Skip to main content

Full text of "Boletin Eclesiastico (Ecuador)"

See other formats


UBRARY  OF  PRINCETON 


SEP  2  7  2004 


THEOLOGICAL  SEMINARY 


PER  BX1472.AÍ  B68 
Bolet/TTTi  eclesiástico. 


Digitized  by  the  Internet  Archive 
in  2015 


https://archive.org/details/boletineclesiast9711cath 


ULETIN  ECLESIASTICO 

ORGANO  INFORMATIVO  DE  LA  ARQUIDIOCESIS  DE  QUITO 


Año  XCVII       Noviembre  y  Diciembre  de  1^90       Nos.  11  y  12 


El  domingo  2S  de  Octubre  de  1990  se  culmiró  la  VIII  Asamblea 
General  del  Sínodo  de  los  obispos   con   una  concelebración  so- 
lemne en  la  Basílica  de  San  Pedro,  presidida  por  el  Fapa. 
En  el  próximo  número  transcribí  remos  el  Mensaje  de  los  Padres 
Sinodales  a|  Pueblo  de  Dios. 


BOLETIN  ECLESIAí^TlCO 

ORGANO  INFORMATIVO  DE  LA  ARQUIDIOCESIS  DE  QUITO 


Año  XCVII       Noviembre  y  Diciembre  de  1990       Nos.  11  y  12 


DIRECTOR: 

Rvmo  Sr 
Héctor  Soria  S. 
Telf.  217-703 
Apartado  106 

ADMINISTRADORA 

Hna  Regina  Córdova 
Telf.  214  429 
Apartado  106 


Editorial 

Importante  documento  pontificio  sobre  las  universidades 

católicas 

Documentos  de  la  Santa  Sede: 

Constitución  apostólica  del  sumo  Pontifice  Juan  Pablo  II 

sobre  las  Universidades  Católicas 

Refugiados  y  Desplazados  en  América 

Carta  de  S.S.  Juan  Pablo  il  al  Encargado  "ad  personan'* 

para  el  apostolado  de  las  Comunidades  Neoc  tecumenales 

Documentos  de  la  C.E.E. 

Asamblea  Nacional  de  Agentes  de  Pastoral  de  la  Iglesia 
en  i\  Ecuador 

Conversión  de  deuda  externa  destina  Iglesia  para  obras 
de  pastoral  social 


Imprenta  PROANO        Documentos  Arquidiócesanos: 


Venezuela  1681 
Telf  211-697 
Quito  -  Ecuador 


Suscripción  Anual 
dentro  del  país 
$  2  000,00 
fuera  del  país 
US$  40,00 


BE  ACEPTAN 

CANJES 


La  devoción  al  Sagrado  Corazón  de  Jesús,  remedio  de  los 
males  modernos. 
Día  del  Papa 

La  Beata  Isabel  Vendramini 

Año  Jubilar  del  IV  Centenario  del  cuho  tributado  a  la 
veneranda  imagen  de  la  Sma.  \'irgen  de  El  Quinche 
Presentación  del  libro  "Fray  Gaspar  de  Villarroel,  su 
'  Govierno  Eclesiástico  Pacífico"  y  el  "Patronato  Indiano' 

Administración  Eclesiástica: 

Nombramientos 

Ordenaciones 

Decretos 

Nichos  de  la  Basílica  del  Voto  Nacional 

Información  Eclesial 

En  el  Ecuador 
En  el  mundo 

Indice  General  1990 


Pág. 
435 


438 
464 

466 


468 
471 


474 
480 
485 

489 

493 


498 
499 
499 
500 


502 
504 

508 


BOLETIN  ECLESIASTICO 

ORGANO  INFORMATIVO  DE  LA  ABQUIDIOCESIS  DE  QUITO 
Año  XCVII      Noviembre  y  Diciembre  de  1990       Nos.  11  y  12 


EDITORIAL 


IMPORTANTE  DOCUMENTO  PONTIFICIO  SOBRE  LAS 
UNIVERSIDADES  CATOLICAS 


Con  fecha  15  de  agosto  de  1990,  Su  Santidad  el  Papa  Juan  Pablo  II 
publicó  su  Constitución  Apostólica  "  Nacida  del  Corazón  de  la  Iglesia" 
sobre I  las  Universidades  Católicas.  Esta  Constitución  Apostólica  y  espe- 
cialmente las  Normas  disciplinares  que  ella  contiene  entrarán  en  vigencia 
el  primer  día  del  año  académico  de  1991. 

Este  documento  pontificio  va  dirigido  a  los  dirigente  de  las  Universidades 
Católicas,  a  las  Comunidades  académicas  respectivas,  a  todos  aquellos  que 
se  interesen  por  ellas,  particularmente  a  los  Ot^'^pos,  a  las  Congregaciones 
Religiosas  y  a  las  Instituciones  eclesiales  y  a  los  numerosos  laicos  compro- 
metidos en  la  gran  misión  de  la  enseñanza  superior.  Esta  Constitución 
Apostólica  es  muy  importante  para  la  vida  y  actividad  de  las 
Universidades  Católicas  y  de  las  numerosas  Instituciones  Católicas  de 
estudios  superiores. 

Dos  partes  principales  abarca  la  Constitución  Apostólica:  la  primera, 
referente  a  la  identidad  y  misión  de  la  Universidad  Católica,  y  la  segunda, 
que  contiene  las  Normas  de  orden  práctico  que  deben  regular  la  naturale- 
za, la  erección  canónica,  la  comunidad  universitaria,  la  relación  de  la  Uni 
versidad  Católica  con  la  Iglesia,  la  pastoral  universitaria  y  la  colaboración 
entre  todas  las  Universidades  Católicas. 

La  trascendencia  y  especial  valor  de  esta  Constitución  Apostólica  se 
deducen  de  aquella  primera  parte  del  documento  en  donde  se  trata  de  la 
identidad  de  la  Universidad  Catóñca. 

*'  La  Universidad  Católica  es  una  comunidad  académica,  que,  de 
modo  riguroso  y  crítico,  contribuye  a  la  tutela  y  desarrollo  de  la  dignidad 
humana  y  de  la  herencia  cultural  mediante  la  investigación,  la  enseñanza 
y  los  diversos  servicios  ofrecidos  a  las  comunidades  locales,  nacionales  e 
internacionales  ". 


Bolatfn  Eclesiástico 


435 


El  objetivo  especifico  y  propio  de  una  Universidad  Católica  es  el  de 
garantizar  de  forma  institucional  una  presencia  cristiana  en  el  mundo  uni- 
versitario frente  a  los  grandes  problemas  de  la  sociedad  y  de  la  cultura.  Pa- 
ra la  consecución  de  este  objetivo,  la  Universidad,  en  cuanto  católica,  debe 
poseer  cuatro  características  esenciales: 

En  primer  lugar,  debe  tener  una  inspiración  cristiana  por  parte,  no  solo 
de  cada  miembro,  sino  también  de  la  Comunidad  Universitaria  como  tal; 

Luego,  debe  realizar  una  reflexión  continua  a  la  luz  de  la  fe  católica, 
sobre  El  Creciente  Tesoro  del  saber  humano,  al  que  trata  de  ofrecer  una 
contribución  con  las  propias  investigaciones. 

En  tercer  lugar,  la  Universidad  Católica  debe  ser  fiel  al  mensaje  cristia- 
no tal  como  es  presen  tado  por  la  Iglesia. 

Por  último,  debe  desplegar  un  esfuerzo  institucional  al  servicio  del 
pueblo  de  Dios  y  de  la  familia  humana  en  su  itinerario  hacia  aquel  objetivo 

trascendente  que  da  sentido  a  la  vida. 

En  una  Universidad  Católicai  las  actividades  universitarias  de  la  inves- 
tigación y  la  docencia  abarcan  necesariamente  la  consecución  de  una  inte- 
gración del  saber  en  un  proceso  que  siempre  se  puede  perfeccionar,  a  fin 
de  que  pueda  saciarse  aquella  sed  de  verdad  que  está  inscrita  en  lo  más 
profundo  del  corazón  humano  .  La  Universidad  Católica  debe  comprome- 
terse, más  específicamente  en  el  diálogo  entre  fe  y  razón,  de  modo  que  se 
pueda  ver  más  profundamente  cómo  fe  y  razón  se  encuentran  en  la 
única  verdad. 

Puesto  que  el  saber  debe  servir  a  la  persona  humana,  en  una  Universi- 
dad Católica  la  investigación  debe  realizarse  siempre  con  una  preocupación 
de  las  implicaciones  éticas  y  morales,  inherentes  tanto  a  los  métodos  como 
a  sus  descubrimientos.  En  las  actividades  científicas  de  una  Universidad 
Católica  debe  haber  siempre  una  perspectiva  teológica,  porque  la  teología 
desempeña  un  papel  particularmente  importante  en  la  búsqueda  de  una 
síntesis  del  saber,  como  también  en  el  diálogo  entre  fe  y  vida,  entre  fe  y 
razón. 

Al  tratar  de  la  misión  de  la  Universidad  Católica,  se  insiste  en  el  servi- 
cio que  ella  está  llamada  a  prestar,  con  la  enseñanza  y  la  investigación,  a  la 
Iglesia  y  a  la  sociedad.  El  espíritu  de  servicio  a  los  demás  en  la  promoción 
de  la  justicia  social  reviste  particular  importancia  para  la  universidad 

Católica. 

En  una  universidad  Católica  debe  desarrollarse  la  pastoral  universi- 
taria, que  es  aquella  actividad  con  la  que  la  Universidad  ofrece  a  los  miem- 
bros de  la  Comunidad  la  ocasión  de  coordinar  el  estudio  académico  y  las 
actividades  para-académicas  con  los  principios  religiosos  y  morales,  inte- 
grando de  esta  manera  la  vida  con  la  fe.  Dicha  pastoral  concretiza  la  mi- 
sión de  la  Iglesia  en  la  Universidad. 

La  Universidad  Católica  es  el  lugar  primario  y  privilegiado  para  un 
fructuoso  diálogo  entre  el  Evangelio  y  la  cultura. 


436 


Boletín  Eclesiástico 


En  fin,  toda  Universidad  Católica,  según  su  propia  naturaleza, 
presta  una  importante  ayuda  a  la  Iglesia  en  su  misión  evangelizadora. 
Todas  las  actividades  fundamentales  de  una  Universidad  Católica  deberán 
vincularse  y  armonizarse  con  la  misión  evangelizadora  de  la  Iglesia,  la  cual 
según  dijo  Pablo  VI,  "  porque  es  cada  vez  más  conscwnte  de  su  misión 
salvifica  en  este  mund<\  quiere  s<'ijtir  estos  centros  cercanos  a  si  misina, 
desea  tenerlos  presentes  y  operantes  en  la  difusión  del  mensaje  auténtico 
de  Cristo  ... 


Boletín  Eclesiástico 


437 


DOCUMENTOS  DE  LA  SANTA  SEDE 


CONSTITUCION  APOSTOLICA  DEL  SUMO  PONTIFICE 
JUAN  PABLO  II 
SOBRE  LAS  UNIVERSIDADES  CATOLICAS 

INTRODUCCION 

1.  Nacida  del  Corazón  de  la  Iglesia,  la  Universidad  Católica  se  inserta 
en  el  curso  de  la  tradición  que  remonta  al  origen  mismo  de  la  Universidad 
como  institución,  y  se  ha  revelado  siempre  como  un  centro  incomparable 
de  creatividad  y  de  irradiación  del  saber  para  el  bien  de  la  humanidad.  Por 
su  vocación  la  Universitas  magistrorum  et  scholarium  se  consagra  a  la 
investigación,  a  la  enseñanza  y  a  la  formación  de  los  estudiantes,  libremen- 
te reunidos  con  sus  maestros  animados  todos  por  el  mismo  amor  del  saber. 

Ella  comparte  con  todas  las  demás  Universidades  aquel  gaudium  de  veri- 
tate,  tan  caro  a  San  Agustín,  esto  es,  el  gozo  de  buscar  la  verdad,  de  descu 
brirla  y  de  comunicarla  2  en  todos  los  campos  del  conocimiento.  Su  tarea 
privilegiada  es  la  de  "  unificar  existencialmente  en  el  trabajo  intelectual 
dos  órdenes  de  realidades  que  muy  a  menudo  se  tiende  a  oponer  como  si 
fuesen  antitéticas:  la  búsqueda  de  la  verdad  y  la  certeza  de  conocer  ya  la 
fuente  de  la  verdad  ".  3 

2.  Durante  muchos  años  yo  mismo  viví  la  benéfica  experiencia,  que  me 
enriqueció  interiormente,  de  aquello  que  es  propio  de  la  vida  universita- 
ria: la  ardiente  búsqueda  de  la  verdad  y  su  transmisión  desinteresada  a 
los  jóvenes  y  a  todos  aquellos  que  aprenden  a  razonar  con  rigor,  para 
obrar  con  rectitud  y  para  servir  mejor  a  la  sociedad. 

Deseo,  por  tanto,  compartir  con  todos  mi  profunda  estima  por  la  Uni- 
versidad Católica,  y  expresar  mi  vivo  aprecio  por  el  esfuerzo  que  en  ella  se 
viene  realizando  en  los  diversos  campos  del  conocimiento.  En  particular, 
deseo  manifestar  mi  alegría  por  los  múltiples  encuentros  que  el  Señor  me 
ha  concedido  tener,  en  el  transcurso  de  mis  viajes  apostólicos,  con  las  Co- 
munidades universitarias  de  los  distintos  continentes.  Ellas  son  para  mí  el 
signo  vivo  y  prometedor  de  la  fecundidad  de  la  inteligencia  criitiana  en 


438 


Boletín  Eclitláttico 


el  corazón  de  cada  cultura.  Ellas  me  dan  una  fundada  esperanza  de  un 
nuevo  florecinüento  de  la  cultura  cristiana  en  el  contexto  múltiple  y  rico 
de  nuestro  tiempo  cambiante,  el  cual  se  encuentra  ciertamente  frente  a 
serios  retos,  pero  también  es  portador  de  grandes  promesas  bajo  la  acción 
del  espíritu  de  verdad  y  de  amor. 

Quiero  expresar  también  aprecio  y  gratitud  a  tantos  profesores  católi- 
cos comprometidos  en  Universidades  no  Católicas.  Su  tarea  como  acadé- 
micos y  científicos,  vivida  en  la  perspectiva  de  la  luz  cristiana,  debe  consi- 
derarse sumamente  valiosa  para  el  bien  de  la  Universidad  en  la  que  enseñan 
Su  presencia,  en  efecto,  es  un  estímulo  constante  para  la  búsqueda  desin- 
teresada de  la  verdad  y  de  la  sabiduría  que  viene  de  lo  Alto. 

3.  Desde  el  comienzo  de  mi  pontificado,  ha  sido  mi  propósito  compartir 
estas  ideas  y  sentimientos  con  mis  colaboradores  más  inmediatos,  que  son 
los  Cardenales,  con  la  Congregación  para  la  Educación  Católica,  así  como 
también  con  las  mujeres  y  los  hombres  de  cultura  de  todo  el  mundo.  En 
efecto,  el  diálogo  de  la  Iglesia  con  la  cultura  de  nuestro  tiempo  es  el  sector 
vital,  en  el  que  "  se  juega  el  destino  de  la  Iglesia  y  del  mundo  en  este  final 
del  siglo  XX  "No  hay,  en  efecto,  más  que  una  cultura:  la  humana,  la 
del  hombre  y  para  el  hombre.  ^  Y  la  Iglesia,  experta  en  humanidad,  según 
expresión  de  mi  predecesor  Pablo  VI  hablando  a  la  ONU,  e  investiga,  gra- 
cias a  sus  Universidades  CatóUcas  y  a  su  patrimonio  humanístico  y  cientí- 
fico, los  misterios  del  hombre  y  del  mundo  explicándolos  a  la  luz  de  la  re- 
velación. 

4.  Es  un  honor  y  una  responsabilidad  de  la  Universidad  Católica  consa- 
grarse sin  reservas  a  la  causa  de  la  verdad.  Es  ésta  su  manera  de  servir,  al 
mismo  tiempo,  a  la  dignidad  del  hombre  y  a  la  causa  de  la  Iglesia,  que  tie- 
ne "  La  íntima  convicción  de  que  la  verdad  es  su  verdadera  aliada.. ..y  que 
el  saber  y  la  razón  son  fieles  servidores  de  la  fe  '^Sin  descuidar  en  modo 
alguno  la  adquisición  de  conocimientos  útiles,  la  Universidad  Católica  se 
distingue  por  su  libre  búsqueda  de  toda  la  verdad  acerca  de  la  naturaleza, 
del  hombre  y  de  Dios.  Nuestra  época,  en  efecto,  tiene  necesidad  urgente 
de  esta  forma  de  servicio  desinteresado  que  es  el  de  proclzunar  el  sentido 
de  la  verdad,  valor  fundamental  sin  el  cual  desaparecen  la  libertad,  la  jus- 
ticia y  la  dignidad  del  hombre.  Por  una  especie  de  humanismo  universal  la 
Universidad  Católica  se  dedica  por  entero  a  la  búsqueda  de  todos  los  as- 
pectos de  la  verdad  en  sus  relaciones  esenciales  con  la  verdad  suprema,  que 
es  Duis.  Por  lo  cual,  ella  sin  temor  alguno,  antes  bien  con  entusiasmo  tra- 
baja en  todos  los  campos  del  saber,  consciente  de  ser  precedida  por  Aquel 
que  es  "  Camino,  verdad  y  Vida  ",  »e\  Logos,  cuyo  espíritu  de  int eligen- 


Boletín  Eclesiástico 


439 


cia  y  de  amor  da  a  la  persona  humana  la  capacidad  de  encontrar  con  su  in- 
teligencia la  realidad  última  que  es  su  principio  y  su  fin,  y  es  el  único  ca- 
paz de  dar  en  plenitud  aquella  Sabiduría  sin  la  cual  el  futuro  del  mundo 
estaría  en  peligro. 

5.  Es  en  el  contexto  de  la  búsqueda  desinteresada  de  la  verdad  que  la  re- 
lación entre  fe  y  cultura  encuentra  su  sentido  y  significado.  "  Intellege  ut 
credas;  crede  ut  intellegas  **:  esta  invitación  de  San  Agustín  ovale  también 
para  la  Universidad  Católica,  llamada  a  explorar  audazmente  las  riquezas 
de  la  Revelación  y  de  la  naturaleza, para  que  el  esfuerzo  conjunto  de  la  in- 
teligencia y  de  la  fe  permita  a  los  hombres  alcanzar  la  medida  plena  de  su 
humanidad,  creada  a  imagen  y  semejanza  de  Dios,  renovada  más  admira- 
blamente  todavía  ,  después  del  pecado,  en  Cristo,  y  llamada  a  brilUar  en  la 
luz  del  Espíritu. 

6.  La  Universidad  Católica,  por  el  encuentro  que  establece  entre  la  inson- 
dable riqueza  del  mensaje  salvífico  del  Evangelio  y  la  pluralidad  e  infini- 
dad de  campos  del  saber  en  los  que  la  encama,  permite  a  la  Iglesia  estable- 
cer un  diálogo  de  fecundiad  incomparable  con  todos  los  hombres  de  cual- 
quier cultura.  El  hombre,  en  efecto,  vive  una  vida  digna  gracias  a  la  cultura 
y,  si  encuentra  su  plenitud  en  Cristo,  no  hay  duda  que  el  EvangeHo,  abar- 
cándolo y  renovándolo  en  todas  sus  dimensiones,  es  fecundo  también 
para  la  cultura,  de  la  que  el  hombre  mismo  vive. 

7.  En  el  mundo  de  hoy,  caracterizado  por  unos  progresos  tan  rápidos  en 
la  ciencia  y  en  la  tecnología,  las  tareas  de  la  Universidad  Católica  asumen 
una  importancia  y  una  urgencia  cada  vez  mayores.  De  hecho,  los  descu- 
brimientos científícos  y  tecnológicos,  si  por  una  parte  conllevan  un  enor- 
me crecimiento  económico  e  industrial,  por  otra  imponen  ineludiblemente 
la  necesaria  correspondiente  búsqueda  del  significado,  con  el  fin  de  garan- 
tizar que  los  nuevos  descubrimientos  sean  usados  para  el  auténtico  bien  de 
cada  persona  y  del  conjunto  de  la  Sociedad  humana.  Si  es  reponsabilidad 
de  toda  Universidad  buscar  este  significado,  la  universidad  Católica  está 
llamada  de  modo  especial  a  responder  a  esta  exigencia;  su  inspiración 
cristiana  le  permite  incluir  en  su  bíísqueda,  la  dimensión  moral,  espiritual 
y  religiosa,  y  valorar  las  conquistas  de  la  ciencia  y  de  la  tecnología  en  la 
perspectiva  total  de  la  persona  humana. 

En  este  contexto,  las  Universidades  Católicas  están  llamadas  a  una 
continua  renovación,  tanto  por  el  hecho  de  ser  universidad,  como  por  el 
hecho  de  ser  católica.  En  efecto,  "  está  en  juego  el  significado  de  la  investi- 
gación científica  y  de  la  tecnología,  de  la  convivencia  social,  de  la  cultura, 


440 


BoUtín  Eclatiittico 


pero,  más  profundamente  todavía,  está  en  juego  el  significado  mismo  del 
hombre"  Tal  renovación  exige  la  clara  conciencia  de  que,  por  su  cáracter 
católico,  la  Universidad  goza  de  una  mayor  capacidad  para  la  búsqueda  de- 
sinteresada de  la  verdad;  búsqueda,  pues,  que  no  está  subordinada  ni  con- 
dicionada por  intereses  particulares  de  ningún  género. 

8.  Habiendo  dedicado  ya  a  las  Universidades  y  Facultades  eclesiásticas  la 
Constitución  Apostólica  Sapientia  Christiana,  iime  ha  parecido  un  deber 
proponer  a  las  Universidades  Católicas  un  documento  de  referencia  aná- 
logo, que  sea  para  ellas  como  la  "  magna  charta  ",  enriquecida  por  la  expe- 
riencia tan  amplia  y  fecunda  de  la  Iglesia  en  el  sector  universitario,  y  abier- 
ta a  las  realizaciones  prometedorus  del  porvenir,  el  cual  exige  audaz  creati- 
vidad y  al  mismo  tiempo  rigurosa  fidelidad. 

9.  El  presente  documento  va  dirigido  especialmente  a  los  dirigentes  »lu 
las  Universidades  Católicas,  a  las  Comunidades  académicas  respectivas,  a 
todos  aquellos  que  se  interesen  por  ellas,  particularmente  a  los  Obisj)i)S, 
a  las  Congregaciones  Religiosas  y  a  las  Instituciones  eclesiales  y  a  los  nume 
rosos  laicos  comprometidos  en  la  gran  misión  de  la  enseñanza  superior.  l  a 
finalidad  es  hacer  que  se  logre  "  una  presencia,  por  así  decir,  pública,  con- 
tinua y  universal  del  pensamiento  cristiano  en  todo  esfuerzo  tendiente  a 
promover  la  cultura  superior  y,  también,  a  formar  a  todos  los  estudiantes 
de  manera  que  lleguen  a  ser  hombres  insignes  por  el  saber,  preparados  para 
desempeñar  funciones  de  responsabilidad  en  la  sociedad  y  a  testimoniar 
su  fe  ante  el  mundo  ".^^ 

10.  Además  de  las  Universidades  Católicas,  me  dirijo  también  a  las  numero- 
sas Instituciones  Católicas  de  estudios  superiores.  Según  su  naturaleza  y 
objetivos  propios,  ellas  tienen  en  común  alguna  o  todas  las  características 
de  una  Universidad  y  ofrecen  una  particular  contribución  a  la  Iglesia  y  a 
la  sociedad,  sea  mediante  la  investigación  sea  mediante  la  educación  o  la 
preparación  profesional.  Si  bien  este  documento  se  refiere  específicamen 
te  a  la  Universidad  Católica,  también  pretende  abarcar  a  todas  las  Institu- 
ciones Católicas  de  enseñanza  superior,  comprometidas  en  la  transmisión 
del  mensaje  del  Evangelio  de  Cristo  a  los  espíritus  y  a  las  culturas. 

Es,  por  tanto,  con  gran  confianza  y  esperanza  que  invito  a  todas  las 
Universidades  Católicas  a  perseverar  en  su  insustituible  tarea.  Su  misión 
aparece  cada  vez  más  necesaria  para  el  encuentro  de  la  Iglesia  con  el  desa- 
rrollo de  las  ciencias  y  con  las  culturas  de  nuestro  tiempo. 

Junto  con  todos  los  hermanos  Obispos,  que  comparten  conmigo  las 
tareas  pastorales,  deso  manifestaros  mi  profunda  convicción  de  que  la 


Boletín  Eclesiástico 


441 


Universidad  Católica  es  sin  duda  alguna  uno  de  Iqs  mejores  instrumentos 
que  la  Iglesia  ofrece  a  nuestra  época,  que  está  en  busca  de  certeza  y  sabi- 
duría. Teniendo  la  misión  de  llevar  la  Buena  Nueva  a  todos  los  hombres 
la  Iglesia  nunca  debe  dejar  de  interesarse  por  esta  Institución.  Las  Univer- 
sidades Católicas,  en  efecto,  con  la  investigación  y  la  enseñanza,  ayudan  a 
la  Iglesia  a  encontrar  de  un  modo  adecuado  a  los  tiempos  modernos  los 
tesoros  antiguos  y  nuevos  de  la  cultura,  *'  Nova  et  vetera  según  la  pala- 
bra de  Jesús, 

11.  Me  dirijo,  en  fin,  a  toda  la  Iglesia,  convencido  de  que  las  Universidades 
Católicas  son  necesarias  para  su  crecimiento  y  para  el  desarrollo  de  la  cul- 
tura cristiana  y  del  progreso.  Por  esto,  toda  la  Comunidad  eclesial  es  invi- 
tada a  prestar  su  apoyo  a  las  Instituciones  Católicas  de  enseñanza  superior 
y  a  asistirlas  en  su  proceso  de  crecimiento  y  renovación.  Ella  es  invitada  es- 
pecialmente a  tutelar  los  derechos  y  la  libertad  de  estas  Instituciones  en  la 
sociedad  civil,  a  ofrecerles  apoyo  económico,  sobre  todo  en  aquellos  Países 
que  tienen  más  urgente  necesidad  de  él  y  a  contribuir  al  establecimiento 
de  nuevas  Universidades  Católicas,  allí  donde  sean  necesarias. 

Espero  que  estas  disposiciones,  fundadas  en  la  enseñanza  del  Conci- 
lio Vaticano  II  y  en  las  normas  del  Código  de  Derecho  Canónico,  permitan 
a  las  Universidades  Católicas  y  a  los  demás  Institutos  de  Estudios  Superio 
res  cumplir  su  imprescindible  misión  en  el  nuevo  Adviento  de  gracia  que 
se  abre  con  el  nuevo  Milenio. 


I  PARTE 
IDENTIDAD  Y  MISION 
A.  Ideiilidad  de  la  Univcisidad  (la(ól¡<-;i. 


/.  Naturaleza  y  objetivoa 

12.  I^  Universidad  Católica,  en  « iiimto  Universidad,  es  una  comunidad  aca- 
démica, que,  de  modo  riguroso  y  crítico,  contribuye  a  la  tutela  y  desarro- 
llo de  la  dignidad  humana  y  de  la  herencia  cultural  mediante  la  investiga- 
ción, la  enseñanza  y  los  diversos  servicios  ofrecidos  a  las  comunidades  lo- 
cales, nacionaK's  e  internacionales.  "»  Ella  go/a  de  aquella  autonomía  institu- 
cional que  es  necesaria  para  cumplir  sus  funciones  efica/mente  y  garantiza 


442 


Boletín  Eclesiástico 


a  sus  miembros  la  libertad  académica,  salvaguardando  los  derechos  de  la 
persona  y  de  la  comunidad  dentro  de  las  exigencias  de  la  verdad  y  del  bien 
común. 

13.  Puesto  que  el  objetivo  de  una  Universidad  Católica  es  el  de  garantizar 
de  forma  institucional  una  presencia  cristiana  en  el  mundo  universitario 
frente  a  los  grandes  problemas  de  la  sociedad  y  de  la  cultura,  is  ella  debe  po- 
seer, en  cuanto  católica,  las  características  esenciales  siguientes: 

1.  Una  inspiración  cristiana  por  parte,  no  solo  de  cada  miembro,  sino 
también  de  la  Comunidad  universitaria  como  tal; 

2.  una  reflexión  continua  a  la  luz  de  la  fe  católica,  sobre  el  creciente 
tesoro  del  saber  humano,  al  que  trata  de  ofrecer  una  contribución  con  las 
propias  investigaciones; 

3.  la  fidelidad  al  mensaje  cristiano  tal  como  es  presentado  por  la 
Iglesia; 

4.  el  esfuerzo  institucional  a  servicio  del  pueblo  de  Dios  y  de  la  fa- 
milia humana  en  su  itinerario  hacia  aquel  objetivo  trascendente  que  da 
sentido  a  la  vida.*^ 

14.  "  A  la  luz  de  estas  cuatro  características,  es  evidente  que  además  de 
la  enseñanza,  de  la  investigación  y  de  los  servicios  comunes  a  todas  las 
Universidades,  una  Universidad  Católica,  por  compromiso  institucioniJ, 
aporta  también  a  su  tarea  la  inspiración  y  la  luz  del  mensaje  cristiano.  En 
una  Universidad  Católica,  por  tanto,  los  ideales,  las  actitudes  y  los  princi- 
pios católicos  penetran  y  conforman  las  actividades  universitarias  según 
la  naturaleza  y  la  autonomía  propias  de  tales  actividades.  En  una  palabra, 
siendo  al  mismo  tiempo  Universidad  y  Católica,  ella  debe  ser  simultánea- 
mente una  comunidad  de  estudiosos,  que  representani  diversos  campos 
del  saber  humano,  y  una  institución  académica,  en  la  que  el  catolicismo 
está  presente  de  manera  vital  **. 

15.  La  Universidad  Católica  es,  por  consiguiente,  el  lugar  donde  los  estu- 
diosos, examinan  a  fondo  la  realidad  con  los  métodos  propios  de  cada 
disciplina  académica,  constribuyendo  así  al  enriquecimiento  del  saber 
humano.  Cada  desciplina  se  estudia  de  manera  sistemática,  estableciendo 
después  un  diálogo  entre  las  diversas  disciplinas  con  el  fin  de  enriquecerse 
mutuamente. 

Tal  investigación,  además  de  ayudar  a  los  hombres  y  mujeres  en  la 
búsqueda  constante  de  la  verdad,  ofrece  un  eficaz  testimonio,  hoy  tan 
necesario,  de  la  confianza  que  tiene  la  Iglesia  en  el  valor  intrínseco  de  la 
ciencia  y  de  la  investigación. 


Boletín  Eclesiástico 


443 


En  una  Universidad  Católica  la  investigación  abarca  necesariamente: 
a)  la  consecución  de  una  integración  dé  saber;  b)  el  diálogo  entre  la  fe  y 
razón;  c)  una  preocupación  ética  y  d)  una  perspectiva  teológica. 

16.  La  integración  del  saber  es  un  proceso  que  siempre  se  puede  perfec- 
cionar. Además,  el  incremento  del  saber  en  nuestro  tiempo,  al  que  se 
añade  la  creciente  especialización  del  conocimiento  en  el  seno  de  cada 
disciplina  académica,  hace  tal  tarea  cada  vez  más  difícil.  Pero  una  Un 
versidad,  y  especialmente  una  Universidad  Católica,  "  debe  ser  "  unidad 
viva  *'  de  organismos,  dedicados  a  la  investigación  de  la  verdad...  Es  preci- 
so, por  lo  tanto,  promover  tal  superior  síntesis  del  saber,  en  la  que  sola- 
mente se  saciará  aquella  sed  de  verdad  que  está  inscrita  en  lo  más  pro- 
fundo del  corazón  humano".  ^^Guiados  por  las  aportaciones  específicas 
de  la  filosofía  y  de  la  teología,  los  estudios  universitarios  se  esforzarán 
constantemente  en  determinar  el  lugar  correspondiente  y  el  sentido  de 
cada  una  de  las  diversas  disciplinas  en  el  marco  de  una  visión  de  la  perso- 
na humana  y  del  mundo  iluminada  por  el  Evangelio  y,'por~la  fe  en  Cristo- 
Logos,  como  centro  de  la  creación  y  de  la  historia. 

17.  Promoviendo  dicha  integración,  la  Universidad  CatóUca  debe  com- 
prometerse, más  específicamente  en  el  diálogo  entre  la  fe  y  la  razón,  de 
modo  que  se  pueda  ver  más  profundamente  cómo  fe  y  razón  se  encuen- 
tran en  la  única  verdad.  Aunque  conservando  cada  disciplina  académica 
su  propia  identidad  y  sus  propios  métodos,  este  diálogo  pone  en  eviden- 
cia que  la  "  investigación  metódica  en  todos  los  campos  del  saber,  si  se 
realiza  de  una  forma  auténticamente  científica  y  conforme  a  las  leyes 
morales,  nunca  será  en  realidad  contraria  a  la  fe,  porque  las  realidades 
profanas  y  las  de  la  fe  tienen  su  origen  en  el  mismo  Dios".2o  La  vital  in- 
teracción de  los  dos  distintos  niveles  de  conocimiento  de  la  única  verdad 
conduce  a  un  amor  mayor  de  la  verdad  misma  y  contribuye  a  una  mejor 
comprensión  de  la  vida  humana  y  del  fin  de  la  creación. 

