UBRARY OF PRINCETON
I
SEP 2 7 2004
THEOLOGICAL SEMINARY
PER BX1472.A1 B68
Boletmn eclesiástico.
I
I
Digitized by
the Internet Archive
in2015
https://archive.org/details/boletineclesiast9056cath
ALMACENES
PROXIMAMENTE EN LA AV. 12 DE OCTUBRE No» 1812 \
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Quito ■ Ecuador
OLETIN ECLESIASTICO
ORGANO INFORMATIVO DE LA ARQUIDIOCE SIS DE QUITO
AÑO XC MAYO Y JUNIO DE 1083
Nros. 5 y 6
■m.
:/ Pafriarca, Moran Mar BaseUus Marthoma Mathews I, Catho~i
licós de la Iglesia Siro-Ortodoxa de India, hizo una visita a S.S
Juan Pablo II y a la Iglesia de Roma, del 1*^ al 4 de junio. La
foto recoge el momento de intercambios de dones entre el
Catholicós y el Soberano Pontífice. A la izquierda del Papa
consta el P. Pierre Duprey, p.b., nuevo Secretario para la
BOLETIN ÍCLESIASTICO
Organo Informativo de ¡a Arquidiócesis de Ouito
AÑO XC
Mayo y Junio de 1983
Nos. 5 y 6
DIRECTOR:
Rvmo. Germán
Pavón Puente
ADMINISTRADORA:
Hna. Regina Córdova
OFICINAS:
Cancillería Arzobispal
Teléfonos: 210-703
513-615
Apido. 106
IMPRESO EN:
Editora "Royal"
Mejía N2 157
Quito-Ecuador
Sus<-ripción Anual
dentro del país
S/. 500,00
fuera del país
$ 35,00
Aéreo s/. 40,00
SE ACEPTAN CANJES
EDITORIAL: La aciividad política 132
DOCUMENTOS DE LA SANTA SEDE:
— El Sínodo de los Obispos: naturalsiia, funciones
y perspectivas para el futuro 135
— Erección del OPUS DEI como PR:LATURA PER-
SONAL 139
— ■ Maternidad de María obtenida o los pies de
la cruz 1 43
— Mensaje del Papo al VIII Congreso Misionero
Mexicano y al II Congreso Latinoomericano ce-
lobrado en T.CAcala, Méüico 146
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA CN AAAERICA LATINA;
— Recomendaciones finales al término de la XIX
Asamblea Plenoria del CELAM 149
DOCUMENTOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL:
— Carta de Mons Anionio J. González Z., Vice-
presidente de la CES, como motivo de la
próxima celebración de los Bodas de Oro Sa-
cerdotales de Su Eminencia e' Cardenal Pablo
Muñoz Vega, s.j.. Arzobispo de Ouito 159
DOCUMENTOS ARQUIDIOCESANOS:
— Homilía del señor Cardenal Pobo Muñoz Vega,
s.¡ sobre el sentido p ofindo del Jubileo de La
Redención en los años 1983-1984 ... 161
— Homilía del Emmo. señor Cárdeno! Pablo Muñoz
Vega, s.'i. en lo Novena de la Doloroso del
Colegio 165
— Circular pidiendo oue se hagan ROGATIVAS
pora empetror el buen tiempo 175
— Circular de Mons. Antonio J. González Z. para
implorar del Sacratísimo Corazón de .losús la
pro'ección sobre e' Ecuador 178
ADAAINISTRACION ECLESIASTICA:
— Promociones en el Cabildo Metropolitano 192
— Nombramientos:
— del DECANO de lo Zona de Sonto Domingo
de los Colorados 192
— de CAPELLAN del Monasterio de la "So-
grado Familia" 192
— de CONFESOR ORDINARIO del Monasterio
de la "Sagrado Familia" 192
— Decretos de erecciones:
— de lo Vicaría Parroquia: de PUERTO QUITO 192
— del Oratorio Semi-Público en el Instituto Mi-
sionero de "Santo Moría de Guadalupe ' 193
— de la Coso Religiosa pora la sede del Con-
sejo General de las Hermanoj de Sonto Ma-
riano de Jesús' . . 193
INFORMACION ECLESIAL:
— En el mundo 194
— En el Ecuador 193
— Falecimienlo de S. E, Mons. SILVIO HARO
ALVERA 202
BOLETIN ECLESIASTICO )
ORGANO INFORMATIVO DE LA ARQU I DIOCESIS DE QUITO
AÑO XC - MAYO Y JUNIO DE 1983 - Nos 5 Y 6
i T o R I A L
LA ACTIVIDAD POLITICA
la perspectiva de unas elecciones próximas, que se realiza-
rán a principios del año 1 984, va a intensificar la actividad polí-
tica en el Ecuador. Esa actividad se convertirá en febril o can-
den'e durante los tres meses de la campaña electoral.
Esta persepectiva nos da la oportunidad para hacer unas
reflexiones sobre la política.
Como nos recuerda el Documento de Puebla, n. 515, la Igle-
sia sieníe como su deber y derecho estar presente en este campo
de la realidad, que es la política, porque el cristianismo debe
evangelizar la totalidad de la existencia humana, incluida la di-
mensión política. La presencia de la Iglesia en la política no obe-
dece a un afán de dominar todos los campos de la actividad hu-
mana. Mas bien, a partir del Concilio Vaticano II, la Iglesia reco-
noce la debida autonomía de lo temporal. Por tanto la política
i/ene también, como actividad pertinente al orden temporal, una
debida autonomía y, por lo mismo, no requiere de la tutela de la
Iglesia.
Para mayor claridad, interesa que se distingan dos concep-
tos de política y de compromiso político-, en primer lugar, ¡a polí-
132 —
* BOLETIN ECLESIATICO
f'ica en su sentido más amplio y más noble es aquella actividad
que, orientada por un ideario, tiene como fin buscar el bien co-
mún de la sociedad, tanto en lo nacional como en lo internacional.
A esta política en senitdo más amplio le corresponde precisar los
'alores fundamentales de toda comunidad, conciliando la igual-
Jad con la libertad, la autoridad pública con la legitima autonomía
y participación de las personas y grupos, la soberanía nacional
con la convivencia y solidaridad internacional. Esta política define
también los medios y la ética de las relaciones sociales.
Esta política interesa a la Iglesia y, por tanto, a sus pastores;
o más exactamente, la Iglesia y sus pastores no pueden desen-
tenderse del bien común de la sociedad. A la Iglesia le corres-
ponde promover los valores que deben inspirar la política, dar
las orientaciones morales que deben guiar la acción política.
El otro concepto es el de la política partidista y el compro-
miso político en un partido determinado.
La realización concreta de esta tarea política se hace nor-
malmente a través de grupos de ciudadanos que se proponen
conseguir y ejercer el poder político para resolver cuestiones
eccnómicsa, políticas y sociales según sus propios criterios o
ideologías.
Según la diversidad de ideologías y de criterios y según
la diversidad de planes y programas de acción se diversifican los
partidos políticos, aunque todos ellos tengan como meta la con-
secución y el ejercicio del poder político en el Estado.
La polítia partidista es el campo propio de los seglares. Co-
rresponde a su condición laical de constituir y organizar partidos
políticos con ideologías y estrategia adecuadas, para alcanzar sus
legítimos fines.
Los pastores de la Iglesia, sacerdotes y religiosos, puesto
que deben servir a la unidad porque son constructores de la co-
munidad y deben estar al servicio de todos para la obra de la
BOLETIN ECLESIASTICO liB
— 133
salvación, no pueden adherirse a una ideología político-partidista
que pudiera condicionar sus criterios y actiiudes.
Ningún partido político, por más inspirado que se crea en
la doctrina de la Iglesia, puede arrogarse la representación de la
Iglesia, ya que su programa concreto no podrá tener nunca valor
absoluto para todos.
Frente a la campaña política que se avecina antes de las
elecciones del año próximo venidero, podemos hacer las siguien-
tes consideraciones:
— En nuesira realidad ecuatoriana nos parece inconveniente
la muliip'icación de partidos políticos, muchos de los cuales pue-
den coincidir en criterios e idearios e incluso en programas y pla-
nes de acción política. La multiplicación de partidos puede deso-
rientar a los electores y puede tener su origen en ambiciones de
personas o grupos.
— 'o Iglesia como tal, se mantendrá independiiente frente a los
parüdcs que intervienen en la comiendo electoral, pero tiene la
obligación de recordar su enseñanza social y dar los criterios ade-
cuados para la actividad política de los ciudadanos a la luz de
lo visión crisiiana del hombre.
— La Iglesia recordará también a los fieles que tienen la obli-
gación moral de intervenir en las elecciones y que, al ejercer el
derecho ciudadano del sufragio, deben votar bien, no por inte-
reses particulares, sino tratando de elegir a aquellas personas que
den más garantía de trabajar por el bien común, por el estable-
cimiento de la justicia social, de la honradez administrativa y por
la solución de los problemas que más afectan a las mayorías del
pueblo ecuatoriano.
134 —
^ BOLETIN ECLESIASTICO
DOCUMENTOS DE LA SANTA SEDE
EL SINODO DE LOS OBISPOS:
NATURALEZA, FUNCIONES Y PERSPECTIVAS PARA EL FUTURO
Amadísimos hermanos :
1. En vuestra última reunión del Consejo de la Secretaría gene-
ral del Sínodo de los Obispos, en la que esbozasteis las líneas del "Ins-
trumentum laboris", propusisteis que tuviera lugar una sesión especial
dedicada de modo particular a las cuestiones internas de esta institu-
ción eclesial, joven, pero ya bien experimentada. Aceptasteis así una
labor suplementaria a vuestro trabajo ordinario. De corazón os lo agra-
dezco a vosotros y también a los oficiales de la Secretaría y a los pe-
ritos cuyo diligente estudio ha constituido una amplia base para vuestra
deliberación acerca de la finalidad y el funcionamiento del Sínodo de
los Obispos.
Esta reunión vuestra ha sido como el intervalo que deja pasar el
operario después de haber cumplido parte del trabajo, deteniéndose un
poco para reflexionar de nuevo sobre las motivaciones y para dispo-
nerse a seguir decididamente la tarea emprendida. El Sínodo de los
Obispos nació en el terreno fecundo del Concilio Vaticano II, pudo ver
la luz gracias al ingenio y sensibilidad de mi predecesor Pablo VI y
empezó a dar sus frutos desde la primera Asamblea ordinaria de 1967.
que tuvo lugar en esta misma sala donde ahora nos encontramos. Desde
entonces, el Sínodo de los Obispos se ha ido reuniendo en fechas de-
terminadas, aunque ha experimentado también otro tipo de Asambleas;
así ha contribuido de manera muy notable a aplicar las enseñanzas y
orientaciones, tanto doctrinales como pastorales, del Concilio Vaticano
II en la vida de la Iglesia universal. El modo como el Sínodo entiende
y aplica el Concilio, se ha convertido casi en el modo de interpretar,
aplicar y desarrollar el mismo Concilio.
BOLETIN ECLESIATICO *
— 135
CONCILIO Y SINODO
En efecto, considerando la riqueza de tantos frutos ya producidos
y las posibilidades mismas de la todavía joven institución del Sínodo,
es justo ante todo dar gracias a Dios, que inspiró su institución y di-
rigió sus trabajos. Igualmente es justo, después de estos años, detenerse
a reflexionar basándose en la experiencia ya adquirida.
2. El Sínodo de los Obispos ha prestado ya grandes servicios
al Concilio Vaticano II y podrá prestar otros en la aplicación y desa-
rrollo de las normas y orientaciones conciliares. La experiencia del
período post-conciliar muestra muy bien cómo la obra del Sínodo ha
sido una expresión del ritmo de la vida pastoral en toda la Iglesia.
A las Asambleas Sinodales asisten representantes de los Pastores
como delegados de cada una de las Iglesias locales de todos los conti-
nentes. Ya durante la fase preparatoria se consulta a las Iglesias locales
y su experiencia de la vida de fe es llevada después por los obispos
a la Asamblea. En ella se intercambian informaciones, sugerencias y
propuestas ; y a la luz del Evangelio y de la doctrina de la Iglesia se
delincan orientaciones comunes que, aprobadas luego por el Sucesor
de San Pedro, repercuten en beneficio de las mismas Iglesias locales,
de manera que toda la Iglesia pueda mantener la comunión en la plu-
ralidad de culturas y situaciones. De esta manera también el Sínodo
de los Obispos confirma magníficamente la naturaleza y realidad de
la Iglesia, en la cual el Colegio Episcopal, "en cuanto compuesto de
muchos, expresa la variedad y universalidad del Pueblo de Dios; y en
cuanto agrupado bajo una sola Cabeza, la unidad de la grey de Cristo"
{Lumen gcntium, 22).
Sin duda, el Sínodo es instrumento de la colegialidad e igual-
mente elemento válido de comunión, aunque de forma diversa a un
Concilio Ecuménico. Se trata, con todo, siempre de un instrumento
eficiente, ágil, oportuno y adecuado para el ministerio de todas las
Iglesias locales y de su recíproca comunión. Esta finalidad, que perte-
nece de por sí al Sínodo en cuanto permanentemente constituido como
"peculiar consejo de los Pastores sagrados", ya estaba presente desde
su institución — ^tal como lo anunció Pablo VI en la Carta Apostólica
"Apostólica sollicitudo" — "de manera que después del Concilio conti-
13G -
üf BOLETIN ECLESTASTICO
nuara afluyendo al pueblo cristiano esa abundancia de beneficios, que
durante el Concilio se recibió felizmente mediante aquella estrecha
unión nuestra con los obispos". Que el Sínodo pueda producir benefi-
cios todavía mayores, depende de la aplicación concreta ((ue se dé a las
conclusiones sinodales bajo la guía de los Pastores y de las Conferen-
cias locales. Esta tarea postsinodal. por tanto, exige la máxima aten-
ción y un cuidado peculiar.
3. Por lo demás, toda la fuerza dinámica del Sínodo de los Obis-
pos — como vosotros habéis puesto de relieve — se funda en la recta
comprensión y en el ejercicio de la colegialidad de los obispos.
En efecto, el Sínodo es una expresión especialmente fructuosa e
instrumento eficacísimo de la colegialidad episcopal, es decir, del par-
ticular servicio o responsabilidad de los obispos en torno al Obispo
de la Iglesia Romana.
Ciertamente el Sínodo es una forma de expresar la colegialidad
de los obispos. Todos los obispos de la Iglesia con el Obispo de Roma
a la cabeza, el Sucesor de Pedro, que es "principio y fundamento per-
petuo y visible de unidad" (Lumen gentium, 23) del Episcopado, cons-
tituyen el Colegio que sucede al Colegio Apostólico, del que Pedro
era la cabeza. La solidaridad que les une y la solicitud por la Iglesia
universal se manifiestan en grado supremo cuando todos los obispos
"cum Petro et sub Petro" se congregan en Concilio Ecuménico. Hay,
evidentemente, una diferencia real y específica entre Concilio y Sínodo ;
con todo, el Sínodo expresa la colegialidad de modo ciertamente intenso,
si bien diversamente de como lo hace el Concilio Ecuménico.
Esta colegialidad se muestra principalmente en el modo colegial
con que los Pastores de las Iglesias locales expresan sus juicios. Cuan-
do los obispos — especialmente tras una adecuada preparación comuni-
taria en las propias Iglesias y colegial en sus Conferencias Episcopales
(conscientes de sus obligaciones respecto a las propias comunidades y
también de su solicitud por toda la Iglesia) — dan testimonio común
de la fe y de la vida de fe, su parecer — si es moralmente unánime —
comporta un peso eclesial peculiar que supera el aspecto simplemente
formal del voto consultivo.
La vitalidad de un Sínodo depende, por cierto, de la diligencia
con que se hace la preparación en las comunidades eclesiales y en las
BOLETIN ECLESIASTICO >!<
— 137
Conferencias Episcopales ; cuanto mejor funciona en concreto la co-
legialidad entre los obispos — que expresa la comunión entre las Igle-
sias particulares — , tanto mayor será la contribución cjue los obispos
aportanui a la Asamblea Sinodal. El ejercicio de la colegialidad de
los Pastores en el Sínodo produce un mutuo intercambio, que sirve
a la comunión misma, tanto de los Pastores entre sí, como de los fie-
les, y en definitiva resulta provechoso a la unidad siempre más pro-
funda y orgánica de la Iglesia. El Sínodo, por tanto, está al servicio
de la comunión eclesial, que no es otra que la misma unidad de la
Isrlesia en su dimensión dinámica.
LA COLEGIALIDAD EPISCOPAL
En el misterio de la Iglesia todos los elementos tienen su proiiio
lugar y función. Así, la función del Pontífice Romano lo inserta pro-
fundamente en el Colegio de los obispos como corazón y quicio de la
comunión episcopal ; su primado, que es a la vez un ministerio para
el bien de toda la Iglesia, le coloca en relaciones de unión y colabo-
ración más intensas. El mismo Sínodo pone más en relieve el nexo
íntimo entre colegialidad y primado : la tarea del Sucesor de Pedro,
en efecto, es un servicio a la colegialidad de los obispos y, a su vez, la
colegialidad efectiva y afectiva de los obispos constituye una ayuda muy
importante al ministerio primacial petrino.
