que  trata  del  réji- 
men  municipal;siguealale7  de  municipalidades  j 
todos  los  reglamentos  referentes  á  la  organización 
interna  de  la  Corporación,  lo.  mismo  que  todas  las 
disposiciones  administrativas  sobre  mercados,  im- 
puestos, etc. 

Continúan,  por  su  orden,  las  secciones  de  hijiene 
pública,  obras  públicas,  hacienda,  seguridad  é  ins- 
íraccion  pública ;  terminando  con  un  índice  alfa- 
bético detallado. 


14— Colección  de  ordenansas,  reelamentos 
y  decretos  sobre  servicio  municipal  de  la  provincia 
de  San  Juan.  Publicación  oficial.  San  Juan.  Imprenta 
de  «El  Zonda».  Salta  33.  1880.  En  8  *=*,  54  ps. 

De  carácter  puramente  local,  como  el  anterior, 
tiene  la  desventaja  de  no  ser  un  verdadero  Dijesto, 
sino  una  reunión  parcial  de  disposiciones  munici- 
pales poco  importantes. 


15— ]>Í£esto  eclesiástico  argentino,  recopila- 
ción de  leyes  y  decretos,  bulas,  pastorales,  constituciones, 
etc.  que  se  refieren  á  la  iglesia  nacional  ampliada  con 
dirersas  disposiciones  estensivas  á  toda  administración, 
por  Juan  Goybna,  Oficial  Mayor  de  la  Capitania  Gene- 
ral de  Puertos  (Comprende  desde  1810  hasta  1880).  Pu- 
blicación aprobada  por  S.  E.  Revma.  el  señor  Arzobispo 
Dr.  D.  Federico  Aneiros,  en  cuanto  á  la  parte  eclesiás- 
tica. Buenos  Aires.  Imprenta  especial  de  obras,  Belgra- 
no  179.  1880.  En  4<=>  menor,  287-v  ps. 

El  Dijestoáél  Señor  JuAírGoYBirA  está  dividido 

2 


—  22  — 

ea  los  ocho  libros  siguientes,  7  termina  con  ttt^ 
tabla  alfabética  que  favorece  cualquier  investigar 
eion  7  consulta 

^  Libro  1  ®  Disposiciones  eclesiásticas  diversas--^ 
disposiciones  jenerales,  administrativas  7  otras^ 
aphca?bles  al  clero. 

Id  2®   Sobre  iglesias  7  parroquias. 

Id  3^   Sobre  conventos. 

Id  4^   Sobre  relijiosos  enjeneral. 

Id  5^  Sobre  capellanías,  rentas,  bienes  7  bene- 
ficios eclesiásticos. 

Id  6^    Sobre  matrimonios. 
.  Id  7^   Sobre  cementerios,  inhumaciones  7  ecs- 
tiumaciones. 

Id  8*^  Sociedades  católicas  de  beneficencia  7  ca- 
ridad. 

Esta  recopilación,  pues,  tiene  tanto  interés  civil 
comorelijioso,  7debe  estar  igualmente  en  las  ma- 
nos de  los  abogados  7  en  las  de  los  miembros  del 
clero. 


16— ArchÍTO  municipal  de  Córdoba  Libro  L 
Córdoba.  Establecimiento  Tipográfico  de«LaCarcaja 
da».  1880.  En  8<=>,  642  ps. 

Por  encargo  del  Consejo  Comunal  Ejecutor,  Don 
Josié  J.  Saktillak  Velbz,  Pro-Secretariodel  mismo 
Consejo,  publica  el  primer  libro  del  Archivo  mu 
nicipal  de  Córdoba.  Es  una  de  la^  impresiones  más 
límpidas  7  correctas  que  se  conocen  de  las  tipogra- 
fías del  interior.  Empieza  por  documentos  del  añO' 
I57I7  alcanza  sólo  ^^  año|1587,  terminando  con  un 
índice  alfabético  bastante  minucioso.  Es  de  sentir 
que  los  documentos  no  lleven  un  encabezamiento 
sumario,    que     facilite  las    investigaciones    por 


—  23  — 

ijadieaciones  breves,  pues  el  índice  salva  única- 
mente en  parte  esta  deficiencia.  El  archivo  está 
copiado  íntegramente,  conteniendo  hasta  la  traza 
dé  la  ciudad,  cuya  acta  de  fundación  se  rejistra  en 
h  p.l9.  Como  es  consiguiente  en  una  obra  seme* 
jante,  hay  de  todo,  bueno  y  malo,  prevaleciendo 
los  acuerdos,  nombramientos,  marcas,  etc.  sin  tras- 
cendencia para  la  historia  municipal  de  Córdoba, 
aunque  posean  otro  jénpro  de  importancia. 


lY— Registro  oficial  de  la  República  Ai*- 
ICentina  que  comprende  los  documentos  espedidos  des- 
de 1810  hasta  1873.  Tomo  segundo,  1822  á  1852.  Publica- 
ción oficial.  Buenos  Aires.  «La  República».  Imprenta 
especial  de  obras,  calle  de  Belgrano  número  189.  1880. 
Bn4®,  xxxrv-584ps. 

Véase  el  núm.  03  del  Antuirio  anterior. 

Por  orden  cronolójico  y  numeración  de  los  do- 
cumentos. Este  tomo  alcanza  hasta  el  3  de  febre- 
ro  de  1852  y  contiene  los  documentos  del  número 
1564  al  2885. 


18— Registro  oficial  de  la  proTineia  de  Bue- 
nos Aires.  Afio  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  la 
Penitenciaria.  1880.  En  4"=',  672  ps. 

Por  orden  cronolójico.  Lleva  al  final  una  tabla 
alfabética  del  libro  y  otra  por  orden  cronolójico  del 
Rejistrodel879. 


—  24  — 

19— Disensión  de  la  ley  de  sellos  para  1880  en 
la  Cámara  de  Diputados  de  la  Provincia.  Discurso 
pronunciado  por  el  Diputado  Francisco  Seeber  al  pro- 
poner la  forma  progresiva  limitada  en  el  impuesto  a  las 
herencias  y  donaciones.  Buenos  Aires^  Enero  1880.  Im- 
prenta á  vapor  de  Juan  H.  Eidd,  calle  Corrientes  117. 
1880.  En  8®,  19  ps. 

Sesión  de  28  de  enero 

Sostiene  el  siguiente  proyecto  de  artículo,  que 
corresponde  al  13  ^  de  la  ley  de  sellos : 

«  La  primera  foja  de  las  hijuelas,  así  como  la  de 
las  escrituras  de  donaciones  se  estenderán  en  un 
sello  del  valor  con  arreglo  á  la  escala  siguiente : 

«1  ^  Cuando  la  herencia  ó  donación  tuviese  lu- 
gar entre  estraños : 

«Seis  por  ciento  sobre  el  importe  de  la  herencia 
ó  donación,  si  escediese  de  quinientos  mil  pesos 
moneda  corriente ; 

«Cinco  por  ciento  en  las  cantidades  que  no  pasen 
de  este  valor. 

c2^  Cuando  la  herencia  ó  donación  se  verificase 
entre  colaterales : 

cTres  por  ciento  sobre  el  importe,  si  éste  escedie- 
se el  valor  de  quinientos  mil  pesos  moneda  cor- 
riente ; 

cDos  por  ciento  si  no  pasa  este  valor. 

cS  ®  Cuando  la  herencia  ó  la  donación  recaiga 
en  herederos  forzosos : 

«Uno  por  ciento  sobre  el  importe,  de  ellas  cuando 
el  valor  esceda  de  quinientos  mil  pesos  moneda 
corriente ; 

«Medio  por  ciento  si  el  valor  no  pasa  de  dicha 
cantidad. 

<4  ®  Esceptúanse  del  imj^ues tolas  cantidades  que 
no  alcanzan  á  cincuenta  mil  pesos  en  las  herencias 


—  26  — 

ó  donaciones  que  recaigan  en  herederos  forzosos  ó 
colaterales. » 


dO— El  Código  de  Comercio  argentino  con- 
cordado y  comentado  por  Manuel  Obabrio^  Ca- 
tedrático de  Derecho  Comercial  y  Penal  de  la  univer- 
sidad de  Buenos  Aires.  Tomo  segundo.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  M.  Biedma^  calle  Belgrano  133  á  139. 1880. 
En  8  *^ ,  por  entregas. 

En  1877  publicó  el  Doctor  Obarrio  el  primer 
tomo  de  la  obra  fundamental  que  ha  emprendido, 
alcanzando  sus  comentarios  hasta  el  articuló  190  de 
nuestro  Código  de  Comercio. 

Diversas  atenciones  le  han  hecho  demorar  su 
trabajo,  que  en  1880  ha  empezado  á  dar  por  entre- 
gas, a  fin  de  satisfacer  el  anhelo  de  los  estudiantes 
y  la  imperiosa  necesidad  de  un  testo  arjentino- 
Estas  entregas  han  llegado  á  unas  200  ps.  más  ó  me- 
nos, que  comprenden  el  primer  título  del  segundo 
libro.  Espero  su  continuación  para  ocuparme  de 
la  obra  con  la  detención  y  estudio  que  ella  me- 
rece V  que  notables  escritores  estranjeros  han  de- 
dicaao  ya  al  primer  volumen. 

Entre  tanto,  puede  anticiparse  una  lijera  indi- 
cación sobre  el  método  seguido  por  el  autor. 

El  Dr.  Obarrio,  jurisconsulto  de  indisputable  fa- 
ma. Catedrático  de  Derecho  mercantil  y  penal  en 
la  Universidad  de  Buenos  Aires  desde  varios  años 
atrás,  conoce  la  doctrina  y  la  letra,  la  razón  de 
cada  disposición  y  los  términos  de  ella,  hallándost 
prenarado  como  pocos,  por  el  largo  ejercicio  del 
profesorado  y  la  profesión  y  por  la  práctica  cons* 
tante  de  la  materia,  para  dotar  al  pais  de  un  Co- 
mentario bajo  todos  aspectos  sobresaliente. 


Sisuiendo  el  orden  áél  Código,  el  Dt.  Obaírid 
toma  el  artículo  correspondiente,  trascrribe  las  eoíi'' 
cordancias  conocidas  de  los  Códigos  de  Comercio 
estranjeros  ó  sus  relaciones  con  nuestro  Código 
Civil,  y  entra  á  estudiar  el  alcance  de  la  disposi- 
ción, la  teoriajurídica  á  que  responde,  las  dificul- 
tades ó  diverjencias  suscitadas,  que  á  su  vez  espli- 
ca,  y  la  doctrina  de  nuestros  tribunales  al  respecto, 
denniendo  y  dividiendo  con  claridad,  citando  latí 
autoridades  y  sirviéndose  de  las  fuentes  más  segu- 
ras en  apoyo  de  sus  opiniones,  que  no  siempre  se 
mantienen  de  acuerdo  con  el  Código  Arj  entino,  de 
cuya  reforma  reconoce  con  frecuencia  la  apre- 
miante necesidad. 

Su  procedimiento  analítico  es  lento ;  pero  su  obra 
será  completa. 


SI— Ijecciones  isobre  el  Código  de  Comer- 
cio Argentino  por  Nigeforo  Castellano^  Abogado 
y  profesor  de  Derecho  comercial  y  penal  de  la  Univer- 
sidad Nacional  de  San  Carlos.  Primero  y  segundo  li- 
bros. Córdoba.  Imprenta  del  «Eco  de  Córdoba».  1880. 
En  4*^  menor,  iv-358  ps. 

El  Dr.  NicÉPORO  Castellano,  Catedrático  de  De- 
recho penal  y  comercial  en  la  Universidad  de  San 
Carlos,  ha  publicado  sus  Lecciones  sobre  el  Código 
de  Comercio  Arjentino^  que  no  pueden  llamarse 
con  propiedad  un  compendio,  aunque  no  tengan  la 
vasta  latitud  del  Derecho  Comercial  del  Dr.  Obar- 
rio — V.  el  N®  SO, — que  será  en  la  materia,  uno 
de  los  trabajos  de  más  amplio  desenvolvimiento. 

El  autor  no  ha  abrigado  otro  propósito  que  for- 
mar un  libro  de  testo,  y  al  tomar  de  guia  el  Códi- 


—  27  — 

go,  <  sintetiza  sus  doctrinas  y  esplica,  con  la  bre- 
vedad posible,  sus  artículos.» 

El  tomo  publicado  abarca  los  dos  primeros  libros 
de  nuestro  Código  y  del  proyecto  de  reformas ;  á 
saber:  las  personas  del  comercio  y  los  contratos. 

La  esp  )sicion  es  racional  y  metódica,  abando- 
nando muchas  veces,  según  la  lójica  lo  requiere, 
«1  orden  de  los  artículos  dentro  de  cada  título,  y 
aún  el  orden  délos  títulos  mismos,  para  presentar 
las  ideas  culminantes,  que  presiden  una  serie  de 
disposiciones,  en  el  lugar  que  preferentemente  les 
corresponde. 

Los  comentarios,  sobrios  y  escojídos,  corroboran 
las  apreciaciones,  y  por  lo  regular  satisfacen  y  de- 
ciden la  opinión  en  los  casos  discutibles  ó  de  doc- 
trina dudosa. 

Abundan  las  concordancias  con  la  lejislacion  ci- 
vil, como  también  la  indicación  de  las  disposicio- 
nes análogas  ú  opuestas  de  los  códigos,  y  la  com- 
paración con  las  lejislaciones  estranjeras. 

Sin  embargo,  adolece  de  defectos  como  libro  de 
testo.  La  esposicion  no  conserva  siempre  la  clari- 
dad indispensable;  los  comentarios  y  observacio- 
nes deíicientes  en  una  que  otra  parte,  suelen  dete- 
nerse demasiado  sobre  cuestiones  de  poca  monta, 
teorías  insignificantes,  detalles  de  escasa  ó  remota 
aplicación. 

Por  lo  demás,  las  Lecciones  llenan  su  objeto,  y 

Sueden  constituir,  una  vez  terminadas,  una  obra 
e  enseñanza  propia  para  el  estudio  facultativo, 
«iempre  que  se  la  amplié  en  el  aula  con  esplicacio- 
nes  orales. 


—  28  — 

S2— liStndios  sobve  el  Cédig^o  de  Comercio' 

por  Amanojo  Alcorta  catedrático  de  derecho  inter- 
nacional  en  la  Universidad  de  Buenos  Aires.  I— Re- 
formas al  Código  de  Comercio.  II  Choques  y  Aborda- 
jes. Buenos  Aires.  C.  Casa  valle.  Editor.  Imprenta  y 
Librería  de  Mayo,  Perú  115.  1880.  En  4®,  211  ps. 

El  doctor  Amaütcio  Alcorta  es  lino  de  los  hom* 
bres  más  distinguidos  de  la  jeneracion  á  que  per- 
tenece. Hoy  cuenta  treinta  y  nueve  años  de  edad^ 
y  ha  figurado  ya  en  primera  línea,  descollando 
siempre  por  su  dedicación,  por  su  laboriosidad,  por 
la  estension  de  sus  conocimientos,  cualquiera  que 
haya  sido  el  puesto  que  la  política  le  deparase — 
diputado,  ministro  de  gobierno  de  Buenos  Aires,, 

8 residente  del  Directorio    del    Ferro-Carril   del 
este,  etc. 

Como,  abogado,  no  sólo  posee  la  práctica  de  la 
profesión  á  que 'se  ha  dedicado  preferentemente  y 
por  necesidad,  sino  que  pasa  con  razón  en  nuestro 
foro  por  una  de  las  intelijencias  bien  nutridas  y 
mejor  preparadas,  dispuesta  á  abordar  y  dilucidar 
con  écsito  toda  cuestión  de  derecho,  merced  á  la  je- 
neralidad  de  sus  profundos  estudios  que  abarcan 
las  múltiples  ramificaciones  de  las  ciencias  j urí di- 
cas.  Su  opinión,  frecuentemente  solicitada,  merece 
el  respeto  de  los  letrados ;  su  juicip  recto  é  impar- 
cial tiene,  para  los  que  conocen  sus  talentos,  el 
peso  de  una  sentencia;  y  no  habria  ecsajeracion  en 
aplicarle  la^si  espresiones  queHenrionde  Pansey 
dedica  á  los  grandes  juriconsultos  «  cuyos  pensa- 
mientos son  tesoros  paralas  naciones  cultas  », 

Su  vida  ha  sido  de  trabajo  constante.  Como  publi- 
cista, ha  dado  á  luz  una  serie  no  interrumpida  de 
libros,  entre  los  cuales  sobresale,  por  lo  vasto  de  la 
concepción  y  la  riqueza  del  desempeño;  su  Tratada 


—  29  — 

de  Derecho  Internacional,  de  que  sólo  se  ha  impre- 
so el  primer  volumen. 

En  el  año  1880  el  Dr.  Al  corta  ha  publicado  las  do» 
obras  que  aparecen  en  este  AnicariOyj  como  no  se- 
rán, ciertamente,  las  últimas  de  su  fecunda  pluma, 
he  querido  presentarlo,  en  dos  palabras,  tal  como  lo 
considero— un  jurisconsulto  eminente — antes  de 
eesaminar  su  producciones. 

Los  Estudios  sobre  el  Código  de  Comercio  abar- 
can dos  trabajos  aislados,  aunque  conecsos  por  la 
materia,  la  tendencia  y  la  forma  de  que  se  sirve  el 
autor. 

El  primero  trata  de  las  Reformas  al  Código  de 
Comercio^  y  reconoce  por  base  el  Provecto  de  refor- 
mas que  presentaron  en  1873  los  doctores  Sisto 
Villegas  y  Vicente  G.  Quesada,  á  quienes  el  Go 
biemo  Nacional  habia  encomendado  esa  obra  por 
decreto  de  14  de  octubre  de  1870  en  cumplimiento 
dennaley  del  mismo  año.  Sometido  el  trabajo  á 
la  aprobación  del  Congreso,  la  Cámara  de  Diputa- 
dos, que  lo  recibió  la  primera,  lo  pasó  á  la  comisión 
de  su  seno  revisora  ae  Proyectos  de  Código,  de  la 
cual  formaba  parte  el  Dr.  Alcorta,  diputado  por 
Buenos  Aires. 

La  Comisión  no  se  ha  espedido  todavía ;  pero  el 
Dr.  Alcorta,  que  dejó  de  ser  diputado,  ofrece  á  sus 
antiguos  colegas  los  apuntes  y  observaciones  reco- 
jidas  por  él  para  la  discusión  del  Proyecto^  útiles 
cuando  quiera  que  el  Congreso  llegue  á  ocuparse  de 
ese  asunto  tan  delicado  como  trascendente. 

El  autor  sólo  alcanzad  estudiar  el  primer  libro 
del  Código  de  Comercio  y  dos  títulos  del  libro  se- 
gundo. Se  detiene  con  preferente  atención  en  aque- 
llos pasajes  cuya  redacción  cree  necesario  modiñ- 
car  o  cuyas  doctrinas  no  acepta  por  las  razones  que 
breve  y  sumariamente  espone;  yeolocaencolum-^ 


-30- 

nas  j^aralelas  7  correspondientes  los  artículos  del 
Código  de  Acevedo  y  Velez,  los  del  Proyecto  de 
Villegas  y  Quesada  y  los  queá  su  vez  propone  en 
reemplazo  de  ellos,  vaciando  así  su  opinión  en  la 
precisión  severa  de  la  forma  codificada. 

Estos  cuadros  facilitan  notablemente  la  aprecia- 
ción de  las  diverjencias,  que  los  comentarios  ana- 
líticos, la  discusión  teórica  y  los  ejemplos  de  lejis- 
laciones  estranjeras,  aducidos  selectamente  y  con 
tacto  crítico,  complementan  y  esclarecen. 

El  estudiante  y  publicista  D.  Ernesto  Quesada 
ha  hecho,  en  un  artículo  de  La  Nación,  un  parale- 
lo entre  esta  parte  del  libro  del  Dr.  Al  corta  y  el  del 
Dr.  Obarrio — V.  el  n.  í¿0;  — paralelo  juicioso  por 
lo  que  respecta  al  método  seguido  por  ambos  escri- 
tores, aunque  infundado  en  los  cargos  que  les  diri- 
je,  si  se  tiene  por  un  momento  en  cuenta  la  íudole 
diversa  de  esas  obras,  el — espíritu  esclusivameate 
crítico  y  reconstructor  de  la  primera,  la  magnitud 
espositiva  y  comeatariada  déla  secunda. 

*  El  Dr  Obarrio,  guiado  por  la  doctrina,  dice  D. 
Ernesto  Quesada,  critica  las  disposiciones,  enun- 
ciando en  jeneral  la  idea  que  debiera  sustituirse; 
el  Dr.  Alcorta,  estudiándola  lejislacian  compara- 
da, formula  sus  conclusiones,  que  vienen  á  coincidir 
con  las  del  otro.  Ambos  libros  se  complementan, 
por  lo  tanto:  faltaba  á  la  obra  del  Dr.  Obarrio  la 
concisa  fórmula  sintética  de  sus  conclusiones  ;  y  el 
Dr.  Alcorta  se  contenta  con  indicar  con  gran  laco- 
nismo la  teoria  y  la  doctrina  en  que  sus  fórmulas 
se  apoyan.  Para  el  estudioso,  ambas  obras  son  in- 
dispensables ;  para  el  lejislador  la  última,  sobre 
todo,  necesaria.» 

Largo  y  fuera  de  lugar  seria  entrar  á  detallar  las 
reformas  propuestas  por  el  Dr.  Alcorta;  pero  no 
puedo  menos  que  citar  laque  se  refiere  á  las  Bolsas 


—  31  — 

de  Comercio,  alas  cuales  reconoce  carácter  públieo» 
desde  que  es  permitido  á  toda  clase  de  personas 
efectaar  en  ellas  sus  especulaciones,  aceptando  á  la 
vez  la  más  completa  libertad  en  su  formación.  Con- 
traría de  este  modo  á  los  autores  del  Proyecto  y  al 
Dr.  Obarrio,  que  aceptó  en  un  todo  la  doctrina  de 
losDres.  Villegas  7  Quesada,  como  los  contraría 
también  al  considerar  lícitos  los  juegos  de  Bolsa  7 
capaces  de  producir  las  acciones  correspondientes 
ante  los  tribunales  ordinarios,  abandonando  el  sis- 
tema de  las  disposiciones  restrictivas  aconsejadas 
por  aquéllos. 

La  segunda  parte  del  libro  del  Dr.  Alcorta  comen- 
ta los  artículos  1423, 1424, 1425  7 1426  del  Código  de 
Comercio,  que  tratan  de  los  Choques  7  Abordajes^  so- 
bre los  cuales  habíase  propuesto  el  autor  escribir  un 
estenso  estudio  que  probablemente  nunca  llevará  á 
cabo.  Tal  circunstancia  lo  ha  decidido  á  publicar 
lo  que  tenia  pronto.  «  Además,  dice  al  comienzo  de 
su  trabajo,  esta  parte  de  la  lejislacion  comercial, 
puede  decirse  que  está  actualmente  en  discusión  en 
las  diferentes  naciones  marítimas :  los  congresos 
jurídicos  7  los  parlamentos,  buscan  el  armonizar 
sus  reglas,  sobre  todo  en  cuanto  se  refieren  á  la  ju- 
risdicción competente  para  juzgar  las  colisiones 
producidas  en  los  mares  ó  puertos  de  mar ;  7  la  Co- 
misión revisora  ha  introducido  también  algunas 
modificaciones  que  hemos  tomado  en  considera- 
ción». 

El  Dr.  Alcorta  no  sigue,  pues,  el  método  emplea- 
do en  el  estudio  anterior :  da  ma7or  lugar  a  los 
comentarios,  más  amplitud  á  la  esposicion  doctri- 
naria 7  como  de  paso  toca  las  reformas  pro7ectada8 
en  este  título  del  Código. 


--  32  — 

23  Nociones  de  derecho  público  y  admi- 
nistraÜTO  (segundo  afío  del  curso  universitario)  se- 

fun  la  enseñanza  del  profesor  D.  J.  M.  Estrada^  por 
í*BANci8C0  Ayerza  y  Joaquín  Lejarza.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  números  133  á 
139.  1880.  En4®,l58  ps. 

Esta  publicación  respondió  auna  necesidad m- 
jente  para  los  estudiantes  de  la  Facultad  de  Dere- 
cho. Establecido  recien  el  curso  de  Derecho  Ad- 
ministrativo, careciendo  de  elementos  para  el 
estudio  regular  de  la  materia,  ignorando  la  osten- 
sión y  ecsij encías  del  curso,los  estudiantes  se  halla- 
ban sin  otro  guia  que  las  conferencias  del  catedrá- 
tico, Sr.  José  Manuel  Estrada,  imposibilitados 
casi  siempre  para  encontrar  fuentes  donde  hacer 
por  sí  mismos  el  estudio  indispensable  de  esa  rama 
del  derecho. 

Fuera  de  las  cuestiones  fundamentales,  de  carác- 
ter jeneral,  cuyo  ecsámen  podia  hallarse  en  libros 
más  ó  menos  conocidos,  y  respecto  de  las  cuales 
habia,  siquiera,  un  testo  que  tendiese  á  encami- 
nar al  estudiante,  los  demás  puntos  del  programa 
requerían  el  conocimiento  de  reglamentos,  leyes 
orgánicas,  disposiciones  de  todojénero,  no  siempre 
fáciles  de  conseguir. 

La  publicación,  pues,  de  las  conferencias  del  ca- 
drático  sirve  para  orientar,  siendo  en  algunas  par- 
tes suficiente  ilustración  de  la  materia. 

A  esto  respondió  el  libro  de  los  Señores  F. 
Atbrza  y  J.  Lbjarza,  estudiantes  del  curso  de 
1880,  que  tomaron  apuntes  de  las  conferencias  del 
Sr.  Estrada  haciendo  un  es  tracto  inmediato. 

El  libro  contiene  los  siguientes  pantos  del  pro* 
grama : 


—  33  — 

XXVII 

Poder  lejislativo— Sa  distribución — Su  compo- 
sición— Sistema  bi-camarista — Derecho  comparado 
—derecho  federal :  su  fundamento  histórico :  rasso- 
nes  de  su  establecimiento  —Responsabilidad  de  los 
miembros  del  Congreso—Inmunidades  é  incompa- 
tibilidades parlamentarias. 

XXVIII 

Atribuciones  del  Congreso:  lejislativas,  ejecu- 
tiras,  judiciales. 

XXIX 

Procedimiento  parlamentario — Estudio  de  los 
reglamentos  del  Congreso  como  leyes  orgánicas 
délas  Cámaras— Papel  del  Poder  Ejecutivo  en  la 
sanción  de  las  leyes, 

XXX 

Poder  Ejecutivo— Modo  de  elecccion  del  Presi- 
dente y  el  V  ice-Presidente  —  Duración  del  cargo 
—Condiciones  de  elejibilidad— Preminencias  y  res- 
ponsabilidades— Carácter  de  su  mandato. 

XXXI 

El  Ministerio — su  carácter — sus  responsabilida- 
des— Derecho  comparado. 

XXXII 

Atribuciones  del  Poder  Ejecutivo. 

XXXIII 

Relaciones  del  Poder  Ejecutivo  con  el  Poder  Le- 
jislativo y  el  Poder  Judicial. 


—  34  — 

XXXIV 

Poder  Judicial  de  la  Nación — Número  y  jerar- 
quía de  los  tribunales — forma  de  la  elección  de  los 
jueces — su  responsabilidad — duración  del  oficio- 
Derecho  comparado. 

XXXV 

Atribuciones  de  la  justicia  nacional — fundamen- 
to político  de  la  jurisdicción — Enumeración  de  los 
asuntos  de  su  competencia — Distinción  de  los  casos 
en  que  la  Suprema  Corte  tiene  jurisdicción  orijina- 
ria  y  apelada,  ya  de  tribunales  nacionales,  ya  de 
tribunales  de  provincia. 

XXXVI 

Papel  de  la  Justicia  nacional — como  poder  mode- 
rador del  Lejislativoy  el  Ejecutivo  :  como  conser- 
rador  de  las  garantías  constitucionales,  de  la  paz 
interior  y  del  equilibrio  inter-provincial— Sus  pro- 
cedimientos— Derecho  comparado. 

XXXVII 

Sistema  rentístico  de  la  República  Arjentina— 
Elimpuesto — sunaturaleza — su  votación — su  asien- 
to— su  distribución — su  percepción — Contribucio- 
nes estraordinarias. 

XXXVII 

Sistema  administrativo — La  ley  del  presupuesto 
— Inversión  de  la  renta — Gastos  estraordinarios— 
Contabilidad  administrativa. 

XXXIX 

Obras  públicas — Empresas  del  Estado — ^Contra- 


—  35  — 

tos  eon  particulares — Si  la  Nación  es  demandable 
ante  los  tribunales — Contiendas  administrativas. 

XL 

Espropiacion  forzosa  por  causa  de  utilidad  pú- 
blica — Propiedades  particulares — Propiedades  mu- 
nicipales —  Propieaades  provinciales  —  Califica- 
ción— indemnización — procedimiento. 

XLI 

Crédito  público— Empréstito— -Deuda  nacional-  - 
Moneda — Sancos. 

XLII 

Inmigración  y  colonización — Territorios  y  po- 
blaciones de  los  indios  bárbaros — Tierras  de  pro- 
piedad nacional—  Correos. 

XLIII 

Instrucción  pública — Papel  del  gobierno  nacio- 
nal en  su  réjimen :  instrucción  primaria— secun- 
daria— superior. 

Las  conferencias  del  Sr.  Estrada  han  sido  bien 
compendiadas  en   esta  publicación,  y  aún  parece 

3ue  el  mismo  catedrático  las  hubiera  revisado  antes 
e  darlas  á  imprimir,  por  lo  proporcionadas  y  cla- 
ramente sencillas. 

El  libro  puede  servir  de  guia,  no  sólo  á  los 
estudiantes,  sino  á  cuantos  quieran  conocer  nuestro 
mecanismo  administrativo. 


24-^li8tudio  sobre  Tmenlaciones  por  el  Dr. 

Remijio  Molinas  en  la  demanda  promovida  contra  D. 
Carlos  J.  Guerrero,  por  los  herederos  deD,  Martin  Sua- 


—  36  — 

rez,  diciendo  de  nulidad  de  la  venta  de  los  campos  cono- 
•cidos  por  « Laguna  de  Juancho  ».  Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle 
Alsina— 60.  18S0,  En  4®  menor,  54  ps. 

Defensa  judicial  bastante  interesante.  Está  le- 
jos dé  ser  un  trabajo  acabado  sobre  Vinculaciones^ 
no  obstante  su  estension;  pero  puede  servir  de  ba- 
ise  para  un  estudio  más  aetenido,  libre  de  las  tra- 
bas de  la  aplicación  á  un  caso  dado. 


25— Disertación  sobre   ''^eraros  en  greiie- 

ral  •%  pronunciada  ante  la  sociedad  protectora  unión", 
por  F.  Latzina.  Córdoba.  Imprenta  de  ''''El  Interior". 
1880.  En  8®,  10  ps. 

Conferencia  de  popularización  científica — Es  un 
€st'udio  lijero  que  presta  especial  atención  ala  fa? 
práctica  ae  la  materia. 


26— SI  examen  del  acusado.  Cuestión  constitu- 
cional tomada  de  la  Revista  Judicial  del  Sud.  Buenoi 
Aires.  Imprenta  del  Mercurio,  Alsina  272. 1880.  En  4  ° 
menor,  20  ps. 

Trabajo  lleno  de  novedad,  del  Da.  Agustiít  db 
Vbdia,  quien  invoca  el  art.  26  de  la  Constitución 
de  la  Provincia,  «según  el  cual  á  ningún  acusado 
Be  le  obligará  á  prestar  juramento,  ni  á  servir  de 
testigo  contra  sí  mismo,  ¿n  materia  criminal»,  para 
rebatir  un  auto  judicial  que  admitió  fuesen  inter- 
pelados, al  tenor  de  interrogatorios  acompañados 


~  37  - 

al  efecto,  varios  acusados  defendidos  por  el  Dr. 
Vedia. 


27— lilis  prístina*  Derecho  público*  Acusa- 
ción á  dos  vocales  de  la  Superior  Cámara  de  Justicia  y 
Juez  de  Letras  de  la  1  ^  Sección  Civil  por  abusos  é  in- 
fracción á  las  leyes.  Salta— Imprenta  del  Comercio,  Calle 
General  Alvarado  N.  140.  1880.  En  8  ® ,  20  ps. 

Contiene  la  solicitud  de  don  Nicolás  Carekzo  al 
Gobierno  para  que  instale  el  «Tribunal  de  resjjon- 
sabilidad  pública> ,  á  ñn  de  formular  la  acusación, 
y  la  demanda  de  acusación  ante  dicho  Tribunal 
por  «infracción  de  leyes,  vias  de  hecho  é  ineptitud 
ae  los  funcionarios  públicos  que  se  nombran  en  el 
escíito  > . 


d8->diefiition  de  límites  inter-provineialeis 

entre Santa-Fé  y  Buenos  Aires.  El  Dr.  D.  Dcbgo  de  Al- 
tear comisionado  del  Gobierno  de  Santa-Fé  al  Dr.  D. 
Vicente  G.  Quesada  comisionado  del  gobierno  de  Bue- 
nos Aires.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  '•'La  Pampa '\ 
calle  Victoria  97  y  99. 1880.  En  4®  menor,  86  ps. 

El  Sr.  M.  R.  Trelles,  antecesor  del  Dr.  Vicente 
G.  Quesada  en  la  representación  del  gobierno  de 
Buenos  Aires,  propuso  una  transacción  del  litijio 
sobre  límites  en  Santa-Fé,  al  Dr.  Granel,  antecesor 
del  Dr.  Diego  de  ALVEARcnla  representación  del 
g:obierno  de  esta  Provincia.  A  indicación  del  Dr, 
Quesada,  quien  desea  «regularizar  el  procedimiento 
escrito»  en  tan  grave  cuestión,  el  Dr.  Alvear  entra 
á  estudiar  detenidamente  la  transacción  propues- 


—  as- 
ta por  el  Sr.  T relies,  que  considera  inconveniente, 
yásavez  propone  «como  equitativa  y  insta»  la 
traza  siguiente  de  límite  inter-provincial :  «Todo 
el  curso  del  Arroyo  del  Medio  nastala  Laguna  de 
Cardoso,  Fortin  Mercedes  y  Cliañar,  y  de  allí,  una 
línea  enfilada  al  S.  O.  hasta  tocar  el  territjrio  na- 
cional» . 

Acompaña  un  apéndice  con  varios  documentos, 
entre  otros  las  actas  de  fundación  de  Santa  Féy  de 
Buenos  Aires,  etc. 


SO—CSstadio  sobre  la  crisis  económiea  de-la 
provincia  de  Mendoza  por  José  Soler.  Mendoza  Impren* 
ta  de  "El  Pueblo ".  1880.  En  8  ®,  xnr-68  ps. 

Disertación  económica,  dedicada  al  entonces  go- 
bernador Sr.  Elias  Villanueva. 

El  autor  de  este  trabajo,  D.  Josa  Solbr,  reside 
en  Mendoza  desde  1876 ;  ha  tenido  tiempo  de  apre- 
ciar los  comienzos  y,  propiamente,  los  oríjenesde 
la  crisis  que  aflijió  a  esa  rica  provincia  arj  entina. 
Hoy  que  ella  ha  dado  por  sí  misma  solución,  6  está 
á  punto  de  darla,  á  sus  grandes  cuestiones  econó- 
micas, salvando  dificultades  y  conjurando  peligros, 
poco  interés  ofrecen  las  observaciones  sobre  una 
crisis  que  desaparece  rápidamente. 

El  folleto  no  carece  de  indicaciones  sensatas ;  pe- 
ro no  hay  necesidad  de  recurrir  á  las  panacea^  de 
los  teorizadores  en  los  momentos  de  ecsuberante 
prosperidad  pública,  cuando  las  naciones  se  alzan 
cumpliendo  las  leyes  fatales  de  todos  los  factores 
del  progreso  humano. 


—  39  — 

30— Juicio  n&ercantO.  Alegato  de  prueba  del 
Banco  Mercantil  en  la  cuestión  con  Marini  y  Ca.  sobre 
«obro  de  quinientos  mil  pesos  fuertes  ante  el  Juzgado  de 
Comercio  de  la  Provincia.  Buenos  Aires.  5826— Impren- 
ta del  'Torvenir",  calle  Defensa  139.  1880.  En  4  o  me- 
nor, 88  ps. 

Esposicion  de  hechos  sin  carácter  jeneral  nlim- 
portancia  doctrinaria. 


31— expropiación  forzo«a  por  causa  de 
«ierra.  Defensa  de  D.  Roberto  Wilde  en  el  pleito  que 
le  ha  promovido  D.  Lino  A.  Saenz-Peña,  por  el  Doctor 
Luis  Telmo  Pintos.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  la  On- 
dina. Chile  700.  1880.  En  4  <=>  menor,  22  ps. 

Trabajo  analítico,  importante  por  el  punto  de  de- 
recho que  estudia  como  por  la  forma  conque  está 
•escrito. 


32— ^Exposición  que  hacen  los  herederos  del  Dr. 
D.  Enrique  Muñoz  en  la  causa  que  siguen  con  el  banco 
Maná  y  Ua.  sobre  cumplimiento  de  un  contrato  de  arren- 
damiento pendiente  hoy  del  recurso  de  inaplicabilidad 
deducido  ante  la  Suprema  Corte  de  la  Provincia.  Buenos 
Aires.  Imprenta  déla  Nación,  San  Martin  208.  1880.  En 
4  ®  menor,  14  ps. 

Representa  á  los  herederos  Muñoz,  D.  Vicente  J. 
Pajares.  Ño  lleva  firma  de  letrado,  ni  tiene  mayor 
valor. 


—  40  — 

33-- Amnto  Herrera— Caminos  sobre  estrac- 
cion  de  dinero,  de  la  sucursal  del  Banco  de  la  Provincia 
en  Lobos.  Buenos  Aires.  Imprenta  y  Librería  de  Mayo, 
de  C.  Casavalle.  Perú  115.  1880.  En  4®  menor,  47  ps. 

Sumario  levantado  por  las  autoridades  de  Lobo» 
para  indagar  la  desaparición  de  dineros  pertene 
cientes  á  huérfanos  de  ese  municipio. 


34— lios  abuelos  naturales  no  tienen  dere-^ 
clios  sucesorios.  Defensa  de  los  hermanos  del  fina- 
do D.  Damián  Jaime  por  el  Dr.  D.  Pedro  A.  Sánchez. 
Rosario.  Agosto  1  ®  de  1880.  Imp.  de  La  Capital.  161— 
Puerto— 163.  En  8  <=>,  iv-18ps. 

Trabajo  jurídico  de  mérito  no  sólo  por  el  punto 
de  doctrina,  sino  también  por  la  manera  cómo  está 
tratado.  La  sentencia  de  1^  instancia  incluida  ea 
el  folleto  corrobora  la  tesis. 


35— Estudios  y  paralelos  de  los  |B:obiernos 
centralistay  federatíTO  por  Eugenio  Caballero. 
Buenos  Aires.  Impn  nía  y  libreria  de  Mayo,  de  C.  Casa- 
valle.  Perú  115.  1880.  En  4®,  436  ps. 

Este  libro,  dedicado  por  su  autor  al  señor  Dr.  D. 
Aniceto  Arce,  trae  una  advertencia  tinal  para  es- 
pilcar  que  la  obra  debia  constar  de  4  partes;  pero 
que,  como  se  ajitase  en  el  Perú  y  especialmente  en 
Bolivia,  patria  de  D.  Eujenio  Caballero,  la  idea 
de  organizar  ambos  paises  bajo  la  forma  federal, 
apresúrala  publicación  de  la  obra  inconclusa,  con 
el  objeto  de  que  su  trabajo  concurra  á  aquel  deba- 


—  41  - 

te ;  no  sin  prometer  una  segunda  edición,  aumenta- 
da con  el  ecsámen  de  Las  aptitudes  políticas  de  los 
Estados  Hispano- Americanos  para  la  forma  fede- 
ral— estudio  de  que  carece  la  edición  que  nos  ocu- 
pa y  que,  según  el  plan  de  la  obra,  debe  formar  la 
4^  parte,  indepenaiente  del  resto. 

El  señor  Caballero  no  discute  la  forma  republi- 
cana, que  da  por  reconocidamente  aceptada,  sien- 
Jo  sólo  su  propósito  constante  seguir,  por  observa- 
ciones históricas,  la  influencia  y  la  aplicación  que 
pueden  tener  las  reglas  de  libertad  en  un  gobierno 
centralizado  y  en  otro  cuya  administración  se  halla 
distribuida  en  las  localidades.  Por  esta  razón,  úni- 
camente se  detiene  en  aquellas  condiciones  de  go- 
bierno capaces  de  admitir  paralelos  entre  los  sis- 
temas que  constituyen  el  objeto  de  su  obra. 

Observando  la  sociedad  desde  su  cuna,  asiste  al 
nacimiento  de  los  principios  federal  y  centralista  y 
al  desarrollo  que  el  movimiento  humano  les  impri- 
me, como  representantes,  según  él,  déla  lucha  en- 
tre la  libertad  y  la  opresión,  pues  considera  el 
hecho,  como  jénesis  del  principio  de  la  unidad 
y  el  derecho  como  jénesis  de  la  idea  federal;  y 
sostiene  que  el  ideal  del  primero  es  la  autoridad 
con  todos  sus  privilejios  y  necesidades,  mientras 
que  el  ideal  ael  segundo  es  el  individuo  con  sus 
derechos  y  garantías. 

Bajo  la  influencia  de  tales  ideas,  lanza  una  rápi- 
da ojeada  sobre  el  movimiento  y  resultados  de  los 
dos  sistemas  en  diversos  tiemj^os  y  naciones.  Cree 
ver  en  Asia  la  patria  de  la  unidad  ;  y  opina  que  el 
principio  unitario  influyó  fatalmente  en  la  ci- 
vilización de  la  Grecia,  atribuyendo  gran  parte 
de  sus  progresos  á  la  independencia  autonómica 
de  que  por  mucho  tiempo  gozaron  sus  pueblos  con- 
federados. Descubre  en  Roma  ventajas  análogas,  en 


-  42  ~ 

tanto  quenojermina  la  tendencia  unitaria  que  sir- 
vio  de  amparo  á  los  tiranos  y  destruyó  las  fuerzas 
indiriduales,  á  estremo  de  hacer  desaparecer  toda 
noción  de  buen  gobierno.  Bajo  el  imperio  de  los 
bárbaros,  encuentra  en  pugna  ambas  ideas,  sosteni- 
da la  una  por  los  monarcas  ^  los  déspotas,  y  prote- 
jida  la  otra  por  el  espíritu  independiente  y  altivo 
délas  razas  bárbaras,  hasta  que  el  trabajo  lento 
de  la  idea  de  gobierno  propio  inicia  los  progreso» 
del  derecho  público  en  Europa,  marcando  una 
nueva  senda  sobre  los  campos  viejos.  Al  ocuparse 
délos  Estados  Unidos,  cuna  del  sistema  federa],, 
encomia  los  grandes  principios  sobre  que  reposa 
su  Constitución,  y  sostiene  que  el  gobierno  propia 
ha  predominado  siempre  en  el  pueblo  inglés,  del 
cual  pasó  al  nuevo  mundo  para  desarrollarse  con. 
más  vigor  por  la  distancia  del  poder  central. 

En  la  segunda  parte  ecsamina  la  naturaleza  y 
condiciones  de  los  principios  centralista  y  federa- 
tivo, y  por  observaciones  prácticas  sigue  de  cerca 
el  influjo  que  han  ejercido  y  pueden  ejercer  en  las 
institu(5Íones  que  la  civilización  ha  conquistado,, 
determinando  la  suj^erioridad  del  organismo  des-^ 
centralizador,  principalmente  bajo  el  modelo  de 
la  constitución  de  los  Estados  Unidos;  y  analiza  y 
compara  en  capítulos  separados  las  ventajas  de  am- 
bos sistemas  en  el  ejercicio  de  la  soberanía,  en  la 
opinión  pública  y  privada,  como  resortes  del  gobier- 
no libre  en  sus  manifestaciones  más  frecuentes, — 
la  prensa,  los  meetings,  la  tribuna  y  el  sufl'ajio.. 
Detiénese  en  minuciosas  consideraciones  sobre  la 
educación,  sus  beneficios  y  necesidades ;  los  pode- 
res lejislativo,  judicial  y  ejecutivo,  le  han  mereci- 
do también  especial  atención,  lo  mismo  que  el 
jurado,  las  condiciones  de  progreso  en  ambos  sis- 
temas, el  ejército  permanente,  la  guardia  nacional. 


—  43  — 

y  finalmente  las  bases  establecidas  de  la  paz  pú- 
blica y  sus  benéficos  resultados ;  concluyendo — que 
el  sistema  federal  favorece  el  desenvolvimiento 
más  perfecto  de  todas  estas  condiciones  de  gobier- 
no, y  protejo  siempre  las  libertades  públicas  y  pri- 
vadas. 
El  autor  se  sirve  de  la  tercera  parte  para  res- 

Sonder  á  las  objeciones  hechas  al  sistema  federal, 
el  cual  se  muestra  en  todo  el  curso  de  la  obra  acér- 
rimo partidario,  y  sostiene  en  el  primer  capítulo  de 
los  seis  que  componen  esta  sección,  que  la  raza  no 
es  un  elemento  que  merezca  tomarse  en  cuenta 
para  la  aplicación  de  la  forma  de  gobierno,  como 
tampoco  lo  es  la  oportunidad  en  que  se  realiza  ú 
opera  el  cambio  del  sistema;  y  continúa  uua  serie 
de  observaciones  sobre  el  desequilibrio  de  los  es- 
tados, la  consiguiente  formación  de  partidos  jéo- 
gráficos  y  la  relijion  católica  que  esclavizando  el 
espíritu  impide  la  libertad  bajo  todas  sus  manifes- 
taciones. 

El  progreso  de  Chile  bajo  instituciones  unita- 
rias, nada  arguye  en  pro  de  la  idea  centralizadora. 
El  autor  espone  las  causas  á  que  debe  esa  nación 
sus  adelantos,  reconociéndolas  del  todo  indepen- 
dientes de  su  forma  de  gobierno.  Refuta  ¡estas  y 
otras  objeciones  con  la  enumeración  de  hechos  his- 
tóricos y  la  indicación  de  gran  número  de  solucio- 
nes de  inmediata  aplicación. 

^  La  obrsÉ  trae  por  via  de  apéndice  las  Constitu- 
ciones norte-americana  y  arj entina.  Está  escrita 
en  estilo  claro,  aunque  un  tanto  apasionado  y  vio- 
lento para  trabajos  de  esta  índole,  que  deben  per- 
suadir por  el  razonamiento  y  de  ningún  modo  por 
la  fogoSiidad  de  las  opiniones  del  escritor;  y  cons- 
constituye  otro  de  sus  mayores  inconvenientes,  la 
ecsajeracion  de  las  teorías  defendidas,  que,  verda- 


-  44  — 

derasen  sí,  no  son  las  prodactrices  esclusivas  de 
los  benéficos  adelantos  del  mundo,  como  lo  aseve- 
ra el  señor  Caballero,  quien  termina  manifestan- 
do la  esperanza  de  rer  todos  los  progresos  dila- 
tarse por  las  agrestes  rejionesde  su  patria. 


36  — ^Estudio   sobre    el   curso   forzoso    por 

Amancio  Alcorta  Catedrático  de  Derecho  Internacio- 
nal en  la  Universidad  de  Buenos  Aires.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  M.  Biedma^  Belgrano  133  á  139.  1880.  En 
8®,  397 ps. 

El  Banco  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires  ha 
sido  7  es  en  la  República  no  sólo  un  poderoso  esta- 
blecimiento de  crédito,  sino  un  elemento  político 
importantísimo  que  ha  dado  márjen  á  más  de  un 
conflicto  serio  y  ha  influido  en  la  organización 
definitiva  del  pais.  Basta  este  recuerdo  para  que  el 
lector  estraño  comprenda  toda  la  importancia  de 
cuanto  se  refiere  a  ese  Banco  que  forma  el  tema 
indirecto  de  la  obra  del  Dr.  Aaiakcio  Alcorta. 

Este  libro,  como  su  autor  lo  declara  en  el  prefa- 
cio, ha  surjido  en  medio  de  la  controversia  que  sus- 
citaron las  cuestiones  prácticas  provenientes  de  la 
aplicación  de  la  ley  provincial  de  17  de  mayo  de 
1876  que  estableció  en  Buenos  Aires  el  curso  for- 
zoso d!e  los  billetes  del  Banco  de  la  Provincia,  y  de 
la  lev  nacional  de  25  de  setiembre  del  mismo  año 
que  declaró  decurso  legal  en  la  República  22  mi- 
llones de  pesos  fuertes  en  billetes  del  mismo  Ban- 
co, como  compensación  de  un  préstamo  que  éste 
hacia  al  Gobierno  Nacional.  Patrocinando  intere- 
ses particulares,  el  autor  sostuvo  ante  los  tribuna- 
les fas  doctrinas  que  espone  en  su  libro.    Amante 


—  45  — 

de  los  estadios  sobre  lejislacion  y  antiguo  miem- 
bro del  Directorio  del  Banco,  cuyos  priyilejios 
creia  comprometidos, — no  ha  querido  esterilizar  sus 
vastos  estudios  dejándolos  olvidados  en  los  archi- 
vos judiciales,  y  ha  organizado  con  ellos  una  obra 
de  indisputable  mérito. 

Ella  está  dividida  en  nueve  capítulos  y  un  apén- 
dice :  en  el  primero  de  aquéllos  ecsamina  la  natura- 
leza de  la  moneda  que  considera  algo  más  que  la 
medida  y  el  denominadar  común  de  los  valores  esta- 
blecidos por  la  autoridad  pública,  de  que  nos  hablan 
Tiffany  y  Maclead.  <  La  moneda,  dice,  como  deno- 
minador de  los  valores,  como  manifestación  de  una 
deuda  trasferible,  según  la  feliz  espresion  de  al- 
gunos economistas,  llena  su  objeto  sea  cual  fuere 
MU  composición,  siempre  que  el  sello  de  la  autori- 
dad la  acompañe,  desde  que  no  puede  confundirse 
la  calidad  legal  de  la  moneda,  con  el  valor  comer- 
cial délo  que  se  emplea  para  que  reciba  la  im- 
presión real;  desde  que  no  hay  una  relación  nece- 
saria entre  una  y  otra,  y  desde  que  la  moneda, 
legalmente  hablando,  no  es  un  artículo  ó  mer- 
cancía, y  el  comercio  sólo  puede  hacerla  tal,  tra- 
tando de  aquello  en  que  está  impresa  la  calidad 
de  moneda.  > 

En  el  capítulo  II  aplica  estas  doctrinas  á  la 
definición  del  curso  forzoso,  é  insiste  en  la  necesi- 
dad de  distinguir  entre  valor  nominal  v  valor  de 
cambio,  sosteniendo  que  es  carácter  de  u)da  mone- 
da, tanto  metálica  como  de  papel,  el  circular  con 
curso  forzoso. 

Los  dos  capítulos  siguientes  abrazan  la  historia 
del  curso  forzoso  en  los  tiempos  antiguos  y  moder- 
nos—en China,  Grecia,  Cartago,  Persia,  Japón,  Ve- 
necia,  Inglaterra,  Francia,  Estados  Unidos,  Rusia, 
Italia,  Prusia,  Suecia,  Portugal,  Béljica,  Turquia» 


—  46  -^ 

Brasil,  República  Oriental,  Perú,  Colombia,  Chile, 
Paraguay,llepública  Arj  entina, y  especialmente  en 
la  Provincia  de  Buenos  Aires  desde  el  año  182^ 
hasta  setiembre  de  1876,  fecha  del  contrato  con  el 
Banco. 

El  capítulo  V  está  dedicado  á  refutar  los  argu- 
mentos de  los  que  han  sostenido  la  inconstituciona- 
lidaddel  curso  forzoso  en  la  República  Arj  entina. 
Con  este  motivo,  el  Dr.  Alcorta  estudia  el  testo  y 
el  espíritu  de  las  Constituciones  Nacional  y  Pro- 
vincial en  cuanto  se  refieren  á  las  materias  de  que 
trata,  y  compara  la  lejislacion  constitucional  ar- 
j entina  con  su  modelo,  la  norte-americana. 

Probada  la  constitucionalidad  del  curso  forzoso, 
analiza  en  el  siguiente  capítulo  las  diversas  cues^ 
tiones  de  derecho  civil  ó  comercial  que  pueden  sus- 
citarse una  vez  admitida  la  inconvertibilidad  de 
los  billetes  y  su  poder  chancelatorio,  estableciendo 
como  puntos  de  debate — si  las  obligaciones  á  oro 
efectivo  contraidas  antes  del  curso  forzoso  y  con 
espresa  condición  de  no  ser  chanceladas  en  billetes, 

fiueden  ser  chanceladas  ó  cumplidas  con  esos  bi- 
letes  por  su  valor  escrito,  obligándose  el  acreedor 
á  aceptarlo  en  esa  forma;  si  pueden  hacerse  cum- 
plir las  obligaciones  á  oro  efectivo  contraidas  des- 
Sues  de  la  imposición  del  curso  forzoso ;  si  pue- 
en  unas  y  otras  chancelarse  con  los  billetes  del 
curso  forzoso,  pero  por  su  valor  equivalente,  en 
relación  á  las  monedas  metálicas. 

El  autor  se  decide  por  la  afirmativa  en  la  prime- 
ra cuestión  y  por  la  negativa  en  las  dos  últimas. 
Comenta,  para  llegar  á  esta  conclusión,  las  dispo- 
siciones de  los  Códigos  Civil  y  Comercial  y  de- 
muestra que  una  ley  de  curso  forzoso  es  una  ley  de 
orden  público  contra  la  cual  nadie  tiene  derechos 
irrevocablemente  adquiridos. 


—  47  — 

En  corroboraoion  de  sus  ideas,  presenta  y  apre- 
cia en  el  capítulo  Vil  las  opiniones  de  Laurent, 
Demolombe ,  Massé ,  Develleneuve ,  Follevilley 
VainbergjLabbé,  Laboulaye,  Thaller,  PardessuSy 
Bedarride,  Larombére,  Aubry  y  Rau,  Dalloz,  Mer- 
Un,  Gabba,  Fiore,  Sampaio  Pimentel,  Vharton 
y  Bar,  Cooley,  Holmer,  Booven  y  Skinner ;  y  en  el 
VIII  ecsamina  lijeramente  la  jurisprudencia  es-^ 
tablecidapor  los  tribunales  de  Inglaterra,  Francia,. 
Italia,  Estados  Udidos,  Brasil,  Perú,  Colombia, 
República  Oriental  y  Arj  entina. 

El  capítulo  IX  está  destinado  úla  conclusión 
de  que  el  papel  moneda,  como  todo  en  la  natura- 
leza, tiene  su  mérito  relativo  cuando  su  uso  se  cir-^ 
cunscribe  á  los  límites  délas  necesidades  que  satis 
face  y  que  una  prudente  observación  patentiza. 
Hace  algunas  apreciaciones  jenerales  sobre  el  cursa 
forzoso  en  sus  relaciones  con  el  Banco  y  los  Poderes 
públicos  de  la  Nación  y  de  la  Provincia,  y  sobre  la 
manera  de  salir  de  él  con  prudencia;  terminando: 
*  No  hemos  buscado  una  transacción  de  principios 
para  llegar  á  soluciones  contradictorias,  y  sí,  soste- 
ner con  sinceridad  completa  la  misma  regla  para  el 
Banco  y  páralos  particulares.  Si  el  curso  forzoso  es 
una  violación  de  las  leyes  naturales  y  el  resultado 
de  los  desaciertos  públicos  y  privados,  justo  es  que 
todos  sufran  sus  consecuencias ;  y  si,  por  el  con- 
trario, no  es,  según  la  opinión  que  sostiene  la  cir- 
culación del  papel,  sino  un  estado  de  perfección 
y  progreso  en   el  sistema  monetario,  es  su  conse- 
cuencia en  todo  caso  en  la  aplicación  de  nuestras 
opiniones.  > 

Cierra  el  volumen, un  largo  apéndice,  en  el  que 
trascribe  varios  fallos  de  la  Corte  Nacional  y  Tri- 
bunales de  Buenos  Aires  y  las  últimas  leyes  sobre 


—  48  — 

«urso  forzoso  dadas  en  la  República   Arj  entina, 
Chile  y  Perú. 


37— Discurso  pronanciado  por  el  Dr.  D.  Vic- 
torino DE  LA  Plaza,  Ministro  de  Hacienda  de  la  Na- 
<;ion  al  inaugurar  los  ti'abajos  de  prolongación  del  ferro- 
<íarril  Andino.  Villa  Mercedes  10  de  abril  de  1880. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Nacional,  Bolivar  65  y 
67.  1880.  En  8®,  16  ps. 

Coloco  en  esta  sección  el  discurso  del  Dr.  D. 
Victorino  db  la  Plaza  porque  es  un  cuadro  eco- 
nómico de  la  República  Arj.entina,  un  estudio  de 
SMS  producciones  y  comercio,  de  amplias  vistas  y 
profundo  conocimiento  de  la  materia. 


FACULTAD  DE  DERECHO 


CIENCIAS    SOCIALES 


SS— lia  Omnipoteneia  del  Gstado  es  la  nega- 
ción de  la  libertad  individual.  Discurso  pronunciado  por 
el  miembro  honorario  de  esta  Facultad  Dr.  D.  Juan 
B.  Alberdi  en  el  acto  de  la  colación  de  grados  el  dia 
24 de  Mayo  de  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  ""  La 
Pampa", calle  Victoria  97  y  99.  1880.  En  8*=>,  50  ps. 

La  Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales  en- 
comendó  al  Dr.  Juan  B.  Alberdi,  académico  hono- 
rario, el  discurso  de  práctica  para  una  de  las  fiestas 
de  colación  de  graaos  del  año  1880.  El  trabajo 
es  largo  y  sólo  pudo  leerse  en  parte:  más  parece 
una  disertación  que  un  discurso;  ni  mantiene  tam- 
poco la  forma  oratoria.  El  autor  busca,  con  los 
constitucionalistas  modernos,  la  armonía  del  Esta- 
do y  la  libertad  individual,  y  demuestra  fácilmen- 
te que  la  omnipotencia  del  primero  absorbe  y  anula 
la  libertad  del  individuo  en  la  organización  so- 
cial, tomando  sus  principales  argumentos  y  sus  me- 
jores citas  de  Fustel  de  Coulanges,  La  cité  antigüe. 


—  w  — 

39— El  problema  de  la  orfi^anizacion  políti- 
ca. Discurso  pronunciado  por  Augusto  Elias  ante  la 
Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales  al  recibir  el 
^rado  de  doctor  el  24  de  Mavo  de  1880.  (A  mis  distin- 
guidos amigos  doctores  D.  Bonifacio  Lastra  y  D.  Os- 
ear Liliedal).  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Obras  de 
La  Nación,  SanMartin  208.  En  8®,  16  ps. 

Discurso  breve  y  bien  proporcionado — Elegante 
en  su  ropaje,  severo  en  sus  ideas,  sintetizadas  en 
el  siguiente  párrafo: 

<  Ea  problema  de  la  organización  política  incum- 
be ala  democracia.  Su  camino  es  el  orden.  Su  me- 
dio, la  representación  social  en  la  constitución  del 
mecanismo  gubernamental.  Su  forma,  la  federa- 
ción > . 


TEISI8 


Formato  uniforme  en  4  ®  menor. 


40— Comentario  sobre  las  disposiciones  jenerales 
del  tít.  I  secc.  II  lib.  II  del  Código  Civil,  por  Comba- 
do R.  Chaves  para  optar  al  grado  de  doctor  en  Juris- 
prudencia. Buenos  Aires.  Imprenta  de  J.  A.  Alsina, 
Méjico  635.  1880.  44  ps. 

El  título  I,  sección  II,  libro  2®  del  Código  Civil 
trata  de  los  hechos  y  actos  jurídicos.  D.  Cokbado 
Chaves  espone  y  comenta  esa  materia,  que  el  Códi' 
go  de  Prusia  ha  reunido  por  primera  vez  en  nn 
iíuerpo  de  doctrina^  dividiendo  su  trabajo  en  tres 
partes  que  comprenden — la  1  ^ ,  los  hechos  y  «o» 


--51  — 

divisiones;  la 2^,  las  consecuencias  é impatacion 
délos  hechos ;  y  la  3  ** ,  las  declaraciones  ae  volun- 
tad. La  esposicion,  no  obstante  su  estension  limita- 
da, está  nutrida  de  buenos  comentarios. 


41— Obligaciones  en  ipeneral*  Disertación,  por 
Edüakdo  French.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Bied- 
ma,  calle  de  Belgrano  números  133  á  139.  1880.  52  ps. 

Algunas  consideraciones  filosóficas  sirven  de  ar- 
ranque al  trabajo  de  D.  Eduardo  Prbnch,  quien 
critica  por  deficiente  la  definición  que  da  la  institu- 
ta  de  Justiniano — Juris  vinculum  quo  necesitóte  ads* 
iringimur  áUcujus  sólvendce  rei,  secundum  nostrce  d- 
vitatis  jure,  y  sienta  ésta:  «La  obligación  es  un 
vínculo  de  derecho  que  somete  una  persona  á  la 
necesidad  jurídica  de  hacer,  en  beneficio  de  otra  per- 
sona, una  prestación  determinada  > .  Pasa  luego  á 
apreciarla  naturaleza,  las  causas,  los  efectos  de  las 
obligaciones  en  capítulos  especiales,  comentando 
las  disposiciones  del  Código  que  concuerda  frecuen- 
temente con  la  lejislacion  romana. 


4a— Breve  estudio  de  los  títulos  del  Código  Civil 
que  tratan  de  los  menores  y  otros  incapaces  por  Cami- 
lo S.  Bebdieb.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Obras  de 
La  Nación^  calle  de  San  Martin  número  208.  1880. 
54  ps. 

D.  Camilo  S.  Bbbdibb  se  ocupa  de  los  títulos^, 
10 y  11,  sección  1^  y  14,  secciona*  del  libro  1^ 
de  nuestro  Código  Civil,  <  que  tratan  de  los  meno- 


—  sac- 
res,  dementes  y  sordo-mudos,  y  de  la  interven- 
clon  del  Ministerio  de  Menores  en  todo   acto  ó 
pleito  sobre  tutela  ó  cúratela,  ó  sobre  el  cum- 
plimiento de  las  obligaciones  de  los  tutores  ó 
curadores,  y  especialmente  sobre  la  disposición 
contenida  en  el  artículo  4  del  último  título  men- 
cionado, que  dice  testualmente :  «  son  nulos  todos 
los  actos  y  contratos   en   que    se  interesan  las 
personas  6  bienes  de  los  menores  é  incapaces,  si  en 
ellos  no  hubiese  intervenido  el  Ministerio  de  Me- 
nores » . — Antes  de  entrar  á  la  esposicion  del  Códi- 
go Arjentino,  el  autor  de  esta  tesis  dedica  algunos 
capítulos  al  estudio  de  la  lejislacion  comparada 
sobre  la  materia  en  Roma  y  pueblos  de  oríj en  lati- 
no— Francia,  Italia,  Portugal,  España,  Méjico,  Chi- 
le, Venezuela,  Uruguay,  Paraguay,  Suiza ;  en  los 
pueblos  de  oríjen  iermánico  y  eslavo — ^Alemania 
Austria,  Holanda,  Uusia^  Polonia  y  Servia ;  en  los 
pueblos  de  oríjen  escandinavo — Suecia,  Noruega, 
Dinamarca,  Inglaterra;  y  finalmente  en  los  Esta- 
dos Unidos.    Es  un  trabajo  prolijo  con  gran  acopio 
de  citas,  ocupando  varias  pajinas  una  de  Romero 
Girón,  comentador  del  Código  italiano. 


43— Déla  legitimación, por  Cándido  Y.  Mendo- 
za. Buenos  Aires.  Imprenta  de  9»  Otswal,  Florida 
136.  1880.  32  ps. 

«La  lejitimacion  por  subsiguiente  matrimonio 
que  establece  nuestro  Código,  fué  creada  por  los 
romanos  para  satisfacer  las  ecsijencias  del  orden 
público,  del  interés  de  la  madre,  del  deber  del  padre 
y  deí  favor  que  merecen  los  hijos.» — D.Cákdido  V. 
Mbmdoza  estudia  las  disposiciones  de  nuestro  Cóü- 


—  53  — 

go  relativas  á  esta  materia,  después  de  ecsaminar 
breremeate  la  lejislaeion  romana  y  sus  modifica- 
ciones ea  la  lejislaeion  arjentina.  Nuestro  Código 
sólo  acepta  lalejltimacion  por  subsiguiente  matri- 
monio, habiendo  suprimido  los  otros  modos  usa- 
dos por  los  romanos,  aún  los  que  subsisten  actual- 
mente en  otras  naciones. 

El  autor  de  esta  tesis  da  satisfactorias  esplica- 
ciones  al  respecto  y  se  detiene  con  especialidad  en 
el  estudio  de  las  condiciones  déla  lejitimacion.  No 
carece  de  mérito. 


44 — Breve  Estudio  sobre  la  incapacidad  civil  de 
la  mujer  casada,  por  Ángel  V,  Ooampo  Buenos  Aires. 
Imprentado  Pablo  E.  Coni,  especial  paraobras.  60— calle 
Alsina-60.  1880.  56  ps. 

«La  mujer,  mientras  permanece  soltera,  gozado 
igual  capacidad  civil  que  el  hombre,  dice  D.  An  jel 
V .  OcAMPo ;  pero,  cásase,  y  con  este  nuevo  estado 
que  le  crea  el  matrimonio,  comienzan  las  incapaci- 
nades  que  la  ley  pronuncia  contra  ella  >  Entra  lue- 
go al  estudio  de  las  incapacidades  de  derecho,  es  de- 
cir,las  que  la  inhabilitan  para  ejercer  determinados 
actos  jurídicos  ó  bajo  determinada  forma;  considera 
los  fundamentos  y  la  ra^on  de  tales  incapacidades, 
desde  la  ley  romana  hasta  la  lejislaeion  arjentina, 
brevemente  y  sin  profundidad.  Espone  con  mayor 
detención  y  comenta  los  casos  en  que  nuestro  Có- 
.digo  ecsije  el  consentimiento  del  marido  en  los 
actos  estrajudicial es  de  la  mujer,  como  así  mismo 

f>ara  comparecer  á  juicio,  cotejando  diversas  lejis- 
aciones.  Termina  con  la  apreciación  de  los  efectos 
Ae  la  incapacidad.      


—  54  — 

45— Filiación  natural,  por  Tomás  W.  Laidlaw^ 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma^  calle  de  Belgra- 
no  números  133  á  139. 1880.  38  ps. 

Es  una  esposicion,  acompañada  de  lijeros  comen- 
tarios, del  título  de  nuestro  Código  referente  á  hi- 
jos naturales.  Lo  sigue  paso  ápaso,  desde  el  artí- 
culo 1®  que  determina  que  son  hijos  naturales 
« los  nacióos  fuera  de  matrimonio,  de  padres  que 
al  tiempo  de  la  concepción  de  aquéllos  pudieroa 
casarse,  aunque  fuese  con  dispensa  > ,  hasta  la  prue- 
ba admisible  en  la  contestación  del  reconocimiento,, 
sin  detenerse  con  preferencia  en  cuestión  alguna  y 
tocando  someramente  todas  las  que  de  la  letra 
misma  del  Código  se  desprenden. 

46— Transacciones.  Disertación  por  Clodomibo 
BuRZACO.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle 
de  Belgrano  números  133  á  139.  1880.  50  ps. 

La  transacción  es  uno  de  los  medios  reconocidosr 

Sor  nuestro  Código  para  estinguir  las  obligaciones. 
K  Cloromiro  Burzaco  aprecia  las  ventajas  queá 
los  particulares  reporta  la  transacción ;  acepta  la 
definición  del  Código  que  la  considera  <  un  acto 
jurídico  bilateral,  por  el  cual  las  partes,  haciéndo- 
se concesiones  recíprocas,  estinguen  obligaciones 
litijiosas  ó  dudosas  > ;  estudia  sus  condiciones  y  ca- 
racteres, que  hace  depender  de  las  prestaciones 
impuestas  á  cada  una  de  las  partes,  siguiendo  ia 
opinión  de  Marcado.  La  capacidad  para  transijir,. 
éf  objeto  délas  transacciones,  sus  efectos  y  su  nu- 
lidad, son  materia  de  capítulos  separados,  más  ó 
menos  estensos,  según  la  importancia  de  las  cues- 
tiones que  dilucida. 


—  55  — 

47— 'líatnraleza  del  derecho  de  retención, 

en  el  Código  Civil  Ai-gentino,  por  Carlos  Delgasse. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Obras,  de  S.  Ostwald,  Flo- 
rida 136.  1880.  56  ps. 

«El  derecho  de  retención  es  la  facultad  que  cor- 
responde al  tenedor  de  una  cosa  ajena,  para  conser- 
var la  posesión  de  ella,  hasta  el  pago  de  lo  que  es^ 
debido  por  razón  de  la  misma  cosa  >. — D.  Carlos 
Delgassb  se  limita  á  estudiar  la  naturaleza  de  ese 
derecho  en  la  lejislacion  romana  y  en  el  Código 
arjentino.  En  esta  última  parte,  su  trabajo  es  com- 
parativo j  analítico ;  combate  opiniones  errónea» 
y  defiende  con  serios  argumentos  las  conclusiones^ 
que  cree  aceptables.  Tiene  buenos  autores  amano, 
conoce  diferentes  Códigos,  cuyas  teorías  coteja,  y 
resuelve  hábilmente  las  dificultades  5iue  se  le  pre- 
sentan. 


4:S— Herencias  forzosas.  Examen  constitucional^ 
filosófico,  histórico  y  legal  de  la  legítima  hereditaria  por 
RÓMULO  Etchevérry.  5960  Buenos  Aires.  Imprenta  del 
'•'■Porvenir'',  calle  Defensa  139.  1880. 308-20  ps. 

I>.  RÓMULO  Etchbverry  ha  escrito  un  libro  en- 
tero para  sostener  una  tesis,  impugnada  en  esto» 
últimos  tiempos  por  varios  jóvenes  abogados,  y 
muy  especialmente  por  D.  José  Manuel  Estrada, 
catedrático  de  derecho  constitucional  y  adminis- 
trativo en  la  Universidad  de  Buenos  Aires.  La 
proposición  principal,  que  se  desprende  como  con- 
secuencia de  su  largo  y  bien  fundado  estudio,  con- 
siste en  negarla  ihconstitucionalidad  que  Estrada 
y  cuantos  le  han  seguido  atribuyen  á  la  lejislacion 
civil  sobre  herencias  forzosas,  basados  en  que  la 


^56- 

Constitución  reconoce  en  el  individuo  la  facultad 
de  adquirir  y  disponer  libremente  de  su  propiedad. 

El  autor  considera  la  cuestión  bajo  su  aspecto 
constitucional,  para  investigar,  como  él  dice,  qué 
son,  constitucionalmente  hablando,  la  libertad  y  la 
propiedad,  «desde  que  se  niega  que  el  derecho  indi- 
vidual de  la  propiedad,  garantido  por  aquélla, 
consiéntala  lejítima  hereditaria> .  Investiga  luego, 
en  qué  principios  de  derecho  natural  7  de  filosofía 
social  se  apoya  la  lejítima,  entrando  para  ello  á 
apreciar  diversos  sistemas  y  fundamentos,  y  pasa 
á  considerarla  bajo  su  aspecto  histórico  en  la  In- 
dia, en  la  Grecia,  en  la  lejislacion  romana,  en  el 
derecho  intermediario,  durante  el  feudalismo,  en 
el  Código  Napoleón,  en  los  pueblos  eslavos,  jermá- 
nicos  y  escandinavos.  El  aspecto  le^al,  ó  propia- 
mente, el  estudio  de  nuestro  Código,  después  de  los 
precedentes  é  investigaciones  producidas,  forma 
la  parte  más  importante  y  mejor  elaborada  de  este 
trabajo:  es  una  esposicion  razonada  y  comentada 
con  buenos  autores  v  aplicaciones  prácticas,  deci- 
siones de  los  tribunales  é  infinidad  de  concordan- 
cias. 

Termina  con  un  índice  sumamente  detallado, 
que  ocupa  16  ps. 


49— Apantes  pava  un  estudio  sobre  el  testamen- 
to ológrafo,  por  José  S.  Arévalo.  Buenos  Aires. 
6210— Imprenta  del  «Porvenir»,  calle  de  la  Defensa  núm. 
139.  1880.  64  ps. 

Después  de  algunas  ideas  jenerales  sobre  el  de- 
recho de  testar  V  el  oríjen  histórico  del  testamento 
ológrafOj  José  Santos  Ar^valo  entra  de  lleno  en 
la  esposicion  de  la  materia,  basándose  en  las  dis- 


—  57  — 

S*  osiciones  del  Código  Civil  arj entino  que  concuer- 
a  7  critica  con  la  clare  de  las  lejislaciones  estran- 
jerasy  las  opiniones  de  notables  jurisconsultos.  El 

Junto  es  interesante  por  sí  mismo;  pero  el  joven 
octorque  lo  elijió  á  última  hora  para  la  tesis  de 
práctica,  ha  sabido  rodearlo  de  mayores  atracti- 
vos, convirtiendo  su  lijero  trabajo  en  una  monogra* 
ña  digna  de  ser  leida. 


50— Matrimonio  (Lib.  1.  sec.  2.  tít.  1.  cap.  1.  del 
C.  C.)  (Corresponde  á  la  iglesia  legislar  esclusivamen- 
te  sobre  el  matrimonio,  aunque  competa  al  Estado  reglar 
las  relaciones  civiles  que  nacen  de  él),  por  Juan  Josa 
A.  T  Alvarez.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  S.  Ostwald, 
Florida  136. 1880.  36  ps. 

D.  Juan  José  A.  y  Alvarez  se  propone  probar  que 
«corresponded  la  Iglesia  lejislar  esclusivamente 
sobre  el  matrimonio,  aunque  competa  al  Estado  re- 
glar las  relaciones  civiles  que  nacen  de  él ».  Esboza 
una  reseña  con  pretenciones  de  estudio  histórico,, 
para  deducir  que  el  matrimonio  ha  tenido  siempre 
carácter  relijioso;  trascribe  una  veintena  de  artícu- 
los del  Código,  cuya  crítica  anuncia  que  pasa  á  ha- 
cer, y  termina  su  tesis  sin  haber  demostrado  nada.. 


51— Tesis,  por  Eduardo  M.  Larroque.  Buenos  Ai- 
res. Imprenta  de  «El  Siglo»,  calle  Alsina  101.  1880. 
42  ps. 

Su  proposición  principal  es  que  <  la  mujer  casa- 
da no  puede,  sin  autorización  del  marido,  reconocer 
hijos  naturales,  habidos  antes  de  su  matrimonio  > . 


-  58  — 

La  desarrolla  en  pocas  pajinas,  comentando  dispo* 
siciones  del  Código  arj  entino  y  citando  laopiaion 
de  numerosos  autores  franceses. 


5d— De  la  tutela.  Comentarios  á  los  tít.  X  á  XII 
del  lib.  I  del  Cód.  Civ.  Arg.  por  Pedro  Dufoüb.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  Ostwald,  calle  Florida  número 
136.  1880.  52  ps. 

D.  Pedro  DüFOüR  comienza  su  breve  estudio  so- 
bre la  tutela  considerándola  en  la  lejislacioa  ro* 
mana;  habla  luego  de  ella  en  jeneral  y  pasa  á  ocu- 
parse separadamente  y  en  capítulos  sucesivos  de  la 
tutela  testamentaria,  de  la  lejítimay  de  la  dativa, 
de  la  tutela  de  los  hijos  naturales  y  espósitosy  de 
la  tutela  especial,  como  así  mismo  de  los  que  no 
pueden  ser  tutores,  del  discernimiento,  adminis- 
tración y  modos  de  acabarse  la  tutela.  Como  esta 
rápida  esposicion  sigue  el  orden  del  Código,  limi- 
tándose á  observaciones  ó  notas  en  el  testo  mismo, 
tiene  los  caracteres  de  una  instituta,  y  no  carece  de 
mérito  bajo  ese  aspecto. 


SB—Del  Divorcio  (Comenterio  al  capítulo  VIL 
Título  1<=»,  Sección  2<^,  Libro  !<=>  del  Código  Civil  Ar- 
gentino) por  Enrique  D.  Parodi.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta del  Mercurio,  Alsina  272.  1880.  88  ps. 

«Llevar  la  felicidad  á  la  familia,  es  derramar  la 
dicha  en  la  sociedad  del  mundo  todo» . — El  autor 
sólo  halla  esa  felicidad  en  el  divorcio.  Para  él,  «es 
evidente  que  una  unión  que  tiene  su  oríjenenel 
libre  consentimiento,  debe  durar  hasta  tanto  que 
este  consentimiente  ecsista»;  y  acepta  y  defiende 


—  59  - 

las  caasas  de  divorcio  espresadas  en  el  proyecto  de 
laleyNaquet,  sirviéndose  especialmente  de  argu- 
mentos conocidos,  con  una  intemperancia  de  len- 
guaje inadecuada  para  una  tesis,  y  que  deja  muy 
atrás  los  libros  de  Alejandro  Dumas,  La  cuestión 
del  divorcio^  etc.,  aparte  de  carecer  por  completo  de 
sus  preciosas  dotes  de  estilo  y  no  poseer  la  suficien- 
ie  preparación  jpara  una  polémica  de  este  j  enero. 


54--E1  divorcio,  por  Juan  González  Calde- 
EON.  Buenos  Aires.  LitOí?rafia  de  G.  Kraft,  calle  Re- 
conquista 92.  1880.  72  ps. 

Abiertamente  opuesta  á  la  tesis  de  D.  Enrique 
Parodi,  la  de  D.  Juan  González  Calderón  le  es  to- 
davia  inferior  como  trabajo  jurídico.  Carece  de  las 
condiciones  más  indispensables  para  un  estudio 
de  esa  índole:  ni  método,  ni  claridad  en  la  esposi- 
^ion,  ni  un  argumento  serio,  ni  un  párrafo  bueno, 
lío  pasa  de  un  sermón  mundano. 


55— Dominio  público  y  privado  del  Estado. 
Exposición  de  la  doctrina  del  Código  Civil  (Capitulo 
único,  tít.  I,  lib.  3  ® )  por  Gaspar  jN  .  Gómez.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras. 
60-Alsina— 60.  1 880. 38  ps. 

Detiénese,  al  comienzo,  en  algunas  consideracio- 
nes sociolójicas  é  históricas  sobre  el  Estado;  consi- 
dera su  capacidad,  «  como  entidad  moral  y  política, 
para  adquirir  dereihos  ó  bienes  y  contraer  obliga- 
ciones »,  y  entra  por  fin  al  verdadero  objeto  de  su 
tesis  que  es  la  esposicion  del  Código  Civil  en  la 
parte  referente  al  dominio  público  y  privado  del 


—  6()  — 

Estado.    La  esposicion  es  breve  con  pocos  comen- 
tarios. 


56— lias  cartas  misÍTas  ante  el  Derecho  Civil^ 
Comercial  y  Penal  por  Martin  Fragueiro.  Buenos  Ai- 
res. Imprenta  de  El  Mercurio,  Alsina  272.  1880.  60  ps. 

Historia  someramente  y  con  escasos  datos  la  ins- 
titución postal,  pasando  á ocuparse  de  las  cuestione» 
de  derecho  que  le  son  conecsas.  Ante  todo,  el  princi- 
pio de  la  propiedad  de  las  cartas:  pues  en  ellas  se 
encuentran  «todos  los  elementos  que  constituyen  el 
derecho  de  propiedad,  se  han  suscitado  cuestiones 
importantes  acerca  de  quién  sea  su  verdadero  pro- 
pietario.— Lo  será  el  remitente  ?  -  Lo  será  el  des- 
tinatario ? — O    será  una    propiedad  común  ?*  D. 
Martin  Fragübiro  se  decide  por  el  destinatario, 
fundado  en  la  opinión  de  varios  juriconsultos, — con 
ciertas  restricciones  y  con  escepcion  de  las  carta» 
literarias  que  pertenecen  siempre  á  sus  autores^ 
y  estudia  de  paso  otras  cuestiones  que  se  des- 

S renden,  como  corolarios,  del  derecho  de  propiedad 
e  las  cartas.  Una  de  ellas,  la  más  importante,  es 
ésta :  tiene  derecho  el  marido  sobre  la  correspon- 
dencia privada  de  su  esposa?  Serias  controver- 
sias ha  suscitado  entre  jurisconsultos  de  nota  la 
resolución  de  ese  punto.  El  autor  va  más  allá  que 
Demolombe  y  concluye  que  «el  marido  tiene  am- 
plia facultad  para  inmiscuirse,  en  todos  los  casos^ 
en  la  correspondencia  de  su  esposa ;  no  así  ésta  en 
la  de  aquél.  > 


—  61  — 

57— El  eurso  forzoso.  Refutación  de  la  leoria  de 
M.  Leroy-Beaulieu,  por  Fortunato  Calderón.  Buenos- 
Aires.  6214— Imprenta  del  c Porvenir»,  calle  Defensa 
139.  1880.  40  ps. 

Sostiene  «que  es  falso  que  el  billete  decurso- 
forzoso  sea  impuesto  en  la  circulación  por  su 
valor  escrito,  como  título  de  un  empréstito 
forzado  ordenado  por  la  ley  y  emitido  por  el  Go- 
bierno ó  por  un  establecimiento  bancario,  contrar 
un  prestamista  indeterminado  y  anónimo,  que  en 
unsentidojeneral  es  el  público,  obligado  á  recibir 
ese  billete  como  moneda  por  la  suma  en  él  espre- 
sada,»—teoria  defendida  por  Leroy-Beaulieu  en^^ 
su  Tratado  de  FinanzaSy  1877. 


58— Origen  del  derecho  de  castigar  y  funda- 
mento de  la  penalidad,  por  Domingo  Silos  Susviela. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  pa- 
ra obras.  60— calle  Alsina— 60.  1880.  46  ps. 

Comienza  por  el  ecsámen  délos  diversos  sistemas 
á.  que  sucesivamente  se  ha  atribuido  el  oríjen  y  ra- 
zón del  derecho  de  castigar ;  estudia  y  critica  so- 
briamente esos  sistemas — el  de  la  convención,  el 
de  la  defensa,  el  del  interés  privado,  el  de  la  utili- 
dad pública,  etc. — para  concluir  que   «el  deber  del 
Estado  es  protejer  los  derechos,  y  por  consiguien- 
te la  sociedad  no  priva  á  nadie  de  ninguna  fran- 
quicia  Pero,  como  para  asegurarlos  necesita  estar 
revestido  del  poder  de  apartar  las  actividades  q  ue- 
entorpecen  el  libre  desenvolvimiento  de  los  demó.  s^ 
en  la  eterna  aspiración  del  progreso,  es  claro  que 
la  ley  y  el  derecho  de  castigar,  que   ejerce,  nace 
con  la  primera  aparición  de  dos  sujetos  de  deberes^ 


—  62  — 

y  de  derechos  ;  sia  esfuerzo,  y  siguiendo  el  propio 
desarrollo  de  su  naturaleza » 


59— De  las  penas  por  Enrique  J.  Masón.  Buenos 
Aires.  «La  República*.  Imprenta  especial  de  obras,  ca- 
lle de  Belgrano,  número  189.  1880.  80  ps. 

Empieza  D.  Enriqub  J.  Masson  su  tesis  con  la 
«esposicion  de  los  diversos  sistemas  en  que  se  pre- 
tende fundar  el  derecho  de  castigar,  j  acepta,  con 
muchos  criminalistas,  que  la  única  y  verdadera 
fuente  de  este  derecho,  como  la  base  razonada,  co- 
mo consecuencia  social,  es  la  necesidad  de  la  conser- 
vación de  la  sociedad;  y  lo  que  lejitima  el  casti- 
go, la  inmoralidad  intrínseca  del  hecho.  Entra 
luego  al  estudio  de  las  penas — sus  fines,  sus  efectos, 
-calidades  que  deben  revestir,  siguiendo  el  método 
observado  en  los  Apuntes  de  Derecho  Penal — V.  el 
núm.  02¿ — tomados  en  clase  por  el  distinguido  estu- 
diante D.  Augusto  Elias,  sobre  el  curso  dictado  por 
el  catedrático  de  la  materia  Dr.  Obarrio.  Termi- 
na con  el  análisis  de  las  tres  categorías  de  pena, 
Aceptadas  por  el  Proyecto  de  Código — corporales, 
privativas  del  honor  y  humillantes,  y  pecuniarias 


OO—liStadio  fi^obre  la  penalidad.    Disertación 
jurídica  por  Kafael  Castro.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  M.  Biedma,  calle  de  Belgrano  números  133    y  135. 
1880.  158  ps. 

El  trabajo  de  D.  Rafael  Castro  es  uno  de  lo  más 
importantes  que  se  haya  presentado  en  este  año  ala 
Facultad  de  Derecho.  En  la  primera  parte,  dividi- 
da en  varios  capítulos,  considera  la  penalidad  en 


—  63  - 

jeneral — ^la  culpabilidad  ó  inculpabilidad  del  ajen- 
te,  ó  sea  la  imputabilidad  penal,  la  prescripción,  la 
atenuación  legal  de  las  penas,  su  atenuación  y  agrá- 
yacion  prudencial  y  su  agravación  legal.  En  la 
segunda  parte,  estudia  el  Código  penal  aplicando 
las  teorías  que  ha  dejado  sentadas.  Se  ocupa  su- 
eesiyamente  de  las  penas  y  de  los  delitos  contra  la 
propiedad.  Finalmente,  en  la  tercera  parte  trata 
de  la  reparación  del  mal.  — El  autor  espone  y 
discate  con  claridad  y  precisión,  sostiene  siempre 
la  buena  doctrina,  y  despliega  todas  las  dotes  de  un 
espíritu  crítico,  en  la  segunda  parte,  al  demostrar 
la  improcedencia  ó  error  de  muchos  artículos  del 
Código  penal  que  combate  abiertamente,  basándose 
en  la  filosofía  del  derecho  y  en  la  lejislacion  com- 
parada. 


61 —efecto  de  las  leyes  penales  con  relación 
al  tiempo.  Apuntes  presentados,  por  Jorge  Argerioh. 
Buenos  Aires.  Imprenta  deS.  Ostwald^  calle  de  laFlo- 
ridadl36.  1889.  76  ps. 

Después  de  dar  en  una  Zníroáwccion  de  10  paji- 
nas los  antecedentes  indispensables  y  apreciacio- 
nes jenerales  sóbrela  materia,  D.  Jorjb  Aroerich 
considera  las  leyes  de  fondo  y  distingue  en  ellas 
dos  casos:  1^  las  que  establecen  nuevos  castigos  ó 
agravan  las  penas  contenidas  en  disposiciones  pre- 
cedentes, y  2®  las  que  borran  el  caráter  punible 
de  ciertos  actos  previstos  y  penados  por  ley  ante- 
rior, ó  disminuyen  la  intensidad  de  las  penas.  Sos- 
tiene la  no  retroactividad  en  el  primer  caso  y  la 
retroacción  en  el  segundo,  apoyándose  en  la  opinión 
de  notables  criminalistas  que  cita  en  el  secundo 
capítulo.  En  el  tercero  estudia  detenida  y  luminosa-* 


—  64  — 

mente  la  cosa  juzgada.  <  Bajo  el  punto  de  vista  del 
derecho  criminal, concluye, en  el  terreno  de  la  lejis- 
lacion  y  de  la  filosofía  lurídica,  la  cosa  juzgada  es 
esencialmente  revocable  en  favor  de  los  condena- 
dos.» En  los  capítulos  siguientes  demuestra  que  la 
retroactividad  debe  comprender  los  casos  ya  juz- 
gados; hace  una  breve  esposicion  sobre  la  retroac- 
tividad de  las  leyes  de  forma,  sobre  la  prescripcian 
en  materia  penal  y  la  retroatividad  de  las  leyei? 
en  materia  de  prescripción — Siempre  claro,  conci- 
so, bien  fundado,  emplea  argumentos  sólidos,  ana- 
liza con  facilidad  y  resuelve  todas  las  dudas  qae 
surjen  en  la  planteacion  de  una  teoria  ú  opinión 
cualquiera. —  Es  un  trabajo  de  mérito. 


62— El  Código  penal  estudiado  en  sus  principios^ 
por  Augusto  Elias.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pabla 
E.  Coni,  especial  para  obras.  60— calle  Alsina-60. 1880. 
X3ai-352  ps. 

D.  Augusto  Elias  ha  sido  uno  de  los  estudiantes 
más  distinguidos  que  abandonaron  las  aulas  de  la 
Universidad  de  Buenos  Aires  en  1880,  habiendo 
merecido  el  honor  de  pronunciar  el  discurso  de  des- 
pedida en  el  acto  de  recibir  su  grado  de  doctor  y 
título  de  abogado. 

Habia p^ublicado  ya,  enanos  anteriores,  anuntes 
sobre  las  lecciones  de  derecho  penal  dictadas  en 
clase,  que  le  han  servido  de  base  para  la  confec- 
ción de  su  tesis — verdadero  tratado  de  esa  materia 
aplicado  al  estudio  del  Código  penal  del  Dr.  Teje- 
dor, provisionalmente  aceptado  por  Buenos  Aires^ 
San  Luis  y  otras  provincias. 

«Las  deficiencias  de  que  adolece  nuestralejisla- 
€Íon  penal,  dice  el  autor,  me  han  inducido  á  escribir 


-  65  — 

una  esposicion  de  los  principios  del  derecho  cri- 
minal al  cumplir  con  el  último  deber  que  me  im- 
Jonela  vida  de  estudiante.» — Divide  su  trabajo  en 
espartes — una  jeneral,  donde  espone  sus  teorías, 
los  sistemas,  la  filosofía,  con  notable  claridad,  conci- 
«iony  buen  juicio ;  y  otra  especial,  donde  aplica  las 
reglas  sentadas  á  la  crítica  del  proyecto  de  Código, 
que  descarna  y  presenta  en  todas  sus  contradiccio- 
nes y  sus  contrasentidos^  en  todos  sus  errores  y  sus 
disparates. 

La  primera  parte  se  ocupa  en  capítulos  especia- 
les de — 

El  derecho  de  castigar; 

Las  leyes  penales ; 

El  derecho  penal — Las  infracciones ; 

La  jeneracionde  las  infracciones; 

La  coparticipación ; 

La  complicidad  en  su  sentido  estricto ; 

La  inculpabilidad; 

Las  causas  de  justificación — Escusas  y  circuns- 
tancias atenuantes  ; 

Las  penas ; 

La  agravación  de  las  penas  ;  y 

La  estincion  de  las  penas. 

La  segunda  parte  sigue  al  Código  en  su  división 
y  subdivisiones,  en  esta  forma  : 

Crímenes  y  delitos  privados 

Cap.  I — Del  homicidio  y  sus  modalidades. 

<  II — Duelo — Lesiones  corporales. 

«     JII — Delitos  contra  la  honestidad. 
*      IV — Delitos  contra  el  estado  civil  y  contra 
las  garantías  individuales. 

<  V — Delitos  contra  el  honor  y  la  reputación, 

<  VI — Crímenes  y  delitos  contra  la  propiedad. 


—  66  — 

Crímenes  y  delitos  públicos 

Cap.  VII— Delitss  políticos— Traición — Delitos^ 
contra  la  paz  y  dignidad  de  la  Nación 
€      VIII — Rebelión  —  Sedición  —  Atentados  y 

desacatos  contraía  autoridad. 
«      IX — Crímenes  y  delitos  peculiares  á  los 

empleados  públicos. 
«      X— Crímenes  y  delitos  contra  la  fé  pública, 
«      XI — Delitos  contra    la   relijion  —  Delitos 
contra  la  salud  pública. 
El  Código  penal  estudiado  en  sus  principios  reYéie^ 
preparación  y  dotes  de  escritor  jurídico:   la  espo 
sicion  es  clara,  la  crítica  fina,  el  íibro  bien  acabado^ 
Para  los  estudiantes  puede  servir  de  testo ;  para 
los  abogados,  de  consulta  por  el  conocimiento  que 
su  autor  posee  de  nuestra  lejislacion  y  sus  antece- 
dentes. 


63— lia  Taganeia  es  un  delito?  por  Enbiqub 
Sánchez.  Buenos  Aires.  «La  Kepública»-— Imprenta  es- 
pecial de  obras,  Belgrano  189.  1880.  32  ps. 

El  malogrado  joven  doctor  Enriqub  Sánchez  ha 
hecho  un  trabajo  que  merece  tenerse  presente  al 
dictar  las  leyes  con  que  algunos  Gobiernos  de  pro- 
vincia suelen  atentar  contra  los  derechos  más  in- 
violables del  hombre.  Estudia  la  cuestión  bajo  sa 
aspecto  filosófico  y  constitucional,  con  acopio  de  ci- 
tas y  sólida  argumentación,  para  responder  nega- 
tivamente á  la  pregunta  que  sirve  de  título  á  sa 
tesis ;  y  termina  observando  que  ni  aún  reportan 
ventajas  prácticas  á  la  sociedad  los  atentados  que 
regularmente  se  escudan  bajo  eLnombre  áeley  de 
vagancia. 

cEsas  disposiciones,  dice,  han  sido  armas  electo* 


I 


—  67  — 

rales,  que  los  Jaeces  de  Paz  y  Comandantes  Milita- 
res han  hecho  jugar  con  brillantes  resultados  para^ 
los  gobiernos  electores. 

«No  solamente  es  monstruoso  que  el  Código^ 
Rural  fije  penas  contra  la  vagancia,  sino  que  lo  es^ 
mucho  más,  si  se  tiene  en  cuenta,  que,  sin  forma 
de  proceso  y  del  modo  más  irregular,  las  autorida- 
des de  campaña  reducen  á  prisión  al  gaucho,  des- 
tinándolo á  los  cuerpos  de  línea. 

« Las  condiciones  de  vida  en  el  campo,  y  la  natu- 
leza  délos  trabajos  que  sólo  tienen  lugar  en  épocas- 
determinadas,  hacen  que,una  vez  concluidos,  el  pai- 
sano jeneralmente  pobre,  permanezca  agregado 
en  las  estancias  ó  recorra  la  campaña  de  un  punto^ 
á  otro. 

<Es  estoá  loque  absurdamente  se  llama  vago  y 
se  le  condena. 

«Estos  males  morales  han  de  desaparecer  con  el 
gobierno  de  los  municipios,  es  decir  con  el  gobierno^ 
administrativo.» 


64<-IiOs    corredores  de   comercio,   por  An- 

TONINO  M.  Ferrari.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M, 
Biedma,  calle  de  Belgrano  números  133  y  135.  1880. 
42  ps. 

Es  una  esposicíon  razonada  y  lacónica  del  Códi-- 
go  de  Comercio  de  la  República  Arj entina  en  la 
parte  que  se  refiere  á  los  corredores. 

Tja  Bolsa  de  Comercio,  por  Norberto  R.  Fres- 
co. Buenos  Aires.  5982— Imprenta  del  «Porvenir»,  De- 
fensa 133.    148  pe. 

D.  NoRBBRTO  Fresco  empieza  su  trabajo  con  la 


—  68  — 

irascripcion  del  título  III,  libro  I,  del  proyecto  de 
reformas  del  Código  Mercantil  que  trata  de  las 
Bolsas  de  Comercio,  Dedica  varios  capítulos  al  es- 
tudio histórico  del  oríjen  de  ellas  en  jeneraly  en 
particular  al  de  la  nuestra,  y  al  Comercio  en  la  épo- 
^a  colonial,  y  pasa  á  ocuparse  de  la  institución  en 
4SÍ,  de  su  reglamentación,  de  los  contratos  que  ae 
<;elebran  en  la  Bolsa,  distinguiendo  las  operaciones 
comunes  de  comercio  de  las  operaciones  de  Bolsa, 
propiamente  dichas, — negociaciones  al  contado  y  á 
término — ,  del  ajiotaje  y  especulación  y  délos  me- 
dios de  represión  empleados  en  distintos  paises. 
Termina  con  la  esposicion  de  la  lejislacion  arjen- 
tina  sobre  la  materia,  la  jurisprudencia  de  nues- 
tros tribunales  y  el  proyecto  de  reformas.  Es  un 
estudio  de  aplicación  práctica  con  observaciones 
dignas  de  tomarse  en  cuenta. 


66— liOS  cheques.  Disertación,  por  Miguel  Ve- 
LASQUEZ.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni, 
especial  para  obras,  60— Alsina— 60.  1880.  94  ps. 

« Respecto  de  los  cheques  y  cuentas  corrientes 
no  hay  una  sola  palabra  en  nuestras  leyes» ,  dice 
D.  Miguel  Yblasquez  én  la  introducción  de  su  té* 
.sis,  que  tiene  el  gran  mérito  de  estudiar  esta  mate- 
ria en  sus  principios  y  en  las  lejislaciones  estran- 
ras,  para  aplicar  á  la  nuestra  las  observaciones  de 
su  crítica  sensata. 

Empieza  por  el  oríjen  y  desarrollo  del  uso  del 
cheque.  En  una  sección  especial,  que  titula  Emi- 
^¿on,  después  de  estudiar  la  naturaleza  del  cheque, 
se  ocupa  de  sus  requisitos  esenciales,  de  sus  diferen- 
-cias  con  los  demás  títulos  fiduciarios,  de  la  pro  vi- 


—  ed  — 

«ion  préria  de  fondos  que  se  requiere  para  el  libra- 
miento, y  la  trasferencia  de  esa  misma  provisión. 
En  la  sección  tercera. — Circulación — entra  á  consi- 
derarla trasmisibiliaad  del  cheque,  los  cheques 
-cruzados,  el  endoso,  la  presentación,  los  efectos  de 
13U  omisión  y  el  protesto.  La  sección  cuarta  apre- 
cia los  medios  ae  estincion,— paga,  pérdida  ó  robo 
falsificación  de  firma  y  alteración  de  la  suma  á  pa- 
gar, y  jurisdicción  competente  en  estos  casos.  Fi- 
nalmente, dedica  la  última  sección  al  estudio  de 
los  cheques-conformes ;  tocando  siempre  de  paso, 
en  cada  uno  de  los  capítulos,  las  cuestiones  que 
^surjen  de  los  puntos  espuestos. 


67~]>e  los  fletamentos.  Estudio  al  título  VII 
del  Código  de  Comercio  por  Cablos  M.  Ürien.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  «La  Tribuna»  calle  Victoria  núm. 
39. 1880,  128  ps. 

Después  de  una  breve  introducción  sobre  el  co- 
mercio marítimo,  B.  Carlos  María  Uriek  entra  á 
'6sponer  metódica,  crítica  y  razonadamente  el  títu- 
lo VII  del  Código  de  Comercio.  La  primera  parte 
de  su  trabajo  comprende  el  estudio  del  contrato  de 
fietamento  en  sí  mismo,  con  la  apreciación  y  solu- 
ción de  las  cuestiones  que  él  orijina;  la  segunda 
parte  considera  los  derechos  y  obligaciones  del 
fletante  y  fletador. 

Como  tesis,  merece  encomio:  está  escrita  sin  pre- 
d;ension  y  manifiesta  suficientes  conocimientos  sobre 
*el  punto  escojido. 


