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.IZ.I
Round
AUG 2 3 1906
Sattiarb CoUegc lititarD
CHARLES SUMNER, LL.D..
OF BOSTÓN.
BOLETÍN
DE LA
-Ris^JLXf jlojlid:B'l¿lzjl db i^-a. histohia
BOLETÍN
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
TOMO XLVIII
MAURIU
KSTABLEaMIKNTO TIPOGRÁFICO DE FÜRTANCT
CiIU de U Libertad,
1906
Vi.
,'''
J
i3í> Spm.>\, I IJ
♦ •
«En las obras que la Academia adopte y publique, cada autor será res-
ponsable de sus asertos y opiniones; el Cuerpo lo será solamente de que
las obras seau acreedoras á la luz pública.»
Estatuto XXV.
BOLETÍN
DE LA
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
TOMO XLVIII— CUADERNO I
ENERO, 1906
MADRID
ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DK FORTANtT
Libertad, 19.— Teléfono ggi,
I 906
SUMARIO DE ESTE CUADERNO
C
Paga.
Informbs:
I. Correspondencia de la Infanta Archiduquesa Doña Isabel
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma, (Desde
Flandes, años de iS99 d 1607 y otras cartas posteriores
sin fecha») — Continuación. - A. Rodríguez Villa 5
II. Santa Eulalia de Abamia, — £1 Marqués de Monsalud 40
in. De Granada musulmana, — El Baño de la ruina ó del «axautar».
Mariano Gaspar 43
IV. fueros dados d los moradores de Ribas de Sü, por D. Alfonso
IX Rey de León» A, 1225. — Vicente Vignau 53
V. Dos Idpidas visigdticas,^^¥iáéí Fita 56
Varibdades:
Interpretación de las fechas sabáticas, de los Judíos. — Eduar-
do Jusué 63
Noticias 86
TOMO xLVin. Eaero^l906. cuaderno i.
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
» >>< ♦
INFORMES
I.
comiKSPoismiEDscxjL
DE LA
INFANTA ARCHIDUQUESA D.^ ISABEL CLARA EUGENIA DE AUSTRIA
CON EL DUQUE DE LERMA.
Desde Flandes, arlos de Jsgg d JÓ07 y otras carias posteriores
sin fecha.
81.
Duque: Remitiéndome á mi primo que dirá á lo que despa-
cha este correo, no diré yo en esta más de que creo que enten-
déis el daño que seria para todo, si sucediese esto que se teme
y cuánto es menester atajalio con tiempo; y así sé que lo pro-
curareis cuanto fuere posible, y que no es menester encareceros
io que importa. De aquí no sé que deciros sino que se están ahí
los enemigos aun sin saber lo que han de hacer 6 donde darán,
aunque se procura estar con cuidado en todas partes, si bien el
que nosotros ponemos sirve de tan poco que al cabo no viene á
servir sino de llevar mi primo las culpas de todo, como sé que
se las echan aora muchos. Ojalá mostrase Nuestro Señor la
verdad de lo que en esto y en todo ha pasado, y se vería quien
ht tiene. Yo os confieso que no puedo déxar de sentir esto, y
creo me confesareis que tengro razón; y por eso os lo digo. Mu-
cho deseamos cartas de ay para saber de la salud de mi herma-
6 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
no, que me parece tardan ya mucho. El Condestable no lo hará;
que ya vuelve de Ingalatenra. Y de aquí no hay otra cosa que
deciros sino que ha hecho mucha caílor algunos días. A toda
vuestra gente me encomiendo mucho: de todos deseo saber que
están con salud y vos libre de todos vuestros achaques; y guar-»
^eosDios cómo deseo.. De Gant á S de Setiembre, J604. — A
Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
■
82.
Duque: Si os pudiera dar esta nueva de ser ganado Ostende,
sin que fuera tras la pérdida de la Enclusa, yo os confieso estu-
viera contentísima; pero aora el pesar de estotro no da lugar al
contento que pudiéramos tener de haber salido con una empre-
sa tal, que no creo ha habido su igual en el mundo, Y también
nos estorba el contento que podríamos tener el mucho cuidado
en que estamos puestos de un motin general, por las muchas
apariencias que hay dello, no habiendo que dar ahora á esta
gente, que tan bien merecido lo tiene: que cuando se amotina-
sen, no se les podría decir que es sin razón, aunque seria la to-
tal ruina destos Estados y un daño irremediable. Y así no puedo
dexar de poneros todo esto delante, por lo que va en «lio al ser
vicio de mi hermano, y pediros procuréis con el cuidado que so-
léis poner en todo lo que nos toca, que esto se remedie con la
brevedad que el caso lo pide, pues es el de mayor considera-
ción de cuantos se pueden ofrecer. El enemigo aun se está ay:
no sé lo que piensa hacer; que el tiempo parece que está muy
jidelante para emprender nada. El Condestable ha vuelto bueno
de Ingalaterra y allá quedan contentos de lo que se ha hecho.
Nuestros diputados volvieron antiyer, que la gota del Conde de
Aranbergue los ha detenido. Todos cuantos han visto y tratado
á la Reyna dicen maravillas della, como dirá el Condestable y
algunos buenos cuentos de lo que se usa por allá^ Mi primo ha
quince dias que está aqui: pienso se irá mañana á componer
eómo. ha de quedar lo de Ostende; y yo temo arto no sea otra
ausencia de otras ocho semanas: que es todo lo que hay que de-
CORKBSPONDSMCIA DB LA INFANTA B05IA ISABEL. f
ár de acá. A toda vuestra gente me encomiendo mucho; y
guárdeos Dios como deseo. De Gant á 23 dé Setiembre, 1604.--^
A Isabel.^-^Sóbrescrito:) Al Duque de Lerma.
83.
Duque: Mi primo os escribe sobre ün particular que entende-
réis que toca al Marqués Espinóla; y yo por lo que deseo el
servicio de mi hermano, no puedo dexar de deciros que aquello
es lo que conviene para todo, por las razones que se os escrí-^
ben; y antes parece que Nuestro Señor ha enviado este hombre
aqui para remedio de tantos inconvenientes como se podían se-
guir. El está generalmente bien quisto con todas las naciones y
con los del pays mucho. Los soldados hacen más por él que por
nayde. Mi hermano, aunque no es su vasallo tiene buenas pren-
das en él para asegurarse de que le sirvirá bien y fielmente. El
no pretende sino honra y señalarse y tener nombre en el mun-
do, y asi siempre procurará salir con lo que tomare entre ma-
nos. Es grandísimo trabaxador y diligente, y no reusa ningún
trabaxo ni peligro de su persona; y tiniendo todas estas partes,
se le puede bien suplir lo que le falta de prática y espiríencia,
en que no dexa de tener ya alguna por las ocasiones que se han
ofrecido después que está aqui; y él se aplica tan bien á ello que
se puede creer lo aprenderá bien presto. Todo esto me ha pare-
cido deciros, porque no cumplida con lo que deseo el servicio de
mi hermano, si no os dijese con llaneza y verdad lo que entien-
do que lo es ó lo será, asegurándoos que solo tengo lá mira á
esto sin que pasión ninguna pueda haber de por medio, como
quizá lleva á otros que no deben de desealle ni tener las obli-
gaciones para ^Uo que nosotros, y creed que las reconocemos
como es justo^ aunque nos levanten que no; pero el tiempo será
testigo y yo 6é qué vos lo creéis así, y no consentiréis que por
lo que ay se hiciere se juzgue lo contrario, y que donde vos es-
tais tenemos las espaldas muy siguras. Desto estoy yo bien
cierta, y así no quiero tratar más desta materia, sino deciros
cuan contenta me tiene el preñado de la Rey na y haber sabido
8 BOLETÍN DE LA. REAL ACADEMIA DE LA HISTOJUA.
quQ mi hermano y mi nuera estaban con la salud que hemos
menester. De la vuestra también he olgado mucho de saber que
sea buena. Ojala pudiérades dar un vuelo con mi hermano para
ver esto de Ostende: que no se. puede decir lo que es, sino es
viéndose: A mi hermano escribo cómo lo he andado todo, y así
9
no os lo repito; pero yo asiguro que quien ve aora lo que hay
dello, de una parte y de otra, que no le paresca mucho lo que
ha tardado, sjno'antes se .espante de lo que se ha hecho en tres
años, con . no haber aora memoria de las primeras fortificacio-
nes que se hicieron, cuando se tomaron los primeros puestos.
Es cosa (maravillosa) la gente que viene á vello de todas par-
tes, como un jubileo, y todos contentísimos; y tienen razón, que
ha sido redimir un gran pedago de tierra y muchos lugares; que
solo de aquí allá, que son dos leguas, habia siete villajes, que
aora todos se volverán á poblar. Todos los que vienen, llevan
algo por memoria: unos un palo, otros un clavo 6 un ladrillo;
que hay artos por el suelo, porque en todo el lugar ha quedado
casa en pié. Yo os prometo que no daba paso que no suspirase
por mi hermano; porque creo que no se verá jamás en el mun-
do otra cosa semejante. Y tras deso, se puede decir lo que de-
ciá un veneciano el otro día, que lo vino á ver: y como lo vio
así, dijo: «¿Es posible que haya tan gran locura en el mundo
que por unas casas rotas como estas y unos montones de tie-
rra, se hayan muerto tanta gente y gastado tanto dinero?» Y á
este tono dijo las mejores cosas del mundo, que pasan arto bue-
nas de unos á otros que vienen á vello. La gente está contenta
con las dos pagas que se les dan aora: que cierto, se le debe mu-
cho al Marqués en haber asigurado este motin, que nos tenia
con mucho miedo. Esto es lo que hay por acá de nuevo; y así
acabo encomendándome mucho á toda vuestra gente y desean-
do saber de todos; y Dios os guarde como deseo (i). De Neoport
á 5 de Otiibre, 1604. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
(i) Esta íórmula fínal de «Dios os guarde como deseo» era la usada
generalmente por Felipe ÍI, y de él la tomó su hija.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOJ(A ISABEL. '.9
84 *
Duque: Habiendo determinado de enviar ay al Conde de Sora
á dar cuenta á mi hermano del estado de lo de aqui, tendré
poco que deciros en esta, pues él os dirá tan particularmente
todo lo que quisiéredes saber y lleva orden de dárosla primero
de todo y hacer lo que le ordenáredes, porque estamos tan con-
fiados y tenemos tan buenas pruebas de cuanto trabaxais y pro-
curáis por todo lo que nos toca, que no me parece podría ir
nada bien encaminado sino fuese por vuestra mano. Y así, os
pido oyais al Conde muy particularmente; que yo espero que os
informará de todo muy bien, y él desea tanto servir á mi herma-
na que no dudo sino que lo procurará siempre con muchas ve-
Fas, y que os mostrará, como quien está bien enterado dello, el
estado de lo de aqui y los remedios que se ofrecen, para que ay
S€ escoja el que más conveniente pareciere; y la brevedad de
su despacho importa tanto como él dirá. Espero me ha de traer
muy buenas nuevas de la salud de mi hermano, que ya me pa-
recen mil años lo que ha que estamos sin cartas de ay. De la
Condesa.de Uceda las tuve el otro día, en que me dice el buen
rato que pasó con vos, y cómo me deseábades allí ó poder ve^
nir acá. Yo olgara arto de hallarme en la conversación, y no
pierdo la esperanza de lo postrero, y más aora con el preñado
de la Reyna; y así cada credo ruego á Dios que para un hijo
esta vez, como lo espero, y la Condesa que vos la habéis de ha-
cer despachar bien y presto y acordallo á mi hermano, como os
, lo pido. Y también que ayudéis á la pretensión que tiene el
Marqués Espinóla, en que os hablará el Conde de Sora: que si
yo no entendiera que era servicio de mi hermano, no hablara
en ello. Pero siempre es bueno dar ánimo á los que sirven bien,
y hace que otros le tomen para hacer lo mismo. Y en esta oca-
sión en que él ha puesto tanto de su parte para salir con esto
de Ostende, vendría muy á propósito. Y pues el Conde os dirá
todo lo que yo pudiera decir, aquí acabo, encomendándome
lO BOLBTÍV OB LA SEAL ACMIHEMUL OB Uk
mucho á toda vuestra gente, y guárdeos Dios como deseo.
De Gant á 12 de Octubre, 1604. — A IsabeL — (Sobrescrito:)
Al Duque de Lerma.
85.
Duque: No me parece que cumpliría con el servicio de mi
hermano, si aora que vá ay el Marqués E^ínola, que os dari
esta^ no volviese (á) suplicalle le haga la merced que le tenemos
suplicado; y por la misma razón no puedo dexar de encomen-*-
dárosle mucho para que le ayudéis á que mi hermano le haga
mucha merced; pues de la manera que el Marqués ha dexado
su casa y ha ser\'ido lo merecen también. De más de que á mi
hermano le está muy bien servirse del Marqués, y que él se
haga capaz de todo, como sin duda le falta poco para estallo.
Porque hay pocos hombres en el mundo en la era de aora; y asi
es más de estimar de la manera que el Marqués trabaxa y aven-
tura su persona, como se ha visto en todas las ocasiones que se
han ofrecido. Bien sé que á la primera vez que le habléis os pa*
recerá hombre encojido y de pocas palabras, pero después que
le tratéis, veréis que no lo es, sino que se sabe dar maña á todo:
y así tengo por cierto que honrándole y favoreciéndole mi her-
mano, ha de tener en él un hombre de mucho servicio. Y aun-
que pudiera moverme lo que él nos tiene obligados, que dertx)
es mucho, pues nos ha sacado de dos ó tres petreras arto gran-
des, no se me pone delante sino solo entender que este es ser-
vicio de mi hermano, por las razones que aquí digo y las demás
que os tengo escritas sobre esta materia. Y pues el Marqués
dirá particularmente el estado de lo de acá, no tengo que alar-
garme, quedando respondiendo á vuestras cartaá con ün correo
que pienso llegará primero. A toda vuestra gente me encomen-
dad mucho, y guárdeos Dios como deseo» De Brusselas á 17 de
de Noviembre, 1 604. — -A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
CX>RRBSPONDBMCIA OB LA INFANTA DONA ISABELí II
88.
Duque: Yo quisiera hallar palabras para agradeceros todo lo
que me decís en vuestras cartas de 17 de Setiembre y 13 de
Octubre, y la norabuena que me dais de lo de Ostende, que yo
recibo de tan buena gana como vos veo que me la dais: que
bien se echa de ver lo mucho que deseáis nuestro descanso; y
asi se ha parecido tan bien en la diligencia que habéis puesto
para la merced que mi hermano nos ha hecho de los 400.OOO
ducados extraordinarios, que si como conocemos esta merced por
tan grande como ella es, pudiésemos servilla á mi hermano como
deseamos, estaríamos muy contentos, porque se vería en lo que
la estimamos, y cuánto reconocemos lo mucho que hace mi her-
mano y las obligaciones en que nos pone cada día de nuevo. Y
aunque yo le beso las manos por esta merced, que ha venido á
tan buen tiempo, no puedo dexar de pediros se las beséis también
por mi; y á vos os agradesco mucho el trabaxo y cuidado que
esto os ha costado y os cuesta cuanto nos toca, de que estoy
yo bien cierta, y de lo mucho que os debemos. Y así querría
muchas ocasiones en que iñostraros el reconocimiento que ten-
go dello y podéroslo agradecer con las obras, como hago con
las palabras, que lo haría de tan buena gana como se verá siem-
pre que se me ofresca ocasión en que mostrároslo. Y no nos
obligáis menos en la llaneza cson que me escribís todo lo que ay
se ha dicho á propósito de la Enclusa; porque con tratar desta
manera, espero se hará mejor el servicio de mi hermano, y para
él es muy conveniente lo que mi hermano nos manda y vos
apuntáis de que se castiguen los culpados, porque como tenéis
muy bien entendido, nunca se hará nada bien sin esto, ni mi
hermano será bien servido; y sin duda cumple para la reputa*
cion y para tapar la boca á todos; y asi mi primo ha mandada
hacer la información por el Auditor general. Y porque se haga
mejor y más sin -pasión, ha mandado al Veedor general que en-
tienda en ella también; y estando hecha se enviará á mi herma-
no para que mande en todo lo que fuere servido; aunque yo
13 ROLETÍN DB LA RBAL ACAÜBIHA DB LA HISTORIA^
creo que no se ha de acabar tan presto, porque estamos en mun-
do de manera que no hay aora hombre que quiera decir su di-
cho judicialmente; y así será menester apretalles á que lo hagan,
pues no se pueden castigar las cosas sí no se prueban; y pro-
bándose la verdad, podrá ser que también salga algo de lo que
me apuntáis de los consejeros, aunque será fácil de decir cada
uno que aconsejó lo que le parecia lo mejor; y si fue con pasión
6 no, mal se podrá averiguar. Pero creed que se anda con todo
el recato que se puede en esto; pero yo lloro cada día la falta
que veo de hombres que sirvan á mi hermano con solo celo de
su servicio como vos, sino que cada uno tira por su interés 6
opinión sin mirar á más; y así se vá acabando el mundo, porque
no sabéis de quien asir para podelle ñar nada.
