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Full text of "Aragua de Barcelona; apuntaciones históricas"

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in  2012  with  funding  from 

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http://archive.org/details/araguadebarcelonOOdam 


D.   A.   M. 


ARAGUA 

DE  BARCELONA 


APUNTACIONES  HISTÓRICAS 


EMP.   EL   COJO 
CARACAS-  191  I 


D.    A.    M. 


ARAGUA 

DE  BARCELONA 


APUNTACIONES  HISTÓRICAS 


-.OLINÍS 

UNr 


EMP.    EL    COJO 
CARACAS  -  1 9 1  I 


El  Concejo  Municipal  del  Distrito  Aragua 
de  Barcelona,  á  la  fecha  clásica  del 
19   de   Abril. 


270!*. 


22 


EL  CONCEJO  MUNICIPAL  DEL  DISTRITO  ARAGUA 

considerando: 

Que  la  publicación  que  con  el  título  de  «Aragua 
de  Barcelona  —  Apuntaciones  Históricas))  registra  en 
sus  columnas  el  «Unionista»  de  Barcelona ,  exhibe  fi- 
dedignamente la  labor  de  la  sociedad  aragüeña  en  la 
obra,  común  de  la  civilización  patria  y  sirve  de  enal- 
tecimiento v  houoraute  identificación  histórica,  política 
V  social  de  nuestra  colectividad  municipal  en  el  seno 
de    la  gran    colectividad-   nacional; 

considerando: 

Que  es  obra  de  honor,  de  conveniencia  y  de  jus- 
ticia para  este  Cuerpo  acoger  ese  trabajo  y  honrarlo 
con  un  acto  que  ponga  de  manifiesto  la  importancia 
que  esta    Corporación    le    atribuye, 

ACUERDA: 

Hacer  la  impresión  en  folleto  y  en  número  de  qui- 
nientos ejemplares  de  la  susodicha  publicación,  por  cuenta 
del  Tesoro  Municipal  con  cargo  al  ramo  de  Fomento. 

Dado  en  el  Salón  donde  celebra  sus  sesiones  este 
Cuerpo,  á  3   de   agosto   de   1910.— -10&  y  52^ 

El   Presidente, 

Manuel  M.  Arreaza. 

Felipe  Lander. 

P.    V.   Guzmán  Al/aro. 
Rómulo  Cardier. 

P.  M.   Gago  C. 
M.  A.  Pares  Espino. 

El  Secretario, 

P.  Al/aro  Gago. 


ARAGUA  DE  BARCELONA 


APUNTACIONES  HISTÓRICAS 


A  Villa  de  Nuestra  Señora  de  Belén  de  Aragua, 
fue  fundada  por  los  Padres  Observantes  de  Píri- 
tu,  á  cuyo  cargo  estaban  todas  las  Doctrinas  y 
Misiones  déla  provincia  de  Barcelona.  No  hay  un  dato 
exacto  ó  fijo  sobre  la  fecha  de  su  fundación,  pero 
del  relato  de  la  obra  del  Padre  Caulín  se  desprende 
que  fue  en  1734  (1).  Dice  este  historiador  que 
con  la  caritativa  persuación  de  varios  religiosos  se 
fueron    congregando   algunas   de  las  principales   fami- 


1.  En  la  Gran  Recopilación  Geográfica,  Estadística  é  Histórica,  del  la- 
borioso é  incansable  compilador  Landaeta  Rosales,  aparece  que  la  funda- 
ción fue  en  dicho  año,  y  en  la  misma  fecha  Chaparro  y  Santa  Ana.  El 
diccionario  de  Alcedo  señala  erradamente  él  de  1744.  La  Geografía  Gene- 
ral de  Montenegro  Colón,  tomo  IV,  página  57,  dice  que  en  1723  se  fundó 
la  Villa  de  Aragua  con  gentes  de  todas  clases  etc.  Don  Miguel  José  Ro- 
mero nos  dice  en  su  folleto  titulado  «ha  Primera  Patria,»  que  el  capitán 
Pedro  Figuera,  de  Cumaná,  ó  uno  de  sus  descendientes,  fundó  un  hato  en 
el  lugar  que  ocupa  hoy  la  ciudad  de  Aragua  y  edificó  una  Capilla;  y  que 
para  1723,  siendo  su  propietario  el  sargento  Mayor  Don  Francisco  Figuera, 
se  dio  permiso  para  que  en  aquélla  se  dijese  misa  y  se  administrasen  los 
sacramentos   etc,    siendo    este  el   origen    de    la  fundación    de    dicha   Villa. 

En  cuanto  á  los  Municipios,  leemos  en  Caulín  que  Santa  Ana  fue  fun- 
dada en  1734  en  el  sitio  de  Anaco  y  posteriormente  trasladada  en  1750,  donde 
hoy  existe.  Iva  Margarita  en  1738  y  Cachipo  en  1749.  No  menciona  al  Cha- 
parro. 


—  10  — 

lias  con  que  se  dio  principio  á  esta  Villa  en  una 
apacible  llanura  que  mediaba  entre  el  Carnoruco  y  el 
río  Aragua,  de  donde  tomó  su  nombre  (l).  Sin  du- 
da que  el  lugar  llamado  Carnoruco  era  la  pequeña 
sabana  que  hemos  conocido  con  el  nombre  de  Mesa 
de  las  Patillas,  hoy  convertida  en  bosque  y  que 
para  entonces  sería  más  extensa,  comprendiéndose 
bajo  su  dominación  sus  contornos  ó  sitios  adyacen- 
tes, pues  observamos  que  más  adelante  habla  de  los 
llanos  de  Carnoruco.  Fue  administrada  en  lo  espiri- 
tual por  los  misioneros  de  Píritu  y  provista  después 
de  cura  clérigo,  que  era  á  la  vez  Vicario  de  allí  y 
de  otros  partidos  (2).  Bn  lo  civil  y  político  gober- 
nada por  un  Teniente,  dos  Alcaldes,  Regidores  y 
demás  oficios  de  justicia.  Su  vecindario  se  compo- 
nía de  200  familias,  poco  más  ó  menos,  600  per- 
sonas (3).  Refiere  el  mismo  sacerdote  que  en  1752  pre- 
dicó misión  y  encontró  en  sus  vecinos  una  gente 
humilde  y  muy  devota,  acreedora  por  sus  buenos 
servicios  al  beneficio  de  la  Correspondencia,  y  hace 
también  mención  de  vegas  y  fértiles  valles  en  las  ri- 
beras de  los  ríos  Aragua  y.  Güere,  así  como  de  di- 
latadas campiñas   ó   sabanas    de    buen    pasto   (4). 

Bn  la  obra  «Apuntes  estadísticos»  publicada  en 
1875  de  orden  del  General  Guzmáu  Blanco,  hemos 
tomado  estos  datos:  Aragua  está  situada  en  una  alta 
sabana,  á  la  orilla  del  río  de  su  nombre  (5)  su  al- 
tura   sobre    el    nivel   del    mar  es  de    113   metros.     Su 


1.  L,a  etimología  de  la  palabra  Aragua  es  Arangua  y  Aracui,  vocablos 
caribe  y  cumanagoto  que  significan  chaguarama,  palmera  que  sin  duda  se 
daba  en  las   cabeceras    de  dicho  río.     Conocemos  hoy   allí   la   del  moriche. 

2.  Se  refiere   á  partidos   capitulares,    que   equivalían    á   Cantones. 

3.  Suponemos  que  este  número  de  habitantes  sería  para  la  época  en  que 
escribía   su  libro   el   Padre   Caulín,   el  cual  terminó   el   año  de   1759. 

4.  L,a  fertilidad  de  las  márgenes  de  estos  ríos,  así  como  sus  aguas,  ha 
disminuido  á  causa  del  desmonte  y  de  las  malas  estaciones;  no  obstante 
vense  todavía  buenas  labranzas  de  caña  en  Güere  y  algunas  en  el  Aragua; 
entre  éstas  puede  mencionarse  la  Vega  de  la  familia  López  que  contará  á 
lo  menos  de  80  á  100  años,  y  cuyo  cañaveral,  sin  necesidad  de  riego,  se  con- 
serva siempre   verde   en   el    verano. 

5.  Más  propiamente  en  una  meseta. 


—  11  — 

latitud  es  de  9o  24'  58"  N.  y  su  longitud  de  2o 
16'  10"  al  B.  del  meridiano  de  Caracas.  La  tempe- 
ratura   media    es   de    25°    por   centígrado. 

Después  hemos  obtenido  de  la  Comisión  Astro- 
nómica del  Plano  Militar  las  observaciones  practica- 
das en  el  mes  de  junio  de  1908,  que  son:  Latitud 
9o  27'  29"  N.  Longitud  2o  6'  6"  B.  Altura  sobre 
el  mar  110  mts"  Bstos  datos,  que  tenemos  por  los 
más  exactos,  están  ya  publicados  en  el  tomo  II  de 
la  Memoria  de  Guerra  de  1909,  y  también  los  he- 
mos visto  en  el  Anuario  Bstadístico  del  Ministerio 
de  Fomento  de  1908,  editado  en  el  corriente  año, 
pero  con  algún  error  que  suponemos  de  imprenta, 
pues  tienen   el    mismo  origen    de  la  Comisión     (1). 

Bl  Distrito  Aragua,  confina:  al  Norte,  con  los 
Distritos  Cagigal,  Bolívar  y  Libertad,  de  los  cuales 
está  separado  por  la  quebrada  de  Sacacual,  desde  su 
desembocadura  en  el  río  Güere,  hasta  el  punto  que 
lo  limita  con  la  línea  occidental  del  Distrito  Frei- 
tes.  Al  Bste,  con  el  Distrito  Freites,  desde  el  punto 
ya  mencionado,  rumbo  sur  atravesando  el  camino 
público  de  Santa  Ana  y  San  Joaquín,  en  un  lugar 
equidistante  de  estas  poblaciones,  hasta  encontrar 
la  confluencia  de  los  ríos  Orocopiche  y  Mapuey,  si- 
guiendo el  curso  del  último  hasta  su  nacimiento,  y 
de  allí  hasta  terminar  al  norte  de  las  cabeceras  del 
río  Caris.  Al  Sur,  con  los  Distritos  Miranda  y  Za- 
raza, este  último  del  Bstado  Guárico,  desde  el  punto 
inmediato  de  dichas  cabeceras  buscando  el  río  Misa 
Cantada  (2)  y  el  nacimiento  del  río  Merey,  de  donde 
parte  una  recta  á  las  cabeceras  de  la  quebrada  del 
Orégano,  cuyo  curso  se  sigue  hasta  su  confluencia 
con  el  río   Uñare.     Al  Oeste,   con   los    Distritos   Ca- 


1.  Iya  Comisión  á  que  hacemos  referencia  se  compone  de  los  señores 
Doctores  Santiago  Aguerrevere,    Lorenzo   Osío  y  Pedro   Torres    Arnáez. 

2.  Así  dice  la  ley,  pero  el  nombre  más  conocido  de  este  río  es  el-  de 
Mesa  Cantada.  Caulín  lo  nombra  Mazacantar,  que  es  sin  duda  el  origina- 
rio,   ó  sea  el  indígena,  y   de  consiguiente   su  propio  nombre. 


—  12  — 

gigal  y  Zaraza,  desde  dicha  confluencia  siguiendo  el 
Uñare  hasta  donde  desagua  la  quebrada  de  las  Ara- 
guatas,  la  cual  sirve  de  lindero  desde  su  origen,  y 
de  este  punto  sigue  la  línea  divisoria  de  los  sitios 
Los  Carrizales  y  Los  Perritos,  La  Palmita  y  Boque- 
rones, continuando  la  línea  al  Norte,  pasando  al 
poniente  de  Las  Animas  y  La  Margarita,  hasta  la 
desembocadura  de  la  qiiebrada   Sacacual  en    Güere  (1). 

Su  superficie  en  la  antigua  denominación  de  Can- 
tón Aragua,  comprendía  un  ángulo  de  la  gran  mesa 
de  Guanipa.  La  extensión  de  dicha  superficie  puede 
medir   hoy   6.000   millas  cuadradas. 

Sus  ríos  son:  Aragua  y  Güere  (2),  al  primero 
se  le  unen  los  ríos  Guarió  y  Orocopiche,  ya  com- 
puesto este  último  de  Pirara  Mapuey  y  Chiguapo; 
y  á  Güere  los  de  Mería  y  Misa  Cantada  con  sus 
tributarios,  el  primero  de  Caico  seco  y  Cuiva,  y  el 
otro  con  Cachipo.  Nace  Aragua  en  la  mesa  de  Gua- 
nipa y  Güere  en  los  farallones  ó  faldas  de  dicha 
mesa;  lo  mismo  los  afluentes  nombrados.  Hl  río 
Uñare    costea   parte    del  distrito,    al    Sur   y    al  Oeste. 

Sus  producciones  y  manufacturas  son:  minerales: 
mica,    yeso  y    arcillas  de   colores  (3). 

Maderas  y  plantas:  para  tinte:  mora  y  para- 
guatán. 

Para  construcción:  cedro,  puy,  cartán,  pardillo, 
tarare,    apamate,     dividive,    virote,    cereipo,    palosano, 

1.  Como  conocemos  prácticamente  parte  de  la  línea  oriental,  la  hemos 
diferenciado  un  poco  de  la  que  señala  la  L,ey  de  División  Territorial  del 
Estado,  de  acuerdo  con  la  jurisdicción,  más  ó  menos,  conocida  entre  los  ve- 
cindarios de  San  Joaquín  y  Santa  Ana  y  con  la  división  que,  como  más 
natural  y  equitativa,  podría  fijarse,  caso  de  deslinde  ó  mensura  entre  los 
Distritos  Aragua  y  Freites.  También  nos  ha  parecido  bien  algunas  otras 
rectificaciones  que  nos  hemos  permitido  hacer,  como  la  de  mencionar  al 
Norte,  además  del  Distrito  Cagigal,  que  dice  la  Ley,  los  de  Bolívar  y  Liber- 
tad; suprimir  este  último  de  la  demarcación  que  trae  al  Este;  señalar  en 
unión  del  Distrito  Miranda  el  de  Zaraza  al  sur,  y  este  mismo  y  el  de  Ca- 
gigal al  Oeste,  en  vez  del  Estado  Guárico  separado  por  el  río  Uñare,  como 
lo   establece  la   citada  Ley. 

2.  Hemos  visto  esta  palabra  escrita  Huere,  por  españoles  en  tiempo  de 
la    Colonia. 

3.  Existe  la  creencia  de  que  hay  mina  de  oro  en  el  Municipio  de  Ca- 
«ehipo. 


—  13  — 

granadillo,  araguaney,  yaque  negro  y  blanco,  que- 
bracho ó  quiebra  hacha,  brusquillo,  masaguaro,  pal- 
ma  llanera,    corozo,    etc. 

Medicinales:  copaiba,  guaco,  ipecacuana,  cautaro, 
escorzonera,  polipodio,  tártago,  piñón,  tamarindo, 
túatúa,  gengibre  de  sabana,  fregosa,  cariaquito,  gra- 
ma, culantrillo,  betónica,  llantén,  malvavisco,  comino 
rústico,  rosa  de  montaña,  cruceta  real,  drago,  caña- 
fístula,  caña  de  la  india,  yagrumo,  amapola  blanca, 
fruta  de  burro,  bejuco  estrella,  bejuco  moreno,  nicua, 
yerba  buena,  cadillo  de  perro,  chiquichique,  limón, 
espadilla,  zabila,   salvia,  etc. 

Se  fabrican  chinchorros,  sombreros  de  cogollo, 
calzado,    alpargatas,   tinajas,    etc. 

Frutos:  maíz,  arroz,  frijol,  judías,  plátanos,  cam- 
bur, yuca,  batata,  mapuey,  ñame,  ocumo,  uyama, 
tab'aco,  caña,  se  produce  bien  el  coco,  y  en  gene- 
ral  todo   árbol   frutal    de   nuestra  zona  (1). 

Su  comercio  está  limitado  á  las  importaciones 
de  mercancías  y  víveres  de  Caracas,  La  Guaira  y 
Ciudad  Bolívar,  á  los  comestibles  del  país,  y  á  la 
exportación  de  ganado,  queso,  cueros,  pieles  de  ve- 
nado y   de  chivo. 

Codazzi  dice  que  la  Villa  de  Aragua  está  si- 
tuada en  una  sabana  á  la  orilla  del  río  de  su  nom- 
bre, que  su  posición  en  la  Provincia  de  Barcelona, 
está  en  el  centro  de  las  llanuras  y  que  sus  habi- 
tantes casi  todos  ricos  propietarios,  contribuyen  al  en- 
grandecimiento de  la  Villa,  llamada  á  ser  muy  im- 
portante, etcétera. 

Menciona  como  Municipios  del  Distrito  á  Aragua, 
Chaparro,  La  Margarita,  Cachipo,  Santa  Ana  y  San 
Joaquín   (2). 


1.  Podrían  citarse  como  especialidades  del  lugar  algunas  frutas  y  así 
mismo  preparaciones  alimenticias,    que   elogian   mucho  los   extraños. 

2.  San  Joaquín  pertenecía  al  Distrito  por  la  Ley  de  División  Territo- 
rial de  1835,  pero  dejó  de  pertenecer  cuando  por  decreto  del  Congreso  fe- 
cha 8  de  mayo  de  1855  se  reorganizó  el  Cantón  Chamariapa  y  se  le  cam- 
bió  el     nombre   por  el   de    Freites,     quedando   entonces    El   Carito  pertene- 


—  14  — 

En  cuanto  á  la  situación,  nos  permitimos  recti- 
ficar que  no  está  en  el  centro  de  las  llanuras,  sino 
que  allí  comienzan  ellas.  Podría  decirse  más  bien, 
aunque  no  con  toda  exactitud  geográfica,  que  ocupa 
el  centro  del  Estado,  y  que  sirve  como  de  división 
á  las    zonas  de   los    bosques   y  los   llanos. 

La  población  del  Distrito,  según  el  Censo  de 
1891,  que  es  -el  último  que  se  ha  levantado  en  la 
República,  era  de  36.802  habitantes;  de  modo  que 
resultaba    ser   el    más  poblado  del   Bstado. 

Bs  posible,  y  casi  seguro,  que  esta  población  no 
haya  aumentado  durante  los  19  años  transcurridos  de 
aquella  fecha  á  la  actual,  debido  á  las  constantes 
guerras    y    al   paludismo. 

Estas  mismas  calamidades  y  la  falta  de  expor- 
tación permanente  de  ganado  han  disminuido  sus  ri- 
quezas; pues,  como  es  sabido,  Aragua  es  un  Distrito 
esencialmente  criador. 

A  pesar  de  esto,  parece  que  el  espíritu  progre- 
sista de  sus  hijos,  luchará  con  las  circunstancias  ad- 
versas para  evitar  su  decadencia  material,  y,  si  se 
quiere,  para  sostener  y  dar  más  florecimiento  en  lo 
posible   á    su  progreso    moral   é  intelectual. 

Este  florecimiento  no  es  la  obra  ni  de  la  actual 
ni  de  la  anterior  generación.  Viene  de  atrás.  No 
hemos  hecho  sino  seguir  el  ejemplo,  obedecer  al  me- 
dio y  afianzarlo,    si  se  nos  permite    la  frase. 

Los  padres  de  familia  de  Aragua  han  demostrado 
siempre  el  mayor  interés  por  la  educación  de  sus 
hijos;  y  así  vemos  que  desde  los  comienzos  de  nuestra 
vida  republicana  y  á  pesar  de  nuestros  disturbios,  se 
crean  y  se  conservan  allí  en  diversas  ocasiones  varios 
institutos  de   enseñanza. 

El    5    de  julio   de    1839    (1)  funda  el    Doctor  Pío 

ciendo  á  Aragua  hasta  1864.  Desde  esta  fecha  los  Cantones  se  llamaron  De- 
partamentos, hasta  la  nueva  Constitución  de  1881,  que  les  cambió  el  nom- 
bre por  Distrito,  así   como  por   el    de    Municipios    las  parroquias. 

1.     Para  esta  fecha  no  existía  en  Oriente  ningún  Colegio  particular,  y  sólo 
uno  nacional  en  Cumaná. 


—  15  — 

Ceballos  un  Colegio  denominado  «El  Entusiasmo,»  que 
tuvo  por  uno  de  sus  catedráticos  al  Doctor  Miguel 
López  Unieres  y  dos  años  después  como  Vicerrector 
al  Licenciado  Narciso  Fragachán,  quien  vino  de  Ca- 
racas á  servir  dicho  cargo.  Colegio  del  cual  salen 
aprovechados  discípulos  que,  continuando  varios  de  ellos 
sus  estudios  en  Caracas,  supieron  honrar  las  letras  y 
sus  respectivas  profesiones.  Fueron  del  número  de 
aquéllos  Francisco  José  Oriach,  Felipe  Cardier,  Vi- 
cente Amparan,  Fabricio  y  Emilio  Aponte,  Pedro  Ge- 
rardo Mouagas  é  Ildefonso  Urbáez.  Este  Instituto 
tenía  clases  de  gramática  castellana,  latín,  matemá- 
ticas y  filosofía. 

En  1852  es  fundador  de  otro  Colegio  el  Licen- 
ciado Fragachán  (al  que  ningún  nombre  quiso  dar) 
y  el  cual  dirigió  hasta  el  55,  contando  entre  sus  bue- 
nos alumnos  á  Camilo  Alfaro,  José  Ramón  Camejo, 
Pedro  Eduvigis  Campos,  José  Manuel  Pares,  Manuel 
Hernández,  etc.  Sobre  el  primero  recordamos  haber 
oído  referir  que  al  ingresar  en  el  Colegio  de  Santa  Ma- 
ría llamó  mucho  la  atención  su  aprovechamiento  en 
el  latín   (1). 