-  70  — 

68— Ses^nros,  por  Arturo  Gramajo.  Buenos  Ai- 
res. Imprenta  de  La  Nación,  calle  de  San  Martin  núme- 
ro 208.  1880.   310  ps. 

D.  Arturo  Gramajo  ha  reunido  en  un  gruesa 
volumen  cuanto  ha  encontrado  de  más  importante 
en  materia  de  Seguros^  y  su  trabajo  se  resiente  de 
cargazón,  falta  de  método  y  aún  malas  traduccio- 
nes— recopilación  útil,  pero  de  escaso  mérito. 

Empieza  con  indicaciones  jenerales  é  históricas 
sobre  la  institución  délos  seguros.  En  la  primera 
parte,  se  ocupa  de  éstos  en  jeneral — la  naturaleza 
y  elementos  del  contrato,  su  forma,  prueba,  efectos^ 
etc.  En  la  segunda  trata  de  los  seguros  terrestres,^ 

dedica  la  tercera  al  estudio  de  los  seguros  sobre 
a  vida. 


r, 


69— Averias  por  Julio  Botet.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  números  133  y  135. 
1880.  50  ps. 

D.  Julio  BoTBT  estudia  la  naturaleza  y  clasifica^ 
cion  de  las  averias,  y  espone  y  comenta  la  partede 
nuestro  Código  de  Comercio  que  de  ellas  se  ooupa^ 
«  definiendo  y  caracterizando,  como  lo  dice  al  co- 
mienzo de  su  trabajo,  las  modalidades  que  las  ave- 
rias toman  en  la  práctica.  >  Pasa  inmediatamente 
á  la  apreciación  de  los  derechos  y  obligaciones  que 
ellas  orijinan,  procurando  siempre  resolver  con 
equidad  y  de  acuerdo  con  los  principios  del  dere- 
cho marítimo,  las  dificultades  que  surjen  déla  in- 
telijencia  del  mismo  Código  ó  de  su  aplicación  á 
casos  imprevistos.  El  autor  observa,  al  terminar, 
que  no  aparecen  citados  en  su  trabajo  los  autores 
que  ha  consultado,  porque  lo  ha  creído  inútil,   <  si 


i 


—  71  — 

i^e  tiene  presente  que  los  libros  y  con  más  razón 
las  tesis»  se  hacen  con  libros,  macsimé  ctiando  se 
tratft  de  materias  tan  trilladas  como  ésta.  > 


70— lias  aTerias,  disertación  por  Emilio  E.  Pi- 
casso. Buenos  Aires.  6144— Imprenta  del  Porvenir,  ca- 
lle Defensa  139.  1880.  47  ps. 

Sigue  el  autor  el  orden  del  Código  en  el  estudio 
de  las  averias,  deteniéndose  preferentemente  en 
las  cuestiones  que  «  surjen  á  menudo  entre  carga- 
dores 7  capitanes,  y  entre  éstos  y  aseguradores, 
sea  sobre  la  determinación  de  una  pérdida  sufrida, 
sea  sobre  la  importancia  de  la  parte  que  de  ella  ha 
de  corresponder  á  cada  uno  >,— cuestiones  no  re- 
sueltas por  la  variedad  de  hechos  que  pueden  ori- 
jinarlas ;  pero  respecto  de  las  cuales  es  dado  fijar 
<  principios  y  reglas  jenerales  tendentes  á  resolver 
las  controversias  en  el  terreno  del  derecho.  >  Sin 
mayor  acopio  de  erudición,  es  un  trabajo  metódica- 
mente escrito. 


71— liStadio  sobre  el  contrato  á  la  gr^^^»^ 

ó  préstamo  á  riesgo  marítimo  por  Juan  Carlos  Tabos- 
81.  Buenos  Aires.  5801— Imprenta  del  Porvenir,  calle 
Defensa  núm.  139.  1880.  80  ps. 

Después  de  una  breve  introducción  histórica,  don 
Juan  Carlos  Tabossi  pasa  á  hacer  la  esposicion  ra- 
zonada de  las  disposiciones  del  Código  sobre  el 
Contrato  ala  gruesa.  El  trabajo  está  dividido  en 
cinco  secciones :  I— Definición  del  contrato,  su  na- 
turaleza y  elementos  esenciales;  II — Su  prueba  y 
su  forma ;  III— Sus  efectos ;  IV — Su  nulidad  y  res- 
cisión, y  V — La  prescripción  del  contrato.  El  mé- 


—  72  — 

todo  espositivo  empleado  es  propio  para  esfca  clase 
de  trabajos ;  7  el  lenguale,  correcto ;  la  crítica  sen- 
sata, ofreciendo  á  veces  las  opiniones  de  los  maes- 
tros de  la  materia,  parcimoniosamente  aplicadas. 


7i8— S^npresion  de  las  moratorias,  por  Jttlio 
PuBYUREDON. Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  B.  Coni, 
especial  para  obras.  60— calle  Alsina— 60.  1880.  48  ps. 

D.  Julio  PaBTRRBDON  estudia  detenidamente  á 
la  luz  déla  filosofía,  de  la  historia  y  de  la  lejisla- 
cion  comparada,  el  punto  que  sirve  de  título  á  su 
tesis,  y  concluye  que  <  el  establecimiento  de  las 
moratorias  en  nuestro  derecho,  no  obedece  á  nece- 
sidades reales  y  permanentes  del  comercio  arjen- 
tino,  sino  á  causas  transitorias  que  influyeron  en 
el  ánimo  del  codificador  en  1857,  cuando  redactaba 
el  Código  rijente.  >  Entra  en  seguida  á  considerar 
las  moratorias  bajo  el  punto  de  vista  de  los  inte- 
reses mercantiles,  de  los  intereses  del  deudor,  ter- 
minando con  las  siguientes  palabras  que  toma  de 
una  vista  fiscal  delDr.  B.  Victorica. — V.  el  Anua- 
rio anterior^  núm.  1^ : 

<  La  materia  es,  por  cierto,  digna  del  estudio  de 
nuestros  lejisladores,  cuando  se  ocupen  de  la  re- 
forma del  Código  de  Comercio  que  les  ha  sido  ya 
sometida.  Entonces,  si  no  se  suprimiesen  las  mo- 
ratorias, favoreciendo  el  concordato  como  más  con- 
forme á  evitar  los  inconvenie'ntes  de  aquéllas  y 
más  en  armenia  con  los  principios  comunes  de  ju- 
risprudencia, seria  de  desear  que  limitasen  las  fa- 
cultades del  juez  en  la  materia  y  determinasen 
los  plazos  perentorios  de  una  manera  que  no  pu- 
diese dejar  duda.» 


-  73  — 

73~Hipoieca  marítima»  por  Ramón  Mibó.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  S,  Ostwald,  Florida  136.  1880» 
32  ps. 

Esposicion  con  algunos  comentarios  del  proyec- 
to de  ley  del  Sr.  Santiago  Alcorta  sobre  hipoteca 
naval.  No  tiene  mayor  importancia. 


74 — Universidad  de  Montevideo.  Derecho  civil.  Te- 
ste presentada  á  la  Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  So- 
ciales para  optar  el  grado  de  doctor  en  jurisprudencia 
por  Juan  Néstor  Pujol.  1880.  Buenos  Aires.  Ené*^^ 
menor.  104  ps. 

D.  Juan  Néstor  Pujol  sostiene  la  conveniencia 
del  matrimonio  civil ;  hace  su  historia,  espone  y 
comenta  sus  caracteres  y  ventajas,  y  acaba  demos- 
trando que  no  es  una  institución  moderna.  EJI  tra- 
bajo está  lleno  de  erudición  y  escrito  con  empeño,, 
habiendo  su  autor  traducido  hasta  la  larga  ley  ale- 
mana de  6  de  febrero  de  1875,  en  corroboración  de 
sus  proposiciones.  Con  todo,  más  que  estudio  jurí-^ 
dico,  la  tesis  parece  disertación  literaria,  frecuen-^ 
temente  oscura  y  sin  razonamientos  que  pesen  en 
la  intelij  encía  del  lector. 


política 


75— Cuestiones  de  la  Bioja  en  1877,  1878  j 
1879.  Los  hechos  y  sus  autores.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle 
Alsina-60.  1880.  En  8®,  76  ps. 

Esposicion  que  D.  Vicbntb  Almandos  Almoka- 
<3iD,  gobernador  de  la  Rioja,  hace  de  los  sucesos 
desarrollados  durante  el  período  de  su  mando,  á 
fin  de  sincerarse  de  ataques  dirijldos  á  sus  proce- 
<límientos  de  hombre  público. 

Panfleto  de  política  local,  carece  de  interés  fuera 
de  la  Rioja,  no  obstante  ñ^urar  incidentalmente  en 
¿1  nombres  conocidos  del  resto  de  la  República. 
Oontiene  algunos  pocos  documentos  comprobato- 
rios. 


76  ^Manifiesto  del  Presidente  de  la  Repú- 
blica á  sus  conciudadanos.  Buenos  Aires.  Imprenta 
^e  El  Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1880.    En  8  ® ,  24  ps. 

Este  manifiesto  fué  dado  por  el  Presidente  Avb- 
IjLakbda  en  momentos  solemnes  para  el  pais,  cuaur 


—  76  — 

do  un  partido  amenazaba  la  paz  de  la  República 
armándose  en  son  de  rebelión  contra  las  autorida- 
des nacionales. 

« Pido  en  nombre  del  patriotismo  y  mando  en 
cumplimiento  de  las  leyes  que  las  armas^  sean  de- 
puestas. >  — Nadie  obedeció  su  voz,  y  la  rebelión  fué 
un  hecho. 

El  folleto  contiene  también  el  decreto  de  desar- 
me y  la  carta  de  Sarmiento  áD.  Eduardo  Madero^ 
que  es  el  comentario  más  claro  y  la  razón  más  con- 
yincente  de  dicho  decreto. 


77— Manifiesto  al  pueblo  de  la  Bepública.^ 

Buenos  Aires.  Imprenta  y  librería  de  Mayo,  de  C.  Ca- 
savalle,  Perú  115.  1880.  En  4®  menor,  88  ps. 

Por  disposición  de  los  Diputados  nacionales  que 
permanecieron  en  Buenos  Aires  no  obstante  el  de- 
creto de  4  de  junio  de  1880  que  ordenaba  la  trasla- 
ción de  la  capital  de  la  República  á  Belgrano, — 
publicóse  este  folleto,  el  cual  contiene  el  manifiesto 
que  esos  mismos  diputados,  presididos  por  el  Dr. 
Manuel  Quintana,  dirijen  al  pueblo,  ante  quien 
pretenden  justificarse;  y  las  actas  de  sus  sesiones 
con  los  demás  documentos  referentes  á  ese  asunto. 

Se  pisa  la  arena  candente,  que  dice  Estrada.  Todo 
ha  pasado, y  éntrelos  hombres  que  firman  ese  Ma- 
nifiesto no  son  los  menos  los  arrepentidos  ó  bastan- 
te francos  para  confesar  su  equivocación. 


78-'Protesta  de  los  espatriados  eorrenti- 

nos  presentada  á  la  Honorable  Cámara  de  Diputados 
de  lalación.  26  de  abril  de  1880.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  El  Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1880.  -En  4®^ 
36  ps. 


77  — 

El  vuelco  de  la  situación  política  de  Corrientes, 
cnjo  gobernador  estaba  ligado  al  de  Buenos  Aires 
en  la  rebelión  pasada,  produjo  necesariamente  per- 
secuciones en  los  pueblos  distantes  y  en  los  prime' 
ros  momentos,  cuando  era  imposible  hacer  sentir 
la  eficacia  de  una  nueva  autoridad.  Los  correnti- 
nos  que  abandonaron  su  patria  en  esa  época  pre^ 
sentan  su  queja  &  la  H.  Cámara  de  Diputados» 


79~€rísi8  política  de  la  Repúbliea  Arsen" 
tina.  Carta  al  General  Roca  por  elDr.  D.  José  Fran- 
cisco LoPEZ;  Buenos  Aires.  Imprenta  de  J.  Peuser- 
Calle  San  Martin  96,  98,  100.  1880.  En  8®,  9  pe. 

Aconseja  al  jeneral  Roca  renuncie  la  presiden- 
cia para  evitarla  guerra  civil  que  amenazaba  al 
pais,  como  si  tal  renuncia  pudiese  sofrenar  la  in- 
sensata ambición  delDr.  Tejedor.  La  carta  lleva 
la  fecha  de  15  de  junio. 


SO— One  sigrniflea  lo  que  está  pasando  en  la 
Itepública  Arg^entina  ?  El  odio  de  un  pueblo  á  la 
intervención  electoral,  por  B.  Vicuña  Mackünna.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  Mayo,  de  C.  Casavalle,  Perú 
115.  1880.  En8<^,  16  ps. 

Las  palabras  del  diario  <  La  Nación  > ,  con  que  el 
Señor  Bqinjaaiin  VicüSa  Mackenka  encabeza  el  ar- 
tículo reimpreso  en  Buenos  Aires,  prueban  sufi- 
cientemente su  falso  punto  de  partida,  del  cual  so» 
lójicas  consecuencias  sus  más  erróneos  asertos. 

<  Ninguno  de  los  que  sostienen  la  candidatura, 
del  Dr.  Tejedor,  dice,  ni  el  candidato  mismo,  tienft 


—  78  - 

vinculaciones  de  pasión,  de  amor  propio,  ni  falaees 
reatos  de  consecuencia  política. 

«  Es  un  partido  que  representa  una^  resistencia, 
«que  desapareceria,  cesando  la  causa  que  la  pro- 
duce. > 

Nada  de  estraño  que  el  diario,  órgano  del  par- 
ít Ido  nacionalista,  aliado  del  Dr.  Tejedor  durante 
su  campaña  electoral,  hablase  en  esos  términos  el 
S  de  febrero  de  1880;  pero  mucho,  mucho  de  estra- 
ño que  un  estadista  del  nombre  del  Sr.  Mackenna 
basase  sus  apreciaciones  sobre  la  situación  de  la 
República  Arientina,  en  artículos  políticos  de  acer- 
aba parcialidad,  recojiendo  cargos  anónimos  de  dia- 
rios de  partido. 


81— Capital  permanente  de  la  República  en 
JBuenos  Aires*  Colección  de  cartas  publicadas  en  «El 
Siglo»  y  conferencias  dadas  en  el  Club  Industrial  sobre 
este  punto  por  el  Sr.  D.  Nicolás  Calvo.  Volumen  III. 
(l  *  edición)  mandada  imprimir  por  D.  Eustoquio  Diaz 
Telez.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  La  Pampa,  calle 
Victoria.97  y  99.  1880.  En  8®,  160  ps. 

Véase  el  Anuario  anterior,  número  ^OO.  Esa 
'Colección  de  cartas  di rij idas  á  <E1  Siglo>,  que  em- 
piezan el  23  de  setiembre  de  1878,  forma  el  primer 
volumen,  no  habiéndose  publicado  todavía  el  se- 
gundo. 

El  presente  volumen  comprende  tres  cartas  y 
•dos  conferencias  .sobre  la  cuestión  capital.  D.  Ni- 
colás A.  Calvo  ha  sabido  reunir  y  presentar,  con 
la  lijereza  7  movilidad  habituales  de  su  estilo,  los 
argumentos  históricos,  económicos  j  políticos  que 
en  diversas  épocas  se  han  aducido  para  sostener  la 
conveniencia  de  la  designación  deünitiva  de  capi- 


—  79  — 

tal  en  Buenos  Aires.  Sus  carias  están  llenas  de 
dfttos  interesantes,  de  cálcalos  y  razonamientotBi 
qaeconvencen,  esparcidos  acá  y  allá,  en  medio  da 
una  hojarasca  inútil  y  de  párrafos  descosidos  6  in«- 
conducentes. 


82  -lia  decapitación  de  Buenos   Aires  por 

Adolfo  Saldias.  Buenos  Aires.  Imprenta  y  librería  de 
Mayo,  calle  de  Pera  115.  1880.  En  4®  menor,  16  ps. 

Panfleto  político  sin  trascendencia. 

Ataca  agriamente  la  solución  de  la  cuestión  ca- 
pital^ sin  otros  argumentos  que  los  de  la  prensa 
ecsaltadade  la  oposición. 


83— Notables  discursos  sobre  la  cuestión 
capital  pronunciadso  por  los  doctores  Alem  y  Bera- 
cooHEA  en  la  H.  Cámara  de  la  Provincia.  Buenos  Ai- 
res. Imprenta  de  El  Economista,  calle  Alsina  56.  1880. 
En 8®,  218  ps. 

El  Dr.  Leandro  N.  Albm  habló  un  par  de  dias 
en  la  Cámara  de  Diputados  de  Buenos  Aires,  de 
que  formaba  parte  cuando  se  trató  la  cuestión  capi- 
tal, y  el  Dr.  Pascual  Bbkacochba  pronunció  un  lar- 
go discurso,  oponiéndose  ambos  á  la  sanción  de  la 
ley  que  feaeralizaba  la  ciudad  de  Buenos  Aires. 
Brillante  y  fascinador  el  primero,  lójico  y  estudio- 
so el  segundo —los  dos  agotaron  los  argumentos  co- 
nocidos y  posibles  en  servicio  de  su  opinión,  des- 
viando insensiblemente  el  arranque  histórico  y  la 
tradición  de  la  cuestión  capital.  Terminada  la  ar- 
diente discusión,  rebatidas  total  ó  parcialmente  las 
ideas  de  estos  diputados, — sus  discursos  carecen 


-  80  ~ 

lioy  del  interés  que  llegaron  á  despertar  por  circuns- 
tancias del  momento,  j  se  conservan  como  documen- 
tos  de  la  época  que  ayudarán  alguna  vez,  cuando 
se  escriba  esa  historia,  á  salvar  inesactitudes  ó  in- 
consecuencias aparentes  hasta  para  los  mismos- 
contemporáneos. 


84-  Carta  de  D.  Félix  Frías  aJ  Dr.  D.  José 
María  Moreno  sobre  los  últimos  acontecimientos  polí- 
ticos. Buenos  Aires.  1880.  En  4®  menor,  16  ps 

Esta  carta,  que  lleva  la  fechado  2  de  setiembre^ 
fiólo  contiene  el  grito  de  despecho  de  un  hombre  á 
quien  las  circunstancias  hablan  colocado  más  arri- 
ba de  sus  méritos.  D.  Fjélix  Frías  se  arráncala 
máscara  al  borde  de  la  tumba  para  mostrarse  tal 
cual  es — bilioso,  lleno  de  rencores  tradicionales, 
incapaz  de  comprender  la  gran  evolución  política 
que  termina  con  la  designación  de  capital  definiti- 
va para  la  República  Arj  entina.  Hace  una  esposi- 
cion  de  los  acontecimientos  jjasados,  y  se  muestra 
parcial,  desbordando  de  sentimientos  estrechos, de 
miras  raquíticas.  Únicamente  tiene  palabras  de 
encomio  para  un  hombre  que  estuvo  colocado  en  si- 
tuación de  ahorrar  muchas  vergüenzas  y  prefirió 
provocarlas,  aun  á  riesgo  de  no  conseguir  salvar  su 
nombre  del  eterno  olvido  que  ha  empezado  á  des- 
plomarse sobre  él.  D.  Félix  Frias  no  tendría  eco 
fuera  del  Dr.  José  Maria  Moreno. 


85-'Actiialidad  política*  Consideraciones  por 
TJN  HOMBRE  DEL  PUEBLO.  Bucnos  Aircs-  Imprenta  deXa 
Tribuna,  Victoria  41.  1880.  En  8®  mayor,  23  ps. 


—  SÍ- 
ES uaa  breve  esposicion  de  los  últimos  acontecí- 
mientos  políticos  desde  la  rebelión  de  1874,  llegan- 
do á  estas  conclusiones: 

«Mayoría  indiscutible  del  jeneral  Roca  para  pre- 
sidente de  la  República. — 

<No  hay  tal  liga  de  Gobernadores — decantada 
frase  de  la  oposición. — 

«El  Presidente  Avellaneda  nada  ha  hecho  en  fa- 
vor déla  candidatura  Roca,  puesto  que  las  medidas 
á  que  los  adversarios  atribulan  ese  fín,  están  justi- 
ficadas por  el  jeneral  Sarmiento  en  su  carta  doctri- 
naria al  Sr.  Madero.> 

Este  folleto  es  escrito  y  publicado  antes  de  la 
reunión  de  electores.    Su  autor :  Santiago  Elb- 

JALDB. 


86-  lüíotici»  exacta  de  la  campafta  realizada 
por  el  ejército  de  la  Provincia  á  las  órdenes  del  coronel 
D.  José  I.  Arias  en  Junio  de  1880.  Mercedes.  Imprenta 
de  El  Oeste,  Boulevard  Mercedes  núm.  80.  1880.  En 
8  0,^2  ps. 

Desde  los  sucesos  déla  noche  del  1®  de  junio, 
cuando  un  gobernador  que  se  habia  declarado  con- 
trabandista se  apodera  de  armas  depositadas  en 
buque  de  la  nación,  hasta  la  renuncia  de  ese  mis- 
mo gobernador  á  quien  la  historia  juzgará  más 
severamente  que  los  contemporáneos;  los  sucesos 
inicuos  de  seis  meses  de  ence^uecimiento  están 
esbozados  en  este  folleto,  con  las  omisiones  y  false- 
dades consiguientes  á  una  parcialidad  propia  del 
más  acerbo  partidista.  Cada  capítulo  es  un  artículo 
de  diario  bajo — elojios  desmedidos  y  diatriba  inso- 
lente. No  hay  una  pajina  que  sobresalga,  no  hay  un 
rasgo  de  altura  é  intención  moral:  falta  de  verdad 


—  82  — 

en  el  fondo  é  incorrección  en  la  forma ;  monotonía 
de  estilo  é  ignorancia  del  derecho.  Termina  como 
es  consiguiente,  con  la  pintura  del  pueblo,  opri- 
mido por  tanta  iniquidaa ;  pero  el  autor  confia  en 
la  justicia — en  la  justicia  reparadora  para  los  qae 
pisotearon  las  leyes  y  humillaron  al  pueblo. 


87— Mensaje  del  Gobernador  de  la  Provincia  é  la 
Honorable  Asamblea  Legislativa.  Buenos  Aires,  1  ®  de 
Mayo  de  i  880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Martin  Bied- 
ma,  calle  Belgrano  números  133  y  135.  1880.  En  4®> 
59  ps. 

Escrito  por  el  Dr.  Carlos  Tbjbdor.  Las  circuns- 
tancias políticas  y  las  absurdas  teorías  del  gober- 
nador de  Buenos  Aires,  que  hasta  sostenía  el  dere- 
cho de  la  provincia  para  contrabandear  armas,  han 
hecho  conocer  demasiado  este  Mensaje, 


SS—ÜIensaJe  del  Poder  Ejecutivo  al  abrir  las  Sesio- 
nes de  la  Lejismtura  de  la  Provincia.  Enero  1  ®  de  1880. 
Tucuman.  Imp.  de  La  Razón,  Laprida  números  73  J 
75.  En  8®,  229  ps.  y  varios  cuadros  estadísticos. 

Trabajo  detenido  y  bien  documentado  con  una 
serie  de  anejos  y  memorias  parciales,  presentado 
por  el  gobernador  delegado  Dr.  J.  M.  Artigübta. 


89— Mensaje  del  Gobernador  de  la  Provincia  alas 
Honorables  Cámaras  Legislativas  al  abrir  sus  sesiones 
ordinarias  en  octubre  de  1880.  Salta.  Imprenta  del  Co- 
mercio, calle  General  Alvarado  N.  140.  1880.  En  4®, 
J6  ps. 


—  83  — 

Presenta  agrandes  rasgos  la  situación  de  la  prO' 
vincia  de  Salta. 


90— Mensaje  del  Presidente  de  la  Bepú*- 
bllea  al  abrir  Jas  sesiones  del  Congi'eso  Argentino  en 
mayo  de  1880.  Buenos  Atres.  Imprenta  de  El  Nacional^ 
Boíivar  65  y  67.  1880-  En  4®  menor,  56  ps. 

Fué  este  mensaje  el  último  del  gobierno  del  Dr^ 
AvBLLANBDA  j  puede  propiamente  considerársele 
un  cuadro  de  los  seis  años  de  su  presidencia,  más^ 
que  un  simple  mensaje  de  apertura  del  Congreso. 
Trabajo  serio  y  concienzudo — está  redactado  con 
una  belleza  de  forma  que  en  algunos  párrafos  di-^ 
siente,  por  su  escesiva  galanura,  de  la  severidad  de 
un  documento  oficial. 


91— Biscnrso  del  Brigadier  General  D,  Ja* 
lio  A.  Boca  al  recibirse  de  la  Presidencia  de  la  Re- 
pública  ante  el  Congreso  Argentino  el  12  de  octubre  de 
1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  espe- 
cial para  obras.  60— Calle  Alsina— 60.  1880.  En  4^ 
menor,  16  ps. 

El  discurso  del  jeneral  Julio  A.  Roca  al  recibir- 
se del  mando  el  12  de  octubre  de  1880,  es  el  progra- 
ma de  gobierno  más  amplio  y  lleno  de  franqueza 
que  se  liaya  presentado  nunca  al  H.  Congreso.  Es-^ 

{>osicion  sin  fantasías  de  la  situación  del  pais  y  de 
os  medios  de  engrandecerlo,  ha  merecido  el  aplau- 
so de  todos,  nacionales  y  estranjeros,  y  ha  sida 
comentado  en  Europa,  como  en  el  seno  mismo  de 
la  República  Arjentina.  «Paz  y  administración», — 
íié  ahí  lo  que  ofrece  el  nuevo  Presidente  y  está  dis- 


—  84  — 

puesto  á  cumplir — paz,  que  es  base  de  progreso; 
administración,  que  es  base  de  prosperidad  y  ri 
queza. 


9S— Kirvana.  Estudios  sociales,  políticos  y  econó- 
micos sobre  la  República  Oriental  del  Uruguay  por  An- 
<JEL  Floro  Costa  (abogado).  Buenos  Aires.  Editor.  Im- 
prenta de  El  Mercurio,  AÍsina  272.  1880.  En  8  ®,  X- 
-384  ps. 

<  Hay  en  los  viejos  libros  de  la  India,  una  filo- 
sofía útil  y  cómoda  á  la  mente,  cuando  ha  sido  tra- 
bajada por  el  desencanto  y  herida  por  el  triunfante 
Tayo  de  la  mentira  y  la  barbarie. 

«  Esa  mentira  es  el  aniquilamiento  estático  del 
espíritu  por  las  iluminaciones  panteistas  de  la 
€iencia. 

«  Especie  de  sonambulismo  seráfico,  ó  mejor  di- 
^ho  de  catalepsia  voluntaria  que  nos  sustrae  á  las 
realidades  dolorosas  del  mundo  en  que  vivimos,  y 
nos  circunda  de  luz  en  la  intimidad  de  nuestra  pro- 
pia conciencia. — Es  el  nirvana 

<  No  será  acaso  el  Nirvana  lo  que  habrá  empe- 
zado á  invadir  ya  mi  espíritu? 

<  No  será  él  lo  que  invade  ya  los  espíritus  selec- 
tos de  mi  patria  ?  » 

Con  esas  palabras  termina  su  obra  el  Dr.  Anjei 
Floro  Costa,  y  esplica  su  título  que  no  corres- 
ponde, ciertamente,  al  conteiíto  del  libro,  ni  á  las 
materias  en  él  aglomeradas. 

De  cuantos  trabajos  han  visto  la  luz  pública ea 
ambas  orillas  del  ílata,  de  algunos  años  acá,  nin- 
guno tan  'discutido  y  fustigado  como  el  Nirvana- 
Publicóse  en  Buenos  Aires;  pero  su  boga  fué  esclu* 
jlva  de  Montevideo,  donde  la  prensa  se  apoderó  de 


—  85  — 

^1  para  deshacerlo  pieza  por  pieza,  crejéadose  he- 
rida por  más  de  una  apreciación  dura,  por  más  de 
an  juicio  atrevido,  por  más  de  una  agria  alusión, 
consignadas  en  las  pajinas  de  esa  obra  sin  unidad, 
aunque  fresca  y  vigorosa. 

Las  dos  primeras  partes,  de  las  tres  que  consti- 
tuyen el  volumen,  es  personal  y  desprovista  de  ver- 
dadero interés,  salvo  para  los  que  hayan  seguido 
atentamente  las  pequeñas  revueltas,  las  oscuras 
rencillas,  las  miserias  y  las  apostasias  de  todo  gé- 
nero que  se  han  producido  en  la  vecina  República 
y  que  tan  triste  suerte  le  vienen  deparando. 

La  tercera  parte,  que  se  titula  El  pasado,  él  pre- 
sente y  el  porvenir,  estudia  histórica  y  filosótíca- 
mente  los  oríjenes  de  la  nacionalidad  oriental,  pin- 
ta su  actual  situación,  sombría  y  descarnada,  y 
analízalas  únicas  soluciones  que  caben  en  la  vida 
malsana  de  ese  pueblo  querido — el  afianzamiento 
de  su  independencia,  su  anecsion  ala  República 
Arjentina  ó  su  absorción  por  el  Brasil.  El  autor 
acepta  cualquiera  de  las  dos  primeras  soluciones, 
aunque  cree  que  la  última  se  realizará  fatal  é  ine- 
ludiblemente. 

De  uno  de  los  juicios  más  desapasionados  de  la 

Srensa  oriental,  tomo  las  siguientes  palabras,  to- 
avia  severas,  pero  no  deprovistas  de  esactitud,  pa- 
ra dar  idea  de  la  forma  singular  del  Nirvana : 

«Hay  en  él  destellos  de  un  talento  superior  al 
lado  de  inconcebibles  caldas  :  lo  profundo  se  codea 
con  lo  grotesco,  en  un  compañerismo  que  asombra. 
— El  sabio  inicia  una  revelación  científica,  y  el 
dulcamara,  literariamente  hablando,  os  hace  luego 
una  pirueta  indigna.  Sancho  da  comienzo  á  juicio- 
sas observaciones  prácticas,  y  Falstafif  lo  interrum- 
pe con  vulgaridades  cínicas.  Hay  mucho  de  sonam- 
bulismo seráfico, — idealidades  que  vagan  por  hori- 

6 


—  86  — 

zontes  muy  altos ;  pero  hay  también  sonambulismo 
que  parece  más  bien  somnolencia  de  pocilga. — Hay 
mucho  arranque,  mucho  vuelo  de  inspiración  y  de 
estudio, — pero  se  descubre  en  medio  de  todo  eso 

Sue  ciertos  órganos  del  alma  viren  en  absoluta  y 
eplorable  catalepsia. » 

Tal  es,  sin  ecsajeracion,  ese  libro  aue  tanto  ha^ 
llamado  la  atención  en  la  República  Oriental,  pa- 
sando casi  desapercibido  entre  nosotros,  no  obstante 
las  graves  cuestiones  que  aborda,  ligadas  con  inte- 
reses comunes  y  referentes  á  complicaciones  inter-^ 
nacionales. 

Debo  hacer  aquí  una  rectiñcacion  personal — El 
Dr.  Alberto  Navarro  Viola  ha  nacido  en  Buenos 
Aires,  nó  en  Montevideo  como  lo  asegura  el  autor 
al  hacer  argumento  de  la  ingratitud  de  los  que 
«han  dado  la  espalda  á  las  brisas  inhospitalarias  de 
la  patria.> 


93— Una  polémica  en  la  edad   de   piedra* 

Colazos  de  Nirvana.  Buenos  Aires.  Imprenta  del  «Mer- 
curio!, Alsina270  y  272.  1880.  En  8®,  108.  ps. 

Entre  los  rudos  ataques  de  que  fué  objeto  JVÜrvai 
na  del  Dr.  Anjbl  Floro  Costa,  descuellan  por  su 
virulenta  acritud  los  que  le  dirijió  en  «El  Plata» 
de  Montevideo  el  redactor  de  ese  diario,  Dr.  Carlos 
María  Ramirbz.  El  Dr.  Costa  ha  reunido  en  este 
folleto  los  cargos  que  le  fueron  dirijidos  y  las  ré- 
plicas ó  sinceraciones  con  que  los  contesta.  Apre- 
ciaciones de  hechos— por  más  que  algunos  de  ellos 
revistan  carácter  público,  adolecen  de  todas  las 
desventajas  y  repugnancias  de  la  discusión  perso- 
nal ecsacerbada;y  el  Dr.  Costa  ha  tenido  la  buena 


—  87  — 

inspiración  de  colocar  en  la  carátula  del  folleto,  á 
manera  de  epígrafe,  este  párrafo  de  la  conferencia 
del  Dr.  Ramírez  sobre  D.  José  Pedro  Várela : 

«  Hay  en  nuestra  raza  un  defecto  de  que  debe- 
mes  curarnos — somos  intemperantes  en  la  crítica, 
implacables  en  el  ataque  personal,  j  al  mismo 
tiempo  muy  parcos  en  el  elojio  justo  y  muy  avaros 
del  homenaje  desinteresado .> 


94— Disraeli  y  Gladstone  (Estudio  político). 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Economista,  Alsina  56. 
1880.  EnS'^^,  36  ps. 

El  doctor  Onísimo  Lbguizamok  se  ha  servido  pa 
ra  la  confección  de  este  folleto  délos  datos  y  obser- 
vaciones de  los  capítulos  que  sobre  Lord  Beacon- 
fteld  et  son  temps  —  publicó  Cucheval-Clarigny 
en  la  Bevtie  de  aeux  mondes — capítulos  que  están 
hoy  reunidos  en  un  volumen. 

La  part§  orijinal  de  su  estudio  consiste  especial- 
mente en  la  aplicación  de  los  principios  y  tendencias 
de  la  política  inglesa  á  la  política  arj  entina  y  en  la 
comparación  de  los  grandes  hombres  de  Inglater- 
ra con  los  hombres  que  han  descollado  en  nuestro 
pais;  llegando,  en  definitiva,  al  cotejo  de  Sarmien- 
to con  Disraeli.  «Hombres  de  gran  carácter  uno  y 
otro,  dice,  el  espíritu  de  polémicay  de  contradicción 
al  lado  de  ciertas  tendencias  autoritarias  y  conser- 
vadoras que  se  descubren  en  el  fondo  de  su  organi- 
zación, son  los  rasgos  salientes  de  ambas  fisono- 
mías morales.  > 

Este  trabajo  esa  la  vez  biográfico,  histórico  y 
político,  prevaleciendo  el  último  carácter. 


95^121  Investigador,  correspondencia  entre  ame- 
ricanistas, literatos,  educacionistas,  curiosos,  empleados 
etc.— Directores  propietarios  Juan  A.  Albina— T.  S. 
Osuna.  Año  1880.  Tomo  I.  Buenos  Aires.  Dirección,  en 
la  Imprenta  de  Juan  A.  Alsina,  calle  de  Méjico  núm. 
635.  En  4  *^  menor,  556-xx  ps. 

La  colección  de  El  Investigador,  correspondiente 
al  año  1880  y  que  forma  el  primer  volumen,  con- 
tiene prócsimamente  400  preguntas,  contestadas  en 
su  tercera  parte,  y  verdaderas  curiosidades  litera- 
rias é  históricas,  documentos  desconocidos  6  iné- 
ditos, etc.  Algunas  contestaciones  son  de  indiscu- 
tible mérito  y  revelan  en  sus  autores  hombres  de 
estudio  (lue  se  preocupan  de  divulgar  lo  que  sa- 
ben en  bien  de  los  que  desean  aprender. 

Las  preguntas  suelen  pasarse  de  interesantes, 
convirtiéndose  en  fútiles  o  estrafalarias  ;  pero  las 
respuestas  no  esceden  la  conveniente  mesura  en 
publicaciones  de  este  jénefo,  que  ponen  la  erudi- 
ción de  pocos  al  alcance  del  anhelo  de  muchos. 


—  90  — 

La  obra  emprendida  por  los  Señores  Jüak  A. 
Alsika  7  T.  S.  Osuna  no  ha  sido  merecidamente 
ayudada,  y  acaso  gran  parte  de  los  que  conocen  su 
ecsistencia  ignoran  aún  las  ventajas  de  esas  entre- 
gas quincenales  que  pueden  llegar  á  convertiri^e 
en  un  repertorio  de  ilustración  americana. 


96— Revisita  de  la  biblioteca  pública  de 
Buenos  Aires  fundada  bajo  la  protección  del  gobier- 
no de  la  provincia  por  Manuel  Ricardo  Trblles.  To- 
mo II.  Buenos  Aires.  Imprenta  y  Librería  de  Mayo,  de 
C.  Casavalle.  Perú  145. 1880.  En  4  ® ,  507  ps. 

El  incansable  anciano  D.  Manuel  Ricardo  Trb- 
lles continúa  la  publicación  de  la  Revista  que 
fundó  el  año  anterior.  Véase  el  Anuario  de  1879, 
número  104. 

Los  materiales  que  contiene  este  segundo  tomo 
son  variados  y  de  interés  histórico;  de  suerte  que  la 
Revista  conservo,  su  primitivo  carácter,  constituyen- 
do una  verdadera  gloria  para  su  autor  que  afronta 
las  dificultades  de  publicación  tan  ardua. 

El  estudio  del  Señor  Trelles  sobre  Diego  Oarcia 
— V.  el  Anuario  de  1879,  núm.  103— ha  orijinado 
una  réplica  del  Sr.  D.  Luis  L.  Domínguez,  la  cual 
ocupa  las  primeras  pajinas  del  tomo,  seguida  de 
notas  eruditas  con  que  el  Sr.  Trelles  se  propone  re- 
batir ese  trabajo*  Ellas  no  alcanzan,  sin  embargo,  á 
modiñcar  la  opinión  emitida  respecto  de  Diego  (xar- 
da.  La  incuestionable  competencia  del  Sr.  Trelles 
pesa  como  un  buen  argumento  ;  pero  no  convence;  y 
aunque  el  Señor  Domínguez  nada  adelanta  sobre 
lo  ya  conocido  en  esa  parte  de  nuestra  historia,  «su 
punto  de  partida  es  tan  claro  y  su  itinerario  al  tra- 
vés del  tiempo  tan  seguro,  que  fácilmente  demues- 


—  91  — 

ira,  la  verdad  no  negada  hasta  hoy  sino  por  nues- 
tro distinguido  investigador,  que  esta  vez  ha 
inventado  un  problema  para  proporcionarse  el 
placer  de  resolverlo.> 

Bajo  el  rubro  de  títulos  territoriales^  publica  una 
serie  de  veinticinco  documentos,  más  o  menos,  re- 
lativos todos  á  tierras  de  las  provincias  del  interior 
j  de  Buenos  Aires — documentos  importantes  que  el 
Sr.  Trelles  ha  copiado  pacientemente  y  con  fre- 
cuencia ha  tenido  que  rehacer  por  completo. 

Las  tres  actas  ae  fundación  de  Poolaciones  en 
CuyOy  copiadas  de  los  testimonios  auténticos  que 
se  guardan  en  el  Archivo  de  Indias,  prueban  que 
la  Ciudad  de  Mendoza  fué  primitivamente  fundada 
por  el  Capitán  Castillo  en  1531,  y  trasladada  á  lu- 
gar más  adecuado  en  1562  por  su  sucesor  el  Capi- 
tán Juan  Jufre,  quien  le  dio  el  nombre  de  Resurrec- 
x^ion ;  siendo  él  también  el  fundador  de  San  Juan 
de  la  Frontera  en  el  mismo  año.  Acompaña  la 
traza  de  la  Ciudad  de  Mendoza  en  1561,  un  cuadro 
de  la  repartición  de  tierras  á  los  pobladores  y  el 
plano  de  San  Juan  de  la  Frontera. 

Viene  en  seguida  el  acta  de  fundación  de  la  Ciu- 
dad de  la  Concepción  del  Rio  Bermejo  en  1585. 

Los  Aciterdos  de  Cabildo  continúan  la  sección 
abierta  en  el  Rejistro  Estadístico  de  Buenos  Aires, 
de  1863,  dirijidoporel  Sr.  Trelles,  y  que  tiene  por 
objeto  dará  luz  los  acuerdos  más  antiguos  que  se 
conservan  del  Cabildo  de  esta  Ciudad.  En  el  Rejis- 
tro Estadístico  llegó  hasta  las  actas  de  1615;  pero 
un  capricho  de  la  Municipalidad,  en  cuyo  poder  se 
encuentra  el  Archivo  del  estinguido  Cabildo,  impi- 
dió al  Señor  Trelles  seguir  sus  investigaciones. 
Hoy  parece  resuelto  á  no  volver  sobre  ellas,  y 
anuncia  que  se  limita  á  publicar  las  actas  que  te- 
ñía ya  descifradas. 


—  92  — 

La  Degollación  de  Charrüas  es  un  bello  episodio 
histórico  escrito  en  1875.  El  autor  ofrece  dar  en 
uno  de  los  prócsimos  tomos  de  la  Revista,  todos  los 
comprobantes  de  esta  narración  de  un  atentado  co- 
metido por  los  españoles  á  principios  del  siglo 
XVIII. 

Los  documentos  sobre  Santa  Fé  ¿lela  VeraCrtc^r 
reconocimiento  del  Rio  Negro  en  1798,  El  Alto-Perú 
hasta  1825,  j  especialmente  la  Jbfemma  del  gober- 
nador del  Rio  de  la  Plata  Don  Francisco  de  Bucarélí 
y  TJrsua  á  su  sucesor  Don  Juan  José  de  Vértiz,  son 
de  incuestionable  importancia  para  la  historia  pa- 
tria como  para  la  historia  americana.  Su  apari- 
ción acredita  una  vez  más  la  paciencia  y  el  tino  del 
Señor  Trelles  en  la  investigación  y  estudio  de 
nuestros  archivos. 

Esta  breve  reseña  da  apenas  una  idea  del  conte- 
nido del  segundo  tomo  de  la  « Revista  > .  Ante  una 
obra  de  tan  inmensa  labor,  el  hombre  estudioso  se 
esplica  el  filosófico  alcance  del  epígrafe  de  Isaac 
Newton  con  que  el  Sr.  Trelles  encabeza  su  nueva 
publicación : 

<  No  sé  lo  que  el  mundo  pensará  de  mis  trabajos^ 
pero  para  mí  tengo  que  no  he  sido  más  que  un  niño 
que  se  divierte  á  orillas  de  la  mar,  y  encuentra  ya 
una  piedrecita  tosca,  ya  una  Conchita  más  agrada- 
blemente variada  que  las  demás,  mientras  que  el 
gran  Océano  de  la  verdad  se  estendia  inesplorado 
ante  mi  vista. » 


97— Américo  Tespncio  por  Gregorio  Pérez  Go- 
mar. Precio  30$  m[c.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  la 
Ondina  del  Plats,  Santiago  del  Estero  176.  1880.  En 
4*^  nitnor,  vii-146  ps. 


—  93  — 

l!I  Dr.  Grbgorio  Pbrbz  Gomar  emprendió  este 
tíáibajo  en  Florencia,  patria  de  Amértco  Vespucio, 
pues  suponía,  como  lo  dice  en  el  prólogo,  que  allí 
« debían  hallarse  los  datos  suficientes  para  deter- 
minar la  misión  que  éste  habia  desempeñado  en  el 
descubrimiento  de  América;»  y  lo  ha  terminado 
en  Buenos  Aires  afines  de  1879. 

Los  siete  primeros  capítulos  de  su  obra  están 
esclusivamente  dedicados  á  Colon :  narran  sus  pe- 
regrinaciones antes  del  descubrimiento  de  la  Amé- 
rica, sus  aventuras  en  las  cortes  europeas,  el  des- 
cubrimiento y  los  cuatro  viajes  que  realizara  hasta 
su  muerte.  Desde  el  capítuío  VIII  empieza  á  ocu- 

Sarse  de  Américo  Vespucio  nacido  el  9  de  marzo 
e  1451;  da  detalles  acerca  de  su  infancia,  sus 
obras,  su  viaje á  España;  observa  el  silenf^io  ó  de- 
ficiencias de  los  historiadores  contemporáneos — 
Pedro  Martire,  Dacada  Mosto,  Fernando  Colon, 
González  de  Oviedo,  Francisco  López  de  Gomara, 
etc — para  concluir  que  «  Américo  Vespucio  es  el 
solo  historiador  orijinal  de  sus  propios  descubri- 
mientos, puesto  que  lo  que  los  otros  historiadores 
de  las  demás  naciones  dijeron  respecto  de  ellos,  no 
fué  sino  copiado  ó  sacado  de  las  relaciones  que  él 
mismo  escribió.  > 

El  capítulo  X  tiene  la  más  alta  importancia, 
pues  sirve  de  clave  á  los  capítulos  siguientes.  El 
historiador  brasilero  F.  A.  Varnhagen,  que  ha  es- 
crito sobre  Vespucio,  con  ánimo  de  conciliar  las 
contradicciones  que  resultan  en  su  vida  de  la  com- 
paracion  de  diversos  documentos,  piensa  que  el 
único  auténtico  es  la  carta  de  Vespucio  á  Pedro 
Soderini,  Gonfaloniero  vitalicio  de  la  República 
Florentina,  y  en  la  cual  refiere  sus  cuatro  Viajes- 
Ios  dos  primeros  en  naves  esjpañolas  y  los  dos  últi- 
mos por  orden  del  Rey  de  Portugal.    El  Sr.  Pérez 


—  94  — 

Gomar  acepta,  por  el  contrario,  la  autenticidad 
de  la  carta  dirijiaa  &  Lorenzo  de  Médici,  de  la  que 
se  encuentra  un  códice  en  la  Biblioteca  Ricardiana 
de  Florencia ,  y  cuyos  datos  y  contenido  con- 
cuerdan  con  la  relación  de  Herrera,  en  tanto  que 
la  carta  á  Soderini  <  no  concuerda  con  ningún  otro 
documento,  ni  ecsiste  en  Italia  códice  alguno  con 
que  poder  confrontarla.  >  El  autor  trascribe  ambas 
cartas  en  el  apéndice. 

Tomando,  pues,  rumbo  opuesto  á  Varnhagen,  el 
Sr.  Pérez  Gomar  sigúelos  viajes  de  Vespucioy 
tiene  con  frecuencia  ocasión  de  criticar  al  historia- 
dor brasilero,  tanto  en  la  determinación  de  las  fe- 
chas y  de  los  puntos  descubiertos,  como  en  el  nú- 
mero mismo  de  los  viajes  que  aquél  pretende 
estender  á  cinco  ó  seis,  no  siendo  más  que  cuatro, 
hasta  la  muerte  del  ilustre  florentino,  acaecida  en 
Sevilla  el  año  1512,  después  de  haber  obtenido  el 
título  de  Piloto  Mayor  de  Castilla. 

Este  trabhjo  termina  con  un  estudio  sobre  el 
nombre  de  América — nombre  que  apareció  por 
primera  vez  en  una  carta  jeográfica  publicada  el 
año  1535.  <Bien  miradas  las  cosas,  dice  el  autor, 
ni  Colon,  ni  Américo  tenian  un  derecho  perfecto  á 
cubrir  con  sus  nombres  la  inmensa  estension  de 
los  continentes  americanos,  si  este  derecho  debiese 
derivar  de  la  prioridad  del  descubrimiento  ó  de  la 
esploracion  completa  de  sus  costas.  > — Y  cierra  su 
libro  con  el  siguiente  paralelo : 

<  Entre  Colon  y  Vespucio  habia  esta  diferencia : 
aquél  tenia  jénio,  le  devoraba  una  ambición  in- 
mensa, y  á  las  borrascas  de  su  alma  respondían  las 
borrascas  de  su  suerte.  Hoy  el  apoteosis,  mañana 
las  cadenas  y  la  cárcel ;  hoy  la  embriaguez  del 
triunfoV  del  mando ;  mañana  la  humillación  del 
motín  y  la  profanación  de  la  canalla ;   hasta  en  bu 


—  95  — 

vida  privada  se  alzan  y  se  abaten  estas  ondas  de 
la  fortuna :  hoy  la  fatiga  del  peregrinaje,  la  amar 
gura  de  la  viudez;  mañana  el  reposo  entre  los  jar- 
dines de  Andalucía  y  los  poéticos  amores  de  una 
deesas  mujeres  de  alma  ardiente  y  de  seductora 
belleza  La  vida  de  Colon  es  el  drama  de  la  alta 
vida  del  jénio,  semejante  á  las  calmas  y  á  las  bor- 
rascas del  alto  Océano. 

« Vespucio  no  tenia  jénio,  ni  ambición;  por  eso 
üo  nos  queda  de  él  sino  la  historia  desmantelada 
de  sus  descubrimientos.  Interroga  á  las  estrellas, 
sorprende  la  conjunción  de  los  astros  y  calcula 
fríamente  las  distancias,  graba  sobre  el  papel  el 
perül  de  las  costas  que  descubre,  y  acepta  resig- 
nado la  misión  de  señalar  á  los  nuevos  descubrido- 
res el  itinerario  que  debian  seguir.  Por  eso  Ves- 
pucio ni  sube  á  las  alturas  de  la  gloria  ni  desciende 
á  los  abismos  de  la  contrariedad. 

<  Pero  nadie  puede  despojarlo  del  mérito  de  ser 
uno  de  los  que  más  colaboraron  al  descubrimiento 
de  la  América,  y  su  nombre,  aunque  no  designase 
ios  más  grandes  continentes  del  mundo,  estarla 
siempre  bien  colocado  al  lado  de  los  nombres  de 
roscanelli  y  de  Colon. 


98 -Historia  de  los  gobernadores  de  las 
»roTiiacias  arg^entinas.  1810-1880.  Precedida  de 
a  cronología  de  los  adelantados,  gobernadores  y  vire- 
es  del  Rio  de  la  Plata.  1535-1810,  por  Antonio  Zm- 
y.  Tomo  II.  Antigua  Provincia  del  Tucuman— Provin- 
ias  centrales  y  andinas.  Buenos  Aires.  Imprenta  y 
breria  de  Mayo,  de  C.  Casavalle,  Editor,  Perú  115. 
m.  En  8^,  718  ps. 

A  propósito  del  tomo  primero  de  esta  obra,  di  una 
[ea  jeneral  de  su  forma  y  desarrollo,  en  el  número 


—  96  — 

XOO  del  Anuario  anterior ;  de  suerte  que  debo  li- 
mitarme á  uaa  simple  noticia  bibliográfica  del  coe- 
tenido  del  segando  tomo. 

Abarca  la  antigua  provincia  del  Tacainan  y 
las  provincias  centrales  y  andinas  —  Córdoba, 
Tucuman  y  Santiago  del  Estero ;  comenzando 
con  los  descubridores ,  conquistadores  y  gober- 
.nadores  del  Tucuman,  siempre  en  el  orden  cro- 
nolíMico  que  se  ha  marcado,  desde  doa  Diego 
de  Rojas— 1542-43 — hasta  el  coronel  don  Andrés 
Mestre,  último  gobernador  de  la  antigua  provincia 
y  primero  de  la  Intendencia  de  Salta. 

En  cuanto  á  las  provincias  centrales,  se  ocupa— 

1®  de  Córdoba — desde  el  primer  gobernador  in- 
tendente, coronel  don  Rafael  de  Sobremonte— 1778 
— y  continuando  con  los  gobernadores  y  capitanes 
jeneralesque  llevan  esos  títulos  desde  1820,  hasta 
el  gobernador  actual,  Dr.  Miguel  Juárez  Celman, 
cuyo  discurso  de  recepción  aplaude  el  señor  Zinst 
como  programa  de  gobierno,  con  escepcion  de  una 
frase,  «  que  respira  guerra,»  dice  él,  cuando  sólo 
es  la  enérjica  protesta  de  adhesión  á  las  institucio- 
nes, pronunciada  por  un  gobierno  que  ha  sabido 
cumplirla  fielmente. 

2®  de  Tucuman — desde  el  presidente  del  Cabil- 
do, don  Clemente  Zavaleta — 1810— ,  teniente  go- 
bernador en  1812,  y  los  gobernadores  intendentes 
que  empiezan  con  el  coronel  Hilarión  de  la  Quin* 
tana — 1814 — hasta  el  Dr.  José  Maria  Astigueta, 
ministro  de  D.  Domingo  Martínez  Muñecas  y  *§* 
delegado  durante  una  corta  ausencia,  desde  31  de 
diciembre  de  1879  hasta  mediados  de  enero  de 
1880.» 

3®  de  Santiago  del  Estero— desde  don  Domingo 
de  Palacios,  presidente  de  la  municipalidad— junio 


—  97  — 

13  de  1810,— hasta  don  Pedro  Gallo  que  se  recibió 
del  mando  ell  ®  de  diciembre  de  18T9. 

Encabeza  cada  una  de  esas  secciones  el  acta  res- 
pectiva de  fundación,  j  las  primeras  pajinas  del 
libro  están  destinadas  á  suministrar  algunos  datos 
históricos  7  ofrecer  varias  rectificaciones  al  pri- 
mer tomo,  siendo  la  más  importante  de  ellas  la 
trascripción  del  acta  de  fundación  de  la  ciudad  de 
Buenos  Aires,  tomada  del  libro  del  Dr.  Vicente  G. 
Quesada— ia  Patagonia  y  las  tierras  australes  del 
Continente  Americano, — -por  haberse  dado  como  tal 
en  el  primer  tomo  de  la  Historia  de  los  gobernadores^ 
lo  que  no  era  sino  el  acta  de  los  repartimientos. 

Si  asombro  causaba  la  crónica  prolija  de  los  go- 
biernos del  litoral,  no  cabe  forma  alguna  de  admi- 
ración por  la  paciencia  sobrehumana  del  mismo 
autor,  que  ha  reunido  tantos  ó  más  completos  deta- 
lles sobre  las  tres  provincias  de  que  se  ocupa,  más 
distantes  y  abandonadas  y  menos  susceptibles,  por 
lo  tanto,  de  las  investigaciones  á  que  se  prestan  los 
archivos  de  los  pueblos  cuya  comunicación  con  la 
capital  se  ha  mantenido  casi  constantemente  espe- 
dita. 

El  resumen  escrupuloso  de  documentos  de  todo 
jénero  á  que  se  dedica  el  Sr.  Zinny  para  la  compila- 
ción de  su  obra,  garantiza  su  veracidad  en  la  espo- 
sicion  de  los  hechos,  tanto  más  cuanto  que  especial- 
mente en  este  tomo  habla  sin  pasión^  aun  de  los  dias 
prócsimos;  y  su  libro — no  sólo  de  consulta,  sino  tam- 
bién de  estudio  como  otra  vez  lo  he  dicho — alcanzará 
á  ser  en  algunos  casos  y  para  épocas  determinadas, 
un  hilo  de  Ariadna  con  cuyo  ausilio  se  pueda  aban- 
donar el  laberinto  de  las  pequeñas  reyertas  y  de 
los  pequeños  caudillos  y  respirar  el  aire  libre  de 
la  nacionalidad  arj  entina. 


—  98  — 

99— MonteaipDido  811  Tida  y  sns  eseritós  por 

Mariano  A.  Pelliza.  Tomo  primero  1785-1 815.  Buenos 
Aires.  Carlos  Casavalle,  editor.  Imprenta  y  librería  de 
Mayo,  calle  Perú  115.  1880.  En  8®,  352  ps.— Tomo  se- 
gundo 1816-1825.  338  ps.  y  retrato  de  Monteagudo. 

Tenemos  al  señor  Mariano  A.  Pelliza  dentro  de 
su  jurisdicción. 

Ha  nacido  para  escribir  historia,  y  no  debe  arre- 
drarse, aunque  se  crea  obligado  á  sentar,  á  cuenta 
de  aforismo  ó  refleccion,  al  comienzo  de  cada  uno 
de  sus  libros,  el  absurdo  de  que  se  pierde  la  verdad, 
por  más  que  se  salve  la  forma,  cuando  se  escribe  la 
historia  á  cincel. 

Le  hemos  negado  las  indispensables  condiciones 
del  literato;  le  hemos  negado  sobre  todo  que  sea 
unestilista— V.  el  Anuario,  1819,  número  SSO. 
Ahora  tenemos  delante  al  escritor  que  implícita- 
mente lo  reconoce  al  entregar  á  las  jeneraciones 
ávidas  de  vida  intelectual,  libros  destinados  á du- 
rar tanto  como  los  nombres  casi  enigmáticos  que 
aclaran  para  la  posteridad. 

Apresurémonos  á  hacer  justicia  al  espositor  rec- 
to, ae  criterio  sano  é  imparcial,  que  no  teme  afron- 
tar las  más  serias  empresas,,  entregando  su  labor 
cuotidiana  al  fallo  severo  délos  que  piensan  y  ala 
benevolencia  de  los  que  aman  la  patria. 

Hasta  ahora  sólo  ecsistian  dos  biografías,  propia- 
mente tales,  de  don  Bernardo  Monteagudo,  la  del 
salteño  Juan  R.  Muñoz  Cabrera,  ciudadano  de  Bo- 
livia,  publicada  en  1859  con  el  título  de  Vida  y  es- 
critos de  don  Bernardo  Monteagudo,  y  la  de  don 
Iñiguez  Vicuña,  impresa  en  1867.  Muchos  escrito- 
res se  han  ocupado  incidentalmente  de  esa  figurada 
fulgores  y  tinieblas,  de  ese  republicano  de  alma 
espartana,  que  consagró  su  ecsistenciaá  admirarel 
sable,  la  fuerza  y  el  écsito,  como  lo  reconocen  sus 


—  99  — 

más  entusiastas  defensores;  <  carácter  sombrío,  im^ 
placable  y  formulista,  alma  soberbia  y  opaca  > , 
como  lo  ha  calificado  el  Dr.  Vicente  F.  López. 

Vicuña  Mackenna,  Paz  Soldán,  Amunátegui,  Ló- 
pez, Mitre,  Barros  Arana,  Juan  Maria  Gutiérrez  en 
nn  trabajo  especial,  y  tantos  otros  escritores  sobre- 
salientes han  estudiado  bajo  diversos  aspectos  al 
célebre  tribuno  tucumano,  sin  alcanzar  ninguno  de. 
ellos  á  presentarlo  en  la  plenitud  de  su  influencia 
rerolucionaria,  bajo  las  múltiples  faces  de  su  asa- 
reada  carrera. 

Pelliza  se  ha  servido  de  esos  datos,  de  las  curio- 
sas colecciones  de  periódicos  y  manuscritos  que  le 
han  facilitado  Lamas,  Casavalle,  Rene  Moreno, 

Sara  seguir  paso  á  paso  al  doctor  de  Chuquisaca, 
esde  su  oríjen  oscuro  y  de  difícil  determinación, 
hasta  su  muerte  misteriosa,  no  sin  algunas  solucio- 
nes de  continuidad,  que  tal  vez  nunca  se  salvarán, 
en  la  vida  pública  de  ese  hombre,  y  no  pocas  defi- 
ciencias en  su  vida  privada,  en  su  vida  íntima,  que 
aclararían,  acaso,  si  fuese  dado  llenarlas,  ciertas 
aberraciones  de  su  carácter  y  veleidades  pueriles 
de  su  intelijencia. 

El  análisis  de  las  opiniones  predominantes  sobre 
el  oríjen  de  Monteagudo,  sus  estudios,  la  revolu- 
ción de  Chuquisaca,  la  insurrección  de  la  Paz,  su 
prisión  y  su  fuga,  los  sucesos  políticos  del  alto 
Perú,  su  llegada  á  Buenos  Aires  donde  se  le  confia 
la  redacción  déla  « Gaceta  >  de  los  viernes,  su  na- 
ciente influencia  en  la  sociedad  patriótica,  su  pro- 
paganda comprometed(»ra,  la  Lojia  Lautaro,  el 
<  Mártir  ó  libre  > ,  la  reacción  española,  Alzaga, 
Monteagudo  juez,  la  revolución  de  octubre,  la  pri- 
mera Asamblea  popular,  las  derrotas  déla  revolu- 
ción americana,  la  espatriacion  de  Monteagudo,  su 
correspondencia  con  Rivadavia,  su  vuelta  al  Rio 


—  100  — 

de  la  Plata,  su  puesto  de  auditor  de  guerra  en  Chi- 
le, sus  relaciones  con  O'Higgins,  el  acta  de  la  In- 
dependencia de  Chile,  Cancha  Rayada^  el  proceso 
y  muerte  de  los  Carrera,  el  destierro  de  Monteagu- 
do  de  las  provincias  arjentinas,  Irisarri,  Ordoñez, 
el  <  Censor  de  la  Revolución  > ,  el  triunfo  de  la  es- 
pedicion  al  Perú,  el  gobierno  protectoral  de  San 
Martin,  Monteagudo  Ministro  de  Guerra  y  Marina, 
los  cargos  que  se  le  formulan,  su  destierro,  su  re- 
greso á  Lima,  su  plan  de  confederación  continental, 
su  muerte; — todo  paisa  como  los  mirajes  de  un  va- 
riado kaleidoscopio,  permitiéndonos  ver  parcial  y 
fragmentariamente  al  hombre  estraño  que  merece, 
con  las  desigualdades  de  su  carrera  rápida,  llenar 
estruendosamente  un  jirón  de  la  historia,  sin  haber 
legado  más  que  el  orgullo  de  su  nombre  y  escritos 
en  su  mayor  parte  de  ocasión,  pero  que  ponen  de 
maniñesto  el  temple  de  su  alma  y  sus  indisputables 
cualidades  de  publicista. 

Reunida  la  sección  biográfica  de  cada  volumen, 
suma  prócsimámente  unas  trescientas  pajinas,  ocu- 
pando el  resto  las  producciones  de  Monteagudo, 
que  dan  mayor  atractivo  á  la  obra,  aunque  se  hu- 
bieran podido  reducir  á  menor  proporción,  pues 
entran  en  las  publicadas  no  pocas  de  escaso  interés 
histórico  y  de  mediano  mérito  literario.  Sea  como 
sea,  ellas  completan  el  trabajo  de  Pelliza,  pues  le 
sirven  de  nota  y  comentario,  á  manera  de  aclara- 
ción de  sus  referencias,  tanto  en  la  primera  época 
que  empieza  con  su  artículo  de  iniciación  en  la 
Gaceta  de  Biienos  Aires,  el  29  de  noviembre  de  1811 
y  alcanza  hasta  el  año  1815,  como  en  la  segunda, 
que  termina  con  el  famoso  Ensayo  sobre  la  necesidad 
de  una  federación  jeneral  entre  los  estados  hispano- 
americanos, y  plan  de  su  organización- 

Entro    en    estos   pormenores  de  pura    biblio- 


—  101  — 

grafía,  porque  supongo  que  la  obra  en  cuestión 
ha  sido  una  de  las  menos  hojeadas  del  año  1880: 
pertenece  ala  literatura  seria  y  presenta  demasia- 
do yolúmen  al  aficionado  audaz. 

Sin  embargo,  puede  aconsejarse  su  lectura,  con 
la  convicción  de  que  ella  ha  de  satisfacer  muchas 
ecsij  encías. 

Aparte  de  las  consideraciones  que  me  merece  el 
autor  y  de  las  apreciaciones  jenerales  que  dejo 
consignadas  sobre  esta  biografía,  debo  señalar  el 
último  capítulo  como  uno  de  los  más  bellos  y  más 
acabados,  propiamente  grandioso.  En  ninguna  otra 
parte  son  tan  discutibles  y  han  sido  tan  contesta- 
dos los  hechos  que  refiere,  porque  si  hay  sombras 
en  el  nacimiento  de  Monteagudo,  capaces  de  deso- 
rientar la  sensatez  de  los  críticos,  densas  tinieblas 
envuelven  el  misterio  de  su  muerte.  Pero  la  ojea- 
da que  arroja  sobre  el  plan  de  confederación  con- 
tiaental  y,  por  decirlo  así,  sobre  la  intelijencia 
política  del  autor  de  ese  proyecto,  haciendo  insen- 
siblemente una  síntesis,  erizada  de  dificultades,  de 
su  vida  infatigable  y  de  sus  tendencias  americanis- 
tas.— revelan  plenamente  las  dotes  distintivas  de 
Pelliza,  y  realzando  su  obra,  cuya  concepción  se 
destaca  luminosa,  deja  perdidos  en  el  fondo  oscuro 
los  pequeños  defectos  de  una  confección  trabajada. 

<  Moreno,  dice  en  el  hermoso  paralelo  de  ese  ca- 
pítulo, combatió  el  pensamiento  de  confederar  la 
América,  basado  en  razones  que  el  tiempo  ha  reco- 
nocido sabias. 

«  La  democracia,  que  era  su  ideal,  habria  queda- 
do espuesta  á  la  resolución  de  hombres  y  pueblos 
que  no  tre.pidaron  en  plantear  elcesarismo,  despo- 
jando á  la  revolución  de  su  primer  prestijio — la 
libertad. 

<  Monteagudo  fué  siempre  en  política  un  rival 

7 


-  102  — 

de  aquel  ilustre  ministro,  y  como  carácter  era  su 
perfecta  antítesis.  Moreno  habia  nacido  para  man- 
dar, para  imponer  el  sello  soberano  de  su  talento  á 
los  hombres,  á  las  cosas  y  &  los  hechos.  Era  secre- 
tario de  la  Junta,  7  la  gobernaba;  no  era  soldado,  y 
sujénio  improvisó  la  primer  victoria  sobre  el  alto 
Perú.  Monteagudo  no  sabia  imponerse,  le  faltaba 
algo  en  su  equilibrio  moral,  y  poseyendo  condicio- 
nes sublimes  y  es traor diñarlas  aptitudes  como 
hombre  de  Estado,  fué  siempre  personaje  de  se- 
gundo término.  > 

Estas  pocas  líneas  terminan  la  disección.  Nada 
hay  oculto  ya  de  ese  cadáver  estendido  sobre  la 
mesa  del  anfiteatro.  Han  pasado  delante  de  la  ima- 
jinacion  del  lector  las  flaquezas  y  las  enerjias  del 
mulato  de  Tucuman :  está  perfecto  porque  nada 
humano  le  falta. 

El  distinguido  chileno  don  Benjamín  Vicuña 
Mackenna,  que  parece  dispuesto  á  sombrear  toda- 
bia  esa  visión  histórica  que  considera  « la  efíjie 
más  misteriosa,  más  siniestra»  más  estraordinaria, 
y  al  mismo  tiempo  más  llena  de  asombrosas  y  pe- 
regrinas contradicciones, »  —cita  con  encomio  estas 
palabras  del  joven  Fregeiro — Véase  el  número  si- 
guiente : 

<  Por  la  variedad  de  sus  lecturas  v  la  fuerza  de 
sus  talentos.  Moreno  aventaja  considerablemente  á 
Monteagudo ;  era,  además,  un  político  de  largas 
vistas  y  de  ojo  certero,  cuyo  rol  en  los  aconteci- 
mientos, si  hubiese  vivido  más  tiempo,  habría  sido 
el  de  un  iniciador,  el  de  un  jefe  de  partido.  Mon- 
teagudo no  pasa  de  ser  hombre  lleno  de  vivacidad 
y  de  injénio,  escritor  elocuente  y  patriota  conven- 
cido, pero  voluble  y  sin  iniciativa  propia,  aunqae 
de  una  enerjia  terrible  y  á  veces  sombría.  > 

Este  parangón,  que  halla  tan  justo  el  señor  Vi- 


—  103  — 

avLús,  Mackeana,  no  difiere  fandamentalmente  del 
paralelo  de  Pelliza  que  trascribo  poco  antes ;  pero 
«ontieae  ecsajeraciones  de  detalle  y  deficiencias 
en  el  juicio  que  están  lejos  de  responder  á  la  ver- 
dad del  carácter  estudiado. 

Heme  detenido  en  esta  última  parte  y  atribuí- 
dole  formal  importancia,  porque  la  considero  la 
llave  que  ajusta  los  datos  dispersos,  los  problemas 
insolubles,  las  discusiones  fecundas,  y  dándoles  la 
cohesión  que  parecía  faltarles,  convierte  esa  vein- 
tena de  capítulos  de  crítica  é  investigación  históri- 
ca, en  una  completa  y  bien  realizada  biografia,  la 
mejor  que  hasta  el  presente  ecsiste  de  don  Bernar- 
do Monteagudo. 

100-!Estadio8  históricos.  Don  Bernardo 
Jüonteagndo  ensayo  biográfico  por  C.  L.  Fregeieo, 
miembro  de  la  Academia  y  la  Sociedad  Científica  Ar- 
gentina. Buenos  Aires.  Igon  hermanos —editores.  Li- 
breriadel  Colegio -calle  Bolivar  núm.  60.  1880.  En  4*^, 
434  ps. 

El  joven  C.  L.  Fregeiro  ha  escrito  un  libro  no 
menos  importante  que  el  anterior,  sobre  Don  Ber- 
nardo Monteagicdo,  El  sobrepasa  en  sus  propor- 
ciones el  modesto  título  que  lleva  de  Ensayo  bio- 
gráfico^ y  ha  merecido  entusiastas  y  lisonjeros 
aplausos. 

Fregeiro  sigue  á  su  héroe,  como  Pelliza,  á  través 
de  todas  las  vicisitudes  y  dificultades  de  la  vida, 
viéndose  frecuentemente  obligado  á  estudiar  cir- 
cunstancias, hechos,  aún  épocas,  que  se  alejan  más 
6  menos  de  la  persona  del  valiente  tribuno  y  de  su 
acción  directa  en  los  acontecimientos,  á  fin  de  po- 
der apreciar  con  rectitud  todo  el  alcance  de  su 
acción  y  toda  la  importancia  del  hombre,  dispuesto 


—  104  — 

siempre  á  sacrificar  su  propia  gloria,  á  desvane* 
cerse  en  el  fondo  de  la  lucha,  con  tal  de  asegurar 
el  écsito  de  sus  tendencias  y  propósitos. 

Bajo  este  punto  de  vista,  ambos  libros  difieren 
poco ;  y  en  realidad,  poco  se  apartan  uno  de  otra 
por  lo  que  atañe  á  la  esposicion  de  los  sucesos  y  la 
apreciación  fundamental  de  las  ideas  y  de  los  hom- 
bres en  juego.  Pero  Fregeiro  y  Pelliza  han  toma- 
do rumbos  distintos,  sino  opuestos,  para  llegar  á 
idéntico  resultado;  y  del  método  seguido  nacen 
siempre  sus  diverjenci|is  de  opinión. 

Propiamente,  Fregeiro  ha  hecho  un  libro  erudi- 
to. No  hay  pajina  sin  notas.  Cada  línea  lleva  su 
comprobante  al  pié,  su  certificado  de  veracidad,  que 
nadie  se  preocupará  de  compulsar,  pero  que  debe 
producir  efecto  decisivo  en  el  ánimo  de  los  lectores 
mal  prevenidos  ó  desprevenidos  del  todo. 

Pelliza  ha  compulsado  documentos,  tanto  ó  más 
que  Fregeiro,  ha  consultado  fuentes  semejantes  has- 
ta agotar  los  materiales  disponibles  para  una  obra 
de  este  jénero;  y,  más  avezado  á  tales  estudios,  con 
criterio  más  hecho, — no  se  ha  dejado  nunca  llevar 
con  lijereza  por  la  letra  de  una  nota  ó  de  una  carta 
que  puede  no  ser  en  manera  alguna  apócrifa,  y  es- 
tar, sin  embargo,  contradicha  por  otras  circunstan- 
cias mejor  probadas,  desmentida  por  otros  detalles 
más  dignos  de  fé 

La  investigación  crítica  acerca  de  quién  sea  el 
redactor  de  M  Independiente  de  1815,  con  que  Pe- 
lliza ha  contestado  victoriosamente,  á  mi  modo  de 
ver,  la  opinión  de  Fregeiro,  que  atribula  aquella 
redacción  al  doctor  don  Manuel  Moreno, — comprue- 
ba ese  cargo  como  uno  de  tantos  ejemplos  que  es 
fácil  tomar  'en  el  cotejo  minucioso  de  los  dos  li- 
bros 

La  forma  documentada, —  y  no  es  Fregeiro  el 


—  105  — 

primer  escritor  arjentiao  que  la  emplea  con  escru- 
puloso cuidado, — no  conviene  á  todos  los  libros  de 
historia,  salvo  en  la  parte  discutible  ó  de  polémica. 
El  historiador  debe  estudiar  en  el  secreto  de  su 
laboratorio  los  grandes  como  los  pequeños  aconte- 
tecimientos,  para  volcar  aquéllos  en  las  pajinas 
de  su  obra  con  la  claridad  que  á  su  mente  se  pre- 
sentan; y  reunir  los  accidentes,  las  peripecias,  las 
palabras,  las  costumbres,  los  hechos  de  aparente 
insignificancia  muchas  veces  determinantes  y  carac- 
terísticos, como  reúne  j  mezcla  el  pintor  los  colores 
dispuestos  en  la  paleta  para  presentar  sólo  el  re- 
sultado de  la  operación — el  tinte  que  se  desea 
producir,  la  verdadera  historia;  profunda  hasta 
donde  alcáncela  intelijencia  del  autor j  elevada 
siempre  j  completa  en  sus  contornos. 

Siesta  forma  independiente  que  reveíala  natu- 
raleza íntima,  el  pensamiento  por  medio  del  cual 
han  pasado  los  sucesos,  los  hombres  y  las  cosas,  re- 
clama notable  vigor  intelectual  y  altas  condiciones 
de  escritor, — la  documentación  prolijamente  segui- 
da requiere  no  meaos  movilidad  y  seducciones  de 
estilo  capaces  de  romper  la  monótona  pesadez  de 
esposiciones  sin  vuelo. 

Ni  Fregeiro  ni  Pelliza  son  literatos  ;  pero  el  pri- 
mero, acaso  con  más  dotes  que  el  segundo,  si  se  con- 
sidera la  dificultad  de  su  trabajo  sobre  el  de  Pelli- 
za,— se  ha  separado  voluntariamente  de  la  senda 
(jue  más  le  convenia,  por  asegurarse  la  fama  de  una 
imparcialidad  irreprochable: — condición  esencial 
de  un  historiador,  que  puede  presumirse  y  no  todas 
las  veces  se  prueba  con  la  ecshibicion  de  docu- 
mentos. 

101— Centenario  de  RivadaTia»  Oración  pro- 
nunciada en  la  plaza  de  la  Victoria  de  Buenos  Aires,  el 


—  106  - 

dia  20  de  Mayo  de  1880  al  tiempo  de  presentar  la  plan- 
cha y  distribuir  la  medalla  conmemorativa  del  centena- 
rio, por  Bartolomé  Mitre.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
obras  de  La  Nación,  calle  de  San  Martin  número  208. 
1880.  52  ps. 

Salvo  ciertas  espresiones  de  novela  realista  6  de 
muy  dudoso  gusto  literario,  tiene  el  corte  y  la  so- 
lemnídad de  una  oración  fúnebre  majistralmente 
desarrollada.  La  personalidad  de  Rivadavia  se 
destaca  bellay  majestuosa,  mucho  más  bellayma- 
jestuosaque  su  verdadera  figura  en  la  historiaar- 
j entina.  Hay  errores  en  la  vida  de  los  hombrea 
públicos  que  ijo  es  dado  á  un  escritor  de  pensamien- 
to ocultar  ni  disminuir,  porque  son  errores  que 
trascienden  á  jeneraciones  enteras  y  pueden  fal- 
sear la  base  de.  los  acontecimtos  humanos. 

« Ningún  acto  se  prescribe  para  la  historia,  y  no 
caben  tampoco  perfecciones  ideales,  cuando  el  cho- 
que de  múltiples  factores  históricos  acaba  por  des- 
figurar  las  más  bellas  fantasías,  por  humillar  las 
más  altivas  aspiraciones. 

<  Rivadavia  era  un  gran  corazón  y  una  grande 
intelijencia— capaz  de  interesarse  por  las  cosas  y 
las  individualidades  que  lo  rodeaban  ,  capaz  de 
comprender  las  tendencias  más  recónditas  de  la  vo- 
luntad. Pero  desconoció  la  índole  de  nuestras 
agrupaciones  sociales ;  y  algo  semejante  al  dolor 
del  arrepentimiento,  mezclado  con  el  eureka  de  la 
sabiduría,  debió  cruzar  su  alma  al  apreciar  por 
vez  primera,  en  el  libro  de  un  viajero,  la  omnipo- 
tencia de  las  instituciones  federales. — Las  respon- 
sabilidades humanas  tienen  límite,  y  es  frecuente- 
mente cierto,  como  asegura  el  evanjelio,  que  las 
intenciones  salvan  I 

c  Rivadavia  era  esencialmente  liberal  y  progre- 
sista.— Diríase  que  el  soplo  del  espíritu  moderno 


V 


—  107  — 

había  refrescado  su  cerebro,  v  hablándole  al  oído, 
iniciádole  ea  el  secreto  de  las  reformas  que  des- 
piertan á  los  que  duermen  y  purifican  á  los  que  es- 
tán pervertidos. — Pero  nunca  consignemos,  como 
emblemas  de  la  democracia  ar  jen  tina,  los  nombres 
de  Moreno  y  Rivadavia: — notas  desacordes  de  in- 
tensa vibración ;  términos  de  evoluciones  que  se 
repelen  lo  mismo  que  la  acción  vivificante  de  las 
masas  populares  7  el  doctrinarismo  intransijante 
de  la  aristocracia  ! — Las  olas  del  océano,  que  se- 
pultaron misteriosamente  al  jenuino  tribuno  déla 
revolución,  jamás  nos  traerían,  sobre  sus  crestas 
de  espuma,  la  noticia  de  que  hubiera  ofrecido  coro- 
nas, ni  entrado  en  los  sijilosos  amaños  de  la  diplo- 
macia europea.»  .... 

D.  Bartolomé  Mitre  equipara  á  Rivadavia  con 
Moreno  en  sus  tendencias  políticas,  y  por  todo  re- 
proche alas  ideas  monarquistas  y  las  combinacio- 
nes diplomáticas  de  su  héroe,  las  llama  «nubes 
pasajeras  que  cruzáronlos  espacios  de  su  cabeza.» 
Merecen  más  fé,  como  esactitud  é  imparcialidad 
de  apreciación,  las  palabras  de  los  párrafos  que  an- 
teceden, pronunciadas  ante  la  tumba  de  Rivadavia 
en  nombre  de  los  estudiantes  de  la  Universidad 
de  Buenos  Aires,  al  depositar  una  corona  de  plata. 
El  catedrático  de  historia  arjentina  estaba  por 
ese  hecho  obligado  á  no  disimular  errores  ni 
enaltecer  virtudes  fuera  de  medida  — á  no  engañar 
á  los  que  empiezan  el  trayecto  de  la  vida  de  la 
patria. 


102— ¡San  Martin  y  BivadaTia  y  la  dualidad 
de  su  misión  en  la  filosofía  política  de  la  historia  argen- 
tina, conferencia  en  la  Sociedad  literaria  alemana  del 
29  de  Mayo  de  1880,  por  el  Doctor  D.  José  Francisco 


—  108  — 

López.  Buenos  Aires.  Imprenta  y  Librería  de  Mayo,  de 
Carlos  Casavalle,  Perú  115.  1880.  ("Este  folleto  es  dona- 
do por  el  autor  al  Hospital  Alemán  ;  y  se  vende  á  su  be- 
neficio en  las  principales  librerías )  En  4®  menor, 
98  ps. 

Como  en  la  mayor  parte  de  lo  que  se  escribe  de 
Rivadavia  bajo  la  impresión  de  su  fama  tradicional, 
ecsajeradamente  levantada  y  sostenida  adrede  en 
esa  altura  por  políticos  empíricos  que  parecen  temer 
que  se  divulguen  los  errores  y  flaquezas  de  nues- 
tros hombres  históricos, — en  el  folleto  del  doctor 
JosB  Francisco  López  se  hace  bastante  filosofía  sin 
base  de  acontecimientos  reales,  para  llegar  á  la 
consecuencia  ineludible  de  los  méritos  asombro- 
sos, estupendos,  de  ese  tribuno  que  no  dejó  absurdo 
por  emprender  en  muchas  de  las  cuestiones  tras- 
cendentes que  abordó  durante  su  gobierno,  y  que 
ha  llevado  la  gloria  esclüsiva  de  sus  actos  de 
acierto,  «iniciados  por  inspiraciones  tan  altas  y  tal 
vez  más  liberales  que  la  suya.» 

A  propósito  de  este  folleto,  dice  el  Señor  Maria- 
no A.  Pelliza,  á  quien  pertenecen  las  ultimas  pala- 
bras trascritas  : 

«  San  Martin  era  un  héroe  modesto  en  su  grande- 
za y  humilde  aún  en  las  rejiones  de  la  gloria.  Ri- 
vaaavia  no  conocía  esas  infleceiones  jenerosas  del 
espíritu  que  agrandan  aún  á  los  grandes  :  no  admi- 
tía consejos  de  nadie,  mientras  que  San  Martin  no 
hacía  nada  sin  consejo. 

«Por  eso  Rivadavia  se  equivocó  casi  siempre: 
no  escuchaba  á  sus  amigos,  ni  quiso  escuchar  la 
opinión  de  sus  adversarios,  y  se  gastó  infructuo- 
samente para  su  propia  gloria  y  para  su  patría.> 

Si  al  ocuparse  de  Rivadavia  el  autor  no  ha  sabido 
emplear  un  severo  criterio  histórico,  que  él  necesi- 
taba más  que  nadie  para  moderar  su  tendencia 


—  109  — 

á  las  especulaciones  ideales, — no  es  dado  dirijir- 
le  igual  reproche  por  las  pajinas  que  dedica  á 
San  Martin.  Sin  embargo,  la  duilidad  esta  rota  : 
el  ave  tiene  necesariamente  que  caer  porque  ha 
plegado  una  de  sus  alas. 


103— Apuntes  acerca  de  Bernardino  Biva- 

davia*  Refutación  de  los  rasgos  biográficos  del  Dr.  Gu- 
tieiTez,  de  los  discursos  funerarios  de  los  Señores  Alsi- 
na,  Mitre,  Sarmiento  v  otros.  Montevideo  Imprenta  de 
La  República.  Propiedad  del  Sr,  Rósete.  1857.  En  S^^*, 
28  ps. 

Tiene  esta  segunda  carátula:  «Refutación  so- 
lemne de  los  rasgos  biográficos  y  discursos  escritos 
y  pronunciados  en  Buenos  Aires  por  los  Señores 
Gutiérrez,  Alsina,  Miti3  y  otros  con  motivo  de  los 
funerales  de  Don  Berm  -diño  Rivadavia,  basada 
en  hechos  históricos,  docu  rentos  y  testigos  ocula- 
res, de  los  sucesos  políticos  de  la  vida  pública  del 
antiguo  gobernador  de  Buenos  Aires — escrita  por 
uuportbSodenota — En  Buenos  Aires  1857.» 

Editada  en  Montevideo  el  año  que  indican  ambas 
carátulas,  esta  refutación  ha  sido  publicada  de 
nuevo  en  Buenos  Aires  en  1880,  con  motivo  de  las 
fiestas  del  Centenario.  Contrasta  notablemente 
con  el  discurso  de  laudatoria,  académica  pronun- 
ciado en  este  acto — V.  núm.  lOl  y  que  basta  por  sí 
solo  para  hallar  justificados  los  temores  que  el 
PortbSo  de  nota  abrigaba  de  que  se  siguiese  misti- 
ficando á  la  juventud  arjentina.  Presenta  descarna- 
dos y  sin  ambajes  cargos  serios  contra  D.  Bernar- 
dino Rivadavia  como  hombre  público,  y  lo  ataca  de 
una  manera  virulenta  y  terrible. 

Ignórase  quien  sea  el  autor  de  este  panfleto. 


—  lio  — 

104— Sa  a^eneral  D.  Jo«é  Arti8:as  reetifícacio- 
nes  y  juicio  crítico  sobre  la  vida  pública  de  dicho  perso- 
naje, a  propósito  de  las  conferencias  promovidas  por  el 
Doctor  J.  P.  Ramirez,  en  el  Ateneo  de  Montevideo,  y  de- 
dicado al  distinguido  publicista  doctor  D.  Juan  C.  Gó- 
mez por  un  Viejo  Oriental.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— calle  Alwna 
—60.  1880.  En 8®,  46 ps. 

Esta  carta  dirijida  al  doctor  Juan  Carlos  Gó- 
mez por  un  viejo  que  se  dice  «merodeador  de  la 
historia  oriental,»  recorre  la  vida  de  Artigas  con- 
siderándolo como  político  y  como  administrador, 
para  acumular  sobre  él  las  sombras  de  todas  las 
aberracionea  y  de  todos  los  delitos.  Mucho  malo 
se  ha  dicho  sobre  el  famoso  Protector  de  los  ptieblos 
libres  que  tanto  daño  causó  á  la  idea  revolucionaria 
y  en  tan  grande  peligro  la  puso ;  pero  nunca  se  ha- 
blan reunido  en  un  impreso  estas  acusaciones,  com- 
5 robadas  algunas  por  documentos  auténticos, y  to- 
as espuestas  con  profusión  de  detalles  minuciosos 
y  en  la  forma  constante  de  recuerdos  personales. 
Entre  el  Artigas  del  doctor  José  Pedro  Ramires  y 
el  del  Viejo  oriental  media  el  abismo  de  la  des- 
membración territorial  y  del  sacrificio  de  la  ver- 
dad histórica  hecha  en  aras  de  un  falso  orgullo  na 
cional. 


105— £1  General  !Lavalle  ante  la  justicia 
néstuma  por  Ángel  Jübtiniano  Carranza.  Artícu' 
los  insertos  en  «  La  Nación  •  y  enriquecidos  ahora  con 
nuevos  documentos.  Edición  dispuesta  por  algunos  pa- 
triotas amigos  del  autor.  Buenos  Aires.  Miguel  Macias, 
editor.  Imprenta  del  Pueblo,  Defensa  78.  MDCCCLXXX. 
En  4^,  392  ps.  Con  un  retrato  del  general  D.  Juan  La- 
valle. 


-  111  — 

Después  de  dedicar  su  obra  á  dos  <  benemérito» 
«oldados  de  la  cruzada  libertadora  de  1840»,  empie- 
za el  señor  Carranza  por  trazar  á  grandes  rasgos 
la  biografía  del  jeneral  Lavalle  hasta  el  combate 
del  Yerbal,  del  cual  regresa  herido  á  Buenos  Aires, 
donde  siendo  testigo  de  los  sucesos  que  en  esa  épo- 
ca se  desarrollaban  en  la  capital,  mostró  su  des- 
contento por  el  orden  de  cosas  establecido  y  se  afilió 
al  grupo  que  trabajaba  por  derrocar  del  poder  al 
Coronel  Dorrego,  Gobernador  lejítimo  de  la  Pro- 
vincia. Jefe  del  movimiento  subversivo  con  una 
parte  de  la  tropa  á  su  disposición,  obliga  al  Coro- 
nel Dorrego,  desprovisto  de  elementos  para  com- 
batirlo, á  huir,  dejando  acéfalo  el  mando.  Lavalle, 
á  quien  la  Junta  de  representantes  nombra  gober- 
nador provisorio,  informado  de  que  Dorrego  reunia 
milicias  en  la  campaña  con  la  ayuda  de  Rojas,  de- 
lega el  mando  en  el  Almirante  Brown  y  parte  á  la 
cabeza  de  600  lanceros  y  coraceros  para  impedir 
se  organice  la  resistencia;  consiguiendo  derrotará 
su  rival  compelido  á  aceptar  desigual  combate  en 
las  inmediaciones  del  pueblo  de  Navarro.  Decidido, 
sin  embargo,  Dorrego  á  no  abandonar  la  provincia 
sin  haber  tentado  todos  los  medios  sanos,  se  dirije 
hacia  el  Norte,  buscando  la  incorporación  del  cuer 
po  del  Coronel  Pacheco  que  regresaba  de  su  espe- 
dicional  desierto.  Conseguido  su  primer  objeto,  el 
Tejimiento  de  húsares  núm.  5®  de  línea,  acau- 
dillado por  sus  comandantes  de  escuadrón,  los  trai- 
dores Bernardino  Escribano  y  Mariano  Acha, 
tomaron  las  armas  con  el  mayor  sijilo,  y  en  cir- 
cunstancias que  Dorrego  conferenciaba  tranquila- 
mente con  el  Coronel  Pacheco,  arrestaron  á  ambos 
de  improviso.  Consumada  esta  pérfida  iniquidad, 
escribano  se  puso  en  marcha  con  su  presa  á  la  ciu- 
dad, adelantando  al  gobierno  la  noticia,  y  permi- 


—  112  — 

tiendo  al  Coronel  Dorrego  acompañara  dos  cartas, 
dirijida  la  una  á  Brown  y  la  otra  á  Miguel  Díaz 
Velez,  en  las  que  solicitaba  hicieran  valer  su  in- 
ñuencia,  para  que  lo  dejasen  pasar  á  los  Estados 
-Unidos  como  desterrado,  en  atención  á  la  lenidad 
con  que  habia  realizado  todos  los  actos  de  su  admi- 
nistración. 

Mientras  tanto,  muchos  partidarios  del  jeneral 
Lavalle,  presintiendo  la  salvación  de  Dorrego  si 
llegaba  á  penetrar  ea  Buenos  Aires,  por  su  grande  y 
merecida  popularidad,  asediaban  al  Gobernador  de- 
legado para  que  hiciese  cambiar  el  rumbo  que  traia, 
y  ordenase  lo  condujeran  al  cuartel  jeneral  de  La- 
valle;  y  al  mismo  tiempo  aconsejaban  á  este  último, 
decretase  el  fusilamiento  del  preso,  propinándole 
las  más  bajas  lisonjas,  propias  para  acabar  de  ma- 
rear al  débil  y  engreído  militar. 

El  Gobierno  mandó  un  chasque  á  Escribano  para 
que  llevase  el  preso  á  Navarro,  y  acompañó  varios 
oficios  en  los  que  aconsejaba  se  aceptasen  las  pro- 
posiciones de  Dorrego  dé  retirarse  del  pais  por  el 
tiempo  que  se  le  indicara;  pero  los  adversarios  del 
ilustre  vencido  no  descansaban,  pues  velan  en  el 
jeneral  Lavalle  un  ciego  instrumento  de  suscobar- 
quinaciones,  y  reunidos  en  cónclave  secreto,  man- 
des madaban  á  toda  prisa  un  chasque  con  dos  car- 
tas, délas  cuales  entresaco  las  siguientes  líneas 
dando  los  nombres  de  sus  autores,  tales  cuales  apa- 
recen en  el  libro  de  Carranza : 

«Después  déla  sangre  que  se  ha  derramado  en 
Navarro,  el  proceso  del  que  la  ha  hecho  correr 
está  formiado  ;  esta  es  la  opinión  de  todos  sus  ami- 
gos de  V.,  esto  será  lo  que  decida  de  la  revolución; 
sobre  todo  si  andamos  a  medias. 

<  En  íin,  V.   piensa  que  200  y  más  muertos  J 


—  113  — 

500  heridos  deben  hacer  entender  á  V.  cual  es  su 

deber  

<  Cartas  como  estase  rompen  y  en  circunstancias 
como  la  presente,  se  dispensan  estas  confianzas, 
etc. 

Juan  Cruz  Várela, 

«  No  se  sabe  bien  cuanto  puede  hacer  el  partido 
de  Dorrego  en  este  lance ;  él  se  compone  de  la  ca- 
nalla más  desesperada.  Sin  embargo,  puede  anti- 
ciparse que  si  sus  esfuerzos  son  impotentes  para 
turbar  la  tranquilidad  pública,  son  suficientes,  por 
lo  que  he  visto,  para  intimidar  ó  enternecer  á  las 
almas  débiles  de  su  ministro  y  sustituto.  El  señor 
Diaz  Velez  habia  determinado  que  Dorrego  entra- 
se á  la  ciudad ;  pero  yo,  de  acuerdo  con  el  señor  A. 
(Agüero),  le  hemos  dicho  que  dando  ese  paso,  él 
abusarla  de  sus  facultades,  porque  es  indudable 
que  la  naturaleza  misma  de  tal  medida  coartaba  la 
facultad  de  obrar  en  el  caso,  al  único  hombre  que 
debiera  disponer  de  los  destinos  de  Dorrego 

«  En  tal  caso  la  ley  es,  que  una  revolución  es  un 
juego  de  azar  en  el  que  se  gana  hasta  la  vida  de 
los  vencidos  cuando  se  cree  necesario  disponer  de 
ella.  Haciendo  la  aplicación  de  este  principio  de 
una  evidencia  práctica,  la  cuestión  me  parece  de 
fácil  resolución,  etc.  > 

Autógrafo  del  Dr.  D.  Salvador  Maria  del  Carril. 

Los  adversarios  de  Dorrego  consiguieron  su 
propósito  de  que  se  le  encaminara  aun  campamen- 
to militar,  donde  seria  pasado  por  las  armas  por 
estar  así  acordado  de  antemano,  según  lo  confiesa 
en  una  de  sus  cartas  el  Dr.  Carril.  Habiendo  lle- 
gado-al  campamento  de  Lavalle,  comunicóse  al 
preso  la  orden  de  muerte,  concediéndosele  el  breve 


—  114  — 

término  de  una  hora  para  preparar  sus  últimas 
disposiciones,  y  al  espirar  el  angustioso  plazo  fué 
ejecutado  militarmente,  sin  forma  de  proceso  de 
ninguna  tilase^  apesar  de  los  empeños  hechos  por 
eljeaeral  Lamadrid  para  que  Lavalle  escuchara 
á  su  rival— empeños  torpemente  rechazados  por  el 
vanidoso  é  inepto  vencedor.  El  coronel  Dorrego 
murió  como  un  verdadero  mártir  en  momentos  ea 
que  el  sol  se  nublaba;  inspirándose  en  sus  nobles 
y  jenerosos  sentimientos  habituales,  perdonó  á 
todos  sus  enemigos  y  pidió  á  los  amigos  no  venga- 
ran su  incalificable  muerte.  Un  bravo  camarada 
de  Dorrego,  Lamadrid,  ha  narrado  con  colores  vivos 
y  detalles  conmovedores,  los  últimos  instantes  de 
aquel  espíritu  fuerte,  á  quien  acompañó  hasta  la 
consumación  de  los  hechos.  El  Sr.  Carranza  repro- 
duce este  capítulo  de  las  memorias  del  viejo  vete- 
rano y  dos  cartas,  una  de  ellas  del  Sr.  Diaz  Velez 
y  otra  muy  estensa  del  Dr.  Salvador  Maria  del 
Carril,  en  que  aconseja  á  Lavalle  el  fusilamiento 
de  Dorrego. 

Sabida  por  todos  la  noticia  de  este  atentado,  cau- 
só una   sensación  profunda. 

Nadie  esperaba  aquel  acto  de  rigor  inútil  con 
el  primer  majistrado  que  acababa  de  firmar  la  sus- 
pirada paz  con  el  Brasil  y  que  pudo  cometer  erro- 
res, ofuscado  por  una  ambición  inquieta,  pero  que 
no  por  eso  dejaba  de  ser  un  guerrero  ceñido  con 
los  laureles  de  la  independencia  americana  y  pro- 
tejido por  el  recuerdo  de  la  clemencia  y  modera- 
ción que  empleó  constantemente  con  sus  adversa- 
rios políticos:  y  unánime  y  sincero  fué  el  dolor  de 
la  ciudad  y  la  campaña,  sólo  comparable  al  que 
produjo  en  Roma  la  muerte  de  Jermánico,  recon- 
quistádor  de  las  águilas  de  Varo. 

A  pesar  de  todo,  los  hombres  de  principios  del 


J 


—  115  — 

f partido  unitario,  que  habian  preparado  la  inmo- 
ación  de  Dorrego,  la  aplaudian  con  alborozo,  como 
puede  verse  por  las  cartas  que  publica  el  Sr.  Car- 
ranza 7  de  las  cuales  trascribo  estos  párrrafos  : 


Señor  Jeneral 


« En  este  momento  veo  impreso  el  oficio  que  V. 
ha  dirijido  al  Ministro  anunciándole  la  justa  y 
bien  merecida  muerte  de  Dorrego.  V.  debe  saber 
quizá  que  no  soy  lisonjero ;  pero  en  este  momento 
quiero  que  mis  sentimientos  particulares  fueran  los 
de  toda  la  masa  de  esta  población,  para  manifestar- 
le á  Vd.  el  reconocimiento  que  inspira  un  hombre 
como  Vd.  etc. 

Jibán  Cruz  Várela. 

El  Sr.  Carril,  después  de  conocer  la  manera  sal- 
vaje con  que  se  habia  procedido  para  el  fusilamien- 
to de  Dorrego,  sin  proceso  previo,  sin  forma  de 
juicio  de  ninguna  clase  y  concediendo  sólo  una 
hora  de  plazo  entre  la  notificación  y  la  ejecución 
de  la  orden, — sujeria  el  consejo  siguiente: 

<  Mi  querido  General 

«  Me  tomóla  libertad  de  prevenirle  que  es  con- 
veniente que  recoja  V.  una  acta  del  consejo  verbal 
que  debe  haber  precedido  á  la  fusilacion.  IJn  ins- 
trumento de  esta  clase,  redactado  con  destreza, 
será  un  documento  histórico  muy  importante  para 
su  vida  postuma.  El  Sr.  Gelly  soportará  bien  en 
esto :  que  lo  firmen  todos  los  jefes  y  que  aparezca 
V.  confirmándolo. 

<  Debe  fundarse  en,  etc. 

Salvador  María  del  Carril. 


—  116  — 

«  Mi  General  y  querido  amigo 

«  La  familia  de  Dorrego  vino  ayer  con  empeños 
por  licencia  para  ir  á  Navarro  á  conducir  el  cadá- 
ver y  darle  aquí  sepultura.  Unos  le  han  dicho  que 
estaba  tirado  en  el  campo,  otros  que  confundido  ea 
la  fosa  donde  yacian  los  muertos  en  la  acción.  Le 
respondí  á  este  respecto  lo  conveniente,  y  sobre  li- 
cencia les  dije  clarito,  como  acostumbro,  que  lejos 
de  darla,  escribirla  á  V.  que  no  consintiera  tal  de- 
satino en  el  dia :  que  allí  habla  una  iglesia  donde 
yo  sabia  estaba  sepultado  y  que  el  párroco  crasa 
primo.  Lapolicia  está  prevenida  de  negarle  tam- 
bién la  licencia.  > 

José  Miguel  Diaz  Velez, 

Esto  último  firmaba  sin  escrúpulo  el  amigo  á 
quien  habia  recurrido  Dorrego  para  que  interce- 
diera en  su  favor ! 

El  Dr.  Salvador  Maria  del  Carril  comprendía  el 
crimen  cometido  y  la  inmensa  responsabilidad  que 
caerla  sobre  los  que  directa  ó  indirectamente  ha- 
blan tomado  parte  en  él,  y  reiteraba  tenazmente 
sus  primeros  consejos. 

Señor  General  D.  Juan  Lavalle. 

Buenos  Aires.  20  de  Diciembre  de  1828. 

