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o: .nOAS-NOTIOIAS-CATALOGO
MÜARIO BlBLIOaíflCO
DE LA
BRPÜBLICA ARJENTINA
Director: Alberto Navarbo Viola
Abogado
$«cr«tañ« 4« Ift Facottad di Dereelí* y Ciinejas SmíiíMi CaUdritiio i«p!«nte
•I tjereicio, di Historia IrjiDtÍDa in la ÜDÍT«nidad, «te.
BUENOS AIRKS
Imprenta del Mercurio, Alsina 270.
1880
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DltlECClON:
Buenos Aires, Msipü 24
2imVM
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Ideada á' fines de 1879 la formación de un
Anuario bibliográfico déla República Ar jen-
tina que Heve á conocimiento efe las naciones
estranjeras las diversas fases de nuestro
movimiento intelectual, toqué con serios in-
convenienies para su inmediata realización.
Las imprentas y casas editoras no prestaron
con la facilidad que era de presumir, los da-
tos requeridos; varios autores demoraron la
remisión de las publicaciones que dieran á luz
en el trascurro del año, jr, para colmo de
contrariedades, los acontecimientos políticos
suspendieron la impresión de la obra durante
un par de meses. Él Anuario aparece, pues,
bastante retardado y con las consiguientes
deficiencias, que procuraré evitar en los años
sucesivos: no es de las menos notables la
falta de sección especial para diarios y pe-
riódicos. A pesar de todas las imperfecciones
-^4 —
I I
de este primer tomo, verdadero spéeimen^ con
fio encontrar buena acojida y ayuda eficaz en
los hombres capaces de apreciar la ímproba
magnitud de la tarea que me he impuesto,
quedándome siempre el consuelo de repetir
el verso de Lafontaine en la dedicatoria al
Delfin:
J'aurai du moins Vhonneur de Vavoir entrepris
A. N. V,
Buenas Aires, SetieiDbre de 1880.
r.,1 ', "'I
V
CUESTIONES INTERNACIONALES
1 — La ouestlan Ohileno-ApgentÍBa. Impren-
ta de La América del Sud. En 49, 86 ps.
Este trabajo es una 'aposición razonada
de Iqs idjerechos' déla Repáblicá Arj entina á
las tierras aüstk^ales. El' autor ecsamina la
cnestlon desde el triple punto de vista- de la
historii^^ de la jeojjrftfia y de la ley, y agru-
pía numerosas consideraciones sobre la época
colonial. La lectura de esa^ publicación ofl-
<3ial,puede ser d^ gmn provecho- á los que
estudian el «bnfliet^ que eri estoS' 'momentos
oos* ^^[m*a 4<^ €hi4e^ pop<qfué' én ^ella seiana^
&an y diluoidá'n: todas >lef9^ cües4kitied comK
pljejai$> 4^6 ^^^j^^'^ li^¿) diversas jurisdip^
clones que ejercían en América >yirey^s,: ^goU
bernad^eSp oidores y arzobispos.
S. E.
- 6 —
2— Cuestión Argentino-Chilena — Opiniones
de la prensa de Buenos Aires (nacional y
estranjera) sobre el pacto de estatu-quo y
arbitraje celebrado con Chile. Buenos Aires,
Imprenta de Pablo E. Coni, especial para
obras, 60-calIe Alsina-60, 1879. En 89, VII y
116 ps.
Esta colección, precedida de unlijero prefa-
cio, fué hecha por orden del Sr. Ministro de Re-
laciones Esteriores, con el objeto de acreditar,
ante la opinión pública, el tratado celebrado
con Ctiile en diciembre del año 1868. ' Toda
la prensa, esceptuada La América del SuTy
que sus razones tenia para ello, aceptó las es-
piicacione^ dadas por el Ministerio, tendentes
á aquietará-loB que creían que el citado- pacto
sometía á arbritrajé el tewitorí© da te Pata*
go{]íi<a^ A estí^ cirounstarnoiía fué debido el afdK
reate preM^io de esa a^'^eiacionl^ qü« mA
vez (Conocida por el'Sf(^nado,res»H6rechaBad^
en nonil^re de lo^ verdaderos inlere^s dd
país, del íleneoho ^scrito y de la juráprui'
den oía establecida/ Ninguno de los diarias
oitade)« eü el foUe^qu^ jios ocupa,. sajBtiir^vJé
4 ( ttoni^apiáir la s^micioti del tSia Aadclii una yét
aüé>te 'ley se ptt)d^jD j^ alumbró 4»jl. oaq^
— 7 —
8-~M«moiia d«I Misifiterio de Belaoioner Es^
tericres, presentada al Congreso Nacional en
el año 1879. Buenos Aires, Imppenta á vapor
de La Nación, San Martin núm. 208. 1879. 2
vols., en 4^ d!e XXIV y 860 p». el 1. ' y de 380
el 2.*>.
La iutroduccion no contiene sobre la cues-
tión chileno-arjentina sino algunas pajinas,
consagradas á dar cuenta de; una reclamación
interpuesta, del reconocimiento del Sr. Bal-
maceda como Ministro de esa República, del
nombramiento del Sr. Sarratea, y de varias
notas cambiadas. El Ministro del ramo pro-
.mete ocuparse por separado de tan importante
materia.
S.E.
4— Cuestión de Umitas con Chile. Esposi-
cíon presentada al Congreso Nacional, por
el Ministro de Relaciones Esteriores, Dr. D.
Manuela. Montes de Oca. 1879. Buenos Ai-
res. 5512 Imprenta del Porvenir, calle de De-
fensa núm. 139, MDCCCLXXIX. En S.o me-
nor, XXI y 52 ps.
Eéte trabajo oonsagrctdo á referir minncio-
saiBenifie la Mgooittdont édi pacta Fieiro^^Sar'^
ratec^.y dé l«i qu« sos^tavo en'Bü<dno5i Aires
el Sr. Balmaeiead cMí miestra CanciHeria, e»
— 8 —
la mejor jüsiifióacion de la conducta de los
opositores á ese tratado*
Revélase en él que antes y despuéá délos
debates mencionados, el Gobierno de Chile
entendia que la Patagonia quedada sometida
á arbitraje, y que el Arj entino creia lo contra-
rio. No obstante tan diversa manera de^ver
las cosas, nuestra Cancilleria, que sabía tam-
bién á ciencia cierta que el Congreso desa-
probaría tddó pacto que declarase litijióso ese
territorio,, se consideró obligada á sostener
ante el Senado su arreglo contrario á sus con-
vicciones. Rechazadp el tratado Montes dé
Oca-Balmaceda, que .tenia por objeto prolon-
gar por algunos . años el statu-quo creado
por el ajuste de 8 de diciembre, aplazando
la solución del confleto, le tocó la misma suer-
te al pacto Sarratea, sometido al Senado por
instigaciones de Baímratseda. La Esposicíon
termma con un proyecto d^ transacción, que
en su artíciilQ I establece que I05 Andes son
de Norte á Sud la línea, divisoria de lílsdos
Repúblicas. El Ministro chileno, vencido ei;i
Buenos Aires por; la actitud del pueblo, y él
recto criterio del Sentado Nacional, fué' con-
ductor de esa proposición, que igluerme el sue-
ño del olvido en el archivo áe^lá Cáhcilleria
Chilena. No terminaremos este breve juicio
&in decir qúia en laá primeras pajinas d&Ma
Esposieíoni se, j(^íki»aiiqjM;6li|€ii&pf il^
Chileno^ . antes de eotFap el debatb, quebró
á nueatra Cancilleria una de sus mejores ^r-
— 9 ~
mas, logrando que éáta declarase previamente
quje la República Arjentiq/i. sq mantendría
neutral en los feucesos bélicos del Pacífico. Si
el trabajo que nos ocupa no brilla por el lado
diploinátieo, tampoco brillai por' el de la forma.
S. E.
5 —La cuestión chilena y el arbitraje, por el
Dr. D. Antonio Bermejo. Buenos Aires, Im-
S renta de La Nación, San Martin 208. 1879.
¡n 8.«, 225 ps.
Este libro-archivo contiene completo el ar*
señal con que defendemos nuestro derecho á
la Patagonia. El joven. Bermejo parece un
hombre que hubiera envejecido esplorando las
fuentes históricas de la República Arjentina.
Su librQ, metódico en ,la distribución, claro
en la esposicipn, lacóiíicoea la forma, es el
fruto del ecsámen de catorce mil documentos^
opuestos á seis títulos de mala ley, ecshibidos
por Chile en varias, ó mejor dicho, en todas
ocasiones.
Al terminarse. la lectura del libro del Dn
BermetJiQ, lament$t ei a4mecicdno las envidias
deiCbile, y el aigentino lamenta la debilidad
del gobiernoide $u,patiia;. . El mérito .prijv
cipal ,Í6 esie trabajo* consiste en la elevación
de sentimifiqtos del .crílicoj pn el patriotismo
acendrado del hijo deiBuei>os Aires, y en la
erudición del jurista', ajeno á las pasioaes
que despiertan las agresiones injustas y el
afecto desmedido ala localidad en gue se ha
nacido. El Dv. Bermejo ha fortalecido mues-
tro derecho á las tierras australes, reuniendo
en un haz las nobles af mas con que la Repú-
blica Arjéntina ha de defender, ijalmo á pal-
mo, la integridad de la Patagonia.
S. E.
6— Cuestión Arjentino-OMlena. .Notable car^
ta del Sr. D. Nicolás A. Calvo á El Siglo.
Buenos Aires, Imprenta íie El Siglo, Alsina
iOl. En 16 mayor, 23 ps,
7— Oartas sobre la onestion Chileno- Arjenti-
naj publicadas por el Ministerio de Relaciones
Estéciores. Buenos Aires. Imprenta de El Si-
glo. En S.^, 120 ps.
El Siglo de Buenos Aires, á quien su au-
tor las diríjia, fué quien primero publicó estas
cartas, las cuales, como todas las obras del
autor, revelan su facundia y erudición^ La
base de ellas consiste en el pánejírico de la
paz, cuya conveniencia demuestra. En esle
sentido, acepta el pacto Fierro^Sat^ratea, en-
tendiendo que él evitó la guerra. El Sr. Calvo
— n —
víoáiée si'fsd im nrndia digiík) de cónsésuii'
e8& 6ti| ácejrtfthdo hipóftéticBíúeBte íqüe él nu^
biése eVítado algd« FisrOj; eoiho el puiblioisita
que nos ocupa no conocia el testo dá tfá)tlBi4Qf
y hablaba por las referencias oficiales, son
disculpables éstos y otros errores que contie-
vm l^^a^kñks én cüé^ior). Sin dtíibai^o^'el
SK Gnlvo éó^ pfj^úedió don cautela, porqiie
áéjé éStabiéfóidÍD, ápéfe^ár de aqueísimulaóro
dié afóji^í, mé al Coiíg^é^ toeaba ^samiwótr
€* ajusté Aé dióíéftíbPe, y si efí él Sé bonseti--
tia el A!^b!trajé de lá ^átágonia, rédhaiarló,
(como lo hizo) porque los arjentinos no pue-
den esponerse al peligro de perder un terri-
torio que poseen con títulos incontestables.
Las cartas de Calvó' etnpeoraron, en vez de
favorecer, lacauéadel gobierno que las arrojó
á la corriente de la circulación.
8— La usurpación en el Pacifico— Bolivia y
Chile y su» tratados de Umlte3, por Santiago
y. GuzítfAN, ahog^dp de los Hrib anales de la
República A rj entina y. 4e Óolívia^ antiguo
profesor, de bellas letras , y cultos, de Í4. Uni-
versidad de Chuquisaca; ex-i*edactor oficial
de las sesiones del Congreso Boliviano en
1371: pro-secretario del Ex,mo. Consejo de
EStódíí-^afe dicha RebÜl^Ucaj, íñierAl^fó átítlVo y
corresponsal de yá^ai9 'só^tédadé$ átjMüfínás
y éstíátíjéiiéfe,' eíté., é*c. Con la c&rtá Jéográ-
— la —
fióa de riois iercitcaÍDs íusurpadós': px)r ' Chile-,
Buenos Aír^> Impréntí^ de! Pablo JE,.<Jom>*
espedal para obras,' callé Alaina60. 187&.. E&!
8:% 104 pS»' r. i ;;^
. I . • ' - - : ' ^.4 . • <i
Este. libro fts una ^^spqsicion de. derechos,
un alefato severf^mente razon^4o cpptra la.
Eerfídia de Chile en sus relaciones con Bo-^
via, . al p^r qu^í uaa ardient^ ,pero^acion;^Jun^
estallido del patriotismo americano que ap^ía,
alt<falloinecsorable del juicio universal». *
9— Oontra-ilanifiesto | qufe el Gobierno del
Perú dirije á las Naciones amigas con mo-
tivo de la guerra que le h^, declarado Chile.
Buenos Aires, Imprenta de La Tribuna, Vic-
toria 37, 1879. En 8?, 22 ps.
10— Documentos oficiales, dé Bolivia retetivo^
á láL 'Cuestión d^l Pacífico (Reimpresión auto-^
rizada). Buéno$ Aires, Imprenta del Pueblo.
Defensa 78 (2.o palio).' 1879. En 8.°, 115 p^.
,. Contíeae: 1?. Esposicion de Jos . mcitiv^^s jje
uuie^trp. conñict'q.con Gh\l^; ]. i.,..,, o-;-.
2.^ Apéndice: Estado de í^* relaciones * de
- 13 —
Solivia y Chile antes de 1866, en 1866; artí-
culo 9 del convenio de 5 de diciembre de
1872; ratificación y canje del tratado de 6 de
agosto de 1874, 28 de julio de 1875; cuestión
salitres; ultimátum— Retiro del Ministro Chi-
leno; ocupación, etc.
) I
DEREOÍíO-^CIENCIáS SOCIALES
POLÍTICA.
U'-G.imara d6 Senadoras de k Nadon Argeuti*
na— DiftQusioa de la Í44e errataiS y oorreceiones al
Oódigo Oi?il propwstas por el Senador.por Tu-
cu man Dr. D. Benjamín Paz y la Comisión de
Lejislacion* Buenos Aires. Imprenta de obras
de La Nación, calle de San Martin número
208. 1879-— En 49 menor, 606 y LI ps.
Este libro contiene integras toda;&4as se-
siones del Senado Nacional en las Que^ se
discutió el proyecto de correccioneiS al Código,
presentado por elDr. Benjamín Paz,
éfl^j en léi viña del- seííor, de-todür*'-^dis-
cursor majistríilés, notables pí>í sü foíido y por
su fomm, sobre ipüírtos interesantes' de aere-:
cho y lejislaeion; ómíó ^la inve^tigMV^ ¿é la
paternidad, entre ot^dd, que tmt & la moda
— 16 —
consiguió ponerla vista fiscal del Dr. Victo-
rica; discursos instructivos, en una palabra,
que vale la pena lean los que no pudieron
oirlos. Y hay, formando el contraste, deba-
tes que ocupan horas enteras sobre una é
y una ¿, como las sesiones académicas so-
bre el acento circunflejo.
Un apéndice presenta, en columna separada
ypUBSttos ua^.^l lad<? de otrc^^.los. artícülosj
onjíñaiés^ y loa artíéuíos' hlodiftcados, para
mayor coníodi dad. ': ]
12— Derecho civil. Estudios sobre el Código
Civil Aígentitóporel Dr. B. Llerema— Tomo
primero-*- Parte :jpriraera-^Córdoba.^ Impreürt^
ta del Eco* de Córdoba. WTdi Bki 8.^ X y
409 psw
'' ' t.
El tXr. .Lílerena ha emprendido la publicaT-
cion deiina obra de derecho con el titulo in-
dicado, de la que ha aparecido el primer tomo,
qijie cQ.(itiW^í 1^ el. proyecto de fé de erratas
al Código ciyil vijente pri2senta(}o :por el honp-
r^blje. Sepadop Paz y sii. informe;! i^ Ql pro-
yecto redacjadiQ é infórwidp ppr , la ; Qomisioa
del Senado; 3-'' JQoí^eptoriois á Caspiento ^ietfptá
eoip^epi^í^s, ^ atrios í^ato.^. (5ProTOs;qiie dichos
p-TOy!éc/ps.Sie proponen. co.j?reji«:üíy. 49..alguiipts
otr^? e«*i^idias/fluftiel,#«torí: pEf)t¿)pe paira
qfiefíean tpn«(í4as ea cuente^-^Bl segMapo (onao
— 17 —
según lo anuncia su autora, ¿e compondrá; l'^ déi
estudio de tób errores d^el libro 4«; 2^ del
comentario é interpretadón cjueá sü juicio
tienen muchístóas disposiciones oscuras y
que parecen contradiíjitorias, y á^ de las obser-
vaciones á algunas desús doctrinas. Un ter-
cer tomo contendrá las concordancias del Có-
digo entre sí y con el Código fran¿és;
El Dr. Llerena nos muestra por su precio-
so primer volumen que es capaz déla laborio-
sa tarea que ha emprendido, la que será de
mucho provechüTOara el foro.
Los nuevos código;^ han abierto una senda
á los hombres estudiosos, antes escabrosa por
los obstáculo^ de una, lejislacion caduca y dé
una jurisprudencia puramente rutinaria.
La ciencia del derecho no es, para los que
á ella se dedican entre nosotros, la necesidad
de un oíicio, de una carrera. Hombres de
verdadero talento y que demuestran un estu-
dio profundo, einpreliden la labor de bbras.de
aliento de verdadero mérito que honran al
páis. ISíitre ellos oóupa ya ün lagar di^tin-^
'guidbeM)íi:LTerfena; —■[''■ ' ' "' .
Este móvímiéhfo ver'daílerameiitc científico
que se siente hoy vigoroso en las aula^V ¡efa el
foro, por la publicación de obras didácticas de
iüUistíütábte idérito, "y de- fireduentes" :tmbá}os
oaviailes^rBi^/sefiídaiiiidcx'uná lérar de^rerda^
<£|M^ progttfsoiéiilá'&é^^Q^ 'i ü^« ( ■- li
'i'MModa lyidoiüdmib edi^)da,l«agp<tóidoc^u44áq
eorMa- mafaémiito^Iabtdafrifi^dsdLv^ríéfeíbiias^
— 18 —
tiones, eoQSiideFacione^ qtio revelan, estudio
y una eirudiccion DQírebweftda^didcrecion eiiil^
cr íticía y ea .la^ obsei^v^^oiQn^ un eistUo cosm^íso
y fácil--, soQ, calidades ísufioieoéeis para P€h
coméndar. u.^ Yú>to q^áe \\&m, tanto méarito áñ
oportunidad, .:f del cual no< nos e^ posible em^
tir un jüiei<i> defienido^ porq/tiie r^cesitairianios
entrar al detalle dje sus< apireeiadoi^ies en ca-
da punto de derechow
ia~Jurisprudencia civil.— 0aa cuestión sobre
filiación. nati^aL Vista del; ñscal jenerál de las
Cámaras de; Apelaciones de la CapitaL Dr. Dw
Benjamín Victobica.— Buenos Aires. Impren-
ta de El Siglo, AIsína 97, 99 y 101. 1879.
En 8.V51 ps.
%*
lát,-;- Jurispru^encfa civil— tipa oue^tiea sob«e
filiación naturáí. Vista del fiscal jeneral de
\^ G^lmarat^díe, Apelaciones d«la Capital, Dr.
D. Benjamín Víctorica; y Qtr^.9 pul>Ii(facioneS
relativas, , Por la ipismá iraj>renta. . En 8?,
1^0 ps. , ..:
vi
BsteiQs^ uimida]As.taás,aQtáUeid visjbafl^idel
iluÉitEíado fiscfSbl IDhr.;Bei^kM^
llega en ella áia. Miai^^iotiTirde^Q^^ «hqb
póstufDoioiaímal^i.i^óld^ te;Adtabiblei ft kkMu-
eeB\úik^A\f9w»i%\ h'tt.sidolneeénoékloipor íés^^
— 19^
ic^ siendo iocapae de posesión de estado, iroíea
praeba aceptable, muerto el padre.»
Si^^ten á la riMsi, fiscal las tabulaciones he-
ehas ea ios diarios coa motivo de la. pirimier
edíoioil éaaqioélia, una réplica del Ductor Ja-
cinto Susviefa, un trabajo del Doctoif Antonio
Tarnassi rebatséndokb ^ y ñnalmente, el artí-
culo del Señor (k Molinañ titulado InvesUgOr-
ettet dé ía mtenndadj traducido de la Rénuc
de deux Mendes pw A. N. Y.
■fM'ft>K
la->-fiiblioteoa «eleeta AargentkiaT— Yiata^ $cb*
oafas-^l fflr.. D^ Bbkiamiv; VicnroüM^A^ fiscal. £e^
neíral de las CájOaaras de ALpelaciones; anotabais
por el Dr«D.]4» S. Ajwbboóechba. Publicadas
por una sociedad literaria. — Tomo I. Buenps
Ajires, fenprentade la Pampa, Victoria 97 y
99i t87& El» SiPV 300 ps.
Dos escuelas haíi venido de^tiem^po atffás d«^
sarrolfándose, enti*e nó^otro® en m^tte^ia de
vistas é informa Viséales. Una de ellas quiísr
re Í3 éoíici^teií Ifnés perffeeta, leonwtiendo a}
fiscaP^h uneoháeteró cUya opiriicti es^ de ipn-
dtstírTmbte^'*éter,7;l[iue^^ tifeae po^ qoé diseu-»-
% fi¥ ÍÜ^aa^ ?^tté aítíréciáéiétíé^.í ' íügurté ed él
tipo dbcéStá.^ei^itéiIta; que él supd^lá^ntdr tc^
ra cl&4ffád^dé stí'ibtéliféneia y^ak^i^reoíifei^
éé stí ftrigf&a^í'^ Una'|iájihft'Ie4$iMtafi^ha'det
— 20 —
«envolver la ihás acabada teoría derderecho
y decidir el caso isegtm la ley aplicable. >Sii^
vistas son modelos de estiló^ esposioionei^tén*
tincas irreducibles; y solamente eom{)a7ables,
por su forma pláfeiica, á losiTetratob lúatóri*
eos de Mignet.' . . ^ - '
Verdad esqúe.tín cuestiones éscepoi'QíDales
secómpláciá en hacer justa gala i^Brudicion
y tranformaba momentáneameníá sn es&tiib.^Pe^
ro esto sucedía, en rarísima^ /^otoasíines»^' •
Plaza siguió sin desmerecer, como Procu-
rador del tesoro, la difícih senda marcada por
Ugarte. Tejedor qxiiso imitarlos; pero bajo
su pluma, la concisión se convirtió', en oscu-
ridad, la precisión en rijidez, y, falto . de una
dilucidación majistral, sus vistas no. tuvieron
sino el valor que tiene la opinion^de.un abo--
gado chaíquiera. ^ . : . .:
La otra escuela toma al fiscal en su^^rijir
nario carácter -/?sc¿ advoeatum, dólQSTWma^
nos; «majistratura particular, dice Malaver,
que tiene por objeto velar por el interés del
estado y de la sociedad apte los tribunp,lp6»;
orne quees^jmeste^ prnarcunot^dr é.defsn^en
judziú todas ía$ casaré íoft dereGhfi$:^iy:,q^íéyej,
jjor cooBÍguieate, q.u^.d^SiCtttay^SQsti^% sus
Hdi^sQS qtiejpuedwjli^.var e^;cbiür¿)cimíei?lK&
la raison dallas .jii*c69^ Por «so ¿sftgi^gfi^ Ijii
deiJIft iáijiapa ijü^ tlf[;iavtórídadj4e,;^^[jp4-i
-21 -
t f
cuanto, más relajadaí; estén las leyes y los
libfíibres más dispiíédtos ^ la' indaqeiida.
^íi'tópo es el l^óciór D. ^iEÜdoméi-o García,
que ^tentaba á i^üs practicantes, ¿ansado's de
resól^e^ rncünótrétos, observándoles oón San
Agustín q^e ayérgüepza hiablar si)^ eltaá: \»t^
v^ y coünpleta defensa d^ la k^omerácrfdti dei
testos qiíe, para éV edclarééiiniéñto' dé c^^
cue^t^ón, introducía en sUs nótáfailes vistas fis'
caleé, todavía ínéditíts, verdadero^' mónünven-
tós dé nuestro fórb, seguñ lo aiSrmaii las per-^,
sónas competentes que las conocen.
«Revolvía su biblioteca,)» díoéel Docflóí^D.
Miguel Navarl^ Viola en lá biogréütía dé aquel
dígjuo níajiístrado , iü relatar la maiíem- és*-
péclál cóú que' se preparaba éíi los eái^s cíe
interés científico ó líteraHo,-^«tésolvia sü bi-í
Bíioteca, acumulaba Ifbrós áiób.k*émesáá. sllías
y suelo, los esténdía abiertos, íáin apMarlosV
para poder asomarse, cuándo dict¿ibá; á \bi
testos que habia marcado, señalaba Io$ pasá^
t'es cuya doctrinft lé eonvériiá ütíltóar; y so-
)re todo cilkr pái'a dar á Sü escritci la aüto'rii-
dad dé los grandes tóaeSttx^s. Todo «I estü*
dio sé poniá en njoVimiento, inclusos siis prací-
ticantes á quienes éncomerldább la lédiürá'
sirtiultánea dé otros libros para señalar fo-^
davia lo análogo óue efi elfos pudieran etó-^
centrar, porquería idea, fija def doctor Gartílft>
era tratar el asqritp bajó' todos I8üs pürilbW-
de vista; agptar l'a material^. ■ ^
De los d&cilcántes del I>h I>. Baldóníé^ó:
. t
'" ^ -'""•■- ' -'-ii^'rlrl'. i >).." ,'--'íi'.
Gar^ que iban ocupado pvfestóíjjph lia taá-
jistr^ara; y .escepjt|ío, á^ tígWiéy^cuyQ jdivá^so
PUmbO .señalé^— §^lo; el Dr, IJ. -Benjaíplin Vic-
torica ha sci^tijdo l^ |)uellas. y,el .ejetpglo (Je
aqu^l : bombee ilustre; .eii, la ién^cJLaad^a'tó^^^
píuabft.y, Qipb la.firfl^a (íe;iv>lur^^^^^
aborda : la3 máiSi 4rdua^. cues tiQoes , q[)ié 3e le
someteos 'profundizándolas con da fibopió tal
de conociniiejíitQS, iCÓi} tal claridad en Jíaesr
{posición! 4p dP!Ct.rlnas y táuto fundamento en
a autoridad dq.}p^ tráWdi^tc^s notables, que
ni una sqmbr^ de duda, pá^a por la intel\jencia
irefle(^iYa íipl. ciq3 .terminal Ift lecíur^^de cual-
quier^ dQ.;^3 ¡vistas .fiscales,/ estudios coni-
p)etf finios sobr^e «adja .punto lítijio^^^ en que.
íll Dr* yí<?toi!iCf9. írabfyg» casi sólo, despa-
cha al dia, corrije poco: su frasQ es; por esto
¿ yeces incorrecta^ .perp sale casi sieóipre b jént
modelada.: j,. ;. ,<..,•,:....■-■ : .,',', "... J.^
Lo he^ocontra^o escribiendo él jpp.^ t^as-
ceadental de ¿us. estudío$,7rTÍ¡ívestigia,ciQn de
paternidad-rr, del^n^erde un^ gran . «le^á cu-
bierta de libjQp abiertos. ^CMyo^/pa,sáj^
tineate^, lo mísiíjo que, el órdén en que débia^
presentarlos,, sabia .^l de antemano, .porque
jamás tomf^ |a plun^^ sin ,hq.])pr estudiado la
QUQ^tion bfl^q , líq4Éi^ •; sus, fa,sé8 y . organizado
mentalmeqte el. plan; de su. exposición,' hasta
en sus últimas minviciosidádes^ 9,0» la prodi-
jiosaiOiempria dé j que ést4,jdoíad3, " , .i
En los cinco años que lleva de Fiscííi.1 dé las
Clamaras de Apelación de la Capital, ha in-
tervenido próíjsitnamente .en ' míf quinientos
asuntos^ .: . .' ;
^ IjB^ vifetág sobre dereGho'pénalj' qtíe cóns-
tituirian, si se ' ¿uTbljcaseh reunidas, ia más
tretrírenda: crítica del incalificable vódigo dé
la í^ro vitela,. y que convendría. fuesen cono-;
cidaé del Congreso ílatnáclo á drctan^inar en
ese mismo Proyecícl d'e ^óctigo pjara la Jía-
cion,-r^po0en dé manifieiélo en toda ¿14 plenitud'
la. vigorosa facultad aiíalítipa déí Piscalque
sabe descubrir cpti rara sagacidaxi, eín largos
é intrincados pi^océsos, ún dató aj^ar^ntemente
insignificante, un 'detalle due pasó desaperci-
bido para jueces y ábógaaos, ; y es en su ma-
no el.emeuto de r^onstruccion y de vid^, hilo
de luz icón , qué ' (iesciendé $1 fpndp de . las
conciencias para* detérüiihár. el "gradó preci-^
so'dÍB criminalidad en el encausado. . , '-
Y todas las vistas, tanto* las de derecho^ ge-
nal Cómo las de derecho' civiLías de enjuicia-
miento como las de ijürispr^udencia, j^rueban
que el ilustrado Piácal sigue el movimiento 'de
la. ciencia del. derecho en las más adelanta-
das naciones dé Europa, y que está faíniliari-^
zadóconjiás obras de los publicistas contem-
poráneos d^ Italia; Francia y Eápafia.
Entíré los timábalos que contiene 'éáte primer
volumen, descuéliail los qué versan sobre fi-
liaciou nátuirál y el de contienda de competeri-
cia ante la Suprenía Corte, al éomienzo del
cual esplica las circunstaricias del nombra-
"^ . » I
^Bg^5JÍ.«S«¡St¿ft3f>^l^^i.^H80teS j
-25-
íasjprueba^.yconyicciapes ehqueJá irifoí'¿ia»
CKi^ de paterniídad puede desenvolverse.
. «íih. : la secpipn jdie Jurisprjiíiíencia civil hay
ufi'di^áme^ sobre prprogacióq de jurisdicción
¿n esta materia; y en la de j^riminál y juris-
prudencia de igual -elase se discuten seis ú
ocho cuestiones, no tan graves como las ante-
notes, pero; cu^o feónjocimiento» sin embargo,
puede interesa* á nuestros, abt>gados por la
semeianítza de ciíktío oon que la cuestión de
la pbuebat de<K>tí!jetliras^ elsobr^^ein^i^nto y 1^
eiiibriaguéfc/'S&^baU^i juzgadas y espuieitas
eftí náestop Oódi^» .1 . ;
Por lo deaQ¿8,<Ia col^eciOR no lia sido hécba
con bastante acierto: de las XX vistas que
comprende podian haberse eliminado algunas
de cortísima estensipn y casi sin importan-
dta. por<qfuiaf no e^ eh ellas doádd se maniñésta
el uv. Viotoríca feñ la plenitud de su íntetíjen*
dk'^éLnáé libre v^uélo á su erudición de letrado;
ÍéStél po'có aciéMó en la elección de lostra-
ajoS es tabtió tóáa ;d^ sentir cuanto aae se
sabe •qkíe^tos ^t&-véiúmeneé in folio de kSis-
calia contienen muchos otros ae gran valor,
incomparablemente superiores á algunos de
los publicados.
yi|kQ}ajd^,S]ionos Aires desde 1810 á 1876, %9opi-.
- 36 -
de Justicia, JSx- Juez de primera Instajicia, M.
corresjionsal dé lá^ Só,ciédad' francesa dia.Le-
jislacíoh comparada, etp: Rúenos Aires, Itúr-'
préhta deí ÍMe?ciírtó ' Potoífeí '?70 á 274.'i879.
En 49. mfehór,' entregas'' mensuales de 80' -pf*^;
i*wii44t^¿ai^ * r . ! ' '
rt7^S«jitéboift¿ y auto^imtorlocmtofios áiote*
dp!^ pnr los trilitinale» die la provincu daSae-
ños AiTes.; ' * Publipnciorr hecha* con^ la autoriza'»
éion dompetentefpop Juan A. íGonssálbz ^abo-
gádo)^ Baenósr Ávpb^^ i Impk*eáta y, libr^ia de
Mjayo. Perú 115, 1879. En 4.% entregas de 80
ps.-^SeiV euíreg'as^^fbrn^ ahtomo/ ' •
. lBf^Fallí)B (oojB&BfiLatorió^ d4^ Aa^ Q&mwas Je»
Apelación iel Dapartosc^ento ií^ WOapi.teK ;jpp^>
blicadon fhqcba»con}a pQijipetente aaí9jríz§7,
cion bajo Ja dirección de Manüí^ju Po»ce (€U)Q-
gado). Bwno3 Aires Jmprenta , del Mercuxio,
callé Alsina 27©, 1879, Éb 4^ iflenqr, Entre-
gas mensuales dqíjO pS. wfí í II ; ;M(
19— Acuerdos y Sentencias diotados por la
Suprema Corta de Justioia. Autos acordac^os
dé§de 181,0. Acuerdos estraordinarios, re'so^,
luQÍones y noticias referentes á la.Admiiíistra^
cion dfe Justicia. Publicación héclía confía
-- é7 -
autbnzaciou' éompet^nt^^^ el Secretario
dé la Supreitía Porte 'pr. ViGUEt EsTÉ'vts:
Buenos Aires/Irq'ppeqtá d^rMerparió',' Aísiná
270 á 274. 1879. Para süécncionés y rbclátíids;
ocúrrase calle Bolívar núm. 24.
En 4." menor, por entregas de 80 ps.
r f > • • I , ,
■ ••í -w *iU .1 J/. ..'í' ."TT/'jv.,^ ' ... I •/>
cacipoe$— :^^^,).ilf, 18 y lá-iepcíerjran la hs^se
i^ nijiestra junspruttenoiáj . pu^V cóaiprendén,
Vqsf ^¡aardqs^ )^^sc«fencía3.,del mói? ^ItQ.Trír
bunal de ' la rrovifacia, íos fallos coíifírina-
toríos de las Cámaras de Apelación, las sen-
tencias y autos inteflbcutorios de nuestros
trib^iB^tes '^. : to^pg . lo^ ; aintfKseden^s^. , .e^n una
Í>alabr%> <quq flbflvian^ ai. . abogado,, conpeer
i^tiBa^EfiQate poirque- e^ ^ íd^jisj^dor ; sólo^ sienta
principios. jwepalps.¿,regla:f5 ,^p^lid^l)les áj^ás
especies ja^^j fr§(f viente?^, . uero no .puede pre-
veer las infinitas variedades de los íñtere^ses
humanos, pues ho jbs casuista y procede por
categorías latas y jehérícas. Tras él viene
€^1 maji^traflo, cuvamLsicHj qonaiste en inves-
tigar . el espíritu j^q0 Ifik' léy.es ; ^ .'.penetrar lo.^
motivas áeíeyíiiináp tes para 11 eíg'ar dfe los ca-
sos ¡previstos á los Jn/pfeyistos)). r í^orts^liá
asegura que eis: tari imposible hacer casó onii^
SO dj^ .Ié^ jurisprudencia, fcómó de^ la ley mis-
-í»-
pr9teccioQ los fjuQ se cbpti'a0rl''á: lleiiat*' ün'
vftq^9 que á ía por día sé , HáHa más i^en^^!
ifcii I
20— £1 juioio ejeoutlTO segan la naeya ley de
eojaioiamiento Oítü y oomeroinl, anotada y cpn-
cdW^tU con los fáUós dí fóé íribunaies Mo-
ríales y j[it^óvinciales, por el Doctor Jüaíí* A.
GótóALE2:. Buettos Aires, IiDpréhtat y líbi*ért¿^
deMityó, de C. Casávalle, Per 4115; 1879^ Ert
8.<^, 51 ps.
I : •
i 1 . " . « . •
&s tina esposidon razonada de la fycfeVá
ley- dé enjuiciamiento en lo inferen te al' j¿i¿k>i
éjejcutivo; Su iüáyar mérito eístá eil lá etih-
cordai^ciá con los fallos de los tribunales^ h^
cha eh notas de suma utilidad par$ los abo*
^"m*
;Jl-%wláe wtjW y práotio^ Joíen^^^^
Carlas M. Nolasco (abogado). Comprépde
í^.or^ápiz ación y competencia Se los Tnbú-
nales 4® Justicia; la forma y. modo de com^^
parecer ^n juicio; el próóedimientp'que ?*? si-
^Vl0 en la actuación qe las causas y un nútn'e-
vo crecido de foi-ínulários. Contiene s^^^iriáS
como apéndice un vocabulario con' la acep'c^p
-3Í9-
téciqea de las voce&^ m6>^ usudas.eii el proce-
dimieuco y asi mismo uaa colección ae los
téf mióos y plasoé» señalados por las leyes de
enjuiciamiéata Euenóá. Aires , Imprenta de
El Mercurio, calle Alsina 270 á 274, 1879. En
8.» mayor, 234 ps.
22 - Cuestionarlo jüridlco, ó tabla analítica
de las materias que contiene la ley de enjui-
mientp civil y comercial de la Provincia de
Buenos Aireg, arreglada por orden alfabético
{)ara abreviar el estudio de esta nueva ley y
acuitar considerablemente las consullas del
texto oficial, y ea la c}ue se encuentran colec-
cionadas las apelacioneSj tbcmas de juicio,
pufaiicadiones y términos prescritos en el pro-
<»dimtento-*-por P. V. Ge yb na. —Buenos Ai-
res. Imprenta del Mercurio, Alsina 270 á 274.
1879. En 89, XLVI ps, á dos columnas.
28— Términos, juríáioo? íe la ley de enjuioía-
miento oi?ily oozneroial de Buenos Airesi orde-
nados por Alberto Navarro Viola, abogado.
— Buenos Aires, imprenta del Mercurio, Al-
sina 27a & 274. la^QU Ei^ 8,!',; 34 ps.
I .
Los folletos 3qne'anfec^(Í6a — 21, 28 j 23*.
verdaderos inanuaJla^. de la nueva íey de en-
o
juiciaitiíento de ftiléoos Aírff^, son dé ü^^lid^ui
{yt&cúca, páralas wr^óttks'que ifiteirviencift^b
os juicios^ (antó waa^éostí6i!Áú \ñ*oo
res; j¡ a^n pai-gT Iq$' rmSnlDá Úitig^^atttés. - • • '
■ TE8.ÍS
Presentadas^ l& Faculii^á dé DBrechó y Cíemelas áó-
cialcí^ de Buenos Alré^ durante el año 1879 pata
optar al título de ^octor en Jurisprudencia. '
El hño 1879 no ofrecei tnabajps verd;adeFa'^
mente notables como los cjioejsevíérojxal año
anterior en materia' de tests de áereoho: ái \^
ndvedatd' del tema, ni 'el détemdio y profiíhdo
aai&li^id' 'de los estudios de (SKI, Levingslone y
Barraquero, ¡íor ejemplp: • Sbi embargo., la
mayor parte de las tesis, cuya lista va en se-
guida, son esposicioñés claras, fundadas, al-
gunas de ella^s bastante completa^ y siobre
plintos interesantes de d&t^ho,
Porníato unifothue en 4.» meno^^.
( '1(1
24— Estadio sobre los' réqüilsitbs esreñoiales ffe
)a compra-7enta por Ramón J. GoxNzalbz. Bue-
nos Aires. 5511— Imprenta del Porvenir, ca-
lle' Defensa irómvim 1879. .46 os.
• >
- » ~
36— Es liHWíp*«id«dj<rtíliF por Adolfo S: Gó-
mez. Buenos Aires, Imprenta de El f'llaioiáinsl'',
Bolívar 65 y 67. 1879r 30 ps.
m»
i*«
.' • "I- ' ;- * I ' <k .1 •' .1
96-^0bft6rrAmi)üé8 tt> titulo de Ift^tbteU por
CrtisTÓBAL E. Gali.ino. Bucnos Aií%B. In>-
prenta de M. Biedma, Belgrano 133 y 135.
1879. 44 ps.
). I
97— Diqertac^io» sobrai el mat^rimonío ppr Be-
nito Carrasco. Buenos Aires. 5310-rImpfeB-
ta del Porvenir, calla JXefensa 139. 1879. 80 ps.
28— ijSlnÍEitnií^opio'eíj gwferal por Remigio S.
CaroLs. Éüenos ^Íí^^s. .5512— imprente del
Porvehírj callé Défériáa riilm. 139. lá79 52 ps.
29— lút^eatígacíoiL^e l£( pftterpiáad— gor Jus-
ifo GuAilBEfiTotlRQüizA. 'piuenos Airés. Im-
pjreñta xíeElSigío/éalIé Alsiiíaflúm: 101, 18í^.
40 ps."' P.- • .. • .. ..i ..
30"— PcBésioií de astada ^ liije natar-alThpor
Si^To F«rarA.Nixiiz^^Buéño6 Anc)QS;.Impi1eQf9 4e
»
M. Biedma, .cAlle Balgméof fti4o»^¡i|33j y 135.
.•^i
>'ú .<jT: ' ..í' ' .-Vi
31- Estudio sobre ¿Uaoioii natural— por Da-
niel M. Escalada. Buenos Aires. 5514— Im-
prentó del JPorveiiiír, ^alle D^fi^fia nüto, ?:^9.
1879. o2 ps. .
r .'....' 'í
> ^
34— Estudio sobre el articuló 14, titulo de la
Íorcion 'ejitima de loe herederos forzosos, Có-
igo Civil— por Osc^R Du LAS Carreras. Bue-
ri6s ^ Aires.. Imprenta de Et Siálo, Alsína 101,
I
I
35— Estudio sobre la sucesión testamontaria-
Jít,ulp XL lib. ly, Código Civil -por Benja-
*MiN C. Gü^^sjALEz. Buenos Aires. unprentaL de
M. Biedmá, calle Belgraíio ninas!. 133 v 135.
1879, 126 ps. ' -..•'. :
36r-Es*udio sobre las Bi|oe?ion€is intestadas.
.TííulpXnU.I^Jib fV,Códf{50 Civil por. Al.
.BftRTU Po^sE. Bu^raós Aires. ^Imprenta de
M. Biedmá, Éelgranb núms. Í'á3 y l35. Í87?.
100 ps.
^ . 37t— iBoMuerjoJBobre la historia del eoluefoio. 7
áctós del cmneimo'per Psütio L. Ec^bümü b, Bue-
— sa-
nos Aires, ^13. Imprenta del Porvenir, calle
de la Defensa, núm. 189. 1876.
Está equivocada la fecha de la carátula:
debe ser 1879.
88— Examen del Oomereio en su orijen y le-
iialacion. Quiebras. Concordato. Estudio de
los artículos 1593 y 1695 del Código de Comer-
cio por José Fonrouge. Buenos Aires. Im-
prenta de El Siglo, Alsina 101. 1879. 52 ps.
■*M«ia
39— Derecho comercial por Juan B. Agüibak
Silva. Buenos AireS. Imprenta de Pablo E.
Coni, especial para obras, 60-Calle Alsitia-60.
1879. 52 ps.
éO—Estadio sobre la^ capacidad legal para ser
cemercianté, por Teodoro Várela. ^Buenos Ai-
res, Imprenta de M. Biedma, calle Belgrano
núm. 135, 1879. 43 ps.
41— Estudio sobre las sociedades inercaúfiles
(sociedad colectiva) por Marcelino MEsqmxA
(hijo). Buenos Aires, Imprenta de M. Biedma,
BMgTanó números 133 y 136* 1879, 112 ps.
~ 34 -
42-T-Brev0 estudio sobre el artioulo 405 del Oo»
digo de Gomercioi de las Soeiedádes anonimasy por
Felipe R. Aeiasi Buenos Aires. Imprenta de
M. Biedma, calle Belgrano núm. 135. 1879.
36 ps. '
43 — OonoordatOi Estudio del título VII, libro
IV del Código de Comercio, por José Luro.
Buenos Aires. Imprenta de J. A. Alsina, calle
de Méjico núm. 635. 1879. 100 ps.
44— Estudio sobre ^a solidaridad en las obliga-
ciones comerciales, por Eduardo Copmartin.
Buenos Aires. Imprenta y Oficina de Avisos
de Duhalde y Tuüez— 27 Victoria 27—1879.
112 ps.
45— Disertación, por Darío Qüiroga. Buenos
Aires. Imprenta de M. Biedma, calle Belgrano
núms. 133 y 135. 1879. 50 ps. '
46— De los Baques, por Andrés Montaña.
Buenos Aires. Imprenta de M, Biedma, calle
Belgrano núm. 135. 1879. 40 ps.
; t
, 4;'r^Bi!(ev6.estíu3io del artioalo 1037 del Ctodigo
— 35 —
de Comercio por Nicolás E. Videla. Buenos
Aires, Imprenta de Pablo E. Coni, especial
para obras. 60— calle Alsina— 60. 1879, 40 ps.
48— Estudio sobre la hipoteca naval y comen-
tario al proyecto presentado por el Señor D.
Santiago Alcorta á la Cámara de Diputados
de la Nación, por Arturo E. Condomí. Bue-
nos Aires, Imprenta de M. Biedma, calle Bel-
grano, números 133 y 135. 1879. 160 ps.
49— Estudio sóbrelos cheques. Disertación por
Manuel R. Morón. Buenos Aires. Imprenta
de M. Biedma, calle Belgrano números 133 y
135. 1879. 88 ps.
50— Los privilejios del Banco déla Proyinoia
en la renovación de sus letras por Alberto M.
Larboque. Buenos Aires, Imprenta de El Si-
glo, calle Alsina núm. 101. 1879. 46 ps.
51— Esposioion y examen oritico de los diverqos
sistemas que se han formulado para esplioar el ori-
jen del derecho de castigar. Base razonada como
consecuencia social, por Valentín Fb^nandez
- 36 '-
Bí-ANCo. BueQos Aires, Imprenta y Librería <ie
Mayo de G. 'Qasavalle, P^rú U5. 1879. 94 ps.
% 52— De la ley penal por Eduardo Zena-
viu-A. Buenos Aires. Imprenta de D. Jara y
C?, Reconquista 73. 1879. 88 ps.
. 53— Estudio sobre la generación de los deli-
tos. Disertación por Mbliton Rodríguez y
Zeballos. Buenos Aires. Imprenta de M.
Biedma, calle Belgrano número 135. 1879.
44 ps.
54—Breve estudio sobre la jeneracion del de-
lito por Tobías Padilla. Buenos Aires. Iná-
prenta de M. Biedma, calle Belgrano número
135. 1879. 54 ps.
55 — ^^pelitos contra el honor. Cernen tario al
título 7.% libro 2? del código penal por Ra-
món VicTORiCA. Buenos Aires. La República —
Imprenta especial para obras, calle Belgrano
189. 1879. 52 ps.
* . *'.'
M^Deiíecbo péirnl. Disertaeioii sobM la ooxn-
-??-
pUoid^d por ALBEfiTO lÍQALPE. BuenQ3 Ajr^,
Imprenta de El Síglp, Alsin^ 101, 1879;|$p^;
«57— La violación déla fé oonyngal en la legis-
lación penal- Estudio sobre el cap. 3, secc. I,
lib. U, Qód. p»p^^ por Emiuo F^^r^. Puejif^s
Aire^. Iií^pi^^ntá de • Patblp Ej. 0pm, eép^fftj.
para obras, 60, calleí .^j^i.%at pO. \9t% ^o^p^.
58— Lesiones corporales por Julio Fernan-
dez. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma,
calle Belgrano númef opl^ y 135. 1879. 11? ps.
59Trr{¡s^t)idio comparado del tatema peJouLten/-
(áAiio-argeBitino pioi? Ramo» Bwms, Buenos
Airesí imprenta de El MercwriQ,. o^ife Alsinja
^7Sy^ 874 1879. 183 ps. « '
60— Prescripción en materia criminal por Pe-
dro Pita.— Buenos Aires. Imprenta de El
Porteffio, BelgtfAao 7i9. 1879. 56 p»; ' ■ -■'
;¡
^r'ít^Wí>ífl¥S--r3PÍP9?»<»Pft <íi? íftiley ^M'
\
- 38 -
m
enjuidamiento de Buenos Aires y del Código
oriental de procedimientos, por Alberto Na-
varro Viola.— Buenos Aires, 5136 — Imprenta
del Porvenir, Defensa 139. 1879. 29 ps.
f
1
i :
B2 -^Delitos i)olitíoo 8 por Severo Igarzabal.
Buenos Airéis, Impreiíta de La Tribuna, Vic-
toria' núm. 37. 1879. 162 ps.
VARIOS
63— Causa Oriíjiinal. Escrito de defensa pre-
sentado al Juez del crimen del Departamento
del Suden la causa criminal seguida contra
D. Pablo Juárez por su defensor doctor t). Al-
berto Palomeque. Dolores. Imprenta de la
Opinión pública. Paraná núm. 9, 11. Año 1879.
En 8.^ 20 ps.
/ 7
64— Informa in vooe pronunciado ellS de No-
viembre de 1879 ante la Suprema Corte Federal
por L. MusLBRA en la causa seguida por la
compañia Lloyd Suizo contra el capitán de la
goleta Luisa:. Buenos Aires, Imprenta y lito-
-39 -
frafiadel Courrier de la Plata, San Martin
Oá. 1879. En 8.° mayor, XX Vi y 54 ps.
^--Esorito presentado ante la Cámara de Ape-
lación del Departamento del Norte por el repre-
sentante de doña Tomasa O. de Cao en el juicio
criminal por homicidio seguido al ex- coman-
dante de guardias nacionales de San Pedro, D,
Justo Andrade, dirijido por el Dr. D. Tomas
Sarmiento. Buenes Aires, Imprenta de M.
Biedma. Belgrano núms. 133 y 135. 1879. En 8°
mayor, 46 ps.
66-Defensa o éntrala esoepcion de presorip-
cion en la testamentaria de D. Domingo de Ba-
savilbaso, porHuGo A, Bunge. Buenos Aires,
imprenta de la Nación, San Martin 208, 1879.
En S% 15X ylXps. ,
67— Defensa del General D. JSioardo Lopóz Jor^
daní presentada ante la justicia nacional por
su defensor el abogado Dr. D. Nicakor 6. So-
lar. Rosario. Marzo 31 de 1879. Imprenta de
La Capital. 161-Puerto-163. En8^ Illy65ps.
68— Alegato sobre Validez de una transacoion,
en los áüibá ¿óií fos Ké'réÜbrós dé D. Buena-
ventura Decoud. Buenos^Aíres. Imprenta de
Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Calle
Ai9in% - 60. 1«7S, En. 8o, .|52 j)s. ,:
. ¡TtoWjp 4el Dr. Jose María Culleñ.
I t.
I .
'pitoís presen tádo¿ arít'é iel Juzóíá'dlj dé 1^ rtis-
LAB. lí<
Comei
58 ps.
7()¿-Pé*tóiék de herÍ9inoía. Espr^ipn ^é %m-
vios ante Ifei Ekma. €ámará de A^diadonés
de la ciudad de Buenos Áipeé • cíontrá lásdti-
tencía de 1.* Instancia pronunciada por elJuez
Dr. José Maria Rosa en la causa que sigue
J),* Wenceslají^a Guevara de Fresco contra
§»L ?PÍÍ9r.^ W;e dofia Froríqda /forres de
f ,^n^np.éz,v , por lofe (Jpctpre^ lylANUEL . p. y
AfWBL.Sj. PizÁBRO. Buéñps Aires. línprénta
de Pablo E. Coni. Alsina 60. 1^79. En S.% 93 p^.
V
Ti—Fallo de 1? instancia impopiendo perpe-
tuo silencio á la señora Wenceslacla 'Guevara
— 41 -
de Pr'éscó sbbre lá demanda íntepriüestet cott-
tjá lá señora Flbrihda Torres dé Fernandez y
résjitté^ta preserilíá'd'á por esm parte ft lá eá^
íJfésfóil dé agravios de fá demandante. Buenos
Aires. Imprenta de Pablo E. Ootii. AláWá 60.
tóí9. Étt S.'o, 36 ps.
72— Códko Rural de la Ffovinoia de Buenos Ai*
res. Igon aermatnos, libreros editores, Calle
Bolivar esquina Alsina, 1879. En 4.° menor,
76 ps.
El Código Rural de Buenos Aires fué ela-
borado por el Dr. D. Valentín Alsina; presen-
tado á las Cámaras en mayo de 1865, tuvo san-
ción definitiva con el cúmplase del Poder Eje-
cutivo en noviembre del mismo año.
Aparte de la competencia del codificador,
que se habia dedicado con preferente atención
al estudio de las cuestiones rurales desde años
ántei^ de recibir el encargo de este trabajo,
ofrece la garantía de la opinión casi jeneral de
la campaña, pues las cuestiones de trascen-
dencia fueron consultadas con buen número
délos principales hacendados que la poblaban.
La aota con qué el autor reniite su proyecto
al Poder Ejecutivo contiene los llamados an-
llecéiimté^ y fúndanientoSy en su mayor parte
sin interés, que no dan tampoco idea de la
~ 42 —
obra, porque se reducen á observaciones á cer-
ca déla organización que entonces tenían las
municipalidades de Campaña y el Departa-
mento jeneral de Policía, en sus relaciones con
cuestiones rurales.
El Código contiene 319 artículos, divididos
eú V títulos; á saber:
■
Titulo I — Ganadería
Sección I. Disposiciones jene rales.
11. Marcas, contra-nMircas y señales.
III. Apartes y apartador^^s.
IV. Yeguadas.
V. Tránsito con animales.
VI. Acopladores de frutos.
VIL Hierras.
VIII. Pastoreo.
IX. Señales en ovejas.
X Mezclas.
XI. Guias.
'XII. Abrevaderos.
XIII. Acarreadores.
XIV Abastecedores. •
XV. Del Juez de corrales.
XVI. Tabladas.
XVII. Saladeros y graserias.
XVIII. Haciendas alzadas.
Título II— Labranza. '
Sección 1. Terreno jeneral de chacras y
quintas»
- 43' —
II. Encierro, pastoreo, ronda.
* III. Servidumbre
IV. Caminosjenerales en las chacras
V. Animales invasores. ^
VI. Cercas.
VIL Embargos.
VIII. Abrevadores en chacras.
IX.' Cerdos.
X. Palomas, abejas, aves domésticas.
Título III —Disposiciones comtmesá gana^
deria y labranza
Sección I.* Aplicaciones eventuales.
II. Aoijeato.
II, Patrones y peonéis*
VI. Agregados y pobladores.
V- Caminos jenerales-yeoinales,
VI. Cazas.
' VII. Productos espontáneos del suelo.
VIH. Quemazones de campo.
IX. Epizootias ó enfermedades con-
tajiosas.
X. Ríos y arroyos interiores.
Título IV.—Folicia Rural
Sección L Sus objetos.
II. Armas blancas y deifuego.
III. Vagancia.^ , .
IV. Juegos de azar— Bebidas.
V. Tiendas y pulperías volantes.
- 44 -
VI. Qtpa&>íaltas y delitos mírales.
VIL Penas.
Títub Y—Prev€incÍQnfis especriales
Sección I. Funciones especíales de las auto- .
ridades locales,
II. y última — Declaraciones finales.
73«^0odigo raral de la Pn>vmeia de Santo-^Fd
Edición oficial. Rosario. Imprenta de E. Car-
rasco, Aduana 72. 1879. En 8.®, 58 ps.
Comprende 314 artículos distribuidos en cin-
co títulos:
I— Ganaderia.
II^Labranza.
IllT-Disposicíones comunes ^ ganadería y
labranza.
IV— Policia rural.
V— Prevenciones especiales,
74— GodigD de prnoedimientos en materia cri-
minal de la Provmcia de Entre Riós. Uruguay
Tipografía de la voz del Pueblo. Calle Entre
Ríos, número 97. 1879. Én 8.<», 78 ps.
— 45 —
Comprende 313 artículos distribuidos en tres
títulos:
I — De los Jueces — Su jurisdicción y compe-
tencia—Recusaciones.
II— Querella de partes.
III — Plenario.
El proyecto de este Código pertenece al Sr.
D. Gregorio F, de la Puente y fué declarado
vijente en la provincia de Entre Rios á fines
de mayo de 1879, debiendo empezar á rejir
desde el l.<= de julio; plazo que se postergó
hasta el l.« de agosto por no estar terminada
la edición oficial.
75— Proyecto de ley de eiyuiciamiento para la
Provincia de Méndozst. Títulos I á XIII, Junio
de 1879. Imprenta de El Constitucional. En
8.0 mayor con gran márjen, 132 ps.
La Jejislatura de Mendoza habia ordenado
la revisión de las leyes orgánica y de proce-
dimientos délos tribunales de la Provincia, y
la Comisión que se nombró con ese objeto,
compuesta definitivamente de los Doctores
C. S. de La Torre, José V. Zapata y Fede-
rico Corvalan, presentó en 15 de mayo de 1879
este proycícto de ley de enjuiciamiento que el
Poder Ejecutivo ordenó se imprimiese y ele-
vase en oportunidad á la consideración de la
H. Cámara Lejislativa.
I
I
^ 46 —
La parle presentada del proyecto sólo abra-
za los trece primeros títulos del Código; á sa-
ber:
I — Disposiciones jenerales.
II —Juicio ordinario; que se divide en IX
secciones.
III— De los recursos; que comprende en IV
secciones los recursos de reposición, apelación
nulidad y revisión.
í V - Del procedimiento ordinario en segunda
instaíicia; dividido en líl secciones»
V-^De los incidentes.
VI -De las cuestiones de oocnpeteiida.
VII- De tas recusaciones; que comprende
las de los jueces, escribanos y representantes
del Ministerio Público.
VIII — Del procedimiento en rebeldía.
IX — De los juicios de menor cuantía.
X^Delas providencias precautorias.
XI — Del juicio ejecitivo; dividido en II sec-
ciones.
XII — Dé las tercerías, dividido también en
II secciones.
XIII-r-De la ejecución de las sénten'cias.
La comisión debe estar satisfecha de su tra-
bajo; pues, sí no es perfecto, muestra, por lo
íiaériós^ la contracción y el detenido estudio
con que lo ha llevado á cabo.
Aparte del mérito de la codiñcacion, taato
por la apUieacíon de las doctrinas anas ataa^
zadas de la tii&acia del derecho, oomo por la
precisión de sus térmiíatos y }o coiii|)ieto de
— 47 —
•
algunos de sus títulos,— v. g. el I, en el cual
se deslindan con claridad las diversas juris-
dicciones y la respectiva competencia de los
jueces; disposiciones dé que carece la ley de
enjuiciamiento de Buenos Aires; -^aparte del
mérito de la codificación, repito, goza de otro
mayor, que lo pone en aptitud de servir de li-
bro de consulta para los abogados mismos:
todos sus artículos llevan al pié la referen-
cía áJas leyes ó doctrinas que la Comisión
ha tenido presentes en la confección del pro-
yecto. En una palabra, cada artículo está
concordado con las opiniones de los tratadis-
tas, con las disposiciones de nuestros Códigos
Civil y de Comercio, con nuestra Constitución
y leyes Nacionales, con las antiguas leyes es-
f)añblas, con los procedimientos estranjero's y
os de las demás provincias; facilitando visible-
mente con esto el ecsámen y dilucidación de
todas las cuestiones y abriendo el camino rec-
to para la verdadera interpretación de la ley.
Muchas de las notas contienen también ob-
servaciones breves, pero fundamentales con
que la Comisión defiende las opiniones que
na creido conveniente adoptar, en presencia
de sistemas opuestos ó ante largos debates
que no han conseguido todavia esclarecer el
punto: observaciones que confirman, una vez
más, el celo y óontraccion de todos sus miem-
bros en el deáemp^áo de tan honroso come-
tido.
Es de creer que el gobierno de Mendoza
— 48 —
ordenará la publicación íntegra de la obra,
así que le sea presentada, en número suficiente
de ejemplares para que se conozca en el res-
to de la República y se aprecie debidamente
la ímproba labor de los codificadores.
76 -Proyecto de Código de procedimientos for-
mulado por una Comisión especial de la Cá-
mara de Diputados de la Provincia. Buenos
Aires, Imprenta de El Porteño, Belgrauo 7Q.
1879— En 4.° 118 ps.
Se introducen prócsimamente 250 ar,tículos
nuevos y se modifican algunos del Código vi-
jente.
77-Memoria del Directorio de ^a Facilitad de
Jurisprudencia y Oienoias políticas de Tucuman
(1878-1879). Tucumán, Imprentado El Arjen-
tino— calle General Paz— n.- 60. 1879 En 8.^
50 ps.
Contiene el plan de estudios y los programas
de las asignaturas de derecho que se cursan
en esta Facultad.
- 49-
78— Estatuto general de la Universidad de
Córdoba. Proyecto presentado al Exmc Sr.
Ministro de Justicia, Culto é Instrucción Pú-
blica de la Nación, Dr. D. Bonifacio Lastra,
por la Comisión nombrada al efecto. --^Itripren-
ta del Pueblo. Defensa 78, 1879— En 8." ma-
yor, 26 ps.
Por decreto de 26 de noviembre de 1879, el
Exmo. Gobierno Nacional nombró una Co<¿
misión compuesta del Rector de la Univer-
sidad, D. Alejo C. Guzman, el Rector delCo*
lejio Nacional, Dr. Filemon Posse, el Presi-
dente de la Academia Nacional de Ciencias,
Dr. H. Weyembergh, el Decano de la Facul-
tad de Ciencias Físico-matemáticas, Dr, Os-
ear Doering, el Dr. Santiago Cáceres y el Dr.
Cayetano S. Lozano, encargada de proyectar
la organización á que debe ajustarse la Uni*^
versidad Nacional de Córdoba. La Comisión
se espidió en 17 de junio de 1879, y el Mini^^
terio resolvió en 30 de junio del mismo año
elevar al H. Congreso el proyecto de Esta-
tutos.
Todos estos documentos se hallan en el
presente folleto.
79— La regeneración de la América del Sud
por el espíritu de verdad. Estudios políticos
porel Dr. 1). José Francisco López. Buenos
r-r
— se —
Aivt»^ rbuptenta.y Librería de Mayo» <ie C.
Ga8a«aUei Perú. 115. 1879. En 8^^ m'ayor,.85ps.
.;«E¡^tuflio3'jQv^nj61icos ide (filosofia alemana
a^^ptada &1 pCMiíte^ir polítioo delaiAmoléríoa
latina, en lenguaje intraducibie, coa not^s y
aplicaciones bíblicas y .eruditas.
Carlos Guido, ^n la polémica que sostuvo
|:$oijUSlHIDn)La)ipéZ(en 4871, con natotóviSíideilfa'guser-
ra^franoo-ipitüsiaíiiia, empieza su répliea con^in
párrááj (|ibe vade Ja pena trasoríibir , j^or^ua
as af4feableá tbdos^ los escritos ^o ^este filósofo
aJ«ai*it • » . .
, >»QiiiaudoiIeo tcdgun trabajo ímpróvi&adoide
ia|¿4idtinguidoi amigo. el ^Dr. !>. José Francis-^
co> iLDflezF^/.oíjyAS ouaÚdadés teogo en la más
aJftHl^stinaa) ;mé parece, pendoneseiue la fran-*
faMeza^tqAi^entno eia una selva cuyos árboles
Uefl0Si,de.@csubepante saví^, se entrelazan d^
taliJatoido^ qive no es nadai£áoil penetnarhasta
elifQtdd) del* verde laberinto. ,E1 qaelocon-
aiga .a^ dncontrará sin dada con cristalinos
n)dnd¡ntiales, lleno>s de caracoles raros; peno
es necesario ser cauto en el camino: cuidado
con recostarse á los troncos musjgosós cu-
biertos de enredaderas florecientes, de temor
de dar en algún buen avisperol»
8prrQü95tpo Boonoipiqíi. Mopeda y circula^
cíon. Válprizacion fijóla moneda de cprpo Iq-
- ai —
gal. EspodicioD' del Ministro, de^ HaxHanda; de
la Nndoa X>r. D. V. Xfu I4A Plaza ar iGobW'^,
nia^r de fe Provinciíi ,Dr, 0^ G|W?)QsiXei^n,
Buenos áiires^ 3ociedad Anóninia: de( Tipo*-
grafia; í^jtogipafia . y Fundición de ¡Tipo» 4/Y<»fT.
por, calle de Belgrano núm. 189. 1879. En 8?,
74 ps.
» < ' ' * I
di --Oaestionés eooDiDmicaa* Casa det mobedi»
y ^istecoatáionétádo^para la' R. Á. Diseuirsosí
del Br. MieuBL<3t. Morel, dipuifcado'^brCDar-
rientesal Congreiát> NatíionaL-^BoienoS'Afipébi
imprenta de la Nación, San Martin 208.' 18Wii
En S.% 75 ps.
82— Cuestión nabonetaria-— Espo3icioa dtel Srl
FEEti^HBRZOG,, presidente del Cwsejo Naício*
nal Suizo en la Conferencia MonptíMrift ptot
movida por el Gobierno francés en 1867. —
Buenos Aires, imprenta dé El Nacional, Bo-
lívar 65 y 67— 1879. En 8-, 81 ps.
O&n motivo de la disousiont de'lailfey de'
níohedasVfuélttwjiucida' y publicada egta'ásájpo^'
sícion,' que abarca diversas cuestóbnés sobí^f
la unificación I monetaria) propuesífas por la
Conferencia Internacional de 1867: padrón uni-
tario de oro; aleación; limitación de los tipos
internacionales á múltiplos de 5 francos de
oro; etc.
52 —
83--Bepúblioa Argentina— Mensajes y pro-
yectos de ley sobre acuñación de moneda; re-
nditidos al Honorable Congreso de la Nación
por el Poder Ejecutivo. — Imprenta dé Ei Na-
cional, Bolívar 05y 67. 1879. En 16 mayor, 36 ps.
84--DÍ80U8Íon en la Cámara Nacional de Di-
putados del proyecto de ley sobre acuñación
de .moneda. Publicación Oñcial. Buenos Ai-
res. La República— Imprenta especial de obras
calle Belgrano núm. 189.— 1879 -En 16 mayor,
484 y II ps.
Abraza el período lejislativo del 25 de julio
al 6 de agosto, que comprende siete sesio-
nes de la Cámara de Diputados Nacionales,
probablemente las más laboriosas del año.
86*— Observaoiones sobre la carta del Sr. Mi
nistro de Hacienda de la Nación al gobernador
de la Provincia sobre circulación y bancos
f)OT Domingo Lamas. Artículo publicado en El
ndustrial. Buenos Aires. Imprenta de Pablo
E. Coni— Alsina 60. 1879. En 4? menor 19 ps.
86— El banco de la provincia y el baiioo nacio-
nal. Sus hipotecas y privilejios por el Dr. D.
-. 53 —
JosáFiíANCisco López. Buenos Aires. Impren-
ta y Librería de Mayo, de C. Casavalle. Perú
115. 1879. En 8.o mayor, 87 ps.
Es un informe pedido por el banco hipote-
cario al Doctor j. F. López para resolver esta
cuestión de derecho: «En caso <jue un deudor
de ambos Bancos, Provincial y Nacional, afec-
tase sus propiedades á uno de ellos, quedaría
el otro desmejorado en sus créditos, si dicho
deudor fuese concursado?»
Después de un largo estudio histórico, el au-
tor arriba áesta conclusión: «Los viejos Códi-
gos están derogados: No hay más que el Có-
digo de la Constitución para los derechos
constitucionales, y el Código civil para los
derechos civiles, de que hace parte el sistema
hipotecario, y prelacion de créditos rejidos por
una sola ley civil, sin escluir al mismo banco
hipotecario, cualesquiera que sean los esta-
tutos de su reglamentación.»
87 — 'í anual de derecho internacional para el
uso de losoliciales de los ejércitos de fierra.
Obra autorizada para las escuelas militares.
Traducida del francés por Gregorio Benitez.
Con prefacio de un publicista americano. Bue-
nos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni. 60
4
— 134 •""
csdle, Alsiiía, '60. 1879. En 16?, JÍLVI y 138
88— Manual de derecho internacional. Obra
autorizada para las escuelas militarles de Fran-
ciáv Ti*adücci()tt de A*. M;y' PL. NI Vi— Qhénos
Aires. Iittpi^ehta^ de Lct Ñacioh, callé' dte' San
MaWin^ 20tf, 1879. En »>, 80W rPt>^-'
Es una obrít a dfe gran utilidad, cjire coiitiene
en pocas pajinas todas las' disposiciones' re-
ferentes é" lia guerra; aceptadas pór'los ¿origre
sos^y práctióa's díe las naciones civilizadas: La'
edición de fieriitez ofrece la novedad 'déla int^ó.•
dilución; la edición def Mitk-é y Navarro 'Ví^jiá
es más conipléta que el orijinal, pues conñelie
íntegi*as la convención de uinebra dé'I864V los
artículos' adicionales dfe 18681 tbma'dos dellibyó
dte Négrin; El público juzgará Ik'diférericía^db :
la¿' traducícíonefe.
— I « 1 M«— fcA
89— Derecho internacional privadlo. Buenos
Aires. Imprenta y Librería de Mayo, de C.
Gasavalle, Perú 116. 1879. Tres eptregas de
16ps» cada uñaren 8.^ mayor.
Estos apuntes deiSr. Adolfo^ MiTB»¡son
continuacioii* de ia .obral que emprendió, el aáor
— 55 —
anterior eo colaboración con el 6r. Eraesto
Qubsada, siguiendo el programa ,de la Facul-
tad <le Derecho yitíiencias Sacíales, dielcate-
drútíco idel ramo Dr Amanero Alcorta. .
90— Circulares dirigidas por S. É. el Sr* Mi-
nistro del interior á los Éxmos. Gobernado-
res de Provincia. Buenos Aires, Imprenta de
El N^ciono^l, 187p. En 4« «lenor, 16 ps.
Mípi^térip delSr. rSarmie^ato.
91— Documentos relativos á los sucesos ocur-
ridos con motivo de las circulares con que el
Sr. Ríinis.tro del interior corjaunicó á los Go-
beroa^c¡^9r^9 su <nopabramÍ€¡nto al Mínis,lierio.
Pu^nps A^e?» ImpreAta.deEl Nacionajl, Bolí-
var .65 y 07. 1879. Ea 8-, 102 ps. .
92 -Esposioion que el Ministro del Interior
hace á S. E. el Señor Presidente de la Repú-
blica, sóbrelos sucesos ocurridos con motivo
de las cireuUyres con que comunicó á los Ex-
mos. Gobernadores su (nombramiento al Mínis**
terio del Interior. Buenos Aires. Imprenta de
El Nacional, Bolívar 65 y 67. 1879. En 8^, 70 ps.
— 56 —
93-^Eegistro oficial de lá Repúblioa Arjentina
a ue comprende los documentos espedidos des -^
e 1810 hasta 1873. Tomo primero 1810 á 1881.
Publicación oficial. Buenos Aires. La Repú-
blica, Imprenta especial de obras, calle de Éel-
;rano núm. 189. 1879. En 49 á dos columnas;
XXVI V 778 ps. Tomo segundo, 1822 á 1852.
790 ps. ^■
94— Rejistro Nacional de la República Ar-
gentina. Año 1879. La República— Imprepta
especial de obras, calle de Belgrano número
189. 1879. En 4.^ 435 ps.
95— Recopilación de leyes, Acuerdos y Deere
tos de la Provincia de Entre Ríos. Tomo XVI.
1876. Uruguay. Establecimiento Tipográfico
La Voz del Pueblo, calle de Entre Ríos, núm.
97. 1879. En8^ 400 y XXXIV ps.
Estas últimas corresponden al índice alfa-
bético.
96— DiBcursos del diputado Luis V. Várela
en la lejislatura de Buenos Aires. Sesiones
del 11 y 12 de setiembre de 1879 sobre ante-
cedentes históricos de la Nacionalidad argen-
tina; facultades del gobierno federal y del go-
bierno provincial sobre las milicias; faculta-
- 57 -
des especiales déla lejislatura de Buenos Ai-
res y del gobernador respecto de la guardia
nacional. (Edición de cincuenta ejemplares)
Buenos Aires. Imprenta de El Porteño,
calle Belgrano 79. 1879. En 4.^ menor,
109 ps.
97— Lejislatura provincial Camarade Dipu-
tados. Sesiones ordinarias. Setiembre de 1879.
Publicación oficial. (Sin corrección por parte
de los señores Diputados.) Presidencia del
Dr. Irigóyen. Se discute y aprueba un pro-
vecto del Senado sobre movilización ele la
Guardia Nacional. Buenos Aires. Imprenta
de El Porteño, Belgrano 79. 1879. En 8.o ma-
yor, 292 ps.
Contiene íntegras las sesiones del 10, 11,
12, 15, y 17 de setiembre, en que se discute
y aprueba el proyecto del Senado prohibiendo
toda movilización de milicias déla provincia,
bajo cualquier forma ó denominacion.sin previa
autorización lejislativa, con arreglo á lo que
establece el artículo 78, inciso 6/» de la Cons-
titución. Son .notables > los discursos de los
Diputados ti. Vidente López , L» V* ; Várela
y L. Alem, especialmente el del primero de
«ellos ad informar á nombre de la Comisioade
N; Q. f^ostebiisndo lel ipr^j^cto del Sonado»
HISTORIA Y biografía
98— lecciones de historia argentina por 1,^
V. López. Buenos Aires. Carlos Casava-
líe, editor. Imprenta y Ubreria de Mayo, á6
C. Casavalle, Perú 115. 1879. En 4^ naenor,
por entregas. Han salido ya 408 ps.
Las leociones del Dr. López sirven d^.
testo de enseñanza paira los aluniiios áeíK
Universidad de iBnenos Aires, cuya! cátedií^
de historia arjeiitina rejentéa desde hace <tm
par de años.
Es una detenida esposicion. qae tío' olvida
ia filosofía de los hechos ni -^í estudió' do \iáÁ
institiieiJDiies, v bbsoa^ por^l cQntrafio^ las^r
zones jeniératríces m \ok ^MoráhátaientiiM
evolutiieáé éfi' sisi 01^11 piiniordial y<wi^or^
nario.
-;5e -'
La obra llega sólo hasta el gobierno iat^ri-
«o de Vértiz. 1770; y es de desear su pront^
terminación, á fin de dotar ai país de un bi^en
tratado de su propia vida, tan mistífica4fa
por el abuso de trabajos de segunda manp,
que se ofrecen al público falseando el criterio
hístóriGO*
£|stas lecciones empezaron á repartirse ^n
ÍS178. Ternainada su publicación, el Anuario
se hará un honor en dedicarle su preferente
atención, ya que la forma en que aparecen y
acaso la época en que comenzaron, han hecho .
que permanezcan desapercibidas para la ma-
yor parte de las personas estudiosas.
Mucho más completa que la historia del
señor Domiuguez , más equilibrada en gus
proporcioaes y libre de los errores de que
aquélla adolece, la del doctor López es un ver*
dadero modelo en su jénero, y digna, por cier-
to, de mejor acojida.
99- OompenSio de Historia Argentina al alcan-
ce de los n(iños. De??de el descubrimiento
hasta la adopción de la constitución nacional
cuyo espíritu se esplica en este compendio
histórico, por el Dr. D. Jüak María Gtjtier-
KE2. Quinta edición, corfaida. Buenos.Ai-
resi Iihptenta y Librería de May Oj de C. Ca-
Sávalle, eáítor. Perú 115. 1879. En 8.» me-
nor, Wps^. '
— 60 —
La conocida obrita del Dr,*Gutlerrez, de
cuya última edición damos cuenta, no nece,-
sita encomios para" figurar dignamente co-
mo el más útil de los compendios que se
han escrito en nuestro pais. En los años
.'trascurridos desde su primera publicación,
ha sido adoptada sucesivamente como testo
de enseñanza en las principales escuelas, y
hoy es la historia más generalizada en todas
las de la República. Ningún libro elemental
ha obtenido v,n écsito mayor que el libro del
Dr. Gutiérrez: v tanto esta circunsiaocia,
como el distinguido talento del autor, mere-
oen un recuerdo especial, á pesar de no tra-
tarse sino de una de sus más modestas pro-
ducciones.
Muchas personas ignoran la ciencia que
se requiere para esponer con concisión y
claridad, al alcance de los niños, los he-
chí)S de la historia sin mutilarlos ni entre-
garse á divagaciones inoportunas; no com-
prenden cuan diñcil es concretar un juicio
sobre ellos en pocas palabras, cuando la
crítica los discute. aún y las pasiones que
pusieron en juego no se hallan del lodo ador-
mecidas. En esta tarea tan meritoria como
ingrata, las más^ sólidas intelijenci^s están
espuestas^í por monaeutps á alterar el cuadro
.que de antemano» se hjgibian ípwaíjp, Pero
.el Dr- (Jriitierrez, por sus inclinaciones, poj»
la estension y la íhclole de ^us estudios, '^^
encontraba niás preparado que naaie para
— 61 —
una empresa en que muy pocos han logrado
salir de una mediocridad pasable. Iniciador
entre nosotros de la verdadera crítica histó-
rica, profundamente versado en la literatura
española, esperimentado en la práctica de
la enseñanza y atento á todos los progresos
del siglo, reuma á las cualidades del pensa-
dor moderno, el arte del estilo en su más alto
grado, y esa sobriedad de la espresion, atri-
buto de la sencillez, é inseparaole del buen
gusto. Todos saben que en él la vejez era
«la tarde de un bello dia,> y que su espíritu
festivo revelaba el reposo del hombre educa-
do en la escuela de la adversidad y fortale-
cido desde temprano contra los dolores de
la vida. Amaba ala juventud como á la es-
peranza: veia en ella el porvenir de la patria,
y queria ponerse en contacto con él antes de
entregarse á ese sueño del que jamás se
despierta. Tomaba el mundo por sus lados
bellos, é incitaba con la palabra y el ejem-
plo á la actividad que mantiene el vigor del
pensamiento, y á la enerjia que dá fuerza y
salud á Ids sociedades. Consagrado á la
educación durante los últimos años de su
vida supo robar á 'sus tareas literarias el
tiempo necesario para redactar el Compendio
de Historia y otras obras elementales, cu-
ya necesidad se hacia cada vez más apre-
miante.
. '
- 62 --
100 — Oomp'enáió áe la Historia Af^entiüa,
desde el descubrimiento del. nueva mundo
hast^ nuestras días, cpn notas eruditas, crí-
ticas 7 de interés para los preceptores y alum-
nos^ por t). Benigno J. Martínez. Aprobada
dor el Departamento de educación de la pro-
vincia de Entre-Rios para el uso de siis es-
cuelasi Buenos Aires. Imprenta, librería y li-
tografía La Patria— Cuyo 79. 1879. En 8.°,
140 ps
Esta obra, adoptada como testo de enseñan-
za en las escuelas de Entre Ríos por el De-
partamento de Educación de esa provincia,
{)resenta en una fóroía metódica él 'cuadro de
os principales acontecimientos ocurridos en
el Rio de la Plata desde su descubrimiento
hasta nuestros dias. Su autor ha querido dar
á este pequeño libro doble utilidad, acompa-
ñando la esposicion sumaria de los hechos,
con notas críticas y eruditas que facilitan su
apreciación esacta, é indican las fuentes á que
puécíé acudirse para juzgarlos y discutirlos
con mayor detención. Convencido de que la
enseñanza de la historia no debe reducirse á
una serie de nombres y de fechas que hablen
á la memoria dejando fríos la intelijencia y el
corazón, ha puesto especial empeño en estu-
diar el desarrollo de la sociedad arjentina, en
medio de los obstáculos que la embarazan des-
~ 63 ^
de su primeras edades y de los disturbios |que
que hasta hoy mismo la ajitan.
La infancia, la juventud, y lo que:itópr<í>pia-
mente podría llamarse la madurez de nuestro
pueblo, han sido retratados por él con escru-
pulosidad. Esta calidad, unida á la sencillez
y claridad del estilo, ala distribución de las
materias, á la forma del cuestionario que se
encuentra al fin del libro, le dá superioridad
indiscutible sobre la mayor parte ae los que
ecsisten con el mismo objeto, y lo hace suma-
naente úfil, no sólo para el uso de las escuelas
sino aún para servir de guia ó programa en es-
tudios mas profundos, * Un comjpendio no es
un sumario, sino una síntesis; y el Sr. Martinez
lo ha comprendido así, evitando con todo cui-
dado los defectos inseparables, por lo jeneral,
de esta clase de produciones. Es necesario
f)reparar desde la niñez al ciudadano, para
tfe deberes y las cargas que le esperan ape-
nas penetra eñ el campo ajitado de la vida
pública; y nada más necesario para ello que
la intelijencia de la historia nacional. Por eso
son dignos de todo encomio, trabajos como
éste, que tienen un fin noble, y han sido ejecu-
tados con talento é ilustración. Si el compen-
dio del Sr. Martinez no realiza por conipleto el
id'éál de las obras de su j enero, se acerca bas-
tante á él para que podamos considerar justas
las alabanzas y distinciones que le ha valido.
•— 64 —
101— Blementos de historia española en i^ mét-
rica y Nacional en el JEíio de la rlata, por Anto-
Hio J. Baasch. Buenos Aires. Imprenta, li-
brería y litografla La Patria, Ckiyo 79. 1879.
En 16^ 64 ps.
Escesivamente compendiada, esta historia
es muy inferior á las de Gutiérrez y Martí-
nez: propia sólo de una enseñanza comple-
tamente elemental, se presta, sin embargo, á
ser ampliada en las lecciones orales del pro-
fesor; y entonces puede servir bien como ba-
se de estudio para encaminar al alumno.
102— Esta] io i historióos. Juan Díaz deSolis
y el descabrimiento del Rio de la Plata por C. L.
FuEGBmo, Miembro de la Academia y de la
Sociedad Científica Argentina. Buenos Aires..
5137— Imprenta del Porvenir, Defensa 139.
1879. En 8?, 80 ps.
Es un estudio completo, en cuanto, cabe,,
de la vida de Juan Díaz de Solis, siguiendo los^
pasos de este descubridor desde sus prime-
ros aftos, cubiertos por el misterio, pues^pi
asegurarse puede con verdadera certeza si:
nació en Es:>aña ó Portugal husta su muer-^
— 65 -
te, cuando entraron, según dice el itinerario
queccfpiu Herrera, «en un Agua que por ser
tan espaciosa y no salada, llamaron Mar Dul-
ce, que pareció después ser el rio que hoy
llaman de la Plata, y entonces dijeron de
Solis.»
Este libro, sesudamente escrito, llena las
condiciones de un buen esíudio histórico,
por la claridad de su esposicion y el criterio
sereno y elevado que preside la apreciación
délos documentos que se citan; y tiene á la
vez lo& caracteres de biografía de uno de los
personajes que más dificultades debe ofrecer
para tratársele aisladamente, tanto por la
oscuridad que envuelve mucha parte de su
ecsistencia, como por ser un tipo de segundo
orden en los anales de los descubrimientos.
El mérito literario de esta obra consiste, pues,
en haber tan íntimamente ligado la biograña
á la historia, queformn un solo todo con los
rasgos de ámoas, venciendo los obstáculos
que para conseguirlo se oponen al escritor.
Creo que nada será de mayor interés ni más
elocuente que el s'umario de los capítulos, el
cual indica los puntos principales que abarca
este (rabajo.
I. .
Carencia de datos sobre su juventud y es-
tudios,—Solis en España.— Se le cree na-
tural de Lebrija, en Andalucía. — Dudas al
respecto. — Era casado y t Miia df'S hermanos
— 66 --
pilotos.— Sus primeras navegaciones; hipóte-
sis dd historiador brasilero Varanhagen.—
La vida de Solis empieza á ser conocida re-
6ien después del cuarto viaje de Coloíi (IbCñ^
1504).
II.
Solis y los aventureros de todas condiciones
que se lanzaban al nuevo mundo. — Colon
vuelv^e de sü cuarto viaje (1504), y el rey don
Feí^niando encomienda á^ Solis y á Vicente
íañéz Pinzón una espedicion, para continuar
los reconoóimientos del primero. -Viaije de
1506; dudas con respecto ala verdadera fe*
cha deél.—Solis y Pinzón esploran las cos-
tas de Honduras, reconocen el golfo de Hi-
hueras y la costa de Yucatán hasta el cabo
Catoche.
III.
El rey don Fernando llama á la Corte á
Solis, Pinzón, La Cosa y Vespucci (1507). —
Conferencia en Burgos y resultado de ella. —
Solis es nombrado piloto real. — Reconoci-
mientos practicados en las costas oriéntale*
de la América del Sur.— Viaje de 1508.—
Solis y Pinzón vuelven á España; proceso
del primero.—Cuál fué el estremo límite de
esta espío ración?— Opiniones de Mitre y Bar-
ros Arana.— Se descubrió ó nó entonces el
Rio de la Plata? — Error del cronista Her-
rera.
— 67 —
IV.
*
Solis proeesado jr preso. — Sale de Casti-
lla y entra, al servicio de Portugal. — Vuelve
fujitivo á España,— Mu^te de Vespucci (1512)
y nombramiento de piloto mayor del reino re-
caido en Solis. — Par» nombrarle se prescinde
de las formas legales: naérito científico de So-
lis.— Solis cree que el Maluco cae dentro de
los límites de las posesiones de Castilla»*— El
rey Fernando ordena una especjicioni para ave
riguar el hecho- y la encomienda A Solis.-— El
Gobierno portugués interpone: una reclama-
eion y el embajador del mismo en España trata
de sobornar á Solis. — Viaje de 151i¿; se rea-
lizó ó, nó?: estadio de la cuestin histórica.— A
fines de 1515 los pilotos españoles no tenian
conocimiento esacto de las costas al sur de
los 8 grados de latitud austral.
V.
Descubrimiento de la Mar del Sur: impor-
tancia de este suceso.— Solis contrata con el
rey Fernando un viaje á espaldas d^ Castilla
del Oro: ideas de Solis al respecto. Viaje de
1515.— Solis descubre al Rio de lá Plata: su
muerte. - Réclamaóiones del gobierno portu-
gués.
103— Diégt) Cfarciá primer descubridor del Rio
— 68 -
de ia Plata por Manuel Rícardo Tr^lles.^
Buenos Aires. 5310. Imprenta del Porvenir^
calle Defensa 139. 1879. En 8^ 84 ps.
Este importante trabajo de crítica históri-
ca fué empezado, según declaración del au-
tor, en 1871, con motivo de un artículo del
Doctor don Andrés Lamas, á quien va de-
dicado, y fué en seguida suspendido bástala
época de su actual publicación.
Es un estudio serio y laborioso sobre lo
que el señor Trelles llama con razón «la pri-
mer pajina de niiesfra historia»— la data del
descubrimiento de nuestro rio, con el análisis
de los documentos auténticos y las asercio-
nes de los historiadores que á ella se refieren.
Hace resaltar con gran acopio de citas «los
errores y contradicciones que han cometido
los cronistas, y que han repetido, con va-
riantes más ó menos sustanciales en los de-
talles, todos los escritores que los han toma-
do por guía en el particular,» -errores que con-
sisten, según el señor Trelíeb, en asegurar que
el Rio de la Plata fué ya visitado por Solis
en 1508, no obstante la declaración que hace
el rey en 24 de noviembre de 1514, la opinión
de varios pilotos al servicio de Castilla, emi-
tida en 13 de noviembre de 1515. Deduce de
la carta del capitán jeneral Diego García,
fechada en 1527, que la espedicíon de este jefe
— 69 —
en 1512 nada tiene de cómuncon el supues-
to .viaje de Solisen ei mismo ano, pues éste
vino tres años más tarde sin conocimiento del
viaje anterior de García, á quien debe consi-
derarse como el verdadero descubridor del
Rio de la Plata.
Tales son las conclusiones audaces y no
del todo comprobadas á que llega el señor
Trelles; tanto más audaces después de la
publicación del artículo del señor Lamas que
no deja duda alguna por resolver en lo re-
ferente á los dos viajes de Solis. No es cier-
to, por otra parte, como lo ha asegurado con
bastante lijereza un periodista, que este tra-
bajo «abra nuevo rumbo á cuestiones his-
tóricas que estaban completamente abando-
nadas.); Pero de todos modos, es de incues-
tionable mérito y ha sido bien acojido.
La esposicion abarca 28 pajinas; el resto
del volumen comprende íntegros los siguien-
tes documentos:
1.^ Memopia déla navegación que hice este
viage en la parte del man océano dende que
salí de la ciudad de la Coruña, que allí me fué
entregada la armada por los oficiales de Su
Mügestaá, que fué en el año de 1526^y firma:
DiBGo Gahoi A ^Capitán General.
2.° Carta de Luis Bamirezr-Del Rio de la
Blata, á 10 de Julio de 15^3.
* .' » /
lOáHiletiiflta de la bibliottoa pitbUoa de Boie-
— 76 —
nos Aires, fundada bajo la protección del gOi-
bierno de la provincia por Manuel Ricardo
Trblles. Tomo I. Buenos Aires. Imprenta
y librería de Mayo, de C. Cas avalle, Perú 115.
1879. Eñ 4? menor, 515 ps.
El Señor Trelles vueh«e infatigable á la la-
bor cotidiana de sus esploraaones en las
selvas vírjenes de nuestros archivos. Los
cuatro gruesos volúmenes de la Revista del
archivo jen ral de Bínenos Aéres^ conocidos
hoy de cuantos se dedican á investigaicícmes
históricas, van á tener su complemento co© la
presente R^-vista de la. biUioteea públieay fon-
dada bajo los auspicios del gobierno, ya que
no bajo su protección, aunque para encarecer
el acto así lo diga el señor Treiles al frente
de la obra, pues entra en las condiciones dbl
permiso otorgado que el sueldo del diitecta)*
de la biblioteca cubra el déficit que resulte de
la publicación.
Ej Señor Trelles ha dedicado su vida á este
iénero de trabajos; de modo que su solp nom-
we es la náejor garantía del t>uen écsitodela
en^presa. Tiene el o¿o aieofetumbmdo á las
perspectivas d^ los imnteíKjlbles autógrafos ,
para conocer y «ipi^eciar ^u rnipokanficia, ^r
la plena posesión en.^e.se halla de nuestras
primordiales cuestiones de limites y de tan-
tos puntos y ddtidÍM oscuros de te vieja, bis-
. - 71 -
torta arjentina que un documento felizmente
encontrado basta muchas veces para bañar
con la claridad de la> certeza.
Este primer volumen no contiene únicamen-
te documentos hasta ahora inéditos, sjinó tojo^-
bien serios estudios del aulor, en^re los cua-
tes sobresalen los q\ie llevan por tí^tulo;
Diego Qaroia primier demibridor del Rio
de la FlOftaj tierras de Entre Rios, límites de
8nntaFéjlimiiesargentino'-chilmos> Del pírir
mero de ellos se ocupa el Annario en al núm6'
ro 108 por iiaberse impreso separadamente.
En cuanto á los demás, poco pu^e agregar-
se á las a|»neciaciones jenerales emitidas acer-
ca de Ija com^petencia ytóborioBÍdad del Sr.
TreJles que no avanza un juicio sin presentar
ftl lado la prueba dé su razón. En la cuestión
de límites con Chile el Seüor Trelles, como
todos los qae la han estudiado á fondo, com«-
hatió enérjicamente la ignoncúnia del pacto
JPierrth'S^Jtrrateay después de haber ^bhoadQ
algunos documentos de gran valor.
, Jf)B-^j^^jo aobr^ la Wstori^ de la Oon»íiíttt»^
giop ^rgeptm^, ppr Adolfo SaííPiás, Biienos
Aires, Impré.ntai y librería de Mayo, de O,
g.asavsaifi, I^eruJl^. 1879. Bn 8>, 358 ps.
£1 liboo. áeÍL8eAor Saldi^ seria otílí^imo
- 72 -
para la juventud, si no hubiese sido escrito
por el señor Saldias.
Y esto que digo no es una frase, ni muoho
menos un juicio aventurado. Es impos¡t)le
que un historiador, — lo mismo que un crítico,
pues en buena lójica debieran casi confun-
dirse sus funciones,— haga abstracción de su
persona y escriba objetivamente, cuando naás
necesidad hay del sujeto que juzgue, que es
ponga razonada y concienzudamente» con cri-
terio sano, las doctrinas en aue sintetiza los
hechos, los hechos que se deducen del ítnéli^
sis de las doctrinas, según los casos y los
métodos. Por eso cualcfuier escritor puede
entr<»garse á trabajos de imajin ación; pero no
Euede cualquiera, por bien preparado que se
alie, entregarse á trabajos ae crítica y de
historia: su indispensable y primer requisito
consiste en poseer las condiciones de. espíritu
gue deben producir la imparcialidad eü el
juicio, la serenidad ea la observación, la apre*
ciacion desapasionada.
Muy aventurada es la aseveración delo^
^ue dicen haber dejado fuera del recinto del
iongreso, lejos de la mesa del polemista, los
zapatos cubiertos por el polvo de las ajitaciones
eolíticas y de los odios indurados, como dé-^
aban loa antiguos sacerdotes en el atrio de
os templos las sandalias cubiertas por el pol-
vo del camino; y no pasa de una galantería
halagadora soponer en el crítico ese ideal de
independencia. €onfedem(f8> niüeistpai ftdta de
-;• 73 —
dominio sobre nuestra propia naturaleza; y sí
un rencor, una prevención, un prejuicio se alza
y parapeta en las celdas de nuestra intelijen-
cia, huyamos de tomar la pluma del literato
ni el buril del historiador^ sopeña de hacer
mu(;ho mal pudiendo haber llegado á hacer
muchofcien::
Adolfo Saldias tiene un alma ardiente, en
ebullición; ufi'alma capaz de la abnegación,
tiel entusiasmo ideal; pero incapaz de subli-
marse &Iá lmpa;rcialidad severa del hisioria-
tior. ■' ' '
Sü libro es un- trabajo serio, detenido^ pro-
fundo. Hay mérito teal en muchas de sus pa-
jinas de an^^lisis histórico, hay rectitud filosó-
fica en mu<5ha8. de sus conclusiones, hay so-
bre todo, acopio notable de datos, detalles
interesantes y poco conocidos, rasgos que
revelan la preparación y el estudio del autor.
Sus fuentes son , por lo regular, seguras y
dignas dé fé;' ha puesto á contribución las
publicaciones -periódicas de las diversas épo-
cas que. recorre, dsesde la revolución hasta la
instalación del congreso federal arj entino de
1862; ha dado, ea.ñn, á su trabajo un interés
que pocos otros del mismo j enero consiguen
alcanzar.
«... Obra de jeneraliz ación, dice el eminente
publicista Saimiento , de fíhacion de ideas ,
principiando jyor el primer jérmen arrojado
Sor la revoiucioa de 1810, y que sigue en su
esarroUo reajnudando el hilo que parece rom-
■m 74 -
fjerse á veces, Jlenando vacíos quB reclama
a lójioa, y apartando escollos 6 de^^viacioaes
que traen los hechos ó la acción individua,
razonándolos y esplicándolos, como Sii óber-
deciesen á una teoría antagonista, hasta, llje-
gar 4 nuestros tiem^pos y darnos la ras^oi^ /Íís
nuestras instituciones y la ley histólrica jq^
las rije.)>
El estudio de Rosas, que un ¡escpitór weti-
ouloso ha caliñcado de a^almtí^ tomándolo (jle
pretesto para poner en duda »el Jiberalisii^p
del autor; el estudio de Rosas, desde su í^pnr-
-rioion en la vida pública ihasta su;Cáida, la
dirección de la sociedad árjefltÍQa durantie
ese largo período, es la parte flftejop sosteni-
da, mejor desenvuelta y más ¡eientífioa dé
toda la obra:— «el gobierno fuerte dé Rosiais
«no tuvo su oríjen en tal ó cual acontecimien-
«to aislado, y producido por los errores de
«tal ó cual hombre: fué una evolución lento,
«natural y progresivamente trabajada SQbñe
«bases inconmovibles. Rosas fué el repren
asentante jenuino de Una, época que no se há-
«bia sucedido todavia, pero que necesaria-
«mente debía marcarse alguna vez en ñtiés-
«tra sociedad, dada la cdmposicion > de ésta*
«En una palabra, Rosas fué la enoaraaeíofi
«viva y palpitante de los sentimientos, de las
«ideas, de las aspiraciones denuestraiscám-
cpañas, que, oon él ala cabera, se iupípusíe-
«ron por ppin>era veza la provincia.)) : j •
En medio ée todo, y-iaúnipamel qfuele-
-r ;75 -
yesQ completamente ¿ciegas ^el Ensayo sobre
la historia de la Gonstitucion Arg^^ntina, el
estilo que en ella campea, Ueoo de reticencias,
agresÍYo, poco menos que insultante, con pár-
rafos que parecen ¡tomados de La lantrney
sería sufíojente motivo para dudar de la vera-
cidad dé la esposicion, porque lo es suflcifiote
también para hacer creer en la parcifilidad
del escritor.
£1 libro contiene errores, falsa3 deducciones
7 necesariamente contradicciones que no han
podido quedar bien disfrazadas. El resumen
por ejemplo, del capítulo IX que trasQri.bí ex
professo^y que es la síntesis del estudio sobre
Rosas, cae deshecho ante un párrafo, en que,
porhacer,culpable la alianza de Dorresfo con
Rosas, se presenta á aquél en ese acto como
caubrt prócsima ó remota de una tiranía, de
la que se acaba, sin embargo, de afirmar que
no era producto de los errores de tal ó cual
hombre.
Si me fuera dado detenerme en observacio-
nes semejantes, podría decir mucho sin salir
de Dorrego, cuya supnesta enemistad con
San Martin ha desmentido el señor Pelliza,
como ha desmentido, también que pasase á
Artigas las bases para el Congreso federal de
Paisandú.> Dorrego es en toda la obra el
tipo dibujado con líneas más incorrectas, con
contortios más it)decisos: ora ambicioso, ora
desinteresado; tan pronto un talento escepcio-
nal, como un charuitan de pl^za pública. Di-
-"76 -
ríase que el autor ha titubeado al esbozar
esa hermosa cabeza, una de las dos cabe-
zas más simpáticas de nuestra revolución,
que aparecen como intelijencias jemelas en
los destinos de la patria: Moreno y Dorrego.
Un libro, no obstante defectos capiíales,
puede ser apreciado bajo diversos aspectos,
porque, lo mismo para las obras históricas
que para las de imajinacion, es ridículo as-
pirar á lo que Goethe pretendía de las últi-
mas: no escribirlas, si no han de salir perfec-
tas. Saldías ha hecho un libro importante y
demérito; pero ha elejido mal la materia,
pues no tiene condiciones de historiador. De
ahí las imperfecciones de su tíabajo.
108— Historia de los gobernadores de las uro-
vinoias argentinas.' 1810 á 1879. Precedida tde.
la cronologia de los adelantados, gobernado-
res y vireyes del Rio de la Plata. 1535 á
1810Ü Por Antonio ZiNNy. Tomo I-Provincias
litorales. Buenos Aires. Imprenta y Librería
de Mavo, de C. Casavalle, editor, Perú 115.
1879. Én 89, CIII y 620 ps.
El Señor Zinny es conocido entre no$;Otros
por varias obras de grande utilidad y títvilos
no. menos orijinales que ha dado sucesiva-
— 77 —
mente á luz y que prueban su incansable la-
boriosidad y el deseo qiie lo anima de hacer
fácil á las últinas jeneraciones el sendero
enmarañado de nuestros tiempos viejos.
En las épocas normales de la vida de los
pueblos, la juventud es siempre lijera; vive á
prisa, pero descansadamente, maellemeote,
con el sÍDaritisinodelaintelijencia,sin preocu-
parse de los contornos que sé pierden en la
vaguedad de los recuerdos, y apoderándose
sólo de los rasgos culminantes, de las pince-
ladas maestras que llaman á lit contempla-
ción. No seria ciertamente lin joven el que
consumiese años enteros de su ecsistencia,
inclinado sobre legajos de empolvados impre-
sos, para prbdücir la Efemeridografitu Argí-
rométropotttana, ni se hubiera tampoco un
jóvén encerrado en los archivos, hundídose
en el torbelliilo dé los rejistros oficiales, y
sondeado la memoria todavía fresca de los an-
cianos, para entregar á los espíritus neglijen-
tes ese resumen de erudición histórica, cuya
primera parte se ha publicado en los últimos
meses del año 1879. ' •
El Señor Zinny lleva, pues, á cabo una em-
presa meritoria; y el mismo tributo de agra-
decimiento que le rendimos, nos' autorizía á
ser tanto mas severos con ella cuanto que
creemos poder hablar sin prevenciones y has-
ta con parcialidad de aprecio por el autor.
La Hütoríd de los gobernadores ño pasa
de una crónica. Este ha sido también el'
-78-
rasga característico de las producciones an-
teriores del señor Zinny; pero este libro posee
en mayor grado q^é los otros él sabor de las
antiguas Crónicas, con sus detalladas narrar^ ;
cipnes, , con sus referencias á los aconteci-
mientos ya comentados^ coa sus répeíicioneá
freíJue.ates,.con la monotpnia y falta de tíió- ^
vilidad d!esu estilo. .,,!•,.
j Yoíyed las hojas^ y hallareis la [leiieí'aéion' ;
de ios: hechos^ el ovo gemino ^ de caíaa suceso
con prodigalidad abruniádorá dé dátosi capa- .
ees de satisfacerla más ávida curiosidad. T*ío *
es , tilicamente un libro de consulta, sino tam-'
bien un libro de estudio, y laún lo seria de
smoiena literaturí^^ si ^u. forwa. poco artí^-
ticot no causase repulsión á los lectores* fri-
volos. , ,
Tanto la época turbulenta del año 20, como
la larga cadena de acontecimientos que enjen-
dró y mantuvo los horrores dé lá tírania,
están diestramente desenvueltos, con todos
sus detalles, con todas sus peripecias; bien
narrados, mejor unidos. No es dado afirniáí*
lo mismo de los hechos más recientes, pof
ejemplo, la revolución del 74 y otros semejan-
tes, pues el corazón del partidista se sobre-
Sone frecuentemente en ellos á la voluntad
él historiador, de una manera ecsajerada y
chocante. Algunas anécdotas y rasgos poco
conQQÍ4ps de varios de nuejstros Tíomoras
p^biíco3: sirven para completar él esbozo iSfó
su respectivo carácter, qué la forma esciusi-
— 79 —
vament© narrativa de la obra no permite
profuitdízar. Recuerdo uno de Lavalle, que no
puede pintar me^ot el escasó temple de su almc^
y las vacilaciones de que era presa: Corre el
afio triste de ISiQ; liavalle toma la ciudad;
de Santa Fé, defendida por el jeoeral Garzón^
Suién no tiene inconveniente en rendirse cuan*
o Rodrigue deli^resno asegura al coronel
Acuna qué en pvu^a de amistad para con el
jeneral, leconcede^.'á él y ásus oficiales, salir
con los' honores de la guerra. Los jefes ven-
cedores piden áLaValle el fusilamiento de los
jefes prisioneros, y él les dá esta contestación
del tamaño de su intelijenoia: cPor qué no
los han muerto vds. cuando los tomaron?
Aún tengo sobre mi corazón la muerte de
DorregolT» Una nueva Comisión, presidida
por el coronel Vega, insiste cerca de Lavalle
en que los jefes prisioneros sean pasados por
las armas, y élatccede, como siempre, á ha-
cer el sacrificio de las vidas de los venci-
do^ en hoidcausto de la libertad ! Pero, por
suerte, vuelve todavía sobre sus pasos, ater-
rado por las consecuencias; y el jeneral
Garzón, el gobernador Méndez y los de-
más jefes y oficiales rendidos* en Santa-Fé,
deben su vida á lo que Dorrego debió su
muerte.
El autor se ahorraría muchas pajinas, si evi-
tase la repetición fatigosa de hechos en la tran-
sición de un gobernador á otro; lo cual daría
también á^ la ésposicion la soltura y basta
— 80 —
cierto punto la elegancia, de que carece. Pero
tomémosle tal como se nos presenta, pues ha
querido hacer una verdadera relaciona eii la
que resaltan todas sus buenas y malas con-
aiciones de escritor, y nó una obra de histpria
ni un trabajo de reconstrucción, superior pro-
bablemente á sus fuerzasj aunque no.lo.seaái.
los muchos conocimientos qué ha sabido ate-
sorar. No deja de ser un gran mérito prc^n^
tar al público obras de carácter definidQ,es-
, capando así á Ja crítica que Jiacia Liarj^a; de
los autores que «no sabiende deslindar la cró-
nica de la historia, la bistoria déla novela^
llenaron muchos: tomos sin llegar á'hi^Q^ ua|
solo libro.» :/ í/ ;^'
107— Diocionario biográfico nacional que dqú- •
tiene: la vida de tpdos los .Hombres de .as-
tado, esc rilo res, ppétas, militares e|»c., (fédle-/
cidos) que han tigurado en . el país (^es,de.el,|
descubriaiienio hasta nupstro^ 4i^s,.pór C,íí^B-y^
LOS Molina Arbotea y' SERyANDo\ García"*
.(ahogados) Tomo I— entrega Ill-rletira, C* j
tomp 1 entrega IV — letra E). Buenos Aíré¿.
Imprenta de ivt. Biedma, calle Belgrand' pq-^^
mero Í33 y 135. Í879. En 4°, 8Q ps.,cada ^
entrega. ... . ' , . '
I í>
• «Gada vez que he tenido qne con3i4it«6i6Í
— 81 —
Diccionario de comtemporáneosny dice Adria-
no Marx hablando de V'apereau, «me he pre-
gantado cómo lia conseguido su autor recQ-
jer tan diversos documentos sobre tan nu-
merosas personas.» Y si esto asombraba al
critieo eu un pais donde se pagan las letras
hasta permitir que el misado Vapereau organi-
ce una verdadera oficina de ínvestigacípn y
maíitenga ajentes en las.princi pales naciones
del mundo, para averiguar la ^echa esacta
dd' naiíimiento de fulano y zutano, qué dire-
mos de los que entre nosotros echan sobre
su6r hombros la . árdu€^ tarea de desenterrar
1^ circunstancias . de la vida de hombres
fallecido^, respecto dejos cuales, rnuqhas Vjá-
ces no se encuentran otros datos que loa
chismes de comadres ó los recuerdos de yie-'
jos agriados todavía con la política dé. su
tiempo?. . '
í Pu^de pasar que po tengamos historia,
porque las pasiones no se, calman de la noche
á 1^ ínaijana, y los rencores se haceh tWdi-.
cioaales por varias jeneraciqpes cuando el es-
píritu débil recibe la educacioade los recuer-^
dos sofíssticos. En el año Í88Ó yiyen los Ri-
jos de las figuras, luminosa? ó' suinbrias, del
awi,.l'b2i) para adelante^/y ¿^rhisip/iador más
iad«pep.dieute prefiera. Qenirs.^á la cróhidá,
áftte^^que .herir susceptibilida^des de familia
dedupieí)d.Uy en forma de lój i cas consecuien-
cia^, la.^ta tílosofi^ de lósj hechos qué espo;
ne. . P,ef¡o no. es perdonable que corezcáníós
-82? —
dé biografiá, de eáa rama personal ó variedad'
de la historia, de ésa abstracción de indivi^-
dualidades que, en vez de limitar el campo.
dél escritor, le permite récoirrer inmensos pcK-*
rfódbs' históricos apoyándose en la narran i
cidn sensata de las acciones individuales; •
poi^que, según afirma Nodier, en la • eesistea>*i i
cfa aé un honlbí*e puede encerrarse la histo**
ria dé los progresos del pueblo en medio áei
ctíal. ha vivido. Todos conocen los bello^i'
cu€|.(ít'os'dél'Dr. D.Juan Mftrra Gutiérrez, mow
déíós en eSte jénefo, y deótfos qiie lo haln se**!
gi:udQ. Nada digo de la RMoria de Belgroh-
wb, pues eíla no es - tanto la vida del nobfe
milítg.r^ como el estudio dé la épocár entera
dje nuestras gítindes glorias.
Hacia falta algo más propio para la jén©-
raíidad, marluable y al alcance de todas las
intelij'encias y de todos los bolsillos. Creo
que de las naciones adelantadas de Europa
sólo España no tiene un diccionario biográ^
fleo de sus contemporáneos; pero nosotros
no lo teníaitios tú dé nuestras jeneraciones
pasadas, y estábamos sometidos á las el^pe-^ ^
culaciones de Cor'tés, cuyo Diccionario büh*
gráfico americUno, no contento Cdh terjiver- ,
sar los hechos^ ahorrarse las noticias más
indispensables, qué íio se ha preocupado en
lo más mínimo de inquirir, aumentar hasta en
diezañoé la edad dé péi^sonas aún vívas^ y
otras iniquidades del áiismo jaez,~cambia él .
secso de Trinidad Ouevara^ la distinguida ací^ J
— 85 —
triz qiié n'u'óstros abuelos han aplaudido, <5on-
virtiéndola,— cosa que ni él omnipotente Par-
lamento inglés se atrevería á intentar, — en
«ún célebre actor de iluésíro teatf ó.»
A eso ha estado íédücido el púWicó, y &,
eáo estaría reducido/ si tres jóvenes abo-'
gáfto$, animados del aliento de reparación
que caracteriza nüestfá actividad intelectiial,
no hubiesen empréi^dfdó' en 1877 la confecJ
cion de iiñ Dibcionarío biográfico fmdonaty'
la obra dé máj^or üíilídétd jén'eral qne • han'
Eodido ideai*,— que apaféce p'oi^ ' éátí-^ás y
á llegado yáá la léti-á' 1>. Eñel a«o>1879
se han publicado íásréñti^égas tercera y txíAt^
ta: C y D, El boótóV Apolináríó «•* CaSábal
sé separo de íá dirección dé'ápaes Üe Ifet según-
dk éiítregá, quedandor soloé los doctor^fe 'Car-
los Molina AíTotea y Servando Gahciá. '
E'ste diccionarío contiene únifcaménte los
nombres délas persorias que han faWeeidd.
No sé si esto es una garantía para los es-
critores; pero lo es indudablemente para los
contem{)oráneoS; que encuentran siempre,
como dice Alfonso Karr, demasiado breve su
artículo y demasiado estenso el de los demás.
Las spcias de la comedia francesa solicita-
ron de Vapereau que eliminase de su libro
la edad de todos los artistas del teatro Mo-
liere. Y no se tome esta ecsijehcia como un
paso propio del secso femenino, pues se ase«
gura también que muchos hombres ase-
dian á los tipógrafos encargados de componer
-r- H —
ese diccionario, con, él objeto de obtener á
f)recio de oro. que modifiquen los pasajes re-
atiyo3 ' á sus f )ersonas. . Vanitas !
El retardo oon qpe han aparecido las últi-
mas entr0gas acusa ur^ sérip estudio de pai-
te de. los .^.lirtor^s. de|l D^Qionario (>iogr(ifíco
naoimO'l, y ei? QÜas se ei^icuentrau, jnduclfiv-
bleoieut^ la^s más detenidas y meditadas bio-
gcafiaa de /cua^ixta^ h(in,pu^Iicado hasta ahora
La obra ^ lepta y de labor constante;, pero
el.paiS),l^s ,4eberá la .prij»era de sú jéííf^f'l'O.
base ,par^ das posteriores, qu^ llegarán á tiéjín*
pe;d^ c^cwpplsar I03 datos no siempre spg.u¿os :
y JftSr ¡apreciaciones íijepajS y sobre todb ya-
cilanl^^ ¿q^p figuran. e/isJigUJ^ de estas p^- .
jiñas;. ; Jbueno ,©& oiservaHo, para que n.Q^^e.^
to«3^e)i J(^j3lojips . por lispnjas^ porque «quién'
todo lo alabíi no pa^ad^ un ad^ládo^. y \ úni-
caoieiUe alaba biea el. que alp^á cohrestriQ-
ciope^,» Ija dipho .VoUaire. . ^
- 1 1; .i ' ''i. ■ . • ♦.• . ■ . •
.lÓÍ-B6squejo''hístonoóacere'i dól ciudétdano
Cárlos'Tejedor y" lá* conjuración dé 1839 (pói* toN '
republicano). Con seis reiralos grabados.
Buenos Aires. Imprenta de' Juári A. Alsina,*
editor, "iMéjico 635. 1879. En 8? 'menor ,con
gr'arí márjen, 238 ps." ' ' • /
.-VqUí^ir/B, qtierí^ que el hi-^toriador fuese íi^
. — ;85 —
lósofo. Antes: que él, los aiitigubs-retÓFicos le
ecsijian, como indispansableicondicion, la más
completa imparcialidad en sas ^esposicíQDés;
y Nioole ha podido aseverar (jué ^todijhbiííojfi^-
dor es mefitirosQ, .peno nftfíOti roso . de > b ue na fé.
Thiers ffeasirtney condoja^aila eiiie!5jrt¡Qi> «n
la introduocion ú tomd t Xlíi de,. su Mtsf^ria
del Consulado y el Imperioi. «Nq ha^y üii^ cmtt-
Irdad esencial que^deJbeídíwstiQguir :al hi$Wria-
dor, y que coQStituye sü \ verdadera; í^upefií)-
ridad? En: mi opinioa,esía cualidad» jes la in-
telijencia.» .
If.bieu: uiD Jibro pamaK^n que taJ. ^^^ na se
miente,» pero se fuerzan ios .bpdiosí un libro
de crónica^ ¡siajespírituñlQsóftcio nijiíistórieo,
no obstante la idaa .preQóiicebida OQQ, que^ba
si doí escrito; un libro* qA^pone de manifiesto
la falta. ide opacidad d^.^su lautor,, es todjQ lo
que se quiera 0i4íJos!uy,ljbrO)de.hi^tQi:ia, !;
El autor del Bosquejo feísitó neo .ba.^Q^Oa-
do su»vidá Preval ver los : $iveh¿vic)s en 4)^usca
de doícumentos interesantes: :|[p3 ««refQrentes
ala conjuración: de 1839»», cootejn|iilQ^ i©í\. el
«Anexo» del libro de queíiae oqupo, son ver-
daderamente curiosos. Rerp.no $ab,e valonar
los docunaentos que llegan á sus manos; oq, sa-
be graduar su importancia relativa ó abso-
luta; no sabe desprender tampoco las con-
secuencias lójicas, porque los docup^entos son
para él premisas y consecuencia; y si «^llo^ no
ecsistiesen; diria lo mismo que ha dicho, y
que se habia propuei4o decir aún antes de
^,«6 —
¿miocer los documerrtos que publica. En una
--palabrA: está muy lejos de llenar las condi-
ciones que Voltaire y los retóricos hauíeosi-
Í'ido del historiador : nres^ profundo, ni merecen
é sus asertos Cuánto mayor servicio pr«&-
taría al pais limitándose á ofrecer sin cp-
mentaríos los materiales históricos con qua
-toa sabido enriquecerse I
'• La parcialidad del airtor resalta en este
-•libro más que en otro alguno. Tejedor es
«Una ñgura secundaria en la conjuración de
1839. Maza es el alma, es todo. Tejedor se
inuda un pantalón á' tiempo; nada más lo
distingue de los otros conjurados: ni superio-
ridad de valor, ni superioridad de intelijencia.
' «Sin embargo, el libro lleva el titulo poco eas-
'tizo de «Bosquejo histórico acerca del oiuda-
• daño Carlos Tejedor», y todas sus pajinas
tienden a colcrcar los incidentes sin trasera-
' dencia de la vida de un hombre sobre los
^hechos primordiales de la vida de un. pueblo.
£1 ciudadano Carlos Tejedor oeupa 3a pri-
' mértnajlstratura de la Piovincia; ¡y su hío-
• ' grafía escrita por un republicano se presentó
á guisa de argumento en favor de su candi-
datura á la primer majistratura de la Nación.
-•'Cuánta razón tiene Nicole I y cuan acertado
■' anduvo en no hacer otro remiendo <á suiíra-
• -se, para afirmar qú^e/io: hay historiador men-
tffoáo de fé dudosal: * . . '
• I '
109— rl^mériJetaiQerioiíQaa reicoi^la4as por
Pbdbo RivAs. Rosario. Imprenta de El C:Q-
meroío, Libertad 305. 1879. En ISm^yor,
XI y 761 ps.
Las Efemérides, ciVyo ti])OS clásicos son los
Faitos de Ovidio. en la antigüedad,: y el póci-
ma de Lemierre en la ecUtd modefoa, ¡tienen
«n grave inconveniente para servir de foirnia
histórica:— la falta de método y las caasi-
-tantes soluciones de cootínuidad que aehem
neeesariamente ofrecer al lector^ impidieadto
todojénero de apreciaciones y apareoiendor-
tal es su caráxiter — como crónicas truncadas
al día. No obstante, se ha usado de ollas
muchas veces, j con especialidad entre aoso-
tros. Sirven para mantener vivo el patriotis-
•mi» con el recuerdo de las glorias pasadas y de
-los hombres que supieron adquiiif}as,¿idan
hoiu por hora cuentoide Jos aeontecimientos
lejanos y obligan ale$pínttu á meditar, sobre
ellos, precisamente al cumplirse su aniversa-
rio. Algmia ventaja grande dehiaiji) ¡tener
^ ctiundola Iglesia, >tan cuidadosa de enuplear
. )os medios más efíd^tcQs ipara la realiza^sion
deisus.pre(pósito8j se ha servido de las efemé-
rides eaio que ella titula martirolífgiúy Qwyo
-MBúmen pubHcan los almanaquesi
' 'ifTodOiiacontecimiento im^poptíarnte en los
fanales de líina naeion, dioe ÁJibfift de VitDy,
\
*- 88 --
ha podido entrar por su fecha en lás'efeiriéri-
des; y los hombres eminentes por sus virtudes,
sujenioó sus talentos, los homibnes cuyas
obras ó acciones han honrado á su país .y á
la humanidad, han tenido derecho de figurar
en esos rejistros cotidianos, en la fecha de su
muerte ó de su nacimiento.»
Entre nosotros, todos los trabajos de áste
jénero se han limitado ala América ó á loque
con ellasé relacicma y aun mucbos\íi%iüameaté
ala República Arjentina. • Varias publicaoior-
nes periódicas han formado efemérides. ' ame-
ricotas, La antig^ia iímsía de Buenos\Ai^
re6,' dirijidapor los Doctores Vicente G l^iift-
sada y Miguel Navarro Viola, las cbn^tieae
abandaBtemente en muchos de sus tonaos ; y
algunos diarios acostumbran darlas, inme-
diatamtíñte después del santo del dia óníma-
naque con que encabezan su primer: columna.
' ía recopilación ^el señor Rivas es hecha
i 0¿>n 4)astánÍ8'»ciertOi ílpa^entemente..cotaplJ8-
ta,'y, lo -que es máé difícil que nada, impaíPcidl
' fen la esposicion, aunque llega hasta lo8,últi-
mos años y habla de los recieates acorttü-
cinniietítos del pais. Hago notar esta buena
condición, por ser casualmente, laque menos
se encuentra por lo regulan Así el señor Zinny,
Sueha escrito casi todos sus libros en iWrma
e efemérides, ha publicado este mismo año el
primer tomo de Los gobernadores de Provm-
eta, nM06— mostrcuido en él una acerbik par-
cialidad respecto de los hechos prócsimbs y
- 89 —
para los cuales está vivo todavía el sentimien-
to de partido. El señor Pedro Rivas ha salva-
do el más serio de los escollos con que puede
tropezar un investigador, y su obra es re-
comendable bajo este concepto. Su reco-
pilación metódica contiene cerca de 4000 ar-
tículos de hechos notables que se han pro-
ducido en las diversas naciones del nuevo
mundo, y termina con un índice alfabético
bastante minucioso, que la hace muy manua-
ble. Es un libro escrito con claridad y sen-
cil]e2í': en el lenguaje de la historia.
PfiDAGOJIA-FILOLOJIA
110— Oolegios Nacionales. Disposiciones ge-
nerales vigentes. Publicación oficial. Buenos
Aires. Imprenta de El Nacional, Bolívar 65 v
67. 1879. En 8.% 84 ps. ^
111— Decreto nombrando inspectores de la
educación común en las provincias, é instruc-
ciones dadas á éstos por la Comisión Nacio-
nal de educación.
Presidente— D. Palemón Huergo.
Vice- Presidente— Dr. D. Benjamín Victorica.
Tesorero -D. Anjel Estrada.
Secretario— Dr. D. Pedro Quiroga.
VOGALBS.
Dr. D. J. J. Montes de Oca
Dr. D. Carlos Berg.
I>. David Lewis.
Dr. D. Anjel Casarei.
Dr. D. Luis Sauce.
Dr. D. José A. Terry.
— 92 ~
Dr. D. Noberto Quirno Costa.
Oficina de la Comisión —Calle de Bolívar
núm. 90.
Buenos Aires, Imprenta de J. A. Alsina, ca-
lle de Méjico núm. 635. 1879. En 8.^ mayor,
22 ps.
' 112— IníAbíó 'pí^á^eatado 'al Síát>t lílinistro
de Instrucción Pública por D. Feancisco F.
Fernandez, jefe déla Inspección general de.
educación, correspondiente al año 1878. Bue-
nos Aires. Imprenta de El.Nacional, Bolívar
65 y 67. 1879, En 49 menor, 104 ps. Contiene
34. cuadros.)
f •
. I •
118— Circular (particular) dirigida for el je-
fe de la oficina de la Inspección General de
Eduqacion álos Gobernadores de Provincia.
Buenos Aires. Imprenta de El Nacional Bq-
lívaí^ '6^ y 67. 1879. En' 16^ bi'ayor,l2ps. ' '
' I
ll¡í-**Glólegio Ñadionál ;de Buenos Aírese
Memoria del Réotor, corfe^pondiente ál878.
Imprenta de la América del Sur. SO^calle
Alsina— 50. 1879. En 8? jnenor, 36 ps y «un
cuadro del movimiento económico del esta-
blecimiento».
— 93 --
íi5-rMótp4p filpftóficfode lectura y e^ori^nra
simultaneas por Enrique M, de Santa OLfLLA.
Libro primario, dividido en 3 cuadernos— d?
edición. Editor Martin Biedma, imprenta calle
Belgrano núpieros,133 y 135. Buenos Aires.
Tres cuadernos en 89, el primero de36ps.
el spgundo d^ 48 y él tercero de 100.
•fc*^
116— Anagnosia — Verdadero método para
enseñar, y aprendpr á leer con facilidad por
MÁRcqá, SAStEE, dividida, en .3 cuadernos.
E^icíion 37*. Buenos Aires. Imprenta .dé Pa-
bló E. Coni, editor. Calle Alsinanqm. 60. Treg
cuadernos en 8.^ menor: el primero de 16 psi
el segundo de 64 y el tercero de 150.
U7^E1 Rttdimentista. Método para la ense-.
ñanza de la lectura y escritura alternadas pop
Emma N. de Caprile. Tercera edición. Bue-
nos Aires. Librería Rivadavia, Gustavo Men-
desky. Rivadavia 95. En 8.°, 55 ps.
i,: f-
118 - Program^a de la Academia británica
establecida el 11 de marzo de 1867. 249— calle
Bolívar— 249 entre Venezuela y Méjico. Direc-
tor; Armando Mialock. Buenos Aires. Impren-
- 94 —
/
ta de la Minerva. Florida 96. 1879. En 32%
8 ps.
119— Epitome programa de las lecciones de
literatura y estética de D. Manuel MilA j
Fantanals. Imprenta de Pablo E'. Coni. Alsi-
na 60. 1879. En 8.o, 63 ps.
120— Programas razonados de instrucción pri-
maria arreglados al programa oñeial por S.
Diez Morís. Buenos Aires. Imprenta de E.
Quintero. Moreno 180. 1879. En 12.% 152 ps.
Es un complemento de los testos aceptados-
Abarca nociones jenerales de aritmética, len-
gua nacional, lenguaje y jeometria, lecciones
sobre objetos, jeograna, música, historia na-
cional y zoolojia.
121— Reglamento general y plan de estudios
gara el Instituto Mercantil de la provincia de
uenos Aires. 1879. Calle Perú 150 y Mo-
reno 146. Buenos Aires. Imprenta, calle
Moreno núm. 180. 1879. En 8», 20 ps.
— 95 —
122 —Tratado de leooiones sobre objetos por
Vicente R Fbrrbr, 8.» edición reformada y
aumentada notablemente. Buenos Aires. Im-
K renta del Courrier de la Plata. Calle San
[artin 202. 1879. En8.^ 224 ps. Con algu-
nas láminas.
123— Primeras nociones sobre todas las oosas
al alcance de los niños por Adriano db Melcy^
antiguo profesor de Paris. Traducido libre-
mente del francés al castellano por O. D. S.
Nueva edición. Imprenta y litograna del Cour-
rier de la Plata, calle San Martin 202. 1879.
En 32.% 52 ps.
•
Este folleto y el libro anterior pueden con-
siderarse verdaderas enciclopedias infantiles,
El de Vicente R. Febbeb es completo, en
cuanto cabe, y contiene, además, algunas lá-
minas ilustrativas del testo, que facilitan á los
niños la formación de nociones esactas sobre
cosas y objetos.
124— Leocioiic3 de Grama tioa Castellana por
Mábcos Sastre. Décimacuarta edición de
10,000 ejemplares, Buenos Aires. Imprenta de
Pablo JE. Coni, calle Alsina 60. En 89 menor,
94 ps.
96 —
125 — Gramática de la lengua castellana para
el i^só de los Colegios de las repúblicas sud'-
americanas por A. J. 1?. Buenos Aires. Im-
prenta de Pablo E. Coni, Alslna60. 1879. En
8?, 96 ps.
Por preguntas y respuestas.
^ J 26— Elementos gramaticales del idioma na-
cional para uso de las escuelas primarias por
S. Diez Morís. Segunda edición refortuáda y
considerablemente aumentada, Buéhós Aires.
Editor: Manuel Reñé, calle del Perú 42. 1879.
En 8.°, 88 ps.
Publicado por la imprenta del Courrier de
la Plata,
Este folleto y los dos que lo preceden son
obras elementales y poco metódicas. Sirven,
no obstante, de testo en algunas escüelas/y
servirán probablernente hasta que^ tengamos
una buena gramática propia para la eíiseñan-
za primaria.
127— Compendio de Gramática y ortografía cas-
•tellana escrito por D. Andrés Bello, el gí'an
hablista de la lengua española; autor de la
admirable gramática de esta lengua destinada
al uso de los americanos. Obra adoptada por
cion. Apvph^d^^ ppjf^^l ooppQjo (íp iasitpuccioü
SubliQft ¡d^ Buep03 M^fs^. íidpp^d^ por «AgQ-
ii$WK^ arieatino para ws ^jolqfípgfUí^QÍ anales
y «spueia^. prim W^ de. }^ Ilep4t)lica, ITueva
fidípion, Bueaos Áire.$* Sq eacueqtm §^ ven-
ta ea laUbr^í^a ameripana, calle de PJiedad
1^3 y e^ la^ derPí^^ librerías^ y Kioscos». 1379.
Eft 8?^ 96 pp^ Jiíapreota del Gaurrier de la
iPlataé.
•V^*i*9^Vi^4l
128-^Comp0fl4io dagríam^íioa^asib^Uaiia ííopa-
piije^ía y arreglada .á.las4octmna3 delagrat
ípátifjadel SeJap;* Ó. Andares Bejllo, por José
OjUEfiKARío ilEYíps* Aprobado parla univ^rs^-
dad de Chile y mandado adoptar por el Su-
{)remo Gobierno com<T testo de enseñanza en
a República, Nociones claras, exactas y
completas de nuestro idioma, Buenos Aires.
Igon herma^nos, librerosT-editores. Caílq Bolí-
vaTi maquina i^lsji^a, 1879. En 8° menor, 157 ps*
.» ■ * • ' ' ' " . ■
La. girapíiálixüadeD* Andrés BeUo es v^ráa-
dersn^íite filosófi<Qa). tap filQsó^ca qu^ ;S,e ha^
qeioaí<fiesiy^jp4ra/mu€]^^s categorias deper^
jg^omf^ JJfi,abí ^WcOiérU^ ysud^fectjQ^ jElcom-
peo^ji^Q de.4icha;g«^m4tiQa p^bU(?ado ppr al
JSB^Jfi^í ,Oj.^ga>ríP BpXBsy .pj ai^t^riorj n*?4?7,
«jipñwei^]a^^<(U!í^^a)3<^ Íírtrir?PAd*9 íJ^r^^Gia-
nes'fitórtirihá yfltesóficaá sín*'métdd5"d¿l art-
jiñal, limítáñ(}óse á- las nociones precisas.-tlk-^
ras, adecuadas á la intelijéncia- de los niflb^
demodoque no.tieme pafaéstos e\ irícónVe^
niente qué la obra de Bello tiene hasta pafalois
tnaéstros. Sus autores han prestado, pu^s,
iln buen servicio, porque no es tampoto fáeil
hacer el compendio de una obra didáctica:
requiérese mucho tino, mucha práctica, y más
quenada, mucho conocimiento déla material-
cualidades que demuestran poseer en alto gra-
do, tanto el Señor Reyes, como el autor anó-
nimo del otro compendio. Sin embargo, bueno
es observar que narí conservado algimas de
las clasificaciones arbitrarias del testo ófriji*
nal, con cuya supresión ó modificación stts
trabajos hubieran ganado indisputableínente.
1?9— Lecciones d^^ aritámótioa para las es-
cuelas primarias de niños y niñas por D.
Marcos Sastre, autor del Tempe Argentino,
de los Consejos de oro sobre la educación, la
Anagnosia, el Guia del preceptor, método eléc-
trico de calígrafia inglesa, selección dé lectu-
ras para la niñez, lecciones de gramática,
lecciones de ortografía, y otros testos de
enseñanza primaria; todos adoptados ete Ite
escuelas publicas y particulares argentittáíS Jr
orientales. Vigésima edición. Contiene el slfe^
tenia métríbo,' enseña la contat>iHdBd ^iií W6^
— 99 —
cesidad de los quebrados. Buenos Aiies.^Im*
prenta de Pablo E. Coni, editor. 60— calle Po-
tosí—60. 1879, En S.% 64 ps.
130 — Lecoiones de aritsmétioa elemental y sis-
tema métrico-decimal, extractadas de los me-
jores autores y destinadas á servir de texto de
enseñanza en los colegios y escuelas primarias
de la República Argentina, ppr Vicente Gar-
cía Aguilera, ex-Inspector General de Ins-
trucción Pública; Rector del Colegio Nacional
de láRioja. Tercera edición. Buenos Aires.
Imprenta de Pablo E. Coni, Alsina 60, 1879*
En8.^ 96 ps.
131-— Tratado de aritmétioa. Parte primera.
Aritmética abstracta por E. CoRpNA Mar-
tínez. Buenos Aires. Tipografía del Cour-
ríer de la Plata. En 8.°, 122 ps. y 64 de tablas
de logarismos.
Contiene : preliminares; introducción gene-
ral: las seis opeí'aciones de enteros y deci-
males ; números primos ; diferentes propie-
dades 'de los números enteros ; quebrados
comunes; las seis operaciones de los mismos;
diversas propiedades de las fracciones; can-
tidades, iricotitnensurábles y variables ; teo-
ría: general de tóé • écuacíióitiTO'; razones y pro-
^ toa —
porciones; progresiones; logaritmos; tablas
de aoble entrada. .
Este folleto y los^ dos que anteceden son
obras elementales, más ó menos completas,
pero propiafL.,todas para la enseñanza prima-
ria. La del señor Sastre— núm. 129— se
distingue por W suma nitidez de sus defini-
ciones.
ISS-r-No-oionfts d» geografía é historia de la
República Arj entina para uso de les escuelas
primarias por S^Du^ Moe^is. Segunda edición,
corregida. Buenos Aires. Editor:. Manuel Re-
ne, calle del Perú 42, 1879. En"8.^ 88 ps.
Publicado por la imprenta del Courrier de
la Plata.
Contiene algunos cuadros de la situación,
población etc. de las provincias, el nacimien»
to. desagüe etc. de los ríos, y el trayecto die
los ferro-carriles; exi párrafos cortos, : nume-
rados, escritos con claridad.
I I .
1 33--->0Mítiila Kortnah Le^turai. ospritura, gira-
«látíca y dibujo, en^e(Sa(ÍPSMSÍa)uUánQaipeate
por Amlfq.^jí GftUfeUMN, xjírefltor, d? la Ésr
ouela Nornal 4e M^stros de la pjiroviacia
de Buenos Aires. Dedicado por ei autor en
testimonio de carino y amistad á su hijo y
aoúgo D, Manuel Adolfo van Geldeien. bue-
nos Aires* Im^prenta de M. Biedma^ calle Bel-
grano n.° 135* 1879* En 8? menor, 48 ps.
El epígrafe^ que el autor ha tomado de sus
Leocitmes de pmagojia^ dice todo respecto de
esta cartilla: '<Hace 24 siglos que los Chiíi09
enseñan álos niños á escribir lo que leen y á
leer lo que escriben, y los maestros árabes "na»
* cian hacer ejercicios prácticos de gramática
y ortografía en sus escuelas primarias de Cór-
doba y de Granada.» El Señor van Geldereñ
aplica ese sistema ta'n antiguó y tan adelan-
tando. «Concluida esta cartilla normal, no ne-
cesita el niño de cuaderno 2°, 3.% 4.o etc: puede,
de una vez, pasar al libro enjener^.» .
134--^Leccione8 de pedagojia por A. van G^el-
DEREN, director y profesor de pedagojia en lá
Escuela Normal de Maestros déla Provincia dé
Buenos Aires, Segunda edición revisada y.
aumentada con unas conferencias de maestros^
dadas por el autor, y una historia general d$
la pedagojia. 1878, Buenos Aire?, Imprenta
de M. Bierima, Belgrano número 133 v túb. Eñ
12.",407ps. .
— «»^
A la inversa de lás prendas éul^ópeas que
anteflatan los libros en los últimos meses dei
año, las nuestras suelen dar libros al público
con fecha atrasada, en la transición de un año
á otro. El presente libro, que ostenta en su
carátula él año 1878, apareció en él segundo
mes del año 1879.
En su primera edición, la obra de van Gel-
deren llevaba el título de curso familiar de pe-
dagojiaj y es éste su verdadero carácter. Ha-
bla á los alumnos-maestros con atrayente sen-
cillez, tocando, en una serie de conferencias,
las más importantes cuestiones de enseñanza.
Pasaron aquellos tiempos en que un maestro
con.ducia á sus alumnos á presenciar una eje-
cución, y devuelta á la escuela les aplicaba
un buen número de azotes para que se les gra-
base más hondamente en la memoria la mo-
ralidad de lo que habian visto. El maestro es
hoy un amigo del niño á q^uien debe preparar
para su ingreso en la sociedad, de tal manera
que pueda labrar su propia felicidad y contri-
buir á la de sus sememntes. «Por eso)), como
lo asevera el autor, «la primer condición del
maestro en su relación con los alumnos es
que se haga amar.»
El profesor se detiene con preferencia en
los programas de estudio, en la resolución de
los problemas y respuestas á dichos progra-
mas; lo que hace su trabajo sumamente útil
para los maestros en jeneral.
Las conferencias de maestros dadas por dis-
posición del Consejo de Educación, y la histo-
ria de la pedagojia^ incluidas eri esta segun-
da edición de sus lecciones^ acusan profuijidQ
estudio dé la materia á qué el señor van Gel-
deren ha contraido toda su atención.
Encuéntrase aquí y atla. en muchas pajinas
del libro una frase poca castiza, un modismo
estranjero — ío bastante; el gobierno ha venido
en fundar este seminario*, habernos dejeqer
presente.*.,etc. — que choca siempre en un nía-
estro, aunque ofrezca el amplio resarcimiento
de la erudición y la observación constante.
135—Infonnes sobre la educación en los Esta-
dos-Unidos por el Dr. D. Manuel R. García,
Ministro Argentino en Washington y Comi-
sionado especial en la Esposicion de Fila-
delfia. Buenos Aires. Imp. de La Tribuna,
calle Victoria, núm. 87. 1879. E^ 8^ 240 ps.
Edición oficial de 2000 ejemplares.
Por decreto de 1° de Mayo de 1876, el Dr.
Manuel R. García fué comisionado para es-
tudiar en la Esposicion Internacional de Fila-
delfia cuanto se relacionase con los intereses
de la educación, debiendo producir «informes
minuciosos sobre el resultado de sus obser-
vaciones»; indicándosele, á manera de pro-
grama, el estudio de las cuestiones siguientes:
fiíláéftáttóa életbetikl! Éáblielas infáritileiJ y
Kitiáér-gaWeil, Escaeláé graduadas.
II.
Enseñaba secundaria: Jiinnasioa, lioeós y
Eírséíñanza Superkyr y profesional: Ünlver-
sidttdefa;, esctr^ías de Derecho, Medicina y
CíMijia, Farmacia, Minería, Injenlerltt, Affri-^
cultura y Artes mecánicas, escuelas de Bellas
Artes, escuelas Normales, escuelas Militares,
escuelas Navales v escuelas de Comercio.
IV.
. Instituciones para la enseñanza de ciegos y
sordó'^mudos.
V.
Estadística de la educación.
VI.
Bibliotecas públicas.
vn.
í>édagóiia.
VIII.
Periódicos especiales de educación, de cien-
cias y. artes.
IX.
Instituciones para el fo]li»entó y propagaoíon
del tsabier. •. • i*. ,l/.-.
X^idaeioB de lia instrucción pública.—
El Doctor García estudia detenida j labo-
ítosamertte estos tópicos en una serie de co-
municaciones diryiaas al Ministro del ramo,
quien ordenó su tamediata publicación y dis-
tribución á los Consejos de educación y á los
Inspectores de Escuelas de toda la República^
hacwndo justo y merecido aprecio del mérito
de los informes, algunos de ellos verdaderas
monografías, llenos de observaciones intere-
santes y datos curiosos, como el que lleva
por título sistema de esmelas graduales, y otros.
Nada escapa á la investigación del Doctor
García. Desde la apreciación de los princi-
pios fundamentales de pedagojia, iiastala des-
Gripfeion detenida de los terrenos y edificioSij
desde las estadísticas escalares con sus apli -
caciones comparativas, desde el cálculo de
recursos, impuestos de los Estados y admi-
nistración del fondo de escuelas, hasta el de-
tenido ecsámen de los libros de testo, mue-
bles, láminaS; mapas, globos, modelos de di-
bujo y caligrafía, aparatos jimnásticos, etc. —
todo ha merecido su atención, y, sin olvidar
los ensayos hechos en. su patria^ pone de ma-
nifiesto las ventajas de los sistemas y métodos
'emplejados en el estranjero, proponiendo las
Kipdificaciones que cree indispensable intro-
ducir entre nosotros para acercarnos á los
Jaiodelos que ha observado,
í¡52.tos informes, ^scri^os en la. forma, severa
- im -
y pura de. estilo que reclamja la materia, pa-
recen Balir de la pluma áel más ésperímén-
tado inspector de escuelas: tari sensatas, son
sus observaciones, tan completos su& datos;
yes de suponer que las personas competftnr
tes entre quienes se ha distribuido la ediciou
oficial; seí eiripefien en sacar el mayor früW
posible del trabajo del l>o'cior García, con Ift
implantación de nuevos sistemas ó' nuevas y
ventajosas prácticas en nuestras escuelas;
136— Informe II del estado déla educación
común durante el año de 1878 en la provincia
de Buenos Aires, presentado al Consejo Ge-
neral de Educación por D. F. Sarmiento, Di-
rector General de Escuelas. Imprenta de M.
Biedma, Belgrano números 133 y 135. 1879,
En 8.° mayor, 122 y LXXVl ps. con varios
cuadros estadísticos.
El año 1878 ofrece sobre el anterior un au-
mento muy poco sensible en el número de ni-
ños que asisten á las escuelas de toda clase,
comunes ó particulares: en 1877 fueron 41,169
y en 1878, 41,581. El aumento es mayor en
lo que respecta á la educación común, de que
sólo está encargado el Consejo. En 1878 sube
la asistencia á 15,468 alumnos en la ciudad
de Buenos Aires, contra 14,468 en 1877. La
I
— lOT —
difei^encia en favor -dé 1878 es todavía iaisignifi-
cante. El: director jeneral cree que esta ver-
dadera faltia de progreso en el núfnero de
alumnos tiene por causa la peaueñez.^fi JqS'
edificios, no calculados para aamitir gueesi-
vamente más niños. Siendo, pues, cuestión
de rentas, careiicia de los fondos necesarios
para' el establecimiento de cifantas escuelas
requiere nuestra provincia, no puede tomarse
el dato estadístico de asistencia como una
prueba de adelanto ó retroceso; y tan es así
que no se han hecho aún efectivas las mul-
tas á que condena la ley á los padres que
no mandan sus hijos á las escuelas, pues hay
bastante con lo que van para llenar todos los
edificios en que ellas están actualmente ins-
taladas.
El director jeneral de Escuelas aborda en
su informe otra cuestión no menos importante:
ecsisten centenares de padres de familia que
costean por separado, en colejios particulares,
la educación de sus hijos, especialmente la de
los varones, «cuando hay escuelas comunes
que la dan gratis, y á cuyo sosten concurren
ellos mismos con las contribuciones que pa-
gan».
En 1877 se daba educación en Buenos Aires
en 130 escuelas/ publicas y 131 particulares,
*lo que hacia suponer que tantos alumnos ha-
bíia en unas como en otras, no obstante que
aquéllas con la mitad de escuelas educaban
el doble de alumnos, - Pero estoj se esplicaria
— 108 —
por él hábito secular dd los padte^ 40 famíHa
de proveer cada uno de educación 4 los su-
y<^, sin tener presente q«e paga tamtóen la
pública.
« Sólo en los países en qae es antigua el
sistema de Educación Común han desapare-
cido las escuelas particulares, limitadas 4 sec-
tas 6 ramos especiales- Entre lioso tros per-
siste aún la enseñanza particular, porque, no
todos tienen buena idea todavia de la suií-
ciencia de las escuelas comunes.
«Otras causas , empero, obran en la pobla-
ción de Buenos Air^, y debo mencioaarlas-
«Entre las escuelas particulares figuran ios
colejios de in&trucciou secundaria, que re-
quiere la juventud de cierta clase, á más de
la primaria á que estuvo antes reducida la
que se daba en las escuelas hoy comunes.
Todavia no ha sido posible dar para varo-
nes, en escuelas graduadas, la. mayor ins-
trucción que aquellas clases reclaman, y por
largo tiempo los colejios particulares habrán
de prestar un buen servicio supliendo la taita
de escuelas superiores que completen el sis-
tema de Educación Común, poniendo al al«
canee de todos la que se necesita para prepa-
rarse á las ecsijencias de la vida civilizada.»
La renta de escuelas y su percepción, la
contribución directa, los edificios de escuelas,
tes escuelas estranjeras, el grado y esten:&ion
déla instrucción, los Consejos escolares, son
materia de otros tantos capítulos en este d^ste-
oído informe, completado con uq resumen es-
tadístico del ago 18?8 en m:^a serie de cuadros
y las circulares espedidas ppr el Consejo Je-
{leral desde su instalación hasta la fecha-rr
187&-79.
• » *
197— Plan de estudios de enseñanza graduada
para las escuelas públicas de la Provincia y
demás documentoB relativos, presentados por
el Depcu^tamento d^ Educación y aprobados
Sorel Superior Gobierno. Uruguay. Tipogra-
a de La voz del pueblo > calle Entre Kios
núm. 97. 1879. En 89, 32 ps.
138 -^La Biblioteca Páblioa de Buenos Aires-
Proyecto de reorganización por Vicente G.
QuESADA. — Buenos Aires. Imprenta de M.
Biedma, calle Belgrano núm. 135. 1879. En
8?, 44 ps.
I ' !
Es un informé que el Doctor Qtjesada dipií-
je al Ministfó de Gobierno de la provincia,
Don Santiago Alcorta, proponiendo un plan
metódico parq: la completa reorganización de
la BíbBoteca Pública, con el reglamento y «mo-
delos necesarios para que pueda emprenderse
esta tarea, sí él plan mereciese' la aprobación
del Podfer EJecutivojyj
' /
- iú -
139-^Dicoioiiárío filolojí¿b - comparado de la
lengua castellana, qüi^contierte: 1? la clasifi-*-
cacion gramatical aé las palabfas; S^'su eti*
molojia, comparándose ño solamente los ele-
mentos de las palabras castellanas, con las
raices de las demás lenguas indo-europeas,
sino también las palabras mismas con las de
las lenguas neo-latinas que tienen el mismo'
oríjen; 3^ el significado de las palabras y sus
diferentes acepciones, corroboradas casi siem-
pre con ejemplos de autores españoles^ eleji-
dos en su mayor parte entre los ejemplos con-
signados en el Diccionario de la Real Acade-
mia Española, publicado en los- años 1726 y
1739; 4°. la colección de las .frases y refranes
del Diccionario de la Academia; 5^ los prin-
cipales sinónimos de la lengua castellana
por M. CÁLANDRBLLi (Catedrático de Filolojia
clásica en la Universidad de Buenos Aires),
En 89 mayor, por entregas. 1879.