Espero estará allá el Conde de Sora y os habrá dado muy
particular cuenta de todo lo de acá y de lo que se podría hacer,
aunque veo habrá menester deciros poco sobre esto, por lo bien
que tenéis entendido, como me escribís, cuanto importa aper-
cebirnos dende luego para poder salir en campaña primero que
nuestros enemigos; con que les obligamos á no emprender ningu-
na cosa y se les cortan sus disinios, y nosotros quedamos libres
para hacer lo que nos estuviere mejor^ sin que ellos nos obli-
guen, como hasta aquí, á ir donde ellos quisieren. Y esto á mi
parecer es uno de los más importantes medios para acabar con
esta guerra de todos; y yo tengo por cierto que si este verano
se hiciese un buen esfuerzo, que el negocio seria acabado; pero
para esto es menester apercibirse desde luego, como decís; y
después desta pax de Ingalaterrá y la toma de Ostende están di-
ferentes nuestros enemigos, y el de Francia tanto que aora nos
hace mil amores, y debéis ya de saber cuan gran hospedaje ha
hecho al Condestable. Y así importa mucho sustentar esta pax
de Ingalaterrá y tener correspondencia allá; y cierto que debe-
mos mucho á aquellos Reyes, como entenderéis más particular-
mente de el Condestable. Yo siempre llevo adelante la amistad
de la Reyna y ella me la tiene tan grande que se la debo con
mucha razón y á vuestro cuñado el olgar de la merced que mi
hermano le ha hecho, aunque nos ha de dexar mucha soledad
COR&ESPOKDEKCIA DB LA. INFANTA DONA ISABEL. 13
cuando se vaya, porque le debemos mucho y acude al servicio
de mi hermano con gran cuidado y voluntad; y así deseo que
se le paresca el que hubiere de venir aqui, y que sea hombre
que se pueda fiar del y vos holguéis de podelle decir con llane-
za lo que quisiéredes, y aqui. hagamos lo mismo; y sobre todo
que no sea amigo de meter guerra sino pax; porque hay hom-
bres en el mundo que su propio humor es ese, y que todo lo que
se hace por bien, echan á mal: que no es lo que hemos menes-
ter entre nosotros, que todos somos unos y lo hemos de ser
siempre, y no tenemos otro fin ni deseo sino de servir á mi her-
mano. Y así os he querido apuntar esto, aunque estoy cierta que
no habréis dexado de mirar en ello, como quien tanto nos quie-
re á todos y desea nuestra amistad.
Bendito sea Dios que mi hermano y mi nuera están tan bue-
nos como me decis, y que el preñado de la Rey na va tan adelan-
te, que me tiene contentísima, esperando que ha de parir un hijo,
con que mi hermano podrá dar una vuelta por el mundo. Y yo
os prometo que se me van hartos ratos en imaginar lo que ha-
ría si le viese por acá. Muy buena jornada debe de haber sido
la de la brama, aunque no sé cómo os dio licencia para queda-
ros tantos dias; y yo asiguro que olgó harto de veros cuando le
fuisteis á encontrar. Lo de Lerma me dicen que merece la hon-
ra que le hacéis, porque es muy bueno; y asi creo lo estará la
casa del castillo de Burgos, que es muy justo no dexar perder
aquel lugar. Mucho me ha pesado de la muerte de su hija de la
Condesa de Niebla, aunque como le viva el muchacho se podrá
consolar della, y más con la buena prisa que se dá á parir. Yo
os confieso que siempre guelgo mucho con saber della, y no
menos de todos los demás, á quienes no dudo sino que les caerá
la bendición que les echáis. Yo á lo menos bien sigura estoy de-
11o y de lo que tengo en todo lo que os toca. Pésame de que no
se os acaben aun los achaques, pero lo que trabaxais debe de te-
ner la culpa; y cierto, habríades de mirar más por vuestra salud
para acudir mejor al servicio de mi hermano, pues sabéis la falta
que le haríades estando sin ella. Aqui la tenemos: y ha diez
dias que venimos á este lugar^ como escribo á mi hermano y
14 BOLfiTÍK Z>B LA RBAL ACADEMIA Dfi LA SISTORIA.
las demás nuevas que se ofrecen, que son pocas. Guelgo de lo
que me decis del Duque de Osuna? y espero que no nos sacará
en blanco la buena opinión que tenemos del: ha muchos días
que está con tercianas. A toda vuestra gente me encomiendo
mucho y guárdeos Dios, como deseo. De Bruselas á I9 de No-
viembre, 1604. — A Isabel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
87.
Duque: Muy bien nos ha ido estos dias con saber de ay, de
que yo estoy muy contenta, aunque no tenga cartas de mi her-
mano ni vuestras, pero con saber que mi hermano y la Reyna y
mi nuera tienen la salud que hemos menester, se puede llevar
el no tener cartas; y más siendo de recien llegados á Valladolid,
que cargarían tantas cosas como yo juzgo por lo que tengo visto
tras las jornadas. También he olgado mucho de saber que ha-
béis vuelto bueno, como nos lo escribe el Conde de Sora, y de
la manera que le habéis acogido, de que estaba yo bien cierta;
y así lo estoy de que habréis olgado de oylle, y que os habrá
dado mejor razón y más clara que otros de lo de acá, pues yo
pienso que no hay nayde que lo sepa todo mejor que el, y que
no lo lleva juzgado por tanta pasión, como algunos le han que-
rido tachar. Yo espero que él lo habrá todo desmenuzado, de
manera que habrá mi hermano tomado la resolución que tanto
es menester para su servicio y bien destos Estados. La brevedad
importa lo que sabéis, pues por lo que me escribís veo cuan bien
lo tenéis entendido; y así solo os digo que nuestros enemigos no
duermen y el tiempo se pasa, y si se ha de hacer algo que luzga,
es menester ganalles por la mano en salir en campaña; y así creo
que no os descuidareis en que se tomé presto la resolución de
lo que se hubiere de hacer.
Hanos librado Dios de otro motin que estaba ya cuajado en
Diste, pero se deshizo por parte de la misma gente de dos compa-
ñías, que eran, que lo hicieron tan honradamente como lo habían
hecho mal, los que se amotinaban: no lo irán á pagar al otro
mundo, pues ya están en él los más de los culpados; otros hu-
COiUtXSCOMDBXICIA DB LA INFANTA DONA ISABEL. 1 5
yeron y tras otros se anda, que es solo el remedio que hay para
poner freno á estas cosas. Plegué á Dios que baste; que mien-
tras la gente está aloxada, siempre estoy con miedo. Harto nos
ponen estotros de Ruremunda, de que han de abrir las puertas
si no los pagan, y cada dia salen con nuevas demandas y mil
bellaquerías. El mal es no podellos castigar como merecen.
Aora dicen que hay peste allá, y yo creo que no será pecado
desear que ella ahorrase á mi hermano una buena parte desta
paga; pero yo creo que no habrá cosa que los acabe. El Duque
de Umala- envia este criado sobre lo de su paga: él pasa necesi-
dad y es el mejor hombre del mundo. Cierto, merece que mi
hermano. le haga merced, pues está debaxo dé su amparo, y por
eso no goza de su hacienda, y él dice que no dexará el servicio
de mi hermano por ninguna cosa. Muy contenta está la Condesa
de Uceda con la merced que mi hermano ha hecho á sus hijos,
y tiene razón, y yo la tengo muy grande para agradeceros, como
lo hago, lo que habéis ayudado á ello; y así espero que lo haréis
en lo que á ella, le toca para que se pueda venir. Y también es»
pero que no os olvidareis de lo que toca á Jacyncurt (l). A mi
hermano he escrito suplicándole se acuerde de hacer merced á
Don Juan Carrillo, de manera que no haya menester acudir á
las residencias de Toledo, en que no.dexa de hacernos falta, y
piepso que también la hace al servicio de mi hermano, pues se
ofrecen mil cosas de aqui, que como él las ha tratado, las tiene
mejor entendidas que otros; y por todo esto os pido mucho
toméis á vuestro cargo el acomodar esto, de manera que él no
pierda y se consiga el estar ay sin haber de acudir á Toledo ni
(i) Doña Juana de jacincourt, tantas veces citada en esta Correspon-
dencia, era Camarera mayor de la Infanta. Vino de Francia á España como
dama de la Reina Doña Isabel de Valois» madre de dicha Infanta. Dice
Bentivoglio que en i6i i era viejísima, y así por su mucha edad desempe-
ñaba su cargo en muchas cosas Doña Catalina Livia, su sobrina, «que es
dama de lindísimas partes y muy estimada en Palacio». En una relación
de < Oficios de la Casa de la Reina según nómina de primero de año
de 1572» que tengo á la vista, aparece como la primera de las damas esta
Doña Juana con 27.000 mrs. de salario.
1 6 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
otra parte. Hanmo dicho que murió el buen viexo dé Amedo;
y aunque yo sé que en nayde tienen, más (confianza?) que en
vos todos los criados viejos, no puedo dexar de pediros acordéis
á mi hermanó los muchos años que sirvió, para que haga mer-
ced á su mujer y hijas, y bien lo habrá menester la mayor, pues
he entendido está viuda, que me ha hecho lástima; y por lo que
me sirvió, me haréis mucho placer en tomalla á vuestro cargro
para que mi hermano la haga merced; pues también creo le ha
servido bien su marido. Y porque esta carta sea toda de enco-
miendas, no puedo dexar de acordaros la pretensión de Juan
Sanches de Colombres, que está casado con una sobrina de mi
confesor;y entiendo que él es hombre para podelle emplear en
lo que pide; y así me haréis mucho placer en ayudaÜe.
Creo habrá llegado ya el Condestable, pues dicen los que han
venido le toparon en Irun; y el Marqués Espinóla es tan diligente
que también pienso estará ya allá, y que habrá dado buena ra-
zón de sí, en que veréis que no íe proponemos de acá sino por
entender que conviene al servicio de mi hermano. Ya le llegó
la carta del Vicecanciller á vuestro cuñado, pero con todo le de-
tendremos todo lo más que pudiéremos, y ahora están tales los
caminos con haber llovido y llover mucho, que aunque quisiera
será imposible irse hasta que mexore el tiempo. A toda vuestra
gente me encomendad mucho y me dad nuevas de todos; y
guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á 7 de Diciembre,
1604. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
88.
Duque: Aunque ha tan pocos días que escribimos y hay tan
poco que escribir de nuevo, no quiero perder esta ocasión deste
hombre que vá en diligencia , para deciros lo que he olgado con
las nuevas que me ha dado vuestras la Condesa de la F'era y con
todo lo que me ha dicho de vuestra parte, y lo que allá la ha-
béis favorecido, que lo uno y lo otro os agradesco mucho, y
estoy bien cierta de lo que tenemos en vos. Bien creeréis lo que
guelgo de preguntalle nuevas de ay, aunque las deseo más fres-.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOl^A ISABEL. 1 7
cas: que ya me parece que tardan. No sé si ay habrá entrado el
frío tan de golpe como aquí, que es terrible el que hace, que
casi no se puede escribir, con estar junto á la lumbre; pero con
todo él, no se descuidan nuestros enemigos en apercibirse á gran
prysa de todas partes; y así si se determinare mi hermano á que
se haga algo de provecho este verano, es menester entender
luego en ello, como os habréis enterado del Conde de Sora de
cuanto importa esto, porque de otra manera será trabaxo per-»
dido como hasta aqui y gastar mi hermano sin provecho. Y así
dad prisa á lo que se hubiere de hacer, por lo que esto importa
para todo, que yo tengo gran confianza en Nuestro Señor que
nos ha de ayudar este verano. De aqui hay pocas nuevas que
decir; y así acabo con encomendarme á toda vuestra gente, que
de todos me dá muy buenas nuevas la Condesa, con que
guelgo mucho; y guárdeos Dios como deseo. De Bruselas á 26
de Diciembre, 1 604. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
89.
Duque: Nuestros enemigos se dan tan buena prisa á prepa*-
rarse, haciendo cuenta de salir en campaña á mediado el mes
que viene, que nos es fuerza cansar á mi hermano suplicándole
se abrevie la resolución que se hubiere de tomar, para que po-
' damos hacer algo este verano, y que sea de manera que luzga y
no se eche á mal toda la merced que mi hermano nos hace,
como lo será si nuestros enemigos nos cojen por la mano en
salir en campaña. Vos tenéis tan entendido todo lo que esto im-
porta que no he menester gastar palabras en deciroslo; y pienso
que el Conde de Sora os tendrá bien informado de todo, pues él
lo está y lo sabrá bien hacer, y podéis fiar que desea con veras
el servicio de mi hermano, y que así os tratará verdad; y así
deseo que le hayáis oído muy particularmente; porque muchos
puntos que él llevó para tratar con vos, no hay para qué los sepan
otros; que quizá pasiones particulares 6 otras razones á este tono
les hará que no las entiendan como vos, que yo sé que solo mi-
ráis al servicio de mi hermano y al bien de todo. Y aunque el
TOMO xLviii. 2
1 8 boletín db la real academia de la historia.