Varías  escuelas  se  fundaron  hasta  la  entrada  de 
la  guerra  de  5  años  y  durante  ella,  tales  como  la 
del  señor  Manuel  Antonio  Urbina,  que  funcionó  con 
anterioridad  al  Colegio  de  «El  Entusiasmo))  y  que  co- 
nocemos como  la  más  antigua;  la  del  señor  Maria- 
no Gallegos,  que  la  siguió;  la  del  señor  Pedro  Her- 
nández el  48;  la  del  señor  Emilio  Aponte  del  50  al 
53,  donde  estudiaron  primeras  letras  César  Espino  y 
Francisco  Díaz  Grafe;  la  de  Mr.  Federico  Battini, 
que  existió  más  ó    menos  del  55    al    60,    la   del  señor 


1.  La  casa  donde  estuvo  el  primero  de  estos  Colegios  fue  la  que  se  co- 
nocía con  el  nombre  de  la  de  Mata  de  Coco,  que  se  derribó  para  fabricar  la 
que  hoy  pertenece  á  la  señora  María  Francisca  C  de  Lander;  y  el  otro,  en  la 
del  señor  don  Carlos  Valladares,  que  es  hoy  de  la  sucesión  del  Doctor  Guz- 
mán  Bastardo. 


—  16  — 

Juan  Rodríguez  Arreaza,  durante  la  guerra  y  la  de 
un  señor  González,  en  esa  misma  época.  Pero  hay 
que  hacer  mención  especial  de  la  muy  notable  diri- 
gida por  el  ilustrado  y  competente  pedagogo  fran- 
cés Mr.  Battini,  que  hemos  nombrado,  en  la  que,  ade- 
más de  las  primeras  letras,  se  estudiaba  aritmética, 
geografía,  gramática  castellana,  latín,  francés  y  te- 
neduría de  libros,  y  la  cual  dio  discípulos  aprovecha- 
dos. Pedro  Miguel  Gago  fue  uno  de  ellos  y  se  dis- 
tinguieron también  Lorenzo  Gago,  Luis  Manuel  Arrea- 
za,   Miguel    Arvelaiz   y  otros. 

Terminada  la  funesta  guerra  vuelve  á  Aragua, 
procedente  de  Cumaná,  el  ya  para  entonces  conocido 
y  familiar  institutor  Licenciado  Fragachán  y  establece 
el  19  de  diciembre  del  64  una  buena  escuela  de  va- 
rones que  funcionó  con  toda  regularidad  y  con  gran 
número  de  alumnos,  entre  ellos  el  que  escribe  estos 
apuntes.  Su  duración  alcanzó  de  12  á  14  años.  Una 
escuela  de  niñas  funcionaba  á  la  vez  atendida  por  la 
señora  del  Licenciado  y  dirigida  por  él. 

Bn  las  fechas  que  hemos  venido  citando  existie- 
ron también  otras  escuelas  de  niñas,  de  las  cuales 
traemos  á  la  memoria  las  de  las  señoras  doña  Dolo- 
res Camejo  de  Troconis,  doña  Teresa  Doble  de  Insel, 
doña  Cristina  Carujo  de  Torres,  doña  Pacífica  Valla- 
dares de   Battini  y   doña  Benita  Inchausti. 

Bl  1°  de  mayo  de  1871,  en  medio  del  descon- 
cierto producido  por  la  guerra  azul,  funda  el  Doctor 
Domingo  José  Guzmán  Bastardo  su  famoso  Colegio  de 
San  Juan  Bautista,  cuya  fama  es  proverbial.  9  cursos 
de  Filosofía  fue  el  preciado  fruto  de  sus  labores  du- 
rante los  23  años  de  su  recordable  existencia  y  más 
de  80  alumnos  recibieron  el  bachillerato  (1).  Los 
nombres  de  Ramón  Penzini,  Ramón  Hernández  Ma- 
tute,   Bmilio  César  Santodomingo,    Próspero    Aponte, 


1.     Se  facultó  á  este  Instituto  para    conferir  grados    de  Bachiller,    el  9   de 
julio   de   1875.     Bolet  Peraza  tomó  mucho  interés   en  el  Congreso,  á  tal  fin. 


—  17  — 

Pedro  Ignacio  Romero,  Alonso  y  Gabriel  Calatrava,  Nar- 
ciso Fragachán,  J.  P.  Arreaza,  Eduardo  Méndez,  José 
Manuel  Lanza,  Miguel  José  Romero,  J.  A.  Castillo  A., 
Juan  Bautista  Bance,  Vicente  Peña,  Francisco  A.  Guz- 
mán  Alfaro,  Pedro  Miguel  Reyes,  Rafael  M.  Valla- 
dares, Eladio  Grafe  Calatrava,  A.  Calatrava  Rengel, 
Rafael  T.  y  Francisco  Camejo,  Pedro  María  Arreaza 
Alfaro,  Saturnino  Arreaza,  hijo,  y  otros  más,  figura- 
ron como  sobresalientes.  Varios  han  sido  los  discí- 
pulos de  este  inolvidable  Instituto  que  coronaron  sus 
estudios  en  Ciencias  mayores  en  la  Universidad  de 
Caracas  y  que  han  descollado  en  su  carrera  profe- 
sional. 

Funcionaba  á  la  vez  con  toda  regularidad  un 
Colegio  Federal  (1),  desde  el  15  de  octubre  de  1890, 
fecha  de  su  instalación,  hasta  el  1902,  en  que  con 
motivo  de  la  Revolución  Libertadora  quedó  de  hecho 
inactivo,  cuyos  Rectores  y  Vicerrectores  fueron  res- 
pectivamente : 

El  Doctor  Horacio  V.  Bricefio  y  Bachiller  P.  M. 
Gago  Baca    (1890  á  91;) 

Bachiller  Alonso  Calatrava  y  Bachiller  P.  M. 
Gago  Baca  (91    á   92;) 

Bachiller  Eduardo  D.  Méndez  y  Bachiller  P.  M. 
Gago   Baca    (92  á    98;) 

Doctor  Ramón  Penzini  y  Doctor  Rafael  T.  Ca- 
mejo   (98   á    1901;) 

Doctor  Ramón  Hernández  Matute  y  Doctor  F. 
Barrios   Calatrava  (1901    á    1902;) 


1.  Este  Colegio  fue  creado  por  Decreto  del  Congreso  en  22  de  mayo 
de  1890,  á  esfuerzos  de  un  representante  por  el  Estado  Bermúdez,  hijo  de 
Aragua,  y  este  mismo  logró  que  se  decretase  en  3  de  junio  de  1891  la  ero- 
gación de  la  cantidad  de  veinticinco  mil  bolívares  á  la  adquisición  de  un 
local  propio  para  dicho  Colegio,  cuya  ley  nacional  está  vigente.  En  el  tomo 
15  de  la  Recopilación  de  Leyes,  á  las  páginas  27  y  300  se  hallan  estos  De- 
cretos, y  también  está  el  último  en  el  libro  Actos  Legislativos  sancionados 
por  el  Congreso  en  el  año  de  1891;  en  la  Memoria  de  Instrucción  Públi- 
ca del  92,  á  la  página  516  y  en  la  Gaceta  Oficial  número  5.361  correspon- 
diente al  19  de  setiembre  de  1891.  Pacificado  el  país  gestionamos  su  rea- 
pertura, pero  nos  encontramos  con  el  inconveniente  de  que  el  Código  de 
Instrucción  Pública,  que  acababa  de  dictarse  en  enero  de  1904,  sólo  estable- 
cía Colegios  en   la   capital    de    los   Estados. 


—  18  — 

La  Bscuela  Federal  anexa  estuvo  sucesivamente 
á  cargo  de  los  señores  Pedro  Miguel  Gago,  Bachi- 
ller Carlos  Manuel  Fragachán  y  Bachiller  Francis- 
co  Antonio    Arreaza. 

Otro  particular  denominado  «Bolívar»  (1886  á 
87)  del  competente  institutor  Bachiller  Eduardo  D. 
Méndez  y  varios  de  niñas  en  distintas  épocas:  uno 
dirigido  por  las  señoritas  Carmen  y  María  Ledezma, 
dotado  de  muy  buenos  catedráticos,  con  el  nombre 
de  «Colegio  del  Carmen)),  que  alcanzó  bastante  du- 
ración (1870  á  95;)  otro  por  el  señor  Vicente  Fer- 
nández y  su  señorita  hija  Antonia  con  el  nombre  de 
«Santa  Teresa  de  Jesús»  (1881  á  83;)  otro  mixto 
por  el  señor  Bachiller  J.  R.  Camejo  y  su  señorita 
hija  Josefa  María  con  el  del  «Sagrado  Corazón  de 
Jesús»  (1882  á  84;)  otro  por  el  Bachiller  Gabriel 
Calatrava  con  el  de  la  «Inmaculada  Concepción)» 
(1894  á  96;)  «Colegio  de  Las  Mercedes»,  en  dos 
ocasiones,  por  el  Bachiller  Kduardo  Méndez  (1898 
á  1903  y  1907  á  1908;)  uno  de  San  José  dirigido 
por  la  señora  doña  Josefa  de  Moreno  en  1897  y 
uno  decretado  por  el  Gobierno  del  Estado  (1897  á 
98,)  que  tuvo  por  Directora  á  la  señorita  Silvana 
Sabino  y  Subdirectora  á  la  señorita  Magdalena  San- 
todomingo.  También  existeron  varias  escuelas  pri- 
vadas de  varones:  una  regentada  por  el  Presbítero 
Doctor  Juan  Calbet  (l),  titulada  «San  Luis  Gonza- 
ga»  y  de  la  cual  fue  uno  de  los  discípulos  el  joven, 
hoy  Doctor,  Juan  Bautista  Bance  ( 1S81  á  82;)  otra 
de  «San  Roque»,  por  Eduardo  Grafe  Hernández  (88 
á  92)  y  una  de  hembras  por  la  señora  Carmen 
Medina  (85  á  86. )  Hubo,  además,  una  Escuela  Fe- 
deral de  varones  regentada  hasta  1876  por  el  Ba- 
chiller E.  C  Santodomingo,  después  por  Ricardo 
Castro  y    Próspero  Aponte,   y    de    78  á  79  por  Eduar- 


I.     Este  ilustrado  Sacerdote   era  Comisario   de  los  Santos    lugares   de    Je- 
rusalén. 


—  19  — 

do  D.  Méndez  y  Francisco  Jr.  Matute;  por  el  Ba- 
chiller Camilo  Arreaza  de  1880  á  88;  don  Eduardo 
Grafe  1888  á  90;  Bachiller  Rafael  M.  Valladares 
92  á  93,  y  después  por  el  Bachiller  P.  M.  Iradi. 
Otra  federal  de  hembras  regentada  hasta  el  76  por 
la  señora  Gertrudis  Iradi  y  después  por  la  se- 
ñora Adriana  Aponte;  y  de  1888  á  1907,  por  la 
señorita  Josefa  Antonia  Ledezma,  con  algunas  inte- 
rrupciones, durante  las  cuales  y  también  anterior- 
mente ha  desempeñado  escuelas  particulares  (1).  La 
señorita  Luisa  V.  Méndez  estuvo  al  frente  de  este 
mismo  ú  otro  plantel.  También  existió  por  largos 
años  una  Escuela  Muuicipal  que  estuvo  anexa  á  los 
planteles  del  Licenciado  Fragachán  y  del  Bachiller 
Méndez,  y  una  Escuela  del  Estado  regentada  por  el 
señor  Diego    Bautista  Arreaza  (1894    á   97). 

Hoy  existen  para  honra  de  sus  Directores  y  de 
«la  ciudad  culta»,  un  colegio  mixto  titulado  «El  Sa- 
grado Corazón  de  Jesús»  dirigido  por  el  señor  José 
Ramón  Camejo  y  su  señorita  hija  Carmen;  uno  de 
varones  por  el  Bachiller  Narciso  Fragachán,  «La 
Asunción»,  que  lleva  más  de  15  años  de  existencia, 
ha  abierto  cuatro  Cursos  de  Filosofía  y  del  cual  por 
el  éxito  alcanzado  y  su  buena  marcha  no  puede  de- 
cirse menos  que  del  de  San  Juan  Bautista  (2);  otro 
de  niñas  por  el  Bachiller  Carlos  Manuel  Fragachán, 
á  quien  parece  que  la  cualidad  de  institutor  le  fuese 
también  hereditaria;  una  escuela  particular  del  mo- 
desto joven  Bachiller  Francisco  Antonio  Anato,  fundada 
en  enero  de  1904;  y  dos  nacionales,  una  de  varones  y 
otra  de  hembras  de  que  son  preceptores  el  Bachiller  Ma- 
nuel  A.   Pares  v  la  señorita  Soledad  Romero  Martínez. 


1.  Esta  virtuosa  señorita  y  benemérita  institutriz  es  acreedora  al  bene- 
ficio de  la  jubilación  legal.  Pensarnos  lo  mismo  de  la  muy  honorable  dama 
Carmen  Ledezma,  agraciada  con  la  Medalla  de  oro  de  la  Instrucción  por 
sus  valiosos  servicios  en  el  profesorado  durante  35  años,  y  la  juzgamos  tan- 
to más  acreedora  á  la  munificencia  del  Gobierno  cuanto  que  se  halla  pos- 
trada  por   penosa    enfermedad. 

2..   A  dicho    Colegio    se   autorizó   para    abrir    Curso    de    Filosofía   en    1897. 


—  20  — 

Bn  la  lista  de  los  hijos  de  Aragua  y  de  algu- 
nas poblaciones  circunvecinas,  que  han  sido  honra- 
dos en  distintas  épocas  con  el  doctorado,  se  verán 
los  nombres  de  los  que  iniciaron  su  carrera  cien- 
tífica   en  los  mencionados    Colegios. 

La  publicamos  con  justo  orgullo  por  el  terru- 
ño y  para  satisfacción  de  los  Institutores  ó  de  sus 
descendientes. 

Doctores    en    Medicina  y  fechas  de  sus  grados: 

Felipe    Cardier,    el   22   de  diciembre  de  1850. 

Vicente  Amparan,    el  26    de   febrero  de    53. 

José   Ramón   Hernández   B.,  octubre  5   de  56. 

F.    Díaz    Grafe,   junio    10  de   66. 

D.   J.    Guzmán    Bdo.,   junio   14  de    66. 

César   Espino,    julio   19   de  66. 

Pedro  B.    Campos,   julio  12  de   68. 

R.    Hernández   Matute,   julio   30  de    82. 

José    Policarpo  Arreaza,    mayo    5    de   84. 

Tomás    Gibbs,    mayo    14  de  84. 

Doroteo  de   Armas,    agosto   5  de  84. 

Felipe  Barrios   C,    abril   8  de   90. 

J.   B.    Pares    Oriach,    noviembre    6  de  95. 

J.   R.    Hernández  Pares,   noviembre  30  de  95. 

Julio   C.    Camejo,    setiembre  22  de   97. 

M.   Guzmán   Romero,   octubre  4   de   97. 

Domingo   A.    Calatrava,   diciembre  13  de  97. 

M.     Guzmán    Alfaro,    octubre    5    de   99. 

Vicente  Peña,    junio    12   de    1902. 

Julio   C.    de    Armas,    febrero    20  de    1904. 

Andrés  Lepage,    enero   5    de   1907. 

Doctores   en  Derecho: 

Nicanor    Cardier,    30    de   junio   de    1847. 

José  T.   Monagas,   enero   19   de    56. 

J.    M.   Hernández   B.,   octubre  5    de   56. 


—  21  — 

Camilo   Alfaro,    abril    15    de     74. 
Ramón  Penzini,    agosto  20  de   82. 
Andrés    A.    Arreaza,    enero  27   de  85. 
F.   A.   Guzmán    Alfaro,    noviembre  28  de  93. 
J.    R.    Camejo  Farbós,   diciembre   16    de   93. 
P.    M.    Reyes,    agosto    3    de  94. 
J.    B.    Bance,    agosto   31    de    94. 
F.    M.    Ledezma,    setiembre    20   de    94. 
A.   M.   Ledezma,    octubre   7    de    94. 
Rafael    T.    Camejo,   setiembre  28    de    95. 
P.    M.    Arreaza  Alfaro,    setiembre    28  de  95. 
J.    M.    Hernández  Pares,    setiembre  29  de  95. 
Rafael   Gibbs,   octubre    11    de    95. 
A.    Calatrava  Rengel,  diciembre   31  de  97. 
D.  J.   Guzmán    Alfaro,    setiembre  4  de  99. 
José    Rafael    Rojas,   diciembre  18  de  99. 
Rafael    M.   Valladares,    setiembre  4    de  1902. 
P.    V.  Guzmán  Romero,  setiembre  4  de  1902. 
J.   T.    Arreaza  Calatrava,  febrero  19  de  1907. 
D.    Arreaza    Romero,     diciembre    5    de  1907. 
Fernando   Iradi,   (para  graduarse). 

Doctores   en    Filosofía : 

Nicanor  Cardier,  graduado  de  Maestro  el  9  de 
octubre  de    1842. 

Manuel   Guzmán   Bastardo,    Ingeniero. 

D.    J.    Guzmán   Bastardo,  Ingeniero. 

Juan  Penzini,  Ingeniero,  el  17  de  uoviembre  de 
1877. 

Bn   Ciencias    Eclesiásticas: 
A.    A.    Arreaza,   el    14   de    agosto   de    1884. 

Hicieron  sus  estudios  completos  en  Derecho,  y 
no    se  graduaron: 

Pedro    Gerardo    Monagas. 


—  22  — 

Ildefonso    Urbáez. 

Emilio    Aponte. 

Rafael    L-ander   Barroso. 

En  Medicina: 

Fabricio  Aponte. 
Manuel   A.    Matute. 

No   terminaron    sus  estudios: 

En   Medicina: 

Francisco    A.    Guzmán  Romero. 
Manuel    Lander   Cardier. 
Rafael    Pares. 

En    Derecho: 

Pedro    Manuel    Arreaza. 
Ramón    Rojas. 
Cándido  de   Armas,    hijo. 
Pedro    V.    Guzmán,    hijo. 
Domingo    López    Méndez. 

Murieron    antes   de    terminar    sus    estudios: 

Pedro   Calatrava,    en    Derecho. 

Pedro  M.    Pares  Sucre,    en    Matemáticas. 

Terminan    actualmente    sus   estudios: 

En    Medicina: 

Pedro   Felipe  Arreaza   Calatrava. 

Cruz    M.    Lepage. 

Ramón  de    la    Cruz    Penzini. 


—  23  — 
Bn   Derecho: 
José   Rafael    Prieto. 
Cursan    en   4-9  y    2<?   año,    respectivamente: 

Manuel    Tiberio    Arreaza,    y 
Juan  Serafín   Penzini. 

De  70  años  á  esta  parte,  puede  decirse,  que  no  se 
ha  abierto  ningún  curso  de  Ciencias  mayores  en  la 
Ilustre  Universidad  de  Caracas,  que  no  registre  nom- 
bres de  jóvenes  aragüeños;  y  lo  consignamos  con 
tanto  mayor  gusto  cuanto  que  también  disfrutan  ellos 
de    la   reputación   de    buenos    estudiantes. 

Bn  las  nóminas  que  hemos  publicado,  muchos 
de  esos  nombres  no  pasarán  inadvertidos  á  los  que 
se    sirvan    leerlas. 

Un  César  Bspino,  tan  modesto  como  sabio,  un 
José  Ramón  Hernández  Bastardo,  un  Felipe  Car- 
dier,  un  Domingo  Guzmán,  un  Ramón  Hernández 
Matute,  un  Doroteo  de  Armas,  un  Tomás  Gibbs, 
un  Pedro  Campos  y  un  Guzmán  Romero  habrá  que 
recordarlos  siempre  como  .buenos  médicos,  notables  al- 
gunos de  ellos,  así  como  abnegados  y  desinteresados  en 
su  profesión;  bien  que  desprendimiento  y  abnegación 
son  virtudes  comunes  á  todos  los  que  han  ejercido  y 
ejercen  allí  esta  humanitaria  profesión;  por  tal  manera, 
que  podría  decirse  que  los  enfermos  de  Aragua  están 
siempre  al  cuidado  de  una  Junta  médica  promovida 
por  el  afecto  y  el  cariño;  lo  cual  da,  á  la  vez,  una 
idea  de  su  unión  profesional. 

Vicente  Peña,  cuyos  trabajos  científicos  han  si- 
do bien  acogidos  por  la  Academia  de  Medicina,  de 
la  cual  es  miembro  correspondiente;  Pulido  Arreaza, 
Barrios  Calatrava,  Hernández  Pares,  Guzmán  Al- 
faro,    todos   pueden    citarse   de   igual    manera,    porque 


—  24  — 

trillan   la    misma    senda  de  honor   de  los  que  les  han 
precedido. 

Y  no  se  necesita  detener  la  vista,  sino  leer  de 
corrida  la  nómina  de  abogados  para  recordar  grata- 
mente á  Camilo  Alfaro  y  á  José  Manuel  Hernández 
Bastardo,  y  para  enorgullecemos  al  presente  con  un 
Bance  que  escala  la  más  alta  cumbre  del  foro  ve- 
nezolano, y  satisfacernos  también  con  Guzmán  Alfa- 
ro, Reyes,  Valladares,  Calatrava  Rengel,  Rojas  y 
Arreaza  Alfaro,  los  cuales  ejercen  con  éxito  en  la  ca- 
pital de  la  República,  y  han  sentado  ya  una  reputa- 
ción sólida,  por  su  ilustración,  honradez  é  integridad. 

Y  en  esas  mismas  listas  nos  encontramos  con 
oradores  distinguidos  como  Francisco  José  Oriach, 
de  quien  dijo  el  ilustrado  Sacerdote  Doctor  Fernan- 
do Arturo  de  Merino,  que  muy  bien  podía  ir  á  ha- 
blar á  España,  para  ser  aplaudido,  y  de  quien  á  la 
verdad  podría  decirse  que  nació  orador,  ó  que  su 
oratoria    era   don   del    cielo. 

Improvisaba  á  maravilla  y  su  estilo  familiar  era 
culto  y  ameno.  Gustaba  siempre  oírsele.  Fn  cierta 
ocasión  admirando  el  talento  de  Bolet  Peraza,  le  oí- 
mos decir  que  le  hacía  creer  en  la  ciencia  infusa  de 
los  apóstoles;  cosa  que  de  él  muy  bien  podía  decir- 
se,   pues   que    sabía    más   de  lo  que  había   aprendido. 