18.  Puesto  que  el  saber  servir  a  la  persona  humana,  en  una  Universidad 
Católica  la  investigación  se  debe  realizar  siempre  preocupándose  de  las 
implicaciones  éticas  y  morales,  inherentes  tanto  a  los  métodos  como  a 
sus  descubrimientos.  Aunque  presente  en  toda  investigación,  esta  preocu- 
pación es  particularmente  urgente  en  el  campo  de  la  investigación  cientí- 
fica y  tecnológica.  "Es  esencial  que  nos  convenzamos  de  la  prioridad  de  lo 
ético  sobre  lo  técnico,  de  la  primacía  de  la  persona  humana  sobre  las  cosas 
de  la  superioridad  del  espíritu  sobre  la  materia.  Solamente  servirá  a  la  causa 
del  hombre  si  el  saber  está  unido  a  la  conciencia.  Los  hombres  de  ciencia 


444 


Boletín  Eclesiástico 


ayudarán  realmente  a  la  humanidad  sólo  si  conservan  "  el  sentido  de  la 
trascendencia  del  hombre  sobre  el  mundo  y  de  Dios  sobre  el  hombre  ">» 

19.  La  teología  desempeña  un  papel  particulamente  importante  en  la 
búsqueda  de  una  síntesis  del  saber,  como  también  en  el  diálogo  entre  fe 
y  razón.  Ella  presta,  además,  una  ayuda  a  todas  las  otras  disciplinas  en  su 
búsqueda  de  significado,  no  sólo  ayundándoles  a  examinar  de  que  modo 
sus  descubrimientos  influyen  sobre  las  personas  y  la  sociedad,  sino  dán- 
doles también  una  perspectiva  y  una  orientación  que  no  están  conten'nias 
en  sus  metodologías.  A  su  vez,  la  interacción  con  estas  otras  disciplinas  y 
sus  hallazgos  enriquece  a  la  teología,  proporcionándole  una  mejor  com- 
prensión del  mundo  de  hoy  y  haciendo  que  la  investigación  teológica  se 

adapte  mejor  a  las  exigencias  actuales.  Considerada  la  importancia  especí- 
fica de  la  teología  entre  las  disciplinas  académicas,  toda  la  Universidad  ca- 
tólica deberá  tener  una  Facultad  al  menos,  una  cátedra  de  teolof^ia. 

22 

20.  Dada  la  íntima  relación  entre  la  investigación  y  enseñanza,  conviene 
que  las  exigencias  de  la  investigación,  arriba  indicadas,  influyan  sobre 
toda  la  enseñanza.  Mientras  cada  disciplina  se  enseña  de  manera  sistemá- 
tica y  según  sus  propios  métodos,  la  interdisciplinariedad,  apoyada  por  la 
contribución  de  la  filosofía  y  de  la  teología,  ayuda  a  los  estudiantes  a 
adquirir  una  visión  orgánica  de  la  realidad  y  a  desarrollar  un  deseo  ince- 
sante de  progreso  intelectual.  En  la  comunicación  del  saber  se  hace  resal 
tar  cómo  la  razón  humana  en  su  reflexión  se  abre  a  cuestiones  siempre 
más  vastas  y  cómo  la  respuesta  completa  a  las  mismas  proviene  de  lo  alto 
a  través  de  la  fe.  Además,  las  implicaciones  morales,  presentes  en  toda 
disciplinas,  son  consideradas  como  parte  integrante  de  la  enseñanza  de 
la  misma  disciplina;  y  esto  para  que  todo  el  proceso  educativo  esté  orien- 
tado, en  forma  definitiva,  al  desarrollo  integral  de  la  persona.  En  fin,  la 
teología  católica,  enseñada  con  entera  fidelidad  a  la  Escritura,  a  la  Tra- 
dición y  al  Magisterio  de  la  Iglesia,  ofrecerá  un  conocimiento  claro  de  los 
principios  del  Evangelio,  el  c^al  enriquecerá  el  sentido  de  la  vida  humana 
y  le  conferirá  una  nueva  dignidad. 

Mediante  la  investigación  y  la  enseñanza  los  estudiantes  deberán 
ser  formados  en  las  diversas  disciplinas  de  manera  que  lleguen  a  ser  ver- 
daderamente competentes  en  el  campo  específico  al  cual  se  dedicarán  en 
servicio  de  la  sociedad  y  de  la  Iglesia;  pero,  al  mismo  tiempo,  deberán  ser 
preparados  para  dar  testimonio  de  su  fe  ante  el  mundo. 

2.  La  Comunidad  Universitaria. 

21.  La  universidad  Católica  persigue  sus  propios  objetivos  también  me- 


Voletfn  Ecletiéttico 


445 


diante  el  esfuerzo  por  formar  una  comunidad  auténticamente  humana, 
animada  por  el  espíritu  de  Cristo.  La  fuente  de  su  unidad  deriva  de  su 
común  consagración  a  la  verdad,  de  la  idéntica  visión  de  la  dignidad  hu- 
mana y,  en  último  análisis,  de  la  persona  y  del  mensaje  de  Cristo  que  da  a 
la  Institución  su  carácter  distintivo.  Como  resultado  de  este  plantea- 
miento, la  Comunidad  universitaria  está  animada  por  un  espíritu  de  liber- 
tad y  de  caridad,  y  está  caracterizada  por  el  respeto  recíproco,  por  el  diá- 
logo sincero  y  por  la  tutela  de  los  derechos  de  cada  uno.  Ayuda  a  todos 
sus  miembros  a  alcanzar  su  plenitud  como  personas  humanas.  Cada 
miembro  de  la  Comunidad,  a  su  vez,  coadyuva  para  promover  la  unidad 
y  contribuye,  según  su  propia  responsabilidad  y  capacidad,  en  las  decisio- 
nes que  tocan  a  la  Comunidad  misma,  así  como  a  mantener  y  reforzar  el 
carácter  católico  de  la  institución. 

22.  Los  docentes  universitarios  esfuércense  por  mejorar  cada  vez  más  su 
propia  competencia  y  por  encuadrar  el  contenido,  los  objetivos,  los  méto- 
dos y  los  resultados  de  la  investigación  de  cada  una  de  las  disciplinas  en 
el  contexto  de  una  coherente  visión  del  mundo.  Los  docentes  cristianos 
están  llamados  a  ser  testigos  y  educadores  de  una  auténtica  vida  cristiana 
que  manifieste  la  lograda  integración  entre  fe  y  cultura,  entre  competencia 
profesional  y  sabiduría  cristiana.  Todos  los  docentes  deberán  estar  anima 
dos  por  los  ideales  académicos  y  por  los  principios  de  una  vida  auténtica- 
mente humana. 

23.  Se  insta  a  los  estudiantes  a  adquirir  una  educación  que  armonice  la  ri- 
queza del  desarrollo  humanístico  y  cultural  con  la  formación  profesión?! 
especializada.  Dicho  desarrollo  debe  ser  tal  que  se  sientan  animados  a  con- 
tinuar la  búsqueda  de  la  verdad  y  de  su  significado  durante  toda  la  vida, 
dado  que  "  es  preciso  que  el  espíritu  humano  desarrolle  la  capacidad  de 
admiración,  de  intuición,  de  contemplación  y  llegue  a  ser  capaz  de  for- 
marse un  juicio  personal  y  de  cultivar  el  sentido  religioso,  moral  y  social".*' 
Esto  les  hará  capaces  de  adquirir  o,  si  ya  lo  tienen,  de  profundizar  una 
forma  de  vida  auténticamente  cristiana.  Los  estudiantes  deben  ser  cons- 
cientes de  la  seriedad  de  su  deber  y  sentir  la  alegría  de  poder  ser  el  día  de 
mañana  "  líderes  "  calificados  y  testigos  de  Cristo  en  los  lugares  en  los  que 
deberán  desarrollar  su  labor. 

24.  Los  dirigentes  y  el  personal  administrativo  en  una  Universidad  Católi- 
ca deben  promover  el  desarrollo  constante  de  la  Universidad  y  de  su  Co- 
munidad mediante  una  esmerada  gestión  de  servicio.  La  dedicación  y  el 
testimonio  del  personal  no  académico  son  indispensables  para  la  identidad 
y  la  vida  de  la  Universidad. 


446 


Boletín  Ecleiláttico 


25.  Muchas  Universidades  Católicas  han  sido  fundadas  por  Congregaciones 
religiosas  y  continúan  dependiendo  de  su  apoyo.  Se  pide  a  las  Congrega- 
ciones Religiosas  que  se  dedican  al  apostolado  de  la  enseñanza  superior, 
que  ayuden  a  estas  Instituciones  a  renovarse  en  su  tarea  y  que  sigan  prepa- 
rando religiosos  y  religiosas  capaces  de  ofrecer  una  positiva  contribución 
a  la  misión  de  la  Universidad  Católica. 

Además,  las  actividades  universitarias  han  sido  por  tradición  un  me- 
dio gracias  al  cual  los  laicos  pueden  desarrollar  un  importante  papel  en  la 
Iglesia.  Hoy,  en  la  mayor  parte  de  las  Universidades  Católicas,  la  Comuni- 
dad académica  está  compuesta  mayoritariamente  por  laicos,  los  cuales 
asumen  en  número  siempre  creciente  altas  funciones  y  responsabilidades 
de  dirección.  Estos  laicos  católicos  responden  a  la  llamada  de  la  Iglesia 
"  a  estar  presentes,  a  la  enseña  de  la  valentía  y  de  la  creatividad  intelec- 
tual, en  los  puestos  privilegiados  de  la  cultura,  como  es  el  mundo  de  la 
educación:  Escuela  y  Universidad".  ^*E\  futuro  délas  Universidades  Cató- 
licas depende,  en  gran  parte,  del  competente  y  generoso  empeño  de  los 
laicos  católicos.  La  Iglesia  ve  su  creciente  presencia  en  estas  instituciones 
con  gran  esperanza  y  como  una  confirmación  de  la  insustituible  vocación 
del  laicado  en  la  I^esia  y  en  el  mundo,  con  la  confianza  de  que  ellos, 
en  el  ejercicio  de  su  propia  misión,  "  iluminen  y  ordenen  las  realidades 
temporales,  de  modo  que  sin  cesar  se  desarrollen  y  progresen  y  sean  para 
gloria  del  Creador  y  del  Redentor."  25 

26.  En  muchas  Universidades  Católicas  la  comunidad  universitaria  inclu- 
ye miembros  pertenecientes  a  otras  Iglesias,  a  otras  Comunidades  ecle- 
siales  y  religiones,  e  incluso  personas  que  no  profesan  ningún  credo 
religioso.  Estos  hombres  y  mujeres  contribuyen  con  su  formación  y  su 
experiencia  al  progreso  de  las  diversas  disciphnas  académicas  o  al  desarro- 
llo de  otras  tareas  universitarias. 

3.  La  Universidad  Católica  en  la  Iglesia. 

27.  Afirmándose  como  Universidad,  toda  Universidad  Católica  mantiene 
con  la  Iglesia  una  vinculación  que  es  esencial  para  su  identidad  institucio- 
nal. Como  tal,  participa  más  directamente  en  la  vida  de  la  Iglesia  particu- 
lar en  que  está  ubicada,  pero  al  mismo  tiempo,  —  estando  incorporada, 
como  institución  acedémica,  a  la  comunidad  internacional  del  saber  y  de 
la  investigación  — ,  participa  y  contribuye  a  la  vida  de  la  Iglesia  universal 
asumiendo,  por  tanto,  un  vínculo  particular  con  la  Santa  Sede  en  razón 
del  servicio  de  unidad,  que  ella  está  llamada  a  cumplir  en  favor  de  toda  la 
Iglesia.  De  esta  estrecha  relación  con  la  Iglesia  derivan,  como  consecuencia, 


Boletín  Eclesiástico 


447 


la  fidelidad  de  la  Universidad,  como  institución,  al  mensaje  cristiano,  y  el 
reconocimiento  y  adhesión  a  la  Autoridad  magisterial  de  la  Iglesia  en  ma- 
teria de  fe  y  de  moral.  Los  miembros  católicos  de  la  Comunidad  universi- 
taria, a  su  vez,  están  también  llamados  a  una  fidelidad  personal  a  la  Iglesia 
con  todo  lo  que  esto  comporta.  De  los  miembros  no  católicos,  en  fin,  se 
espera  el  respeto  al  carácter  católico  de  la  institución  en  la  que  prestan 
su  servicio,  mientras  que  la  Universidad,  a  su  vez,  deberá  res|)etar  su  liber- 
tad religiosa.  26 

28.  Los  Obispos  tienen  la  particular  responsabilidad  de  promover  las 
Universidades  Católicas  y,  especialmente,  de  seguirlas  y  asistirlas  en  el 
mantenimiento  y  fortalecimiento  de  su  identidad  católica  incluso  frente 
las  Autoridades  civiles.  Esto  se  conseguirá  más  fácilmente  estableciendo  y 
manteniendo  relaciones  estrechas,  personales  y  pastorales,  entre  la  Univer- 
sidad y  las  Autoridades  eclesiásticas,  caracterizadas  por  la  confian/a  recí- 
proca, colaboración  coherente  y  continuo  diálogo.  Aunque  no  entren 
directamente  en  el  gobierno  de  las  Universidades,  los  Obispos  "  no  han  áv 
ser  considerados  agentes  externos,  sino  partícipes  de  la  vida  de  la  Univer 
sidad  Católica". 27 

29.  La  Iglesia,  aceptando  "  la  legítima  autonomía  de  la  cultura  humana  y 
especialmente  la  de  las  ciencias  reconoce  también  la  libertad  académica 
de  cada  estudioso  en  la  disciplina  de  su  competencia,  de  acuerdo  con  los 
principios  y  métodos  de  la  ciencia,  a  la  que  ella  se  refiere,  2» y  dentro  de  las 
exigencias  de  la  verdad  y  del  bien  común. 

También  la  teología,  como  ciencia,  tiene  un  puesto  legítimo  en  ¡a 
Universidad  junto  a  las  otras  disciplinas.  Ella,  como  le  corresponde,  tiene 
principios  y  métodos  propios  que  la  definen  precisamente  como  ciencia. 
A  condición  de  que  acepten  tales  principios  y  apliquen  el  correspondiente 
método,  los  teólogos  gozan,  también  ellos,  de  la  misma  libertad  académi- 
ca. 

Los  Obispos  deben  animar  el  trabajo  creativo  de  los  teólogos.  Ellos 
sirven  a  la  Iglesia  mediante  la  investigación  llevada  a  cabo  respetando  el 
método  teológico.  Ellos  tratan  de  comprender  mejor,  de  desarrollar  ulte- 
riormente y  de  comunicar  más  eficazmente  el  sentido  de  la  Revelación 
cristiana  como  es  transmitida  por  la  Sagrada  Escritura,  por  la  Tradición  y 
por  el  Magisterio  de  la  Iglesia.  Ellos  estudian  también  los  caminos  a  través 
de  los  cuales  la  teología  puede  proyectar  luz  sobre  las  cuestiones  específi- 
cas, planteadas  por  la  cultura  actual.  Al  mismo  tiempo,  puesto  que  la 
teología  busca  la  comprensión  de  la  verdad  revelada,  cuya  auténtica  inter- 
pretación está  confiada  a  los  Obispos  de  la  Iglesia,  ««es  elemento  intrínse- 


44B 


Boletín  Eclesiástico 


co  a  los  principios  y  al  métodos  propios  de  la  investigación  y  de  la  ense- 
ñanza de  su  discipliria  académica,  que  los  teólogos  respeten  la  autoridad  de 
los  Obispos  y  adhieran  a  la  doctrina  católica  según  el  grado  de  autoridad 
con  que  ella  es  enseñada. ^•'En  razón  de  sus  respectivos  roles  vinculados  en- 
tre sí,  el  diálogo  entre  los  Obispos  y  los  teólogos  es  esencial;  y  esto  es  ver- 
dad especialmente  hoy,  cuando  los  resultados  de  la  investigación  son  tan 
rápida  y  tan  ampliamente  difundidos  a  través  de  los  medios  de  comunica- 
ción social.  31 

fí.  La  Misión  de  Servicio  de  la  Universidad  Católica. 

30.  La  Misión  fundamental  de  la  Universidad  es  la  constante  búsqueda 
de  la  verdad  mediante  la  investigación,  la  conservación  y  la  comunicación 
del  saber  para  el  bien  de  la  sociedad.  La  Universidad  Católica  participa  en 
esta  misión  aportando  sus  características  específicas  y  su  finalidad. 

1 .  Servicio  a  la  Iglesia  y  a  la  Sociedad. 

31.  Mediante  la  enseñanza  y  la  investigación  la  Universidad  Católica  da 
una  indispensable  contribución  a  la  Iglesia.  Ella,  en  efecto,  prepara  hom- 
bres y  mujeres,  que,  inspirados  en  los  principios  cristianos  y  motivados  a 
vivir  su  vocación  cristiana  con  madurez  y  coherencia,  serán  también  capa- 
ces de  asumir  pues^tos  de  responsabilidad  en  la  Iglesia.  Además,  gracias  a 
los  resultados  de  las  investigaciones  científicas  que  pone  a  disposición,  la 
Universidad  Católica  podrá  ayudar  a  la  Iglesia  a  dar  respuesta  a  los  pro- 
blemas y  exigencias  de  cada  época. 

32.  La  Universidad  Católica,  como  cualquier  otra  Universidad,  está  in- 
mersa en  la  sociedad  humana.  Para  llevar  a  cabo  su  servicio  a  la  Iglesia 
está  llamada  —  siempre  en  el  ámbito  de  su  competencia  —  a  ser  instru- 
mento cada  vez  más  eficaz  de  progreso  cultural  tanto  para  las  personas 
como  para  la  sociedad.  Sus  actividades  de  investigación  incluirán,  por 
tantp,  el  estudio  de  los  graves  problemas  contemporáneos,  tales  como,  la 
dignidad  de  la  vida  humana,  la  promoción  de  la  justicia  para  todos,  la  ca- 
lidad de  vida  personal  y  familiar,  la  protección  de  la  naturaleza,  la  bús- 
queda de  la  paz  y  de  la  estabilidad  política,  una  distribución  más  equita- 
tiva de  los  recursos  del  mundo  y  un  nuevo  ordenamiento  económico  y 
político  que  sirva  mejor  a  la  comunidad  humana  a  nivel  nacional  e  interna- 
cional. La  investigación  universitaria  se  deberá  orientar  a  estudiar  en  pro- 
fundidad las  raíces  y  las  causas  de  los  graves  problemas  de  nuestro  tiempo, 
prestando  especial  atención  a  sus  dimensiones  éticas  y  religiosas. 


Boletín  Eclesiástico 


449 


Si  es  necesario,  la  Universidad  Católica  deberá  tener  la  valentía  de 
expresar  verdades  incómodas,  verdades  que  no  halagan  a  la  opinión  pú- 
blica, pero  que  son  también  necesarias  para  salvaguardar  el  bien  autén- 
tíco  de  la  sociedad. 

33.  Deberá  darse  una  especial  prioridad  al  examen  y  a  la  evaluación,  desde 
el  punto  de  vista  cristiano,  de  los  valores  y  normas  dominantes  en  la  socie- 
dad y  en  la  cultura  modernas,  y  a  la  responsabilidad  de  comunicar  a  la  so- 
ciedad de  hoy  aquellos  principios  éticos  y  religiosos  que  dan  pleno  signi- 
ficado a  la  vida  humana.  Es  ésta  una  ulterior  contribución  que  la  Univer- 
sidad puede  dar  al  desarrollo  de  aquella  auténtica  antropología  cristiana 
que  tiene  su  origen  en  la  persona  de  Cristo,  y  que  permite  al  dinamismo  de 
la  creación  y  de  la  redención  influir  sobre  la  realidad  y  sobre  la  justa  so- 
lución de  los  problemas  de  la  vida. 

34.  El  espíritu  cristiano  de  servicio  a  los  demás  en  la  promoción  de  la  jus- 
ticia social  reviste  particular  importancia  para  cada  Universidad  CatóUca 
y  debe  ser  compartido  por  los  profesores  y  fomentado  entre  los  estudian- 
tes. La  Iglesia  se  empeña  firmemente  en  el  crecimiento  integral  de  todo 
hombre  y  de  toda  mujer. ^^El  Evangelio,interpretado  a  través  de  la  doctrina 
social  de  la  Iglesia,  llama  urgentemente  a  promover  "  el  dasarroUo  de  los 
pueblos,  que  luchan  por  liberarse  del  yugo  del  hambre,  de  la  miseria,  de 
las  enfermedades  endémicas  y  de  la  ignorancia;  de  aquellos  que  buscan  una 
participación  más  amplia  en  los  frutos  de  la  civilización  y  una  valoración 
más  activa  de  sus  cualidades  humanas;  que  se  mueven  con  decisión  hacia 
la  meta  de  su  plena  realización  ".'^La  Universidad  Católicaisiente  la  respon 
sabilidad  de  constribuir  concretamente  al  progreso  de  la  sociedad  en  la  que 
opera:  podrá  buscar,  por  ejemplo  la  manera  de  hacer  más  asequible  la  eau- 
cación  universitaria  a  todos  los  gue  que  puedan  beneficiarse  de  ella,  espe- 
cialmente a  ios  pobres  o  a  los  miembros  de  grupos  minoritarios,  que  tradi- 
cionalmente  se  han  visto  privados  de  lia.  Ademas  ella  tiene  la  responsabili- 
dad -dentro  de  los  límites  de  sus  posibilidades-  de  ayudar  a  promover  el 
desarrollo  de  las  Naciones  emergentes. 

35.  En  su  esfuerzo  por  ofrecer  una  respuesta  a  estos  complejos  problemas, 
que  atañen  a  tantos  aspectos  de  la  vida  humana  y  de  la  sociedad,  la  Univer- 
sidad Católica  deberá  insistir  en  la  cooperación  entre  las  diversas  discipli- 
nas académicas,  las  cuales  ofrecen  ya  su  propia  contribución  específica 
a  la  búsqueda  de  soluciones.  Además,  puesto  que  los  recursos  económi- 
cos y  de  personal  de  cada  Institución  son  limitados,  es  esencial  la  coope- 
ción  en  proyectos  comunes  de  investigación  programados  entre  Unirerri- 


4M 


Bolttín  Eclttiáttico 


dades  Católicas,  y  también  con  otras  Instituciones  tanto  rpivadas  como 
estatales  A  este  respecto  y  también  en  lo  que  se  refíere  a  otros  campos  de 
actividades  especificas  de  una  Universidad  Católica,  se  reconoce  la  función 
que  tienen  las  distintas  asociaciones  nacionalM  e  internacionales  de 

Universidades  Católicas.  Entre  éstas  cabe  mencionar  especialmente  la 
misión  de  la  Federación  Internacional  de  las  Universidades  Católicas, 
constituida  por  la  Santa  Sede.  ^4  la  cual  espera  de  ella  una  fructífera  cola- 
boración. 

36.  Mediante  programas  de  educación  permanente  de  adultos,  permi- 
tiendo a  los  docentes  estar  disponibles  para  servicios  de  asesoría,  sirvién- 
dose de  los  modernos  medios  de  comunicación  y  en  varios  otros  modos,  la 
Universidad  Católica  puede  hacer  que  el  creciente  acervo  de  conocimien- 
tos humanos  y  una  comprensión  siempre  mejor  de  la  fe  puedan  ponerse 
a  disposición  de  un  público  más  amplio,  extendiendo  asi  los  servicios  de  la 
Universidad  más  allá  de  los  límites  propiamente  académicos. 

37.  En  el  servicio  a  la  sociedad  el  interlocutor  privilegiado|  será  natural- 
mente el  mundo  académico,  cultural  y  científico  de  la  región  en  la  que  tra- 
baja la  Universidad  Católica.  Se  deben  estimular  formas  originales  de  diá- 
logo y  colaboración  entre  las  Universidades  Católicas  y  las  otras  Universi- 
dades de  la  Nación  para  favorecer  el  desarrollo,  la  comprensión  entre  las 
culturas  y  la  defensa  de  la  naturaleza  con  una  conciencia  ecológica  inter- 
nacional. 

Junto  con  otras  Instituciones  privadas  y  públicas,  las  Universida- 
des Católicas,  mediante  la  educación  superior  y  la  investigación,  sirven  al 
bien  común;  representan  uno  de  entre  varios  tipos  de  instituciones  nece- 
sarias para  la  libre  expresión  de  la  diversidad  cultural,  y  se  esfuerzan  en 
promover  el  sentido  de  la  solidaridad  en  la  sociedad  y  en  el  mundo.  Ellas, 
por  lo  tanto,  tienen  todo  el  derecho  a  esperar,  de  parte  de  la  sociedad 
civil  y  de  las  Autoridades  públicas,  el  reconocimiento  y  la  defensa  de  su 
autonomía  institucional  y  de  la  libertad  académica.  Idéntico  derecho 
tienen  en  lo  que  respecta  a  la  ayuda  económica,  necesaria  para  que  tengan 
asegurada  su  existencia  y  desarrollo. 

2.  Pastoral  Universitaria. 

38.  La  pastoral  universitaria  es  aquella  actividad  de  la  Universidad  que 
ofrece  a  los  miembros  de  la  Comunidad  la  ocasión  de  coordinar  el  estudio 
académico  y  las  actividades  para-académicas  con  los  principios  religiosos 
y  morales,  integrando  de  esta  manera  la  vida  con  la  fe.  Dicha  pastoral 


Bolatín  Eclisiiitico 


451 


concretiza  la  misión  de  la  Iglesia  en  la  Universidad  y  forma  parte  integran- 
te de  su  actividad  y  de  su  estructura.  Una  Comunidad  universitaria  preocu- 
pada por  promover  el  carácter  católico  de  la  institución,  debe  ser 
consciente  de  esta  dimensión  pastoral  y  sensible  al  modo  en  que  ella  puede 
influir  sobre  todas  sus  actividades. 

39.  Como  natural  expresión  de  su  identidad  católica,  la  Comunidad  uni- 
versitaria debe  saber  encarnar  la  fe  en  sus  actividades  diarias,  con  momen- 
tos significativos  para  la  reflexión  y  la  oración. 

^De  esta  manera,  se  ofrecerán  oportunidades  a  los  miembros  cató- 
licos de  la  Comunidad  para  asimilar  en  su  vida  la  doctrina  y  la  práctica 
católicas.  Se  les  animará  a  participar  en  la  celebración  de  los  sacramentos, 
especialmente  del  sacramento  de  la  Eucaristía,  como  el  más  perfecto  acto 
del  culto  comunitario.  Aquellas  comunidades  académicas  que  tienen  en 
su  seno  una  importante  presencia  de  personas  pertenecientes  a  diferentes 
Iglesias,  Comunidades  eclesiales  o  reli^nones,  respetarán  sus  respectivas  ini- 
ciativas de  reflexión  y  oración  en  la  salvaguardia  de  su  credo. 

40.  Cuantos  se  ocupan  de  la  pastoral  universitaria  invitarán  a  los  profeso- 
res y  estudiantes  a  ser  más  conscientes  de  su  responsabilidad  hacia  aquellos 
que  sufren  física  y  espiritualmente.  Siguiendo  el  ejemplo  de  Cristo,  se 
preocuparán  especialmente  de  los  más  pobres  y  de  los  que  sufren  a  causa 
de  las  injusticias  en  el  campo  económico,  social,  cultural  y  religioso. 
Esta  responsabilidad  se  ejercita,  en  primer  lugar,  en  el  interior  de  la  conui 
nidad  académica,  pero  encuentra  aplicación  también  fuera  de  ella. 

41.  I¿i  pastoral  universitaria  es  una  actividad  indispensable;  gracias  a  ella 
los  estudiantes  católicos,  en  cumplimiento  de  sus  compromisos  bautisma- 
les, pueden  prepararse  a  participar  activamente  en  la  vida  de  la  Iglesia. 
Esta  pastoral  puede  contribuir  a  desarrollar  y  alimentar  una  auténtica 
estima  del  matrimonio  y  de  la  vida  familiar,  promover  vocaciones  para 
el  sacerdocio  y  la  vida  religiosa,  estimular  el  compromiso  cristiano  de  los 
laicos  e  impregnar  todo  tipo  de  actividad  con  el  espíritu  del  Evangelio. 
El  acuerdo  entre  la  pastoral  universitaria  y  las  Instituciones  que  actúan 
en  el  ámbito  de  la  Iglesia  particular,  bajo  la  dirección  o  con  la  aprobación 
del  Obispo,  no  podrá  ser  sino  de  beneficio  común. 

42.  I<is  diversas  Asociaciones  o  Movimientos  de  vida  espiritual  y  apostó- 
lica, sobre  todo  los  creados  específicamente  para  los  estudiantes,  pueden 
ser  de  una  grande  ayuda  para  desarrollar  los  aspectos  pastorales  de  la  vida 
universitaria. 


452 


Boletín  Eclesiástico 


3.  Diálogo  Cultural. 

43.  Por  su  misma  naturaleza,  la  Universidad  promueve  la  cultura  me- 
diante su  actividad  investigadora,  ayuda  a  transmitir  la  cultura  local  a  las 
generaciones  futuras  mediante  la  enseñanza  y  favorece  las  actividades 
culturales  con  los  propios  servicios  educativos.  Está  abierta  a  toda  expe- 
riencia humana,  pronta  al  diálogo  y  a  la  percepción  de  cualquier  cultura 
La  Universidad  Católica  participa  en  este  proceso  ofreciendo  la  rica  expe- 
riencia cultural  de  la  Iglesia.  Además,  consciente  de  que  la  cultura  humana 
está  abierta  a  la  Revelación  y  a  la  trascendencia,  la  Universidad  Católica 
es  el  lugar  primario  y  privilegiado  para  un  fructuoso  diálogo  entre  el 
Evangelio  y  la  cultura. 

44.  La  Universidad  Católica  asiste  a  la  Iglesia  precisamente  mediante  dicho 
diálogo,  ayudándola  a  alcanzar  un  mejor  conocimiento  de  las  diversas 
cultuiras  ,  a  discernir  sus  aspectos  positivos  y  negativos,  a  acoger  sus  contri- 
buciones auténticamente  humanas  y  a  desarrollar  los  medios  con  los 
cuales  puedan  hacer  la  fe  más  comprensible  a  los  hombres  de  una  deter- 
minada cultura.  3®Si  es  verdad  que  el  Evangelio  no  puede  ser  identificado 
con  la  cultura,  antes  bien  trasciende  todas  las  culturas,  también  es  cierto 
que  "  el  Reino  anunciado  por  el  Evangelio  es  vivido  por  personas  profun- 
damente vinculadas  a  una  cultura  y  a  la  construcción  del  Reino  no  puede 
dejar  de  servirse  de  ciertos  elementos  de  la  cultura  o  de  las  culturas  huma- 
nas". ''"Una  fe  que  se  colocara  al  margen  de  ^odo  lo  que  es  humano,  y 
por  lo  tanto  de  todo  lo  que  es  cultura,  sería  una  fe  que  no  refleja  la  pleni- 
tud de  lo  que  la  Palabra  de  Dios  manifiesta  y  revela,  una  fe  decapitada, 
peor  todavía,  una  fe  en  proceso  de  autoanulación  ".3* 

45.  La  Universidad  Católica  debe  estar  cada  vez  más  atenta  a  las  culturas 
del  mundo  de  hoy,  así  como  a  las  diversas  tradiciones  culturales  exis- 
tentes dentro  de  la  Iglesia,  con  el  fin  de  promover  un  constante  y  prove- 
choso diálogo  entre  el  Evangelio  y  la  sociedad  actual.  Entre  los  criterios 
que  determinan  el  valor  de  una  cultura,  están,  en  primer  lugar,  el  signifi- 
cado de  la  persona  humana,  su  libertad,  su  dignidad,  su  sentido  de  la  res- 
ponsabilidad y  su  apertura  a  la  trascendencia.  Con  el  respeto  a  la  persona 
está  relacionado  el  valor  eminente  de  la  familia,  célula  primaria  de  toda 
cultura  humana. 

Las  Universidades  Católicas  se  esforzarán  en  discernir  y  evaluar  bien 
tanto  las  aspiraciones  como  las  contradicciones  de  la  cultura  moderna, 
para  hacerla  más  apta  para  el  desarrollo  integral  de  las  personas  y  de  los 
pueblos.  En  particular  se  recomienda  profundizar,  con  estudios  apropia- 
dos, el  impacto  de  la  tecnología  moderna  y  especialmente  de  los  medios 


Boletín  Eclesiástico 


453 


de  comunicación  social  sobre  las  personas,  las  familias,  las  instituciones  y 
el  conjunto  de  la  cultura  moderna.  Se  debe  defender  la  identidad  de  las 
culturas  tradicionales,  ayudándolas  a  incorporar  los  valores  modernos  sin 
sacrificar  el  propio  patrimonio,  que  es  una  riqueza  para  toda  la  familia 
humana.  Las  Universidades,  situadas  en  ambientes  culturales  tradicionales, 
tratarán  cuidadosamente  de  armonizar  las  culturas  locales  con  la  contri- 
bución positiva  de  las  culturas  modernas. 

46.  Un  campo  que  concierne  especialmente  a  la  Universidad  Católica  es  el 
diálogo  entre  pensamiento  cristiano  y  ciencias  modernas.  Esta  tarea  exige 
personas  especialmente  competentes  en  cada  una  de  las  disciplinas,  dota- 
das de  una  adecuada  formación  tei)lógica  y  capaces  de  afrontar  las  cuestio- 
nes epistemológicas  a  nivel  de  relaciones  entre  fe  y  razón.  Dicho  diálogo 
atañe  tanto  a  las  ciencias  naturales  como  a  las  humanas,  las  cuales  presen- 
tan nuevos  y  complejos  problemas  filosóficos  y  éticos.  El  investigador 
cristiano  debe  mostrar  cómo  la  inteligencia  humana  se  enriquece  con  la 
verdad  superior,  que  deriva  del  Evangelio:  "  La  inteligencia  no  es  nunca 
disminuida,  antes  por  el  contrario,  es  estimulada  y  fortalecida  por  esa 
fuente  interior  de  profunda  comprensión  que  es  la  palabra  de  Dios,  y  por 
la  jerarquía  de  valores  que  de  ella  deriva...  La  Universidad  Católica  contri- 
buye de  un  modo  único  a  manifestar  la  superioridad  del  espíritu,  que 
nunca  puede,  sin  peligro  de  extraviarse,  consentir  en  ponerse  al  servicio 
de  ninguna  otra  cosa  que  no  sea  la  búsqueda  de  la  verdad  ".^^ 

47.  Ademas  del  diálogo  cultural,  la  Universidad  Católica,  respetando  sus 
fines  específicos  y  teniendo  en  cuenta  los  diversos  contextos  religioso- 
culturales  y  siguiendo  las  orientaciones  dadas  por  la  Autoridad  eclesiástica 
competente,  puede  ofrecer  una  contribución  al  diálogo  ecuménico,  con  el 
fin  de  promover  la  búsqueda  de  la  unidad  de  todos  los  cristianos,  y  al 
diálogo  inter-religioso,  ayudando  a  discernir  los  valores  espirituales  pre- 
sentes en  las  diversas  religiones. 