Conde no hubiera de tratar desto por no parecer apasionado en
ello, y así se escusaba de hablar en ello, pero yo le encargué
particularmente que lo tratase con vos por entender que con-
viene mucho al servicio de mi hermano, y más estando nosotros
hasta aora sin hijos; y es lo que importa que mi hermano honre
y tenga contentos á los de acá y muestre que fia dellos, que es
lo que ellos más estiman de todo ; y si el Conde no os hubiera
hablado en este particular, no dexeis de apuntárselo y enteraros
del de todo cuanto llevó orden de tratar con vos: que yo sé que
importará mucho para el servicio de mi hermano, que estéis
bien informado de todas estas cosas. Harto bueno seria que con
la resolución que trújese el Conde se hubiese de tapar la boca á
estos de los Estados generales, porque aprietan mucho las pro-
vincias sobre ello, y se les vá entreteniendo con aguardar la reso-
lución que trairá el Conde; que si no es de manera que á ellas
les paresca que pueden esperar por ella algún alivio, no veo
cómo se lo podremos estorbar sin que den en una desesperación
que sea peor. Nuestros enemigos tienen tantos que los ayuden,
que no les faltará nunca nada para la guerra; y así la emprenden
de nuevo; pues también dicen que tentará el Conde Mauricio lo
de eleves por un casamiento que dicen está concertado aora del
y su hermana con la hija y hijo del de Brandenburg, que es uno
de los Electores. Y por otra parte el de Nevers, ó su amo por
mejor decir, con esa máscara también entra á la parte; de ma-'
ñera que se nos junta aora eso demás de lo que ay, pues ha de
ser fuerza acudir también allí, por ser la llave por aquella parte
destos Estados y incorporado mucho dello en ellos, como os
podrá informar el Conde de Sora, y de lo que pasa en esto, que
es buena ayuda de costa. No seria pequeña vernos ya libres
deste motin, pues el mes que viene se acabarán sus cuentas, y
si no se les paga luego, no sé qué nos hemos de hacer para sus-
tentallos, porque no abran las puertas. Ellos merecerían que en
saliendo los ahorcasen á todos, pues hay muchos que no solo les
deben, pero ellos deben: que á mí no me basta paciencia de ver
que no sea posible castigar tan grandes bellacos. Estos son todos
los duelos de acá, que no son pocos; y el mayor para mi haber
CORRESPOMDE17CIA DB LA INFANTA DONA ISABEL. 19
mil dias, á mi parecer, que no tenemos cartas de ay, aunque por
algunas del ordinario sabemos que mi hermano y la Reyna y mi
nuera estaban con salud, de que estoy muy contenta; y también
dicen os habia nacido otra nieta, de que os doy la norabuena,
"Olgando mucho de lo bien que lo hace la Duquesa de Qea, pues
nunca serán muchas vuestras nietas si son tales como la que yo
dexé, como lo espero siendo hijas de sus padres. A toda vuestra
gente me encomiendo mucho; y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas á IJ de Enero, 1605. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
90.
Duque: Vuestro cuñado dice que despacha un criado que ha
•de hacer diligencia; y así no quiero perder esta ocasión, aunque
habrán llegado allá artas cartas nuestras. En esta no hay más
que decir sino lo que tenemos dicho en las demás, que no lo
repetiré aqui por creer lo tenéis bien entendido, y que cuando
•esta llegue, estará ya despachado el Conde de Sora tan bien como
yo fio de vuestro buen cuidado y diligencia. No hay cosa de
nuevo después que escribimos sino hacer un tiempo de prima-
vera. No sé si habrá obligado á mi hermano, si le hace así por
allá de salirse algunos dias á caga. Muchos ha ya que estamos
sin cartas de ay, que solo se puede pasar con saber que mi her-
mano se halle con salud, como lo dicen algunas cartas de parti-
culares que han venido estos dias, aunque viejas, pero nos
habremos de contentar con sabello por ellas mientras no las
tenemos más frescas, aunque quiero esperar que no tardarán en
venir. A toda vuestra gente me encomendad mucho; y guárdeos
Dios como deseo. De Brusselas á postrero de Enero, 1 605. —
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
ei.
Duque: Bonísimas Carnestollendas hemos tenido con haber
llegado el domingo dellas las cartas de mi hermano de tres deste,
y haber sabido por ellas la buena salud con que se hallaba con
Vi
1
20 boletín de la real academia de la historia.
la Reyna y mi nuera. Y cuando estas cartas no trujeran mas que
esto, pudiéramos estar contentísimos, cuanto más juntándose á
ello la mucha merced que mi hermano nos hace de todas mane-
ras, que no sé cómo se la hemos de poder servir jamás; y aun-
que yo le beso las manos por ella, no me contento con solo eso,
sino con pediros se las beséis por mí; porque sé que lo haréis de
tan buena gana como yo lo hiciera, y el agradeceros no por
escrito sino de palabra y por las obras lo que á vos os cuesta de
trabaxo y cuidado la merced que mi hermano nos hace. Creed
que lo conocemos, como es justo, y que así procuraremos siem-
pre corresponder á lo mucho que os debemos. Todo lo que mí
hermano manda está tan bien considerado y tragado que no
puede ser mejor;. pero las cosas que son tan graves es menester
mirallas y remirallas para que se acierten y se salga bien con
ellas; y así mi primo os escribe todo lo que se nos ofrece para
que mejor se encamine este negocio, pues parece que conforme
á la cuenta que ay se hacia, no se han visto bien las relacionen
que se han enviado de acá de las provisiones. Vos las haced mit-
rar con mucho cuidado, pues lo que importa sobre todo es que
la gente ande pagada puntualmente, porque con eso se puede
hacer della lo que se quiere y castigalla cuando es menester.
Allá se considere y tantee bien todo, y sobre ello mande mi
hermano lo que fuere servido, que aquí no deseamos sino su ser-
vicio y obedecelle en cuanto fuere posible; y quien otra cosa
creyese al contrario de esto, nos haria grandísimo agravio.
Don Agustin Mcjia estoy yo cierta que servirá muy bien, que
es honradísimo caballero; y el Marqués Espinóla hará muy
bien lo del remate, que tanto es menester, por vernos fuera
destos motines. Prométoos que he sentido mucho que mi her-
mano se haya detenido ni un credo en ese lugar, estando
tan enfermo como está, y más por nuestra causa, pues aunque
se perdiera todo, importaba poco á trueque de su salud. Por
amor de Dios que no se lo consintáis de aquí adelante de nin-
guna manera; y también os quiero reñir porque os ponéis á es-
cribir tanto de vuestra mano, teniendo los ojos como me decís;
que el haber tardado en responder á mis cartas, yo lo perdono.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 2 1
pues sé por la ocasión que ha sido; y así lo imaginaba siempre.
No puedo dexar de encargaros la brevedad de la resolución
deste despacho, pues nos vemos ya en Margo y nuestros ene-
migos á la puerta; que no hay hora sigura ya de aquí adelante.
Yo os confieso que me guelgo de que no haya mandado mi her-
mano partir á vuestro cuñado con este correo, porque, cierto,
le sirve aquí muy bien; y así espero lo hará el que viniere en su
lugar, pues me lo decís. El está muy sentido de la muerte de la
de Cifuentes, que ha sido lástima; yo os doy el pésame della y.
el pláceme de las dos nietas que os han nacido, de que estoy
muy contenta, aunque bien olgara que fueran nietos, porque
siempre las mujeres somos mal recibidas en el mundo.
Mucho os agradesco la merced que mi hermano ha hecho á
Jacyncurt, que ha sido hacérmela á mí muy grande; y bien se vé
la buena amistad que le habéis hecho; y así á vos os lo quiero
agradecer todo y esperar que por vuestro medio, andando el
tiempo, se la hará mi hermano cumplida, y entre tanto le dará
algún poco de ayuda de costa, pues hasta ahora no ha podido
cobrar nada dende que aqui mi hermano le hizo la merced. Tam-
bién os agradesco la que mi hermano ha hecho á la Condesa de
Uceda: ya la aguardo con alborogo para saber nuevas muy par-
ticulares, y particularmente del dia del banquete, que no le
dexaré olvidar los recados que le habéis dado. Harto le predico
yo que se toque, como la de la Fera, y quigá con los celos que
ha tenido aora della se consentirá á hacello. Buenas fiestas se
han tenido allá: á mi hermano escribo las que ha habido acá es-
tas Carnestollendas; y cómo mi primo ha hecho volver mogo á
vuestro cuñado (i); y si él me oyera esto, creo se enojara; pero,
cierto, que con la máscara lo parecía más que el de Osuna, con
quien iba. Anda arto malo dias ha, y será muy justo que mi her-
mano tenga cuenta con hacelle merced y se le provea de su ha-
cienda, con que pueda pasar bien, que pasa necesidad, y no por
desórdenes que hace; y no es justo que un hombre como él esté
(i) £1 Marqués de la Laguna, que desempeñaba el cargo de Mayor-
domo mayor de los Archiduques y de Embajador en Flandes.
22 BOLSTÍM DB LA EBAL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
aquí con ella. Del mal de la Condesa de Altamira me ha pesada
mucho, y creo yo muy bien todo lo que me decís de cómo cria
á mi nuera. Las viruelas de mis sobrinos espero serán ya pasa-
das: parece que han querido parecer á su madre que las tuvo
tan tarde. Aquí va la memoria de Juan Sánchez de Columbres:
entiendo que es hombre para lo que pide; y por las razones que
os he escrito, no puedo dexar de encargárosle mucho. Entiendo
que hay aora ocasión en que mi hermano podria acordarse de
Juan Castillo, y así os pido mucho se lo acordéis, pues él no tie-
ne ya edad para ir y venir á Toledo; demás de que entiendo que
es servicio de mi hermano que él asista ay y entrar otro de nue-
vo á tratar de todas estas materias que él tiene ya entendidas»
no podria ser bueno para nada. También me haréis placer de
acordar á mi hermano haga merced de alguna pensión para con-
tinuar sus estudios á Don Juan y Don Antonio de Brizuela; y con
esto no se me ofrece más que decir en esta; ni de acá hay cosa
de nuevo; y así acabo encomendándome mucho á toda vuestra
gente; y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas, postrero de
Hebrero, 1605. — A Isabel.
Olvidábaseme de deciros cómo el chobo que vá con la ropa del
Marqués de la Laguna por mar, lleva unos pavos pias y faysanes
para mi hermano; si llegaren vivos y contentaren, enviaremos
más: que no ha habido hasta aora ocasión de enviallos con segu-
ridad. Los faysanes machos en poniéndoseles colorado al rede-
dor de los ojos, que es cuando andan en celo, es menester apar-
tallos cada uno de por sí, porque si no se matan; y á cada macho
se echan dos hembras, y los guebos que ponen los sacan gallinas;
pero es menester tener mucho cuidado dellos, cuando son chi-
cos, porque son delicadísimos: suelen criar por Abril ó Mayo. —
(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
92.
Duque: No puedo dexar de agradeceros el principio de vues-
tra carta de 25 Hebrero, pues me sacasteis del mucho cuidado
con que estaba de la salud de mi hermano, sabiendo la falta que
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DO^A ISABEL.
había ay della, con decirme que estaba muy bueno. Bendito sea
Dios que tanta merced nos ha hecho de libralle de las viruelas;
que yo os confieso cada vez que me dicen las hay donde mi
hermano está y me acuerdo que no las ha tenido sino locas, no
puedo perder el cuidado; y asi por amor de Dios que siempre le
acordéis que se. guarde. Fue muy bien que se saliese de Valla-
dolid y la Reyna. Las tercianas de mi nuera me dieron mucha
pena: no se le puede negar que de todas maneras es linda cria-
tura: guárdele Dios y dele un hermano presto, como lo espero.
La muerte de mi sobrino he sentido como podéis pensar, aun-
que me consuela lo bien que vivió y murió. Bien cierta estoy
del cuidado que mi hermano mandaría tener con ellos, y la mer-
ced que les ha hecho en esta ocasión ha sido mucha; y bien sé
que vos no habréis desayudado para ello. La merced que mi
hermano nos ha hecho y hace siempre es de manera que á mí
me faltan palabras para encarecella, y particularmente en lo que
aora ha mandado que le sirva aqui el Marqués Espinóla, con
todo Jo. demás que me decis que traerá recado el Marqués. Vos
hacéis. muy bien en no gastar palabras en encarecer lo que se
ha hecho, pues las obras lo muestran tan bien, pero yo querría
gastar muchas en agradeceros, como lo hago, lo que en esto ha-
béis hecho y trabaxado, que bien se echa de ver lo que deseáis
el servicio de mi hermano y nuestro descanso; y asi estoy bien
cierta de lo que tenemos ca vos, y vos lo podéis estar de que
lo conocemos, como es razón, y deseamos pagaros las muchas
obligaciones que nos echáis de nuevo cada dia. Yo espero en
Dios que no os habéis de arrepentir de lo que os ha costado esto
que se ha hecho, sino que ha de ser para un gran servicio de mí
hermano y descanso (nuestro). Y para que esto salga cierto,
como deseamos, es menester dar prisa á todo, pues estamos ya
en Abril, y tengo por milagro que nuestros enemigos no hayan
salido ya en campaña, y más con el tiempo que hace; y asi,
pues habéis hecho lo más, por amor.de Dios que deis mucha
prisa á todo, si ya no fuese partido el Marqués, porque con un
esfuerzo tan grande como el que mi hermano hace, no se dejen
de hacer los efectos que esperamos por nq haberse hecho á
24 boletín de la real academia de la historia.
tiempo; y yo veo que entendéis esto tan bien que he menester
deciros poco sobre ello, y lo que á esto importa la brevedad. La-
gente podrá muy bien venir en navios de alto bordo, como decis,
como vengan bien en orden, por lo que pueden topar en el ca-
mino, y si se pudiesen embarcar con secreto y sin que ay se su-
piese á donde han de ir, seria lo mejor, pues con un buen tiempo
se podrían poner acá antes que los enemigos supiesen que ve-
nian, que si lo saben, sin duda los saldrán al encuentro; y en esto
de la mar nos llevan gran ventaja; pero con todo viniendo en
orden y en algún número, pienso les resistirían y podrían entrar
en Ostende sin peligro, por ser el puerto y la entrada mucho
mejor que Gravelingas ni Dunquerque. La primer tropa de Ita-
lia creo habrá ya partido sigun lo que ha avisado el de Fuentes.
Mi primo envió á traella á Don Fernando Girón, que es hombre
cuerdo y sirve con cuidado; y asi pienso la traerá muy bien. Con
la parlería del que ha de venir aqui, he olgado mucho, porque
tengo al de Aytona (l) en la opinión que vos. Pesármela fuese
verdad el haberse dicho aqui que era muerta su muger^ Tam-
bién no puedo dexar de deciros que se ha dicho también que mi
hermano hacia merced de lo de Qigilia al Conde de Villamedia-
na; y no puedo dexar de confesaros que yo he tenido celos de
que andando por acá vuestro cuñado le hubiese de preferir á otro
de los que están por acá á tener cosa mejor que lo que mi her-
mano le ha hecho merced, pues en él estará cualquiera tan bien
empleada; pero no por eso dexo de deciros que, cierto, la merece
el de Villamediana, que ha servido muy bien. No me dais nue-
vas en esta carta de vuestra gente, y yo las echo menos, por lo
que deseo siempre saber de todos y de vuestra salud, y cómo os
va con los ojos: que á buen seguro no dexais de trabaxar como
siempre por ellos; y no es eso lo que conviene al servicio de mi
hermano.
Con este correo envió á la Reyna una gala, para la cama, cuan-.
(i) D. Francisco de Moneada, Marqués de Aytona, nombrado para
reemplazar al Marqués de la Laguna en el cargo de Embajador de España
cerca de los Archiduques.
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• ' »« 1 -
COBRCSPONDENCIA DE LA INFANTA DONA tSABBL« 2¿
do esté parida, como usan acá y de una invincion nueva, que
deseo no haya llegado allá, sino que sea esta la primera. Decí-
me si lo aprueba vuestra hermana, que con esopyo* quedaré sa-
tisfecha de que no es mala la invincion. A £od« .vucsta gente
me encomedad mucho. De aquí no hay cosa que decir de nue-
vo, sino quedar mi primo un poco cojo de ün pié ( I ), como escri-
bo á mi hermano, y la ocasión no es menester confesar lo que es;
quizá con eso no volvía, que yo arto lo deseo cierto como
quien ha visto tanto dello en esta vida, aunque mi primo es tan
bien regido que pienso le salvará eso. Aguardando estamos el
nuevo Papa. Plega á Dios salga. el que es menester, y que os
guarde como deseo. De Brusselas, domingo de Ramos, 1605. —
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
93.