«  Mi  querido  jeneral :  Cuatro  palabras  sobre  la 
muerte  de  Dorrego  y  no  más  :  ella  no  pudo  ser  pre- 
cedida de  un  juicio,— 1®  porque  no  habla  jueces; 
2  ®  porque  el  juicio  es  necesario  para  averiguar  los 
crímenes  y  demostrarlos,  y  de  los  atentados  de 
Dorrego  se  tenia  más  que  juicio,  opinión  de  su  evi- 
dencia existente  y  palpable  comprobada  por  mu- 
chas víctimas,  por  un  número  considerable  de  tes- 


—  117  — 

tigos  espectadores  y  por  su  prisión  misma.  ¿  No 
será  conveniente  dejar  á  los  contemporáneos  y.  á  la 
posteridad,  en  los  mismos  esfuerzos  qae  se  hagan 
para  suplir  las  formas  que  no  se  han  podido  llenar 
ó  que  eran  innecesarias  en  el  caso, — una  prueba 
viva  del  estado  de  la  sociedad  en  que  hemos  teni- 
do,  Vd.  y  70,  la  desgracia  de  nacer  y  de  la  clase  del 
malvado  que  se  ha  visto  V.  forzado  á  sacrificar  á 
la  tranquuidad?  ¿T  una  acta  que  contuviese  el 
complot,  porque  no  quiero  disminuir  nada  á  la  fuer- 
za del  término,  délos  jefes  y  comandantes  de  su 
división ;  hombres  de  diferentes  circunstancias,  in- 
dependientes muchos :  de  sacrificar  la  cabeza  de 
una  facción  desesperada,  votando  á  unanimidad  la 
muerte,  no  llenaría  bien  los  dos  objetos  de  mi  pre- 
gunta? Me  hace  fuerza  la  afirmativa,  querido  jene- 
ral.  Pero  por  más  fuerzas  que  tengan  las  reflexio- 
nes que  quedan  sentadas,  no  inducen  la  necesidad 
de  conformarse  con  ellas,  si  no  se  podia  contar  con 
la  unanimidad  ó  la  mayoría.  Contando  con  ellas, 
me  parece  que  es  más  que  necesario,  diestro  y  útil 
hacerlo :  la  necesidad  se  deduce  de  consideracio- 
nes abstractas  que  he  indicado ;  pero  la  destreza 
y  la  utilidad  son  prácticas,  y  así  llamaré  yo  al 
compromiso  de  los  jefes  y  comandantes  en  un  asun- 
to capital , 

Salvador  Maria  del  Carril. 
(con  iniciales) 

El  Sr.  Carranza,  después  de  haber  dado  á  cono- 
cer los  consejos  que  recibia  Lavalle  de  los  hombres 
de  principios  del  partido  unitario,  por  medio  de 
gran  número  de  cartas  de  la  Índole  ae  las  trascri- 
tas^ hace  una  biografía  sumaria  del  Coronel  Dorre- 
f;o,  y  pretende  luego  disculpar  el  crimen  de  Lava- 
la,  recordando  con  tal  objeto  algunos  antecedentes 

8 


—  118  — 

históricos,  como  la  inmolación  de  Liniers  por  la 
Junta  de  1810,  la  de  Alzaga  por  los  triunviros  de 
1812  y  la  de  Borjes  por  Belgrano.  Refiere  también 
muchísimos  actos  posteriores  de  la  vida  de  Lavalle 
para  demostrar  el  arrepentimiento  sincero  de  que 
estaba  dominado,  acaso  el  remordimiento  que  lo 
persiguió  hasta  su  muerte.  La  otra  parte  de  la 
obra,  que  ocupa  223  ps.  es  un  aditamiento  de  pie- 
zas justificativas,  á  las  cuales  se  han  agregado 
diversos  artículos  de  la  prensa  periódica  del  Rio 
de  la  Plata  referentes  áella. 

Como  se  desprende  del  estracto  que  acabo  de  ha- 
cer, el  libro  de  Carranza  reconoce  por  único  objeti- 
vo justificar  la  conducta  de  Lavalle  en  el  fusila- 
miento de  Dorrego,  compartiendo  entre  varios 
prohombres  del  partido  unitario  la  responsabili- 
dad de  un  crimen,  que  eljeneral  Lavalle  tuvo  si- 
quiera la  grandeza  de  recojer  para  sí  solo,  después 
de  haber  violado  torpemente  los  principios  déla 
justiciay  las  formas  más  elementales  del  derecho. 
Si  no  conociéramos  al  Señor  Carranza  como  un  ad- 
mirador entusiasta  del  partido  unitario,  le  supon- 
dríamos una  habilidad  admirable  para  servirse  de 
la  burla  y  del  sarcasmo.  Nadie  fustiga  mejor  ni  más 
parejo  que  él — lo  mismo  que  trata  ae  deiíender;  y 
el  partido  cuyos  méritos  y  servicios  se  propone 
enaltecer,  sólo  puede  agradecerle  su  buena  volun- 
tad, pues  recibe  con  cada  una  de  sus  publicaciones, 
siempre  repletas  de  rica  documentación,  ataques 
que  envidiarían  los  más  hábiles  adversarios  por  la 
sincera  fé  que  resalta  en  ellos,  proporcionando 
datos  preciosos  para  el  proceso  que  no  tardarán  en 
levantar  las  jeneracionesprócsimas. 

Hasta  ahora  se  creia  que  la  muerte  de  Dorrego  se 
debia  al  enceguecimiento  de  un  vencedor  impetuo- 
so que  en  un  momento  de  ofuscación,  acaso  discul- 


—  119  — 

pable  por  el  ardor  de  la  lucha  y  la  ecsaltacionde  las 
pasiones,  había  consumado  el  atentado ;  y  todos  se 
hallaban  dispuestos  á  perdonar,  lamentando  la 
muerte  temprana  que  truncaba  una  ecsistencia  lle- 
na de  esperanzas  para  la  organización  y  el  progre- 
so de  la  patria.  I^ero  el  Señor  Carranza  nos  pa- 
tentiza, a  la  luz  de  documentos  incontestables,  que 
fué,  por  el  contrario,  un  hecho  perfectamente  me- 
ditado y  convenido  éntrelos  consejeros  y  directo- 
res de  la  política  triunfante,  y  nos  muestra  á  Lava- 
lie  como  un  instrumento  inconsciente,  dúctil  para 
todas  las  pérfidas  maquinaciones. 

Este  libro  arroja  sobre  un  partido  entero  la  man- 
cha que  más  nublaba  el  nombre  de  L avalle.    Su 
autor  cree  que  éste  <aparece  puro  en  su  resurrección 
histórica,  y  ninguna  nube  proyectará  sobre  él  la 
sombra  de  Dorrego,»  y  que  ha  llegado  la  hora  de 
fundir   <en  bronce  eterno  la  estatua  ecuestre  del 
jeneral  Juan  Lavalle,  para  entregarla  al  respeto 
délas jeneraciones  venideras > .  Desgraciadamente, 
las  ideas  falseadas  cunden  á  la  par  de  las  verda- 
deras, y  la  juventud  de  hoy,  siguiendo  la  tradi- 
ción de  sus  padres,  olvida  el  nombre  de  Dorrego 
para  sublimar  el  de  su  verdugo.    Los  servicios  de 
este  último  á  la  causa  de  la  independencia,  sus  in- 
tenciones patrióticas,  su   arrepentimiento  prolon- 
gado al  comprender  que  habla  piopendido  direc- 
tamente al  entronizamiento  de  Rosas — todo  esto 
unido  á  algunas  bellas  cualidades  que  adornaban 
su  carácter,  reclaman  la  benevolencia  de  la  histo- 
ria para  invocar  su  perdón  y  deciden  á  consagrarle 
un   recuerdo   duradero  y  afectuoso;   pero  ecsijir 
una   estatua,  presentarlo  como  modelo  á  la  pos- 
teridad, equivale  á  aplaudir  errores  que   deben 
ser   condenados,  equivale  á  resucitar  una  época 
unáaimemente  vituperada,  equivale  á  renegar  de 


—  J20  — 

nuestiros  progresos  políticos  y  sociales, — porjae 
Lavalle  sólo  puede  servir  de  ejemplo  aterroriza 
dor  para  los  que  no  conciban  cuántos  desastres, 
cuántas  funestas  calamidades  causan  sin  preveerlo 
los  hombres  débiles,  incapaces  de  utilizar  en  bene- 
ficio de  su  patria,  las  condiciones  con  que  los  favore- 
ciera la  naturaleza,  ó  que  no  llegan  a  realizar,  por 
falta  de  aptitudes  y  voluntad,  sus  intenciones  sanas 
ó  sus  propósitos  nobles. 

La  talla  intelectual  de  Lavalle  no  sobrepasa  en 
nada  á  la  de  cualquiera  de  sus  contemporáneos ; 
los  males  que  causaron  sus  estravios  oscurecen  sus 
servicios;  las  ideas  (j[ue  defendía  fueron  las  de  su 
jeneracion;  sus  horizontes  no  arrojaron  ninguna 
luz  en  el  porvenir,  y  su  figura  y  sus  obras  han  te- 
nido teatro  suficiente  en  el  pasado.  Dorrego,  á  quien 
la  fortuna  fué  siempre  adversa  en  vida,  se  ajiganta 
al  lado  de  su  rival  é  inmolador,  apesar  de  que  la 
ingratitud  de  los  viejos  odios  enjendrados  por  nues- 
tras situacionas  políticas,  lo  han  seguido  hasta  su 
tumba,  donde  aun  espera  los  respetos  que  corres- 
ponden á  sus  altos  servicios  y  la  reparación  que 
ecsije  su  memoria  profanada  por  el  tirano  mismo 

Íuela  creia  digna  de  venganza.  Apóstol  de  las  ideas 
que  debe  la  Kepública  su  prosperidad  creciente, 
les  prestó  su  elocuencia]como  tribuno,  su  talento  co- 
mo militar  y  su  sangre  "como  mártir:  se  adelantó  á 
su  tiempo  y  la  posteridad  acató  sus  fallos.  En  los 
momentos  aciagos  de  la  lucha,  marcó  con  seguridad 
los  rumbos  de  la  marcha  lejana.  Su  figura  se  pro- 
yecta luminosa  en  el  futuro,  después  de  haberse 
destacado  con  brillo  en  la  historia. 

La  trajedia  sombría  de  Navarro  ofrece  dos  vícti- 
mas— Una  desaparece  en  el  patíbulo,  iluminada  por 
la  visión  del  porvenir  y  embellecida  por  la  sublime 
resignación  de  los  que  mueren  mártires  de  las  ideas 


—  121  — 

7  de  las  instituciones  ;  la  otra  se  hunde  en  la  his- 
toria {prolongando  sus  dias  para  reparar  grandes 
estravios  é  implorar  el  perdón  délas  jeneraciones 
que  le  suceden. — Hoy  es  ya  tiempo  de  olvidar  al 
culpable  y^  enaltecer  al  primero  que  dio  forma  á 
los  principios  de  nuestra  inconmovible  organiza* 
cion  actual. 

Para  juzgar  á  nuestros  muertos  ilustres,  dese- 
chemos una  vez  por  todas  los  viejos  rencores  con 
que  nos  contajia  la  tradición,  y  sin  escuchar  los  mo- 
vimientos de  nuestra  sensibilidad  impresionable, 
Sroclamemos  estrictamente  la  verdad,  en  nombre 
e  la  severa  imparcialidad  de  la  historia.  Si  nos  es 
imposible  destruir  las  preocupaciones  del  presente, 
tengamos  al  menos  para  el  pasado  un  criterio  de 
esactitud  y  veracidad.  El  pudor  mismo  contempla 
con  ojos  codiciosos  los  placeres  del  vicio  en  la  pen- 

E endiente  de  la  virtud:  los  pueblos  padecen  de- 
ilidades  semejantes,  y  conviene  conservar  en  ellos 
el  culto  de  sus  antecesores  dignos,  marcando  con 
el  sello  de  los  elejidos  á  sus  verdaderos  benefac- 
tores. 

En  cuanto  &  las  personalidades  indecisas  ó  ras- 
treras que  suelen  decidir  con  una  cobardía  ó  una 
bajeza  de  vidas  que  la  patria  necesitaba  conser- 
var para  la  buena  dirección  de  sus  destinos,  cú- 
bralos el  eterno  olvido  de  los  que  piensan  y  aman, 
y  pueda  siempre  aplicárseles,  aunque  arrastren 
todavía  su  ecsistencia  sobre  la  tierra,  el  verso  de 
Delavigne  en  su  elejia  á  Waterloo: 

lis  ne  sont  pas,  laissee  enpaix  leurs  cendres. 

106->Iia  reTolncion  del  39  en  el  Sor  de 
Buenos  Aires»  por  Ángel  Justiniano  Carranza. 
Condecorado  con  la  Orden  Española  del  Mérito  Naval: 
Ifiemhro  de  Sociedades  Literarias  y  Cientíñcas  en  Eu- 


—  122  — 

íOpa  y  América.  Ilustrada  coa  retratos  y  diagramas. 
Buenos  Aires.  Miguel  Maclas  edictor.  Imprenta  del  Pue- 
blo, Defensa  78.  MDCOOLXXX.    En  8®,  xxii-432  ps. 

Hay  una  lámina  con  los  retratos,  en  mala  fotografía,  de 
los  Señores  Martínez  Castro,  Ramos  Mejia,  Barragan, 
F.  Ramos  Mejia,  Castelli,  Ferrari,  Gándara,  Madero  y 
P.  Ramos  Mejia,  iniciadores  del  movimiento  del  Sud. 

El  año  1879  publicó  D.  Akgbl  Jüstiniano  Car- 
ranza otro  libro  sobre  esta  misma  revolución,  he- 
cho ex-profeso  para  encomiar  áD.  Carlos  Tejedor, 
á  quien  presentaba  como  el  almade  ese  movimiento. 
Me  ratifico  en  el  juicio  enunciado  en  el  N  ® .  lOíS 
del  Anuario  anterior,  al  leer  el  nuevo  volumen 
contradictorio  del  primero.  El  de  1880  quiere  poner 
las  cosas  en  su  lugar;  y,  por  lo  que  respecta  al  Doc- 
tor Tejedor,  lo  hace  maravillosamente,  relegándolo 
al  papel  secundario,  único  que  desempeñó  en  la  ci- 
tada revolución. 

Pero  no  me  limito  allí  á  apreciar  el  trabajo,  sino 
que  aprecio  también  al  autor,  con  la  severidad  que 
reclamaba  tan  indigno  conjunto  de  adulaciones.  D. 
Anjbl  Justiniako  Carranza  no  merecerá  nunca  fé 
como  historiador.  Cuando  se  lleva  la  parcialidad 
hasta  el  estremo  que  él  la  ha  llevado,  cuando  se 
fuerzan  los  hechos  y  mistifican  los  antecedentes  por 
darse  el  placer  de  echar  incienso  al  rostro  de  lo« 
falsos  dioses, — el  sacerdote  es  un  prevaricador  que 
ha  desconocido  la  grandeza  de  su  misión,  encena- 
gándose al  par  de  los  más  bajos  pecadores. 

Conviene  mostrarse  duros  con  los  que  así  esplo- 
tan  la  confianza  que  se  deposita  en  los  escritores 
provistos  de  elementos  para  decir  la  verdad.  Sin 
embargo,  declaro  que  soy  harto  benévolo;  y  el 
lector  puede  ver,  antes  de  esta  noticia  biblio- 
gráfica, el  título  de  otro  libro  que  me  abstengo  de 
calificar;  pero  que,  como  parte  de  la  obrajeac- 


-  123  — 

ral,  como  producto  de  la  misma  pluma,  del  mismo 
criterio,  de  las  mismas  intenciones,  no  puedo  dejar 
de  mentar  para  poner  de  manifiesto  al  hombre  com- 
pleto — al  escritor  puramente  venal. 

Elproemio  que  abraza  las  XXII  primeras  pajinas 
eslo  mejor  escrito  que  conozco  de  este  autor.  Pre- 
senta el  retrato  de  Rosas  con  rasgos  hábiles  y  jus- 
ticieros, aunque  inesactos  en  muchos  detalles. 

Los  VIII  capítulos  que  forman  el  testo  ó  el  cuer- 
po del  libro,  contienen  la  narración  detenida  y  pe- 
sada de  la  revolución  del  39,  con  notas  y  documen- 
tos que  sirven  de  comprobantes.  En  los  dos  pri- 
meros capítulos  refiere  cdnio  se  pusieron  en 
comunicación  los  nueve  iniciadores  de  la  revolu- 
ción, contentándose  con  dar  pocos  datos  biográficos 
de  algunos  de  ellos ;  pinta  el  estado  de  la  opinión 
en  la  campaña,  favorable  al  derrocamiento  del 
tirano,  cuenta  el  fusilamiento  del  inolvidable  Maza 
y  las  relaciones  de  L  aval  le  y  Rivero,  copiando 
dos  cartas  de  este  último  para  probar  que  la  ene- 
mistad ecsistente  en  esos  momentos  entre  ambos, 
dependía  de  que  Rivero  mantenía  negociaciones  de 

Íaz  con  Rosas,  y  narra  la  salida  de  la  espedicion  de 
lontevideo  al  mando  del  jeneral  Lavalle.  En  el 
cap.  III  empiezan  las  divagaciones  á  todo  vue- 
lo: habla  del  reclamo  presentado  por  el  Cónsul 
Francés  al  Gobierno  Arjentino  con  motivo  del  mal 
trato  dado  á  varios  ciudadanos  de  esa  nación  ;  en- 
tra con  este  motivo  en  escena  el  Almirante  Leblanc 
y  sale  lijeramente  biografiado. — El  cap.  IV  continúa 
todavía  rumbos  perdidos  :  combate  de  Martin  Gar- 
cía tomada  por  los  Franceses  al  mando  de  Dague- 
net  con  ausilio  áe  2O0  orientales  de  las  fuerzas  de 
Rivero^  después  de  una  heroica  defensa  de  parte  de 
los  133  hombres  que  ocupaban  la  isla  en  ese  mo- 
mento— Por  fin,  en  el  cap.  V  vuelve  á  tomar  ©1  hi- 


—  «4  ~ 

lo  de  la  narración  y  sigue  á  los  espedicionarios, 
salidos  de  Montevideo,  hasta  su  desembarco  en 
Martin  Garcia.  El  jeneral  Lavalle  es  recibido  allí 
con  gran  entusiasmo,  no  sin  haber  antes  solicita- 
do y  obtenido  el  apoyo  caluroso  del  Almirante 
Leblanc,  con  quien   pactó  alianza.    Lavalle  se 
dedica  á   organizar    la  columna  espedicionarlar 
fuerte  de   unos  500  hombres,  y  se  inclina  á  de- 
sembarcar   en   la  Laguna   de   los  Padres  donde 
numerosos  amigos  de  causa    debian  incorporár- 
sele con  algunos  elementos.    Esplica  el  autor  en 
el  cap.  VI  las  vacilaciones  que  producía  en  el  áni- 
mo de  Lavalle  la  conducta  desleal  del  Presidente 
Rivero,   precisamente    cuando  fuerzas  de  Rosa» 
invadían  el  Estado  Oriental;  lo  cual  orijina  en  el 
gabinete  Uruguayo  un  cambio  muy  favorable  para 
la  empresa  de  los  arj entines,  haciendo  modificar  el 
plan  de  campaña ;  resuelve,  entonces,  que  los  ejér- 
citos oriental  y  arj entino  operarían  conjuntamente 
en  Entre  Rios,  no  obstante  ecsijir  Rivero  que  La- 
valle  obrara  en  Montevideo,  ofreciéndole  toda  su 
ayuda  para  más  adelante.  Este  nuevo  plan  de  cam- 
paña produce,  según  se  ve  en  el  capítulo  siguiente, 
una  malísima  impresión  en  el  ánimo  de  los  emigra- 
dos arjentinos,  distinguiéndose  entre  las  cartas  qae 
copia  el  autor  para  probar  la  desaprobación  del  nae- 
vo  plan,  una  muy  bien  concebida  del  Dr.  D.  Juan  B. 
Alberdi,  quien  aconsejad  desembarco  en  Buenos 
Aires.   Sin  embargo,  nada  de  esto  consigue  hacer 
cambiar  el  nuevo  rumbo,  y  la  lejion  libertadora 
abandona  la  isla  de  Martin  uarcia,  para  desembar- 
car en  Entre  Rios,  mientras  que  los  hacendados  del 
Sud,  totalmente  desengañados,  sólo  reciben  el  arre- 
pentimiento tardio  de  Lavalle  cuando  le  reclama- 
ron que  desembarcase  en  esas  costas  de  nuestra 
«ampaña. 


—  125  - 

Frustrada  así  la  empresa  de  colocar  al  jeneral 
liavalle  al  frente  de  la  revolución  del  Sur,  los  ha- 
eendados  se  resignaron  á  esperarla  llegada  de  ese 
nuevo  Mesias ;  determinándose  algunos,  como  lo 
espresa  el  cap.  VIII,  á  pasar  al  Norte,  sin  más  obie- 
to  al  parecer  que  aprocsimársele ;  pero  probable- 
mente para  cerciorarse,  palpándole  las  llagas,  de 
que  él  era  en  realidad  del  divino  mensajero  que  de- 
bía reedificar  el  templo  en  tres  dias.  Concluye  el 
6y.  Carranza,  para  no  perder  la  costumbre,  con  una 
historia  sumaria  del  pueblo  de  Dolores,foco  de  la  re- 
revolución,  y  con  la  esposicion  de  los  motivos  que 
precipitaron  el  pronunciamiento  del  29  de  octubre, 
en  medio  de  la  efervescencia  popular,  que  llegó  á 
punto  de  destrozar  y  ultrajar  públicamente  el  re- 
trato de  Rosas  á  una  señal  del  comandante  Rico, 
el  cual  figuraba  entre  los  jefes  de  los  revolucio- 
narios. 

En  el  suplemento,  que  ocupa  la  mitad  del  libro — 
ps.  213  á  428, — incluye  el  autor  una  estensa  répli- 
ca al  Dr.  José  M.  Can  tilo,  que  salió  en  defensa  de 
0u  abuelo  D.  Francisco  Muñoz,  invocando  como 

Sruebas  de  su  rectificación  recuerdos  de  familia, 
'orman  el  resto  del  suplemento  ampliaciones  y 
comprobantes  de  los  capítulos  IV,  V,  Vil,  y  VIII. 
Como  se  desprende  de  este  lijero  estracto,  dado 
que  ello  necesitase  todavía  ampliación,  el  doctor 
Carranza  no  es,  en  su  calidad  de  historiador,  el 
juez  que  conoce,  ecsamina  las  pruebas  y  da  su  fallo 
justiciero  é  imparcial,  sino  un  simple  narrador,  di- 
fuso y  monótono.  Salta  á  la  vista  en  el  presente 
libro  la  intención  de  no  condenar  los  errores  del 
ieneral  Lavalle,  no  obstante  que  debe  comprender- 
los. Parece  influenciado  por  el  fanatismo  que  con- 
servan todavía  algunas  personas  hacia  la  memoria 
del  valiente  militar.  Grandes  pasiones  y  nobles  sen- 


-  126  — 

timie]ito{spDdrá>njastiñcar  errores  é  invocar  gratl- 
iad  7  amor  á  su  recuerdo ;  pero  jamás  tan  releiran- 
tes  prendas  probarán  que  los  talentos  militares  7 
políticos  del  jeneral  Lavalle  estuvieron  ala  altu- 
ra de  las  circunstancias,  de  las  esperanzas  que  se 
cifraron  en  él,  ni  mucho  menos  de  la  habilidad 
del  tirano  arj  entino. 

.L avalle  hizo  triunfar  lo  que  combatió  con  más 
tesón  ;  7  si  esta  circunstancia  constitu7Ó  su  desgra- 
cia, fué  también  la  base  de  su  popularidad.  Estece* 
cho  no  es  un  fenómeno  estraño  en  la  historia  arjen- 
tina:  se  ha  repetido  en  nuestros  dias,  como  para  pro- 
bar que  el  pueblo  suele  enamorarse  del  desvalido. 
Pero  no  se  triunfa  con  la  ecsaltac'on  del  sentimieb- 
to  ni  con  buenas  intenciones  :  requiérese  sobra  todo 
la  intelijí^ncia  de  los  acontecimientos.  El  principio 
de  la  escena  revolucionaria  que  nos  presenta  el  Sr. 
Carranza,  revela  que  no  hemos  adelantado  nada  en 
estas  materias — 7  aunque  ello  sea  consolador  para 
los  arjentinós  libres  de  tiranías  que  combatir,  no 
deja  también  de  ser  curioso  comprobar  que  hace 
40  años  las  revoluciones  afectaban  la  misma  forma 
que  ho7 :  los  jenerales  lanzaban  proclamas  igual- 
mente retumbantes  acariciando  inmensos  horizon- 
tes 7  pro7ectando  grandiosas  mejoras,  para  obrar 
con  cretina  ineptitud  despides  de  haber  sacrificado 
la  estéril  abnegación  del  pueblo. 

No  recuerdo  qué  escritor — debe  ser  un  poetar- 
creia  haber  mamado  en  el  seno  de  su  nodriza  la 
tristeza  que  lo  aquejaba,  por  ser  la  misma  de  que 
aquélla  padecía. — Diríase  que  una  parte  de  la  je- 
neracion  presente  ha  recibiao  del  seno  de  la  emi- 
gración la  inhabilidad  7  el  soplo  revolucionario 
que  la  aquejaban. 


—  137  — 

107^Disear8O  pronunciado  por  el  Presiden- 
TE  Bs  LA  República  en  la  solemne  inhumación  de  los 
restos  del  General  San  Martin.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  El  Nacional.  Bolivar  65  y  67.  1880.  En  8*=* ,  12  ps. 

Es  éste  uno  délos  más  bellos  discursos  del  Dr. 
Nicolás  Avellaneda:  el  recuerdo  de  las  hazañas 
del  gran  capitán  americano  bajo  una  forma  rica  al 
par  que  severa,  con  cuadros  llenos  de  luz  y  frases 
admirablemente  modeladas. 

Trascribo  el  párrafo  que  creo  de  mayor  intensi- 
dad de  pensamiento  y  de  novedad  en  la  espresion — 
característico  como  juicio  histórico  : 

<  Conozcamos  ahora  al  hombre  y  al  guerrero. 

«Las  ciudades  de  la  América  no  lo  vieron  en- 
trar tras  de  las  batallas,  bajo  sus  arcos  de  triunfo. 
La  vanidad  es  una  molicie  y  no  cabia  ésta  en  su 
viril  naturaleza.  No  esparció  jamás  su  espíritu  en 
el  festin,  ni  dio  paso  á  la  voz  de  su  contento  en  el 
boletín  de  la  victoria.  MuchdS  creen,  sin  embargo, 
que  su  orgullo  era  inmenso.  Treinta  años  de  ca 
lumnias  innobles  no  alcanzaron  á  hacer  subir  una 
palabra  de  defensa  desde  su  corazón  hasta  sus  la- 
bios. La  ingratitud  no  le  arrancó  una  queja  Las 
almas  profundas  sólo  son  entrevistas,  como  el  via- 
jero de  la  montaña  descubre  á  veces  un  abismo,  á 
la  luz  de  un  relámpago  ;  y  San  Martin  fué  sor- 
prendido un  dia  en  la  soledad  de  su  gabinete,  con- 
templando su  retrato,  que  habia  él  mismo  colocado 
entre  el  de  Napoleón  y  el  de  Wellington. » 


—  128  — 

108— Apuntes  blo^ráüeos  del  General  Ja« 
lio  A,  Roca  por  Benjanin  Posse.  Córdoba.  Impren- 
ta de  El  Interior.  1880-  En  8®,  31  ps.  con  un  retrato  del 
Jeneral  Roca. 

D.  Bbkjamin  Possb,  antiguo  redactor  de  La  Tri- 
luna  Arjentina^  de  El  Interior  de  Córdoba,  y  hoy 
de  La  Tribuna  Nacional^  tiene  bien  sentada  la  re- 
putación de  escritor  hecho,  para  pensar  que  los 
Apuntes  biográficos  del  jeneral  Julio  A»  Boca  vienen 
recien  é  revelarlo;  pero  ellos  son,  seguramente,  uno 
de  los  mejores  testimonios  de  la  galanura  jamás 
desmentida  de  su  estilo,  de  la  movilidad  y  limpie- 
za de  su  frase,  del  brillo  y  armenia  de  sus  periodos. 

Más  que  una  biografía,  que  tampoco  lleva  ese  tí- 
tulo, el  folleto  contiene  aatos  y  apreciaciones  en 
forma  de  amenísima  lectura,  guardando  cuidadosa- 
mente la  unidad  que  á  estejénero  de  trabajos  cor- 
responde. 


109— Reseña  biográñca  de  Domingo  F.  Itor- 
miento  por  A.  Bel.,  seguidos  de  ]os  discursos  pronun- 
ciados por  el  General  Sarmiento  en  el  seno  de  la  juven- 
tud, el  30  de  Mayo  de  1880,  y  en  el  acto  de  bendecir  la 
bandera  del  Batallón  núm.  1 1  de  Infantería  de  línea, 
del  Programa  de  su  candidatura  y  de  otras  piezas.  Ter- 
cera edición.  Buenos  Aires  Imprenta  del  I^cíonal,  Bo- 
tivar  65  y  67.  1880.  En  4  ®  menor,  72  ps.  y  la  fotografia 
de  un  busto  del  jeneral  Sarmiento. 

Tres  ediciones  de  este  folleto  en  el  espacio  de 
pocos  meses  y  el  nonibre  de  su  autor,  A.  Bel,  (Au- 
gusto Bblin  Sarmibnto),  nieto  del  jeneral,  garan- 
ten la  esactitud  de  los  datos  y  la  bondad  del  tra^- 
bajo. 

La  parte  biográfica  ocupa  apenas  un%s  20  páji* 


—  129  — 

ñas,  escrita  sumariamente  7  siguiendo  un  orden 
cronolóiico. 

Nacido  el  año  11,  Domingo  F  Sarmiento  empie- 
za su  carrera  en  1826,  de  alférez  7  luego  teniente 
deQuiroga  Carril ;  a7udante  del  jeneral  Vega  en 
1829,  edecán  del  jeneral  Al  varado,  a7udante  de  co- 
raceros déla  guardia  del  jeneral  Paz,  en  1831,  des- 
terrado, escritor,  periodista^  autor  del  Facundo  en 
1845, — su  ecsistencia  se  multiplica,  derramáadose 
su  actividad  por  diversos  senderos,  que  lo  condu- 
cen á  los  más  elevados  puestos  del  pais  7  á  la  con- 
sideración 7  respecto  de  los  pueblos. 
.  El  discurso  pronunciado  por  el  jeneral  Sarmien- 
to en  el  acto  de  bendecir  la  nueva  bandera  del  B».- 
tallon  11  de  linea,  ha  sido  publicado  separadamente 
7  el  lector  lo  hallará  ea  la  sección  respectiva  del 
Anicario. 


llO—IiOS  Charrúas  por  Ramón  Lista^  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  133  á 
139.  1880.  En  8®,  16  ps. 

El  joven  Ramok  Lista  dedica  <al  distinguido 
arqueólogo  Manuel  Ricardo  Trelles,>  este  breve 
estudio  de  la  índole,  costumbres  7  grado  de  cultu- 
ra de  los  charrúas,  á  quienes  defiende  de  la  acusa- 
ción de  deslealtad  prodigada  por  diversos  autores. 

Después  de  lijeras  apreciaciones  sobre  el  hom- 
bre primitivo  de  la  Banda  Oriental  del  Urugua7, 
que  á  su  juicio  «percenece  ala  presente  época  jeo- 
lójica,  CU70S  ajentes  obran  aún  á  nuestra  vista,» 
sin  negar  que  pueda  ser  mucho  más  antigao,  —ter- 
mina con  algunos  interesantes  detalles  sobre  los 
instrumentos  de  piedra  de  esa  rejion,  anteriores  á 
la  espedipion  de  Solis  ó  posteriores  á  ella  hasta  la 


—  130  — 

destrucción  total  de  los  charrúas  en  1831.    Es  un 
folleto  bien  meditado  y  cultamente  escrito. 


111— Apunte»  biográficos  de  Adelaida  Tes- 
«ero -Crnidone  primera  actriz  de  la  Real  Compañía 
Dramática  Italiana  A.  Tessero  y  A.  Morelli.  Buenos  Ai- 
res. Imprenta  Ostwald,  calle  Florida  número  136. 1880. 
En  4  ®  menor,  25  ps. 

Adelaida  Tessero  Guidone  merécelos  homena- 
jes que  ha  recibido  en  el  viejo  como  en  el  nuevo 
mundo. 

« L' Arte  fu  il  primo  suo  profondo  amor;»  y  el 
arte  pocas  veces  tiene  intérpretes  tan  nobles  é  inte- 
lij  entes  como  la  artista  mimada  del  público  de 
Buenos  Aires. 


112— liij  eras  consideraciones  sobre  labio- 
srafia  del  I>r.  Pablo  Broca  Profesor  de  Clínica 
Quirúrgica  de  la  Facultad  de  Medicina  de  Paris—Ciru- 
jano  de  los  Hospitales— Vice-Presidente  de  la  Academia 
de  Medicina— Profesor  fundador  de  la  Escuela  de  An- 
tropología.—Fundador  y  Secretario  General  de  la  Socie- 
dad de  Antropología— Miembro  de  las  Sociedades  de 
Cirugía,  de  Anatomía  y  de  Biología— Director  del  La- 
boratorio de  Antropología  en  la  Escuela  de  Estudios  Su- 
periores—Oficial  de  la  Legión  de  honor— Senador  ina- 
movible, etc.,  etc..  etc;  por  el  doctor  Melchor  Torees, 
Médico  Ciriyano  de  las  Facultades  de  Paris  y  Buenos 
Aires,  Ex- Externo  por  concurso  de  los  Hospitales  de  Pa- 
rís :  Hópital  des  Cliniques,  HÓtel  Dieu,  Ste.  Euffenie, 
Charité— Laureado  de  la  Facultad  de  Medicina  de  Pa- 
ris (Medalla)— Miembro  de  las  Sociedades  :  de  Anato- 
mía, de  Clínica,  de  Medicina  é  Higiene  Profesional,  de 
Terapéutica,,  de  Medicina  práctica  del  Sena,  de  la  So- 


—  131  — 

ciedad  francesa  de  Higiene,  de  Antropología  de  París, 
de  la  Asociación  Médica  Bonaerense,  del  Círculo  Médi- 
eo  Argentino,  Médico  de  la  Societá  ünione  Operai  Ita- 
liani,  etc.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  La  Nación,  calle 
de  San  Martin  núm.  208.  1880.  En8®,  16  ps. 

Estos  breves  apuntes  biográficos  dan  una  idea, 
aprocsimada,por  lo  menos,  de  la  vida  del  ilustre  ci- 
rujano francés  Pablo  Broca  y  de  su  influencia  en  el 
desenvolvimiento  antropolójico  de  Europa. 


J 


PEDAGOJIA 

LIBROS  DE  ENSEÑANZA  Y  TESTOS 


113— Informe  ULi  del  estado  de  la  educa- 
ción eomnn  durante  el  año  1879  en  la  provincia  de 
Buenos  Aires,  presentado  al  Consejo  General  de  Educa- 
ción por  D.  F.  Sarmiento,  Director  jeneral  de  Escuelas. 
Buenos  Aires.  Imprenta  ae  M.  Biedma,  calle  Belgrano 
números  133  á  139.  1880.  En  4®,  123  ps.  y  una  fotogra- 
ba de  la  Escuela  líormal  de  Maestras. 

Contiene  la  nómina  del  personal  del  Consejo  je- 
neral y  délos  Consejos  de  distrito,  en  la  ciudad  y 
43ampaña,  que  alcanzan  á71,  con  370  escuelas  comu- 
nes, 267  particulares  y  6  especiales.  Los  maestros 
suben  á  796  en  las  escuelas  comunes^  658  en  las 
particulares  y  24  en  las  especiales ;  y  los  alumnos, 
a  31,702  en  las  primeras,  12,105  en  las  segundas  y 
676  en  las  últimas.  El  total  de  maestros  es  del,4'i^ 
j  el  de  alumnos  de  44,483,  cuya  asistencia  media 
se  calcula  en  34,909. — Hé  ahí  el  estado  de  la  educa- 
ción en  la  provincia  de  Buenos  Aires  en  el  año  1879. 
^  Tenemos  en  el  Rejistro  Estadístico  de  la  Repú- 


—  134  — , 

blica^  dice  el  Sr.  Sarmiento,  cuadros  completos  de 
la  educación  primaria,  tal  como  se  encontraba  en 
la  provincia  de  Buenos  Aires  por  los  años  del872& 
1873,  y  vale  la  pena  de  comparar  las  cifras  que 
arrojaron  entonces  los  cuadros,  para  medir  los  pro- 
gresos y  la  marcha  de  la  educación  hasta  el  pre-^ 
senté,  con  seis  años  de  diferencia. 

«  En  1873  hay  en  toda  la  provincia: 

Escuelas  públicas 283 

«        particulares. ..  • 278 

Suma 561 

€En  1879- 

Escuelas  comunes 370 

<  particulares ...•,  267 

<  especiales 6^ 

Suma 643 

Aumento  en  las  escuelas  comunes ...        87 
Disminución  en  las  particulares .  •  •  •        11 

«En  1873  hay  alumnos,  en  todas  las  escuelas^ 
32,317. 

«  En  1879—44,483. 

Aumento  de  al  umnos  en  1879 12,166 

Aumento  por  año  desde  1873  á  1879  .    2,027 
Aumento  del  año  1879 2,902» 

Numerosos  cuadros  complementan  los  estudios 
estadísticos  qne  forman  la  base  de  esta  Memoria, 
sobre  el  movimiento  de  escuelas,  con  su  resumen» 
densidad  relativa  de  la  población  en  algunos  dis- 
tritos, etc.,  y  una  detallada  esposicion  de  las  entra- 
das y  gastos  del  Consejo,  distribución  de  sus  fon- 
dos,  etc. 


—  135  — 

Los  ediñcios  de  escuelas  han  merecido  con  razón 
un  capítulo  entero.  Resulta  que  en  el  año  1879  han 
dejado  de  matricularse  en  solo  la  ciudad,  por  falta 
de  local,  2,580  niños. 

«  El  Inspector  Erause  encargado  de  ecsaminar 
en  una  parroquia  el  estado  jeneral  de  las  escuelas, 
hace  notar  que  la  mayor  parte  de  las  casas  alqui- 
ladas para  escuelas  son  chicas  en  proporción  á  los 
alumnos  que  asisten  &  ellas^  los  cuales  quedan 
aglomerados  en  las  clases,  sin  las  condiciones  de 
comodidad  é  hijiene.  > 

Y  esto  no  pasaba  únicamente  en  una  parroquia, 
sino  en  todas  ;y  el  Consejo  Nacional  de  Educación 
que  sucedió  en  la  capital  al  Consejo  jeneral  déla 
provincia,  se  encontró  desde  el  primer  dia  con  esta 
gravísima  dificultad,  aun  no  resuelta. 

Los  anejos  contienen  los  informes  de  las  escue- 
las normales,  el  plan  y  método  de  estudio  de  la 
Escuela  Superior  de  Comercio  de  Paris,  y  circula- 
res á  los  maestros  sobre  diversos  tópicos. 


114— Decimotercio  informe  del  Superinten- 
dente de  escuelas  de  la  provincia  correspondiente  al 
año  1879.  San  Juan.  Imp.  de  La  Voz  de  Cuyo.— Santa 
Fé  21,  23  y  25.  1880.  En  8®,  44 ps.  y  12  cuadros. 

El  Superintendente  de  escuelas  de  San  Juan, 
Sr.  Juan  de  Dios  Jofrb,  dedica  34  pajinas  al  Infor- 
me que  dirijo  al  Ministro  de  Gobierno  é  Instrucción 
Pública  de  la  Provincia,  ocupando  el  resto  del  fo- 
lleto el  reglamento  correccional  para  las  escuelas, 
el  discurso  del  Superintendente  en  la  inauguración 
de  una  escuela  Normal  y  doce  cuadros  estadísticos. 

En  1879  han  funcionado  62  escuelas,  46  públicas 
y  16  particulares ;  y  han  concurrido  á  ellas  6,001 


—  136  — 

nifioB — 5,460  &  las  primeras  7  541  á  las  secundas : 
de  estos  niños— SjONSÍ  varones  y  2,399  mujeres,  a 
las  primeras,  y  344  varones  y  197  mujeres  á  las 
segundas. 

Én  San  Juan  como  en  las  demás  provincias,  como 
en  la  misma  capital  de  la  República,  no  hay  edifi- 
cios propios  para  escuelas.  EL  Superintendente  se 
detiene  con  preferencia  en  ese  punto,  de  incuestio- 
nable importancia  y  digno  de  toda  atención. 


115— Informe  pasado  al  Consejo  Escolar  de  Dolo- 
res sobre  el  estado  de  la  enseñanza  en  el  distrito.  Bue- 
nos Airos.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  para 
obras.  60— Calle  Alsina— 60.  1880.    En4®,  32ps. 

Este  informe  pertenece  al  Dr.  Eduardo  Acbvbdo 
Díaz.  Ecsamina  una  por  una  las  escuelas  del  dis- 
trito, presentando  su  estadística  y  observando  sus 
necesidades  para  indicar  las  reformas  necesarias. 


116— Escuela  Normal  Nacional  del  Paraná.  Infor- 
me del  Director.  Enero  de  1880.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle 
Alsina— 60.  1880.  En  8"=>,  82  ps. 

Trata  separadamente  de  las  Escuelas  Normales 
arj entinas,  en  jeneral ;  del  Departamento  Normal, 
sus  profesores,  asignaturas,  etc.;  de  la  Escuela  de 
aplicación  y  del  material  de  la  Escuela  Normal  del 
Paraná.  Contiene  el  proyecto  de  un  nuevo  plan  de 
estudios  para  dicha  Escuela ;  el  cuadro  de  los  gra- 
duados en  la  Facultad  Normal,  grados,  nombres 
y  destinos ;  el  cuadro  de  los  alumnos  maestros 
ecsistentes  en  el  año  escolar  de  1879,  becas  que  han 


—  137  — 

ocupado,  clases  en  que  han  cursado  j  resultado  do 
los  ecsámenes ;  y  varios  otros  cuadros  no  menos 
importantes.  Este  prolijo  informe,  notable  por  sus 
datos  estadísticos,  termina  con  el  discurso  que  su 
autor,  D.  JoséM.  Torres,  leyó  en  la  sesión  pública 
celebrada  por  la  Facultad  Normal  para  entregar 
los  diplomas  á  los  ex-alumnos  graduados. 


117— Colegio  Nacional  de  Buenos  Aires.  Memoria 
del  Rector  correspondiente  á  1879.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  números  133  á  139. 
1880.  En  8®,  8  ps.  y  un  cuadro  del  movimiento  econó- 
mico del  establecimiento. 

En  el  año  1879  el  Colejio  Nacional  de  Buenos 
Aires  tuvo  523  alumnos  regulares  y  689  estudian- 
tes de  cursos  libres.  El  Rector  se  detiene  con  prefe- 
rencia en  las  cuestiones  económicas,  insistiendo 
sobre  proyectos  que  ha  presentado  anteriormente. 


118— lia  iEdneacion  Coman.  Revista  quincenal 
ilustrada  de  educación  y  enseñanza  en  la  escuela  y  en 
la  familia.  Periódico  para  las  autoridades  escolares,  los 
maestros,  los  padres  y  los  niños.  Órgano  del  Consejo 
General  de  Educación  y  de  las  Bibliotecas  Populares. 
Buenos  Aires.  Dirección  y  administración,  Rivadavia 
710.  1880.  En  8®,  por  entregas  de32ps. 

El  año  V  de  esta  publicación  que  dirijia  el  distin- 
guido joven  Julio  A.  Costa,  secretario  del  Consejo 
jeBcral  de  educación,  comprende  las  24  entregas 
del  año  1880,  formando  ún  total  de  cerca  de  800  pa- 
jinas. La  redacción  está  á  cargo  del  Director  Jene- 


—  138  — 

ral  de  Escuelas  con  la  colaboración  de  los  vocales 
del  Consejo.  Contiene  los  documentos  referentes  á 
la  enseñnza,  programas,  artículos,  etc. 


119— CSxáinenes  públicos  delCoIegio.de  la  Inma- 
culada Concepción  en  Santa  Fé  dirigido  por  los  Padres 
de  la  Compañía  de  Jesús.  Año  de  1880.  Buenos  Aires. 
Imprenta  ae  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Ca- 
lle Alsina— 60.  1880.  En  4  ®  menor,  124  ps. 

Programas  de  estudios  superiores  :  teolojia  dog- 
mática, teolojia  moral,  derecho  canónico,  economía 
política,  derecho  comercial,  procedimientos  judi- 
ciales—Estudios preparatorios  :  filosofla,  1®  j%^ 
años,  historia  de  la  tilosoña,  elementos  de  econo- 
mía política^  filosofía  de  la  relijion,  física,  química, 
jeometria,  historia  natural  é  hijiene,  retórica  y 
poética,  historia  crítico-literaria,  griego,  áljebra, 
historia  arj entina,  revista  jeneral  de  la  historia, 
relijion,  látin,  castellano,  aritmética,  historia,  te- 
neduría de  libros,  jeografia,  francés. 

Programas  sumamente  compendiados ;  en  lo  re- 
ferente á  los  estudios  superiores  son  incompletos, 
porque,  no  dictándose  simultáneamente  todos  los 
cursos  de  derecho,  sólo  contienen  el  programa  del 
año:  el  derecho  comercial,  por  ejemplo,  no  abarca 
la  parte  marítima ;  ni  pasan  de  cuatro  los  progra- 
mas de  estas  asignaturas. 


.  ISO— Actos  literarios  de  teologia,  filosofía  y 
humanidades  que  para  terminar  el  curso  de  1880  tendrán 
lugar  en  el  Seminario  Conciliar  de  Buenos  Aires  en  los 

dias de   diciembre.   Buenos    Aires.    Imprenta  de 

Pablo  E.  Coai.  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina — 60. 
1880.  En  4^  menor,  38  ps. 


—  139  — 

Humanidades,  filosofía,  teolojiay  derecho  cañó 
nico ;  todo  en  latín. 


121— Reglamento  general  orgánico  para  las  escue- 
las de  la  Municipalidad  de  Monteros.  Publicación  ofi- 
cial. Buenos  Aires.  6144.  Imprenta  del  Porvenir,  calle 
Defensa  139.  1880.  En  4  *=*  menor,  20  ps. 

Sumamente  detallado  y  previsor. 


123— Plan  de  estudios  de  la  Escuela  Nacional 
deAgronomia  de  Mendoza.  1880.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma,  calle  de  Belgrano  números  133  y 
135.  1880.  En  4®,  8  ps. 

Decreto  de  7  de  febrero  de  1880,  bajo  el  ministe- 
rio del  Dr.  MiGÜBL  GOYBNA. 

La  enseñanza  de  peritos  ecsije  dos  años  de  cur- 
sos preparatorios  y  cuatro  de  curso  especial ;  la  de 
capataces  agrícolas,  dos  años ;  y  uno  más  los  capa- 
taces agrícolas  ganaderos,  uno  los  viticultores  y 
uñólos  jardineros.  El  decreto  detalla  las  materias 
que  comprenden  los  cursos  y  las  horas  de  estudio 
por  semana. 


123— Proerama  de  los  exámenes  públicos  del  Se- 
minario Conciliar  de  Salta.  I.  H.  S.  Noviembre  de  1880. 
Imprenta  del  Comercio,  Calle  General  Alvarado  N. 
140.  1880.  En  8®,  64  ps.  y  un  cuadro  de  clasiñca- 
ciónos. 

Hay  programas  del®,ü®,3®  y6®  año  de  pre- 

Saratorios  y  de  4®  año  de  estudios  superiores.  Re- 
licese  este  último  áteolojia  moral.  Los.de  prepa- 
ratorios son  también  bastante  incompletos. 


—  140  — 

124— Colegio  Nacional.  Programa  para  el  exámea 
de  ingreso.  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Nacio- 
^nal,  Bolívar  65  y  67.  1880.  En  8®,  8  ps. 


125— Colegio  Nacional  de  Buenos  Aires.  Proípra- 
la  de  Geometría.  Segundo  año.  Buenos  Aires  igon 
hermanos,  editores.  Librería  del  Colegio.  Calle  Bolívar 
núm.  60,  esquina  Alsina.  1880.  En  4  *=>  menor,  30  ps. 


126— Colegio  Nacional  de  Buenos  Aires.  5  ®  año  de 
estudios.  Programa  de  Historia  de  América.  Buenos 
Aires.  Librería  Rivadavia,  calle  Rivadavia  95.  1880.  En 
4®  menor,  8ps. 


127— Colegio  Nacional  de  Buenos  Aires.  5®  año  de 
estudios.  Programa  de  Revista  de  la  Historia.  Bue- 
nos Aires.  Librería  Rivadavia,  calle  Rivadavia  95  1880» 
En  4  ®  menor,  4  ps. 


129— Programa  del  Ateneo  Argentino;  350,  calle 
Tucuman,  350.  Entre  Esmeralda  y  Suipacha,  Director. 
Adolfo  Bry.  En  16® ,  8  ps. 


128— Colegio  Nacional  de  Buenos  Aires,  6*^  año  de 
estudios.  Programa  de  Revista  de  la  Historia.  Bne- 
nos  Aires.  Librería  Rivadavia,  calle  Rivadavia  95.  1880. 
En  4*^  menor,  6ps. 

Los  cinco  Programas  que  anteceden  correspon- 
den á  cursos  parciales  del  plan  jeneral  de  es- 
tadios. 


-141-^ 

130-€arAeter  y  objeto  déla  Educación  por 

FÉLIX  Martin  y  Herrera-  DÍ8cui*so  pronunciado  en  la 
distribución  de  diplomas  que  tuvo  lugar  el  24  de  octu- 
bre de  1880  en  la  Escuela  Normal  de  maestros.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma.»  calle  Belgrano  133  á 
139.  1880.  En  8®,  12  ps. 

Aunque  trabajo  puramente  literario,  más  esti- 
mable por  su  forma  que  por  sus  ideas,  comunes  y 
conocioas,  lo  coloco  en  esta  sección  en  razón  del 
tema  desenvuelto. 


131— Discurso  del  Presidente  del  Consejo  Escolar 
de  Belgrano  en  el  acto  de  la  distribución  de  premios  á 
las  escuelas  comunes  de  dicho  partido  el  25  ele  diciem- 
bre de  1879.  Buenos  Aires.  5793.  Imprenta  del  Porve- 
nir, calle  de  la  Defensa  139.  1880.  En  8^,  16 ps. 

Contiene,  además,  varios  cuadros  estadísticos  de 
las  escuelas  de  Belgrano,  premios  adjudicados,  etc. 
El  discurso  pertenece  á  D.  A.  Mz.  Alvarez  db  Are- 
nales. 


132— €ar80  práctico  de  latinidad  y  temas  cas- 
tellanos gradualmente  dispuestos  para  la  versión  hispa- 
no-latina  por  el  profesor  de  latin  del  Colegio  Nacional 
de  Buenos  Aires.  Tomo  primero.  Buenos  Aires.  .Carlos 
Casavalie,  editor.  Imprenta  y  libreria  de  Mayó,  calle 
Perú  115.  1880.  En  8®,  15l-xi  ps.  Tomo  segundo:  230- 
X  ps. 

Acompaña  al  fin  de  cada  volumen  el  programa 
correspondiente  á  la  parte  de  testo  en  él  compren^ 
dida.  Sigue  un  orden  gradual,  comenzando  por  el 
análisis  lecsicolójico  de  algunas  sentencias,  hasta 
terminar  con  largos  ejercicios  de  traducción  de  Ci- 
cerón, Salustio,  César,  Tácito  y  Tito  Livio. 


—  142  — 

133— Breves  apuntes  de  teodicea  por  Agus- 
tín Risso  Patrón,  Catedrático  de  filosofía  del  Coleiio 
Nacional.  Buenos  Aires.  Igon  hermanos—editores.  Li- 
brería del  Colegio— Bolivar,  esquina  Alsina,  1880.  En 
8®,  32  ps. 

Durante  muchos  meses  ha  sido  con  justicia  pie- 
dra de  escándalo  el  profesorado  deñlosfia  del  Colé- 
jio  Nacional  de  Buenos  Aires.  Desde  la  cátedra  que 
dictaron  Jacques,  Goyena  y  Plaza,  se  enseñaba  la 
filosofía  por  preguntas  y  respuestas.  Ahora  tenemos 
el  cuerpo  del  delito  en  estos  Apuntes  de  teodicea 
« confeccionados  tomando  por  base  los  autores  es- 
coláticos,  con  especial  La  suma  teoldjica  de  Santo 
Tomás.> 

No  cabe  comentario  á  este  folleto  desprovisto  de 
todo  valor  de  esposicion,  ni  merece  él  otro  juicio 
que  el  que  sujieren  las  palabras  trascritas  del  pró- 
logo del  autor,  quien  termina  reconociendo  á  la  es- 
cuela escolástica  «el  mejor  método  para^trasmitir 
este  j enero  de  conocimientos  á  los  jóvenes  estu- 
diantes.» 


134— Ijeceiones  de  castellano  correspondientes 
al  programa  de  primer  año  deF  Colegio  Nacional  (se- 
gundo término)  Apuntes  tomados  en  clase.  Buenos  Ai- 
res. Imprenta  de  '"''La  Pampa  *\  calle  Victoria  97  y  99. 
1880.  En  8®.  17ps. 

Empieza  con  la  bolilla  39  y  concluye  en  la  54, 
correspondiendo  á  la  parte  de  la  sintácsis.  Son 
apuntes  claros  y  concisos;  no  tienen  otro  mérito. 


—  143  — 

1S5— Tratado  de  análisis  lógico  y  gramatical  de 
la  lengua  castellana  por  Vicente  García  AainLBRA — 
Rector  del  Colegio  líacionalde  la  Rioja.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras  60— ca- 
lle Alsina— 60. 1880.  En  8  ®,  112  ps. 

No  es  de  un  método  regular  y  continuo,  sino  que 
trata  de  dar  coecsistencia  ¿  diversas  teorías,  sien- 
do oscuro  en  ciertos  pasajes.  Aparte  de  estos  in- 
convenientes, puede  considerarse  un  trabajo  útil  y 
de  novedad  en  algunas  apreciaciones  y  juicios  ais- 
lados, revelando  jen  su  autor,  Vigente  García 
Aguilera,  contracción  y  dotes  recomendables  para 
este  jénero  de  estudios. 


136— Aritmética  para  los  niños,  por  el  doctor  D. 
Acisclo  P.  Vallin  y  Bustillo,  consejero  de  instruc- 
ción pública  y  Director  del  Instituto  del  Cardenal  Cis- 
neros,  agregado  á  la  Universidad  de  Madrid.  Obra  de- 
clarada de  texto  por  el  Consejo  de  Instrucion  Pública 
de  España  para  las  escuelas  de  primera  enseñanza  de  la 
Península,  y  por  el  Ministerio  de  Ultramar  para  las  de 
Cuba,  Puerto-Rico  y  Filipinas.  Diploma  de  mérito  en 
Viena  y  premio  en  Filadelfia.  Trigésima  cuarta  edición, 
destinada  exclusivamente  á  las  Repúblicas  del  Rio  de  la 
Plata.  Buenos  Aires,  Librería  de  Don  Manuel  Reñé, 
editor. 42,  calle  del  Perú,  42.  1880.  En 8®,  144 ps. 


137— Oeometria  para  los  niños  por  el  doctor  D. 
Acisclo  F.  Vallin  y  Bustillo,  Director  y  Catedrático 
de  Matemáticas  del  Instituto  del  Cardenal  Cisneros, 
agregado  á  la  Universidad  de  Madrid.  Obra  declarada  de 
texto  por  el  Consejo  de  Instrucción  Pública  de  España 
para  las  Escuelas  de  primera  enseñanza  déla  Península 
y  por  el  Ministerio  de  Ultramar  para  las  de  Cuba,  Puer- 
to Rico  y  Filipinas.  Diploma  de  mérito  en  Viena  y  pre- 
mio en  Filadelfia.  Trigésima  segunda  edición,  destinada 


—  144  w 

exdusiyamete  á  las  JRepúblicas  del  Rio  de  la  Plata.  Bue- 
nos Aires,  Librería  de  don  Manuel  Reñé,  editor.  42,  ca* 
Be  del  Perú,  42.  1880.  En  8®,  126  ps.  y  un  cuadro  con 
52  figuras  jeométricas. 

Los  dos  libritos  que  anteceden  son  compendios  de 
la  cbnocida  obra  de  segunda  enseñanza  de  Yallis 
y  BusTiLLO  que  ha  servido  de  testo  durante  mu- 
chos años  en  la  Universidad  de  Buenos  Aires,  y  que 
se  distingue  especialmente  por  la  claridad  de  sus 
definiciones. 

La  jeometria  termina  con  su  aplicación  á  la  me- 
dición de  terrenos,  ó  sea,  nociones  sobre  agrimen- 
sura. 


138— Aritmética  decimal  teórica-práctica.  Obra 
escrita  para  servir  de  texto  en  las  escuelas  de  la  provin- 
cia deÉuenos  Aires  por  Melchor  Otamendi,  Preceptor 
Superior,  actualmente  Director  de  una  Escuela  de  va- 
roues  en  la  Capital.  Tercera  edición.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  ""^La  Patria",  especial  para  obras  79 -Calle 
Cuyo— 79.  1880.  En8®,98ps. 

Contiene  esplicaciones  prácticas  para  los  maes- 
tros, después  de  las  cuales  entra  en  la  enseñanza 
teórica.  Está  dispuesto  por  preguntas  y  respuestas, 
pero  siempre  con  claridad  y  concisión.  Alcanza 
hasta  las  proporciones,  regla  de  tres,  de  interés,  etc 


139— íSistema  métrico  al  alcance  de  todos.  Ver- 
tido al  castellano  por  íGmLLEBMO  P***  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Pablo  JS.  Coni,  especial  para  obras.  60-c8- 
lle  Alsina- 60-  1880.  En  16®,  12  ps. 


—  145  — 

Bastante  completo  y  bueao,  si  se  esceptúa  la  for- 
ma de  catecismo,  que  es  para  mí  un  defecto  en  li< 
bros  de  enseñanza. 


140— Xoeiones  de  s^^ometria  teórica  y  práctica 
con  151  figuras  intercaladas  en  el  texto  y  numerosos  pro- 
blemas gráficos  y  numéricos^  por  José  M.  Areghaga. 
Buenos  Aires.  Igon  hermanos^  editores^  Calle  Bolívar 
esquina  Alsina.  1880.  En  8  <=^^  68  ps. 

Contiene  un  cuestionario  al  fin  de  cada  capítulo. 

Libro  propio  para  la  primera  enseñanza  por  la 
claridad  de  su  esposicion  j  la  sencillez  ae  su 
plap. 

Las  láminas  en  fondo  oscuro  salvan  algunas  de* 
ficiencias  del  testo. 


: — Aritmética  mercantil  y  manual  para  el  co- 
merciante, el  banquero,  el  capitalista^  el  industrial  y  el 
empleado,  al  alcance  de  todas  las  capacidades  por  Juan 
B.  GoYiN,  autor  de  la  Partida  doble  aplicada  á  toda  cla- 
se de  Contabilidad,  obras  aprobadas  por  el  Supremo  Go- 
bierno de  la  República  Argentina  para  que  sirvan  de 
textos.  Primera  edición.  Buenos  Aires.  Imprenta  y  lito- 
grafía del  «Courrier  de  la  Plata*  148,  calle  de  la  Piedad, 
354.  1880.  En8®,Viii-135p8. 

El  Señor  Juan  B.  Govin  ha  publicado  en  el  Peni 
unaobrita  semejante  á  la  presente,  aunque  mucho 
más  breve —los  Cálculos  mercantiles,  que  el  Supre- 
mo Gobierno  de  esa  nación  declaró  libro  de  testo 
páralos  establecimientos  de  instrucción. 

Jj^  Aritmética  mercantil  dedicada  al  Dr.  Santiago 
Laro,  es  especialmenle  interesante  paralas  perso* 
nafl  q.ue  se  dedican  al  comercio,  por  los  cálculos  7 


-  146  — 

Sroblemas  que  contiene.    Su  autor  ha  prescindida 
e  las  reglas  elementales,  y  empieza  su  obra  por 
las  Cancelaciones,  quebrados,  decimales,  etc. 

Sin  romper  las  proporciones  conrenieate  en  tra- 
bajos de  este  jénero,  la  parte  que  trata  de  los  cam- 
bios con  diversas  naciones  puede  considerarse  la 
más  completa,  aparte  de  toda  la  novedad  de  una 
materia  anteriormente  tratada  con  poca  detención. 


142— lieceiones  de   liistoria   nacional  por 

Agustín  Pressinger^  catedrático  del  Colegio  militar  de 
la  Nación  y  del  Colegio  Nacional  de  Buenos  Aires,  etc. 
etc.  Buenos  Aires.  Casa  editora:  Imprenta  Ostwald, 
Florida  136.  1880.  En  16®,  l54-x  ps. 

El  compendio  de  historia  del  Sr.  Agustín  Prbs- 
siNGBR  difiere  fundamentalmente  de  los  compen- 
dios que  conozco.  Escrito  para  los  alumnos  de 
tercer  año  del  Colejio  Militar  de  Palermo,  el  antor 
ha  tenido  que  consultar  su  capacidad  jeneral,  y  ha 
hecho  un  trabajo  sencillo  y  claro,  más  al  alcance 
de  los  niños  que  el  Compendio  del  Dr.  Juan  Maria 
Gutiérrez,  V.  el  N.  1-43,  pero  á  la  vez  de  un  mé- 
todo que  abre  vastos  y  profundos  horizontes  ala 
enseñanza  de  la  historia  patria,  y  acusa,  aunque  el 
autor  no  lo  confiese,  la  preferencia  que  ha  dado  en 
sus  estudios  á  las  lecciones  de  D.  José  Manuel  Es- 
trada. 

El  conocimiento  de  la  sociabilidad  arientina  es 
la  clave  de  nuestra  historia ;  y  el  Sr.  Fressinger 
ha  alcanzado  la  felicidad  de  encerrar  en  párrafos 
breves  y  trasparentes  la  esposicion  de  la  organiza- 
ción española  en  sus  vireinatos  de  América,  el  Jé- 
nesis  y  desarrollo  de  cada  una  de  las  variadas 
cuestiones  internas  que  dieron  tinte  á  la  apacible 


—  147  — 

vida  colonial,  estallando  de  tiempo  en  tiempo  como 
para  despertar  las  poblaciones  dormidas,  y  el  orí- 
jen  de  las  grandes  caestiones  esternas  que  cuasi 
surjen  con  el  descubrimiento  del  Rio  de  la  Plata  y 
muchas  de  cuyas  complicaciones  esperan  todavía 
desenlace. 

El  compendio  termina  con  la  segunda  invasión 
inglesa,  y  acaso  debe  en  gran  parte  su  écsito  á  no 
haber  salvado  ese  linde.  De  todos  modos  merece 
ponerse  en  manos  de  los  niños  á  quienes  debe  ser 
de  incuestionable  utilidad,  porque  atrae  hasta  en 
las  esposiciones  más  áridas  y  enseña  siempre  con 
altura  y  sano  criterio.  Los  hechos  se  desprenden 
natural  y  como  fatalmente  de  las  indicaciones  sen- 
tadas, y  sus  conecciones  se  perciben  hasta  en  la 
mayor  complicación  de  los  acontecimientos. 

Foco  queda  que  aprender,  no  obstante  lape5[ue' 
ñez  del  libro :  y  el  alumno  que  lo  ha  estudiado 
puede  darse  cuenta  precisa  de  los  más  difíciles 
trastornos,  que  tienen  su  esplicacion  en  las  mismas 
instituciones  destinadas  á  evitarlos,  ó  de  las  más 
arduas  cuestiones  que  nacen  de  la  organización  co- 
lonial. 

Su  autor  debe  haber  tenido  ocasión  de  observar- 
lo en  su  enseñanza  diaria;  podria  asegurar  que 
no  ha  encontrado  inconveniente  alguno,  porque  el 
estilo  es  siempre  igual — ni  descenso  ni  fatiga. 


143— l4a  historia  arg^entina  al  alcance  de  los 
niños.,  desde  el  descubrimiento  hasta  la  adopción  de  la 
Constitución  Nacional,  cuyo  espíritu  se  espüca  en  este 
compendio  histórico,  por  Juan  María  Gutiérrez.  Sex- 
ta edición,  correjida.  Buenos  Aires.  Carlos  Casavalle.^ 
editor.  Imprenta  y  librería  de  Mayo,  de  C.  Casavalle. 
Perú  115.  1880   En  16®,  190-II  ps. 


--  148  — 

Véase  el  núm.  &&  del  Anuario  anterior.  En  él 
se  mencionaba  ja  la  quinta  edición  de  esta  obrita 
interesante ;  el  conocido  librero  editor  D.  Carlos 
Gasavalleha  hecho  lasesta  edición  en  el  año  1880. 


144:— Compendio  histórico  de  las  provincias 
unidas  del  Rio  de  la  Plata,  por  Tomasa  Sánchez,  maes- 
tra normal.  Aprobado  y  adoptado  por  el  Departamento 
de  Educación  de  Entre-Rios,  para  el  uso  de  las  Escue- 
las Elementales  y  de  párvulos  de  su  dependencia.  Bue- 
nos Aires.  Librería  Americana  de  E.  Halbach  y  Oa. 
163— Piedad— 153.  1880.  En  16®,  36  ps. 

Este  compendio  ha  pasado  la  medida ;  parece  un 
estracto  en  dosis  homeopáticas:  bueno  y  malo;  cla- 
ro y  plagado  de  fechas ;  no  abarca  lo  esencial  y 
tiene  párrafos  inconducentes.  Es  un  folleto  per- 
fectamente inaplicable  ala  enseñanza. 


145— Tesoro  histórico.    Llave  de  la   historia 

Sara  los  niños.  Buenos  Aires.  Imprenta  y  librería  de 
layo,  de  C.   Casavalle,  editor.  115— Perú— 115.  1880. 
En  16*=^,  108  ps. 

Este  librito  de  efemérides  referentes  á  la  histo- 
ria arj  entina,  está  escrito  con  suma  claridad  y  con- 
cisión. Su  forma  no  deja  de  ser  agradable,  á  pesar 
de  la  natural  aridez  de  hechos  aislados  y  sin  espli- 
cacion. 

^0  pienso  cómo  el  autor  que  esta  forma  de  la 
historia  sea  propia  para  los  niños  ;  por  el  contra- 
rio, debe  huirse  de  ella  en  la  enseñanza,  porque 
rompe  con  todo  método  racional.  Su  importancia 
es  de  otra  índole,  que  estoy  léjofi  de  desconocer, 
como  puede  verse  en  el  núm.  lOO  del  Amuiria 
anterior  á  propósito  de  un  libro  semejante. 


-  149  — 

« 

146— Ifft  moral  práctica»  libro  de  lectura  para 
niños  y  adultos  por  Pedro  A.  Alcántara  García.  Bue- 
nos Aires.  Librería  Reñé:  Perú  42.  1880.  En  8®, 
204  ps. 

Libro  impreso  en  España. 

Conversaciones  familiares  del  anciano  Pablo  con 
sus  discípulos.  Versan  sobre  tópicos  de  moral,  en 
forma  amena,  y  siguiendo  un  orden  gradualmente 
progresivo  que  permite  llegar  en  las  últimas  Con- 
versaciones a  enseñanzas  ilustradas  7  fecundas  so- 
bre la  patria,  los  deberes  del  ciudadano,  la  relijion, 
^tc,  y  terminan  con  una  ecsortacion  á  profesar  la 
relijion  del  deber. 

147— lia  escuela  moderna.  Serie  de  libros  de 
«ducacion  por  Enrique  M.  de  Santa  Olalla.  Método 
fílosófíco  de  lectura  y  escritura  simultáneas  conforme 
<3on  el  reglamento  general  de  escuelas  por  Enrique  M. 
DE  Santa  Olalla.  Cuaderno  primero  del  libro  prima- 
rio qne  contiene  los  ejercicios  de  sílabas  bilíteras.  9  * 
adición.  Editor  Martin  Biedma.  Imprenta  calle  Belgra- 
nonúm.  133  y  135.  Buenos  Aires.  J880.  En  8®,  36  ps. 
y  láminas  intercaladas  en  el  testo. 

<  La  rapidez  con  que  han  sido  colocadas  ocho 
ediciones  ae  este  nuevo  método,  dice  el  editor,  y  la 
reputación  que  ha  alcanzado^  tanto  en  esta  provin- 
cia como  en  el  interior  de  la  República,  nos  ha  de- 
cidido á  emprender  por  nuestra  cuenta  una  nueva 
edición,  siendo  éste  el  primer  libro  publicado  en 
nuestro  pais  con  intercalaciones  de  letra  inglesa.  > 


148-'!E1  raudal  de  la  lectara  por  los  señores 
Frías,  Sabater  y  Montoy.  Obra  de  texto  en  Buenos 
Aires.  9  *  edición.  Buenos  Aires.  Librería  y  papelería 
La  Publicidad,   de  Manuel  Reñé.  1880.  En  16®,  80  ps. 

10 


—  150  - 

Se  compone  de  dos  partes — La  primera  contiene 
sucesivamente  frases  compuestas  de  palabras  mo- 
nosílabas, de  palabras  agudas,  de  palabras  polisí-^ 
labas,  etc. — todo  en  letra  gruesa.  La  segunda  par- 
te es  de  simple  lectura  y  termina  con  8  ó  9  cuentos- 
morales. 


149— Imprenta  escolar.  Método  misto  de  lectu- 
ra y  escritura  por  D.  Josi  Gil  y  Navarro^  Maestro^ 
Normal.  Buenos  Aires.  Villa  San  Carlos,  Almagro.  Ti- 
pografía del  Colegio  de  Artes  y  Oficios.   En  8  ®,  48  ps. 

Dedicado  al  Ministro  del  Culto  Dr.  Pizarro. 

El  método  de  D.  Josa  Gil  y  Navarro  se  basa  en- 
el  uso  de  un  aparato  con  caracteres  movibles,  lo 
que  él  llama  imprenta  escolar.  Este  folleto  esplica 
uno  de  tantos  procedimientos  que  pueden  emplear- 
se en  el  uso  y  aplicación  de  dicho  aparato  á  la  en- 
señanza primaria. 


150— Anagpnosia*  Tercera  parte  del  método  para 
enseñar  y  aprender  á  leer  con  facilidad  inspirando  amor 
á  la  lectura,  á  la  virtud  y  al  trabajo,  ó  sea  primer  libro 
de  lectura  y  de  dictado  para  todos  los  métodos  por  Mar- 
cos Sastre,  autor  del  Tempe  Argentino,  de  los  Consejos 
de  Oro  sobre  la  educación,  el  guia  del  Preceptor,  el 
Método  ecléctico  de  caligrafía  inglesa.  Selección  de  lec- 
turas para  la  niñez.  Lecciones  de  Gramática^  Lecciones 
de  Ortografía  y  otros  testos  de  enseñanza  primaria  ;  to- 
dos adoptados  en  las  escuelas  públicas  y  particulares 
arjentinas  y  orientales.  Edición  38.  Buenos  Aires  Im- 
prenta de  Pablo  E.  Coni,  editor,  Alsina  60.  1880.  (Es- 
propiedad  del  Autor).  En  8®,  150  ps. 


—  151  — 

151'AiiAgnosia.  Verdadero  método  para  enseñar 
y  aprender  á  leer  con  facilidad  inspirando  á  los  niños 
añeion  á  la  lectura  y  amor  á  la  virtud  y  al  trabajo  por 
MiLftOOS  Sastre,— Autor  del  Tempe  Aijentino,  de  los 
Consejos  de  oro  sobre  la  educación,  el  Guia  del  Precep- 
tor, el  Método  ecléctico  de  caligi'afia  inglesa.  Selección 
de  lecturas  para  la  niñez.  Lecciones  de  Gramática,  Lec- 
ciones de  Ortografía,  y  otros  testos  de  enseñanza  prima- 
ria. Todos  adoptados  en  las  escuelas  públicas  y  parti- 
culares arjen tinas  y  orientales.  Edición  37*,  que  consta 
de  200,000  ejemplares :  dividida  en  tres  cuadernos.  Cua- 
derno segundo.  jBuenos  Aires.  Imprenta  de  Ostwald,  ca- 
lle Florida  136.  1880  (Es  propiedad  del  autor).  En  16®, 
64  ps. 

D.  Marcos  Sastrb,  autor  del  Tempe  Arjentino, 
puede  enorgullecerse  de  haber  escrito  estst  Anag- 
nosia  que  ha  alcanzado  á  su  37  ^  edición  y  que  tan 
buenos  resultados  prácticos  ha  producido.  Los  dos 
folletos  anteriores  son  la  1  *  yo^  parte  de  su  mé- 
todo de  lectura  gradual.  V.  el  Anuario  anterior 
núm.  XIO. 


ISd—Mosaieo  literario  epistolar  para  ejerci- 
tarse los  niños  en  la  lectura  de  manuscritos  compilado 
por  Bastinos  y  Püig.  Colección  de  autógrafos  de  algu- 
nos hombres  célebres  contemporáneos  y  de  distinguidos 
literatos,  profesores,  comerciantes,  industriales,  etc. 
Obra  declarada  de  texto.  Primera  enseñanza.  12  ^  edi- 
ción corregida  y  aumentada.  Buenos  Aires.  Librería  y 
papeleria  La  Publicidad,  de  Manuel  Reñé.  42,  calle  del 
Perú,  42. 1880.  Ea8®,  196  ps. 

Presenta  modelos  de  cartas,  esposiciones,  memo- 
riales, etc.,  en  diversas  letras  7  algunos  autógrafos 
de  personas  notables. 


-  152  —  í 

153    Careno  Hetódico  de  Dibujo  lineal  por 

Francisco  CANALB—Profesor  de  Matemáticas  de  la  Es- 
cuela Normal  de  Maestros  de  la  Provincia  de  Buenos 
Aires-- Dibujo  Elemental  comprende:  Las  líneas  rectas 
— figuras  rectilíneas— líneas  curvas— figuras  curvilíneas 
—comparación  de  las  figuras— Conteniendo  307  grabados 
intercalados  en  el  texto— Buenos  Aires.  Igon  hermanos^ 
editores,  calle  Bolívar  núm.  60  y  Alsina  90.  1881.  En 
4®,  Vi-108  ps. 

Este  libro  que  lleva  en  la  carátula  la  fecha  de 
1881,  fué,  sin  embargo,  impreso  en  Paris  á  fines  del 
año  80,  en  número  de  5,000  ejemplares.  Es  la  pri- 
mera parte  de  una  obra  más  estensa  con  que  el  Se- 
ñor Francisco  Canale,  catedrático  de  un  Colejio 
Normal  de  Buenos  Aires,  se  propone  llenar  el  va- 
cio sentido  en  la  enseñanza  del  Dibujo  lineal  por 
falta  de  un  testo  que  sastifaga  cumplidamente 
las  ecsijencias  que  el  estudio  de  dicha  materia  re- 
clama. 

La  segunda  parte  está  actualmente  imprimién- 
dose en  Francia  y  es  muy  probable  que  pronto  vea 
la'luz  pública  una  nueva  edición  completa,  pues 
los  Señores  Garnier  hermanos,  de  Paris,  han  con- 
seguido de  los  editores  en  ésta.  Señores  Igon,  her- 
manos, la  autorización  respectiva  para  hacer  un 
tiraje  mucho  mavor,  á  fin  de  repartirlo  éntrelas 
Repúblicas  Americanas  con  escepcion  de  la  Arjen- 
tina  y  Oriental. 

Precede  la  obra  una  buena  esposicion  del  Dr. 
Félix  Martin  y  Herrera  sobre  el  plan  que  ha  se- 
guido el  autor,  donde  muestra  la  utilidad  de  la  ense- 
ñanza del  dibujo  y  ecsamina  los  medios  prefe- 
rentes de  llevarla  á  cabo. 

El  trabajo  del  profesor  Canale  se  halla  escento 
del  defecto  tan  común  encesta  clase  de  libros,  en  los 
que  casi  siempre  Ib,  abundancia  de  la  parte  teórica 


—  153  — 

ó  práctica  perjudica  el  justo  equilibrio  que  debe  rei» 
nar  entre  ambas;  siendo  de  notar  un  criterio  esacto 
y  de  suma  aplicación  en  la  elección  de  los  ^emplos, 
que  siguen  un  orden  rigorosamente  asced.ente  co- 
mo lo  ecsije  la  relación  íntima  en  que  se  halla  este 
estudio  con  las  ciencias  matemáticas  que  le  pro- 
porcionan su  fundamento — Una  esplicacion  clara 
7  concisa  da  los  datos  suficientes  para  la  construc- 
ción de  todas  las  figuras  intercaladas  en  el  testo. 

El  profesor  Gánale  ha  prestado  un  buen  servicio 
á  la  educación  de  la  juventud  arj  entina,  tanto  por 
el  mérito  de  su  libro,  cuanto  por  la  materia  sobre 
que  versa. 

El  dibujo  lineal,  aplicando  la  precisión  de  las 
lejes  matemáticas  a  las  variaciones  de  las  for- 
ma, comunica  al  espíritu  el  amor  á  la  simetría  y 
habitúa  la  sensibilidad  con  las  nociones  más  esac- 
tas  del  buen  gusto — Al  mismo  tiempo  que  coopera 
á  preparar  el  entendimiento  para  apreciar  en  su 
justo  valor  la  representación  de  la  belleza  en  el 
molde  artístico,  mantiene  vivo  el  útil  consorcio  de 
la  ciencia  y  el  arte,  obligando  á  sentiríy  comprender 
la  verdad,  á  gozar  aprendiendo. 

La  obra  ha  sido  adoptada  como  testo  en  los  esta- 
blecimientos públicos  donde  se  ecsije  la  enseñanza 
del  Dibujo.  

1 54— Cnaderno  de  dibujo  lineal  arreglado  se- 
gún elprograma  de  las  Escuelas  comunes  por  los  profe- 
sores T.  S.  O.  y  R.  B.  1er,  gradeas*  edición.  Buenos 
Aires.  Año  J880.  Depósito  en  la  librería  de  las  Escue- 
las Defensa  478  y  en  todas  las  principales  librerías.  Ea 
S®,  16  ps. 

Contiene  41  figuras  y  una  suscinta  esplicacion  al 
pié  de  cada  pajina. 


—  154  — 

US-^^naderno  de  dibajo  liaeal  arreglad  se- 
gún jel  programa  de  las  escuelas  comunes  por  los  profe- 
sores T.  S.  O.  y  R.  B.  2  *=^  grado.  3  *  edición.  Buenos 
Aires.  Año  de  1880.  Venta  en  todas  las  librerías.  En  8  ® , 
16  ps. 

Contiene  32  figuras  y  17  problemas  ;  las  figuras 
numeradas  7  con  una  suscinta  esplicacion  al  pié  de 
la  pajina. 


156— Caademo  de  dibajo  lineal  arreglado  se- 
gún el  programa  de  las  escuelas  comunes  por  los  profe- 
sores T.  S.  O.  y  R.  B.  Ser.  grado.  1  ^  edición.  Buenos. 
Aires.  Año  1880.  Depósito  en  la  '•*Libreria  Universal", 
Moreno  211  y  213.  Buenos  Aires,  en  8"=>,  16  ps. 

Contiene  55  figuras  numeradas,  y  termina  con 
una  suscinta  esplicacion. 


157— Caademo  dje  dibujo  lineal  ai-reglado 
según  el  programa  de  las  escuelas  comunes,  por  los  pro- 
fesores T.  S.  O.y  R.B.;4  ^  grado.  3  *  edición.  Buenos  Ai- 
res. Afíó  1880.  Depósito  en  la  librería  de  las  Escuelas, 
Defensa  478,  y  en  todas  las  principales  librerías.  En  8®, 
16  ps. 

Contiene  35  figuras,  entre  ellas  alfabetos,  planos 
de  casas  y  jardines,  jarrones,  fuentes,  etc.  y  termi- 
na, como  los  anteriores,  con  una  suscinta  esplica- 
cion de  las  figuras. 


158— Dsplieaeion  de  los  cuadros  anatómicos  del 
doctor  Fiedler.  4  ^  edición  mejorada.  Arreglada  al  es- 
pañol--por  A.  Van  Gbldeeen— Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  M.  Biedma,  Belgrano  núms.  133  á  139,  3880.  -En 
I6'^,22ps. 


J 


—  155  — 

Esplicaeion  samaría — Sólo  ofrece  catálogos  de-Ios 
haesos,  músculos,  etc.,  con  números  correspondien- 
tes á  los  que  llevan  los  cuadros  anatómicos. 


159— Atlas  y  nociones  de  c^eografia  para  uso 
-de  los  niños,  por  el  doctor  de  ciencias  D.  Acisclo  F. 
Vallin  y  BusTiLLo,  conseiero  de  Instrucción  Pública, 
Oran  Cruz  de  la  Real  y  distinguida  orden  de  Isabel  la 
Católica,  Director  y  catedrático  de  Matemáticas  del 
Instituto  del  Cardenal  Cisneros,  individuo  de  la  Comi- 
sión española  de  relaciones  literarias  con  las  repúblicas 
hispanoamericanas,  de  la  Sociedad  Geográfica  de  Ma- 
drid y  Correspondiente  de  la  Real  Academia  de  la  His- 
toria, Vocal  ae  la  Junta  Superior  de  Inspección  y  Esta- 
dística de  la  Instrucción  pública.  Oficial  de  Academia 
:  >or  el  Gobierno  de  Francia,  etc.  Diploma  de  mérito  en 
a  Expo&icion  internacional  de  Viena  y  Premio  en  la  de 
^^'iladelfia.  Nueva  edición,  destinada  exclusivamente  á 
las  Repúblicas  del  Rio  de  la  Plata.  Buenos  Aires.  Li- 
brería de  Manuel  Reñé,  editor.  42— Calle  del  Perú -42. 
1880.  En  4®  menor,  52 ps.  ádos  columnas;  sin  compagi- 
nar, varios  mapas  y  láminas. 

Empieza  con  nociones  sumarias  de  jeografia  as- 
tronómica, jeografia  física  y  jeografia  política.  De- 
dica tres  ó  cuatro  pajinas  á  la  República  Arjenti- 
na;  el  resto  del  libro  es  ecsajeradamente  compen- 
diado 7  acaso  impropio  para  la  enseñanza,  porque 
en  20  ó  25  ps.  que  ofrece,  más  ó  menos,  de  testo, 
presenta  reunidos  los  rios,  montañas,  lagos,  etc., 
«te,  de  cada  nación,  en  párrafos  numerados,  sin 
otra  esplicaeion  ni  comentario  que  facilite  el  estu- 
dio. 


160— Mapa  de  la  l*roviiicia  de  Buenos  Ai- 
res dividido  en  partidos  por  Ch.  de  Mot.  Este  mapa 


L_ 


—  156  — 

ha  sido  trazado  según  las  observaciones  tomadas  soke 
el  terreno  por  el  autor  y  datos  copilados  sobre  los  últi- 
mos trabajos  del  Departamento  Topográfico,  diversos  do- 
cumentos del  Ministerio  de  Guerra  y  Marina,  observa- 
ciones del  Capitán  Fitz-Roy,  estudios  y  viajes  de  D. 
Andrés  Oyarvide,  Cox,  Villarino,  José  Alvarez  de  Are- 
nales, Augusto  Bravard,  Dr.  V.  Mtin.  de  Moussy,  A. 
Petermann,  Cl.  Alvaro  Barros,  Sargento  Mayor  D.  Jó^ 
dan  Wisocki,  Dr.  D.  Francisco  Moreno,  etc.,  etc.  1880 
EditeurspourTEurope:  Gonweloor  fréres  <fe  soeur,  Bru- 
xelles. 

Hasta  ahora,   <  es  el   mapa  más  completo  y  cor- 
recto  de  la  provincia  de  Buenos  Aires» . 


niMm 


I  1^6l_]>iceioiiario  filológico  i  comparado  de 
^•lettOTa  castellana  (precedido  de  una  introduc- 
<íiOn  delDr.í).  Vit^ente  F.  López)    que  contiene:   1.  La 
^l^sificacion  gramatical  de  las  palabras  ;  2.  Su  etimolo- 
&^^i  comparándose  no  solamente  los  elementos  de  la» 
palabras  castellanas,  con  las  raices  de  las  demás  lenguas 
indo- europeas,  sino  también  las  palabras  mismas  con  vo- 
cablos de  las  lenguas  neo-latinas  aue  tienen  el  mismo  orí- 
|en;  3.  El  estudio  de  todas  las  palabras  que  derivan  del 
árabe  V  demás  lenguas  semíticas;  4.  La  explicación  de  los 
vocablos  vascuences  y  americanos  aceptados  en  la  len- 
gua castellana;  5.  El  significado  de  las  palabras  y  sus  di- 
ferentes acepciones,  corroboradas  con  ejemplos  de  auto- 
i*es  clásicos  españoles  ;  6.  La  colección   de  las  frases  y 
refranes  usados    con   más  frecuencia  en  castellano;  7. 
Los  principales  sinónimos    con  sus   correspondientes 
ejemplos  y  explicaciones  por  M.   Calandrelli  (Cate- 
drático de  Filología  clásica  en  la  Universidad  de  Bue- 
nos Aires,  Académico  de  número  de  la  Facultad  de  Hu- 
manidades y  Filosofía,  etc.  Tomo  primero  A-ALL.  To- 
mo segundo  AM-AZ.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  «Obras 
clásicas»,  Solis315.  1880.  En4®,  á  dos  columnas,  xxiv 
-652-xn-viii  ps. 


—  158  — 

Ea  el  tomo  anterior  del  -ánwano,  núm.  publi- 
qué ua  juicio  escrito  por  el  Sr.  Sarmiento  so- 
bre la  obra  del  doctor  Matías  Calandrblli,  en  el 
que  se  revela  á  grandes  rasgos  la  bondad  7  utilidad 
de  ésta,  al  mismo  tiempo  que  encarece  la  necesi- 
dad de  que  se  la  proteja  en  la  República  Arj entina, 
considerándola  obra  eminentemente  nacional. 

El  sabio  Profesor  de  la  Universidad  de  Buenos 
Aires  empezó  sus  estudios  lingüísticos  el  año  1865 
con  el  profesor  Lignana  en  la  Universidad  de  Ná 

Soles,  y  continuó  con  el  profesor  Kerbaker  en  el 
olejio  de  Lenguas  orientales,  de  la  misma  ciudad. 
Iniciado  desde  tan  temprana  edad — 20  años — en  los 
misterios  de  la  ciencia,  Calandrelli  ha  seguido  la 
áspera  senda  de  las  investigaciones  fllolójicas  sin 
desmayar  un  momento,  pudiendo  presentársele  co- 
mo modelo  de  celo  infatigable  y  de  constante  la- 
boriosidad. Favorecido  por  la  naturaleza  con  dotes 
especiales  para  el  estudio  de  la  ciencia  á  qae 
ha  consagrado  los  mejores  años  de  su  vida,  ha  em- 
prendido en  edad  relativamente  temprana  ana 
obra  que  parece  superior  á  la  natural  contrac- 
ción de  un  solo  hombre,  si  se  reflecciona  en 
el  inmenso  trabajo  que  necesita  para  llevarla 
á  cabo  y  en  la  paciente  investigación  que  cada 
una  de  sus  pajinas  requiere.  Promete  ser  el 
libro  de  mayor  trascendencia,  que  sobare  el  idio- 
ma castellano  se  baya  escrito  hasta  ahora,  J 
seria  de  felicitarse  que  la  República  Arj  entina  así 
lo  comprendiese,  afín  de  que  no  ahorrara  sacrificio 
para  facilitar  al  ilustre  autor  los  medios  indispen- 
sables de  terminarlo;  tanto  más  cuanto  que  está 
destinado  á  honrar  la  patria  en  que  se  escribe/ 
publica,  al  mismo  tiempo  que  á  servir  de  base.y 
fuente  á  nuestra  literatura. 
A  medida  que  se  aumentan  los  ramos  del  sabery 


—  d59  — 

que  los  conocimientos  humanos  abarcan  major  es- 
tensión,  se  hace  más  indispensable  la  obra  de  faci- 
litar el  estadio  economizando  trabajo  y  ahorran- 
doel  tiempo^ — siempre  escaso  para  el  ambiciosode 
saber, — ^por  medio  de  compilaciones  que,  á  la  mane- 
ra de  los  diccionarios,  den  al  espíritu  un  material 
nutrido,  bajo  forma  rápida.  Tratándose  del  diccio- 
nario de  un  idioma,  esta  necesidad  resalta  aún  más; 
J  Voltaire  mismo  confiesa  que  le  era  imposible  es- 
cribir cuatro  pajinas  sin  consultar  el  diccionario  de 
fiu  lengua. 

Antes  de  entrar  al  fondo  del  trabajo  del  señor 
Calandrelli,  séame  permitido  declarar  que  mis 
reflecsiones  tienen  solamente  el  propósito  de  dar 
una  idea  de  él,  sin  responsabilidad  en  lo  concer- 
niente á  ciencia  filolójica  ó  á  teorías  de  que  no  pue- 
do ni  debo  ser  juez  La  pasión  por  una  ú  otra  teo- 
ría que  se  ocupa  de  detalles,  perjudica  ala  mar- 
cha serena  de  la  ciencia.  Digo  esto,  porque,  no 
seguiré  los  juicios  esclusivistas  de  Max  Müller,  de 
Schleicher,  de  Bopp,  de  Fich,  etc.  Tomaré  el  con- 
junto para  evitar  los  escollos  en  que  se  choca  al  to- 
car teorías  de  escuelas  personales. 

El  trabajo  del  Sr,  Calandrelli  es  á  la  vez  un  dic- 
cionario de  la  lengua  castellana,  que  todos  pueden 
J deben  consultar  como  tal,  porque  su  testo  perte- 
nece ala  Academia  española,  y  un  diccionario  de 
lingüística,  en  que  está  escrito  y  aplicado  á  la  len- 
gua castellana,  todo  lo  que  se  conoce  de  esa  ciencia 
—  hasta  el  momento  en  que  lo  escribe.  El  que  no 
cupiere  y  deseare  saber  la  maternidad  y  fra- 
ternidad del  idioma  que  hablamos,  se  servirá  del 
diccionario  para  conocer  el  signiñcado  de  las  pala- 
bras, independientemente  de  la  doctrina  fílolójica 
<iifrada  en  la  palabra  etimología.  Los  hombres  de 
letras  que  quisieren,  por  el  contrario,  darse  cuenta 


—  leo  - 

del  sentido  íntimo  de  cada  palabra  y  del  oríjen 
del  idioma  de  que  se  sirven  para  pensar,  hablar  j 
escribir,  hallarán  todos  los  detalles  (|ae  lalingüis- 
tica  proporciona  á  sus  iniciados.  Tiene,  pues,  el 
Diccionario  dos  aplicaciones  distintas :  una  para 
la  jeneralidad  de  los  estudiosos,  otra  para  una  clase 
privilejiada  de  hombres  que  no  se  contentan  con 
saber  el  significado  ordinario  de  las  palabras  y  de- 
sean profundizar  el  sentido  íntimo  que  entrañan. 

Aún  considerado  como  Diccionario  simple  de  la 
Academia,  contiene  algo  más  que  todos  los  diccio- 
narios ya  publicados :  contiene  ejemplos  de  auto- 
res clásicos  para  corroborar  el  significado  y  acep- 
ción de  cada  palabra.  La  importancia  de  los 
ejemplos  se  revela  al  advertir  que  en  ellos  están 
condensadas  las  diferentes  construcciones  deqne 
se  han  servido  los  modelos  del  clasicismo  español, 
7  sobre  las  cuales  han  fundado  los  gramáticos  las 
reglas  que  se  siguen  al  escribir  y  hablar  nuestro 
idioma. 

Bajo  el  punto  de  vista  filolójico,  abarca  la  histo- 
rial del  oríjen,  desarrollo  y  trasformacion  de  la 
lengua  española,  en  comparación  con  lahistoriade 
la  lengua  latina  de  que  ésta  deriva,  y  de  la  historia 
de  todas  las  lenguas  indo-europeas,  consusevola- 
ciones  y  vicisitudes,  propias  del  lenguaje  hu- 
mano. 

Para  mejor  claridad  indicaré  á  grandes  rasgos  el 
vasto  plan  á  que  obedece  el  Señor  Calandrelli, 
haciendo  de  la  obra  una  brevísima  esposicion  fí- 
lolójica. 

El  lenguaje  humano  ha  pasado  por  tres  períodos 
completamente  distintos  :  comenzó  por  simples  mo* 
nosílabos  que  espresaban  ideas  jeneral es;  prosi- 
guió aglomerando  dos  ó  más  monosílabos,  para  mo- 
dificar con  uno  ó  algunos  de  ellos  la  idea  jeneral  es- 


—  161  — 

presada  por  otro ;  j  se  completó  modificando  los 
monosílabos  de  manera  que  pudiesen  reproducir 
todas  las  relaciones  concebibles  del  pensamiento 
hamano,  por  medio  de  la  trasformacion,  modifica- 
ción, composición  y  unión  de  los  monosílabos  en- 
tre sí.  Guiados  por  este  hecho  fundamental  y  pri- 
mitivo, los  lingüistas  han  clasificado  todas  las  len- 
euas  en  tres  grandes  grupos  :  Lenguas  monosilá- 
oicasy  lenguas  aglomerantes  d  aglutinantes  y  lenguas 
ftecsivas. 

Son  lenguas  monosilábicas  :  el  chino,  el  siamés, 
el  birmano,  el  tibetano,  el  amonita  6  conchin* 
chino. 

Son  a¡glutinantes:  el  japonés,  las  lenguas  maleo- 
polinésicas,  las  lenguas  de  Australia,  las  de  los 
negros  de  África,  la  de  los  cafres,  las  lenguas  nu- 
bianas,  las  lenguas  americanas  6  polisintéticas,  la 
lengua  vasca,  etc. 

Son  flecsivas  6  lenguas  de  flecsion :  las  lenguas  se- 
míticas que  comprenden  el  caldeo,  el  siriaco,  el  asi- 
rio,  el  hebreo,  el  fenicio,  el  árabe,  las  lenguas  de 
la  Arabia  meridional  y  de  la  Asirla;  las  lenguas 
Cemíticas  que  abarcan  el  grupo  de  lenguas  ejip- 
cio,  el  grupo  libio  y  el  etiope ;  las  lenguas  indo- 
europeas que  abarcan  la  antigua  lengua  de  los  In- 
dous,  las  lenguas  neo-índicas,  los  dialectos  de  los 
Tsiganes,  el  zenda,  el  persa,  el  armenio,  el  huzvcL" 
réclie^el  parsi,  el  persa,  las  lenguas  de  los  osetas, 
de  los  kourdos,  de  los  belukches,  del  Afghan,  las 
lenguas  antiguas  de  Italia,!  as  lenguas  neo-latinas — 
español,  portugués,  francés,  italiano,  etc. — la  len- 
gua griega  y  sus  dialectos,  el  céltico,  el  gótico,  las 
lenguas  escandinavas,  el  alto  alemán — sajón,  an- 
glo-sajon,  antiguo  sajón,  inglés,  holandés,  flamen- 
co, frijio,  el  lituanio,  el  antiguo  prusiano,  el  lette, 
las  lenguas  indo-europeas  del  Asia  Menor,  las  len- 


—  162  — 

guas  escíticas,  el  albanés,  etc. — Daré  en  aléanos 
ejemplos  uaa  muestra  de  cómo  proceden  en  la  es- 
presión  de  sus  ideas  los  pueblos  que  hablan  cada 
uno  de  estos  tres  grupos  de  lenguas : 

Lengtias  monosilábicas. — Para  espresar  un  chino 
las  ideas  de  hijos,  hijas^  mujeres,  como  carecen  de 
signo  de  plural  y  de  j eneros  los  nombres  chinos^ 
—  recurrirá  á  tantas  otras  palabras  que  indi- 
quen los  j  eneros  y  números.  Tienen  en  su  lengua 
las  palabras  í^6,  hijo  é  hija,  nan,  masculino,  ma- 
cho, niu,  femenino/hembráj^'m,  jente,  #o,  totalidad, 
muchedumbre;  y  para  decir  hijo,  debe  recurrir  á 
las  dos  palabras  nan  tse,  macho  hijo,  como  para  de- 
cir hija  debe  emplear  las  palabras  niu  tse,  hembra 
hijo.  Si  desea  agregarle  el  sentido  plural  debe  aña- 
dir á  los  dos  monosílabos  la  palabra  to;  luego  to  ñau 
tse — muchedumbre  macho  hijo — corresponde  á  hi- 
jos; toniutse — muchedumbre  hembra  hijo — corres- 
ponde á  hijas;  to  ñau  jin — muchedumbre  hembra 
jente — corresponden  á  mujeres;  etc.  Uniendo  mono- 
sílabos independientes  entre  sí,  va  espresando  de 
la  mejor  manera  posible  las  ideas  con  los  acciden- 
tes de  j  enero,  número,  caso,  etc.  Las  lenguas  mono- 
silábicas no  tienen,  pues,  otro  medio  de  espresion 
que  la  unión  de  varios  monosílabos,  que  según  el 

funesto  que  ocupan  en  la  oración  y  la  entonación  de 
a  voz  con  que  se  pronuncian,  adquieren  nuevos 
significados  y  reproducen  diferentes  relaciones. 
Pero  todas  las  palabras  son  de  una  sola  sílaba  sin 
que  ecsista  posibilidad  de  juntar  dos,  tres  ó  más 
de  ellas  para  formar  una,  compuesta. 

Lenguas  aglutinantes. —  Para  espresar  en  qui- 
chua, por  ejemplo,  que  es  también  lengua  agluti- 
nante, la  idea  de  quien  tiene  por  costumSre  avergon- 
zar á  otros, — es  necesario  recurrir  á  las  palabras 
j^nc*ay,  vergüenza  y  camayok,¿[  que  tiene  oficio  6 


—  168  — 

empleo,  para  formar  la  palabra  pen&aycamayók. 
r  adviértase  que  esta  palabra  se  compone  de  j^enc'a, 
avergonzar,  y,  partícula  formativa  del  nombre 
pem'ay^  cama,  oficio,  empleo  y  yok  partícula  forma- 
fciva  del  nombre  cama-yok.  De  manera  que  las  QMdL- 
tro  palabras 2?enc^ay-cama-yoA;  forman  una  sola  por 
acumulación,  aglutinación  ó  justa-posicion— Se  jun- 
tan sin  variar,  ni  cambiar  de  forma. 