4.  K van peliz ación. 

48.  La  misión  primaria  de  la  Iglesia  es  anunciar  el  Evangelio  de  manera 
tal  que  garantice  la  relación  entre  fe  y  vida  tanto  en  la  persona  individual 
como  en  el  contexto  socio-cultural  en  que  las  personas  viven,  actúan  y  se 
relacionan  entre  sí.  Evangelización  significa  "  llevar  la  Buena  Nueva  a 
todos  los  ambientes  de  la  humanidad  y,  con  su  influjo,  transformar  desde 
dentro,  renovar  a  la  misma  humanidad...  No  se  trata  solamente  de  predicar 
el  Evangelio  en  zonas  geográficas  cada  vez  más  vastas  o  en  poblaciones 


454 


Botetfn  Eclesiástico 


cada  vez  más  numerosas,  sino  alcanzar  y  como  trastocar  mediante  U 
fuerza  del  Evangelio  los  criterios  de  juicio,  los  valores  determinantes, 
los  puntos  de  interés  ,  las  líneas  de  pensamiento,  las  fuentes  inspiradoras  y 
los  modelos  de  vida  de  la  humanidad  que  están  en  contraste  con  la  palabra 
de  Dios  y  con  el  designio  de  salvación  " 

I 

49.  Según  su  propia  naturaleza,  toda  Universidad  Católica  presta  una 
importante  ayuda  a  la  Iglesia  en  su  misión  evangelizad  ora.  Se  trata  de  un 
vital  testimonio  de  orden  institucional  de  Cristo  y  de  su  mensaje,  tan 
necesario  e  importante  para  las  culturas  impregnadas  por  el  secularismo  o 
allí  donde  Cristo  y  su  mensaje  no  SQn  todavía  conocidos  de  hecho. 
Además  todas  las  actividades  fundamentales  de  una  Universidad  Católica 
deberán  vincularse  y  armonizarse  con  la  misión  evangelizadora  de  la 
Iglesia:  la  investigación  realizada  a  la  luz  del  mensaje  cristiano,  que  ponga 
los  nuevos  descubrimientos  humanos  al  servicio  de  las  personas  y  de  la 
sociedad;  la  formación  dada  en  un  contexto  de  fe,  que  prepare  personas 
capaces  de  un  juicio  racional  y  crítico,  y  conscientes  de  la  dignidad  tras- 
cendental de  la  persona  humana;  la  formación  profesional  que  comprenda 
los  valores  éticos  y  la  dimensión  de  servicio  a  las  personas a  la  sociedad; 
el  diálogo  con  la  cultura,  que  favorezca  una  mejor  compref^ón  de  la  fe; 
la  investigación  teológica,  que  ayude  a  la  fe  a  expresarse  en  lenguaje 
moderno.  "  La  Iglesia,  porque  es  cada  vez  más  consciente  de  su  misión 
salvífica  en  este  mundo,  quiere  sentir  estos  centros  cercanos  a  si  misma, 
desea  tenerlos  presenta  y  operantes  en  la  difusión  del  mensaje  auténtico 
de  Cristo  ".  41  ' 

UPARTE 

NORMAS  GENERALES 
Artículo  1.  La  naturaleza  de  estas  Normas  Generales. 

1.  Las  presentes  Normas  Generales  están  basadas  en  el  Código  de 
Derecho  Canónico,''^  del  cual  son  un  desarrollo  ulterior,  y  en  la  legislación 
complementaria  de  la  Iglesia,  permaneciendo  en  pie  el  derecho  de  la  Santa 
Sede  de  intervenir  donde  se  haga  necesario.  Son  válidas  para  todas  las 
Universidades  Católicas  y  para  los  Institutos  Católicos  de  Estudios  Supe- 
riores de  todo  el  mundo. 

2.  Las  Normas  Generales  deben  ser  concretamente  aplicadas  a  nivel 
local  y  regional  por  las  Conferencias  Episcopales  y  por  otras  Asambleas 


Boletín  Ecletié»tico 


m 


de  la  Jerarquía  Católica,  en  conformidad  con  el  Código  de  Derecho 
Canónico  y  con  la  legislación  eclesiástica  complementaria,  teniendo  en 
cuenta  los  Estatutos  de  cada  Universidad  o  Instituto  y  —  en  cuanto  sea 
posible  y  oportuno  —  también  el  Derecho  Civil.  Después  de  la  revisión 
por  parte  de  la  Santa  Sede,<*'dichos  "Ordenamientos"  locales  o  regionales 
serán  válidos  para  todaa  las  Universidades  Católicas  e  Institutos  Católicos 
de  Estudios  Superiores  de  la  región,  exceptuadas  las  Universidades  y  Fa- 
cultades Eclesiásticas.  Estas  últimas  Instituciones,  incluidas  las  Facul- 
tades Eclesiásticas  pertenecientes  a  una  Universidad  Católica,  se  rigen  por 
las  normas  de  la  Constitución  Apostólica  Sapentia  Christiana. 

3.  Una  Universidad,  erigida  o  aprobada  por  la  Santa  Sede,  por  una 
Conferencia  Episcopal  o  por  otra  Asamblea  de  la  Jerarquía  católica,  o 
por  un  Obispo  diocesano,  debe  incorporar  las  presentes  Normas  Generales 
y  sus  aplicaciones,  locales  y  regionales,  en  los  documentos  relativos  a 
su  gobierno  y  conformar  sus  vigentes  Estatutos  tanto  a  las  Normas  Gene- 
rales como  a  sus  aplicaciones,  y  someterlos  a  la  aprobación  de  la  Autori- 
dad eclesiástica  competente.  Se  entiende  que  también  las  demás  Univer- 
sidades Católicas,  esto  es,  las  no  establecidas  según  alguna  de  las  formas 
más  arriba  indicadas,  de  acuerdo  con  la  Autoridad  eclesiástica  local, 
harán  propias  estas  Normas  Generales  y  sus  aplicaciones  locales  y  regiona- 
les incorporándolas  a  los  documentos  relativos  a  su  gobierno  y  —  en  cuan- 
to posible  —  adecuarán  sus  vigentes  Estatutos  tanto  a  las  Normas  Genera- 
les como  a  sus  aplicaciones. 

Articulo  2.  La  naturaleza  de  una  Universidad  Católica. 

1.  Una  Universidad  Católica,  como  toda  Universidad,  es  una 
comunidad  de  estudios  que  representa  varias  ramas  del  saber  humano. 
Ella  se  dedica  a  la  investigación,  a  la  enseñanza  y  a  varias  formas  de  ser- 
vicios, correspondientes  con  su  misión  cultural. 

2.  Una  Universidad  Católica,  en  cuanto  católica,  inspira  y  realiza 
su  investigación,  la  enseñanza  y  todas  las  demás  actividades  según  los 
ideales,  principios  y  actitudes  católicos.  Ella  está  vinculada  a  la  Iglesia  o 
por  el  trámite  de  un  formal  vínculo  constitutivo  o  estatutario,  o  en 
virtud  de  un  compromiso  institucional  asumido  por  sus  responsables. 

3.  Toda  Universidad  Católica  debe  manifestar  su  propia  identidad 
católica  o  con  una  declaración  de  su  misión,  o  con  otro  documento 
público  apropiado,  a  menos  que  sea  autorizada  diversamente  por  la 


456 


Boletín  Eclesiástico 


Autoridad  eclesiástica  competente.  Ella  debe  proveerse,  particularmente 
mediante  su  estructura  y  sus  reglamentos,  de  los  medios  necesarios  para 
garantizar  la  expresión  y  la  conservación  de  tal  identidad  en  conformidad 
con  el  n.2. 

4.  La  enseñanza  y  la  disciplina  católicas  deben  influir  sobre  todas 
las  actividades  de  la  Universidad,  respetando  al  mismo  tiempo  plenamente 
la  libertad  de  conciencia  de  cada  persona.^^Todo  acto  oficial  de  la  Universi 
tad  de  investigación  y  de  enseñanza  es  reconocida  y  respetada  según  los 

5.  Una  Universidad  Católica  posee  la  autonomía  necesaria  para 
desarrr ollar  su  identidad  específica  y  realizar  su  misión  propia.  La  liber- 
tad de  investigación  y  de  enseñanza  es  reconocida  y  respetada  según  los 
principios  y  métodos  propios  de  cada  disciplina,  siempre  que  sean  salva- 
guardados los  derechos  de  las  personas  y  de  la  comunidad  y  dentro  de  las 
exigencias  de  la  verdad  y  del  bien  común. 

Artícu/o  3.  Erección  de  una  Universidad  Católica. 

1.  Una  Universidad  Católica  puede  ser  erigida  o  aprobada  por  la 
Santa  Sede,  por  una  Conferencia  Episcopal  o  por  otra  Asamblea  de  la 
Jerarquía  Católica,  y  por  un  Obispo  diocesano. 

2.  Con  el  consentimiento  del  Obispo  riiuctsano  una  Universidad 
Católica  puedo  sei  erirjida  también  por  un  Instituto  Religioso  o  por  otra 
persona  jurídica  pública. 

3.  Una  Universidad  Católica  ¡¡uede  ser  eri<;ida  por  otras  personas 
eclesiásticas  o  por  laicos.  Tal  Universidad  podrá  considerarse  Universidad 
Católica  sólo  con  el  consentimiento  de  la  Autoridad  eclesiástica  compe- 
tente, según  las  condiciones  que  serán  acordadas  por  las  parles.  ik 

4.  En  los  casos  mencionados  en  los  nn  ly  2  los  Estatutos  deberán 
ser  aprobados  por  la  Autoridad  eclesiástica  competente. 

Artículo  4.  La  Comunidad  universitaria. 

1.  La  responsabilidad  de  mantener  y  fortalecer  la  identidad  c;it"lira 
de  la  Universidad  compete  en  primer  lugar  a  la  Universidad  misma  Tal 
responsabilidad,  aunque  está  encomendada  principalmente  a  las  Autorid;i 


Boletín  Eclesiástico 


des  de  la  Universidad  (incluidos,  donde  existan,  él  Gran  Canciller  y/o  el 
Consejo  de  Administración,  o  un  Organismo  equivalente),  es  compartida 
también  en  medida  diversa,  por  todos  los  miembros  de  la  Comunidad,  y 
exige  por  tanto,  la  contratación  del  personal  universitario  adecuado 
—  especialmente  profesores  y  personal  administrativo  —  que  esté  dispues- 
to y  capacitado  para  promover  tal  identidad.  La  identidad  de  la 
Universidad  Católica  va  unida  esencialmente  a  la  calidad  de  los  docentes  y 
al  respeto  de  la  doctrina  católica.  Es  responsabilidad  de  la  Autoridad 
competente  vigilar  sobre  estas  exigencias  fundamentales,  según  las  indica- 
ciones del  Código  de  Derecho  Canónico.*» 

2.  Al  momento  del  nombramiento,  todos  los  profesores  y  todo  el 
personal  administrativo  deben  ser  informados  de  la  identidad  católica  de  la 
Institución  y  de  sus  implicaciones,  y  también  de  su  responsabilidad  de 
promover  o,  al  menos,  respetar  tal  identidad. 

3.  En  los  modos  concordes  con  las  diversas  «disciplinas  académicas, 
todos  los  profesores  católicos  deben  acoger  fielmente,  y  todos  los  demás 
docentes  deben  respetar  la  doctrina  y  la  moral  católicas  en  su  investigación 
y  en  su  enseñanza.  En  particular,  los  teólogos  católicos,  conscientes  de 
cumplir  un  mandato  recibido  de  la  Iglesia,  como  auténtico  intérprete 
de  la  Sagrada  Escritura  y  de  la  Sagrada  IVadición.  60f 

4.  Los  profesores  y  el  personal  administrativo  que  pertenecen  a 
otras  Iglesias,  Comunidades  eclesiales  o  religiones,  asimismo  los  que  no 
profesan  ningún  credo  religioso,  y  todos  los  estudiantes,  tienen  la  obli- 
gación de  reconocer  y  respetar  el  carácter  católico  de  la  Universidad.  Para 
no  poner  en  peligro  tal  identidad  católica  de  la  Universidad  o  del  Instituto 
Superior,  evítese  que  los  profesores  no  católicos  constituyan  una  compo- 
nente mayorítaria  en  el  interior  de  la  Institución,  la  cual  es  y  debe  perma- 
cer  católica. 

5.  La  educación  de  los  estudiantes  debe  integrar  la  dimensión 
académica  y  profesional  con  la  formación  en  los  principios  morales  y 
religiosos  y  con  el  estudio  de  la  doctrina  social  de  la  Iglesia.  El  programa 
de  estudios  para  cada  una  de  las  distintas  profesiones  debe  incluir  una 
adecuada  formación  ética  en  la  profesión  para  la  que  dicho  programa 
prepara.  Además,  se  deberá  ofrecer  a  todos  los  estudiantes  la  posibilidad 
de  seguir  cursos  de  doctrina  católica,  ftií^ 


458 


Bolatín  Eclesiástico 


Artículo  5.  Fm  Universidad  Católica  en  la  /,','/»•■:/« 

1.  Toda  Universidíid  Católica  dvlw  maiuoner  la  comunión  con  la 
Iglesia  universal  y  con  la  Santa  Sede;  debe  Cíitar  en  estrecha  comunión 
con  la  Ifilosia  particular  y,  en  especial,  con  los  Obispos  diocesanos  de  la 
región  o  de  la  nación  en  la  que  está  situada.  De  acuerdo  con  su  naturaleza 
de  Universidad,  la  Universidad  Católica  contribuirá  a  la  acción  evangeliza- 
dora  de  la  Iglesia. 

2.  Todo  Obispo  tiene  la  responsabilidad  de  promover  la  buena  mar- 
cha de  las  Universidades  Católicas  en  su  diócesis,  y  tiene  el  derecho  y  el 
deber  de  vigilar  para  mantener  y  fortalecer  su  carácter  católico.  Si  sur- 
gieran problemas  acerca  de  tal  requisito  esencial,  el  Obispo  lucal  tomará 
las  medidas  necesarias  para  resolverlos,  de  acuerdo  con  las  Autoridades 
académicas  competentes  y  conforme  a  los  procedimientos  establecidos  52  y 

-  si  fuera  necesario     con  la  ayuda  de  la  Santa  Sede. 

3.  Toda  Universidad  Catóhca,  incluida  en  el  Art.  3,  nn  1  y  2,  debe 
enviar  periódicamente  a  la  Autoridad  eclesiástica  competente  un  informe 
específico  concerniente  a  la  Universidad  y  a  sus  actividades.  Las  otras 
Universidades  deben  comunicar  tales  informaciones  al  Obispo  de  la  dió- 
cesis en  la  que  se  encuentra  la  sede  central  de  la  Institución. 

Artículo  6.  Pastoral  univesitaria. 

1.  La  Universidad  Católica  debe  promover  la  atención  pastoral  de 
los  miembros  de  la  Comunidad  imiversitaria  y,  en  particular,  el  desarrollo 
espiritual  de  los  que  profesan  la  fe  católica.  Debe  daise  la  proforeneia  a 
aquellos  medios  que  facilitan  la  integración  de  la  formación  humana  y 
profesional  con  los  valores  religiosos  a  la  luz  de  la  doctrina  católica,  con 
el  fin  de  que  el  aprendizaje  intelectual  vaya  unido  con  la  dimensión  reli- 
giosa de  la  vida. 

2.  Deberá  nombrarse  un  número  suficiente  de  personas  cualificadas 

-  sacerdotes,  religiosos,  religiosas  y  laicos  —  para  proveer  una  acción  pas- 
toral específica  en  favor  de  la  Comunidad  Universitaria,  que  si-  ha  de 
desarrollar  en  armonía  y  colaboración  con  la  pastoral  de  la  Iglesia  particu- 
lar y  bajo  la  guía  o  la  aprobación  del  Obispo  diocesano.  Todos  los  miem- 
bros de  la  Comunidad  universitaria  deben  ser  invitados  a  comproMcfcis.- 
en  esta  labor  pastoral  y  a  colaborar  en  sus  iniciativas. 


Boletín  Eclesiástico 


4^ 


Artículo  7.  Colaboración. 

1.  Con  el  fin  de  afrontar  mejor  los  complejos  problemas  de  la  socie- 
dad moderna  y  de  fortalecer  la  identidad  católica  de  las  Instituciones,  se 
deberá  promover  la  colaboración  a  nivel  regional,  nacional  e  internacional 
en  las  investigación,  en  la  enseñanza  y  en  las  demás  actividades  universi- 
tarias entre  todas  las  Universidades  Católicas,  incluidas  las  Universidades  y 
facultades  eclesiásticas. ^^Tal  colaboración  debe  ser  obviamente  promovida 
también  entre  las  Universidades  Católicas  y  las  demás  Universidades  e 
Instituciones  de  investigación  y  enseñanza,  privadas  o  estatales. 

2.  Las  Universidades  Católicas,  cuando  sea  posible  y  de  acuerdo  con 
los  principios  y  la  doctrina  católicos,  colaboren  en  programas  de  los 
gobiernos  y  en  los  proyectos  de  Organizaciones  nacionales  e  inter- 
nacionales en  favor  de  la  justicia,  del  desarrollo  y  del  progreso. 

NORMAS  TRANSITORIAS 

Art.  8.  La  presente  Constitución  entrará  en  vigor  el  primer  día  del 
año  académico  de  1991. 

Art.  9.  La  aplicación  de  la  Constitución  se  encomienda  a  la  Congre- 
gación para  la  Educación  Católica,  a  la  que  corresponderá  proveer  y  dictar 
las  disposiciones  necesarias  a  tal  fin. 

Art.  10.  Cuando  con  el  pasar  del  tiempo  las  circunstancias  lo  re- 
quieran, compete  a  la  Congregación  para  la  Educación  Católica  proponer 
los  cambios  que  se  deban  introducir  en  la  presente  Constitución,  para  que 
se  adapte  continuamente  a  las  nuevas  necesidades  de  las  Universidades 
Católicas. 

jArt.  11  Quedan  abrogadas  las  leyes  particulares  o  costumbres, 
actualmente  en  vigor,  que  sean  contrarias  a  esta  Constitución.  Igualmente 
quedan  abolidcis  los  privilegios  concedidos  hasta  hoy  por  la  Santa  Sede  a 
personas  físicas  o  morales,  y  que  estén  en  contra  de  esta  Constitución. 

CONCLUSION 

La  misión  que  la  Iglesia  confía,  con  gran  esperanza,  a  las  Universi- 
dades Católicíis  reviste  un  significado  cultural  y  religioso  de  vital  impor- 


480 


B  olet^n  E  clesiástico 


tancia,  pues  concierne  al  futuro  mismo  de  la  humanidad,  la  renovación, 
exigida  a  las  Universidades  Católicas,  las  hará  más  capaces  de  responder  a 
la  tarea  de  llevar  el  mensaje  de  Cristo  al  hombre,  a  la  sociedad  y  a  las 
culturas:  "  Toda  realidad  humana,  individual  y  social,  ha  sido  liberada  por 
Cristo:  tanto  las  personas,  como  las  actividades  de  los  hombres,  cuya 
manifestación  más  elevada  y  personificada  es  la  cultura.  La  acción  salví 
fica  de  la  Iglesia  sobre  las  culturas  se  cumple,  ante  todo,  mediante  las 
personas,  las  familias  y  los  educadores...  Jesucristo,  nuestro  Salvador, 
ofrece  su  luz  y  su  esperanza  a  todos  aquellos  que  cultivan  las  ciencias,  las 
artes,  las  letras  y  los  numerosos  campos  desarrollados  por  la  cultura 
moderna.  Todos  los  hijos  e  hijas  de  la  Iglesia  deben,  por  tanto,  tomar  con- 
ciencia de  su  misión  y  descubrir  cómo  la  fuerza  del  Evangelio  puede 
penetrar  y  regenerar  las  mentalidades  y  los  valores  dominantes,  que  ins- 
piran las  culturas,  así  como  las  opiniones  y  las  actitudes  que  de  ellas 
derivan  '54 

Con  vivísima  esperanza  dirijo  este  documento  a  todos  los  hombres  y 
mujeres  que  están  empeñados,  de  formas  diversas,  en  la  alta  misión  de  la 
enseñanza  superior  Católica. 

Queridos  Hermanos  y  Hermanas,  mi  aliento  y  mi  confianza  os 
acompañen  en  vuestro  arduo  trabajo  diario,  cada  vez  más  importante, 
urgente  y  necesario  para  la  causa  de  la  evangelización  y  para  el  futuro  de  la 
cultura  y  de  las  culturas.  La  Iglesia  y  el  mundo  necesitan  de  vuestro 
testimonio  y  de  vuestra  competente,  libre  y  responsable  contribución. 

Dado  en  Roma,  junto  a  San  Pedro,  el  15  de  agosto  —  solemnidad 
de  la  Asunción  de  María  Santísima  —  del  año  1990,  duodécimo  de  mi  pon- 
tificado. 

Joannes  Paulus  II 


Notas 

1.  Cf.  carta  del  Papa  Alejandro  IV  a  la  Universidad  de  París,  14-IV-12S5,  Introducción:  Bullarium 
Dipiomatum...,  t.  III,  Torino  iaS8,  p.  S02. 

2.  San  Agustín,  Confes.,  X,  XXIII,  33:  "  La  vida  telii  e$,  pues,  gozo  de  la  verdad,  porque  éste  es  un 
gozo  de  ti,  que  eres  la  verdad,  loh  Oíos  mió,  luz  mia,  salud  de  mi  rostro,  Dios  mió!  ":  PL  32,  793- 
794.  Cf.  Santo  Tomas  de  Aquino,  Oe  Malo,  IX,  1:  "  Es,  en  efecto,  natural  al  hombre  aspirar  al  co- 
nocimiento de  la  verdad". 

3.  Juan  Pablo  ll,  Discurso  al  Instituto  de  París,  1-VI-1980:  Insegnamenti  di  Glovanni  Paolo  II.  vol 
III/1  (19S0).  p.  1S81 . 

4.  Juan  Pablo  II.  Discurso  a  los  Cardenales,  10-XI-1979:  Insegnamenti  di  Glovanni  Paolo  II,  vol. 
11/2  (1979),  p.  1096;  cf.  Discurso  a  la  UNESCO,  París.  2-VI-1980:  AAS  (1980),  pp,  735-752. 
9.  C>.  Juan  Pablo  II,  Discurso  a  la  Universidad  de  Coimbra,  15-V-1982:  insegnamenti  di  Glovanni 
Paolo  II,  vol.  V/2  (1982),  p.  1692. 

6.  Pablo  VI,  Alocución  a  los  Representantes  da  los  Estados,  4-X-1965:  insegnamenti  di  Paolo  VI, 
vol  III  (196S),  P.  908. 

7.  John  Henry  Carilinal  Newman,  The  Idea  cf  a  UnlversIty,  p.  XI,  Londres,  Longmans,  Creen  and 
Comliany,  1931. 


Bolatín  Eclesiástico 


8.  Jn.  14.6. 

9.  Cf.  San  Agustm,  Strm.  43,  9:  PL  3t,  2S8.  Cf.  también,  San  Anselmo,  Proslogion,  cap  I:  PL  158 
227. 

10.  Cf.  Juan  Pablo  II,  Alocución  al  Congreso  Internacional  da  lai  Universidades  Católicas,  2S-IV- 
I9t9,  n.  3:  AAS  1S  (1989).  P.  1211. 

11.  Juan  Pablo  II,  Constitución  Apostólica  Saplentia  Chrlstlana  sobre  las  Universidades  y  Faculta- 
des eclesiásticas,  1  5-IV-1  979:  AAS  71  (1  97  9),  pp.  469-S21 . 

12.  Concilio  Vaticano  II,  Declaración  sotire  la  Educación  Católica  Gravissimum  educationis,  n.  10: 
AAS  58  (1966).  p.  737.58 

13.  Mat  13.S2.. 

14.  Cf.  Carta  Magna  de  las  Universidades  Europeas,  Bolonia,  Italia,  18-IX-1988,  "  Principios  funda- 
mentales ". 

15.  Cf.  Concilio  Vaticano  II,  Constitución  Pastoral  sobre  la  Iglesia  en  el  mundo  contemporáneo 
Gadium  «t  spes,  n.  59:  AAS  58  919  66).  p.  1  080;  Gravissimum  educationis,  n.  10:  A  As  58  (1  966), 
p.  737.  "  Autonomía  Institucional  "  quiere  significar  que  el  gobierno  de  una  Institución  académi- 
ca está  y  permanece  dentro  de  la  Institución.  "  Libertad  académica  "  es  la  garantía,  dada  a  cuantos 
se  ocupan  de  la  enseñanza  y  de  la  Investigación,  de  poder  indagar,  en  el  ámbito  del  propio  campo 
específico  del  conocimiento  y  conforme  a  los  métodos  propios  de  tal  área,  la  verdad  por  doquiera 
el  análisis  y  la  evidencia  los  conduzcan,  y  de  poder  enseñar  y  publicar  los  resultados  de  tal  inves- 
tigación, teniendo  presentes  los  criterios  citados,  esto  es,  la  salvaguardia  de  ios  derechos  del  indivi- 
duo y  de  la  comunidad  en  las  exigencias  de  la  verdad  y  del  bien  común. 

1  6.  El  concepto  de  cultura,  expresado  en  este  documento  abarca  una  doble  dimensión:  la  humanís- 
tica y  la  socio-histórica.  "  Con  la  palabra  genérica  "  cultura"  se  indica  todo  aquello  con  lo  que  el 
hombre  afina  y  desarrolla  sus  Innumerables  cualidades  espirituales  y  corporales;  procura  someter  el 
mismo  orbe  terrestre  con  su  conocimiento  y  trabajo;  hace  mas  humana  la  vida  social,  tanto  en  la 
familia  como  en  toda  la  sociedad  civil,  mediante  el  progreso  de  las  costumbres  e  Instituciones;  fi- 
nalmente, a  través  del  tiempo  expresa,  comunica  y  conserva  en  sus  obras  grandes  experiencias 
•splrltuales  y  aspiraciones  para  que  sirvan  de  provecho  a  muchos,  e  Incluso  a  todo  el  género  huma- 
no. Oe  aquí  se  sigue  que  ta  cultura  humana  presente  necesariamente  un  aspecto  histórico  y  social, 
y  que  la  palabra  "  cultura  "  asuma  con  frecuencia  un  sentido  sociológico  y  etnológico  ".  (Gaudium 
•t  spes,  n.  5  3:  AAS  58  (1  966),  p.  1  075.) 

17.  Las  Universidades  Católicas  en  el  mundo  moderno.  Documrnto  final  del  Congreso  de  Delegados 

da  Universidades  Católicas,  Roma.  20-29  nov.  1972  nnl. 

IS.lbid. 

19.  Juan  Pablo  II,  Alocución  al  Congreso  Internacional  sobre  las  Universidades  Católicas,  2S-IV 
1  98  9.  n.  4  AAS  81  (1  989),  p.  1  21  9.  Cf .  también  Gaudium  et  spes,  n.  61 :  AAS  58  (1  966),  pp.  1  08 ' 
-1082.  El  Cardenal  Nev/man  observa  que  una  Universidad  "  declara  asignar  a  todo  estudio,  que  ei,3 
acoge,  su  propio  puesto  y  sus  li  mites  precisos;  definir  los  derechos  sobre  los  que  basa  las  recíproca 
relaciones  y  de  efectuar  la  intercomunicación  de  cada  uno  y  entre  todos  "  (Op.  cit.,  p.  457) 

20.  Gaudium  et  spes,  n.  36:  AAS  58  (1  966),  p.  1  054.  A  un  grupo  de  científicos  hacía  observar  que 
"  mientras  razón  y  fe  representan  sin  duda  dos  órdenes  diferentes  de  conocimiento,  cada  uno  autó- 
nomo en  relación  a  sus  métodos,  ambos,  en  fin,  debe  converger  en  el  descubrimiento  de  una  sola 
realidad  total  que  tiene  su  origen  en  Dios  "  (  Juan  Pablo  11,  dirigiéndose  al  Convenio  sobre  GalMeo. 
9-V-1983,  n.  3:  AAS  75  (1983),  p.  690. 

21.  Juan  Pablo  ll.  Discurso  a  la  UNESCO  el  2  VI-1980.  n.  22:  AAS  72  (1980),  P  750.  La  ultima 
parte  de  la  elta  recof*  mis  palabras  dirigidas  a  la  Pontificia  Academia  de  las  Ciencias,  el  10-XI-1979: 
(nsegnamenil  di  Giovanni  Paolo  II,  vol.  11/2  (1  979),  m.  i  1  09. 

22.  Cf.  Gravissimun  educationis,  n.  10:  AAS  58  (1966),  p.  737. 

23.  Gaudium  et  spes,  n.  59:  AAS  58  (1966),  p.  1080.  El  Cardenal  Newman  describe  asi  el  ideal 
perseguido:  "  Se  forma  una  mentalidad  que  dura  toda  la  vida  y  cuyas  características  son  la  libertad, 
la  equidad,  el  sosiego,  la  moderación  y  la  sabiduría  "  (Op.  cit.  pp.  1  01 -102).     cit.     pp.  101-102). 

24.  Juan  Pablo  ll.  Exhortación  Apostólica  post  sinodal  Christifideles  laicl,  30  X11-1  988,  n.  44: 
AAS  81  (1  989),  p  479. 

25.  Concilio  Vaticano  II,  Constitución  Dogmática  sobre  la  Iglesia  Lumen  gentium,  n.  31:  AAS  57 
(1969),  pp.  37-38.  Cf.  Decreto  sobre  el  apostolado  de  los  seglares  Apostollcam  actuositatem, 
passim:  AAS  58  (1968),  pp.  837  ss.  Cf.  también  Gaudium  et  spes,  n.  43:  AAS  58  (1966),  pp 
1061-1064. 

2C.  Cf.  Concilio  Vaticano  II,  Declaración  sobre  la  lit>«rtad  religiosa  Oignitatis  humanae,  n.  2:  AAS 
88  (1966),  pp.  930  931. 

27.  Juan  Pablo  11,  Palabras  dirigidas  a  los  líderes  de  la  Educación  Superior  Católica,  Universidad 
Javier  de  Luislana,  U  S  A  ,  I2-IX-1987.  n  4:  AAS  80  (1  988),  p.  764 


462 


Boletín  Eclesiástico 


29.     ^udiun  tt  spes,  n.  59:  A  AS  58  (1  966),  p.  1  08Ü 

29.  a.  Concillo  Vaticano  II,  Constitución  Dogmática  sobic  u  Divina  Revelación  Dei  verbum,  nn. 

5-  10  AAS  St  (1966),  pp.  •20-822. 

ao.  Cf.  Lumen  gentium,  n.  25:  AAS  57  (1965),  pp  29-31. 

31.  C(.  "  Instrucción  sobre  la  vocación  ecleslal  del  teólogo"  de  la  Congregación  para  la  Doctrina  de 
la  Fe,  24-V-1990 

32.  Cf.  Juan  Pablo  II.  Carta  Lncicllci  SollicHudo  reí  soclalis,  nn  27-34:  AAS  80  (1988),  pp 
S47-560. 

33.  Pablo  VI,  Carta  Encíclica  Populorum  Progressio,  n.  1  :  AAS  59  (1  967),  p.  257. 

34.  "Habiéndose,  por  tanto,  tan  felizmente  propagado  tales  centros  superiores  de  estudios,  ha  pare 
cido  sumamente  útil  que  sus  profesores  y  alumnos  se  reunieran  en  una  común  asociación,  la  cual, 
apoyándose  en  la  autoridad  del  Sumo  Pontífice,  como  padre  y  doctor  universal,  actuando  de  co- 
mún acuerdo  y  en  estrecha  colaboración,  pudiese  más  eficazmente  difundir  y  extender  la  luz  de 
Cristo  "  (Pío  XII,  Carta  Apostólica  Catholicas  studiorum  universitates,  por  ta  que  erigió  la  Federa- 
ción Internacional  de  las  Universidades  Católicas:  AAS  42  (1  950).  p.  386). 

35.  El  Código  de  Derecho  Canónico  señala  la  responsabilidad  yeneijl  del  Obispo  respecto  a  los  estu 
diantes  universitarios:  "  El  Obispo  diocesano  ha  de  procurar  una  intensa  cura  pastoral  para  los  es- 
tudiantes, incluso  erigiendo  una  parroquia  o,  al  menos,  mediante  sacerdotes  destinados  estable- 
mente a  esta  tarea;  y  cuide  de  que  en  las  universidades,  incluso  no  católicas,  haya  centros  universi 
taños  católicos  que  proporcionen  ayuda,  sobre  todo  espiritual,  a  la  juventud"  (  CIC,  can.  813) 

36.  "  La  Iglesia,  al  vivir  durante  el  transcurso  de  la  historia  en  variedad  de  circunstancias  ha  em- 
pleado  los  hallazgos  de  las  diversas  culturas  para  difundir  y  explicar  el  mensaje  cristiano  en  su  predi 
cación  a  todas  las  gentes,  para  investigarlo  y  comprederlo  con  mayor  profundidad,  para  expresarlo 
mejor  en  la  celebración  litúrgica  y  en  la  vida  de  la  multiforme  comunidad  de  los  fieles  "  (Gaudium 
et  spes.  n.  58:  AAS  58  (1966),  p.  1079) 

37.  Pablo  VI,  Exhortación  Apostólica  Evangelii  nuntiandi,  n.  20:  AAS  68  (1  976),  p.  18.  Cf. 
Gaudiun  et  spes.  n.  58:  AAS  58  (1966).  p.  1079. 