Nicanor  Cardier,  á  quien  sus  contemporáneos  re- 
cordaban siempre  con  agrado,  admirándolo  tanto  por 
su  gentileza,  como  por  su  facilidad  y  elegancia  en 
el  decir. 

Manuel  Matute,  orador  y  tribuno  de  fácil  impro- 
visación. Hablando  en  la  Convención  de  Valencia  el 
año  de  1858,  le  gritaron  de  la  barra:  «el  orador  no 
se  ve,))  aludiendo  á  su  corta  estatura,  y  él  contestó 
con  presteza  y  arrogancia,  «pero  se  oye,»  continuando 
sin   tropiezo  su  discurso. 

Ildefonso  Urbáez,  de  tan  agradable  conversación 
familiar  y  quien  tanto  gustó  de  cultivar  la  literatura. 
Bn    sus    piezas    oratorias,    resaltan    imágenes  atrevidas 


—  25  — 

• 

y  vuelos  muy  raros.  Don  Cecilio  Acosta,  hablaba  bien 
de  él  como  hombre  de  letras,  y  hemos  tenido  el  gusto 
de  conocer  la  honrosa  correspondencia  del  poeta  Abi- 
gaíl  Lozano,  que  él  guardaba  con  esmero,  como  grato 
recuerdo   de    amistad. 

Y  los  que  hoy  oyen  á  Ramón  Camejo  Farbós, 
á  Rafael  Tobías  Camejo  y  á  Rafael  Gibbs,  recono- 
cerán   en    ellos   dotes    oratorias. 

Y  nos  encontramos  con  Don  José  Ramón  Camejo, 
de  vasta  y  profunda  ilustración  y  uno  de  los  mejores 
pedagogos  de  la  República  (1).  Puerto  España,  Ciu- 
dad Bolívar,  Upata,  Caracas,  La  Victoria,  Maracay, 
Zaraza  y  otras  poblaciones,  lo  han  conocido  dirigien- 
do con  éxito  institutos  de  enseñanza.  Bn  el  que  re- 
genta actualmente  en  Aragua,  es  donde  más  ha  pro- 
bado su  práctica  en  el  profesorado.  Sus  discípulos 
no  fatigan  la  memoria  con  cansadas  reglas  y  defini- 
ciones ni  con  aprendizajes  inútiles;  les  habla  con 
sencillez  y  familiaridad  practicando  con  ellos  su  sis- 
tema oral    y   objetivo. 

Y  en  el  mismo  sendero  nos  encontramos  con  Eduar- 
do D.  Méndez  y  Narciso  Fragachán,  ya  bien  repu- 
tados como  institutores  y  con  títulos  al  merecido  apre- 
cio y  consideración  de  que  disfrutan,  por  sus  nobles  ser- 
vicios  á   la    sociedad. 

Y  si  buscamos  poetas  ó  amantes  de  la  poesía, 
ahí   están: 

Eladio  Grafe  Calatrava,  muerto  en  su  juventud, 
pero  ya   haciéndose    aplaudir. 

Emilio  César  Santodomingo,  que  ensayó  la  lira 
con  entusiasmo  y  lucidez,  y  quien  parece  no  gustara 
dejarse     oír    más;    tal    vez    por    modestia    de    carácter 


1.  Es  autor  de  las  siguientes  obras  didácticas:  Gramática,  Aritmética, 
Instrucción  Moral  y  Religiosa,  la  primera  en  colaboración  con  el  Doc- 
tor Ramón  Isidro  Montes.  Tiene  en  preparación  una  interesante  Obra  de 
Pedagogía,  de  la  cual  ha  publicado  en  importantes  periódicos  de  la  Repú- 
blica algunos  capítulos;  una  «Pequeña  Historia  de  Venezuela,»  según  el  plan 
y  Método  de  Duruy;  Lecciones  de  Agricultura,  de  las  cuales  publicó  en  La 
Victoria  algunas,  el   «Correo  de  Aragua,»  y  Lecciones  sobre  Código  de  Comercio. 


—  26  — 

ó  porque  cayera  de  ánimo  ante  las  realidades  de  la 
vida. 

Eduardo  D.  Méndez,  á  quien  se  le  ha  celebrado 
su    canto  á  la   «Soy    Sola,»   vertido   al   francés. 

Rafael  T.  Camejo,  quien,  si  á  la  verdad,  ha  pu- 
blicado poco  de  sus  bellas  composiciones,  ha  escrito 
mucho,  aunque  sólo  para  .ser  leído  por  sí  mismo  ó 
por    sus   íntimos. 

Simón  T.  Camejo,  de  la  escuela  del  modernis- 
mo y  quien  ya  dio  á  la  publicidad  un  libro  de  sus 
composiciones,  aplaudido  por  la  prensa  y  por  el  in- 
telectual prologuista,  quien  le  augura  que  arrancará 
mucho   oro   de  su  mina   opulenta. 

Diego  Arreaza  Romero,  de  igual  escuela  y  de 
exquisito  gusto.  Parece  que  también  publicará  un  vo- 
lumen   con    las   flores    de   su  ingenio. 

Luisa  Rojas,  (Lux)  la  inteligente  é  inspirada 
poetisa,  que  une  al  sentimiento  del  arte  la  delicadeza 
de  su  alma,  y  quien  también  ha  escrito  en  prosa  pá- 
ginas brillantes. 

Soledad  Romero  Martínez,  (Sara)  que  versifica 
con  sencillez  y  naturalidad,  á  la  manera  que  canta 
el  ave. 

Alonso  y  Gabriel  Calatrava,  Luis  Grafe  Calatra- 
va  y  Bmilio  Pérez  Hernández,  que  han  probado  po- 
seer estro  y  numen  poético;  Juan  Serafín  Penzini, 
José  Luis  Camejo,  Andrés  Ángel  Arreaza,  Leopoldo 
Hernández  Gómez,  etcétera,  que  se  han  iniciado  úl- 
timamente con    manifestaciones   de  gusto  lírico. 

Y  por  último,  por  rigor  y  exactitud  en  estos  da- 
tos, escribiremos  tan  sólo  el  nombre  del  poeta  y  li- 
terato José  Tadeo  Arreaza  Calatrava,  de  quien  el  pú- 
blico podrá  formar  juicio  definitivo  al  leer  sus  próxi- 
mos libros  de  poesías  que  dedica  á  Venezuela,  y  que 
edita  en    España  (1). 

1.  El  Doctor  J.  M.  Hernández  Pares,  en  una  publicación  que  hizo  en 
1904,  nos  habla  de  un  antiguo  y  notable  poeta  aragüeño  Don  José  Antonio 
Echeverría,    insertando   lo   que   sobre    él   escribió    Don  Julio    Calcaño,   en   su 


—  27  — 

Como  nos  ocupamos  en  un  punto  interesante  que 
dice  relación  con  el  progreso  que  más  nos  satisface, 
no  olvidaremos  decir  que,  además  de  los  estableci- 
mientos de  educación  de  que  liemos  hablado,  han  exis- 
tido Sociedades  Científicas  y  Literarias,  con  el  propó- 
sito de  colaborar  al  mayor  desarrollo  intelectual  de 
Aragua.  Una  de  estas  sociedades  fue  promovida  por 
el  importante  y  valioso  elemento  social  Don  José  Ra- 
món Camejo;  (1875  á  77)  y  á  las  hermosas  justas 
de  las  letras,  á  los  lucidos  certámenes  públicos  con- 
currían no  sólo  los  intelectuales  á  tomar  parte  en 
ellos,  sino  un  auditorio  numeroso  presidido  por  la 
gracia;  es  decir,  por  la  mujer  aragüeña,  que  al  em- 
bellecer con  su  presencia  aquellos  actos,  servía  de  es- 
tímulo á  los  demás   y   se   nutría   á   sí  propia. 

También  se  han  celebrado  veladas  artístico-lite- 
rarias  en  distintas  ocasiones  con  lucimiento,  pues 
que  la  música  y  el  canto  que  tanto  adornan  á  la 
mujer,  no  se  ha  descuidado.  Así  vemos  que  desde  el 
año  de  de  1867  en  adelante  se  han  sostenido  muy 
buenos  Profesores  como  Alejo  Túpano,  Muckenhirn, 
Depool,    Jesurum,    etcétera    (1). 

Hanse  establecido  con  noble  empeño  varias  socie- 
dades y  clubs.  Entre  ellos  citaremos  al  Club  de  Ami- 
gos (1881  á  87)  que  no  sólo  fue  centro  de  solaz  y 
de  expansión  sino  más  bien  de  torneo  intelectual;  á 
la  sociedad  «Mutuo  Auxilio,»  (1882  á  86)  de  trascen- 
dencia social,    porque  propendió  siempre   á   la  armonía 


aplaudida  Obra  «Parnaso  Venezolano,»  á  la  página  137,  y  que  dice:  «Vio  la  luz 
en  Aragua  de  Barcelona,  el  año  1815,  y  niño  aún,  se  trasladó  á  la  Habana 
con  su  familia  por  no  avenirse  ésta  con  la  E  evolución  de  Independencia. 
Hizo  Echeverría  sus  estudios  de  Filosofía  y  Derecho  en  el  Real  Seminario 
de  aquella  Isla,  y  se  aplicó  al  cultivo  de  las  letras,  en  las  cuales  ejerció  á 
una  con  Del  Monte,  señalada  influencia.  Su  reputación  se  extendió  en  bre- 
ve por  España  y  las  Repúblicas  Americanas.  Baralt  dice  de  él  que  era  uno 
de  los  escritores  más  elegantes,  castizos  y  enérgicos  de  la  lengua  castellana. 
Murió  en  Nueva  York  el  11  de  marzo  de  1885.  Su  Obra  más  celebrada  es 
la  novela  intitulada   «Antonelle.» 

1.  Desde  aquella  fecha  se  han  introducido  en  Aragua  como  cincuenta 
pianos,  lo  cual  no  es  para  pasar  inadvertido  si  se  atiende  á  las  dificultades 
que  hay  que   vencer,  por   la   falta   de  vías  de  comunicación. 


—  28  — 

•en  medio  de  nuestras  estériles  é  infructuosas  luchas 
locales,    y    á   otros  fines    benéficos. 

Al  Club  Progreso  (1905  á  1907)  destinado  á  ser 
centro  de  cultura  y  de  recreo  a  la  par  que  servir 
de  mucho  á  nuestro  adelanto.  Fue  por  demás  sensi- 
ble   que     no    se   le  comunicara  una   existencia  estable. 

La  Sociedad  de  la  Cruz,  instalada  en  1883  y 
reinstalada  en  enero  de  1908,  compuesta  en  su  ma- 
yor parte  del  virtuoso  gremio  de  artesanos,  y  enca- 
minada á   nobles  y    laudables    tendencias. 

Y  otras  más  que  han  respondido  á  fines  espe- 
ciales, se  han  establecido  también  con  sólo  la  ini- 
ciativa particular  y    sostenidas    por  el  esfuerzo  propio. 

Pedro  Miguel  Gago,  de  grata  recordación,  que 
unía  á  la  seriedad  de  su  carácter  y  á  la  luz  de  su 
cerebro,  el  entusiasmo  por  toda  obra  buena,  inició 
la  formación  de  una  banda  en  1882;  á  la  cual  dio 
clases  el  Profesor  don  José  Mármol  y  Muñoz,  y  más 
tarde  Muckeuhirn,  cuando  estuvo  la  primera  vez  allí, 
contribuyendo  á  sus  buenos  resultados  el  entusiasta 
don   José   Ramón  Camejo  (1). 

Vicente  Peña,  espíritu  cultivado  y  elemento  so- 
cial de  primer  orden,  como  abanderado  del  progre- 
so, fundó  en  unión  de  algunos  amigos  la  Sociedad 
Estudiantina  Aragüeña  (1894  á  97),  y  con  miem- 
bros de  ella  se  formó  una  banda  del  mismo  nom- 
bre, la  que  tuvo  primero  por  Director  al  señor  J. 
Jesurum,  después  al  mismo  Peña,  y  por  ausencia 
de    éste    al    Bachiller    Francisco    José  Camejo. 

Hoy  existe  otra  banda  organizada  por  este  inte- 
ligente y  progresista  joven,  á  quien  no  sólo  le  son 
familiares  las  letras  sino  la  música,  cuyo  arte  ha 
logrado  profundizar.  Está  consagrado  á  su  enseñan- 
za, y  es  de  celebrarse  que  Aragua  posea  ya  un 
Profesor   de    su    propio    suelo. 


1.     IYos    instrumentos    para   esta   banda  fueron    regalados    por  el  Presidente 
del    Estado  Bermúdez,   General    Pedro   Vallenilla. 


—  29  — 

El  teatro,  como  elemento  también  de  civiliza- 
ción, no  se  ha  descuidado.  Muchas  veces  y  desde 
tiempo  atrás  hanse  formado  compañías  de  aficiona- 
dos, siendo  anhelo  del  lugar  poseer  un  edificio  ade- 
cuado al    medio  y  que  llene  á  cabalidad  su    objeto  (1). 

Volvemos  al  orden  más  ó  menos  cronológico  de 
estos  apuntes,  el  cual  descuidamos  al  extendernos 
en  la  materia  de  la  instrucción,  que  bien  pudiéra- 
mos  llamar   la  característica   de    Aragua. 

Bsta  Villa  tuvo  la  gloria  de  verse  representada 
en  nuestro  primer  Congreso  independiente  de  1811. 
Su  Diputado,  el  honorable  señor  Doctor  José  María 
Ramírez,  (2)  fue  de  los  más  decididos  en  que  se 
proclamara  la  absoluta  é  inmediata  independencia  de 
Venezuela,  cuando  no  faltaba  quienes  fluctuasen  en 
la    adopción  de    términos    medios. 

Aragua  se  pronuncia  en  seguida  por  dicha  inde- 
pendencia (3). 

Durante  la  Guerra  Magna  presenció  dicha  Villa 
varios  hechos  de  armas,  entre  ellos  la  célebre  bata- 
lla librada   el    18  de    agosto   entre    Bolívar    y    Mora- 


1.  El  «Club  de  Amigos»  construyó  un  escenario  que  tuvo  en  actividad 
algunos  años.  El  «Club  Progreso»  que  tenía  entre  sus  propósitos  la  cons- 
trucción de  un  salón  de  teatro,  promovió  la  organización  provisional  de 
una  Compañía  con  tal  fin;  y  las  representaciones,  que  son  las  últimas  que  se 
han    efectuado   allí,    fueron   muy   bien  acogidas. 

2.  Era  natural  de  Santodomingo  y  murió  en  Caracas.  Conocemos  á  su 
descendiente  el  señor  Basilio  Alvarez  Ramírez,  quien  nos  informa  que  lo 
son  también  la  señora  Bárbara  R.  de  Correa  y  señoritas  Juana  de  Jesús  é 
Isabel  Ramírez  y  María  de  Jesús  Solvez  Ramírez,  Concepción  R.  de  Quin- 
tana, nietas  que  residen  en  Caracas.  En  Valencia,  Pedro,  Ramón,  Enrique- 
ta y  María  Ramírez  Tirado,  nietas;  y  en  Barcelona:  Ramón,  Dolores  y  Carmen 
Ramírez  Trías,   biznietos. 

3.  «Proclamada  la  Independencia  el  5  de  julio  de  1811  en  Caracas,  el 
Capitán  General  Don  José  Antonio  Freites  Guevara,  Mariscal  de  Campo, 
titubea  ó  emplaza  el  pronunciamiento  de  esta  ciudad  (Barcelona),  y  va  á  la  de 
Aragua  á  hacer  contrapronunciar  á  los  patriotas  llaneros  que  se  habían  an- 
ticipado á  la  capital,  etc.»  «Fue  la  ciudad  de  Aragua,  fueron  los  patriotas 
llaneros  los  primeros  que  dieron   el  grito  de  Independencia  absoluta,  etc»  (*). 

Folleto  citado   de   Don    Miguel  José  Romero. 

(*)  Menciona  como  principales  personajes  de  la  época  á  Don  José  An- 
tonio Figuera,  Don  Pedro  Amparan  y  su  hijo  Pedro  Miguel,  los  Hurtado, 
padre  é  hijo,  los  Arvelaiz,  los  Barroso,  los  Bastardo,  los  Gago,  los  Alfaro, 
los  Matute  y  otros. 


—  30  — 

les    (1)   y    el  combate   del   14    de   abril   de  1815    en- 
tre  Monagas  y  Gorrín  (2). 

En  1831  sus  anales  registran  una  Acta  glorio- 
sa en  defensa  de  la  integridad  de  Colombia  y  del 
Padre  de  la  Patria,  fundador  de  5  Repúblicas  (3). 
Esta  Acta  emanada  de  una  Asamblea  Popular  fue 
suscrita  el  15  de  enero,  y  con  ella  se  inició  el  mo- 
vimiento armado  que  se  extendió  á  todas  las  Pro- 
vincias de  Oriente,  á  los  llanos  de  la  de  Caracas  y 
á  Barlovento  (4).  La  inesperada  muerte  del  Li- 
bertador en  primer  término,  puso  coto  á  esta  revo- 
lución por  medio  de  un  convenio  celebrado  entre 
Páez   y    Monagas    en   Valle   de   la    Pascua     el    24   de 


1.  La  obra  citada  de  Landaeta  Rosales  trae  la  fecha  del  17.  Siempre 
hemos  entendido  que  la  pelea  fue  el  18,  que  empezó  á  las  8  de  la  mañana 
y  terminó  de  3  á  4  de  la  tarde,  habiéndose  retirado  Bolívar  poco  antes. 
Además  de  la  tradición  oral,  que  nos  habla  de  la  fecha  del  18,  la  encon- 
tramos en  los  historiadores  Larrazábal,  «Vida  de  Bolívar,  tomo  I,  páginas 
327  y  328.  En  Montenegro  Colón,  en  su  «Geografía  General»,  tomo  IV,  pá- 
gina 175.  En  Baralt  y  Díaz,  en  el  tomo  II,  página  26S.  Ramón  Azpurúa 
en  su  obra  de  «Biografías  de  Hombres  Notables»,  trae  la  misma  fecha  del 
18,  en  la  del  General  José  G.  Monagas;  y  en  la  del  General  José  T.  Mo- 
nagas, la  del  19.  O'Leary,  tomo  I,  de  narración,  página  206,  dice  que  el 
17  se  «presentó»  el  Coronel  Morales,  segundo  de  Boves,  frente  á  Aragua, 
etc.;  y  el  Libertador  en  una  Exposición  que  dirigió  al  Presidente  del  Con- 
greso Granadino,  fechado  en  Cartagena,  dice:  «Nuestros  dos  ejércitos  (el 
del  Jefe  de  Oriente  y  el  suyo)  se  incorporaron  en  la  Villa  de  Aragua,  etc., 
y  el  17  de  agosto  fue  testigo  de  la  acción  más  sangrienta,  que  decidida 
contra  las   armas  republicanas,    decidió   también    la   suerte    de   la    República». 

Las  pérdidas  alcanzaron  á  3.700  entre  muertos  y  heridos,  y  fue  acuchi- 
llada  en    la  iglesia   gran   parte   de  la  vecindad. 

2.  La  obra  de  Landaeta  trae  la  fecha  del  24  de  marzo.  La  de  O'Leary 
en  su  tomo  I,  página  333,  dice  á  fines  de  marzo  ó  á  principios  de  abril. 
En  el  volumen  III,  página  376,  de  «Biografías  de  Hombres  Notables»  por 
Ramón  Azpurúa,  en  las  de  los  Generales  José  Tadeo  y  José  Gregorio  Mo- 
nagas,   se    lee  la   del   14   de  abril. 

3.  Dicha  Acta  se  encuentra  en  las  páginas  542,  543  y  544  del  tomo  IV 
de  la  «Geografía  General»  de  Montenegro  Colón,  sin  las  firmas.  Pero  sabe- 
mos por  los  «Datos  Históricos  Sur  Americanos»,  tomo  I,  páginas  144  y  145, 
A.  L-  Guzmán,  y  por  el  tomo  II,  página  215  de  la  «Historia  Contemporá- 
nea de  Venezuela»  del  Doctor  González  Guiñan,  que  la  suscriben  en  primer 
término  el  Corregidor  Manuel  Valladares,  el  Cura,  el  General  José  Gregorio 
Monagas  y  los  Coroneles  Gerardo  y  Francisco  Monagas  y  Francisco  Javier 
Rojas. 

4.  Esta  revolución  llamada  integrista,  reconoció  por  Jefe  Superior  al 
General  José  T.  Monagas,  quien  desde  que  terminó  la  guerra  de  Indepen- 
dencia había  elegido  á  Aragua  para  su  residencia  con  la  familia,  contribu- 
yendo mucho  á  repoblarla  con  sus  amigos.  Allí  nacieron  casi  todos  sus  hi- 
jos y  algunos  de  sus  nietos,  como  Juan  Giuseppi,  personalidad  social  muy 
distinguida. 

Tanto  había  sufrido  aquella  población,  que  cuando  pacificado  Oriente, 
se  dirigía  dicho  General  á  Barcelona,  un  tigre  le  mató  en  la  misma  plaza 
la    muía  en   que   iba,    donde   estaría  amarrada  ó  maneada   por  la  noche. 


—  31  — 

junio  de  1831  (1).  Con  aquella  enérgica  protesta 
le  tocó  á  Aragua  en  tan  solemne  ocasión,  salvar  el 
concepto  del  patriotismo,    del  honor  y  de  la    gratitud. 

En  1835  se  efectuó  también  allí  el  movimiento 
reformista  que  terminó  con  el  Tratado  de  Pirital 
entre  los  mismos  Jefes  Páez  y  Monagas,  el  3  de 
noviembre   de   dicho    año     (2). 