4. Al igual que cualquier institución humana, también el Sínodo
de los Obispos crece y podrá crecer y desarrollar más sus potenciali-
dades, tal como por otra parte ya previó mi antecesor en la Carta
"Apostólica sollicitudo". Algunas formas sinodales — aunque ya están
previstas — todavía no han sido llevadas a cabo de manera adecuada y
suficiente. Vosotros mismos habéis examinado varias posibilidades de
procedimiento y metodológicas y habéis formulado varias propuestas
hechas a lo largo de la existencia de esta institución. Por mi parte,
podéis estar seguros de la gran estima que tengo por la función del
Sínodo de los Obispos en la Iglesia, así como de la plena confianza
que pongo en su actividad al servicio de la Iglesia universal.
En este sentido renuevo el aprecio y el agradecimiento por vues-
tros trabajos, sobre los que invoco la bendición de Dios omnipotente
y la protección de María, Madre de la Iglesia.
* BOLETIN ECLESIASTICO
Juan Pablo Obispo
SIERVO DE LOS SIERVOS DE DIOS
PARA PERPETUA MEMORIA
Con grandísima esperanza, la Iglesia dirige sus cuidados mater-
nales y su atención al Opus Dei, que — por inspiración divina — - el
Siervo de Dios Josemaría Escrivá de Balaguer fundó en Madrid el 2
de octubre de 1928, con el fin de que siempre sea un instrumento apto
y eficaz de la misión salvífica que la Iglesia lleva a cabo para la vida
del mundo.
Desde sus comienzos, en efecto, esta Institución se ha esforzado,
no sólo en iluminar con luces nuevas la misión de los laicos en la Igle-
sia y en la sociedad humana, sino también en ponerla por obra ; se ha
esforzado igualmente en llevar a la práctica la doctrina de la llamada
universal a la santidad, y en promover entre todas las clases sociales
la santificación del trabajo profesional y por medio del trabajo profe-
sional. Además, mediante la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz,
ha procurado ayudar a los sacerdotes diocesanos a vivir la misma
doctrina, en el ejercicio de su sagrado ministerio.
Habiendo crecido el Opus Dei, con la ayuda de la gracia divina,
hasta el punto de que se ha difundido y trabaja en gran número de
diócesis de todo el mundo, como un organismo apostólico compuesto
de sacerdotes y de laicos, tanto hombres como mujeres, que es al
mismo tiempo orgánico e indiviso — es decir, como una institución
dotada de una unidad de espíritu, de fin, de régimen y de formación — ,
se ha hecho necesario conferirle una configuración jurídica adecuada
a sus características peculiares. Fue el mismo Fundador del Opus Dei,
en el año 1962, quien pidió a la Santa Sede, con humilde y confiada
súplica, que teniendo presente la naturaleza teológica y genuina de
la Institución, y con vistas a su mayor eficacia apostólica, le fuese
concedida una configuración eclesial apropiada.
Desde que el Concilio Ecuménico Vaticano II introdujo en el
BOLETIN ffiCLESIASTiCX) C
— 139
ordenamiento de la Iglesia, por medio del Decreto Prcsbyfcroním Or-
dinis, n. 10 — -hecho ejecutivo mediante el Motu proprio Ecclcsiac Saiic-
tae, I. n. A — la figura de las Prelaturas personales para la realización
de peculiares tareas pastorales, se vio con claridad que tal figura ju-
rídica se adaptaba perfectamente al Opus Dei. Por eso, en el año
1969, Nuestro Predecesor Pablo VI, de gratísima memoria, acogiendo
benignamente la petición del Siervo de Dios Josemaría Escrivá de Ba-
laguer, le autorizó para convocar un Congreso General especial que.
bajo su dirección, se ocupase de iniciar el estudio para una transfor-
mación del Opus Dei, de acuerdo con su naturaleza y con las normas
del Concilio X'^aticano II.
Nos mismo ordenamos expresamente que se prosiguiera tal es-
tudio, y en el año 1979 dimos mandato a la Sagrada Congregación
para los Obispos, a la que por su naturaleza competía el asunto, para
que, después de haber considerado atentamente todos los datos, tanto
de derecho como de hecho, sometiera a examen la petición formal que
había sido presentada por el Opus Dei.
Cumpliendo el encargo recibido, la Sagrada Congregación exa-
minó cuidadosamente la cuestión que le había sido encomendada, y lo
hizo tomando en consideración tanto el aspecto histórico, como el ju-
rídico y el pastoral. De tal modo, quedando plenamente excluida cual-
quier duda acerca del fundamento, la posibilidad y el modo concreto
de acceder a la petición, se puso plenamente de manifiesto la oportu-
nidad y la utilidad de la deseada transformación del Opus Dei en Pre-
latura personal.
Por tanto. Nos, con la plenitud de Nuestra potestad apostólica,
después de aceptar el parecer que Nos había dado Nuestro Venerable
Hermano el Eminentísimo y Reverendísimo Cardenal Prefecto de la
Sagrada Congregación para los Obispos, y supliendo, en la medida
en que sea necesario, el consentimiento de quienes tengan o consideren
tener algún interés propio en esta materia, mandamos y queremos que
se lleve a la práctica cuanto sigue.
I
Queda erigido el Opus Dei como Prelatura personal de ámbito
140 —
m BOLETIN ECLESIASTICO
internacional, con el nombre de la Santa Cruz y Opus Dei o, en forma
abreviada. Opus Dei. Queda erigida a la vez la Sociedad Sacerdotal
de la Santa Cruz, como Asociación de clérigos intrínsecamente unida
a la Prelatura.
II
La Prelatura se rige por las normas del derecho general y de
esta Constitución, así como por sus propios Estatutos, que reciben el
nombre de "Código de derecho particular del Opus Dei".
III
La jurisdicción de la Prelatura personal se extiende a los cléirgos
en ella incardinados, así como también — ^sólo en lo referente al cum-
plimiento de las obligaciones peculiares asumidas por el vínculo jurí-
dico, mediante convención con la Prelatura — a los laicos que se de-
dican a las tareas apostólicas de la Prelatura : unos y otros, clérigos y
laicos, dependen de la autoridad del Prelado para la realización de la
tarea pastoral de la Prelatura, a tenor de lo establecido en el artículo
precedente.
IV
El Ordinario propio de la Prelatura del Opus Dei es su Prelado,
cuya elección, que ha de hacerse de acuerdo con lo que establece el
derecho general y particular, ha de ser confirmada por el Romano
Pontífice.
V
La Prelatura depende de la Sagrada Congregación para los Obis-
pos y , según la materia de que se trate, gestionará los asuntos corres-
pondientes ante los demás Dicasterios de la Curia Romana.
V I
Cada cinco años, el Prelado presentará al Romano Pontífice, a
través de la Sagrada Congregación para los Obispos, un informe acerca
de la situación de la Prelatura y del desarrollo de su trabajo apostólico.
BOLETIN ECLESIASTICO >Z<
— 141
VII
El Gobicruu central de la Prelatura tiene su sede en Roma. Queda
erigido, como iglesia prelaticia, el oratorio de Santa María de la Paz,
que se encuentra en la sede central de la Prelatura.
Asimismo, el Reverendísimo Monseñor Alvaro del Portillo, canó-
nicamente elegido Presidente General del Opus Dei el 15 d septiembre
de 1975, queda confirmado y es nombrado Prelado de la Prelatura
personal de la Santa Cruz y Opus Dei, (|ue se ha erigido.
Finalmente, para la oportuna ejecución de todo lo que antecede,
Nos designamos al Venerable Hermano Romolo Carboni, Arzobispo
titular de Sidone y Nuncio Apostólico en Italia, a quien conferimos
las necesarias y oportunas facultades, también la de subdelegar — en
la materia de que se trata — en cualquier dignatario eclesiástico, con
la obligación de enviar cuanto antes a la Sagrada Congregación para
los Obispos un ejemplar auténtico del acta en la que se dé fe de la
ejecución del mandato.
Sin que obste cualquier cosa en contrario.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 28 del mes de no-
viembre del año 1982, quinto de Nuestro Pontificado.
AUGUSTINUS Card. CASAROLI,
Secretario de Estado.
f SEBASTIANUS Card. BAGGIO,
Prefecto de la Sagrada Congregación para los Obispos.
losephus Del Ton, Protonotario Apostólico
Marcellus Rossetti, Protonotario Apostólico
L t P
142 —
« BOLETIN ECLESIASTICO
LA MATERNIDAD DE MARIA
MATERNIDAD DE MARIA OBTENIDA A LOS PIES
DE LA CRUZ
Catequcsis del Papa en la audiencia general del miércoles l\ de mayo
1. "Jesús dijo a la Madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Luego dijo
al discípulo: He ahí a tu Madre" (/w 19, 26 s.).
En este Año Santo nos dirigimos con más fervor a María, porque
un signo especialísimo de la reconciliación de la humanidad con Dios,
ha sido la misión que a Ella se le confió en el Calvario, de ser la Ma-
dre de todos los redimidos.
Las circunstancias en las que fue proclamada esta maternidad de
María muestran la importancia que el Redentor le atribuía. En el
momento mismo en que consumaba su sacrificio, Jesús dijo a la Ma-
dre esas palabras fundamentales: "Mujer, he ahí a su hijo" (/n 19,
26-27). Y anota el Evangelista que, después de pronunciarlas, Jesús
era consciente de que todo estaba cumplido. El don de la Madre era
el don final que El concedió a la humanidad como fruto de su sacrificio.
Se trata, pues, de un gesto que quiere coronar la obra redentora.
Al pedir a María que trate al discípulo predilecto como a su hijo,
Jesús le invita a aceptar el sacrificio de su muerte y, como precio de
esta aceptación, le invita a asumir una nueva maternidad. Como Sal-
vador de toda la humanidad, quiere dar a la maternidad de María
la amplitud más grande. Por esto, elige a Juan como símbolo de todos
los discípulos a los que El ama, y hace comprender que el don de su
Madre es el signo de una especial intención de amor, con la que abraza
a todos los que desea atraer a Sí como discípulo, o sea, a todos los
cristianos y a todos los hombres. Además, al dar a esta maternidad
una forma individual, Jesús manifiesta la voluntad de hacer de María
BOLETIN ECLESIASTICO M
— 143
I
no simplemente la madre del conjunto de sus discípulos, sino de cada -i
uno de ellos en particular, como si fuese su hijo único, que ocupa el ,
puesto de su Unico Hijo. ;
2. Esta maternidad universal, de orden espiritual, era la última <
consecuencia de la cooperación de María a la obra del Hijo divino, una ;
cooperación que comienza en la trémula alegría de la Anunciación y se
desarrolla hasta el dolor sin límites del Calvario. Esto es lo que el '
Concilio Vaticano H ha subrayado, al mostrar la misión a la que Ma- \
ría ha sido destinada en la Iglesia: "Concibiendo a Cristo, engendran-
dolo, alimentándolo, presentándolo al Padre en el templo, padeciendo |
con su Hijo cuando moría en la cruz, cooperó de forma enteramente i
impar a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y í
la ardiente caridad, con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las ]
almas. Por eso es nuestra Madre en el orden de la gracia" (Lumen
gentium, 61 ) .
La maternidad de María en el orden de la gracia "continúa sin \
interrupción" hasta el fin del mundo, afirma el Concilio, que pone de \
relieve en particular la ayuda aportada por la Santísima Virgen a los \
hermanos de su Plijo en sus peligros y afanes (c/. Lumen gentium, 62).
La mediación de María constituye una participación singular en la \
mediación única de Cristo, que, por lo mismo, no queda ofuscada ni
en lo más mínimo, sino más bien queda como hecho central en toda j
la obra de la salvación. •
Por eso, la devoción a la Virgen no está en contraste con la devo-
ción a su Hijo. Mas aún, se puede decir que, al pedir al discípulo
predilecto que tratara a María como a su Madre, Jesús fundó el culto \
mariano. Juan se dio prisa en cumplir la voluntad del Maestro : Desde
aquel momento recibió en su casa a María, dándole muestras de un
cariño filial, que correspondía al afecto materno de Ella, inaugurando ■
así una relación de intimidad espiritual que contribuía a profundizar \
la relación con el Maestro, cuyos rasgos inconfundibles encontraba de ;
nuevo en el rostro de la Madre. En el Calvario, pues, comenzó el mo- j
vimiento de devoción mariana, que luego no ha cesado de crecer en la !
comunidad cristiana. '
3. Las palabras que Cristo crucificado dirigió a su Madre y al ■
144 —
ít BOLETIN ECLESIASTICO
discípulo predilecto, han dado una nueva dimensión a la condición re-
ligiosa de los hombres. La presencia de una Madre en la vida de la
gracia es fuente de consuelo y alegría. En el rostro materno de María
los cristianos reconocen una expresión particularísima del amor mise-
ricordioso de Dios, que, con la mediación de una presencia materna,
hace comprender mejor su propia solicitud y bondad de Padre. María
aparece como Aquella que atrae a los pecadores y les revela, con su
simpatía e indulgencia, el don divino de reconciliación.
La maternidad de María no es sólo individual. Tiene un valor
colectivo que se manifiesta en el título de Madre de la Iglesia. Efectiva-
mente, en el Calvario Ella se unió al sacrificio del Hijo que tendía
a la formación de la Iglesia; su corazón materno compartió hasta el
fondo la voluntad de Cristo de "reunir en uno todos los hijos de Dios
que estaban dispersos" {I\n 11, 52). Habiendo sufrido por la Iglesia,
María mereció convertirse en la Madre de todos los discípulos de su
Hijo, la Madre de su unidad. Por esto, el Concilio afirma que "la
Iglesia católica, instruida por el Espíritu Santo, la venera, como a
Madre amantísima, con afecto de piedad filial" {Lumen gentium, 53).
La Iglesia reconoce en Ella una Madre que vela por su desa-
rrollo y que no cesa de interceder ante el Hijo para obtener a los
cristianos disposiciones más profundas de fe, esperanza y amor. María
trata de favorecer lo más posible la imidad de los cristianos, porque
una madre se esfuerza por asegurar el acuerdo entre sus hijos. No hay
un corazón ecuménico más grande, ni más ardiente, que el de María.
La Iglesia recurre a esta Madre perfecta en todas sus dificultades;
le confía sus proyectos, porque, al rezarle y amarla, sabe que responde
al deseo manifestado por el Salvador en la cruz, y está segura de no
quedar defraudada en sus invocaciones.
BOLETIN ECLESIASTICO
— ]4d
MEXSAJF. DF.L PAPA AL niJ COXCRBSO MISIONERO
MEXICAXO Y AL II COXGRESO MISIOXERO
LATIXOAMRRICAXÜ, CELEBRADOS EX TLAXCALA,
MEXICO
Del 17 al 21 de mayo ha tenido lugar en Tlaxcala {México) el
VIII Congreso Misionero Mexicano y el II Congreso Misionero Latino-
americano, en los que han participado representaUtes de todos los
sectores misioneros de la Iglesia. La importancia de este acontecimiento
eclesial queda demostrada de modo especial por el interés del Santo
Padre al nombrar un Legado suyo. Fue designado para esta repre-
sentación el cardenal arzobispo de San José de Puerto Rico, Luis Aponte
Martine::. Para hacer más viva su participación y presencia, Juan Pablo
II envió a los congresistas el siguiente mensaje transmitido por tele-
visión el día 17.
Amados hermanos en el Episcopado y queridos congresistas :
Con gran gozo dirijo mi palabra a vosotros, que os habéis con-
gregado en Tlaxcala, primera sede episcopal de México, para celebrar
el VIII Congreso Misionero Mexicano y el II Congreso Misionero
Latinoamericano en torno al lema: Con María, misioneros de Cristo.
Saludo también a todos vosotros, hombres y mujeres de Latirioamérica,
que estáis espiritualmente unidos a cuantos, animados por un mismo
celo msionero, quieren ofrecer con este encuentro eclesial una válida
respuesta de la Iglesia en América Latina a la misión evangelizadora
de la Iglesia universal. Y quieren hacerlo comprometiéndose, junto con
María, modelo y primera evangelizadora de América, en una más eficaz
cooperación en la maravillosa tarea de hacer presente a Cristo en todo
el mundo.
He seguido con alegría vuestros pasos preparatorios. Digno de
encomio es el tr?bajo que habéis emprendido en cada una de vuestras
146 —
* BOLETIN ECLESIASTICO
diócesis y naciones, con sus 36 precongresos ; 8 de carácter nacional
y 28 de tipo diocesano o regional. En todo habéis tenido como fina-
lidad despertar o reavivar el espíritu misionero de la Iglesia, tanto
en los individuos como en las comunidades eclesiales, y provocar una
profunda toma de conciencia del compromiso que todo cristiano debe
sentir de hacer ver y mantener a la Iglesia como verdadero sacramento
universal de salvación.
Me alegra poder constatar en vuestras tareas, espiritual y casi
sensiblemente, la unidad y eficacia de vuestros renovados esfuerzos
misioneros.
Durante cinco siglos, hombres de Iglesia han depositado en Amé-
rica la semilla del Evangelio. Ella ha dado ciertamente sus frutos. Gran-
des e innumerables han sido las obras realizadas en todo este largo
período, pero sobre todo, ha sido difundido por todo el continente el
nombre del único Salvador, Jesucristo; ha sido implantada la Iglesia,
se ha difundido el espíritu de amor.
