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Full text of "Boletin Eclesiastico (Ecuador)"

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UBRARY  OF  PRINCETON 

 I 

SEP  2  7  2004 


THEOLOGICAL  SEMINARY 


PER  BX1472.A1  B68 
Boletmn  eclesiástico. 


I 


I 


Digitized  by 

the  Internet  Archive 

in2015 

https://archive.org/details/boletineclesiast9056cath 


ALMACENES 


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Quito  ■  Ecuador 


OLETIN  ECLESIASTICO 

ORGANO  INFORMATIVO  DE  LA    ARQUIDIOCE SIS  DE  QUITO 


AÑO      XC         MAYO      Y      JUNIO      DE  1083 


Nros.       5    y  6 


■m. 


:/  Pafriarca,  Moran  Mar  BaseUus  Marthoma  Mathews  I,  Catho~i 
licós  de  la  Iglesia  Siro-Ortodoxa  de  India,  hizo  una  visita  a  S.S 
Juan  Pablo  II  y  a  la  Iglesia  de  Roma,  del  1*^  al  4  de  junio.  La 
foto  recoge  el  momento  de  intercambios  de  dones  entre  el 
Catholicós  y  el  Soberano  Pontífice.  A  la  izquierda  del  Papa 
consta  el  P.   Pierre  Duprey,  p.b.,  nuevo  Secretario  para  la 


BOLETIN  ÍCLESIASTICO 

Organo  Informativo  de  ¡a  Arquidiócesis  de  Ouito 


AÑO  XC 


Mayo  y  Junio  de  1983 


Nos.  5  y  6 


DIRECTOR: 
Rvmo.  Germán 
Pavón  Puente 


ADMINISTRADORA: 
Hna.  Regina  Córdova 


OFICINAS: 

Cancillería  Arzobispal 
Teléfonos:  210-703 
513-615 
Apido.  106 


IMPRESO  EN: 
Editora  "Royal" 
Mejía   N2  157 
Quito-Ecuador 


Sus<-ripción  Anual 
dentro  del  país 
S/.  500,00 
fuera  del  país 
$  35,00 

Aéreo  s/.  40,00 


SE  ACEPTAN  CANJES 


EDITORIAL:  La   aciividad  política    132 

DOCUMENTOS   DE  LA   SANTA  SEDE: 

—  El  Sínodo  de  los  Obispos:  naturalsiia,  funciones 

y   perspectivas   para    el   futuro   135 

—  Erección  del  OPUS  DEI  como  PR:LATURA  PER- 
SONAL   139 

— ■  Maternidad  de  María    obtenida   o  los    pies  de 

la  cruz   1 43 

—  Mensaje  del  Papo  al  VIII  Congreso  Misionero 
Mexicano  y  al  II  Congreso  Latinoomericano  ce- 
lobrado   en    T.CAcala,    Méüico    146 

DOCUMENTOS  DE  LA  IGLESIA   CN  AAAERICA  LATINA; 

—  Recomendaciones  finales  al  término  de  la  XIX 
Asamblea  Plenoria  del  CELAM  149 

DOCUMENTOS   DE   LA  CONFERENCIA  EPISCOPAL: 

—  Carta  de  Mons  Anionio  J.  González  Z.,  Vice- 
presidente de  la  CES,  como  motivo  de  la 
próxima  celebración  de  los  Bodas  de  Oro  Sa- 
cerdotales de  Su  Eminencia  e'  Cardenal  Pablo 
Muñoz  Vega,  s.j..  Arzobispo  de  Ouito    159 

DOCUMENTOS  ARQUIDIOCESANOS: 

—  Homilía  del  señor  Cardenal  Pobo  Muñoz  Vega, 
s.¡  sobre  el  sentido  p  ofindo  del  Jubileo  de  La 
Redención   en   los   años  1983-1984  ...  161 

—  Homilía  del  Emmo.  señor  Cárdeno!  Pablo  Muñoz 
Vega,  s.'i.  en  lo  Novena  de  la  Doloroso  del 
Colegio      165 

—  Circular  pidiendo  oue  se  hagan  ROGATIVAS 
pora  empetror   el    buen  tiempo    175 

—  Circular  de  Mons.  Antonio  J.  González  Z.  para 
implorar  del  Sacratísimo  Corazón  de  .losús  la 
pro'ección  sobre    e'    Ecuador  178 

ADAAINISTRACION  ECLESIASTICA: 

—  Promociones   en   el  Cabildo  Metropolitano    192 

—  Nombramientos: 

—  del  DECANO  de  lo  Zona  de  Sonto  Domingo 

de   los   Colorados    192 

—  de  CAPELLAN  del  Monasterio  de  la  "So- 
grado    Familia"     192 

—  de    CONFESOR    ORDINARIO  del  Monasterio 

de   la    "Sagrado    Familia"  192 

—  Decretos  de  erecciones: 

—  de  lo  Vicaría  Parroquia:  de  PUERTO  QUITO  192 

—  del  Oratorio  Semi-Público  en  el  Instituto  Mi- 
sionero de  "Santo  Moría  de  Guadalupe  '  193 

—  de  la  Coso  Religiosa  pora  la  sede  del  Con- 
sejo General  de  las  Hermanoj  de  Sonto  Ma- 
riano   de   Jesús'  .  .    193 

INFORMACION  ECLESIAL: 

—  En  el    mundo    194 

—  En  el  Ecuador    193 

—  Falecimienlo  de  S.  E,  Mons.  SILVIO  HARO 
ALVERA    202 


BOLETIN  ECLESIASTICO  ) 

ORGANO  INFORMATIVO  DE  LA  ARQU I DIOCESIS  DE  QUITO 
AÑO  XC  -    MAYO  Y  JUNIO  DE   1983   -    Nos    5  Y  6 


i  T  o  R I A L 


LA  ACTIVIDAD  POLITICA 

la  perspectiva  de  unas  elecciones  próximas,  que  se  realiza- 
rán a  principios  del  año  1 984,  va  a  intensificar  la  actividad  polí- 
tica en  el  Ecuador.  Esa  actividad  se  convertirá  en  febril  o  can- 
den'e  durante  los  tres  meses  de  la  campaña  electoral. 

Esta  persepectiva  nos  da  la  oportunidad  para  hacer  unas 
reflexiones  sobre  la  política. 

Como  nos  recuerda  el  Documento  de  Puebla,  n.  515,  la  Igle- 
sia sieníe  como  su  deber  y  derecho  estar  presente  en  este  campo 
de  la  realidad,  que  es  la  política,  porque  el  cristianismo  debe 
evangelizar  la  totalidad  de  la  existencia  humana,  incluida  la  di- 
mensión política.  La  presencia  de  la  Iglesia  en  la  política  no  obe- 
dece a  un  afán  de  dominar  todos  los  campos  de  la  actividad  hu- 
mana. Mas  bien,  a  partir  del  Concilio  Vaticano  II,  la  Iglesia  reco- 
noce la  debida  autonomía  de  lo  temporal.  Por  tanto  la  política 
i/ene  también,  como  actividad  pertinente  al  orden  temporal,  una 
debida  autonomía  y,  por  lo  mismo,  no  requiere  de  la  tutela  de  la 
Iglesia. 

Para  mayor  claridad,  interesa  que  se  distingan  dos  concep- 
tos de  política  y  de  compromiso  político-,  en  primer  lugar,  ¡a  polí- 


132  — 


*    BOLETIN  ECLESIATICO 


f'ica  en  su  sentido  más  amplio  y  más  noble  es  aquella  actividad 
que,  orientada  por  un  ideario,  tiene  como  fin  buscar  el  bien  co- 
mún de  la  sociedad,  tanto  en  lo  nacional  como  en  lo  internacional. 
A  esta  política  en  senitdo  más  amplio  le  corresponde  precisar  los 
'alores  fundamentales  de  toda  comunidad,  conciliando  la  igual- 
Jad  con  la  libertad,  la  autoridad  pública  con  la  legitima  autonomía 
y  participación  de  las  personas  y  grupos,  la  soberanía  nacional 
con  la  convivencia  y  solidaridad  internacional.  Esta  política  define 
también  los  medios  y  la  ética  de  las  relaciones  sociales. 

Esta  política  interesa  a  la  Iglesia  y,  por  tanto,  a  sus  pastores; 
o  más  exactamente,  la  Iglesia  y  sus  pastores  no  pueden  desen- 
tenderse del  bien  común  de  la  sociedad.  A  la  Iglesia  le  corres- 
ponde promover  los  valores  que  deben  inspirar  la  política,  dar 
las  orientaciones  morales  que  deben  guiar  la  acción  política. 

El  otro  concepto  es  el  de  la  política  partidista  y  el  compro- 
miso político  en  un  partido  determinado. 

La  realización  concreta  de  esta  tarea  política  se  hace  nor- 
malmente a  través  de  grupos  de  ciudadanos  que  se  proponen 
conseguir  y  ejercer  el  poder  político  para  resolver  cuestiones 
eccnómicsa,  políticas  y  sociales  según  sus  propios  criterios  o 
ideologías. 

Según  la  diversidad  de  ideologías  y  de  criterios  y  según 
la  diversidad  de  planes  y  programas  de  acción  se  diversifican  los 
partidos  políticos,  aunque  todos  ellos  tengan  como  meta  la  con- 
secución y  el  ejercicio  del  poder  político  en  el  Estado. 

La  polítia  partidista  es  el  campo  propio  de  los  seglares.  Co- 
rresponde a  su  condición  laical  de  constituir  y  organizar  partidos 
políticos  con  ideologías  y  estrategia  adecuadas,  para  alcanzar  sus 
legítimos  fines. 

Los  pastores  de  la  Iglesia,  sacerdotes  y  religiosos,  puesto 
que  deben  servir  a  la  unidad  porque  son  constructores  de  la  co- 
munidad y  deben  estar  al  servicio  de  todos  para  la  obra  de  la 


BOLETIN  ECLESIASTICO  liB 


—  133 


salvación,  no  pueden  adherirse  a  una  ideología  político-partidista 
que  pudiera  condicionar  sus  criterios  y  actiiudes. 

Ningún  partido  político,  por  más  inspirado  que  se  crea  en 
la  doctrina  de  la  Iglesia,  puede  arrogarse  la  representación  de  la 
Iglesia,  ya  que  su  programa  concreto  no  podrá  tener  nunca  valor 
absoluto  para  todos. 

Frente  a  la  campaña  política  que  se  avecina  antes  de  las 
elecciones  del  año  próximo  venidero,  podemos  hacer  las  siguien- 
tes consideraciones: 

— En  nuesira  realidad  ecuatoriana  nos  parece  inconveniente 
la  muliip'icación  de  partidos  políticos,  muchos  de  los  cuales  pue- 
den coincidir  en  criterios  e  idearios  e  incluso  en  programas  y  pla- 
nes de  acción  política.  La  multiplicación  de  partidos  puede  deso- 
rientar a  los  electores  y  puede  tener  su  origen  en  ambiciones  de 
personas  o  grupos. 

— 'o  Iglesia  como  tal,  se  mantendrá  independiiente  frente  a  los 
parüdcs  que  intervienen  en  la  comiendo  electoral,  pero  tiene  la 
obligación  de  recordar  su  enseñanza  social  y  dar  los  criterios  ade- 
cuados para  la  actividad  política  de  los  ciudadanos  a  la  luz  de 
lo  visión  crisiiana  del  hombre. 

— La  Iglesia  recordará  también  a  los  fieles  que  tienen  la  obli- 
gación moral  de  intervenir  en  las  elecciones  y  que,  al  ejercer  el 
derecho  ciudadano  del  sufragio,  deben  votar  bien,  no  por  inte- 
reses particulares,  sino  tratando  de  elegir  a  aquellas  personas  que 
den  más  garantía  de  trabajar  por  el  bien  común,  por  el  estable- 
cimiento de  la  justicia  social,  de  la  honradez  administrativa  y  por 
la  solución  de  los  problemas  que  más  afectan  a  las  mayorías  del 
pueblo  ecuatoriano. 


134  — 


^    BOLETIN  ECLESIASTICO 


DOCUMENTOS  DE  LA  SANTA  SEDE 


EL  SINODO  DE  LOS  OBISPOS: 
NATURALEZA,  FUNCIONES  Y  PERSPECTIVAS  PARA  EL  FUTURO 
Amadísimos  hermanos : 

1.  En  vuestra  última  reunión  del  Consejo  de  la  Secretaría  gene- 
ral del  Sínodo  de  los  Obispos,  en  la  que  esbozasteis  las  líneas  del  "Ins- 
trumentum  laboris",  propusisteis  que  tuviera  lugar  una  sesión  especial 
dedicada  de  modo  particular  a  las  cuestiones  internas  de  esta  institu- 
ción eclesial,  joven,  pero  ya  bien  experimentada.  Aceptasteis  así  una 
labor  suplementaria  a  vuestro  trabajo  ordinario.  De  corazón  os  lo  agra- 
dezco a  vosotros  y  también  a  los  oficiales  de  la  Secretaría  y  a  los  pe- 
ritos cuyo  diligente  estudio  ha  constituido  una  amplia  base  para  vuestra 
deliberación  acerca  de  la  finalidad  y  el  funcionamiento  del  Sínodo  de 
los  Obispos. 

Esta  reunión  vuestra  ha  sido  como  el  intervalo  que  deja  pasar  el 
operario  después  de  haber  cumplido  parte  del  trabajo,  deteniéndose  un 
poco  para  reflexionar  de  nuevo  sobre  las  motivaciones  y  para  dispo- 
nerse a  seguir  decididamente  la  tarea  emprendida.  El  Sínodo  de  los 
Obispos  nació  en  el  terreno  fecundo  del  Concilio  Vaticano  II,  pudo  ver 
la  luz  gracias  al  ingenio  y  sensibilidad  de  mi  predecesor  Pablo  VI  y 
empezó  a  dar  sus  frutos  desde  la  primera  Asamblea  ordinaria  de  1967. 
que  tuvo  lugar  en  esta  misma  sala  donde  ahora  nos  encontramos.  Desde 
entonces,  el  Sínodo  de  los  Obispos  se  ha  ido  reuniendo  en  fechas  de- 
terminadas, aunque  ha  experimentado  también  otro  tipo  de  Asambleas; 
así  ha  contribuido  de  manera  muy  notable  a  aplicar  las  enseñanzas  y 
orientaciones,  tanto  doctrinales  como  pastorales,  del  Concilio  Vaticano 
II  en  la  vida  de  la  Iglesia  universal.  El  modo  como  el  Sínodo  entiende 
y  aplica  el  Concilio,  se  ha  convertido  casi  en  el  modo  de  interpretar, 
aplicar  y  desarrollar  el  mismo  Concilio. 


BOLETIN  ECLESIATICO  * 


—  135 


CONCILIO  Y  SINODO 


En  efecto,  considerando  la  riqueza  de  tantos  frutos  ya  producidos 
y  las  posibilidades  mismas  de  la  todavía  joven  institución  del  Sínodo, 
es  justo  ante  todo  dar  gracias  a  Dios,  que  inspiró  su  institución  y  di- 
rigió sus  trabajos.  Igualmente  es  justo,  después  de  estos  años,  detenerse 
a  reflexionar  basándose  en  la  experiencia  ya  adquirida. 

2.  El  Sínodo  de  los  Obispos  ha  prestado  ya  grandes  servicios 
al  Concilio  Vaticano  II  y  podrá  prestar  otros  en  la  aplicación  y  desa- 
rrollo de  las  normas  y  orientaciones  conciliares.  La  experiencia  del 
período  post-conciliar  muestra  muy  bien  cómo  la  obra  del  Sínodo  ha 
sido  una  expresión  del  ritmo  de  la  vida  pastoral  en  toda  la  Iglesia. 

A  las  Asambleas  Sinodales  asisten  representantes  de  los  Pastores 
como  delegados  de  cada  una  de  las  Iglesias  locales  de  todos  los  conti- 
nentes. Ya  durante  la  fase  preparatoria  se  consulta  a  las  Iglesias  locales 
y  su  experiencia  de  la  vida  de  fe  es  llevada  después  por  los  obispos 
a  la  Asamblea.  En  ella  se  intercambian  informaciones,  sugerencias  y 
propuestas ;  y  a  la  luz  del  Evangelio  y  de  la  doctrina  de  la  Iglesia  se 
delincan  orientaciones  comunes  que,  aprobadas  luego  por  el  Sucesor 
de  San  Pedro,  repercuten  en  beneficio  de  las  mismas  Iglesias  locales, 
de  manera  que  toda  la  Iglesia  pueda  mantener  la  comunión  en  la  plu- 
ralidad de  culturas  y  situaciones.  De  esta  manera  también  el  Sínodo 
de  los  Obispos  confirma  magníficamente  la  naturaleza  y  realidad  de 
la  Iglesia,  en  la  cual  el  Colegio  Episcopal,  "en  cuanto  compuesto  de 
muchos,  expresa  la  variedad  y  universalidad  del  Pueblo  de  Dios;  y  en 
cuanto  agrupado  bajo  una  sola  Cabeza,  la  unidad  de  la  grey  de  Cristo" 
{Lumen  gcntium,  22). 

Sin  duda,  el  Sínodo  es  instrumento  de  la  colegialidad  e  igual- 
mente elemento  válido  de  comunión,  aunque  de  forma  diversa  a  un 
Concilio  Ecuménico.  Se  trata,  con  todo,  siempre  de  un  instrumento 
eficiente,  ágil,  oportuno  y  adecuado  para  el  ministerio  de  todas  las 
Iglesias  locales  y  de  su  recíproca  comunión.  Esta  finalidad,  que  perte- 
nece de  por  sí  al  Sínodo  en  cuanto  permanentemente  constituido  como 
"peculiar  consejo  de  los  Pastores  sagrados",  ya  estaba  presente  desde 
su  institución  — ^tal  como  lo  anunció  Pablo  VI  en  la  Carta  Apostólica 
"Apostólica  sollicitudo" —  "de  manera  que  después  del  Concilio  conti- 


13G  - 


üf   BOLETIN  ECLESTASTICO 


nuara  afluyendo  al  pueblo  cristiano  esa  abundancia  de  beneficios,  que 
durante  el  Concilio  se  recibió  felizmente  mediante  aquella  estrecha 
unión  nuestra  con  los  obispos".  Que  el  Sínodo  pueda  producir  benefi- 
cios todavía  mayores,  depende  de  la  aplicación  concreta  ((ue  se  dé  a  las 
conclusiones  sinodales  bajo  la  guía  de  los  Pastores  y  de  las  Conferen- 
cias locales.  Esta  tarea  postsinodal.  por  tanto,  exige  la  máxima  aten- 
ción y  un  cuidado  peculiar. 

3.  Por  lo  demás,  toda  la  fuerza  dinámica  del  Sínodo  de  los  Obis- 
pos — como  vosotros  habéis  puesto  de  relieve —  se  funda  en  la  recta 
comprensión  y  en  el  ejercicio  de  la  colegialidad  de  los  obispos. 

En  efecto,  el  Sínodo  es  una  expresión  especialmente  fructuosa  e 
instrumento  eficacísimo  de  la  colegialidad  episcopal,  es  decir,  del  par- 
ticular servicio  o  responsabilidad  de  los  obispos  en  torno  al  Obispo 
de  la  Iglesia  Romana. 

Ciertamente  el  Sínodo  es  una  forma  de  expresar  la  colegialidad 
de  los  obispos.  Todos  los  obispos  de  la  Iglesia  con  el  Obispo  de  Roma 
a  la  cabeza,  el  Sucesor  de  Pedro,  que  es  "principio  y  fundamento  per- 
petuo y  visible  de  unidad"  (Lumen  gentium,  23)  del  Episcopado,  cons- 
tituyen el  Colegio  que  sucede  al  Colegio  Apostólico,  del  que  Pedro 
era  la  cabeza.  La  solidaridad  que  les  une  y  la  solicitud  por  la  Iglesia 
universal  se  manifiestan  en  grado  supremo  cuando  todos  los  obispos 
"cum  Petro  et  sub  Petro"  se  congregan  en  Concilio  Ecuménico.  Hay, 
evidentemente,  una  diferencia  real  y  específica  entre  Concilio  y  Sínodo ; 
con  todo,  el  Sínodo  expresa  la  colegialidad  de  modo  ciertamente  intenso, 
si  bien  diversamente  de  como  lo  hace  el  Concilio  Ecuménico. 

Esta  colegialidad  se  muestra  principalmente  en  el  modo  colegial 
con  que  los  Pastores  de  las  Iglesias  locales  expresan  sus  juicios.  Cuan- 
do los  obispos  — especialmente  tras  una  adecuada  preparación  comuni- 
taria en  las  propias  Iglesias  y  colegial  en  sus  Conferencias  Episcopales 
(conscientes  de  sus  obligaciones  respecto  a  las  propias  comunidades  y 
también  de  su  solicitud  por  toda  la  Iglesia) —  dan  testimonio  común 
de  la  fe  y  de  la  vida  de  fe,  su  parecer  — si  es  moralmente  unánime — 
comporta  un  peso  eclesial  peculiar  que  supera  el  aspecto  simplemente 
formal  del  voto  consultivo. 

La  vitalidad  de  un  Sínodo  depende,  por  cierto,  de  la  diligencia 
con  que  se  hace  la  preparación  en  las  comunidades  eclesiales  y  en  las 


BOLETIN  ECLESIASTICO  >!< 


—  137 


Conferencias  Episcopales ;  cuanto  mejor  funciona  en  concreto  la  co- 
legialidad  entre  los  obispos  — que  expresa  la  comunión  entre  las  Igle- 
sias particulares — ,  tanto  mayor  será  la  contribución  cjue  los  obispos 
aportanui  a  la  Asamblea  Sinodal.  El  ejercicio  de  la  colegialidad  de 
los  Pastores  en  el  Sínodo  produce  un  mutuo  intercambio,  que  sirve 
a  la  comunión  misma,  tanto  de  los  Pastores  entre  sí,  como  de  los  fie- 
les, y  en  definitiva  resulta  provechoso  a  la  unidad  siempre  más  pro- 
funda y  orgánica  de  la  Iglesia.  El  Sínodo,  por  tanto,  está  al  servicio 
de  la  comunión  eclesial,  que  no  es  otra  que  la  misma  unidad  de  la 
Isrlesia  en  su  dimensión  dinámica. 

LA  COLEGIALIDAD  EPISCOPAL 

En  el  misterio  de  la  Iglesia  todos  los  elementos  tienen  su  proiiio 
lugar  y  función.  Así,  la  función  del  Pontífice  Romano  lo  inserta  pro- 
fundamente en  el  Colegio  de  los  obispos  como  corazón  y  quicio  de  la 
comunión  episcopal ;  su  primado,  que  es  a  la  vez  un  ministerio  para 
el  bien  de  toda  la  Iglesia,  le  coloca  en  relaciones  de  unión  y  colabo- 
ración más  intensas.  El  mismo  Sínodo  pone  más  en  relieve  el  nexo 
íntimo  entre  colegialidad  y  primado :  la  tarea  del  Sucesor  de  Pedro, 
en  efecto,  es  un  servicio  a  la  colegialidad  de  los  obispos  y,  a  su  vez,  la 
colegialidad  efectiva  y  afectiva  de  los  obispos  constituye  una  ayuda  muy 
importante  al  ministerio  primacial  petrino. 