Hemos recibido un ejemolar del primer to-
mó de la grande obra que ha acometido el pro-
fesor. Calandrelli, cual es la de enriquecer
nuestra lengua con un diccionario filolójico
comparado, en que están por la primera v^z
introducidas, á más de la clasiñcacioq gramar
tÍQal, la etimolojía de las palabras, conipauránr
do^e no sóIq los eIemento$ de la^ castellanas
con las raices de las demás lenguas indq-éii-
ropeas, sino también las palabras mismas con
- 1« -
las de las lenguas nep-latínas q[ue tieaen el
mismo oríjen, y lo qqe es pepuliar al idioma,'
castellano con las raices de todas las pala-
bras que derivan del árabe , y demás lenguas
semíticas, ^ , ,
Precede al diccionario una luminosa espo-
sicion delDr. D. Vicente Fidel Lopéz sobrej
la marcha que. han seguido los filólogo^ ha^ta
descubrir, con la adquisición del idioma muer-
to de la India llamado sánscrito, la filiación
de' las palabras, encontrando la identidad de
raices, variadas sólo por alteraciones que han
sido reducidas también á reglas según la ley .
que se llama de Grim, que consiste en hallar
la forma en que pasan .de una lengua á otra
las palabras. Sin ir más lejos, el . castellano
cambia en cha lo que en latm trae do, como
en pecho, lecho, leche, derecho etc., que vienen '
de pectús, directtts. tectu$, etc.
El diccionario del Profesor Calandrelli es,
pues, un trabajo orijinal, el primero en la len-
gua castellana , y no conocemos todavía el
que de igual jénero le precede en las otras
lenguas europeas; pues el de Litré en fran-
cés y el de Webster en inglés no han llegado
& incorporar las raices del sánscrito ó las se-
niíticas éñ la . etimolojia de las palabra^ de
sus respectivos idiomas.
1^0 r el hechb de coordinarse y publicarse en
ja República Arjeñtina este libro por uno de
j^Pt-ofesorés de nuestras Universidades, el
Iwo eis ai*J6htitto, como son norte -americano^
*
los trabajos de Agádfeiz, y arjremtínoSi : ñon' . Ips.
dé Gotrld en astróaotnmi; y Ids de: Borm^i^^-
ertjDálephtolójia, - =.!«', _ . ,
Hacemoé esta óbseWacíoii con :el oooifesadp
propósito d.e estimular el interés púj^ücp A
pf o.tejef y aüáilíar la piíblioáricín í d^^e gran
trabajo." • • ' ' ■ •' "■■ ■ ,. : -'i ¡ ' ..,: ;,.
Un Semejante diocionark) noípjtíKirá» ^n. lar-
gos anos producdpse' eni Espafla, pbrque aúi3L
eu el resto de la Europa, no sq ban coodift"-
cado todavía los descubrimieatos modernos y
casi recientes de la ciencia del lenguaje.
Pudiera el Profesor Calandrelli haber em-
prendido trabajo análago con el italiano^ á que
no habría podtdo, sino .en reducido mimero de
casos, aplicar sus conocimientos del árabe ^que
por tanto entra en la lengua castellana. ,Ha
escrito su diccioriario. áqvil, piara la lengua Que
hablamos, jr tócanos á tio$otr^,l^acer pp.gigle
su tet*ixiinaclori, ayudando á los costos, njecesa-
rianiénté cuantiosos de un diccicmano huevo.
Verdad- es que no hay /^ntre nosotros. , g^a^
número de personas interesadas .directamente
eh la publicación, de óbr^s de es^ta clase, .. fío
las hay, sin' embaiigo,;en' ninguna de la3 otras
secciones independiferttes que habíanla lengua
fcastellana ^nAilnéiríca y Europa, razón. ppr lá
cual es indiferente en cu4ldeeUfts §e einc^ea-
tra el autor y se prodüce.el libreo, pue^ ÍP.^Jiio
imleríssa es qKM < él libro 3^ prodJu:wiíí4 ... ; • . -
Pesida qne 60$istav3erj4jfáQÍÍ,lií^p,^Jo.o¿n9r
cerení todas lasrs^ceiaoes ao^^ipaf^ás^y,,!]!^'!
— lia -r
liarle leetore» eo donde quiera qxxe ia lengua
castellana se baÚe. . No baq añadido sino muy
pocos los íiorte-^ameri<»npQ al diccionario de
Webster, qne se han apropiado, como produc-
to de sus imprentas, y esportan, por valor acaso
demedio millón de pesos, á todas las posesio-
nas inglesas de América, Asia, África é Islas.
La Uranotoetria ly la M^teorolojia del í)r.
Gould, como Jos trabaje» paleontolójicos del
Dr. Burmeister, son florones honrosos de que
podemos envanecernos,: porque no es ca^u^l
sino requerida la residencia en nuestro pais
y el trabajo de tan ilustres sábjos. El dicció-
harío de Filolojia comparada del profesor Ca-
landrelli ooupará lugar no menos distinguido,
si bien con más popular aplicación á la ins*-
trnction de cada individuo.
Escasa ayuda habrían de prestar á la ter-
minación de la obra las jentes de letras y los
estudiantes al parecer más directamente. inte-
resados en poseerla. Sabemos que ^1 Consejo
jeneral de escuelas ha suscrito buen núme-
ro de ejemplares, imitando eq esto 4 los de
su clase de los Estados Utiidos, que cuidan
de proveer á cada Escuela de un Webster. De-
seáramos que esíjs^ ejemplo faesegeíjuidQpor
todas las asociaciones científicas, uteranas,
indúatrialea, como por Iq3 bibliotecas, que ya
cúéntaa poT' centenaries.- '
Un apciyo.máá eficaz d^securiamos suscitar
á ad(](ui$icion 4 qu^idamos )iiu<^ho valor, por
interds del adianto d^el saber hamaiiOj como
-- 114 —
ai^ mismo por e^h0tlo^'d4•lH»eíl&tt*o p$\Sf que
táti pofcas obasfónes: tíái© á é' «bntriJDiiír á es»-
'te córtiun trabajo; Este apoyo éeria el de los
Ticos, que entre ttO$ótros cuentan pormillareó,
aunque no pasen d^ ceníenares los quecom*-
prenden que la riqueza /qué han acumtdadb,
aún por su propia industria^ les itopone obíijga*-
(íiones para con el pate en qbé vive»v siquiíera
fuese para devólverteiál^aire, á las Hu^iIbis, &
laíevtiiidad espontánea de la tierra, d Irts ins-
tituciones y al trabajo de los demás hombres,
1á parfce con que contribuyeron á sus ganan-
cias. ¿Qué haría un propietario ó xin nego^
ciatite con el diccionario filolójicoconi parado
de la lengua castellana, qtíé probablemente no
habrá de consultar jam¡ás ?
Nosotros les aconsejaríamos suscriíMTse á
xmo ó más ejemplares, reservarlos ^ara sus hi-
jos, ó darlos á un estudiante; ó, cuando«nada
de eso quieran, dejarloé cubrirse de poiVo' en
un rincón.
El Dr. Goul d nos ha conjutaicado un dato cu-
rioso. Tomando pot*base<slas'.pról!iJijis¡ observa-
cfiónes meteorolójicas durante catoHce años del
Dr. Eguia, hoy ciego, ha eri¿ontmdo que los
cambios-atmosférrcoB^n el Río de LaPlata^stán
rjítíjétos ft variaciones regulares' que se repiten
éháBi oQce años eti nu)íXifnumyei^9iUni»mmi^
Desde que el hecho ha^sido cün(»ci|do dn Ea-
topa, gracias^ iibtíd^él'!Dr;i6oul4>{|fibUchdo
el afío pasa4o< ios^^M^ han btfMf^'para
'lo&años4 qiséi(;dt<^i$potúl^lil4riiíhimam-d^
* * *
péátafcteS^ éh aquél ¿ielo, b(!m lo qué toé áVféft-
tinós fiaban cientos de 'milííS' menos d0'l(!ys qu^
cobrab'ira las éompañiás antes, {)óttteínóí» del
' pampero, á loS buques que vienen á nuestro íio.
Estos y otrols sórí los i'esultádós de laS cües-
tioúes teóricas de que los pábios'áe ocupan.
Ádbptádia ía teoría ae la trasmisión de lá luz
polr ondulaciones, sé iriventó el faro Fi^esnel,
qt?e' ha economizado millares de vidas; en lófe
faaüfrajios que disminuyen merced á los ffer^óé
que'reivélan á grandes distancias la procsiíAí-
aad de las costas. Pedímos, pues; a los ritiófe
que lióse ocu¿)ati de las létraiá.ni dd la Ibii^uíi
castelláha, qtie ajrudeh á la terminacjó.ií felíi
de la jiriiiiéra edición, por necesidad pui^iameií^
te.arjentina de esta grande obra, piies partí
alejar las crítítías qué tío raltal^n, direníos que.
á máé" dé que lóm'jor es el eHéfntffo dé tó me-
na, urt diccionario nuéVó es'apénás la prithera
{^ruébá del dífetíoiiarió défirlitívo, porqué dada á
uz utia primera ediccion, sometida a la crfticíi
ütíivéi^sal, á la cotripatábioñ y ál eátüdío, en
cádá-jiíuéva e^idion sé váti cói¥iJiéndo' l^í d^
feótóé, ílefiándólófe' vacíos; suprimiendo Ib sü^
pérftúó ó defeétuoso, hasta' dáti .éómoeb lófe
Estados Unidos, nñ webstér é¿téré6tips|.dó, 16
que lo ' pbtié ál' íáfcáncé de las ped uéfíaa ^fbj^tu-
tías • y ák ' rá¿ es cuelas, h'átíiéndo dé '■ él lírf stt^
tfbütó'Ü'^ íüfcí^átivo cotíiércio. -
• 'Dfetáhaó ^^í éipttesto'el v^topómd ^mh
Wmmeriiti.^í púbRctí eIf'f^o!^ de^ITftbiOHiil-
fv> fm^dó empatado ^¡hi^gm'mm-
- ,116 —
.ttortt^ y teniendo en cuenta Ift luminosa espo-
sicion Que hace el Dn López, sobré el estajo
actual 06 Ifi. cieucia del lenguaje (le que aquet
dicciabÉ^rip esla aplicación práctica á nuestra
lengua, llamaremos la atepcion sobre el con-
tenido del tomo ya publicado y. que abraza Ift.
letra A ba$^ta ALL, pues apenas alcanzará el
segundo tomo á agotar esta letra inicial rica
en palabras en todas las lenguas, perp más
rica aún en el castellano por la incorporación
en nuestra, lengua de palacras árabes, prece-
^didas. del artículo a/, árabe también, como su—
^cede en ^ilgodpn, que es colon en francés» al—
bornpz, un vestido que llamamos también bor-
liOZf 6 iDJen azúcar, que es sucrey precedido de
M, reducido áa.
.' La. ipaypr parte délas palabras de esta le-r
tra pertenecen á una lengua semítica» c¡m en
el castellano viene ^ mezclarse con undiialecto
latino, como es el cfistellano, reuniéndose asi
dos familias de lenguas orijinales distíjatas^
bien así comp el inglés se compone de dos ra-
mas déla familia mdo-europ^, qúe3epara-r
Jas d^l tronco en tiempos remotísimos, lajep-
j[nání<;a y la latina, han venido á confundirle
en un solo idioma moderno*
. ¡AMe?r este diccionarip, y cuidado qup pres-
.ta a rífala idea de leer diccionarios !)a curicl-
sidad se torna en asotnbrp al ver yívíp las páy
labras^ inovers^^ contar la historia ^ejosppé^
blos igopradós ^ue t^s inyentarpq, sqspgilt^
4ptacioneS| sus ideas, sus creencias rp^ipsáiá» ^
- 117 -
ni más ni menos que cuando con un poderoso
microscopio vemos moverse en una gota de
agua miliares de alimálcul03 dotados de óvr
ganizaciones complicadas, con instintos y pa-
siones que los traen en continua ájítacion.
Abra el lector cualquiera pajina, y verá en la
etiniolojia de una palabra, qiie cien pueblos
están hablando la misma lengua, aunque no s^
entiendan entre feí, y que grandes ' naciones,
desde tiempos qué la historia no señala, haii
usado este raistíao lenguaje, que, por las razas
indo-europeas que están alTrénte de la civiU**
¿ación, será el humano hasta la cohsumaóioh
de los siglos. ¿Quién no se sói^pretideál veif
que aspectOr espejo, espectáculo, espectativa^ res-
pecto, inspección, sospecha, es la misma palabra
specto de una lengua que no conocen los que
oe tantas maneras han variado su significado,
y sin embargo siempre racional y como ma-
temáticamente demostrable, según los prefijos
ó subfíjos y designaciones que la adaptan á to-
das las necesidades del espíritu?
Hasta los estraños caracteres que represen-
tan las letras del sánscrito, incorporadas en el
testo del Diccionario para mostrar la raiz de
una de nuestras palabras, traen la idea de /i5-
sUes de las lenguas humanas, desenterradas de
debajo del terreno de acarreo que les han acu-
mulado los siglos encima, y sirven hoy para es-
plicar, como los huesos de mastodonte, la filia-
ción del elefante actual, ó con los esqueletos del
hiperion los oríjines del caballo que montamos.
4^Í6Mg?^ t)u^ac estas ai>^Q^^aí?^ ^ |^-
^n^Qtfír^j^]^ w 1^ fl[i40 se rftQmere ^tíinfl^it |e-
fHR ^H.í?^^?^^ e4R^<^fardeM(?er $.us tí;tó^
f??í>^Wcioaes, y puc^o d^b^ ayud^j;, 4.
11^ ^tqdiisq t^s e$te diccionario p^r^» ^9 }f i^iP
oí^^sV. lenguas. Lp. parte del árabe es lá más
ccfffiphís^ y orijinai del Profesor Calar^dreíli
pues e$ ésta la peculiaridad que distingi^e elí
castellano de las otras Íengua§ neQ-latfpas.
. j&onplniremos con' recomendar. á.'cua;itOs
pwe^jaá disponer de algún dinerp'qqntribuyarl^
ala realización de.este trabajo qael^árá hbqúr
al áüüor q[ue lo concibió y al puefcllQ g.de haya
de apropiárselo por ser parte de su íiterátura
yhaberlq acojido y patrocinado. Señálame-
nos apetecible dé las noticias f).cju.ellá que ase-
gurase q^ue no pudo en la ¡República ArjéAtina
y en la grande y culta qiudad dé Pu.énps Ai'^
res, tprminár^e 1^ ya emprendida publicación'
iíií un áiccioqario nóvísinio, por falta 4p mü
. .. P. F. SAaMlENTO,
Tx:
-r: ' ' " ^ i'/'Miif.
■' . J,
' I,
ti
CIENCIAS MEDICAS,
' ''IMI'»'
lj4Q'^LaLoGar4eiiB!iMjio& Aires por SAxy^if,
Gaché. Trabajo premiado an el ConcupsQ
Científico cdébmdo por el Círcuíq Médico Axr
jenÜQQ en el año de 137SÍ. Buenos Aires. IoIt
preotadeM* Piedma, Bi^granonúm. 133 y 135.
1879, 208 p^-
La obra cuyo título encabeza estas líneas,
no pertenece al jénero de esas publicaciones
superficiales que con pretenciones de cientí-
ficas suelea aparecer entre no«^otros. Es, por
el contrario^ un trabajo serió, digno de la hon-
rosa distinción que obtuvo en el concurso cien-
tífico iniciado por el Círculo Médico. Sujo-
ven autor ha abordado con entereza una de-
las más arduas cuestiones científicas, y sin
retroceder ante las' dificultades que á cada
paso debió hallar, ha desarrollado su vasto
— 120 —
tema de la manera más satisfactoria, pues sólo
podemos reprocharle alguna falta de valor pa-
ra tomar una posición definida ó en el campo
espiritualista ó en el llamado materialista, que
en pocas partes se tocan tan de cerca.
En el estudio de la locura se confunden el
sicólogo y el médico; y en el análisis de esas
estrañas aberraci^oe^ (j^ue privan al hombre
del uso de su rázoh \ tienen igual interés la
ciencia y la ley« ' Las, doleqci^s físicas cons-
tituyen' con especialidad la esfera de acción
del médico; pero la- omlizacion ha entregado
también á la ciencia el cuidado de los infelices
dementes espulsados dél seno de la sociedad.
Y d jaez.? A cada instante se presentan ca-
sos eti los cuales es necesario averiguar el
estado mental de un individuo, en los cuales
el estado de la intelijencia en un momento da-
do es de la más alta importancia jurídica. El
crimen y la locura ! Cuánto no podria decirse
sobre el misrenoso enlace que liga la acción y
él estado intelectual, la mano homicida y el
cerebro deliraniel Las bendiciones de la ca-^
ridad caen hoy sobre la frente del demente y
la ciencia le brinda sus ausilios. Vendrá dia
en que la caridad tendrá también una palabra
de consuelo para el criminal y la ciencia una
palabra de esperanza ? Plena convicción abri-
gamos que así sucederá, que en parte así ya
está sucediendo, pues no debe creerse que los
medios de que dispone la ciencia son única-
mente materiales; no levantemos como símbolo
— m —
f
de la medicina el mortero del farmacéutico
ni repitamos con Moliere:
sangrare^ purgare et elistare.
También el aire purOy flecho limpio, el aseo
persona], el. trabajo, en una palabra lahijiane
y también las influencias morales, son potc^n-
tes palancas que mc^ejadas hábilmente dan
resultados maravillosos.
Estas y muchas otras consideraciones se li-
gan al estado patolójico, que constituye el te-
ma del trabajo del Sr. Gaché 7 que, á pesar
de detalles en los cuáles profesamos distinta
opinión ala delautor^ nos. na producido lamas
grata impresión. No podemos menos de adr
erirnos á la opinión del ilustrado jurado, que
con más autoridad que nosotros determinó su
valor : «Revela el autor mucho estudio en una
materia verdaderamente difícil y digna de aná-
lisis». En efecto; si seria ecsajerar decir que
el trabajo que nos ocupa es perfecto, hay sin
embargo la más estricta justicia en decir que>
es digno de llamar la atención y ser qstudiado
detenidamente; tanto más teniendo presente
que es el primer trabajo serio que se publica
entre nosotros sobre esta materia.
El Sr. Gaché ha inaugurado brillantemente
su carrera científica, y cuando'alcance triunfos
mayores, recuerde que tuvimos una sincera
palabra de aliento para el principiante.
A. K.
- . mi -
id de Mediciaa
Pedro MArxo, catedrático sustituto (en ejer-
cicio), Médico de Sanidad det Puerto, etc. etc.
Tomo II. Buenos Aires. Imprenta de la Tii-
buna, «álle de ^a Victoria, nüm.S7. 1878: ílft
4*^iliéaop, ^pa¿ : f .
Apareció en 1«79; y tíette ésta fecha en. st)
carátula interna^ - •
«La ^Hid púbHca es riqueza nacional.»' Es<^
ta es una gran verdajd desconocida desgraciar*
demente por la maryor parte de nuestros bom<^
bres de estado. En erecto, la hijíeiie es unSiA-
de las más importantes ramas de las ciencias
riiédícas, pues no tiende á reparar un mal, si-^
nó á evitar que se ppoduéca. •
Fijáiidpnos en lo sucedido en Inglaterra, mo-^
délo que debe tenerse siempre preserve cuatr- '
do se trate de esta matena, vemos qué allí
se le hadado, de treinta años á esta par4;e, at-
tísíma importancia. Se han gastado injentes
sunias en modificar las condiciones hijiéni-^
cas de muchas délas ciudades del reino; y, lo
que vale más, pues no en todos los países su-
cede, se han gastado con provecho. No haa
tardado en obtener los benéficos resultados-
que eran de esperarse: no sólo la mortalidad
ha disminuido, sino que, enjeneraí, se haa.
desterrado ciertas clases de enfermedades,
como por ejemplo las zimóticas y catarrales.
- m -
^I qa^ ^j^jter de ese pi^eblO;, ante to4o prác^
tí9Q y Ac^^t^hraáó 4 considerad j^^ ^üteal^'
t^e¿' ^a¡p siji jfaz e^9nómica, que eti- re^UdcUi^
e3.\^^\^ff]^6% qi^e jdeb¿: ¿mat á fo$ pod^ré^ -páblf-í
CQ^, jaQj¡n¿rgp4^(5 quillas siup^?^ ^^feffas en*
faypj: ^jé ^§. sajud pública redundarían fojí^ór
sdifleQÍ^ pa úná gánapcía posítiya. Eétó vínd>
4 ly-ci^pt^rse ^>íen pronto eii lá poslMÍidíud átí,
ab;<il¡rías trabas cómérciaíes, dando al ínter**
p^o n^cpn^i tod^s las francj^uicias mia|lba^
jCípglajl^rra tiene, aírenlas, por capital^ eseco^
Io3p iij^a^^^Q Londres, que sí es utia tjtiaríaViy^
11^ íjajp el punto de vista 03tético/t?Qtriéfci}i|'
é |hid^stri^l , Ip e¿ mujcho más , teniendo en
cupntqt sus 4.00Ó0OO de habitantes , b^jp el
puntp de vista hijiéiiieó. ' j T >
E^á gran aglomeración de seres hiimÉii?óaf
quie al amp^irodeimálcjislacíon libelral lüóhpqi
ardi^pterhea'te por 1í^ ecsisténcia, po serian, ba-
jo el punto de vista médico, ^sinó un .gran fcico
de i'níeccion,,siuna léjislacioh sábíét, ayudada
por los progresos de la ciencia, nó hubiese
atenuado los' graves íacon venientes que era
natural esperar de semejante hacip^miéptp de
seres humanos. Se ha logrado reduéir lá rhor;-
tálidad desde 43 por 'tñil hasta 23 por mi!, lo
que,' dada la población de Londres, constituye
Íihá economía de 80,000 seres círrehaladas é
d muerte ^ara entregarlos al trabajóla '
ííste ejemplo palpitante nos señala !&.' rut^
que debemos seguir. Para ello es necesario
- 124 -
difundir las yerflíides hiuénicás, y eáte és, áin
4udai etíia que'ha tenido' presente e\ Út/Má^
u^(^ al publicar sú importante obra^ escrita en'
un estflq fácil á la vez que claro y pelrsda-
sivp*. El Dr. Mallo aborda con franqueza fp-[
4as i^s cuestiones, y . las r.ésuélve ¡^n la tt^á'-*
yor i Piarte • de los casos de. una rnánera satiá-
mctoria. Para; escribir una obra dé esta es-
pecie en nuestro pais, es^ precisó tener los
vastísimos conocimientos que posee este autor¿'
puesto . g^ue,. siendo esQasfejmps los. datos^ so-
bre, núes tV9,ípiovimiento demográfico, hay qüe^
vencer barreras insujperá^les para la jenérar;
UdacJ., El Dr. Mallo las ha franqueado, gra-
das, á su laboriosidad, y jno trepidamos en
declarar que, á nuestro juicio, su obra es una
de las. noiás importantes que se hayan publi-
cado, hasta ahora en este pais, y está llamada
ádar escelen tes resultados prácticos.
Concluye el interesante libro del Dr. Mallo
con un apéndice sobre cementerios, en el cual
va incluido un trabajo sobre cremación de
cadáveres presentado á la Sociedad Científica
Arjentina. Nos complace sobre manera la ac-
titud decidida que asume al tratar este delica-
do punto, combatiendo á los espíritus timo-
ratos que^ apoyándose en añejas preocupa-
ciones sociales, tan respetables como se quie-
ra, pero que han hecho ya su época en el
muna0| se oponen á la cremación, y prefieran
hacer del cadáver del ser querido que desean
conservar, un foco de repugnante y peligrosa
infeceion, ¿nte^ que entregarlo á las llamas
ipuriÜcadoras.
Es de lamentar que' no haya dado el Dr.
Mallo toda lá importancia que merece entre
nopotros,- á la regularízaciori de los ÉenóriieTios
metéorolójicos por medio de la vejetácion áltál
Ahora mismo, nuestra industrísl ganadera
está sufriendo las consecuencias fatales dé
la falta de lluvia.
Recomendamos, pues, esta obra, no sólo á
los que se dedican especialmente al .estudio
de la ciencia, sino á cuantos tienen interé$
en adquirir conocimientos útiles, aspit-^ridd al
mejoramiento hijiénico del pais. Para todos
ellos hay variada y útil lectura en el libro del
Dr. Malte. (. ü^
■ '■' I
4
— » f *
Ití— Potoografia de Buenos Aires, Pe la ne-
cesidlíd iínprescindible de urt dispensario de
salubridad de costumbres para reglamentar y
reprimir la prostitución por el Dr. Benjamín
Dupo»T, Condecorado de la Lejion d^ Ho.nor,
Honrado ( concurso ) de varias medallas por
*tr*J)ajos científicos, Miembro corresponsal de
la Asociación Médica Bonaerense, Míenibrp
de la Sociedad de Hijiene de Paris y ^e otras
Sociedades cieixtíflcas y médicas, etc.*— -árs
tonga, mlía fyrevis. Buenos Aires. Imprenta
de Pablo E. Coni, especial para obras. 60—
calle Ahái^arreO^ 1879.. í¡n «^ «ayor^ 7Q pg.
Y'
trabajo deíeríidb y íléfíó^cle büénóiS 'datáá;
Mí autpr lo dedica á la , Municipalidad dé B^éN-
2oa Aires y al Jefe de P^olicia, porgué brteé' óu^
eUo3 corresponde propender á lá reglatri^éinta*
cíbú que. Indica. Tietaé el defecto de éóisi'fo^
das las obras sobre esta materia: ser itiápfiM-
¿ábl¿^.
IjiS-ríja orémaóíon y su sancióii dbcréláda
en im Municipio de Buenois Aires. Impvéntáy
Librería- de Mayo, de C. Casavalle. Pefrd lio.
Í870. Eñ 8^ mayor, 19 ps.
*
Coiitieiie un detenido informe del Dti '0/ José
Frakcisco Lopbz, procurador fiscal de la Mu-
nicipalidad de'^Belgrano^ en apoyo de la inci-
rtóra'cioh de cadáveres, y la í*esoludon ilé esa
córlpoiracíon en el sentídd del informe fiscal*
; ; '
. 14á— Gimnasia hijiénioí} para niñas eñ l'a es*
ovitía y en casa de familia por el ddctor A. G.
PiíA^HMÁNN (Con 134 láminas)- Traducción de
C- A- ScHONHAYDER tráduc, púbHco. Buenos
Aires, Librería Europea de 1. Jacobsep y C^
PíiUe Florida 242. 1879. En$? meaor/lÍ¡8 ps.
J X
o^Üéreib s<:A¿lados» dice Yf ¿'¿or ^é' ilM^dé
en su libro La educación homiciéUí, dedicado
^ 127 --
á (Sóttí1)atír él réjitti^n aotualde los Kceosi de
Francia, idéntico áldeJla mayor.pa'rre de nues-
tros cotejios de pupilos y medio-pupilos; «que-
reiií soldados, y vuestros liceos están atroz-
mente calculados para hacer inválidos! Y áun»-
(Jüe se tratase de preparar ciudadanos desti-
nados á seguir carreras liberales, siempte re^
ñamaríamos en favor de los estudiantes una
educación física más vasta y mejor sistemada,
cíiértos cuidados que propendan al acrecenta-
miento de la fuerza y de la belleza corporal,
y por lo tanto, dé laintdijencia y de la fuer^zla
moral.»
Lajímnáslttea, tan adelantada y simplificada
al mismo tiempo, obligándonos á la actividad
de ejercicios convenientemente dirijidos, tiende
á ecjuilibrar y hacer marchar al unísono, por
decirlo así, el desarrollo de nuestro cuerpo y
nuestro espíritu; ños enseña á vencería fatígfa
j á cumplir la ley del tt^abajo, que es, según
la espresion de Schreber, un precepto filosófico
universal.
El libro de'Drachtíciann, recientemente tra-
ducido en Buenos Aires, se limita á los pre-
ceptos de jimnaáia híjJénidá para las ninas,
regulando ejercicios iiealizttble& ho sólo en la
escuela, ^iñó tambiéil en la caáa d0 familia.
-Pat^cfe qlte es én^ los colejios de señoritas de
Büérios Aires dondjé sé^ ha introducido pré-
fét^ntemfertte esté feiatisma de educación* ebí-
• i^al; grcreias á la cónstandaí del Dri LáU-
»én; y We> k>bsftatíte los 70 ó máfe áriós de^v
-^ .1^8 -
taja que lleva ^ el mundo la jimnasia para los
varones á la jimnasia-para las niñas. \ ^ ^
Pero ellas lo redaman más que nadie, por
la especie de enclaustramiento á que las so-
meten las ecsijencias sociales.
: «La aaémia y la nerviosidad son las dos
enfermedades con que tienen que lu,char las
niñas. Las dos se producen por falta de ejer-
cicio y demasiada ocupación de la inteli]encia
Íde la fantasía. En los últimos decenios ha
abido una tendencia predominante á estos
; males en toda la jeneracion, particularmente
en las mujeres que por naturaleza tiepen in-
clinación auna vida sedentaria y poseen una
fantasía muy desarrollada.»
Wilde dice: .
«El insomnio y la falta de luz solar enjen-
dran la anemia de las capilares; la palidez
morbosa que se nota en los presidarios y en
los que tienen costümbriB de velar, es en mu-
. cho debida á esto, . ^
«Por otra parte, la falta de luz y de ejercicio
son la causa de la blandura y ppca resisten-
cia de los tejidos.»
Y en el mismo artículo agrega; describiendo
los efectos fisiolójicps de la jimnasia:
,^Bajo ei imperio de estos ejercicios sabia-
mente dirijidos, la nutrición se hace ipejpr,
las secreciones ppr completo» la piel se pone
bland% ;suave , de color uniforme y se des-
K rende de depósitos sebáceos, graaoa i^. a1^^
)s más^ul^]^^ se desarrollan^ los huesos; ad-
- Í2Ó -
qifieren su dirección normal, la respiración se
vepQca espléndipiaiperjte, el pQcho de ías jó-
veneé sé levanta y á lo hermoso del busto se
añade entonces la sa»idad y la amplitud de
los pulmones, la circulación activa de la san-
gt¿^ déítardá a^utídah teniente la' vida 'en Ibidos
&s órganos, to^ dapQares se Uenati y cotorán
a^ífdaWefaieníaíel rostro, «I organismo se con^
vieHe en fóoo de calor suave, lijeranierite há*-
misdo, el apetito se despierta y el sueño pro-
fütqdd se apodera del éerébro á horas óportu-^
ñas, procurando al cuerpo un descanso com-
pleto».
.'£U -Dr,. L^p^en, para quien paa:ece.qae jhia
s\^ if aducido ellitro de Draol^niaoíi, y 4.quiaa
d^ftnu^'tF^ Vóciéc^^
9P§ *sistema^ de jinina^^a en Ips colejio^ de
niñas, réeiWá las felicitacio4?f es d^ las, .perso-
nas que i^e preqí^up^h . dp pu^^tipnes de qdiir
cacíoa,.,y„lo:qué.j0s .más l^alj^glieño^ pl ^gPíi'í-
deqim^ipnto sínperb^dp las madres, de. familia. : .
»^ *
.. f.
145-riApuntes sobue la Yerba matat Recopi^
ladoi^ y ■ r-eáúmon. de los; triabajo&v<i?otioeidoéi
hasta la fecha. Nuevas invesitigaQÍbne& de D;
Domingo Parodi , por Emilio R. Coni. Bue-
nos Aires. Imprenta de M. Biedma, calle de
Belgv^tjQ 135; 1879, Eíi16% .32;ps.
. . . : í
<• . • I *
— 130 —
Recopilación y resumen dq los trabajos co-
nocidos sobre este veietal y algunas nnevas
observaciones acerca de su acción fisiolójica.
146— Estudio sobre el ácido qoebraohitániM
del quebracho colorado (Quebradiia Lorentzü»
Gris), por Pedbo N. Ar^ta, profesor de química
de la Universidad, miembro de la « Sociedad
Cienjtlfíca Arjentina »• Buenos Air*es^ Imprenta
dePabloE.Cóni,Alsina60. 1879, En4?yl4p9.
147— 'Estudio sobre las aguas medioinales de
fif endosa por el Dr. Abrahan LEMos/Gdabo-
rador corresponsal de la Revista Médica Qui^
rñrjióa de ¿uenos Aires, miembro asociado
estranjero de la Súcieté francaise d* higiene^
Médicd Director del hospital de Mendoza; Mé-
dico de los Tribunales; autor de la Proñlaxis
déla viruela^ (Manual del vacunador) (tesis);
Jíll Bocio y Cretinismo en Mendoza, Plantas
medidnaíeSf éb. Dedicado á la Asociación mé-
dica bonaerense. Publicado en la «Revista
Médico Quirúrjica» de Buenos Aires. Buenos
Aires. Imprenta de Pablo E. Coni— Alsina 60.
1879. En 8?, 32 ps.
148— Anotaoiones sobre la sífilis y su trata-
miento por GmLLERMO N. Hiron, doctor en
— 131 —
medicina^ miembro de la Asociación Médica
Británica y de ia Asociación Médica Bonae-
r^ise. Memoria presentada á la Asociación
Médica Bonaerense en su sesión del Jueves
8 de mayo de 1879. Buenos Aires. Imprenta
de Pablo E. Coni— Alsina 60. 1879. En 4?,
11 p3.
149— La eBCBrlatina en el Parnguay^ por Mi-
guel Gallrgos, Profesor de Farmacia de la
Facultad de Medicina de Buenos Aires , ex-
Cirujano principal del Ejército Argentino en la
campaña del Paraguay, gefe del servicio mé-
dico de la guarnición Argentina estacionada en
el Paraguay desde el año de 1870 al del 1874,
ex-Cónsul general de la República Argentina en
la del Paraguay. Buenos Aires. Imprenta de
Pablo E. Coni, Alsina 60. 1879. En 8 •, 48 ps.
150— Cholera and yellow fevers their causes
and propagation. From á non-medical point
de view (together with some hints as to the
preservation of health , den ved from the ex-
perieiiceof a miarter ofacentury in this coun-
try) by J. M. Williams. AU rights resarved.
Buenos Aires. Imprenta á vapor de Juan H.
Kidd, Corrientes 117. 1879. En 8°, 18 ps.
íl
— ^3^ -
^obre la salud; efectos atmosfér,ÍQosT-rnutp¡-
cioa y localidades; cólera— sug oausa^i .fie-
bre aipaiarilla— sus causas; propagaoiofi de safan
bas enfermedades.
151*— Do8 ob8eí?aoi{>iie& de ovatiotbmia p^ac^
tícadas en Buenos Aires, por Pedro Defoiíc',
Doctor en medicina, Miembro de la. Asociación
Médica-Bonaerense en su sesión del jueves
31 de julio de 1879, Buenos Aires. Ijnppeflta
dé Pablo E. Coni, Alsina 6Q. 1879. En d« me-:
ñor, 22 ps. .'.:.'.. .,; i
152 — Befataoimí clínic9 psicológica» dd^i^ffiír^
me tnédioo-legal espedido poríel Caóséjo áb
higiene pública sobre el estado nientalideljJAr-^
ricida José Vivado por Lucio Melenobíí. Büe«
nos. Aires. Imprenta de M: Biedrna. Bt^^ránd
núo^eros 133 y 135. 1879. En 4^. matíor; 24 Ipsl
Es un trabajo completo en que el autor sos-
tiene con los mejores alienestas n^odernog.la
necesidad que cediste en estos éósos cíe hacer
análisis prolijo de los antecedentes de faínftiaí,
punto al cual el Consejo de hi iiéne no ha dfedo
la importancia que realmente tiene. '
Renata uno por uño todos los argurtréntos
del informe del Conr-ejo y concluye f3ndánído-¿-
se en él ei^tudio de casos análogos para éo¿i
tener que José Vivado era ün enajenado en Á
momento en que cometió el crimen.
— 183 — .
TESIS
4
Preftent^M^^ la F^oultad de Ciencias Médicas.
187^. Formato uniforme en 4° menor.
El q^méro 4^ las tesis presentadas durante
el año 1879 é la Facultad ae Ciencias Médicas
asciende á 33.
En jeneral, son trabajos bastante comple-
tos; pero hay algunas que por el tema ó por
su desarrollo, niérécen una mención especial.
£ntfe é^tas í se encuentra la del Dr. Burgos
^bm el \ Quebracho blanco, cu^a corteza es
uiiygrdadero sucoedáneo déla quina, pues reu-
ild'á 'SU identidad de propiedades con ella, la
ventaja de poderse obtener á un precio ínfimo
pdr eocoiitrarse abundantemente en nuestro
pais.
En vista de los resultados obtenidos por el
Dr. Burgos con este ájente, no es aventurado
asegurar que sí se repitiese el peligro que ame-
nazaba é la humanidad por los años 1860-62
cuando estuvieron á punto de estinguirse los
árbeléá' Quineros del Perú y Bolivia, la Repú-
blica Argentina podría ofrecer al mundo sus
bosques mmensus de quebracho blanco.
Esta tesis ha merecido varios artículos de
revistas eurcírpeas*
Oíro de lo^. ti:abajos más completos ^s el
del Dt. G-UBMBS: sobre Medicina moral; no se
- 134 —
ocupa, como Burgos, de un punto nuevo en la
ciencia, pero sí muy descuidado entre noso-
tros. Leyendo la introducción solamente de
esta tesis, se vé que el autor. posee ooijoci-
mientos nada comunes de ciencias sociales.
Las tesis de Ramougé, Jorie, Süsini, Revilla
y Penna tienen el mérito de la orijinalidad,
pues están llenas de observaciones cUnicas
efectuadas por los mismos autores.
153 — ^Efectos fisiol ojíeos del baño de aire oom-
primido entre una y dos atmósferas por Fa--
cuNDo T. Larguía, ex-praticante de la admi^
nistracion de Vacuna, ex-practioante del Asilo
de Huérfanos en la Epidemia de Oftalmía del
77 y 78, propagador de la Vacuna en ?1 Chaco.
Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma, calle
Belgrano núm. 135. 55 ps.
154— Estudio químico, fisiolpjico y clínico de
la leche por José Veron. Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma, calle Belgrano núm. 135.
63 ps.
^55— El merourio en el tratamiento de la sí-
filis por Ricardo Suduík. «L' organismo gué-
rit la vérole sous V inffuence du mercure» Trou*
- 135 —
sseau. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E.
Coni, especial para obras. 60-calle Alsina-60
92 ps.
lS6--Tésis sobre medioina moral por Luis
D. GüEMBS. Buenos Aires. Imprenta de M.
Biedma, calle Beigrano núm. 135. 59 ps.
157— Estudio spbre el quebracho blanoa (plan-
ta inaijena de la República Argentina ) por
Fblix R. Burgos. Buenos Aires. Imprenta de
M. Biedma, calle Beigrano núm« 135. 71 ps.
I68--Iia éleotñoidad por Miguel Murphry
Buenos Aires; Imprenta de M. Biedma^ calle
Beigrano núm. 135. 51 ps.
159— Apuntes teórico-práclicos sobre la hi-
droterapia y sus aplicaciones en el estableci-
miento del doctor Juan A. Lacroze, por Er-
nesto Cabral, secretario del Círculo Médico
Arjentino. Buenos Aires. 5572-Imprenta del
Porvenir, calle Defensa 139. 57 ps.
160~Uremia por José PENNA,ex-practicante
interno del Hospital General de Hombres, ex-
1
i
— 136 —
practicante mayor irttérno (por cohctirsó)' del
Hospital General de Mujiereí, mieüi'bro dé lc(
Comisión redactora de los Anales del Círdtdd
Médico Aij entino. Bnenos Aires. Imprenta, li-
brería y litografía La Patria, Cuyo. 79., 119 ps.
•'•'i
161— Contribución á ks eiiferúiéáHábrfiJWll!^
gado por Alberto Ugarteche, ex-j>racticante
interno del Hospital San Roque y miembro ^ei
Círculo Médico Arjentilió. Btfenó^' ' Aires.' Ifai-
prenta de M. Biedma, calle Belgráno títtmi 135;
7a ps- . ' í.
162— Estudio de algunas cuestiones sobre la
herejioiade latisia por Pedro J. F«ia.í?.- aje-
nos Aires. Imprenta de M. Bi6dpaav9^Ue.*^ejbi
grano núm. 135. 47 ps.
'.f ' .'*!
163 — Observaciones soI>re los 1}4itfajiwa.i|¡|iípi-
tiles por CÁEMELO 't. Crespo» Bueaafs ^Á^^Bw
Imprenta de M. Biedma, calle Q^^p^o Wdm^
135. 53 ps.
1 •
. • « -
K'i
164— Consideraciones jenerales sobre laflao-
cion y conjestion del 6terü por Guillermo Val-
DÉs. Buenos Aires. Imprenta de Pabla E. Co-
ni, es^wKriaK pató obras, 60-cálle Atfeina>-6«).
35 ps.
I • ■ .
- 137 -
Aires. Imprenta de Pablo B. Coni, especial pa-
ra obras, 60 -calle Alsiea-dO. 67 ps.
I ' I ' I .•
l66T^a99i*»tíWff Pf>r íosi^MTWW 1
TE. ?5«W9; Airea . Iwwrentff ^ gl lMfffíMf?ff«,
i »
167— Consideraciones sobre la eadooarditii
reiunatiQ!^ por Nicanor M« Kamju^«a99« Bm-
nos Aireá^ Imprenta de )f 4* Al^fnai c^U^ w-
.. . I
«
4
mas
Aires
núin.l35.~89 ps.
t , i
Kde-OoMiddraéietieS' sobi« p#<^lMd* t^ll^
tamiento déla picemiaj sejAlMMllli jioV.Vmi*^
To Albxandrb, ex-ptacticante ma^Or interno
del Hospital San Roque, ex-practicánte ma-
jq^Ift^Pí^o del.HoMíital Qeiíeral.4p »pm|>rfs»
138
Buenos Alfós. 5441 Imprenta del Porvenir, ca-
lle Defensa 189. 30 pfs. y 3 trazados térmicos.
170— Estudios sobre un nuevo' método de
tratamiento de las aneurismas de la aorta por
Ai^ÁLBEfitoBAM Auge, licenciado en Farmacia
y miembro activo del Círculo Médrco Aijentino.
buenos Aires. Imprenta de M. Btedma, calle
de Belgranonúm. 135. 61 ps.
171— Obsefi/ápiones xáédioas y qüiráijioaa del
hmpitiir'dé^ üÍQ08.<Sah LuisQonsaga) dufant^
el año 1878, por José M. Jorgb, practicante
mavor interno de dicho Hospital, miembro fun«-
dadíor y secretario del Círculo Médico Argen-
tino, etc. etc^fBu€\nos Aires. Imprenta dé^ M.
Biedma, calle Bélgrano núm* ;135^ Wí ps. con
4 lámina^.'; ' ,
172-— Contribución al estudio del empaoho por
Tblémaco Susini. Buenos Aires. Imprenta *
da l4i jPa^% calle de la;Vi<>toria 97.y 99.
137.ps. y. 2 ^pánas.
^ ITS'-H'kttMpti de la primera edad ^ór Lau-
reano JbkvAs MiGüEz, ex-practicantd interno
— 139 —
del. Hospital Español^ licenciado en Farmacia
por la Facüitad deí Ciencias Médicas.* Bue-
nos Aires. Imprenta de 11. Biedmá, callé B^
grano núm. lo5. 63 ps.
174— Cónsideracione3 sobre un easo dé nM^
ritis del plexe^eardiaóet Angoi^ paotoris^^eo-
ralffia cardiaca— Gota 'dia&agmática— Ester-
malgia— Enfermedad de Hunter— Neuritis dia*
fragmática — Isquemia cardiaca — See. Por
Eurioüe li. RiíviLtA, ex-pract4cdnte Mayor
internó del Hospital General Üé Hoühbres, Sté-
cretarío de la Asociación Circulo Medicó Ait^
gentinú. Buenos Aires. Imprenta de M. Bied^
nta, calle Belgtano números 138 ^ 195.* 64 ps.
175— Apuntes clínicos JfobrBa&aia porl^i-
DBO M. B£90EiRB« Buenos Aire^. Impr^njta de
M. Biedma, calle Belgranó num. 135. 49jpsi i
i76^L4gitimii«d del aborto mediad por CIXr-
LOS Rojo, Buenos Aires. Imprenta de M<fiiieé--
ma, callé Beilgrano Uúm. 185¿ 35 ps. . i
177— Contribución al estudio práctico 4e las
irido-ooirróiditis por JúAÑ H. Bbjaraíío, Buo~
.j(..j5- ».jj..¿..jj.*j¡t. .jj^.jif..jif.
— 141 -.
E. Coni, especial para obras. 60-Caile Alsina
-6a 39 ps.
SS^^Iodiearoiones del parto prematuro artifí-
eial por Bartolomé Constanzó. Buenos Ai*
Pé$. Imprenta de Pablo E. Coni, especial'para
fibras. ¿O-^calie Aisina^60. 65 ps.
l84— Estudio estadístico dei hospital general
de wiíjeres por ^uan B. Arini, ex-praotican-
tp mayor interno del mismo establecimiento.
Buenos Aires^ Imprenta de M. Biedma, calle
de íeJgranp nOm, 135. 65 ps.
185— A ni|lisis inmediato de los vejetales poi*
rbD¿o HAkciso Arata. Buenos Aires, im-
prenta de Pablo fí. Coni, especial para obras,
60--Alsina-60. 48 ps.
186 - El flanitae agua, polvo y jabón produc-
to .aqtíséjptíco y desinfectante, hijiénico, medi-*
<ií^lüPr^?«?íiYativo (no pontiene ningún veneno),
PpC^uected garantida oon priviíejip de inven-
ción. Parfi la venj;a é inforipes dirijirae á .l£^
ajencia del sánitas, 609-Calle Cangailo-609.
Buenos Aires. En 8?, 24 ps. Publicado por la
— 142 —
Imprenta del «Courrier de la Plata» en. joú-
mero de 5.000 ejemplares. 1879. ^
187— La mortalidad infantil en la Ciudad dé Bbe-
nos Aires. Estudio comparativo de la morta^
lidad infantil de Rio Janeiro, Montevideo, Li«*
ma, Méjico y otras ciudades americainaSj por
el Dr. Emilio R. Coni, Miembro honorario de la
Asociación Médica-Bonaerense; Miembro cor-
responsal de Ja Sociedad de Medicina de Li-
ma, déla Academia Imperial de Medicina y
de la Sociedad Médica de Rio de Janeiro;
Miembro de la Société frangaise d' hvgiéné de
Paris; Director y Redactor en jefe de lá JB9¡*
vista MédicO'Quirúrjica ; Ex-prácticaníe ttia-
yor interno (por concurso) del Hospital Gene-
ral de Mujeres; Ex-oficial primero de la Ofi-
cina de Estadística déla Provincia. etc, Bue-
nos Aires. Imprenta de Pablo K Coni, espi
ciaí para obras, 60- Alsina— 60. 1879. En:
mayor, 62 ps.
188— Movimiento de la población de la Ciudad
de Buenos Aires desde su fundación hasta la
fecha, por el Dr. Emilio R. Coni, etc.— loS (tí-
tulos anteriores)— Buenos Aires. Iniprenta' de
PfebloE. Coni, especial ' para obras, 6D-*A*Alsi-
na-60. 1879. En S<^ mayor, 62 ps.
— 143 -
189— Apuntes sobre el movimiento de la pobla-
oion en la Ciudad de Buenos Aires durante el año
1878. Consideraciones sobre la estadística mé-
dica y movimiento de los hospitales y hospi-
cios durante el mismo año, por el Dr. Emilio
R. Coia, etc — (los títulos anteriores)— Buenos
Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial pa-
ra obras, 60— Alsina— 60. 1879. En 8^ mayor,
86 ps.
$e necesita cierto valor moral para publi-
car entre nosotros una obra puramente cien-
tífica; pero á medida que avanzamos, se hacen
más frecuentes estas pruebas de arrojo, y ya
no es estraño ver intelijencias jóvenes, hastia-
das de la eterna luchajpolítica cuya esterilidad
pa^lpaimod tan de cerca, buscar en las rej iones
literarias 6 científicas, campo vasto para las es-
pansiones de.su actividad. Y quién podrá des-
conocer la importancia desemejante tendencia
cuando la más desconsoladora superrici^U(}a.d
constituye el sello característico de ía mayor
parte de nuestras producciones ?
Pocas son aún las personas que siguen nues -
tro naciente movimiento científico, y no trepi-
damos en asegurar que, eceptuando los mé-
dicos, son poquísimas las, que conocen los
importantes folletos publicados durante el año
1879 por él Dr. Coni, dignos, sin embargo, de
llamar la atención de las clases estudiosas,
y que no han pasado desapercibidos para mu-
— 144 —
chas revistas europeas, las cuales sQ ociji|^^-
ron de ellos én términos honrosos piara ' el
autor. . , . . .
La mayor parte délos trabajos del l()r! Coh^
versan sobre estadística, ciencia á la cual Hei\3t
sch'ling asigna por fin « la investigación de ío^
hechos simultáneos que caracterizan la cultura
de la humanidad en un momento dado, y la es-
posicion de las relaciones con los hechos (fe*
Igual carácter;!» ella es hoy el grande apoyo de
las ciencias naturales en cuanto se refieren á la
demografía, merced á la certera e^bsoluta (]^e
la estadística ofrece, elevándose sobre las apf e-
elaciones sujetivas. Ella forma por sí esa ciéáj»
cia abstracta que Lalande no creia se piiÁedé]
estudiar más que en alemán, y cii/a ut^idao
nace de su aphcacion como ausiliar á)^s cíeh-r
cias sociales y naturales. La hijiene, por und
parte, y la economía política por^ otra, eman-
cipándose del ciego empirismo, descansap ac-,
tualmente sobre lá base qué íes ofrecen los
datos estadísticos deí movimiento social .qu§
señalan las páistériosas leyes á las cuajes. está
sujeto el flujo y reflujo de las aerupacjopes hu-
manas, y que rijen hasta aquellos ínísii}QS he-
chos que por su carácter inoividuaí nó parecen»
sometidos á regla alguna. La natahdacj, la
nupcialidad y la mortalidad, los tres eleoierj-
tos constitutivos de la demografía en ?u p>a^
te dinámica, así comp la relación de los a^c-f
sos y las relaciones que se derivan de cijrcuns*
tancias locales, por ejemplo entre nosp,t{*93 1^
— 145 —
ecsistente del elemento indíiena y del estrah-
jero, están sujetos á múltiples innuenclas ()ué
la estadística manifiesta y la razón ^nali^á^
buscando los medios de combatirlas^ si 3113
efectos son nocivos, ó de favorecerlas cuándo
con convenientes. Así lo han hecho los pue-
blos más adelantados, que combatiendo las
causas de la mortalidad, han logrado reducir-
la á veced de una manera estraonünaña; y jus-
ta es entices oue se desprenda uha' {>alabjra
de- aliento para: los que luchan por losititdr^*
ses tnás sagrados de \^ humanidad;
Feü'citáDlosial Dr. Coni por lostrabajós qtle
ha emprendido oon; tanta laboriosidací, y ae^
seamos q;üe persiev^e. en sus tai^as'. <
RdgUlarmento! núestrbsi: datos < éstadístíd^s^
son mal vUevados:^ por la^ defici^ciá de Ibs'
rejistros y ki ¡ioéa importancia que hasta aho-
ra ha daao la autoridad á los Qontrdle^ indis^
pensabies para tomarlos esacto's y s^üros.
Esto ha debifd«> dificultar las' investigacipnes
del Dr. Coaí, entorpeciendo la^r^ularidad de
su procedimiento; y no es necesario' buscar
otro oríien laja defici^cia demtichós'de los
resultados prepuestos. OonViene hacer la '
observación á las sociedades europeas > que
recibirán con avidez los elementos que se les
brinda para el estudio de nuestras pobl^cio^
nes ^rjéñtinas.
El qpúsculo que se refiere á la, ¡organizjsiiciQo ^
del seíyípío gc^nitarjio^ s^pía.unoj^delas más .,
tremendas Hagas que corroen el cuerpo so-
y'
— 146 —
cial y que. debería llamar la atenc;ion de los
hijienistas y hombres de estado ; pero confe-
samos francamente que no tenemos mucha fé
en' el resultado de las casas de inspección,
remedio propuesto por el autor.
G. ü. .. • . -
IQO^odko médico argentino. Recopilasdon y
resumen de la legislación y jurisprudencia so-^
brela profesión, deberes y derechos delQsmé->>
dicoSy farmacéuticos y partera^, por el Dp.
Emilio R» Conu Miembro honorario deia Aisói-
ciacton NIédica Bonaerense ; Mienibro compres-.
Sonsal'de la Academia Imperial y Sociedad
lédjca de Rio de Janeiro, de las. Sociedades
Médicas de Lima, Santiago de Chile y iMór^
da de Yucatán^ de la Sociedad Fraín^esai idej
Higieote de París; Director y Redactor eci gefe .
de Id Revista Medico-'Quirériiica^^^^. Btiénoa* .
Aires. Imprenta de Pablo É. Coni, edítorv 60.i
calle Al$ina--60. 1879. (Es propiedad del. 8di4i
tor). En 4^ menor, 128 ps. y 27 psi naásdeht-:
Código de étiea médica adoptado por lar Aso^. • •
ciacioa Médica Americana, con que coatp!iéta •
esteUbrOi
'»'i
ii U;
Es una impon. 1. lio recopilación de tódá^'ltó';
disposiciones y leyes que se reflet'en al feJb|Y'^*
cicio dé la medicina. Termina sil bbra'ldpíi lUt
Índice alfabético en el que aliado de' bada eíi- '^*
— 147 —
fermedad se encuentran las diversas disposi-
ciones dictadas para los variados casos ^ue
stobre ella pueden presentarise.
Es un Ifbro sumamente útil para los medic-
eos y estudiantes.
191— La hipomanina. Un principio cristaliza-
do eiierfcbuscho». Níerembergia JELinj^mon
nícdif.ier^ Por Smle Echegahay. Tesis pú^
blica Presentada el 17 de Diciembre de 187$
é lá facultad de Ciencias Físico Matemática»
déla Universidad mayor de San Carlos para
optar al ^rado de doctor. Córdoba. Imprenta
del Eco de Córdoba. 1879. En 8%,26 ps.
, » • • 1 j
Contiene la descripción y análisis ^fmioo
' de. un nuevo cuerpo orgánico venenoso, eom-
plenamente desoonpcido por la cieociaj desou^^
biertiQ en la ioUtnaeea, vdgarmente llamada
chuscho.
)d|?*-0ma para el análisis imnediato de let ?e-
íetüéé por elT)r, Pedro N, Aivata, profesor de
Química or¡gáñica en la Universidad. 3uenÓ9
Aires. Imprenta c^ Pablo E. Coni, 60— Alsin^
^0. 1879, En8°, 32ps.
'í,9^|- Ventajas de» loa abonos proporcionales
de las tierras de cultivo. Instrucciones para
situada aliado c^f |os .p;^itadpr99 qe:lps,^r>-
■ '■ 1^-fifoy^o bára él «iítableDiiiiielnto ¿0 m
iVSém '^<>cíeld 6&la ^ébúbUba Ai^éntíbá M
«.•iJb^ÉÍiiN HtíERób. Biiehófe' áír^s. liAbreSfa
iafe fe Nácibw; (jyfe de Skíf Má/tih, M*; m
ww; Eíi'ik líiiis: ■'■'• ■ ' 7 ■■••■ • ''■^' '' í'
195-^ Coltivazioni pratíolie nei terrítorí deí
nord della Repúbblica Argentina per C. A. S.
DBu JVíi^oo. Bedicato iai iooloAt daiiGótaMáis-
smñO' genérale ^di imunígrazíoaae coloni^za^'
zione») 'Quenoó Aires;« Traografia del PonbsAiiii
ndbfiel^anQ '09, 1^9. .Mw8^^ M p^ yal^má
láminas. >\ >^^
196-rEl Petróleo, de la Provincia de Júíúy^
coriíeretíciil dada "en la Asaftíbléa dé ía S07
1 éócí(
Colegi
Publicado en los «Anales de la Sociedad Cien-
tífica Argentina». Buenos Aires. Imprenta |le
Pablo É. Cdni, Alsina 60. 1879. En 4» 14.psL
— 149 -
•IPZrrl* I geología de Ja Swria Baya. Confie-
rencia dada en l^,AsambIe9< de la Siócíedad
Científica Argentina el 23 de junio de 1879 por
ol socio Eduardo Aguirrb^ Ingeniero civil y
Profesor de Geplogia en la Universidad^^ Pu-
biíéácfo en Iq^ «Anales de la Sociedaa.CJferttí-
fleia 'MLi^étítíña. > Puéhos Aires. Imprléhtá de
PtóDb' i. Cohi; Alííjiná^eO. 1879. JSrfS^ lAps;
Oontiáletüá pl^úó tapógrMcó de la Sierra
Bava, levantado por los alumnos de 5'' año d^
Colegio Militar, Dajo4a dirección del señor D.
Eduardo Aguirre,
f m'
l9d^>-'^L£É'^éM«éies lüiti^ráles de la República
ArfeditWáf '^*>íel"Di<.; ©. 'Líns Brácíkebüsch;,
Catedrático dte Mineralogía en Ja Universi-
dad Mayor de San Carlos de Córdoba. Publi-
cado en los «Asnales de la Sociedad Científica
Afgettliiia;)) tópl^éma dé Pabló É. Coñí, Álsi-
iriñie:iOT^,-E* 4^ meílór, IgÓ y 4 ps.
• ■ f •' .'Mi.
Es un ensayo, como lo dice su autor; pero
un ensayo bastante completo de los minera-
lei(, 4^, -wosbrp; pais, :e$peQÍalmente de. las
m^llr^: ¿¿ilek 4 *^ mineifia y á ta industria.
r^icide «sfiffvir <]^ complemento á los estudióos'
jeq^p^^ spIÁr^'la n^at^ia, de Burméister^ du .
Gróty»; Wápfi^u& y Moussy; siendo; del mis-
— IBO —
mojénero, aunque de más latitud^ qií#to$ tra-
bajos de Kyle, Puiggari y otros.' i-^i.i '■•«•' •
199'-rPropÍ6dades flsioaa d^ las j)aadiai'9#)4§.i)A
Repáblica Argentina por ÉiiiLip Í^o^etíÍjíI^
geniero civil. Publicado ^n los' «^¿al^ScjiÁft
Sociedad Científica Argentina. » Tóbao VIL
Entrega V,— Buenos Aires. Imprenta de Pa-
blo. E. Coni.. Alsinai^eOlT 1879. Bn '^ itoeíibr,
Í6 p^.r •-. ' ; . •. •'' ■ ! *;•' ; • l'.^' '■ • ■"' f^a-.ñ
200— Puerto del Riachuelo. Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma, calle Belgrano nos. 133
y 135- 1879.^n4Mxienor^ Pf?r^e»lir^ggSLictef40
a 45 p3. Lá primara contii^ne lia pla^j^j^p^
(Jiques próyjectadós en- ei Riivchusio. , ' .f.o^' O
E^osicioxi del Dr. D, Jua,á, JÉ'áir^ ,^^|}:4-^
proyecto, presentado al ;g9bieri;loiaQilaprQm^
cia el 5 de junio de 1778;' propiíésta para ter-
minar las obras del puerto; etc.
201— Ideas sobre la triangií lUoion, yytíapÁ'sé^^^
neral de la República. Tesis paira'¡lá rííválfii i
dación de sus diplomas de >agrimétl%ór ^ót'i
Arturo Sbclstrang. Buenos Ait»és. Iíiipt*artJ^'*i
tade Pablo E. Coni, especial' pata oferasl^**^^
— 151 —
caüe Alsina-60. 1879. Eíi 4" menor, 93 y XXVII
ps, y 4 láminas.
"I ' k
^!í-^ld6titi£ÍGacio9 de dos alineaoiones rectas
y desarrollo de los arcos que sirven paraes^
obj^tp,^ Té^is presentada á la Facultad de
Mat'ebá^tícas paito, optar ál grado dp injeniero
civil, por Juan F.'Sarhy. Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma, calle Belgrano número
135. 1379. En 4° menor, 75 ps, y 1 lámina con
32fl^'r^s'jóom¿tricas.
203— La electricidad aplicada coiíio fuerza
motriz. Algunos apuntes «obre la practicabili*
da4 .}f|e(]fpl^o ,d^ €ista iiii^va aplicación de la
elfi9trJ«?idad.jáináipiía, por Carlos Pitz Ge-^
RA.Li?i.KoBEívrspN, injenícro civil de la Univer-
siíjad'^e T^iOr¿nto;..Bu«no3 Aires. Imprenta de
D; Jara y C?, Reconquista 73. 1879. En 4?
menor, 16 ps.
vtíralwg5¿'l<< presentado como tesis á la Facul-
ladye^ííláiertiáuí^íAs de la Universidad de Bue-
ndfe AipeB/páraí' revalidar su diploma dé inje-
niero civil.»
SQftt^OaBaside ba&os. Tesis presentada á la
Facultad de Matemáticas de la Universidad
— 152 —
t
de Btienos Aires por Eí^riqu¿ Ab^í^g, ,pára
obtenerla revalidación de su título de arqui-
tecto de la Academia Real de Bellas Artes en
Estocolmo, Buenos Aires, Jprnpr^fita d^JBl
Siglo , calle Alsina núm. 101, Í879.^' Mú »'<>.
27 ps, • ;"• ' ' ;/, ■; .
Con el plano de un baño turco y el. <^ laá
termas menores de Pompeyit. .. '
• #
205~Pói¿0B artewaüós absorbentes:' aj>li^^^^
á la higiene pública. Dedicado á icts poderes
públicos de la provincia de Buenos Aires, Im-
prenta del Mercurio, calla de Alsina 272. 1879.
Ep 8V, 31 ps. : ; ' 'V '
Estudio hecho por el gobernadot''dfcila'Pferti-
tenciaria, D.ENBiauE O'GkmMAN ¿on tel oftjiftó
de mostrar su aplicación eü el establé<jirtne|itoi
rrí^cédelo una carta del injeniero séfflor Ptóaj'
t»
206-~Coiitribuoiones á la flora del Fart^aaj
por DoMiN^^o PARom* Mirtáofli^^. Kajs^vlo
' cuactp. Buenos. Aires.. Impr^tá' de SÁblo Q^.
CQm,/Álsina 60. 1879,, E©' S^. cío. las pai/lOO.
á 160. . • ' i ! < • •
Los fascículos anteriores aparecieron en
1878. TodiQ^hani ofrecido datos liuevos sobre
la.flpradel Paraguay^. a ..! !• i' íüjí
iers |>or JÍB^nqario Escobedocon arreglóla las
^y^ropoias da(}a$ por q|. Dr. D. I^aao Lar-
j^AjLNi pfitiédráticp de bi^tonia patural en la Unw
.y:^si4ad<.d6 QqejQOfs ^ires. Bueno^.^ir^s^..Ini-
prpnta, 4eí Pupblo, Defensa 78. .18.49. Eji 89,
No es un curso de historia natural /pues
se limita á Uenar las deñciencias de los testos
:y.'0^tp.6OmpreDde ocho bolillas .4el programa
iiniyprsitario : Polilla 14— Mineralpjia» ^rien-
tipí^j. .principales rasgos orográfico^.4® la;íie-
^jibUqa; sus más importantes distri^*^ ^^n^'*
COSi, -jf metales que producen. Bolilla Í9'—
Principales sistemas de clasificación adopía-
4o^ pn bqtánica- Bolilla ^5— Jejograíía. bo-
tánica. Bolilla 26 - Flora arjen tina. .. Bolilla
31Í4-Ca)pr animal. Bolilla 36— Principio^ de
clarificación zoolójíca. Bolilla 37 -Caracte-
res; de los mamíferos. Bolilla 3§— 7^1 hombre;
4)íincipal es rasgos; superiorid^ad .dq.sq orga-
nización. . , T • ' ¿ : i
Como se vé por el sumario trascrito, nay
algunos puntos importaates en estos apuntes
de historia natural : la mineralqjia y la ñora
-de^lme^tPía R^álixUoa es^ón estu^v^dag^ pon
tfca»teftte;d«t0riclon.y'b^nps.4alií]#.-M; •» « \.
• "=i)í'iiM¡ iii '•!...' • ■: i '..I ■.>! ■'.;*,'//"• ■;.' •'M
-OHÍQam-Mwwl . ge. , gapgr^n . .físw?¿^ . y, , fPoIj[.t¿Ga
'¿Míml: y- pór te Jtlritía 'der' EdTnc^tíóft •'á!é''<*L
Tíéccipii y^r MihMetío''(í^'*^^
¿fe'tó ííácíon: Bftetíóé Aires; Ittibrfetka^t Í^H-
breria de Carlos Cásavalle. Calle Pera tíí.
1879. En 89 menor, 160 ps.
.' ' ■ -' '>t '. i ■• i-í'."'^ "»ií *;. noli /': í íí.iiii o--.
' Mft& tjüé'tóanualpb^fó^$tóc9fítí6ylaó^
dóri frecuencia defl¿ífenté*;^s\^Fe' tódo^'etti'kt
p¿rté'p<«ítíca.' La ftí-ganizafiidm da 'la Rapiíblíi-
cá'Atj;^at!ña'feff íá que há*méT»ecido iíiás^ílief-
tétíci0h de parte de I^iáütorá/'qvnett éspfeWfe^
iiüéstrtí fbrma de góbjerrfo ©ñ ocho 'Iftt^ttd'i^áb
"¡Sarécen éscHtaíJ'cón I^ btenfclóli de confundir^
'áitó^or tnüchacho, . ; .»
La paHe; físipa está bastante bien ti^atadáy
esj i^látiVamerire cótijpletaw Al fin* de cadir ca^
pitillo Vá pn caéstíonfario éUmaméñte detatt»^
do, aité debe ser* de Utilidad tanta para lóB d?$K
cípuios cqmo para los maestros.
t ' i
■ "."1'»"" .''•;■• ' 1 i. ;
.' ' .
tion of the-iné(im's'motí<!»n^And ofitt^aalitíwéf
its motíon which make.iLreach certain points of
its orbit half a minute before . and other points
'liíaff a imlhdte áher tbé m^Q kidiéifl^ krfiSXao-
-tf. ''Aiéb;"«béeaUderof/tbé^etr¿gMdé%idMQIi
of some of the cometteí; .the obHaiiity of-thé
«cliptíe; and:a< properjnótion of.ttiasun. Uév
dicaÉed to wiliíam Sp.Qttíawo(>de,/e?;q:^ pre+
sident of Jhe.j*Qjial6QciMy|..a^ a challenge ctA
•behálf of the newí.elomenta.ofiíiaitural philo-
se>pby, by Wiii.UAMrLBmH/r9'N'.j0RDAi>íy;F. H.
G. S. Buenos Aires. Imptenfá iíe ^uan Hj Kidd,
Corrientes 117. 1879. En S?, 20 ps.
- 21D-rAa TOSwép :tio th^^preeídaotiof the Ar-h
gentine scientitic socíeity bv W^í^íí^M; Leioh-;-
TON JoRDAiN, F.R. G*:S. KueliÓ3:Aire3. InílT
prentíi á vapor de Juan H. Kidd , Corriente
117. 1879. En»>, 12 pa.
Interesante investigación ciemtíflca é hisvtó-s-
rica en reí^pues^a á la frase del Dr. Ravi^igon:
« euándo puede haber surjido lá idea de que
la naateria e& inerte ?» — tomada def su discurso
antedicha sociedad^ píThlimdo en la Nación
de 16 de setiembre de 1879.
t . ü ' ■
• * '
,211 - Reaultftdoa del obseryatorie^ Nacional &r-
gdnti&o ! da Oorboba^ tBmi»mfk A. Qo^M Birec -
mié VdL lümm^efária Air4físitóiHa^ FublieA^
do8 por el Qb*ervittorJ0> ¡1879. Uranonaetria
Argentina* iBrilljaiktaK y ppaioion rdej Ia$. est^re^
— 156 —
Has 1)jas, h^iitá la sáptinha tuagnitud, compren-
didas'dentro de ui^n grados delpolo austral,
pw Benjamín Apthohp Goülo. Con atlas-
Buenos Aires» Imprenta de Pablo E.Ooni, es^
-péciál para obíras. tíO^Golle Alsina-60. 1879.
En la pajina siguiente, el mismo título eüi in^^-
glé&- In folió, XV y 385 ps.
Hé aquí Un libro que puede leerse con el in-
terés de uíi romance^ lá seriedad de una histo-
ria cle\itífioa, y (a austera atención que requie-
re el rejistro de contabilidad de los tesoros
celestes. *
No sin intención enapleáiios ta palabra ro-
mance á propósito de astronomia. Méry ha
escrito una novela en que los astros intervie-
nen . 1)0 CiOiúo actores sino como eleoientos. í^u-
jesjúyos de laimajinoieion Hablando contal
►motivo del: (tCosimíóss^ de.Humboldt díce^ que
es un libro qiie puede volver locoá uix hon)bre,
consi/s sol«s dobtesde diversos coljoresj^jus
nebulosas, jérmeo^srde^ mupdo^ nuevos en
embrión, y sus meditaciones trascendentales
sobre la jerminacion infinita en los espacios
infinitos de la creación.
•1 El libro^ de qcsb vtftiibs ú ocupamos, siendo
4a'MÍéfeuiCdrpt^.4»Mett)étí€a de la óbserxsMSioo^
sin úúíá\ só'tÉL' H^mé] «íA^ la firetendoh -deda^'t*
«éntív, es uAa^^eiidaderaírevelaleiob, que hai^
fnetülar: á Inuobos; y que l'^icb^áe'alténMT^él
— 157 —
juicio de Há.dle, ptiedé-coAtribufr á restaüitiecer
su equilibrio el^evando eA -corázen' á rejiohefc
superiores. ' *
La Uranometria Áirjeritin^éTi \iú Hfefoqüe
en nombre de la ciencia toma posesión def más
de la mitad del cielo, asignándole el nombré de
una niacion, y da carta de ciudadanía á ia^jfts*
trellás que lo puebla», ni más ai menos que &i *
se trc^tara de territorios y de habitantes rejir
dos por la ley humana.
Es un magnífico volumen ilustrado con ca--^
torce mapas celestes, escrito en dos idfOfiíias^
inglés y español, impreso en papel azufrado,
que lleva en letras de a^ua el nombre famoso
yá del Observatorio Naeional ÁrjenHno en
Córdoba.
Rejístranse en éí catalogadas y gráftcamen^
te representadas seglm sus magnitudes, las
estiellas visibles del hemisferio austral y par-
te del boreal, clasifióadas, numeradas y filia**
das, ocupando en el ca^thpo sideral la posición
esácta que les cort^espqride en los espacioi?
con Velación al equlrtocció medio de 1875^ i^i
más ni mériós qué como eri las proyecciones
de las cartas jeográíicas se relacionan al me^
ridiano arjentino los accidentes de su stiélól
"ttay, pues, un cielo aijentino, como háf una
uranografía tirjenfina? '. '
A esta pregunta contestaran' las r'é'rttotás je-
hasta ellas— vean levantarse nuevos. fl^p^Sn,^,íi>rj>
}^m ^u^pcifiont^.jr,lQ3 a$tro3,^?i:ic^aw vuel-
-''Ahdí^síi «euasrés tos-xisir o Jn dse Ai> ao/íte,:q#*Q¡a^
Itóagpii^y énniéoda^icri; iQ&JiCtep^éfcttlpSí^
HifitflaBaíy.dB: >id feárdpjí-bHüíir'CÓfíío tó8ipw«3.
divinas del inmenso edactaauid, 'pifedtíchd^Ssd^
f^!WÍ**;<fe»yéjau^n rl^.váafca.nse j esc^
wa^ivYS^/.j^ jÍRai3ivarípQr>ípsíUAWte^^ ^ol9ve¡nue^-
tras cabezas en moviniiento aparent^^.al.qe^-
r^dor^ 4^} .eje de la tiefrA,,tpp^^qdo l'^s ^^ebu-
lP3aÍ¿ft.9¿iíIlanica.H loa qírculbs .polares i;^ 4
ca'^nepa '4if ; m ..fi^ntescjO 'k^\ ei^oscÁpio;^' (. y^se
yaíiiar^ ejx cada hora, de lá. rotación .d^urn^, la
'esipléndida decafcacibade Ío¿ é^pápios,iafinitj)S,
ía^candó.la 0r,iizi4eí/Si^r., donad, gn'teló'.ce-
jeste^us n^ájie^s/p^taciqn^s • jr mi^irse ^fo^
^ I^.^Qcl^^QS^ql mismo gspeQtaculo c{^nipian[^^
f^;U)s,.dgnj^jiÍ9^/d^4^ ds n.üie3.iira^; lar
Jiíudgs.;* ..f, ^ / :,. .^ . .;, .;.^. ... ,. , .j...
Tal es el cuadro y el asunto de la TJ tañóme-
tria Arjentinay ó seaifel inventario austral de
vista en medio de la ní)ph^„.p9pi9t¡fll}3t§ffQ^
•' . ) *, ". \i. t ' . i"*' ■' « 'i • ■ • ; tM P
lK«f^;4f( lui^ #¡90«]pft.ftiiwtÍftPi,PW\íí.«dr/
mqm^f,. '.„> , ¡..., ,. , r.. . • ... •.-.. . r ., •.
^^ymmt^ propia .(íleiop»#$tros^ y. ^de ertra^írr
telacionde Hércules; y. §í)br0.tjc)dp^',áí.fi(ui^,.
de los cambios que esperimenta'la dirección
del eje terrestre por láv iccion combinada del
sQliydateíilUna; y^pí, ia*. oou^ftiftoiwQSí dp-
^apér^^efl iwcq á pqqq, mi«rttrft&:que'*e. eler.
vafljteíateWeíiíe^ sobr»© Ü hwi^ont«;eíMlA»¡brir
AlMit«3jÉ^íiíesi¡jiyl3iibte8<^ M -^ ; .' .. • . /:
i^fenwpudo» yep»levanteraQ:;diB^de Jasi ftUas.íNer
Ji«W;íteí;KíWt€!)> 4tón)íftg»ífi<}aa whftftBlií^w^^
<M j^ecbodia^ i^ue por ^pg^/tmn^Oromlí^ ó. au'
^á9iiín«{Mar€iQi0rA&;dQ^Iw{ieá:(ÍQ teit^^aSo^^.
^tí<igiuk^'0a(áiia^ ,9Íd4»r!ak^ q)ji^ Im dOi^^t^JAr
CMopo, er Navio, se veian en vida de^ l^iif^
Hasta la Cruz del Si^ atributo hojr del cielo
austral, que el Dante entrevio al salir del ín-
flenlo ; qúé^ovpt^éi& & iPInzón y 'Vfeípayio
dúaiid(y *L<ráV*$aW)h pw primera véz ía ^Him>
éí(alriOciéírfl, fertt viable en^Eüf opa veinte y nwéM
ve siglos antes de niiéstm* era' y^ qiri^ientftMl!
afios déi^tiéi^ de erijida la pirámide de (^M^
opsr, y puoíerotoi veria lefn el siglo IV á ^tz grA^'
doá dé aküfa Ids ailacoretas de ki Tebáidí9L^
coiitemplando en el cielo el símbolo dé su 'té-.^
Y. esa míisma eoniMeiacion ha dé dejái^ algán
dia de seíb^u», porque, sus cuatro estréfifitór
características tiendea á dispersarse ert dért^
titfo diferente y con velocidades desiguale», /'
De la fijeza de las estrellas, no queda^A taK'
vez sillo W prtívejpbioa. i i . jíI-;
■• .; . .. í. IV: . ' ^^ i;- ;vl)
Én- pr^esencia de estas revolucion<es de.lóir
ciélosy^s^ama Humbokit!— «Un di^i liegatA^fr
qtie lad bnUantés constelaciones <deliOéf¥táu#(y
y de la Cruz del Sur serán visibles en las^ta^i
tHüdeS bóredies, en tanto que otras estr«^lds^
como Sirio y eh Oínto de Orion, déjanáti' dttf;
aparecer én- suborizootec Las estrellas' de Oe^í
feo y del Cisne- MTvir&n' sucesivamente t^rcí'
reconocer en e) cieh>lapdsifetotí del pioloiNAr^
te; y al cabo de doce itiH' %ños, ^égia ide^'la
Lird«erA>l* estjrefla potar, la más magitfAcW^
de todas ^c^nta^^uméran desémpeflaf ^8M>
paipek » '' »••>'■' j ....i'/ '' ,"i ..'.. ^j .o^i^hajO
Asi, oMÁdo : )k' inakxiontana bliya ^éMp«mf^
— tw -
I
cido dd polo Norte^ la^.nubes mágálláníoa»
del polo Sur .aeMín- liavtaibles para nuasttros'/
descendientes; y entonces, qué quedará. 4e : 1&
fijeza de ia estrelfai polar* j de Ja. faihiuitabilidad
cíe e&te éielo arjentino que no» ácJ^udutauKU.
como -propiedad ctemat' ! "i c . ;•
Quedará el libro del Dodtor Ooald, que será,
inmortal mientras los hombres levanten sil»
G^ hacia arriba para admirar los resplando-
res de la creación, y ios s&bios iaclinifi ttii^
pálidas cabezas sobre los libras para eaplicarr
se las^ leyes (!foe la gobiernan»
El libro del sabio Director de nnestroiObser**
vaéorío.de Córdoba, aunque lleve á sú frbnte
un nombre, nacional^ es un continjente dado. 4
leí oienfiia univeiraaly queeomoei NuntííáS. aif
dmieusfú^ Graliléb en otro tiraapoi, irá* ptibUcaa-H
do' por el mujudo. nuevas noticias del cielo
aoMrali • vm* . , '',,:
Y isstias: \ootibias, aparte desu yatoc cktxúU
fico, tendrán tanta mayor- moví* dscd^ cuatiioíique
irAc^éneambio de^lía liblro reCieate^deFlaiin-
nmurioni y 1 que repi^ijNdueiendo ádkioalkida^ jafe
eartas -celestesí eel Dean^ oca da» por tíodaí j|a^
forakaoitín- isidenál ¡respacto denuesl^o ! hémie^
ferk>^lk)í^<iiiftiompl^a'eat61ogDs ést(^ de
medio siglo'iajtráa^lH) i* i- ," • ¡ • .- » '<^'j *•■ ><••.;
i/>B8'tieoé6ariovétnpero| noibc^ajerar el mérilo
rea^ridé'ejita^íóbrajiooy^inijboetonda .Qei-án»44
I
tienen no menos de dimniAíl btilrsitea/qyobtaD
^oronaidp ,b¿in: éllaeí(H>tíabáza>iiiádsta¿habda^el
9ábioí!aMrón6nsey>parBHÍáBdble'atmiiiuz!^
éíiñ fe» * á\Bai rej^mss ^^mo.oohensteD mi I (á% tpan
His^dqkfaatms^eríodiSarJ babcaivdsKhéehQF'sbtíáef
ellas no menos deiáañtód^ei m^ Qá»^^mái(^.
«99^ <i^ tjcrci^fsilfeu'^Á ooJoiaitf biiim^.ilúineTÓid^u
taJtalj tpof oi£9te; itr&b^jía iio^se .ttailia^
üiadóiv pdOri«phJse<naemfcé» pksihá'podidoif.TtQi! ¡ai
kt2 públfoa/. BstBireBQlíad^éípQÍétí(^/'eKiy>ro
éBfxxjtí i^ (tei l^eqiÍBÍlánki^ oaread^^ iq^ * tidaifi^ie&
iriili'«slptíl8:S¡xíáj¿dogB\ia8^idfi[)daisíicímlee(pi»fe
cuenta mil fueron observadas por Lairade^
eayai& huéHastlaofine^aíBpgaBidibccenoib^ Dr.
GquldirB8pQ¿tdjdedasiiia1atadeí$ialmir^^ ^c:n\
-íLaUMnbméímaiAdn^M^ eaiátoí iústálo^
áeiestréiias' ivioAiOLá^l&iauíih^q'M t^hebua
etqué^Hipaqcaifannajraetí lob pcim^íFOs 4ieiiB«^
peBideilatastronsomíB) éipss'iptí^
tro, y por escepcion, del teJeB^apáOil^.^i^^ oíIimoi
Él número total de estrellas catalogadas, se-
gún lo declara el mismo autor, no pasa de
l)(í^€b^ Íoorresp(nidÍ6n(}otBi)iilóQaiw^^UaM al
MBÍsfecio .Noiter^emodgioq\»eiól(Bl^
^8Qdiá9:d6i:ittemniiiíe9tr¿imn^^
- IM —
Bá^ie 'tifi^beijo .raprabaata^apcoeamiadaiiMnA^
46009 i[^seH«icÍ0n«^ éaAqMrAok rbsulti^oa
7''^níto"^M9 iAiK>Kí>d6)afeigi]arie8ifi^ p^^ob
déShiii^ «i^ilbsiniapa6b€alwi»ai; j I '¡ím; .;) ,\\
Nó'édtol^ii^ isln^ ha$«ai las Bstti^^
séptima má^tiita^^uipaeBeMa'ilafr úáíoafe quaóoa^
den observal'se á la simple vista aún en el fir-
mamento claro de Córdoba, quedando fuera
de 'sU^ato<fef€6 ioe aHtPQB tcjksHsdpieo»; qpiya • ftr-
mat*ái^'pa?ta^xÍe:ii^»aqiilbtib¿(iipn-MÍ|erJoÁ ,; í •
• * I^i Jtbdas 4ásr<6S|^i^¿ija!^,' átií ' dejisiti-adiiüs* ^n
sido' 4«ftacfbiertá8>poy<idJDioc(dp áioúááymmá
algunos parecen creerlo, pues.grqn'paptefisu'f
rttba/.y^'Su catúIogdsiantaoioreii^iqaeJfaah ^sldo
cehi&uttaidosal efee(og^:>jS^0l)éndok>s<á(i!mai]rueK
c'dtnpMbitci^w:-í i'-'i - .:^ -í- 1 •!]'' ♦ '-*>• *' .''•'.• ' •
M»^ pe^diidlto^bá^ ^a ia^lbriaidé^aa tiom!^
bre> y 'pdra'^ariG>^aiiy3(^n lutcésjine£itinguibi(^9'una
vida consagrada á la inveétli^eioh^de^^ki i»er^
áaáml^smiundosidéaocHiooit^sJ )> c 'u /
•'Bl'le^cibiatoiKsaidó léa isbt4» grandé/ottirá
ttiMfo'Ciefí ^adoB Ite^ia^slé&á^ á^contBr'-dttsdb
el polo Sur, comprendiendo por lo tanto>dÍ8Z
^iuát^^det^ iieihisferiiD»>b<)veaI. -«ux,: r ^ < /I
•*(r€ida(^'tdb'dstnellas>t}Be(se4laUaa¡a^Sar del
efiMAw-thgm <«(Kda) ^b£íeri9fláa<BÍ;>coi1')etr)e»7cu]o
láíéi^idittti^riiel OtaN»iv)dKorio<!dé< Górdqba^. f^e^^
(emii(fáiittaíe'«egU3i< o^r^cátoe^aompli^asj
bilttlAdi)tt«í)iáoviinUn[t<i^{faoáápb^^s» dupliaídiid¡;i
~ €64 —
iNi»se6h»im)^ featptsjí;ii|ir deo^iflaaípiíii^trQlaño-
BftMc» iiado el iistofna á l^ieáMuAñmúiip^ k|OIP
haora «1 oftdo déi|alofitta>an esta talí»di0i^ ífliri
deraljeq iqne la vía láodéareocreetíaoieQtetiM'aT
zada por la primarit vw oon.todjEt$ sqp fri^Rt^
ras \f famiñeaoioheft, drcula <» i^>$( ^9pm>íos
eomo up iumiiíoao < río Hoosmogóbico^ ; . . i .
Los. ipnateriales ajenos incorporados 4 ^^A
obra» á ia par que le dap 8<dide%^) reaman |a
importárncia del trabajo propio, ligándola á la
historia de la cieiKÚa universal enlo^ espac>p3
yi «ea los tiempos. i. m. ^ i.
La .historia del cielo austral en corta,. y au9
documentos son ianipoco namerosojs can ne^
lacion á las estrellas, que por breve y seir¡pern-
tinenjteá' nuestra objeto^ poeda. camp^ndi^se
eiiiuo artículo bii^iogr&ücp de }amd.teri»,.pfMrii
entretenimiento .útil y : agr.adable de los 'l^crr
tores.de j$sta tK>ticía^ ; ,.; : . ^ ^. >
Antes del descubrimiento de \^ eattefiaidad
del'< África y déla América. mbrid ion^i ptttde
di»6iit$e.que el cieli> aiutral ^edtaba odcinK^i^
vauio .' . ■ í . '.. . .
Los antiguos ixinoel'iín varias !iC<M]istelAOÍ<;^
ttds tiu5traLes, algunas de ellae visibleau^nti^n-
cés piara el viejo mundo^cdmo le JiapoianKi^
segua queda dicho. Tx)\Qm0o tiene» sj)ii9q^i
hoifgpo, ép su oalálogo algunas ^elo$llaa«!Oii3rQ
coimoimienÉo aAribújF.e5e . A iab jQMtytogan^ rq^o
$nt¿s>d€i Vaeeo datadla yíClolón feeou^hiddilM
Iosiúltíri)os Ifnlitesdél Mar R^o. Lo¿ Iiíáíos
Brahiíniroánícos^ (\Me s<iloífegal'on hftst'^ia pé^
nfnsolá del Gslhjes ; nó útóáhzáron á percibid
los astros cfrcunípolares del bemirferio, Sar,
que, según la espresion del Dante; sdlo fue-^
ron vlStóS por los pririiéroft hombres. / '
Non vista mai fuor ch^^lnprÍTpa. guante <
En cuanto á'los ámerigános, priniitivo^ ha^r
hitantes déí huevo mundo, esos no vieren si-
no él sol y la luna, ctiybs movimientos obser-
varon para medir, el tíetñpp Los Peruanos
ó Quícnuas, más adelantados en astronomía ,
auhque relativamente eran más atrasados- que
los meji,cai\os que viyian bajo el cielo boreal^
sólo conocieron dos ó tres constelaciones y
los tüpvimíeníos, de' Venus, estandp á este res-
pecto baio ermismo» nivel que las tribus sal-
vajes d^la pamp'a arjentina,(iue no distinguían
sino, la aparición y desaparición periódica de
las pléyades. Digno es, sin enibarg;o, de re-
cordarse cori.este motivo,^ que los s?ólsticips
y equinoccios del cielo perqano eran determi-r
nados por xjo^ümna's (^e proyecciones de som-
bra, ^'póvjixtí ¿nónáoíi qué se ¡estableció en el
CcGzcd Píisí,ftl niisiho tietrtipó que el de Tosca-
njéllien EJuropá. ,
-ii! m1) - ,i • '^ ' .'íVIL'-ii;. ¡- :• ." . •■•;
Ijhk ^iitñeró^'Híiii^'Mo^kiéivOh él éifetó kügí-
t«I, iftfertiW W^ <yaé;'^'dátótóándodepais^^^
léBí^BMrH^llas^Jyj'láegdnitt e^reáion'del po^í^^
I ^*_
I
pu(ÍÍerQn,.<roütwipí*r • ep lUn^fym^.fifif^
lpiuí<3^^^ 4e ¥aig^ll^9ie.s ;y ,log Sftcjos. d? pOTtM?p
Pero uií.eftiglfl 4esRHeg^ de d^^cy^i^r f a mÍ^
América meridional, su cielo era más desco-
nocido que su suefo;^ • '^ •■• ^
En los.plfuiisferio§, de pr¡n(fipio3 del s^lo
XvlT, apenas flguralián s,(jis o si¿té cciriátéía-
¿iones australes y unas .poca^- ¡estrellas mal
determ infidas.. En 16?7,' ef famoso Hálley da-
ba al mundo la nqíicia de 3¿1 estr¿lla¿ de nues-
tro heipisferio, Fas primeras que fueron siste-
rhátic'atiiente catalogadas desde Santa fíeílena^
Y todavía un. siglo después, en 1751, los es-
pacios meridionales del mundo estábaíi casi
vacíos. Fué LacaiUé, él Colon del cielo aus-
tral, como lia sido llatnado, qiiieñ, desde él
Cabo de Buena Ésperar)za— á la misma lati«
tud de Buenos Aires— formó el ¡primer Catálo-
go de 9766 estrella^ ^1 sur del trópico, ínclu-
vendo en él las esti*ellas telescópicas íiastá la
9? magnitud, de maneríji que.síjlo una parte *dé
éí sé liga con él trabajo déí .'Ór. Gojiíd,
Después dé LacaiUe/vieneniotros'catálogos
australes. En pHmér lugar el dé Brísbáile^íie-
cho en 1825 en Australia, y que comprétid^
7835 estrellas dentroiAe los 65 grades de la-
iitft4 Surí-i'Otpaffl«?,wi|)orjt,^rtí^, eliíí? fl^s-
<?heIL:jel iWPflw:,ttM^#j>>r/pclQ^ brillpcónptpgi^^
üyp pfi ZQQ .^tr^í^ia, que .^^oodiarMt \l^ qi^ioÁ^
'^reDiié>laS'bríndí^áles .es^erdUás i^as;^; ¡por
•últfefiBKpv : ^ ' '^^ i teúíptá uB¡Ptee*ep(úenoano\ dinias
-frétíio^QD Ohite /irí ISiO^ lioiiíicLayian^aiiel tbb
'1SQ sicfásQriMaBaláldeiiiá^G; -qúi3).í$tia. etnbárgq^
háisepyido para» ji^usdacilas: lestr^Ijas. áijódnnalsi;
-ifá^ tomkv^xiriiQJl^ lestnrilas anoQiiBaiSv larunqjQÉ
•hayatitisiáo ^ppbdicqclasL eni i-os- oielosíiDqcbÓB
ilaiiiaares'áixkesi'de etubc^tDar Uti.fecfitor.cespon^
-^blajj: • '» '-I ''■'. » iit) • '■ •; •./• ij: •.»■.< .1 !;.;»
.i T«Q€9)80Q(ilo6iaBlfceffie(lénfes deli libpo<ifldll^i^.
Gould^ que él misma iienré ellcbidádo de oitab
-ení'SiDc^tálpgo, ésignibtifda .á jeada estrella < re-
'jistirád^y su pnooedencia jr ,&a iKDmbrei y han
oiehdo' la demdfa «¡^istíola á siis üaátpes prá-
■?ieGeaones* «-i . . j./ ...; \ •. . ' :
.-.i i . '-i.
i _ --
Cortio sie vé pop efetÉt reaeña, el tnabájo qtte
Bos ¡octipa iBis verdad^amante orijÍDal, fruto
de la propia obseiti^^oion^ 'que servirá idé pp6-
lo^o m gran ilibro eq.>que deanotaráa{»ót* la
prunet^ vez las ioiea ipil esibrelüas ausentarles
qcrp aún penmaniéeén iinédíteta en -au ^ínaydr
parte^ >elsp6ránid(^ «ti sáÜo qüabdDoipIete'eimil-
•i>l«a 'id^.cteíasialobi:^ Iftiásujenda áliDoMbr
'Qtotddji s^ftwshél' nlísmb:^ |i>ar;íla Er^
-h(uhéti4fti(w Alpgelajmk6r|,iCK>aipIatai^ ipot Heifi,
Íue es'^payái^efoielBlKfie^ioiíIfeíilt^
^ñdpéiá A rgelétíítlér pidiéndole hóticiaVtetstfb-
tn^ror-da estrellas que poblaban loa etélos^ ly
mu respuesta' figura en las pajinas dé>£U!]iiel lis-
ura ininortal. %1 Dt'vGoiild; también )se<idmh
jip.A' Argieiandér; pero' fufr menos feliz lyue
liuniboldt:'^pidfóie que designase unas cuaii-
tas^esirellas visibles -én Córdobaque ásujq»-
-eid pudieran servir de tipo ipara representilr
4a< n^^ignitud 7. 0; yietsáfaio ateamnlentiocitéstió
que no se consideraba en aptitud de fijariti^-
iéiití^osii Por aduívpuede formarse idea' de
ia íonjinaUdad de la obrai .' .- \
' iLás- esperiencias fotométricas que precedie-
ifotí á Ifts observaciones astronómieaS)) la pef-
visión ^ la critica de los -catálogos á consultar,
la fijación definitiva del tipo de magniludv ty
el arreglo del plan iQn^ral de la campaña ce-
leste, hé aquí la materik que forma el asunto
de* I4 úb^noduccion yide lasí notas que ihistran
el catálogo estelar, y que constituye el nuol^ko
-del libro uronográfico árjentino. ;• í»
; £sjta memorable campaña. celeste duró. trds
aftos, yen ella desempeñóel Director de>nue3-
!trp>Qbsffl'vatorio él papel de un jeneral ea^^e,
~pueá'>la dqfailidad de su vista le impidÍQ tono^r
parte personalmente- eb-ias.obsierivaciibidte qi^e
'KÍIdQriahihaeérsci|.can:ér0}O<i]B8auá0. P&rofx^mo
--ti íhishit> Ip diéíé : c^El.BntusiíiSDaoy^ l^.>bueOa
"volunta^ ide miGí colnDafieFdsixbvÍQ lat^idióosil-
'ladpsique's^rjieitoa'im'esie bbstáciito (w:i>
Losrncítiiiífu dé;littocoiiilk)QdGbrgsi'^ 1^
'Utnnom&rdá^ qúéípaaao6b eímdadaláiAii^os*
- 169 --
teridad con el úe su autor, merece ^er rece*
méndadds á la* gratitud uñiversát ; y- son los'
sigoieiaed: Miles Rock, Johñ M Thomk, Wil-
LiAU M, Da VIS y CuARtNCfí L. Hathaway,
jói^enes' es^diatu^ norlfe^amQricanós qué lu-
cieron feas prítn^ras' armas astiótíóiíriieáls en
Córdoi>a^bijolá dirección del sabio maestro:
Los cáátró ayüdfahtes se distribuyeron el
caíbpo de olSserv^cióri y trabajando seU horas,
eri'eadá noche pch- él ^spacio'de dos año^ con-'
secüíivos. reiistr^Ton lel cielo, estrepita por es-
trella, pufgaaa por pulgada, reoitiendo y con-
frontando cuatro y cinco veces la misma Pi'< -
ración.
gulacion del firrpamento, han sido fijádaá con
urjfaj' previsión talj-^jue puede decirse que por
láJjriméFavfezisii^ respectivas frontera^ han
sitfó.tüktfeniáittcamen^' deltnfíítadíis. ' "' '
, CTalá ' p^^líérá háícferíííf* ótpó tan (;o' respectó'
díé*lá^ Wítei^'s't'érrésfre's 'delái iRepública Ar-
dlétiab'á UiMT ékR^'éávo iHtditíiiil'áéiin mé-
tm,<f iind ífdtí'JsiHétife'lñaWé, én proyecélotí
séñciUii:' "€ft9á' iteajto Mnniii'endé' tjfna tajá ó^
cantiijad: d¿, ?u jnxzt,, ppe^eatíindo ei:y8r(iíafdeTO
aspepvi 4^1 firpaamwto qO juim .iioete estera /y
serena. El. mjapfttííidiaeurepreaeíitardeirigBar*;
dos 4e;¡ lt^agfera,sCele9t^i 6 3©^ todo ei hemisr^
ferip- aju^stmí,. Qon( oiág . d¡^ gra#S) idtó la íp^ion ;
boreal, ó sea cu;ajtrQ séptjpfip^ de ,^94f?'§^ P^^V^-
^ Es un' capitulo interes^^pííe y ,q.u^ ' tie^e , ff u.
novedad el que^e.refierei44^ epu^Ío/3t,¿¿r-
sonal de los. cuatro a.yüdaqtes d^í pb^e^rvaío-,
río de Córdolía ea el curso. dei sus, observa,-
cíones urapométríc^S/ . ; r ,\ '. .j" .'i. ; \
" Aún ehíre los astrónomos ejercitado^ cjüe
observan co?. el telasc.opiQ,4iiiQ^. p«r,QÍben prfi-
mero (jue otros uiía estrella cu^ip^do cr.^íi rqjt
el zenit; otrps la, :péfciberid^fdi^^^^
y con diverso colortí V i. i í V .u » »•.
Cómo traer toda^'l^^ ppiagrfítuaa^^á yn^ ^•^'.
cala, todos ío3 colores á^.. up tipp^ lodfi? i^pá
tiempos á uná^diiii|'^cipn.;ipresentfi^ridp,,^^ rW^
sultado artíiónípQ y es^cíp ír^idq 4 % unicJe^d?
Hé aquí lo. ajip, el concí^n?:jud9 ,jpr-, j&ijtfííi* .
determina por lá comlparación de las ecjmiflp'r-
nes personales y la discordancia media de sus
ayudantes en la apreciábion de las estrellas.
Est;^.estiild^^ftf^,(áUi, 4B5Nifií5ÍroÍ«íficxj0Í^
fipo.de qn^e §si cfin^ p[^y.r«raíí^fWéiíJ^r(í»-Tr;
t reU^. ítp. ^ tiip^iQÍ^^
4 suá.\a>[gs^^fO|%é^,.p9ri^íi»a, ^r» ftqtfttte-
y él tígófófeo^ riiéíodd aíe:cowíí*óba6ibn por-
qae hañpafeíido. ' ■ ■ - ' • '
Tin vi¿jei*o que ha identificado ^i«íu nüníb^e
coti e! de Ih AtttéñeAi^ ha diblío hablando del
firtñáinénto, cayos astréd visibles se'cátalo-
gttri hoy pot la primera vtó, que <^la üotía diél
cielo aüstrial, donde ise jünfert en rtúwíek^o lan
srande las nebulosai^ y los grupos est^elIadóSi
débé & ladesi^al distñbubión dtó las masas
lumidoStó un ¿aráólér pai^ttcülar, yn^ aspecto
güe puede llatiiÉttrsé piritopeíáeo, litl encantó
infinito debido^ á esos agfüpatníentos, y á su
sepai'acíión por rejionés que á lá simple vis-¿
ta parecen aesiertas y sin luz, como comar-
cas devastadas, en que las manchas oscuras
V las nubes que describen^sladamente su ór-
bita al derredor del polo sin estrellas^ com-
pletan la Vláricfdad del tíuádi^o de la natura-
Bl ^Mo áki^netxyo del obsérf^^^)^ a^en-
úao; ^e ha émtetítpláAó 'tá^tá^ vedéá» é^té
dmáé ti)ái<a Sféftlp^'-dé m < %io^oti«é;
*8^ vftMdkl' té )a^^l^{)ébtia')d«í liúl^^
hor|^VPf^3, Ib hj^^ decir; ;a^ora p(M;p ¿ un.ainW .
go que le falijtófiWpi^f; sa libro:— que su es-
posa,—que también tiene algun;^ parte en élrr
habia encontrado algún consuelo á tanta des-
gracia, en el trabajo y A estudio.
LftresPQsa.jdel Dr.*<&pwl^, cpn
HefSQbell qiíe compartid lo^írabajos ia^tronó»-
micoB-d^ su c^ehre b^niano, es mod^ista^co^i.
labor^^Pra ?ii sus trabajas científicps* y,4iBb^v
ta^lbien sfíif contádaent ra los coppeyjE^OAres, de^/
i^y^aj CQflsignar lo3- nombres de todos 4psJ.
coijabpp^dorjes: d^ ia.Uran^'^triii,^ Jio debe [
olvi4^rj5« ei.áe su^ditór el,.seftpr,CQq}í pqr.lá;
ejefiífcion; deua vplíinaeri q-oe- tatito hpwi? h^oei,
al p^is,.awn, tipqgr4fi,can9eiijte, pops¡de5aj^pr.- .• ^
.;■.,• . •■ .. ' . Baíitox,omp. Mitré., r ■ • .
■
Argentine d^aprés des observations persooí>e- i
W^Wqgtpo , ítid^^j l'Ufliver^íjfeé; <te &aBtípg©b
durXhili^M #i^> etpí .:et^í.*- Ti'aduiie.íde-jjfí^^r >
m%qfi av^B l^.^í{W!CQftrs..f}p ÉJ^DftjreaR^^^^
cat, Membf?e ,:^. |Í4^ijps.;So€á¡é<ésJit};^rgJ5»§>*,
T^w»e.,trpl?i^e,,irMis^ S^
^ lis —
Avéc atlas. Bueilos Ayres. Imprimério de
Paul-Emile Coni , Rué Alsina, «0. Páiria.-F.
Savj. Halle Ed. Antón. Eti cortilsáión. ' 1¿79.
Toas d^oits reserves. ' Bn 8? mayor, Ví y
556 ps. •
El Sr. Burmdster nadió el 15 d<i enero de
1607 en Stratsund, y de^fxües de haber cursado
en el jimnasio de la ciudad natal, báisó &, la
Universidad de'Gréif\A/^old y luego á ladefí.a-
Ue, donde estudió Medicina á Ta Yez e^ué se
dedicaba d estudios de historia natdml, y don-
de se doctoró en 1829.. - Detepues de bíabérse
establecido en Beriín, donde desempeñó -él
oargo de catedrático de historia natural en
uno de los jimnasiós allí ecslstehtes, volvió en
1837 á Halle y en 1848 fué nombrado profesor
de zoolojia en esa Universidad. En 1848 to-
mó parte en las ajitaciones {>olíticas y fué
tíiiembro de la asamblea ilación al alemana y
<ie la Cámara prusiana; pero disgustado con
ia situación política, abandonó en 18501a Ale-
mania, para dirijirse al Brasil. Recorrió tas
provincias de Rio Janeiro y Minas Ger^es,
tefiiendo la desgracia de fracturarse un mustio
eoi Sagoa-Santa. Después de un viage á Eu-
ropa, llegó en 1856 á Montevideo y recorrió
lú Banda Oriental y la Ret)QbUca Ari entina
eií diferentes direcdériés; eii tííari:o'dé'f859
cruzó lia Cordillera á la altUrÉi' de Cofriafid^ y
pasando ^por PánaiM'y OoSat, regreso á'Ale^
►§ ibqesi ;4oij43.3^ fiíjíftcargí? tje Ja. direfia^íi
numebosás obras citarémo&las que tiep^nj^sy
gue son : Reise di
lima der Arg. Rep. y
objeto nuestro pais y. que son: Reise aurch
.g^t^p^, .jg{je:esjtA:^BÍi|Cfl^ VÍ*c»i8tP
. , SiigqifiíDVfi^ pj^p§^, gd ífAíé^ ¿e:uí^ pbret defiih
tífica. (Q0íÍ9AituyQppí?¡§ísfltPí«^ Mt
tas y íi^q ¡(Jist^Mj^^s , Í9t€[liji^cÍAs /^e dedjoíw -
iai .<wltf yo 4? Ws<?j^Dcia., ftdftuirir 1^ autOfided
cjfXQ eiji el o^i^dOiiCieptífiqp.jiQ^^ Ql,>diri^tor
de ijjií^^ro Ua^^Q p^Mco^ .oo¿((|UiaWP' (PQr
.una..^rw í4^iv<>br?3 y f?P?itos ^oferq hí^town
j>9ítur«V fin:la.ia1}^;Ac;Qpci9i)^U0.,e^ii^ pAlieLb^^fe
t^qn^ apt4^íffii<«^njte ^ g^^ qo.^qIq. reyftl^Ei iínrr
pQrtf fttes, 4pS<#WfWeiv.tft%^jaeiifP^ ;, ^.í]í^!^\a^
^e ¿t^jífg^eíi Ijom^ien jpj(?p^ftij ejefift^p crji^eiá»
y un Ipnguaje fápu.y cUrp. : JPfldetoíPSfeUej^afH-
pos^e qu^.el Di^Brtr^fteisí^íi, 5ípíppr^n(í¿^0íí(^
la ji,inpprt9^ja (Je Aq^ ^l§n>/ííítos qy(? uR,^^
tudio s^rio4e 1^ ií^iyal^?8/,4Q Je. Arpédpft J9»t
ri4\oB^ ^ ¿^sppcí§di3aente 4e la ;B^úí?J^-Ar'^
jp^tif^./pvieífep, pffiec^ él l<a QÍenQÍai.^My9í:q^i
PHR^Íp/sjjjaRfiÍQn/pqfl íp4ajl^ijQQno<5Íííft^
flíep^bliWATrJQfltífíá)^^^ .9s sin düd/i íél' trabajo
mas notable que :tertg^a poi* objiefb á rroe^tr^
patria, bajo él panto de vista ^d autor, y ijiie
no (tejará de Hatnar en alto gradó Ta aterioioa
delascuet*pos (icadémicos.
Llamados á Btnitir' nü-e^tra opirnipri sobré él
tomo teírcero dfc esta' bbra, qué inaugura ai
eátui^io'de la faiKia afjéñtina, 'compren díenÁo
á los, mamíferos, y (|üe xiesgraci adamen te 1:^
salido 6 'liít ^irt d atlas correspondiente, de-
bemos r^ópocáf desd^ y'sl que ' responde a
todas las écsijeacía^ dé uiYá crítica . seVera y
que cot^' el mayoi* placer heñios recorrido sus
pájiftas; tan intenesaiités como próftíndaraíeute
ciéntífióas.
En Id Introducción él autor hace notar con
SOTO ^la rampa se aistingue por especies pe-
cuíiaírésjcarácte^sjtíca'^/có'mo' porejentplo él
íágostbmas¡ mterttrjdi^ q^ñ'e la' fauna ^él'Esüé
es análoga; á'la.de la^ tejfoáes vecinas del
'Patd^ay y 9rasí!, y fa deíOesfe se confunde
conTa tfé ' las ' mesetas de Bólivia y en partb
con la de Chile; y con este n^otivo es digno dé
iio*atHse el hecho, que a.sí c^pmb la Pátagónia
pfei***isu fofníajtííóh terctarin entra en un grúpó
conlisi: Ottf díHéra y I6s^ territorios én ella. com-
prendidos, •dsfUairililéh.lia fauna déíá'parie
aiíáfráin^fe láíRÍBpábH(iai¿^ aMíogáS la de; la
P«rt^' ftcteidéntáüy^á- la- d? fiolivia, 'hallándose
en Pé«ágdnlá,'¿ob#era costa del Atláhlíco, efe-
— n« —
pecies qiíe .también recoqooen por. patria la
liordillera Arj>ntíno-CbíIi9na.y lá del alto P^'ú.
\ En aegaída»iQl.autop^oca..iacidpatalínénte la
importante y debatida c^estipu del pryeftdelo^
seres vivos; y si bien se colocad baJQ ua;^unto
4^, vista ccMx^pletamenrQ cientílico y {adpaite^ en
Srincípio la tapría llapi;ida¡ ienpraltueinte. . .de
lárwin^ niega, sin emb^go,Japqsil^¡l^^d. d^l
'.cambio de un tipa futid^níe^tal, A.-cfiasaj dé iÍ^VT
%enciasQs ternas; y,.se«aa:s^ opi^^^o^í, ^í^s.d.ij-
ferentes tiuosso.n ofijifiaí^ y6ontói¡^p¿rái7'^í>s,
y ^ sólo el de^aitalío. de cada tipo Ha íenidf)¡{ii-
^ár ©n. épocas sucesivas.' R(íCo.n.ocemos'.cjue
esta tóoria puede ser esactív, pues,es ¿auyjiOr
sible que la célula primitiva ó ya j^ii.prdtQr
Í)lasma hja.ya lleyado en sí la razón dé\su
Uturo desaíjrollo; pero río puedc^ negarse a\:^e
1q3 fenómenos déla ontójénia, Q.s^a.^^ 4¿-
sarrollo individual^ pueden Interpretarse laa;i,-
bie.n de mauerj^ distinta y aplicarse 4 la filflü^-
nia, ó sea al lesarroUo de las'^speci^s. En
ningún ca^o nps parece jubito . querer ponep
á la teoría de )a evolución fuera de toda á\^
cusion científica y rebajarla al nivel de 'un
dogma de fé,
, Antes 4© abandonar este .tópico, UQ podexBiQs
jípenos de trascribir las. siguiente^ hepmoBá$
fíaíabra^^ que sefialan el .yeraader? terrer^Qiea
que.debe <;ó\qcarf;eel paturali^^.: .. » ;; (^. . ,
. « Lfi. jeneracÍQ^ ordinaria es uiji.lii^hqiac^i;*
jtdo ppr la piencta esapia , qiue eejá eu arr
iüQuia íntima cpi]^ toda^ las deogtás |condic¿ahes
~^tT7 —
del uniiíerao , y hl oaturaltóta 4fU6 «o ^uaáe
^^cQÍtir que Is^ materia haya burjido ' de la na-
J^ e»tá obligado ,á íadmitir la eternidad. 4é la
.materia y bas$<f sn9 ieorias QÍéntifiíGas ecvbj^e
ÍMtra&fQrmacioneSi de la máteiría« . Lfi cieaoia
JOQder»!^ .e^tá oWig^da á adtoitir la |eaerft-
cioíi oHjiQ^ria • WfiKí) hipótesis inevitable; ella
<aQ8pta cookOcuoa Verdad; pr^b-ada pprlai.Qb-
Sj&rvacioa< de ios re$to9 de seres orgaaizardos
en '.Iii3, capas 3ad¡ metí tari s^s deioti^stpo gil^iibo,
^m i los aaÍQftal03 y la» pituitas primitivas^ bfm
pasado de ua grado inferior á los^ itipob ao-
tuaias; y" que éstos .$e han de'sar^oUíído len-
taofteoite. par<áÉMaabiosstieesivoES,'segaa las épe-
casríjeoífjjioas por la3 etlales pasítron^: hasta
que por fin ia pire3eQcíe del hom>bi*ei, de los
raanáíferoí y de laS; plantas más. perfe!c4íi?s, eo-
roaó este. trabajo con el últi^poío y más*3ublime
producto de queatro planeta>K «
El autor sigue en la dasiñc^cign de los ma-
míferos, el sistema deCqvier^ fundado princi-
palm^entej en: la diferencia ida los órganos del
movimiento y de la masl¡<^ajQÍoa: teóricamente
hftbríaíiios preferido, por razones de fácil .al-
qance, que el aojtor hubiese separado comple-
tárQeate los mairáupiaies de los demás mamí-
feros coñside^ado$^00f^o a^ionodelfos; pero coa-
venimps q^iüíef ttatándose d^ la descripción de
li^ fi^Q^, de qq territorio» 9^ta (puestioa carece
de importafioia.', . ' . . ♦ . . ^ . . -
, BJ, bpm^br^, ioawgiH» ^eL eg^adi<^ de ite^ etfr
p^cie^, y hjajo ia.dwíPgainaiision de Bimama^el
lJéR¿i9í^ta¿ri«»^tder<ruponé^ M¿c^t^^d€í^(o
de^^ta divietda; "v én> efeKtto. ti "úáXóit t^m^^ofSe
Lineo, luí ^reufiido si) hoiM>Pe^ ba}<b* Í6' éeiiORit^
nádiiQii de ptrítifáteB^ cmi Ió6 moiios <^'iiM¡so)a
1itibtic> fírdfepitnos «adherimos- álette^últiitib «ük^
Esie oapilttki' está áigo ódAipe^i^d^ <y - él
ñi'sobíis el oríjende las ms]as^ IntUjen^is v ni
sobre ía relaclotí qu'e' <í<Dnserva^ri eimré'ííly^jtion
las demás rascas huntenas; peíío^.trae' i'fttepe-
i&á^ntés datos sohfb éí\ cónfoprnafcftón imiívid»al
y sobre los primítivo$} in&trunletilos^-iarfnsa^
3«iJie^táatían. La ¿uestióii sdbRelaecsisteñcia
el feomfereáititíes de la>épboajétítójí¿aacttiaI>el
Sr/BuiMSaeisteí* la resuelve n!egwtivamen»r ■ i ;
-íiade^tírípeiori' detallada de {las ^spdeies
gootójicaá eesistentes y fósiles de|a^ Reptiblicia
AiTjentina, revdla tin estudio ^i^ofbndo^ q«^ ja^
mes ha Sido hecho? tan completó ^f^próH jo-» V
que en gran parte ^fe* debido ¡á lab' í#v»efstigkl
oionésy obsepvaoióiies pepéén^ilés^^el €^i</Biir^
meíftter« fis un éstüdit> suthaMeflte^fatát^efáanteí,
sobre todo en cuanto se refierdftíás'feft^kfe
ite< épídca¿ jeólOjrcasailterlttt^i á'-W^úéiiiA, &
les j«ifEmtUts*' de seres* esticos 'j^íjígéi
^y$s restos fósjil^ , ^1 t£^l§r|to dpi n^ivra¿(s|i,jii
tiene laimbQ wmpo. fpwit' apH<»W'. 5US'í?prvp<?i-
mmlm\-S ej^rcitítr si^ .sj^e^eid^íy.ftqs [iaies
ob$6rvAtOria.^*í Np |>MtÍ5Íe .i^ iiM^^tif? ftpi«»P
de l^.ob», que QOiqprwde: ;\a 4«?cwR<¿<an 4©
m^ de ciepitp piaovienm $Bpecie% y <i^e ^9 d^
4üoil.Op<AQniepdo 0} ja)lM i 1^ vi^?' ; {^^^PiRP
ppdemo&. dejar d^Hacp^p l€^ jateRQioo.sQbrP
íi^velloa cf^pítqjop .gqe á nuestro ver .Bailáis ;?^
di^tuigiipií. Taleis-soo por ejejrpoipl,? el d^di<?ftdo
álosl^ünos conei he/nxpso. artículo sob re ,q1
¡íiíd^^pdm nso^^em y . sqbre. todo Ifi parte
rel$iti]tra :á I04 ^.denta^tdi (um )os artícujios.siQ-
bre los jénecog M^gutherium Mylodon, y ^Ph
breJo^ jBitor¿(?^a,.y.qtros.; El lestudio spferp
Iq9 C^b^jles fósiles l^> sido ^p^r parte del ^.
Bifrmevster o¡bjeto4aA^na| publica^cioq. esp?!QÍftI,
y gehftlí^ £^lgoiQ9ii)pepdÍQ4o'§ií,e9j;!a obra; <?pnfl-
tituye uno de los más preciado^, tfíabs^Q^ dpl
autor.
Terminaremos, en fin, con el deseo de que
•prootoi ap^resoaa. ]o$ toiBos xe$4a»tes de esta
obrai;y que. baUe .^i.las cladQs^iilustcada^.'di^
nuQ&tro pais la aoqjiida 4^iietnij»reoa>y íqíue<s¡i:n
du^íiía liará iea los^ óeatiros del. moví roú^ni^
<»eiálfieb «saropeQ;. . , / :
I 'fU'!
31ftiTfViqa á;foifotimnk.aii^trad^iea>pane!^
^0^0 Jim>mi9(KÍcia$ fddiigDJ»iiidi0>tifteí(HlaL:18B^
1877. Por FuANdiádó^F*. Moreno; dli^^ctordel
Museo Antropológico y aí^queológióo- de Bue-
nos Airéá y ^'efé <íe'la€óitiisión Esptórúdoradfe
los Territorios Austrates, doótor ad-honot^efloa
^9 la üniverfeidad Nacional, miettibro de la
Academia I^cionátdé Cienciéis dé lá República
Argeíitlriá, miembro acaflémitío de la facultad
dé Ciencias Ffsicoriiatüi^alles de Buenos MfíiS,
'líiiémbro honorario del Círculo Hedido Aree»!-
tÍno,miembt'o honorario de lá sociedad itauana
'tíe Antropologia y Etnología, miembro córrete-
ponsal de la socied&d diB Antropologift^dé-Pá-
ris, de la sociedad de Antropologia, Etnofogia,
HBtc., de Beriin, déla sociedad Real de Cien-
<rfas de Líége y de la sociedad Mejicaná^de
Historia Natural, miembro déla sociedad Geo-
gráfica Italiana, etc. Toíno primero. Btietitié
Aires. Imprenta- de La Nacioil. San Marfih
húm. 208: 1879 Én 4> n\ei!ior, 460 y IV ps;; ÍB
láminas intercaladas y el croquis de una parte
4é Patagonia.
• * * .
• .' • • •
'.'-'■
Reñriéndose á las ascensiones de los Al-
pes, dice Tschudi : «No es acaso^ upa atr^otó-
«cion misteriosa é ioesplícabie la que impele
al hombre á desafiar los continuos péligroi»,
arrastrar su frájil ecsistencia ^1 través de de*^
siertos hellidos , refujiarse contra la tormenta
y el frío en una pequeña choza construida por
«^'fatismo, para pisar porfiB eon itembtórtísa
la estreoMriéombfe de ivi ? monté <cii^
— 181 i--
bierto denieve? Ga^tap.^óiola gloria 4eha^
bar lesf^do allí, e^a r^ompensa; . m^zquiAa da,
esfuerzos sobrehumanos, U causa de^uanr.
halo? Nq. podemos crearlo;, .Es el seatimiei^U^ ^
de la fuerza int6%tu/||, .qiue 1^ conipuave y le^f
impeieráL vctAcer los. inertes oljx^tácuios d^iiai
materia; es el dieseo:de medir e). poder humar
no, el poder inñnito 4e la voluntad iQteiy^nJUi.
con l^r^si&teúc^ briiita de la ma3a; .es 0I im-;
pulso sagitado de investígaríenjiombire de la^i
cieatia Is^ ,foi*maoion y la vida, de ifa^e^f^rA
terreíÍPS .y-re^t^ble^r Ir: aemqniÉij qije Qowp.v
lajsoimmtierioso upe todo Jp eosistente.» . . , .
CoAim^f^^ esaclitudiSe- gplicani/estas paU^
brafe aívalipnte yiajfirQí,,que*8eha propu^tp l^
esploraoion de log /¡leiTitorip^i .^Ufetrales dej^
Rép^Jfe^íc^ y quje nofiii¡espon§í parte de*sw^ ifi^r..
pojantes ¡d-e&o^b^ifíviwtQ^ . ep el vojlúín^p .qu^. 1
tenemic^ á la vi$ia, el> prí merp* de una obm ^yy<> •
o^eto.!^3 Ja dieBCf ipíí^ioíi/dedft P^ai^foniQ' Aijig^j
tral! En este trabajo el señor Mpwrtodá.QO^^^^
ta ;dtí^íyia¿e efdptUiádfl.é; le9^il©Mepjt§s!¿el.íJio
SaBíd, Cf'u^, cuyos resultados no íesi^^^JiitQr;
cieiJtp^tW rejaqioa poplaeicstguoi de. lo^ ele-
meftioA d« que disponisi. Ep «^(»^vi^)€fe ^1 c^
faHdfjtpri^és .el mftgaíSco m^^tÁc^lc dplft naní
tQcIkIeM de to^'tfí^piBQft pa^a darle ;el'rí?alcíe^)
fáritóíáírwitíel vi^je.iíle Op0llap#^ p^^lftl. ^a^l;
soi^rarof^iJcis . fatigáis « las p^palidad^/y ta&i
pr^lébas ;dQJiiprGgo^ pa^^9{i)^Q(^}^^ aUur^i
d€ijiiqiifillM|prii»era3 e^ew$j¡pn^al itniiy4»^ij
die$€«npo|do aoritinentai^efiMrtQí-TM^t-.. MQí \
reW¿, 'áé¿fal^ñádó' *dél fen'ifentfe SWHft>yarid'>y'
talsto>fó^'valie»(é^i^ai'fíítri&d^I<Bisa^e^iádós^
p^* Fita-Roi ■ y Dari^ílh». Treinta días sin tb^
p^a lucharon* dotúm kt-fSdr ríante >deli^Sftbtaí
Oüá?'í hubo jorafadas^teróbleB; y €ftW)sí tf^feínta
diáí^ 6ttk{)lear<:>]i'6i¥ la^dtílomcto"!) -d^ lóÉ^>g:fáítí^
d^s Itígos que "^ esfiléi^^fi al pié> délos An-
depv dando rraítiiniíenk) & aquel río, d^e lód cup-
lés el tino, défeetíbidr4)e Mr Viedma, lleva e\
nombre de este eáplóráüot*, y« los otros; d^-*
cubiertos por el iS^i MóíHeno^ han recibido el
nombre de Lago Arjeiitino y Lago Sfen Mar*
tití. El débil esquife en ouyo alto fliameaba' la
bandéf ai patria, órutsó; iaís aguas dé) la¿ú Ar*^
jéátiM, que hasta etitdtice^ sólo surcaron l^a
müjéslüosos témpanos que sé desprendleíi fl
lai Cdt*dílíera, de duroiá&tlitíos' también» sui^jíó
la* terrible tempestad que saiiMKlfó la débil leinK*
balneación, pometido én |>eligro la vidarde lod
osados viajeros. í' • : ■
Allí el'Sr¡ Mdféne han¿f fóHiles comároas
ptHirrisla^ de ábtindahVes riquezas vejeftalite y
minerales, de £&cü eóitiuhicacioil erít^e. i^f^cy*'
dlMp^Mandó dentina viaftuviar hacia et> A4í¿q^
tidd^ d^ \k in^^tavücfa del Santa Cruti; bqmat^
<5iÉ¿í^->á'las Makéá #4 0tidb rflénos dé sefiédar
di^'gtandk>i^oipél<VéiÉTt4. AlH/én kis HbétfáS'Ael
1^0 Amtíihé^; ^ t»d|lló < g rabadas < efi )a»>iK>'eAd^
t¿Mi» de<^ká^:^sttf>S^i^(M^s'áilais^4ttliN^0|^
cofétáe 4fkteítai(>Itt^$^0K&liifir' > 'Plafttd>{»»«>ftfi^'
- 1*8 i- -
báíJde^íi arj^tiY^á*'*» ¿¿piüje' que, donío k)<< aiv
t6i<kyri9S, ncí hábia bollado úún^éi {>ié det hótn-^
iH^e «ivili¿ado: Si^ á* la descripción dé- este ■
viaje, 'hectía ew efetilo s«eUo>y agradable, agt^e-
gattK)»^ vaiJtefe' otros 'eptóodlos no méttos inle-^
resaffte^teférontes á lastribosi tehuelches^, qde*
DOS' dan 1 ocasión de admiran el valor del via-
jero que supo atnoldafáe é la^ coi&tumbres de
e^os oijos aéh Sur; y algunas reminiscenciíis*
del viaje eféetuado> anteriormente pop el Sr.
Moreno álo<^ toldos del pod^^>so cacique Shái-
hueque, señor do « Las Manzanas », donde fué
sometido al solemne juicio de un parlamento
que se' reunió en tom^ de l«t sagrada priedra á
orHlaS'4el Yai-^la4ey-ourá,-^teneraos una obra-
c^ya reciura no^ípodemos^ mtoos d^ recoiften-i
dar eáloiVDsameiite á todos^ios <^üe sé interés
S6i^ ^or el pn^reso dcf» la eíetioia ilaefonal y
ófiya toúimWBíekon deBear^ánntos) <^ue apar^écie^
m; pronto. /: v
La obra publicada pop ia imprenta dé' La
Nadon está it^ó^ameo^ee im{^resá , ádoiuadd
ceti'bvfenaB táoiitias y coit^un nmpa del ter-^
ritori<oí esplorad^L ^ «
.$l4^tiiA)cf)t»}«li«tb dW'qtfhOé^tei) lle{^Htr.-^Es^'
ttfdioiíóbre la^^ifaslactoi^d^ia fi*oftteHi slid dé'
l»^ep6bkkla «i ;Rio» N(ei^i^(Hiaéd)cád?> é Íék'-B'é^
- 184;-
t
rector. 4e \^ Prensa^ fi34í4a<á<>lf;y ^í*>t*«Qr<>tft^
de,,larSQeieclfi<l,Cíí9ntífiaft Atgfirttírta, ^niawlwai
de 1^ Sqcv^dadrGeíqgr^flcá.IlaliaRá,, OfioiM^ 4«('
Honof: ,djstíftgúi4o/0QaJja^tóiiídalíA á^ .QrQ»4^.
la,A<^aideflai^ ripo.^e BoJi^nia^T i»iwJibEO htown
rarip y activo de y^rifta .^sícied^des na«i<>fifby^
— Spgu^^a< ediciortnrReti&adja jí coa&id^rftbl^T
r^iíníe aqmeniadajpojr ^tautftrí gínecida-íil in¿Sr»,i
n^ por la Qmpresaíde IjlPEensak Buew4;AU:§3i
— PstptblecimientO: tip<?gr6fi<íí} /4 yapop'4e Iftf
Pxei)^, Moreno 109* .lí^7i& Bu 8[' tojE^rtiv 4Q8,p§i/
•;^ .'Mí-
*• r
. » < I
... , .
.• .1 ..I , t.' • '. .»' ' vk'iJ- i
i-B^jí^ ¡obrti Qswta en'lo^mficnatítos.eB^'qii&í
sft • preparaba ( J*v esipadiobn .di i Rio' Ifefer^ mió
el efitíUQ fócil, y- bjdllaate prjoppQuidíeliiau)tt)jj'(y
cooi pflQfundo .€oii(>c¡¡(MÍerí<o aarnte-tíníiílÉf^rí'*!»
pre&epta reunidóij y'QsípueB<t>^.aprífírróJ^<ter
muUi^Ufi (}e :datos ; .4^1 Alte [jtnpipirt¿ni:)m jaof^iíi'
entonces dispersos en gran númf'ro deíírfwa*-»
sjjWQí PQrn p^^ifie delifrii4w>ir.i»Ufcdifeíi¿a>'^:k
sicjad ly. n0.i^,ien,m^$ra algiifiÁf\í[anijí^0Íodu»i^r>
obra de circunstancias, slnó de[^ii«t»ttfiwií^ii0ii-;
trínseco )i 4wadero.
La primera edicion^ule .esta obra fué hecha
por el Gobierno Nacional y repartida entre los
jefes? y .oípia4íB$: g^e.^e»lp¡^ Mm^ poRfe-^lía
e^peíc^icáofl ,'j Áj4in« jde qw0'.iS?«r^$tiíiai(i(ltaBofttj.t
im)t9rji?4i^'^fi. ^4^n^9^0[ ^s^iie ibAhof (Aio^í^t; i
rar.. (^§,fi^ttp4ar^dieí^jj| laícuislifiemanfattii
^ 186 --
sa4li^y^ ;C^uixif«tiid«r 4oa#«dembtoe«ta ppr 4
au(oi']frapo9titiiy^ faof «I tm^jomis completp
qti^pQS^eemo^ sobre el temtpríode laPampat
Los dos primeros capítulos están dedicadoii
á UM reseüía histórica y ¿ la esposicion de 1^
esplpracíonc^ ^efectuaditseo^laPampa^.
E I , autor h$tee . una reseí^a ¡ de la e^pedicioa
de 1833, ea la cunl haUamos dgtos nuevos é
int^^aot^s, y en el segundo capitulo se halla
la. hi$torÍ€^ de la importante ref»pkNracion ^ecH
tuada en el siglo pasado por el piloto ;Bamlio
Villarino» que reiBODtó el Rio Negro hasta e}
Lim^) y se f^óompaiía un plano levantado por
el ¡esplorador.
Los tres c4^(tulas ^siguientes tienen por oIh
jeto el estudio del sistema hidrográfico de 1^
Paoipft, punto tratado con gran acopio de da-
tos. Fácil es formarse con su lectura una Jdea
acabada de los, tios de aquel territorio, s<>*
bi;e todo, del mRío NegrOi y , convencerse de la
importapoia que el porvenir reservfiáesas via^s
fluviales. ......
. La descripción del territoria de lii Pampa
ociiipa el capitulo sesto, uno de Iqsmós intere-
sante^/sin> duda., Jí)escríbese en él las fértiles
rejipAfp, ; aodinas^ que ya kal^fan llamado la
atención dé los hac^da^os chilenos por sus*
4^B4finte9,pa3tos> cuyiii>sJb|99i(|ues han cau^a-
áfíi» 4^4lPÍracioa de. (odo^. los viajeros, deí^de
Fi4#e9^r hiista Mustera y Mor^no^.y que en^
cierra en su seno esa mole de CQbre co^cidQ
P9r CerfO;46 Pallen y J^m^^poim el árido I^.ai8
L
ttdíitfó§^ ilt^af citCei fdU ttidii^l(»áifoi<¥b«éifii<él
b^^éimé éto^M «HAJ^ 14 líc^sl bordeé é& Stifa$ftu»^
hérteóMi -t^ft^ttíftov Mgáídd ^pd^la'éoríiéiHitt Idél
lllkay;'t^^0^smi«thiod^^eta<y^iÉOrk UüdMj^á
J%nttt^ la@%'^a^á/ á'pd$áfid<i^qu6^b^de>se
truGcion apunta ei Dr. Zebailoa. ' lia éc^ó-*
«¿i^bi^n és méhdofitída'^jr diéciititfo.
lJti^>ei^fUd{^ V coiidititeMeibiléd soib^e laittlie-
Va 4ííieá déí< fronteras, hoy realizada, '^s 31-1
ma d€fl 'cátiftát¿ ^í^tiibo; ét oet^vb' m^mtipé,
d!e iá rMSL'Wáiién&, que ^1 «scñHiü^ él li^i^ ¿íQn
dotíiimcte>ét)'tás^ol«(dá)l<es ide lia PttkH^, S^
conoce inmediatamente gue el autor hñ ^Mfttb-
3\jte ha in^^^ty '^xh\ ínteté» ^todd ^k>'^»¿líÉ^
vo* á^ e^s hii&íT'dá la ^lrí¿:a ^áiiátocM/ \M^
pero eruei, «Okáo^ei iii^« que á^btta^Mi^
^orrálei^ de'f^Wtuei^^ittiípéu • *- " • ^»" i'-i>> -• -
m «ItiMo^IMpAtíla to. OvMifi^
<«ti«lN!ii^aKMliimtoM^()ft)JPlinp»ifM^
«ir)álmi||iiA<lo; «1: fia ípof»Dl;i«o(.4e^ <f>|vMr
vépmlkeu^ i sierao^ den Í9¡ai )»9»», , ,w<lMlftR^ M
otras,' jáilailinneeaiiA» ma ifl949mr)mmnf>fir
la población, .'.fiuUH» ,; aUi <M»iitwi»i9i9f4p -fPf
6aa«if« de médanos desnudos, que entre-
gao á los Tientos torbellinos de arena ense-
gueoedora, . aquellas estensas rejiones en las
j;m^)Ek^ el e^Mñol «o os^ba aventurare A ffie-
.mijlp, , e) ^ató. 4?í ,á<a6to. de las prj^ósaír des-
j^fipc^opep del píidre KplJí^ipier ,, a:caba de abatir
m^ i|iont98/y,9,iís méd^pps ;r dC; ,$hfrir sti?
>S.jd(iJ5lces y.eristaliops. al p^^9 .tAu^^nte
p^ft..l)ái?aera qite.¿ la ^IftFÍa^ cqo^uista de
j^fifa/^}ñ aSa.cUr nvas ^dé ^1 laurel
-9^J*'WW!^,4e la l>aflí^í^»»: . '
]Uf(ijKaí»,pí)r^ gj?e ^t^p^recer, ^atplibfp íf<^Jp
era aun un proyecto, un deseo patriótióo, hoy
está realizada» y quien-haya recorrido los cam-
pos fronterizos habrá tenido ocasión de ben-
uiÍaeiiMi,ii¿oo^tt0)pp|ftif,lqíyn^ b%[tiea-
«IMMMi un./l«iifti(wéí)q^e>4tn«$»{i{kl áK^M .w
30qitw>id« tiMPití4>9iiirí(^«tac>«n)ttSf
liáis, éñtíre^ I6é éuklés >figuH staii^dignftmoiite
el ftutDp^défe olmi iqfaé 'moAivai este articMfo,
seftfti'arlás fiíéfllTefll' de 'ricfueter b>s elefptatíé»
Pátnpii y H^tie sót&e«j^rafiqimel'hcnflxmiae
i%ditña eoh te ftítetüh májicft ' deL trabi^Ov .i^ < *
' Qti#^i¡N^ i4i^MII«ída; di^adii poTiel^q^^^
ji^ntiiio^ al'crazák^ jdl defáto'io,* sea^ pue$^ la .iMü
;. ! 2t5-Víaje al páis ¿^ lóá í ehueíeíiw. ; ExpfóL
.naciones en la Patagonia Austral por' Ramo'ñ
Lis'^Ay^'rrii.émbró de varias soéiedades cíehtíi-
ficas.* ' Pnpíera parte. Buenos Aires. ^Putftáp í
' de venta: librería Europea; ¡S!4SÍ Florida; Uííí^ -
rías dirt Joly , Reflé y Mendesky ; itíaprerííá'ofe ■
iJlartirí Biedma;, láS-Belgrarió-í^/lSTd. .19h-
4^ 83 ps, con 9 grabados en mádqraytó ^c«-
bulárió dé la lengua Táonecá t Téhúelcfífei
I -
ktm^immm • .. t
- 916^Llf HiMeMifá imtrtMl. >< ConpWai«ato
éiX « ▼fa^> ál país :de los T-«ÉuiilGbe»»^fa^Nr
léieMlflJMUí •fladioiiieüést y eátMttij[«»i|s. Bmrmis
« I
:;;Ibdteiia por;el aampo e»tf a^dioatic^ qq9
du«itfd,paid. ofiMoef^MÁq^ Ja» íQVA^tkiU^paQ»
oÍNitttMS'ypoi::fiitejjemplo d4 \otk »mo9 e^r
tfafljtros, 4C19 hw í^ti(^^blH?a.poff
teatro de'aua e0plQ{í9j2ip]iaa,$e ha d^^rrof-
libelo. tambiaaw ;mieatra|ttv^(u4«l daaeo.dje
tomar, parte QQ¡jel moTimienta aienUfi^o y no
iba6ippa|Sla]^ taa aólo^bopapi^ pasivo ^fla renr
tt^uarata «del progresio europea I^a . Sociedad
Ciwiifíca Arjentiña,reupÍ6Bdo^auQ aúctcQ.tor
daa;la8 fuerzas, ^que an nueatro .pais aa dedi-r
aw ;al Qultlvp dd la cieacia» ba dado esprer»
fiiúu^ é4a>|íulso á ^Ruestraa aapii^aQióQea! cieo-
tíficas,, y aaparaq|ios. que un feUz resultado 00»
r&pará ^ua esCUerzos. De au seno tambiep ban
atüádp loa ;aaploradQrea que> afroatap^o peli^
groa>yrV6p,o»eBdo dificultaaes» se han propuesito
^l.reoQupqiiiiieiito dejos territorios ausi^rales
de ia ;R^^blioa Arjeotiaaf :A este plumero
parteiieoe el, señor D. Ramón l«iaTA| que. ha
^j^tUf^do do$ ^iéjea al estrerup 3ur .4e la Paf*
tegoeia^.a^tponieodo el resHtti»di>. dei ellos en
Jifif ifi» QbrH$ta^ cuyos tUuí^a cv^ocib^ian f)^|e
•4rtto)k^i.' ,..'/. • í :' ■• . -.j-)^'
ti EJ^«ViW!J^aL|mis4e los TabuelebaSi»,yv4(Ia
^tagoñfijQmtiff Aliiir a<sqflifMiQa4o elpiiawro de
w< tm^ da^. toráloiró iCBjpióvAdo yra^Qrnados
ambos con vanas láminas, son .q^flNi^^s
y que cot¿SáÍ^fhífí¡4t<fÑA^i^ifik.f€iiM e«t«
autor. El firuto pcincipal del viaje del sefior
Lista, realizado oajo los auspicios de la So*
0i«tAad i(n(lÍAlfÍi^:A»jif|(ba^ éft i»>e«^lolttdbn
éél <Rté'4}Meo>i ^ aiiíCMHe' tnSÜí' <»tíisM»^ é
II@<!tMdC''üÍf Mia&i«> <(^ j^ítÍlbálilf»<«M9ÍMWrt
eSj^%»ttttaSl> !Bl-^BOp-&Máih«i«tmiéi&)á>ii«»<i
#u{i* diÉt ^•tbáK'«féai]^MiM«ptt<:km't»f af^^
gttdi^'<$ÉMi>iu^oM: Ik- Fa(ttgbnia> \ítí íeptübmio
c&'iift(l«táttfétfffe éstéfiH'd^lusbtvañdtti^tf^tt^^
itéfétv «^cíiiileoéáHái d^ <tf«ln^O'd^<héi<y«bft«gi:«l
xíúk^ iMttdHV áü^jgMdidtfd riqtt&t»3 vtíiHtikatf
iÉm6rafes;ipiirál^edf<<Aider áiQ»h«mÉO^iptfio>
i^ií'V iwfú^ '«ffenieti«d« se hídlaoi «IP Icfis téüP-
i^mtóg Utó'iéáfhím, e&HiMii bos()«i«é'di^tbadenitt
iitíii<¿iilil«r y vtí-lm' tsmnpc» fmo*M<m'^
f» 'itíímáéttññésí troflas^ dis¡'gkiéiaaíc(tfs/4«flfte
1i«ailaVi«Uí álMihdattOe átiiii4»to mtaétos&ls¡^
•riádbS' l^acHMé» j lá»á^«s^' Bf JflMtdt»' titt»<dli.
'tfaiMI^,' itílieil^«ítt$eeil dflA&s<«I^IM! PQMá'Ari^
■m¡^'fio»&k i)árajéi#:h¿isb^iddS''bor ^ 6á "^
-é¿<ítitíiioft titíe^lm'fiástá el p$« (fe Idd^/SMet,
ifi^ ^ttí^ »ol^i<^ ra§-«E)btUti!iáí#»sr ]|q lál 4dÍdlÉa
ai3'h»is t^uS^fiAaeléhds.* • HdéWjtiibs^'tftWW^
>Mao> 66-' átfi9>^ádé> «ih «Httdi^^^liiKé^ téé Ütí-
póátos de huano. pues lo conceptuidiioijj'ite
>¿lto':i(IM)ldNMí |rt6liS^^ >p«ncii%tmÁf 1^ ha
t««ft(iSiilM^fifif»>«íW^ttWse>h»)tiiM^
' ÉMlifl8dé%tBÍ(M0< W^'4»dt«')^iái<«i^t>*4lif«o#lf-
^,dr^en lójtcó» (¡m ^r\M de c^^sear, defectos
^ye djáa^i^ecepan^ si QuánAoCT ¿uipr
MDliímÁ. como lo éSD^rarpios y deseamos,' Uifití-
Olivera, Mt%uo' áHimno^ de #rr¿notii i^íiieiai^
bfó tioitottorió dé la^ AsocSAeibn KtiPáf del' ÜMi^
gtfaly, pte^iáéñté honorftf io de la Sociétfoíd
mhi Xrj^ntite. a-tottoff eií 8?. 0aettos Aiífes.
ítópreiníft dd POr^Vvriír, c^íle ©eteriza ttú». 18^.
Í879. ' !!Ví«íér tomofViftjéís en'Praticiav Al«tta-^
nia; Hokridáry Beijíé^; 438 ps:-^Begtíndo lomo:
Viajes €fri PYtttidHi Itaífe, y 6#iza. 37»t>s;
- . J . '*»'..» I ' .' , íl • • • -i
1 ' • I • ' • ' ■ . ^"^ ■ .' , 4 I . •
Los ' estudios y viajes .tór/colas del 'sefiqi'
Q;.iY:kRÁ forman liná de tóás/ obras cuya'api^-
ñ^ donde» se ptf-
este lénéro.
r^^ ...j,>....»,^ ijiáá por Di José
Mariael fi'strada y 'qüeceéó h,ace algutio''^ afibá,
náDia á¡aLdó ya á conocer vaTlÜs ae susfrag-
tttórrtps/^ Olivera los lia' refunrficm,
íps tía emázladb,^ por décfrto así, los' ha corr^-
' ^' ^'sti'^¿íniÜhtd0Ofiátitü^tíuh estudio ágr^-
d%' ágncuftúra/jpr'áclica. aloai^qbe una
- 1^¿ -
Qbrá Uteraria digna de sena esttma.ci.Qa | ao
obstante Jos lunares dé su estilo. ' /
ho, lectura de loa Estudios J^ Viajes Agrí-
colas ii^struye y recrea. Es un joven él que
hablaren ellos; ^un joven ^ue se siente íncli-*
nado, por una afición decidida, á la agricultura
y que abahdona las dulzuras del hogar por
adquirir los conociffiMAtos que anhela y la
esperíencia (}ue necesita.
Ua biat^rjia consigna que Augustas encardó
4-yirJilio sus afamadas Geórjicas para iqspir
raral pueblo romano el gusto por los trabajos
campesti-es. Después ae haber leidQ el Mbro
d^ jseflor Olivera se pregunta si «r*-estable^
ciendo .la relaoiini natural eotre obras ^d^ ín^
dolé tan, diversa.,T* no habrá conseffmdo .él
OH^mo objeto empipando distintos meaios ? -
La. calpul turáis, indudablemente, uno de
los trabajos más nobles á que puede dedicarse
la actividad humana. La tierra es una madre
fecunda que nos abandona los tesoros da su
seno, que nosdefuelve con creces los sacri-
ficios que hacemos en su labranza y que inunda
nuestro espíritu con la paz de la naturaleza,
siempre grande en su evolución constante 'y
en sus cuadros múltiples y variados. El se^
ñor .Olivera ama la naturaleza y quiere inspirátr
ese amor á sus lectores. Por eso ha prodigado^
especialmente eii el segundo tomo, q^scri^oio*»
nés interesantes que evocan antes nuestra inqii^^
jinácion paisajes escarpados, montes* que se
levantan á las nubes, valles risueflos y salvia—
.u— I
jes despefladef 08, rocas y pradel-as, picos y ar^
roypsi orísas y pájaros que adoroan y realzan
esas: audaces ümceiadas en qué se ve una re^
iíon cubierta de grandeza y solemnidad, donde
los rebaños descansan á la áombra de los ár^
boles frondosos y el cazador atrevido se des-
taca al^ borde del abismo sobre el fondo claro
dscüro 'del crepúsculo. :' ', . •
La obra del señor Olivera enseña' y recrea;
pasea ^'lector por los países qu$ ha recorrido,
y at pasar refiere hechos a^adables 6 ¿óa-
signa importantes y científicos datos; aluth-
bra nuestro espíritu con recuerdos propioís y
bien traídos de hechor Históricos; salpica sü
aatracioa'coniináqiiéotrahiácsinia y uno ^ae
otro consejo que le ha sido dictado por su es-
tudio y k\x esperiencia; relata ácontéciiíiientós
tiranos y crítica ó celebra con franqueza y
sinceridad. '
Dos jgr^ñdes móviles lo han guiado en su
trabajo:* el ainor á síHpatrla y el ae^eo de co-
municar á los: óticos lo^ue ha observado en
muchos, affos. de aprendizaje y de práctica, :
' Cf eecbos qíie todas las personas de^ ideas
elevadkd^ ienéralmente afectas á jo aue deiá-
tiíuyeea algbla mdnotpnria de ía vicia y es-
pécí^mehte á aquellas relaciones que por más
de un concepto ; instriü^an deleitando (¿éteé^-
tando dfocérá^ tendráh en cuenta al séftor 01i«
>éra el .«lalrgó estadio y el grari amor» qu,e
invócitia el poeta, j
^/ 1 '. • j '. . '' '.