LengvMS  flecsivas.  En  estas  lenguas  se  funden  las 
palabras  de  modo  que  muchas  juntas  forman  una 
sola,  capaces  únicamente  de  ser  reconocidas  por  el 
análisis  lingüístico.  Todas  ellas  fueron  al  principio 
monosílabos.  Al  juntarse  una  de  ellas  conserva  el 
sentido   fundamental  y  las  demás  adquieren    u« 
sentido  secundario  ó  accidental.  Así,  por  ejemplo^ 
en  la  palabra  española  baladronar,   hallamos   el 
nombre  baladron  íntimamente  ligado  ala  desinen- 
cia verbal   ar,  derivada  de  la  latina  -are:  en  bala- 
dron  tenemos  el  nombre  baladro  vinculado   con  la 
desinencia  -on;  en  baladro  encontramos  el  verbo 
halar,  vinculado  con  la  desinencia  dro,  derivada  de 
tro  ó  dro  y  ésta  del  primitivo  -trum  de  ter-um; 
en  6aZar  descubrimos  la  sílaba  6aí-,  ligada  a  la  de- 
sinencia verbal  -ar.    Esta  sílaba  significa  gritar, 
charlar,  parlotear,  etc.,  y  como  es  la  base  de  todos 
los  demás  elementos  que  se  agrupan  á  su  alrede- 
dor, y  contiene  el  sentido  fundamental  de  la  pala- 
bra, los  filólogos  le  dan  el  nombre  de  raü,  que  sig- 
nifica tanto,  como  fundamento,  oríjen,  principio, 
arranque  de  la  palabra.    Recorriendo  las   otras 
lenguas  de  la  misma  familia  indo-europea  encon- 
tramos la  misma  raiz  bal-  6  bla — porque  la  -í  está 
sujeta  á  metátesis  ó  trasposición — con  el  mismo  sig- 
nificado y  las  mismas  acepciones.    Así,  en  griego 
ble-Jche,  balido;    en  antiguo  alto    alemán  old-zUf 
balar ;  en  el  eslavo  eclesiástico  ble-ia-ti,  balar ;  en 


—  164  — 

e\  anglo-sajon  blü-taUy  charlar;  en  bajo-alemaa 
bla-ten;  en  holandés  bla-ten,  blee-ten;  en  el  alemán 
moderno  blaken;  en  francés  fcéi-er,  en  italiano  bel- 
are^  en  provenzal  balar,  en  catalán  bel-ar,  etc.  An- 
tes de  fundirse  los  elementos  de  las  lenguas  flecsi- 
vas  ecsistian  en  su  estado  monosilábico,  y  con  la 
ayuda  de  los  principios  de  la  lingüística,  se  puede 
hoy  llegar  á  saber  cómo  espresaban  sus  ideas  los 
ereadores  de  la  lengua  primitiva  indo-europea,  ma- 
dre de  los  idiomas  indicados.  Tomemos  como 
ejemplo  la  palabra  estamos,  que  deriva  del  latin 
sta-mus,  con  la  agregación  de  la  e-  eufónica  delante 
de  las  letras  -st-.  Hallamos  en  ella  la  sílaba  sta-, 
que  es  la  raiz,  y  la  desinencia  -mies,  que  en  lo  anti- 
guo se  hallaba  dividida  en  los  elementos  masa. 
La  sílaba  ma  es  pronombre  de  primera  persona, 
que  ha  dado  oríjen  al  pronombre  me,  mi,  etc.;  y  la 
sílaba  sa  es  pronombre  de  segunda  persona,  cambia- 
do luego  en  ta,  que  ha  dado  oríjen  al  pronombre 
tu.  De  manera  que  masa,  signifíca  yo  y  tti,  6  sea  m- 
sotros.  Los  creadores  del  primer  idioma  de  la  fami- 
lia indo-europea  debieron  á^oit  sta-ma  sa,  estar  yo 
tu,  para  significar  nuestro  actual  estamos. 

Las  lenguas  indo-europeas  se  componen  todas 
de  dos  clases  de  tqXq^s,  verbales  y  ^pronominales.  Las 

Srimeras  indican  acción,  como  i-,  ir ;  sta,  estar]  dic, 
ecir,  etc.  y  las  segundas  reveíanla  persona  que 
hace  y  la  que  sufre  la  acción,  como  ma,  yo;  sa,  tu; 
HA,  él,  etc. 

El  trabajo  de  la  lingüística  consiste  en  buscar 
las  raices  primitivas  de  las  palabras  y  comparar- 
las con  todas  las  raices  de  las  lenguas  de  la  misma 
familia^  descubriendo  las  modificaciones  que  han 
fiufrido  á  través  de  los  siglos  y  de  los  pueblos  qac 
las  usaron,  vinculando  entre  sí  pueblos  de  la  mis- 
ma familia,  como  el  naturalista  reúne  en  sus  jéne- 


—  165  — 

xoB  lo8  animales  y  las  plantas   que  presentan  losr 
mismos  caracteres. 

.  El  español  pertenece,  según  queda  indicado,  á  la 
familia  indo-europea,  y  contiene,  además,  gran  nú- 
mero de  palabras  semíticas,  como  árabes,  hebreas, 
fenicias ;  y  palabras  vascuences  y  de  lenguas  ame- 
ricanas. De  manera  que  el  es  tuaioe  timólo  jico  de 
nuestra  lengua  es  más  difícil  que  el  de  cualquiera 
^tra  de  la  misma  familia. 

El  diccionario  del  Sr.  Calandrelli  tiene  por  ob- 
jeto analizar  cada  palabra  de  nuestra  lengua,  hasta 
encontrar  su  punto  de  arranque  en  las  palabras 
primitivas  de  las  cuales  derivan.  Descubierta  la 
raíz,  se  domina  la  lengua  desde  una  altura,  que  so- 
lamente los  hombres  de  ciencia  pueden  debidamen- 
te apreciar.  Se  asiste  á  la  sucesiva  trasformacion 
de  las  palabras,  por  obra  de  los  diferentes  pueblos 
de  la  misma  familia;  se  penetra  en  sus  diversas 
acepciones;  se  concibe  la  variación  de  las  ideas  en 
él  mismo  cambio  de  los  elementos  sensibles  que  las 
manifiestan  ;  se  ve  la  modificación  de  las  ideas  en 
la  trasformacion  de  los  vocablos.  No  es  un  diccio- 
nario etimolójico  que  se  contenta  con  buscar  el 
oríjen  inmediato  de  la  palabra ;  es  un  diccionario 
comparado  que  puede  utilizarse  en  la  compilación 
de  tantos  diccionarios,  cuantas  son  las  lenguas 
conque  se  compara  el  español. 

Daré  un  ejemplo  tomado   al  acaso  del  segundo 
tomo  que  tengo  a  la  vista : 

«Anelio,  cha.  adj. 

«ETIM.— Viene  del  Iñt amplm,  amplio,  vasto, 

grande,  extenso  (cfr.  amplo  y  amplio).  Las  letras 

j>l  se  cambiaron  en  ch,  como  aconteció  en  planus 

=chanelay  etc.  El  adj.  amplus  equivale  áambi-plics 

^=umhi''pul'U8,  que  se  compone  del  pref*  ambi  (cfr. 

11 


—  166  — 

AMB-)  7  el  9uf.  'plii8=^pul'ti8,  cuya  tslíz  puh,  lléúarj 
corresponde  á  la  indo-europea  par=pal=pl  v,  lle- 
aar.  Cfr.  sánscrito  p¿i>ar-fe',  pr-náti,  él  llena;  p^r- 
nás,  lleno ;  pur-ti-^ptU-ú-y  mucho;  skt.  HT,  por,  lie- 

lar;  pi-par-mi,  yo  lleno ;  púr-nas,  lleno ;  zend.  par. 
i  leñar ;  2?^-ewa, lleno  ;  gót.  full-s,  lleno  :  ant.  al.  al. 

'í,  lleno;  angl-saj.  y  sueco  full;  ant.  saj./wt/isl. 
/*'//Zr;dan.  /kía;  n.  al.  aL  tJOÍZ;  hol.  vol^  lleno;  ingl. 
////Z,  lleno  ;  angl-saj.  fyllanj  llenar ;  gót,  fulljan;  ant 
rJ.  al./wZíaw;  med.  al.  al.  vüllen;\io{.  tullen;  sueco 
f\,lla;  din.  fylde;  Henar-  ingl.  fiU,  llenar,  etc.,  esL 
el.  p/unu,  lleno;  p/U-A:u,  plebe,  pueblo;  lit.  ioí/-/?V 
\]*ina.Y;ptl-nas,  lleno ;  grg.  it{-ii.-KXY)-|i.',  itXTQ-p-y);^  lleno; 
o>Toc,  abundancia,  riqueza;  lat.  im-ple-re^  llenar, 
ocupar,  henchir,  saturar,  cargar;  com-ple-rcy  acá- 
'»t^  r  de  llenar,  llenar  hasta  arriba;  re-ple-re^  llenar, 
colmar  ;re-pfe-¿w5,  repleto,  lleno  ;  ex  pie  re,  llenar, 
colmdir;  €X-ple4its,  lleno,  heiTto ;  ex  pie  tío,  satis- 
íVuicion,  conclusión  ;  sup-ple-re,  suplir,  reemplazar 
Ut'v.pveí.  stib-,  etimológ.  llenar  la  vacante,  ocupar 
^1  puesto  de  otro);  sup-ple-fnentum,  suplemento;  de- 
2?  e-re,  desocupar,  vaciar ;  pletura,  acción  de  He- 
nar ;f)/e-ww5,  lleno,  pleno,  completo,  repleto;  pie- 
t"\  enteramente ;  ple-narius,  completo ;  pie  nitas, 
plt'vi-tudo ,  plenitud,  amplitud;  plus,  pluris 
{^=plews,  pleores),  más,  mayor  número,  ó  cantidad  ; 
vhirimtis,  muchísimo ;  plur-alis,  plural ;  plurálitas, 
pluralidad  ;  com-ple-mentum,  complemento,  el  col- 
mo, la  perfección  de  una  cosa ;  pie-bes,  plébs,  plebe, 
pueblo  bajo;  plebi-scitam,  plebiscito  (cfr.  sci-  en 
vmcia),  decreto  del  pueblo,  ple-beius,  plebeyo; 
pn  pul'íis,  pueblo,  populacho,  multitud  ;  popularis, 
adj.  popular  ;po-¿wZ-a-m,  m.  f.  habitante,  compa- 
ñero ;  po-pul-aritas,  popularidad,  pu-blicus  {=po- 
fr.ilicus),  público, común ;  Fu-blicola,  Publicóla,  so- 
brenombre de  P.  Valerio ;  popular,  que  toma  sobre 


—  167  — 

fií  los  intereses  del  pueblo;  Publius,  Publio;pM- 
Uicanus^  arrendador,  asentista  de  las  rentas  públi* 
cas,  publicano;  pu  bli-caho,  publicación;  pu-hlu 
cator,  publicador;  publ-ice,  públicamente;  pu-bli- 
care^  publicar,  hacer  público ;  mani-pul-us^  maní- 
pulo, manada,  manojo  (cfr.  mani-  en  mano);  mani' 
pularis^mani'pul-ariuSj  lo  perteneciente  al  soldado 
raso;  sim-plus^  simple  (cfr.  simple);  duplu-m^  el 
doble;  duplu'Sf  duplo;  du-pla-re,  doblar,  etc,  Eti- 
mológ.  Ancho  significa  Ueno  todo  en  derredor.  Le 
corresponden:  franc.  ampie;  ital.  ampio;  cat.  ampie, 

etc.  Cfr.  AMPLIO,  AMPLO,  AMPLIAR,  AMPLIFICAR,  PLB- 
HO, LLENO,  LLENAR,  REPLETO,  SUPLIR,  SUPLEMENTO, 
COMPLEMENTO,  PLURAL,  PLEBE,  PUEBLO,  PÚBLICO,  PLE- 
BEYO, POPULAR,  POPULARIDAD,  MANÍPULO,  PUBLICAR, 
SIMPLE,  DUPLO,  DOBLAR,  CtC. 

«SIGN. — 1.  Lo  que  tiene  dimensión  contrapuesta 
á  lo  largo  : 

«Donde  la  gran  Metrópoli  del  Griego— Que  de  Do- 
ria corona  el  anc/io  lago.  Villamol.  Obr.  Poét  fol* 
233. 

«2.  Holgado,  amplio  en  demasía;  como  vestido 
ancho. 

«3.  Usado  como  sustantivo,  anchura;  y  así  se  di- 
ce :  el  ancho  del  paño. 

*Fr,  y  Eefr. — ancha  castilla,  expr.  fam.  con  que 
se  alienta  uno  á  sí  mismo  ó  anima  á  otros  á  usar 
de  liberalidad  y  franqueza,  ó  á  obrar  libre  y  de- 
sembarazadamente sin  guardar  miramientos  ó  sin 
reparar  en  riesgos  y  dittcultades. — A  mis,  A  tus, 
A  sus  anchas,  mod.  adv.  fam.  Cómodamente,  sin 
sujeción,  con  entera  libertad. — estar  ó  ponerse 
jTOY  anchoótan  ancho,  fr.  met.  y  fam.  Engreírse, 
envanecerse.  —  tantas  en  ancho  como  en  largo. 
Modo  de  hablar  que  valia  cumplidamente,  a  toda 

JSATISFAOOION.> 


—  168  — 

En  el  ejemplo  que  antecede,  nótase  en  prinoer  lu- 
gar una  ley  fonolójica,  en  virtud  de  la  cual  las  le- 
tras 'pl'  de  las  palabras  latinas  suelen  convertirse 
en  español  en  la  letra  ch,  como  de  amplus  se  deriva 
ancho,  de  planiis^  chanela^  que  hoy  escribimos  chi- 
nela, llamada  así  por  su  forma  plana,  etc.  Descú- 
brese la  derivación  inmediata  de  la  palabra  espa- 
ñola; pero  resta  saber  todavía  de  dónde  se  deriva 
la  palabra  latina  amplm^  porque  con  indicar  el  orí- 
jen  inmediato  del  vocablo  español,  no  hacemos  má^ 
3ue  cambiar  nombre, sin  manifestar  aún  el  significa- 
o  intrínseco  de  esta  palabra,  su  composición  y  orí- 
jen.  Siguiendo  el  análisis,  obsérvase  que  ampjus^^ 
palabra  compuesta  de  dos  elementos:  del  prefijo  am- 
J¿-,  que  se  encuentra  en  otros  vocablos  españoles, 
como  en  ambición,  ambicionar,  etc.;  y  del  elemento 
-plus,  el  cual  equivale  al  primitivo  -pul-us.  Sábese 
que  amplus  deriva  de  ambi-pul-us,  cuya  palabra 
se  redujo  á  ampliis  por  un  procedimiento  muy  fácil 
y  natural  á  la  vez.  Encuéatranse  en  la  misma  dos 
sílabas  seguidas  que  contienen  cada  una  la  conso- 
nante labial  'hi  con  la  consonante  labial-media -6-, 
y  -pul  con  la  consonante  labial-ténue  -p  .  Al  pro- 
nunciarse estas  sílabas  de  sonido  casi  análogo,  ope- 
ran en  la  vocal  i-  de  manera  que  ésta  tiende  á 
suprimirse  y  las  dos  sílabas  análogas  á  refundirse. 
Así,  ambi-plas  redúcese  primero  á  amb-plus^  y  lue- 
go, perdiéndose  el  objeto  de  la  escistencia  de  6-  de- 
lante de  'P,  abreviase  la  palabra  en  am-plvs.  Bu 
vista  de  estos  dos  elementos,  el  Sr  Calandrelli 
indica  al  lector  que  amb-  está  ya  esplicado  en  el 
artículo  correspondiente,  con  el  significado  de  al 
rededor.  Sigue  el  análisis  de  plus,  derivado  de  -pul- 
tes,  cuya  esplicacion  se  halla  en  la  raiz  27u{-,qaeda 
oríjen  á  otras  palabras  latinas,  como  8oa  po-pul-us, 
pueblo,  po-pul-aris,  popular,  etc.   Esta  raiz  ptd- 


_  169  — 

corresponde  á  la  raiz  de  la  lengua-madre  indo- 
europea, de  donde  descienden  todas  las  lenguas  de 
la  misma  familia,  pero  modificada  según  leyes  cons- 
tan  tes  que  rijen  el  desarrollo  de  los  sonidos  vocales 
y  de  las  consonantes^  que  son  elementos  constitu- 
tivos de  las  palabras.  Según  la  ley  Grimm,  las 
palabras  que  en  sánscrito,  en  griego,  en  latin,  en 
céltico  y  en  eslavo,  llevan  la  consonante  p-,  ten- 
drán en  gótico  y  en  bajo-aleman,  sajón,  anglo-sajon, 
antiguo- sajón,  inglés,  holandés,  flamenco  y  frijio,la 
f6  la -6-,  y  en  antiguo  alto  alemán  f^  &,  ó  v-.  Por 
consiguiente  la  raiz  latina  j?u{- debe  corresponder 
á  otra  sánscrita  con  la  misma  letra  ^,  y  encuéntra- 
se, en  efecto,  la  raiz  par-,  bajo  las  formas  pid-  y 
^r-,  según  se  advierte  en  pürn'as^  lleno,  en  pwí- 
tís,  mucho,  etc.  La  diferencia  entre  pul-  y  pai'-  se 
comprende  al  observar  que  la  -Z-  y  la  -r-  se  cambian 
recíprocamente,  según  se  nota  en  el  español  almilla 
derivado  de  armilla,  en  singularis  en  vez  de  singu- 
lalis,  cuyo  sufijo  -alis  se  encuentra  en  plur-alis^ 
gener-ahs,  etc.  Las  vocales  u  y  e  alternan  en  latin, 
como  en  pie-bes,  y  ple-nus  con  respecto  á  plus,  po- 
pul'US,  etc.,  como  alternan  en  sánscrito  las  vocales 
ay  u,  según  se  advierte  enpur-u  y  pür-nas  en  rela- 
ción con  pi-par-ti,  pi-par-mi^  etc.  La  raiz  sánscrita 
es  j?ar-,  que  significa  llenar.  Parece  á  primera  vista 
que  llenar  y  ancho  no  tienen  nada  de  común  entre 
sí.  Observando,  sin  embargo,  el  significado  etimo- 
lójico  de  ancho,  que  equivale  á  lleno  al  rededor, — 

f  morque  ambi-  significa  alrededor  y  -pul-us,  lleno,  de 
a  TB.izpul'  llenar, — es  obvio  que  se  dijo  amplíes  en 
latin  con  respecto  al  número  de  objetos  ó  personas 
que  pueden  caber  en  un  paraje,  lugar  ó  espacio 
cualquiera.  Cuanto  mayor  es  el  número  de  perso- 
nas ó  cosas,  tanto  más  estenso  es  el  espacio  en  que 
están  contenidas.  Siguiendo  este  mismo  raciocinio, 


—  170  — 

pueden  agruparse  ala  raíz  par-  6  pah-^VL^  nnébd 

jCambiarse  por  metátesis  tapia'  ó  píe-, — todas  las 

-palabras  de  las  lenguas  indo-europeas  que  tiemen 

':el  mismo  sentido  j  obedecen  á  la  misma  ley  che 

vGrimm,  por  lo  que  respecta  al  cambio  fonolójico  de 

las  consonantes.  Se  observa,  ante  todo,  en  sánscrito 

el  verbo  pi'parti,  pri-nati,  llenar;  el  adjetivo  j>6r- 

n*aSfUetíO]pur'U'  y  pul  ti-,  mucho;  en  zenda  par^ 

llenar,  j)er-ena,  lleno,  etc.  En  gótico  y  bajo-aleman 

deben  hallarse  estas  mismas  palabras  escritas  con 

1*  i^  y  d  efecto— gótico  fullus,  lleno;  anglo-sajon  y 

sueco /?¿{Z' antiguo  sajón  ful;  dinamarqués  fiíhcL; 

inglés  fülíy  lleno ;  /iZÍ,  llenar,  etc. 

En  griego  deben  hallarse  palabras  análogas  con 
?í ,  y  efectivamente  ecsisten  «^í-pTQ«— j9Íé-re5,  lleno ; 
w>  TcXtijii — pim-ple-mL^jo  lleno,  etc.  Sábese  á  pun- 
to fijo,  en  virtud  de  la  ley  de  Grimm,  cuáles  son  las 
palabras  de  las  lenguas  indo-europeas  que  deben 
corresponder  á  la  palabra  española  ancho  por  me- 
dio de  la  latina  ampliLS,  Esto,  en  cuanto  á  compa- 
ración de  la  raiz  par-  con  todas  las  raices  análogas 
de  las  lenguas  de  la  misma  familia ;  resta,  sin  em- 
bargo, otro  trabajo,  más  útil  aún  que  el  anterior, 
que  consiste  en  descubrir  las  palabras  castellanas 
que  descienden  de  la  misma  raiz,  guiados  por  las 
palabras  latinas  que  les  sirven  de  oríjen  y  funda- 
mento. Nótase  que  pie-bes^  plebe,  ó  sea  la  trniche' 
dumbre,  el  número  de  jerüe  qíie  no  se  distingtie  ni  par 
talento  ni  por  mérito  propio^  desciende  de  la  misma 
raiz,  como  descienden  po-pul-us^  pueblo,  la  muche- 
dumbre ;  pu  blicicsoov  po  pulicus,  perteneciente  al 
pueblo,  publico,  Publtus,  por  Populim,  Pvblioó 
sea  í^Za'íeyo,  perteneciente  al  pueblo;  pie  wttó,  lleno, 
pleno,  etc.  Esplícanse  con  la  clave  de  la  raiz  todas 
las  palabras  que  derivan  de  ella  de  una  manera 
clara  y  terminante. 


—  171  — 

Hay  afinidades  ignoradas  entre  palabras  aparen 
gemente  diversas,  como  amplio^  pl&no^  duplo^  doblar^ 
simpUy  plebe,  suplir  y  lleno  ^  repleto,  anchoy  etc. 

£^onocemos  á  nuestros  hermanos  mayores  en 
los  Indus,  en  los  godos,  sajones,  dinamarqueses. 
4Enieco8,  ingleses,  etc.,  que  hablan  una  lengua  ana 
loga  en  el  fondo  á  la  nuestra,  á  quienes  ni  la  distan 
<>ia  ni  los  siglos  consiguen  alejar  de  itosotros. 

Tal  es  el  trabajo  lingüístico  del  Sr.  Galandrelli, 
dedicado  á  las  personas  que  no  solamente  desee. i 
hablar,  sino  también  comprender  el  sentido  íntiir  > 
^e  las  palabras  de  que  se  sirven. 

No  faltarán  otras  á  quienes  no  interese  nunca  1  -a 
parte  fílolójica ;  pero  aun  ellas,  pueden  acaso  prcs 
-cindir  del  diccionario  de  su  lengua,  que,  como  y 
he  dicho,  se  encuentra  íntegro  en  la  misma  obru 
consoló  dejar  de  mano  aquella  parte  científica  y 
^atender  al  significado  de  las  palabras,  con  sus  ditV 
rentes  acepciones  y  los  ejemplos  clásicos  que  1(ks 
corroboran  ? 

Se  halla  todavía  un  progreso  relativo  alas  eti 
molojias  árabes.  En  el  primer  tomo,  el  Sr.  CaUííi- 
drelli  no  ha  buscado  siempre  la  raiz  primitiva  ara 
biga  de  cada  palabra ;  pues  seria  ardua  tarea  redu  • 
eir  á  sus  elementos  primitivos  una  lengua  que  m^ 
lia  tenido  aún  su  Bopp  ;  y  ello  hubiera  centuplica- 
da el  enorme  trabajo  que  ecsije  la  confección  áA 
diccionario  comparado.  Sin  embargo,  el  segundo 
tomo  presenta  un  análisis  prolijo  délas  palabra-s- 
semíticas,  y  como  consecuencia  del  descubrimien- 
to de  las  raices  que  dan  orí  jen  á  las  palabras  ara 
bes,  primitivas  de  las  españolas.  En  corroboración 
de  esta  afirmación,  reproduzco  el  artículo  de  la  pa- 
labra a.s'ora/a,  por  ser  breve  y  adecuado : 

f  A-zorafa.  f.  ant. 

«  ETIM.-- Viene  del  árabe  az-zarrafa,  az-zeráfa 


—  172  — 

ó  ag'Zarráf,  compuesto  del  art  ai,  el,  la,  (cambiadí^ 
en  az'  por  la  asimilación  de  la  -{-  ala  -z-  siguiente), 
y  el  nombre  earráfa,  zerráfa  6  earráf,  jirafa  (=ca' 
MALBOPARDALis  GiRAFA,  L,).  Dcrívase  zarraf  del 
verbo  záraf^  zarf^  saltar,  caminar  saltando,  etc. 
Etimolójicamente,  significa  la  quesalta^  laqt4>e  corre- 
saltando  ó  por  saltos.  Le  corresponden :  franc.  girafe'^ 
franc.  ant.  (Joinville)  orafle^  girafle;  (Marco  Polo,, 
edic.  Pauthier),  gerofle^;  ital.  giraffa;  cat.  girafa;. 
port.  girafa,  etc.    Cfr.  jirafa. 

«SIGN.— Animal  cuadrúpedo,  jirafa.» 

En  todos  los  demás  diccionarios  se  halla  simple- 
mente que  azorafa  deriva  del  árabe  azzarraf,  que 
significa  jirafa,  sin  darnos  razón  del  orí  jen  déla 
palabra  árabe,  y  sin  precisar  su  sentido.  En  la  eti- 
molojia  anterior  se  busca  el  oríjen  de  la  palabra 
árabe  que  se  encuentra  en  el  verbo  zaraf,  deriva- 
do á  su  vez  de  la  raiz  zarf,  correr  asaltos,  caminar 
sal  tando.  Dedúcese  del  descubrimiento  de  esta  de- 
rivación, que  los  árabes  llamaron  así  á  la  jirafa 
porque  corre  saltando,  y  sabemos  también  que  más 
allá  de  la  raiz  zarfes  imposible  proceder,  por  cuan- 
to las  raices  árabes  y  en  jeneral  las  semíticas,  se 
componen  de  tres  consonantes.  En  el  caso  preseute» 
zrfes  el  elemento  primitivo  é  irreductible  déla 
palabra  azzarrafa. 

Siguiendo  este  método  etimolójico  y  comparati- 
vo á  la  vez,  el  Dr.  Calandrelli  hace  la  historia  de 
cada  una  de  las  palabras  que  contiene  el  idioma 
castellano,  presentando  al  lector  todas  las  modifi- 
caciones  que  á  través  del  tiempo  y  del  espacio 
las  jeneraciones  pasadas  han  impreso  en  el  lengua- 
je, el  cual  refleja,  á  la  manera  de  un  espejo,  la» 
evoluciones  que  han  sufrido  las  ideas,  los  hábitos  y 
las  creencias  de  los  pueblos  que  se  sirvieron  del. 

Aprovechando  los  trabajos  de  los  ilustres  sabio» 


—  173  — 

que  le  han  precedido  en  sus  tareas,  eleva  un  monU' 
mentó  fílolójico  al  idioma  castellano,  que  servirá^ 
de  fuente  inagotable  de  su  literatura  y  de  inapre* 
ciable  guia  para  la  más  esacta  intelijencia  de  laa 
obras  maestras  que  nos  ha  legado  la  antigüedad. 

No  sólo  son  los  eruditos  y  literatos  los  que  se 
hallan  directamente  interesados  en  la  feliz  termi-^ 
nación  de  esta  obra,  sino  todas  las  personas  cultas 
dispuestas  á  adquirir  conocimientos  estensos  del 
idioma  de  que  se  sirven.  Montaigne  decia  con  ra^ 
zon  que  el  que  habla  sin  darse  cuenta  del  valor 
orijinario  de  las  palabras,  apenas  sabe  la  mitad  de 
lo  que  dice,  porque  le  falta  lo  que  da  vida  á  la  pa- 
labra, que  es  su  significado  descompuesto  en  sus 
elementos  constitutivos.  PoresoNodier  afirmaba 
con  ta.nta  propiedad,  que  hacer  uso  de  una  palabra 
cuya  naturaleza  se  ignora,  es  lo  mismo  que  hablar 
con  una  persona  á  quien  ni  de  nombre  se  conoce. 

El  público  en  jeneral  tiene  el  deber  de  cooperar 
por  los  medios  á  su  alcance  á  la  pronta  conclusión 
de  esta  obra,  pues  seria  desdoroso  para  la  cultura 
intelectual  de  nuestro  pais  ,  que  el  autor  se  viese 
detenido  en  su  noble  empresa  por  falta  de  los  re- 
cursos necesarios  para  llevarla  á  cabo ;  y  mucha 
más  cuando  los  gobiernos  Nacional  y  Provincial 
han  dado  el  laudable  ejemplo  de  protejerla  osten- 
siblemente. 


1 


ISIAÜISTICi 


16d-*Besú]iien  del  Comereio  exterior  de  la 

República  Argentina  en  1879.  Publicación  oficial  de  la 
oficina  de  estadística  comercial  de  la  Dirección  Gene- 
ral de  Rentas  Nacionales.  Abril  24  de  1880.  Buenos  Ai- 
res. 6022— Imprenta  del  Porvenir,  calle  Defensa  139. 
1880.  En  4®,  12 ps. 

En  el  mes  de  abril  de  1880  la  Oficina  de  Esta- 
dística Comercial,  no  pudiendo  imprimir  aun  el  Re- 
jistro  que  anualmente  publica — V.  el  N.  103, — 
resolrió  imprimir  por  separado  unas  cuantas  pla- 
nillas estadísticas  que  contienen  el  resumen  de  la 
importación  y  esportacion  déla  República  en  el 
año  1879,  comparada  con  la  del  año  1878  Estas 
planillas  fueron  después  incluidas  en  el  cuadro  je- 
neral  del  Comercio  Esterior  de  la  República  Ar- 
j entina,  del  que  formaban  parte. 


163— -lEstadistlca  comercial  de  la  Repúbli- 
ca Arg^entina.  Cuadro  general  del  comercio  esterior 
durante  el  año  de  1879,  formado  sobre  los  documento» 
oficiales  de  sus  Aduanas.  Buenos  Aires.  *'''La  Repúbli^ 


—  176  - 

ca"  Imprenta  especial  de  obras,  calle  Belgrano  189.  Oc 
tubre  de  1880.  250-91  ps.  in-folio. 

Esta  importante  publicación  anual  aparece  este- 
año  dividida  en  tres  partes  La  primera— ps. 
Lxxxiv — contiene  un  largo  informe  del  Señor  Ri* 
cardo  Napp,  jefe  de  la  Estadística  Comercial  de 
la  República,  dirijido  al  Director  Jeneral  de  Ren- 
tas ;  la  segunda— ps.  250 — se  ocupa  preferentemen- 
te del  comercio  especial  de  la  República  en  cuanto 
se  relaciona  con  la  importación  y  esportacion  de 
las  mercancías  ;  y  la  tercera — ps.  91 —  trae  un 
resumen  del  comercio  especial,  efectuado  desde 
los  años  1870  hasta  1879,  que  demuestra  nuestro 
progreso  económico  por  medio  de  cuadros  compa- 
rativos. 

En  su  importante  informe  manifiesta  el  Señor 
Napp  lo  mucho  que  se  ha  adelantado  en  la  esac- 
titud  de  los  datos  que  suministra,  aunque  confiesa 
que  ella  no  es  aún  absoluta,  y  calcula  en  un  mi- 
llón de  pesos  fuertes,  prócsimamente,  el  valor  ofi- 
cial de  las  operaciones  no  gravadas  con  derecho» 
fiscales  que  escapan  á  los  datos  publicados.   Hace 

5 resente  la  necesidad  urjente  que  ecsiste  de  intro- 
ucir  modificaciones  en  el  estado  actual  de  la  es- 
tadística comercial  y  propone  varias  reformas  en 
el  personal  y  administración  de  la  oficina  á  su 
cargo. 

La  importación  de  mercaderías  estranjeras  al- 
canzó en  el  año  1879  á  la  suma  de$f.  43.223,616  y 
la  de  1878  á  42.074,960,  acusando  así  un  saldo  á  fa- 
vor del  último  año  de  $f.  1.158,656,  ó  sea  el  2i8oio, 
sin  que  la  comparación  de  la  importación  por  na- 
ciones, con  los  años  anteriores,  ofrezca  mayor  inte- 
rés, si  se  esceptúa  el  aumento  de  Solivia  y  Estados 
Unidos  y  la  disminución  ocurrida  en  la  introduc* 


—  177  — 

€Íon  de  mercaderías  estranjeras  por  via  de  Chile. 
Se  hace  notar,  con  razón,  que  este  resultado  era  de 
esperarse,  no  sólo  porque  los  sucesos  desarrollados 
€n  las  Repúblicas  del  Pacífico  impelen  á  Bolivia  á 
bascar  un  nuevo  camino  de  salida  para  sus  rique- 
zas naturales^ sino  porque  á  medida  que  mejoran  las 
vias  de  comunicación  del  litoral  Arj entino  con  las 
provincias  Andinas,  éstas  hallan  ventaja  en  com- 
prar los  artículos  de  su  consumo  en  los  puertos  na- 
cionales; demostrando  con  ello  de  una  manera 
Sráctica  é  irrefutable,  que  la  política  previsora  que 
otó  á  la  República  de  una  vasta  red  de  Ferro-Car- 
riles 7  la  que  tiende  á  estenderla  hasta  hacer  lle- 
gar la  locomotora  alas  fronteras  de  Boliviay  Chile, 
están  produciendo  espléndidos  resultados,  de  que 
aprovecha  forzosamente  en  mayor  escala  la  ciudad 
de  Buenos  Aires,  por  ser  el  puerto  principal  de  la 
República. 

En  cuanto  ala  esportacion,  se  ve  con  satisfacción 
que  no  solamente  los  frutos  representan  un  valor 
mayor  que  antes,  sino  que  los  artículos  esportados 
aumentan  anualmente,  ensanchándose  el  radio  de 
los  mercados  compradores.  Hoy  la  República 
manda  sus  productos  á  puertos  que  hasta  hace  poco 
no  se  mencionaban  en  los  Rejistros  de  su  comercio 
estranjero,  y  mientras  que  anteriormente  dos  ó  tres 
mercados  europeos  disponían  á  su  antojo  en  lo  rela- 
tivo á  la  fijación  de  los  precios  de  nuestros  produc- 
tos, hoy  no  ecsiste  puerto  europeo  de  alguna  im- 
portancia que  no  los  tenga  incluidos  en  sus  cotiza- 
ciones de  mercancias  «en  primera  mano> . 

.Este  año  trae  el  rejistro  reformas  importantes, 
siendo  de  notar,  entré  ellas,  la  introducción  de  pla- 
nillas bastante  minuciosas  que  demuestran  la  es- 
Sortacion,  sujeta  á  derechos,  de  productos  del  pais, 
e  las  provincias  de  Buenos  Aires,  Entre-Rios, 


-  178  — 

Obrrientes  v  Santa-fé,  englobando  la  de  tíwlo  et 
ulterior  en  la  planilla  correspondiente  á  esta  últi- 
ma prerincia,  por  la  sencilla  razón  de  que  nuestra 
estadística  comercial  se  reduce  á  la  computación  de 
operaciones  aduaneras.  Por  estas  planillas  se  ob- 
serva  que  de  los  productos  de  ganadería  esporta- 
dos en  1879, el73p.§  correspondió  ala  Provincia 
de  Buenos  Aires.  Además,  se  agregan  algunos  da- 
tos  sobre  el  movimiento  de  los  puertos  del  litoral  y 
los  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires  relativos  ápro- 
ductos  nacionales,  no  sujetos  á  derechos  de  salida* 
deduciéndose  de  ellos  que  Buenos  Aires  consumió  el 
año  de  1879— 17.000,000  $f.  y  que  su  esportacion  de 
productos  propios  sujetos  a  derechos  de  salidas,- 
subió  á  algo  más  de  3'5.000,000$f.;  lo  que  da  un  esce- 
den te  á  favor  de  la  producción,  de  18.000,000  $f.— 
resultado  brillantísimo  de  que  no  habrá  muchos 
ejemplos. 

Después  de  estas  observaciones,  pasa  el  Señor 
Napp  á  ocuparse  de  la  navegación  á  vela  y  á  vapor^ 
insertando  varios  cuadros  que  dan  á  conocer  el  mo* 
vimiento  marítimo  de  nuestro  puerto  comparada 
con  el  del  Rosario  ;  con  indicación  de  bandera,  pre- 
cedencia y  destino  de  los  buques ;  y  hace  notar 
numerosos  errores  que  esa  Oñcina  se  ha  visto  en  la 
imposibilidad  de  salvar.  Termina  la  introducción 
con  algunos  cuadros  comparativos  delaimporta^ 
cion y  esportacion  libre  y  sujeta  á derechos  délo» 
años  78 y  79,  en  los  cuales  se  puede  computar  las 
nitercaderias,  las  cantidades  y  valores  oficiales. 

La  2^  parte  contiene  las  «Tablas  Recapitulati'' 
vas  del  comercio  especial  de  la  República  Arjenti- 
na  durante  el  año  1879».  El  I  cuadro  se  refiere 
á  los  valores  oficiales  de  importación  y  esporta* 
cion,  el  II  al  modo  de  trasporte,  el  III  á  la  nave- 
gcKsion,  el  IV  á  las  naciones  y  aduanas,  el  Y  agregft^ 


-  179  — 

áics  yalores  oficiales  el  dato  de  las  naciones  y 
aduanas,  separando  la  importación  de  la  esporta-^ 
cioii.  El  cuadro  VI  contiene  un  estenso  resumen 
déla  importación  libre  y  sujeta  á  derechos,  desig- 
nando las  mercaderías,  las  cantidades  y  el  valor 
oficial  ;el  cuadro  YII  aumenta  los  mismos  datos  con 
el  de  las  Aduanas,  y  el  VIH  distingue,  á  más  de  las^ 
Aduanas,  los  meses  y  las  procedencias — La  espor- 
tacion  está  demostrada  por  cuadros  análogos  alo& 
que  se  ocupan  de  la  importación  y  contienen  el  mis- 
mo número  de  datos. 

El  movimiento  marítimo  de  la  República  figura 
en  el  Rejistro  por  tres  planillas  que  reasumen  la 
navegación  á  vela  y  á  vapor,  y  por  las  que  se  puede 
saber  el  número  de  buques  entrados  y  salidos  en  el 
año,  cargados  ó  en  lastre,  su  tonelaje,  sus  proceden* 
cías,  destinos  y  banderas. 

Forman  la  tercera  y  última  parte  del  libro  cua* 
dros  estadísticos  comparativos  de  la  importación 
y  esportacion  de  los  años  70—75,  76, 77,  78  v  79  en 
los  que  es  dado  ver  el  modo  de  trasporte,  las  pro- 
cedencias, destinos  y  Aduanas  y  las  Naciones;  in- 
dicando este  último  cuadro  las  mercaderías,  lais^ 
cantidades  y  los  valores  oficiales.  La  navegación 
á  vela  y  á  vapor  figura  también  con  cuadros  compa^ 
rativos  de  los  mismos  años  y  con  datos  iguales  á  los^ 
que  contiene  el  año  1879— Se  ha  agregado,  además, 
la  ley  de  Aduana  que  ha  rejido  durante  el  año 
1879. 

Apesar  de  los  pequeños  adelantos  realizados  por 
la  Estadística  Comercial  durante  el  año  1879,  es  de 
lamentar  lo  descuidado  que  se  halla  entre  noso- 
tros esta  importante  rama  de  la  Administración 
pública.  No  sólo  la  esactitud  de  los  datos  dejamu- 
eho  que  desear,  como  lo  declara  el  jefe  de  la  Oficina, 
íán6  que  hasta  se  carece  de  aquello  más  indispen* 


—  180  — 

«able  para  determinar  la  participación  que  en  núes- 
tra  producción  j  consumo  corresponde  á  cada  una 
de  nuestras  provincias.  Cuando  se  desea  es  tender 
las  líneas  férreas  j  telegráficas  por  todo  el  territo- 
rio de  la  República,  se  necesita  indispensablemen- 
te, para  obrar  con  prudencia,  saber  qué  es  lo  que 
firoducen  y  consumen  los  pueblos  que  va  aligar  al 
ocomotora  ó  el  hilo  elétrico;  cuáles  son  su  población 
precisa,  su  esportacion  y  su  riqueza;  porque  de  otra 
manera  se  corre  riesgo  de  invertir  inj  entes  sumas 
6in  resultado  provechoso.  T  no  sólo  nuestros  inte- 
reses materiales  se  encuentran  comprometidos  á  ca- 
da paso,  sino  que  nuestro  bienestar  social  y  noli  tico 
seresiente  de  esa  ignorancia  en  que  vivimos  de  noso- 
tros mismos,  ya  sea  en  el  espíritu  de  nuestros  par- 
tidos, como  en  el  criterio  de  nuestros  lejisladores. 
La  nueva  Administración  Nacional,  que  tantos 
cambios  ha  operado,  remediará  el  mal,  consagrando 
jsu  atención  preferente  á  la  formación  de  una  buena 
estadística  que  le  sirva  de  base  para  todos  sus 
trabajos  y  proyectos. 

164— I^entografia  Areentina— Movimiento  de 
la  Población  de  la  ciudad  de  Buenos  Aires  durante  el 
año  de  1879  -Inmigración  y  Emigración— Matrimonios- 
Nacimientos— Mortalidad— Estadística  Médica— Meteo- 
rologia— Asistencia  pública— Vacunación— por  el  doctor 
Emilio  R  Coni,  Miembro  honorario  de  la  Asociación  Mé- 
djca  Bonaerense,  miembro  corresponsal  de  varios  Acade- 
mias y  Sociedades  Médicas  de  Europa  y  América— Bajo 
los  auspicios  de  la  Oficina  de  Estadística  de  la  Provin- 
cia de  Buenos  Aires— Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo 
E.  Coni,  especial  para  obras  60— Calle  Alsina— 60. 1880. 
En  4  ®  menor,  52  ps. 

Este  folleto,  dividido  en  varias  partes,  se  ocnpft 
primero  del  movimiento  de  población.  Por  él  sesaW 


—  181  — 

^ue  durante  el  año  1879  han  entrado  55,155  pasaje- 
ros y  que  han  salido  26,143,  lo  que  da  un  saldo  de 
119,012,  al  que  se  debe  disminuir  una  tercera  parte 

Suees  prócsimamente  la  que  se  dirije  á  la  campaña; 
e  modo  que  la  suma  total  de  pasajeros  que  han  au- 
mentado la  población  de  la  ciudad  asciende  á  19,340. 
Habiendo  habido  durante  ese  mismo  año  10,865  na- 
cimientos y  6,794  defunciones,  se  deduce  que  el  au- 
mento vejetatiro  alcanza,  á  4071,  que  con  los  pasa- 
jerosentrados  forman  un  total  de  23,411  que  se  debe 
agregar  á  la  cifra  de  234,029  en  que  se  calculaba  la 
población  en  el  año  1878,  para  obtener  la  población 
^l  31  de  Diciembre  de  1879  que,  como  se  observa  lle- 
ga  á  257,440  habitantes. 

Pasa  después  el  Señor  Coni  á  ocuparse  de 
los  matrimonios  celebrados  durante  ese  año^  que 
tiscienden  á  la  suma  de  1,636,  haciendo  algu- 
nas observaciones  sobre  las  causas  de  que  de- 
Íende  una  disminución  gradual  que  se  nota  desde 
873  en  la  estadística  matrimonial,  y  establece 
varias  comparaciones  con  las  estadísticas  de  mu- 
4)lios  otros  paises,  lo  mismo  que  para  los  cuadros 
relativos  a  los  nacimientos. —  La  mortalidad  es 
objeto  de  muchos  cuadros  en  que  detallan  las 
enfermedades,  la  nacionalidad,  la  edad,  el  secso, 
el  color,  el  mes,  las  parroquias,  congregaciones  y 
establecimiento  en  que  ocurría  la  defunción  y  mu- 
4¿ik08  otros  cuadros  comparativos,  que  ilustra  el 
-autor  con  algunas  observaciones  oportunas  y  en 
nuestra  opinión  esactas. 

Reserva  el  Sr.  Coni  una  parte  de  su  trabajo  á  la 
meteorolojia,  publicando  un  resumen  de  las  opera- 
^ciones  practicadas  en  el  Colejio  Nacional  de  Buenos 
Aires,  y  concluye  su  folleto  ocupándose  de  la  Asis- 
tencia pública  donde  da  cuenta  del  número  de 
^enfermos  entrados,  salidos  y  muertos  en  cada  uno 

12 


1 


—  182  — 

de  los  Hospitales  y  Hospicios  de  Buenos  Aires— tiíl 
Apéndice  contiene  una  nota  que  dirije  el  autor  al 
Jefe  de  la  Oficina  de  Estadística  de  la  Provincia, 
proponiéndole  algunas  modificaciones  en  las  pl'a- 
nillas  de  bautismos,  matrimonios  y  defunciones 
que  llevan  los  curas  parroquiales — Éste  folleto  dé- 
be  ser  consultado  con  interés,  especialmente  por 
nuestros  lejisladores  y  médicos. 


165  Consideraciones  sobre  la  estadístiea 
de  la  CSnagenaeion  mental  en  la  Provincia  de 
Buenos  Aires  por  los  Doctores  Luis  Melendez^  Médico 
director  del  Hospicio  de  las  Mercedes  (alienados),  Miem- 
bro activo  de  ia  Asociación  Médica  Bonaerense,  y  EmilIq 
R.  CoNi,  Miembro  honorario  de  la  Asociación  Médica 
Bonaerense  y  Miembro  Corresponsal  de  varias  Socieda- 
des Médicas  de  Europa  y  América.  Memoria  leida  el  IS 
de  Setiembre  de  1879,  en  la  6  *  Sesión  [Psiquiatría)  del 
Congreso  internacional  de  Ciencias  Médicas  de  Arrís- 
terdam^  por  el  Dr.  E.  R.  Coni,  delegado  de  la  Asocia- 
ción Medico- Bonaerense— Traducida  del  Francés.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  para 
obras  60— Calle  Alsina— 60.  1880.  En  4^  menor,  38ps,y 
3  planos. 

Este  pequeño  folleto  se  ocupa  de  hacer  la  historia 
de  la  manera  como  han  sido  tratados  los  aliena- 
dos en  Buenos  Aires;  habla  detallamente  délos 
dos  hospicios  de  locos  que  ecsisten  actualmente; 
de  su  construcción,  hijiene,  capacidad,  los  fondos^ 
que  en  ellos  se  han  invertido  j  los  decretos 
que  con  tal  motivo  se  han  dictado.  Publica  á  más^ 
algunos  cuadros  estadísticos  que  demuestran  el  mo- 
vimiento de  alienados,  por  nacionalidades,  edades 
y  estado  civil,  ocurridos  en  ambos  hospicios  desde 
8u  fundación  hasta  el  año  1878,  haciendo  sobre  cada 


i 


-T  183  — 

uno  de  dichos  cuadros  algunas  observaciones. — 
Acompañan  á  este  folleto  tres  planos — el  primero 
del  Hospicio  délas  Mercedes,  el  segundo  de  los  ter- 
renos déla  Convalecencia  y  el  último  del  Asilo  de 
las  Mujeres  Dementes. 


166— Informe  presentado  á  la  Oficina  de  Estadís- 
tica de  la  Provincia  de  Buenos  Aires  por  el  Dr.  Emilio 
R.  CoNi,  Delegado  de  la  Asociación  Médica  Bonaeren- 
se al  Coní^reso  Internacional  de  Ciencias  Médicas  de 
Amsterdam,  Miembro  corresponsal  de  varias  Acade- 
mias y  Sociedades  Médicas  de  Europa  y  América.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  para 
obras  60— Calle  Alsina— 60.  1880.  En  4  ®  menor,  32  ps. 

La  Oficina  de  Estadística  de  la  Provincia  de 
Buenos  encargó  al  Dr.  Coki,  á  su  partida  para  Eu- 
ropa, estudiara  todo  lo  relativo  á  la  confección  de 
la  Estadística  en  las  Oficinas  Europeas,  dándole 
con  tal  objeto  un  memorándum  en  que  se  hacian 
varias  preguntas  respecto  de  la  creación  y  atribu- 
ciones de  las  Oficinas,  el  número,  funciones  y  suel- 
dos de  los  empleados,  las  publicaciones  de  las 
mismas,  las  sumas  que  se  invierten  y  los  cursos  pú- 
blicos de  estadística  que  se  dictan ;  encargándole 
también  el  canje  con  las  publicaciones  estran- 
jeras  y  la  compra  de  algunas  obras  didácticas 
— El  l5r.  Coni,  de  regreso  á  su  pais,  dio  cuenta  de  la 
manera  cómo  habla  desempeñado  su  cometido  en 
una  nota  que  pasa  al  Jefe  de  la  Oficina  de  Esta* 
dística.  Dicho  informe  y  el  catálago  de  las  obras 
que  ha  adquirido  por  canje  ó  compra — es  todo  lo 
que  encierra  este  nuevo  folleto  del  Dr.  Coni. 


BIBlIOGRÁFIi 


167  — Críticas— noticias— catálogo.  Annario  bir 
JMog;rÁñeo  de  la  República  Arjentina.  1879.  Director : 
Alberto  Navabro  Viola,  Abogado,  Secretario  de  la 
Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales,  Catedrático 
suplente,  en  ejercicio,  de  Historia  Arjentina  en  la  uni- 
versidad, etc.  Buenos  Aires.  Imprenta  del  Mercurio, 
Alsina  270.  1880.  En  8  ® ,  354  ps. 

El  Anicario  bibliográfico  cuya  publicación  he  em- 
prendido, es  la  primera  obra  de  este  jénero  que  ha- 
ya tenido  resultado  en  la  República  Arjentina, 
porque  los  ensayos  anteriores  que  me  dicen  ecsis- 
tir,  poco  ó  ningún  servicio  alcanzaron  á  prestar. 

El  primer  tomo,  que  comprende  las  publicacio- 
nes de  1879,  adolece  de  muchos  defectos,  fáciles 
unos  é  imposibles  otros  de  correjir  en  los  años  si- 
guientes. Las  deficiencias  y  olviaos  como  los  tras- 
tornos de  la  clasificación,  serán  subsanadas  con 
cuidado  en  el  presente  volumen,  no  obstante  la  de- 
jadez de  las  casas  editoras  y  la  clásica  indiferencia 
de  los  autores.  Además,  el  Anuario  empezará  á  po- 
sesionarse de  su  verdadero  carácter,  prefiriendo 
dar  cuenta  esaeta  de  las  publicaciones,  antes  que 


—  186  — 

detenerse  en  críticas  hasta  cierto  punto  impropias 
de  una  obra  bibliográfica. 

En  cambio,  será  inevitable  recargarle  siempre 
con  el  largo  catálago  de  novenas,  reglamentos,  etc., 
que  constituyen  la  mayor  parte  de  ios  folletos  im- 
presos en  Buenos  Aires,  á  pesar  de  su  escasísimo 
mérito  y  su  valor  esclusivamente  estadístico;  y 

Sresentar  por  algún  tiempo  incompleta  la  sección 
e  obras  americanas,  hasta  que  los  literatos  y  cor- 
responsales de  las  demás  Repúblicas  del  Continen- 
te se  persuadan  de  la  necesidad  de  mantener  un  co- 
mercio intelectual  más  continuo. 

En  el  deseo  de  perfeccionar  este  libro,  he  aumen- 
tado y  subdividido  las  secciones.  El  primer  Anua- 
rio l9ísmeaenta,hH,Tedu.ciásLS  á  11,  en  esta  forma: 

Cuestiones  internacionales 10 

Derecho,  etc 87 

Historia  y  biografía 11 

Pedagojia— filolojia 30 

Ciencias  médicas,  etc 79  - 

Literatura 69 

Variedades • .  128 

Publicaciones  oficiales.. •« 40 

Publicaciones  estranjeras 7 

Suplemento 7 

Publicaciones  americanas 9 

que  dan  un  total  de  477  libros  y  folletos,  y  más  de 
Í60  nombres  de  autores  que  figuran  en  índice  es- 
pecial alfabético. 

Este  dato  sumario  puede  servir  para  comparar 
numéricamente  las  publicaciones  ae  1879  coa  las 
de  1880,  que  ofrece  el  presente  tomo  del  AnuariOyj 
considerar  las  diferencias  que  presentan  ó  la  ui- 
versidad  de  materias  y  nuevos  estudios  produci* 
dos. 
Agradezco  el  valioso  concurso  que  el  Ániwri(k 


—  187  — 

s^^QÍbió  de  los  Señores  Sarmibnto,  Mitrb,  S.  E.^ 
J^.  K-»  Gr.  U.,  Vicente  G.  Qürsada,  etc, — He  creído 
-conveniente  guardar  desde  el  segundo  tomo  m^y^r 
tÓLpiforinidad,  dirijiendo  personal  y  esclusivapoieátip 
la.  confección  del  libro,  con  la  ayuda  única  de 
amigos  que  mantengan  su  anónimo  7  acej^tau  él 
plan  formulado  por  el  Director. 

Agradeceré  también  todas  las  observaciones  que 
se  me  dirijan  sobre  el  mejoran^iento  de  esta  obra, 

Sues  los  elojios  que  se  han  hecho  dentro  y  fuera 
el  pais,  en  periódicos  y  cartas  particulares,  no 
íx^n  tenido  el  contrapeso  de  la  buena  y  severa  crí- 
tica que  deseo  me  muestre  todos  los  defectos  del 
A^muirio  ofreciéndome  indicaciones  para  su  cor- 
recion. 


168~BlMios;rafia  seográfiea  americana  por 

^1  doctor  D.  Estanislao  S.  ZÍbballos,  fundador  y  pre- 
sidiente del  Instituto  Geogi'áfico  Argentino  y  consejero 
honorario  de  la  Sociedad  Geográfica  Italiana,  miembro 
honorario  y  activo  de  varias  socledadades  nacionales  y 
extranjeras,  etc.  Primera  entrega  (Edición  de  100  ejem- 
plares tomada  del  Boletin  Geográfico  Argentino.  Se  da 
fratuitamente  en  el  estudio  del  autor,  rerú  núm.  23. 
buenos  Aires.  Establecimiento  tipográfico  de  La  Pren 
sa,  calle  de  Moreno  núni.  109.  1880.  En  8  '^'^  1&  ps. 

Se  ocupa  con  más  ó  menos  detención  de  las  obras 
escritas  en  el  pais  ó  fuera  de  él  que  versan  sobre 
lajeografia  americana.  Ha  hecho  algunas  biblio- 
grafías de  libros  de  1879  y  de  1880,  aún  de  otras  ma* 
terias,  como  de  medicina,  etc. — Forma  una  sección 
.del  Boletin  jeográ/ko  arjentino  de  la  que  se  hace 
tiraje  especial  de  100  ejemplares  en  entregas  de 
%6  pai. 


—  188  — 

De  los  catálagos  de  libros,  etc.,  que  van  en  segui- 
da,8Óloel primero, — núm. lOO — contiene  algunas 
indicaciones  sumarias  de  utilidad,  escritas  con 
acierto,  según  se  dice  por  el  Señor  Mariano  A.  Pe- 
lliza. La  escasez  de  materiales  de  esta  seccioik 
me  ha  inducido  á  colocar  en  ella  estos  catálogos, 


169— liibros  Argentinos.  2^  estracto  de  la  li- 
brería de  Mayo,  Perú  115— Buenos  Aires.  Autores  que 
figuran  en  el  Catálogo:  Alcorta  (Amancio)— Alcorta 
(Saniiago)— Alsina  J  Valen  tin)— Alvaro  Barros— Al  va  rez— 
Arcos— Barbará— Bauza— Bermejo  (Antonio)  -Bertol i— 
Bilbao  (Manuel)-  Caballero— Calvo— Cala  ndrelli— Car- 
ranza—Cnrrillo—  Coronado—  Diaz  (Antonio)—  Estrada 
(Santiago)—  Fajardo—  Funes  —  Garrigós—  González  — 
Gorri ti— Guido  Spano— Gutiérrez— Igarzábal— Lamas- 
La  rmin— Lista— López— Mitre— Mossy-  Navarro  Viola 
(Miguel)— Navarro  Viola  (Alberto)—  Noguera—  Nuflez 
(Ignacio)— Obligado  (Pastor  S.)--Pelliza— Pillado— Que- 
sada— Sarmiento— Várela  (Luis)— Várela  (Juan  Cruz) 
Várela  (Héctor)— Victorica—Zinny.— Buenos  Aires.  Im- 
prenta^y  Librería  de  Mayo,  de  C.  Casavalle,  Perú  115. 
1880.  En  8^,  32 ps. 


170— Catálago  de  los  libros  que  se  rematarán 
por  Eulogio  Cuenca  los  dias  3  y  4  <le  Diciembre,  á  las  8 
en  punto  de  la  noche  en  la  Calle  Defensa  72  (casa  de 
Remate  del  Sr.  Me  rea)  Importante  y  selecta  Biblioteca 
perteneciente  á  un  Abogado  que  se  ausenta  para  Euro- 
pa. Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial 
para  obras.  60— Calle  Alsina- 60.   1880.  En  8®,  24  ps. 


171— Catálogo  de  los  libros  de  los  señoreS' 
Appleton  y  compañía  de  Nueva- York,  existentes  actual- 
mente en  su  ajeucia  general  del  Rio  de  la  Plata.  Bue- 


—  189  — 

nos  Aires.  196— Bolívar— 204.  Contiene  también  un  a^én^ 
dice  de  objetos  para  educación  de  importantes  fábricas 
norte  americanas  y  europeas  que  representa  la  misma 
casa.  Precios  en  oro.  ("Descuentos  especiales  para  los 
libreros).  Este  catálago  anula  los  anteriores.  Bueno» 
Aires.  Imprenta  de  Martin  Biedma,  calle  Belgrano  nú- 
meros 133  y  135.  Octubre  J880.  En  4®,  36  ps. 


172  Catálago  de  los  más  Importantes  pe- 
riódicos publicados  en  Paris  y  recibidos  en  la  libre- 
ría francesa  de  A.  Espiasse  y  Escary  73-75— Calle  déla 
Victoria— 73-75.  (Frente  al  Club  del  Progreso)  Buenos 
Aires.^  Agencia  especial  de  suscriciones  á  todas  las  pu' 
blicaciones  francesas.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pabla 
E-  Coni,  especial  para  obras,  60— Calle  Alsina— 60.  1880. 
En8®,  24ps. 


1 73  Catálogo  de  música*  Canto.  Abono  musi- 
cal. Segunda  parte  Canto  y  Piano.  Operas,  Zarzuelas 
para  Piano  solo  y  Piano  y  Canto  de  Salón  con  varios 
textos.  Establecimiento  musical  de  F.  P.  Rodrigjiez  y 
Ca.  (Antigua  casa  Monguillot)  130— Florida— 138  entre. 
Cangallo  y  Cuyo.  Buenos  Aires.  En  4®.  Déla  pajina 
181  a  283. 


174    El  mismo.  Tercera  parte.  Instrumentos  di- 
versos. En  4  "^^ .  De  la  pajina  133  á  180. 

La  primera  parte  apareció  en  el  año  anterior. 


175  Miaisieriode  Guerra 7  Marina  de  la  República 
Aijentina.  Hevista  Militar  y  NaTal  (publieaeiou 
wensual)  año  primero.  Tomo  I.  Eaero-Diciembre  1880. 
Buenos  Aires.  L.  Jacobsea  y  Ca.  Libreros-Editores. 
Í880.  En  4®,  á  dos  columnas,  192  ps.  y  15  láminas  con 
infinidad  de  figuras. 


No  68  la  primera  vez  que  se  trata  de  mantener 
entre  nosotros  una  publicación  de  este  jónero,  des- 
tinada á  vulgarizar  en  el  ejército  y  en  la  armada 
los  adelantos  constantes  de  la  ciencia  militar  y  na- 
val. La  necesidad  de  un  órgano  semejante  es  pal- 
pable, y  se  comprende  perfectamente.  Una  nación 
esencialmente  militar  y  marítima  como  la  nuestra, 
tiene  forjiosamente  que  estudiar  las  especialidades 
eientíficasquese  relacionan  con  estos  dos  servicios 
ée  seguridad  de  un  pais,  llamado  á  tomar  parte 
activísima  en  las  complicaciones  políticas  del  por- 
venir americano. 

La  Revista  Militar  y  NavoH,  tan  dignamente  di- 
rigida por  el  distinguido  joven  Alberto  V.  Lops^t 


—  192  — 

lia  nacido  en  circunstancias  especiales  7  llena  nn 
Tacio  inmenso  fomentando  el  estadio  de  cuestiones 
complicadas  7  serias  qrijinadas  por  causas  que  todo 
el  mundo  conoce.  El  movimiento  militar  que  de 
poco  tiempo  destaparte  se  nota  en  el  pais,  no  pro- 
viene, por  cierto,  de  una  mera  vanidad  nacional ; 
proviene,  por  el  contrario,  de  la  necesidad  imperio- 
s<i  en  que  estamos  de  defenderlo  de  los  ataques  es* 
teriores,  de  entrar  en  el  camino  de  la  pas  arenada 
que  debemos  adoptar  irremisiblemente  si  quere- 
progresar  con  tranquilidad  7  sin  tropiezo.  Si  vis 
pacemjpara  bellum. 

Con  el  tomo  I  de  esta  publicación  á  la  vista,  no 
es  aventurado  asegurar  que  su  material  merece 
ser  estudiado  con  atención,  no  sólo  por  las  perso- 
nas recien  iniciadas  en  el  servicio  ae  las  armas, 
sino  también  por  las  que  7a  poseen  conocimientos 
formales  en  la  materia.  La  ciencia  militar  moder- 
na ha  llegado  á  una  perfección  tal,  que  es  difícil 
prever  el  resultado  final  de  sus  adelantos.  Las 
armas  modernas  7  las  grandes  masas  de  ejército 
necesitan  una  aplicación  esmerada  7  juiciosa,  de 
donde  resulta  la  necesidad  de  estudiar  las  bases 
de  una  buena  organización  militar,  de  una  táctica 
eficaz  7  de  una  instrucción  adecuaaa  á  los  progre- 
sos constantes  de  la  ciencia. 

En  la  marina  son  tal  vez  más  sensibles  estos  pro- 
gresos. La  aparición  de  los  acorazados,  dotados  de 
máquinas  poderosas  7  de  artillería  ra7ada,  cambia 
la  faz  de  los  combates  navales  7  ecsije  el  estudio 
de  una  nueva  táctica  en  que  entren  á  funcionarlos 
tres  elementos  modernos  déla  guerra  marítima :  el 
cañón,  el  espolón,  7  el  torpedo.  El  militar  7elma- 
riño  del  siglo  XI A  no  pueden  llenar  su  cometido 
únicamente  con  el  heroísmo  de  épocas  anteriores* 
La  instrucción  científica  es  la  base  de  su  valor  real, 


—  193  — 

j  su  falta  haria  ilusoria  la  eficacia  de  las  armas 
modernas  y  los  resaltados  prácticos  de  una  campa- 
ña de  guerra. 

Todas  estas  cuestiones  tienen  importancia  vital 
para  una  nación  que  abrigue  lejítimos  propósitos  de 
engrandecimiento ;  y  La  Revista  Militar  y  Naval 
esté,  llamada  á  prestar  grandes  servicios  al  pais,  in- 
fundiendo el  gusto  por  el  arte  militar  y  naval  y  des- 
pertando interés  sobre  asuntos  hasta  ahora  lasti- 
mosamente descuidados. 

Puede  augurarse  á  esta  importante  publicación 
unécsito  completo  y  bien  merecido.  Las  entregas 
que  constituyen  el  primer  tomo  demuestran  sufi- 
cientemente la  ÍQtelijencia,tino  y  contracción  de 
su  director,  y  han  obtenido  aceptación  jeneral  en 
toda  la  República. 


176— Instrucción  de  guerrilla^  con  el  servicio 
de  avanzadas  y  la  escuela  del  tiro,  por  Manuel  J.  Mo- 
reno. Buenos  Aires.  Imprenta  de  Ostwald  y  Martínez. 
Florida  136.  1889.  En  16®,  127  ps. 

Esta  obrita  se  recomienda  por  la  escelencia  de 
su  fin  y  por  las  novedades  militares  que  contiene. 

Con  lenguaje  claro  y  sencillo,  esplica  las  reglas 
de  los  movimientos  y  usos  de  la  guerrilla  y  de  su 
reserva,  procurandj  dar  todo  el  desenvolvimiento 

Í)osible  á  la  acción,  por  el  fuego  de  la  infantería, 
actor  indispensable  ae  la  composición  de  los  ejér» 
citos  modernos. 

Pero,  si  bien  el  autor  reconoce  indispensablemen- 
te este  desiderátum  de  la  mayor  parte  de  los  escrito- 
res militares  contemporáneos,  niega,  hasta  cierto 
Junto,  la  utilidad  reconocida  del  tiro  á  grandes 
istancias  y  califica  de  instruida  defectuosamente^  & 


—  1»4  ^ 

la  tropa  que  comienza  el  tiro  á  una  distaiiGÍadel 
enemigo,  superior  á  400  metros.  Sin- admitir  «nab- 
soluto,  lo  que  muchos  reglamentos  militares  ^is^ 
ponen  sobre  el  tiro  á  distancias  ecsajeradas,  por 
cierto,  creo,  sin  embargo,  que  el  uso  de  las  ar- 
mas modernas,  de  gran  alcance  é  indisputable  pre- 
cisión, permite  comenzar  el  fuego  á  500  ó  700  me- 
tros del  enemigo,  porque  á  esta  distancia  puede 
abrazarse  una  zona  peligrosa,  bastante  estendida, 
sobre  todo  cuando  los  disparos  se  efectúan  por  tira* 
dores  adiestrados  j  habituados  á  conocer  las  pro- 
piedades y  usos  del  alza  y  la  tensión  de  la  trayec- 
toria descrita  por  el  arma  que  manejan. 

Trata  las  maniobras  de  la  guerrilla  con  toda 
claridad.  Los  despliegues,  repliegues,  marchas, 
cambios  de  frente  y  demás  evoluciones,  están  arre- 
gladas á  las  conveniencias  del  arte  militar  moder- 
no y. reemplazan  ventajosamente  á  las  contenidas 
en  el  antiguo  manual  de  guerrillas  del  jeneral  Diaz, 
agotado  hace  tiempo  y  declarado  forzosamente 
insuficiente  por  la  ecsijencia  de  los  adelantos  mili- 
♦      tares  más  recientes. 

Esta  es  la  materia  principal  de  que  se  ocúpala 
obrita  que  analizo. 

Contiene  un  Apéndice  que  encierra  otras  dos 
cuestiones  de  no  menos  interés  y  actualidad :  el 
servicio  de  avanzadas  y  la  escuela  del  tiro. 

El  servicio  de  avanzadas  y  de  destacamentos  es 
uno  de  los  principales  en  campaña,  como  medio  po- 
deroso de  evitar  los  avances  de  un  enemigo  teme- 
rario, precaviendo  al  cuerpo  principal  de  un  ejé^ 
cito,  de  los  ataques  imprevistos  que  aquél  pueda 
llevarle,  y  en  especial,  de  los  ataques  de  circunTa- 
la<5Íon  y  envolventes,  que,  aunque  difíciles  de  eje- 
cutar, consiguen,  siempre  que  se  inician  con  felici- 
áad,  las  ventajas  más  positivas. 


—  195  — 

lí^  necesito  detenerme  é  considerar  laimpotfcaisiy 
oia  dela^secrela  de  tiro.  Todas  las  naciones  ínilí- 
tarés  Consagran  los  mayores  cuidados  á  esta  ins^ 
tracción  militar  y  arbitra  de  una  guerra. 

Las  tropas  que  en  una  batalla  sepan  sacar  el 
mayor  provecho  de  sus  armas,  serán  sin  dudalaa 
que  obtengan  la  victoria.  Los  ejercicios  individua- 
les  de  tiro  al  blanco  influyen  poderosamente  en  el 
resultado  de  una  campaña,  y  hay  necesidad  de 
darles  todo  el  desarrollo  posible  siguiendo  los  sis- 
temas de  instrucción  más  completos,  entre  los  cua- 
les figura  el  que  contiene  la  útil  obrita  del  Sr, 
Manübl  J.  Moreno. 


177— Nocioneei  de  ciencia  militar  ó  sea  ma- 
nual de  bolsillo  del  sargento,  cabo  y  soldado  arreglado 
para  las  tropas  del  Ejército  de  la  República.  Ordenan^ 
zas,  táctica,  servicio  de  guarnición  y  de  campaña,  mane- 
jo del  remington,  elementos  de  fortificación  pasajera, 
etc.  etc.  Buenos  Aires.  Imprenta  S.  Ostwald,  136  calle 
Florida.  Casa  editora  L.  Jacobsen  y  Ca.  Librería  Euro- 
pea, Flarida242.  1880.  Enl6'=>,  114  ps. 

Éste  librito  comprende  un  conjunto  de  prolegó- 
menos sobre  las  principales  materias  elementales 
de  la  ciencia  militar  entresacados  de  las  obras  más 
notables  del  arte  de  la  guerra. 

Trata  con  escelente  criterio  muchos  puntos  im- 
portantes que  deben  ser  conocidos  por  los  soldados: 
Ordenanza— Servicio  de  guarnición  y  de  campaña 
— ^Manejo  del  fusil  Remington — Fortificación  pasa- 
jera, etc.,  etc. 

El  estilo  en  que  está  redactado  es  fácil  y  ameno, 

J  ofrece  al  soldado  más  rudo  y  vulgar,  los  medios 
e  preparar  su  intelijencia  para  estudios  relativa- 


—  196  — 

mente  superiores,  por  cuanto  despierta  en  él  la 
«uriosidad  y  el  estímulo,  dejándole  entrever  las  ven- 
tajas reales  que  pueda  reportar  con  el  conocimien- 
to, aun  elemental,  de  las  principales  reglas  7  mác- 
Bimas  militares  modernas. 


178— Prontuario  de  maniobras  y  táctica  de  ar- 
tillería con  el  manejo  del  canon  Krupp.  Imp.  de  Ostwald 
y  Martínez,  Florida  136.  1880.  En  16®,  137  ps. 

Los  que  conozcan  los  múltiples  objetos  que  coói- 
prende  la  artillería  moderna,  la  complicación  de  su 
mecanismo  y  de  sus  movimientos  tácticos  en  el 
campo  de  batalla,  la  dificultad  de  su  acertado  ma- 
nejo 7  los  percances  y  contratiempos  que  ofrecen 
los  errores  en  su  empleo,  pueden  apreciar  la  nece- 
sidad imperiosa  de  una  instrucción  formal  de  parte 
deloscontinjentes  á  quienes  se  confia  tales  opera- 
<)iones  en  una  guerra. 

Los  progresos  de  la  metalúrjia  yde  los  esplosi- 
vos  han  orijinado  en  pocos  años  un  cambio  radical 
en  el  material  de  artillería.  Su  radio  de  acción  ha 
alcanzado  un  límite  tan  ecsajerado,  que  es  difícil 
calcular  el  resultado  final  de  esta  serie  de  adelan- 
tos que  se  suceden  unos  á  otros  con  vertijinosa  ra- 
pidez. 

La  velocidad  inicial  de  los  proyectiles  y  el  em- 
pleo de  metales  capaces  de  resistir  á  las  mayores 
presiones  de  los  gases  desarrollados  por  las  jpólvo- 
ras  progresivas,  ofrecen  y  aseguran  á  la  artillería 
en  los  combates  un  papel  superior  al  de  las  otras 
jarmas. 

La  artillería  es  el  arma  por  escelencia  de  los 
ejércitos  y  la  que  ofrece  á  la  infantería  y  á  la  caba* 


-  197  — 

llena  los  medios  eficaces  de  desarrollar  sus  fuegoaf 
respectivos. 

El  Fronticario  de  maniohras  ha  tenido  en  vista 
las  verdades  ^uedejo  apuntadas,  y  presenta  razo- 
nada y  metódicamente  un  cúmulo  de  doctrinas  que 
pueden  servir  de  recuerdo  á  los  que  posean  conoci- 
mientos completos  en  la  materia  y  de  preliminares 
á  los  que  recien  se  inicien  en  ella. 


179— Instrucciones  para  los  ejércitos  en 
campana  de  los  Estados  Unidos  de  América.  Tradu- 
cido por  Jacinto  Susviela.  Publicadas  en  eJ  diario  La 
Prensa.  Buenos  Aires.  Establecimiento  tipográfico  á 
vapor  de  La  Prensa.  Calle  de  Moreno  núm.  109.  1880. 
En  16®,  67  ps. 

Dividido  en  757  artículos,  comprende,  bajo  la 
forma  concisa  de  un  Código,  los  derechos  y  obliga- 
ciones de  los  ejércitos  en  campaña,  dentro  y  fuera 
de  su  pais,  respetando  los  últimos  adelantos  del 
derecho  internacional,  sea  por  los  preceptos  de  los 
tratadistas  como  por  las  convenciones  celebradas. 

Es  un  librito  indispensable,  de  bolsillo,  para 
jefes  y  oficiales. 


180— Instrucciones  para  los  ejércitos  en 
campaña  en  los  Estados  Unidos,  traducido  por  Ja- 
cinto Susviela.  Buenos  Aires.  Imprenta  y  litografía  á 
vapor  de  Luis  Maunier.  240— Calle  Moreno— 240.  1880. 
En  16,  74  ps. 

«  Durante  la  última  guerra  civil  de  los  Estados 
Unidos,  dice  el  traductor  en  esta  segunda  edición, 
por  indicación  del  ministerio  de  la  Guerra,  Mr.  Lie- 
oer  proyectó  estas  Instrucciones^  que,  revisadas  por 
una  comisión  militar,  fueron  mandadas  observar 

13 


—  198  — 

por  el  presidente  Mr.  Lincoln.  Por  su  fondo  y  su 
forma,  ellas  son  tenidas  por  lo  más  completo  y  per- 
fecto en  la  materia.  > 

Termina  con  algunas  notas  tomadas  del  Interna- 
tional Code,  de  Field,  que  no  contenia  la  primer 
edición. 


181  -Oblig^aciones  de  los  sarjentos,  eabos 

y  Tijilantes.  Año  1880.    Buenos  Aires.   Imprenta  de 
El  Nacional,  Bolivar65  y  67   1880.  En  8®,  35  ps. 

No  tiene  objeto  militar — es  el  reglamento  del 
servicio  policial  ampliado  con  observaciones  para 
su  mejor  intelijencia. 


18d— Res^lamento  de  la  Escuela  Naval  teórieo- 
práctico  Año  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Na- 
cional, Bolivar  65  y  67.  1880.  En  8®,  42 ps. 

Ha  sido  ya  reformado  en  su  mayor  parte,  aten- 
diendo á  las  crecientes  necesidades  que  nacian  de 
la  estable  y  definitiva  organización  que  ha  recibi- 
do la  Escuela  Naval. 


í 


183— Clínica  oftalmológica  del  Dr.  Pedro  F. 
EoBERTS^  Médico  del  Consultorio  Oftalmológico  de  la 
Sociedad  de  Benefi ciencia  ;  Ex- Alumno  del  Real  Hos- 
pital Oftalmológico  de  Londres";  Miembro  honorario 
del  Círculo  Médico  Argén  tino;  Socio  corresponsal  de  va- 
rias Sociedades  médicas  estranjeras ;  Médico  oculista 
de  la  '■^Sociedad  Española  de  Beneficencia"  y  de  la  So- 
<5Íedad  Italiana  de  Union  y  Benevolencia",  etc.  1  ^  Es- 
tadística del  Consultorio  oftalmológico  de  la  Sociedad  de 
JBeneficiencia  y  de  la  Clínic»  priva aa  delDr.  Roberts,  de 
1879,  seguida  de  algunas  consideraciones  sobre  las  me- 
dicaciones empleadas  y  las  operaciones  hechas  durante 
el  año.  2^  Casos  prácticos  de  Medicina  ocular  déla  Clí- 
nica privada.  3®  Anteojos  anfiiiratorios  sistema  Ro- 
berts.  4  ®  Conferencias  sobre  '"'•  Refracción  y  Acomoda- 
ción del  ojo,"  dadas  en  el  Círculo  Médico  Argentino. 
5  ®  Memoria  sobre  '•''Prescripción  de  lentes"  leída  en  la 
Asociación  Médica  Bonaerense.  6  ®  Artículos  bibliográ 
£cos  sobre  las  obras  de  oftalmología  recibidas  durante 
-el  año  de  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Co- 
ni,  especial  para  obras.  60  Calle  Alsina  60. 1880.  En 
4:^  menor,  x-282  ps. 

El  Doctor  Pbdro  F.  Robbrts  tiene  bien  sentada 
49a  reputación  de  especialista  en  enfermedades  de 


—  200—  \ 

los  ojos,  siendo,  además  un  hombre  constantemen- 
te  estudioso  y  esclusivamente  dedicado  á  laa 
atenciones  de  su  profesión.  El,  mejor  que  nadie, 
podia,  pues,  hacer  un  libro  que  reuniese  las  obser- 
vaciones recojidas  en  el  Consultorio  público  gra- 
tuito  y  las  de  su  clínica  particular,  de  tan  brillan- 
tes como  aplaudidos  resultados.  , 

Estas  observaciones,  con  las  correspondientes- 
estadísticas  del  año  1879,  forman  la  primera  parte 
del  trabajo. 

Entre  ellas  llama  la  atención  el  buen  resultado 
obtenido  con  un  procedimiento  nuevo  parala  cura- 
ción de  los  catarros  con  supuración  del  saco  lagri- 
mal,rebeldes  á  todo  tratamiento.  Este  nuevo  método 
consiste  en  el  empleo  de  cerdas  permanentes  en  las 
vias  lagrimales,  á  manera  de  drenaje. 

Constituyen  la  segunda  narte  de  esta  obra,  cuatra 
conferencias  dadas  en  el  Círculo  Médico. 

En  la  primera  se  ocupa  de  la  importancia  de  la 
oftalmolojia,  no  sólo  para  el  médico  que  se  dedica 
con  especialidad  al  tratamiento  de  las  enferme- 
dades de  los  ojos,  sino  para  los  que  se  ocupan  en 
jeneral  de  todas  las  afecciones  que  aquejan  el  or- 
ganismo humano.  Demuestra  en  ella  cuan  nece- 
sarios son  ciertos  estudios  previos  para  el  conoci- 
miento de  este  ramo  de  la  medicina,  y  concluye  coa 
unalijera  reseña  de  los  progresos  de  la  terapéuti- 
ca y  tratamiento  médico  de  las  enfermedades  de 
los  ojos. 

La  segunda  y  tercera  conferencias  tratan  de  la 
acumulación  y  refracción,  indicando  el  modo  cómo 
se  producen  estos  fenómenos  y  las  leyes  á  que  obe- 
decen. 

Ocúpase  en  la  cuarta  délas  ventajas  é  inconve- 
nientes del  uso  de  anteojos  y  de  los  peligros  á  que 
se  esponen  los  miopes  con  el  empleo  de  lentes  de- 


—  201  — 

tuasiado  fuertes ;  concluyendo  con  el  estudio  de 
los  defectos  por  aberración  de  la  Im^  de  que  adole- 
<3e  el  ojo  humano,  7  de  las  causas,  síntomas  y  tra- 
tamiento de  la  parálisis  y  espasmo  de  la  acomoda- 
cion. 

También  se  encuentra  en  esta  obra  una  confp- 
rencia  leida  en  la  Asociación  Médica  Bonaerense 
9obrelB,  prescripción  de  lentes  en  un  caso  de  asieno- 
pia  acomodativa  por  astigmatismo  compuesto  y  ani- 
som^tropia. 

Tanto  los  puntos  escojidos  como  la  forma  verda- 
deramente científica  de  su  desarrollo,  hacen  del  li- 
bro del  Dr.  Roberto  una  obra  digna  de  sec  leida  y 
estudiada. 


í 


184— Higiene  po]piilar.  ]Ja  Tista,  sus  defectos 
remedios.  Consejos  íamiliares  para  la  conservación  de 
-OS  ojos,  por  L.  ScHNABL,  profesor  en  óptica-oculística, 
Oaballero  de  la  real  orden  '"'"La  Corona  de  Italia", 
Miembro  honorario  y  corresponsal  efectivo  de  varias  so- 
eiedades  científicas,  Ex-Discípulo  del  profesor  Mauth- 
uer,  de  la  Universidad  de  Viena  y  aprobado  por  el  Dr. 
Galezowsky,  de  Paris,  Co-propietario  y  Director  del 
Instituto  Optico-Oculístico  de  Oliva  y  Schnabl,  en  Bue- 
nos Aires.  Con  priviiejio  de  invención  de  los  gobiernos 
de  Francia,  Italia  y  República  Arjentina.  Con  una  lá- 
mina y  treinta  figuras.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  obras 
de  La  Nación,  calle  de  San  Martin  número  208.  1880. 
En  8*=*,  XI-J27  ps. 

El  profesor  L.  Schnabl  dedica  su  trabajo  <  á  los 
distinguidos  médicos  oculistas  arjentinos  Señores 
Dr.  D.  Cleto  Aguirre,  Dr.  D.  Pedro  F.  Roberts  y 
Dr.  D.Antonio  F.  Crespo». 

Este  libro  es  un  manual  bien  escrito  de  populari- 
2Qacion  y  propaganda.  Su  autor  empieza  por  las 
ideas  jeneralesy  necesarias  sobre  la  luz,  hace  una 


~  202  — 

l)reTe  descripción  del  ojo,  sienta  la  teoría  de  la 

sion  considerándola  como  instrumento  óptico,  dedi* 
ca  un  par  de  capítulos  á  la  refracción  y  acomoda- 
ción 7  á  sus  defectos,  para  llegar  á  las  enfermeda- 
des déla  yista^  que  forman  el  objeto  principal  de- 
su  obra. 

<  Si  nos  detenemos  á  ecsaminar  el  vasto  campo- 
de  laoftalmolojia,  es  decir  de  la  ciencia  que  trata 
las  anomalías,  enfermedades  y  defectos  del  ojo,  y 
consideramos  su  progresivo  desarrollo  desde  la  más^ 
remota  antigüedad  nasta  nuestros  dias,  debemos 
convenir  en  que  es  jigantesco  el  paso  que  ha  dada 
esta  ciencia  en  los  últimos  tiempos,  sobre  todo  en  la 
parte  que  trata  de  las  anomalías  y  defectos  ópticos 
propiamente  dichos  y  del  modo  ae  correjir  éstos  y 
poner  remedio  á  aquél  los  > . 

El  autor  está  al  cabo  de  los  últimos  adelantos 
científicos ;  y  al  estudiar  la  miopia,  la  hipermetro- 
pia,  el  astigmatismo,  la  anisometropia,  el  estrabis- 
mo, y  especialmente  la  fabricación  y  uso  de  los  len- 
tes, el  teórico  ilustrado  desciende  alosmas  míni- 
mos detalles  de  aplicación  y  al  par  que  da  interés 
práctico  á  su  libro,  lo  hace  inofensivo  y  hasta  útil 
para  las  personas  que  lo  lean  desprovistas  de  loa 
conocimientos  que  son  indispensables  cuando  se 
quiere  abordar  un  estudio  serio  de  físiolojia  apli- 
cada. «Este  libro  no  ha  sido  escrito  para  los  sa- 
bios, dice  el  Señor  Schnabl  en  el  prólogo ;  dejamos 
esa  noble  tarea  á  una  pluma  más  autorizada  que  la 
nuestra.  Nos  limitamos  á  esponer  el  resultado  de 
observaciones  y  descubrimientos  importantes,  sin 
discutirlas  fórmulas  y  las  teorías  que  nos  llevariaa 
muy  lejos,  é  indicamos  las  obras  inmortales  de 
Helmholtz^  Donders,  Gavarret,  Javal,  etc.,  á  loa 
que  quieran  estudiar  más  profundamente  esta  mar- 
teriá.» 


—  203  — 

A  nadie  escapará  la  utilidad  de  un  trabajo  que 
tiene  por  principal  objeto  la  popularización  de  co- 
nocimientos para  lahijiene  y  conservación  de  uno 
de  los  órganos  más  importantes  y  sensibles.  El 
Señor  Schnabl  ha  llenaao  concienzudamente  su  ta« 
rea,  cumpliendo  con  altura  el  objeto  que  se  propu- 
siera al  publicar  su  libro  sobre  La  vista. 


185— Contribución  al  estadio  de  latraqneo- 
tomía  y  larinsotomia  por  el  doctor  Melohob 
ToBRES  médico  cirujano  de  las  Facultades  de  Paria  y 
Buenos  Aires  Ex-externo  (por  concurso)  de  los  hospita- 
les de  Paris :  Hópital  des  Cliniques,  Hotel  Dieu,  Ste. 
Eugenie,  Charité— Laureado  de  la  Facultad  de  Medici- 
na de  Paris  (medalla)  —Miembro  de  las  sociedades  :  de 
Anatomía,  de  Clínica,  de  Medicina  é  Higiene  Profesional, 
de  Terapéutica,  de  Medicina  Práctica  del  Sena,  de  An- 
tropología de  Paris.  déla  Asociación  médica  Bonaerense, 
del  Círculo  Médico  Argentino.— Médico  de  la  Societa 
Unione  Operai  Italiani,  etc..  etc.  Con  sesenta  y  siete  fi- 
ffuras  y  numerosos  cuadros  intercalados  en  el  testo, 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  obras  de  la  Nación,  calle  de 
San  Martin  número  208.   1880.  En  4®,  xii-428  ps. 

Este  libro  metódicamente  dividido  en  siete  capí- 
tulos con  su  respectiva  correspondencia  de  seccio- 
nes alfabéticas,  estudia  por  su  orden  la  historia, 
la  anatomía^  las  indicaciones  j  contra-indicaciones 
de  la  traqtieotomia,  los  instrumentos  que  se  em- 
plean, el  manual  operatorio,  los  accidentes  y  com- 
plicaciones  inmediatas,  y  finalmente  las  consecuen- 
cias de  tan  delicada  operación.  Un  apéndice  de 
observaciones  inéditas  sobre  la  laringotomia  ocupa 
las  últimas  60  ps.  del  libro. 

El  Dr.  Melchor  Torres,  médico  joven,  no  es 
desconocido  para  los  que  siguen  con  alguna  aten* 


} 


—  204  — 

eion  las  publicaciones  del  pais,  pues  pareee  ^ue 
contrae  su  actividad  á  aumentar  la  literatura  cien- 
tífica con  libros  7  folletos  que  no  carecen,  cierta- 
mente, de  mérito,  y  algunos  de  los  cuales  son  de 
rerdadera  importancia,  como  monografías  de  ma* 
terias  dignas  de  constante  estudio  por  su  constante 
aplicación.  Entra  en  esta  categoría  el  libro  deque 
me  ocupo ;  v  la  carta-introduccion^  del  Dr.  M.  A. 
Montes  de  Oca  dice  demasiado  al  respecto. 

El  Dr.  Torres  escribe  con  claridad  jr  hasta  cierto 
punto  con  corrección,  sin  énfasis,  no  siempre  con  la 
indispensable  precisión  científica.  Los  dos  prime- 
ros capítulos — historia  de  la  traqueotomia  7  ana- 
tomía de  la  rejion — reúnen  7  presentan  buenos  da- 
tos, descripciones  esactas  en  forma  animada  que 
seduce  la  atención  délas  personas  más  alejadas  de 
esta  clase  de  estudios. 

En  el  capítulo  III  empiézala  parte  teórico-prác- 
tica  con  el  estudio  de  la  operación  en  las  lesiones 
traumáticas  de  las  vias  respiratorias,  en  el  crup, 
en  el  edema  de  la  glotis,  en  las  estrecheces  orgá- 
nicas de  la  larinje  7  de  la  tráquea,  en  las  estreche- 
ses  espasmódicas  de  la  larinje,  en  los  tumores  de 
la  lengua  é  inflamaciones  de  la  larinje,  en  la  asfic- 
-siapor  sumersión  7  enrenenamiento,  7  de  la  tra- 
queotomia preliminar  en  las  operaciones  que  inte- 
resan la  caridad  bucal,  como  en  la  resección  del 
macsilar  superior,  en  los  tumores  de  la  lengua,  etc. 

El  capítulo IV  describe  7  aprecíalos  instrumen- 
tos que  se  emplean  en  la  traqueotomia,  agrumados 
en  cuatro  clases — 1  ^  instrumentos  para  seccionar 
la  tráquea  7  los  tegumentos  colocados  delante  de 
ella;  i®  para  dilatar  la  tráquea;  3®  para  man- 
tener la  dilatación — cánulas ;  7  4®  para  la  estrac- 
cion  de  cuerpos  estraños  7  falsas  membranas.   Las 


id- 


—  205  — 

noxnerosas  láminas  qae  acompañan  el  testo  dan 
maror  claridad  á  las  esplicaciones. 

El  capítulo  Y  indica  los  preliminares  de  la  ope- 
ración j  analiza  7  aprecíalos  procedimientos  ope* 
ratorios  de  Trousseau,  Bourdillat,  Saint-Germain 
j  la  traqueotomia  con  el  termo-cauterio. 

•  Actualmente,  dice  el  autor,  los  cirujanos  fran- 
ceses están  divididos  en  dos  bandos  :  los  unos,  en 
menor  número,  siguiendo  las  doctrinas  del  profesor 
Verneuil,  quieren  establecer  como  regla,  el  uso  del 
termo-cauterio  en  todas  las  traqueotomias  de  adul- 
tos ;  los  otros,  que  forman  la  mayor  parte,  no  ocur- 
ren á  ese  proceaimiento,  y  en  el  curso  del  año  1877, 
rarias  operaciones  fueron  practicadas  sin  él.  Nues- 
tra opinión  es  casi  en  absoluto  conforme  con  la  de 
M.  Erisbaber,  cuya  competencia  en  la  materia  no 
fie  puede  negar.  Dice  así :  <Se  empleará  el  termo- 
cauterio  cuando  se  trate  de  enfermos  adultos  que 
sufran  de  afecciones  crónicas  de  la  larinje,  acompa- 
ñadas de  perturbaciones  respiratorias  prolongadas, 
que  siempre  tienen  por  resultado  una  vasculariza- 
ción considerable  de  los  tejidos  blandos  del  cuello». 
— Bull.  S.  Chir.  p.  408.  > 

Los  dos  últimos  capítulos  estudian  los  acciden- 
tes y  complicaciones  inmediatas  y  las  consecuen- 
4)ias  de  la  traqueotomia. 

El  apéndice,  que  se  ocupa  esclusivamente  de  la 
laringotomia,  termina  con  una  serie  de  interesan- 
tísimos cuadros  de  esa  operación,  conteniendo  el 
nombre  del  operador  é  inaicaciones  bibliográficas, 
las  causas  de  la  operación,  sus  particularidades  y 
BU  resultado. 

Esta  breve  indicación  del  material  de  la  obra, 
muestra  que  el  Dr.  Torres  se  ha  preocupado  de 
formar  un  libro  completo,  con  la  esposicion  de  to- 
das las  teorías  7  el  juicio  imparcial  de  todos  los 


—  206  — 

métodos  operatorios :  lleva  esa  ventaja  á  otros  tra^ 
tados  especiales  de  la  mataría,  deficientes,  por  lo 
regular,  en  el  análisis  de  las  teorías  6  demasiado 
inclinados  al  método  que  adoptan. 


186— !La  metaloseopia  y  la  metaloteirapia* 

Conferencia  dada  en  los  salones  del  Círculo  Médico  Ar- 
gentino en  la  noche  del  9  de  octubre  de  1880,  por  Barto- 
lomé NovABO^  Miembro  del  Círculo  Médico  Argentino- 
de  la  Asociación  Médica  Bonaerense  y  de  la  Sociedad 
Científica  Argentina— Miembro  corresponsal  de  la  Real 
Academia  de  Medicina  de  Turin— de  la  Sociedad  Ana- 
tómica, de  la  Sociedad  de  Antropología,  y  de  la  de 
Medicina  Práctica  de  París,  etc..  etc.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  La  Nación,  calle  de  San  Martin  número> 
208  .1880.  En  4®  menor,  44  ps. 

El  tratamiento  de  las  enfermedades  por  los  meta* 
les,  fundado  en  lo  que  el  Dr.  Burk  llamó  idiosincra- 
da  metaloterápica^  con  el  desenvolvimiento  de  la 
teoria  planteada  por  aquél,  y  posteriormente  am- 

filiada  por  Schify  Charcot — quienes  creen  deber 
os  resultados  conseguidos  al  movimiento  molecu- 
lar de  los  metales,— forma  la  base  de  la  conferencia 
del  Dr.  Bartolom¿  Novaro,  llena  de  interés  y  digna- 
de  su  bello  talento. 


187-- Higiene  escolar,  primeros  síntomas  de  las- 
enfermedades  contagiosas  que  pueden  atacar  á  los  niños 
de  las  salas  de  asilo  y  escuelas  primarias  por  el  Dr.r 
Delpeoh,  miembro  de  la  Academia  de  Meoicina  y  del 
Consejo  de  salubridad  de  París,  Médico  del  hospital 
Necker.  Traducción  hecha  para  el  uso  de  las  escuelas 
de  la  República  Argentina  por  el  Dr.  Emilio  R.  Coni. 
Con  la  aprobación  del  Consejo  General  de  Educación 
de  la  Provincia  de  Buenos  Aires.  Buenos  Aires.  Im- 


—  207  — 

prenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle 
Alsina— 60.  1880.  Ed8®,24  ps. 

Es  un  vademécum  útilísimo.  En  breves  palabras^ 
da  los  síntomas  de  las  fiebres  eruptivas,  de  laa 
«  enfermedades  contajiosas  que  tienen  sus  princi- 
pales síntomas  en  las  viasdij estivas»;  de  las  coque- 
luche, de  las  oftalmias,  de  las  enfermedades  conta- 
jiosas parasitarias,  etc.,  y  termina  con  algunas 
Salabras  sobre  la  epilepsia,  ataque  de  nervios  y 
anza  de  San  Vito,  que,  si  no  son  de  contajio  direc- 
to, pueden  producir  el  «contajio  déla  imitación 6 
del  terror.  »  

188— liStadio  químico  de  la  persea  ling^fie, 

por  el  Dr.  Pedro  N.  Arata,  profesor  de  química  orgá- 
nica de  la  Universidad  de  Buenos  Aires.  Trabajo 
publicado  en  los  «  Anales  de  la  Sociedad  Científica 
Argentina  »  (Tomo  X,  página  193).  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle 
Alsina— 60.  1880.  En  4*^  menor,  18  ps.  y  una  lámina. 

«  La  Persea  lingüe  es  una  laurínea  que  tiene  25 
á  30  pies  de  altura  por  2  de  circunferencia.  «Se  halla 
muy  esparcido,  dice  el  Dr.  Arata,  en  la  República 
de  Chile,  desde  la  provincia  de  Aconcagua  bastar 
Chiloe,y  según  refiere  el  viajero  Oruz,  se  encuen- 
tra también  en  el  territorio  comprendido  entre  el 
Limajy  el  Neuquen,  en  la  República  Argentina.» 

El  folleto  contiene  la  descripción  de  la  corteza 
del  lingüe,  su  análisis  inmediato  y  el  estudio  de  su 
tanino.  

1 89 —d  tabaco  como  agente  perturbador  del  física 
y  de  la  intelijencia  por  Pablo  María  Santillan,  etc.,. 
etc.,  etc.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  la  Penitenciaria.^ 
1880.  En  12®,  174ps. 


—  208  — 

El  Dr.  Pablo  María  Saktillak  ha  tenido  oca- 
sión de  observar  los  perniciosos  efectos  del  tabaco 
-en  los  muchos  años  de  su  práctica  profesional,  y 
muy  especialmente  en  los  tres  ó  cuatro  que  tuvo  á 
su  cargo  el  servicio  médico  de  la  Penitenciaria,  y 
se  ha  dejado  vencer  por  el  buen  sentimiento  de 
j9er  útil  a  sus  semejantes  publicando  este  librito 
de  interés. 

La  primera  sección — parte  histórica -^GB^rece  de 
importancia,  no  obstante  la  curiosa  erudición  de 
que  en  ella  se  hace  gala  para  demostraciones  fúti- 
les ó  incontestables;  no  faltando  párrafos  simples 
^inocentes,  como  cuando  el ^ autor  manifiesta  bu 
asombro  y  declara  increíble  que  hasta  los  Estados 
de  la  Iglesia  estableciesen  el  monopolio  «de  la  cul- 
tura— debe  ser  cultivo — ,  de  la  fabricación  y  de  la 
venta  del  tabaco.  > 

La  parte  científica  contiene  el  análisis,  lafisio- 
lojia,  la  tocsicolojia,  los  efectos  físicos  ^  los  matu- 
tinos del  tabaco,  su  influencia  en  los  militares,  los 
fumadores  al  aire  libre  y  los  fumadores  opulentos, 
las  mujeres  que  fuman,  uso  del  tabaco  en  la  prime- 
ra edad,  observaciones  patolójicas,  hijiene,  etc. 
Los  títulos  de  los  acápites  de  esta  sección  dejan 
descubiertos  los  surcidos  de  literatura  y  obserra- 
oiones  de  costumbres  que  dan  cohesión  á  los  proce- 
dimientos médicos,  las  indicaciones  científicas  y 
las  sanciones  esperimentales,  acumuladas  no  muy 
ordenadamente  en  varios  de  ellos. 

Las  pocas  pajinas  que  versan  sobre  el  uso  del 
tabaco  en  la  primera  edad,  son  las  que  mejor  con- 
vencen, y  séame  permitido  asegurarlo,  las  únicas 
que  convencen,  de  todo  el  libro,  porque  están  com- 
probadas con  cuadros  estadísticos  y  presentan  los 
últimos  resultados  de  la  ciencia,  que  se  ha  preo- 
cupado con  razón  de  esa  temible  absorción  de  nioo* 


-  209  — 

tina,  colidina  7  aún  ácido  prúsico^  en  organismos^ 
incompletamente  desarrollados. 

El  Dr.  Santillan  ha  podido  hacer  un  trabajo  de 
popularización,  más  práctico,  más  especial  para  la 
iuventud ;  pues  no  creo  que  se  proponga  correjir  á- 
los  viejos  que  parodiarán  la  frase  de  Vol taire 
á  propósito  del  café — veneno  derñasiado  lento  para 
el  que  lo  ha  tomado  durante  tantos  años.  No  le 
faltan  modelos,  y  en  los  almanaques  cientíñcos  de 
Mantegazza  encontrarla  bellísimas  pajinas  de  ese 
jéneroy  con  esa  tendencia,  dignas  de  ser  reprodu- 
cidas 7  comentadas. 

Ha  tomado  otro  rumbo,  prefiriendo  la  disertación 
enfática  ó  humorística,  de  instrucción  poco  fecun- 
da,  aunque  llena  de  verdades. 


(90— MisionL  Científica— Informe  presentado  á  la 
Asociación  Médica  Bonaerense  y  al  Ministerio  de  Ins- 
trucción Pública  por  el  Dr.  Emilio  R.  Coni.  Delegado 
de  la  Asociación  Médica  Bonaerense  al  Congreso  Inter- 
nacional de  Ciencias  Médicas  de  Amsterdan,  Miembro 
corresponsal  de  varias  Academias  y  Sociedades  Médicas 
de  Europa  y  América  — Leida  en  la  sesión  estraordina- 
ria  de  la  Asociación  Médica  Bonaerense,  el  11  de  Marza 
de  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni, 
especial  para  obras.  60— Calle  Alsina— 60.  En  8*^^ 
32  ps. 

En  el  mes  de  julio  de  1879,  la  Asociación  Médica^ 
Bonaerense  nombró  delegado  al  Congreso  Interna- 
cional de  Ciencias  Médicas  de  Amsterdam  al  Dr. 
Coni  y  el  Gobierno  Nacional  le  acordó  una  sub- 
vención, á  fin  de  que  pudiera  sufragar  gastos  de 
viaje  y  representación.  A  su  vuelta,  reunió  en  este 
folleto  dos  notas  dirijidas,  una  al  Presidente  de  la- 
Asociación  que  representaba,  y  otra  al  jefe  de  la 


—  210  — 

Oficina  de  Estadística,  publicada  anteriormente  ea 
folleto — V.  etnúm.  lÓO,— con  el  catálogo  de  los 
libros  donados  por  Academias  europeas  á  la  Aso- 
ciación Médica,  el  nombre  de  las  publicaciones  con 
que  ha  establecido  canje  y  unos  breres  apuntes 
Bobre  la  vacunación,  agregando  las  notas  en  que  se 
agradece  al  Dr.  Con!  las  donaciones  que  ha  obte- 
nido. 

El  autor  parece  amar  demasiado  sus  produccio- 
nes, pues  publica  á  menudo  folletos,  cuyo  material 
debia  más  bien  figurar  en  las  columnas  de  la  pren- 
da diaria,  que  es  el  albergue  adecuado  de  estos 
trabajos  lijeros  y  sin  importancia. 