Duque: No sé por donde comience esta, porque por mucho
que diga, no podré encarecer con gran parte el grandísimo con-
tento que tengo de la merced que Nuestro Señor nos ha hecho
en haber dado á mi hermano un hijo (2); y cuando no tuviera yo
tantas razones para estar contentisima, vos sabéis lo que he que-
rido y quiero á mi hermano, y que esta solo bastaba para ser la
mejor nueva que me podia venir. Yo he recibido vuestra nora-
buena como aquella que sé que es dada de mejor gana que otra
ninguna y con mayor contento: y pagándoos en la misma mo-
neda, os la doy como á quien sé que se puede dar con tanta
razón. Bendito sea Dios que tuvo la Reyna tan buen parto y
quedó tan buena y el Principe. Extremada debió de estar mi
nuera con el manto: aora estimo más las nuevas que me dan della,
por ver que no despryba con su hermano. Yo deseo otras car-
tas de ay para saber cómo se hallan padres y hijos; y no puedo
dexar de agradeceros mucho el habernos despachado luego con
esta buena nueva. A mi hermano escribo como llegó acá el mis-
(t) A causa de la gota.
(2) £1 Priocipe D. Felipe, que nació el 8 de Abril de 1605.
26 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
mo dia que cumplió seis años que nos casamos. Ya habrá llega-
do allá el correo que aguardábades con la respuesta de la pro-
visión del Marqués Espinóla, el cual llegó el Sábado Santo, y
fue muy bien recibido generalmente; y asi espero será mi her-
mano muy servido desta provisión, y que se ha de hacer algo
de provecho este año; y asi se dá prisa á todo, como dirá el
Marqués. De nosotros no digo lo que oigamos con él; porque
cuando no trujera otra cosa que descargar á mi primo de lo de
la hacienda, fuera muy bien venido: que cierto era una carga
pesada y con que no se podia contentar á nayde. De todas es-
tas cosas se os debe á vos las gracias; y así os las vuelvo á dar.
Ayer dio mi primo el Tusón al Marqués, y huvo tanta gente
á velle: que no se puede creer qué bien quisto es acá.
Aqui andamos todos ocupados en fiestas por esta merced que
Nuestro Señor nos ha hecho: allá pienso será lo mismo; y asi no
es tiempo de embaragar con cartas, sino que todos nos ocupe-
mos en mostrar nuestro contento; y por esto acabo encomen-
dándome mucho á toda vuestra gente. Y guárdeos Dios como
deseo. De Brusselas á 25 de Abril 1605. — A Isabel.
Olvidábaseme de deciros cómo enviamos al de Ligne á dar la
norabuena á mi hermano y á la Reyna; y aunque creo que mi
primo os lo escribe, y de la pretensión que ha muchos dias que
tiene, de que le mande mi hermano cubrir, me ha parecido ad-
vertiros que será menester ir con tiento en esta su pretensión,
porque aunque por su calidad y la de su casa le podria mi her-
mano hacer esta merced, si se la hiciese á él, sería menester
hacerla á otros tres ó cuatro, porque de otra manera seria ha-
celles agravio. Heos querido decir esto, de escarmentada de lo
que ha pasado con la almohada de la de Mansfelt; que si yo su-
piera las cosas destos Estados como aora, nunca hubiera supli-
cado á mi hermano se la diera. Bien quisiéramos escusar á mi
hermano esta pesadumbre; y asi habíamos pensado enviar al de
Ariscot, pero ha enviudado aora, con que se ha escusado de la
jornada; y en esta ocasión nos parece justo hacer toda la más
demostración que pudiéremos para mostrar el contento que te-
nemos.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOMA ISABEL. 27
94.
Duque: Paréceme que ha mil años que ni tenemos cartas ni
escribimos; y creo que allá y acá estamos disculpados, pues me
parece que andan por caminos; y acá aunque no los andamos»
hemos estado aguardando que el Marqués Espinóla acabase el
suyo y pasase el Ryn para poder decir que estaba allá, como
gracias á Dios lo está ya con toda la gente, como veréis más par-
ticularmente por sus cartas; y yo espero que le ha de ir muy
bien y que ha de tener muy buenos sucesos y recuperar la Fry-
sa en poco tiempo. Los enemigos sienten bravamente esta em-
presa, y asi se dexa entender cuan importante es. En Flandes
está el Conde Federico con la gente que quedó alli. En ambas
partes hay menos de la que fuera menester y se pensaba, por-
que los italianos han enfermado todos y mueren muchos; y asi
es menester que entendáis que los prueba la tierra de manera
que no se puede sacar ningún provecho dellos el primer año que
vienen; y con ser esta de la mejor gente que ha venido y más
bien tratada, pensamos no fuera así, pero ha pasado lo mismo
que con los demás. Toda la demás gente que hay es tan buena
que espero suplirá la falta de ser poca. Y esto es cuanto de nue-
vo se ofrece acá. El Conde de Sora pareció que fuese con el
Marqués Espinóla para que visitase á los que mi hermano man-
daba y ayudase con esto á allanar las dificultades que se podian
ofrecer, aunque espero no serán muchas por la buena orden que
hay hasta aora, que continuándose, como se hará, no tendrán
«
ocasión de quexas los vecinos.
Madalena de San Jerónimo (l) llegó un mes ha: olgué mucho
con las nuevas que me ha dado vuestras y de toda vuestra gente;
(i) a pesar de la pericia y diligencia del nunca olvidado Mr. Gachard
en punto á noticias de personas y cosas de la Corte de los Felipes, con-
fiesa no haber podido averiguar quién era esta Magdalena, que tanto men-
ciona Felipe 11 en sus cartas á sus hijas. En las de la Infanta Doña Isabel se
la cita también repetidas veces con el nombre de Magdalena de San Jeró-
nimo, pero sin determinar el cargo que tenía cerca de S. A.
28 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
y no es nuevo para mi lo que me ha dicho de lo que trabaxais y
procuráis cuanto nos toca, y lo que tenemos en vos. Querría
hallar palabras con que mostraros el agradecimiento que tengo
desto, y cuan conforme es á lo mucho que os debemos; y asi lo
podéis creer. Muy mal se pasara el haber tanto que no tenemos
cartas, si no hubiéramos sabido por las del ordinario la buena
salud con que se hallaba mi hermano y la Reyna y sus hijos.
Guárdelos Dios, aunque la poca que dicen habia en Valladolid,
me dá cuidado; y asi he olgado mucho que mi hermano fuese á
Burgos, como decia; y confiésoos que en oyendo que está allí,
me alborozo de parecerme le tengo más cerca. Grandes nuevas
nos dicen de las fiestas, que sin duda debieron de ser lindísimas.
Los ingleses han vuelto muy contentos dellas y de todo; y aqui
aguardamos un dia destos al de Villamediana para volverse: con
que se acaban todas las nuevas y ésta, con que deis mis enco-
miendas á toda vuestra gente, y os guarde Dios como deseo.
De Brusselas á 2 de Agosto 1605. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
85.
Duque: Cuando tengo buenas nuevas que dar, siempre me
guelgo mucho de escribir, y más á quien se guelga tanto con
ellas como vos, y á quien lo pelea verdaderamente, pues si no
fuese por lo que vos lo solicitáis y trabaxais ay, mal podríamos
acá hacer nada. Bendito sea Dios, Bactendonge se ganó, como
entenderéis más particularmente por lo que escribo á mi her-
mano; y la victoria que hemos tenido en el rencuentro que tuvo
la caballería, que se puede tener por milagro, y todos lo hicie-
ron muy bien. Don Luis de Velasco lo hizo bien, y asi es justo
se le agradesca, y Don Iñigo de Borja, y todos en general hicie-
ron maravillas. Parece que Dios nos quiere ayudar, y asi es me-
nester ayudarnos y que procuréis encaminar dende aora las
provisiones del año que viene, para que sean acá temprano, y
asi ée pueda salir luego en campaña, como lo dirá el Marqués
Espinóla más particularmente, y lo que esto importará, que la
gente queda aora sabrosa la mano como dicen, y en camino, y
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 29
al contrario los enemigos, y asi espero que todo ha de suceder
muy bien, y que no ha de ser en vuestro trabaxo y cuidado.
Grandísimo nos le ha dado el mal de la Reyna. Bendito sea Dios
que tanta merced nos ha hecho en libralla y dalla salud, como
hemos entendido por una carta que escribia á vuestro cuñado el
correo mayor de Irun con un correo que pasaba. Harto siento
los malos dias que mi hermano habrá pasado y lo que vos habréis
trabaxado y vuestra hermana; pero cuando se sale con bien,
todo se puede llevar. Yo os he cudiciado estos dias que hemos
andado por aquí á caga, que han sido muy buenos; y esto es
muy lindo si la casa estuviese para estar en ella, aunque nos
puso en cuidado unas tercianillas que tuvo mi primo, pensando
fueran más; pero quiso Dios que no pasaron de tres y ha que-
dado muy bueno, porque á todos nos dá la vida el exercicio, y
el andar al campo; y porque parta luego este correo, no me
alargo más. A toda vuestra gente me encomendad mucho, y
guárdeos Dios, como deseo. De Bynz á 30 de Octubre 1605. —
A Isabel.
96.
Duque: Mi primo envia á Don Iñigo de Borja como informado
de todo lo que se ha hecho este verano, para que dé cuenta de-
11o y para suplicar á mi hermano tome resolución para lo de
adelante con la brevedad que el tiempo pide, para llevar ade-
lante el buen principio deste verano. Bien sé que no he menes-
ter pediros ayudéis á esto, pues lo tenéis más á cargo que otro
ninguno, como vemos por las obras; y asi espero que vuestro
cuidado y trabaxo han de acabar lo que hasta aqui no se ha po-
dido, y me prometo muchos buenos sucesos si se sale temprano
ogaño en campaña, y asi os pido mucho la brevedad, porque
el tiempo corre muy aprisa. No hQ menester encomendaros á
Don Iñigo, pues es hijo de sus padres, sino solo deciros que ha
servido muy bien, y que asi merece que mi hermano le haga
merced, y se ío suplicad de mi parte. Y pues él dará todas las
nuevas que de acá se quisieren saber, no me alargaré yo sino
solo á deciros que estando en Binz llegó la mona que me enviá-
s »
30 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
bades: que ha sido el mejor presente que me podíades hacer; y
asi no puedo dexar de agradecérosla; y ella es tan buena que
pienso llevará ventaja á la que se comió los órganos de San Lo-
renzo. A toda vuestra gente me encomendad mucho: de todos
deseo saber, y no sé qué piensan allá en tenernos tanto sin car-
tas; que en verdad se pasa muy mal y con mucho cuidado, y
más andando el tiempo tan achacoso. Dios nos trayga muy bue-
nas nuevas y os guarde como deseo. De Brusselas á 23 de No-
viembre 1605. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
97-
Duque: El Audyencer (l) va ay á tratar lo que mi primo os
escribe y él os dirá, que como hombre tan platico de todo lo
de acá y que ha pasado siempre todo por sus manos, podrá in-
formar mejor que otro, y por esto nos ha parecido envialle á él
antes que á otro. Ha servido siempre muy bien, como creo que
sabéis. Yo quedo muy cierta que le oiréis y alumbrareis en todo
lo que lleva que tratar, como hacéis siempre en cuanto nos toca,
que tenéis tanto cuidado desto que yo no hallo que pediros,
sino mucho que agradeceros, como lo hago y deseo hacer siem-
pre. Y pues el audencier dará tan particulares nuevas de acá,
no me alargaré yo en esta, sino solo en decir que aunque ha
poco que las tuvimos de ay, las deseo ya muy buenas, como
espero nos las traerá nuestro Señor. A toda vuestra gente me
encomendad mucho y guárdeos Dios como deseo. De Bruselas,
dia de los Reyes, 1606, — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
(i ) Luis Verreyken, primer Secretario de Estado. «Es Ministro de muy
buenas partes, escribe Bentivoglio. Háse hallado al manejo de grandes
cosas, particularmente en las ocasiones de las últimas paces de Francia y
de Inglaterra; y así se vé en él junta con la bondad una grande expe-
riencia».
COBRESPONDBKCIA DB LA INFANTA DONA ISABBL. 3 1
98.
Duque: Aunque ha poco que escribimos con el Audyencier,
y aora hay poco de nuevo que decir, porque allá estén sin cui-
dado de saber lo que por acá pasa, vá este correo. De ay le
deseamos arto, que ha mil dias que no sabemos nuevas frescas,
y así siempre vivimos con cuidado. Estos dias nos le han dado
unos motines que se andaban armando, pero gracias á Dios pa-
rece que se ha remediado con ahorcar algunos, que es el verda-
dero remedio destas cosas. De provisiones no os encargo nada
porque sé que tenéis más cuidado que nosotros de todo lo que
nos toca; y el Marqués Espinóla informará sobre todo esto me-
jor que nayde. Cuidado nos ha dado su mal y el haberse dete-
nido por él en llegar ay. También nos le da su vuelta; que habrá
harta dificultad en pasar siguro por ninguna parte, por las mu-
chas diligencias que hacen nuestros enemigos para cogelle; pero
espero que Dios le librará, por lo que importa al servicio de mi
hermano su persona aqui; y así dad toda la prisa que pudiéredes
para que no se detenga ay, sino que mi hermano le mande des-
pachar luego.
No hay cosa que poder decir de acá, sino que ha hecho mu-
cha nieve y yelo este invierno. Con todo ha convalecido bien
vuestro cuñado, que está ya muy bueno. A toda vuestra gente
me encomendad mucho; y guárdeos Dios como deseo. De Brus-
selas, postrero de Enero, 1606. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
99.
Duque:. Aunque no sean sino dos renglones, no quiero dexar
de hacer esto y deciros que nos va muy mal sin saber de ay
tanto tiempo ha. Dios nos trayga las buenas nuevas que hemos
menester. Las que hay aqui, escribo á mi hermano, que mi ca-
tarro no me dá lugar para repetillas. Doy os la norabuena desta
plaga que hemos ganado en Gueldres, como á quien más guelga
de todos los buenos sucesos de acá. Yo espero que vuestro tra-
3? boletín de la real academia de la historia.
baxo y cuidado se ha de lucir muy bien, y sé que no tengo que
daros prisa por las provisiones, porque tenéis más cuidado que
nosotros podemos tener. A mi hermano escribo cuanto importa-
rá el dar prisa á todo; y así estoy cierta la daréis cuanto fuere
posible.
Con el ordinario supimos la muerte de vuestro hermano: bien
creeréis lo que me ha pesado del buen chysguete, así por lo que
vos lo habréis sentido, como por la obligación que yo le tenia.
Dios le tenga en el cielo, como espero lo estará. A vuestras her-
manas les dad el pésame de mi parte, que yo no puedo escri-
bírsele aora, y á toda vuestra gente me encomedad mucho; y
guárdeos Dios como deseo, y déos muy buenas pascuas. De
Brusselas, martes santo, 1606 — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Du-
que de Lerma.
100.
Duque: Tanto cuanto habían sido deseadas las cartas de ay,
fueron bien recibidas las de primero de Margo, y más con las
buenas nuevas que trujeron de la salud de mi hermano y la
Reyna y sus hijos. Plega á Dios que así las tengamos siempre.
Aora las aguardo con cuidado de saber cómo habrá pasado el
Príncipe su jornada. La mudanza de la Corte siento por tener
esas leguas más lexos á mi hermano y por las comodidades que
se dexan en Valladolid, que, cierto eran. muy grandes, pero siem-
pre se podrán gozar y mejor con menos gente y más salud; que
la falta que habia della allí, nos hacia estar siempre con cuidado.