«ta
n ¡M
s^M
iaH
TÉÍ lustrado autor dq h hí^kimM ^nftf^
_cí^ci,oíi d^l rolieto ^ituí^o,A<>ÍíífW«<^ f^ ■Twr
esD^ialme^te af,4e. Uj^l^ifíoj^^J^ haA,íPiBe-
ÍOJI^., q«e <fW. J?. Pro"!^?*^ ^Wpísp, por
senda 'de la rerdad, y estrecname^|j|.;i^;g^
dvn<ís, en OB , <^ gui^fe ,iw .fo^l^»fíff^ ^Dli
)^ por, íff ri^e^j P*.«|eíí>P'm»ft. ftjMt^os
id. ardua y penosa; pero p8|f^.^#tjif^8|ftf ~~
laooríosas como la de D. BARTOLOMEMiTaB,
m vid^ diarín
i Aí^te. como ju^ÜISQacLÓB ^ taf acertó, ú^U
tü í «oe «a i^eto ^ pueétíoQ , es el recij jfejpí-
da'd^riw.TiaJ^ 9U% el ^ór *ácía ^ cwí-
dadr ito jfeií^ÓQero 4e guerra, para cwíptenwif
o(» Qímt^^motí debió eotr^fmts? al a|>utiui
de siifirDEoUia»iobse)rTaaoae34ae$trem^ de oír
tiia<H9ft4 d^^'.las rdn^s |de. Jial^uai^app^j^ t^
méR^99^^' {^lg^|H^,¿f^ Bp{>re ek
íimi^^K cfo^ifenqfBr 06: lo^ ii$pagias ^iuieí^ y
AiTffiíif^ jp§8^ á oe^pa^^ da )a -e^^^oi^ia q^
IaiIiab9ibP9r,Tiahi}wacd yp^^ta laa í^iy^ersas
tM^&QiOfi^ resi^Pto :4^ «paa } ruinfis 4a ^iruep
diKmia^QÍdOéí Pi9rQ de; Jiidi)^ ,
' Bea^^ del pripwr golpe d0;:v)s^ eoí qv^
tremaM«0f>Q parAC|bei!ep ppét|ao%y' pw^tff^fm
ks imitt)Mieit^ea ({ue despierta eli patafgaaijt9%
li0a hu» &HfBifíJiQedQjom amofmiB^fi^^ e) . IT^ipt
pío- y; d; :Falaeio> comprueba Ijaa i^edldA» tó*
iMjdks p9k*:VfirtQ3 Yiaje9q8|;]iabla ák l^i^ioAír
Mi*tei¿pr.que. meofsiitra ¡y 4a,l«fl.Qbnas^ hir
dráulicas de los iod^j^i^a&UlaaiaaptpafsiiAiQ^
M mtiMrnmmij epr ana ^sagefadfMff diiiien«io-
mbmAií0 ^«Ajdi a^tloráwsgj^ 9«af^)9ta»i6ata(tM*ir
;iit>«»i(«taffyi4M^ yotottna iportfo^óiii 4e4íRa»B
Bl jmqitifia.'cQiMal ;da l/aPi PffiPW
" gcos o».gst^l»v ffl^so iodo dos
— 197 -
ellas, rectifica los errores cometidos por D'
Orbigny y lasí compara con otras estatuas ame-
ricanas; deduce de ahí algunas considera-
ciones jen erales, viendo en esas rujnas el tes-
timonio de dos artes distintas, producto de
civilizaciones sucesivas destinadas ambas á
perecer, faltas de elementos creadores y fe-
cundos ; marca las causas que á su juicio se
oponiail al progreso americano y cree que la
Europa inoculó á América con su contacto el
principio vital de que carecia.
Termitia el folleto considerando lo mal re-
sueltas que aún están las cuestiones de arqueo-
lojia americana, que no podrán ser tema de
serias investigaciones, mientras no se meto-
dicen, clasificando ciéntíticamente los materia-
les acumulados; y espera que la nueva es-
cuela de Americanistas, que na inscrito en su
bandera de trabajo la leyenda «la América es de
los americanos», podrá quizás algún dia espli-
car los misterios ae las ruinas de Tiahuanaco.
Así concluye de relatar su viaje arqueo-
lójico el Sr. Mitre, después de trasmitir cu-
riosos é interesantes datos y rectificar muchos
de los que se tenian por seguros. Ante estas
pruebas de laboriosa dedicación, es de espe-
rar que^ la posteridad, con más imparcialidad
y justicia que la jeneracion presente, confirme
que los dias robados por D. Bartolomé Mitre
a la política, son los que han contribuido pre-
ferentemente á cimentar el nombre de que goza.
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-btírdiák><i«i'Iat^t'tt)^a.'PoHtíctt,<HlératttFa. 'Bw»-
11Ó9 Ay>es.'>^dn 'fiernttsnbs, editóves.' t^bvePiíi
dél Cdl«|;iü/«áÍ{e»iBoHVár<dúitt. dO.'1«TO.'iS'VO^
'UMciéfléiír en 8»>tHíayd¥> |)^XXII^97 y Í4ifl t>s.
1 • ' • ' . : r ' • • .
- Las ÉífíMOii ansí ' hiSñór mÍDO m han ¿eá-
'l^lpa «lY'ftó t9M;ciriást>ara comtkrará ^néí'ó
-^i^cHé(^,»tí^ tbé/nsTrúosi» «UJ^Üro' tfé üha li>
lltet^tárá^bt^rOiteMd'ft' yletal , érá V« tepélét^
tié «bis 'Béms -8HÍM6» «»idó!iitraf{ui jteira-
ores entusiastas^ !á{^eH^s; 'iVlkif tiftíe'cff ti-
''f^^tilftiSi^áb^'ya abtt^ttoeta al'dtté h!óir
-. 200 —
Se le ha echado en cara su amor á la for-
nía* Se le ha pintado frío como una estatua
de mármol, correcto, pero falto de inspiración;
y sin embargo, muchos de sus vei*sos se guar-
dan con encanto en la memoria, porque son
trazados por una 'mano avezada a las luchas
de la versificación en que se domina el ritmo
y se engalana la idea, y han brotado suaves
como el agua del manantial y cristalinos co-
mo la supenñete d^ la|K>4 ; r '.
El primero J^ tíiás brÍBaftté de nuestros crí-
ticos, niaestro y juez distinguidísimo en ma-
terias literarias, ha significado, en pocas pa-
labras, el carácter poético del señor Guido.
-^S(ü:nMj«a«;.dii«e.j^ pp ^^qyontt, ^^;^e* (ted$íta
^m í^lacere^giíO^W^, ni' se abisma^ jPO.<tefow^
proi&iados; íK> rie, ni s^ 4^eppefa..< Ü|ia-14-
-grima/puTO.y bdtíftníe j^edesfizaft-v^pe^pcH'
sa ii|qj|lla,vitípériqs,cí^lorid^, .^§rc> ^e Qoriyí^e
luego en sonrisa; y sus labios perfuma dos mo-
dulan siempre una pTácida, encantadora ar-
jXKmia. £1 Sr, GuidQ es clásica .P<^ 1^ ^r^<^-
cionde la forma y^jpoír la suñpiítia que ífvmk^
. ¿ Ip^ bellas plástica; pero su iqspyñ^ipiL.yÍMs}
en algunas. ppf$$iás,á ma][Qr/ altura qujéj
in§pira9áQp pagana; y ^ ^atiiQi^to que ^ aír
berga^pa jsws estrofas, es not^ i^pble/y a^
Mernf ouB; el ae^tiipiegato espi^e^^ pn^os mr
sos4eTioa poetas jí^ltlglJos.l..t.,,:^,J; , ^.,. . ,
Hemos dicho en oteo tietopOy ^.(fQptpatai^p
preciísanfjeatQ á, ^B?was aprwiwMÍPé^ fjVWtu-
1-adas !^^.^ü, p8tilo> ÍMe. iwg.; ^t» g«e^ífi
-^ SOI --
en et íarróyó como* en e\. torrente, tanCa en la
aurora cómo'én d'fcrépúsculo, tafttá em d valle
cometen la Montaña.' 'Bl nrísmo ecsaitado de
Hago fío es la única mánifestcTcion ' poética
posible de la inspiración moderna^ Ella ptiedé
ser settéfflá *sín déjenerar porelsso en lat vul-
garidad, ella ptiedé ééf coípedta sin ' que por
eso se la ebcuentré fKat Y el mismo Hugo
así lo i*écond(5e cuandb dii^i ^ una estrofa
dé Las ÜdntkmpUwf<mé9:' ' • •
Et/devarrtl^artiAfiíii '■ . - >
Tíoxit Jamáis la' lol M chánge, .
La miette dé Céllrni * • ' ^
Faut le bloc de Mitíhel-Ange I ^
Loi dos tomos de ias BáfágUs, presentan
trn' verdadero tíiosaico de temías y eátiiós di*
fererileS; Cdrtaai, traduiícionés, attfculos po-
lítiéí^- dSáertaélones literarias, artículos hu-
tttirtótíiQosj- estudios 'historíeos y hasta oom-
pQsiciónei^ ^ verso^ se 'alternan en Sus.pA^
jinás;; V:'^ ^^te respecté se mé ocürire una
reflecsit)n — Cóníp el ' señor Guidd, cuyb buen
gustó -es encon!ia(|ocoíi justicia, ha ^ dado á
luz en su libro trabajos insignificantes, ptara-
mente de circunstancias, al liado dé otrosí bé4
lllsitaos é internantes ?--Hubiéramos deseado
una elección métios favorable y más imparciaL
Pei^o^isto es l;ñ'a áimple opinión j^ no sabemos
hasta qué ptin't^ estamos autorizados - para
sostehearlai '-" '. - " .'
Las pajinas políticas é hiátórtcas del libro
del señor Guido , tienen sin duda alguna la
br/S/CMeyertSÉin,; $wro dos p«^a Ji^íiUJ ibwlv
,pira4As pof cirouAstapcias ^^peci^as j Je^
.liC^iP^r^oiifl^diad 4elj»afioií,GiWÍQ fifp,4^t
en. SM p^p^a ;tmila i^qao e« aus.yjersps.
jC^pita^q^piin ,<íhow(tíepia^ ,y;^ep<íilío«ia Y*|lfa-
ridad, amante de la beUei^^/y ^^'^f^l^t^^ dob^e
todas sus caalfajUí^sgefqk^QeiMn €B^ sano
que cons^jTftitodavjít 1^ ^¿Mwrft í<fe las pri-
meras espansiomes^j^Ja y\4^jlia\fi(^\ov\Ao de
los primero^ sfi^fiq^ de la. juiv.entud..
. . © ;S(^> ^uidof » no ;perteaeM á e^ J^énpro
4«Q^uVs8,,^U6í)or¡f<irti^ qa-
4a d»^. ¡qo)»;. mayor ra^Mefí), y enl^sc^^^la
^ftawn*^. ocupa el, lugar 4el ,s«4M;iriu^oto^
iq9 gry;Q3,#s^e^QAp(ad0^r«l xlaj jiiismp elocwWi-
tfia, y. |P« pMfpülos efttalúdps 4e ua dolor .pQ3-
l|¿^, c^;i4e .la.yerdádera ^«iíiiígMra;d^ que ha
^^nir^úo diÓfifl, el flaiAifto,4ÍP Ja vida* '
. SqjijftH^j^o.pe ©rfi»^^:dft^
rp^. no, se mésalo? cai>eUos m Jmoe vinagra
pMra (poifieír^e pjáilida. ^ ,;
jp:^ ruqaJCWcaaQfaa áficípnada á Ipsjtooi^^^
t¡m>, rbu^páNM el >ízwdo y de pítjarior el^^aate.
TÁ9A^ AcUtude^ qi^e pareician el reai{^a|]^orde
Ia ,^z sipliM^ mi espc^ es aiiiabte ^ (K>nnada«
romántica y cariñosa. Quizás nó lüs^á oa-
9Í|Qoei|( . yolp^mcas n^ tur];>iici9nes .profuacias*
jpero .se goza con su «oatactOiy las llores que
— 2oa —
lleva' pireadid/is. ea Sfii cabeUa tíedeo el periti-
me dirioe da la virtud y el eandor. Crutdo
mismo lo 'Canfiesá. y debe, tener orgullo* ea ¿ou-*
fésarlov eaafldorenrítodoseá) algunos critico^
(|uelian atet^a^o- su eatílo y el jénm*o% de^ sa
inapííraaionv las conte&ta.on esta»; lineas iadi^»
mivablos, que. mereoen tcasCFibin»: ¡hór la
verdad que enderran bajo ^u aparente lije-
reza: , n •
a Y luegOj^ ctecian. mi susodicho; númeu gCH-^
ssaba. da unásajud eíiocanto^ en mbddi de táfi^«
kat almaa doloridas y que orai de ua nevoilai
se piántífibán'enlaiiiás.azu^ del empíreo busri
oandci aire respirable^ ora se arrojan Ubrando^
á mares 0(t los abismos del desencanto y dej la
duda. Habrá nada más srande^ peosflpbÉnjt^'
fija la fnénte' ón. k)S; mocMoa de am dsbiidla
respaantei con. los. adovdrá estrenos dé ka;daii^
%a Maefl^r% macision suntuosa de alariaos; y\
Uaotos^-T-qua esos pelíQanos de la literaitura»
destn^E^ndos^las entrañáis para idimenter coia
ellas á los pálidos mortales^ su^ hijos adtD^tin
vos, sus hermanos de teche?
«Puede un poeta que se respete 4 sí mis<n
mo/ que te^ga el máa leve barrunto doisu mi-
sión en la tierra, dejar di9 vivic.deae^piarUdojS
«¥ cómo: opnsideraría un vate de loa de á
folio los tormentos de nuestra vili el^peete^ miú
mesai^e las gr^ias^ sin lanzar» rasgueando
las bordoaasi de au arpa.funera^ia^ un^p^r de
reniegos por minuto, caiiaees de hacer estor**
HudaoiáliaoiMr?
— 204 —
kEq esa disposición de ánimoy las iaupre'^'
cadones se juntan con loé ayes, y los ayoa^
con las blasfemias muy dlsoul^l^les en ei de^
ímtém^ranenáde^la inBpiraGÍoiÍL,'y solloza el
verso y se retoerpe üa.esípofei, produoiendu
precipitaciones' de . leadéadas. tár táceas^.mifaft .
trás*^ el' estro sBievahta fulgurante á lasnübeái.
cf^ábdo iá 4estajo ' én isu ascencioiK - ^cdiohes,
imájenes, tipos sorprendentes, enormes, llenas
de esas b'eUas c&ntoi^ioiiesi yescor^^ss de las
ñmtaádA Juim Final dé Miguel>AjQgél, taiD
admiradas 'en'io$ cuadrosdívrnámente&espaík*
tosoi trazadoá^or la mano convulsiva diélrjéf*
nibi. Edo e^ poesia, 16 dismási qe pasa áé >dU
lukjo» simétricos' baldados de lo antígusi:»sobre
papel chinesco». . ; ... . ; . ■. i ..i í' ,. ]..i.
i Ouido tíené razón,y!no ésiiéstanlaíprimer^
vea^úue hbmos^ sostenida la verdaddei&iiS'pa«-i
labras. Débese pa^eferir la simisnle (^asübtea^
al ariete qué destruye; ila féiC|U6 Fa»tau]pa, á^la*
duda' que enirenena^^ la poesia qua)[m{>Ior% -á;
la blasfemia que máldiise j eHaltar dcúde^ásb
ruégala la picota doüUe-se desmida el almar
parw eiscárndcqrla; .? . ; í:; >
fiuimdb (sei.'han recorrido lo>s;(;^ tomos^de
I'as'jS»j^;9fi^!no pbede ee^imirse el* ospLritiitde
un sentimikito de udmiraaióa por el talento
del ^ar Guido. . ^ ¡ .
Allí senos presetita Icón SUS inúliíples laeet^
tas que' reflej^ la luz y deshimbrauy heñidas
por los rayos del "sol; ,• * .. r« ,
Allí se le vé pasar de lo ^érióá^Iahiutao^
— 205 —
ristico, de 1ro gracioso á lo triste, de la historia
' á ha fantasia^ don fácil amenidad y agradable,
contraste, i ,
La misnia. plumas que defiende y enaltece la
menoría de< on padre virtuoso y^ patriota, se
ponB.Umíáscara de Fray Supino para luchar
en la arena política, traduce' á Alfredo de Mus-r>
set, dedica 'sus< flores más lozanas á Rossini
yáLamartihe, píntalos celajes melancólicos
de ioá( días* tiel otoño y despide á sus ilusio-
nes^ des6ríbieií do aquéllas pálidas viajeras que
desaparecen en las tinieblas «pomo si las hu^
biese tragado la profundidad de aquel mar que
algunos llaman ' el olvido».
SéVi todftSí partes se siente la inspiración que
Inrota franoa y armoniosa; pero, á nuestro
Hiieioi m 'loi que su autor es inimitable, es en
las pajinas de crítica social ó de costumbres»
en» que despliega todas sus cualidades de buen
gusto y aticismo,' todas las, sinuosidades de su
espíritu sagaz y espiritual.
El '.estilo, de Q uido es puramente francés.
Se deádiza lijeramente sin asperidades ni ob»-
táculosi, cdmo esos manantiales que, desvián*-
dose de^so curso pedregoso, corren sobre las
yerbaq de, una pradera risueña. Sus perfiles
s6ü: déKcados y sus. chistes naturales. Por
e¿o, '^^ra nosotros, lo más notable, que hay
en ios dofe tothos de las Báfaffas, es la carta
que' les sirve' de inti'oduccion.
líéase la descripción que nos hace de su vi--
ásb, edJia/iníanGÍa, y dígaseos! es posible escri-
— 206 -
bir algo más beUo coa i»ayor natarAtídieid::
. «Pasóse la mñez entre caricids» R&fagiaSs
frescas me llegan todavia,dea(^uellaadadiSdH
liÁf ouyos celajes • vividos vánse poco á. poco
apagaada entre las sombras; de lainoolia! q^uei
se aprocsin^a silenciosa. Eníla.e8ouelaa|)rendii
á deletrear, aven tajando > ^ esto, á HomeírO',
pues el ciego de Smirna no coBoeia.offildjotcu
Fui el primer raíimero; sabia (jlonde se eaccm-r
trabaú en los oerf08\os meiorésAtidMis de gm^
¿toj^los ca|i)iam&iASds más dqlces, lo» taÜa» rpfe.
tiernos; era la pesadilla de un vicyo vizoaiao
Uapiado en casa» tío Morao^ tocvo oaocerbero
de la quinta de la familia^ ^uienrá.pesaír de
su vijiÜancia t^iaz, no cosasigutó rntoca pre-
sentar al £M[no de; la casa, ni una büeva^ ni ufi
durazno* maduros. Nadie me ganabaiá lai va^i
yueia, á la pelota, á los cocos; pero en k> (|ue
más adelanté fiíá; en el jae^o de tai taba» btijo
la dirección del sárjenlo Hojas, atezado taga?-
rote riojano, un ordenanza de noi^adre^ epn
quien tenia yo hecha íntima aparoeitjai* Tam-
bién tocóle a él ser mi maeatmad^iequilaoion.
Tenia un caballo moro que* & cáda.^ UisUmfe
eiisillaba. Rojas, no daba ua paso á piéi Si
le enviaban á la botica de enfrentay le Blantí<^
iicaba encima á su racin el recadú^ emfuc^ando
una hora en el acomodo de la cooipljicada
montura, en que figuraban multitud' de Jerbos
y cueritos. ]>e cantado, el primero á ahor<«
cajarse en el pacieat^ brutp^ al cual. le. había-
mos puí^tof ^i escribano^ ^QT cíertosi'tráha40s
- 307 -
1
nfañoteos cuando tojfpaba el trote, em yo , .^ i>
No podemos ecsimirnos de citar^ del mistpo
mpdo, otra jpp^íua ^o ménQS bella, en que rer
fiere sí^ ^ Y^ptas, á ^n MbiQ distinguid^): , \
«í^Nóü(4ad9,, <)CiÍc^, .de que ^ presidente de U
SQcieda(||^yp.c(ict¿paeQ esperaba, ^ra.un emi-
Senté químico qup pasara eu vida entrcí alam-
iques, jr retorta^, .compré :?;us «obras, jde qqq
estáj^íj. repletas U^ ^ipr^riiás^ pup^ no obs-^
t^tb^iu|ált^(i^put£^cflQ^ nadillas, cotnprában
y me las leii .ka^b¿há¿d;<;M9!^e ; sacrificos 9-Sr
euros rara vez apreciadla, Con este lastra
m^ .presenté ¿^ viajar al ^oriíwa.&o «.uíor,, An-
i^ aepcupawe d^ mi charqui ráe habló, de
.?j93 .ií1;)^QÍSi. Í(^|iá^^ fiíé.rSU sorpresa al, ver
queyi) sélbs citaba de meihoria? Aquel, hom*
ore emioente, inj^uo cual soQ;poi:lo común
los de ^\^ fcláse^ no me ocultó, su vanidad sa-
tÍ3fechal 'KegaUiniB una soni^ áe !iúá$;cara
estirando la Docá oe oreja á or^a. í)olpri*-
mer golpe ^taba ganado a mis. banderas, Pe-
ro Hí^ triurilbs tiue se pagan tnujr caros:—
no contaba yo con la huéspeda. Bien hecho.
Quién me metió á lisonjero! Encantado el ilus-
tre quloricd^dé^habfer'éi^mitt^atíouii ápt-ecicidor
tan ^ht^'sia^fa 'de^5U&^t<üdítas élücubraciOT^es,
me iijLvitó con, Jn^tancia ^ visitarle todas las
noches ^para oírle la lectujra de sus obras imé-
difcájS, : Me sacrifiqué heroicamente. Temblé
cuaqdloel sabio implacable desplegó en batalla
sus mamotretos a mi vista. Alea, ¿acta est:
se caló los espejuelos, y. con voz gangosa m.^
— 208 —
sopló durante eternas hórás' el cáíriuló ihtheh-
so' de sus ot)$ervá¿iones. ^ -Aquel hombre' todo
lo habiá escarbado^ todo ló había sdtttetídd á
su espíHtu escudriñado^, ariálífeando hasta el
|)uchero; Su consorte;' cumplidísiiii^ daiha,
que soliái ásíátír & las íéfetúraá, víétima ino-
cente, de ése pozo de ciencia- 1;eniá^iQhierá'*el
f)rlvilejio de aormirsé; yo. 9üítádo, sótD^éA'iloá
argos párrafos podia caoecéár á' hiirládilíás,
porque dé vez en cuáúdp el éábfo'7Íiétnit*á!ba
por sobre los anteojos^ témeroíáo^ de que 'i^e le
escápase la presa.» ' r ' '' -^ ; ' ' ^''
'- Cuándo la publicación de las Sojizs al iiiktttOy
echarnoá de menos én suspájiáas la vfi|lente
composición Patagoñiá del ^eñbr G^idó'bóiho
las dos epístolas á que dio lugar. ÜIo sabemos
ác[üé responde la 'Supresión de at^uellá&^^póe'
sias en ¿1 susodicho libro; pero; hemos *tenido
una verdadera salüsfaccibñi' al lencbntrárlái^ en
las iftí/aflra&-;- Quizás estas poeéiias son las
que más simpatías han despertado en eljCó-*-
razon del pueblo arjéntino; ^él mismo. qíreV se-
gún el señor Guido, ' ' , =
En su cuna mecida por Los, vientos ..
Supo ahogar las serpipntes^ como Alcide^4
No es éste uno de loé menoréé/ fatratítivofá
. del libro que nos ocupa , pues, cdnib 'h'éhio:^ '
dicho, aquellas estrofas fueron repfodutiTdns
f)or toda la prensa arjentína con entusiastas
élicitaciones al inspirado vate chileno y á su
patriótico adversario.
4
— 209 —
Es una tarea interesante al par que nece*
sania, la lectura de una' obra del jénero de las
Ráfagas.
Ella nos muestra á un hombre que no ha
buscado una popularidad eñmera en el culto
de las preocupaciones populares, que ha per-
manecido ajeno á las lucnas amargas en que
se reciben ataques desleales y golpes inme-
recidos, que no ha separado la belleza de la
sencillez y no ha buscado una orijinalidad
ficticia en la estravagancia y el absurdo. Don
Carlos Guido y Spano es un ejemplo que pae-
de presentarse á la consideración de muestra
juventud, deslumbrada frecuentemente por el
oropel de las literaturas de efectos teatrales
y atraída por el vértigo de un arte enfermizo
y caduco que lanza de un golpe á la arena á
M. Zola, verdadera calamidad literaria de
nuestro tiempo. Hoy más que nunca se ne-
cesita dirijir los espíritus á la verdad, en
literatura como en moral, haciéndoles com-
prender que el arte es algo más que un cua-
dro descabellado de situaciones inverosímiles
ó una orjía en que se desgarran todos \úd
velos del pudor, que el poeta no es un hiero-
fanta, ni la inspiración un rapto de locura;
que para escribir bien no se necesita un trí-
pode ni haber Helado á los últimos parocsis- n^
mos de una imajinacion desenfrenada que se
evapora en el vacio ó se relaja en el abuso
de las pasiones.
Tengamos en hora buena por la poesía
— 210 —
aquel cariño de un pintor modjerno, tan apa-
sionado de Rafael, que una vez que lo, oía
celebrar, esclamó maquinal mente:— Ah! si lo
hubíe&eis conocidol— :pero no olvidemos nun-
ca qua qI homtírQ debe apoyarse sobre la
virtud,. el bien y. el ideal, para encontrar en
ellos la perteqpion á que aspira, copió Anteo
se apoyaba en la tierra para recobrar las fuer-
zas que perdía en la lucha.
• Y jQOtre tanto> quede ahí esa lira melodiosa,
-rapara emplear ; las bellas palabras con que
termina^)a. D- Santiago Estrada la introduc-
ción (te las I{oja$ al viento,— suspendida, del
laurel incaarce^ible, ecshalando los aroipas de
las resinas orientales, modulando los arpejios
dQ las cuerdas alemaqas, ya herida por el
plectro, griego, yia pulsada por el hálito de las
a)ma$ soñadoras K..
M. García Mírqu.
220T-0ritioas y bocetos historióos por M. A.
PstLiZA^ Buenos Aires, Imprenta y Librería
de Mayo, de C. Casavalle, Pera 116. 1879,
En. 8% 360 pajinas^
El Señor Pelliza no es un crítico ni un
literato; es un hombre de letras.
Creo que no ecsiste semejante distinción en
nuestra lengua, .{fero es necesario introdu-
^ 811 -
círla ante la avalancha de escritores que se
apropian ' pomposamente títulos qué no les
corresponden. '
Hombre de letras, espresion de oríjen fd-
mano, servia para designar á las persotias
dedicadas al estudio de ciertos ramos tféco^
nocimientos literarios: los retóricos gi-itegos,
que tanta influencia tuvieron en la tlecáden-
cia del imperio, eran hombres de letras, coino
lo son hoy los que se entregan á investiga-
ciones críticas é históricas, los que profundi-
zan la gramática, la elocuencia, la poesiá.
Cicerón dice: <das letras forman la jüvetitúd
y los encantop de la edad madura. Merced
á ellas, los dias prósperos son más brillan-
tes, los dias de la adversidad tienen sus con-
suelos; y en nuestra propia casa, eii casíi de
otros, en los viajes, en la soledad, en todo
paraje y en todo lugar, ellas forman la dul-
zura de nuestra ecistencia.»
Literato fes algo aún más elevado: impRca
la cualidad de escritor con todas sus gran-
des condiciones; no basta haberse dedicado
á las bellas letras y á trabajos eruditos, si
no se ha conseguido forniar un estilo, si no
se tiene ese buen gusto innato, por decirlo así,
que no se adquiere con el mero conocimiento
délas regias estéticas.
_ En nuestro pais se hace palpable la distin-
ción: hay muchos hombres ae letraSf hay po-
cos literatos; y, aunque se deba más á aqué-
llos que á éstos, bueno es no confundirlos.
— 212 --
El Señor Pelliza es un hombre de letras
incansable, que ha dado á luz ocho ó diez vo-
lúmenes y anuncia cuatro en prensa y en pre-
Earacion; pero sus obras puramente históricas,
epas de méritos especiales, estarán siempre
arriba de sus obras puramente literarias, des-
provistas de las galas de un estilo adecuado
y abundantes en defectos de todo j enero.
Críticas y bocetos históricos se titula su úl-
timo libro y comprende una serie de estudios
biográficos, tradiciones y recuerdos de nues-
tras glorias, conversaciones literarias y cartas
que son, en su mayor parte, juicios críticos
sobre diversas obras publicadas en el pais.
No podría afirmarse que el autor reúna
las dotes necesarias de un historiador; pero
tiene ciertamente aptitudes para llegar á serlo:
imparcialidad y constancia, sobre todo, indis-
pensables en un pais donde los viejos azuzan
á los jóvenes, á fin de que conserven y ahon-
den los rencores de sus abuelos, y donde todos
se cansan á la líiitad de la jornada. Profun-
diza las cuestiones, narra y espone con clari-
dad y sencillez. Estas buenas condiciones,
aprovechadas para el estudio biográfico de
algunos de nuestros hombres notables, resal-
tan en las pajinas del volumen publicado, don-
de aparecen los nombres de Moreno, Quiroga,
.López y Planes, Mármol, Pueyrredou, San
Martin, Dorrego, Acasuso y Lafinur;- mezcla
bien heterójenea, si se quiere, pero que tiene
su esplicacion por corresponder dichos nom-
- 213 —
bres á otros tantos artículos de diario escritos
fen diversas épocas.
Las conversaciones literarias y las cartas
sonde mérito muy inferior, sobresaliendo úni-
camente entre ellas las que abrazan cuestiones
históricas, como la que lleva el título de ban-
dera arjentina, por ejemplo, y otras de la
misma índole. Parece que el autor cree
á pié juntillas á La Bruyére, y ha toma-
do á lo serio que «la crítica no es una ciencia
sino un oficio, y se requiere más salud que
intelijencia para criticar, más trabajo que sa-
gacidad.» Así se comprende su labor de de-
talle, su discusión á lo Hermosilla y hasta
sus párrafos de noticiero de mal gusto, como
el final de un artículo sobre Lnz del dia:
«El señor Casavalle, que tiene su librería
en la calle Perú número 115, es el editor de
esta última y elegante producion del doctor
Alberdi.»
Comparece este rédame chocante con la
graciosa chuscada de Wilde, al intercalar en
uno de sus trabaios la dirección de su estu-
dio, y se verá que la crítica puede llegar á con-
vertirse en oficio de un escritor, pero que no
basta gozar desnlnd y ser laborioso para lan-
vdvse en la send;í tal vez más escabrosa de
la literatura contemporánea.^
321— Fígaro Colección selecta de íi^rtículos
— 214
de jl). Mariano José de Láíirá. Sevilla^
Eduardo Perié, editor, 1874. En 89, 320 ps..
Publicado en 1879 por la imprenta del
Courrier de la Plata en número de 500 ejs.
Casi todos los trabajos críticos del infortu-
nado Larra están comprendidos érí ^os colec-
ciones: El pobrecito hablador yFigaro] siendo
esta última la que posee los frutos más sazo-
nados de tan noble mjenio, perdido para duelo
del habla española á los veintiocho años de
edad. Las inimitables escenas del Castellano
Fie^'o y la gracia derramada á manos Hienas
en Naiie pase sin hablar al portero y son
rayos de luna proyectando suave luz Sobre
ese cuadro profundamente sombrío qué repre-
senta á Fígaro en el cementerio el dié, de
difuntos de 1836:— Isi pajina más íntiihíL^ naás
sujetiva, más tristemente melancólica del,espí-
ritii humano, cuando quiere disfrazar sus do-
lores con la sal ática de Larra .ó con el
escepticismo sarcástico de Heihe, bajo quyas
sonrisas habita siempre la desesperado^ ó
el abatimiento.
El poeta español cae rendido déspueá de
huir aterrado de la casa de los ttiuértós.
« Quise refujiarme en mi propio corazón, llenó
no há mucho de vida, de ilusiones, de deseos.
Samo cielo ! También otro cementerio. Mi
corazón no. es m9¡s qye otro sepulcro. -Qué
4ice? ■ teaínos. ¡ (^uién ha muerto en él f Es-
- 215 —
paatoso letrerol Aqui yace la esperanza!^
SileacioJ Silencio!!!» Él poeta alemán ha
visiíado también el cementerio cuando volvía
de casa de su'nov|a. Heno su corazón «de
aquellas estrañas fantasías y de aquel temor
con que la medía noche sobrecoje y aterra.»
Las tumbas lo miran ffraves y silenciosas;
pero él de todo se burla, é interroga á los
espíritus que acaban por reír estrepitosa-
mente.
Buenos Aires ha pagado su tributo de a,d-
miracion á las elevadas dotes del autor de
Don Enrique el dolientéy agotando casi ínte-
gramente varias ediciones de sus artículos
da Pitfaro. No es aventurado afirmar que
el tomó ,jae lá Biblioteca de Andalucía donde
aparecieron . los trabajos selectos de Larra,
se vendió en sus dos terceras partes entre
nosotros; y la presente edición de 500 ejem-
plares, Que por capricho del que la costea ú
olyido de los impresores, conserva en su
carátula la data de aquella Biblioteca — Se-
villa J874— entiendo que es la tercera que
sale de las prensas del país.
222— De Valparaíso á la Oroya (Recuerdos
del Perú) por S. Estrada. Buenos Aires.
Imprenta de M. Biedma, calle deBelgranol33
y 135. 1879. Eii 8' menor, 234 ps.
- 216 —
«Viajar es para alguno.^ ver á vuelo de pá-
jaro montañas^ desiertos, selvas ó ciudades;
y Viajar es para otros observar y leer en el
gran libro de la naturaleza, todo lo que sirve
de elemento á las ciencias y á Tas artes.»—
De estas palabras se sirve el Sr. Santiago
Estrada en sus recuerdos De Valparaíso á
la Oroya^ con el objeto de prevenir que tra-
tará en ellos de «ligar el pasado del Pera al
presente y el presente al porvenir», pues perte-
nece á la segunda categoría de viajeros.
El Sr. Santiago Estrada es indudablemente
observador; estudia y analiza; tiende una mi-
rada retrospectiva sobre cada objeto que se
le presenta, é investiga sus conaíciones dé
vida futura, tratando de penetrar el porvenir
con los datos preciosos que la vida presentr^
le ofrece. Así se esplipa lacasi heterojénc.t
variedad de materias que abarca su nueva
libro: costumbres actuales y pasadas, apre-
ciaciones sociales, recuerdos históricos, — todo
lo que coadyuba á dar una idea cabal del pais
que visita, con sus antecedentes y tendencias,
Las impresiones personales son la base dé
esta serie de capítulos, á cual más intere-
sante, que se inician con el comienzo de -ua
viaje por el Pacífico, partiendo de Valparaíso
en abril de 1873, para visitar la Serena, Cal-
dera, Arica, Tacna, Moliendo y Arequipa.
Santa Rosa de Lima y la tumba de Francisco
Pizarro— capítulos V y VI — forman el tenía de
dos bellos trabajos de investigación tradicio-
— 217 ~
nal, en que la apreciación sujetiva se limita á
la ordenación de datos con buen acierto y
criterio poco dudoso en el cúmulo de los que
se ha procurado él viajero á fuerza de consr
tante y afanosa paciencia. La antigua agri-
cultura de los peruanos— capítulo A— parece
un fragmento qe Prescott ó Desjardins; v en
jeneraC la obra rentera, aunque un tanto faltíi
de cohesión en sus partes, sé halla éñ con-
diciones esneciáles para atraer sobre sí la
atención de los curio^óa^ y patentiza la sensa-
tez de juicio y la fecunda laboriosidM dissu
autor.
Hay un apéndice que complementa las ob-
servaciones del testo: contiene una lista de
libros de consulta sobre el Perú^ otra dci los
Incas, gobernadores de la época colonial,
arzobispos de Lima, etc.^ y naálmente upa
breve ésplicaciop dé las palabras de lengua
(juíchua usadas éa el libro, y nombres cientí-
heos de aí§uno3 yejetáles peruanos. Todp
ello, ha debido costar al Sr. Estrada. largas
horas de trabajo asiduo g.ue la frivolidad d^
los lectoras dejaj siempre sin justa recompensa,
á
¡^^-T-Xd Biblioteca Popular r de Buenos ^ire^
dinjid^ por Miguel Navahro Yiolü. Deltoi^a
XÚI ,^ XVI; por la Imprenta del Mercurio,
calle Aísína (Potosí) número 270. Í879. Peí
tonaoXVI en adelante: La biblioteca popular
- 2Í8
rdS- %tóikW dti eos ' ' ••!; í^
.r
'eed qü^ é^ii^ró coii ariáiéfl^^i'y cariño: 'é^^ úvi
íieqüéfio'iVtíltímetiáe 28Ó á ¡2ÓÓ p^jiñá^ '¿n»?
t.0
¿títitfatiká p'tíéijé ^ioiíér^í^
*^ ^v. ...^ jóVeíies; áé ipá fiihós, dé fós
kdUlto^, .ate- tós hombres, tte todü ftitótíTéhtiléi
fctíféa: fes'lip tiüéfeped^qué déhéñá ^ét alájáaíi
'átí^tófib hogar d^ndela virtud téñáá sü'óu*ítd,
Y'étfol c'uav^'fe'pida á;la húmani'dfdío^diietó
pjÜsjBllprdue lahütnarfidí^^ procáí'e,— la iíésig-
riácibh''¿afeióá tjüó ááfrfeii, e^títijüíos ie&^pb-
¿os' ^i^jíétiijilbs 'sédüb de abne^áfitófa, "ñe
laboriosidad, de voluatad para salvar los ine-
vitables escollos déla lucha por la ecsistencicL
Bl libro es ua amigo, un consejero y un ,m^a,
f^^é^ yéz de tdeas sanas, mor^íes, edlpStir
*tó y h|!)ntetas, deslumhra pot 'un í*€^^g(^
^oirrüpt0jf,jáy'Us el rntópetígróSoéedüotÍDráüfe
*é' albergóte ¿ii' el hbgaí* domes trcó, oirá Sea
(íér'lálímiféf eñéia de los padres, por ^ú itíes-
- 819 ~
p^rienom ó so. egoísmo. l»a lectura ocasvpiiia.
y estimula la meditacíoa^ y si ese i&stiíalilp es
pepyepsQ, fócU, muy fácil es estravia^, m^^i-n
naciones inoqeat^s, deslumbrarlas. QQifi PJ^T^r
peotíva^ hala^üeñaSi y desdeñar }a vírtucl quiej
es sacrificio, por el vicio insolenta. qpe á vece^
atetíllalas a4turas(^ llevando en sí m^amp, .^
ciífto, el jérmeq que lo coíiVertirí^ e»,lQdcv .
PQrque la hijiene pública íntorvienq piara
ane. jps afuman tqs ^eaa sslpqb^ pa^a invitar Jfts
&l3igcafiiQf^es alirnenticias quf^ agieran el np^-
Oí),. y. produce» ^pfciraiedaáes.?^ Porque es
(tÜícU. W/OiO^Sf yijir^ñcia si?ác¿ercidápor Qfltfdf^
padre de f^ipÜa. que dé$ca^^a CQn:QadQ. en
^jW^i;tuÍal#J: del muoicipip. .•.
XscfT^roéd^ peligroso que el aÜ<iaQn;tp ip:?»
tel^fltuail'í qíUf¿. ^1 ul?^o impuro: éntr^ ?ÍQf ecsámen
Wiei hogar trat^uilq y honesto, para, qi^^Mqrt.
(iu^aa ppr ejí x^li^mo de los vicios sociales y
por í^.^ fjE^eiu^pion cpíorida de la fprii(i4, fq*>
f«?ipedades . paorftlQ^ ^^tQ má^ pelig^q^sj^,
QUWtoe^npiás difí9il;curaíl9$? ; :» ^
J)4ad ew, las miados. 4o vuestros xiiiosj }a@
fa^eíQA^Qras produccioBC^ de Z.o|a; u^^ m^
i84BOS,.p¿igrosas. (ÍqI. acíüal Düa^^^, ^pjmx? el
4ffmre^ Qlemmcemif-^y táP|ta^ 9ira^ de U
act^ial ^jq^e^miisa literatura fraiicesa, y haDrw3
4ejfkdo oue» un veneno lenta pejnfll^^'^ ^n la
sangre ae vuestras hijas inocentes I
La raRQU Individual debe ser fuerte y supe-
ripp Á vesas tentaciones, la libertad que haceá
Q^auuQ r^po^^ble^e sus aqtos, jes ^.a única
— 220 -
valla j^osible A lalíbertnd de efecdbi^: sfefe^-
Pero* si eatas ideas se aplltóásfen en* leí Venta,
dé los artículoB de primera 'necesidad, c6rí la
mistufi i^aJSon se .dejaría vender libremente la
fhilíá veWé^ la carne de anirhales enfermos^ lo^
artífculos alimenticios falsificados, esbét^ándb '
que fcáda uno pague por' sí rhisfmo del da^^
que Jiródücen pnra ■ impedir itjue sé ppopiaküé'
en^^us.fainilitó, f sin embapffo .rA''hiUeíie
pública se ha ' * cótistítüidó en guardián' de ^fó
salud del pueblo^ é impide la venta dé Masas •
especies malsanas. No hay, no \iuede haber •
la libertad de corromper las costumbres, ^tá
la dé atentar d la salud del pueblo ' '.
Bien, pues; cuando haj una émpreáa litera*^
ría cuyo alto criterio consiste precíáametite én
la elección cuidadosa de sus publíoacíotiesj
citando su propósito, su credo y sú bandera-
es tttejorar ilustrando, entonces abrid la puerta
allibro que así llama á vuestro hogar: es
un amigo en cnya intimidad ganareis. 'Ta*^
es mi opinión sobre ía Biblioteca Popular *íte •
Buenos Aires* Es la más honorable de las
especulaciones, H que espende alimentó in-
telectual más sano y más barat x es la dbra
más fecunda y trascendente de un és^í^Ua*
reflecsivoy serio, que habe el bien sin obten w
las ventajas de la jíopularidad de la plató
pública. ' > 'M...
En la República Arjentina con loable entu-
siasmo se formaron Bibliotecas Po^lar^^
se creyó fácil reunir colecciones, de libi-os ál
— 221-
•alcaticc de los vecinos í(tel higar donde aquélla
se sitüoséf-^y, téttio se compusieron esaé
colecoiónesf Aquí estaba el escollo y el pé-
ligtt):1lbpos eii'titiestroí idioma fio áón rií MoS
iflésabanfclafites ni los ittés bawitos, y fee otúi^^
ri* 'entórteos á adquíririios entovgiías éstran-^
jeías, jtjné estaban pbrisfetót cansa; Hihitadoí* á
una circulación restrinjida. Esa lecnn-tí po-,
pttíáp' no podia'' tampoco' ser WélusiVáriieñte
ciérrtlfiba^ y , ^or ; eso^ én oha dfe Jas naeibnés
más 'libf er y ' rfiéjor goberriadás ^ qti^ oono:ícó.
ew;Béljica; la'átatópidtid; s¿ ppeooilpó de hácep
ecBtfones dé líbicos cuidádoéáménte eJéjidos,'
traduciéndolos, cuando era fíf ecisó, parafori-
«¿ir- eoa dloífe la lectura populad dé las éám-
paita*i»bajQ ^tituló' dé B¿te^«él?i/rafe;
Rabitténdllá Un p^rópósito civiliíacior y mot^aí.
Aquí, e^ el'Dr. Navarro ViolX, mi atítigltb'
cowifpafté!*o de taifas, quien; aperdibido de Ja-
necesidad, viene á remedíarfa, yfanda laJPt-
btíaUea Poptiiar dé BuenoB :4trc«, emptésa
ajétíH' á laS' próíeeciones ofltíaltó V que sólo'
bustt^ • y cuenta con ' lá prote<3cton del puebl6j
No wHa posible dai* una rioticia blbliogí ái^^'
fioa tífehcefltehido de ló^ 24 tomíós püblicadOái'
pottpfé' esoedería el pl^ogi^ma de este libro,
limitado álfeis "impresiones idel año 18?9*
' Dupabté eáte año Sé han publiéado los 'tomos
Xlir infclüisiyé btota el XXiV inckisiTe, y con^^
tienen ti-ábajOs Inéditos dé eséritopes naciona-
les, traduccion.es del alemán, del inglés*,' del
flaneéis y d^' i italiano, y rtttópresiototts 4ie
Fipai)6s« To<lo9 d8to3 tr%AN9¿^ ^stáa ppebedW
dciSj die breves ai^unte^ biQgfdffca&'SKibiroiiO»
aulpíeis y. de. .no,ti,cí(as. jbiWiogmíÍQf»3 ■• aQ^flB:.8«3
olípis^a, d^ ovw^^i gMi iÉi3( :pii^4ftí8pi»*ia«ift'
oGiuy : ^scf^itamf ^e 1^, f0Q w4](^ad diQ oftdA e^r
lidad: dQ.su^QflvcMWfc ÍP^ QO»fe^ jvbasííBliidfe
1^ fraaOyfMfbedeiftfaiitÁiv^. la^^de.l^ s^tot!ita^Si>
]^. Vt, qu© «ba. cWUx |>riwtt)» 49' t>uOTi, pífete
lUarario en )ar ^i^e^f^^g^^^loi^ri 40» ii>«i(9lkttt8
qiiiíi;ba;ti;aduoid^4 i. ■ ' : .• . x:,^ú\'x^>^'\^ •
res lo?v W»^\^^^a€lP«mUJi .Aflaiieís^.^ritonas
i.Íj^ljABps:: PoaiiíXif9>rr»ii SohíwHiOftüSigie^tórilrí
q^afiplag ;y i^fflpkericapps pori i^o .ha^WTi J»»y
e^ter)f|aJaiWJ)n£|ét)qlg^)r^, /.i htr-,.
tg^^ifi cBl^idp ^fi^sup pítjiiw*pmp¡ pawj)ftíml%n
por eatOf que.f^ y dabe séwp esepcif^liRent^: «ii^a
ftuWwjaeian piopftlaFj al alcance, (fo lií^lpft.por
la, ,modkMUd iiel ' prejcií^ iqHe. l¿^ POTSH^iyíl
uaai4áJa3^ntóiS I-baratas qtj^gi^.b^Rdii^l^a oa.
más de indicar su mérito y los títulos -^ue-^a
bacen digna déla proteecion del pueblo. Los
qup 9$ qpniplanen en buscar Iqs defectos de
#ob^/aJ%i'«^, s^'cláh eí' lú&i^ ^tífisté^^^n-
jíafte^l de loa 'plfitó^i^es : t)Or ' él potftriartü ttatík
ftii «fes^aítb* ^é «conotífeti d teérkínr' trábéí^
M tte^áé. • ^ E»tW vé«?-«^»<üh Qéi&ñé estricta
jfstíisiá|tlitítl)<J6á'á fííaM^lé«p6^paii nílf, tAiari^tí
4^^«^SiíftibDi*í '(flWé^ teitrtTdééccida ^(m^'i*é^
' ' Pttb!^'id¿ttí<^té«4éridHáf >d]^' liáa- ^oéléfláS éfif^ m
tüvteéi^Ufta^^^éidfoi^ ed'dá^y W/)á^-*¿rvbHe^é
te» g¿s^^%hf eu^lqtafiér'ipát^t A^ehia^^MhS^t'é
cúUí(^,éfi^^'qMM<imtítá séaiMálrii9dé^dáfd{
la edÍlitmii^r^fa^¿ft^ca<^!l^Hal« eá^unü^
ttlMesí de'^^Dmpfkrés/! ^ ^ré)í¿ülf'áji^a "üi^fütiá
ganancia héá^a ' ^06 ^mt^tí éie^ Áé^<mfíéí¡
serviría de estímulo á los escritores naciona-
les cujas obras por escépcion cubren los cre-
cidos gastos Áft impresión, ^y,m\iy sara^.v^ez
bctó^ii^an íd'lábdr'yfeí »esé^
cree que el autor debe dar el libro á sus'^'ámí-
gos, y sus amigos no-piensan que ese libro
represeoia tiempo^ y. el tiefíipo es el pan .de
lóáqiié'.no.üón rióos. , ' V'!.''
•'• ' TlCEkTEÜ.QüESADÁ "
— 884 —
^v8 P^. .^ ' . ,.- ,; . . , ".,.. :> . ••.; •.;!,ij| «,¡1 -^ríM
\4puntas «obre E. S^criba^ íM>r .M^N-íYc^. ¿¿i
dU ó^l.PftlftQ fie la Op0Ffi, .noYe^hp^i,ftU
4pt Mofifíia» HQvela. por T* fiauíiier,! Vra4upi4^
ppr.ip. Olivera^— Apunta /SobpO) L^.Xtí VW%í
no^-.M. N. y. Gsui^adL y¡ TrftbajQtpor.í^Mf^
Várela.— La HeroRpia de^l oomiinerQit09Wtta,op
I^ Arc^inAii lífadiicid^.pQr E5..L,SÍegn
ea oí aptQp 4^1 4i9WPsa coqtm 9l eapiritisíHQf.
poí? I^íjí^* Vt Discurgo , cQotrft elu e8DÍri4isBHf>,
por J. B. C. DebanSy traducido por M • N^^Vj
prvpOTftjparte— 5iografiaidftlo6j;aut<>r^^^^
tp^, d^Momhr^i por: C, :CpIn^ i^radjiflidorjíi/i;
M. .Niíiy.^Bl fin 4^ ,aftQ. ,Mftfl8»ai,0Heftm/i«
I^,4*ÍÍÍ9ck»T+-jM«taaíur^leKajpoe$ia94e Íj'^M^
q^l^p JíítrqueaíT-Sobré.el paane ^sftuW^ a^o-r
t^s de^: w iiii»d0| .^ppr.vW Avftóanedftl^íll
Miserere, . íey^d^ de O. A^ Uí^Qfyf^n.h Solpiífi
j^pi|4jR^ad.literar¡íi,f)íQr S. B»(iM^ .. nrí;
Apuntes biográficos de Ji^l/o $ar)dea9,,p^r
S. N. y. ,^lle. de. ^C^eipuare, novela dé Julio
< • •
Sandeau^ traducida por S.N. V..— Recuerdos
de fiSpaña, El Éscóriaít, ^or Vicente a, Qtíe-
$a<Ía.— El constructor (Je ataúdes, ^boento ru;5.o
del ¿¿ná(é Alejandro ÍPpuckiné.— Discurso con-
tra el éspirltisiiio : 'Análisis de lbsli|ir6s de
AH^n-Éardeé y refulacióh de.éus doctrina'*.
Seguriáa pkrte, t>OT í. B. Camilo ¡Dtébans, ti*á-
du^cióa' de % Ñ.- V.^ün vals íiit^mo; rióvé)jfi
de Jo^é 'S'ólg'aá. -^ Sobre .éí cetitéhário de ííüh
Maftíá; rarN. Avellaneda^— tíos cpr^ppi5icíq-•
^es, í)ór:N. Á.i— Apuntes biográficos ^ofché'í.
Castro y Orozco,por E. de Ochi^ál 'í^irayLüfe
de León ó el siglo y-eLcLaustro^ drama de José
Castro y Orozco. — Carmen Lozano de López,
ílW^MWíf A.; IffaF4firo1^iolíL\ :
226-*Tomo XY. (Tercero del segundo afto)
r ' . • • • . , ' .• f f
ctí¿rdtiá'!<Se España: ^eviBa, p^r" Y:^.Xlne-
sádai-^G'tta^rato'ría: sío desenlace, noiVela ^dte
SoI!i5üV'*ft*«f«céfpií 'Bnr. Wavafró Viola. ■*-
Dlsé^Wb C(Jritrá'-er'tettftí.Ksm\>, tíar-J,'' W'-é.
pySttíteyíHJr I^ ¿Mte/|rádliétíib<i M.'W;'?.
AbehÜlüei^-ra «^Mfiima ante la f eligioh <k-
tólicá.üíPobífes*'esptrftist»9 f- 001* F. S&tM ly
.:■■>■ , í-' • . !■ !■.. • '1 -.1 . ■ r
— 226 —
j.
■♦ » ■♦
Salvanjr ;— E^tractQ de Pastorales contra jsl
espiritisqcko, del actual, arzobispo de París,
. Mon;s*. Gixibert y de los obispos, dé Awtua,
Moo^^Marguerye.» de Marsella, Moai, Majt^
nod, de Mans, Mpns. Pie:— Sobre el. priro^r
arzobispo ,de Buenos AireSj¡ por Jíicblas .Ave-
llaneda.—El árbol estéril, por Nicolás Ave-
llane4fií-— Lfl^ re^urrecpion, por Ó'onaii^o Óar-
rili, traducciob E. L. Ñejgrí,— La Éasflicá de
San JPedro; m¡3a de Pascua, por Pedro An-
tonio Alvcon.; . .
227- Tomo XVIl (CuáKd del éegundor «flo
260 ps.
Amor alemán, con uúa mtrodüccion por
Max Muller, traducción de D. V. de Ni.—
Santa Cecilia, novela de A. J. Barril!, traduc-
<á«|Yi. íde ,, E, L Negri^-^Mi*, Valde^aari /por
Ed^ Ppe« traducpioa dé jC. Olivei^-^dgar
P^,.su yida y sus obras» por Cárlbsi ;'p€|ud6-
laire, Iraduc^oh de Cí Olivera-.-^ Apua^s. bi.o-
Irráfico^ de i?. Laurept, por Al Navarro y¡o-
a-I,yonfereAoia sobre , el ,,at^rrOj,:pq|!;, f.
I^am'eqt.t^U P^ijtáqdea. de|. J»ríf4^ filíJgaqqe
preñi<^«sta memoria. ^^^ I/a caja deai^i>rpQs
^ )á eiacuela de Grante: traducoioa cbrr^ida
ppr* Ni. N* V- — l*a primayeía de; la^ yídat por
d. Leguízamon.— Flor de un dia, á la memo-
- 2^7 —
ría de la señorita María Luisa Fernán dez^»
poesía de Agustina Andrade.
V. in*** r
I ■ * • í
^í28-^4t&itf XVII. ^Quinto del sesudo aflo)
)• /
Apuntes 9<>bre e$ta' adición d^ El iqiédioo
de San Luis, por M. N. V.— $;diiard% M|in{ñilaL
de García, estudio por Rc^ael Pombo. — El
médico de San Luis, nóvela americana por
Eduarda M. de García— El Haz de leña, dra-
ma de Gaspar Tíuñez de Aróe.— Sobre las
ideas de Victor Hugo, fragmento de' Al H.
Simonin. — El amor á los libros, por Edmundo
de Amiois, tr^dujccipn de E, L. NegrLr-La
visión deMirra» por José Addison. traduccioo
de C; A}dao.— Juana de Are» leyenda i&,
Alejandro Dujn(i4s.--Ap^dice: Opiniques da
C. Cantú, Béraager, Enrique Majrtii), C. La-
boulaye» Víctor Hugo^ Luis Blaqq, Lamardne,
Monseñar pupanloup, sobre «La Doncella de,
Ofde»ns».di? Voltaire. » .
^29— Tow) XVÍll. (Sesto del segundo aho)
Ün paqueite dé carta^, por Oúétavé Drtoz,
- 2^8 -
tteíuccidní áe M.'fi. V.-^Los cíír^ejiiEJs de lá.
calle Morgue, por Edgar Poe, tWiduííciorí de*
C. Olivera. Los dos Napoleones, por Carlos
Goello. -París, por Edmundo de Amicis, tra-
diMñon dft El 1*. JRcg^T^íiítSS: ^^^ ^1
Evanjelio, cantos relijíosos por JU^ifUi]^, /(H>Q
prólogo de Gaspar Nuñez de Arce.— La incon-
solable, precedida de un prefacio por Alejan-
dra D<MiiflÉ (hijd); tiÉ'ádtíika'a¿t'fr£méfii& i^or
M.N.VtyS.-RV. ' •- - • V' •
"fW ' ' ' ■ . ' . . . • / ,> h .-.'•' '
^jáO-^SÍmo' í;(Í. (SéptiiipiGl<Í4í sefeüRtib año)
< •
(¡I
A.ptfflíé¿^ bfOgpáfiéOs <Jé héinti Sdhiídlfiíig,
iWoi'' A: Korri.-La' héríñtóa;' atíVéíá ífe Lévitt
Stthutefcñig,' trádtícidA del ttlétosH p^pAlejatt-
(féo Rotti.-;^! mistettode Mana Kogfét, i^tilá-
cibei iJe utíá cauiáái ééjtebré pdp É^éá,? Poó,
deíiító"
Rojas. ,
Gustavo Hallen, traducida del francés por S. N.
V.— El suicidio (estudios sociales) por F. An-
por
—A Santa Rosa de Lima, poesia de Pedro S.
por M. N. V.— Estrofas, poesías selectas de
— 329 —
Pcpéz Boñalde: Perdónalosf— Tfohó y 'Tiim'ba
-^Flores y Nubes— Magdalena— -Seamds bue-
nos—Nubes— La primera piedra— El hijo de
, ' n
i>
^l-^TdOlo X3L, (Octavo del segundo año)
25»yVIIIps. . :
«• i
Tu che á Dio spiegasti Taü, novela de iiui$
Arci^inti, (taducida del italiano» por E. L.. Ño^
gH»— La carta robada, por Eagar Poey t78kr
ducída del ingle» por Garlos Oliyera.-r-Uji: cri-
men científico, por José Fernandos Brenaoo.:**
Autóbipgrafíai ael Coronel José, Tooiás óul^
do.-*- Recuerdos de la juventud de NapoleoO^
t^aducoion del Coronel José Tomás,, tí^w
do;— Bl hombre de la levita de . alpaca poi
Ramón de Navarrete. — Mérope, trajedia jíí
Alfieri, traducida en verso por JuanEujenio
Artzenbusch.— El Conde Sollohoub, biografía
Mwflf^jer, tradu^cjipn. de. E. líayarro Viola.—
Una aventura en ferro-carril, por el XÍonde
Sollohoub, traducción deE. Navarro Vida.^
Recuerdos de Lóudres, por Edmundo de Ami-
cí^tradux^idos 4/qí itaíiaao.por E.. L, Negri.—
Bl* iWífepi-pt da, un íiiñp., .ReQt¡ftcfi,ciou,4^
(Jipítule, YUde |iLa inco^nsolable», por Beinaíh
230 —
282 -*t Tomo Z^l, (Novenq del segundo afío)
254 y VI ps. ^/^ -^
' t
D. José Selgas^ semblanza literaria' ptít A.
Palacio Valdés.— Deuda del corazón, novela
de José Selgas (I Un duelo á muerfe. II Dos
aüos después). — La pobreza de los poetas^ por
G. Lorm, traaucido del alemán por. A% Kojrn.
— José M. Vergara y Vergara, por J. M. Sam-
per.— La tumba de Chateaubriand, por J. M.
Vergara y Vergara.— Van Dick en elpaldpio
Briznóle, por Mery, traducción deS. N* V»—
Remtacion de las ideas íilosóftco-relijiQts^as que
coiitiene el «Viaje á la Patagonia Austral» de
D. Francisco P. Moreno, por el Dr, D. Gerór
mnao Cortés Funes.— Huáscar, poesía por M.
Garcia Merou.— Miguel Grau, poesia medita
por M. Garcia Merou.— La Nevada, por A-
Fouschkine^ traducción correjida para La
Biblioteca.
233— Tomo XXÍL (Décimo del segundo aflo)
256 y VI ps.
La Madrina, novela de Jorge Y autíer^ tra-
ducida del francés.--Desali^ntos, por Eibniun-
do de Amicis, traducidos del italiano por. E.
L« Nogri.— Introducción á Ganieb: SI puebto
Boliviano y el pueblo Vasco, por Ávelino
— 2S1 —
Aramayo. — Ganich ó ecos del Paso de ^oU
dan, recuerdos del pueblo Vasco, es,tractados
por Aveliuo Aramayo.— Daniel Collinet, no-
vela del Pende cU Legurat, traducijd^ del
francés por Gabriel Car^tilo.— Bíograg^ de
Monseñor Peyrajínale^ ciira de Lourdes, traT
dueida 4^) fnu^cés por Beruardino Legarrrag^^
r íS4T-Tomd XXÍU. (Undécimo del segundo
afió). 260 y VI ps.
El Doctor D. Pabl6 Montegazza, bfografia
por 'fe. L. NegrJ.— Uü diá en Madera, novela
de Pablo Montegazza, traducción inédita p^r
E. L. Negri.— La recepción de M. Henri Mar-
. titt eñ la Academia francesa, ipor Ernesto Que-
sádá (iilédito).'-La casa vieja, comedia de
Andrés Theuríet, traducción inédita de C!.
Olivera. — Ei desconocido por Chut ! traduc-
ciiyft itiédita de S. N. V.— A propósito de un
^at'^le botas por Chut I traducción inédita de
S. N. V.¿- Un sabio, por J. M. de Pereda.—
Tiertrta tragona, por Carlos Coellc— El Doc-
tor p. Geróíiimo Cortés Funes, por Ángel
Pén^éy y Colóles, biografía inédita— Discurso
sobre el duelo, por Gerónimo Cortés Kúnes.
^RpmáAi<ces de ciego : cantares deiJoacjuia
As^tísio dé Alcávitara.
- 232 -
285-T-Tomo ^£LVi (Duodécimo del segundo
año). '260 y Vnins; (.,..;.... •; ^nat ■
' 'Esqfiitds de iFosér Tprriás ' Oüído^ Carta
át Dr: M. Navirró 'Viola— Pajina^ ilitertiWiaii
-^ttasgos . biográficos y 'elójiós— Sobre ina
tfamba, nótela de Luis Cápránítío ; trádacíéiíeii
inédita del italiano por JE. L. Negri — El jo-
ven del paletot blanco por Ramón de Navar-
rete^Siqte hifitorin?! efx una^ per ^,aséT Fep^n-
dez Bremon — El brazo deTiria^ty pof Ce's^ppp
Fernández Duro —Aventuras' de uha cesta 'de
duraznos por Filiberto Audebrand, traducción
inédita 4el. francep p<p[r <$. íí.-r V.-rfNue¡vos
^paiaioceis de dego; oianíares.d0 J^aquán; As^-
sio ;de. AAcántarav . ; -
i'i .•■..,'' • f ■ -r*
meLÍ,<i 4^ la.Biblioj^a Populfu; »<fe .Bv^;>^
:A¡re^-rIibreriá ^itori* de Eoriqíje Nay^f o
'Viiote^'MpnenoüMim. IPO»,:. ^ í - a •: í-
. flíe-'Sobrei el centenario' dp jSftfi ÁÍWtí^í,
.por N. Avdhue^ apuntas- d^ mUQ díaiñoit^jA^.
- ,ab7-»^Reouer(io5 de EspQílft por yííei>{e.&.
Quesada, pi^ecadidos de apunjl^es bÍQgPÁQ{;9s
sobre el autw pofr M. N^ ¥. i^7ips^ ... ^ i . j
1 lEstos apuntes, d^. viaje. .estárivdividi4<^8.ap
.4os.siguie\iteSíQapítule3: •! t; Mi j . i', Vi. . ^
; mI .y II De la,Gí)ruñja ái Rfadrid^ríJl^oj^dó
—IV El Escorial— V S.^yiH^r-gRafelfl^^ia^e
Gautier, sin la gracia de De Amicis, sin la
— 233 ~
filosofía de DeLatour. el sejlpr Quedada (jLa,
sin embargo, cabal ¡aea de los puátos que
visita, deteniéndose en las descripciones -y
en los detalles casi desapercibidos.
538— I>iscurso contra el espiritismo, Análi-
sis de los liJbros de Alian Kardec y refutación
desús, doctrinas por un médium incré^qlo.
Traducido p^ra laBiblioteca Populo^f de Bue-
nos Aing9. y precedido de una introdupciou bi-
bliográfica por M. N. V. —Precio de esta. obra,
12<p$i,miQ. y fuera d? Buenos A¡r^j5 reales
fuertes, ' 211 y IV ps, 1000 ejemplares, • -
S^9-rA la memoria de la señoritj^ Matia
Lq/s^lFeriiández: Í8ps¿
840-7Líi . visión de Mirxí^, leyea4a ; de fo^é
A^diáón, traducida del inglés por O. !AI(J¿o.,
6ps. ^ ; • .. i
241;-; Saniplí ó El Pasque Roldan, recúwdos
d^Lp;^^líloTascopor el ciudadano Boliviano
Avelino AraiHjaya 40 ps. , .
24í^DaQÍqVI3ollinet, novela del caiíJÍeLe-
gurMiltradqcvda del francés por Gabriel Can-
tílOi 4() ps.
243— Desaliento?, por Ednaundo de Ami<»3,
tradiíojdos par^ la Biblioteca Populáis de Bue-
nos'Aifes, íjioe Ernesto L. Negri. 16ps> ,
244-rBi^grafia d,e Monseñor Pevramale, cu -
ra de Lourdes, tjrQ.duc¡da para, la Biblioteca
Popular de Buenos Aires ppr Bernai;dino Le-
gafíf^ga. 34 ps.
248-rSanta Rpsa de Lima por Pedro S. Al-
cacer, composición recitade^ por el autor en el
-^á34 -
á'ctb público 'tfe ia Academia LitórtWa diel
ÍPlatd, dé la qué és míérübi^o, bl 30 dé ágófetb de
1879. á_>!3.
. 24p— El Sábóyátaíto, poéiñá dfe (Jaifeáa, frá-
'dücido eh Véi^sÓ por Martiti García WféfOtt. 8 ps.
; 2f4t— Ld h^i^hiána, hovela deC. B. Séhückitíg,
t^adücUda^W Wétoári parla la'BíbÜótíéca Popu-
láí-deí Butóós Aii-ésy precedida dé ápüafes
bi6gi^áflbóS feóbi^é el autor por Alejaadfb KMti.
48p*. ■ ' ' '
á«8-^Lá;cíáv^Htta Azul, ñóVélá <fé' OííitiaVo
Haller/li^ádUéida tiel francés párala Bíbliotééa
PtfputóbdéBueAós Aii^es, pot-B. N'.y.Sips.
249— El entierro de ün mño. Réi^tiflcabtón
del datpítulé VII de «Lfíií^cfonSóTabM», escrita
•patívIa'lSíbliotétó Popular dé BueAóa Alies
por Bemardino Legarrag^. 16 ps.
'MM^^Réfütacíéá 'dé las idéás tilol^c^Hreli-
-jk>sá^ que éotítieilé el «Viajé á la Pat^kgMia
Austral» de Don Frátitísco P. IVÍoíénÓ, por
el dK Don Qerónittio GoHéSj PuttéS. 'Diteiirso
gi'bhiJrrvci^o éll8 de setiémbi^e' de 1879 «h el
enado Arjentino al discutirse el fifoyeéto
dte^lisót^ci^ oficial á lá obra. £8 pb.
ifel^Gotíferénéía sobre el tehoWo pbt F.
Laui*80t profeáor de la Universidad dé Gáinte.
lObra premiíada en Bélgica. Dlc«ftdírenidét Ju-
gado eiíoaPgado de adjudicar él prétoío V ex-
tracto ddla iiCdja de aborro^ én U é^isüelit de
Gante», memoria publicada po^ el íAíbUío
•Latírentfc Traduééion corréjidá partí la Biblio-
teca Popular de Buehdd AiréSf, y pteóeáiAñ de
— 2^5 —
apunta/ ^obíjp 9) aijtor. por ^, N^ y .^Pjpecip
d^ est^ obrs^ 5 ps, ipic y f^ef a dp ]íi;*Qno^
Aires dos reales^ fuertes, bi ps.
2f2— Las miyere9 4^lEyanje|jo, oantoá re-
lijiosq? por Lftymig pon pr^^ogp de Dpnípf^s-
par Nuñez de Arce. 74 ps.
2$9n-X*a iciCQppola,l;)le, prpQedida de un pre-
f^Q ppr 4Ñ^odrQ pumps hüo, traducida
PVA Ift Bilflipjt^ca, PopiUar de ílMeno^ ^r^
por^M.N, V, y $. fí. V: 8? p^,
^ Q'ept m livrp *PP^^ ^ produire sgi;i,sation ;
o'e^t, une preeíeu^e prjmeur. ^ . - .
Le Fígaro, mai 18 de 1879. '
254 — ^Amor ajeman. Recuerdos de un es-
tranjero* Preo^dido d^ un prefacio po^ Mc^x
Mullw. Tr^íáíio por I). V. dp M.-r58,ps.
Edicipn dei 6 ejei:^plares.
255— El médicp de San Luis, fiQvel9¡ ameíi-r
cana de Eduarda M. de García. Precedida de
apuntes por M. N. V. y de un estudio sobre
la a^l;o^a por 5§tffteJi Pp^lao. 128 ps. Edipiop
de 6 ejeiQpIares.
Es ia segynd^ ^4ioion qu$, se hacQ.d^. qsta
sencilla n^fy.ftla, qye su autora, esqiíbió y pu-
blicó alodio fíñq¿ deedad: reflejo del. «Vi- [
cario de W^'^®fi^W>CQíi vivo coloricip ameri-
cano. Hft sido traducida á varios idion^ias,
y Venti,ir^de \^ Y^ga dijo de ella que era uqa
j oya de nuestra yt e^rftty.ifft* . . ^
256— Un 4i4 en j^dera, pajina de h Hijiene
d§\ Afooff ppr Ví^P^o Mantegazza, trftdp(}^^a
— 236 -
para la Biblioteca Popular ifo Buenos 'Airésy
|Drecedida de apuntes biográficos sobi'e el
autor por Ernesto L. Negri 125 ps.
267— Lá Madrina por Jorge Vautíer— Edi-
ción dbla Biblioteca Popular de Buénai^ Aires,
105 ps. •' ^
258— El Dr. D. aerónimo, Cortés íánes,
apuntes biográficos escritos para la Biblitoteca
Popurarde Buenos Aires, á solicituil dÍ3, 'su
director, por Ángel Ferrey ra y Cortés. 12 pé.
259— Discurso sobre él duelo, pronunciado
en el Cenado Nacional por el Dr. D. Geí'6rtirno
Cortés Funes. 16 ps. ,, . ,
260— Oolecoion de las interesbütes cartas ^d^l
Sr. D. Nicolás /. Calvo, publicadas; en «El
Siglo».— Buenos Aires. Imprenta dé El Sí*
gío, AlsinalOl.-En 8°, 266 ps.
Las XXIX cartas que abraza esta colección,
dirijidas desde Inglaterra por D. Nicolao Cal-
vo al diario que las edita, no son de un-inte-
res pasajero, como pudiera deducirse erró-
neamente de los sumarios que las encAbt'AnU^
y en los cuales figuran con preferencia ♦ariH3-^
elaciones políticas y sucesos del moírieiito '
La pluma Jijera y elegante del viejo po-
lemista, pas^ coquetamente por sobre lob
acontecimientos que han madreado rti ianíbos
henaísferios la marcha de nuévé meb^s cutfe
— 2a7 ~
1878 y 1879 en sus relaciones trascendentes
can 1^ Américia y muy en especial con su pa-
tria. Saca de ellos la filosofía de aplicación,
y, estudiando á )a vez los proyectos de nues-
tros Gobiernos, los debates de las Cámaras,
la situación política y financiera del pais,.
aconseja á los hombres de alta posición, con
esa claridad de juicio que lo distingue.
Siguiendo el desarrollo de los sucesos, se
encuentra en primer lugar con la cuestión
chilena-^ Véase el número 7 de este tomo —
se detiene en seguida en la cuestión fronte-
ras: esa cuestión que eljeneral Mitre asegu-
raban que no se resolverla en trescientos años,
y que ha quedado terminada casi en meses,
dando al pais la quieta y pacífica posesión de
20,000 leguas, habitadas antes por todas las
tribus salvajes que asolaban las poblaciones
}[ saqueaban las estancias. La venta deesas
tierras en lotes, el adelanto de la campaña
con su nueva estension y la completa seguri-
dad de que ahora goza, son puntos de grave
consideración y estudio para el escritor, que
abarca la infinidad de problemas económicos
y políticos que s^c presentan, y ofrece solucio-
nes más ó menos adecuadas y realizables,
pero que prueban siempre la atención con que
va siguiendo desde Inglaterra el progreso de
la República Arjentina.
En una palabra, las cartas de Don Nicolás
Galleo formanun libro útil al par que intere-
^aoitei lleno de datos poco conocidos, y que
— 23a -
contiene^ como lo asjsgaran sin eo&^eraciotí
los^ditores^ <(6l estudio maditadQ d^ impoiv
t£^iteB y numerosas oaestion^ q.uei ru) sólo ;
se rozan con intereses nacionales. apiei][ktÍQos,
sino también con lo^ da esta parte q§ Aiaérr
rica.»
C6l~MMÍa, nov^a ameriaana, orijinal: ée
Jorge Isaags. Con i^ia introducción pori iostí^ -
Manuel Estrada. 2^ édiaion con el retr-ator.dieli
autor y sus. poesias, se^uidl^ de vwias jui-;-
ciois oríticots^-r^Buenoi^ Airea, Igoa bdre^^oi^,
e4itoires. Librería ¿el Colejio, calle EI$]|kyiW
n^m,60* 1879.^11» volumen w 8*í mftyoi?, 4^
327 y IV ps.
£1 volumen de las poesías, que ha siáq qd-
cuadernado junto con la novela» es de lAS.
pajina?- Su ipipresion data de 1877/. Por e90
no^ lae detengo en él. • i
«Ql que ha escrito Maria ha muerto pdna la
esperanza,» decía Miguel Canj6 precisarnteote
citando acababa de tener en sus mano3 esos
malhadados versos de Isaags, que s(Silo han
servido para desacreditar al autor y hacer :
perder, á los que conocían ^ romance ^ su
vida, la simpatía que producen las grandes
abnepaciones y los grandes sufrimientos^ por-
que* s)i'el poeta y bl. amante son. allí uño
míspiQ^pomo se ha afirfoaíío, el QS^píníiili £^h<^
— 289
lAMte dé s^üirto á través de la odisea de su
dolor, se retrae Jierido al contemplarlo feliz
jüt^ó á -su ñu^Yé. 'eBposa, cantando Ids goces
piídos d^é Id natumliesa y sirviéndose del
¡«(ttMbre de la iiífo^tui^ada Maña para acortar
lastídrad interminables del hastio.
fiste dei^i^rimiento¿ sin embargo> no dís-
niintaitá el mérito de la ob^aBin6 páralos que
ht lean en la utOfCion del idilio febril^ pues
éilós la confsideraráii, más que una simple
ñát*riáf6ída, lii historia deuna ecsisten!ciay<cu-
yás ttltimais péHpédas auerrian apreciar^ á fin
dé pítílútíñviM todo el atan de un alma errante
causis! de caer efi los hondos torbellinos de
-las p£lá:onéd, pero á la cual íio era ja dado
^détéftei^e sobre las verdes campiñas* sin vol-
^r áfrtés en él fangé del dviao la ot*nfa : de
los retíüéfrdo!» qué lé fué oonñada.
Mafia és una iiove^ sentimental, del jénero
á qué ^rtéuecén Graciela, Atalas P^Mo y
Virjinia y tantas otras.
' ' Joaé Manuel Estrada asevera que nada
perdei4a si sé lá parangonase con Pablo y
Vh'jiñiárf yi «fiermina su juido ecsajerado po-
éiéndolia iúúy arriba' de ésiDa. Más sensato
^é ttiuestrá Vagara y Vergara en su bellísimo
airtlcüló publicado en La Patria de BogcHá.
'Pfúeba qué 'eis imposible el cotejo de María
édn ¡la narratíon de Saintr-Piérre, tan natiüJral
'é ínvftíosíniil, y piensa fundadamente <í|ue
aquélla tiene más puntos dé contacto con la
hmoria h&lmdesa deMme. d'Arboüvitle, pre -
— 240 —
eioisa narraeion poco, conocid^i haat5 ^^T^
entre nosotros. . .\ !, .
De todos modos, y dejando : de. m^Jio^pn^i-
cas que estarían aquí fuera dq lugaPí M^ria
es una joja de la literatura hiap^nori^a^^rí'-
cana, (cel único libfo escrito ^n Am(^.rÍQ|t^.Aue
haya hecho Uorat del Cauca al Plat¿w > Yí
aunque es verdad que qontiene proia3Íori,ae
detalles caseros, ele escenas inútil^^^que ^ijar-
gan demasiado la acción» compeps^pdoipi^-»
cálmente es^te inconveniente con la belleza y
frescura de alguqos cuadros; aunque fltp^re-
ceniaquirv allá personajies hap0 secundarias;
y aunque el estilo decae notablemente en
.Vfftrios capítulos; es también |CÍerliQ.%ue algp-
n6Stdesu3 pasajes oprimen él cc r^tzon hi^ta
qttelas' lagrimas que desbordan vleQ^a Aj cal-
mar la an soledad irremediable del ^Im^* . .
Es el gran mérito de Q^te. libro: tal\Fcz o\
úáico mérito de una docena de novelas, ^r.i^o-
jantes. . '4
f La narración de Isaacs, dice el mismo Es-
trada, es humana^ circunstancial, grájSiífa El
héroe cuenta su amor y ^u , amarguea* ííin-
gnoa fibra del alma deja de vibrs^r en S(i'd<do-
rosa historia, ningún incidente eaterno qWi4a>
y :todo es eficaz, porque todo es, sinpeyoí,pe
siente en ella uqa vitaJidad pal pitan t^i j^fy^e-
dispone al lector, por no sé qué,modíficftaipn
simpática de la sensibilidad, ,.4 repr^^uoir,
como una lámina bruñida v sonora, lai^flW'-
minaciones y los acentos de la pasión narrác^.
— 241 -
Hiere todas las fuentes, de: nuestros propios
amores, y nps reimpregná^ ea sfi c^tüdál^ es-
tremeciendo todas las ouerdas de la emo-
ción,»
IVliguel Navarro VióJa api j[có á la QmcielOf
el elojíoj (j^e hac^e I^rn^rimó del idilio ^de
Sjaíjit-Pjerré;; J6s^'íN!¿^ lastrada :io aplicq
á la iíana^'^^f ^ n^ (jü^ambos hflbliaf-
ron' con apieríó^ poiíqvre' 1^. l4gi:imaaf(-ea qpe
ei^;^n emp.i^^dos esp^ . dos libros son real-
mehjte. contó] Lósás para los oJQs 4^ diez y seis
años!
26¿!— 64iBti¿8 J^iipbi m. 9^}£^ 2dj3(>«*Hiscoria
vero^i^nil, {>6r Ai^ ^LgÁ^^Buenos Aires— tgpn
tórmtó ei^orps— 'Libraife 4^ Colejío, calle
-L.»
«]^i^'^te|Ut>ritia, ^fo^I^l ^utot, $^hace á X^
l^ra' d¿ J[iil|Q iTérae, da iJíevy y del ai^tot
cltí Rorv^pi^,: qü^M e^pecíi á; vuestra Repu-
»>%.>>f^tfi-.^tiPrs . .... ... . ^u. . ^ •
f^. WfíWps . ffp }ib«;a (^Souvqstrecon
casi idéntico titulo, aunque más jeney;^!— El
es.^oue^ esxer^a cc)i}^;irada» bast^ dpnde es
RP^WSfcf^rWlí^^ '^^ «^^'ejénérp; loqw^.noi
tiene, sm embargo, nada de estraño tratándose
- 242 -
de un pais cuyas condiciones son tan espe-
ciales, como es el nuestro.
El Señor Sioeñ toma por héroe á un joven
que es llamado á Buenos Aires por el Minis-
tro de Obras Públicas. Erj el viaje traba rela-
ción con una niña qué Iq agrada y alas pocas
horas de conocerla se une á ella con Ips lazos
indisolubles del matrimonió. Llega á la ciu-
dad con feu 'cortsorteV y juntos la pasean en
compafila de persorijá5''de'su relación.
Como se ve, eJ argumento no puede ser más
sencillo. Nó hay nada interesante en él,
nada que recuerde una intriga novelesca, nin-
gún tipo valiente, ntngmt- carácter demérito;
una píaíííurfe; completa, para emplear la pa-
labra gráfica del idioma aer Sr, Sióen.
Dónde está fa gráóia francé'saí, la liíéreza
de estilo qu^-pos deleita en sus. compatriotas?
nos hemos preguntado con sentimiento al de-
jar sobre la mesa el libro leido.
Hasta en las descripciones se echan de me-
nos esas cualidades. - Bl S'r.Sloén no ha que-
rido hacer trabajar su imdjinációu, no ha
ideado adelaótóá curiósesni mVentós verda-
deramerite espirifüales; Pareéé in^posible que
en 112 pajinas no.nosü haya dicho nádft qae
despierte interés, nada qüe^yasede una vul-
garidad. . ^
El estilo de! Sr. Sflron n« sb hace iidíar rii*
por 3US- cüáfídadet^/'n! por sus defectos; su
frase es , en jeneral eorr^ctít;* alarias veces
elocuente. Creemos que *hubiet^ podido és-
- 243 -
críbir algo más bello con mayor detención y
más labor ; pero, puesto que nq sé ha dignado
darnos una obra que merezca el áptauíso pú-
blico, permitirá nuestras duras observaciones.
En una palal;>fa, el libi'o'derSh Sioen es
un ipal ensayo; y fenire nosotros duran mucho
los' prhneros fracasos. Desearfactios, pof eso,
verlo emprender con más paciencia álj^ña
nueva obra de imajitiactütr oue hiciese olvidar
el PueM$ Aires m ti aña 2080.
26S^Hbra6Ío^ Eftlibaag: Q los c^ntomataa por
Ebua&do JCi.. HoLBitdfiHG^i i.Breeio:. 5: pesos.
Buenos Aires. Imprenta de El AlbuAi dei
Hogar, Calle Paraná, ^úm. 504. 1879. En 8%
16 pj
>s.
/.
Interesante fantasía científica dedicada al
Doctor Ramos Mejia.
264*-El demtmbamiíeíiW per Bwilio Oabo-
RÚtj. El secreto de ima iniquidad. Séptima
edixAóti. T^radúcidá «del fMiicés eépir^atnéate^
gara «La Pátopa», p^^r- Manuel Meki>óii?a.
¡uea^s Airto. ImpretUa de la Pampa: Victo-
ria 97 y 99. mi». 3 vols. en 18^, 382 ps. ctída
uno.
-. 244
t i.
?^ítti.,RftlP*t%»líe. Wi^. d^vtíáhóHéu. fué.
E;^ Wft,í^.J^íífs,9gñoctd^iÍpf;qu9 e$.yér-
i ... MMfl^ñni
265-On oapitáií dé ladlrcftiéí eft«iiteílaS Aii-^
res. Escrita para ia.j£atria Arjentina» por
Eduardo Gutiebbbz. Buenos Aires. Admi-
nietraelmt de latPmi^a AijeátioBM^JSfelgSafla
nám; 197r IftTS^' Bn 8^ adiftfu< cén . 6 grabado^]
eh^máievá/.
Narración de las hazañas del famaso Anto-
nio Larrea, criminal que murió loco en la
con un estudio frenolój ico 4^,p;r(>l;9^g^|stf(t' i
266— La Fatriai Conferencia dada en el Co-
i^ne«i«;flm«i«'r^9mr9« fpr eo^i i^^o
ne^ir49l difliíBía 4^í>Sí>cowhien4a,|(#(ií4fl^
Bj«B9?4fiqp»:po|Pfüi<.í§«» Rí:!,*^^
Aires, inüprenta y litografía del Courriér <í^m
la Plata, San Martin 2(^. 1879. En 89, 30 ps.
i6?^£li9io fúnebre 4íA GaoirarMmiw^
Miguel GrrattL Preonmoíado leil BuepKi)^ Ak^
Bid6 de Octubre idbe 1879^ fpfíüf A. l>^u Vé^h'^^
Bseoos Aires. loftpdnefttaidelEl iNaicioq^ Boj
livar 65 y 6L l&7a En 89, 34 ps.
565— SeleotSons from Shakbflpwftfs jgreaít ira -
S;eay. Jííacbeth árrajnged for productftín by
he éogjlish amatéurs at the opera house^n
wednésdíiy, apríl Sáj, 1879, '^15 « anniversairy
jíf the great author, capefüHy reVlsed and coi^-
rected. This libretto cotnprises all the alter-
ationéj and oraissíons whidí have been tn¿de
in the original woric. 'Buenos Aires. 18?9*
En 8<', 34 ps.
I j> r 1 I ■•
869— tóültatuli. TxQzos 4e las c%as á|^
gran p,ensa,do^ Jiiolandés Dopwjs^ pfeqKK^ft
(Mttltatuli). Traducidos al Qa^tdlano por A.
Nahüys. Buenos Aii^es. Imprenta de m Ál-
bum del Hogar, 1879. En 16°, 116 ps.
íMidtajtgli {tmcho he sufrido) e^ el aévidóijiji*-
lao de Dpuw^ Dacfclcei*, na,ci(jio.en A<m^tpr-
.dam en ISIQ, primeír «lajistrado w 1845 d«
.Ldb$^ posesiqn {hola^^desa .en l^iii^laíte Jwv
dedicó &IU vida enter,^>a;obtwier;la |VefQn»ia4«
Ja^ ie^es ent^Aoes vijeniites fSobre I^ QolQnÍ2;ar
— 246 —
cion eri la Ihdiá,^ soportando ea su empresa
todojénero de humillaciones y fatigas.
Su primer jf)ublicacíoá fué Max Havélaar^
novela política; posteriormente dio á luz sus
Ideas, que forman siete volúmenes.
«Douwes Neckker, dice un crítico, es una
voz que vibra constantemente en favor de
los derechos de la humanidad, siempre viola-
dlos por la codicia insaciable de los tiranos.
Sensible como pocos á los clamores del dolor
ajeno, supo prescindir délos halagos del po-
der y de las comodidades materiales de la
vida» para' alxar su voz de apóstol en favor de
millpnes de colonos oprimidos por la avari-
qia de gobiernos sin pudor.»
La presente traducción, no siempre correc-
ta ni cuidada, abarca seis historietas y siete
parábolas, entresacadas con bastante acierto
de las obras del literato . y reformador holan-
dés. Una historia peruana es indisputa-
blemente la mejor de las narraciones conteni-
das en el volumen.
270— La plegaria de un ángel, leyenda reli-
giosa argentina dedicada á S. E, R. el Sr.
Arzobispo de Buenos Aires, Dr. D. Federico
Aneiros por J. Fernandez Espadero. Ilus-
trado con lujosas láminas litografiadas á
dos tintas,/iibujadas por Ventura Linch (hijo),
Miembro de varias Sociedades artísticas na-
cionales y estrangeras. Buenos Aires.TIm-
— 247 -
preTita de Pablo E. Coni, especial para obras
60-Calle Alsina— 60. 1879. En 49 menor,
87 ps.
271— Ooroaa fánebreí Homenage de la Re-
pública Argentina á Miguel Grau. Páginas
sueltas arregladas por Héctor F. Várela,
Buenos Aires, Imprenta de El Porteño, Bel-
grano 79. En 8?, XXII y 153 ps.
Contiene los artículos de la prensa del Rio
déla Plata, con motivo dé la muerte de Grau,
los discursos pronunciados ante el Ministro
del Perú el día de los funerales del héroe, el
elojio fúnebre de A. del Valle, otros artículos
de Cañé, Mitre y Vedia y José Hernández, y
poesías de Carlos Guido Spnno, Silverio Ro-
sendo Romero, Martin Coronado, S. J. Villa-
fañe, E. Pérez, Martin Garcia Merou, Benigno
C. Diaz, Enrique E. Rivarola y Calisto Uyuela.
272~0árlo8 Guido y Spano; HOJAS AL
VIENTO. Libro lírico, nueva edición aumen-
tada. Buenos Aires. Igon hermanos, editores.
Librería del Colejio, Bolívar nüm. 80. 1879.
En 49, 338 y XVI ps. Coa un retrato del autor.
Buenos Aires debería ruborizarse un píoco.
dehtítuk) visrirb^emente ecsaj:erafio deAtéoas
suid><*a«iericana^ coqñ que la designan algqnos;
escritores benévolos pero irreflecsivos. Es'
un centro comercial y político mas bien que
una ciudad artística y literaria. Los porteños
teiKttios^ HO'hay ^dm, algo de los atenienses,
poeqíie sonaos impresionables y velublesr:,
pei^o- nors f^ltat 1^ cultura, el refinamiento del
esp&itiiji q»iie hacia de aquellos el puebla nías
apto para concebir» para sentir,^ para e^re^
sar la belleza en sus diversas formas. Él
estanciero, el comerciante, elabog§ido, el dia-
rista, el hom^hre de Estado^ so» Ifosrtípoaen
q^e^itiUeí^trai sociabilidad de encarna y 809 991a-
nifiestai.! No es estrafioquet suceda a^í* Lo$
puebioSi dd la mi^ma. manera que k>Sriadiiyi->
daoB^v tratan: sobre tod<Q de^ viviif>* de vivir
seguros y Ubres^r y eomo la industrias, ^ e^ ¿br-
mercio^ la política son los medios de obteiier
la iiiquesta, la 3egurídad> la libeytad,>preBtaH
aquielioí^ al ejercicio de estos medios^ uoa
atetmiofn preferentes y>al primcipio-^ escliiswa^
Sólo después de llenadas las primeras nece-
sidades, hay lu^ar á condiciones favorables
para la?, producciones del espíritu^ destinadas
á satisfacer las tendencias artísticas y litera-
ria%i naíti^rafes también, pero menos upjjentes.
Entre tánto^ justo es que^ no hairáudonos
todavía en aptitud de iniciar un movimiento
fecundo en las letras ó en las artes, tehusemós
modestamente el calificativo hiperbólico con
q^ nos. fayQi^^ioe uqa benevoleaciff tacjiablt^^de
— a4& —
if«f«a. BoiceaBdad^ no le merecemos ; y be-
coo» iBoietutes-lo comprueban de unmodoque^,
pensándolo bien, mortiñcaria nuestra vanicfadv
Ha e^itídxy ya ua'mes desdeaue se anunció
la a|)orici0n dé. las. poetsiad ael Sr,; Guido,
poesiacBi oüya .eliegaíDcia y cuya Sruavidiad re*-
velan, én su aatov honrosas afinidiades con
esKDS amables, poetas, de ^uieneíS' dicC: la 1^
ytenda ha»bcir tenido, en ia mfanda^ labios tan
duk^s (njf»^ la» abejas los preferiaaá Ia& flores
para beber beh ellos límapuca y deliciosa, miel.,
El libro tíaicú no ha. pasado» sin embargo, de
mano en nmoo^ Hact vo^elto suap¿}jia(}t& coni'*
placidos* uaios cuantos lectores dispuestos
siempre á esperimdntar las> emioeioniies del
arte; pero la inmensa niayoria apenas ha de-
jado caer una mirada indiferente ó desdeñosa,
sobre esas ha^a brillantes y perfumadas.
^ Se dirá, tal vez,» declinauo^O' de toda preten-
sión al aticismo^ que la indiferencia pública
respecto de los< versos^ del Sr. Guido^ se. es-
plica por el caráeteF ecsóüco de sus inspirar
cienes, bebidas- ccHnunmente en tiempos y m
paises muy lejatu»' de los nuestros. En efecto,
68: gKÍlgiaif es aa%uá, aunque fresca, y juvenil
la nñíaar predilecta diel Sr.. Guido; pero, á mas
de qofi- la éspücacian anterior ^onfírmaria
iHie9tt*a8 apreciaciones sobre el calificatiyQ de
atenienses que Uberalmente se nos regala,— f
deber consideearseí' que no encuentran me^jor
preq[>a«*ado* el público^i en sa favop, los poetas
quji sa bata, inspirado, como £oiieven?iay Gur.
- 250 —
tierrez, en los espectáculos de nuestra, aatu-
raleza y en las peculiaridades de nuestra
vida social.
El Sr Guido reside, pero no vive ea Buenos
Aires. \ Sus versos reflejan el cielo, lo& pai-
sajes, las mujeres déla Grecia. Myrta, Oo-
rin^a, la blanca Arsinóe no han nacido, por
cierto, á orillas del Pla4:a; y los versos que
siguen, al par de muchos otros, muestran el
esmeró cariñoso del Sr. Guido en reproducir
el tipo favorito de la poesia griega :
Fresca es el onda azul y cristalina
en que bajfia.su cuerpo de alabastro,
la rubia Myrta, al resplandor del astro
qué pálido las sombras ilumina.
La juventud divina
ennoblece sus májicos hechizoSj .
mezclando en un conjunto soberano
la grana tiria y el marfil indiano.
Al desflecar jentil sus blondos rizos
por el agua escarchados, semejaba
del rio una alba y elegante ondina^ ^
que de las grutas de coral se alzaba
jugando en sus cristales movedizos.
Esta es, nos parece, la Venus inraoptaliaada
por la lira y él cincel de los poetas yescuHo-
res griegos ; el ideal de la belleza femenina tal
como la concebía el arte pagano: fresca, juve-
nil, lujosa de formas y atractivos.
Un gran poeta moderno, el majestuoso Goe-
the, evocó en su inmenso poema» aquélla He**
lena de contornos puros é irresistible iseduc*-
- 251 —
. cion, cantada por Homero al par de los héroes
y los dioses de su raza. Nada superior á
ella encontró él autor del Fausto en la vasta
galería de la historia, conao no encontró un
tipo varonil mas hermoso que el de Júpiter^
cuya estatua, colocada en su jardin, recreaba
diariamente su mirada.
¿Quién negará que soií bellos los tipos m,o*
delados por el cincel de Praxíteles y de Fídias?
Pero la estética del paganismo era deficiente.
Los críticos mismos que se atreven á negar la
divinidad dpi cristianismo, como Ernesto Re-
nán, declaran que la estética.pagana estaba lé-
ej de comprender todos los aspectos de la
Ueza. Júpiter representa la majestad reve-
lada por un organismo fuerte y arnionioso.
Venus es la perfección ideal de la mujer opu-
lenta de formas y de encantos. Pero los anti-
Í;uos no sospechaban que podia ser bello hasta
a sublimidad, el tipo humano en las formas
que revistió Jesús en los dias de su predica-
ción; ignoraban que la palidez y la deniacracion
del ayuno y del martirio, podian espresar
admirablemente una belleza inniortal ; y no
concebían (^ue fuera digna del pincel y de la
lira, la vírjen enfermiza, cuya dulce y triste
mirada penetra el alma de los fieles en las
catedrales italianas. El arte cristiano ha
ofrecido al mundo los tipos de una nueva y
sublime belleza. No predomina en ellos el
elemento plástico, favorito de los paganos; sino
el íntimo y moral, velado por formas al tra-
-^^2 —
Tés de tes mal«5 itvadía un puro y ámwy§te^ ,
platidor.
M Si*. >GaMt> tmne simpatía especial poír Ia
belleza p^lástioá; y gran parte da sus vecsios
podrían dtarse'Gomo ejen»|Mio de la fleosibilidM
y riqueza de la palabra <que dá á laipoesá«^á
mas de los encantos de la :músiea) los enesnr
tos de la piritut^av de la estatuaria* iiuol^as
ctyñn|>o^leion6S dm Sr. «Gcado son ^«rdaiieMs
cuadro^: el lector no x^onci^be ¡por bHas lel ^pai^
saje: \b peroibe, te ve. Otras, ynopoeas,
muestran las fígarais con dineas y irdi^e^iw
tíiareados, que la páji»a >desapareM :y tnos
hallamos ^n presencia de laestátua.^idoaiadai
Yecés porttn rayo deihiztxpmo esas eseuifau^
ras de Fldias ^e él sol paneaiaiaiiimar oé la
bellísima Atenas.
Eñ t)tras ^ocasiones f^ ^ y a^noa éSéátua to
aue el poeta nos presenta'^* es una soaewd jr
elicada criditura, prácsímia á desaparecer Bh
el aire con la nubeiiijera t^ue^ñota «ea ^ Usttl
deítjiélo:
¿OMoceisála bellay tienta Amira?
^ué belleza, qué flor, qué luz, (sruéifuegoJ
6u andar' se «ajusta aj tritmo 4e la lira;
•hay en su voz la saavidad denn nuega
El flamenco nadando en la laguna
entre el verde juncal, no es mas>galiwdo^*
espira un suave resplandor de tonfa^
tiene ? a f resoa palidez del nardo.
Hace soñara la mente se <2olora
de su candor al virjinai destello ;
— 2&3 —
se sueña tóú las pófeás, con la aü^á^a^
con las hebras de luz de su cabello.
Parece que uiri espíritu celeste
siáfüjéndola invisible la perfuma,
y (Jiié sü blanca y ondulante veste
póí él airé ajitadét, hiciet^a esputüá.
. Ayer iá vi pasar en lóritáitlán^a
é imajinó mí alma entristecida,
era el ánjel de la üítimá esperafa¿á
quéi buscaba él se|^ulcrb dé lá vida!
.Hay en los versos del Sr. Guido sobré eíf
amor— el Viejp tema siempre íiuevo— la tolup-
tuQsidad dé los griegos, el jilacér reJítiíVcrór
mas biéri qué los arranques impetuoáps dé
la pasión desbordante. El Sr. Guido ñü l^ébé
á íargós sorbos el yinb jétlerbso, entre él ^bU-
Uicíó dé lá orjiá: lo bebé eñ copa cihdéífeKÍál
entre guávés aímonias, delicada y stíbriáttifeh-
té, . Nó, pertenece á lá familia de poetas cdVb
coA' Ms jüiáno's enanchadas. Algü'tióá Véií&óS
del Sr. GüidOj pocos, iñuy pocos, espreáah éí
fenómeno fisiolójico en que «la sangi*e hiet^rq^
la mirada íánzá relámpagos» y un placehtéro
vértigo nos conmueve ; pero la Sensualidad sé
halla templada en elíoá por la gracia ; y él ati-
cismo salva al poeta de caer en lá groséha.
Por lo que toeá ái sentimiento, á la pasiotí qué
se compone, c'omo há dicho Víctor Hügtl. dé
los estremeciniíéhtós üe la cártié y M Stfénb^
- 254 --
del alma— el Sn Guido no ha cantado especial-
mente el amor delirante, el anhelo, el afán
que nos absorbe,, nos martiriza, no^ encanta;
el incendio q^ue abrasa el cuerpo y el alma;
la poderosa, irresistible seducción de la mira-
da, del suspiro, de la lágrima que sólo una
mujer posee; el tibio aliento que perfuma la
vida, los tiernos y brillantes ojos que nos
muestran un cielo desconocido, y el besó que
lo transporta al corazón. No ha cantado, á lo
menos con frecuencia, el ardiente y sublime
delirio que la tierra en un edén transfor-
ma, sino el sentimiento en formas vaporo-
sas, y, por lo regular, suavizado todavia 'en
las visiones de amabjes recuerdos. Este es
el tono, el matiz favorito del Sr. Guido; y
ninguno de nuestros poetas le aventaja cuan-
do hace vibrar suavemente esa cuerda de su
lira armoniosa. Ha espresado el amor que
vive de recuerdos y se cubre con los velos dé
la melancolía, ó el amor tranquilo ya, después
de satisfecho; y lo ha cantado con una deli-
cadeza, con yna suavidad y una dulzura, que
sólo pueden sentir las almas escojidas:
j Oh querida ! jamás mi labio pudo
decirtercuáqto te amo ! en mi pasión
te he dóntemplado palpitante y mudo,
de mi noche sin fin candido sol.
Místico velo mi cariño ha sido
coi|^ que oculté celoso tu beldad ;
en' mi alma tu amor así ha crecido
como esquisita flor en un fanal.
. — 255 —
Nunca se oyó en mis himnos profanado
tu dulce nombre ; altivo desdeñé
comprar^ en tus encantos inspirado,
para mi frente pálida un laurel.
La gloria está en tu amor; sordo á la fama
3 ulero oscuro á tu lado ser feliz;
e mi afecto veraz la interna llama
sólo arde, sólo alumbra para tí,
íQué da á los hombres la ventura ajena?
Irá á cantar en el festin mi voz,
que es una copa de perfumes llena
en que impregnada estás, tu corazón?
Ignore el miíndo tu belleza, ignore
cuanto hay en tí de suave, de ideal;
que su contacto impuro no desflore
de tu sien la guirnalda de azahar.
Eterna vive en la memoria Elvira
de los siglos, y Laura y Beatriz,
dulces astros de amor en que se inspira
la mente audaz, el estro j uvenil.
Yo (juiero para tí sombra y sijilo,
y arrojando en los mirtos el iaud,
vivir, morir amándote, y tranquilo
irá aguardarte á la rejion de luz !
La musa del Sr. Guido se mantiene, con
noble actitud, en una rejion serena desde la
cual se descubren hermosas perspectivas, y
donde la pasión, perdiendo su intemperancia,
llega á transformarse en dulce y apacible
sentimiento. La musa del Sr. Guido no se
deleita en placeres groseros, ni se abisma en
dolores profundos, no rie, 'ni se desespera
— 256 —
Una l^inm pura y brillante se desliza á vqqbs
por su niejilija , apenas cdlond ja, pero se can-
vierte luego en sonrisa, y sus láDÍDs perfuma-
dos modulan sienipre uria plácida.' encarltiá-
dora armqnjijBt.
El Sr. Guido es clásico por la corrección de
la forma y por la simpatía que profesa á'í^
belleza plástica, pero síi inspiración vuela, ¿n
algunas ppgsia$, á payojr altura que lá inspi-
ración pagana ; y q1 sentiiniento que se eleva
en sus estrofas es mas noble y mas tierno
que el sefítirpiento espresado en los versps de
los poetas antiguo?.
El ideal de los antigaos era la realidad, la
naturaleza eJÍQyada á la perfección; el ídéál'del
cristianismo no cabe en el mundo; y ciíai^do
el artista, después de concebirlo vuelve iQ^tpi-
radaá la naturaleza, no la ve ya coma él tipo
supremo (^e la belleza, contempla ese tipo mas
allá de los mares y de Ips astros, y sólo en-
cuentra en el universo pálidos reflejos 'de su
lumbre inmortal. De la contemplación dé ese
ideal superior ha nacido el bello 5=^ontim¡eritp de
la melancolía, especie de trisi j¿ia puya sbpa-
bra cruza ,^1 rayo divino de Ja esperanza^ á la
cíial 'ha consagrado el Sr. Guido los siguiQn-
tes vérsps donde se revela en fofrpas clásicas,
una inspiración verdaderamente cristiana : '
;Iia esperanza ! sublime, íntimo anhelo,
aspiración ideal, indefinida,
qi;e ¡eleva, al hombre de la tiierra.al cielo
.en §ÍjgL^ jje la férvida ilusión;
~ 257 -
llama- vivap que lenta nos consume
al par que alumbra el Cjampo ^ie la vida,
y que en vapor disuelve y en perfume
la savia del ardiente corazón.
Espíritu jentil, en la mirada
áplá púíiica vírjen resplaAdece,
en la frente del héroe laureada,
del labrador en el humilde ho^ar;
la estrella enciende del proscrito errante
(jue de la patria lejos desfallece,
yál náufrago en su barca zozobrante •
soátíenéyguiaen el rusiente mar.
i iPlpr inmortal ! regada con, el llanto,
de que es el alma inagotable mina,
seícreto numen, misterioso encanto,
lámpara ^a^sid.a ^ ía sagrada crnzí
¿qué.corazpn tu influjo no ha sentidp?
í\ix c,ía,ridád qué sombras no ilumina,
si hasta en la densa noche del olvido
A^9P íjenetra t^i bendita luz?
Sonando eji piorvenir que les predices,
te acarj^ci^n los pálidos mortales,
y en .^ú corcel sintiéndose infelices,
^d.etu hue^a ^nhélante van en pos.
< ¡ Mas allá i > les repites, el vacio
les cerca, y con tus velos virjinales
benigna oqultas s^i sepulcro frió,
y aJzas de áílí su espíritu hasta Dios !,, .
Cuando todo perezca., cuándo eí mundo
desquiciado retiemble en el espacio, '
y s^. hunda del caos en lo profundó,
tú aun vivirás unjida por la fé,
— 258 —
como una joven reina destronada
contemplando en ruinas su palacio,
ó te alzarás al cielo inmaculada,
cual la blanca paloma de ÍToé !
Los sentimientos del hogar han inspirado
al Sr. Guido sentidos y bellos versos, en los
cuales se percibe, como en los ya transcritos,
la influencia cristiana y se vislumbra el mun-
do imperecedero donde los nobles afectos que
nos ligan con los seres amados, se prolongan
y derraman, semejantes á hermosos ríos, en el
inmenso mar del infinito. Esos tiernos senti-
mientos déla familia que el poeta alberga no-
blemente en su corazón, dan á su poesía un
nuevo color y un nuevo tono que no se hallan
en la poesía antigua; y los versos consagra-
dos á su padre, patri carissimOy ala digna y
cariñosa madre que fué para él una providen-
cia, á sus hijos y á su fiel compañera,— están
impregnados de ternura y tienen la belleza
auístera que imprime la idea del deber á las
riíanifestaciones del pensamiento y del cora-
zón. Pueden citarse para comprobar esta
apreciación, y entre muchas otras, las siguien-
tes estrofas :
Bella es la vida que á la sombra pasa
del heredado hogar ; el hombre fuerte
contra el áspero embate de la suerte
puede allí abroquelarse en su virtud;
si es duro el tiempo y la fortuna escasa,
si el aéreo castillo viene abajo, '
— 259 —
íueda la noble lucha del trabajo,
la esperanza, el amor, la juventud.
Hijos, venid en derredor, acuda
vuestra madre también ! fiel compañera !
y levantad á Dios con fé sincera
vuestra ferviente, candida oración ; . '
líl es quien nos reúne y nos escuda,
Juien puso en vuestros labios la sonrisa,
a su aroma á la flor, vuelo ala brisa,
luz á los astros, paz al corazón !
Después de la fatiga y del naufrajío,
ansio rodeárnie de cariños;
la serena inocencia de los niños '
déla herida mortal calma el dolor.
Es para el porvenir dulce presajio
que al hombre con el mundo reconcilia,
el ver crecer en torno la familia
bajo las santas leyes del amor 1
El vano orgullo; la ambición insana,
aspiren á las pompas de la tierra,
su nombre ilustre en la sangrienta guerra
lleno de ehcono el bárbaro adalid;
nuestra misión es, hijos, mas cristiana :
amar la caridad, amar la ciencia;
puras las manos, pura la conciencia,
dar el licor á quien nos dio la vid !
El Sr. Guido ha dedicado á la memoria de
un amigo querido, ima tierna y bellísima ele-
jia, escrita en idioma portugués, y que éri
nuestro concepto . pertenece al número do las
mas notables composiciones del libro lírico,
por la espontaneidad del sentimiento, por la
-- 260 -
majestuosa efeVacióh d'e láá ideas ^Iftáp^Ch-
piada entonación del verso due parejeé Jetóir
y suspirar én todas las estrofas. ¿Qué poeta
. elejíaco ctesdeñariá éstos acentos?
Tua rnpdestia e fé, a resignada
confianza has promesas do futuijo,
a atmofephQrá serena con ¿jue luzi'áó
teus perisamentos plácidos e belloá;
acalma váo con maiica infl*uehciá
os ímpetus qiie entáo nié arremega^áb
á lángar meú batel em ^alá ornado
de alegres baiídeirolás, de griñaldáís
no pelago fervente dos prazeréá.
¿Quantas veces á destrá me estenáestíe
in io cegó a arrojar-mé ao precipicio?
¿Quántas o tau acento insinuante
veio acord^ir minha razaó bubladá
na einbria^uez das paixoes tumultuoéÜ?
Tutoorfeste, porem, e éu Vivó áindaf
guncfi máis te verei I feliz, quena sabé'í
e ádorñfiecéres na estagáo benigna
E em plena folhagém, de sumirte
Nó océano do infinito, como una astro.
A desiBtjáiar no resplandor da aurora í . . ,
La invasión lanzada coiitra Méjico por l^a-
pplepn^IIIy la desastrosa guerra que ha ter-
minado en Francia con los horrqr^s dé la
Comuna, inspiraron al Sr. GülÜo'^ Versos
donde resuena, á veces, la nota marcial du|i
^óío brota de las cuerdas de brohcj^ anadie a3
¿jla lira por los poetas para maldecir ái 'os
tiranos; pero ño son los versos guerreros \o%
-^ 861 -
que muestran la vena mas abundante de ins-
piración en el cantor de Amira.
Tampoco revelan las estrofas que llevan
por tituló Adelante (palabra de orden del pue-
blo norte-americano) la índole de su poesia,
contemplativa en vez de militante, lo cual no
impide, sin embargo, que algunas de esas
estrofas hagan recordar el salmo varonil y
magestuoso de Longfellow. A este respecto,
nos hallamos de acuerdo con el poeta, quien
se ha juzgado á sí mismo en los siguientes
versos, eme son loa últimos que transcribimos
y cuya belleza fescede 4 todo elojio:
La selva dijo á un ave:
¿O uando levantas
tu voz en la espesura,
lloras ó cantas?
Contestó aquella:
—Se confunden mis himnos
con mis querellasl
A una harpa eoliana
preguntó el viento:
¿por quié, di, cuando paso
das uu lamento?
Y habló así el harpa
—En mis cuerdas suspiran :
de amor las hadas!
Al rio dijo un sauce:
— Triste murmuras
y entre flores deslizas
tus aguas puras.
Sollozó el rio
-m -
-rr|AylsauA^ tuno sabes:
coTFQ al abismo!
Dijo q1 campo á la lluvia:
¿Efe 4óude í^ana
, la fuentQ de tu llanto
quiem^ ffiígalana?
f-rProta en tuv^eiKíi
OOntiesí^l^^ nía n^tr^ . .
tu ílulce aUentoJ
Cqído qI avQ y el barpa
y- el claFO rio,
mentidos son Ips eifps
del Qápta mío;
Comp Ift lluvia
con que riegei la$ flo^o»
,1a ñuD^ pscnra !
Una tendencia natural ba Uev^dQ al Sr.
Guido á traducir algunp^ fragmeptpg de poe-
tas griegos y dps hermosop cantos de La-
martine, tributando así ^1 hom^naJQ de una
simpatía respet^písa á sus i^aestros, ó, mejor
dicho, á sus parientes ep la familia 4^ los ins-
pirados. El 3r. Guido es,: en reaU4ad, un
poeta ecléctico, si se nosr permita e\ proáíais-
mo de la espresiop: ha tomadlo á veces la
naturalista por el ideal, coqap los griegos, y en
otras ocasiones sólo ha visto en ella un sím-
bolo de aquel. Sp ha dpl^ítadp enaltando la
luz de los astros, el perfuma de la^ flores, la
belleza de Venus al suvjii' spbr^ la ola azul
y trasparente; y conterpplanda luiego ^li infinito,
sintiendo la vaga melauoplia que ha inspirado
- 863 -
á LáttrártiM ^ús tú&i& bétlietd €^trGrftl&, btit VÓ4.
lado en alas de la espefan^a & la rtajioti^tí^
blime, ec^halando liuévas y mas futas amto-
PÉBRd GoYtí^Á
278-Póéditó íe Jüán Ona V^íélá y tefe tea-
je/liáis Dtdo y Áfgia del ttiisttio. áutcyr. Biiénd^
Aires. Impfeíitá úé La Ti*ibüná, Víctóriéí
ndm. 37. 1*79. En 8<', 486 ps.
Bl iHyctof B. Jüto María Gutiérrez dédícé
utt líbr<> entero al estudio de la persona y
obras tlel literato aijentino Don Jüaatt d^Iá
Crüás Vareíá, cuyas poesías, reunidtó p<»t el
étutor y prontas p^t** darse á la piensa desdé
I8S1, aeaban por fin de Ter la luz púbHoa^ éñ
tíegámte, aunque no muy correcta edición.
Pero una obra, y mucho más una obra dié
crítica, es un hombre, lo mismo para ZoUa. tjüé
para el más puro espiritualista; y « & través dé
ella se descuore un tettiperamento. mi acento
particular y único.» A través dd libro de dn-í-
tíerrez se vé ai partidista Resaltado, al amigó
compladi'ónte, une engaña suS convictíoneiS
literarias y su buen sentido estético, ton lá
amadora que provoca el rectíerdo dé la espa,-
triaicrón y con los gratos solaces de una arhis^
tad casi tradicional, interrumpida sólo ñor lá
muerte. Sin embargó, ios versos de Várela
llegan á tiempo de ser imparóiklmente juzga-
— ,264 —
do3 por los que no hab recibido, herencia de
afectos ó prevenciones. ,
Los últimos estertores del clasicismo espa-<
ñoL repercutiendo en los claustros sombríos
de la Universidad de Córdoba, debian produ-
cir una poesia muy pálida, muy, incolora, si
es dado llamar poesia á la vacuidad de ideas
suplida por manoseadas formas retóricas, á
lar frialdad de sentimientos mal encubierta
con los nombres de mujer que han Sgurado
én las églogas de todos los tiempos. Tales
son los caracteres de la poesia erótica de Juan
Cruz Várela, desde el primero hasta el último
de sus versos á Laura y á Delía; desde los
fragmentos de La Elvira \xQ.siQ,\á Corona de
Mayó — crónica rimada en que se da cuenta
del desempeño de Doña Carmen Madero, pona
Micaela Darragueira, Esnaola y otros afiioio-
nados en la función de música y cantó cqn
que una sociedad filarmónica celebró el ani-
versario de nuestra emancipación. . El Doctor
Gutiérrez dice— p. 239-40— que «no se puede
leer sin interés y sin emoción, en lo§ dias ac-
túales, tan lejanos de aquéllos», esta apájiua
en relieve de la crónica bonaerense»! Parece
que los tiempos modificasen las uociones ^ los
sentimientos...
La Elvira contloiie una estrofa que no
merece, ciertameiite, el suplicio de vivir per-
dida entre las demás:
Tiemble la hermosa, cuando, sola, al lado
de su querido el corazou le lata; . ,
— 265 —
que contra el ruego de un amante amado
es imposible que el rubor combata.
El primer beso, á la modestia hurtado,
el primer nudo del pudor desata,*
y, arrancada á la flor la primer hoja,
el hálito del aire la deshoja.
La inspiración satírica de Várela respira
atmósferas españolas; no es precursora de los
yambos ni de m castigos; pero tampoco carece
de mérito, especialmente en los epigramas,
ha presente colección ofrece pocos, dignos,
sin embargo, del autor de aquella fáflcxosa
quintilla popularmente repetida:
Entró una nariz primero,
luego una ala de sombrero,
después dos cejas pasaron, . -
y de tantos como entraron,
don Diego Olmos fué el postrero. .
«Con estos cinco rasgos», dice Gutiérrez y
esta vez con fundamento, habióla trazado Goya
el mejor desús caprichos.»
Los cantos patrióticos y de carácter elevado
forman la base de la reputación literaria de
Don Juan Cruz Várela; y séame permitido
pasar por alto las canciones: las he leidQ
todas! ' .
Quintana es el gian modelo; pero los jmita-
dores de la época están muy abajo de Cien-
fuegos. Várela tiene también una oda sol)re
la invención y libertad de la imjfrenta y oírdi
ala paz; ambas con rera.iniscencias bastante
~ 266 -r
visibles del ilustré cantor españoL Este dice
en su oda ¿^ 2a pa;?, jpor ejemplo:
«. . f .la espada ociosa
entre el polvo y orín se consiimia ; >
y Várela:
€... laérá
en que ociosa la espada
del tnobo y del orín se consxftñiéra. *
Laptofecía de la qrandeza dé BukiWós Aires
corre parejas con íá GoroHa de Mayo, citada
más arriba. Con decir qué e) título primitivo
de láprtfeúia era— ^ Buenos AireB can motiw
de los trabajos hidráulicos ordenadoé por el
Gobierno y— nadsi hay que agregar, salvo una
sonrisa de ÍAtelijenieía é, los co;xientarjos afa-
nosos del Doctor Gutiérrez, encantado de que
Várela ayudase la obra rejeoeradara del mi-
nisterio de «de Eivadavia, escribiendo una oda
á cada nuevo decreto administrativo. Sin
embargo, estoy seguro que el Dr. Gutiérrez
encontró razón á Milsand que há observado
que el romanticismo es también la libertad.
En cambio délas malas ó vulgares produc-
ciones qne acabo de recorrer á todo vuelo, y
como para borrar la dura impresión qire deben
dejar étt el ánimo prevenido por las alabanzas
prodigadas sin meáida á nuestros clásicos, tai
más tímenos que si hubiera sido dado alcanzar
eütí*e Qosolros la evolución completa de una
escuea para obtener sus frutos sazonados,
pasai! á la vista algunos pocos cantos de for-
ma sonora y a cabaaa, de intención filosófica
- 867 -
ée sentimiento patñátieo» JQ<| wff^síim»
reflej|a la ajitacion de la época, las ideas^ del •
s%teX VIII, qi*e filaron 1é^ leche que amamantp
álos hombres de nuestra epopeya» ^R luch^
franca eon la peacoion cat<^iqa a^orrad^i ^ I^^
ninoias preQcapacloae3» La epístola á ^^'
tnaim la muerte de un hernaano ti^ne fr^igr
taentos majistrales.
El Gtmto d Lima^ libertada por el ejiército
efe, Sao Martin, cuand0-r
. • . , • ,0l ruiáo
del último eslabón d^ la Qad^n^
en tronos dividido
am^renta y aterra
ár todos los tiranos déla tiwra^
a^solenune, bien sostenido, conceptuoso y dig-
jio, en fia, del capitán americanoi á ^^tremb
dé hacer perdonable la vanidad con qu^ el
poeta hablai de sus propias estrofas^:
De^ todo triunfa ei tiempo; sin las mu^as
un héroe ál fin no es íxéroe; que perdido
deba quedar m nombre en las confusa3
tinieblas del olvido,
si el sonoroso verso
iia recuerda su gloria al univ-erso*:
Es sensible que loa editoras ao hayan in-
eluido en el libro los tercetos al ^^ de M(¡f>yo
ée J8S8 en JBmnos Aires, qu^ empiezan con
el verso conocido:
Ya raya la aurora del di a de Mayo,
porque, en medio de sus muchos defectos,
tmnm un colorido inimitable, como si los
— 268 —
bañase el primer rayo del fúljido soL Estos
tercetos se encuentran en la América poética,
editada en Chile, y envarias otras colecciones
que corren hoy de mano en mano.
Descuella entre las piezas líricas de Várela
de mayores briosy ae más largo aliento, de
entusiasmo más grandioso é imájenes más
valientes, el canto á Itvzainffó, La voa de las
pasiones nobles y la voz de la indignación —
la patria que vence, y el Brasil, esto es, la
perpetua imájen de la tirania en América, —
suenan confusamente en los versos más llenos,
en las estrofas más rotundas que ha elabo-
rado el clasicismo arjentino. El canto Vírico
á Itussaingé rivaliza con el canto á Jumn. Si
Várela nó hubiese dejado subsistir otra cosa,
su nombre fraternizaría con el de -Olmedo;
pero. . . •Bdleau preguntó á Chapelle qué pen-
saba de su estilo; y Chapelle le contestó:
eres un buey que abre bien el surco: — in-
menso elojiol porque el buey que está cons-
tantemente uncido y obligado á arrastrar el
arado sin descanso, rara vez abre bien un
surco, es dacir, con igualdad, con profundi-
dad, en la tierra potencialmente fecunda, pero
todavía dura.de las literaturas vírjenes. «El
tieihpo, dice Fontenelle, no forma sino los
sabios ; el jenio crea los filósofos y los poe-
tas. »
279— Adolfo Mitreí— Fragmento del poetóa
— 289 .-
nAlbMm» de T. Gautisr, con una iv^tto'-
dttCcioD de Miguel Cañé. Buenos Airea. Im^
prenta de la Nación, calle San Martin núm.
208. 1879. En 169, VIII y 10 ps.
Bstá éfá(}Ui^1ía tt*iadd(idon del tíí&é bello
Sasaje del Albertú^, compi'éñdé hs estirofaís
XIX y siguientes hasta la LVII inclusive, y
va precedida de unos delicados párrafos de
Bfiguél Cañé, que realzan el memo del joven
poeta aTJ entino, digno intéí^rete del tnftéiát^o
francés.
280-Oartfr Prancesoó SiJdttii II óüínto tt^t^tk
di Ctó-rlo Ettcíha. (Estfatto dell^ ^ Pátrtit *
ílúm. \%^. Buenos Aires. Tip., Ktogfaftíi é
líbiv La Patria. Cuyo 79. 1879. En 169, llp«.
íífil"-á4ol& Mitre. To die, tóál$&l' P<>9a¡A
lírica, 18791 Tip, Litografiia « Lafatt^ía»^
Cuyo 79. Buenos Aires. En 169, de 16 pá.
Sólo se háú tidado diez ejemplares de e&ta
bella poesia dedicada á Miguel Cañé.
i 'lá 1 1
282-*nBn8ay^6|)ioétioo8 pM CUusiro Ovuiiii^
-, 270 —
hijo. Buenos Aires. Impréiita de M. Biedma
calle BeJgrano 135. 1879. En 4o menor, 28 ps
288— Martiniano F. Leguizamon. La bandera
de los Andes (fantasia). Buenos Aires. Im-
prenta de . La Tribuna^ calle Victoria núm. 37.
1878. Folleto en 32°, .14 ps.
Hay error en la fecha de la carátula, pues
la impresión es del año 1879. ,
284— La vuelta de Martin Fierro por José
Herhandez. Primera edición, adornada con
diez láminas. Se vende en todas las librerías
de Buenos Aires. Depósito central: Librería
del Plata, calle Tacuarí 17. 1879. En 49, 60 ps.
La vuelta de Martin Fierro es el segundo
trabajo de D. Josk Hernández en el jénero de
literatura popular que canta las desgracias y
aventuras del paisano arjentino, y al que
parece haber dedicado por completo los dotes
de observación que inaudablemente posee, y
el estudio que tiene hecho de las necesidades
de nuestras campañas.
Su primer trabajo lleva el título de JfaWtff
Fierro. La vuelta es hasta cierto punto infe-
rior en el desenvolvimiento de los sucesos, de-
— 271 —
morados por estensos párrafos de enseñanza
moral con pronunciado carácter didáctico.
Parece que el autor se hubiese preocupado
de borrar la mal£^ impresión que su primer
libro deja en todo lector sensato, por la falta
de una tendencia y fin moral en esa epopeya
de crímenes puestos, cuidadosamente en re-
lieve como hechos heroicos. Esa circuns-
tancia rompe el equilibrio y las proporciones
de la narración, que encierra, sin embargo,
muchos trozos de verdadera intención poética.
Tomo al azar unas estrofas llenas de ani-
mación y que revelan el carácter altivo y triste
del gaucno:
« Lo que pinta este pincel
' ni el tiempo lo ha de borrar,
ningunoise hade animar
á correjirme la plana:
no pinta quien tiene gana,
sino quien sabe pintar.
« Es el destino del pobre
un continuo zafarrancho,
y pasa como el carancho
porque el mal nunca se sacia,
si el viento djB la desgracia
vuela litó pajas del rancho.»
Las dos siguientes nos dan una idea de los
indios que asolaban las poblaciones rurales
de esta provincia:
/
- 29S --
« Odia de muerte al omtiano,
hace gtíeit*a sin eiiarteh
para matar es sin yel;
es fiero dé condición:
no gólpia la cóm|^síon
en el pe^o del kael.
« Tiétte la vista del águila,
del león la temeridá-
en el desierto no báiWá
animal qite él no lo entíen^,
ni fiera de que no aprienda
unistinto decrueldá.
• >••>*
El Martín Fierro y la ViceltcLhúiñ ^atíi^oiri-
do una popularidad que nunca con^i^uleron
las mejore^ producciowQ^ dfe Asc^^i^biy Del
Campo. Hernández está mny abajp de ellos
en cuanto á la form^, e^pecialniei^te en las
ecsijencias de la versificación: la iqiieplida mis-
ma del verso es muchas v^oes d^fe^íuosa, y
las rimas son casi siempre falsas. Del Campo
maneja la pluma del liter^lo; pule opa cuidado
y retoca. Su ^amto tiene forws^c niás per-
fectas que sus poesías serias l^ero se ha
limitado á, ^volver en, el popcUo del gaucho
sus impresiones personales sin preocuparse
de observar al hombre que describre, ni es-
tudiar con detención su índole y sus ideas.
El paisano recibió el Fausto con locura,
engafiado ^por los términos y espresiones bien
enlajadas d^ su lenguaje especial y por^i
colorido campestre de las déei)¿as y cuai^tiHas
— 273 —
en qne está ix^mpuestow Después de leerio y
releerio, y ropetino, y neoitarlo, se convenció
que nb enteadia jota, eomo^ueno conocía el
poema de Goethe ni habia oido nui>ca la mu^
sica de Gounod; y hoy recuerda únicamente
algunas estrofas plásticas qne han quedado
grabadas en .su memoria.
Aécasubi escribió antes y con suerte p^-
fedda. Conocía bien las costumbres del pai-
sano; su verso, más vulgar que el de Del Cam-*
po, no lo era tanto como el de Hernández; no
carecía de dotes é inclinación para conver-
tirse en d graú payador de esos hombres
infortunados, que conservan, despu^ de mu-r
chas jeneraciones, la indolencia y arrogancia
que caracteriza indeleblemente su orí|eii anda-
luz. Cr^jró poder convertir sus cantos en arma
de combate; é ignorante probablemente de
nuestra historia, predijcó el unitarismo en las
campañas donde la idea federal ha sido el
credo que se pronunciaba en el martirio y el
programa ide lucha franca durante largos
años! Las tradiciones no se borran de nn día
para otro, y menos cuando vienen empiapada^
en sangre. Ascasubí fracasó*
José Hernández tiene campo abierto.
Í85 — Flor de un día, <lrama .orijinal en un
prólogo y tres actos de Don P»ancib€o Cam-
PROnoN. Éuénos Aires. Librería Baccatti
calle Artes 88. ^879. J^n 89, 63 ps.
— 274 —
286— Espinas de una flor. Segunda parte de
flor de un dia. Drama en verso en tres actos
y un prólop:©, orijinal de JDon FRAKCiáco Cam-
PRODON. En 89,64ps.
* 1 •
• ' ' 1 • '
I
Son tan populares estos dramas entre la
clase compadrita de la ciudad, como los ver^
sos de Martin Fierro en la campaña. Lajéate
de colorios tiene de esclusivo repertorio para
sus representaciones de aficioíiados; y. no es
difícil, andando por las parroquias de los ar-
rabales, al caer la tardei, oir declamar con
lengua todavía trabada la estrofa que em-
pieza: '
Si oyes contar de un náufrago la bístoria
ya que en la tierra hasta el amor se olvida L .
ó el enfático diálogo:
Tiene vuestra espada punta. » ^?
Esta profana vulgarización de dos dramas
que lio carecen de belleza en medio de sus
muchos defectos, los ha acabado de alegar de
la parte culta de la sociedad, incrustándolos
en la vida bulliciosa de la jentede clase^ como
se titula por antonomasia.
287-vEl ley de Labore. Opera en cinco ac-
tos por Luis Gallet. Músipa de Julio Mas-
senct. Versión al castellano. Precio 5 pesos.
Opera representada por primera vez en Paris
el 27 de Abril de Í877 y en la Scala de Milán
— 275 -
en 1879. En el teatro Colon de Buenos Aires
el 26 de Julio de 1879, por la Empresa A. Fer-
rari. Buenos Aires. Esíablecimiento Musi-
cal de P. P. Rodríguez y C*. 138, calle de la
Florida 138. 1879. En9v,48ps.
288— Lia. Tradición escrita por Luis J.
Albert. Buenos Aires. 1879. Tipografía Bor-
ghese, Cuyo 130. En 89, 47 ps.
« *. ■•
^X'
• rs-í ;.^? T r^ lavjr tai^n* srr^ » • «. >
VAHIEDADES
288— Besúmen del comeroio exterior de la
República Argentina en 1878. Publicación
oficial de laoOcina de Estadística Comercial
de la Dirección General de Rentas Nacionales.
Buenos Aires. Imprenta de El Economista,
calle Alsina, núm. 56. 1879* En 4°, 8 paji-
nas de cuadros estadísticos.
290— Estadística Oomerclal de la República
Argentina. Cuadro general del comercio es-
tenor durante el año de 1878 formado sobre
los documentos oficiales de sus aduanas.
Buenos Aires. La República. Imprenta es-
pecial de obras, calle Belgrano 189. Octubre
de 1879. In folio, 102 ps.
Contiene un resumen analítico del movi-
1
— 278 —
miento comercial en 1878. El movimiento co-
mercial entre la República Arjentina y las na-
ciones estranjeras, na disminuido durante el
año 1 878. x< El comercio especial de importa-
ción y esportacio» reunidas, asciende á pesos
fuertes 78.660,727, y la disminución es de.
pesos fuertes 3.970,974 ó sea un 4,80 por
ciento con relación al año 1877.
« Las mercaderias estranjeras despachadas
á consumo representan un valor de pesos
fuertes 42.347,560 aumentados en f 3.041,428
ó sea 7,74 por ciento sobre las del año ante-
rior. »
«La esportacion de mercaderias nacionales
en 18^8 tiene uii valor de f 36.113,867, dismi-
níiyenlio, en I* 7.012,^02 ó se?. 16,19 por >pie»Lto,
c6mi!ara,dá coii la del añp. anterioi:. » .
S'eguii el ínodo dp^ tr^i^porte, loPiV^MS: de;
las , lii^rqfid'erias de im|>órífiq\on y esporiaeioa
pífela' viá fluvial», he^n tenido; en 18318^ una
drsmihücibh dé B.177,()33 ó sea, 4-03: por ciento.
sobre el año anterioiv siendo la de esporta-
cion de 6.133,824, de la que hay que disminuir
un.aun^<^9l9 en* la importación de ií.956,792, lo
que d^ íaTCf^ntidad. acril;>a . espÍ!esadáb^ Fér
vías tei^pesífesi la. esportadon ha disminuido,
en. lar ^cantidad- de 878',678^jp y lai ímportocion
hÉjt.auíjafinta^o en. 84)6ai& j^, lol^que daitín» di^
mínus^gn; de 793^942. |(^
Se encuentra una li^tf dú lasi> naciones* con
las cuales los valores de la importación y es-
portación han aumentado ó disminuidp, du-
— 279 —
rante el aíioy otra que demuestra este au-
mento ó disminución según el movimiento de
Aduanas en la República.
Trae ademas cuatro cu;adros estadísticos
que dan ui? resumen jeneral de la importa-
ción y es portación del año 1878^ comparacios
con las de 1877, que indican las mercadqrias,
sus cantidades, sus . valores y el aumento y
disminución habida, separando la importa-
ción libre de la suje^ta á derechos, como así
mismo la. esportacioni
Esta obra se halla diyi<}ida en dos partesj :
la primera contiene upa tabla recapitu^ativa
del comercio de la RepiibUca en el año 78y
un resumen jeneral de la importación que
in4ica la^^ naercaderias y su procedencia, con.
sus res|>ectiyas cantidades y valores oficia-
les,; la impprtacioa por Aduanas* está tana-
bien deipos^írada por un estenso cuadro ^sta-.
dístico en el queseespecifica las procedencias,
nqtercadedagí^ cantidades y valores. Párala
exportación: se han destinado cuadros análo-i.
gos á los de la importación, s^arando en
amb^Sy las mercaderías sujetaeádeiPeicbos, de
las. libres. Las péjinasi siguieintes; cor que
termina ja .pr^mera> partq, se refieran á 1^ na-
vegación y dantazon del número dq buques
eutradosi y salidos con carga y en lastre á los
puertos., de la República e^ 1878, indicando'
sus bf^nderas^ p^^ede^ias, ¿iPfitirjop^ númqro'
y tqtie^jé, . divi^iiwdq pafiá cada, puerto la
nftyog^cion á vete, dp la i;ia]F§gaaión á vapor«
— 280 —
La segunda parte contiene 7 tablas retros-
Eectivas que resumen el comercio especial
abido en los años 1870 á 1875, 76, 77 y 78—
La 1* indica la diferencia total que ecsiste
entre los valores oficiales durante los años
indicados; la 2* espresa esa misma diferencia
según los medios de trasporte; la siguiente
indica á más de los modos de trasporte, las
procedencias y destinos. Las tablas 1? y 5?
muestran el comercio especial de la República
desde el año 1870 hasta el 78 inclusive conte-
niendo la 4* la importación y la 5? la esporta-
cion por Naciones; y la 6*' y 7? se refieren á
esos mismos años, demostrando la importa-
ción y esportacion según Aduanas. Si^ue
á estas tablas un estenso cuadro estadístico'
gue enseña el «movimiento por naciones, de
importación y esportacion reunidas * de los
8 últimos años, en el que se hallan determina-
das las mercaderías, sus cantidades, valores
y las naciones de que proceden, ilustrando á
este cuadro con un resumen en que se han
aglomerado las mercaderías sin dividirlas
por naciones como se hace en el cuadro
jeneral. Siguen á este varios otros cuadros
que dan un resumen de la navegación durante
los años de 1870 á 1874, 7o, 76, 77 y 78 y el
movitniento marítimo^, según ^ procedencias,
banderas y destinos, indicando el número de
buquesj su tonelaje, los entrados y. salidos
con carga y en lastre, dividiendo la navega-
ción á vela delanavegacion^á vapor. Se ha
">.
- 281 -:
agregado á esta segunda parte varias plani-
llas comparativas de los derechos, aforos y
gravamen á que estaban sujetos los princi-
pales artículos de la importación estranjera
y los productos nacionales esportados desde
1870 ál878 inclusive. Adjunta á estas pla-
nillas viene una estensa nota del jefe de la
Estadística Comercial Sr. D. Ricardo Napp,
que tiene por objeto hacer notar los inconve-
nientes y obstáculos que se oponen á los tra-
bajos estadísticos, la forma que se ha adopta-
do en los cómputos de nuestro comercio
con las demás naciones, haciendo también
algunas observaciones muy útiles sobre algu-
nas faltas de esaetitud aue le ha sido impo-
sible subsanar á esa oncina. Termina por
último esta importante obra con la ley de
Aduana que ha rejido durante el año 1878.
291— Eelaoiones oomeroiales entre Solivia y
la República Argentina. 1879. Buenos Aires.
Imprenta de Pablo E. Coni. Alsina 60. 1879.
En 8?, 36 ps.
292— Oarta de Fi Avelino Arajnayo al Exmo.
Sr. Presidente de la República Argentina Dr.
D. Nicolás Avellaneda. Imprenta del Pueblo.
Defensa 78. 1879. En 89 niayor, 14 ps.
298-*Bolivia. Noticias sobre su orienté y
— .28?f —
pairea lío^ltrofes, Conveniencis^ de ^i:^ vi^r
bilidad y colonización por Frí\ngisco J. Bbavp»
Bueooa Aires. Imprenta de JSÍL Biedma, palle
Belgra&o núm. i^. 1879. £n 4^ cneaor, 149 p$.
M4i
294~A1 ptteblo BoUviaftOi.e) empK^ai-io w^
b^e su óiiaijite J^rancis^co. J» Baayo. BiD^tips
Aires. Imprenta de, M, .Bi^dro^j Qí^ll^^ Bd--
grano núfm. 135^ 1679* En 49; n|enQr, 52^St .y:
el inapa de Ofiia p£^r^ dé Boli vi^^ orgápizaao
por Juan B. Miacoin.
* . • ■ »
295^Gaták)go de las Qbpas que coQSttiftniari
la bipliotecadel Dr. U Aurelio PrÉ^dp: y. Roe
jas (abogado) ex-sqefetariQ dC: la Siipr^em^!
Corte de Justicia, exrjue:& dftl? iopt^pc¡9fc,wh
catedrático de derecho de jehtes y romano en
esta Universidad, ex-sub-sécretario del Mi-
nisterio de Justicia^ Culto e [astruccioa P!6*^
bliéav, fundiador del lasMtUto Bonae]^nj9a #.
Nunúamáticay Antigüedades^ y mj$mbi?(>4^
las siguientes corporaciones: Lj^^eo HistOr
rico, Sociedad Antropológica de Buenos Ai-
res, Sociedad de Bellas Artes, Instituto His-
tMb& dé Francia, ArSbpag^ d^ FrariíSí^
Sotíiédád A rq Ideológica, de Atenai», AV^atiteteia
de Historia t^atria de Patel?íno, Instí-tutty Ba*-
tolomeo Bdrghesi,. Instituto dé Coimbira^, So*-
ciedad Literaria de Gktídoi Sociedad Numis-
mátioa de Londres^ Soieíjddad Bibliogp&fiOft
-" . ¡388 ^
de Páris. Sociedad Frlincesá de liegiálácion
comparada, Academia Heráldica Italifttiá dé
Pisa^ Academia de los Quirítes de Romai^ Me.
etc. etc. Buenos Aires. Imprenta del Mer-
curio, J^w 870* 1979. Ea 89, C5ÍII ps.
, lo en Secciones, y é^t^^s arregladas
por^ orden alfabético. Notable especialmente
en la parte de derecho.
29&-t^Libf 08 amwtiiips. Estracto del catálogo
de la librería de Alayo* Perú 115. Buenos Ai*
rejs. Auiior€[3 ,q^ figuran eñ este oa(álo^ :
Alberdi, Aveuaneda, Alcorta, Al varo. Bar-
ros, Asca^ubi^ Calvó, Cí^pé, Carrillo, César
Díaz, Del . C^pó, Del V alie,' Del Jtáármpl,
Echeverría, Es-tr jada, Espejo, Frías, (Jutierrc^
(Juan Maria)j Gutiérrez (Ricardo), González,
Gorriti, Granillo, Garay, Guido, Huergo, La-
mas, López (Vicente F.), López (Lucio V.),
Lamarque, Ljma, Mitre, Mármol, Montes dle
Oca, Moréoo^'^Vlansilla, MagariSios: Cervantes^
Navarro Viola, Nolasco, Napp, Obarrio, Pe^
Uiza, Padre Lozano, Quesada, Ramos Mejias,
Rivas, Sarmiento, Saldlas, Schnyder, Squella,
. Trelles, Várela, Wilde, Zinny. Buenos Ai-
res'. Imprenta y librería de Mayo, de C.
Casavalle, Perú 115, 1879. En 8<* piáyor,
38 ps.
— 284 —
Es un breve catálogo razonado que contiene
fragmentos de les juicios publicados sobre
cada obra.
297— Abonnement a la lecture frañgarse et
españole. Catalogue. Librairíe littérairede
Charles Pernon — 114— Suipacha— -114, entre
Cangallo y Cuyo. Buenos Aires. Imprenta
de Pablo E. Coni. 1879. Alsina 60. En 8?,
40 ps.
■ 298— Catálogo de la librería de V. M. Joly.
Buenos Aires. 135-137, calle Victoria, 141-
143. Obras de jurisprudencia, derecho, legis-
lación, economia política, estadística, etc.
Este catálogo anula los anteriores. Buenos
Aires. 1879. Buenos Airesi Imprenta de Pa-
blo E. Coni. Alsina 60. En 8% 16ps.
299— Catalogue of the circulating library of
the english literary society. Buenos Aires.
Imprenta de Juan H. Kidd, Corrientes 117.
1879. En 8^56ps.
300— Importa .10 '.a ue uaa educación clasica
porBoNAMY Price traducida al español con
lina introducción por D. Lewis. Buenos A'"
res. Imprenta de M. Biedma, calle Belgrano
núm. io3 y 135. 1879. En 4° menor, 23 ps.
- 285 —
801— JuióiúB sobro la sociedad doméstica,
civil y religiosa de Arturo Sternide Bas-
SANo por J. R. V. (con licencia eclesiástica).
Imprenta I» de Mayo— Plaza ülvear. Paraná.
1879. En 8^64 ps.
Edte folleto es una esposicion estractada.de
la obra del Sr. Sterni de Bassano; tan estracta-
da que.se Umita á dar el sumario de los once
capítulos que abrazan las materias de mayor
interés, entre otras la libertad de imprenta ;
y pasa rá{>idamente por sobre las demás
Es un trabajo católico, ultra-católico de lo que
ya no se ve, en que se « demuestra con severa
lójica que el hombre sin ideas y prácticas re-
lijiosas no puede ser hombre de oien en toda
la estQusion y propiedad de la palabra»; en
que se hace cargo á los gobiernos del mundo
£or no reconocer un poder divino á lo de
[aistre ; en que se declama contra el trabaj >
y la industria, ni má^ ni menos que como en
ia célebre nota del Padre Bsquiu contra la
soberanía del pueblo y el sufrajio universal ;
en que se lee : fí eminentísimo Padre Tapa-
reLl% el inapreciable Balmes^ el cínico Vol--
taire, y otras lindezas, afirmando que la
«Civilización católica» es la primer revista
cienUfica|del murxdo, y en que se trata dé. igno-
rantes á los que dan el nombre de codicia
religiosa, avaricia é influencia sacerdotal á la
desmedida ambición de poder temporal y de^
— 8oS —
tiquete' que óaroome é tot iglesia cc^MIca,
olvidándose en este^ desaliogo h^Bia tieilos
mismos «ánoDes»^ poés hay utío^uédioq Ifeme
mUtam Deo impUcéi se iiofiotus ibcuiairilm;
canon que ha sido durante i^^lDsenteiro^, ley
de las naciones de oc^n latino, para escluir
del comercio á los sacerdotes.
Nada 'diré de la ouesrtion it^XÜiñk: ^ídta
detnasiadode i^osetrós' pero «oes malo- ópo*-
ner á lai^ 'díatmba&iñoaíiaüable^'' éiéÜ Sr. ^U^m
y su espoi^tor arjentíDOi ufit «ter^fo^l^^ran
soñador á (]üien los crftices catóKltíos .»é'^^
p^ñan en hiacer pasar ppf' las^Hore^ caiiidf^d
dd pónsamiéfrto; 7
/IH oggimai, ain lia Chi69$/ dii'Roma^,
Per 0(»nfpad6re í<d se due reg^tnídmi^
Cade nel fango, ese< brtttta^ o 1«l; • soistíla^.
'En suma: ni el libró of!Jlttal',ttila lijém
espoáioion publicadei en elpaisj inereé^é^ér
analisiada det-enidamente: 'Sí(!ri5ti^Wér <Ibs dis**
] posiciones del 8^llabus en pk*esenóia d^ ntf6.s^
tros gobiernos democrátícos^inegandbál'pío-
der. civil el derecho de exequatur-^^tiá ad
a/postoUtoe de 22^ de agosto de 1851— ^y el de
prevalecer en oaso de cóttflioto-^ misttia
carta-*-y la atiftoridád suficietite pafá átttrfur
los comord^atos que vejen s« dignidad— alt>-
cíQ(n(mIn GOftóistnriaUy de 19 d<e novie!Í^br€í.*4e
1^^ ^llegando hasta declar«ir áláigtesia^íi^
perio^^'QStada quei decidle tas dtfeá^^MfM^ étí
-- 28t —
su fatedíébíbri, cotao lo ha declarado dtt la
cmá íHultiplióes ititer*, ¿6 10 de Junio de l«5!l,
puede pasar en RórA'a, en et Vattoátto^. pefó
no éftf él sertdde la patria, víotfttttf o ^tf earra-
fiiúdáiiientál; que ésf la ley supretM dé* tcidoB '
bizque habitan este s^fóloi En el Vadeáis '
es avaricia, entre nosótt*09 delito) de tr&tcibn.
Aun queda la encíclica de 1824 condenando
nue|3ti!a in^^pei^dencia*
1^1'
combatií* el errpr y á démóstr^ár ía grandeza
de JJía, veraa,d catófípflL :|)or F, S, y ¡§. 1879,
Bi4fp<3|s; Ái^ps^ Tip.. del Cblejio. Pip ÍX ue
Aríg^^ OflQips. $^an Ca^ío^ (Aloa^gro^, En
8? pequeño', 340. ps.
.Pajífl?t<>;09itilo íi^onseñor áegiur: carencia
completa de argumentación; cónvencinaienfp
por medio delterroD á las penas futuras; len-
guaje de sencillo, chabacano y ramplón,' cuan-
do ;i|p,aSr infiultepite y. rid/ciilo.
^;Ua;siiOhr,it^^,C|QflW hay tanU3; ya de este
jénfgQ^ L ia qtUfí 90 se puede? áplici^r.la regl^i
de/TeqÍ9Í^p.na: nuU¥m Hbrum^ tan pravufn
utnon (¿Itqua parte prodesseí; porque 1^ v^-
dad es que hoy no se engaña con erla ni á loa
niños que empiezan á leer.
-*^iy-
y
• — 288 —
303--Aot08 literarios de . teolojia. filospfi^ y
humanidades que para terminar el curso de
1879 tendrán lugar en el seminario ccwiciUar
de Buenos Aires en los días. . . .de diciembre
(3, 4 y 5, á las 6 de la tarde). Buenos . Aír^s.
Imprenta de La América del Sur, 50— Alsina.
—50.1879. En 89, 56 ps. .