Ahora, bien convencidos de que hay que profundizar el trabajo
hecho, vuestro amor a Cristo y al hombre os hace entender con cla-
ridad que "finalmente, ha llegado para América Latina la hora. . . de
proyectarse más allá de sus propias fronteras, 'ad gentes' " (Puebla, 368.)
Esta apertura hacia el mundo misionero, esta contribución al de-
sarrollo de las nuevas Iglesias y particularmente al incremento de las
vocaciones sacerdotales, religiosas y del laicado comprometido, será sin
duda, como afirmara mi predecesor Pablo VI, en beneficio del creci-
miento de la vitalidad cristiana y del aumento, también para vuestras
diócesis, de nuevas y dinámicas vocaciones que os enriquecerán a vo-
sotros y a toda la Iglesia.
Guiados por el ejemplo de María, confiando en su ayuda, y en
íntima comunión con la Iglesia universal y con el Sucesor de Pedro,
haced cada vez más real la dimensión misionera de la Iglesia. Anun-
ciad a todos los hombres que Jesucristo ha sido, es y será, el "camino,
la verdad y la vida". Sin vacilaciones ni compromisos que os aparten
de la verdad, esforzaos por comprender el dolor humano y por amar
BOLETIN ECLESIASTICO Ü
— 147
verdaderamente, siendo ar.tónticos discípnlos de Cristo y estableciendo
con El una comunión intima de vida y de ideales.
Llevad el afán misionero de Cristo siempre y a todas partes, para
que el hombre de nuestro tiempo encuentre en El la respuesta a sus
angustias, esperanzas y aspiraciones. Para que encuentre a Cristo y lo
reconozca como su único y pleno Salvador.
Santa María de Guadalupe, Patrona de México y de América
Latina, esté con vosotros. Sea Ella la Estrella de la evangelización, sea
Ella vuestro Modelo y Madre. Pido al Señor, por su intercesión, que
asista, que haga muy fecundos vuestros trabajos y compromisos, mien-
tras con gran esperanza os bendigo de corazón, en el nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo. Así sea.
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 148
DOCUMENTOS DE EA IGEESIÁ
EN AMERICA EATINA
CELAM: XIX ASAMBLEA ORDIXARIA
PUERTO PRINCIPE, 9 - 14 DE MARZO
RECOMENDACIONES FINALES
1. Que el CELAM haga un estudio del discurso dirigido por Su
Santidad Juan Pablo II a los participantes en la XIX asamblea ordi-
naria y lo envíe a todos los obispos de América Latina.
2. Que la Presidencia del CELAM trate con la Santa Sede so-
bre la posibilidad de realizar la IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano en 1992, V centenario del comienzo de la Evangeli-
zación de América Latina. Si la propuesta es aceptada, el CELAM
dialogue con las Conferencias Episcopales para crear el ambiente ade-
cuado de celebración.
3. Que el CELAM, por medio de sus órganos especializados,
responda a la inquietud de los obispos latinoamericanos en la profun-
dización del tema de la colegialidad episcopal, animando con servicios
adecuados los diversos aspectos que abarca la auténtica colegialidad.
4. Que el CELAM ofrezca a las Conferencias Episcopales una
reflexión teológica integral sobre la problemática de la "iglesia popular"
que comprenda los diversos aspectos doctrinarios, las motivaciones so-
cio-político-económicas y las implicaciones culturales y pastorales.
5. Que el CELAM haga estudiar las líneas maestras para la
evangelización y la pastoral de la cultura y las subculturas en América
Latina.
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 149
6. Que el CELAM, por medio de sus órganos especializados, con
motivo (le los 20 años del Concilio Vaticano 11, continúe ])romov¡endo
la profnndización de su doctrina para una renovacii')n teológica que
responda a las expectativas del mundo moderno y sea medio i)ara ade-
cuar la pastoral.
7. ()ue el CELAM, por medio del secretariado general, ofrezca
cursos itinerantes sobre el nuevo Código de Derecho Canónico, desti-
nados a obispos y sacerdotes, haciendo énfasis en los puntos (jue el
Códi^ro deja a la determinación de las Conferencias Ejiiscopales.
8. Oue la Presidencia del CELA?J, consultadas las Conferencias
Episcopales, revise los estatutos y el reglamento del Consejo con miras
a su actualización a la luz del nuevo Código de Derecho Canónico, del
Documento de Puebla v teniendo en cuenta la experiencia de la vida
del CELAM.
'í. Oue la Presidencia del CEL.VM dialogue con los señores
obisjjos de Estadías Unidos y Canadá .sobre las condiciones i)ara la
])articií^ación en las reuniones interamericanas de obi,spos.
ÍO. Que la Presidencia del CELAM organice, a la mayor bre-
vedad posible, la celebración de una reunión interaniericana de obispos
para tratar, como aspecto prioritario, el problema que en el orden pas-
toral, religioso y politico representan las sectas provenientes ])rincipal-
mente de Estados Unidos y Canadá.
11. Que el CELA]\L en coordinación con el Secretariado Epis-
copal de América Central — SEDAC — promueva una especial ayuda
]>astoral a las Iglesias de América Central, actualmente las más nece-
sitadas.
12. Que por motivos de austeridad, dada la situación económica
por la ([ue atraviesa América Latina, se congele el tope del actual pre-
supuesto para los dos próximos años ; que el secretariado general revise
la nómina del personal y lo reduzca al estrictamente necesario : que los
distintos órganos del Consejo coordinen sus encuentros, celebrando so-
lamente los indispensables y en los lugares que más favorezcan la aus-
teridad ; (|ue los departamentos y las secciones se ciñan estrictamente
^ BOLETIN ECLESIASTICO
a los presupuestos. Si quedare algún remanente, pase al fondo de auto-
financiación.
13. Que el secretariado general continúe profundizando en la
doctrina y la aplicación del Documento de Puebla, de acuerdo con los
documentos posteriores de la Iglesia.
14. Que el secretariado general ofrezca a las Conferencias Epis-
copales una información frecuente sobre la situación de las Iglesias que
tienen problemas especiales, contando siempre con los datos y el bene-
plácito de las Conferencias interesadas.
15. Que el secretariado general prosiga el acompañamiento a las
Iglesias de las Antillas.
16. Que el secretariado general adopte criterios sobre las publi-
caciones, atendiendo fundamentalmente a la calidad y la utilidad de las
mismas.
17. Que el secretariado general promueva la publicación de una
colección, por temas, de documentos producidos por las Conferencias
Episcopales y los obispos de América Latina, de acuerdo con aquellas
y éstos.
18. Que el secretariado general constituya una comisión inter-
departamental que, bajo su dirección, se encargue de animar la pastoral
de los constructores de la sociedad.
19. Que el secretariado general, con su sección para ecumenismo,
organice un equipo de expertos que oriente y anime el trabajo de
investigación de las Conferencias Episcopales sobre las sectas, desde
el punto de vista antropológico, sociológico, económico y doctrinario
(especialmente en los puntos atacados por dichas sectas), para la acción
pastoral correspondiente.
DEPARTAMENTO DE PASTORAL SOCIAL
20. Que se cambie el nombre de departamento de acción social
por departamento de pastoral social.
BOLETIN ECLiESIASTiCO «
— 151
21. Que el presidente del departamento de pastoral social tenga
presente al obispo vicepresidente de Caritas internacional para América
Latina, al proponer los nombres de los miembros de la comisión epis-
copal del departamento para la aprobación de la Presidencia del CE-
LAM.
22. Que el departamento de pastoral social ofrezca a las Con-
ferencias Episcopales de América Latina el material para que editen
sus "versiones populares" de la obra "Ee cristiana y compromiso social".
23. Que el departamento de pastoral social organice cursos so-
bre doctrina social de la Iglesia para los constructores de la sociedad
y apoye una adecuada evangelización del mundo del trabajo, a la luz
de la Encíclica Laborcm excrccns y otros documentos del magisterio
pontificio
24. Que el departamento de pastoral social, en colaboración con
el departamento de misiones, promueva estudios y apoye iniciativas de
las Conferencias Episcopales, encaminadas a la promoción integral de
los indigenas, dentro del respeto a su propia cultura.
DEPARTAMENTO DE EDUCACION
25. Que el departamento de educación, siguiendo las líneas de
Puebla, intensifique entre los educadores católicos, preferentemente lai-
cos, la formación de sus conciencias en el plano de la educación evan-
gelizadora.
26. Que el departamento de educación anime y apoye a las Con-
ferencias Episcopales para lograr que los agentes de la pastoral educa-
tiva no abandonen su tarea ni la limiten a una u otra clase social, salvo
siempre la opción preferencial por los pobres.
27. Que el departamento de educación dé los pasos necesarios
para la organización de un secretariado de padres de familia y apode-
rados de colegios y escuelas católicos, a nivel latinoamericano.
28. Que el departamento de educación continúe los encuentros
con la Confederación Interamericana de Educadores Católicos — CIEC —
J5?. -
^ BOLETIN ECLESIASTICO
y con la Federación Internacional de Universidades Católicas — FIUC — , ;
iniciados en el período pasado y que se consideran de gran importancia. \
j
29. Que el departamento de educación efectúe el proyecto del l
encuentro con religiosos educadores y publique el estudio sobre el tema '
DEPARTAMENTO DE COMUNICACION SOCIAL i
30. Que el departamen' . Je comunicación social promueva la i
coordinación de Medios de Conu.iucación Social a nivel latinoamericano. '
31. Que el departamento de comunicación social continúe el es- !
tudio del proyecto de emisora potente para el Caribe y emprenda el ;
mismo estudio para otras regiones del continente. j
32. Que el departamento de comunicación social culmine su es- ]
tudio sobre la "Integración de la comunicación en la pastoral orgánica" i
para facilitar a las Conferencias Episcopales el cumplimiento de la re- -
comendación de Puebla sobre este punto. ]
33. Que el departamento de comunicación social promueva la '
formación en la comunicación social de los agentes pastorales, de los í
especializados en dicha área, del gran público y de los estudiantes de i
seminarios. '
i
34. Que el departamento de comunicación social promueva la i
creación de centros de programación de video-casettes a nivel latino- !
americano. í
DEPARTAMENTO DE CATEQUESIS \
35. Que el departamento de catcquesis propicie la preparación '
y formación de agentes de catcquesis a nivel de catequistas, dirigentes ;
de nivel medio y catequistas de base, ofreciendo servicios concretos a j
las Conferencias Episcopales y a las diócesis más necesitadas. |
36. Que el departamento de catcquesis elabore un documento que j
contenga elementos para acompañar el proceso catequético en América j
Latina.
BOLETIN ECLESIASTICO *
153
37. Que el departamento de catequesis estudie más ])rofunda-
mente en qué sentido deba entenderse la relación entre realidad humana
y revelación divina en el ])unto de partida de la evangelización.
38. Oue el departamento de cate(|uesis, en el campo de su com-
petencia, atienda prioritariamente a las Iglesias de América Central y
del Caribe.
39. Que el departamento de cate(|uesis trabaje para cpie se in-
cluya la doctrina social de la Iglesia en la catequesis, de manera que
se superen por una parte los peligros de la ideologización de la fe y se
llegue por otra al compromiso en la vida.
40. Que el departamento de catequesis, en coordinación con
departamento de educación, promueva estudios y orientaciones para la
catequesis en las escuelas y colegios oficiales y privados, confesionales
o no, de acuerdo con los documentos del Magisterio, especialmente la
Exhortación Catcchcsi tradcndac y Puebla.
41. Que el departamento de catequesis propicie un aprovecha-
miento mayor de la liturgia como lugar privilegiado de catequesis, es-
pecialmente en las celebraciones de la Palabra de Dios y de la Euca-
ristía, y en la preparación de los sacramentos.
DEPARTAMENTO DE LITURGL4
42. Que el departamento de liturgia prosiga la colaboración con
el departamento para la vida consagrada y con la CLAR, con miras
a la iniciación litúrgica en las comunidades religiosas y sus casas de
formación.
43. Que el departamento de liturgia, en coordinación con el de-
partamento de misiones, organice un ecpipo investigador de las cul-
turas indígenas, con el objeto de favorecer la encarnación de la litur-
gia en esas culturas. Para las adaptaciones litúrgicas propuestas, pida
a la Santa Sede hacer estudios de la materia, con la participación de
expertos de las regiones interesadas.
44. Que el departamento de liturgia emplee el Instituto Teológico
154 —
gEl BOLETIN EOLESIASTICX)
Pastoral del CELAM como lugar para jornadas de estudio y produc-
ción de ayudas pastorales, con la colaboración de los profesores que
colaboran en la sección de espiritualidad y liturgia.
DEPARTAMENTO DE MISIONES
45. Que el departamento de misiones siga promoviendo la fun-
dación por parte de las Conferencias Episcopales de centros nacionales
de animación misionera y seminarios "ad gentes". Propicie el desa-
rrollo de los Congresos Misioneros latinoamericanos que se realicen
cada cinco años.
DEPARTAMENTO DE LAICOS
46. Que el departamento de laicos colabore con las Conferencias
Episcopales para continuar ofreciendo cursos de concientización sobre
el ser y la misión del laico y sobre organización del laicado, a nivel
diocesano y nacional.
47. Que el departamento de laicos organice cursos de formación
para orientar a los laicos en los principios éticos de la conducción de
la sociedad en los aspectos político, laboral, económico, etc.
DEPARTAMENTO DE VOCACIONES Y MINISTERIOS
48. Que el departamento de vocaciones y ministerios trate de
precisar el perfil del presbítero del año 2000. Sin alterar su identidad
teológico-pastoral básica, será necesario estudiar en profundidad los
nuevos condicionamientos de la sociedad actual que afectan su vida y
su ministerio, para tener elementos de referencia.
49. Que el departamento de vocaciones y ministerios, en cola-
boración con la Organización de Seminarios Latino Americanos
— 'OSLAM — , trabaje porque se incluyan en la formación de los semi-
naristas el estudio sistemático de la doctrina social de la Iglesia y íe-
mas relativos a comunicación social, teología del laicado, pastoral so-
cial y ecología.
50. Que el departamento de vocaciones y ministerios, en cola-
BOLETIN EQLESIASTICO ►!<
— 155
boración con la Organización de Seminarios Latino Americanos
— OSLAM — , promueva la elaboración y publicación de textos para
los cursos filosóficos y teológicos destinados a la formación de los
futuros sacerdotes.
51. -Que el departamento de vocaciones y ministerios preste una
peculiar ayuda a las Conferencias Episcopales y de América Latina,
especialmente a las de América Central, el Caribe y las Antillas, para
la elaboración de programas y la evaluación de experiencias sobre el
diaconado permanente.
DEPARTAMENTO PARA LA VIDA CONSAGRADA
52. Que el departamento para la vida consagrada, cuando lo
soliciten las Conferencias Episcopales, estudie el problema que presen-
tan a las diócesis los sacerdotes, religiosos y religiosas que llegan r
América Latina a trabajar, en virtud de contratos con los Gobiernos,
independientemente y a veces contra la voluntad de los Ordinarios res-
pectivos.
53. Que el departamento para la vida consagrada intensifique
sus relaciones con la CLAR.
54. Que el departamento para la vida consagrada publique y
difunda el documento emanado de la reunión de obispos y superiores
mayores de América Central y Panamá, celebrada en Roma en julio
de 1981 con la presencia de los señores cardenales. Prefectos de las
Sagradas Congregaciones para los Obispos, Religiosos e Institutos Se-
culares y la Evangelización de los Pueblos.
55. Que el departamento para la vida consagrada recomiende
que cuando los superiores mayores visiten sus comunidades en una
diócesis, comuniquen oportunamente sobre el particular al obispo.
SECCION DE ECUMENISMO
56. Que la sección de ecumenismo continúe promoviendo en el
ámbito latinoamericano el diálogo ecuménico con las Iglesias históricas.
* BOLETIN ECLESIASTICO
57. Que la sección de ecumenismo promueva encuentros regio-
nales con los responsables de ecumenismo en las Conferencias Episco-
pales, para animar la acción ecuménica.
58. Oue la sección de ecumenismo prepare elementos para una
pastoral ecuménica que tenga en cuenta la realidad y las necesidades
de América Latina.
59. Que la sección de ecumenismo estudie y projíonga una pas-
toral integral que responda al fenómeno de las sectas, teniendo en
cuenta la defensa y la profundización de la fe en nuestro pueblo : sus
aspiraciones religiosas y las razones de la difusión de las sectas en
América Latina.
60. Que la sección de ecumenismo, de acuerdo con el secreta-
riado general, mantenga frecuentes contactos con las Conferencias Epis-
copales de Estados Unidos y Canadá, con miras a contrarrestar el pro-
selitismo que realizan en América Latina las sectas y otras formas re-
ligiosas provenientes de esos países, las cuales minan la fe del pueblo
y el prestigio de la Iglesia.
6L Que la sección para los no creyentes mantenga la recomen-
dación de Punta de Tralca que dice: "Colabore en la preparación de
agentes cualificados para una pastoral que tenga en cuenta los amplios
sectores de la no-creencia y la falsa religiosidad; ateísmo "científico"
de sectores intelectuales y estudiantiles; ateísmo práctico de sectores
consumistas o indiferentes; desviaciones y mistificaciones de la religio-
sidad popular".
SECCION PARA LA JUVENTUD
62. Que la sección para la juventud elabore una propuesta global
que oriente la pastoral juvenil hacia la construcción de la civilización
del amor, en miras a la celebración del Año Internacional de la Ju-
ventud de 1985.