191 —Asociación  Médica  Bonaerense.  I^iscnrso  del 
Dr.  Pedro  F.  Robeets  al  tomar  posesión  de  la  presi- 
dencia, en  la  Asamblea  del  22  de  abril  de  1880,  seguido 
del  movimiento  administrativo  durante  el  año  1879. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni.»  especial  para 
obras.  60 -Calle  Alsina— 60.  1880.  En  4®  menor,  24 ps. 

Contiene  el  acta  de  la  sesión. 

El  discnrso  del  Dr.  Roberts  es  brillante  y  de  fon- 
do científico. 

En  su  primera  parte  se  ocupa  á  grandes  rasgos 
Ae  las  asociaciones  médicas  y  termina  abriendo 
nuevos  y  bellos  horizontes  á  la  de  Buenos  Aires. 

En  su  segunda  parte,  entra  de  lleno  á  defender 
el  método  esperimental,  aplicándolo  muy  especial- 
mente al  estudio  de  las  enfermedades  de  la  vista, 
y  opina  que  <  es  necesario  huir  siempre  de  toda 
discusión  que  no  tenga  por  fundamento  inquebran- 
table la  investigación  délos  hechos.  » 

De  acuerdo  con  el  Dr.  Roberts  en  todas  sus  con- 
clusiones, pienso  como  él  que  la  mania  de  las  diva- 
gaciones y  charlatanerías  viene  de  muy  lejos,  <  esti 


—  211  — 

«n  nuestro  modo  de  ser,  »  y  de  felicitarse  seria  que 
4sas  palabras  sensatas  repercutiesen  más  allá  del 
recinto  donde  fueron  pronunciadas. 

192— Tratamiento  de  la  difteria*  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni^  especial  para  obras. 
^0-Calle  Alsina— 60.  1880.  En  8®,30p9. 

Correspondencia  que  el  Dr.  Silybrio  Domingubz 
dirije  de  Arrecifes  al  Círculo  Médico  Argentino. 
Habla  de  un  nuevo  tratamiento  para  la  difteria, 
que  en  diez  enfermos  le  ha  dado  ocho  curaciones  y 
es  recomendado  también  como  eficaz  por  el  Dr.  Me- 
nendez^  del  Pergamino.  Después  de  estudiar  en 
pocas  pajinas  la  difteria  y  la  anjina  gangrenosa, 
que  suelen  confundirse  con  harta  frecuencia  á  la 
cabecera  del  enfermo,  concluye  que  todo  trata- 
miento <  tiene  que  dirijirse  á  oponerse  á  la  absor- 
ción, limitar  ó  más  bien  impedir  la  propagación  de 
las  falsas  membranas  y  destruir  por  último  las 
bacterias.  > 

El  método  propuesto  se  basa  especialmente  en 
el  ácido  fénico^  siendo,  por  lo  demás,  una  modifica- 
ción del  método  de  Aubrum. 


lOS-^Influencia  de  la  tiranía  de  Rosas  en  la 

patogenia  de  las  afecciones  del  corazón  observadas  en 
]^uenos  Aires  por  el  Dr  Eulojio  Fernandez,  Laureado 
por  el  Círculo  Médico  Argentino,  Interno  de  los  Hospi- 
tales, Gefe  encargado  de  la  clínica  oftalmológica  del 
Dr.  C.  Aguirre,  Ciruiano  del  E.  Nacional  0873,  Entre- 
Rios— 1874,  Buenos  Aires),  Cirujano  mayor  y  jefe  del 
Cuerpo  médico  del  ejército  defensor  de  Buenos  Aires, 
1880,  Miembro  de  varias  sociedades  científicas,  etc,  etc. 
Buenos  Aires,  imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrana 
números  133  á  139.  1880.  En  8'=>,  34  ps- 


—  212  — 

El  Dr.  EuLOjio  Fbrvandbz  dedica  sa  trabajo  <al 
Coronel  D.  José  Inocencio  Arias,  en  testimonios^ 
reconocimiento,  admiración» ,  etc.,  saca  ens  princi- 
pales argumentos  para  demostrar  la  perniciosa 
influencia  de  la  tiranía  de  Rosas  en  las  enfermeda* 
des  del  corazón,  de  las  estrofas  más  patrioteras  de 
Hármol,  escribiendo  ciencia  con  tono  de  proclama, 
sin  arribar  á  conclusión  deñnitiya,  ni  convencer 
absolutamente  de  nada.  Hay  pajinas  enteras  de 
citas  7  largas  trascripciones,  valiosas  en  sí  mismas^ 
pero  que  no  alcanzan  á  salvar  una  tesis  inconclusa 
y  llena  de  contrasentidos. 


194— Influencia  climatérica  de  la  veieta- 
cion  por  J¿  D.  Pinero,  Miembro  del  Círculo  Médico 
Argentino.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma, 
calle  de  Belgrano  números  133  y  135.  1880.  En  4®  me- 
nor, 62  pe. 

Estudiante  aventajado  de  la  Facultad  de  Medici- 
na, D.  J.  Demetrio  Pinero  se  ha  preocupado  de  una 
cuestión  que  considera  <  de  alto  interés  práctico  i 
la  vez  que  científico» — el  estudio  de  los  bosques  y 
su  influencia  climatérica. 

Divide  su  trabajo  en  dos  secciones.  La  primera, 
Parte  climatérica^  considera  la  influencia  de  los 
bosques  en  las  temperaturas  estremas ;  la  proteo* 
cion  que  prestan  al  suelo  adyacente  contra  la  vio- 
lencia y  la  desecación  de  los  vientos ;  su  acción 
eléctrica;  su  poder  contra  las  invasiones  de  la  lan* 
gosta,  etc.  La  segunda  sección,  Parte  económicay 
estudia  las  condiciones  de  las  industrias  ganaderas 
y  agrícolas,  mejoradas  por  los  bosques,  la  facilidad 

?ue  éstos  prestan  á  la  construcción  de  ferro-carri- 
es  y  á  cuantas  industrias  requieren  madera  como 


—  218  — 

i&Ü8i>easab1e  material ;  basándose  en  cálenlos  es- 
éadisticos  que  aclarafn  sus  apreciaciones. 

'"jTocmiiiajeonila  «epofticion  >yeo8áInen'de^n  .pro- 
^woto  4b  canal  -*  que,  partiendo  de  la  Boca  del  Ria- 
chuelo «en  Barracas,  establ«eca  comunicación  can 
las  lagunas  Alsina,  Monte  y  Epeeuen,  en  C^'i'bué ; 
jruna  corriente  de  agua  entre  las  lagunas  Carhué  y 
Babia  Blanca,  siguiendo  el  rio  Pigüé  hasta  Curru- 
malan,  y  aquí  abrir  an  canal  que  lo  haga  comuni- 
<^r  con  el  Sauce  Chico» .  £n  todo  el  trayecto  de  los 
oanales  irán  seis  filas  de  árboles,  á  ambos  lados,  y 
^esde  la  Boca  á  Tapalquen,  de  ocho. en  ocho  leguas, 
bosques  de  media  legua  cuadrada. 


195— m  materialismo  refutado  por  la  anatomía 
comparada.  Publicado  por  Juan  H  Scrivenbr  (M  D.) 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  Belgirano  núme- 
ros 133  á  139.  1880.  En  16*=*,  23  ps. 

El  señor  Scrivenbr  reasume  en  pocas  pajinas  las 
4)piniones  de  los   médicos  espiritualistas,  y  lo  que 

Siensan  del  materialismo  «nombres  de  Estado  y 
e  la  Lejislatura  inglesa,  que  por  sus  talentos  go- 
^an  de  una  reputación  europea,  como  son  Lord 
Broughaw,  los  honorables  Mr.  W.  E.  Gladstone  y 
Mr.  John  Brighty  Mr.  J.  A.  Roebrick.  » 

El  folleto  es,  por  consiguiente,  una  esposicion 
4iumaria  de  esas  opiniones. 


196— Memioria  presentada  por  el  presidente  del  Qír- 
<íulo  Médico  Argentino  Dr.  D  Antonio  F.  Crespo  a 
los  .miembros  de  la  Asociación.  (1879-1880)  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  náme- 
TOS  133  á  J39.  1880.    En  4®  menor,  28  ps. 

14 


—  214  — 

El  Dr.  Crbspo,  que  ha  sabido  dar,  con  su  ejempld* 
de  constancia  y.  actividad,  nueva  vida  al  Circalo 
Médico,  pone  de  manifiesto  en  la  Memoria  que 
abarca  el  período  del  año  1879,  el  estado  floreciente 
de  la  Asociación.  Contiene  todos  los  datos  perti- 
nentes y  termina  con  la  nómina  de  los  socios. 


197— Hemoria  anual  de  la  administración  munici- 
pal de  vacuna  humana  al  cargo  del  sefior  doctor  en 
medicina  D.  Justo  Meza.  Año  1879.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  M.  Biedma^  calle  Belgrano  números  133  y 
135.  1880.  En4®,76ps. 

No  obstante  el  estilo  empírico  y  estrafalario  con 
que  está  redactada  esta  Memoria  se  palpa  la  contra- 
cción del  Dr.  Justo  Mbza  á  la  administración  de 
vacuna,  que  lo  cuenta  entre  sus  propagandistas^ 
más  decididos. 


198— Instituto  frenopático  de  Buenos  Aires  en 
la  Avenida  Santa  Lucia^  números  43  y  45.  Establecimien* 
to  particular  destinado  á  la  curación  de  las  enfermeda- 
des mentales.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma, 
calle  Belgrano  133  y  135.  1880.  En  16®,  11  ps. 

Esplicasus  ventajas,  condiciones,  etc.  Tiene  el 
carácter  de  avisó  ó  prevención  al  público. 


199— A  las  madres  de  familia  de  la  ciu<lad  de  Bue« 
nos  Aires.  Administraeion  de  nodrizas  creada 
por  el  Dr.  Carlos  L.  Villar  en  su  estudio.  481— Sui- 
pacha— 481.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma.^ 
Belgrano  133,  135.  1880.  En  16®,  52  ps. 


—  215  — 

Contiene  el  reglamento  de  la  Administración  de 
nodrizas  é  indicaciones  prácticas  sobre  lactancia, 
sumamente  útiles  y  dignas  de  tenerse  en  cuenta. 


TEISISI 

PABA  OPTAB  AL   ORADO  DE  DOCTOR  EN  MEDICINA 
Universidad  de  Buenos  Aires 


FACULTAD     DB    CIBNCIAS     MÉDICAS 

(Formato  uniforme  en  4  ®  menor^. 


200— £1  pulso  en  la  insnfleieneia  mltral* 

or  Eufemio  Uballes.  Buenos  Aires.   6236.   Imprenta 
el  Porvenir,  calle  Defensa  núm.  139.  1880.  48  ps.  y  4 
láminas. 


S 


Analiza  primero  los  síntomas  de  la  insuficiencia 
mitral^  reconociendo  que  la  inspección,  palpamien- 
to y  percusión  no  dan  signo  alguno  que  sea  patog- 
nomónico  de  esta  enfermedad,  por  cuanto  el  soplo 
que  se  percibe  por  la  auscultación  de  la  rejion 
precordial,  suele  faltar  en  algunos  casos. 

Respecto  del  pulso,  arriba  el  Sr.  Eufbmio  Uba- 
lles á  las  conclusiones  siguientes  : 

«1®  Que  el  pulso  pequeño,  desigual,  irregular 
é  intermitente  no  es  característico  de  la  insuficien- 
cia mi  tral. 

« 2®  Que  es  propio  de  todas  las  afecciones  or* 
gánicas  del  corazón  llegadas  á  un  período  aranza- 
ao,  estando,  como  efectivamente  está,  ligado  no  á 
las  lesiones  ericas  ó  valvulares,  sino  al  estado  de 
la  fibra  del  músculo. 


—  216  — 

*«'3^  Que  no  tiene  por  o&»8Íguieiite  vsalor  (fiag* 
4íMnté  ^a  aquella  a^fecoion. 

i^i"^  Que  ^  ÚQÍeo'e€tiráoterdel'x][mléoH|ae'8ehaUa 
bajo  la  dependencia  directa  de  la  insuñciencia  mi- 
tral  es  su  pequenez,  ó  sea  la  poca  amplitud  de  la 
línea  ascendente  del  trazado  esfigmográíico.  > 


201— Consideraciones  genei-ales  sobre  la  icteñeia^ 
por  MARCOS  Várela.  Buenos  Aires.  Imprenta  Ostwald, 
calle  Florida  núm.  136.  1880.  56  ps. 

D.  Marcos  Várela  estudíalas  funciones  norma- 
les del  hígado  con  todos  su^  caracteres  y  particu- 
laridades más  esenciales;  y  al  ocuparse  de  la  icte* 
ridcb  reduce  todos  los  casos  á  dos  categorías  : 

«a — ^casos  en  los  cuales  hay  obstáculo  mecánico 
'pulirá  el  paso  de  la  bilis  al  duodeno  jr  réten¿ion  con- 
secutiva en  las  vias  biliares  ;  b — casos  en  los  cuales 
ella  es  completamente  independiente  de  toda  obs- 
KMi&iDion,  esto  es,  no  hay  'obstácisloipa^a  segair 
éíáem  el  intestino. » 

Bespuás  analiza  las  diversas  'circun^staücias  en 
^^'sé  encuentran  reunidas  las  causas  productoras 
áe  dicha  enfermedad. 


dOd— Estudio  de  la  locura  l^tti^litíéli.  ÍSinotli- 

MH :  1Pará'lisi«  progresiva    paíálí&is  generril  de  los  alie- 

tittflds— -périencefalítiis  difusa,  fetc,  por  Enrique  Ara^ü. 

Buenos  Aires.    Imp.  Kivadavia,    Aisina  97^  00  y  4(W- 

-1880.  126  :ps.  .y  4  fotografías. 

'Establecida  la  deñnicion  de  la  enfermedad  qii;e 
4b  'ha  'Servido  de  tema  para  la  tesis,  D.  Ekrkiuíe 
Arana  considera  su  jénesis  y  eiialojia grdossia- 


—  217  - 

toosLatr  que  ella  present^^reoiiaocieiLda  la  evoliii(ÑjO^ 
d»  ealo»  iipes  períodos-rcnel  prodi^^tiBicov  el'  iat^. 
meá^io:  j  el  confivmade. 

La  marcha,,  éuraoíoa  y  termmaoianeft  dela.e9ir- 
fermedad,  ocupan  un  capítulo,  y  otro,  el  diagttáafci- 
com-  puato  difícil,  sobretodo  en  los  primeros^cío- 
doS',  pues;,  á  pesar  de  qvte  Los  eaférmos  estia  coa»  «¡| 
razón  perturbada,  los  síntomas  que  preseataa  mwt 
oomunes  con  las  demás  formas  de  yesániasv 

Arana  establece  un  diagnóstico  diferencial,  esoluo 
yendo  una  por  una  las  enfermedades  que  tienen; 
alguna  relación  con  la  locura  paralítica.  A  más  de 
los  capítulos  dedicados  á  la  anatomía,  patolojia  y  * 
tratamiento,  se  encuentran  cinco  historias  corres- 
pondientes á  otros -tantos  casos  observados  por  el 
autor. 


SOS— ¿!La  tnbereulósls  debe  ser  finpedt- 
mento  para  la  celebración  del  matrimonio  ?  por  Euge- 
nio Ramírez.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Siglo, 
calle  Alsina  101.  1880.  54  ps. 

EiüJBNio  Ramirbz  contesta  añrmativamentei  lai 
pregunta  que  sirve  de  título  á  su  tesis.  Entra  en 
consideraciones  sobre  la  herencia  morbosa  j,  al 
hacer  una  reseña  bastante  completa  de  las  enfer- 
Hkedades  hereditarias,  concluyendo  por  demostrar 
que  entre  éstas  se  encuentra  en  primera  línea  la 
tuberculosis.  Consagra  un  capítulo,  que  sin  duda 
es  el  más  interesante  de  su  tesis,  á  la  crítica  de  la 
lejislaeion  vijente  sobre  impedimentos  del  matri- 
monio ;  ecsamina  una  por  una  las  eonsecueneiaa 
funestas  de  lejislaeion  tan  imperfecta  y  atrasada 
oomo  la  nuestra,  en  laque  no  se  establece  impedí- 
Biento  de  matrimonio  entre  las  personas  atacadas 
de  enfermedades  susceptibles  de  trasmitirse  por 


-  218  — 

berencia,  j  termina  atribuyendo  á  esta  circans- 
tanoia  el  aumento  de  la  tuberculosis,  enfermedad 
que  toma  un  incremento  alarmante,  pues,  repre- 
senta, según  Ramírez,  un  treinta  por  ciento  de  la 
mortalidad  jeneral. 

Concluye  este  trabajo  probando  la  imperiosa 
necesidad  de  una  reforma  en  las  leyes  que  rijen 
esta  materia. 

Aunque  puramente  teórica,  la  tesis  no  carece  de 
mérito,  por  la  esposicion  metódica  con  que  llega  & 
conclusiones  en  todo  conformes  con  los  adelantos 
de  la  ciencia. 


d04— Tratamiento  de  la  tisis  pnliitonar  por  los 
cambios  de  clima,  por  José  Díaz  Menendez.  Ex-practi- 
cante  mayor  interno  del  Hospital  General  de  Hombres 
y  miembro  iniciador  y  fundador  del  «Círculo  Médico 
Argentino ».  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Martin  Bied- 
ma^  calle  Belgrano  números  133  á  139.  1880.  56  ps. 

D.  Josa  Díaz  Mbnbkdbz  llega  á  las  siguientes 
conclusiones : 

«1  ®  Los  climas  marítimos  templados  y  tropi- 
cales, húmedos^  alivian  y  detienen  la  tisis  ae  forma 
erética. 

«2*^  Los  climas  marítimos  templados  y  tropica- 
les, secos,  alivian  y  detienen  la  tisis  de  forma  tór- 
pida. 

«3®  Los  climas  no  marítimos,  montañosos  ó  no, 
gozan  también  de  dicha  virtud  curativa  y  en  espe- 
ciales condiciones. 

«4®  Esta  virtud  la  poseen  secundariamente  en 
cuanto  que  á  condiciones  telúricas  abonadas  reú- 
nan mayor  ó  menor  participación  de  las  atmosféri- 
cas marítimas,  concurriendo  también  á  estos  efectoi^ 


—  219  — 


<é[  temperamento  de  los  enfermos  y  lajs  simpatías  y 
•antipatías  orgánicas. 

«  5  ^    Que  los  cambios  de  clima  curan  la  tisis 
palmonal,  como  mejor  tratamiento.» 


$Í05— Difteria,  por  Artueo  F.  de  la  Serna. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni^  especial  para 
^bras.  60— Calle  AJsina— 60.  1880.  40  ps. 

Al  estudiar,  en  el  primer  capítulo  de  la  tesis,  las 
4)aasas  que  producen  la  difteria,  llega  D.  Arturo 
:!DS  LA  Srrka  á  la  conclusiou  de  que— 

<  la  difteria  es  una  enfermedad  zimótica;  sin 
:43apródt()S  no  hay  difteria» — opinión  aceptada  por 
todos  después  de  las  interesantes  investigaciones 
<de  Weber  y  Valeux. 

La  terminación  natural  de  la  difteria  y  las  modi- 
ficaciones que  sufre  por  la  medicación,  constitujen 
el  segundo  capítulo  de  la  tesis,  que  termina  con  las 
indicaciones  para  el  tratamiento  de  la  enfermedad 
jy  con  la  historia  de  cuatro  casos  observados  por  el 
autor. 


lÉOO—Ensayo  sobre  la  hipoeondria,  por  Francis- 

.  co  Mendioroz^  Miembro  fundador  del  Círculo  Médico 

Argentino  y  vocal  de  su   Comisión  Directiva.    Buenos 

Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  de  Belgrano  nú- 

ineros  133  y  135.  188a  62  ps. 

.  Una  reseña  histórica  sobre  la  hipocondría  ocupa 
^1  primer  capítulo,  pasando  á  estudiar  en  seguida 
las  causas  predisponentes  y  determinantes  de  esta 
:«nfermedad,  los  primeros  síntomas  con  que  se  ma- 


—  220  — 

iii&estas.  la»  alteraciones  que- produce  en  lo9  dit^er* 
sos  aparatos  orgánicos,  el  modo  de  estad^leceif  el 
diagnostico,  y  por  último  el  tratamiento-. 


207— liS  eoqnelnche  (tos  convulsa),  por  Federico' 
M.  Cabrera^  Practicante  mayor  interno  ael  Hospital  de 
niños  de  San  Luis  Gonzaga.  ex-practicante  de  vacima 
humana.  Miembro  activo  del  Círculo  Médico  A^eatino^ 
etc.,  etc.  Buenos  Aires.  Imp.  de  Ostwald  y  Martine^^ 
Florida  136.  1880.  60  ps.  y  un  modelo  de  forma  esta- 
dística. 

Después  de  definir  la  eoqitelttche,  y  de  estudiar  el 
modo  cómo  se  produce  la  tos,  D.  Fbdbrico  M.  Ca-^ 
BRERÁ  se  ocupa  de  los  síntomas  que  la  enfermedad 
presenta,  y  de  los  accidentes  y  complicaciones  que 
en  ella  sobrevienen,  terminando  con  la  enumera** 
cion  de  los  diversos  medios  que  en  su  tratamiento^ 
se  han  empleado. 


208— Del  réf  imen  Msrtémieo  en  las  afeeeia- 
nes  cardio-vasenlares  crénieas,  por  EoüARiHr 
Pardo,  miembro  fundador  del  Círculo  Medico  Argenti- 
no. Buenos  Aires.  Imprenta  de  S.  Ostwald,  Florida  136. 
1880.  66  ps. 

Esta  tesis  ecsamina  los  diversos  medicamentos 
que  se  han  usado  en  las  enfermedades  cardio-vascur 
tares  crónicas,  arribando  á  la  conclusión  de  que 
ninguno  de  ellos  produce  resultado,  teniendo  ea 
estos  casos  que  limitarse  á  prescribir  un  tratamien- 
to hijiénico  adecuado.  La  enumeración  de  laa 
diversas  indicaciones  que  constituyen  este  trata* 
miento,  ocupa  los  dos  últimos  capítulos. 


—  221  — 

ijoberculosi»  pulmonal^  por  J.  M.  Esbbohe.  Bueno9> 
Aires.  Imprenta  de  S.  Ostwald^  calle  de  la  Florida  ]3Q^ 
1880.  4apft. 

«  Dadme  un  termómetro  y  os  describiré  sin  otta 
ausilio  la  marcha  de  la  enfermedad,»  ha  dicho 
Lorain ;  y  I>.  J.  M.  Espbcbb  ha  podido  bien  encabe- 
zar su  trB»bttgo  con  esa  cita.  Empieza  con  lijera» 
consideraciones  jenei  ales  sobre  el  modo  de  produc- 
ción del  calórico  en  la  economía  animal;  continúa 
señalando  los  medios  de  que  es  necesario  ralerse 
para  apreciar  este  calórico,  las  precauciones  con>ye*^ 
nientesi  para  hacerlo,  y  por  último  el  estudia  de*  l«fi^ 
temperaturas  locales  y  jenerales  y  las:  causas-  de 
su  variación. 

EnuD  capítulo  especial  trata  del  valor  diagnósv 
tíco  de  las  temperaturas  inter-cos tales  al  comienza 
de  la  tabereulósia. 


dlO—Iia  corea  en  la  infancia,  por  Carlos 
Castro  y  Sundblad,  Ex-practicante  mavor  interno  de 
la  Penitenciaria,  Vice-Presideute  del  Círculo  Médico 
Argentino  y  Director  de  los  Anales  del  mismo.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  Belgrano  números  13^ 
á  139.  1880.  56  ps. 

La  observación  de  once  casos  de  corea  tratado» 
con  buen  écsito  por  el  hidrato  de  doral  y  bromuro- 
de  potasio^  á  dosis  progresivas,  han  inducido  á. 
I>.  OArlost  Castro  y  Süítdblad  á  estudiar  esta 
enfermedad,  como  lo'hace  en  cinco  capítulos  desti** 
nados  á  la  etiolojia,  síntomas,  diagnóstico,  pronós^^ 
tico  y  tratamiento. 


—  222  — 

211— Historia  de  la  ovariotomia  en  la  Repú* 
blica  Argentina,  por  Loyat  Ash  Muloaht^  Miembro 
activo  del  Círculo  Médico  Argentino  y  de  la  Gomision 
especial  de  Farmacia.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M. 
Biedmai  calle  de  Belgrano  números  133  y  135. 1880. 
104  ps. 

En  esta  tesis  se  encuentran  las  historias  de  dies 
de  las  primeras  operaciones  de  ovariotomia  practi- 
cadas entre  nosotros. 

De  las  diez  operadas,  seis  han  muerto.  Seme- 
jante estadística  no  es  muy  halagüeña;  ñero  anali- 
zando los  casos,  tenemos  que  en  uno  ae  ellos  el 
resultado  fué  fatal  por  haberse  dejado  pasar  el 
momento  oportuno  para  operar,  y  en  otros  dos,  por 
la  naturaleza  del  tumor,  pues  se  trataba  de  un 
iCáncer. 

La  tesis  es  bastante  completa.  Además  de  las 
historias  mencionadas,  trae  consideraciones  jene- 
rales  sobre  esos  casos  ea  un  capítulo  aparte,  y  en 
otro  indica  las  condiciones  hijiénicas  de  las  muje- 
res que  sobreviven  á  la  ovariotomia. 


21^— Operación  Cesárea,  por  Camilo  Fernan- 
dez Gil,  Bachiller  y  ex-alumno  de  la  Facultad  de  Teo- 
logia  en  el  Seminario  Conciliar  de  San  Fernando 
^Orense).  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma.  Bel- 
irranonúms.  133  á  139.  1880.  46  ps. 

La  definición  de  la  Operación  Cesárea^  su  divi- 
ifiion,  etimolojia  é  historia,  abarcan  el  primer  capí- 
tulo. El  Sr.  Camilo  Fbrkahdbz  Gil  estudia  en 
seguida  las  indicaciones  de  la  operacion—punto 
bastante  oscuro,  pues  es  muy  difícil  precisar  de  ua 
modo  riguroso  el  caso  en  que  ella  está  indicada. 


—  223  — 

«Esta  incertidumbre,  dice  Joulia,  nos  obliga  í 
relegar  la  operación  cesárea  á  la  clase  de  opera* 
«iones  desesperadas.  > 

Después  de  enumerar  los  casos  en  que  la  mayo- 
ría de  los  autores  creen  que  debe  efectuarse  la  ope- 
ración, pasa  á  ocuparse  del  manual  operatorio  y 
de  los  cuidados  requeridos,  una  vez  efectuaaa 
aquélla;  llegando  á  las  siguieates   conclusiones: 

«1® — Que  la  operación  Cesárea  se  hace  cada 
vez  meaos  grave  en  atención  á  los  progresos  de  la 
cirujia,  que  modiñca  ventajosamente  los  procedi- 
mientos operatorios. 

« 2®  — Que  deducida  la  indicación  por  el  término 
medio  de  mortalidad,  eutre  la  histerotomia  y  la 
embriotomia,  los  resultados  son  favorables  á  la 
primera. 

<3® — Que,  por  consiguiente,  la  operación  cesá- 
rea debe  sustituirá  la  embriotomia,  cuando  el  niño 
^stá  vivo  y  es  viable.  > 


213— Lia  peri-aretrotomia.  Método  nuevo  pai*a 
el  tratamiento  de  las  estrecheces  uretrales^  por  Julio 
W.  6oH£Z.  Buenos  Aires.  Litografía  é  imprenta  de  G. 
Kraft^  calle  Reconquista  92.  1880.  70  ps. 

El  estudio  de  las  estrecheces  uretrales,  sus  cau- 
sas, modo  de  producción,  y  sitio  en  que  con  más 
frecuencia  se  desarrollan,  son  los  puntos  tratados 
<en  los  primeros  capítulos. 

D.  «Julio  W.  Gokbz  pasa  á  ocuparse  del  trata- 
miento, indicando  los  casos  en  que  debe  emplearse 
Iw^ttretr otomía  interna  y  esterna  \  y  concluve  con 
la  descripción  de  la yeriuretrotomia^  sus  inaicacio- 
nes  7  contra  indicaciones,  y  los  resultados  obteni- 


—  224  -- 

dos.  Publica  al  mismo  tiempo  la  historia  i»  Jtos 
i^asos.  de  estrechez  aretralf  tratados,  pejr  este  n^J^- 
método. 


ldl4-'ApuDte8  sobre  las  asenrisma»  4e  la  «»^ 

ta*  por  Juan  María  Bosch.  Buenos  Aiires.  Inaprestn  éfi      ] 
S.  Ostwaid,  calle  Florida  136.  1880.  166  ps. 

•  Considero  la  tesis  de  D.  Juak  María  Bosoi^  h 
más  importante  de  las  presentadas  en  el  añ^lBBO^ 
tanto  por  la  detención  j  seguridad  de  las  obsem- 
oiones,  recojidas  como  por  las  indicacionespropi^ 

3ue  contiene.   El  punto  de  que  se  ocupa  ha  siéo 
esarrollado  en  ella  de  una  manera  metódica  f 
completa. 

Empieza  con  el  estudio  detenido  de  todos  lot 
causas  que  predisponen  ó  determinan  el  aieuriS' 
ma  en  la  arteria  aorta,  indica  y  comenta  los  direr- 
sos  síntomas  que  la  enfermedad  presenta,  y  señala 
los  medios  que  se  emplean  en  su  tratamiento.  Con- 
cluye su  trabajo  con  las  historias  de  cuatro  caaos 
que  ha  observado  personalmente. 

En  el  primero  y  tercero,  el  aneurisma  estaba  ^ 
situado  en  la  aorta  torácica,  habiendo  el  enfermo,  * 
afectado  de  esta  última,  abandonado  el  Hospital 
notablemente  aliviado;  y  siéndola  terminación  del 
primer  caso,  la  muerte,  acompaña  los  datos  recoji- 
dos  en  la  necropsia.  Corresponde  á  la  aorta  abdomi- 
nal la  segunda  de  las  observaciones,  correspon- 
diendo finalmente  la  cuarta,  á  un  caso  ea  que  se 

diagnosticó  un  aneurisma  y  sólo  la  autopsia  revela 

su  inesactitud. 


—  225  — 

átiS^'-^btm  Iiidátí4es,  por  Juan  José  Naoiv.  Bue- 
tfDÉi  Aires.  Imprenta  de  M.:Biednia,  calle  Be^rano  ná- 
aefos  133  á  130*  1880.   M/ps.  y  dos  ibiografías. 

{Antiguamente  se  buscaba  en  las  influencias  side- 
rales ^«1  oníjen  de  nuestras  dolencias ;  ahora  se  fija 
Jia  mirada  en  el  .pequeño  mundo  que  faa  revelaao 
el  ^microscopio,  señalándose  en  la  etiolojia  de  la 
mayor tparte  de  las  enfermedades  la  ecsistencia  de 
^m  parásito  destructor  del  organismo  que  4o  abriga 
en  su  seno.  Al  estudio  de  estos  micro-organismos 
•consagra  JuAK  Josa  Naon  el  primer  capítulo  de  su 
trabajo,  é  indica  las  diversas  teorías  presentadas 
sobre  la  materia,  analizando  la  embriolojia  de  la 
tenia  echinococcus,  su  modo  de  penetrar  al  cuerpo 
humano,  los  accidentes  que  en  él  determina  y  por 
último  los  medios  de  reconocer  su  presencia  y  de 
destruirla. 

Acompaña  una  historia  sumamente  interesante 
<deun  hidátides  del  higado,  observado  por  él  en  un 
enfermo  del  Hospital  de  Hombres. 


.^feifH- Consideraciones  sobre  el  paladlsBiO^  por 
SüDOBO  GiSNEBos.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  S.  Ost- 
Wáld,  tíalle -de  la  Florida  núm.  136.  1880.  52í)s. 

^1  eidtudio  de  la  relación  que  hay  entre  la  pro- 
flüctáoü  de  ñebres  intermitentes  y  la  ecsistencia  de 
'paiítaü06, — circunstancia  reconocida  desde  ios  tiem- 
pos de  Hipócrates  y  que  los  observadores  poste- 
Tiofes  no  han 'hecho  sino  confirmar, — constituye  la 
pl*itti6ra  parte  de  este  trabajo,  en  la  cual  se  mencÍQ- 
üscn/atcnque  no  con  toda  la  ostensión  que  merecen, 
tos  eescubrimientos  de  Salisbury  sobre  la  ecsisten- 
<;i)a  de  ulgds,  análogas  alas  del  j  enero  JPdlmella^ 


—  226  — 

en  ciertas  comarcas  pantanosas  del  Ohio;  en  segal* 
da  se  ocupa  de  la  dimsibilidad  del  miasma  paládi* 
co,  de  las  condiciones  individuales  para  la  recepti- 
bilidad,  7  de  la  incubación  de  este  miasma,  pasando» 
al  estudio  de  la  sintomatolojia.  Como  no  es  posible 
comprender  bajo  una  sola  aescripcion  las  diferen- 
tes fisonomías  que  afecta  el  paludismo,  á  pesar  de 
la  unidad  de  su  causa  y  naturaleza,  ha  dividido 
esta  materia  en  varias  agrupaciones,  tratando  sepa- 
radamente las  fiebres  intermitentes  típicas,  las 
{perniciosas  remitentes,  las  larvadas,  ypor  último 
a  caqueccia  palúdica.  Lueeo  estudia  la  anatomía 
patolójica,  el  diagnóstico  y  el  tratamiento  de  estas 
diversas  formas  üe  paludismo. 


dl7~Gonsideraciones  sobre  la  anestesia  y  anal 

Íesia  quirúrjica.  por  Wenceslao  Tello.  Buenos  Aires, 
mprenta  de  M.  Biedma,  calle  de  Belgrano  números  133 
y    135.  1880.  54  ps. 

Después  de  un  suscinto  análisis  de  las  funciones 
del  sistema  nervioso  de  la  vida  de  relación^  pasa  el 
autor  á ocuparse  de  ]£l anestesia  que  con  la  analjé- 
sia  constituye  los  medios  de  que  la  cirujia  y  obste- 
tricia disponen  para  anular  el  dolor  físico.  Espone 
con  bastante  método  los  diversos  fenómenos  que 
se  observan  durante  la  administración  del  cloro- 
formo anestésico,  que  trata  de  prefencia  pur  ser  el 
más  usado  entre  nosotros. 

Dedica  un  capítulo  especial  á  la  analjésiaj  á  las 
sustancias  que  se  emplean  para  obtenerla, y  dete- 
niéndose también  en  las  indicaciones  y  contraindi- 
eaciones  para  la  anestesia  y  analjésia  en  las  opera- 
ciones, concluye  haciendo  notar  <  que  en  nuestros 


—  227  — 

liospitales  se  desprecian  un  tanto  los  efectos  de  la 
hemorrajia  nerviosa,  se  emplea  esclusivamente  el 
cloroformo,  y  se  olvidan  por  completo  los  ájente^ 
anaijésicos,  apesar  de  estar  en  bo^a  en  los  hospita- 
les europeos,  en  detrimento  de  la  enseñanza,  la 
ciencia  y  la  humanidad.» 


S18—!E1  ehaitcro  sifilítico  es  un  accidente  local^ 
por  José  Ángel  Fuselli,  licenciado  en  farmacia.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  S.  Ostwald,  calle  de  Florida 
136.  1880.  60  ps. 

El  chancro  sifilítico  puede  considerarse  como 
punto  de  partida  de  la  síñlis  ó  como  primera  ma- 
nifestación de  la  infección  del  organismo  por  el 
virus.  FuSELLi  acepta  la  primera  de  estas  ideas,  y 
su  tesis  tiende  á  sostenerla.  En  algunos  breves 
capítulos  se  ocupa  de  la  historia  de  la  sífilis^  de  su 
contajio,  desarrollo  y  tratamiento,  y  propone  la  cau- 
terización del  chacro,  fundándose  en  que: — 

« 1  ®  Puede  algunas  veces  impedirse  la  infección 
del  organismo  cauterizando  el  chacro  en  sus  prime- 
ros dias,  es  decir  cuando  no  está  constituido  sino 
por  una  pequeña  pápula. 

<2®  Que  se  impedirá  la  absorción  del  virus  por 
la  via  linfática  y  con  estelos  accidentes  terciarios 
déla  sífilis,  siempre  que  se  cauterice  el  chancro  an- 
tes de  que  aparezcan  los  infartos.» 


di 9— Eczema  é  impétifi^o  del  tegamento 
cabelludo  y  de  la  cara,  en  los  niños,  por  Benigno  T. 
AvELETRA,  Ex-practicante  honorario  de  la  Penitenciaria, 
ex-practicante  de  vacuna;  miembro  fundador  del  Ch'culo 
Médico  Argentino,  etc. . .  Buenos  Aires.  Imprenta  de  S. 
Ostwald :  Florida  136. 1880.  64  ps. 


---  228  — 

Comienza  por  indicar  de  un  modo  rápido  la  étio- 
4t)jÍB,«ín tomas,  diagnóstíoo,  y  pronóstico  del '6CjPema, 
'étmpétiffo.  D.'Bbniono  T.  Aybletra  se  detiene  en  el 
tratan^iento  de  estas  enfermedades,  «írribando  i 
las  Bígnientes  concilasiones  : 

<1^  Que  el  tratamiento  de  eczema  é  imnétigo 
está  muy  lejos  de  producirlos  graves  acciaentes 
que  le  saponen  los  oposicionistas. 

-«2®  Que  muy  al  contrario,  su  curación  no  da  al 
organismo  otro  resultado  que  librarlo  de  una  afec- 
4iioíi  mol  esta  y  repugnante,  muchas  vece8.> 

Termina  la  tesis  con  siete  historias  de  otros  tan- 
eos  casos  observados  por  el  autor. 


220    Consideraciones  sobre  las  lieridas  i^ene- 

trantes,  por  Claudio  G.  Benitez,  Ex-practicante 
mayor  interno  del  Hospital  General  de  Hombres.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  de  Belgrano 
números  133  y  136.  62  ps. 

D.  Claudio  G.  Bbnitbz  considera  en  el  primer 
;Capítulo  la  frecuencia  con  que  se  presentan  entre 
nosotros  las  heridas  penetrantes,  de  las  cuales  ha 
observado  492.  En  el  segundo,  analiza  los  síato* 
•mas  de  dichas  heridas  en  las  articulaciones,  en  el 
cráneo,  toracs,  abdomen  y  corazón ;  pasando  áe»- 
pues  á  ocuparse  del  diagnóstico  de  estas  lesionéis, 
y  del  tratamiento,  según  los  diversos  casos,  h» 
tesis  rejistra  las  historias  de  seis  observaciones 
hechas  por  el  autor  de  casos  de  heridas  pene 
arantes. 

221— Tratamiento  de  los  aneurismas  exte- 
-teriores  por  la  ligadura,  por  Juan  A.  Gallino.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  M.  Biedma,  calle  Belgrano  número 
135. 1880. 40  ps. 


—  229  — 

Entre  los  numerosos  medios  aplicados  en  el  tra* 
tamiento  de  los  aneurismas,  la  ligadura,  es  sin  duda 
alguna  el  que  mejores  resultados  produce. 

En  esta  tesis  se  encuentran  inaicadas  todas  las 

{precauciones  que  deben  tomarse  antes  de  efectuar* 
a,  el  modo  de  hacerla  y  el  tratamiento  consecutivo 
>que  los  enfermos  requieren. 

'También  se  estudia  el  modo  de  formación  del 
coágulo  en  el  saco  aneurismático  después  de  la  li- 
gadura. 

222— lia  sífilis  por  Gregorio  González^  Ex-prac- 
ticante  interno  de  la  Penitenciaria  de  Buenos  Aires., 
Ex-miembro  activo  del  Círculo  Médico  Argentino.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma.,  calle  de  Belgi*ano 
números  133  á  135.  1880.  42  ps. 

Laetiolojiade  la  sífilis;  las  lesiones  que  determi- 
na en  los  tejidos  que  ataca;  los  síntomas  que  se 
presentan»  en  los  diversos  períodos  por  que  pasa  la 
enfermedad:  su  diagnóstico,  pronóstico  y  tratamien- 
to,— hé  ahí  los  puntos  de  que  se  ocupa  brevemente 
D.  Gregorio  Gokzalez. 


223— Higiene  escolar,  por  Paulino  Fernandez^ 
licenciado  en  farmacia.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pa- 
blo E.  Coni.,  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina— 60. 
1880.  40  ps. 

Esta  tesis  trata  una  cuestión  práctica  v  que  di- 
rectamente interesad  la«medicina.  Como  dice  muy 
bien  Fernandez,  la  hijiene  aplicada  en  la  escuela 
y  enseñada  al  niño,  dirije  el  desenvolvimiento  nor- 
mal de  los  órganos  y  funciones,  corrijiendo  las  al- 
ieraciones  que  éstos  pueden  presentar.  En  la  pri- 


-^  23»  — 

mera  parte  de  su  trabajo  se  ocupa  de  los  edificios 
destinados  á  escuelas,  cómo  son  j  cómo  debieran 
ser;  délos  útiles,  bancos,  etc. 

Por  último,  entra  en  apreciaciones  sobre  la  edu- 
cación física  del  niño,  sobre  las  reglas  que  deben  se- 
guirse en  cuanto  á  la  hijiene  personal,  y  concluye 
dedicando  un  capítulo  especial  á  los  deberes  délos 
padres  de  secundar  la  acción  del  preceptor. 


dl24— Contribución  al  estudio  de  la  Mg^iene  del 
soldado  en  guarnición  por  Vicente  Padilla.  Bue- 
nos Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  Belgrano  133  á  139.- 
1880.  44  ps. 

D.  ViCBNTB  Padilla,  después  de  algunas  idea» 
ienerales  sobre  el  oríjen  de  la  hijiene^  su  división  y 
la  importancia  de  su  estudio,  considera  los  alimen- 
tos que  deben  darse  al  soldado  7  las  ropas  propias 
para  éste,  en  verano  y  en  invierno. 

Termina  su  trabajo  con  la  enumeración  de  las 
reglas,  que  conviene  obedecer  en  la  construcción  de 
un  cuartel,  y  que,  según  el  autor,  son  las  mismas 
que  presiden  la  construcción  délos  hospitales. 


225— Higiene  la  ciudad  de  Buenos  Aires^por 
Julio  Casal.  Buenos  Aires.  Imprenta  Ostwald,  calle 
Florida  núm.  136.  1880.  60  ps. 

En  el  primer  capítulo  se  ocupa  D.  Julio  Casal 
del  agua  de  la  ciudad  de  Buenos  Aires,  su  composi- 
ción, litros  que  corresponden  á  cada  habitante,  etc.; 
en  el  segundo,  de  los  desagües,  aconsejando  que 
mientras  las  cloacas  no  se  terminen,  las  grandes 
industrias  se  sirvan  de  pozsos  aborbentes  semejan- 


—  231  — 


tes  á  los  ensayados  en  la  Penitenciaria. — V.  Anua" 
rio  anterior  núm.  20S  y  termina  con  un  estudio 
sobre  las  habitaciones  y  zbtanos. 


d26—Tratamiento  de  las  afecciones  de  las  vías 

lacrimales,  por  Eduardo  Obejero,  Practicante  ma- 
yor del  Consultorio  Oftalmológico  de  la  Sociedad  de 
Beneficencia,  y  Miembro  fundador  del  Círculo  Médico 
Argentino.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El  Siglo  calle 
Alsina,  núm.  101.  1880.  60  ps.  ' 

Preceden  al  estudio  del  tratamiento  de  las  afee 
ciones  de  las  vías  lagrimales,  algunos  datos  anató- 
micos y  fisioldjicos  indispensables  para  ocuparse 
de  las  enfermea.ades  que  en  esas  vias  se  desarrollan, 
del  tratamiento  que  se  empleajeneralmente  y  del 
empleado  por  el  autor  en  cinco  casos  que  se 
le  presentaron,  cuyas  historias  incluye;  trata- 
miento que  consiste  en  la  introducción  de*  varias 
cerdas,  por  el  punto  y  canalículo  lacrimal  inferior, 
previa  incisión  con  el  cuchillo  de  Weber,  sondaje 
y  fijación  de  las  cerdas  en  las  fosas  nasales.  Poste- 
riormente ha  modificado  este  último  tiempo  de  la 
operación,  y  en  vez  de  dejar  las  cerdas  en  el  suelo 
de  las  fosas  nasales,  las  fija  en  el  esterior.  Su  paso 
por  el  aparato  lacrimal  se  efectúa  con  instrumentos 
construidos  especialmente  para  ello. 

Las  conclusiones  que  se  derivan  del  trabajo  de 
D.  Eduardo  Orejero  son  que  «  en  los  casos  de  es- 
trecheces de  los  condicctos  lacrimales,  en  los  casos  de 
dacriocistitis  crónicas,  y  en  los  de  tumores  inflama- 
dos del  saco  lacrimal,  en  lugar  de  recurrir  al  cate- 
terismo, de  cualquiera  manera  que  se  haga,  en 
lugar  de  recurrir  á  las  inyecciones  as trinj entes  ó 
á  las  cauterizaciones,— es  preferible  emplear  este 
método,  al  que  no  se  le  ha  visto  traer  hasta  ahora 


—  a32  — 

más  que  beneficios  para  el  enfermo  y  para  el  mé- 
dioo.  » 


227  —  Amblioplas  y  amaurosis,  por  Felipb 
Basayilbaso^  Ex-practicanle  mayor  interno  del  Hospi- 
tal General  de  Hombres,  Director  de  la  Escuela  de  Me- 
dicina de  Buenos  Aires.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M. 
Bíedma^  calle  Belgrano  números  133  y  139.  1880.  60  p». 

Una  de  las  partes  más  importantes  de  la  ofial- 
molojia  es  el  estudio  de  las  ambliopias  y  amaurosis 
cuyo  número  lia  disminuido  mucho,  gracias  al  des- 
cubrimiento del  oftalmoscopio.  D.  Fblipb  Basavil- 
BASO  aprecia  las  causas  de  estas  enfermedades, 
pasando  al  diagnóstico,  que  no  puede  hacerse  sino 
por  esclusion  y  con  conocimiento  perfecto  de  las 
anomalías  de  refracción,  pues  las  ambliopias  tienen 
muchos  puntos  de  contacto  con  esas  alteraciones. 
Trata  en  particular  de  las  ambliopias  alcohólicas, 
quininas,  traumáticas  y  saturninas,  trayendo  sobre 
cada  una  de  ella&  los  datos  que  le  ha  suministrado 
su  propia  observación;  y  termina  con  el  estudio 
del  tratamiento  de  esta  enfermedad. 


228~Estudio  sobre  la  endometritis  aguda»  por 

LmL  F.  ViLA.  Ex-practicante  mayor  interno  (por  con- 
curso) del  Hospital  General  de  mujeres  y  miembro  fun- 
dador del  Círculo  Médico  Argentino.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  S.  Ostwald.  calle  Florida  136.  1880.  46  ps. 

El  análisis  de  las  causas  predisponentes  y  deter- 
minantes de  la  endometritia  aguda^  ocupa  el  primer 
capítulo  del  trabajo  de  D.  Luis  F.  Vila,  quien  con- 
siaera  en  los  siguientes  su  anatomía  patolójica,  sus 
síntomas,  diagnóstico,  pronóstico  y  tratamiento. 


—  233  — 

lK29~Estudío  sobre  presentaciones  del  troneo 

(evolución  espontánea)  por  Moisés  Eohegóten.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  Belgrano  núm.  133  á 
139.  1880.  44  ps. 

Su  autor  se  ocupa,  ante  todo,  de  las  causas  de  la 
presentaciones  del  tronco,  punto  oscuro,  porque 
como  dice  muy  bien  Joulin,  <  ellas  están  subordi* 
nadas  á  una  jerarquía  de  suma  elevación  y  cuyo$ 
grados  inferiores  son  los  únicos  accesibles  á  núes* 
tras  conleturas.  Basta  colocar  un  signo  de  interro* 
gacion  después  de  cada  hipótesis,  á  que  se  asigna 
el  nombre  de  causas,  para  ver  surjir  un  nuevo 
problema  que  resolver.» 

Se  detiene  en  el  diagnóstico  de  la  enfermedad  y 
considera  el  modo  cómo  termina  el  parto  en  estos 
casos,  y  cree  que  la  mayor  parte  de  las  veces  con- 
viene dejar  obrar  á  la  naturaleza,  fundado  para 
ello  en  la  opinión  de  varios  autores  y  en  un  caso 
por  él  observado. 


d30— Patología  de  la  menstruación,  por  Es- 
colástico Imas.  Buenos  Aires.  Imprenta  Ostwald, 
calle  Florida  136.  1880.  J18ps. 

El  estudio  físiolójico  de  la  menstruación,  la  in- 
fluencia que  ésta  ejerce  en  la  producción  de  estados 
patolójicos,  la  relación  en  que  se  halla  con  las  en- 
ierme¿ades  acudas  y  crónicas,  constituyen  el  obje- 
to de  los  primeros  capítulos  de  esta  tesis ;  los 
siguientes  se  ocupan  de  la  amenorrea  y  dismenor- 
rea,  de  los  síntomas,  marcha,  terminación  y  trata- 
miento de  estos  estados;  concluyendo  con  breves 
apreciaciones  sobre  la  metrorrajia,  que  divide  con 
Moynac  en  metrorrajia  por  lesiones  traumáticas  ú 
orgánicas  de  la  matriz,  por  ñuccion  ó  estasis  san- 


—  234  — 

guineo  en  los  vasos  del  útero,  y  por  último,  ea 
aderrámicas  por  alteración  de  la  sangre. 


$í31->Estudio  sobre  algunas  relacionéis  del  sim- 
pático y  el  cerebro  por  Inocencio  Torino,  del 
Círculo  Medico  Argentino  y  Secretario  del  Departamen- 
to de  Higiene  de  la  Nación.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
M.  Biedma,  calle  de  Belgrano  números  133  á  139.  62  ps. 

Don  Inocencio  Torino  empieza  su  tesis  por  el  es- 
tudio del  gran  simpático,  sus  oríjines  encefálicos, 
su  disposición  y  distribución  en  los  vasos,  y  termi- 
na apuntando  embrionariamente  las  relaciones  del 
cerebro  con  este  nervio.  En  el  segundo  capítulo 
considera  las  relaciones  del  espíritu  y  el  cuerpo, 
llegando  á  la  conclusión,  hoy  por  todos  admitida, 
de  que  «  el  cerebro  no  es  sólo  el  órgano  delainte- 
lijencia  sino  el  regularizador  más  ó  menos  directo 
de  las  funciones  orgánicas  que  componen  la  má- 

auina  animal.>  Se  ocupa  luego  de  la  circulación 
urante  el  trabajo  cerebral,  de  la  influencia  del 
trabajo  intelectual  sobre  la  dijestion,  sobre  las  se- 
oraciones,  y  por  último,  de  la  atención  y  su  influen- 
cia en  la  circulación  periférica.  El  capítulo  cuar- 
to trata  del  rubor,  sus  relaciones  con  la  atención  y 
del  papel  que  desempeñan  los  vasos  motores  para 
producirlo.  El  antagonismo  entre  la  circulación 
cerebral  y  la  periférica,  sus  causas,  el  tonus  y  la 
atención,  y  la  influencia  de  esta  última  en  los  tras- 
tornos dij  estivos  ocasionados  por  el  trabajo  ccre 
bral,  son  los  puntos  tópicos  del  capítulo  siguiente. 
Los  últimos  capítulos  de  esta  tesis,  que  es  incues- 
tionablemente una  de  las  mejores  que  se  han  pre- 
sentado á  nuestra  Facultad  de  Medicina,  versan 
sobre  la  aplicación  de  las  teorías  del  tonus  y  la 
atención  á  diversos  casos  prácticos. 


—  235  - 

232— Transmisión  de  la  sani^i^e,  por  Eduardo 
MujicA,  licenciado  en  farmacia.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta Ostwald,  calle  Florida  número  136.  1880.  86  ps. 

Ocúpase  esta  tesis  de  uno  de  los  principales  des* 
cubrimientos  de  la  ciencia — la  trasficston  de  la 
sangre,  que  practicada  en  casos  estremos  ha  vuelto 
á  la  vida  á  multitud  de  seres  colocados  á  las  puer- 
tas de  la  tumba — Después  de  una  reseña  histórica 
flobre  tan  delicada  operación,  pasa  el  autor  á  ocu- 
parse de  la  temperatura,  composición  y  demás 
condiciones  de  la  sangre^  requeridas  para  que  la 
trasfusiondé  el  resultado  que  se  busca;  delosac- 
<3identes  que  sobrevienen  en  el  curso  de  las  opera- 
ciones ;  de  los  casos  en  que  ésta  se  encuentra  indi- 
cada, y  finalmente,  de  los  instrumentos  empleados 
para  efectuarla. 


233— Consideraciones  sobre  el  sueño  é  insom- 
nio por  Guillermo  Aohaval.  Buenos  Aires.  Imprenta 
deS.  Ostwald:  calle  de  la  Florida  136.  1880.  114  ps. 

Antes  de  ocuparse  del  sueño  é  insomnio,  entra 
D.  Guillermo  Achaval  en  consideraciones  genera- 
les sobre  el  funcionamiento  del  sistema  nervioso; 
luego  pásaá  desarrollar  el  punto  que  le  sirve  de 
tema,  esponiendo  antes  los  fenómenos  mecáni- 
cos y  físicos  de  esta  función,  los  fenómenos  esterio- 
res  que  son  los  pródromos  del  sueño.  Sigue  con  él 
análisis  de  las  teorías  predominantes  sobre  la  circu- 
lación cerebral  en  el  momento  del  sueño,  y  termina 
i9ú  tesis  con  algunas  indicaciones  sobre  el  insom- 
niOy  su  causa,  sus  síntomas,  trastornos  que  deter^ 
mina  y  modo  de  combatirlos. 


i 


'  —  236  — 

SK34-^Ijas  mama»  y  el  tasi  argentino*  Sa  pro- 
piedad laclígena,  por  Alejandro  D.  Ortiz,  ex-practí- 
cante  del  Kéreito— 1874-1875— Ex-cirujano  en  la  arma- 
da—1879.  menos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma.,  calle 
Belgrano  números  133  á  139.  1880.  62  ps. 

El  autor  empieza  por  el  estudio  anatómico  y  físio- 
lójico  de  las  mamas,  considerando  someramente  la 
influencia  del  sistema  nervioso  en  su  secreción.  Por^ 
lo  (|ue  respecta  á  la  patolojia  de  estas  glándulas^ 
se  limita  á  enumerar  las  enfermedades  que  en  ellas 
96  desarrollan  y  cuya  presencia  ocasiona  alteracio- 
nes anatómicas  y  fisiolójicas  que  anulan,  disminu- 
yen ó  alteran  el  producto  de  su  secreción  cuando  la 
naturaleza  les  destina  á  llenar  las  funciones  de  que 
están  encargadas. 

La  última  parte  de  este  trabajo,  es  sin  duda  algu- 
na la  más  interensante:  se  refiere  al  estudio  de  una 
Slanta  de  la  familia  de  las  Asclepiadeas^  oriunda 
e  la  República  Arj  entina,  que  tiene  lapropiedad,. 
dice  el  autor,  <de  producir  la  leche  en  la  mujer.» 


^ 


d35— Interrogatorio  médico,  por  Daniel  Li- 
ZARRALDB.  Bnenos  Aires.  Imprenta  '"''La  Central",  Vic- 
toria 27.  1880. 78  ps, 

«El  interrogatorio,  dice  Bouchut,  es  de  gran  im- 
portancia, y  puede  considerarse  como  hombre  de 
verdadero  talento  al  que  sepa  plantear  y  variar  to- 
das las  cuestiones  que  conciernen  al  enfermo.»  En 
la  tesis  de  Daniel  Lizarralde  se  encuentran  enu- 
meradas todas  las  preguntas  que  conviene  hacer  & 
un  enfermo,  guardando  el  orden  en  que  deben  diri- 
jfrsele.  De  las  consideraciones  jeneral es  sobre  este- 
punto,  pasa  á  estudiar  separadamente  el  interroga- 


-  237  — 

torio  del  hombre,  de  la  mujer,  de  los  niños  y  de  los 
dementes.  Respecto  de  éstos,  sarjen  muchas  veces 
dificultades,  á  primera  vista  insuperables,  para 
establecer  la  armonía  entre  las  preguntas  del  mé- 
dico 7  las  respuestas  del  enfermo.  £1  autor  indica 
los  medios  de  vencerlas. 


MAS  ESiClÁS  í 


mm  T  ssnoEtciois  ciihiifims 


236— Frenos  continaos  de   ferro-carriles. 

Tesis  para  optar  el  título  de  injeniero  civil  por  Miguel 
A.  Araos.  Éuenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  ca- 
lle Belgrano  números  133  á  139.  1880.  En4'^  menor,  40 
ps.  y  un  cuadro  con  diez  láminas. 

El  Señor  D.  Miguel  A.  Araos  ha  estudiado  las 
ventajas  que  ofrece  el  uso  de  los  frenos  continuos 
en  los  ferro-carriles,  comparándolos  con  las  demás 
clases  de  frenos.  El  punto  que  ha  elejido  para  su 
disertación  tiene  el  atractivo  de  la  novedad ;  y  en 
nuestro  pais,  especialmente,  asume  una  importan- 
cia práctica  valiosa,  por  el  gran  número  de  líneas 
férreas  que  cruzan  entre  poblaciones  crecientes  y 
la  frecuencia  con  que  acontecen  desgracias  que 
ecsijen  urjentemente  se  arbitren  los  medios  de  evi- 
tari  as. 


1 


—  240  — 

2S7— Breve  estudio  sobre  el  ^eni^e  permeable. 

Tesis  presentada  por  Psdbo  José  Cornejo  para  adquirir 
el  título  de  iujeniero  civil.  Buenos  Aires.  Imprentada 
If .  Biedma.  calle  de  Belgrano  números  133  á  139. 1880* 
En  4^  menor,  48  ps. 

El  distinguido  joven  sal  teño  D.  Pedro  Jos¿  Cor- 
nejo, ha  tenido  también  la  buena  idea  de  elejir  co- 
mo punto  de  su  disertación  un  tema  de  utilidad 
práctica  entre  nosotros,  cual  es  el  drenaje  permea- 
ble, ecsaminándolo  á  la  luz  de  su  espíritu  claro  j 
nutrido.  Su  tesis,  que  demuestra  un  método  esce- 
lente  j  un  conocimiento  científico  que  sólo  se  ad- 
quiere tras  largos  años  de  estudio  j  observación 
constante,  ha  de  prestar  su  cooperación  á  la  reso- 
lución del  problema  del  drenaje,  tan  poco  estudia- 
do aún  entre  nosotros. 


288-S(obre  el  cometa  de  febrero  de  1880 
por  Benjamín  A.  Gould,  Director  del  Observatorio 
Kacional  Argentino.  Publicado  en  los  «Anales  de  la  So- 
ciedad Científica  Argentina»  (Tomo  IX^  pajinas  145-151). 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  B.  Coní,  especial  para 
obras.  60— Calle  Alsina— 60.  1880.  En  4®  menor,  8  ps. 

Estudio  astronómico  del  cometa  que  apareció  el 
dia  1  ó  2  de  febrero  de  1880.— Hace  la  historia  de 
sus  observaciones  al  respecto ;  determinación  déla 
posición,  altura,  etc.,  del  cometa. 

Lo  caracteriza  notablemente  «el  largo  escesivo 
de  su  cola  muy  angosta,  la  ausencia  casi  total  de 
gradación  en  su  brillo  y  la  debilidad  de  su  cabeza.» 

El  14  de  febrero  fué  el  último  dia  que  el  ilustra- 
do Director  del  Observatorio  Nacional  de  Córdoba 
pudo  distinguir  la  cola,  que  vio  todavía  con  una 
lonjitud  de  34  ® . 


i 


-241  — 

289— Informe  sobre  la  manera  de  distribuir  el 
as^na  entre  el  Poeito  i  la  ciudad  i  departamen- 
tos sub-urbanos^  presentado  al  Gobierno  de  la  rrovincia 
Sor  Tabeo  Rojo.  San  Juan.  Imp.  de  La  voz  de  Cayo — 
eneral  LasHeras— 37.  1880.  En  16®,  18.  ps. 

El  Señor  Tadbo  Rojo,  nombrado  en  Comisión 

Sor  el  Gobierno  de  San  Juan  para  el  estadio  de  la 
istribucion  del  agua  entre  el  Poeito  y  la  ciudad, 
etc.,  se  espide  en  un  informe  detenido  de  25  de 
agosto  de  i880,  que  termina  aconsejando  se  vuelva 
al  sistema  ó  servicio  de  las  compuertas,  abandona- 
do poco  antes. 


240'-lixcarsion  á  un  distrito  minero  de  la 

SieiTa  de  San  Luis  por  Eduardo  Aguirrb.  Publicado 
en  los  «Anales  de  la  Sociedad  Científica  Aijentina». 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  pa- 
ra obras.  60— Calle  Alsina-60.  1880.  En  4^  menor, 
14  ps. 

No  es,  como  el  trabajo  de  Benelishe  sobre  el  Fa- 
matina — V.  el  n.  &4c\. — una  obra  de  aplicación 

Sráctica.  Por  lo  menos,  predomina  en  el  trabajo 
e  D.  Eduardo  Aouirre  la  esposicion  científica  pu- 
ra hecha  con  claridad  y  competencia,  determinan- 
do alturas  y  estudiando  la  calidad  de  los  terrenos. 


241— Descripción  g^eológ^ica  é  investigaciones 
mineras  sobre  eiFamatina.  Con  una  relación  amplia 
de  sus  distritos  minerales  en  esplotacion,  y  otros  distin- 
tos distritos  minerales,  al  sur,  y  N.  Oeste,  por  F.  Benb- 
liiSHE.  Obra  práctica.  Primera  parte.  Buenos  Aires.  Ti - 
pografia  del  autor,  calle  Piedad  129.  1880.  En  8  <=>  me- 


—  242  — 

Bor^  84  ps.  Seguido  de  Ib.  Relación  descriptiva  y  práctica 
de  los  distintos  distritos  minerales  del  gran  nevado  del 
Famatina.  18  ps. 

Como  su  mismo  autor  titula  este  trabajo,  es  ante 
todo  una  obra  práctica.  Estudia  cientiñcamente  los 
terrenos,  determina  los  distritos  mineros,  considera 
los  obstáculos  para  la  esplotacion  y  propone  los 
medios  que  cree  adecuados  para  vencerlos. 

<D.  Federico  Bekelishb^  decia  un  cronista,  es 
un  viejo  minero  que  ha  pasado  largos  años  entre 
las  rocas  de  Copiapó,  en  el  laboreo  arjentífero,  ad- 
quiriendo esa  práctica  esperimental,  que  no  se  ob- 
tiene sino  en  la  prueba,  y  en  el  fondo  de  la  mina.> 
— Nada  de  estraño,  pues,  que  haya  hecho  un  libro 
útil,  sirviéndose  de  sus  propias  observaciones. 


d42~ Atlas  de  la   description  physiqne  de 

la  Republique  Argentine  contenant  des  vues  pittores- 
gues  et  des  figures  d'histoire  naturelle  composées  par  le 
Dr.  H.  Burmeister,  Directeur  du  Musée  public  de  Bue- 
nos Aires.  Membre  corresponda nt  des  Académies  des 
ficiences  de  Berlín,  Saint-Pétersbourff,  Turin,  Washing- 
ton, et  de  rUniversité  de  Santiago  de  Chili,  etc.,  etc. 
Le  texte  traduit  en  francais  avec  le  concours  de  E.  Dai- 
BEAUX,  Avocat;  Membre  de  plusieurs  societés  littéraires, 
Ire.  livraison— Lépidoptéres.  Buenos  Aires.  Texte  de 
Fimprimerie  de  Paul  Emile  Coni,  rué  Alsina  60.  Pa- 
rís.—F.  Savy.  Halle— Ed.  Antón.  EnCommission.  3879. 
En  4  "^ ,  40  ps.  de  testo  á  dos  columnas  y  16  planchas  de 
litogi-afia  de  C.  F.  Schmidt,  de  Berlin. 


243— El  mismo. 

2®  livraison.— Lépidoptéres.  1880.  20  ps.   (de  41  á  60) 
y  8  planchas. 


—  343  ~ 

. ;  Véase  el  núm.  SIS  del  AniMrio  anterior. 

Al  terminar  el  año  1880  sólo  hablan  aparecida 
«slras  dos  entregas  del  Atlas  complementario  de  la 
J>€8€npcion  física  de  la  República  Argentina,  dada  & 
luz  la  primera  de  ellas  á  mediados  del  79.  <Es 
una  obra,  dice  su  autor,  destinada  á  hacer  conocer 
las  vistas  pintorescas  características  del  pais  y  las 
especies  nuevas  ó  imperfectamente  conocidas  de 
los  seres  organizados  de  esta  parte  de  la  América 
Meridional..  Es  probable  que  también  publique  al 
fin  una  carta  jeográQca  del  terreno  y  cartas  jeog- 
nósticas,  cuando  haya  podido  reunir  nuevas  obser- 
vaciones suficientemente  esactas  sobre  tan  difíciles 
cuestiones,  que  hasta  hoy  se  han  ecsaminado  super- 
ficialmente. 

«  El  Atlas^  cuyas  figuras  he  dibujado  yo  mismo 
en  su  mayor  parte,  se  compondrá  de  seis  secciones: 

«  1,  Vistas  pintorescas,  XIV  cuadros  in-folio 
real. 

« 2.  Figuras  del  esqueleto  ó  de  los  cráneos  de 
los  mamíferos^  sea  de  especies  estinguidas,  sea  de 
especies  nuevas. 

<  3.  Figuras  de  especies  nuevas  ó  características 
de  los  pájaros. 

«  4.  Figuras  de  reptiles,  anfibios  y  pescados  de 
agua  dulce. 

« 5.  Figuras  de  insectos  con  análisis  de  los  prin* 
cipales  jéneros. 

«  6.    Figuras  de  animales  superiores. 

«  Las  secciones  de  los  vejetales  y  de  la  jeogno- 
8ia,  que  no  han  sido  preparadas  por  mí,  formarán 
un  atlas  separado^  respecto  del  cual  nada  puedo 
anticipar, 

«  Casi  todas  las  planchas  de  la  primera,  segunda, 
tercera,  y  quinta  secciones  están  ya  dibujadas  y 


—  244  -- 

muchas  de  ellas  enviadas  á  los  artistaa  para  la 
ejecución.  > 

Las  dos  entregas  de  lepidópteros  que  van  aquí 
catalogadas,  forman  la  segunda  parte  de  la  quinta 
sección,  que  se  compondrá  de  unas  30  ó  32  planchas 
y  el  testo  correspondiente. 

Poco  puede  decirse  de  estas  entregas,  fracción 
mínima  de  una  obra  monumental,  que  se  presenta 
al  mundo  científico  honrosamente  escudada  con  el 
nombre  ilustre  de  Burubister  ;  pero  él  mismo, 
después  de  agradecer  al  Gobierno  de  la  Nación 
que  haya  tomado  sobre  sí  los  gastos  de  tan  «impor- 
tante como  difícil  trabajo,»  hace  una  adyertenda 
que  traduzco  en  seguida  como  complemento  de  esta 
noticia  bibliográfica : 

<  Para  dar  más  valor  científico  á  mis  publicacio- 
nes sobre  los  lepidópteros  de  la  República  Arjen- 
tina,  dice,  he  presentado  en  el  atlas  de  esta  obra, 
que  contiene  principalmente  las  observaciones  res- 
pecto de  sus  metamorfosis, cuanto  recojí  durante  nú 
viaje  por  el  Brasil,  en  1851,  referente  á  las  especies 
brasileras.  Acompañábame  mi  hijo  mayor,  Her- 
mán, á  quien  había  yo  acostumbrado  con  mi  pro- 
Sio  ejemplo,  á  dibujar  larvas,  á  fin  de  procurarme 
e  esta  manera  un  número  más  considerable  de 
tipos  diferentes ;  y  como  algunos  años  después,  en 
1856,  mi  segundo  hijo,  Enrique,  fijase  su  residen- 
cia en  Rio  Janeiro,  donde  permaneció  doce  años,  le 
pedí  continuase  aquel  trabajo,  y  he  recibido  de  él 
bastantes  dibulos  nuevos.  Eloy  entrego  todos  esos 
dibujos  al  público,  como  los  délas  larvas  v  mari- 
posas de  la  República  Arjentina,  tomados  por 
mí  durante  mi  lar^a  permanencia  en  esta  parte  de 
la  América  Meridional.  Siento  confesar  que  en 
muchos  casos  me  limito  al  dibujo,  sin  una  detenida 
descripción  científica.  > 


—  245  — 

t^o  podía  pedirla  á  mis  hijos,  todavía  muyjóTe*^ 
nes  en  esa  época,  7  desprovistos  de  la  práctica 
completa  de  tales  trabajos.  Sólo  he  tenido  ocasión 
de  ecsamlnar  detalladamente  algunas  larvas  man- 
tenidas en  agnardlente,  como  lo  verá  el  lector 
en  el  testo  que  acompaña  á  las  figuras. 

Y  Mi  hijo  Enrique  se  ocupaba  sobre  todo  de  cazar 
y  conservar  mariposas,  y  como  antes  de  su  vuelta 
a  Europa  ha  cedlao  su  colección  al  Museo  Público 
de  Buenos  Aires,  tengo  á  mi  disposición  una  serie 
^completísima  de  muestras  de  la  fauna  de  los  alre- 
dedores de  la  capital  brasilera.  Me  apr'ovecho  de 
^llo  para  dar  la  lista  de  muchas  especies  encontra- 
das por  mí  ó  por  mi  hijo  en  Rio  Janeiro,  probando 
así  que  esa  fauna  es  muy  diferente  de  la  de  la  Repú- 
blica Arjentlna,  aunque  representada  á  menudo  por 
dos  especies  análogas  sumamente  prócsimas  ó  por 
variedades  locales  poco  distintas.  Muchos  autores 

Sretenden  considerar  estas  variedades  como  verda- 
eras  especies.  No  puedo  participar  de  las  Ideas 
de  estos  especialistas  que  por  llj  eras  variaciones, 
aumentan  indefinidamente  el  número  de  las  espé- 
jeles; ten^o,  por  el  contrario,  la  opinión,  bien  fun- 
dada en  la  esperlencla,  de  que  cada  especie,  aun- 
que de  carácter  fijo  y  de  cierto  modo  Invariable  ba- 
jo el  punto  de  vista  puramente  científico,  está  pron- 
ta á  modificarse  por  la  acción  de  las  diversas  In- 
iluenclas  esternas  del  clima  y  el  alimento,  y  que 
tal  acción  puede  hasta  cierto  grado  alterar  algunas 
de  sus  cualidades  subordinadas  específicas.  Esta  fa- 
cultad será  tanto  más  grande  cuanto  más  vasto  sea 
^1  territorio  sobre  el  cual  se  ha  esparcido  la  espé- 
jele ;  y  sólo  se  encontrarán  totalmente  Invariables 
las  especies  locales  que  nunca  han  abandonado  el 
Jugar  de  su  oríjen.  Bajo  este  estricto  punto  de  vis- 
te 


—  246  -- 

ta  soy  partidario  de  la  teoria  de  la  variabilidad 
délas  especies.» 


«  244— lia  Beina  de  las  Flores.  Conferencia  po- 
pillar  dada  en  la  asamblea  jeneral  de  la  Sociedad  Cien- 
tífica Argentina,  el  4  de  mayo  de  1880  por  el  Dr.  D.  Cíe- 
los Berg  Profesor  en  la  Universidad  y  en  el  Colegio 
Nacional;  Presidente  de  la  Sociedad  Ai^entina  de  Hot- 
ticultura;  Miembro  de  la  Sociedad  Científica  Aretnim; 
etc.  Publicados  en  los  *  Anales  de  la  Sociedad  Científi- 
ca Argentina»  (Tomo  IX,  Pajinas  211-223)  Buenos  Ai- 
res. Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obraSr 
60-Calle  Alsina  60.  1880.  En  4®  menor,  16  ps. 

Conferencia  interesante  y  llena  de  novedad,  so- 
bre  la  rosa,  reina  de  las  flores, — su  niitolojia,  su 
historia  anecdótica,  su  historia  natural.  Es  tan 
ameiía^  tan  propiamente  popular  á  la  vez  que  ins- 
tructiva, que  no  trepido  en  afirmar  que  puede  man- 
tener suspenso  cualquier  auditorio. 


$^45— -Algunas  observaciones  sobre  la  familia  de 
las  Amarantáceas  por  Domingo  Parodi.  Trabajo  pu- 
blicado en  los  «Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argen- 
tina» (TomoX.  Pajinas  233)  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
Pablo  E.Coni,  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina— 
60.  1880.  16  ps. 

El  Señor  Domingo  Parodi  habla  con  la  ciencia  7 
esperiencla  del  hombre  que  se  ha  dedicado  á  pro- 
fundos estudios  botánicos.  Después  de  observ^acio- 
nes  jeneral  es  respecto  de  la  familia  de  plantas 
de  que  se  ocupa,  concluye  su  trabajo  con  unas  *So' 
tas  sobre  algunos  caracteres  jenéricos  de  las  Ama- 


—  247  — 

rantáiceas  que  crecen  en  las  Misiones  y  en  el  Para- 
guay» ,  escritas  en  latin,  y  que  constituyen  la  mayor 
importancia  de  este  opúsculo.  Las  notas  compren- 
den las  Gomphrence  y  las  Amarantos,  cada  una  d« 
ellas  con  tres  sub-divisiones. 


246  —  Zooloi:ia  sistemática  Texto  traducido 
muy  abreviadamente  y  con  algunas  modificaciones,  de 
]a  parte  sistemática  del  texto  de  zoología  escrito  en  ho- 
landés por  el  Dr.  P.  Hartinq,  catedrático  en  Utrech. 
Para  el  uso  de  los  estudiantes  que  siguen  su  curso  en  la 
Universidad  Nacional  de  Córdoba,  por  el  Dr.  D.  H. 
WEYENBEBaH,  Catedrático  de  2k)ologia  y  Anatomía 
comparada.  TomoIII.  Figuras.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— -Calle  Al- 
sina— 60.  1880.  178  ps.  (Todas  las  pajinas  son  dobles, 
correspondiendo  á  cadapájina  de  figura  una  de  testo  con 
el  mismo  número.) 

Las  figuras  alcanzan  á  879  con  las  correspondien- 
tes llamadas  de  un  testo  sumario,  suficiente,  sin 
embargo,  para  dar  idea  esacta  del  dibujo. 

Este  tomo  es  el  único  publicado. 


d47— lia  Tida  y  costumbre  de  los  tenuitos. 

Conferencia  popular  dada  en  la  Asamblea  general  de  la 
Sociedad  Científica  Argentina,  el  17  de  Setiembre  de 
1880,  por  el  Dr.  D.  Cáelos  Bero,  Profesor  de  Zoologia 
en  la  universidad  y  de  Historia  Natural  en  el  Colegio 
Nacional,  Presidente  de  la  Sociedad  Científica  Argentina 
de  Horticultura,  etc.  Con  lámina.  (Publicada  por  la  So- 
ciedad Científica  Argentina)  Buenos  Aires.  Litografia, 
Imprenta  y  Encuademación  de  O.  Kraft,  Reconq.  92. 
1880.  En8«,  16  ps. 


—  248  — 

Interesante  conferencia  sobre  la  Ortópteros 
•pseadonenrópteros,  ynlgarmente  conocidos  eon«l 
nombre  Aeharmigcis  blancas^  annqne  sólo  tienen  de 
común  con  ellas  «el  aspecto  jeneral  7  la  costumbre 
de  Tivir  en  sociedad  y  construirse  moradas  ó  haü^i- 
taciones.» 


948— Besefta  de  los  eocrodilinos  de  la  Repú- 
tblica  Argentina  por  el  Dr.  D.  Geeman  Bübkeistxb.  Pu- 
blicado en  los  «Anales  de  la  Sociedad  Gientíñca  Argen- 
tina» (Tomo  IX,  Pajinas  241-251).  Buenos  Aires,  im- 
prenta de  Pablo  E.  Goni^  especial  para  obras.  60— Calle 
Alsina— 60.  1880.  En4<^  menor,  14  ps. 

Trabajo  inédito.  Formará  parte  de  la  grande 
obra  del  Dr.  Burubistbr — Descripción  de  la  Bepü- 
blica  Arjentina.  V.  los  niíms.  ^^^  J  /34r35  y 

del  Anuario  anterior,  el  núm. 


d49--Obseryaciones  acerca  de  la  familia  Hy* 
ponomeiitidoe  por  el  Dr.  D.  Carlos  Bero.  Pablica- 
do  en  los  «Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina» 
(Tomo  X,  Pajinas  85  á  91  y  99  á  109).  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  Pablo  E.  Coni^  especial  para  obras,  eo*— Calle 
Alsina— 60.  1880.  En  4®  menor,  20  ps. 

Interesante  réplica  al  trabajo  de  A^uíles  Gnenée 
— Etvde  sur  les  xponomeutides — publicados  en  los 
Annales  de  la  Soctété  entomohgique  de  France. 


d50--Elxploracion  de  la  Costa  oriental  46 
la  Patafl^onia  bajo  los  auspicios  del  Gobierno  Nado- 


—  249  — 

nitl  por  Rahon  Lista,  Miembro  de  rarias  Sodedadc^^ 
científícas  nacionales  y  e  strameras.  Buenos  Aires.  Im? 
prenta  de  M.  Biedma^  callé  BeJgrano  números  133  ál39« 
1^80.  En  8®,  68  ps. 

Incluido  después  este  trabajo,  en  el  libro  Mis  es- 
plin'iicionesy  desctibrimientos, — núm.  siguiente — for- 
mó su  segunda  parte,  desde  la  p.  131  hasta  el  fin. 

Bsplora  parte  del  Rio  Negro,  describe  el  pueblo 
Biedma,  anteriormente  llamado  Mercedes,  sigue 
del  á  la  laguna  de  Gutiérrez,  Aguada  de  los  loros,  y 
salo  al  Atlántico,  donde  encuentra  el  cúter  «Pata* 
gdnes» ,  en  el  cual  visita  el  puerto  de  San  Antonio. 


^51:-]IIÍ8  esploraeiones  y  descnbrimleiitos 
en  la  Pata^onia.  1 877-1880  por  Ramón  Lista,  Miem- 
bro de  la  Academia  Nacional  de  Ciencias  de  la  Repú- 
blica Arjentina.  Redactor  del  Anuario  Hidroeráftco  de 
la  Marina  Argentina,  Miembro  de  la  Sociedad  Científi- 
ca de  Buenos  Aires,  de  la  Sociedad  Española  de  Histo- 
ria Natural,  del  Instituto  Geográfico  Argentino,  del 
Ateneo  del  Uruguay,  etc.,  etc.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  Martin  Biedma,  calle  Belgrano  números  133  á  139. 
1880.  En  4®,  214  ps.,  un  mapa  de  la  Patagonia  Austral, 
retrato  del  autor  y  muchas  láminas. 

El  joven  escritor  D.  Ramón  Lista  ha  publicado 
un  nuevo  libro  de  viajes  que  comprende  sus  esplo- 
raciones  y  descubrimientos  en  la  Patagonia  desde 
1877  hasta  1880.  El  nombre  del  autor  no  es  desco- 
nocido dentro  ni  fuera  del  pais,  porque  las  princi- 
pales sociedades  científicas  de  Europa  han  recibido 
con  satisfacción  sus  trabados  anteriores. — V.  el 
Anttario  de  1879,  núms.  2ÍS  y  S16. 

El  viaje  de  Listase  efectuó  bajo  los  auspicios  de 
la  Sociedad  Científica  Arjentina  y  con  la  protec- 


—  250  — 

eion  del  Gobierno.  Justo  es  recordarlo  ante  los 
bellos  resultados  obtenidos. 

Lista  llegó  á  Punta  Arenas  el  U  de  agosto  de 
1878.  Después  de  algunos  dias  de  permanencia  en 
esa  colonia,  p^só  &  Santa  Cruz,  deteniéndose  en  la 
isla  Pavón,  situada  al  Sur  del  brazo  principal  de 
ese  rio.  Luego,  costeando  el  rio  Chico,  va  por  la 
ribera  sur,  ya  por  la  ribera  norte,  según  lo  permi- 
tía el  terreno,  alcanzó  ala  laguna  Moyano,  habien- 
do atravesado  en  diversos  sentidos  el  Karpen- 
aiken,  paradero  de  indios  en  la  confluencia  del  rio 
Chico  con  el  Shehuen ;  visitado  el  monte  Mawaish, 
de  curiosa  configuración,  que  tiene  un  agujero  que 
lo  cruza  de  norte  á  sur ;  y  descubierto  las  nacien- 
tes del  rio  Chico,  á  tres  millas  prócsimamente  de 
los  Andes.  De  allí  emprendió  su  vuelta  á  Santa 
Cruz. 

Tal  es,  en  dos  palabras,  el  viaje  de  Lista ;  pero 
este  rápido  itinerario  no  puede  darnos  idea  de  la 
importancia  de  su  libro. 

haciente,  observador,  tiene  la  preparación  bas- 
tante para  hacer  fructíferas  sus  esploraciones  en 
territorios  por  donde  no  habia  pasado  aún  el  hom- 
bre de  la  civilización.  Se  ha  dedicado  durante 
algunos  años  al  estudio  de  las  ciencias  naturales,  y 
puede  apreciar  las  riquezas  de  toda  especie  que 
encierra  la  Patagonia  Austral. 

Conocedor  de  la  jeografia  arj entina,  rectifica,  de 
paso,  errores  lamentables  en  que  han  incurrido 
algunos  autores,  sea  en  las  descripciones,  sea  en 
mapas  poco  escrupulosos. 

Las  costumbres  de  los  indios,  sus  relaciones  de 
comercio  con  los  negociantes  chileoos,  los  usos  y 
hábitos  de  su  vida,  su  relijion,  sus  nociones  mora- 
les, su  desarrollo  intelectual,  y  especialmente  su 
lengua,  son  otros  tantos  puntos  de  interesantes 


—  251  — 

observaciones  trasmitidas  con  cuidadosa  esactitad 
y  con  la  fidelidad  del  viajero  que  prefiere  llevar 
su  concurso  de  verdad  á  la  ciencia  antes  que  levan- 
tar su  fama  por  medio  de  narraciones  fantásticas  y 
atrajentes. 

Largos  capítulos  sobre  la  fauna,  la  vejetacion  y 
la  mineralojia  austral,  la  meteorolojia,  y  finalmen- 
te un  vocabulario  de  más  de  cien  palabras  de  la 
lengua  tsoneca  ó  tehuelche,  completan  la  obra  de 
Lista,  que  termina  con  una  esploracion  de  la  costa 
oriental  de  la  Patagonia. 

Las  noticias  arqueolójicas  y  antropolójicas  de 
^sta última  rejion  del  territorio  esplorado,  presta- 
rán, indudablemente,  importantes  elementos  de 
investigación  á  los  sabios  europeos  dedicados  á 
esas  materias  con  tan  preferente  como  natural 
atención. 

La  era  tle  adelantos  pacíficos  y  fecundos  á  que 
ha  entrado  la  República  Arj  entina  reclamaba  nue- 
vos estudios  y  atentas  observaciones  sobre  sus 
territorios  desconocidos.  Ese  anheloso  empeño  de 
descorrer  los  velos  del  misterio  que  cubrían  comar- 
-cas  inmensas  y  cubren  todavia  mucha  parte  de 
ellas,  parece  un  llamado  del  sentimiento  de  la  civi- 
lización. 

Moreno,  Lista,  Zeballos  y  cuantos  han  dedicado 
■abnegadamente  algunos  años  de  la  vida  al  triunfo 
4e  las  teorías  científicas,  con  peligro  de  su  propia 
ecsistencia,  ó  sometiéndose,  por  lo  menos,  á  fatigas 
y  duras  privaciones,  son  obreros  del  progreso  que  : 

merecen  bien  de  la  humanidad. 


ft^^—Tíaie  á  la  Pataffonia  Austral  empren- 
dido bajo  los  auspicios  del  Gobierno  Nacional,  1876- 
1877,   por  Francisco  P.  Moíieno,  Director  del  Museo 


—  252  — 


Anlrotiológico  y  Arqueológico  de  Buenos^  Aires  y  Gefe 
de  la  Comisión  esploradora  de  los  territorios  Australes^ 
Doctor  ad-hoDorem  de  la  Universidad  Nacional^  Miem- 
bro de  la  Academia  Nacional  de  Ciencias  de  la  Repú- 
blica Argentina^  Miembro  Académico  de  la  Facultad  de 
Ciencias  Físico  Naturales  de  Buenos  Aires^  Miembro 
honorario  del  Círculo  Médico  Argentino,  Miembro  ho- 
norario de  la  Sociedad  Italiana  de  Antropologia  y  Etno- 
logía, Miembro  corresponsal  de  la  Sociedad  de  Antro- 
Ííologia  de  Paris,  de  la  Sociedad  de  Antropologia,  Etno- 
ogia,  etc.,  de  Berlin,  de  la  Sociedad  Real  de  Ciencias 
de  Liege,  y  de  la  Sociedad  Mejicana  de  Historia  Natu- 
ral; Miembro  déla  Sociedad  Geográfica  Italiana,  etc. — 
Segunda  edición.  Tomo  primero.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  La  Nación,  San  Martin  208.  1880.  En  4^ 
VIII-462-IV  ps.,  el  croquis  de  una  parte  de  la  Patagonia 
é  infinidad  de  grabados  intercalados  en  el  testo  y  algu- 
nos en  láminas  especiales. 

Véase  el  número  313  del  Antuxrio  anterior, 
donde  el  distinguido  estudiante  de  medicina  que 
firma  con  las  iniciales  A,  K,^  se  ocupa  del  libro  de 
Francisco  P.  Moreno,  aunque  nó  con  la  detención 
que  merece  y  que  le  han  dedicado  las  más  ilustren 
academias  científicas  del  mundo. 

Esta  segunda  edición  es  idéntica  á  la  primera, 
por  el  material  como  por  la  limpieza  de  la  impre- 
sion. 


253— I^a  última  Jornada  en  el  avance  de  la 
frontera  del  Sur,  por  el  Dr.  Estanislao  S.  Zeballos. 
(Las  ideas  dirijidas  á  promover  el  bien  común  deben 
ser  predicadas  y  difundidas  gratuitamente,  para  que  el 
pueblo  las  patrocine  y  practique  por  medio  de  sus  órga- 
nos legales).  (Edición  de  100  ejemplares,  tomada  del 
Boletín  del  Instituto  Geográfico  Argentino.  Se  da  gra- 
tuitamente en  el  estudio  del  autor,  Perú  23).  Buenos 
Aires.  Establecimiento  tipográfico  á  vapor  de  La  Pren- 
Ba.  Calle  de  Moreno  número  109.  1880.  En  4®,  12  ps. 


-  2S3  — 

Carta  al  Coronel  Napoleón  Uriburu  con  motivo^ 
4e'la  «  plausible  y  trascendental  noticia  de  que  la 
biearra  división  del  Neuquen  habia  paseado  sus^ 
banderas  y  sus  armas  sobre  los  límites  andinos  de 
los  Andes.  >  — Contiene  buenos  datos  que  hoy  soa 
ya  del  dominio  de  todos. 


2S4— Breve  estudio  sobre  el  Chaeo  y  el  Berme- 

Jé  por  Juan  y  Manuel  Sola.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  rabio  B.  Coni,  especial  para  obras.  60-— Calle  Alsiua 
--éO.  1880.  En  4  ®  menor,  40  ps. 

Todaviano  se  ha  hecho  un  estudio  completo  del 
Gran  Chaco, «  vastísima  zona  que  partiendo  desde 
Chiquitos,  en  el  Departamento  boliviano  de  Santa 
Cruz  de  la  Sierra,  se  desarrolla  hacia  el  sur,  eos* 
tea  las  mar  jen  es  occidentales  de  los  rios  Paraguay 
y  Paraná,  íorma  sucesivamente  las  fronteras  orien^ 
tales  de  Sucre,  Tarija,  Salta  y  Santiago  del  Estero, 
y  va  á  terminar  en  la  Provincia  de  Santa-fé.  > 

El  folleto  de  los  señores  Juan  y  Manuel  Sola  ea 
uno  de  los  trabajos  menos  deficientes  sobre  esa 
rejion,  no  sólo  por  su  parte  jeográfica  como  por  la 
erudición  histórica  y  las  sensatas  apreciaciones 
prácticas  que  contiene,  enumerando  los  principales 
TÍajes  y  espediciones  que  han  precedido  ala  de  los 
señores  Sola. 


255— estudio  topográfico  de  la  Pampa  y  el 
Bio  Ne^ro  por  Manuel  J.  Olascoaoa,  Teniente  Co- 
ronel, geíe  de  la  Oficina  topográfica  de  ingenieros  mili- 
tares. Comprende  el  itinerario  de  todas  las  columnas  de 
operaciones  que  ocuparon  el  desierto  y  llevaron  la  líneBtr 


—  264  — 

de  fronteras  sobre  dicho  rio,  á  las  órdenes  del  Exmo- 
Señor  Ministro  de  Guerra  y  Marina,  General  D.  Julio 
A.  Roca.  Precedido  de  antecedentes  y  documentos  rela- 
tivos á  la  iniciativa  de  esa  empresa  y  batida  general  de 
indios,  que  se  anticipó  á  la  definitiva  ocupación.  Contie- 
ne varias  láminas  y  termina  con  el  plano  general  del 
territorio  referido.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Ostwald 
y  Martinez,  calle  Florida   136.  1880.    En  4®   mayor, 

LXXXII-280  ps. 

• 

Las  láminas  son :  retrato  del  jeneral  Roca,  vista 
de  Sierra  Chica,  las  dos  hermanas,  litograñas ; 
Paso  Alsina,  copia  fotográfica  de  un  cuadro  de 
Olascoaga;  vistas  de  la  Escalera,  Choyque-Mahui- 
da,  Codo  de  Chiclana,  Chimpav,  vista  panorámica 
del  valle  del  Rio  Negro,  todas  litografiadas. 

El  plano  abarca  el  territorio  de  la  Pampa  y  Rio 
Negro  y  <  las  once  provincias  chilenas  que  lo  ave- 
•cindan  por  el  oeste,  comprendiendo  el  trazo  de  la 
batiday  esploracion  jeneral  hecha  últimamente  en 
-el  desierto  hasta  la  ocupación  definitiva  y  estable- 
cimiento de  la  línea  militar  del  Rio  Negro  y  Nea- 
quen  por  el  ejército  nacional  á  las  órdenes  del 
señor  jeneral  I).  Julio  A.  Roca.» 

El  año  1880  ha  sido  relativamente  pobre  en  libros 
Ae  viajes  y  esploraciones  científicas;  no  es  dado  sin 
embargo  quejarsede  las  pocas  obras  de  ese  jénero 
que  se  han  publicado. 

El  libro  del  Teniente  Coronel  Makübl  J.  Olas- 
€OAGA  tiene  una  importancia  indiscutible,  no  sólo 

Sara  los  habitantes  de  la  República — ignorantes 
e  las  riquezas  de  su  suelo,— sino  con  mayor  razón 
para  los  estranjeros  que  empezarán  á  conocer  y 
y  apreciar  el  valor  de  nuestra  si tuacionjeográfica. 
Las  LXXXIII  primeras  pajinas  del  libro  corres- 
ponden á  los  antecedentes,  como  los  llama  el  autor; 
£s  decir,  «cartas  del  jeneral  Roca  al  ministro  déla 


—  255  — 

Guerra,  Doctor  Alsina,  dando  sus  yistas  sobre  el 
mejor  servicio  contra  los  indios  é  inculcando  la 
idea  de  llevar  la  frontera  militar  al  Rio  Negro^» 
mensaje  del  Ejecutivo  y  ley  del  Congreso  autori- 
zándolo á  establecer  las  fronteras  militares  sobre 
el  Rio  Negro  y  el  Neuquen,  y  finalmente,  la  colec- 
ción completa  de  los  partes  telegráficos  que  dan 
cuenta  de  las  operaciones  que  prepararon  la  campa- 
ña del  Rio  Negro. 

El  resto  del  libro  contiene  los  itinerarios  de  las 
cinco  divisiones  que  operaron  la  primera  á  las  in- 
mediatas órdenes  del  Comandante  en  Jefe  del  Ejér- 
cito, jeneral  Roca;  la  segunda  al  mando  del  Coronel 
Levalle;  la  tercera  ala  orden  del  Coronel  Racedo; 
la  cuarta  á  la  del  Comandante  Uriburu;  y  la  quin- 
ta mandada  por  el  Coronel  Lagos  y  el  Comandan- 
te Godoy.  Él  diario  de  la  primera  fué  llevado  por 
el  autor  de  este  libro,  jefe,  entonces,  de  la  Secreta- 
ria del  Ministro  en  campaña ;  los  otros  cuatro  van 
precedidos  de  las  instrucciones  escritas  que  reci- 
bieron. 

Detengámonos  en  la  primera  parte  de  la  obra,  ó 
sea  los  antecedentes  de  la  espedicion. 

Llamado  el  jeneral  Roca  al  Ministerio  de  la 
Guerra  por  muerte  del  Doctor  Alsína,  presentó  al 
Congreso  el  proyecto  de  ocupación  de  la  Pampa, 
acojido  por  algunos,  como  se  ha  hecho  notar,  con 
visibles  muestras  de  incredulidad. 

Aprobado  por  el  Congreso,  el  proyecto  se  realizó 
sin  el  menor  fracaso,  sin  el  más  leve  entorpecimien- 
to, como  que  se  hablan  tomado  todas  las  medidas, 
{^revisto  todas  las  contrariedades,  analizado  todos 
os  detalles  para  alcanzar  un  écsito  completo. 

Por  otra  parte,  la  traslación  de  la  frontera  al  Rio 
Negro,  no  entró  jamás  en  los  planes  del  Doctor  Al- 
sina,  como  se  ha  asegurado  erróneamente,  preten- 


—  266-^ 

diendo  disminuir  la  gloria  de  una  empresa  miUt^f 
une  ni  aún  por  eso  dejaría  de  ser  «la  más  grande» 
de  las  que  se  han  realizado  en  nuestro  pais,  segna 
las  frases  de  un  periodista ;  la  que  ha  operado  1& 
completa  trasformacion  de  nuestro  modo  de  ser  so^ 
eial,  económico  y  político,  abriendo  nuevos  rumbos 
á  las  aspiraciones  nacionales,  nuevas  arterias  ala 
circulación  de  las  riquezas  del  pais,  nuevo  campo 
á  la  acción  fecundizadora  de  los  gobiernos.» 

De  las  cartas  cambiadas  entre  Roca  y  Alsina, 
resulta  que  aquél  se  opuso  siempre  al  plan  desar- 
rollado por  éste,  que  advirtió  los  peligros  que  ofr^ 
cia  y  señaló  sus  inconvenientes  y  dificultades. 

El  doctor  Alsina  lo  consultó  á  fines  de  1875.  Es- 
tudiado que  hubo  el  jeneral  Roca  los  proyectos  so- 
bje  telégrafos  y  construcciones  en  la  nueva  línea  de 
frontera,  le  contestó  en  4  de  octubre  de  ese  año: 

«A  mi  juicio,  el  mejor  sistema  de  concluir  con 
los  indios,  ya  sea  estmguiéndolos  ó  arrojándolos 
al  otro  lado  del  Rio  Negro,  es  el  de  la  guerra  ofen- 
siva, que  es  el  mismo  seguido  por  Rosas,  que  casi 
concluyó  con  ellos. 

«El  sistema  actual  de  líneas  de  fuertes,  estable- 
cido afínes  del  siglo  pasado,  por  Azara;  de  mante- 
nerse á  la  defensiva,  avanzando  lentamente  con  la 
población, — ya  sabemos  cuáles  son  sus  resultados  y 
cuáles  serán  en  adelante. 

«  Ganar  zonas  al  desierto,  alejándose  más  délas 
poblaciones,  tiene  para  mí  todos  los  inconvenientes 
de  la  guerra  defensiva,  acrecentados  por  el  enemi- 
go que  deja  á  la  espalda  el  desierto,  que  quedaría 
entre  las  nuevas  líneas  y  las  poblaciones. 

«Cuando  se  pone  á  prueba  este  sistema  que  ha 
creado  la  necesidad  de  las  nuevas  líneas,  aumen- 
tando los  gastos,  es  cuando  hay  invasiones,  como 
sucedió  en  Santa-fé  con  el  avance  al  Rey,  y  en  los 


^  257  — 

departamentos  del  Rosario  7  Fraile  Muerto,  coa  el 
arance  á  Gainza  7  Rio  5^,7  eso  que  la  adopción 
de  este  rio  por  base,  no  fue  verdaderamente  un 
avance,  sino  una  corrección  de  la  línea  que  de  Mer- 
cedes á  Junin,  que  están  en  línea  recta  de  E.  á  O., 
describia  antes  por  el  Rio  4® ,  Las  Tunas,  Melin- 
cué  7  Rojas,  una  línea  inmensa.  El  rio  5  9  ,  además, 
presentaba  hasta  más  allá  déla  Ramada,  una  bar- 
rera natural,  por  sus  elevadas  barrancas  á  pique  7 
su  lecho  cenagoso ;  estaba  ca7endo  de  su  peso  la  de- 
signación allí  de  la  frontera. 

<  LosRanqueles  ocupan  la  única  parte  habitable, 
éntrelas  Salinas  Grandes,  el  rio  Colorado,  la  línea 
de  estas  fronteras  7  las  primeras  vertientes  de  los 
Andes.  A  partir  del  mismo  toldo  de  Mariano  Ro- 
sas, Levucó,  empieza  al  oeste  una  larga  travesía 
de  terrenos  guaaalosos  7  sin  pastos,  hasta  llegar  al 
Ghalileo  ó  rio  Salado,  formados  por  los  rios  Desa- 

f;uadero.  Diamante  7  Atuel,  7  que  va  á  terminar  en 
a  laguna  Urralauquen,  últimos  toldos  de  las  tribus 
Raaquelinas,  de  donde  arranca  otra  gran  travesía 
al  Colorado,  cu7as  márjenes,  como  las  de  Ghalileo, 
son  completamente  inhospitalarias  7  no  ha7  ejem- 
plo de  que  ha7an  sido  habitadas  por  ninguna  tribu, 
si  se  esceptúan  las  del  primero,  desde  su  orí] en, 
hasta  el  Cerro  Pa7en.  Del  Chalileo  en  toda  la  es- 
tension,  siguiendo  siempre  al  oeste,  continúan  las 
tierras  áriaas  sin  agua  7  sin  pastos,  hasta  que  se 
tocan  las  costas  del  rio  Grande,  Malbarco7  Chacal, 
al  sur  recto  de  San  Rafael,  donde  habitan  los  in- 
dios Puelches  7  Pehuenches,  7  otras  tribus  de  orí- 
jen  Araucano. 

<  Se  ve,  pues,  que  la  parte  ocupada  por  los  Ran- 
queles,  40  leguas  de  sur  á  norte  7  otras  tantas  de 
Naciente  á  Poniente,  es  reducida  en  proporción  á 
la  superficie  comprendida  por  los  puntos  7  línea 


—  258  — 

indicada.  Es  como  un  grande  oasis,  rodeado  de  de- 
siertos arenosos  que  los  indios  abandonarian  el  dia 
que  no  encontrasen  en  él  seguridad,  y  fueran  mo- 
lestados constantemente  por  invasiones  sucesivas, 
que  les  causan  un  terror  y  un  espanto  indescrip- 
tible. 