Yo le tuviera muy grande si tras todo lo que me escribís de las
provisiones y ida ay del Marqués Espinóla, no hubiera sabido
por cartas suyas cuan bien se ha remediado y la merced que mi
hermano ha hecho al Marqués, con que pienso se habrán alla-
nado todas las dificultades que me escribistes. Estos milagros yo
sé que vos sois el principal autor de que se hagan y el que más
los trabaxa y más cuidado le cuesta; y así no puedo dexar de
agradecéroslo una y muchas veces y tener el reconocimiento
dello que es justo; y aunque yo beso las manos á mi hermano
por tan gran merced, como nos ha hecho, en lo de las provisio-
VJ*>
■t
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOÑA ISABEL. 33 ' ;«4]
*
nes y en la que ha hecho al Marqués, no me satisfago si vos no
se las besáis por mí: que, cierto, yo tengo por milagro lo que se
ha hecho, no habiendo llegado la flota. Dios la trayga con bien, ,
como lo espero, pues aqui ha habido cartas de que habia ya nue-
va de todos los galeones que se habian perdido. Yo espero que • "^'j
con la mucha merced que mi hermano nos hace, se ha de hacer
algo bueno este verano, aunque se comience tarde: que ha sido
lástima el buen tiempo que se pierde de un mes acá, aunque
con la tardanza de la gente de Italia y también de la que se
levanta por acá y en Alemania, que con la guerra de Branzuyque
s<e ha dilatado, no hace hasta aora falta el Marqués Espinóla; y
así espero que llegará muy á tiempo, y se le ha avisado cómo
le espian por el camino, para que se guarde. Muy bien emplea-
da ha sido la merced que mi hermano ha hecho á Don Iñigo de
Borja, y él la servirá muy bien. Aguardamosle por horas, que
sigun lo que escribió, no puede tardar.
Lo que me escribis de las licencias que se dan, os asiguro que
son las menos que mi primo puede dar; y si oyésedes lo que
dicen del porque las niega, os espantariades; y no hay remedio
de querer creer que tiene orden de mi hermano para ello : que
es menester mostralla á muchos, gente particular, que parece
que de otra manera no se les puede negar ni tenellos aqui mi
primo por fuerza; y otros muchos que la piden por no estar de
provecho para servir y estar estropiados y traen feés dello de sus
oñciales y de los médicos y cirujanos que los han curado; y en
llegando ay, sé yo de artos que han sanado. Debe de ser el ayre
de la tierra; pero el verdadero remedio seria hacer lo que me
escribis que el Consejo ha apuntado á mi hermano, y que se
ejecute con mucho rigor; y yo os prometo que seria quitarnos
de artas pesadumbres, y allá también no irían á cansar y á mo-
ler, como lo hacen. Y los que quedan acá, en viendo que vá uno
y que en llegando le hacen merced, luego se les levantan los
pies y dicen maravillas; y mi hermano seria mucho mejor servi-
do, si se hace lo que me decis.
Hay otras licencias que dá mi primo, que estas las dá por lo
que os diré. Vendrá aora esta gente de Italia cargada de mil
TOMO XLVIII. 3
I s-
'tí
34 boletín de la keal academia de la historia.
capitanes, porque cada uno quiere acomodar el suyo; y es fuer-
za reformar la mita para que las compañías queden en su núme-
ro de la gente que han de tener. Todos los reformados no
sirven de nada aqui, sino de agotar las calles y comerse el suel-
do de los pobres soldados, que lo están trabaxando y sudando; y
' así á estos les dá mi primo licencia por ahorrar todos aquellos
sueldos: que me parece es más servicio de mi hermano y vos
más. De los que van, llevan especificado en sus licencias que no
han de ir á negociar á la Corte; y así seria bien que se viesen
las licencias de cada uno.
Y no puedo dexar de agradeceros mucho el cumplir tan bien
lo que os tengo pedido de escribirme lo que entendéis; y en lo
que toca á lo que me decis del que tenemos en Ingalaterra, acá
' no hemos entendido nada de aquello, y téngole por hombre en-
tendido; y siéndolo, no hará cosa tan en contrario de lo que le
tenemos mandado; y yo pienso que acude siempre á Don Pedro
de Zúñiga, y que Don Pedro está satisfecho del. No sé si entre
él y el de Villamediana hubo un disgustillo, que no sabría bien
decir qué fue: y creo que es general aora en el mundo haber
tanta falta de hombres para podellos emplear en nada ; que es
' fuerza echar mano de lo que parece más á propósito, aunque
• se atranquen otras cosas de parentescos, que no creo harán daño
" ninguno ó tan poco como la amistad del Audyencier: que me
he reido de lo que me decis sobre esto, y guelgo mucho de que
os haya contentado tanto, que espero que cuanto hiás le tratáre-
des, mas os contentará, sin cansar como otros, que fue lo que
más nos movió á envialle. Pero porque acá nos hace íalta, no
puedo dexar de pediros procuréis su breve despacho; y no digo
bueno, porque sé que será siempre lo mejor que se pudiere,
tratando vos dello, como veo por espiriencia en todo.
Mucho siento haberos de responder en el particular del Mar-
qués de la Laguna lo que aquí os diré; porque nayde olgara inás
que yo de que nos sirviera; y cierto nos tiene muy obligados de
lo que acude en todas ocasiones á hacello, y merece que mi her-
mano le haga muy particular merced, porque en lo que toca á
su servicio no se ahorra con nayde, sino que habla claro y á
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 35
voces; que pluguiese á Dios lo hiciesen así todos. Nosotros tene-
mos prometido á los de aqui de servirnos dellos en todos los
oficios principales de casa, porque así es la costumbre destos
Estados; y yo como soy el dueño, soy la primera que lo tengo
de cumplir; y esta es una de las razones porque tenemos la casa
junta. Y la otra porque con esto hay más conformidad en los
criados, y también pqr no tener tanto gasto, pues, procuramos
ahorrallo lo más que se puede. Y así no tiene lugar lo que el
Marqués desea, de que me pesa arto; y en lo de quedar aqui
por Embaxador, por las razones .que digo arriba, nayde olgara
más dello que nosotros, y mi hermano podría suplir, ya que
nosotros no podemos hacer lo que el Marqués deseaba, conce-
delle alguna merced. Mucho bien dicen todos del de Aytona, y
así creo estará bien en Roma.
Ya os he escrito cuanto me ha pesado de la muerte de vues-
tro hermano, que, cierto, ha sido mucho; y mucho lo que he
olgado con todas las nuevas que me dais de por allá, aunque
quisiera que todo aquel tiempo hubiérades gastado en darme
nuevas de toda vuestra gente, que no me mentáis á nayde. De-
cisme tanto de lo que enviamos á mi hermano, que casi he esta-
do por correrme, como, si ello valiera algo; pero para que no
yerre otra vez me decí si las camisas iban de buen tamaño, 6
todas las faltas que llevaban. De que mi hermano y 1^ Reyha
hayan gustado del enano, estoy muy contenta, y de que entre-
tenga tan bien á mi nuera: Muy bien le tendrá Pedro de Losa:
espero que crecerá menos que Don Antonio, porque su herma-
na, la que yo tengo, queda harto chica, y tiene ya diez y nueve
años.
Las pocas nuevas que hay aora acá, escribo á mi hermano; y
olvidóseme de decille que no fuimos á ver á los de Cleves, como
pensábamos, porque nos enviaron á pedir mucho que no fuésemos
allá, porque no venían en traje de ser vistos. También escribo á
mi hermano sobre la casa de Madajena de San Jerónimo, á que
os pido mucho que ayudéis, porque no se pierda aquella buena
obra, y ella no falte en otras que acá trae entre manos. Con esto
no me queda más que deciros, sino que no estemos tanto sin
$6 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
cartas como esta vez, que se lleva muy mal. A toda vuestra
gente me encomedad mucho; y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas día de la Acensyon, 1606. — A Isabel. — (Sobrescrito:)
Al Duque de Lerma.
101.
Duque: Si pensara que el Marqués Espinóla nos habia de
traer las más frescas cartas que tenemos de ay, y las buenas
nuevas de la salud de mi hermano que deseo tener siempre, aun
deseara más su buena llegada. El viene contentísimo con la
merced que mi hermano le ha hecho¿ y con razón, y todos lo-
estamos della, como os he escrito, y la tenemos por propia y
•muy acertada en tenelle contento, pues sirve como habéis visto-
en esta ocasión. De la merced que mi hermano nos ha hecho, os
confieso que no querría tratar de otra cosa, sino de cuanto lo
estimamos; y conocemos cuan grande es, cuanto más dificultades
ha habido en ella: que en fin sin duda se puede tener por milagro.
No se me ha hecho de nuevo lo que me ha dicho el Marqués
Espinóla de cuanto habéis hecho y trabaxado en esta ocasión,
que de nuevo no puedo dexar de agradecéroslo con las verás
que yo veo que lo hacéis; que no creo lo puedo encarecer más;
y espero que se ha de lucir muy bien, que también sé que estas
serán las verdaderas gracias que os podemos dar.
El Marqués va previniendo para salir en campaña, como él
escribirá, y no hay otra cosa acá de nuevo; y el de San Germán
dirá lo poco que de acá se ofrece, pues pienso llegará cuando-
esta. Mal edificado va de lo de Ingalaterra. Aqui hemos olgado
con él, por saber particulares nuevas de ay.
Mucho guelgo que mi hermano haya gogado tan bien de lo
de Aranjuez, y que el gobernador lo tenga tan bueno; que siem-
pre le tengo perdida la mala voluntad. Y á este propósito se me
acuerda aora de pediros una cosa que dende que estuve en Ma-
rymont se me ha olvidado siempre que os he escrito; y es que
me enviéis una copia de la traga de Aranjuez, que solia estar en
el hueco de la ventana de la sala grande, que creo hizo Trybul-
cío; y aunque no sea tan grande, no importará, porque la quie-
CORRESPOMDBNCIA DB LA INFANTA DOÍ^A ISABBL. 37
ro por haber oido muchas veces á mi padre (que esté en el cie-
lo) que las mas cosas de las de Aranjuez había hecho por las de
Marymont, y aora hallamos que es asi, porque como andamos
compuniendo aquello, se van descubriendo muchas cosas como
las de allá, y algunas no se entienden bien, y pienso que por la
traga se entenderán. Yo deseo poner aquello muy bien y siem-
pre con esperanza que mi hermano se ha de oigan allí algún dia;
<}ue esto me trae con mucha cudicia de ponello bien.
Mucho olgaré de ver cómo se ha acomodado el aposento de
Madrid; y San Gil me parece ha ganado en la mudanza de la
Corte. Deseo saber si ha mudado de nombre. Siempre me pare-
ce os puedo reñir, pues no me dais nuevas de toda vuestra gen-
te, sabiendo lo que guelgo con ellas. Con las que me dais de mi
nuera, he olgado mucho: debía estar lindísima con la gorra. El
Príncipe, me dicen todos los que vienen de ay, que se parece
mucho á su padre, de que estoy contentísima. Dios los guarde á
todps y alumbre á la Reyna con bien; que ya me parece le falta
poco, y pasará más trabaxo por ser en tiempo de calor, que me
tiene con cuidado.
Don Iñigo de Borja tarda mucho: espero nos traerá cartas, y
asi deseo su llegada. Juan de Tejada murió el otro día hydrópí-
co. Don Gastón Espinóla suplica á mi hermano le haga merced
de su encomienda: hareisme placer en acordalle á mi hermano
le haga esta merced; y también la que pretende el Chanciller de
Brabante, Damant, que ha servido tantos años como sabéis, y
con ella remediará tres hijas que tiene y no tanta hacienda como
otros para remediailas, porque es hombre de bien. La Condesa
de la Fera no acaba con este su pleyto: yo creo que la queréis
ver otra vez y yo no pienso dexalla ir sin guarda. Suplicalde á
mi hermano que mande la despachen en Italia, donde anda el
pleito, pues ella no pide sino que le guarden justicia con breve-
dad. A toda vuestra gente me encomendad mucho; y guárdeos
Dios como deseo. De Brusselas á 10 de Junio, 1 606. — A Isabel»
— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
'^
3S BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
102.
Duque: Con esta ocasión deste criado del Marqués Espinóla^
rio quiero dexar de deciros lo que he olgado de saber por las car-
tas del ordinario que quedásedes ya sin tercianas, que me había
pesado muóho de haber sabido que estábades con ellas; y cierto^
podéis creer os deseo mucha salud siempre y mucho descanso;
y que esto es conforme á las obligaciones que os tenemos y á
las que cada dia nos vais acrecentando. Yo creo que lo mucho
que trabaxais os hace perder la salud, y así habíadés de procu-
rar descansar algunos ratos y no mataros, pues sabéis la falta
que haríades á mi hermano: que por solo esto, creo mirareis por
vuestra salud, y asi no os quiero poner delante otra cosa ni
alargarme en esta; porque no es bueno leer para convaleciente;
y por las cartas del Marqués Espinóla sabréis cómo ha salido en
campaña y lo que piensa hacer; y todos esperamos hará algo
bueno este año. A toda vuestra gente me encomiendo mucho;
y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas, primero de Julio,
1606. — A Isabel. — (Sobrescrito:) AÍ Duque de Lerma. ,
103.
Duque: Un mundo de dias ha que andamos para despachar;
y aguardando cartas del ^larqués Espinóla no se ha hecho; por-
que dende que se fué de aquí no las ha habido. Dicen han to-
mado algunos despachos los enemigos, pero de algunas que han
llegado de particulares, y particularmente cuatro rynglones del
conde de Sora, sabemos que el Marqués ha tomado dos lugares:
el primero se llama Locom y el otro Groll, que entrambos son
de importancia para la mira que se lleva. Y así os doy la nora-
buena deste buen principio, y espero dárosla de otras muchas
cosas con más razón que á nayde, pues os cuestan más cuidado
y trabaxo. Ha sido, cierto, mucho, salir con hacer algo, sigun
hace el tiempo de agua dos meses ha; que no se ha visto jamás
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL 39
tal cosa; pero asi pienso que tardará más el invierno en entrar,
y- se podrá campear más tiempo.
Como no hay cartas, no sabemos particularidades de nada.
Con la vuestra de ocho deste olgué mucho por saber tan fras-
cas nuevas de ay. Gracias á Dios que mi hermano y la Reyna
y sus hijos estaban buenos, que no era poco con la calor que
rae decis hacia. Con todas las demás nuevas que me dais, he ol-
gado mucho, pero no con la de ser muerto su hijo segundo de
la Condesa de Niebla: por lo que me decis lo ha sentido dalde
el pésame de mi parte, y espero que tendrá otros muchos. Mu-
cho cuidado nos da la falta de la flota y la pimienta. Dios lo re-
medie como puede y confunda treinta y dos navios de nuestros
enemigos, que han partido seis dias ha á aguardalla en esas cos-
tas; que seria bueno topase con ellos Don Luis Fajardo (l) y
los castigase como merecen.
De acá hay poco que decir, y las nuevas de por casa he es-
crito á mi hermano. Olvidóseme de decille cómo habia nombra-
do para sacar por mí de pila á su hija del Rey de Francia á Ma-
dama de Angulema, hermana bastarda de mi madre: que me
pareció era mejor, tiniendo allí esta tia que ella lo hiciese, que
no enviar de acá persona que quigá se metiera en embaragos.
Hanlo tomado muy mal los pretensores y sobre todos la Con-
desa de Mansfelt, que tenia ya convidados para la jornada, pa-
reciendole que no podia ser otra sino ella. Yo pienso querría
que la llamasen Altega aquellos dias. Muy largos me parecerán
los que tardare en llegar la nueva del parto de la Reyna. Dios
la alumbre con bien, y nos ayude acá para que podamos des-
cansar lo de ay, y quitaros á vos de trabaxo: que yo os prometa
siento lo que padecéis con todo, como quien sabe cuan á pe-
chos tomáis lo que toca al servicio de mi hermano. Vuestro cu-
ñado está muy de partida. Pues nos quitaron al de Aytona (2),
enviadnos otro hombre como él, bien intencionado y llano y que
(1) General de los galeones de Indias.
(2) El Marqués de Aytona, nombrado para desempeñar el cargo de
Ejnbajador cerca de SS. A A., fue nombrado Embajador en Roma.
'■(.'.