63. Que la sección para la juventud especifique la pastoral ju-
venil según los diversos ambientes, como el rural, el obrero, el estu-
diantil, el marginado, etc.
BOLETIN ECLESIASTICO
- 157
SECCION DE PASTORAL FAMILIAR
64. Oiie la sección de pastoral familiar realice una investigación
sociológica sobre la situación de la familia latinoamericana.
65. Oue la sección de pastoral, familiar dé prioridad al estudio,
la difusión y la aplicación de la Exhortación Faniiliaris consorcio, me-
diante encuentros, publicaciones y un curso especial en el Instituto Teo-
lógico-Pastoral del CELAM, ofreciendo los medios para realizar este
trabajo.
66. Que la sección de pastoral familiar organice en el Instituto
Teológico Pastoral del CELAM en 1984, un curso de dos meses para
agentes de pastoral familiar.
67. Oue la sección de pastoral familiar favorezca la creación en
cada país de un organismo específico de pastoral familiar, a nivel na-
cional.
68. Que la sección de pastoral familiar ofrezca informaciones pe-
riódicas a las Conferencias Episcopales sobre temas como planificación
familiar, esterilización, aborto, bibliografía, etc.
69. Que la sección de pastoral familiar siga elaborando el elenco
de los organismos de pastoral familiar a nivel continental.
70. Que la sección de pastoral familiar, en coordinación con los
departamentos respectivos, piense en la posibilidad de algunas publica-
ciones, como catecismo familiar, liturgias domésticas y oraciones fa-
miliares, manual de pastoral familiar, preparación al matrimonio y so-
bre familias incompletas.
Consejo Episcopal Latino Americano
158 —
* BOLETIN ECLESIASTICO
DOCUMENTOS DE LA CONFERENCIA
EPISCOPAL ECUATORIANA
CARTA DE S. E. MONS. GONZALEZ, PRIMER VICEPRESIDENTE DE LA C.C.E.
Quito, Mayo 18 de 1983
EXCELENCIA:
El señor Cardenal Pablo Muñoz Vega, Arzobispo de Quito, y
Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, va a celebrar el
lunes, 25 de Julio del año en curso, las bodas de oro de su ordenación
sacerdotal. Recibió el sacerdocio, en Roma, el 25 de Julio de 1933,
cuando también se celebraba un "Año Santo", en la XIX centuria de
la Redención.
En la Arquidiócesis de Quito nos disponemos a celebrar esta fe-
cha jubilar con una Eucaristía solemne en la Catedral Metropolitana,
que se llevará a cabo el mismo dia lunes, 25 de Julio a las 12h00. Por
la tarde se tendrá una sesión solemne en el local que se determinará
oportunamnte.
Me permito formularle, de parte de la Arquidiócesis de Quite,
una cordial invitación para que V. E. tenga la bondad de participe
en la concelebración de la Eucaristía y también en la sesión solemne.
Aprovechando de la reunión del Comité Permanente Ampliado
de la Conferencia Episcopal, y antes de iniciarla formalmente, nos reu-
nimos los Obispos integrantes del mismo Comité para tratar acerca
del homenaje de la Conferencia Episcopal al señor Cardenal con mn
tivo del quincuagésimo aniversario de su ordenación sacerdotal. En
forma unánime vimos la necesidad de contar con la presencia de todos
los señores Prelados del Ecuador en la celebración de dicho homenaj -
En consecuencia, se resolvió pedir la participación de todo el
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 159
Episcopado en la Misa concelebrada y que en la sesión solemne de ese
mismo día Monseñor Bernardino Echeverría Ruiz, Arzobispo de Gua-
yaquil, presente su voto de felicitación al señor Cardenal en nombre
de la Conferencia Episcopal.
Se convino también en que la Conferencia Episco])al, oportuna-
mente, haga la entrega al señor Cardenal de una ofrenda con la contri-
bución voluntaria de todos los miembros de la Conferencia. Esta con-
tribución debe ser enviada a la Secretaría General de la Conferencia
Episcopal, a más tardar, hasta el 1- de Julio próximo.
Al dar a conocer a Su Excelencia de este particular, me es grato
expresarle el testimonio de mi fraterna consideración.
Afectísimo en Cristo,
t ANTONIO J. GONZALEZ Z.,
Arzobispo Coadjutor de Quito,
P. Vicepresidente de la Conferencia Episcopal.
160 —
* BOLETIN ECLESIASTICO
El Sentido Profuinh del Jubileo de la Redención
En los Años 1983 - 1984
DE LA HOMILIA DEL SR. CARDENAL ARBOZISPO
DE QUITO DEL 25 DE MARZO DE 1983
En la Bula de convocación del Jubileo (jue comienza hoy solem-
nemente en Roma con la ceremonia de apertura de la Puerta Santa
S. S. Juan Pablo II nos dice que ha tomado la decisión de llevarlo -
cabo, movido por el deseo de dedicar un año entero a recordar de mo-
do especial la Redención, a fin de que ésta penetre más a fondo en el
pensamiento y en la acción de toda la Iglesia, Bula Aperite Portas, 2.
Dando énfasis a una idea peculiar el Papa nos dice que "este Jubileo
adquiere el caríicter de un desafío lanzado al hombre de hoy, para que
comprenda más a fondo el misterio de la Redención, se deje aferrar
por este movimiento extraordinario de atracción hacia la Redención".
Alocución del 23-XII-82, 3.
La frase "un desafío al hombre de hoy", tiene para mí un valor
extraordinario que creo puede alcanzar amplias resonancias. Quien la
pronuncia es uno de los grandes Guías de este Siglo XX que se ha
dedicado con afán incansable a sondear el misterio del hombre de nues-
tro tiempo. En sus viajes apostólicos a las jóvenes naciones del Africa,
a doce países grandes y pequeños de América Latina, a naciones tan
poderosas del primer mundo como Alemania, Francia, Inglaterra, Es-
tados Unidos, a pueblos orientales de tan antigua cultura como la In-
dia y el Japón, en sus visitas pastorales a lo largo y ancho de la pe-
nínsula itálica, Juan Pablo II se ha definido a sí mismo como "un pe-
regrino hacia el corazón del hombre". Lo que constituye el centro de
interés en todas sus giras de Pastor supremo es el encuentro con el
hombre de hoy en todas las latitudes, en todas las culturas, en iodos
los ambientes.
Pues bien, cuando su conocimiento del hombre de nuestro tiempo
BOLETIN ECLESIASTICO i-I)
- 161
ha alcanzado una amplitud y una profundidad en la que ningún con-
temporáneo podría ya igualarle Juan Pablo II se decide a proclamar
un Jubileo, que por ser conniemorativf) del 1950 aniversario de la
Redención, reviste el carácter de un desafio a la conciencia moderna.
¿Cuál es el sentido profundo de tal decisión? Es lo que desearla inter-
pretar en esta hora en la (|ue unimos nuestra vo7. a la del Santo Padre
(|ue proclama: "al)rid las puertas al Redentor"!
Comencemos por notar que "el hombre de hoy" en el que piensa
Juan Pablo II., es el hombre que, partiendo del humanismo ateo cuyo
ambiente respira, se encvientra en plena realización de una gigantesca
y amarga experiencia: la experiencia de su grandeza y de su miseria
en perspectivas que dan vértigo.
Nunca hubo en la inteligencia y en el corazón humanos una so-
berbia como la (|ue hoy impera en tantos hombres al sentirse due'ios
de unas riquezas y de unos poderes .sobre el mundo como jarnos sr
conocieron en la historia ; pero nunca hubo tampoco un cúmulo de
injusticias y de dolores tan ingente como el que hoy nos oprime, y
jamás hubo el peligro, como el que hoy nos amenaza, de que llegue
una guerra que aniquile, no ya grandes ejércitos enemigos, sino en-
teras naciones.
En el epicentro de esta formidable experiencia de grandeza y de
miseria está el debate entre la fe y la incredulidad sobre el mensaje
cristiano de la Redención. Las tesis anticristianas del humanismo ateo
son muchas y diversas ; pero hay una sobre todo, una (jr.e se esgrime
con particular vehemencia : es la que se opone directa y radicalmente
al dogma de la Redención expresado en el texto del Nuevo Testamento:
"Jesús es aquella piedra que vosotros desechasteis al edificar, la cual
ha venido a ser la piedra angular ; fuera de El no hay que buscar la
salvación en ningún otro ; pues no se ha dado a los hombres otro
nombre debajo del cielo por el cual podamos salvarnos" . . . Hechos
IV, 11-12.
Está, pues, comunicada con luz del cielo la gran verdad de la
redención del hombre por Jesucristo : fuera de El no es posible hallar
la salvación de la miseria en la que la humanidad hoy más que en
otros tiempos se halla sumergida. En oposición frontal a ella, el hu-
162 -
i¡f BOLETIN ECLESIASTICO
manismo ateo proclama la liberación del hombre por sí mismo, enten-
diendo que no hay otro reino de bienaventuranzas que el que podrj'i
labrar él sobre la tierra. Hunde sus raíces este humanismo en el Libre-
pensamiento de la era iluminista del que dimana la doctrina segim la
cual el hombre se es su propio fin, su propio legislador y salvador. El
marxismo no hace otra cosa que radicalizar este rechazo de la reve-
lación cristiana y particularmente del dogma de la Redención. "Hom-
bre sí, Dios no", es una síntesis de esta posición ideológica radicali-
zada hasta el extremo.
Un punto que está en juego en este debate es el de la relación
entre el sentido del pecado y el sentido de Dios. En el humanismo ateo
une y otro desaparecen, ya que todo el esfuerzo consiste i^n ^.ustraer
las acciones humanas, en su totalidad, de toda referencia a la respon-
sabilidad religiosa ante Dios. Es oportuno recordar que para Marx no
hay más pecado que el del sistema; para él no existe el pecado perso-
nal. Las situaciones de injusticia y todos los conflictos son consecuen-
cias de malas estructuras irremadiables que es preciso anicjuilar. La
imagen escatológica que irradia esta concepción, que se cree la más
humanitaria, presenta un paraíso más allá de la liquidación radical del
sistema enemigo, el sistema capitalista.
Si tenemos presente este contexto histórico, podremos comprender
mejor la mente y el corazón del Papa, cuando proclama: "Desde aquí
grito a toda la Iglesia: Abrid las puertas al Redentor"'- Es tm grito
ante un terrible fenómeno de nuestro tiempo, el ateísmo político mili-
tante que ya domina en inmensas zonas de la vida humana moderna
e intenta cerrar las puertas a todo rayo de fe en un Liberador que
no sea meramente HOMBRE. Con el Jubileo de la Redención, Juan
Pablo n sale al paso a este error terrible y devastador.
Lo que principalmente debemos predicar al conmemorar el acon-
tecimiento de la Redención es que, en último análisis, la causa de la
alienación del hombre está en el pecado que lo domina. Sólo mediante
la liberación del pecado vuelve el hombre a ser él mismo. Y hay que
decir que el pecado en su significado de soberbia egoísta engendradora
de injusticias terriblemente antihumanas no es el triste privilegio de
una. clase, de un pueblo determinado o de un determinado imperio ; es
gusano que horada todo corazón humano sin excepción y afecta hasta
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 163
la médula y las entrañas a todos los imperios, a todos los regímenes
y a todos los partidos. Y es así mismo necesario prcKlamar (|ne no
hay poder moral alguno que pueda llegar hasta la raíz del mal que
produce la podredumbre moral de las instituciones. Sólo Jesucristo,
ponjue no es solamente hombre, sino también Dios, tiene el poder infi-
nito del que dimana para todos los que creen en El una nueva manera
de ser hombre y juntamente con ella una nueva manera de ser "her-
manos".
De ninguna manera puede ser liberadora una fe cristiana sin Re-
velación ni Redención sobrenatural, una fe entendida como una com-
binación de símbolos que expresan el proceso histórico de nuestra hu-
manización o como un mito que pudiera servir hasta para ilustrar el
significado de la lucha niarxista por la liberación. Hay que rechazar
con la mayor decisión esta peligrosa infiltración que destruye la raíz
misma de nuestra fe en Jesucristo, Redentor del hombre. Hay que
"convertirse", es decir, negarse a sí mismo como principio de la propia
salvación y abrirse al Unico que puede salvar, al Hombre-Dios que
en la cruz dijo: "Todo está acabado".
El acontecimiento decisivo de la historia de la liberación del hom-
bre se ha producido ya : no es otro que la muerte y resurrección de
Jesucristo. Solo mirándolo en la cruz, venerando sus llagas y contem-
plando al mismo tiempo cómo en esas mismas llagas resplandece la
gloria del triunfo sobre el pecado y la muerte, podemos encontrar
fuerzas incontrastables para comprometer nuestras vidas en el servicio
de su causa, que es la de liberar al mundo de sus terribles esclavitudes.
164 —
* BOLETIN ECLESIATICO
DOCUMENTOS ARQUIDIOCESANOS
HOMILIA DEL SR. CARDENAL, ARZOBISPO DE QUITO
EN LA NOVENA DE LA DO LO ROSA DEL COLEGIO
A lo largo de esta magnífica novena se ha desarrollado el diálogo
más trascendental y emocionante que puede tener el corazón creyente :
el diálogo con el Hombre-Dios. Han sido dirigidas al Señor algunas
de las preguntas que más hondamente surgen del espíritu ante la gran-
deza de su persona y de la misión que lo trajo al mundo : JESUCRIS-
TO, "Quién eres Tú? . . . Cuál es tu misión? . . . Por qué no te en-
contramos?" Qué hacemos para encontrarte? . . . Dónde estás?
Esta noche, luego de escuchadas las respuestas dadas por la Pa-
labra de Dios en las predicaciones pasadas, vamos a dirigirnos al Señor
pidiéndole algo excepcional. JESUCRISTO : Danos una síntesis diná-
mica de tu misterio. Evidentemente es éste un ruego que tiene mucho
de audaz ; pero es un ruego que lo formula el amor. Somos conscientes
de que ante la persona de Jesús nos sentimos frente a un inefable y
dulcísimo misterio: un misterio asombroso, un misterio insondable,
cuya luz sobrepasa la capacidad contemplativa de nuestro espíritu más
que la luz del sol sobrepasa la capacidad perceptiva de los ojos de
nuestro cuerpo. Pero no todo es oscuridad insondable en este bellísimo
y dulcísimo misterio; hay resplandores que de alguna manera acerta-
mos a divisar y de los que podemos gozar.
Un teólogo contemporáneo, J. M. Le Guillou, ha tenido una aspi-
ración parecida a la que tenemos nosotros en esta noche: La de llegar
a un conocimiento vivencial de Jesucristo en una síntesis de su miste-
rio. Qué se requiere para tener la luz de una síntesis? Se necesita haber
dado con un tema-cumbre y con una idea clave cuyo desarrollo vaya
dando luz progresiva a la inteligencia y ardor creciente al corazón.
Pues bien, el P. Le Guillou, después de haber hecho innumerables bo-^
BOLETIN ECLESIASTICO ^
165
rradorcs en I)nsca de una palabra-clave i)ara sintetizar vivencialinentc
sus conocimientos sobre Jesucristo, se a(|uietó finalmente cuando encon-
iró para su obra este título: EL INOCENTE.
Bien singular es este hallazgo. Nunca había yo tenido en mis ma-
nos una obra sobre Jesucristo con este título-cumbre: EL INOCENTE.
Sin embargo, me satisface profundamente. Es un intelectual ruso.
Dostoievski, el (pie ha señalado esta pista. Este escritor genial se halla
en busca de una idea esencial para escribir una novela en la que lograra
representar a un hombre absolutamente excelente. Confiesa que fracasó
en su empeño. "No hay en el mundo, escribe,, cosa tan difícil como
ésta sobre todo en este momento. Todos los escritores, los nuestros y
también los del Occidente, que han emprendido la tarea de representar
lo bello absoluto, han fracasado siempre, porque ésta es una tarea im-
posible. Lo bello es el ideal, pero el ideal, tanto el nuestro como el de
la Europa civilizada, se halla todavía muy lejos de cristalizarse. No
existe en el mundo otro ser absolutamente bello que Cristo, de suerte
que la aparición de este ser inmensamente, infinitamente bello, es cier-
tamente un infinito milagro". Dostoievski se sintió encaminado al ha-
llazgo de este milagro de belleza partiendo de la belleza de la inocencia.
Estamos en el Jubileo de la Redención del mundo, o sea, estamos
celebrando un Año Santo para conmemorar el 1950 aniversario del
Sacrificio Redentor ofrecido por Jesucristo en la cima de la colina del
Calvario. Pues bien ; en el dogma de la Redención hay una constela-
ción de verdades sobre Jesucristo que ocupa un puesto muy central : es
aquella en la que se nos revela quién es El, describiéndolo como d
"Cordero sin mancha" que muere para expiar los pecados de su pueblo.
Pienso que esta presentación bíblica contiene todo aquello que una bue-
na teología moderna quiere expresar con el título-clave ; EL INO-
CENTE.