í I
304— Panfletos contra puñales óel'córtnel
Latorre, su época y sus crímenes, por Akgkl
Floro Costa (abogado). Antiguo fundador
del aula de geografía jenerál de la Repftbliea
del Uruguay, miembro de la Sociedad Cientli^
fica Arjentina y de la Sociedad Páléohtól^ítea
de Buenos Aires; Montevideo. Imprenta íSé
laRedeíicion Social. 1879: En 8o mayor, 83 ps.
Este folleto fué publicado en Buenos Aires
por la Imprenta del Mercurio, calje Alsina
núm. 270. .
305— Apéndioe á la colección dedatoá y do-
cumentos referentes á Misiones como patté.
integrante déla Provincia: dé Corrientes. Co^"
Tientes. Imprentando La Libertad. 1879. En
89, VII y 27 ps.
306— Colonias militaresi La palabra evan-
— 389 —
^¿IÍQ^ y i^ riquezas de la República Argen-
tina. Folleto escritp por JoseAdolfo PaChkco
De<í¡qado á S. JE. el Sr. Ministro de Guerra
y MwnÉ^, Greaeral D. Julio *A. Roca. Buenos
Aires. Ipaprepta y Litografia del Courrie^r de
la Plata. 202 -Calle Sap Martin— 202. 1879.
En 8® y SOpájirias, un croquis de las colonias
proyectadas por el teniente coronel José
Adolfo Pacheco, y un retrato del mismo.
tiooalijer^einte algunos puntos de interés
sobre organización milita.r, colonfas militare.^,
la espedicion al Rio Negro, etc., y termina
con un l)reve estudio so:bne cada una de las
provincias. No es de mayor importancia.
307— Digesto arj entino de marinisu Recopi-
lación de leyes, decretas, ordenanzfis, etc. que
Qorrespónden 4 la marina mercante y de
guerra, ampliada con otras diversas dispo-
siciones ostensivas á toda la administración
nacional. Comprende desde tSiO hasta 1879.
Por Jü>VN GrOYENA, jefp de la oficina de esta-
dl^tipa marítirpa. Publicación aprobada y de-
pl^rjida vijente por superior decreto de i6 de
octubre de 1878. Precip 80 pesos moueda
cprriente. Buenos Aires. 5S81. Imprenta del
Porvenir, palle Defensa 139. 1879. En S^
mayor, 502 y VIIÍ ps.
— 290 -
308— Breves oonsideraoiones sobre algunos
E untos de la memoria del Sr. Injéniépo Sienra
arranzapor Luis A. Vi^liones. Asamblea
del 1** de agosto de 1869/ Publicado en los
Anales de la $oc¡edad Científica Arjeritiiía.
Buenos Aires. Irnprenta de Pablo E. Coni.
Alsina 60. 1879. En 8?, 16 ps.
' 309 — Empresa de fabricación del cimento
arjentino. Documentos oficiales producidos
por los injenieros Manuel Settimio Scotto y
Carlos A. Pica, para comprobar la fabri-
cación del cimento portland, con 'materia
prima arjentina é informe del deJ3artamento de
injenieros al respecto. Buenos Aires. Im-
prenta de Pablo E. Coni. Alsina 60. 1879.
En 89, 19 ps.
SlO^Las marcas-nfimeros arjentinas. Nuevo
sistQma de marcas para los ganados. Com-
binación especial para la provincia de Entre
Ríos. Adoptado y puesto en uso en la pro-
vincia por decreto administrativo del Exfno.
Gobierno. Compuesto por Guillermo Quir-
No. Primera edición autorizada por elExmo.
Gobierno de Entre Rios. Buenos Aires. Im-
prenta y librería de Mayo, de C. Casavalle,
Perú 115. 1879. En 8° mayor, 26 ps. y 6
láminas.
'3G
— 891 -
«Este sistema, dice el autor, consiste en
representar en una marca, por medio de sig-
nos s:ráfícoS| los guarismos que usamos en
contabilidad, de modo que espresemos un
número dado, que se lea con facilidad, y esté
ftl alcance de cualquiera con sólo saber leer
los números».
311— Guia deV comercio y la industria de la
ciudad de Buenos Aires, publicada por Aüg.
Dbmíssolz, calle General Lavalie 96. 1879-
1880- En8«,384y62ps.
Publicada por la Imprenta del «Courrier de
la Plata.» Contiene : la nomenclatura, por ca-
tegorías profesionales, de los comerciantes,
negociantes é industriales de la ciudad y cam-
paña de Buenos Aires, la lista de socios de
la Bolsa de Comercio, del Club industrial y
de los abogados; leyes, decretos y datos úti-
les al comercio.
312— Qaía 4e bolsillo de los tramways de
Buenos Aires. Datos ecsactos para poderse
dirijir desde cualquier punto de la ciudad á
todas las calles, plazas, estaciones, estable-
cimientos y pueblos, arreglada por orden alfa-
bético. Precio 1 peso moneda Corriente. Bue-
nos Aires. Impreta de La Nación, San Martin
num. S08. 66 ps. sin compajinar«
*-t-
313— ¿Llbüm Bttéhoá Airéáindftártttá* y comer-
cial 1«79. Publicado ^ór F. Ménaüü. Bue-
ñas Aires. Inipí'enta y litogrüfia de El Cocrr-
ñér de la Plata, San Martin 20¿. ISm In
fblíó, 68 ps.
Contiene toda clase de avisos; rica impre-
sión.
314 — Gran guia jéneral cpipérciál de ía Re-
pública Arjentina. Estadística, agricultura,
administración, etc. 1878-18^0'. En 49, á7^,
CLVI, 146 y64ps.
Es lá conocida giíia de Raíz, ©9 año.
ir i I
3Í5— Catalogo del stud de lá erstancía, Los
sajones de san^^re pura ^ mestiztfs pértene-
cííeníe á D. Santiago Láwrié. Partido dé
Ranchos (Buenos Aires). Éufeiios Aires. Im-
prenta (le Pablo E. Coni. Alsiña 6Ó. lét9. En
8^ 16 ps.
316-^Oatalogó del stud de la efStatlcia Los
sajones de sanp;fe pura y the^tizúé, pertene-
ciente á r>. Santí >go LawHé, partido de
Ranchos. Buenos Aires. En le^*, IBÍ ps.
Por la imprenta de Kidd.
298 -
317--Coíe;^d del Sal?«dor.. Solemne distri-
bución de premios del año 1879. Buenosr:
Aires. Imprenta de Pablo E. Coui. Alsina 60.
En. b? mayor, 28 ps.
SlB-KJcrí^ú San J^sé. Distribución de pre-
mios. Dicretnbre' 18 de 1879. Buenos Aires.
Iinpreííta dé Pábto E. Coni. Alfeiiia 60. 187ft
í¡n 89,55 p6.
. 319— Oolejio de la inmaculada Concepción
en Santa Fé. Solemne distribución de pre^
míos precedida por un acto estraordinario de,
lá Academia de literatura en él día nueve del
mes de diciembre del año 1879. A. M. D. G.
Buenos Aires. Iniprenta de PabioE. Coni.
Alsiñ^ 60. 1879. En 4^,28 ps.
320— Patente de invenoion por 15 afios. 400,000
tond^dás anuaiea de carbón de cardo, supe-
rior ali cardiff. Costo de fóbricacion 40 pesos
moneda corrieiíite la* tonelada* Valor de sus
ceni^así 40 pef*<í>s moneda corriente, por Ma-
riano Lana y Sarto, injeniero industrial
español, reconocido oficialmente en esta Re-
poblica; profesor de la oficialidad del reji-
nüííettfíó de Artillería lijera, director de varias
erApresas indaátriales y de ferro-carriles, pu-
blicacionésK «te. etc. Btaefios Aires. Isrprenta
— 294 —
de Pablo E. Coni. Alsina 60. 1879.. En 4?
menor, 16 ps.
821— Ley de aduana para 1880« Petición del
club industrial solicitando del Honorable Con-
greso de la Nación las reformas que se per-
mite indicar en el proyecto sometido á su
aprobación por el Poder Ejecutivo,. Buenos
Aires. Imprenta de t^ablo E. Coni. Alsina
60. 1879. En8«, 76 ps.
322 - Ferro-Carril Nacional Central Norte-
Proyecto de prolongación de la línea del Fer-
ro -Carril de Córdoba á Tucuman hasta Jujui,
presentado por el Directorio del F. C. N. C.
N. al Exmo, Gobierno Nacional. Julio de
1879. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma^
calle Belgrano núms. 133 y 135. 1879. En 89
mayor, 40 ps.
323— Deposito del Norte y muelle de ^ás Ca-
talinas. Concessions, contracts, &c. of the
compnny. Translated from the original do-
cuments. Buenos Aires. Imprentado Juan
H. Kidd, Corrientes 117. 1879. En 8?, 46 ps.
324— Las Oamarf^s departamentales. Petición
popular dirijida al Poder Lejislativo de la
Pruviuoia, contra el proyecto desuprosion de
- sos-
ias mismas*^ Buenos Aires. Imprenta de la
Nación, calle de San Martin núm. 208. 1879.
Eu 4^, 6 ps. á dos columnas.
325— Almanique Sud- Americano para el año
1879. Redactado por Casimiro Prieto Val-
DÉs y enriquecido con producciones literarias,
casi todas inéditas, de los señores Alfonso,
Bares, Barros, Berra, Camppamor, Egózcue,
Feliny Codina, Figueroa, Guido S paño, Ló-
pez Benedito, Magariños, Mármol, Mitre,
Obligado, Palacio, Palma, Pazj Selgas, Viller-
gas, etc, etc. Ilustrado con profusión derra-
bados* ' En 8^ 236 ps. de testo y 4 de avisos.
Elegante folleto con tapas cromo-litográficas,
con buenos grabados é interesante lectura.
Lo edita la libreria del Siglo Ilustrado, Buen
Orden 124 y Rivadavia 45, pero es impreso en
España. Tiene bastante popularidad, sobre
todo en Buenos Aires, donde se han agotado
las ediciones de dos de los 4 volúmenes que
han aparecido de esa publicación, que prin-
cipió el ano 1876.
326 —Almanaque de La Tribuna para i880.
Buenos Aires. Imprenta de «La Tribuna,»
calle de la Victoria núm. 37. 1879. En 4 ,
100 ps.
Contiene producciones en prosa y verso
— 896 -
de literatos arjehtinos y estrujaros,, Ja m^yor
parte inéditas. Tres bellas composiciones
con los retratos fotografiado^ de sus respec-
tivos autores: Ricardo Gutiérrez, Carlos Gui-
do y Spano y Olegario V. Andrade. Una
mazuí*ca.para piano de D. Baltazar Ponsjoan;
y varios escritos de los señores Miguel Capé,
Ventura Ruiz Aguilera, .Mesonero Romanos,
Adolfo Mitre, Horacio C. V arela, J. N. Ma-
tienzo. Ensebio Blasco, ,B. ifi. Rivarola, Lud^
wig Klein, etc. etc. Qercade la mitad del alma-
Baque se compone de avisos, algunos con
íéminas. Las tapas ostentan dos figuras
ilupainadas, hechas eu la Foto-Iitografia ítalo
Plateóse, Rivadavia 512.
327— Almanadne el Santafédluo para 1860,
útil á todos. Confeccionado por ATAHAsno
Pabz. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E.
Coni. Alsina 60. 1879. Eu 8^ 96 ps.
Contiene una parte principal, otra comer-
cial y otra literaria bastante variada.
328— Almanach fraüpais pour 1880 publjé par
rimprimerie du Courrierde la Plata. ^Buenos
Ayres. Typographie du Courrier de la Plata,
202, Rué Saint Martin, 202. 1879. En Í6í\
76 ps.
mmm^mmmrm^
.3^— Ttípje almanaque para todos. 18Ó0,
VerQaáéra eticiclópedui de' datos irídíspehsa- ,
bles al cóiíaeí'ciánte, a! fbrastét^o, á las faniili'aS'
y áfoíí^i clase '(Je art^^j y oficios. Publíéad<>
poí^lafibrértáil'eBáccani, caneArtefe'éS. Bim--
nos ;4lw-éy^:iS^9. .fin 8?, 80 ps. / ^
IL'l .í.*r>- I .111 , . t ,»Lr ' • L" ' ^ 'I
NOVENAS, CATECISMOS,:
1 fc ^*
< •
"^^(j^ífpireii'^ ál santísimo patriarca ^éíftóf '
SanJo'féi 'Coalifc'enóia dte fá autoridad eclé«
smsííca: 'ííüénoá' Aires.: 5220. IgQü herínatíos
edítóWs! tiíbreriá del Colegio, callé B'olivdr
esflujn^ Álsitia: IWS)! Ert3¿?,g2ps. '
áSi— Ave Matiá/. ííoyena á'.la mejer róáá'
del Dít^aisK) de Oíos, María Santísima detRp-
sjancj;' Áuriientác!^ cóh \iiia noticia Sobré Su
fiés^^ por CftóiSsEtv ' pll tesoro de sus indul-'
iehQ;ias.^'t!rrii noticia'^obre'su protección en'
Ia$ mvasioi¡i.es. Con ; jos niísterios del Rosa-
rio'' Üfia órádion pata ' después que se reza
e| lip^arip. Las letanías de la Vírjen (corr
ajpjtó^pion d¿ la autoridad eclesiástica). Bue-
ngié ' Álrés. Ikon, hérmfeinbfel, ' editores, ¿alie
Boíívár esquina Alsínal (Frente á la iglesia
íe^ah/fóhacio). Í879; En 329, 104 ps;
- 298-
333— No vena, cíe la sangre de nuestro seftop
J^^ijL-rCA'fBto y , ejércic¡9 devoto de las siet?»
principales efusiones 4^ est^ ^f^'?,?^*^ preclo-
sísiiií^. feoenQs Aires. Igón liernfiapos, edi-
tores, calle Bolívar esquina Alsina (fréiilé á
la iglesia de San Ignacio. 1879. En 3^^^, 7¿ ps.
333— Novena del glorioso San Antonio de
Padua. (Con aprobación de la autoridad ecle-
siástica). Buenos Aires. Igon hermanos, edi-
tores, calle Bplivar es^jquina Alsina. 1879. En
32%30ps. ? * • : ...
334 —Novena en honor de María Santísima,
en su glorioso tituló Nuestra SeftóW de Lour-
des. Aumentada con ha oración para todos
los mét;cples d^l ftCo y las letanías de n^^s-
tra.s^ftojTC^ de Lourdes, conápuéstá por ¿IR.
P. f , Maraolino d^ Carmelo Bénayeiíte. tCon
aprobáoiQu de la autoP\da.d eclesiáiótica), Bue-
nos Aires. Igon hermanos edítcii^esi caite
Baljvac esquina Afsína,. (Frente á la iglesia de
San Igiiífcio). 1879. E\\32\ 76 ps.
33o— tíovena al amable Corazón de María
SMUísima, para torlas sus festividades. (Ooh
svprob.acion de la autoridad eclesiástica). 6úe-
nos Airos, Igon hermanos, libreros ed¡tore^$,
calle Bolívar esquina Alsína. 1879. E^ 32«,
32 p^.
3i3í}— Novena de4icada á, María Santísima
seña('a nuestra bajo el Misterio de su Purifi-
caciaa y preaentaQÍQn al Templo, lláYnad'a
vulgarmente de la Cahdelania, escrita é A Ií^
Calera á 10 de octubre de 1837. Con permiso
- 299 —
de Ja autoridad eclesiástica. Buenos Aires.
Igon hermanos editores, librería del €ólégio,
callq Bolivar esquina Alsina. 1879. En-SBo,
28 ps.
33?— Pequeño catecismo castellano-indio
para enseñar la doctrina cristij^na á los in-
dios que están en casas particulares. €on
aprobación de la autoridad eclesiástica. Se-
gunda edición costeada por el Gobierno Na-
cional. Buenos Aires. Imprenta de La Afné-
rica del Sud, Alsina 50. 1íí79. fin 32«,
22 ps.
á38— Breve catecismo de la doctrina cristia-
na. Aprobado en el último sínodo déla Dió-
cesis de Córdoba y aprobado por ^1 Departa-
mento de Educación de la provincia de
Entre Ríos para uso de las escüéJas elemen-
tales. Con las licencias necesarias. Uhjguay,
establecia>iento tipográfico de La Vo¿ di I
Pueblo, calle Entre Rio3 núm. 97. 1879. En
16s20pá.
33&— Cíítecifepio de la doctrina cristiana es-
crito pOr el P. Gaspar Astete y añadido para
su mayor declaración, cun varias presuntas
y respuestas por el licenciado D. tíabriel
Menendez de Luarca, colegial que fué en el
insigne de San Pelayo de la üniversi(][.ad de
Salamanca, catedrático de filosofía y teo'ío^ja
en ella y canónigo penitenciario déla Santa
iglesia <;atedi,al de Sego^ia/ Buenos Aires.
Librería Baccani, calle Artes 88. 1879. Éñ 32 ,
64 ps.
— 300 —
. ¡Publicado, .por laimpí^pí^ d^^^ ttC9UV,\nef;.,Qe
340— La indulj encía de porciúncuia. Ile^-e-
j^ hlgfprica. de.e^É^.íid^iirablp iflk<jiuÍ4.6ftcra,
coa. uqa , suscif^ta ; in^ti:u(icLon p^ra .í\pj¿)y€^-
iChitrse de .iaii inestiinaWe tqsoro, guq.Rm)li,<f^
Ql^,R.JP*.Fr. FriajiciscQ J^l«str^?;..^e^i^^Q^^
<?;i)rcanQ ,¥í?clausírado, jCJomísaHo YitáítadQríj.e
1^ y. Q, T. dp Pepi^ncía de N/ S Vftj^
ei^cQ de As|i$, jáe la ciudad de BwceJ^Oiíja^íeí,^^
cion de 20,000 ejeoiplares. Kuénós finjas,
íípprei^f .^<<Íp.JLia,pa)i)p§, >;iptor}^ ^7, y(i Q%¡1^*
. ,, ^41-riPeyQcio^, al sagrado eoi;^2¡(yi,tfe Jesús
.encai-j^jt^daípeqte vpcoinendadjBi . poií el^^^mó.
yfflp,.irwí)ͧpp Claret.,.J$uenó^ AV^P^tW"
prentade Juan H, fCidd, calje CQrr^epiés.lil f
342rrPuM. of^.ip, P,,fíiu3 43^Mbn^^^^
tory 01 the principal snnctuaries of mQ.rv^Uy
land;tr£in^lajtefil^.coiflplaíed t^y R.;í^k fóáíaii,
O. S, f!;, yiceTCpnirniss^íítry pf i/ie Holí/ífjod.
Corn^ntep í,|,<.; 18,79, En.« , 2> .p.s^jicp^i] un
plapo de ,^ iglesia lljajQ[)aa¿^ del is^ií^tp^,,,^^-
pulcro,. r.: 1 . • . , / i'í r. .- . !> / ;..;^,:i
343-T0rí|ip .dij> im offiqíi ia!?crcj.esia calhgA^
1 ciyitaiti, ^(;,íirGui('ioecpsi bop^erens; juk^a j;u-
)jipas breyiifrii, uiissalisqüe. rómojni\'íjf^.[\<^i^^
ac ¿Uam decreta.S, K^ C ,a JeOjái^e fíjV>^j:^j)lfu
Blanes cereraoniarum niagístrb pro aimú bis-
se;xtili domini mdccclxxx. Boni^ Aurlí^j Ex
- 301 —
tipógráfia P. Coni. Alsina 60* ISm En 8«,
344— Ordo recrtáhdi'divinirm officiiim misas-
que üelébrandi pro'Pl P. Societetis Jesu in
Kepiifelica Argentina ánnobisse^iilil880. Bo-
nfe Acuris. Ex típog. PaüIi'^Cbnl.'' Alsina 60;
187¿^ £^18^,40 ps, ' ' '* ' .1"
' áte'^Ordo diVirtlbffi'cii peréolv^^ndi rcwrteqv
ihís^. céiobt^nd^ Jpita ntuiM -santeioeifOttia-
ntó; ¿¿dbsrde ' hb vísí ihiámq. - brev. acJ missál
éy¿á^%/'*tefórníiálíi<niem ' in sgratiamlfiliorunl
tWWói-diS^. P; lí. Fi*ancifeci hitra no^troe
hüjüs* alriiéé próV.' asfeurript deiparoe flütü
£>latensis limites exi^tenfium dispositaslprb
írifa^'Mssexitili' koccctxxx, per 'Fi^. Joannem
Nébindilefeñiim ^Alegre ej üsd^fp ' nmvincfee éi^
'definitoí^nl vfeóérabllis definitbiii jlmsu «di-
tiisl'^ -rácivitaté bonaéí-etifeú 'ÉX'tipografia d<
'PJ*Córti:^AMtía'60l 1879. Eri 8?, 38 ps. ^' - '
.«-_- . 'premier degí '
icien et accej
.^..v. V. .*ww.,. *^^^ Ayie^s: Im-j. ^. ...^^
'iíCt^íilfWfef! dfe^ k PÍataS), 20-¿, calle San Martin
2m. t879.v Eíi32^y^ps/' •» ^í
'^Jife^rÜcciones •' rAasbííífeas po^ preguntas y
respuestas. ' ^ • , m n ^ .i .j-mj,
347— Instrucción- sobre el jubileo y algunas
ora<^ionJ^s ííúq ||)iiedán rezarse al ¡hacer las
visitas de las igle^sias con la encíclica de su
Santidad León 'iflí y lá p^nátóral del Exmo.
Sf. Arzobispo, deesta,arquidiócesis sobre el
mismo 'Jubileo.' 'Con aprobación de la auto-
— ^aá —
^•idad leclesiástiati. Buenos Air-es. Igpa her-
manos, libreros editores, calle Bolívar esquilma
Alsina. 1879, En 32% 33 ps.
348- Juicio crítico pobre libertad dé cultos
á donsecuenoiíi de la ley sanpionada por la
asamblea coneftituyente de Boliyia ep 1877,
por M Jaraniillo Ortiz, cíudacl^np ^p Ifi^ ^er
pttWica de Bolivia y mif rptró fuhdá^clor *^e la
^Sociedad fraíernarboliviana en 3u^os.^.irfi?-
La libertad de cultos ó Liberiad ^eI¡gÍQ$a.e3
tey de progreso j^ara la R^ú,bliqfi de )B9Íív/a
y para todo el ñauado. Buenos Ajip?. ' J^W'-
j^renta esppcial para obras, í$,tm; ^P ^^^
349— Caríictercs;^ de la verdadera devqpíóp.
í>hri<^íi ei^crita en francés ppr /el a^J:e Grou.
Traducida al castellano por el K. ff^ *f- Mj?^^'
Palfi^, monje Benedictino 4el.Moiifi¿tenb pe
Monserrat. Nueva edicioa aum^n^adqi con^I
ordinario de la misa, qqiiKje miiiuiok^ en,«om-
paftia de Jesús sacramentado y una. oración
«jl santo ángel custodio- Proioey fili tniyCor
tU%^ mibi(PyQ\. xxm, 27)^ ^iofl, pof]ifti$.o de
la autoridad eclesiástica. Buenos Aií^a Igon
hermanos cdjtores, calle Bolívar esquina AÍ-
sina. 1879. En 169, lS7ps.
ESTATUTOS Y REGLAMENTOS
INFORMláS Y MEMOEIAS
350— Concurso déla caja de <?ré<Jita b-
— 3oa -
foi^ine sobre el estado <ie la ^dminídtri^qiQn dfi
la quiebra. Buenos Aires* Impre^ita del
Mercurio, Alsina 270 á 8T4. 4879. Er 4^^ me^
ñor, 18 ¿s*
S&l-^M«aioria, batanee é id veQtari0)G(^a que.
ha dado ouenta la presidenta Síaliente de la
soctwdad de San J(isié.e4 día que fip alisó el
periodo. Btietoot^ Aire^ Imprenta. ^ Mfi
Biedttta, cáitté Belgraao 136. 1879. E« 8^ 2J ps
352 — Monumento Mazzini inaugúralo ifi
Buenos irires il Í7 Mármí 1876. RexKUcoüto
delta oominíssione. ; Buenvis Aires* 1879. B.
B BorftóBse tipógrafo. 169 Guyo 130. JS» 4->
VHfyMns.
353— Informe sobre el e«<?ado de la ^i)cie<fed
estilf<|iatitié& de ingeiliépra. presentado á la
asamblea 4^ 15 de abnl de 187&<por $u prer
sitleníe^el Sr. D. Sebastian B. Reta; ^Buenos
Aines; imprenta de El Siglo, Alsina^97, 99 v
101. 1«79- Kn8?,28pís.
354- Sociedad anónima cLa Fortuna» de.
minas y fundición de metnles. Buenos Aires.
Litografia é Imprenta de (k Kraft; calle Re *
conquista 92. 1879. En 4-^ menor, 28 ps.
35o —Planilla -dem^stfativa del movimiento
de la <;aja municipal del Partido de Chaca-
buco en lo&aftos 1877 y 187*. Chivilooy* Jm-.
prefrta de La Campaña', calle 55,jGasa deJM
Peyra; 1879. Bn 4* menor, 19 ps.
356 -Memoria de la junta de admiiiistrai
cion del crédito pública nacional desde >iu
furr<*acíon el ^ de éiíéí^ de iSM hasta elia
M
/•
— 304-
dé abril éé 1879. Buenos Airea. Irapreata de
Lá^ Nac4on, calle de San Martin núm. 208.
1879. 'En 49 menor,' 14 .ps, . / .
357_Sociedad San Vicente de Paui. Junta
generar del 8 de diciembre de 187d^ ci^ebrada
efnel templó de nuestra* señora de las Mei^er-^
des de Buenos Aires^ 1879. i Buenos .Aires.
IrttprMta del Colegio Pió IX de Artes y Oficios
(Alrnagro).- Bn 8v, .14 ps.^ y .3 cuadrosMla-^
díjstieos. . • .^ ^'.(
' ' 358ASoeiedad estimuló de bellas. artei^.hH
fótmé del juiry nombrado pwa lexaminar Jos
trabajos expuestos. Buenos Aires, rloiprenta
de La Nación, calle de San Martin ,núni. 308.
1^879; 'En^l6«^l* ps. i' ../......
• 359-^Esoueia.normalda maestros d^Jm^fO-
vinciEfde Buenos Aires. (Informe del dihe<5tór,
correspondiente al año. 1878. Buepos AiieQs.
Iftifírenta de El Mercurio, caU^.Alsiníi r\úm^.
270 á 274. 1879. En. 4^^ menor^ »5Jrps. 'yj^.g
cúadroside horarios^,, ,. . / , . , , , .* .
36ü--Memoria leida eaU^ asamblea 4%}^
sociedad Damas <Je C4r¡4^d;el .1? de mar;ip de
1879. Dolores. -Imprenta de íja Ra^riia, ml\e
Montevideo núm. 37. 1879,. En:l??,:^ psV
361— Memoria ^ preseq[tada é, , la , sociedad
Damas de üaridaii ; Segundo Sí^ineati;^ (Fct
brero 15 á, Julio 31. 1879). Dolores.'^rnp^pnta
de «La Patrian), calle Montevideo Vúrjití 37.
1879. En 12>,16ps.
362— Reglamento de la^ociedad JSoco|tos
Mutuos de Dolores fundada el 8 de (licioaibre
— 305 —
de 1867. Dolores. Imprenta de «La Patria»
calle Montevideo núm. 37. 1879. En 12°
27 ps.
363—4* exposición y feria de la Sociedad
rural argentina. Reglamento general é interno.
Apertura 28 de 'marzo de 1880. Secretaria
calle del Perú 23 (altos). Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma, calle de Belgrano núms
133 y 135. 1879. En 4^ 16 ps.
364 Reglamento para la esplotacion de los
bosques nacionales Publicación oficial. Bue»
nos Aires. Imprenta de La Nación, San Mar-
tin 208. 1879. En So, 17 ps.
365— Reglamento del directorio del Banco
de la provincia. Buenos Aires. Imprenta de
la Penitenciaria. 1879. En 8° mayor, 19 ps.
366 — Estatutos, reglamentos y sistema de
clasificación que deben rejir en ía esposicion
continental que bajo el patrocinio del gobierno
de la Nación Arjentina. con el concurso de la
sociedad nacional de farmacia v demás que
quieran prestar su concurso, celebrará el Club
Industrial en 1880. Segunda edición. Buenos
Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial
para obras, 60 calle Alsina 60. 1879. En 16°»
48 ps.
367 — Reglamento provisorio para las reu-
niones del tiro y gimnasio nacional. Buenos
Aires. Tip. «La Argentina», Florida 134. 1871^
En 16o, 6 ps.
368— Instrucción para el tiro en blanco,
dedicada á la juventud aijentina. Buenos Ai-
res. Imprenta La Argentina, Florida 154.
1879. En 329, 11 ps.
369— F. C. de B. A. y Campana. Code of
signáis and permanent appendix to the wor-
king tinrte-taDle» Código de señales y apéndice
permanente al itinerario de servicio. Buenos
Aires, junio 30 de 1879. En 32", 16 ps.
Por la imprenta de Kidd.
370 -Ferro -carril del este ar jen tino. Regla-
mento para pasajeros, encomiendas, carga,
telégrafo, etc. junio de 1879. Buenos Aires.
Imprenta de Juan M. Kidd, Corrientes 117.
1879. En 8°, 29 ps.
371— Rules of the Barracasenglishinstitute.
Buenos Aires. Imprenta á vapor de Juan H.
Kidd, Corrientes 117. 1879. En 32^ 11 ps
372— Reglamentií del Club ünion Paragua-
ya. Buenos Aires. 1879. Imprenta y librería
La Patria» En 8<», 24 ps.
373-— Reglamento del Centro Gallego. Ti-
pografía y librería La Patria, Cuyo 79. Bue-
nos Aires. 1879. En 8°, 16 ps.
374^Reglamento de la sociedad cosmopo-
lita Union (le zapateros. Tipoí>,rafia y librería
La Patria, Cuyo 79. 1879. Buenos Aires. En
8°, 12 ps.
375— Reglamento de la sociedad cosmopo-
lita de protección mutua. Buenos Aires. Tip.
Europea.de I>. jara y C*. Reconquista 73,
1879. En 16^31ps.
376— Sociedad cosmopolita de proleccion
mutua. Reglamento de la sección de ins-
truccioTíl. Buenos Aires. Impretitá de La
Presidencia, Esmeralda 23. 1879* 'En 16^
24 ps.
377— Reglamento de la sociedad cosmopo-
lita Juventud del Comercio. Buenos Aires.
Imprenta de La Pampa, Victoria 97 y 99. 1879.
En 8% 12 ps.
378— Asociación industrial de licoristas.
Estatutos discutidos, apt*obados y aceptados
en asamblea general el di a 8 de febrero de
1879. Buenos Aires. Imprenta de La Pampa.
Victoria 77 y 79. 1879. En 8^, 6 ps.
379 -Estatutos del Club social de Lujan.
Imprenta de La Pampa, Victoria 97 y99. 1879.
En 8^ & ps.
380— Reglamento de la sociedad protectora
de dependientes, fundada en Bueiíos Aires él
dia 15 de febrero de 1879. Buenos Aires. Im-
prenta de La Pampa, Victoria 97 y .99. 1879.
J&n 8^, 7 ps.
. 381— Réglement de la société savoisienne
de secours mutuels fondee a Buenos Ay res le
14 février 1869. Buenos Ayres. Imprimerie
du Courrier de la Plata, 202, San Martin 202.
1879. En 16°, 15 ps.
382 — Rulés of the Buenos Aires Júnior athle»
tié socíety founded 19th. october 1875. Bue-
nos Aires. Imprenta á vapor de Juan H- Kidd,
Corrientes 117. 1879. En 32°, 21 ps.
383^Rules of the central racrng club. Búla-
nos Aii^es; Itaprenta á vapor de Juan H. Kidd,
eme Corrientes ll7. 1879* Brtl6<í, l^ps.
— 308 —
384— By-laws of lodge progress. Núm. 28.
Buenos Aires. Imprenta de Juan H. Kidd,
calle Corrientes 117. 1879. En 32o, 29.
385 — Reglamento de la sociedad juventud
del Saladillo. Buenos Aires. Tipografía del
Courrier de la Plata, calle San Martin núm.
202. 1879. En 16o, 8 pe.
386— Société «LaFrance». Statut organi-
que et réglement general. Buenos Ayres.
Tipografía del Courrier de la Plata, calle
San Martin núm. 202. 1879. En 16?, 13 ps.
387— Trenway ala Boca y Barracas. Re-
glamento y tarifa para cargas. Buenos Aires.
Imp. y estereotipia del Courrier de la Plata,
292, calle San Martin 202. 1879. Es 329, 15 ps.
388— Société belge de secours mutuels de
bienfaisance. Buenos Ayres. Imprimerie du
Courrier de la Plata, 202 calle San Martin 202.
1879. En 16°, 12 ps.
389— Ofítíina de ajustes de Ferro-carriles.
Particular y no para publicación. Regla-
mento y clasificación de carga para el tráfico
común de los ferro-carriles de Buenos Aires.
Imprenta á vapor de Juan H. Kidd, Corrien-
tes 117. 1879. En 8«, 12 ps.
390 — Reglamento de la Sociedad Estímulo
de bellas letras, sancionado por la Asamblea
General estraordinaria de 4 de julio 1879;
Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni,
Alsina 60. En 89, 12 ps.
391— Reglamento para el Directorio del
Banco de la Provincia. Buenos Aires. Im-
— 309 —
wenta de Pablo E. Conl Alsina60. 1879. En
8^ mayor, 25 ps.
392 —Reglamento de la sociedad proteccioQ
4 la viniegra en Buenos Aires. 1879. Buenos
Aires. Imprenta de Pablo E. Coni. Alsina 60.
En 8?, 8 ps.
393— Municipalidad de Balcarce. Regla-
mento de prostitución. Buenos Aires. Im-
prenta de Pablo E. Coni. Alsina 60. 1879.
Ea 89, 7 ps.
394— Club Industrial. Estatutos y regla-
mento general reformados v sancionados en
^amblea general. Declarados vigentes desde
el dia 18 de mayo de 1879. Buenos Aires.
Imprenta de Pablo E. Coai. Alsina 60. 1879.
En 8«, 34 ps,
395 — Reglamento para el Cementerio del
Puerto. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E.
Coni. Alsina 60. 1879. En8^ 7 ps.
396 — Asociación de curtidores y zurrado-
res. Estatutos sancionados en asamblea j ene-
ral del dia 7 de julio de 1879. Buenos Aires.
Imprenta de Pablo E. Coni. Alsina 60. 1879.
En 8% 7 ps.
397 —Estatutos, reglamentos y sistemas de
•clasificación que deben regir en la exposición
continental que bajo el patrocinio del gobierno
déla Nación Argentina, celebrará el Club In-
dustrial en 1880. Buenos Aires. Imprenta de
Pablo E. Coni. Alsina 60. 1879. En 8^ 48 ps.
398— Reglamento de. la Sociedad Estímulo
de bellas artes, sacionado por la asamblea
- .31^0 -
SiineüT^l e9traor4Ínan$t dp 4 de julio de Í,^J9-
uenós Aires. Irnprenta de Pábjo E/Coni.
399-^Reglft9iemo del cplegip «CQlpqjx. gler
meatftl y superior p^üTíí. ipteiruos,, medio-jbteír
ños y externos. Rosaiio, Enero 31 .<Jel879'
Impf epta d0 li^ Capital. 16ji, Pu^ertQ, 163^ En
16p mayoí, 8 psf,
400-^6glamento general y plan de estu-
dios para el Instituto Mercantil de ta PrCK
víncia dQ Buenofi Aires. 1879. Calle Perú 150
yMoPOTO 146. Bqenos Aires* Imprenta oftite
Moreno núpa. 180. 1879. En 8o mayor, 2Q pa.
401— Reglamento del Club social estable-
cido en la ciudad del Rosario de Santa Fé
en enero de 1873. Rosario, Agosto 14 de 1879.
Imprenta de La Capital, Puerto 161 y 163.
En 32% 14 ps.
402— Estatutos, ley orgánica y leyes poste-
riores del Banco provincial de Santa Fé. Ro-
sario. Imp.de Ei independiente, Córdoba 48
y 50. 1879. EnlG'^ mayor, 44 ps.
403 — Informe que la comisión examinadora
del balance del Banco provincial de Santa Fé^
presenta á la Asaipciblea General de accionis-
tas, porrespondiente al ejercicio terminado
e) 30 de setiembrí^ de 1879. Rpsario. Ijiib. ^e
ei índepeíjdíente, CórcÍQba 50. 1879. En X^!"
Wyor, 8 p3. *
4i)4— Informe relativo 4 l^^s colonias de la
prQv^ncj^ 4é ^.^nt^. Fé-, l^osarío, Imprenta |(|
— 311 -
Independíente, Córdoba Qúms. 48 y 50/ 1879.
En 16° mayor, 18 ps.
Informe áeí Sr. Jonás Larguia, coctiisionado
al efecto; el gobi^no lo mandó publicar en 3
de i&ayo de 1879. En él se esponen lijera-
mente los hechos qae demuestran la fornva-
cion y progreso de las colonias durante los
quince últimos años.
40&--Club del Plata. Memoria presentada
á la asamblea general en j unio de 1879. Bue-
nos Aires. Imprenta de LaPampa, Victoria
Sffy99. En8e,12p«.
406^Informe de la comisión directiva de la
socifodad fomento de Barracas al Norte en la
asamblea general de accionistas convocada
el dia 28 de enero de 1880. En So, 8 ps.
Imprenta de Kidd.
407— British hospital Report for the year
1878. Buenos Aires. Imprenta á vapor de
Juan H. Kidd, Corrientesrll?. 1879, En 8?,
38 ps.
408— Informe presentada á los , accionistas
de la sociedad anónima mercados y almace-
nes de depósito de la Asunción del Parac;uay
en su primera asamblea general en Buenos
Aires á 22 de abril de 1879. Buenos Aires,
Imprenta de Juan H. Kidd, Corrientes 117.
1879. En 8'',16ps.
409 — Report of the select vestry of St. John's
anglican church, preseoted at the easter mee-
ting oí the registei^ed vestry holden, april 15tU,
1879. Buenos Aires. Imprenta de Juan H
— 312 —
Kidd, Corrientes 117, 1879. Ea fi% 14 ps. coa
un plano.
410— Estado demostrativo del Club del
Progreso en setiembre 30 de 1879. Buenos
Aires. Imprenta de Pablq E. Ooni. Alsína 60.
1879. En 4-, 20 ps
411— Informe sobre un proyecto de socie-
dad anónima de navegación á vapor entre el
puerto de Genova y el Rio de ia Plata. Buenos
Aires. Imprenta de Pablo E. Coni. Alsiaa 60.
1879* En 8-^ mayor, 15 ps.
412— Informe de ia Sociedad Damas de
Caridad del pueblo de la Paz (Lomas de
Zamora) sobre los trabajos practicados en
favor de los pobres y enfei*mos de la localidad.
Leido en la asamblea del 20 defebr-ero de 1879.
Buenos Aires, imprenta de Pablo E. Coni.
Alsina 60. 1879. En 8-, 8 ps. .
413— Informe de la Sociedad Damas de Ca-
ridad de San Vicente de Paul. Leido en
asamblea goneral de julio 27 de 1879. Buenos
Aires. Imprenta de Pablo E. Coni. Alsina 60.
1879. En 8°, 16 ps.
414— Estado administrativo del Club del
Brogreso en marzo 31 de 1879. Buenos Aires.
Imprenta de Pablo E. Coni. Alsina 60. 1879.
En 49 menor, 16 ps.
415— Caminos de Flores y Gauna. Informe
de la comisión directiva á sus accionistas en
el a&o económico terminade el 31 de julio de
1879. Buenos Aires. Imprenta do Pablo E.
Coni. Alsina 60. 1879. En 8^ 19 ps.
PUBLICACIONES OFICIALES
416— Registro administrativo municipal de
la ciudad del Rosario, desde la organización
de las municipalidades hasta fines de 1878.
Inaprenta « 1° de Mayo». En 8% XU, 362 y
X V ps.
Primera parte: Comprende las disposicio-
nes y leyes referentes 4 la organización de
la institución municipal en la provinc^^ y su
instalación, etc. en. el Paraná.
Segunda parte: Ordenanzas, reglamentos,
acuerdos, presupuestos, memorias y actas de
elecciones de las autoridades y comisiones
municipales, arreglado por períodos.
índice alfabético. ^
417— Departamento de Marina. Discretos
sobre la organización de la aduana nacional;
Publicacioa oficial. Buenos Aires. Imprenta
~ 314 —
de obras de La Nación, calle San Martin
núm 208. 1879. En 4? menor, 13 ps.
418— Leyes y decretos relativos al ferro-
carril del Oeste y telégrafos del Estado hasta
el 31 de diciembre de 1878. Buenos Aires.
Imprenta del Mercurio, calle Alsina núms. 270
á 274. 1879. En 4? menor, 200 ps.
Contiene prócsimamente 200 leyes y decre-
tos, propuestas y otros documentos referentes
al ferro-carril del Oeste, desde la ley de 9
de enero de 1854 que autoriza su construc-
ción. Colección completa. Carece de índice.
419--Ley general Je tierras públicas de la
provincia de Buenos Aires sancionada en
1878 y decreto reglamentario de la misma.
Publicación oficial. Buenos Airesu Imprenta
del Mercurio, Alsina270á 274. 1879. ÉnlG'^.
mayor, 16 ps.
420— Mensaje del Presidente de U Repú-
blica al abrirse las sesiones del Congreso
Arjentino en mayo de 1872, Bueuos Aires,
Imprenta de El Nadonal. Bolívar 65 y 67.
1879. En 89, 60 ps.
421— Mensaje del Poder Ejecutivo de la
provincia á la Honorable Asamblea General
Lejislativa. Santa Fé. Imp. de El Santafe-
sino. 1879. En 49 menor, 22 ps.
422— Mensaje del Poder Eiecutivo de la
provincia á la Honorable Legisíalurau Buc^nos
Aires-, lo de mayo de 1879. Biieaos Aires.
Imprenta de Pablo E. Goni. Alsina 6a lft79i
£ii4^^)enor, 32 pa.
— 816 -^
433^Mens9Je del Gobernador de la provin-
cia al abrir el 29 período de Ifis s^sio^ea or^*
dlnarias de la Cámara lejlsl^tiva del año
1879. Catamarca. Icapreata del Estado* ^n
89, 14 ps.
424:— Mensaie del Gobernador de laprpvin-*
oía al abrir ia9 sesiones de la Honorable
Cámara Legislativa en Agosto de 1379. Cor-
rientes. Imprenta de La Libertad*. 1879. £n
8^,a2p$.
4a6--Mens€ge del Gobernador de la provin-
cia al hacer la apertura.de la Honorable Cá-
mara en su vigé3imo período legislativo. Uru-
guay. Establecimiento tipográfico d^ La vo?s
del Pueblo, calle Entre Ríos núm. 97. 1879.
En 80, 36 ps.
426- -Proyecto de ley de carta orgánica
para el Banco de la, provincia, presentado
por el P, K á la H. Lejislatura. Reglamento
vigente para el directorio del mismo. Buenos
Aires. Imprenta de la Penitenciaria, 1879. En
4^ menor, 31 ps.
427— Cámara de Diputados de la provincia.
Orden del día.- Dictamen de las comisiones
de Hacienda y obras publicas en el proyecto
de ley general de ferro-carriles de la provin-
cia de Buenos Aires. Buenos Aires. Impren-
ta de El Porteño, Belgrano 79. 1879. En 4-,
29 ps. con gran márjen para anotaciones.
428— Proyecto de. presupuesto de gastos y
cálculo de recursos de U municipalidadí de
Bueiios Aífqs para el año dej 1880. Bueaqs,
- 816 —
Aires, Imprenta de El Porteño, Belgrano 79.
1879. En 49, 24 ps.
429— Proyecto de pri^supuestp genisral (le
gastos y cálculo de recursos de la adminis-
tración para 1879, sancionado por la Honor^i-
ble Cámara de Dit)utados. Buenos Aires.
Imprenta Moreno, calle Moreno 180. 1879r
En 4o, 46 ps.
430 — Presupuesto del Departamento de
Guerra para el ejercicio del año .1880» Buenos
Aires. Imprenta de El Nacional, Bolívar 65 y
67. 1879. En 8% 24 ps.
431— Presupuesto del Departamento de Ma-
rina para el ejercicio del año 1880/ Imprenta
de El Nacional, Bolívar 65 y 67. 1879. En 8o,
24 ps.
432— Congreso Nacional Argentino. Informe
de la comisión de presupuestos de la Cámara
de Diputados sobre el cálculo de recursos y
proyecto de ley de impuesto para 1880* (Dis-
curso pronunciado por el Dr. D. José A.
Terry, Diputado por Buenos Aires, en la se-
sión del 12 de setiembre de 1879). Buenos
Aires. La República. Imprenta especial de
obras, calle Belgrano núm. 189. 1879. En 4^,
19 ps. á dos columnas.
433— Congreso Nacional. Cámara de Sena-
dores, sesión de 1878. Buenos Aires. Impren-
ta de El Nacional, Bolívar 65 y 67. 1879. En
49 mayor, 734 ps. á dos columnas.
Abarca este período lejislativo 47 sesiones
ordinarias y 10 depróroga. El volumen con-
- 317 -
tiene al final todos los proyectos de ley que
han tenido sanción definitiva en esas sesiones
y un resumen de los decretos, resoluciones
y acuerdos dictados en el mismo año 1878.
434— Ordenanzas para el réjimen de las
aduanas de la Repüblica Arjentina. Publica-
ción oficial. Buenos Aires. Imprenta de El
Nacional, Bolívar 65 y 67. 1879. En 8° mayor,
226 ps-
El libro contiene los 1079 artículos de las
ordenanzas y 17 modelos de manifiestos, per-
misos, etc.
435— Disposiciones de las ordenanzas de
Aduana sobre comisos y multas por contra-
bando, adjudicables á los denunciantes ó
aprehensores. Buenos Aires. Imprenta de El
Nacional, Bolívar 65 y 67. 1879. En 8° ma-
yor, 12 ps.
Edición oficial de 10,000 ejemplares.
Contiene las disposiciones sobre contra-
bando adjudicable á particulares, y al pié, en
forma de nota, todos los artículos á que di-
chas disposiciones se refieren.
436— Planillas comparativas de los dere-
chos, aforos y gravamen á que estaban suje-
tos los principales artículos de la importación
estranjera y los productos nacionales espor-
tadoa desde 1870 ál878 inclusive. Publica-
ción oficial de la oficina de estadística comer-
cial. Buenos Aires. La República. Imprenta
especial de obras, calle Belgrano núm. 189,
junio de 1879. En 4^ 68 ps.
— 31á —
437 -Memoria del Departamento de Ha-
cienda correspondiente al año 1878, presen-^
tada al Honorable Congreso Nacional en 1879.
Buenos Aires. Imprenta de El Porteño, es-
pecial para obras, Belgrano 79. 1879. En 4»,
CXI y 372 ps.
Es notable la primera sección de esta me-
moria por las majistrales esposiciones que
contiene sobre moneda, bancos, impuestos,
rentas, estadística, deuda pública, etc. y la
carta no menos notable, aunque ya conocida,
dirijida por el ministro del ramo al Goberna-
dor de la provincia de Buenos Aires.
Contadas son las personas que se detienen
á leer la memoria anual de los ministerios y
sin embargo, no es la primera vez qué. en
lugar de nna obligada y enfática disertación,
se encuentra en ellas estudios profundos, y
bien meditados, dignos de llevar al pié la firma
de un economista de nota ó de un estadista de
fama universal.
Para los estudiantes de derecho, ía parte
indicada de esta memoria es un testo claro al
que pueden acudir en busca de las doctrinas
más avanzadas y mejor sostenidas de la cien-
cia económica: Para los hombrea que á ella
se dedican, son pajinas preciosas de un libro
de consulta.
Las demás secciones corresponden á cuen-
tas jr memorias diversas y comprenden la del
crédito publicó nacional, Ja ael Bando Na-
cional, la de la Contaduría jeneral' la de la
— 319 — (
Tesorería jeneral, la de la administración
jeneral de sellos y patentes, las. de las admi-
nistraciones de rentas nacionales, ele.
438— Memoria presentada á la Honorable
Cámara Lejislativa de la provincia de Cor-
rientes por el Ministro de Hacienda é Instruc-
ción PúDlica D. Valemin Virasoro. Año 1879.
Buenos Aires. Imprenta Europea, Reconquis-
ta 73. 1879. En 8-, 122 y CDXIII.
Los anejos son :
A— Percepción de rentas.
B — Inversión de rentas.
C — Oficinas fiscales, Contabilidad.
D — Deuda pública.
E— Empréstito
F — Tierras públicas.
(t — Mesa topográfica.
H— Secretaria de Hacienda. ^
I — Instrucción Pública.
439 — Memoria presentada á la Honorable
Cámara Lejislativa de la provincia de Cor-
rientes por el Ministro de Gobierno, Dr. D.
Manuel F. Mantilla. Agosto de 1879. Buenos
Aires, 5G07. Imprenta del Porvenir, calle de
la Defensa núm. 139. 1879. En 4° menor,
122 ps.
Para formarse idea de esta detenida espo-
sicion de la situación actual de la provincia
de Corrientes, basta dar los títulos de los
capítulos en que e^tá dividida esta memoria:
Situaciom política.
Relaoion^íi con el .Gobierno Nacional.
_ 320 i-
f
I
Relaciones con los gobiernos de provincia.
Gobernación del Chaco.
Administración interior, _
Inspección jeneral de milicias.
Departamento de Policía.
Polici a de campaña. ^
Misiones— Censo y fecopilacion de docu-
mentos.
Municipalidades.
Ley de elecciones.
Creación de pueblos.
Inmigración y colonización.
Obras públicas.
Edificios públicos.
Vias de comunicación— Correos.
Yerbales.
Armamento y vestuario.
Administración de justicia.
Defensoria de menores, pobres v ausentes.
Culto.
Asuntos diversos.
440— Memoria presentada á la Honorable
Cámara Legislativa en ^sus sesiones de 1879,
por el Ministro de Gobierno. Provincia de
Entre Rios. Uruguay. Tipografía de La voz
del Pueblo, calle Entre Rios, núm. 97. 1879.
En 8o, XXXII y 244.
Contiene la memoria del Departamento To-
pográfico con un plano del pueolo delineado en
la colonia General Alvear, otro de la misma
colonia en el Departamento . del Diamante,
otro del ejido del Diamante y otro del ejido
— 321 —
de Colon; y los anqjos: !<>, proyecto, de refor-
mas dé las iñstru'ccibriés ^ara agrimensores;
2^, serie de cuadros de los campos dé pro-
piedad y arrendamiento, por Departemeiíto*;
3^, agrimensores áiünici pales; 4* y 5% dit^rJ;
sas notas.
Informes sobre colonias.
Memorias de las jefaturas políticas de todos
los Departamentos.
441: -Memoria de la juWa de admiñ^tra-
cion d^l crédito público nacional desdé áü
fáñdacion el 2 de enero de 1864 ^astá el ÍÚ
de abril de 1879. Buenos Afres. Imprenta
de La Nación, callé San Martin i^ftm. ¡8í()8.
1879. En 8" mayor, 14 ps.
Men^oría dirijlda al Sr. Ministro de Ha-
cienda de la Nación. '
442— Memoria del Departamento de Jüstí-.
cia, CuUo é Instrucción Pábliéa correspon-
diente al año 1878, presentada al Honorable
Corigreso de la Nación en sus sesiones del
año 1879. Buenos Aires. Imprenta dé Eí
Nacional, Bolívar 65 y 67. 1^79. XXXI y 530'
ps. en 4o.
443 — Memoria, de Marina presentada al
Honorable Congreso^ de 1879 pqr el MitiistTO
de Guerra y Marina, General D. Julio A. RpQai
Buenos Aires, Ittiprenta de El Porteftoi, Bel-,
grano 7!^. 1879; Eti 8<' mayor, XVIII y 446
ps. y ttn cr(yquis.
Contiene cinco anejos: A— Comandancia
jeneraüdeMariha; B— Escuela naval íeói^ico-
— 322 —
*
gráctica; C — Oficina central de Hidrograña;
^— Junta de Sanidad; É— Capitanía jeneraí
de Puertos, que comprende: A — la ley de
creación de^un cuerpo de baqueanos depen-
diente de la Comandancia jenéral de Marina;
estado del arsenal y relación nominal de las
embarcaciones que poseía la nación en 1879;
reglamento para lainstituck)n, organización y
servicio del batallón maestranza en el af Sje*
nal; el programa de construcciones navales;
\s^ organización médica de la escuadra, buques
de la escuadra, inspección general de marina,
secretaria de la comandancia jeneral de
marina, detall de la comandancia jeneral de
marina, el reglamento para el servicio de de-
fensas submarinas en los puertos militares
de Francia; B — Informe sobre los ejercicios
de tiro, pertenecientes á la enseñanza prepa-
ratoria de artillería; informe sobre la parte
práctica de la enseñanza de artillería; y las
memorias presentadas por las capitanías y
subdelegacíones, lo mismo ^ue infinidad de
tablas y cuadros demostrativos y estadís-
ticos.
La memoria es un trabajo serio y, como se
ve, está bien documentada.
444r--Memoria del Departamento de Educa-
ción de la Provincia, presentada al Exmo. Go-
bierno de la Provincia de Entre Ríos por el
6efe del Departamento de Educación é ins-
pección general del ramo, Milcíades Ecfaaf^üe.
Uruguay. Tipografía de La Voz del Pueblo,
— 323 —
calle Entre Riosnúm.97. 1879. En 8>, 310 ps.
La memoria comprende 66 pajinas y el
resto del libro lo forman 21 anejos con 10
cuadros estadísticos. Contiene el «plan de
estudios y graduación de la enseñanza de los
escuelas públicas de la provincia.»
445--Memoria presentada á la Dirección de
Rentas de la Provmcia por Ignacio de Irigoyen,
gefe de la oficina de patentes y marcas. Bue-
nos Aires. Imprenta de El Nacional^ Bolívar
65 y 67. 1879. En8",30ps.
Contiene nueve cuadros demostrativos.
446 — Ministerio de Gobierno. Memorias de
la Biblioteca Pública, Sociedad de Beneficen-
cia, Defensoria de Menores, Inspección de
Milicias, Oficina de Estadística, Archivo Ge-
neral, Departamento de Policia, Museo Pú-
blico, Juzgados de 1* Instancia de los Merca-
dos 11 de Setiembre y Constitución, Peniten-
ciaria, Consejo de Hijiene pública. 1877.
Buenos Aires. Imprenta de la Penitenciaria^
1879. En 4% 796 ps.
447 — Memoria del Banco de la Provincia.
Año 1878 Buenos Aires. Imprenía de El
Nacional, Bolívar 65 y 67. 1879. En 8<>, 54 ps.
448 — Memoria de las oficinas del Departa-
mento de Hacienda, correspondiente al año
1878. Buenos Aires. La República. Imprenta
especial de obras, calle de Belgrano núm.
189. 1879. En 8«.
Gontiene: Memoria de la, Contaduría de la
Provincia. 1878.
- 3U —
lid; de la Tebórérrá Jén'et-ai, Áiílbás46p^.
U. dé 'la liirecélón jéíieral de Reñías.
576^. =^
ja. del PeíihHkttlento dé Injéniéros. í'g'ps.
Td, del Baácó de la Provincia. S3 ps.
Id. del Banfco Hípotééál^io. Impréntíi de La
Nábíóh. San Mártiri húm. 208- 70 p».
íá. de la éótrtüsion dé aguas córrlétttes,
cldácas y adoquinado^ Año 1878. LíWgrkfia
é imprenta de G. Kráft, Reconquista 92. 1879.
XXV ps. V los siguientes anejos:
1? Resolución isobré él destino dé l&stDa-
teriás féóáles y ^iguaS servidas dé las ~cíoítóas.
^étudiós dé/ las éorrierités del 'Río deja
jata desdé el Riachuelo haéta el ótto Itoo
db Qüifines^ por los Injeñiéros Higgin y Sil-
Veyra.
h MémoVia tíe lia Góiitaduria.
1K Id. de la oficina de Recaudación.
4« Id. lié 'la oficina Bateman. '
5* DíVei'sas leyes.
6** Descripción de las obi*as de salubridad
poip'el injéniéro G. Higgin.
79 Mehiori'a del encargado d^ la oficina del
ihei^iéró residente y • observaciones hechas
por la cbhiisión á al^ühos desús páfrafos.
Gón los anfeios A y tí. ' »
W Diverstois 'proyectos propuestos parapb-
.léher*fbíidí6á eonque proseguirlas obras de
salubridad. ; *
Sftjiltók^ó dé pájinafe'de lés'^-aneips, 284; \
Mapaoria del Ferro^Carrirdei Oeste. ^ Irá-
— 825 —
PWntH def Metv3urio, Alsina270á 876. 285 ps.
Númeh) total de pajinas del Volúbén, 1145i
. 449— Memoria dai Presidente de la comi-
sión municipal al consejo, correspondiente al
ejercicio de 1878. Buenos Aires. Imprehta
da M. Biedma, calle Belgrano núm. 135. 1879.
Dos tomos en 89 Tomo 1, 320 ps. Tomo II,
DXXXVIII ps.
&\t^ tomo contiene los anejos siguientes:
A— Disposiciones sancionadas.
B -Contratos celebrados.
C —Informe de la administración de vacuna
humana.
D— id. del Director del hospital.
E— Id. deJ ebónomo del hospital San Hoque.
F— Id. del director del hospital de las Mer-
cedes.
O— Id. del administrador de limpieza pú-
blica.
H-'- Informes d^e los Administradores de
cementerios.
J-^rífo^híe del mercado del certtro.
K— Id. de la administración del matadero
piíblfcó.
L^d.de ía Junta inspectora de muertos.
•M^Id. 'deltepedtor jt^néral.
■ N^Id. de la cotitádürié municipal.
O- Id. déla oficina de obras públicas.
^P^-^Id. de te ittspecciótt de alumbrado.
Q-*^íd, d^l sub-inspecftor general.
R^ld.'dél frfdcfirador tounicipial.
*45Ó^Bdiei(>n oficial. Reglamento é itíslruc-
-. 326 —
cionds para la inspec<iion técnica y adminis-
trativa de los ferro-carriles nacionales. Bue-
nos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni.
Alsina 6i>- 1879, En 8V, 48 ps.
451 — Ferro-carril Nacional del Norte de
Córdoba á Tucuman. Esposicion de. hechos
y recopilación de leyes, decretos y varios
datos referentes á su construcción. Buenos
Aires. La República. Imprenta especial de
obras, Belgrano núm, 189. MDCCuLXXIX.
En 89, 358 y II ps.
La esposicion de todos los antecedentes de
la construcción del ferro-carril del N. de C.
á T., comprende 248 ps. y el resto del libro
lo ocupa un apéndice que contiene, entre otros
documeutos, el contrato de construcción, el
plan de trabajos de la empresa, el informe de
los señores Lav^lie, Stegmany Fisher sobre
el estado de las obras, varios otros infornf)6$,
notas, quejas de la empresa, decretos, etíc. en
fin, la más completa recopilación de docu-
niriitos oliciales ^obre la construcción de
dioh(ir ferro -caí ril.
452— Diccionario geográfico postal ó ma-
nual del servicio de correos y telégr(4bs para
el uso de las administraciones de la Kepublíca
Argentina, "publicado por la Dirección Gene-
ral de Correos y telégrafos. Bueno^ Aires,
Imprenta y litografia del Courrier de la Plata,
202 calle San Martin 202. 1879. En 4^, 426 ps.
Contiene un ' resumen de las ciudades, vi-
llas.aldeas, centros de población, etc. de la Be-
327 -
pública Arjentina y una estensa tabla jeográ-
fica.
453— República Argentina. Reglamento ge-
neral del servicio de' correos, contabilidad
postal y telegráfica y provisión de útiles de
ambos servicios. Buenos Aires. 4959. Im-
prenta del Porvenir, catle Defensa 139. 1879.
En 16^, 388 v 11 ps. y 8 en blanco para firmar.
Elfndrce detallado comprende 58 pajinas.
Este Reglamento, confeccionado por el di-
rector jeneral de correos y telégrafos, Sr.
Eduardo Olivera, fué aprobado por el Go-
bierno Nacional en 3 de junio de 1879. El
tiene por base las ordenanzas é instrucciones
postales de las naciones más adelantadas, y
• só ajusta por completo alas leyes que rijen la
materia, como la de correos, contabilidad y
justicia nacional, siguiendo en un todo sus
prescripciones.
Falta, para que fuese completoj lo relativo
á jiros postales y suscriciones á periódicos,
medidas imposibles de poner actualmente en
práctica por la carencia de una moneda na-
cional, como lo observa el autor en las pocas
líneas con que encabeza su trabajo.
El Sr, CHivera ha levantado la institución
hasta donde las leyes se lo han permitido;
porque de las leyes del pais dependen, más
que de su dirección, algunas deficiencias que
todavía se notan, algunas trabas que no han
debido nunca ecsistir en nuestras comunica-
ciones con el resto del mundo, y en especial
• V ••»
- ^8~
coa Ifi^a dpmás repúblicas do l^Apa^rjc^L^ fi-
tina.
' El reglamento d^ Correos pru^b^ ^^^{ ^^^
más la laboriosa contracción de su afutor y.
el empeño que ponia en dignificar la reparti-
ción á cuyo frente se le cpfocára.
i^— Esposipion y renpncia del con^pjo .es-
colar de' Cañu.elas, elevado al Sjuperior Gp--
bierñp 4^ I^ Provincia ppr I4 municipaU4^d
del Partidp. Buenos Airqs Imprent^ de La
Tribuna, calle de la Victoria ñuffi. 37. 1879.
En 89/29 y XXXU ps.
455 — RQglamenio interno para la Oontí^^u-
ria de la Dirección de Rencas, aprobado ¿or
Superior resolución de enero de 1879. Im-
prenta de El Napional, Bolívar 65 y 67- ^§79.
E;p,á-;i? P5,
456— La isla de lo? estados. Docmnq^ntps
oficiales relativos á la reclamación dp los
hpr^deros de D, Luis Vemel prese^ta^a por
el P. iS. al Honorable Congreso Ní^cipní^l.
Buenos Aires. Imprenta de La Aqa^i^icfi (leí
Súd, aall^ AlsinaSO, 1879. En 8?, Í6ps.
Algunas otras publicaciones p$^:íal^s bfiíxx
sido ihcluidp en las secciones anjtério^asi
según materias, por sa impprtancia^ especial.
Véanse ips núm. 7,73,75,76, 80, 6811^. -^ic.
at— :
't 1
t .
• . • •-
P.üfiOqA0M£S ESTRÁKJKHA8
BeferenteB á Ifi República Aijentina.
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t -"," — r
Jfft-riU cifé8t;1.on,fle Jimites entre Chile y la
M$N|oaArgefltina, por MiéíüE¿'lfiJis kvthK-
múh T^mo Í9,^n 4% ¡Santiago de '<]5híle,
Iiinpri^ta Nacional.
•ít.
Esté libro es una irecopilaciori áe doem^éti-
tos, de dudosa aplicación hasta aquf^ queaK
canzan al aOo de 1557, y tienen por objeto
probar el derecjho de Chile ^ la^ tier^r^s a^s*
tráfps. Éá obvió q^ue un título deféóha positet-
riot^ anula él anterior si es contradictorio.
Sqpotaiéndo que fuesen de buena |py los pa-
efes d<e Amunátej^ui hasta 1^57, la Kepftbuca
ríentíná puede presentar seiscientos tltulqs
i,í • » r'*^^ * "ador conoce; y
abogado dp 1^
Amunátegui ha
s
^ .jj, .^.,^. ^. .^. .^. .^. .^. .^. . jj.
m ü *^'A^9jm
¡Mi>&£-
5ii.jjvjc,s.-.s.-.5;-»-.5{..g.-»-.3j..s..s.-
ígS- -t-
AB^sáí" dé muíÍHas aéíí¿íeQcia-s 'vét'í^artS
semejahteá « íí)% ya indicados, ládfirtt*dB %'
Hlptóáü tiétíé el • hiáHtó dé urtá" •^p^áMtíióü
cikrá y lüétódiBa (jüe faacé t^cíl ^uleiítÜTÜ,
aún bák los qíie n'ólá iomé^ coiÁ^ 6¿tíliliÜ'fi6l
dMaíiíoUo Intelectual dé dria, Náí*!fti 'Ktítóti-
' I • •« * *
tó^— Óastoo Iiéítmy .— 4 ^^4 ^ W /ra*^'!-
íbraltár, Máclére, i^q^ islps aüpéíp-y^t.
* (í-ae-Jáneírb,^. MÓrít^yideió. . Bde^ibá Ajlrp»
^ détróií de Mageílan, Lips cfiúáux t^l^é-
ráux des cotes , de t^átagQliíé; valpajraiéd'et
Sfthtiagp. Le Callao. ét yímk. ti\^y>^^^^
t^ancu^á. Néw-ítork-^Déuxiemé^dltóa^
n^, Gr. Charpentjer, éqítéur. iá.feuéiaá we-
nellé-Saint-Genhain, 13. i^fg. EfeiJ^/Xly y
364 ps. . , ' '
Como ía máyorparfé de lóá^ ^óV/h!s^^ w
án'éscrito sobVs nosotros, el atítoi* Aé ^^talí-
m^ v*Ar»Vw«*l«Á 1 r\ AÍ í i /^ a /) ' ir 1 r> A^^ rvi i-v n K A ' A ' -«vVi á1V\* Atk
— 3tó ~
lids^ trasmite sus knpre^nés oon oícrta fldet-
lidad. Las incomodidades del ' desaihbaro»
értínifestW puefto con el rio bíqOi la agióme-
ía¿í(jn dé l^venési en los atrios de Ifws iglesias
áí ^afííf lá ' Concurrencia de misá^ tas qmntas
de lóá alrededores, tdn diversas de las quki-
táá de' ídi éííedédor^S'de MoHtevfdelOy llaman
su atención y olvidé dar una iideaiy appoasi*^
mada siquiera, de ia> ciudad que visita, de
SUS edificios, condiciones de vida, etc. etc.
Bi^tó' 'no eÉ nada: deficiencias, siitmlemente.
Hay un eséblW tfonüé naufMgan irrem^dia-^
bletnente los escritorios de pa<W)tiUa,/ los eof*
cai^'aáos de baíjer. libaos dé négoei© jf estu-t
diar las. costujuteneis y hábitbs'soeiales de ut\
país éhf el qóje peroianecen aóho rfi^as, pai^a
cumplir el contrata peíidiente con lá casa
editora; ese -escollo es la situación política^
interna é internacional, que se creen capaces
d^ ábrtídál* iT)st«htáDeáttt^ftte, por la cii^ewns-
tááciH de eitóonftt^atfee en él territbirií> de cuya
or^^izHtíion tiéELeUque hablar. A propósito
delós indios, M.' Leniay dice que las pret^n^
bltfhes' dé los afjehtioos no se detienen en tíl
Rió Ne^ro, síüá^ü^ van (testual) hasta creer
qü^ tieriVeil def-ecHos sobl*6 )a Péttagbnia
tóifeíml.
; ]^ íí^tt "ábl gttUüko'hÁ 'desp^^^ad6 la at^n-
tíóti^'üél- viajero, €("^ h«^<5e respeoto de él
algúftóé'Qbs'ér'vétclOfftes senáatafe fen. medio de
ótrsl^ íál^HS y ridfSul^s, «ornó Cüandü fó Ve
tóartfejand^ *4á >ítóífeíja, Htítofbi^e técnic(>, pí'o--
m U^^
.^, ^. ^. .j(. .j(. .^. ;
íiil:
;W ?élffl? así lo estampan/ qüt la
-^^XMfcs transeúntes á demorar su
. atraveéar á las señoi*as de urí
Se la calle, imponiendo nitilt*» á
^^Mkp^^ niegan á hacerlo.
Aparte de
estas y otras Hjerezas sem^'an-
tes, los señores Ber brugghe admiran con bas-
tante buen criteriíf el gran desenvolvimiento
comercial de nuestro pais, llegando á prede-
cir que <f la supremacía dé la América del Sur
pertenece ala Oóüfederacion At^j^^tina.»! «£n
su mai'cha hacia el progreso, eontinüa, el af^
jentino lleva con facilidad lá delantera é Sus
rivales, desigualmente esparcidos en su ca^
mino: el peruano deri'ociiador, el brasilero
sin enerjia, el chileno laborioso pero pobre,
quedan atrás; toda vi a más atrás», y tan léjofe
que do parece qtiQ participasen de la lueha^ et
ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia, en
fin, aislada del mundo. En tatito qué estos
naíséis han permanecido indfjenas ó ée han
necho sud americanos^ la Confederación At^
jéntina por SUS costumbres, por sus leyes,
£or su comercio, por su actividad intelectual,
adta por su clfma,^e acerca es traor din aria-
mente al modelo de todos los países nueVos^-^-
lá 'Europa. Diriasé qué éá un estado del
viejo continente en medio del nuevo, y no dista
mucho la época en que el mundo acordará á
esta República el tftulo de gloria á que aspira,
— Ed^'Aotís tÍNtDÓs DE Siíb AKféatfeA. » .
— 33^ —
gravures. Deuxietae ,émtjif).n. Parjs, ., E. Flor?
e|.X3i/?y imiwifl^rs-édiíeyrs rué i6áí;íiW¿í^r'
.1.
'• ' ' .' '••— ■ *• • ■ •{■•.i ;' i!
' , i ■ '. \ 1 ^\v^<^ix í '•
ViW„<5uyo sjüipario es: f.Mpjatpvififf?; í^ ^?4P^
dfi ícwpqsí; Bueoos Aíre^, el bftpcp provf nci^t jft
gMerir^.4eli.PaFpguay^» í, ^ ..'' ..
£51 Paiíw de ta Pravii^qift ¡e^ ^1 nrj|.c;pj^djp-'
cJOiqúft 1^ h» Uamftfto Ifijiíeucioa.ydfpe.y^^»
mihi»Mert0 dem^rnuolyoro, A^^,ur(f. qu(¿
90 hf^OQiO^cho <q.ue ecsisti{\ aúa estrié 0,9^ f^^^^
Uk njo^íMiwhPCí de'€olo(w? ^ la. yísta^ en toafst
Ifl^ pa3íi^, ua Ya^P;devidrio eont§ní^a(^o¿',oÍYA
d^ />W» QQn ^l cú^il se pagabají 1q§ ^^319^ 4íf
cpWMflup d¡wp; y .<y?a la n^ipina.i^nof^iítft
deafwhiitez ^ígwe bablaadp délo 'qu,e 09 e|jr .
ti^ftde ni ^Q toma el flieiior ür^bf^JQ. fQv /avp-i
rígaar. . , . . '
: Cubado .d^e^rán de maatír esto^ ^^gnide^^
462— L'iwpriflwrié «t Jas Jífraj? ^auiílUípóii"
queEBpagnoleauXVl%xVlI* et XVIíF ¿Té-
- 337 —
ele. Discours pfononcés au congrés interna-
tional des Américanistes (3nie session). Sean-
ce du 24 septembre 1879, au Palais des Aca-
démies, á Bruxelles, par Ernesto Quesada
secrétaire de la Bibliothéque Publique de Bue-
nos Ayres, membre de V Academia Argentina
et du Óírculo Científico Literario, etc. Bruxel-
les. Imprimerie et Lithographie de Xavier
Havermans, Galerie du Commerce, 24 a 32.
1879. En 4^ menor, 28 ps.
Este discurso, que los incidentes á que dio
márjen pusieron en boga, fué pronunciado por
el Sr. Ernesto Quesada al presentar al Con-
greso internadonal de Americanistas un tra-
bajo inédito de su padre el Dr. D. Vicente G,
Quesada, sobre las bibliotecas de la América
latina, complemento de su trabaio anterior
sobre las grandes bibliotecas dt Europa. El
discurso del hijo es un estracto brevísimo y
bien hecho de la obra del padre, todavía in-
conclusa é inédita; y da idea cabal de los ca-
pítulos presentados al Congreso, siendo su
lectura fácil é interesante.
463— Las Colonias Agrioolas en la República
Arjentina por M. G. Lonfat. 1879. Lausa-
nia. '
— 338 —
Un diario áiluñcíó lia^ aparición de esta obra;-
que no h^Cónsegaido obtener. Si la obtéi^o
posteriormente, daré una noticia de elte en el
próc3imo número del Anuario.
SUPLEMENTO
Obras obtenidas después de cerrada la se^cip^
correspondiente.
464— Ouestion Argentino-Chilena, Negocia-
ción Baimacedá-Montes de Oca. Exposición
del Ministro ad-*hoc de Chile en la República
Argentina, Don José Manubjl Bai^mac^da.
Buenos Aires. Imprenta de La Nación^ calle
San Martin núm. 208. Í879. En 4^ 14 ps, á
dos columnas.
Véase la sección Cuestiones inlernacionales
465— índice de las leyes sancionadas por la
Lejislatura de la Provmcia de Buenos Aires,
fofmadoporfi;. V. Fisher. 1852-1878. Bue-
— 340 —
nos Aires. Imprenta y Librería de Mayo de
C. Casavalle, Perú 115. 1879. En 4^ menor,
76 ps.
Este índice contiene por orden alfabetícela
indicación de las leyes sancionados en la pro-
vincia de Buenos Aires, durante el período
1852- 1878. Cada ley lleva al lado la fecha
esacta de su promulgación y la pajina del re-
jistro en que se encuentra.
Este libro es, por consiguiente, de utilidad
jeneral.
466— Oonferenoias de derecho, Colegio de
escribanos. Discursos pronunciados por los
miembros honorarios Dr. D. Isidoro Aram-
BURU yDr. D. Luis A. Sauce. Buenos Aires.
Establecimiento tipográfico á vapor de La
Prensa, calle de Moreno núm. 109. 1879. En
49 menor, 31 ps.
t
467— Blementos de economia pclitioa. Obra
escrita en inglés porHENRvDüNiNG Maclkod.
Traducida directamente al español por Ale-
jandro Calvo. Euenos Aires. Imprentado
D. Jara y O** Reconquista 73. 1879. En 8V,
152 ps.
4687-P6tioion de herencia. Déla prueba en
materia de sucesiones. Alegato de bieu-
— 341 —
probado j:)resentado ante el Sr. Juez de 1?
Instancia en lo (Jivil de la ciudad de Bueuos
Aires, Dr. José M. Rosa, en la causa que
siguQ la Sra. Wenceslada Guevara de Fresco
contra su señora madre Florinda Torres de
Fernandez, por los doctores Manuel D. y An-
Gt:L S. PizARRO. Procurador, N. B. Carbo-
nell, Bolívar 50. Escribano, N. R petto, De-
fensa 85. Buenos Aires. Imprenta de M.
Bledma, calle Belgrano núm. 135. 1879. En
4°, 176 ps.
Véase el núrpero 70.
469-Revista Judicial del Sui Publicada
bajo la dirección del Dr. Alberto Palome-
QüK en Dolores. Una entrega mensual. En
8%80ps.
470— Eevi^tá del Colegio de Profesores. Co-
misión directiva: Presidente, Adolfo Van
Gelderen. Vice-Presidente, Juan Mariano
Lársen. Secretario, Francisco Gánale. Te-
sorero, Juan Forus. Vocales, Matias Calan-
drelli, Serafina de Veiga, Augusto Krause,
Félix Martin y Herrera, Nicolás Villafañe,
José Hidalgo. Buenos Aires. Imprenta de
Pablo E. Coni. AlsinaGO. En 4^ menor, una
entrega mensual de24ps.
LIBROS AMERICANOS
Como no, es posible por ahora daresten-
áon: continental á este Anuario en razón de
las dificultades de comunicación con las de-
más nacionesy se catalogarán las obras ameri-
cana» que se reciban en su dirección — Maipú
24 — ;y da las que se reciban dos ejemplares
se hará un juicio más ó menos detenido^
según. su importancia.
Si llegan con atraso irán siempre en el
votúitaíen siguiente.
Casi todos los libros que van á continua-
ción han sido traidos por el Sf . D. Tomas
Moncaf O) Delegado de la cómi'síon encargada
de la Esposicioh Continental en Buenos Ai-
res.
Bihliografia americana. Estudios y catáloj^o
completo y razonado déla biblioteca ameri-
344 ~
cana coleccionada por el Sr. Gregorio Beéche
(Cónsul jeneral de la República Arj entina en
Chile) por B Vicuña M^ckena, Valparaíso.
Iniprenta del Mercurio. 1879. En S'^ mayor,
XXVIl y 802 ps. con el retrato del Sr. Gre-
gorio Béeche.
De Iqs trescientos ejemplares que única-
mente se imprimieron de este libro, varios
han corrido en Buenos Aires, donde los he-
rederos del Sr, Beéche esperaban vender al
Gobierno ó á particulares la biblioteca pacien-
temente reunida por nuestro antiguo Cónsul
en Chile.
Mucho habría que decir de esa aglomera-
ción de cuatro mil seiscientos volúmenes: las
obras más escasas y costosas de histo-
ria americana están truncas; ábuqdan en
cambio otras de muy dudoso mérito. A pesar
de los ecsajerados elojios que se le han pro-
digado, los bibliófilos de nota han guardado
silencio, y la opinión de los hombres de estu-
dio es en jeneral desfavorable.
El trabajo del Sr. Vicuña Mackena está
reducido á la ordenación y clasificación me-
tódica de la biblioteca. Algunas de sas notas
son relativamente importantes y hacen apre-
ciable la obra, que no debe, por otra parte,
faltaren una colección americana.
~ 345 —
La declaración de los derechos doi hombre^
Su origen y sus fundamentos por Pedro Gar-
bo. Guayaquil. Imprenta de La Nación,
calle de la Municipaliaad núm. 71. Por Fidel
Montoya. 1879. En 4? menor, 12 ps. á dos
columnas.
Parnaso EcnatorJano con apuntamientos bio-
gráficos de los poetas y Yersificadores déla
República del Ecuador, desde el siglo XVII
hasta el año 1879 por Manuel Gallegos Na-
ranjo. Quito. Imprentado Manuel V. Flor.
1879. En So, 594 ps.
Es la primera colección completa que se
hace de poetas ecuatorianos, de los puales
hay algunos ventajosamente conocidos por
las muestras que de ellos nos han dado la
América poética y otras recopilaciones de ese
j enero. El Parnaso ecuatoriano ofrece la
novedad siempre atrayente de alcanzar hasta
el año 1879.
La ciencia del buen hombre Bioardo por Ben-
jamín Franklin. Precedida de un compendio
de la vida del autor por Pedro Garbo. Gua-
yaquil. Imprenta de La Nación por Fidel
Montoya. 1879. En 16% 76 ps.
/
— 346 —
Compendio histórico de la Provincia de Gua-
yaquil por Don Dionisio de Al«edo y Herre-
ra, Presidente de la Real Academia y Go-
bernador y Capitán Generaljqu'e fué de la
Provincia de Quito. Precedido de un examen
crítico por Pedro Oaebo. Guayaquil. Im-
S renta de La Nación, calle de la Municipali-
adnúm. 71. Por Fidel Montoya. 1879. En
8o, 100 ps.
» I .
Flores y lágrimast Poesías de Ramoh Her-
:HAifBBz. Bogotá 1879. En 89-
Articulos esoojidos de Abel Karl. Bogotá.
1879. lúapr ent a de Eche verri a hermanos. En
8% 211 ps.
Colección de escritos en prosa y verso del
Sr. Dakiel Manth/La, conocido con el seu-
dónimo de Abel KarL
Camafeos- Bosquejos de notabilidades oolom-
bianas por Joa^juin Pablo Posada. Barran-
quilla. 1879. En 8^-80 ps.
Contiene ciento pinQ^e^ita y ^suatro sem-
blanzas de otros tantos hombres notables de
? Colombi?t, escritas en"verso y en forma lijara.
— 347 —
«
Bosquejo descriptivo de la biblioteca nacio-
nal de Colombia, por Gonzalo A. Tayeba.
1879.
Esta memoria tuvo por objeto comunicar al
Dr. Vicente G, Quesada, bibliotecario de Bue-
nos Aires, algunos datos que habia pedido
para su obra sobre las bibliotecas america-
nas. Es un trabajo laborioso que coatiene,
sin embargo, errores garrafales, difíciles de
esplicar, dada la competencia del autor. En-
tre obras raras sobre América, se cita un
eiemplar de Za primera edición de las leyes de
Partiday hecha cuando se expidieron por el
Rey Don Alfonso el Sabio. Las leyes de
Partida .se dieron en 1260 y la América fué
descubierta en 1492. Ademas, los primer os
ensayos del arte de imprimir se hicieron re-
cien en 1440.
índice alfabético
DE
AUTORES Y TRADUCrORES
La numeración corresponde al encabezamiento de
cada obra.
A
Abepg, E 204.
Addison^ J— 240.
Aguirre, E— 197.
Aguirre Silva, J. B— 39.
A. J. F-125.
Albert, L. J— 288,
Alcacer, P. S— 245.
Aldao, C— 240.
Alegre, J. M— 345.
Alem, L— 97.
Alexand«r, R-67.
Alaina, V— 72.
A. M— 88.
A. N. V— 88.
Aramayo, A— 241, 292,
Aramburu, J — 466.
Arata, P. N— 146, 185, 192.
Arias, F. R— 42
Arini, J. B— 184.
Astete, P. G— 339.
Aurrecoechea, M. S-— 15.
Avellaneda» N— 236, 420.
B
Baasch, A. J— 101.
Balmaceda, J. M— 464.
Basavilbaso, N. M— 167
Bejarano, J. H— 177.
Bello, A— 127, 128.
Benavente, Fr. M— 334.
Benitez. G— 87.
Bergeire, J. M — 175.
Bermejo, A— 5.
Bianes. J. J— 343.
Brackenbusch,- L — 198.
Bravo, F . J— 293, 294.
Bunge> H. A— 66.
Burgos, F. R— 157,
Burgos, R — 59.
Burmeister, G — 212.
Cabral, E— 159.
Cacares, S— 78.
— 850 ~
Calandrelli, M-^139.
CaWo, N. A— 6,860.
Calvo, A— 467.
Camprodon, F— 265,286.
Cantilo, G— 242.
Caro!, R. S— ^i
Carrasco, B— <27.
Carrillo, J-165.
Caprile, E. M. de-^lV.
Castilla, J. a— 179.
Garet, Arx-^*&41.
Condoúif, A/ £-^46.
Coni, £. R— 145, 187, 188, 189,
(190.
CbBstanzó« B-"16ít.
Copmartin, E— 44.
Corona Martínez, E— 131.
Cortés Funes, G— 250, 259.
Corvalan, F- 75.
Costa, A. F -804.
Crespo, C. T— 163.
CroÍ8set-»831.
De Amicis, E— 243.
Defoix, P~151.
De las Carreras, O— 34.
Del Valle, A— 267.
Diez Moris, S— 120,126, 132.
Doering, 0—78.
Douwes Dekker— 269.
Dumas, hijo— 253.
Dupont, B— 142.
D. V. de M— 254.
Drachmann, A. G-~144.
E
Echagüe, M— 444.
Echagúe, P. Xr-87.
Encina, 0—280^.
Escalada, D. M— 31.
Escobedo, J— 807.
Estéves, M— 19.
Estrada, J. M— 114.
Estrada, S— 222.
P
Feer-Hei-zQff^-tó.
Fernandez Espadero, J— ÍTO.
Fernandez, F. F.— 112, 118
Fernandez, J — 58.
Fevnande^z, S— 3Ct.
FernanoB^, V-*5lí
Ferrer, V. R— 122.
Fisher, E V— 465.
Fonroqge, J— ^.
Fregeiro, C. L 1(b.
Eerreira y Cortés, A— 258.
Frers, E— 57.
Frias, P- J— 162.
F. S. y S— ^2.
G
Gaborieau — 264.
Gaché, S— 140.
Gallegos, M— 149.
Gallet, L— 287.
Gallino. C. :e— 26.
García, Aguilera, Y — 130.
García, E. M. de— 255.
García, M. R.— 135!
García Merou, M — ^246.
García, S— 107,
Gautier, T— 279.
Gelderen, A. van— 133, 134.
Giraud— 2tó.
Gómez, A. S-25.
Gómez, J. R— 168.
González, B. C— 35.
González,/. A—lT» ^•
González, R. J.-24.
Gouíd, B. A— 211.
Goyena, J— 307.
Goyena, P. V— 22.
Gúemes, L. 0—156.
Guido y S pane, t— 21B, 272"
^ 3&1 -rr
Gutiérrez, R-^Sfó.
Gutiérrez^ J. M— 98.
Guzman» A. C— 78.
G«izoM|n, S. V.— 8.
Haller, G— 248.
Hernández, J~284.
Hiron, G- N -148.
Holemberg, E. L--2d3.
Huergo, J,— 194,
I
Igjupzébal, S— e?r
Irigoyen, 1—44^
h^am* 1—261.
Jordán, W. L— 209, 210.
Jorge, J. M-171.
J. R. V— 301.
K
Korn, A--247.
Kyle, J. J— 196.
Lamas, D — 85i
Lana y Sarto, M- 320.
Largiiia, F. T— 153.
Larguia, J— 404.
Larmig — 252.
Larra, J. M— 221.
Larrain, 1—207
Larroque, A. M — 50.
Laaarii^, J. A— 166.
La Torre, C. S-r-75.
Laurent, F— 251.
¡Legarraga, Bi-244, tÍÑ*
Legui2amon« ^— 4^«
Legurat — ^2-42.
Lemos, A— 147.
Lewis, D— 300.
Lista, R— 215, 216. ^ ^
López, J. Ft79, 86, 143,
Lop^z, L. V— 97, 98.
Lozano, C. S — ^78.
Lucero, Ü, R-n-2!5fi#
Luro, J--43.
LL
Llerena, B— 12.
Lloverás, R— 186.
M
.Macleod, H. D— 467.
Maglioni, N— 178.
Maflo, P— 141,
Mantegazza— 256,
Mantilla, M. F— 439.
Martinez, B. JMOO.
Max MuUer— 254.
Melcy, A. de— 123.
Melendez, L— 152.
Menaud, F— 313.
Mendonga, M— 261
Mestres, Fr. F- 3-iO.
Mesquita, M— 41.
Mialock, A— 118.
Milá y Fontanals, M~119
Mitre, A— 89, 279, 281.
Mitre, B— 218.
M. N. V— 253.
Molina Arrotea, C — 107.
Montaña, A--46.
Montes de Oca, M. A — 4.
Morel, M. G— 81.
Moreno, F. P 2'3.
Morón, M. R— -cy.
I Multatuli-2$9.
— 352 -
Mupphry, M— 158.
Mustera^ L— 64.
N
Nahüv«, A— 269.
Navarro Viola, A— 23, 61.
Navarro Vío)h. M— 223 y si
guientes hasta 235^ 238.
Negri, E— 243, 256
Nolasoo, C. M— 21.
O
O'Gorman, K-205.
Olivera, E— 217, 453.
Ortiz, J-348.
O. S. F— 342.
Oyuela, C— 282.
Pacheco, J. A— 30t;.
Padilla, T--54.
Paez, A— 327.
Paiau, Fr. R— 349.
Palomeque, i4— 63, 469.
Parodi, D— 206.
Pj^2 B 11.
Pelliza, M A— 220.
Penoa, J— 160.
Pica, C. A— 309.
Pita, P-60.
Pizarro, M. D. y A. S-70,
(468.
Plaza, V. de la— 80, 437.
Ponce, M--18.
Posse, A— -36.
Posse, F— 78.
Prado y Rojas, A— 16.
Price, B-3Ó0.
Prieto Valdés, C-325.
Q
Quesada, V. G— 138^ 237.
Quirno, G— 310.
Quiroga, D— 45. f
R
Ramaugé, Á— 170.
Revilla, E. R— 174.
. Reyes, 0—128.
Rivas Miguiiz, L — 173.
Rivas, P— 109.
Kobertson, C. F. H— 205
Roca, J. A— 443.
Rodriguez y Zeballos, M-~53
Rojo, C— 176.
Rosetti, Ecr-199.
s
Saile Echegaray — ^191
Saidias, A— 105.
Santa Olalla, E. M — 115.
Sarhy, J. F— 202.
Sarmiento, D. F-7-90, 92, l3t)
Sarmiento, F — 181.
Sarmiento, T — 65.
Sastre, M— 116, 124, 129.
Sauce, L. A— 466.
Scótti, C. F— 260,
Scotto, M. S— 309.
Schonhayder, C. A — 144.
Seclstraug, A— 2( ..
Shakespeare — 26b .
Sioen, A— 262.
S. N. V— 248, 253.
Solar, N. G— 67, 69,
Sterni de Bassano, A— 301.
Suduik, R— 155.
Susini, T-172.
-853-
Terry, I A— 432.
ry,
lies.
Trenes, M. R— 108, 104.
U
Ugalde. A— 56.
Ugairteche, A--16Í.
Un republicano — 108.
Uribuní, V— 182.
ürquiza, J. G-29.
Valdós, G-.164.
Várela, H— 8T'l.
Várela, J. C— 2731
Várela, L. V— 96, 97.
Várela, T— 40
Vasco, C. A. S, del— 195.
Vautier, J-257.
Veron, J — ^154.
Victorica, B— 13, 14, 15.
Victorica, R — 55.
Vidüla, N, E— 47.
Vigliones, L. A— 308.
Villarino de Carril, M. L—
(208.
Virasoro, V— 438.
w
Weyembergh, H— 78,
Williams, J. M— 158.
Zapata, J. V — 75.
Ztíballos, E. S— 214.
Zenavilla, E— 52.
Zinny, A— 106.
Publicaciones estranjeras.
Amunátegui, Miguel Luis.
D'Ursel, Cte. Charles.
Hippean, C.
Lemay, Gastón.
Loiifat, M. G.
Quesada, hrnest9.
Verbruggbe, Louis et Goor-
ges.
Libros americanos.
Alsedo y Herrera, Dionisio.
Garbo, PeÍro.
Gallegos Naranjo, Manuel.
Hernandeiz, Ramón.
Karl, Abel.
Mantilla, Daniel. *
Posada, Joaqum Pablo.
Tavera, Gonzalo. .
Vicuta Mackena, Benjamín.
m
iNí^ice.
CuAstíones internacionales « . ..^ji • • . •,•, • . Sf
Derecho-^Ci^ocias sociales— política» ^-^. * 15,
Té»w.:., :..;...:..?.*. so
Varios 38
Historia y bipgrafia ', 58
Pedf^ojia^FilDlojia , 91
Ciencias médicas — Ciencias Qsactas y natui^es — Vía- '
jes cientíñcos ...•^.•.. ii8
Tesis Í8S
Literatura. • ,. ÍI9^
Variedades......,., . 277
Novenas— Cat^cismos*-^Instraccioñes relijiosas.. .297
Estatutos y reglamentos — Informes y memorias . Si2
Publicaciones oficiales 313
Publicaciones estranjeras 329
Suplemento 339
Publicaciones americana^ $43
Índice alfaJ)ético 349
1
LA BIBLIOTECA POPUUR
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CRITICAS - NOTICIAS - CATALOGO
ilüiRIO MBtIOGMFI
DE LA
REPÚBLICA ARJENTINA
Año 11 — 1880
Director — Alberto Navaero Viola
Abogado
Secretario de ia Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
Corresponsal del Ateneo del Uruguay
1881
JBuexios Aires
25S'n < /. 1
r '- . «
I—Memoria del HUnisterio de B elaciones
Esteriores, presentada al Honorable Congreso Na-
cional en 1880. Buenos Aires «La República»-— Impren-
ta Especial de Obms^ calle Belgrano número 189. 1880.
En 4 <=^, 289 y 464 ps.
Esta Memoria fué elevada por el Ministro Doc-
tor Benjamín Zorrilla con una breve nota, de 31
de agosto de 1880, en la que se disculpa de no pre-
sentar la reseüa de los trabajos realizados en el
año anterior, pues se ve apremiado á enviar al H.
Congreso los documentos oficiales que debian for-
mar los anejos de la Memoria, sin testo, ni esclare-
cimiento sobre ellos, por la urjencia de tiempo
con motivo de los acontecimientos de junio.
La primera parte — ^289 ps. — contiene la corres-
pondencia diplomática, dividida por naciones en 21
anejos. Los tres últimos presentan los cuadros de
— 6 —
la Secretaria de Relaciones Esteriores, del Cuerpo
Diplomático arjentino y del estranjero.
La segunda parte — 464 ps. — contiene la corres
pondencia é informes consulares, divididos tam-
bién por naciones en 22 anejos, el último de los
cuales está formado por el mensaje remitiendo al
H. Congreso el proyecto de ^Reglamentación Con-
sular, y por la lista completa del Cuerpo Consular
arjentino y estranjero.
liada hay en esta Memoria que llame la aten-
ción.— El último año del Gobierno del Dr. Avella-
neda puede decirse que fué un año de movimiento
interior, de evoluciones fructíferas en el seno mis-
mo del pais, en tanto qua las cuestiones esternas
permanecían en statu quo, y las grandes necesida-
des de reformas y reglamentación, ya del Cuerpo
Consular como del Cuerpo Diplomático, esperaban
mejores tiempos, para formularse y realizarse ba-
jo horizontes políticos más serenos.
Quiero, sin embargo, indicar someramente los
asuntos que se han tramitado en lo que se refiere á
las relaciones de la República Arj entina con las
naciones americanas, siguiendo más ó menos el or-
den en que los documentos figuran en la Memoria.
Esta indicación demostrará que las grandes cues-
tiones no se han ventilado, ni tocado siquiera, y el
despacho del Ministerio de Relaciones Esteriores
se redujo á aquellos asuntos que es imposible dejar
de proveer ó demorar en su cumplimiento.
Brasil — Notas cambiadas con la Legación del
Brasil sobre la entrega de unos desertores refujia-
dos en Restauración y la fuga de uno de ellos.
Convención sobre dilijenciamiento de ecshortos,
acuerdo para la ejecución de cartas rogatorias, fir-
mado por el Dr. Lúeas González, Ministro deR6-
laciones Esteriores y el Sr. Barón de Araujo Goñ-
— 7 —
din, Enviado Estraordinario y Ministro Pleni-
potenciario del Brasil, el 14 de febrero de 1880, y
aprobado el 17 del mismo mes, en calidad de so-
metérsele al H. Congreso.
Notas relativas al fallecimiento deljeneral Oso-
rio, Marqnés do Herval.
BoLiviA — Nota del Enriado Estraordinario y Mi-
nistro Plenipotenciario de Bolivia, D. A. Guijarro,
comunicando con fecha 25 de febrero de 1880 que el
jeneral Campero ha sido nombrado Presidente
Provisorio de esa República; y contestación del
Gobierno por intermedio del Ministro Dr. Lúeas
González.
Otra nota con el mismo objeto, fecha 21 de enero,
del Ministro de Relaciones Ésteriores de la Repú-
blica de Bolivia, D. Ladislao Cabrera ; y contesta-
ción del gobierno por intermedio del Ministro Br.
Lúeas González.
Chilb — Todos Iqs documentos concernientes al
retiro de la Legación Arj entina en la República
de Chile, < por no haber el H. Senado Nacional
prestado el acuerdo prescrito por el inciso 10, art.
86 de la Constitución para el nombramiento de un
Encargado de Negocios en ese pais,y haber venci-
do el plazo que la misma ley fundamental concede
para la duración de los nombramientos de los ajen-
tes diplomáticos hechos por el P. E. en el receso
del Congreso > ; siendo este el caso en que se en-
contraba el Sr. D. Mariano Sarratea.
Documentos relativos á haber sido tomada por
fuerzas chilenas una tropa de ganado que lleva-
ban al Perú los Sres. Puch, Gómez y Ca. — El recla-
mo del Gobierno Arj entino por intermedio de su
ájente diplomático en Chile, Sr. D. Mariano E. Sar-
ratea, pasó á informe del Señor jeneral en jefe del
Ejército del Norte^ según nota del Ministro de Re-
— 8 —
laciones Esteriores de Clile, D. Miguel Luis Ama-
nátegui, de 13 de setiembre de 1880.
Estados-Unidos— Nota del Sr. Ministro Residen-
te en esta República, jeneral Tomás O. Osborn, de
18 de noviembre^ solicitando datos sobre la cantidad
de oro y plata que en metálico y lingotes hay en la
Tesorería, en los Bancos y en circulación ; de papel
en circulación; producto anual de las minas de
oro y plata, esportacion, importación y consumo
en las artes y manufacturas. Contestación detalla-
da de 19 de diciembre, del Ministro Dr. Lúeas Gon-
zález.
Paraguay — La Legación Arj entina en el Para-
guay, representada por D. Tristan Achával Rodrí-
guez, remite copia de las notas cambiadas con su
gobierno sobre internación de algunos ciudadanos
argentinos, y otras con el mismo objeto entre el
Ministerio de R. E. de la República' Arj entina y
el Encargado de Negocios del Paraguay residente
en Buenos Aires, señor Carlos Saguier.
Notas cambiadas con la Legación Arj entina en
el Paraguay con motivo de un proyecto de dilijen-
ciamiento de ecshortos entre esta República y el
Paraguay.
Perú — No tas de la Legación del Perú, represen-
tada por el Dr. Aníbal Y. de Latorre, comunicando
el decreto espedido por su Gobierno sobre la espor-
tacion de los productos de la provincia de Tara-
pacá.
Correspondencia cambiada con la Legación Ar-
{* entina en el Perú, representada por el Dr. José E.
Jriburu, relativa á los trabajos practicados por el
Congreso de Juristas en Lima.
El Ministro del Perú presenta una carta autó-
grafa del señor Piérola, con motivo de haber sido
elevado á la Presidencia de esa República.
— 9 —
El Ministro del Peni remite dos despachos de
sa Ministro de Relaciones Esteriores.
Retiro del señor Ministro del Perú, Dr. Anibal V»
de L atorre.
República Oriental dbl Uruguay — El Ministro
de Relaciones Esteriores de la República Oriental
del Uraguay, Dr. Gnalberto Méndez, solicita la
estradicion de LuisN. (a) Quibebe; y notas relati-
vas á este asunto.
Id. id. id. la estradicion de líemecio López ; y
notas relativas á este asunto.
Id. id. id. la estradicion de Juan Antonio Bello ;
y notas relativas á este asunto.
Id. id. id. la estradicion de Ramón Guerrero ; y
notas relativas á este asunto.
Id. id. id. la estradicion de Anjel Adieco y Rei-
naldo Rodríguez ^ y notas relativas á este asunto.
Correspondencia cambiada con la Legación Ar-
jentinaen Montevideo, por haber el Vice-Cónsul
Arj entino en el Salto ecsijido el despacho en ese
Consulado, al vapor «Baby> .
Carta autógrafa del Dr. D. Francisco Vidal, co-
municando que ha sido elevado á la presidencia de
la República Oriental del Uruguay el 22 de marzo
de 1880 ; y contestación.
Rbpi5blica del Salvador — Reconocimiento del
Dr. D. José Agustín de Escudero como Encargado
de Negocios del Salvador, el 9 de^ abril de 1880.
Él Ministerio de Relaciones Esteriores de la Re-
pública Argentina estuvo desempeñado, desde
13 de setiembre de 1879, por el jeneral D. Do-
mingo F. Sarmiento;
12 de octubre del mismo año, por el Dr. D. Lúeas
González ;
-.10 —
7 de junio de 1880, por el Dr. D. Benjamin Zor-
rilla ; y
12 de octubre de 1880, ppr el Dr. D. Bernardo de
Irigóyen.
2— mota, del ijlenipoteneiario peraano al
jefe de la Cancillería Argentina sobre la Circular del
Ministerio de Relaciones Esteriores de Chile referente
á la Conferencia de Arica. Buenos Aires. Imprenta de
obras La Nación^ San Martin 208. 1880. En 4 ^ me-
nor^ 24 ps.
El Ministerio de Relaciones de Chile dirijió en
10 de noviembre de 1880 una circular á los repre-
sentantes de las naciones amigas, tendente á pro-
bar á sus respectivos gobiernos que las condiciones
ecsijidas por los Plenipotenciarios de Chile en la
Conferencia de Arica eran las únicas aceptables,
6in tener nada de vejatorias.
El Ministro del Perú, Dr. Evaristo Gómez Sam-
43HBZ, rebate esa circular en nota al jefe de la Can-
cillería Argentina, de 15 de diciembre del mismo
año, esponiendo la mala fé que cree descubrir por
parte del gobierno de Chile, el cual «no aceptó la
mediación con el ánimo de buscar la paz estable y
equitativa de que habla la circular de su Cancille-
ría;» y rechazando todas sus pretensiones en un
análisis de la circular.
< El Perú nd aceptarla jamás la conquista, dice
entre otras cosas, cualquiera que sea el nombre con
que se la disimule para escarnio de los pueblos
que se intenta conquistar é ignominia del conquis-
tador. >
i
-^11 -
3— Caestion de línritei» entre la BeppJUlieii
Argentina y el Para^viay. Ojeada retrospectiva
por UNOS AMIGOS DB LA JUSTICIA. Buenos Aires. Im-
prenta de Pablo E Coni, especial para obras. 60— Calle
Alsina— 60. 1880. En 4 ® menor, 64 ps.
Los autores se proponen demostrar que el fallo
arbitral de Mr. Hayes en la cuestión de límites en-
tre la República Arientina y el Paraguay, ise
fanda en el ecsámen ae títulos y documentos ante-
riores á 1810, ecshibidos por las partes contendien-
tes. > Analizan las conferencias, aducen los recuer-
dos históricos que se relacionan con esa cuestión
de límites, recorren rápidamente los documentos
presentados por parte del Paraguay y terminan
encomiando el deseíopeño del Ministro Arj en-
tino Doctor Manuel R. Garcia, < por la perfecta
competencia con que se ha espedido, dados los ele-
mentos escasos de que fué provisto como medio de
información. >
«Baste recorrer la Memoria que redactó en de-
fensa de los derechos arj entines, dicen, para con-
vencerse deque el distinguido publicista ha dado
Sruebas evidentes de lo que pueden la laboriosi-
ad y el patriotismo, al servicio de un talento que
penetra, con la luz de una estensa erudición y de un
frió discernimiento, en el enmarañado campo de los
antecedentes del réjimen colonial. >
El fallo arbitral fué datado en Washington el 12
de noviembre de 1878, y el Dr. Garcia lo comunicó
dos dias después á su Gobierno en una nota consi-
derada siempre como un notable documento diplo-
mático. Si hubiese de hacerse cargos á los que in-
tervinieron en ese juicio, tan desgraciado parala
República Arj entina y tan fiel é inmediatamente
acatado por ella, no serian, ciertamente, dirijidos
-^ 12 —
contra el Dr. García, que < llenó su delicada comi-
sión de la manera más cumplida y honorable, en
un grado superior al que jeneralmente imajinaa
los que han consagrado á la materia un estudio es-
pecial. »
4~liqnilibrio intemacioiíal. Ensayo sobre su
origen y aplicaciones en América. Por E. VillapaSe.
Buenos Aires. Imprenta de El Nacional, Bolívar 65 y
67. 1880. En8<=>, 27 ps.
Trabajo dedicado al Dr. Miguel Cañé, quien
agradece al autor esta ñneza en una carta de la que
tomo las siguientes apreci^iones que resumen el
Ensayo:
« Es una voz de protesta, una voz autorizada
que no busca su apoyo en las consecuencias transi-
torias de nuestra política nacional, sino en la in-
flecsible verdad de la historia, que nada ni nadie
puede falsear.
«HaceVd. la condenación del derecho de con-
quista, siguiendo las ideas que como hombre ilus-
trado ha bebido en las buenas fuentes, que como
arjentino profesa para su pais, como americano
desearía ver implantadas en el continente. »
El folleto fué escrito con motivo de los sucesos
del Pacífico.
5— £1 Doctor Avellaneda y la guerra del
Paciflco por Eugenio Caballero. Buenos Aires. Im-
prenta y hbreria de Mayo, calle Perú 115. 1880. En
16<=>,24ps.
-13 —
Este panfleto contiene una esposicion breve de
los antecedentes de la guerra del Pacífico, estudia*
dos al par de los actos de la diplomacia arj entina
en lo relativo á nuestra cuestión con Chile. De esa
esposicion severa, pero justa y esactísima, se des-
prende la condenación del pacto Fierro- Sar ratea y
del tratado Balmaceda-Montes de Oca, rechazados
unánimemente por el Senado de la Nación y por
la opinión del pais entero.
£1 autor hace caer toda la culpa de estos estra-
vios diplomáticos sobre el ex-Presidente Dr. Ave*
Uaneda, personalizándose con él y dando á su in-
teresante trabajo un carácter chocante de agresión
y de encono.
6— Proyecto de org^anizaeion y reg^lamento
del Cuervo ^Diplomático Argentino, trabaja-
do por órcfen del Ministerio de Relaciones Esteriores
de la República Argentina por el Dr. D. DAmaso Cen -
TBNo. Buenos Aires. Establecimiento tipográfico- Libra-
do La Patria. 79— Calle de Cuyo— 79. 1880. En 8®^
52 ps.
Contiene en 155 artículos las disposiciones refe-
rentes ala organización del Cuerpo Diplomático, á
su nombramiento, principio de sus funciones, emo-
lumentos, deberes y atribuciones délos jefes de
Legación, del secretario y demás empleados, etc.,
con un comentario del autor que sigue su pro-
yecto capítulo por capítulo.
El dictamen del Dr. Antero Carrasco, Sub-Secre-
tario del Ministerio de Relaciones Esteriores, ¿
quien se encomendó el estudio de este proyecto,
asegura que no solamente es el reglamento más
completo, sino que puede llamársele un manual de
- 14 —
Derecko Diplomático, pues «marca al Ajea te la
regla de conaucta á seguir desde sa nombramiéüto
hasta el término de su misión. »
« Fuera de la ley de 1856, que estatuye sobre
sueldos puramente, la República no tiene hasta
ahora ley ni decreto alguno que determine las
funciones y atribuciones del Cuerpo Diplomático.»
El H. Congreso á quien pasó- el proyecto de Segla-
mewío confeccionado por el Dr. DÁaiAso Cbktbno,
no se ha ocupado aún de este asunto.
--CIENC
Y— Proyecto de Códig^o de proeedimlemtos
formulado por una Comisión especial de la Cámara
de Diputados de la Provincia Buenos Aires. Impreni»
de « El Parlamento » , Cangallo 48. En 4 ® n>eiM)r,
Ii4p8.
La Comisión Especial/ compuesta de los Docto-
res Antonio Bermejo, Cbfbrino Araujo, Anjbl E.
Casares, José M. Cantilo y Luis Correa Larguia,
presentó en octubre de 1879 su proyecto de refor-
mas ala Ley de Enjuiciamiento promulgada el 31
de octubre de 1878.
«Cuatro meses apenas habia rejido esa ley, decía
el miembro informante de la Comisión, doctor Ber-
mejo, cuando esta Cámara comprendió que las eesi-
jencias jenerales por su reforma habiau llegado á
revestirlas proporciones de un clamor públicow»
— Es un detalle típico : da la medida de la ins-
tabilidad de las leyes, precisamente en mate-
rias en que es más esencial la estabilidad para
— 16 —
salvar y pro tejer intereses jenerales. El mis-
mo diputaao justifica la necesidad de modificarla
ley entonces vijente, agregando «que ella podrá
llegar á ser todo lo que se quiera con el andar del
tiempo, menos una cosa: peor de lo que es.»
Muchas son las innovaciones introducidas por la
Comisión, la cual, sin embargo, «la considera den-
ciente.> — El proyecto se resiente, sin duda, de la
precipitación de su confección, v más que nada de
la pésima base sobre que ha sido elaborado. Esas
correcciones sucesivas de errores fundamentales ó
inconvenientes de menor alcance, no podian sino
producir una obra defectuosa y hasta contradic-
toria.
Entre las reformas de alguna importancia del
proyecto, deben citarse la del título2®, artículo
§7, que versa sobre la escepcion de incompetencia;
sobre la responsabilidad de los procuradores, que
la Comisión «hacreido haber dado resultados con-
traproducentes, alejando de los Tribunales á aque-
llos procuradores capaces de hacer frente á una
condenación en costas, tanto por los bienes de que
podian disponer, como por el crédito de que goza-
ban; la regulación de los honorarios de jueces y
Procuradores por el juez de la causa, como se usa-
a anteriormente, salvo ciertas limitaciones y ga-
rantías; etc.
Este proyecto señala, no obstante, como se ha ase-
gurado, «un progreso evidente en el modo de enca-
minar los juicios,abrevia sus tramitaciones, subsana
muchas deficiencias de la ley anterior y abre, por
así decirlo, una nueva era para la administración
4e justicia.»
— 17 —
8— CodÍ£:o de procedimientos en materia ci-
vil y comercial de la Provincia de Buenos Aires. Edi-
ción oficial. Buenos Aires. Imprenta de la Peniten-
ciaria 1880. En 8 "=^, 189-v ps.
Es el proyecto anterior, deñnitivamente sancio-
nado; mandóse imprimir el 20 de agosto de 1880.
Está formado de 29 títulos con 815 artículos y un
apéndice que contiene los artículos de la ley de 31
de octubre de 1878 sobre regulación de honorarios y
costas, cuyas disposiciones subsisten hasta que la
Lejislatura dicte una ley especial.
Los títulos son :
I— Disposiciones jenerales.
II— Juicio ordinario.
III—Recursos.
IV — Procedimiento ordinario en segunda ins-
tancia.
V — Recurso de queja por denegación ó retardo de
justicia.
VI — Id por inaplicabilidad de ley ó doctrina
legal.
VII — Queja y recurso sobre constitucionalidad ó
inconstitucionalidad.
VIII — Recusaciones.
IX — Incidentes .
X — ^Cuestiones de competecia.
XI — Juicio de jactancia.
XII — ^Juicio ordinario en rebeldía.
XIII — Embargos preventivos.
XIV — Ejecuciones.
XV — Ejecución de las sentencias.
XVI — ^Id délas dictadas en pais estranjero.
XVII— Interdictos.
XVIII — ^Juicio de desalojo.
XIX — Declaratoria de pobreza.
— 18 —
XX— Juicio de alimentos provisorios -y ^e litis
espensas.
XXI— Juicio de mensura, deslinde y amojona-
miento.
XII — Testamentarias.
XXIII — Juicio ab-intestato y de herencia va-
cante.
XXIV — Apertura áe testamentos cerrados.
XXV — Protocolización de testamentos ológra-
fos.
XXVI — Concurso civil de acreedores.
XXVII — Juicio de arbitros.
XXVIII — Juicio de amigables componedores.
XXIX — Disposiciones transitorias.
Apéndice.
9— Ijey de eiijiiiciaiiiieiito cítU de la pro-
Tineia de Mendoza. Abril de 1880. Imprenta de
«El Constitucional».^ En 4®, 134 ps, y 4 de índice y
errata.
Esta nueva edición del Proyecto de ley de en-
juiciamiento para la provincia de Mendoza^ de que
me ocupé en el número T^ del Anuario de 1879
— proyecto que tiene fuerza de ley actualmente,—
está plagada de incorrecciones, muchas de la cua-
les se han salvado en una larga errata final. En
cambio, conserva las notas al pié de los artículos
con las concordancias y opiniones de los codifica-
dores, que facilitarán la interpretación y evitarán
tropiezos.
-^19-
10-€ódieo rural déla proTÍnciadeBiieii«»
Aires, seguido de la ley general de tierras públicas san-
cionada en 1878, del decreto reglamentario de la misma
y de la ley sobre cercos y caminos generales, de mayo
de 1880. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni^
especial para obras, 60, calle Alsina, 60. 1880. En 4 ^'
menor, 94-xv ps.
4
Terminadas las primeras 64 ps. hay nueva cará-
tula que dice: «Ley general de tierras públicas de
la provincia de Buenos Aires, sancionada en 1878,
seguida del decreto reglamentario de la misma y
de la ley sobre cercos y caminos.
Véase el Anuario Q.nterior número V2 por lo qu^
respecta al Código rural. Las leyes y decretos
que acompañan esta edición son, propiamente, el
complemento del Código.»
11— Códig^o rural de la proTlnclade üien-
doza. Junio de 1880. Imprenta ae «El Constitucional».
En 4^, 23 ps. á dos columnas.
Sancionado el 12 de mayo de 1880, bajo el go-
bierno del Señor Villanueva.
1!S— BeperÉorio de la Jnrlspradencla esta-
blecida por la Suprema Corte de Justicia de la pro-
vincia de Buenos Aires desde 1875 á 1879, por el Dr.
Antonio L. Gil. Buenos Aires. 5884— Imprenta del
•Poi-venir» Defensa 183. En 4'=^ menor, 194 ps.
Consiste el Repertorio de jurisprudencia que ha
publicado el distinguido joven doctor Antonio L.
- 20 —
OiL, en la compilación alfabética de las causas
sentenciadas por la Suprema Corte de Justicia de
la proYincia de Buenos Aires, con la esposicion su-
maria de la jurisprudencia que cada sentencia es-
tablece. Todos los fallos están citados en la obra
con referencia á los Acuerdos j Sentencias de ese
mismo Tribunal, indicándose el volumen y la paji-
na, de modo que facilita la compulsación, cuando
no basta el resumen contenido en el Repertorio,
El autor ha realizado un trabajo de honrosa la-
bor, un verdadero justificativo de la cita de Celso
con que encabeza su introducción: «El conoci-
miento de las leyes no consiste en retener sus pa-
labras, sino en penetrar su espíritu y aplicación—
Scire leges non est earum verba tenere^ sed vim ac
potestatem; — y merece el aplauso de los abogados,
á quienes ahorra fatigas, y de todos aquellos que
miran con buenos ojos los adelantos y aprovecha-
mientos intelectuales.
13— iDigesto de ordenanzas, reglamentos
y aenerdofii de la Municipalidad de la ciudad de Tu-
cuman por Zenon J. Santillan, secretario municipal.
Impresión municipal. Buenos Aires. Imprenta de Pablo
E. Coni, especial para obras. 60, calle Alsina, 60 1880.
En 4^ menor, 210 ps.
El Dijesto de la Municipalidad de Buenos Aires
publicado en 1877, ha servido de ejemplo á otras
colecciones de ese jénero. La que ha dado á luz
en Tncuman el Señor Zenok J. Santillan, es una
de las mejor dispuesta y más lójicamente orde-
nada.
Empieza con la trascripción del capítulo VI do
j
— 21 —
la Constitución de la Provincia, que trata del réji-
men municipal;siguealale7 de municipalidades j
todos los reglamentos referentes á la organización
interna de la Corporación, lo. mismo que todas las
disposiciones administrativas sobre mercados, im-
puestos, etc.
Continúan, por su orden, las secciones de hijiene
pública, obras públicas, hacienda, seguridad é ins-
íraccion pública ; terminando con un índice alfa-
bético detallado.
14— Colección de ordenansas, reelamentos
y decretos sobre servicio municipal de la provincia
de San Juan. Publicación oficial. San Juan. Imprenta
de «El Zonda». Salta 33. 1880. En 8 *=*, 54 ps.
De carácter puramente local, como el anterior,
tiene la desventaja de no ser un verdadero Dijesto,
sino una reunión parcial de disposiciones munici-
pales poco importantes.
15— ]>Í£esto eclesiástico argentino, recopila-
ción de leyes y decretos, bulas, pastorales, constituciones,
etc. que se refieren á la iglesia nacional ampliada con
dirersas disposiciones estensivas á toda administración,
por Juan Goybna, Oficial Mayor de la Capitania Gene-
ral de Puertos (Comprende desde 1810 hasta 1880). Pu-
blicación aprobada por S. E. Revma. el señor Arzobispo
Dr. D. Federico Aneiros, en cuanto á la parte eclesiás-
tica. Buenos Aires. Imprenta especial de obras, Belgra-
no 179. 1880. En 4<=> menor, 287-v ps.
El Dijestoáél Señor JuAírGoYBirA está dividido
2
— 22 —
ea los ocho libros siguientes, 7 termina con ttt^
tabla alfabética que favorece cualquier investigar
eion 7 consulta
^ Libro 1 ® Disposiciones eclesiásticas diversas--^
disposiciones jenerales, administrativas 7 otras^
aphca?bles al clero.
Id 2® Sobre iglesias 7 parroquias.
Id 3^ Sobre conventos.
Id 4^ Sobre relijiosos enjeneral.
Id 5^ Sobre capellanías, rentas, bienes 7 bene-
ficios eclesiásticos.
Id 6^ Sobre matrimonios.
. Id 7^ Sobre cementerios, inhumaciones 7 ecs-
tiumaciones.
Id 8*^ Sociedades católicas de beneficencia 7 ca-
ridad.
Esta recopilación, pues, tiene tanto interés civil
comorelijioso, 7debe estar igualmente en las ma-
nos de los abogados 7 en las de los miembros del
clero.
16— ArchÍTO municipal de Córdoba Libro L
Córdoba. Establecimiento Tipográfico de«LaCarcaja
da». 1880. En 8<=>, 642 ps.
Por encargo del Consejo Comunal Ejecutor, Don
Josié J. Saktillak Velbz, Pro-Secretariodel mismo
Consejo, publica el primer libro del Archivo mu
nicipal de Córdoba. Es una de la^ impresiones más
límpidas 7 correctas que se conocen de las tipogra-
fías del interior. Empieza por documentos del añO'
I57I7 alcanza sólo ^^ año|1587, terminando con un
índice alfabético bastante minucioso. Es de sentir
que los documentos no lleven un encabezamiento
sumario, que facilite las investigaciones por
— 23 —
ijadieaciones breves, pues el índice salva única-
mente en parte esta deficiencia. El archivo está
copiado íntegramente, conteniendo hasta la traza
dé la ciudad, cuya acta de fundación se rejistra en
h p.l9. Como es consiguiente en una obra seme*
jante, hay de todo, bueno y malo, prevaleciendo
los acuerdos, nombramientos, marcas, etc. sin tras-
cendencia para la historia municipal de Córdoba,
aunque posean otro jénpro de importancia.
lY— Registro oficial de la República Ai*-
ICentina que comprende los documentos espedidos des-
de 1810 hasta 1873. Tomo segundo, 1822 á 1852. Publica-
ción oficial. Buenos Aires. «La República». Imprenta
especial de obras, calle de Belgrano número 189. 1880.
Bn4®, xxxrv-584ps.
Véase el núm. 03 del Antuirio anterior.
Por orden cronolójico y numeración de los do-
cumentos. Este tomo alcanza hasta el 3 de febre-
ro de 1852 y contiene los documentos del número
1564 al 2885.
18— Registro oficial de la proTineia de Bue-
nos Aires. Afio 1879. Buenos Aires. Imprenta de la
Penitenciaria. 1880. En 4"=', 672 ps.
Por orden cronolójico. Lleva al final una tabla
alfabética del libro y otra por orden cronolójico del
Rejistrodel879.
— 24 —
19— Disensión de la ley de sellos para 1880 en
la Cámara de Diputados de la Provincia. Discurso
pronunciado por el Diputado Francisco Seeber al pro-
poner la forma progresiva limitada en el impuesto a las
herencias y donaciones. Buenos Aires^ Enero 1880. Im-
prenta á vapor de Juan H. Eidd, calle Corrientes 117.
1880. En 8®, 19 ps.
Sesión de 28 de enero
Sostiene el siguiente proyecto de artículo, que
corresponde al 13 ^ de la ley de sellos :
« La primera foja de las hijuelas, así como la de
las escrituras de donaciones se estenderán en un
sello del valor con arreglo á la escala siguiente :
«1 ^ Cuando la herencia ó donación tuviese lu-
gar entre estraños :
«Seis por ciento sobre el importe de la herencia
ó donación, si escediese de quinientos mil pesos
moneda corriente ;
«Cinco por ciento en las cantidades que no pasen
de este valor.
c2^ Cuando la herencia ó donación se verificase
entre colaterales :
cTres por ciento sobre el importe, si éste escedie-
se el valor de quinientos mil pesos moneda cor-
riente ;
cDos por ciento si no pasa este valor.
cS ® Cuando la herencia ó la donación recaiga
en herederos forzosos :
«Uno por ciento sobre el importe, de ellas cuando
el valor esceda de quinientos mil pesos moneda
corriente ;
«Medio por ciento si el valor no pasa de dicha
cantidad.
<4 ® Esceptúanse del imj^ues tolas cantidades que
no alcanzan á cincuenta mil pesos en las herencias
— 26 —
ó donaciones que recaigan en herederos forzosos ó
colaterales. »
dO— El Código de Comercio argentino con-
cordado y comentado por Manuel Obabrio^ Ca-
tedrático de Derecho Comercial y Penal de la univer-
sidad de Buenos Aires. Tomo segundo. Buenos Aires.
Imprenta de M. Biedma^ calle Belgrano 133 á 139. 1880.
En 8 *^ , por entregas.
En 1877 publicó el Doctor Obarrio el primer
tomo de la obra fundamental que ha emprendido,
alcanzando sus comentarios hasta el articuló 190 de
nuestro Código de Comercio.
Diversas atenciones le han hecho demorar su
trabajo, que en 1880 ha empezado á dar por entre-
gas, a fin de satisfacer el anhelo de los estudiantes
y la imperiosa necesidad de un testo arjentino-
Estas entregas han llegado á unas 200 ps. más ó me-
nos, que comprenden el primer título del segundo
libro. Espero su continuación para ocuparme de
la obra con la detención y estudio que ella me-
rece V que notables escritores estranjeros han de-
dicaao ya al primer volumen.
Entre tanto, puede anticiparse una lijera indi-
cación sobre el método seguido por el autor.
El Dr. Obarrio, jurisconsulto de indisputable fa-
ma. Catedrático de Derecho mercantil y penal en
la Universidad de Buenos Aires desde varios años
atrás, conoce la doctrina y la letra, la razón de
cada disposición y los términos de ella, hallándost
prenarado como pocos, por el largo ejercicio del
profesorado y la profesión y por la práctica cons*
tante de la materia, para dotar al pais de un Co-
mentario bajo todos aspectos sobresaliente.
Sisuiendo el orden áél Código, el Dt. Obaírid
toma el artículo correspondiente, trascrribe las eoíi''
cordancias conocidas de los Códigos de Comercio
estranjeros ó sus relaciones con nuestro Código
Civil, y entra á estudiar el alcance de la disposi-
ción, la teoriajurídica á que responde, las dificul-
tades ó diverjencias suscitadas, que á su vez espli-
ca, y la doctrina de nuestros tribunales al respecto,
denniendo y dividiendo con claridad, citando latí
autoridades y sirviéndose de las fuentes más segu-
ras en apoyo de sus opiniones, que no siempre se
mantienen de acuerdo con el Código Arj entino, de
cuya reforma reconoce con frecuencia la apre-
miante necesidad.
Su procedimiento analítico es lento ; pero su obra
será completa.
SI— Ijecciones isobre el Código de Comer-
cio Argentino por Nigeforo Castellano^ Abogado
y profesor de Derecho comercial y penal de la Univer-
sidad Nacional de San Carlos. Primero y segundo li-
bros. Córdoba. Imprenta del «Eco de Córdoba». 1880.
En 4*^ menor, iv-358 ps.
El Dr. NicÉPORO Castellano, Catedrático de De-
recho penal y comercial en la Universidad de San
Carlos, ha publicado sus Lecciones sobre el Código
de Comercio Arjentino^ que no pueden llamarse
con propiedad un compendio, aunque no tengan la
vasta latitud del Derecho Comercial del Dr. Obar-
rio — V. el N® SO, — que será en la materia, uno
de los trabajos de más amplio desenvolvimiento.
El autor no ha abrigado otro propósito que for-
mar un libro de testo, y al tomar de guia el Códi-
— 27 —
go, < sintetiza sus doctrinas y esplica, con la bre-
vedad posible, sus artículos.»
El tomo publicado abarca los dos primeros libros
de nuestro Código y del proyecto de reformas ; á
saber: las personas del comercio y los contratos.
La esp )sicion es racional y metódica, abando-
nando muchas veces, según la lójica lo requiere,
«1 orden de los artículos dentro de cada título, y
aún el orden délos títulos mismos, para presentar
las ideas culminantes, que presiden una serie de
disposiciones, en el lugar que preferentemente les
corresponde.
Los comentarios, sobrios y escojídos, corroboran
las apreciaciones, y por lo regular satisfacen y de-
ciden la opinión en los casos discutibles ó de doc-
trina dudosa.
Abundan las concordancias con la lejislacion ci-
vil, como también la indicación de las disposicio-
nes análogas ú opuestas de los códigos, y la com-
paración con las lejislaciones estranjeras.
Sin embargo, adolece de defectos como libro de
testo. La esposicion no conserva siempre la clari-
dad indispensable; los comentarios y observacio-
nes deíicientes en una que otra parte, suelen dete-
nerse demasiado sobre cuestiones de poca monta,
teorías insignificantes, detalles de escasa ó remota
aplicación.
Por lo demás, las Lecciones llenan su objeto, y
Sueden constituir, una vez terminadas, una obra
e enseñanza propia para el estudio facultativo,
«iempre que se la amplié en el aula con esplicacio-
nes orales.
— 28 —
S2— liStndios sobve el Cédig^o de Comercio'
por Amanojo Alcorta catedrático de derecho inter-
nacional en la Universidad de Buenos Aires. I— Re-
formas al Código de Comercio. II Choques y Aborda-
jes. Buenos Aires. C. Casa valle. Editor. Imprenta y
Librería de Mayo, Perú 115. 1880. En 4®, 211 ps.
El doctor Amaütcio Alcorta es lino de los hom*
bres más distinguidos de la jeneracion á que per-
tenece. Hoy cuenta treinta y nueve años de edad^
y ha figurado ya en primera línea, descollando
siempre por su dedicación, por su laboriosidad, por
la estension de sus conocimientos, cualquiera que
haya sido el puesto que la política le deparase —
diputado, ministro de gobierno de Buenos Aires,,
8 residente del Directorio del Ferro-Carril del
este, etc.
Como, abogado, no sólo posee la práctica de la
profesión á que 'se ha dedicado preferentemente y
por necesidad, sino que pasa con razón en nuestro
foro por una de las intelijencias bien nutridas y
mejor preparadas, dispuesta á abordar y dilucidar
con écsito toda cuestión de derecho, merced á la je-
neralidad de sus profundos estudios que abarcan
las múltiples ramificaciones de las ciencias j urí di-
cas. Su opinión, frecuentemente solicitada, merece
el respeto de los letrados ; su juicip recto é impar-
cial tiene, para los que conocen sus talentos, el
peso de una sentencia; y no habria ecsajeracion en
aplicarle la^si espresiones queHenrionde Pansey
dedica á los grandes juriconsultos « cuyos pensa-
mientos son tesoros paralas naciones cultas »,
Su vida ha sido de trabajo constante. Como publi-
cista, ha dado á luz una serie no interrumpida de
libros, entre los cuales sobresale, por lo vasto de la
concepción y la riqueza del desempeño; su Tratada
— 29 —
de Derecho Internacional, de que sólo se ha impre-
so el primer volumen.
En el año 1880 el Dr. Al corta ha publicado las do»
obras que aparecen en este AnicariOyj como no se-
rán, ciertamente, las últimas de su fecunda pluma,
he querido presentarlo, en dos palabras, tal como lo
considero— un jurisconsulto eminente — antes de
eesaminar su producciones.
Los Estudios sobre el Código de Comercio abar-
can dos trabajos aislados, aunque conecsos por la
materia, la tendencia y la forma de que se sirve el
autor.
El primero trata de las Reformas al Código de
Comercio^ y reconoce por base el Provecto de refor-
mas que presentaron en 1873 los doctores Sisto
Villegas y Vicente G. Quesada, á quienes el Go
biemo Nacional habia encomendado esa obra por
decreto de 14 de octubre de 1870 en cumplimiento
dennaley del mismo año. Sometido el trabajo á
la aprobación del Congreso, la Cámara de Diputa-
dos, que lo recibió la primera, lo pasó á la comisión
de su seno revisora ae Proyectos de Código, de la
cual formaba parte el Dr. Alcorta, diputado por
Buenos Aires.
La Comisión no se ha espedido todavía ; pero el
Dr. Alcorta, que dejó de ser diputado, ofrece á sus
antiguos colegas los apuntes y observaciones reco-
jidas por él para la discusión del Proyecto^ útiles
cuando quiera que el Congreso llegue á ocuparse de
ese asunto tan delicado como trascendente.
El autor sólo alcanzad estudiar el primer libro
del Código de Comercio y dos títulos del libro se-
gundo. Se detiene con preferente atención en aque-
llos pasajes cuya redacción cree necesario modiñ-
car o cuyas doctrinas no acepta por las razones que
breve y sumariamente espone; yeolocaencolum-^
-30-
nas j^aralelas 7 correspondientes los artículos del
Código de Acevedo y Velez, los del Proyecto de
Villegas y Quesada y los queá su vez propone en
reemplazo de ellos, vaciando así su opinión en la
precisión severa de la forma codificada.
Estos cuadros facilitan notablemente la aprecia-
ción de las diverjencias, que los comentarios ana-
líticos, la discusión teórica y los ejemplos de lejis-
laciones estranjeras, aducidos selectamente y con
tacto crítico, complementan y esclarecen.
El estudiante y publicista D. Ernesto Quesada
ha hecho, en un artículo de La Nación, un parale-
lo entre esta parte del libro del Dr. Al corta y el del
Dr. Obarrio — V. el n. í¿0; — paralelo juicioso por
lo que respecta al método seguido por ambos escri-
tores, aunque infundado en los cargos que les diri-
je, si se tiene por un momento en cuenta la íudole
diversa de esas obras, el — espíritu esclusivameate
crítico y reconstructor de la primera, la magnitud
espositiva y comeatariada déla secunda.
* El Dr Obarrio, guiado por la doctrina, dice D.
Ernesto Quesada, critica las disposiciones, enun-
ciando en jeneral la idea que debiera sustituirse;
el Dr. Alcorta, estudiándola lejislacian compara-
da, formula sus conclusiones, que vienen á coincidir
con las del otro. Ambos libros se complementan,
por lo tanto: faltaba á la obra del Dr. Obarrio la
concisa fórmula sintética de sus conclusiones ; y el
Dr. Alcorta se contenta con indicar con gran laco-
nismo la teoria y la doctrina en que sus fórmulas
se apoyan. Para el estudioso, ambas obras son in-
dispensables ; para el lejislador la última, sobre
todo, necesaria.»
Largo y fuera de lugar seria entrar á detallar las
reformas propuestas por el Dr. Alcorta; pero no
puedo menos que citar laque se refiere á las Bolsas
— 31 —
de Comercio, alas cuales reconoce carácter públieo»
desde que es permitido á toda clase de personas
efectaar en ellas sus especulaciones, aceptando á la
vez la más completa libertad en su formación. Con-
traría de este modo á los autores del Proyecto y al
Dr. Obarrio, que aceptó en un todo la doctrina de
losDres. Villegas 7 Quesada, como los contraría
también al considerar lícitos los juegos de Bolsa 7
capaces de producir las acciones correspondientes
ante los tribunales ordinarios, abandonando el sis-
tema de las disposiciones restrictivas aconsejadas
por aquéllos.
La segunda parte del libro del Dr. Alcorta comen-
ta los artículos 1423, 1424, 1425 7 1426 del Código de
Comercio, que tratan de los Choques 7 Abordajes^ so-
bre los cuales habíase propuesto el autor escribir un
estenso estudio que probablemente nunca llevará á
cabo. Tal circunstancia lo ha decidido á publicar
lo que tenia pronto. « Además, dice al comienzo de
su trabajo, esta parte de la lejislacion comercial,
puede decirse que está actualmente en discusión en
las diferentes naciones marítimas : los congresos
jurídicos 7 los parlamentos, buscan el armonizar
sus reglas, sobre todo en cuanto se refieren á la ju-
risdicción competente para juzgar las colisiones
producidas en los mares ó puertos de mar ; 7 la Co-
misión revisora ha introducido también algunas
modificaciones que hemos tomado en considera-
ción».
El Dr. Alcorta no sigue, pues, el método emplea-
do en el estudio anterior : da ma7or lugar a los
comentarios, más amplitud á la esposicion doctri-
naria 7 como de paso toca las reformas pro7ectada8
en este título del Código.
-- 32 —
23 Nociones de derecho público y admi-
nistraÜTO (segundo afío del curso universitario) se-
fun la enseñanza del profesor D. J. M. Estrada^ por
í*BANci8C0 Ayerza y Joaquín Lejarza. Buenos Aires.
Imprenta de M. Biedma, calle Belgrano números 133 á
139. 1880. En4®,l58 ps.
Esta publicación respondió auna necesidad m-
jente para los estudiantes de la Facultad de Dere-
cho. Establecido recien el curso de Derecho Ad-
ministrativo, careciendo de elementos para el
estudio regular de la materia, ignorando la osten-
sión y ecsij encías del curso,los estudiantes se halla-
ban sin otro guia que las conferencias del catedrá-
tico, Sr. José Manuel Estrada, imposibilitados
casi siempre para encontrar fuentes donde hacer
por sí mismos el estudio indispensable de esa rama
del derecho.
Fuera de las cuestiones fundamentales, de carác-
ter jeneral, cuyo ecsámen podia hallarse en libros
más ó menos conocidos, y respecto de las cuales
habia, siquiera, un testo que tendiese á encami-
nar al estudiante, los demás puntos del programa
requerían el conocimiento de reglamentos, leyes
orgánicas, disposiciones de todojénero, no siempre
fáciles de conseguir.
La publicación, pues, de las conferencias del ca-
drático sirve para orientar, siendo en algunas par-
tes suficiente ilustración de la materia.
A esto respondió el libro de los Señores F.
Atbrza y J. Lbjarza, estudiantes del curso de
1880, que tomaron apuntes de las conferencias del
Sr. Estrada haciendo un es tracto inmediato.
El libro contiene los siguientes pantos del pro*
grama :
— 33 —
XXVII
Poder lejislativo— Sa distribución — Su compo-
sición— Sistema bi-camarista — Derecho comparado
—derecho federal : su fundamento histórico : rasso-
nes de su establecimiento —Responsabilidad de los
miembros del Congreso—Inmunidades é incompa-
tibilidades parlamentarias.
XXVIII
Atribuciones del Congreso: lejislativas, ejecu-
tiras, judiciales.
XXIX
Procedimiento parlamentario — Estudio de los
reglamentos del Congreso como leyes orgánicas
délas Cámaras— Papel del Poder Ejecutivo en la
sanción de las leyes,
XXX
Poder Ejecutivo— Modo de elecccion del Presi-
dente y el V ice-Presidente — Duración del cargo
—Condiciones de elejibilidad— Preminencias y res-
ponsabilidades— Carácter de su mandato.
XXXI
El Ministerio — su carácter — sus responsabilida-
des— Derecho comparado.
XXXII
Atribuciones del Poder Ejecutivo.
XXXIII
Relaciones del Poder Ejecutivo con el Poder Le-
jislativo y el Poder Judicial.
— 34 —
XXXIV
Poder Judicial de la Nación — Número y jerar-
quía de los tribunales — forma de la elección de los
jueces — su responsabilidad — duración del oficio-
Derecho comparado.
XXXV
Atribuciones de la justicia nacional — fundamen-
to político de la jurisdicción — Enumeración de los
asuntos de su competencia — Distinción de los casos
en que la Suprema Corte tiene jurisdicción orijina-
ria y apelada, ya de tribunales nacionales, ya de
tribunales de provincia.
XXXVI
Papel de la Justicia nacional — como poder mode-
rador del Lejislativoy el Ejecutivo : como conser-
rador de las garantías constitucionales, de la paz
interior y del equilibrio inter-provincial— Sus pro-
cedimientos— Derecho comparado.
XXXVII
Sistema rentístico de la República Arjentina—
Elimpuesto — sunaturaleza — su votación — su asien-
to— su distribución — su percepción — Contribucio-
nes estraordinarias.
XXXVII
Sistema administrativo — La ley del presupuesto
— Inversión de la renta — Gastos estraordinarios—
Contabilidad administrativa.
XXXIX
Obras públicas — Empresas del Estado — ^Contra-
— 35 —
tos eon particulares — Si la Nación es demandable
ante los tribunales — Contiendas administrativas.
XL
Espropiacion forzosa por causa de utilidad pú-
blica — Propiedades particulares — Propiedades mu-
nicipales — Propieaades provinciales — Califica-
ción— indemnización — procedimiento.
XLI
Crédito público— Empréstito— -Deuda nacional- -
Moneda — Sancos.
XLII
Inmigración y colonización — Territorios y po-
blaciones de los indios bárbaros — Tierras de pro-
piedad nacional— Correos.
XLIII
Instrucción pública — Papel del gobierno nacio-
nal en su réjimen : instrucción primaria— secun-
daria— superior.
Las conferencias del Sr. Estrada han sido bien
compendiadas en esta publicación, y aún parece
3ue el mismo catedrático las hubiera revisado antes
e darlas á imprimir, por lo proporcionadas y cla-
ramente sencillas.
El libro puede servir de guia, no sólo á los
estudiantes, sino á cuantos quieran conocer nuestro
mecanismo administrativo.
24-^li8tudio sobre Tmenlaciones por el Dr.
Remijio Molinas en la demanda promovida contra D.
Carlos J. Guerrero, por los herederos deD, Martin Sua-
— 36 —
rez, diciendo de nulidad de la venta de los campos cono-
•cidos por « Laguna de Juancho ». Buenos Aires. Impren-
ta de Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Calle
Alsina— 60. 18S0, En 4® menor, 54 ps.
Defensa judicial bastante interesante. Está le-
jos dé ser un trabajo acabado sobre Vinculaciones^
no obstante su estension; pero puede servir de ba-
ise para un estudio más aetenido, libre de las tra-
bas de la aplicación á un caso dado.
25— Disertación sobre ''^eraros en greiie-
ral •% pronunciada ante la sociedad protectora unión",
por F. Latzina. Córdoba. Imprenta de ''''El Interior".
1880. En 8®, 10 ps.
Conferencia de popularización científica — Es un
€st'udio lijero que presta especial atención ala fa?
práctica ae la materia.
26— SI examen del acusado. Cuestión constitu-
cional tomada de la Revista Judicial del Sud. Buenoi
Aires. Imprenta del Mercurio, Alsina 272. 1880. En 4 °
menor, 20 ps.
Trabajo lleno de novedad, del Da. Agustiít db
Vbdia, quien invoca el art. 26 de la Constitución
de la Provincia, «según el cual á ningún acusado
Be le obligará á prestar juramento, ni á servir de
testigo contra sí mismo, ¿n materia criminal», para
rebatir un auto judicial que admitió fuesen inter-
pelados, al tenor de interrogatorios acompañados
~ 37 -
al efecto, varios acusados defendidos por el Dr.
Vedia.
27— lilis prístina* Derecho público* Acusa-
ción á dos vocales de la Superior Cámara de Justicia y
Juez de Letras de la 1 ^ Sección Civil por abusos é in-
fracción á las leyes. Salta— Imprenta del Comercio, Calle
General Alvarado N. 140. 1880. En 8 ® , 20 ps.
Contiene la solicitud de don Nicolás Carekzo al
Gobierno para que instale el «Tribunal de resjjon-
sabilidad pública> , á ñn de formular la acusación,
y la demanda de acusación ante dicho Tribunal
por «infracción de leyes, vias de hecho é ineptitud
ae los funcionarios públicos que se nombran en el
escíito > .
d8->diefiition de límites inter-provineialeis
entre Santa-Fé y Buenos Aires. El Dr. D. Dcbgo de Al-
tear comisionado del Gobierno de Santa-Fé al Dr. D.
Vicente G. Quesada comisionado del gobierno de Bue-
nos Aires. Buenos Aires. Imprenta de '•'La Pampa '\
calle Victoria 97 y 99. 1880. En 4® menor, 86 ps.
El Sr. M. R. Trelles, antecesor del Dr. Vicente
G. Quesada en la representación del gobierno de
Buenos Aires, propuso una transacción del litijio
sobre límites en Santa-Fé, al Dr. Granel, antecesor
del Dr. Diego de ALVEARcnla representación del
g:obierno de esta Provincia. A indicación del Dr,
Quesada, quien desea «regularizar el procedimiento
escrito» en tan grave cuestión, el Dr. Alvear entra
á estudiar detenidamente la transacción propues-
— as-
ta por el Sr. T relies, que considera inconveniente,
yásavez propone «como equitativa y insta» la
traza siguiente de límite inter-provincial : «Todo
el curso del Arroyo del Medio nastala Laguna de
Cardoso, Fortin Mercedes y Cliañar, y de allí, una
línea enfilada al S. O. hasta tocar el territjrio na-
cional» .
Acompaña un apéndice con varios documentos,
entre otros las actas de fundación de Santa Féy de
Buenos Aires, etc.
SO—CSstadio sobre la crisis económiea de-la
provincia de Mendoza por José Soler. Mendoza Impren*
ta de "El Pueblo ". 1880. En 8 ®, xnr-68 ps.
Disertación económica, dedicada al entonces go-
bernador Sr. Elias Villanueva.
El autor de este trabajo, D. Josa Solbr, reside
en Mendoza desde 1876 ; ha tenido tiempo de apre-
ciar los comienzos y, propiamente, los oríjenesde
la crisis que aflijió a esa rica provincia arj entina.
Hoy que ella ha dado por sí misma solución, 6 está
á punto de darla, á sus grandes cuestiones econó-
micas, salvando dificultades y conjurando peligros,
poco interés ofrecen las observaciones sobre una
crisis que desaparece rápidamente.
El folleto no carece de indicaciones sensatas ; pe-
ro no hay necesidad de recurrir á las panacea^ de
los teorizadores en los momentos de ecsuberante
prosperidad pública, cuando las naciones se alzan
cumpliendo las leyes fatales de todos los factores
del progreso humano.
— 39 —
30— Juicio n&ercantO. Alegato de prueba del
Banco Mercantil en la cuestión con Marini y Ca. sobre
«obro de quinientos mil pesos fuertes ante el Juzgado de
Comercio de la Provincia. Buenos Aires. 5826— Impren-
ta del 'Torvenir", calle Defensa 139. 1880. En 4 o me-
nor, 88 ps.
Esposicion de hechos sin carácter jeneral nlim-
portancia doctrinaria.
31— expropiación forzo«a por causa de
«ierra. Defensa de D. Roberto Wilde en el pleito que
le ha promovido D. Lino A. Saenz-Peña, por el Doctor
Luis Telmo Pintos. Buenos Aires. Imprenta de la On-
dina. Chile 700. 1880. En 4 <=> menor, 22 ps.
Trabajo analítico, importante por el punto de de-
recho que estudia como por la forma conque está
•escrito.
32— ^Exposición que hacen los herederos del Dr.
D. Enrique Muñoz en la causa que siguen con el banco
Maná y Ua. sobre cumplimiento de un contrato de arren-
damiento pendiente hoy del recurso de inaplicabilidad
deducido ante la Suprema Corte de la Provincia. Buenos
Aires. Imprenta déla Nación, San Martin 208. 1880. En
4 ® menor, 14 ps.
Representa á los herederos Muñoz, D. Vicente J.
Pajares. Ño lleva firma de letrado, ni tiene mayor
valor.
— 40 —
33-- Amnto Herrera— Caminos sobre estrac-
cion de dinero, de la sucursal del Banco de la Provincia
en Lobos. Buenos Aires. Imprenta y Librería de Mayo,
de C. Casavalle. Perú 115. 1880. En 4® menor, 47 ps.
Sumario levantado por las autoridades de Lobo»
para indagar la desaparición de dineros pertene
cientes á huérfanos de ese municipio.
34— lios abuelos naturales no tienen dere-^
clios sucesorios. Defensa de los hermanos del fina-
do D. Damián Jaime por el Dr. D. Pedro A. Sánchez.
Rosario. Agosto 1 ® de 1880. Imp. de La Capital. 161—
Puerto— 163. En 8 <=>, iv-18ps.
Trabajo jurídico de mérito no sólo por el punto
de doctrina, sino también por la manera cómo está
tratado. La sentencia de 1^ instancia incluida ea
el folleto corrobora la tesis.
35— Estudios y paralelos de los |B:obiernos
centralistay federatíTO por Eugenio Caballero.
Buenos Aires. Impn nía y libreria de Mayo, de C. Casa-
valle. Perú 115. 1880. En 4®, 436 ps.
Este libro, dedicado por su autor al señor Dr. D.