38.  Juan  Pablo  II,  Palabras  dirigidas  a  los  intelectuales,  estudiantes  y  personal  universitario  en 
Medellin,  Colombia,  5-VII-1986,  n.  3:  AAS  79  (1987),  p.  99.  Cf.  también  Gaudium  et  spes,  n.  58: 
AAS  58  (1966),  p.  1079 

39.  Pablo  VI,  A  los  Delegados  de  la  Federación  internacional  de  las  Universidades  Católicas,  27-XI- 
1972:  AAS  64  (1972),  p.  770. 

40.  Evangelii  nuntiandi,  nn.  18  ss.:  AAS  68  (1  97  6),  pp.  17-18. 

41.  Pablo  VI,  dirigiéndose  a  los  Presidentes  y  Rectores  de  las  Universidades  de  la  Compañía  de  Jesús 

6-  VIII-1975,  n.  2:  AAS  67  (1975),  p.  533.  Hablando  a  los  pa  .icipantes  en  el  Congreso  Internacio- 
nal sobre  las  Universidades  Católicas,  25-1  V-t  989,  decía  yo:  "  En  una  Universidad  Católica  la  mi- 
sión evangelizadora  de  la  Iglesia  y  la  misión  investigadora  y  de  enseñar  van  unidas  y  coordinadas  ": 
cf .  AAS  81  (1989),  p.  1  220. 

42.  Cf.  en  particular  el  capitulo  del  Código:  "  De  las  Universidades  Católicas  y  otros  Institutos 
Católicos  de  Estudios  Superiores  "  (Cánones  807  814). 

43.  Las  Conferencias  Espiscopales  se  hallan  constituidas  en  el  Rito  Latino.  Otros  Ritos  tienen  otras 
Asambleas  de  la  Jerarquía  católica. 

44.  Cf.  Canon  455,  nn  2.  CIC. 

45.  Cf.  Sapientia  Christiana:  AAS  71  (1979  ),  pp,  469-521.  Universidades  y  Facultades  eclesiás- 
ticas son  aquellas  que  tienen  el  derecho  de  otorgar  grados  académicos  por  la  autoridad  de  la  Santa 
Sede. 

46.  Cf.  Dignitatis  hamanae,  n.  2:  AAS  58  (1  966),  pp.  930-931  . 

47.  Cf.  Gaudium  et  spes,  nn.  57  y  59:  AAS  58  (1966),  pp.  1  077-1  080;  Gravissimum  educationis, 
n.  10:  AAS  58  (1966),  p.  737. 

48.  Sea  el  establecimiento  de  una  tal  Universidad,  sean  las  condiciones  por  las  que  pueda  conside- 
rarse Universidad  Católica,  deberán  ser  conformes  a  las  normas  precisas  dictadas  por  la  Santa  Sede, 
la  Conferencia  Episcopal  u  otra  Asamblea  de  la  Jerarquía  Católica. 

49.  El  Canon  810  del  CIC  especifica  la  responsabilidad  de  la  Autoridad  competente  en 
esta  materia:  n  1  .  La  autoridad  competente  según  los  estatutos  debe  procurar  que,  en  las  Universi- 
dades Católicas,  se  nombren  profesores  que  destaquen,  no  sólo  por  su  idoneidad  científica  y  peda- 
gógica, fino  también  por  la  rectitud  de  su  doctrina  e  integridad  de  vida;  y  que,  cuando  falten  tales 
requisitos,  sean  removidos  de  su  cargo,  observando  el  procedimiento  previsto  en  los  estatutos.  -  nn2 
Las  Comferencias  Episcopales  y  los  Obispos  diocesanos  interesados  tienen  el  deber  y  el  derecho  de 
velar  para  que  en  estas  Universidades  se  observen  fielmente  los  principios  de  la  doctrina  católica  "- 
Cf.  también  Infra,  articulo  5,2. 


Boletín  Eclesiástico 


$0.  Lumen  fentlun,  n.  2S:  AAS  S7  (1««S).  p.  2t:  Condlo  Vatieano  II,  Constitución  Ooamitlca  to- 
br«  la  Divina  Ravalaclón  Del  verbum,  nn.  t-IO:  AAS  St  (1966),  pp.  •20-822;  cf.  CIC  can  812 
"  Quienet  explican  discipllnat  teológlcai  en  cualquier  Instituto  de  Estudios  Superiores  deben  tener 
mandato  de  la  Autoridad  eclesiástica  competente  ". 

51.  Cf.  CIC,  can.  •11,  nn2. 

52.  Para  lai  Universidades,  da  las  qua  habla  al  art.  3,  nnl  y  2,  estos  procadimlentos  deben  estar  es- 
tablecidos en  ios  aprobados  por  la  Autoridad  eclesiástica.  Para  las  otras  Universidades  Católicas, 
serin  determinados  por  las  Conferencias  Episcopales  o  por  otras  Asambleas  de  la  Jerarquía  Católica 
83.  Cf.  CIC,  can  820.  Cf.,  tambKn,  Saplentia  Christiana.  Normas  Comunei  art  49-  AAS  71 
(1979),  p.  S12. 

94.  Juan  Pablo  II,  al  Pontificio  Consajo  de  la  Cultura,  13-1-1989,  n.  2:  AAS  81  (1989).  pp  857- 


REFUGIADOS  Y  DESPLAZADOS  EN  AMEKIC/\  LATINA 

Mcnioiia  y  concliisionos  del  encuentro 
entre  el  Pontificio  Consejo  COR  UN  UIM  y  el  AC ^  l) H 

Introducción. - 

Preparado  por  el  intercambio  epistolar  entre  el  Cardejial  Roger 
Etchegaray  Presidente  del  Pontificio  Consejo  COR  UNUM,  y  el  Alto  Co- 
misionado de  las  Naciones  Unidas  para  los  Refugiados,  tuvo  lugar  en 
Roma  el  encuentro  entre  Delegados  del  ACNUR  y  de  COR  UNUM, 
acompañados  por  representantes  de  diversas  organizaciones  católicas  de 
ayuda,  el  día  5  de  junio  de  1990  y  se  concluyó  con  las  siguientes  consi- 
deraciones: 

1.  Se  compartió  el  común  anhelo  por  la  realización  de  los  altos 
objetivos:  búsqueda  de  la  paz,  desarrollo  económico,  justicia  social  y 
vigencia  de  los  Derechos  Humanos. 

2.  Se  constató  el  gran  interés  de  ambas  entidades  y  su  profunda  sen- 
sibilidad por  la  suerte  y  sufrimiento  de  la  población  de  los  refugiados  que 
se  encuentran  en  distintos  lugares  de  América  Latina.  De  manera  especial 
se  subrayó  la  prioridad  que  se  debe  seguir  dando  a  Centro  América. 

3.  Se  enf atizó  la  necesidad  de  fortalecer  la  mutua  cooperación  y 
coordinación  de  servicios  para  dar  una  atención  a  los  refugiados  que  com- 
prenda desde  la  asistencia  hasta  la  búsqueda  de  soluciones  definitivas. 
Esta  cooperación  debe  darse  a  partir  del  reconocimiento  de  la  identidad, 
misión  y  mandato  de  cada  una  de  las  partes. 

4.  Se  hizo  claridad  en  la  distinción  que  existe  entre  actividades 
contractuales,  o  sea  aquellas  que  se  desarrollan  por  un  organismo  de  la 
Iglesia  y  regida  por  un  acuerdo  jurídico  con  el  ACNUR;  y  las  actividades 


464 


Boletín  Eclesiástico 


complementarias  que  son  aquellas  que  siendo  de  competencia  de  cada  una 
de  las  instituciones,  no  necesariamente  con  la  misma  intensidad,  se  deben 
llevar  adelafite  en  beneficio  de  los  refugiados. 

5.  El  problema  de  los  refugiados  está  también  ligado  al  fenómeno 
migratorio  general,  que  en  América  Latina  adquiere  características  propias 
de  la  realidad  social,  económica  y  cultural  del  Continente. 

6.  Se  reconoció  que  los  programas  de  atención  a  los  refugiados  que 
realizan  las  instituciones  de  la  Iglesia  deben  integrarse  orgánicamente  a 
sus  planes  más  amplios  de  acción  social. 

7.  En  forma  concreta  se  acordaron  algunos  medios  de  acción. 

7.1.  Mantener  e  intensificar  el  diálogo  interinstitucional,  con 
intercambio  de  información  en  todos  los  niveles  de  la  Iglesia  y  del  ACNUR 

7.2.  Reforzar  la  formación  de  la  opinión  pública  con  campañas  de 
información  y  concieutización  en  favor  de  los  refugiados  y  desplazados. 
Del  mismo  modo  motivar  a  la  comunidad  para  que  aporte  su  ayuda  mate- 
rial y  económica; 

7.3.  Realizar  conjuntamente  estudios  de  situación  en  regiones  con- 
cretas como  la  región  Andina; 

7.4.  Diseñar  estrategias  para  prevenir  y  prepararse  ante  eventuales 
movimientos  forzosos  de  población. 

7.5.  Poner  mayor  énfasis  en  la  capacitación  y  formación  del  perso- 
nal que  trabaja  directamente  en  protección  y  asistencia  de  los  refugiados 
dando  especial  ayuda  a  los  que  laboran  en  situaciones  de  alto  riesgo; 

7.6  Realizar  un  encuentro  donde  se  analice  la  situación  de  la  región 
andina  entre  ACNUR  y  el  Consejo  Episcopal  Latinoamericano  -CELAM-, 
que  podría  tener  lugar  en  la  ciudad  de  Quito  en  un  futuro  próximo. 

7.7  Continuar  manteniendo  un  diálogo  frecuente  entre  COR  UNUM 
y  la  División  Regional  para  América  Latina  y  el  Caribe  del  ACNUR 
asistida  por  la  Delegación  del  ACNUR  en  Roma.  En  América  Latina,  entre 
el  CELAM  y  las  oficinas  del  ACNUR  en  la  región. 


Boletín  Eclesiástico 


465 


7.8.  Recomendar  la  realización  de  convenios  contractuales  y/o 
revisar  los  existentes  entre  los  organismos  de  la  Iglesia  y  el  ACNUR,  para 
actualizados  de  acuerdo  con  lo  antes  expuesto  y  según  las  necesidades 
locales. 

Ciudad  del  Vaticano 
5  de  junio  de  1990 


CARTA  DE  S.S.  JUAN  PABLO  II 

Al  Venerado  Hermano  Monseñor  PAUL  JOSFl  CORDES 
Vice  Presidente  del  pontifício  Consejo  para  los  laicos  Encargado 
"  ad  personara    para  el  Apostolado  de  las 
Comunidades  Neocatecuraenales. 

Siempre  que  el  Espíritu  Santo  hace  germinar  en  la  Iglesia  impulsos 
de  una  mayor  fidelidad  al  evangelio,  florecen  nuevos  carismas  que  mani- 
fiestan tal  realidad  y  nuevas  instituciones  que  la  ponen  en  práctica.  Así  ha 
sido  después  del  Concilio  de  Trento  y  después  del  Concilio  Vaticano  11. 

Entre  las  realidades  suscitadas  por  el  Espíritu  en  nuestros  días  fi- 
guran las  Comunidades  Neocatecumenales,  iniciadas  por  el  Señor  K 
Arguello  y  por  la  Señora  C.  Hernández  (  Madrid,  España  ),  cuya  eficacia 
para  la  renovación  de  la  vida  cristiana  era  acogida  por  mi  predecesor 
Pablo  VI  como  fruto  del  ConciUo:  "  Cuánta  alegría  y  cuánta  esperanza 
nos  dais  con  vuestra  presencia  y  con  vuestra  actividad  ...  Vivir  y  promover 
este  despertar  es  lo  que  vosotros  llamáis  una  forma  de  "  después  del 
Bautismo  **  que  podrá  renovar  en  las  actuales  comunidades  cristianas 
aquellos  efectos  de  madurez  y  de  profundización  que  en  la  Iglesia  pri- 
mitiva se  realizaban  en  el  período  de  preparación  al  Bautismo  "  (Pablo  VI 
a  las  Comunidades  Neocatecumenales,  Audiencia  General,  8  de  Mayo  de 
1974,  en  Notitiae  96-96, 1974,  230). 

También  yo,  en  tantos  encuentros  tenidos  como  Obispo  de  Roma, 
en  las  parroquias  romanas,  con  las  Comunidades  Neocatecumenales  y  con 
sus  pastores,  y  en  mis  viajes  apostólicos,  en  muchas  ocasiones  he  podido 
constatar  copiosos  frutos  de  conversión  personal  y  fecundo  impulso  misio- 
nero. 

Tales  Comunidades  hacen  visible,  en  las  Parroquias,  el  signo  de  la 
Iglesia  misionera  y  "  se  esfuerzan  por  abrir  el  camino  a  la  evangelización 
de     aquellos     que     casi     han     abandonado     la     vida  cristiana. 


466 


Boletín  Eclesiástico 


ofreciéndoles  un  itinerario  de  tipo  catecumenal,  que  recorre  aquellas  fases 
que  en  la  I^esia  primitiva  los  catecúmenos  recorrían  antes  de  recibir  el 
sacramento  del  Bautismo;  les  acerca  de  nuevo  a  la  Iglesia  y  a  Cristo  " 
(Cfr.  Catecumenato  postbattesimale  en  Notitiae  96-96,  1974,  229).  Es  el 
anuncio  del  Evangelio,  el  testimonio  en  pequeñas  comunidades  y  la 
celebración  eucarística  en  grupos  (  Cfr.  Notificazione  sulle  celebrazioni  nei 
gruppi  del  "  Camino  Neocatecumenale  "  en  L'Osservatore  Romano,  24  de 
diciembre  de  1988)  lo  que  permite  a  los  miembros  ponerse  al  servicio  de  la 

renovación  de  la  Iglesia. 

Muchos  Hermanos  en  el  episcopado  han  reconocido  los  frutos  de 
este  camino.  Quiero  limitarme  a  recordar  al  entonces  Obispo  de  Madrid, 
Mons.  Casimiro  Morcillo,  en  cuya  diócesis  y  bajo  cuyo  gobierno  han  naci- 
do, en  el  año  1964,  las  Comunidades  Neocatecumenales  que  él  acogió  con 
tanto  amor. 

Después  de  más  de  veinte  años  de  vida  de  las  Comunidades  difun- 
didas en  los  cinco  Continentes, 

-  teniendo  en  cuenta  la  nueva  vitalidad  que  anima  a  las  parroquias, 
el  impulso  misionero  y  los  frutos  de  conversión  que  brotan  del  testimo- 
nio de  los  itineranter  y,  últimamente,  de  la  obra  de  las  familias  que  evange- 
lizan en  zonas  descristianizadas  de  Europa  y  del  mundo  entero; 

-  considerando  las  vocaciones  surgidas  de  este  Camino  a  la  vida  reli- 
giosa y  al  presbiterado,  y  el^  nacimiento  de  Colegios  diocesanos  de  forma- 
ción al  presbiterado  para  la  nueva  evangelización,  como  el  Redemptoris 
Mater  de  Roma; 

-  Habiendo  visto  la  documentación  por  Ud.  presentada; 
acogiendo  la  petición  que  se  ha  dirigido,  reconozco  el  Camino 

Neocatecumenal  como  un  itinerario  de  formación  católica  válida  para  la 
sociedad  y  para  los  tiempos  de  hoy. 

Deseo  por  lo  tanto,  que  los  Hermanos  en  el  Episcopado  valoricen  y 
ayuden  —  junto  con  sus  presbíteros  —  esta  obra  para  la  Nueva  Evangeliza- 
ción, para  que  se  realice  según  las  líneas  propuestas  por  los  iniciadores, 
en  el  espíritu  de  servicio  al  ordinario  del  lugar,  en  comunión  con  él,  en  el 
contexto  de  la  unidad  de  la  Iglesia  particular  con  la  Iglesia  universal. 

En  prenda  de  este  deseo,  imparto  a  Ud.  y  a  todos  los  pertenecien- 
tes a  las  Comunidades  Neocatecumenales  mi  Bendición  Apostólica. 

En  el  Vaticano,  30  de  agosto  de  1990,  XII  de  pontificado. 


Firmado:  Joannes  Paulus  II. 


Boletín  Eclesiástico 


DOCUMENTOS  DE  LA  C.E.E 


ASAMBLEA  NACIOINAL  DE  AGENTES  DE  IVVSTOK  VI- 
DE  LA  IGLESIA  EN  EL  ECUADOH 

Discurso  inau^iral 

Estimados  hermanos  señores  Arzobispos,  Obispos  y  Prelados  de  la 
Conferencia  Episcopal  Ecuatoriana,  hermanos  sacerdotes,  religiosos,  reli- 
giosas y  laicos  comprometidos  delegados  a  esta  Asambela  Nacional. 

Desde  que  el  Consejo  Episcopal  Latinoamericano  (CELAM)  nos 
entregó,  en  una  asamblea  extraordinaria,  celebrada  en  Bogotá  en  febrero 
de  1990,  el  libro  azul,  titulado  "  Elementos  para  una  reflexión  pastoral  en 
preparación  de  la  IV  Conferencia  General  del  Episcopado  Latinoamer" 
cano  hemos  tenido  en  nuestras  Iglesias  particulares  del  Ecuador  y  en 
otras  organizaciones  de  la  Iglesia  como  en  la  CER,  en  el  Secretariac'c) 
General  de  la  Conferencia  Episcopal,  etc.  un  gran  trabajo  de  reflexión  y 
estudio  sobre  el  contenido  de  este  libro,  que  se  refiere  al  tema:  "  Una 
Nueva  Evangelización  en  una  nueva  cultura 

La  Conferencia  Episcopal  Ecuatoriana  comenzó  realizando  una 
edición  muy  bien  presentada  del  libro  azul,  a  fin  de  que  se  difundiera 
ampliamente  en  el  Ecuador.  Una  comisión  especial  organizada  por  la  mis- 
ma Conferencia  Episcopal  preparó  unos  cuestionarios,  a  fin  de  guiar  el 
estudio  de  este  documento  y  la  preparación  de  los  aportes  de  la  Iglesia  en 
el  Ecuador. 

El  Estudio  del  documento  se  realizó  en  las  parroquias,  en  los  movi- 
mientos apostólicos,  en  las  zonas  pastorales  y  luego  en  asampleas  del 
presbiterio  o  de  agentes  de  pastoral,  que  se  realizaron  en  las  Iglesias  parti- 
culares, 

IjA  comisión  especial  recibió  los  aportes  de  las  diócesis  y  ha  elabo- 
rado el  material  que  será  objeto  de  estudio  en  esta  Asamblea  Nacional. 


468 


Boletín  Eclesiástico 


Qué  vamos  a  hacer  en  estos  días? 

Con  nuestro  trabajo  de  estos  días  vamos  a  preparar  el  aporte  propio 
de  la  Iglesia  que  peregrina  en  el  Ecuador  para  la  Cuarta  Conferencia  Ge- 
neral del  Episcopado  Latinoamericano  que  se  celebrará  en  Santo  Domingo 
República  Dominicana  en  1992,  ,  con  ocasión  del  V  Centenario  de  la 
iniciación  de  la  Evangelización  de  nuestro  Continente. 

En  nuestro  trabajo  de  estos  días  debemos  preparar  con  la  mayor 
claridad  y  precisión  posibles  las  tres  partes  de  que  debe  constar  nuestro 
aporte:  1.-  La  visión  de  la  realidad  de  América  Latina  en  orden  a  la  nueva 
evangelización;  2.-  Una  reflexión  teológico-pastoral  que  ilumine  la  reali- 
dad y  nos  prepare  a  los  compromisos  pastorales  en  orden  a  la  nueva 
Evangelización  y  3.-  Llegar  al  actuar,  o  sea,  a  compromisos  concretos  de 
acción  pastoral  para  hacer  efectiva  la  nueva  evangelización  en  la  nueva 
cultura  o  en  las  culturas  de  América  Latina. 

La  primera  parte  que  se  refiere  a  la  visión  de  la  realidad  de  América 
Latina  en  orden  a  la  nueva  Evangelización,  contiene,  a  su  vez,  tres  acá- 
pites: 1.-  La  visión  histórica  de  los  500  años  de  Evangelización  de 
América.  A  nosotros  nos  corresponde  elaborar  una  visión  histórica  de  es- 
tos años  de  evangelización  del  Ecuador,  desde  el  proceso  inicial  de  la 
evangeUzación  que  comienza  entre  nosotros  en  1535,  la  cristiandad  colo- 
nial que  abarca  más  de  dos  siglos  y  la  acción  de  la  Iglesia  en  la  República 
En  la  visión  histórica  de  nuestra  evangelización  debemos  atenernos  a  la 
verdad,  viendo  las  luces  y  las  sombras,  lo  positivo  y  lo  negativo  que  se 
dieron  en  la  acción  evangelizadora.  Como  decía  Juan  Pablo  II:  "  La  Iglesia 
quiere  acercarse  a  celebrar  este  centenario  con  la  humildad  de  la  verdad, 
sin  triunfalismos  ni  falsos  pudores;  solamente  mirando  a  la  verdad,  para 
dar  gracias  a  Dios  por  los  aciertos  y  sacar  del  error  motivos  para  proyec- 
tarse renovada  hacia  el  futuro  ". 

2.  -  El  segundo  acápite  de  la  realidad  latinoamericana  se  refiere  a  la 
situación  socio-económico-política  y  cultural  de  nuestro  subcontinente  y, 
para  nosotros,  del  Ecuador.  Nos  toca  analizar  si  ha  habido  progreso  o 
retroceso  en  la  situación  económica  y  social  de  nuestros  pueblos  desde 
Puebla  hasta  nuestros  días.  Debemos  también  mirar  el  problema  de  las 
culturas  en  transformación.  Ya  que  el  tema  de  fondo  es  el  de  la  nueva 
evangelización  en  una  nueva  cultura,  para  el  Ecuador  debemos  preocu- 
parnos de  la  evangelización  de  las  culturas  autóctonas  y  no  sólo  de  la  cul- 
tura adveniente;  creo  que  debemos  dar  importancia  a  la  cultura  tradicional 
de  nuestro  pueblo;  que  tiene,  como  decía  Puebla  un  substrato  católico. 

3.  -  El  tercer  acápite  es  la  visión  pastoral  de  nuestra  realidad,  o  sea  el 
aspecto  eclesial  de  la  realidad  latinoamericana  y  ecuatoriana.  En  esta 
parte  debemos  hacer  un  balance  de  la  manera  cómo  hemos  llevado  a  la 


Boletín  Eclesiéstico 


práctica  las  orientaciones  de  la  Conferencia  de  Puebla,  que  en  el  Ecuador 
tuvieron  su  aplicación  con  "  Opciones  pastorales  ". 

En  un  segundo  tiempo  debemos  realizar  una  reflexión  teológico 
pastoral  que  ilumine  nuestra  realidad.  El  libro  azul  enfoca  esta  reflexión  o 
iluminación  teológica  consderándonos  evangelizadores  en  una  novísima 
civilización  y  considera,  como  principales  circunstancias  en  las  que  nos 
toca  evangelizar  la  "  secularización  en  nuestro  Continente  "  y  "  la  con- 
flictividad  de  América  Latina  En  estas  circunstancias,  la  reflexión 
teológica  considera  la  nueva  Evangelización  como  una  acción  integradora 
de  una  I^esia  integrada  que  transmite  un  mensaje  integrado,  que  en  la 
crisis  de  la  modernidad  formula  un  llamado  a  la  solidaridad.  ¿No  habrá 
que  buscar  otros  temas  o  puntos  de  reflexión  en  esta  iluminación  teoló- 
gica? Desde  luego  hay  que  profundizar  en  lo  que  significa  una  "  Nueva 
Evangehzación      nueva  en  su  ardor,  en  sus  métodos,  en  su  expresión. 

El  tercer  tiempo,  el  actuar.  El  libro  azul  prescinde  completamente 
de  esta  tercera  parte,  no  sugiere  siguiera  algunos  compromisos  de  acción 
que  serán  asumidos  en  la  Cuarta  Conferencia  General  del  Episcopado 
Latinoamericano.  Por  lo  mismo  a  nosotros  nos  toca  trabajar  más  directa- 
mente en  esta  tercera  parte.  En  la  asamblea  extraordinaria  del  CELAM,en 
la  que  se  nos  entregó  este  libro,  que  contiene  los  elementos  para  una 
reflexión  pastoral  en  preparación  de  la  IV  Conferencia  General  del  Epis- 
copado Latinoamericano  "  se  nos  sugirió  que  tomáramos  en  cuenta  el 
esquema  de  la  Visión  pastoral  de  la  realidad-esquema  que  se  inspira  en 
el  documento  de  Puebla,  ya  que  se  refiere  a  los  centros  de  comunión  y 
participación,  a  los  agentes  de  evangelización,  a  las  estructuras,  a  los  me- 
dios, destinatarios  y  contenidos  de  la  evangehzación-  para  ordenar  según 
este  esquema  los  compromisos  de  acción  pastoral  a  que  lleguemos  para  la 
Nueva  Evangelización  ". 

Por  otra  parte,  los  compromisos  de  acción,  las  orientaciones  prác- 
ticas para  la  nueva  Evangelización  constituirán  la  parte  nuclear  y  princi- 
pal de  la  IV  Conferencia  General  del  Episcopado  Latinoamericano  de 
Santo  Domingo. 

Al  iniciar  esta  nueva  Asamblea  Nacional  de  agentes  de  pastoral  de 
la  Iglesia  en  el  Ecuador,  en  nombre  de  la  Conferencia  Episcopal  Ecuato- 
riana, les  doy  a  Uds.  delegados  de  las  Iglesias  particulares  y  de  las  organi- 
zaciones eclesiales  un  afectuoso  saludo  de  bienvenida,  les  agradezco 
cordialmente  por  el  valioso  aporte  que  dieron  con  el  trabajo  que  realizarofi 
al  estudiar  el  documento  azul  y  al  constestar  al  cuestionario  guía  que 
dicho  documento  contenía. 

Me  permito  exhortarles  a  trabajar  estos  días  con  dedicación  y  entu- 
siasmo. 


«70 


Boletín  Ecletiittieo 


Por  otra  parte  espero  que  la  vivencia  de  loiiiimion  eclesial  que 
vamos  a  tener  en  ambiente  de  oración,  de  reflexión,  de  trab.ijo  \  de 
convivencia  fraterna,  nos  estimule  a  ser  en  nuestras  l^ilesias  U)s  agentes 
decididos  y  generosos  de  la  "  Nueva  Evangeli/.acion 

En  nombro  de  Dios  y  con  la  protección  maternal  de  la  Santísima 
Virgen  María,  "  Estrella  de  la  e\  angeli/ación  "  damos  inicio  a  esta 
"  Asamblea  Nacional  '". 

Quito,  a  13  de  noviemljve  de  1990 

Anlt>nio  J.  (lonzález  Z. 

ARZOBISPO  DE  QUITO 
PRESIDENTE  DE  LA  C.E.E. 

CONVEKSlüN  DE  DEUDA  EXTERNA  DESTINA  IGLESIA  PARA 
OBRAS  DE  PASTOR  \L  SOCIAL 


La  Conferencia  Episcopal  Ecuatoriana  coordina  la  labor  pastoral  que 
desarrollan  las  Jurisdicciones  Eclesiásticas  y  otras  entidades  de  servicio 
social  en  el  campo  de  la  educación,  del  desarrollo  rural,  promoción  huma- 
na, tales  como  la  Confederación  de  Establecimientos  de  Educación  Católi- 
ca (CONFEDEC),  Fondo  Ecuatoriano  Populorum  Progressio  (FEPP),  etc. 
En  buena  parte,  esta  coordinación  se  orienta  a  la  realización  de  programas 
de  directo  servicio  social,  que  cuentan  con  la  ayuda  financiera  de  institu- 
cionefs  católicas  del  exterior.  Desde  hace  algunas  décadas  se  ha  llegado  a 
dejar  una  huella  significativa  en  la  concreta  actuación  de  la  opción  prefe- 
rencia! por  los  pobres.  En  particular,  se  ha  mantenido  una  atención  ininte- 
rrumpida al  mundo  indígena,  mediante  la  creación  de  casas  comunales, 
becas  de  estudio,  centros  de  salud,  capacitación  agrícola,  créditos  para 
adquisición  de  tierras  y  otros  servicios  semejantes. 

De  otra  parte,  hace  algunos  años  surgieron  en  América  Latina  los 
procedimientos  de  conversión  de  la  agobiante  Deuda  Externa,  ('onio  es 
sabido  la  conversión  opera  sobre  la  baja  cotización  de  la  deuda  en  el  mer 
cado  internacional  para  transferirla  a  deuda  interna,  que  se  paga  en  bonos 


Boletin  Eclesiástico 


471 


o  moneda  nacional  con  la  obligación  de  invertir  estos  recursos  dentro  del 
país  y  en  proyectos  contemplados  en  los  respectivos  decretos  de  autoriza- 
ción y  que  tiene  una  evaluación  y  seguimiento  hasta  que  se  alcancen  las 
metas  y  se  inviertan  los  dineros  en  los  fines  específicos.  En  el  Ecuador, 
parece  que  se  iniciaron  estas  conversiones  por  parte  de  algunos  sectores  de 
la  economía  en  el  año  de  1987-1988.  A  la  par  que  Fundación  Natura,  la 
Conferencia  Episcopal  inició  la  fórmula  de  conversión  de  Deuda  Externa, 
adquirida  exclusivamente  con  donativos  de  la  Iglesia  Católica  del  exterior 
para  proyectos  de  directo  interés  social.  En  el  panorama  de  América  Lati- 
na, destaca  la  originalidad  de  este  procedimiento  que,  posteriormente,  ha 
adquirido  un  apreciable  desarrollo  en  nuestro  medio. 

Las  conversiones  realizadas  por  la  Conferencia  Episcopal  se  apoyan 
en  la  Resolución  JM-272-CEE,  que  no  señala  tope  en  la  cantidad  converti- 
ble. En  enero  de  1989,  las  autoridades  monetarias,  reconociendo  la  vigen- 
cia de  esta  resolución,  se  reservaron  la  fijación  de  las  cantidades  a  convertir 
conforme  a  los  proyectos  que  se  presentara  y  a  las  exigencias  de  la  polí- 
tica monetaria. 

En  noviembre  del  mismo  año,  1989,  la  Conferencia  Episcopal  solicitó 
el  permiso  para  convertir  USS  28'000.000,00  de  valor  nominal  de  la  Deu- 
da Extema  para  atender  171  proyectos  procedentes  de  un  alto  número  de 
entidades  agrupadas  en  19  Jurisdicciones  Eclesiásticas  que  no  actuán  en 
este  caso  de  una  en  una,  sino  coordinadas. 

Los  proyectos  se  clasifican  en  cinco  grandes  programas  nacionales: 
Servicios  Integrados  a  las  Comunidades  Indígenas;  Catalogación,  Restaura- 
ción y  Promoción  del  Patrimonio  Artístico  Religioso;  Programa  Nacional 
de  Educación;  Programa  Nacional  de  Salud;  y.  Programa  Nacional  de  Desa- 
rrollo Social  Integral. 

El  17  de  septiembre  pasado,  la  Junta  Monetaria  autorizó  esta  conver- 
sión señalando  un  plazo  de  dos  meses  para  su  perfeccionamiento. 

A  la  fecha  de  hoy,  se  encuentra  completa  y  presentada  toda  la  docu- 
mentación pertinente  a  los  organismos  pertinentes  del  Banco  Central  y  la 
Junta  Monetaria. 

Los  programas  abarcan  en  particular  la  atención  a  los  damnificados 
por  el  sismo  de  agosto  de  1990,  el  equipamiento  de  centros  de  salud,  la 
ampliación  de  servicios  en  el  área  educacional,  las  exigencias  de  variado 
orden  que  se  registran  en  las  áreas  rurales  y  urbano  marginales,  la  restau- 
ración de  templos  destruidos  por  los  últimos  sismos  y  por  el  andar  del 
tiempo,  cuadros,  imágenes,  etc. 

Una  parte  importante,  con  los  recursos  equivale  a  la  conversión  de 
US$  lO'OOO.OO,  se  dirige  a  la  atención  de  proyectos  sociales  en  favor  de 
las  comunidades  indígenas. 


472 


Boletín  Eclesiástico 


En  un  60  O/O  estos  recursos  se  encaminarán  a  financiar,  mediante 
préstamos  subvencionados,  el  acceso  a  la  propiedad  de  tierras  por  parte 
de  las  comunidades  indígenas  que  reúnan  los  requisitos  constantes  en  e 
proyecto.  Se  trata  de  aliviar  la  conflictividad  social  de  este  problema 
mediante  su  encauzamiento  dentro  de  la  legislación  vigente.  Se  prevé, 
sin  apresuramientos,  la  atención  de  6  a  8  casos  por  semestre,  por  la  cuan- 
tía de  S/.  5  a  100  millones  en  cada  caso.  El  Programa  de  acceso  a  la  tierra 
va  acompañado  de  diversos  apoyos  en  el  orden  de  la  asistencia  técnica, 
capacitación,  crédito  para  siembras,  comercialización  y  demás  aspectos 
que  aseguren  la  productividad  y  rentabilidad.  Este  capítulo  correrá  a  car- 
go del  Fondo  Ecuatoriano  Populorum  Progressio  (FE^P),  creado  hace  20 
años,  sin  fines  de  lucro,  con  personería  jurídica  reconocida  por  el  Estado  y 
que  tiene  ya  una  amplia  experiencia  en  el  área  de  la  promoción  rural. 

Al  desarrollar  este  conjunto  de  acciones,  a  través  de  la  Pastoral  Social 
la  Iglesia  espera  aportar,  gracias  a  la  ayuda  recibida  del  exterior  -que  redi- 
me importantes  tramos  de  Deuda  Externa-,  a  la  urgente  necesidad  de  dar 
pasos  eficaces  hacia  la  justicia  social  y  atender  a  las  impostergables  necesi- 
dades de  muchas  familias  ecuatorianas.  Es  la  realización  concreta  de  los 
compromisos  sociales  de  la  Iglesia  Latinoamericana  asumidos  en  Medellín 
Puebla  y  en  las  Opciones  Pastorales  de  nuestra  Iglesia  en  el  Ecuador. 