En  1846  se  organizó  un  ejército  en  Aragua,  á 
cuyo  frente  pacificó  el  General  Monagas,  nombrado 
Segundo  Jefe  del  Ejército  Constitucional  por  el  Ge- 
neral Soublette,  las  poblaciones  insurreccionadas  con- 
tra el  Gobierno  que  este  General  presidía,  y  conser- 
vó la   paz   de  Oriente. 

Como  circunstancia  notable  puede  mencionarse 
la  llegada  de  una  respetable  comisión  á  aquella  ciu- 
dad en  1847,  con  motivo  de  la  elección  presidencial 
recaída    en   dicho    General  J.  T.    Monagas  (3). 

Un  suceso  parecido  al  que  acabamos  de  anotar 
ocurrió  en  el  año  de  1867.  Varios  padres  de  fami- 
lia preocupados  por  el  estado  de  anarquía  en  que  se 
encontraba  el  país,  después  de  efectuar  una  reunión 
que  deliberó  sobre  el  particular,  determinaron  pasar 
á  El  Roble  á  excitar  al  General  Monagas  á  poner- 
se al  frente  de  los  acontecimientos,  á  fin  de  salvar 
la  conflictiva  situación,  coincidiendo  este  paso,  me- 
ditado en  Aragua,  con  la  llegada  al  mencionado  lu- 
gar, de  un  comisionado  de  Caracas,  que  llevaba  el 
mismo   fin  (4). 


1.  En  24  de  febrero  de  dicho  año  3-a  habían  ido  á  Aragua  como  co- 
misionados de  paz  por  el  Gobierno,  los  distinguidos  compatriotas  Doctor  Ale- 
jo  Fortique    y   el    señor  Martín  Tovar. 

2.  A  este  tratado  de  paz  precedió  una  entrevista  de  los  comisionados 
Coroneles  José  Gabriel  Lugo  y  José  Austria,  por  parte  de  Páez,  con  el  Co- 
mandante Florencio  Meleán,  por  la  de  Monagas.  Volumen  II,  página  263, 
de  la  «Autobiografía  del  General  Páez».  Fste  General  estuvo  en  Aragua,  en 
dicha  ocasión,    con  su   numeroso   ejército. 

3.  l,a  Comisión  á  que  nos  referimos  se  componía  de  los  señores  Doc- 
tor Modesto  Urbaneja,  Doctor  D.  B.  Barrios,  Rafael  Urdaneta,  Ingeniero 
Carlos   Soublette,    señor    J.    B.   Arismendi  y   un   señor  Sucre. 

4.  Este  comisionado  fue  don  Diego  Antonio  de  Alcalá.  Ya  antes  ha- 
bía estado  el  General  Euis  I,evel  de  Goda,  quien  de  allí  siguió  á  Ciudad  Bo- 
lívar á  hablar  con   el   señor   don  Juan  B.   Dalla-Costa,  Presidente  de  aquel  Es- 


—  32  — 

En  julio  del  53  se  efectuó  allí  un  alzamiento 
capitaneado  por  el  Comandante  Manuel  Baca,  y  "el 
cual  terminó  poco  tiempo  después  por  sometimiento. 
Correspondía  dicho  alzamiento  á  la  revolución  de 
aquel    año. 

Ya  antes  había  organizado  fuerzas  allí  el  Coro- 
nel Gerardo  Monagas  en  defensa  del  Gobierno  y 
marchado  á  Cumaná.  Con  él  iban  como  oficiales 
aragüeños  los  Capitanes  Juan  Ramírez,  Julián  Ro- 
mero, Andrés  Almea  y  otros,  quedándose  en  Ara- 
gua  los  Comandantes  Ascensión  Aponte  y  Alejandro 
Barrios,    quienes    eran    muy   adictos  á  su  persona. 

Bn  la  lista  de  militares  y  políticos  notables  del  país, 
han    aparecido  en     todo  tiempo  nombres   de    Aragua. 

Citaremos  en  este  lugar  los  de  la  Independen- 
cia y  como  el  primero  de  ellos  al  General  José  Gre- 
gorio Monagas,  de  quien  dice  la  tradición  que  nació 
en  Kl  Roble,  jurisdicción  de  Aragua  (1).  Mereció 
el   calificativo  de   la   primera   lanza   de  Oriente     (2). 

Francisco  Carvajal,  alias  «Tigre  Encaramado», 
«aquel  llanero  famoso  que  manejaba  las  bridas  del 
caballo  con  la  boca  y  las  armas  con  ambas  ma- 
nos» (3),  y  á  quien  le  tocó  morir  heroicamente  en  la 
acción  del  18  de  agosto  de  1814,  que  hemos  citado  (4). 

tado,  llevando  sin  duda  instrucciones  del  General  Monagas.  De  los  que  fue- 
ron de  Aragua,  recordamos  apenas,  al  Padre  Bernardino,  Licenciado  Narci- 
so Fragaclián,  don  Luis  J.  Arreaza,  don  Alonso  Calatrava,  don  Juancho  y 
don  Manuel  Lander,  don  Vicente  Amparan,  don  Alejandro  Barrios,  don  J. 
Clemente   Hernández,   etc. 

1.  El  Roble  fue  siempre  hato  de  la  familia  Monagas  y  en  él  residieron 
muchas  veces  los  padres  de  los  Proceres  Monagas.  El  decano  hoy  de  la 
familia  Doctor  J.  T.  Monagas  y  la  señora  María  Iginia  M.  de  Oriach,  oc- 
togenaria, nos  han  dicho  que  nuestro  tío  nació  allí.  Sabemos,  además,  que 
fue  bautizado  en  Santa  Ana,  siendo  su  padrino  don  José  Gregorio  Fernán- 
dez, padre  de  doña  Manuela  F.  de  Amparan,  y  que  la  señora  Bárbara  Pé- 
rez, madre  del  General  Sotillo,  lo  llevó  en  sus  brazos  de  El  Roble  y  lo 
condujo  también  á  las    puertas    de  la  Iglesia. 

2.  En  un  episodio  histórico  entre  Bolívar  y  Páez,  que  se  ha  publica- 
do, llegó  Bolívar  á  decir  que  no  sólo  era  Monagas  la  primera  lanza  de  Ve- 
nezuela  sino   de   Colombia,    etc. 

3.  «Vida  de    Bolívar»  por   Larrazábal,    tomo   I,    página   328. 

4.  «El  valiente  Comandante  Francisco  Carvajal,  terror  de  los  realistas, 
fue  muerto  en  el  acto  de  tomar  una  pieza  de  artillería  que  quedó  en  po- 
der de  los  patriotas».  Montenegro  Colón,  tomo  IV,  página  175.  Publicare- 
mos al  final    su   partida   de   bautismo. 


—  33  — 

Kl  Coronel  Eduardo  Antonio  Hurtado,  que  asis- 
tió al  Congreso  de  Angostura  en  1819  y  fue  des- 
pués Gobernador  en  Barcelona  en  1828,  y  otra  vez 
de  1836  á    1839. 

Kl  Coronel  Francisco  Barroso,  quien  murió  de  re- 
sultas de  una  herida  que  recibió  en  Barcelona  por 
los   años   de    1817. 

Don  Luis  Bastardo,  que  fue  el  primer  Gober- 
nador "Civil  de  la  Provincia  de  Barcelona  (1821) 
otra  vez  de  1844  á  47,  y  miembro  del  Congreso 
Federal  (l). 

El  Coronel  Manuel  Figuera  (El  Mayor  Figue- 
ra)  que  ocupó  asiento  en  el  Senado  de  la  Repúbli- 
ca y  fue  también  Gobernador  de  Barcelona  de  1832 
á  35. 

El  Teniente  Coronel  Manuel  Barroso,  conocido 
por   el    Padre  Barroso. 

Y  es  justo  no  callar  los  nombres  de  los  Ofi- 
ciales, Comandante  Manuel  Fernández,  Capitanes 
Manuel  Baca,  Pedro  Miguel  Amparan,  Isidoro  Va- 
lladares, Antonio  María  Arreaza  y  del  Alférez  de 
Caballería  Vicente  Matute,  'quienes,  aunque  en  me- 
nor escala,  prestaron  también  sus  servicios  á  la  Cau- 
sa  de  la    Patria  (2). 

Como  estamos  en  época  de  reparaciones  históri- 
cas, nos  permitimos  asomar  respetuosa  y  patriótica- 
mente la  idea  de  que  sería  cumplir  un  acto  de  jus- 
ticia y  un  deber  de  gratitud  para  con  el  héroe, 
erigir    en    Aragua   una    columna    alegórica   al    llanero 


1.  Fueron  sus  padrinos  los  padres  del  General  Bermúdez,  quienes  re- 
sidían en  Aragua  y  donde  se  casaron.  De  allí  se  ausentaron  con  anterio- 
ridad al  nacimiento  de  dicho  General.  La  partida  de  matrimonio  se  halla 
en   el  folleto   de  don    Miguel  José    Romero. 

2.  Se  nos  asegura  que  el  Coronel  Lucas  Carvajal  era  también  hijo  de 
Aragua,  pero  no  lo  sabemos  con  evidencia.  Este  denodado  patriota  no  sólo 
prestó  sus  servicios  en  Venezuela,  sino  también  en  Nueva  Granada,  Ecuador 
y  Perú.  Distinguióse  en  Bombona,  donde,  herido  el  Jefe  de  la  Vanguar- 
dia, le  sucedió  en  el  mando  de  la  División,  cayendo  él  también  herido. 
Cuando  el  Libertador  organizó  el  ejército  cinco  días  antes  de  la  gloriosi 
jornada  de  Junín,  le  nombró  comandante  de  la  columna  de  caballería  co- 
lombiana, y  en  la  carta  que  sobre  la  célebre  batalla  de  Ayacucho  dirigió 
Sucre   á   Bolívar  se  lo   recomienda  para  Gen?ral  4e   Brigada. 


—  34  — 

famoso  Francisco  Carvajal,  la  cual  serviría  á  la  vez 
para  perpetuar  la  significación  que  en  la  Historia  ha 
tenido  la  suerte  de  corresponder  á  aquella  ciudad. 
Y  asimismo,  la  colocación  en  el  Salón  Municipal 
de  los  retratos  del  General  José  Gregorio  Monagas, 
Coronel  Eduardo  Antonio  Hurtado  y  demás  Proceres 
aragüeños. 

Después  de  estas  reminiscencias  gloriosas  senti- 
mos tener  que  consignar  otros  datos  que  se 'refieren 
á   nuestras  desgraciadas   guerras    intestinas. 

En  éstas  se  han  librado  allí  los  combates  siguien- 
tes: En  la  guerra  de  Cinco  Años  entre  el  Corone- 
Julio  César  Monagas,  que  atacó  la  plaza,  y  el  Col 
mandante  Ramón  Hernández  Hernández,  á  quien 
como  Jefe  Militar  le  tocó  defenderla,  en  la  ma- 
ñana  del    15    de    abril   de    1859   (1). 

Entre  el  Coronel  Andrés  Avelino  Pinto,  que  la 
defendió,  y  el  General  Emilio  Santodomingo,  que  la 
atacó  y   perdió,  el    22    de  julio   de    1859  (2). 

Entre  el  General  Antonio  Gómez  y  el  General 
Víctor  Rodríguez,  quien  atacó  y  perdió,  á  las  9  de  la 
mañana   del   24   de  noviembre   de    1870  (3). 


1.  Es  justo  consignar  el  nombre  de  don  Manuel  Matute,  Jefe  político,  quien 
con  algunos  hombres  cívicos,  y  con  estratagema,  fué  el  principal  defensor  de  la 
plaza;  defensa  que  se  facilitó  también  por  el  hecho  de  que  los  federales  tenían  casi 
todo  su  pertrecho  mojado.  Un  esta  ocasión  nació  el  apodo  de  guaricongos,  nombre 
vulgar  del  lagarto  que  se  oculta  en  los  palos  y  paredes,  dado  á  los  federales,  y  el 
cual  se  extendió  á  casi  toda  la  República.  Su  autor  fue  uno  de  los  hijos 
de  Aragua  que  defendían  la  plaza,  Miguel  Almea.  En  las  mismas  circuns- 
tancias nacía  el  calificativo  de  godos,  dado  á  los  oligarcas  por  el  General 
Francisco  Monagas,  y  más  generalizado  aún.  Ni  el  General  L,evel  de  Goda 
ni  el  Doctor  González  Guiñan  mencionan  este  combate,  no  obstante  que 
ambos  hacen  referencia  de  un  ataque  en  Susucual,  Laguna  de  Susucual,  di- 
ce Level,  en  vez  de  Quebrada  de  Sacacual,  lugar  donde  efectivamente,  des- 
pués de  la  retirada  de  Aragua,  fueron  sorprendidos  bañándose  la  maj^or  par- 
te   en  dicha  Quebrada.     Estaban    para   entonces    muy  bisónos. 

2.  Nos  duele  tener  que  consignar  el  triste  dato  sobre  el  suplicio  ó  fu, 
silamiento  en  la  plaza,  primero  de  un  particular  y  después  de  un  desertor- 
durante  esta  guerra,  de  orden  del  Coronel  Baca;  y  la  muerte  á  orillas  de 
la  población  de  catorce  presos  sacados  juntos  de  la  Cárcel  Pública.  Hechos 
bárbaros  que,  por  desgracia,  se  han  cometido  más  de  una  vez  en  nuestras 
criminales   contiendas    fratricidas,    y   que  no   se  justifican   jamás. 

3.  El  General  Antonio  Gómez  estaba  investido  con  el  carácter  de  Jefe 
de  Estado  Mayor  General  de  Oriente,  pero  se  encontraban  también  el  Ge- 
neral Ángel  Romero,  Segundo  Jefe  de  la  Revolución  en  dicha  región  y  el 
General   Benito  Chacín,    Jefe   de    Operaciones    del   Estado    Barcelona.     Entre. 


—  35  — 

El  9  de  diciembre  de  1899,  á  las  11  de  la  no- 
che, entre  el  General  J.  A.  Hernández  Ron,  que 
atacó  la  plaza  como  nacionalista  y  la  ocupó,  contra 
Juan    Bautista  Escalona. 

En  la  Revolución  Libertadora  el   1<?  de  julio   de 
1902,    á    la     1    del   día,     entre    el     General     Modesto. 
Castro  que   defendía   la  plaza  y   la    evacuó   á   la  1  de 
la    madrugada,     y    el    General     N.     Rolando,     que   la 
atacó,  ocupándola    al   amanecer   del    siguiente  día. 

Al  final  se  encontrarán  los  nombres  de  los  hi- 
jos del  lugar  que  se  señalaron  en  estas  contiendas 
armadas. 

Aragua  por  su  posición  y  sus  recursos  ha  te- 
nido la  desgracia  de  verse  ocupada  siempre  por  ejér- 
citos, siendo  notables  los  perjuicios  que  en  toda  oca- 
sión ha  sufrido. 

Durante  la  guerra  de  Cinco  Años  permaneció  atrin- 
cherada por  las  fuerzas  del  Gobierno;  ni  un  solo  día 
desguarnecida.  Constantemente  se  expedicionaba  de 
allí,  constituyendo  las  principales  de  estas  expedi- 
ciones y  salidas,  la  que  se  dirigió  al  Banco  de  los 
Pozos  para  librar  el  primer  combate  de  la  Federa- 
ción en  Oriente  el  19  de  marzo  de  1859;  y  las  de 
Copié,  La  Cureña  y  Chaguaramas,  lugares  todos 
donde  se  libraron  acciones  memorables,  en  los  días 
17  de  febrero  de  1860,  11  de  abril  de  1861  y  3  de 
abril  de  1862,  respectivamente. 

Enseñoreado  de  nuestros  pueblos  el  espíritu  de 
revueltas,  y  deseosa  Aragua  de  reponerse  de  sus  que- 
brantos, consagró  empeño  especial  al  mantenimiento 
del  orden  y  de  la  paz,  y  así  lo  vimos  traducido  en 
distintos  actos  públicos  y  en  hechos  prácticos  (1).     Re- 


varios Jefes  de  tropa  y  sueltos  de  fama  recordamos,  de  los  primeros,  al 
General  Pedro  Dúchame,  padre  de  los  actuales  Dúchame  y  los  Centeno; 
y  de  los  otros  á  Leoncio  Quintana,  los  Sierra,  los  Amparan,  Vicente, 
José  y  Ramón,  González  Gil,  etc.  listaba  allí  toda  la  Revolución  de  Oriente. 
1.  Recordamos  que  respetando  el  General  José  Gregorio  Monagas,  hijo,  tan 
laudable  y  legítima  aspiración  de  los  aragüeños  y  deseando  sin  duda  no  enajenar 
sus  simpatías,  pasó  con  sus  fuerzas  á  inmediaciones  de  la  ciudad  en  cierta  oca- 
sión, sin   tocar   en  ella,  diciendo:    «Dejemos  quieto  á  Curazao  chiquito».     El  Co- 


—  36  ~ 

feriremos  uno  de  ellos:  eu  1865  con  motivo  de  ha- 
ber llegado  á  aquella  ciudad  el  General  Zabulón 
Valverde,  acompañado  de  un  Bstado  Mayor,  para  ha- 
cerla base  de  su  restitución  al  Poder  del  Estado, 
contando  con  la  Autoridad  Civil  que  le  era  adicta,, 
algunos  padres  de  familia  y  jóvenes  de  la  primera 
sociedad,  haciendo  uso  del  derecho  de  ciudadanía, 
resolvieron  prenderle,  como  lo  hicieron,  en  unión  de 
sus  compañeros,  y  lo  remitieron  á  Barcelona.  Com- 
pletaron este  paso,  ejecutado  con  acierto  y  audacia, 
diputando  en  seguida  una  comisión  á  Santa  Ana  (l), 
cerca  del  General  J.  A.  Sotillo,  hijo,  para  excitarlo 
á  ocupar  la  Presidencia  del  Estado,  que  constitucio- 
nalmente  le  correspondía,  á  fin  de  evitar  y  precaver 
de  este  modo  nuevos  disturbios  y  derrocamientos  tu- 
multuarios, como  los  que  se  estaban  sucediendo.  So- 
tillo  fue  á  Aragua  en  esa  ocasión,  lo  cual  dio  motivo 
á  que  se  efectuaran  dos  reuniones  de  padres  de  fa- 
milia, para  que  se  decidiera  á  ocupar  el  Poder. 
¡Cuántos  males  se  hubieran  evitado  en  nuestro  país, 
con   procedimientos   de  esta   naturaleza! 

En  la  Revolución  Azul,  encabezada  por  el  Ge- 
neral J.  T.  Monagas,  el  68,  se  movilizaron  fuerzas, 
las  que  pelearon  en  Caracas  valerosamente  á  las 
inmediatas  órdenes  del  General  D.  Monagas,  saliendo 
herido  el  General  Villasana  y  el  Coronel  Vicente 
López  y  distinguiéndose  entre  otros  Jefes  y  oficia- 
les, también  aragüeños,  el  Coronel  Nazario  Rodrí- 
guez (2). 

Bl  9  de   setiembre   de    1877   hubo   un  movimien- 


mercio  aconsejaba  á  sus  relacionados  de  los  campos  en  el  sentido  de  la 
conservación  de  la  paz  y  hasta  hacíanse  sacrificios  pecuniarios  para  ello, 
El  señor  Alonso  Calatrava  más  de  una  vez  dio  dinero  á  ciertos  caudillos, 
como  al  General  Pedro  Pérez,  para  mantenerlos  neutrales,  y  en  otra  opor- 
tunidad con  el  fin  de  evitar  que  el  General  Olivo  tocase  en  Aragua  á  su 
tránsito  para  Maturín,  le  envió  tres  mil  pesos  de  una  colecta  que  él  encabezó. 
1.  Dos  de  los  que  componían  la  comisión  fueron  los  señores  J.  Cle- 
mente  Hernández  y   Doctor   J.  M.    Hernández  Bastardo. 

■  2.  En  esta  ocasión  se  llevó  el  General  D.  Monagas  de  Aragua  una  cu- 
lebrina de  cobre,  que  en  la  Guerra  de  Cinco  Años  mandó  de  El  Pao  el 
Coronel  J.    A.    Ruiz,    quien   la   recibió   de   Ciudad  Bolívar. 


—  37  — 

to  en  favor  del  orden  Constitucional  del  Estado,  al 
frente  del  cual  se  puso  el  General  José  Amparan  (l); 
y  el  18  de  noviembre  de  1888  encabezó  este  mismo 
General  un  alzamiento  contra  el  Gobierno  del  Doc- 
tor Rojas  Paúl;  el  cual,  aunque  tomó  notable  in- 
cremento, fue  debelado  el  siguiente  mes  en  el  lugar 
denominado   Los   Tanques. 

Consignamos  con  gusto  que  Aragua  ha  dado  dos 
Presidentes  de  la  República:  el  General  José  Gre- 
gorio Monagas,  Ilustre  Procer  de  la  Independencia 
y  Libertador  de  los  esclavos  (1851  á  55)  y  el  Ge- 
neral José  Ruperto  Monagas,  (1869  á  70);  y  un 
Vicepresidente,  el  General  Francisco  José  Oriach, 
(1857  á  58),  elegido  en  dos  períodos  constitucionales, 
de    1857  á  61   y^  de   1857    á  63. 

Han  ocupado  la  Presidencia  del  Estado  los  Doc- 
tores Domingo  J.  Guzmán  Bdo.  (1880  á  81).  (2) 
y  el  Doctor  César  Bspino,  en  dos  ocasiones  interi- 
namente,   en    1881    y   1887. 

También  estuvieron  encargados  en  su  carácter 
de  Consejero  de  Gobierno  el  señor  Miguel  Arreaza 
en  1899,  y  el  General  Jorge  Hernández  Pares  en 
1903,   como   Vicepresidente. 

El  Doctor,  Camilo  Alfaro  fue  Candidato  en  1874, 
y  los  sufragios  lo  hubieran  favorecido,  pero  se  com- 
prometió en  la  Revolución  de  aquella  época.  Fue 
una  lástima,  pues  progresista  como  era  y  liberal 
de  corazón,   habría   hecho    un   buen  Gobierno. 