Aniceto Arce, trae una advertencia tinal para es-
pilcar que la obra debia constar de 4 partes; pero
que, como se ajitase en el Perú y especialmente en
Bolivia, patria de D. Eujenio Caballero, la idea
de organizar ambos paises bajo la forma federal,
apresúrala publicación de la obra inconclusa, con
el objeto de que su trabajo concurra á aquel deba-
— 41 -
te ; no sin prometer una segunda edición, aumenta-
da con el ecsámen de Las aptitudes políticas de los
Estados Hispano- Americanos para la forma fede-
ral— estudio de que carece la edición que nos ocu-
pa y que, según el plan de la obra, debe formar la
4^ parte, indepenaiente del resto.
El señor Caballero no discute la forma republi-
cana, que da por reconocidamente aceptada, sien-
Jo sólo su propósito constante seguir, por observa-
ciones históricas, la influencia y la aplicación que
pueden tener las reglas de libertad en un gobierno
centralizado y en otro cuya administración se halla
distribuida en las localidades. Por esta razón, úni-
camente se detiene en aquellas condiciones de go-
bierno capaces de admitir paralelos entre los sis-
temas que constituyen el objeto de su obra.
Observando la sociedad desde su cuna, asiste al
nacimiento de los principios federal y centralista y
al desarrollo que el movimiento humano les impri-
me, como representantes, según él, déla lucha en-
tre la libertad y la opresión, pues considera el
hecho, como jénesis del principio de la unidad
y el derecho como jénesis de la idea federal; y
sostiene que el ideal del primero es la autoridad
con todos sus privilejios y necesidades, mientras
que el ideal ael segundo es el individuo con sus
derechos y garantías.
Bajo la influencia de tales ideas, lanza una rápi-
da ojeada sobre el movimiento y resultados de los
dos sistemas en diversos tiemj^os y naciones. Cree
ver en Asia la patria de la unidad ; y opina que el
principio unitario influyó fatalmente en la ci-
vilización de la Grecia, atribuyendo gran parte
de sus progresos á la independencia autonómica
de que por mucho tiempo gozaron sus pueblos con-
federados. Descubre en Roma ventajas análogas, en
- 42 ~
tanto quenojermina la tendencia unitaria que sir-
vio de amparo á los tiranos y destruyó las fuerzas
indiriduales, á estremo de hacer desaparecer toda
noción de buen gobierno. Bajo el imperio de los
bárbaros, encuentra en pugna ambas ideas, sosteni-
da la una por los monarcas ^ los déspotas, y prote-
jida la otra por el espíritu independiente y altivo
délas razas bárbaras, hasta que el trabajo lento
de la idea de gobierno propio inicia los progreso»
del derecho público en Europa, marcando una
nueva senda sobre los campos viejos. Al ocuparse
délos Estados Unidos, cuna del sistema federa],,
encomia los grandes principios sobre que reposa
su Constitución, y sostiene que el gobierno propia
ha predominado siempre en el pueblo inglés, del
cual pasó al nuevo mundo para desarrollarse con.
más vigor por la distancia del poder central.
En la segunda parte ecsamina la naturaleza y
condiciones de los principios centralista y federa-
tivo, y por observaciones prácticas sigue de cerca
el influjo que han ejercido y pueden ejercer en las
institu(5Íones que la civilización ha conquistado,,
determinando la suj^erioridad del organismo des-^
centralizador, principalmente bajo el modelo de
la constitución de los Estados Unidos; y analiza y
compara en capítulos separados las ventajas de am-
bos sistemas en el ejercicio de la soberanía, en la
opinión pública y privada, como resortes del gobier-
no libre en sus manifestaciones más frecuentes, —
la prensa, los meetings, la tribuna y el sufl'ajio..
Detiénese en minuciosas consideraciones sobre la
educación, sus beneficios y necesidades ; los pode-
res lejislativo, judicial y ejecutivo, le han mereci-
do también especial atención, lo mismo que el
jurado, las condiciones de progreso en ambos sis-
temas, el ejército permanente, la guardia nacional.
— 43 —
y finalmente las bases establecidas de la paz pú-
blica y sus benéficos resultados ; concluyendo — que
el sistema federal favorece el desenvolvimiento
más perfecto de todas estas condiciones de gobier-
no, y protejo siempre las libertades públicas y pri-
vadas.
El autor se sirve de la tercera parte para res-
Sonder á las objeciones hechas al sistema federal,
el cual se muestra en todo el curso de la obra acér-
rimo partidario, y sostiene en el primer capítulo de
los seis que componen esta sección, que la raza no
es un elemento que merezca tomarse en cuenta
para la aplicación de la forma de gobierno, como
tampoco lo es la oportunidad en que se realiza ú
opera el cambio del sistema; y continúa uua serie
de observaciones sobre el desequilibrio de los es-
tados, la consiguiente formación de partidos jéo-
gráficos y la relijion católica que esclavizando el
espíritu impide la libertad bajo todas sus manifes-
taciones.
El progreso de Chile bajo instituciones unita-
rias, nada arguye en pro de la idea centralizadora.
El autor espone las causas á que debe esa nación
sus adelantos, reconociéndolas del todo indepen-
dientes de su forma de gobierno. Refuta ¡estas y
otras objeciones con la enumeración de hechos his-
tóricos y la indicación de gran número de solucio-
nes de inmediata aplicación.
^ La obrsÉ trae por via de apéndice las Constitu-
ciones norte-americana y arj entina. Está escrita
en estilo claro, aunque un tanto apasionado y vio-
lento para trabajos de esta índole, que deben per-
suadir por el razonamiento y de ningún modo por
la fogoSiidad de las opiniones del escritor; y cons-
constituye otro de sus mayores inconvenientes, la
ecsajeracion de las teorías defendidas, que, verda-
- 44 —
derasen sí, no son las prodactrices esclusivas de
los benéficos adelantos del mundo, como lo aseve-
ra el señor Caballero, quien termina manifestan-
do la esperanza de rer todos los progresos dila-
tarse por las agrestes rejionesde su patria.
36 — ^Estudio sobre el curso forzoso por
Amancio Alcorta Catedrático de Derecho Internacio-
nal en la Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires.
Imprenta de M. Biedma^ Belgrano 133 á 139. 1880. En
8®, 397 ps.
El Banco de la Provincia de Buenos Aires ha
sido 7 es en la República no sólo un poderoso esta-
blecimiento de crédito, sino un elemento político
importantísimo que ha dado márjen á más de un
conflicto serio y ha influido en la organización
definitiva del pais. Basta este recuerdo para que el
lector estraño comprenda toda la importancia de
cuanto se refiere a ese Banco que forma el tema
indirecto de la obra del Dr. Aaiakcio Alcorta.
Este libro, como su autor lo declara en el prefa-
cio, ha surjido en medio de la controversia que sus-
citaron las cuestiones prácticas provenientes de la
aplicación de la ley provincial de 17 de mayo de
1876 que estableció en Buenos Aires el curso for-
zoso d!e los billetes del Banco de la Provincia, y de
la lev nacional de 25 de setiembre del mismo año
que declaró decurso legal en la República 22 mi-
llones de pesos fuertes en billetes del mismo Ban-
co, como compensación de un préstamo que éste
hacia al Gobierno Nacional. Patrocinando intere-
ses particulares, el autor sostuvo ante los tribuna-
les fas doctrinas que espone en su libro. Amante
— 45 —
de los estadios sobre lejislacion y antiguo miem-
bro del Directorio del Banco, cuyos priyilejios
creia comprometidos, — no ha querido esterilizar sus
vastos estudios dejándolos olvidados en los archi-
vos judiciales, y ha organizado con ellos una obra
de indisputable mérito.
Ella está dividida en nueve capítulos y un apén-
dice : en el primero de aquéllos ecsamina la natura-
leza de la moneda que considera algo más que la
medida y el denominadar común de los valores esta-
blecidos por la autoridad pública, de que nos hablan
Tiffany y Maclead. < La moneda, dice, como deno-
minador de los valores, como manifestación de una
deuda trasferible, según la feliz espresion de al-
gunos economistas, llena su objeto sea cual fuere
MU composición, siempre que el sello de la autori-
dad la acompañe, desde que no puede confundirse
la calidad legal de la moneda, con el valor comer-
cial délo que se emplea para que reciba la im-
presión real; desde que no hay una relación nece-
saria entre una y otra, y desde que la moneda,
legalmente hablando, no es un artículo ó mer-
cancía, y el comercio sólo puede hacerla tal, tra-
tando de aquello en que está impresa la calidad
de moneda. >
En el capítulo II aplica estas doctrinas á la
definición del curso forzoso, é insiste en la necesi-
dad de distinguir entre valor nominal v valor de
cambio, sosteniendo que es carácter de u)da mone-
da, tanto metálica como de papel, el circular con
curso forzoso.
Los dos capítulos siguientes abrazan la historia
del curso forzoso en los tiempos antiguos y moder-
nos—en China, Grecia, Cartago, Persia, Japón, Ve-
necia, Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Rusia,
Italia, Prusia, Suecia, Portugal, Béljica, Turquia»
— 46 -^
Brasil, República Oriental, Perú, Colombia, Chile,
Paraguay,llepública Arj entina, y especialmente en
la Provincia de Buenos Aires desde el año 182^
hasta setiembre de 1876, fecha del contrato con el
Banco.
El capítulo V está dedicado á refutar los argu-
mentos de los que han sostenido la inconstituciona-
lidaddel curso forzoso en la República Arj entina.
Con este motivo, el Dr. Alcorta estudia el testo y
el espíritu de las Constituciones Nacional y Pro-
vincial en cuanto se refieren á las materias de que
trata, y compara la lejislacion constitucional ar-
j entina con su modelo, la norte-americana.
Probada la constitucionalidad del curso forzoso,
analiza en el siguiente capítulo las diversas cues^
tiones de derecho civil ó comercial que pueden sus-
citarse una vez admitida la inconvertibilidad de
los billetes y su poder chancelatorio, estableciendo
como puntos de debate — si las obligaciones á oro
efectivo contraidas antes del curso forzoso y con
espresa condición de no ser chanceladas en billetes,
fiueden ser chanceladas ó cumplidas con esos bi-
letes por su valor escrito, obligándose el acreedor
á aceptarlo en esa forma; si pueden hacerse cum-
plir las obligaciones á oro efectivo contraidas des-
Sues de la imposición del curso forzoso ; si pue-
en unas y otras chancelarse con los billetes del
curso forzoso, pero por su valor equivalente, en
relación á las monedas metálicas.
El autor se decide por la afirmativa en la prime-
ra cuestión y por la negativa en las dos últimas.
Comenta, para llegar á esta conclusión, las dispo-
siciones de los Códigos Civil y Comercial y de-
muestra que una ley de curso forzoso es una ley de
orden público contra la cual nadie tiene derechos
irrevocablemente adquiridos.
— 47 —
En corroboraoion de sus ideas, presenta y apre-
cia en el capítulo Vil las opiniones de Laurent,
Demolombe , Massé , Develleneuve , Follevilley
VainbergjLabbé, Laboulaye, Thaller, PardessuSy
Bedarride, Larombére, Aubry y Rau, Dalloz, Mer-
Un, Gabba, Fiore, Sampaio Pimentel, Vharton
y Bar, Cooley, Holmer, Booven y Skinner ; y en el
VIII ecsamina lijeramente la jurisprudencia es-^
tablecidapor los tribunales de Inglaterra, Francia,.
Italia, Estados Udidos, Brasil, Perú, Colombia,
República Oriental y Arj entina.
El capítulo IX está destinado úla conclusión
de que el papel moneda, como todo en la natura-
leza, tiene su mérito relativo cuando su uso se cir-^
cunscribe á los límites délas necesidades que satis
face y que una prudente observación patentiza.
Hace algunas apreciaciones jenerales sobre el cursa
forzoso en sus relaciones con el Banco y los Poderes
públicos de la Nación y de la Provincia, y sobre la
manera de salir de él con prudencia; terminando:
* No hemos buscado una transacción de principios
para llegar á soluciones contradictorias, y sí, soste-
ner con sinceridad completa la misma regla para el
Banco y páralos particulares. Si el curso forzoso es
una violación de las leyes naturales y el resultado
de los desaciertos públicos y privados, justo es que
todos sufran sus consecuencias ; y si, por el con-
trario, no es, según la opinión que sostiene la cir-
culación del papel, sino un estado de perfección
y progreso en el sistema monetario, es su conse-
cuencia en todo caso en la aplicación de nuestras
opiniones. >
Cierra el volumen, un largo apéndice, en el que
trascribe varios fallos de la Corte Nacional y Tri-
bunales de Buenos Aires y las últimas leyes sobre
— 48 —
«urso forzoso dadas en la República Arj entina,
Chile y Perú.
37— Discurso pronanciado por el Dr. D. Vic-
torino DE LA Plaza, Ministro de Hacienda de la Na-
<;ion al inaugurar los ti'abajos de prolongación del ferro-
<íarril Andino. Villa Mercedes 10 de abril de 1880.
Buenos Aires. Imprenta de El Nacional, Bolivar 65 y
67. 1880. En 8®, 16 ps.
Coloco en esta sección el discurso del Dr. D.
Victorino db la Plaza porque es un cuadro eco-
nómico de la República Arj.entina, un estudio de
SMS producciones y comercio, de amplias vistas y
profundo conocimiento de la materia.
FACULTAD DE DERECHO
CIENCIAS SOCIALES
SS— lia Omnipoteneia del Gstado es la nega-
ción de la libertad individual. Discurso pronunciado por
el miembro honorario de esta Facultad Dr. D. Juan
B. Alberdi en el acto de la colación de grados el dia
24 de Mayo de 1880. Buenos Aires. Imprenta de "" La
Pampa", calle Victoria 97 y 99. 1880. En 8*=>, 50 ps.
La Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en-
comendó al Dr. Juan B. Alberdi, académico hono-
rario, el discurso de práctica para una de las fiestas
de colación de graaos del año 1880. El trabajo
es largo y sólo pudo leerse en parte: más parece
una disertación que un discurso; ni mantiene tam-
poco la forma oratoria. El autor busca, con los
constitucionalistas modernos, la armonía del Esta-
do y la libertad individual, y demuestra fácilmen-
te que la omnipotencia del primero absorbe y anula
la libertad del individuo en la organización so-
cial, tomando sus principales argumentos y sus me-
jores citas de Fustel de Coulanges, La cité antigüe.
— w —
39— El problema de la orfi^anizacion políti-
ca. Discurso pronunciado por Augusto Elias ante la
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales al recibir el
^rado de doctor el 24 de Mavo de 1880. (A mis distin-
guidos amigos doctores D. Bonifacio Lastra y D. Os-
ear Liliedal). Buenos Aires. Imprenta de Obras de
La Nación, SanMartin 208. En 8®, 16 ps.
Discurso breve y bien proporcionado — Elegante
en su ropaje, severo en sus ideas, sintetizadas en
el siguiente párrafo:
< Ea problema de la organización política incum-
be ala democracia. Su camino es el orden. Su me-
dio, la representación social en la constitución del
mecanismo gubernamental. Su forma, la federa-
ción > .
TEISI8
Formato uniforme en 4 ® menor.
40— Comentario sobre las disposiciones jenerales
del tít. I secc. II lib. II del Código Civil, por Comba-
do R. Chaves para optar al grado de doctor en Juris-
prudencia. Buenos Aires. Imprenta de J. A. Alsina,
Méjico 635. 1880. 44 ps.
El título I, sección II, libro 2® del Código Civil
trata de los hechos y actos jurídicos. D. Cokbado
Chaves espone y comenta esa materia, que el Códi'
go de Prusia ha reunido por primera vez en nn
iíuerpo de doctrina^ dividiendo su trabajo en tres
partes que comprenden — la 1 ^ , los hechos y «o»
--51 —
divisiones; la 2^, las consecuencias é impatacion
délos hechos ; y la 3 ** , las declaraciones ae volun-
tad. La esposicion, no obstante su estension limita-
da, está nutrida de buenos comentarios.
41— Obligaciones en ipeneral* Disertación, por
Edüakdo French. Buenos Aires. Imprenta de M. Bied-
ma, calle de Belgrano números 133 á 139. 1880. 52 ps.
Algunas consideraciones filosóficas sirven de ar-
ranque al trabajo de D. Eduardo Prbnch, quien
critica por deficiente la definición que da la institu-
ta de Justiniano — Juris vinculum quo necesitóte ads*
iringimur áUcujus sólvendce rei, secundum nostrce d-
vitatis jure, y sienta ésta: «La obligación es un
vínculo de derecho que somete una persona á la
necesidad jurídica de hacer, en beneficio de otra per-
sona, una prestación determinada > . Pasa luego á
apreciarla naturaleza, las causas, los efectos de las
obligaciones en capítulos especiales, comentando
las disposiciones del Código que concuerda frecuen-
temente con la lejislacion romana.
4a— Breve estudio de los títulos del Código Civil
que tratan de los menores y otros incapaces por Cami-
lo S. Bebdieb. Buenos Aires. Imprenta de Obras de
La Nación^ calle de San Martin número 208. 1880.
54 ps.
D. Camilo S. Bbbdibb se ocupa de los títulos^,
10 y 11, sección 1^ y 14, secciona* del libro 1^
de nuestro Código Civil, < que tratan de los meno-
— sac-
res, dementes y sordo-mudos, y de la interven-
clon del Ministerio de Menores en todo acto ó
pleito sobre tutela ó cúratela, ó sobre el cum-
plimiento de las obligaciones de los tutores ó
curadores, y especialmente sobre la disposición
contenida en el artículo 4 del último título men-
cionado, que dice testualmente : « son nulos todos
los actos y contratos en que se interesan las
personas 6 bienes de los menores é incapaces, si en
ellos no hubiese intervenido el Ministerio de Me-
nores » . — Antes de entrar á la esposicion del Códi-
go Arjentino, el autor de esta tesis dedica algunos
capítulos al estudio de la lejislacion comparada
sobre la materia en Roma y pueblos de oríj en lati-
no— Francia, Italia, Portugal, España, Méjico, Chi-
le, Venezuela, Uruguay, Paraguay, Suiza ; en los
pueblos de oríjen iermánico y eslavo — ^Alemania
Austria, Holanda, Uusia^ Polonia y Servia ; en los
pueblos de oríjen escandinavo — Suecia, Noruega,
Dinamarca, Inglaterra; y finalmente en los Esta-
dos Unidos. Es un trabajo prolijo con gran acopio
de citas, ocupando varias pajinas una de Romero
Girón, comentador del Código italiano.
43— Déla legitimación, por Cándido Y. Mendo-
za. Buenos Aires. Imprenta de 9» Otswal, Florida
136. 1880. 32 ps.
«La lejitimacion por subsiguiente matrimonio
que establece nuestro Código, fué creada por los
romanos para satisfacer las ecsijencias del orden
público, del interés de la madre, del deber del padre
y deí favor que merecen los hijos.» — D.Cákdido V.
Mbmdoza estudia las disposiciones de nuestro Cóü-
— 53 —
go relativas á esta materia, después de ecsaminar
breremeate la lejislaeion romana y sus modifica-
ciones ea la lejislaeion arjentina. Nuestro Código
sólo acepta lalejltimacion por subsiguiente matri-
monio, habiendo suprimido los otros modos usa-
dos por los romanos, aún los que subsisten actual-
mente en otras naciones.
El autor de esta tesis da satisfactorias esplica-
ciones al respecto y se detiene con especialidad en
el estudio de las condiciones déla lejitimacion. No
carece de mérito.
44 — Breve Estudio sobre la incapacidad civil de
la mujer casada, por Ángel V, Ooampo Buenos Aires.
Imprentado Pablo E. Coni, especial paraobras. 60— calle
Alsina-60. 1880. 56 ps.
«La mujer, mientras permanece soltera, gozado
igual capacidad civil que el hombre, dice D. An jel
V . OcAMPo ; pero, cásase, y con este nuevo estado
que le crea el matrimonio, comienzan las incapaci-
nades que la ley pronuncia contra ella > Entra lue-
go al estudio de las incapacidades de derecho, es de-
cir,las que la inhabilitan para ejercer determinados
actos jurídicos ó bajo determinada forma; considera
los fundamentos y la ra^on de tales incapacidades,
desde la ley romana hasta la lejislaeion arjentina,
brevemente y sin profundidad. Espone con mayor
detención y comenta los casos en que nuestro Có-
.digo ecsije el consentimiento del marido en los
actos estrajudicial es de la mujer, como así mismo
f>ara comparecer á juicio, cotejando diversas lejis-
aciones. Termina con la apreciación de los efectos
Ae la incapacidad.
— 54 —
45— Filiación natural, por Tomás W. Laidlaw^
Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma^ calle de Belgra-
no números 133 á 139. 1880. 38 ps.
Es una esposicion, acompañada de lijeros comen-
tarios, del título de nuestro Código referente á hi-
jos naturales. Lo sigue paso ápaso, desde el artí-
culo 1® que determina que son hijos naturales
« los nacióos fuera de matrimonio, de padres que
al tiempo de la concepción de aquéllos pudieroa
casarse, aunque fuese con dispensa > , hasta la prue-
ba admisible en la contestación del reconocimiento,,
sin detenerse con preferencia en cuestión alguna y
tocando someramente todas las que de la letra
misma del Código se desprenden.
46— Transacciones. Disertación por Clodomibo
BuRZACO. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma, calle
de Belgrano números 133 á 139. 1880. 50 ps.
La transacción es uno de los medios reconocidosr
Sor nuestro Código para estinguir las obligaciones.
K Cloromiro Burzaco aprecia las ventajas queá
los particulares reporta la transacción ; acepta la
definición del Código que la considera < un acto
jurídico bilateral, por el cual las partes, haciéndo-
se concesiones recíprocas, estinguen obligaciones
litijiosas ó dudosas > ; estudia sus condiciones y ca-
racteres, que hace depender de las prestaciones
impuestas á cada una de las partes, siguiendo ia
opinión de Marcado. La capacidad para transijir,.
éf objeto délas transacciones, sus efectos y su nu-
lidad, son materia de capítulos separados, más ó
menos estensos, según la importancia de las cues-
tiones que dilucida.
— 55 —
47— 'líatnraleza del derecho de retención,
en el Código Civil Ai-gentino, por Carlos Delgasse.
Buenos Aires. Imprenta de Obras, de S. Ostwald, Flo-
rida 136. 1880. 56 ps.
«El derecho de retención es la facultad que cor-
responde al tenedor de una cosa ajena, para conser-
var la posesión de ella, hasta el pago de lo que es^
debido por razón de la misma cosa >. — D. Carlos
Delgassb se limita á estudiar la naturaleza de ese
derecho en la lejislacion romana y en el Código
arjentino. En esta última parte, su trabajo es com-
parativo j analítico ; combate opiniones errónea»
y defiende con serios argumentos las conclusiones^
que cree aceptables. Tiene buenos autores amano,
conoce diferentes Códigos, cuyas teorías coteja, y
resuelve hábilmente las dificultades 5iue se le pre-
sentan.
4:S— Herencias forzosas. Examen constitucional^
filosófico, histórico y legal de la legítima hereditaria por
RÓMULO Etchevérry. 5960 Buenos Aires. Imprenta del
'•'■Porvenir'', calle Defensa 139. 1880. 308-20 ps.
I>. RÓMULO Etchbverry ha escrito un libro en-
tero para sostener una tesis, impugnada en esto»
últimos tiempos por varios jóvenes abogados, y
muy especialmente por D. José Manuel Estrada,
catedrático de derecho constitucional y adminis-
trativo en la Universidad de Buenos Aires. La
proposición principal, que se desprende como con-
secuencia de su largo y bien fundado estudio, con-
siste en negarla ihconstitucionalidad que Estrada
y cuantos le han seguido atribuyen á la lejislacion
civil sobre herencias forzosas, basados en que la
^56-
Constitución reconoce en el individuo la facultad
de adquirir y disponer libremente de su propiedad.
El autor considera la cuestión bajo su aspecto
constitucional, para investigar, como él dice, qué
son, constitucionalmente hablando, la libertad y la
propiedad, «desde que se niega que el derecho indi-
vidual de la propiedad, garantido por aquélla,
consiéntala lejítima hereditaria> . Investiga luego,
en qué principios de derecho natural 7 de filosofía
social se apoya la lejítima, entrando para ello á
apreciar diversos sistemas y fundamentos, y pasa
á considerarla bajo su aspecto histórico en la In-
dia, en la Grecia, en la lejislacion romana, en el
derecho intermediario, durante el feudalismo, en
el Código Napoleón, en los pueblos eslavos, jermá-
nicos y escandinavos. El aspecto le^al, ó propia-
mente, el estudio de nuestro Código, después de los
precedentes é investigaciones producidas, forma
la parte más importante y mejor elaborada de este
trabajo: es una esposicion razonada y comentada
con buenos autores v aplicaciones prácticas, deci-
siones de los tribunales é infinidad de concordan-
cias.
Termina con un índice sumamente detallado,
que ocupa 16 ps.
49— Apantes pava un estudio sobre el testamen-
to ológrafo, por José S. Arévalo. Buenos Aires.
6210— Imprenta del «Porvenir», calle de la Defensa núm.
139. 1880. 64 ps.
Después de algunas ideas jenerales sobre el de-
recho de testar V el oríjen histórico del testamento
ológrafOj José Santos Ar^valo entra de lleno en
la esposicion de la materia, basándose en las dis-
— 57 —
S* osiciones del Código Civil arj entino que concuer-
a 7 critica con la clare de las lejislaciones estran-
jerasy las opiniones de notables jurisconsultos. El
Junto es interesante por sí mismo; pero el joven
octorque lo elijió á última hora para la tesis de
práctica, ha sabido rodearlo de mayores atracti-
vos, convirtiendo su lijero trabajo en una monogra*
ña digna de ser leida.
50— Matrimonio (Lib. 1. sec. 2. tít. 1. cap. 1. del
C. C.) (Corresponde á la iglesia legislar esclusivamen-
te sobre el matrimonio, aunque competa al Estado reglar
las relaciones civiles que nacen de él), por Juan Josa
A. T Alvarez. Buenos Aires. Imprenta de S. Ostwald,
Florida 136. 1880. 36 ps.
D. Juan José A. y Alvarez se propone probar que
«corresponded la Iglesia lejislar esclusivamente
sobre el matrimonio, aunque competa al Estado re-
glar las relaciones civiles que nacen de él ». Esboza
una reseña con pretenciones de estudio histórico,,
para deducir que el matrimonio ha tenido siempre
carácter relijioso; trascribe una veintena de artícu-
los del Código, cuya crítica anuncia que pasa á ha-
cer, y termina su tesis sin haber demostrado nada..
51— Tesis, por Eduardo M. Larroque. Buenos Ai-
res. Imprenta de «El Siglo», calle Alsina 101. 1880.
42 ps.
Su proposición principal es que < la mujer casa-
da no puede, sin autorización del marido, reconocer
hijos naturales, habidos antes de su matrimonio > .
- 58 —
La desarrolla en pocas pajinas, comentando dispo*
siciones del Código arj entino y citando laopiaion
de numerosos autores franceses.
5d— De la tutela. Comentarios á los tít. X á XII
del lib. I del Cód. Civ. Arg. por Pedro Dufoüb. Bue-
nos Aires. Imprenta Ostwald, calle Florida número
136. 1880. 52 ps.
D. Pedro DüFOüR comienza su breve estudio so-
bre la tutela considerándola en la lejislacioa ro*
mana; habla luego de ella en jeneral y pasa á ocu-
parse separadamente y en capítulos sucesivos de la
tutela testamentaria, de la lejítimay de la dativa,
de la tutela de los hijos naturales y espósitosy de
la tutela especial, como así mismo de los que no
pueden ser tutores, del discernimiento, adminis-
tración y modos de acabarse la tutela. Como esta
rápida esposicion sigue el orden del Código, limi-
tándose á observaciones ó notas en el testo mismo,
tiene los caracteres de una instituta, y no carece de
mérito bajo ese aspecto.
SB—Del Divorcio (Comenterio al capítulo VIL
Título 1<=», Sección 2<^, Libro !<=> del Código Civil Ar-
gentino) por Enrique D. Parodi. Buenos Aires. Im-
prenta del Mercurio, Alsina 272. 1880. 88 ps.
«Llevar la felicidad á la familia, es derramar la
dicha en la sociedad del mundo todo» . — El autor
sólo halla esa felicidad en el divorcio. Para él, «es
evidente que una unión que tiene su oríjenenel
libre consentimiento, debe durar hasta tanto que
este consentimiente ecsista»; y acepta y defiende
— 59 -
las caasas de divorcio espresadas en el proyecto de
laleyNaquet, sirviéndose especialmente de argu-
mentos conocidos, con una intemperancia de len-
guaje inadecuada para una tesis, y que deja muy
atrás los libros de Alejandro Dumas, La cuestión
del divorcio^ etc., aparte de carecer por completo de
sus preciosas dotes de estilo y no poseer la suficien-
ie preparación jpara una polémica de este j enero.
54--E1 divorcio, por Juan González Calde-
EON. Buenos Aires. LitOí?rafia de G. Kraft, calle Re-
conquista 92. 1880. 72 ps.
Abiertamente opuesta á la tesis de D. Enrique
Parodi, la de D. Juan González Calderón le es to-
davia inferior como trabajo jurídico. Carece de las
condiciones más indispensables para un estudio
de esa índole: ni método, ni claridad en la esposi-
^ion, ni un argumento serio, ni un párrafo bueno,
lío pasa de un sermón mundano.
55— Dominio público y privado del Estado.
Exposición de la doctrina del Código Civil (Capitulo
único, tít. I, lib. 3 ® ) por Gaspar jN . Gómez. Buenos
Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial para obras.
60-Alsina— 60. 1 880. 38 ps.
Detiénese, al comienzo, en algunas consideracio-
nes sociolójicas é históricas sobre el Estado; consi-
dera su capacidad, « como entidad moral y política,
para adquirir dereihos ó bienes y contraer obliga-
ciones », y entra por fin al verdadero objeto de su
tesis que es la esposicion del Código Civil en la
parte referente al dominio público y privado del
— 6() —
Estado. La esposicion es breve con pocos comen-
tarios.
56— lias cartas misÍTas ante el Derecho Civil^
Comercial y Penal por Martin Fragueiro. Buenos Ai-
res. Imprenta de El Mercurio, Alsina 272. 1880. 60 ps.
Historia someramente y con escasos datos la ins-
titución postal, pasando á ocuparse de las cuestione»
de derecho que le son conecsas. Ante todo, el princi-
pio de la propiedad de las cartas: pues en ellas se
encuentran «todos los elementos que constituyen el
derecho de propiedad, se han suscitado cuestiones
importantes acerca de quién sea su verdadero pro-
pietario.— Lo será el remitente ? - Lo será el des-
tinatario ? — O será una propiedad común ?* D.
Martin Fragübiro se decide por el destinatario,
fundado en la opinión de varios juriconsultos, — con
ciertas restricciones y con escepcion de las carta»
literarias que pertenecen siempre á sus autores^
y estudia de paso otras cuestiones que se des-
S renden, como corolarios, del derecho de propiedad
e las cartas. Una de ellas, la más importante, es
ésta : tiene derecho el marido sobre la correspon-
dencia privada de su esposa? Serias controver-
sias ha suscitado entre jurisconsultos de nota la
resolución de ese punto. El autor va más allá que
Demolombe y concluye que «el marido tiene am-
plia facultad para inmiscuirse, en todos los casos^
en la correspondencia de su esposa ; no así ésta en
la de aquél. >
— 61 —
57— El eurso forzoso. Refutación de la leoria de
M. Leroy-Beaulieu, por Fortunato Calderón. Buenos-
Aires. 6214— Imprenta del c Porvenir», calle Defensa
139. 1880. 40 ps.
Sostiene «que es falso que el billete decurso-
forzoso sea impuesto en la circulación por su
valor escrito, como título de un empréstito
forzado ordenado por la ley y emitido por el Go-
bierno ó por un establecimiento bancario, contrar
un prestamista indeterminado y anónimo, que en
unsentidojeneral es el público, obligado á recibir
ese billete como moneda por la suma en él espre-
sada,»—teoria defendida por Leroy-Beaulieu en^^
su Tratado de FinanzaSy 1877.
58— Origen del derecho de castigar y funda-
mento de la penalidad, por Domingo Silos Susviela.
Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial pa-
ra obras. 60— calle Alsina— 60. 1880. 46 ps.
Comienza por el ecsámen délos diversos sistemas
á. que sucesivamente se ha atribuido el oríjen y ra-
zón del derecho de castigar ; estudia y critica so-
briamente esos sistemas — el de la convención, el
de la defensa, el del interés privado, el de la utili-
dad pública, etc. — para concluir que «el deber del
Estado es protejer los derechos, y por consiguien-
te la sociedad no priva á nadie de ninguna fran-
quicia Pero, como para asegurarlos necesita estar
revestido del poder de apartar las actividades q ue-
entorpecen el libre desenvolvimiento de los demó. s^
en la eterna aspiración del progreso, es claro que
la ley y el derecho de castigar, que ejerce, nace
con la primera aparición de dos sujetos de deberes^
— 62 —
y de derechos ; sia esfuerzo, y siguiendo el propio
desarrollo de su naturaleza »
59— De las penas por Enrique J. Masón. Buenos
Aires. «La República*. Imprenta especial de obras, ca-
lle de Belgrano, número 189. 1880. 80 ps.
Empieza D. Enriqub J. Masson su tesis con la
«esposicion de los diversos sistemas en que se pre-
tende fundar el derecho de castigar, j acepta, con
muchos criminalistas, que la única y verdadera
fuente de este derecho, como la base razonada, co-
mo consecuencia social, es la necesidad de la conser-
vación de la sociedad; y lo que lejitima el casti-
go, la inmoralidad intrínseca del hecho. Entra
luego al estudio de las penas — sus fines, sus efectos,
-calidades que deben revestir, siguiendo el método
observado en los Apuntes de Derecho Penal — V. el
núm. 02¿ — tomados en clase por el distinguido estu-
diante D. Augusto Elias, sobre el curso dictado por
el catedrático de la materia Dr. Obarrio. Termi-
na con el análisis de las tres categorías de pena,
Aceptadas por el Proyecto de Código — corporales,
privativas del honor y humillantes, y pecuniarias
OO—liStadio fi^obre la penalidad. Disertación
jurídica por Kafael Castro. Buenos Aires. Imprenta
de M. Biedma, calle de Belgrano números 133 y 135.
1880. 158 ps.
El trabajo de D. Rafael Castro es uno de lo más
importantes que se haya presentado en este año ala
Facultad de Derecho. En la primera parte, dividi-
da en varios capítulos, considera la penalidad en
— 63 -
jeneral — ^la culpabilidad ó inculpabilidad del ajen-
te, ó sea la imputabilidad penal, la prescripción, la
atenuación legal de las penas, su atenuación y agrá-
yacion prudencial y su agravación legal. En la
segunda parte, estudia el Código penal aplicando
las teorías que ha dejado sentadas. Se ocupa su-
eesiyamente de las penas y de los delitos contra la
propiedad. Finalmente, en la tercera parte trata
de la reparación del mal. — El autor espone y
discate con claridad y precisión, sostiene siempre
la buena doctrina, y despliega todas las dotes de un
espíritu crítico, en la segunda parte, al demostrar
la improcedencia ó error de muchos artículos del
Código penal que combate abiertamente, basándose
en la filosofía del derecho y en la lejislacion com-
parada.
61 —efecto de las leyes penales con relación
al tiempo. Apuntes presentados, por Jorge Argerioh.
Buenos Aires. Imprenta deS. Ostwald^ calle de laFlo-
ridadl36. 1889. 76 ps.
Después de dar en una Zníroáwccion de 10 paji-
nas los antecedentes indispensables y apreciacio-
nes jenerales sóbrela materia, D. Jorjb Aroerich
considera las leyes de fondo y distingue en ellas
dos casos: 1^ las que establecen nuevos castigos ó
agravan las penas contenidas en disposiciones pre-
cedentes, y 2® las que borran el caráter punible
de ciertos actos previstos y penados por ley ante-
rior, ó disminuyen la intensidad de las penas. Sos-
tiene la no retroactividad en el primer caso y la
retroacción en el segundo, apoyándose en la opinión
de notables criminalistas que cita en el secundo
capítulo. En el tercero estudia detenida y luminosa-*
— 64 —
mente la cosa juzgada. < Bajo el punto de vista del
derecho criminal, concluye, en el terreno de la lejis-
lacion y de la filosofía lurídica, la cosa juzgada es
esencialmente revocable en favor de los condena-
dos.» En los capítulos siguientes demuestra que la
retroactividad debe comprender los casos ya juz-
gados; hace una breve esposicion sobre la retroac-
tividad de las leyes de forma, sobre la prescripcian
en materia penal y la retroatividad de las leyei?
en materia de prescripción — Siempre claro, conci-
so, bien fundado, emplea argumentos sólidos, ana-
liza con facilidad y resuelve todas las dudas qae
surjen en la planteacion de una teoria ú opinión
cualquiera. — Es un trabajo de mérito.
62— El Código penal estudiado en sus principios^
por Augusto Elias. Buenos Aires. Imprenta de Pabla
E. Coni, especial para obras. 60— calle Alsina-60. 1880.
X3ai-352 ps.
D. Augusto Elias ha sido uno de los estudiantes
más distinguidos que abandonaron las aulas de la
Universidad de Buenos Aires en 1880, habiendo
merecido el honor de pronunciar el discurso de des-
pedida en el acto de recibir su grado de doctor y
título de abogado.
Habia p^ublicado ya, enanos anteriores, anuntes
sobre las lecciones de derecho penal dictadas en
clase, que le han servido de base para la confec-
ción de su tesis — verdadero tratado de esa materia
aplicado al estudio del Código penal del Dr. Teje-
dor, provisionalmente aceptado por Buenos Aires^
San Luis y otras provincias.
«Las deficiencias de que adolece nuestralejisla-
€Íon penal, dice el autor, me han inducido á escribir
- 65 —
una esposicion de los principios del derecho cri-
minal al cumplir con el último deber que me im-
Jonela vida de estudiante.» — Divide su trabajo en
espartes — una jeneral, donde espone sus teorías,
los sistemas, la filosofía, con notable claridad, conci-
«iony buen juicio ; y otra especial, donde aplica las
reglas sentadas á la crítica del proyecto de Código,
que descarna y presenta en todas sus contradiccio-
nes y sus contrasentidos^ en todos sus errores y sus
disparates.
La primera parte se ocupa en capítulos especia-
les de —
El derecho de castigar;
Las leyes penales ;
El derecho penal — Las infracciones ;
La jeneracionde las infracciones;
La coparticipación ;
La complicidad en su sentido estricto ;
La inculpabilidad;
Las causas de justificación — Escusas y circuns-
tancias atenuantes ;
Las penas ;
La agravación de las penas ; y
La estincion de las penas.
La segunda parte sigue al Código en su división
y subdivisiones, en esta forma :
Crímenes y delitos privados
Cap. I — Del homicidio y sus modalidades.
< II — Duelo — Lesiones corporales.
« JII — Delitos contra la honestidad.
* IV — Delitos contra el estado civil y contra
las garantías individuales.
< V — Delitos contra el honor y la reputación,
< VI — Crímenes y delitos contra la propiedad.
— 66 —
Crímenes y delitos públicos
Cap. VII— Delitss políticos— Traición — Delitos^
contra la paz y dignidad de la Nación
€ VIII — Rebelión — Sedición — Atentados y
desacatos contraía autoridad.
« IX — Crímenes y delitos peculiares á los
empleados públicos.
« X— Crímenes y delitos contra la fé pública,
« XI — Delitos contra la relijion — Delitos
contra la salud pública.
El Código penal estudiado en sus principios reYéie^
preparación y dotes de escritor jurídico: la espo
sicion es clara, la crítica fina, el íibro bien acabado^
Para los estudiantes puede servir de testo ; para
los abogados, de consulta por el conocimiento que
su autor posee de nuestra lejislacion y sus antece-
dentes.
63— lia Taganeia es un delito? por Enbiqub
Sánchez. Buenos Aires. «La Kepública»-— Imprenta es-
pecial de obras, Belgrano 189. 1880. 32 ps.
El malogrado joven doctor Enriqub Sánchez ha
hecho un trabajo que merece tenerse presente al
dictar las leyes con que algunos Gobiernos de pro-
vincia suelen atentar contra los derechos más in-
violables del hombre. Estudia la cuestión bajo sa
aspecto filosófico y constitucional, con acopio de ci-
tas y sólida argumentación, para responder nega-
tivamente á la pregunta que sirve de título á sa
tesis ; y termina observando que ni aún reportan
ventajas prácticas á la sociedad los atentados que
regularmente se escudan bajo eLnombre áeley de
vagancia.
cEsas disposiciones, dice, han sido armas electo*
I
— 67 —
rales, que los Jaeces de Paz y Comandantes Milita-
res han hecho jugar con brillantes resultados para^
los gobiernos electores.
«No solamente es monstruoso que el Código^
Rural fije penas contra la vagancia, sino que lo es^
mucho más, si se tiene en cuenta, que, sin forma
de proceso y del modo más irregular, las autorida-
des de campaña reducen á prisión al gaucho, des-
tinándolo á los cuerpos de línea.
« Las condiciones de vida en el campo, y la natu-
leza délos trabajos que sólo tienen lugar en épocas-
determinadas, hacen que,una vez concluidos, el pai-
sano jeneralmente pobre, permanezca agregado
en las estancias ó recorra la campaña de un punto^
á otro.
<Es estoá loque absurdamente se llama vago y
se le condena.
«Estos males morales han de desaparecer con el
gobierno de los municipios, es decir con el gobierno^
administrativo.»
64<-IiOs corredores de comercio, por An-
TONINO M. Ferrari. Buenos Aires. Imprenta de M,
Biedma, calle de Belgrano números 133 y 135. 1880.
42 ps.
Es una esposicíon razonada y lacónica del Códi--
go de Comercio de la República Arj entina en la
parte que se refiere á los corredores.
Tja Bolsa de Comercio, por Norberto R. Fres-
co. Buenos Aires. 5982— Imprenta del «Porvenir», De-
fensa 133. 148 pe.
D. NoRBBRTO Fresco empieza su trabajo con la
— 68 —
irascripcion del título III, libro I, del proyecto de
reformas del Código Mercantil que trata de las
Bolsas de Comercio, Dedica varios capítulos al es-
tudio histórico del oríjen de ellas en jeneraly en
particular al de la nuestra, y al Comercio en la épo-
^a colonial, y pasa á ocuparse de la institución en
4SÍ, de su reglamentación, de los contratos que ae
<;elebran en la Bolsa, distinguiendo las operaciones
comunes de comercio de las operaciones de Bolsa,
propiamente dichas, — negociaciones al contado y á
término — , del ajiotaje y especulación y délos me-
dios de represión empleados en distintos paises.
Termina con la esposicion de la lejislacion arjen-
tina sobre la materia, la jurisprudencia de nues-
tros tribunales y el proyecto de reformas. Es un
estudio de aplicación práctica con observaciones
dignas de tomarse en cuenta.
66— liOS cheques. Disertación, por Miguel Ve-
LASQUEZ. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni,
especial para obras, 60— Alsina— 60. 1880. 94 ps.
« Respecto de los cheques y cuentas corrientes
no hay una sola palabra en nuestras leyes» , dice
D. Miguel Yblasquez én la introducción de su té*
.sis, que tiene el gran mérito de estudiar esta mate-
ria en sus principios y en las lejislaciones estran-
ras, para aplicar á la nuestra las observaciones de
su crítica sensata.
Empieza por el oríjen y desarrollo del uso del
cheque. En una sección especial, que titula Emi-
^¿on, después de estudiar la naturaleza del cheque,
se ocupa de sus requisitos esenciales, de sus diferen-
-cias con los demás títulos fiduciarios, de la pro vi-
— ed —
«ion préria de fondos que se requiere para el libra-
miento, y la trasferencia de esa misma provisión.
En la sección tercera. — Circulación — entra á consi-
derarla trasmisibiliaad del cheque, los cheques
-cruzados, el endoso, la presentación, los efectos de
13U omisión y el protesto. La sección cuarta apre-
cia los medios ae estincion,— paga, pérdida ó robo
falsificación de firma y alteración de la suma á pa-
gar, y jurisdicción competente en estos casos. Fi-
nalmente, dedica la última sección al estudio de
los cheques-conformes ; tocando siempre de paso,
en cada uno de los capítulos, las cuestiones que
^surjen de los puntos espuestos.
67~]>e los fletamentos. Estudio al título VII
del Código de Comercio por Cablos M. Ürien. Buenos
Aires. Imprenta de «La Tribuna» calle Victoria núm.
39. 1880, 128 ps.
Después de una breve introducción sobre el co-
mercio marítimo, B. Carlos María Uriek entra á
'6sponer metódica, crítica y razonadamente el títu-
lo VII del Código de Comercio. La primera parte
de su trabajo comprende el estudio del contrato de
fietamento en sí mismo, con la apreciación y solu-
ción de las cuestiones que él orijina; la segunda
parte considera los derechos y obligaciones del
fletante y fletador.
Como tesis, merece encomio: está escrita sin pre-
d;ension y manifiesta suficientes conocimientos sobre
*el punto escojido.
- 70 —
68— Ses^nros, por Arturo Gramajo. Buenos Ai-
res. Imprenta de La Nación, calle de San Martin núme-
ro 208. 1880. 310 ps.
D. Arturo Gramajo ha reunido en un gruesa
volumen cuanto ha encontrado de más importante
en materia de Seguros^ y su trabajo se resiente de
cargazón, falta de método y aún malas traduccio-
nes— recopilación útil, pero de escaso mérito.
Empieza con indicaciones jenerales é históricas
sobre la institución délos seguros. En la primera
parte, se ocupa de éstos en jeneral — la naturaleza
y elementos del contrato, su forma, prueba, efectos^
etc. En la segunda trata de los seguros terrestres,^
dedica la tercera al estudio de los seguros sobre
a vida.
r,
69— Averias por Julio Botet. Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma, calle Belgrano números 133 y 135.
1880. 50 ps.
D. Julio BoTBT estudia la naturaleza y clasifica^
cion de las averias, y espone y comenta la partede
nuestro Código de Comercio que de ellas se ooupa^
« definiendo y caracterizando, como lo dice al co-
mienzo de su trabajo, las modalidades que las ave-
rias toman en la práctica. > Pasa inmediatamente
á la apreciación de los derechos y obligaciones que
ellas orijinan, procurando siempre resolver con
equidad y de acuerdo con los principios del dere-
cho marítimo, las dificultades que surjen déla in-
telijencia del mismo Código ó de su aplicación á
casos imprevistos. El autor observa, al terminar,
que no aparecen citados en su trabajo los autores
que ha consultado, porque lo ha creído inútil, < si
i
— 71 —
i^e tiene presente que los libros y con más razón
las tesis» se hacen con libros, macsimé ctiando se
tratft de materias tan trilladas como ésta. >
70— lias aTerias, disertación por Emilio E. Pi-
casso. Buenos Aires. 6144— Imprenta del Porvenir, ca-
lle Defensa 139. 1880. 47 ps.
Sigue el autor el orden del Código en el estudio
de las averias, deteniéndose preferentemente en
las cuestiones que « surjen á menudo entre carga-
dores 7 capitanes, y entre éstos y aseguradores,
sea sobre la determinación de una pérdida sufrida,
sea sobre la importancia de la parte que de ella ha
de corresponder á cada uno >,— cuestiones no re-
sueltas por la variedad de hechos que pueden ori-
jinarlas ; pero respecto de las cuales es dado fijar
< principios y reglas jenerales tendentes á resolver
las controversias en el terreno del derecho. > Sin
mayor acopio de erudición, es un trabajo metódica-
mente escrito.
71— liStadio sobre el contrato á la gr^^^»^
ó préstamo á riesgo marítimo por Juan Carlos Tabos-
81. Buenos Aires. 5801— Imprenta del Porvenir, calle
Defensa núm. 139. 1880. 80 ps.
Después de una breve introducción histórica, don
Juan Carlos Tabossi pasa á hacer la esposicion ra-
zonada de las disposiciones del Código sobre el
Contrato ala gruesa. El trabajo está dividido en
cinco secciones : I— Definición del contrato, su na-
turaleza y elementos esenciales; II — Su prueba y
su forma ; III— Sus efectos ; IV — Su nulidad y res-
cisión, y V — La prescripción del contrato. El mé-
— 72 —
todo espositivo empleado es propio para esfca clase
de trabajos ; 7 el lenguale, correcto ; la crítica sen-
sata, ofreciendo á veces las opiniones de los maes-
tros de la materia, parcimoniosamente aplicadas.
7i8— S^npresion de las moratorias, por Jttlio
PuBYUREDON. Buenos Aires. Imprenta de Pablo B. Coni,
especial para obras. 60— calle Alsina— 60. 1880. 48 ps.
D. Julio PaBTRRBDON estudia detenidamente á
la luz déla filosofía, de la historia y de la lejisla-
cion comparada, el punto que sirve de título á su
tesis, y concluye que < el establecimiento de las
moratorias en nuestro derecho, no obedece á nece-
sidades reales y permanentes del comercio arjen-
tino, sino á causas transitorias que influyeron en
el ánimo del codificador en 1857, cuando redactaba
el Código rijente. > Entra en seguida á considerar
las moratorias bajo el punto de vista de los inte-
reses mercantiles, de los intereses del deudor, ter-
minando con las siguientes palabras que toma de
una vista fiscal delDr. B. Victorica. — V. el Anua-
rio anterior^ núm. 1^ :
< La materia es, por cierto, digna del estudio de
nuestros lejisladores, cuando se ocupen de la re-
forma del Código de Comercio que les ha sido ya
sometida. Entonces, si no se suprimiesen las mo-
ratorias, favoreciendo el concordato como más con-
forme á evitar los inconvenie'ntes de aquéllas y
más en armenia con los principios comunes de ju-
risprudencia, seria de desear que limitasen las fa-
cultades del juez en la materia y determinasen
los plazos perentorios de una manera que no pu-
diese dejar duda.»
- 73 —
73~Hipoieca marítima» por Ramón Mibó. Bue-
nos Aires. Imprenta de S, Ostwald, Florida 136. 1880»
32 ps.
Esposicion con algunos comentarios del proyec-
to de ley del Sr. Santiago Alcorta sobre hipoteca
naval. No tiene mayor importancia.
74 — Universidad de Montevideo. Derecho civil. Te-
ste presentada á la Facultad de Derecho y Ciencias So-
ciales para optar el grado de doctor en jurisprudencia
por Juan Néstor Pujol. 1880. Buenos Aires. Ené*^^
menor. 104 ps.
D. Juan Néstor Pujol sostiene la conveniencia
del matrimonio civil ; hace su historia, espone y
comenta sus caracteres y ventajas, y acaba demos-
trando que no es una institución moderna. EJI tra-
bajo está lleno de erudición y escrito con empeño,,
habiendo su autor traducido hasta la larga ley ale-
mana de 6 de febrero de 1875, en corroboración de
sus proposiciones. Con todo, más que estudio jurí-^
dico, la tesis parece disertación literaria, frecuen-^
temente oscura y sin razonamientos que pesen en
la intelij encía del lector.
política
75— Cuestiones de la Bioja en 1877, 1878 j
1879. Los hechos y sus autores. Buenos Aires. Impren-
ta de Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Calle
Alsina-60. 1880. En 8®, 76 ps.
Esposicion que D. Vicbntb Almandos Almoka-
<3iD, gobernador de la Rioja, hace de los sucesos
desarrollados durante el período de su mando, á
fin de sincerarse de ataques dirijldos á sus proce-
<límientos de hombre público.
Panfleto de política local, carece de interés fuera
de la Rioja, no obstante ñ^urar incidentalmente en
¿1 nombres conocidos del resto de la República.
Oontiene algunos pocos documentos comprobato-
rios.
76 ^Manifiesto del Presidente de la Repú-
blica á sus conciudadanos. Buenos Aires. Imprenta
^e El Nacional, Bolívar 65 y 67. 1880. En 8 ® , 24 ps.
Este manifiesto fué dado por el Presidente Avb-
IjLakbda en momentos solemnes para el pais, cuaur
— 76 —
do un partido amenazaba la paz de la República
armándose en son de rebelión contra las autorida-
des nacionales.
« Pido en nombre del patriotismo y mando en
cumplimiento de las leyes que las armas^ sean de-
puestas. > — Nadie obedeció su voz, y la rebelión fué
un hecho.
El folleto contiene también el decreto de desar-
me y la carta de Sarmiento áD. Eduardo Madero^
que es el comentario más claro y la razón más con-
yincente de dicho decreto.
77— Manifiesto al pueblo de la Bepública.^
Buenos Aires. Imprenta y librería de Mayo, de C. Ca-
savalle, Perú 115. 1880. En 4® menor, 88 ps.
Por disposición de los Diputados nacionales que
permanecieron en Buenos Aires no obstante el de-
creto de 4 de junio de 1880 que ordenaba la trasla-
ción de la capital de la República á Belgrano, —
publicóse este folleto, el cual contiene el manifiesto
que esos mismos diputados, presididos por el Dr.
Manuel Quintana, dirijen al pueblo, ante quien
pretenden justificarse; y las actas de sus sesiones
con los demás documentos referentes á ese asunto.
Se pisa la arena candente, que dice Estrada. Todo
ha pasado, y éntrelos hombres que firman ese Ma-
nifiesto no son los menos los arrepentidos ó bastan-
te francos para confesar su equivocación.
78-'Protesta de los espatriados eorrenti-
nos presentada á la Honorable Cámara de Diputados
de lalación. 26 de abril de 1880. Buenos Aires. Im-
prenta de El Nacional, Bolívar 65 y 67. 1880. -En 4®^
36 ps.
77 —
El vuelco de la situación política de Corrientes,
cnjo gobernador estaba ligado al de Buenos Aires
en la rebelión pasada, produjo necesariamente per-
secuciones en los pueblos distantes y en los prime'
ros momentos, cuando era imposible hacer sentir
la eficacia de una nueva autoridad. Los correnti-
nos que abandonaron su patria en esa época pre^
sentan su queja & la H. Cámara de Diputados»
79~€rísi8 política de la Repúbliea Arsen"
tina. Carta al General Roca por elDr. D. José Fran-
cisco LoPEZ; Buenos Aires. Imprenta de J. Peuser-
Calle San Martin 96, 98, 100. 1880. En 8®, 9 pe.
Aconseja al jeneral Roca renuncie la presiden-
cia para evitarla guerra civil que amenazaba al
pais, como si tal renuncia pudiese sofrenar la in-
sensata ambición delDr. Tejedor. La carta lleva
la fecha de 15 de junio.
SO— One sigrniflea lo que está pasando en la
Itepública Arg^entina ? El odio de un pueblo á la
intervención electoral, por B. Vicuña Mackünna. Bue-
nos Aires. Imprenta de Mayo, de C. Casavalle, Perú
115. 1880. En8<^, 16 ps.
Las palabras del diario < La Nación > , con que el
Señor Bqinjaaiin VicüSa Mackenka encabeza el ar-
tículo reimpreso en Buenos Aires, prueban sufi-
cientemente su falso punto de partida, del cual so»
lójicas consecuencias sus más erróneos asertos.
< Ninguno de los que sostienen la candidatura,
del Dr. Tejedor, dice, ni el candidato mismo, tienft
— 78 -
vinculaciones de pasión, de amor propio, ni falaees
reatos de consecuencia política.
« Es un partido que representa una^ resistencia,
«que desapareceria, cesando la causa que la pro-
duce. >
Nada de estraño que el diario, órgano del par-
ít Ido nacionalista, aliado del Dr. Tejedor durante
su campaña electoral, hablase en esos términos el
S de febrero de 1880; pero mucho, mucho de estra-
ño que un estadista del nombre del Sr. Mackenna
basase sus apreciaciones sobre la situación de la
República Arientina, en artículos políticos de acer-
aba parcialidad, recojiendo cargos anónimos de dia-
rios de partido.
81— Capital permanente de la República en
JBuenos Aires* Colección de cartas publicadas en «El
Siglo» y conferencias dadas en el Club Industrial sobre
este punto por el Sr. D. Nicolás Calvo. Volumen III.
(l * edición) mandada imprimir por D. Eustoquio Diaz
Telez. Buenos Aires. Imprenta de La Pampa, calle
Victoria.97 y 99. 1880. En 8®, 160 ps.
Véase el Anuario anterior, número ^OO. Esa
'Colección de cartas di rij idas á <E1 Siglo>, que em-
piezan el 23 de setiembre de 1878, forma el primer
volumen, no habiéndose publicado todavía el se-
gundo.
El presente volumen comprende tres cartas y
•dos conferencias .sobre la cuestión capital. D. Ni-
colás A. Calvo ha sabido reunir y presentar, con
la lijereza 7 movilidad habituales de su estilo, los
argumentos históricos, económicos j políticos que
en diversas épocas se han aducido para sostener la
conveniencia de la designación deünitiva de capi-
— 79 —
tal en Buenos Aires. Sus carias están llenas de
dfttos interesantes, de cálcalos y razonamientotBi
qaeconvencen, esparcidos acá y allá, en medio da
una hojarasca inútil y de párrafos descosidos 6 in«-
conducentes.
82 -lia decapitación de Buenos Aires por
Adolfo Saldias. Buenos Aires. Imprenta y librería de
Mayo, calle de Pera 115. 1880. En 4® menor, 16 ps.
Panfleto político sin trascendencia.
Ataca agriamente la solución de la cuestión ca-
pital^ sin otros argumentos que los de la prensa
ecsaltadade la oposición.
83— Notables discursos sobre la cuestión
capital pronunciadso por los doctores Alem y Bera-
cooHEA en la H. Cámara de la Provincia. Buenos Ai-
res. Imprenta de El Economista, calle Alsina 56. 1880.
En 8®, 218 ps.
El Dr. Leandro N. Albm habló un par de dias
en la Cámara de Diputados de Buenos Aires, de
que formaba parte cuando se trató la cuestión capi-
tal, y el Dr. Pascual Bbkacochba pronunció un lar-
go discurso, oponiéndose ambos á la sanción de la
ley que feaeralizaba la ciudad de Buenos Aires.
Brillante y fascinador el primero, lójico y estudio-
so el segundo —los dos agotaron los argumentos co-
nocidos y posibles en servicio de su opinión, des-
viando insensiblemente el arranque histórico y la
tradición de la cuestión capital. Terminada la ar-
diente discusión, rebatidas total ó parcialmente las
ideas de estos diputados, — sus discursos carecen
- 80 ~
lioy del interés que llegaron á despertar por circuns-
tancias del momento, j se conservan como documen-
tos de la época que ayudarán alguna vez, cuando
se escriba esa historia, á salvar inesactitudes ó in-
consecuencias aparentes hasta para los mismos-
contemporáneos.
84- Carta de D. Félix Frías aJ Dr. D. José
María Moreno sobre los últimos acontecimientos polí-
ticos. Buenos Aires. 1880. En 4® menor, 16 ps
Esta carta, que lleva la fechado 2 de setiembre^
fiólo contiene el grito de despecho de un hombre á
quien las circunstancias hablan colocado más arri-
ba de sus méritos. D. Fjélix Frías se arráncala
máscara al borde de la tumba para mostrarse tal
cual es — bilioso, lleno de rencores tradicionales,
incapaz de comprender la gran evolución política
que termina con la designación de capital definiti-
va para la República Arj entina. Hace una esposi-
cion de los acontecimientos jjasados, y se muestra
parcial, desbordando de sentimientos estrechos, de
miras raquíticas. Únicamente tiene palabras de
encomio para un hombre que estuvo colocado en si-
tuación de ahorrar muchas vergüenzas y prefirió
provocarlas, aun á riesgo de no conseguir salvar su
nombre del eterno olvido que ha empezado á des-
plomarse sobre él. D. Félix Frias no tendría eco
fuera del Dr. José Maria Moreno.
85-'Actiialidad política* Consideraciones por
TJN HOMBRE DEL PUEBLO. Bucnos Aircs- Imprenta deXa
Tribuna, Victoria 41. 1880. En 8® mayor, 23 ps.
— SÍ-
ES uaa breve esposicion de los últimos acontecí-
mientos políticos desde la rebelión de 1874, llegan-
do á estas conclusiones:
«Mayoría indiscutible del jeneral Roca para pre-
sidente de la República. —
<No hay tal liga de Gobernadores — decantada
frase de la oposición. —
«El Presidente Avellaneda nada ha hecho en fa-
vor déla candidatura Roca, puesto que las medidas
á que los adversarios atribulan ese fín, están justi-
ficadas por el jeneral Sarmiento en su carta doctri-
naria al Sr. Madero.>
Este folleto es escrito y publicado antes de la
reunión de electores. Su autor : Santiago Elb-
JALDB.
86- lüíotici» exacta de la campafta realizada
por el ejército de la Provincia á las órdenes del coronel
D. José I. Arias en Junio de 1880. Mercedes. Imprenta
de El Oeste, Boulevard Mercedes núm. 80. 1880. En
8 0,^2 ps.
Desde los sucesos déla noche del 1® de junio,
cuando un gobernador que se habia declarado con-
trabandista se apodera de armas depositadas en
buque de la nación, hasta la renuncia de ese mis-
mo gobernador á quien la historia juzgará más
severamente que los contemporáneos; los sucesos
inicuos de seis meses de ence^uecimiento están
esbozados en este folleto, con las omisiones y false-
dades consiguientes á una parcialidad propia del
más acerbo partidista. Cada capítulo es un artículo
de diario bajo — elojios desmedidos y diatriba inso-
lente. No hay una pajina que sobresalga, no hay un
rasgo de altura é intención moral: falta de verdad
— 82 —
en el fondo é incorrección en la forma ; monotonía
de estilo é ignorancia del derecho. Termina como
es consiguiente, con la pintura del pueblo, opri-
mido por tanta iniquidaa ; pero el autor confia en
la justicia — en la justicia reparadora para los qae
pisotearon las leyes y humillaron al pueblo.
87— Mensaje del Gobernador de la Provincia é la
Honorable Asamblea Legislativa. Buenos Aires, 1 ® de
Mayo de i 880. Buenos Aires. Imprenta de Martin Bied-
ma, calle Belgrano números 133 y 135. 1880. En 4®>
59 ps.
Escrito por el Dr. Carlos Tbjbdor. Las circuns-
tancias políticas y las absurdas teorías del gober-
nador de Buenos Aires, que hasta sostenía el dere-
cho de la provincia para contrabandear armas, han
hecho conocer demasiado este Mensaje,
SS—ÜIensaJe del Poder Ejecutivo al abrir las Sesio-
nes de la Lejismtura de la Provincia. Enero 1 ® de 1880.
Tucuman. Imp. de La Razón, Laprida números 73 J
75. En 8®, 229 ps. y varios cuadros estadísticos.
Trabajo detenido y bien documentado con una
serie de anejos y memorias parciales, presentado
por el gobernador delegado Dr. J. M. Artigübta.
89— Mensaje del Gobernador de la Provincia alas
Honorables Cámaras Legislativas al abrir sus sesiones
ordinarias en octubre de 1880. Salta. Imprenta del Co-
mercio, calle General Alvarado N. 140. 1880. En 4®,
J6 ps.
— 83 —
Presenta agrandes rasgos la situación de la prO'
vincia de Salta.
90— Mensaje del Presidente de la Bepú*-
bllea al abrir Jas sesiones del Congi'eso Argentino en
mayo de 1880. Buenos Atres. Imprenta de El Nacional^
Boíivar 65 y 67. 1880- En 4® menor, 56 ps.
Fué este mensaje el último del gobierno del Dr^
AvBLLANBDA j puede propiamente considerársele
un cuadro de los seis años de su presidencia, más^
que un simple mensaje de apertura del Congreso.
Trabajo serio y concienzudo — está redactado con
una belleza de forma que en algunos párrafos di-^
siente, por su escesiva galanura, de la severidad de
un documento oficial.
91— Biscnrso del Brigadier General D, Ja*
lio A. Boca al recibirse de la Presidencia de la Re-
pública ante el Congreso Argentino el 12 de octubre de
1880. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, espe-
cial para obras. 60— Calle Alsina— 60. 1880. En 4^
menor, 16 ps.
El discurso del jeneral Julio A. Roca al recibir-
se del mando el 12 de octubre de 1880, es el progra-
ma de gobierno más amplio y lleno de franqueza
que se liaya presentado nunca al H. Congreso. Es-^
{>osicion sin fantasías de la situación del pais y de
os medios de engrandecerlo, ha merecido el aplau-
so de todos, nacionales y estranjeros, y ha sida
comentado en Europa, como en el seno mismo de
la República Arjentina. «Paz y administración», —
íié ahí lo que ofrece el nuevo Presidente y está dis-
— 84 —
puesto á cumplir — paz, que es base de progreso;
administración, que es base de prosperidad y ri
queza.
9S— Kirvana. Estudios sociales, políticos y econó-
micos sobre la República Oriental del Uruguay por An-
<JEL Floro Costa (abogado). Buenos Aires. Editor. Im-
prenta de El Mercurio, AÍsina 272. 1880. En 8 ®, X-
-384 ps.
< Hay en los viejos libros de la India, una filo-
sofía útil y cómoda á la mente, cuando ha sido tra-
bajada por el desencanto y herida por el triunfante
Tayo de la mentira y la barbarie.
« Esa mentira es el aniquilamiento estático del
espíritu por las iluminaciones panteistas de la
€iencia.
« Especie de sonambulismo seráfico, ó mejor di-
^ho de catalepsia voluntaria que nos sustrae á las
realidades dolorosas del mundo en que vivimos, y
nos circunda de luz en la intimidad de nuestra pro-
pia conciencia. — Es el nirvana
< No será acaso el Nirvana lo que habrá empe-
zado á invadir ya mi espíritu?
< No será él lo que invade ya los espíritus selec-
tos de mi patria ? »
Con esas palabras termina su obra el Dr. Anjei
Floro Costa, y esplica su título que no corres-
ponde, ciertamente, al conteiíto del libro, ni á las
materias en él aglomeradas.
De cuantos trabajos han visto la luz pública ea
ambas orillas del ílata, de algunos años acá, nin-
guno tan 'discutido y fustigado como el Nirvana-
Publicóse en Buenos Aires; pero su boga fué esclu*
jlva de Montevideo, donde la prensa se apoderó de
— 85 —
^1 para deshacerlo pieza por pieza, crejéadose he-
rida por más de una apreciación dura, por más de
an juicio atrevido, por más de una agria alusión,
consignadas en las pajinas de esa obra sin unidad,
aunque fresca y vigorosa.
Las dos primeras partes, de las tres que consti-
tuyen el volumen, es personal y desprovista de ver-
dadero interés, salvo para los que hayan seguido
atentamente las pequeñas revueltas, las oscuras
rencillas, las miserias y las apostasias de todo gé-
nero que se han producido en la vecina República
y que tan triste suerte le vienen deparando.
La tercera parte, que se titula El pasado, él pre-
sente y el porvenir, estudia histórica y filosótíca-
mente los oríjenes de la nacionalidad oriental, pin-
ta su actual situación, sombría y descarnada, y
analízalas únicas soluciones que caben en la vida
malsana de ese pueblo querido — el afianzamiento
de su independencia, su anecsion ala República
Arjentina ó su absorción por el Brasil. El autor
acepta cualquiera de las dos primeras soluciones,
aunque cree que la última se realizará fatal é ine-
ludiblemente.
De uno de los juicios más desapasionados de la
Srensa oriental, tomo las siguientes palabras, to-
avia severas, pero no deprovistas de esactitud, pa-
ra dar idea de la forma singular del Nirvana :
«Hay en él destellos de un talento superior al
lado de inconcebibles caldas : lo profundo se codea
con lo grotesco, en un compañerismo que asombra.
— El sabio inicia una revelación científica, y el
dulcamara, literariamente hablando, os hace luego
una pirueta indigna. Sancho da comienzo á juicio-
sas observaciones prácticas, y Falstafif lo interrum-
pe con vulgaridades cínicas. Hay mucho de sonam-
bulismo seráfico, — idealidades que vagan por hori-
6
— 86 —
zontes muy altos ; pero hay también sonambulismo
que parece más bien somnolencia de pocilga. — Hay
mucho arranque, mucho vuelo de inspiración y de
estudio, — pero se descubre en medio de todo eso
Sue ciertos órganos del alma viren en absoluta y
eplorable catalepsia. »
Tal es, sin ecsajeracion, ese libro aue tanto ha^
llamado la atención en la República Oriental, pa-
sando casi desapercibido entre nosotros, no obstante
las graves cuestiones que aborda, ligadas con inte-
reses comunes y referentes á complicaciones inter-^
nacionales.
Debo hacer aquí una rectiñcacion personal — El
Dr. Alberto Navarro Viola ha nacido en Buenos
Aires, nó en Montevideo como lo asegura el autor
al hacer argumento de la ingratitud de los que
«han dado la espalda á las brisas inhospitalarias de
la patria.>
93— Una polémica en la edad de piedra*
Colazos de Nirvana. Buenos Aires. Imprenta del «Mer-
curio!, Alsina270 y 272. 1880. En 8®, 108. ps.
Entre los rudos ataques de que fué objeto JVÜrvai
na del Dr. Anjbl Floro Costa, descuellan por su
virulenta acritud los que le dirijió en «El Plata»
de Montevideo el redactor de ese diario, Dr. Carlos
María Ramirbz. El Dr. Costa ha reunido en este
folleto los cargos que le fueron dirijidos y las ré-
plicas ó sinceraciones con que los contesta. Apre-
ciaciones de hechos— por más que algunos de ellos
revistan carácter público, adolecen de todas las
desventajas y repugnancias de la discusión perso-
nal ecsacerbada;y el Dr. Costa ha tenido la buena
— 87 —
inspiración de colocar en la carátula del folleto, á
manera de epígrafe, este párrafo de la conferencia
del Dr. Ramírez sobre D. José Pedro Várela :
« Hay en nuestra raza un defecto de que debe-
mes curarnos — somos intemperantes en la crítica,
implacables en el ataque personal, j al mismo
tiempo muy parcos en el elojio justo y muy avaros
del homenaje desinteresado .>
94— Disraeli y Gladstone (Estudio político).
Buenos Aires. Imprenta de El Economista, Alsina 56.
1880. EnS'^^, 36 ps.
El doctor Onísimo Lbguizamok se ha servido pa
ra la confección de este folleto délos datos y obser-
vaciones de los capítulos que sobre Lord Beacon-
fteld et son temps — publicó Cucheval-Clarigny
en la Bevtie de aeux mondes — capítulos que están
hoy reunidos en un volumen.
La part§ orijinal de su estudio consiste especial-
mente en la aplicación de los principios y tendencias
de la política inglesa á la política arj entina y en la
comparación de los grandes hombres de Inglater-
ra con los hombres que han descollado en nuestro
pais; llegando, en definitiva, al cotejo de Sarmien-
to con Disraeli. «Hombres de gran carácter uno y
otro, dice, el espíritu de polémicay de contradicción
al lado de ciertas tendencias autoritarias y conser-
vadoras que se descubren en el fondo de su organi-
zación, son los rasgos salientes de ambas fisono-
mías morales. >
Este trabajo esa la vez biográfico, histórico y
político, prevaleciendo el último carácter.
95^121 Investigador, correspondencia entre ame-
ricanistas, literatos, educacionistas, curiosos, empleados
etc.— Directores propietarios Juan A. Albina— T. S.
Osuna. Año 1880. Tomo I. Buenos Aires. Dirección, en
la Imprenta de Juan A. Alsina, calle de Méjico núm.
635. En 4 *^ menor, 556-xx ps.
La colección de El Investigador, correspondiente
al año 1880 y que forma el primer volumen, con-
tiene prócsimamente 400 preguntas, contestadas en
su tercera parte, y verdaderas curiosidades litera-
rias é históricas, documentos desconocidos 6 iné-
ditos, etc. Algunas contestaciones son de indiscu-
tible mérito y revelan en sus autores hombres de
estudio (lue se preocupan de divulgar lo que sa-
ben en bien de los que desean aprender.
Las preguntas suelen pasarse de interesantes,
convirtiéndose en fútiles o estrafalarias ; pero las
respuestas no esceden la conveniente mesura en
publicaciones de este jénefo, que ponen la erudi-
ción de pocos al alcance del anhelo de muchos.
— 90 —
La obra emprendida por los Señores Jüak A.
Alsika 7 T. S. Osuna no ha sido merecidamente
ayudada, y acaso gran parte de los que conocen su
ecsistencia ignoran aún las ventajas de esas entre-
gas quincenales que pueden llegar á convertiri^e
en un repertorio de ilustración americana.
96— Revisita de la biblioteca pública de
Buenos Aires fundada bajo la protección del gobier-
no de la provincia por Manuel Ricardo Trblles. To-
mo II. Buenos Aires. Imprenta y Librería de Mayo, de
C. Casavalle. Perú 145. 1880. En 4 ® , 507 ps.
El incansable anciano D. Manuel Ricardo Trb-
lles continúa la publicación de la Revista que
fundó el año anterior. Véase el Anuario de 1879,
número 104.
Los materiales que contiene este segundo tomo
son variados y de interés histórico; de suerte que la
Revista conservo, su primitivo carácter, constituyen-
do una verdadera gloria para su autor que afronta
las dificultades de publicación tan ardua.
El estudio del Señor Trelles sobre Diego Oarcia
— V. el Anuario de 1879, núm. 103— ha orijinado
una réplica del Sr. D. Luis L. Domínguez, la cual
ocupa las primeras pajinas del tomo, seguida de
notas eruditas con que el Sr. Trelles se propone re-
batir ese trabajo* Ellas no alcanzan, sin embargo, á
modiñcar la opinión emitida respecto de Diego (xar-
da. La incuestionable competencia del Sr. Trelles
pesa como un buen argumento ; pero no convence; y
aunque el Señor Domínguez nada adelanta sobre
lo ya conocido en esa parte de nuestra historia, «su
punto de partida es tan claro y su itinerario al tra-
vés del tiempo tan seguro, que fácilmente demues-
— 91 —
ira, la verdad no negada hasta hoy sino por nues-
tro distinguido investigador, que esta vez ha
inventado un problema para proporcionarse el
placer de resolverlo.>
Bajo el rubro de títulos territoriales^ publica una
serie de veinticinco documentos, más o menos, re-
lativos todos á tierras de las provincias del interior
j de Buenos Aires — documentos importantes que el
Sr. Trelles ha copiado pacientemente y con fre-
cuencia ha tenido que rehacer por completo.
Las tres actas ae fundación de Poolaciones en
CuyOy copiadas de los testimonios auténticos que
se guardan en el Archivo de Indias, prueban que
la Ciudad de Mendoza fué primitivamente fundada
por el Capitán Castillo en 1531, y trasladada á lu-
gar más adecuado en 1562 por su sucesor el Capi-
tán Juan Jufre, quien le dio el nombre de Resurrec-
x^ion ; siendo él también el fundador de San Juan
de la Frontera en el mismo año. Acompaña la
traza de la Ciudad de Mendoza en 1561, un cuadro
de la repartición de tierras á los pobladores y el
plano de San Juan de la Frontera.
Viene en seguida el acta de fundación de la Ciu-
dad de la Concepción del Rio Bermejo en 1585.
Los Aciterdos de Cabildo continúan la sección
abierta en el Rejistro Estadístico de Buenos Aires,
de 1863, dirijidoporel Sr. Trelles, y que tiene por
objeto dará luz los acuerdos más antiguos que se
conservan del Cabildo de esta Ciudad. En el Rejis-
tro Estadístico llegó hasta las actas de 1615; pero
un capricho de la Municipalidad, en cuyo poder se
encuentra el Archivo del estinguido Cabildo, impi-
dió al Señor Trelles seguir sus investigaciones.
Hoy parece resuelto á no volver sobre ellas, y
anuncia que se limita á publicar las actas que te-
ñía ya descifradas.
— 92 —
La Degollación de Charrüas es un bello episodio
histórico escrito en 1875. El autor ofrece dar en
uno de los prócsimos tomos de la Revista, todos los
comprobantes de esta narración de un atentado co-
metido por los españoles á principios del siglo
XVIII.
Los documentos sobre Santa Fé ¿lela VeraCrtc^r
reconocimiento del Rio Negro en 1798, El Alto-Perú
hasta 1825, j especialmente la Jbfemma del gober-
nador del Rio de la Plata Don Francisco de Bucarélí
y TJrsua á su sucesor Don Juan José de Vértiz, son
de incuestionable importancia para la historia pa-
tria como para la historia americana. Su apari-
ción acredita una vez más la paciencia y el tino del
Señor Trelles en la investigación y estudio de
nuestros archivos.
Esta breve reseña da apenas una idea del conte-
nido del segundo tomo de la « Revista > . Ante una
obra de tan inmensa labor, el hombre estudioso se
esplica el filosófico alcance del epígrafe de Isaac
Newton con que el Sr. Trelles encabeza su nueva
publicación :
< No sé lo que el mundo pensará de mis trabajos^
pero para mí tengo que no he sido más que un niño
que se divierte á orillas de la mar, y encuentra ya
una piedrecita tosca, ya una Conchita más agrada-
blemente variada que las demás, mientras que el
gran Océano de la verdad se estendia inesplorado
ante mi vista. »
97— Américo Tespncio por Gregorio Pérez Go-
mar. Precio 30$ m[c. Buenos Aires. Imprenta de la
Ondina del Plats, Santiago del Estero 176. 1880. En
4*^ nitnor, vii-146 ps.
— 93 —
l!I Dr. Grbgorio Pbrbz Gomar emprendió este
tíáibajo en Florencia, patria de Amértco Vespucio,
pues suponía, como lo dice en el prólogo, que allí
« debían hallarse los datos suficientes para deter-
minar la misión que éste habia desempeñado en el
descubrimiento de América;» y lo ha terminado
en Buenos Aires afines de 1879.
Los siete primeros capítulos de su obra están
esclusivamente dedicados á Colon : narran sus pe-
regrinaciones antes del descubrimiento de la Amé-
rica, sus aventuras en las cortes europeas, el des-
cubrimiento y los cuatro viajes que realizara hasta
su muerte. Desde el capítuío VIII empieza á ocu-
Sarse de Américo Vespucio nacido el 9 de marzo
e 1451; da detalles acerca de su infancia, sus
obras, su viaje á España; observa el silenf^io ó de-
ficiencias de los historiadores contemporáneos —
Pedro Martire, Dacada Mosto, Fernando Colon,
González de Oviedo, Francisco López de Gomara,
etc — para concluir que « Américo Vespucio es el
solo historiador orijinal de sus propios descubri-
mientos, puesto que lo que los otros historiadores
de las demás naciones dijeron respecto de ellos, no
fué sino copiado ó sacado de las relaciones que él
mismo escribió. >
El capítulo X tiene la más alta importancia,
pues sirve de clave á los capítulos siguientes. El
historiador brasilero F. A. Varnhagen, que ha es-
crito sobre Vespucio, con ánimo de conciliar las
contradicciones que resultan en su vida de la com-
paracion de diversos documentos, piensa que el
único auténtico es la carta de Vespucio á Pedro
Soderini, Gonfaloniero vitalicio de la República
Florentina, y en la cual refiere sus cuatro Viajes-
Ios dos primeros en naves esjpañolas y los dos últi-
mos por orden del Rey de Portugal. El Sr. Pérez
— 94 —
Gomar acepta, por el contrario, la autenticidad
de la carta dirijiaa & Lorenzo de Médici, de la que
se encuentra un códice en la Biblioteca Ricardiana
de Florencia , y cuyos datos y contenido con-
cuerdan con la relación de Herrera, en tanto que
la carta á Soderini < no concuerda con ningún otro
documento, ni ecsiste en Italia códice alguno con
que poder confrontarla. > El autor trascribe ambas
cartas en el apéndice.
Tomando, pues, rumbo opuesto á Varnhagen, el
Sr. Pérez Gomar sigúelos viajes de Vespucioy
tiene con frecuencia ocasión de criticar al historia-
dor brasilero, tanto en la determinación de las fe-
chas y de los puntos descubiertos, como en el nú-
mero mismo de los viajes que aquél pretende
estender á cinco ó seis, no siendo más que cuatro,
hasta la muerte del ilustre florentino, acaecida en
Sevilla el año 1512, después de haber obtenido el
título de Piloto Mayor de Castilla.
Este trabhjo termina con un estudio sobre el
nombre de América — nombre que apareció por
primera vez en una carta jeográfica publicada el
año 1535. <Bien miradas las cosas, dice el autor,
ni Colon, ni Américo tenian un derecho perfecto á
cubrir con sus nombres la inmensa estension de
los continentes americanos, si este derecho debiese
derivar de la prioridad del descubrimiento ó de la
esploracion completa de sus costas. > — Y cierra su
libro con el siguiente paralelo :
< Entre Colon y Vespucio habia esta diferencia :
aquél tenia jénio, le devoraba una ambición in-
mensa, y á las borrascas de su alma respondían las
borrascas de su suerte. Hoy el apoteosis, mañana
las cadenas y la cárcel ; hoy la embriaguez del
triunfoV del mando ; mañana la humillación del
motín y la profanación de la canalla ; hasta en bu
— 95 —
vida privada se alzan y se abaten estas ondas de
la fortuna : hoy la fatiga del peregrinaje, la amar
gura de la viudez; mañana el reposo entre los jar-
dines de Andalucía y los poéticos amores de una
deesas mujeres de alma ardiente y de seductora
belleza La vida de Colon es el drama de la alta
vida del jénio, semejante á las calmas y á las bor-
rascas del alto Océano.
« Vespucio no tenia jénio, ni ambición; por eso
üo nos queda de él sino la historia desmantelada
de sus descubrimientos. Interroga á las estrellas,
sorprende la conjunción de los astros y calcula
fríamente las distancias, graba sobre el papel el
perül de las costas que descubre, y acepta resig-
nado la misión de señalar á los nuevos descubrido-
res el itinerario que debian seguir. Por eso Ves-
pucio ni sube á las alturas de la gloria ni desciende
á los abismos de la contrariedad.
< Pero nadie puede despojarlo del mérito de ser
uno de los que más colaboraron al descubrimiento
de la América, y su nombre, aunque no designase
ios más grandes continentes del mundo, estarla
siempre bien colocado al lado de los nombres de
roscanelli y de Colon.
98 -Historia de los gobernadores de las
»roTiiacias arg^entinas. 1810-1880. Precedida de
a cronología de los adelantados, gobernadores y vire-
es del Rio de la Plata. 1535-1810, por Antonio Zm-
y. Tomo II. Antigua Provincia del Tucuman— Provin-
ias centrales y andinas. Buenos Aires. Imprenta y
breria de Mayo, de C. Casavalle, Editor, Perú 115.
m. En 8^, 718 ps.
A propósito del tomo primero de esta obra, di una
[ea jeneral de su forma y desarrollo, en el número
— 96 —
XOO del Anuario anterior ; de suerte que debo li-
mitarme á uaa simple noticia bibliográfica del coe-
tenido del segando tomo.
Abarca la antigua provincia del Tacainan y
las provincias centrales y andinas — Córdoba,
Tucuman y Santiago del Estero ; comenzando
con los descubridores , conquistadores y gober-
.nadores del Tucuman, siempre en el orden cro-
nolíMico que se ha marcado, desde doa Diego
de Rojas— 1542-43 — hasta el coronel don Andrés
Mestre, último gobernador de la antigua provincia
y primero de la Intendencia de Salta.
En cuanto á las provincias centrales, se ocupa—
1® de Córdoba — desde el primer gobernador in-
tendente, coronel don Rafael de Sobremonte— 1778
— y continuando con los gobernadores y capitanes
jeneralesque llevan esos títulos desde 1820, hasta
el gobernador actual, Dr. Miguel Juárez Celman,
cuyo discurso de recepción aplaude el señor Zinst
como programa de gobierno, con escepcion de una
frase, « que respira guerra,» dice él, cuando sólo
es la enérjica protesta de adhesión á las institucio-
nes, pronunciada por un gobierno que ha sabido
cumplirla fielmente.
2® de Tucuman — desde el presidente del Cabil-
do, don Clemente Zavaleta — 1810— , teniente go-
bernador en 1812, y los gobernadores intendentes
que empiezan con el coronel Hilarión de la Quin*
tana — 1814 — hasta el Dr. José Maria Astigueta,
ministro de D. Domingo Martínez Muñecas y *§*
delegado durante una corta ausencia, desde 31 de
diciembre de 1879 hasta mediados de enero de
1880.»
3® de Santiago del Estero— desde don Domingo
de Palacios, presidente de la municipalidad— junio
— 97 —
13 de 1810,— hasta don Pedro Gallo que se recibió
del mando ell ® de diciembre de 18T9.
Encabeza cada una de esas secciones el acta res-
pectiva de fundación, j las primeras pajinas del
libro están destinadas á suministrar algunos datos
históricos 7 ofrecer varias rectificaciones al pri-
mer tomo, siendo la más importante de ellas la
trascripción del acta de fundación de la ciudad de
Buenos Aires, tomada del libro del Dr. Vicente G.
Quesada— ia Patagonia y las tierras australes del
Continente Americano, — -por haberse dado como tal
en el primer tomo de la Historia de los gobernadores^
lo que no era sino el acta de los repartimientos.
Si asombro causaba la crónica prolija de los go-
biernos del litoral, no cabe forma alguna de admi-
ración por la paciencia sobrehumana del mismo
autor, que ha reunido tantos ó más completos deta-
lles sobre las tres provincias de que se ocupa, más
distantes y abandonadas y menos susceptibles, por
lo tanto, de las investigaciones á que se prestan los
archivos de los pueblos cuya comunicación con la
capital se ha mantenido casi constantemente espe-
dita.
El resumen escrupuloso de documentos de todo
jénero á que se dedica el Sr. Zinny para la compila-
ción de su obra, garantiza su veracidad en la espo-
sicion de los hechos, tanto más cuanto que especial-
mente en este tomo habla sin pasión^ aun de los dias
prócsimos; y su libro — no sólo de consulta, sino tam-
bién de estudio como otra vez lo he dicho — alcanzará
á ser en algunos casos y para épocas determinadas,
un hilo de Ariadna con cuyo ausilio se pueda aban-
donar el laberinto de las pequeñas reyertas y de
los pequeños caudillos y respirar el aire libre de
la nacionalidad arj entina.
— 98 —
99— MonteaipDido 811 Tida y sns eseritós por
Mariano A. Pelliza. Tomo primero 1785-1 815. Buenos
Aires. Carlos Casavalle, editor. Imprenta y librería de
Mayo, calle Perú 115. 1880. En 8®, 352 ps.— Tomo se-
gundo 1816-1825. 338 ps. y retrato de Monteagudo.
Tenemos al señor Mariano A. Pelliza dentro de
su jurisdicción.
Ha nacido para escribir historia, y no debe arre-
drarse, aunque se crea obligado á sentar, á cuenta
de aforismo ó refleccion, al comienzo de cada uno
de sus libros, el absurdo de que se pierde la verdad,
por más que se salve la forma, cuando se escribe la
historia á cincel.
Le hemos negado las indispensables condiciones
del literato; le hemos negado sobre todo que sea
unestilista— V. el Anuario, 1819, número SSO.
Ahora tenemos delante al escritor que implícita-
mente lo reconoce al entregar á las jeneraciones
ávidas de vida intelectual, libros destinados á du-
rar tanto como los nombres casi enigmáticos que
aclaran para la posteridad.
Apresurémonos á hacer justicia al espositor rec-
to, ae criterio sano é imparcial, que no teme afron-
tar las más serias empresas,, entregando su labor
cuotidiana al fallo severo délos que piensan y ala
benevolencia de los que aman la patria.
Hasta ahora sólo ecsistian dos biografías, propia-
mente tales, de don Bernardo Monteagudo, la del
salteño Juan R. Muñoz Cabrera, ciudadano de Bo-
livia, publicada en 1859 con el título de Vida y es-
critos de don Bernardo Monteagudo, y la de don
Iñiguez Vicuña, impresa en 1867. Muchos escrito-
res se han ocupado incidentalmente de esa figurada
fulgores y tinieblas, de ese republicano de alma
espartana, que consagró su ecsistenciaá admirarel
sable, la fuerza y el écsito, como lo reconocen sus
— 99 —
más entusiastas defensores; < carácter sombrío, im^
placable y formulista, alma soberbia y opaca > ,
como lo ha calificado el Dr. Vicente F. López.
Vicuña Mackenna, Paz Soldán, Amunátegui, Ló-
pez, Mitre, Barros Arana, Juan Maria Gutiérrez en
nn trabajo especial, y tantos otros escritores sobre-
salientes han estudiado bajo diversos aspectos al
célebre tribuno tucumano, sin alcanzar ninguno de.
ellos á presentarlo en la plenitud de su influencia
rerolucionaria, bajo las múltiples faces de su asa-
reada carrera.
Pelliza se ha servido de esos datos, de las curio-
sas colecciones de periódicos y manuscritos que le
han facilitado Lamas, Casavalle, Rene Moreno,
Sara seguir paso á paso al doctor de Chuquisaca,
esde su oríjen oscuro y de difícil determinación,
hasta su muerte misteriosa, no sin algunas solucio-
nes de continuidad, que tal vez nunca se salvarán,
en la vida pública de ese hombre, y no pocas defi-
ciencias en su vida privada, en su vida íntima, que
aclararían, acaso, si fuese dado llenarlas, ciertas
aberraciones de su carácter y veleidades pueriles
de su intelijencia.
El análisis de las opiniones predominantes sobre
el oríjen de Monteagudo, sus estudios, la revolu-
ción de Chuquisaca, la insurrección de la Paz, su
prisión y su fuga, los sucesos políticos del alto
Perú, su llegada á Buenos Aires donde se le confia
la redacción déla « Gaceta > de los viernes, su na-
ciente influencia en la sociedad patriótica, su pro-
paganda comprometed(»ra, la Lojia Lautaro, el
< Mártir ó libre > , la reacción española, Alzaga,
Monteagudo juez, la revolución de octubre, la pri-
mera Asamblea popular, las derrotas déla revolu-
ción americana, la espatriacion de Monteagudo, su
correspondencia con Rivadavia, su vuelta al Rio
— 100 —
de la Plata, su puesto de auditor de guerra en Chi-
le, sus relaciones con O'Higgins, el acta de la In-
dependencia de Chile, Cancha Rayada^ el proceso
y muerte de los Carrera, el destierro de Monteagu-
do de las provincias arjentinas, Irisarri, Ordoñez,
el < Censor de la Revolución > , el triunfo de la es-
pedicion al Perú, el gobierno protectoral de San
Martin, Monteagudo Ministro de Guerra y Marina,
los cargos que se le formulan, su destierro, su re-
greso á Lima, su plan de confederación continental,
su muerte; — todo paisa como los mirajes de un va-
riado kaleidoscopio, permitiéndonos ver parcial y
fragmentariamente al hombre estraño que merece,
con las desigualdades de su carrera rápida, llenar
estruendosamente un jirón de la historia, sin haber
legado más que el orgullo de su nombre y escritos
en su mayor parte de ocasión, pero que ponen de
maniñesto el temple de su alma y sus indisputables
cualidades de publicista.
Reunida la sección biográfica de cada volumen,
suma prócsimámente unas trescientas pajinas, ocu-
pando el resto las producciones de Monteagudo,
que dan mayor atractivo á la obra, aunque se hu-
bieran podido reducir á menor proporción, pues
entran en las publicadas no pocas de escaso interés
histórico y de mediano mérito literario. Sea como
sea, ellas completan el trabajo de Pelliza, pues le
sirven de nota y comentario, á manera de aclara-
ción de sus referencias, tanto en la primera época
que empieza con su artículo de iniciación en la
Gaceta de Biienos Aires, el 29 de noviembre de 1811
y alcanza hasta el año 1815, como en la segunda,
que termina con el famoso Ensayo sobre la necesidad
de una federación jeneral entre los estados hispano-
americanos, y plan de su organización-
Entro en estos pormenores de pura biblio-
— 101 —
grafía, porque supongo que la obra en cuestión
ha sido una de las menos hojeadas del año 1880:
pertenece ala literatura seria y presenta demasia-
do yolúmen al aficionado audaz.
Sin embargo, puede aconsejarse su lectura, con
la convicción de que ella ha de satisfacer muchas
ecsij encías.
Aparte de las consideraciones que me merece el
autor y de las apreciaciones jenerales que dejo
consignadas sobre esta biografía, debo señalar el
último capítulo como uno de los más bellos y más
acabados, propiamente grandioso. En ninguna otra
parte son tan discutibles y han sido tan contesta-
dos los hechos que refiere, porque si hay sombras
en el nacimiento de Monteagudo, capaces de deso-
rientar la sensatez de los críticos, densas tinieblas
envuelven el misterio de su muerte. Pero la ojea-
da que arroja sobre el plan de confederación con-
tiaental y, por decirlo así, sobre la intelijencia
política del autor de ese proyecto, haciendo insen-
siblemente una síntesis, erizada de dificultades, de
su vida infatigable y de sus tendencias americanis-
tas.— revelan plenamente las dotes distintivas de
Pelliza, y realzando su obra, cuya concepción se
destaca luminosa, deja perdidos en el fondo oscuro
los pequeños defectos de una confección trabajada.
< Moreno, dice en el hermoso paralelo de ese ca-
pítulo, combatió el pensamiento de confederar la
América, basado en razones que el tiempo ha reco-
nocido sabias.
« La democracia, que era su ideal, habria queda-
do espuesta á la resolución de hombres y pueblos
que no tre.pidaron en plantear elcesarismo, despo-
jando á la revolución de su primer prestijio — la
libertad.
< Monteagudo fué siempre en política un rival
7
- 102 —
de aquel ilustre ministro, y como carácter era su
perfecta antítesis. Moreno habia nacido para man-
dar, para imponer el sello soberano de su talento á
los hombres, á las cosas y & los hechos. Era secre-
tario de la Junta, 7 la gobernaba; no era soldado, y
sujénio improvisó la primer victoria sobre el alto
Perú. Monteagudo no sabia imponerse, le faltaba
algo en su equilibrio moral, y poseyendo condicio-
nes sublimes y es traor diñarlas aptitudes como
hombre de Estado, fué siempre personaje de se-
gundo término. >
Estas pocas líneas terminan la disección. Nada
hay oculto ya de ese cadáver estendido sobre la
mesa del anfiteatro. Han pasado delante de la ima-
jinacion del lector las flaquezas y las enerjias del
mulato de Tucuman : está perfecto porque nada
humano le falta.
El distinguido chileno don Benjamín Vicuña
Mackenna, que parece dispuesto á sombrear toda-
bia esa visión histórica que considera « la efíjie
más misteriosa, más siniestra» más estraordinaria,
y al mismo tiempo más llena de asombrosas y pe-
regrinas contradicciones, » —cita con encomio estas
palabras del joven Fregeiro — Véase el número si-
guiente :
< Por la variedad de sus lecturas v la fuerza de
sus talentos. Moreno aventaja considerablemente á
Monteagudo ; era, además, un político de largas
vistas y de ojo certero, cuyo rol en los aconteci-
mientos, si hubiese vivido más tiempo, habría sido
el de un iniciador, el de un jefe de partido. Mon-
teagudo no pasa de ser hombre lleno de vivacidad
y de injénio, escritor elocuente y patriota conven-
cido, pero voluble y sin iniciativa propia, aunqae
de una enerjia terrible y á veces sombría. >
Este parangón, que halla tan justo el señor Vi-
— 103 —
avLús, Mackeana, no difiere fandamentalmente del
paralelo de Pelliza que trascribo poco antes ; pero
«ontieae ecsajeraciones de detalle y deficiencias
en el juicio que están lejos de responder á la ver-
dad del carácter estudiado.
Heme detenido en esta última parte y atribuí-
dole formal importancia, porque la considero la
llave que ajusta los datos dispersos, los problemas
insolubles, las discusiones fecundas, y dándoles la
cohesión que parecía faltarles, convierte esa vein-
tena de capítulos de crítica é investigación históri-
ca, en una completa y bien realizada biografia, la
mejor que hasta el presente ecsiste de don Bernar-
do Monteagudo.
100-!Estadio8 históricos. Don Bernardo
Jüonteagndo ensayo biográfico por C. L. Fregeieo,
miembro de la Academia y la Sociedad Científica Ar-
gentina. Buenos Aires. Igon hermanos —editores. Li-
breriadel Colegio -calle Bolivar núm. 60. 1880. En 4*^,
434 ps.
El joven C. L. Fregeiro ha escrito un libro no
menos importante que el anterior, sobre Don Ber-
nardo Monteagicdo, El sobrepasa en sus propor-
ciones el modesto título que lleva de Ensayo bio-
gráfico^ y ha merecido entusiastas y lisonjeros
aplausos.
Fregeiro sigue á su héroe, como Pelliza, á través
de todas las vicisitudes y dificultades de la vida,
viéndose frecuentemente obligado á estudiar cir-
cunstancias, hechos, aún épocas, que se alejan más
6 menos de la persona del valiente tribuno y de su
acción directa en los acontecimientos, á fin de po-
der apreciar con rectitud todo el alcance de su
acción y toda la importancia del hombre, dispuesto
— 104 —
siempre á sacrificar su propia gloria, á desvane*
cerse en el fondo de la lucha, con tal de asegurar
el écsito de sus tendencias y propósitos.
Bajo este punto de vista, ambos libros difieren
poco ; y en realidad, poco se apartan uno de otra
por lo que atañe á la esposicion de los sucesos y la
apreciación fundamental de las ideas y de los hom-
bres en juego. Pero Fregeiro y Pelliza han toma-
do rumbos distintos, sino opuestos, para llegar á
idéntico resultado; y del método seguido nacen
siempre sus diverjenci|is de opinión.
Propiamente, Fregeiro ha hecho un libro erudi-
to. No hay pajina sin notas. Cada línea lleva su
comprobante al pié, su certificado de veracidad, que
nadie se preocupará de compulsar, pero que debe
producir efecto decisivo en el ánimo de los lectores
mal prevenidos ó desprevenidos del todo.
Pelliza ha compulsado documentos, tanto ó más
que Fregeiro, ha consultado fuentes semejantes has-
ta agotar los materiales disponibles para una obra
de este jénero; y, más avezado á tales estudios, con
criterio más hecho, — no se ha dejado nunca llevar
con lijereza por la letra de una nota ó de una carta
que puede no ser en manera alguna apócrifa, y es-
tar, sin embargo, contradicha por otras circunstan-
cias mejor probadas, desmentida por otros detalles
más dignos de fé
La investigación crítica acerca de quién sea el
redactor de M Independiente de 1815, con que Pe-
lliza ha contestado victoriosamente, á mi modo de
ver, la opinión de Fregeiro, que atribula aquella
redacción al doctor don Manuel Moreno, — comprue-
ba ese cargo como uno de tantos ejemplos que es
fácil tomar 'en el cotejo minucioso de los dos li-
bros
La forma documentada, — y no es Fregeiro el
— 105 —
primer escritor arjentiao que la emplea con escru-
puloso cuidado, — no conviene á todos los libros de
historia, salvo en la parte discutible ó de polémica.
El historiador debe estudiar en el secreto de su
laboratorio los grandes como los pequeños aconte-
tecimientos, para volcar aquéllos en las pajinas
de su obra con la claridad que á su mente se pre-
sentan; y reunir los accidentes, las peripecias, las
palabras, las costumbres, los hechos de aparente
insignificancia muchas veces determinantes y carac-
terísticos, como reúne j mezcla el pintor los colores
dispuestos en la paleta para presentar sólo el re-
sultado de la operación — el tinte que se desea
producir, la verdadera historia; profunda hasta
donde alcáncela intelijencia del autor j elevada
siempre j completa en sus contornos.
Siesta forma independiente que reveíala natu-
raleza íntima, el pensamiento por medio del cual
han pasado los sucesos, los hombres y las cosas, re-
clama notable vigor intelectual y altas condiciones
de escritor, — la documentación prolijamente segui-
da requiere no meaos movilidad y seducciones de
estilo capaces de romper la monótona pesadez de
esposiciones sin vuelo.
Ni Fregeiro ni Pelliza son literatos ; pero el pri-
mero, acaso con más dotes que el segundo, si se con-
sidera la dificultad de su trabajo sobre el de Pelli-
za,— se ha separado voluntariamente de la senda
(jue más le convenia, por asegurarse la fama de una
imparcialidad irreprochable: — condición esencial
de un historiador, que puede presumirse y no todas
las veces se prueba con la ecshibicion de docu-
mentos.
101— Centenario de RivadaTia» Oración pro-
nunciada en la plaza de la Victoria de Buenos Aires, el
— 106 -
dia 20 de Mayo de 1880 al tiempo de presentar la plan-
cha y distribuir la medalla conmemorativa del centena-
rio, por Bartolomé Mitre. Buenos Aires. Imprenta de
obras de La Nación, calle de San Martin número 208.
1880. 52 ps.
Salvo ciertas espresiones de novela realista 6 de
muy dudoso gusto literario, tiene el corte y la so-
lemnídad de una oración fúnebre majistralmente
desarrollada. La personalidad de Rivadavia se
destaca bellay majestuosa, mucho más bellayma-
jestuosaque su verdadera figura en la historiaar-
j entina. Hay errores en la vida de los hombrea
públicos que ijo es dado á un escritor de pensamien-
to ocultar ni disminuir, porque son errores que
trascienden á jeneraciones enteras y pueden fal-
sear la base de. los acontecimtos humanos.
« Ningún acto se prescribe para la historia, y no
caben tampoco perfecciones ideales, cuando el cho-
que de múltiples factores históricos acaba por des-
figurar las más bellas fantasías, por humillar las
más altivas aspiraciones.
< Rivadavia era un gran corazón y una grande
intelijencia— capaz de interesarse por las cosas y
las individualidades que lo rodeaban , capaz de
comprender las tendencias más recónditas de la vo-
luntad. Pero desconoció la índole de nuestras
agrupaciones sociales ; y algo semejante al dolor
del arrepentimiento, mezclado con el eureka de la
sabiduría, debió cruzar su alma al apreciar por
vez primera, en el libro de un viajero, la omnipo-
tencia de las instituciones federales. — Las respon-
sabilidades humanas tienen límite, y es frecuente-
mente cierto, como asegura el evanjelio, que las
intenciones salvan I
c Rivadavia era esencialmente liberal y progre-
sista.— Diríase que el soplo del espíritu moderno
V
— 107 —
había refrescado su cerebro, v hablándole al oído,
iniciádole ea el secreto de las reformas que des-
piertan á los que duermen y purifican á los que es-
tán pervertidos. — Pero nunca consignemos, como
emblemas de la democracia ar jen tina, los nombres
de Moreno y Rivadavia: — notas desacordes de in-
tensa vibración ; términos de evoluciones que se
repelen lo mismo que la acción vivificante de las
masas populares 7 el doctrinarismo intransijante
de la aristocracia ! — Las olas del océano, que se-
pultaron misteriosamente al jenuino tribuno déla
revolución, jamás nos traerían, sobre sus crestas
de espuma, la noticia de que hubiera ofrecido coro-
nas, ni entrado en los sijilosos amaños de la diplo-
macia europea.» ....
D. Bartolomé Mitre equipara á Rivadavia con
Moreno en sus tendencias políticas, y por todo re-
proche alas ideas monarquistas y las combinacio-
nes diplomáticas de su héroe, las llama «nubes
pasajeras que cruzáronlos espacios de su cabeza.»
Merecen más fé, como esactitud é imparcialidad
de apreciación, las palabras de los párrafos que an-
teceden, pronunciadas ante la tumba de Rivadavia
en nombre de los estudiantes de la Universidad
de Buenos Aires, al depositar una corona de plata.
El catedrático de historia arjentina estaba por
ese hecho obligado á no disimular errores ni
enaltecer virtudes fuera de medida — á no engañar
á los que empiezan el trayecto de la vida de la
patria.
102— ¡San Martin y BivadaTia y la dualidad
de su misión en la filosofía política de la historia argen-
tina, conferencia en la Sociedad literaria alemana del
29 de Mayo de 1880, por el Doctor D. José Francisco
— 108 —
López. Buenos Aires. Imprenta y Librería de Mayo, de
Carlos Casavalle, Perú 115. 1880. ("Este folleto es dona-
do por el autor al Hospital Alemán ; y se vende á su be-
neficio en las principales librerías ) En 4® menor,
98 ps.
Como en la mayor parte de lo que se escribe de
Rivadavia bajo la impresión de su fama tradicional,
ecsajeradamente levantada y sostenida adrede en
esa altura por políticos empíricos que parecen temer
que se divulguen los errores y flaquezas de nues-
tros hombres históricos, — en el folleto del doctor
JosB Francisco López se hace bastante filosofía sin
base de acontecimientos reales, para llegar á la
consecuencia ineludible de los méritos asombro-
sos, estupendos, de ese tribuno que no dejó absurdo
por emprender en muchas de las cuestiones tras-
cendentes que abordó durante su gobierno, y que
ha llevado la gloria esclüsiva de sus actos de
acierto, «iniciados por inspiraciones tan altas y tal
vez más liberales que la suya.»
A propósito de este folleto, dice el Señor Maria-
no A. Pelliza, á quien pertenecen las ultimas pala-
bras trascritas :
« San Martin era un héroe modesto en su grande-
za y humilde aún en las rejiones de la gloria. Ri-
vaaavia no conocía esas infleceiones jenerosas del
espíritu que agrandan aún á los grandes : no admi-
tía consejos de nadie, mientras que San Martin no
hacía nada sin consejo.
«Por eso Rivadavia se equivocó casi siempre:
no escuchaba á sus amigos, ni quiso escuchar la
opinión de sus adversarios, y se gastó infructuo-
samente para su propia gloria y para su patría.>
Si al ocuparse de Rivadavia el autor no ha sabido
emplear un severo criterio histórico, que él necesi-
taba más que nadie para moderar su tendencia
— 109 —
á las especulaciones ideales, — no es dado dirijir-
le igual reproche por las pajinas que dedica á
San Martin. Sin embargo, la duilidad esta rota :
el ave tiene necesariamente que caer porque ha
plegado una de sus alas.
103— Apuntes acerca de Bernardino Biva-
davia* Refutación de los rasgos biográficos del Dr. Gu-
tieiTez, de los discursos funerarios de los Señores Alsi-
na, Mitre, Sarmiento v otros. Montevideo Imprenta de
La República. Propiedad del Sr, Rósete. 1857. En S^^*,
28 ps.
Tiene esta segunda carátula: «Refutación so-
lemne de los rasgos biográficos y discursos escritos
y pronunciados en Buenos Aires por los Señores
Gutiérrez, Alsina, Miti3 y otros con motivo de los
funerales de Don Berm -diño Rivadavia, basada
en hechos históricos, docu rentos y testigos ocula-
res, de los sucesos políticos de la vida pública del
antiguo gobernador de Buenos Aires — escrita por
uuportbSodenota — En Buenos Aires 1857.»
Editada en Montevideo el año que indican ambas
carátulas, esta refutación ha sido publicada de
nuevo en Buenos Aires en 1880, con motivo de las
fiestas del Centenario. Contrasta notablemente
con el discurso de laudatoria, académica pronun-
ciado en este acto — V. núm. lOl y que basta por sí
solo para hallar justificados los temores que el
PortbSo de nota abrigaba de que se siguiese misti-
ficando á la juventud arjentina. Presenta descarna-
dos y sin ambajes cargos serios contra D. Bernar-
dino Rivadavia como hombre público, y lo ataca de
una manera virulenta y terrible.
Ignórase quien sea el autor de este panfleto.
— lio —
104— Sa a^eneral D. Jo«é Arti8:as reetifícacio-
nes y juicio crítico sobre la vida pública de dicho perso-
naje, a propósito de las conferencias promovidas por el
Doctor J. P. Ramirez, en el Ateneo de Montevideo, y de-
dicado al distinguido publicista doctor D. Juan C. Gó-
mez por un Viejo Oriental. Buenos Aires. Imprenta
de Pablo E. Coni, especial para obras. 60— calle Alwna
—60. 1880. En 8®, 46 ps.
Esta carta dirijida al doctor Juan Carlos Gó-
mez por un viejo que se dice «merodeador de la
historia oriental,» recorre la vida de Artigas con-
siderándolo como político y como administrador,
para acumular sobre él las sombras de todas las
aberracionea y de todos los delitos. Mucho malo
se ha dicho sobre el famoso Protector de los ptieblos
libres que tanto daño causó á la idea revolucionaria
y en tan grande peligro la puso ; pero nunca se ha-
blan reunido en un impreso estas acusaciones, com-
5 robadas algunas por documentos auténticos, y to-
as espuestas con profusión de detalles minuciosos
y en la forma constante de recuerdos personales.
Entre el Artigas del doctor José Pedro Ramires y
el del Viejo oriental media el abismo de la des-
membración territorial y del sacrificio de la ver-
dad histórica hecha en aras de un falso orgullo na
cional.
105— £1 General !Lavalle ante la justicia
néstuma por Ángel Jübtiniano Carranza. Artícu'
los insertos en « La Nación • y enriquecidos ahora con
nuevos documentos. Edición dispuesta por algunos pa-
triotas amigos del autor. Buenos Aires. Miguel Macias,
editor. Imprenta del Pueblo, Defensa 78. MDCCCLXXX.
En 4^, 392 ps. Con un retrato del general D. Juan La-
valle.
- 111 —
Después de dedicar su obra á dos < benemérito»
«oldados de la cruzada libertadora de 1840», empie-
za el señor Carranza por trazar á grandes rasgos
la biografía del jeneral Lavalle hasta el combate
del Yerbal, del cual regresa herido á Buenos Aires,
donde siendo testigo de los sucesos que en esa épo-
ca se desarrollaban en la capital, mostró su des-
contento por el orden de cosas establecido y se afilió
al grupo que trabajaba por derrocar del poder al
Coronel Dorrego, Gobernador lejítimo de la Pro-
vincia. Jefe del movimiento subversivo con una
parte de la tropa á su disposición, obliga al Coro-
nel Dorrego, desprovisto de elementos para com-
batirlo, á huir, dejando acéfalo el mando. Lavalle,
á quien la Junta de representantes nombra gober-
nador provisorio, informado de que Dorrego reunia
milicias en la campaña con la ayuda de Rojas, de-
lega el mando en el Almirante Brown y parte á la
cabeza de 600 lanceros y coraceros para impedir
se organice la resistencia; consiguiendo derrotará
su rival compelido á aceptar desigual combate en
las inmediaciones del pueblo de Navarro. Decidido,
sin embargo, Dorrego á no abandonar la provincia
sin haber tentado todos los medios sanos, se dirije
hacia el Norte, buscando la incorporación del cuer
po del Coronel Pacheco que regresaba de su espe-
dicional desierto. Conseguido su primer objeto, el
Tejimiento de húsares núm. 5® de línea, acau-
dillado por sus comandantes de escuadrón, los trai-
dores Bernardino Escribano y Mariano Acha,
tomaron las armas con el mayor sijilo, y en cir-
cunstancias que Dorrego conferenciaba tranquila-
mente con el Coronel Pacheco, arrestaron á ambos
de improviso. Consumada esta pérfida iniquidad,
escribano se puso en marcha con su presa á la ciu-
dad, adelantando al gobierno la noticia, y permi-
— 112 —
tiendo al Coronel Dorrego acompañara dos cartas,
dirijida la una á Brown y la otra á Miguel Díaz
Velez, en las que solicitaba hicieran valer su in-
ñuencia, para que lo dejasen pasar á los Estados
-Unidos como desterrado, en atención á la lenidad
con que habia realizado todos los actos de su admi-
nistración.
Mientras tanto, muchos partidarios del jeneral
Lavalle, presintiendo la salvación de Dorrego si
llegaba á penetrar ea Buenos Aires, por su grande y
merecida popularidad, asediaban al Gobernador de-
legado para que hiciese cambiar el rumbo que traia,
y ordenase lo condujeran al cuartel jeneral de La-
valle; y al mismo tiempo aconsejaban á este último,
decretase el fusilamiento del preso, propinándole
las más bajas lisonjas, propias para acabar de ma-
rear al débil y engreído militar.
El Gobierno mandó un chasque á Escribano para
que llevase el preso á Navarro, y acompañó varios
oficios en los que aconsejaba se aceptasen las pro-
posiciones de Dorrego dé retirarse del pais por el
tiempo que se le indicara; pero los adversarios del
ilustre vencido no descansaban, pues velan en el
jeneral Lavalle un ciego instrumento de suscobar-
quinaciones, y reunidos en cónclave secreto, man-
des madaban á toda prisa un chasque con dos car-
tas, délas cuales entresaco las siguientes líneas
dando los nombres de sus autores, tales cuales apa-
recen en el libro de Carranza :
«Después déla sangre que se ha derramado en
Navarro, el proceso del que la ha hecho correr
está formiado ; esta es la opinión de todos sus ami-
gos de V., esto será lo que decida de la revolución;
sobre todo si andamos a medias.
< En íin, V. piensa que 200 y más muertos J
— 113 —
500 heridos deben hacer entender á V. cual es su
deber
< Cartas como estase rompen y en circunstancias
como la presente, se dispensan estas confianzas,
etc.
Juan Cruz Várela,
« No se sabe bien cuanto puede hacer el partido
de Dorrego en este lance ; él se compone de la ca-
nalla más desesperada. Sin embargo, puede anti-
ciparse que si sus esfuerzos son impotentes para
turbar la tranquilidad pública, son suficientes, por
lo que he visto, para intimidar ó enternecer á las
almas débiles de su ministro y sustituto. El señor
Diaz Velez habia determinado que Dorrego entra-
se á la ciudad ; pero yo, de acuerdo con el señor A.
(Agüero), le hemos dicho que dando ese paso, él
abusarla de sus facultades, porque es indudable
que la naturaleza misma de tal medida coartaba la
facultad de obrar en el caso, al único hombre que
debiera disponer de los destinos de Dorrego
« En tal caso la ley es, que una revolución es un
juego de azar en el que se gana hasta la vida de
los vencidos cuando se cree necesario disponer de
ella. Haciendo la aplicación de este principio de
una evidencia práctica, la cuestión me parece de
fácil resolución, etc. >
Autógrafo del Dr. D. Salvador Maria del Carril.
Los adversarios de Dorrego consiguieron su
propósito de que se le encaminara aun campamen-
to militar, donde seria pasado por las armas por
estar así acordado de antemano, según lo confiesa
en una de sus cartas el Dr. Carril. Habiendo lle-
gado-al campamento de Lavalle, comunicóse al
preso la orden de muerte, concediéndosele el breve
— 114 —
término de una hora para preparar sus últimas
disposiciones, y al espirar el angustioso plazo fué
ejecutado militarmente, sin forma de proceso de
ninguna tilase^ apesar de los empeños hechos por
eljeaeral Lamadrid para que Lavalle escuchara
á su rival— empeños torpemente rechazados por el
vanidoso é inepto vencedor. El coronel Dorrego
murió como un verdadero mártir en momentos ea
que el sol se nublaba; inspirándose en sus nobles
y jenerosos sentimientos habituales, perdonó á
todos sus enemigos y pidió á los amigos no venga-
ran su incalificable muerte. Un bravo camarada
de Dorrego, Lamadrid, ha narrado con colores vivos
y detalles conmovedores, los últimos instantes de
aquel espíritu fuerte, á quien acompañó hasta la
consumación de los hechos. El Sr. Carranza repro-
duce este capítulo de las memorias del viejo vete-
rano y dos cartas, una de ellas del Sr. Diaz Velez
y otra muy estensa del Dr. Salvador Maria del
Carril, en que aconseja á Lavalle el fusilamiento
de Dorrego.
Sabida por todos la noticia de este atentado, cau-
só una sensación profunda.
Nadie esperaba aquel acto de rigor inútil con
el primer majistrado que acababa de firmar la sus-
pirada paz con el Brasil y que pudo cometer erro-
res, ofuscado por una ambición inquieta, pero que
no por eso dejaba de ser un guerrero ceñido con
los laureles de la independencia americana y pro-
tejido por el recuerdo de la clemencia y modera-
ción que empleó constantemente con sus adversa-
rios políticos: y unánime y sincero fué el dolor de
la ciudad y la campaña, sólo comparable al que
produjo en Roma la muerte de Jermánico, recon-
quistádor de las águilas de Varo.
A pesar de todo, los hombres de principios del
J
— 115 —
f partido unitario, que habian preparado la inmo-
ación de Dorrego, la aplaudian con alborozo, como
puede verse por las cartas que publica el Sr. Car-
ranza 7 de las cuales trascribo estos párrrafos :
Señor Jeneral
« En este momento veo impreso el oficio que V.
ha dirijido al Ministro anunciándole la justa y
bien merecida muerte de Dorrego. V. debe saber
quizá que no soy lisonjero ; pero en este momento
quiero que mis sentimientos particulares fueran los
de toda la masa de esta población, para manifestar-
le á Vd. el reconocimiento que inspira un hombre
como Vd. etc.
Jibán Cruz Várela.
El Sr. Carril, después de conocer la manera sal-
vaje con que se habia procedido para el fusilamien-
to de Dorrego, sin proceso previo, sin forma de
juicio de ninguna clase y concediendo sólo una
hora de plazo entre la notificación y la ejecución
de la orden, — sujeria el consejo siguiente:
< Mi querido General
« Me tomóla libertad de prevenirle que es con-
veniente que recoja V. una acta del consejo verbal
que debe haber precedido á la fusilacion. IJn ins-
trumento de esta clase, redactado con destreza,
será un documento histórico muy importante para
su vida postuma. El Sr. Gelly soportará bien en
esto : que lo firmen todos los jefes y que aparezca
V. confirmándolo.
< Debe fundarse en, etc.
Salvador María del Carril.
— 116 —
« Mi General y querido amigo
« La familia de Dorrego vino ayer con empeños
por licencia para ir á Navarro á conducir el cadá-
ver y darle aquí sepultura. Unos le han dicho que
estaba tirado en el campo, otros que confundido ea
la fosa donde yacian los muertos en la acción. Le
respondí á este respecto lo conveniente, y sobre li-
cencia les dije clarito, como acostumbro, que lejos
de darla, escribirla á V. que no consintiera tal de-
satino en el dia : que allí habla una iglesia donde
yo sabia estaba sepultado y que el párroco crasa
primo. Lapolicia está prevenida de negarle tam-
bién la licencia. >
José Miguel Diaz Velez,
Esto último firmaba sin escrúpulo el amigo á
quien habia recurrido Dorrego para que interce-
diera en su favor !
El Dr. Salvador Maria del Carril comprendía el
crimen cometido y la inmensa responsabilidad que
caerla sobre los que directa ó indirectamente ha-
blan tomado parte en él, y reiteraba tenazmente
sus primeros consejos.
Señor General D. Juan Lavalle.
Buenos Aires. 20 de Diciembre de 1828.
« Mi querido jeneral : Cuatro palabras sobre la
muerte de Dorrego y no más : ella no pudo ser pre-
cedida de un juicio,— 1® porque no habla jueces;
2 ® porque el juicio es necesario para averiguar los
crímenes y demostrarlos, y de los atentados de
Dorrego se tenia más que juicio, opinión de su evi-
dencia existente y palpable comprobada por mu-
chas víctimas, por un número considerable de tes-
— 117 —
tigos espectadores y por su prisión misma. ¿ No
será conveniente dejar á los contemporáneos y. á la
posteridad, en los mismos esfuerzos qae se hagan
para suplir las formas que no se han podido llenar
ó que eran innecesarias en el caso, — una prueba
viva del estado de la sociedad en que hemos teni-
do, Vd. y 70, la desgracia de nacer y de la clase del
malvado que se ha visto V. forzado á sacrificar á
la tranquuidad? ¿T una acta que contuviese el
complot, porque no quiero disminuir nada á la fuer-
za del término, délos jefes y comandantes de su
división ; hombres de diferentes circunstancias, in-
dependientes muchos : de sacrificar la cabeza de
una facción desesperada, votando á unanimidad la
muerte, no llenaría bien los dos objetos de mi pre-
gunta? Me hace fuerza la afirmativa, querido jene-
ral. Pero por más fuerzas que tengan las reflexio-
nes que quedan sentadas, no inducen la necesidad
de conformarse con ellas, si no se podia contar con
la unanimidad ó la mayoría. Contando con ellas,
me parece que es más que necesario, diestro y útil
hacerlo : la necesidad se deduce de consideracio-
nes abstractas que he indicado ; pero la destreza
y la utilidad son prácticas, y así llamaré yo al
compromiso de los jefes y comandantes en un asun-
to capital ,
Salvador Maria del Carril.
(con iniciales)
El Sr. Carranza, después de haber dado á cono-
cer los consejos que recibia Lavalle de los hombres
de principios del partido unitario, por medio de
gran número de cartas de la Índole ae las trascri-
tas^ hace una biografía sumaria del Coronel Dorre-
f;o, y pretende luego disculpar el crimen de Lava-
la, recordando con tal objeto algunos antecedentes
8
— 118 —
históricos, como la inmolación de Liniers por la
Junta de 1810, la de Alzaga por los triunviros de
1812 y la de Borjes por Belgrano. Refiere también
muchísimos actos posteriores de la vida de Lavalle
para demostrar el arrepentimiento sincero de que
estaba dominado, acaso el remordimiento que lo
persiguió hasta su muerte. La otra parte de la
obra, que ocupa 223 ps. es un aditamiento de pie-
zas justificativas, á las cuales se han agregado
diversos artículos de la prensa periódica del Rio
de la Plata referentes áella.
Como se desprende del estracto que acabo de ha-
cer, el libro de Carranza reconoce por único objeti-
vo justificar la conducta de Lavalle en el fusila-
miento de Dorrego, compartiendo entre varios
prohombres del partido unitario la responsabili-
dad de un crimen, que eljeneral Lavalle tuvo si-
quiera la grandeza de recojer para sí solo, después
de haber violado torpemente los principios déla
justiciay las formas más elementales del derecho.
Si no conociéramos al Señor Carranza como un ad-
mirador entusiasta del partido unitario, le supon-
dríamos una habilidad admirable para servirse de
la burla y del sarcasmo. Nadie fustiga mejor ni más
parejo que él — lo mismo que trata ae deiíender; y
el partido cuyos méritos y servicios se propone
enaltecer, sólo puede agradecerle su buena volun-
tad, pues recibe con cada una de sus publicaciones,
siempre repletas de rica documentación, ataques
que envidiarían los más hábiles adversarios por la
sincera fé que resalta en ellos, proporcionando
datos preciosos para el proceso que no tardarán en
levantar las jeneracionesprócsimas.
Hasta ahora se creia que la muerte de Dorrego se
debia al enceguecimiento de un vencedor impetuo-
so que en un momento de ofuscación, acaso discul-
— 119 —
pable por el ardor de la lucha y la ecsaltacionde las
pasiones, había consumado el atentado ; y todos se
hallaban dispuestos á perdonar, lamentando la
muerte temprana que truncaba una ecsistencia lle-
na de esperanzas para la organización y el progre-
so de la patria. I^ero el Señor Carranza nos pa-
tentiza, a la luz de documentos incontestables, que
fué, por el contrario, un hecho perfectamente me-
ditado y convenido éntrelos consejeros y directo-
res de la política triunfante, y nos muestra á Lava-
lie como un instrumento inconsciente, dúctil para
todas las pérfidas maquinaciones.
Este libro arroja sobre un partido entero la man-
cha que más nublaba el nombre de L avalle. Su
autor cree que éste <aparece puro en su resurrección
histórica, y ninguna nube proyectará sobre él la
sombra de Dorrego,» y que ha llegado la hora de
fundir <en bronce eterno la estatua ecuestre del
jeneral Juan Lavalle, para entregarla al respeto
délas jeneraciones venideras > . Desgraciadamente,
las ideas falseadas cunden á la par de las verda-
deras, y la juventud de hoy, siguiendo la tradi-
ción de sus padres, olvida el nombre de Dorrego
para sublimar el de su verdugo. Los servicios de
este último á la causa de la independencia, sus in-
tenciones patrióticas, su arrepentimiento prolon-
gado al comprender que habla piopendido direc-
tamente al entronizamiento de Rosas — todo esto
unido á algunas bellas cualidades que adornaban
su carácter, reclaman la benevolencia de la histo-
ria para invocar su perdón y deciden á consagrarle
un recuerdo duradero y afectuoso; pero ecsijir
una estatua, presentarlo como modelo á la pos-
teridad, equivale á aplaudir errores que deben
ser condenados, equivale á resucitar una época
unáaimemente vituperada, equivale á renegar de
— J20 —
nuestiros progresos políticos y sociales, — porjae
Lavalle sólo puede servir de ejemplo aterroriza
dor para los que no conciban cuántos desastres,
cuántas funestas calamidades causan sin preveerlo
los hombres débiles, incapaces de utilizar en bene-
ficio de su patria, las condiciones con que los favore-
ciera la naturaleza, ó que no llegan a realizar, por
falta de aptitudes y voluntad, sus intenciones sanas
ó sus propósitos nobles.
La talla intelectual de Lavalle no sobrepasa en
nada á la de cualquiera de sus contemporáneos ;
los males que causaron sus estravios oscurecen sus
servicios; las ideas (j[ue defendía fueron las de su
jeneracion; sus horizontes no arrojaron ninguna
luz en el porvenir, y su figura y sus obras han te-
nido teatro suficiente en el pasado. Dorrego, á quien
la fortuna fué siempre adversa en vida, se ajiganta
al lado de su rival é inmolador, apesar de que la
ingratitud de los viejos odios enjendrados por nues-
tras situacionas políticas, lo han seguido hasta su
tumba, donde aun espera los respetos que corres-
ponden á sus altos servicios y la reparación que
ecsije su memoria profanada por el tirano mismo
Íuela creia digna de venganza. Apóstol de las ideas
que debe la Kepública su prosperidad creciente,
les prestó su elocuencia]como tribuno, su talento co-
mo militar y su sangre "como mártir: se adelantó á
su tiempo y la posteridad acató sus fallos. En los
momentos aciagos de la lucha, marcó con seguridad
los rumbos de la marcha lejana. Su figura se pro-
yecta luminosa en el futuro, después de haberse
destacado con brillo en la historia.
La trajedia sombría de Navarro ofrece dos vícti-
mas— Una desaparece en el patíbulo, iluminada por
la visión del porvenir y embellecida por la sublime
resignación de los que mueren mártires de las ideas
— 121 —
7 de las instituciones ; la otra se hunde en la his-
toria {prolongando sus dias para reparar grandes
estravios é implorar el perdón délas jeneraciones
que le suceden. — Hoy es ya tiempo de olvidar al
culpable y^ enaltecer al primero que dio forma á
los principios de nuestra inconmovible organiza*
cion actual.
Para juzgar á nuestros muertos ilustres, dese-
chemos una vez por todas los viejos rencores con
que nos contajia la tradición, y sin escuchar los mo-
vimientos de nuestra sensibilidad impresionable,
Sroclamemos estrictamente la verdad, en nombre
e la severa imparcialidad de la historia. Si nos es
imposible destruir las preocupaciones del presente,
tengamos al menos para el pasado un criterio de
esactitud y veracidad. El pudor mismo contempla
con ojos codiciosos los placeres del vicio en la pen-
E endiente de la virtud: los pueblos padecen de-
ilidades semejantes, y conviene conservar en ellos
el culto de sus antecesores dignos, marcando con
el sello de los elejidos á sus verdaderos benefac-
tores.
En cuanto & las personalidades indecisas ó ras-
treras que suelen decidir con una cobardía ó una
bajeza de vidas que la patria necesitaba conser-
var para la buena dirección de sus destinos, cú-
bralos el eterno olvido de los que piensan y aman,
y pueda siempre aplicárseles, aunque arrastren
todavía su ecsistencia sobre la tierra, el verso de
Delavigne en su elejia á Waterloo:
lis ne sont pas, laissee enpaix leurs cendres.
106->Iia reTolncion del 39 en el Sor de
Buenos Aires» por Ángel Justiniano Carranza.
Condecorado con la Orden Española del Mérito Naval:
Ifiemhro de Sociedades Literarias y Cientíñcas en Eu-
— 122 —
íOpa y América. Ilustrada coa retratos y diagramas.
Buenos Aires. Miguel Maclas edictor. Imprenta del Pue-
blo, Defensa 78. MDCOOLXXX. En 8®, xxii-432 ps.
Hay una lámina con los retratos, en mala fotografía, de
los Señores Martínez Castro, Ramos Mejia, Barragan,
F. Ramos Mejia, Castelli, Ferrari, Gándara, Madero y
P. Ramos Mejia, iniciadores del movimiento del Sud.
El año 1879 publicó D. Akgbl Jüstiniano Car-
ranza otro libro sobre esta misma revolución, he-
cho ex-profeso para encomiar áD. Carlos Tejedor,
á quien presentaba como el almade ese movimiento.
Me ratifico en el juicio enunciado en el N ® . lOíS
del Anuario anterior, al leer el nuevo volumen
contradictorio del primero. El de 1880 quiere poner
las cosas en su lugar; y, por lo que respecta al Doc-
tor Tejedor, lo hace maravillosamente, relegándolo
al papel secundario, único que desempeñó en la ci-
tada revolución.
Pero no me limito allí á apreciar el trabajo, sino
que aprecio también al autor, con la severidad que
reclamaba tan indigno conjunto de adulaciones. D.
Anjbl Justiniako Carranza no merecerá nunca fé
como historiador. Cuando se lleva la parcialidad
hasta el estremo que él la ha llevado, cuando se
fuerzan los hechos y mistifican los antecedentes por
darse el placer de echar incienso al rostro de lo«
falsos dioses, — el sacerdote es un prevaricador que
ha desconocido la grandeza de su misión, encena-
gándose al par de los más bajos pecadores.
Conviene mostrarse duros con los que así esplo-
tan la confianza que se deposita en los escritores
provistos de elementos para decir la verdad. Sin
embargo, declaro que soy harto benévolo; y el
lector puede ver, antes de esta noticia biblio-
gráfica, el título de otro libro que me abstengo de
calificar; pero que, como parte de la obrajeac-
- 123 —
ral, como producto de la misma pluma, del mismo
criterio, de las mismas intenciones, no puedo dejar
de mentar para poner de manifiesto al hombre com-
pleto — al escritor puramente venal.
Elproemio que abraza las XXII primeras pajinas
eslo mejor escrito que conozco de este autor. Pre-
senta el retrato de Rosas con rasgos hábiles y jus-
ticieros, aunque inesactos en muchos detalles.
Los VIII capítulos que forman el testo ó el cuer-
po del libro, contienen la narración detenida y pe-
sada de la revolución del 39, con notas y documen-
tos que sirven de comprobantes. En los dos pri-
meros capítulos refiere cdnio se pusieron en
comunicación los nueve iniciadores de la revolu-
ción, contentándose con dar pocos datos biográficos
de algunos de ellos ; pinta el estado de la opinión
en la campaña, favorable al derrocamiento del
tirano, cuenta el fusilamiento del inolvidable Maza
y las relaciones de L aval le y Rivero, copiando
dos cartas de este último para probar que la ene-
mistad ecsistente en esos momentos entre ambos,
dependía de que Rivero mantenía negociaciones de
Íaz con Rosas, y narra la salida de la espedicion de
lontevideo al mando del jeneral Lavalle. En el
cap. III empiezan las divagaciones á todo vue-
lo: habla del reclamo presentado por el Cónsul
Francés al Gobierno Arjentino con motivo del mal
trato dado á varios ciudadanos de esa nación ; en-
tra con este motivo en escena el Almirante Leblanc
y sale lijeramente biografiado. — El cap. IV continúa
todavía rumbos perdidos : combate de Martin Gar-
cía tomada por los Franceses al mando de Dague-
net con ausilio áe 2O0 orientales de las fuerzas de
Rivero^ después de una heroica defensa de parte de
los 133 hombres que ocupaban la isla en ese mo-
mento— Por fin, en el cap. V vuelve á tomar ©1 hi-
— «4 ~
lo de la narración y sigue á los espedicionarios,
salidos de Montevideo, hasta su desembarco en
Martin Garcia. El jeneral Lavalle es recibido allí
con gran entusiasmo, no sin haber antes solicita-
do y obtenido el apoyo caluroso del Almirante
Leblanc, con quien pactó alianza. Lavalle se
dedica á organizar la columna espedicionarlar
fuerte de unos 500 hombres, y se inclina á de-
sembarcar en la Laguna de los Padres donde
numerosos amigos de causa debian incorporár-
sele con algunos elementos. Esplica el autor en
el cap. VI las vacilaciones que producía en el áni-
mo de Lavalle la conducta desleal del Presidente
Rivero, precisamente cuando fuerzas de Rosa»
invadían el Estado Oriental; lo cual orijina en el
gabinete Uruguayo un cambio muy favorable para
la empresa de los arj entines, haciendo modificar el
plan de campaña ; resuelve, entonces, que los ejér-
citos oriental y arj entino operarían conjuntamente
en Entre Rios, no obstante ecsijir Rivero que La-
valle obrara en Montevideo, ofreciéndole toda su
ayuda para más adelante. Este nuevo plan de cam-
paña produce, según se ve en el capítulo siguiente,
una malísima impresión en el ánimo de los emigra-
dos arjentinos, distinguiéndose entre las cartas qae
copia el autor para probar la desaprobación del nae-
vo plan, una muy bien concebida del Dr. D. Juan B.
Alberdi, quien aconsejad desembarco en Buenos
Aires. Sin embargo, nada de esto consigue hacer
cambiar el nuevo rumbo, y la lejion libertadora
abandona la isla de Martin uarcia, para desembar-
car en Entre Rios, mientras que los hacendados del
Sud, totalmente desengañados, sólo reciben el arre-
pentimiento tardio de Lavalle cuando le reclama-
ron que desembarcase en esas costas de nuestra
«ampaña.
— 125 -
Frustrada así la empresa de colocar al jeneral
liavalle al frente de la revolución del Sur, los ha-
eendados se resignaron á esperarla llegada de ese
nuevo Mesias ; determinándose algunos, como lo
espresa el cap. VIII, á pasar al Norte, sin más obie-
to al parecer que aprocsimársele ; pero probable-
mente para cerciorarse, palpándole las llagas, de
que él era en realidad del divino mensajero que de-
bía reedificar el templo en tres dias. Concluye el
6y. Carranza, para no perder la costumbre, con una
historia sumaria del pueblo de Dolores,foco de la re-
revolución, y con la esposicion de los motivos que
precipitaron el pronunciamiento del 29 de octubre,
en medio de la efervescencia popular, que llegó á
punto de destrozar y ultrajar públicamente el re-
trato de Rosas á una señal del comandante Rico,
el cual figuraba entre los jefes de los revolucio-
narios.
En el suplemento, que ocupa la mitad del libro —
ps. 213 á 428, — incluye el autor una estensa répli-
ca al Dr. José M. Can tilo, que salió en defensa de
0u abuelo D. Francisco Muñoz, invocando como
Sruebas de su rectificación recuerdos de familia,
'orman el resto del suplemento ampliaciones y
comprobantes de los capítulos IV, V, Vil, y VIII.
Como se desprende de este lijero estracto, dado
que ello necesitase todavía ampliación, el doctor
Carranza no es, en su calidad de historiador, el
juez que conoce, ecsamina las pruebas y da su fallo
justiciero é imparcial, sino un simple narrador, di-
fuso y monótono. Salta á la vista en el presente
libro la intención de no condenar los errores del
ieneral Lavalle, no obstante que debe comprender-
los. Parece influenciado por el fanatismo que con-
servan todavía algunas personas hacia la memoria
del valiente militar. Grandes pasiones y nobles sen-
- 126 —
timie]ito{spDdrá>njastiñcar errores é invocar gratl-
iad 7 amor á su recuerdo ; pero jamás tan releiran-
tes prendas probarán que los talentos militares 7
políticos del jeneral Lavalle estuvieron ala altu-
ra de las circunstancias, de las esperanzas que se
cifraron en él, ni mucho menos de la habilidad
del tirano arj entino.
.L avalle hizo triunfar lo que combatió con más
tesón ; 7 si esta circunstancia constitu7Ó su desgra-
cia, fué también la base de su popularidad. Estece*
cho no es un fenómeno estraño en la historia arjen-
tina: se ha repetido en nuestros dias, como para pro-
bar que el pueblo suele enamorarse del desvalido.
Pero no se triunfa con la ecsaltac'on del sentimieb-
to ni con buenas intenciones : requiérese sobra todo
la intelijí^ncia de los acontecimientos. El principio
de la escena revolucionaria que nos presenta el Sr.
Carranza, revela que no hemos adelantado nada en
estas materias — 7 aunque ello sea consolador para
los arjentinós libres de tiranías que combatir, no
deja también de ser curioso comprobar que hace
40 años las revoluciones afectaban la misma forma
que ho7 : los jenerales lanzaban proclamas igual-
mente retumbantes acariciando inmensos horizon-
tes 7 pro7ectando grandiosas mejoras, para obrar
con cretina ineptitud despides de haber sacrificado
la estéril abnegación del pueblo.
No recuerdo qué escritor — debe ser un poetar-
creia haber mamado en el seno de su nodriza la
tristeza que lo aquejaba, por ser la misma de que
aquélla padecía. — Diríase que una parte de la je-
neracion presente ha recibiao del seno de la emi-
gración la inhabilidad 7 el soplo revolucionario
que la aquejaban.
— 137 —
107^Disear8O pronunciado por el Presiden-
TE Bs LA República en la solemne inhumación de los
restos del General San Martin. Buenos Aires. Imprenta
de El Nacional. Bolivar 65 y 67. 1880. En 8*=* , 12 ps.
Es éste uno délos más bellos discursos del Dr.
Nicolás Avellaneda: el recuerdo de las hazañas
del gran capitán americano bajo una forma rica al
par que severa, con cuadros llenos de luz y frases
admirablemente modeladas.
Trascribo el párrafo que creo de mayor intensi-
dad de pensamiento y de novedad en la espresion —
característico como juicio histórico :
< Conozcamos ahora al hombre y al guerrero.
«Las ciudades de la América no lo vieron en-
trar tras de las batallas, bajo sus arcos de triunfo.
La vanidad es una molicie y no cabia ésta en su
viril naturaleza. No esparció jamás su espíritu en
el festin, ni dio paso á la voz de su contento en el
boletín de la victoria. MuchdS creen, sin embargo,
que su orgullo era inmenso. Treinta años de ca
lumnias innobles no alcanzaron á hacer subir una
palabra de defensa desde su corazón hasta sus la-
bios. La ingratitud no le arrancó una queja Las
almas profundas sólo son entrevistas, como el via-
jero de la montaña descubre á veces un abismo, á
la luz de un relámpago ; y San Martin fué sor-
prendido un dia en la soledad de su gabinete, con-
templando su retrato, que habia él mismo colocado
entre el de Napoleón y el de Wellington. »
— 128 —
108— Apuntes blo^ráüeos del General Ja«
lio A, Roca por Benjanin Posse. Córdoba. Impren-
ta de El Interior. 1880- En 8®, 31 ps. con un retrato del
Jeneral Roca.
D. Bbkjamin Possb, antiguo redactor de La Tri-
luna Arjentina^ de El Interior de Córdoba, y hoy
de La Tribuna Nacional^ tiene bien sentada la re-
putación de escritor hecho, para pensar que los
Apuntes biográficos del jeneral Julio A» Boca vienen
recien é revelarlo; pero ellos son, seguramente, uno
de los mejores testimonios de la galanura jamás
desmentida de su estilo, de la movilidad y limpie-
za de su frase, del brillo y armenia de sus periodos.
Más que una biografía, que tampoco lleva ese tí-
tulo, el folleto contiene aatos y apreciaciones en
forma de amenísima lectura, guardando cuidadosa-
mente la unidad que á estejénero de trabajos cor-
responde.
109— Reseña biográñca de Domingo F. Itor-
miento por A. Bel., seguidos de ]os discursos pronun-
ciados por el General Sarmiento en el seno de la juven-
tud, el 30 de Mayo de 1880, y en el acto de bendecir la
bandera del Batallón núm. 1 1 de Infantería de línea,
del Programa de su candidatura y de otras piezas. Ter-
cera edición. Buenos Aires Imprenta del I^cíonal, Bo-
tivar 65 y 67. 1880. En 4 ® menor, 72 ps. y la fotografia
de un busto del jeneral Sarmiento.
Tres ediciones de este folleto en el espacio de
pocos meses y el nonibre de su autor, A. Bel, (Au-
gusto Bblin Sarmibnto), nieto del jeneral, garan-
ten la esactitud de los datos y la bondad del tra^-
bajo.
La parte biográfica ocupa apenas un%s 20 páji*
— 129 —
ñas, escrita sumariamente 7 siguiendo un orden
cronolóiico.
Nacido el año 11, Domingo F Sarmiento empie-
za su carrera en 1826, de alférez 7 luego teniente
deQuiroga Carril ; a7udante del jeneral Vega en
1829, edecán del jeneral Al varado, a7udante de co-
raceros déla guardia del jeneral Paz, en 1831, des-
terrado, escritor, periodista^ autor del Facundo en
1845, — su ecsistencia se multiplica, derramáadose
su actividad por diversos senderos, que lo condu-
cen á los más elevados puestos del pais 7 á la con-
sideración 7 respecto de los pueblos.
. El discurso pronunciado por el jeneral Sarmien-
to en el acto de bendecir la nueva bandera del B».-
tallon 11 de linea, ha sido publicado separadamente
7 el lector lo hallará ea la sección respectiva del
Anicario.
llO—IiOS Charrúas por Ramón Lista^ Buenos
Aires. Imprenta de M. Biedma, calle Belgrano 133 á
139. 1880. En 8®, 16 ps.
El joven Ramok Lista dedica <al distinguido
arqueólogo Manuel Ricardo Trelles,> este breve
estudio de la índole, costumbres 7 grado de cultu-
ra de los charrúas, á quienes defiende de la acusa-
ción de deslealtad prodigada por diversos autores.
Después de lijeras apreciaciones sobre el hom-
bre primitivo de la Banda Oriental del Urugua7,
que á su juicio «percenece ala presente época jeo-
lójica, CU70S ajentes obran aún á nuestra vista,»
sin negar que pueda ser mucho más antigao, —ter-
mina con algunos interesantes detalles sobre los
instrumentos de piedra de esa rejion, anteriores á
la espedipion de Solis ó posteriores á ella hasta la
— 130 —
destrucción total de los charrúas en 1831. Es un
folleto bien meditado y cultamente escrito.
111— Apunte» biográficos de Adelaida Tes-
«ero -Crnidone primera actriz de la Real Compañía
Dramática Italiana A. Tessero y A. Morelli. Buenos Ai-
res. Imprenta Ostwald, calle Florida número 136. 1880.
En 4 ® menor, 25 ps.
Adelaida Tessero Guidone merécelos homena-
jes que ha recibido en el viejo como en el nuevo
mundo.
« L' Arte fu il primo suo profondo amor;» y el
arte pocas veces tiene intérpretes tan nobles é inte-
lij entes como la artista mimada del público de
Buenos Aires.
112— liij eras consideraciones sobre labio-
srafia del I>r. Pablo Broca Profesor de Clínica
Quirúrgica de la Facultad de Medicina de Paris—Ciru-
jano de los Hospitales— Vice-Presidente de la Academia
de Medicina— Profesor fundador de la Escuela de An-
tropología.—Fundador y Secretario General de la Socie-
dad de Antropología— Miembro de las Sociedades de
Cirugía, de Anatomía y de Biología— Director del La-
boratorio de Antropología en la Escuela de Estudios Su-
periores—Oficial de la Legión de honor— Senador ina-
movible, etc., etc.. etc; por el doctor Melchor Torees,
Médico Ciriyano de las Facultades de Paris y Buenos
Aires, Ex- Externo por concurso de los Hospitales de Pa-
rís : Hópital des Cliniques, HÓtel Dieu, Ste. Euffenie,
Charité— Laureado de la Facultad de Medicina de Pa-
ris (Medalla)— Miembro de las Sociedades : de Anato-
mía, de Clínica, de Medicina é Higiene Profesional, de
Terapéutica,, de Medicina práctica del Sena, de la So-
— 131 —
ciedad francesa de Higiene, de Antropología de París,
de la Asociación Médica Bonaerense, del Círculo Médi-
eo Argentino, Médico de la Societá ünione Operai Ita-
liani, etc. Buenos Aires. Imprenta de La Nación, calle
de San Martin núm. 208. 1880. En8®, 16 ps.
Estos breves apuntes biográficos dan una idea,
aprocsimada,por lo menos, de la vida del ilustre ci-
rujano francés Pablo Broca y de su influencia en el
desenvolvimiento antropolójico de Europa.