« La  conquista,  con  fuertes  y  fortines,  de  estos 
territorios^  adelantándose  á  la  población,  aumenta- 
rá las  inseguridades  actuales;  alejará  alas  fuerzas 
de  los  centros  donde  un  partido  vencido,  que  no  se 
quiere  resignar  á  su  suerte,  se  ajita  de  nuevo  y  se 
aprovechará  de  todos  los  momentos  para  producir, 
cuando  más  no  sea,  alarmas.  Agregúese  á  esto  el 
trastorno  jeneral  que  un  cambio,  así  radical  en  to 
das  las  fronteras  de  la  República,  producirla; alo 
que  contribuirla  la  guerra  con  todas  las  tribus,  que 
seria  inevitable. 

€  Los  fuertes  fijos  en  medio  de  un  desierto,  ma- 
tan la  disciplina,  diezman  las  tropas,  y  poco  ó  nin- 
gún espacio  dominan.  Para  mí,  el  mayor  fuerte, 
la  mejor  muralla  para  guerrear  cOntra  los  indios 
de  la  Pampa  y  reducirlos  de  una  vez^  es  un  Reji- 
miento  ó  una  fracción  de  tropas  de  las  dos  armas, 
bien  montados,  que  anden  constantemente  recor- 
riendo las  guaridas  de  los  indios  y  apareciéndose- 
les  por  donde  menos  lo  piensen. 

«  La  base  para  adoptar  esta  táctica,  la  establece- 
rla en  las  líneas  actuales^  donde  aglomeraria,  en 
grandes  campamentos,  todos  los  elementos  de  caba- 
llos y  forrajes  necesarios  para  establecer  un  año 
entero  la  guerra  sin  tregua. 

«  La  Nación  gasta  anualmente  más  de  cien  mil 
pesos  fuertes  en  subsidios  á  los  Ranqueles  :  gasto 
inmenso  que  ocasionan,  al  que  ha^r  que  agreear 
otro  tanto,  por  lo  menos,  del  mantenimiento  de  las 
fronteras. 


—  259  — 

«  Estas  cantidades  en  un  año,  empleadas  en  pre- 
pararnos para  dicha  guerra^  haciendo  cuarteles  y 
caballerizas  en  Sarmiento  y  Villa  Mercedes,  donde 
podemos  contar  con  algunas  cuadras  de  alfalfa,  j 
aglomerando  en  ellas  el  forraje,  para  no  carecer  de 
él  en  ningún  tiempo,  serian  suficientes  para  dar,, 
sobre  esta  parte,  por  terminada  para  siempre  la 
cuestión  Indios,  quedando  los  de  Salinas  Grandes 
flanqueados  7  espuestos  á  perder  su  comunicación 
con  Chile. 

<  Por  la  parte  de  San  Rafael,  sí,  se  puede  avan- 
zar y  ganar  el  desierto  por  guarniciones  fijas,  por- 
que allí  los  obstáculos  naturales,  los  guadales  y  las 
montañas  y  la  fecundidad  admirable  del  suelo  re- 
gado por  una  infinidad  de  canales  naturales,  se 
presta  fácilmente  á  cerrar  herméticamente  la 
frontera,  tomando  la  línea  de  rio  Barranca  ó  de  rio 
Grande,  afluentes  del  Colorado. 

<  Marcadas  nuestras  posiciones  así,  no  quedarían 
más  indios  á  este  lado  del  rio  Negro,  que  los  de  Sa- 
linas Grandes,  á  los  cuales,  al  mismo  tiempo,  in- 
mediatamente después  ó  antes,  se  les  puede  hacer 
igual  clase  de  guerra. 

<  To  me  comprometerla,  señor  Ministro,  ante  el 
Gobierno  y  ante  el  pais  á  dejar  realizado  esto  que 
dejo  espuesto,  en  dos  años,  uno  para  prepararme,  y 
otro  para  efectuarlo :  guardando  mientras  la  paz 
con  los  indios  y  la  mayor  reserva  sobre  las  espedi- 
ciones.  Una  vez  limpio  el  desierto,  el  Gobierno 
Nacional  tendría  suficiente  con  cuatro  ó  cinco  mil 
hombres ;  economizarla  anualmente  algunos  miles 

{r  podria  lejislar  con  entera  libertad  sobre  él,  hasta 
as  márjenes  del  rio  Negro,  por  donde,  establecien- 
do una  guarnición  en  Choele-Choel,  podrían  comu- 
nicarse el  Carmen  de  Patagones  con  las  fuerzas  de 
la  Cordillera. 


—  360  — 

<  Las  dificultades  de  la  línea  del  Rio  Negro,  de 
4Xue  tanto  se  ha  hablado,  no  están,  &  mi  juicio,  en  el 
hecho  de  posesionarse  de  ella,  para  lo  que  bastarían 
mil  quinientos  ó  dos  mil  hombres,  sino  en  arrojar 
é  los  indios  de  los  campos  que  ocupan,  y  no  dejar 
uno  solo  á  la  espalda. 

« Estas  son  mis  opiniones,  señor  Ministro,  en 
materia  de  fronteras,  las  que  hasta  cierto  punto 
«oncuerdan  con  las  suyas.  V.  E.  quiere  avanzac 
hasta  cierta  altura  tomando  posesión  del  suelo, 
fijándose  permanentemente  en  algunos  puntos ;  yo 
pienso  que  se  debe  avanzar  hasta  los  últimos  confi 
nes  habitados  por  los  indios,  en  Salinas  y  territo- 
rio Ranquelino,  nó  por  fuertes  fijos,  sino  por  fuertes 
ambulantes,  movibles  como  los  enemigos  que  se 
i^ombaten. 

<  Comprendo  que  en  las  montañas,  en  los  paises 
escabrosos,  con  pasos  y  caminos  precisos,  se  haga 
la  guerra  de  posiciones  ;  pero  nó  en  llanuras  sin 
límites,  que  no  presentan  obstáculo,  como  son  nues- 
tras pampas.  > 

La  trascripción  que  antecede  resuelve  muchas 
oscuridades  y  pone  de  manifiesto  el  plan  del  j  ene- 
ral  Roca,  realizado  tres  años  después. 

La  primera  parte  del  libro  de  Olascoaga,  tiene, 
pues,  el  carácter  de  un  análisis  histórico,  efectuado 
por  comprobantes  irrecusables  que  ha  salvado  del 
olvido  esclareciendo  la  última  etapa  de  nuestra  vi- 
da social. 

Los  itinerarios  son  coloridos  é  interesantes. 

La  primera  división  recorre  la  mayor  y  acaso  la 
más  bella  zona  de  territorio.  El  diario  de  ese  via- 
je, llevado  por  el  mismo  Olascoaga,  entra  en  todos 
los  detalles,  está  escrito  con  precisión,  es  vivo  y 
animado  en  las  descripciones,  y  despierta  y  man* 
tiene  el  interés  hasta  su  última  pajina. 


—  261  — 

Los  demás,  menos  estensos,  pero  no  menos  cor- 
rectos, complementan  el  primero,  formando  una 
obra  que  responde  dignamente  al  título  que  lleva 
j^  á  la  reconocida  ilustración  del  autor. 

Gracias  al  Teniente  Coronel  Olascoaga,  podemos 
huir  de  aquella  vergüenza  que  anatematizaba  un 
pensador  latino — peregrinar  en  la  propia  patria  y 
ser  huésped  de  las  cosas  que  á  la  patria  pertene- 
cen,— porque  nos  ha  descubierto  las  bellezas  de  la 
Pampa,  al  hacer  un  libro  á  la  vez  histórico  j  des- 
'Criptivo— un  libro  siempre  científico. 


256— Intereses  comereialea  entre  Bolivia 
y  el  Plata.  El  Pilcomayo  por  Santiago  V.  Güzhan. 
Obra  escrita  por  comisión  especial  de  S.  E.  el  Señor 
Ex-Ministro  del  Interior  de  la  República  Argentina  Dr. 
D.  Saturnino  M,  Laspiur.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina— 
60.  1880.  En  4*=>  menor,  xvi-110  ps. 

La  prensa  de  Buenos  Aires  habia  publicado  ya 
algunos  fragmentos  de  la  presente  obra.  Ella  for- 
ma la  Memoria  sobre  la  navegación  del  rio  Pilco- 
mayo,  que  el  Gobierno  encomendó  á  D.  Santiago  V. 
•GuzMAN,  secretario  durante  varios  años  de  la  Lega- 
ción Boliviana  en  la  República  Arj  entina. 

Nadie  más  patrióticamente  interesado  que  el 
autor  en  dará  conocer  «la  alta  importancia  y  be- 
neficios que  traerla  consigo  el  enlace  comercial 
entre  la  Kepública  Arjentina  y  la  de  Bolivia  : »  y 
lo  hace  así  en  pajinas  que  revelan  pleno  conoci- 
miento de  la  materia  bajo  su  triple  faz,  histórica, 
jeográfica  y  económica. 

•Desde  el  estudio  délas  relaciones  comerciales 
del  Alto  Perú  con  el  Rio  de  la  Plata  bajo  la  domi- 

17 


--  262  — 

nación  española,  j  de  las  causas  de  la  radicacioi» 
del  comercio  boliviano  sobre  el  Pacífico,  una  vez. 
independientes  y  organizados  esos  países,  hasta 
las  consecuencias  posibles  y  las  facilidades  proba* 
bles  de  la  colonización  del  Gran  Chaco,  término 
del  folleto, — múltiples  y  serias  cuestiones  mercan- 
tiles, más  ó  menos  hipotéticamente  resueltas,  pasan 
ante  los  ojos  del  lector,  entrelazadais  con  el  descu- 
brimiento y  esploraciones  del  Pilcomayo,  objeta 
principal  de  este  trabajo. 

Los  cronistas  españoles,  soldados  ó  jesuítas^ 
prestan  al  autor  sus  sencillas  narraciones,  no  siem- 

Sre  desprovistas  de  fantasía^  para  conocer  el  oríjen 
el  nombre  y  del  curso  del  famoso  Piscu-mayu — 
rio  de  los  pájaros — llamado  así  «por  los  muchos 
que  alegran  con  la  armenia  suave  de  sus  cantos- 
sus  amenas  riberas,  >  como  dice  el  padre  Lozano ;. 
sus  confluencias,  su  curso  por  el  Chaco,  sus  desa- 
gües y  sus  ramales,  con  las  tribus  que  poblaron 
esas  rejiones  y  las  que  hoy  las  pueblan,  según  los- 
esploradores  recientes. 

Obra  de  asiduidad  y  contracción,  el  señor  Vaca 
Guzman  ha  sabido  desempeñarla  dignamente,  pre- 
sentando al  Gobierno  una  Memoria  útil. 


257— £1  Tapor  Oriental   "  Charrúa  ^  en  el 

Pacífico  y  rejiones  Magallánicas  con  algunos  datos  sobre 
el  Perú  y  Chile  en  la  presente  guerra,  por  B.  BossL»  au- 
tor del  Vi^e  Pintoresco  á  los  Desiertos  de  Mato  Grosso; 
del  Viaje  Descriptivo  de  Montevideo  á  Valparaiso  por 
el  Estrecho  de  Magallanes  y  canales  Maines,  Sarmien- 
to, Inocentes,  Concepción,  W  ide,  Messiers,  de  un  estu- 
dio j  eclógico  sobre  la  isla  Juan  Fernandez  y  de  Koma  y 
el  Papado,  etc..  etc.  Buenos  Aires.  Tipografia  de  el  cOpe- 
rai  Italiano*,  Cuyo  267.  1880.  En  4®,  74  ps. 


—  263  — 

Es  dimade  elojio,  bajo  más  de  un  concepto,  la 
afición  delSr.  Bartolomé  Bossi  por  los  viajes  de 
espl oración.  El  presente  opúsculo,  dividido  en  do- 
ce capítulos,  describe  suscintamente  el  itenerario 
seguido  por  el  vapor  oriental  <  Charrúa  > ,  de  dimi* 
ñutas  dimensiones,  según  la  espresion  del  autor, — 
en  su  paso  por  el  estrecho  7  su  viaje  por  la  costa 
sur  del  Pacífico,  prestando  considerables  servicios 
«  á  la  jeografia,  hidrografia  7  ciencias  naturales,  á 
la  par  de  muchas  naves  de  gran  porte  7  de  podero- 
sas naciones*» 

Su  estudio  es  interesante  para  todos  los  que  se 
preocupan  del  movimiento  científico,  especialmente 
en  cuanto  se  relaciona  con  la  jeografia^  7  esas  pocas 
pajinas  revelan  toda  la  intrepidez  7  arrojo  del  es- 
plorador  avezado  alas  fatigas  7  contrastes. 

Contiene  observaciones  interesantes  sobre  eleva- 
ciones en  el  mar,  sobre  promontorios  desconocidos 
en  el  centro  del  canal  de  Wide ;  investigaciones 
nuevas  sobre  la  Roca  Ba7le  en  el  canal  de  Messiers 
datos  bien  recojidos  sobre  el  canal  déla  Trinidad, 
la  bahía  Winwart,  el  canal  de  la  Concepción, 
la  bahia  Bossi,  la  Isla  Corso,  7  otros  parajes  que 
no  mencionan  ó  lo  hacen  sin  precisión  las  cartas 
jeográficas  de  los  viajeros  anteriores. 

Presenta  esplicaciones  de  importancia  acerca  de 
los  naufrajios  délos  vapores  ingleses  «Etcu»  7 
«  Atacama  > ,  por  la  relación  délos  peligros  que 
corrió  el  «  Charrúa  »  el  8  de  diciembre  de  1877,  á 
consecuencia  de  fenómenos  ocurridos  en  el  mar^  7 
que  en  realidad  deben  llamar  la  atención  tanto  á 
los  hombres  de  ciencia  como  á  los  prácticos  que 
navegan  la&  costas  del  Pacífico. 

Ofrece  reflecciones  sensatas  yr  narraciones  de  va* 
rios  sucesos  de  la  Guerra  Chileno-Peruana,  que 
dan  á  conocer  el  violento  carácter  de  los  primeros. 


—  264  — 

Su  lectura  es  amena,  salpicada  de  recuerdos  c^nec* 
dótieos  y  en  algunos  capítulos  con  todo  el  atra<^iivo 
de  una  norela. 


IITERAIÜRA 


258— Troxos  selectos  de  literatura  y  método 
de  composición  literaria  sacados  de  autores  argentinos  y 
edtrangeros  por  Alfredo  Cosson.  Tomo  I.  Método  de 
composición  literaria— Narraciones  descripciones  y  cua- 
dros—Caracteres, retratos  y  paralelos.  5  *  edición  au- 
mentada. Buenos  Aires.  Librería  «Rivadavia»— Calle 
Rivadavia  95.  1880.  En  8  ^ .  vin-468  ps. 


.  259— El  mismo.  Tomo  III.  Discursos  y  trozos  ora- 
torios—Disertaciones morales  y  filosóficas— Crítica  lite- 
raria—Cartas— Diálogos  ;  nueva  edición  refundida  y  me- 
jorada. Buenos  Aires.  Libreria  «Rivadavia»— Calle  Ri- 
vadavia 95.  1880.  En  8®,  486  ps. 

He  considerado  siempre  los  Troeos selectos  de  Al- 
FRBDO  CossoH  un  libro  simplemente  de  negocio.  To- 
dos los  estudiantes  nos  hemos  formado  con  ellos  & 
la  mano  y  podemos  espresar  nuestras  impresio- 
nes de  niño  y  el  juicio  de  nuestro  criterio  actual, 
á  propósito  ae  esa  obra  que  en  el  año  1880  ha  al  can- 
sado a  su  5  <^  edición,  pasando  por  varias  j  enera* 
clones  estudiosas. 


—  266  — 

El  infortunado  cuanto  conocido  autor  de  la  com- 
pilacion,  no  fué  nunca  literato  ni  pedagogo.  Dedi- 
cado á  la  dirección  de  estudios,  rector  del  Colejio 
Nacional  de  Buenos  Aires  durante  muchos  años, 
tenia  larga  práctica,  si  penetración  escasa,  sobre 
las  materias  que  correspondieron  á  su  vijilancia  y 
dirección. 

La  falta  de  un  testo  de  trabajos  selectos  ha  sido  7 
es  todavía  una  de  las  grandes  deficiencias  de  la 
primera  enseñanza  literaria  ;  y  Cosson  creyó  lle- 
nar el  vacio  con  la  publicación  de  sus  Trozos^  que 
empezaron  por  lin  volumen  y  llegaron  á  tres,  en  la 
4*^  edición.  La  empresa  no  tuvo  igual  como  nego- 
cio; pero  es  mala  como  factura. 

^i  Método  de  commsicion  literaria  de  Pblissibr, 
que  abarca  54  ps.  del  primer  volumen,  carece  de 
aplicación  en  el  espíritu  del  niño,  no  obstante  ser 
considerado  como  uno  de  los  métodos  más  prácti- 
cos :  frecuentemente  sobrio,  á  veces  su  concisión  se 
hace  escesiva,  degenerando  en .  dificultoso ;  sus 
ejemplos  son  ampulosos  y  bombásticos  ó  de  imj^e- 
netraole  clasicismo ;  además,  requiere  ampliacio- 
nes del  profesor  para  su  verdadera  intelijencia. 

El  primer  tomo  de  los  Trozos  está  dividido  en 
tres  secciones :  1  ^  Narraciones;  2  ^  Descripciones 
y  cuadros;  3  ®   Caracteres,  Betratos,  Paralelos. 

El  segundo  tomo  contiene:  1®  Discursos  y  Tro- 
zos oratorios;  2^  Descripciones  morales  y  filosófi- 
cas; 3  ®  Crítica  literaria;  4  ®   Cartas;  5  ®  Dialogas. 

Los  nombres  más  heterojéneos  se  codean  en  esas 
pajinas  truncas,  donde  lo  cnavacano  sucede  á  lo  su- 
blime y  lo  ridículo  á  lo  solemne,  justamente  ea  la 
medida  necesaria  para  formar  el  mal  gusto  de  los 
jóvenes  obligados  á  leer  y  releer  la  compilación, 
hasta  estraviar  por  completo  su  poco  sazonado  dis- 
cernimiento. 


-  267  — 

La  mayor  parte  de  los  autores,  americanos  ó  es- 
tranjeros,  son  de  buena  ley;  pero  no  escasean  los 
<Le  falso  cuño,  los  de  mérito  inferior  ó  enrolados  en 
escuelas  perversoras. 

Las  transiciones  violentas  de  estilo,  consiguien* 
tes  al  maridaje  de  Schiller  conQuesada,  de  Mma. 
de  Sevigné  con  Sarmiento,  de  Byron  con  Juana 
Manuela  Gorriti,  no  convienen  á  los  principiantes  ; 
j  hasta  ahora  se  tienen  por  ecsímias  las  coleccio- 
nes que  han  conseguido  ocultar  los  abismos  abier- 
tos entre  un  pintor  de  la  naturaleza  y  un  disector 
del  alma,  entre  un  fragmento  del  Pablo  y  Virjinid 
j  un  monólogo  del  Manfredo. 

Reducida  ó  trasformada  en  la  mitad  de  su  mate- 
rial, la  colección  de  Trozos  selectos  llenarla  su  obje- 
to. En  la  forma  que  está,  no  presta  el  menor  servi- 
cio á  la  enseñanza.  Los  niños  que  desde  la  edad  de 
once  años  se  sirven  de  ese  testo,  gozarán  leyendo 
el  Facundo  acosado  por  un  tigre,  soñarán  con  Stror 
délla,  ó  bostezarán  en  los  mejores  capítulos  de  La- 
luennais,  sin  conseguir,  al  fin  y  al  cabo,  encaminar 
con  fijeza  sus  aspiraciones  estéticas,  estraviados 
por  tanto  tiempo  en  ese  fárrago  de  fragmentos  desi- 
guales que  suele  constituir  su  única  lectura  duran- 
.te  años  enteros. 


Ija   Biblioteca    Popular    de    Baenos    Ai- 

jre»  dirigida  por  Miguel  JNavarro  Viola.  La  Bibliote- 
ca Popular  de  Buenos  Aires.  Libreria  editora  de  Enri- 
que Navarro  Viola.  Moreno  núm.  100.  1880.  En  8*=^. 

Véase  el  núm.  3S3  del  Anuario  anterior. 

Los  acontecimientos  políticos  que  conmovieron 
el  pais  desde  los  primeros  meses  del  año  1880,  in- 
¿terrumpieron  ó  demoraron  la  salida  regularmente 


—  268  — 

mensual  de  esta  Biblioteca^  que  sólo  alcanzó  á  dar 
cinco  tomos  en  el  trascurso  de  ese  afío. 


260— Tomo  XXV  (Primero  del  tercer  año).  250  ps.- 
Sumario: 

Escritos  de  Josiá  Tomás  Guido  :  Rasgos  políticos  t 
históricos  —  Asuntos  diversos — Fastos  relijiosos^ 
Apuntes  sobre  Javier  de  Maistre^  inéditos,  por  la  se- 
ñora C.  M.  DB  M. — El  leproso  de  la  ciudad  de  Aasta 
por  Jatibr  de  Maistrb,  traducción  inédita  de  la 
señora  C.  M.  db  M. — ¡Qué  suerte!  por  Ramón  d» 
Navarrbtb. — El  gran  mundo  por  Carlos  Cobllo.— 
El  cordón  de  seda  (cuento  chino)  por  Jos^  Fbrkav- 
DBz  Brbmon.— jEspírítemo: — Carta  de  JosáMAzziHi 
á  Daniel  Stern,  traducción  inédita  de  M.  N.  V. 


261— Tomo  XXVI  (Segundo  del  tercer  año)  255-iT 
pe.— Sumario: 

El  Oentilhombre  pobre  y  las  traducciones  de  A. 
Korn  para  la  Biblioteca  por  M.  N.  V. — El  Oentü- 
hombre  pobre  por  E.  Conscibngb,  trad.  inéd.  de  A. 
Korn. — Miss  Olivia  por  P.  FávAL,  trad.  de  M.  Urra- 
bieta. — Los  mismos  perros  con  distintos  collares,  pro- 
verbio  dramático  de  B^db  Navarrbtb. — Elpiwy 
de  San  Lorenzo  j}or  B.  Mitrb. — La  leyenda  defcha- 
leco  rojo  por  T.  Gautier,  trad.  inédita  de  C.  Olive- 
ra.— El  vestido  de  arlequín,  cuento  familiar  por  C. 
Lafokt,  trad.  inédita  en  verso,  por  M.  Navarro  Vio- 
la.— La  Biblia  de  la  humanidad  ^ot  Michblbt,  art 
bibliográfico  por  J.  Mazzini,  traducción  inédita  de 
M.  N.  V. 


—  269  — 

«62— Tomo  XXVn  (tercero  del  tercer  afio)  2Mps. 
Sumario: 

Poverina^  por  la  princesa  Olga  Gantacüziínb- 
Áltibri,  traducción  inédita  de  S.  N.  Y.^El  San 
Antonio  de  Murillo  por  D.  Francisco  M.  Carro. — 
Víctor  Htigo  por  Pablo  Lindaü,  traducción  inédita 
de  Alejandro  Korn,— Aventuras  de  un  cantonal,  por 
Obsárbo  Fbrnandbz  Duro. — J&í  paraíso  perdido  por 
Katanibl  Hawthormb,  traducción  de  M.  J.  Bender, 


263— Tomo  XXVIII  (cuarto  del  tercer  año),  254  p». 
Sumario : 

Magdalena^  novela  de  J.  Sandbau,  trad.  inédita 
de  E.  Navarro  Viola. — La  hierba  de  fuego  por  J. 
Fbrnandbz  Brbmon.— Xa  cocina  del  Quijote,  por  C, 
Fernandbl  Duro — La  vaquerita  por  R.  de  KTavar- 
bbtb. — L*Arrabhiata  por  r.  Hbtsb,  trad.  inédita  del 
alemán  por  A.  Korn, — Una  visita  á  Mam,zoni^OT  E. 
DE  Amicis,  trad.  inédita  del  italiano  por  E.  L.  Ne- 

fri. —  Una  madre,  por  A  Dumas,  trad.  inédita  de  S. 
ichart. — El  monje  de  Kremsmunster  por  A.  Earr, 
trad.  inédita  de  S.  N.  V. — La  gota  deagua  (ciencia  y 
poesia)  por  A.  Rojas. 


»64— Tomo  XXIX  (quinto  del  tercer  afio).  280  ps. 
Sumario : 

De  guardia,  novela  de  R.  Aubrbach,  trad.  inédi- 
ta por  £  L.  'Negri.— Washington,  lectura  del  Dr. 
E.  O.  Stockmar,  traducción  inédita  del  alemán  por 
A.  Korn. — La  velada  del  Helécho  ó  el  donativo  del 


~  270  — 

diablo,  leyenda  suiza,  por  6,  Gombz  db  Aybllanb- 
DA. — La  gran  cara  de  piedra,  cuento  de  Nathanibl 
Hawthornb,  traducción  inédita  del  inglés  por  C. 
Olivera. — La  muerte  de  Jestis,  poema  épico,  por  M. 
AsGUTiA :  Introducción — I.  La  entrada  en  Jerusa- 
lem— II.  La  cena  y  el  lavatorio — III.  El  prendi- 
miento— IV.  El  proceso — V.  La  sentencia — VI. 
La  crucificcion— VIL  La  espiración. — VIH.  La 
Resurrección. — Palabras  testuales  de  los  Evanje- 
lios,  y  notas  de  los  Santos  Padres  y  Doctores  de  la 
Iglesia. 


TIRAJBS  BSPBCIALES   BN  BL  MISMO  FORMATO 

Tomado  de  la  Biblioteca  Popular  de  Buenos  Aires. 
Librería  editora  de  Enrique  ííavarro  Viola,  Moreno 
núm.  100, 


ií65~>!E8crito8  de  José  Tomas  Guido.  330-iv  ps- 

Hace  más  de  treinta  años  que  Josa  Tomás  Guido 
€scribe  para  el  público  en  diarios  y  revistas.  Su 
estilo  se  ha  mantenido  invariablemente  culto,  ele- 
gante y,  por  decirlo  así,  perfumado.  Ta  se  lea  la 
iFantasia,  uno  de  sus  primeros  trabajos,  ya  se  lea 
la  carta  que  á  guisa  de  prólogo  dirije  al  Director 
de  la  Biblioteca  Popular,  se  descubre  siempre  el 
inismo  espíritu  bajo  la  forma  cuidada  sin  afecta- 
x^ion,  suave,  sencillamente  pura. 

Puede  asegurarse  que  no  se  ha  producido  en  el 
mundo  acontecimiento  alguno  trascendente,  duran- 
te los  últimos  treinta  años,  que  no  haya  determina- 
do á  Guido  á  escribir  un  artículo,  una  biografía,  una 
crítica,  un  juicio,  de  ocasión,  si  se  quiere,  de  opor 


—  271  — 

táñidad,  y  á  la  vez  duradero  7  permanente  por  la 
misma  eleecion  del  asunto,  por  la  esacta  propor- 
ción de  8U  desarrollo  7  por  el  esquisito  gusto  de  su 
ropaje. 

Al  reunir  esas  hojas  sueltas  en  un  volumen,  to- 
mándolo de  tres  números  de  la  Biblioteca  Popular^ 
ofrece  una  colección  heteroj énea,  pero  atra7ente  7 
hermosa. 

Las  Pajinas  liierariaSj  primera  sección  del  libro, 
revelan  al  hombre  de  imajinacion  7  al  crítico  bon- 
dadoso, dispuesto  á  tolerar  lo  irremediable  7  á 
prestar  alientp  á  los  ensa7os  titubeantes. 

Los  Rasgos  biográficos  y  elojios  presentan  un  as- 
pecto variadísimo :  Florencio  González  Balcarce, 
el  jeneralJoaquin  Prieto,  el  Dr.  "^íariano  Moreno, 
Rivadavia,  José  Miguel  Carrera,  Napoleón  III,  el 
barón  de  Humboldt,  Guizot,  Thiers,  Pió  IX,  pasan 
sucesivamente  con  sus  grandezas  7  debilidades, 
con  sus  inspiraciones  v  miserias^  destacándose 
siempre  las  primeras  7  aesvaneciéndose  las  segun- 
das en  el  fondo  vago  del  cuadro,  porque  Guido  pro- 
fesa una  mal  entendida  caridad  como  biógrafo,  lo 
mismo  que  como  crítico. 

Los  Basaos  políticos  é  históricos  complementan  la 
serie  de  biograíias  7  discursos,  con  recuerdos  pa- 
trióticos, estudios  parciales  de  épocas  ó  sucesos 
americanos,  episodios  7  narraciones  fíeles  llenas 
de  colorido  7  movimiento. 

En  la  sección  da  Asuntos  diversos  tienen  cabida 
las  cuestiones  graves  7  las  discusiones  severas, 
la  filosofía  7  la  alta  política.  Finalmente,  los  Fas- 
tos relijiosos  descubren  en  pocas  pajinas  la  con- 
ciencia del  cre7ente. 

Guido  debia  necesariamente  pertenecer  al  cato- 
licismo— relijion  de  resortes  gastados,  de  influen- 
cias blandas,  que  habla  de  las  eternas  penas  del 


—  372  — 


infierno  á  la  concnrrencia  postrada  al  pié  de  lotf 
altares  embriagada  por  el  humo  de  los  incensarios: 
ese  es  sn  estilo. 


$Í66—El  leproso  de  la  dudad  de  Aottajfor 
Javieb  de  Maistre,  traducción  inédita  de  la  señora  C. 
H.  de  M.  con  unos  apuntes  sobre  el  autor  por  la  misma. 
26  ps: 

Novela  filosófico-relijiosa— los  ]^ercances  de  la 
TÍda  y  conformarse  con  su  suerte :  el  destino  de  los 
mahometanos  suplantado  por  la  Providencia  cató- 
lica, contra  cuyas  sentencias  no  hay  apelación.  Es 
nna  de  las  novelas  más  tontas  que  conozco,  á  pesar 
de  toda  su  fama. 


267— Magdalena  por  J.  Sandeau  Tradaoeioo 
inédita  de  Enrique  Navarro  Viola.  128  ps. 

Este  tiraje  lleva  al  frente  un  prólogo  del  traduc- 
tor que  no  ecsiste  en  el  tomo  correspondiente  de 
la,  Biblioteca  Popular, 

Magdalena  es  una  narración  sencilla  y  llena  de 
interés,  que  el  traductor  supone  sin  fundamento 
haber  sido  escrita  como  un  mea  culpa  de  Marianch- 

Secado  que  todos  los  que  quieren  no  son  capaces 
e  cometer. 


268-]>i8eiirao  del  Presidente  de  la  Repú- 
blica en  la  bendición  de  la  bandera  del  rejimiento  1  ^ 
de  caballería  de  línea.  22  de  abril.  Imprenta  de  «El  Na- 
cional», Bolívar  65  y  67.  1880.  En  8  ® ,  10  ps. 


—  273  — 

Este  discarso  del  doctor  don  Nicolás  Ayrllavb- 
DAy  tiene  dos  partes :  la  primera  rememora  las  glo- 
rias de  la  caballería  arjentina,  j  la  segunda  re- 
cuerda las  hazañas  del  rejimiento  cuya  bandera 
acababa  de  bautizarse.  Casi  al  comienzo  hallo  este 
precioso  cuadro  que  merece  trascribirse: 

<  Es  Suarez  descendiendo  por  la  tarde  j  con  pa- 
so lento  la  meseta  de  Junin  para  abrebar  su  caballo 
nacido  en  las  Pampas  arj entinas,  en  aquel  lago  in- 
sondable de  Reyes  que  da  nacimiento  al  Amazonas 
majestuoso,  y  volviéndose  á  contemplar  los  rayos 
del  sol  poniente  que  iluminaban  las  cumbres  de  los 
Andes — mojones  inmensos  que  eran  necesarios  pa- 
ra marcar  las  distancias  recorridas  desde  el  Plata 
al  Ecuador.» 


269^]>ifi(Ciir80  patrio  del  ilustrísimo  señor  obis- 
po de  Córdoba  doctor  fray  Mamerto  Esqtjiú  pronuncia- 
do en  8  de  Diciembre  de  1880  en  la  santa  iglesia  metro- 
politana de  Buenos  Aires  en  la  celebración  de  la  Capital 
de  la  Kacion.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma^ 
calle  de  Belgrano  números  133  á  139.  1880.  En  8  <=^ 
28  ps. 

Después  de  tantos  años  de  fama  oratoria  pompo- 
samente adquirida,  el  P.  Fr.  Mamerto  E^quiú,  hoy 
obispo  de  Córdoba,  habló  ante  el  público  más  culto 
é  ilustrado  del  pais,  para  descender  muchas  gradas 
de  sa  pedestal. 

Ki  la  concepción  y  plan  del  discurso,  ni  su  forma 
corresponden  á  la  espectativa  de  los  que  no  conocían 
á  este  orador  sagradlo,  ó  de  los  que  abrigaban  en  él 
demasiada  conüanza.  El  místico  á  quien  Dios  ha* 
biaba  en  la  celda  del  convento  para  que  se  negase  & 
aceptar  el  obispado,  reaparece  atribuyendo  á  la  in- 


—  274  — 

ieryencioix  divina  los  hechos  lójicamente  encade- 
nados en  la  evolacion  de  las  naciones.  Descoaoce 
razones  históricas,  y  está  lejos  de  atribuir  su  ver- 
dadero y  jenuino  carácter  á  la  Capitalización  de 
Buenos  Aires  cuando  la  interpela — « Y  qué  I  ese 

Sequeño  sacrificio,  no  es  acaso  debido  en  espiacion 
e  las  horribles  hecatombes  que  en  nombre  y  á 
cargo  del  sistema  federal,  hacian  tus  ejércitos  el 
afio  40  por  toda  la  República?» 

^^70— Dlscorso  dell'  awocaío  cav.  Paolo  Tabnas- 
SI -pronuncia to  in  occasione  dell' esordio  dellaNouva 
Societá  Filodrammática  Paolo  Ferrari  sulle  scene  del 
Politeama  Argentino  laseradel  18aprilel880.  Publicato 
per  risoluzione  della  Societá  in  attestato  di  riconoscen- 
za  air  oratore,  Buenos  Aires.  Establecimiento  Tipográ- 
fico—Librario  «La  Patria.»  Calle  de  Cuyo  núm.  79. 1880. 
En  8*=^,  16  ps. 

<  La  nueva  Sociedad,  dice  el  orador,  se  propone 
la  institución  de  un  teatro  italiano  en  esta  ciudad, 
mediante  el  estudio  y  la  cultura  del  arte  dramá- 
tico.» 

El  discurso  es  bello  por  su  forma,  de  tendencias 
elevadas  y  perfectamente  proporcionado. 

Edición  cuidada,  con  pajinas  en  cuadro. 


1^71— Real  Compañía  dramática  italiaiía- 

A.  Morelli  y  A.  Tessero  Guidone— bajo  la  dirección  del 
caballero  A.  Morelli.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Ost- 
wald,  calle  Florida  número  136.  1880.  En  8®,  12  pa. 

Contiene  brevísimos. datos  biográficos^  aprecia* 
cienes  críticas  sobre  cada  uno  de  los  artistas  de  la 
compaftia. 


—  275  — 

.  1^72— Sociedad  literaria  Dean  Funes.  Oonferencia 
literaria^  5  de  setiembre  de  1880.  Córdoba  Imprenta 
de  «El  Eco  de  Córdoba»  .  1880,  En8®,44p8. 

'  Contiene  nn  discurso  de  apertura  por  el  Presi- 
dente de  la  Sociedad,  Sr.  Moyano  Gacitúa,  una 
disertación  sobre  la  caridad  por  D.  Enrique  Lopbz^ 
y  trabajos  en  prosa  y  verso,  de  D.  Ramón  J.  CAkca* 
no,  D.  J.  M.  Vblazqüez  y  D.  Jos¿  G.  dbl  Solar. 


d73 —Sociedad  comospolita  de  protección  mutua. 
Conferencia  literaria  celebrada  en  los  salones  de 
la  Sociedad  el  domingo  1  ®  de  agosto  de  1880  en  conme- 
moración del  cuarto  aniversario  de  su  fundación  23  de 
julio  de  1876.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  La  Presiden- 
cia, Esmeralda  23. 1880.  En  8  «,  44  ps. 

Presenta  reunidos  los  trabajos  de  los  señores  A. 
Miranda  Naon,  Josa  Firmat,  Manuel  Barros,  J.  A. 
GiAíiTi,  Francisco  Gánale,  R.  Martin  y  Herrera, 
GIrlos  F.  Scotti,  R.  López,  José  Hernández  y 
Juan  Ronco,  que  se  leyeron  en  la  conferencia,  sien- 
do varios  de  ellos  alusivos  al  acto  ó  referentes  á  la 
Sociedad. 


274— Centro  Industrial  Arjentino— Discursos  pro- 
nunciados en  ocasión  de  la  colocación  de  la  piedra  fun- 
damental del  monumento  que  el  Centro  va  á  erijir  á  la 
imprenta  en  el  primer  centenario  de  la  introducción  de 
ésta — 21  de  noviembre  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
Tufiez  y  Lozano,  Perú  107.  1880.  En  8  ® ,  30  ps. 

Contiene  una  reseña  del  acto,  escrita  por  D.  J.  R. 
Sil VETRA,  presidente  de  la  Comisión,  y  los  discursos 
del  mismo  señor,  de  D.  Antonio  Zinny,  del  doctor 


—  276  — 

D.  JoB¿  LopBz  DB  MoRBLLB,  de  Pablo  Dblla  Cob- 
TA,  una  composición,  en  verso,  de  D.  Jbrmah  Yeg\ 
j  una  carta  del  Doctor  D.  Dáma^so  CBHTBüro 

El  discurso  de  D.  Antonio  Zinny  es  el  trabajo 
ínás  importante  por  la  historia  que  hace  de  la  im- 
prenta entre  nosotros. 


S&75— Miscelánea  literaria  por  S.  Estrada. 
Buenos  Aires.  1880.  En  16®, 408  ps. 

(Fué  empezado  en  la  imprenta  de  la  América  del  Sad 
y  terminada  en  la  de  Biedma.  Ko  lleva  nombre  de 
editor.) 

Este  libro  del  Señor  Sahtiago  Estrada  es  la  co- 
lección de  sus  artículos  de  crítica  de  arte  y  de  lite- 
ratura  publicados  en  La  América  del  Stid^  diario  ra- 
li] ioso  a  cuyo  frente  estuvo  durante  dos  ó  tres  años. 

La  mayor  parte  de  los  trabajos  pueden  conside- 
rarse de  ocasión,  y  carecen  hoy  del  mérito  que  de- 
bieron tener  en  los  momentos  de  su  publicación. 
Otros,  por  el  contrario,  poseen  la  estabilidad  del 
asunto  sobre  que  versan,  ya  sea  la  estatua  del  do* 
lor,  de  Tantardini,  ya  sean  producciones  arjentinas 
destinadas  á  rememorarse  por  largo  tiempo,  ha- 
llándose en  este  caso  las  poesías  de  Andraae  6  El 
fraile  áe  Gutiérrez. 

Esta  colección  encierra  varios  discursos,  sóbrela 
Compañía  de  Jesús,  sobre  las  bibliotecas  populares, 
sobre  educación  é  instrucción,  á  propósito  de  una 
primera  comunión,  etc.  Varias  críticas  musicales, 
sobre  el  dúo  del  cuarto  acto  de  los  Hugonotes,  re- 
plicas á  la  Gaceta,  etc.  una  serie  de  artículos  sobre 
Kossi,  en  Ótelo,  en  Luis  XI,  en  Nerón,  en  jETamlef, 
etc;y  finalmente,  críticas  literarias  sobre  has  Neu- 
rosis de  José  Maria  Ramos  Mejia,  el  Martin  Fier- 


—  277  — 

ro  de  José  Hernández,  7  varias  poesías  de  An* 
drade. 

Santiago  Estrada  es  un  escritor  formado,  con 
todos  sus  defectos,  que  probablemente  no  lo  preo- 
cupan gran  cosa.  Conoce  la  lengua  de  una  maners^ 
poco  jeneral  entre  nosotros  7  la  maneja  hábilmente, 
sin  que  su  estilo,  un  tanto  pesado  paraeljénero 
crítico,  se  adapte  por  completo  á  los  matices  7  va- 
riaciones de  su  inteliiencia  bien  preparada.  Con 
frecuencia,  aglomera  demasiado  las  citas,  apelma- 
zando sus  escritos,  que  reclaman  siempre  ma7or 
movilidad  7  soltura. 

En  los  artículos  sobre  él  nido  de  cóndores^  él 
arpa  perdida^  Prometeo  7  San  Martin^  de  Andrade, 
no  ha  estado  feliz.  Proponíase  hallar  reminiscen- 
cias de  otros  autores,  7  únicamente  ha  encontra- 
do el  aire  de  familia  ó  versos  idénticos  que  ánada 
responden,  que  nada  significan^  respecto  de  los 
cuales  es  ridículo  suponer,  en  autores  de  cierta  ca- 
tegoría, que  han  sido  copiados  servilmente,  porque 
ni  susceptibles  son  de  imitación.  El  artículo  de  Ya- 
lera — La  orijinalidad  y  el  plajio,  7  el  precioso  li- 
bro de  Eduardo  Fournier — L'esprit  des  autres,  leí- 
dos á  tiempo,  hubieran  probablemente  disuadido 
Á  Estrada  de  su  vano  cuanto  preconcebido  empeño. 

Por  lo  demás,  la  colección  tiene  el  interés  de  la 
variedad,  7  aunque  ha7an  de  tomarse  con  cierta 
precaución  las  opiniones  del  crítico  que  de  alguna 
manera  se  rocen  con  cuestiones  relijiosas,  merece 
regularmente  fe  por  la  sinceridad  de  "su  convicción 
y  la  prodigalidadde  sus  estudios. 


^76— Mazzini  y  HonteTerde  por  Lxns  B.  Ta- 

jiiNi.  Buenos  Aires.  5903~lmprenta  del  Porvenir,  caJle 

PefensalSO.  1880.  En  16®,  36  ps. 

18 


-  278  — 

Luis  B.  Tamini  es  uno  de  nuestros  escritores 
mejor  preparados.  Nutrido  de  conocimientos  va- 
riados, estudioso,  poseyendo  las  matemáticas  lo- 
mismo  que  las  letras  j  la  historia,  dotado  de  rele- 
vantes cualidades  de  escritor,  con  un  estilo  vivaz  y 
naturalmente  animado, — apareció  descollando  des^ 
de  el  primer  momento  entre  nuestros  literatos. 

El  simpático  y  jó  ven  catedrático  del  Colejio  Na- 
cional  de  Buenos  Aires,  después  de  largos  y  serio» 
estudios  habíalos  dilatado  y  afirmado  en  sus  viaje» 
por  Europa.  A  su  vuelta  mostróse  en  sus  trabajo» 
inclinado  á  la  crítica  de  arte,  y  en  éste,  como  puede 
hacerlo  en  cuantos  puntos  aborde,  reveló  toda  lar 
madurez  de  su  juicio,  al  par  del  brillo  é  inspiración 
de  su  intelijencia.  El  trabajo  que  he  mencionado^ 
pertenece  á  ese  j  enero  de  estudios. 

Mazzinij  Monteverde  es  un  artículo  inspirado  por 
nuestro  monumento  del  gran  político  italiano.  Fué 

Primeramente  publicado  en  el  diario  <  La  Nación  >  y 
onde  Tamini  colaboró  algún  tiempo  lo  mismo  que 
en  «El  Nacional» ,  escribiendo  brillantes  y  orijina- 
les  folletines. 

Éste  artículo  es  una  de  las  buenas  próduccione» 
de  Tamini.  Está  escrito  con  elegancia  y  naturali- 
dad,  lleno  de  interés,  con  sobria  elocuencia  y  de- 
jando ver,  sin  ostentarla,  toda  la  erudición  oe  sa 
autor.  Las  apreciaciones  de  crítica  artística  que 
contiene  muestran  la  capacidad  escepcional  deTa- 
mini  para  tal  estudio. 

El  siguiente  sumario  da  una  idea  de*  lo  que  com- 
prende ese  trabajo,  desarrollado  con  tanto  acierto: 

I  Preámbulo. — II  Lajuventudde  Mazzini. — III 
Carácter  y  dotes  de  Mazzini. — IV  Escultores  clási* 
cosy  realistas. — V  La  escuela  italiana. — VI  La 
estatua  de  Mazzini. 


—  279  — 

277— Carlos  Franciseo  IS^eotti.  Dante,  la  Pa- 
-^rla  V  la  Familia.  Estudios.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  M.  Biedma,  Belgrano  números  133  y  135.  1880, 
JEn  8  ^  pequeño,  20  ps. 

El  joven  CXrIíOs  Francisco  Scotti,  que  trabaja 
de  tiempo  atrás  la  confección  de  una  lira  del  Plata 
con  poesias  traducidas  al  italiano,  dedica  á  Ernesto 
Kossi  y  ala  iuventui  arjentina.  este  breve  estudio 
que  hace  en  la  vida  y  obras  del  divino  poeta,  de  sus 
dos  grandes  creencias — la  patria  y  la  familia. 

Manifiesta  un  conocimiento  nada  superficial  del 
Dante ;  y  aunque  no  sale  de  las  conclusiones  acep- 
tadas, alas  que  llega  por  el  análisis  sin  novedad 
de  sus  propias  palabras  en  la  Comedia  6  en  la  Vita 
Nuova,  merece  especial  mención  este  ensayo  ele- 
gante, no  siempre  correcto,  debido  al  movimiento 
Sue  produjeron  las  representaciones  de  Rossi  en 
¡uenos  Aires. 


d78  — Buenos  Aires  desde  setenta  años 
atrás,  por  el  Dr.  José  Antonio  Wilde.  Buenos  Aires. 
Imprenta  y  librería  de  Mayo,  de  C.  Casavalle,  Perú  115, 
JEn8^,323ps. 

A  pesar  de  sus  tres  siglos  de  ecsistencia,  Buenos 
Aires  puede  llamarse  una  ciudad  novísima,  porque 
sus  primeros  doscientos  treinta  ó  cuarenta  años 
lian  resbalado  iguales,  monótonos,  sin  la  más  míni- 
ma variación,  entre  festejos  y  falsas  alarmas, 
amarrado  á  preocupaciones  estacionarias  cuando 
no  retrógradas. 

Actualmente  es  una  ciudad  de  costumbres  cos- 
mopolitas, invadida  en  sus  cuatro  ámbitos  por 
estranj  eros  que  llegan  de  los  cuatro  puntos  cardi- 


—  Mo- 
líales de  la  tierra  y  que  van  destrayendo  radical- 
-mente  las  sencillas  costumbres  oofoniales  en  que 
vivieron  nuestros    abuelos  y  se   criaron  todavía 
nuestros  padres. 

Gomo  las  costumbres,  la  arquitectura  española 
desaparece,  y  la  casa  de  la  Vireina  Vieja  que  hoy 
ocupa  el  Monte  de  Piedad,  el  Consulado,  donde  hoy 
esta  el  Tribunal  de  Comercio  y  otros  edificios  que 
<  conservan  la  fisonomía  especial  de  las  construc- 
ciones de  aquella  época,  con  sus  espaciosas  piezas, 
sus  grandes  patios,  >  semejan  animales  antidilu- 
vianos en  una  esposicion  de  animales  vivos  ó  de 
razas  persistentes. 

Alfredo  Delvau,  escritor  fecundo  y  de  mérito, 
publicó  en  1857  una  Histoire  anecdotique  des  barrie- 
res dePariSy  deseoso  de  salvar  del  olvido  la  des- 
cripción de  las  antiguas  construcciones  y  los  recuer- 
dos curiosos  de  la  gran  ciudad  que  se  trasformaba. 
Antes  que  él,  una  hija  de  Daniel  Stern  habia  impre 
so,  bajo  el  seudónimo  de  C.  de  Sault,  su  Faris  qui 
s*en  va,  libro  no  menos  interesante  que  el  de  Alfre- 
do Delvau,  propios  ambos  para  despertar  ese  ca- 
riño que  se  acerca  al  culto  por  las  cosas  que  fueron, 
sin  desconocer  los  beneficios  y  ventajas  de  los 
progresos  civilizadores. 

El  Dr.  Josa  Antonio  Wildb,  reputado  educacio- 
nista que  ha  dotado  á  la  enseñanza  primaria  de 
testos  escelentes,  ha  temido  también  que  desapa- 
rezcan las  dulces  tradiciones  de  nuestros  incultos 
antecesores  y  sus  formas  de  actividad  hasta  cierto 
punto  grotescas,  pero  de  pintoresco  efecto,  que  han 
ido  retrocediendo  vencidas  por  la  constante  impor- 
tación de  novedades  europeas;  y  ha  enriquecido  la 
literatura  patria  con  un  libro  precioso  en  que  se 
propone,  modestamente — « salvar  del  olvido,  algu- 


—  281  — 

nos  hábitos,  usos  y  costumbres  de  los  tiempos  ya 
pasados.  > 

No  creo  nuevo  el  tema,  y  aun  hallo,  entre 
otras  tendencias  de  este  j enero,  el  folleto  del  señor, 
N.  Larrain,  Noticia  histórica  de  los  nombres  de  las 
calles  ¿le  Buenos  Aires  ;  pero  el  Dr.  Wilde  ha  huido 
el  contajio  del  ejemplo  ae  perversión  con  un  acier- 
to digno  por  sí  solo  de  encomio. 

Enumeraciones  prolijas  y  sin  movilidad ;  recuer- 
dos mal  recojidos  ó  pesados  ;  acumulación  de  datos 
cronolójicos  ó  efemeridográtícos,  completísimos  si 
se  quiere, —  son  trabajos  factibles  especialmente 
para  los  papelistas  ;  trabajos  que  Zinny  y  Carran- 
za mismo,  el  desautorizado  autor  diB  obras  seudo- 
histó ricas,  llevarían  á  cabo  paciente  y  volumino- 
samente, sin  que  se  pudiese  afirmar  con  propiedad 
que  hablan  aumentado  con  ellas  el  escaso  caudal  de 
nuestra  literatura  en  pañales. 

El  libro  del  Dr.  José  Antonio  Wilde  está  arriba 
de  la  concepciones  vulgares,  aunque  formado  de 
elementos  análogos  á  los  de  tantas  obras  de  carga- 
zón que  nos  inundan. 

Se  basa  en  documentos,  en  datos  fidedignos ;  res- 
pira la  atmósfera  del  pasado  en  periódicos  y  publi- 
caciones que  se  escusa  de  ecshumar  avista  y  pa- 
ciencia del  lector,  porque  comprende  que  el  polvo 
de  los  archivos  no  es  para  todos  los  pulmones, — 
pero  que  estracta  y  comenta  con  lujo  de  pormeno- 
res y  detalles,  ligando  á  ellos  su  observación  perso- 
nal y  los  recuerdos  muchas  veces  trasmitidos  en  fa- 
milia de  una  jeneracion  á  otra  para  enseñanza  de 
los  que  han  menester  de  la  esperiencia  ajena. 

Por  su  fondo,  por  el  material  empleado,  es  un  li- 
bro verdaderamente  arjentino— sin  reticencia. 

Su  confección  determina  su  mérito.  Sin  recono- 
cer en  el  autor  las  dotes,  siempre  difíciles  de  hallar, 


—  282  — 

de  un  estilista  consumado,  seria  injusto  ne^ar  que 
ha  escrito  con  sobriedad  de  lenguaje  en  medio  déla 
prodigalidad  del  tema,  escojiendo,  ordenando,  dis- 
tribuyendo, con  admirable  tino  y  sobre  todo  con  la 
fineza  y  el  gusto  seguro  que  distingue  á  los  litera- 
tos de  ios  hombres  de  letras;  el  discernimiento  de- 
licado, vivo,  neto  y  preciso  de  toda  la  belleza,  la 
verdad,  y  la  esactitud  de  los  pensamientos,  como  lo 
define  RoUin. 

Se  lee  con  placer  ese  volumen  en  8®  de  323  pa- 
jinas, sin  esperimentar  los  sacudimientos  de  las 
transiciones  bruscas,  aunque  se  empiece  por  la 
descripción  de  la  ciudad  con  sus  calles  desempe- 
dradas é  inmundas,  los  pantanos  peligrosos,  los  edi- 
ficios por  desplomarse,  las  ^rejas  voladas  amena- 
zando al  transeúnte, — y  se  concluya  con  las  fiestas 
de  la  Recoleta,  á  que  concurrían  durante  el  dia 
las  personas  de  las  mejores  clases  sociales,  y  du- 
rante la  noche  los  compadritos  y  la  jente  bajadis- 
f cuesta  siempre,  como  lo  nota  el  autor,  á  armar  bai- 
ecitos  ó  magangos^  amenizados  con  el  accesorio 
indispensable  de  uno  que  otro  barullo. 

En  los  setenta  años  retrospectivos  que  abraza  el 
plan  de  la  obra,  se  encuentra  el  oríjen  de  institu- 
ciones y  costumbres  que  por  la  rapidez  de  su  de- 
sarrollo ó  por  circunstancias  de  otro  orden,  des- 
piertan necesariamente  el  deseo  de  la  investiga- 
ción. 

Los  teatros  y  las  representaciones,  estensamente 
estudiados  en  dos  capítulos,  las  primeras  óperas, 
las  primeras  asociaciones  literarias  y  sus  fundado- 
res, los  cafés  y  hoteles,  las  peluquerías,  el  trato 
en  familia,  las  tertulias,  el  baile  é  innumerables 
otros  puntos  de  interés  jeneral  tratados  todos  con 
igual  conocimiento,  con  igual  gracia,  salpicados  de 
anécdotas  y  referencias  alegres  en  lasque  figuran 


—  283  - 

personajes  que  no  hemos  alcanzado,  pero  cuyos 
nombres  hemos  oido  mentar  con  frecuencia  en  las 
reuniones  de  nuestros  mayores,  dado  que  no  los 
4$onozcamos  yapor  la  historia,  porque  allí  entran 
desde  maestros  de  baile  y  actrices,  hasta  Brown, 
Bonpland,  los  Robertson,  De  Angelis  y  veinte  más: 
— todo  eso  constituye  el  cuerpo  de  la  obra,  ameni- 
zado, complementado  con  la  apreciación  de  sucesi- 
vas cuestiones  heteroj  éneas,  con  salidas  chispean- 
tes ó  sátiras  amargas. 

Pocos  libros  instruirán  tanto  sobre  tan  diversos 
tópicos.  Sólo  la  trascripción  de  su  índice  detallada 
^aria  idea  aprocsimada  de  lo  que  contiene ;  pero 
no  es  aventurado  añrmar  que  hay  lectura  útil  para 
todas  las  clases  y  condiciones,  para  el  historiador 
43omopara  el  estanciero,  para  el  obrero  más  ínfimo 
43omo  nara  el  abogado. — El  estado  material  en  sus 
variados  aspectos,  la  cultura  social  en  sus  múlti- 
ples manifestaciones,  la  influencia  municipal,  el 
gobierno,  antecedentes  casi  indispensables  de  pro- 
blemas administrativos  irresolutos  aún ....  Cuánto 
jse  aprende  en  esas  pajinas  sensatas  de  esperiencia 
jr  estudio,  que  los  niños  de  las  escuelas  debian  reci- 
bir delibro  de  lectura  para  cotejar  dos  faces  de  ci- 
vilización y  proponerse  esceder  á  sus  antepasados 
^egun  las  eesijencias  del  progreso,  é  igualarse  si- 
quiera á  ellos  en  la  práctica  de  las  virtudes  I 

El  doctor  Wilde  sintetiza  con  una  precisión  no- 
table: 

«  Si  nuestros  antecesores  volviesen  á  la  vida,  de 
cuántas  cosas  se  admirarían,  pero  de  cuántas  tam- 
bién no  tendrían  que  ruborizarse  !>.... 

Es  escritor  y  filósofo. 


I 


—  284  — 

279— BelisarioF.  Arana.  JuTeitilia.  Baenos  Ai- 
res.  Imprenta  de  ""El  Economista",  Alsina  56.  1880.  Ei» 

8©,22ps 

Edición  de  cuarenta  ejemplares  para  los  amigos.  «Sia 
permiso  del  autor.» 

Lajeunnesse  n'a  qu'  un  temps,  cantaba  Miirger, 
Araisía,  que  puso  de  epígrafe  de  su  artículo  ese 
verso  tan  recordado,  ha  descrito  con  la  chispeante 
galanura  del  autor  de  la  Vida  bohemia  una  escena^ 
íntima  de  amigos  pobres  y  de  talento,  frenéticos^ 

Íor  hacerse  de  unos  cuantos  pesos,  siquiera  sea  em- 
aucando  al  público,  siempre  digno  de  ser  mistifi- 
cado. El  epígrafe  corresponde,  pues,  ^  Jtwenilia 
y  el  autor  tiene  aptitudes  para  esplotar^se  j enero. 


280'Caento8  por  Edüarda  Mansilla  de  Garoia. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  la  República,  Belgrano  189. 
1880.  En8®,  vili-lSOps. 

La  imprenta  de£a  JRepüblica  ho.  hecho  un  ensa- 
yo de  edición  lujosa,  formando  de  los  Cuentos  de  la 
autora  del  Médico  de  San  Luis  un  volumen  con  pa- 
jinas encuadradas  en  marcos  llenos  de  adornos  y 
viñetas.  Pero  el  ensayo  resulta  de  bastante  mal 
gusto,  recargado,  encabezadas  las  pajinas  con  anje- 
Utos  ae  libro  de  misa  y  sobre  todo,  impreso  en  feo 
tipo  y  cotí  tal  incorrección  y  descuido  que  raya  en 
lo  increible. 

Parece  que  nuestros  editores  se  han  propuesto 
no  variar  el  formato  de  los  libros  que  dan  á  luz, — 
partidarios  probablemente  de  un  formato  arjentino; 
y  los  Cuentos  de  Edh^rda  como  firma  sus  crónica» 

fr  Sarmiento  querría  que  vse  llamase  en  la  carátu- 
a  del  libro, presentan  el  mismo  aspecto  de  folleto 


! 


—  285  — 

grande  que  la  memoria  de  la  Gapitania  del  Puerto 
ó  de  la  Comisaria  de  Inmigración. 

Como  de  esto  no  tiene  culpa  la  autora,  ó  la  tiene 
sumamente  leve,  justo  es  hacerle  otra  clase  de  car* 
gos  por  el  contenido  del  libro. 

Sólo  al  diablo  se  le  ocurre,  en  estos  buenos  tiem* 
pos  que  corremos,  escribir  cuentos  para  mucha- 
chosl 

Verdad  que  la  señora  tiene  hijos  chicos,  que  lee- 
rán la  historia  de  la  jauUta  dorada  Tecve&ñáose  en 
las  descripciones  ñeles  de  que  está  salpicado  ese 
cuento,  y  hasta  creyendo  oir  el  tóim  de  las  roja» 
campanitas  de  la  jaula  comprada  por  la  niña  mima- 
da para  prisión  de  su  canario. 

Ellos  gozarán  siguiendo  á  Nika  ansiosamente  en 
sus  audaces  atrevimientos,  y  sufrirán  también,  con 
el  corazón  oprimido,  cuando  la  pobre  laucha  mue- 
re víctima  de  su  falta  de  esperiencia,  ó  cuando  el 
desgraciado  Chimhrú  sucumbe  al  bárbaro  latigazo 
del  organista,  como  si  no  fuera  bastante  castigo  de 
su  huida  vivir  sujeto  á  la  sed  de  dinero  del  músico 
ambulante. 

No  sé  si  todos  los  padres  que  tienen  hijos  pon 
drán    estos  caentos   en  sus  manos,  porque  no  to- 
dos los  padres  se  preocupan  de  ver  felices  á  sus 
hijos. 

Les  anticipo  por  si  quieren  dárselos,  que  son 
narraciones  á  su  alcance,  salvo  uno  que  otro  párra- 
fo de  vuelo  literario  gravemente  encumbrado  ;  es- 
critas con  claridad  y  vivacidad,  en  lenguaje  culto, 
aunque  no  siempre  castizo,  interesantes  para  niños 
de  corta  edad  ó  inocentes,  hasta  el  punto  de  tomar 
á  lo  serio  los  dolores  morales  de  una  jaula  de  alam- 
bre dorado. 

Dos  chiquilines  que  acababan  de  leer  á  Ander- 
aon  y  devoraban  la  colección  de  Edüarda,  hanme 


/ 


—  286  — 

asegurado  que  el  soldadito  de  plomo  del  poeta 
danés  es  más  lindo  que  la  iauíita  dorada;  y  70 
creo  que  el  tio  Antonio  no  alcanza  ni  se  acerca  al 
rebosamiento  de  ternura  de  la  historia  de  una  ma- 
dre, tan  bellamente  parafraseada  por  Dumas  en  su 
Bric'á'hrac, 

Pero  la  inferioridad  respecto  de  maestros — nar- 
radores que  vivirán  mientras  haya  infancia  sobre 
la  tierra — ^no  disminuye  el  mérito  de  trabajos  bien 
concebidos  que  acusan  una  intelijencia  nada  vul- 
gar, y  mejor  desempeñados^  con  esa  facilidad  en- 
cantadora y  esa  gracia  chispeante,  casi  inaprecia- 
ble, de  la  pluma  de  Eduarda. 


281— Dramas  policiales.  Juan  Moreira^  escrita 
para  ''*La  Patria  Argentina"  por  Eduardo  Gütdbrksz 
?con  ilustraciones)  Segunda  edición.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  '•''La  Patria  Argentina,"  calle  Belgrano  núms. 
137  y  139.  1880.  En  4*^,  á  dos  columnas,  102  ps. 


$S82 --Dramas  policiales.  El  Jorobado  escrita  para 
''''La  Patria  Argentina""  por  Eduardo  Gutiérrez  (coa 
ilustraciones).  Buenos  Aires.  Imprenta  de  '"''La  Pataía 
Argentina*',  calle  Belgrano  núms.  137  y  139. 1880.  En 
4  ® ,  224  ps.  á  dos  columnas. 


283— Dramas  policiales.  El  tiere  del  l^nequem 

escrito  para  '"'"La  Patria  Argentina '  por  Eduardo  Gu- 
tiérrez (con  ilustraciones).  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
''^La  Patria  Argentina/'  calle  Belgrano  núms.  137  y  139* 
1880.  En  4^,  186  ps.  ¿dos  columnas. 


—  287  — 

^884— Dramas  policiales.  Jnan.  Cuello  escrito  para 
La  Patria  Arcentina"  por  Eduardo  Gutiebbsz   (coa. 
uustraciones).  Imprenta  de  '''La  Patria  Argentina,"  calle 
Belg^no  núms.  137  y  139. 1880.  En  4*=*,  184  ps. 

No  caben  dos  opinionos  sobre  estos  migares  fo- 
lletines :  es  la  literatura  más  perniciosa  y  malsa- 
na que  se  ha  producido  en  el  pais— la  única  digna, 
si  hubo  alguna,  del  famoso  timbre  especial  con  que 
¿indicación  de  M.  de  Riancey,  la  Asamblea  Lejis- 
tiva  recargó  el  porte  de  los  diarios  franceses  en  cu- 
yas pajinas  figuraba  el  monstre  roman-fenilleton. 


285— Biblioteca  de  Las  Novedades.— lia  Teneanasa 
del  efiídavo*  Episodios  de  la  guerra  con  los  indios  por 
M.  Reíd.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle 
deBelgrano  núms.  133  á  139.  1880  En  4®,  200  ps.  con 
láminas. 


286 — Biblioteca  de  Las  Novedades.— El  cazador 
de  tlsreis*  Obra  escrita  en  inglés  por  M.  Reíd.  Edi- 
ción ilustrada  con  grabados.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
M.  Biedma,  calle  de  Belgrano  núms.  133  á  139.  1880. 
En4'=>,  228ps.  ** 

El  irlandés  Maine  Reíd  es  un  escritor  pintoresco 
yorijinal.  Nació  en  1818 ;  abandonó  el  estudio  de 
la  teolojia  para  viajar  por  Norte  América,  de  183S 
á  1844;  asistió  á  la  guerra  con  Méjico  en  1845,  vol- 
viendo en  1849  á  Londres,  donde  se  estableció.  Los 
cinco  años  de  su  permanencia  en  los  Estados  Uni- 
dos, que  recorrió  detenidamente  estudiando  con 
especial  cuidado  las  costumbres  de  los  indios,  le 
dieron  elementos  para  la  interminable  serie  da 
novelas  que  empezó  á  publicar  en  Europa. 


—  288  — 

En  la  imposibilidad  de  analizar  ninguna  de  sus 
obras,  llenas  todas  de  episodios  de  diverso  j enero, 
de  luchas  en  las  selvas  y  en  los  desiertos,  de  aven- 
turas admirables  cuando  no  imposibles,  de  inciden- 
tes 7  percances  que  sucesivamente  oprimen  el 
corazón  ó  ensanchan  el  alma  de  alegría, — me  limito 
á  esta  breve  noticia  sobre  un  autor  cuyas  novelas 
son  tan  populares  en  América  como  en  {luropa. 


ÍÍ87— Biblioteca  de  Las  Novedades.— El  resneita- 

do.  Episodio  histórico  de  la  invasión  francesa  en  Espa- 
ña. Traducido  para  Las  Novedades.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  M.  Biedma.  Belgrano  números  133  á  139. 
1880.  En  16®,  66  ps. 

Episodio  de  la  invasión  francesa  en  España  á 
principios  del  siglo.  Pocas  guerras  más  fecundas 
en  actos  de  heroismo  y  abnegación ;  pocas,  también 
habrán  encontrado  más  narradores,  porque  los 
escritores  de  una  y  otra  nación  no  olvidan  ni  los 
más  pequeíSos  incidentes  de  sus  glorias  militares. 

JEl  resucitado  tiene  en  sus  pocas  pajinas  todo  el 
interés  de  una  novela,  aunque  no  se  distingue  por 
la  limpieza  ni  corrección  del  estilo. 


ÍÍ88— Biblioteca  de  las  novedades.— El  Crimen  de 
Orcival  por  Emilio  Gaboriau.  Novela  escrita  en 
francés  y  traducida  al  español  por  Gabriel  Cantilo. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrano 
números  133  á  139.  1880.  En  4^,  354  ps. 

Por  regla  jen  eral  las  novelas  de  Emilio  Gabo- 
riau— escritor  francés  nacido  en  1835  y  muerto  en 
1873,— carecen  de  brillo  literario.  Es  difícil  hallar 


—  289  — 

en  sas  pajinas  bellas  figuras  retóricas  ó  pensa- 
mientos arrebatadores ;  en  cambio  tienen  un  méri- 
to indisputable :  el  interés  creciente,  la  trama  per- 
fectamente urdida  j  laspesquizas  policiales  llenas 
de  novedad  y  lójica  inducción,  de  que  el  autor  se 
sirve  como  elemento  principal  en  casi  todas  sus 
novelas. 

El  crimen  de  (hxival  fué  publicado  por  primera 
vez  en  1867.  Ün  asesinato  cometido  en  Orcival, 
rodeado  de  detalles  conmovedores  y  de  irresistible 
interés,  forma  la  base  de  esta  obra.  Después  de 
tener  los  datos  más  minuciosos  del  crimen,  el  lec- 
tor se  pierde  en  el  intrincado  laberinto  de  las  in- 
vestigaciones y  manejos  de  la  policía.  Con  ella  se 
vacila,  se  tienta  y  se  cobra  esperanza ;  se  piensa  y 
se  la  ayuda  á  seguir  en  sus  astutos  procedimientos, 
6  se  remonta  con  ella  en  la  vida  anterior  de  cada 
personaje,  descubriendo  en  él  ya  una  venganza  no 
satisfecha,  ya  un  amor  criminal  ó  no  correspondido, 
despecho  á  odios  de  familia,  algo,  en  fin,  que  sirve 
de  primer  eslabón  á  la  cadena  de  sucesos  desarro- 
llados al  principio  de  la  novela,  y  basta  para  dar 
con  la  pista  del  verdadero  culpable,  que,  en  la  ma- 
yor parte  de  los  casos,  resulta  ser  el  menos  sospe- 
chado— tan  hábilmente  se  ha  desviado  la  atención 
del  lector  1 

Alguien  ha  dicho  que  la  lectura  de  una  novela 
de  Gaboriau  se  asemeja  á  una  noche  de  juego — 
cada  uno  sale  con  el  capital  que  introdujo,  después 
de  haber  pasado  por  todas  las  incertidumbres, 
todas  las  dudas,  todas  las  esperanzas,  sin  conseguir 
absolutamente  nada. 

En  cuanto  á  la  traducción,  la  mejor  garantía  de 
su  bondad  es  el  nombre  de  Gabriel  Cantilo,  dies- 
tro en  el  manejo  de  la  frase  y  conocedor  á  toda 
prneba  del  francés  como  del  castellano. 


—  290  — 

!S89~- Apuntes  del  viaje  de  D.  José  Portugués 
para  Europa  de  1878  á  1879.  Recuerdo.  1880.  Buenos 
Aires.  Tip.  del  Colejio  de  Artes  y  Oficios,  en  la  villa 
San  Carlos,  Almagro.  En  8®,  136  ps. 

D.  José  PoRTuouas  partió  de  Buenos  Aires  el  20 
de  setiembre  de  1878  y  volvió  á  ella  el  2  de  diciem 
bre  del  año  siguiente;  pero  los  curiosos  Apuntes 
no  forman  sólo  la  odisea  del  que  carga  con  su  pa- 
ternidad, sino  también  de  varios  secretarios  de  esos 
que  salen  baúles  para  volver  petacas.  Están  mal 
escritos,  porque  los  amanuenses  de  que  se  sirvió 
el  autor  no  conocen  la  gramática ;  hay  muchos  dias 
en  blanco,  porque — permanece  D.  José  en  el  hotel 
algo  indispuesto;— no  salimos  por  seguir  D.José 
indispuesto,  etc. — diciembre  8  y  9  á  13, — ó  porque 
D.  José  hace  dilijencias  y  encargos— julio  21-hí 
compra  « tres  alfombras  y  una  chica ;  ésta  es  siu 
costura,  quedando  todo  lo  comprado  en  Paris  á  la 
orden  de  los  señores  Mallman  y  Ca.  que  lo  remiti- 
rán á  Buenos  Aires» — octubre  20 — testual.  En  fin, 
el  libro  contiene  absurdos  de  todo  j enero,  tilinga- 
das de  todo  tamaño,  barbaridades  sólo  concebibles 
en  personas  que  se  dedican  á  visitar  los  mercados 
y  fabricas  de  baldosas,  van  á  las  iglesias  única- 
mente por  oir  misa,  y  tienen  la  franqueza  de  con- 
fesar que  «  por  la  mañana  en  la  estación  tomaron 
boletos  para  Genfeve  en  vez  de  Genes,  esto,  es  para 
Ginebra  en  vez  de  tomarlos  para  Genova» — octu- 
bre 27. 

No  quiero  privar  á  los  lectores  del  Antmrio  de 
algunos  juicios  y  apreciaciones  artísticas  de  tan 
notables  taurists^  que  entresaco  de  su  obra,  con 
indicación  de  la  fecha. 

En  Roma : 

«  Hemos  visto  hermosos  cuadros  y  frescos ;  la 


—  291  — 

€státaa  de  San  Bruno  eB  hermosa  y  dicen  que  Cle- 
mente XII  dijo  que  si  la  orden  no  se  lo  prohibiese 
hablaria;  efectivamente  no  se  puede  dar  una  obra 
más  hermosa.» — diciembre  6. 
En  Florencia : 

«  Esta  ciudad  es  más  digna  de  ser  visitada  por 
artistas  que  no  por  los  que  somos  profanos  en  el 
arte ;  sin  embargo  no  deja  de  tener  cosas  muy  re- 
creativas, aun  para  los  que  no  sabemos  apreciar  el 
arte  sino  por  el  gusto.  Su  magnifica  Catedral  (por 
fuera)  parece  una  de  las  primeras  maravillas  del 
mundo.  Estuvimos  largo  rato  muy  entusiasmados 
viendo  aquel  edificio  no  sólo  por  estar  forrado  de 
mármol  de  mil  colores  sino  por  el  grandioso  que  es 
ó  aparenta  (por  fuera),  pero  pierde  todo  su  mérito 
al  verla  por  dentro,  pues  vimos  no  habrá  Iglesia 
más  pobre  en  el  Orbe.  No  vimos  siquiera  un  altar 
medio  decente  en  que  se  pueda  recojer  el  corazón 
humano — enero  18 

<  Salimos  de  Genova  con  dirección  á  Turin  ha- 
biendo pasado  por  Alejandría,  no  pudiendo  ver 
nada  por  estar  nevando  ;  muy  distraído  para  don 
José  por  estar  el  campo  cubierto  de  ni^ve  » — ene- 
ro 21. 

Inútil  decir  que  trascribo  á  la  letra ;  y  la  cosa 
sigue  en  esa  forma  por  Palestina,  por  Ejipto,  por 
España,  por  Inglaterra. . . . 

El  autor  da  gracias  á  Dios  «  por  haber  podido 
llegar  á  volver  á  pisar  las  sagradas  y  bien  ponde- 
radas tierras  arj entinas.  >  Los  habitantes  de  esas 
tierras  [deben  también  agradecer  á  Dios  que  ha 
conservado  á  D.  José  y  sus  secrétanos  para  honor 
y  prez  de  las  letras. 


—  2»2  — 

290— Recuerdos  de  vii^e  y  de   Jipaierra  por 

Florencio  delMarmol.  Carta  á  mi  amigo  el  doctor  D. 
Juan  Carballido.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  obras  de 
La  Nación,  calle  de  San  Martin  número  208.  1880- 
120  ps. 

Los  Recuerdos  de  viaje  y  de  guerra  fueron  publica- 
dos en  el  folletín  de  La  Nación  á  fines  de  1880  y 
editados  por  la  imprenta  del  mismo  diario. 

Contiene  las  observaciones  recojidas  por  el  au- 
tor durante  su  permanencia  en  el  Perú  y  Solivia, 
con  muchos  detalles  sobre  su  viaje. 

El  señor  Florbngio  del  Mármol  estuvo  en  el  Pa- 
cífico durante  una  parte  de  la  guerra  de  Chile  con- 
tra el  Perú  y  Bolivia ;  y  ofrece  datos  curiosos,  mu- 
chos de  ellos  importantes  y  otros  de  interés  pasa- 
jero. Por  la  aglomeración  de  estos  datos,  referen- 
cias, incidentes,  diríase  que  es  el  libro  de  un 
repórter  á  quien  se  ha  enconmendado  el  estudio  de 
la  guerra. 

El  Señor  del  Mármol  ha  publicado  en  1875  un 
grueso  volumen  sobre  la  revolución  de  1874. 


d91  El  Doctor  HThüntz.  Fantasia  por  Raúl 
Waleis— Carlos  Casavalle,  editor.  Buenos  Aires- 1880. 
En8®,70p8. 

El  mérito  de  esta  obrita  es  muy  escaso,  y  puede 
eonsiderársela  un  ensayo  poco  feliz,  en  un  j enero 

Sara  que  no  tiene  aptitudes   el  autor.  El  estilo  es 
i&iso,  trivial,  lo  que  hace  que  la  acción  se  desar- 
rolle lenta  y  Mámente. 
La  escena  pasa  en  Flandes,  en  el  siglo  XVI. 
El  doctor  Whilntz  vive  encerrado  en  su  gabine- 
te, haciendo  esperimen tos,  primeramente  sobre  ir- 
racionales y  después  sobre  cadáveres  de  ajusticia- 


—  293  — 

4dos,  para  encontrar  en  el  ecsámen  de  I09  centroa 
neryiosos,  el  asiento  de  la  voluntad. 

Aislado  siempre  en  su  gabinete,  llega  un  mo- 
mento en  que  no  le  quedan  más  amigos  que  su  fa- 
milia y  el  verdugo,  proveedor  de  cadáveres. 

Un  hijo  de  éste,  Hermán,  que  sirve  de  ayudante 
al  doctor,  y  vive  bajo  su  mismo  techo,  se  enamora 
de  Margarita,  hija  única  de  Whüntz,  la  cual  le  cor- 
responde. 

Margarita  es  huérfana  de  madre,  que  murió  al 
darla  á  luz. 

Hermán, como  hijo  de  verdugo,  debía  sucederá 
csu  padre  en  el  oficio,  según  las  leyes  flamencas,  y 
cuando  éste  fué  demasiado  viejo  para  poder  mane- 
jar el  hacha,  la  justicia  ecsijió  al  hijo  que  lo  reem- 
plazara en  el  puesto. 

Deseoso  el  Doctor  Whüntz  de  salvar  á  Hermán, 
le  produjo  una  locura  momentánea,  de  que  le  li- 
bró después,  administrándole  una  medicina  cuyo 
45ecreto  poseía.  Los  enemigos  del  verdugo  y  los  mé- 
dicos que  velan  burlada  su  ciencia,  denunciaron  á 
la  autoridad  que  Hermán  habia  recobrado  sus  fa- 
cultades, y  aquella  resolvió  anrenderlo. 

El  doctor  conoertóun  plan  de  fuga,  frustrada  por 
la  llegada  de  la  justicia  que  forzó  la  entrada  de  un 
pabellón  donde  se  habia  refujiado  Whüntz  con 
Margarita  y  Hermán.  Adelantóse  el  doctor  y  en- 
tregó elJuez  el  brazo  derecho  de  Hermán  que  aca- 
baba de  separar  del  cuerpo,  por  medio  de  una  rá- 
pida operación. 

Su  novela  termina  como  todas  las  de  tipo  vulgar: 
^l  desenlace  es  un  enlace.  Hermán  y  Margarita 
49e   casan,  son  muy  felices,  tienen  muchos  hijos. 

El  anagrama  Raúl  Waleis  es  bien  conocido  en 

19 


—  294  — 

Buenos  Aires  para  que  necesite  recomponer  sus  le- 
tras á  propósito  de  este  lijero  trabajo. 


S93— Estela  por  JoRj£  Alberto.  Buenos  Aires. 
1880.  En  8^,  171  ps. 

Es  la  historia  de  una  cortesana  desde  su  caida^ 
brutal,  infame,  hasta  su  viaje  á  Europa,  roto  por 
el  hastio  el  último  lazo  que  la  retenia  en  Buenos^ 
Aires. 

Hortensia^  la  amiga  de  Estela,  la  que  tramó  su 
pérdida  y  la  inició  en  todas  las  depravaciones  del 
vicio, — más  prostituida  que  ella  desde  la  edad  de 
la  inocencia,  muere  asesinada  por  su  antiguo  que- 
rido al  salir  de  un  baile  de  máscaras;  7  la  justicia,, 
gracias  á  la  notable  defensa  del  Dr.  José  Maria  Mo- 
reno, condena  al  asesino  á  solo  quince  años  de  pre- 
sidi ). — El  Dr.  X,  seductor  poco  delicado  de  Estela, 
á  auien  abandona  al  cabo  de  un  tiempo,  es  sorpren- 
dido en  flagrante  adulterio,  y  muere  también  junta-- 
mente  con  su  cómplice,  á  manos  del  esposo  ofendi- 
do ;  (luedando  Estela,  con  sus  padres  locos  desde  el 
primer  paso  que  diera  en  la  senda  de  su  perdición,, 
sin  otro  amparo  que  el  de  Jorjb  Alberto,  autor  de 
esta  narración  lijera,  terriblemente  escéptica,  ena- 
morado de  la  cortesana  infeliz  hasta  que  el  hastia 
— tan  absolutista  como  el  orgullo— la  decide  á  se- 

S ararse  de  esa  mujer  á  quien  ama  todavía  despuéa 
e  diez  años  de  vida  activa. 

Cuidando  más  de  sostener  los  caracteres  7  de 
evitar  algunos  que  otros  defectos  leves,  estas  p¿U* 
ñas  podrían  formar  [un  verdadero  romance.  Aun 
así,  tienen  interés  7  no  carecen  de  mérito. 

El  carácter  íntimo  que  asume  esta  narración  por 
la  participación  del  autor  en  los  últimos  sucesos 


—  295  — 

que  cuenta,  me  veda  entregar  al  público  8u    nom- 
Dre  conocido. 


89S— Folletines  de  "La  Patria  Arjentina'\Cri«tian 
por  Ricardo  Gutiérrez.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
La  Patria  Arjentina.  Belgrano  núm.  168.  mdccclxxx. 
En  8  ®  menor,  94  ps. 

El  Cristian  del  Dr.  Gutiérrez  no  responde  á  nin- 
guno de  los  sistemas  admitidos  en  la  factura  del 
romance  moderno :  no  es  una  novela,  porque  le  fal- 
ta el  desarrollo  y  la  acción,  no  es  un  estudio  filosó- 
fico, porque  ni  estudia  los  acontecimientos  ni  des- 
prende de  ellos  ninguna  filosofía,  porque  tal  vez  él 
mismo  ignora  lo  que  pudiera  producir  para  esta 
ciencia  el  amontonamiento  de  inepcias,  sin  lójica 
ni  trabazón,  sin  estilo  ni  color.  En  una  palabra — un 
inmenso  salmo,  que  parece  haber  sido  hecho  algu- 
na vez  en  verso  y  luego  vertido  á  mala  prosa  por 
un  principiante  de  retórica  enamorado  de  las  ira- 
ses  huecas  y  de  los  contrastes  ridículos. 

Citarían  la  trama  que  corre  en  las  cien  pajinas 
del  impreso  si  deveras  tuviera  alguna,  pero  la 
diré  en  dos  palabras.—Un  estanciero  que  se 
llama  Lorenzo  tiene  un  hermano  estudiante  que 
se  llama  Cristian.  El  estanciero  ha  cometido  la 
torpeza  de  casarse  con  un  ánjel,  Rosalía,  que  ins* 
pira  á  su  hermano  una  de  esas  pasiones  que  no 
retroceden  ante  el  incesto,  y  que  bien  vistas  pare- 
cen salirle  al  encuentro  llenas  y  desbordantes  de 
deseos  criminales.  En  unas  vacaciones  el  joven 
estudiante  vuela  al  seno  del  hogar  fraterno  bus- 
cando descanso  á  sus  tareas  escolares.  Allí  el  dra* 
ma  se  desarrolla.  El  estudiante  se  revuelve  en  su, 
tremenda  pasión,  observa  á  su  cuñada^  se  complace 
en  detallarla,  la  acaricia  con  los  ojos,  vive  en  su 


—  296  — 

ambiente  y  concluye  por  mirar  á  su  hermano  no 
obstante  su  cariño,  como  el  rival  afortunado  que  le 
ha  arrancado  su  parte  de  gloria  en  este  mundo. 

Las  cosas  continúan  así  durante  cuarenta  pajinas, 
hablando  mucho  del  alma,  de  los  sentimientos,  del 
mar,  de  las  auroras  teñidas  de  mil  colores,  de  los 
árboles,  de  las  sierras,  de  los  ranchos  solitarios, 
hasta  que  finalmente,  Cristian  concluye  por  des- 
barrancarse con  caballo  y  todo  en  uno  ae  los  preci- 
picios que  dan  al  mar  con  mucha  alegría  del  lector, 
que  no  siente  ningún  remordimiento  por  ostentarla 
en  sonoras  carcajadas  y  porque  en  verdad  no  esti- 
ma al  héroe,  que  cuando  no  da  asco  le  parece  sobe 
ranamente  tonto. 

El  Cristian  es  un  Werther  estanciero. 


294— Apantes  de  un  proscrito.  Libro  *'segun- 
do.  Materias  de  que  trata— un  sepulcro — un  gran  incen- 
dio—una hermosa  ciudad— un  terremoto  y  otros  episo- 
dios escritos  por  Pedro  Echagüe.  San  Juan,  Enero  de 
1880.  Imprenta  de  la  Union.  Plaza '"'•25  de  Mayo"  núm - 
62. 1880.  Bn8<=>,  68  ps. 

No  he  podido  saber  cuándo  se  publicó  el  pri- 
mer libro,  ó  propiamente,  la  primera  entrega  de 
esta  colección  de  artículos,  á  que  el  autor  se  refiere 
en  su  dedicatoria  al  Dean  del  Cabildo  Eclesiástico 
de  Cuyo,  Dr.  D.  Braulio  Laspiur. 

D.Pedro  Echagüb  está  muy  léios  de' seducir 
con  sus  escritos.  No  obstante,  se  aplica  á  lo  que  ha- 
ce, elabora  pacientemente  y  aún  produce  versos, 
carentes  de  inspiración,  pero  correctos  en  su  for- 
ma. Las  narraciones  que  contiene  este  folleto  son  de 
escaso  mérito;  empieza  con  la  representación  de 
Casacuberta  en  Valparaíso  de  un  drama  francés 
traducido  por  el  doctor  don  Vicente  Fidel  López, 


—  297  — 

despertando  así  en  el  lector  la  curiosidad  de  los 
recuerdos  íntimos,  de  los  detalles  felices;  mas  el 
desengaño  no  tarda  en  responden  Mámente  &  los 
naturales  anhelos,  y  las  pajinas  siguientes  se 
ofrecen  insulsas^  descosidas,  desprovistas^de  todo 
interés. 


S95— lElTira  ó  sea  el  temple  de  alma  de  nna 
ISaiMiiaiiiiia»  novela  escrita  por  Pedro  Eohaqtje. 
San  Juan.  Imprenta  de  La  Union— Plaza  ^^25  de  Mayo'* 
núm.  52. 

Hace  más  de  quince  años  se  publicó  en  San  Juan 
la  primera  edición  de  esta  novela  en  número  de 
cuarenta  ejemplares.  Su  autor  la  ha  revisado  antes 
de  darla  nuevamente  ala  estampa,  dejándole,  em- 

S ero,  ocurrencias  tan  injénuas  que  causan  hilari- 
ad.  En  una  de  sus  pajinas  describe  los  estragos 
del  huracán,  y  al  pié,  en  forma  de  nota,  dice :  « Esta 
tempestad  es  supuesta.  »  La  verdad  histórica  no 
toma  tan  á  pecho  las  cosas  que  ecsija  en  el  novelis- 
ta observaciones  meteorolójicas  precisas  de  los  dias 
en  (jue  se  produjo  tal  ó  cual  acontecimiento  secun- 
dario en  la  vida  de  pueblos  aún  menos  importan- 
tes. Parece  sin  embargo,  y  se  debe  creer  al  autor 
que  así  lo  asegura,  que  la  narración  es  verídica. 
Un  malvado^  asesino  de  la  época  de  Rosas,  se 
cruza  entre  la  felicidad  y  una  digna  familia  que 
merecía  conseguirla. 

Amante  en  un  tiempo  de  la  madre  de  Elvira, 
este  hombre  se  enamora  de  la  hija,  y  humillado  por 
el  desden  que  ésta  le  opone,  asesina  aU  prometido 
déla  joven  ;  pero  olvida  el  facón  en  el  sitio  donde 
ha  perpetrado  el  crimen.  Cuando  vuelve  á  buscar 
8u  arma,  Elvira  que  se  ha  apoderado  de  ella,  se 
lanza  sobre  él  y  lo  mata.  Al  fin  y  al  cabo  sólo  hay 


—  298  — 

dos  muertes ;  pero  I'as  ineonyeniencias  de  otro  or- 
den abundan:  oasta  citar  el  capítulo  sin  objeto  en 
que  doña  Claudia  cuenta  á  su  hija  Elvira  las  rela- 
ciones poco  edificantes  que  mantuviera  con  el  beli- 
tre Terraza,  para  comprender  que  D.  Pedro  EckA- 
OÜB  necesita  ensayarse  todavía  mucho  coíIíO  escritor 
si  pretende  aspirar  á  ser  tenido  por  un  pasable 
literato. 


296— Recuerdos  de  la  niñez  por  un  profako 
EN  LITERATURA.  Bucnos  Aircs.  Imprenta  de  Pablo  E. 
Coni,  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina~60* .  1880. 
En  8®,  38  ps. 

Una  dedicatoria  <á  mi  querida  madre  Da.  Antonia 
S.  de  Dominguez,>  firmada  con  iniciales,  descubre 
la  incógnita  :  el  profano  en  literatura  llámase  S. 
Domínguez,  quien  data  su  dedicatoria  en  Arrecifes, 
1880,  y  como  seria  más  que  casual  que  en  ese  pue- 
blo hubiese  otro  escritor  homónimo,  estoy  por  creer 
que  es  el  Dr.  Silverio  Domínguez,  autor  del  Tra- 
tamiento de  la  difteria — nám.  1&2 — miembro  cor- 
responsal del  Círculo  Médico  Arj entino. 

Los  recuerdos  nos  muestran  su  oríjen  español,  y 
las  primeras  pajinas  bastan  para  probar  que  escri- 
be correctamente. 

Estilo  galano  y  lijero,  sencillez  y  esactitud  en 
las  descripciones,  unidad  de  sentimiento  y  casi 
puede  decirse  fervor  por  el  pueblo  natal — he  ahí 
las  buenas  condiciones  de  ese  breve  trabajo.  La 
crítica  más  desmenuzadora  poco  tendría  que  fusti- 

f;ar.  Páreosme,  sin  embargo,  escesivo  el  colorido 
ocal  que  suele  oscurecer  algunos  buenos  párrafos, 
como  en  el  capítulo  La  vírjen  del  Cortijo, 

d97— Histórico.  liina  MontalTan  ó  el  terremoto 


—  299  — 

<[ae  destruyó  el  Callao  y  la  ciudad  de  Lima  en  1746 
-con  una  reseña  sobre  el  descubrimiento  del  Perú,  á  que 
«e  agrega  algunas  reminiscencias  históricas  acerca  de 
su  independencia,  por  José  Victoriano  Cabral.  Bue- 
nos Aires.  5769 —Imprenta  del  Porvenir,  Defensa  139. 
1880.  En  8<=>,  vii-280-11  ps.   con  tres  láminas. 

Hacer  á  propósito  del  terremoto  de  Lima  de  1746, 
tina  reseña  del  descubrimiento  del  Perú,  es  ya  fan- 
tasía indigna  de  un  escribano,  que  ha  debido  ceñir- 
136  á protocolizarla  época  en  que  se  proponía  mar* 
tírizar  al  público. 

Presentar  cuadros  de  ese  terremoto  en  una  ensa- 
lada con  pretensiones  de  novela,  ensartar  rectifica- 
ciones históricas  de  la  época  de  la  independencia 
con  lamentos  de  Lina  en  los  dias  de  la  catástrofe; 
j  con  motivo  de  todo  esto  y  sin  motivo  alguno, 
intercalar  párrafos  y  párrafos  á  cual  más  sabroso 
del  diario  que  D.  Josa  Victoriano  Cabral  llevó 
durante  su  viaje  por  Europa  y  ocuparse  del  discur- 
ro de  Ernesto  ^uesada  en  el  Congreso  de  America- 
nistas-.ánwarío  anterior,  núm.  405¿, — de  las 
investigaciones  de  Rossi  sobre  la  última  erupción 
4lel  Vesubio  en  1878  ó  del  micrófono  de  Edison  y 
-el  teléfono  de  Bell,  probablemente  para  dar  carác- 
ter científico  ala  novela  histórica: — todo  esto  colo- 
ca la  obra  y  al  autor  fuera  del  derecho  dejentes 
literario;  y  acto  meritorio  seria  enviar  su  nombre 
jr  su  libro  al  conocido  bibliófilo  Philomnestes  Ju- 
jiior,  á  fin  de  q^ue  los  incluya  en  la  prócsima  edición 
de  sus  Fous  hUéraires,  interesante  ensayo  biblio- 
gráfico de  la  literatura  escéntrica,  contemporáneo 
precisamente  de  Lina  Montalvan  6  el  terremoto  que 
^destruyó  al  Callao,  eíG.  D.José  Victoriano  Cabral 
no  podria  quejarse  de  abandono  ni  aislamiento, 

Íorque  lo  acompañarían  muchas  obras  ridiculas  ó 
esatinadas  que  se  han  publicado  en  Buenos  Aires. 


_  300  — 

1S98-- RÍTadavia  ante  la  posteridad  ó  sea  ra*^ 
zon  y  fanatismo  (un  sueño)  por  Manuel  L.  Miqüiz. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma^  calle  Belgrano^ 
números  133  y  136.  1880.  En  8®,  65  ps. 

Hace  dos  años  publicó  el  autor  este  mismo  traba- 
jo con  el  título  de  Razón  y  fanatismo.  Hoy  lo  reim- 
prime precedido  de  los  sueltos  con  que  la  prensa 
anunció  su  aparición  j  parapetándose  en  el  nom- 
bre popular  de  Rivadavia.  Son  pajinas  de  un 
insensato.  La  Nación  decia  :  <  Es  una  especie  de 
Apocalipsis  relijioso-moral,  que  por  su  carácter 
fantástico  corresponde  al  j enero  literario, 

<  A  la  inversa  del  apóstol  de  Sámos,  todas  las 
cosas  del  cielo  las  refiere  á  la  tierra. 

<  Figura  en  esta  fantasía  la  sombra,  el  alma  ó  el 
espíritu  de  Rivadavia,  que  ora  sube  á  los  cielos, 
baja  á  la  tierra,  se  precipita  con  Satanás  en  el  in- 
fiemo  y  resurje  como  principio  de  luz  y  de  verdad, 
conversando  con  el  arcánjel  Gabriel,  con  el  diablo, 
con  San  Pedro  y  con  San  Pablo.  > 

Esta  ridicula  fantasía  empieza  por  unas  palabras 
del  autor  que  aparecen  dirij idas  por  Rivadavia  á 
San  Pedro  bajo  el  epígrafe  de  Núcleo  de  la  obra. 


d99— Galena  dramática.    £1  anillo  de  hierro, 

drama  lírico  en  tres  actos,  original  y  en  verso  de  Mar- 
cos Zapata,  música  del  maestro  Marqués.  Representa- 
do en  el  Teatro  de  Jovellanos  el  7  de  noviembre  de 
1878.  En  8®,  84  ps.  (A  la  vuelta  de  la  segunda  carátu- 
la :  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  Alsina 
núm,  60.) 

Regularmente  las  zarzuelas  tienen  escaso  méri* 
to  literario ;  se  parecen  á  los  libretos  de  ópera,  aun- 
que de  éstos  puede  añrmarse  sin  vacilar  que  son 
todoa  malos. 


—  301  — 

El  anillo  de  hierro  es  una  de  las  zarzuelas  m&& 
populares  y  aplaudidas  :  si  lo  debe  en  gran  parte  ár 
la  música  del  mabstro  marquiés,  no  contenida  en  el 
folleto,  tampoco  lo  debe  menos  al  verso  fluido  y 
correcto  de  I).  Marcos  Zapata,  ya  que  no  á  la  con- 
ceocion  y  desempeño  dramático,  estrechados  y 
coino  sofocados  por  las  ecsijencias  de  la  música. 

No  faltan  en  esta  zarzuela  situaciones  cómicas, 
chistes  llenos  de  sal,  espectativas  graciosas,  for 
mando  contraste  con  ternezas  y  arranques  de  sen- 
timientos; y  las  estrofas  se  deslizan  constante- 
mente suaves,  sin  dificultad,  sin  tropiezo,  verdade- 
ramente cantables  en  los  tres  actos,  que  parecen 
una  colección  de  cantábiles,  como  dicen  nuestros 
mulatillos. 


300  -ISouTejiir.  1er.  Janvier.  1880.  En  4  ® ,  24  ps. 

Riquísima  y  bien  correcta  edición  de  pocos  ejem- 
plajes  hecha  por  la  imprenta  de  Coni.  Contiene 
nueve  poesías  francesas  del  Dr.  Alberto  Larro- 
QUB,  que  sus  hijos  Alberto  M.  y  Eduardo  dedican  al 
mismo  autor  como  recuerdo  de  año  nuevo. 

Propiamente,  cometo  una  indiscreción  al  dar  no- 
ticia de  este  folleto ;  pero  hay  en  él  estrofas  senti- 
das, composiciones  sencillas,  tersas,  que  no  mere- 
cian  el  completo  olvido  á  que  se  las  condena. 

301— lia  noelie  de  Mendoza  por  Olegario  Y. 
Andrade.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  Bel- 
grano  133  y  137.  1880.  En  8  ® ,  10  ps. 

SOa—El  mismo.— 20  de  marzo  de  1861.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  El  Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1880.  En 
S^,  12  ps. 


—  20Z  — 

Edición  de  pocoB  ejemplares.  Poesia  sobre  el 
terremoto  de  Mendoza,  dedicada  por  el  autor  al 
señor  Emilio  Civit.  Su  comienzo  es  majistral  j 
forma  por  sí  solo  una  composición  completa.  La 
poesia  entera  es  bella  en  sns  conjuntos  y  en  sus 
detalles,  aunque  el  ñnal  es  un  tanto  débil.  Empieza 
así: 

Inmenso  campo  de  batalla,  abierto 

bajo  el  ojo  de  Dios, 
palenque  de  las  faerzas  de  la  vida, 
la  tierra,  el  cielo  y  el  océano  son. 


303~Daiite  Alis^Meri  por  Alberto  Nayabbo 

Viola.  Buenos  Aires.  1880.   En  8®,  8  ps. 


304- Angelas  por  A.  N.  V.  En  12  ^,  6  ps. 

Dos  preciosas  ediciones  de  la  imprenta  de  La 
Nacioo,  en  corto  ii  amero  de  ejempia  'C,  hechif^ 
por  amigos  del  auto?. 

Ambas  composicioues  hablan  sido  puu'icadas,  la 
primera  en  diario  y  la  segunda  en  La  Re^iUí'a  Lite- 
raria. 


305— Eduardo  por  A.  N.  V.  3880.  En  16®, 66  ps. 

Este  librito  con  que  el  auior  se  inaug-ura  en  fk 
Jénero,  es  un  canco  escrito  teniendo  en  vihU.  algunas 
obras  análogas  de  Byron. 

A.  N.  V.  ha  siao  acusado  de  haberse  enrolada 


—  803  — 

€on  él  en  las  filas  naturalistas :  acasacion  fundada 
en  cierto  modo  por  varios  pasajes,  un  tanto  subidos 
de  color  de  la  obra.  Sin  embargo,  seria  más  lójlco 
decir  que  el  autor  ha  errado  por  ecsaj  erar.  Aque- 
llos mismos  pasajes  un  poco  empalidecidos  podrían 
pasar  sin  llamar  mayormente  la  atención. 

Es  preciso  no  olvidar  que  A.  N.  V.  no  ha  tenido 
é,  Zola  sinoáByron  envista  cuando  escribía,  y  que 
este  último  se  deja  arrastrar  muchas  veces  hasta 
términos  no  muy  delicados,  sin  que  por  eso  )-j  ht^yá, 
acusado  nadie  de  ser  un  antecesor  del  primero 
como  naturalista.  Es  evidente,  además,  que  A  N.  V. 
no  ha  tratado  de  hacer  un  poema  de  esta  escuela 
pues  artista  como  es  no  habria  faltado  á  la  regla 
que  hubiera  querido  seguir.  Entre  tj-ñto  vemos  la 
introduccioii,  los  fragmentos  y  muchos  otros  pasa- 
jes en  que  se  muestra  verdadero  poeta  de  inspira- 
ción y  gusto  delicado.  Dónde  queda  entonces  el 
naturalista  ? 