Han  sido  congresantes:  Eduardo  Antonio  Hur- 
tado,  quien   fué   parte    de    la  Comisión    redactora   de 


1.  Este  movimiento  fué  llamado  Alzamiento  de  la  Canoa,  por  haber 
sido  iniciado  en  la  esquina  de  la  casa  del  General  Juan  José  Lander,  donde 
existía  una  canoa  atravesada  en  la  calle,  en  la  que,  sentados  los  promotores, 
invitaban  á  los  transeúntes.  De  allí  nos  dirigimos  á  ocupar  la  Jefatura  y 
al  pasar  por  frente  á  la  casa  de  la  señora  Mercedes  A.  de  Pares  victorea- 
mos al  General  Amparan,  quien,  aunque  con  la  salud  quebrantada,  marchó 
á  la  cabeza  nuestra. 

2.  Bien  merece  su  memoria  el  homenaje  de  que  su  retrato  se  coloque 
en  el  local  del  Concejo  Municipal,  por  sus  servicios  prestados  á  la  Ins- 
trucción. 


—  38  — 

la  Constitución  de  1830,  figuró  como  Vicepresidente 
del  Senado  en  1835  y  presidió  el  Congreso  de  1848; 
Manuel  Figuera,  Luis  Bastardo,  Nicanor  Cardier, 
Manuel  A.  Matute,  Francisco  José  Oriach,  que  pre- 
sidió la  Cámara  de  Diputados  el  54,  Luis  Blanca,  Fé- 
lix Hurtado,  Pedro  Gerardo  Monagas,  Fabricio  Aponte, 
Liborio  López,  Camilo  Alfaro,  D.  J.  Guzmán  Bastardo, 
que  fue  Presidente  de  la  Cámara  de  Diputados  en  1880 
y  del  Congreso  en  1883;  F.  Díaz  Grafe,  César  Es- 
pino, José  Ramón  Camejo,  (Constituyente),  José  G. 
Villasana,  D.  Arreaza  Monagas,  A.  Calatrava,  An- 
drés A.  Arreaza,  Jorge  V.  Hernández,  J.  M.  Rodrí- 
guez López,-  Guillermo  Ramírez  Otero  y  Emilio  C. 
Santodomingo.  Tanto  las  personas  mencionadas,  como 
otras,  han  ocupado  en  distintas  ocasiones  puestos  po- 
líticos, militares  y   fiscales   de  importancia. 

Han  asistido  á  Legislaturas  y  Constituyentes  del 
Estado,  del  70  á  esta  fecha:  General  Liborio  López,  Ge- 
neral Emilio  Antonio  Santodomingo,  Antonio  M.  Es- 
pino, General  Iginio  Sarmiento,  Lorenzo  Gago,  Gene- 
ral J.  G  Villasana,  Doctor  César  Espino,  Doctor  R. 
Hernández  Matute,  Doctor  Ramón  Penzini,  General 
Pedro  Lander,  General  Pedro  A.  Penzini,  Rafael  Pares, 
J.  B.  Hernández  Tinta,  Doctor  V.  Amparan,  Doc- 
tor J.  R.  Hernández  Pares,  Br.  A.  Calatrava,  Si- 
món T.  Camejo,  Tomás  Alfaro  y  otros  que  se  es- 
capan  á   nuestra   memoria. 

Vemos  de  nuestras  ligeras  observaciones  que 
Aragua  no  ha  permanecido  extraña  á  las  exigencias  del 
patriotismo  y  á  la  política  bien  entendida,  haciendo 
acto  de  presencia  en  las  lides  del  civismo  en  toda 
ocasión,  desde  1811  á  1830  y  de  1830  hasta  1897, 
en  que  ha  quedado  en  desuso  la  hermosa  práctica 
del  Sufragio  que  tan  justamente  garantiza  el  De- 
recho Constitucional  y  la  Ley  escrita,  y  sin  lo  cual 
no     concebimos    la  verdadera    existencia  republicana. 

Anotaremos  también  al  final  los  nombres  de  los 
Sacerdotes   que  han   servido  el    Curato  y   de   los  Obis- 


—  39  — 

pos  que  han  visitado  la  ciudad,  siendo  de  este  lugar 
consignar  el  del  nunca  bien  sentido  Fr.  Bernardino  de 
San  Hipólito,  compenetrado  moralmente  con  aquella 
sociedad,  y  donde  ejerció  su  ministerio  durante  22 
años,  de  1853  á  1874,  ejemplarizándola  con  sus  vir- 
tudes. Su  muerte  fue  un  verdadero  acontecimiento 
para  Aragua.  Construyó  la  torre  de  mampostería, 
que  fue  derribada  con  motivo  de  la  fábrica  del  tem- 
plo y  el  Cementerio,  también  de  mampostería,  que 
está  destinado  desde  algún  tiempo  para  los  túmu- 
los (1). 

Citaremos  en  seguida  el  del  Venerable  Padre 
Fray  Nicolás  de  Odena,  á  cuyo  cargo  estuvo  des- 
pués varias  veces  accidentalmente  el  Curato.  Este 
virtuosísimo  Sacerdote  fue  también  muy  querido  allí, 
y  de   él   podía  decirse  que  olía  á  santidad  (2). 

Los  sacerdotes  hijos  de  Aragua,  han  sido:  los 
señores  Pbros.  Bduardo  Antonio  Hurtado  y  Manuel 
Barroso,  en  tiempo  de  la  Colonia  ó  de  la  Indepen- 
dencia, quienes  prestaron  valiosos  servicios  á  la  Pa- 
tria; y  después,  Manuel  Hernández,  José  Manuel 
Pares   y  Jesús   Pérez. 

Bl  libro  parroquial  más  antiguo  que  se  conserva 
data  de  1747;  y  el  expediente  de  fecha  más  remota 
que  existe  en  la  Oficina  del  Registro  Público,  es 
de    1821. 

Bs  capital  de  circuito  Judicial  desde  1841,  fe- 
cha en  que  por  la  ley  nacional  de  23  de  marzo  de 
dicho  año,  fueron  creados  para  la  Provincia  de  Bar- 
celona,  dos  circuitos  (3). 


1.  Este  cementerio  llama  la  atención  de  los  foráneos  por  los  varios 
túmulos  ó  monumentos  de  mármol  que  posee;  tal  vez  teniendo  en  cuenta 
las  dificultades  para  el  trasporte  de  bultos  tan  pesados  sin  vías  de  comu- 
nicación,   como  hemos    dicho. 

2.  Ambos  eran  capuchinos  venidos  á  Venezuela  en  1842  con  motivo  de 
la  guerra   del    Carlismo    en    España. 

3.  Con  frecuencia  Procuradores  de  Bolívar,  ventilaban  en  otros  tiem- 
pos, asuntos  en  este  Tribunal,  no  sabemos  si  porque  fuesen  de  su  jurisdic- 
ción ó  porque  se  tratase  á  veces  de  dirimir  controversias  de  competen- 
cias, pues  por  la  Ley  del  41,  que  hemos  citado,  podía  llegar  á  ocurrir  ese 
caso,     Esto   ha  dado  ocasión  á  creerse   por    algunos  que    dicho   Tribunal   tu- 


—  40  — 

Actualmente  lo  es  del  Circuito  telegráfico,  cuya 
jurisdicción  comprende  de  Altagracia  de  Orituco  á 
Soledad;  y  en  1881  hasta  1883,  fue  capital  de  la 
Sección  Barcelona,  sirviendo  la  Gobernación  el  Doc- 
tor C.  Espino  y  el  Consejo  de  Gobierno,  los  seño- 
res M.  Figuera  Montes  de  Oca,  Gabriel  Calatrava 
y   Jorge    López. 

La  ciudad  tenía  para  el  Censo  de  1891  617 
casas    y  3.530    habitantes. 

Tiene  cuatro  leguas  de  ejidos:  una  hacia  cada 
viento;  dos  lagunas  artificiales  en  sus  inmediaciones: 
la  llamada  Baquera,  hecha  en  la  guerra  de  Cinco 
Años  por  el  Coronel  Baca,  y  la  que  se  hizo  en  1883, 
siendo  Jefe  Civil  don  Tadeo  Castro.  Como  dato 
puramente  local  mencionaremos  la  Quebrada  qiie  de- 
mora   al   Norte,    bordeando  la  ciudad  (1). 

La  de  la  Danta,  distante  al  Bste  como  media 
legua  (2). 

La  Madre  Vieja,   como   un  cuarto    al    Oeste  (3). 

Mencionaremos  como  recuerdo  histórico  al  Can- 
tón de  Lozano  que  queda  á  tres  leguas  al  Oeste  de 
la  población,  y  como  media  al  Norte  de  la  confluen- 
cia del    Aragua   en   Güere  (4). 


viese  jurisdicción  provisionalmente  sobre  Guayana,  lo  cual  nos  parece  erró- 
neo, pues  no  lo  hemos  visto  justificado  en  ninguna  ley  ó  disposición  so- 
bre la  materia.  Todas  las  Provincias  de  Oriente  formaban  entonces  el  pri- 
mero  de   los   cinco  Distritos  Judiciales  en   que   estaba   divido  el   país. 

1.  Ksta  Quebrada  deriva  su  nombre  de  Parramón,  de  un  Cura  Ramón 
que   tuvo  á    orillas   de   ella  un    hato   de  cabras. 

2.  De  niño  oímos  la  referencia  de  que  es  llamada  así  por  haberse  en- 
contrado en  ella  un  animal  ó  más  de  cucho  nombre,  especie  que  hoy  y 
desde  tiempo   muy   atrás,    no   se  produce  allí. 

3.  Tiénese  como  cauce  antiguo  del  río  Aragua,  y  así  lo  indica  su  nom- 
bre, pero  parece  más  bien  un  caño  que  llena  en  su  creciente  dicho  río. 
Resiste  á  los  más  fuertes  veranos,  tiempo  en  el  cual  sirve  de  lavadero. 
Sus  márgenes  é  inmediaciones  son  de  mucho  recurso  para  las  vacas  de  le- 
che  de    la  población,    y  se   reputan  como   de   los   lugares  más    engordadores. 

4.  Es  un  lugar  alto  y  antiguamente  de  bosque  muy  espeso,  que  se  halla 
á  la  orilla  derecha  del  río  Güere  en  un  punto  barrancoso.  Sirvió  de  ba- 
luarte por  mucho  tiempo  al  indio  Lozano,  (Bernardino)  aferrado  partidario 
de  los  españoles,  y  se  refugiaban  allí  familias  realistas  de  Barcelona,  Píritu, 
y  de  otras  poblaciones.  En  una  ocasión  en  que  el  General  J.  T.  Monagas 
tuvo  conocimiento  de  que  Lozano  había  mandado  parte  de  sus  fuerzas  hacia 
el  llano,    probablemente  en  solicitud   de  ganado,    salió  de  Aragua  y  ocultandp 


—  41  — 

Está  bien  dotada  de  Ordenanzas  Municipales,  y 
su  organización  rentística,  á  pesar  de  que  las  con- 
tribuciones  han   ido   á    menos,    es  regular. 

Fue  de  los  pocos  pueblos  que  desde  el  siglo 
XVIII  tuvieron  Ayuntamiento  (1),  y  es  de  los  conta- 
dos Distritos,  que  han  conservado  su  primitivo  nom- 
bre; lo  cual  nos  ha  parecido  siempre  lo  más  serio 
y   conveniente. 

Calculamos  que  habrá  hoy  aproximadamente  en 
el    Distrito  50.000    reses. 

No  posee  Aragua  edificios  públicos  dignos  de 
mencionarse,  como  sucede  con  todas  las  poblaciones 
que  en  nuestro  país  no  son  capitales  de  Bstados,  ó 
que  no  han  servido  de  asiento  á  los  Poderes  Pú- 
blicos. 

Podría  mencionarse  el  templo  por  la  buena  cons- 
trucción de  sus  paredes  de  cal  y  canto,  por  su  ele- 
gante fachada  y  su  elevada  cúpula,  de  las  más  altas 
que  conocemos  en  el  país,  si  el  techo  no  dejara  mucho 
que  desear,  por  no  corresponder  á  la  arquitectura  y 
magnificencia   de   la   obra  (2). 


su  movimiento  estratégicamente,  logró  sorprenderlo  y  hacerlo  prisionero, 
después  de  breve  refriega.  El  fanático  realista,  que  había  jurado  no  ver  á  nin- 
gún patriota,  cerró  los  ojos  y  no  quiso  rendirse  ni  ceder  á  pacíficas  insinuacio- 
nes del  General  Monagas,  quien,  viéndose  en  la  necesidad  de  proteger  las 
familias,  tuvo  que  abandonarlo  á  su  rebeldía  y  autorizar  su  muerte.  En  el 
referido  lugar,  que  era  entonces  un,  caserío,  se  han  encontrado  balas  de  ca- 
ñones, pedazos  de  grillos  y  de  armas  de  fuego,  y  aún  se  conoce  un  antiguo 
árbol  de  cují,  donde  refiere  una  tradición  que  estuvo  amarrado  el  indio  Lo- 
zano,   y    cuyo   árbol  se  dice  quedada   en    medio   de    la  plaza   del    caserío. 

1.  Landaeta  Rosales.     «El    Poder   Municipal  dé   Venezuela». 

2.  A  esta  obra  se  dio  principio  en  1880  y  se  han  invertido  en  los  tra- 
bajos, fuera  de  la  techumbre,  45.000  pesos,  de  los  cuales  40.000  han  sido  de 
contribuciones  y  limosnas  particulares  recogidas  allí  y  5.000  conseguidos  por 
un  hijo  de  Aragua,  así:  3.000  del  Doctor  Andueza  Palacio  y  2.000  de  la  Le- 
gislatura del  Estado,  en  1S91.  Parece  que  también  contara  con  algún  auxi- 
lio en    la   Administración    del    General    Rolando. 

Las  constantes  perturbaciones  públicas  y  el  malestar  consiguiente,  han 
retardado  su  conclusión.  Cuando  se  demolió  la  de  bahareque  para  dar  prin- 
cipio á  la  nueva  obra  constituyeron  los  padres  de  familia  una  sociedad  de- 
nominada de  San  Juan  Bautista,  patrono  de  Aragua,  de  cuyo  seno  se  nom- 
braba la  Directiva,  que  corría  con  los  trabajos.  Extinguida  hace  años  dicha 
Sociedad,  el  Concejo  Municipal  ha  nombrado  la  Junta  que  se  compone  ac- 
tualmente del  Pbro.  Juan  Vicente,  Doctor  J.  R.  Hernández  Pares,  Bachilleres. 
Carlos  M.  Fragachán  y  Luis  A,  Calatrava,  y  señores  Teófilo  Arreaza,  P.  M. 
Pares  y  Felipe   Lander. 


—  42  — 

Hay  tres  cementerios:  el  que  hemos  mencionado 
y  dos  que  se  han  construido  al  lado  de  sus  paredes: 
el  de  la  parte  occidental,  por  un  hijo  amante  del 
terruño,  la  sola  vez  que  por  una  interinaria  de  tres 
meses  ha  sido  allí  Autoridad  Civil  y  Municipal;  y  el 
otro,  hacia  el  Norte,  siendo  Presidente  del  Concejo 
el  Bachiller  Francisco  José  Camejo,  quien  contó 
como  base  para  los  trabajos  con  el  dinero  que  pro- 
dujo la  venta  de  la  Imprenta  del  Club  Progreso,  el 
cual    al  clausurarse,   la   regaló   con    tal   fin. 

La  plaza  principal  es  la  Plaza  Bolívar,  que 
ocupa  el  centro  de  la  ciudad  y  la  que  fue  trazada 
cuando  se  fundó  la  Villa.  Kstá  hoy  exornada  con 
arboleda  y  jardines,  avenidas,  aceras  y  un  buen  en- 
verjado. Se  construyó  con  los  fondos  destinados  al 
Fomento  del  Distrito  en  los  años  de  1906  á  1908, 
acordada  la  Junta  con  el  Presidente  del  Kstado,  Doc- 
tor A.  Iturbe,  y  le  tocó  inaugurarla  en  6  de  enero 
del  año  en  curso  al  General  Baltasar  Vallenilla  Lanz, 
como  Presidente  Provisional  de  Barcelona,  quien  desti- 
nó   algunos  fondos  para  la  conclusión  de  la  obra  (l). 

Las  otras  plazas  se  denominan:  Bl  Carmen  (2) 
y  la  de  Arroyo  (3).  Parécenos  inoficioso  referir- 
nos á  las  de  la  Libertad  y  San  Hipólito,  que  casi 
han  desaparecido. 

Existe  un  mercado  muy  regular,  cuya  parte 
interior  fue  construida  en  1879  por  contrato  entre 
el  Concejo  y  el  General  Villasana,  quien  tuvo  como 
indemnización  la  cobranza  de  los  impuestos  respectivos 


1.  Esta  junta  la  componíamos  nosotros  en  unión  del  Doctor  V.  Peña  y  del 
Br.  Carlos  Frágachán.  Después,  por  habérsenos  nombrado  en  la  Junta  de  Fo- 
mento del  Estado,  nos  sustituyó  como  Presidente  el  Doctor  J.  P.  Arreaza,  y 
por  renuncia  de  éste  y  ausencia  del  Doctor  Peña,  quedó  al  fin  compuesta 
con  los  señores  J.  A.  Castillo  A.,  L,uis  Manuel  Arreaza  y  Carlos  M.  Frá- 
gachán. 

2.  Fue  construida  por  el  buen  hijo  de  Aragua  don  Alonso  Calatrava 
en  el  área  que  ocupaba  el  antiguo  cementerio  del  Carmen  ya  clausurado 
hacía   tiempo. 

3.  El  entusiasta  vecino  Hilario  Arguíndegui,  tomó  mucho  interés  en  la 
erección  de  esta  plaza,  que  fue  bendecida  en  1874  en  ocasión  de  practicar 
una   visita   pastoral  el  Obispo  Doctor  J.    M.  Arroyo,   en    cuyo   honor  lleva   su 

nomfjre. 


—  43  — 

por  un  número  determinado  de  años;  y  posterior- 
mente su  fachada  en  1886,  siendo  Jefe  Civil  y  Pre- 
sidente del  Concejo  el  Doctor  J.  P.  Arreaza;  Primer 
Vicepresidente,  el  Br.  Narciso  Fragachán,  y  Síndico 
Procurador,    el    Bachiller  A.    Calatrava    (1). 

Es  justo  recordar  que  los  más  de  los  fondos 
con  que  se  costeó  la  construcción  de  dicha  fachada, 
tomados  á  préstamo,  fueron  pagados  posteriormente 
durante  las  Administraciones  civiles  de  los  señores 
J.  Clemente  Hernández,  Vicente  Amparan  y  Luis 
J.    Arreaza. 

El  alumbrado  público  que  existe  en  la  ciudad 
fue  establecido  por  el  meritísimo  ciudadano  y  hom- 
bre público  Doctor  Camilo  Alfaro,  á  cuyo  efecto 
creó  la   renta  enfitéutica    en    1872. 

Hay  dos  imprentas:  la  primera  fue  introducida 
particularmente  por  el  progresista  Doctor  César  Es- 
pino en  1876  y  se  publicó  «El  Ómnibus,»  primer 
periódico  del  lugar  que  se  dio  allí  á  luz.  La  se- 
gunda, más  grande,  también  por  él,  pero  costeada 
por  varios  contribuyentes.  Al  final  se  verán  los 
nombres  de  los  periódicos  que  en  ésta  se  han  pu- 
blicado   (2). 

Existen  nueve  sociedades  religiosas,  que  son:  La 
Cofradía  del  Santísimo,  creada  á  mediados  del  siglo 
pasado.  El  Carmen  y  San  Roque,  que  también  es 
patrono  de  allí  elegido  en  1856  cuando  la  epidemia 
del  cólera  morbo  y  creadas  más  ó  menos  en  la 
misma  fecha.  El  Sagrado  Corazón  de  Jesús,  la  In- 
maculada Concepción,  Las  Mercedes,  San  Rafael, 
San  Antonio  y  San  José.  Las  solemnidades  religio- 
sas de  estas  congregaciones  se  celebran  con  magni- 
ficencia y  esplendor  y  los  fondos  excedentes  se  han 
aplicado    regularmente     al    Cementerio,    á   la    fábrica 


1.  Constituida  esa  Actualidad  por  jóvenes  todos,  solía  llamársele  el  Go- 
bierno de  los  muchachos. 

2.  Sería  pagar  un  merecido  tributo  á  la  grata  memoria  de  tan  distin- 
guido hombre  de  ciencias  y  excelente  ciudadano,  colocar  también  su  retrato 
en  el  Salón   Municipal,    por  tan   honroso    motivo. 


-  44  - 

del   templo,   á  dádivas  piadosas  y   á   ornamentos  de  la 
iglesia. 

Y  como  el  dato  antecedente  nos  habla  del  sen- 
timiento religioso,  diremos  también  que  existe  allí 
en  grado  notable,  el  sentimiento  de  la  Caridad.  Tal 
vez  por  ser  hábito  del  lugar  no  hayamos  parado  mientes 
en  ello,  pero  en  concepto  de  los  extraños,  Aragua 
es  una  población  hospitalaria  y  caritativa.  A  varios 
de  los  heridos  en  la  pelea  del  19  de  julio  de  1902, 
que  pasaron  de  300,  hemos  oído  elogiar  agradeci- 
dos la  asistencia  que  se  les  prestó,  bien  en  las  casas 
particulares  ó  en  locales  preparados  al  efecto  por 
señoras  pudientes.  Y  esto  mismo  hase  observado  en 
toda   ocasión   semejante. 

Como  un  dato  curioso,  que  nos  viene  á  la  me- 
moria, anotaremos  que  en  Aragua  fue  construido  por 
el  inteligente  señor  Juan  Prieto,  (1),  carpintero  de 
ribera  y  ebanista,  un  barco  en  1866,  más  ó  menos, 
el  cual,  venciendo  dificultades  de  toda  suerte,  tras- 
portó de  la  ciudad  al  río  (2).  Aprovechando  una 
creciente  de  éste  lo  llevo  al  de  Güere  y  después 
á  Bl  Uñare,  donde  navegaba  convertido  en  vapor. 
También  construyó  en  Aragua  una  goleta,  que  via- 
jaba á  La  Guaira  y  otros  puntos,  conocida  con  el 
nombre   de  La   Aragiieña  (3). 