J
PEDAGOJIA
LIBROS DE ENSEÑANZA Y TESTOS
113— Informe ULi del estado de la educa-
ción eomnn durante el año 1879 en la provincia de
Buenos Aires, presentado al Consejo General de Educa-
ción por D. F. Sarmiento, Director jeneral de Escuelas.
Buenos Aires. Imprenta ae M. Biedma, calle Belgrano
números 133 á 139. 1880. En 4®, 123 ps. y una fotogra-
ba de la Escuela líormal de Maestras.
Contiene la nómina del personal del Consejo je-
neral y délos Consejos de distrito, en la ciudad y
43ampaña, que alcanzan á71, con 370 escuelas comu-
nes, 267 particulares y 6 especiales. Los maestros
suben á 796 en las escuelas comunes^ 658 en las
particulares y 24 en las especiales ; y los alumnos,
a 31,702 en las primeras, 12,105 en las segundas y
676 en las últimas. El total de maestros es del,4'i^
j el de alumnos de 44,483, cuya asistencia media
se calcula en 34,909. — Hé ahí el estado de la educa-
ción en la provincia de Buenos Aires en el año 1879.
^ Tenemos en el Rejistro Estadístico de la Repú-
— 134 — ,
blica^ dice el Sr. Sarmiento, cuadros completos de
la educación primaria, tal como se encontraba en
la provincia de Buenos Aires por los años del872&
1873, y vale la pena de comparar las cifras que
arrojaron entonces los cuadros, para medir los pro-
gresos y la marcha de la educación hasta el pre-^
senté, con seis años de diferencia.
« En 1873 hay en toda la provincia:
Escuelas públicas 283
« particulares. .. • 278
Suma 561
€En 1879-
Escuelas comunes 370
< particulares ...•, 267
< especiales 6^
Suma 643
Aumento en las escuelas comunes ... 87
Disminución en las particulares . • • • 11
«En 1873 hay alumnos, en todas las escuelas^
32,317.
« En 1879—44,483.
Aumento de al umnos en 1879 12,166
Aumento por año desde 1873 á 1879 . 2,027
Aumento del año 1879 2,902»
Numerosos cuadros complementan los estudios
estadísticos qne forman la base de esta Memoria,
sobre el movimiento de escuelas, con su resumen»
densidad relativa de la población en algunos dis-
tritos, etc., y una detallada esposicion de las entra-
das y gastos del Consejo, distribución de sus fon-
dos, etc.
— 135 —
Los ediñcios de escuelas han merecido con razón
un capítulo entero. Resulta que en el año 1879 han
dejado de matricularse en solo la ciudad, por falta
de local, 2,580 niños.
« El Inspector Erause encargado de ecsaminar
en una parroquia el estado jeneral de las escuelas,
hace notar que la mayor parte de las casas alqui-
ladas para escuelas son chicas en proporción á los
alumnos que asisten & ellas^ los cuales quedan
aglomerados en las clases, sin las condiciones de
comodidad é hijiene. >
Y esto no pasaba únicamente en una parroquia,
sino en todas ;y el Consejo Nacional de Educación
que sucedió en la capital al Consejo jeneral déla
provincia, se encontró desde el primer dia con esta
gravísima dificultad, aun no resuelta.
Los anejos contienen los informes de las escue-
las normales, el plan y método de estudio de la
Escuela Superior de Comercio de Paris, y circula-
res á los maestros sobre diversos tópicos.
114— Decimotercio informe del Superinten-
dente de escuelas de la provincia correspondiente al
año 1879. San Juan. Imp. de La Voz de Cuyo.— Santa
Fé 21, 23 y 25. 1880. En 8®, 44 ps. y 12 cuadros.
El Superintendente de escuelas de San Juan,
Sr. Juan de Dios Jofrb, dedica 34 pajinas al Infor-
me que dirijo al Ministro de Gobierno é Instrucción
Pública de la Provincia, ocupando el resto del fo-
lleto el reglamento correccional para las escuelas,
el discurso del Superintendente en la inauguración
de una escuela Normal y doce cuadros estadísticos.
En 1879 han funcionado 62 escuelas, 46 públicas
y 16 particulares ; y han concurrido á ellas 6,001
— 136 —
nifioB — 5,460 & las primeras 7 541 á las secundas :
de estos niños— SjONSÍ varones y 2,399 mujeres, a
las primeras, y 344 varones y 197 mujeres á las
segundas.
Én San Juan como en las demás provincias, como
en la misma capital de la República, no hay edifi-
cios propios para escuelas. EL Superintendente se
detiene con preferencia en ese punto, de incuestio-
nable importancia y digno de toda atención.
115— Informe pasado al Consejo Escolar de Dolo-
res sobre el estado de la enseñanza en el distrito. Bue-
nos Airos. Imprenta de Pablo E. Coni, especial para
obras. 60— Calle Alsina— 60. 1880. En4®, 32ps.
Este informe pertenece al Dr. Eduardo Acbvbdo
Díaz. Ecsamina una por una las escuelas del dis-
trito, presentando su estadística y observando sus
necesidades para indicar las reformas necesarias.
116— Escuela Normal Nacional del Paraná. Infor-
me del Director. Enero de 1880. Buenos Aires. Im-
prenta de Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Calle
Alsina— 60. 1880. En 8"=>, 82 ps.
Trata separadamente de las Escuelas Normales
arj entinas, en jeneral ; del Departamento Normal,
sus profesores, asignaturas, etc.; de la Escuela de
aplicación y del material de la Escuela Normal del
Paraná. Contiene el proyecto de un nuevo plan de
estudios para dicha Escuela ; el cuadro de los gra-
duados en la Facultad Normal, grados, nombres
y destinos ; el cuadro de los alumnos maestros
ecsistentes en el año escolar de 1879, becas que han
— 137 —
ocupado, clases en que han cursado j resultado do
los ecsámenes ; y varios otros cuadros no menos
importantes. Este prolijo informe, notable por sus
datos estadísticos, termina con el discurso que su
autor, D. JoséM. Torres, leyó en la sesión pública
celebrada por la Facultad Normal para entregar
los diplomas á los ex-alumnos graduados.
117— Colegio Nacional de Buenos Aires. Memoria
del Rector correspondiente á 1879. Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma, calle Belgrano números 133 á 139.
1880. En 8®, 8 ps. y un cuadro del movimiento econó-
mico del establecimiento.
En el año 1879 el Colejio Nacional de Buenos
Aires tuvo 523 alumnos regulares y 689 estudian-
tes de cursos libres. El Rector se detiene con prefe-
rencia en las cuestiones económicas, insistiendo
sobre proyectos que ha presentado anteriormente.
118— lia iEdneacion Coman. Revista quincenal
ilustrada de educación y enseñanza en la escuela y en
la familia. Periódico para las autoridades escolares, los
maestros, los padres y los niños. Órgano del Consejo
General de Educación y de las Bibliotecas Populares.
Buenos Aires. Dirección y administración, Rivadavia
710. 1880. En 8®, por entregas de32ps.
El año V de esta publicación que dirijia el distin-
guido joven Julio A. Costa, secretario del Consejo
jeBcral de educación, comprende las 24 entregas
del año 1880, formando ún total de cerca de 800 pa-
jinas. La redacción está á cargo del Director Jene-
— 138 —
ral de Escuelas con la colaboración de los vocales
del Consejo. Contiene los documentos referentes á
la enseñnza, programas, artículos, etc.
119— CSxáinenes públicos delCoIegio.de la Inma-
culada Concepción en Santa Fé dirigido por los Padres
de la Compañía de Jesús. Año de 1880. Buenos Aires.
Imprenta ae Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Ca-
lle Alsina— 60. 1880. En 4 ® menor, 124 ps.
Programas de estudios superiores : teolojia dog-
mática, teolojia moral, derecho canónico, economía
política, derecho comercial, procedimientos judi-
ciales—Estudios preparatorios : filosofla, 1® j%^
años, historia de la tilosoña, elementos de econo-
mía política^ filosofía de la relijion, física, química,
jeometria, historia natural é hijiene, retórica y
poética, historia crítico-literaria, griego, áljebra,
historia arj entina, revista jeneral de la historia,
relijion, látin, castellano, aritmética, historia, te-
neduría de libros, jeografia, francés.
Programas sumamente compendiados ; en lo re-
ferente á los estudios superiores son incompletos,
porque, no dictándose simultáneamente todos los
cursos de derecho, sólo contienen el programa del
año: el derecho comercial, por ejemplo, no abarca
la parte marítima ; ni pasan de cuatro los progra-
mas de estas asignaturas.
. ISO— Actos literarios de teologia, filosofía y
humanidades que para terminar el curso de 1880 tendrán
lugar en el Seminario Conciliar de Buenos Aires en los
dias de diciembre. Buenos Aires. Imprenta de
Pablo E. Coai. especial para obras. 60— Calle Alsina — 60.
1880. En 4^ menor, 38 ps.
— 139 —
Humanidades, filosofía, teolojiay derecho cañó
nico ; todo en latín.
121— Reglamento general orgánico para las escue-
las de la Municipalidad de Monteros. Publicación ofi-
cial. Buenos Aires. 6144. Imprenta del Porvenir, calle
Defensa 139. 1880. En 4 *=* menor, 20 ps.
Sumamente detallado y previsor.
123— Plan de estudios de la Escuela Nacional
deAgronomia de Mendoza. 1880. Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma, calle de Belgrano números 133 y
135. 1880. En 4®, 8 ps.
Decreto de 7 de febrero de 1880, bajo el ministe-
rio del Dr. MiGÜBL GOYBNA.
La enseñanza de peritos ecsije dos años de cur-
sos preparatorios y cuatro de curso especial ; la de
capataces agrícolas, dos años ; y uno más los capa-
taces agrícolas ganaderos, uno los viticultores y
uñólos jardineros. El decreto detalla las materias
que comprenden los cursos y las horas de estudio
por semana.
123— Proerama de los exámenes públicos del Se-
minario Conciliar de Salta. I. H. S. Noviembre de 1880.
Imprenta del Comercio, Calle General Alvarado N.
140. 1880. En 8®, 64 ps. y un cuadro de clasiñca-
ciónos.
Hay programas del®,ü®,3® y6® año de pre-
Saratorios y de 4® año de estudios superiores. Re-
licese este último áteolojia moral. Los.de prepa-
ratorios son también bastante incompletos.
— 140 —
124— Colegio Nacional. Programa para el exámea
de ingreso. 1880. Buenos Aires. Imprenta de El Nacio-
^nal, Bolívar 65 y 67. 1880. En 8®, 8 ps.
125— Colegio Nacional de Buenos Aires. Proípra-
la de Geometría. Segundo año. Buenos Aires igon
hermanos, editores. Librería del Colegio. Calle Bolívar
núm. 60, esquina Alsina. 1880. En 4 *=> menor, 30 ps.
126— Colegio Nacional de Buenos Aires. 5 ® año de
estudios. Programa de Historia de América. Buenos
Aires. Librería Rivadavia, calle Rivadavia 95. 1880. En
4® menor, 8ps.
127— Colegio Nacional de Buenos Aires. 5® año de
estudios. Programa de Revista de la Historia. Bue-
nos Aires. Librería Rivadavia, calle Rivadavia 95 1880»
En 4 ® menor, 4 ps.
129— Programa del Ateneo Argentino; 350, calle
Tucuman, 350. Entre Esmeralda y Suipacha, Director.
Adolfo Bry. En 16® , 8 ps.
128— Colegio Nacional de Buenos Aires, 6*^ año de
estudios. Programa de Revista de la Historia. Bne-
nos Aires. Librería Rivadavia, calle Rivadavia 95. 1880.
En 4*^ menor, 6ps.
Los cinco Programas que anteceden correspon-
den á cursos parciales del plan jeneral de es-
tadios.
-141-^
130-€arAeter y objeto déla Educación por
FÉLIX Martin y Herrera- DÍ8cui*so pronunciado en la
distribución de diplomas que tuvo lugar el 24 de octu-
bre de 1880 en la Escuela Normal de maestros. Buenos
Aires. Imprenta de M. Biedma.» calle Belgrano 133 á
139. 1880. En 8®, 12 ps.
Aunque trabajo puramente literario, más esti-
mable por su forma que por sus ideas, comunes y
conocioas, lo coloco en esta sección en razón del
tema desenvuelto.
131— Discurso del Presidente del Consejo Escolar
de Belgrano en el acto de la distribución de premios á
las escuelas comunes de dicho partido el 25 ele diciem-
bre de 1879. Buenos Aires. 5793. Imprenta del Porve-
nir, calle de la Defensa 139. 1880. En 8^, 16 ps.
Contiene, además, varios cuadros estadísticos de
las escuelas de Belgrano, premios adjudicados, etc.
El discurso pertenece á D. A. Mz. Alvarez db Are-
nales.
132— €ar80 práctico de latinidad y temas cas-
tellanos gradualmente dispuestos para la versión hispa-
no-latina por el profesor de latin del Colegio Nacional
de Buenos Aires. Tomo primero. Buenos Aires. .Carlos
Casavalie, editor. Imprenta y libreria de Mayó, calle
Perú 115. 1880. En 8®, 15l-xi ps. Tomo segundo: 230-
X ps.
Acompaña al fin de cada volumen el programa
correspondiente á la parte de testo en él compren^
dida. Sigue un orden gradual, comenzando por el
análisis lecsicolójico de algunas sentencias, hasta
terminar con largos ejercicios de traducción de Ci-
cerón, Salustio, César, Tácito y Tito Livio.
— 142 —
133— Breves apuntes de teodicea por Agus-
tín Risso Patrón, Catedrático de filosofía del Coleiio
Nacional. Buenos Aires. Igon hermanos—editores. Li-
brería del Colegio— Bolivar, esquina Alsina, 1880. En
8®, 32 ps.
Durante muchos meses ha sido con justicia pie-
dra de escándalo el profesorado deñlosfia del Colé-
jio Nacional de Buenos Aires. Desde la cátedra que
dictaron Jacques, Goyena y Plaza, se enseñaba la
filosofía por preguntas y respuestas. Ahora tenemos
el cuerpo del delito en estos Apuntes de teodicea
« confeccionados tomando por base los autores es-
coláticos, con especial La suma teoldjica de Santo
Tomás.>
No cabe comentario á este folleto desprovisto de
todo valor de esposicion, ni merece él otro juicio
que el que sujieren las palabras trascritas del pró-
logo del autor, quien termina reconociendo á la es-
cuela escolástica «el mejor método para^trasmitir
este j enero de conocimientos á los jóvenes estu-
diantes.»
134— Ijeceiones de castellano correspondientes
al programa de primer año deF Colegio Nacional (se-
gundo término) Apuntes tomados en clase. Buenos Ai-
res. Imprenta de '"''La Pampa *\ calle Victoria 97 y 99.
1880. En 8®. 17ps.
Empieza con la bolilla 39 y concluye en la 54,
correspondiendo á la parte de la sintácsis. Son
apuntes claros y concisos; no tienen otro mérito.
— 143 —
1S5— Tratado de análisis lógico y gramatical de
la lengua castellana por Vicente García AainLBRA —
Rector del Colegio líacionalde la Rioja. Buenos Aires.
Imprenta de Pablo E. Coni, especial para obras 60— ca-
lle Alsina— 60. 1880. En 8 ®, 112 ps.
No es de un método regular y continuo, sino que
trata de dar coecsistencia ¿ diversas teorías, sien-
do oscuro en ciertos pasajes. Aparte de estos in-
convenientes, puede considerarse un trabajo útil y
de novedad en algunas apreciaciones y juicios ais-
lados, revelando jen su autor, Vigente García
Aguilera, contracción y dotes recomendables para
este jénero de estudios.
136— Aritmética para los niños, por el doctor D.
Acisclo P. Vallin y Bustillo, consejero de instruc-
ción pública y Director del Instituto del Cardenal Cis-
neros, agregado á la Universidad de Madrid. Obra de-
clarada de texto por el Consejo de Instrucion Pública
de España para las escuelas de primera enseñanza de la
Península, y por el Ministerio de Ultramar para las de
Cuba, Puerto-Rico y Filipinas. Diploma de mérito en
Viena y premio en Filadelfia. Trigésima cuarta edición,
destinada exclusivamente á las Repúblicas del Rio de la
Plata. Buenos Aires, Librería de Don Manuel Reñé,
editor. 42, calle del Perú, 42. 1880. En 8®, 144 ps.
137— Oeometria para los niños por el doctor D.
Acisclo F. Vallin y Bustillo, Director y Catedrático
de Matemáticas del Instituto del Cardenal Cisneros,
agregado á la Universidad de Madrid. Obra declarada de
texto por el Consejo de Instrucción Pública de España
para las Escuelas de primera enseñanza déla Península
y por el Ministerio de Ultramar para las de Cuba, Puer-
to Rico y Filipinas. Diploma de mérito en Viena y pre-
mio en Filadelfia. Trigésima segunda edición, destinada
— 144 w
exdusiyamete á las JRepúblicas del Rio de la Plata. Bue-
nos Aires, Librería de don Manuel Reñé, editor. 42, ca*
Be del Perú, 42. 1880. En 8®, 126 ps. y un cuadro con
52 figuras jeométricas.
Los dos libritos que anteceden son compendios de
la cbnocida obra de segunda enseñanza de Yallis
y BusTiLLO que ha servido de testo durante mu-
chos años en la Universidad de Buenos Aires, y que
se distingue especialmente por la claridad de sus
definiciones.
La jeometria termina con su aplicación á la me-
dición de terrenos, ó sea, nociones sobre agrimen-
sura.
138— Aritmética decimal teórica-práctica. Obra
escrita para servir de texto en las escuelas de la provin-
cia deÉuenos Aires por Melchor Otamendi, Preceptor
Superior, actualmente Director de una Escuela de va-
roues en la Capital. Tercera edición. Buenos Aires. Im-
prenta de ""^La Patria", especial para obras 79 -Calle
Cuyo— 79. 1880. En8®,98ps.
Contiene esplicaciones prácticas para los maes-
tros, después de las cuales entra en la enseñanza
teórica. Está dispuesto por preguntas y respuestas,
pero siempre con claridad y concisión. Alcanza
hasta las proporciones, regla de tres, de interés, etc
139— íSistema métrico al alcance de todos. Ver-
tido al castellano por íGmLLEBMO P*** Buenos Aires.
Imprenta de Pablo JS. Coni, especial para obras. 60-c8-
lle Alsina- 60- 1880. En 16®, 12 ps.
— 145 —
Bastante completo y bueao, si se esceptúa la for-
ma de catecismo, que es para mí un defecto en li<
bros de enseñanza.
140— Xoeiones de s^^ometria teórica y práctica
con 151 figuras intercaladas en el texto y numerosos pro-
blemas gráficos y numéricos^ por José M. Areghaga.
Buenos Aires. Igon hermanos^ editores^ Calle Bolívar
esquina Alsina. 1880. En 8 <=^^ 68 ps.
Contiene un cuestionario al fin de cada capítulo.
Libro propio para la primera enseñanza por la
claridad de su esposicion j la sencillez ae su
plap.
Las láminas en fondo oscuro salvan algunas de*
ficiencias del testo.
: — Aritmética mercantil y manual para el co-
merciante, el banquero, el capitalista^ el industrial y el
empleado, al alcance de todas las capacidades por Juan
B. GoYiN, autor de la Partida doble aplicada á toda cla-
se de Contabilidad, obras aprobadas por el Supremo Go-
bierno de la República Argentina para que sirvan de
textos. Primera edición. Buenos Aires. Imprenta y lito-
grafía del «Courrier de la Plata* 148, calle de la Piedad,
354. 1880. En8®,Viii-135p8.
El Señor Juan B. Govin ha publicado en el Peni
unaobrita semejante á la presente, aunque mucho
más breve —los Cálculos mercantiles, que el Supre-
mo Gobierno de esa nación declaró libro de testo
páralos establecimientos de instrucción.
Jj^ Aritmética mercantil dedicada al Dr. Santiago
Laro, es especialmenle interesante paralas perso*
nafl q.ue se dedican al comercio, por los cálculos 7
- 146 —
Sroblemas que contiene. Su autor ha prescindida
e las reglas elementales, y empieza su obra por
las Cancelaciones, quebrados, decimales, etc.
Sin romper las proporciones conrenieate en tra-
bajos de este jénero, la parte que trata de los cam-
bios con diversas naciones puede considerarse la
más completa, aparte de toda la novedad de una
materia anteriormente tratada con poca detención.
142— lieceiones de liistoria nacional por
Agustín Pressinger^ catedrático del Colegio militar de
la Nación y del Colegio Nacional de Buenos Aires, etc.
etc. Buenos Aires. Casa editora: Imprenta Ostwald,
Florida 136. 1880. En 16®, l54-x ps.
El compendio de historia del Sr. Agustín Prbs-
siNGBR difiere fundamentalmente de los compen-
dios que conozco. Escrito para los alumnos de
tercer año del Colejio Militar de Palermo, el antor
ha tenido que consultar su capacidad jeneral, y ha
hecho un trabajo sencillo y claro, más al alcance
de los niños que el Compendio del Dr. Juan Maria
Gutiérrez, V. el N. 1-43, pero á la vez de un mé-
todo que abre vastos y profundos horizontes ala
enseñanza de la historia patria, y acusa, aunque el
autor no lo confiese, la preferencia que ha dado en
sus estudios á las lecciones de D. José Manuel Es-
trada.
El conocimiento de la sociabilidad arientina es
la clave de nuestra historia ; y el Sr. Fressinger
ha alcanzado la felicidad de encerrar en párrafos
breves y trasparentes la esposicion de la organiza-
ción española en sus vireinatos de América, el Jé-
nesis y desarrollo de cada una de las variadas
cuestiones internas que dieron tinte á la apacible
— 147 —
vida colonial, estallando de tiempo en tiempo como
para despertar las poblaciones dormidas, y el orí-
jen de las grandes caestiones esternas que cuasi
surjen con el descubrimiento del Rio de la Plata y
muchas de cuyas complicaciones esperan todavía
desenlace.
El compendio termina con la segunda invasión
inglesa, y acaso debe en gran parte su écsito á no
haber salvado ese linde. De todos modos merece
ponerse en manos de los niños á quienes debe ser
de incuestionable utilidad, porque atrae hasta en
las esposiciones más áridas y enseña siempre con
altura y sano criterio. Los hechos se desprenden
natural y como fatalmente de las indicaciones sen-
tadas, y sus conecciones se perciben hasta en la
mayor complicación de los acontecimientos.
Foco queda que aprender, no obstante lape5[ue'
ñez del libro : y el alumno que lo ha estudiado
puede darse cuenta precisa de los más difíciles
trastornos, que tienen su esplicacion en las mismas
instituciones destinadas á evitarlos, ó de las más
arduas cuestiones que nacen de la organización co-
lonial.
Su autor debe haber tenido ocasión de observar-
lo en su enseñanza diaria; podria asegurar que
no ha encontrado inconveniente alguno, porque el
estilo es siempre igual — ni descenso ni fatiga.
143— l4a historia arg^entina al alcance de los
niños., desde el descubrimiento hasta la adopción de la
Constitución Nacional, cuyo espíritu se espüca en este
compendio histórico, por Juan María Gutiérrez. Sex-
ta edición, correjida. Buenos Aires. Carlos Casavalle.^
editor. Imprenta y librería de Mayo, de C. Casavalle.
Perú 115. 1880 En 16®, 190-II ps.
-- 148 —
Véase el núm. && del Anuario anterior. En él
se mencionaba ja la quinta edición de esta obrita
interesante ; el conocido librero editor D. Carlos
Gasavalleha hecho lasesta edición en el año 1880.
144:— Compendio histórico de las provincias
unidas del Rio de la Plata, por Tomasa Sánchez, maes-
tra normal. Aprobado y adoptado por el Departamento
de Educación de Entre-Rios, para el uso de las Escue-
las Elementales y de párvulos de su dependencia. Bue-
nos Aires. Librería Americana de E. Halbach y Oa.
163— Piedad— 153. 1880. En 16®, 36 ps.
Este compendio ha pasado la medida ; parece un
estracto en dosis homeopáticas: bueno y malo; cla-
ro y plagado de fechas ; no abarca lo esencial y
tiene párrafos inconducentes. Es un folleto per-
fectamente inaplicable ala enseñanza.
145— Tesoro histórico. Llave de la historia
Sara los niños. Buenos Aires. Imprenta y librería de
layo, de C. Casavalle, editor. 115— Perú— 115. 1880.
En 16*=^, 108 ps.
Este librito de efemérides referentes á la histo-
ria arj entina, está escrito con suma claridad y con-
cisión. Su forma no deja de ser agradable, á pesar
de la natural aridez de hechos aislados y sin espli-
cacion.
^0 pienso cómo el autor que esta forma de la
historia sea propia para los niños ; por el contra-
rio, debe huirse de ella en la enseñanza, porque
rompe con todo método racional. Su importancia
es de otra índole, que estoy léjofi de desconocer,
como puede verse en el núm. lOO del Amuiria
anterior á propósito de un libro semejante.
- 149 —
«
146— Ifft moral práctica» libro de lectura para
niños y adultos por Pedro A. Alcántara García. Bue-
nos Aires. Librería Reñé: Perú 42. 1880. En 8®,
204 ps.
Libro impreso en España.
Conversaciones familiares del anciano Pablo con
sus discípulos. Versan sobre tópicos de moral, en
forma amena, y siguiendo un orden gradualmente
progresivo que permite llegar en las últimas Con-
versaciones a enseñanzas ilustradas 7 fecundas so-
bre la patria, los deberes del ciudadano, la relijion,
^tc, y terminan con una ecsortacion á profesar la
relijion del deber.
147— lia escuela moderna. Serie de libros de
«ducacion por Enrique M. de Santa Olalla. Método
fílosófíco de lectura y escritura simultáneas conforme
<3on el reglamento general de escuelas por Enrique M.
DE Santa Olalla. Cuaderno primero del libro prima-
rio qne contiene los ejercicios de sílabas bilíteras. 9 *
adición. Editor Martin Biedma. Imprenta calle Belgra-
nonúm. 133 y 135. Buenos Aires. J880. En 8®, 36 ps.
y láminas intercaladas en el testo.
< La rapidez con que han sido colocadas ocho
ediciones ae este nuevo método, dice el editor, y la
reputación que ha alcanzado^ tanto en esta provin-
cia como en el interior de la República, nos ha de-
cidido á emprender por nuestra cuenta una nueva
edición, siendo éste el primer libro publicado en
nuestro pais con intercalaciones de letra inglesa. >
148-'!E1 raudal de la lectara por los señores
Frías, Sabater y Montoy. Obra de texto en Buenos
Aires. 9 * edición. Buenos Aires. Librería y papelería
La Publicidad, de Manuel Reñé. 1880. En 16®, 80 ps.
10
— 150 -
Se compone de dos partes — La primera contiene
sucesivamente frases compuestas de palabras mo-
nosílabas, de palabras agudas, de palabras polisí-^
labas, etc. — todo en letra gruesa. La segunda par-
te es de simple lectura y termina con 8 ó 9 cuentos-
morales.
149— Imprenta escolar. Método misto de lectu-
ra y escritura por D. Josi Gil y Navarro^ Maestro^
Normal. Buenos Aires. Villa San Carlos, Almagro. Ti-
pografía del Colegio de Artes y Oficios. En 8 ®, 48 ps.
Dedicado al Ministro del Culto Dr. Pizarro.
El método de D. Josa Gil y Navarro se basa en-
el uso de un aparato con caracteres movibles, lo
que él llama imprenta escolar. Este folleto esplica
uno de tantos procedimientos que pueden emplear-
se en el uso y aplicación de dicho aparato á la en-
señanza primaria.
150— Anagpnosia* Tercera parte del método para
enseñar y aprender á leer con facilidad inspirando amor
á la lectura, á la virtud y al trabajo, ó sea primer libro
de lectura y de dictado para todos los métodos por Mar-
cos Sastre, autor del Tempe Argentino, de los Consejos
de Oro sobre la educación, el guia del Preceptor, el
Método ecléctico de caligrafía inglesa. Selección de lec-
turas para la niñez. Lecciones de Gramática^ Lecciones
de Ortografía y otros testos de enseñanza primaria ; to-
dos adoptados en las escuelas públicas y particulares
arjentinas y orientales. Edición 38. Buenos Aires Im-
prenta de Pablo E. Coni, editor, Alsina 60. 1880. (Es-
propiedad del Autor). En 8®, 150 ps.
— 151 —
151'AiiAgnosia. Verdadero método para enseñar
y aprender á leer con facilidad inspirando á los niños
añeion á la lectura y amor á la virtud y al trabajo por
MiLftOOS Sastre,— Autor del Tempe Aijentino, de los
Consejos de oro sobre la educación, el Guia del Precep-
tor, el Método ecléctico de caligi'afia inglesa. Selección
de lecturas para la niñez. Lecciones de Gramática, Lec-
ciones de Ortografía, y otros testos de enseñanza prima-
ria. Todos adoptados en las escuelas públicas y parti-
culares arjen tinas y orientales. Edición 37*, que consta
de 200,000 ejemplares : dividida en tres cuadernos. Cua-
derno segundo. jBuenos Aires. Imprenta de Ostwald, ca-
lle Florida 136. 1880 (Es propiedad del autor). En 16®,
64 ps.
D. Marcos Sastrb, autor del Tempe Arjentino,
puede enorgullecerse de haber escrito estst Anag-
nosia que ha alcanzado á su 37 ^ edición y que tan
buenos resultados prácticos ha producido. Los dos
folletos anteriores son la 1 * yo^ parte de su mé-
todo de lectura gradual. V. el Anuario anterior
núm. XIO.
ISd—Mosaieo literario epistolar para ejerci-
tarse los niños en la lectura de manuscritos compilado
por Bastinos y Püig. Colección de autógrafos de algu-
nos hombres célebres contemporáneos y de distinguidos
literatos, profesores, comerciantes, industriales, etc.
Obra declarada de texto. Primera enseñanza. 12 ^ edi-
ción corregida y aumentada. Buenos Aires. Librería y
papeleria La Publicidad, de Manuel Reñé. 42, calle del
Perú, 42. 1880. Ea8®, 196 ps.
Presenta modelos de cartas, esposiciones, memo-
riales, etc., en diversas letras 7 algunos autógrafos
de personas notables.
- 152 — í
153 Careno Hetódico de Dibujo lineal por
Francisco CANALB—Profesor de Matemáticas de la Es-
cuela Normal de Maestros de la Provincia de Buenos
Aires-- Dibujo Elemental comprende: Las líneas rectas
— figuras rectilíneas— líneas curvas— figuras curvilíneas
—comparación de las figuras— Conteniendo 307 grabados
intercalados en el texto— Buenos Aires. Igon hermanos^
editores, calle Bolívar núm. 60 y Alsina 90. 1881. En
4®, Vi-108 ps.
Este libro que lleva en la carátula la fecha de
1881, fué, sin embargo, impreso en Paris á fines del
año 80, en número de 5,000 ejemplares. Es la pri-
mera parte de una obra más estensa con que el Se-
ñor Francisco Canale, catedrático de un Colejio
Normal de Buenos Aires, se propone llenar el va-
cio sentido en la enseñanza del Dibujo lineal por
falta de un testo que sastifaga cumplidamente
las ecsijencias que el estudio de dicha materia re-
clama.
La segunda parte está actualmente imprimién-
dose en Francia y es muy probable que pronto vea
la'luz pública una nueva edición completa, pues
los Señores Garnier hermanos, de Paris, han con-
seguido de los editores en ésta. Señores Igon, her-
manos, la autorización respectiva para hacer un
tiraje mucho mavor, á fin de repartirlo éntrelas
Repúblicas Americanas con escepcion de la Arjen-
tina y Oriental.
Precede la obra una buena esposicion del Dr.
Félix Martin y Herrera sobre el plan que ha se-
guido el autor, donde muestra la utilidad de la ense-
ñanza del dibujo y ecsamina los medios prefe-
rentes de llevarla á cabo.
El trabajo del profesor Canale se halla escento
del defecto tan común encesta clase de libros, en los
que casi siempre Ib, abundancia de la parte teórica
— 153 —
ó práctica perjudica el justo equilibrio que debe rei»
nar entre ambas; siendo de notar un criterio esacto
y de suma aplicación en la elección de los ^emplos,
que siguen un orden rigorosamente asced.ente co-
mo lo ecsije la relación íntima en que se halla este
estudio con las ciencias matemáticas que le pro-
porcionan su fundamento — Una esplicacion clara
7 concisa da los datos suficientes para la construc-
ción de todas las figuras intercaladas en el testo.
El profesor Gánale ha prestado un buen servicio
á la educación de la juventud arj entina, tanto por
el mérito de su libro, cuanto por la materia sobre
que versa.
El dibujo lineal, aplicando la precisión de las
lejes matemáticas a las variaciones de las for-
ma, comunica al espíritu el amor á la simetría y
habitúa la sensibilidad con las nociones más esac-
tas del buen gusto — Al mismo tiempo que coopera
á preparar el entendimiento para apreciar en su
justo valor la representación de la belleza en el
molde artístico, mantiene vivo el útil consorcio de
la ciencia y el arte, obligando á sentiríy comprender
la verdad, á gozar aprendiendo.
La obra ha sido adoptada como testo en los esta-
blecimientos públicos donde se ecsije la enseñanza
del Dibujo.
1 54— Cnaderno de dibujo lineal arreglado se-
gún elprograma de las Escuelas comunes por los profe-
sores T. S. O. y R. B. 1er, gradeas* edición. Buenos
Aires. Año J880. Depósito en la librería de las Escue-
las Defensa 478 y en todas las principales librerías. Ea
S®, 16 ps.
Contiene 41 figuras y una suscinta esplicacion al
pié de cada pajina.
— 154 —
US-^^naderno de dibajo liaeal arreglad se-
gún jel programa de las escuelas comunes por los profe-
sores T. S. O. y R. B. 2 *=^ grado. 3 * edición. Buenos
Aires. Año de 1880. Venta en todas las librerías. En 8 ® ,
16 ps.
Contiene 32 figuras y 17 problemas ; las figuras
numeradas 7 con una suscinta esplicacion al pié de
la pajina.
156— Caademo de dibajo lineal arreglado se-
gún el programa de las escuelas comunes por los profe-
sores T. S. O. y R. B. Ser. grado. 1 ^ edición. Buenos.
Aires. Año 1880. Depósito en la '•*Libreria Universal",
Moreno 211 y 213. Buenos Aires, en 8"=>, 16 ps.
Contiene 55 figuras numeradas, y termina con
una suscinta esplicacion.
157— Caademo dje dibujo lineal ai-reglado
según el programa de las escuelas comunes, por los pro-
fesores T. S. O.y R.B.;4 ^ grado. 3 * edición. Buenos Ai-
res. Afíó 1880. Depósito en la librería de las Escuelas,
Defensa 478, y en todas las principales librerías. En 8®,
16 ps.
Contiene 35 figuras, entre ellas alfabetos, planos
de casas y jardines, jarrones, fuentes, etc. y termi-
na, como los anteriores, con una suscinta esplica-
cion de las figuras.
158— Dsplieaeion de los cuadros anatómicos del
doctor Fiedler. 4 ^ edición mejorada. Arreglada al es-
pañol--por A. Van Gbldeeen— Buenos Aires. Impren-
ta de M. Biedma, Belgrano núms. 133 á 139, 3880. -En
I6'^,22ps.
J
— 155 —
Esplicaeion samaría — Sólo ofrece catálogos de-Ios
haesos, músculos, etc., con números correspondien-
tes á los que llevan los cuadros anatómicos.
159— Atlas y nociones de c^eografia para uso
-de los niños, por el doctor de ciencias D. Acisclo F.
Vallin y BusTiLLo, conseiero de Instrucción Pública,
Oran Cruz de la Real y distinguida orden de Isabel la
Católica, Director y catedrático de Matemáticas del
Instituto del Cardenal Cisneros, individuo de la Comi-
sión española de relaciones literarias con las repúblicas
hispanoamericanas, de la Sociedad Geográfica de Ma-
drid y Correspondiente de la Real Academia de la His-
toria, Vocal ae la Junta Superior de Inspección y Esta-
dística de la Instrucción pública. Oficial de Academia
: >or el Gobierno de Francia, etc. Diploma de mérito en
a Expo&icion internacional de Viena y Premio en la de
^^'iladelfia. Nueva edición, destinada exclusivamente á
las Repúblicas del Rio de la Plata. Buenos Aires. Li-
brería de Manuel Reñé, editor. 42— Calle del Perú -42.
1880. En 4® menor, 52 ps. ádos columnas; sin compagi-
nar, varios mapas y láminas.
Empieza con nociones sumarias de jeografia as-
tronómica, jeografia física y jeografia política. De-
dica tres ó cuatro pajinas á la República Arjenti-
na; el resto del libro es ecsajeradamente compen-
diado 7 acaso impropio para la enseñanza, porque
en 20 ó 25 ps. que ofrece, más ó menos, de testo,
presenta reunidos los rios, montañas, lagos, etc.,
«te, de cada nación, en párrafos numerados, sin
otra esplicaeion ni comentario que facilite el estu-
dio.
160— Mapa de la l*roviiicia de Buenos Ai-
res dividido en partidos por Ch. de Mot. Este mapa
L_
— 156 —
ha sido trazado según las observaciones tomadas soke
el terreno por el autor y datos copilados sobre los últi-
mos trabajos del Departamento Topográfico, diversos do-
cumentos del Ministerio de Guerra y Marina, observa-
ciones del Capitán Fitz-Roy, estudios y viajes de D.
Andrés Oyarvide, Cox, Villarino, José Alvarez de Are-
nales, Augusto Bravard, Dr. V. Mtin. de Moussy, A.
Petermann, Cl. Alvaro Barros, Sargento Mayor D. Jó^
dan Wisocki, Dr. D. Francisco Moreno, etc., etc. 1880
EditeurspourTEurope: Gonweloor fréres <fe soeur, Bru-
xelles.
Hasta ahora, < es el mapa más completo y cor-
recto de la provincia de Buenos Aires» .
niMm
I 1^6l_]>iceioiiario filológico i comparado de
^•lettOTa castellana (precedido de una introduc-
<íiOn delDr.í). Vit^ente F. López) que contiene: 1. La
^l^sificacion gramatical de las palabras ; 2. Su etimolo-
&^^i comparándose no solamente los elementos de la»
palabras castellanas, con las raices de las demás lenguas
indo- europeas, sino también las palabras mismas con vo-
cablos de las lenguas neo-latinas aue tienen el mismo orí-
|en; 3. El estudio de todas las palabras que derivan del
árabe V demás lenguas semíticas; 4. La explicación de los
vocablos vascuences y americanos aceptados en la len-
gua castellana; 5. El significado de las palabras y sus di-
ferentes acepciones, corroboradas con ejemplos de auto-
i*es clásicos españoles ; 6. La colección de las frases y
refranes usados con más frecuencia en castellano; 7.
Los principales sinónimos con sus correspondientes
ejemplos y explicaciones por M. Calandrelli (Cate-
drático de Filología clásica en la Universidad de Bue-
nos Aires, Académico de número de la Facultad de Hu-
manidades y Filosofía, etc. Tomo primero A-ALL. To-
mo segundo AM-AZ. Buenos Aires. Imprenta de «Obras
clásicas», Solis315. 1880. En4®, á dos columnas, xxiv
-652-xn-viii ps.
— 158 —
Ea el tomo anterior del -ánwano, núm. publi-
qué ua juicio escrito por el Sr. Sarmiento so-
bre la obra del doctor Matías Calandrblli, en el
que se revela á grandes rasgos la bondad 7 utilidad
de ésta, al mismo tiempo que encarece la necesi-
dad de que se la proteja en la República Arj entina,
considerándola obra eminentemente nacional.
El sabio Profesor de la Universidad de Buenos
Aires empezó sus estudios lingüísticos el año 1865
con el profesor Lignana en la Universidad de Ná
Soles, y continuó con el profesor Kerbaker en el
olejio de Lenguas orientales, de la misma ciudad.
Iniciado desde tan temprana edad — 20 años — en los
misterios de la ciencia, Calandrelli ha seguido la
áspera senda de las investigaciones fllolójicas sin
desmayar un momento, pudiendo presentársele co-
mo modelo de celo infatigable y de constante la-
boriosidad. Favorecido por la naturaleza con dotes
especiales para el estudio de la ciencia á qae
ha consagrado los mejores años de su vida, ha em-
prendido en edad relativamente temprana ana
obra que parece superior á la natural contrac-
ción de un solo hombre, si se reflecciona en
el inmenso trabajo que necesita para llevarla
á cabo y en la paciente investigación que cada
una de sus pajinas requiere. Promete ser el
libro de mayor trascendencia, que sobare el idio-
ma castellano se baya escrito hasta ahora, J
seria de felicitarse que la República Arj entina así
lo comprendiese, afín de que no ahorrara sacrificio
para facilitar al ilustre autor los medios indispen-
sables de terminarlo; tanto más cuanto que está
destinado á honrar la patria en que se escribe/
publica, al mismo tiempo que á servir de base.y
fuente á nuestra literatura.
A medida que se aumentan los ramos del sabery
— d59 —
que los conocimientos humanos abarcan major es-
tensión, se hace más indispensable la obra de faci-
litar el estadio economizando trabajo y ahorran-
doel tiempo^ — siempre escaso para el ambiciosode
saber, — ^por medio de compilaciones que, á la mane-
ra de los diccionarios, den al espíritu un material
nutrido, bajo forma rápida. Tratándose del diccio-
nario de un idioma, esta necesidad resalta aún más;
J Voltaire mismo confiesa que le era imposible es-
cribir cuatro pajinas sin consultar el diccionario de
fiu lengua.
Antes de entrar al fondo del trabajo del señor
Calandrelli, séame permitido declarar que mis
reflecsiones tienen solamente el propósito de dar
una idea de él, sin responsabilidad en lo concer-
niente á ciencia filolójica ó á teorías de que no pue-
do ni debo ser juez La pasión por una ú otra teo-
ría que se ocupa de detalles, perjudica ala mar-
cha serena de la ciencia. Digo esto, porque, no
seguiré los juicios esclusivistas de Max Müller, de
Schleicher, de Bopp, de Fich, etc. Tomaré el con-
junto para evitar los escollos en que se choca al to-
car teorías de escuelas personales.
El trabajo del Sr, Calandrelli es á la vez un dic-
cionario de la lengua castellana, que todos pueden
J deben consultar como tal, porque su testo perte-
nece ala Academia española, y un diccionario de
lingüística, en que está escrito y aplicado á la len-
gua castellana, todo lo que se conoce de esa ciencia
— hasta el momento en que lo escribe. El que no
cupiere y deseare saber la maternidad y fra-
ternidad del idioma que hablamos, se servirá del
diccionario para conocer el signiñcado de las pala-
bras, independientemente de la doctrina fílolójica
<iifrada en la palabra etimología. Los hombres de
letras que quisieren, por el contrario, darse cuenta
— leo -
del sentido íntimo de cada palabra y del oríjen
del idioma de que se sirven para pensar, hablar j
escribir, hallarán todos los detalles (|ae lalingüis-
tica proporciona á sus iniciados. Tiene, pues, el
Diccionario dos aplicaciones distintas : una para
la jeneralidad de los estudiosos, otra para una clase
privilejiada de hombres que no se contentan con
saber el significado ordinario de las palabras y de-
sean profundizar el sentido íntimo que entrañan.
Aún considerado como Diccionario simple de la
Academia, contiene algo más que todos los diccio-
narios ya publicados : contiene ejemplos de auto-
res clásicos para corroborar el significado y acep-
ción de cada palabra. La importancia de los
ejemplos se revela al advertir que en ellos están
condensadas las diferentes construcciones deqne
se han servido los modelos del clasicismo español,
7 sobre las cuales han fundado los gramáticos las
reglas que se siguen al escribir y hablar nuestro
idioma.
Bajo el punto de vista filolójico, abarca la histo-
rial del oríjen, desarrollo y trasformacion de la
lengua española, en comparación con lahistoriade
la lengua latina de que ésta deriva, y de la historia
de todas las lenguas indo-europeas, consusevola-
ciones y vicisitudes, propias del lenguaje hu-
mano.
Para mejor claridad indicaré á grandes rasgos el
vasto plan á que obedece el Señor Calandrelli,
haciendo de la obra una brevísima esposicion fí-
lolójica.
El lenguaje humano ha pasado por tres períodos
completamente distintos : comenzó por simples mo*
nosílabos que espresaban ideas jeneral es; prosi-
guió aglomerando dos ó más monosílabos, para mo-
dificar con uno ó algunos de ellos la idea jeneral es-
— 161 —
presada por otro ; j se completó modificando los
monosílabos de manera que pudiesen reproducir
todas las relaciones concebibles del pensamiento
hamano, por medio de la trasformacion, modifica-
ción, composición y unión de los monosílabos en-
tre sí. Guiados por este hecho fundamental y pri-
mitivo, los lingüistas han clasificado todas las len-
euas en tres grandes grupos : Lenguas monosilá-
oicasy lenguas aglomerantes d aglutinantes y lenguas
ftecsivas.
Son lenguas monosilábicas : el chino, el siamés,
el birmano, el tibetano, el amonita 6 conchin*
chino.
Son a¡glutinantes: el japonés, las lenguas maleo-
polinésicas, las lenguas de Australia, las de los
negros de África, la de los cafres, las lenguas nu-
bianas, las lenguas americanas 6 polisintéticas, la
lengua vasca, etc.
Son flecsivas 6 lenguas de flecsion : las lenguas se-
míticas que comprenden el caldeo, el siriaco, el asi-
rio, el hebreo, el fenicio, el árabe, las lenguas de
la Arabia meridional y de la Asirla; las lenguas
Cemíticas que abarcan el grupo de lenguas ejip-
cio, el grupo libio y el etiope ; las lenguas indo-
europeas que abarcan la antigua lengua de los In-
dous, las lenguas neo-índicas, los dialectos de los
Tsiganes, el zenda, el persa, el armenio, el huzvcL"
réclie^el parsi, el persa, las lenguas de los osetas,
de los kourdos, de los belukches, del Afghan, las
lenguas antiguas de Italia,! as lenguas neo-latinas —
español, portugués, francés, italiano, etc. — la len-
gua griega y sus dialectos, el céltico, el gótico, las
lenguas escandinavas, el alto alemán — sajón, an-
glo-sajon, antiguo sajón, inglés, holandés, flamen-
co, frijio, el lituanio, el antiguo prusiano, el lette,
las lenguas indo-europeas del Asia Menor, las len-
— 162 —
guas escíticas, el albanés, etc. — Daré en aléanos
ejemplos uaa muestra de cómo proceden en la es-
presión de sus ideas los pueblos que hablan cada
uno de estos tres grupos de lenguas :
Lengtias monosilábicas. — Para espresar un chino
las ideas de hijos, hijas^ mujeres, como carecen de
signo de plural y de j eneros los nombres chinos^
— recurrirá á tantas otras palabras que indi-
quen los j eneros y números. Tienen en su lengua
las palabras í^6, hijo é hija, nan, masculino, ma-
cho, niu, femenino/hembráj^'m, jente, #o, totalidad,
muchedumbre; y para decir hijo, debe recurrir á
las dos palabras nan tse, macho hijo, como para de-
cir hija debe emplear las palabras niu tse, hembra
hijo. Si desea agregarle el sentido plural debe aña-
dir á los dos monosílabos la palabra to; luego to ñau
tse — muchedumbre macho hijo — corresponde á hi-
jos; toniutse — muchedumbre hembra hijo — corres-
ponde á hijas; to ñau jin — muchedumbre hembra
jente — corresponden á mujeres; etc. Uniendo mono-
sílabos independientes entre sí, va espresando de
la mejor manera posible las ideas con los acciden-
tes de j enero, número, caso, etc. Las lenguas mono-
silábicas no tienen, pues, otro medio de espresion
que la unión de varios monosílabos, que según el
funesto que ocupan en la oración y la entonación de
a voz con que se pronuncian, adquieren nuevos
significados y reproducen diferentes relaciones.
Pero todas las palabras son de una sola sílaba sin
que ecsista posibilidad de juntar dos, tres ó más
de ellas para formar una, compuesta.
Lenguas aglutinantes. — Para espresar en qui-
chua, por ejemplo, que es también lengua agluti-
nante, la idea de quien tiene por costumSre avergon-
zar á otros, — es necesario recurrir á las palabras
j^nc*ay, vergüenza y camayok,¿[ que tiene oficio 6
— 168 —
empleo, para formar la palabra pen&aycamayók.
r adviértase que esta palabra se compone de j^enc'a,
avergonzar, y, partícula formativa del nombre
pem'ay^ cama, oficio, empleo y yok partícula forma-
fciva del nombre cama-yok. De manera que las QMdL-
tro palabras 2?enc^ay-cama-yoA; forman una sola por
acumulación, aglutinación ó justa-posicion— Se jun-
tan sin variar, ni cambiar de forma.
LengvMS flecsivas. En estas lenguas se funden las
palabras de modo que muchas juntas forman una
sola, capaces únicamente de ser reconocidas por el
análisis lingüístico. Todas ellas fueron al principio
monosílabos. Al juntarse una de ellas conserva el
sentido fundamental y las demás adquieren u«
sentido secundario ó accidental. Así, por ejemplo^
en la palabra española baladronar, hallamos el
nombre baladron íntimamente ligado ala desinen-
cia verbal ar, derivada de la latina -are: en bala-
dron tenemos el nombre baladro vinculado con la
desinencia -on; en baladro encontramos el verbo
halar, vinculado con la desinencia dro, derivada de
tro ó dro y ésta del primitivo -trum de ter-um;
en 6aZar descubrimos la sílaba 6aí-, ligada a la de-
sinencia verbal -ar. Esta sílaba significa gritar,
charlar, parlotear, etc., y como es la base de todos
los demás elementos que se agrupan á su alrede-
dor, y contiene el sentido fundamental de la pala-
bra, los filólogos le dan el nombre de raü, que sig-
nifica tanto, como fundamento, oríjen, principio,
arranque de la palabra. Recorriendo las otras
lenguas de la misma familia indo-europea encon-
tramos la misma raiz bal- 6 bla — porque la -í está
sujeta á metátesis ó trasposición — con el mismo sig-
nificado y las mismas acepciones. Así, en griego
ble-Jche, balido; en antiguo alto alemán old-zUf
balar ; en el eslavo eclesiástico ble-ia-ti, balar ; en
— 164 —
e\ anglo-sajon blü-taUy charlar; en bajo-alemaa
bla-ten; en holandés bla-ten, blee-ten; en el alemán
moderno blaken; en francés fcéi-er, en italiano bel-
are^ en provenzal balar, en catalán bel-ar, etc. An-
tes de fundirse los elementos de las lenguas flecsi-
vas ecsistian en su estado monosilábico, y con la
ayuda de los principios de la lingüística, se puede
hoy llegar á saber cómo espresaban sus ideas los
ereadores de la lengua primitiva indo-europea, ma-
dre de los idiomas indicados. Tomemos como
ejemplo la palabra estamos, que deriva del latin
sta-mus, con la agregación de la e- eufónica delante
de las letras -st-. Hallamos en ella la sílaba sta-,
que es la raiz, y la desinencia -mies, que en lo anti-
guo se hallaba dividida en los elementos masa.
La sílaba ma es pronombre de primera persona,
que ha dado oríjen al pronombre me, mi, etc.; y la
sílaba sa es pronombre de segunda persona, cambia-
do luego en ta, que ha dado oríjen al pronombre
tu. De manera que masa, signifíca yo y tti, 6 sea m-
sotros. Los creadores del primer idioma de la fami-
lia indo-europea debieron á^oit sta-ma sa, estar yo
tu, para significar nuestro actual estamos.
Las lenguas indo-europeas se componen todas
de dos clases de tqXq^s, verbales y ^pronominales. Las
Srimeras indican acción, como i-, ir ; sta, estar] dic,
ecir, etc. y las segundas reveíanla persona que
hace y la que sufre la acción, como ma, yo; sa, tu;
HA, él, etc.
El trabajo de la lingüística consiste en buscar
las raices primitivas de las palabras y comparar-
las con todas las raices de las lenguas de la misma
familia^ descubriendo las modificaciones que han
fiufrido á través de los siglos y de los pueblos qac
las usaron, vinculando entre sí pueblos de la mis-
ma familia, como el naturalista reúne en sus jéne-
— 165 —
xoB lo8 animales y las plantas que presentan losr
mismos caracteres.
. El español pertenece, según queda indicado, á la
familia indo-europea, y contiene, además, gran nú-
mero de palabras semíticas, como árabes, hebreas,
fenicias ; y palabras vascuences y de lenguas ame-
ricanas. De manera que el es tuaioe timólo jico de
nuestra lengua es más difícil que el de cualquiera
^tra de la misma familia.
El diccionario del Sr. Calandrelli tiene por ob-
jeto analizar cada palabra de nuestra lengua, hasta
encontrar su punto de arranque en las palabras
primitivas de las cuales derivan. Descubierta la
raíz, se domina la lengua desde una altura, que so-
lamente los hombres de ciencia pueden debidamen-
te apreciar. Se asiste á la sucesiva trasformacion
de las palabras, por obra de los diferentes pueblos
de la misma familia; se penetra en sus diversas
acepciones; se concibe la variación de las ideas en
él mismo cambio de los elementos sensibles que las
manifiestan ; se ve la modificación de las ideas en
la trasformacion de los vocablos. No es un diccio-
nario etimolójico que se contenta con buscar el
oríjen inmediato de la palabra ; es un diccionario
comparado que puede utilizarse en la compilación
de tantos diccionarios, cuantas son las lenguas
conque se compara el español.
Daré un ejemplo tomado al acaso del segundo
tomo que tengo a la vista :
«Anelio, cha. adj.
«ETIM.— Viene del Iñt amplm, amplio, vasto,
grande, extenso (cfr. amplo y amplio). Las letras
j>l se cambiaron en ch, como aconteció en planus
=chanelay etc. El adj. amplus equivale áambi-plics
^=umhi''pul'U8, que se compone del pref* ambi (cfr.
11
— 166 —
AMB-) 7 el 9uf. 'plii8=^pul'ti8, cuya tslíz puh, lléúarj
corresponde á la indo-europea par=pal=pl v, lle-
aar. Cfr. sánscrito p¿i>ar-fe', pr-náti, él llena; p^r-
nás, lleno ; pur-ti-^ptU-ú-y mucho; skt. HT, por, lie-
lar; pi-par-mi, yo lleno ; púr-nas, lleno ; zend. par.
i leñar ; 2?^-ewa, lleno ; gót. full-s, lleno : ant. al. al.
'í, lleno; angl-saj. y sueco full; ant. saj./wt/isl.
/*'//Zr;dan. /kía; n. al. aL tJOÍZ; hol. vol^ lleno; ingl.
////Z, lleno ; angl-saj. fyllanj llenar ; gót, fulljan; ant
rJ. al./wZíaw; med. al. al. vüllen;\io{. tullen; sueco
f\,lla; din. fylde; Henar- ingl. fiU, llenar, etc., esL
el. p/unu, lleno; p/U-A:u, plebe, pueblo; lit. ioí/-/?V
\]*ina.Y;ptl-nas, lleno ; grg. it{-ii.-KXY)-|i.', itXTQ-p-y);^ lleno;
o>Toc, abundancia, riqueza; lat. im-ple-re^ llenar,
ocupar, henchir, saturar, cargar; com-ple-rcy acá-
'»t^ r de llenar, llenar hasta arriba; re-ple-re^ llenar,
colmar ;re-pfe-¿w5, repleto, lleno ; ex pie re, llenar,
colmdir; €X-ple4its, lleno, heiTto ; ex pie tío, satis-
íVuicion, conclusión ; sup-ple-re, suplir, reemplazar
Ut'v.pveí. stib-, etimológ. llenar la vacante, ocupar
^1 puesto de otro); sup-ple-fnentum, suplemento; de-
2? e-re, desocupar, vaciar ; pletura, acción de He-
nar ;f)/e-ww5, lleno, pleno, completo, repleto; pie-
t"\ enteramente ; ple-narius, completo ; pie nitas,
plt'vi-tudo , plenitud, amplitud; plus, pluris
{^=plews, pleores), más, mayor número, ó cantidad ;
vhirimtis, muchísimo ; plur-alis, plural ; plurálitas,
pluralidad ; com-ple-mentum, complemento, el col-
mo, la perfección de una cosa ; pie-bes, plébs, plebe,
pueblo bajo; plebi-scitam, plebiscito (cfr. sci- en
vmcia), decreto del pueblo, ple-beius, plebeyo;
pn pul'íis, pueblo, populacho, multitud ; popularis,
adj. popular ;po-¿wZ-a-m, m. f. habitante, compa-
ñero ; po-pul-aritas, popularidad, pu-blicus {=po-
fr.ilicus), público, común ; Fu-blicola, Publicóla, so-
brenombre de P. Valerio ; popular, que toma sobre
— 167 —
fií los intereses del pueblo; Publius, Publio;pM-
Uicanus^ arrendador, asentista de las rentas públi*
cas, publicano; pu bli-caho, publicación; pu-hlu
cator, publicador; publ-ice, públicamente; pu-bli-
care^ publicar, hacer público ; mani-pul-us^ maní-
pulo, manada, manojo (cfr. mani- en mano); mani'
pularis^mani'pul-ariuSj lo perteneciente al soldado
raso; sim-plus^ simple (cfr. simple); duplu-m^ el
doble; duplu'Sf duplo; du-pla-re, doblar, etc, Eti-
mológ. Ancho significa Ueno todo en derredor. Le
corresponden: franc. ampie; ital. ampio; cat. ampie,
etc. Cfr. AMPLIO, AMPLO, AMPLIAR, AMPLIFICAR, PLB-
HO, LLENO, LLENAR, REPLETO, SUPLIR, SUPLEMENTO,
COMPLEMENTO, PLURAL, PLEBE, PUEBLO, PÚBLICO, PLE-
BEYO, POPULAR, POPULARIDAD, MANÍPULO, PUBLICAR,
SIMPLE, DUPLO, DOBLAR, CtC.
«SIGN. — 1. Lo que tiene dimensión contrapuesta
á lo largo :
«Donde la gran Metrópoli del Griego— Que de Do-
ria corona el anc/io lago. Villamol. Obr. Poét fol*
233.
«2. Holgado, amplio en demasía; como vestido
ancho.
«3. Usado como sustantivo, anchura; y así se di-
ce : el ancho del paño.
*Fr, y Eefr. — ancha castilla, expr. fam. con que
se alienta uno á sí mismo ó anima á otros á usar
de liberalidad y franqueza, ó á obrar libre y de-
sembarazadamente sin guardar miramientos ó sin
reparar en riesgos y dittcultades. — A mis, A tus,
A sus anchas, mod. adv. fam. Cómodamente, sin
sujeción, con entera libertad. — estar ó ponerse
jTOY anchoótan ancho, fr. met. y fam. Engreírse,
envanecerse. — tantas en ancho como en largo.
Modo de hablar que valia cumplidamente, a toda
JSATISFAOOION.>
— 168 —
En el ejemplo que antecede, nótase en prinoer lu-
gar una ley fonolójica, en virtud de la cual las le-
tras 'pl' de las palabras latinas suelen convertirse
en español en la letra ch, como de amplus se deriva
ancho, de planiis^ chanela^ que hoy escribimos chi-
nela, llamada así por su forma plana, etc. Descú-
brese la derivación inmediata de la palabra espa-
ñola; pero resta saber todavía de dónde se deriva
la palabra latina amplm^ porque con indicar el orí-
jen inmediato del vocablo español, no hacemos má^
3ue cambiar nombre, sin manifestar aún el significa-
o intrínseco de esta palabra, su composición y orí-
jen. Siguiendo el análisis, obsérvase que ampjus^^
palabra compuesta de dos elementos: del prefijo am-
J¿-, que se encuentra en otros vocablos españoles,
como en ambición, ambicionar, etc.; y del elemento
-plus, el cual equivale al primitivo -pul-us. Sábese
que amplus deriva de ambi-pul-us, cuya palabra
se redujo á ampliis por un procedimiento muy fácil
y natural á la vez. Encuéatranse en la misma dos
sílabas seguidas que contienen cada una la conso-
nante labial 'hi con la consonante labial-media -6-,
y -pul con la consonante labial-ténue -p . Al pro-
nunciarse estas sílabas de sonido casi análogo, ope-
ran en la vocal i- de manera que ésta tiende á
suprimirse y las dos sílabas análogas á refundirse.
Así, ambi-plas redúcese primero á amb-plus^ y lue-
go, perdiéndose el objeto de la escistencia de 6- de-
lante de 'P, abreviase la palabra en am-plvs. Bu
vista de estos dos elementos, el Sr Calandrelli
indica al lector que amb- está ya esplicado en el
artículo correspondiente, con el significado de al
rededor. Sigue el análisis de plus, derivado de -pul-
tes, cuya esplicacion se halla en la raiz 27u{-,qaeda
oríjen á otras palabras latinas, como 8oa po-pul-us,
pueblo, po-pul-aris, popular, etc. Esta raiz ptd-
_ 169 —
corresponde á la raiz de la lengua-madre indo-
europea, de donde descienden todas las lenguas de
la misma familia, pero modificada según leyes cons-
tan tes que rijen el desarrollo de los sonidos vocales
y de las consonantes^ que son elementos constitu-
tivos de las palabras. Según la ley Grimm, las
palabras que en sánscrito, en griego, en latin, en
céltico y en eslavo, llevan la consonante p-, ten-
drán en gótico y en bajo-aleman, sajón, anglo-sajon,
antiguo- sajón, inglés, holandés, flamenco y frijio,la
f6 la -6-, y en antiguo alto alemán f^ &, ó v-. Por
consiguiente la raiz latina j?u{- debe corresponder
á otra sánscrita con la misma letra ^, y encuéntra-
se, en efecto, la raiz par-, bajo las formas pid- y
^r-, según se advierte en pürn'as^ lleno, en pwí-
tís, mucho, etc. La diferencia entre pul- y pai'- se
comprende al observar que la -Z- y la -r- se cambian
recíprocamente, según se nota en el español almilla
derivado de armilla, en singularis en vez de singu-
lalis, cuyo sufijo -alis se encuentra en plur-alis^
gener-ahs, etc. Las vocales u y e alternan en latin,
como en pie-bes, y ple-nus con respecto á plus, po-
pul'US, etc., como alternan en sánscrito las vocales
ay u, según se advierte enpur-u y pür-nas en rela-
ción con pi-par-ti, pi-par-mi^ etc. La raiz sánscrita
es j?ar-, que significa llenar. Parece á primera vista
que llenar y ancho no tienen nada de común entre
sí. Observando, sin embargo, el significado etimo-
lójico de ancho, que equivale á lleno al rededor, —
f morque ambi- significa alrededor y -pul-us, lleno, de
a TB.izpul' llenar, — es obvio que se dijo amplíes en
latin con respecto al número de objetos ó personas
que pueden caber en un paraje, lugar ó espacio
cualquiera. Cuanto mayor es el número de perso-
nas ó cosas, tanto más estenso es el espacio en que
están contenidas. Siguiendo este mismo raciocinio,
— 170 —
pueden agruparse ala raíz par- 6 pah-^VL^ nnébd
jCambiarse por metátesis tapia' ó píe-, — todas las
-palabras de las lenguas indo-europeas que tiemen
':el mismo sentido j obedecen á la misma ley che
vGrimm, por lo que respecta al cambio fonolójico de
las consonantes. Se observa, ante todo, en sánscrito
el verbo pi'parti, pri-nati, llenar; el adjetivo j>6r-
n*aSfUetíO]pur'U' y pul ti-, mucho; en zenda par^
llenar, j)er-ena, lleno, etc. En gótico y bajo-aleman
deben hallarse estas mismas palabras escritas con
1* i^ y d efecto— gótico fullus, lleno; anglo-sajon y
sueco /?¿{Z' antiguo sajón ful; dinamarqués fiíhcL;
inglés fülíy lleno ; /iZÍ, llenar, etc.
En griego deben hallarse palabras análogas con
?í , y efectivamente ecsisten «^í-pTQ«— j9Íé-re5, lleno ;
w> TcXtijii — pim-ple-mL^jo lleno, etc. Sábese á pun-
to fijo, en virtud de la ley de Grimm, cuáles son las
palabras de las lenguas indo-europeas que deben
corresponder á la palabra española ancho por me-
dio de la latina ampliLS, Esto, en cuanto á compa-
ración de la raiz par- con todas las raices análogas
de las lenguas de la misma familia ; resta, sin em-
bargo, otro trabajo, más útil aún que el anterior,
que consiste en descubrir las palabras castellanas
que descienden de la misma raiz, guiados por las
palabras latinas que les sirven de oríjen y funda-
mento. Nótase que pie-bes^ plebe, ó sea la trniche'
dumbre, el número de jerüe qíie no se distingtie ni par
talento ni por mérito propio^ desciende de la misma
raiz, como descienden po-pul-us^ pueblo, la muche-
dumbre ; pu blicicsoov po pulicus, perteneciente al
pueblo, publico, Publtus, por Populim, Pvblioó
sea í^Za'íeyo, perteneciente al pueblo; pie wttó, lleno,
pleno, etc. Esplícanse con la clave de la raiz todas
las palabras que derivan de ella de una manera
clara y terminante.
— 171 —
Hay afinidades ignoradas entre palabras aparen
gemente diversas, como amplio^ pl&no^ duplo^ doblar^
simpUy plebe, suplir y lleno ^ repleto, anchoy etc.
£^onocemos á nuestros hermanos mayores en
los Indus, en los godos, sajones, dinamarqueses.
4Enieco8, ingleses, etc., que hablan una lengua ana
loga en el fondo á la nuestra, á quienes ni la distan
<>ia ni los siglos consiguen alejar de itosotros.
Tal es el trabajo lingüístico del Sr. Galandrelli,
dedicado á las personas que no solamente desee. i
hablar, sino también comprender el sentido íntiir >
^e las palabras de que se sirven.
No faltarán otras á quienes no interese nunca 1 -a
parte fílolójica ; pero aun ellas, pueden acaso prcs
-cindir del diccionario de su lengua, que, como y
he dicho, se encuentra íntegro en la misma obru
consoló dejar de mano aquella parte científica y
^atender al significado de las palabras, con sus ditV
rentes acepciones y los ejemplos clásicos que 1(ks
corroboran ?
Se halla todavía un progreso relativo alas eti
molojias árabes. En el primer tomo, el Sr. CaUííi-
drelli no ha buscado siempre la raiz primitiva ara
biga de cada palabra ; pues seria ardua tarea redu •
eir á sus elementos primitivos una lengua que m^
lia tenido aún su Bopp ; y ello hubiera centuplica-
da el enorme trabajo que ecsije la confección áA
diccionario comparado. Sin embargo, el segundo
tomo presenta un análisis prolijo délas palabra-s-
semíticas, y como consecuencia del descubrimien-
to de las raices que dan orí jen á las palabras ara
bes, primitivas de las españolas. En corroboración
de esta afirmación, reproduzco el artículo de la pa-
labra a.s'ora/a, por ser breve y adecuado :
f A-zorafa. f. ant.
« ETIM.-- Viene del árabe az-zarrafa, az-zeráfa
— 172 —
ó ag'Zarráf, compuesto del art ai, el, la, (cambiadí^
en az' por la asimilación de la -{- ala -z- siguiente),
y el nombre earráfa, zerráfa 6 earráf, jirafa (=ca'
MALBOPARDALis GiRAFA, L,). Dcrívase zarraf del
verbo záraf^ zarf^ saltar, caminar saltando, etc.
Etimolójicamente, significa la quesalta^ laqt4>e corre-
saltando ó por saltos. Le corresponden : franc. girafe'^
franc. ant. (Joinville) orafle^ girafle; (Marco Polo,,
edic. Pauthier), gerofle^; ital. giraffa; cat. girafa;.
port. girafa, etc. Cfr. jirafa.
«SIGN.— Animal cuadrúpedo, jirafa.»
En todos los demás diccionarios se halla simple-
mente que azorafa deriva del árabe azzarraf, que
significa jirafa, sin darnos razón del orí jen déla
palabra árabe, y sin precisar su sentido. En la eti-
molojia anterior se busca el oríjen de la palabra
árabe que se encuentra en el verbo zaraf, deriva-
do á su vez de la raiz zarf, correr asaltos, caminar
sal tando. Dedúcese del descubrimiento de esta de-
rivación, que los árabes llamaron así á la jirafa
porque corre saltando, y sabemos también que más
allá de la raiz zarfes imposible proceder, por cuan-
to las raices árabes y en jeneral las semíticas, se
componen de tres consonantes. En el caso preseute»
zrfes el elemento primitivo é irreductible déla
palabra azzarrafa.
Siguiendo este método etimolójico y comparati-
vo á la vez, el Dr. Calandrelli hace la historia de
cada una de las palabras que contiene el idioma
castellano, presentando al lector todas las modifi-
caciones que á través del tiempo y del espacio
las jeneraciones pasadas han impreso en el lengua-
je, el cual refleja, á la manera de un espejo, la»
evoluciones que han sufrido las ideas, los hábitos y
las creencias de los pueblos que se sirvieron del.
Aprovechando los trabajos de los ilustres sabio»
— 173 —
que le han precedido en sus tareas, eleva un monU'
mentó fílolójico al idioma castellano, que servirá^
de fuente inagotable de su literatura y de inapre*
ciable guia para la más esacta intelijencia de laa
obras maestras que nos ha legado la antigüedad.
No sólo son los eruditos y literatos los que se
hallan directamente interesados en la feliz termi-^
nación de esta obra, sino todas las personas cultas
dispuestas á adquirir conocimientos estensos del
idioma de que se sirven. Montaigne decia con ra^
zon que el que habla sin darse cuenta del valor
orijinario de las palabras, apenas sabe la mitad de
lo que dice, porque le falta lo que da vida á la pa-
labra, que es su significado descompuesto en sus
elementos constitutivos. PoresoNodier afirmaba
con ta.nta propiedad, que hacer uso de una palabra
cuya naturaleza se ignora, es lo mismo que hablar
con una persona á quien ni de nombre se conoce.
El público en jeneral tiene el deber de cooperar
por los medios á su alcance á la pronta conclusión
de esta obra, pues seria desdoroso para la cultura
intelectual de nuestro pais , que el autor se viese
detenido en su noble empresa por falta de los re-
cursos necesarios para llevarla á cabo ; y mucha
más cuando los gobiernos Nacional y Provincial
han dado el laudable ejemplo de protejerla osten-
siblemente.
1
ISIAÜISTICi
16d-*Besú]iien del Comereio exterior de la
República Argentina en 1879. Publicación oficial de la
oficina de estadística comercial de la Dirección Gene-
ral de Rentas Nacionales. Abril 24 de 1880. Buenos Ai-
res. 6022— Imprenta del Porvenir, calle Defensa 139.
1880. En 4®, 12 ps.
En el mes de abril de 1880 la Oficina de Esta-
dística Comercial, no pudiendo imprimir aun el Re-
jistro que anualmente publica — V. el N. 103, —
resolrió imprimir por separado unas cuantas pla-
nillas estadísticas que contienen el resumen de la
importación y esportacion déla República en el
año 1879, comparada con la del año 1878 Estas
planillas fueron después incluidas en el cuadro je-
neral del Comercio Esterior de la República Ar-
j entina, del que formaban parte.
163— -lEstadistlca comercial de la Repúbli-
ca Arg^entina. Cuadro general del comercio esterior
durante el año de 1879, formado sobre los documento»
oficiales de sus Aduanas. Buenos Aires. *'''La Repúbli^
— 176 -
ca" Imprenta especial de obras, calle Belgrano 189. Oc
tubre de 1880. 250-91 ps. in-folio.
Esta importante publicación anual aparece este-
año dividida en tres partes La primera— ps.
Lxxxiv — contiene un largo informe del Señor Ri*
cardo Napp, jefe de la Estadística Comercial de
la República, dirijido al Director Jeneral de Ren-
tas ; la segunda— ps. 250 — se ocupa preferentemen-
te del comercio especial de la República en cuanto
se relaciona con la importación y esportacion de
las mercancías ; y la tercera — ps. 91 — trae un
resumen del comercio especial, efectuado desde
los años 1870 hasta 1879, que demuestra nuestro
progreso económico por medio de cuadros compa-
rativos.
En su importante informe manifiesta el Señor
Napp lo mucho que se ha adelantado en la esac-
titud de los datos que suministra, aunque confiesa
que ella no es aún absoluta, y calcula en un mi-
llón de pesos fuertes, prócsimamente, el valor ofi-
cial de las operaciones no gravadas con derecho»
fiscales que escapan á los datos publicados. Hace
5 resente la necesidad urjente que ecsiste de intro-
ucir modificaciones en el estado actual de la es-
tadística comercial y propone varias reformas en
el personal y administración de la oficina á su
cargo.
La importación de mercaderías estranjeras al-
canzó en el año 1879 á la suma de$f. 43.223,616 y
la de 1878 á 42.074,960, acusando así un saldo á fa-
vor del último año de $f. 1.158,656, ó sea el 2i8oio,
sin que la comparación de la importación por na-
ciones, con los años anteriores, ofrezca mayor inte-
rés, si se esceptúa el aumento de Solivia y Estados
Unidos y la disminución ocurrida en la introduc*
— 177 —
€Íon de mercaderías estranjeras por via de Chile.
Se hace notar, con razón, que este resultado era de
esperarse, no sólo porque los sucesos desarrollados
€n las Repúblicas del Pacífico impelen á Bolivia á
bascar un nuevo camino de salida para sus rique-
zas naturales^ sino porque á medida que mejoran las
vias de comunicación del litoral Arj entino con las
provincias Andinas, éstas hallan ventaja en com-
prar los artículos de su consumo en los puertos na-
cionales; demostrando con ello de una manera
Sráctica é irrefutable, que la política previsora que
otó á la República de una vasta red de Ferro-Car-
riles 7 la que tiende á estenderla hasta hacer lle-
gar la locomotora alas fronteras de Boliviay Chile,
están produciendo espléndidos resultados, de que
aprovecha forzosamente en mayor escala la ciudad
de Buenos Aires, por ser el puerto principal de la
República.
En cuanto ala esportacion, se ve con satisfacción
que no solamente los frutos representan un valor
mayor que antes, sino que los artículos esportados
aumentan anualmente, ensanchándose el radio de
los mercados compradores. Hoy la República
manda sus productos á puertos que hasta hace poco
no se mencionaban en los Rejistros de su comercio
estranjero, y mientras que anteriormente dos ó tres
mercados europeos disponían á su antojo en lo rela-
tivo á la fijación de los precios de nuestros produc-
tos, hoy no ecsiste puerto europeo de alguna im-
portancia que no los tenga incluidos en sus cotiza-
ciones de mercancias «en primera mano> .
.Este año trae el rejistro reformas importantes,
siendo de notar, entré ellas, la introducción de pla-
nillas bastante minuciosas que demuestran la es-
Sortacion, sujeta á derechos, de productos del pais,
e las provincias de Buenos Aires, Entre-Rios,
- 178 —
Obrrientes v Santa-fé, englobando la de tíwlo et
ulterior en la planilla correspondiente á esta últi-
ma prerincia, por la sencilla razón de que nuestra
estadística comercial se reduce á la computación de
operaciones aduaneras. Por estas planillas se ob-
serva que de los productos de ganadería esporta-
dos en 1879, el73p.§ correspondió ala Provincia
de Buenos Aires. Además, se agregan algunos da-
tos sobre el movimiento de los puertos del litoral y
los de la Provincia de Buenos Aires relativos ápro-
ductos nacionales, no sujetos á derechos de salida*
deduciéndose de ellos que Buenos Aires consumió el
año de 1879— 17.000,000 $f. y que su esportacion de
productos propios sujetos a derechos de salidas,-
subió á algo más de 3'5.000,000$f.; lo que da un esce-
den te á favor de la producción, de 18.000,000 $f.—
resultado brillantísimo de que no habrá muchos
ejemplos.
Después de estas observaciones, pasa el Señor
Napp á ocuparse de la navegación á vela y á vapor^
insertando varios cuadros que dan á conocer el mo*
vimiento marítimo de nuestro puerto comparada
con el del Rosario ; con indicación de bandera, pre-
cedencia y destino de los buques ; y hace notar
numerosos errores que esa Oñcina se ha visto en la
imposibilidad de salvar. Termina la introducción
con algunos cuadros comparativos delaimporta^
cion y esportacion libre y sujeta á derechos délo»
años 78 y 79, en los cuales se puede computar las
nitercaderias, las cantidades y valores oficiales.
La 2^ parte contiene las «Tablas Recapitulati''
vas del comercio especial de la República Arjenti-
na durante el año 1879». El I cuadro se refiere
á los valores oficiales de importación y esporta*
cion, el II al modo de trasporte, el III á la nave-
gcKsion, el IV á las naciones y aduanas, el Y agregft^
- 179 —
áics yalores oficiales el dato de las naciones y
aduanas, separando la importación de la esporta-^
cioii. El cuadro VI contiene un estenso resumen
déla importación libre y sujeta á derechos, desig-
nando las mercaderías, las cantidades y el valor
oficial ;el cuadro YII aumenta los mismos datos con
el de las Aduanas, y el VIH distingue, á más de las^
Aduanas, los meses y las procedencias — La espor-
tacion está demostrada por cuadros análogos alo&
que se ocupan de la importación y contienen el mis-
mo número de datos.
El movimiento marítimo de la República figura
en el Rejistro por tres planillas que reasumen la
navegación á vela y á vapor, y por las que se puede
saber el número de buques entrados y salidos en el
año, cargados ó en lastre, su tonelaje, sus proceden*
cías, destinos y banderas.
Forman la tercera y última parte del libro cua*
dros estadísticos comparativos de la importación
y esportacion de los años 70—75, 76, 77, 78 v 79 en
los que es dado ver el modo de trasporte, las pro-
cedencias, destinos y Aduanas y las Naciones; in-
dicando este último cuadro las mercaderías, lais^
cantidades y los valores oficiales. La navegación
á vela y á vapor figura también con cuadros compa^
rativos de los mismos años y con datos iguales á los^
que contiene el año 1879— Se ha agregado, además,
la ley de Aduana que ha rejido durante el año
1879.
Apesar de los pequeños adelantos realizados por
la Estadística Comercial durante el año 1879, es de
lamentar lo descuidado que se halla entre noso-
tros esta importante rama de la Administración
pública. No sólo la esactitud de los datos dejamu-
eho que desear, como lo declara el jefe de la Oficina,
íán6 que hasta se carece de aquello más indispen*
— 180 —
«able para determinar la participación que en núes-
tra producción j consumo corresponde á cada una
de nuestras provincias. Cuando se desea es tender
las líneas férreas j telegráficas por todo el territo-
rio de la República, se necesita indispensablemen-
te, para obrar con prudencia, saber qué es lo que
firoducen y consumen los pueblos que va aligar al
ocomotora ó el hilo elétrico; cuáles son su población
precisa, su esportacion y su riqueza; porque de otra
manera se corre riesgo de invertir inj entes sumas
6in resultado provechoso. T no sólo nuestros inte-
reses materiales se encuentran comprometidos á ca-
da paso, sino que nuestro bienestar social y noli tico
seresiente de esa ignorancia en que vivimos de noso-
tros mismos, ya sea en el espíritu de nuestros par-
tidos, como en el criterio de nuestros lejisladores.
La nueva Administración Nacional, que tantos
cambios ha operado, remediará el mal, consagrando
jsu atención preferente á la formación de una buena
estadística que le sirva de base para todos sus
trabajos y proyectos.
164— I^entografia Areentina— Movimiento de
la Población de la ciudad de Buenos Aires durante el
año de 1879 -Inmigración y Emigración— Matrimonios-
Nacimientos— Mortalidad— Estadística Médica— Meteo-
rologia— Asistencia pública— Vacunación— por el doctor
Emilio R Coni, Miembro honorario de la Asociación Mé-
djca Bonaerense, miembro corresponsal de varios Acade-
mias y Sociedades Médicas de Europa y América— Bajo
los auspicios de la Oficina de Estadística de la Provin-
cia de Buenos Aires— Buenos Aires. Imprenta de Pablo
E. Coni, especial para obras 60— Calle Alsina— 60. 1880.
En 4 ® menor, 52 ps.
Este folleto, dividido en varias partes, se ocnpft
primero del movimiento de población. Por él sesaW
— 181 —
^ue durante el año 1879 han entrado 55,155 pasaje-
ros y que han salido 26,143, lo que da un saldo de
119,012, al que se debe disminuir una tercera parte
Suees prócsimamente la que se dirije á la campaña;
e modo que la suma total de pasajeros que han au-
mentado la población de la ciudad asciende á 19,340.
Habiendo habido durante ese mismo año 10,865 na-
cimientos y 6,794 defunciones, se deduce que el au-
mento vejetatiro alcanza, á 4071, que con los pasa-
jerosentrados forman un total de 23,411 que se debe
agregar á la cifra de 234,029 en que se calculaba la
población en el año 1878, para obtener la población
^l 31 de Diciembre de 1879 que, como se observa lle-
ga á 257,440 habitantes.
Pasa después el Señor Coni á ocuparse de
los matrimonios celebrados durante ese año^ que
tiscienden á la suma de 1,636, haciendo algu-
nas observaciones sobre las causas de que de-
Íende una disminución gradual que se nota desde
873 en la estadística matrimonial, y establece
varias comparaciones con las estadísticas de mu-
4)lios otros paises, lo mismo que para los cuadros
relativos a los nacimientos. — La mortalidad es
objeto de muchos cuadros en que detallan las
enfermedades, la nacionalidad, la edad, el secso,
el color, el mes, las parroquias, congregaciones y
establecimiento en que ocurría la defunción y mu-
4¿ik08 otros cuadros comparativos, que ilustra el
-autor con algunas observaciones oportunas y en
nuestra opinión esactas.
Reserva el Sr. Coni una parte de su trabajo á la
meteorolojia, publicando un resumen de las opera-
^ciones practicadas en el Colejio Nacional de Buenos
Aires, y concluye su folleto ocupándose de la Asis-
tencia pública donde da cuenta del número de
^enfermos entrados, salidos y muertos en cada uno
12
1
— 182 —
de los Hospitales y Hospicios de Buenos Aires— tiíl
Apéndice contiene una nota que dirije el autor al
Jefe de la Oficina de Estadística de la Provincia,
proponiéndole algunas modificaciones en las pl'a-
nillas de bautismos, matrimonios y defunciones
que llevan los curas parroquiales — Éste folleto dé-
be ser consultado con interés, especialmente por
nuestros lejisladores y médicos.
165 Consideraciones sobre la estadístiea
de la CSnagenaeion mental en la Provincia de
Buenos Aires por los Doctores Luis Melendez^ Médico
director del Hospicio de las Mercedes (alienados), Miem-
bro activo de ia Asociación Médica Bonaerense, y EmilIq
R. CoNi, Miembro honorario de la Asociación Médica
Bonaerense y Miembro Corresponsal de varias Socieda-
des Médicas de Europa y América. Memoria leida el IS
de Setiembre de 1879, en la 6 * Sesión [Psiquiatría) del
Congreso internacional de Ciencias Médicas de Arrís-
terdam^ por el Dr. E. R. Coni, delegado de la Asocia-
ción Medico- Bonaerense— Traducida del Francés. Bue-
nos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial para
obras 60— Calle Alsina— 60. 1880. En 4^ menor, 38ps,y
3 planos.
Este pequeño folleto se ocupa de hacer la historia
de la manera como han sido tratados los aliena-
dos en Buenos Aires; habla detallamente délos
dos hospicios de locos que ecsisten actualmente;
de su construcción, hijiene, capacidad, los fondos^
que en ellos se han invertido j los decretos
que con tal motivo se han dictado. Publica á más^
algunos cuadros estadísticos que demuestran el mo-
vimiento de alienados, por nacionalidades, edades
y estado civil, ocurridos en ambos hospicios desde
8u fundación hasta el año 1878, haciendo sobre cada
i
-T 183 —
uno de dichos cuadros algunas observaciones. —
Acompañan á este folleto tres planos — el primero
del Hospicio délas Mercedes, el segundo de los ter-
renos déla Convalecencia y el último del Asilo de
las Mujeres Dementes.
166— Informe presentado á la Oficina de Estadís-
tica de la Provincia de Buenos Aires por el Dr. Emilio
R. CoNi, Delegado de la Asociación Médica Bonaeren-
se al Coní^reso Internacional de Ciencias Médicas de
Amsterdam, Miembro corresponsal de varias Acade-
mias y Sociedades Médicas de Europa y América. Bue-
nos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial para
obras 60— Calle Alsina— 60. 1880. En 4 ® menor, 32 ps.
La Oficina de Estadística de la Provincia de
Buenos encargó al Dr. Coki, á su partida para Eu-
ropa, estudiara todo lo relativo á la confección de
la Estadística en las Oficinas Europeas, dándole
con tal objeto un memorándum en que se hacian
varias preguntas respecto de la creación y atribu-
ciones de las Oficinas, el número, funciones y suel-
dos de los empleados, las publicaciones de las
mismas, las sumas que se invierten y los cursos pú-
blicos de estadística que se dictan ; encargándole
también el canje con las publicaciones estran-
jeras y la compra de algunas obras didácticas
— El l5r. Coni, de regreso á su pais, dio cuenta de la
manera cómo habla desempeñado su cometido en
una nota que pasa al Jefe de la Oficina de Esta*
dística. Dicho informe y el catálago de las obras
que ha adquirido por canje ó compra — es todo lo
que encierra este nuevo folleto del Dr. Coni.
BIBlIOGRÁFIi
167 — Críticas— noticias— catálogo. Annario bir
JMog;rÁñeo de la República Arjentina. 1879. Director :
Alberto Navabro Viola, Abogado, Secretario de la
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Catedrático
suplente, en ejercicio, de Historia Arjentina en la uni-
versidad, etc. Buenos Aires. Imprenta del Mercurio,
Alsina 270. 1880. En 8 ® , 354 ps.
El Anicario bibliográfico cuya publicación he em-
prendido, es la primera obra de este jénero que ha-
ya tenido resultado en la República Arjentina,
porque los ensayos anteriores que me dicen ecsis-
tir, poco ó ningún servicio alcanzaron á prestar.
El primer tomo, que comprende las publicacio-
nes de 1879, adolece de muchos defectos, fáciles
unos é imposibles otros de correjir en los años si-
guientes. Las deficiencias y olviaos como los tras-
tornos de la clasificación, serán subsanadas con
cuidado en el presente volumen, no obstante la de-
jadez de las casas editoras y la clásica indiferencia
de los autores. Además, el Anuario empezará á po-
sesionarse de su verdadero carácter, prefiriendo
dar cuenta esaeta de las publicaciones, antes que
— 186 —
detenerse en críticas hasta cierto punto impropias
de una obra bibliográfica.
En cambio, será inevitable recargarle siempre
con el largo catálago de novenas, reglamentos, etc.,
que constituyen la mayor parte de ios folletos im-
presos en Buenos Aires, á pesar de su escasísimo
mérito y su valor esclusivamente estadístico; y
Sresentar por algún tiempo incompleta la sección
e obras americanas, hasta que los literatos y cor-
responsales de las demás Repúblicas del Continen-
te se persuadan de la necesidad de mantener un co-
mercio intelectual más continuo.
En el deseo de perfeccionar este libro, he aumen-
tado y subdividido las secciones. El primer Anua-
rio l9ísmeaenta,hH,Tedu.ciásLS á 11, en esta forma:
Cuestiones internacionales 10
Derecho, etc 87
Historia y biografía 11
Pedagojia— filolojia 30
Ciencias médicas, etc 79 -
Literatura 69
Variedades • . 128
Publicaciones oficiales.. •« 40
Publicaciones estranjeras 7
Suplemento 7
Publicaciones americanas 9
que dan un total de 477 libros y folletos, y más de
Í60 nombres de autores que figuran en índice es-
pecial alfabético.
Este dato sumario puede servir para comparar
numéricamente las publicaciones ae 1879 coa las
de 1880, que ofrece el presente tomo del AnuariOyj
considerar las diferencias que presentan ó la ui-
versidad de materias y nuevos estudios produci*
dos.
Agradezco el valioso concurso que el Ániwri(k
— 187 —
s^^QÍbió de los Señores Sarmibnto, Mitrb, S. E.^
J^. K-» Gr. U., Vicente G. Qürsada, etc, — He creído
-conveniente guardar desde el segundo tomo m^y^r
tÓLpiforinidad, dirijiendo personal y esclusivapoieátip
la. confección del libro, con la ayuda única de
amigos que mantengan su anónimo 7 acej^tau él
plan formulado por el Director.
Agradeceré también todas las observaciones que
se me dirijan sobre el mejoran^iento de esta obra,
Sues los elojios que se han hecho dentro y fuera
el pais, en periódicos y cartas particulares, no
íx^n tenido el contrapeso de la buena y severa crí-
tica que deseo me muestre todos los defectos del
A^muirio ofreciéndome indicaciones para su cor-
recion.
168~BlMios;rafia seográfiea americana por
^1 doctor D. Estanislao S. ZÍbballos, fundador y pre-
sidiente del Instituto Geogi'áfico Argentino y consejero
honorario de la Sociedad Geográfica Italiana, miembro
honorario y activo de varias socledadades nacionales y
extranjeras, etc. Primera entrega (Edición de 100 ejem-
plares tomada del Boletin Geográfico Argentino. Se da
fratuitamente en el estudio del autor, rerú núm. 23.
buenos Aires. Establecimiento tipográfico de La Pren
sa, calle de Moreno núni. 109. 1880. En 8 '^'^ 1& ps.
Se ocupa con más ó menos detención de las obras
escritas en el pais ó fuera de él que versan sobre
lajeografia americana. Ha hecho algunas biblio-
grafías de libros de 1879 y de 1880, aún de otras ma*
terias, como de medicina, etc. — Forma una sección
.del Boletin jeográ/ko arjentino de la que se hace
tiraje especial de 100 ejemplares en entregas de
%6 pai.
— 188 —
De los catálagos de libros, etc., que van en segui-
da,8Óloel primero, — núm. lOO — contiene algunas
indicaciones sumarias de utilidad, escritas con
acierto, según se dice por el Señor Mariano A. Pe-
lliza. La escasez de materiales de esta seccioik
me ha inducido á colocar en ella estos catálogos,
169— liibros Argentinos. 2^ estracto de la li-
brería de Mayo, Perú 115— Buenos Aires. Autores que
figuran en el Catálogo: Alcorta (Amancio)— Alcorta
(Saniiago)— Alsina J Valen tin)— Alvaro Barros— Al va rez—
Arcos— Barbará— Bauza— Bermejo (Antonio) -Bertol i—
Bilbao (Manuel)- Caballero— Calvo— Cala ndrelli— Car-
ranza—Cnrrillo— Coronado— Diaz (Antonio)— Estrada
(Santiago)— Fajardo— Funes — Garrigós— González —
Gorri ti— Guido Spano— Gutiérrez— Igarzábal— Lamas-
La rmin— Lista— López— Mitre— Mossy- Navarro Viola
(Miguel)— Navarro Viola (Alberto)— Noguera— Nuflez
(Ignacio)— Obligado (Pastor S.)--Pelliza— Pillado— Que-
sada— Sarmiento— Várela (Luis)— Várela (Juan Cruz)
Várela (Héctor)— Victorica—Zinny.— Buenos Aires. Im-
prenta^y Librería de Mayo, de C. Casavalle, Perú 115.
1880. En 8^, 32 ps.
170— Catálago de los libros que se rematarán
por Eulogio Cuenca los dias 3 y 4 <le Diciembre, á las 8
en punto de la noche en la Calle Defensa 72 (casa de
Remate del Sr. Me rea) Importante y selecta Biblioteca
perteneciente á un Abogado que se ausenta para Euro-
pa. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial
para obras. 60— Calle Alsina- 60. 1880. En 8®, 24 ps.
171— Catálogo de los libros de los señoreS'
Appleton y compañía de Nueva- York, existentes actual-
mente en su ajeucia general del Rio de la Plata. Bue-
— 189 —
nos Aires. 196— Bolívar— 204. Contiene también un a^én^
dice de objetos para educación de importantes fábricas
norte americanas y europeas que representa la misma
casa. Precios en oro. ("Descuentos especiales para los
libreros). Este catálago anula los anteriores. Bueno»
Aires. Imprenta de Martin Biedma, calle Belgrano nú-
meros 133 y 135. Octubre J880. En 4®, 36 ps.
172 Catálago de los más Importantes pe-
riódicos publicados en Paris y recibidos en la libre-
ría francesa de A. Espiasse y Escary 73-75— Calle déla
Victoria— 73-75. (Frente al Club del Progreso) Buenos
Aires.^ Agencia especial de suscriciones á todas las pu'
blicaciones francesas. Buenos Aires. Imprenta de Pabla
E- Coni, especial para obras, 60— Calle Alsina— 60. 1880.
En8®, 24ps.
1 73 Catálogo de música* Canto. Abono musi-
cal. Segunda parte Canto y Piano. Operas, Zarzuelas
para Piano solo y Piano y Canto de Salón con varios
textos. Establecimiento musical de F. P. Rodrigjiez y
Ca. (Antigua casa Monguillot) 130— Florida— 138 entre.
Cangallo y Cuyo. Buenos Aires. En 4®. Déla pajina
181 a 283.
174 El mismo. Tercera parte. Instrumentos di-
versos. En 4 "^^ . De la pajina 133 á 180.
La primera parte apareció en el año anterior.
175 Miaisieriode Guerra 7 Marina de la República
Aijentina. Hevista Militar y NaTal (publieaeiou
wensual) año primero. Tomo I. Eaero-Diciembre 1880.
Buenos Aires. L. Jacobsea y Ca. Libreros-Editores.
Í880. En 4®, á dos columnas, 192 ps. y 15 láminas con
infinidad de figuras.
No 68 la primera vez que se trata de mantener
entre nosotros una publicación de este jónero, des-
tinada á vulgarizar en el ejército y en la armada
los adelantos constantes de la ciencia militar y na-
val. La necesidad de un órgano semejante es pal-
pable, y se comprende perfectamente. Una nación
esencialmente militar y marítima como la nuestra,
tiene forjiosamente que estudiar las especialidades
eientíficasquese relacionan con estos dos servicios
ée seguridad de un pais, llamado á tomar parte
activísima en las complicaciones políticas del por-
venir americano.
La Revista Militar y NavoH, tan dignamente di-
rigida por el distinguido joven Alberto V. Lops^t
— 192 —
lia nacido en circunstancias especiales 7 llena nn
Tacio inmenso fomentando el estadio de cuestiones
complicadas 7 serias qrijinadas por causas que todo
el mundo conoce. El movimiento militar que de
poco tiempo destaparte se nota en el pais, no pro-
viene, por cierto, de una mera vanidad nacional ;
proviene, por el contrario, de la necesidad imperio-
s<i en que estamos de defenderlo de los ataques es*
teriores, de entrar en el camino de la pas arenada
que debemos adoptar irremisiblemente si quere-
progresar con tranquilidad 7 sin tropiezo. Si vis
pacemjpara bellum.
Con el tomo I de esta publicación á la vista, no
es aventurado asegurar que su material merece
ser estudiado con atención, no sólo por las perso-
nas recien iniciadas en el servicio ae las armas,
sino también por las que 7a poseen conocimientos
formales en la materia. La ciencia militar moder-
na ha llegado á una perfección tal, que es difícil
prever el resultado final de sus adelantos. Las
armas modernas 7 las grandes masas de ejército
necesitan una aplicación esmerada 7 juiciosa, de
donde resulta la necesidad de estudiar las bases
de una buena organización militar, de una táctica
eficaz 7 de una instrucción adecuaaa á los progre-
sos constantes de la ciencia.
En la marina son tal vez más sensibles estos pro-
gresos. La aparición de los acorazados, dotados de
máquinas poderosas 7 de artillería ra7ada, cambia
la faz de los combates navales 7 ecsije el estudio
de una nueva táctica en que entren á funcionarlos
tres elementos modernos déla guerra marítima : el
cañón, el espolón, 7 el torpedo. El militar 7elma-
riño del siglo XI A no pueden llenar su cometido
únicamente con el heroísmo de épocas anteriores*
La instrucción científica es la base de su valor real,
— 193 —
j su falta haria ilusoria la eficacia de las armas
modernas y los resaltados prácticos de una campa-
ña de guerra.
Todas estas cuestiones tienen importancia vital
para una nación que abrigue lejítimos propósitos de
engrandecimiento ; y La Revista Militar y Naval
esté, llamada á prestar grandes servicios al pais, in-
fundiendo el gusto por el arte militar y naval y des-
pertando interés sobre asuntos hasta ahora lasti-
mosamente descuidados.
Puede augurarse á esta importante publicación
unécsito completo y bien merecido. Las entregas
que constituyen el primer tomo demuestran sufi-
cientemente la ÍQtelijencia,tino y contracción de
su director, y han obtenido aceptación jeneral en
toda la República.
176— Instrucción de guerrilla^ con el servicio
de avanzadas y la escuela del tiro, por Manuel J. Mo-
reno. Buenos Aires. Imprenta de Ostwald y Martínez.
Florida 136. 1889. En 16®, 127 ps.
Esta obrita se recomienda por la escelencia de
su fin y por las novedades militares que contiene.
Con lenguaje claro y sencillo, esplica las reglas
de los movimientos y usos de la guerrilla y de su
reserva, procurandj dar todo el desenvolvimiento
Í)osible á la acción, por el fuego de la infantería,
actor indispensable ae la composición de los ejér»
citos modernos.
Pero, si bien el autor reconoce indispensablemen-
te este desiderátum de la mayor parte de los escrito-
res militares contemporáneos, niega, hasta cierto
Junto, la utilidad reconocida del tiro á grandes
istancias y califica de instruida defectuosamente^ &
— 1»4 ^
la tropa que comienza el tiro á una distaiiGÍadel
enemigo, superior á 400 metros. Sin- admitir «nab-
soluto, lo que muchos reglamentos militares ^is^
ponen sobre el tiro á distancias ecsajeradas, por
cierto, creo, sin embargo, que el uso de las ar-
mas modernas, de gran alcance é indisputable pre-
cisión, permite comenzar el fuego á 500 ó 700 me-
tros del enemigo, porque á esta distancia puede
abrazarse una zona peligrosa, bastante estendida,
sobre todo cuando los disparos se efectúan por tira*
dores adiestrados j habituados á conocer las pro-
piedades y usos del alza y la tensión de la trayec-
toria descrita por el arma que manejan.
Trata las maniobras de la guerrilla con toda
claridad. Los despliegues, repliegues, marchas,
cambios de frente y demás evoluciones, están arre-
gladas á las conveniencias del arte militar moder-
no y. reemplazan ventajosamente á las contenidas
en el antiguo manual de guerrillas del jeneral Diaz,
agotado hace tiempo y declarado forzosamente
insuficiente por la ecsijencia de los adelantos mili-
♦ tares más recientes.
Esta es la materia principal de que se ocúpala
obrita que analizo.
Contiene un Apéndice que encierra otras dos
cuestiones de no menos interés y actualidad : el
servicio de avanzadas y la escuela del tiro.
El servicio de avanzadas y de destacamentos es
uno de los principales en campaña, como medio po-
deroso de evitar los avances de un enemigo teme-
rario, precaviendo al cuerpo principal de un ejé^
cito, de los ataques imprevistos que aquél pueda
llevarle, y en especial, de los ataques de circunTa-
la<5Íon y envolventes, que, aunque difíciles de eje-
cutar, consiguen, siempre que se inician con felici-
áad, las ventajas más positivas.
— 195 —
lí^ necesito detenerme é considerar laimpotfcaisiy
oia dela^secrela de tiro. Todas las naciones ínilí-
tarés Consagran los mayores cuidados á esta ins^
tracción militar y arbitra de una guerra.
Las tropas que en una batalla sepan sacar el
mayor provecho de sus armas, serán sin dudalaa
que obtengan la victoria. Los ejercicios individua-
les de tiro al blanco influyen poderosamente en el
resultado de una campaña, y hay necesidad de
darles todo el desarrollo posible siguiendo los sis-
temas de instrucción más completos, entre los cua-
les figura el que contiene la útil obrita del Sr,
Manübl J. Moreno.
177— Nocioneei de ciencia militar ó sea ma-
nual de bolsillo del sargento, cabo y soldado arreglado
para las tropas del Ejército de la República. Ordenan^
zas, táctica, servicio de guarnición y de campaña, mane-
jo del remington, elementos de fortificación pasajera,
etc. etc. Buenos Aires. Imprenta S. Ostwald, 136 calle
Florida. Casa editora L. Jacobsen y Ca. Librería Euro-
pea, Flarida242. 1880. Enl6'=>, 114 ps.
Éste librito comprende un conjunto de prolegó-
menos sobre las principales materias elementales
de la ciencia militar entresacados de las obras más
notables del arte de la guerra.
Trata con escelente criterio muchos puntos im-
portantes que deben ser conocidos por los soldados:
Ordenanza— Servicio de guarnición y de campaña
— ^Manejo del fusil Remington — Fortificación pasa-
jera, etc., etc.
El estilo en que está redactado es fácil y ameno,
J ofrece al soldado más rudo y vulgar, los medios
e preparar su intelijencia para estudios relativa-
— 196 —
mente superiores, por cuanto despierta en él la
«uriosidad y el estímulo, dejándole entrever las ven-
tajas reales que pueda reportar con el conocimien-
to, aun elemental, de las principales reglas 7 mác-
Bimas militares modernas.
178— Prontuario de maniobras y táctica de ar-
tillería con el manejo del canon Krupp. Imp. de Ostwald
y Martínez, Florida 136. 1880. En 16®, 137 ps.
Los que conozcan los múltiples objetos que coói-
prende la artillería moderna, la complicación de su
mecanismo y de sus movimientos tácticos en el
campo de batalla, la dificultad de su acertado ma-
nejo 7 los percances y contratiempos que ofrecen
los errores en su empleo, pueden apreciar la nece-
sidad imperiosa de una instrucción formal de parte
deloscontinjentes á quienes se confia tales opera-
<)iones en una guerra.
Los progresos de la metalúrjia yde los esplosi-
vos han orijinado en pocos años un cambio radical
en el material de artillería. Su radio de acción ha
alcanzado un límite tan ecsajerado, que es difícil
calcular el resultado final de esta serie de adelan-
tos que se suceden unos á otros con vertijinosa ra-
pidez.
La velocidad inicial de los proyectiles y el em-
pleo de metales capaces de resistir á las mayores
presiones de los gases desarrollados por las jpólvo-
ras progresivas, ofrecen y aseguran á la artillería
en los combates un papel superior al de las otras
jarmas.
La artillería es el arma por escelencia de los
ejércitos y la que ofrece á la infantería y á la caba*
- 197 —
llena los medios eficaces de desarrollar sus fuegoaf
respectivos.
El Fronticario de maniohras ha tenido en vista
las verdades ^uedejo apuntadas, y presenta razo-
nada y metódicamente un cúmulo de doctrinas que
pueden servir de recuerdo á los que posean conoci-
mientos completos en la materia y de preliminares
á los que recien se inicien en ella.
179— Instrucciones para los ejércitos en
campana de los Estados Unidos de América. Tradu-
cido por Jacinto Susviela. Publicadas en eJ diario La
Prensa. Buenos Aires. Establecimiento tipográfico á
vapor de La Prensa. Calle de Moreno núm. 109. 1880.
En 16®, 67 ps.
Dividido en 757 artículos, comprende, bajo la
forma concisa de un Código, los derechos y obliga-
ciones de los ejércitos en campaña, dentro y fuera
de su pais, respetando los últimos adelantos del
derecho internacional, sea por los preceptos de los
tratadistas como por las convenciones celebradas.
Es un librito indispensable, de bolsillo, para
jefes y oficiales.
180— Instrucciones para los ejércitos en
campaña en los Estados Unidos, traducido por Ja-
cinto Susviela. Buenos Aires. Imprenta y litografía á
vapor de Luis Maunier. 240— Calle Moreno— 240. 1880.
En 16, 74 ps.
« Durante la última guerra civil de los Estados
Unidos, dice el traductor en esta segunda edición,
por indicación del ministerio de la Guerra, Mr. Lie-
oer proyectó estas Instrucciones^ que, revisadas por
una comisión militar, fueron mandadas observar
13
— 198 —
por el presidente Mr. Lincoln. Por su fondo y su
forma, ellas son tenidas por lo más completo y per-
fecto en la materia. >
Termina con algunas notas tomadas del Interna-
tional Code, de Field, que no contenia la primer
edición.
181 -Oblig^aciones de los sarjentos, eabos
y Tijilantes. Año 1880. Buenos Aires. Imprenta de
El Nacional, Bolivar65 y 67 1880. En 8®, 35 ps.
No tiene objeto militar — es el reglamento del
servicio policial ampliado con observaciones para
su mejor intelijencia.
18d— Res^lamento de la Escuela Naval teórieo-
práctico Año 1879. Buenos Aires. Imprenta de El Na-
cional, Bolivar 65 y 67. 1880. En 8®, 42 ps.
Ha sido ya reformado en su mayor parte, aten-
diendo á las crecientes necesidades que nacian de
la estable y definitiva organización que ha recibi-
do la Escuela Naval.
í
183— Clínica oftalmológica del Dr. Pedro F.
EoBERTS^ Médico del Consultorio Oftalmológico de la
Sociedad de Benefi ciencia ; Ex- Alumno del Real Hos-
pital Oftalmológico de Londres"; Miembro honorario
del Círculo Médico Argén tino; Socio corresponsal de va-
rias Sociedades médicas estranjeras ; Médico oculista
de la '■^Sociedad Española de Beneficencia" y de la So-
<5Íedad Italiana de Union y Benevolencia", etc. 1 ^ Es-
tadística del Consultorio oftalmológico de la Sociedad de
JBeneficiencia y de la Clínic» priva aa delDr. Roberts, de
1879, seguida de algunas consideraciones sobre las me-
dicaciones empleadas y las operaciones hechas durante
el año. 2^ Casos prácticos de Medicina ocular déla Clí-
nica privada. 3® Anteojos anfiiiratorios sistema Ro-
berts. 4 ® Conferencias sobre '"'• Refracción y Acomoda-
ción del ojo," dadas en el Círculo Médico Argentino.
5 ® Memoria sobre '•''Prescripción de lentes" leída en la
Asociación Médica Bonaerense. 6 ® Artículos bibliográ
£cos sobre las obras de oftalmología recibidas durante
-el año de 1879. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Co-
ni, especial para obras. 60 Calle Alsina 60. 1880. En
4:^ menor, x-282 ps.
El Doctor Pbdro F. Robbrts tiene bien sentada
49a reputación de especialista en enfermedades de
— 200— \
los ojos, siendo, además un hombre constantemen-
te estudioso y esclusivamente dedicado á laa
atenciones de su profesión. El, mejor que nadie,
podia, pues, hacer un libro que reuniese las obser-
vaciones recojidas en el Consultorio público gra-
tuito y las de su clínica particular, de tan brillan-
tes como aplaudidos resultados. ,
Estas observaciones, con las correspondientes-
estadísticas del año 1879, forman la primera parte
del trabajo.
Entre ellas llama la atención el buen resultado
obtenido con un procedimiento nuevo parala cura-
ción de los catarros con supuración del saco lagri-
mal,rebeldes á todo tratamiento. Este nuevo método
consiste en el empleo de cerdas permanentes en las
vias lagrimales, á manera de drenaje.
Constituyen la segunda narte de esta obra, cuatra
conferencias dadas en el Círculo Médico.
En la primera se ocupa de la importancia de la
oftalmolojia, no sólo para el médico que se dedica
con especialidad al tratamiento de las enferme-
dades de los ojos, sino para los que se ocupan en
jeneral de todas las afecciones que aquejan el or-
ganismo humano. Demuestra en ella cuan nece-
sarios son ciertos estudios previos para el conoci-
miento de este ramo de la medicina, y concluye coa
unalijera reseña de los progresos de la terapéuti-
ca y tratamiento médico de las enfermedades de
los ojos.
La segunda y tercera conferencias tratan de la
acumulación y refracción, indicando el modo cómo
se producen estos fenómenos y las leyes á que obe-
decen.
Ocúpase en la cuarta délas ventajas é inconve-
nientes del uso de anteojos y de los peligros á que
se esponen los miopes con el empleo de lentes de-
— 201 —
tuasiado fuertes ; concluyendo con el estudio de
los defectos por aberración de la Im^ de que adole-
<3e el ojo humano, 7 de las causas, síntomas y tra-
tamiento de la parálisis y espasmo de la acomoda-
cion.
También se encuentra en esta obra una confp-
rencia leida en la Asociación Médica Bonaerense
9obrelB, prescripción de lentes en un caso de asieno-
pia acomodativa por astigmatismo compuesto y ani-
som^tropia.
Tanto los puntos escojidos como la forma verda-
deramente científica de su desarrollo, hacen del li-
bro del Dr. Roberto una obra digna de sec leida y
estudiada.
í
184— Higiene po]piilar. ]Ja Tista, sus defectos
remedios. Consejos íamiliares para la conservación de
-OS ojos, por L. ScHNABL, profesor en óptica-oculística,
Oaballero de la real orden '"'"La Corona de Italia",
Miembro honorario y corresponsal efectivo de varias so-
eiedades científicas, Ex-Discípulo del profesor Mauth-
uer, de la Universidad de Viena y aprobado por el Dr.
Galezowsky, de Paris, Co-propietario y Director del
Instituto Optico-Oculístico de Oliva y Schnabl, en Bue-
nos Aires. Con priviiejio de invención de los gobiernos
de Francia, Italia y República Arjentina. Con una lá-
mina y treinta figuras. Buenos Aires. Imprenta de obras
de La Nación, calle de San Martin número 208. 1880.
En 8*=*, XI-J27 ps.
El profesor L. Schnabl dedica su trabajo < á los
distinguidos médicos oculistas arjentinos Señores
Dr. D. Cleto Aguirre, Dr. D. Pedro F. Roberts y
Dr. D.Antonio F. Crespo».
Este libro es un manual bien escrito de populari-
2Qacion y propaganda. Su autor empieza por las
ideas jeneralesy necesarias sobre la luz, hace una
~ 202 —
l)reTe descripción del ojo, sienta la teoría de la
sion considerándola como instrumento óptico, dedi*
ca un par de capítulos á la refracción y acomoda-
ción 7 á sus defectos, para llegar á las enfermeda-
des déla yista^ que forman el objeto principal de-
su obra.
< Si nos detenemos á ecsaminar el vasto campo-
de laoftalmolojia, es decir de la ciencia que trata
las anomalías, enfermedades y defectos del ojo, y
consideramos su progresivo desarrollo desde la más^
remota antigüedad nasta nuestros dias, debemos
convenir en que es jigantesco el paso que ha dada
esta ciencia en los últimos tiempos, sobre todo en la
parte que trata de las anomalías y defectos ópticos
propiamente dichos y del modo ae correjir éstos y
poner remedio á aquél los > .
El autor está al cabo de los últimos adelantos
científicos ; y al estudiar la miopia, la hipermetro-
pia, el astigmatismo, la anisometropia, el estrabis-
mo, y especialmente la fabricación y uso de los len-
tes, el teórico ilustrado desciende alosmas míni-
mos detalles de aplicación y al par que da interés
práctico á su libro, lo hace inofensivo y hasta útil
para las personas que lo lean desprovistas de loa
conocimientos que son indispensables cuando se
quiere abordar un estudio serio de físiolojia apli-
cada. «Este libro no ha sido escrito para los sa-
bios, dice el Señor Schnabl en el prólogo ; dejamos
esa noble tarea á una pluma más autorizada que la
nuestra. Nos limitamos á esponer el resultado de
observaciones y descubrimientos importantes, sin
discutirlas fórmulas y las teorías que nos llevariaa
muy lejos, é indicamos las obras inmortales de
Helmholtz^ Donders, Gavarret, Javal, etc., á loa
que quieran estudiar más profundamente esta mar-
teriá.»
— 203 —
A nadie escapará la utilidad de un trabajo que
tiene por principal objeto la popularización de co-
nocimientos para lahijiene y conservación de uno
de los órganos más importantes y sensibles. El
Señor Schnabl ha llenaao concienzudamente su ta«
rea, cumpliendo con altura el objeto que se propu-
siera al publicar su libro sobre La vista.
185— Contribución al estadio de latraqneo-
tomía y larinsotomia por el doctor Melohob
ToBRES médico cirujano de las Facultades de Paria y
Buenos Aires Ex-externo (por concurso) de los hospita-
les de Paris : Hópital des Cliniques, Hotel Dieu, Ste.
Eugenie, Charité— Laureado de la Facultad de Medici-
na de Paris (medalla) —Miembro de las sociedades : de
Anatomía, de Clínica, de Medicina é Higiene Profesional,
de Terapéutica, de Medicina Práctica del Sena, de An-
tropología de Paris. déla Asociación médica Bonaerense,
del Círculo Médico Argentino.— Médico de la Societa
Unione Operai Italiani, etc.. etc. Con sesenta y siete fi-
ffuras y numerosos cuadros intercalados en el testo,
Buenos Aires. Imprenta de obras de la Nación, calle de
San Martin número 208. 1880. En 4®, xii-428 ps.
Este libro metódicamente dividido en siete capí-
tulos con su respectiva correspondencia de seccio-
nes alfabéticas, estudia por su orden la historia,
la anatomía^ las indicaciones j contra-indicaciones
de la traqtieotomia, los instrumentos que se em-
plean, el manual operatorio, los accidentes y com-
plicaciones inmediatas, y finalmente las consecuen-
cias de tan delicada operación. Un apéndice de
observaciones inéditas sobre la laringotomia ocupa
las últimas 60 ps. del libro.
El Dr. Melchor Torres, médico joven, no es
desconocido para los que siguen con alguna aten*
}
— 204 —
eion las publicaciones del pais, pues pareee ^ue
contrae su actividad á aumentar la literatura cien-
tífica con libros 7 folletos que no carecen, cierta-
mente, de mérito, y algunos de los cuales son de
rerdadera importancia, como monografías de ma*
terias dignas de constante estudio por su constante
aplicación. Entra en esta categoría el libro deque
me ocupo ; v la carta-introduccion^ del Dr. M. A.
Montes de Oca dice demasiado al respecto.
El Dr. Torres escribe con claridad jr hasta cierto
punto con corrección, sin énfasis, no siempre con la
indispensable precisión científica. Los dos prime-
ros capítulos — historia de la traqueotomia 7 ana-
tomía de la rejion — reúnen 7 presentan buenos da-
tos, descripciones esactas en forma animada que
seduce la atención délas personas más alejadas de
esta clase de estudios.
En el capítulo III empiézala parte teórico-prác-
tica con el estudio de la operación en las lesiones
traumáticas de las vias respiratorias, en el crup,
en el edema de la glotis, en las estrecheces orgá-
nicas de la larinje 7 de la tráquea, en las estreche-
ses espasmódicas de la larinje, en los tumores de
la lengua é inflamaciones de la larinje, en la asfic-
-siapor sumersión 7 enrenenamiento, 7 de la tra-
queotomia preliminar en las operaciones que inte-
resan la caridad bucal, como en la resección del
macsilar superior, en los tumores de la lengua, etc.
El capítulo IV describe 7 aprecíalos instrumen-
tos que se emplean en la traqueotomia, agrumados
en cuatro clases — 1 ^ instrumentos para seccionar
la tráquea 7 los tegumentos colocados delante de
ella; i® para dilatar la tráquea; 3® para man-
tener la dilatación — cánulas ; 7 4® para la estrac-
cion de cuerpos estraños 7 falsas membranas. Las
id-
— 205 —
noxnerosas láminas qae acompañan el testo dan
maror claridad á las esplicaciones.
El capítulo Y indica los preliminares de la ope-
ración j analiza 7 aprecíalos procedimientos ope*
ratorios de Trousseau, Bourdillat, Saint-Germain
j la traqueotomia con el termo-cauterio.
• Actualmente, dice el autor, los cirujanos fran-
ceses están divididos en dos bandos : los unos, en
menor número, siguiendo las doctrinas del profesor
Verneuil, quieren establecer como regla, el uso del
termo-cauterio en todas las traqueotomias de adul-
tos ; los otros, que forman la mayor parte, no ocur-
ren á ese proceaimiento, y en el curso del año 1877,
rarias operaciones fueron practicadas sin él. Nues-
tra opinión es casi en absoluto conforme con la de
M. Erisbaber, cuya competencia en la materia no
fie puede negar. Dice así : <Se empleará el termo-
cauterio cuando se trate de enfermos adultos que
sufran de afecciones crónicas de la larinje, acompa-
ñadas de perturbaciones respiratorias prolongadas,
que siempre tienen por resultado una vasculariza-
ción considerable de los tejidos blandos del cuello».
— Bull. S. Chir. p. 408. >
Los dos últimos capítulos estudian los acciden-
tes y complicaciones inmediatas y las consecuen-
4)ias de la traqueotomia.
El apéndice, que se ocupa esclusivamente de la
laringotomia, termina con una serie de interesan-
tísimos cuadros de esa operación, conteniendo el
nombre del operador é inaicaciones bibliográficas,
las causas de la operación, sus particularidades y
BU resultado.
Esta breve indicación del material de la obra,
muestra que el Dr. Torres se ha preocupado de
formar un libro completo, con la esposicion de to-
das las teorías 7 el juicio imparcial de todos los
— 206 —
métodos operatorios : lleva esa ventaja á otros tra^
tados especiales de la mataría, deficientes, por lo
regular, en el análisis de las teorías 6 demasiado
inclinados al método que adoptan.
186— !La metaloseopia y la metaloteirapia*
Conferencia dada en los salones del Círculo Médico Ar-
gentino en la noche del 9 de octubre de 1880, por Barto-
lomé NovABO^ Miembro del Círculo Médico Argentino-
de la Asociación Médica Bonaerense y de la Sociedad
Científica Argentina— Miembro corresponsal de la Real
Academia de Medicina de Turin— de la Sociedad Ana-
tómica, de la Sociedad de Antropología, y de la de
Medicina Práctica de París, etc.. etc. Buenos Aires.
Imprenta de La Nación, calle de San Martin número>
208 .1880. En 4® menor, 44 ps.
El tratamiento de las enfermedades por los meta*
les, fundado en lo que el Dr. Burk llamó idiosincra-
da metaloterápica^ con el desenvolvimiento de la
teoria planteada por aquél, y posteriormente am-
filiada por Schify Charcot — quienes creen deber
os resultados conseguidos al movimiento molecu-
lar de los metales,— forma la base de la conferencia
del Dr. Bartolom¿ Novaro, llena de interés y digna-
de su bello talento.
187-- Higiene escolar, primeros síntomas de las-
enfermedades contagiosas que pueden atacar á los niños
de las salas de asilo y escuelas primarias por el Dr.r
Delpeoh, miembro de la Academia de Meoicina y del
Consejo de salubridad de París, Médico del hospital
Necker. Traducción hecha para el uso de las escuelas
de la República Argentina por el Dr. Emilio R. Coni.
Con la aprobación del Consejo General de Educación
de la Provincia de Buenos Aires. Buenos Aires. Im-
— 207 —
prenta de Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Calle
Alsina— 60. 1880. Ed8®,24 ps.
Es un vademécum útilísimo. En breves palabras^
da los síntomas de las fiebres eruptivas, de laa
« enfermedades contajiosas que tienen sus princi-
pales síntomas en las viasdij estivas»; de las coque-
luche, de las oftalmias, de las enfermedades conta-
jiosas parasitarias, etc., y termina con algunas
Salabras sobre la epilepsia, ataque de nervios y
anza de San Vito, que, si no son de contajio direc-
to, pueden producir el «contajio déla imitación 6
del terror. »
188— liStadio químico de la persea ling^fie,
por el Dr. Pedro N. Arata, profesor de química orgá-
nica de la Universidad de Buenos Aires. Trabajo
publicado en los « Anales de la Sociedad Científica
Argentina » (Tomo X, página 193). Buenos Aires. Im-
prenta de Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Calle
Alsina— 60. 1880. En 4*^ menor, 18 ps. y una lámina.
« La Persea lingüe es una laurínea que tiene 25
á 30 pies de altura por 2 de circunferencia. «Se halla
muy esparcido, dice el Dr. Arata, en la República
de Chile, desde la provincia de Aconcagua bastar
Chiloe,y según refiere el viajero Oruz, se encuen-
tra también en el territorio comprendido entre el
Limajy el Neuquen, en la República Argentina.»
El folleto contiene la descripción de la corteza
del lingüe, su análisis inmediato y el estudio de su
tanino.
1 89 —d tabaco como agente perturbador del física
y de la intelijencia por Pablo María Santillan, etc.,.
etc., etc. Buenos Aires. Imprenta de la Penitenciaria.^
1880. En 12®, 174ps.
— 208 —
El Dr. Pablo María Saktillak ha tenido oca-
sión de observar los perniciosos efectos del tabaco
-en los muchos años de su práctica profesional, y
muy especialmente en los tres ó cuatro que tuvo á
su cargo el servicio médico de la Penitenciaria, y
se ha dejado vencer por el buen sentimiento de
j9er útil a sus semejantes publicando este librito
de interés.
La primera sección — parte histórica -^GB^rece de
importancia, no obstante la curiosa erudición de
que en ella se hace gala para demostraciones fúti-
les ó incontestables; no faltando párrafos simples
^inocentes, como cuando el ^ autor manifiesta bu
asombro y declara increíble que hasta los Estados
de la Iglesia estableciesen el monopolio «de la cul-
tura— debe ser cultivo — , de la fabricación y de la
venta del tabaco. >
La parte científica contiene el análisis, lafisio-
lojia, la tocsicolojia, los efectos físicos ^ los matu-
tinos del tabaco, su influencia en los militares, los
fumadores al aire libre y los fumadores opulentos,
las mujeres que fuman, uso del tabaco en la prime-
ra edad, observaciones patolójicas, hijiene, etc.
Los títulos de los acápites de esta sección dejan
descubiertos los surcidos de literatura y obserra-
oiones de costumbres que dan cohesión á los proce-
dimientos médicos, las indicaciones científicas y
las sanciones esperimentales, acumuladas no muy
ordenadamente en varios de ellos.
Las pocas pajinas que versan sobre el uso del
tabaco en la primera edad, son las que mejor con-
vencen, y séame permitido asegurarlo, las únicas
que convencen, de todo el libro, porque están com-
probadas con cuadros estadísticos y presentan los
últimos resultados de la ciencia, que se ha preo-
cupado con razón de esa temible absorción de nioo*
- 209 —
tina, colidina 7 aún ácido prúsico^ en organismos^
incompletamente desarrollados.
El Dr. Santillan ha podido hacer un trabajo de
popularización, más práctico, más especial para la
iuventud ; pues no creo que se proponga correjir á-
los viejos que parodiarán la frase de Vol taire
á propósito del café — veneno derñasiado lento para
el que lo ha tomado durante tantos años. No le
faltan modelos, y en los almanaques cientíñcos de
Mantegazza encontrarla bellísimas pajinas de ese
jéneroy con esa tendencia, dignas de ser reprodu-
cidas 7 comentadas.
Ha tomado otro rumbo, prefiriendo la disertación
enfática ó humorística, de instrucción poco fecun-
da, aunque llena de verdades.
(90— MisionL Científica— Informe presentado á la
Asociación Médica Bonaerense y al Ministerio de Ins-
trucción Pública por el Dr. Emilio R. Coni. Delegado
de la Asociación Médica Bonaerense al Congreso Inter-
nacional de Ciencias Médicas de Amsterdan, Miembro
corresponsal de varias Academias y Sociedades Médicas
de Europa y América — Leida en la sesión estraordina-
ria de la Asociación Médica Bonaerense, el 11 de Marza
de 1880. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni,
especial para obras. 60— Calle Alsina— 60. En 8*^^
32 ps.
En el mes de julio de 1879, la Asociación Médica^
Bonaerense nombró delegado al Congreso Interna-
cional de Ciencias Médicas de Amsterdam al Dr.
Coni y el Gobierno Nacional le acordó una sub-
vención, á fin de que pudiera sufragar gastos de
viaje y representación. A su vuelta, reunió en este
folleto dos notas dirijidas, una al Presidente de la-
Asociación que representaba, y otra al jefe de la
— 210 —
Oficina de Estadística, publicada anteriormente ea
folleto — V. etnúm. lÓO,— con el catálogo de los
libros donados por Academias europeas á la Aso-
ciación Médica, el nombre de las publicaciones con
que ha establecido canje y unos breres apuntes
Bobre la vacunación, agregando las notas en que se
agradece al Dr. Con! las donaciones que ha obte-
nido.
El autor parece amar demasiado sus produccio-
nes, pues publica á menudo folletos, cuyo material
debia más bien figurar en las columnas de la pren-
da diaria, que es el albergue adecuado de estos
trabajos lijeros y sin importancia.
191 —Asociación Médica Bonaerense. I^iscnrso del
Dr. Pedro F. Robeets al tomar posesión de la presi-
dencia, en la Asamblea del 22 de abril de 1880, seguido
del movimiento administrativo durante el año 1879.
Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni.» especial para
obras. 60 -Calle Alsina— 60. 1880. En 4® menor, 24 ps.
Contiene el acta de la sesión.
El discnrso del Dr. Roberts es brillante y de fon-
do científico.
En su primera parte se ocupa á grandes rasgos
Ae las asociaciones médicas y termina abriendo
nuevos y bellos horizontes á la de Buenos Aires.
En su segunda parte, entra de lleno á defender
el método esperimental, aplicándolo muy especial-
mente al estudio de las enfermedades de la vista,
y opina que < es necesario huir siempre de toda
discusión que no tenga por fundamento inquebran-
table la investigación délos hechos. »
De acuerdo con el Dr. Roberts en todas sus con-
clusiones, pienso como él que la mania de las diva-
gaciones y charlatanerías viene de muy lejos, < esti
— 211 —
«n nuestro modo de ser, » y de felicitarse seria que
4sas palabras sensatas repercutiesen más allá del
recinto donde fueron pronunciadas.
192— Tratamiento de la difteria* Buenos
Aires. Imprenta de Pablo E. Coni^ especial para obras.
^0-Calle Alsina— 60. 1880. En 8®,30p9.
Correspondencia que el Dr. Silybrio Domingubz
dirije de Arrecifes al Círculo Médico Argentino.
Habla de un nuevo tratamiento para la difteria,
que en diez enfermos le ha dado ocho curaciones y
es recomendado también como eficaz por el Dr. Me-
nendez^ del Pergamino. Después de estudiar en
pocas pajinas la difteria y la anjina gangrenosa,
que suelen confundirse con harta frecuencia á la
cabecera del enfermo, concluye que todo trata-
miento < tiene que dirijirse á oponerse á la absor-
ción, limitar ó más bien impedir la propagación de
las falsas membranas y destruir por último las
bacterias. >
El método propuesto se basa especialmente en
el ácido fénico^ siendo, por lo demás, una modifica-
ción del método de Aubrum.
lOS-^Influencia de la tiranía de Rosas en la
patogenia de las afecciones del corazón observadas en
]^uenos Aires por el Dr Eulojio Fernandez, Laureado
por el Círculo Médico Argentino, Interno de los Hospi-
tales, Gefe encargado de la clínica oftalmológica del
Dr. C. Aguirre, Ciruiano del E. Nacional 0873, Entre-
Rios— 1874, Buenos Aires), Cirujano mayor y jefe del
Cuerpo médico del ejército defensor de Buenos Aires,
1880, Miembro de varias sociedades científicas, etc, etc.
Buenos Aires, imprenta de M. Biedma, calle Belgrana
números 133 á 139. 1880. En 8'=>, 34 ps-
— 212 —
El Dr. EuLOjio Fbrvandbz dedica sa trabajo <al
Coronel D. José Inocencio Arias, en testimonios^
reconocimiento, admiración» , etc., saca ens princi-
pales argumentos para demostrar la perniciosa
influencia de la tiranía de Rosas en las enfermeda*
des del corazón, de las estrofas más patrioteras de
Hármol, escribiendo ciencia con tono de proclama,
sin arribar á conclusión deñnitiya, ni convencer
absolutamente de nada. Hay pajinas enteras de
citas 7 largas trascripciones, valiosas en sí mismas^
pero que no alcanzan á salvar una tesis inconclusa
y llena de contrasentidos.
194— Influencia climatérica de la veieta-
cion por J¿ D. Pinero, Miembro del Círculo Médico
Argentino. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma,
calle de Belgrano números 133 y 135. 1880. En 4® me-
nor, 62 pe.
Estudiante aventajado de la Facultad de Medici-
na, D. J. Demetrio Pinero se ha preocupado de una
cuestión que considera < de alto interés práctico i
la vez que científico» — el estudio de los bosques y
su influencia climatérica.
Divide su trabajo en dos secciones. La primera,
Parte climatérica^ considera la influencia de los
bosques en las temperaturas estremas ; la proteo*
cion que prestan al suelo adyacente contra la vio-
lencia y la desecación de los vientos ; su acción
eléctrica; su poder contra las invasiones de la lan*
gosta, etc. La segunda sección, Parte económicay
estudia las condiciones de las industrias ganaderas
y agrícolas, mejoradas por los bosques, la facilidad
?ue éstos prestan á la construcción de ferro-carri-
es y á cuantas industrias requieren madera como
— 218 —
i&Ü8i>easab1e material ; basándose en cálenlos es-
éadisticos que aclarafn sus apreciaciones.
'"jTocmiiiajeonila «epofticion >yeo8áInen'de^n .pro-
^woto 4b canal -* que, partiendo de la Boca del Ria-
chuelo «en Barracas, establ«eca comunicación can
las lagunas Alsina, Monte y Epeeuen, en C^'i'bué ;
jruna corriente de agua entre las lagunas Carhué y
Babia Blanca, siguiendo el rio Pigüé hasta Curru-
malan, y aquí abrir an canal que lo haga comuni-
<^r con el Sauce Chico» . £n todo el trayecto de los
oanales irán seis filas de árboles, á ambos lados, y
^esde la Boca á Tapalquen, de ocho. en ocho leguas,
bosques de media legua cuadrada.
195— m materialismo refutado por la anatomía
comparada. Publicado por Juan H Scrivenbr (M D.)
Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma, Belgirano núme-
ros 133 á 139. 1880. En 16*=*, 23 ps.
El señor Scrivenbr reasume en pocas pajinas las
4)piniones de los médicos espiritualistas, y lo que
Siensan del materialismo «nombres de Estado y
e la Lejislatura inglesa, que por sus talentos go-
^an de una reputación europea, como son Lord
Broughaw, los honorables Mr. W. E. Gladstone y
Mr. John Brighty Mr. J. A. Roebrick. »
El folleto es, por consiguiente, una esposicion
4iumaria de esas opiniones.
196— Memioria presentada por el presidente del Qír-
<íulo Médico Argentino Dr. D Antonio F. Crespo a
los .miembros de la Asociación. (1879-1880) Buenos
Aires. Imprenta de M. Biedma, calle Belgrano náme-
TOS 133 á J39. 1880. En 4® menor, 28 ps.
14
— 214 —
El Dr. Crbspo, que ha sabido dar, con su ejempld*
de constancia y. actividad, nueva vida al Circalo
Médico, pone de manifiesto en la Memoria que
abarca el período del año 1879, el estado floreciente
de la Asociación. Contiene todos los datos perti-
nentes y termina con la nómina de los socios.
197— Hemoria anual de la administración munici-
pal de vacuna humana al cargo del sefior doctor en
medicina D. Justo Meza. Año 1879. Buenos Aires.
Imprenta de M. Biedma^ calle Belgrano números 133 y
135. 1880. En4®,76ps.
No obstante el estilo empírico y estrafalario con
que está redactada esta Memoria se palpa la contra-
cción del Dr. Justo Mbza á la administración de
vacuna, que lo cuenta entre sus propagandistas^
más decididos.
198— Instituto frenopático de Buenos Aires en
la Avenida Santa Lucia^ números 43 y 45. Establecimien*
to particular destinado á la curación de las enfermeda-
des mentales. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma,
calle Belgrano 133 y 135. 1880. En 16®, 11 ps.
Esplicasus ventajas, condiciones, etc. Tiene el
carácter de avisó ó prevención al público.
199— A las madres de familia de la ciu<lad de Bue«
nos Aires. Administraeion de nodrizas creada
por el Dr. Carlos L. Villar en su estudio. 481— Sui-
pacha— 481. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma.^
Belgrano 133, 135. 1880. En 16®, 52 ps.
— 215 —
Contiene el reglamento de la Administración de
nodrizas é indicaciones prácticas sobre lactancia,
sumamente útiles y dignas de tenerse en cuenta.
TEISISI
PABA OPTAB AL ORADO DE DOCTOR EN MEDICINA
Universidad de Buenos Aires
FACULTAD DB CIBNCIAS MÉDICAS
(Formato uniforme en 4 ® menor^.
200— £1 pulso en la insnfleieneia mltral*
or Eufemio Uballes. Buenos Aires. 6236. Imprenta
el Porvenir, calle Defensa núm. 139. 1880. 48 ps. y 4
láminas.
S
Analiza primero los síntomas de la insuficiencia
mitral^ reconociendo que la inspección, palpamien-
to y percusión no dan signo alguno que sea patog-
nomónico de esta enfermedad, por cuanto el soplo
que se percibe por la auscultación de la rejion
precordial, suele faltar en algunos casos.
Respecto del pulso, arriba el Sr. Eufbmio Uba-
lles á las conclusiones siguientes :
«1® Que el pulso pequeño, desigual, irregular
é intermitente no es característico de la insuficien-
cia mi tral.
« 2® Que es propio de todas las afecciones or*
gánicas del corazón llegadas á un período aranza-
ao, estando, como efectivamente está, ligado no á
las lesiones ericas ó valvulares, sino al estado de
la fibra del músculo.
— 216 —
*«'3^ Que no tiene por o&»8Íguieiite vsalor (fiag*
4íMnté ^a aquella a^fecoion.
i^i"^ Que ^ ÚQÍeo'e€tiráoterdel'x][mléoH|ae'8ehaUa
bajo la dependencia directa de la insuñciencia mi-
tral es su pequenez, ó sea la poca amplitud de la
línea ascendente del trazado esfigmográíico. >
201— Consideraciones genei-ales sobre la icteñeia^
por MARCOS Várela. Buenos Aires. Imprenta Ostwald,
calle Florida núm. 136. 1880. 56 ps.
D. Marcos Várela estudíalas funciones norma-
les del hígado con todos su^ caracteres y particu-
laridades más esenciales; y al ocuparse de la icte*
ridcb reduce todos los casos á dos categorías :
«a — ^casos en los cuales hay obstáculo mecánico
'pulirá el paso de la bilis al duodeno jr réten¿ion con-
secutiva en las vias biliares ; b — casos en los cuales
ella es completamente independiente de toda obs-
KMi&iDion, esto es, no hay 'obstácisloipa^a segair
éíáem el intestino. »
Bespuás analiza las diversas 'circun^staücias en
^^'sé encuentran reunidas las causas productoras
áe dicha enfermedad.
dOd— Estudio de la locura l^tti^litíéli. ÍSinotli-
MH : 1Pará'lisi« progresiva paíálí&is generril de los alie-
tittflds— -périencefalítiis difusa, fetc, por Enrique Ara^ü.
Buenos Aires. Imp. Kivadavia, Aisina 97^ 00 y 4(W-
-1880. 126 :ps. .y 4 fotografías.
'Establecida la deñnicion de la enfermedad qii;e
4b 'ha 'Servido de tema para la tesis, D. Ekrkiuíe
Arana considera su jénesis y eiialojia grdossia-
— 217 -
toosLatr que ella present^^reoiiaocieiLda la evoliii(ÑjO^
d» ealo» iipes períodos-rcnel prodi^^tiBicov el' iat^.
meá^io: j el confivmade.
La marcha,, éuraoíoa y termmaoianeft dela.e9ir-
fermedad, ocupan un capítulo, y otro, el diagttáafci-
com- puato difícil, sobretodo en los primeros^cío-
doS', pues;, á pesar de qvte Los eaférmos estia coa» «¡|
razón perturbada, los síntomas que preseataa mwt
oomunes con las demás formas de yesániasv
Arana establece un diagnóstico diferencial, esoluo
yendo una por una las enfermedades que tienen;
alguna relación con la locura paralítica. A más de
los capítulos dedicados á la anatomía, patolojia y *
tratamiento, se encuentran cinco historias corres-
pondientes á otros -tantos casos observados por el
autor.
SOS— ¿!La tnbereulósls debe ser finpedt-
mento para la celebración del matrimonio ? por Euge-
nio Ramírez. Buenos Aires. Imprenta de El Siglo,
calle Alsina 101. 1880. 54 ps.
EiüJBNio Ramirbz contesta añrmativamentei lai
pregunta que sirve de título á su tesis. Entra en
consideraciones sobre la herencia morbosa j, al
hacer una reseña bastante completa de las enfer-
Hkedades hereditarias, concluyendo por demostrar
que entre éstas se encuentra en primera línea la
tuberculosis. Consagra un capítulo, que sin duda
es el más interesante de su tesis, á la crítica de la
lejislaeion vijente sobre impedimentos del matri-
monio ; ecsamina una por una las eonsecueneiaa
funestas de lejislaeion tan imperfecta y atrasada
oomo la nuestra, en laque no se establece impedí-
Biento de matrimonio entre las personas atacadas
de enfermedades susceptibles de trasmitirse por
- 218 —
berencia, j termina atribuyendo á esta circans-
tanoia el aumento de la tuberculosis, enfermedad
que toma un incremento alarmante, pues, repre-
senta, según Ramírez, un treinta por ciento de la
mortalidad jeneral.
Concluye este trabajo probando la imperiosa
necesidad de una reforma en las leyes que rijen
esta materia.
Aunque puramente teórica, la tesis no carece de
mérito, por la esposicion metódica con que llega &
conclusiones en todo conformes con los adelantos
de la ciencia.
d04— Tratamiento de la tisis pnliitonar por los
cambios de clima, por José Díaz Menendez. Ex-practi-
cante mayor interno del Hospital General de Hombres
y miembro iniciador y fundador del «Círculo Médico
Argentino ». Buenos Aires. Imprenta de Martin Bied-
ma^ calle Belgrano números 133 á 139. 1880. 56 ps.
D. Josa Díaz Mbnbkdbz llega á las siguientes
conclusiones :
«1 ® Los climas marítimos templados y tropi-
cales, húmedos^ alivian y detienen la tisis ae forma
erética.
«2*^ Los climas marítimos templados y tropica-
les, secos, alivian y detienen la tisis de forma tór-
pida.
«3® Los climas no marítimos, montañosos ó no,
gozan también de dicha virtud curativa y en espe-
ciales condiciones.
«4® Esta virtud la poseen secundariamente en
cuanto que á condiciones telúricas abonadas reú-
nan mayor ó menor participación de las atmosféri-
cas marítimas, concurriendo también á estos efectoi^
— 219 —
<é[ temperamento de los enfermos y lajs simpatías y
•antipatías orgánicas.
« 5 ^ Que los cambios de clima curan la tisis
palmonal, como mejor tratamiento.»
$Í05— Difteria, por Artueo F. de la Serna.
Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni^ especial para
^bras. 60— Calle AJsina— 60. 1880. 40 ps.
Al estudiar, en el primer capítulo de la tesis, las
4)aasas que producen la difteria, llega D. Arturo
:!DS LA Srrka á la conclusiou de que—
< la difteria es una enfermedad zimótica; sin
:43apródt()S no hay difteria» — opinión aceptada por
todos después de las interesantes investigaciones
<de Weber y Valeux.
La terminación natural de la difteria y las modi-
ficaciones que sufre por la medicación, constitujen
el segundo capítulo de la tesis, que termina con las
indicaciones para el tratamiento de la enfermedad
jy con la historia de cuatro casos observados por el
autor.
lÉOO—Ensayo sobre la hipoeondria, por Francis-
. co Mendioroz^ Miembro fundador del Círculo Médico
Argentino y vocal de su Comisión Directiva. Buenos
Aires. Imprenta de M. Biedma, calle de Belgrano nú-
ineros 133 y 135. 188a 62 ps.
. Una reseña histórica sobre la hipocondría ocupa
^1 primer capítulo, pasando á estudiar en seguida
las causas predisponentes y determinantes de esta
:«nfermedad, los primeros síntomas con que se ma-
— 220 —
iii&estas. la» alteraciones que- produce en lo9 dit^er*
sos aparatos orgánicos, el modo de estad^leceif el
diagnostico, y por último el tratamiento-.
207— liS eoqnelnche (tos convulsa), por Federico'
M. Cabrera^ Practicante mayor interno ael Hospital de
niños de San Luis Gonzaga. ex-practicante de vacima
humana. Miembro activo del Círculo Médico A^eatino^
etc., etc. Buenos Aires. Imp. de Ostwald y Martine^^
Florida 136. 1880. 60 ps. y un modelo de forma esta-
dística.
Después de definir la eoqitelttche, y de estudiar el
modo cómo se produce la tos, D. Fbdbrico M. Ca-^
BRERÁ se ocupa de los síntomas que la enfermedad
presenta, y de los accidentes y complicaciones que
en ella sobrevienen, terminando con la enumera**
cion de los diversos medios que en su tratamiento^
se han empleado.
208— Del réf imen Msrtémieo en las afeeeia-
nes cardio-vasenlares crénieas, por EoüARiHr
Pardo, miembro fundador del Círculo Medico Argenti-
no. Buenos Aires. Imprenta de S. Ostwald, Florida 136.
1880. 66 ps.
Esta tesis ecsamina los diversos medicamentos
que se han usado en las enfermedades cardio-vascur
tares crónicas, arribando á la conclusión de que
ninguno de ellos produce resultado, teniendo ea
estos casos que limitarse á prescribir un tratamien-
to hijiénico adecuado. La enumeración de laa
diversas indicaciones que constituyen este trata*
miento, ocupa los dos últimos capítulos.
— 221 —
ijoberculosi» pulmonal^ por J. M. Esbbohe. Bueno9>
Aires. Imprenta de S. Ostwald^ calle de la Florida ]3Q^
1880. 4apft.
« Dadme un termómetro y os describiré sin otta
ausilio la marcha de la enfermedad,» ha dicho
Lorain ; y I>. J. M. Espbcbb ha podido bien encabe-
zar su trB»bttgo con esa cita. Empieza con lijera»
consideraciones jenei ales sobre el modo de produc-
ción del calórico en la economía animal; continúa
señalando los medios de que es necesario ralerse
para apreciar este calórico, las precauciones con>ye*^
nientesi para hacerlo, y por último el estudia de* l«fi^
temperaturas locales y jenerales y las: causas- de
su variación.
EnuD capítulo especial trata del valor diagnósv
tíco de las temperaturas inter-cos tales al comienza
de la tabereulósia.
dlO—Iia corea en la infancia, por Carlos
Castro y Sundblad, Ex-practicante mavor interno de
la Penitenciaria, Vice-Presideute del Círculo Médico
Argentino y Director de los Anales del mismo. Buenos
Aires. Imprenta de M. Biedma, Belgrano números 13^
á 139. 1880. 56 ps.
La observación de once casos de corea tratado»
con buen écsito por el hidrato de doral y bromuro-
de potasio^ á dosis progresivas, han inducido á.
I>. OArlost Castro y Süítdblad á estudiar esta
enfermedad, como lo'hace en cinco capítulos desti**
nados á la etiolojia, síntomas, diagnóstico, pronós^^
tico y tratamiento.
— 222 —
211— Historia de la ovariotomia en la Repú*
blica Argentina, por Loyat Ash Muloaht^ Miembro
activo del Círculo Médico Argentino y de la Gomision
especial de Farmacia. Buenos Aires. Imprenta de M.
Biedmai calle de Belgrano números 133 y 135. 1880.
104 ps.
En esta tesis se encuentran las historias de dies
de las primeras operaciones de ovariotomia practi-
cadas entre nosotros.
De las diez operadas, seis han muerto. Seme-
jante estadística no es muy halagüeña; ñero anali-
zando los casos, tenemos que en uno ae ellos el
resultado fué fatal por haberse dejado pasar el
momento oportuno para operar, y en otros dos, por
la naturaleza del tumor, pues se trataba de un
iCáncer.
La tesis es bastante completa. Además de las
historias mencionadas, trae consideraciones jene-
rales sobre esos casos ea un capítulo aparte, y en
otro indica las condiciones hijiénicas de las muje-
res que sobreviven á la ovariotomia.