4.  Al  igual  que  cualquier  institución  humana,  también  el  Sínodo 
de  los  Obispos  crece  y  podrá  crecer  y  desarrollar  más  sus  potenciali- 
dades, tal  como  por  otra  parte  ya  previó  mi  antecesor  en  la  Carta 
"Apostólica  sollicitudo".  Algunas  formas  sinodales  — aunque  ya  están 
previstas —  todavía  no  han  sido  llevadas  a  cabo  de  manera  adecuada  y 
suficiente.  Vosotros  mismos  habéis  examinado  varias  posibilidades  de 
procedimiento  y  metodológicas  y  habéis  formulado  varias  propuestas 
hechas  a  lo  largo  de  la  existencia  de  esta  institución.  Por  mi  parte, 
podéis  estar  seguros  de  la  gran  estima  que  tengo  por  la  función  del 
Sínodo  de  los  Obispos  en  la  Iglesia,  así  como  de  la  plena  confianza 
que  pongo  en  su  actividad  al  servicio  de  la  Iglesia  universal. 

En  este  sentido  renuevo  el  aprecio  y  el  agradecimiento  por  vues- 
tros trabajos,  sobre  los  que  invoco  la  bendición  de  Dios  omnipotente 
y  la  protección  de  María,  Madre  de  la  Iglesia. 


*    BOLETIN  ECLESIASTICO 


Juan  Pablo  Obispo 

SIERVO  DE  LOS  SIERVOS  DE  DIOS 
PARA  PERPETUA  MEMORIA 

Con  grandísima  esperanza,  la  Iglesia  dirige  sus  cuidados  mater- 
nales y  su  atención  al  Opus  Dei,  que  — por  inspiración  divina — -  el 
Siervo  de  Dios  Josemaría  Escrivá  de  Balaguer  fundó  en  Madrid  el  2 
de  octubre  de  1928,  con  el  fin  de  que  siempre  sea  un  instrumento  apto 
y  eficaz  de  la  misión  salvífica  que  la  Iglesia  lleva  a  cabo  para  la  vida 
del  mundo. 

Desde  sus  comienzos,  en  efecto,  esta  Institución  se  ha  esforzado, 
no  sólo  en  iluminar  con  luces  nuevas  la  misión  de  los  laicos  en  la  Igle- 
sia y  en  la  sociedad  humana,  sino  también  en  ponerla  por  obra ;  se  ha 
esforzado  igualmente  en  llevar  a  la  práctica  la  doctrina  de  la  llamada 
universal  a  la  santidad,  y  en  promover  entre  todas  las  clases  sociales 
la  santificación  del  trabajo  profesional  y  por  medio  del  trabajo  profe- 
sional. Además,  mediante  la  Sociedad  Sacerdotal  de  la  Santa  Cruz, 
ha  procurado  ayudar  a  los  sacerdotes  diocesanos  a  vivir  la  misma 
doctrina,  en  el  ejercicio  de  su  sagrado  ministerio. 

Habiendo  crecido  el  Opus  Dei,  con  la  ayuda  de  la  gracia  divina, 
hasta  el  punto  de  que  se  ha  difundido  y  trabaja  en  gran  número  de 
diócesis  de  todo  el  mundo,  como  un  organismo  apostólico  compuesto 
de  sacerdotes  y  de  laicos,  tanto  hombres  como  mujeres,  que  es  al 
mismo  tiempo  orgánico  e  indiviso  — es  decir,  como  una  institución 
dotada  de  una  unidad  de  espíritu,  de  fin,  de  régimen  y  de  formación — , 
se  ha  hecho  necesario  conferirle  una  configuración  jurídica  adecuada 
a  sus  características  peculiares.  Fue  el  mismo  Fundador  del  Opus  Dei, 
en  el  año  1962,  quien  pidió  a  la  Santa  Sede,  con  humilde  y  confiada 
súplica,  que  teniendo  presente  la  naturaleza  teológica  y  genuina  de 
la  Institución,  y  con  vistas  a  su  mayor  eficacia  apostólica,  le  fuese 
concedida  una  configuración  eclesial  apropiada. 

Desde  que  el   Concilio  Ecuménico  Vaticano  II  introdujo  en  el 


BOLETIN  ffiCLESIASTiCX)  C 


—  139 


ordenamiento  de  la  Iglesia,  por  medio  del  Decreto  Prcsbyfcroním  Or- 
dinis,  n.  10  — -hecho  ejecutivo  mediante  el  Motu  proprio  Ecclcsiac  Saiic- 
tae,  I.  n.  A —  la  figura  de  las  Prelaturas  personales  para  la  realización 
de  peculiares  tareas  pastorales,  se  vio  con  claridad  que  tal  figura  ju- 
rídica se  adaptaba  perfectamente  al  Opus  Dei.  Por  eso,  en  el  año 
1969,  Nuestro  Predecesor  Pablo  VI,  de  gratísima  memoria,  acogiendo 
benignamente  la  petición  del  Siervo  de  Dios  Josemaría  Escrivá  de  Ba- 
laguer,  le  autorizó  para  convocar  un  Congreso  General  especial  que. 
bajo  su  dirección,  se  ocupase  de  iniciar  el  estudio  para  una  transfor- 
mación del  Opus  Dei,  de  acuerdo  con  su  naturaleza  y  con  las  normas 
del  Concilio  X'^aticano  II. 

Nos  mismo  ordenamos  expresamente  que  se  prosiguiera  tal  es- 
tudio, y  en  el  año  1979  dimos  mandato  a  la  Sagrada  Congregación 
para  los  Obispos,  a  la  que  por  su  naturaleza  competía  el  asunto,  para 
que,  después  de  haber  considerado  atentamente  todos  los  datos,  tanto 
de  derecho  como  de  hecho,  sometiera  a  examen  la  petición  formal  que 
había  sido  presentada  por  el  Opus  Dei. 

Cumpliendo  el  encargo  recibido,  la  Sagrada  Congregación  exa- 
minó cuidadosamente  la  cuestión  que  le  había  sido  encomendada,  y  lo 
hizo  tomando  en  consideración  tanto  el  aspecto  histórico,  como  el  ju- 
rídico y  el  pastoral.  De  tal  modo,  quedando  plenamente  excluida  cual- 
quier duda  acerca  del  fundamento,  la  posibilidad  y  el  modo  concreto 
de  acceder  a  la  petición,  se  puso  plenamente  de  manifiesto  la  oportu- 
nidad y  la  utilidad  de  la  deseada  transformación  del  Opus  Dei  en  Pre- 
latura personal. 

Por  tanto.  Nos,  con  la  plenitud  de  Nuestra  potestad  apostólica, 
después  de  aceptar  el  parecer  que  Nos  había  dado  Nuestro  Venerable 
Hermano  el  Eminentísimo  y  Reverendísimo  Cardenal  Prefecto  de  la 
Sagrada  Congregación  para  los  Obispos,  y  supliendo,  en  la  medida 
en  que  sea  necesario,  el  consentimiento  de  quienes  tengan  o  consideren 
tener  algún  interés  propio  en  esta  materia,  mandamos  y  queremos  que 
se  lleve  a  la  práctica  cuanto  sigue. 

I 

Queda  erigido  el  Opus  Dei  como  Prelatura  personal  de  ámbito 


140  — 


m    BOLETIN  ECLESIASTICO 


internacional,  con  el  nombre  de  la  Santa  Cruz  y  Opus  Dei  o,  en  forma 
abreviada.  Opus  Dei.  Queda  erigida  a  la  vez  la  Sociedad  Sacerdotal 
de  la  Santa  Cruz,  como  Asociación  de  clérigos  intrínsecamente  unida 
a  la  Prelatura. 

II 

La  Prelatura  se  rige  por  las  normas  del  derecho  general  y  de 
esta  Constitución,  así  como  por  sus  propios  Estatutos,  que  reciben  el 
nombre  de  "Código  de  derecho  particular  del  Opus  Dei". 

III 

La  jurisdicción  de  la  Prelatura  personal  se  extiende  a  los  cléirgos 
en  ella  incardinados,  así  como  también  — ^sólo  en  lo  referente  al  cum- 
plimiento de  las  obligaciones  peculiares  asumidas  por  el  vínculo  jurí- 
dico, mediante  convención  con  la  Prelatura —  a  los  laicos  que  se  de- 
dican a  las  tareas  apostólicas  de  la  Prelatura :  unos  y  otros,  clérigos  y 
laicos,  dependen  de  la  autoridad  del  Prelado  para  la  realización  de  la 
tarea  pastoral  de  la  Prelatura,  a  tenor  de  lo  establecido  en  el  artículo 
precedente. 

IV 

El  Ordinario  propio  de  la  Prelatura  del  Opus  Dei  es  su  Prelado, 
cuya  elección,  que  ha  de  hacerse  de  acuerdo  con  lo  que  establece  el 
derecho  general  y  particular,  ha  de  ser  confirmada  por  el  Romano 
Pontífice. 

V 

La  Prelatura  depende  de  la  Sagrada  Congregación  para  los  Obis- 
pos y  ,  según  la  materia  de  que  se  trate,  gestionará  los  asuntos  corres- 
pondientes ante  los  demás  Dicasterios  de  la  Curia  Romana. 

V  I 

Cada  cinco  años,  el  Prelado  presentará  al  Romano  Pontífice,  a 
través  de  la  Sagrada  Congregación  para  los  Obispos,  un  informe  acerca 
de  la  situación  de  la  Prelatura  y  del  desarrollo  de  su  trabajo  apostólico. 


BOLETIN  ECLESIASTICO  >Z< 


—  141 


VII 


El  Gobicruu  central  de  la  Prelatura  tiene  su  sede  en  Roma.  Queda 
erigido,  como  iglesia  prelaticia,  el  oratorio  de  Santa  María  de  la  Paz, 
que  se  encuentra  en  la  sede  central  de  la  Prelatura. 

Asimismo,  el  Reverendísimo  Monseñor  Alvaro  del  Portillo,  canó- 
nicamente elegido  Presidente  General  del  Opus  Dei  el  15  d  septiembre 
de  1975,  queda  confirmado  y  es  nombrado  Prelado  de  la  Prelatura 
personal  de  la  Santa  Cruz  y  Opus  Dei,  (|ue  se  ha  erigido. 

Finalmente,  para  la  oportuna  ejecución  de  todo  lo  que  antecede, 
Nos  designamos  al  Venerable  Hermano  Romolo  Carboni,  Arzobispo 
titular  de  Sidone  y  Nuncio  Apostólico  en  Italia,  a  quien  conferimos 
las  necesarias  y  oportunas  facultades,  también  la  de  subdelegar  — en 
la  materia  de  que  se  trata —  en  cualquier  dignatario  eclesiástico,  con 
la  obligación  de  enviar  cuanto  antes  a  la  Sagrada  Congregación  para 
los  Obispos  un  ejemplar  auténtico  del  acta  en  la  que  se  dé  fe  de  la 
ejecución  del  mandato. 

Sin  que  obste  cualquier  cosa  en  contrario. 

Dado  en  Roma,  junto  a  San  Pedro,  el  día  28  del  mes  de  no- 
viembre del  año  1982,  quinto  de  Nuestro  Pontificado. 


AUGUSTINUS  Card.  CASAROLI, 
Secretario  de  Estado. 

f  SEBASTIANUS  Card.  BAGGIO, 
Prefecto  de  la  Sagrada  Congregación  para  los  Obispos. 

losephus  Del  Ton,  Protonotario  Apostólico 
Marcellus  Rossetti,  Protonotario  Apostólico 

L  t  P 


142  — 


«    BOLETIN  ECLESIASTICO 


LA  MATERNIDAD  DE  MARIA 


MATERNIDAD  DE  MARIA  OBTENIDA  A  LOS  PIES 

DE  LA  CRUZ 

Catequcsis  del  Papa  en  la  audiencia  general  del  miércoles  l\  de  mayo 

1.  "Jesús  dijo  a  la  Madre:  Mujer,  he  ahí  a  tu  hijo.  Luego  dijo 
al  discípulo:  He  ahí  a  tu  Madre"  (/w  19,  26  s.). 

En  este  Año  Santo  nos  dirigimos  con  más  fervor  a  María,  porque 
un  signo  especialísimo  de  la  reconciliación  de  la  humanidad  con  Dios, 
ha  sido  la  misión  que  a  Ella  se  le  confió  en  el  Calvario,  de  ser  la  Ma- 
dre de  todos  los  redimidos. 

Las  circunstancias  en  las  que  fue  proclamada  esta  maternidad  de 
María  muestran  la  importancia  que  el  Redentor  le  atribuía.  En  el 
momento  mismo  en  que  consumaba  su  sacrificio,  Jesús  dijo  a  la  Ma- 
dre esas  palabras  fundamentales:  "Mujer,  he  ahí  a  su  hijo"  (/n  19, 
26-27).  Y  anota  el  Evangelista  que,  después  de  pronunciarlas,  Jesús 
era  consciente  de  que  todo  estaba  cumplido.  El  don  de  la  Madre  era 
el  don  final  que  El  concedió  a  la  humanidad  como  fruto  de  su  sacrificio. 

Se  trata,  pues,  de  un  gesto  que  quiere  coronar  la  obra  redentora. 
Al  pedir  a  María  que  trate  al  discípulo  predilecto  como  a  su  hijo, 
Jesús  le  invita  a  aceptar  el  sacrificio  de  su  muerte  y,  como  precio  de 
esta  aceptación,  le  invita  a  asumir  una  nueva  maternidad.  Como  Sal- 
vador de  toda  la  humanidad,  quiere  dar  a  la  maternidad  de  María 
la  amplitud  más  grande.  Por  esto,  elige  a  Juan  como  símbolo  de  todos 
los  discípulos  a  los  que  El  ama,  y  hace  comprender  que  el  don  de  su 
Madre  es  el  signo  de  una  especial  intención  de  amor,  con  la  que  abraza 
a  todos  los  que  desea  atraer  a  Sí  como  discípulo,  o  sea,  a  todos  los 
cristianos  y  a  todos  los  hombres.  Además,  al  dar  a  esta  maternidad 
una  forma  individual,  Jesús  manifiesta  la  voluntad  de  hacer  de  María 


BOLETIN  ECLESIASTICO  M 


—  143 


I 


no  simplemente  la  madre  del  conjunto  de  sus  discípulos,  sino  de  cada  -i 

uno  de  ellos  en  particular,  como  si  fuese  su  hijo  único,  que  ocupa  el  , 

puesto  de  su  Unico  Hijo.  ; 

2.  Esta  maternidad  universal,  de  orden  espiritual,  era  la  última  < 
consecuencia  de  la  cooperación  de  María  a  la  obra  del  Hijo  divino,  una  ; 
cooperación  que  comienza  en  la  trémula  alegría  de  la  Anunciación  y  se 
desarrolla  hasta  el  dolor  sin  límites  del  Calvario.  Esto  es  lo  que  el  ' 
Concilio  Vaticano  H  ha  subrayado,  al  mostrar  la  misión  a  la  que  Ma-  \ 
ría  ha  sido  destinada  en  la  Iglesia:  "Concibiendo  a  Cristo,  engendran- 
dolo,  alimentándolo,  presentándolo  al  Padre  en  el  templo,  padeciendo  | 
con  su  Hijo  cuando  moría  en  la  cruz,  cooperó  de  forma  enteramente  i 
impar  a  la  obra  del  Salvador  con  la  obediencia,  la  fe,  la  esperanza  y  í 
la  ardiente  caridad,  con  el  fin  de  restaurar  la  vida  sobrenatural  de  las  ] 
almas.  Por  eso  es  nuestra  Madre  en  el  orden  de  la  gracia"  (Lumen 
gentium,  61 ) . 

La  maternidad  de  María  en  el  orden  de  la  gracia  "continúa  sin  \ 

interrupción"  hasta  el  fin  del  mundo,  afirma  el  Concilio,  que  pone  de  \ 

relieve  en  particular  la  ayuda  aportada  por  la  Santísima  Virgen  a  los  \ 
hermanos  de  su  Plijo  en  sus  peligros  y  afanes  (c/.  Lumen  gentium,  62). 

La  mediación  de  María  constituye  una  participación  singular  en  la  \ 
mediación  única  de  Cristo,  que,  por  lo  mismo,  no  queda  ofuscada  ni 

en  lo  más  mínimo,  sino  más  bien  queda  como  hecho  central  en  toda  j 

la  obra  de  la  salvación.  • 

Por  eso,  la  devoción  a  la  Virgen  no  está  en  contraste  con  la  devo- 
ción a  su  Hijo.  Mas  aún,   se  puede  decir  que,  al  pedir  al  discípulo 

predilecto  que  tratara  a  María  como  a  su  Madre,  Jesús  fundó  el  culto  \ 
mariano.  Juan  se  dio  prisa  en  cumplir  la  voluntad  del  Maestro :  Desde 
aquel  momento  recibió  en  su  casa  a  María,  dándole  muestras  de  un 

cariño  filial,  que  correspondía  al  afecto  materno  de  Ella,  inaugurando  ■ 

así  una  relación  de  intimidad  espiritual  que  contribuía  a  profundizar  \ 

la  relación  con  el  Maestro,  cuyos  rasgos  inconfundibles  encontraba  de  ; 

nuevo  en  el  rostro  de  la  Madre.  En  el  Calvario,  pues,  comenzó  el  mo-  j 

vimiento  de  devoción  mariana,  que  luego  no  ha  cesado  de  crecer  en  la  ! 

comunidad  cristiana.  ' 

3.  Las  palabras  que  Cristo  crucificado  dirigió  a  su  Madre  y  al  ■ 


144  — 


ít    BOLETIN  ECLESIASTICO 


discípulo  predilecto,  han  dado  una  nueva  dimensión  a  la  condición  re- 
ligiosa de  los  hombres.  La  presencia  de  una  Madre  en  la  vida  de  la 
gracia  es  fuente  de  consuelo  y  alegría.  En  el  rostro  materno  de  María 
los  cristianos  reconocen  una  expresión  particularísima  del  amor  mise- 
ricordioso de  Dios,  que,  con  la  mediación  de  una  presencia  materna, 
hace  comprender  mejor  su  propia  solicitud  y  bondad  de  Padre.  María 
aparece  como  Aquella  que  atrae  a  los  pecadores  y  les  revela,  con  su 
simpatía  e  indulgencia,  el  don  divino  de  reconciliación. 

La  maternidad  de  María  no  es  sólo  individual.  Tiene  un  valor 
colectivo  que  se  manifiesta  en  el  título  de  Madre  de  la  Iglesia.  Efectiva- 
mente, en  el  Calvario  Ella  se  unió  al  sacrificio  del  Hijo  que  tendía 
a  la  formación  de  la  Iglesia;  su  corazón  materno  compartió  hasta  el 
fondo  la  voluntad  de  Cristo  de  "reunir  en  uno  todos  los  hijos  de  Dios 
que  estaban  dispersos"  {I\n  11,  52).  Habiendo  sufrido  por  la  Iglesia, 
María  mereció  convertirse  en  la  Madre  de  todos  los  discípulos  de  su 
Hijo,  la  Madre  de  su  unidad.  Por  esto,  el  Concilio  afirma  que  "la 
Iglesia  católica,  instruida  por  el  Espíritu  Santo,  la  venera,  como  a 
Madre  amantísima,  con  afecto  de  piedad  filial"  {Lumen  gentium,  53). 

La  Iglesia  reconoce  en  Ella  una  Madre  que  vela  por  su  desa- 
rrollo y  que  no  cesa  de  interceder  ante  el  Hijo  para  obtener  a  los 
cristianos  disposiciones  más  profundas  de  fe,  esperanza  y  amor.  María 
trata  de  favorecer  lo  más  posible  la  imidad  de  los  cristianos,  porque 
una  madre  se  esfuerza  por  asegurar  el  acuerdo  entre  sus  hijos.  No  hay 
un  corazón  ecuménico  más  grande,  ni  más  ardiente,  que  el  de  María. 

La  Iglesia  recurre  a  esta  Madre  perfecta  en  todas  sus  dificultades; 
le  confía  sus  proyectos,  porque,  al  rezarle  y  amarla,  sabe  que  responde 
al  deseo  manifestado  por  el  Salvador  en  la  cruz,  y  está  segura  de  no 
quedar  defraudada  en  sus  invocaciones. 


BOLETIN  ECLESIASTICO 


—  ]4d 


MEXSAJF.  DF.L  PAPA   AL    niJ  COXCRBSO  MISIONERO 
MEXICAXO    Y    AL    II   COXGRESO  MISIOXERO 
LATIXOAMRRICAXÜ,    CELEBRADOS   EX  TLAXCALA, 

MEXICO 

Del  17  al  21  de  mayo  ha  tenido  lugar  en  Tlaxcala  {México)  el 
VIII  Congreso  Misionero  Mexicano  y  el  II  Congreso  Misionero  Latino- 
americano, en  los  que  han  participado  representaUtes  de  todos  los 
sectores  misioneros  de  la  Iglesia.  La  importancia  de  este  acontecimiento 
eclesial  queda  demostrada  de  modo  especial  por  el  interés  del  Santo 
Padre  al  nombrar  un  Legado  suyo.  Fue  designado  para  esta  repre- 
sentación el  cardenal  arzobispo  de  San  José  de  Puerto  Rico,  Luis  Aponte 
Martine::.  Para  hacer  más  viva  su  participación  y  presencia,  Juan  Pablo 
II  envió  a  los  congresistas  el  siguiente  mensaje  transmitido  por  tele- 
visión el  día  17. 

Amados  hermanos  en  el  Episcopado  y  queridos  congresistas : 

Con  gran  gozo  dirijo  mi  palabra  a  vosotros,  que  os  habéis  con- 
gregado en  Tlaxcala,  primera  sede  episcopal  de  México,  para  celebrar 
el  VIII  Congreso  Misionero  Mexicano  y  el  II  Congreso  Misionero 
Latinoamericano  en  torno  al  lema:  Con  María,  misioneros  de  Cristo. 
Saludo  también  a  todos  vosotros,  hombres  y  mujeres  de  Latirioamérica, 
que  estáis  espiritualmente  unidos  a  cuantos,  animados  por  un  mismo 
celo  msionero,  quieren  ofrecer  con  este  encuentro  eclesial  una  válida 
respuesta  de  la  Iglesia  en  América  Latina  a  la  misión  evangelizadora 
de  la  Iglesia  universal.  Y  quieren  hacerlo  comprometiéndose,  junto  con 
María,  modelo  y  primera  evangelizadora  de  América,  en  una  más  eficaz 
cooperación  en  la  maravillosa  tarea  de  hacer  presente  a  Cristo  en  todo 
el  mundo. 

He  seguido  con  alegría  vuestros  pasos  preparatorios.  Digno  de 
encomio  es  el  tr?bajo  que  habéis  emprendido  en  cada  una  de  vuestras 


146  — 


*    BOLETIN  ECLESIASTICO 


diócesis  y  naciones,  con  sus  36  precongresos ;  8  de  carácter  nacional 
y  28  de  tipo  diocesano  o  regional.  En  todo  habéis  tenido  como  fina- 
lidad despertar  o  reavivar  el  espíritu  misionero  de  la  Iglesia,  tanto 
en  los  individuos  como  en  las  comunidades  eclesiales,  y  provocar  una 
profunda  toma  de  conciencia  del  compromiso  que  todo  cristiano  debe 
sentir  de  hacer  ver  y  mantener  a  la  Iglesia  como  verdadero  sacramento 
universal  de  salvación. 

Me  alegra  poder  constatar  en  vuestras  tareas,  espiritual  y  casi 
sensiblemente,  la  unidad  y  eficacia  de  vuestros  renovados  esfuerzos 
misioneros. 

Durante  cinco  siglos,  hombres  de  Iglesia  han  depositado  en  Amé- 
rica la  semilla  del  Evangelio.  Ella  ha  dado  ciertamente  sus  frutos.  Gran- 
des e  innumerables  han  sido  las  obras  realizadas  en  todo  este  largo 
período,  pero  sobre  todo,  ha  sido  difundido  por  todo  el  continente  el 
nombre  del  único  Salvador,  Jesucristo;  ha  sido  implantada  la  Iglesia, 
se  ha  difundido  el  espíritu  de  amor. 