SECRETARIA  GENERAL  DE  LA  CONFERENCIA  EPISCOPAL 

ECUATORL\NA 


Boletín  Eclesiástico 


73 


DOCUMENTOS  ARQUIDIOCESANOS 


LA  DEVOCION  AL  SA(;RAD0  CORA/ON  JKSUS, 
RKMKDIO  DF,  LOS  MALKS  MODI  RINOS 

"  Venid  a  mí  todos  los  que  estáis  cansados  y  agobiados  y  yo  os 
aliviaré.  Tomad  sobre  vosotros  mi  yugo  y  aprended  de  mí  que  soy  manso 
y  humilde  de  corazón  y  hallaréis  descanso  para  vuestras  almas  "  (Mt.  11 
28-29). 

Venerable  Comunidad  de  este  Monasterio  de  la  Visitación,  estima 
dos  hermanos  devotos  del  Sagrado  Corazón  de  Jesús: 

EH  17  de  este  mes  de  Octubre  de  1990  se  cumple  exactamente  el 
tercer  centenario  del  nacimiento  para  la  gloria  celestial  de  Santa  Margarita 
María  de  Alacoque.  Esta  Santa  nació  hacia  el  año  1647  en  Francia,  en  la 
diócesis  de  Autun,  ingresó  en  la  Orden  de  la  Visitación  de  Santa  María  y 
fue  monja  del  Monasterio  de  la  Visitación  de  Paray-le-Monial.  Aspirando  a 
la  perfección  cristiana  en  su  Monasterio,  llevó  una  vida  de  intensa  piedad 
y  de  fervorosa  espiritualidad  y  de  penitencias  extraordinarias.  Margarita 
María  de  Alacoque  se  convierte  en  el  Monasterio  de  Paray-le-Monial  en 
la  confidente  del  Sagrado  Corazón  de  Jesús,  que  se  le  manifiesta  en  una 
serie  de  revelaciones  místicas,  referentes  sobre  todo  a  la  devoción  al 
Divino  Corazón  de  Jesús,  cuyo  culto  se  esforzó  desde  entonces  por  intro- 
ducir en  la  Iglesia. 

La  serie  de  revelaciones  privadas  del  Sagrado  Corazón  de  Jesús  que 
recibió  Santa  Margarita  María  se  inicio  un  27  de  diciembre,  fiesta  de  San 
Juan  Evangelista,  probablemente  del  año  1673.  En  esta  primera  revelación 
Jesús  le  dice:  "  Mi  Corazón  divino  tiene  tal  pasión  de  amor  por  los  hom- 
bres y  por  ti  en  particular,  que  no  pudiendo  contener  en  él  las  llamas  de  su 
ardiente  caridad,  es  preciso  que  las  difunda  por  tu  medio  "  ...  La  segunda 
revelación  importante  fue  probablemente  en  uno  de  los  primeros  viernes 
del  mes  de  1674.  En  ella  el  divino  Corazón  fue  presentado  en  un  trono  de 
llamas,  más  brillantes  que  el  sol,  con  la  llaga  adorable  y  rodeado  de  una 


474 


Boletín  Eclesiástico 


corona  de  espinas,  que  significaba  las  punzadas  que  le  hacían  nuestros 
pecados  y  una  cruz  encima  significaba  que  desde  los  primeros  instantes  de 
su  encarnación,  la  cruz  fue  plantada  en  él...  La  tercera  revelación  debió 
haber  acaecido  también  en  1674,  estando  ante  el  Santísimo  expuesto.  El 
Señor  le  descubre  su  Corazón,  las  maravilliis  inexplicables  de  su  amor  y 
hasta  qué  exceso  le  había  llevado  a  amar  a  los  hombres,  de  quienes  no 
recibía  más  que  ingratitudes...  La  última  gran  revelación  tuvo  lugar  en 
junio  de  1675,  en  la  octava  de  Corpus,  también  delante  del  Santísimo 
expuesto.  Jesús  le  descubrió  su  Corazón  y  le  dijo:  "  He  aquí  este  Corazón 
que  ha  amado  tanto  a  los  hombres,  que  no  ha  perdonado  nada  hasta  ago- 
tarse y  consumirse  para  testimoniarles  su  amor,  y  en  agradecimiento  no 
recibe  de  la  mayor  parte  más  que  ingratitudes...  Pero  me  duele  aún  más 
que  se  porten  así  corazones  que  me  están  consagrados.  Luego  le  i)ide  a  la 
vidente  que  el  viernes  siguiente  a  la  octava  de  Corpus  sea  dedicado  a  una 
fiesta  particular  para  honrar  "  mi  Corazón  ",  comuljíando  y  reparando  su 
honor  con  un  acto  de  desagravio  para  reparar  las  injurias  que  ha  recihiih> 
estando  expuesto  en  los  altares. 

Ya  que  Santa  Margarita  María  de  Alacoque  fue  una  religiosa  de  la 
Visitación,  se  celebra  con  especial  solemnidad  este  su  tercer  centenario  en 
este  Monasterio  de  la  Visitación  de  Santa  María  de  Quito.  Ya  que  Siuita 
Margarita  María  de  Alacoque  fue  la  destinataria  de  las  revelaciones  y  mani- 
festaciones del  Sagrado  Corazón  de  Jesús  y  contribuyó  eficazmente  a 
implantar  y  difundir  en  la  Iglesia  la  devoción  al  Divino  Corazón  ,  al  que 
también  nuestra  Patria  se  consagró  oficialmente,  reflexionemos  en  este 
día  de  la  novena  de  este  centenario  en  este  tema;  "  La  devoción  al  Sagrado 
Corazón  de  Jesús,  remedio  de  males  modernos 

Cuáles  son  esos  males  que  actualmente  afectan  a  la  sociedad  y  a  la 
Iglesia?  Esos  males,  para  los  cuales  puede  ser  remedio  efii  a/  la  dev«)riói) 
al  Sgdo.  Corazón  de  Jesús,  son  el  pecado,  la  injusticia  y  las  tremendas 
desigualdades  sociales,  la  violencia  y  los  atentados  contra  la  vida  y  el  ma- 
terialismo. 

1.-  El  pecado. 

El  grave  mal  que  afecta  a  la  Iglesia  que  milita  en  la  tierra  y,  sobre 
todo,  a  la  sociedad  civil  es  el  pecado.  El  Papa  Pío  XII,  en  su  Encíclica 
"Laurietis  aquas"  del  15  de  mayo  de  1956,  describe  de  la  siguiente  manera 
la  situación  de  pecado  que  nos  afecta:  "  No  pocos  hijos  de  la  Iglesia  afean 
con  numerosas  manchas  y  arrugas  el  rostro  de  la  Madre  Iglesia,  que  en  sí 
mismos  reflejan j  no  todos  los  fieles  brillan  por  la  santidad  de  costumbres 
a  la  que  por  vocación  divina  están  llamados;  no  todos  los  pecadores,  que 


Boletín  E  clesiástico 


47b 


para  su  mal  abandonaron  la  casa  paterna,  han  vuelto  a  ella  por  la  conver- 
sión; no  todos  los  infieles  han  sido  incorporados  aún  como  miembros  del 
Cuerpo  místico  de  Cristo...  más  vivamente  nos  atormentan  las  maquina- 
ciones de  los  impíos  que,  excitados  por  el  enemigo  infernal,  arden  en  odio 
implacable  y  abierto  contra  Dios  y  la  I^esia...  Hl  odio  contra  Dios  es  un 
ddito  tan  grande  que  nunca  pudo  cometerlo  mayor  el  hombre  creado  a 
imagen  y  semejanza  de  Dios...  En  todas  partes  se  exalta  la  licencia  desen- 
frenada de  las  pasiones  "...  Se  profana  la  santidad  del  hogar  cristiano  con 
tremendos  pecados...  El  SIDA  viene  a  ser  el  signo  y  el  castigo  del  tremen- 
do desenfreno  sexual. 

A  la  vista  de  tantos  males,  que,  hoy  más  que  nunca,  perturban 
hondamente  a  los  hombres,  los  hogares,  las  naciones  y  la  tierra  entera, 
dónde  hallaremos  un  remedio  eficaz?  se  pregunta  Pío  XII.  Este  remedio 
está  en  la  excelente  espiritualidad  del  culto  y  devoción  al  Sagrado  Corazón 
de  Jesús. 

Una  característica  peculiar  del  culto  y  devoción  al  Sagrado  Corazón 
que  se  revelan  a  Santa  Margarita  María  es  la  de  la  reparación.  Debemos 
reparar  al  Corazón  de  Jesús  por  las  injurias  que  recibe,  debemos  reparar 
con  la  penitencia  los  pecados  con  que  es  herido  el  Divino  Corazón  de 
nuestro  Redentor.  Debemos  presentar  esta  reparación,  tributando  honor 
al  Sgdo.  Corazón,  sufriendo  en  expiación  de  los  pecados,  consolándole. 
El  ^do.  Corazón  le  pide  a  Sta.  Margarita  María  que  haga  la  hora  santa 
*'  para  endulzar  su  amargura  **. 

2.-  La  injusticia  y  las  tremendas  disigualdades  sociales  . 

Otro  grave  mal  de  que  adolece  el  mundo  contemporáneo  y  espe- 
cialmente el  tercer  mundo,  al  que  pertenece  América  Latina  y 
nuestra  Patria  es  el  de  la  injusticia  social,  de  las  tremendas  desigualdades 
sociales  y  económicas.  La  humanidad  está  dividida  en  un  primer  mundo, 
especialmente  del  Norte,  que  es  industrializado,  económicamente  rico  y 
prepotentemente  dominador,  y  un  tercer  mundo,  especialmente  del  Sur, 
subdesarrollado,  económicamente  pobre  y  dependiente.  En  nuestra  Amé- 
rica Latina  y  en  nuestra  Patria  -  nos  dice  el  documento  de  Puebla  -  "  com- 
probamos como  el  más  devastador  y  humillante  flagelo,  la  situación  de 
inhumana  pobreza  en  que  viven  millones  de  latinoamericanos  expresada, 
por  ejemplo,  en  mortalidad  infantil,  falta  de  vivienda  adecuada,  problemas 
de  salud,  salarios  de  hambre,  desempleo  y  subempleo,  desnutrición, 
inestabilidad  laboral,  migraciones  masivas,  forzadas  y  desamparadas,  etc." 
(P.29).  "  Al  analizar  más  a  fondo  tal  situación,  descubrimos  que  esta 
pobreza  no  es  una  etapa  casual,  sino  el  producto  de  situaciones  y  estruc- 


476 


Boletín  E  clesiástico 


turas  económicas,  sociales  y  políticas,  aunque  haya  también  otras  causas 
de  la  miseria  "  (P.30).  El  Papa  Juan  Pablo  II  dijo  que  "  Vemos,  a  la  luz  de 
la  fe,  como  un  escándalo  y  una  contradicción  con  el  ser  cristiano,  la  cre- 
ciente brecha  entre  ricos  y  pobres.  El  lujo  de  unos  pocos  se  convierte 
en  insulto  contra  la  miseria  de  las  grandes  niasas.  Esto  es  contrario  al  plan 
del  Qreador  y  al  honor  que  se  le  debe.  En  esta  angustia  y  dolor,  la  Iglesia 
discierne  una  situación  de  pecado  social,  de  gravedad  tanto  mayor  por 
darse  en  países  que  se  llaman  católicos  y  que  tienen  la  capacidad  de 
cambiar:  "  que  se  le  quiten  barreras  de  explotación...  contra  las  que  se  es- 
trellan sus  mejores  esfuerzos  de  promoción  "  (  Juan  Pablo  II,  discurso 
inaugural  del  Puebla,  discurso  en  Oaxaca). 

Para  este  grave  mal  de  la  injusticia  social,  se  puede  encontrar  reme- 
dio en  la  práctica  de  una  verdadera  devoción  al  Sgdo.  Corazón  de  Jesús. 
El  Corazón  de  Jesús  es  la  expresión  y  el  símbolo  del  amor  misericordios 
de  Jesucristo.  El  Divino  Maestro  tuvo  compasión  de  las  muchedumbres 
que  le  seguían  en  el  desierto  y,  en  su  amor  eficazmente  compasivo, 
remedió  la  necesidad  de  aquella  muchedumbre  y  sació  su  hambre  con  la 
multiplicación  de  los  panes. 

La  caridad  en  que  arde  el  Corazón  de  Cristo  se  difundirá  entre  los 
cristianos  y  los  implusará  a  vivir  efectivamente  el  amor  fraterno,  que 
restablecerá  entre  los  hombres  relacionados  de  justicia  y  solidaridad 
fraterna. 

3.-  La  violencia  y  los  atentados  contra  la  vida. 

Como  un  remedio  contra  la  injusticia  social  y  contra  la  violencia 
institucionalizada  que  la  sostiene,  ha  surgido  en  nuestra  sociedad  la 
violencia  subversiva.  Se  cree  que  la  única  vía  posible  para  llegar  a  la 
justicia  social  es  la  subversión  violenta  y  se  han  organizado  las  guerrillas, 
el  terrorismo,  los  sabotajes  que  atentan  contra  la  vida,  contra  la  libertad 
y  la  integridad  de  las  personas.  Contra  la  violencia  subversiva  surge  la 
violencia  represiva  y  así  se  perfecciona  la  espiral  de  la  violencia  que, 
como  terrible  huracán,  va  arrasando  todo  en  la  sociedad.  ¡  Cómo  se  ha 
caldeado  el  clima  de  violencia  en  Centroamérica  y  en  otros  países  herma- 
nos, como  Colombia,  Perú.  En  un  ambiente  de  violencia,  ya  no  se  respeta 
la  vida  humana.  Se  atenta  contra  la  vida  en  atentados  terroristas,  en  em- 
boscadas de  la  guerrilla,  en  secuestros,  etc.  En  una  especie  de  civilización 
de  la  muerte,  se  generaliza  el  aborto  y  se  legitima  la  eutanasia. 

¿Dónde  encontrar  remedio  eficaz  a  estos  males  de  la  violencia  y 
a  estos  atentados  contra  la  vida?  Podemos  encontrar  remedio  en  la  autén- 
tica devoción  y  culto  al  Sagrado  Corazón  de  Jesús.  El  Corazón  de  Jesús 


Boletín  Eclesiástico 


477 


es  el  símbolo  y  expresión  de  los  más  nobles  sentimientos  de  amor,  de 
bondad,  de  paciencia  y  de  mansedumbre  del  Divino  Maestro.  El  mismo 
nos  invita  a  todos  a  imitarle  en  la  bondad  y  mansedumbre,  para  cambatir 
la  violencia:  "  Aprended  de  mí  que  soy  manso  y  humilde  de  corazón  y 
encontraréis  descanso  para  vuestras  almas  *'  (Mt.ll,  29).  En  el  Corazón  de 
Cristo  encontraremos  fuerza  y  energía  para  vencer  el  odio  con  el  amor,  la 
violencia  con  la  bondad,  la  muerte  con  la  plenitud  de  vida.  También  Jesús 
nos  dice:  "  Yo  soy  el  camino,  la  verdad  y  la  vida  Jesús  es  la  vida,  es  la 
vida  misma,  la  fuente  de  vida.  "  Yo  soy  la  resurrección  y  la  vida  En 
Jesús  podremos  vencer  sobre  la  muerte  y  encontrar  la  vida  verdadera,  la 
vida  eterna. 

4.-  El  materialismo. 

Uno  de  los  más  graves  males  que  se  ha  difundido  por  el  mundo  des- 
de fines  del  siglo  pasado  es  el  del  materialismo.  Este  mal  social  se  señaló 
ya  en  la  misma  Encíclica  "  Haurietis  aquas  ".  En  ella  el  Papa  Pío  XII  dijo 
lo  siguiente:  "  Como  se  difunden  en  la  teoría  y  en  la  práctica  los  falsos 
principios  del  materialismo  "  (68).  El  materialismo  dialéctico  pretendió 
presentarse  como  un  sistema  filosófico  que  niega  la  existencia  de  un 
mundo  espiritual  y  trascendente  y  admite,  como  única  realidad,  la  ma- 
teria en  un  continuo  y  permanente  devenir  por  las  fases  contrapuestas 
de  una  dialéctica  que  consta  de  tesis,  antítesis  y  síntesis.  El  materialismo 
dialéctico,  que  conduce  al  materialismo  histórico,  fue  aplicado  por  eí 
colectivismo  marxista,  que  conduce  a  una  idolatría  de  la  riqueza  en  su 
forma  colectiva.  El  motor  de  su  dialéctica  es  la  lucha  de  clases;  su  objetivo, 
la  sociedad  sin  clases,  lograda  a  través'  de  la  dictadura  del  proletariado, 
que  en  fin  de  cuentas  establece  la  dictadura  del  partido  comunista.  Todas 
sus  experiencias  históricas  concretas,  como  sistema  de  gobierno,  se  han 
realizado  dentro  del  marco  de  regímenes  totalitarios  cerrados  a  toda 
crítica. 

El  liberalismo  capitalista,  que  es  una  idolotría  de  la  riqueza  en  su 
forma  individual,  ha  llevado  también  a  la  sociedad  a  un  materiali.smo 
práctico,  porque t  considera  el  lucro  como  motor  esencial  del  progreso 
económico;  la  concurrencia  como  ley  suprema  de  la  economía;  la  propie- 
dad privada  de  los  medios  de  producción,  como  un  derecho  absoluto,  sin 
límites  ni  obligaciones  correspondientes.  El  materialismo  capitalista  ha 
producido  la  sociedad  de  consumo,  en  la  que  la  propaganda  crea  necesi- 
dades artificiales,  para  producir,  vender  y  consumir  sin  límites  los  bienes 
materiales. 


47B 


Boletín  Eclesiástic 


Las  fallas  de  una  economía  centralizada,  el  férreo  totalitarismo  de 
los  régimenes  comunistas,  el  monopolio  y  hegemonía  del  partido  comunis- 
ta, la  falta  de  libertad  de  los  ciudadanos,  la  dominación  bajo  la  que  gemían 
los  países  satélites  han  sido  factores  que  súbitamente  lian  llevado  a  una 
inesperada  transformación  de  los  países  de  Europa  Oriental  ubicados 
detrás  de  lo  que  se  llamó  la  cortina  de  hierro.  La  caída  del  muro  de  Berlín 
y  la  reciente  unificación  o  reunificación  de  Alemania  son  signos  de  una 
decadencia  del  colectivismo  marxista  y  quizá  también  del  materialismo 
dialéctico  y  del  materialismo  histórico. 

En  todo  caso,  el  único  remedio  eficaz  contra  este  tremendo  mal 
social  del  materialismo  es  la  verdadera  devoción  y  culto  al  Sagrado  Cora- 
zón de  Jesús. 

Porque  el  culto  al  Sagrado  Corazón  de  Cristo  presupone  la  fe  en 
la  existencia  de  un  Dios  espiritual,  personal  y  trascendente;  la  fe  en  que 
el  Hijo  de  Dios  se  encarnó  realmente  en  el  seno  virginal  de  María  Santísi- 
ma y  que,  al  hacerse  hombre,  asumió  también  un  corazón  humano  como 
el  nuestro.  La  devoción  al  Corazón  de  Jesús  supone  que  creemos  en  aque- 
llos grandes  valores  espirituales  del  amor,  de  la  bondad  y  de  la  misericordia 
de  un  Dios  humanado,  que  está   interesado  en  la  salvación  del  hombre. 

Qué  puede  haber  más  eficaz  que  la  caridad  de  Cristo  -  la  cual 
se  fomenta  y  promueve  cada  día  más  con  la  devoción  al  Corazón  de  Jesús 
-  para  inducir  a  los  cristianos  al  cumplimiento  de  la  ley  evangélica,  sin  la 
cual  es  imposible  que  se  dé  entre  los  hombres  la  justicia,  la  unión  fraterna 
y  la  verdadera  paz,  porque  la  paz  es  obra  de  la  justicia. 

La  devoción  al  Sagrado  Corazón  de  Jesús  es  el  remedio  de  los  males 
modernos,  porque  -  como  dice  el  Papa  Juan  Pablo  II  -  "  En  el  Corazón  de 
Cristo  aprende  el  corazón  del  hombre  a  conocer  el  verdadero  y  único  sen- 
tido de  su  vida  y  su  destino,  a  comprender  el  valor  de  una  vida  auténtica- 
mente cristiana,  a  guardarse  de  ciertas  perversiones  del  corazón,  a  unir  el 
amor  filial  a  Dios  con  el  amor  al  prójimo.  De  esta  forma  -  y  ésta  es  la  ver- 
dadera reparación  que  pide  el  Corazón  Salvador  -sobre  las  ruinas  acumula- 
das por  el  odio  y  la  violencia  podrá  ser  construida  la  civilización  del  amor 
tan  deseada,  el  reino  del  Corazón  de  Cristo". 

Así  sea. 

Homilía  pronunciada  por  Mons.  Antonio  J.  González  Z.,  Arzobispo 
de  Quito,  el  lunes  15  de  octubre  de  1990,  en  el  octavo  día  de  la  novena 
celebrada  en  el  Monasterio  de  la  Visitación  de  Quito,  con  motivo  del 
tercer  Centenario  de  la  muerte  de  Santa  Margarita  Mana  de  Alacoque. 


Boletín  Eclttiésiieo 


479 


DIA  DEL  PAPA 


El  día  22  de  octubre  de  1978,  se  celebró  en  Roma,  en  el  amplio  y 
majestuoso  escenario  de  la  Plaza  de  San  Pedro,  la  solemne  ceremonia  de 
la  iniciación  del  servico  de  Pastor  Universal  de  la  Iglesia  del  hasta  entonces 
Cardenal  Karol  Wojtyla,  Arzobispo  de  Krakovia,  quien,  al  ser  elegido  Papa 
el  16  de  aquel  mismo  octubre  tomó  el  nombre  de  Juan  Pablo  II.  Hoy,  22 
de  octubre  de  1990,  estamos  celebrando  el  duodécimo  aniversario  del 
pontificado  de  Juan  Pablo  II  y  celebramos,  por  lo  mismo,  en  la  Iglesia 
universal  el  "Día  del  Papa". 

gado  en  esta  Catedral  Metroplitana  de  Quito,  para  la  celebración  de  este 
"  Te  Deuni  ",  con  el  cual  esta  Iglesia  particular  Quítense,  en  representa- 
ción del  pueblo  católico  del  Ecuador,  desea  presentar  a  Dios  una  ferviente 
acción  de  gracias  por  el  invalorable  beneficio  concedido  a  la  Iglesia  y  al 
mundo  del  fecundo  y  luminoso  pontificado  de  Su  Santidad  el  Papa  Juan 
Pablo  II,  anhela  meditar  en  algunos  puntos  de  su  orientador  magisterio  y 
quiere  implorar  de  la  Providencia  Divina  una  protección  especial  en  favor 
de  nuestro  Sumo  Pontífice. 

1.-  Enseñanzas  del  Papa  con  respecto  al  V  Centenario  del  Descubrimiento 
de  América. 

América  Latina  y  España  se  preparan  a  celebrar  en  1992  el  quinto 
centenario  del  descubrimiento  de  América,  acontecimiento  histórico 
llevado  a  cabo  por  Cristóbal  Colón,  en  nombre  de  los  Reyes  Católicos  do 
España,  en  el  amanecer  del  12  de  octubre  de  1492. 

La  celebración  de  este  quino  centenario  ha  suscitado  polémicas 
y  ha  actualizado  la  llamada  "  leyenda  negra  "  sobre  el  descubrimiento  y  la 
conquista  de  nuestros  pueblos  aborígenes.  Para  las  organizaciones  indíge- 
nas de  América  y  del  Ecuador  no  se  debería  hablar  de  descubrimiento, 
sino  de  invasión,  j|e  dominid,  de  expoliación.  En*este  sentido  el  descubri- 
miento de  América  no  es  un  acontecimiento  digno  de  celebración.  Lo  que 
se  podría  celebrar  es  más  bien  los  quinientos  años  de  resistencia  indígena 
y  popular. 

Frente  a  estas  corrientes  de  opinión  el  Papa  Juan  Pablo  II  expuso 
su  pensamiento  y  nos  dio  a  los  Obispos  de  América  Latina  sus  orientacio- 
nes acerca  de  cómo  podemos  celebrar  el  V  centenario  no  sólo  del  descu- 
brimiento, sino  también  del  inicio  de  la  evangelización  de  América.  Nos 
dio  estas  orientaciones  en  su  discurso  pronunciado  en  el  Estadio  Olímpico 
de  Santo  Domingo,  el  12  de  octubre  de  1984,  cuando  el  CELAM  inauguró 
el  novenario  de  años  preparatorio  del  quinto  centenario. 


Boletín  Eclesiástico 


Para  el  Pontífice,  el  12  de  octubre  recuerda  el  encuentro  entre  dos 
mundos  entre  el  continente  europeo  y  americano  y  el  V  centenario  del 
descubrimiento  y  evangelización  de  América  es  un  acontecimiento  al  que 
la  Iglesia  no  puede  faltar. 

Más  aún,  el  Papa  Juan  Pablo  II  indicó  al  Consejo  Episcopal  Lati- 
noamericano la  forma  precisa  como  debemos  celebrar  este  V  centenario: 
"  con  una  mirada  de  gratitud  a  Dios  por  la  vocación  cristiana  y  católica  de 
América  Latina,  y  a  cuantos  fueron  instrumentos  vivos  y  activos  de  la 
evangelización.  Mirada  de  fidelidad  a  vuestro  pasado  de  fe.  Mirada  hacia 
los  desafíos  del  presente  y  a  los  esfuerzos  que  se  realizan.  Mirada  hacia  el 
futuro,  para  ver  cómo  consolidar  la  obra  iniciada  ".  Y  precisando  que  la 
Iglesia  en  América  Latina  debe  celebrar  el  V  centenario  empeñándose  en 
una  "  nueva  evangelización  ",  Juan  Pablo  II  añadía:  "  Obra  que  dobía  ser 
"  una  nueva  evangelización:  nueva  en  su  ardor,  nueva  en  sus  motodos, 
nueva  en  su  expresión  ".  (1,1). 

Explicando  más  expresamente  el  significado  e  importancia  del  des- 
cubrimiento de  América,  Juan  Pablo  II  nos  dice:  "  En  el  aspecto  humano 
la  llegada  de  los  descubridores  a  Guanahaní  significaba  una  fantástica  am- 
pliación de  las  fronteias  de  la  humanidad,  el  mutuo  hallazgo  de  dos  mun- 
dos, la  aparición  de  la  Ecumene  entera  ante  los  ojos  del  hombre,  el  princi- 
pio de  la  historia  universal  en  su  proceso  de  interacción,  con  todos  sus 
beneficios  y  contradicciones,  sus  luces  y  sombras". 

"  En  el  aspecto  evangelizador,  el  descubrimiento  de  América 
marcaba  la  puesta  en  marcha  de  un  despliegue  misionero  sin  precedentes 
que,  partiendo  de  la  Península  Ibérica,  daría  pronto  una  nueva  configura- 
ción al  mapa  eclesial...  Era  el  prorrumpir  vigoroso  de  la  universalidad 
querida  por  Cristo  para  su  mensaje.  Este  halla  su  nueva  plenitud  en  el 
alumbramiento  de  la  cristiandad  del  Nuevo  Mundo.  Con  ello  "  se  echan 
las  bases  de  la  cultura  latinoamericana  y  de  su  real  substrato  católico 
(Puebla  412). 

El  Papa  se  refiere  a  cierta  "  leyenda  negra  "  que  ha  marcado  no 
pocos  estudios  historiográficos  y  que  ha  concentrado  prevalentemente  la 
atención  sobre  aspectos  de  violencia  y  explotación  que  se  dieron  en  la 
sociedad  civil  durante  la  fase  sucesiva  al  descubrimiento.  Prejuicios  políti- 
cos, ideológicos  y  aún  religiosos  han  querido  también  presenlai  sólo 
negativamente  la  historia  de  la  Iglesia  en  este  continente. 

Frente  a  esta  visión  negativa  del  V  centenario,  el  Papa  es  enfático  en 
afirmar  que  "  la  Iglesia,  en  lo  que  a  ella  se  refiere,  quiere  acercarse  a  cele- 
brar este  centenario  con  la  humildad  de  la  verdad,  sin  triunfalismos  ni 
falsos  pudores;  solamente  mirando  a  la  verdad,  para  dar  gracias  a  Dios 
por  los  aciertos  y  sacar  del  error  motivos  para  proyectarse  renovada  hacia 
el  futuro  "  (11,3). 


Boletín  Eclesiástico 


481 


La  Iglesia  "  no  quiere  desconocer  la  intetdependencia  que  hubo 
entre  la  cruz  y  la  espada  en  la  fase  de  la  primera  penetración  misionera. 
Pero  tampoco  quiere  desconocer  que  la  expanción  de  la  cristiandad 
ibérica  trajo  a  los  nuevos  pueblos  el  don  que  estaba  en  los  orígenes  y  gesta- 
ción de  Europa  •  la  fe  cristiana  -  con  su  poder  de  humanidad  y  salvación, 
de  dignidad  y  fraternidad,  de  justicia  y  amor  para  el  Nuevo  Mundo 
Los  hombres  y  pueblos  del  nuevo  mestizaje  americano,  fueron  engendra- 
dos también  por  la  novedad  de  la  fe  cristiana.  Y  en  el  rostro  de  Nuestra 
Señora  de  Guadalupe  está  simbolizada  la  potencia  y  arraigo  de  esa  primera 
evangelización. 

El  Papa  se  refiere  a  la  acción  de  la  Iglesia  en  la  defensa  de  los 
derechos  humanos  de  los  nativos. 

En  el  seno  de  una  sociedad  propensa  a  ver  los  beneficios  materiales 
que  podía  lograr  con  la  esclavitud  o  explotación  de  los  indios,  surge  la 
protesta  inequívoca,  desde  la  conciencia  crítica  del  Evangelio,  que  denun- 
cia la  inobservancia  de  las  exigencias  de  dignidad  y  fraternidad  humana, 
fundadas  en  la  creación  y  en  la  filiación  divina  de  todos  los  hombres. 
iCuántos  fueron  los  misioneros  y  obispos  que  lucharon  por  la  justicia  y 
contra  los  abusos  de  los  conquistadores  y  encomenderos  ¡  Son  bien 
conocidos  los  nombres  de  Antonio  de  Montesinos,  Bartolomé  de  las 
Casas,  Juan  de  Zumárraga,  Toribio  de  Mogrovejo  y  tantos  otros  "  (11,3). 

La  Iglesia  unió  a  la  evangelización  la  promoción  humana.  "  En  la 
labor  cotidiana  de  inmediato  contacto  con  la  población  evangelizada, 
los  misioneros  formaban  pueblos,  construían  casas  e  iglesias,  llevaban  el 
agua,  enseñaban  a  cultivar  la  tierra,  introducían  nuevos  cultivos,  distri- 
buían animales  y  herramientas  de  trabajo,  abrían  hospitales,  difundían 
las  artes,  como  la  escultura,  pintura,  orfebrería,  enseñaban  nuevos  oficios. 
Cerca  de  cada  iglesia,  como  preocupación  prioritaria,  surgía  la  escuela 
para  formar  a  los  niños.  Juan  Pablo  II  nos  recuerda  que  la  "  primera 
evangelización  marcó  esencialmente  la  identidad  histórico-cultural  de 
América  Latina"...  "  Este  substrato  cultural  católico  se  manifiesta  en  la 
plena  vivencia  de  la  fe,  en  la  sabiduría  vital  ante  los  grandes  interrogantes 
de  la  existencia,  en  sus  formas  barrocas  de  religiosidad,  de  profundo  conté 
nido  trinitario,  de  devoción  a  la  pasión  de  Cristo  y  a  Mana.  Aspectos  a 
tener  en  cuenta  también  en  una  evangelización  renovada"  (11,5).  "  Un 
substrato  que  alcanzó  cotas  de  santidad  admirable  en  figuras  tan  ejem- 
plares y  cercanas  a  su  pueblo  como  Toribio  de  Mogrovejo,  Rosa  de  Lima, 
Mariana  de  Jesús  o  el  Hermano  Miguel  en  nuestro  siglo. 

Sobre  este  substrato  cultural  católico,  producido  por  la  evangeliza- 
ción y  por  la  actividad  pastoral  de  cinco  siglos,  es  necesario  que  la  Iglesia 
redoble  su  esfuerzo,  para  hacer  presente  a  Cristo  Salvador,  mediante  una 
evangelización  nueva,  que  sea  fuente  de  vitalidad  cristiana  y  de  esperanza. 


482 


Boletín  Eclesiástico 


Por  ello  Juan  Pablo  II  le  exhorta  vehementemente  a  América  Latina 
a  resistir,  desde  su  fidelidad  a  Cristo,  a  quienes  quieren  ahogar  su  voca- 
ción de  esperanza. 

Le  exhorta  a  América  Latina  a  vencer  la  tentación  de  quienes  quie- 
ren olvidar  su  innegable  vocación  cristiana  y  los  valores  que  la  plasman, 
para  buscar  modelos  sociales  que  prescinden  de  ella  o  la  contradicen. 

Le  exhorta  a  vencer  la  tentación  de  lo  que  puede  debilitar  la  comu- 
nión en  la  Iglesia,  como  sacramento  de  unidad  y  de  salvación;  sea  de  quie- 
nes ideologizan  la  fe  o  pretenden  construir  una  "  Iglesia  popular  que  no 
es  la  de  Cristo,  sea  de  quienes  promueven  la  dilusión  de  sectas  religiosas 
que  poco  tienen  que  ver  con  los  verdaderos  contenidos  de  la  le  cristiana. 

—  América  latina  debe  vencer  la  tentación  anticristiana  de  lo.^ 
violentos,  que  desesperan  del  diálogo  y  de  la  reconciliación  y  que  sustitu 
yen  las  soluciones  políticas  por  el  poder  de  las  armas  o  de  la  opresión 
ideológica. 

—  América  Latina  debe  superar  la  seducción  de  las  ideologías  que 
pretenden  sustituir  la  visión  cristiana  con  los  ídolos  del  poder  y  la  violen- 
cia, de  la  riqueza  y  del  placer. 