Esta noche vamos a situarnos bajo esta luz. Pero quicio laceros
una súplica : que esta homilía sobre Jesús, El Inocente, no sea soLimente
una reflexión sino concomitantemente una oración : Mientras mis la-
bios os transmiten la Palabra divina y vuestros oídos la escuchan, vues-
tro corazón y el mío estén en oración. Poniendo como intercesora a
esta Madre dulcísima, la Virgen Dolorosa, fijando nuestras miradas
en ese rostro de azucena y de campos de nieve, asombro de la pureza
IGG —
Si BOLETIN ECLESIASTICO
de los ángeles y espejo donde se refleja la hermosura de Dios, pida-
mos tres de las mayores gracias que pueden alcanzarse ante Jesús
crucificado : primera, que nos sea dado penetrar en el cielo de su ino-
cencia; segunda, que se nos otorgue adentrarnos en la comprensión
de quién es El, mirándolo en la cruz; tercera, que nos demos cuenta
ini poco más, del significado de las bodas que El realiza como Cor-
dero inmaculado con una esposa digna de su cielo de pureza, con
la Iglesia. AVE MARIA.
En una circunstancia muy peculiar los sacerdotes del pueblo judío,
los escribas y los fariseos, cuando ya se hallaban obstinados en no
reconocer la misión divina de Jesús, le hicieron, para darle ya la ba-
talla decisiva, esta pregunta: "Tu, Quis es?" Tú, quién eres? Jesús
contestó: "se lo he dicho desde el comienzo. El que me envío es la
Verdad y lo que hablo al mundo es lo que yo vi en El. No compren-
dieron que les hablaba de su Padre". Jesús agregó: "Cuando habréis
levantado en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis quien soy Yo".
Juan 8, 25-28.
Con solemnidad sobrehumana el Señor les da por contestación a
su pregunta, "Quién eres Tú", esta retadora y sublime réplica, que
debió dejarlos desconcertados : Cuando me habréis levantado a la cruz,
entonces se revelará quién soy Yo.
En otra hora también excepcional por su significado Jesús dirigió
en alta voz una singularísima oración : Oh Padre! Glorifica tu nombre.
Al momento, prosigue el Evangelista, se oyó esta voz : Lo he glorifi-
cado y lo glorificaré todavía mús. La gente que allí estaba oyó y decía
que aquello haba sido un trueno. Otros decían : un ángel le ha hablado.
Jesús les respondió y dijo : esta voz no ha venido por mí, sino por
vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo : ahora el príncipe de este
mundo va a ser lanzado fuera. Y cuando yo seré levantado en alto so-
bre la tierra todo lo atraeré a mi".
Claras como luz cenital son las afirmaciones del Señor. Ellas pro-
fetizan su crucifixión y proclaman que precisamente y sólo a través
de la muerte que sufrirá en la cruz y de la resurrección que le seguirá,
será posible conocer quién es El verdaderamente. Pero para todos, para
sus enemigos y para sus amigos, esto era asombrosamente oscuro.
BOLETIN ECLESIATICO *
— 167
Fur(|ue el suplicio de la cruz era el nicás vergonzoso y horrible de los
tormentos, tal que por su denigrante significado no podia aplicarse a
los más facinerosos ciudadanos romanos ; tormento que el mismo ti-
rano, al que llamaron Herodes el Grande, con ser tan cruel que mandó
matar a dos de sus hijos, una de sus mujeres, dos cuñados suyos y
muchos otros, jamás osó, por dignidad de raza, aplicarlo a quien lle-
vase en sus venas sangre judía.
Entonces, ¿cómo aceptar la afirmación hecha por Jesúj; de que
precisamente cuando llegue esa hora de ignominia, de dolor, de muerte,
se revelará quién es El ? Oleadas de incógnitas y de sombras que hacen
estremecer emergen de estas palabras de Jesucristo; pero también olea-
das de la luz divina la más refulgente. Pidamos la gracia de dejarnos
conducir por ellas.
Cuando leemos los relatos evangélicos sobre la agonía de Jesús
en la cruz, una de las cosas que más impresionan es el comprobar como
allí, en un punto geográfico tan reducido, estuvieron tan cerca unos
de otros todos los grandes sectores que entonces representaban a la
humanidad. En medio está Jesucristo, en pleno y evidente cumpli-
miento de la profecía de Isaías sobre el Siervo de Yahavé ; a sus lados,
equidistantes, dos hijos del crimen, sufriendo el mismo suplicio y que
terminarán el uno como réprobo, el otro como predestinado ; también
a dos pasos, cerquísima, la Virgen María, en pleno cumplimiento de
otra hondísima profecía, la del anciano Simeón ; y mezclados entre sí
y rozando con Cristo y su Madre, los dos pueblos el judío y el ro-
mano, que simbolizaban las dos religiones, la revelada y la politeísta.
El panorama de la crucifixión de Jesús, trascendiendo los límites de
la colina del Calvario, se nos abre con perspectivas cuyos horizontes
lejanos se confunden con los últimos confines del mundo. No es sola-
mente el pueblo de Israel y su Mesías los que se encuentran cara a
cara en la cruz ; son el mundo entero y su divino Redentor ; la miseria
humana en toda su extensión y la misericordia divina también en su
infinita magnificencia.
Cuando el Profeta Isaías compuso su cuarto canto sobre el Siervo
de Yahvé que evidentemente preanunciaba el sacrificio de Jesucristo
en la cruz, atestiguó ante todo la inocencia absoluta de Jesús que "fue
llevado como cordero al matadero". A la verdad, desde las primeras
1G8 —
* BOLETIN ECLESIATICO
y ele dolor y la revelación, en el crisol del sufrimiento y de la muerte,
del amor infinito del Dios vivo. Los representantes de su pueblo, in
crédulos y ciegamente fanáticos, le han pedido signos ; pero en las San-
tas Escrituras ya Dios les había preanunciado que el signo por exce-
'encia es la elevación del Hijo del Hombre a la cruz, porque allí E' es
en lo más profundo de su ser, la revelación de la misericordia de r)! js.
El es allí presencia misericordiosa y salvadora, infinitamente cercana
a los pequeños y a los pobres. Jesús ha venido para revelar el rosiro
de Dios misericordioso. Jesiis es por tanto, el INOCENTE (|ue toma
sobre sí mismo libre y voluntariamente, el pecado de todos, que se
entrega a la muerte en sacrificio de expiación, intercede por los peca-
dores y constituye así el pueblo de la nuva alianza.
Por tanto, en el corazón mismo de la misión de sufrimietno, abai.
dono e inmolación consumada en la cruz, se ha descorrido el velo del
misterio de Cristo : El es el Cordero de Dios, es decir, el Inocente,
que ha aceptado el anonadamiento de sí mismo para recrearnos total-
mente en el amor. Es esta divina paradoja la que hay que acoger con
fe si queremos abrirnos a la luz de Cristo. En la cruz redentora de
Cristo hemos aprendido que para que el amor revelase la plenitud de
su pureza era menester soportara todos los golpes, todas las traiciones,
todas las incomprensiones, todos los ultrajes, todas las infamias, todas
las miserias. Este es el amor de Cristo, el INOCENTE.
El amor es humildad bajo las ofensas, el amor es fuerza íntima-
mente dulce bajo los latigazos, el amor es el rostro que se revela más
transparente que nunca cuando lo han desfigurado ; escándalo feliz el
de la cruz que nos hace comprender un poquito más quién es Jesús.
Ahora demos un paso más. Fijemos la atención en otra de las
grandes realidades divinas (pie se nos revelan en esta visión de Jesu-
cristo: La de sus bodas con la Iglesia. El título de Esposo, que compete
a Cristo, significa ciertamente que su presencia entre los hombres inau-
gura la venida de una era de gracia, el cumplimiento de las promesas
])roféticas de las Escrituras relativas a las bodas definitivas e irrup-
ción del gozo eterno. Pero es preciso también al llegar a este punto,
unir esta imagen del Cordero-Esposo con la otra del Cordero inmolado
que hallamos en el cántico de Isaías sobre el Siervo que toma sol)re sí
los pecados de su pueblo.
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 169
Solamente asi nos será dado adentrarnos un poco mas en aquello
que constituye la razón suprema del misterio de la cruz. Comencemos
por lorar (¡uc el amor entre los hombres, cuando es auténric*., «uele
tener cinco características : primera, el deseo de que exista y viva la
persona amada ; segunda, la vohnitad de entregarse por ella si peligrase
su vida ; tercera, el anhelo de colmarle de regalos ; cuarta, el gozo (¡ue
se siente en su trato y mutua concordia ; quinta, la tendencia a hacer
de dos uno.
Si aplicamos esta consideración sintética de las características del
amor verdadero a la persona de Jesucristo cuando llevaba a cumpli-
miento su misión de Cordero Inocente profetizada en la Sagrada Escri-
tura, nos encontramos ante un océanos de luz y gracia. Es verdad lo
primero, a saber, que cuando amamos a alguien, deseamos que viva
siempre. Pues bien; Jesucristo, en la cruz sintió como una sed devora-
dora el deseo de que cada uno de nosotros viva siempre, no dentro del
tiempo, sino eternamente, participando de su misma vida, la que El
tiene como Hijo de Dios. Es cierto en segundo lugar que cuando al-
guien ama de veras a otra persona y ve en peligro su vida, es capaz
de entregarse al mayor riesgo con tal de salvarla. Pues bien; en Jesu-
cristo esto no fue solo un anhelo, sino realidad insondable, pues real-
mente para que ninguno de nosotros fuera víctima de la muerte eterna
a la que estábamos condenados. El se puso en nuestro lugar, muriendo
por el amor que nos tiene. Cada uno puede decir de sí mismo lo que
decía San Pablo: "Me amó y se entregó a Sí mismo por mí". Es cierto
también que cuando mucho se ama, se vive en el afán de colmar de
bienes a la persona amada, sin escatimar sacrificios. ¿Quién podrá enu-
•nerar los bienes de que nos ha colmado Jesucristo? Pero es en la cruz
en donde el Señor nos hizo sentir esta característica del amor verdadero
del modo más sublime, cuando nos dio a su Madre. "Habiendo mirado
Jesús a su Madre y al discípulo que El amaba allí presente, dícelo a su
Madre: mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo, ahí tienes
a tu Madre". El amor a nuestras madres es profundísimo, pues se lo
siente como si quisiera confundirse con el principio mismo de nuestro
ser ; más hondo y más elevado que él, sólo Dios. Jesucristo, usando los
dos vocablos más dulces, tiernos y unitivos que existen en el diccionario
humano: "madre", "hijo", nos dio a María su Madre. También es
cosa comprobada que quien ama goza de estar día y noche con la per-
sona amada. Jesús en la pascua que celebró tomando su puesto de Cor-
170 —
^ BOLETIN ECLESIASTICO
páginas del evangelio, ya en el mensaje con el que el Angel Gabriel
anuncia a la A^irgen María el misterio de la Encarnación, se nos revela
cuál será la pureza de Cristo. "El Espíritu de Dios vendrá sobre Tí, y
la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por esto, el hijo
engendrado en tí será santo, será llamado Hijo de Dios". Juan el Bau-
tista dio un emocionado testimonio de esta luz de pureza ((ue dimana
de Jesús en cuanto hombre. El bautismo de Juan era un bautismo
penitencia para los pecadores. Cuando Jesús se presentó en el Jordán
entre la turba de soldados y publícanos, Juan se sintió sobrecogido por
una experiencia profunda que le estremecía al darse cuenta de la inma
culada pureza de Cristo. Quiso atajarlo diciendo: "yo soy quien debe
ser bautizado por tí. y ¿vienes tú a mí?" Mt. 3,14. Más tarde vuel-
ve a tener esta experiencia y entonces valiéndose de la bella imagen
que ya Isaías tomó del sentir popular como expresión de la inocencia,
exclamó: "he aquí el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mun-
do". Jn. 1,29. El mismo Jesucristo, a los fariseos, víctin^as ya de un
odio satánico, que trataban de buscar un pretexto, un argumento para
acusarlo y matarlo, les lanza al rostro como desafío esta pregunta :
''quién de vosotros me convencerá de pecado?" Jn. 8-46.
Así, pues, el contraste entre la humanidad pecadora y la santidad
redentora de Jesucristo es total. Jesús y su Madre constituyen im mun-
do aparte frente al resto de la humanidad. A un lado están los hom-
bres, todos sin excepción, con sus núserias morales y sociaLs, con sus
envidias y rencores, con sus desviaciones rcligioas y sus poses ateas; a
otro, Jesús y su Madre, fuera de este cuadro general de corrupción,
por encima de todas esas miserias morales y ajenos a ellas; a un lado
el pecado con todas sus consecuencias y toda su espantosa proyección
en la historia, a otro Jesús, el Cordero de Dios, EL INOCENTE.
Sin embargo, no es un triunfo espectacular y grandioso sobre el
mal del mundo el que vemos en la escena de la Redención. A quien
vemos en la Cruz no es al vencedor de la gloría, al Hijo de hombre en
la majestad del triunfo sobre el mal y la muerte; vemos a Jesús que
ha llegado a ser infinitamente más débil que un niño, más abandonado
que un moribundo. Desde esa cruz El dirige a los hombres una mirada
que tiene tanto de parecido a la mirada de infancia propia de la Virgen
María; mirada de tierna compasión, de sorpresa dolorosa. Por eso ex-
clama: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".
BOLETIN ECLESIATICO *
— 171
Esa inocencia es la que confiere un carácter misterioso, sublime,
a la libertad con la que acepta sus tormentos para convertirlos en ex-
piación redentora. Jesucristo en la cruz es el Inocente, que ha abrazad.)
las dos realidades íntimamente unidas que despojan al hombre de s'
mismo : El sufrimiento y el amor.
Ahora preguntémonos : ¿Cuál es la razón por la que precisamente
en este misterio del Inocente clavado en la cruz, se revela Quién es El ?
Notemos, ante todo que Cristo crucificado no es la respuesta de Dios
a los interrogantes de los filósofos ante el mal del mundo ; es la res-
puesta que Dios dirige a los pobres, a los humildes, a los desposeídos,
y a través de ellos al corazón de todo hombre para revelarle a través
de la experiencia del sufrimiento y del amor, a qué desprendimiento de
sí mismo debe ofrecerse para abrirse a la plenitud del misterio de Dios.
Jesiis, Rey-Mesías y Siervo de Yahvé. es verdaderamente el Hijo de
Dios que, siendo el único Inocente, viene a compartir el destino de
muerte propio de los pecadores. El ha unido su suerte a la de los peca-
dores y se ha puesto en su lugar para expiar lo que ellos debieran expiar.
Esta inefable revelación no fue comprendida.
¿Qué sucedió a cuantos vieron a Jesús y lo escucharon a lo largo
de los tres años de su predicación sobre el Reino? Por las palabras
y por los actos portentosos que revelaban un dominio absolutamente
soberano, y más todavía por la irradiación de toda su persona, pro-
clama la venida luminosa del Reino de Dios y algunos, como Nicodemo,
no han podido menos de reconocerlo; pero lo más profundo de su ser.
escapa a toda comprensión y deja a sus interlocutores ante una dolo-
rosa interrogación: ¿Quién eres Tú? Divina paradoja ésta. Precisamen-
te cuando a través de su persona se manifiesta la misteriosa presencia
del Reino de Dios, como sucede en la Transfiguración, vuelve Jesús
a permanecer como un pobre sometido totalmente a la debilidad huma-
na y destinado a la muerte. Con la luz de su Palabra y con la fuerza
de sus obras milagrosas ha inducido a sus apóstoles a reconocerlo como
Mesías ; sin embargo, ni siquiera Pedro llegó a vislumbrar en su Señor
al Cordero que pasando por la inmolación llegaría a la Resurrección.
Tuvo que caminar largamente por el sufrimiento y las lágrimas antes
de confesarle a Jesús lo que El es en verdad.
Jesús en la cruz es a la verdad, el maravilloso proyecto de Dios
que salva al hombre sumergido en un mundo de pecado, de miseria
172 —
^ BOLETIN ECLESIASTICO
dero sin mandia, inmolado por amor, nos demostró ([uc tuvo ansias
infinitas de estar día y noche, año tras año, hasta la consumación de
los siglos unidísimo con todos los suyos, que habrían de creer en El,
por medio de tres comunicaciones, especialísimas suyas, cuales son, la
fe, la gracia, la Eucaristía.
Por último, el amor tiende a hacer de dos, uno ; p también, de
muchos, uno. De manera incomparable Jesús expresó esta tendencia ck'
amor en su ¡¡legaría sacerdotal, cuando oraba así al Padre: "Oh Padre,
que todos sean uno, como Tú estás en mí y yo en Tí, asi sean ellos
uno para que crea el mundo que Tú me has enviado". Sin duda, esta
fue la más honda oración de Cristo en la cruz, teniéndonos presentes
a todos nosotros como su Iglesia, la Iglesia Esposa que iba a nacer de
su costado abierto. Mataron los hombres a Jesucristo un día de pascua
y, sin saberlo ni pretenderlo, al elevarlo crucificado entre el cielo y la
tierra, hicieron se celebrasen en la cruz las bodas del Cordero con la
iglesia. Como al crear Dios a Adán, según lo enseña el libro del Gé-
nesis, inspiró a éste en su rostro el aliento de vida y resultó as- for-
mado el hombre; de manera todavía más inefable Jesucristo al mo-
mento de morir traspasó su Espíritu al alma de la Iglesia y é-t-.
quedó como incorporada para siempre a la vida y misión fecun'lante
de la Redención: Espíritu que la anima, agua que la purifica y lav2.
sangre que le servirá de arras tal es la triple dote matrimoni.J de
estos desposorios de la cruz.