21^— Operación Cesárea, por Camilo Fernan-
dez Gil, Bachiller y ex-alumno de la Facultad de Teo-
logia en el Seminario Conciliar de San Fernando
^Orense). Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma. Bel-
irranonúms. 133 á 139. 1880. 46 ps.
La definición de la Operación Cesárea^ su divi-
ifiion, etimolojia é historia, abarcan el primer capí-
tulo. El Sr. Camilo Fbrkahdbz Gil estudia en
seguida las indicaciones de la operacion—punto
bastante oscuro, pues es muy difícil precisar de ua
modo riguroso el caso en que ella está indicada.
— 223 —
«Esta incertidumbre, dice Joulia, nos obliga í
relegar la operación cesárea á la clase de opera*
«iones desesperadas. >
Después de enumerar los casos en que la mayo-
ría de los autores creen que debe efectuarse la ope-
ración, pasa á ocuparse del manual operatorio y
de los cuidados requeridos, una vez efectuaaa
aquélla; llegando á las siguieates conclusiones:
«1® — Que la operación Cesárea se hace cada
vez meaos grave en atención á los progresos de la
cirujia, que modiñca ventajosamente los procedi-
mientos operatorios.
« 2® — Que deducida la indicación por el término
medio de mortalidad, eutre la histerotomia y la
embriotomia, los resultados son favorables á la
primera.
<3® — Que, por consiguiente, la operación cesá-
rea debe sustituirá la embriotomia, cuando el niño
^stá vivo y es viable. >
213— Lia peri-aretrotomia. Método nuevo pai*a
el tratamiento de las estrecheces uretrales^ por Julio
W. 6oH£Z. Buenos Aires. Litografía é imprenta de G.
Kraft^ calle Reconquista 92. 1880. 70 ps.
El estudio de las estrecheces uretrales, sus cau-
sas, modo de producción, y sitio en que con más
frecuencia se desarrollan, son los puntos tratados
<en los primeros capítulos.
D. «Julio W. Gokbz pasa á ocuparse del trata-
miento, indicando los casos en que debe emplearse
Iw^ttretr otomía interna y esterna \ y concluve con
la descripción de la yeriuretrotomia^ sus inaicacio-
nes 7 contra indicaciones, y los resultados obteni-
— 224 --
dos. Publica al mismo tiempo la historia i» Jtos
i^asos. de estrechez aretralf tratados, pejr este n^J^-
método.
ldl4-'ApuDte8 sobre las asenrisma» 4e la «»^
ta* por Juan María Bosch. Buenos Aiires. Inaprestn éfi ]
S. Ostwaid, calle Florida 136. 1880. 166 ps.
• Considero la tesis de D. Juak María Bosoi^ h
más importante de las presentadas en el añ^lBBO^
tanto por la detención j seguridad de las obsem-
oiones, recojidas como por las indicacionespropi^
3ue contiene. El punto de que se ocupa ha siéo
esarrollado en ella de una manera metódica f
completa.
Empieza con el estudio detenido de todos lot
causas que predisponen ó determinan el aieuriS'
ma en la arteria aorta, indica y comenta los direr-
sos síntomas que la enfermedad presenta, y señala
los medios que se emplean en su tratamiento. Con-
cluye su trabajo con las historias de cuatro caaos
que ha observado personalmente.
En el primero y tercero, el aneurisma estaba ^
situado en la aorta torácica, habiendo el enfermo, *
afectado de esta última, abandonado el Hospital
notablemente aliviado; y siéndola terminación del
primer caso, la muerte, acompaña los datos recoji-
dos en la necropsia. Corresponde á la aorta abdomi-
nal la segunda de las observaciones, correspon-
diendo finalmente la cuarta, á un caso ea que se
diagnosticó un aneurisma y sólo la autopsia revela
su inesactitud.
— 225 —
átiS^'-^btm Iiidátí4es, por Juan José Naoiv. Bue-
tfDÉi Aires. Imprenta de M.:Biednia, calle Be^rano ná-
aefos 133 á 130* 1880. M/ps. y dos ibiografías.
{Antiguamente se buscaba en las influencias side-
rales ^«1 oníjen de nuestras dolencias ; ahora se fija
Jia mirada en el .pequeño mundo que faa revelaao
el ^microscopio, señalándose en la etiolojia de la
mayor tparte de las enfermedades la ecsistencia de
^m parásito destructor del organismo que 4o abriga
en su seno. Al estudio de estos micro-organismos
•consagra JuAK Josa Naon el primer capítulo de su
trabajo, é indica las diversas teorías presentadas
sobre la materia, analizando la embriolojia de la
tenia echinococcus, su modo de penetrar al cuerpo
humano, los accidentes que en él determina y por
último los medios de reconocer su presencia y de
destruirla.
Acompaña una historia sumamente interesante
<deun hidátides del higado, observado por él en un
enfermo del Hospital de Hombres.
.^feifH- Consideraciones sobre el paladlsBiO^ por
SüDOBO GiSNEBos. Buenos Aires. Imprenta de S. Ost-
Wáld, tíalle -de la Florida núm. 136. 1880. 52í)s.
^1 eidtudio de la relación que hay entre la pro-
flüctáoü de ñebres intermitentes y la ecsistencia de
'paiítaü06, — circunstancia reconocida desde ios tiem-
pos de Hipócrates y que los observadores poste-
Tiofes no han 'hecho sino confirmar, — constituye la
pl*itti6ra parte de este trabajo, en la cual se mencÍQ-
üscn/atcnque no con toda la ostensión que merecen,
tos eescubrimientos de Salisbury sobre la ecsisten-
<;i)a de ulgds, análogas alas del j enero JPdlmella^
— 226 —
en ciertas comarcas pantanosas del Ohio; en segal*
da se ocupa de la dimsibilidad del miasma paládi*
co, de las condiciones individuales para la recepti-
bilidad, 7 de la incubación de este miasma, pasando»
al estudio de la sintomatolojia. Como no es posible
comprender bajo una sola aescripcion las diferen-
tes fisonomías que afecta el paludismo, á pesar de
la unidad de su causa y naturaleza, ha dividido
esta materia en varias agrupaciones, tratando sepa-
radamente las fiebres intermitentes típicas, las
{perniciosas remitentes, las larvadas, ypor último
a caqueccia palúdica. Lueeo estudia la anatomía
patolójica, el diagnóstico y el tratamiento de estas
diversas formas üe paludismo.
dl7~Gonsideraciones sobre la anestesia y anal
Íesia quirúrjica. por Wenceslao Tello. Buenos Aires,
mprenta de M. Biedma, calle de Belgrano números 133
y 135. 1880. 54 ps.
Después de un suscinto análisis de las funciones
del sistema nervioso de la vida de relación^ pasa el
autor á ocuparse de ]£l anestesia que con la analjé-
sia constituye los medios de que la cirujia y obste-
tricia disponen para anular el dolor físico. Espone
con bastante método los diversos fenómenos que
se observan durante la administración del cloro-
formo anestésico, que trata de prefencia pur ser el
más usado entre nosotros.
Dedica un capítulo especial á la analjésiaj á las
sustancias que se emplean para obtenerla, y dete-
niéndose también en las indicaciones y contraindi-
eaciones para la anestesia y analjésia en las opera-
ciones, concluye haciendo notar < que en nuestros
— 227 —
liospitales se desprecian un tanto los efectos de la
hemorrajia nerviosa, se emplea esclusivamente el
cloroformo, y se olvidan por completo los ájente^
anaijésicos, apesar de estar en bo^a en los hospita-
les europeos, en detrimento de la enseñanza, la
ciencia y la humanidad.»
S18—!E1 ehaitcro sifilítico es un accidente local^
por José Ángel Fuselli, licenciado en farmacia. Bue-
nos Aires. Imprenta de S. Ostwald, calle de Florida
136. 1880. 60 ps.
El chancro sifilítico puede considerarse como
punto de partida de la síñlis ó como primera ma-
nifestación de la infección del organismo por el
virus. FuSELLi acepta la primera de estas ideas, y
su tesis tiende á sostenerla. En algunos breves
capítulos se ocupa de la historia de la sífilis^ de su
contajio, desarrollo y tratamiento, y propone la cau-
terización del chacro, fundándose en que: —
« 1 ® Puede algunas veces impedirse la infección
del organismo cauterizando el chacro en sus prime-
ros dias, es decir cuando no está constituido sino
por una pequeña pápula.
<2® Que se impedirá la absorción del virus por
la via linfática y con estelos accidentes terciarios
déla sífilis, siempre que se cauterice el chancro an-
tes de que aparezcan los infartos.»
di 9— Eczema é impétifi^o del tegamento
cabelludo y de la cara, en los niños, por Benigno T.
AvELETRA, Ex-practicante honorario de la Penitenciaria,
ex-practicante de vacuna; miembro fundador del Ch'culo
Médico Argentino, etc. . . Buenos Aires. Imprenta de S.
Ostwald : Florida 136. 1880. 64 ps.
--- 228 —
Comienza por indicar de un modo rápido la étio-
4t)jÍB,«ín tomas, diagnóstíoo, y pronóstico del '6CjPema,
'étmpétiffo. D.'Bbniono T. Aybletra se detiene en el
tratan^iento de estas enfermedades, «írribando i
las Bígnientes concilasiones :
<1^ Que el tratamiento de eczema é imnétigo
está muy lejos de producirlos graves acciaentes
que le saponen los oposicionistas.
-«2® Que muy al contrario, su curación no da al
organismo otro resultado que librarlo de una afec-
4iioíi mol esta y repugnante, muchas vece8.>
Termina la tesis con siete historias de otros tan-
eos casos observados por el autor.
220 Consideraciones sobre las lieridas i^ene-
trantes, por Claudio G. Benitez, Ex-practicante
mayor interno del Hospital General de Hombres. Bue-
nos Aires. Imprenta de M. Biedma, calle de Belgrano
números 133 y 136. 62 ps.
D. Claudio G. Bbnitbz considera en el primer
;Capítulo la frecuencia con que se presentan entre
nosotros las heridas penetrantes, de las cuales ha
observado 492. En el segundo, analiza los síato*
•mas de dichas heridas en las articulaciones, en el
cráneo, toracs, abdomen y corazón ; pasando áe»-
pues á ocuparse del diagnóstico de estas lesionéis,
y del tratamiento, según los diversos casos, h»
tesis rejistra las historias de seis observaciones
hechas por el autor de casos de heridas pene
arantes.
221— Tratamiento de los aneurismas exte-
-teriores por la ligadura, por Juan A. Gallino. Bue-
nos Aires. Imprenta M. Biedma, calle Belgrano número
135. 1880. 40 ps.
— 229 —
Entre los numerosos medios aplicados en el tra*
tamiento de los aneurismas, la ligadura, es sin duda
alguna el que mejores resultados produce.
En esta tesis se encuentran inaicadas todas las
{precauciones que deben tomarse antes de efectuar*
a, el modo de hacerla y el tratamiento consecutivo
>que los enfermos requieren.
'También se estudia el modo de formación del
coágulo en el saco aneurismático después de la li-
gadura.
222— lia sífilis por Gregorio González^ Ex-prac-
ticante interno de la Penitenciaria de Buenos Aires.,
Ex-miembro activo del Círculo Médico Argentino. Bue-
nos Aires. Imprenta de M. Biedma., calle de Belgi*ano
números 133 á 135. 1880. 42 ps.
Laetiolojiade la sífilis; las lesiones que determi-
na en los tejidos que ataca; los síntomas que se
presentan» en los diversos períodos por que pasa la
enfermedad: su diagnóstico, pronóstico y tratamien-
to,— hé ahí los puntos de que se ocupa brevemente
D. Gregorio Gokzalez.
223— Higiene escolar, por Paulino Fernandez^
licenciado en farmacia. Buenos Aires. Imprenta de Pa-
blo E. Coni., especial para obras. 60— Calle Alsina— 60.
1880. 40 ps.
Esta tesis trata una cuestión práctica v que di-
rectamente interesad la«medicina. Como dice muy
bien Fernandez, la hijiene aplicada en la escuela
y enseñada al niño, dirije el desenvolvimiento nor-
mal de los órganos y funciones, corrijiendo las al-
ieraciones que éstos pueden presentar. En la pri-
-^ 23» —
mera parte de su trabajo se ocupa de los edificios
destinados á escuelas, cómo son j cómo debieran
ser; délos útiles, bancos, etc.
Por último, entra en apreciaciones sobre la edu-
cación física del niño, sobre las reglas que deben se-
guirse en cuanto á la hijiene personal, y concluye
dedicando un capítulo especial á los deberes délos
padres de secundar la acción del preceptor.
dl24— Contribución al estudio de la Mg^iene del
soldado en guarnición por Vicente Padilla. Bue-
nos Aires. Imprenta de M. Biedma, Belgrano 133 á 139.-
1880. 44 ps.
D. ViCBNTB Padilla, después de algunas idea»
ienerales sobre el oríjen de la hijiene^ su división y
la importancia de su estudio, considera los alimen-
tos que deben darse al soldado 7 las ropas propias
para éste, en verano y en invierno.
Termina su trabajo con la enumeración de las
reglas, que conviene obedecer en la construcción de
un cuartel, y que, según el autor, son las mismas
que presiden la construcción délos hospitales.
225— Higiene la ciudad de Buenos Aires^por
Julio Casal. Buenos Aires. Imprenta Ostwald, calle
Florida núm. 136. 1880. 60 ps.
En el primer capítulo se ocupa D. Julio Casal
del agua de la ciudad de Buenos Aires, su composi-
ción, litros que corresponden á cada habitante, etc.;
en el segundo, de los desagües, aconsejando que
mientras las cloacas no se terminen, las grandes
industrias se sirvan de pozsos aborbentes semejan-
— 231 —
tes á los ensayados en la Penitenciaria. — V. Anua"
rio anterior núm. 20S y termina con un estudio
sobre las habitaciones y zbtanos.
d26—Tratamiento de las afecciones de las vías
lacrimales, por Eduardo Obejero, Practicante ma-
yor del Consultorio Oftalmológico de la Sociedad de
Beneficencia, y Miembro fundador del Círculo Médico
Argentino. Buenos Aires. Imprenta de El Siglo calle
Alsina, núm. 101. 1880. 60 ps. '
Preceden al estudio del tratamiento de las afee
ciones de las vías lagrimales, algunos datos anató-
micos y fisioldjicos indispensables para ocuparse
de las enfermea.ades que en esas vias se desarrollan,
del tratamiento que se empleajeneralmente y del
empleado por el autor en cinco casos que se
le presentaron, cuyas historias incluye; trata-
miento que consiste en la introducción de* varias
cerdas, por el punto y canalículo lacrimal inferior,
previa incisión con el cuchillo de Weber, sondaje
y fijación de las cerdas en las fosas nasales. Poste-
riormente ha modificado este último tiempo de la
operación, y en vez de dejar las cerdas en el suelo
de las fosas nasales, las fija en el esterior. Su paso
por el aparato lacrimal se efectúa con instrumentos
construidos especialmente para ello.
Las conclusiones que se derivan del trabajo de
D. Eduardo Orejero son que « en los casos de es-
trecheces de los condicctos lacrimales, en los casos de
dacriocistitis crónicas, y en los de tumores inflama-
dos del saco lacrimal, en lugar de recurrir al cate-
terismo, de cualquiera manera que se haga, en
lugar de recurrir á las inyecciones as trinj entes ó
á las cauterizaciones,— es preferible emplear este
método, al que no se le ha visto traer hasta ahora
— a32 —
más que beneficios para el enfermo y para el mé-
dioo. »
227 — Amblioplas y amaurosis, por Felipb
Basayilbaso^ Ex-practicanle mayor interno del Hospi-
tal General de Hombres, Director de la Escuela de Me-
dicina de Buenos Aires. Buenos Aires. Imprenta de M.
Bíedma^ calle Belgrano números 133 y 139. 1880. 60 p».
Una de las partes más importantes de la ofial-
molojia es el estudio de las ambliopias y amaurosis
cuyo número lia disminuido mucho, gracias al des-
cubrimiento del oftalmoscopio. D. Fblipb Basavil-
BASO aprecia las causas de estas enfermedades,
pasando al diagnóstico, que no puede hacerse sino
por esclusion y con conocimiento perfecto de las
anomalías de refracción, pues las ambliopias tienen
muchos puntos de contacto con esas alteraciones.
Trata en particular de las ambliopias alcohólicas,
quininas, traumáticas y saturninas, trayendo sobre
cada una de ella& los datos que le ha suministrado
su propia observación; y termina con el estudio
del tratamiento de esta enfermedad.
228~Estudio sobre la endometritis aguda» por
LmL F. ViLA. Ex-practicante mayor interno (por con-
curso) del Hospital General de mujeres y miembro fun-
dador del Círculo Médico Argentino. Buenos Aires.
Imprenta de S. Ostwald. calle Florida 136. 1880. 46 ps.
El análisis de las causas predisponentes y deter-
minantes de la endometritia aguda^ ocupa el primer
capítulo del trabajo de D. Luis F. Vila, quien con-
siaera en los siguientes su anatomía patolójica, sus
síntomas, diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
— 233 —
lK29~Estudío sobre presentaciones del troneo
(evolución espontánea) por Moisés Eohegóten. Buenos
Aires. Imprenta de M. Biedma, Belgrano núm. 133 á
139. 1880. 44 ps.
Su autor se ocupa, ante todo, de las causas de la
presentaciones del tronco, punto oscuro, porque
como dice muy bien Joulin, < ellas están subordi*
nadas á una jerarquía de suma elevación y cuyo$
grados inferiores son los únicos accesibles á núes*
tras conleturas. Basta colocar un signo de interro*
gacion después de cada hipótesis, á que se asigna
el nombre de causas, para ver surjir un nuevo
problema que resolver.»
Se detiene en el diagnóstico de la enfermedad y
considera el modo cómo termina el parto en estos
casos, y cree que la mayor parte de las veces con-
viene dejar obrar á la naturaleza, fundado para
ello en la opinión de varios autores y en un caso
por él observado.
d30— Patología de la menstruación, por Es-
colástico Imas. Buenos Aires. Imprenta Ostwald,
calle Florida 136. 1880. J18ps.
El estudio físiolójico de la menstruación, la in-
fluencia que ésta ejerce en la producción de estados
patolójicos, la relación en que se halla con las en-
ierme¿ades acudas y crónicas, constituyen el obje-
to de los primeros capítulos de esta tesis ; los
siguientes se ocupan de la amenorrea y dismenor-
rea, de los síntomas, marcha, terminación y trata-
miento de estos estados; concluyendo con breves
apreciaciones sobre la metrorrajia, que divide con
Moynac en metrorrajia por lesiones traumáticas ú
orgánicas de la matriz, por ñuccion ó estasis san-
— 234 —
guineo en los vasos del útero, y por último, ea
aderrámicas por alteración de la sangre.
$í31->Estudio sobre algunas relacionéis del sim-
pático y el cerebro por Inocencio Torino, del
Círculo Medico Argentino y Secretario del Departamen-
to de Higiene de la Nación. Buenos Aires. Imprenta de
M. Biedma, calle de Belgrano números 133 á 139. 62 ps.
Don Inocencio Torino empieza su tesis por el es-
tudio del gran simpático, sus oríjines encefálicos,
su disposición y distribución en los vasos, y termi-
na apuntando embrionariamente las relaciones del
cerebro con este nervio. En el segundo capítulo
considera las relaciones del espíritu y el cuerpo,
llegando á la conclusión, hoy por todos admitida,
de que « el cerebro no es sólo el órgano delainte-
lijencia sino el regularizador más ó menos directo
de las funciones orgánicas que componen la má-
auina animal.> Se ocupa luego de la circulación
urante el trabajo cerebral, de la influencia del
trabajo intelectual sobre la dijestion, sobre las se-
oraciones, y por último, de la atención y su influen-
cia en la circulación periférica. El capítulo cuar-
to trata del rubor, sus relaciones con la atención y
del papel que desempeñan los vasos motores para
producirlo. El antagonismo entre la circulación
cerebral y la periférica, sus causas, el tonus y la
atención, y la influencia de esta última en los tras-
tornos dij estivos ocasionados por el trabajo ccre
bral, son los puntos tópicos del capítulo siguiente.
Los últimos capítulos de esta tesis, que es incues-
tionablemente una de las mejores que se han pre-
sentado á nuestra Facultad de Medicina, versan
sobre la aplicación de las teorías del tonus y la
atención á diversos casos prácticos.
— 235 -
232— Transmisión de la sani^i^e, por Eduardo
MujicA, licenciado en farmacia. Buenos Aires. Impren-
ta Ostwald, calle Florida número 136. 1880. 86 ps.
Ocúpase esta tesis de uno de los principales des*
cubrimientos de la ciencia — la trasficston de la
sangre, que practicada en casos estremos ha vuelto
á la vida á multitud de seres colocados á las puer-
tas de la tumba — Después de una reseña histórica
flobre tan delicada operación, pasa el autor á ocu-
parse de la temperatura, composición y demás
condiciones de la sangre^ requeridas para que la
trasfusiondé el resultado que se busca; delosac-
<3identes que sobrevienen en el curso de las opera-
ciones ; de los casos en que ésta se encuentra indi-
cada, y finalmente, de los instrumentos empleados
para efectuarla.
233— Consideraciones sobre el sueño é insom-
nio por Guillermo Aohaval. Buenos Aires. Imprenta
deS. Ostwald: calle de la Florida 136. 1880. 114 ps.
Antes de ocuparse del sueño é insomnio, entra
D. Guillermo Achaval en consideraciones genera-
les sobre el funcionamiento del sistema nervioso;
luego pásaá desarrollar el punto que le sirve de
tema, esponiendo antes los fenómenos mecáni-
cos y físicos de esta función, los fenómenos esterio-
res que son los pródromos del sueño. Sigue con él
análisis de las teorías predominantes sobre la circu-
lación cerebral en el momento del sueño, y termina
i9ú tesis con algunas indicaciones sobre el insom-
niOy su causa, sus síntomas, trastornos que deter^
mina y modo de combatirlos.
i
' — 236 —
SK34-^Ijas mama» y el tasi argentino* Sa pro-
piedad laclígena, por Alejandro D. Ortiz, ex-practí-
cante del Kéreito— 1874-1875— Ex-cirujano en la arma-
da—1879. menos Aires. Imprenta de M. Biedma., calle
Belgrano números 133 á 139. 1880. 62 ps.
El autor empieza por el estudio anatómico y físio-
lójico de las mamas, considerando someramente la
influencia del sistema nervioso en su secreción. Por^
lo (|ue respecta á la patolojia de estas glándulas^
se limita á enumerar las enfermedades que en ellas
96 desarrollan y cuya presencia ocasiona alteracio-
nes anatómicas y fisiolójicas que anulan, disminu-
yen ó alteran el producto de su secreción cuando la
naturaleza les destina á llenar las funciones de que
están encargadas.
La última parte de este trabajo, es sin duda algu-
na la más interensante: se refiere al estudio de una
Slanta de la familia de las Asclepiadeas^ oriunda
e la República Arj entina, que tiene lapropiedad,.
dice el autor, <de producir la leche en la mujer.»
^
d35— Interrogatorio médico, por Daniel Li-
ZARRALDB. Bnenos Aires. Imprenta '"''La Central", Vic-
toria 27. 1880. 78 ps,
«El interrogatorio, dice Bouchut, es de gran im-
portancia, y puede considerarse como hombre de
verdadero talento al que sepa plantear y variar to-
das las cuestiones que conciernen al enfermo.» En
la tesis de Daniel Lizarralde se encuentran enu-
meradas todas las preguntas que conviene hacer &
un enfermo, guardando el orden en que deben diri-
jfrsele. De las consideraciones jeneral es sobre este-
punto, pasa á estudiar separadamente el interroga-
- 237 —
torio del hombre, de la mujer, de los niños y de los
dementes. Respecto de éstos, sarjen muchas veces
dificultades, á primera vista insuperables, para
establecer la armonía entre las preguntas del mé-
dico 7 las respuestas del enfermo. £1 autor indica
los medios de vencerlas.
MAS ESiClÁS í
mm T ssnoEtciois ciihiifims
236— Frenos continaos de ferro-carriles.
Tesis para optar el título de injeniero civil por Miguel
A. Araos. Éuenos Aires. Imprenta de M. Biedma, ca-
lle Belgrano números 133 á 139. 1880. En4'^ menor, 40
ps. y un cuadro con diez láminas.
El Señor D. Miguel A. Araos ha estudiado las
ventajas que ofrece el uso de los frenos continuos
en los ferro-carriles, comparándolos con las demás
clases de frenos. El punto que ha elejido para su
disertación tiene el atractivo de la novedad ; y en
nuestro pais, especialmente, asume una importan-
cia práctica valiosa, por el gran número de líneas
férreas que cruzan entre poblaciones crecientes y
la frecuencia con que acontecen desgracias que
ecsijen urjentemente se arbitren los medios de evi-
tari as.
1
— 240 —
2S7— Breve estudio sobre el ^eni^e permeable.
Tesis presentada por Psdbo José Cornejo para adquirir
el título de iujeniero civil. Buenos Aires. Imprentada
If . Biedma. calle de Belgrano números 133 á 139. 1880*
En 4^ menor, 48 ps.
El distinguido joven sal teño D. Pedro Jos¿ Cor-
nejo, ha tenido también la buena idea de elejir co-
mo punto de su disertación un tema de utilidad
práctica entre nosotros, cual es el drenaje permea-
ble, ecsaminándolo á la luz de su espíritu claro j
nutrido. Su tesis, que demuestra un método esce-
lente j un conocimiento científico que sólo se ad-
quiere tras largos años de estudio j observación
constante, ha de prestar su cooperación á la reso-
lución del problema del drenaje, tan poco estudia-
do aún entre nosotros.
288-S(obre el cometa de febrero de 1880
por Benjamín A. Gould, Director del Observatorio
Kacional Argentino. Publicado en los «Anales de la So-
ciedad Científica Argentina» (Tomo IX^ pajinas 145-151).
Buenos Aires. Imprenta de Pablo B. Coní, especial para
obras. 60— Calle Alsina— 60. 1880. En 4® menor, 8 ps.
Estudio astronómico del cometa que apareció el
dia 1 ó 2 de febrero de 1880.— Hace la historia de
sus observaciones al respecto ; determinación déla
posición, altura, etc., del cometa.
Lo caracteriza notablemente «el largo escesivo
de su cola muy angosta, la ausencia casi total de
gradación en su brillo y la debilidad de su cabeza.»
El 14 de febrero fué el último dia que el ilustra-
do Director del Observatorio Nacional de Córdoba
pudo distinguir la cola, que vio todavía con una
lonjitud de 34 ® .
i
-241 —
289— Informe sobre la manera de distribuir el
as^na entre el Poeito i la ciudad i departamen-
tos sub-urbanos^ presentado al Gobierno de la rrovincia
Sor Tabeo Rojo. San Juan. Imp. de La voz de Cayo —
eneral LasHeras— 37. 1880. En 16®, 18. ps.
El Señor Tadbo Rojo, nombrado en Comisión
Sor el Gobierno de San Juan para el estadio de la
istribucion del agua entre el Poeito y la ciudad,
etc., se espide en un informe detenido de 25 de
agosto de i880, que termina aconsejando se vuelva
al sistema ó servicio de las compuertas, abandona-
do poco antes.
240'-lixcarsion á un distrito minero de la
SieiTa de San Luis por Eduardo Aguirrb. Publicado
en los «Anales de la Sociedad Científica Aijentina».
Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial pa-
ra obras. 60— Calle Alsina-60. 1880. En 4^ menor,
14 ps.
No es, como el trabajo de Benelishe sobre el Fa-
matina — V. el n. &4c\. — una obra de aplicación
Sráctica. Por lo menos, predomina en el trabajo
e D. Eduardo Aouirre la esposicion científica pu-
ra hecha con claridad y competencia, determinan-
do alturas y estudiando la calidad de los terrenos.
241— Descripción g^eológ^ica é investigaciones
mineras sobre eiFamatina. Con una relación amplia
de sus distritos minerales en esplotacion, y otros distin-
tos distritos minerales, al sur, y N. Oeste, por F. Benb-
liiSHE. Obra práctica. Primera parte. Buenos Aires. Ti -
pografia del autor, calle Piedad 129. 1880. En 8 <=> me-
— 242 —
Bor^ 84 ps. Seguido de Ib. Relación descriptiva y práctica
de los distintos distritos minerales del gran nevado del
Famatina. 18 ps.
Como su mismo autor titula este trabajo, es ante
todo una obra práctica. Estudia cientiñcamente los
terrenos, determina los distritos mineros, considera
los obstáculos para la esplotacion y propone los
medios que cree adecuados para vencerlos.
<D. Federico Bekelishb^ decia un cronista, es
un viejo minero que ha pasado largos años entre
las rocas de Copiapó, en el laboreo arjentífero, ad-
quiriendo esa práctica esperimental, que no se ob-
tiene sino en la prueba, y en el fondo de la mina.>
— Nada de estraño, pues, que haya hecho un libro
útil, sirviéndose de sus propias observaciones.
d42~ Atlas de la description physiqne de
la Republique Argentine contenant des vues pittores-
gues et des figures d'histoire naturelle composées par le
Dr. H. Burmeister, Directeur du Musée public de Bue-
nos Aires. Membre corresponda nt des Académies des
ficiences de Berlín, Saint-Pétersbourff, Turin, Washing-
ton, et de rUniversité de Santiago de Chili, etc., etc.
Le texte traduit en francais avec le concours de E. Dai-
BEAUX, Avocat; Membre de plusieurs societés littéraires,
Ire. livraison— Lépidoptéres. Buenos Aires. Texte de
Fimprimerie de Paul Emile Coni, rué Alsina 60. Pa-
rís.—F. Savy. Halle— Ed. Antón. EnCommission. 3879.
En 4 "^ , 40 ps. de testo á dos columnas y 16 planchas de
litogi-afia de C. F. Schmidt, de Berlin.
243— El mismo.
2® livraison.— Lépidoptéres. 1880. 20 ps. (de 41 á 60)
y 8 planchas.
— 343 ~
. ; Véase el núm. SIS del AniMrio anterior.
Al terminar el año 1880 sólo hablan aparecida
«slras dos entregas del Atlas complementario de la
J>€8€npcion física de la República Argentina, dada &
luz la primera de ellas á mediados del 79. <Es
una obra, dice su autor, destinada á hacer conocer
las vistas pintorescas características del pais y las
especies nuevas ó imperfectamente conocidas de
los seres organizados de esta parte de la América
Meridional.. Es probable que también publique al
fin una carta jeográQca del terreno y cartas jeog-
nósticas, cuando haya podido reunir nuevas obser-
vaciones suficientemente esactas sobre tan difíciles
cuestiones, que hasta hoy se han ecsaminado super-
ficialmente.
« El Atlas^ cuyas figuras he dibujado yo mismo
en su mayor parte, se compondrá de seis secciones:
« 1, Vistas pintorescas, XIV cuadros in-folio
real.
« 2. Figuras del esqueleto ó de los cráneos de
los mamíferos^ sea de especies estinguidas, sea de
especies nuevas.
< 3. Figuras de especies nuevas ó características
de los pájaros.
« 4. Figuras de reptiles, anfibios y pescados de
agua dulce.
« 5. Figuras de insectos con análisis de los prin*
cipales jéneros.
« 6. Figuras de animales superiores.
« Las secciones de los vejetales y de la jeogno-
8ia, que no han sido preparadas por mí, formarán
un atlas separado^ respecto del cual nada puedo
anticipar,
« Casi todas las planchas de la primera, segunda,
tercera, y quinta secciones están ya dibujadas y
— 244 --
muchas de ellas enviadas á los artistaa para la
ejecución. >
Las dos entregas de lepidópteros que van aquí
catalogadas, forman la segunda parte de la quinta
sección, que se compondrá de unas 30 ó 32 planchas
y el testo correspondiente.
Poco puede decirse de estas entregas, fracción
mínima de una obra monumental, que se presenta
al mundo científico honrosamente escudada con el
nombre ilustre de Burubister ; pero él mismo,
después de agradecer al Gobierno de la Nación
que haya tomado sobre sí los gastos de tan «impor-
tante como difícil trabajo,» hace una adyertenda
que traduzco en seguida como complemento de esta
noticia bibliográfica :
< Para dar más valor científico á mis publicacio-
nes sobre los lepidópteros de la República Arjen-
tina, dice, he presentado en el atlas de esta obra,
que contiene principalmente las observaciones res-
pecto de sus metamorfosis, cuanto recojí durante nú
viaje por el Brasil, en 1851, referente á las especies
brasileras. Acompañábame mi hijo mayor, Her-
mán, á quien había yo acostumbrado con mi pro-
Sio ejemplo, á dibujar larvas, á fin de procurarme
e esta manera un número más considerable de
tipos diferentes ; y como algunos años después, en
1856, mi segundo hijo, Enrique, fijase su residen-
cia en Rio Janeiro, donde permaneció doce años, le
pedí continuase aquel trabajo, y he recibido de él
bastantes dibulos nuevos. Eloy entrego todos esos
dibujos al público, como los délas larvas v mari-
posas de la República Arjentina, tomados por
mí durante mi lar^a permanencia en esta parte de
la América Meridional. Siento confesar que en
muchos casos me limito al dibujo, sin una detenida
descripción científica. >
— 245 —
t^o podía pedirla á mis hijos, todavía muyjóTe*^
nes en esa época, 7 desprovistos de la práctica
completa de tales trabajos. Sólo he tenido ocasión
de ecsamlnar detalladamente algunas larvas man-
tenidas en agnardlente, como lo verá el lector
en el testo que acompaña á las figuras.
Y Mi hijo Enrique se ocupaba sobre todo de cazar
y conservar mariposas, y como antes de su vuelta
a Europa ha cedlao su colección al Museo Público
de Buenos Aires, tengo á mi disposición una serie
^completísima de muestras de la fauna de los alre-
dedores de la capital brasilera. Me apr'ovecho de
^llo para dar la lista de muchas especies encontra-
das por mí ó por mi hijo en Rio Janeiro, probando
así que esa fauna es muy diferente de la de la Repú-
blica Arjentlna, aunque representada á menudo por
dos especies análogas sumamente prócsimas ó por
variedades locales poco distintas. Muchos autores
Sretenden considerar estas variedades como verda-
eras especies. No puedo participar de las Ideas
de estos especialistas que por llj eras variaciones,
aumentan indefinidamente el número de las espé-
jeles; ten^o, por el contrario, la opinión, bien fun-
dada en la esperlencla, de que cada especie, aun-
que de carácter fijo y de cierto modo Invariable ba-
jo el punto de vista puramente científico, está pron-
ta á modificarse por la acción de las diversas In-
iluenclas esternas del clima y el alimento, y que
tal acción puede hasta cierto grado alterar algunas
de sus cualidades subordinadas específicas. Esta fa-
cultad será tanto más grande cuanto más vasto sea
^1 territorio sobre el cual se ha esparcido la espé-
jele ; y sólo se encontrarán totalmente Invariables
las especies locales que nunca han abandonado el
Jugar de su oríjen. Bajo este estricto punto de vis-
te
— 246 --
ta soy partidario de la teoria de la variabilidad
délas especies.»
« 244— lia Beina de las Flores. Conferencia po-
pillar dada en la asamblea jeneral de la Sociedad Cien-
tífica Argentina, el 4 de mayo de 1880 por el Dr. D. Cíe-
los Berg Profesor en la Universidad y en el Colegio
Nacional; Presidente de la Sociedad Ai^entina de Hot-
ticultura; Miembro de la Sociedad Científica Aretnim;
etc. Publicados en los * Anales de la Sociedad Científi-
ca Argentina» (Tomo IX, Pajinas 211-223) Buenos Ai-
res. Imprenta de Pablo E. Coni, especial para obraSr
60-Calle Alsina 60. 1880. En 4® menor, 16 ps.
Conferencia interesante y llena de novedad, so-
bre la rosa, reina de las flores, — su niitolojia, su
historia anecdótica, su historia natural. Es tan
ameiía^ tan propiamente popular á la vez que ins-
tructiva, que no trepido en afirmar que puede man-
tener suspenso cualquier auditorio.
$^45— -Algunas observaciones sobre la familia de
las Amarantáceas por Domingo Parodi. Trabajo pu-
blicado en los «Anales de la Sociedad Científica Argen-
tina» (TomoX. Pajinas 233) Buenos Aires. Imprenta de
Pablo E.Coni, especial para obras. 60— Calle Alsina—
60. 1880. 16 ps.
El Señor Domingo Parodi habla con la ciencia 7
esperiencla del hombre que se ha dedicado á pro-
fundos estudios botánicos. Después de observ^acio-
nes jeneral es respecto de la familia de plantas
de que se ocupa, concluye su trabajo con unas *So'
tas sobre algunos caracteres jenéricos de las Ama-
— 247 —
rantáiceas que crecen en las Misiones y en el Para-
guay» , escritas en latin, y que constituyen la mayor
importancia de este opúsculo. Las notas compren-
den las Gomphrence y las Amarantos, cada una d«
ellas con tres sub-divisiones.
246 — Zooloi:ia sistemática Texto traducido
muy abreviadamente y con algunas modificaciones, de
]a parte sistemática del texto de zoología escrito en ho-
landés por el Dr. P. Hartinq, catedrático en Utrech.
Para el uso de los estudiantes que siguen su curso en la
Universidad Nacional de Córdoba, por el Dr. D. H.
WEYENBEBaH, Catedrático de 2k)ologia y Anatomía
comparada. TomoIII. Figuras. Buenos Aires. Impren-
ta de Pablo E. Coni, especial para obras. 60— -Calle Al-
sina— 60. 1880. 178 ps. (Todas las pajinas son dobles,
correspondiendo á cadapájina de figura una de testo con
el mismo número.)
Las figuras alcanzan á 879 con las correspondien-
tes llamadas de un testo sumario, suficiente, sin
embargo, para dar idea esacta del dibujo.
Este tomo es el único publicado.
d47— lia Tida y costumbre de los tenuitos.
Conferencia popular dada en la Asamblea general de la
Sociedad Científica Argentina, el 17 de Setiembre de
1880, por el Dr. D. Cáelos Bero, Profesor de Zoologia
en la universidad y de Historia Natural en el Colegio
Nacional, Presidente de la Sociedad Científica Argentina
de Horticultura, etc. Con lámina. (Publicada por la So-
ciedad Científica Argentina) Buenos Aires. Litografia,
Imprenta y Encuademación de O. Kraft, Reconq. 92.
1880. En8«, 16 ps.
— 248 —
Interesante conferencia sobre la Ortópteros
•pseadonenrópteros, ynlgarmente conocidos eon«l
nombre Aeharmigcis blancas^ annqne sólo tienen de
común con ellas «el aspecto jeneral 7 la costumbre
de Tivir en sociedad y construirse moradas ó haü^i-
taciones.»
948— Besefta de los eocrodilinos de la Repú-
tblica Argentina por el Dr. D. Geeman Bübkeistxb. Pu-
blicado en los «Anales de la Sociedad Gientíñca Argen-
tina» (Tomo IX, Pajinas 241-251). Buenos Aires, im-
prenta de Pablo E. Goni^ especial para obras. 60— Calle
Alsina— 60. 1880. En4<^ menor, 14 ps.
Trabajo inédito. Formará parte de la grande
obra del Dr. Burubistbr — Descripción de la Bepü-
blica Arjentina. V. los niíms. ^^^ J /34r35 y
del Anuario anterior, el núm.
d49--Obseryaciones acerca de la familia Hy*
ponomeiitidoe por el Dr. D. Carlos Bero. Pablica-
do en los «Anales de la Sociedad Científica Argentina»
(Tomo X, Pajinas 85 á 91 y 99 á 109). Buenos Aires. Im-
prenta de Pablo E. Coni^ especial para obras, eo*— Calle
Alsina— 60. 1880. En 4® menor, 20 ps.
Interesante réplica al trabajo de A^uíles Gnenée
— Etvde sur les xponomeutides — publicados en los
Annales de la Soctété entomohgique de France.
d50--Elxploracion de la Costa oriental 46
la Patafl^onia bajo los auspicios del Gobierno Nado-
— 249 —
nitl por Rahon Lista, Miembro de rarias Sodedadc^^
científícas nacionales y e strameras. Buenos Aires. Im?
prenta de M. Biedma^ callé BeJgrano números 133 ál39«
1^80. En 8®, 68 ps.
Incluido después este trabajo, en el libro Mis es-
plin'iicionesy desctibrimientos, — núm. siguiente — for-
mó su segunda parte, desde la p. 131 hasta el fin.
Bsplora parte del Rio Negro, describe el pueblo
Biedma, anteriormente llamado Mercedes, sigue
del á la laguna de Gutiérrez, Aguada de los loros, y
salo al Atlántico, donde encuentra el cúter «Pata*
gdnes» , en el cual visita el puerto de San Antonio.
^51:-]IIÍ8 esploraeiones y descnbrimleiitos
en la Pata^onia. 1 877-1880 por Ramón Lista, Miem-
bro de la Academia Nacional de Ciencias de la Repú-
blica Arjentina. Redactor del Anuario Hidroeráftco de
la Marina Argentina, Miembro de la Sociedad Científi-
ca de Buenos Aires, de la Sociedad Española de Histo-
ria Natural, del Instituto Geográfico Argentino, del
Ateneo del Uruguay, etc., etc. Buenos Aires. Imprenta
de Martin Biedma, calle Belgrano números 133 á 139.
1880. En 4®, 214 ps., un mapa de la Patagonia Austral,
retrato del autor y muchas láminas.
El joven escritor D. Ramón Lista ha publicado
un nuevo libro de viajes que comprende sus esplo-
raciones y descubrimientos en la Patagonia desde
1877 hasta 1880. El nombre del autor no es desco-
nocido dentro ni fuera del pais, porque las princi-
pales sociedades científicas de Europa han recibido
con satisfacción sus trabados anteriores. — V. el
Anttario de 1879, núms. 2ÍS y S16.
El viaje de Listase efectuó bajo los auspicios de
la Sociedad Científica Arjentina y con la protec-
— 250 —
eion del Gobierno. Justo es recordarlo ante los
bellos resultados obtenidos.
Lista llegó á Punta Arenas el U de agosto de
1878. Después de algunos dias de permanencia en
esa colonia, p^só & Santa Cruz, deteniéndose en la
isla Pavón, situada al Sur del brazo principal de
ese rio. Luego, costeando el rio Chico, va por la
ribera sur, ya por la ribera norte, según lo permi-
tía el terreno, alcanzó ala laguna Moyano, habien-
do atravesado en diversos sentidos el Karpen-
aiken, paradero de indios en la confluencia del rio
Chico con el Shehuen ; visitado el monte Mawaish,
de curiosa configuración, que tiene un agujero que
lo cruza de norte á sur ; y descubierto las nacien-
tes del rio Chico, á tres millas prócsimamente de
los Andes. De allí emprendió su vuelta á Santa
Cruz.
Tal es, en dos palabras, el viaje de Lista ; pero
este rápido itinerario no puede darnos idea de la
importancia de su libro.
haciente, observador, tiene la preparación bas-
tante para hacer fructíferas sus esploraciones en
territorios por donde no habia pasado aún el hom-
bre de la civilización. Se ha dedicado durante
algunos años al estudio de las ciencias naturales, y
puede apreciar las riquezas de toda especie que
encierra la Patagonia Austral.
Conocedor de la jeografia arj entina, rectifica, de
paso, errores lamentables en que han incurrido
algunos autores, sea en las descripciones, sea en
mapas poco escrupulosos.
Las costumbres de los indios, sus relaciones de
comercio con los negociantes chileoos, los usos y
hábitos de su vida, su relijion, sus nociones mora-
les, su desarrollo intelectual, y especialmente su
lengua, son otros tantos puntos de interesantes
— 251 —
observaciones trasmitidas con cuidadosa esactitad
y con la fidelidad del viajero que prefiere llevar
su concurso de verdad á la ciencia antes que levan-
tar su fama por medio de narraciones fantásticas y
atrajentes.
Largos capítulos sobre la fauna, la vejetacion y
la mineralojia austral, la meteorolojia, y finalmen-
te un vocabulario de más de cien palabras de la
lengua tsoneca ó tehuelche, completan la obra de
Lista, que termina con una esploracion de la costa
oriental de la Patagonia.
Las noticias arqueolójicas y antropolójicas de
^sta última rejion del territorio esplorado, presta-
rán, indudablemente, importantes elementos de
investigación á los sabios europeos dedicados á
esas materias con tan preferente como natural
atención.
La era tle adelantos pacíficos y fecundos á que
ha entrado la República Arj entina reclamaba nue-
vos estudios y atentas observaciones sobre sus
territorios desconocidos. Ese anheloso empeño de
descorrer los velos del misterio que cubrían comar-
-cas inmensas y cubren todavia mucha parte de
ellas, parece un llamado del sentimiento de la civi-
lización.
Moreno, Lista, Zeballos y cuantos han dedicado
■abnegadamente algunos años de la vida al triunfo
4e las teorías científicas, con peligro de su propia
ecsistencia, ó sometiéndose, por lo menos, á fatigas
y duras privaciones, son obreros del progreso que :
merecen bien de la humanidad.
ft^^—Tíaie á la Pataffonia Austral empren-
dido bajo los auspicios del Gobierno Nacional, 1876-
1877, por Francisco P. Moíieno, Director del Museo
— 252 —
Anlrotiológico y Arqueológico de Buenos^ Aires y Gefe
de la Comisión esploradora de los territorios Australes^
Doctor ad-hoDorem de la Universidad Nacional^ Miem-
bro de la Academia Nacional de Ciencias de la Repú-
blica Argentina^ Miembro Académico de la Facultad de
Ciencias Físico Naturales de Buenos Aires^ Miembro
honorario del Círculo Médico Argentino, Miembro ho-
norario de la Sociedad Italiana de Antropologia y Etno-
logía, Miembro corresponsal de la Sociedad de Antro-
Ííologia de Paris, de la Sociedad de Antropologia, Etno-
ogia, etc., de Berlin, de la Sociedad Real de Ciencias
de Liege, y de la Sociedad Mejicana de Historia Natu-
ral; Miembro déla Sociedad Geográfica Italiana, etc. —
Segunda edición. Tomo primero. Buenos Aires. Im-
prenta de La Nación, San Martin 208. 1880. En 4^
VIII-462-IV ps., el croquis de una parte de la Patagonia
é infinidad de grabados intercalados en el testo y algu-
nos en láminas especiales.
Véase el número 313 del Antuxrio anterior,
donde el distinguido estudiante de medicina que
firma con las iniciales A, K,^ se ocupa del libro de
Francisco P. Moreno, aunque nó con la detención
que merece y que le han dedicado las más ilustren
academias científicas del mundo.
Esta segunda edición es idéntica á la primera,
por el material como por la limpieza de la impre-
sion.
253— I^a última Jornada en el avance de la
frontera del Sur, por el Dr. Estanislao S. Zeballos.
(Las ideas dirijidas á promover el bien común deben
ser predicadas y difundidas gratuitamente, para que el
pueblo las patrocine y practique por medio de sus órga-
nos legales). (Edición de 100 ejemplares, tomada del
Boletín del Instituto Geográfico Argentino. Se da gra-
tuitamente en el estudio del autor, Perú 23). Buenos
Aires. Establecimiento tipográfico á vapor de La Pren-
Ba. Calle de Moreno número 109. 1880. En 4®, 12 ps.
- 2S3 —
Carta al Coronel Napoleón Uriburu con motivo^
4e'la « plausible y trascendental noticia de que la
biearra división del Neuquen habia paseado sus^
banderas y sus armas sobre los límites andinos de
los Andes. > — Contiene buenos datos que hoy soa
ya del dominio de todos.
2S4— Breve estudio sobre el Chaeo y el Berme-
Jé por Juan y Manuel Sola. Buenos Aires. Imprenta
de rabio B. Coni, especial para obras. 60-— Calle Alsiua
--éO. 1880. En 4 ® menor, 40 ps.
Todaviano se ha hecho un estudio completo del
Gran Chaco, « vastísima zona que partiendo desde
Chiquitos, en el Departamento boliviano de Santa
Cruz de la Sierra, se desarrolla hacia el sur, eos*
tea las mar jen es occidentales de los rios Paraguay
y Paraná, íorma sucesivamente las fronteras orien^
tales de Sucre, Tarija, Salta y Santiago del Estero,
y va á terminar en la Provincia de Santa-fé. >
El folleto de los señores Juan y Manuel Sola ea
uno de los trabajos menos deficientes sobre esa
rejion, no sólo por su parte jeográfica como por la
erudición histórica y las sensatas apreciaciones
prácticas que contiene, enumerando los principales
TÍajes y espediciones que han precedido ala de los
señores Sola.
255— estudio topográfico de la Pampa y el
Bio Ne^ro por Manuel J. Olascoaoa, Teniente Co-
ronel, geíe de la Oficina topográfica de ingenieros mili-
tares. Comprende el itinerario de todas las columnas de
operaciones que ocuparon el desierto y llevaron la líneBtr
— 264 —
de fronteras sobre dicho rio, á las órdenes del Exmo-
Señor Ministro de Guerra y Marina, General D. Julio
A. Roca. Precedido de antecedentes y documentos rela-
tivos á la iniciativa de esa empresa y batida general de
indios, que se anticipó á la definitiva ocupación. Contie-
ne varias láminas y termina con el plano general del
territorio referido. Buenos Aires. Imprenta de Ostwald
y Martinez, calle Florida 136. 1880. En 4® mayor,
LXXXII-280 ps.
•
Las láminas son : retrato del jeneral Roca, vista
de Sierra Chica, las dos hermanas, litograñas ;
Paso Alsina, copia fotográfica de un cuadro de
Olascoaga; vistas de la Escalera, Choyque-Mahui-
da, Codo de Chiclana, Chimpav, vista panorámica
del valle del Rio Negro, todas litografiadas.
El plano abarca el territorio de la Pampa y Rio
Negro y < las once provincias chilenas que lo ave-
•cindan por el oeste, comprendiendo el trazo de la
batiday esploracion jeneral hecha últimamente en
-el desierto hasta la ocupación definitiva y estable-
cimiento de la línea militar del Rio Negro y Nea-
quen por el ejército nacional á las órdenes del
señor jeneral I). Julio A. Roca.»
El año 1880 ha sido relativamente pobre en libros
Ae viajes y esploraciones científicas; no es dado sin
embargo quejarsede las pocas obras de ese jénero
que se han publicado.
El libro del Teniente Coronel Makübl J. Olas-
€OAGA tiene una importancia indiscutible, no sólo
Sara los habitantes de la República — ignorantes
e las riquezas de su suelo,— sino con mayor razón
para los estranjeros que empezarán á conocer y
y apreciar el valor de nuestra si tuacionjeográfica.
Las LXXXIII primeras pajinas del libro corres-
ponden á los antecedentes, como los llama el autor;
£s decir, «cartas del jeneral Roca al ministro déla
— 255 —
Guerra, Doctor Alsina, dando sus yistas sobre el
mejor servicio contra los indios é inculcando la
idea de llevar la frontera militar al Rio Negro^»
mensaje del Ejecutivo y ley del Congreso autori-
zándolo á establecer las fronteras militares sobre
el Rio Negro y el Neuquen, y finalmente, la colec-
ción completa de los partes telegráficos que dan
cuenta de las operaciones que prepararon la campa-
ña del Rio Negro.
El resto del libro contiene los itinerarios de las
cinco divisiones que operaron la primera á las in-
mediatas órdenes del Comandante en Jefe del Ejér-
cito, jeneral Roca; la segunda al mando del Coronel
Levalle; la tercera ala orden del Coronel Racedo;
la cuarta á la del Comandante Uriburu; y la quin-
ta mandada por el Coronel Lagos y el Comandan-
te Godoy. Él diario de la primera fué llevado por
el autor de este libro, jefe, entonces, de la Secreta-
ria del Ministro en campaña ; los otros cuatro van
precedidos de las instrucciones escritas que reci-
bieron.
Detengámonos en la primera parte de la obra, ó
sea los antecedentes de la espedicion.
Llamado el jeneral Roca al Ministerio de la
Guerra por muerte del Doctor Alsína, presentó al
Congreso el proyecto de ocupación de la Pampa,
acojido por algunos, como se ha hecho notar, con
visibles muestras de incredulidad.
Aprobado por el Congreso, el proyecto se realizó
sin el menor fracaso, sin el más leve entorpecimien-
to, como que se hablan tomado todas las medidas,
{^revisto todas las contrariedades, analizado todos
os detalles para alcanzar un écsito completo.
Por otra parte, la traslación de la frontera al Rio
Negro, no entró jamás en los planes del Doctor Al-
sina, como se ha asegurado erróneamente, preten-
— 266-^
diendo disminuir la gloria de una empresa miUt^f
une ni aún por eso dejaría de ser «la más grande»
de las que se han realizado en nuestro pais, segna
las frases de un periodista ; la que ha operado 1&
completa trasformacion de nuestro modo de ser so^
eial, económico y político, abriendo nuevos rumbos
á las aspiraciones nacionales, nuevas arterias ala
circulación de las riquezas del pais, nuevo campo
á la acción fecundizadora de los gobiernos.»
De las cartas cambiadas entre Roca y Alsina,
resulta que aquél se opuso siempre al plan desar-
rollado por éste, que advirtió los peligros que ofr^
cia y señaló sus inconvenientes y dificultades.
El doctor Alsina lo consultó á fines de 1875. Es-
tudiado que hubo el jeneral Roca los proyectos so-
bje telégrafos y construcciones en la nueva línea de
frontera, le contestó en 4 de octubre de ese año:
«A mi juicio, el mejor sistema de concluir con
los indios, ya sea estmguiéndolos ó arrojándolos
al otro lado del Rio Negro, es el de la guerra ofen-
siva, que es el mismo seguido por Rosas, que casi
concluyó con ellos.
«El sistema actual de líneas de fuertes, estable-
cido afínes del siglo pasado, por Azara; de mante-
nerse á la defensiva, avanzando lentamente con la
población, — ya sabemos cuáles son sus resultados y
cuáles serán en adelante.
« Ganar zonas al desierto, alejándose más délas
poblaciones, tiene para mí todos los inconvenientes
de la guerra defensiva, acrecentados por el enemi-
go que deja á la espalda el desierto, que quedaría
entre las nuevas líneas y las poblaciones.
«Cuando se pone á prueba este sistema que ha
creado la necesidad de las nuevas líneas, aumen-
tando los gastos, es cuando hay invasiones, como
sucedió en Santa-fé con el avance al Rey, y en los
^ 257 —
departamentos del Rosario 7 Fraile Muerto, coa el
arance á Gainza 7 Rio 5^,7 eso que la adopción
de este rio por base, no fue verdaderamente un
avance, sino una corrección de la línea que de Mer-
cedes á Junin, que están en línea recta de E. á O.,
describia antes por el Rio 4® , Las Tunas, Melin-
cué 7 Rojas, una línea inmensa. El rio 5 9 , además,
presentaba hasta más allá déla Ramada, una bar-
rera natural, por sus elevadas barrancas á pique 7
su lecho cenagoso ; estaba ca7endo de su peso la de-
signación allí de la frontera.
< LosRanqueles ocupan la única parte habitable,
éntrelas Salinas Grandes, el rio Colorado, la línea
de estas fronteras 7 las primeras vertientes de los
Andes. A partir del mismo toldo de Mariano Ro-
sas, Levucó, empieza al oeste una larga travesía
de terrenos guaaalosos 7 sin pastos, hasta llegar al
Ghalileo ó rio Salado, formados por los rios Desa-
f;uadero. Diamante 7 Atuel, 7 que va á terminar en
a laguna Urralauquen, últimos toldos de las tribus
Raaquelinas, de donde arranca otra gran travesía
al Colorado, cu7as márjenes, como las de Ghalileo,
son completamente inhospitalarias 7 no ha7 ejem-
plo de que ha7an sido habitadas por ninguna tribu,
si se esceptúan las del primero, desde su orí] en,
hasta el Cerro Pa7en. Del Chalileo en toda la es-
tension, siguiendo siempre al oeste, continúan las
tierras áriaas sin agua 7 sin pastos, hasta que se
tocan las costas del rio Grande, Malbarco7 Chacal,
al sur recto de San Rafael, donde habitan los in-
dios Puelches 7 Pehuenches, 7 otras tribus de orí-
jen Araucano.
< Se ve, pues, que la parte ocupada por los Ran-
queles, 40 leguas de sur á norte 7 otras tantas de
Naciente á Poniente, es reducida en proporción á
la superficie comprendida por los puntos 7 línea
— 258 —
indicada. Es como un grande oasis, rodeado de de-
siertos arenosos que los indios abandonarian el dia
que no encontrasen en él seguridad, y fueran mo-
lestados constantemente por invasiones sucesivas,
que les causan un terror y un espanto indescrip-
tible.
« La conquista, con fuertes y fortines, de estos
territorios^ adelantándose á la población, aumenta-
rá las inseguridades actuales; alejará alas fuerzas
de los centros donde un partido vencido, que no se
quiere resignar á su suerte, se ajita de nuevo y se
aprovechará de todos los momentos para producir,
cuando más no sea, alarmas. Agregúese á esto el
trastorno jeneral que un cambio, así radical en to
das las fronteras de la República, producirla; alo
que contribuirla la guerra con todas las tribus, que
seria inevitable.
€ Los fuertes fijos en medio de un desierto, ma-
tan la disciplina, diezman las tropas, y poco ó nin-
gún espacio dominan. Para mí, el mayor fuerte,
la mejor muralla para guerrear cOntra los indios
de la Pampa y reducirlos de una vez^ es un Reji-
miento ó una fracción de tropas de las dos armas,
bien montados, que anden constantemente recor-
riendo las guaridas de los indios y apareciéndose-
les por donde menos lo piensen.
« La base para adoptar esta táctica, la establece-
rla en las líneas actuales^ donde aglomeraria, en
grandes campamentos, todos los elementos de caba-
llos y forrajes necesarios para establecer un año
entero la guerra sin tregua.
« La Nación gasta anualmente más de cien mil
pesos fuertes en subsidios á los Ranqueles : gasto
inmenso que ocasionan, al que ha^r que agreear
otro tanto, por lo menos, del mantenimiento de las
fronteras.
— 259 —
« Estas cantidades en un año, empleadas en pre-
pararnos para dicha guerra^ haciendo cuarteles y
caballerizas en Sarmiento y Villa Mercedes, donde
podemos contar con algunas cuadras de alfalfa, j
aglomerando en ellas el forraje, para no carecer de
él en ningún tiempo, serian suficientes para dar,,
sobre esta parte, por terminada para siempre la
cuestión Indios, quedando los de Salinas Grandes
flanqueados 7 espuestos á perder su comunicación
con Chile.
< Por la parte de San Rafael, sí, se puede avan-
zar y ganar el desierto por guarniciones fijas, por-
que allí los obstáculos naturales, los guadales y las
montañas y la fecundidad admirable del suelo re-
gado por una infinidad de canales naturales, se
presta fácilmente á cerrar herméticamente la
frontera, tomando la línea de rio Barranca ó de rio
Grande, afluentes del Colorado.
< Marcadas nuestras posiciones así, no quedarían
más indios á este lado del rio Negro, que los de Sa-
linas Grandes, á los cuales, al mismo tiempo, in-
mediatamente después ó antes, se les puede hacer
igual clase de guerra.
< To me comprometerla, señor Ministro, ante el
Gobierno y ante el pais á dejar realizado esto que
dejo espuesto, en dos años, uno para prepararme, y
otro para efectuarlo : guardando mientras la paz
con los indios y la mayor reserva sobre las espedi-
ciones. Una vez limpio el desierto, el Gobierno
Nacional tendría suficiente con cuatro ó cinco mil
hombres ; economizarla anualmente algunos miles
{r podria lejislar con entera libertad sobre él, hasta
as márjenes del rio Negro, por donde, establecien-
do una guarnición en Choele-Choel, podrían comu-
nicarse el Carmen de Patagones con las fuerzas de
la Cordillera.
— 360 —
< Las dificultades de la línea del Rio Negro, de
4Xue tanto se ha hablado, no están, & mi juicio, en el
hecho de posesionarse de ella, para lo que bastarían
mil quinientos ó dos mil hombres, sino en arrojar
é los indios de los campos que ocupan, y no dejar
uno solo á la espalda.
« Estas son mis opiniones, señor Ministro, en
materia de fronteras, las que hasta cierto punto
«oncuerdan con las suyas. V. E. quiere avanzac
hasta cierta altura tomando posesión del suelo,
fijándose permanentemente en algunos puntos ; yo
pienso que se debe avanzar hasta los últimos confi
nes habitados por los indios, en Salinas y territo-
rio Ranquelino, nó por fuertes fijos, sino por fuertes
ambulantes, movibles como los enemigos que se
i^ombaten.
< Comprendo que en las montañas, en los paises
escabrosos, con pasos y caminos precisos, se haga
la guerra de posiciones ; pero nó en llanuras sin
límites, que no presentan obstáculo, como son nues-
tras pampas. >
La trascripción que antecede resuelve muchas
oscuridades y pone de manifiesto el plan del j ene-
ral Roca, realizado tres años después.
La primera parte del libro de Olascoaga, tiene,
pues, el carácter de un análisis histórico, efectuado
por comprobantes irrecusables que ha salvado del
olvido esclareciendo la última etapa de nuestra vi-
da social.
Los itinerarios son coloridos é interesantes.
La primera división recorre la mayor y acaso la
más bella zona de territorio. El diario de ese via-
je, llevado por el mismo Olascoaga, entra en todos
los detalles, está escrito con precisión, es vivo y
animado en las descripciones, y despierta y man*
tiene el interés hasta su última pajina.
— 261 —
Los demás, menos estensos, pero no menos cor-
rectos, complementan el primero, formando una
obra que responde dignamente al título que lleva
j^ á la reconocida ilustración del autor.
Gracias al Teniente Coronel Olascoaga, podemos
huir de aquella vergüenza que anatematizaba un
pensador latino — peregrinar en la propia patria y
ser huésped de las cosas que á la patria pertene-
cen,— porque nos ha descubierto las bellezas de la
Pampa, al hacer un libro á la vez histórico j des-
'Criptivo— un libro siempre científico.
256— Intereses comereialea entre Bolivia
y el Plata. El Pilcomayo por Santiago V. Güzhan.
Obra escrita por comisión especial de S. E. el Señor
Ex-Ministro del Interior de la República Argentina Dr.
D. Saturnino M, Laspiur. Buenos Aires. Imprenta de
Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Calle Alsina—
60. 1880. En 4*=> menor, xvi-110 ps.
La prensa de Buenos Aires habia publicado ya
algunos fragmentos de la presente obra. Ella for-
ma la Memoria sobre la navegación del rio Pilco-
mayo, que el Gobierno encomendó á D. Santiago V.
•GuzMAN, secretario durante varios años de la Lega-
ción Boliviana en la República Arj entina.
Nadie más patrióticamente interesado que el
autor en dará conocer «la alta importancia y be-
neficios que traerla consigo el enlace comercial
entre la Kepública Arjentina y la de Bolivia : » y
lo hace así en pajinas que revelan pleno conoci-
miento de la materia bajo su triple faz, histórica,
jeográfica y económica.
•Desde el estudio délas relaciones comerciales
del Alto Perú con el Rio de la Plata bajo la domi-
17
-- 262 —
nación española, j de las causas de la radicacioi»
del comercio boliviano sobre el Pacífico, una vez.
independientes y organizados esos países, hasta
las consecuencias posibles y las facilidades proba*
bles de la colonización del Gran Chaco, término
del folleto, — múltiples y serias cuestiones mercan-
tiles, más ó menos hipotéticamente resueltas, pasan
ante los ojos del lector, entrelazadais con el descu-
brimiento y esploraciones del Pilcomayo, objeta
principal de este trabajo.
Los cronistas españoles, soldados ó jesuítas^
prestan al autor sus sencillas narraciones, no siem-
Sre desprovistas de fantasía^ para conocer el oríjen
el nombre y del curso del famoso Piscu-mayu —
rio de los pájaros — llamado así «por los muchos
que alegran con la armenia suave de sus cantos-
sus amenas riberas, > como dice el padre Lozano ;.
sus confluencias, su curso por el Chaco, sus desa-
gües y sus ramales, con las tribus que poblaron
esas rejiones y las que hoy las pueblan, según los-
esploradores recientes.
Obra de asiduidad y contracción, el señor Vaca
Guzman ha sabido desempeñarla dignamente, pre-
sentando al Gobierno una Memoria útil.
257— £1 Tapor Oriental " Charrúa ^ en el
Pacífico y rejiones Magallánicas con algunos datos sobre
el Perú y Chile en la presente guerra, por B. BossL» au-
tor del Vi^e Pintoresco á los Desiertos de Mato Grosso;
del Viaje Descriptivo de Montevideo á Valparaiso por
el Estrecho de Magallanes y canales Maines, Sarmien-
to, Inocentes, Concepción, W ide, Messiers, de un estu-
dio j eclógico sobre la isla Juan Fernandez y de Koma y
el Papado, etc.. etc. Buenos Aires. Tipografia de el cOpe-
rai Italiano*, Cuyo 267. 1880. En 4®, 74 ps.
— 263 —
Es dimade elojio, bajo más de un concepto, la
afición delSr. Bartolomé Bossi por los viajes de
espl oración. El presente opúsculo, dividido en do-
ce capítulos, describe suscintamente el itenerario
seguido por el vapor oriental < Charrúa > , de dimi*
ñutas dimensiones, según la espresion del autor, —
en su paso por el estrecho 7 su viaje por la costa
sur del Pacífico, prestando considerables servicios
« á la jeografia, hidrografia 7 ciencias naturales, á
la par de muchas naves de gran porte 7 de podero-
sas naciones*»
Su estudio es interesante para todos los que se
preocupan del movimiento científico, especialmente
en cuanto se relaciona con la jeografia^ 7 esas pocas
pajinas revelan toda la intrepidez 7 arrojo del es-
plorador avezado alas fatigas 7 contrastes.
Contiene observaciones interesantes sobre eleva-
ciones en el mar, sobre promontorios desconocidos
en el centro del canal de Wide ; investigaciones
nuevas sobre la Roca Ba7le en el canal de Messiers
datos bien recojidos sobre el canal déla Trinidad,
la bahía Winwart, el canal de la Concepción,
la bahia Bossi, la Isla Corso, 7 otros parajes que
no mencionan ó lo hacen sin precisión las cartas
jeográficas de los viajeros anteriores.
Presenta esplicaciones de importancia acerca de
los naufrajios délos vapores ingleses «Etcu» 7
« Atacama > , por la relación délos peligros que
corrió el « Charrúa » el 8 de diciembre de 1877, á
consecuencia de fenómenos ocurridos en el mar^ 7
que en realidad deben llamar la atención tanto á
los hombres de ciencia como á los prácticos que
navegan la& costas del Pacífico.
Ofrece reflecciones sensatas yr narraciones de va*
rios sucesos de la Guerra Chileno-Peruana, que
dan á conocer el violento carácter de los primeros.
— 264 —
Su lectura es amena, salpicada de recuerdos c^nec*
dótieos y en algunos capítulos con todo el atra<^iivo
de una norela.
IITERAIÜRA
258— Troxos selectos de literatura y método
de composición literaria sacados de autores argentinos y
edtrangeros por Alfredo Cosson. Tomo I. Método de
composición literaria— Narraciones descripciones y cua-
dros—Caracteres, retratos y paralelos. 5 * edición au-
mentada. Buenos Aires. Librería «Rivadavia»— Calle
Rivadavia 95. 1880. En 8 ^ . vin-468 ps.
. 259— El mismo. Tomo III. Discursos y trozos ora-
torios—Disertaciones morales y filosóficas— Crítica lite-
raria—Cartas— Diálogos ; nueva edición refundida y me-
jorada. Buenos Aires. Libreria «Rivadavia»— Calle Ri-
vadavia 95. 1880. En 8®, 486 ps.
He considerado siempre los Troeos selectos de Al-
FRBDO CossoH un libro simplemente de negocio. To-
dos los estudiantes nos hemos formado con ellos &
la mano y podemos espresar nuestras impresio-
nes de niño y el juicio de nuestro criterio actual,
á propósito ae esa obra que en el año 1880 ha al can-
sado a su 5 <^ edición, pasando por varias j enera*
clones estudiosas.
— 266 —
El infortunado cuanto conocido autor de la com-
pilacion, no fué nunca literato ni pedagogo. Dedi-
cado á la dirección de estudios, rector del Colejio
Nacional de Buenos Aires durante muchos años,
tenia larga práctica, si penetración escasa, sobre
las materias que correspondieron á su vijilancia y
dirección.
La falta de un testo de trabajos selectos ha sido 7
es todavía una de las grandes deficiencias de la
primera enseñanza literaria ; y Cosson creyó lle-
nar el vacio con la publicación de sus Trozos^ que
empezaron por lin volumen y llegaron á tres, en la
4*^ edición. La empresa no tuvo igual como nego-
cio; pero es mala como factura.
^i Método de commsicion literaria de Pblissibr,
que abarca 54 ps. del primer volumen, carece de
aplicación en el espíritu del niño, no obstante ser
considerado como uno de los métodos más prácti-
cos : frecuentemente sobrio, á veces su concisión se
hace escesiva, degenerando en . dificultoso ; sus
ejemplos son ampulosos y bombásticos ó de imj^e-
netraole clasicismo ; además, requiere ampliacio-
nes del profesor para su verdadera intelijencia.
El primer tomo de los Trozos está dividido en
tres secciones : 1 ^ Narraciones; 2 ^ Descripciones
y cuadros; 3 ® Caracteres, Betratos, Paralelos.
El segundo tomo contiene: 1® Discursos y Tro-
zos oratorios; 2^ Descripciones morales y filosófi-
cas; 3 ® Crítica literaria; 4 ® Cartas; 5 ® Dialogas.
Los nombres más heterojéneos se codean en esas
pajinas truncas, donde lo cnavacano sucede á lo su-
blime y lo ridículo á lo solemne, justamente ea la
medida necesaria para formar el mal gusto de los
jóvenes obligados á leer y releer la compilación,
hasta estraviar por completo su poco sazonado dis-
cernimiento.
- 267 —
La mayor parte de los autores, americanos ó es-
tranjeros, son de buena ley; pero no escasean los
<Le falso cuño, los de mérito inferior ó enrolados en
escuelas perversoras.
Las transiciones violentas de estilo, consiguien*
tes al maridaje de Schiller conQuesada, de Mma.
de Sevigné con Sarmiento, de Byron con Juana
Manuela Gorriti, no convienen á los principiantes ;
j hasta ahora se tienen por ecsímias las coleccio-
nes que han conseguido ocultar los abismos abier-
tos entre un pintor de la naturaleza y un disector
del alma, entre un fragmento del Pablo y Virjinid
j un monólogo del Manfredo.
Reducida ó trasformada en la mitad de su mate-
rial, la colección de Trozos selectos llenarla su obje-
to. En la forma que está, no presta el menor servi-
cio á la enseñanza. Los niños que desde la edad de
once años se sirven de ese testo, gozarán leyendo
el Facundo acosado por un tigre, soñarán con Stror
délla, ó bostezarán en los mejores capítulos de La-
luennais, sin conseguir, al fin y al cabo, encaminar
con fijeza sus aspiraciones estéticas, estraviados
por tanto tiempo en ese fárrago de fragmentos desi-
guales que suele constituir su única lectura duran-
.te años enteros.
Ija Biblioteca Popular de Baenos Ai-
jre» dirigida por Miguel JNavarro Viola. La Bibliote-
ca Popular de Buenos Aires. Libreria editora de Enri-
que Navarro Viola. Moreno núm. 100. 1880. En 8*=^.
Véase el núm. 3S3 del Anuario anterior.
Los acontecimientos políticos que conmovieron
el pais desde los primeros meses del año 1880, in-
¿terrumpieron ó demoraron la salida regularmente
— 268 —
mensual de esta Biblioteca^ que sólo alcanzó á dar
cinco tomos en el trascurso de ese afío.
260— Tomo XXV (Primero del tercer año). 250 ps.-
Sumario:
Escritos de Josiá Tomás Guido : Rasgos políticos t
históricos — Asuntos diversos — Fastos relijiosos^
Apuntes sobre Javier de Maistre^ inéditos, por la se-
ñora C. M. DB M. — El leproso de la ciudad de Aasta
por Jatibr de Maistrb, traducción inédita de la
señora C. M. db M. — ¡Qué suerte! por Ramón d»
Navarrbtb. — El gran mundo por Carlos Cobllo.—
El cordón de seda (cuento chino) por Jos^ Fbrkav-
DBz Brbmon.— jEspírítemo: — Carta de JosáMAzziHi
á Daniel Stern, traducción inédita de M. N. V.
261— Tomo XXVI (Segundo del tercer año) 255-iT
pe.— Sumario:
El Oentilhombre pobre y las traducciones de A.
Korn para la Biblioteca por M. N. V. — El Oentü-
hombre pobre por E. Conscibngb, trad. inéd. de A.
Korn. — Miss Olivia por P. FávAL, trad. de M. Urra-
bieta. — Los mismos perros con distintos collares, pro-
verbio dramático de B^db Navarrbtb. — Elpiwy
de San Lorenzo j}or B. Mitrb. — La leyenda defcha-
leco rojo por T. Gautier, trad. inédita de C. Olive-
ra.— El vestido de arlequín, cuento familiar por C.
Lafokt, trad. inédita en verso, por M. Navarro Vio-
la.— La Biblia de la humanidad ^ot Michblbt, art
bibliográfico por J. Mazzini, traducción inédita de
M. N. V.
— 269 —
«62— Tomo XXVn (tercero del tercer afio) 2Mps.
Sumario:
Poverina^ por la princesa Olga Gantacüziínb-
Áltibri, traducción inédita de S. N. Y.^El San
Antonio de Murillo por D. Francisco M. Carro. —
Víctor Htigo por Pablo Lindaü, traducción inédita
de Alejandro Korn,— Aventuras de un cantonal, por
Obsárbo Fbrnandbz Duro. — J&í paraíso perdido por
Katanibl Hawthormb, traducción de M. J. Bender,
263— Tomo XXVIII (cuarto del tercer año), 254 p».
Sumario :
Magdalena^ novela de J. Sandbau, trad. inédita
de E. Navarro Viola. — La hierba de fuego por J.
Fbrnandbz Brbmon.— Xa cocina del Quijote, por C,
Fernandbl Duro — La vaquerita por R. de KTavar-
bbtb. — L*Arrabhiata por r. Hbtsb, trad. inédita del
alemán por A. Korn, — Una visita á Mam,zoni^OT E.
DE Amicis, trad. inédita del italiano por E. L. Ne-
fri. — Una madre, por A Dumas, trad. inédita de S.
ichart. — El monje de Kremsmunster por A. Earr,
trad. inédita de S. N. V. — La gota deagua (ciencia y
poesia) por A. Rojas.
»64— Tomo XXIX (quinto del tercer afio). 280 ps.
Sumario :
De guardia, novela de R. Aubrbach, trad. inédi-
ta por £ L. 'Negri.— Washington, lectura del Dr.
E. O. Stockmar, traducción inédita del alemán por
A. Korn. — La velada del Helécho ó el donativo del
~ 270 —
diablo, leyenda suiza, por 6, Gombz db Aybllanb-
DA. — La gran cara de piedra, cuento de Nathanibl
Hawthornb, traducción inédita del inglés por C.
Olivera. — La muerte de Jestis, poema épico, por M.
AsGUTiA : Introducción — I. La entrada en Jerusa-
lem— II. La cena y el lavatorio — III. El prendi-
miento— IV. El proceso — V. La sentencia — VI.
La crucificcion— VIL La espiración. — VIH. La
Resurrección. — Palabras testuales de los Evanje-
lios, y notas de los Santos Padres y Doctores de la
Iglesia.
TIRAJBS BSPBCIALES BN BL MISMO FORMATO
Tomado de la Biblioteca Popular de Buenos Aires.
Librería editora de Enrique ííavarro Viola, Moreno
núm. 100,
ií65~>!E8crito8 de José Tomas Guido. 330-iv ps-
Hace más de treinta años que Josa Tomás Guido
€scribe para el público en diarios y revistas. Su
estilo se ha mantenido invariablemente culto, ele-
gante y, por decirlo así, perfumado. Ta se lea la
iFantasia, uno de sus primeros trabajos, ya se lea
la carta que á guisa de prólogo dirije al Director
de la Biblioteca Popular, se descubre siempre el
inismo espíritu bajo la forma cuidada sin afecta-
x^ion, suave, sencillamente pura.
Puede asegurarse que no se ha producido en el
mundo acontecimiento alguno trascendente, duran-
te los últimos treinta años, que no haya determina-
do á Guido á escribir un artículo, una biografía, una
crítica, un juicio, de ocasión, si se quiere, de opor
— 271 —
táñidad, y á la vez duradero 7 permanente por la
misma eleecion del asunto, por la esacta propor-
ción de 8U desarrollo 7 por el esquisito gusto de su
ropaje.
Al reunir esas hojas sueltas en un volumen, to-
mándolo de tres números de la Biblioteca Popular^
ofrece una colección heteroj énea, pero atra7ente 7
hermosa.
Las Pajinas liierariaSj primera sección del libro,
revelan al hombre de imajinacion 7 al crítico bon-
dadoso, dispuesto á tolerar lo irremediable 7 á
prestar alientp á los ensa7os titubeantes.
Los Rasgos biográficos y elojios presentan un as-
pecto variadísimo : Florencio González Balcarce,
el jeneralJoaquin Prieto, el Dr. "^íariano Moreno,
Rivadavia, José Miguel Carrera, Napoleón III, el
barón de Humboldt, Guizot, Thiers, Pió IX, pasan
sucesivamente con sus grandezas 7 debilidades,
con sus inspiraciones v miserias^ destacándose
siempre las primeras 7 aesvaneciéndose las segun-
das en el fondo vago del cuadro, porque Guido pro-
fesa una mal entendida caridad como biógrafo, lo
mismo que como crítico.
Los Basaos políticos é históricos complementan la
serie de biograíias 7 discursos, con recuerdos pa-
trióticos, estudios parciales de épocas ó sucesos
americanos, episodios 7 narraciones fíeles llenas
de colorido 7 movimiento.
En la sección da Asuntos diversos tienen cabida
las cuestiones graves 7 las discusiones severas,
la filosofía 7 la alta política. Finalmente, los Fas-
tos relijiosos descubren en pocas pajinas la con-
ciencia del cre7ente.
Guido debia necesariamente pertenecer al cato-
licismo— relijion de resortes gastados, de influen-
cias blandas, que habla de las eternas penas del
— 372 —
infierno á la concnrrencia postrada al pié de lotf
altares embriagada por el humo de los incensarios:
ese es sn estilo.
$Í66—El leproso de la dudad de Aottajfor
Javieb de Maistre, traducción inédita de la señora C.
H. de M. con unos apuntes sobre el autor por la misma.
26 ps:
Novela filosófico-relijiosa— los ]^ercances de la
TÍda y conformarse con su suerte : el destino de los
mahometanos suplantado por la Providencia cató-
lica, contra cuyas sentencias no hay apelación. Es
nna de las novelas más tontas que conozco, á pesar
de toda su fama.
267— Magdalena por J. Sandeau Tradaoeioo
inédita de Enrique Navarro Viola. 128 ps.
Este tiraje lleva al frente un prólogo del traduc-
tor que no ecsiste en el tomo correspondiente de
la, Biblioteca Popular,
Magdalena es una narración sencilla y llena de
interés, que el traductor supone sin fundamento
haber sido escrita como un mea culpa de Marianch-
Secado que todos los que quieren no son capaces
e cometer.
268-]>i8eiirao del Presidente de la Repú-
blica en la bendición de la bandera del rejimiento 1 ^
de caballería de línea. 22 de abril. Imprenta de «El Na-
cional», Bolívar 65 y 67. 1880. En 8 ® , 10 ps.
— 273 —
Este discarso del doctor don Nicolás Ayrllavb-
DAy tiene dos partes : la primera rememora las glo-
rias de la caballería arjentina, j la segunda re-
cuerda las hazañas del rejimiento cuya bandera
acababa de bautizarse. Casi al comienzo hallo este
precioso cuadro que merece trascribirse:
< Es Suarez descendiendo por la tarde j con pa-
so lento la meseta de Junin para abrebar su caballo
nacido en las Pampas arj entinas, en aquel lago in-
sondable de Reyes que da nacimiento al Amazonas
majestuoso, y volviéndose á contemplar los rayos
del sol poniente que iluminaban las cumbres de los
Andes — mojones inmensos que eran necesarios pa-
ra marcar las distancias recorridas desde el Plata
al Ecuador.»
269^]>ifi(Ciir80 patrio del ilustrísimo señor obis-
po de Córdoba doctor fray Mamerto Esqtjiú pronuncia-
do en 8 de Diciembre de 1880 en la santa iglesia metro-
politana de Buenos Aires en la celebración de la Capital
de la Kacion. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma^
calle de Belgrano números 133 á 139. 1880. En 8 <=^
28 ps.
Después de tantos años de fama oratoria pompo-
samente adquirida, el P. Fr. Mamerto E^quiú, hoy
obispo de Córdoba, habló ante el público más culto
é ilustrado del pais, para descender muchas gradas
de sa pedestal.
Ki la concepción y plan del discurso, ni su forma
corresponden á la espectativa de los que no conocían
á este orador sagradlo, ó de los que abrigaban en él
demasiada conüanza. El místico á quien Dios ha*
biaba en la celda del convento para que se negase &
aceptar el obispado, reaparece atribuyendo á la in-
— 274 —
ieryencioix divina los hechos lójicamente encade-
nados en la evolacion de las naciones. Descoaoce
razones históricas, y está lejos de atribuir su ver-
dadero y jenuino carácter á la Capitalización de
Buenos Aires cuando la interpela — « Y qué I ese
Sequeño sacrificio, no es acaso debido en espiacion
e las horribles hecatombes que en nombre y á
cargo del sistema federal, hacian tus ejércitos el
afio 40 por toda la República?»
^^70— Dlscorso dell' awocaío cav. Paolo Tabnas-
SI -pronuncia to in occasione dell' esordio dellaNouva
Societá Filodrammática Paolo Ferrari sulle scene del
Politeama Argentino laseradel 18aprilel880. Publicato
per risoluzione della Societá in attestato di riconoscen-
za air oratore, Buenos Aires. Establecimiento Tipográ-
fico—Librario «La Patria.» Calle de Cuyo núm. 79. 1880.
En 8*=^, 16 ps.
< La nueva Sociedad, dice el orador, se propone
la institución de un teatro italiano en esta ciudad,
mediante el estudio y la cultura del arte dramá-
tico.»
El discurso es bello por su forma, de tendencias
elevadas y perfectamente proporcionado.
Edición cuidada, con pajinas en cuadro.
1^71— Real Compañía dramática italiaiía-
A. Morelli y A. Tessero Guidone— bajo la dirección del
caballero A. Morelli. Buenos Aires. Imprenta de Ost-
wald, calle Florida número 136. 1880. En 8®, 12 pa.
Contiene brevísimos. datos biográficos^ aprecia*
cienes críticas sobre cada uno de los artistas de la
compaftia.
— 275 —
. 1^72— Sociedad literaria Dean Funes. Oonferencia
literaria^ 5 de setiembre de 1880. Córdoba Imprenta
de «El Eco de Córdoba» . 1880, En8®,44p8.
' Contiene nn discurso de apertura por el Presi-
dente de la Sociedad, Sr. Moyano Gacitúa, una
disertación sobre la caridad por D. Enrique Lopbz^
y trabajos en prosa y verso, de D. Ramón J. CAkca*
no, D. J. M. Vblazqüez y D. Jos¿ G. dbl Solar.
d73 —Sociedad comospolita de protección mutua.
Conferencia literaria celebrada en los salones de
la Sociedad el domingo 1 ® de agosto de 1880 en conme-
moración del cuarto aniversario de su fundación 23 de
julio de 1876. Buenos Aires. Imprenta de La Presiden-
cia, Esmeralda 23. 1880. En 8 «, 44 ps.
Presenta reunidos los trabajos de los señores A.
Miranda Naon, Josa Firmat, Manuel Barros, J. A.
GiAíiTi, Francisco Gánale, R. Martin y Herrera,
GIrlos F. Scotti, R. López, José Hernández y
Juan Ronco, que se leyeron en la conferencia, sien-
do varios de ellos alusivos al acto ó referentes á la
Sociedad.
274— Centro Industrial Arjentino— Discursos pro-
nunciados en ocasión de la colocación de la piedra fun-
damental del monumento que el Centro va á erijir á la
imprenta en el primer centenario de la introducción de
ésta — 21 de noviembre 1880. Buenos Aires. Imprenta de
Tufiez y Lozano, Perú 107. 1880. En 8 ® , 30 ps.
Contiene una reseña del acto, escrita por D. J. R.
Sil VETRA, presidente de la Comisión, y los discursos
del mismo señor, de D. Antonio Zinny, del doctor
— 276 —
D. JoB¿ LopBz DB MoRBLLB, de Pablo Dblla Cob-
TA, una composición, en verso, de D. Jbrmah Yeg\
j una carta del Doctor D. Dáma^so CBHTBüro
El discurso de D. Antonio Zinny es el trabajo
ínás importante por la historia que hace de la im-
prenta entre nosotros.
S&75— Miscelánea literaria por S. Estrada.
Buenos Aires. 1880. En 16®, 408 ps.
(Fué empezado en la imprenta de la América del Sad
y terminada en la de Biedma. Ko lleva nombre de
editor.)
Este libro del Señor Sahtiago Estrada es la co-
lección de sus artículos de crítica de arte y de lite-
ratura publicados en La América del Stid^ diario ra-
li] ioso a cuyo frente estuvo durante dos ó tres años.
La mayor parte de los trabajos pueden conside-
rarse de ocasión, y carecen hoy del mérito que de-
bieron tener en los momentos de su publicación.
Otros, por el contrario, poseen la estabilidad del
asunto sobre que versan, ya sea la estatua del do*
lor, de Tantardini, ya sean producciones arjentinas
destinadas á rememorarse por largo tiempo, ha-
llándose en este caso las poesías de Andraae 6 El
fraile áe Gutiérrez.
Esta colección encierra varios discursos, sóbrela
Compañía de Jesús, sobre las bibliotecas populares,
sobre educación é instrucción, á propósito de una
primera comunión, etc. Varias críticas musicales,
sobre el dúo del cuarto acto de los Hugonotes, re-
plicas á la Gaceta, etc. una serie de artículos sobre
Kossi, en Ótelo, en Luis XI, en Nerón, en jETamlef,
etc;y finalmente, críticas literarias sobre has Neu-
rosis de José Maria Ramos Mejia, el Martin Fier-
— 277 —
ro de José Hernández, 7 varias poesías de An*
drade.
Santiago Estrada es un escritor formado, con
todos sus defectos, que probablemente no lo preo-
cupan gran cosa. Conoce la lengua de una maners^
poco jeneral entre nosotros 7 la maneja hábilmente,
sin que su estilo, un tanto pesado paraeljénero
crítico, se adapte por completo á los matices 7 va-
riaciones de su inteliiencia bien preparada. Con
frecuencia, aglomera demasiado las citas, apelma-
zando sus escritos, que reclaman siempre ma7or
movilidad 7 soltura.
En los artículos sobre él nido de cóndores^ él
arpa perdida^ Prometeo 7 San Martin^ de Andrade,
no ha estado feliz. Proponíase hallar reminiscen-
cias de otros autores, 7 únicamente ha encontra-
do el aire de familia ó versos idénticos que ánada
responden, que nada significan^ respecto de los
cuales es ridículo suponer, en autores de cierta ca-
tegoría, que han sido copiados servilmente, porque
ni susceptibles son de imitación. El artículo de Ya-
lera — La orijinalidad y el plajio, 7 el precioso li-
bro de Eduardo Fournier — L'esprit des autres, leí-
dos á tiempo, hubieran probablemente disuadido
Á Estrada de su vano cuanto preconcebido empeño.
Por lo demás, la colección tiene el interés de la
variedad, 7 aunque ha7an de tomarse con cierta
precaución las opiniones del crítico que de alguna
manera se rocen con cuestiones relijiosas, merece
regularmente fe por la sinceridad de "su convicción
y la prodigalidadde sus estudios.
^76— Mazzini y HonteTerde por Lxns B. Ta-
jiiNi. Buenos Aires. 5903~lmprenta del Porvenir, caJle
PefensalSO. 1880. En 16®, 36 ps.
18
- 278 —
Luis B. Tamini es uno de nuestros escritores
mejor preparados. Nutrido de conocimientos va-
riados, estudioso, poseyendo las matemáticas lo-
mismo que las letras j la historia, dotado de rele-
vantes cualidades de escritor, con un estilo vivaz y
naturalmente animado, — apareció descollando des^
de el primer momento entre nuestros literatos.
El simpático y jó ven catedrático del Colejio Na-
cional de Buenos Aires, después de largos y serio»
estudios habíalos dilatado y afirmado en sus viaje»
por Europa. A su vuelta mostróse en sus trabajo»
inclinado á la crítica de arte, y en éste, como puede
hacerlo en cuantos puntos aborde, reveló toda lar
madurez de su juicio, al par del brillo é inspiración
de su intelijencia. El trabajo que he mencionado^
pertenece á ese j enero de estudios.
Mazzinij Monteverde es un artículo inspirado por
nuestro monumento del gran político italiano. Fué
Primeramente publicado en el diario < La Nación > y
onde Tamini colaboró algún tiempo lo mismo que
en «El Nacional» , escribiendo brillantes y orijina-
les folletines.
Éste artículo es una de las buenas próduccione»
de Tamini. Está escrito con elegancia y naturali-
dad, lleno de interés, con sobria elocuencia y de-
jando ver, sin ostentarla, toda la erudición oe sa
autor. Las apreciaciones de crítica artística que
contiene muestran la capacidad escepcional deTa-
mini para tal estudio.
El siguiente sumario da una idea de* lo que com-
prende ese trabajo, desarrollado con tanto acierto:
I Preámbulo. — II Lajuventudde Mazzini. — III
Carácter y dotes de Mazzini. — IV Escultores clási*
cosy realistas. — V La escuela italiana. — VI La
estatua de Mazzini.
— 279 —
277— Carlos Franciseo IS^eotti. Dante, la Pa-
-^rla V la Familia. Estudios. Buenos Aires. Impren-
ta de M. Biedma, Belgrano números 133 y 135. 1880,
JEn 8 ^ pequeño, 20 ps.
El joven CXrIíOs Francisco Scotti, que trabaja
de tiempo atrás la confección de una lira del Plata
con poesias traducidas al italiano, dedica á Ernesto
Kossi y ala iuventui arjentina. este breve estudio
que hace en la vida y obras del divino poeta, de sus
dos grandes creencias — la patria y la familia.
Manifiesta un conocimiento nada superficial del
Dante ; y aunque no sale de las conclusiones acep-
tadas, alas que llega por el análisis sin novedad
de sus propias palabras en la Comedia 6 en la Vita
Nuova, merece especial mención este ensayo ele-
gante, no siempre correcto, debido al movimiento
Sue produjeron las representaciones de Rossi en
¡uenos Aires.
d78 — Buenos Aires desde setenta años
atrás, por el Dr. José Antonio Wilde. Buenos Aires.
Imprenta y librería de Mayo, de C. Casavalle, Perú 115,
JEn8^,323ps.
A pesar de sus tres siglos de ecsistencia, Buenos
Aires puede llamarse una ciudad novísima, porque
sus primeros doscientos treinta ó cuarenta años
lian resbalado iguales, monótonos, sin la más míni-
ma variación, entre festejos y falsas alarmas,
amarrado á preocupaciones estacionarias cuando
no retrógradas.
Actualmente es una ciudad de costumbres cos-
mopolitas, invadida en sus cuatro ámbitos por
estranj eros que llegan de los cuatro puntos cardi-
— Mo-
líales de la tierra y que van destrayendo radical-
-mente las sencillas costumbres oofoniales en que
vivieron nuestros abuelos y se criaron todavía
nuestros padres.
Gomo las costumbres, la arquitectura española
desaparece, y la casa de la Vireina Vieja que hoy
ocupa el Monte de Piedad, el Consulado, donde hoy
esta el Tribunal de Comercio y otros edificios que
< conservan la fisonomía especial de las construc-
ciones de aquella época, con sus espaciosas piezas,
sus grandes patios, > semejan animales antidilu-
vianos en una esposicion de animales vivos ó de
razas persistentes.
Alfredo Delvau, escritor fecundo y de mérito,
publicó en 1857 una Histoire anecdotique des barrie-
res dePariSy deseoso de salvar del olvido la des-
cripción de las antiguas construcciones y los recuer-
dos curiosos de la gran ciudad que se trasformaba.
Antes que él, una hija de Daniel Stern habia impre
so, bajo el seudónimo de C. de Sault, su Faris qui
s*en va, libro no menos interesante que el de Alfre-
do Delvau, propios ambos para despertar ese ca-
riño que se acerca al culto por las cosas que fueron,
sin desconocer los beneficios y ventajas de los
progresos civilizadores.
El Dr. Josa Antonio Wildb, reputado educacio-
nista que ha dotado á la enseñanza primaria de
testos escelentes, ha temido también que desapa-
rezcan las dulces tradiciones de nuestros incultos
antecesores y sus formas de actividad hasta cierto
punto grotescas, pero de pintoresco efecto, que han
ido retrocediendo vencidas por la constante impor-
tación de novedades europeas; y ha enriquecido la
literatura patria con un libro precioso en que se
propone, modestamente — « salvar del olvido, algu-
— 281 —
nos hábitos, usos y costumbres de los tiempos ya
pasados. >
No creo nuevo el tema, y aun hallo, entre
otras tendencias de este j enero, el folleto del señor,
N. Larrain, Noticia histórica de los nombres de las
calles ¿le Buenos Aires ; pero el Dr. Wilde ha huido
el contajio del ejemplo ae perversión con un acier-
to digno por sí solo de encomio.
Enumeraciones prolijas y sin movilidad ; recuer-
dos mal recojidos ó pesados ; acumulación de datos
cronolójicos ó efemeridográtícos, completísimos si
se quiere, — son trabajos factibles especialmente
para los papelistas ; trabajos que Zinny y Carran-
za mismo, el desautorizado autor diB obras seudo-
histó ricas, llevarían á cabo paciente y volumino-
samente, sin que se pudiese afirmar con propiedad
que hablan aumentado con ellas el escaso caudal de
nuestra literatura en pañales.
El libro del Dr. José Antonio Wilde está arriba
de la concepciones vulgares, aunque formado de
elementos análogos á los de tantas obras de carga-
zón que nos inundan.
Se basa en documentos, en datos fidedignos ; res-
pira la atmósfera del pasado en periódicos y publi-
caciones que se escusa de ecshumar avista y pa-
ciencia del lector, porque comprende que el polvo
de los archivos no es para todos los pulmones, —
pero que estracta y comenta con lujo de pormeno-
res y detalles, ligando á ellos su observación perso-
nal y los recuerdos muchas veces trasmitidos en fa-
milia de una jeneracion á otra para enseñanza de
los que han menester de la esperiencia ajena.
Por su fondo, por el material empleado, es un li-
bro verdaderamente arjentino— sin reticencia.
Su confección determina su mérito. Sin recono-
cer en el autor las dotes, siempre difíciles de hallar,
— 282 —
de un estilista consumado, seria injusto ne^ar que
ha escrito con sobriedad de lenguaje en medio déla
prodigalidad del tema, escojiendo, ordenando, dis-
tribuyendo, con admirable tino y sobre todo con la
fineza y el gusto seguro que distingue á los litera-
tos de ios hombres de letras; el discernimiento de-
licado, vivo, neto y preciso de toda la belleza, la
verdad, y la esactitud de los pensamientos, como lo
define RoUin.
Se lee con placer ese volumen en 8® de 323 pa-
jinas, sin esperimentar los sacudimientos de las
transiciones bruscas, aunque se empiece por la
descripción de la ciudad con sus calles desempe-
dradas é inmundas, los pantanos peligrosos, los edi-
ficios por desplomarse, las ^rejas voladas amena-
zando al transeúnte, — y se concluya con las fiestas
de la Recoleta, á que concurrían durante el dia
las personas de las mejores clases sociales, y du-
rante la noche los compadritos y la jente bajadis-
f cuesta siempre, como lo nota el autor, á armar bai-
ecitos ó magangos^ amenizados con el accesorio
indispensable de uno que otro barullo.
En los setenta años retrospectivos que abraza el
plan de la obra, se encuentra el oríjen de institu-
ciones y costumbres que por la rapidez de su de-
sarrollo ó por circunstancias de otro orden, des-
piertan necesariamente el deseo de la investiga-
ción.
Los teatros y las representaciones, estensamente
estudiados en dos capítulos, las primeras óperas,
las primeras asociaciones literarias y sus fundado-
res, los cafés y hoteles, las peluquerías, el trato
en familia, las tertulias, el baile é innumerables
otros puntos de interés jeneral tratados todos con
igual conocimiento, con igual gracia, salpicados de
anécdotas y referencias alegres en lasque figuran
— 283 -
personajes que no hemos alcanzado, pero cuyos
nombres hemos oido mentar con frecuencia en las
reuniones de nuestros mayores, dado que no los
4$onozcamos yapor la historia, porque allí entran
desde maestros de baile y actrices, hasta Brown,
Bonpland, los Robertson, De Angelis y veinte más:
— todo eso constituye el cuerpo de la obra, ameni-
zado, complementado con la apreciación de sucesi-
vas cuestiones heteroj éneas, con salidas chispean-
tes ó sátiras amargas.
Pocos libros instruirán tanto sobre tan diversos
tópicos. Sólo la trascripción de su índice detallada
^aria idea aprocsimada de lo que contiene ; pero
no es aventurado añrmar que hay lectura útil para
todas las clases y condiciones, para el historiador
43omopara el estanciero, para el obrero más ínfimo
43omo nara el abogado. — El estado material en sus
variados aspectos, la cultura social en sus múlti-
ples manifestaciones, la influencia municipal, el
gobierno, antecedentes casi indispensables de pro-
blemas administrativos irresolutos aún .... Cuánto
jse aprende en esas pajinas sensatas de esperiencia
jr estudio, que los niños de las escuelas debian reci-
bir delibro de lectura para cotejar dos faces de ci-
vilización y proponerse esceder á sus antepasados
^egun las eesijencias del progreso, é igualarse si-
quiera á ellos en la práctica de las virtudes I
El doctor Wilde sintetiza con una precisión no-
table:
« Si nuestros antecesores volviesen á la vida, de
cuántas cosas se admirarían, pero de cuántas tam-
bién no tendrían que ruborizarse !>....
Es escritor y filósofo.
I
— 284 —
279— BelisarioF. Arana. JuTeitilia. Baenos Ai-
res. Imprenta de ""El Economista", Alsina 56. 1880. Ei»
8©,22ps
Edición de cuarenta ejemplares para los amigos. «Sia
permiso del autor.»
Lajeunnesse n'a qu' un temps, cantaba Miirger,
Araisía, que puso de epígrafe de su artículo ese
verso tan recordado, ha descrito con la chispeante
galanura del autor de la Vida bohemia una escena^
íntima de amigos pobres y de talento, frenéticos^
Íor hacerse de unos cuantos pesos, siquiera sea em-
aucando al público, siempre digno de ser mistifi-
cado. El epígrafe corresponde, pues, ^ Jtwenilia
y el autor tiene aptitudes para esplotar^se j enero.
280'Caento8 por Edüarda Mansilla de Garoia.
Buenos Aires. Imprenta de la República, Belgrano 189.
1880. En8®, vili-lSOps.
La imprenta de£a JRepüblica ho. hecho un ensa-
yo de edición lujosa, formando de los Cuentos de la
autora del Médico de San Luis un volumen con pa-
jinas encuadradas en marcos llenos de adornos y
viñetas. Pero el ensayo resulta de bastante mal
gusto, recargado, encabezadas las pajinas con anje-
Utos ae libro de misa y sobre todo, impreso en feo
tipo y cotí tal incorrección y descuido que raya en
lo increible.
Parece que nuestros editores se han propuesto
no variar el formato de los libros que dan á luz, —
partidarios probablemente de un formato arjentino;
y los Cuentos de Edh^rda como firma sus crónica»
fr Sarmiento querría que vse llamase en la carátu-
a del libro, presentan el mismo aspecto de folleto
!
— 285 —
grande que la memoria de la Gapitania del Puerto
ó de la Comisaria de Inmigración.
Como de esto no tiene culpa la autora, ó la tiene
sumamente leve, justo es hacerle otra clase de car*
gos por el contenido del libro.
Sólo al diablo se le ocurre, en estos buenos tiem*
pos que corremos, escribir cuentos para mucha-
chosl
Verdad que la señora tiene hijos chicos, que lee-
rán la historia de la jauUta dorada Tecve&ñáose en
las descripciones ñeles de que está salpicado ese
cuento, y hasta creyendo oir el tóim de las roja»
campanitas de la jaula comprada por la niña mima-
da para prisión de su canario.
Ellos gozarán siguiendo á Nika ansiosamente en
sus audaces atrevimientos, y sufrirán también, con
el corazón oprimido, cuando la pobre laucha mue-
re víctima de su falta de esperiencia, ó cuando el
desgraciado Chimhrú sucumbe al bárbaro latigazo
del organista, como si no fuera bastante castigo de
su huida vivir sujeto á la sed de dinero del músico
ambulante.
No sé si todos los padres que tienen hijos pon
drán estos caentos en sus manos, porque no to-
dos los padres se preocupan de ver felices á sus
hijos.
Les anticipo por si quieren dárselos, que son
narraciones á su alcance, salvo uno que otro párra-
fo de vuelo literario gravemente encumbrado ; es-
critas con claridad y vivacidad, en lenguaje culto,
aunque no siempre castizo, interesantes para niños
de corta edad ó inocentes, hasta el punto de tomar
á lo serio los dolores morales de una jaula de alam-
bre dorado.
Dos chiquilines que acababan de leer á Ander-
aon y devoraban la colección de Edüarda, hanme
/
— 286 —
asegurado que el soldadito de plomo del poeta
danés es más lindo que la iauíita dorada; y 70
creo que el tio Antonio no alcanza ni se acerca al
rebosamiento de ternura de la historia de una ma-
dre, tan bellamente parafraseada por Dumas en su
Bric'á'hrac,
Pero la inferioridad respecto de maestros — nar-
radores que vivirán mientras haya infancia sobre
la tierra — ^no disminuye el mérito de trabajos bien
concebidos que acusan una intelijencia nada vul-
gar, y mejor desempeñados^ con esa facilidad en-
cantadora y esa gracia chispeante, casi inaprecia-
ble, de la pluma de Eduarda.
281— Dramas policiales. Juan Moreira^ escrita
para ''*La Patria Argentina" por Eduardo Gütdbrksz
?con ilustraciones) Segunda edición. Buenos Aires. Im-
prenta de '•''La Patria Argentina," calle Belgrano núms.
137 y 139. 1880. En 4*^, á dos columnas, 102 ps.
$S82 --Dramas policiales. El Jorobado escrita para
''''La Patria Argentina"" por Eduardo Gutiérrez (coa
ilustraciones). Buenos Aires. Imprenta de '"''La Pataía
Argentina*', calle Belgrano núms. 137 y 139. 1880. En
4 ® , 224 ps. á dos columnas.
283— Dramas policiales. El tiere del l^nequem
escrito para '"'"La Patria Argentina ' por Eduardo Gu-
tiérrez (con ilustraciones). Buenos Aires. Imprenta de
''^La Patria Argentina/' calle Belgrano núms. 137 y 139*
1880. En 4^, 186 ps. ¿dos columnas.
— 287 —
^884— Dramas policiales. Jnan. Cuello escrito para
La Patria Arcentina" por Eduardo Gutiebbsz (coa.
uustraciones). Imprenta de '''La Patria Argentina," calle
Belg^no núms. 137 y 139. 1880. En 4*=*, 184 ps.
No caben dos opinionos sobre estos migares fo-
lletines : es la literatura más perniciosa y malsa-
na que se ha producido en el pais— la única digna,
si hubo alguna, del famoso timbre especial con que
¿indicación de M. de Riancey, la Asamblea Lejis-
tiva recargó el porte de los diarios franceses en cu-
yas pajinas figuraba el monstre roman-fenilleton.
285— Biblioteca de Las Novedades.— lia Teneanasa
del efiídavo* Episodios de la guerra con los indios por
M. Reíd. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma, calle
deBelgrano núms. 133 á 139. 1880 En 4®, 200 ps. con
láminas.
286 — Biblioteca de Las Novedades.— El cazador
de tlsreis* Obra escrita en inglés por M. Reíd. Edi-
ción ilustrada con grabados. Buenos Aires. Imprenta de
M. Biedma, calle de Belgrano núms. 133 á 139. 1880.
En4'=>, 228ps. **
El irlandés Maine Reíd es un escritor pintoresco
yorijinal. Nació en 1818 ; abandonó el estudio de
la teolojia para viajar por Norte América, de 183S
á 1844; asistió á la guerra con Méjico en 1845, vol-
viendo en 1849 á Londres, donde se estableció. Los
cinco años de su permanencia en los Estados Uni-
dos, que recorrió detenidamente estudiando con
especial cuidado las costumbres de los indios, le
dieron elementos para la interminable serie da
novelas que empezó á publicar en Europa.
— 288 —
En la imposibilidad de analizar ninguna de sus
obras, llenas todas de episodios de diverso j enero,
de luchas en las selvas y en los desiertos, de aven-
turas admirables cuando no imposibles, de inciden-
tes 7 percances que sucesivamente oprimen el
corazón ó ensanchan el alma de alegría, — me limito
á esta breve noticia sobre un autor cuyas novelas
son tan populares en América como en {luropa.
ÍÍ87— Biblioteca de Las Novedades.— El resneita-
do. Episodio histórico de la invasión francesa en Espa-
ña. Traducido para Las Novedades. Buenos Aires.
Imprenta de M. Biedma. Belgrano números 133 á 139.
1880. En 16®, 66 ps.
Episodio de la invasión francesa en España á
principios del siglo. Pocas guerras más fecundas
en actos de heroismo y abnegación ; pocas, también
habrán encontrado más narradores, porque los
escritores de una y otra nación no olvidan ni los
más pequeíSos incidentes de sus glorias militares.
JEl resucitado tiene en sus pocas pajinas todo el
interés de una novela, aunque no se distingue por
la limpieza ni corrección del estilo.
ÍÍ88— Biblioteca de las novedades.— El Crimen de
Orcival por Emilio Gaboriau. Novela escrita en
francés y traducida al español por Gabriel Cantilo.
Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma, calle Belgrano
números 133 á 139. 1880. En 4^, 354 ps.
Por regla jen eral las novelas de Emilio Gabo-
riau— escritor francés nacido en 1835 y muerto en
1873,— carecen de brillo literario. Es difícil hallar
— 289 —
en sas pajinas bellas figuras retóricas ó pensa-
mientos arrebatadores ; en cambio tienen un méri-
to indisputable : el interés creciente, la trama per-
fectamente urdida j laspesquizas policiales llenas
de novedad y lójica inducción, de que el autor se
sirve como elemento principal en casi todas sus
novelas.
El crimen de (hxival fué publicado por primera
vez en 1867. Ün asesinato cometido en Orcival,
rodeado de detalles conmovedores y de irresistible
interés, forma la base de esta obra. Después de
tener los datos más minuciosos del crimen, el lec-
tor se pierde en el intrincado laberinto de las in-
vestigaciones y manejos de la policía. Con ella se
vacila, se tienta y se cobra esperanza ; se piensa y
se la ayuda á seguir en sus astutos procedimientos,
6 se remonta con ella en la vida anterior de cada
personaje, descubriendo en él ya una venganza no
satisfecha, ya un amor criminal ó no correspondido,
despecho á odios de familia, algo, en fin, que sirve
de primer eslabón á la cadena de sucesos desarro-
llados al principio de la novela, y basta para dar
con la pista del verdadero culpable, que, en la ma-
yor parte de los casos, resulta ser el menos sospe-
chado— tan hábilmente se ha desviado la atención
del lector 1
Alguien ha dicho que la lectura de una novela
de Gaboriau se asemeja á una noche de juego —
cada uno sale con el capital que introdujo, después
de haber pasado por todas las incertidumbres,
todas las dudas, todas las esperanzas, sin conseguir
absolutamente nada.
En cuanto á la traducción, la mejor garantía de
su bondad es el nombre de Gabriel Cantilo, dies-
tro en el manejo de la frase y conocedor á toda
prneba del francés como del castellano.
— 290 —
!S89~- Apuntes del viaje de D. José Portugués
para Europa de 1878 á 1879. Recuerdo. 1880. Buenos
Aires. Tip. del Colejio de Artes y Oficios, en la villa
San Carlos, Almagro. En 8®, 136 ps.
D. José PoRTuouas partió de Buenos Aires el 20
de setiembre de 1878 y volvió á ella el 2 de diciem
bre del año siguiente; pero los curiosos Apuntes
no forman sólo la odisea del que carga con su pa-
ternidad, sino también de varios secretarios de esos
que salen baúles para volver petacas. Están mal
escritos, porque los amanuenses de que se sirvió
el autor no conocen la gramática ; hay muchos dias
en blanco, porque — permanece D. José en el hotel
algo indispuesto;— no salimos por seguir D.José
indispuesto, etc. — diciembre 8 y 9 á 13, — ó porque
D. José hace dilijencias y encargos— julio 21-hí
compra « tres alfombras y una chica ; ésta es siu
costura, quedando todo lo comprado en Paris á la
orden de los señores Mallman y Ca. que lo remiti-
rán á Buenos Aires» — octubre 20 — testual. En fin,
el libro contiene absurdos de todo j enero, tilinga-
das de todo tamaño, barbaridades sólo concebibles
en personas que se dedican á visitar los mercados
y fabricas de baldosas, van á las iglesias única-
mente por oir misa, y tienen la franqueza de con-
fesar que « por la mañana en la estación tomaron
boletos para Genfeve en vez de Genes, esto, es para
Ginebra en vez de tomarlos para Genova» — octu-
bre 27.
No quiero privar á los lectores del Antmrio de
algunos juicios y apreciaciones artísticas de tan
notables taurists^ que entresaco de su obra, con
indicación de la fecha.
En Roma :
« Hemos visto hermosos cuadros y frescos ; la
— 291 —
€státaa de San Bruno eB hermosa y dicen que Cle-
mente XII dijo que si la orden no se lo prohibiese
hablaria; efectivamente no se puede dar una obra
más hermosa.» — diciembre 6.
En Florencia :
« Esta ciudad es más digna de ser visitada por
artistas que no por los que somos profanos en el
arte ; sin embargo no deja de tener cosas muy re-
creativas, aun para los que no sabemos apreciar el
arte sino por el gusto. Su magnifica Catedral (por
fuera) parece una de las primeras maravillas del
mundo. Estuvimos largo rato muy entusiasmados
viendo aquel edificio no sólo por estar forrado de
mármol de mil colores sino por el grandioso que es
ó aparenta (por fuera), pero pierde todo su mérito
al verla por dentro, pues vimos no habrá Iglesia
más pobre en el Orbe. No vimos siquiera un altar
medio decente en que se pueda recojer el corazón
humano — enero 18
< Salimos de Genova con dirección á Turin ha-
biendo pasado por Alejandría, no pudiendo ver
nada por estar nevando ; muy distraído para don
José por estar el campo cubierto de ni^ve » — ene-
ro 21.
Inútil decir que trascribo á la letra ; y la cosa
sigue en esa forma por Palestina, por Ejipto, por
España, por Inglaterra. . . .
El autor da gracias á Dios « por haber podido
llegar á volver á pisar las sagradas y bien ponde-
radas tierras arj entinas. > Los habitantes de esas
tierras [deben también agradecer á Dios que ha
conservado á D. José y sus secrétanos para honor
y prez de las letras.
— 2»2 —
290— Recuerdos de vii^e y de Jipaierra por
Florencio delMarmol. Carta á mi amigo el doctor D.
Juan Carballido. Buenos Aires. Imprenta de obras de
La Nación, calle de San Martin número 208. 1880-
120 ps.
Los Recuerdos de viaje y de guerra fueron publica-
dos en el folletín de La Nación á fines de 1880 y
editados por la imprenta del mismo diario.
Contiene las observaciones recojidas por el au-
tor durante su permanencia en el Perú y Solivia,
con muchos detalles sobre su viaje.
El señor Florbngio del Mármol estuvo en el Pa-
cífico durante una parte de la guerra de Chile con-
tra el Perú y Bolivia ; y ofrece datos curiosos, mu-
chos de ellos importantes y otros de interés pasa-
jero. Por la aglomeración de estos datos, referen-
cias, incidentes, diríase que es el libro de un
repórter á quien se ha enconmendado el estudio de
la guerra.
El Señor del Mármol ha publicado en 1875 un
grueso volumen sobre la revolución de 1874.
d91 El Doctor HThüntz. Fantasia por Raúl
Waleis— Carlos Casavalle, editor. Buenos Aires- 1880.
En8®,70p8.
El mérito de esta obrita es muy escaso, y puede
eonsiderársela un ensayo poco feliz, en un j enero
Sara que no tiene aptitudes el autor. El estilo es
i&iso, trivial, lo que hace que la acción se desar-
rolle lenta y Mámente.
La escena pasa en Flandes, en el siglo XVI.
El doctor Whilntz vive encerrado en su gabine-
te, haciendo esperimen tos, primeramente sobre ir-
racionales y después sobre cadáveres de ajusticia-
— 293 —
4dos, para encontrar en el ecsámen de I09 centroa
neryiosos, el asiento de la voluntad.
Aislado siempre en su gabinete, llega un mo-
mento en que no le quedan más amigos que su fa-
milia y el verdugo, proveedor de cadáveres.
Un hijo de éste, Hermán, que sirve de ayudante
al doctor, y vive bajo su mismo techo, se enamora
de Margarita, hija única de Whüntz, la cual le cor-
responde.
Margarita es huérfana de madre, que murió al
darla á luz.
Hermán, como hijo de verdugo, debía sucederá
csu padre en el oficio, según las leyes flamencas, y
cuando éste fué demasiado viejo para poder mane-
jar el hacha, la justicia ecsijió al hijo que lo reem-
plazara en el puesto.
Deseoso el Doctor Whüntz de salvar á Hermán,
le produjo una locura momentánea, de que le li-
bró después, administrándole una medicina cuyo
45ecreto poseía. Los enemigos del verdugo y los mé-
dicos que velan burlada su ciencia, denunciaron á
la autoridad que Hermán habia recobrado sus fa-
cultades, y aquella resolvió anrenderlo.
El doctor conoertóun plan de fuga, frustrada por
la llegada de la justicia que forzó la entrada de un
pabellón donde se habia refujiado Whüntz con
Margarita y Hermán. Adelantóse el doctor y en-
tregó elJuez el brazo derecho de Hermán que aca-
baba de separar del cuerpo, por medio de una rá-
pida operación.
Su novela termina como todas las de tipo vulgar:
^l desenlace es un enlace. Hermán y Margarita
49e casan, son muy felices, tienen muchos hijos.
El anagrama Raúl Waleis es bien conocido en
19
— 294 —
Buenos Aires para que necesite recomponer sus le-
tras á propósito de este lijero trabajo.
S93— Estela por JoRj£ Alberto. Buenos Aires.
1880. En 8^, 171 ps.
Es la historia de una cortesana desde su caida^
brutal, infame, hasta su viaje á Europa, roto por
el hastio el último lazo que la retenia en Buenos^
Aires.
Hortensia^ la amiga de Estela, la que tramó su
pérdida y la inició en todas las depravaciones del
vicio, — más prostituida que ella desde la edad de
la inocencia, muere asesinada por su antiguo que-
rido al salir de un baile de máscaras; 7 la justicia,,
gracias á la notable defensa del Dr. José Maria Mo-
reno, condena al asesino á solo quince años de pre-
sidi ). — El Dr. X, seductor poco delicado de Estela,
á auien abandona al cabo de un tiempo, es sorpren-
dido en flagrante adulterio, y muere también junta--
mente con su cómplice, á manos del esposo ofendi-
do ; (luedando Estela, con sus padres locos desde el
primer paso que diera en la senda de su perdición,,
sin otro amparo que el de Jorjb Alberto, autor de
esta narración lijera, terriblemente escéptica, ena-
morado de la cortesana infeliz hasta que el hastia
— tan absolutista como el orgullo— la decide á se-
S ararse de esa mujer á quien ama todavía despuéa
e diez años de vida activa.
Cuidando más de sostener los caracteres 7 de
evitar algunos que otros defectos leves, estas p¿U*
ñas podrían formar [un verdadero romance. Aun
así, tienen interés 7 no carecen de mérito.
El carácter íntimo que asume esta narración por
la participación del autor en los últimos sucesos
— 295 —
que cuenta, me veda entregar al público 8u nom-
Dre conocido.
89S— Folletines de "La Patria Arjentina'\Cri«tian
por Ricardo Gutiérrez. Buenos Aires. Imprenta de
La Patria Arjentina. Belgrano núm. 168. mdccclxxx.
En 8 ® menor, 94 ps.
El Cristian del Dr. Gutiérrez no responde á nin-
guno de los sistemas admitidos en la factura del
romance moderno : no es una novela, porque le fal-
ta el desarrollo y la acción, no es un estudio filosó-
fico, porque ni estudia los acontecimientos ni des-
prende de ellos ninguna filosofía, porque tal vez él
mismo ignora lo que pudiera producir para esta
ciencia el amontonamiento de inepcias, sin lójica
ni trabazón, sin estilo ni color. En una palabra — un
inmenso salmo, que parece haber sido hecho algu-
na vez en verso y luego vertido á mala prosa por
un principiante de retórica enamorado de las ira-
ses huecas y de los contrastes ridículos.
Citarían la trama que corre en las cien pajinas
del impreso si deveras tuviera alguna, pero la
diré en dos palabras.—Un estanciero que se
llama Lorenzo tiene un hermano estudiante que
se llama Cristian. El estanciero ha cometido la
torpeza de casarse con un ánjel, Rosalía, que ins*
pira á su hermano una de esas pasiones que no
retroceden ante el incesto, y que bien vistas pare-
cen salirle al encuentro llenas y desbordantes de
deseos criminales. En unas vacaciones el joven
estudiante vuela al seno del hogar fraterno bus-
cando descanso á sus tareas escolares. Allí el dra*
ma se desarrolla. El estudiante se revuelve en su,
tremenda pasión, observa á su cuñada^ se complace
en detallarla, la acaricia con los ojos, vive en su
— 296 —
ambiente y concluye por mirar á su hermano no
obstante su cariño, como el rival afortunado que le
ha arrancado su parte de gloria en este mundo.
Las cosas continúan así durante cuarenta pajinas,
hablando mucho del alma, de los sentimientos, del
mar, de las auroras teñidas de mil colores, de los
árboles, de las sierras, de los ranchos solitarios,
hasta que finalmente, Cristian concluye por des-
barrancarse con caballo y todo en uno ae los preci-
picios que dan al mar con mucha alegría del lector,
que no siente ningún remordimiento por ostentarla
en sonoras carcajadas y porque en verdad no esti-
ma al héroe, que cuando no da asco le parece sobe
ranamente tonto.
El Cristian es un Werther estanciero.
294— Apantes de un proscrito. Libro *'segun-
do. Materias de que trata— un sepulcro — un gran incen-
dio—una hermosa ciudad— un terremoto y otros episo-
dios escritos por Pedro Echagüe. San Juan, Enero de
1880. Imprenta de la Union. Plaza '"'•25 de Mayo" núm -
62. 1880. Bn8<=>, 68 ps.
No he podido saber cuándo se publicó el pri-
mer libro, ó propiamente, la primera entrega de
esta colección de artículos, á que el autor se refiere
en su dedicatoria al Dean del Cabildo Eclesiástico
de Cuyo, Dr. D. Braulio Laspiur.
D.Pedro Echagüb está muy léios de' seducir
con sus escritos. No obstante, se aplica á lo que ha-
ce, elabora pacientemente y aún produce versos,
carentes de inspiración, pero correctos en su for-
ma. Las narraciones que contiene este folleto son de
escaso mérito; empieza con la representación de
Casacuberta en Valparaíso de un drama francés
traducido por el doctor don Vicente Fidel López,
— 297 —
despertando así en el lector la curiosidad de los
recuerdos íntimos, de los detalles felices; mas el
desengaño no tarda en responden Mámente & los
naturales anhelos, y las pajinas siguientes se
ofrecen insulsas^ descosidas, desprovistas^de todo
interés.
S95— lElTira ó sea el temple de alma de nna
ISaiMiiaiiiiia» novela escrita por Pedro Eohaqtje.
San Juan. Imprenta de La Union— Plaza ^^25 de Mayo'*
núm. 52.
Hace más de quince años se publicó en San Juan
la primera edición de esta novela en número de
cuarenta ejemplares. Su autor la ha revisado antes
de darla nuevamente ala estampa, dejándole, em-
S ero, ocurrencias tan injénuas que causan hilari-
ad. En una de sus pajinas describe los estragos
del huracán, y al pié, en forma de nota, dice : « Esta
tempestad es supuesta. » La verdad histórica no
toma tan á pecho las cosas que ecsija en el novelis-
ta observaciones meteorolójicas precisas de los dias
en (jue se produjo tal ó cual acontecimiento secun-
dario en la vida de pueblos aún menos importan-
tes. Parece sin embargo, y se debe creer al autor
que así lo asegura, que la narración es verídica.
Un malvado^ asesino de la época de Rosas, se
cruza entre la felicidad y una digna familia que
merecía conseguirla.
Amante en un tiempo de la madre de Elvira,
este hombre se enamora de la hija, y humillado por
el desden que ésta le opone, asesina aU prometido
déla joven ; pero olvida el facón en el sitio donde
ha perpetrado el crimen. Cuando vuelve á buscar
8u arma, Elvira que se ha apoderado de ella, se
lanza sobre él y lo mata. Al fin y al cabo sólo hay
— 298 —
dos muertes ; pero I'as ineonyeniencias de otro or-
den abundan: oasta citar el capítulo sin objeto en
que doña Claudia cuenta á su hija Elvira las rela-
ciones poco edificantes que mantuviera con el beli-
tre Terraza, para comprender que D. Pedro EckA-
OÜB necesita ensayarse todavía mucho coíIíO escritor
si pretende aspirar á ser tenido por un pasable
literato.
296— Recuerdos de la niñez por un profako
EN LITERATURA. Bucnos Aircs. Imprenta de Pablo E.
Coni, especial para obras. 60— Calle Alsina~60* . 1880.
En 8®, 38 ps.
Una dedicatoria <á mi querida madre Da. Antonia
S. de Dominguez,> firmada con iniciales, descubre
la incógnita : el profano en literatura llámase S.
Domínguez, quien data su dedicatoria en Arrecifes,
1880, y como seria más que casual que en ese pue-
blo hubiese otro escritor homónimo, estoy por creer
que es el Dr. Silverio Domínguez, autor del Tra-
tamiento de la difteria — nám. 1&2 — miembro cor-
responsal del Círculo Médico Arj entino.
Los recuerdos nos muestran su oríjen español, y
las primeras pajinas bastan para probar que escri-
be correctamente.
Estilo galano y lijero, sencillez y esactitud en
las descripciones, unidad de sentimiento y casi
puede decirse fervor por el pueblo natal — he ahí
las buenas condiciones de ese breve trabajo. La
crítica más desmenuzadora poco tendría que fusti-
f;ar. Páreosme, sin embargo, escesivo el colorido
ocal que suele oscurecer algunos buenos párrafos,
como en el capítulo La vírjen del Cortijo,
d97— Histórico. liina MontalTan ó el terremoto
— 299 —
<[ae destruyó el Callao y la ciudad de Lima en 1746
-con una reseña sobre el descubrimiento del Perú, á que
«e agrega algunas reminiscencias históricas acerca de
su independencia, por José Victoriano Cabral. Bue-
nos Aires. 5769 —Imprenta del Porvenir, Defensa 139.
1880. En 8<=>, vii-280-11 ps. con tres láminas.
Hacer á propósito del terremoto de Lima de 1746,
tina reseña del descubrimiento del Perú, es ya fan-
tasía indigna de un escribano, que ha debido ceñir-
136 á protocolizarla época en que se proponía mar*
tírizar al público.
Presentar cuadros de ese terremoto en una ensa-
lada con pretensiones de novela, ensartar rectifica-
ciones históricas de la época de la independencia
con lamentos de Lina en los dias de la catástrofe;
j con motivo de todo esto y sin motivo alguno,
intercalar párrafos y párrafos á cual más sabroso
del diario que D. Josa Victoriano Cabral llevó
durante su viaje por Europa y ocuparse del discur-
ro de Ernesto ^uesada en el Congreso de America-
nistas-.ánwarío anterior, núm. 405¿, — de las
investigaciones de Rossi sobre la última erupción
4lel Vesubio en 1878 ó del micrófono de Edison y
-el teléfono de Bell, probablemente para dar carác-
ter científico ala novela histórica: — todo esto colo-
ca la obra y al autor fuera del derecho dejentes
literario; y acto meritorio seria enviar su nombre
jr su libro al conocido bibliófilo Philomnestes Ju-
jiior, á fin de q^ue los incluya en la prócsima edición
de sus Fous hUéraires, interesante ensayo biblio-
gráfico de la literatura escéntrica, contemporáneo
precisamente de Lina Montalvan 6 el terremoto que
^destruyó al Callao, eíG. D.José Victoriano Cabral
no podria quejarse de abandono ni aislamiento,
Íorque lo acompañarían muchas obras ridiculas ó
esatinadas que se han publicado en Buenos Aires.
_ 300 —
1S98-- RÍTadavia ante la posteridad ó sea ra*^
zon y fanatismo (un sueño) por Manuel L. Miqüiz.
Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma^ calle Belgrano^
números 133 y 136. 1880. En 8®, 65 ps.
Hace dos años publicó el autor este mismo traba-
jo con el título de Razón y fanatismo. Hoy lo reim-
prime precedido de los sueltos con que la prensa
anunció su aparición j parapetándose en el nom-
bre popular de Rivadavia. Son pajinas de un
insensato. La Nación decia : < Es una especie de
Apocalipsis relijioso-moral, que por su carácter
fantástico corresponde al j enero literario,
< A la inversa del apóstol de Sámos, todas las
cosas del cielo las refiere á la tierra.
< Figura en esta fantasía la sombra, el alma ó el
espíritu de Rivadavia, que ora sube á los cielos,
baja á la tierra, se precipita con Satanás en el in-
fiemo y resurje como principio de luz y de verdad,
conversando con el arcánjel Gabriel, con el diablo,
con San Pedro y con San Pablo. >
Esta ridicula fantasía empieza por unas palabras
del autor que aparecen dirij idas por Rivadavia á
San Pedro bajo el epígrafe de Núcleo de la obra.
d99— Galena dramática. £1 anillo de hierro,
drama lírico en tres actos, original y en verso de Mar-
cos Zapata, música del maestro Marqués. Representa-
do en el Teatro de Jovellanos el 7 de noviembre de
1878. En 8®, 84 ps. (A la vuelta de la segunda carátu-
la : Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, Alsina
núm, 60.)
Regularmente las zarzuelas tienen escaso méri*
to literario ; se parecen á los libretos de ópera, aun-
que de éstos puede añrmarse sin vacilar que son
todoa malos.
— 301 —
El anillo de hierro es una de las zarzuelas m&&
populares y aplaudidas : si lo debe en gran parte ár
la música del mabstro marquiés, no contenida en el
folleto, tampoco lo debe menos al verso fluido y
correcto de I). Marcos Zapata, ya que no á la con-
ceocion y desempeño dramático, estrechados y
coino sofocados por las ecsijencias de la música.
No faltan en esta zarzuela situaciones cómicas,
chistes llenos de sal, espectativas graciosas, for
mando contraste con ternezas y arranques de sen-
timientos; y las estrofas se deslizan constante-
mente suaves, sin dificultad, sin tropiezo, verdade-
ramente cantables en los tres actos, que parecen
una colección de cantábiles, como dicen nuestros
mulatillos.
300 -ISouTejiir. 1er. Janvier. 1880. En 4 ® , 24 ps.
Riquísima y bien correcta edición de pocos ejem-
plajes hecha por la imprenta de Coni. Contiene
nueve poesías francesas del Dr. Alberto Larro-
QUB, que sus hijos Alberto M. y Eduardo dedican al
mismo autor como recuerdo de año nuevo.
Propiamente, cometo una indiscreción al dar no-
ticia de este folleto ; pero hay en él estrofas senti-
das, composiciones sencillas, tersas, que no mere-
cian el completo olvido á que se las condena.
301— lia noelie de Mendoza por Olegario Y.
Andrade. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma, Bel-
grano 133 y 137. 1880. En 8 ® , 10 ps.
SOa—El mismo.— 20 de marzo de 1861. Buenos Aires.
Imprenta de El Nacional, Bolívar 65 y 67. 1880. En
S^, 12 ps.
— 20Z —
Edición de pocoB ejemplares. Poesia sobre el
terremoto de Mendoza, dedicada por el autor al
señor Emilio Civit. Su comienzo es majistral j
forma por sí solo una composición completa. La
poesia entera es bella en sns conjuntos y en sus
detalles, aunque el ñnal es un tanto débil. Empieza
así:
Inmenso campo de batalla, abierto
bajo el ojo de Dios,
palenque de las faerzas de la vida,
la tierra, el cielo y el océano son.
303~Daiite Alis^Meri por Alberto Nayabbo
Viola. Buenos Aires. 1880. En 8®, 8 ps.
304- Angelas por A. N. V. En 12 ^, 6 ps.
Dos preciosas ediciones de la imprenta de La
Nacioo, en corto ii amero de ejempia 'C, hechif^
por amigos del auto?.
Ambas composicioues hablan sido puu'icadas, la
primera en diario y la segunda en La Re^iUí'a Lite-
raria.
305— Eduardo por A. N. V. 3880. En 16®, 66 ps.
Este librito con que el auior se inaug-ura en fk
Jénero, es un canco escrito teniendo en vihU. algunas
obras análogas de Byron.
A. N. V. ha siao acusado de haberse enrolada
— 803 —
€on él en las filas naturalistas : acasacion fundada
en cierto modo por varios pasajes, un tanto subidos
de color de la obra. Sin embargo, seria más lójlco
decir que el autor ha errado por ecsaj erar. Aque-
llos mismos pasajes un poco empalidecidos podrían
pasar sin llamar mayormente la atención.
Es preciso no olvidar que A. N. V. no ha tenido
é, Zola sinoáByron envista cuando escribía, y que
este último se deja arrastrar muchas veces hasta
términos no muy delicados, sin que por eso )-j ht^yá,
acusado nadie de ser un antecesor del primero
como naturalista. Es evidente, además, que A N. V.
no ha tratado de hacer un poema de esta escuela
pues artista como es no habria faltado á la regla
que hubiera querido seguir. Entre tj-ñto vemos la
introduccioii, los fragmentos y muchos otros pasa-
jes en que se muestra verdadero poeta de inspira-
ción y gusto delicado. Dónde queda entonces el
naturalista ?
£1 poema traza agrandes rasgos la figura de un
joven. El autor nos descubre aquella alma, y admi-
rar podemos en ella los más nobles sentí alientos y
las más altas ideas. Soñador y román cico ha cho-
cado de frente con ese mismo natural smo de que
se acusa al autor — y siente todas las aflicciones que
se esperimentan cuando se baja de un mundo id^ol
de perfecciones á la misera tierra tan llena de PlO--
saicos accidentes.
Y ese tipo á quien ecsaspera la vida rea — que
vaga abstraido y escép^ico sólo porque vio la false-
dad de sus sueños, — ese sería un tipo naturalista?
Tanto valiera decir que lo es Westhei* ó UcJ»»al
Lo único naturalista que hay en el poema son
algunas espresiones, que más bien que de otro modo
podrían llamarse crudas.
Es aquel malhadado pasaje del baile donde se
— 304 —
describen tantas cosas indescriptibles y sin embar-
go— olvidemos un instante las espresiones-^qué
encontramos? A Eduardo frió ante aquel lujo de
sensualidad y conmovido sólo cuando una voz tier*
na lo arrebata á la escena presente, le habla con
el calor de un alma pura — no oyendo en el «te amo
que se le dice al oido sino al ruido de alas de sus
santas aspiraciones y no viendo sino como la evo-
cación de un hermoso pasado muerto entre las nie-
blas del olvido.
La acusación de naturalista no es pues fundada—
y mucho más se podría aducir para probarlo, si lo
dicho no bastara. Pero es preciso ser breve y no
podemos estendernos más sobre ese tema.
Si tuviéramos espacio y lugar trascribiríamos
algunas estrofas. Pero en su defecto las señalare-
mos como bellezas prominentes de la obra.
Ea primer lugar, la introducción que es lomas
bello del libro ; luego, varios de los fragmentos.
De la estrofa XV á los fragmentos hay mucho
bueno-— y algo prosaico. En adelante ambas cosas
están admirablemente mezcladas.
Como cualidad jeneral es de notarse la facilidad
de espresion, la esactitud de las palabras respecto
de las ideas, en fin, la abundancia poética. Como
defecto jeneral, jiros ecsóticos, rimas rebuscadas^
estrañas, conceptos prosaicos, palabras bajas.
Pero no se olvide que A. N. V . es un poeta, y aun
lo malo está tan bien matizado que se lee con gusto.
Al lado de un mal verso hay otro admirable— al
lado de una imájen vulgar otra orijinal. Todo eso
debe depender en parte de que el poema fué escrito
d^un jet y sin ser correjido más tarde.
Como quiera que sea, esta obra ha encontrado
muchos críticos y pocos defensores y aun éstos
— 305 -
están en el caso de aquellos de que habla Labru-
yere cuando dice :
<I1 ny a point d'ouvrage si accompli qui ne fondit
tout entier au milieux de la critique, si son auteur
Toulait en croire tous les censeurs, qui dtent cha-
cun Tendroit qui leur plait le moins.
Efectivamente, el Eduardo desaparecerla si fue-
ra eso á ejecutarse ;j[>ero se salva porque el autor
se atiene á aquel consejo del mismo crítico: ser en
el dilema, partidario de los que lo aprueban.
No es posible concluir estas breves líneas sin
pedir al autor que reincida escribiendo otro poema,
el cual con la esperiencia por él adquirida será
indudablemente de mayor mérito. Escriba con el
estilo apropiado, pero no olvide que es siguiendo la
inspiración que dictó los pasajes que he señalado
como buenos, que ha de conseguir segura victoria.
Vueílva á leer lo reprochado pero sea para repetir
después con el tono compunjido del arrepentimien-
to : non vis in idem.
J. E. M.
306— Poesías por Martin García Merou, miem-
bro de la Academia Arjentina. 1878-1880. Buenos Aires.
Imprenta de S. Ostwald, Florida 136. 1880. En 8®,
lV-224 ps.
Martin García M^rou ha empezado brillante-
mente su carrera de escritor. Niño aún, pues hoy
tiene sólo diez y nueve años de edad, se abre paso
entre los literatos, por sus Poesías y sus eruditos
folletines publicados en varios periódicos de Bue-
nos Aires.
Hay en en él inspiración, fecundidad, brillo ima-
jinativo, riqueza de lenguaje. Sabe dar colorido.
— 306 —
infdüdir moTimienio á las abstracciones severas, i
los temas áridos, á los pensamientos graves.
I^us estrofas rotundas arrastran y seducen. No
se las debe aivilizar; no se debe escudriñar el fon-
do de esa cascada, sind dejar que nos acaricie el
oido con el desgr^n amiento de sus rimas y la armo-
nia de sus acentos.
La suavidad del alma no está siempre á la altura
de la imajinacion ; la ternura y la espontaneidad
de los sentimientos parecen ofuscadas por los anhe*
los vagos de las ilusiones que abarcan y concentran
todas Tas fuerzas del alma. Pero el hombre na
tiene la culpa de haber sufrido poco. Las amarga-
ras de la vida redondean los contornos del espíritu
y prestan la inefable unción de la tristeza, que e&
imposible falsificar con espresiones de dulzura.
Ma tin Garcia Mérou empezará tarde á conocer
por espprieucia propia los desgarramientos del
corazoa. Entonces será el poeta completo que sus
amigos auguran, que las letras arj entinas recibirán
con cariño.
Sus pripieras poesías, salpicadas de bellezas y
defectos, revelan una facilidad estraordinaria de
versificación, que lo ha llevado á improvisar canto»
al Huá«icar, al 3 de febrero de 1852 y otros, para
fiestas de ocasión, sin posesionarse perfectamente
de temas que contrarían la corriente de sus im-
presiones.
En cambio, sus composiciones breves, esbozos
de los cuadros de Goppée, hacen presentir el talen-
to; y las cuatro redondillas que llevan el título de
La ct¿na, valen por muchas pajinas del j enero de-
clamatorio á que ha tenido la mala idea de aficio-
narse.
Entre todas sus poesías, que las hay muy buenas,
descuella una fantasía orijmalísima^ Bric & Broc]
— 307 —
j no han faltado críticos, que los hay muy malos,
que se ensañen contra ella, precisamente porque
no selparece á lo demás— no se parece á nada.
Sin que sea dado prever hasta dónde llegará,
Ms?.rtin Garcia Mérou merece ya la reputación de
que goza ; y lejos de su pais y su familia, si es cier-
to que iodo lo que nos aisla nos engrandece, según
dice Mma. de Girardin ; con la copa de los primerosF
sinsabores en la mano ; secretario de la Legación
Arj-Njtiaa en Venezuela y Nueva Granada; febri-
cíente por los boulevards] de Paris ó taciturno por
las calles de Ca: seas, — el niño sentirá que se pro-
duce en él la gran evolución de los dolores ; se
a<^e.«¿uará la duda en su conciencia, se entroni-
?;írá la amargura en su espíritu, y no hablará
solemnemente, sino con la sencillez de los profun-
dos sentimientos de la ecsistencia.
Será el poeta completo.
d07— El Pere&rino del Plata. Abel y poesías
diversas po» José María Zuviria. 2^ edición corregi-
da y aumentada. B^^enos Aires. Imprenta de Pablo E.
Coni, especial para obras. 60— Calle Alsina— 60, 1880»
En 4®, ix-388 ps.
Si son astre^ en naissant^ ne Va formé poete^ ha
debido abrir otros rumbos á su actividad intelec-
tual, dedicarse á la historia, á la filosofía, al dere-
cho^ á cualquier cosa más de acuerdo que la poesia
con los caracteres y las condiciones de su espíritu.
Sin embargo, el Dr. José María Züviria publica
la segunda edición de su grueso volumen de versos,
después de haberbO hecho representar en la prime-
ra con traje á lo Lamartine, abotonado hasta el
<5uello, 6 neglijentemente enyuelto en una negra
— 308 —
«apa, á fin de ofrecer en su persona el tipo del.
Abel, peregrino que alcanza á parodiar grotesca-
mente al Child'ñarold,
Las composiciones líricas son detestables, por lo
regular. Cualquiera de ellas puede servir de ejem-
plo ; y creerla hacer uso de un arma prohibida
si trascribiese la titulada letrilla A un ruiseñor^
porque no tiene atadero.
Hay en el^ Abel cantos pasables y aun estrofas
buenas . . . cuando se equivoca como decia Boileau
al hablar de Scudery. Ese viaje del Peregrino del
Plata, bajo el peso del infortunio, á través de las
grandes naciones como á través de los grandes
sentimientos, no corresponde, ciertamente, á un
plan orijinal ; pero presenta pasajes descriptivos
vigorosos, una que oirá idea poética espresada con
elegancia, breves arranques apasionados y frases
llenas siempre de amargo sabor.
Ah I si la vida toda dar pudiera,
en sombra, al menos, el paterno hogar I
Si algo más dulce el universo diera
que el primer sueño del que empieza á amar I
El corazón nunca miente,
habla mudo y ciego ve.
Joven, me dije, esclava es la belleza ;
la fuerza, esclava del talento fué.. ..
Nadie — ni tú I más infeliz que yo 1
Rodando del orgullo en el abismo,
el alma hastiada, el corazón sin fé,
todo lo espera el hombre de sí mismo ;
y así engañada tu esperanza fué I
— 309 —
En cambio de estas luciérnagas, no le faltan re-
ininiscencias bastante chocantes, como —
Saién en la ausencia más pesar devora
que se queda, ay Dios 1 ó el que se yá ?
45 ésta, menos disculpable aún —
Qué importa á la creación la frájil vida
de un átomo de polvo que se va ?
— ideas, ambas, que se encuentran semejantemente
«spresadas en poetas españoles.
Si algu a mérito puede reconocerse á estas Poesías
43ofocadas por los defectos de forma y aplasiiadas
por la vulgaridad ó la imitación servil, es su orí-
jen, su producción, porgue cada una de ellas cons-
tata un dolor ó un abatimiento del hombre que ha
querido dar estabilidad á la historia de su vida
guardándola en estrofas cansadas, de difícil v nunca
Eerfecta elaboración, en las cuales llega a contar
asta los enredos y camorras de su suegra.
Al dejar el libro, n>ás que desengaño de su lec-
tura, se siente desfallecimiento por la aberración
Ae una intelij encía bella : Martin Garcia Mérouno
ha debido escribir un prólogo á las Poesías de J. M.
2üviRiA — es demasiada abne^acio?i hundir en ellas
la independencia de un crítico joven.
308— lia Tiielta de Martin Fierro por José
Hernández. Cuarta edición : adornada con diez lámi-
nas. Precio : 20 $. Se vende en todas las librerías de
Buenos Aires. Depósito central : Librería del Plata,
calle Tacuarí 17. 1880. En 4®, 58 ps, ádos columnas y
varías láminas.
^ Véase el Anuario anterior núm. 884^ donde
figura la primer edición de esta misma obra. No
conozco las dos ediciones intermedias, que, prueban
- 310 —
de todds modos^ la boga que ha adqiiirido este
libro.
309— First loTe. A poem by Sarfield D. Brenan.
Buenos Aires. Imprenta, Esmeralda 23.. 1880. En 8 ^^
24 ps.
Composición fantasmagórica en la que Alfonso^
XII, á quien está dedicada, figura como militar al
servicio de la República Arj entina y enamorada
de una tal Cerina Silva, belleza mntástica qua
vaga bajo los sauces de San Fernando y cuya
muerte, en el momento de recibir un mensaje oel
ya rey Alfonso, terminad poema sin pies ni cabeza
escrito en versos detestables.
310— fin la sentida muerte del presbítero dea
Cayetano Porfirio, canónigo dignidad de Trivento- Ins-
cripción y madrigal de Constantino Porfirio, su so-
brino. Versión al español por Dr. D. José Agustín Es-
cudero, Ministro Residente de la República de Costa
Rica cerca del Gobierno de la Confederación Argentina,
Encargado de Negocios y Cónsul General de la Repú-
blica del Salvador en las Repúblicas del Plata, etc.,
etc. Segunda edición. Buenos Aires. Imprenta de JPabla
JB. Coni, especial para obras. 60— Callé Alsina— 60.
MCCCLXXX. En 8®, 16 ps.
Do< e iuscripciones y un madrigal, con mucha»
notas de ampliación.
Oye, lector:
< Conciudadanos 1
Más con las preces que con el llanto
Honremos la grata memoria
Cayetano Porfirio.
— 311 —
II
Fué siempre hijo tierno
de la Católica Iglesia
y de su cabeza visible.
III
Justísimo Dios 1
Ayl
admitida los celestiales goces
¿ vuestro buenoy ñel siervo. »
etc.
Libre Dios á ¿odo tio cristiano de un sobrino lite-
rato capaz de turbar la tranquilidad de la tumba
cou producciones semejantes 1
311-^Hfinnos del corazón (poesías) de Román
I. López (1879-1880). Tomo primero. Buenos Aires.
Tipografía La Velocidad, San Martin 42. 1880. En 16®,
28 ps.
En la dedicatoria del folleto, el autor dice que
sus versos son especies de himnos del corazón.
Otro autor francés aseguraba seriamente —
Je me suis cru poete. • . . e< n'ai fait que rimer t
Pueden canjearse las espresiones, aunque saldría
ganando mucho Román I. López. Al un C. Gay
tiene de vez en cuando una ráfaga, un chispazo, lo
suficiente para mostrar que no es idiota.
Debe juntarse con el anterior — Arcades amhot
RIIIJION
312— Cancioncita del Presbítero Constantino
PoRFiRTo dedicada á la bienaventurada Virgen Maria^
acompañada de los juicios hechos por algunos célebres
literatos. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Goni.
especial para obras. 60 — Calle Alsina— 60. 1880. En
8®,20ps.