Ahora,  bien  convencidos  de  que  hay  que  profundizar  el  trabajo 
hecho,  vuestro  amor  a  Cristo  y  al  hombre  os  hace  entender  con  cla- 
ridad que  "finalmente,  ha  llegado  para  América  Latina  la  hora.  .  .  de 
proyectarse  más  allá  de  sus  propias  fronteras,  'ad  gentes'  "  (Puebla,  368.) 

Esta  apertura  hacia  el  mundo  misionero,  esta  contribución  al  de- 
sarrollo de  las  nuevas  Iglesias  y  particularmente  al  incremento  de  las 
vocaciones  sacerdotales,  religiosas  y  del  laicado  comprometido,  será  sin 
duda,  como  afirmara  mi  predecesor  Pablo  VI,  en  beneficio  del  creci- 
miento de  la  vitalidad  cristiana  y  del  aumento,  también  para  vuestras 
diócesis,  de  nuevas  y  dinámicas  vocaciones  que  os  enriquecerán  a  vo- 
sotros y  a  toda  la  Iglesia. 

Guiados  por  el  ejemplo  de  María,  confiando  en  su  ayuda,  y  en 
íntima  comunión  con  la  Iglesia  universal  y  con  el  Sucesor  de  Pedro, 
haced  cada  vez  más  real  la  dimensión  misionera  de  la  Iglesia.  Anun- 
ciad a  todos  los  hombres  que  Jesucristo  ha  sido,  es  y  será,  el  "camino, 
la  verdad  y  la  vida".  Sin  vacilaciones  ni  compromisos  que  os  aparten 
de  la  verdad,  esforzaos  por  comprender  el  dolor  humano  y  por  amar 


BOLETIN  ECLESIASTICO  Ü 


—  147 


verdaderamente,  siendo  ar.tónticos  discípnlos  de  Cristo  y  estableciendo 
con  El  una  comunión  intima  de  vida  y  de  ideales. 

Llevad  el  afán  misionero  de  Cristo  siempre  y  a  todas  partes,  para 
que  el  hombre  de  nuestro  tiempo  encuentre  en  El  la  respuesta  a  sus 
angustias,  esperanzas  y  aspiraciones.  Para  que  encuentre  a  Cristo  y  lo 
reconozca  como  su  único  y  pleno  Salvador. 

Santa  María  de  Guadalupe,  Patrona  de  México  y  de  América 
Latina,  esté  con  vosotros.  Sea  Ella  la  Estrella  de  la  evangelización,  sea 
Ella  vuestro  Modelo  y  Madre.  Pido  al  Señor,  por  su  intercesión,  que 
asista,  que  haga  muy  fecundos  vuestros  trabajos  y  compromisos,  mien- 
tras con  gran  esperanza  os  bendigo  de  corazón,  en  el  nombre  del  Padre, 
y  del  Hijo  y  del  Espíritu  Santo.  Así  sea. 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


—  148 


DOCUMENTOS  DE  EA  IGEESIÁ 
EN  AMERICA  EATINA 


CELAM:    XIX     ASAMBLEA  ORDIXARIA 
PUERTO  PRINCIPE,  9  -  14  DE  MARZO 
RECOMENDACIONES  FINALES 

1.  Que  el  CELAM  haga  un  estudio  del  discurso  dirigido  por  Su 
Santidad  Juan  Pablo  II  a  los  participantes  en  la  XIX  asamblea  ordi- 
naria y  lo  envíe  a  todos  los  obispos  de  América  Latina. 

2.  Que  la  Presidencia  del  CELAM  trate  con  la  Santa  Sede  so- 
bre la  posibilidad  de  realizar  la  IV  Conferencia  General  del  Episcopado 
Latinoamericano  en  1992,  V  centenario  del  comienzo  de  la  Evangeli- 
zación  de  América  Latina.  Si  la  propuesta  es  aceptada,  el  CELAM 
dialogue  con  las  Conferencias  Episcopales  para  crear  el  ambiente  ade- 
cuado de  celebración. 

3.  Que  el  CELAM,  por  medio  de  sus  órganos  especializados, 
responda  a  la  inquietud  de  los  obispos  latinoamericanos  en  la  profun- 
dización  del  tema  de  la  colegialidad  episcopal,  animando  con  servicios 
adecuados  los  diversos  aspectos  que  abarca  la  auténtica  colegialidad. 

4.  Que  el  CELAM  ofrezca  a  las  Conferencias  Episcopales  una 
reflexión  teológica  integral  sobre  la  problemática  de  la  "iglesia  popular" 
que  comprenda  los  diversos  aspectos  doctrinarios,  las  motivaciones  so- 
cio-político-económicas y  las  implicaciones  culturales  y  pastorales. 

5.  Que  el  CELAM  haga  estudiar  las  líneas  maestras  para  la 
evangelización  y  la  pastoral  de  la  cultura  y  las  subculturas  en  América 
Latina. 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


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6.  Que  el  CELAM,  por  medio  de  sus  órganos  especializados,  con 
motivo  (le  los  20  años  del  Concilio  Vaticano  11,  continúe  ])romov¡endo 
la  profnndización  de  su  doctrina  para  una  renovacii')n  teológica  que 
responda  a  las  expectativas  del  mundo  moderno  y  sea  medio  i)ara  ade- 
cuar la  pastoral. 

7.  ()ue  el  CELAM,  por  medio  del  secretariado  general,  ofrezca 
cursos  itinerantes  sobre  el  nuevo  Código  de  Derecho  Canónico,  desti- 
nados a  obispos  y  sacerdotes,  haciendo  énfasis  en  los  puntos  (jue  el 
Códi^ro  deja  a  la  determinación  de  las  Conferencias  Ejiiscopales. 

8.  Oue  la  Presidencia  del  CELA?J,  consultadas  las  Conferencias 
Episcopales,  revise  los  estatutos  y  el  reglamento  del  Consejo  con  miras 
a  su  actualización  a  la  luz  del  nuevo  Código  de  Derecho  Canónico,  del 
Documento  de  Puebla  v  teniendo  en  cuenta  la  experiencia  de  la  vida 
del  CELAM. 

'í.  Oue  la  Presidencia  del  CEL.VM  dialogue  con  los  señores 
obisjjos  de  Estadías  Unidos  y  Canadá  .sobre  las  condiciones  i)ara  la 
])articií^ación  en  las  reuniones  interamericanas  de  obi,spos. 

ÍO.  Que  la  Presidencia  del  CELAM  organice,  a  la  mayor  bre- 
vedad posible,  la  celebración  de  una  reunión  interaniericana  de  obispos 
para  tratar,  como  aspecto  prioritario,  el  problema  que  en  el  orden  pas- 
toral, religioso  y  politico  representan  las  sectas  provenientes  ])rincipal- 
mente  de  Estados  Unidos  y  Canadá. 

11.  Que  el  CELA]\L  en  coordinación  con  el  Secretariado  Epis- 
copal de  América  Central  — SEDAC —  promueva  una  especial  ayuda 
]>astoral  a  las  Iglesias  de  América  Central,  actualmente  las  más  nece- 
sitadas. 

12.  Que  por  motivos  de  austeridad,  dada  la  situación  económica 
por  la  ([ue  atraviesa  América  Latina,  se  congele  el  tope  del  actual  pre- 
supuesto para  los  dos  próximos  años ;  que  el  secretariado  general  revise 
la  nómina  del  personal  y  lo  reduzca  al  estrictamente  necesario :  que  los 
distintos  órganos  del  Consejo  coordinen  sus  encuentros,  celebrando  so- 
lamente los  indispensables  y  en  los  lugares  que  más  favorezcan  la  aus- 
teridad ;  (|ue  los  departamentos  y  las  secciones  se  ciñan  estrictamente 


^    BOLETIN  ECLESIASTICO 


a  los  presupuestos.  Si  quedare  algún  remanente,  pase  al  fondo  de  auto- 
financiación. 

13.  Que  el  secretariado  general  continúe  profundizando  en  la 
doctrina  y  la  aplicación  del  Documento  de  Puebla,  de  acuerdo  con  los 
documentos  posteriores  de  la  Iglesia. 

14.  Que  el  secretariado  general  ofrezca  a  las  Conferencias  Epis- 
copales una  información  frecuente  sobre  la  situación  de  las  Iglesias  que 
tienen  problemas  especiales,  contando  siempre  con  los  datos  y  el  bene- 
plácito de  las  Conferencias  interesadas. 

15.  Que  el  secretariado  general  prosiga  el  acompañamiento  a  las 
Iglesias  de  las  Antillas. 

16.  Que  el  secretariado  general  adopte  criterios  sobre  las  publi- 
caciones, atendiendo  fundamentalmente  a  la  calidad  y  la  utilidad  de  las 
mismas. 

17.  Que  el  secretariado  general  promueva  la  publicación  de  una 
colección,  por  temas,  de  documentos  producidos  por  las  Conferencias 
Episcopales  y  los  obispos  de  América  Latina,  de  acuerdo  con  aquellas 
y  éstos. 

18.  Que  el  secretariado  general  constituya  una  comisión  inter- 
departamental que,  bajo  su  dirección,  se  encargue  de  animar  la  pastoral 
de  los  constructores  de  la  sociedad. 

19.  Que  el  secretariado  general,  con  su  sección  para  ecumenismo, 
organice  un  equipo  de  expertos  que  oriente  y  anime  el  trabajo  de 
investigación  de  las  Conferencias  Episcopales  sobre  las  sectas,  desde 
el  punto  de  vista  antropológico,  sociológico,  económico  y  doctrinario 
(especialmente  en  los  puntos  atacados  por  dichas  sectas),  para  la  acción 
pastoral  correspondiente. 

DEPARTAMENTO  DE  PASTORAL  SOCIAL 

20.  Que  se  cambie  el  nombre  de  departamento  de  acción  social 
por  departamento  de  pastoral  social. 


BOLETIN  ECLiESIASTiCO  « 


—  151 


21.  Que  el  presidente  del  departamento  de  pastoral  social  tenga 
presente  al  obispo  vicepresidente  de  Caritas  internacional  para  América 
Latina,  al  proponer  los  nombres  de  los  miembros  de  la  comisión  epis- 
copal del  departamento  para  la  aprobación  de  la  Presidencia  del  CE- 
LAM. 

22.  Que  el  departamento  de  pastoral  social  ofrezca  a  las  Con- 
ferencias Episcopales  de  América  Latina  el  material  para  que  editen 
sus  "versiones  populares"  de  la  obra  "Ee  cristiana  y  compromiso  social". 

23.  Que  el  departamento  de  pastoral  social  organice  cursos  so- 
bre doctrina  social  de  la  Iglesia  para  los  constructores  de  la  sociedad 
y  apoye  una  adecuada  evangelización  del  mundo  del  trabajo,  a  la  luz 
de  la  Encíclica  Laborcm  excrccns  y  otros  documentos  del  magisterio 
pontificio 

24.  Que  el  departamento  de  pastoral  social,  en  colaboración  con 
el  departamento  de  misiones,  promueva  estudios  y  apoye  iniciativas  de 
las  Conferencias  Episcopales,  encaminadas  a  la  promoción  integral  de 
los  indigenas,  dentro  del  respeto  a  su  propia  cultura. 

DEPARTAMENTO  DE  EDUCACION 

25.  Que  el  departamento  de  educación,  siguiendo  las  líneas  de 
Puebla,  intensifique  entre  los  educadores  católicos,  preferentemente  lai- 
cos, la  formación  de  sus  conciencias  en  el  plano  de  la  educación  evan- 
gelizadora. 

26.  Que  el  departamento  de  educación  anime  y  apoye  a  las  Con- 
ferencias Episcopales  para  lograr  que  los  agentes  de  la  pastoral  educa- 
tiva no  abandonen  su  tarea  ni  la  limiten  a  una  u  otra  clase  social,  salvo 
siempre  la  opción  preferencial  por  los  pobres. 

27.  Que  el  departamento  de  educación  dé  los  pasos  necesarios 
para  la  organización  de  un  secretariado  de  padres  de  familia  y  apode- 
rados de  colegios  y  escuelas  católicos,  a  nivel  latinoamericano. 

28.  Que  el  departamento  de  educación  continúe  los  encuentros 
con  la  Confederación  Interamericana  de  Educadores  Católicos  — CIEC — 


J5?.  - 


^    BOLETIN  ECLESIASTICO 


y  con  la  Federación  Internacional  de  Universidades  Católicas  — FIUC — ,  ; 

iniciados  en  el  período  pasado  y  que  se  consideran  de  gran  importancia.  \ 

j 

29.  Que  el  departamento  de  educación  efectúe  el  proyecto  del  l 
encuentro  con  religiosos  educadores  y  publique  el  estudio  sobre  el  tema  ' 

DEPARTAMENTO  DE  COMUNICACION  SOCIAL  i 

30.  Que  el  departamen'  .  Je  comunicación  social  promueva  la  i 
coordinación  de  Medios  de  Conu.iucación  Social  a  nivel  latinoamericano.  ' 

31.  Que  el  departamento  de  comunicación  social  continúe  el  es-  ! 
tudio  del  proyecto  de  emisora  potente  para  el  Caribe  y  emprenda  el  ; 
mismo  estudio  para  otras  regiones  del  continente.  j 

32.  Que  el  departamento  de  comunicación  social  culmine  su  es-  ] 
tudio  sobre  la  "Integración  de  la  comunicación  en  la  pastoral  orgánica"  i 
para  facilitar  a  las  Conferencias  Episcopales  el  cumplimiento  de  la  re-  - 
comendación  de  Puebla  sobre  este  punto.  ] 

33.  Que   el   departamento  de   comunicación    social  promueva  la  ' 

formación  en  la  comunicación  social  de  los  agentes  pastorales,  de  los  í 

especializados  en  dicha  área,  del  gran  público  y  de  los  estudiantes  de  i 

seminarios.  ' 

i 

34.  Que  el  departamento  de  comunicación  social  promueva  la  i 
creación  de  centros  de  programación  de  video-casettes  a  nivel  latino-  ! 
americano.  í 

DEPARTAMENTO  DE  CATEQUESIS  \ 

35.  Que  el  departamento  de  catcquesis  propicie  la  preparación  ' 
y  formación  de  agentes  de  catcquesis  a  nivel  de  catequistas,  dirigentes  ; 
de  nivel  medio  y  catequistas  de  base,  ofreciendo  servicios  concretos  a  j 
las  Conferencias  Episcopales  y  a  las  diócesis  más  necesitadas.  | 

36.  Que  el  departamento  de  catcquesis  elabore  un  documento  que  j 
contenga  elementos  para  acompañar  el  proceso  catequético  en  América  j 
Latina. 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


153 


37.  Que  el  departamento  de  catequesis  estudie  más  ])rofunda- 
mente  en  qué  sentido  deba  entenderse  la  relación  entre  realidad  humana 
y  revelación  divina  en  el  ])unto  de  partida  de  la  evangelización. 

38.  Oue  el  departamento  de  cate(|uesis,  en  el  campo  de  su  com- 
petencia, atienda  prioritariamente  a  las  Iglesias  de  América  Central  y 
del  Caribe. 

39.  Que  el  departamento  de  cate(|uesis  trabaje  para  cpie  se  in- 
cluya la  doctrina  social  de  la  Iglesia  en  la  catequesis,  de  manera  que 
se  superen  por  una  parte  los  peligros  de  la  ideologización  de  la  fe  y  se 
llegue  por  otra  al  compromiso  en  la  vida. 

40.  Que  el  departamento  de  catequesis,  en  coordinación  con 
departamento  de  educación,  promueva  estudios  y  orientaciones  para  la 
catequesis  en  las  escuelas  y  colegios  oficiales  y  privados,  confesionales 
o  no,  de  acuerdo  con  los  documentos  del  Magisterio,  especialmente  la 
Exhortación  Catcchcsi  tradcndac  y  Puebla. 

41.  Que  el  departamento  de  catequesis  propicie  un  aprovecha- 
miento mayor  de  la  liturgia  como  lugar  privilegiado  de  catequesis,  es- 
pecialmente en  las  celebraciones  de  la  Palabra  de  Dios  y  de  la  Euca- 
ristía, y  en  la  preparación  de  los  sacramentos. 

DEPARTAMENTO  DE  LITURGL4 

42.  Que  el  departamento  de  liturgia  prosiga  la  colaboración  con 
el  departamento  para  la  vida  consagrada  y  con  la  CLAR,  con  miras 
a  la  iniciación  litúrgica  en  las  comunidades  religiosas  y  sus  casas  de 
formación. 

43.  Que  el  departamento  de  liturgia,  en  coordinación  con  el  de- 
partamento de  misiones,  organice  un  ecpipo  investigador  de  las  cul- 
turas indígenas,  con  el  objeto  de  favorecer  la  encarnación  de  la  litur- 
gia en  esas  culturas.  Para  las  adaptaciones  litúrgicas  propuestas,  pida 
a  la  Santa  Sede  hacer  estudios  de  la  materia,  con  la  participación  de 
expertos  de  las  regiones  interesadas. 

44.  Que  el  departamento  de  liturgia  emplee  el  Instituto  Teológico 


154  — 


gEl    BOLETIN  EOLESIASTICX) 


Pastoral  del  CELAM  como  lugar  para  jornadas  de  estudio  y  produc- 
ción de  ayudas  pastorales,  con  la  colaboración  de  los  profesores  que 
colaboran  en  la  sección  de  espiritualidad  y  liturgia. 

DEPARTAMENTO  DE  MISIONES 

45.  Que  el  departamento  de  misiones  siga  promoviendo  la  fun- 
dación por  parte  de  las  Conferencias  Episcopales  de  centros  nacionales 
de  animación  misionera  y  seminarios  "ad  gentes".  Propicie  el  desa- 
rrollo de  los  Congresos  Misioneros  latinoamericanos  que  se  realicen 
cada  cinco  años. 

DEPARTAMENTO  DE  LAICOS 

46.  Que  el  departamento  de  laicos  colabore  con  las  Conferencias 
Episcopales  para  continuar  ofreciendo  cursos  de  concientización  sobre 
el  ser  y  la  misión  del  laico  y  sobre  organización  del  laicado,  a  nivel 
diocesano  y  nacional. 

47.  Que  el  departamento  de  laicos  organice  cursos  de  formación 
para  orientar  a  los  laicos  en  los  principios  éticos  de  la  conducción  de 
la  sociedad  en  los  aspectos  político,  laboral,  económico,  etc. 

DEPARTAMENTO  DE  VOCACIONES  Y  MINISTERIOS 

48.  Que  el  departamento  de  vocaciones  y  ministerios  trate  de 
precisar  el  perfil  del  presbítero  del  año  2000.  Sin  alterar  su  identidad 
teológico-pastoral  básica,  será  necesario  estudiar  en  profundidad  los 
nuevos  condicionamientos  de  la  sociedad  actual  que  afectan  su  vida  y 
su  ministerio,  para  tener  elementos  de  referencia. 

49.  Que  el  departamento  de  vocaciones  y  ministerios,  en  cola- 
boración con  la  Organización  de  Seminarios  Latino  Americanos 
— 'OSLAM — ,  trabaje  porque  se  incluyan  en  la  formación  de  los  semi- 
naristas el  estudio  sistemático  de  la  doctrina  social  de  la  Iglesia  y  íe- 
mas  relativos  a  comunicación  social,  teología  del  laicado,  pastoral  so- 
cial y  ecología. 

50.  Que  el  departamento  de  vocaciones  y  ministerios,  en  cola- 


BOLETIN  EQLESIASTICO  ►!< 


—  155 


boración  con  la  Organización  de  Seminarios  Latino  Americanos 
— OSLAM — ,  promueva  la  elaboración  y  publicación  de  textos  para 
los  cursos  filosóficos  y  teológicos  destinados  a  la  formación  de  los 
futuros  sacerdotes. 

51.  -Que  el  departamento  de  vocaciones  y  ministerios  preste  una 
peculiar  ayuda  a  las  Conferencias  Episcopales  y  de  América  Latina, 
especialmente  a  las  de  América  Central,  el  Caribe  y  las  Antillas,  para 
la  elaboración  de  programas  y  la  evaluación  de  experiencias  sobre  el 
diaconado  permanente. 

DEPARTAMENTO  PARA  LA  VIDA  CONSAGRADA 

52.  Que  el  departamento  para  la  vida  consagrada,  cuando  lo 
soliciten  las  Conferencias  Episcopales,  estudie  el  problema  que  presen- 
tan a  las  diócesis  los  sacerdotes,  religiosos  y  religiosas  que  llegan  r 
América  Latina  a  trabajar,  en  virtud  de  contratos  con  los  Gobiernos, 
independientemente  y  a  veces  contra  la  voluntad  de  los  Ordinarios  res- 
pectivos. 

53.  Que  el  departamento  para  la  vida  consagrada  intensifique 
sus  relaciones  con  la  CLAR. 

54.  Que  el  departamento  para  la  vida  consagrada  publique  y 
difunda  el  documento  emanado  de  la  reunión  de  obispos  y  superiores 
mayores  de  América  Central  y  Panamá,  celebrada  en  Roma  en  julio 
de  1981  con  la  presencia  de  los  señores  cardenales.  Prefectos  de  las 
Sagradas  Congregaciones  para  los  Obispos,  Religiosos  e  Institutos  Se- 
culares y  la  Evangelización  de  los  Pueblos. 

55.  Que  el  departamento  para  la  vida  consagrada  recomiende 
que  cuando  los  superiores  mayores  visiten  sus  comunidades  en  una 
diócesis,  comuniquen  oportunamente  sobre  el  particular  al  obispo. 

SECCION  DE  ECUMENISMO 

56.  Que  la  sección  de  ecumenismo  continúe  promoviendo  en  el 
ámbito  latinoamericano  el  diálogo  ecuménico  con  las  Iglesias  históricas. 


*    BOLETIN  ECLESIASTICO 


57.  Que  la  sección  de  ecumenismo  promueva  encuentros  regio- 
nales con  los  responsables  de  ecumenismo  en  las  Conferencias  Episco- 
pales, para  animar  la  acción  ecuménica. 

58.  Oue  la  sección  de  ecumenismo  prepare  elementos  para  una 
pastoral  ecuménica  que  tenga  en  cuenta  la  realidad  y  las  necesidades 
de  América  Latina. 

59.  Que  la  sección  de  ecumenismo  estudie  y  projíonga  una  pas- 
toral integral  que  responda  al  fenómeno  de  las  sectas,  teniendo  en 
cuenta  la  defensa  y  la  profundización  de  la  fe  en  nuestro  pueblo :  sus 
aspiraciones  religiosas  y  las  razones  de  la  difusión  de  las  sectas  en 
América  Latina. 

60.  Que  la  sección  de  ecumenismo,  de  acuerdo  con  el  secreta- 
riado general,  mantenga  frecuentes  contactos  con  las  Conferencias  Epis- 
copales de  Estados  Unidos  y  Canadá,  con  miras  a  contrarrestar  el  pro- 
selitismo  que  realizan  en  América  Latina  las  sectas  y  otras  formas  re- 
ligiosas provenientes  de  esos  países,  las  cuales  minan  la  fe  del  pueblo 
y  el  prestigio  de  la  Iglesia. 

6L  Que  la  sección  para  los  no  creyentes  mantenga  la  recomen- 
dación de  Punta  de  Tralca  que  dice:  "Colabore  en  la  preparación  de 
agentes  cualificados  para  una  pastoral  que  tenga  en  cuenta  los  amplios 
sectores  de  la  no-creencia  y  la  falsa  religiosidad;  ateísmo  "científico" 
de  sectores  intelectuales  y  estudiantiles;  ateísmo  práctico  de  sectores 
consumistas  o  indiferentes;  desviaciones  y  mistificaciones  de  la  religio- 
sidad popular". 