.1
í< '
40
BOLETÍN DE LA REAL ACAOBSaA DE LA HISTORIA.
sepa tratar con todas naciones, que es lo que aquí es menester,
y no hombre de quimeras; que por lo que deseo el servicio de
mi hermano, os digo esto tan llanamente, y por lo que sé que
tenemos en vos. Hareisme mucho placer en acordaros de Juan
Sánchez de Calombres, que por estar casado con una sobrina
de mi confesor, deseo que mi hermano le haga merced. A toda
vuestra gente me encomendad mucho, y guárdeos Dios como
deseo. De Brusselas á 24 de Agosto, 1606. — A Isabel. — (Sobres-
crito:) Al Duque de Lerma.
( Coftt/fmard,)
A. Rodríguez Villa.
n.
SANTA EULALIA DE ABAMIA
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P--I
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<"
Designado por nuestro digno Director para informar acerca
de la solicitada declaración de Monumento nacional á favor de
la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Abamia, cúmpleme el
honor de expresar á esta Real Academia, que con fecha 28 de
Febrero del corriente año, el alcalde de la villa de Cangas de
Onís, en la provincia de Asturias, se dirigió á la Comisión pro-
vincial de Monumentos, abogando porque fuese objeto dicho
templo de la mencionada declaración.
A la mitad del camino, entre Cangas de Onís y Covadonga,
á una legua de cada una de éstas, álzase la pequeña construcción
sobre una extensa pradera rodeada de verdes lomas, dominando,
desde su altura, la pequeña villa de Corao.
Compónese el templo de una sola nave, habiendo sido objeto
de transformaciones sucesivas, y aun cuando supónesele, gene-
ralmente, construido por el rey Pelayo, fácilmente pudiera datar
la primitiva fábrica de la época visigótica, opinión que es tam-
bién corriente.
Algunas excavaciones pudieran ilustrarnos acerca de este
particular, pues habrían de brotar en su derredor cimientos y
SANTA EULALIA DE ABAMIA. 4 1
miembros arquitectónicos en abundancia, tanto más, que la cons-
trucción hubo de ser imás extensa en anteriores tiempos. Monas-
terio de Abelania le nombra la crónica albeldense, y, en efecto,
hacia el año 737» parece se estableció en el mismo, una comuni-
dad de monjes bajo la regla de San Benito.
Más tarde, el mismo citado cronicón nos relata cómo este
Monasterio sirvió de prisión á Alfonso II, que denomina el Mag-
no^ depuesto del trono por una sublevación, hasta que. Vencidos
sus enemigos por Teudana, al frente de sus leales partidarios*
fué restablecido en su trono de Oviedo (l).
Pero la gloria mayor de este edificio será siempre haber ser-
vido de enterramiento al insigne Pelayo.
«Dentro del corto espacio de dos leguas solas, dice unjlus-
trado autor, se encierran los sitios á los cuales dejó Pelayo vin-
culados sus recuerdos: Covadonga, teatro de su victoria; Cangas
de Onís, su corte; Abamia, lugar de $u sepultura.»
Aunque trasladados á Covadonga los restos del glorioso res-
taurador de nuestra nacionalidad, vese su antiguo sepulcro' de
piedra con una espada esculpida colocada al lado del evangelio y
al lado opuesto, é igualmente vacío hoy, el de doña Gaudiosa que
ostenta una inscripción de época más moderna: Heicjacet regina
Gaudiosa uxar re gis PelagiL
El Cronicón del obispo Sebastián, ó de Alfonso III, da cuenta
del enterramiento de los regios cónyuges en estos términos: Pe-
lagius post nonum decimum regni sui annum compktum^ propria
marte decessit et sepultas cum uxore sua Gaudiosa Regina ter-
ritorio Cangas in Ecclesia Sanctae Eulalifle de Veíanlo fuit.
Era DCCLXXV, (An. 737).
El templo compónese de una sola nave, ostentando, en su
«stado actual, los caracteres del estilo románico. Es de sillería
que, ennegrecida por el tiempo, presenta aspecto de venerable
antigüedad. Divididos exteriormente sus muros por robustos con-
(i) 58. Ade/ansus magmis reg, an. LL Iste llrcji^i annoper tyratinidem
regno expulsus. Monasterio Abdaniae est retrusus, Indt a quodam leudante
vel aliis fideUbus reductus^ Regnique Ooeto est culmine restituius»
42 EOLETÍN DE LA REAL ACADBMU DE LA HISTORIA.
trafuertes, corre por la parte superior una vistosa hilada de ca-
nes que representan cabezas humanas, de bichas ó de dragones
sosteniendo la sencilla cornisa.
La puerta lateral, de arco de medio punto, compónese de dos
bocines, ó arquillos, que descansan sobre columnas pareadas^
ocupando su tímpano curiosísimo bajo relieve que representa el
infierno, viéndose en él buen golpe de diablos que sostienen
sobre el fuego una caldera, de la que asoma una cabeza, fiel re-
presentación, según el vulgo, de los eternos suplicios de don
Opas el traidor.
No ostenta, ciertamente, esta construcción los primores ar-
quitectónicos de Santa María de Naranco y de San Miguel de
Lino que, próximas á su corte, labró Ramiro I; pero las aventaja
en antigüedad, y asimismo bajo el punto de vista histórico; tanto
más, descartado para el primero de dichos templos el carácter
de Palacio de dicho D. Ramiro, que un celebrado autor del de-
cimonono siglo quiso atribuirle, hipótesis desechada hoy; dando,
desde luego, á estos muros alto sentido de respetabilidad la cir-
cunstancia de haber sido primitiva sepultura del cristiano cau-
dillo, glorioso triunfador de Covadonga.
Declarados monumentos nacionales esos dos citados templos,
no hay motivo alguno para que la parroquial iglesia de Santa
Eulalia de Abamia no alcance igual beneficio; es más, creo de
estricta justicia el concedérselo, y ciertamente, si la nación acu-
de con piadosa mano á salvar de la ruina aquellos muros, en ex-
tremo pequeño será el sacrificio, dadas las exiguas proporcio-
nes del monumento.
La Academia, no obstante, resolverá, como siempre, lo más
acertado.
Madrid, 17 de Noviembre de 1905.
*
El Marqués de Monsalud..
i
DE GRANADA MUSULMANA. 43
III.
DE GRANADA MUSULMANA
EL BASÍO de la ruina Ó DEL «AXAUTAR» (l)
Entre los documentos árabis que hemos podido hallar hasta
la fecha en esta antigua corte de los reyes nazaritas, ofrece
especial curiosidad é interés el que da ocasión al presente tra-
bajo, y consiste en un pergamino, bien conservado en su mayor
parte, con una extensión de 24 cm. de largo por 14 de ancho.
En él se consigna primeramente un escrito diligencia de ins-
pección y justiprecio del estado en que se hallaba el llamado
Baño de la ruina ó del axautar en el tiempo de referencia. A
continuación se expresa un contrato de compraventa entre el
administrador de la Casa del Tesoro público, á cuyo patrimonio
pertenecía el susodicho baño, como vendedor, y el emir reinante
á la sazón, como comprador. ,
He aquí el texto del documento y su traducción:
l^js^ iLU^ Ljx. Jó.!^ j[]J^\ J^.' ^jf^^ ^f^^ í*^'
jyt w^' ^r^t ^ j^j 2í:4^- ^ cuJ"! ^J^j J\^ ^1
(i) £s decir, del sótano. V. Pons. Escrituras mozárabes toledanas, pá-
gina 179.
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44 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HI STORIA.
En el nombre de Dios clemente y misericordioso: Dios salve
y glorifique al profeta Mohámed y á su familia y compañeros.
Han comparecido sus testigos (los del profeta), hombres de
inteligencia y conocimiento respecto de lo que juran por Él,
ante el baño de la ruina, el conocido también por el baño de
Axautar, situado dentro de la ciudad de Granada, llamado así
(de la ruina) desde su restauración y perteneciente al dominio
de la Casa del Tesoro público en la corte de Granada, compa-
recencia perfecta. Y lo han inspeccionado detenidamente y
examinado con plena reflexión y han informado, según su saber
y entender y por su autorizada competencia sobre el particular,
que su precio ó valor en la fecha actual, y teniendo en cuenta
su activo y pasivo, entradas y salidas y todas sus utilidades y
accesorios, y á condición de que sea reedificado baño, tal como
lo era primeramente, es de 650 dinares oro, equivalente cada
uno de los dichos dinares á 75 dirgems de plata contante^ de los
que 80 valen una onza en dinero. Y ciertamente se ha realizado
esto con suma rectitud, á fin de que no resulte en modo alguno
(i) £1 redactor del documento advierte que van enmendadas las pa-
labras
j'jJ,) ¡jl^x—
DB GRANADA MUSULMANA.
45
fraude ni daño para ninguna parte, y hacen constar esto junta-
mente con ios juramentos que se les lian exigido, á principios
del mes de Almoharrem primero del año 852 (Marzo de 1 448).
Mohámed ben Saad y Mohámed ben Adich y Abuomar ben
Ahmed ben Uahuf.
J^J
^1 J. ¿! JL
^y^ cw*-/" ^^^ frí
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9^j\yj íj^La-^ sZ-^Jucj íJ^liU JJI J^ w-^ \j:^\ ^l:^' [S^
iSzy^ U JjL-> »JXa ÍJsaLw» JJuUtj aJjVL» ^¿3r*^tj ¿ua.Ua-^ ^^wJLi
JJ1331 ^is:)! j^-ilt ¿Ü,3I ^-ál jI^I JiUI Jl^l J¿UV
JL^! w^ipr 3LUt J^UJI >UI ^L«J| >Ul: ^Ul
^j^l ^% ^^\ ^^t, ^^.j^l ,3^"^!, ^jl-i\ ^^%
¿i\ Je Jt^l j..a¿.r,M j ñ ■'■■ , Ij J^})3I ^1 joUJl ^ü!
wJUJTíDI j^ _^!. j^j-á!, J/^l jL.-'ál ^^l«^t jL¡^gíj_y^1
^^Ij^-álj Jc%y% S^% ^Ik^l ^U1 ^íJÜL^t
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J-U) jj.l*,í| J^W! JU! wJUI ^yít jj*^l j^j^í Ji)l
Sj.^! wo.láJlj L;yJ| ^\^yi¡\j ijj^\ o!,>iJI w^L^
JiU! üJ»J! 5,yU .UWl^^^.W"i-.iV^ ^"' V-Z^íj^"^!?
w^yf v_iJUI w^íliJI ^liül J-,LJt ^U^JI J¿U! ilj^l
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46 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
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JU^ iJj^j ¿^ ¿^ l^ ^^U! Jjpi ?^^!^ ^l^^ll Jl/ JW
Á'J'ilJl ^^..flJLJ ^^\ ajLíÜI ¿Jij íJáJ Li-^ A^'J J>-^J X-i-^
j
DB GRANADA &CU80LHANA. 47
En el nombre de Dio» clemente y misericordioso, Dios salve
y glorifique al profeta Mohámed y á su íamilia y compañeros.
Este es el contrato. Compró, sean honrados por la gracia de
Dios sus propósitos (los del comprador), y purificados los moti-
vos y consecuencias, las circunstancias concomitantes y el éxito
y feliz consecución de los deseos que se haya propuesto al
comprar, nuestro Señor y defensor de nuestra religión y de
nuestros intereses materiales, emir de los muslimes, el sultán, el
imam, el califa, el héroe, el rey, el justo, el liberal, el caritativo,
el que es la columna más firme y el refugio más seguro, el ca-
paz, el bienhechor, el protector, el defensor, el sabio, el. dili-
gente, el noble, el sincero, el pródigo, el generoso, el de carác-
ter más dulce, el más afable, el muy humilde, el muy temeroso
de Dios, el muy continente, el muy devoto , el muy piadoso, el
siervo de Dios, el contento con Dios, el penitente, el asceta, el
bondadosísimo, el confiado y resignado con la voluntad de Dios,
el santo, el campeón del islamismo, el que se ha hecho dueño
de diversos lugares y vecindades, el vencedor, el fortificado y
asistido por Dios, el felicísimo, el perfectísimo, y el sin igual
Alnuibdála^ el victorioso por Dios, el que lucha por seguir la
senda de Dios, hijo del grande entre los príncipes y magnates y
vastago de reyes altos y esclarecidos, el excelso, muy poderoso,
muy alto, muy noble, muy famoso, muy elevado, muy ilustre,
el preclaro, el excelente, el notable, el eminente, el que es no-
ble apoyo ó sostén, el brillante, el celoso por la guerra santa, el
que no tiene igual en la honrada ciencia de las virtudes, el bue-
no, el bravo, el glorioso, el magnífico, el santificado, el agracia-
do Abulchuyux Nasr^ hijo de nuestro Señor, el sultán poderoso
é imam grande y preclaro, el héroe, rey de ambas costas, y
campiñas, el de las expediciones guerreras y conquistas pere-
grinas, el de los escuadrones victoriosos y hazañas ilustres, que
prueban ser propias únicamente de un gran califa, vestigios de
califa, el justo, el bondadoso, el liberal, el celoso por la guerra
santa, el bravo, el formidable, el victorioso, el intrépido, el pró-
digo, el generoso, el perfecto, el santo, el agraciado por la virtud
de Dios, el contento con Dios, emir de los muslimes Abuabdála^
4^ BOLETÍN Dfi LA RBAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
htjo de califas celosos por la guerra santa y de imatucs de recta
gobernación, Dios conceda á su reino las circunstancias próspe-
ras que antes tuvo, y le lleve la consistencia del imperio y la
reparación de la patrja y de los negocios públicos; del intendente
6 administrador de su majestad y más pura de sus grandes gra-
cias, el caid, el dignatario, el liberal, el único, el excelente Ibra-
him ben Mohámed ¿ben Aub? (Dios, le conserve y asegure en su
honor y dignidad), el que vende por parte de la Casa del Teso-
ro público, un fruto de Dios excelso, en virtud de la feliz admi-
nistración que le está encomendada, el que pone autorizada-
mente en manos de aquél (del emir) todo el baño de la ruina, el
conocido por el baño de Axáutar, situado dentro de la ciudad
de Granada (guárdela Dios excelso), y cuyo nombre entre los
bienes propios de la Casa del Tesoro público, proviene de su
restauración, con sus derechos y gravámenes, sus entradas y
salidas y con todos sus provechos y accesorios. Realiza la com-
pra (el emir) de manera perfecta, y su precio total 650 dinares
oro, equivaliendo cada diñar de estos á 75 dirgems de plata
contante, de los que 80 suman una onza, los cuales tomó el ven-
dedor y pasaron á sus manos desapoderándose de ellos el com-
prador; y ciertamente se hará todo lo preciso para convertirlo
(el baño) en doncella ilustre ó bien nacida (quiere decir en man-
sión noble ó ilustre), y con esto quedará firme el término de
la concordia, y se adjudicará á la más noble de las partes, á la
dé nuestro Señor (Dios excelso le asista), pl dominio del baño
mencionado, resultando perfecta la adjudicación, conforme á la
zuna (ley tradicional) y al derecho de recoger la garantía, y no
deja el vendedor á favor de la Casa del Tesoro público resto de
derecho en modo alguno; y después que lo ha examinado de
parte de nuestro .Señor (hágale Dios victorioso) quien le merece
confianza, y éste le ha informado sobre su situación actual y so-
bre lo que hay en él de ruina y destrucción, y se ha realizado el
acto á su deseo, jura ó testifica en nombre de nuestro Señor
(Dios excelso le ayude), en aquello que se le ha encomendado,
aquel á quien ha confiado su juramento, como si fuera su misma
persona, y ello es un testimonio perfecto; y lo testifica el inten-
DE GRANADA MUSULMANA. 49
dente, el vendedor, en lo que depende de él, y lo reconoce es-
tando sano y bueno, y declara la sanidad de su inspección y que
actualmente se halla en ejercicio de la alta intendencia ó procu-
ración, y la fecha, principios del mes de Dios, Almoharrem,
primero del año 852. Dios nos haga conocer su bien y su pros-
peridad.