Y  á  propósito  de  esto,  y  no  debiendo  callar 
los  nombres  de  los  que  por  sus  disposiciones  natu- 
rales se  han  distinguido,  escribiremos  con  gusto  y 
legítima  satisfacción  el  de  Juan  Prieto,  hijo  de 
aquél   y    aragüeño,     favorecido     con     especial     talento 


1.  Natural  de  Curazao;  vivió  eu  Aragua,  donde  se  casó  y  formó  fa- 
milia. 

2.  Está  como  á  600  metros  al  sur  de  la  ciudad,  pero  el  barco  fu  é 
llevado  á  mayor  distancia  buscándose  la  facilidad  del  terreno.  Kste  río  se 
seca    completamente   en    el    verano. 

3.  Prieto  fue  quien  estableció  allí  el  sistema  de  pozos  que  se  hizo 
común  por  su  utilidad.  A  juzgar,  por  los  manantiales  ó  salados  que  están 
en  la  descolgada  de  la  población,  dedujo  que  á  un  nivel  igual  se  encontra- 
ría agua  en  toda  ella;  corrió  el  nivel  y  verificó  la  prueba  en  su  casa  con 
toda  exactitud,    construyendo   el   primer   pozo  en    1S67. 


—  45  — 

para  la  mecánica.  Varias  poblaciones  son  testigo 
de  sus  sobresalientes  facultades  para  este  ramo,  pero 
especialmente  Barcelona,  donde  de  eriales  estériles  ha 
formado  valiosas  propiedades  agrícolas  con  los  recur- 
sos del  arte,  y  es  dueño  de  otras  empresas  industria- 
les que  lo  honran  y  ponen  de  manifiesto  su  carácter 
inteligente  y  emprendedor.  Construye  actualmente 
un  barco  de  vapor.  Y  poco  más  ó  menos,  puede 
decirse   lo  mismo  de  su   hermano   Rafael. 

Los  señores  Próspero  Aponte,  Ramón  Díaz  y 
Baltasar  Jiménez,  tienen  también  especiales  faculta- 
des para  la  mecánica,  y  los  dos  primeros  en  su  pro- 
fesión de  orfebres,  se  habrían  distinguido  en  cual- 
quier centró  importante  y  civilizado.  Sus  nombres 
han    traspasado  los   lindes  del  lugar. 

Salomón  y  Pascual  Torres,  sin  ningún  apren- 
dizaje en  la  pirotecnia,  se  distinguen  en  este  arte, 
y    son    á  la   vez    aficionados  á   trabajos    de    mecánica. 

Como  una  buena  notación  que  no  debe  pasar 
inadvertida  recordaremos  la  que  dio  Aragua  el  8  de 
febrero  de  1908.  Nos  referimos  á  la  elocuente  y 
viril  manifestación  cívica  ocasionada  por  la  práctica 
fatal,  para  entonces  tan  en  boga,  de  nombrar  autori- 
dades desconocidas  y  extrañas  á  los  verdaderos  in- 
tereses de  las  localidades.  Desde  dicha  fecha  hasta 
hoy,  ha  tenido  aquel  Distrito  la  satisfacción  de  verse 
representado  por  sus  propios  elementos,  lo  que  prueba 
cuan  conveniente  sería  cultivar  la  virtud  del  valor 
cívico,  para  el  ejercicio  de  los  derechos  ciudadanos. 
Hn  la  práctica  consciente  y  moderada  de  esa  pre- 
ciada virtud  del  patriotismo,  podríamos  encontrar  la 
clave    de   la  conservación    de   la   paz. 

Aragua  conserva  la  tradición  de  sus  buenas  cos- 
tumbres y  de  su  buen  tono  social;  los  antepasados, 
que  fueron  siempre  hombres  austeros  y  virtuosos,  no 
obstante  las  modificaciones  de  la  época,  puede  decir- 
se,   están    allí   bien   representados. 

Y  ya  que  los  traemos  á  la  memoria  escribiremos 


—  46  — 

ün  rasgo  que  da  idea,  por  si  sólo,  de  la  fisonomía 
moral  de  ellos  y  de  sus  tiempos:  La  Autoridad,  que 
constituía  siempre  una  perfecta  garantía  para  el  pú- 
blico y  un  sacrificio  personal  para  el  que  la  ejer- 
cía, sólo  era  aceptada,  y  podemos  decir  que  hasta 
1870,  por  el  honor  que  envolvía  y  por  creerse  un 
deber  de  patriotismo.  A  las  Rentas  Municipales  no 
iban  recibos,  por  sueldos,  porque  éstos  eran  destina- 
dos   al    fomento,    ó    á   cualquier  fin  loable. 

Con  la  paz  estable  y  sólida  su  florecimiento  y 
prosperidad  serán  un  hecho,,  pues  la  industria  pe- 
cuaria  constituye   principalmente   nuestro    porvenir. 

Los  tiempos  actuales  exigen  que  se  le  consagre 
mayor  atención  con  el  cruzamiento  y  mejora  de  la 
raza,  con  el  cultivo  de  las  sabanas,  con  la  buena 
fabricación  de  sus  productos;  y  en  fin,  como  nos 
permitimos  proponerlo  en  cierta  ocasión  por  la  pren- 
sa, con  la  asociación  del  gremio  y  el  ensayo  de  un 
negocio,    cuyas   bases    expusimos   entonces. 

Hay  que  pensar  en  los  pozos  artesianos  donde 
quiera  que  surja  la  necesidad  del  agua;  y  este  pensa- 
miento podía  iniciarse  con  la  instalación  de  una  Jun- 
ta que  tomase  á  su  cargo  constituir  una  sociedad  de 
accionistas  para  la  importación  de  la  maquinaria  y 
construcción  del  primer  pozo  en  Aragua;  lo  que  equi- 
valdría á  trabajar  hacia  su  definitivo  bienestar,  te- 
niéndose en  cuenta  la  ventaja  en  primer  término  de 
la  salubridad.  Nada  se  perdería,  tampoco,  con  revi- 
vir a  la  vez  la  idea  de  la  canalización  ó  desvío  del 
río  Guanipa  sobre  El  Aragua,  con  lo  cual  se  bene- 
ficiarían las  poblaciones  de  Cantaura,  San  Joaquín, 
Santa  Ana,  Aragua,  La  Margarita,  San  Lorenzo,  San 
Pablo,  Clarines  y  toda  la  extensión  de  los  vecinda- 
rios  y  terrenos    adyacentes  (1). 

(1)  En  1867,  cuando  se  disfrutaba  entre  nosotros  de  positivo  bienestar,  se 
encargó  al  señor  Juan  Prieto,  que  hemos  nombrado,  para  que  hiciera  un  es 
tudio  sobre  el  terreno,  con  el  objeto  de  acometer  la  empresa  si  resultaba 
practicable  y  al  alcance  de  los  medios  particulares.  Su  opinión  fue  favo- 
rable,   pero   la   guerra  azul   trastornó   el    propósito.     Años    después,    en   abril 


—  47  — 

Ks  preciso,  además  de  eso,  aconsejar  con  insis- 
tencia á  la  parte  pobre  y  productora,  el  cultivo  del 
algodón  y  cualesquiera  otros  que  puedan  resultar  be- 
neficiosos. Fijémonos  en  que  nuestra  población  dis- 
minuye considerablemente  con  esas  emigraciones  que 
sufren  los  pueblos  cercanos  ó  ribereños  del  Orinoco, 
atraídos  por  las  cosechas  del  balatá,  del  caucho  y  de 
la  sarrapia,  y  que  al  fin  de  cuentas  no  son  otra  cosa 
que  promesas  ilusorias  para  la  generalidad,  y  el  mal 
consiguiente  á  la  pérdida  de  la  salud,  sino  de  la  vi- 
da. Ojalá  que  á  los  esfuerzos  de  la  iniciativa  par- 
ticular en  el  sentido  que  nos  permitimos  indicar,  se 
aunasen  los  saludables  efectos  de  providencias  bene- 
factoras  dictadas  por  los  Poderes  Públicos  del  Estado. 

Cerramos  estas  humildes  apuntaciones,  recordan- 
do á  nuestros  conterráneos  que  deben  contar  siem- 
pre con  nuestro  apoyo  y  buena  disposición  para  la 
obra   del    bien. 

D.     A.    M. 

Barcelona:   mayo    1910. 


de  1886,  acometieron  igual  trabajo  por  sí  los  señores  Doctor  J.  P.  Arreaza, 
Bachilleres  José  R.  Camejo,  A.  Calatrava  y  Narciso  Fragachán  y  Juan  Mic- 
ciollo,  practicando  personalmente  una  mensura  y  nivelación;  y  como  parece 
que  la  obra  resultaba  difícil  no  se  hizo  ninguna  gestión  ante  el  Gobierno 
Nacional.  Asegúrase  por  prácticos  del  terreno,  que  hay  otro  punto  por  el 
cual  resultaría  posible  la  obra;  de  modo  que  convendría  siempre  practicar 
una   nueva  exploración    científica. 


I 


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APÉNDICE 


Bachilleres  del  Colegio  de  San  Juan  Bautista 

ler.    Curso. — Terminado   en   1876: 

Ramón  Hernández  Matute. — Ramón  Penzini. — Narciso  Fra- 
gachán,  hijo. — Alonso  Calatrava,  hijo. — Emilio  César  Santo- 
domingo. — Próspero  Aponte,    hijo. 

29    Curso. — Terminado    en    1878: 

Policarpo  Arreaza. — Manuel  Dander  Barroso. — J.  Clemen- 
te Hernández  Matute. — Pedro  Ignacio  Romero. — Pedro  Anto- 
nio Medina. — Tomás  Gibbs. — Doroteo  de  Armas. — Manuel  Ma- 
ría Arreaza. — Guillermo  Gibbs. 

El    3er.    Curso    fracasó.— 4?    Curso   en   1882: 

José  Manuel  lianza,  hijo. — Manuel  Méndez,  hijo. — Carlos 
Manuel  Fragachán. — Pedro  Calatrava. — Miguel  José  Romero, 
hijo. — Francisco  María  Dedezma. — Antonio  María  L,edezma. — 
Eduardo  D.    Méndez. 

5<?    Curso    en    1884: 
Domingo  T.    Galvis. — Felipe  Barrios   C. — Tobías    Matute. 

5 


—  50  — 

— Félix  Antonio  Maurera. — Pablo  César  Méndez. — Ramón  Ro- 
jas.— Camilo  Arreaza. — Juan  Antonio  Castillo. — Francisco  A. 
Guzmán   Romero. 


6<?    Curso    en    1886: 

José  Ramón  Camejo  F. — F.  A.  Guzmán  Alfaro. — Napo- 
león Aponte. — Gabriel  Calatrava,  hijo. — Pedro  Barrios  C. — 
Pedro  Miguel  Reyes. — Rafael  Pares. — Rafael  Gibbs. — Luis 
Alonso   Calatrava. — Eduardo    Gago   B. 


7?    Curso    en    1888: 

Rafael    T.  Camejo. — Vicente  Peña. — Tomás  Castro. — Hen- 
rique   Hernández. — Pedro    Celestino    Gutiérrez. 


8?    Curso    en    1890: 

José  Manuel  Hernández  Pares. — Juan  Bautista  Pares 
Oriach. — Emilio  Pérez  Hernández. — Juan  Rafael  Hernández 
Pares. — Rafael  Rojas. — Rafael  Max.  Valladares. — Saturnino 
Arreaza. — Ramón  Amparan  M. — Pedro  M.  Arreaza  Alfaro. — 
Pedro  Miguel  Gago  B. — Juan  Bautista  Bance. — Pedro  Irady. 
— Adolfo    Navarro. — Abelardo    Sarmiento,    hijo. 


9?    Curso    en    1892: 

Francisco  José  Camejo. — Pedro  Miguel  García. — Domin- 
go Antonio  Calatrava. — Alonso  Calatrava  Rengel. — Julio  C. 
Camejo. — Pedro  V.  Guzmán,  hijo. — Manuel  Guzmán  Rome- 
ro.— Manuel    V.    Lanza — Alberto    Capriles    L,. 


10?    Curso    en    1894: 

D.  J.  Guzmán  Alfaro. — Juan  Cancio  Mijares. — Augusto 
César  Camejo. — Manuel  J.  Natera. — Manuel  Guzmán  Alfaro. 
— Pedro  Manuel  Arreaza. — Pedro  V.  Pérez. — Lorenzo  R.  Al- 
faro. — Luis  Fernando  Arreaza. — Pablo  J.  León. — Mórtimer 
Capriles. — Pedro    Miguel    Pares    Sucre. 


51  — • 


Bachilleres   del   Colegio   Federa/ 


Graduados    en    1896: 

Olegario  Aponte. — Fernando  Irady. — Antonio  Armas  Ma- 
tute.— Ramón  Solórzano. — L,uis  Vicente  Alfaro. — Francisco  A. 
Arreaza  M. — Rafael  Arreaza  Agostini. — José  Ramón  Grafe. — 
Pedro    V.    Guzmán   Romero. — José    L,uis   Martínez  (1). 

En    1898: 

José  Iritis  Camejo. — Pedro  María  Tabata. — Manuel  de  J. 
Arreaza. — Miguel  Ángel  Gago. — Diego  Ramón  Arreaza. — José 
Tadeo  Arreaza  C. — Máximo  Solórzano. — José  A.  González 
Guzmán. 

En    1900: 

Tomás  A.  Bermúdez. — Juan  de  D.  Avila. — Rafael  D. 
Arreaza  Matute. — Francisco  A.  Anato. — Pedro  M.  Betancourt. 
— Jorge   Anato. — Alonso  Arreaza    Calatrava. 


Bachilleres   del   Colegio   de   La   Asunción 

(Recibieron   sus    grados    en    el    Federal). 

ler.    Curso:  graduados  en  1900. 

Domingo  Guzmán  Romero. — Diego  Antonio  Arreaza  Ca- 
latrava.— Manuel  Felipe  Eander. — Andrés  A.  Eepage. — Manuel 
A.  Pares  Espino. — Rafael  Santiago  Hernández. — Manuel  J. 
Martínez. — Pablo    César   Gómez. 

2<?  Curso  en  1902: 
Cruz     M.     Eepage. — Florencio     Eepage. — Ramón    Penzini 


1.  Se  graduaron  también  en  la  misma  fecha  del  96  los  estudiantes  del 
Colegio  Zamora,  de  La  Pascua:  Pedro  Manuel  Escobar,  Miguel  Ignacio  Mén- 
dez, Juan  Antonio  Padilla,  Jesús  María  Istúriz,  Eladio  Ernesto  Díaz,  Juan 
Ante-portam  Pedrique,  Luis  Manuel  Díaz,  Miguel  Lorenzo  Ron;  y  en  98, 
Antonio  Padilla   Chaeín    y   Trino    Herrera   Jaramillo,    del    Colegio    Zaraza. 


'  —  52   — 

Hernández. — Domingo  López  Méndez. — José  Rafael  Prieto, — 
Manuel  Rivas  Natera. — Ramón  Natera. — Pedro  Vicente  Guz- 
mán    Alfaro. — Manuel    Salvador    Cermeño. 


3er.    Curso  en  1904: 

Manuel    Tiberio    Arreaza. — Pedro   Felipe    Arreaza   Calatra- 
va. — Juan   Serafín    Penzini. — Pedro  J.    Hernández    Gómez. 


4<?  Curso  por  graduarse: 

Nicanor  Barrios  Santos. — Alejandro  Barrios  Santos. — An- 
drés Ángel  Arreaza. — Leopoldo  Hernández  Gómez. — Lorenzo 
Cardier    Guzmán. — Francisco    de    Sales    Arreaza  (i). 


Agrimensores: 

R.  Hernández  Matute. — F.  A.  Ledezma. — A.  M.  Ledez- 
ma. — Pedro  Miguel  Pares  Sucre,  1894. — Francisco  A.  Arrea- 
za M.,  1896  (2).— Carlos  M.  Fragachán,  1897.— Andrés  A. 
Lepage. — Simón  T.  Camejo. — Manuel  F.  Lander. — Manuel  A. 
Pares  E. — Pablo  César  Gómez. — Rafael  S.  Hernández. — Ma- 
nuel J.  Martínez,  1899. — Cruz  Lepage. — D.  López  Méndez. — 
Florencio   Lepage. — R.    Penzini   H,  1905. 

Estos,  con  excepción  de  los  tres  primeros,  recibieron  su 
grado   en   el   Colegio  Federal. 

Dib  Jijante: 
J.    T.   Arreaza    Calatrava. 

Aficionados   al  dibíijo: 

Bachiller  José  Rafael  Prieto. — Bachiller  Domingo  López 
Méndez. — Romualdo  Gómez. — Rafael  S,  Rodríguez. — Luis  M. 
Arreaza,    hijo. — J.  G.    Arreaza  Matute. 


1.  Recordamos  como  Bachilleres  antiguos,  hijos  de  Aragua,  que  estu- 
diaron y  se  graduaron  en  Barcelona:  á  Don  Miguel  José  Romero  y  Justinia- 
no   Valladares. 

2.  También  se  graduaron  de  Agrimensores  en  este  mismo  Colegio 
en  1896,  los  estudiantes  del  Colegio  Zamora  de  I,a  Pascua,  del  cual  era  Rec- 
tor el  Benemérito  de  la  Instrucción  don  J.  R.  Camejo:  Eladio  Ernesto  Díaz, 
Luis    M.   Díaz   y    Miguel    Ignacio    Méndez. 


53  — 


Fa  rm  a  ce  u  ticos   ti  tu  lares  : 

Doctor  César  Espino. —  Doctor  R  Hernández  Matute. — 
Doctor  Raimundo  Calatrava  Rengel. — Doctor  Pablo  César  Gó- 
mez. 

Dentista: 

Móftimer    Capriles  Dander. 

Telegrafistas: 

Eduardo  L.  Medina. — Rafael  Solórzano  Gómez. — Máximo 
Solórzano  Gómez. — F.  Castro  Díaz. — Manuel  A.  González  Ba- 
ca.— Rafael  González  Baca. — Henrique  Hernández  Matute. — P. 
M.  Betancourt  Rojas. — Celestino  Hernández. — Pedro  J.  Hernán- 
dez Gómez. — José  Ramón    Ramos. — Lorenzo  Cardier    Mendoza. 

Fotógrafo: 

Ramón  Zolórzano  Gómez. 

Periódicos  publicados   en  Aragua   y   sus   Redactores: 

«El  Ómnibus»  (año  1876)  Doctor  C.  Espino  y  Conrado 
Scherling. 

«El    Guanipa»,    1877,    Editor,   Vidal    Jiménez   Craz. 

«El    Semanario»,    1880,    Doctor    C.    Espino. 

«La    Prensa»,    Editor,    Lorenzo    Alfaro    Espino. 

«Club  de  Amigos»,  83  á  87,  órgano  de  la  Sociedad  de 
su    nombre. 

«Gaceta  Municipal»,  creada  siendo  Presidente  del  Con- 
cejo  el    señor    A.    Calatrava. 

«Signos  del  Tiempo»,  1887,  Generales  J.  C.  Hernández, 
V.  Amparan,  D.  Arreaza  Monagas,  J.  J.  Lander,  J.  A.  Cas- 
tillo,   Gregorio    González,    Doctor    M.   A.    Matute. 

«El  Aragüeño»,  Doctor  A.  A.  Arreaza  y  Bachiller  A. 
Calatrava. 

«Gaceta  Municipal»,  sirviendo  la  Presidencia  del  Concejo 
el   Doctor    J.    P.    Arreaza. 

«El    Cronista»,    87,    General    E.    Santodomingo. 

«La  Aurora»,  87,  E.  Pérez  Hernández,  A.  Grafe,  Fran- 
cisco   J.    Camejo. 

«El    Mensajero»,    88,    Luis    Echeverría. 


—  54  — 

«El    Tiempo»,    88,    Doctor    M.    A.    Matute. 

«El    Voto    Popular»,    Editor,    Domingo    J.     Galvis. 

«El    Óbolo»,    1888,    Bachiller    A.    Calatrava. 

«La  Convención»,  88,  Doctor  R.  Hernández  Matute,  J. 
Castillo    A. 

«El  Ensayo», 88,  P.  M.  Reyes,  J.  B.  Bance.  R.  Rojas, 
G.    Calatrava,    P.    M.    Grafe,    Eduardo   Medina. 

«El    Doro»,    88,    J.    B.    Hernández    Tinta. 

«Gaceta  Municipal»,  89  á  92,  siendo  Presidente  del  Con- 
cejo   el  señor  J.    C.    Hernández. 

«La    Unidad    Liberal»,    1890,    Bachiller    G.    Calatrava. 

«El    Alba». 

«Gaceta  Municipal»,  1893,  creada  por  el  Concejo  presi- 
dido   por   el   Doctor  J.    R.   Hernández   Bastardo. 

«El    Boletín». 

«El    Eco  Aragüeño«,    1895,    Celestino  González,    Editor. 

«El  Pentagrama»,  95,  Órgano  de  la  Estudiantina  Aragüeña. 

«El    Fósforo»,    1897,    Bachiller  Adolfo   Navarro. 

«El    Voto    Libre»,    97,    Bachiller    G.    Calatrava. 

«El  Despertar»,  97,  A.  Capriles  Lander,  Doctor  J.  M. 
Hernández  Pares,  Bachiller  Tomás  Castro,  P.  A.  Penzini,  Ba- 
chiller   Rafael   Pares,    Pedro  G.  Alfaro,  J.  B.  Hernández   Tinta. 

«El    Huracán». 

«El  Murciélago»,  Bachilleres  Eduardo  Medina,  Ramón  Rojas 
Hernández,  G.  Calatrava,  P.  M.  Grafe  y  Pedro   Miguel    García. 

«Las  Avispas»,    Editor,    Máximo   Martínez. 