—  América  Latina  debe  superar  la  corrupción  de  la  vida  pública  o 
de  los  mercantes  de  la  droga  y  de  la  pornografía,  que  van  carcomiendo  la 
fibra  moral,  la  resistencia  y  esperanza  de  los  pueblos. 

—  América  Latina  debe  resistir  a  la  acción  de  los  agentes  del  neo- 
maltusianismo,  que  quieren  imponer  un  nuevo  colonialismo  a  los  pueblos 
latinoamericanos;  ahogando  su  potencia  de  vida  con  las  prácticas  contra- 
ceptivas, la  esterilización  ,1a  liberalización  del  aborto  y  disgregando  la  uni- 
dad, estabilidad  v  fecundidad  de  la  familia. 

—  América  Latina  debe  oponerse  al  egoísmo  de  los  "  satisfechos  " 
que  se  aferran  a  un  presente  privilegiado  de  minorías  opulentas,  mientras 
vastos  sectores  populares  soportan  difíciles  y  hasta  dramáticas  condiciones 
de  vida,  en  situaciones  de  miseria,  de  marginación,  de  opresión. 

—  América  Latina  debe  superar  las  interferencias  de  potencias 
extranjeras,  que  siguen  sus  propios  intereses  económicos,  de  bloque  o 
ideológicos,  y  reducen  a  los  pueblos  a  campo  de  maniobras  al  servicio  de 
sus  propias  estrategias. 

En  fin  Juan  Pablo  II  ha  convocado  a  la  Iglesia  a  plasmar  en  América 
Latina  la  "  civilización  del  amor  "  con  una  nueva  evangeUzación.  "  El 
próximo  centenario  del  descubrimiento  y  de  la  primera  evangelización  nos 
convoca  pues  a  una  nueva  evangelización  de  América  Latina,  que  desplie- 
gue con  más  vigor  —  como  la  de  los  orígenes  -  un  potencial  de  santidad, 
un  gran  impulso  misionero,  una  vasta  creatividad  catequética,  una  manifes- 
tación fecunda  de  colegialidad  y  comunión  —  de  unión  y  coordinación 


Boletín  Eclesiástico 


entre  todas  las  fuerzas  —  un  combate  evángelico  de  dignificación  del  hom- 
bre, para  generar,  desde  el  seno  de  América  Latina,  un  gran  futuro  de  espe- 
ranza 

**  Este  (futuro  de  esperanza)  tiene  un  nombre:  *'  la  civilización  del 
amor  **.  Ese  nombre  que  ya  indicara  Pablo  VI,  nombre  al  que  Juan  Pablo 
II  ha  aludido  repetidamente  y  que  recogiera  el  Mensaje  de  los  obispos 
latinoamericanos  en  Puebla,  es  una  enorme  tarea  y  responsabilidad. 

"  Una  nueva  civilización  que  ya  está  inscrita  en  el  mismo  nacimien- 
to de  América  Latina;  que  se  va  gestando  entre  lágrimas  y  sufrimientos; 
que  espera  la  plena  manifestación  de  la  fuerza  de  libertad  y  liberación  de 
los  hijos  de  Dios;  que  realice  la  vocación  originaria  de  una  América  Latina 
llamada  a  plasmar  -  como  afirmaba  Pablo  VI  (ya  en  1964)  en  una  "sínte- 
sis nueva  y  genial  lo  espiritual  y  lo  temporal,  lo  antiguo  y  lo  moderno,  lo 
que  otros  le  han  dado  a  A.L.  y  su  propia  originalidad  ".  En  síntesis:  un 
testimonio  de  una  "  novísima  civilización  cristiana  "  (111,3). 

2.-  Agradezcamos  a  Dios  por  el  pontificado  de  Juan  Pablo  II 

Con  este  "  Deum  "  -  himno  oficial  de  acción  de  gracias  de  la  Iglesia 
que  celebramos  en  esta  Catedral  Metropolitana  de  Quito,  con  ocasión  del 
"  Día  del  Papa  ",  agradezcamos  a  Dios  por  el  inapreciable  beneficio  con- 
cedido a  la  Iglesia  y  al  mundo  del  glorioso  pontificado  de  Su  Santidad  el 
Papa  Juan  Pablo  II;  agradezcámosle,  sobre  todo,  por  la  especial  solicitud 
pastoral  que  el  Pontífice  demuestra  en  favor  de  América  Latina,  a  cuyos 
pueblos  e  Iglesias  ha  dado  oportunas  enseñanzas  y  orientaciones.  Y  en 
este  día  oremos  también  fervorosamente  por  nuestro  Pontífice  Juan  Pablo 
II,  a  fin  de  que  Dios  Nuestro  Señor  nos  lo  conserve  por  muchos  años,  le 
conceda  las  luces  y  la  fortaleza  de  su  Espíritu  para  el  desempeño  de  su 
cargo  de  Pastor  supremo  y  misionero  del  mundo. 

Así  sea. 


Alocución  pronunciada  por  Mons.  Antonio  J.  González  Z.,  Arzo- 
bispo de  Quito,  en  el  "  Te  Deum  ''celebrado  en  la  Catedral  Metropolitana 
de  Quito,  el  22  de  octubre  de  1990,  con  ocasión  del  "  Día  del  Papa'\ 


484 


Boletín  Eclesiittico 


LA  BEATA  ISABEL  VENDRAMINI 


La  primera  lectura  de  las  misas  de  este  domingo,  que  es  el  trigésimo 
tercero  del  tiempo  litúrgico  ordinario  del  año  "  A.,  está  tomada  del  libro 
sapiencial  de  los  Proversbios  y  contiene  un  inspirado  elogio  que  se  hace  de 
la  mujer  fuerte,  de  la  mujer  virtuosa,  que  vale  mucho  más  que  las  perlas 
finas.  Sobre  todo  se  pone  de  relieve  la  laboriosidad  de  la  mujer  hacendosa, 
que  trabaja  con  la  destreza  de  sus  manos  y  cuyos  dedos  manejan  hábilmen- 
te el  huso;  se  alaba  la  caridad  y  generosa  beneficencia  de  esta  mujer  virtuo- 
sa, que  abre  su  mano  para  soc(nrer  al  pobre  y  que  atiende  oportunamente 
al  necesitado.  Kstos  rasaos  de  la  personalidad  de  la  mujer  virtuosa  resplan 
decen  en  la  vida  de  la  nueva  Beata  Isabel  Vendramini,  a  quien  deseamos 
venerar  en  esta  Misa,  unidos  todos  los  presentes  al  go/o  con  que  las  herma- 
nas Terciarias  Franciscanas  Elisabetinas  de  Padua,  que  trabajai\  pastoral- 
mente  en  estas  parroquias  de  Nuestra  Señora  "  Reina  del  mundo  "  de 
Carcelén  y  "Madre  del  Redentor"  de  Carapungo,  quieren  hoy  celebrar  la 
beatificación  de  su  Fundadora,  la  Beata  Isabel  Vendramini. 

En  efecto,  hace  quince  días  el  domingo  4  de  noviembre  de  este 
año  1990,  Su  Santidad  el  Papa  Juan  Pablo  II,  previo  el  proceso  de  beatifi- 
cación llevado  a  cabo  en  la  Sagrada  Congregación  para  las  Causas  de  los 
Santos,  proclamó  solemnemente  Beata  a  Isabel  Vendramini,  Fundadora  de 
las  Hermanas  Terciarias  Franciscanas  Elizabetinas  o  Isabelinas  de  Padua 
(Italia). 

En  esta  homilía  responsamos,  al  menos  brevemente,  a  estas  pregun- 
tas: 1.-  ¿  Quién  es  la  nueva  Beata  ?  2.-  ¿  Cuáles  son  los  rasgos  principales 
de  su  virtud  y  santidad  ?  y  3.-  Su  obra  principal,  la  fundación  de  la 
Congregación  religiosa  de  las  Hermanas  Terciarias  Franciscanas  Elizabeti- 
nas. 

1.-  ¿  Quién  e.s  la  Beata  Isabel  Vendí  aiiiiiii  ? 

Isabel  Vendramini,  séptima  de  los  doce  hijos  de  la  noble  tamilia 
de  Francisco  Vendramini  y  de  Antonia  Angela  Duodo,  nació  en  Bas-sano 
del  Grappa  (Vicenza,  Italia)  el  9  de  abril  de  1790,  hace  ya  dos  siglos. 
Siguiendo  la  buena  costumbre  de  una  familia  verdaderamente  cristiana, 
los  padres  de  Isabel  la  llevaron  a  las  aguas  regeneradoras  del  bautismo,  al 
dia  siguiente  de  su  nacimiento,  en  la  Igle.sia  parroquial  de  Sania  Mana 

Los  orígenes  nobles  y  los  profundos  principios  de  \  ida  cristiana  en 
los  cuales  se  inspira  su  familia  marcan  desde  la  infancia  su  índole  caritativa 
y  su  espiritualidad  sensible  y  al  mismo  tiempo  firme 


Boletín  Eclesiástico 


m 


De  la  infancia  de  Isabel  Juana  Vendramini  conocemos  lo  poco  que 
ella  misma  escribió  a  don  Luis  Marán,  su  director  espiritual  y  al  Padre 
Bernardino  de  Potogruaro. 

"  Desde  niña  o  desde  el  nacimiento  o  -  escribió  ella  en  el  diario  -  fui 
prevenida  por  las  más  selectas  gracias  del  cielo  "  Dulce  por  naturaleza, 
caritativa  sobremanera,  con  delicadeza  especial  con  respeto  a  la  pureza, 
porque  a  los  cuatro  años,  enojada,  rechacé  unos  bombones  que  me  dio  un 
empleado  que  se  tomó  familiaridad  conmigo...  Grande  era  hacia  la  Virgen 
mi  afecto,  aunque  ninguna  de  las  empleadas  me  enseñara  a  rezar 

A  los  seis  años  sus  padres  la  confiaron  a  las  monjas  Agustinas  de 
Bassano,  no  sólo  para  seguir  una  típica  costumbre  de  las  mejores  familias 
de  la  ciudad,  sino  también  por  intuir  en  la  pequeña  Isabel  cualidades  no 
comunes  que  debían  ser  orientadas  y  educadas  por  Isabel  misma:  "  Los 
dichos  del  Evangelio  me  impulsaban  a  dar  limosna  a  ojos  cerrados,  para 
que  la  mano  izquierda  no  supieralo  que  hacía  la  derecha:  el  ayudar  era  mi 
mayor  deseo  ", 

"  Escuchar  de  la  maestra  la  pasión  de  Jesús  era  para  mí  un  banquete 
y  recuerdo  que  mi  corazón  y  mis  ojos  la  degustaban  ". 

*'  Tenía  hacia  María  un  afecto  tan  grande  que,  en  el  verano,  después 
de  cenar,  iba  por  los  claustros  con  una  campanita,  invitando  a  todas  para 
que  acudieran  a  mi  altarcito"."Amaba  la  penitencia  que  hacían  los  santos 
y  yo  también  hacía  alguna,  pero  al  principio  sin  consejo;  me  gustaba 
mucho  la  soledad;  me  alegraba  la  lectura  de  la  vida  de  los  santos  y  era  tan 
ávida  de  leer  y  escribir,  que  a  los  8  ó  9  años  hacía  la  lectura  en  el  come 
dor  ".  "  Mediante  voto  me  consagré  en  tan  tierna  edad  al  Niño  Jesús.  Re 
cuerdo  haber  tenido  un  gran  deseo  de  ser  mártir  ".  A  los  quince  años  dt; 
edad  Isabel  volvió  a  su  familia,  "  donde  todo  era  diversión  y  comodidad; 
y  yo  muy  pronto  cambié  de  vida  y  constituí  el  centro  de  la  conversación 
de  la  la  tarde     Debido  a  un  grave  revés  económico  que  sufrió  la  familia 
Vendramini  en  la  época  napoleónica,  Isabel  fue  obligada  a  ir  al  campo  y 
allí  tuvo  la  posibilidad  de  meditar  sobre  la  vanidad  de  las  cosas  terrenales. 
"  Me  refugiaba  en  las  colinas,  a  fin  de  gozar  de  la  soledad,  mi  único  bien 
entonces"  -  nos  dice  ella  misma. 

"  El  amor,  aunque  fuera  la  misma  sencillez,  tomó  posesión  de  mí  y, 
teniendo  un  corazón  hecho  para  amar,  sentía  como  volcanes  de  llamas  ". 

Todavía  joven,  se  le  presenta  un  futuro  brillante  y  seguro.  Compro- 
metida con  un  joven  de  Ferrara,  se  preparó  con  alegría  para  las  boda,  que, 
"  a  pesar  de  la  ira  de  todos  quería  de  cualquier  modo.  Pero  un  imprevisto 
y  fuerte  llamado  interior  le  hizo  ver  la  posibilidad  de  un  amor  más  eleva- 
do. 


486 


Boletín  Eclesiástico 


2.  -  liOs  rasgos  de  sti  virliid  >  santidad. 

Ya  hemos  visto  que  Isabel,  desde  su  infancia,  se  sintió  inclinada  por 
la  gracia  de  Dios  a  la  práctica  de  la  piedad,  de  la  penitencia  y  de  una  gene- 
rosa caridad.  Pero  ya  en  la  primavera  de  su  juventud,  al  sentir  el  llama- 
miento divino,  con  generosidad  abandona  el  mundo  y  se  consagra  a  Dios 
en  la  vida  religiosa  y  en  el  servico  a  los  pobres. 

Era  el  17  de  septiembre  de  1817;  mientras  Isabel  estaba  ocupada  en 
*'  un  nuevo  peinado  ",  un  fuerte  llamado  interior  la  impulsó  a  acudir  a 
los  "  Capuchinos  exconvento  transformado  en  Hospital  y  Orfelinato, 
dirigido  por  las  Terciarias  Franciscanas,  desconocidas  por  la  joven  Isabel. 
Una  vez  que  se  recuperó  del  asombro,  exclamó:  "  Señor,  si  eres  tú  el  que 
quieres  eso,  dame  la  fuerza  para  obedecerte  ".  El  itinerario  de  su  vocación 
tuvo  atormentado  desarrollo.  El  deseo  ardiente  de  dedicar  la  propia  vida 
al  servicio  de  Dios  la  sostuvo  durante  tres  años  de  espera  y  la  ayudó  a 
superar  los  obstáculos  que  la  familia  y  aún  el  propio  confesor  interpu- 
sieron. 

Al  huir  de  casa,  el  7  de  agosto  de  1820,  Isabel  entró  a  los  "  Capu- 
chinos "  para  comenzar  una  vida  entretejidai  de  restricciones,  limitaciones 
y  dificultades,  que  su  sensibilidad  había  previsto.  En  efecto,  antes  de 
entrar  había  oído  interiormente:  "  En  aquel  lugar  podrás  hacer  tu  purga- 
torio ".  En  1820  Isabel  tomó  el  hábito  de  las  Terciarias  y, al  año  siguiente, 
hizo  la  profesión  religiosa  con  el  nombre  de  Margarita.  Nos  dice:  "  Creía 
sí  que  algún  día  alcanzaría  a  ser  monja,  pero  no  Terciaria,  por  la  antipatía 
que  les  tenía  a  éstas  ". 

Estimulada  por  el  ideal  de  perfección  evangélica  intentó  una  refor- 
ma de  las  Terciarias,  esbozando  una  regla  de  vida  más  comprometida.  Más 
la  tentativa  de  Isabel  fracasó,  ocasionándole  seis  años  (  de  1821  a  1826)  de 
humillaciones,  porque  se  la  consideró  visionaria,  soberbia  y  entrometida. 

3.  -  Su  obra  principal,  la  fundación  de  la  Congiegacióii  relijüio.sa  de  las 

Hermanas  Terciarias  Franciscanas  Elizabetinas. 

Por  interés  de  su  hermano  Luis  Vendramini,  comisario  de  Policía 
en  Padua,  Isabel  obtuvo  el  cargo  de  primera  maestra  en  el  Instituto  de  los 
Expósitos  "  de  la  ciudad.  Se  alejó  de  su  lugar  natal  a  comienzos  del 
año  1827  para  trasladarse  a  la  ciudad  de  Padua.  En  el  Instituto  de  los 
Expósitos  pudo  desarrollar  las  cualidades  de  maestra  y  formadora  en  bien 
de  las  niñas  allí  reunidas;  pero,  sobre  todo,  allí  Isabel  encontró  providen- 
cialmente a  aquel  sacerdote  que  le  ayudaría  a  realizar  el  ideal  que,  ence- 
rrado en  su  corazón,  creía  sepultado  para  siempre,  la  fundación  de  un 


Boletín  Ecleiiástico 


487 


nuevo  Instituto  religioso  que  siguiera  más  fielmente  el  espíritu  de  Fran- 
cisco de  Asís.  Ese  sacerdote  fue  el  P.  Luis  Marán,  capellán  del  Instituto 
"  Esposti 

En  noviembre  de  1828,  Isabel  se  despidió  del  Instituto  "  Esposti  "  y 
con  dos  compañeras  inició,  el  10  de  noviembre  de  1828,  en  la  ciudad  de 
Padua  la  fundación  de  la  Congregación  de  las  Hermanas  Terciarias  Francis- 
canas Elisabetinas. 

El  intento  de  dar  enfoque  de  carácter  religioso  a  la  vida  de  las 
Terciarias  en  los  "  Capuchinos  "  había  fracasado;  pero  este  fracaso  dio  a 
Isabel  mayor  claridad  y  seguridad  interior  para  tender  al  ideal  de  vivir 
según  el  espíritu  evangélico,  tras  las  huellas  de  San  Francisco,  haciendo 
experiencia  de  comunidad  y  entregándose  al  servicio  de  los  hermanos 
Tal  experiencia  de  vida  y  pobreza  franciscanas  se  manifiestan  en  toda  su 
"  riqueza  "  desde  los  primeros  días  de  la  fundación.  La  primera  morada 
fue  una  casa  muy  pobre,  completamente  vacía,  falta  de  lo  más  indispen- 
sable. Isabel,  en  cuanto  se  estableció  en  la  espléndida  mansión  de  la 
"  santa  pobreza  ".  abrió  enseguida  las  puertas  a  las  niñas  pobres  del  ba- 
rrio, haciendo  así  viva  y  operante  aquella  caridad  que  sentía  en  su  interior. 
Las  niñas  pobres,  huérfanas  y  abandonadas  que  allí  encontraban  asistencia 
instrucción  y  educación  cristiana  iban  aumentando  cada  día.  Las  primeras 
Elisabetinas  se  prepararon  con  fervor  de  espíritu  a  la  profesión  religiosa, 
que  se  realizó  el  9  de  junio  de  1832.  Dos  años  antes  había  escrito  Isabel  al 
Padre  Marán  lo  siguiente:  "  Se  me  ocurrió  fundar  para  Jesús  una  casa  de 
esposas  fieles,  amantes  humildes,  obedientes,  desapegadas  de  sí  mismas, 
todas  Corazón  para  Jesús".  En  1835,  invitada  por  la  municipalidad  de 
Padua  para  la  asistencia  a  la  sección  de  mujeres  del  hogar  de  ancianos, 
iniciaba  oficialmente  su  actividad  en  obras  del  bien  público.  También  las 
escuelas  de  las  hermanas,  bajo  la  dirección  de  la  Vendramini,  eran  tenidas 
en  buen  concepto 

El  nuevo  Instituto  fue  creciendo:  en  1850  un  grupito  de  Terciarias 
Elisabetinas  dejaban  Padua  para  trasladarse  a  Venecia  y  prestar  servicios  en 
el  hogar  de  ancianos  "  San  Juan  y  San  Pablo  ".  a  pedido  de  la  adminis- 
tración local.  El  1851  fueron  solicitadas  por  el  Instituto  "  Esposti  "  y 
por  el  Instituto  Configliacchi  para  ciegos  y  finalmente  por  el  Hospital  Civil 
de  Padua. 

El  Obispo  de  Padua,  Mons.  Modesto  Fariña,  aprobó  y  alentó  una 
nueva  creación  de  la  Vendramini,  las  "  reuniones  dominicales  "  encamina- 
das a  promover  en  las  jóvenes  la  práctica  de  las  virtudes  cristianas,  instruir- 
las en  el  exacto  cumplimiento  de  sus  deberes  para  con  Dios,  el  prójimo  y 
consigo  mismas  "  y  además  manifestó  su  agrado  a  don  Luis  Marán,  direc- 
tor de  las  "  reuniones  "  por  el  gran  bien  que  las  Terciarias  hacían  mediante 
esa  oportuna  y  muy  acertada  iniciativa. 


4M 


Boletín  Ecletiáitico 


La  Madre  Vendramini  había  dirigido  a  sus  hijas,  en  uno  de  los  Pente- 
costés anteriores  a  su  muerte,  estas  palabras  que  tienen  el  sabor  de  un 
testamento  espiritual:  "  El  Espíritu  del  Señor  descienda  sobre  ustedes  y 
las  haga  ovejas  suyas  por  la  mansedumbre,  palomas  por  la  sencillez,  ser- 
pientes por  la  prudencia  en  la  fuga  de  todo  peligro,  leonas  para  enfrentar- 
lo todo  donde  la  gloria  del  Señor  y  el  bien  del  prójimo  lo  requieran, 
águilas  con  los  ojos  siempre  fijos  en  el  isol  divino  ".  "  Oh  sí,  hijas,  perseve- 
rando, llegarán  a  ser,  por  la  gracia.  Una  sola  cosa  con  Dios  ". 

Isabel  Vendramini  volvió  a  la  casa  del  Padre  en  las  primeras  horas 
del  2  de  abril  de  1860,  dejando  a  sus  hijas  la  ardua  tarea  de  continuar  la 
obra  de  bien  por  ella  tan  generosamente  perseguida  en  el  espíritu  de  senci- 
llez y  de  alegría  franciscanas. 

La  beatificación  de  Isabel  Vendramini  realizada  solemnemente  pov 
el  Papa  Juan  Pablo  II  el  4  de  noviembre  del  presente  año  es  un  reconoci- 
miento oficial  de  la  Iglesia  de  las  virtudes  y  santidad  de  la  Fundadora  de  la 
Congregación  de  Hermanas  Terciarias  franciscanas  Elisabetinas  y  también 
una  más  plena  aprobación  del  gran  bien  que  están  realizando  estas  religio- 
sas, que  actualmente  son  unas  1500  distribuidas  en  muchas  obras  de  mi- 
siones, de  pastoral  y  de  asistencia  social  en  Italia,  Suiza,  Israel,  Egipto, 
Sudán,  Kenya,  Argentina  y  Ecuador.  En  esta  Eucaristía  demos  gracias  a 
Dios,  por  la  glorificación  de  la  Beata  Isabel  Vendramini  y  de  manera 
especial,  por  los  servicios  que  están  prestando  las  Hermanas  Terciarias 
Franciscanas  Elisabetinas  en  el  Ecuador,  en  Esmeraldas,  en  la  diócesis  de 
Portoviejo  y  en  la  Arquidiócesis  de  Quito  con  su  servicio  pastoral  en 
esta  parroquia  Reina  del  mundo  de  Carcelén  y  Madre  del  Redentor  de 
Carapungo. 

Así  sea. 

Homilía  pronunciada  por  el  Kxcmo.  Mons.  Anlotuo  .J.  (iijiuaU'-  Z  , 
Arzobispo  de  Quito,  el  domingo  18  de  noviembre  de  1990,  en  lu  líih'sia 
parroquial  de  Carcelén. 

AÑO  JllBULAK  DEL  COAK  » O  CKINTI  N  ARIO  1)11.  CULTO 
TRIBUTADO  A  LA  VENERANDA  IMAGEN  DE  LA 
SANTLSIMA  VIRGEN  DE  EL  QUINCHE 

L-S^  1591     21  do  Níniciuhiv  1990 


Desde  el  21  de  noviembre  de  1987  ha.sta  el  21  de  novienibie  áv  1988 


Boletín  Eclesiástico 


189 


se  celebró  con  especial  fervor  en  el  Santuario  Nacional  Mariano  de  El 
Quinche  el  "  AÑO  JUBILAR  DEL  CUARTO  CENTENARIO  DE  LA 
EXISTENCIA  DE  LA  VENERANDA  IMAGEN  DE  LA  SANTISIMA 
VIRGEN  DE  LA  PRESENTACION  DE  EL  QUINCHE  ".  Aquel  Año  Jubi 
lar  del  Cuarto  Centenario  culminó  solemnemente  con  la  celebración  de  la 
fiesta  del  21  de  noviembre  de  1988,  fiesta  que  fue  presidida  por  el  señor 
Cardeiial  Eduardo  Martínez  Somalo,  Prefecto  de  la  sagrada  Congregación 
para  el  Culto  Divino. 

Celebramos  el  Año  Jubilar  del  Cuarto  Centenario  de  la  existencia  de 
la  bendita  imagen  de  la  Santísima  Virgen  de  la  Presentación  de  El  Quinche 
en  aquel  año,  porque  se  sabe  que  hacia  1588  la  preciosa  imagen  fue  tallada 
en  Quito  por  el  escultor  toledano  Diego  de  Robles  y  fue  policromada  por 
Luis  de  Rivera. 

Si  bien  Diego  de  Robles  talló  la  bella  imagen  de  la  santísima  Virgen 
María  para  la  comunidad  indígena  de  Lumbusí  y  a  petición  de  ésta,  de 
hecho  el  mismo  artista  tallador  la  trasladó  a  Oyacachi  y  la  entregó,  a 
cambio  de  tablas  y  madera,  a  los  indígenas  de  aquella  pequeña  población 
escondida  en  un  repliegue  de  la  Cordillera  oriental  de  los  Andes. 

Inicio  del  culto  y  devoción  a  la  bendita  Imagen. 

El  traslado  de  la  preciosa  imagen  de  la  Santísima  Virgen  María  con  el 
Niño  Jesús  sostenido  en  el  brazo  izquierdo  se  llevó  a  cabo  entre  1589  y 
1591. 

En  todo  caso  entre  1590  y  1591  se  inició  el  culto  a  la  bendita  imagen 
de  la  Madre  de  Dios  entre  los  moradores  de  Oyacachi,  quienes,  hasta  que 
construyeran  la  iglesia,  acomodaron  la  sagrada  imagen  en  la  hendidura 
de  una  peña.  Por  este  motivo  la  bella  imagen  de  María,  tallada  por  Diego 
de  Robles,  al  principio  fue  conocida  y  comenzó  a  ser  venerada  como  la 
Virgen  de  Oyacachi,  la  Virgen  de  la  Peña  o  la  Virgen  de  la  Cueva. 

El  culto  y  devoción  a  la  Virgen  de  Oyacahi  se  suscitaron  y  crecieron 
entre  los  moradores  de  Oyacachi  y  en  la  zona  circundante  gracias  a  los 
numerosos  prodigios  y  favores  que  se  le  atribuyeron.  Uno  de  los  primeros 
milagros  de  la  Virgen  de  Oyacachi  fue  el  realizado  en  favor  del  mismo 
Diego  de  Robles,  que  fue  salvado  de  perecer,  al  caer  de  su  cabaldura  en  un 
caudaloso  río,  mientras  atravesaba  un  puente.  Es  conmovedor  el  relato  de 
la  resurreción  y  curación  de  un  niño  indígena,  hijo  de  Martha  Sumanguilla, 
que,  al  ser  dejado  dormido  a  la  sombra  de  un  árbol,  mientras  sus  padres 
cortaban  madera  en  el  bo.sque  para  la  construcción  del  templo  de  la  Virgen 
fue  devorado  por  un  oso.  Se  dice  que  los  afligidos  padres  recogieron  los 
restos  del  niño  devorado  y  los  depositaron  a  los  pies  de  la  imagen  de  la 


490 


Boletín  Eclesiástico 


Virgen  de  la  Cueva,  a  quien  reclamaron,  ahogados  en  llanto,  por  el  hecho 
de  que  el  ir  a  trabajar  para  construir  su  iglesia  había  sido  la  ocasión  para 
tan  grave  calamidad  Mientras  oraban,  lloraban  y  se  quejaban,  al  levantar 
sus  ojos  hada  la  bendita  imagen  de  la  Virgen,  aquellos  apenados  padres 
pudieron  vei  con  asombro  que  su  hijo,  que  había  sido  mutilado  por  la 
fiera,  sano  y  bueno  jugaba  con  el  manto  de  la  Virgen,  tratando  de  asirlo 
con  sus  manecitas  Por  estos  prodigios,  la  Virgen  de  Oyacahi  adquirió  fama 
en  toda  la  comarca.  Numerosas  romerías  de  los  pueblos  vecinos  y  hasta  de 
Quito  comenzaron  a  acudir  a  Oyacachi,  sitio  antes  olvidado  y  desconocido 
por  lejano. 

Froclamación  del  "  AÑO  JUBILAR  " 

Entre  1990  y  1991  se  cumplen  cuatro  siglos  del  culto  y  veneración  tri- 
butados a  la  veneranda  imagen  entonces  conocida  como  la  Virgen  de  Oya- 
cachi y  hoy  como  Nuestra  Señora  de  la  Presentación  de  El  Quinche. 

Declaramos,  pues,  y  proclamamos  "  AÑO  JUBILAR  DEL  CUARTO 
CENTENARIO  DEL  CULTO  Y  VENERACION  TRIBUTADOS  A  LA 
BENDITA  IMAGEN  DE  LA  SANTISIMA  VIRGEN  MARIA  NUESTRA 
SEÑORA  DE  LA  PRESENTACION  DE  EL  QUINCHE"  este  año  que 
transcurre  desde  el  21  de  noviembre  de  1990  hasta  el  21  de  noviembre 
de  1991. 

Con  este  "  Año  Jubilar  del  Cuarto  Centenario  ",  que  culminará  en  la 
fiesta  del  21  de  noviembre  de  1991,  queremos  recordar  la  iniciación  del 
culto  y  devoción  a  esta  veneranda  imagen  en  Oyacachi  y  aquel  período 
de  aproximadamente  quince  años,  durante  los  cuales  la  preciosa  imagen 
permaneció  en  Oyacachi,  hasta  que,  por  disposición  del  Dmo.  Fr.  Luis 
López  de  Solís,  Obispo  de  Quito,  fue  trasladada  a  esta  privilegiada  pobla- 
ción de  El  Quinche,  a  donde  la  Santísima  Virgen  entro  triunfalmente  el 
10  de  marzo  de  1604. 

Como  debe  celebrarse  este  Año  Jubilar  del  Cuarto  Centenario 

—  Se  solmenizará  la  celebración  de  este  Año  Jubilar  del  Cuarto 
Centenario  del  culto  y  devoción  a  la  Santísima  Virgen  de  la  Presentación 

de  El  Quinche  con  la  terminación  y  consagración  en  1991  de  nuevo  templo 
que  se    está  construyendo  en  su  honor  en  la  población  de  Oyacachi. 

—  Se  constituirá  o  consolidará  en  Oyacachi  una  Cofradía  o  Sociedad 
4e  devotos  de  la  Santísima  Virgen  de  El  Quinche,  la  cual  dirigirá  todos  los 
sábados  del  año  el  rezo  devoto  del  Santo  Rosario  y,  mediante  servidores  o 
ministros  que  se  formarán  en  la  Cofradía,  o  Sociedad,  la  celebración  de  la 
Palabra  de  Dios  todos  los  domingos  y  fiestas  de  precepto. 


Boletín  Eclesiástico 


491 


—  En  el  Quinche,  se  iniciará  la  celebración  de  este  Año  Jubilar  con  la 
inauguración  de  los  trabajos  de  refacción  y  restauración  del  Santuario, 
que  fue  afectado  por  los  sismos. 

—  Los  sabádos  y  vísperas  de  las  fiestas  marianas  se  rezarán  en  el  San- 
tuario de  El  Quinche,  a  una  adecuada  hora  vespertina,  el  Rosario  Bíblico, 
enunciando  los  misterios  mediante  la  proclamación  de  los  respectivos 
pasajes  de  la  Sgda.  Escritura,  de  esta  manera  el  ejercicio  piadoso  del  Santo 
Rosario  resultará  más  evangelizador. 

Practíquese  también  con  la  mayor  frecuencia  el  Rosario  de  la  aurora, 
especialmente  en  las  novenas  que  suelen  celebrarse  en  El  Quinche. 

—  Como  inmediata  preparación  a  la  celebración  del  V  Centenario  de 
la  iniciación  de  la  evangelización  de  América,  durante  este  Año  Jubilar 
del  cuarto  centenario  deben  celebrarse  con  mayor  fervor  y  devoción  las 
novenas  y  fiestas  marianas,  en  cuya  predicación  se  presentará  a  la  Santí- 
sima Virgen  María  como  la  "  Estrella  de  la  Evangelización  "  y  como  la 
"  Virgen  evangelizada  y  evangelizadora  ". 

—  En  este  "  Año  Jubilar  "  se  fomentará  más  numerosas  y  más  fervoro- 
sas peregrinaciones  al  Santuario  Mariano  Nacional  de  El  Quinche  y  se 
exhortará  a  los  peregrinos  a  lucrar  la  Indulgencia  Plenaria  concedida  por  la 
Santa  Sede  a  los  fieles  que  asisten  el  Santuario,  siempre  que  cumplan  los 
requisitos  de  la  confesión  sacramental,  la  comunión  eucarística  y  la  ora- 
ción por  las  intenciones  del  Romano  Pontífice. 

La  celebración  de  este  "  Año  Jubilar  "  del  cuarto  centenario  del  culto 
y  devoción  a  la  veneranda  imagen  de  la  Santísima  Virgen  de  la  Presenta 
ción  de  El  Quinche  actualice  e  intensifique  el  amor  filial  y  la  ferviente 
devoción  que  profesa  el  pueblo  ecuatoriano  a  la  bienaventurada  Madre  de 
Dios  y  Madre  de  la  Iglesia  y  que  le  asegure  la  eficaz  protección  de  esta 
bondado.sa  Madre,  a  fin  de  que  nuestro  pueblo  reavive  su  fe  cristiana, 
actualice  su  esperanza  en  mejores  días  de  prosperidad  y  de  paz  e  intensifi- 
que la  caridad  o  amor  fraterno  que  garantice  la  unión  entre  ecuatoriano. 