SECCION  PARA  LA  JUVENTUD 

62.  Que  la  sección  para  la  juventud  elabore  una  propuesta  global 
que  oriente  la  pastoral  juvenil  hacia  la  construcción  de  la  civilización 
del  amor,  en  miras  a  la  celebración  del  Año  Internacional  de  la  Ju- 
ventud de  1985. 

63.  Que  la  sección  para  la  juventud  especifique  la  pastoral  ju- 
venil según  los  diversos  ambientes,  como  el  rural,  el  obrero,  el  estu- 
diantil, el  marginado,  etc. 


BOLETIN  ECLESIASTICO 


-  157 


SECCION  DE  PASTORAL  FAMILIAR 


64.  Oiie  la  sección  de  pastoral  familiar  realice  una  investigación 
sociológica  sobre  la  situación  de  la  familia  latinoamericana. 

65.  Oue  la  sección  de  pastoral,  familiar  dé  prioridad  al  estudio, 
la  difusión  y  la  aplicación  de  la  Exhortación  Faniiliaris  consorcio,  me- 
diante encuentros,  publicaciones  y  un  curso  especial  en  el  Instituto  Teo- 
lógico-Pastoral  del  CELAM,  ofreciendo  los  medios  para  realizar  este 
trabajo. 

66.  Que  la  sección  de  pastoral  familiar  organice  en  el  Instituto 
Teológico  Pastoral  del  CELAM  en  1984,  un  curso  de  dos  meses  para 
agentes  de  pastoral  familiar. 

67.  Oue  la  sección  de  pastoral  familiar  favorezca  la  creación  en 
cada  país  de  un  organismo  específico  de  pastoral  familiar,  a  nivel  na- 
cional. 

68.  Que  la  sección  de  pastoral  familiar  ofrezca  informaciones  pe- 
riódicas a  las  Conferencias  Episcopales  sobre  temas  como  planificación 
familiar,  esterilización,  aborto,  bibliografía,  etc. 

69.  Que  la  sección  de  pastoral  familiar  siga  elaborando  el  elenco 
de  los  organismos  de  pastoral  familiar  a  nivel  continental. 

70.  Que  la  sección  de  pastoral  familiar,  en  coordinación  con  los 
departamentos  respectivos,  piense  en  la  posibilidad  de  algunas  publica- 
ciones, como  catecismo  familiar,  liturgias  domésticas  y  oraciones  fa- 
miliares, manual  de  pastoral  familiar,  preparación  al  matrimonio  y  so- 
bre familias  incompletas. 

Consejo  Episcopal  Latino  Americano 


158  — 


*    BOLETIN  ECLESIASTICO 


DOCUMENTOS  DE  LA  CONFERENCIA 
EPISCOPAL  ECUATORIANA 


CARTA  DE  S.   E.  MONS.  GONZALEZ,  PRIMER  VICEPRESIDENTE  DE  LA  C.C.E. 

Quito,  Mayo  18  de  1983 

EXCELENCIA: 

El  señor  Cardenal  Pablo  Muñoz  Vega,  Arzobispo  de  Quito,  y 
Presidente  de  la  Conferencia  Episcopal  Ecuatoriana,  va  a  celebrar  el 
lunes,  25  de  Julio  del  año  en  curso,  las  bodas  de  oro  de  su  ordenación 
sacerdotal.  Recibió  el  sacerdocio,  en  Roma,  el  25  de  Julio  de  1933, 
cuando  también  se  celebraba  un  "Año  Santo",  en  la  XIX  centuria  de 
la  Redención. 

En  la  Arquidiócesis  de  Quito  nos  disponemos  a  celebrar  esta  fe- 
cha jubilar  con  una  Eucaristía  solemne  en  la  Catedral  Metropolitana, 
que  se  llevará  a  cabo  el  mismo  dia  lunes,  25  de  Julio  a  las  12h00.  Por 
la  tarde  se  tendrá  una  sesión  solemne  en  el  local  que  se  determinará 
oportunamnte. 

Me  permito  formularle,  de  parte  de  la  Arquidiócesis  de  Quite, 
una  cordial  invitación  para  que  V.  E.  tenga  la  bondad  de  participe 
en  la  concelebración  de  la  Eucaristía  y  también  en  la  sesión  solemne. 

Aprovechando  de  la  reunión  del  Comité  Permanente  Ampliado 
de  la  Conferencia  Episcopal,  y  antes  de  iniciarla  formalmente,  nos  reu- 
nimos los  Obispos  integrantes  del  mismo  Comité  para  tratar  acerca 
del  homenaje  de  la  Conferencia  Episcopal  al  señor  Cardenal  con  mn 
tivo  del  quincuagésimo  aniversario  de  su  ordenación  sacerdotal.  En 
forma  unánime  vimos  la  necesidad  de  contar  con  la  presencia  de  todos 
los  señores  Prelados  del  Ecuador  en  la  celebración  de  dicho  homenaj  - 

En  consecuencia,  se  resolvió  pedir   la  participación  de  todo  el 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


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Episcopado  en  la  Misa  concelebrada  y  que  en  la  sesión  solemne  de  ese 
mismo  día  Monseñor  Bernardino  Echeverría  Ruiz,  Arzobispo  de  Gua- 
yaquil, presente  su  voto  de  felicitación  al  señor  Cardenal  en  nombre 
de  la  Conferencia  Episcopal. 

Se  convino  también  en  que  la  Conferencia  Episco])al,  oportuna- 
mente, haga  la  entrega  al  señor  Cardenal  de  una  ofrenda  con  la  contri- 
bución voluntaria  de  todos  los  miembros  de  la  Conferencia.  Esta  con- 
tribución debe  ser  enviada  a  la  Secretaría  General  de  la  Conferencia 
Episcopal,  a  más  tardar,  hasta  el  1-  de  Julio  próximo. 

Al  dar  a  conocer  a  Su  Excelencia  de  este  particular,  me  es  grato 
expresarle  el  testimonio  de  mi  fraterna  consideración. 

Afectísimo  en  Cristo, 


t  ANTONIO  J.  GONZALEZ  Z., 

Arzobispo  Coadjutor  de  Quito, 
P.  Vicepresidente  de  la  Conferencia  Episcopal. 


160  — 


*    BOLETIN  ECLESIASTICO 


El  Sentido  Profuinh  del  Jubileo  de  la  Redención 
En  los  Años  1983  -  1984 


DE  LA  HOMILIA  DEL  SR.  CARDENAL  ARBOZISPO 
DE  QUITO  DEL  25  DE  MARZO  DE  1983 

En  la  Bula  de  convocación  del  Jubileo  (jue  comienza  hoy  solem- 
nemente en  Roma  con  la  ceremonia  de  apertura  de  la  Puerta  Santa 
S.  S.  Juan  Pablo  II  nos  dice  que  ha  tomado  la  decisión  de  llevarlo  - 
cabo,  movido  por  el  deseo  de  dedicar  un  año  entero  a  recordar  de  mo- 
do especial  la  Redención,  a  fin  de  que  ésta  penetre  más  a  fondo  en  el 
pensamiento  y  en  la  acción  de  toda  la  Iglesia,  Bula  Aperite  Portas,  2. 
Dando  énfasis  a  una  idea  peculiar  el  Papa  nos  dice  que  "este  Jubileo 
adquiere  el  caríicter  de  un  desafío  lanzado  al  hombre  de  hoy,  para  que 
comprenda  más  a  fondo  el  misterio  de  la  Redención,  se  deje  aferrar 
por  este  movimiento  extraordinario  de  atracción  hacia  la  Redención". 
Alocución  del  23-XII-82,  3. 

La  frase  "un  desafío  al  hombre  de  hoy",  tiene  para  mí  un  valor 
extraordinario  que  creo  puede  alcanzar  amplias  resonancias.  Quien  la 
pronuncia  es  uno  de  los  grandes  Guías  de  este  Siglo  XX  que  se  ha 
dedicado  con  afán  incansable  a  sondear  el  misterio  del  hombre  de  nues- 
tro tiempo.  En  sus  viajes  apostólicos  a  las  jóvenes  naciones  del  Africa, 
a  doce  países  grandes  y  pequeños  de  América  Latina,  a  naciones  tan 
poderosas  del  primer  mundo  como  Alemania,  Francia,  Inglaterra,  Es- 
tados Unidos,  a  pueblos  orientales  de  tan  antigua  cultura  como  la  In- 
dia y  el  Japón,  en  sus  visitas  pastorales  a  lo  largo  y  ancho  de  la  pe- 
nínsula itálica,  Juan  Pablo  II  se  ha  definido  a  sí  mismo  como  "un  pe- 
regrino hacia  el  corazón  del  hombre".  Lo  que  constituye  el  centro  de 
interés  en  todas  sus  giras  de  Pastor  supremo  es  el  encuentro  con  el 
hombre  de  hoy  en  todas  las  latitudes,  en  todas  las  culturas,  en  iodos 
los  ambientes. 

Pues  bien,  cuando  su  conocimiento  del  hombre  de  nuestro  tiempo 


BOLETIN  ECLESIASTICO  i-I) 


-  161 


ha  alcanzado  una  amplitud  y  una  profundidad  en  la  que  ningún  con- 
temporáneo podría  ya  igualarle  Juan  Pablo  II  se  decide  a  proclamar 
un  Jubileo,  que  por  ser  conniemorativf)  del  1950  aniversario  de  la 
Redención,  reviste  el  carácter  de  un  desafio  a  la  conciencia  moderna. 
¿Cuál  es  el  sentido  profundo  de  tal  decisión?  Es  lo  que  desearla  inter- 
pretar en  esta  hora  en  la  (|ue  unimos  nuestra  vo7.  a  la  del  Santo  Padre 
(|ue  proclama:  "al)rid  las  puertas  al  Redentor"! 

Comencemos  por  notar  que  "el  hombre  de  hoy"  en  el  que  piensa 
Juan  Pablo  II.,  es  el  hombre  que,  partiendo  del  humanismo  ateo  cuyo 
ambiente  respira,  se  encvientra  en  plena  realización  de  una  gigantesca 
y  amarga  experiencia:  la  experiencia  de  su  grandeza  y  de  su  miseria 
en  perspectivas  que  dan  vértigo. 

Nunca  hubo  en  la  inteligencia  y  en  el  corazón  humanos  una  so- 
berbia como  la  (|ue  hoy  impera  en  tantos  hombres  al  sentirse  due'ios 
de  unas  riquezas  y  de  unos  poderes  .sobre  el  mundo  como  jarnos  sr 
conocieron  en  la  historia ;  pero  nunca  hubo  tampoco  un  cúmulo  de 
injusticias  y  de  dolores  tan  ingente  como  el  que  hoy  nos  oprime,  y 
jamás  hubo  el  peligro,  como  el  que  hoy  nos  amenaza,  de  que  llegue 
una  guerra  que  aniquile,  no  ya  grandes  ejércitos  enemigos,  sino  en- 
teras naciones. 

En  el  epicentro  de  esta  formidable  experiencia  de  grandeza  y  de 
miseria  está  el  debate  entre  la  fe  y  la  incredulidad  sobre  el  mensaje 
cristiano  de  la  Redención.  Las  tesis  anticristianas  del  humanismo  ateo 
son  muchas  y  diversas ;  pero  hay  una  sobre  todo,  una  (jr.e  se  esgrime 
con  particular  vehemencia :  es  la  que  se  opone  directa  y  radicalmente 
al  dogma  de  la  Redención  expresado  en  el  texto  del  Nuevo  Testamento: 
"Jesús  es  aquella  piedra  que  vosotros  desechasteis  al  edificar,  la  cual 
ha  venido  a  ser  la  piedra  angular ;  fuera  de  El  no  hay  que  buscar  la 
salvación  en  ningún  otro ;  pues  no  se  ha  dado  a  los  hombres  otro 
nombre  debajo  del  cielo  por  el  cual  podamos  salvarnos"  .  .  .  Hechos 
IV,  11-12. 

Está,  pues,  comunicada  con  luz  del  cielo  la  gran  verdad  de  la 
redención  del  hombre  por  Jesucristo :  fuera  de  El  no  es  posible  hallar 
la  salvación  de  la  miseria  en  la  que  la  humanidad  hoy  más  que  en 
otros  tiempos  se  halla  sumergida.  En  oposición  frontal  a  ella,  el  hu- 


162  - 


i¡f    BOLETIN  ECLESIASTICO 


manismo  ateo  proclama  la  liberación  del  hombre  por  sí  mismo,  enten- 
diendo que  no  hay  otro  reino  de  bienaventuranzas  que  el  que  podrj'i 
labrar  él  sobre  la  tierra.  Hunde  sus  raíces  este  humanismo  en  el  Libre- 
pensamiento de  la  era  iluminista  del  que  dimana  la  doctrina  segim  la 
cual  el  hombre  se  es  su  propio  fin,  su  propio  legislador  y  salvador.  El 
marxismo  no  hace  otra  cosa  que  radicalizar  este  rechazo  de  la  reve- 
lación cristiana  y  particularmente  del  dogma  de  la  Redención.  "Hom- 
bre sí,  Dios  no",  es  una  síntesis  de  esta  posición  ideológica  radicali- 
zada hasta  el  extremo. 

Un  punto  que  está  en  juego  en  este  debate  es  el  de  la  relación 
entre  el  sentido  del  pecado  y  el  sentido  de  Dios.  En  el  humanismo  ateo 
une  y  otro  desaparecen,  ya  que  todo  el  esfuerzo  consiste  i^n  ^.ustraer 
las  acciones  humanas,  en  su  totalidad,  de  toda  referencia  a  la  respon- 
sabilidad religiosa  ante  Dios.  Es  oportuno  recordar  que  para  Marx  no 
hay  más  pecado  que  el  del  sistema;  para  él  no  existe  el  pecado  perso- 
nal. Las  situaciones  de  injusticia  y  todos  los  conflictos  son  consecuen- 
cias de  malas  estructuras  irremadiables  que  es  preciso  anicjuilar.  La 
imagen  escatológica  que  irradia  esta  concepción,  que  se  cree  la  más 
humanitaria,  presenta  un  paraíso  más  allá  de  la  liquidación  radical  del 
sistema  enemigo,  el  sistema  capitalista. 

Si  tenemos  presente  este  contexto  histórico,  podremos  comprender 
mejor  la  mente  y  el  corazón  del  Papa,  cuando  proclama:  "Desde  aquí 
grito  a  toda  la  Iglesia:  Abrid  las  puertas  al  Redentor"'-  Es  tm  grito 
ante  un  terrible  fenómeno  de  nuestro  tiempo,  el  ateísmo  político  mili- 
tante que  ya  domina  en  inmensas  zonas  de  la  vida  humana  moderna 
e  intenta  cerrar  las  puertas  a  todo  rayo  de  fe  en  un  Liberador  que 
no  sea  meramente  HOMBRE.  Con  el  Jubileo  de  la  Redención,  Juan 
Pablo  n  sale  al  paso  a  este  error  terrible  y  devastador. 

Lo  que  principalmente  debemos  predicar  al  conmemorar  el  acon- 
tecimiento de  la  Redención  es  que,  en  último  análisis,  la  causa  de  la 
alienación  del  hombre  está  en  el  pecado  que  lo  domina.  Sólo  mediante 
la  liberación  del  pecado  vuelve  el  hombre  a  ser  él  mismo.  Y  hay  que 
decir  que  el  pecado  en  su  significado  de  soberbia  egoísta  engendradora 
de  injusticias  terriblemente  antihumanas  no  es  el  triste  privilegio  de 
una.  clase,  de  un  pueblo  determinado  o  de  un  determinado  imperio ;  es 
gusano  que  horada  todo  corazón  humano  sin  excepción  y  afecta  hasta 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


—  163 


la  médula  y  las  entrañas  a  todos  los  imperios,  a  todos  los  regímenes 
y  a  todos  los  partidos.  Y  es  así  mismo  necesario  prcKlamar  (|ne  no 
hay  poder  moral  alguno  que  pueda  llegar  hasta  la  raíz  del  mal  que 
produce  la  podredumbre  moral  de  las  instituciones.  Sólo  Jesucristo, 
ponjue  no  es  solamente  hombre,  sino  también  Dios,  tiene  el  poder  infi- 
nito del  que  dimana  para  todos  los  que  creen  en  El  una  nueva  manera 
de  ser  hombre  y  juntamente  con  ella  una  nueva  manera  de  ser  "her- 
manos". 

De  ninguna  manera  puede  ser  liberadora  una  fe  cristiana  sin  Re- 
velación ni  Redención  sobrenatural,  una  fe  entendida  como  una  com- 
binación de  símbolos  que  expresan  el  proceso  histórico  de  nuestra  hu- 
manización o  como  un  mito  que  pudiera  servir  hasta  para  ilustrar  el 
significado  de  la  lucha  niarxista  por  la  liberación.  Hay  que  rechazar 
con  la  mayor  decisión  esta  peligrosa  infiltración  que  destruye  la  raíz 
misma  de  nuestra  fe  en  Jesucristo,  Redentor  del  hombre.  Hay  que 
"convertirse",  es  decir,  negarse  a  sí  mismo  como  principio  de  la  propia 
salvación  y  abrirse  al  Unico  que  puede  salvar,  al  Hombre-Dios  que 
en  la  cruz  dijo:  "Todo  está  acabado". 

El  acontecimiento  decisivo  de  la  historia  de  la  liberación  del  hom- 
bre se  ha  producido  ya :  no  es  otro  que  la  muerte  y  resurrección  de 
Jesucristo.  Solo  mirándolo  en  la  cruz,  venerando  sus  llagas  y  contem- 
plando al  mismo  tiempo  cómo  en  esas  mismas  llagas  resplandece  la 
gloria  del  triunfo  sobre  el  pecado  y  la  muerte,  podemos  encontrar 
fuerzas  incontrastables  para  comprometer  nuestras  vidas  en  el  servicio 
de  su  causa,  que  es  la  de  liberar  al  mundo  de  sus  terribles  esclavitudes. 


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*    BOLETIN  ECLESIATICO 


DOCUMENTOS  ARQUIDIOCESANOS 


HOMILIA  DEL  SR.   CARDENAL,  ARZOBISPO  DE  QUITO 

EN  LA  NOVENA  DE  LA  DO  LO  ROSA  DEL  COLEGIO 

A  lo  largo  de  esta  magnífica  novena  se  ha  desarrollado  el  diálogo 
más  trascendental  y  emocionante  que  puede  tener  el  corazón  creyente : 
el  diálogo  con  el  Hombre-Dios.  Han  sido  dirigidas  al  Señor  algunas 
de  las  preguntas  que  más  hondamente  surgen  del  espíritu  ante  la  gran- 
deza de  su  persona  y  de  la  misión  que  lo  trajo  al  mundo :  JESUCRIS- 
TO, "Quién  eres  Tú?  .  .  .  Cuál  es  tu  misión?  .  .  .  Por  qué  no  te  en- 
contramos?" Qué  hacemos  para  encontrarte?  .  .  .  Dónde  estás? 

Esta  noche,  luego  de  escuchadas  las  respuestas  dadas  por  la  Pa- 
labra de  Dios  en  las  predicaciones  pasadas,  vamos  a  dirigirnos  al  Señor 
pidiéndole  algo  excepcional.  JESUCRISTO :  Danos  una  síntesis  diná- 
mica de  tu  misterio.  Evidentemente  es  éste  un  ruego  que  tiene  mucho 
de  audaz ;  pero  es  un  ruego  que  lo  formula  el  amor.  Somos  conscientes 
de  que  ante  la  persona  de  Jesús  nos  sentimos  frente  a  un  inefable  y 
dulcísimo  misterio:  un  misterio  asombroso,  un  misterio  insondable, 
cuya  luz  sobrepasa  la  capacidad  contemplativa  de  nuestro  espíritu  más 
que  la  luz  del  sol  sobrepasa  la  capacidad  perceptiva  de  los  ojos  de 
nuestro  cuerpo.  Pero  no  todo  es  oscuridad  insondable  en  este  bellísimo 
y  dulcísimo  misterio;  hay  resplandores  que  de  alguna  manera  acerta- 
mos a  divisar  y  de  los  que  podemos  gozar. 

Un  teólogo  contemporáneo,  J.  M.  Le  Guillou,  ha  tenido  una  aspi- 
ración parecida  a  la  que  tenemos  nosotros  en  esta  noche:  La  de  llegar 
a  un  conocimiento  vivencial  de  Jesucristo  en  una  síntesis  de  su  miste- 
rio. Qué  se  requiere  para  tener  la  luz  de  una  síntesis?  Se  necesita  haber 
dado  con  un  tema-cumbre  y  con  una  idea  clave  cuyo  desarrollo  vaya 
dando  luz  progresiva  a  la  inteligencia  y  ardor  creciente  al  corazón. 
Pues  bien,  el  P.  Le  Guillou,  después  de  haber  hecho  innumerables  bo-^ 


BOLETIN  ECLESIASTICO  ^ 


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rradorcs  en  I)nsca  de  una  palabra-clave  i)ara  sintetizar  vivencialinentc 
sus  conocimientos  sobre  Jesucristo,  se  a(|uietó  finalmente  cuando  encon- 
iró  para  su  obra  este  título:  EL  INOCENTE. 

Bien  singular  es  este  hallazgo.  Nunca  había  yo  tenido  en  mis  ma- 
nos una  obra  sobre  Jesucristo  con  este  título-cumbre:  EL  INOCENTE. 
Sin  embargo,  me  satisface  profundamente.  Es  un  intelectual  ruso. 
Dostoievski,  el  (pie  ha  señalado  esta  pista.  Este  escritor  genial  se  halla 
en  busca  de  una  idea  esencial  para  escribir  una  novela  en  la  que  lograra 
representar  a  un  hombre  absolutamente  excelente.  Confiesa  que  fracasó 
en  su  empeño.  "No  hay  en  el  mundo,  escribe,,  cosa  tan  difícil  como 
ésta  sobre  todo  en  este  momento.  Todos  los  escritores,  los  nuestros  y 
también  los  del  Occidente,  que  han  emprendido  la  tarea  de  representar 
lo  bello  absoluto,  han  fracasado  siempre,  porque  ésta  es  una  tarea  im- 
posible. Lo  bello  es  el  ideal,  pero  el  ideal,  tanto  el  nuestro  como  el  de 
la  Europa  civilizada,  se  halla  todavía  muy  lejos  de  cristalizarse.  No 
existe  en  el  mundo  otro  ser  absolutamente  bello  que  Cristo,  de  suerte 
que  la  aparición  de  este  ser  inmensamente,  infinitamente  bello,  es  cier- 
tamente un  infinito  milagro".  Dostoievski  se  sintió  encaminado  al  ha- 
llazgo de  este  milagro  de  belleza  partiendo  de  la  belleza  de  la  inocencia. 

Estamos  en  el  Jubileo  de  la  Redención  del  mundo,  o  sea,  estamos 
celebrando  un  Año  Santo  para  conmemorar  el  1950  aniversario  del 
Sacrificio  Redentor  ofrecido  por  Jesucristo  en  la  cima  de  la  colina  del 
Calvario.  Pues  bien ;  en  el  dogma  de  la  Redención  hay  una  constela- 
ción de  verdades  sobre  Jesucristo  que  ocupa  un  puesto  muy  central :  es 
aquella  en  la  que  se  nos  revela  quién  es  El,  describiéndolo  como  d 
"Cordero  sin  mancha"  que  muere  para  expiar  los  pecados  de  su  pueblo. 
Pienso  que  esta  presentación  bíblica  contiene  todo  aquello  que  una  bue- 
na teología  moderna  quiere  expresar  con  el  título-clave ;  EL  INO- 
CENTE. 