«Puntos    y   Comas,    Bachiller    Francisco    J.    Camejo. 

«El    Amigo    del  Pueblo,»    1901,  J.   B.   Hernández  Tinta. 

«De    Ocasión,»    1901,    Br    Olegario    Sifontes    Torres. 

«El    Centinela   Restaurador,»  1903,  J.  B.   Hernández  Tinta. 

«La  Revista,»  1905  á  1906,  Diario,  Órgano  del  Club  Pro- 
greso. 

«Alba  Lírica,»  1908,  Bres,  R.  D.  Gómez,  J.  S.  Pen- 
zini,   P.    J.    Hernández  Gómez. 

«Oriente,»  1908,  Doctores  V.  Peña,  J.' T.  Arreaza  Ca- 
latrava, Rafael  T.  Camejo  y  Rafael  Gibbs,  Bachilleres  G.  Ca- 
latrava   y    Francisco    J.    Camejo. 

«El  Esfuerzo  Juvenil,»  1908,  Bachilleres  J.  S.  Penzini  y 
P.    J.    Hernández  Gómez. 

«Gaceta  Municipal,»  1908,  creada  por  el  Concejo  presidido 
por  el    Br.    Francisco  J.   Camejo. 

«El    Boletín   Restaurador, «,    S.    T.    Camejo. 

«El   Mensajero»,    1909,    Br.    José  Luis    Camejo. 

«El  Cóndor»,  1910,  Órgano  del  Club  Bolívar,  Directores: 
Arturo  Fajardo,   A.    Arreaza    Molleras,    L.    Hernández   Gómez. 


—  55  — 

Hijos  de  Aragua  que  han  figurado  en  las  guerras 
intestinas  del  55  á   la  fecha. 


En    la    de  Cinco    Años,    como   Oligarcas: 

Coronel   Manuel   Baca. 

Primeros  Comandantes:  Dr.  Vicente  Amparan,  Ramón  Her- 
nández y  Hernández,  Miguel  Hernández, -José  Gregorio  Torre- 
alba,  Hilario  Torrealba,  Leoncio  Peña. — Segundos  Comandan- 
tes: José  Amparan,  Manuel  Guzmán  Bastardo,  Francisco  A. 
Hurtado,  Pedro  C.  Romero,   Miguel  Almea,  Claudio  Henríquez. 

Capitanes:  José  Manuel  lianza,  Francisco  García,  Ra- 
món Amparan,  Francisco  A.  Guzmán  Bastardo,  Santos  Ro- 
dríguez, Mateo  Núñez,  Evangelista  Acevedo,  Raimundo  Ca- 
latrava,  Miguel  Almea,  hijo,  José  Sosa,  José  Henríquez,  José 
María  Rojas,  Ramón  Rojas,  Domingo  Pérez  y  M.  Balladares 
Itriago;   Manuel    Méndez    y    Lorenzo   Gago,    Ayudantes. 

Como  Federales:  Generales  Camilo  Alfaro,  Fabricio 
Aponte,  Pedro  Pérez,  José  Gabriel  Villasana,  Luis  Blanca, 
Pedro    J.    Correa,    Pablo  Rodríguez. 

Coroneles  Pedro  Zurita,  Magdaleno  Pérez,  Andrés  José 
Gómez,  Ramón  Grafe  Miranda,  Pedro  Oriach,  Liborio  López, 
Manuel    V.    Reyes. 

Comandantes,  Félix  Martínez,  Bonifacio  Henríquez,  San- 
tana  Ortiz,  Caridad  Moreno,  Catalino  Vivas,  Ursulo  Perales, 
José  María  Oriach,  Leandro  Miraba!,  Benigno  Gutiérrez, 
Elias  Torres,  Lorenzo  Eva,  Pastor  Villanueva,  Santiago  Ma- 
cadám Casildo  Sánchez,  Ceferino  Perales,  Pedro  V.  Guzmán 
Bastardo,   Juan    Marrón,    Cecilio    Castillo,     Isidro    Puerta. 

Capitanes:  Andrés  Suárez,  Primitivo  Cermeño,  Cándido 
Cermeño,  Vicente  López,  Severo  Rodríguez,  Andrés  Rodrí- 
guez, Esteban  Maita,  Luis  Velázquez,  Eugenio  Ramos  y 
Luis  F.    Mota,    Proveedor. 

En  la    Azul: 

Azules:  Generales  José  Amparan,  Ramón  Amparan,  Dr. 
Vicente    Amparan,    Justo    Guevara,    Luis    Blanca. 

Coroneles  Fidel  Hernández,  Esteban  Carvajal,  Luis  José 
Arreaza    Monagas,    Ricardo   Cardier. 

Comandantes  Pilar  Belisario,  Candelario  Matamoros, 
Bruno    Aray. 


—  56  — 

Amarillos:  Generales  Fabricio  Aponte,  J.  G.  Villasana, 
Juan  Marrón,  Magdaleno  Pérez,  Margarita  Pérez,  #  Ramón 
Grafe  Miranda,   Manuel    V.    Reyes. 

Coroneles  José  Marrón,  Nazario  Rodríguez,  Lorenzo  Eva, 
Salomón  Coa,  Emilio  A.  Santodomiugo,  Esteban  Milano,  Fe- 
lipe   Turipe,   Juan  Bericoto. 

En    la    del    79. — Gobiernistas: 

Generales  José  Amparan,  Francisco  José  Oriach,  Lean- 
dro Mirabal.  Coroneles  Cecilio  Castillo,  Severo  Rodríguez, 
José    Gregorio  Castillo. 

Revolucionarios : 

Generales  Villasana,  Marrón,  Pérez,  etc.  Coroneles  Ro- 
dríguez,   Milano,   Turipe,   etc. 

En    la    del    88. — Del    Gobierno: 

Generales  Ramón  Grafe,  Leandro  Mirabal,  Domingo  Pé- 
rez, etc.  Coroneles  J.  A.  Castillo  A.,  P.  Grafe  Salazar,  Fe- 
lipe   Lanza,    Luis   Felipe  Arreaza,    etc. 

En    la    del    92.— Del    Gobierno: 

Generales  Domingo  Pérez,  José  Manuel  Lanza,  etc.  Co- 
roneles Luis  Grafe  Calatrava,  Vicente  Amparan,  hijo,  A.  Aponte 
Miranda,  Ramón  Rojas  Hernández,  Luis  J.  Arreaza  Monagas, 
J.  A.  Castillo  A.,  Luis  Felipe  Arreaza,  Pedro  Grafe  Salazar 
Amador  Mayorga,  Carlos  Díaz,  Javier  Alegre,  José  Gregorio 
Castillo,  etc.  Comandantes  Calixto  Baca,  José  A.  Baca,  Hi- 
pólito   Campos,    G.    Calatrava,    hijo,    Esther   Castillo,    etc. 

De    la   Revolución: 

General  Jorge  Hernández  Pares.  Coroneles  Vicente  Arrea- 
za,   Candelario    Matamoros,    León   Aray,    etc. 

En    la    Revolución    del    General    R.   Guerra: 

General   Ramón   Rojas  Hernández. 

En  las  Revoluciones   Nacionalistas  y  Libertadora: 

Generales  V.  Amparan,  hijo,  (este  valiente  joven  murió 
en    la    Nacionalista  en    1900,)  Grafe    Calatrava,    Aponte  Miran- 


—  57  — 

da,  Rojas  Hernández,  Castillo  A.,  L,uis  Felipe  Arreaza,  Jo- 
sé Gregorio.  Castillo,  etc.  Coroneles  Pedro  Urbáez,  Ramón 
I.  Maza,  Iviiis  M.  Rivero,  Rafael  Arreaza  Alfaro,  L,uis  Bel- 
trán    Arreaza,    Ramón    Pérez    Hernández,    etc. 

Del    Gobierno: 

Generales  J.  Hernández  Pares,  Amador  Mayorga,  Teodoro 
Velásquez  y  José  Antonio  Baca,  (este  líltimo  murió  antes  de 
la  libertadora ) . 


Sacerdotes  que  han  servido  el  curato  de  A ragua 

Pbro.  D.  Nicolás  García,  barcelonés,  fundador  y  primer 
Cura     (l).      (Véase    esta  cita  al   final    del    Apéndice.) 

R.  P.  Br.  Fr.  Juan  Antonio  Velásquez,  de  la  Regular 
Observancia  de  N.  S.  P.  S.  Francisco  Apostólico,  de  las  Mi- 
siones de  la  Purísima  Concepción  de  Píritu:  Fue  quien  hizo 
el  primer  libro  parroquial  que  se  conserva,  en  1747.  Aparece 
sirviendo  la  parroquia  del  14  de  octubre  al  26  de  noviembre 
de  dicho    año. 

Fr.  Pedro  Díaz  Gallardo,  del  22  de  enero  al  11  de  marzo 
de  1748. 

Fr.  Francisco  Constela,  14  de  marzo  de  1748  hasta  el  12 
de  setiembre    de    1750. 

Br.  Du.  Fernando  Manuel  del  Bastardo  y  Doaiza,  Vica- 
rio Foráneo  y  Juez  Eclesiástico,  octubre  de  1750  á  15  de 
mayo    de    1756. 

Dn.  Francisco  José  de  Alemán,  Cura  Rector,  Vicario  in- 
terino, Juez  Eclesiástico,    15    de    mayo    á    18  de  agosto  de  1756. 

D.  José  Dópez  de  la  Puente,  Coadjutor  de  Cura,  encar- 
gado por  Dn.  Juan  Ramón  de  Rojas,  Cura  propietario,  que 
aún  no  se  había  ordenado  de  Presbítero,  setiembre  de  1756 
á   agosto    de    1758. 

D.  Pedro  L,uis  de  Bastardo  y  Doaiza,  que  entregó  por 
renuncia,    octubre   1758    á   junio    de    1770. 

Br.   D.    laucas  de   Alemán,    junio    á   julio    de  1770. 

D.  Juan  Ramón  de  Rojas,  julio  á  setiembre  del  mismo 
año.  (Probablemente  el  que  le  dio  el  nombre  á  la  Quebra- 
da  del    Padre   Ramón.) 

R.  D.  Manuel  Antonio  Figuera  de  Cáseres,  setiembre  de 
1770    á   junio  de    1786. 

R.  D.  Manuel  Antonio  Pérez  y  Carvajal,  Cura  Coadju- 
tor,   junio    de    1786    hasta    el    20    de    febrero    de    1802. 


—  58  — 

R.  D.  Manuel  Antonio  Pérez  de  Aguilera,  desde  el  23 
de    febrero    de    1802   hasta    el    17   de    agosto    de    1814. 

Pbro.  Juan  José  García  5^  Oliva,  desde  el  17  de  agosto 
de  1814  hasta  el  20  de  diciembre  de  1843.  (Uno  de  estos 
dos  Sacerdotes  ó  ambos,  se  arrodillaron  el  día  siguiente  que 
fue  la  batalla,  en  el  atrio  de  la  iglesia  á  implorar  por  la 
vida  de  las  mujeres  y  niños  refugiados  en  ella,  donde  corría  á 
torrente  la  sangre,  logrando  así  salvar  muchas  vidas.  ¡Honor, 
pues,  á  su  memoria!  Ambos  administraron  por  largos  años 
la  parroquia,  siendo  el  Padre  García  y  Oliva  quien  la  ha  ser- 
vido hasta  la  fecha  por  más  tiempo:  29  años.  El  Capellán 
del  Ejército  de  Morales,  Manuel  Ortiz,  noble  Sacerdote  cumanés, 
rogó  también  por  las  vidas  de  los  que  se  habían  ocultado  en 
las  casas  y   en    los   alrededores    de    la    población. 

Fr.  Celestino  Alemán,  por  enfermedad  del  Cura  García  y 
Oliva,  diciembre  de  1843  á  febrero   de   1844. 

Pbro.    Antonio  Alemán,   febrero  de  1844    á  julio   de  1850. 

Pbro.  Leandro  Aristeguieta,  julio  de  1850  á  setiembre  del 
mismo    año. 

Pbro.  Antonio  Alemán,  encargado  de  enero  á  julio  del 
53. 

Fr.  Bernardino  de  San  Hipólito,  desde  el  4  de  julio  del 
53,   hasta  el   6  de   octubre  de    1874.   t 

Fr  Nicolás  de  Odena,  6  de  octubre  del  74  á  18  de  octu- 
bre   del    75. 

Pbro.  José  María  Urdan eta,  12  de  diciembre  del  75  á  20 
de   setiembre  del  78. 

Pbro.  Miguel  Rojas,  13  de  noviembre  del  78  al  3  de  mar- 
zo del    79. 

Pbro.  Juan  José  Castillejo,  3  de  abril  del  79  á  23  de  octu- 
bre del  80. 

Fr.  Nicolás  de  Odena,  30  de  diciembre  del  80  á  26  de  junio 
del  81. 

Pbro.  Juan  Calbet,  26  de  junio  del  81  á  30  de  octubre 
del   82. 

Pbro.  Tomás  Rodríguez,  25  de  diciembre  del  82  á  3  de 
abril   del   83. 

Fr.  Nicolás  de  Odena,  19  de  junio  del  83  á  9  de  diciem- 
bre del  mismo   año. 

Pbro.  Ramón  Ponce  de  León,  31  de  diciembre  del  83  á 
23   de   enero  del  90.   f 

Pbro.  José  Manuel  Pares,  25  de  enero  del  90  hasta  el  7 
de  marzo   del   93. 

Pbro.  José  Ignacio  Certad,  7  de  marzo  del  93  á  2  de  ju- 
lio del  95. 


—  59  — 

Pbro.  Santiago  Sandoval,  5  de  julio  del  95  á  26  de  ju- 
lio  del   96. 

Pbro.   L,uis  Stigliani,  29  de  julio  á  12  de  noviembre  del  96. 

Pbro.  Nicolás  Mennella,  17  de  noviembre  del  96  á  15  de 
marzo  de    1903. 

Fr.  León    Ecay,   15  de  marzo    á    13    de  julio  de  1903. 

Fr.  Juan  Vicente,  desde  el  13  de  julio  de  1903  á  la  fe- 
cha.    Su  coadjutor    Silverio    L,eón  murió   en    1908. 


Obispos  que  han  visitado  á  Aragua 

limo,  señor  Don  Francisco  Pérez  Lozano,  del  Sagrado 
Orden  de  S.  Basilio,  Obispo  de  San  Juan  de  Puerto  Rico, 
confirió  el  Sacramento  de  la  confirmación  á  los  feligreses  de 
la  nueva  fundación  de  Aragua,  el  19  de  marzo  de  1740,  en 
el    pueblo   de  San  Mateo. 

El  señor  Don  Manuel  de  Figueroa,  Capellán  Real  de  la 
Real  Fuerza  de  Araya,  Secretario  de  Cámara  y  Notario  ma- 
yor de  la  audiencia  Eclesiástica  del  limo,  señor  Don  Fran- 
cisco Julián  Antolino,  Obispo  de  la  Diócesis,  la  visitó  siendo 
Secretario    Fr.    Antonio    Caulín,    en    4    de  de    mayo    de    1752. 

El  limo,  señor  Doctor  Mariano  Talavera  y  Garcés,  Obispo 
de    Trícala,    en    6    de  noviembre  1834. 

El  limo,  señor  Mariano  Fernández  Fortique,  en  19  de 
octubre    1843. 

El  limo,  señor  Doctor  José  Manuel  Arroyo  y  Niño,  en 
julio    de  1857,    en  todo  agosto    de    1862,    en    1867   y   en   1874! 

El  limo,  señor  Doctor  Manuel  Felipe  Rodríguez,  en  21 
de  mayo    de  1886. 

El  limo,  señor  Doctor  Antonio  María  Duran,  en  27  de  julio 
de    1896. 


Cofradía  del  Santísimo 

(Extracto  del  acta) 

En  23  de  abril  de  1854,  á  excitación  del  Cura  y  Vica- 
rio, se  reunieron  en  la  Iglesia  de  Aragua  con  el  propósito 
de  reconstituir  la  «extinguida  hermandad  del  Santísimo»  (así 
dice  el  acta, )  los  señores  Licenciado  Nicanor  Cardier,  Felipe 
Cardier,     Coroneles    Pedro    Miguel   Amparan  y   Eduardo    Hur- 


—  60  — 

tado,  Licenciado  Narciso  Fragacháu,  Ángel  Díaz,  Antonio 
María  Espino,  Carlos  Valladares,  Manuel  Antonio  Matute, 
Emilio  Pares,  Rafael  Lander,  Eduardo  Gago,  Pedro  Gago, 
Mariano  Gallegos,  Vicente  Alfaro,  Ramón  Hernández  Matute, 
Evaristo  Gómez,  José  Camejo,  Luis  Arreaza,  Miguel  Hernán- 
dez, Domingo  López,  Jorge  Pares,  Pedro  Celestino  Amparan, 
Ascensión  Aponte  (único  sobreviviente  á  la  fecha)  y  Camilo 
Alfaro.  Fueron  elegidos  funcionarios,  Nicanor  Cardier,  para 
Presidente,  y  Mariano  Gallegos,  para  Secretario.  La  Comi- 
sión para  redactar  los  Estatutos  se  formó  del  Licenciado  Nar- 
ciso Fragachán,  del  Cura  y  Vicario  Fr.  Bernardiuo  de  San 
Hipólito  y  del  señor  Eduardo    Gago. 

Nota:  El  número  de  Hermanos  ó  Cofrades,  personas  todas 
muy  honorables,  estaba  limitado  para  aquella  fecha  al  de  25; 
después  se  extendió  á  36,  y  desde  1883,  más  ó  menos  se  san- 
cionó un  Acuerdo,  haciéndolo  ilimitado  (1);  enmienda  .que 
quedó  consignada  después  en  los  nuevos  Estatutos  que  rigen. 
Esa  Cofradía  no  ha  dejado  de  funcionar  en  ninguna  ocasión  con 
la  regularidad  debida;  lo  mismo  las  demás  sociedades  religiosas, 
cuyas  listas  sentimos  no  publicar,  por  no  haberlas  logrado; 
principalmente  la  del  Carmen,  que  es  la  más  antigua  y  la 
de   San   Roque,    que  la    sigue. 


Partida  de  Bautizo  de  "Tigre  Encaramado" 

Pbro.  José  Manuel  Pares,  Cura  Párroco  de  la  Santa  Igle- 
sia de  San  Juan  Bautista  de  esta  Ciudad,  certifico:  que  en  el 
libro  parroquial  de  Bautizos,  n?  4,  que  empezó  el  año  de 
1788  y  terminó  en  1793,  que  existe  en  el  archivo  de  esta 
Iglesia,  aparece  al  folio  174  y  su  vuelta,  una  partida  del  te- 
nor   siguiente: 

«En  nueve  días  del  mes  de  enero  de  mil  setecientos  no- 
venta y  dos  años,  yo  el  Beneficiado  D.  Manuel  Antonio  Pérez 
y  Carvajal,  cura  de  esta  parroquia  de  la  Villa  de  Aragua, 
certifico:  que  en  ella  bauticé  solemnemente,  puse  óleo  y 
chrisma  á  Francisco  del  Carmen  de  la  Trinidad,  de  tres  me- 
ses de  nacido,  h.  u.  de  Antonia  Thomasa,  morena  esclava  de 
Don  Antonio  Felipe  Carvajal.  Fueron  sus  padrinos  Miguel 
Ramos  y    Martina   Barranco,    á   quienes   advertí    el    parentesco 


1.  Recordamos  que  con  motivo  de  esta  circunstancia  se  dijo  entonces, 
en  son  de  chanza,  que  los  liberales  todo  lo  echábamos  á  perder,  aludiéndose 
al   Doctor   Camilo   Alfaro   y   á  nosotros,    autores   de  la  proposición. 


—  61  — 

espiritual  contraído   y   demás    obligaciones,    y    para    que  conste 
lo   firmo  y   de  ello  doy    fe. 

((Manuel  Antonio  Pérez  y  Carvajal)) 

Y  para  los  efectos  que  puedan  convenir  expido  la  pre- 
sente en  Aragua  de  Barcelona,  á  veinte  de  agosto  de  mil 
ochocientos  noventa  y  uno,  la  cual  es  conforme  con  su  ori- 
ginal,   de   lo    que   doy  fe, 

Pbro.  José  Manuel  Pares.      (1) 


Números  de  la  "Banda  Estudiantina" 

Vicente  Peña,  Augusto  Camejo  Tarbos  f ,  Juan  B.  Her- 
nández Tinta,  Salomón  Torres,  Rafael  González  Baca,  Pedro 
M.  Gago  Baca,  Pedro  M.  Betancourt  Rojas,  Francisco  J.  Ca- 
mejo, Rafael  M.  Valladares,  Alcides  Irady,  Tomás  Castro 
Díaz,  Miguel  María  Ruiz,  Manuel  F.  L,ander,  Manuel  de 
Jesiís  Arreaza  t,  Carlos  Valladares,  Rafael  Isidro  Castillo, 
José  Iyiüs  Camejo,  Mórtimer  Capriles  L,ander,  L,orenzo  Arreaza 
Romero,  Miguel  Ángel  Baca,  José  Antonio  González  Guz- 
'mán.y  Manuel  Guevara. 

De  la  «Banda  Aragüeña»  sólo  nos  han  dado  los  nombres 
de  J.  B.  Hernández  Tinta,  Toribio  Martínez,  Evangelista  Cu- 
mana,  Rafael   Sifoutes  y  Juan    B.   Itriago. 

A  propósito  del  dato  que  precede  anotaremos  como  no- 
tables en  instrumentos  de  cuerdas,  principalmente  como  ban- 
dolinistas,  á  Ezequiel  Almeida,  Pedro  Doreto  Arreaza  y  Juan 
Belisario. 


EL   CQNGRESO   DE   LOS   ESTADOS   UNIDOS   DE   VENEZUELA 
Decreta: 

Art.   1?     Se    crea   un    Colegio    Nacional    de  2$    Categoría 
en   la  ciudad    de  Aragua  de  Barcelona. 