El  (guinche,  a  21  de  noviembre  del  año  del  Señor  de  1990,  fiesta  de 
Nuestra  ^Señora  de  la  Presentación  de  El  Quinche. 

Antonio  J.  González  Z. 
ARZOBISPO  DE  QUITO 


l'RKSI  NT  ACION  DKL  LIBRO  *  FRAY  GASPAR  DE  VIILARROEI.. 
SU  "  COV  IKRNO  KCl-ESIASTICO  PACIFICO  ' 
Y  EL  PATRONATO  INDIANO  " 


Comienzo  por  presentar  un  especial  voto  de  gratitud  a  la  "  Comi- 
492  Boletín  Eclesiástico 


sión  Nacional  Permanente  de  Conmemoraciones  Cívicas  "  que,  por  bené- 
bola  insinuación  del  Dr.  Jorge  Salvador  Lara,  tomó  la  decisión  de  reeditar, 
en  1990,  mi  tesis  doctoral  "  Los  problemas  del  Patronato  español  en  In- 
dias a  través  del  "  Govierno  Eclesiástico  Pacífico  de  Fray  Gaspar  de 
Villarroel  Esta  tesis  fue  defendida,  para  la  obtención  del  grado  de  doc- 
tor en  Derecho  Canónico,  en  la  Universidad  de  Salamanca,  en  junio  de 
1957,  y  fue  públicada  en  España,  en  la  Editorial  ESET  de  Vitoria  en  1961. 

Esta  reedición  de  1990  lleva  el  título  más  sencillo:  "  Fray  Gaspar  de 
Villarroel,  su  "  Govierno  Eclesiástico  Pacif ífico  "  y  el  Patronato  Indiano  " 
y  ha  sido  perfeccionada  con  algunos  retratos  de  Fray  Gaspar  y  con  foto- 
copias de  la  carátula  y  de  la  primera  página  de  la  obra  más  importante  de 
este  gran  escritor  del  siglo  XVII. 

Agradezco  también  y  muy  efusivamente  al  Dr.  Jorge  Salvador  Lara 
que  no  sólo  tuvo  la  iniciativa  de  reeditar  este  libro,  sino  que  preparó  y 
cuidq  con  esmero  esta  reedición  y  ha  tenido  la  bondad  de  presentarla  el 
día  de  hoy  con  conceptos  de  generosa  benevolencia. 

Se  reedita  este  libro  en  el  Ecuador  con  ocasión  del  IV  centenario 
del  nacimiento  de  Fray  Gaspar  de  Villarroel.  No  del  Bicentenario,  como, 
por  un  lapsus,  aparece  en  la  primera  página. 

Es  posible  que  ya  se  haya  cumfido  el  cuarto  centenario  y  es  posible 
también  que  lo  estemos  cumpliendo  en  este  año,  j)orque  el  tiempo  de  su 
nacimiento  oscila  entre  1 587  y  1590. 

Mons.  Luis  Arias  Altamirano,  presbítero  de  la  Arquidiócesis  de 
Guayaquil,  en  su  librito  "  El  quiteño  Fray  Gaspar  de  Villarroel  publica- 
do en  1987,  afirma  que  Villarroel  nació  el  29  de  septiembre  de  1592  y 
llega  a  esta  conclusión  con  el  siguiente  razonamiento:  es  cierto  que  la  pro- 
fesión religiosa  del  agustino  Fray  Gaspar  de  Villarroel  se  realizó  el  30  de 
septiembre  de  1608.  Ahora  bien  entre  los  Agustinos  la  profesión  religiosa 
podía  efectuarse  a  la  edad  mínima  de  16  años  y  un  día.  Si  Fray  Gaspar 
formuló  sus  votos  religiosos  a  la  edad  mínima  requerida  para  la  validez 
debió  haber  nacido  el  29  de  septiembre  de  1592.  Pero  no  tenemos  funda- 
mento cierto  para  asegurar  que  Villarroel  profesó  precisamente  a  los  16 
años  y  un  día  de  edad;  bien  pudo  haber  profesado  a  los  17  o  a  los  18 
años.  No  podemos  aceptar  que  Villarroel  hubiese  nacido  en  1592,  porque 
en  este  caso  ya  no  hubiese  nacido  en  Quito,  sino  en  Lima,  porque  la  fami- 
lia o  los  padres  de  Fray  ^Gaspar  de  Villarroel  se  trasladaron  a  Lima  y  se 
establecieron  en  esa  ciudad  en  1591.  El  Ledo.  Gaspar  de  Villarroel  y 
Coruña  fue  recibido  como  abogado  por  la  Audiencia  de  la  Ciudad  de  los 
Reyes  el  29  de  agosto  de  1591  y  según  información  que  rindió  en  esa  fe- 
cha, vivía  como  abogado,  "  tratando  su  persona,  casa  y  familia  a  la  ley  de 
hijo-dalgo  "  (  Medina,  José  Toribio,  Diccionario  Biográfico  Colonial  de 
Chile  (1906)  968-69). 


Boletín  Eclesiástico 


493 


Según  datos  que  nos  proporciona  Fray  Gaspar  de  Villarrofll,  en  su 
Goviemo  Eclesiástico  Pacífico  (  P.I  cuest.  14,  art.  5  pág,  299)  sus  padres 
residían  en  Santa  Fe  de  Bogotá  en  1583,  debido  seguramente  a  la  circuns- 
tancia de  que  ocupaba  la  silla  arzobispal  de  esa  ciudad  Fray  Luis  Zapata 
de  Cárdenas,  primo  hermano  del  padre  de  doña  Ana  Ordóñez  de  Cárdenas, 
madre  de  Fray  Gaspar  de  Villarroel.  Posteriormente,  quizá  en  1585,  el 
Ledo.  Gaspar  de  Villarroel  y  su  señora  pasaron  a  vivir  en  Quito,  el  Ledo, 
con  el  cargo  de  abogado.  La  familia  Villarroel  vivió  en  Quito  hasta  1591. 
En  este  intervalo,  entre  1585  y  1591,  nació  en  Quito  Fray  Gaspar  de 
Villarroel,  ya  que  él  mismo  declara  en  su  carta  al  P.  Bernardo  de  Torres, 
autor  de  la  Crónica  de  la  Provincia  Peruana  de  la  Orden  de  Ermitaños  de 
San  Agustín:  "  Nací  en  Quito  en  una  casa  pobre,  sin  tener  mi  madre  un 
pañal  en  que  envolverme,  porque  se  había  ido  a  España  mi  padre  ".  Segu- 
ramente el  padre  de  Fray  Gaspar  había  viajado  a  España  para  gestionar  su 
traslado  como  abogado  a  la  ciudad  de  Lima,  en  la  que  lo  encontramos  ya 
en  1591.  En  el  retrato  del  Dmo.  Fray  Gaspar  de  Villarroel  como  Arzo- 
bispo de  la  Plata  "  se  dice  de  él  que  es  "  natural  de  San  Francisco  de 
Quito 

Por  tanto,  hay  razón  para  qlie  en  este  año  1990  celebremos  el  IV 
centenario  de  nacimiento  de  este  quiteño  ilustre.  Fray  Gaspar  de  Villa- 
rroel, porque  él  debió  haber  nacido  entre  1587  y  1590  y  más  probable- 
mente en  1590,  ya  que  fue  trasladado  a  lima  en  edad  infantil  y  en  tierna 
edad  aún  fue  confirmado  en  Lima  por  el  Santo  Arzobispo  Toribio  de 
Mogrovejo. 

El  libro  trata  de  Fray  Gaspar  de  Villarroel,  de  su  obra  más  impor- 
tante, "  El  Goviemo  Eclesiástico  Pacífico  "  y  del  Patronato  indiano. 
Brevemente  presento  estos  tres  puntos. 

Fray  Gaspar  de  Villarroel 

Es  muy  simpática  y  atrayente  la  personalidad  de  Gaspar  de  Villa- 
rroel. Fueron  sus  padres  el  Ledo.  Gaspar  de  Villarroel  y  Coruña,  de  la  ciu- 
dad de  Guatemala,  y  Doña  Ana  Ordoñez  de  Cárdenas,  dama  venezolana. 
Fr.  Bernardo  de  Torres  afirma  que  Fray  Gaspar  de  Villarroel  "  de  ambos 
padres  heredó  la  nobleza  y  de  cada  uno  lo  mejor  de  sus  talentos.  De  su 
padre,  que  fue  letrado  docto,  el  ardor  del  ingenio;  de  su  madre,  que  fue 
ejemplar  matrona,  la  inclinación  a  lo  bueno"  El  mismo  afirma  en  su  carta 
al  P.  Torres:  "  Dicen  que  era  yo  entonces-cuando  era  niño-  muy  bonito  y, 
a  título  de  eso,  me  criaron  con  poco  castigo  Siendo  ya  joven,  correspon- 
diendo a  la  vocación  religiosa,  ingresó  en  el  Convento  de  San  Agustín  de 
Lima,  en  donde  recibió  el  hábito  el  año  1607  y  profesó  el  30  de  septiem- 


484 


Boletín  Eclstiáttico 


bre  de  1608  y  el  6  de  octubre  de  ese  mismo  año  hizo,  mediante  acta  ante 
una  autoridad  pública,  la  renuncia  a  los  bienes  temporales  que  hacían 
todos  los  profesos.  Refiriéndose  a  su  ingreso  en  la  vida  religiosa,  dirá  más 
tarde  con  gracia:  "  Entréme  fraile  y  nunca  entró  en  mí  la  frailía  ".  Se  gra- 
duó de  doctor  en  Teología  en  la  Real  Universidad  de  San  Marcos  de  Lima 
con  la  defensa  de  una  tesis  titulada:  "  Cuestiones  quodlibéticas,  escolásti- 
cas y  positivas  Knseño  Artes  y  Teología  en  el  convento  principal  de 
agustinos  de  Lima.  En  el  capítulo  provincial  que  se  celebró  en  el  convento 
de  San  Agustín  en  1622.  Fray  Gaspar  fue  elegido  Definidor  de  la  Provincia 
luego  el  Superior  Provincial,  Fray  Francisco  de  la  Serna,  lo  eligió  para  el 
cargo  de  Vicario  Provincial  de  Lima  y  su  distrito.  Poco  tiempo  después 
fue  nombrado  Prior  del  convento  del  Cuzco. 

Hacia  1631  Fray  Gaspar  de  Villarroel  viajó  a  España  por  Buenos 
Aires.  Se  detuvo  en  Lisboa,  en  donde  publicó  el  primer  volumen  de  los 
"  Comentarios,  Dificultades  y  Discursos  literales  y  místicos  sobre  los  Evan- 
gelios de  Cuaresma  ".  Este  libro  fue  enviado  a  Madrid,  a  fin  de  que  prece- 
diera la  llegada  de  su  autor  en  la  Corte.  Con  él  "entró  con  pie  derecho  en 
la  Corte",  según  su  propio  comentario.  En  Madrid,  donde  permaneció 
desde  1632  hasta  1837,  llegó  a  tener  tal  fama  de  orador  sagrado,  que  fue 
nombrado  predicador  de  la  Corte  del  Rey  Felipe  IV. 

Obispo  paidente  y  pacífico 

Cuando  quedó  vacante  la  sede  episcopal  de  Santiago  de  Chile  por 
muerte  del  Ledo.  D.  Francisco  Salcedo,  el  Rey  Felipe  IV,  "  informado  no 
sólo  de  la  fama,  pero  también  de  la  experiencia  de  sus  muchas  letras  y  lu- 
cidos talentos  ",  presentó  a  Fray  Gaspar  de  Villarroel  ante  el  Pap9  Urbano 
VIII  para  que  fuese  nombrado  Obispo  de  aquella  sede,  a  principios  de 
1637.  Fray  Gaspar  tuvo  que  abandonar  la  Corte  y  Villa  de  Madrid,  para 
retornar  a  América.  Kn  1638  fue  consagrado  obispo  por  su  antiguo  com- 
pañero de  convento,  el  agustino  Fr.  Francisco  de  la  Serna,  Obispo  de 
Popayán.  La  consagración  episcopal  se  celebró  en  la  iglesia  de  San  Agus- 
tín de  Lima.  Al  despedirse,  en  Lima,  del  Virrey  Conde  de  Chinchón,  éste 
dio  al  nobel  obispo  un  prudente  consejo  "  en  el  que  se  cifra  toda  la  razón 
de  este  estado  que  cabe  en  un  buen  gobierno  ":  "  No  lo  vea  todo,  no  lo 
entienda  todo,  no  lo  castigue  todo  ".  Fray  Gaspar  nos  dice:  "  He  procura- 
do seguir  este  consejo  y  débole  a  él  toda  la  paz  de  que  he  gozado  en  ocho 
años  de  gobierno  ".  En  el  desempeño  de  su  oficio  pastoral,  el  limo.  Villa- 
rroel dio  muestras  de  ejemplar  celo  apostólico  y  de  abnegación.  Especial 
cuidado  y  vi^ancia  puso  en  mantener  la  paz  y  la  concordia  con  los  miem- 


Boletfn  Eclasiistico 


495 


bros  de  la  Real  Audiencia  y  demás  magistrados  del  poder  civil,  a  fin  de  evi- 
tar graves  encuentros  y  escandalosas  discordias  que  en  otros  tiempos  se 
habían  producido  entre  obispos  y  oidores.  El  13  de  mayo  de  1647  un 
espantoso  terremoto  asoló  la  ciudad  de  Santiago  de  Chile.  El  obispo  Villa- 
rroel,  que  se  salvó  por  milagro  de  perecer  en  el  siniestro,  atendió  con  abne- 
gada solicitud  a  las  víctimas  del  desastre  y  emprendió  la  obra  de  la  reedifi- 
cación de  su  catedral.  Sus  trabajos  orientados  a  atender  a  las  necesidades 
ocasionadas  por  el  terremoto  le  valieron  el  ascenso  al  obispado  de  Arequi- 
pa. El  mismo  nos  dice:  "  Ponderaron  lo  que  trabajé  en  aquellas  aflicciones 
comunes  (  del  terremoto  )  y  el  Consejo,  que  es  bien  contentadizo,  me  dio 
en  premio  este  obispado  (de  Arequipa)  que  es  de  los  mejores  del  Reino  ". 
Pasó  a  Arequipa  en  1652.  Entre  1658  y  1659  fue  ascendido  al  arzobispado 
de  Charcas,  la  antigua  ciudad  de  la  Plata  o  Chuquisaca,  actual  ciudad  de 
Sucre  en  Bolivia.  Tomó  posesión  de  su  nueva  sede  el  7  de  julio  de  1660. 
Aquí  se  preocupó  de  fundar  un  monasterio  de  carmelitas,  las  que  llegaron 
a  Charcas  el  11  de  octubre  de  1665.  Fray  Gaspar  de  Villarroel  murió 
siendo  Arzobispo  de  La  Plata,  el  12  de  octubre  de  1665,  probablemente  a 
los  75  años  de  edad. 

Su  "  Govierno  Eclesiástico  Pacífico  " 

Villarroel  se  manifestó  desde  su  juventud  como  un  escritor  fecundo 
y  erudito,  como  estudioso  de  la  Teología  y  brillante  predicador,  desarrolló 
principalmente  en  sus  escritos  temas  bíblicos  y  teológicos  orientados  a  la 
predicación.  Pero  la  obra  cumbre  de  Villarroel  es  sin  duda,  el  "  Govierno 
Eclesiástico  Pacífico  y  Unión  de  los  dos  Cuchillos,  Pontificio  y  Regio 
obra  escrita,  cuando  Fray  Gaspar  desempeñaba  el  cargo  de  Obispo  de  San- 
tiago de  Chile.  Basado  en  la  expriencia  de  su  propio  gobierno  compuso  es- 
ta obra  para  dar  normas  y  consejos  a  sus  hermanos  obispos  de  América,  a 
fin  de  que  mantuvieran  la  paz  y  la  concordia  en  sus  relaciones  con  el  poder 
civil,  dentro  del  difícil  marco  del  regio  Patronato  español  en  Indias.  El  ob- 
jetivo de  esta  obra  de  carácter  jurídico  y  pastoral  es  el  de  obtener  la  unión 
de  los  dos  cuchillos,  o  sea,  de  los  dos  poderes,  del  pontificio  y  regio,  del 
eclesiástico  y  civil.  Esta  obra  fue  escrita  en  dos  tomos,  publicados,  el  pri- 
mero en  Madrid  en  1656,  y  el  segundo  también  en  Madrid  en  1657. 

Esta  obra  de  Fray  Gaspar  de  Villarroel  me  sirvió  de  fuente  para  ana- 
lizar los  problemas  que  produjo  en  las  relaciones  entre  Iglesia  y  Estado  el 
ejercicio  del  Patronato  deMos  Reyes  de  España  sobre  la  Iglesia  de  América 
Latina  en  los  tiempos  de  la  Colonia. 


496 


Boletín  Eclesiástico 


Kil  Patronato  Indiano. 


La  obra  que  hoy  se  presenta  trata  también  del  Patronato  Indiano  y 
por  este  contenido  puede  ser  también  considerada  como  una  contribución 
del  Ecuador  al  Quinto  Centenario  del  Descubrimiento  de  América.  En- 
cuentro de  dos  Mundos.  En  efecto  la  prerrogativa  del  Patronato  que  la 
Santa  Sede  concedió  a  los  Reyes  de  España  sobre  la  vida  y  actividad  de  la 
Iglesia  en  América  Latina  comienza  a  tener  vigencia  desde  el  descubri- 
miento mismo  del  Nuevo  Mundo  e  influyó  decididamente  en  el  proceso 
de  evangelización  y  crecimiento  de  la  Iglesia,  proceso  que  se  desarrolló 
simultáneamente  con  la  conquista  y  colonización  de  España  er.  nue.stas 
tierras  de  América. 

Antecedentes  de  la  concesión  del  Patronato  fueron  ciertos  favores 
tn)ncedidos  por  el  Papa  Borja  Alejandro  VI  a  los  Reyes  Católicos:  Median- 
te la  Bula  "  Inter  coetera  "  del  4  de  mayo  de  1493,  el  Papa  hace  donación 
de  las  tierras  recientemente  descubiertas  a  los  Reyes  Católicos,  precisando 
la  demarcación  de  zonas  para  sus  nuevos  descubrimientos.  Por  cierto  les 
hace  esta  donación  para  que  conduzcan  a  los  pueblos  que  viven  en  tales 
islas  y  tierra  firme  a  la  fe  ortodoxa  y  a  recibir  la  religión  católica.  Con  la 
Bula  "  Eximiae  devotionis  "  del  16  de  noviembre  de  1501,  el  Papa  Alejan- 
dro VI  concede  a  la  Corona  Española  los  diezmos  que  habrán  de  pagar  los 
habitantes  de  las  Indias.  El  28  de  julio  de  1508,  el  Papa  lulio  [I,  mediante 
la  Bula  "  Universalis  Ecclesiae  "  concede  explícitamente  a  los  Reyes  de 
Castilla  y  León  el  derecho  de  Patronato  y  el  de  presentar  personas  idóneas 
para  todas  la  iglesias  de  las  Indias. 

El  ejercicio  del  Patronato  suscitó  problemas  en  las  relaciones  entre 
Obispos  y  funcionarios  civiles,  entre  la  Iglesia  y  el  Estado.  La  obra  princi- 
pal de  Villarroel  el  "  Govierno  Eclesiástico  Pacífico  "  sirve  admirablemen- 
te para  conocer  y  analizar  esos  problemas.  Hay  que  reconocer  también  que 
el  Patronato  Indiano  significó  la  unión,  la  conjunta  colaboración  de  la 
Iglesia  y  del  Estado  Español  para  la  obtención  de  este  admirable  resultado: 
la  difusión  de  la  Fe  Católica  y  de  la  civilización  cristiana  en  Hispanoaméri-'^ 
ca.  Y  la  Iglesia  se  prepara  a  celebrar  en  1991  el  quinto  centenario  del 
inicio  de  la  Evangelización  de  nuestro  Continente. 

Palabras  del  Excmo  Mons.  Antonio  J.  González  Z.,  Arzobispo  de 
Quito,  autor  del  libro  "  Fray  Gaspar  de  Villarroel,  su  "  Govierno  Eclesiás- 
tico Pacifico  ".  y  el  Patronato  Indiano  en  la  presentación  del  mismo  en  el 
Ministerio  de  Relaciones  Exteriores  el  día  martes  20  de  noviembre  de 
1 990, 


Boletín  Eclesiástico 


497 


ADMINISTRACION  ECLESIASTICA 


NOMBRAMIENTOS 

A  partir  del  26  de  septiembre  de  1990,  el  Excrao.  Mons.  Antonio  J. 
González  Z.  Arzobispo  de  Quito  ha  extendido  los  siguientes  nombra- 
mientos: 

SEPTIEMBRE 

26.-  Al  Rvdmo.  Sr.  Víctor  Hugo  Carrillo  Vasco,  Canónigo  efectivo 
de  segunda  institución. 

OCTUBRE 

01.-  A  la  Srta.  Inés  Rodríguez,  Notaría  del  Tribunal  Arquidiocesano 
de  primera  instancia  para  las  Causas  Matrimoniales. 

16.-  A  Mons.  Juan  Francisco  Yánez,  P.  Carlos  Altamirano,  P.  Fabián 
Vásquez,  P.  Remigio  Dávila,  P.  Luis  Tomás  Crovetto,  P.  Alfredo  Paredes, 
P.  Antonio  Bravo,  Hno.  Vicente  Rodrfiguez,  Hna.  Ana  Josefa  Almeida, 
Hna.  María  Elena  Jaramillo,  Hna.  Pierassunta  Ivan,  Sr.  Luis  Vanegas  Moli- 
na, Sr.  Jaime  López,  Ing.  Néstor  Flor,  Sr.  Yamandú  Jiménez,  Sr.  Klever 
Paredes,  Sr.  Prof.  Jaime  Boada,  Sr.  Rogelio  Cadena,  Sr.  Arturo  Albuja 
Mateus,  Sr.  Milton  Velasco,  Sr.  Econ.  Cristóbal  Mencías,  Sr.  Moisés  Arcos, 
miembros  del  Consejo  Pastoral  Arquidiocesano. 

'  12.-  Al  Rvdo.  P.  I^onel  G.  Orquera  V.,  CSJ.,  Vicario  Parroquial  de 
San  I^eonardo  Murialdo. 

"  29.-  Al  Rvdo.  P.  Gonzalo  Ortiz,  C.SS.  R.,  Vicario  Parroquial  de  Ntra 
Sra.  del  Perpetuo  Socorro. 

29.-  Al  Rvdo.  P.  Sixto  Guerrero,  C.SS.R.,  Vicario  Parroquial  de 
Ntra.  Sra.  del  Perpetuo  Socorro. 

29  Al  Rvdo.  P.  Pedro  Tomás  Sáez,  OCD.  ,  Confesor  Ordinario  del 
Monasterio  del  Carmen  Bajo. 

29  -  Al  Rvdo.  P.  Vidal  Velasco.  OCD.,  Confesor  Extraordinario  del 

Carmen  Bajo. 

NOVIK^ffiRE 

07.-  Al  Rvdo.  P.  Enrique  Rosner  F.,  Vicario  Parroquial  deTababfla. 


498 


Bolttfn  EcUtliitico 


09.-  Al  Rvdo.  p.  Manuel  Losada  Vásquez,  SDB.,  Párroco  de  San 
Juan  Bautista  de  la  Kennedy. 

ORDENACIONES 

OCTUBRE 

27.-  El  Excmo.  Mons.  Luis  E.  Orellana  R.,  Obispo  Auxiliar  de  Quito 
confirió  el  Orden  Sagrado  del  Diaconado  a  Fr.  Jaime  Rodrigo  Flores 
Espinoza  y  a  Fr.  Jesús  Rene  Guerrero  López,  religiosos  profesos  de  la 
Orden  Franciscana,  en  la  iglesia  de  San  Francisco,  a  las  9h00. 

NOVIEMBRE 

03.-  El  Excmo.  Mons.  Bernardino  Echeverría,  Administrador  Apos- 
tólico de  Ibarra,  confirió  el  Orden  Sagrado  del  Presbiterado  a  Fr.  Jaime 
Rodrigo  Flores  Espinoza,  Diácono  de  la  Orden  Franciscana,  en  la  Iglesia 
El  Jordán  de  Otavalo,  a  las  llhOO. 

DECRETOS 

SEPTIEMBRE 

21.-  El  Excmo.  Sr.  Arzobispo  concedió  su  venia  para  el  traslado  del 
Postulantado  y  Escolasticado  de  la  Agrupación  Marista  Ecuatoriana  desde 
Loja  a  la  Academia  Militar  Ecuador,  en  la  ciudad  de  Quito. 

OCTUBRE 

06.-  Autorizó  la  creación  canónica  de  un  cementerio  eclesiástico  en 
la  Sede  de  la  Asociación  *'  Los  Andes  Izacata  *'  en  la  Parroquia  de  Canga- 
hua. 

31.-  Decretó  la  creación  de  un  Oratorio  en  el  Pensionado  Borja 
No.  3  para  la  atención  espiritual  de  los  estudiantes  y  de  los  fieles  del 
sector. 


flolttfn  Eclatláttico 


489 


ADMIMSTKACION  DE  LOS  NICHOS  DE  LA  BASILICA 


ANTECEDENTES 

El  17  de  mayo  de  1971,  el  M.  Rvdo.  P.  Rigoberto  Correa,  Superior 
General  de  los  PP.  Oblatos,  donó  y  entrego  al  Consejo  Gubernativo  de  los 
Bienes  Arquidiocesanos  de  Quito,  en  la  persona  de  su  Presidente  Sr.  Car- 
denal Pablo  Muñoz  Vega,  treinta  nichos  de  inhumación  signados  con  los 
números  580  a  609,  de  las  criptas  de  la  Basílica,  catacumbas  S.  Sebastián 
a  favor  del  clero  secular  de  la  Arquidiócesis  de  Quito. 

El  25  de  mayo  de  1990,  el  Consejo  Gubernativo  de  los  Bienes  Ar- 
quidiócesanos  de  Quito  adquirió  a  perpetuidad,  en  las  criptas  de  la  misma 
Basílica,  veintisiete  nichos  para  restos  de  los  sacerdotes  arquidiocesanos. 
signados  con  los  Nros.  949  a  975,  sección  S.  Juan  Nepomuceno. 

El  9  de  mayo  de  1990,  el  Consejo  Gubernativo  de  los  Bienes  Arqui- 
diocesanos de  Quito  confió  la  administración  de  los  mencionados  nichos 
de  inhumación  y  exhumación  a  la  Directiva  de  la  Mutual  Sacerdotal. 

Reglamento 

I.  a)  Tienen  derecho  a  ser  inhumados  en  los  nichos  de  la  catacumba  S. 

Sebastián  los  sacerdotes  del  clero  secular  fallecidos,  que  fueron  orde- 
nados para  el  servicio  de  la  Arquidiócesis  de  Quito  y  que  han  estado 
laborando  en  ella. 

b)  Los  sacerdotes  que  se  han  incardinado  a  la  Arquidiócesis  de  (Juito  y 
han  estado  trabajando  en  ella. 

c)  Los  sacerdotes  del  clero  secular  que,  sin  estar  incardinados  a  la 
Arquidiócesis  de  Quito,  han  estado  a  su  servicio  p<n'  más  de  d'w/ 
años. 

II.  Para  obtener  la  asignación  de  un  nicho,  algún  familiar  cercano  avisará 
al  Presidente  o  al  Secretario-Tesorero  de  la  Mutual  el  fallecinúento 
del  sacerdote  y  obtendrá  por  escrito  la  orden  con  el  número  del 
nicho  y  la  presentará  a  la  persona  encargada  de  administrar  las 
criptas  de  la  Basílica. 

III.  Para  poder  enterrar  los  despojos  mortales  del  sacerdote,  la  persona 
interesada  presentará  en  la  Basílica:  1)  La  boleta  o  la  copia  de 
defunción  del  registro  civil,  2)  Ijü  certificación  de  la  formolización  y 
3)  El  permiso  del  Director  de  sanidad  para  la  inhumación. 


500 


Boletín  Eclesiástico 


IV.  Los  gastos  extras  del  entierro  correrán  a  cargo  de  los  familiares  del 
sacerdote  fallecido.  La  Mutual  Sacerdotal  ayudará  para  los  gastos 
de  entierro  de  sus  miembros. 

V.  Pasados  los  diez  años  de  la  inhumación,  la  Directiva  de  la  Mutual  no- 
tificará a  los  familiares  del  sacerdote  fallecido  para  que  exhumen 
los  restos  y  los  pongan  en  el  nicho  de  la  sección  S.  Juan  Nepomuceiio 
que  el  Presidente  o  Secretario-Tesorero  les  indique.  Los  gastos  corre- 
rán a  cargo  de  los  familiares,  y  si  esto  no  es  posible,  se  conseguirá 
ayuda  de  la  oficina  de  fondos  de  nivelación  del  clero. 

La  Directiva  de  la  Mutual  í?aoprdotal  se  preocupará  de  que  haya  sufi- 
ciente número  de  niciiub  diipwiuoles. 

\'ll.  En  caso  de  discrepancias  o  duda  sobre  el  derecho  a  los  nichos  de 
inhumación  ^  -^vVumación,  las  resolverá  la  Directiva  de  la  Mutual  y, 
en  último  término,  el  Sr.  Arzobispo. 

Disposiciones  transitorias 


1.  -     La  Directiva  de  la  Mutual  hará  las  gestiones  convenientes  para  que  los 

restos  de  seglares  que  están  enterrados  en  la  sección  de  los  sacerdotes 
sean  trasladados  a  otros  nichos  que  el  Padre  de  la  Basílica  se  dignará 
asignar  en  la  sección  nueva. 

2.  Los  restos  de  los  sacerdotes  que  están  enterrados  por  más  de  diez 
años  serán  exhumados  y  puestos  en  la  sección  S.  Juan  Nepomuceno, 
previa  notificación  a  los  familiares. 

ARQUIDIOCESIS  DE  QUITO 

Quito,  a  1  de  octubre  de  1990 

Se  aprueba  este  reglamento 


Antonio  J.  ( lonzalez  Z.  Héctor  Soria 

ARZOBISPO  DE  QUITO  CANCILLER 


Boletín  E  clesiásticu 


501 


INFORMACION  ECLESIAL 


EN  EL  ECUADOR 

Tercer  centonario  de  la  inuerle  de  Santa  Margarita  María  de  Alaíoqtie. 

El  Monasterio  de  la  Visitación  de  Santa  María  de  Quito,  celebró 
con  gran  solemnidad  el  tercer  centenario  de  la  muerto  de  Santa  Margarita 
María  de  Alacoque,  la  confidente  de  la  revelaciones  del  Sgdo.  Corazón. 

Santa  Margarita  María  de  Alacoque  nació  en  Francia,  en  la  diócesis 
Autun,  en  1647.  Fue  monja  de  la  Visitación  en  el  Monasterio  de  l'araylo 
Monial,  en  donde  tuvo  una  serie  de  revelaciones  místicas,  referenles  a  la 
devoción  y  culto  al  Sagrado  Corazón  de  Jesús.  Introdujo  el  culto  al  Sgado. 
Corazón  de  Jesús  en  la  Iglesia.  Murió  el  17  de  octubre  de  1690,  hace  tres 
cientos  años. 

El  Monasterio  de  la  Visistación  de  Santa  María  de  Quito  solemnizó 
este  tercer  centenario  de  Santa  Margarita  María  de  Alacoque  con  la  cele- 
bración de  una  novena  solemne  en  honor  del  Sgdo.  Corazón  de  Jesús, 
desde  el  8  hasta  el  16  de  octubre  de  1990.  Predicaron  durante  la  novena, 
varios  sacerdotes  especialmente  de  la  Compañía  de  Jesús,  Mons.  Antonio 
Arregui,  Obispo  Auxiliar  de  Quito,  el  último  día  de  la  novena  celebró  la 
Santa  Misa  y  predicó  Mons.  Antonio  J.  González  Z.,  Arzobispo  de  Quito. 
El  tema  de  la  predicación  fue  el  contenido  de  la  P^ncíclica  "  Haurietis 
aquas  "  de  Pío  Xll,  sobre  la  devoción  al  Sagrado  Corazón  de  Jesús. 

El  martes  16  de  octubre  celebró  la  fiesta,  a  las  10  a.m.  el  señor 
Cardenal  Pablo  Muñoz  Vega. 

Fncueniro  Nacional  de  Pastoral  de  Sanluaiios. 

Desde  el  15  hasta  el  19  de  octubre  se  llevó  a  cabo,  en  la  Ca.sa  de 
retiros  (¡etsemaní  de  Lalagachi,  un  encuentro  nacional  sobre  Pastoral 
de  Santuarios.  Participaron  en  este  encuentro  los  rectores  y  otros  agentes 
de  pastoral  de  los  principales  santuarios  del  Ecuador. 

Vino  a  tomar  parte  en  este  encuentro  el  R.P.  Sergio  Uribe,  Secreta- 
rio Ejecutivo  del  Departamento  de  Liturgia  del  CELAM. 

El  tema  que  fue  objeto  de  reflexión  de  este  encuentro  fue  el  refe- 
rente a  la  Liturgia  en  los  Santuarios. 


502 


Boletín  Eclesiástico 


El  Encuentro  finalizó  con  una  Eucaristía  celebrada  en  el  Santuario 
de  El  Quinche,  presidida  por  Mons.  Antonio  J.  González  Z.,  Arzobispo  de 
Quito  y  Presidente  de  la  Conferencia  Episcopal  Exíuatoriana. 

Encuentro  sobre  Ministerios  que  pueden  ser  confiados  a  laicos. 

El  Departamento  de  Ministerios  del  área  del  Pueblo  de  Dios  de  la 
Conferencia  Episcopal  Ecuatoriana  organizó  un  encuentro  sobre  Ministe- 
rios en  Baños  (Tungurahua)  desde  el  jueves  18  hasta  el  domingo  21  de 
octubre  de  1990.  Asistieron  a  este  encuentro  ministros  laicos  de  las  diver- 
sas diócesis.  En  este  encuentro,  que  estuvo  coordinado  por  Mons.  Luis 
Bernardo  Pozo,  Secretario  Ejecutivo  del  área  del  Pueblo  de  Dics,  se  hizo 
una  revisión  sobre  los  ministerios  que  están  en  vigencia  en  las  Iglesias 
particulares  y  se  ahondó  la  reflexión  sobre  los  mismos. 