Esta  noche  vamos  a  situarnos  bajo  esta  luz.  Pero  quicio  laceros 
una  súplica :  que  esta  homilía  sobre  Jesús,  El  Inocente,  no  sea  soLimente 
una  reflexión  sino  concomitantemente  una  oración :  Mientras  mis  la- 
bios os  transmiten  la  Palabra  divina  y  vuestros  oídos  la  escuchan,  vues- 
tro corazón  y  el  mío  estén  en  oración.  Poniendo  como  intercesora  a 
esta  Madre  dulcísima,  la  Virgen  Dolorosa,  fijando  nuestras  miradas 
en  ese  rostro  de  azucena  y  de  campos  de  nieve,  asombro  de  la  pureza 


IGG  — 


Si    BOLETIN  ECLESIASTICO 


de  los  ángeles  y  espejo  donde  se  refleja  la  hermosura  de  Dios,  pida- 
mos tres  de  las  mayores  gracias  que  pueden  alcanzarse  ante  Jesús 
crucificado :  primera,  que  nos  sea  dado  penetrar  en  el  cielo  de  su  ino- 
cencia; segunda,  que  se  nos  otorgue  adentrarnos  en  la  comprensión 
de  quién  es  El,  mirándolo  en  la  cruz;  tercera,  que  nos  demos  cuenta 
ini  poco  más,  del  significado  de  las  bodas  que  El  realiza  como  Cor- 
dero inmaculado  con  una  esposa  digna  de  su  cielo  de  pureza,  con 
la  Iglesia.  AVE  MARIA. 

En  una  circunstancia  muy  peculiar  los  sacerdotes  del  pueblo  judío, 
los  escribas  y  los  fariseos,  cuando  ya  se  hallaban  obstinados  en  no 
reconocer  la  misión  divina  de  Jesús,  le  hicieron,  para  darle  ya  la  ba- 
talla decisiva,  esta  pregunta:  "Tu,  Quis  es?"  Tú,  quién  eres?  Jesús 
contestó:  "se  lo  he  dicho  desde  el  comienzo.  El  que  me  envío  es  la 
Verdad  y  lo  que  hablo  al  mundo  es  lo  que  yo  vi  en  El.  No  compren- 
dieron que  les  hablaba  de  su  Padre".  Jesús  agregó:  "Cuando  habréis 
levantado  en  alto  al  Hijo  del  hombre,  entonces  conoceréis  quien  soy  Yo". 
Juan  8,  25-28. 

Con  solemnidad  sobrehumana  el  Señor  les  da  por  contestación  a 
su  pregunta,  "Quién  eres  Tú",  esta  retadora  y  sublime  réplica,  que 
debió  dejarlos  desconcertados :  Cuando  me  habréis  levantado  a  la  cruz, 
entonces  se  revelará  quién  soy  Yo. 

En  otra  hora  también  excepcional  por  su  significado  Jesús  dirigió 
en  alta  voz  una  singularísima  oración :  Oh  Padre!  Glorifica  tu  nombre. 
Al  momento,  prosigue  el  Evangelista,  se  oyó  esta  voz :  Lo  he  glorifi- 
cado y  lo  glorificaré  todavía  mús.  La  gente  que  allí  estaba  oyó  y  decía 
que  aquello  haba  sido  un  trueno.  Otros  decían :  un  ángel  le  ha  hablado. 
Jesús  les  respondió  y  dijo :  esta  voz  no  ha  venido  por  mí,  sino  por 
vosotros.  Ahora  va  a  ser  juzgado  el  mundo :  ahora  el  príncipe  de  este 
mundo  va  a  ser  lanzado  fuera.  Y  cuando  yo  seré  levantado  en  alto  so- 
bre la  tierra  todo  lo  atraeré  a  mi". 

Claras  como  luz  cenital  son  las  afirmaciones  del  Señor.  Ellas  pro- 
fetizan su  crucifixión  y  proclaman  que  precisamente  y  sólo  a  través 
de  la  muerte  que  sufrirá  en  la  cruz  y  de  la  resurrección  que  le  seguirá, 
será  posible  conocer  quién  es  El  verdaderamente.  Pero  para  todos,  para 
sus    enemigos  y  para  sus  amigos,  esto    era  asombrosamente  oscuro. 


BOLETIN  ECLESIATICO  * 


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Fur(|ue  el  suplicio  de  la  cruz  era  el  nicás  vergonzoso  y  horrible  de  los 
tormentos,  tal  que  por  su  denigrante  significado  no  podia  aplicarse  a 
los  más  facinerosos  ciudadanos  romanos ;  tormento  que  el  mismo  ti- 
rano, al  que  llamaron  Herodes  el  Grande,  con  ser  tan  cruel  que  mandó 
matar  a  dos  de  sus  hijos,  una  de  sus  mujeres,  dos  cuñados  suyos  y 
muchos  otros,  jamás  osó,  por  dignidad  de  raza,  aplicarlo  a  quien  lle- 
vase en  sus  venas  sangre  judía. 

Entonces,  ¿cómo  aceptar  la  afirmación  hecha  por  Jesúj;  de  que 
precisamente  cuando  llegue  esa  hora  de  ignominia,  de  dolor,  de  muerte, 
se  revelará  quién  es  El  ?  Oleadas  de  incógnitas  y  de  sombras  que  hacen 
estremecer  emergen  de  estas  palabras  de  Jesucristo;  pero  también  olea- 
das de  la  luz  divina  la  más  refulgente.  Pidamos  la  gracia  de  dejarnos 
conducir  por  ellas. 

Cuando  leemos  los  relatos  evangélicos  sobre  la  agonía  de  Jesús 
en  la  cruz,  una  de  las  cosas  que  más  impresionan  es  el  comprobar  como 
allí,  en  un  punto  geográfico  tan  reducido,  estuvieron  tan  cerca  unos 
de  otros  todos  los  grandes  sectores  que  entonces  representaban  a  la 
humanidad.  En  medio  está  Jesucristo,  en  pleno  y  evidente  cumpli- 
miento de  la  profecía  de  Isaías  sobre  el  Siervo  de  Yahavé ;  a  sus  lados, 
equidistantes,  dos  hijos  del  crimen,  sufriendo  el  mismo  suplicio  y  que 
terminarán  el  uno  como  réprobo,  el  otro  como  predestinado ;  también 
a  dos  pasos,  cerquísima,  la  Virgen  María,  en  pleno  cumplimiento  de 
otra  hondísima  profecía,  la  del  anciano  Simeón ;  y  mezclados  entre  sí 
y  rozando  con  Cristo  y  su  Madre,  los  dos  pueblos  el  judío  y  el  ro- 
mano, que  simbolizaban  las  dos  religiones,  la  revelada  y  la  politeísta. 
El  panorama  de  la  crucifixión  de  Jesús,  trascendiendo  los  límites  de 
la  colina  del  Calvario,  se  nos  abre  con  perspectivas  cuyos  horizontes 
lejanos  se  confunden  con  los  últimos  confines  del  mundo.  No  es  sola- 
mente el  pueblo  de  Israel  y  su  Mesías  los  que  se  encuentran  cara  a 
cara  en  la  cruz ;  son  el  mundo  entero  y  su  divino  Redentor ;  la  miseria 
humana  en  toda  su  extensión  y  la  misericordia  divina  también  en  su 
infinita  magnificencia. 

Cuando  el  Profeta  Isaías  compuso  su  cuarto  canto  sobre  el  Siervo 
de  Yahvé  que  evidentemente  preanunciaba  el  sacrificio  de  Jesucristo 
en  la  cruz,  atestiguó  ante  todo  la  inocencia  absoluta  de  Jesús  que  "fue 
llevado  como  cordero  al  matadero".  A  la  verdad,  desde  las  primeras 


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*    BOLETIN  ECLESIATICO 


y  ele  dolor  y  la  revelación,  en  el  crisol  del  sufrimiento  y  de  la  muerte, 
del  amor  infinito  del  Dios  vivo.  Los  representantes  de  su  pueblo,  in 
crédulos  y  ciegamente  fanáticos,  le  han  pedido  signos ;  pero  en  las  San- 
tas Escrituras  ya  Dios  les  había  preanunciado  que  el  signo  por  exce- 
'encia  es  la  elevación  del  Hijo  del  Hombre  a  la  cruz,  porque  allí  E'  es 
en  lo  más  profundo  de  su  ser,  la  revelación  de  la  misericordia  de  r)!  js. 
El  es  allí  presencia  misericordiosa  y  salvadora,  infinitamente  cercana 
a  los  pequeños  y  a  los  pobres.  Jesús  ha  venido  para  revelar  el  rosiro 
de  Dios  misericordioso.  Jesiis  es  por  tanto,  el  INOCENTE  (|ue  toma 
sobre  sí  mismo  libre  y  voluntariamente,  el  pecado  de  todos,  que  se 
entrega  a  la  muerte  en  sacrificio  de  expiación,  intercede  por  los  peca- 
dores y  constituye  así  el  pueblo  de  la  nuva  alianza. 

Por  tanto,  en  el  corazón  mismo  de  la  misión  de  sufrimietno,  abai. 
dono  e  inmolación  consumada  en  la  cruz,  se  ha  descorrido  el  velo  del 
misterio  de  Cristo :  El  es  el  Cordero  de  Dios,  es  decir,  el  Inocente, 
que  ha  aceptado  el  anonadamiento  de  sí  mismo  para  recrearnos  total- 
mente en  el  amor.  Es  esta  divina  paradoja  la  que  hay  que  acoger  con 
fe  si  queremos  abrirnos  a  la  luz  de  Cristo.  En  la  cruz  redentora  de 
Cristo  hemos  aprendido  que  para  que  el  amor  revelase  la  plenitud  de 
su  pureza  era  menester  soportara  todos  los  golpes,  todas  las  traiciones, 
todas  las  incomprensiones,  todos  los  ultrajes,  todas  las  infamias,  todas 
las  miserias.  Este  es  el  amor  de  Cristo,  el  INOCENTE. 

El  amor  es  humildad  bajo  las  ofensas,  el  amor  es  fuerza  íntima- 
mente dulce  bajo  los  latigazos,  el  amor  es  el  rostro  que  se  revela  más 
transparente  que  nunca  cuando  lo  han  desfigurado ;  escándalo  feliz  el 
de  la  cruz  que  nos  hace  comprender  un  poquito  más  quién  es  Jesús. 

Ahora  demos  un  paso  más.  Fijemos  la  atención  en  otra  de  las 
grandes  realidades  divinas  (pie  se  nos  revelan  en  esta  visión  de  Jesu- 
cristo: La  de  sus  bodas  con  la  Iglesia.  El  título  de  Esposo,  que  compete 
a  Cristo,  significa  ciertamente  que  su  presencia  entre  los  hombres  inau- 
gura la  venida  de  una  era  de  gracia,  el  cumplimiento  de  las  promesas 
])roféticas  de  las  Escrituras  relativas  a  las  bodas  definitivas  e  irrup- 
ción del  gozo  eterno.  Pero  es  preciso  también  al  llegar  a  este  punto, 
unir  esta  imagen  del  Cordero-Esposo  con  la  otra  del  Cordero  inmolado 
que  hallamos  en  el  cántico  de  Isaías  sobre  el  Siervo  que  toma  sol)re  sí 
los  pecados  de  su  pueblo. 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


—  169 


Solamente  asi  nos  será  dado  adentrarnos  un  poco  mas  en  aquello 
que  constituye  la  razón  suprema  del  misterio  de  la  cruz.  Comencemos 
por  lorar  (¡uc  el  amor  entre  los  hombres,  cuando  es  auténric*.,  «uele 
tener  cinco  características :  primera,  el  deseo  de  que  exista  y  viva  la 
persona  amada ;  segunda,  la  vohnitad  de  entregarse  por  ella  si  peligrase 
su  vida ;  tercera,  el  anhelo  de  colmarle  de  regalos ;  cuarta,  el  gozo  (¡ue 
se  siente  en  su  trato  y  mutua  concordia ;  quinta,  la  tendencia  a  hacer 
de  dos  uno. 

Si  aplicamos  esta  consideración  sintética  de  las  características  del 
amor  verdadero  a  la  persona  de  Jesucristo  cuando  llevaba  a  cumpli- 
miento su  misión  de  Cordero  Inocente  profetizada  en  la  Sagrada  Escri- 
tura, nos  encontramos  ante  un  océanos  de  luz  y  gracia.  Es  verdad  lo 
primero,  a  saber,  que  cuando  amamos  a  alguien,  deseamos  que  viva 
siempre.  Pues  bien;  Jesucristo,  en  la  cruz  sintió  como  una  sed  devora- 
dora  el  deseo  de  que  cada  uno  de  nosotros  viva  siempre,  no  dentro  del 
tiempo,  sino  eternamente,  participando  de  su  misma  vida,  la  que  El 
tiene  como  Hijo  de  Dios.  Es  cierto  en  segundo  lugar  que  cuando  al- 
guien ama  de  veras  a  otra  persona  y  ve  en  peligro  su  vida,  es  capaz 
de  entregarse  al  mayor  riesgo  con  tal  de  salvarla.  Pues  bien;  en  Jesu- 
cristo esto  no  fue  solo  un  anhelo,  sino  realidad  insondable,  pues  real- 
mente para  que  ninguno  de  nosotros  fuera  víctima  de  la  muerte  eterna 
a  la  que  estábamos  condenados.  El  se  puso  en  nuestro  lugar,  muriendo 
por  el  amor  que  nos  tiene.  Cada  uno  puede  decir  de  sí  mismo  lo  que 
decía  San  Pablo:  "Me  amó  y  se  entregó  a  Sí  mismo  por  mí".  Es  cierto 
también  que  cuando  mucho  se  ama,  se  vive  en  el  afán  de  colmar  de 
bienes  a  la  persona  amada,  sin  escatimar  sacrificios.  ¿Quién  podrá  enu- 
•nerar  los  bienes  de  que  nos  ha  colmado  Jesucristo?  Pero  es  en  la  cruz 
en  donde  el  Señor  nos  hizo  sentir  esta  característica  del  amor  verdadero 
del  modo  más  sublime,  cuando  nos  dio  a  su  Madre.  "Habiendo  mirado 
Jesús  a  su  Madre  y  al  discípulo  que  El  amaba  allí  presente,  dícelo  a  su 
Madre:  mujer,  ahí  tienes  a  tu  hijo.  Después  dice  al  discípulo,  ahí  tienes 
a  tu  Madre".  El  amor  a  nuestras  madres  es  profundísimo,  pues  se  lo 
siente  como  si  quisiera  confundirse  con  el  principio  mismo  de  nuestro 
ser ;  más  hondo  y  más  elevado  que  él,  sólo  Dios.  Jesucristo,  usando  los 
dos  vocablos  más  dulces,  tiernos  y  unitivos  que  existen  en  el  diccionario 
humano:  "madre",  "hijo",  nos  dio  a  María  su  Madre.  También  es 
cosa  comprobada  que  quien  ama  goza  de  estar  día  y  noche  con  la  per- 
sona amada.  Jesús  en  la  pascua  que  celebró  tomando  su  puesto  de  Cor- 


170  — 


^    BOLETIN  ECLESIASTICO 


páginas  del  evangelio,  ya  en  el  mensaje  con  el  que  el  Angel  Gabriel 
anuncia  a  la  A^irgen  María  el  misterio  de  la  Encarnación,  se  nos  revela 
cuál  será  la  pureza  de  Cristo.  "El  Espíritu  de  Dios  vendrá  sobre  Tí,  y 
la  virtud  del  Altísimo  te  cubrirá  con  su  sombra,  y  por  esto,  el  hijo 
engendrado  en  tí  será  santo,  será  llamado  Hijo  de  Dios".  Juan  el  Bau- 
tista dio  un  emocionado  testimonio  de  esta  luz  de  pureza  ((ue  dimana 
de  Jesús  en  cuanto  hombre.  El  bautismo  de  Juan  era  un  bautismo 
penitencia  para  los  pecadores.  Cuando  Jesús  se  presentó  en  el  Jordán 
entre  la  turba  de  soldados  y  publícanos,  Juan  se  sintió  sobrecogido  por 
una  experiencia  profunda  que  le  estremecía  al  darse  cuenta  de  la  inma 
culada  pureza  de  Cristo.  Quiso  atajarlo  diciendo:  "yo  soy  quien  debe 
ser  bautizado  por  tí.  y  ¿vienes  tú  a  mí?"  Mt.  3,14.  Más  tarde  vuel- 
ve a  tener  esta  experiencia  y  entonces  valiéndose  de  la  bella  imagen 
que  ya  Isaías  tomó  del  sentir  popular  como  expresión  de  la  inocencia, 
exclamó:  "he  aquí  el  Cordero  de  Dios,  el  que  quita  el  pecado  del  mun- 
do". Jn.  1,29.  El  mismo  Jesucristo,  a  los  fariseos,  víctin^as  ya  de  un 
odio  satánico,  que  trataban  de  buscar  un  pretexto,  un  argumento  para 
acusarlo  y  matarlo,  les  lanza  al  rostro  como  desafío  esta  pregunta : 
''quién  de  vosotros  me  convencerá  de  pecado?"  Jn.  8-46. 

Así,  pues,  el  contraste  entre  la  humanidad  pecadora  y  la  santidad 
redentora  de  Jesucristo  es  total.  Jesús  y  su  Madre  constituyen  im  mun- 
do aparte  frente  al  resto  de  la  humanidad.  A  un  lado  están  los  hom- 
bres, todos  sin  excepción,  con  sus  núserias  morales  y  sociaLs,  con  sus 
envidias  y  rencores,  con  sus  desviaciones  rcligioas  y  sus  poses  ateas;  a 
otro,  Jesús  y  su  Madre,  fuera  de  este  cuadro  general  de  corrupción, 
por  encima  de  todas  esas  miserias  morales  y  ajenos  a  ellas;  a  un  lado 
el  pecado  con  todas  sus  consecuencias  y  toda  su  espantosa  proyección 
en  la  historia,  a  otro  Jesús,  el  Cordero  de  Dios,  EL  INOCENTE. 

Sin  embargo,  no  es  un  triunfo  espectacular  y  grandioso  sobre  el 
mal  del  mundo  el  que  vemos  en  la  escena  de  la  Redención.  A  quien 
vemos  en  la  Cruz  no  es  al  vencedor  de  la  gloría,  al  Hijo  de  hombre  en 
la  majestad  del  triunfo  sobre  el  mal  y  la  muerte;  vemos  a  Jesús  que 
ha  llegado  a  ser  infinitamente  más  débil  que  un  niño,  más  abandonado 
que  un  moribundo.  Desde  esa  cruz  El  dirige  a  los  hombres  una  mirada 
que  tiene  tanto  de  parecido  a  la  mirada  de  infancia  propia  de  la  Virgen 
María;  mirada  de  tierna  compasión,  de  sorpresa  dolorosa.  Por  eso  ex- 
clama: "Padre,  perdónalos  porque  no  saben  lo  que  hacen". 


BOLETIN  ECLESIATICO  * 


—  171 


Esa  inocencia  es  la  que  confiere  un  carácter  misterioso,  sublime, 
a  la  libertad  con  la  que  acepta  sus  tormentos  para  convertirlos  en  ex- 
piación redentora.  Jesucristo  en  la  cruz  es  el  Inocente,  que  ha  abrazad.) 
las  dos  realidades  íntimamente  unidas  que  despojan  al  hombre  de  s' 
mismo :  El  sufrimiento  y  el  amor. 

Ahora  preguntémonos :  ¿Cuál  es  la  razón  por  la  que  precisamente 
en  este  misterio  del  Inocente  clavado  en  la  cruz,  se  revela  Quién  es  El  ? 
Notemos,  ante  todo  que  Cristo  crucificado  no  es  la  respuesta  de  Dios 
a  los  interrogantes  de  los  filósofos  ante  el  mal  del  mundo ;  es  la  res- 
puesta que  Dios  dirige  a  los  pobres,  a  los  humildes,  a  los  desposeídos, 
y  a  través  de  ellos  al  corazón  de  todo  hombre  para  revelarle  a  través 
de  la  experiencia  del  sufrimiento  y  del  amor,  a  qué  desprendimiento  de 
sí  mismo  debe  ofrecerse  para  abrirse  a  la  plenitud  del  misterio  de  Dios. 
Jesiis,  Rey-Mesías  y  Siervo  de  Yahvé.  es  verdaderamente  el  Hijo  de 
Dios  que,  siendo  el  único  Inocente,  viene  a  compartir  el  destino  de 
muerte  propio  de  los  pecadores.  El  ha  unido  su  suerte  a  la  de  los  peca- 
dores y  se  ha  puesto  en  su  lugar  para  expiar  lo  que  ellos  debieran  expiar. 

Esta  inefable  revelación  no  fue  comprendida. 

¿Qué  sucedió  a  cuantos  vieron  a  Jesús  y  lo  escucharon  a  lo  largo 
de  los  tres  años  de  su  predicación  sobre  el  Reino?  Por  las  palabras 
y  por  los  actos  portentosos  que  revelaban  un  dominio  absolutamente 
soberano,  y  más  todavía  por  la  irradiación  de  toda  su  persona,  pro- 
clama la  venida  luminosa  del  Reino  de  Dios  y  algunos,  como  Nicodemo, 
no  han  podido  menos  de  reconocerlo;  pero  lo  más  profundo  de  su  ser. 
escapa  a  toda  comprensión  y  deja  a  sus  interlocutores  ante  una  dolo- 
rosa  interrogación:  ¿Quién  eres  Tú?  Divina  paradoja  ésta.  Precisamen- 
te cuando  a  través  de  su  persona  se  manifiesta  la  misteriosa  presencia 
del  Reino  de  Dios,  como  sucede  en  la  Transfiguración,  vuelve  Jesús 
a  permanecer  como  un  pobre  sometido  totalmente  a  la  debilidad  huma- 
na y  destinado  a  la  muerte.  Con  la  luz  de  su  Palabra  y  con  la  fuerza 
de  sus  obras  milagrosas  ha  inducido  a  sus  apóstoles  a  reconocerlo  como 
Mesías ;  sin  embargo,  ni  siquiera  Pedro  llegó  a  vislumbrar  en  su  Señor 
al  Cordero  que  pasando  por  la  inmolación  llegaría  a  la  Resurrección. 
Tuvo  que  caminar  largamente  por  el  sufrimiento  y  las  lágrimas  antes 
de  confesarle  a  Jesús  lo  que  El  es  en  verdad. 

Jesús  en  la  cruz  es  a  la  verdad,  el  maravilloso  proyecto  de  Dios 
que  salva  al  hombre  sumergido  en  un  mundo  de  pecado,  de  miseria 


172  — 


^    BOLETIN  ECLESIASTICO 


dero  sin  mandia,  inmolado  por  amor,  nos  demostró  ([uc  tuvo  ansias 
infinitas  de  estar  día  y  noche,  año  tras  año,  hasta  la  consumación  de 
los  siglos  unidísimo  con  todos  los  suyos,  que  habrían  de  creer  en  El, 
por  medio  de  tres  comunicaciones,  especialísimas  suyas,  cuales  son,  la 
fe,  la  gracia,  la  Eucaristía. 