Esto es lo último que nos quedaba por descorrerse del velo del
<>ran misterio de la cruz. Mucho nos quedaría por decir de tari pro-
fundo argumento. Pero ya debemos concluir íormulándonos esta pre-
gunta, cada uno como persona creyente, y todos como Iglesia :Si así
me amó Jesucristo, ¿cómo deberá ser mi amor a El ? Demos una res-
puesta sintética : Nuestro amor a Cristo, particularmente como Igle-
sia, debe ser el amor de una esposa mártir y de un esposo virgen:
martirio y virginidad constituyen la respuesta. Covenzámonos ante
todo que así como Jesús estuvo crucificado en el madero de la cruz,
así la Iglesia tiene como gloria propia la de estar crucificada en los
duros brazos de las persecuciones que van sucediéndose en el trans-
curso de la historia. El Apocalipsis es el más sublime complemento
de los Evangelios, el mejor colofón del gran misterio de la cruz en la
recapitulación de todas las cosas en Cristo. Pues bien; lo que en esta
BOLETIN ECLESIASTICO ÍE"
— 173
parte de la Escritura se nos revela es que la Iglesia tiene como destino
el de ser el gran crucificado de los siglos y el gran resucitado de los
mismos siglos.
Al nisimo tiempo hay (pie ponderar (pie la inmo]aci()n ofrecida
por Jesucristo en expiación de los pecados, fue inmolación de una car-
ne virginal. En torno a la cruz nos hallamos en pleno ambiente hu-
mano y divino de pureza virginal : virgen ([uien muere en esa ara del
sacrificio redentor ; virgen la madre que se asocia a la inmolación del
Cordero engendrado en su seno, virgen la Iglesia que nace del cos-
tado del Señor; virgen el Esposo, virgen la Esposa. Para subir hasta
el corazón abierto del divino crucificado nada como las alas de la
virginidad inflamada en la caridad. Por ello la Iglesia en todos los
siglos ensalzó la virginidad como la mnxima hermosura de que puede
revestirse y no hay entre los Padres de la Iglesia ninguno que no le
haya dedicado un canto. Uno de ellos, San Agustín, hace este elogio :
"la alegria de los que viven vírgenes por Cristo, es alegría de Cristo,
con Cristo, en pos de Cristo, por medio de Cristo, por causa de Cris-
to". Tratemos hermanos cjueridos de darnos cuenta un poquito de esta
dicha. Comenzar a darse cuenta cuando miramos a Cristo crucificado
de lo que significa en El la palabra "Cordero de Dios", significa co-
menzar a adentrarse en el cielo de su pureza : cielo por la dicha incom-
parable que produce todo vislumbre de lo que es la pureza del Señor.
Lo más subido de este gozo se tiene cuando mirándolo en el acto de
su oblación sacrificada se entiende que Jesús es puro como Dios. En-
tonces el corazón en el más profundo aranque intuitivo que puede
tener bajo el influjo de la fe se pone de alguna manera en contacto
con la pureza inefable del Verbo y tiene el disfrute aunque instantáneo,
incomparable, de la belleza infinita de este Cordero-Esposo. En El
la belleza infinita de la pureza de la luz increada está encarnada en
la belleza de otra pureza, la de su santidad humana, diáfana así mismo
como la luz y tan irrecusable como la evidencia. Por esta dicha vale
la pena sacrificarlo todo con la esperanza de gozarla un día en toda
su plenitud infinita.
174 —
ii< BOLETIN ECLESIASTICO
Rogativas para Impetrar el Buen Tiempo
Exhortación dirigida a los Vbles. párrocos, rectores de iglesias,
religiosos, religiosas y fieles de la Arquidióccsis de Quito.
Hermanos en el Señor :
Los efectos del riguroso y prolongado período invernal, (|ue vie-
ne azotando al Ecuador, se han dejado sentir con mayor intensidad
en los últimos días de abril. Nuestra ciudad de Quito ha sufrido
también gravemente los embates de aluviones que han destruido cons-
trucciones, han obstruido avenidas y en algiin caso han cegado vidas
humanas.
Frente a estos fenómenos de la naturaleza y frente a aconteci-
mientos trágicos, como el accidente aviatorio acaecido en Guayaquil
a fines de la semana anterior, experimentamos más vivamente nuestra
limitación humana y nos sentimos impotentes. Las limitaciones y el
carácter contingente propio de la naturaleza humana deben impulsar-
nos a acudir a Dios, creador y conservador de la naturaleza, en de-
manda de protección.
Atendiendo a espontáneos requerimientos de algunos sectores del
pueblo de Dios, disponemos que se realicen en la Arquidióccsis de
Quito fervientes ROGATIVAS, a fin de implorar de la bondad de
Dios que cesen la inclemencia del tiempo y los desastres que en conse-
cuencia han afectado gravemente al pueblo ecuatoriano y han produ-
cido ruina en nuestra ciudad de Quito. Con las ROGATIVAS pida-
mos con fervor a Dios que, recuperada la serenidad del tiempo, nos
permita disfrutar de tranquilidad y de paz, para forjar con el trabajo
la prosperidad de la Patria.
i
Las rogativas deben tener también un carácter penitencial, a fin
de implorar el perdón de los pecados con que es ofendida la majestad
divina y para suscitar en los cristianos sentimientos de conversión,
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 17.5
(ie renovación espiritual, de cambio de vida. A esta renovación espi-
ritual nos invita el hecho de encontrarnos celebrando el "Año Santo"
(le la Redención.
Las ROGATIVAS podrán realizarse en este mes de mayo de
la siguiente manera:
1. — En las iglesias parroquiales y conventuales y en los orato-
rios de la Arquidiócesis de Quito, cuando lo permita la Liturgia, ce-
lébrense las misas votivas con los formularios de la "Misa en cualquier
necesidad" o de la "Misa para pedir el buen tiempo".
En la oración de los fieles formúlense peticiones por el buen
tiempo, porque cesen las calamidades. En las misas pueden emplearse
las siguientes oraciones:
"Dios todopoderoso y eterno, que nos purificas con el
castigo y nos salvas con el perdón, responde a nuestras
súplicas, concediéndonos un tiempo sereno, y danos la
gracia de emplear tus dones para alabar tu nombre y
para nuestra salvación".
Por Jesucristo, N. S. R/. Amén,
o esta otra :
"Oh Dios, a quien obedecen todos los elementos del universo,
serena la furia de las tempestades, para que la amenaza de su
poder desatado se convierta en motivo de alabanza de tu
nombre".
Por Jesucristo, N.S. R/. Amén.
2. — Ya que nos encontramos en el mes de mayo, dedicado al culto
y al fomento de la devoción a la Sma. Virgen María, acudamos a su
poderosa intercesión ante Dios, a fin de que alcance para el Ecuador
tiempos serenos y aleje de él las calamidades.
Las peregrinaciones que realicemos a los santuarios marianos de el
Quinche y de Guápulo tengan el sentido de ROGATIVAS en favor de
nuestra Patria y de nuestra ciudad.
176 —
í( BOLETIN ECLESIASTICO
Los fieles que, con los requisitos necesarios de la confesión sacra-
mental y de la comunión eucaristica, participen en estas peregrinaciones
podrán lucrar la indulgncia del "Año Santo" de la Redención.
Quito, a 3 de Mayo de 1983
•j- Antonio J. Goncález Z.,
ARZOBISPO COADJUTOR DE QUITO
f J. Gabriel Diua C,
Obispo Auxiiar de Quito
BOLETIN ECLESIASTICO
— 177
I¡:ip¡orei:'!os ¿íel Sacratísimo Corazón de Jesús
La Protección Sobre el Ecuador
A LOS VBLES. SACERDOTES, COMUNIDADES RELIGIOSAS
Y FIELES DE LA ARQUIDIOCESIS DE QUITO
Estimados hermanos:
Jesucristo, nuestro Redentor, glorificado con su resurrección, se
halla a la derecha del Padre, intercediendo siempre por nosotros en ejer-
cicio de su eterno sacerdocio. Pero está también presente en medio de
nosotros en cumplimiento de su promesa: "Yo estoy con vosotros todos
los días hasta la consumación del mundo" (Mt. 28,20).
Hay varias formas de presencia de Jesucristo en medio de noso-
tros ; pero la más importante es su presencia en el Sacramento de la
Eucaristía, porque es una presencia real, verdadera y substancial. En
este augusto Sacramento Jesucristo se hace presente con su Cuerpo,
Sangre, alma y divinidad. Está presente también con su Corazón, sig-
no y centro de sus sentimientos más íntimos y, por tanto, de su amor
infinito a Dios y a los hombres.
El Ecuador fue consagrado oficialmente al Sacratísimo Corazón
de Jesús. Esta consagración significó una proclamación de Jesucristo
como protector, guía y refugio de nuestra Patria.
El Ecuador debe distinguirse por la práctica de la verdadera de-
voción al Sacratísimo Corazón de Jesús.
El mes de junio es el mes dedicado de manera especial al culto
y devoción al Divino Corazón de Jesús, lo mismo que el primer viernes
de cada mes.
El Ecuador experimenta en estos tiempos problemas y dificulta-
des provenientes de la crisis económica general, problemas y dificulta-
178 —
iji BOLETIN ECLESIASTICO
des producidos por las lluvias y las consiguientes inundaciones y des-
laves. Tenemos que lamentar numerosas víctimas de desastres, cuan-
tiosas pérdidas, la destrucción de la infraestructura vial y de la agri-
cultura. A esta altura del año aún no se ha terminado la temporada de
lluvias.
Es preciso, pues, que como pueblo ecuatoriano, acudamos con
y devoción a Dios nuestro Señor y a quien debe ser nuestro rcfiir-'
el Divino Corazón de Jesús, para implorar el perdón de nuestras faltas
y su bondadosa protección sobre nuestro pueblo.
La circunstancia de hallarnos en el Año Santo de la Redención
debe estimularnos a volver con espíritu contrito hacia Jesucristo, nues-
tro Redentor, con celebraciones comunitarias, que nos hagan sentirnos
miembros de un mismo pueblo.
Para intensificar las rogativas en favor del pueblo ecuatoriano,
disponemos que se realicen las siguientes celebraciones :
1. Aprovechemos el primer viernes, 3 de junio de este año, para
unirnos, en cuanto sea posible todos los ecuatorianos, en una ferviente
"Hora Santa", en la que presentemos al Sacratísimo Corazón de Jesús,
que es "Propiciación por nuestros pecados", el homenaje de nuestra
satisfacción por los pecados e infidelidades del pueblo ecuatoriano, e
imploremos para él la bondadosa protección de su Corazón, a fin de que
cesen los males que nos afligen, se solucionen nuestros problemas y nos
conventuales de monasterios y comunidades religiosas.
Para que estemos unidos en esta Hora Santa, realicémosla en ho-
ras vespertinas del viernes 3 de junio, v.gr. a las 18 o 19 h. Esta Hora
Santa puede abarcar la celebración de la Santa Misa con otros actos
de piedad, o una celebración de la Palabra de carácter expliatorio e im-
petratorio ante el Santísimo Sacramento expuesto. Que se realice esta
Hora Santa, a las horas indicadas en todas las iglesias parroquiales
conventuales, de monasterios y comunidades religiosas.
2. Celebremos con intenso fervor la fiesta del "Cuerpo y Sangre
de Cristo", que en este año cae el jueves 2 de junio y cuya solemnidad
se traslada al domingo 5 del mismo mes. En la Catedral Metropolitana
BOLETIN ECLESIASTICO *
— :79
se celebrar.4 el "Octavario de Corpus Christi", en las demás iglesias
parroquiales celébrese la fiesta de "Corpus Christi" con los actos que
suelen llevarse a cabo, especialmente con la procesión con el Santísimo
Sacramento.
En la ciudad de Quito se solemnizará la fiesta de "Corpus Chris-
ti" con la procesión que se realizará el domingo 5, desde la Basílica del
Voto Nacional hasta la Catedral Metropolitana. La procesión saldrá
de la Basílica después de la Misa de las 17.30 h.
La participación piadosa en esta procesión permitirá a quienes se
hallen dispuestos, lucrar la indulgencia del Año Santo.
Quito, a 26 de mayo de 1983
•j* Antonio J. González u.,
ARZOBISPO COADJUTOR DE QUITO
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180 — m BOLETIN ECLESIASTICO
CONSEJO DE PRESBITERIO
Acta de la Ida. sesión (martes 1° de Marco)
La segunda sesión del Consejo de Presbiterio tuvo lugar tii la sa-
la de la Curia Metropolitana, el día martes, 1- de marzo de 1.983. Es-
tuvo presidida por el Emmo. Señor Cardenal Arzobispo de Quito v
contó con la asistencia de los siguientes miembros : Sus Excias. Mons.
Antonio J. González Z., Arzobispo Coadjutor y Mons. Gabriel Díaz
Cueva, Obispo Auxiliar; Mons. Julio Espín ; los Vbles. Sres. Hugo
Reinoso, Justino Manosalvas, José Carollo, Luis A. Jáconie, Luciano
Iturralde, Jorge Beltrán y Froilán Serrano; los RR.PP. Alian Mendo-
za, sj., José Luis de la Hoz, ocd., Mario Moyano, ofni., Luis Ricchiar-
di, sdb., Manuel Freiré, op., y Oswaldo Carrera, sj., y el suscrito Se-
cretario. Se excusó Mons. Juan Francisco Yánez.
INICIO DE LA SESION
La sesión comenzó a las 9h40 con el rezo de Laudes.
Comentando el evangelio del día (Mt. 23, 1 — 12), Mons. Gonzá-
lez dijo : En este tiempo de cuaresma, la Palabra de Dios insiste en
las actitudes de penitencia y de oración. La (juc hemos escuchado in-
siste en una actitud de autenticidad y de humildad, ya que Cristo re-
procha la falta de autenticidad de los fariseos, puesto que proclaman
una cosa y realizan otra. Les reprocha también la ostentación y el or-
gullo. Nosotros por vocación somos maestros de la fe, aspiramos a
que el Señor no nos reproche una falta de autenticidad. En esta cuares-
ma esforcémonos por ser más auténticos y más humildes.
SALUDO
El Señor Cardenal saludó muy cordialmente a los presentes, y les
agradeció su presencia.
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 181
LECTURA DEL ACTA
Se leyó el acta de la sesión anterior y fue aprobada.
Se hizo notar que se han cumplido todas las comisiones y las re-
soluciones tomadas en los asuntos varios.
INFORME DEL DIRECTOR DE LA OFICINA
DE PASTORAL SOCIAL
Siguiendo la agenda del día, Mons. González pidió al P. Luciano
Iturralde, Director de la Oficina de Pastoral Social de la Arquidiócesis,
que presente su informe sobre las actividades de esta Oficina. Asi lo
hizo y además lo consignó por escrito. Su Excelencia lo felicitó en vis-
ta de ciertos puntos valiosos. Luego pidió a los concurrentes que ex-
pongan sus inquietudes y acotaciones.
El mismo P. Iturralde estimó que es conveniente insertar una pe-
tición de algún presupuesto para poder tener, personas que le ayuden en
el trabajo en la oficina. Señaló, además, que la Pastoral Social puede
realizar ciertos trabajos, como ayuda a los hospitales, porque recibe un
apoyo de la Conferencia Episcopal, quien a su vez es ayudada o subven-
cionada tanto por Catholic Relief Services como por el Estado ecuato-
riano. Las Oficinas diocesanas de Pastoral Social son algo así como
los órganos ejecutores de la C.E.E. — La CRS. aporta con alimentos.
Se aclaró también que la iglesia no tiene ingerencia alguna en la
Cooperativa que existe en Alóag.
TRABAJO EN GRUPOS
Seguidamente se adoptó como método de trabajo la reflexión en
grupos, cada uno de los cuales debía responder al cuestionario siguiente :
1- Cuáles son los valores evangélicos para una auténtica Pastoral
Social?
2- ¿El apostolado social es responsabilidad exclusiva de los sacerdo-
tes que han optado por este trabajo o es obligación de todos los
agentes de Evangelización ?
3* ¿Por qué algunos sacerdotes que con gusto recibirían la ayuda
18J —
BOLETIN ECLESIASTICO
bien la campaña ecuatoriana de MUÑERA?
extranjera, fruto de campañas de Navidad y Cuaresma, no miran
4- ¿Qué sugerencias de acción inmediata propone U. para la organi-
zación de la Pastoral Social en la Arquidiócesis?
En opinión de Su Eminencia, esta última pregunta es la más im-
portante.
ASAMBLEA GENERAL
Luego de recibir el aporte de cada uno de los grupos, las respues
tas al cuestionario se sintetizan en las siguientes :
Primera. — Los valores evangélicos de una auténtica Pastoral Social son:
— Ante todo el amor cristiano, del que Cristo y los San-
tos nos dieron ejemplo. Los agentes de la P.S. deben
poseer este mismo amor pero encuadrándole a los sig-
nos de los tiempos.
— la fidelidad a Dios y a los hombres.
Promoción integral de la persona humana evitando el
paternalismo y el asistencialismo.