Si se estudia el anterior documento con fin histórico, lo pri-
mero que se ofrece á nuestra mente es pensar que el baño que
en él se menciona con el nombre de baño de la ruina ó de
Axautaiy no puede ser otro, entre los varios que se citan como
existentes en la corte de los Nazaritas, que aquel que. todavía
subsiste con el nombre de Bañuelo en el interior déla casa nú-
mero 37 de la Carrera de Darro, esquina á la calle- por donde se
baja desde la Concepción, y que hoy podemos apreciar, pero
en estado de inminente ruina.
En provisión de donaciones hechas por los Reyes Católicos
al Monasterio de San Jerónimo en 1494, se llama al baño de re-
ferencia, al decir del Sr. Eguilaz, baño deChauce, corrupción, al
parecer, del nombre arábigo Xautar ó Xauter, que precedido
del artículo se lee en el documento arábigo, habiendo perdi-
do la letra líquida final, transformándose la (L) t enfática ó pa-
ladial arábiga en jer, y transcribiéndose por nuestra ch la ¿» arábi-
ga, caso este último muy frecuente.
Además, al reverso del documento arábigo se lee en antigua
letra castellana el siguiente apunte: del baño de Alxautar xunto
á las casas principales^ y aunque ignoramos cuáles fuesen las
casas principales á que se hace alusión en las palabras citadas,
sabemos bien que en ningún otro barrio de Granada se observa
un mayor conjunto de antiguas casas palacios que en el que
se halla enclavado el actual Bañuelo.
Añádase á esto que en el documento, objeto de este estudio, se
dice expresamente que el baño llamado de Axautar pertenecía á
las propiedades de la Casa del Tesoro público, á la Casa del Dinero
(traduciendo literalmente), y que entre los escritores castellanos
TOMO xLvni. 4
50 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
de Granada, de la reconquista acá, se habla de una casa llamada
de la Moneda, que dicen existió próxima al lugar donde se halla
la casa del bañuelo, en el gran solar que hay delante de la Igle-
sia de la Concepción. Y ahora cabe preguntar: ¿Esa casa llama-
da de la Moneda por los escritores castellanos antes citados, será
la misma Casa del Dinero, Casa del Tesoro (jyt ^-^^) í^^íi-
cionada en el documento arábigo? No nos atrevemos hoy á
formular respuesta en sentido afirmativo, pero es de sospechar
que así fuese, y que la llamada Casa de la Moneda no fuera
precisamente la que se destinó ó construyó para Hospital por el
sultán Mohámed V en el año 1365 á 1366, según consta por la
inscripción de la lápida hallada en ella, que se conserva en el
Carmen de la Alhambra, hoy llamado de Arratia, sino otro edi-
ficio contiguo ó adosado á éste, á no ser que se suponga que
después de servir de hospital, en años posteriores fuese destina-
do el mismo edificio á Casa del Tesoro público.
Aparte de esto, sabemos por el documento precedente que el
baño de Axautar debió ser de gran antigüedad, que ILgó á ser
arruinado, que en 1 448 era adquirido por el emir reinante con
el propósito de restaurarlo, y por esta razón se le llamó luego el
baño de la ruina.
Mas, ¿quién fué este emir comprador y restaurador del baño
de Axautar? El documento arábigo, tan difuso en títulos y frases
laudatorias de los emires que en él se citan, es en extremo vago
respecto á sus nombres genealógicos. Del comprador solamente
dice Abuabdála; mas como este sobrenombre lo llevaron todos
los Mohámed de la dinastía, no es dato suficiente para precisar
por él cuál sea el comprador del baño mencionado. Se hace pre^
ciso recurrir para esto á la fecha del documento, que es de) año,
852 de la hégira (1448 de J. C), y á ser cierta la genealogía es-
tudiada por D. Emilio Lafuente Alcántara (i), el emir compra-
dor del susodicho baño tiene que ser el llamado Abuabdála
Mohámed X, pues éste, según la cita de genealogía, reinó de
1445 á 1453. Pero es el caso que en nuestro documento arábigo
(i) Inscripciones árabes de Granada, Madrid, 1859.
DB GRANADA MUSULMANA. 5 1
se llama al emir comprador hijo de Abulchuyux Nasr, hijo de
Abuabdála; mientras que en la genealogía de los reyes Nazaritas
■del ilustre arabista citado, se dice hijo de Otman Alahnat (el
Cojo).
A primera vista podría resolverse esta dificultad explicando,
como se ha hecho en algunos casos, la palabra ^\ del docu-
mento, no en su sentido propio de hijo, sino como descendiente
•en mayor 6 menor grado; y entonces había que pensar en que
•el Abulchuyux Nasr del documento fuese el que se cita como
cuarto rey de la dinastía, que así se nombró, y que el último
citado, ó sea Abuabdála fuese el famoso fundador de la dinastía
Abuabdála Mohámed I, ó su hijo y sucesor del mismo nombre.
Pero esta explicación no nos satisface; más bien creemos que
la palabra ^^\ del documento se haya usado en su sentido pro-
pio de hijo, y que, por tanto, los dos personajes citados Abul-
chuyux Nasr y Abuabdála son respectivamente padre y abuelo
directos del emir comprador, á quien se cita también por solo
el sobrenombre Abuabdála. Pues fijándose en la lectura del
susodicho documento se echa de ver que al emir comprador y á
su supuesto abuelo se les llama nuestro Señor, emir de los mus-
limes, sultán y otros títulos únicos y exclusivos del rey ó jefe
del Estado, los cuales no se dan al presunto padre; es decir, al
llamado Abulchuyux Nasr, limitándose á decirle grande prínci-
pe, magnate, vastago de ilustres reyes. De aquí es de inferir que
el padre directo del emir comprador no fué un sultán ó rey,
sino un príncipe de la dinastía Nasr, que, como el cuarto rey
del mismo nombre, tomaría el sobrenombre de Abulchuyux, y
que á su vez era hijo de un sultán llamado Abuabdála Mohámed.
Ahora bien; entre los personajes de la dinastía nazarita, cuya
genealogía se tiene por más segura, existió un príncipe llamado
Nasr, hijo del sultán Abuabdála Mohámed V de este nombre,
que murió reinando en 793 de la hégira (1 391). Y esto nos lleva
á creer que el emir que aparece en nuestro documento como
comprador y restaurador del baño de Axautar hubo de ser hijo
directo del susodicho príncipe Nasr y nieto de Abuabdála
Mohámed V.
52 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Corrobora todavía más nuestra creencia el hecho de que en
el documento arábigo se da al tercero de los personajes citados,
ó sea al presunto abuelo del emir comprador, el título de Alganí
Bilá (el contento con Dios), que se atribuyó preferentemente al
susodicho Mohámed V, y por el cual se le distingue entre los
otros reyes de la dinastía.
Al mismo emir comprador del baño de Axautar habrá que
referir la moneda examinada por el eminente anticuario señor
Delgado, que copia Lafuente Alcántara (l) atribuyéndola al
emir Mohámed IX Asaguir (el Chico), donde se lee:
(Abdála Algálib Bilá (el vencedor por Dios), Mohámed^ hijo
de Nasr^ hijo de Mohámed ( V), hijo de Yúsuj, hijo de Ismaily
hijo de Nasr.
Mas este emir comprador del baño de Axautar, ¿puede ser el
nombrado Abuabdála Mohámed IX Asaguir? Creemos que no.
La fecha de nuestro documento arábigo, que es de 1 448, lo ex-
cluye completamente, pues dicho emir, según los historiadores,
fué decapitado por su rival Mohámed VIII en 1427. Hay que
pensar, pues, en un emir llamado Abuabdála Mohámed, que rei-
nase en la fecha 1 448 que trae el documento, y precisamente
la Historia señala como reinante, desde I445 hasta 1453» á
Abuabdála Mohámed X Alahnaf (el Cojo), quien, de no suponer
que en parte de esos años hubiese otro exnir del mismo nombre,
cosa muy inverisímil, tiene que ser el comprador y restaurador
del baño de la ruina 6 de Axautar.
El llamar á Abuabdála Mohámed X Alahnaf hijo de Otman,
como al principio advertimos, es sospechoso de falsedad. El
mismo Lafuente Alcántara, refiriéndose á esa genealogía que se
atribuye á este rey, dice (2): «Es el único rey que no hemos
(i) Obra citada, pág. 73.
(2) Obra citada, pág. 74.
DE GRANADA MUSULMANA. 53
podido justificar en documentos arábigos, y por probable conje-
tura solamente, puesto que todos le llaman Ebn Otsman, es de-
cir, hijo de Otsman, y afirman que era sobrino de Alaisar (el
Izquierdo, Mohámed VIII), añadimos en el cuadro genealógico
un Otsman, hermano de aquel rey, considerando á Mohámed X,
ó el Cojo, como hijo suyo. Creemos conveniente hacer esta ad-
vertencia y manifestar al mismo tiempo la desconfianza que nos
inspiran los cronistas castellanos acerca de los parentescos de
unos reyes con otros, en vista de las equivocaciones en que
han incurrido frecuentemente.
»Sólo nos asegura algún tanto la unanimidad con que todos le
designan de la misma suerte; pero como podría ser sobrino de
Alaisar por su madre, dejamos á otro más afortunado en sus
investigaciones, la aclaración de este punto.»
Después de esto sólo me resta decir que, Abuabdála Mohá-
med X Alahnaf, siendo hijo de Nasr y nieto de Mohámed V,
como se desprende de nuestro documento, no era sobrino, sino
tio de Mohámed VIII Alaisar (el Izquierdo).
Mariano Gaspar.
Catedrático de árabe de la Universidad de Granada.
IV.
FUEROS DADOS Á LOS MORADORES. DE RIBAS DE SIL,
POR D. ALFONSO IX REY DE LEÓN. A. 1225.
«In Dey nomine amen. Noscant tam presentes quam postery
presentem paginam inspectury quod ego Aldefonssus Dei gratia
Rex Legionis et galléele do, concedo siue otorgo hominibus qui
morantur en Ripasilis et eorum ssucgessoribus a ponte de Tey-
xedo usque ad pontem de Sirungello foros quos a tempore auy
mey domini imperatoris eos michi constitun (sic) habuysse.
Sunt autem isti. De villa de Palaciis habitatores debent daré
Regie voci annuatim in festo sancti Johanis babtiste XV Rellias
54 BOLBTÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
de ferro et XL tructas frescas. De Couas V. Rellias de ierro
et XL tructas frescas. De Susanne ceram quomodo habent in
consuetudine et XL tructas frescas qualis potuerint inuenyre.
ítem in festo sancti Cípriani, de Palaciis XL tructas frescas qua-
lis potuerint piscary. De Couas XL tructas frescas. De Susan-
ne XL tructas frescas quales potuerint piscary in flumine Silis
ms^nas nel paruas. ítem debend daré pro iantar de Rege de
cada fogo dúos dúos (sic) cubitos de panno Stopazo de dar et
de tomar annuatim in festo sancti Martini. Debend autem daré
medietatem de judegas regis que et quomodo in alus terris dan-
tur, quam terram ipsa est feble et fragosa. Preterea non debent
omicidium pectare nec portaticum nec rausum nec manneriam
nec esquisam nec nupgium in predicta Ripassilis. Debent autem
moratores ipse terre yre in apellidum domini qui terram tenue-
rít. Ita quod eadem die quam iuerint ad casas suas Reuertantur
et qui yre noluerit in illo debed pectare vnum carnaríum aud xvm**
denarios, debent et yre cum mandato domini qui terram tenue-
rit per linguam et nichil in eolio ita quod eadem die possint
ad domum suam rediré, debetur etiam currere montem domino
qui terram tenuerit et vnam diem in yuerno et per aliam in
verano. ítem si matauerint urssum in.Ripasilis debent inde daré
manus domino qui terram tenuerit et si osua (sic) ualuerint tres
cañados de vino et tres quartas de centeno debent eam daré
domino terre et si non, non; de alus autem uenacionibus nichil
debent ey daré, dominus uero terre non debent yre ad calump-
nias que ibi facte fuerint nisi ey fuerint date per concilium. Vici-
nus uero cuy a suo uicino calumpnia facta fuerit debed inde re-
cipere sanamentum per bonos homines si ei ipse suus uyginus
uoluerit sanare et sinon tune demum debed inde domino terre
querelary ud fagiat sibi directum. Preterea de ipsa Ripa homines
non debent daré fideyusores nisi in v. solidos pro calumpniam
qua fecerint qualicumque. ítem quinqué iuratores de ipsa Ripasi-
lis debent vincere calupmniam de quingentis solidis. item non
debet ibi fieri calda. Preterea quinqué iuratores predicti debent
uincere xii homines de alia térra, montary autem de ipsa térra
non debent daré terraticum de sua venagione usque ad aquam
FUEROS DADOS Á LOS MORADORBS DE RIBAS DE SIL. 55
de Xardauiel. Est autem predicta térra de Ripasilis cautata per
montem de Siruncello per Ríuutn de Sile ad Infestum ubi cadit
aqua de campo per autarium de Román et per aquam uyerizo
de monteendo a la undina ad uallem de egua ad outerios super
casa de campo venzo de omnenzon ud bouiam de Villarino et
ad brenolam de saxo et per turriam ad colladam furadam aqua
de oría a prono ubi cadit in Sil per Sil en prono ad pontem de
teyxedo, Rio de teyxedo ad Infestum a cabo de Teyxedo a cabo
de la Spina ad bouiam de brannam de cabo ad cornu de pena
maiori ad colladam Rio da' Sirungello a prono ubi cadit in sil.
Quisquís igitur intra cautos istos per forgiam intrauerit uel ibi
uiolengiam uel fortiam fegerit vel inde aliquid per forgiam extra-
xerit erit meus forefectosus et mi uel sucessoribus meis vi. milia
solidos pectabit et mealiam de auro. Preterea si seruus alienus
cognito intrauerit intra cautos predictos liquet dominus suus
ueniat post illum non debed eum ibi prendre i>ec male judicare
set post nouem dies moratores ipsius terre debet eum inde iac-
tare. Facta carta apud Laziana ii die lulii. Era M. CC. Ixiii.»
Hállase esta carta de fuero inserta en un privilegio rodado
de Alfonso XI fechado en Segovia á 20 dias de Mayo Era de
mil e trescientos e ochenta annos, en el segundo anno que el
Rey don Alfonso venció al poderoso Albohagen Rey de Ma-
rruecos et de Fez et de Sugulmega et de Tremegen et al Rey
de Granada en la batalla de Tarifa que fue lunes treynta dias de
Octubre era de mili et trezientos et setenta et ocho annos en
veynte et nueue annos que el sobredicho Rey don Alfonso
Regnó.
Pertenece este documento á la Biblioteca de la Real Acade-
mia de la Historia, á la cual ha sido donado por conducto del
limo. Sr. D. Gumersindo de Azcárate.
Por la copia^
Vicente Vignau.
56 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
V.
DOS LÁPIDAS VISIGÓTICAS
Llafranch.
En la costa marítima de la provincia de Gerona, y al occiden-
te del desagüe del Ter , entre los cabos de Bagur y de Palamós
está el de San Sebastián; y al abrigo de éste la ensenada de
Llafranch con su barrio de pescadores; la cual es puerto de la
villa de Palafurgell, á cuyo término pertenece (l). Del suelo,
próximo á la playa de Llafranch, donde se encontraron, fueron
llevados á Palafurgell por su dueño tres fragmentos epigráficos
de mármol blanco. Conocedor de su mérito, á buen precio ios
adquirió D. José Pella y Forgás, sacando á luz poco después en
•
el tomo IV de su Historia del Ampurdán (Barcelona, l88l), el
texto del epígrafe que procuré suplir y la traducción que leal-
mente me atribuye. Conserva los fragmentos en su poder, que
por desgracia no figuran en la obra postrera de Hübner (2); y
de ellos acaba de enviarme, la adjunta fotografía, que importa
dar á conocer para bien fundar el estudio crítico de tan insigne
monumento.