Por  último,  el  amor  tiende  a  hacer  de  dos,  uno ;  p  también,  de 
muchos,  uno.  De  manera  incomparable  Jesús  expresó  esta  tendencia  ck' 
amor  en  su  ¡¡legaría  sacerdotal,  cuando  oraba  así  al  Padre:  "Oh  Padre, 
que  todos  sean  uno,  como  Tú  estás  en  mí  y  yo  en  Tí,  asi  sean  ellos 
uno  para  que  crea  el  mundo  que  Tú  me  has  enviado".  Sin  duda,  esta 
fue  la  más  honda  oración  de  Cristo  en  la  cruz,  teniéndonos  presentes 
a  todos  nosotros  como  su  Iglesia,  la  Iglesia  Esposa  que  iba  a  nacer  de 
su  costado  abierto.  Mataron  los  hombres  a  Jesucristo  un  día  de  pascua 
y,  sin  saberlo  ni  pretenderlo,  al  elevarlo  crucificado  entre  el  cielo  y  la 
tierra,  hicieron  se  celebrasen  en  la  cruz  las  bodas  del  Cordero  con  la 
iglesia.  Como  al  crear  Dios  a  Adán,  según  lo  enseña  el  libro  del  Gé- 
nesis, inspiró  a  éste  en  su  rostro  el  aliento  de  vida  y  resultó  as-  for- 
mado el  hombre;  de  manera  todavía  más  inefable  Jesucristo  al  mo- 
mento de  morir  traspasó  su  Espíritu  al  alma  de  la  Iglesia  y  é-t-. 
quedó  como  incorporada  para  siempre  a  la  vida  y  misión  fecun'lante 
de  la  Redención:  Espíritu  que  la  anima,  agua  que  la  purifica  y  lav2. 
sangre  que  le  servirá  de  arras  tal  es  la  triple  dote  matrimoni.J  de 
estos  desposorios  de  la  cruz. 

Esto  es  lo  último  que  nos  quedaba  por  descorrerse  del  velo  del 
<>ran  misterio  de  la  cruz.  Mucho  nos  quedaría  por  decir  de  tari  pro- 
fundo argumento.  Pero  ya  debemos  concluir  íormulándonos  esta  pre- 
gunta, cada  uno  como  persona  creyente,  y  todos  como  Iglesia  :Si  así 
me  amó  Jesucristo,  ¿cómo  deberá  ser  mi  amor  a  El  ?  Demos  una  res- 
puesta sintética :  Nuestro  amor  a  Cristo,  particularmente  como  Igle- 
sia, debe  ser  el  amor  de  una  esposa  mártir  y  de  un  esposo  virgen: 
martirio  y  virginidad  constituyen  la  respuesta.  Covenzámonos  ante 
todo  que  así  como  Jesús  estuvo  crucificado  en  el  madero  de  la  cruz, 
así  la  Iglesia  tiene  como  gloria  propia  la  de  estar  crucificada  en  los 
duros  brazos  de  las  persecuciones  que  van  sucediéndose  en  el  trans- 
curso de  la  historia.  El  Apocalipsis  es  el  más  sublime  complemento 
de  los  Evangelios,  el  mejor  colofón  del  gran  misterio  de  la  cruz  en  la 
recapitulación  de  todas  las  cosas  en  Cristo.  Pues  bien;  lo  que  en  esta 


BOLETIN  ECLESIASTICO  ÍE" 


—  173 


parte  de  la  Escritura  se  nos  revela  es  que  la  Iglesia  tiene  como  destino 
el  de  ser  el  gran  crucificado  de  los  siglos  y  el  gran  resucitado  de  los 
mismos  siglos. 

Al  nisimo  tiempo  hay  (pie  ponderar  (pie  la  inmo]aci()n  ofrecida 
por  Jesucristo  en  expiación  de  los  pecados,  fue  inmolación  de  una  car- 
ne virginal.  En  torno  a  la  cruz  nos  hallamos  en  pleno  ambiente  hu- 
mano y  divino  de  pureza  virginal :  virgen  ([uien  muere  en  esa  ara  del 
sacrificio  redentor ;  virgen  la  madre  que  se  asocia  a  la  inmolación  del 
Cordero  engendrado  en  su  seno,  virgen  la  Iglesia  que  nace  del  cos- 
tado del  Señor;  virgen  el  Esposo,  virgen  la  Esposa.  Para  subir  hasta 
el  corazón  abierto  del  divino  crucificado  nada  como  las  alas  de  la 
virginidad  inflamada  en  la  caridad.  Por  ello  la  Iglesia  en  todos  los 
siglos  ensalzó  la  virginidad  como  la  mnxima  hermosura  de  que  puede 
revestirse  y  no  hay  entre  los  Padres  de  la  Iglesia  ninguno  que  no  le 
haya  dedicado  un  canto.  Uno  de  ellos,  San  Agustín,  hace  este  elogio : 
"la  alegria  de  los  que  viven  vírgenes  por  Cristo,  es  alegría  de  Cristo, 
con  Cristo,  en  pos  de  Cristo,  por  medio  de  Cristo,  por  causa  de  Cris- 
to". Tratemos  hermanos  cjueridos  de  darnos  cuenta  un  poquito  de  esta 
dicha.  Comenzar  a  darse  cuenta  cuando  miramos  a  Cristo  crucificado 
de  lo  que  significa  en  El  la  palabra  "Cordero  de  Dios",  significa  co- 
menzar a  adentrarse  en  el  cielo  de  su  pureza :  cielo  por  la  dicha  incom- 
parable que  produce  todo  vislumbre  de  lo  que  es  la  pureza  del  Señor. 
Lo  más  subido  de  este  gozo  se  tiene  cuando  mirándolo  en  el  acto  de 
su  oblación  sacrificada  se  entiende  que  Jesús  es  puro  como  Dios.  En- 
tonces el  corazón  en  el  más  profundo  aranque  intuitivo  que  puede 
tener  bajo  el  influjo  de  la  fe  se  pone  de  alguna  manera  en  contacto 
con  la  pureza  inefable  del  Verbo  y  tiene  el  disfrute  aunque  instantáneo, 
incomparable,  de  la  belleza  infinita  de  este  Cordero-Esposo.  En  El 
la  belleza  infinita  de  la  pureza  de  la  luz  increada  está  encarnada  en 
la  belleza  de  otra  pureza,  la  de  su  santidad  humana,  diáfana  así  mismo 
como  la  luz  y  tan  irrecusable  como  la  evidencia.  Por  esta  dicha  vale 
la  pena  sacrificarlo  todo  con  la  esperanza  de  gozarla  un  día  en  toda 
su  plenitud  infinita. 


174  — 


ii<    BOLETIN  ECLESIASTICO 


Rogativas  para  Impetrar  el  Buen  Tiempo 


Exhortación  dirigida  a  los  Vbles.  párrocos,  rectores  de  iglesias, 
religiosos,  religiosas  y  fieles  de  la  Arquidióccsis  de  Quito. 

Hermanos  en  el  Señor : 

Los  efectos  del  riguroso  y  prolongado  período  invernal,  (|ue  vie- 
ne azotando  al  Ecuador,  se  han  dejado  sentir  con  mayor  intensidad 
en  los  últimos  días  de  abril.  Nuestra  ciudad  de  Quito  ha  sufrido 
también  gravemente  los  embates  de  aluviones  que  han  destruido  cons- 
trucciones, han  obstruido  avenidas  y  en  algiin  caso  han  cegado  vidas 
humanas. 

Frente  a  estos  fenómenos  de  la  naturaleza  y  frente  a  aconteci- 
mientos trágicos,  como  el  accidente  aviatorio  acaecido  en  Guayaquil 
a  fines  de  la  semana  anterior,  experimentamos  más  vivamente  nuestra 
limitación  humana  y  nos  sentimos  impotentes.  Las  limitaciones  y  el 
carácter  contingente  propio  de  la  naturaleza  humana  deben  impulsar- 
nos a  acudir  a  Dios,  creador  y  conservador  de  la  naturaleza,  en  de- 
manda de  protección. 

Atendiendo  a  espontáneos  requerimientos  de  algunos  sectores  del 
pueblo  de  Dios,  disponemos  que  se  realicen  en  la  Arquidióccsis  de 
Quito  fervientes  ROGATIVAS,  a  fin  de  implorar  de  la  bondad  de 
Dios  que  cesen  la  inclemencia  del  tiempo  y  los  desastres  que  en  conse- 
cuencia han  afectado  gravemente  al  pueblo  ecuatoriano  y  han  produ- 
cido ruina  en  nuestra  ciudad  de  Quito.  Con  las  ROGATIVAS  pida- 
mos con  fervor  a  Dios  que,  recuperada  la  serenidad  del  tiempo,  nos 
permita  disfrutar  de  tranquilidad  y  de  paz,  para  forjar  con  el  trabajo 
la  prosperidad  de  la  Patria. 

i 

Las  rogativas  deben  tener  también  un  carácter  penitencial,  a  fin 
de  implorar  el  perdón  de  los  pecados  con  que  es  ofendida  la  majestad 
divina  y  para  suscitar  en  los  cristianos    sentimientos  de  conversión, 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


—  17.5 


(ie  renovación  espiritual,  de  cambio  de  vida.  A  esta  renovación  espi- 
ritual nos  invita  el  hecho  de  encontrarnos  celebrando  el  "Año  Santo" 
(le  la  Redención. 

Las  ROGATIVAS  podrán  realizarse  en  este  mes  de  mayo  de 
la  siguiente  manera: 

1.  —  En  las  iglesias  parroquiales  y  conventuales  y  en  los  orato- 
rios de  la  Arquidiócesis  de  Quito,  cuando  lo  permita  la  Liturgia,  ce- 
lébrense las  misas  votivas  con  los  formularios  de  la  "Misa  en  cualquier 
necesidad"  o  de  la  "Misa  para  pedir  el  buen  tiempo". 

En  la  oración  de  los  fieles  formúlense  peticiones  por  el  buen 
tiempo,  porque  cesen  las  calamidades.  En  las  misas  pueden  emplearse 
las  siguientes  oraciones: 

"Dios  todopoderoso  y  eterno,  que  nos  purificas  con  el 
castigo  y  nos  salvas  con  el  perdón,  responde  a  nuestras 
súplicas,  concediéndonos  un  tiempo  sereno,  y  danos  la 
gracia  de  emplear  tus  dones  para  alabar  tu  nombre  y 
para  nuestra  salvación". 

Por  Jesucristo,  N.  S.  R/.  Amén, 

o  esta  otra : 

"Oh  Dios,  a  quien  obedecen  todos  los  elementos  del  universo, 
serena  la  furia  de  las  tempestades,  para  que  la  amenaza  de  su 
poder  desatado  se  convierta  en  motivo  de  alabanza  de  tu 
nombre". 

Por  Jesucristo,  N.S.  R/.  Amén. 

2.  —  Ya  que  nos  encontramos  en  el  mes  de  mayo,  dedicado  al  culto 
y  al  fomento  de  la  devoción  a  la  Sma.  Virgen  María,  acudamos  a  su 
poderosa  intercesión  ante  Dios,  a  fin  de  que  alcance  para  el  Ecuador 
tiempos  serenos  y  aleje  de  él  las  calamidades. 

Las  peregrinaciones  que  realicemos  a  los  santuarios  marianos  de  el 
Quinche  y  de  Guápulo  tengan  el  sentido  de  ROGATIVAS  en  favor  de 
nuestra  Patria  y  de  nuestra  ciudad. 


176  — 


í(    BOLETIN  ECLESIASTICO 


Los  fieles  que,  con  los  requisitos  necesarios  de  la  confesión  sacra- 
mental y  de  la  comunión  eucaristica,  participen  en  estas  peregrinaciones 
podrán  lucrar  la  indulgncia  del  "Año  Santo"  de  la  Redención. 


Quito,  a  3  de  Mayo  de  1983 


•j-  Antonio  J.   Goncález  Z., 
ARZOBISPO  COADJUTOR  DE  QUITO 


f  J.  Gabriel  Diua  C, 

Obispo  Auxiiar  de  Quito 


BOLETIN  ECLESIASTICO 


—  177 


I¡:ip¡orei:'!os  ¿íel  Sacratísimo  Corazón  de  Jesús 
La  Protección  Sobre  el  Ecuador 


A   LOS  VBLES.   SACERDOTES,   COMUNIDADES  RELIGIOSAS 
Y  FIELES  DE  LA  ARQUIDIOCESIS  DE  QUITO 

Estimados  hermanos: 

Jesucristo,  nuestro  Redentor,  glorificado  con  su  resurrección,  se 
halla  a  la  derecha  del  Padre,  intercediendo  siempre  por  nosotros  en  ejer- 
cicio de  su  eterno  sacerdocio.  Pero  está  también  presente  en  medio  de 
nosotros  en  cumplimiento  de  su  promesa:  "Yo  estoy  con  vosotros  todos 
los  días  hasta  la  consumación  del  mundo"  (Mt.  28,20). 

Hay  varias  formas  de  presencia  de  Jesucristo  en  medio  de  noso- 
tros ;  pero  la  más  importante  es  su  presencia  en  el  Sacramento  de  la 
Eucaristía,  porque  es  una  presencia  real,  verdadera  y  substancial.  En 
este  augusto  Sacramento  Jesucristo  se  hace  presente  con  su  Cuerpo, 
Sangre,  alma  y  divinidad.  Está  presente  también  con  su  Corazón,  sig- 
no y  centro  de  sus  sentimientos  más  íntimos  y,  por  tanto,  de  su  amor 
infinito  a  Dios  y  a  los  hombres. 

El  Ecuador  fue  consagrado  oficialmente  al  Sacratísimo  Corazón 
de  Jesús.  Esta  consagración  significó  una  proclamación  de  Jesucristo 
como  protector,  guía  y  refugio  de  nuestra  Patria. 

El  Ecuador  debe  distinguirse  por  la  práctica  de  la  verdadera  de- 
voción al  Sacratísimo  Corazón  de  Jesús. 

El  mes  de  junio  es  el  mes  dedicado  de  manera  especial  al  culto 
y  devoción  al  Divino  Corazón  de  Jesús,  lo  mismo  que  el  primer  viernes 
de  cada  mes. 

El  Ecuador  experimenta  en  estos  tiempos  problemas  y  dificulta- 
des provenientes  de  la  crisis  económica  general,  problemas  y  dificulta- 


178  — 


iji    BOLETIN  ECLESIASTICO 


des  producidos  por  las  lluvias  y  las  consiguientes  inundaciones  y  des- 
laves. Tenemos  que  lamentar  numerosas  víctimas  de  desastres,  cuan- 
tiosas pérdidas,  la  destrucción  de  la  infraestructura  vial  y  de  la  agri- 
cultura. A  esta  altura  del  año  aún  no  se  ha  terminado  la  temporada  de 
lluvias. 

Es  preciso,  pues,  que  como  pueblo  ecuatoriano,  acudamos  con 
y  devoción  a  Dios  nuestro  Señor  y  a  quien  debe  ser  nuestro  rcfiir-' 
el  Divino  Corazón  de  Jesús,  para  implorar  el  perdón  de  nuestras  faltas 
y  su  bondadosa  protección  sobre  nuestro  pueblo. 

La  circunstancia  de  hallarnos  en  el  Año  Santo  de  la  Redención 
debe  estimularnos  a  volver  con  espíritu  contrito  hacia  Jesucristo,  nues- 
tro Redentor,  con  celebraciones  comunitarias,  que  nos  hagan  sentirnos 
miembros  de  un  mismo  pueblo. 

Para  intensificar  las  rogativas  en  favor  del  pueblo  ecuatoriano, 
disponemos  que  se  realicen  las  siguientes  celebraciones : 

1.  Aprovechemos  el  primer  viernes,  3  de  junio  de  este  año,  para 
unirnos,  en  cuanto  sea  posible  todos  los  ecuatorianos,  en  una  ferviente 
"Hora  Santa",  en  la  que  presentemos  al  Sacratísimo  Corazón  de  Jesús, 
que  es  "Propiciación  por  nuestros  pecados",  el  homenaje  de  nuestra 
satisfacción  por  los  pecados  e  infidelidades  del  pueblo  ecuatoriano,  e 
imploremos  para  él  la  bondadosa  protección  de  su  Corazón,  a  fin  de  que 
cesen  los  males  que  nos  afligen,  se  solucionen  nuestros  problemas  y  nos 
conventuales  de  monasterios  y  comunidades  religiosas. 

Para  que  estemos  unidos  en  esta  Hora  Santa,  realicémosla  en  ho- 
ras vespertinas  del  viernes  3  de  junio,  v.gr.  a  las  18  o  19  h.  Esta  Hora 
Santa  puede  abarcar  la  celebración  de  la  Santa  Misa  con  otros  actos 
de  piedad,  o  una  celebración  de  la  Palabra  de  carácter  expliatorio  e  im- 
petratorio ante  el  Santísimo  Sacramento  expuesto.  Que  se  realice  esta 
Hora  Santa,  a  las  horas  indicadas  en  todas  las  iglesias  parroquiales 
conventuales,  de  monasterios  y  comunidades  religiosas. 

2.  Celebremos  con  intenso  fervor  la  fiesta  del  "Cuerpo  y  Sangre 
de  Cristo",  que  en  este  año  cae  el  jueves  2  de  junio  y  cuya  solemnidad 
se  traslada  al  domingo  5  del  mismo  mes.  En  la  Catedral  Metropolitana 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


—  :79 


se  celebrar.4  el  "Octavario  de  Corpus  Christi",  en  las  demás  iglesias 
parroquiales  celébrese  la  fiesta  de  "Corpus  Christi"  con  los  actos  que 
suelen  llevarse  a  cabo,  especialmente  con  la  procesión  con  el  Santísimo 
Sacramento. 

En  la  ciudad  de  Quito  se  solemnizará  la  fiesta  de  "Corpus  Chris- 
ti" con  la  procesión  que  se  realizará  el  domingo  5,  desde  la  Basílica  del 
Voto  Nacional  hasta  la  Catedral  Metropolitana.  La  procesión  saldrá 
de  la  Basílica  después  de  la  Misa  de  las  17.30  h. 

La  participación  piadosa  en  esta  procesión  permitirá  a  quienes  se 
hallen  dispuestos,  lucrar  la  indulgencia  del  Año  Santo. 

Quito,  a  26  de  mayo  de  1983 

•j*  Antonio  J.  González  u., 
ARZOBISPO  COADJUTOR  DE  QUITO 


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180  —  m    BOLETIN  ECLESIASTICO 


CONSEJO  DE  PRESBITERIO 


Acta  de  la  Ida.  sesión  (martes  1°  de  Marco) 

La  segunda  sesión  del  Consejo  de  Presbiterio  tuvo  lugar  tii  la  sa- 
la de  la  Curia  Metropolitana,  el  día  martes,  1-  de  marzo  de  1.983.  Es- 
tuvo presidida  por  el  Emmo.  Señor  Cardenal  Arzobispo  de  Quito  v 
contó  con  la  asistencia  de  los  siguientes  miembros :  Sus  Excias.  Mons. 
Antonio  J.  González  Z.,  Arzobispo  Coadjutor  y  Mons.  Gabriel  Díaz 
Cueva,  Obispo  Auxiliar;  Mons.  Julio  Espín ;  los  Vbles.  Sres.  Hugo 
Reinoso,  Justino  Manosalvas,  José  Carollo,  Luis  A.  Jáconie,  Luciano 
Iturralde,  Jorge  Beltrán  y  Froilán  Serrano;  los  RR.PP.  Alian  Mendo- 
za, sj.,  José  Luis  de  la  Hoz,  ocd.,  Mario  Moyano,  ofni.,  Luis  Ricchiar- 
di,  sdb.,  Manuel  Freiré,  op.,  y  Oswaldo  Carrera,  sj.,  y  el  suscrito  Se- 
cretario. Se  excusó  Mons.  Juan  Francisco  Yánez. 

INICIO  DE  LA  SESION 

La  sesión  comenzó  a  las  9h40  con  el  rezo  de  Laudes. 

Comentando  el  evangelio  del  día  (Mt.  23,  1 — 12),  Mons.  Gonzá- 
lez dijo :  En  este  tiempo  de  cuaresma,  la  Palabra  de  Dios  insiste  en 
las  actitudes  de  penitencia  y  de  oración.  La  (juc  hemos  escuchado  in- 
siste en  una  actitud  de  autenticidad  y  de  humildad,  ya  que  Cristo  re- 
procha la  falta  de  autenticidad  de  los  fariseos,  puesto  que  proclaman 
una  cosa  y  realizan  otra.  Les  reprocha  también  la  ostentación  y  el  or- 
gullo. Nosotros  por  vocación  somos  maestros  de  la  fe,  aspiramos  a 
que  el  Señor  no  nos  reproche  una  falta  de  autenticidad.  En  esta  cuares- 
ma esforcémonos  por  ser  más  auténticos  y  más  humildes. 

SALUDO 

El  Señor  Cardenal  saludó  muy  cordialmente  a  los  presentes,  y  les 
agradeció  su  presencia. 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


—  181 


LECTURA  DEL  ACTA 


Se  leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior  y  fue  aprobada. 
Se  hizo  notar  que  se  han  cumplido  todas  las  comisiones  y  las  re- 
soluciones tomadas  en  los  asuntos  varios. 

INFORME  DEL  DIRECTOR  DE  LA  OFICINA 
DE  PASTORAL  SOCIAL 

Siguiendo  la  agenda  del  día,  Mons.  González  pidió  al  P.  Luciano 
Iturralde,  Director  de  la  Oficina  de  Pastoral  Social  de  la  Arquidiócesis, 
que  presente  su  informe  sobre  las  actividades  de  esta  Oficina.  Asi  lo 
hizo  y  además  lo  consignó  por  escrito.  Su  Excelencia  lo  felicitó  en  vis- 
ta de  ciertos  puntos  valiosos.  Luego  pidió  a  los  concurrentes  que  ex- 
pongan sus  inquietudes  y  acotaciones. 

El  mismo  P.  Iturralde  estimó  que  es  conveniente  insertar  una  pe- 
tición de  algún  presupuesto  para  poder  tener,  personas  que  le  ayuden  en 
el  trabajo  en  la  oficina.  Señaló,  además,  que  la  Pastoral  Social  puede 
realizar  ciertos  trabajos,  como  ayuda  a  los  hospitales,  porque  recibe  un 
apoyo  de  la  Conferencia  Episcopal,  quien  a  su  vez  es  ayudada  o  subven- 
cionada tanto  por  Catholic  Relief  Services  como  por  el  Estado  ecuato- 
riano. Las  Oficinas  diocesanas  de  Pastoral  Social  son  algo  así  como 
los  órganos  ejecutores  de  la  C.E.E. —  La  CRS.  aporta  con  alimentos. 

Se  aclaró  también  que  la  iglesia  no  tiene  ingerencia  alguna  en  la 
Cooperativa  que  existe  en  Alóag. 

TRABAJO  EN  GRUPOS 

Seguidamente  se  adoptó  como  método  de  trabajo  la  reflexión  en 
grupos,  cada  uno  de  los  cuales  debía  responder  al  cuestionario  siguiente : 

1-  Cuáles  son  los  valores  evangélicos  para  una  auténtica  Pastoral 
Social? 

2-  ¿El  apostolado  social  es  responsabilidad  exclusiva  de  los  sacerdo- 
tes que  han  optado  por  este  trabajo  o  es  obligación  de  todos  los 
agentes  de  Evangelización  ? 

3*    ¿Por  qué  algunos  sacerdotes  que  con  gusto  recibirían  la  ayuda 


18J  — 


BOLETIN  ECLESIASTICO 


bien  la  campaña  ecuatoriana  de  MUÑERA? 

extranjera,  fruto  de  campañas  de  Navidad  y  Cuaresma,  no  miran 

4-    ¿Qué  sugerencias  de  acción  inmediata  propone  U.  para  la  organi- 
zación de  la  Pastoral  Social  en  la  Arquidiócesis? 

En  opinión  de  Su  Eminencia,  esta  última  pregunta  es  la  más  im- 
portante. 