Asambela  Nacional  para  preparar  la  Conferencia  Episcopal  de  Santo 
Domingo. 

La  Conferencia  Episcopal  Ecuatoriana  ha  convocado  a  representan- 
tes de  todas  las  diócesis  y  circunscripciones  eclesiásticas  del  Ecuador  a  una 
Asamblea  Nacional,  que  se  llevará  a  cabo  en  Quito,  en  el  Seminario  Mayor 
de  "  San  José  "  en  los  días  martes  13,  miércoles  14  y  jueves  15  de  no- 
viembre de  1990,  para  preparar  el  aporte  del  Ecuador  para  la  IV  Conferen- 
cia General  del  Episcopado  Latinoamericano  que  se  celebrará  en  Santo 
Domingo,  en  1992,  con  oca.sión  del  V.  centenario  del  inicio  de  la  evangeli- 
zación  en  América  latina. 

El  tema  de  la  IV  Conferencia  será  el  siguiente;  "  Una  Nueva  Evange- 
lización  para  una  Nueva  Cultura  ". 

El  CELAM,  publicó  ya  un  documento  de  consulta  y  reflexión 
para  suscitar  el  trabajo  de  reflexión  en  las  Iglesias  partic  ulares  del  Ecuador 
se  ha  reflexionado  sobre  la  Visión  histórica,  la  Visión  de  la  realidad  social 
de  América  Latina;  se  ha  hecho  una  reflexión  teológica  sobre  la  Cultura  y 
se  han  formulado  unos  compromisos  de  acción  pastoral  para  la  Nueva 
Evangehzación. 

En  la  Asamblea  Nacional  se  reflexionará  sobre  todo  este  mal  t  ria!, 
a  fin  de  preparar  el  aporte  del  Ecuador  para  la  IV  Conferencia  General 
del  Episcopado  Latinoamericano  de  Santo  Domingo. 

Tercer  Congreso  Nacional  de  Educación  Catóbca. 

La  Confederación  Ecuatoriana  de  Establecimientos  de  Educación 


Bol«t(n  Eclesiástico 


503 


Católica  (CONFEDEC)  organizó  el  Tercer  Congreso  Nacional  de  Educa- 
ción Católica  en  la  ciudad  de  Cuenca,  desde  el  5  hasta  el  9  de  noviembre 
de  1990. 

El  Congreso,  que  tuvo  su  sede  en  el  Colegio  "  Rafael  Borja  ",  desa- 
rrolló el  tema  de  la  "  Educación  Evangelizadora  Solidaria:  llave  maestra  de 
nuestro  futuro". 

El  acto  inaugural  del  Tercer  Congreso  Nacional  de  Educación  Cató- 
lica se  llevó  a  cabo  el  lunes  5  de  noviembre,  en  el  Salón  de  la  Ciudad  del 
Municipio  de  Cuenca,  a  las  18  horas.  La  sesión  de  clausura  del  Congreso 
se  realizó  en  el  Coliseo  del  Colegio  Borja,  el  viernes  10  de  noviembre  a  las 
17  horas. 


FALLECIO  MONS.  JORGE  MOSQI  ERA  BARRKIRO,  O.K.M. 

El  jueves  27  de  septiembre  de  1990  se  recibió  en  la  Conferencia 
Episcopal  Ecuatoriana  la  noticia  del  fallecimiento  de  Mons.  JORCIK 
MOSQUERA  BARREIRO,  O.F.M.,  Obispo  Vicario  Apostólico  emérito  de 
Zamora. 

Mons.   Jorge      Mosquera   B.  nació  en  Tumbaco  provincia  d( 
el  primero  de  septiembre  de  1909.  Fallece  a  los  81  años  de  edad.  Ingresen 
en  la  Orden  de  Frailes  Menores  en  el  convento  franciscano  de  Quito 
Recibió  la  ordenación  sacerdotal  el  4  de  julio  de  1937.  En  la  Orden  llct,» 
a  desempeñar  el  cargo  de  Supervisor  Provincial  de  Franciscanos  en 
Ecuador. 

Recibió  la  ordenación  episcopal,  el  12  de  julio  de  1964,  como  Vica- 
rio Apostólico  de  Zamora,  cargo  que  desempeñó  hasta  1983,  año  en  que 
renunció  a  su  cargo  pastoral,  siendo  reemplazado  por  Mons.  Jorge  Serafín 
Cartagena,  O.F.M. 

Mons.  Jorge  Mosquera  se  había  graduado  de  doctor  en  Teología 
en  el  Pontificio  Ateneo  Antoniado  de  Roma. 

La  muerte  le  sorprendió  en  Zumbi  y  sus  funerales  se  celebraron  en 
la  Catedral  de  Zamora,  el  sábado  29  de  septiembre  de  1990. 

Que  brille  para  él  la  luz  eterna. 


604 


Boletín  EcteiKitfco 


EN  EL  MUNDO 


Reuniones  de  la  Fe(!<'ra<  iófi  HiMit  a  ("alólica. 

Del  27  de  junio  al  7  de  julio  de  1990  se  celebró  en  Bogotá  la  Cuarta 
Asamblea  Plenaria  Mundial  de  la  "  Federación  Bíblica  Católica  que 
trató  sobre  el  tema  "  La  Biblia  y  la  Nueva  Kvangoli/ación  ".  Al  finalizar 
la  asamblea  bíblica  en  un  contexto  de  Nueva  Kvangcli/.ación. 

En  esta  cuarta  asamblea  fue  elegido  el  P.  César  Alejandro  Mora  Paz, 
mexicano,  director  de  la  sección  latinoamericana  de  la  Federación  Bíblica 
Católica. 

Posteriormente,  del  17  al  19  de  octubre  de  1990  se  reunieron  en  la 
ciudad  de  México  los  coordinadores  zonales  de  América  Latina  de  la 
FEBIC  para  planificar  el  trabajo  de  los  próximos  tres  años  y  fortalecer 
la  estructura  de  la  sección  latinoamericana  de  la  Fl  lBIC. 

Su  Santidad  el  Papa  Juan  Pablo  II  feliciló  a  Mijail  (iorl)a<lio\  por  rl 
premio  Nobel  de  la  paz. 

Mijail  Sergeievich  Gorbachov,  presidente  de  la  Unión  de  Repúbli 
cas  Socialistas  Soviéticas,  recibió  el  premio  Nobel  de  la  Paz  1990,  pol- 
los esfuerzos  por  él  realizados  para  una  mejor  colaboración  internacional, 
que  ayude  a  la  paz  en  el  mundo. 

Su  Santidad  Juan  Pablo  II  envió  una  cordial  felicitación  a  Mijail 
Gorbachov  por  haber  obtenido  este  valioso  premio.  El  telegrama  de  feli- 
citación es  el  siguiente:  "  Con  ocasión  de  la  concesión  del  premio  Nobel 
de  la  paz  de  1990,  deseo  expresarle  mi  cordial  felicitación,  al  tiempo  que 
me  asocio  a  todos  los  que  apoyan  sus  esfuerzos  encaminados  a  una  mejor 
colaboración  internacional,  en  la  que  la  confianza  y  la  seguridad  permitan 
a  la  humanidad  mirar  al  futuro  con  más  serenidad. 

Encomendando  a  Dios,  Señor  de  la  historia,  las  aspiraciones  de 
nuestros  contemporáneos  a  una  mayor  justicia  y  paz,  le  renuevo  la  expre- 
sión de  mi  más  alta  consideración  y  mis  mejores  votos  por  su  misión. 

Juan  Pablo  II 

Se  promulgó  el  nuevo  Código  de  los  cánones  de  ]a.«  Iglesias  orientales 

El  jueves  18  de  octubre,  fiesta  de  San  Lucas  evangelista,  de  1990, 
Su  Santidad  el  Papa  Juan  Pablo  II  firmó  y  promulgó  el  nuevo  Código 
de  los  cánones  de  las  Iglesias  orientales,  en  el  curso  de  una  solemne  cere- 


Boletfn  Eclesiástico 


505 


monia  que  se  realizó  en  la  sala  del  Consistorio.  Con  esta  promulgación 
culmina  un  largo  trabígo  de  revisión  y  actualización  de  la  legislación  de  las 
I^esias  orientales.  El  25  de  octubre  se  efectuó  la  solemne  presentación  del 
Código  de  los  cánones  de  las  Iglesias  orientales  en  la  Congregación  general 
del  Sínodo  de  los  obispos. 

IX  Centenario  del  nariiiiieiito  de  San  Bernardo. 

San  Bernardo,  abad  y  doctor  de  la  Iglesia,  nació  en  Francia,  cerca 
de  Dijon,  en  el  año  1090.  Por  tanto  en  este  año  1990  se  celebra  el  IX 
Centenario  de  su  nac  imiento.  En  el  año  1111  se  unió  a  los  monjes  del 
Cister  y,  poco  depués,  fue  elegido  abad  del  monasterio  de  (Uaravai. 

Por  este  motivo  las  órdenes  del  Cister  organizaron  un  Conjíreso 
Internacional  sobre  el  tema  "  La  doctrina  de  la  vida  espiritual  en  las  obras 
de  San  Bernardo  de  Claraval  ".  Este  Congreso  se  realizó  en  el  instituto 
patrístico  augustinianum  de  Roma  del  11  al  15  de  septiembre  de  1990. 

El  viernes  14  de  septiembre  tuvieron  una  audiencia  con  el  Sanio 
Padre  Juan  Pablo  II  los  padres  de  las  órdenes  cisterciense  y  trapense  quo, 
además  de  participar  en  el  Congreso  sobre  San  Bernardo,  estaban  reali- 
zando los  capítulos  generales  de  sus  respectivas  órdenes.  El  capítulo  gene- 
ral de  la  orden  cisterciense  se  desarrolló  en  Roma,  en  el  Colegio  Español  y 
estuvo  presidido  por  don  Polokarp  Zakar,  abad  general  de  la  orden. 

VIII  Asamblea  General  Ordinaria  del  Sínodo  de  lo.s  Obispos. 

El  domingo  30  de  septiembre  de  1990,  Su  Santidad  el  Papa  Juan 
Pablo  II  inaufíuró  oficialmente,  con  una  misa  solemne  en  la  Basílica  Vati- 
cana, la  VIH  Asamblea  general  ordinaria  del  Sínodo  de  los  Obispos,  que 
trató  el  tema  de  la  *'  F'ormación  de  los  sacerdotes  en  la  situación  actual  ". 
En  la  homilía  de  la  misa  inaugural  el  Papa  desarrolló  el  tema  "  Los  senti- 
mientos de  Cristo  son  la  razón  de  ser  del  sacerdote  ".  Los  trabajos  de  la 
asamblea  sinodal  se  prolongaron  hasta  el  domingo  28  de  octubre,  fecha  en 
que  se  clausuró  el  Sínodo. 

Su  Santidad  designó  como  presidentes  delegados  para  esta  VIII 
asamblea  a  los  cardenales. 

-Simón  Ignatius  Pimenta,  arzobispo  de  Mambay  (India) 

-  Christian  Wiyghan  Tumi,  arzobispo  de  Garoua  (Camerrún) 

-  Antonio  Innocenti,  prefecto  de  la  Congregación  para  el  cleo. 
Relator  general  sobre  el  tema  "  La  formación  de  los  sacerdotes 

en  la  situación  actual  "  fue  el  cardenal  Lucas  Moreira  Neves,  CP.,  arzobis- 
po de  San  Salvador  de  Bahía  (Brasil).  SecreUrio  especial  para  esta  asam- 
blea fue  mons.  Henryk  Muszinski,  obispo  de  Wloclawek  (Polonia). 


Boletín  Eclasiáitlco 


Reunión  de  Obispos  Latinoamericanos  dele<;a<los  al  Sínodo. 

Los  días  28  y  29  de  septiembre  de  1990  se  realizó  en  Roma  una 
reunión  de  los  cuarenta  obispos  latinoamericanos  delegados  al  Sínodo  por 
parte  de  las  Conferencias  Episcopales  de  América  Latina.  La  reunión  fue 
organizada  por  el  Departamento  de  Vocaciones  y  Ministerios  (DEVYM) 
del  CELAM. 

El  Objetivo  de  esta  reunión  fue  el  de  sintetizar  los  diversos  aportes 
latinoamericanos  sobre  pastoral  vocacional,  formación  inicial  y  formación 
oermanente  de  los  sacerdotes.  Se  procuró  unificar  criterios  y  diseñar  una 
participación  plena  y  unificada  de  los  obispos  latinoamericanos  en  el 
Sínodo. 

M nevos  directivos  de  la  Conferencia  Episcopal  Venoy.olana. 

En  su  asamblea  ordinaria,  realizada  en  el  mes  de  septiembre  de  1990 
los  Obispos  Venezolanos  eligieron  a  los  nuevos  directivos  de  la  Conferen- 
cia Episcopal.  Los  cargos  quedaron  distribuidos  de  la  siguiente  manera: 
Presidente:  Mons.  Ramón  Pérez  Morales,  Obispo  de  Coro. 
Vicepresidente:  Mons.  Tulio  Manuel  Chiriveila  Várela,  Arzobispo  de 
Barquisimeto. 

IV  COMLA  EIN  IJMA. 

Del  3  al  8  de  febrero  de  1991  se  llevará  a  cabo  en  Lima  (Perú)  el 
IV  Congreso  Misionero  Latinoamericano  (COMLA  4).  El  lema  del  (^omla  4 
será  el  siguiente:  "  América  Latina,  desde  tu  fe  envía  misioneros 

Se  ha  preparado  ya  el  himno  del  Congreso  y  el  afiche.  El  afiche  del 
IV  Comía  tiene  como  fondo  la  silueta  de  América  Latina,  la  cual  irradia 
luz,  que  expresa  gráficamente  el  espíritu  misionero.  Encontramos  tam- 
bién la  cruz  que  simboliza  los  500  años  de  Evangelización,  celebración 
que  enmarca  el  ('ongreso  y  que,  partiendo  desde  el  lema  "  América  Latina, 
dosde  tu  fe  envía  misioneros  nos  invita  a  pasar  del  recibir  al  dar.  Kn  el 
centro  del  afiche  distinguimos  un  corazón  que  abraza  a  todo  el  mundo, 
formado  por  los  colores  de  las  banderas  de  América 

Nuevo  rcspon.^ahle  de  la  Sci-relai  ía  «le  Kstaílo. 

El  día  primero  de  diciembre  de  1990,  Su  Saniidad  »'l  Papa  Juan  Pablo 
11  presidió  en  la  sala  del  Consistorio,  la  ceremonia  de  de.^pcdida  del  Carde 
nal  Agostino  Casaroli  como  Secretario  dr  Ivs(,k1o,  cargo  al  qur  rcmiiuio 
hace  más  de  un  año,  poco  antes  de  cumplir  sus  75  años  d»-  edad. 

El  Papa  en  su  discurso  agradec  ió  al  Cardenal  Casaroli  por  to(i(.  aquello 


Boletín  E  c  lesiástic o 


507 


que  de  bueno  ha  realizado  en  la  Iglesia  y  en  el  mundo  mediante  la  acción 
que  desplegó  durante  los  años  laboriosos  y  fecundos  de  su  servicio  como 
Secretario  de  Estado. 

Ese  mismo  día  primero  de  diciembre,  Juan  Pablo  II  hizo  público  el 
nombramiento  del  nuevo  responsable  de  la  Secretaría  de  Estado.  Lo  nom- 
bró Pro-Secretario  de  Estado  a  Mons.  Angelo  Sodano,  hasta  ahora  secre- 
tario de  la  sección  para  las  relaciones  con  los  Estados  de  la  Secretaría  du 
Estado.  Mons.  Angelo  Sodano  es  originario  de  la  diócesis  de  Asti  (Italia) 
tiene  63  años  de  edad.  En  1050  entró  al  servicio  de  la  Santa  Sede.  Fue 
secretario  de  la  Nunciatura  Apostólica  en  el  Ecuador,  luego  en  Uruguay 
y  Chile. 

En  1968  fue  llamado  a  Roma,  donde  prestó  su  colaboración  en  el  Consejo 
para  los  asuntos  públicos  de  la  Igle.sia.  El  15  de  enero  de  1978  recibió  la 
ordenación  episcopal  como  Arzobispo  titular  de  Nova  di  Cesare  y  fue 
nombrado  Nuncio  Apostólico  en  Chile,  cargo  que  ocupo  hasta  1988,  ya 
que  el  23  de  mayo  de  1988  fue  trasladado  al  cargo  de  Secretario  del  Con 
sejo  para  los  asuntos  públicos  de  la  Iglesia,  actualmente  secretaría  para  las 
relaciones  con  los  Estados,  on 

Su  Santidad  el  Papa  Juan  Pablo  II  ha  querido  con  este  nombramiento 
nara  la  Secretaría  de  Estado  manifestar  a  Mons.  Angelo  Sodano  la  total 
confianza  que  tiene  en  la  experiencia  y  cualidades  del  designado  para 
desempeñar  convenientemente  esta  nueva  misión. 

Segimda  visita  de  Gorvaohov  al  Santo  Padre. 

El  presidente  de  la  Unión  Soviética,  Mijail  üorbachov,  visitó  por 
segunda  vez,  al  Santo  Padre  Juan  Pablo  II,  el  domingo  18  de  noviembre  de 
1990.  La  primera  visita  del  líder  soviético  a  Juan  Pablo  II,  se  realizó  el- 
primero  de  diciembre  de  1989. 

En  el  curso  de  la  conversación  cordial,  que  duró  algo  más  de  cua- 
renta minutos,  el  Papa  y  el  presidente  Gorbachov  examinaron  la  evolución 
de  la  situación  interna  de  la  Unión  Soviética,  con  particular  referencia  a 
la  libertad  de  religión.  También  dedicaron  su  atención  a  analizar  la  panorá- 
mica situación  internacional. 

Üeiegacióii  de  la  Santa  Sede  a  la  Cumbre  de  Helninki. 

Después  de  su  visita  al  Vaticano,  el  presidente  soviético  Mijail 
Gorbachov,  se  dirigió  a  París  para  tomar  parte  en  la  cumbre  de  jefes  de  Es- 
tado y  de  Gobierno  de  la  Conferencia  sobre  la  seguridad  y  la  cooperación 
en  Europa. 


508 


Boletín  Ecletiástico 


La  Santa  Sede  estuvo  presente  en  esa  Cumbre  con  una  delegación 
presidida  por  el  Cardenal  Agostino  Casaroli,  secretario  de  Estado,  y  por  el 
arzobispo  Angelo  Sodano,  secretario  para  las  relaciones  con  los  Estados,  y 
compuesta  por  el  nuncio  apostólico  en  Francia,  Mons.  Lorenzo  Antonetti 
y  los  monseñores  Osvaldo  Padilla,  Luigi  Ventura  y  Alain  Lebeaupin. 

El  Cardenal  Agostino  Casaroli,  que  era  el  úniCO  de  los  treinta  y  cin- 
co firmantes  del  documento  de  Helsinki  que  se  hallaba  presente  en  la- 
Cumbre,  tuvo  una  importante  intervención,  en  la  que  habló  sobre  el  papel 
de  Europa,  promotora  de  los  derechos  de  todos  los  hombres  y  de  los  dere- 
chos de  todos  los  pueblos. 

So  abrió  el  año  jubilar  del  IV  Oiitenario  ^lv  \n  muerte  de  San  Juan- 
de  la  Cruz. 

En  la  sala  del  Consistorio  del  palacio  apostólico  vaticano,  S.S.  el 
Papa  Juan  Pablo  II  recibió  a  los  miembros  del  comité  español  para  la  cele- 
bración del  cuarto  centenario  de  la  muerte  de  San  Juan  de  la  Cruz,  eran 
sesenta  miembros  del  comité  que  se  ha  formado  en  las  regiones  españolas 
de  Castilla  y  León  para  las  celebraciones  del  cuarto  centenario  de  la  muer- 
te de  San  Juan  de  la  Cruz,  el  gran  místico  español  que,  junto  con  Santa 
Teresa  de  Avila,  promovió  la  reforma  del  Carmelo.  Su  muerte  tuvo  lugar 
en  Ubeda,  el  14  de  diciembre  de  1591.  Por  eso  el  año  jubilar  del  cuarto 
centenario  se  abrió  el  14  de  diciembre  de  1990  y  se  cerrará  el  14  de  di- 
ciembre de  1991.  En  la  ceremonia  de  apertura  del  centenario  participó, 
como  enviado  especial  del  Papa,  el  cardenal  Angel  Suquía  Goicoechea, 
arzobispo  de  Madrid  y  presidente  de  la  Conferencia  Episcopal  Española. 
La  ceremonia  de  apertura  se  celebró  en  Segovia,  donde  se  halla  el  sepulcro 
del  santo. 

En  su  discurso  a  la  Junta  de  Castilla  y  León,  Juan  Pablo  II  dijo: 
"  A  pocos  años  del  cuarto  centenario  de  la  muerte  de  Santa  Teresa  de- 
Jesús,  la  Providencia  me  ha  deparado  poder  celebrar  también  el  cuarto- 
centenario  de  la  muerte  de  San  Juan  de  la  Cruz,  con  quien  me  siento  parti- 
cularmente vinculado,  por  su  influjo  espiritual,  que  experimenté  desde  mi 
juventud,  y  por  los  estudios  que  sobre  él  hice  en  mi  periodo  universitario" 

VIH  Encuentro  Latinoamericano  de  Responsables  de  Pastoral  Juvenil. 
Hacia  el  Congreso  Latinoamericano  de  Jóvenes. 

En  octubre  ,  del  2  al  27  de,  de  1990  se  realizó  en  San  José  de  Costa 
Rica  el  VIII  Encuentro  Latinoamericano  de  Responsables  de  Pastoral 
Juvenil,  organizado  por  la  Sección  de  Juventud  (SEJ)  del  CELAM.  Parti- 
ciparon en  el  evento  representates  de  todas  las  Conferencias  Epi.scopales 


flolatfn  Ecletiittico 


509 


de  América  Latina.  En  este  encuentro  se  trataron  sustancialmente  dos 
grandes  temas:  "  La  Pastoral  Juvenil  y  la  Cultura"  y  la  organización  del 
Congreso  Latinoamericano  de  Jóvenes,  que  se  realizará  en  Cochabamba 
(Bolivia)  del  28  de  diciembre  de  1991  al  5  de  enero  de  1992.  El  Congreso 
Latinoamericano  de  Jóvenes  incluirá  la  fecha  significativa  del  año  nuevo 
de  1992,  año  en  el  que  se  celebrará  el  V  Centenario  del  inicio  de  la  Evan- 
gelización  de  América  Latina. 

El  Congreso  Latinoamericano  de  Jóvenes  tendrá  como  lema:  "  Jo- 
venes:  con  Cristo  construimos  una  nueva  América  Latina  ". 


LA  FUNDACION  CATEQUISTICA 
LUZ    Y  VIDA 
instalada  en  el  interior  del  Pasaje  Arzobispal  Local  13 
OFRECE 

toda  clase  de  material  para  pastoral  juvenU 

Teléfono  211  -  451      -     Apartado  1139 
QUITO  -  ECUADOR 


810 


Bolttfn  Eclatiáttico 


INDICE  GENFRAL  DE  1990 


EDITORIALES: 

No. 

Pag. 

-  Orientaciones  para  la  meditación  cristiana. 

1  V 

2 

3 

-  Las  apariciones  de  la  Virgen. 

3  V 

4 

99 

-  Exaltación  del  indio  en  América  Latina. 

5y 

6 

207 

-  La  vocación  eclesial  del  teólogo. 

7y 

8 

303 

de  América  Latina. 

9y 

10 

379 

católicas 

11  V 

12 

435 

DOCUMENTOS  DF  I  A  SANTA  SEDE: 

-  Carta  a  los  obispos  de  la  Iglesia  Católica  sobre  algunos 

aspectos  de  la  meditación  cristiana. 

1  V 

2 

5 

-  Un  encuentro  rico  en  promesas,  signo  de  tiempos  madu- 

rados lentamente 

1  V 

2 

22 

-  La  Iglesia  es  una  realidad  atractiva,  maravillosa  y  eterna 

mente  joven. 

1  V 

2 

25 

-  Instrucción  sobre  el  estudio  de  los  padres  de  la  Iglesia  en 

la  formación  sacerdotal. 

1  V 

y 

2 

28 

-  Orientaciones  sobre  la  formación  en  los  institutos  religiosos 

2  V 
^  y 

3 

102 

-  El  anuncio  del  Evangelio  en  la  actual  cultura  informática 

2  V 

3 

157 

-  La  Dignidad  humana  se  afirma  con  la  obediencia  amoro- 

sa a  la  ley  de  Dios. 

2  y 

3 

160 

-  Relaciones  recientes  con  el  patriarcado  de  Moscú,  con 

vistas  a  la  legalización  de  la  Iglesia  Católica  de  rito 

ucraniano. 

2  V 
^  y 

3 

162 

-  Insertar  la  alfabetización  en  un  programa  de  desarrollo 

cultural  integral. 

4  V 

5 

209 

-  Sólo  Cristo  Resucitado  puede  saciar  la  aspiración  del  hom 

bre  a  la  libertad. 

4  V 

5 

211 

-  Cinco  beatos  inscritos  de  manera  indeleble  en  la  gran 

epopeya  de  la  evangelización  de  México. 

4y 

5 

213 

-  Instrucción  sobre  la  vocación  eclesial  del  teólogo 

6y 

7 

305 

-  Carta  apostólica  de  S.S.  Juan  Pablo  II  a  los  religiosos 

y  religiosas  de  América  Latina  con  motivo  del  V  Centena- 

río  de  la  Evangelización  del  Nuevo  Mundo. 

9y 

10 

381 

-  Mensaje  del  Papa  para  el  DOMUND  de  1990 

9y 

10 

401 

Bolttfn  Eclesiástico 

511 

-  Constitución  Apostólica  del  Sumo  Pontífice  Juan  Pablo 

II  sobre  las  Universidades  Católicas.  11  y  12  438 

-  Refugiados  y  desplazados  en  América  Latina.  11  y  12  464 

-  Carta  de  S.S.  Juan  Pablo  II  al  Encargado  "ad  personara " 

para  el  apostolado  de  las  Comunidades  Neocatecumenales.    11  y  1  2  466 

DOCUMEMOS  DKl.  CKLAM: 

-  Declaración  final  del  Congreso  Latinoamericano  de 

caridad  9  y  10  405 

DOCUMENTOS  DE  LA  C.E.E. 

-  Comunicado  de  la  Asamblea  Plenaria  de  la  C.E.E.  ,  sobre 

los  sucesos  de  "El  Cajas"  3  y  4  167 

-  Carta  al  Señor  Presidente  de  la  líopublic  a  en  favor  de  la 

"Reserva  Huaorani".  3  y  4  169 

-  La  Eucaristía  en  nuestras  manos.  5  y  6  220 

-  Orientaciones  ante  el  proceso  electoral.  5y  6  235 

-  Declaración  de  la  Conferencia  Episcopal  Ecuatoriana 

sobre  la  situación  de  los  indígenas.  7y  8  325 

-  El  Papa  destaca  la  voz  profética  de  los  religiosos  en 

América  Latina.  9^  y  10  408 

-  ¡Alerta  a  los  padres  de  familia  en  el  Ecuador!  9  y  10  410 

-  Convenio  entre  el  Ministerio  de  Educación  y  Cultura 
ylaCONFEDEC.  9  y  10  411 

-  Asamblea  Nacional  de  Agentes  de  Pastoral  de  la  Iglesia 

en  el  Ecuador.  11  y  12  468 

-  Conversión  de  deuda  externa  destina  Iglesia  para  obras 

de  pastoral  social  11  y  12  471 


DOCIIMEINTO.^  \H9ni HOCES  \NOS: 

Jornada  mundial  de  la  paz.  1  v  2 

-  Celebración  ecuménica  de  la  Palabra  de  Dios.  12  fi9 

-  Lanzamiento  de  la  Biblia  en  quichua.  12 

-  Fiesta  de  la  Infancia  Misionera.  1^0 

-  Fiesta  de  N.  Sra.  del  Buen  Suceso  ^  ^  68 

-  Pregón  de  la  coronación  canónica  de  N.Sra.  del  Bwn 

Suceso.  1  y  2  73 


512 


Boletín  Eclesiástico 


-  Cuaresma  1990.  1  y  2  76 

-  Ordenación  Episcopal.  3  y  4  171 

-  "Joven  vete  o  envía".  3y  4  175 

-  Responsabilidad  misionera  de  América  Latina  y 

Ecuador.  3  y  4  178 

-  V  Jornada  Mundial  de  la  Juventud.  3  y  4  183 

-  Bicentenario  de  la  Sociedad  de  las  Hijas  del 

Corazón  de  María.  3y  4  187 

-  "Ven,  Espíritu  Creador".  5  y  6  238 

-  En  presencia  de  la  Virgen  María.  5  y  6  242 

-  Cincuentenario  de  la  canonización  de  Santa  Mana 

Eufrasia.  5y  6  250 

-  Semana  Vocacional  1990.  5y  6  254 

-  Semana  de  la  Familia.  5  y  6  258 

-  Día  de  la  Familia.  5  y  6  259 

-  Ante  el  Centenario  de  la  Rerum  Novarum.  5  y  6  263 

-  Visita  de  la  imagen  de  la  Sma.  Virgen  de  El  Quinche 

a  Puéllaro.  7  y  8  333 

-  Encuentro  de  Directores  de  CARI  TAS.  7  y  8  338 

-  Saludo  de  Mon.s.  Antonio  J.  (íonzález  Z.,  Arzobisoo 
de  (Juito,  a  los  participantes  de  las  asambleas  coni  inmú- 
tales de  OCIC-AL,  UCLAP  y  UNDA-AL.  7  y  8  341 

-  Toma  de  posesión  canónica  del  Tercer  Obispo  de 

Latacunga.  7  y  8  343 

-  Importancia  que  da  Iglesia  a  la  formación  sacerdotal  7  y  8  347 

-  Acción  de  gracias  en  LX  aniversario  de  Ordenación 

Sacerdotal.  7  y  8  350 

-  Hacia  el  DOMUND  1990.  9  y  10  414 

-  "Boga  mar  adentro,  y  echad  vuestras  redes  para  pescar  9  y  10  416 

-  "  María  ha  escogido  la  mejor  parte  que  no  le  será  quita- 

tada".  9yl0  120 

-  I^a  devoción  al  Sagrado  Corazón  de  Jesv'is,  remedio  de 

los  males  modernos.  1 1  \  1  2  174 

-  Día  del  Papa.  1 1  \  12  480 

-  La  Beata  Isabel  Vendramini.  11  y  12  485 

-  Año  Jubilar  del  IV  Centenario  del  culto  tributado 

a  la  veneranda  Imagen  de  la  Sma.  Virgen  de  El  Quinche  11  y  12 

-  Presentación  del  libro  "Fray  Gaspar  de  Villarroel,  su 
"Govierno  Eclesiástico  Pacífico"  y  el  "  Patronato 

Indiano".  11  y  12  493 


Boletín  Eclesiástico  -  513 


ADMINISTRACION  ECLESIASTICA: 


-  Nombramientos                                                      1  y  2  80 

3y  4  192 

5y  6  269 

7y  8  355 

9  y  10  424 

_  .      .                                                          11  y  12  498 

-  Urdenaciones                                                          1  y  2  81 

3y  4  192 

7y  8  355 

9  y  10  424 

llyl2  499 

-  Decretos                                                             1  y  2  81 

3y  4  193 

5y  6  269 

7y  8  356 

9  y  10  425 

11  y  10  499 

-  Nichos  de  la  Basílica  del  Voto  Nacional.  11  y  12  500 
INFORMACION  I  CLKSIAL: 

-  En  el  Ecuador                                                          1  y  2  86 

3y  4  194 

5v  6  276 

7v  8  359 

9yl0  426 

11  yl2  502 

En  el  Mundo                                                          1  y  2  91 

ly  2  198 

5y  6  279 

7y  8  363 

9  y  10  428 

APENDICES:                                                       11  y  12  505 

-  Estatutos  del  Consejo  Pastoral  Arquidiocesano                 1  y  2  93 

-  Discurso  sobre  "Itinerario  para  párrocos  de  indios"           5  y  6  280 

-  Indice  General                                                        11  y  12  611 


614  Boletín  Eclesiástico 


ADIO 
TOLIC  A 
C 1 ON  AL 


FUNDACION  ECUATORIANA  JUAN  PABLO  II 

F  M  94.L  MHz 

A  M  880  KHz 

O  C  5055  KHz 


CONFERENCIA  EPISCOPAL  ECUATORIANA 


Av.  América  y  Mercadillo  Teléx  2427  CONFER  ED 

Aptdo.  540  A  Quito  -  Ecuador 

Telfs.  239-736,  541-557 


INVERTIR 


NO ES  SOLAMENTE  COMPRAR 


Encuentre  ademas  Seguridad 
Rentabilidad  Liquidez 


CEDULAS  hipotecarías 
BONOS  DEL  ESTADO 

ACCIONES  de  prestigiosas  Compañías  con  atractivos  dividendos 
Otros  interesantes  sistemas  de  inversión.  Consúltenos 
Operamos  en  la  Bolsa  de  Valores  a  través  de  nuestros 
Agentes  autorizados  Srta.  Lastenia   Apolo  T. 
y  Sr  Miguel  Valdivieso 


Av.  6  de  Diciembre  y  La  Niña  -  Ed.  MULTICENTRO,  3er  piso 
Casilla  215  —  Teléfono:  545-100 

CENTRO  COMERCIAL  "EL  BOSQUE" 
LOCAL  50  A 
Teléfonos:  245-196  y  345-186 


■I 


1  1012  01458  8976 
Fot  use  ín  Library 


I 

Foi  use      i-ibiarx  o^J