£1  poema  traza  agrandes  rasgos  la  figura  de  un 
joven.  El  autor  nos  descubre  aquella  alma,  y  admi- 
rar podemos  en  ella  los  más  nobles  sentí  alientos  y 
las  más  altas  ideas.  Soñador  y  román cico  ha  cho- 
cado de  frente  con  ese  mismo  natural  smo  de  que 
se  acusa  al  autor — y  siente  todas  las  aflicciones  que 
se  esperimentan  cuando  se  baja  de  un  mundo  id^ol 
de  perfecciones  á  la  misera  tierra  tan  llena  de  PlO-- 
saicos  accidentes. 

Y  ese  tipo  á  quien  ecsaspera  la  vida  rea — que 
vaga  abstraido  y  escép^ico  sólo  porque  vio  la  false- 
dad de  sus  sueños, — ese  sería  un  tipo  naturalista? 
Tanto  valiera  decir  que  lo  es  Westhei*  ó  UcJ»»al 

Lo  único  naturalista  que  hay  en  el  poema  son 
algunas  espresiones,  que  más  bien  que  de  otro  modo 
podrían  llamarse  crudas. 

Es  aquel  malhadado  pasaje  del  baile  donde  se 


—  304  — 

describen  tantas  cosas  indescriptibles  y  sin  embar- 
go— olvidemos  un  instante  las  espresiones-^qué 
encontramos?  A  Eduardo  frió  ante  aquel  lujo  de 
sensualidad  y  conmovido  sólo  cuando  una  voz  tier* 
na  lo  arrebata  á  la  escena  presente,  le  habla  con 
el  calor  de  un  alma  pura — no  oyendo  en  el  «te  amo 
que  se  le  dice  al  oido  sino  al  ruido  de  alas  de  sus 
santas  aspiraciones  y  no  viendo  sino  como  la  evo- 
cación de  un  hermoso  pasado  muerto  entre  las  nie- 
blas del  olvido. 

La  acusación  de  naturalista  no  es  pues  fundada— 
y  mucho  más  se  podría  aducir  para  probarlo,  si  lo 
dicho  no  bastara.  Pero  es  preciso  ser  breve  y  no 
podemos  estendernos  más  sobre  ese  tema. 

Si  tuviéramos  espacio  y  lugar  trascribiríamos 
algunas  estrofas.  Pero  en  su  defecto  las  señalare- 
mos como  bellezas  prominentes  de  la  obra. 

Ea  primer  lugar,  la  introducción  que  es  lomas 
bello  del  libro  ;  luego,  varios  de  los  fragmentos. 

De  la  estrofa  XV  á  los  fragmentos  hay  mucho 
bueno-— y  algo  prosaico.  En  adelante  ambas  cosas 
están  admirablemente  mezcladas. 

Como  cualidad  jeneral  es  de  notarse  la  facilidad 
de  espresion,  la  esactitud  de  las  palabras  respecto 
de  las  ideas,  en  fin,  la  abundancia  poética.  Como 
defecto  jeneral,  jiros  ecsóticos,  rimas  rebuscadas^ 
estrañas,  conceptos  prosaicos,  palabras  bajas. 

Pero  no  se  olvide  que  A.  N.  V .  es  un  poeta,  y  aun 
lo  malo  está  tan  bien  matizado  que  se  lee  con  gusto. 
Al  lado  de  un  mal  verso  hay  otro  admirable— al 
lado  de  una  imájen  vulgar  otra  orijinal.  Todo  eso 
debe  depender  en  parte  de  que  el  poema  fué  escrito 
d^un  jet  y  sin  ser  correjido  más  tarde. 

Como  quiera  que  sea,  esta  obra  ha  encontrado 
muchos  críticos  y  pocos  defensores  y  aun  éstos 


—  305  - 

están  en  el  caso  de  aquellos  de  que  habla  Labru- 
yere  cuando  dice : 

<I1  ny  a  point  d'ouvrage  si  accompli  qui  ne  fondit 
tout  entier  au  milieux  de  la  critique,  si  son  auteur 
Toulait  en  croire  tous  les  censeurs,  qui  dtent  cha- 
cun  Tendroit  qui  leur  plait  le  moins. 

Efectivamente,  el  Eduardo  desaparecerla  si  fue- 
ra eso  á  ejecutarse  ;j[>ero  se  salva  porque  el  autor 
se  atiene  á  aquel  consejo  del  mismo  crítico:  ser  en 
el  dilema,  partidario  de  los  que  lo  aprueban. 

No  es  posible  concluir  estas  breves  líneas  sin 
pedir  al  autor  que  reincida  escribiendo  otro  poema, 
el  cual  con  la  esperiencia  por  él  adquirida  será 
indudablemente  de  mayor  mérito.  Escriba  con  el 
estilo  apropiado,  pero  no  olvide  que  es  siguiendo  la 
inspiración  que  dictó  los  pasajes  que  he  señalado 
como  buenos,  que  ha  de  conseguir  segura  victoria. 
Vueílva  á  leer  lo  reprochado  pero  sea  para  repetir 
después  con  el  tono  compunjido  del  arrepentimien- 
to :  non  vis  in  idem. 

J.  E.  M. 


306— Poesías  por  Martin  García  Merou,  miem- 
bro de  la  Academia  Arjentina.  1878-1880.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  S.  Ostwald,  Florida  136.  1880.  En  8®, 
lV-224  ps. 

Martin  García  M^rou  ha  empezado  brillante- 
mente su  carrera  de  escritor.  Niño  aún,  pues  hoy 
tiene  sólo  diez  y  nueve  años  de  edad,  se  abre  paso 
entre  los  literatos,  por  sus  Poesías  y  sus  eruditos 
folletines  publicados  en  varios  periódicos  de  Bue- 
nos Aires. 

Hay  en  en  él  inspiración,  fecundidad,  brillo  ima- 
jinativo,  riqueza  de  lenguaje.    Sabe  dar  colorido. 


—  306  — 

infdüdir  moTimienio  á  las  abstracciones  severas,  i 
los  temas  áridos,  á  los  pensamientos  graves. 

I^us  estrofas  rotundas  arrastran  y  seducen.  No 
se  las  debe  aivilizar;  no  se  debe  escudriñar  el  fon- 
do de  esa  cascada,  sind  dejar  que  nos  acaricie  el 
oido  con  el  desgr^n amiento  de  sus  rimas  y  la  armo- 
nia  de  sus  acentos. 

La  suavidad  del  alma  no  está  siempre  á  la  altura 
de  la  imajinacion ;  la  ternura  y  la  espontaneidad 
de  los  sentimientos  parecen  ofuscadas  por  los  anhe* 
los  vagos  de  las  ilusiones  que  abarcan  y  concentran 
todas  Tas  fuerzas  del  alma.  Pero  el  hombre  na 
tiene  la  culpa  de  haber  sufrido  poco.  Las  amarga- 
ras  de  la  vida  redondean  los  contornos  del  espíritu 
y  prestan  la  inefable  unción  de  la  tristeza,  que  e& 
imposible  falsificar  con  espresiones  de  dulzura. 

Ma  tin  Garcia  Mérou  empezará  tarde  á  conocer 
por  espprieucia  propia  los  desgarramientos  del 
corazoa.  Entonces  será  el  poeta  completo  que  sus 
amigos  auguran,  que  las  letras  arj entinas  recibirán 
con  cariño. 

Sus  pripieras  poesías,  salpicadas  de  bellezas  y 
defectos,  revelan  una  facilidad  estraordinaria  de 
versificación,  que  lo  ha  llevado  á  improvisar  canto» 
al  Huá«icar,  al  3  de  febrero  de  1852  y  otros,  para 
fiestas  de  ocasión,  sin  posesionarse  perfectamente 
de  temas  que  contrarían  la  corriente  de  sus  im- 
presiones. 

En  cambio,  sus  composiciones  breves,  esbozos 
de  los  cuadros  de  Goppée,  hacen  presentir  el  talen- 
to; y  las  cuatro  redondillas  que  llevan  el  título  de 
La  ct¿na,  valen  por  muchas  pajinas  del  j enero  de- 
clamatorio á  que  ha  tenido  la  mala  idea  de  aficio- 
narse. 

Entre  todas  sus  poesías,  que  las  hay  muy  buenas, 
descuella  una  fantasía  orijmalísima^  Bric  &  Broc] 


—  307  — 

j  no  han  faltado  críticos,  que  los  hay  muy  malos, 
que  se  ensañen  contra  ella,  precisamente  porque 
no  selparece  á  lo  demás— no  se  parece  á  nada. 

Sin  que  sea  dado  prever  hasta  dónde  llegará, 
Ms?.rtin  Garcia  Mérou  merece  ya  la  reputación  de 
que  goza ;  y  lejos  de  su  pais  y  su  familia,  si  es  cier- 
to que  iodo  lo  que  nos  aisla  nos  engrandece,  según 
dice  Mma.  de  Girardin ;  con  la  copa  de  los  primerosF 
sinsabores  en  la  mano ;  secretario  de  la  Legación 
Arj-Njtiaa  en  Venezuela  y  Nueva  Granada;  febri- 
cíente  por  los  boulevards]  de  Paris  ó  taciturno  por 
las  calles  de  Ca:  seas, — el  niño  sentirá  que  se  pro- 
duce en  él  la  gran  evolución  de  los  dolores ;  se 
a<^e.«¿uará  la  duda  en  su  conciencia,  se  entroni- 
?;írá  la  amargura  en  su  espíritu,  y  no  hablará 
solemnemente,  sino  con  la  sencillez  de  los  profun- 
dos sentimientos  de  la  ecsistencia. 

Será  el  poeta  completo. 


d07— El  Pere&rino  del  Plata.  Abel  y  poesías 
diversas  po»  José  María  Zuviria.  2^  edición  corregi- 
da y  aumentada.  B^^enos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E. 
Coni,  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina— 60,  1880» 
En  4®,  ix-388  ps. 

Si  son  astre^  en  naissant^  ne  Va  formé  poete^  ha 
debido  abrir  otros  rumbos  á  su  actividad  intelec- 
tual, dedicarse  á  la  historia,  á  la  filosofía,  al  dere- 
cho^ á  cualquier  cosa  más  de  acuerdo  que  la  poesia 
con  los  caracteres  y  las  condiciones  de  su  espíritu. 
Sin  embargo,  el  Dr.  José  María  Züviria  publica 
la  segunda  edición  de  su  grueso  volumen  de  versos, 
después  de  haberbO  hecho  representar  en  la  prime- 
ra con  traje  á  lo  Lamartine,  abotonado  hasta  el 
<5uello,  6  neglijentemente    enyuelto  en  una  negra 


—  308  — 

«apa,  á  fin  de  ofrecer  en  su  persona  el  tipo  del. 
Abel,  peregrino  que  alcanza  á  parodiar  grotesca- 
mente al  Child'ñarold, 

Las  composiciones  líricas  son  detestables,  por  lo 
regular.  Cualquiera  de  ellas  puede  servir  de  ejem- 
plo ;  y  creerla  hacer  uso  de  un  arma  prohibida 
si  trascribiese  la  titulada  letrilla  A  un  ruiseñor^ 
porque  no  tiene  atadero. 

Hay  en  el^  Abel  cantos  pasables  y  aun  estrofas 
buenas  . . .  cuando  se  equivoca  como  decia  Boileau 
al  hablar  de  Scudery.  Ese  viaje  del  Peregrino  del 
Plata,  bajo  el  peso  del  infortunio,  á  través  de  las 
grandes  naciones  como  á  través  de  los  grandes 
sentimientos,  no  corresponde,  ciertamente,  á  un 
plan  orijinal ;  pero  presenta  pasajes  descriptivos 
vigorosos,  una  que  oirá  idea  poética  espresada  con 
elegancia,  breves  arranques  apasionados  y  frases 
llenas  siempre  de  amargo  sabor. 

Ah  I  si  la  vida  toda  dar  pudiera, 

en  sombra,  al  menos,  el  paterno  hogar  I 

Si  algo  más  dulce  el  universo  diera 

que  el  primer  sueño  del  que  empieza  á  amar  I 

El  corazón  nunca  miente, 
habla  mudo  y  ciego  ve. 

Joven,  me  dije,  esclava  es  la  belleza ; 
la  fuerza,  esclava  del  talento  fué.. .. 

Nadie — ni  tú  I  más  infeliz  que  yo  1 

Rodando  del  orgullo  en  el  abismo, 
el  alma  hastiada,  el  corazón  sin  fé, 
todo  lo  espera  el  hombre  de  sí  mismo ; 
y  así  engañada  tu  esperanza  fué  I 


—  309  — 

En  cambio  de  estas  luciérnagas,  no  le  faltan  re- 
ininiscencias  bastante  chocantes,  como — 

Saién  en  la  ausencia  más  pesar  devora 
que  se  queda,  ay  Dios  1  ó  el  que  se  yá  ? 
45  ésta,  menos  disculpable  aún — 

Qué  importa  á  la  creación  la  frájil  vida 
de  un  átomo  de  polvo  que  se  va  ? 
— ideas,  ambas,  que  se  encuentran  semejantemente 
«spresadas  en  poetas  españoles. 

Si  algu  a  mérito  puede  reconocerse  á  estas  Poesías 
43ofocadas  por  los  defectos  de  forma  y  aplasiiadas 
por  la  vulgaridad  ó  la  imitación  servil,  es  su  orí- 
jen,  su  producción,  porgue  cada  una  de  ellas  cons- 
tata un  dolor  ó  un  abatimiento  del  hombre  que  ha 
querido  dar  estabilidad  á  la  historia  de  su  vida 
guardándola  en  estrofas  cansadas,  de  difícil  v  nunca 

Eerfecta  elaboración,  en  las  cuales  llega  a  contar 
asta  los  enredos  y  camorras  de  su  suegra. 
Al  dejar  el  libro,  n>ás  que  desengaño  de  su  lec- 
tura, se  siente  desfallecimiento  por  la  aberración 
Ae  una  intelij encía  bella :  Martin  Garcia  Mérouno 
ha  debido  escribir  un  prólogo  á  las  Poesías  de  J.  M. 
2üviRiA — es  demasiada  abne^acio?i  hundir  en  ellas 
la  independencia  de  un  crítico  joven. 


308— lia  Tiielta  de  Martin  Fierro  por  José 
Hernández.  Cuarta  edición  :  adornada  con  diez  lámi- 
nas. Precio :  20  $.  Se  vende  en  todas  las  librerías  de 
Buenos  Aires.  Depósito  central :  Librería  del  Plata, 
calle  Tacuarí  17.  1880.  En  4®,  58  ps,  ádos  columnas  y 
varías  láminas. 

^  Véase  el  Anuario  anterior  núm.  884^  donde 
figura  la  primer  edición  de  esta  misma  obra.  No 
conozco  las  dos  ediciones  intermedias,  que,  prueban 


-  310  — 

de  todds  modos^  la  boga  que  ha  adqiiirido  este 
libro. 


309— First  loTe.  A  poem  by  Sarfield  D.  Brenan. 
Buenos  Aires.  Imprenta,  Esmeralda  23..  1880.  En  8  ^^ 
24  ps. 

Composición  fantasmagórica  en  la  que  Alfonso^ 
XII,  á  quien  está  dedicada,  figura  como  militar  al 
servicio  de  la  República  Arj  entina  y  enamorada 
de  una  tal  Cerina  Silva,  belleza  mntástica  qua 
vaga  bajo  los  sauces  de  San  Fernando  y  cuya 
muerte,  en  el  momento  de  recibir  un  mensaje  oel 
ya  rey  Alfonso,  terminad  poema  sin  pies  ni  cabeza 
escrito  en  versos  detestables. 

310— fin  la  sentida  muerte  del  presbítero  dea 
Cayetano  Porfirio,  canónigo  dignidad  de  Trivento-  Ins- 
cripción y  madrigal  de  Constantino  Porfirio,  su  so- 
brino. Versión  al  español  por  Dr.  D.  José  Agustín  Es- 
cudero, Ministro  Residente  de  la  República  de  Costa 
Rica  cerca  del  Gobierno  de  la  Confederación  Argentina, 
Encargado  de  Negocios  y  Cónsul  General  de  la  Repú- 
blica del  Salvador  en  las  Repúblicas  del  Plata,  etc., 
etc.  Segunda  edición.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  JPabla 
JB.  Coni,  especial  para  obras.  60— Callé  Alsina— 60. 
MCCCLXXX.  En  8®,  16  ps. 

Do<  e  iuscripciones  y  un  madrigal,  con  mucha» 
notas  de  ampliación. 
Oye,  lector: 

<  Conciudadanos  1 

Más  con  las  preces  que  con  el  llanto 

Honremos  la  grata  memoria 

Cayetano  Porfirio. 


—  311  — 

II 

Fué  siempre  hijo  tierno 
de  la  Católica  Iglesia 
y  de  su  cabeza  visible. 

III 

Justísimo  Dios  1 

Ayl 
admitida  los  celestiales  goces 
¿  vuestro  buenoy  ñel  siervo.  » 

etc. 

Libre  Dios  á  ¿odo  tio  cristiano  de  un  sobrino  lite- 
rato capaz  de  turbar  la  tranquilidad  de  la  tumba 
cou  producciones  semejantes  1 


311-^Hfinnos  del  corazón  (poesías)  de  Román 
I.  López  (1879-1880).  Tomo  primero.  Buenos  Aires. 
Tipografía  La  Velocidad,  San  Martin  42.  1880.  En  16®, 
28  ps. 

En  la  dedicatoria  del  folleto,  el  autor  dice  que 
sus  versos  son  especies  de  himnos  del  corazón. 
Otro  autor  francés  aseguraba  seriamente — 

Je  me  suis  cru poete.  • . .  e<  n'ai  fait  que  rimer  t 

Pueden  canjearse  las  espresiones,  aunque  saldría 
ganando  mucho  Román  I.  López.  Al  un  C.  Gay 
tiene  de  vez  en  cuando  una  ráfaga,  un  chispazo,  lo 
suficiente  para  mostrar  que  no  es  idiota. 

Debe  juntarse  con  el  anterior — Arcades  amhot 


RIIIJION 


312— Cancioncita  del  Presbítero  Constantino 
PoRFiRTo  dedicada  á  la  bienaventurada  Virgen  Maria^ 
acompañada  de  los  juicios  hechos  por  algunos  célebres 
literatos.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Goni. 
especial  para  obras.  60 — Calle  Alsina— 60.  1880.  En 
8®,20ps. 

Los  céléhres  literatos  son  Bibolini,  Tripepi,  Ben- 
nassati,  Spataro,  etc. 

Ko  pueob  resistir  á  dar  como  muestra  una  estro- 
fa de  la  <  versión  libre  al  español,  »  fechada  en  12 
de  agosto  de  1880^  Buenos  Aires : 

«  Y  tú  eres  terrible 
cual  bien  ordenado 
ejército  valiente 
á  lucha  preparado : 
valor  ai  alma 
ay  I  danos,  6  Pia  1 
dulce  Maria. 
dulce  Maria.  > 


~  314  — 

313  —  Coiftfereneias   eientíftco-BelisioMifiíy 

Dadas  en  la  Iglesia  de  la  Merced  de  Barcelona  por  el 
Rdo.  P.  D.  E.  Llanas,  Pbro.^  Sacerdote  de  las  Escue- 
las Pias,  Rector  del  Col^io  de  Villajaueva  y  Geltrú,  y 
taquigrafiadas  por  D.  P.  Folguera  y  Surroca,  D.  E.  Cre- 
xáns  y  Borras,  D.  J.  Sala  y  JBonastre  y  D.  A.  Pui^  y  So- 
ler, miembros  déla '•''Corporecíon  taquigráfica  del  sistema 
Garriga,"  de  Barcelona.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
*'E1  Parlamento",  Cangallo  48.  1880.  En  8<=*,  170  ps. 

Edición  arj entina  de  un  libro  español  publicado 
en  Barcelona  V  que  tiene  por  objeto  probar  «que 
la  ciencia  moderna,  lejos  dé  contrariar  la  reyd.a- 
cion  jenesiaca,  la  confirma  en  todas  sus  partes.» 

Desde  la  publicación  de  los  Conflictos  de  Drap- 
per,  mucho  se  ha  escrito  en  el  sentido  de  las  Con- 
ferencias del  P.  Llanas,  porque  la  Iglesia  sb  sintió 
profuDdamente  sacudida;  y  estas  Conferencias  no 
son  lo  mejor  que  se  hp.ya  escrito. 

La  obra  fundamental  pertene  á  un  P.  'de  la 
orden  de  los  Agustinos,  encargado  especialmen- 
te por  el  Papa  de  rebatir  al  escritor  científico.  El 
buen  hombre  empleó  tres  ó  cuatro  atlos  en  la  con- 
fección de  un  libro  voluminoso  que  en  vano  se  ha 
tratado  de  popularizar  en  el  mundo  cristiano.  El 
dogma  revestido  de  estola  científica  es  algo  que 
choca  invenciblemente  á  los  feligicses. 

Es  probable  que  los  atentos  oyentes  del  P.  Lla- 
nas salieran  edificados  de  sus  pláticas ;  pero  ellas 
nada  demuestran,  tií  alcanzaran  á  llevar  el  con- 
vencimiento á  ningún  espíritu.  La  ciencia  no  se 
estudia  partiendo  de  la  revelación. 

La  ecsistencia  de  Dios,  por  ejemplo,  lo  mismo 

3ue  su  no  ecsistencia  se  prueba  por  cualquier  meto- 
o;  en  tanto  que  la  veraad  del  catolicismo  sólo  se 
prueba  por  la  revelación — método  inaplicable  para 


—  315  — 

constatar  la  compatibilidad  de  la  ciencia  7  el 
dogma. 

£11  P.  Llanas  ha  tenido  buenos  materiales  &  ma- 
no.  A  veces  es  elocuente,  con  elocuencia  de  pul- 
pito; muchas  veces  sofista  y  siempre  ecsajerando.. 

No  alcanzo  el  objeto  de  la  reimpresión  he- 
-cha  en  Buenos  Aires,  salvo  que  lo  haya  realizado 
^Igun  santo  varón  de  los  que  todavía  se  empeñan 
eu  hacer  propaganda  relijiosa. 


314— lia  obra  de  expiación  i>or  Santiago  Es- 
rrBADA^  con  aprobación  de  la  autoridad  eclesiástica. 
Con  láminas  y  apéndice.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pa- 
blo E.  Coni,  especial  para  obras  60— Calle  Alsina— 60. 
1880.  En  8"=»,  46  ps. 

La  Obra  de  la  espiacion  ha  sido  fundada  por  el 
P,  Vaughan ;  cuenta  con  quince  ó  más  socios  en 
Buenos  Aires,  7  es  una  especie  de  hermandad  mís- 
tica que  se  ofrece  en  holocausto  de  «  los  grandes 
Secados  del  mundo  moderno,  ofensas  á  la  palabra 
ivina,  ofensas  á  la  divina  persona  de  Jesuscrito, 
negación  de  la  divinidad  del  evanielio  y  negación 
de  la  divinidad  en  el  Sacramento  del  Altar.» 

Ellos  son  blancos  y  se  entienden. 

D.  Santiago  Estrada  hace  la  historia  poética  de 
esta  asociación,  acompañando  su  panfleto  de  los 
documentos  aprobatorios,  retratos  de  los  socios 
fundadores  y  de  los  que  se  han  suscrito  aquí  en 
ese  carácter,  proyectos  de  Catedrales,  retrato  de 
Jeremías^  «el  apóstol  de  las  lamentaciones,  de 
•Cristo  de  pié  en  el  polo,  etc.» 

Folleto  de  propaganda  de  una  lojia  cuyo  fin  in- 
mediato es  remitir  fondos  á  Londres. 


—  316  — 

34  S—Breves  reflexiones  sobre  la  prepa^i^aaida  ^^ 

^lica  de  las  sagradas  escrituras^  preaicadas  en  la 
iglesia  de  « la  profesa,»  en  Méjico  por  KenelmVáughak» 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial  pa- 
ra  obras.  60— Calle  Alsina— 60.  1880.  En  8  ®  menor,. 
32  p8. 

Son  tres  pláticas,  bastante  místicas.  «I  sóbrela- 
biblia  en  jeneral;  II  la  lejislacion  de  la  Iglesia 
católica  sobre  el  uso  común  de  la  santa  biblia  ; 
III  sobre  la  lectura  de  las  sagradas  escrituras.» 


316— Una  jastifleacien  por  Eenelm  Yaitohan. 
en  la  segunda  carátula  :  Esposicion  relativa  á  la  propa- 
ganda católica  de  las  sagradas  escrituras  en  la  Repúbli- 
ca Argentina,  hecha  en  una  reunión  celebrada  bajo  la 
presidencia  del  Dr.  D.  Pedro  Goyena,  en  el  Club  católi- 
co de  Buenos  Aires  por  Kenelm  Vaugham^  Capellán 
privado  d^  su  Eminencia  el  Cardenal  Arzobispo  Man- 
ning^  Promotor  de  la  Propaganda  católica  de  las  Sagra- 
das Escrituras  y  de  la  obra  de  Espiacion  en  Londres. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  e&pecial  para 
obras.  60~Calle  Alsina— 60.  1880.  En  4®  menor,  48  ps. 

Da  esplicaciones  sobre  la  edición  económica  y 
numerosísima  que  se  propusiera  hacer  del  nuevo 
testamento,  documentando  la  inversión  de  fondos. 


317— Mi  conTersion  ó  motivos  que  me  indujeron 
á  ingresar  en  la  iglesia  católica^  por  Emilio  Hitnzikbb. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni.  especial  pa- 
ra obras,  60~Calle  Alsina— 60. 1880.  En  8  ®,  44  ps. 

Hay  un  prefacio  del  traductor. 
En  cuanto  á  la  obrita  traducida,  poca  importancia 
puede  atribuírsele  :  impresiones  personales  y  re* 


—  317  — 


solución  de  cuestiones  propuestas  en  forma  de  ca* 
tecismo,  con  los  viejos  argumentos  de  siempre.  En 
una  palabra — j^anueto  de  polémica  católica;  es- 
pecialmente  dirijido  á  los  protestantes. 


318— líOTena  en  honor  de  la  mística  doctora  Santa 
Teresa  de  Jesús  ínclita  reformadora  del  orden  carmeli- 
tano, por  Monseñor  Fr.  Lms  db  Agazio  del  Seraneo  or- 
den franciscano.  Obispo  de  Trivento,  Prelado  Domésti- 
co de  Sa  Santidad  y  Asistente  "al  Solio  Pontificio.  Tra- 
ducción al  Castellano  por  el  presbítero  D.  Constantino 
FoRFiHio.  Secunda  edición.  Éuenos  Aires.  Imprenta  de 
Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina — 
60.  MDCCCLXXX.  En  16  ®,  16  ps. 


319— líOTena  á  la  Santísima  Cruz  de  los  milagros. 
Dispuesta  para  que  los  fieles  fervoricen  su  espíritu  con 
el  amoi'  de  esta  Sagrada  Señal,  de  todo  cristiano,  y  con 
su  memoria  se  alienten  á  llevar  con  paciencia  la  cruz^ 
que  Dios  le  diere.  Buenos  Aires.  Librería  de  Igon  Her- 
maros,  calle  de  Bolívar  esquina  Alsina.  1880,  En  32®, 
30  ps. 


3^0— Novena  de  la  Santísima  Cruz  de  los  Milagros, 
dispuesta  para  que  los  fieles  fervoricen  su  espíritu  en  el 
amor  de  esta  ©agrada  Señal,  de  todo  Cristiano  y  con 
su  memoria  se  alienten  á  llevar  con  paciencia  la  cruz 

Íue  Dios  les  diere.  Corrientes.  Librería  de  Eustaquio 
)iaz  Calle  Julio  núm,85. 1880.  En  32®,  30  ps. 


3ldl^]!líeTena  de  Nuestra  Señora  de  Ligan  venera- 
da en  el  misterio  de  la  Inmaculada  Concepción.  Buenos 
Aires,   Igon    hermanos— Editores.  Librería  del  Colegio 


—  318  — 

(Frente  á  la  Iglesia  de  San  Ignacio)  1880.   En  32£, 
102  ps. 


Sld^^KeTena  en  sufrajio  de  las  Animas  del  Por- 
Ratono  tomada  en  gran  parte  de  la  que  escribió  el  P. 
Maoh,  de  la  Compañía  de  Jesús.  (Con  permiso  de  la 
autoridad  eclesiástica).  Buenos  Aires.  Igon  hermanos- 
Editores,  Librería  del  Colegio  (Frente  á  la  Iglesia  de  San 
Ignacio)  1880.  En  32  ® ,  36  ps. 


3S3--]WoTena  al  glorioso  Arcángel  San  RafaeU me- 
dico, guía,  abobado  y  protector  de  sus  verdaderos  devo- 
tos. Sueños  Aires.  Librería  del  Colejio— Igon  herma- 
nos, editores.  Calle  de  Bolívar  esquila  Alsina.  1880.  En 
32®,  40  ps. 


3S4— Novena  al  gloriosísimo  San  Juan  Bautista 
precubor  del  Divino  Verbo  encarnado.  Con  aprobación 
de  la  autoridad  eclesiástica.  Buenos  Aires.  Librería  del 
Colejio— Igon  hermanos,  editores.  Calle  Bolívar  esquina 
Alsina.  1880.  En  32®,  30  ps. 


3S5— Novena  de  Nuestro  Padre  Jesús  Nazareno. 
Buenos  Aires.  Igon  hermanos,  editores.  Librería  del 
Colegio  (Frente  á  la  Iglesia  de  San  Ignacio).  1880-  En 
32®,  42  ps. 

3^6— NoTena  para  implorar  el  auxilio  y  protección 
de  la  Santísima  Víijen  contra  la  peste  baJo  la  advoca- 
ción de  su  glorioso  nacimiento  (Con  aprobación  de  la 
Autoridad  Eclesiástica).  Buenos  Aires.  Igon  hermanos. 
Editores.  Calle  Bolívar  esquina  Alsina.  (Frente  á  la 
Iglesia  de  San  Ignacio).  1880   Ea  32  ® ,  34  ps. 


—  319  — 

3127— XoTena  del  seráfico  Padre  San  Francisco  de 
Asís  para  implorar  su  patrocinio  en  cualauier  tribuía* 
cion.  Buenos  Aires.  Igon  hermanos^  Eaitores.  Calle 
Bolívar  esquina  Alsina.  1880.  En  32^^  40  ps. 


328— líOTena  que  en  alabanza  de  la  siempre  Vír- 
j  en  María  Madre  de  Dios  y  Señora  Nuestra  en  el  título 
del  Pilar  compuso  el  R.  P.  Fray  Franüx-üo  de  Paula 
€amabgo^  religioso  de  la  Regular  Observancia  deN.  S. 
P.  San  Francisco  (Impreso  con  licencia  de  la  autoridad 
eclesiástica).  Buenos  Aires.  Igon  hermanos^  Editores. 
Calle  Bolívar  Esquina  Alsina.  (Frente  á  la  Iglesia  de 
San  Ignacio).  1880.  En  32®,  104  ps. 


3^9 —Novena  para  honrar  á  María  Santísima  en  su 
título  de  Madre  de  Misericordia  conque  se  venera  en  la 
Iglesia  de  Padres  Predicadores  de  esta  ciudad.  Está 
foi'mada  con  el  ausilio  de  varios  escrito**  piadosos  sobre 
el  Santuario  de  aquella  Señora  en  Savona,  por  un  ecle- 
siástico, hijo  de  Buenos  Aires.  Buenos  Aires.  Librería 
del  Colegio,  Igon  hermanos,  editor.  Calle  Bolívar  esqui- 
na Alsina,  1880.  En  32®,  78  ps. 


330— Novena  del  glorioso  San  Ramón  Nonato  de  la 
Ordenóle  Nuestra  Señora  de  la  Merced.  Buenos  Aires- 
Igon  hermanos.  Editores.  Calle  Bolívar  esquina  Alsina. 
1880.  En  32®,  32  ps. 


331— XoTena  de  la  Santísima  Virgen  María  de  la 
Merced  redentora  de  cautivos  (Con  pei'miso  de  la  auto- 
ridad eclesiástica).  Buenos  TAires.  Igon  hermanos.  Edi- 
tores. Librería  del  Colegio  (Frente  á  la  Iglesia  de  San 
Ignacio).  1880.  En  32®,  34  ps. 


-  320  — 

S3S— lietanias  ó  invocaciones  para  uso  de  las  jó- 

:irene8  cristianas.  Buenos  Aires.  Ifi:on  hermanos.  Edito* 
res.  Galle  de  Bolívar  esquina  Alsina.  1880.  En  Z2^^ 
8  ps. 


S3S— Hodo  de  rezar  la  Corona  de  María  Santísi- 
ma de  los  Dolores  y  su  septenario,  (con  permiso  de  la 
autoridad  eclesiástica).  Buenos  Aires.  Librería  del  Co- 
lejio.  Igon  hermanos.  Editores.  Galle  de  Bolívar  esquina 
Alsina.  1880.  En  32^,  20  ps. 


334~iyercieio  de  las   siete  salutaciones  á 

Jesús  Nazareno  para  todos  los  martes  del  año.  Que  se 
reza  en  la  Iglesia  de  San  Juan  de  esta  ciudad  (con  apro- 
bación de  la  autoridad  eclesiástica).  Buenos  Aires.  Igon 
hermanos^  Editores.  Librería  del  Golejio.  (Frente  a  la 
Iglesia  de  San  Ignacio).  1880.  En  32"^^  20  ps. 


335— l^jercicio  que  se  hace  concluida  la  novena 
del  nifío  Dios  en  los  cuatro  dias  que  restan,  hasta  el  dia 
de  los  Santos  Reyes,  es  decir  desde  el  dia  3  de  Enero 
hasta  el  dia  6.  Buenos  Aires.  Igon  hermanoa,  editores. 
Librería  del  Colejio.  i  Frente  ala  Iglesia  de  San  Igna- 
cio). 1880.  En  32®,  36  ps. 


336— 'DeToeion  de  los  siete  dominios  consa- 
grados á  honrarlos  dolores  y  los  gozos  de  San  José  con 
mduljencia  plenaria  para  cada  domingo.  Van  al  fin  ora- 
ciones para  oir  la  santa  misa  en  honor  de  San  José. 
Buenos  Aires  Librería  del  Colejio.  Igon  hermanos^ 
edictores.  Calle  de  Bolivar  esquina  Alsina.  1880.  En 
Z2<=>,  138. 


—  321  — 

1137— TisitM  al  Itentísliifte  Skftcvamento  ooa 

}»  distribución  de  las  cuarenta  horas  circulares  estable- 
cidas en  esta  ciudad.—Segunda  carátula :  Visitas  á  Je- 
sús Sacramentado  en  testimonio  de  amor  y  desagravio 
á  su  sagrado  corazón  por  el  P.  F.  X.  Gautrelet^  de  la 
O.  de  J.  Con  la  fórmula  de  la  Comunión  Espiritual  de 
San  Alfonso  M.  de  Liguori.  Buenos  Aires.  Librería  del 
Colejio—Igon  hermanos,  editores.  Calle  de  Bolilrar  es- 
quina Alsma.  1880.  En  32'=',  32-4  ps. 


338— lyercieie  piadoso  en  obsequio  del  sagmdo 
corazón  de  Jesús.  Anuncióte  hoc  in  universa  térra,  Isai.  c. 
12,  V.  5.  Reimpreso.  San  Juan.  Imp.  de  La  Union.  Pla- 
za »25  de  Mayo»,  núm.  52.  1880.  En  16®,  16  ps. 


339'-Oraeioii  á  María  Santísima  del  Rosario  para 
implorar  por  su  intercesión  la  misericordia  de  Dios, 
aprobada  por  el  ilustrísimo  y  reverendísimo  señor  Arzo- 
bispo Dr.  D.  Federico  Aneiros.  Buenos  Aires.  6238— 
Imprenta  del  Porvenir,  Defensa  139.  1880.  En  32®, 
30  ps. 


340— Ordo  dÍTÍni  oífteii  in  ecdesia  cathedralí 
ci vítate,  ac  archidioecesi  bonaerensi  justa  rubricas  bre- 
viarii,  missalisque  momanÍ7-hispani  ac  etiam  decreta  S. 
B.  C.á  JoANNE  JosEPHo  Blanes  ceremoniarum  magis* 
tro  pro  anno  domine  mdccclxxxi.  Bonis  Auris  ex  Tipo- 
grafladeP.  Coni,  Alsina  60.  1880.  En  8®,  54  ps. 


341— Ordo  reeitandi  dÍTinnin  offleiam  mis- 
«asque  celebrandi  pro  P.  P.  Societatis  Jesu  in  Repúbli- 
ca Argentina  anno  1881.  Bonis  Auris.  Ex  Tipog.  rauli 
Coni.  Alsina  60.  1880.  En  8  ® ,  40  ps. 


—  322- 

34S— Ordo  diTini  offteii  persolvendi  recteii. 
misase  celebrandaB  juxta  ritum  sanctae  romanoe  ecclesi» 
novissimam.  brev.  ac.  missal.  seraph.  reformationemin 
gratiam  fíliorum  trium  ord.  S.  P.  N.  Frandissi  intra 
nOstrsB  huyus  almse  prov.  assumpt*  deiparse  fluvii  Pía; 
tensis  limites  existentium  dispositus  pro  anno  domini 
MDCCCXXXI  á  P.  Fr.  Angelo  Pueyo  et  venerabiliB 
definitorii  jus^u  editus.  In  cívitate  Bonaerensi.  Ex  Tipo- 
mfía de  P.  Goni.  Alsina  60.  1880.  En  8^ ^  36  ps.  (A  am- 
bos lados  de  una  cruz^  en  la  misma  carátula :  Grads 
TÍrtus.  <&.  gratia.  Nos  consignet  in  froutibus ;  in  mem- 
brís,  &,  in  sensibus.  Pro  perenni  custodia.  Amen. 
(Hymn.  S.  P.  N.  F.  17  Lep.; 


343— Beslámento  de  los  siervos  y  siervas  de  la 
Virgen  de  los  Dolores  y  Hermandad  de  Animas  esteble- 
cída  en  la  Santa  Iglesia  Metropolitana.  Buenos  Aires. 
6236.  Imprenta  del  Porvenir,  calle  de  la  Defensa  nüm. 
139.  1880.  En 8®.  12 ps. 


344~CatecÍ8iiie  de  la  doctrina  cristiana,  escrito 
por  el  P.  Gaspar  Astbtb  y  añadido,  para  su  mayor 
aclaración,  con  varias  preguntas  y  respuestas  por  el 
licenciado  D.  Gabriel  Menendez  de  Luaroa,  colegial 

aue  filé  en  el  insigne  de  San  Pelayo  de  la  Universidad 
€  Salamanca,  catedrático  de  fílosofia  y  teología  en  ella, 
y  canónico  penitenciario  de  la  Santa  Iglesia  Catedral 
de  Segovia.  Buenos  Aires.  Librería  Refie,  Perú  43. 1880. 
Enl6«^,  64ps. 

Es  el  catecismo  más  usado  en  las.  escuelas  de 
Buenos  Aires^  superior  por  su  claridad  al  del  P. 
Claret  y  otros. 


Muchas  publicaciones  oficiales  han  sido  ya  cita- 
das en  diversas  secciones  del  Anuario, 

Sólo  entran  aquí  las  que  por  su  carácter  indeter- 
minado ó  por  otras  circunstancias  reclaman  espe< 
cial  colocación. 


345— Memoria  de  la  junta  municipal  del  Pocito. 
1879.  San  Juan.  Imp.  de  El  Zonda.  Salta  33. 1880.  En 
8  o,  12  ps. 

Sin  anejos. 


346— Junta  Municipal  del  Pocito.  Administra» 
cien  económica  Importante  resolución  gubernativa. 
San  Juan.  Imp.  de  La  voz  de  Cuyo.  Jeneral  Las  He- 
ras  37.  1880.  En  16®,  20  ps. 

Informe  esclusivamente  económico  de  la  admi- 
nistración municipal. 

347— Hemoria  de  la  Municipalidad  de  la  ciudad 
de  Tucuman  correspondiente  al  año  1879.  Tucuman.  Imp. 
de  La  Bazon.  núms.  73  y  75. 1880.  En  8  <=^,  174  ps. 


—  324  — 

Su  presidente  el  Señor  Cirilo  Gramajo  hace 
nna  breve  reseña  de  los  trabajos  municipales  de 
1879,  complementándola  con  una  serie  de  anejos 
sobre  instrucción  pública,  obras  públicas,  hacien- 
da, etc.,  conteniendo  diversos  informes,  cuadros, 
estados,  ordenanzas  y  demás  documentos. 


348— Tesorería  de  la  Comisión  Municipal  de  Mo- 
reno por  Emilio  Gbeogo  Año  de  1879.  Buenos  Aires. 
Imprenta  de  La  América  del  Sud.  Alslna  50.  1880.  En 
4  ^  menor^  67  ps.  y  un  cuadro  estadístico  del  partido. 

El  Señor  Emilio  Gkecco  es  el  tesorero  municipal 
de  Moreno. 


349— Memoria  administrativa  de  la  Municip^^lidad 
de  Quilmes  correspondiente  al  afio  1879.  Presentida  al 
Superior  Gobierno  por  el  Presidente  Don  Manuel  Amo- 
Boso.  Buenos  Aires.  Imp.  de  La  Ondina  del  Plata^  San- 
tiago del  Estero  176.  1880.  En  8  ®,  12  ps. 


350— MoTimientode  la  caja  Muninipal  del  partido 
del  Tandil.  Año  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Obras 
de  La  Nación^  calle  de  San  Martin  número  208. 1880.  En 
4®,  18  ps.  en  forma  de  cuadros. 


SSl—Hemoria  de  la  Municipalidad  de  San  Martin 

por  el  afio  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  la  familia 
italiana.  Reconquista  240.  1880.  En  4®  menor.  22  ps. 

352~I!fe]naria  presentada  á  la  Comisión  Municipal 
de  Las  Flores  correspondiente  al  afio  1879.  Buenos  Ai- 


—  326  — 

res.  Imprenta  de  Mr.  Biedma^  Be]graQO  núms.  133  á  139. 
1880.  I¿n4'=*,  238  ps.  y  5  planos. 

Los  planos  son — el  de  la  nueva  casa  municipal, 
«I  del  mercado,  el  de  la  policía  y  penitenciaria, 
el  de  la  iglesia  y  el  de  los  colejios  de  Estado, 
•ediñcios  terminados  durante  el  año  de  1879. 
La  memoria  contiene  todos  los  datos  del  progreso 
de  Las  Flores,  llamado  á  ser  uno  de  los  primeros 
pueblos  de  la  provincia:  estados  de  entradas  é  in- 
versión de  dinero,  actas  déla  Municipalidad,  infor- 
mes del  médico  de  policía,  etc. 


353— Bfemoria  que  la  fMunicipalidad  del  Partido 
<Ie  Morón  presenta  al  Poder  Ejecutivo  de  la  provincia 
eldia  1*=^  de  abril  de  1880.  Buenos  Aires.  Estableci- 
miento Tipográfico  de  «El  Correo  Español».  Rivadavia 
números  23  y  25.  1880.  En  4®,  86  ps.  y  un  cuadro  del 
movimiento  de  la  caja. 


354— SEemoria  del  presidente  de  la  Comisión  Mu- 
nicipal al  Concho,  correspondiente  al  ejercicio  de  1879. 
Febrero  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma. 
«alie  de  Belgrano  números  133  a  139.  1880.  En  4®,  to- 
mo primero,  380  ps.  Tomo  segundo  274  ps. 

El  primer  tomo  contiene  la  memoria  del  presi- 
dente de  la  Comisión  Municipal  Señor  José  r.  db 
OuERRico.  Es  un  trabajo  minucioso,  en  que  se 
ocupa  de  las  disposiciones  sancionadas,  contratos, 
Mjiene  pública,  dando  la  nómina  de  las  comisiones 
parroquiales;  casas  de  {inquilinato,  conventillos, 
•fiebre  amarilla,  vacuna,  viruela,  hospitales —de 
hombres,  militar,  jeneral  de  hombres,  San  Roque, 
«on.  las  estadísticas  correspondientes:  hospicio  de 

21 


—  326  — 

las  Mercedes,  junta  inspectora  de  muertos,  asilo 
nocturno  de  indij entes,  matadero  público,  merca- 
dos públicos,  la  carne,  inspección  de  alimentos,, 
limpieza  pública,  barrido,  lavaderos  públicos,  ce- 
menterios, mortalidad,  prostitución,  cómodos,  tam- 
bos establos,  pezca,  alumbrado,  derrumbes,  edifica- 
cion,  terrenos  valdios,  servicio  doméstico,  peso  de 
carga,  ferro-carriles,  tranways,  pesas  y  medidas,, 
edificios  ruinosos,  inspección  de  máquinas,  caza, 
loterias  y  rifas,  obras  públicas,  hacienda,  presu- 
puesto, escepcion  de  impuestos,  deuda  municipal, 
propiedades  públicas,  etc. 

Puede  asegurarse  que  el  Señor  Guerrico  ha  toca- 
do todos  los  asuntos  de  alguna  importancia  que  caen 
bajo  la  jurisdicción  municipal,  y  bajo  ese  aspecto 
su  memoria  ocupa  el  primer  puesto  entre  las  que 
ha  presentado  hasta  ahora  la  Municipalidad  de- 
Buenos Aires. 

No  obstante  la  inserción  de  notas,  resoluciones,, 
proyectos,  cuadros  estadísticos,  etc.,  que  comprende 
el  primer  tomo,  el  segundo  contiene  una  serie  de 
catorce  anejos    sobre    disposiciones  sancionadas,, 
contratos  celebrados,  é  informes  de  la  administra- 
ción de  vacuna,  del  hospicio  de  las  Mercedes,  de  la 
junta  inspectora  de  muertos,  de  la  administración 
de  cementerios,  del  inspector  jeneral,  de  la  admi 
nistracion  de  limpieza  pública,  del  inspector  de  bar- 
rido, del  inspector  del  alumbrado  público,  del  ad- 
ministrador y  juez  del  matadero  público,  de  la  ofi- 
cina de    tierras  públicas,    del  administrador  de 
mercados  municipales  y  del  procurador  municipal. 


355— Actas  de  las  sesiones  de  la  Municipalidad  de- 
Buenos Aires  en  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El 
Nacional,  Bolivar  65 y  67.  1880.  En  4  <=*  menor,  269  ps. 


I 


—  327  — 

Son  treinta  y  seis  sesiones,  desde  el  15  de  febre- 
ro de  1879  hasta  el  10  de  enero  de  1880,  cuya  publi- 
cación complementa  la  Memoria  que  antecede. 


356— Situación  económica  de  la  Municipali- 
dad de  Buenos  Aires.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  «La 
Pampa»,  calle  Victoria  77  y  79.  1880.  En  8'=^,  15  ps. 

Este  informe  del  Contador  Municipal  D.  José 
María  Reibaud  termina  con  varios  cuadros  de  la 
deuda  municipal,  cuentas  del  presupuesto,  sueldos 
de  empleados,  etc.  La  deuda  municipal  as<)iende  á 
33.267,489  pesos  m^c.  y  «  puede  decirse  que  tiene 
su  oríjen  desde  el  año  1871.»  El  informe  entra  en 
algunas  esplicaciones  sobre  ella  como  sobre  los 
cálculos  que  presenta. 


857— Memorias  y  cuentas»  presentadas  á  los  ex- 
mos.  gobiernos  de  la  Nación  y  de  la  Provincia  por  la  co- 
misión central  argentina  en  Buenos  Aires,  encardada  de 
todo  lo  relativo  á  la  concurrencia  de  la  Kepública  á  la 
Exposición  Internacional  y  Universal  de  Paris  en  1878. 
Buenos  Aires,  Noviembre  de  1880.  Buenos  Aires.  6361. 
Imprenta  del  Porvenir,  calle  Defensa  núm.  139.  1880. 
En  4  ®  menor,  62  ps. 


358— Informe  de  la  comisión  examinadora  de 
cuentas  del  Banco  JSaeional^  presentado  á  la  Asamblea 
general  de  accionistas.  Ejercicio  de  1879.  Buenos  Aires. 
«La  República»  Imprenta  Especial  de  Obras,  calle  de 
Belgi-ano  189.  1880.  En  8  ® ,  8  ps. 

Forman  la  comisión  los  Señores  Akjbl  M.  Ro 
DRiGUEz,  Gregorio  Torres  ú  Ignacio  Firmat. 


i 


—  328  — 

359~][eiiioria  de  la  Dirección  Geaeral  de  Rentas 
y  oficinas  dependientes  correspondientes  al  año  de  1879. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  la  Penitenciaria.  1880.  En 
4^,  815 ps. 

Contiene  infinidad  de  cuadros  demostrativos.  Es 
un  trabajo  digno  de  la  competencia  y  contracción 
del  Director  Jeneral  de  Rentas,  D.  N.  Dibur.  «Com- 
prende el  movimiento  financiero  de  esa  repartición, 
así  como  las  reformas  que  la  práctica  aconseja 
adoptar.> 


360— Heinoria  de  la  Junta  de  Administración  de 
Crédito  Público  Nacional  desde  su  fundación  desde  el 
2  de  Enero  de  1864  hasta  el  15  de  abril  de  1880.  Buenos 
Aires*  Imprenta  de  obras  de  La  Nación^  calle  de  San 
Martin  núm.  208.  1880.  En  8^ ^  18  ps.  y  dos  cuadros. 

Los  cuadros  contienen  el  estado  de  la  deuda  pú- 
blica y  el  de  la  deuda  esterior. 


361— Memoria  del  Directorio  del  Banco  Nacional 
presentada  á  los  accionistas  en  la  sesta  Asamblea  anual 
y  correspondiente  aljaño  de  1879.  Buenos  Aires.  «La 
República».  Imprenta  especial  de  obras,  calle  de  Bel- 
grano número  189.  mdooclxxx.  En  4®,  32  ps.  con  va- 
rios cuadros  de  balance,  etc. 


362— JVeinoria  sobre  la'organizacion  de  la  Conta- 
bilidad de  la  provincia.  Año  1879.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  la  Penitenciaria.  1880.  En  4  ®  menor,  58  ps. 

Sistema  de  contabilidad  propuesto  por  D.  Sisto 
J.  QuBSADA  y  aceptado  con  algunas  modificaciones 
en  30  de  abril  de  1880. 


--  329  - 

S63— Banco  Provincial  de  Santa  Fé.  MeiiM^ria  de 
la  dirección  presentada  á  los  señores  accionistas  en  la 
asamblea  general  ordinaria  del  décimo  ejercicio  banca- 
rio  (1^  octubre  1879  á  30  setiembre  1880.)  Rosario,  octu- 
bre 25.  Imp.  de  El  Independiente,  Córdoba  50.  1880. 
En8<=>,  12  ps. 


364— ÜEeinoria  del  telégrafo  del  Estado,  correspon- 
diente al  año  1879,  Buenos  Aires.    Imprenta  de  obras 
de  La  Nación,  calle  San  Martin  núm.  208.  1880.  En  4^ 
menor,  10  ps.  y  5  cuadros  anejos. 


365~]|Ie]noria  del  Banco  Hipotecario.  Ejercicio 
de  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  obras  de  La  Na- 
ción, calle  San  Martin  núm.  208.  1880.  En  4  ®  menor, 
108ps. 


366 ^Memoria  de  la  Comisaña  general  de  inmi- 
gración, correspondiente  al  año  1879.  Buenos  Aires. 
La  República,  imprenta  especial  para  obras,  calle  Bel- 
grano  189.  1880.  En  4®,  xliv-348  ps. 

Contiene  en  forma  de  anejos,  los  resúmenes  de 
las  entradas  al  puerto^  el  movimiento  del  Hotel  de 
Inmigrantes,  los  estados  de  la  Oficina  nacional  de 
trabajo, informes  detallados  sóbrelas  colonias, etc. 


367— Memoria  de  la  Gefatura  política  del  Rosario 
bajo  la  administración  de  D.  Servando  Bayo.  Corres- 
pondiente al  año  1879.  Rosario.  Imprenta  de  E.  Carras- 
co, Aduana  núm.  72.  1 880.    En  8  *^ ,  46  ps. 

En  acápites  separados  trátala  administración, 
la  lejislacion  policial,  el  código  rural,  el  reglamen- 
to de  carreras^  etc.,  j  termina  con  quince  anejos. 


—  330  — 

Sft8— Hemoiria  del  ferro-carril  del  Oeste.  Año  1879» 
Buenos  Aires.  Imprenta  á  vapor  de  Juan  H.  Eidd. 
Corrientes  117.  1880.  En  8  ®  mayor,  282  ps. 

Contiene  las  memorias  de  las  diversas  repariá- 
ciones,  compuestas  en  su  mayor  parte  de  cuadros  y 
resúmenes  del  movimiento  de  la  carga  y  pasajeros, 
gastos,  entradas,  etc.;  memoria  del  telégrafo  del 
Estado,  etc. 

dí69— memoria  del  año  1879  presentada  á  la  Hono- 
rable Lejislatura  por  el  Ministro  de  Gobierno  y  Hacien- 
da Dr.  D.  Julián  Barraquero.  Mendoza.  Imprenta  de 
El  Constitucional.  En  4® ,  494  ps. 

Dividida  en  dos  secciones. 

La  primera — Ministerio  de  Oohierno — contiene 
diez  capítulos,  que  se  ocupan  sucesivamente  de 
jeneralidades,  subdelegaciones  departamentales, 
municipalidades,  policía,  administración  de  justi- 
cia, departamento  de  irrigación,  instrucción  prima- 
ria, municipalidad  de  la  ciudad,  censo  suplemen- 
tario de  Mendoza  y  reforma  de  la  Constitución. 

La  segunda  sección — Ministerio  de  Haci&nda^ 
contiene  diez  capítulos  referentes  á  la  situación 
económica  y  financiera  de  la  Provincia,  departa- 
mento topográfico  y  obras  públicas,  tierras  públi- 
cas, Banco  Mendoza  y  circulación  monetaria  dentro 
de  la  provincia. 


370— Memoria  presentada  por  el  Ministro  Secreta- 
rio en  el  Departamento  de  Gobierno  D.  Miguel  Tkdih 
-á  las  Honorables  Cámaras  Lejislativas  de  la  Provincia. 
1879-1880.  Salta.  Imprenta  del  Comercio  de  Emilio  So- 
liverez,  calle  General  Alvarado  núm.  140.  1880.  En  4®, 
XX  VI- 130  ps. 


—  331  — 

« 

El  testo  de  la  Memoria  se  ocupa  con  especialidad 
ele  la  administración  de  justicia,  de  la  instrucción 
pública  á  que  dedica  machas  pajinas  llenas  de  d^* 
tos,  y  de  la  policía. 

Los  anejos  encierran  la  memoria  de  la  adminis- 
tración de  justicia,  la  memoria  relativa  al  moYÍ- 
miento  de  las  escuelas  públicas  y  subvencionadas 
de  la  provincia,  durante  el  año  1879,1a  visita  de 
inspección  á  las  escuelas  de  campaña,  el  informe 
relativo  al  movimiento  de  la  contaduría  del  depar- 
tamento de  instrucción  pública  desde  1879  hasta  31 
de  agosto  de  1880,  y  la  memoria  del  departamento 
de  policía  y  guarnición  de  plaza — todo  lleno  de 
cuadros  estadísticos  y  sinópticos,  especialmente  en 
la  parte  de  las  escuelas  á  que  el  Ministro  de  6o* 
l)ierno  ha  prestado  preferente  atención. 


371— memoria  de  Gobierno.  Memorias  de  la  So- 
ciedad de  Beneficencia,  Penitenciaria,  Departamento  de 
Policia,  Consejo  de  Higiene  Pública,  Archivo  geneml 
de  la  Provinciti,  Museo  Público,  Museo  Antropológi(  o 
y  Arqueológico,  Defensoria  de  menores,  Ofici  la  de  es- 
tadística, Biblioteca  pública.  1879.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  la  Penitenciaria.  1880.  En  4*^  menor,  630  ps. 

La  memoria  de  la  Sociedad  de  Beneficencia  pr&- 
senta,  en  anejos  separados,  el  estado  de  la  Gasa  de 
huérfanos  de  la  Merced,  de  la  Casa  de  niños  expó- 
sitos, del  Manicomio  de  mujeres  (Convalecencia), 
.del  Hospital  jeneral  de  mujeres  y  del  Asilo  de 
huérfanos.  Todos  los  anejos  llevan  sus  correspon- 
dientes planillas  y  cuadros  estadísticos. 

La  memoria  de  la  Penitenciaria  es  de  sumo  inte- 
rés por  los  progresos  que  ha  hecho  el  estableci- 
miento en  lo  referente  á  sus  talleres,  notablemente 
l>ien  montados. 


^  332  — 

La  ecsistencia  de  penados  por  diversos  crímene» 
durante  el  año  1879  es  de  333,  y  la  de  procesados- 
sube  á  390. 

Lo  invertido  en  el  sostenimiento  de  la  Peniten- 
ciarla  asciende  á  3.400,988  $.  Se  han  gastada 
25,843$  en  útiles  para  los  talleres,  y  483,277  e» 
materias  primas  para  su  esplotacion.  Sama  total 
de  gastos :  3884,265 $. 

La  venta  de  lo  confeccionado  en  los  talleres  al- 
canza á  806,506  $. 

Siguen  á  la  memoria  los  siguientes  anejos :  In- 
tendencia— Contabilidad — Alcaidia—Hijiene  y  es- 
tado sanitario — Instrucción  primaria  y  biblioteca —  ' 
Culto  é  instrucción  relijiosa — Injeniero — Secreta- 
ria— Informes  sobre  varios  asuntos — Notas  sobre 
varios  asuntos. 

La  Penitenciaria  posee  una  imprenta  que  funcio- 
na con  regularidad  y  que  produjo  en  el  año  á  que 
esta  memoria  corresponde  144,353  $. 

Ecsisten  talleres  de  encuademación,  zapatería  & 
vapor,  sastreria,  talabartería,  escoberia,  hojalate- 
ría, galvanoplastia,  carpintería,  herrería,  panade- 
ría, etc. 

La  memoria  de  Policía  entra  en  detalles  de  inte- 
rés y  va  acompañada  de  tres  anejos  llenos  de  da* 
tos  y  comprobantes. 

La  memoria  de  lá  Oñcina  de  Estadística  presen- 
ta los  cuadros  del  movimiento  de  la  población,  del 
movimiento  jeneral  de  ferro-carriles,  etc. 

Finalmente,  la  memoria  de  la  Biblioteca  pública 
trae  la  nómina  de  los  diarios  y  periódicos  que  !& 
llegan,  la  lista  de  obras  recibidas,  etc. 


372—lIIeiiftoria  del  Ministerio  de  Hacienda  de  I» 
Provincia,  correspondiente  al  año  1879.    Buenos  Aires^ 


—  333  — 

'5984.  Imprenta  del  Porvenir,  calle  de  la  Defensa  núnr^ 
139.  1880.  En  4  ®  menor,  430-II  ps. 

Contiene  esta  memoria  el  proyecto  de  carta  or- 
pánica  del  Banco  de  la  Provincia  j  XVII  anejosr 
importantes,  consistentes  casi  en  su  totalidad  en 
informes  7  resoluciones  sobre  tierras  públicas,  va- 
lorización del  papel  moneda,  etc. 

Hajun  <  resumen  jeneral  de  las  casas  de  nego- 
cios, industrias  y  profesiones  fijas  establecidas  en 
las  14  parroquias  del  municipio, »  importante  coma 
iabla  estadística,  dividida  j^or  orden  alfabético. 
Dichas  casas  ascienden  prócsimamente  á  diez  miL 

No  deja  de  ser  curiosa  la  « Relación  comparativa 
entre  el  precio  de  venta  y  el  de  avaluación  délas 
propiedades  enajenadas  aurante  el  año  1879.  > 

Son  los  puntos  de  mayor  interés  en  esta  memoria 
llena  de  aspavientos;  pero  que  nada  resuelve  ni 
aclara. 


S^S—Memoria  de  las  oficinas  del  Departamento 
de  Hacienda  correspondiente  al  año  de  1879.  Buenos  Ai- 
res. Imprenta  de  la  Penitenciaria.  1880.  En  4  ^  menor. 
Total  de  ps.  lxvi-1136. 

Comprende  las  siguientes  memorias  con  compa- 
jinacion  aislada: 

Memoria  sobre  la  organización  de  la  contabili- 
dad de  la  Contaduría  de  la  Provincia — 60  ps.  De 
la  pajina  20  adelante  cuadros  y  resúmenes. 

Memoria  de  la  Tesorería  general — 6  ps. 

Memoria  de  la  Dirección  jeneral  de  rentas— Tie- 
ne cuatro  anejos  é  infinidad  de  cuadros  de  resume- 
nesy  balances. 

Memoria  de  la  oficina  de  contribución  directa. 

Memoria  de  la  administración  de  sellos — Tiene 


—  334  — 

«atorce  anejos — y  varios  cuadros  con  el  resultado 
de  la  renta  de  estampillas,  papel  sellado,  etc. 

Memoria  de  la  oñcina  de  patentes  y  marcas. 

Memoria  de  la  Oficina  de  recaudación  del  im- 
puesto de  saladeros  y  graserias — Con  cuadros  de- 
mostrativos de  las  haciendas  beneficiadas,  etc. 

Estas  cinco  Memorias  Ueran  compajinacion  se- 
guida que  alcanza  á  316  ps. 

Memoria  del  Departamento  de  Injenieros  corres- 
pondiente al  año  1879— Con  cuadros  demostrativos, 
balance  del  Ferro-Carril  del  Sud,  etc. 

Memoria  del  Banco  de  la  Provincia — Con  resú- 
menes en  cuadros  de  todas  las  operaciones. 

Memoria  del  Monte  de  Piedad. 

Memoria  del  Telégrafo  del  Estado. 

Estas  cuatro  Memorias  llevan  compajinacion  no 
interrumpida,  que  alcanza  á  164  ps. 

Memoria  del  Banco  Hipotecario  Ejercicio  de 
1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  obras  de  Lala- 
ción, calle  de  San  Martin  número  208.  1880.  108  ps. 

Memoria  del  Ferro-Carril  del  Oeste  Buenos  Ai- 
res. Imprenta  á  vapor  de  Juan  Kidd,  Corrientes 
117.1880  282  ps.  Incluye  la  memoria  del  jerente, 
del  contador,  del  injeniero  principal^  del  encargado 
del  servicio  del  material  y  tracción. 

Memoria  de  la  Comisión  de  aguas  corrientes, 
cloacas  y  adoquinado.  Año  1879.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  la  Penitenciaria.  1880.  lxvi  y  100  ps. 
Incluye  la  memoria  de  la  oficina  del  Señor  Bate- 
man,  de  la  Contaduría,  de  la  Oficina  de  Recauda- 
ción, de  la  oficina  de  injenieros.  con  cuatro  anejos 
y  separadamente  la  memoria  de  la  Comisión  di- 
rectiva de  la  canalización  del  Riachuelo. 


—  335  — 

S74— Departamento  de  Marina.   Anexo  é,  la  He- 

maria  de  la  Capitanía  General  de  Puertos  y  sus  de- 
pendencias^ correspondiente  el  año  de  1879.  Presentada 
si  Señor  Ministro  de  Guerra  y  Marina  por  el  Gefe  de  la 
repartición  Cáblos  A.  Mansilla.  Buenos  Aires.  «La 
República»,  Imprenta  Especial  de  Obras,  calle  Belgra- 
no  número  181. 1880.  En  4®,  xiv-404  ps. 

Contiene  los  inventarios  de  diversas  capitanías, 
proyectes  de  presupuestos  y  la  indicación  de  mu- 
clias  innovaciones. 

375 — ^nenioria  del  Departamento  de  Justicia  Cul- 
to é  Instrucción  Pública  correspondiente  al  año    1879. 
Buenos  Aires.  Imprenta  Especial  de  Obras,  Belgrano 
189.  1880.  En  4^,  520  ps. 

Carece  de  testo,  porque  los  acontecimientos  poli- 
ticos  y  señaladamente  la  intervención  de  Corrien- 
tes, impidieron  al  ministro  del  ramo,  Dr.  D.  Miguel 
OoTENA,  escribirlo  en  oportunidad. 

Está  formada  por  tres  anejos,  de  los  cuales  el 
referente  á  la  instrucción  pública  obsorbe  el  inte- 
rés é  importancia  de  la  memoria,  pues  contiene  los 
informes  anuales  de  los  establecimientos  científi- 
cos, de  educación  secundaria,  escuelas  profesiona- 
les, etc.,  no  faltando  entre  ellos  alguno  notable— el 
del  Sr.  Corona  Martínez,  rector  que  fué  del  Cole- 
jio  Nacional  de  Santa-fé ;  y  alguno  ridículo — el  del 
Tadre  Martin  A.  PiíTero,  rector  del  Colejio  Nacio- 
nal de  Santiago  del  Estero. 


376— Coni^reso  Nacional.  Cámara  de  Sena- 
dores. Sesiones  de  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El 
Jíacional,  calle  de  Bolívar  65  y  67.  1880.  En4®,  864 
ps.  á  dos  columnas. 


—  336  — 

En  las  sesiones  del  año  1879  han  tenido  sanción 
deñnitiya  cincuenta  y  nueve  proyectos  de  ley,  de 
los  cuales  treinta  y  cinco  fueron  presentados  por  el 
P.  E.,  diez  y  siete  habian  venido  de  la  Cámara  de 
Diputados  y  siete  iniciados  en  el  Senado. 

Son  notables  las  sesiones  en  que  esta  Cámara  se 
ocupó  dé  las  erratas  ó  correcciones  al  Código  Civil» 


d77— Congreso  líacionaL  Diario  de  (Sesio- 
nes de  la   Cámara  de   Diputados.  Año  1880.  Buenos 
Aires.  «La  República»,  Imprenta  Especial  de  Obras,  ca- 
lle de  Belgrano  número  189.  1881,  En  4®  mayor,  V» 
624  ps.. 

Sesiones  menos  laboriosas  pero  no  menos  fecun- 
das que  las  déla  Cámara  de  Senadores. 


378— Coni^reso  Nacional.  Relación  de  losr 
asuntos  pendieptes  en  la  Cámara  de  Diputados  (1  ® 
de  mayo  de  1880).  Buenos  Aires.  5893— Imprenta  del 
Porvenir,  Defensa  139.  1880.  En  8®  menor,  42  ps. 

Por  orden  de  fecha,  con  designación  de  la  Comi- 
sión en  que  se  encuentra  cada  asunto,  etc. 


379— Anuario  de  Correos  y  telégrafos  déla 
República  Argentina  presentado  al  Exmo.  Gobierno  Na- 
cional por  el  Director  General  del  i*amo,  correspon- 
diente al  año  de  1879.  Segunda  serie  número  6.  Buenos 
Aires.  5964  Imprenta  del  Porvenir,  calle  de  la  Defen- 
sa número  139.  1880.  En  4^  menor,  LXVni-238  ps. 

« He  concluido  de  bosqueiar  á  V.  E!,  dice  el  Se- 
ñor Olivera  al  terminar  la  memoria,  los  traba- 
jos ejecutados  en  la  administración  á  mi  cargo,  no 


—  337  — 

solamente  darán  te  el  año  de  1879,  sino  durante  los 
einco  años  qne  llevo  al  frente  de  ella.t 

La  memoria  estudia  el  movimiento  económico 
7  los  gastos  de  correos  y  telégrafos,  en  secciones 
separadas,  el  movimiento  de  correspondencia,  de 
<K)rreos  diversos  y  provisión  de  útiles,  el  movi- 
miento y  contratos  de  correos  diversos,  la  corres- 
Eondencia  telegráfica,  etc.  Comprende  las  primeras 
XVIII  pajinas  del  libro. 

El  resto  contiene  cinco  apéndices: 

A.— Informe  del  Secretario^  con  diez  anejos  refe- 
rentes al  archivo  jeneral,  estado  de  las  líneas  te- 
legráficas, personal  de  Correos,  etc. 

B — Inspección  jeneral  de  telégrafos^  con  el  informe 
del  inspector  jeneral,  cuadros  demostrativos  del 
movimiento,  etc. 

C — Contaduría — Servicio  interno  postal — Perso- 
nal de  ambos  servicios — con  varios  cuadros  que  re- 
sumen el  movimiento  y  producido  de  los  timbres 
postales. 

T>— Malas  esiranjeras — Útiles  de  ambos  servicios — 
Estafetas  ambulantes  en  ferro-carriles  y  vapores — 
Correo  Urbano^  con  ocho  anejos. 

E— Tesorería. 


380— Reglamento  para  el  escrutinio  de  la  elec- 
ción de  Presidente  y  V  ice-Presidente  de  la  República. 
Buenos  Airas.  Imprenta  de  El  Nacional,  Bolivar  65  j 
67.  1880.  En  4  ®  menor,  7  ps. 

Reglamento  sancionado  el  15  de  agosto  de  1868, 
reimpreso  para  el  escrutinio  de  la  última  elección 
presidencial. 


-  338  — 

881— Disposición  de  las  ordenanzas  de  Aduana 
sobre  comisos  y  multas  por  contrabando  adjudicables  á 
los  denunciantes  ó  aprehensores.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  El  Nacional,  Bolívar  65  y  67.  1880.  En  8  ®,  14  ps. 


SSít—Tiey  general  de  tierras  públicas  de  la 

Provincia  de  Buenos  Aires  sancionada  en  1878  y  decre- 
to reglamentario  de  la  misma.  Buenos  Aires,  Imprenta 
del  Mercurio,  Alsina  270  á 274.  1880.  En  8®,  16  ps. 


SSB'-lJeyes   de  Presnpnesto   é  Impuesto» 

para  el  año  1881.  Mendoza.  Diciembre  de  1880.  Impren- 
ta de  El  Constitucional.   En  4*^ ,  30  ps. 


S84 — Jiej  de  presnpnesto  general  de  la  Nación 
Argentina  para  el  ejercicio  de  1881,  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma,  calle  Belgrano  números  133  á  137- 
1880.  En4'=>,  210  ps. 


385— liev  y  reglamento  del  monte  de  Pie- 
dad de  la  Municipalidad  de  Mendoza,  octubre  de  1880. 
Imprenta  de  El  Constitucional.  En  4*^  ^  á  dos  columnas, 
12  ps. 


386 — ^IJey  orgánica  y  de  procedimientos  de  la  jus- 
ticia de  paz.  Mendoza,  Junio  de  1880.  Imp.  de  El  Cons- 
titucional. En  4  ^ ,  á  dos  columnas,  26  ps. 


387— liOy  de  elecciones  de  la  Provincia  de  Men- 
doza. Mendoza,  diciembre  de  1880.  Imprenta  de  El 
Constitucional.  En  4*^,  á  dos  columnas,  10  ps. 


—  339  — 

388— Ijey  de  telé^rrafos  nacionales  de  la  Re- 

fúblíca  Argentina.   Buenos  Aires.  6281.    Imprenta  del 
^orvenir.  Defensa  139.  Ez.  16  ® ,  28  ps. 


S89— Iiey  de  telég^rafos  nacionales  de  la  Re- 

fública  Argentina.  Buenos  Aires.  6281.   Imprenta  del 
^orvenir,  Defensa  139.  1880.  En  16® ,  28  ps. 

Ley  vijente,  promulgada  el  7  de  octubre  de  1875, 


390— licV  de  papel  sellado  y  patentes  de  la 

Kepública  Argentina  para  1880.  Publicación  oficial. 
[Buenos  Aires.  Impí  enta  de  La  Nación.  San  Martin  208» 
1880.  En  4*=»,  24  ps. 


391~Iieyes  decontabilldad  y  de  obras  pública» 
y  otras  disposiciones  relativas.  Publicación  oficial.  1879. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  de  Bel- 
grano  números  133  y  135.  1880.  En  4®,  56  ps. 


392— Proyecto  de  ley   de  irrigación  para  la 

Provincia  de  Mendoza^  confeccionado  por  el  Dr.  Barra- 
quero y  elSr.  D.  Justo  F.  Godoy.  Mendoza,  diciembre 
de  1880.  Imprenta  de  El  Constitucional.  En  4®,  á  dos 
columnas,  22  ps. 


393— Proyecto  de  presupuesto  general  de  gas- 
tos y  cálculo  0  0  recursos  de  la  administración  para  1880 
sancionado  por  la  Honorable  Cámara  de  Diputados. 
Buenos  Aires.  Imprenta  Moreno,  calle  Moreno  180. 1880. 
En  4®,  46  ps. 


TÁRIIDADH 


39^4~Hlstoria  de  ana  mujer.  Exacta  copia  fo- 
tográfica del  magnífico  álbum  del  célebre  dibmante  es- 
pañol EusEBio  Planas.  Buenos  Aires.  1880.  Fernando 
T'ort  (fotógi'afo).  En  8  '^^  portada  y  cuarenta  y  nueve  fo- 
.tografías. 

Las  fotografías  bastante  bien  tomadas,  son  he- 
chas en  Buenos  Aires.  En  cuanto  ala  concepción  y 
4ibujo,  inmejorable.  Hay  gracia  en  todas  las  esce- 
jias,  movimiento  dramático  en  el  conjunto  y  siem- 
pre belleza  en  la  ejecución.  Las  múltiples  aventu- 
ras de  una  mujer  alegre  y  hermosa  están  consigna- 
das y  fijadas  en  esas  cincuenta  pajinas  con  arte  y 
•esactitud  inimitable. 


395— Recepción  oficial  del  doctor  D.  José  Agus- 
tín de  Escudero  en  calidad  de  Ministro  residente  de  la 
Kepública  de  Costa  Rica  cerca  del  gobierno  de  la  Con- 
federación Argentina.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pa- 
blo E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina— 60. 
1880.  En8®,  8ps. 

82 


—  342  — 

Rica  impresión.  Contiene  la  crónica  del  acto  y~ 
los  discursos  cambiados. 


396 — Berich  uber  die  feier  des  SojSliri^eii^ 

Doctor— jubilaeums  des  Prof.  Dr.  Hermrann  Burmeister 
begangen  den  19  december  1879  in  Buenos  Aires.    Al» 
Manuscript  gedruckt.  Buenos  Aires.  Druckerei  von  P. 
E.  Coni.    Calle  Alsina  núm.  60.    1880.  En  4®  menor, 
38  ps. 

Crónica  de  las  fiestas  celebradas  en  honor  del 
profesor  Dr.  Germán  Burmeister,  por  sus  amigos  y 
discípulos  en  el  quincuajésimo  aniversario  de  su 
doctorado. 


397— liiisayo  sobre  innti^racion  y  coloniza- 
ción en  la  Provmcia  de  Buenos  Aires  por  Francisco  See- 
ber.  Buenos  Aires,  febrero  1881.  Imprenta  de  obras  de 
La  Nación,  calle  San  Martin  núm.  208.  1881.  En  8  ® 
mayor,  44  ps. 

El  estudio  del  señor  Seebrr  ha  sido  escrito  por 
encargo  de  la  Comisión  de  la  colonia  Olavarria,  á 
la  cual  lo  habia  encomendado  el  Gobierno  déla 
provincia  de  Buenos  Aires.  El  autor  lo  dedica  al 
gobernador  de  la  misma. 

El  trabajo  sirve  de  base  ó  comentario  al  proyecto 
de  ley  con  que  termina,  autorizando  el  estableci- 
miento de  cuatro  colonias  agrícolas  sobre  vias  fér- 
reas óásus  inmediaciones. 


398— Recuerdos  deán  inmigrante.  Primera 
parte.  Sobre  la  primera  fábrica  de  paños  en  la  Repúbli- 
ca y  la  primer  casa  de  depósito  y  corrección  de  meno-- 


—  343  — 

Tes  titulada  Fundición  Argentina.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma^  calle  Belgrano  números  133  á  139. 
1880.  En  8®,  50  ps. 

Autor :  Francisco  Garulla.  Antecedentes  sobre 
la  fábrica  de  paños  y  la  fundición  arjentina. 


SOO—Lia  casa  rústica.  Obras  rústicas  de  todo 
género,  acuarium,  bancos  para  jardines,  mesas,  sillas, 
repisas,  rinconeras,  kioscos,  puentes,  grutas  artificiales, 
etc.  Plantas  de  todo  género  para  salones,  patios  y  jar- 
dines. Flores  frescas  y  secas,  pastos  cristalizados  y 
teñidos,  ramos  y  adornos  de  salones  para  bailes  y  tertu- 
lias. Arreglo  artístico  de  patios  y  vestíbulos.  Construc- 
ción de  invernáculos  económicos  en  patios  y  jardines. 
Fonnacion  de  parques  y  jardines  y  trazado  de  planos. 
Pedidos  á  Estados-Unidos,  Francia,  Inglaterra,  Alema- 
nia é  Italia  de  semillas  y  plantas. — Oficina  y  depósito 
calle  Florida  núm.  163.  Taller  de  obras  calle  Uruguay 
núm.  29.  Jardin  en  Villa  Colon.  Montevideo.  Buenos 
Aires,  Imprenta  de  M.  Biedma.  Belgrano  133  á  139. 1881. 
En  16®,  12  ps. 


400— Almanaque  déla  cocinera  argentina 

para  1881.— Buenos  Aires.  Imprenta  y  Librería  de  Ma- 
yo de  C.  Casavalle,  calle  Perú  115.  1880.  En  4*=>  me- 
nor, 66  ps. 

Es  una  curiosidad. — Contiene  más  de  300  recetas 
culinarias  de  platos  del  pais  ó  modificados,  por  lo 
menos,  según  nuestras  costumbres  y  preferencias. 

El  Sr.  Casavalle  consiguió  á  fuerza  de  empeños 
copia  del  manuscrito  de  recetas  que  publica  en  for- 
ma de  almanaque,  debido  á  la  pluma  de  la  señoi'a 
PuEYRRBDON  DE  Pblliza  j  conscrvado  por  una  de 
sus  bijas  como  precioso  recuerdo  de  familia. 


_  344  — 

401— Triple  almanaque  para  todos.  1881.  Ver- 
dadera enciclopedia  de  datos  indispensables  al  comer- 
ciante, al  forastero,  á  las  familias  y  á  toda  clase  de 
artes  y  oficios.  Contiene  también  una  colección  de  epi- 
gramas, chascarrillos^  mentiras^  verdades,  disparates, 
un  ramillete  de  felicitaciones  y  la  ciencia  de  pronosticar 
los  sucesos  y  caracteres  por  los  signos  del  Zodíaco  y  sis- 
tema planetario.  Publicado  por  la  imprenta  del  Courrier 
de  la  Flata,  calle  Piedad  nám.  148  y  154.  Buenos  Aires. 
1881.  En  8®,  80  ps. 

Publicado  en  1880.  Contiene  una  sección  literaria 
que  ocupa  la  mitad  del  folleto. 


402— Almanaque  nacional  para  el  año  1881» 
Año  IV.  Indispensable  para  abogados,  procuradores, 
comerciantes,  agricultores  y  familias.  El  más  completo 
que  ha  aparecido  hasta  el  dia  en  la  República  Argentina. 
Publicado  por  la  imprenta  de  La  Capital,  calle  Puerto 
161  y  163.  Kosario.  En  4®.  á  una  y  dos  columnas, 
152  ps. 


403— Almanaque  íSud- Americano  para  el  año 
188U  redactado  por  Casimiro  Prieto  Valdés  y  enrique- 
cido con  producciones  literarias,  casi  todas  inéditas,  de 
los  señores  Alcalá  Galiano,  Ased,  Ayola,  Bares,  Barros, 
Bartrina,  Blanco,  Bustillo,  Cañé,  Dominguez,  Egózcue, 
Garcia  M  érou,  López  Benedito,  López  Lorenzo,  Lugones^ 
Obligado,  Palacio,  Palma,  Pastorfido,  Pereira,  Porset, 
Reina,  San  Martin,  Tamini,  Vallejo,  Fournier,  Viller- 
gas,  etc.,  etc.  Ilustrado  con  profusión  de  grabados.  Bue- 
nos Aires.  Librería  de  El  Siglo  Ilustrado,  calle  de 
Corrientes,  192  y  194.  En  8  ® ,  224  ps. 

Carátula  de  cromo-litografia. 
Este  acreditado  almanaque  cuenta  ya  cinco  años, 
de  ecsistencia.   Preparados  sus  materiales  por  el 


—  345  — 

aator  en  Buenos  Aires,  los  remite  ¿  Barcelona, 
donde  se  imprime. 


404-- Almanaque  de  Buenos  Aires  para  1881. 
Contiene:— Croquis  bonaerenses,  cuadros  al  carbón, 
estudios  al  natural,  diálogos  de  actualidad,  ecos  de  todas 
partes,  escenas  de  la  vida  portefía,  avisos,  etc.  Ilustra- 
ciones de  Faria.  Aflo  I.  Imprenta  de  La  Tribuna,  calle 
Victoria  núm.  39.  1880.  En  4®  menor,  á  dos  columnas, 
40  ps. 

Trae  los  retratos  del  jeneral  Roca,  Dr.  Rocha, 
Alberdi,  D.  Nicolás  Calvo,  etc. 


405— Cl  prog^reso.  Almanaque  ilustrado  para 
1881.  Contiene  biografías,  cuentos,  poesías,  anuncios, 
magníficos  retratos  y  caricaturas.  Editor:  Luis  M.  Gar- 
zón. 1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  la  Escuela  de 
Artes  y  Oficios  en  San  Carlos  (Almagro).  En  8^,  128 
ps. 

Trae  los  retratos  de  los  jefes  Sosa,'  Thompson 
Morales,  Felipe  Mansilla  y  otros  varios. 


406— Almanaque  doble  para  el  año  1881  que 
contiene  á  más  del  calendario,  las  Leyes  de  Papel  sella- 
do Provincial  y  Nacional,  la  Tarifa  Postal,  el  Reglamen- 
to y  Tarifa  de  los  Telégrafos,  la  Tarifa  para  los  carrua 
jes  de  plaza,  la  tarifa  que  deben  cobrar  las  balleneras, 
etc.,  el  valor  leeal  de  las  monedas  extranjeras.  Precios 
corrientes  para  la  carga  y  descarga  de  los  buques.  Pre- 
cios corrientes  de  lanchajes,  el  Reglamento  para  el 
reñidero  de  Gallos,  el  Reglamento  para  carreras,  el 
Cuadro  de  las  distancias  de  un  pueblo  á  otro  de  la  Re- 
pública Argeniina,  un  Cuadro  de  reducción  de  las  vara» 


^ 


—  346  — 

en  metros  y  de  los  metros  en  varas,  el  Cuadro  de  lo  que 
corresponde  en  pesos  y  reales  al  dia,  el  Himno  Nacional, 
el  lenguaje  de  las  flores,  una  pequeña  geografía  de  la 
República  Argentina,  las  horas  de  entrada  y  salida  del 
Sol,  un  tratado  de  agricultura,  el  plano  de  Buenos  Aire» 
y  un  catálogo  de  la  librería  de  C.  M.  Joly  (casa  fundada 
en  1848).  Se  vende  por  mayor  y  menor.  Buenos  Aires. 
Librería  de  C.  M.  Joly  135,  137.  calle  Victoria  141, 143. 
En  12®,  64  ps.  (Publicado  en  Paris— 2826.  Imprimerie 
de  Poissy,  S.  Lefya  et  Cié. 


407— Almanaqne  para  el  año  del  Señor  1881  que 
contiene  á  más  del  calendrio  del  año  :  Las  horas  de 
Salida  y  Entrada  del  Sol  cada  dia,  una  útilísima  tabla 
de  alquileres  y  conchavo,  la  nomenclatura  de  las  calles 
de  la  ciudad  de  Buenos  Aires,  y  un  extenso  tratado  de 
agricultura.  Almacén  de  papel  por  mayor  y  menor  de 
Alemany  hermanos.  Calle  acia  Piedad,  67,  69  y  71. 
Buenos  Aires.  En  12'=',  16  ps. 


408— El  mismo.  En  venta  por  mayor  Casa  de  A. 
Estrada,  196,  Bolívar,  204. 


409— Almianaaiie  para  el  año  1881.  Obsequio  de 
la  Tienda  A  la  Ciudad  de  Londres  á  sus  favorecedores 
de  la  Ciudad  y  de  la  Campaña.  En  8  ® ,  16  ps. 


410— Almanaque  de  ja  gran  papelería  de  León 
Rigolleau,  Agente  y  Representante  de  Laroche-Jou- 
bert,  Lacroix  y  Ca.  para  el  año  del  señor  1881,  que  con- 
tiene, á  más  del  calendario  del  año  :  Las  horas  de  Sali- 
da y  Entrada  del  Sol  cada  dia,  una  útilísima  tabla  de 
alquileres  y  conchavos,  la  nomenclatura  de  las  calles  de 
Buenos  Aires  y  un  extenso  tratado  de  Agricultura.  Coa 


—  347  — 

^aprobación  de  la  Curia  eclesiástica.  Depósito  de  los  re- 
nombi*ado8  papeles  de  la  muy  conocida  Casa  Laroche- 
Joubert,  Lacroix  y  Ca.  de  Angulema.  185,  calle  Riva 
-davia,  185.  Buenos  Aires.  En  12®,  16  ps. 


411— El  vecindario  de  la  Boca  y  el  puerto  en 
-el  Riachuelo.  Buenos  Aires.  1880.  En  4  ®  menor,  45  ps. 

Contiene  «  los  antecedentes  y  trabajos  realiza- 
dos por  el  vecindario  de  la  parroquia  áe  San  Juan 
Evanjelista,  en  el  sentido  de  que  el  Gobierno  Na- 
cional disponga  la  prosecución  délas  obras  del 
puerto  en  el  Riachuelo. > 


412— Oficina  de  nodrizas  de  Buenos  Aires  si- 
tuada calle  de  Tacuarí,  183  y  185.  Director :  Antonio 
Amorena.  Institución  particular  destinada  á  proporcio- 
nar á  las  familias  amas  de  leche,  previo  un  examen  fa- 
cultativo. Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni, 
especial  para  obras.  60  Calle  Alsina  60.  1880.  En  32®, 
^  ps. 

Contiene  su  reglamento. 


413— Marcas  á  fuego  para  ganado.  Sistema 
•del  Dr.  Paquelin,  de  Paris,  el  sistema  más  económico 
para  la  marcación  de  ganados.  E.  R.  Serantes  y  R. 
Bullrich,  únicos  y  esclusivos  concesionarios  de  todos  los 
aparatos  á  combustión  del  Dr.  Paquelin  para  toda  la 
América  del  Sur.  9  Florida  9.  Buenos  Aires.  En  8  *^  8  ps. 


414— Eficacia,  pureza  y  elegancia.  Preparacio- 
jies  farmacéuticas  fínas  de  calidad  superior  jpolvos 
comprimidos  ó  pildoras  y  estractos  fluidos  medicinales 


—  348  — 

preparados  por  John  Wyeth  y  hnos.  Filadelfia«  Cott 
formulario,  dosaje  y  composición  cuantitativa^  etc.  Ea 
32®,  35  ps.    Imprenta  de  Kidd.  1880. 


415— Compañía  continental   telefónica  de^ 

Estados  Unidos.  Únicos  y  esclusivos  propietarios  del 
Teléfono  «Bell»^  patentizado  en  Rusia,  Italia,  España, 
Portugal,  América  Central  y  Sur,  y  las  Indias  Orienta- 
les. Walter  S.  Keyser  representante  y  apoderado  ge- 
neral de  la  Compañía  en  las  Repúblicas  Argentina  y 
Uruguay.  En  8  ®,  13  ps.  Con  una  fotografía. 


416— Colegio  del  Salvador.  ^Solemne  distribu- 
ción de  premios  precedida  de  una  corona  poética  el 
dia  16  de  Diciembre  de  1880.  A.M.  D.  G.Buenos  Aires. 
Imprenta  de  Pablo  E,  Coni,  especial  para  obras.  60^. 
calle  Alsina  60.  1880.  En  8  <=^,  38  ps. 


41 7 -Resumen  de  la  venta  de  haciendas  y 

propiedades  urbanas  y  rurales,  efectuadas  por  Adolfo- 
Bullrich  y  Ca.  78,  Alsina  78,  durante  el  año  de  1880- 
En8®,  16  ps. 


418— Banco  Hipotecario.  Propiedades  en 
venta.  Febrero  de  1881.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  El 
Siglo  calle  Alsina  101.  1881.  En  8^,  36  ps. 


419— Catálaffo  g^eneral  de  la  4^  esposicion  y  fe- 
ria de  la  Sociedad  Rural  Arj entina.  Apertura  18  de- 
abril  de  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Bíedma^ 
Belgrano  133  y  137.  1880.  En  8  ®,  52  ps. 


—  349  — 

420— Proyecto  de  Reglamentó  de  la  Sociedací 
*'  Bolsa  de  Comercio  "  Buenos  Aires.  Imprenta  de  La 
Nación,  San  Martin  208,  1880.  En  8  ® ,  24  ps. 

Trabajo  de  los  Sres.  Calisto  Oyüela  y  G.  E^ 
Maschwitz. 


421— Reglamento  de  la  (Sociedad  ^'Rolsa 
de  Comercio  ",  sancionado  por  la  Asamblea  general 
de  socios  el  2  de  marzo  de  1880.  Buenos  Aires.  Impren-^ 
ta  de  obras  de  Nación,  calle  de  San  Martin  número  208.- 
1880.  En  8®,  24  ps. 

Es  el  reglamento  vijente.  Determina  los  deberes^ 
y  derechos  de  los  socios,  ocupándose,  en  secciones 
separadas,  déla  Cámara  Sindical, corredores,  cor- 
reaores  de  Bolsa,  liquidaciones,  etc. 

4^2— Xifstatntofi»  de  la  sociedad  anónima  La  pro- 
gresista. Buenos    Aires.   Establecimiento  Tipográfico- 
Librario  La  Patria  79-Calle  Cuyo-79.  1880.  Enl2^,- 
12  ps. 


423— Reglamento  del  Club  Union  Argentina^ 
Buenos  Aires.  Imprenta  Europea,  Reconquista  73.  1880. 
En  8®,  14 ps. 


424— Estatutos  de  la  sociedad  anónima  tranways 
de  la  ciudad  de  Tucuman.  Buenos  Aires.  Establecimien-^ 
to  Tipográfico  á  vapor  de  La  Prensa.  Calle  de  Moreno- 
núm.  109.  En  8®,  16  ps. 


—  350  — 

425— Kstatutofii  de  la  Sociedad  anónima  La  des- 
-cubridora  de  lavaderos  de  oro  en  la  provincia  de  San 
-San  Luis.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  B.  Coni, 
especial  para  obras.  60— Calle  Alsina— 60.  1880.  En 
4^    menor,  12  ps. 


426— Estatutos  del  Cub  Social  del  25  de  Mayo. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  obras  de  la  Nación^  calle 
4e  San  Martin  núm.  208.  1880.  En  32®,  16  ps. 


427— Centro   industrial    arjentino.    Tiegltínkenif 

-del  Museo  industrial  aprobado  por  el  Consejo  de  admi- 
nistración en  29  de  Marzo  de  1880.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  M.  Biedma.  Belgrano  números  133  á  139. 1880. 
En  16®,  16  ps. 


428— Reglamento  de  la  Biblioteca  popular  de  Las 
Flores,  reformado  en  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
M.  Biedma,  Belgrano  núms.  133  á  139.  1880.  En  16  <=^, 
14  ps. 


429— Reglamento  para  los  exámenes  de  los  Cole- 
gios Nacionales.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Bied- 
ma. Belgrano  núms.  133  á  139.  1880.  En  16®,  12  ps. 


430— Reg^lamento  de  la  Sociedad  Anglo- Argenti- 
na de  carreras  en  Navarro.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
M.  Biedma.  Belgrano  núms.  133  á  139.  1880.  En  16®, 
24  ps. 


—  351  — 

431— Re^^lamento  General  para  la  Escuela  de 
Música  de  la  Provincia.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M. 
Biedma.  Belgrano  núms.  133  á  139.  1880.  En  16®, 
^4  ps. 


43d~l4xposition  continentale  snd-améri- 
eaine  de  1880  á  Buenos  Aires  sous  le  patronage  du 
gouvernement  argén tin.  Réglement  especial  de  la  sec- 
tion  des  machines  destinée  á  l'Europe  et  auxEtats-ünis 
precede  d'  un  extrait  du  réglement  general.  Ouverture 
de  Texposition  le  15  septembre  1880.  Buenos  Aires  Im- 
primerie  de  Paul  Emile  Coni  60— Rué  Alsina— 60.  1880. 
En  8®,  16  ps. 


433— Be^^lamento  interno  de  la  aug.*.  log.*.  «15  de 
Setiembre""  valle  de  dolores.  Dolores.  Imprenta  del  dia- 
rio La  Patria,  calle  Montevideo  núm.  37.  1880.  En  8®, 
14  ps. 


434— ^Estatutos  del  centro  industrial  arj entino.  Re- 
formados en  la  Asamblea  del  4  de  Diciembre  de  1879. 
Buenos  Aires.  Imprenta  del  «Counier  de  la  Plata»  •  San 
Martin  202.  1880.  En  16®,  28  ps. 


435 — Reglamento  delle  Societá  Italiana  Unione  é 
fratellanza  in  Lobos.  Buenos  Aires.  Stabilimento  Tipo- 
grafico-librario  La  Patria.  79  Via  Cuyo  79.  1880.  En 
:8'=',  16  ps. 


436— Reglamento  de  la  ^''Asociación  estudian- 
tes" fundada  el  2  de  Agosto  de  1879.  Buenos  Aires.  Li- 
iografia  de  Turdera  y  Molina,  Piedad  103.  1880.  Ea 
16"=^,  14  ps. 


—  362  — 

437~Be£:lainento  general  de  la  Congregadon 
doctrinal  espiritista  fraternidad  unida  á  la  caridad. 
Buenos  Aires.  Imprenta  La  Pampa,  calle  Victoria 97  y 
99.  1880.  En  8®,  12  ps. 


438— Informe  de  la  presidencia  de  la  Sociedad  Da- 
mas de  Caridad  del  Salto.  Buenos.  Imprenta  de  ''La 
Pampa",  calle  Victoria  97  y  99.  1880.  En  8®,  16  ps. 


439 — Cosmopolita  de  protección  mutua.  Hemoria 
administrativa  presentada  por  la  Comisión  directiva  á 
la  quinta  asamblea  general  ordinaria  celebrada  el  6  de 
enero  de  1880.  Marzo  1  ®  á  31  de  diciembre  de  1879. 
Buenos  Aires  Imp.  La  Presidencia,  Esmeralda  23. 1880. 
En  4®,  28  ps. 


440— Compte  renda  du  1  ^  semestre  de  Tannée 
1880  presenté  par  le  Conseil  d'administrationdelaSo- 
cieté  philanthropique  francaise  du  Rio  de  la  Plata  á 
Tassemblée  genérale  du  1  '^  aout.  Buenos  Aires.  Typo- 
graphie  et  stéréotypie  du  Courrier  de  la  Plata  148,  rué 
de  la  Piedad  154.  1880.  En  8®,  72  ps. 

En  los  anejos  de  la  lista  completa  de  los  socios 
de  la  ciudad  de  Buenos  Aires  y  de  los  pueblos  de 
la  provincia. 


441— Informe  del  presidente  de  la  sociedad  ''Es- 
tímulo  de  bel  las  artes"  acerca  de  los  trabajos  de  la  Co- 
misión Directiva  en  el  aflo  de  1879.  Buenos  Aires  Im- 
prenta de  La  Nación,  calle  San  Martin  208.  1880.  Eft 
«<^,l2ps. 


—  353  — 

44d-^]j08  eic-direetores  del  Banco  provincial  de 
Santa-fé  á  los  señores  accionistas  y  al  público.  Rosario. 
Jmp.  de  E.  Carrasco.  Aduana  72.  1880-   En  8^,  15  ps. 

Acompaña  varios  documentos  intercalados  en  el 
testo  de  la  esposicion. 


443 —Memoria  del  T)eríodo  administrativo  de  la 
presidenta  de  la  Sociedad  de  Beneficencia  Da.  Josefa 
Gano^  desde  el  3  de  setiembre  del  año  1879  hasta  igual 
fecha  del  80.  San  Juan.  Imprenta  de  La  ünion.  Piaza 
25  de  Mayo  núm.  52.  1880.  En  16  ®,  20  ps. 


444— Infarme  de  la  Sociedad  Damas  de  Caridad 
de  San  Vicente  de  Paul  leído  en  la  asambla  general  del 
28  de  Diciembre  de  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de 
Pablo  E.  Coni.  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina — 
60.  1880.  En 8®.  20  ps. 

Lamitaddel  folleto  está  destinada  á  la  lista  de 
socias^  ausiliares,  etc.,  cuya  nómina  completa 
ofrece. 


445-  Caminos  de  Flores  y  Gauna.    Informe  de  la 

Comisión  Directiva  á  sus  accionistas  en  el  año  económi- 
<50  terminado  el  31  de  julio  de  1880.  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle 
Alsina— 60.  1880.  En  8®,  8  ps. 


446-'!E8tado  administrativo  del  Club  del  Progreso 
en  marzo  31  de  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo 
B.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina— 60. 
1880.  En  4®  menor,  16  ps. 


1 


—  354  — 

447— Asociación  protectora  de  enfermos  pobres  del» 
parroquia  de  Monserrat.  Informe  de  la  Comisión  di- 
rectiva  á  los  socios  desde  su  instalación  hasta  el  31  de 
Diciembre  de  1879.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pabla 
E.  Coni,  especial  para  obras.  60— Calle  Alsina—eO. 
1880.  En  4®  menor,  24  ps. 


448— Informe  sobre  la  situación  de  la  Compañía 
de  seguros  mutuos  contra  incendios  La  Union  America- 
na, presentado  por  el  consejo  directivo  de  la  misma  en 
la  asamblea  ordinaria  anual  verificada  el  dia  14  de  mar- 
zo de  1880.  Buenos  Aires.  5928.  Imprenta  del  Porvenir^ 
calle  Defensa  núm.  139.  1880.  En  4®  menor,  14  ps. 


449— Cuerpo  mas.*.  «  Protección  á  los  heridos ».  Do- 
natíTos  recibidos  á  beneficio  del  hospital  de  sangre 
establecido  en  el  temp.*.  mas,'.  Cangallo  núm.  540.  Bue- 
nos Aires,  julio  de  1880.  Buenos  Aires.  Establecimiento 
tipográfico-librario  La  Patria,  calle  de  Cuyo  núm.  79. 
1880.  En  8*^,  24  ps.  y  un  cuadro  con  la  nómina  délos 
heridos  asistidos  en  los  hospitales  de  sangre  establecidos 
bajo  la  protección  de  este  cuerpo  masónico. 


450— Memoria  presentada  por  el  séptimo  comité 
directivo  de  la  sociedad  educacion^'sta  La  Fraternidad 
á  la  asamblea  general  al  terminar  su  período  adminis- 
nistrativo  que  espirad  15  de  octubre  de  1880.  Uruguay. 
Establecimiento  tipogi-áfico  de  El  Orden,  calle  délas 
Ciencias  núm.  95.  1880.  En  8  "^ ,  12  ps. 


451— Informe  de  la  Sociedad  de  Damas  de  Cari- 
dad de  San  Vicente  de  Paul  leido  en  la  asamblea  gene- 
ral del  28  de  Diciembre  de  1880.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  obras.  60  Calle 
Alsina    60.    1880.  En 8^,  20  ps. 


—  355  — 

452-- Memoria  presentada  á  la  Comisión  Municipaf 
de  Rauch  correspondiente  al  año  de  1879.  Buenos  Aires- 
Establecimiento  librario  La  Patria,  calle  de  Cuyo  núm»^ 
79.  1880.  En  8^,  26  ps. 