— la fe, pues, fe sin obras es muerta
— servicio al pobre (opción por los pobres)
Segunda. — Quienes son los responsables de la Pastoral Social f
— ■ La responsabilidad es de todos los evangelizadores, es-
pecialmente de los sacerdotes, pues, todos debemos to-
mar conciencia de que la auténtica evangelización es
un servicio a TODA la persona humana, es decir, no
se debe limitar tan solo a lo puramente espiritual, ni
únicamente comprometida con la realidad temporal.
Tercera. — La actitud, a veces contradictoria, de algunos sacerdotes de
aceptar, por una parte, la ayuda foránea y el rechazo, por
otra, a la campaña MUÑERA, se debe:
— a una falta de interés por conocer a fondo la finalidad
de MUÑERA,
— a que muchos sacerdotes no están bien informados del
destino de los fondos de MUÑERA,
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 183
— a la falta de concientizacion y mcntalización sobre el
tema en algunos sacerdotes,
— al afán de proteger los intereses económicos de la pa-
rroquia (MUÑERA les restaría esos fondos).
Cuarta. — Sugerencias de acción inmediata
a) Sobre la integración:
— Integrar el departamento de la P.S. al departa-
mento de evangelización y catcquesis,
— acción de coordinación e integración en la Pasto-
ral de conjunto,
- — • coordinar iniciativas parroquiales e institucionales,
— concientizar sobre el nexo que debe existir entre
acción social y acción evangelizadora,
— debe haber en cada equipo sacerdotal, en cada zo-
na pastoral un responsable de pastoral social.
b) Sobre mcntalización:
— Organizar un Seminario o un curso de Pastoral
Social, bajo la dirección de personas competentes,
— Esas personas pueden ser el P. Alvarez, miembro
del Departamento de Pastoral Social del CELAM,
el P. Vigó, etc.
— Crear una Comisión arquidiocesana para que pre-
pare este Curso. Será conformada por el P. Lucia
no Iturralde, P. José Carollo, Mons. Isaías Ba-
rriga y P. Luis Ricchiardi.
c) Sobre organización:
— Completar el personal de la oficina de P.S. con
un Vicario de Pastoral Social, un Secretario Eje-
cutivo, un Secretario , para archivo, contabilidad,
bodega, etc., un Promotor de proyectos, curso?
etc., una Visitadora Social y un Departamento Ju-
rídico (JUC)
— Buscar una adecuada financiación para la oficina
sea con fondos de MUÑERA, sea utilizando me
jor las oficinas del edificio "San Luis".
184
^ BOLETIN ECLESIASTICO
• A propósito, se dispone (jue el P. Luciano Iturralde enonentre un.i
persona que le ayude como Secretaria y otra como archivero ; '^e le pide
también (pie hai^a un inventario de las oficinas del edificio "San l.nis"
y que presente un informe con la colaboración de Mons. Díaz. — Se su-
giere que las oficinas de este edificio sean reestructuradas a fin de da'/-
les un uso polivalente.
.ASUNTOS VARIOS
Mons. Gonzálcc infoniia:
1. que el P. Oswaldo Albñn, osa. ya tiene el indulto de exclaustración
y que la Arquidiócesis le recibió "ad experimentuin" por el tiempo
de dos años.
2. que el P. Jaime Solis. csj. solicitó ser afiliado al lESS. También
que el Padre hace diez años solicitó a sus Superiores permiso para
experimentar una vida fuera de la Comunidad, le fue concedido para
un año, pero de hecho ya son 10 de estar fuera.
Ha solicitado la incardinación a la Arquidiócesis de Quito. El Se-
ñor Cardenal dice que es un sacerdote bueno y de buen porte, pero
que su situación legal no es normal en la Arquidiócesis. Se resol-
vió averiguar más sus actitudes y actividades.
3. Que la Comisión del Clero del Consejo de Presbitericj ha jiensadc
organizar para los sacerdotes un Curso de actualizad ')n sobre e)
nuevo Derecho Canónico. Será para la semana del 18 al -2 de abril
4. Que la próxima inauguración del Año Santo de la Redención es-
ta vez tendrá una modalidad especial : será inaugurado simultá-
neamente en Roma y en todas las iglesias catedrales del mundo.
— Que el motivo es la conmemoración de los 1950 años de la muerte
redentora de Cristo.
— Explicó también las maneras y condiciones que están dispuestas
en el Bula del Santo Padre para ganar la indulgencia plenaria.
(Ver la Instrucción Pastoral de la Autoridad arcpiidiocesana).
El Señor Cardenal dijo que la "apertura" de este Año Santo de la
Redención tendrá lugar en viernes 25 de marzo, a las 18h00, en la Ca-
tedral Metropolitana con una Misa concelebrada. Aspira a contar coii
una participación plena del Consejo de Presbiterio, de respectivas dele-
BOLETIN ECLESIAJSTICO *
— 18.5
gacioiies de las parroquias y de las Comunidades Religiosas. — Enco-
mendó a Mons. González la organización de este acto de apertura.
— Que los Confesores tendrán facultades especiales (ver en el Boletín
Eclesiástico de Quito, Nos. 3 y 4).
5. El Señor Cardenal dijo ([ue se debe pensar ya en la formación de
un Consejo de Consultores del Obispo, puesto que así lo disponen
los cánones 495 a 502 del nuevo Código de Derecho Canónico.
6. El 12 de abril fue fijada como fecha de la próxima reunión del Con-
sejo de Presbiterio.
La sesión se terminó a las 13hOO.
Siguió un ágape fraterno.
Rvmo. Germán Pavón Puente
SECRETARIO
186 —
«1 BOLETIN ECLESIASTICO
Acta de la 3ra. reunión de 1.983
El día martes, 12 de abril de 1.983, tuvo lugar la reunión ordinaria
del Consejo de Presbiterio. Estuvo presidida por el Emmo. Señor Car-
denal Pablo Muñoz Vega, s.j.. Arzobispo de Quito, y contó con la asis-
tencia de los siguientes miembros : los Excmos. Señores Antonio J. Gon-
zález Z., Arzobispo Coadjutor y Gabriel Díaz Cueva, Obispo Auxiliar;
los Rvmos. Mons. Juan F. Yánez T. y Julio M. Espín L. ; los Vbles.
Sres. Luis A. Jácome, Luciano Iturralde, Rafael Escobar, Hugo Rei-
noso, Aurelio Barros, Jorge Beltrán, Rubén Robayo, José Carollo,
Froilán Serrano y Emilio Raza; los Rvdos. PP. Luis Ricchiardi, sdb.,
Alian Mendoza, s.j., José Luis de la Hoz, ocd. y Gualberto Pérez, C.M.
v el suscrito Secretario.
La sesión comenzó a las 9h40 con el rezo de Laudes.
Comentando la Palabra de Dios, Mons. González dijo que el mun-
do actual ha perdido la conciencia del pecado y de la moralidad, por
tanto, se ha prescindido de Dios. El Catecismo Básico Nacional, sobre
el que vamos a tratar en la sesión actual, deberá tener en cuenta este
desvalor y tratar de rectificarlo dando seguridad y profundidad de doc-
trina cristiana.
SALUDO
El Señor Cardenal dirigió su saludo de Pascua a todos los pre-
sentes, quienes le agradecieron y le recoprocaron el saludo con todo
respeto y afecto.
Pidió a Mons. Díaz que dirigiera la reunión.
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 187
LECTURA DEL ACTA
En seguida se dio lectura al acta de la sesión anterior y se la
aprobó con la siguiente enmienda: Sobre el P. Jaime Solís, csj., Su
Eminencia aclara que había dicho que el Padre es bueno, aunque su
situación legal es anormal y que sería contradictorio decir que es bue-
no y al mismo tiempo que prescinde de las normas de la Arquidiócesis
de Quito.
ESTUDIO DEL TEMA DE LA SESION
Mons. Díaz pidió que se inicie el estudio del segundo ante-antepro-
yecto del Catecismo Básico Nacional.
A manera de preámbulo, Su Eminencia aconsejó que en este es-
tudio se evite toda precipitación, que se hacía necesario fijar, ante todo,
la línea fundamental que guiará al CBN y que se debe poner la mira-
da en el conjunto del texto.
El P. Ricchiardi, a su vez, recomienda que conviene comenzar el
estudio del segundo ante-anteproyecto leyendo la carta de presentación
que del texto hace Mons. Ruiz; así mismo, es necesario tener presente
que el CBN debe ser el libro que presente un contenido doctrinal fun-
damental, finalmente, dijo el Padre, conviene tener una perspectiva de
la realidad en función de los pobres o desde los pobres.
Mons. González hizo un recorrido de todo el texto indicando las
innovaciones y correcciones que presentaba con relación al primer an-
te-anteproyecto y hacía notar que traía también la novedad de concluir
los capítulos con un resumen en forma de profesión de fe y de plegaria.
Mons. Yánez propuso que el Consejo de Presbiterio limite su es-
tudio a dar un criterio sobre el plan general del CBN.
Después de estos preámbulos se procede a estudiar este segundo
ante-anteproyecto.
TRABAJO EN GRUPOS
Mons. González propone que cada grupo estudie a fondo el conte-
nido de uno de los temas y también la metodología empleada en su
188 —
m BOLETIN ECLESIASTICO
elaboración.
Se objeta diciendo que no hay tiempo suficiente para tal estudio
en la presente reunión, ya que el parecer de la Arquidiócesis de Quito
debe ser presentado el 18 de este mismo mes.
El Señor Cardenal dijo que : — existen puntos que pueden ser es-
tudiados ahora, como sería la misma carta de presentación — ; el Con-
sejo de Presbiterio puede también expresar ya su opinión, por ejem-
plo, sobre el orden mismo, de las dos partes en que está dispuesto este
segundo ante-anteproyecto, a saber, caminos de la fe y formulación de
la fe.
Hechas estas aclaraciones, los miembros del Consejo de Presbite-
rio se dividieron en tres grupos cada uno de los cuales debía contestar
a las siguientes preguntas :
1 ) Qué opinión nos inerece el contenido de este segundo ante-
anteproyecto ?
2) Qué nos parece el orden de presentación del camino de la fe
y de la formulación de la fe?
3) Qué sugerimos para el trabajo en la Arquidiócesis de Quito?
ASAMBLEA GENERAL
Puntos varios
Antes de receptar las respuestas, el Señor Cardenal dio a conocer
que Mons. González había sido elegido Presidente del Departamento
de Evangelización y Catcquesis del CELAM. Todos le felicitaron cor-
dialmente.
Mons. González agradeció e inmediatamente propuso a consideración
estos dos puntos :
a) Sobre el P. Jaime Solís dijo que el Padre no tiene ninguna rela-
ción jurídica con la Arquidiócesis de Quito. Ha pedido ya el in-
dulto de secularización a la Santa Sede y ha solicitado ser recibido
en la Arquidiócesis de Quito. Pregunta Mons. González: ¿Se le
recibe o no?
Luego de escuchar pareceres, los miembros del CP responden diciendo
BOLETIN ECLESIASTICO ^<
— 189
que se le reciba al Padre "ad experinientum", a fin de que no se encuen-
tre sin ubicación alguna.
b) Propuso, en segundo término, la erección de la Parroc|uia eclesiás-
tica de Puerto Quito, ya que, por una parte, los PP. Capuchinos
han manifestado su imposibilidad de servir pastoralmente a Puer-
to Quito; por otra parte, el P. Gustavo Albán estaría dispuesto a
servir en dicha zona.
Luego de algunos reparos hechos sobre la persona y las posibilida-
des del P. Albán se concluye que se erija la Parroquia de Puerto Quito
y que se le reciba al P. Albán "ad experimentum", confiándole el cuida-
do pastoral de esta parroquia.
Respuestas a las preguntas
Terminados estos puntos varios se procedió a recibir las respues-
tas de los grupos a las cuestiones propuestas.
1. — ¿Qué opinión nos merece el contenido de este segundo ante-antepro-
yecto del CBN?
— Es indudable el avance doctrinal del contenido de este ante-
anteproytcto.
— Las Opciones Pastorales tomadas por el Ecuador, en base al do-
cumento de Puebla, son unas de las mejores de Latinoamérica,
por eso el CBN es esperado.
— ^El contenido está cargado de aspectos sociológicos.
— No se ve bien clara la línea doctrinal del CBN. Se dice que es
Cristocéntrica.
— Hay disconformidad con el esquema.
— El texto no es explícito en cuanto a los sacramentos. Estos me-
recerían un capítulo aparte.
— Falta tratar sobre la Parusía.
— La presentación del contenido es integral (según algunos).
— El CBN es una cantera doctrinal.
— iQuc nos parece el método seguido en el que se presenta priínera-
niente el camino de la je y luego la formulación de la je?
— El método debería seguir este orden :
190 — * BOLETIN ECLESIASTICO
a) una presentación de la realidad.
b) la presentación del plan de Dios en el A.T. y en el M T.
c) la respuesta cristiana y compromiso.
— El método inductivo empleado está bien, aunque por tener
precedentes, es un poco riesgoso.
— Quizá conviene colocar primeramente la formulación de 'a fe v
después el camino de la fe.
3. — ¿Qué sugerimos para el estudio de este ante-anteproyecto en la Ar-
quidiócesis de Quito f
— <iar a conocer este ante-anteproyecto a todos los agcrtes d.
pastoral.
— que se amplíe el plazo para su estudio.
— que se estudie en cada equipo sacerdotal tema por teni.
— que se procure suficientes ejemplares.
RESOLUCIONES
— Se resuelve que estas acotaciones sean enviadas a Mons. Ruiz y
— que este ante-anteproyecto siga estudiándose en la Arquidiócc
sis de Quito.
El Señor Cardenal agradece el trabajo realizado por los ne? gru-
pos. Dijo que en el estudio, que seguiremos haciéndolo, debe tenerse
en cuenta a los destinatarios del CBN, a saber, los agentes de pastoral
y los catequistas.
Finalmente se determinó que la próxima reunión del Consejo de
Presbiterio sea el día martes, 10 de mayo, en la Curia.
La sesión concluyó a las 13h20.
Se tuvo a continuación un ágape fraterno.
Rvmo. Germán Pavón Puente,
SECRETARIO
BOLJÍTIN ECLESIASTICO *
^- 191
ADMINISTRACION ECLESIASTICA
PROMOCIONES EN EL CABILDO METROPOLIT.IN')
DE QUITO
Abril .6.— Mons. Carlos V. Porras Garcés fue promovido de Canónigo
Penitenciario a la dignidad de Maestrescuela del Cabildo.
Abril 6. — Mons. Carlos H. García Zurita fué promovido de Canónigo
Magistral a la dignidad de Tesorero del Cabildo.
Abril 6. — El Rvmo. Eustorgio Sánchez Arellano fué n':^.i'brado (."Canó-
nigo Penitenciario de la Catedral.
NOMBRAMIENTOS
Ahrd 1.— El Rvdo. P. Gualberto Pérez, CM. fué noml"-í.dr. DECA-
NO de la Zona de Santo Domingo de los Colorados.
Junii> 2. — El Rvdo. P. Manuel Freiré, O.P. fue nomb-.!(;o CONFE-
SOR ORDINARIO de las Religiosas del Monasteiio de
Dominicanas de la "Sagrada Familia" de San Rafael, Va-
lle de los Chillos.
junio 2. — ^El Rvdo. P. Manuel Freiré, O.P., fue nombrado C.\ 'ME-
LLAN del Monasterio de la "Sagrada Familia".
ERECCIONES
Anril 13,— En esta fecha se erigió la VICARIA PARRUyUi vL DE
PUERTO QUITO. Consta de los siguientes limites:
— al ORIENTE. El límite oriental, que separará la nue-
va Vicaría de la parroquia de Nuestra Señora del Cis-
192 —
B BOLETIN ECLESIASTICO
ne de Pedro Vicente Maldonado, comenzará ai novLv
en la deseml^ocadura del río Pitsará en el Guaylla-
bamba, desde este punto seguirá en línea recta hacia
el sur hasta el kilómetro 130 de la carretera de Pedro
Maldonado a Puerto Quito y seguirá en línea recta
hacia el sur hasta el río "Abundancia".
■ •- Al SUR. El límite sur seguirá desde el punto anterior-
mente indicado hacia el occidente por el río "Abun-
dancia" hasta su desembocadura en río Blanco.
AL OCCIDENTE. El límite occidental, que separará
en parte la nueva Vicaría parroquial desde la desem-
bocadura del río "Abundancia" en el río Blanco, por
éste hacia el norte hasta la desembocadura del río "Sá-
balo"; y
— AL NORTE. El límite norte irá desde la desemboca-
dura del río Sábalo en el río Blanco, por el río Sábalo
en dirección al noreste hasta el río Guayllabamba cer-
ca del lugar denominado "La Golondrina" y seguirá por
el río Guayllabamba aguas arriba hasta la desemboca-
dura del río Pitsará.
Jhril 8. — Erección del Oratorio Semi-Público en el \o^ú del Institu-
to Misionero de Santa María de Guadalupe (calle Ulloa,
2933).
Abril 26.— Erección de la Casa Religiosa para la Sede ciei Consejo Ge-
neral de la Congregación de las Hermanas de Santa Mariana
de Jesús (Avda. 12 de Octubre, 959).
BOLETIN ECLESIASTICO *
— 193
INFOR MACION E CLESIA L
EN EL MUNDO
NOMBRAMIENTOS EN EL EPISCOPADO CHILENO
El viernes 10 de junio de este año de 1983 tomó posesión canó-
nica del arzobispado de Santiago de Chile Mons. Juan Francisco Fres-
no Larraín como el noveno arzobispo de esa sede.