1.  La  señora  Candelaria  Reyes  de  Aponte,  aragüeña,  que  murió  muy 
anciana  el  65,  más  ó  menos,  conoció  personalmente  á  Tigre  Encaramado  y 
también   á   la  madre  de  él. 

En  la  primera  acción  de  Carabobo,  el  28  de  mayo  de  1814,  figuraba  el 
terrible   lancero  como  Jefe  del   Escuadrón   de   Aragua. 


—  62  — 

Art.  29  Este  Colegio  se  establecerá  el  16  de  setiembre 
próximo,   día   en  que  principia    á  correr  el   año    académico. 

Dado  en  el  Palacio  del  Cuerpo  Legislativo  Federal,  en 
Caracas,  á  22  de  mayo  de  1890.—  Año  27?  de  la  Ley  y  32? 
de  la    Federación. 

El  Presidente  de  la  Cámara  del  Senado, 

L.  Level  de  Goda. 

El  Presidente  de  la  Cámara  de  Diputados, 

J.  R.  Pachano. 

El  Secretario  de  la  Cámara  del  Senado, 

Pedro  Sederstromg. 

El  Secretario  de  la  Cámara  de  Diputados, 

Rómulo  M.   Guardia. 

Palacio  Federal  del  Capitolio  en  Caracas,  á  22  de  mayo 
de    1890. — Año  27?  de    la  Ley  y  32?    de  la  Federación. 

Ejeciítese    y  cuídese  de  su   ejecución. 

R.  ANDUEZA  PALACIO. 

Refrendado. 

El  Ministro  de  Instrucción  Pública, 

Eduardo  Blanco. 


EL   CONGRESO   DE   LOS   ESTADOS   UNIDOS   DE    VENEZUELA 

Considerando: 

Que  el  Colegio  Nacional  de  "  2^  Categoría  de  la  Ciu- 
dad de  Aragua  de  Barcelona,  es  actualmente  uno  de  lSs  plan- 
teles de  educación  dotados  de  mayor  número  de  alumnos  en 
la  República,  y  que  dada  la  creciente  población  del  lugar  y 
el  noble  interés  que  siempre  ha  inspirado  á  sus  hijos  el  es- 
tudio,   se    evidencia   la  necesidad    de    darle    sólida    estabilidad; 

Considerando: 

Que  siempre  será  honroso  y  digno  de  aplauso  el  civili- 
zador   propósito   de  garantizar   la  existencia  de  tales  institutos, 


—  63  — 
Decreta: 

Artículo  1?.  Se  destina  la  suma  de  veinticinco  mil  bo- 
lívares á  la  adquisición  de  un  local  propio  para  dicho  esta- 
blecimiento. 

Artículo  2"?  Esta  suma  se  erogará  de  los  fondos  nacio- 
nales que  se  destinan  á  las  Obras  Públicas  en  la  Ley  de 
Presupuesto  del   corriente   año. 

Dado  en  el  Palacio  del  Cuerpo  Legislativo  Federal,  en 
Caracas,    á   29    de   mayo    de   1891. 

Año  289    de   la  Ley   y    33?   de  la    Federación. 

El    Presidente  de  la   Cámara   del    Senado, 

Vicente  Amenguar. 

El    Presidente    de   la   Cámara    de   Diputados, 

J.  R.  Pachano. 

El    Secretario   de    la    Cámara    del   Senado, 

Pedro  Sederstromg. 

El    Secretario    de  la    Cámara    de    Diputados, 

Luis  A.   Blanco  Plaza. 

Palacio  Federal  en  Caracas,    á    3   de  junio  de    1891. — Año. 
28*?    de    la    Ley  y    339   de   la   Federación. 

Ejecútese   y    cuídese    de    su  ejecución. 

R.    ANDUEZA    PALACIO. 
Refrendado, 

El   Ministro   de   Instrucción  Pública, 

Eduardo  Beanco. 


Socios  fundadores  del  Club  Progreso 

Arreaza,   Manuel    María 

Arreaza  Matute,  Rafael 

Arreaza  Matute,    Francisco  Antonio 

Arreaza  Matute,    Manuel  José 

Arreaza  Matute,    Ramón   de  Jesús 

Arreaza  Monagas,    L-uis    José 

Arreaza  Calatrava,  José    Tadeo 


—  64  — 

Arreaza  Calatrava    Diego   A. 
Arreaza  Calatrava,    Alonso 
Arreaza,  Pedro    Eoreto 
Arreaza,  Teófilo 
Arreaza  Matute,    Pablo    José 
Alfaro  Romero,    L,uis   Vicente 
Alfaro  Espino,    Juan   Bautista 
Baca,   Manuel 
Bousquet,    Juan 
Calatrava,    Alonso 
Calatrava,    L,uis    Alonso 
Calatrava    Romero,    Ruperto 
Camejo,    Rafael  T. 
Camejo,    José    L,uis 
Camejo,    Simón   T. 
Capriles    Lander,    Mórtimer 
Castillo    Arreaza,    Juan 
Castillo,    Pedro    Antonio 
Castillo,    Eudoro 
Castillo,    Rafael   Isidro 
Cheín    Dáger ,    Elias 
Espino,    Manuel   Felipe 
Espino,    Ramón 
Estanga,    Carlos 
Fragachán,    Narciso 
Fragachán,    Carlos   M. 
Gago,    Miguel    Ángel 
Guerra,    José   Manuel 
Guzmán    Alfaro,    Domingo  J. 
Guzmán    Romero,    Domingo 
Hernández    Pares,    Ramón 
Hernández    Tinta,    Juan    B. 
Hernández    Bolívar,    L,uis 
Hernández    Matute,    Henrique 
Dander,    Sixto 
Eópez   Méndez,   Domingo 
Morón ,    Ismael 
Pares    Espino,   Manuel   A. 
Peña,    Vicente 
Rodríguez,    Juan    Elias 
Sanoja,    Augusto 
Silva,    Pedro  José 
Tabata,    Pedro  María 
Irady  C,    Alcides 

Ea  primera  reunión   para  constituir   este    Club,    se  efectuó 


—  65  — 

el  26  de  diciembre    de  1904,   en  el  salón  del  Botiquín  «La  Man- 
churia,»  del  señor   Rafael  Arreaza    Matute. 

No  publicamos  las  nóminas   de   los  fundadores   de  los  otros 
Centros    sociales    por  no  haberlas    conseguido. 


Datos  sueltos  y  de  distintas  fechas 

El  boletín  que  contiene  el  parte  de  la  gloriosa  batalla  del 
«Alacrán,»  fue  redactado  en  Aragua  y  fechado  el  8  de  setiem- 
bre de  1816.      (O'Leary,   tomo  I,    página    359.) 

En  agosto  de  1821,  dirigió  desde  allí  el  General  J.  T. 
Monagas,  una  magnífica  proclama  que  contenía  estas  palabras: 
«Desgraciado  el  hombre  que  se  cree  necesario,  y  desgraciado 
el    pueblo    que    no  lo  castiga    por    ese    solo    pensamiento.» 

El  25  y  26  de  febrero  del  31  se  dirigen  allí  muy  buenas 
cartas  el  Doctor  Alejo  Fortique  y  Martín  Tovar,  comisionados 
del  General  Páez  con  el  señor  J.  M.  Rodríguez,  Secretario  de 
Monagas. 

El  18  de  agosto  del  35  dictó  el  General  Monagas  su  co- 
mentado Decreto  convocatorio  de  la  Convención  Constituyente 
del    Estado  de  Oriente. 

En  el  concurso  que  se  abrió  en  octubre  del  43  en  la  ciu- 
dad de  Aragua  de  Barcelona,  por  el  señor  Obispo  Fortique, 
fue  elegido  Cura  de  Barcelona,  el  Pbro.  Silvestre  Guevara  y 
Lira,    más  tarde  Arzobispo   de    Venezuela. 

En  oficio  fecha  10.  de  setiembre  del  46  acepta  Monagas 
el  nombramiento  de  2<?  Jefe  del  Ejército  permanente  de  la  Re- 
pública, y  el  12  de  octubre  siguiente,  sale  de  Aragua  con  su  Di- 
visión llevando  al  Coronel  Hurtado  como  Jefe  de  Estado  Ma- 
yor   y   al  Licenciado  Fragachán    como  Auditor    de  Guerra. 

Francisco  José  Oriach,  hizo  en  esa  ocasión  su  primer  ser- 
vicio  militar   con  el  grado   de  Capitán. 

El  Comandante  Baca,  que  para  entonces  era  muy  adicto 
á  Monagas,  salió  también  á  campaña,  destruyendo  la  facción 
conocida    con   el    nombre  de  los   Chiriguaros. 

Los  capitanes  Gabino  Urbáez  y  Evaristo  Gómez,  (el  fraile 
Gómez)  y  otros  aragiieños,  prestaron  también  sus  servicios  en 
esa    vez. 

En  3  de  noviembre  del  46,  fecha  allí  el  General  Monagas 
una  notable  carta  contestando  la  que  el  Presidente  Soublette 
le  dirigió  iniciándole  el  pensamiento  de  su  candidatura.  Con- 
servamos copia  de  las  cartas  originales,  las  cuales  se  han  pu- 
blicado   como  documentos  históricos    en   el    ilustrado   periódico 


—  66  — 

«El  Corresponsal»  del  Doctor  Laureano  Villanueva  y  en  la 
obra  que   se   edita   actualmente    del   Doctor    González    Guiñan. 

Ese  mismo  mes  llegan  á  Aragua  el  Doctor  Joaquín  Bo- 
tón, Baduel  y  otros,  como  comisionados  del  General  Páez, 
anunciándole  á  Monagas  el  mismo  pensamiento  y  su  propa- 
ganda. 

El  48  presta  Aragua  eficazmente  su  contingente  á  la  pa- 
cificación del  país  y  á  las  órdenes  del  General  José  Gregorio 
Monagas  hacen  su  primer  servicio  militar,  entre  otros  jóvenes, 
Miguel  Hernández  Fernández  y  Pedro  Celestino  Amparan,  alcan- 
zando el   grado   de  Capitán,  valioso  todavía    para  esa  época. 

El  18  de  marzo  de  1859  salen  de  aquella  plaza  los  co- 
roneles Manuel  Baca  y  Mauricio  Zamora  y  se  pelea  por  pri- 
mera vez  en  Oriente,  al  comenzar  la  guerra  de  Cinco  Años,  en 
Paraparo,  en  la  tarde  de  ese  día,  y  en  la  mañana  del  siguiente 
en  el   Banco  de    los   Pozos. 

En  enero  del  60  salen  también  de  allí  el  Coronel  Baca  y 
los  Comandantes  Andrés  Avelino  Pinto,  Rafael  Adrián,  Leo- 
poldo Gómez,  Carlos  Minchiu,  J.  A.  Castillo,  Juan  Queve- 
do,  Hilario  Torrealba  y  otros,  y  concurren  á  la  memorable 
acción    de  Copié. 

El  11  de  abril  del  61  efectúa  su  salida  de  Aragua  el  Ge- 
neral J.  M.  Zamora  con  su  Jefe  de  Estado  Mayor,  Coronel 
Juan  J.  Illas  y  se  da  ese  mismo  día  la  pelea  de  ((La  Cu- 
reña.» 

El  12  de  octubre  del  61  sale  de  Aragua  para  Santa  Ana 
el  Coronel  Vicente  Romero  como  comisionado  del  2?  Jefe  de 
los  Ejércitos  de  la  República,  General  J.  M.  Zamora  á  tratar 
sobre  un  armisticio  ó  suspensión  de  hostilidades  con  el  2*? 
Jefe  también  del  Ejército  Federal,  General  Sotillo,  y  el  día 
14    se    celebra  dicho   tratado    en  los    mejores    términos. 

En  marzo  del  62  expedicionan  de  la  susodicha  plaza  el 
General  Zamora  acompañado  del  Coronel  J.  A.  Castillo 
Sub-Jefe  de  Estado  Mayor,  del  Capitán  Manuel  José  Guzmán 
Bastardo,  Ingeniero,  quien  dirigía  la  Artillería,  Capitán  J. 
A.  Hurtado  Maza,  etc.,  v  atacan  en  Chaguaramas  á  los 
Sotillo. 

En  marzo  del  63,  concurren  de  Aragua  con  el  Coronel 
Mauricio  Zamora,  el  Coronel  Pío  Guerrero  y  los  Comandantes 
Leoncio  Peña,  José  Amparan  y  otros,  y  pelean  en  La  Escor- 
zonera el  19  de  dicho  mes  y  en  el  Banco  de  Medrauo  el  24,  por 
la  última  vez  fuerzas  barcelonesas,  para  cerrar  aquel  cuadro  pa- 
voroso de  exterminio  y  de  matanzas  que  había  durado  cin- 
co años. 

En   junio    de    dicho  año,    salen  las    líltimas  fuerzas   de  los 


67 


'Colorados  ó  del  Gobierno  con  el  General  Baca,  el  Coronel  Pío 
Guerrero,  y  los  Comandantes  Peoncio  Peña,  Francisco  García, 
etc.,  y  entran  días  después  las  primeras  fuerzas  federales  con 
el  General    J.    A.    Sotillo.    (l) 

Una  semana  antes  habían  llegado  su  Secretario  el  Gene- 
ral Camilo  Alfaro,  su  Jefe  de  Estado  Mayor,  General  José 
Antonio  Alcalá  y  el  Subjefe  General  Fermín  José  Carreño. 
Con  Sotillo  entraron,  entre  otros  hijos  de  Aragua,  los  Coro- 
neles José  María  Oriach  y  Leandro  Mirabal,  y  los  Coman- 
dantes José  Manuel  y  Jaime  Oriach,  quienes,  como  don  Ca- 
milo Alfaro  habían  tenido  la  virtud  de  la  perseverencia  y 
del    sufrimiento    durante  aquella    larga  y    desastrosa  guerra. 


Apellidos  de  familias  notables  de  Aragua 
Para  fines  del  Siglo  XVIII  (*) 


Alen, 

Alfaro, 

Alvis, 

Amparan , 

Antiche, 

Armas,    de 

Arvelaiz, 

Arriaza, 

Aviles, 

Ayberty. 

Baca, 

Barrios, 

Barroso, 

Bastardo, 

Blasco, 

Boada, 

Burgos, 

Buscarruido 

Bustillo. 

Calatrava, 

Calderón, 

Camacho, 


del 


Cardozo, 

Carvajal, 

Cárrega, 

Castillejo, 

Chacín . 

Doble  de   Insel, 

Droz, 

Duarte , 

Duerto. 

Escala, 

Esguer. 

Fernández, 

Fi  güera, 

Freites. 

Gago   Hurtado, 

Gago   Para, 

García, 

Garriga, 

Godo, 

Golindauo, 

Gómez, 

Gómez   Butrón , 


1.  El  viejo  soldado  logró  el  propósito  que  había  hecho  de  que  no  entra- 
ría en  Aragua  peleando  sino  con  una  rama  de  Oliva,  en  señal  de  paz  y  como 
testimonio  de  su   deferencia  por   dicha   población. 

*  Debemos  á  la  bondad  del  amigo  I_audaeta  Rosales  la  lista  de  estos 
apellidos,  la  cual  hemos  copiado  de  uno  de  sus  libros  inéditos,  y  que  no  to- 
dos  nos   eran   conocidos. 


68 


Gorotizo, 

González, 

Grafe, 

Grimón, 

Guerra,   de  la 

Guevara, 

Guzmán. 

Hernández, 

Herrera, 

Hurtado. 

L,ara, 

lianza, 

L,edezma, 

Ivópez  de  la  Puente, 

L,uces. 

Machuca, 

Marrón, 

Matute, 

Meló, 

Mijárez, 

Millán, 

Monagas, 

Morón, 

Monterola. 

Nadal, 

Natera. 

Oca, 

Orea, 

Oriach, 


Ortegoza, 

Ortiz. 

Padrón , 

Penal  ver, 

Pérez  de   Aguilera, 

Pérez  Carvajal, 

Perdomo, 

Pino. 

Quiñones. 

Randieta, 

Rivas, 

Rodríguez , 

Rojas, 

Romero, 

Ruiz   de  Oca. 

Sabino, 

Salazar, 

Santos, 

Seijas, 

Sifontes, 

Silva, 

Sosa, 

Sotillo  Verde, 

Sturdi. 

Torres. 

Valladares, 

Vargas , 

Vargas    Machuca. 

Yauncet. 


Notas:  L,as  escuelas  más  antiguas  de  que  hemos  tenido 
conocimiento  en  el  curso  de  la  publicación  de  estos  apuntes, 
son:  la  de  María  Reyes,  de  hembras,  en  el  año  30  y  la  del 
señor  Francisco  M.  Ramírez  el  34,  donde  estuvo  niño  de 
seis  años  el  hoy  octogenario  Doctor  J.  T.  Monagas.  Tam- 
bién se  nos  habla  de  una  anterior  á  estas  fechas  de  un  se- 
ñor  Campos. 

Nos  complacemos  en  poner  punto  á  este  Apéndice,  con- 
signando el  simpático  dato  de  que  en  setiembre  del  corrien- 
te año,  ha  abierto  don  José  Ramón  Camejo  en  su  estable- 
cimiento un  curso  filosófico,  con  ocho  de  las  alumnas  y 
cuatro  de  los  varones  más  adelantados,  de  los  cuales  concu- 
rren puntualmente  las  señoritas  Isaías  Gago,  María  Castillo, 
Bárbara  L,ander,  Celsa  L,ander,  Carmen  Luisa  Arreaza,  An- 
gélica   L,edezma,    L,ila   L,ander    v   Carmen   Iyander,    v  los  ñiños 


—  69  — 

Ángel  L,uis  Castro  y  Jacobo  Morón.  Bien  está  que  haya 
correspondido  á  tan  Benemérito  Servidor  de  la  Instrucción, 
la  iniciativa  en  el  país  de  abrir  el  primer  curso  de  filosofía 
para    el   estudio    de  la    mujer. 

Puerto  de  la  Cruz:  1910. 


(1)  Hojeando  de  nuevo  la  obra  de  Caulín,  hemos  advertido  una  contra- 
dicción con  respecto  de  Aragua.  De  la  narración  que  comienza  en  el  folio 
300,  se  infiere  que  la  fundación  de  esta  Villa  fue  en  1734  por  religiosos  de 
la  11?  misión;  y  al  describir  la  "vida  de  los  sacerdotes  Fray  Juan  Moro,  lec- 
tor teólogo  de  la  misión  7?  y  del  Padre  D.  Nicolás  García,  barcelonés  y 
primer  Cura  de  Aragua,  dice  categóricamente  que  fueron  ellos  los  que  die- 
ron principio  á  su  fundación.  El  primero  de  los  nombrados  murió  el  4  de 
enero  de  1732,  (pág.  415  obra  cit.)  y  el  otro,  el  1?  de  julio  de  1725;  (pág. 
420  id.)  esto  es:    2  y  9   años  antes   del   34. 

También  al  folio  297  hablando  de  la  fundación  de  San  Joaquín  en  1724 
y  con  referencia  á  un  suceso  de  1732,  hace  ya  mención  de  la  Villa  de  Ara- 
gua. 

Por  otros  datos  de  las  mismas  noticias  biográficas  mencionadas,  se  de- 
duce que  la  fundación  se  inició  en  los  primeros  años  del  siglo  18.  Creemos 
que  ella  tuviera  origen  en  1723,  que  es  la  fecha  señalada  por  Montenegro 
Colón  y  á  la  que  también  se  refiere  en  su  folleto  don  Miguel  José  Rome- 
ro,  pero  que   no  se  formalizara   dicha   fundación    sino  en  1734. 

Acabamos  de  ver  una  publicación  en  El  Tiembo,  fecha  6  del  mes  en 
curso,  con  el  título  de  Un  Bisabuelo  de  Sucre,  en  la  cual  se  dice  que  el  Go- 
bernador de  Cumaná  don  Carlos  de  Sucre,  fundó  en  1736  la  Villa  de  Ara- 
gua de   Barcelona. — Entendemos  que   civilmente. 

Justo  sería  de  consiguiente  que  el  Concejo  Municipal  acordase  también 
la  colocación  de  un  cuadro  caligrafiado  en  el  salón  de  sus  Sesiones  que  con- 
tuviera los   nombres  de  estos  tres  fundadores   de   Aragua. 


ÍNDICE 


Fundación  y  Situación  Geográfica 9 y  10 

Límites,  Superficie  y  ríos 11  y  12 

Producciones  naturales  y  manufacturas 12  y  13 

Población,  Escuelas  y  Colegios 14ál9 

Hombres  de  Ciencias  y  de  Letras 20  á  26 

Sociedades  Científicas  y  Literarias  y  otros  Centros  Sociales 27á29 

Datos  históricos,    políticos  y  militares 29  á  38 

Datos  sobre  la  ciudad  y  algunas  observaciones , 38  á  47 

Plano  topográfico  de  la  ciudad  de  Aragua  de  Barcelona 

Apéndice. — Bachilleres  del  Colegio  de  San  Juan  Bautista !..  49 y 50 

Bachilleres  del  Colegio  Federal 51 

Bachilleres  del  Colegio  de  la  Asunción 51  y 52 

Agrimensores,  Dibujantes,  Farmacéuticos,  Dentistas,  Telegrafistas,  Fo- 
tógrafos    52  y  53 

Periódicos   publicados   en    Aragua  y   sus  Redactores 53  y  54 

Hijos   de  Aragua  que  han    figurado  en  las  guerras  intestinas   del  58 

á   la   fecha 55  á57 

Sacerdotes  que  han  servido  el  Curato,    Obispos  que   han  visitado   la 

ciudad,   y   Cofradía  del  Santísimo 57  á  60 

Partida  de  Bautizo  de  Tigre  Encaramado .- 60 y 61 

Números   de  la  Banda  Estudiantina 61 

Decretos  sobre  el   Colegio   Nacional „ 61  á  63 

Socios   fundadores   del   Club   Progreso 63á65 

Datos   sueltos  y   de   distintas    fechas 65á67 

Apellidos  de  familias  notables  de  Aragua  para  fines  del    siglo  XVIII.  67  y  68 

Notas 69