453— íSottorcrizione  aperta  a  favore  dei  dan- 
neggiati  dall  Po  e  dall  Etna.  Resoconto  del  comitato- 
céntrale.  1880.  Stabilimento  Tip.  Lit.  Librario  La  Pa- 
tria. Via  Cuyo  núm.  79.    Buenos  Aires.  En  4®,  118  ps. 


454— Statato  fondamentale  della  Societá  Italiana 
di  Mutuo  Socorso  «Trinacria».  Buenos  Aires.  Estableci- 
miento tipográfico  librario  La  Patria,  calle  de  Cuya 
núm.  79.  En8^,  7ps. 


455— Estatutos  de  la  Asociación  Filantrópica  ita- 
liana instrucción  y  beneficencia  en  San  José  de  Bal- 
caree,  fundada  el  27  de  junio  de  1880.  Buenos  Aires. 
Tipografía,  calle  Cuyo  núm.  79.  1880.  En  8®,  10  ps. 


456^Societá  italiana  di  mutuo  socorso  Unione 
e  Benevolenza  fundata  in  Ayacucho  il  20  Giugno  1880. 
Buenos  Aires.  Establecimiento  tipográfico  liorario  La 
Patria,  calle  de  Cuyo  núm.  79.  1880.    En  8*^,  10  ps. 


457— Societá  Italiana  Unione  e  Benevolenza  in  Cor- 
dova.  Repporto  del  Consiglío  Direttivo  esercizio 
1879-80  in  assamblea  genérale  del  18  luglio  1880.  1® 
Rapporto,  2*=^  Resoconto  annuale,  3®  Relazione  della 
Commisione  revisatrice  dei  canti,  4  ^  Nomina  dei  com- 
ponenti  iUConsiglio  Direttivo  per  l'esercizio  1880-1881. 
Buenos  Aires.  Stabilimento  tipográfico  libraio  La  Pa- 
tria, Via  Cuyo  núm.  79.  1880.  En  8®,  16  ps. 


—  356  — 

458~Proyetto  di  trattato  di  fusione  delle  Risp.*. 
Loggie  «Italia»— •Unione  italiana»  é  2*^  obbedienza  alia 
légge  sotto  robb.'.  del  aeren.*.  Gr/.  O.*.  d''ltalia  sedente 
íníioma.  Buenos  Aires.  Stabil.'.  Tip.'.  La  Patria,  Cuyo 
79.  1880.  En8'=»,  7  ps. 


459 — Bei^olamento  della  Soeietá  italiana  di  mu 
tuo  soecorso  m  Suipacha.  Buenos  Aires.    Stabilimento 
tipográfico  librario,  via  Cuyo 79.  1880.  En  8®,  73  ps. 


460— IStatuto  della  Associazione  Filantrópica  ita- 
liana di  istruzione  e  benefícenza  in  San  José  de  Balear- 
ce.  Sanzionato  il  27  Giugno  1880.  Buenos  Aires.  Tipo- 
grafía via  Cuyonúm.  79.  1880.  En  8®,  12  ps 


461 — ÜEeinoria  presentada  á  la  Sociedad  Tipográ- 
fica Bonaerense  por  el  23®  directorio  1879-1880.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma.  Belgrano  133,  135, 1880. 
Enl6<=>,  78  ps. 

El  se&or  Carlos  Mathon  ha  hecho  una  Memoria 
digna  de  la  Sociedad  que  oreside.  Una  serie  de 
:anejos  contiene  todos  los  üatos  para  esplicar  su 
marcha  próspera. 


462— IKovimiento  de  la  Caja  Municipal  de  Bal- 
•caree  durante  el  período  del  Juez  de  Paz  D.  Demetrio 
Rodríguez  (Enero- Agosto  de  1880).  Buenos  Aires.  Im- 
prenta de  Pablo  E.  Coni,  especial  para  oéras.  CO— Calle 
Alsina— -60.  1880.  En  8®,  36  ps. 


—  357  — 

.  46S — Hemoria  de  la  Comisión  Directiva  de  la 
Biblioteca  Popular  de  Santa  Fé,  presentada  á  la  asam- 
blea general  de  socios,  celebrada  el  15  de  mavo  de  1880. 
Buenos  Aires.  Imprenta  y  libreria  de  Mayo,  de  C.  Casa- 
valle.  Perú  115.  1880.  En  8®,  14  ps. 

La  biblioteca  popular  de  Santa-fé  es  circulante, 
^nviándose  las  obras  para  consulta  á  domicilio. 


464— üfemoria  de  la  primera  administración  de  la 
■Sociedad  General  San  Martin.  1879.  Buenos  Aires.  Es- 
tablecimiento tipográfico  librarlo  La  Patria,  calle  Cuyo 
núm.  79.  1880.  En  8*=>,  16  ps. 

Presentada  á  la  asamblea  jeneral  por  su  primer 
jpresidente  D.  Ulísbs  R.  Lucbro. 


465-:-]!Ieiiioria  de  la  Sociedad  Damas  del  Socorro 
wesentada  por  la  Presidente  Da.  Julia  N.  de  Huergo. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  M.  Biedma,  calle  Belgrano 
números  133  á  139.  1880.  En  8®,  136  ps. 

Contiene  las  memorias  de  las  tesoreras  de  las 
diversas  secciones  en  que  está  dividida  la  Sociedad 
ionios  comprobantes  respectivos,  planillas  deta- 
lladas de  donaciones,  suscriciones,  instalación  de 
hospitales,  etc.,  etc. 


466— Petición  del  Centro  Comercial  á  la  Honora- 
ble Legislatura  de  la  Provincia  sobre  abolición  del  im- 
puesto de  consumo  á  los  vinos,  alcoholes  y  tabacos, 
jioviembre  23  de  1880.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M. 
Biedma,  calle  Belgrano  133  á  139.  1880.    En  8®,  20  ps. 


23 


—  358  — 

467— Municipalidad  de  San  José  de  Flores.  Infor- 
me  del  municipal  tesorero  sobre  la  administración  de 
las  rentas  municipales.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M» 
Biedma^  calle  de  Belgrano  núm.  133  á  139.  1880.  Ei» 
16®^  38  ps.  y  un  cuadro  de  balance. 


CATÁLOGO 


BB 


LIBROS   AMERICANOS 


468— Proyecto  de  orspanizaeion  de  la  -sección 
de  estudios  del  Ateneo  del  Uruguay,  precedido  de  una 
memoria  explicativa,  por  el  Dr.  F.  A .  Berra.    Con  un 

f  refació  por  el  Dr.  Carlos  María  de  Pena.  Montevideo, 
mprenta  á  vapor  de  El  Ferro-Carril,  calle  de  Mercedes 
44.  1880.  En  4®  menor,  264  ps. 

Contiene  en  365  artículos  y  algunos  anejos  las 
disposiciones  aplicables  concernientes  á  la  ense- 
ñanza en  j  enera!,  á  sus  reglas,  á  las  personas  que 
enseñan,  á  las  que  aprenden,  todo  ampliado  y  estu- 
diado fundamentalmente  en  la  Memoria  que  prece- 
de al  Proyecto,  debida  también  al  Dr.  F.  A.  Berra. 

«  El  problema  de  la  reorganización  de  la  ense- 
ñanza secundaria,  dice  el  Dr.  Carlos  María  db 
Pena,  en  el  prefacio,  no  es  una  cuestión  del  mo- 
mento y  puramente  local.    Preocupa  hoy  con  más 


—  360  — 

ó  meaos  trascendencia  práctica  á  los  pueblos  más 
adelantados  de  nuestros  días.  > 


469— Reslftm^nto  del  servicio  telegráfico  inter- 
nacional anexo  á  la  Convención  telegráfica  de  San 
Petersburgo.  Revisión  de  Londres.  Traducido  del  oryi- 
nal  francés  por  B.  A.  Riobó.  Valparaíso.  Imprenta  de 
La  Patria,  calle  del  Almendro,  número  16.  1880.  En  4®, 
23  ps*  á  dos  columnas. 


470  —  ESlementos  de  literatura.  Retórica  y  poé- 
tica, por  Diego  Bareos  Arana,  obra  aprobada  por  la 
Universidad  de  Chile,  i  mandada  adoptar  por  el  Minis- 
terio de  Instrucción  Pública  para  la  enseñanza  en  los 
colejios  del  Estado.  Cuarta  edición,  correjida.  Santia- 
go de  Chile.  Librería  central  de  Servat  i  Ca.  Esquina 
de  Huérfanos  y  Ahumada.  1880.   En  4®,  307  ps. 


Debo  á  la  deferencia  del  Rector  de  la  Universi- 
dad de  Montevideo,  Dr.  Alfredo  Vasquez,  la  ma- 
yor parte  de  las  tesis  de  derecho  presentadas  á 
esa  Universidad  que  figuran  en  esta  sección,  así 
como  todas  las  de  1879  que  van  catalogadas  en  el 
Suplemento. 

471— Universidad  Mayor  de  la  República  Oriental 
del  Uruguay.  liigeras  consideraciones  sobre  la 
comprensión  del  artículo  1643  del  Código  de  Comercio. 
Tesis  presentada  para  optar  al  grado  de  doctor  en  1u- 
risprudencia  por  Eusebio  Conlazo.  Montevideo,  julio 
1880.  Montevideo.  Imprenta  de  El  Siglo,  calle  25  de 
Mayonúm.  58.  1880.  En  8®,  14  ps. 

En  caso  de  quiebra  inculpable,  el  fallido  tiene 
facultad  de  formular  bases  de  arreglo,  bajo  el  con- 


-  361  — 

cepto  de  concordato ;  después  de  lo  cual,  se  conyoca* 
ré  por  edicto  á  los  acreedores.  El  artículo  cuya 
interpretación  es  objeto  de  esta  tesis,  continuando 
ese  orden  de  disposiciones,  dice :  <  Reunida  la  jun- 
ta bajo  la  presidencia  del  juez  de  la  quiebra,  le 
serán  sometidas  las  proposiciones  de  concordato 
hechas  por  el  fallido,  y  deliberará  sobre  su  admi- 
sión 6  rechazo,  tomando  en  consideración  cuales- 
quiera modificaciones  que  se  propongan. 

<  El  concordato  propuesto  sólo  podrá  ser  acep- 
tado por  el  voto  de  los  dos  tercios  de  los  acreedo- 
res personales,  presentes  ó  nó,  que  reúnan  las  tres 
cuartas  partes  ae  los  créditos  verificados,  con  es- 
clusion  de  los  hipotecarios  y  privilejiados,  ó  por 
el  voto  de  las  tres  cuartas  partes  de  los  acreedores 
que  reúnan  los  dos  tercios  de  aquellos  créditos.  » 


472— Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales.  Teo- 
ría del  derecho.  Tesis  de  Emilio  J  .  de  Abéghaga  para 
optar  al  gi'ado  de  doctor  en  jurisprudencia.  Montevideo. 
Imprenta  á  vapor  de  La  Nación,  Zabala  146.  1880.  En 
8<=>,  49  ps. 

Esta  tesis  de  derecho  natural  es  un  buen  trabajo 
filosófico;  metódico  y  conciso.  Después  de  ecsami- 
nar  y  criticar  las  principales  definiciones  del  de- 
recho y  los  sistemas  á  que  ellas  responden,  el 
autor  llega  á  esta  fórmula :  <  derecho,  en  jeneral, 
es  la  ley  de  las  relaciones  sociales  ;>  nó  sin  haber 
antes  reconocido  la  esactitud  de  la  definición  de 
Eant:  «El  derecho  es  el  conjunto  de  condiciones 
que  permiten  ala  libertad  de  cada  uno  armonizar- 
se con  la  de  todos. » 


—  363  — 

473— Naturaleza  y  estension  del  sufragio.. 

Tesis  de  Francisco  bel  Campo  para  optar  al  grado  de 
doctor  en  jurisprudencia.  Montevideo.  Imprenta  Libe- 
ral, calle  Buenos  Aires  núm.  148.  1880.  En  8®,  19  ps. 

Discurso  de  forma  no  siempre  correcta,  pero  de 
buenas  doctrinas  y  argumentación  sólida  que  hace 
inútil  la  autoridad  de  opiniones  ajenas,  de  que 
carece. 


474— Informe  presentado  á  la  Sala  de  doctores 
por  el  Rector  de  la  Universidad  el  18  de  julio  de  1880. 
Montevideo.  Imprenta  de  El  Siglo,  calle  25  de  Mayo 
núm.  58.  1880.  En  8® ,  72ps. 

Rectorado  del  Dr.  Albjahdbo  MAOARiStos  Cbr- 

VANTBS. 


475— Discurso  pronunciado  en  la  Cámara  de  Di- 
putados por  el  lie.  Felipe  Sánchez  Solis  el  16  de  julio 
de  1879  en  los  funerales  del  sefior  majistrado  Ignacio 
Ramírez.  México.  Imprenta  y  fotolitografía  de  la  Es- 
cuela Nacional  de  artes  y  oñcios  primera,  calle  de  San 
Lorenzo.  1880.  En  4®,  12  ps.  y  el  retrato  de  D.  Ignacio 
Ramirez,  ejecutado  al  agua  fuerte  por  D.  Miguel  Por- 
tillo. 

El  señor  Ignacio  Ramirez^  periodista  y  literato 
de  fama,  es  conocido  con  el  seudónimo  del  Nigro- 
mante con  que  firmaba  sus  artículos. 


476—121  asesinato  de  Manuel  Pardo,  Presi- 
dente del  Senado -16  de  noviembre  de  1878.  Lima.  Im- 

renta  del  Estado.  Por  J.  Enrique  Del  Campo.  Calle  de 
a  Rifa  núm.  58.  1880.  En  8  ® ,  953  ps.  con  un  plano. 


fe 


—  363  — 

477— Colección  de  Códigos  civiles  americanos  y  eu- 
ropeos.  Tomo  3.  Oódisfo  €ítI1  de  la  Bepubliea 

-de  Oaatemala.  Madrid.  F.  Góngora  y  Ca.  editores, 
Puerta  del  Sol  13  y  San  Bernardo  85.  1880.  En  4  ®  me- 
nor^ 144  ps.  á  dos  columnas. 

478— Informe  sobre  los  exámenes  de  la  Escuela 
Municipal  de  3er.  grado  núm.  2,  presentado  por  la  Comi- 
sión especial  compuesta  de  los  señores  Dr.  D.  Carlos 
María  de  Pena,  D.  José  Arbchavaleta  y  D.  Daniel 
Muñoz.  Montevideo.  Imprenta  de  la  Razón,  calle  Cer 
rito  núm.  281.  1880.  En4'=',  32  ps.  á  dos  columnas. 


479— Dos  palabras  al  Exmo.  Presidente  proviso- 
rio de  Bolivia  general  Narciso  Campero  por  Joaquín 
Lemoine.  Montevideo.  Tipografía  de  El  Bien  Público, 
^alle  del  Cerrito  núm.  84.  1880.  En  8  ®,  48  ps. 


480— Colonización  en  las  fronteras  de  la  Repú- 
blica Oriental  del  Uruguay,  propuesta  presentada  al  Su- 
perior Gobierno  por  Carlos  Gaüdencio.  Montevideo. 
Tipografía  Reynaud,  calle  Treinta  y  Tres  115-117.  1880. 
En  8^,24ps. 


481— lia  ley  del  progreso.  (Páginas  de  instruc- 
ción pública  para  los  pueblos  sud-americanos).  Dedica- 
da á  la  Repúolica  del  Ecuador  por  la  Baronesa  de 
WiLBON.  Quito.  Imprenta  Nacional.  1880.  En  8®,  138 
ps.  Con  el  retrato  de  la  autora. 

48ÍÍ— La  Sociedad  protectora  de  Santiago.  Breve 
memoria  leida  por  su  presidente  en  su  primer  aniver- 
sario (mayo  15  de  1880).  Santiago  de  Chile.  Imprenta 
de  la  librería  del  Mercurio,  de  E.  Madariaga  y  Ca.  1880r 
JEn8®,  32  ps. 


-.  364  — 

48S— Teatro  ecuatoriano.  £1  mundo  del  hom- 
bre. Drama  en  tres  actos  y  en  verso,  original  de  N.  Ar 
GoNíSALEZ.  Extrenado  en  el  Teatro  de  Quito.  Precio  r 
cincuenta  centavos.  Quito,  Imprenta  líacional.  1880- 
En8®,76ps. 


484— Dirección  de  estadística  general  de  la  Repúbli- 
ca Oriental  del  Uruguay.  Cuaderno  núm.  10.  Datos  y 
cuadros  estadísticos  correspondientes  al  año  1878. 
Movimiento  de  la  población— Comercio  exterior  é  inte- 
rior—Navegación, Hacienda  y  varios  datos.  Montevi- 
deo. Imprenta  á  vapor  de  La  Nación,  calle  de  Zabala 
núm.  146.  1880.  En  4®,  120  ps. 


485— lia  Enciclopedia  de  educación  publica- 
da por  la  Dirección  de  Instrucción  Pública  dirigida  por 
Emilio  Romero.  Entregas  7  ^  y  8  * .  Montevideo.  Im- 
prenta á  vapor  de  El  Ferro-Carril,  Mercedes  44.  1880. 
En 8®,  644  ps. 

Esta  notable  publicación  apareció  en  1878  bajo- 
la  dirección  de  D.  José  Pedro  Várela.  Muerto  este 
señor  en  1879,  continuó  con  ella  D.  Emilio  Romero, 
sirviendo  siempre  de  órgano  á  la  Dirección  jeneral 
de  instrucción  pública. 

Las  dos  entregas  que  aparecen  anualmente  for- 
man  un  grueso  volumen  de  6001t700  ps. 

Como  una  muestra  de  su  importancia  trascribo 
íntegro  el  sumario  de  las  entregas  correspondí  ca- 
tes á  1880 : 

I.  La  ciencia  de  la  educación,  por  Alejandro- 
Bain — 11.  Instrucción  pública  en  Prusia,  por  Hen- 
ry  Barnard — III.  Las  universidades  alemanas,  por 
James  Morgan  Hart 

IV.   Las  Universidades  alemanas,  por  James- 


—  365  — 

Morgan  Hart — V.  Informe  sobre  los  ecsámenes  dé- 
la Escuela  municipal  de  tercer  grado  número  2 — 
VI.  Ejercicios  y  trabajos  para  los  niños,  por  Mme. 
FannyCh.  Delon  y  M.  Ch.  Delon— VIL  Informe 
sobre  la  ley  de  enseñanza  primaria  (proyecto  de^ 
Barodet),  por  M.  Paul  Bert. 

486— Propiedad  de  escríbanlas.  Juicio  y  lau 
do  arbitral  relativos  á  la  propiedad  de  la  escribania  de 
Comercio  de  segundo  turno.  Precedidos  de  extractos^ 
del  expediente  seguido  aote  el  Superior  Tribunal  con 
motivo  del  mismo  asunto.  Defensa  del  Dr.  Carlos  Ma- 
ría DE  Pena.  Montevideo.  Tipografía  de  El  Bien  Públi- 
co, calle  Cerrito  núm.  84.  1880.  En  8®,  84  ps. 


487— Cómo  se  debe  enseñar*  Curso  graduado- 
de  instrucción  y  manual  de  métodos  para  uso  de  los 
n^aestros,  por  Enrique  Kiddle,  a.  m.,  superintendente^ 
de  instrucción  pública  en  Nueva  York :  Tomas  F.  Har- 
BisoN,  primer  asistente  superintendente  de  las  «  gram- 
mar  scnools  »  de  Nueva  York,  y  profesor  de  métodos  y 
pi'incipios  de  enseñanza  de  la  «Saturday  normal  school». 
Traducido  de  la  edición  de  1877  por  la  Sta.  Joaquina 
Acevedo,  el  Dr.  A.  Vázquez  Acevedo,  y  D.  EMiLia 
Homero;  y  arreglado  para  el  uso  de  las  escuelas  delas^ 
Repúblicas  del  Rio  de  la  Plata,  por  el  Dr.  F.  A.  Berra. 
Publicación  de  la  Sociedad  de  Amigos  de  la  educación 
popular  de  Montevideo.  Montevideo.  1880.  Imprenta  á 
vapor  de  El  Ferro-carril,  calle  de  Mercedes  núm.  44. 
En  8  ® ,  256  ps. 


488 — Xlstudlo  sobre  el  proyecto  del  canal  interoceá- 
nico á  través  del  istmo  de  Panamá,  por  Pedro  Carbo^ 
Guayaquil,   1880.    Imprenta  de    La  Nación,  por  Fidel 

Montoy a.  En  8  ® ,  46  ps.  I 

m — 


—  366  — 

489^Iia8  perlas  del  corazón*  Deberes  y  aspi- 
raciones de  la  mujer  en  su  vida  íntima  y  social,  original 
for  la  Baronesa  de  Wilson.  Cuarta  edición.  Quito. 
Wdicion  de  tipos  de  Manuel  Rivadeneira.  1880.  En 
16  ®,  XLii-112  ps.  Con  el  retrato  de  la  autora. 


490— Discurso  i)ronunciado  con  motivo  de  la  cele- 
bración del  centenario  de  Olmedo  y  de  la  apertura  de 
la  Exposición  Agrícola  é  Industrial,  por  el  Presidente 
4el  Comité  Olmedo.  Guayaquil.  1880.  Imprenta  de  La 
líacion.  Por  Fidel  Montoya.  En  16®,  25  ps. 


491— Un  detractor  ante  la  opinión  pública  ó  Josa 
Martin  Herrera  en  trasparencia.— Al  final:  Guayaquil. 
1880.  Imprenta  de  Calvo  y  Ca.— En  8®  ^  56  ps. 


492— Catilinarias  por  Juan  Montalvo.  Primera. 
Panamá.  Imprenta  de  La  Estrella  de  Panamá.  James 
Boyd,  propietario.  1880.  En  8  ® ,  24  ps. 

Juan  Montalvo  pasa  por  ser  uno  de  los  escrito- 
res más  castizos  de  las  repúblicas  del  Norte. 


493— Blografia  de  Olmedo  por  Pedbo  Garbo. 
Reimpresa  por  disposición  del  Comité  de  la  estatua  de 
Olmedo,  para  venderse  á  beneficio  de  los  fondos  desti- 
nados á  la  erección  de  la  dicha  estatua.  Guayaquil.  1880. 
Imprenta  de  La  Nación.  Por  Fidel  Montoya.  E  ®  > 
^Ops. 


—  367  — 

494— lil  camino  de  la  cruz*  Poema  religiosa 
por  la  BARONEfiiA  DB  WiLSON.  Cuarta  edición.  Las  siete 
palabras.  Quito.  Tipografía  de  F.  Bermes.  1880.  Ea 
16®,\^i-106ps. 


495— Tioletas  y  ortigas*  Mosaico  en  prosa 
y  verso  de  páginas  sueltas^  arrancadas  de  libros  y  folle- 
tos pertenecientes  á  A.  Magariños  Cervantes,  artícu- 
los de  Revistas  y  periódicos,  del  mismo,  6  en  que  otros 
se  han  ocupado  de  sus  trabajos  literarios,  documentos 
públicos  de  su  resorte,  ó  en  cuya  redacción  ha  tenido 
parte,  alegatos  forenses,  y  por  último  cartas  privadas 
y  papeles  síngrafos,  que  á  juicio  del  coleccionista  ofre- 
<5en  algún  interés  al  curioso  lector,  aunque  á  primera  vis- 
ta crea  que  no  sirven  ni  para  taco  de  escopeta.  Con  notas 
ilustrativas,  comentarios  y  glosas,  para  leer  á  ratos  per- 
didos. Montevideo.  Imprenta  de  El  Siglo,  calle  25  de 
Mayo  número  58.  1880.  En  8  *^  mayor,  xxiv-503  ps. 

Obra  sin  plan  ni  método.  Contiene  documentos 
oficiales,  cartas,  juicios  críticos,  escritos  de  todo 
los  j eneros,  propios  y  ajenos,  en  prosa  y  en  verso 
— cuanto  con  la  vida  del  autor  se  relaciona. 

<  Escritos  de  Larra  y  de  Lafuente  andan  por 
allí  junto  á  cartas  de  Gutiérrez,  críticas  de  Gómez, 
observaciones  de  Frias,  pensamientos  de  Calvo, 
teoremas  de  Acevedo,  juicios  de  Cánovas  del  Cas- 
tillo ;  y  por  este  orden,  mucho  más  que  ha  firmado 
Sarmiento,  Avellaneda  ó  Castelar.» 

No  es  libro  para  hombres  cuerdos. 


496  -Historia  de    la  g^aerra   del   Pacífico 

<1879-188;  por  Diego  Barros  Arana.  Ilustrado  con 
planos  y  mapas.  Santiago.  Librería  central  de  Servat  y 
Oa.  esquina  de  Huérfanos  y  Ahumada,  1880.  En  4®» 
vn-326  ps. 


—  368  — 

Comienza  la  obra  con  un  estudio  de  las  caUBatp 
de  la  guerra,  estudio  social  y  político  que  forma 
la  primera  parte  j  presenta  los  antecedentes  de  la 
contienda. 

La  segunda  parte  trata  de  las  operaciones  mili- 
tares. En  febrero  de  1879  empiezan  las  hostilida- 
des por  parte  de  Chile.  El  autor  empieza  ahí,  y 
después  de  hacer  un  bosquejo  de  la  situación  mi- 
litar delosbelijerantes,  sigue  paso  ápaso  las  ope- 
raciones— bloqueo  de  Iquique,  esfuerzos  de  reor- 
ganización militar  de  las  tres  repúblicas,  proezas 
ael  Huáscar,  su  capitán,  ataque  á  Pisagua,  bata- 
llas de  Dolores  y  Tarapacé,  Moquegua  y  los  Anje 
jeles,  Tacna,  Anca.  . .  .  Con  la  toma  de  esta  plaza 
termina  el  volumen. 

La  historia  de  la  guerra  del  Pacífico  está  escrita 
con  altura,  aunque  con  la  consiguiente  parciali- 
dad, que  resulta  especialmente  en  las  apreciacio- 
nes jenerales,  en  el  cotejo  del  estado  social  de 
Chile,  Perú  y  Bolivia,  en  la  esposicion  de  las  cau- 
sas de  la  guerra.  La  parte  referente  á  las  opera- 
ciones militares  es  verídica  y  esacta.  Los  ocho 
mapas  y  planos  que  la  acompañan,  ayudan  á  for- 
mar una  idea  precisa  de  las  posiciones,  ataques  j 
defensa  de  diversas  plazas. 

A  la  hora  de  esta,  el  libro  de  Barros  Arana  ha- 
brá aparecido  impreso  en  francés.  Es  un  libro  de 
Propaganda,  y  los  chilenos  no  pierden  ocasión  de 
acería  en  grande  escala.  Se  anuncia  la  aparición 
de  un  segundo  volumen  que  contendrá  los  hechos 
posteriores  á  la  toma  de  Arica. 


—  369  — 

497 'Chile  ante  la  historia.  Centón.  P^ris. 
1880.  En  8®,  165  ps. 

Diatriba  contra  el  pueblo  y  gobierno  de  Chile, 
4811  forma  de  esposicion  « á  todos  los  pueblos  de 
Sud-América  amigos  de  la  libertad,»  publicada  en 
París. 


PDlilUHES  DEL  ESTEURO 


498— Perou  et  BolÍTie.  Récit  de  voyaee,  suiví 
d''étude8  archéologiques  et  ethnographiques  et  ae  note» 
sur  récriíure  et  les  langues  des  populations  indiennes^ 
par  Ch.  Wiener,  ouvraffe  contenant  plus  de  1100  era- 
vures,  27  cartes  et  18  pians.  París,  tíachette,  et  Cié, 
79— Boulevard  Saint-Germán— 79.  1880.  Grand  in  8®, 
xi-796  ps. 

El  Señor  Carlos  Wiener  vino  á  América  con 
una  misión  arqueolójica  y  etnográfica,  para  cuyo 
desempeño  se  le  había  marcado  el  plazo  de  dos 
años. 

El  nos  dice  que  se  proponia  <  buscar  elementos 

Sara  la  reconstrucción  de  ese  mundo  desapareci- 
o ;  reunir  los  caracteres  esenciales  de  ese  pasado; 
clasificar  los  vestijios  de  todos  los  monumentos 
que  han  resistido  á  las  convulsiones  volcánicas, 
á  las  influencias  atmosféricas,  á  las  luchas  de  la 
conquista ;  observar  la  momia  ó  el  esqueleto  del 
hombre,  los  restos  de  la  industria  que  las  sepul- 
turas han  p  g  servado  de  la  destrucción  en  benefi- 


—  372  — 

«lo  de  la  arqueolojia  moderna;  i*ecojer  cuidadosa- 
mente las  leyendas  Que  han  sobre  v'ivido  atan  tos 
xsataclismos, — llenando  con  ello  el  gran  vacio  que 
«e  nota  en  los  recuerdos  de  la  humanidad.» 

Sus  observaciones  están  divididas  en  cuatro 
grupos:  1®  Relación  del  viaje^  tomando  desde  la 
parte  meridional  del  Pera  hasta  Lima  jr  conti- 
nuando por  la  costa  hasta  Granchium,  residencia 
de  los  antiguos  incas^  para  internarse  en  busca  de 
todas  las  curiosidades  cuya  ecsistencia  deseaba  au- 
tenticar. 2®  Investigaciones  arqiteolójicaSyÁ  qvLeáe- 
dica  preferentemente  su  atención.  3®  Cuestiones 
etnográficas — y  4  ^  Estudios  lingüísticos, 

«Este  trabajo  dice  un  bibliógrafo  europeo,  nos 

Sermite  entrever  las  trastormaciones  sucesivas 
el  pais,  desde  los  tiempos  prehistóricos  hasta  la 
<;onquista  española,  y  nos  traza  por  medio  de  sa- 
bias inducciones  los  primeros  lineamentos  de  la 
historia  americana. 

Los  mapas,  planos,  reproducciones  de  todo  jéne- 
i'o— vistas,  monumentos,  armas,  utensilios,  que  en 
número  de  más  1100  grabados  adornan  el  libro, 
ilustran  y  comprueban  las  apreciaciones  del  autor. 


499—Proinenade8  dans  les  deax.  Améri- 
qnes  1876-1877.  Avec  deux  cartas  itinéraires  del' Amé- 
rique  duSud  por  Edmond  Cotteau,  Membrede  laSocié- 
té  de  Géographie  de  París  et  du  Club  Alpin-Francais. 
París.  G.  Charpeotier,  editeur.  13,  rué  de  Greneüe — 
fíaint-Gerraaín   13.  1880, -En  12®,  320  ps. 

El  capítulo  Du  Bresil  au  Chili  Montevideo. — 
Punta — Arenas,  Le  Detroit  de  Magellan.Lotay  que 
ocupa  las  ps.  210  á  231,  es  el  único  que  se  acerc.i  á 
nosotros. 


—  373  — 

Desgraciadamente  no  se  ha  detenido  en  Buenos 
Aires. 

Señala  á  grandes  rasgos  las  bellezas  de  Monte- 
video, su  situación  pintoresca,  sus  quintas^  su  tea- 
tro Solis.  De  su  puerto,  que  juzga  con  parcialidad 
porque  lo  ha  conocido  en  pleno  pampero,  parte  di- 
rectamente á  Chile,  consolándose  durante  la  tra- 
vesía de  no  haber  podido  arribar  á  Buenos  Aires, 
con  la  lectura  del  conocido  libro  del  Sr.  Napp,  en 
él  cual  halla  datos  esactos  acerca  de  la  creciente 
prosperidad  de  nuestra  República. 

Todo  iba  á  las  mil  maravillas.  M.  Eobiond 
CoTTBAu  es  una  curiosidad  en  su  calidad  de  toii- 
rista :  no  miente,  no  ecsajera,  sólo  habla  de  lo  que 
ve.  Pero  desea  aprender  castellano,  y  dos  compa- 
ñeros de  viaje,  un  español  y  un  chileno,  lo  ayu- 
dan facilitándole  el  estudio  práctico  en  largas  con- 
versaciones. 

Nada  se  sabe  sobre  el  carácter  de  esos  compa- 
ñeros. Sin  embargo  fácilmente  se  concibe  que  el 
chileno  debía  ser  dominante  ó  zalamero,  porque 
M.  Edmond  Cotteau,  tan  medido  en  sus  observa- 
ciones, tan  fundado  en  sus  juicios,  deja  escapar  una 
que  otra  frase  ambigua  sobre  la  cuestión  de  lími- 
tes entre  la  República  Arj entina  y  Chile. 


500— li'aniié  jéog:rapIiiqae  Eévue  annuelle 
des  voyages  de  terre  et  de  mer,  des  explorations,  mis- 
sions.»  relations  et  publications  diverses  relatives  aux 
sciences  géographiques  et  etnographiques  Deuxiéme 
serie  par  C.  Maunoie  et  H.  Duvetrier.  Tome  III  de 
la  2  *"  serie.  (Dix-septiéme  année  1878).  Paris.  Librai- 
rie  Hachette  et  Cié.  79,  Boulevard  Saint- Germain,  79. 
1880.  Inl2®,  566  ps. 

24 


—  374  — 

Desde  la  p.  430,  se  ocapa  el  Anuario  jeográficOy 
de  Chile,  la  Confederación  Arjentina,  Patagoniay 
Araucania. 

Cita  las  siguientes  obras  y  publicaciones  referen- 
tes á  nuestra  República : 

aj  Napp,  Ricardo — La    Republique  Arjentine. 

b)  Marazzt,  a.  -Escursione  nel  Chaco —JSJ^pio- 
ratore^  1878,  núms.  de  julio  p.  7,  agosto,  p.  36,  actu- 
bre,  p.  4. 

c)  Lb  Loüg,  Juan—  Las  Pampas  de  la  Repu- 
blique Argentine. —  Bull.  de  la  Soc.  de  Geogr.  1^0, 
marzo,  p.  93  (con  un  mapa  de  la  Pampa  Arjentina 
y  nuevos  límites  militares  contra  los  indios.) 

d)  Alsina,  Adolfo. —  La  nueva  línea  de  fronte 
ras.  Memorias  en  especial  presentadas  al  Hono- 
rable Congreso  Nacional — Buenos   Aires,  1876,  1 
vol.  in-8®. 

e)  Labsch,  Alberto.— Planos  de  la  nueva  línea 
d«  fronteras  sobre  la  Pampa.  Buenos  Aires.  1877. 
— Deutsche  geograph.  Bldlter,  1818.2^  an  ,  cah.  IL 
p.  134. 

f)  Alemann,  J.— Bilder  aus  der  Argentinischen 
Republik.  Buenos  Aires,1877. 1  vol.  in8®. 

g)  Daireaux.  Buenos  Ayres,  la  Pampa  et  la  Pa- 
tagonie.  París,  1878,  in-12^. 

h)  Informe  anual  del  Comisario  general  de  in- 
migración de  la  República  Argentina.  Año  1876 y 
1877.  Buenos  Aires,  1877  y  1878,  2  vol.  in-8^  . 

i)  Chiadoni,  Georgio.  Dellaimmigrazione  agrí- 
cola alia  República  Argentina.  Milano  1877, 
in-8®. 

j)  Notizie  interno  alia  immigrazione  italiana 
nella  República  Argentina.   Genova  1877,  in-12.*^ 

k)  Calvo,  Carlos.  Lettre  á  M.  le  Ministre  de 
Plntéríeur  d^Italie.  París,  1877,  in-8  ® . 

1)  Garrou,  J.    La  Colonia  italiana  de  Rito  Val- 


—  375  — 

dése  del  Rosario. — Bolletíno  consolare  di  Romay 
1878,  marzo. 

m)  Moreno.  Travels  in  Patagonia.  —  Geograph. 
Maeaz.1878,  VIII,  agosto,  p.  209. 

n)  A  new-Patagonian  V  olcano.  —  Magaz.  1878, 
VI,  p.  162. 

o)  The  Surveying  Expedition  of  Sir  George  Na- 
res in  Magellans  Strait  aud  the  South  Pacific. — 
Oeograph.  Magaz., 1818,  IX,  p.  241. 

Todas  estas  publicaciones  corresponden  á  años 
anteriores,  y  en  su  mayor  parte  son  conocidas  en- 
tre nosotros.  La  obra  de  Larsgh,  e)  se  compone 
de  6  cartas  y  6  dibujos  que  indican  la  fortifica- 
ción de  las  fronteras.  El  Armario  en  cuestión  dice 
que  es  «una  importante  contribución  á  la  jeografia 
de  un  pais  todavía  poco  conocido.» 

Las  escasas  pajinas  de  testo  que  L'année  géogra- 
phique  dedica  á  las  publicaciones  referentes  á  la 
República  Arj entina,  se  ocupan  sólo  de  la  obra  del 
conde  de  Marazzi^  b),  de  la  cual  toma  una  descrip- 
ción del  Chaco  y  sus  habitantes,  y  de  La  Patagonia 
por  Moreno— V.  núm.  2\2  del  Ammrio  de  1879, 
y  el  núm.  363  del  presente  volumen. 


501— Cario  Pelaechi.  In  cammino.  Genova. 
Tipografía  del  R.  Istituto  de  sordo-muti.  1880.  En  12. 
186  ps. 

El  Señor  Carlos  Pelucchi,  Cónsul  de  Italia  en 
Buenos  Aires  desde  largo  tiempo  atrás,  ha  reunido 
en  una  preciosa  edición  de  sólo  300  ejemplares,  sus 
mejores  poesías  y  algunos  correctos  artículos  en 
prosa. 


—  376  — 

502— Clrisebacli  A.,  S^ymbolce  ad  Floram 
ar^entinam.  2  Bearbeitg.  argentin.  Pflanzen.  6dt- 
tingen^  Dieterich's  Nerl.  En  4  ^  mayor^  346  ps. 

Sin  fecha.  Me  aseguran  que  es  publicación  de 
1880. 


SOS— Thirteen  papera  insupport  of  Mr.  Helper'a 
scheme  for  constructing  a  longitudinal  double-tracs 
steelrailway  through  north  and  central  and  South  Ame- 
rica. St.  Louis.  W.  S.  Bryan,  publisher.  602  North, 
Tourth  Street.  1880.  feratis)En  8®,  24  ps. 


SUPLEMENTO 


Obras  obtenidas  después  de  la  publicación 

DEL 

TOMO  COREESPONDIBNTE  DEL  ANUARIO 


504~Iia8  colonies  asricoles  de  la  Republique 
Argentine  décrites  aprés  cinq^  années  de  séjour  par  Gbr- 
MAIN  LoNPAT.  Lausanne.  Imprimerie  veuve  8.  Genton 
ife.  flis.  1879.  En  8®,  168  ps.  y  varias  láminas  y  cuadros. 

Véase  el  núm.  4,03  del  Anuario  anterior. 

El  Dr.  Lucio  V.  López,  que  habló  con  encomio 
de  este  folleto  en  una  de  sus  correspondencias  de 
viaje,  me  remitió  el  ejemplar  que  tengo  á  la  vista, 
de  ios  pocos  que  ecsisten  en  Buenos  Aires. 

Es  un  trabajo  sumamente  interesante,  lleno  de 
buenos  datos  propios  para  dar  idea  de  nuestro  pro- 
greso material  y  de  las  escelen  tes  condiciones  agrí- 
colas del  pais.  Escrito  con  imparcialidad  y  acierto, 
presenta  con  claridad  el  desarrollo  de  las  colonias. 


J 
—  378  — 

el  cálculo  de  sus  cosechas  futuras  con  las  cifras  de 
las  cosechas  del  año  1876,  que  ofrece  en  cuadro,  y 
anota  con  detención  los  progresos  de  las  colonias  7 
establecimientos  importantes,  uno  por  uno  separa* 
damente. 

Precede  á  estas  observaciones  la  descripción  su 
mariade  la  República  Arj  entina  con  lijeros  apun- 
tes sobre  su  historia.  <  El  año  prócsimo,  dice  al 
terminarlos,  concluirá  el  período  de  seis  año»  del 
Presidente  Avellaneda  ;  nos  halaga  la  idea  de  que, 
vencidas  las  dificultades  porque  atraviesa  el  pais, 
y  reanudada  por  la  abundante  cosecha  de  1878  la 
interrumpida  prosperidad  de  que  gozaba,  el  pre- 
sidente Avellaneda  lo  pondrá  en  manos  de  su 
sucesor  en  floreciente  estado,  y  que  la  nueva  presi- 
dencia marcará  una  época  de  progreso  y  grandioso 
desarrollo*. 


505— Hemiptera  arg:entina  enumera  vi  t  spe- 
ciesque  novas  descripsit  Carlos  Berg  (curonus).  Bona- 
riae,  ex  tipografiae  Pauli  Coni.  Hamburgo,  in  bibliopo- 
lio  Grassmannii  (Frederking  et  Graf.)  1879.  En  4  ®  me- 
nor, 316  ps. 

El  Sr.  Carlos  Bbrg  dedica  su  obra  viro  proeclaro 
et  universae  naturae  prudentissimo  hermano  Bur- 
meister,  con  motivo  del  quinquajésimo  aniversario 
de  su  doctorado. 

En  este  volumen  se  hallan  reunidas  las  descrip- 
ciones de  los  Hemípteros  arj  entines  que  el  autor 
publicó  por  separado  en  los  Analesde  la  Sociedad 
Científica  ea  1878  y  1879. 

Es  un  estudio  completísimo  en  cuanto  cabe,  con 
muchas  especies  nuevas  incorporadas  al  dominio 
de  la  ciencia. 


—  3T9  — 

50G— lia  imstraccion  pública  en  la  República 
Argentina  por  O.  Leguizamon,  Ex-Ministro  de  Instruc- 
ción Pública^  etc.,  etc.,  etc.  Con  motivo  del  último  li- 
bro de  M.  Charles  Hippeau.  Buenos  Aires.  Imprenta 
de  La  Tribuna,  calle  de  Victoria  núm.  37.  1879.  En 
^®,  73  ps. 

A  propósito  de  la  obra  de  M.  Heppeau— V.  el 
Anuario  anterior,  núm.  4:^S— el  doctor  Onbsimo 
Leguizamon  publicó  en  los  diarios  una  serie  de 
artículos  que  reunió  después  en  volumen.  El  pri- 
mer artículo  versa  sobre  la  instrucción  en  jeneral 
y  la  aplicación  délas  ideas  liberales  ala  Repúbli- 
ca Arjentina;  los  capítulos  siguientes  ecsaminan 
analíticamente  el  libro  de  M.  Hippeau  haciendo 
resaltar  sus  buenas  observaciones  y  desvaneciendo 
muchas  veces  sus  errores  y  deficiencias. 

El  Dr.  O.  Leguizamon  ha  sido  ministro  de  Justi- 
cia, Culto  é  Instrucción  Publica  balo  la  adminis- 
tración del  Dr.  Avellaneda,  y  ha  dedicado  prefe- 
rentementemente  los  ocios  de  su  profesión  y  los 
ratos  perdidos  de  su  vida  pública  á  las  cuestiones 
de  enseñanza,  tan  debatidas  en  el  viejo  mundo. 
Nadie  pondrá  en  duda  la  autoridad  de  su  palabra 
en  un  trabajo  como  el  presente,  que  revela  la  ilus- 
tración y  el  espíritu  crítico  del  autor. 


507— Geometría  elemental  según  un  nuevo  sis- 
tema  práctico  por  Emilio  Toro,  correjida  y  precedida 
de  unas  nociones  de  estereométria  por  Melchor  Ota- 
3IENDI,  autor  de  la  Aritmética  decimal  teórico  práctico. 
Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E.  Coni,  especial 
para  obras.  60— Calle  Alsina— 60  1879.  En  8®,  136  ps. 
y  cerca  de  200  figuras  jeo  métricas. 


—  380  — 

SOS— üstalactitas*  Ensayos  poéticos  por  Frangís- 
GO  D.  Anbó.  BueDos  Aires.  Imp.  de  El  Siglo^  Alsina 
101.  Pedro  Risso  Patrón  y  Honorio  P.  Luque  editores. 
1879.  En  8®,  147  ps. 

Las  Estalactitas  son  versos  de  un  principian te^ 
enamorado,  de  inspiración  floja  y  amanerada,  pero 
correctamente  escritos  j  algunas  veces  sentidos^ 
como  si  naciesen  del  fondo  del  alma.  En  las  prime- 
ras estrofas  de  las  composición  á  Honorio  F.  Lu- 
que se  nota  especialmente  la  convicción  intima : 

Si  tú  has  amado  alguna  vez,  si  un  dia, 
ebrio  tu  corazón  de  sentimiento, 
al  entreabrirse  á  la  pasión  sublime 
halló  estrecha  la  cárcel  de  tu  pecho ; 

Si  tu  mente  sedienta  de  emociones 
en  el  delirio  del  amor  primero 
al  forjarse  otro  mundo  de  placeres 
gozó  despierta  la  verdad  de  un  sueño ; 

Si  ante  tus  ojos  deslumhrados  viste 
surjir  acaso  un  panorama  espléndido 
y  juzgaste  colmada  tu  ventura . 
con  la  esperanza  de  un  amor  eterno ; 

Aquí  y  allá,  aparecen  estrofas  enérjicas  y  sobrias, 
al  lado  de  otras  indolentes  y  cansadas,  versos  tier- 
nos que  se  codean  con  versos  insípidos  en  un  con- 
junto mal  armonizado  ;  siendo  el  fragmento  de  un 
poema,  Indecisión,  la  poesia  de  más  largo  aliento  y 
mayor  vuelo  que  encierra  el  volumen. 


—  381  — 

509— Cansa  célebre.  Cuestión  Matos  y  Serantes. 
Partido  del  Tuyú,  Departamento  judicial  del  Sud.  In- 
forme del  Departamento  judicial  del  Sud.  Informe  del 
Departamento  de  Ingenieros  de  la  Provincia.  Buenos 
Aires.  Imprenta  de  E.  Quintero,  Moreno  180.  1879.  En 
8®,  37  ps. 


510— Juicio  crítico  sobre  libertad  de  cultos 

á  consecuencia  de  la  ley  sancionada  por  la  Asamblea 
Constituyente  deBolivia,  en  1877,  por  M.  Jabamillo 
Ortiz,  ciudadano  de  la  Kepública  de  Bolivia  y  miem- 
bro fundador  de  la  «  Sociedad  fraternal  boliviana  »  en 
Buenos  Aires.  Buenos  Aires.  Imprenta  especial  para 
obras.  1879.  En  8®,  32  ps. 


511— !La  retroaetividad  de  la  ley.  Tesis  para 
optar  al  grado  de  doctor  eu  jurisprudencia,  leida  por 
Joaquín  Silvan  Fernandez.  Montevideo.  Imprenta  á 
vapor  de  La  Nación,  Zabala  146.  1879.  En  8  ®  pequeño, 
21  ps. 


512— Facultad  de  Dei*echo  y  Ciencias  Sociales.  Bre- 
Tes  consideraciones  sobre  algunos  de  I9S  sistemas 
ensayados  para  legitimar  el  derecho  de  castigar.  Tesis 
presentada  por  Enrique  Azaróla  para  optar  al  grado 
de  doctor  en  jurisprudencia.  Montevideo.  Imprenta  á 
vapor  de  La  Tribuna,  calle  25  de  Mavo  núm.  142.  1879. 
En  8®,  23  ps. 


513— Universidad  Mayor  de  la  República  Oriental 
del  Uruguay.  Consideraciones  i^enerales  sobre 
impuestos.  Tesis  presentada  para  optar  al  grado  de  doc- 
tor en  Jurisprudencia  por  Pedro  S.  Zumaban.  Montevi- 


—  382  — 

deo.  Tipografía  Renaud  Reynaud,  calle  Treinta  y  Tres, 
115-117.  1879.  En  8®,  20  ps. 


514— Lia  seg:aridad  en  el  estado  de  pass.  Té- 

sis  de  Luis  Botana  y  Formoso  para  optar  al  grado  de 
doctor  en  jurisprudencia.  Montevideo.  Tipograna  á  va- 
por de  El  Bien  Público.  Cerrito  84.  1879.  En  8  ^  pe- 
queño, 15  ps. 


515— Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales,    lia 
educación  del  pueblo*    Tesis  presentada  por   An- 


516~Propiedad  literaria.  Tesis  presentada  por 
€l  bachiller  Jaime  Johnson  para  optar  al  grado  al  gra- 
do de  doctor  en  jurisprudencia.  Montevideo.  Imprenta 
á  vapor  de  La  Nación,  Zavala  146.  1879.  En  8  ®  peque- 
ño, 32  ps. 


517— Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales.  I^a 
pena  de  muerte.  Tesis  presentada  por  Carlos  Mu- 
ñoz Anata  al  optar  al  grado  de  doctor  en  jurispruden- 
cia. Montevideo.  Imprenta  á  vapor  de  La  Tribuna, 
calle  25  de  Mayo,  142.  1879.  En  8  ®,  19  ps. 


518— Informe  presentado  á  la  Sala  de  Doctores 
jDOY  el  Rector  déla  Universidad  el  18  de  julio  de  1879. 
Montevideo.  Imprenta  de  El  Siglo,  calle  25  de  Mayo 
núm.  58.  1879.  En  8*=*,  87  ps. 


—  383  — 
Rectorado  del  Dr.  Alejandro  MAGARiftos  Cbr- 

-V  ANTES. 


519~OJeada  sobre  la  parte  argentina  de  la 

región  hidrográfica  del  Rio  de  la  Plata  por  D.  Manuel 
Sánchez  Nuñez,  Director  de  Obras  Públicas  cesante  de 
la  Isla  de  Puerto  Rico,  antiguo  oficial  del  Cuerpo  de 
Ingenieros,  etc.  Madrid,  Imprenta  del  Memorial  de  In- 
genieros. 1879.  En  8*^,  289  ps.  con  un  mapa  de  la  re- 
gión hidrográfica  del  Rio  de  la  Plata,  otro  del  Rio  de 
la  Plata  y  el  estuario  actual,  uno  de  la  rada  de  Buenos 
Aires  y  otro  del  movimiento  de  las  aguas  del  Rio  de  la 
Plata  en  el  mes  de  enero  de  1871  por  Ba teman. 


DIH  T  PEKIICOS 


1 — Buenos  Aires  Herald,  Editor,  D.  Warren  Lowe.  Bu- 
siness Manager.— Geo.  Manson.  Diario  de  la  mañaua. 
Formato  mediano  á  ocho  columnas  angostas.  Buenos 
Aires.  Año  VI. 

2—El  Correo  Español,,  diario  político  y  de  noticias. 
Fundador,  Enrique  Romero  Jiménez.  Formato  mediano. 
á  seis  columnas.  Buenos  Aires.  Año  IX. 

S-^L*  Opéralo  Italiano,  Diario  de  la  mañana.  Formato 
mediano,  á  seis  columnas. 

4'— The  Standart,^  and  Biver  Píate  News.  Buenos  Aires. 
Redacción  anónima,  formato  mediano  á  7  columnas. 
Año  20.  (20  th.  year). 

5— Le  Courrier  de  la  Píato,  diario  de  la  mañana,    pro- 

Í dietario  editor :  Bernheim,  Walls  et  Cié.  Buenos  Aires, 
órmato  mediano  á  5  columnas.  Año  XV. 

^^Deutfche  La  Plata  Beitwng,,  diario  de  la  mañana.  Re- 
dactor L.  Wagenfneed.  Buenos  Aires.  Año  X,  formato 
pequeño  á  6  columnas. 

7—Deuffcher  Pionier  am  Rio  de  la  Plata.  Director 
Hermann  Tiarts.  Ser.  año,  Buenos  Aires,  formato  pe- 
queño á  4  columnas. 

S—L* Union  Fran^aise^  journal  <iuotidien,  politique, 
eommercial  et  littéraire.   Redaction:    Em.  Daireaux» 


—  386  — 

Alfred.  Ebelot.  Buenos  Aires,   formato  mediano  á6 
columnas.  Año  I. 

9— Xa  Fampa^  diario  de  la  mañana.  Redactor  Exequiel 
N.  Paz,  director  Manuel  Mendon^a.  Buenos  Aires,  for- 
mato grande  á  8  columnas.  Año  VIH. 

10— ^Z  Porteño^  diario  de  la  mañana,  formato  peque- 
ño á  5  columnas.  Buenos  Aires.  Administrador  José  M. 
Velazquez,  año  IV. 

11— 27Í  Comercio  del  Flata^  diario  de  la  tarde.  Redac- 
ción anónima,  propietario  Alejandro  Guesalaga.  Buenos 
Aires.  Año  X.  formato  pequeño  á  6  columnas. 

12— X^  Prensa^  diario  de  la  mañana,  gran  formato,  6 
columnas.  Año  XI. 

13— Xa  Tribuna  Nacional^  diario  de  la  mañana,  forma- 
to medio,  6  columnas.  Año  I. 

1^— Buenos  Aires^  diario  de  la  mañana,  administrador 
A.  F.  Rodríguez.  Buenos  Aires,  fonnato  mediano  á  7 
columnas.  Año  I. 

15— Xa  Capital  de  la  República.  La  Paz.  Redacción 
anónima.  Publicación  por  hoy  semanal.  Pequeño  for- 
mato. Buenos  Aires.  Año  I. 

16— El  demócrata.  Provincia  de  Entre-Rios.  Director 
—Pedro  A.  Garcia.  Periódico  de  la  tarde,  sale  los  lu- 
nes, miércoles  y  viernes.  Formato  mediano.  Paraná* 
Año  II. 

17—2^  Bandera  Liberal^  diario  político,  literario,  co- 
mercial y  de  intereses  generales.  Director  E.  González 
y  Ocantos.  Redactores  Santiago  Baibiene,  D.  Miguel 
G.  Morel.  Buenos  Aires,  formato  pequeño  á  5  columnas. 
Año  I. 

IS— El  Heraldo  de  América,,  diario  cuotidiano.  Redac- 
tor J.  F.  Monguillot,  Dámaso  Centeno.  Buenos  Aires, 
formato  mediano  á  8  columnas.  Año  I. 

19— Xas  Novedades,,  diario,  política,  noticias,  literatura. 
Redacción  anónima.  Buenos  Aires*  imprenta  Belgrano 
139,  formato  pequeño  á  4  columnas.  Año  I. 

20— JS7Í  QrájLco,,  diario  ilustrado,  política,    comercio, 
biografía,  noticias.  Diario  de  la  mañana,  redacción  ano 
nima.  Buenos  Aires,  formato  pequeño  á4  columnas» 
AñoJ. 


—  387  —    ' 

21— M  Combate^  diario  déla  tarde,  redacción  anóni- 
ma, director  D.  Luis  F.  Fuentes.  Buenos  Aires,  fór- 
mala mediano  á  7  columnas.  Año  I. 

22— Los  Castigos^  diario  de  la  mañana,  redacción  anó- 
nima. Buenos  Aires,  formato  pequeño  á  5  columnas. 
Año  I. 

23— ia  Discusión^  diario  de  la  mañana.  Administrador 
E.  López,  director  Delfor  del  Valle,  formato  pequeño  á 

5  columnas    Año  I.  Buenos  Aires. 

24— Xa  Tribuna^  diario  de  la  mañana,  redacción  anó- 
nima. Buenos  Aires,  imprenta  Victoria  37,  formata 
grande  á  8  columnas.  Año  XXVII. 

25 — La  Patagonia^  diario  de  la  mañana,  director  San- 
tiago Estrada,  formato  mediano  á  5  columnas.  Año  I; 
se  suspendió  en  enero  31  de  1880.  Buenos  Aires. 

26— Xa  América  del  Sud^  diario  católico,  político  y  co- 
mercial; director  D.  JoséR.  Flores,  formato  mediano  á 

6  columnas.   Buenos  Aires.    Año  IV,  se  suspendió  en 
mayo  de  1880. 

27  La  Paz^  diario  político  noticioso  y  comercial,  di- 
rector y  propietario  S.  Ostwald.  Buenos  Aires,  formato 
pequeño  á  5  columnas.  Año  I. 

28— Xa  España  Moderna^  diario  de  la  mañana.  Direc- 
tor: Ignacio  Firmat.  Redactor:  Carlos  M.  de  E^ózcue, 
Miguel  Cano,  Salvador  Alfonso.  Formato  mediano,  a 
seis  columnas.  Buenos  Aires.  Año  I. 

2Q—EI  Argentino^  órgano  del  partido  autonomista  na- 
cional. Redacción  anónima.  Diario  de  la  mañana.  For- 
mato mediano  á  siete  columnas.   Buenos  Aires.   Año  I. 

SO— El  Eco  déla  Juventud.  Redacción  anónima.  Sema- 
nario de  literatura.  Formato  en  4*^ .  Dolores.  Año  I. 

SI  — El  Oeste.  Redacción  anónima.  Diario  de  la  maña- 
na.  Formato  chico.  Mercedes.  Año  III. 

32— Xa  Provincia,  Chivilcoy,  diario  de  la  mañana. 
Propietario,  director  y  editor  Juan  D.  Glizt,  fonnata 
pequeño  á  5  columnas.  Año  I. 

33— Xa  Campaña^  diario  de  la  mañana.  Director  Ro- 
que F.  Muñoz.  Chivilcoy,  formato  pequeño  á  5  columnas  ► 
Año  II. 

Si— El  Comercial.  San  Pedro.    Dir^.ctor  B.  Mamberto- 


—  388  — 

Aparece  los  jueves  y  domingos  á  las  9  de  la  mañana. 
P^ormato  medio,  4  columnas,  segundo  año. 

Zb—El  Heraldo.  Diario  de  la  mañana.  San  Nicolás. 
Redacción  anónima.  Año  II.  Formato  medio,  á  cinco 
columnas. 

Sñ—El  Eco  del  AztU,  Órgano  de  los  intereses  rurales. 
Año  VII.  Sale  dos  veces  por  semana.  Redactor— Juan 
Baygonria  Formato  chico,  6  columnas. 

Z7—EI  Progreso^  periódico  político,  literario  y  comer- 
cial. Formato  medio  á  cinco  columnas.  Aparece  los  miér- 
coles, viernes  y  domingos.  San  Nicolás.  Año  IX. 

SS—El  oasis,  San  Luis.  Periódico  de  intereses  genera- 
les. Fundados— Joaquin  Caries.  Año  V.  Sale  miérco- 
les y  sábado.  Formato  mediano  á  cinco  columnas,  pa 
peí  de  color, 

39— ^//oro,  pájaro  jocoserio.  San  Luis.  Año  I.  «Vuela 
los  domingos»,  fin  4  ® ,  á  tres  columnas. 

40— La  voz  de  Cuyo.  San  Juan.  Año  XIII.  Sale  miér- 
coles y  sábado   Formato  mediano,  á  cinco  columnas. 

41— La  Union,  Sale  jueves  y  domingo.  San  Juan.  Año 
III.  Formato  mediano  á  cinco  columnas. 

42— La  Verdad^  órgano  del  partido  autonomista.  Sale 
los  domingos,  miércoles  y  viernes.  Corrientes— 2  *  épo- 
ca. Año  V.  Formato  mediano  á  cinco  columnas. 

4Z—EI  1'^  de  Mayo.,  periódico  noticioso  y  de  intereses 
generales.  Redactor  y  Director— J.  G.  Robles.  For- 
mato mediano.  Nogoyá.  Año  2. 

44:— El  Corondino— Coronad.  Año  II,  formato  media- 
no, á  cinco  columnas.    Semanal. 

4b— El  Faranense  industrial  (Provincia  de  Entre-Rios. 
Semanal'    Formato  mediano.    Paraná.   Año.    VI. 

46— El  Orden,  Director  y  Editor  responsable.  Benig- 
no T.  Martinez.  Periódico  bi-semanal.  Concepción  del 
Uruguay.  Año  I. 

47 —El  argentino  {Frovincm  de  Entre-Rios).  Periódico 
político,  literario,  noticioso  y  comercial.  Propietario  y 
editor— Rafael  E.  Anza.  Se  publica  los  martes,  jueves 
y  sábados.  Formato  chico.  Paraná— Año  VI. 

48  —La  Patria,,  diario  de  la  mañana.    Administrador 


—  389  — 

regente  Liborio  Delgado,  Victoria,  formato  pequeño  á 
5  columnas.  Año  V. 

49— El  Telégrafo.  Gualeguaychú.  Año  8  V.  Formato 
pequeño  á  cuatro  columnas.  Director  y  redator—Luis 
Vidal. 

50— -E?  noticiero^  periódico  de  noticias  políticas,  co- 
merciales, literarias,  científicas  y  sociales.  Directores 
y  propietarios:  Inocencio  Turques  y  Leónidas  Alarcon. 
Sale  los  jueves  y  domingos.  Pequeño  formato  á  cuatro 
columnas.  Gualeguaychú.  Año  II. 

b\ --La patria.  Semanal.  Formato  mediano.  Victoria 
Año  V. 

62— La  actualidad^  periódico  de  la  mañana,  aparece 
los  martes,  jueves  y  sábados.  Formato  mediano.  Uru- 
guay. Año  ÍI. 

6^— Gaceta  de  Colon^  periódico  de  intereses  locales. 
Redacion  Anónima,  Formato  mediano  Colon.  Entre- 
Rios.    Año  II. 

64— El  interior,  diario  de  la  tarde,  político,  noticioso  y 
comercial.  Redactor  y  Director— Benjamin  Posse.  For- 
mato mediana,  á  seis  columnas.  Córdoba.  Año  I. 

6b— El  progreso,  diario  de  la  mañana.  Redactor  y  pro- 
pietario—Ramón  Gil  JSavarro.— Formato  mediano  á 
seis  columnas.  Córdoba. 

6&—EI  Táftano—Rosario— Año  II,  formato  mediano  á4 
columnas.  Semanal. 

67— La  capital— Rosslyío— Año  XIV.  A  siete  columna» 
— diario— formato  grande. 

6S— El  Independiente  -RossLvio,  Año  V— formato  grande 
á  siete  columnas    Diario. 

69 -El  5anía/esmo--Santa-fé— Año  V,  formato  media- 
no, á  cinco  columnas,  dos  veces  por  semana. 

QO—El  colono  del  Oesfe- Esperanza -A  ño  III,  formato 
mediano  á  cuatro  columnas.  Semanal. 

61— Argentinische  Boten,  Esperanza— Semanario— for- 
mato mediano,  á  cuatro  columnas.  Año  VIII. 

p2-L* Eco  delle  Colonie,  Rosario— Añu  I,  formato  me- 
diano, á  cinco  columnas— Diario. 

63— L'-ámico  del  Popólo,  publicación  democrática  setti- 

25 


-S9Ó- 

itianaie.  Buenos  Aires.  Formato  pequefio  á  2  columnas 
y  16  pajinas.  Año  11. 

64— -Bí  Demócrata  Porteño^  antes  el  Porteño,  diario  de 
la  mañana^  redactor  en  jefe  Dámaso  Centeno.  Buenos 
Aires,  formato  mediano  á  5  columnas.  Año  I. 

65— Z(a«  Provincias,  Redactor  Evaristo  Carriego.  Bue- 
nos Aires,  formato  mediano  á  6  columnas.  Año  I. 

66-iVa»?a,  diario  racionalista  y  noticioso,  para  hom- 
bres solos  Buenos  Aires,  formato  pequeño  a  3  colum- 
nas. Año  T^  se  suspendió  en  abril  23  con  solo  12  números. 

67— ia  Eacposicion^  revista  cien  tinca,  publicación  de- 
dicada al  estudio  de  la  Exposición  continental  Sud- 
Americana ;  salió  un  solo  número  en  junio  1  ^  de  1880, 
formato  pequeño  á  3  columnas  y  16  pajinas.  Buenos 
Aires. 

ñS^La  Alborada  Literaria  del  Plata,^  periódico  semanal 
de  literatura,  ciencias,  artes,  teatros  y  modas  ;  director 
Lola  Larrosa;  aparece  todos  los  domingos.  Buenos  Ai- 
res, formato  pequeño  á  3  columnas  y  12  pajinas.  Año  I. 

69— .52  TÁhre  Pewtador,,  aparece  los  jueves  y  domingos» 
Director  Juan  R.  Silveyra.  Imprenta  calle  Defensa  78. 
Buenos  Aires,  formato  pequeño  á  4  columnas.^  Año  III. 

70 — La  Ondina  del  Plata,  publicación  literaria  ilustra- 
da: aparece  los  domingos.  Imprenta  calle  Belgrano 
núm  176.  Buenos  Aires,  formato  pequeño  á  2  columnas, 
12  pajinas.  Año  IV 

ll—El  Correo  del  Domingo^  periódico  semanal   ilustra- 
do de  literatura,  ciencias  y  artes,  fundado  en  1864  por 
el  Sr.  D.  José  M.  Cantilo.   Administración,  Alsina  91 
Buenos  Aires,  formato  libro  en  folio  á  dos  columnas  y 
16  pajinas. 

72— jBZ  Mosquito^  periódico  semanal  independiente, 
satírico,  burlesco  y  ae  caricaturas,  director  piH)pietano 
Enrique  Stein,  formato  pequeño  á  cuatro  columnas.  Año 
XVll.  Buenos  Aires.  ^ 

73— £a  Aurora,  periódico  liberal,  aparece  los  lunes, 
administración  Cangallo  118.  Buenos  Aires,  formato 
pequeño  á  3  columnas.  Año  II. 

74— -E/  Gallego^  todo  por  España  y  por  Galicia,  perió- 
dico semanal,  órgano  ae  los  intereses  de  su  nombre., 


—  391  — 

formato  pequeño  á  tres  columnas.  Año  II.  Buenos  Aires. 
Administración  Perú  239. 

75— -£o  Broma^  periódico  semanal.  Dionisio  Garcia, 
director;  aparece  los  jueves;  formato  pequeño  á  3  colum 
ñas  Año  I.  Buenos  Aires. 

76— jRnttovo  Educatore^  sale  los  domingos.  Director 
Lorenzo  Fazio  Buenos  Aires,  formato  pequeño  á  3  co- 
lumnas. Año  I. 

77--  Wochenhlaff^  Director  y  redactor  J.  Alemann,  pe- 
riódico ssmanal.  Buenos  Aires,  formato  mediano  á  3 
columnas    Año  I. 

78— i7  Maldiciente^  periódico  humorístico  settimanale, 
órgano  de  la  S.\  M.\  M.*.  A.*.  Sale  los  domingos.  Bue- 
nos Aires,  formato  pequeño  á  3  columnas  y  ocho  pajinas. 
Año  V. 

79— Xa  Cotorra^  semanario  joco-serio,  con  caricaturas 
coloreadas,  primero  y  único  en  la  América  del  Sud, 
Buenos  Aires,  formato  pequeño  á  3  columnas.  Año  1. 

80— JSJZ  Industrial^  órgano  del  Club  Industrial,  aparece 
todos  los  sábados,  formato  mediano  á  4  columnas.  Año 
V.  Buenos  Aires. 

81— ia  Gaceta  Musical,  semanario  ilustrado  de  música 
y  bellas  artes.  Director  Pedro  Pednell.  Buenos  Aires, 
formato  pequeño  á  3  columnas  y  8  pajinas.  Año  VII. 

82 — Revista  Latino  Americana^  órgano  de  los  intereses 
generales  de  su  título.  Director  José  A.  de  Escudero, 
sale  el  15  de  cada  mes,  formato  lítqueño  á  2  columnas  y 
32  pajinas.  Año  I-  Buenos  Aires. 

83— Xa  Industiia^  órgano  del  Centro  Industrial  Argen- 
tino, publicación  quincenal.  Buenos  Aires,  formato  pe- 
queño á  3  columnas    Año  II. 

84— Xa  Enciclopedia  Escolar  Argentina^  periódico  quin- 
cenal de  educación,  director  A.  Van  Gelderen.  Buenos 
Aires,  formato  pequeño  á  2  columnas  y  24  pajinas.  Año 
I.  Época  II. 

85  -Xa  Ilustración  de  los  Niños,  Lectura  quincenal  para 
el  niño  en  la  familia  y  la  escuela.  En  4*^  menor  16  ps. 
la  entrega.  Año  I,  con  láminas. 

Sñ-'Bevista  Comercial^  periódico  quincenal,  Gandolft  y 


r 


-  392  — 

M088.  Buenos  Aires^  formato  pequeño  á  3  columnas. 
Año  III. 

87  Revista  Argentina.  Segunda  época.  Dirigida  por 
José  Manuel  Estrada.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  M. 
Biedma,  Bekrano  133  á  139.  1880.  En  4®  menor,  entre- 
gas quincenales  de  80  ps. 

Apareció  el  1®  de  octubre  de  1880. 

D.  Josi  Manuel  Estrada  es  un  publicista  dis- 
tinguido. Basta  recordar  su  Revista  Argentina  que 
alcanzó  á  13  volúmenes,  para  darle  el  puesto  que 
le  corresponde  en  nuestra  literatura.  Pero,  católi- 
co, con  la  intransijencia  del  que  cree  poseer  esclu- 
sivamente  la  verdad.  Estrada  formula  el  programa 
de  su  Revista  tomando  por  divisa  la  frase  de  San 
VsLblo— instaurare  omnia  in  Christo,  y  ofrece  sus 

{^ajinas  á  todos  los  escritores  que  acepten  su  símbo- 
o  con  animosa  sinceridad. 

88 — Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina.  Comisión 
redactora:  Presidente,  D.  Luis  A.  Huergo;  Secretario, 
D.  Feliz  Amoretti ;  Vocales  D.  Guillermo  Villanueva, 
D.  Pedro  N.  Arata,  D.  Francisco  P.  Moreno.  Enero  de 
1879.  Tomo  Vil.  Buenos  Aires.  Imprenta  de  Pablo  E. 
Coni,  especial  para  obras.  60  Calle  Alsina  60. 1879. 

En  8®    mayor,  48  pajinas  la  entrega  mensual. 

89 — Anales  de  la  Sociedad  Círculo  Médico  Argentino,  pu- 
blicación mensual.  Año  111.  Redactor  principal  Doctor 
D.  Antonio  F.  Crespo.  Director  Carlos  C.  y  Sundblad. 
Administrador  Norberto  Pérez.  Buenos  Aires.  Impren- 
ta de  Obras  de  La  Nación,  San  Martin  208.  1880.  En 
8  *^,  120  ps.  más  ó  menos  Ja  entrega. 

El  año  completo  de  esta  publicion  alcanza  de 
noviembre  á  Setiembre. 

El  año  IV  empieza  á  cargo  del  Doctor  D.  Rober- 
to Wernicke 

^0—Boleün  del  Instituto  geogrqfico  argentino  publicado 
bajo  la  dirección  de  su  nresidente  Dr.  D.  Estanislao 
S.  Zeballos,  miembro  vitalicio  y  consejero  honorario 
de  la  sociedad  geográfica  italiana,  miembro  honorario  y 


—  393  - 

activo  de  varias  sociedades  nacionales  y  extranjems. 
Buenos  Aires  Establecimiento  tipográfico  á  vapor  de 
La  Prensa,  calle  de  Moreno  núm.  109.  1880.  Én4® 
menor,  por  entregas  de  62  ps.  más  ó  menos. 

En  el  año  1880  aparecieron  las  seis  entregas  que 
forman  el  primer  volumen— 356  ps.,  una  traza  de 
la  ciudad  ae  Córdoba  el  11  de  julio  de  1577  y  otros 
dibujos,  y  la  primer  entrega  del  segundo  volumen. 

Además  de  los  materiales  de  lectura  científica  de 
interés,  publica  las  actas  del  Instituto  jeográfíco 
arj entino  de  que  es  órgano. 

91— El  Porvenir,  Revista  hebdomadaria— Órgano  de 
los  intereses  generales  de  la  América  del  Sud,  baio  el 
punto  de  vista  del  rol  que  corresponde  á  las  Repúblicas 
del  Plata,  Año  I.  En  4®»  entregas  de  16  pajinas  á  dos 
columnas. 

92— iSwáiá marica,  revista  semanal  de  política,  comercio, 
estadística,  ciencias,  artes,  industrias,  historia,  bellas 
letras,  agricultura,  finanzas,  etc.,  etc.,  de  las  repúblicas 
Sud  americanas.  Director  D.  Tomas  Moncayo. »  En 
4®,  15  ps.  á  dos  columnas  y  un  suplemento  quincenal 
en  mglés.    Buenos  Aires,  año  I. 

'  Respondió  debidamente  á  su  título  como  á  la 
contracción  de  su  autor ;  pero  murió  á  los  pocos 
números,  falta  de  apoyo. 

93— República  Argentina.  Boletín  Mensual  del  Depar- 
tamento líacional  de  Agricultura.  Tomo  IV.  Afío  de 
1880,  Buenos  Aires,  Imprenta  del  «Departamento  Na- 
cional de  Agricultura»,  1881.  En  4^,  336  ps.  á  dos 
columnas,  y  un  croquis. 

Corresponde  este  tomo  del  Boletín  Mensual  del 
Departamento  Nacional  de  Agricultura,  á  los  meses 
del  año  1880,  no  obstante  la  fecha  del  año  siguiente 
que  lleva  la  carátula.  Termina  con  un  índice  alfa- 
bético Además  de  los  documentos  oficiales,  notas, 
etc.,  contiene  artículos  y  noticias  interesantes, 
referentes  ala  agricultura.  El  señor  Julio  Victo- 
rica,  jefe  del  Departamento  Nacional  de  Agrícul- 


—  394  — 

tura,  cumple  su  propósito  de  mantener  un  periódico 
instructivo  en  la  materia. 

94 — El  noticiero  agrícola^  propagador  de  noticias^  avisos 
y  otros  chismes  de  interés  para  los  hacendados.  Director 
JB.  Victory  y  Suarez.  Administrador  Juan  A.  Lam- 
bras.  Sale  dos  veces  por  mes.  En  8®,  24  ps.  á  dos 
columnas. 

Apareció  en  agosto  de  1880. 

95— Xa  buena  lectura,  publiéacion  semanal  de  instruc- 
ción religiosa  y  moml  para  Ihs  familias.  En  4®  menor, 
16  ps   la  entrega,  á  dos  columnas. 

Apareció  en  los  últimos  meses  de  1879. 

96 — El  Economista  del  Píate— Revista  semanal  de  esta- 
dística, comercio,  industria,  agricultura,  inmigración, 
colonización  y  de  intereses  fabriles  y  financieros  del 
Rio  de  la  Plata.  Director  Federico  B.  Rosario.  Ea 
4®  mayor,  16  ps. 

Fundada  el  24  de  agosto  de  1880. 

97— ia  Moda^  gaceta  de  la  familia,  periódico  semanal 
ilustrado,  crónica,  modas,  novela.  Oada  semana  da  un 
figurin  iluminado  y  un  molde  tamaño  natural,  8  ps. 
en  4®  mayor  á  tres  columnas.    Butanos  Aires     Año.  I. 

98— JBo/cíi»  Q^ciaí— Santa- Fé.  Año  VIH.  En  4®,  á 
tres  columnas. 

99— 5oZcíiw  O/íciaí- Catamarca.  En  4*^  menor  á  dos 
columnas,  formando  libro     Año  VII,  tomo  IX. 

XOO—Bevista  médico-quirúrgica.  Publicación  quincenal, 
órgano  de  los  intereses  médicos  argentinos.  Redacto- 
res: Dr.  Pedro  F.  Roberts,  Dr.  Lucio  Melendez  y 
Dr.  José  A.  Ayerza.  Dii*ector  y  Redactor  en  gefe: 
Dr.  Emilio  Coni,  miembro  honorario  de  la  Asociación 
Médica  Bonaerense,  miembro  corresponsal  de  varias 
Academias  y  Sociedades  Médicas  de  Europa  y  América. 
Año  XVII.    En  4®,  32  ps.  la  entrega. 

\0\— Revista  farmacéutica^  órgano  de  la  Sociedad  Na- 
cional de  Farmacia,  destinado  á  defender  los  intereses 
científicos,  prácticos  y  morales  de  la  profesión  en  la 
República  Argentina:  Año  XII.  Director  y  Adminis- 
trador :    Norberto  Pérez,  Buenos  ^Aires^  Imprenta  de 


-  395  — 

obras  de  La  Nación,  San  Martin  208,  1880.    En  8®,  32 

ps.  la  entrega.  ,  :.      ^     t»        /»  • 

102— Revista  de  los  Trihwmles^  juzgados  de  Faz,  onci- 
nas  de  Gobierno,  Consulados,  etc.  Sale  todos  los  jue- 
yes.   En  4*=^,  16  ps.  á  dos  columnas  cada  entrega. 

Apareció  en  noviembre  de  1880. 

lOZ—B&oista  de  ganadería-  En  inglés  y  español.  Cattle 
review.  Propietarios :  Godofredo  Huss  y  Ca.  corredo- 
res en  campo  y  ganados.  Publicación  quincenal.  Afio 
I,  etc.,  Buenos  Aires.  Imprenta  de  «  El  Economista, » 
Al8ina56,  1879.    En  4®    16  ps.  y  avisos  ^ 

104— Za  Revista  Galaica,  órgano  oficial  y  propiedad  es- 
clusivadel  «Centro    Gallego».    En  4®,    12  ps.    Apa 

rece  tres  veces  al  mes.  . 

lO^—El  Álbum  del  Eogar-G.  Méndez.  Semanario  de 
literatura  y  modas,  Buenos  Aires.  En  4®  mayor,  8 
ps.  á  tres  columnas.    Año  Il«     .  .  ,    * «    tt 

ÍOe—La  Ediicacion  Cowwn— Revista  quincenal.  Ano  V. 

32  ps.  el  número. 

lOI—El  investigador,  correspondencia  entre  ameri- 

cianistas,  etc.   V.  el  número  95. 

UiS—Boletin  del  Instituto  Científico  y  Xtíerono— Bibliote 
ca  Americana.    Buenos  Aires,  Cangallo  530.  1880.  En 
4®,  16  ps. 

Apareció  en  noviembre  de  1880.    Sale  tres  veces 

al  mes. 

109— I%e  Argentine  Uve-stock  and  afjricultural  review, 
A  jouraal  for  the  advancement  and  development  oí* 
agriculture  published  monthly  in  tow  ediiions :  english 
and  spanish -  both  issued  on  the  same  date.  Proprie- 
tors :  Mac  Kiernan  Shaw  y  Ca.  Administra tion  :  90— Ca- 
lle Cuyo-90.  Buenos  Aires.  En  4®  mayor,  á  3  colum- 
nas, 24  ps. 

Apareció  el  6  de  noviembre  de  1880. 


índice  alfabético 

de 

AUTORES  Y  TRADUCTORES 


La  numeración   gruesa  indica  el  número  del  artículo,  y  la  fina 
señala  la  pajina  donde  figura  el  nombre. 


A.  Bel— 109,  128. 

Acevedo,  Eduardo— 115,  136. 

Acevedo,  Joaquina— 487,  365. 

AcHÁvAL,  Guillermo— a33,  235. 

Agazio,  Fr.  Luis  de— 318,  317, 

Aguirre,  Eduardo— 240,  241. 

Alberdi,  Juan  6.-38,  49. 

Alcántara  GarclíV,  Pedro  A.— 146,  149. 

Aloorta,  Amando— 23,  28—35,  44. 

Alem,  Leandro— 83,  79. 

Almomacid,  Vicente  Almandos — 75,  75. 

Alsina,  Juan  A.— 95,  89. 

Alyarez  de  Arenales,  A.  M.— 131,  141, 

Alveae,  Diego  de— '^j  37. 


-  398-- 

Ahiois,  E.  de— JÍ63,  269. 

Amoroso,  Manuel— 349,  324. 

ANDRADE,01egario  V.— 301,  308,  301. 

Ansó,  Francisco— 508,  380. 

Arana,  Belisario  F  —^79,  284. 

Arana,  Enrique  -  aoa,  216. 

Araoz,  Miguéis. -336,  240. 

Arata,  Pedro  N.— 188,  207. 

Araujo,  Ceferino— V.  una  comimn  es^pecial, 

Aréghaga,  Emilio  J.  d«— 473,  361. 

Aréohaoa,  José  M.  -140,  145. 

Arechavaleta,  José— 478,  363. 

Arévalo,  José  S.— 49,  56. 

Arjerioh,  Jorje-61,  63. 

AscuTiA,  M.— 364,  269. 

AsTETB,  Gaspar— 344,  322. 

ASTIGUBTA,  J.  M.— 88,  82. 

AuERBACH,  R.— 364,  269. 

AvKLBYA,  Benigno  T.— 319,  227. 

Avellaneda,  ííicolas— 76,  75—90,  83—107,  127 

—368,  272. 
A.  Y  Alyarez,  Juan  José— 50,  57. 
Ayerza,  Francisco— 33,  32. 
Azaróla,  Enrique— 513,  381 


B 


Barraquero,  Julián -369,  330. 

Barros,  Manuel— 373,  275. 

Barros  Arana,  Diego  -  470,  360—490,  367. 

Basavilbaso,  Felipe  -  337,  232. 

Bastinos  y  PüiG — 153,  151. 

Bayo,  Servando— 367,  329. 

Belin  Sarmiento,  Augusto -V.  A.  Bel. 

Bbnder,   J.  M.— 363,  268. 

Benelishe,  F.— 341,  241. 

Pe|yiT£7!i  Claudio  Cr.-330,  228. 


—  399  - 

Beracochba,  Pascual— 83,  79, 

Berdibr,  Camilo  S.— 42.  51. 

Berg,  Cárlos-244,  246-247,   247-«49,  248*' 

505,  378. 
Bermejo,  Antonio— V-  una  comisión  especial, 
BLANE8,  Juan  José— 340,  321. 
Botana  y  Formoso,  Luis— 515,  382. 
BoTET,  Julio— 69,  70. 
BoscH,  Juan   Maria— 214.  224. 
Bossi,  Bartolomé    257,  262. 
BuRMBiSTER,  H  -242,  242—248,  248. 
BüRZACo,  Clodomiro— 46,  64. 


C 


Caballero,  Eujenio— 5,  12-35,  40. 

Carral,  José  Victoriano— 297,  298. 

Cabrera,  Federico  M— 207,  220. 

Calandrelli,  M.— 161.  157. 

Calderón,  Fortunato— 57,  61. 

Calvo,  Nicolus--8l,  78. 

Camargo,  F.  Francisco  de  Paula— 328,  319. 

Canale,  Francisco— 153,  152—273,  275. 

Cantacuzene-Altieri,  Olga— 262,  269. 

Cantilo,  Gabriel-288,  288. 

Cantilo,  José  M  —V.  una  comisión  especial. 

Garbo,  Pedro— 488,  365,-493,  366. 

CAroano,  Ramón  J.— 272,  275. 

Carenzo,  Nicolás- 27, 37. 

Carranza,  AnjelJustiniano-lp5,  110—106,  121. 

Carro,  Francisco  M,-  262,  269. 

Garulla,  Franci«*co— 398,  343. 

Casal,  Julio— 225,  230.    ' 

Casares,  Anjel  E.  -Y.  una  comisión  especial. 

Castellano,  Nicéforo-21,  26. 

Castro,  Rafael— 60,  62. 

Castro  t  Sündblad,  CárIo8--210,  2Síh 


—  400  — 

Centeno,  Dámaso— 6, 13—274,  276. 

CiSNEROS,  Eudoi*o-ai6,  225. 

C.  M.  DE  M.-a60,  268-266,  272. 

CoELLO,  CárIos-a60,  268. 

CoNi,   Emilio  R— 164,  180-165,  182—166,  183 

—187,  206—190,  209. 
CoNLAZO,  Eusebio— 471,  360. 
CONSCIENOB,  E  -261,  268. 
CojiNEJO,  Pedro  José-a37,  240. 
Corona  Martínez  -375,  335. 
CitRREA  Larguia,  LuÍ8— V.  una  comisión  especial. 
CossoN,  Alft-edo-a58,  259,  265. 
Costa,  Aniel  Floro-92,  84—93,  86. 
Costa,  Julio  A.- 118,  137. 
CoTTEAU,  Eduardo— 499,  372. 
Crespo,  Antonio  F.-ltr6,  213. 


€H 


Chaves,  Conrado  R.— 40,  50. 


D 


Del  Campo,  Francisco— 473,  362. 

Del  Campo,  J.  Enrique— 476,  302, 

Delcasse,  Carlos— 47,  55. 

Della  Costa,  Pablo-a74,  276.    ^^ 

De  Maistre,  Javier -260,  268-^66,  272. 

Dlaz  IÍbnendez,  José— 204,  218. 

DiBUR,  N.-359,  328.  _^^ 

Domínguez,  Silverio-19a,  211-296,  298. 

DüPOUR,  Pedro -52,  58. 

DuMAB,  A.— 263,  269. 

Dtjvbyrlbr,  H--500,  373. 


401  - 


El 


KcHART,  S.— aeS,  269.        ^ 

EcHAQüB,  Pedro-a94,  «95,  297. 
EcHEGÓYEN,  Moisés— a¡í 9,  233. 
Elejalde,  Santiago  -  85,  80. 
Elias,  Augusto-39,  50— 6^,  64. 
Escudero,  José  Agu8Ün-3lO,  310» 
Espechb,  J.  M.— a09,  221. 
EsQUiú,  F.  Mamerto    296  273. 
Estrada,  J.  M.— «3,  32. 
Estrada,  Santiago— a'3'5,  276—314,  315. 
Etopbverry,  Rómulo — 48,  55. 


V 


Fernandez,  Eulojio— 193,  211* 

Fernandez,  Paulino -:*23,  229. 

Fernandez  Brémon,  José -260,  268-^03,  ¿b^. 

Fernandez  Duro,  Cesáreo— 262,  263,  269. 

Fernandez  Gil,  Camijo-212,  222. 

Fernandez,  Joa<juin  Silvan— 513,  381. 

Ferrari,  Antonmo  M.— 64,  67. 

Feval,  P.-261,  268. 

FiRMAT,  Ignacio—358,  327. 

FiRMAT,  José- 273,  275. 

Fragueiro,  Martin— 56,  60. 

Fregeiro    C.  L.— 100,  103. 

French,  Eduardo— 41,  51. 

Fresco,  Norberto  N.— 65,  67. 

Frías- 148,  149. 

Frías,  Félix-84,  80. 

Füselli,  José  Aiijel-218,  227. 


—  402  — 


O 


J 


Gaboriaü,  Emilio—aSS,  288. 

Gallino,  Juan  A.— aai,  228. 

García  aguilera,  Vicente— 135,  143. 

García  Meroü,  Martin— 306,  305. 

Gaüdencio.  Cárlos--480,  363. 

Gaütier,  T.— aei,  268. 

Gaütrblet,  P.  F   X. -337,  321. 

GiANTi,  J.  A.-a73,  275. 

Gil,  Antonio,  L.— 12,  19. 

GoDOY,  Justo  T~392,  339. 

Gómez,  Gaspar  N.— -55,  59. 

Gómez,  Julio  W.--313,  223, 

Gómez  de  Avellaneda,  G.— 261,  268. 

Gómez  Sánchez,  Evaristo— 2,  6. 

González  Gregorio— 222,  229. 

González,  N.   A.— 483.  364. 

González  Calderón,  Juan— 54,  59. 

GouLD,  Benjamin  A.-238,  240. 

GovíN,  Juan  B.    141,  145. 

GoYENA,  Juan— 15,  21. 

GoYENA,  Miguel-122,  139-375,  335. 

Gramajo,  Arturo— 68,  70. 

Gramajo,  Cirilo -347,  323. 

Grecco,  Emilio— 348,  324. 

GüERRico,  José  P.  de— 354,  325. 

Guido,  José  Tomas— 260,  268—265,  270. 

Gutiérrez.  Eduardo-281,  282.283,  284,  286. 

Gutiérrez.  Juan  Maria- 1 43,  147. 

Gutiérrez,  Ricardo— 293,  295. 


Harrison,  Tomas  F.— 487,  365. 
Harting,  P.— 246,  247. 


-  408- 

Hawthorne,  Nathaniel-aea,  264,  269. 
Hernández,  José— 273,  275-308,  209. 
Hbyse,  P.-263,  268. 
HuKROo.  Julia  N.  de-465,  357, 
HuNziKBR,  Emilio— 317,  316. 


Imas,  Escolástico— 230,  233. 


JoFRÍ,  Juan  de  Dios— 114, 135. 
JoHTJSON,  Jaime— 518,  382. 
JoRJE  Albsrto-292,  294. 


K 

Karr,  Alfonso-2«3,  269. 

Kenelm  Vaügham-316,  317,  316. 

KiDDLE.  Enrique— 487,  365. 

Korn,   Alejando-261,    268-262,-263,    264, 

269r 


Lafont.  C— 261,  269. 
Laidlaw,  Tomás  W.— 45,  54. 
Larroqub,  Alberto— 300,  301. 
Larroque,  Eduardo  M.— 51,  57. 
Latzina,  F.— 26,  36. 

Leguizamon,  Onésimo-94,  87—506,  379. 
Lejarza,  Joaquin— 23,  32. 
Lemoine^  Joaquin  -479,  363* 


—  404  — 

LiNDAU,  Pablo— 262,  269. 

Lista,  Ramón— 1 10,  129—250,  248—251,249. 

LiZARRALDE,    Daniel— 235,  236, 

LoNPAT,  Jerman— 504,  377. 

López,   Alberto  V.— 175,  191. 

López,  Enrique— 272,  275. 

López,  José  FrancÍ8C0~79,  77—102,  107. 

López,  Román  L— 811,  311. 

López,  de  Mobelle,  José— 274,  275. 

LOVAT  ASH  MULCAHY— 211,  222. 

Lucero,  Ulíses  R. — 464,  357. 


Llanos  y  P.— 313,  314. 

M 

MaoabiSíos    Cervantes,    Alejandro— 474,    362 — 

495,  367—519.  383. 
Mansilla,  Carlos  A. — 374,  335. 
Mansilla  de  García,  Eduarda — 280.  284. 
Mírmol,  Florencio  del— 290,  292. 
Marqués— 299,  300. 

Martin  y  Herrera,  Félix— 130,  141—278,  275. 
Maschwitz— 420,  349. 
Masón,  Enrique  J. — 59,  62. 
Mathon,  Carlos— 462,  356. 
Maunoir,  C— 500,  373. 
Mayne  Reíd— 286,  287. 
Mazzcni,  José-260,  261.  268. 
Melendez.  Luis — 165,  182. 
Mendioroz,  Francisco — 206,  219. 
Mendoza,  Cándido  V. — 48,  52. 
Menendez  de  Luarca,  Gabriel — 344,  322. 
Meza,  Justo— 197,  214. 
MiGUEz,  Manuel  L.— 298,  300. 


—  405  — 

Miranda  Naon— 87S,  275. 

MiBÓ^  Ramón— 73,  73. 

Mitre,  Bartolomé— 20»,  105—26»,  268. 

M.  N.  V. — V.  Navarro  Viola^  Miguel, 

MoLiNAS,  Remyio— 24,  35. 

MoNTALVO.  Juan— 492,  366. 

Moreno,  Francisco,  P.  -  252,  251. 

Moreno,  Manuel  J. — 176,  193. 

MoT,  Ch.  de— 160, 155. 

MoTANO  Gacitúa— 272,  275. 

MujiCA,  Eduardo— 232,  235. 

MuSroz,  Daniel— 478,  363. 

Muñoz,  t  Anata,  Carlos- 518,  382. 


N 


!Naon,  Juan  José— 215,  225. 

Nayarrete,   Ramón  de— 260,   261,   268—263, 

269. 
Navarro,  José  Gil— 149,  150. 
Navarro  Viola,  Alberto— 167,   185-303,  304, 

305,  302. 
Navarro  Viola,  Enrique— 263,  269—267,  272. 
Navarro  Viola,  Miguel— 267— 260,  261,   262» 

263,  264,  268. 
Nbgri,  Ernesto  L.— 263,  264,  269. 
NoVARO,  Bartolomé— 186,  206. 


O 

Obarrio,  Mannuel— 20,  25. 
Orejero,  Eduardo— 226,  231. 
OOAMPO,  Amel  V.— 44,  53. 
Olascoaga,  Manuel  J.— 255,  253. 
Olivera— 379,  336. 
Olivera,  Cárlos-261,  268—264,  269. 
Ortiz,  Alejandro  D.— 234,  236. 


—  406  — 

Obtiz»  Jaramillo— 511,  381. 
Osuna,  T.  S.— 95,  89. 

Otambndi,  Melchor— 138,  144. 
Oyuela,  Calisto-^aO,  349. 


?•••,  Guillermo— 139,  144. 

Padilla,  Vicente— 224,  230. 

Pardo,  Eduardo-208,  220. 

Parodi,  Domingo— 245,  246. 

Parodi.  Enrique  D. — 53,  58. 

Parsous,  Antonio  W.— 516,  382. 

Pelttcchi,  Carlos— 502,  375. 

Pelliza,  Mañano  A.— 99,  98,  188. 

Pena,    Carlos   Maria   de— 468,    359—478,  363- 

486,  365. 
PtBEZ  Gomar,  Gregorio— 97,  92. 
Picasso,  Emilio  K.— 70,  71. 
Pinto,  Luis  Telmo— 31,  39. 
Pinero,  J.  D.-194,  212. 
Pinero,  P.  Martin  A.— 375,  335. 
Planas,  Ensebio— 394,  341. 
Pla!za,  Victorino  de  la -^7,  48. 
Porfirio,  Constantino— 310,  310-312,  313. 
Portugués,  José— 289,  290. 
PossE,  Benjamín— 108,  128. 
Préssinger,  Agustín-^  42,  146. 
Prieto  Valdéz,  Casimiro— 403,  344. 
PuEYO,  Fr.  Anielo-342,  322. 

PüYRREDON,   Julio— 72,   72. 
PUBYRREDON  DE  PELLIZA— 400;  343. 

Pujol,  Juan  NéstGr-^74,  73. 


QuBSADA,  Sisto  Q;-362,  3^; 


—  407  — 


B 


Ramírez,  Carlos  Maria~93,  86. 

RáiMiREZ,  Eujenio— ^03,  217. 

R.  B.— 154,  163-155,  156,  157,  154. 

Reibaud,  José  María— S56,  327.     . 

RiOBÓ,  B.  A.— 469,  360. 

Risso  Patrón,  Agustín— 133,  142. 

RoBERTs,  Pedro  F— 183,  199—191,  210. 

Roca,  Julio  A.— 91,  83. 

Rodríguez,  Aniel  M.^358,  327. 

Rojas,  A.— ^63,  269. 

Rojo,  Tadeo-a39,  241. 

Romero,  Emilio— 485,  364—487,  365. 

Ronco,  Juan— 273,  275. 


8 

Sabater  y  Montoy— 148,  149. 
Baldías,  Adolfo— 8»,  79. 
Sánchez,  Enrique — 63,  66. 
Sánchez,  Pedro  A.— 34,  40. 
Sánchez,  Tomasa— 144,  148. 
Sánchez  Nuñez,  Manuel -520,  383. 
Sánchez  Solis,  Felipe— 475,  362. 
Sandeau,  J.— 263,  269—267,  272. 
Santa  Olalla,  Enrique  M.  de— 147,  149. 
Santillan,  Pablo  Maria— 189,  207. 
Santillan,  Zenon  J  — 13,  20. 
Santillan  Velez,  José  J.— 16,  22. 
Sarmiento,  D.  F.— 76,  76-113,  134. 
Sastre,  Marcos— 150,  150—151,  151. 
ScoTTi,  Carlos  F.— 273,  275-277,  279. 
Sohnabl,  L.— 184,  201. 
ScRiVENER,  Juan  H.— 195,  213. 
Seeber,  Francisco— 19,  24—397,  342. 
Serna,  Arturo  F.  de  la— 205,  219. 


—  408  — 

SaVBYRA,  J.  R.— «74,  275. 
S,  N.  V -»6a,  «63,  269. 
Sola,  Juan  y  Manuel— 254,  253. 
SoLAB,  José  G.  del-27a,  275. 
Solee,  José  -»9,  32. 
Stockmae,  B.  0.-264,  269. 
SusviBLA,  Domingo  Silos— 58,  61. 
SüSViBLA,  Jaointo-179,  180,  197, 


Tabossi,  Juan  Cái'los— 71,  71. 

Tamini,  Luis  B.-276,  277. 

Taenassi,  Pablo-270,  274. 

Tbdin,  Miguel -370,  330. 

Tbjbdob,    Carlos— 87,  82. 

Tbllo,  Wenceslao-ai7,  226. 

ToBiNO,  Inocencio  -231, 234. 

Toro,  Emilio-507,  379. 

Torres,  Gregorio— 358,  327. 

Torres,  JoséM.-116,  136. 

Torres,  Melchor-112,  130—185,  203. 

Trelles,  Manuel  Ricardo -96,  90. 

T.  s.  0.-154,  153-155,  156,  157,  154. 


IJ 

Uballes.  Eufemio-200,  215. 

Una  Comisión  especial— 7,  15. 

Un  hombre  del  pueblo— V.  EUjalde,  banttago. 

Unos  amigos  de  justicia— 3,  11. 

Un  portero  de  nota— 103, 109.        ,  «.,     . 

Un  profano  en  literatura— V.  Domínguez,  Süveno. 

ÜN  VIEJO  oriental— 104,  110. 

Urien,  Carlos  Maria-67,  69. 

Urrabibta,  M.-261,  268. 


—  409  — 


Vaca  Guzman,  Santiago— 256,  261. 

Vallin  y  Bustillo^  Acisclo  F.— 136,  187,  143- 

159,  155. 
Van  Geldeben,  A.— 158,  154. 
Várela,  Marcos— 201,  216. 
Vasquez  Aoevedo,  a.— 487,  365. 
Vedia,  Agustín  de— -26,  36. 
Vega,  Jerman— 274,  275. 
Velasquez,  Miffuel— 66,  68. 
Velasquez,  J.  M.— 272,  275. 
Vicuña  Mackenna,  Beryamin- 80,  77. 
ViLA,  Luis  F.— 228,  232. 

ViLLAFAÑE,  E.— 4,  12. 

Villar,  Carlos  L.— 199,  214. 


1^ 

Waleis,  Raúl— 291,  292. 

Weyenbergh,  D   H.-~246,247. 

Wiener,  Ch.— 498,  371. 

WiLDE,  José  Antonio— 278,  279. 

WiLSON,  Baronesa  de-^489,  491,  366—494,  367. 


Z 

Zapata— 299,  300. 

Zeballos,  Estanislao  S.— 168,  187—258,  252. 
ZiNNT,  Antonio— 98,  95—274,  275. 
Zorrilla,  Beiyamin— 1,  5. 
Zamarin,  Pedre  S.— 514,  382. 
ZuviRiA,  José  Maria- 307,  307 


ÍNDICE 


Páginas. 

Cuestiones  internacionales 5 

Derecho— Ciencias  sociales •  •  15 

Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales 49 

Tesis 50 

Política : 75 

Historia— Biografía 89 

Pedagojia,  libros  de  enseñanza  y  testos 133 

Filolojia  157 

Estadística i 175 

Bibliografía 185 

Obras  militares 191 

Ciencias  médicas 199 

Tesis 215 

Ciencias  exactas  y  naturales— Viajes  y  esplora- 

clones  científicas 239 

Literatura 265 

Relnion :  313 

Publicaciones  oficiales 323 

Variedades .-...-... 341 

Catálogo  de  libros  americanos 359 

Publicaciones  del  extranjero 371 

Suplemento. 377 

Diarios  y  periódicos 385 


Errata  notable 


Pajina  232,   línea  5^,  dice  Director,  debiendo  decir 
Disector, 


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rior, 1  tomo  de  mas  de  900  páginas  ful.  120  pesos. 

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gentina, 2  tomos,  100  pesos. 

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MANUEL  LAINES, 

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LA  TRIBUNA  NACIONAL 

DIARIO    DE    LA    MAfÍANA 


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DIRECCIÓN: 

Buenos  Aires,   Maipú  24 


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