La ceremonia de toma de posesión se efectuó en la Catedral Me-
tropolitana. Mons. Juan Francisco Fresno nació en Santiago de Chile
el 28 de julio de 1914. Desde 1967 ha venido desempeñando el cargo
de Arzobispo de La Serena.
Sucede en el arzobispado de Santiago de Chile al señor Cardenal
Raúl Silva Henriquez, quien presentó la renuncia por haber llegado
a los 75 años de edad.
Mons. Juan Francisco Fresno ha desempeñado diversos cargos en
la Conferencia Episcopal de Chile y últimamente fue nombrado pre-
sidente del Departamento de Vocaciones y Ministerios del CELAM.
S.S. el Papa Juan Pablo II simultáneamente nombró a Mons.
Francisco de Borja Valenzuela Arzobispo de Valparaíso y a Mons.
José Manuel Santos Arzobispo de Concepción.
SE CELEBRO CONGRESO MISIONERO LATINOAMERICANO
Desde el martes 17 hasta el sábado 21 de mayo de 1983 se cele-
bró en Tlaxcala (México) el II Congreso Misionero Latinoamericano,
la comisión central suscitó en los países de América Latina un movi-
194 —
Ifl BOLETIN ECLESIASTICO
miento de concientización y animación misionera, que se tradujo con-
cretamente en la celebración de encuentros, cursos, congresos a nivel
nacional.
El objetivo general del Congreso ha sido el de "Incrementar la ani-
mación misionera en las iglesias particulares de América Latina, para
lograr con Maria, Madre y Modelo, una mayor cooperación al servicio
de la Iglesia, en su exigencia salvífica de hacer presente a Cristo en
todo el mundo".
El tema del Congreso fue el siguiente : "Con María, misioneros
de Cristo". Del Ecuador participaron en este Congreso Mons. Enrique
Bartolucci, Presidente del Departamento de Misiones de la Conferen-
cia Episcopal y Mons. Julio Parise, Vicario Apostólico del Ñapo.
JORNADA DE SOLIDARIDAD
El 14 de abril, el Episcopado Peruano publicó un mensaje en el
que manifiesta que la Iglesia no puede permanecer indiferente frente
a la crítica situación de dolor e injusticia que afecta al país y con ma-
yor fuerza a los pobres. En este mensaje, dicen los obispos: "En este
momento en que nuestra Patria está sufriendo en todo su extenso te-
rritorio tantas calamidades no es justo que mientras Perú sangra, otros
promueven fiestas, eventos y espectáculos que con frecuencia demues-
tran una lamentable superficialidad, y en las actuales circunstancias
manifiestan una dolorosa indiferencia que hiere a miles de peruanos,
invitamos a que ese mismo día 1- de Mayo, se realice una oblación ge-
nerosa, que se concrete en una gran colecta nacional en favor de los
afectados por las inundaciones y sequía".
Además de esta jornada, la Iglesia a través de parroquias y con-
gregaciones religiosas ha estado activamente presente en la ayuda, ha-
ciéndose eco del Mensaje Pascual del Papa: "estamos con vosotros los
que sufrís miseria y el hambre, asistiendo a veces a la agonía de vues-
tros hijos que piden pan.— estamos con vosotros, los que sufrís por
causa de las imprevistas calamidades naturales" (L'Oss.Rom. 10.04.83).
OBISPOS DE GUATEMALA DIRIGEN MENSAJE A SU PAIS
A RAIZ DE LA VISITA DE S.S JUAN PABLO II
Los Obispos de Guatemala al terminar la Asamblea Plenaria A-
BOLETIN ECLESIASTICO *
195
nual el 22 de abril pasado, dieron a conocer un Mensaje dirigido a
todos los sacerdotes, religiosos y laicos de su país.
En este Mensaje comparten la reflexión (|ue hicieron en la Basí-
lica del Señor de Esquipulas sobre los múltiples beaieficios que dejó la
visita apostólica del Papa Juan Pablo II. La consideran una gracia
especial para todas las Iglesias particulares de Guatemala, en momen-
tos de tanto dolor, angustia, incertidum.bre y tensión.
Recuerdan, en su Mensaje, que el centro de todos los vibrantes y
conmovedores mensajes del Papa a los distintos sectores del pueblo de
Dios ha sido Cristo, nuestro Señor y Salvador; y, que el Santo Padre
ha sido claro en recordar la grave responsabilidad que pesa sobre todo
creyente, de trabajar por la verdadera paz que todos anhelamos.
Ante la necesidad de ayudar al pueblo de Guatemala a profundizar
y hacer dinámica su fe en Cristo, han aprobado un plan nacional de
catcquesis que responde a lo señalado por el Papa en Haití (CELAM,!).
Este plan se iniciará. Dios mediante, en la solemnidad de Pentecostés,
bajo la protección de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia,
en su gloriosa advocación de la Asunción.
El comunicado termina con una felicitación al Pueblo Católico de
Guatemala por su comportamiento ejemplarmente fraterno durante la
visita del Papa Juan Pablo II.
ENCUENTRO NACIONAL DE COMUNICADORES CRISTIANOS
Del 26 al 29 de abril se reunieron en Bogotá, en la sede del Se-
cretariado Permanente del Episcopado, numerosos Comunicadores de
Iglesia, representantes de todas las Jurisdicciones Eclesiásticas de Co-
lombia.
Los objetivos de este encuentro fueron, entre otros :
— Evaluar las experiencias, realizadas hasta el momento,, en la
utilización y empleo de los Medios de Comunicación Social en
la acción pastoral;
— ubicar el actual fenómeno de la Comunicación dentro de la so-
ciedad actual y en sus proyecciones futuras ;
— identificar los aspectos más relevantes de la Comunicación Social
196 —
Si BOLETIN ECLESIASTICO
en Colombia y América Latina :
--comprender la importancia de la Comunicación Social y de sus
medios y la responsabilidad de la Iglesia frente a los mismos,
a la luz de los documentos pontificios y pastorales, con el fin
de promover acciones concretas y sugerir orientaciones pasto-
rales y líneas prioritarias de acción en el campo de la Comuni-
cación Social y de la acción pastoral de la Iglesia.
APOYO DE LOS OBISPOS BRASILEÑOS A LA IGLESIA
DE LOS ESTADOS UNIDOS
En vista del documento que debía ser aprobado por los Obispos
de los EE. UU. de América del Norte en mayo, la Asamblea de Itaioí
remitió al Presidente de la Conferencia Episcopal dicho país la siguien-
te carta :
"La Conferencia Nacional de Obispos del Brasil, reunida en Asam-
blea General, saluda fraternalmente, por medio de usted a los herma-
nos de Estados Unidos de América y transmite su aprecio y solidari-
dad por la preocupación y posición pastoral que asumen frente a la
carrera armamentista, a la expansión de las armas nucleares y a los
serios riesgos para la Paz Mundial y la vida en la tierra. La Asam-
blea General de Obispos del Brasil quiere animarlos fraternalmente a
proseguir en la búsqueda de la paz, a pesar de las incomprensiones,
críticas y sufrimientos que pueden provenir de la propia comunidad
eclesial o de presiones ejercidas por otras fuentes dadas a conocer por
los Medios de Comunicación Social, no siempre al servicio de la verdad
y de la paz. En la vigésima Asamblea General, la Conferencia Episcopal
del Brasil se manifestó en forma suscinta, sobre problemas semejantes
en un documento aprobado con el título "'Llamado de Paz contra la
Industria bélica" (17.2.82).
Sufriendo en nuestro pais los efectos de la carrera armamentista
existente, sobre todo en las dos mayores potencias mundiales y susci-
tando serias cuestiones en relación al programa nuclear brasileño, con-
sideramos de gran valía la contribución que el Episcopado de Estados
Unidos de América ofrezca a la Paz Mundial. Experimentamos, tam-
bién, con todos los pueblos del Tercer Mundo. los efectos desastrosos
de las economías orientadas a la guerra, cuando la realidad y la digni-
dad de nuestros pueblos exigen atención urgente a sus necesidades bá-
BOLETIN ECLESIASTICO *
^ 197
sicas, tales como alimentación, salud, habitación, educación 3' trabajo.
Con toda la humanidad participamos de la preocupación por los defec-
tos destructores y arrasadores de una guerra nuclear.
EN EL ECUADOR
Bodas de Plata del Colegio Salesiano "Cardenal Spellman" de varones
El Colegio católico "Cardenal Spellman" de la ciudad de Quito,
regentado por la Comunidad de PP. Salesianos, celebró el vigésimo
quinto aniversario de su fundación con la celebración de una Misa de
acción de gracias que se realizó el domingo 22 de mayo de 1983 y
con una sesión solemne conmemorativa de los veinticinco años, que se
llevó a cabo en el Teatro Universitario el lunes 23 de mayo por la
mañana.
El Colegio "Cardenal Spellman fue fundado por Mons. Cándido
Rada en el año de 1958. En este período de tiempo el Colegio "Car-
denal Spellman" ha realizado una benemérita labor educativa en fa-
vor de la niñez y juventud de la ciudad de Quito, hasta conquistar la
fama de ser uno de los más importantes colegios católicos de nuestra
ciudad.
En la sesión, solemne conmemorativa de los veinticinco años, Mons.
Cándido Rada recibió una condecoración como fundador del Colegio.
Setenta y cinco años de actividad docente del Colegio de "La Inmaculada"
El Colegio de "La Inmaculada" de la ciudad de Quito, regentado
por la Comunidad de religiosas de "La Providencia y de la Inmaculada
Concepción", celebró en este mes de mayo de 1983 ios setenta y cinco
años de funcionamiento.
El Colegio de "La Inmaculada" fue fundado en Quito en el año
de 1908. Este colegio, destinado a la educación cristiana de la juven-
tud femenina, funcionó durante muchos años en el local ubicado en la
jurisdicción de la parroquia de Chimbacalle. Tubo mucha importancia
por su internado al que acudieron alumnas de distintos lugares de la
Patria.
198 —
* BOLETIN ECLESIASTICO
Posteriormente se trasladó a su nuevo local de la venida "Gonzá-
lez Suárez" al norte de la ciudad, en donde funciona actualmente. Uno
de los actos con el que el Colegio "La Inmaculada" celebró este año ju-
bilar fue una Misa en la capilla del Colegio, presidida por Mons. An-
tonio J. González Z., Arzobispo Coadjutor de Quito. En su homilía
Mons. González destacó que el Colegio de "La Inmaculada" había rea-
lizado el ideal del establecimietno educacional católico, cuya función es
educar a la persona humana y al cristiano para servicio de la Iglesia y
de la Patria.
Curso para capacitación de comprometidos en el apostolado organizó el
movimiento de Renovación Carismática
El movimiento de renovación carismática de Quito organizó un
curso que, dirigido para la capacitación de seglares, fue propuesto tam-
bién a las comunidades religiosas y a los institutos seculares. El curso
se realizó desde el 23 hasta el 28 de mayo del presente año y estuvo
dirigido por la Hna. Blanca Ruiz, misionera secular que forma parte
del equipo misionero del P. Darío Betancourt.
En este curso se desarrollaron los temas : Jesús, modelo de servi-
dores y Vocación del cristiano y su lugar en el Cuerpo Místico. El
curso se desarrolló en el Colegio Spellman de varones de 2,30 a 6 p.m.
y en la Iglesia de la parroquia de ia Inmaculada de Iñaquito de 6.30
a 10 p.m.
Reunión de Superiores Provinciales de Agustinos en el Ecuador
Convocados por la Organización de Agustinos de América Lati-
na (OALA), se reunieron en Quito los Superiores Provinciales de
Agustinos de América Latina. La reunión se inició el domingo 29 de
mayo, día en que se celebró en la Iglesia de San Agustín de Quito la
fiesta en honor del Señor de la Buena Esperanza.
Vino también para participar en la reunión de OALA el asistente
General de la Orden de San Agustín. OALA se inició hace algunos
años, con ocasión de una reunión de Agustinos de América Latina en
Quito para la celebración del cuarto centenario del convento agustiniano.
La Organización de Agustinos de América Latina tiene el obje-
tivo de coordinar la actividad de los Agustinos para la vivencia de su
carisma religioso y para la eficacia de su acción pastoral.
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— 199
Reunión de dirigentes del movimiento de "Encuentros matrimoniales"
Desde el jueves 2 hasta el domingo 5 de junio del presente año
de 1983, el movimiento de "Encuentros Alatrimoniales" organizó en
Quito un encuentro para dirigentes de América Latina. Este encuentro,
que en la nomenclatura del movimiento se denomina CADRE, tuvo
como finalidad la de reflexionar sobre el contenido mismo de los "ti
nes de semana" que realiza el movimiento para los esposos, a fin de
fomentar entre ellos el diálogo en orden a asegurar la comunión de
vida y de amor de los esposos.
Se ha insistido en que el objeto del diálogo y de la revisión que
deben realizar los esposos son los sentimientos. Se quiere pasar a des-
cubrir también las aspiraciones y necesidades que ellos experimentan y
los valores que pueden ser respuesta a esas necesidades.
De cada país en donde funciona el movimiento vino un equipo
compuesto por un sacerdote asesor y por un matrimonio. ]Mons. Antonio
González presidió la celebración de la Eucaristía con que se inició el
CADRE y el Señor Cardenal Pablo Muñoz Vega, Arzobispo de Qui-
to, celebró la Misa de conclusión del encuentro el domingo 5 de jimio
a las 14,30 horas.
El encuentro se llevó a cabo en San José del \ alie de los Hermanos
de las Escuelas Cristianas.
Aprobación de los nuevos estatutos de la Facultad de Teología de Quito
Con fecha 20 de mayo de 1983 la Sgda. Congregación para la Edu-
cación Católica ha suscrito el Decreto por el cual aprueba para tres
años y "ad experimentum" los nuevos estatutos de la "Facultad Ecle-
siástica de Ciencias Filosóf ico-Teológicas" de la Pontificia Universi-
dad Católica del Ecuador.
Los nuevos estatutos, que constan de un proemio y de 27 artícu-
los, dan a la Facultad de Teología una nueva fisonomía. Puesto que se
da importancia tanto a los estudios de Filosofía como a los de Teología,
la Facultad se denominará en adelante "Facultad Eclesiástica de Cien-
cias Filosóf ico-Teológicas". La Facultad abarcará tres escuelas: de Fi-
losofía, de Teología y de Ciencias religiosas. Los grados se podrán
conferir en esas tres escuelas.
200 —
BOLETIN ECLESIATICO
Viajó a Roma el señor Cardenal Pablo Muñoz y eya
El Señor Cardenal Pablo Muñoz Vega, Arzobispo de Quito, viajó
a Roma a principios de Mayo de este año para participar en una reu-/
nión general de la Sgda. Congregación para los Religiosos e Institu-
tos Seculares, de la que es miembro. En esa reunión la Sgda. Congre-
gación realizó un estudio sobre la naturaleza y misión de los Institutos
Seculares. Los Institutos seculares tienden a capacitar a los seglares a
vivir en el mundo los consejos evangélicos. En este sentido pertenecen
a la vida consagrada en la Iglesia.
En Roma el Señor Cardenal Pablo Muñoz Vega tuvo una entre-
vista particular con Su Santidad el Papa Juan Pablo II, en la que se
previó que el viaje del Santo Padre al Ecuador será posible en el año
de 1985. El Señor Cardenal regresó a Quito el domingo 29 de mayo.
Centenario de la muerte de la Vhle. Mercedes de Jesús Molina
El 12 de junio de este año el Instituto "Santa Mariana de Jesíis"
conmemoró el Centenario de la muerte de la Vble. Madre Mercedes de
Jesús Molina, Fundadora de dicho Instituto. El Consejo General y los
Consejos de las Provincias Ecuatorianas Norte y Sur organizaron un
programa de festejos de este centenario, que constó de una conviven-
cia juvenil, el encuentro anual de exalumnas y una solemne concele-
bración de la Eucaristía, presidida por Mons. Leónidas Proaño, Obis-
po de Riobamba
BOLETIN ECLESIASTICO üi
— 201
FALLECIO MONS. SILVIO LUIS HARO
El viernes 21 de mayo de 1983 falleció en la ciudad
de Quito Mons. Silvio Luis Hará Alvear, Obispo dimi-
sionario de Ibarra.
Había nacido en Penipe, provincia de Chimbora-
zo, el 15 de diciembre de 1904. Recibió la ordenación
sacerdotal el 29 de pinio de 1929. Pió XII lo nombró
Obispo titular de Anteopoli y auxiliar del Obispo de
Guayaquil, el \1 de julio de 1950. Recibó la consagra-
ción episcopal el 8 de octubre de 1950. Fue el primer
Administrador Apostólico de la Prelatura de El Oro y
fue nombrado Obispo ruesidencial de Ibarra el 25 de
marzo de 1955, cargo que desempeñó hasta el 28 de
junio de 1980, fecha en la que Juan Pablo II aceptó su
renuncia al gobierno pastoral de esa diócesis.
El funeral de Mom. Silvio Luis Haro se celebró
en la Catedral Metropolitana de Quito y sus restos mor-
tales reposan en la cripta de la Basílica del Voto Na-
cional en Quito.
Dios conceda a este Prelado el premio reservado
a sus fieles servidores.
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