ASAMBLEA  GENERAL 

Luego  de  recibir  el  aporte  de  cada  uno  de  los  grupos,  las  respues 
tas  al  cuestionario  se  sintetizan  en  las  siguientes : 

Primera. —  Los  valores  evangélicos  de  una  auténtica  Pastoral  Social  son: 

—  Ante  todo  el  amor  cristiano,  del  que  Cristo  y  los  San- 
tos nos  dieron  ejemplo.  Los  agentes  de  la  P.S.  deben 
poseer  este  mismo  amor  pero  encuadrándole  a  los  sig- 
nos de  los  tiempos. 

—  la  fidelidad  a  Dios  y  a  los  hombres. 

Promoción  integral  de  la  persona  humana  evitando  el 
paternalismo  y  el  asistencialismo. 

—  la  fe,  pues,  fe  sin  obras  es  muerta 

—  servicio  al  pobre  (opción  por  los  pobres) 

Segunda. — Quienes  son  los  responsables  de  la  Pastoral  Social f 

— ■  La  responsabilidad  es  de  todos  los  evangelizadores,  es- 
pecialmente de  los  sacerdotes,  pues,  todos  debemos  to- 
mar conciencia  de  que  la  auténtica  evangelización  es 
un  servicio  a  TODA  la  persona  humana,  es  decir,  no 
se  debe  limitar  tan  solo  a  lo  puramente  espiritual,  ni 
únicamente  comprometida  con  la  realidad  temporal. 

Tercera. —  La  actitud,  a  veces  contradictoria,  de  algunos  sacerdotes  de 
aceptar,  por  una  parte,  la  ayuda  foránea  y  el  rechazo,  por 
otra,  a  la  campaña  MUÑERA,  se  debe: 

—  a  una  falta  de  interés  por  conocer  a  fondo  la  finalidad 
de  MUÑERA, 

—  a  que  muchos  sacerdotes  no  están  bien  informados  del 
destino  de  los  fondos  de  MUÑERA, 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


—  183 


—  a  la  falta  de  concientizacion  y  mcntalización  sobre  el 
tema  en  algunos  sacerdotes, 

—  al  afán  de  proteger  los  intereses  económicos  de  la  pa- 
rroquia (MUÑERA  les  restaría  esos  fondos). 

Cuarta. —  Sugerencias  de  acción  inmediata 

a)  Sobre  la  integración: 

—  Integrar  el  departamento  de  la  P.S.  al  departa- 
mento de  evangelización  y  catcquesis, 

—  acción  de  coordinación  e  integración  en  la  Pasto- 
ral de  conjunto, 

- — •    coordinar  iniciativas  parroquiales  e  institucionales, 

—  concientizar  sobre  el  nexo  que  debe  existir  entre 
acción  social  y  acción  evangelizadora, 

—  debe  haber  en  cada  equipo  sacerdotal,  en  cada  zo- 
na pastoral  un  responsable  de  pastoral  social. 

b)  Sobre  mcntalización: 

—  Organizar  un  Seminario  o  un  curso  de  Pastoral 
Social,  bajo  la  dirección  de  personas  competentes, 

—  Esas  personas  pueden  ser  el  P.  Alvarez,  miembro 
del  Departamento  de  Pastoral  Social  del  CELAM, 
el  P.  Vigó,  etc. 

—  Crear  una  Comisión  arquidiocesana  para  que  pre- 
pare este  Curso.  Será  conformada  por  el  P.  Lucia 
no  Iturralde,  P.  José  Carollo,   Mons.  Isaías  Ba- 
rriga y  P.  Luis  Ricchiardi. 

c)  Sobre  organización: 

—  Completar  el  personal  de  la  oficina  de  P.S.  con 
un  Vicario  de  Pastoral  Social,  un  Secretario  Eje- 
cutivo, un  Secretario  ,  para  archivo,  contabilidad, 
bodega,  etc.,  un  Promotor  de  proyectos,  curso? 
etc.,  una  Visitadora  Social  y  un  Departamento  Ju- 
rídico (JUC) 

—  Buscar  una  adecuada  financiación  para  la  oficina 
sea  con  fondos  de  MUÑERA,  sea  utilizando  me 
jor  las  oficinas  del  edificio  "San  Luis". 


184 


^    BOLETIN  ECLESIASTICO 


•  A  propósito,  se  dispone  (jue  el  P.  Luciano  Iturralde  enonentre  un.i 
persona  que  le  ayude  como  Secretaria  y  otra  como  archivero ;  '^e  le  pide 
también  (pie  hai^a  un  inventario  de  las  oficinas  del  edificio  "San  l.nis" 
y  que  presente  un  informe  con  la  colaboración  de  Mons.  Díaz. —  Se  su- 
giere que  las  oficinas  de  este  edificio  sean  reestructuradas  a  fin  de  da'/- 
les  un  uso  polivalente. 

.ASUNTOS  VARIOS 

Mons.  Gonzálcc  infoniia: 

1.  que  el  P.  Oswaldo  Albñn,  osa.  ya  tiene  el  indulto  de  exclaustración 
y  que  la  Arquidiócesis  le  recibió  "ad  experimentuin"  por  el  tiempo 
de  dos  años. 

2.  que  el  P.  Jaime  Solis.  csj.  solicitó  ser  afiliado  al  lESS.  También 
que  el  Padre  hace  diez  años  solicitó  a  sus  Superiores  permiso  para 
experimentar  una  vida  fuera  de  la  Comunidad,  le  fue  concedido  para 
un  año,  pero  de  hecho  ya  son  10  de  estar  fuera. 

Ha  solicitado  la  incardinación  a  la  Arquidiócesis  de  Quito.  El  Se- 
ñor Cardenal  dice  que  es  un  sacerdote  bueno  y  de  buen  porte,  pero 
que  su  situación  legal  no  es  normal  en  la  Arquidiócesis.  Se  resol- 
vió averiguar  más  sus  actitudes  y  actividades. 

3.  Que  la  Comisión  del  Clero  del  Consejo  de  Presbitericj  ha  jiensadc 
organizar  para  los  sacerdotes  un  Curso  de  actualizad ')n  sobre  e) 
nuevo  Derecho  Canónico.  Será  para  la  semana  del  18  al  -2  de  abril 

4.  Que  la  próxima  inauguración  del  Año  Santo  de  la  Redención  es- 
ta vez  tendrá  una  modalidad  especial :  será  inaugurado  simultá- 
neamente en  Roma  y  en  todas  las  iglesias  catedrales  del  mundo. 

—  Que  el  motivo  es  la  conmemoración  de  los  1950  años  de  la  muerte 
redentora  de  Cristo. 

—  Explicó  también  las  maneras  y  condiciones  que  están  dispuestas 
en  el  Bula  del  Santo  Padre  para  ganar  la  indulgencia  plenaria. 
(Ver  la  Instrucción  Pastoral  de  la  Autoridad  arcpiidiocesana). 

El  Señor  Cardenal  dijo  que  la  "apertura"  de  este  Año  Santo  de  la 
Redención  tendrá  lugar  en  viernes  25  de  marzo,  a  las  18h00,  en  la  Ca- 
tedral Metropolitana  con  una  Misa  concelebrada.  Aspira  a  contar  coii 
una  participación  plena  del  Consejo  de  Presbiterio,  de  respectivas  dele- 


BOLETIN  ECLESIAJSTICO  * 


—  18.5 


gacioiies  de  las  parroquias  y  de  las  Comunidades  Religiosas. —  Enco- 
mendó a  Mons.  González  la  organización  de  este  acto  de  apertura. 

—    Que  los  Confesores  tendrán  facultades  especiales  (ver  en  el  Boletín 
Eclesiástico  de  Quito,  Nos.  3  y  4). 

5.  El  Señor  Cardenal  dijo  ([ue  se  debe  pensar  ya  en  la  formación  de 
un  Consejo  de  Consultores  del  Obispo,  puesto  que  así  lo  disponen 
los  cánones  495  a  502  del  nuevo  Código  de  Derecho  Canónico. 

6.  El  12  de  abril  fue  fijada  como  fecha  de  la  próxima  reunión  del  Con- 
sejo de  Presbiterio. 

La  sesión  se  terminó  a  las  13hOO. 
Siguió  un  ágape  fraterno. 

Rvmo.  Germán  Pavón  Puente 
SECRETARIO 


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«1    BOLETIN  ECLESIASTICO 


Acta  de  la  3ra.  reunión  de  1.983 


El  día  martes,  12  de  abril  de  1.983,  tuvo  lugar  la  reunión  ordinaria 
del  Consejo  de  Presbiterio.  Estuvo  presidida  por  el  Emmo.  Señor  Car- 
denal Pablo  Muñoz  Vega,  s.j..  Arzobispo  de  Quito,  y  contó  con  la  asis- 
tencia de  los  siguientes  miembros :  los  Excmos.  Señores  Antonio  J.  Gon- 
zález Z.,  Arzobispo  Coadjutor  y  Gabriel  Díaz  Cueva,  Obispo  Auxiliar; 
los  Rvmos.  Mons.  Juan  F.  Yánez  T.  y  Julio  M.  Espín  L. ;  los  Vbles. 
Sres.  Luis  A.  Jácome,  Luciano  Iturralde,  Rafael  Escobar,  Hugo  Rei- 
noso,  Aurelio  Barros,  Jorge  Beltrán,  Rubén  Robayo,  José  Carollo, 
Froilán  Serrano  y  Emilio  Raza;  los  Rvdos.  PP.  Luis  Ricchiardi,  sdb., 
Alian  Mendoza,  s.j.,  José  Luis  de  la  Hoz,  ocd.  y  Gualberto  Pérez,  C.M. 
v  el  suscrito  Secretario. 

La  sesión  comenzó  a  las  9h40  con  el  rezo  de  Laudes. 

Comentando  la  Palabra  de  Dios,  Mons.  González  dijo  que  el  mun- 
do actual  ha  perdido  la  conciencia  del  pecado  y  de  la  moralidad,  por 
tanto,  se  ha  prescindido  de  Dios.  El  Catecismo  Básico  Nacional,  sobre 
el  que  vamos  a  tratar  en  la  sesión  actual,  deberá  tener  en  cuenta  este 
desvalor  y  tratar  de  rectificarlo  dando  seguridad  y  profundidad  de  doc- 
trina cristiana. 

SALUDO 

El  Señor  Cardenal  dirigió  su  saludo  de  Pascua  a  todos  los  pre- 
sentes, quienes  le  agradecieron  y  le  recoprocaron  el  saludo  con  todo 
respeto  y  afecto. 

Pidió  a  Mons.  Díaz  que  dirigiera  la  reunión. 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


—  187 


LECTURA  DEL  ACTA 


En  seguida  se  dio  lectura  al  acta  de  la  sesión  anterior  y  se  la 
aprobó  con  la  siguiente  enmienda:  Sobre  el  P.  Jaime  Solís,  csj.,  Su 
Eminencia  aclara  que  había  dicho  que  el  Padre  es  bueno,  aunque  su 
situación  legal  es  anormal  y  que  sería  contradictorio  decir  que  es  bue- 
no y  al  mismo  tiempo  que  prescinde  de  las  normas  de  la  Arquidiócesis 
de  Quito. 

ESTUDIO  DEL  TEMA  DE  LA  SESION 

Mons.  Díaz  pidió  que  se  inicie  el  estudio  del  segundo  ante-antepro- 
yecto del  Catecismo  Básico  Nacional. 

A  manera  de  preámbulo,  Su  Eminencia  aconsejó  que  en  este  es- 
tudio se  evite  toda  precipitación,  que  se  hacía  necesario  fijar,  ante  todo, 
la  línea  fundamental  que  guiará  al  CBN  y  que  se  debe  poner  la  mira- 
da en  el  conjunto  del  texto. 

El  P.  Ricchiardi,  a  su  vez,  recomienda  que  conviene  comenzar  el 
estudio  del  segundo  ante-anteproyecto  leyendo  la  carta  de  presentación 
que  del  texto  hace  Mons.  Ruiz;  así  mismo,  es  necesario  tener  presente 
que  el  CBN  debe  ser  el  libro  que  presente  un  contenido  doctrinal  fun- 
damental, finalmente,  dijo  el  Padre,  conviene  tener  una  perspectiva  de 
la  realidad  en  función  de  los  pobres  o  desde  los  pobres. 

Mons.  González  hizo  un  recorrido  de  todo  el  texto  indicando  las 
innovaciones  y  correcciones  que  presentaba  con  relación  al  primer  an- 
te-anteproyecto y  hacía  notar  que  traía  también  la  novedad  de  concluir 
los  capítulos  con  un  resumen  en  forma  de  profesión  de  fe  y  de  plegaria. 

Mons.  Yánez  propuso  que  el  Consejo  de  Presbiterio  limite  su  es- 
tudio a  dar  un  criterio  sobre  el  plan  general  del  CBN. 

Después  de  estos  preámbulos  se  procede  a  estudiar  este  segundo 
ante-anteproyecto. 

TRABAJO  EN  GRUPOS 

Mons.  González  propone  que  cada  grupo  estudie  a  fondo  el  conte- 
nido de  uno  de  los  temas  y  también  la  metodología  empleada  en  su 


188  — 


m    BOLETIN  ECLESIASTICO 


elaboración. 

Se  objeta  diciendo  que  no  hay  tiempo  suficiente  para  tal  estudio 
en  la  presente  reunión,  ya  que  el  parecer  de  la  Arquidiócesis  de  Quito 
debe  ser  presentado  el  18  de  este  mismo  mes. 

El  Señor  Cardenal  dijo  que :  — existen  puntos  que  pueden  ser  es- 
tudiados ahora,  como  sería  la  misma  carta  de  presentación — ;  el  Con- 
sejo de  Presbiterio  puede  también  expresar  ya  su  opinión,  por  ejem- 
plo, sobre  el  orden  mismo,  de  las  dos  partes  en  que  está  dispuesto  este 
segundo  ante-anteproyecto,  a  saber,  caminos  de  la  fe  y  formulación  de 
la  fe. 

Hechas  estas  aclaraciones,  los  miembros  del  Consejo  de  Presbite- 
rio se  dividieron  en  tres  grupos  cada  uno  de  los  cuales  debía  contestar 
a  las  siguientes  preguntas : 

1 )  Qué  opinión  nos  inerece  el  contenido  de  este  segundo  ante- 
anteproyecto ? 

2)  Qué  nos  parece  el  orden  de  presentación  del  camino  de  la  fe 
y  de  la  formulación  de  la  fe? 

3)  Qué  sugerimos  para  el  trabajo  en  la  Arquidiócesis  de  Quito? 

ASAMBLEA  GENERAL 

Puntos  varios 

Antes  de  receptar  las  respuestas,  el  Señor  Cardenal  dio  a  conocer 
que  Mons.  González  había  sido  elegido  Presidente  del  Departamento 
de  Evangelización  y  Catcquesis  del  CELAM.  Todos  le  felicitaron  cor- 
dialmente. 

Mons.  González  agradeció  e  inmediatamente  propuso  a  consideración 
estos  dos  puntos : 

a)  Sobre  el  P.  Jaime  Solís  dijo  que  el  Padre  no  tiene  ninguna  rela- 
ción jurídica  con  la  Arquidiócesis  de  Quito.  Ha  pedido  ya  el  in- 
dulto de  secularización  a  la  Santa  Sede  y  ha  solicitado  ser  recibido 
en  la  Arquidiócesis  de  Quito.  Pregunta  Mons.  González:  ¿Se  le 
recibe  o  no? 

Luego  de  escuchar  pareceres,  los  miembros  del  CP  responden  diciendo 


BOLETIN  ECLESIASTICO  ^< 


—  189 


que  se  le  reciba  al  Padre  "ad  experinientum",  a  fin  de  que  no  se  encuen- 
tre sin  ubicación  alguna. 

b)  Propuso,  en  segundo  término,  la  erección  de  la  Parroc|uia  eclesiás- 
tica de  Puerto  Quito,  ya  que,  por  una  parte,  los  PP.  Capuchinos 
han  manifestado  su  imposibilidad  de  servir  pastoralmente  a  Puer- 
to Quito;  por  otra  parte,  el  P.  Gustavo  Albán  estaría  dispuesto  a 
servir  en  dicha  zona. 

Luego  de  algunos  reparos  hechos  sobre  la  persona  y  las  posibilida- 
des del  P.  Albán  se  concluye  que  se  erija  la  Parroquia  de  Puerto  Quito 
y  que  se  le  reciba  al  P.  Albán  "ad  experimentum",  confiándole  el  cuida- 
do pastoral  de  esta  parroquia. 

Respuestas  a  las  preguntas 

Terminados  estos  puntos  varios  se  procedió  a  recibir  las  respues- 
tas de  los  grupos  a  las  cuestiones  propuestas. 

1. —  ¿Qué  opinión  nos  merece  el  contenido  de  este  segundo  ante-antepro- 
yecto del  CBN? 

— Es  indudable  el  avance  doctrinal  del  contenido  de  este  ante- 
anteproytcto. 

— Las  Opciones  Pastorales  tomadas  por  el  Ecuador,  en  base  al  do- 
cumento de  Puebla,  son  unas  de  las  mejores  de  Latinoamérica, 
por  eso  el  CBN  es  esperado. 

— ^El  contenido  está  cargado  de  aspectos  sociológicos. 

— No  se  ve  bien  clara  la  línea  doctrinal  del  CBN.  Se  dice  que  es 
Cristocéntrica. 

— Hay  disconformidad  con  el  esquema. 

— El  texto  no  es  explícito  en  cuanto  a  los  sacramentos.  Estos  me- 
recerían un  capítulo  aparte. 
— Falta  tratar  sobre  la  Parusía. 

— La  presentación  del  contenido  es  integral  (según  algunos). 
— El  CBN  es  una  cantera  doctrinal. 

—  iQuc  nos  parece  el  método  seguido  en  el  que  se  presenta  priínera- 
niente  el  camino  de  la  je  y  luego  la  formulación  de  la  je? 
— El  método  debería  seguir  este  orden : 

190    —  *    BOLETIN  ECLESIASTICO 


a)  una  presentación  de  la  realidad. 

b)  la  presentación  del  plan  de  Dios  en  el  A.T.  y  en  el  M  T. 

c)  la  respuesta  cristiana  y  compromiso. 

— El  método  inductivo  empleado  está  bien,  aunque  por  tener 

precedentes,  es  un  poco  riesgoso. 
— Quizá  conviene  colocar  primeramente  la  formulación  de  'a  fe  v 

después  el  camino  de  la  fe. 

3. —  ¿Qué  sugerimos  para  el  estudio  de  este  ante-anteproyecto  en  la  Ar- 
quidiócesis  de  Quito  f 

— <iar   a   conocer  este  ante-anteproyecto  a  todos  los  agcrtes  d. 
pastoral. 

— que  se  amplíe  el  plazo  para  su  estudio. 

— que  se  estudie  en  cada  equipo  sacerdotal  tema  por  teni. 

— que  se  procure  suficientes  ejemplares. 

RESOLUCIONES 

— Se  resuelve  que  estas  acotaciones  sean  enviadas  a  Mons.  Ruiz  y 
— que  este  ante-anteproyecto  siga  estudiándose  en  la  Arquidiócc 
sis  de  Quito. 

El  Señor  Cardenal  agradece  el  trabajo  realizado  por  los  ne?  gru- 
pos. Dijo  que  en  el  estudio,  que  seguiremos  haciéndolo,  debe  tenerse 
en  cuenta  a  los  destinatarios  del  CBN,  a  saber,  los  agentes  de  pastoral 
y  los  catequistas. 

Finalmente  se  determinó  que  la  próxima  reunión  del  Consejo  de 
Presbiterio  sea  el  día  martes,  10  de  mayo,  en  la  Curia. 

La  sesión  concluyó  a  las  13h20. 

Se  tuvo  a  continuación  un  ágape  fraterno. 

Rvmo.  Germán  Pavón  Puente, 
SECRETARIO 


BOLJÍTIN  ECLESIASTICO  * 


^-  191 


ADMINISTRACION  ECLESIASTICA 


PROMOCIONES  EN  EL  CABILDO  METROPOLIT.IN') 

DE  QUITO 

Abril  .6.— Mons.  Carlos  V.  Porras  Garcés  fue  promovido  de  Canónigo 
Penitenciario  a  la  dignidad  de  Maestrescuela  del  Cabildo. 

Abril  6. — Mons.  Carlos  H.  García  Zurita  fué  promovido  de  Canónigo 
Magistral  a  la  dignidad  de  Tesorero  del  Cabildo. 

Abril  6. — El  Rvmo.  Eustorgio  Sánchez  Arellano  fué  n':^.i'brado  (."Canó- 
nigo Penitenciario  de  la  Catedral. 

NOMBRAMIENTOS 

Ahrd  1.— El  Rvdo.  P.  Gualberto  Pérez,  CM.  fué  noml"-í.dr.  DECA- 
NO de  la  Zona  de  Santo  Domingo  de  los  Colorados. 

Junii>  2. — El  Rvdo.  P.  Manuel  Freiré,  O.P.  fue  nomb-.!(;o  CONFE- 
SOR ORDINARIO  de  las  Religiosas  del  Monasteiio  de 
Dominicanas  de  la  "Sagrada  Familia"  de  San  Rafael,  Va- 
lle de  los  Chillos. 

junio  2. — ^El  Rvdo.  P.  Manuel  Freiré,  O.P.,  fue  nombrado  C.\ 'ME- 
LLAN del  Monasterio  de  la  "Sagrada  Familia". 

ERECCIONES 

Anril  13,— En  esta  fecha  se  erigió  la  VICARIA  PARRUyUi  vL  DE 
PUERTO  QUITO.  Consta  de  los  siguientes  limites: 
—    al  ORIENTE.  El  límite  oriental,  que  separará  la  nue- 
va Vicaría  de  la  parroquia  de  Nuestra  Señora  del  Cis- 


192  — 


B    BOLETIN  ECLESIASTICO 


ne  de  Pedro  Vicente  Maldonado,  comenzará  ai  novLv 
en  la  deseml^ocadura  del  río  Pitsará  en  el  Guaylla- 
bamba,  desde  este  punto  seguirá  en  línea  recta  hacia 
el  sur  hasta  el  kilómetro  130  de  la  carretera  de  Pedro 
Maldonado  a  Puerto  Quito  y  seguirá  en  línea  recta 
hacia  el  sur  hasta  el  río  "Abundancia". 

■  •-  Al  SUR.  El  límite  sur  seguirá  desde  el  punto  anterior- 
mente indicado  hacia  el  occidente  por  el  río  "Abun- 
dancia" hasta  su  desembocadura  en  río  Blanco. 

AL  OCCIDENTE.  El  límite  occidental,  que  separará 
en  parte  la  nueva  Vicaría  parroquial  desde  la  desem- 
bocadura del  río  "Abundancia"  en  el  río  Blanco,  por 
éste  hacia  el  norte  hasta  la  desembocadura  del  río  "Sá- 
balo";  y 

—  AL  NORTE.  El  límite  norte  irá  desde  la  desemboca- 
dura del  río  Sábalo  en  el  río  Blanco,  por  el  río  Sábalo 
en  dirección  al  noreste  hasta  el  río  Guayllabamba  cer- 
ca del  lugar  denominado  "La  Golondrina"  y  seguirá  por 
el  río  Guayllabamba  aguas  arriba  hasta  la  desemboca- 
dura del  río  Pitsará. 

Jhril  8. — Erección  del  Oratorio  Semi-Público  en  el  \o^ú  del  Institu- 
to Misionero  de  Santa  María  de  Guadalupe  (calle  Ulloa, 
2933). 