Los céléhres literatos son Bibolini, Tripepi, Ben-
nassati, Spataro, etc.
Ko pueob resistir á dar como muestra una estro-
fa de la < versión libre al español, » fechada en 12
de agosto de 1880^ Buenos Aires :
« Y tú eres terrible
cual bien ordenado
ejército valiente
á lucha preparado :
valor ai alma
ay I danos, 6 Pia 1
dulce Maria.
dulce Maria. >
~ 314 —
313 — Coiftfereneias eientíftco-BelisioMifiíy
Dadas en la Iglesia de la Merced de Barcelona por el
Rdo. P. D. E. Llanas, Pbro.^ Sacerdote de las Escue-
las Pias, Rector del Col^io de Villajaueva y Geltrú, y
taquigrafiadas por D. P. Folguera y Surroca, D. E. Cre-
xáns y Borras, D. J. Sala y JBonastre y D. A. Pui^ y So-
ler, miembros déla '•''Corporecíon taquigráfica del sistema
Garriga," de Barcelona. Buenos Aires. Imprenta de
*'E1 Parlamento", Cangallo 48. 1880. En 8<=*, 170 ps.
Edición arj entina de un libro español publicado
en Barcelona V que tiene por objeto probar «que
la ciencia moderna, lejos dé contrariar la reyd.a-
cion jenesiaca, la confirma en todas sus partes.»
Desde la publicación de los Conflictos de Drap-
per, mucho se ha escrito en el sentido de las Con-
ferencias del P. Llanas, porque la Iglesia sb sintió
profuDdamente sacudida; y estas Conferencias no
son lo mejor que se hp.ya escrito.
La obra fundamental pertene á un P. 'de la
orden de los Agustinos, encargado especialmen-
te por el Papa de rebatir al escritor científico. El
buen hombre empleó tres ó cuatro atlos en la con-
fección de un libro voluminoso que en vano se ha
tratado de popularizar en el mundo cristiano. El
dogma revestido de estola científica es algo que
choca invenciblemente á los feligicses.
Es probable que los atentos oyentes del P. Lla-
nas salieran edificados de sus pláticas ; pero ellas
nada demuestran, tií alcanzaran á llevar el con-
vencimiento á ningún espíritu. La ciencia no se
estudia partiendo de la revelación.
La ecsistencia de Dios, por ejemplo, lo mismo
3ue su no ecsistencia se prueba por cualquier meto-
o; en tanto que la veraad del catolicismo sólo se
prueba por la revelación — método inaplicable para
— 315 —
constatar la compatibilidad de la ciencia 7 el
dogma.
£11 P. Llanas ha tenido buenos materiales & ma-
no. A veces es elocuente, con elocuencia de pul-
pito; muchas veces sofista y siempre ecsajerando..
No alcanzo el objeto de la reimpresión he-
-cha en Buenos Aires, salvo que lo haya realizado
^Igun santo varón de los que todavía se empeñan
eu hacer propaganda relijiosa.
314— lia obra de expiación i>or Santiago Es-
rrBADA^ con aprobación de la autoridad eclesiástica.
Con láminas y apéndice. Buenos Aires. Imprenta de Pa-
blo E. Coni, especial para obras 60— Calle Alsina— 60.
1880. En 8"=», 46 ps.
La Obra de la espiacion ha sido fundada por el
P, Vaughan ; cuenta con quince ó más socios en
Buenos Aires, 7 es una especie de hermandad mís-
tica que se ofrece en holocausto de « los grandes
Secados del mundo moderno, ofensas á la palabra
ivina, ofensas á la divina persona de Jesuscrito,
negación de la divinidad del evanielio y negación
de la divinidad en el Sacramento del Altar.»
Ellos son blancos y se entienden.
D. Santiago Estrada hace la historia poética de
esta asociación, acompañando su panfleto de los
documentos aprobatorios, retratos de los socios
fundadores y de los que se han suscrito aquí en
ese carácter, proyectos de Catedrales, retrato de
Jeremías^ «el apóstol de las lamentaciones, de
•Cristo de pié en el polo, etc.»
Folleto de propaganda de una lojia cuyo fin in-
mediato es remitir fondos á Londres.
— 316 —
34 S—Breves reflexiones sobre la prepa^i^aaida ^^
^lica de las sagradas escrituras^ preaicadas en la
iglesia de « la profesa,» en Méjico por KenelmVáughak»
Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial pa-
ra obras. 60— Calle Alsina— 60. 1880. En 8 ® menor,.
32 p8.
Son tres pláticas, bastante místicas. «I sóbrela-
biblia en jeneral; II la lejislacion de la Iglesia
católica sobre el uso común de la santa biblia ;
III sobre la lectura de las sagradas escrituras.»
316— Una jastifleacien por Eenelm Yaitohan.
en la segunda carátula : Esposicion relativa á la propa-
ganda católica de las sagradas escrituras en la Repúbli-
ca Argentina, hecha en una reunión celebrada bajo la
presidencia del Dr. D. Pedro Goyena, en el Club católi-
co de Buenos Aires por Kenelm Vaugham^ Capellán
privado d^ su Eminencia el Cardenal Arzobispo Man-
ning^ Promotor de la Propaganda católica de las Sagra-
das Escrituras y de la obra de Espiacion en Londres.
Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, e&pecial para
obras. 60~Calle Alsina— 60. 1880. En 4® menor, 48 ps.
Da esplicaciones sobre la edición económica y
numerosísima que se propusiera hacer del nuevo
testamento, documentando la inversión de fondos.
317— Mi conTersion ó motivos que me indujeron
á ingresar en la iglesia católica^ por Emilio Hitnzikbb.
Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni. especial pa-
ra obras, 60~Calle Alsina— 60. 1880. En 8 ®, 44 ps.
Hay un prefacio del traductor.
En cuanto á la obrita traducida, poca importancia
puede atribuírsele : impresiones personales y re*
— 317 —
solución de cuestiones propuestas en forma de ca*
tecismo, con los viejos argumentos de siempre. En
una palabra — j^anueto de polémica católica; es-
pecialmente dirijido á los protestantes.
318— líOTena en honor de la mística doctora Santa
Teresa de Jesús ínclita reformadora del orden carmeli-
tano, por Monseñor Fr. Lms db Agazio del Seraneo or-
den franciscano. Obispo de Trivento, Prelado Domésti-
co de Sa Santidad y Asistente "al Solio Pontificio. Tra-
ducción al Castellano por el presbítero D. Constantino
FoRFiHio. Secunda edición. Éuenos Aires. Imprenta de
Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Calle Alsina —
60. MDCCCLXXX. En 16 ®, 16 ps.
319— líOTena á la Santísima Cruz de los milagros.
Dispuesta para que los fieles fervoricen su espíritu con
el amoi' de esta Sagrada Señal, de todo cristiano, y con
su memoria se alienten á llevar con paciencia la cruz^
que Dios le diere. Buenos Aires. Librería de Igon Her-
maros, calle de Bolívar esquina Alsina. 1880, En 32®,
30 ps.
3^0— Novena de la Santísima Cruz de los Milagros,
dispuesta para que los fieles fervoricen su espíritu en el
amor de esta ©agrada Señal, de todo Cristiano y con
su memoria se alienten á llevar con paciencia la cruz
Íue Dios les diere. Corrientes. Librería de Eustaquio
)iaz Calle Julio núm,85. 1880. En 32®, 30 ps.
3ldl^]!líeTena de Nuestra Señora de Ligan venera-
da en el misterio de la Inmaculada Concepción. Buenos
Aires, Igon hermanos— Editores. Librería del Colegio
— 318 —
(Frente á la Iglesia de San Ignacio) 1880. En 32£,
102 ps.
Sld^^KeTena en sufrajio de las Animas del Por-
Ratono tomada en gran parte de la que escribió el P.
Maoh, de la Compañía de Jesús. (Con permiso de la
autoridad eclesiástica). Buenos Aires. Igon hermanos-
Editores, Librería del Colegio (Frente á la Iglesia de San
Ignacio) 1880. En 32 ® , 36 ps.
3S3--]WoTena al glorioso Arcángel San RafaeU me-
dico, guía, abobado y protector de sus verdaderos devo-
tos. Sueños Aires. Librería del Colejio— Igon herma-
nos, editores. Calle de Bolívar esquila Alsina. 1880. En
32®, 40 ps.
3S4— Novena al gloriosísimo San Juan Bautista
precubor del Divino Verbo encarnado. Con aprobación
de la autoridad eclesiástica. Buenos Aires. Librería del
Colejio— Igon hermanos, editores. Calle Bolívar esquina
Alsina. 1880. En 32®, 30 ps.
3S5— Novena de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Buenos Aires. Igon hermanos, editores. Librería del
Colegio (Frente á la Iglesia de San Ignacio). 1880- En
32®, 42 ps.
3^6— NoTena para implorar el auxilio y protección
de la Santísima Víijen contra la peste baJo la advoca-
ción de su glorioso nacimiento (Con aprobación de la
Autoridad Eclesiástica). Buenos Aires. Igon hermanos.
Editores. Calle Bolívar esquina Alsina. (Frente á la
Iglesia de San Ignacio). 1880 Ea 32 ® , 34 ps.
— 319 —
3127— XoTena del seráfico Padre San Francisco de
Asís para implorar su patrocinio en cualauier tribuía*
cion. Buenos Aires. Igon hermanos^ Eaitores. Calle
Bolívar esquina Alsina. 1880. En 32^^ 40 ps.
328— líOTena que en alabanza de la siempre Vír-
j en María Madre de Dios y Señora Nuestra en el título
del Pilar compuso el R. P. Fray Franüx-üo de Paula
€amabgo^ religioso de la Regular Observancia deN. S.
P. San Francisco (Impreso con licencia de la autoridad
eclesiástica). Buenos Aires. Igon hermanos^ Editores.
Calle Bolívar Esquina Alsina. (Frente á la Iglesia de
San Ignacio). 1880. En 32®, 104 ps.
3^9 —Novena para honrar á María Santísima en su
título de Madre de Misericordia conque se venera en la
Iglesia de Padres Predicadores de esta ciudad. Está
foi'mada con el ausilio de varios escrito** piadosos sobre
el Santuario de aquella Señora en Savona, por un ecle-
siástico, hijo de Buenos Aires. Buenos Aires. Librería
del Colegio, Igon hermanos, editor. Calle Bolívar esqui-
na Alsina, 1880. En 32®, 78 ps.
330— Novena del glorioso San Ramón Nonato de la
Ordenóle Nuestra Señora de la Merced. Buenos Aires-
Igon hermanos. Editores. Calle Bolívar esquina Alsina.
1880. En 32®, 32 ps.
331— XoTena de la Santísima Virgen María de la
Merced redentora de cautivos (Con pei'miso de la auto-
ridad eclesiástica). Buenos TAires. Igon hermanos. Edi-
tores. Librería del Colegio (Frente á la Iglesia de San
Ignacio). 1880. En 32®, 34 ps.
- 320 —
S3S— lietanias ó invocaciones para uso de las jó-
:irene8 cristianas. Buenos Aires. Ifi:on hermanos. Edito*
res. Galle de Bolívar esquina Alsina. 1880. En Z2^^
8 ps.
S3S— Hodo de rezar la Corona de María Santísi-
ma de los Dolores y su septenario, (con permiso de la
autoridad eclesiástica). Buenos Aires. Librería del Co-
lejio. Igon hermanos. Editores. Galle de Bolívar esquina
Alsina. 1880. En 32^, 20 ps.
334~iyercieio de las siete salutaciones á
Jesús Nazareno para todos los martes del año. Que se
reza en la Iglesia de San Juan de esta ciudad (con apro-
bación de la autoridad eclesiástica). Buenos Aires. Igon
hermanos^ Editores. Librería del Golejio. (Frente a la
Iglesia de San Ignacio). 1880. En 32"^^ 20 ps.
335— l^jercicio que se hace concluida la novena
del nifío Dios en los cuatro dias que restan, hasta el dia
de los Santos Reyes, es decir desde el dia 3 de Enero
hasta el dia 6. Buenos Aires. Igon hermanoa, editores.
Librería del Colejio. i Frente ala Iglesia de San Igna-
cio). 1880. En 32®, 36 ps.
336— 'DeToeion de los siete dominios consa-
grados á honrarlos dolores y los gozos de San José con
mduljencia plenaria para cada domingo. Van al fin ora-
ciones para oir la santa misa en honor de San José.
Buenos Aires Librería del Colejio. Igon hermanos^
edictores. Calle de Bolivar esquina Alsina. 1880. En
Z2<=>, 138.
— 321 —
1137— TisitM al Itentísliifte Skftcvamento ooa
}» distribución de las cuarenta horas circulares estable-
cidas en esta ciudad.—Segunda carátula : Visitas á Je-
sús Sacramentado en testimonio de amor y desagravio
á su sagrado corazón por el P. F. X. Gautrelet^ de la
O. de J. Con la fórmula de la Comunión Espiritual de
San Alfonso M. de Liguori. Buenos Aires. Librería del
Colejio—Igon hermanos, editores. Calle de Bolilrar es-
quina Alsma. 1880. En 32'=', 32-4 ps.
338— lyercieie piadoso en obsequio del sagmdo
corazón de Jesús. Anuncióte hoc in universa térra, Isai. c.
12, V. 5. Reimpreso. San Juan. Imp. de La Union. Pla-
za »25 de Mayo», núm. 52. 1880. En 16®, 16 ps.
339'-Oraeioii á María Santísima del Rosario para
implorar por su intercesión la misericordia de Dios,
aprobada por el ilustrísimo y reverendísimo señor Arzo-
bispo Dr. D. Federico Aneiros. Buenos Aires. 6238—
Imprenta del Porvenir, Defensa 139. 1880. En 32®,
30 ps.
340— Ordo dÍTÍni oífteii in ecdesia cathedralí
ci vítate, ac archidioecesi bonaerensi justa rubricas bre-
viarii, missalisque momanÍ7-hispani ac etiam decreta S.
B. C.á JoANNE JosEPHo Blanes ceremoniarum magis*
tro pro anno domine mdccclxxxi. Bonis Auris ex Tipo-
grafladeP. Coni, Alsina 60. 1880. En 8®, 54 ps.
341— Ordo reeitandi dÍTinnin offleiam mis-
«asque celebrandi pro P. P. Societatis Jesu in Repúbli-
ca Argentina anno 1881. Bonis Auris. Ex Tipog. rauli
Coni. Alsina 60. 1880. En 8 ® , 40 ps.
— 322-
34S— Ordo diTini offteii persolvendi recteii.
misase celebrandaB juxta ritum sanctae romanoe ecclesi»
novissimam. brev. ac. missal. seraph. reformationemin
gratiam fíliorum trium ord. S. P. N. Frandissi intra
nOstrsB huyus almse prov. assumpt* deiparse fluvii Pía;
tensis limites existentium dispositus pro anno domini
MDCCCXXXI á P. Fr. Angelo Pueyo et venerabiliB
definitorii jus^u editus. In cívitate Bonaerensi. Ex Tipo-
mfía de P. Goni. Alsina 60. 1880. En 8^ ^ 36 ps. (A am-
bos lados de una cruz^ en la misma carátula : Grads
TÍrtus. <&. gratia. Nos consignet in froutibus ; in mem-
brís, &, in sensibus. Pro perenni custodia. Amen.
(Hymn. S. P. N. F. 17 Lep.;
343— Beslámento de los siervos y siervas de la
Virgen de los Dolores y Hermandad de Animas esteble-
cída en la Santa Iglesia Metropolitana. Buenos Aires.
6236. Imprenta del Porvenir, calle de la Defensa nüm.
139. 1880. En 8®. 12 ps.
344~CatecÍ8iiie de la doctrina cristiana, escrito
por el P. Gaspar Astbtb y añadido, para su mayor
aclaración, con varias preguntas y respuestas por el
licenciado D. Gabriel Menendez de Luaroa, colegial
aue filé en el insigne de San Pelayo de la Universidad
€ Salamanca, catedrático de fílosofia y teología en ella,
y canónico penitenciario de la Santa Iglesia Catedral
de Segovia. Buenos Aires. Librería Refie, Perú 43. 1880.
Enl6«^, 64ps.
Es el catecismo más usado en las. escuelas de
Buenos Aires^ superior por su claridad al del P.
Claret y otros.
Muchas publicaciones oficiales han sido ya cita-
das en diversas secciones del Anuario,
Sólo entran aquí las que por su carácter indeter-
minado ó por otras circunstancias reclaman espe<
cial colocación.
345— Memoria de la junta municipal del Pocito.
1879. San Juan. Imp. de El Zonda. Salta 33. 1880. En
8 o, 12 ps.
Sin anejos.
346— Junta Municipal del Pocito. Administra»
cien económica Importante resolución gubernativa.
San Juan. Imp. de La voz de Cuyo. Jeneral Las He-
ras 37. 1880. En 16®, 20 ps.
Informe esclusivamente económico de la admi-
nistración municipal.
347— Hemoria de la Municipalidad de la ciudad
de Tucuman correspondiente al año 1879. Tucuman. Imp.
de La Bazon. núms. 73 y 75. 1880. En 8 <=^, 174 ps.
— 324 —
Su presidente el Señor Cirilo Gramajo hace
nna breve reseña de los trabajos municipales de
1879, complementándola con una serie de anejos
sobre instrucción pública, obras públicas, hacien-
da, etc., conteniendo diversos informes, cuadros,
estados, ordenanzas y demás documentos.
348— Tesorería de la Comisión Municipal de Mo-
reno por Emilio Gbeogo Año de 1879. Buenos Aires.
Imprenta de La América del Sud. Alslna 50. 1880. En
4 ^ menor^ 67 ps. y un cuadro estadístico del partido.
El Señor Emilio Gkecco es el tesorero municipal
de Moreno.
349— Memoria administrativa de la Municip^^lidad
de Quilmes correspondiente al afio 1879. Presentida al
Superior Gobierno por el Presidente Don Manuel Amo-
Boso. Buenos Aires. Imp. de La Ondina del Plata^ San-
tiago del Estero 176. 1880. En 8 ®, 12 ps.
350— MoTimientode la caja Muninipal del partido
del Tandil. Año 1879. Buenos Aires. Imprenta de Obras
de La Nación^ calle de San Martin número 208. 1880. En
4®, 18 ps. en forma de cuadros.
SSl—Hemoria de la Municipalidad de San Martin
por el afio 1879. Buenos Aires. Imprenta de la familia
italiana. Reconquista 240. 1880. En 4® menor. 22 ps.
352~I!fe]naria presentada á la Comisión Municipal
de Las Flores correspondiente al afio 1879. Buenos Ai-
— 326 —
res. Imprenta de Mr. Biedma^ Be]graQO núms. 133 á 139.
1880. I¿n4'=*, 238 ps. y 5 planos.
Los planos son — el de la nueva casa municipal,
«I del mercado, el de la policía y penitenciaria,
el de la iglesia y el de los colejios de Estado,
•ediñcios terminados durante el año de 1879.
La memoria contiene todos los datos del progreso
de Las Flores, llamado á ser uno de los primeros
pueblos de la provincia: estados de entradas é in-
versión de dinero, actas déla Municipalidad, infor-
mes del médico de policía, etc.
353— Bfemoria que la fMunicipalidad del Partido
<Ie Morón presenta al Poder Ejecutivo de la provincia
eldia 1*=^ de abril de 1880. Buenos Aires. Estableci-
miento Tipográfico de «El Correo Español». Rivadavia
números 23 y 25. 1880. En 4®, 86 ps. y un cuadro del
movimiento de la caja.
354— SEemoria del presidente de la Comisión Mu-
nicipal al Concho, correspondiente al ejercicio de 1879.
Febrero 1880. Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma.
«alie de Belgrano números 133 a 139. 1880. En 4®, to-
mo primero, 380 ps. Tomo segundo 274 ps.
El primer tomo contiene la memoria del presi-
dente de la Comisión Municipal Señor José r. db
OuERRico. Es un trabajo minucioso, en que se
ocupa de las disposiciones sancionadas, contratos,
Mjiene pública, dando la nómina de las comisiones
parroquiales; casas de {inquilinato, conventillos,
•fiebre amarilla, vacuna, viruela, hospitales —de
hombres, militar, jeneral de hombres, San Roque,
«on. las estadísticas correspondientes: hospicio de
21
— 326 —
las Mercedes, junta inspectora de muertos, asilo
nocturno de indij entes, matadero público, merca-
dos públicos, la carne, inspección de alimentos,,
limpieza pública, barrido, lavaderos públicos, ce-
menterios, mortalidad, prostitución, cómodos, tam-
bos establos, pezca, alumbrado, derrumbes, edifica-
cion, terrenos valdios, servicio doméstico, peso de
carga, ferro-carriles, tranways, pesas y medidas,,
edificios ruinosos, inspección de máquinas, caza,
loterias y rifas, obras públicas, hacienda, presu-
puesto, escepcion de impuestos, deuda municipal,
propiedades públicas, etc.
Puede asegurarse que el Señor Guerrico ha toca-
do todos los asuntos de alguna importancia que caen
bajo la jurisdicción municipal, y bajo ese aspecto
su memoria ocupa el primer puesto entre las que
ha presentado hasta ahora la Municipalidad de-
Buenos Aires.
No obstante la inserción de notas, resoluciones,,
proyectos, cuadros estadísticos, etc., que comprende
el primer tomo, el segundo contiene una serie de
catorce anejos sobre disposiciones sancionadas,,
contratos celebrados, é informes de la administra-
ción de vacuna, del hospicio de las Mercedes, de la
junta inspectora de muertos, de la administración
de cementerios, del inspector jeneral, de la admi
nistracion de limpieza pública, del inspector de bar-
rido, del inspector del alumbrado público, del ad-
ministrador y juez del matadero público, de la ofi-
cina de tierras públicas, del administrador de
mercados municipales y del procurador municipal.
355— Actas de las sesiones de la Municipalidad de-
Buenos Aires en 1879. Buenos Aires. Imprenta de El
Nacional, Bolivar 65 y 67. 1880. En 4 <=* menor, 269 ps.
I
— 327 —
Son treinta y seis sesiones, desde el 15 de febre-
ro de 1879 hasta el 10 de enero de 1880, cuya publi-
cación complementa la Memoria que antecede.
356— Situación económica de la Municipali-
dad de Buenos Aires. Buenos Aires. Imprenta de «La
Pampa», calle Victoria 77 y 79. 1880. En 8'=^, 15 ps.
Este informe del Contador Municipal D. José
María Reibaud termina con varios cuadros de la
deuda municipal, cuentas del presupuesto, sueldos
de empleados, etc. La deuda municipal as<)iende á
33.267,489 pesos m^c. y « puede decirse que tiene
su oríjen desde el año 1871.» El informe entra en
algunas esplicaciones sobre ella como sobre los
cálculos que presenta.
857— Memorias y cuentas» presentadas á los ex-
mos. gobiernos de la Nación y de la Provincia por la co-
misión central argentina en Buenos Aires, encardada de
todo lo relativo á la concurrencia de la Kepública á la
Exposición Internacional y Universal de Paris en 1878.
Buenos Aires, Noviembre de 1880. Buenos Aires. 6361.
Imprenta del Porvenir, calle Defensa núm. 139. 1880.
En 4 ® menor, 62 ps.
358— Informe de la comisión examinadora de
cuentas del Banco JSaeional^ presentado á la Asamblea
general de accionistas. Ejercicio de 1879. Buenos Aires.
«La República» Imprenta Especial de Obras, calle de
Belgi-ano 189. 1880. En 8 ® , 8 ps.
Forman la comisión los Señores Akjbl M. Ro
DRiGUEz, Gregorio Torres ú Ignacio Firmat.
i
— 328 —
359~][eiiioria de la Dirección Geaeral de Rentas
y oficinas dependientes correspondientes al año de 1879.
Buenos Aires. Imprenta de la Penitenciaria. 1880. En
4^, 815 ps.
Contiene infinidad de cuadros demostrativos. Es
un trabajo digno de la competencia y contracción
del Director Jeneral de Rentas, D. N. Dibur. «Com-
prende el movimiento financiero de esa repartición,
así como las reformas que la práctica aconseja
adoptar.>
360— Heinoria de la Junta de Administración de
Crédito Público Nacional desde su fundación desde el
2 de Enero de 1864 hasta el 15 de abril de 1880. Buenos
Aires* Imprenta de obras de La Nación^ calle de San
Martin núm. 208. 1880. En 8^ ^ 18 ps. y dos cuadros.
Los cuadros contienen el estado de la deuda pú-
blica y el de la deuda esterior.
361— Memoria del Directorio del Banco Nacional
presentada á los accionistas en la sesta Asamblea anual
y correspondiente aljaño de 1879. Buenos Aires. «La
República». Imprenta especial de obras, calle de Bel-
grano número 189. mdooclxxx. En 4®, 32 ps. con va-
rios cuadros de balance, etc.
362— JVeinoria sobre la'organizacion de la Conta-
bilidad de la provincia. Año 1879. Buenos Aires. Im-
prenta de la Penitenciaria. 1880. En 4 ® menor, 58 ps.
Sistema de contabilidad propuesto por D. Sisto
J. QuBSADA y aceptado con algunas modificaciones
en 30 de abril de 1880.
-- 329 -
S63— Banco Provincial de Santa Fé. MeiiM^ria de
la dirección presentada á los señores accionistas en la
asamblea general ordinaria del décimo ejercicio banca-
rio (1^ octubre 1879 á 30 setiembre 1880.) Rosario, octu-
bre 25. Imp. de El Independiente, Córdoba 50. 1880.
En8<=>, 12 ps.
364— ÜEeinoria del telégrafo del Estado, correspon-
diente al año 1879, Buenos Aires. Imprenta de obras
de La Nación, calle San Martin núm. 208. 1880. En 4^
menor, 10 ps. y 5 cuadros anejos.
365~]|Ie]noria del Banco Hipotecario. Ejercicio
de 1879. Buenos Aires. Imprenta de obras de La Na-
ción, calle San Martin núm. 208. 1880. En 4 ® menor,
108ps.
366 ^Memoria de la Comisaña general de inmi-
gración, correspondiente al año 1879. Buenos Aires.
La República, imprenta especial para obras, calle Bel-
grano 189. 1880. En 4®, xliv-348 ps.
Contiene en forma de anejos, los resúmenes de
las entradas al puerto^ el movimiento del Hotel de
Inmigrantes, los estados de la Oficina nacional de
trabajo, informes detallados sóbrelas colonias, etc.
367— Memoria de la Gefatura política del Rosario
bajo la administración de D. Servando Bayo. Corres-
pondiente al año 1879. Rosario. Imprenta de E. Carras-
co, Aduana núm. 72. 1 880. En 8 *^ , 46 ps.
En acápites separados trátala administración,
la lejislacion policial, el código rural, el reglamen-
to de carreras^ etc., j termina con quince anejos.
— 330 —
Sft8— Hemoiria del ferro-carril del Oeste. Año 1879»
Buenos Aires. Imprenta á vapor de Juan H. Eidd.
Corrientes 117. 1880. En 8 ® mayor, 282 ps.
Contiene las memorias de las diversas repariá-
ciones, compuestas en su mayor parte de cuadros y
resúmenes del movimiento de la carga y pasajeros,
gastos, entradas, etc.; memoria del telégrafo del
Estado, etc.
dí69— memoria del año 1879 presentada á la Hono-
rable Lejislatura por el Ministro de Gobierno y Hacien-
da Dr. D. Julián Barraquero. Mendoza. Imprenta de
El Constitucional. En 4® , 494 ps.
Dividida en dos secciones.
La primera — Ministerio de Oohierno — contiene
diez capítulos, que se ocupan sucesivamente de
jeneralidades, subdelegaciones departamentales,
municipalidades, policía, administración de justi-
cia, departamento de irrigación, instrucción prima-
ria, municipalidad de la ciudad, censo suplemen-
tario de Mendoza y reforma de la Constitución.
La segunda sección — Ministerio de Haci&nda^
contiene diez capítulos referentes á la situación
económica y financiera de la Provincia, departa-
mento topográfico y obras públicas, tierras públi-
cas, Banco Mendoza y circulación monetaria dentro
de la provincia.
370— Memoria presentada por el Ministro Secreta-
rio en el Departamento de Gobierno D. Miguel Tkdih
-á las Honorables Cámaras Lejislativas de la Provincia.
1879-1880. Salta. Imprenta del Comercio de Emilio So-
liverez, calle General Alvarado núm. 140. 1880. En 4®,
XX VI- 130 ps.
— 331 —
«
El testo de la Memoria se ocupa con especialidad
ele la administración de justicia, de la instrucción
pública á que dedica machas pajinas llenas de d^*
tos, y de la policía.
Los anejos encierran la memoria de la adminis-
tración de justicia, la memoria relativa al moYÍ-
miento de las escuelas públicas y subvencionadas
de la provincia, durante el año 1879,1a visita de
inspección á las escuelas de campaña, el informe
relativo al movimiento de la contaduría del depar-
tamento de instrucción pública desde 1879 hasta 31
de agosto de 1880, y la memoria del departamento
de policía y guarnición de plaza — todo lleno de
cuadros estadísticos y sinópticos, especialmente en
la parte de las escuelas á que el Ministro de 6o*
l)ierno ha prestado preferente atención.
371— memoria de Gobierno. Memorias de la So-
ciedad de Beneficencia, Penitenciaria, Departamento de
Policia, Consejo de Higiene Pública, Archivo geneml
de la Provinciti, Museo Público, Museo Antropológi( o
y Arqueológico, Defensoria de menores, Ofici la de es-
tadística, Biblioteca pública. 1879. Buenos Aires. Im-
prenta de la Penitenciaria. 1880. En 4*^ menor, 630 ps.
La memoria de la Sociedad de Beneficencia pr&-
senta, en anejos separados, el estado de la Gasa de
huérfanos de la Merced, de la Casa de niños expó-
sitos, del Manicomio de mujeres (Convalecencia),
.del Hospital jeneral de mujeres y del Asilo de
huérfanos. Todos los anejos llevan sus correspon-
dientes planillas y cuadros estadísticos.
La memoria de la Penitenciaria es de sumo inte-
rés por los progresos que ha hecho el estableci-
miento en lo referente á sus talleres, notablemente
l>ien montados.
^ 332 —
La ecsistencia de penados por diversos crímene»
durante el año 1879 es de 333, y la de procesados-
sube á 390.
Lo invertido en el sostenimiento de la Peniten-
ciarla asciende á 3.400,988 $. Se han gastada
25,843$ en útiles para los talleres, y 483,277 e»
materias primas para su esplotacion. Sama total
de gastos : 3884,265 $.
La venta de lo confeccionado en los talleres al-
canza á 806,506 $.
Siguen á la memoria los siguientes anejos : In-
tendencia— Contabilidad — Alcaidia—Hijiene y es-
tado sanitario — Instrucción primaria y biblioteca — '
Culto é instrucción relijiosa — Injeniero — Secreta-
ria— Informes sobre varios asuntos — Notas sobre
varios asuntos.
La Penitenciaria posee una imprenta que funcio-
na con regularidad y que produjo en el año á que
esta memoria corresponde 144,353 $.
Ecsisten talleres de encuademación, zapatería &
vapor, sastreria, talabartería, escoberia, hojalate-
ría, galvanoplastia, carpintería, herrería, panade-
ría, etc.
La memoria de Policía entra en detalles de inte-
rés y va acompañada de tres anejos llenos de da*
tos y comprobantes.
La memoria de lá Oñcina de Estadística presen-
ta los cuadros del movimiento de la población, del
movimiento jeneral de ferro-carriles, etc.
Finalmente, la memoria de la Biblioteca pública
trae la nómina de los diarios y periódicos que !&
llegan, la lista de obras recibidas, etc.
372—lIIeiiftoria del Ministerio de Hacienda de I»
Provincia, correspondiente al año 1879. Buenos Aires^
— 333 —
'5984. Imprenta del Porvenir, calle de la Defensa núnr^
139. 1880. En 4 ® menor, 430-II ps.
Contiene esta memoria el proyecto de carta or-
pánica del Banco de la Provincia j XVII anejosr
importantes, consistentes casi en su totalidad en
informes 7 resoluciones sobre tierras públicas, va-
lorización del papel moneda, etc.
Hajun < resumen jeneral de las casas de nego-
cios, industrias y profesiones fijas establecidas en
las 14 parroquias del municipio, » importante coma
iabla estadística, dividida j^or orden alfabético.
Dichas casas ascienden prócsimamente á diez miL
No deja de ser curiosa la « Relación comparativa
entre el precio de venta y el de avaluación délas
propiedades enajenadas aurante el año 1879. >
Son los puntos de mayor interés en esta memoria
llena de aspavientos; pero que nada resuelve ni
aclara.
S^S—Memoria de las oficinas del Departamento
de Hacienda correspondiente al año de 1879. Buenos Ai-
res. Imprenta de la Penitenciaria. 1880. En 4 ^ menor.
Total de ps. lxvi-1136.
Comprende las siguientes memorias con compa-
jinacion aislada:
Memoria sobre la organización de la contabili-
dad de la Contaduría de la Provincia — 60 ps. De
la pajina 20 adelante cuadros y resúmenes.
Memoria de la Tesorería general — 6 ps.
Memoria de la Dirección jeneral de rentas— Tie-
ne cuatro anejos é infinidad de cuadros de resume-
nesy balances.
Memoria de la oficina de contribución directa.
Memoria de la administración de sellos — Tiene
— 334 —
«atorce anejos — y varios cuadros con el resultado
de la renta de estampillas, papel sellado, etc.
Memoria de la oñcina de patentes y marcas.
Memoria de la Oficina de recaudación del im-
puesto de saladeros y graserias — Con cuadros de-
mostrativos de las haciendas beneficiadas, etc.
Estas cinco Memorias Ueran compajinacion se-
guida que alcanza á 316 ps.
Memoria del Departamento de Injenieros corres-
pondiente al año 1879— Con cuadros demostrativos,
balance del Ferro-Carril del Sud, etc.
Memoria del Banco de la Provincia — Con resú-
menes en cuadros de todas las operaciones.
Memoria del Monte de Piedad.
Memoria del Telégrafo del Estado.
Estas cuatro Memorias llevan compajinacion no
interrumpida, que alcanza á 164 ps.
Memoria del Banco Hipotecario Ejercicio de
1879. Buenos Aires. Imprenta de obras de Lala-
ción, calle de San Martin número 208. 1880. 108 ps.
Memoria del Ferro-Carril del Oeste Buenos Ai-
res. Imprenta á vapor de Juan Kidd, Corrientes
117.1880 282 ps. Incluye la memoria del jerente,
del contador, del injeniero principal^ del encargado
del servicio del material y tracción.
Memoria de la Comisión de aguas corrientes,
cloacas y adoquinado. Año 1879. Buenos Aires. Im-
prenta de la Penitenciaria. 1880. lxvi y 100 ps.
Incluye la memoria de la oficina del Señor Bate-
man, de la Contaduría, de la Oficina de Recauda-
ción, de la oficina de injenieros. con cuatro anejos
y separadamente la memoria de la Comisión di-
rectiva de la canalización del Riachuelo.
— 335 —
S74— Departamento de Marina. Anexo é, la He-
maria de la Capitanía General de Puertos y sus de-
pendencias^ correspondiente el año de 1879. Presentada
si Señor Ministro de Guerra y Marina por el Gefe de la
repartición Cáblos A. Mansilla. Buenos Aires. «La
República», Imprenta Especial de Obras, calle Belgra-
no número 181. 1880. En 4®, xiv-404 ps.
Contiene los inventarios de diversas capitanías,
proyectes de presupuestos y la indicación de mu-
clias innovaciones.
375 — ^nenioria del Departamento de Justicia Cul-
to é Instrucción Pública correspondiente al año 1879.
Buenos Aires. Imprenta Especial de Obras, Belgrano
189. 1880. En 4^, 520 ps.
Carece de testo, porque los acontecimientos poli-
ticos y señaladamente la intervención de Corrien-
tes, impidieron al ministro del ramo, Dr. D. Miguel
OoTENA, escribirlo en oportunidad.
Está formada por tres anejos, de los cuales el
referente á la instrucción pública obsorbe el inte-
rés é importancia de la memoria, pues contiene los
informes anuales de los establecimientos científi-
cos, de educación secundaria, escuelas profesiona-
les, etc., no faltando entre ellos alguno notable— el
del Sr. Corona Martínez, rector que fué del Cole-
jio Nacional de Santa-fé ; y alguno ridículo — el del
Tadre Martin A. PiíTero, rector del Colejio Nacio-
nal de Santiago del Estero.
376— Coni^reso Nacional. Cámara de Sena-
dores. Sesiones de 1879. Buenos Aires. Imprenta de El
Jíacional, calle de Bolívar 65 y 67. 1880. En4®, 864
ps. á dos columnas.
— 336 —
En las sesiones del año 1879 han tenido sanción
deñnitiya cincuenta y nueve proyectos de ley, de
los cuales treinta y cinco fueron presentados por el
P. E., diez y siete habian venido de la Cámara de
Diputados y siete iniciados en el Senado.
Son notables las sesiones en que esta Cámara se
ocupó dé las erratas ó correcciones al Código Civil»
d77— Congreso líacionaL Diario de (Sesio-
nes de la Cámara de Diputados. Año 1880. Buenos
Aires. «La República», Imprenta Especial de Obras, ca-
lle de Belgrano número 189. 1881, En 4® mayor, V»
624 ps..
Sesiones menos laboriosas pero no menos fecun-
das que las déla Cámara de Senadores.
378— Coni^reso Nacional. Relación de losr
asuntos pendieptes en la Cámara de Diputados (1 ®
de mayo de 1880). Buenos Aires. 5893— Imprenta del
Porvenir, Defensa 139. 1880. En 8® menor, 42 ps.
Por orden de fecha, con designación de la Comi-
sión en que se encuentra cada asunto, etc.
379— Anuario de Correos y telégrafos déla
República Argentina presentado al Exmo. Gobierno Na-
cional por el Director General del i*amo, correspon-
diente al año de 1879. Segunda serie número 6. Buenos
Aires. 5964 Imprenta del Porvenir, calle de la Defen-
sa número 139. 1880. En 4^ menor, LXVni-238 ps.
« He concluido de bosqueiar á V. E!, dice el Se-
ñor Olivera al terminar la memoria, los traba-
jos ejecutados en la administración á mi cargo, no
— 337 —
solamente darán te el año de 1879, sino durante los
einco años qne llevo al frente de ella.t
La memoria estudia el movimiento económico
7 los gastos de correos y telégrafos, en secciones
separadas, el movimiento de correspondencia, de
<K)rreos diversos y provisión de útiles, el movi-
miento y contratos de correos diversos, la corres-
Eondencia telegráfica, etc. Comprende las primeras
XVIII pajinas del libro.
El resto contiene cinco apéndices:
A.— Informe del Secretario^ con diez anejos refe-
rentes al archivo jeneral, estado de las líneas te-
legráficas, personal de Correos, etc.
B — Inspección jeneral de telégrafos^ con el informe
del inspector jeneral, cuadros demostrativos del
movimiento, etc.
C — Contaduría — Servicio interno postal — Perso-
nal de ambos servicios — con varios cuadros que re-
sumen el movimiento y producido de los timbres
postales.
T>— Malas esiranjeras — Útiles de ambos servicios —
Estafetas ambulantes en ferro-carriles y vapores —
Correo Urbano^ con ocho anejos.
E— Tesorería.
380— Reglamento para el escrutinio de la elec-
ción de Presidente y V ice-Presidente de la República.
Buenos Airas. Imprenta de El Nacional, Bolivar 65 j
67. 1880. En 4 ® menor, 7 ps.
Reglamento sancionado el 15 de agosto de 1868,
reimpreso para el escrutinio de la última elección
presidencial.
- 338 —
881— Disposición de las ordenanzas de Aduana
sobre comisos y multas por contrabando adjudicables á
los denunciantes ó aprehensores. Buenos Aires. Impren-
ta de El Nacional, Bolívar 65 y 67. 1880. En 8 ®, 14 ps.
SSít—Tiey general de tierras públicas de la
Provincia de Buenos Aires sancionada en 1878 y decre-
to reglamentario de la misma. Buenos Aires, Imprenta
del Mercurio, Alsina 270 á 274. 1880. En 8®, 16 ps.
SSB'-lJeyes de Presnpnesto é Impuesto»
para el año 1881. Mendoza. Diciembre de 1880. Impren-
ta de El Constitucional. En 4*^ , 30 ps.
S84 — Jiej de presnpnesto general de la Nación
Argentina para el ejercicio de 1881, Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma, calle Belgrano números 133 á 137-
1880. En4'=>, 210 ps.
385— liev y reglamento del monte de Pie-
dad de la Municipalidad de Mendoza, octubre de 1880.
Imprenta de El Constitucional. En 4*^ ^ á dos columnas,
12 ps.
386 — ^IJey orgánica y de procedimientos de la jus-
ticia de paz. Mendoza, Junio de 1880. Imp. de El Cons-
titucional. En 4 ^ , á dos columnas, 26 ps.
387— liOy de elecciones de la Provincia de Men-
doza. Mendoza, diciembre de 1880. Imprenta de El
Constitucional. En 4*^, á dos columnas, 10 ps.
— 339 —
388— Ijey de telé^rrafos nacionales de la Re-
fúblíca Argentina. Buenos Aires. 6281. Imprenta del
^orvenir. Defensa 139. Ez. 16 ® , 28 ps.
S89— Iiey de telég^rafos nacionales de la Re-
fública Argentina. Buenos Aires. 6281. Imprenta del
^orvenir, Defensa 139. 1880. En 16® , 28 ps.
Ley vijente, promulgada el 7 de octubre de 1875,
390— licV de papel sellado y patentes de la
Kepública Argentina para 1880. Publicación oficial.
[Buenos Aires. Impí enta de La Nación. San Martin 208»
1880. En 4*=», 24 ps.
391~Iieyes decontabilldad y de obras pública»
y otras disposiciones relativas. Publicación oficial. 1879.
Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma, calle de Bel-
grano números 133 y 135. 1880. En 4®, 56 ps.
392— Proyecto de ley de irrigación para la
Provincia de Mendoza^ confeccionado por el Dr. Barra-
quero y elSr. D. Justo F. Godoy. Mendoza, diciembre
de 1880. Imprenta de El Constitucional. En 4®, á dos
columnas, 22 ps.
393— Proyecto de presupuesto general de gas-
tos y cálculo 0 0 recursos de la administración para 1880
sancionado por la Honorable Cámara de Diputados.
Buenos Aires. Imprenta Moreno, calle Moreno 180. 1880.
En 4®, 46 ps.
TÁRIIDADH
39^4~Hlstoria de ana mujer. Exacta copia fo-
tográfica del magnífico álbum del célebre dibmante es-
pañol EusEBio Planas. Buenos Aires. 1880. Fernando
T'ort (fotógi'afo). En 8 '^^ portada y cuarenta y nueve fo-
.tografías.
Las fotografías bastante bien tomadas, son he-
chas en Buenos Aires. En cuanto ala concepción y
4ibujo, inmejorable. Hay gracia en todas las esce-
jias, movimiento dramático en el conjunto y siem-
pre belleza en la ejecución. Las múltiples aventu-
ras de una mujer alegre y hermosa están consigna-
das y fijadas en esas cincuenta pajinas con arte y
•esactitud inimitable.
395— Recepción oficial del doctor D. José Agus-
tín de Escudero en calidad de Ministro residente de la
Kepública de Costa Rica cerca del gobierno de la Con-
federación Argentina. Buenos Aires. Imprenta de Pa-
blo E. Coni, especial para obras. 60— Calle Alsina— 60.
1880. En8®, 8ps.
82
— 342 —
Rica impresión. Contiene la crónica del acto y~
los discursos cambiados.
396 — Berich uber die feier des SojSliri^eii^
Doctor— jubilaeums des Prof. Dr. Hermrann Burmeister
begangen den 19 december 1879 in Buenos Aires. Al»
Manuscript gedruckt. Buenos Aires. Druckerei von P.
E. Coni. Calle Alsina núm. 60. 1880. En 4® menor,
38 ps.
Crónica de las fiestas celebradas en honor del
profesor Dr. Germán Burmeister, por sus amigos y
discípulos en el quincuajésimo aniversario de su
doctorado.
397— liiisayo sobre innti^racion y coloniza-
ción en la Provmcia de Buenos Aires por Francisco See-
ber. Buenos Aires, febrero 1881. Imprenta de obras de
La Nación, calle San Martin núm. 208. 1881. En 8 ®
mayor, 44 ps.
El estudio del señor Seebrr ha sido escrito por
encargo de la Comisión de la colonia Olavarria, á
la cual lo habia encomendado el Gobierno déla
provincia de Buenos Aires. El autor lo dedica al
gobernador de la misma.
El trabajo sirve de base ó comentario al proyecto
de ley con que termina, autorizando el estableci-
miento de cuatro colonias agrícolas sobre vias fér-
reas óásus inmediaciones.
398— Recuerdos deán inmigrante. Primera
parte. Sobre la primera fábrica de paños en la Repúbli-
ca y la primer casa de depósito y corrección de meno--
— 343 —
Tes titulada Fundición Argentina. Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma^ calle Belgrano números 133 á 139.
1880. En 8®, 50 ps.
Autor : Francisco Garulla. Antecedentes sobre
la fábrica de paños y la fundición arjentina.
SOO—Lia casa rústica. Obras rústicas de todo
género, acuarium, bancos para jardines, mesas, sillas,
repisas, rinconeras, kioscos, puentes, grutas artificiales,
etc. Plantas de todo género para salones, patios y jar-
dines. Flores frescas y secas, pastos cristalizados y
teñidos, ramos y adornos de salones para bailes y tertu-
lias. Arreglo artístico de patios y vestíbulos. Construc-
ción de invernáculos económicos en patios y jardines.
Fonnacion de parques y jardines y trazado de planos.
Pedidos á Estados-Unidos, Francia, Inglaterra, Alema-
nia é Italia de semillas y plantas. — Oficina y depósito
calle Florida núm. 163. Taller de obras calle Uruguay
núm. 29. Jardin en Villa Colon. Montevideo. Buenos
Aires, Imprenta de M. Biedma. Belgrano 133 á 139. 1881.
En 16®, 12 ps.
400— Almanaque déla cocinera argentina
para 1881.— Buenos Aires. Imprenta y Librería de Ma-
yo de C. Casavalle, calle Perú 115. 1880. En 4*=> me-
nor, 66 ps.
Es una curiosidad. — Contiene más de 300 recetas
culinarias de platos del pais ó modificados, por lo
menos, según nuestras costumbres y preferencias.
El Sr. Casavalle consiguió á fuerza de empeños
copia del manuscrito de recetas que publica en for-
ma de almanaque, debido á la pluma de la señoi'a
PuEYRRBDON DE Pblliza j conscrvado por una de
sus bijas como precioso recuerdo de familia.
_ 344 —
401— Triple almanaque para todos. 1881. Ver-
dadera enciclopedia de datos indispensables al comer-
ciante, al forastero, á las familias y á toda clase de
artes y oficios. Contiene también una colección de epi-
gramas, chascarrillos^ mentiras^ verdades, disparates,
un ramillete de felicitaciones y la ciencia de pronosticar
los sucesos y caracteres por los signos del Zodíaco y sis-
tema planetario. Publicado por la imprenta del Courrier
de la Flata, calle Piedad nám. 148 y 154. Buenos Aires.
1881. En 8®, 80 ps.
Publicado en 1880. Contiene una sección literaria
que ocupa la mitad del folleto.
402— Almanaque nacional para el año 1881»
Año IV. Indispensable para abogados, procuradores,
comerciantes, agricultores y familias. El más completo
que ha aparecido hasta el dia en la República Argentina.
Publicado por la imprenta de La Capital, calle Puerto
161 y 163. Kosario. En 4®. á una y dos columnas,
152 ps.
403— Almanaque íSud- Americano para el año
188U redactado por Casimiro Prieto Valdés y enrique-
cido con producciones literarias, casi todas inéditas, de
los señores Alcalá Galiano, Ased, Ayola, Bares, Barros,
Bartrina, Blanco, Bustillo, Cañé, Dominguez, Egózcue,
Garcia M érou, López Benedito, López Lorenzo, Lugones^
Obligado, Palacio, Palma, Pastorfido, Pereira, Porset,
Reina, San Martin, Tamini, Vallejo, Fournier, Viller-
gas, etc., etc. Ilustrado con profusión de grabados. Bue-
nos Aires. Librería de El Siglo Ilustrado, calle de
Corrientes, 192 y 194. En 8 ® , 224 ps.
Carátula de cromo-litografia.
Este acreditado almanaque cuenta ya cinco años,
de ecsistencia. Preparados sus materiales por el
— 345 —
aator en Buenos Aires, los remite ¿ Barcelona,
donde se imprime.
404-- Almanaque de Buenos Aires para 1881.
Contiene:— Croquis bonaerenses, cuadros al carbón,
estudios al natural, diálogos de actualidad, ecos de todas
partes, escenas de la vida portefía, avisos, etc. Ilustra-
ciones de Faria. Aflo I. Imprenta de La Tribuna, calle
Victoria núm. 39. 1880. En 4® menor, á dos columnas,
40 ps.
Trae los retratos del jeneral Roca, Dr. Rocha,
Alberdi, D. Nicolás Calvo, etc.
405— Cl prog^reso. Almanaque ilustrado para
1881. Contiene biografías, cuentos, poesías, anuncios,
magníficos retratos y caricaturas. Editor: Luis M. Gar-
zón. 1880. Buenos Aires. Imprenta de la Escuela de
Artes y Oficios en San Carlos (Almagro). En 8^, 128
ps.
Trae los retratos de los jefes Sosa,' Thompson
Morales, Felipe Mansilla y otros varios.
406— Almanaque doble para el año 1881 que
contiene á más del calendario, las Leyes de Papel sella-
do Provincial y Nacional, la Tarifa Postal, el Reglamen-
to y Tarifa de los Telégrafos, la Tarifa para los carrua
jes de plaza, la tarifa que deben cobrar las balleneras,
etc., el valor leeal de las monedas extranjeras. Precios
corrientes para la carga y descarga de los buques. Pre-
cios corrientes de lanchajes, el Reglamento para el
reñidero de Gallos, el Reglamento para carreras, el
Cuadro de las distancias de un pueblo á otro de la Re-
pública Argeniina, un Cuadro de reducción de las vara»
^
— 346 —
en metros y de los metros en varas, el Cuadro de lo que
corresponde en pesos y reales al dia, el Himno Nacional,
el lenguaje de las flores, una pequeña geografía de la
República Argentina, las horas de entrada y salida del
Sol, un tratado de agricultura, el plano de Buenos Aire»
y un catálogo de la librería de C. M. Joly (casa fundada
en 1848). Se vende por mayor y menor. Buenos Aires.
Librería de C. M. Joly 135, 137. calle Victoria 141, 143.
En 12®, 64 ps. (Publicado en Paris— 2826. Imprimerie
de Poissy, S. Lefya et Cié.
407— Almanaqne para el año del Señor 1881 que
contiene á más del calendrio del año : Las horas de
Salida y Entrada del Sol cada dia, una útilísima tabla
de alquileres y conchavo, la nomenclatura de las calles
de la ciudad de Buenos Aires, y un extenso tratado de
agricultura. Almacén de papel por mayor y menor de
Alemany hermanos. Calle acia Piedad, 67, 69 y 71.
Buenos Aires. En 12'=', 16 ps.
408— El mismo. En venta por mayor Casa de A.
Estrada, 196, Bolívar, 204.
409— Almianaaiie para el año 1881. Obsequio de
la Tienda A la Ciudad de Londres á sus favorecedores
de la Ciudad y de la Campaña. En 8 ® , 16 ps.
410— Almanaque de ja gran papelería de León
Rigolleau, Agente y Representante de Laroche-Jou-
bert, Lacroix y Ca. para el año del señor 1881, que con-
tiene, á más del calendario del año : Las horas de Sali-
da y Entrada del Sol cada dia, una útilísima tabla de
alquileres y conchavos, la nomenclatura de las calles de
Buenos Aires y un extenso tratado de Agricultura. Coa
— 347 —
^aprobación de la Curia eclesiástica. Depósito de los re-
nombi*ado8 papeles de la muy conocida Casa Laroche-
Joubert, Lacroix y Ca. de Angulema. 185, calle Riva
-davia, 185. Buenos Aires. En 12®, 16 ps.
411— El vecindario de la Boca y el puerto en
-el Riachuelo. Buenos Aires. 1880. En 4 ® menor, 45 ps.
Contiene « los antecedentes y trabajos realiza-
dos por el vecindario de la parroquia áe San Juan
Evanjelista, en el sentido de que el Gobierno Na-
cional disponga la prosecución délas obras del
puerto en el Riachuelo. >
412— Oficina de nodrizas de Buenos Aires si-
tuada calle de Tacuarí, 183 y 185. Director : Antonio
Amorena. Institución particular destinada á proporcio-
nar á las familias amas de leche, previo un examen fa-
cultativo. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni,
especial para obras. 60 Calle Alsina 60. 1880. En 32®,
^ ps.
Contiene su reglamento.
413— Marcas á fuego para ganado. Sistema
•del Dr. Paquelin, de Paris, el sistema más económico
para la marcación de ganados. E. R. Serantes y R.
Bullrich, únicos y esclusivos concesionarios de todos los
aparatos á combustión del Dr. Paquelin para toda la
América del Sur. 9 Florida 9. Buenos Aires. En 8 *^ 8 ps.
414— Eficacia, pureza y elegancia. Preparacio-
jies farmacéuticas fínas de calidad superior jpolvos
comprimidos ó pildoras y estractos fluidos medicinales
— 348 —
preparados por John Wyeth y hnos. Filadelfia« Cott
formulario, dosaje y composición cuantitativa^ etc. Ea
32®, 35 ps. Imprenta de Kidd. 1880.
415— Compañía continental telefónica de^
Estados Unidos. Únicos y esclusivos propietarios del
Teléfono «Bell»^ patentizado en Rusia, Italia, España,
Portugal, América Central y Sur, y las Indias Orienta-
les. Walter S. Keyser representante y apoderado ge-
neral de la Compañía en las Repúblicas Argentina y
Uruguay. En 8 ®, 13 ps. Con una fotografía.
416— Colegio del Salvador. ^Solemne distribu-
ción de premios precedida de una corona poética el
dia 16 de Diciembre de 1880. A.M. D. G.Buenos Aires.
Imprenta de Pablo E, Coni, especial para obras. 60^.
calle Alsina 60. 1880. En 8 <=^, 38 ps.
41 7 -Resumen de la venta de haciendas y
propiedades urbanas y rurales, efectuadas por Adolfo-
Bullrich y Ca. 78, Alsina 78, durante el año de 1880-
En8®, 16 ps.
418— Banco Hipotecario. Propiedades en
venta. Febrero de 1881. Buenos Aires. Imprenta de El
Siglo calle Alsina 101. 1881. En 8^, 36 ps.
419— Catálaffo g^eneral de la 4^ esposicion y fe-
ria de la Sociedad Rural Arj entina. Apertura 18 de-
abril de 1880. Buenos Aires. Imprenta de M. Bíedma^
Belgrano 133 y 137. 1880. En 8 ®, 52 ps.
— 349 —
420— Proyecto de Reglamentó de la Sociedací
*' Bolsa de Comercio " Buenos Aires. Imprenta de La
Nación, San Martin 208, 1880. En 8 ® , 24 ps.
Trabajo de los Sres. Calisto Oyüela y G. E^
Maschwitz.
421— Reglamento de la (Sociedad ^'Rolsa
de Comercio ", sancionado por la Asamblea general
de socios el 2 de marzo de 1880. Buenos Aires. Impren-^
ta de obras de Nación, calle de San Martin número 208.-
1880. En 8®, 24 ps.
Es el reglamento vijente. Determina los deberes^
y derechos de los socios, ocupándose, en secciones
separadas, déla Cámara Sindical, corredores, cor-
reaores de Bolsa, liquidaciones, etc.
4^2— Xifstatntofi» de la sociedad anónima La pro-
gresista. Buenos Aires. Establecimiento Tipográfico-
Librario La Patria 79-Calle Cuyo-79. 1880. Enl2^,-
12 ps.
423— Reglamento del Club Union Argentina^
Buenos Aires. Imprenta Europea, Reconquista 73. 1880.
En 8®, 14 ps.
424— Estatutos de la sociedad anónima tranways
de la ciudad de Tucuman. Buenos Aires. Establecimien-^
to Tipográfico á vapor de La Prensa. Calle de Moreno-
núm. 109. En 8®, 16 ps.
— 350 —
425— Kstatutofii de la Sociedad anónima La des-
-cubridora de lavaderos de oro en la provincia de San
-San Luis. Buenos Aires. Imprenta de Pablo B. Coni,
especial para obras. 60— Calle Alsina— 60. 1880. En
4^ menor, 12 ps.
426— Estatutos del Cub Social del 25 de Mayo.
Buenos Aires. Imprenta de obras de la Nación^ calle
4e San Martin núm. 208. 1880. En 32®, 16 ps.
427— Centro industrial arjentino. Tiegltínkenif
-del Museo industrial aprobado por el Consejo de admi-
nistración en 29 de Marzo de 1880. Buenos Aires. Im-
prenta de M. Biedma. Belgrano números 133 á 139. 1880.
En 16®, 16 ps.
428— Reglamento de la Biblioteca popular de Las
Flores, reformado en 1880. Buenos Aires. Imprenta de
M. Biedma, Belgrano núms. 133 á 139. 1880. En 16 <=^,
14 ps.
429— Reglamento para los exámenes de los Cole-
gios Nacionales. Buenos Aires. Imprenta de M. Bied-
ma. Belgrano núms. 133 á 139. 1880. En 16®, 12 ps.
430— Reg^lamento de la Sociedad Anglo- Argenti-
na de carreras en Navarro. Buenos Aires. Imprenta de
M. Biedma. Belgrano núms. 133 á 139. 1880. En 16®,
24 ps.
— 351 —
431— Re^^lamento General para la Escuela de
Música de la Provincia. Buenos Aires. Imprenta de M.
Biedma. Belgrano núms. 133 á 139. 1880. En 16®,
^4 ps.
43d~l4xposition continentale snd-améri-
eaine de 1880 á Buenos Aires sous le patronage du
gouvernement argén tin. Réglement especial de la sec-
tion des machines destinée á l'Europe et auxEtats-ünis
precede d' un extrait du réglement general. Ouverture
de Texposition le 15 septembre 1880. Buenos Aires Im-
primerie de Paul Emile Coni 60— Rué Alsina— 60. 1880.
En 8®, 16 ps.
433— Be^^lamento interno de la aug.*. log.*. «15 de
Setiembre"" valle de dolores. Dolores. Imprenta del dia-
rio La Patria, calle Montevideo núm. 37. 1880. En 8®,
14 ps.
434— ^Estatutos del centro industrial arj entino. Re-
formados en la Asamblea del 4 de Diciembre de 1879.
Buenos Aires. Imprenta del «Counier de la Plata» • San
Martin 202. 1880. En 16®, 28 ps.
435 — Reglamento delle Societá Italiana Unione é
fratellanza in Lobos. Buenos Aires. Stabilimento Tipo-
grafico-librario La Patria. 79 Via Cuyo 79. 1880. En
:8'=', 16 ps.
436— Reglamento de la ^''Asociación estudian-
tes" fundada el 2 de Agosto de 1879. Buenos Aires. Li-
iografia de Turdera y Molina, Piedad 103. 1880. Ea
16"=^, 14 ps.
— 362 —
437~Be£:lainento general de la Congregadon
doctrinal espiritista fraternidad unida á la caridad.
Buenos Aires. Imprenta La Pampa, calle Victoria 97 y
99. 1880. En 8®, 12 ps.
438— Informe de la presidencia de la Sociedad Da-
mas de Caridad del Salto. Buenos. Imprenta de ''La
Pampa", calle Victoria 97 y 99. 1880. En 8®, 16 ps.
439 — Cosmopolita de protección mutua. Hemoria
administrativa presentada por la Comisión directiva á
la quinta asamblea general ordinaria celebrada el 6 de
enero de 1880. Marzo 1 ® á 31 de diciembre de 1879.
Buenos Aires Imp. La Presidencia, Esmeralda 23. 1880.
En 4®, 28 ps.
440— Compte renda du 1 ^ semestre de Tannée
1880 presenté par le Conseil d'administrationdelaSo-
cieté philanthropique francaise du Rio de la Plata á
Tassemblée genérale du 1 '^ aout. Buenos Aires. Typo-
graphie et stéréotypie du Courrier de la Plata 148, rué
de la Piedad 154. 1880. En 8®, 72 ps.
En los anejos de la lista completa de los socios
de la ciudad de Buenos Aires y de los pueblos de
la provincia.
441— Informe del presidente de la sociedad ''Es-
tímulo de bel las artes" acerca de los trabajos de la Co-
misión Directiva en el aflo de 1879. Buenos Aires Im-
prenta de La Nación, calle San Martin 208. 1880. Eft
«<^,l2ps.
— 353 —
44d-^]j08 eic-direetores del Banco provincial de
Santa-fé á los señores accionistas y al público. Rosario.
Jmp. de E. Carrasco. Aduana 72. 1880- En 8^, 15 ps.
Acompaña varios documentos intercalados en el
testo de la esposicion.
443 —Memoria del T)eríodo administrativo de la
presidenta de la Sociedad de Beneficencia Da. Josefa
Gano^ desde el 3 de setiembre del año 1879 hasta igual
fecha del 80. San Juan. Imprenta de La ünion. Piaza
25 de Mayo núm. 52. 1880. En 16 ®, 20 ps.
444— Infarme de la Sociedad Damas de Caridad
de San Vicente de Paul leído en la asambla general del
28 de Diciembre de 1880. Buenos Aires. Imprenta de
Pablo E. Coni. especial para obras. 60— Calle Alsina —
60. 1880. En 8®. 20 ps.
Lamitaddel folleto está destinada á la lista de
socias^ ausiliares, etc., cuya nómina completa
ofrece.
445- Caminos de Flores y Gauna. Informe de la
Comisión Directiva á sus accionistas en el año económi-
<50 terminado el 31 de julio de 1880. Buenos Aires. Im-
prenta de Pablo E. Coni, especial para obras. 60— Calle
Alsina— 60. 1880. En 8®, 8 ps.
446-'!E8tado administrativo del Club del Progreso
en marzo 31 de 1880. Buenos Aires. Imprenta de Pablo
B. Coni, especial para obras. 60— Calle Alsina— 60.
1880. En 4® menor, 16 ps.
1
— 354 —
447— Asociación protectora de enfermos pobres del»
parroquia de Monserrat. Informe de la Comisión di-
rectiva á los socios desde su instalación hasta el 31 de
Diciembre de 1879. Buenos Aires. Imprenta de Pabla
E. Coni, especial para obras. 60— Calle Alsina—eO.
1880. En 4® menor, 24 ps.
448— Informe sobre la situación de la Compañía
de seguros mutuos contra incendios La Union America-
na, presentado por el consejo directivo de la misma en
la asamblea ordinaria anual verificada el dia 14 de mar-
zo de 1880. Buenos Aires. 5928. Imprenta del Porvenir^
calle Defensa núm. 139. 1880. En 4® menor, 14 ps.
449— Cuerpo mas.*. « Protección á los heridos ». Do-
natíTos recibidos á beneficio del hospital de sangre
establecido en el temp.*. mas,'. Cangallo núm. 540. Bue-
nos Aires, julio de 1880. Buenos Aires. Establecimiento
tipográfico-librario La Patria, calle de Cuyo núm. 79.
1880. En 8*^, 24 ps. y un cuadro con la nómina délos
heridos asistidos en los hospitales de sangre establecidos
bajo la protección de este cuerpo masónico.
450— Memoria presentada por el séptimo comité
directivo de la sociedad educacion^'sta La Fraternidad
á la asamblea general al terminar su período adminis-
nistrativo que espirad 15 de octubre de 1880. Uruguay.
Establecimiento tipogi-áfico de El Orden, calle délas
Ciencias núm. 95. 1880. En 8 "^ , 12 ps.
451— Informe de la Sociedad de Damas de Cari-
dad de San Vicente de Paul leido en la asamblea gene-
ral del 28 de Diciembre de 1880. Buenos Aires. Impren-
ta de Pablo E. Coni, especial para obras. 60 Calle
Alsina 60. 1880. En 8^, 20 ps.
— 355 —
452-- Memoria presentada á la Comisión Municipaf
de Rauch correspondiente al año de 1879. Buenos Aires-
Establecimiento librario La Patria, calle de Cuyo núm»^
79. 1880. En 8^, 26 ps.
453— íSottorcrizione aperta a favore dei dan-
neggiati dall Po e dall Etna. Resoconto del comitato-
céntrale. 1880. Stabilimento Tip. Lit. Librario La Pa-
tria. Via Cuyo núm. 79. Buenos Aires. En 4®, 118 ps.
454— Statato fondamentale della Societá Italiana
di Mutuo Socorso «Trinacria». Buenos Aires. Estableci-
miento tipográfico librario La Patria, calle de Cuya
núm. 79. En8^, 7ps.
455— Estatutos de la Asociación Filantrópica ita-
liana instrucción y beneficencia en San José de Bal-
caree, fundada el 27 de junio de 1880. Buenos Aires.
Tipografía, calle Cuyo núm. 79. 1880. En 8®, 10 ps.
456^Societá italiana di mutuo socorso Unione
e Benevolenza fundata in Ayacucho il 20 Giugno 1880.
Buenos Aires. Establecimiento tipográfico liorario La
Patria, calle de Cuyo núm. 79. 1880. En 8*^, 10 ps.
457— Societá Italiana Unione e Benevolenza in Cor-
dova. Repporto del Consiglío Direttivo esercizio
1879-80 in assamblea genérale del 18 luglio 1880. 1®
Rapporto, 2*=^ Resoconto annuale, 3® Relazione della
Commisione revisatrice dei canti, 4 ^ Nomina dei com-
ponenti iUConsiglio Direttivo per l'esercizio 1880-1881.
Buenos Aires. Stabilimento tipográfico libraio La Pa-
tria, Via Cuyo núm. 79. 1880. En 8®, 16 ps.
— 356 —
458~Proyetto di trattato di fusione delle Risp.*.
Loggie «Italia»— •Unione italiana» é 2*^ obbedienza alia
légge sotto robb.'. del aeren.*. Gr/. O.*. d''ltalia sedente
íníioma. Buenos Aires. Stabil.'. Tip.'. La Patria, Cuyo
79. 1880. En8'=», 7 ps.
459 — Bei^olamento della Soeietá italiana di mu
tuo soecorso m Suipacha. Buenos Aires. Stabilimento
tipográfico librario, via Cuyo 79. 1880. En 8®, 73 ps.
460— IStatuto della Associazione Filantrópica ita-
liana di istruzione e benefícenza in San José de Balear-
ce. Sanzionato il 27 Giugno 1880. Buenos Aires. Tipo-
grafía via Cuyonúm. 79. 1880. En 8®, 12 ps
461 — ÜEeinoria presentada á la Sociedad Tipográ-
fica Bonaerense por el 23® directorio 1879-1880. Buenos
Aires. Imprenta de M. Biedma. Belgrano 133, 135, 1880.
Enl6<=>, 78 ps.
El se&or Carlos Mathon ha hecho una Memoria
digna de la Sociedad que oreside. Una serie de
:anejos contiene todos los üatos para esplicar su
marcha próspera.
462— IKovimiento de la Caja Municipal de Bal-
•caree durante el período del Juez de Paz D. Demetrio
Rodríguez (Enero- Agosto de 1880). Buenos Aires. Im-
prenta de Pablo E. Coni, especial para oéras. CO— Calle
Alsina— -60. 1880. En 8®, 36 ps.
— 357 —
. 46S — Hemoria de la Comisión Directiva de la
Biblioteca Popular de Santa Fé, presentada á la asam-
blea general de socios, celebrada el 15 de mavo de 1880.
Buenos Aires. Imprenta y libreria de Mayo, de C. Casa-
valle. Perú 115. 1880. En 8®, 14 ps.
La biblioteca popular de Santa-fé es circulante,
^nviándose las obras para consulta á domicilio.
464— üfemoria de la primera administración de la
■Sociedad General San Martin. 1879. Buenos Aires. Es-
tablecimiento tipográfico librarlo La Patria, calle Cuyo
núm. 79. 1880. En 8*=>, 16 ps.
Presentada á la asamblea jeneral por su primer
jpresidente D. Ulísbs R. Lucbro.
465-:-]!Ieiiioria de la Sociedad Damas del Socorro
wesentada por la Presidente Da. Julia N. de Huergo.
Buenos Aires. Imprenta de M. Biedma, calle Belgrano
números 133 á 139. 1880. En 8®, 136 ps.
Contiene las memorias de las tesoreras de las
diversas secciones en que está dividida la Sociedad
ionios comprobantes respectivos, planillas deta-
lladas de donaciones, suscriciones, instalación de
hospitales, etc., etc.
466— Petición del Centro Comercial á la Honora-
ble Legislatura de la Provincia sobre abolición del im-
puesto de consumo á los vinos, alcoholes y tabacos,
jioviembre 23 de 1880. Buenos Aires. Imprenta de M.
Biedma, calle Belgrano 133 á 139. 1880. En 8®, 20 ps.
23
— 358 —
467— Municipalidad de San José de Flores. Infor-
me del municipal tesorero sobre la administración de
las rentas municipales. Buenos Aires. Imprenta de M»
Biedma^ calle de Belgrano núm. 133 á 139. 1880. Ei»
16®^ 38 ps. y un cuadro de balance.
CATÁLOGO
BB
LIBROS AMERICANOS
468— Proyecto de orspanizaeion de la -sección
de estudios del Ateneo del Uruguay, precedido de una
memoria explicativa, por el Dr. F. A . Berra. Con un
f refació por el Dr. Carlos María de Pena. Montevideo,
mprenta á vapor de El Ferro-Carril, calle de Mercedes
44. 1880. En 4® menor, 264 ps.
Contiene en 365 artículos y algunos anejos las
disposiciones aplicables concernientes á la ense-
ñanza en j enera!, á sus reglas, á las personas que
enseñan, á las que aprenden, todo ampliado y estu-
diado fundamentalmente en la Memoria que prece-
de al Proyecto, debida también al Dr. F. A. Berra.
« El problema de la reorganización de la ense-
ñanza secundaria, dice el Dr. Carlos María db
Pena, en el prefacio, no es una cuestión del mo-
mento y puramente local. Preocupa hoy con más
— 360 —
ó meaos trascendencia práctica á los pueblos más
adelantados de nuestros días. >
469— Reslftm^nto del servicio telegráfico inter-
nacional anexo á la Convención telegráfica de San
Petersburgo. Revisión de Londres. Traducido del oryi-
nal francés por B. A. Riobó. Valparaíso. Imprenta de
La Patria, calle del Almendro, número 16. 1880. En 4®,
23 ps* á dos columnas.
470 — ESlementos de literatura. Retórica y poé-
tica, por Diego Bareos Arana, obra aprobada por la
Universidad de Chile, i mandada adoptar por el Minis-
terio de Instrucción Pública para la enseñanza en los
colejios del Estado. Cuarta edición, correjida. Santia-
go de Chile. Librería central de Servat i Ca. Esquina
de Huérfanos y Ahumada. 1880. En 4®, 307 ps.
Debo á la deferencia del Rector de la Universi-
dad de Montevideo, Dr. Alfredo Vasquez, la ma-
yor parte de las tesis de derecho presentadas á
esa Universidad que figuran en esta sección, así
como todas las de 1879 que van catalogadas en el
Suplemento.
471— Universidad Mayor de la República Oriental
del Uruguay. liigeras consideraciones sobre la
comprensión del artículo 1643 del Código de Comercio.
Tesis presentada para optar al grado de doctor en 1u-
risprudencia por Eusebio Conlazo. Montevideo, julio
1880. Montevideo. Imprenta de El Siglo, calle 25 de
Mayonúm. 58. 1880. En 8®, 14 ps.
En caso de quiebra inculpable, el fallido tiene
facultad de formular bases de arreglo, bajo el con-
- 361 —
cepto de concordato ; después de lo cual, se conyoca*
ré por edicto á los acreedores. El artículo cuya
interpretación es objeto de esta tesis, continuando
ese orden de disposiciones, dice : < Reunida la jun-
ta bajo la presidencia del juez de la quiebra, le
serán sometidas las proposiciones de concordato
hechas por el fallido, y deliberará sobre su admi-
sión 6 rechazo, tomando en consideración cuales-
quiera modificaciones que se propongan.
< El concordato propuesto sólo podrá ser acep-
tado por el voto de los dos tercios de los acreedo-
res personales, presentes ó nó, que reúnan las tres
cuartas partes ae los créditos verificados, con es-
clusion de los hipotecarios y privilejiados, ó por
el voto de las tres cuartas partes de los acreedores
que reúnan los dos tercios de aquellos créditos. »
472— Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Teo-
ría del derecho. Tesis de Emilio J . de Abéghaga para
optar al gi'ado de doctor en jurisprudencia. Montevideo.
Imprenta á vapor de La Nación, Zabala 146. 1880. En
8<=>, 49 ps.
Esta tesis de derecho natural es un buen trabajo
filosófico; metódico y conciso. Después de ecsami-
nar y criticar las principales definiciones del de-
recho y los sistemas á que ellas responden, el
autor llega á esta fórmula : < derecho, en jeneral,
es la ley de las relaciones sociales ;> nó sin haber
antes reconocido la esactitud de la definición de
Eant: «El derecho es el conjunto de condiciones
que permiten ala libertad de cada uno armonizar-
se con la de todos. »
— 363 —
473— Naturaleza y estension del sufragio..
Tesis de Francisco bel Campo para optar al grado de
doctor en jurisprudencia. Montevideo. Imprenta Libe-
ral, calle Buenos Aires núm. 148. 1880. En 8®, 19 ps.
Discurso de forma no siempre correcta, pero de
buenas doctrinas y argumentación sólida que hace
inútil la autoridad de opiniones ajenas, de que
carece.
474— Informe presentado á la Sala de doctores
por el Rector de la Universidad el 18 de julio de 1880.
Montevideo. Imprenta de El Siglo, calle 25 de Mayo
núm. 58. 1880. En 8® , 72ps.
Rectorado del Dr. Albjahdbo MAOARiStos Cbr-
VANTBS.
475— Discurso pronunciado en la Cámara de Di-
putados por el lie. Felipe Sánchez Solis el 16 de julio
de 1879 en los funerales del sefior majistrado Ignacio
Ramírez. México. Imprenta y fotolitografía de la Es-
cuela Nacional de artes y oñcios primera, calle de San
Lorenzo. 1880. En 4®, 12 ps. y el retrato de D. Ignacio
Ramirez, ejecutado al agua fuerte por D. Miguel Por-
tillo.
El señor Ignacio Ramirez^ periodista y literato
de fama, es conocido con el seudónimo del Nigro-
mante con que firmaba sus artículos.
476—121 asesinato de Manuel Pardo, Presi-
dente del Senado -16 de noviembre de 1878. Lima. Im-
renta del Estado. Por J. Enrique Del Campo. Calle de
a Rifa núm. 58. 1880. En 8 ® , 953 ps. con un plano.
fe
— 363 —
477— Colección de Códigos civiles americanos y eu-
ropeos. Tomo 3. Oódisfo €ítI1 de la Bepubliea
-de Oaatemala. Madrid. F. Góngora y Ca. editores,
Puerta del Sol 13 y San Bernardo 85. 1880. En 4 ® me-
nor^ 144 ps. á dos columnas.
478— Informe sobre los exámenes de la Escuela
Municipal de 3er. grado núm. 2, presentado por la Comi-
sión especial compuesta de los señores Dr. D. Carlos
María de Pena, D. José Arbchavaleta y D. Daniel
Muñoz. Montevideo. Imprenta de la Razón, calle Cer
rito núm. 281. 1880. En4'=', 32 ps. á dos columnas.
479— Dos palabras al Exmo. Presidente proviso-
rio de Bolivia general Narciso Campero por Joaquín
Lemoine. Montevideo. Tipografía de El Bien Público,
^alle del Cerrito núm. 84. 1880. En 8 ®, 48 ps.
480— Colonización en las fronteras de la Repú-
blica Oriental del Uruguay, propuesta presentada al Su-
perior Gobierno por Carlos Gaüdencio. Montevideo.
Tipografía Reynaud, calle Treinta y Tres 115-117. 1880.
En 8^,24ps.
481— lia ley del progreso. (Páginas de instruc-
ción pública para los pueblos sud-americanos). Dedica-
da á la Repúolica del Ecuador por la Baronesa de
WiLBON. Quito. Imprenta Nacional. 1880. En 8®, 138
ps. Con el retrato de la autora.
48ÍÍ— La Sociedad protectora de Santiago. Breve
memoria leida por su presidente en su primer aniver-
sario (mayo 15 de 1880). Santiago de Chile. Imprenta
de la librería del Mercurio, de E. Madariaga y Ca. 1880r
JEn8®, 32 ps.
-. 364 —
48S— Teatro ecuatoriano. £1 mundo del hom-
bre. Drama en tres actos y en verso, original de N. Ar
GoNíSALEZ. Extrenado en el Teatro de Quito. Precio r
cincuenta centavos. Quito, Imprenta líacional. 1880-
En8®,76ps.
484— Dirección de estadística general de la Repúbli-
ca Oriental del Uruguay. Cuaderno núm. 10. Datos y
cuadros estadísticos correspondientes al año 1878.
Movimiento de la población— Comercio exterior é inte-
rior—Navegación, Hacienda y varios datos. Montevi-
deo. Imprenta á vapor de La Nación, calle de Zabala
núm. 146. 1880. En 4®, 120 ps.
485— lia Enciclopedia de educación publica-
da por la Dirección de Instrucción Pública dirigida por
Emilio Romero. Entregas 7 ^ y 8 * . Montevideo. Im-
prenta á vapor de El Ferro-Carril, Mercedes 44. 1880.
En 8®, 644 ps.
Esta notable publicación apareció en 1878 bajo-
la dirección de D. José Pedro Várela. Muerto este
señor en 1879, continuó con ella D. Emilio Romero,
sirviendo siempre de órgano á la Dirección jeneral
de instrucción pública.
Las dos entregas que aparecen anualmente for-
man un grueso volumen de 6001t700 ps.
Como una muestra de su importancia trascribo
íntegro el sumario de las entregas correspondí ca-
tes á 1880 :
I. La ciencia de la educación, por Alejandro-
Bain — 11. Instrucción pública en Prusia, por Hen-
ry Barnard — III. Las universidades alemanas, por
James Morgan Hart
IV. Las Universidades alemanas, por James-
— 365 —
Morgan Hart — V. Informe sobre los ecsámenes dé-
la Escuela municipal de tercer grado número 2 —
VI. Ejercicios y trabajos para los niños, por Mme.
FannyCh. Delon y M. Ch. Delon— VIL Informe
sobre la ley de enseñanza primaria (proyecto de^
Barodet), por M. Paul Bert.
486— Propiedad de escríbanlas. Juicio y lau
do arbitral relativos á la propiedad de la escribania de
Comercio de segundo turno. Precedidos de extractos^
del expediente seguido aote el Superior Tribunal con
motivo del mismo asunto. Defensa del Dr. Carlos Ma-
ría DE Pena. Montevideo. Tipografía de El Bien Públi-
co, calle Cerrito núm. 84. 1880. En 8®, 84 ps.
487— Cómo se debe enseñar* Curso graduado-
de instrucción y manual de métodos para uso de los
n^aestros, por Enrique Kiddle, a. m., superintendente^
de instrucción pública en Nueva York : Tomas F. Har-
BisoN, primer asistente superintendente de las « gram-
mar scnools » de Nueva York, y profesor de métodos y
pi'incipios de enseñanza de la «Saturday normal school».
Traducido de la edición de 1877 por la Sta. Joaquina
Acevedo, el Dr. A. Vázquez Acevedo, y D. EMiLia
Homero; y arreglado para el uso de las escuelas delas^
Repúblicas del Rio de la Plata, por el Dr. F. A. Berra.
Publicación de la Sociedad de Amigos de la educación
popular de Montevideo. Montevideo. 1880. Imprenta á
vapor de El Ferro-carril, calle de Mercedes núm. 44.
En 8 ® , 256 ps.
488 — Xlstudlo sobre el proyecto del canal interoceá-
nico á través del istmo de Panamá, por Pedro Carbo^
Guayaquil, 1880. Imprenta de La Nación, por Fidel
Montoy a. En 8 ® , 46 ps. I
m —
— 366 —
489^Iia8 perlas del corazón* Deberes y aspi-
raciones de la mujer en su vida íntima y social, original
for la Baronesa de Wilson. Cuarta edición. Quito.
Wdicion de tipos de Manuel Rivadeneira. 1880. En
16 ®, XLii-112 ps. Con el retrato de la autora.
490— Discurso i)ronunciado con motivo de la cele-
bración del centenario de Olmedo y de la apertura de
la Exposición Agrícola é Industrial, por el Presidente
4el Comité Olmedo. Guayaquil. 1880. Imprenta de La
líacion. Por Fidel Montoya. En 16®, 25 ps.
491— Un detractor ante la opinión pública ó Josa
Martin Herrera en trasparencia.— Al final: Guayaquil.
1880. Imprenta de Calvo y Ca.— En 8® ^ 56 ps.
492— Catilinarias por Juan Montalvo. Primera.
Panamá. Imprenta de La Estrella de Panamá. James
Boyd, propietario. 1880. En 8 ® , 24 ps.
Juan Montalvo pasa por ser uno de los escrito-
res más castizos de las repúblicas del Norte.
493— Blografia de Olmedo por Pedbo Garbo.
Reimpresa por disposición del Comité de la estatua de
Olmedo, para venderse á beneficio de los fondos desti-
nados á la erección de la dicha estatua. Guayaquil. 1880.
Imprenta de La Nación. Por Fidel Montoya. E ® >
^Ops.
— 367 —
494— lil camino de la cruz* Poema religiosa
por la BARONEfiiA DB WiLSON. Cuarta edición. Las siete
palabras. Quito. Tipografía de F. Bermes. 1880. Ea
16®,\^i-106ps.
495— Tioletas y ortigas* Mosaico en prosa
y verso de páginas sueltas^ arrancadas de libros y folle-
tos pertenecientes á A. Magariños Cervantes, artícu-
los de Revistas y periódicos, del mismo, 6 en que otros
se han ocupado de sus trabajos literarios, documentos
públicos de su resorte, ó en cuya redacción ha tenido
parte, alegatos forenses, y por último cartas privadas
y papeles síngrafos, que á juicio del coleccionista ofre-
<5en algún interés al curioso lector, aunque á primera vis-
ta crea que no sirven ni para taco de escopeta. Con notas
ilustrativas, comentarios y glosas, para leer á ratos per-
didos. Montevideo. Imprenta de El Siglo, calle 25 de
Mayo número 58. 1880. En 8 *^ mayor, xxiv-503 ps.
Obra sin plan ni método. Contiene documentos
oficiales, cartas, juicios críticos, escritos de todo
los j eneros, propios y ajenos, en prosa y en verso
— cuanto con la vida del autor se relaciona.
< Escritos de Larra y de Lafuente andan por
allí junto á cartas de Gutiérrez, críticas de Gómez,
observaciones de Frias, pensamientos de Calvo,
teoremas de Acevedo, juicios de Cánovas del Cas-
tillo ; y por este orden, mucho más que ha firmado
Sarmiento, Avellaneda ó Castelar.»
No es libro para hombres cuerdos.
496 -Historia de la g^aerra del Pacífico
<1879-188; por Diego Barros Arana. Ilustrado con
planos y mapas. Santiago. Librería central de Servat y
Oa. esquina de Huérfanos y Ahumada, 1880. En 4®»
vn-326 ps.
— 368 —
Comienza la obra con un estudio de las caUBatp
de la guerra, estudio social y político que forma
la primera parte j presenta los antecedentes de la
contienda.
La segunda parte trata de las operaciones mili-
tares. En febrero de 1879 empiezan las hostilida-
des por parte de Chile. El autor empieza ahí, y
después de hacer un bosquejo de la situación mi-
litar delosbelijerantes, sigue paso ápaso las ope-
raciones— bloqueo de Iquique, esfuerzos de reor-
ganización militar de las tres repúblicas, proezas
ael Huáscar, su capitán, ataque á Pisagua, bata-
llas de Dolores y Tarapacé, Moquegua y los Anje
jeles, Tacna, Anca. . . . Con la toma de esta plaza
termina el volumen.
La historia de la guerra del Pacífico está escrita
con altura, aunque con la consiguiente parciali-
dad, que resulta especialmente en las apreciacio-
nes jenerales, en el cotejo del estado social de
Chile, Perú y Bolivia, en la esposicion de las cau-
sas de la guerra. La parte referente á las opera-
ciones militares es verídica y esacta. Los ocho
mapas y planos que la acompañan, ayudan á for-
mar una idea precisa de las posiciones, ataques j
defensa de diversas plazas.
A la hora de esta, el libro de Barros Arana ha-
brá aparecido impreso en francés. Es un libro de
Propaganda, y los chilenos no pierden ocasión de
acería en grande escala. Se anuncia la aparición
de un segundo volumen que contendrá los hechos
posteriores á la toma de Arica.
— 369 —
497 'Chile ante la historia. Centón. P^ris.
1880. En 8®, 165 ps.
Diatriba contra el pueblo y gobierno de Chile,
4811 forma de esposicion « á todos los pueblos de
Sud-América amigos de la libertad,» publicada en
París.
PDlilUHES DEL ESTEURO
498— Perou et BolÍTie. Récit de voyaee, suiví
d''étude8 archéologiques et ethnographiques et ae note»
sur récriíure et les langues des populations indiennes^
par Ch. Wiener, ouvraffe contenant plus de 1100 era-
vures, 27 cartes et 18 pians. París, tíachette, et Cié,
79— Boulevard Saint-Germán— 79. 1880. Grand in 8®,
xi-796 ps.
El Señor Carlos Wiener vino á América con
una misión arqueolójica y etnográfica, para cuyo
desempeño se le había marcado el plazo de dos
años.
El nos dice que se proponia < buscar elementos
Sara la reconstrucción de ese mundo desapareci-
o ; reunir los caracteres esenciales de ese pasado;
clasificar los vestijios de todos los monumentos
que han resistido á las convulsiones volcánicas,
á las influencias atmosféricas, á las luchas de la
conquista ; observar la momia ó el esqueleto del
hombre, los restos de la industria que las sepul-
turas han p g servado de la destrucción en benefi-
— 372 —
«lo de la arqueolojia moderna; i*ecojer cuidadosa-
mente las leyendas Que han sobre v'ivido atan tos
xsataclismos, — llenando con ello el gran vacio que
«e nota en los recuerdos de la humanidad.»
Sus observaciones están divididas en cuatro
grupos: 1® Relación del viaje^ tomando desde la
parte meridional del Pera hasta Lima jr conti-
nuando por la costa hasta Granchium, residencia
de los antiguos incas^ para internarse en busca de
todas las curiosidades cuya ecsistencia deseaba au-
tenticar. 2® Investigaciones arqiteolójicaSyÁ qvLeáe-
dica preferentemente su atención. 3® Cuestiones
etnográficas — y 4 ^ Estudios lingüísticos,
«Este trabajo dice un bibliógrafo europeo, nos
Sermite entrever las trastormaciones sucesivas
el pais, desde los tiempos prehistóricos hasta la
<;onquista española, y nos traza por medio de sa-
bias inducciones los primeros lineamentos de la
historia americana.
Los mapas, planos, reproducciones de todo jéne-
i'o— vistas, monumentos, armas, utensilios, que en
número de más 1100 grabados adornan el libro,
ilustran y comprueban las apreciaciones del autor.
499—Proinenade8 dans les deax. Améri-
qnes 1876-1877. Avec deux cartas itinéraires del' Amé-
rique duSud por Edmond Cotteau, Membrede laSocié-
té de Géographie de París et du Club Alpin-Francais.
París. G. Charpeotier, editeur. 13, rué de Greneüe —
fíaint-Gerraaín 13. 1880, -En 12®, 320 ps.
El capítulo Du Bresil au Chili Montevideo. —
Punta — Arenas, Le Detroit de Magellan.Lotay que
ocupa las ps. 210 á 231, es el único que se acerc.i á
nosotros.
— 373 —
Desgraciadamente no se ha detenido en Buenos
Aires.
Señala á grandes rasgos las bellezas de Monte-
video, su situación pintoresca, sus quintas^ su tea-
tro Solis. De su puerto, que juzga con parcialidad
porque lo ha conocido en pleno pampero, parte di-
rectamente á Chile, consolándose durante la tra-
vesía de no haber podido arribar á Buenos Aires,
con la lectura del conocido libro del Sr. Napp, en
él cual halla datos esactos acerca de la creciente
prosperidad de nuestra República.
Todo iba á las mil maravillas. M. Eobiond
CoTTBAu es una curiosidad en su calidad de toii-
rista : no miente, no ecsajera, sólo habla de lo que
ve. Pero desea aprender castellano, y dos compa-
ñeros de viaje, un español y un chileno, lo ayu-
dan facilitándole el estudio práctico en largas con-
versaciones.
Nada se sabe sobre el carácter de esos compa-
ñeros. Sin embargo fácilmente se concibe que el
chileno debía ser dominante ó zalamero, porque
M. Edmond Cotteau, tan medido en sus observa-
ciones, tan fundado en sus juicios, deja escapar una
que otra frase ambigua sobre la cuestión de lími-
tes entre la República Arj entina y Chile.
500— li'aniié jéog:rapIiiqae Eévue annuelle
des voyages de terre et de mer, des explorations, mis-
sions.» relations et publications diverses relatives aux
sciences géographiques et etnographiques Deuxiéme
serie par C. Maunoie et H. Duvetrier. Tome III de
la 2 *" serie. (Dix-septiéme année 1878). Paris. Librai-
rie Hachette et Cié. 79, Boulevard Saint- Germain, 79.
1880. Inl2®, 566 ps.
24
— 374 —
Desde la p. 430, se ocapa el Anuario jeográficOy
de Chile, la Confederación Arjentina, Patagoniay
Araucania.
Cita las siguientes obras y publicaciones referen-
tes á nuestra República :
aj Napp, Ricardo — La Republique Arjentine.
b) Marazzt, a. -Escursione nel Chaco —JSJ^pio-
ratore^ 1878, núms. de julio p. 7, agosto, p. 36, actu-
bre, p. 4.
c) Lb Loüg, Juan— Las Pampas de la Repu-
blique Argentine. — Bull. de la Soc. de Geogr. 1^0,
marzo, p. 93 (con un mapa de la Pampa Arjentina
y nuevos límites militares contra los indios.)
d) Alsina, Adolfo. — La nueva línea de fronte
ras. Memorias en especial presentadas al Hono-
rable Congreso Nacional — Buenos Aires, 1876, 1
vol. in-8®.
e) Labsch, Alberto.— Planos de la nueva línea
d« fronteras sobre la Pampa. Buenos Aires. 1877.
— Deutsche geograph. Bldlter, 1818.2^ an , cah. IL
p. 134.
f) Alemann, J.— Bilder aus der Argentinischen
Republik. Buenos Aires,1877. 1 vol. in8®.
g) Daireaux. Buenos Ayres, la Pampa et la Pa-
tagonie. París, 1878, in-12^.
h) Informe anual del Comisario general de in-
migración de la República Argentina. Año 1876 y
1877. Buenos Aires, 1877 y 1878, 2 vol. in-8^ .
i) Chiadoni, Georgio. Dellaimmigrazione agrí-
cola alia República Argentina. Milano 1877,
in-8®.
j) Notizie interno alia immigrazione italiana
nella República Argentina. Genova 1877, in-12.*^
k) Calvo, Carlos. Lettre á M. le Ministre de
Plntéríeur d^Italie. París, 1877, in-8 ® .
1) Garrou, J. La Colonia italiana de Rito Val-
— 375 —
dése del Rosario. — Bolletíno consolare di Romay
1878, marzo.
m) Moreno. Travels in Patagonia. — Geograph.
Maeaz.1878, VIII, agosto, p. 209.
n) A new-Patagonian V olcano. — Magaz. 1878,
VI, p. 162.
o) The Surveying Expedition of Sir George Na-
res in Magellans Strait aud the South Pacific. —
Oeograph. Magaz., 1818, IX, p. 241.
Todas estas publicaciones corresponden á años
anteriores, y en su mayor parte son conocidas en-
tre nosotros. La obra de Larsgh, e) se compone
de 6 cartas y 6 dibujos que indican la fortifica-
ción de las fronteras. El Armario en cuestión dice
que es «una importante contribución á la jeografia
de un pais todavía poco conocido.»
Las escasas pajinas de testo que L'année géogra-
phique dedica á las publicaciones referentes á la
República Arj entina, se ocupan sólo de la obra del
conde de Marazzi^ b), de la cual toma una descrip-
ción del Chaco y sus habitantes, y de La Patagonia
por Moreno— V. núm. 2\2 del Ammrio de 1879,
y el núm. 363 del presente volumen.
501— Cario Pelaechi. In cammino. Genova.
Tipografía del R. Istituto de sordo-muti. 1880. En 12.
186 ps.
El Señor Carlos Pelucchi, Cónsul de Italia en
Buenos Aires desde largo tiempo atrás, ha reunido
en una preciosa edición de sólo 300 ejemplares, sus
mejores poesías y algunos correctos artículos en
prosa.
— 376 —
502— Clrisebacli A., S^ymbolce ad Floram
ar^entinam. 2 Bearbeitg. argentin. Pflanzen. 6dt-
tingen^ Dieterich's Nerl. En 4 ^ mayor^ 346 ps.
Sin fecha. Me aseguran que es publicación de
1880.
SOS— Thirteen papera insupport of Mr. Helper'a
scheme for constructing a longitudinal double-tracs
steelrailway through north and central and South Ame-
rica. St. Louis. W. S. Bryan, publisher. 602 North,
Tourth Street. 1880. feratis)En 8®, 24 ps.
SUPLEMENTO
Obras obtenidas después de la publicación
DEL
TOMO COREESPONDIBNTE DEL ANUARIO
504~Iia8 colonies asricoles de la Republique
Argentine décrites aprés cinq^ années de séjour par Gbr-
MAIN LoNPAT. Lausanne. Imprimerie veuve 8. Genton
ife. flis. 1879. En 8®, 168 ps. y varias láminas y cuadros.
Véase el núm. 4,03 del Anuario anterior.
El Dr. Lucio V. López, que habló con encomio
de este folleto en una de sus correspondencias de
viaje, me remitió el ejemplar que tengo á la vista,
de ios pocos que ecsisten en Buenos Aires.
Es un trabajo sumamente interesante, lleno de
buenos datos propios para dar idea de nuestro pro-
greso material y de las escelen tes condiciones agrí-
colas del pais. Escrito con imparcialidad y acierto,
presenta con claridad el desarrollo de las colonias.
J
— 378 —
el cálculo de sus cosechas futuras con las cifras de
las cosechas del año 1876, que ofrece en cuadro, y
anota con detención los progresos de las colonias 7
establecimientos importantes, uno por uno separa*
damente.
Precede á estas observaciones la descripción su
mariade la República Arj entina con lijeros apun-
tes sobre su historia. < El año prócsimo, dice al
terminarlos, concluirá el período de seis año» del
Presidente Avellaneda ; nos halaga la idea de que,
vencidas las dificultades porque atraviesa el pais,
y reanudada por la abundante cosecha de 1878 la
interrumpida prosperidad de que gozaba, el pre-
sidente Avellaneda lo pondrá en manos de su
sucesor en floreciente estado, y que la nueva presi-
dencia marcará una época de progreso y grandioso
desarrollo*.
505— Hemiptera arg:entina enumera vi t spe-
ciesque novas descripsit Carlos Berg (curonus). Bona-
riae, ex tipografiae Pauli Coni. Hamburgo, in bibliopo-
lio Grassmannii (Frederking et Graf.) 1879. En 4 ® me-
nor, 316 ps.
El Sr. Carlos Bbrg dedica su obra viro proeclaro
et universae naturae prudentissimo hermano Bur-
meister, con motivo del quinquajésimo aniversario
de su doctorado.
En este volumen se hallan reunidas las descrip-
ciones de los Hemípteros arj entines que el autor
publicó por separado en los Analesde la Sociedad
Científica ea 1878 y 1879.
Es un estudio completísimo en cuanto cabe, con
muchas especies nuevas incorporadas al dominio
de la ciencia.
— 3T9 —
50G— lia imstraccion pública en la República
Argentina por O. Leguizamon, Ex-Ministro de Instruc-
ción Pública^ etc., etc., etc. Con motivo del último li-
bro de M. Charles Hippeau. Buenos Aires. Imprenta
de La Tribuna, calle de Victoria núm. 37. 1879. En
^®, 73 ps.
A propósito de la obra de M. Heppeau— V. el
Anuario anterior, núm. 4:^S— el doctor Onbsimo
Leguizamon publicó en los diarios una serie de
artículos que reunió después en volumen. El pri-
mer artículo versa sobre la instrucción en jeneral
y la aplicación délas ideas liberales ala Repúbli-
ca Arjentina; los capítulos siguientes ecsaminan
analíticamente el libro de M. Hippeau haciendo
resaltar sus buenas observaciones y desvaneciendo
muchas veces sus errores y deficiencias.
El Dr. O. Leguizamon ha sido ministro de Justi-
cia, Culto é Instrucción Publica balo la adminis-
tración del Dr. Avellaneda, y ha dedicado prefe-
rentementemente los ocios de su profesión y los
ratos perdidos de su vida pública á las cuestiones
de enseñanza, tan debatidas en el viejo mundo.
Nadie pondrá en duda la autoridad de su palabra
en un trabajo como el presente, que revela la ilus-
tración y el espíritu crítico del autor.
507— Geometría elemental según un nuevo sis-
tema práctico por Emilio Toro, correjida y precedida
de unas nociones de estereométria por Melchor Ota-
3IENDI, autor de la Aritmética decimal teórico práctico.
Buenos Aires. Imprenta de Pablo E. Coni, especial
para obras. 60— Calle Alsina— 60 1879. En 8®, 136 ps.
y cerca de 200 figuras jeo métricas.
— 380 —
SOS— üstalactitas* Ensayos poéticos por Frangís-
GO D. Anbó. BueDos Aires. Imp. de El Siglo^ Alsina
101. Pedro Risso Patrón y Honorio P. Luque editores.
1879. En 8®, 147 ps.
Las Estalactitas son versos de un principian te^
enamorado, de inspiración floja y amanerada, pero
correctamente escritos j algunas veces sentidos^
como si naciesen del fondo del alma. En las prime-
ras estrofas de las composición á Honorio F. Lu-
que se nota especialmente la convicción intima :
Si tú has amado alguna vez, si un dia,
ebrio tu corazón de sentimiento,
al entreabrirse á la pasión sublime
halló estrecha la cárcel de tu pecho ;
Si tu mente sedienta de emociones
en el delirio del amor primero
al forjarse otro mundo de placeres
gozó despierta la verdad de un sueño ;
Si ante tus ojos deslumhrados viste
surjir acaso un panorama espléndido
y juzgaste colmada tu ventura .
con la esperanza de un amor eterno ;
Aquí y allá, aparecen estrofas enérjicas y sobrias,
al lado de otras indolentes y cansadas, versos tier-
nos que se codean con versos insípidos en un con-
junto mal armonizado ; siendo el fragmento de un
poema, Indecisión, la poesia de más largo aliento y
mayor vuelo que encierra el volumen.
— 381 —
509— Cansa célebre. Cuestión Matos y Serantes.
Partido del Tuyú, Departamento judicial del Sud. In-
forme del Departamento judicial del Sud. Informe del
Departamento de Ingenieros de la Provincia. Buenos
Aires. Imprenta de E. Quintero, Moreno 180. 1879. En
8®, 37 ps.
510— Juicio crítico sobre libertad de cultos
á consecuencia de la ley sancionada por la Asamblea
Constituyente deBolivia, en 1877, por M. Jabamillo
Ortiz, ciudadano de la Kepública de Bolivia y miem-
bro fundador de la « Sociedad fraternal boliviana » en
Buenos Aires. Buenos Aires. Imprenta especial para
obras. 1879. En 8®, 32 ps.
511— !La retroaetividad de la ley. Tesis para
optar al grado de doctor eu jurisprudencia, leida por
Joaquín Silvan Fernandez. Montevideo. Imprenta á
vapor de La Nación, Zabala 146. 1879. En 8 ® pequeño,
21 ps.
512— Facultad de Dei*echo y Ciencias Sociales. Bre-
Tes consideraciones sobre algunos de I9S sistemas
ensayados para legitimar el derecho de castigar. Tesis
presentada por Enrique Azaróla para optar al grado
de doctor en jurisprudencia. Montevideo. Imprenta á
vapor de La Tribuna, calle 25 de Mavo núm. 142. 1879.
En 8®, 23 ps.
513— Universidad Mayor de la República Oriental
del Uruguay. Consideraciones i^enerales sobre
impuestos. Tesis presentada para optar al grado de doc-
tor en Jurisprudencia por Pedro S. Zumaban. Montevi-
— 382 —
deo. Tipografía Renaud Reynaud, calle Treinta y Tres,
115-117. 1879. En 8®, 20 ps.
514— Lia seg:aridad en el estado de pass. Té-
sis de Luis Botana y Formoso para optar al grado de
doctor en jurisprudencia. Montevideo. Tipograna á va-
por de El Bien Público. Cerrito 84. 1879. En 8 ^ pe-
queño, 15 ps.
515— Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, lia
educación del pueblo* Tesis presentada por An-
516~Propiedad literaria. Tesis presentada por
€l bachiller Jaime Johnson para optar al grado al gra-
do de doctor en jurisprudencia. Montevideo. Imprenta
á vapor de La Nación, Zavala 146. 1879. En 8 ® peque-
ño, 32 ps.
517— Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. I^a
pena de muerte. Tesis presentada por Carlos Mu-
ñoz Anata al optar al grado de doctor en jurispruden-
cia. Montevideo. Imprenta á vapor de La Tribuna,
calle 25 de Mayo, 142. 1879. En 8 ®, 19 ps.
518— Informe presentado á la Sala de Doctores
jDOY el Rector déla Universidad el 18 de julio de 1879.
Montevideo. Imprenta de El Siglo, calle 25 de Mayo
núm. 58. 1879. En 8*=*, 87 ps.
— 383 —
Rectorado del Dr. Alejandro MAGARiftos Cbr-
-V ANTES.
519~OJeada sobre la parte argentina de la
región hidrográfica del Rio de la Plata por D. Manuel
Sánchez Nuñez, Director de Obras Públicas cesante de
la Isla de Puerto Rico, antiguo oficial del Cuerpo de
Ingenieros, etc. Madrid, Imprenta del Memorial de In-
genieros. 1879. En 8*^, 289 ps. con un mapa de la re-
gión hidrográfica del Rio de la Plata, otro del Rio de
la Plata y el estuario actual, uno de la rada de Buenos
Aires y otro del movimiento de las aguas del Rio de la
Plata en el mes de enero de 1871 por Ba teman.
DIH T PEKIICOS
1 — Buenos Aires Herald, Editor, D. Warren Lowe. Bu-
siness Manager.— Geo. Manson. Diario de la mañaua.
Formato mediano á ocho columnas angostas. Buenos
Aires. Año VI.
2—El Correo Español,, diario político y de noticias.
Fundador, Enrique Romero Jiménez. Formato mediano.
á seis columnas. Buenos Aires. Año IX.
S-^L* Opéralo Italiano, Diario de la mañana. Formato
mediano, á seis columnas.
4'— The Standart,^ and Biver Píate News. Buenos Aires.
Redacción anónima, formato mediano á 7 columnas.
Año 20. (20 th. year).
5— Le Courrier de la Píato, diario de la mañana, pro-
Í dietario editor : Bernheim, Walls et Cié. Buenos Aires,
órmato mediano á 5 columnas. Año XV.
^^Deutfche La Plata Beitwng,, diario de la mañana. Re-
dactor L. Wagenfneed. Buenos Aires. Año X, formato
pequeño á 6 columnas.
7—Deuffcher Pionier am Rio de la Plata. Director
Hermann Tiarts. Ser. año, Buenos Aires, formato pe-
queño á 4 columnas.
S—L* Union Fran^aise^ journal <iuotidien, politique,
eommercial et littéraire. Redaction: Em. Daireaux»
— 386 —
Alfred. Ebelot. Buenos Aires, formato mediano á6
columnas. Año I.
9— Xa Fampa^ diario de la mañana. Redactor Exequiel
N. Paz, director Manuel Mendon^a. Buenos Aires, for-
mato grande á 8 columnas. Año VIH.
10— ^Z Porteño^ diario de la mañana, formato peque-
ño á 5 columnas. Buenos Aires. Administrador José M.
Velazquez, año IV.
11— 27Í Comercio del Flata^ diario de la tarde. Redac-
ción anónima, propietario Alejandro Guesalaga. Buenos
Aires. Año X. formato pequeño á 6 columnas.
12— X^ Prensa^ diario de la mañana, gran formato, 6
columnas. Año XI.
13— Xa Tribuna Nacional^ diario de la mañana, forma-
to medio, 6 columnas. Año I.
1^— Buenos Aires^ diario de la mañana, administrador
A. F. Rodríguez. Buenos Aires, fonnato mediano á 7
columnas. Año I.
15— Xa Capital de la República. La Paz. Redacción
anónima. Publicación por hoy semanal. Pequeño for-
mato. Buenos Aires. Año I.
16— El demócrata. Provincia de Entre-Rios. Director
—Pedro A. Garcia. Periódico de la tarde, sale los lu-
nes, miércoles y viernes. Formato mediano. Paraná*
Año II.
17—2^ Bandera Liberal^ diario político, literario, co-
mercial y de intereses generales. Director E. González
y Ocantos. Redactores Santiago Baibiene, D. Miguel
G. Morel. Buenos Aires, formato pequeño á 5 columnas.
Año I.
IS— El Heraldo de América,, diario cuotidiano. Redac-
tor J. F. Monguillot, Dámaso Centeno. Buenos Aires,
formato mediano á 8 columnas. Año I.
19— Xas Novedades,, diario, política, noticias, literatura.
Redacción anónima. Buenos Aires* imprenta Belgrano
139, formato pequeño á 4 columnas. Año I.
20— JS7Í QrájLco,, diario ilustrado, política, comercio,
biografía, noticias. Diario de la mañana, redacción ano
nima. Buenos Aires, formato pequeño á4 columnas»
AñoJ.
— 387 — '
21— M Combate^ diario déla tarde, redacción anóni-
ma, director D. Luis F. Fuentes. Buenos Aires, fór-
mala mediano á 7 columnas. Año I.
22— Los Castigos^ diario de la mañana, redacción anó-
nima. Buenos Aires, formato pequeño á 5 columnas.
Año I.
23— ia Discusión^ diario de la mañana. Administrador
E. López, director Delfor del Valle, formato pequeño á
5 columnas Año I. Buenos Aires.
24— Xa Tribuna^ diario de la mañana, redacción anó-
nima. Buenos Aires, imprenta Victoria 37, formata
grande á 8 columnas. Año XXVII.
25 — La Patagonia^ diario de la mañana, director San-
tiago Estrada, formato mediano á 5 columnas. Año I;
se suspendió en enero 31 de 1880. Buenos Aires.
26— Xa América del Sud^ diario católico, político y co-
mercial; director D. JoséR. Flores, formato mediano á
6 columnas. Buenos Aires. Año IV, se suspendió en
mayo de 1880.
27 La Paz^ diario político noticioso y comercial, di-
rector y propietario S. Ostwald. Buenos Aires, formato
pequeño á 5 columnas. Año I.
28— Xa España Moderna^ diario de la mañana. Direc-
tor: Ignacio Firmat. Redactor: Carlos M. de E^ózcue,
Miguel Cano, Salvador Alfonso. Formato mediano, a
seis columnas. Buenos Aires. Año I.
2Q—EI Argentino^ órgano del partido autonomista na-
cional. Redacción anónima. Diario de la mañana. For-
mato mediano á siete columnas. Buenos Aires. Año I.
SO— El Eco déla Juventud. Redacción anónima. Sema-
nario de literatura. Formato en 4*^ . Dolores. Año I.
SI — El Oeste. Redacción anónima. Diario de la maña-
na. Formato chico. Mercedes. Año III.
32— Xa Provincia, Chivilcoy, diario de la mañana.
Propietario, director y editor Juan D. Glizt, fonnata
pequeño á 5 columnas. Año I.
33— Xa Campaña^ diario de la mañana. Director Ro-
que F. Muñoz. Chivilcoy, formato pequeño á 5 columnas ►
Año II.
Si— El Comercial. San Pedro. Dir^.ctor B. Mamberto-
— 388 —
Aparece los jueves y domingos á las 9 de la mañana.
P^ormato medio, 4 columnas, segundo año.
Zb—El Heraldo. Diario de la mañana. San Nicolás.
Redacción anónima. Año II. Formato medio, á cinco
columnas.
Sñ—El Eco del AztU, Órgano de los intereses rurales.
Año VII. Sale dos veces por semana. Redactor— Juan
Baygonria Formato chico, 6 columnas.
Z7—EI Progreso^ periódico político, literario y comer-
cial. Formato medio á cinco columnas. Aparece los miér-
coles, viernes y domingos. San Nicolás. Año IX.
SS—El oasis, San Luis. Periódico de intereses genera-
les. Fundados— Joaquin Caries. Año V. Sale miérco-
les y sábado. Formato mediano á cinco columnas, pa
peí de color,
39— ^//oro, pájaro jocoserio. San Luis. Año I. «Vuela
los domingos», fin 4 ® , á tres columnas.
40— La voz de Cuyo. San Juan. Año XIII. Sale miér-
coles y sábado Formato mediano, á cinco columnas.
41— La Union, Sale jueves y domingo. San Juan. Año
III. Formato mediano á cinco columnas.
42— La Verdad^ órgano del partido autonomista. Sale
los domingos, miércoles y viernes. Corrientes— 2 * épo-
ca. Año V. Formato mediano á cinco columnas.
4Z—EI 1'^ de Mayo., periódico noticioso y de intereses
generales. Redactor y Director— J. G. Robles. For-
mato mediano. Nogoyá. Año 2.
44:— El Corondino— Coronad. Año II, formato media-
no, á cinco columnas. Semanal.
4b— El Faranense industrial (Provincia de Entre-Rios.
Semanal' Formato mediano. Paraná. Año. VI.
46— El Orden, Director y Editor responsable. Benig-
no T. Martinez. Periódico bi-semanal. Concepción del
Uruguay. Año I.
47 —El argentino {Frovincm de Entre-Rios). Periódico
político, literario, noticioso y comercial. Propietario y
editor— Rafael E. Anza. Se publica los martes, jueves
y sábados. Formato chico. Paraná— Año VI.
48 —La Patria,, diario de la mañana. Administrador
— 389 —
regente Liborio Delgado, Victoria, formato pequeño á
5 columnas. Año V.
49— El Telégrafo. Gualeguaychú. Año 8 V. Formato
pequeño á cuatro columnas. Director y redator—Luis
Vidal.
50— -E? noticiero^ periódico de noticias políticas, co-
merciales, literarias, científicas y sociales. Directores
y propietarios: Inocencio Turques y Leónidas Alarcon.
Sale los jueves y domingos. Pequeño formato á cuatro
columnas. Gualeguaychú. Año II.
b\ --La patria. Semanal. Formato mediano. Victoria
Año V.
62— La actualidad^ periódico de la mañana, aparece
los martes, jueves y sábados. Formato mediano. Uru-
guay. Año ÍI.
6^— Gaceta de Colon^ periódico de intereses locales.
Redacion Anónima, Formato mediano Colon. Entre-
Rios. Año II.
64— El interior, diario de la tarde, político, noticioso y
comercial. Redactor y Director— Benjamin Posse. For-
mato mediana, á seis columnas. Córdoba. Año I.
6b— El progreso, diario de la mañana. Redactor y pro-
pietario—Ramón Gil JSavarro.— Formato mediano á
seis columnas. Córdoba.
6&—EI Táftano—Rosario— Año II, formato mediano á4
columnas. Semanal.
67— La capital— Rosslyío— Año XIV. A siete columna»
— diario— formato grande.
6S— El Independiente -RossLvio, Año V— formato grande
á siete columnas Diario.
69 -El 5anía/esmo--Santa-fé— Año V, formato media-
no, á cinco columnas, dos veces por semana.
QO—El colono del Oesfe- Esperanza -A ño III, formato
mediano á cuatro columnas. Semanal.
61— Argentinische Boten, Esperanza— Semanario— for-
mato mediano, á cuatro columnas. Año VIII.
p2-L* Eco delle Colonie, Rosario— Añu I, formato me-
diano, á cinco columnas— Diario.
63— L'-ámico del Popólo, publicación democrática setti-
25
-S9Ó-
itianaie. Buenos Aires. Formato pequefio á 2 columnas
y 16 pajinas. Año 11.
64— -Bí Demócrata Porteño^ antes el Porteño, diario de
la mañana^ redactor en jefe Dámaso Centeno. Buenos
Aires, formato mediano á 5 columnas. Año I.
65— Z(a« Provincias, Redactor Evaristo Carriego. Bue-
nos Aires, formato mediano á 6 columnas. Año I.
66-iVa»?a, diario racionalista y noticioso, para hom-
bres solos Buenos Aires, formato pequeño a 3 colum-
nas. Año T^ se suspendió en abril 23 con solo 12 números.
67— ia Eacposicion^ revista cien tinca, publicación de-
dicada al estudio de la Exposición continental Sud-
Americana ; salió un solo número en junio 1 ^ de 1880,
formato pequeño á 3 columnas y 16 pajinas. Buenos
Aires.
ñS^La Alborada Literaria del Plata,^ periódico semanal
de literatura, ciencias, artes, teatros y modas ; director
Lola Larrosa; aparece todos los domingos. Buenos Ai-
res, formato pequeño á 3 columnas y 12 pajinas. Año I.
69— .52 TÁhre Pewtador,, aparece los jueves y domingos»
Director Juan R. Silveyra. Imprenta calle Defensa 78.
Buenos Aires, formato pequeño á 4 columnas.^ Año III.
70 — La Ondina del Plata, publicación literaria ilustra-
da: aparece los domingos. Imprenta calle Belgrano
núm 176. Buenos Aires, formato pequeño á 2 columnas,
12 pajinas. Año IV
ll—El Correo del Domingo^ periódico semanal ilustra-
do de literatura, ciencias y artes, fundado en 1864 por
el Sr. D. José M. Cantilo. Administración, Alsina 91
Buenos Aires, formato libro en folio á dos columnas y
16 pajinas.
72— jBZ Mosquito^ periódico semanal independiente,
satírico, burlesco y ae caricaturas, director piH)pietano
Enrique Stein, formato pequeño á cuatro columnas. Año
XVll. Buenos Aires. ^
73— £a Aurora, periódico liberal, aparece los lunes,
administración Cangallo 118. Buenos Aires, formato
pequeño á 3 columnas. Año II.
74— -E/ Gallego^ todo por España y por Galicia, perió-
dico semanal, órgano ae los intereses de su nombre.,
— 391 —
formato pequeño á tres columnas. Año II. Buenos Aires.
Administración Perú 239.
75— -£o Broma^ periódico semanal. Dionisio Garcia,
director; aparece los jueves; formato pequeño á 3 colum
ñas Año I. Buenos Aires.
76— jRnttovo Educatore^ sale los domingos. Director
Lorenzo Fazio Buenos Aires, formato pequeño á 3 co-
lumnas. Año I.
77-- Wochenhlaff^ Director y redactor J. Alemann, pe-
riódico ssmanal. Buenos Aires, formato mediano á 3
columnas Año I.
78— i7 Maldiciente^ periódico humorístico settimanale,
órgano de la S.\ M.\ M.*. A.*. Sale los domingos. Bue-
nos Aires, formato pequeño á 3 columnas y ocho pajinas.
Año V.
79— Xa Cotorra^ semanario joco-serio, con caricaturas
coloreadas, primero y único en la América del Sud,
Buenos Aires, formato pequeño á 3 columnas. Año 1.
80— JSJZ Industrial^ órgano del Club Industrial, aparece
todos los sábados, formato mediano á 4 columnas. Año
V. Buenos Aires.
81— ia Gaceta Musical, semanario ilustrado de música
y bellas artes. Director Pedro Pednell. Buenos Aires,
formato pequeño á 3 columnas y 8 pajinas. Año VII.
82 — Revista Latino Americana^ órgano de los intereses
generales de su título. Director José A. de Escudero,
sale el 15 de cada mes, formato lítqueño á 2 columnas y
32 pajinas. Año I- Buenos Aires.
83— Xa Industiia^ órgano del Centro Industrial Argen-
tino, publicación quincenal. Buenos Aires, formato pe-
queño á 3 columnas Año II.
84— Xa Enciclopedia Escolar Argentina^ periódico quin-
cenal de educación, director A. Van Gelderen. Buenos
Aires, formato pequeño á 2 columnas y 24 pajinas. Año
I. Época II.
85 -Xa Ilustración de los Niños, Lectura quincenal para
el niño en la familia y la escuela. En 4*^ menor 16 ps.
la entrega. Año I, con láminas.
Sñ-'Bevista Comercial^ periódico quincenal, Gandolft y
r
- 392 —
M088. Buenos Aires^ formato pequeño á 3 columnas.
Año III.
87 Revista Argentina. Segunda época. Dirigida por
José Manuel Estrada. Buenos Aires. Imprenta de M.
Biedma, Bekrano 133 á 139. 1880. En 4® menor, entre-
gas quincenales de 80 ps.
Apareció el 1® de octubre de 1880.
D. Josi Manuel Estrada es un publicista dis-
tinguido. Basta recordar su Revista Argentina que
alcanzó á 13 volúmenes, para darle el puesto que
le corresponde en nuestra literatura. Pero, católi-
co, con la intransijencia del que cree poseer esclu-
sivamente la verdad. Estrada formula el programa
de su Revista tomando por divisa la frase de San
VsLblo— instaurare omnia in Christo, y ofrece sus
{^ajinas á todos los escritores que acepten su símbo-
o con animosa sinceridad.
88 — Anales de la Sociedad Científica Argentina. Comisión
redactora: Presidente, D. Luis A. Huergo; Secretario,
D. Feliz Amoretti ; Vocales D. Guillermo Villanueva,
D. Pedro N. Arata, D. Francisco P. Moreno. Enero de
1879. Tomo Vil. Buenos Aires. Imprenta de Pablo E.
Coni, especial para obras. 60 Calle Alsina 60. 1879.
En 8® mayor, 48 pajinas la entrega mensual.
89 — Anales de la Sociedad Círculo Médico Argentino, pu-
blicación mensual. Año 111. Redactor principal Doctor
D. Antonio F. Crespo. Director Carlos C. y Sundblad.
Administrador Norberto Pérez. Buenos Aires. Impren-
ta de Obras de La Nación, San Martin 208. 1880. En
8 *^, 120 ps. más ó menos Ja entrega.
El año completo de esta publicion alcanza de
noviembre á Setiembre.
El año IV empieza á cargo del Doctor D. Rober-
to Wernicke
^0—Boleün del Instituto geogrqfico argentino publicado
bajo la dirección de su nresidente Dr. D. Estanislao
S. Zeballos, miembro vitalicio y consejero honorario
de la sociedad geográfica italiana, miembro honorario y
— 393 -
activo de varias sociedades nacionales y extranjems.
Buenos Aires Establecimiento tipográfico á vapor de
La Prensa, calle de Moreno núm. 109. 1880. Én4®
menor, por entregas de 62 ps. más ó menos.
En el año 1880 aparecieron las seis entregas que
forman el primer volumen— 356 ps., una traza de
la ciudad ae Córdoba el 11 de julio de 1577 y otros
dibujos, y la primer entrega del segundo volumen.
Además de los materiales de lectura científica de
interés, publica las actas del Instituto jeográfíco
arj entino de que es órgano.
91— El Porvenir, Revista hebdomadaria— Órgano de
los intereses generales de la América del Sud, baio el
punto de vista del rol que corresponde á las Repúblicas
del Plata, Año I. En 4®» entregas de 16 pajinas á dos
columnas.
92— iSwáiá marica, revista semanal de política, comercio,
estadística, ciencias, artes, industrias, historia, bellas
letras, agricultura, finanzas, etc., etc., de las repúblicas
Sud americanas. Director D. Tomas Moncayo. » En
4®, 15 ps. á dos columnas y un suplemento quincenal
en mglés. Buenos Aires, año I.
' Respondió debidamente á su título como á la
contracción de su autor ; pero murió á los pocos
números, falta de apoyo.
93— República Argentina. Boletín Mensual del Depar-
tamento líacional de Agricultura. Tomo IV. Afío de
1880, Buenos Aires, Imprenta del «Departamento Na-
cional de Agricultura», 1881. En 4^, 336 ps. á dos
columnas, y un croquis.
Corresponde este tomo del Boletín Mensual del
Departamento Nacional de Agricultura, á los meses
del año 1880, no obstante la fecha del año siguiente
que lleva la carátula. Termina con un índice alfa-
bético Además de los documentos oficiales, notas,
etc., contiene artículos y noticias interesantes,
referentes ala agricultura. El señor Julio Victo-
rica, jefe del Departamento Nacional de Agrícul-
— 394 —
tura, cumple su propósito de mantener un periódico
instructivo en la materia.
94 — El noticiero agrícola^ propagador de noticias^ avisos
y otros chismes de interés para los hacendados. Director
JB. Victory y Suarez. Administrador Juan A. Lam-
bras. Sale dos veces por mes. En 8®, 24 ps. á dos
columnas.
Apareció en agosto de 1880.
95— Xa buena lectura, publiéacion semanal de instruc-
ción religiosa y moml para Ihs familias. En 4® menor,
16 ps la entrega, á dos columnas.
Apareció en los últimos meses de 1879.
96 — El Economista del Píate— Revista semanal de esta-
dística, comercio, industria, agricultura, inmigración,
colonización y de intereses fabriles y financieros del
Rio de la Plata. Director Federico B. Rosario. Ea
4® mayor, 16 ps.
Fundada el 24 de agosto de 1880.
97— ia Moda^ gaceta de la familia, periódico semanal
ilustrado, crónica, modas, novela. Oada semana da un
figurin iluminado y un molde tamaño natural, 8 ps.
en 4® mayor á tres columnas. Butanos Aires Año. I.
98— JBo/cíi» Q^ciaí— Santa- Fé. Año VIH. En 4®, á
tres columnas.
99— 5oZcíiw O/íciaí- Catamarca. En 4*^ menor á dos
columnas, formando libro Año VII, tomo IX.
XOO—Bevista médico-quirúrgica. Publicación quincenal,
órgano de los intereses médicos argentinos. Redacto-
res: Dr. Pedro F. Roberts, Dr. Lucio Melendez y
Dr. José A. Ayerza. Dii*ector y Redactor en gefe:
Dr. Emilio Coni, miembro honorario de la Asociación
Médica Bonaerense, miembro corresponsal de varias
Academias y Sociedades Médicas de Europa y América.
Año XVII. En 4®, 32 ps. la entrega.
\0\— Revista farmacéutica^ órgano de la Sociedad Na-
cional de Farmacia, destinado á defender los intereses
científicos, prácticos y morales de la profesión en la
República Argentina: Año XII. Director y Adminis-
trador : Norberto Pérez, Buenos ^Aires^ Imprenta de
- 395 —
obras de La Nación, San Martin 208, 1880. En 8®, 32
ps. la entrega. , :. ^ t» /» •
102— Revista de los Trihwmles^ juzgados de Faz, onci-
nas de Gobierno, Consulados, etc. Sale todos los jue-
yes. En 4*=^, 16 ps. á dos columnas cada entrega.
Apareció en noviembre de 1880.
lOZ—B&oista de ganadería- En inglés y español. Cattle
review. Propietarios : Godofredo Huss y Ca. corredo-
res en campo y ganados. Publicación quincenal. Afio
I, etc., Buenos Aires. Imprenta de « El Economista, »
Al8ina56, 1879. En 4® 16 ps. y avisos ^
104— Za Revista Galaica, órgano oficial y propiedad es-
clusivadel «Centro Gallego». En 4®, 12 ps. Apa
rece tres veces al mes. .
lO^—El Álbum del Eogar-G. Méndez. Semanario de
literatura y modas, Buenos Aires. En 4® mayor, 8
ps. á tres columnas. Año Il« . . , * « tt
ÍOe—La Ediicacion Cowwn— Revista quincenal. Ano V.
32 ps. el número.
lOI—El investigador, correspondencia entre ameri-
cianistas, etc. V. el número 95.
UiS—Boletin del Instituto Científico y Xtíerono— Bibliote
ca Americana. Buenos Aires, Cangallo 530. 1880. En
4®, 16 ps.
Apareció en noviembre de 1880. Sale tres veces
al mes.
109— I%e Argentine Uve-stock and afjricultural review,
A jouraal for the advancement and development oí*
agriculture published monthly in tow ediiions : english
and spanish - both issued on the same date. Proprie-
tors : Mac Kiernan Shaw y Ca. Administra tion : 90— Ca-
lle Cuyo-90. Buenos Aires. En 4® mayor, á 3 colum-
nas, 24 ps.
Apareció el 6 de noviembre de 1880.
índice alfabético
de
AUTORES Y TRADUCTORES
La numeración gruesa indica el número del artículo, y la fina
señala la pajina donde figura el nombre.
A. Bel— 109, 128.
Acevedo, Eduardo— 115, 136.
Acevedo, Joaquina— 487, 365.
AcHÁvAL, Guillermo— a33, 235.
Agazio, Fr. Luis de— 318, 317,
Aguirre, Eduardo— 240, 241.
Alberdi, Juan 6.-38, 49.
Alcántara GarclíV, Pedro A.— 146, 149.
Aloorta, Amando— 23, 28—35, 44.
Alem, Leandro— 83, 79.
Almomacid, Vicente Almandos — 75, 75.
Alsina, Juan A.— 95, 89.
Alyarez de Arenales, A. M.— 131, 141,
Alveae, Diego de— '^j 37.
- 398--
Ahiois, E. de— JÍ63, 269.
Amoroso, Manuel— 349, 324.
ANDRADE,01egario V.— 301, 308, 301.
Ansó, Francisco— 508, 380.
Arana, Belisario F —^79, 284.
Arana, Enrique - aoa, 216.
Araoz, Miguéis. -336, 240.
Arata, Pedro N.— 188, 207.
Araujo, Ceferino— V. una comimn es^pecial,
Aréghaga, Emilio J. d«— 473, 361.
Aréohaoa, José M. -140, 145.
Arechavaleta, José— 478, 363.
Arévalo, José S.— 49, 56.
Arjerioh, Jorje-61, 63.
AscuTiA, M.— 364, 269.
AsTETB, Gaspar— 344, 322.
ASTIGUBTA, J. M.— 88, 82.
AuERBACH, R.— 364, 269.
AvKLBYA, Benigno T.— 319, 227.
Avellaneda, ííicolas— 76, 75—90, 83—107, 127
—368, 272.
A. Y Alyarez, Juan José— 50, 57.
Ayerza, Francisco— 33, 32.
Azaróla, Enrique— 513, 381
B
Barraquero, Julián -369, 330.
Barros, Manuel— 373, 275.
Barros Arana, Diego - 470, 360—490, 367.
Basavilbaso, Felipe - 337, 232.
Bastinos y PüiG — 153, 151.
Bayo, Servando— 367, 329.
Belin Sarmiento, Augusto -V. A. Bel.
Bbnder, J. M.— 363, 268.
Benelishe, F.— 341, 241.
Pe|yiT£7!i Claudio Cr.-330, 228.
— 399 -
Beracochba, Pascual— 83, 79,
Berdibr, Camilo S.— 42. 51.
Berg, Cárlos-244, 246-247, 247-«49, 248*'
505, 378.
Bermejo, Antonio— V- una comisión especial,
BLANE8, Juan José— 340, 321.
Botana y Formoso, Luis— 515, 382.
BoTET, Julio— 69, 70.
BoscH, Juan Maria— 214. 224.
Bossi, Bartolomé 257, 262.
BuRMBiSTER, H -242, 242—248, 248.
BüRZACo, Clodomiro— 46, 64.
C
Caballero, Eujenio— 5, 12-35, 40.
Carral, José Victoriano— 297, 298.
Cabrera, Federico M— 207, 220.
Calandrelli, M.— 161. 157.
Calderón, Fortunato— 57, 61.
Calvo, Nicolus--8l, 78.
Camargo, F. Francisco de Paula— 328, 319.
Canale, Francisco— 153, 152—273, 275.
Cantacuzene-Altieri, Olga— 262, 269.
Cantilo, Gabriel-288, 288.
Cantilo, José M —V. una comisión especial.
Garbo, Pedro— 488, 365,-493, 366.
CAroano, Ramón J.— 272, 275.
Carenzo, Nicolás- 27, 37.
Carranza, AnjelJustiniano-lp5, 110—106, 121.
Carro, Francisco M,- 262, 269.
Garulla, Franci«*co— 398, 343.
Casal, Julio— 225, 230. '
Casares, Anjel E. -Y. una comisión especial.
Castellano, Nicéforo-21, 26.
Castro, Rafael— 60, 62.
Castro t Sündblad, CárIo8--210, 2Síh
— 400 —
Centeno, Dámaso— 6, 13—274, 276.
CiSNEROS, Eudoi*o-ai6, 225.
C. M. DE M.-a60, 268-266, 272.
CoELLO, CárIos-a60, 268.
CoNi, Emilio R— 164, 180-165, 182—166, 183
—187, 206—190, 209.
CoNLAZO, Eusebio— 471, 360.
CONSCIENOB, E -261, 268.
CojiNEJO, Pedro José-a37, 240.
Corona Martínez -375, 335.
CitRREA Larguia, LuÍ8— V. una comisión especial.
CossoN, Alft-edo-a58, 259, 265.
Costa, Aniel Floro-92, 84—93, 86.
Costa, Julio A.- 118, 137.
CoTTEAU, Eduardo— 499, 372.
Crespo, Antonio F.-ltr6, 213.
€H
Chaves, Conrado R.— 40, 50.
D
Del Campo, Francisco— 473, 362.
Del Campo, J. Enrique— 476, 302,
Delcasse, Carlos— 47, 55.
Della Costa, Pablo-a74, 276. ^^
De Maistre, Javier -260, 268-^66, 272.
Dlaz IÍbnendez, José— 204, 218.
DiBUR, N.-359, 328. _^^
Domínguez, Silverio-19a, 211-296, 298.
DüPOUR, Pedro -52, 58.
DuMAB, A.— 263, 269.
Dtjvbyrlbr, H--500, 373.
401 -
El
KcHART, S.— aeS, 269. ^
EcHAQüB, Pedro-a94, «95, 297.
EcHEGÓYEN, Moisés— a¡í 9, 233.
Elejalde, Santiago - 85, 80.
Elias, Augusto-39, 50— 6^, 64.
Escudero, José Agu8Ün-3lO, 310»
Espechb, J. M.— a09, 221.
EsQUiú, F. Mamerto 296 273.
Estrada, J. M.— «3, 32.
Estrada, Santiago— a'3'5, 276—314, 315.
Etopbverry, Rómulo — 48, 55.
V
Fernandez, Eulojio— 193, 211*
Fernandez, Paulino -:*23, 229.
Fernandez Brémon, José -260, 268-^03, ¿b^.
Fernandez Duro, Cesáreo— 262, 263, 269.
Fernandez Gil, Camijo-212, 222.
Fernandez, Joa<juin Silvan— 513, 381.
Ferrari, Antonmo M.— 64, 67.
Feval, P.-261, 268.
FiRMAT, Ignacio—358, 327.
FiRMAT, José- 273, 275.
Fragueiro, Martin— 56, 60.
Fregeiro C. L.— 100, 103.
French, Eduardo— 41, 51.
Fresco, Norberto N.— 65, 67.
Frías- 148, 149.
Frías, Félix-84, 80.
Füselli, José Aiijel-218, 227.
— 402 —
O
J
Gaboriaü, Emilio—aSS, 288.
Gallino, Juan A.— aai, 228.
García aguilera, Vicente— 135, 143.
García Meroü, Martin— 306, 305.
Gaüdencio. Cárlos--480, 363.
Gaütier, T.— aei, 268.
Gaütrblet, P. F X. -337, 321.
GiANTi, J. A.-a73, 275.
Gil, Antonio, L.— 12, 19.
GoDOY, Justo T~392, 339.
Gómez, Gaspar N.— -55, 59.
Gómez, Julio W.--313, 223,
Gómez de Avellaneda, G.— 261, 268.
Gómez Sánchez, Evaristo— 2, 6.
González Gregorio— 222, 229.
González, N. A.— 483. 364.
González Calderón, Juan— 54, 59.
GouLD, Benjamin A.-238, 240.
GovíN, Juan B. 141, 145.
GoYENA, Juan— 15, 21.
GoYENA, Miguel-122, 139-375, 335.
Gramajo, Arturo— 68, 70.
Gramajo, Cirilo -347, 323.
Grecco, Emilio— 348, 324.
GüERRico, José P. de— 354, 325.
Guido, José Tomas— 260, 268—265, 270.
Gutiérrez. Eduardo-281, 282.283, 284, 286.
Gutiérrez. Juan Maria- 1 43, 147.
Gutiérrez, Ricardo— 293, 295.
Harrison, Tomas F.— 487, 365.
Harting, P.— 246, 247.
- 408-
Hawthorne, Nathaniel-aea, 264, 269.
Hernández, José— 273, 275-308, 209.
Hbyse, P.-263, 268.
HuKROo. Julia N. de-465, 357,
HuNziKBR, Emilio— 317, 316.
Imas, Escolástico— 230, 233.
JoFRÍ, Juan de Dios— 114, 135.
JoHTJSON, Jaime— 518, 382.
JoRJE Albsrto-292, 294.
K
Karr, Alfonso-2«3, 269.
Kenelm Vaügham-316, 317, 316.
KiDDLE. Enrique— 487, 365.
Korn, Alejando-261, 268-262,-263, 264,
269r
Lafont. C— 261, 269.
Laidlaw, Tomás W.— 45, 54.
Larroqub, Alberto— 300, 301.
Larroque, Eduardo M.— 51, 57.
Latzina, F.— 26, 36.
Leguizamon, Onésimo-94, 87—506, 379.
Lejarza, Joaquin— 23, 32.
Lemoine^ Joaquin -479, 363*
— 404 —
LiNDAU, Pablo— 262, 269.
Lista, Ramón— 1 10, 129—250, 248—251,249.
LiZARRALDE, Daniel— 235, 236,
LoNPAT, Jerman— 504, 377.
López, Alberto V.— 175, 191.
López, Enrique— 272, 275.
López, José FrancÍ8C0~79, 77—102, 107.
López, Román L— 811, 311.
López, de Mobelle, José— 274, 275.
LOVAT ASH MULCAHY— 211, 222.
Lucero, Ulíses R. — 464, 357.
Llanos y P.— 313, 314.
M
MaoabiSíos Cervantes, Alejandro— 474, 362 —
495, 367—519. 383.
Mansilla, Carlos A. — 374, 335.
Mansilla de García, Eduarda — 280. 284.
Mírmol, Florencio del— 290, 292.
Marqués— 299, 300.
Martin y Herrera, Félix— 130, 141—278, 275.
Maschwitz— 420, 349.
Masón, Enrique J. — 59, 62.
Mathon, Carlos— 462, 356.
Maunoir, C— 500, 373.
Mayne Reíd— 286, 287.
Mazzcni, José-260, 261. 268.
Melendez. Luis — 165, 182.
Mendioroz, Francisco — 206, 219.
Mendoza, Cándido V. — 48, 52.
Menendez de Luarca, Gabriel — 344, 322.
Meza, Justo— 197, 214.
MiGUEz, Manuel L.— 298, 300.
— 405 —
Miranda Naon— 87S, 275.
MiBÓ^ Ramón— 73, 73.
Mitre, Bartolomé— 20», 105—26», 268.
M. N. V. — V. Navarro Viola^ Miguel,
MoLiNAS, Remyio— 24, 35.
MoNTALVO. Juan— 492, 366.
Moreno, Francisco, P. - 252, 251.
Moreno, Manuel J. — 176, 193.
MoT, Ch. de— 160, 155.
MoTANO Gacitúa— 272, 275.
MujiCA, Eduardo— 232, 235.
MuSroz, Daniel— 478, 363.
Muñoz, t Anata, Carlos- 518, 382.
N
!Naon, Juan José— 215, 225.
Nayarrete, Ramón de— 260, 261, 268—263,
269.
Navarro, José Gil— 149, 150.
Navarro Viola, Alberto— 167, 185-303, 304,
305, 302.
Navarro Viola, Enrique— 263, 269—267, 272.
Navarro Viola, Miguel— 267— 260, 261, 262»
263, 264, 268.
Nbgri, Ernesto L.— 263, 264, 269.
NoVARO, Bartolomé— 186, 206.
O
Obarrio, Mannuel— 20, 25.
Orejero, Eduardo— 226, 231.
OOAMPO, Amel V.— 44, 53.
Olascoaga, Manuel J.— 255, 253.
Olivera— 379, 336.
Olivera, Cárlos-261, 268—264, 269.
Ortiz, Alejandro D.— 234, 236.
— 406 —
Obtiz» Jaramillo— 511, 381.
Osuna, T. S.— 95, 89.
Otambndi, Melchor— 138, 144.
Oyuela, Calisto-^aO, 349.
?•••, Guillermo— 139, 144.
Padilla, Vicente— 224, 230.
Pardo, Eduardo-208, 220.
Parodi, Domingo— 245, 246.
Parodi. Enrique D. — 53, 58.
Parsous, Antonio W.— 516, 382.
Pelttcchi, Carlos— 502, 375.
Pelliza, Mañano A.— 99, 98, 188.
Pena, Carlos Maria de— 468, 359—478, 363-
486, 365.
PtBEZ Gomar, Gregorio— 97, 92.
Picasso, Emilio K.— 70, 71.
Pinto, Luis Telmo— 31, 39.
Pinero, J. D.-194, 212.
Pinero, P. Martin A.— 375, 335.
Planas, Ensebio— 394, 341.
Pla!za, Victorino de la -^7, 48.
Porfirio, Constantino— 310, 310-312, 313.
Portugués, José— 289, 290.
PossE, Benjamín— 108, 128.
Préssinger, Agustín-^ 42, 146.
Prieto Valdéz, Casimiro— 403, 344.
PuEYO, Fr. Anielo-342, 322.
PüYRREDON, Julio— 72, 72.
PUBYRREDON DE PELLIZA— 400; 343.
Pujol, Juan NéstGr-^74, 73.
QuBSADA, Sisto Q;-362, 3^;
— 407 —
B
Ramírez, Carlos Maria~93, 86.
RáiMiREZ, Eujenio— ^03, 217.
R. B.— 154, 163-155, 156, 157, 154.
Reibaud, José María— S56, 327. .
RiOBÓ, B. A.— 469, 360.
Risso Patrón, Agustín— 133, 142.
RoBERTs, Pedro F— 183, 199—191, 210.
Roca, Julio A.— 91, 83.
Rodríguez, Aniel M.^358, 327.
Rojas, A.— ^63, 269.
Rojo, Tadeo-a39, 241.
Romero, Emilio— 485, 364—487, 365.
Ronco, Juan— 273, 275.
8
Sabater y Montoy— 148, 149.
Baldías, Adolfo— 8», 79.
Sánchez, Enrique — 63, 66.
Sánchez, Pedro A.— 34, 40.
Sánchez, Tomasa— 144, 148.
Sánchez Nuñez, Manuel -520, 383.
Sánchez Solis, Felipe— 475, 362.
Sandeau, J.— 263, 269—267, 272.
Santa Olalla, Enrique M. de— 147, 149.
Santillan, Pablo Maria— 189, 207.
Santillan, Zenon J — 13, 20.
Santillan Velez, José J.— 16, 22.
Sarmiento, D. F.— 76, 76-113, 134.
Sastre, Marcos— 150, 150—151, 151.
ScoTTi, Carlos F.— 273, 275-277, 279.
Sohnabl, L.— 184, 201.
ScRiVENER, Juan H.— 195, 213.
Seeber, Francisco— 19, 24—397, 342.
Serna, Arturo F. de la— 205, 219.
— 408 —
SaVBYRA, J. R.— «74, 275.
S, N. V -»6a, «63, 269.
Sola, Juan y Manuel— 254, 253.
SoLAB, José G. del-27a, 275.
Solee, José -»9, 32.
Stockmae, B. 0.-264, 269.
SusviBLA, Domingo Silos— 58, 61.
SüSViBLA, Jaointo-179, 180, 197,
Tabossi, Juan Cái'los— 71, 71.
Tamini, Luis B.-276, 277.
Taenassi, Pablo-270, 274.
Tbdin, Miguel -370, 330.
Tbjbdob, Carlos— 87, 82.
Tbllo, Wenceslao-ai7, 226.
ToBiNO, Inocencio -231, 234.
Toro, Emilio-507, 379.
Torres, Gregorio— 358, 327.
Torres, JoséM.-116, 136.
Torres, Melchor-112, 130—185, 203.
Trelles, Manuel Ricardo -96, 90.
T. s. 0.-154, 153-155, 156, 157, 154.
IJ
Uballes. Eufemio-200, 215.
Una Comisión especial— 7, 15.
Un hombre del pueblo— V. EUjalde, banttago.
Unos amigos de justicia— 3, 11.
Un portero de nota— 103, 109. , «., .
Un profano en literatura— V. Domínguez, Süveno.
ÜN VIEJO oriental— 104, 110.
Urien, Carlos Maria-67, 69.
Urrabibta, M.-261, 268.
— 409 —
Vaca Guzman, Santiago— 256, 261.
Vallin y Bustillo^ Acisclo F.— 136, 187, 143-
159, 155.
Van Geldeben, A.— 158, 154.
Várela, Marcos— 201, 216.
Vasquez Aoevedo, a.— 487, 365.
Vedia, Agustín de— -26, 36.
Vega, Jerman— 274, 275.
Velasquez, Miffuel— 66, 68.
Velasquez, J. M.— 272, 275.
Vicuña Mackenna, Beryamin- 80, 77.
ViLA, Luis F.— 228, 232.
ViLLAFAÑE, E.— 4, 12.
Villar, Carlos L.— 199, 214.
1^
Waleis, Raúl— 291, 292.
Weyenbergh, D H.-~246,247.
Wiener, Ch.— 498, 371.
WiLDE, José Antonio— 278, 279.
WiLSON, Baronesa de-^489, 491, 366—494, 367.
Z
Zapata— 299, 300.
Zeballos, Estanislao S.— 168, 187—258, 252.
ZiNNT, Antonio— 98, 95—274, 275.
Zorrilla, Beiyamin— 1, 5.
Zamarin, Pedre S.— 514, 382.
ZuviRiA, José Maria- 307, 307
ÍNDICE
Páginas.
Cuestiones internacionales 5
Derecho— Ciencias sociales • • 15
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales 49
Tesis 50
Política : 75
Historia— Biografía 89
Pedagojia, libros de enseñanza y testos 133
Filolojia 157
Estadística i 175
Bibliografía 185
Obras militares 191
Ciencias médicas 199
Tesis 215
Ciencias exactas y naturales— Viajes y esplora-
clones científicas 239
Literatura 265
Relnion : 313
Publicaciones oficiales 323
Variedades .-...-... 341
Catálogo de libros americanos 359
Publicaciones del extranjero 371
Suplemento. 377
Diarios y periódicos 385
Errata notable
Pajina 232, línea 5^, dice Director, debiendo decir
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POR MAYOR Y MENOR
Especialidad en papeles de carta, de oficio y doble
oficio para litograíia é imprentas.
EL ALBUNDíiLHOGAR
Director t d. llBNDfiZ
Semanario de literatura y modas. Suscripción men-
sual 10 pesos.
Dirección y administración : Uruguay 508. Sale todos
los Domingos^ 8 ps. en 4 *^ y dos figurines mensuales.
ANUARIO BIBLIOGRÁFICO
DB BA
Director : Alberto Navarro Viola
Han aparecido los volúmenes correspondientes á 1879
y 1880.
40 pesos m/c cada uno.
LA TRIBUNA NACIONAL
DIARIO DE LA MAfÍANA
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Buenos Aires, Maipú 24
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