Abril  26.— Erección  de  la  Casa  Religiosa  para  la  Sede  ciei  Consejo  Ge- 
neral de  la  Congregación  de  las  Hermanas  de  Santa  Mariana 
de  Jesús  (Avda.  12  de  Octubre,  959). 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


—  193 


INFOR  MACION    E  CLESIA  L 


EN   EL  MUNDO 

NOMBRAMIENTOS  EN    EL  EPISCOPADO  CHILENO 

El  viernes  10  de  junio  de  este  año  de  1983  tomó  posesión  canó- 
nica del  arzobispado  de  Santiago  de  Chile  Mons.  Juan  Francisco  Fres- 
no Larraín  como  el  noveno  arzobispo  de  esa  sede. 

La  ceremonia  de  toma  de  posesión  se  efectuó  en  la  Catedral  Me- 
tropolitana. Mons.  Juan  Francisco  Fresno  nació  en  Santiago  de  Chile 
el  28  de  julio  de  1914.  Desde  1967  ha  venido  desempeñando  el  cargo 
de  Arzobispo  de  La  Serena. 

Sucede  en  el  arzobispado  de  Santiago  de  Chile  al  señor  Cardenal 
Raúl  Silva  Henriquez,  quien  presentó  la  renuncia  por  haber  llegado 
a  los  75  años  de  edad. 

Mons.  Juan  Francisco  Fresno  ha  desempeñado  diversos  cargos  en 
la  Conferencia  Episcopal  de  Chile  y  últimamente  fue  nombrado  pre- 
sidente del  Departamento  de  Vocaciones  y  Ministerios  del  CELAM. 

S.S.  el  Papa  Juan  Pablo  II  simultáneamente  nombró  a  Mons. 
Francisco  de  Borja  Valenzuela  Arzobispo  de  Valparaíso  y  a  Mons. 
José  Manuel  Santos  Arzobispo  de  Concepción. 

SE  CELEBRO  CONGRESO  MISIONERO  LATINOAMERICANO 

Desde  el  martes  17  hasta  el  sábado  21  de  mayo  de  1983  se  cele- 
bró en  Tlaxcala  (México)  el  II  Congreso  Misionero  Latinoamericano, 
la  comisión  central  suscitó  en  los  países  de  América  Latina  un  movi- 


194  — 


Ifl    BOLETIN  ECLESIASTICO 


miento  de  concientización  y  animación  misionera,  que  se  tradujo  con- 
cretamente en  la  celebración  de  encuentros,  cursos,  congresos  a  nivel 
nacional. 

El  objetivo  general  del  Congreso  ha  sido  el  de  "Incrementar  la  ani- 
mación misionera  en  las  iglesias  particulares  de  América  Latina,  para 
lograr  con  Maria,  Madre  y  Modelo,  una  mayor  cooperación  al  servicio 
de  la  Iglesia,  en  su  exigencia  salvífica  de  hacer  presente  a  Cristo  en 
todo  el  mundo". 

El  tema  del  Congreso  fue  el  siguiente :  "Con  María,  misioneros 
de  Cristo".  Del  Ecuador  participaron  en  este  Congreso  Mons.  Enrique 
Bartolucci,  Presidente  del  Departamento  de  Misiones  de  la  Conferen- 
cia Episcopal  y  Mons.  Julio  Parise,  Vicario  Apostólico  del  Ñapo. 

JORNADA  DE  SOLIDARIDAD 

El  14  de  abril,  el  Episcopado  Peruano  publicó  un  mensaje  en  el 
que  manifiesta  que  la  Iglesia  no  puede  permanecer  indiferente  frente 
a  la  crítica  situación  de  dolor  e  injusticia  que  afecta  al  país  y  con  ma- 
yor fuerza  a  los  pobres.  En  este  mensaje,  dicen  los  obispos:  "En  este 
momento  en  que  nuestra  Patria  está  sufriendo  en  todo  su  extenso  te- 
rritorio tantas  calamidades  no  es  justo  que  mientras  Perú  sangra,  otros 
promueven  fiestas,  eventos  y  espectáculos  que  con  frecuencia  demues- 
tran una  lamentable  superficialidad,  y  en  las  actuales  circunstancias 
manifiestan  una  dolorosa  indiferencia  que  hiere  a  miles  de  peruanos, 
invitamos  a  que  ese  mismo  día  1-  de  Mayo,  se  realice  una  oblación  ge- 
nerosa, que  se  concrete  en  una  gran  colecta  nacional  en  favor  de  los 
afectados  por  las  inundaciones  y  sequía". 

Además  de  esta  jornada,  la  Iglesia  a  través  de  parroquias  y  con- 
gregaciones religiosas  ha  estado  activamente  presente  en  la  ayuda,  ha- 
ciéndose eco  del  Mensaje  Pascual  del  Papa:  "estamos  con  vosotros  los 
que  sufrís  miseria  y  el  hambre,  asistiendo  a  veces  a  la  agonía  de  vues- 
tros hijos  que  piden  pan.—  estamos  con  vosotros,  los  que  sufrís  por 
causa  de  las  imprevistas  calamidades  naturales"  (L'Oss.Rom.  10.04.83). 

OBISPOS  DE  GUATEMALA  DIRIGEN  MENSAJE  A   SU  PAIS 
A  RAIZ  DE  LA  VISITA  DE  S.S  JUAN  PABLO  II 

Los  Obispos  de  Guatemala  al  terminar  la  Asamblea  Plenaria  A- 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


195 


nual  el  22  de  abril  pasado,  dieron  a  conocer  un  Mensaje  dirigido  a 
todos  los  sacerdotes,  religiosos  y  laicos  de  su  país. 

En  este  Mensaje  comparten  la  reflexión  (|ue  hicieron  en  la  Basí- 
lica del  Señor  de  Esquipulas  sobre  los  múltiples  beaieficios  que  dejó  la 
visita  apostólica  del  Papa  Juan  Pablo  II.  La  consideran  una  gracia 
especial  para  todas  las  Iglesias  particulares  de  Guatemala,  en  momen- 
tos de  tanto  dolor,  angustia,  incertidum.bre  y  tensión. 

Recuerdan,  en  su  Mensaje,  que  el  centro  de  todos  los  vibrantes  y 
conmovedores  mensajes  del  Papa  a  los  distintos  sectores  del  pueblo  de 
Dios  ha  sido  Cristo,  nuestro  Señor  y  Salvador;  y,  que  el  Santo  Padre 
ha  sido  claro  en  recordar  la  grave  responsabilidad  que  pesa  sobre  todo 
creyente,  de  trabajar  por  la  verdadera  paz  que  todos  anhelamos. 

Ante  la  necesidad  de  ayudar  al  pueblo  de  Guatemala  a  profundizar 
y  hacer  dinámica  su  fe  en  Cristo,  han  aprobado  un  plan  nacional  de 
catcquesis  que  responde  a  lo  señalado  por  el  Papa  en  Haití  (CELAM,!). 
Este  plan  se  iniciará.  Dios  mediante,  en  la  solemnidad  de  Pentecostés, 
bajo  la  protección  de  la  Santísima  Virgen  María,  Madre  de  la  Iglesia, 
en  su  gloriosa  advocación  de  la  Asunción. 

El  comunicado  termina  con  una  felicitación  al  Pueblo  Católico  de 
Guatemala  por  su  comportamiento  ejemplarmente  fraterno  durante  la 
visita  del  Papa  Juan  Pablo  II. 

ENCUENTRO   NACIONAL  DE    COMUNICADORES  CRISTIANOS 

Del  26  al  29  de  abril  se  reunieron  en  Bogotá,  en  la  sede  del  Se- 
cretariado Permanente  del  Episcopado,  numerosos  Comunicadores  de 
Iglesia,  representantes  de  todas  las  Jurisdicciones  Eclesiásticas  de  Co- 
lombia. 

Los  objetivos  de  este  encuentro  fueron,  entre  otros : 

— Evaluar  las  experiencias,  realizadas  hasta  el  momento,,  en  la 
utilización  y  empleo  de  los  Medios  de  Comunicación  Social  en 
la  acción  pastoral; 

— ubicar  el  actual  fenómeno  de  la  Comunicación  dentro  de  la  so- 
ciedad actual  y  en  sus  proyecciones  futuras ; 

— identificar  los  aspectos  más  relevantes  de  la  Comunicación  Social 


196  — 


Si    BOLETIN  ECLESIASTICO 


en  Colombia  y  América  Latina : 
--comprender  la  importancia  de  la  Comunicación  Social  y  de  sus 
medios  y  la  responsabilidad  de  la  Iglesia  frente  a  los  mismos, 
a  la  luz  de  los  documentos  pontificios  y  pastorales,  con  el  fin 
de  promover  acciones  concretas  y  sugerir  orientaciones  pasto- 
rales y  líneas  prioritarias  de  acción  en  el  campo  de  la  Comuni- 
cación Social  y  de  la  acción  pastoral  de  la  Iglesia. 

APOYO  DE  LOS  OBISPOS  BRASILEÑOS  A  LA  IGLESIA 
DE  LOS  ESTADOS  UNIDOS 

En  vista  del  documento  que  debía  ser  aprobado  por  los  Obispos 
de  los  EE.  UU.  de  América  del  Norte  en  mayo,  la  Asamblea  de  Itaioí 
remitió  al  Presidente  de  la  Conferencia  Episcopal  dicho  país  la  siguien- 
te carta : 

"La  Conferencia  Nacional  de  Obispos  del  Brasil,  reunida  en  Asam- 
blea General,  saluda  fraternalmente,  por  medio  de  usted  a  los  herma- 
nos de  Estados  Unidos  de  América  y  transmite  su  aprecio  y  solidari- 
dad por  la  preocupación  y  posición  pastoral  que  asumen  frente  a  la 
carrera  armamentista,  a  la  expansión  de  las  armas  nucleares  y  a  los 
serios  riesgos  para  la  Paz  Mundial  y  la  vida  en  la  tierra.  La  Asam- 
blea General  de  Obispos  del  Brasil  quiere  animarlos  fraternalmente  a 
proseguir  en  la  búsqueda  de  la  paz,  a  pesar  de  las  incomprensiones, 
críticas  y  sufrimientos  que  pueden  provenir  de  la  propia  comunidad 
eclesial  o  de  presiones  ejercidas  por  otras  fuentes  dadas  a  conocer  por 
los  Medios  de  Comunicación  Social,  no  siempre  al  servicio  de  la  verdad 
y  de  la  paz.  En  la  vigésima  Asamblea  General,  la  Conferencia  Episcopal 
del  Brasil  se  manifestó  en  forma  suscinta,  sobre  problemas  semejantes 
en  un  documento  aprobado  con  el  título  "'Llamado  de  Paz  contra  la 
Industria  bélica"  (17.2.82). 

Sufriendo  en  nuestro  pais  los  efectos  de  la  carrera  armamentista 
existente,  sobre  todo  en  las  dos  mayores  potencias  mundiales  y  susci- 
tando serias  cuestiones  en  relación  al  programa  nuclear  brasileño,  con- 
sideramos de  gran  valía  la  contribución  que  el  Episcopado  de  Estados 
Unidos  de  América  ofrezca  a  la  Paz  Mundial.  Experimentamos,  tam- 
bién, con  todos  los  pueblos  del  Tercer  Mundo.  los  efectos  desastrosos 
de  las  economías  orientadas  a  la  guerra,  cuando  la  realidad  y  la  digni- 
dad de  nuestros  pueblos  exigen  atención  urgente  a  sus  necesidades  bá- 


BOLETIN  ECLESIASTICO  * 


^  197 


sicas,  tales  como  alimentación,  salud,  habitación,  educación  3'  trabajo. 
Con  toda  la  humanidad  participamos  de  la  preocupación  por  los  defec- 
tos destructores  y  arrasadores  de  una  guerra  nuclear. 

EN  EL  ECUADOR 

Bodas  de  Plata  del  Colegio  Salesiano  "Cardenal  Spellman"  de  varones 

El  Colegio  católico  "Cardenal  Spellman"  de  la  ciudad  de  Quito, 
regentado  por  la  Comunidad  de  PP.  Salesianos,  celebró  el  vigésimo 
quinto  aniversario  de  su  fundación  con  la  celebración  de  una  Misa  de 
acción  de  gracias  que  se  realizó  el  domingo  22  de  mayo  de  1983  y 
con  una  sesión  solemne  conmemorativa  de  los  veinticinco  años,  que  se 
llevó  a  cabo  en  el  Teatro  Universitario  el  lunes  23  de  mayo  por  la 

mañana. 

El  Colegio  "Cardenal  Spellman  fue  fundado  por  Mons.  Cándido 
Rada  en  el  año  de  1958.  En  este  período  de  tiempo  el  Colegio  "Car- 
denal Spellman"  ha  realizado  una  benemérita  labor  educativa  en  fa- 
vor de  la  niñez  y  juventud  de  la  ciudad  de  Quito,  hasta  conquistar  la 
fama  de  ser  uno  de  los  más  importantes  colegios  católicos  de  nuestra 
ciudad. 

En  la  sesión,  solemne  conmemorativa  de  los  veinticinco  años,  Mons. 
Cándido  Rada  recibió  una  condecoración  como  fundador  del  Colegio. 

Setenta  y  cinco  años  de  actividad  docente  del  Colegio  de  "La  Inmaculada" 

El  Colegio  de  "La  Inmaculada"  de  la  ciudad  de  Quito,  regentado 
por  la  Comunidad  de  religiosas  de  "La  Providencia  y  de  la  Inmaculada 
Concepción",  celebró  en  este  mes  de  mayo  de  1983  ios  setenta  y  cinco 
años  de  funcionamiento. 

El  Colegio  de  "La  Inmaculada"  fue  fundado  en  Quito  en  el  año 
de  1908.  Este  colegio,  destinado  a  la  educación  cristiana  de  la  juven- 
tud femenina,  funcionó  durante  muchos  años  en  el  local  ubicado  en  la 
jurisdicción  de  la  parroquia  de  Chimbacalle.  Tubo  mucha  importancia 
por  su  internado  al  que  acudieron  alumnas  de  distintos  lugares  de  la 
Patria. 


198  — 


*    BOLETIN  ECLESIASTICO 


Posteriormente  se  trasladó  a  su  nuevo  local  de  la  venida  "Gonzá- 
lez Suárez"  al  norte  de  la  ciudad,  en  donde  funciona  actualmente.  Uno 
de  los  actos  con  el  que  el  Colegio  "La  Inmaculada"  celebró  este  año  ju- 
bilar fue  una  Misa  en  la  capilla  del  Colegio,  presidida  por  Mons.  An- 
tonio J.  González  Z.,  Arzobispo  Coadjutor  de  Quito.  En  su  homilía 
Mons.  González  destacó  que  el  Colegio  de  "La  Inmaculada"  había  rea- 
lizado el  ideal  del  establecimietno  educacional  católico,  cuya  función  es 
educar  a  la  persona  humana  y  al  cristiano  para  servicio  de  la  Iglesia  y 
de  la  Patria. 

Curso  para  capacitación  de  comprometidos  en  el  apostolado  organizó  el 
movimiento  de  Renovación  Carismática 

El  movimiento  de  renovación  carismática  de  Quito  organizó  un 
curso  que,  dirigido  para  la  capacitación  de  seglares,  fue  propuesto  tam- 
bién a  las  comunidades  religiosas  y  a  los  institutos  seculares.  El  curso 
se  realizó  desde  el  23  hasta  el  28  de  mayo  del  presente  año  y  estuvo 
dirigido  por  la  Hna.  Blanca  Ruiz,  misionera  secular  que  forma  parte 
del  equipo  misionero  del  P.  Darío  Betancourt. 

En  este  curso  se  desarrollaron  los  temas :  Jesús,  modelo  de  servi- 
dores y  Vocación  del  cristiano  y  su  lugar  en  el  Cuerpo  Místico.  El 
curso  se  desarrolló  en  el  Colegio  Spellman  de  varones  de  2,30  a  6  p.m. 
y  en  la  Iglesia  de  la  parroquia  de  ia  Inmaculada  de  Iñaquito  de  6.30 
a  10  p.m. 

Reunión  de  Superiores  Provinciales  de  Agustinos  en  el  Ecuador 

Convocados  por  la  Organización  de  Agustinos  de  América  Lati- 
na (OALA),  se  reunieron  en  Quito  los  Superiores  Provinciales  de 
Agustinos  de  América  Latina.  La  reunión  se  inició  el  domingo  29  de 
mayo,  día  en  que  se  celebró  en  la  Iglesia  de  San  Agustín  de  Quito  la 
fiesta  en  honor  del  Señor  de  la  Buena  Esperanza. 

Vino  también  para  participar  en  la  reunión  de  OALA  el  asistente 
General  de  la  Orden  de  San  Agustín.  OALA  se  inició  hace  algunos 
años,  con  ocasión  de  una  reunión  de  Agustinos  de  América  Latina  en 
Quito  para  la  celebración  del  cuarto  centenario  del  convento  agustiniano. 

La  Organización  de  Agustinos  de  América  Latina  tiene  el  obje- 
tivo de  coordinar  la  actividad  de  los  Agustinos  para  la  vivencia  de  su 
carisma  religioso  y  para  la  eficacia  de  su  acción  pastoral. 


BOLETIN  ECLESIASTICO  4l 


—  199 


Reunión  de  dirigentes  del  movimiento  de  "Encuentros  matrimoniales" 

Desde  el  jueves  2  hasta  el  domingo  5  de  junio  del  presente  año 
de  1983,  el  movimiento  de  "Encuentros  Alatrimoniales"  organizó  en 
Quito  un  encuentro  para  dirigentes  de  América  Latina.  Este  encuentro, 
que  en  la  nomenclatura  del  movimiento  se  denomina  CADRE,  tuvo 
como  finalidad  la  de  reflexionar  sobre  el  contenido  mismo  de  los  "ti 
nes  de  semana"  que  realiza  el  movimiento  para  los  esposos,  a  fin  de 
fomentar  entre  ellos  el  diálogo  en  orden  a  asegurar  la  comunión  de 
vida  y  de  amor  de  los  esposos. 

Se  ha  insistido  en  que  el  objeto  del  diálogo  y  de  la  revisión  que 
deben  realizar  los  esposos  son  los  sentimientos.  Se  quiere  pasar  a  des- 
cubrir también  las  aspiraciones  y  necesidades  que  ellos  experimentan  y 
los  valores  que  pueden  ser  respuesta  a  esas  necesidades. 

De  cada  país  en  donde  funciona  el  movimiento  vino  un  equipo 
compuesto  por  un  sacerdote  asesor  y  por  un  matrimonio.  ]Mons.  Antonio 
González  presidió  la  celebración  de  la  Eucaristía  con  que  se  inició  el 
CADRE  y  el  Señor  Cardenal  Pablo  Muñoz  Vega,  Arzobispo  de  Qui- 
to, celebró  la  Misa  de  conclusión  del  encuentro  el  domingo  5  de  jimio 
a  las  14,30  horas. 

El  encuentro  se  llevó  a  cabo  en  San  José  del  \  alie  de  los  Hermanos 
de  las  Escuelas  Cristianas. 

Aprobación  de  los  nuevos  estatutos  de  la  Facultad  de  Teología  de  Quito 

Con  fecha  20  de  mayo  de  1983  la  Sgda.  Congregación  para  la  Edu- 
cación Católica  ha  suscrito  el  Decreto  por  el  cual  aprueba  para  tres 
años  y  "ad  experimentum"  los  nuevos  estatutos  de  la  "Facultad  Ecle- 
siástica de  Ciencias  Filosóf ico-Teológicas"  de  la  Pontificia  Universi- 
dad Católica  del  Ecuador. 

Los  nuevos  estatutos,  que  constan  de  un  proemio  y  de  27  artícu- 
los, dan  a  la  Facultad  de  Teología  una  nueva  fisonomía.  Puesto  que  se 
da  importancia  tanto  a  los  estudios  de  Filosofía  como  a  los  de  Teología, 
la  Facultad  se  denominará  en  adelante  "Facultad  Eclesiástica  de  Cien- 
cias Filosóf  ico-Teológicas".  La  Facultad  abarcará  tres  escuelas:  de  Fi- 
losofía, de  Teología  y  de  Ciencias  religiosas.  Los  grados  se  podrán 
conferir  en  esas  tres  escuelas. 


200  — 


BOLETIN  ECLESIATICO 


Viajó  a  Roma  el  señor  Cardenal  Pablo  Muñoz  y  eya 


El  Señor  Cardenal  Pablo  Muñoz  Vega,  Arzobispo  de  Quito,  viajó 
a  Roma  a  principios  de  Mayo  de  este  año  para  participar  en  una  reu-/ 
nión  general  de  la  Sgda.  Congregación  para  los  Religiosos  e  Institu- 
tos Seculares,  de  la  que  es  miembro.  En  esa  reunión  la  Sgda.  Congre- 
gación realizó  un  estudio  sobre  la  naturaleza  y  misión  de  los  Institutos 
Seculares.  Los  Institutos  seculares  tienden  a  capacitar  a  los  seglares  a 
vivir  en  el  mundo  los  consejos  evangélicos.  En  este  sentido  pertenecen 
a  la  vida  consagrada  en  la  Iglesia. 

En  Roma  el  Señor  Cardenal  Pablo  Muñoz  Vega  tuvo  una  entre- 
vista particular  con  Su  Santidad  el  Papa  Juan  Pablo  II,  en  la  que  se 
previó  que  el  viaje  del  Santo  Padre  al  Ecuador  será  posible  en  el  año 
de  1985.  El  Señor  Cardenal  regresó  a  Quito  el  domingo  29  de  mayo. 

Centenario  de  la  muerte  de  la  Vhle.  Mercedes  de  Jesús  Molina 

El  12  de  junio  de  este  año  el  Instituto  "Santa  Mariana  de  Jesíis" 
conmemoró  el  Centenario  de  la  muerte  de  la  Vble.  Madre  Mercedes  de 
Jesús  Molina,  Fundadora  de  dicho  Instituto.  El  Consejo  General  y  los 
Consejos  de  las  Provincias  Ecuatorianas  Norte  y  Sur  organizaron  un 
programa  de  festejos  de  este  centenario,  que  constó  de  una  conviven- 
cia juvenil,  el  encuentro  anual  de  exalumnas  y  una  solemne  concele- 
bración de  la  Eucaristía,  presidida  por  Mons.  Leónidas  Proaño,  Obis- 
po de  Riobamba 


BOLETIN  ECLESIASTICO  üi 


—  201 


FALLECIO  MONS.  SILVIO  LUIS  HARO 

El  viernes  21  de  mayo  de  1983  falleció  en  la  ciudad 
de  Quito  Mons.  Silvio  Luis  Hará  Alvear,  Obispo  dimi- 
sionario de  Ibarra. 

Había  nacido  en  Penipe,  provincia  de  Chimbora- 
zo,  el  15  de  diciembre  de  1904.  Recibió  la  ordenación 
sacerdotal  el  29  de  pinio  de  1929.  Pió  XII  lo  nombró 
Obispo  titular  de  Anteopoli  y  auxiliar  del  Obispo  de 
Guayaquil,  el  \1  de  julio  de  1950.  Recibó  la  consagra- 
ción episcopal  el  8  de  octubre  de  1950.  Fue  el  primer 
Administrador  Apostólico  de  la  Prelatura  de  El  Oro  y 
fue  nombrado  Obispo  ruesidencial  de  Ibarra  el  25  de 
marzo  de  1955,  cargo  que  desempeñó  hasta  el  28  de 
junio  de  1980,  fecha  en  la  que  Juan  Pablo  II  aceptó  su 
renuncia  al  gobierno  pastoral  de  esa  diócesis. 

El  funeral  de  Mom.  Silvio  Luis  Haro  se  celebró 
en  la  Catedral  Metropolitana  de  Quito  y  sus  restos  mor- 
tales reposan  en  la  cripta  de  la  Basílica  del  Voto  Na- 
cional en  Quito. 

Dios  conceda  a  este  Prelado  el  premio  reservado 
a  sus  fieles  servidores. 


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