El carácter paleográfico es de fines del siglo v, ó de principios
del siguiente. La D propende á tomar la forma angular de la
griega, que asomó á partir de aquel tiempo (3) y se destaca en
el remate del renglón tercero, ó en el centro del monograma
trilítero RVD.
( 1 ) Derrotero general del Mediterráneo^ redactado en el Depósito Hidro-
gráfico, tomo I, pág. 428. Madrid, 1873.
(2) Inscriptionum Hispaniae christianarum supplemenium. Berlín, 1900,
Véase el tomo xxxvii del Boletín, pág. 521.
(3) Véase el tomo xlvii del Boletín, pág. 378.
DOS bAnoAS VISIGÓTICAS.
r^ Cariijiú coHiuff óptimo, pie]iati pra/ec[tum
L •T^ in pa\ce quiescenti , Caesaria. Exctpiu'nl nMpii re^m
[Cúiuiií in] kunc iumulum Carudi [super aethera ca\mpi.
[co]niugis arias ' [Ui paradisiacas] liceat
[Caesaria i¡]¡aírimans igna- [mihi visere sé]des,
[la] atore comunx. \Dux eí lumen eyis;
[Hinc errare viae sájtío [ ñdae memor esto iagalis.]
A Cánido, su óptimo esposo, que en la fwz de Cristo descansa, erigió
Cesaría este monumento.
En este túmu!o de playa ignota, vertiendo lágrimas, Cesaría encierra
los restos mortales de su esposo Carudo.
Aquí aportó. Vejez cansada, azaroso viaje, piadoso anhelo de ver á Dios,
le hicieron partir de esta vida.
De aquí se ausenta. Los grandes campos del puro éter, elcvadísimos,
como á rey le acogen.
Para que pueda yo ver ud día el paraíso, mi luz, mi guía has de ser tú.
Acuérdate de tu ñel esposa.
58 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
El anciano Carudo murió piadosamente y fué enterrado junto
á la playa de Llafranch, desconocida para él y para su afligida
consorte. Las ideas expresadas por ignoto littore y errare viae
están literalmente sacadas del libro vii (versos 1 24 y 199) de la
Eneida ; y, á no dudarlo, manifiestan el término de una larga é
insegura travesía por mar, quizá impuesta por forzoso destierro.
Recuérdese que al suscitar Alarico II fiera persecución contra
los católicos, que le había de costar la vida á manos de Clodoveo,
desterró á no pocos magnates del clero y de la nobleza, entre
los cuales se contaron San Volusiano, obispo de Turs (año 498),
San Cesarlo de Arles (506) y quizá nuestro Carudo. Ni este
nombre, ni el de Cesaría están registrados por lápidas españolas,
diversas de la presente. En las del mediodía de Francia, que ha
coleccionado Le Blant (l), hallamos epígrafes funerales del
siglo VI dedicados á la memoria de personas así, ó de un modo
semejante nombrados: Carusus^ Caesaria, Carusa^ siendo asi-
mismo notable que á fines del siglo vi Cariuttdtis se decía el
obispo de Nantes. Por todo lo cual, no será temeridad presumir
que Carudo vino desterrado por Alarico de las orillas del Róda-
no á las del Ebro, y que arrastrado por ciega tempestad ó que-
brantado por la dificultad de la travesía,
Sive errore viae seu tempestatibus actus,
arribó, moribundo ó muerto, á la ensenada de Llafranch; donde
su viuda le consagró tan lastimoso y cristiano recuerdo.
Los suplementos que doy á la postrera parte del epígrafe,
acomodándome al bello estilo de la primera, no pasan de conje-
tura, fundada en textos (2) de autenticidad no dudosa.
Valencia.
Justiniano, obispo de Valencia, doctísimo y religiosísimo, flo-
reció, según lo refiere San Isidoro, reinando Teudis. De su epi-
(1) Inscriptions chrciicnncs de la Gaule, números 375, 597 y 663. Pa-
rís, 1856.
(2) Le Blant, tomo 11, páginas 407 y 4 1 1.— Hübner, números 34, 49, S6,
142 y 165.
DOS LÁPIDAS VISIGÓTICAS. 59
taño, que comenté (l), se desprende, que su pontificado duró
veinte años y ocho meses (años 527-548), haciéndose notar por
la reparación de antiguos y construcción de nuevos templos:
i. Nova templa constmens vetustaque restaurans.
Virgines instituens monachosque gubernans.»
Ningún otro monumento epigráfico había venido á corrobo-
rar hasta hoy esta verdad histórica; pero el reciente derribo de
la denominada cárcel de San Valero en la ciudad del Turia , ha
puesto de manifiesto una inscripción insigne, que espero no será
la única ilustrativa del genio arquitectónico de tan glorioso prín-
cipe de la iglesia.
El historiador de Valencia, D, José Martínez Aloy me es-
cribe (2):
«Hace algunos meses se procedió al derribo de la casa núme-
ro 4, situada enfrente la catedral y en la plaza de la Almoina
de esta ciudad, que contuvo la capilla de San Valero, erigida
en 1 7 19 para perpetuar la tradición de haber sido este sitio el
de la cárcel donde estuvo preso aquel santo obispo de Zaragoza.
Demolido el edificio, y abiertos los cimientos para levantar otro,
tuve ocasión de observar allí vestigios importantes de arquitec-
tura romana y visigótica. Separé algunas piezas que el dueño me
consintió destinar y llevar al Museo. Entre ellas fijaron particu-
larmente mi atención, tres fragmentos de una lápida de fino
mármol blanco, que en el subsuelo se encontraron á 2,70 m. de
profundidad; los cuales al momento compaginé, y cuya fotogra-
fía le envío.
Forman la primera mitad de un cuadrilongo, partido por su eje
mayor de arriba abajo, alto 52, ancho, de 24 á 29 cm. La lati-
tud de esta parte primera viene á ser, por término medio, la mi-
tad de la longitud. Las letras, altas de 35 mm., debían ocupar en
el ábside del edificio un puesto análogo al que obtiene la inscrip-t
ción del rey Recesvinto en la basílica de San Juan de Baños (3).
( I ) Boletín, tomo xxxvii, páginas 5 1 2-5 1 4.
(3) Cartas del 5 y 10 de Diciembre de 1905.
(3) Hübner, núm. 143. Véase el fotograbado de esta inscripción en el
tomo XLi del Boletín, pág. 490.
6o BOLETÍN DB LA BBAL ACADEMIA DB LA HISTOKIA.
Este descubrimiento lo verifiqué en sábado, 28 de Octybre.
Al día siguiente, noticioso de mi hallazgo D. Luis Tramoyeres,
Secretario de la Academia de San Carlos de esta ciudad y
Correspondiente de la Real de la Historia, se dirigió al mismo
sitio, y tuvo la suerte de encontrar, revolviendo escombros,
otros dos fragmentos de la inscripción; los cuales reunidos
corresponden á la segunda parte de ella, que creí perdida; aun-
que por desgracia no la completan. El primer fragmento da los
remates de las siete primeras líneas, por este orden: i,", rrunt{iy,
2.°, ¡a; ¡."jKttos; 4.', ¡tis; $.", atino; 6°, di; 7°, m. Quesonrema-
(1) Trabadas la n y la /.
DOS LÁPIDAS VISIGÓTICAS. 6 1
tes se ve claro por la cenefa horizontal superior y perpendicular
del cuadro á que se allegan, siendo muy de notar que los ren-
glones pares (2.°, 4.° y 6.**) son algo más cortos, y distinguen con
puntos triangulares de puro estilo romano el hueco breve que
los separa de la cenefa. El otro fragmento se aparta de esta ali-
neación, aproximándose á la parte primera y ofreciendo esta
serie de letras: renglón 6.**, rim (i); 7.**, sius ide; 8.°, aprossus;
9.®, mine aur; 10.**, quinqué.^ Hasta aquí el Sr. Martínez Aloy.
Con estos antecedentes no es difícil darSe cuenta del sentido
general de los diez hexámetros, que por vía de conjetura recom-
pongo así: .
* Consiructum r\enovatur opus dum sécula ciffnmt,
' Füstigium gms[nam grandi super txUdit au^a?
^ Nempe nam im[modicos fatiscens egerat d\nnos,
• * Hoc probidens \teciis est Jusiifíianus avjtis
* Tertio aniisics [regnaniis Tkeudis in] anno.
* Robore coniri\buunt arcus, ieguUsque co\rimbi
' Apiantur ktmi\ té[mpli ob ip]stus ideam,
* FuUnda pr etérea \stant acroieri]a prossus.
^ Lammina^ sub lato [lüjmtne aur[ata renidens^]
*® [Cul]mine cum solid[o fulcitur] quinqué [columnis,]
Al correr de los siglos, construida una obra, hay que renovarla. De tan
gran basílica, como ésta lo es, quién ha pensado en restaurar la techum-
bre? La cual amagaba desplomarse bajo el peso de años excesivos. En
ello ha entendido ya la providencia del obispo Justiniano, en el año ter-
cero que contamos del reinado de Teudis. Contribuyen á esta resta ura-
ciÓB, por una parte, lo firme de las arcadas, y por otra, lo gallardo de las
antefijas del cornisamento donde los corimbos de la yedra, símbolo de la
inmortalidad^ reflejan la idea capital suscitada por la vista del edificio. For-
madas de puro jaspe, descuellan efigies (de Santos) sobre las acroteras.
Una lámina de metal dorado rodea la fuerte cúpula, y parece sonreír ba-
ñándose en el esplendor del astro del día. Cinco son las columnas que la
sostienen.
Por su crismón y paleografía, esta inscripción se coloca en el
siglo VI. Pruébalo, además, su estilo gramatical, que, degenerando
del corriente en el siglo anterior, dio un nuevo paso hacia el r^-
tnance, 6 latín rústico, cuyo estado lamenté hablando de una ins-
cripción hebrea de Auch (2). En esta de Valencia ocurren evi-
dentes solecismos y licencias prosódicas que manifiestan por un
(i) Cortada la »f y repartida entre éste y el otro fragmento.
(2) Boletín, tomo xlvii, pág. 378
62 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
lado la fonética entonces prevaleciente, y jpor otro la tendencia
del acento á suplantar la ley de la cantidad : fastigium con la
primera i breve ; nam immodicos sin ectlipsis ; probidens con la o
breve en lugar de providens; tertlo antistes abreviando también la
o y exceptuándola de la sinalefa; Aimipor imi; ideam con la e lar-
ga como en francés y en castellano {l)\fuJbida por fulvida^ dimi-
nutivo de fulva; prossus y lammina en vez de prorsus y lamina.
El principio del reinado de Teudis, no bien precisado toda-
vía (2), se limita por 'dos extremos: el 5 de Diciembre de 531 y
el 21 de Febrero de 532. El obispo Justiniano, puso cima á la
obra, de la que trata la inscripción, en el año 534) ó muy poco
antes ó después.
El templo que restauró Justiniano era antiguo. ¿Qué templo
era y cuándo se fundó.? Opino que fué la catedral, en cuya pro-
ximidad se ha descubierto la inscripción; y si esto es verdad, re-
sulta un nuevo argumento para remontar la serie de los obispos
de Valencia por lo menos hasta el imperio de Constantino el
Magno, cuyo feliz advenimiento cubrió el orbe cristiano de sun-
tuosas basílicas.
Al propio tiempo que Valencia se gozaba de poseer un pre-
lado tan celoso de abrillantar el culto católico, aplaudía con igual
motivo Tarragona á su metropolitano Sergio (años 519-554). Del
cual, asimismo, consta por su epitafio (3), que restauró el coro-
namiento arquitectónico de la catedral Tarraconense y se esme-
ró en proteger y difundir, por su propia cuenta, la fundación de
monasterios:
Sollers, magnanimus, pius, ingenio cato
Hic quiescit in túmulo Sergis pontifex sanclus;
Qui, sacri labeniia restaiirans culmina ttmpli^
Haud procul ab urbe construxit coenobium sanctum.
Madrid, 15 de Diciembre de 1905. Fidel Fita.
(i) La razón se explica por el acento griego: íSea. Véanse á este pro-
pósito las doctas observaciones del P. Arévalo sobre la métrica de Pru-
dencio (Migne, Patrol. lat, tomo lix, col. 728. París, 1862.
(2) Boletín, tomo xxi, pág. 15.
(3) Boletín, tomo xxxvu, pág. 510.
VARIEDADES
I.
INTERPRETACIÓN DE LAS FECHAS SABÁTICAS DE LOS JUDÍOS.
La Séflra ú Omer.
En nuestras Tablas de reducción del cómputo hebraico al cris^
tiano y viceversa^ se explica el modo ordinario de señalar los
judíos las fechas mensuales; pero en algunas inscripciones he-
braicas aparecen las fechas de los meses relacionadas con los
sábados, en que se lee alguna sección del Pentateuco.
Para interpretar bien estas fechas, llamadas sabáticas, y redu-
cirlas ai cómputo cristiano, es necesario primeramente averiguar
la fecha mensual hebraica á que corresponden, y después con-
vertir ésta en la correspondiente cristiana.
En los sábados sucesivos de cada año, excepto cuando en
dicho día se celebran algunas fiestas, etc., se lee una sección ó
parte del Pentateuco y á cada sábado se le designa con el nom-
bre de la lectura que en dicho día se hace.
Así, por ejemplo, el sábado en que se lee la sección ó parte
Hazinu 6 Beresit,,,, 6 Semot^ se le llama simplemente Hazinü ó
Beresit ó Semot.
Los días de la semana^ precedentes á un sábado, se expresan
del modo siguiente:
Domingo, por ejemplo, que precede al sábado llamado Se-
mot, se expresa por I Semot; lunes, 2 Semot; martes, 3 Semot;
miércoles, 4 Semot; jueves, 5 Semot; viernes, 6 Semoty y sábado,
simplemente Semot.
Es, por tanto, necesario para interpretar, sin equivocaciones
y de un modo pronto y fácil, \aj^ fechas sabáticas formar: i.° Un
64 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
cuadro ó tabla que contenga las variedades de años hebraicos
con expresión abreviada de los mismos, de modo que á primera
vista sepamos cuál es la feria en que cada variedad de años
comienza. 2.° Sabiendo ya esta /<?r¿í inicial áe\ año, formaremos
para cada variedad de años una tabla, en que se vean las fechas
que son sábados en cada mes, y al lado de cada sábado pondre-
mos la lectura del Pentateuco que le corresponda.
Estos cuadros 6 tablas son los que hemos formado y designa-
mos con los números ordinales:
X* , ^* , J» , £}.• ■*■ 3"
Antes de explicar el modo de usarlos, daremos la siguiente
demostración de que sólo existen catorce variedades de años
hebraicos.
Parece, á primera vista, que matemáticamente debería haber
24 variedad'ís de años hebraicos, pues siendo seis sus especies
(véase el cuadro núm. l), y como el año pufede comenzar por
cuatro ferias (l), el producto de 6 X 4 = 24, expresa matemáti-
camente el número de variedades posibles en años hebraicos.
Sin embargo, en realidad, sólo existen catorce variedades.
En efecto, fijándose en el año común deficiente, no es posible
que comience por las ferias j, ó 5. El año común deficiente consta
de 353 días, ó sea de 50 semanas justas y 3 días; si comenzara
por feria 3 ó por feria Si su último día sería feria 5 (jueves) 6
feria 7 (sábado), y, por tanto, el año siguiente comenzaría por
feria 6 ó por feria I, y como nunca el año hebraico comienza
por las ferias l, 4, 6, resulta que tampoco el año común deficiente
puede comenzar por las ferias j, 6 5.
Luego sólo hay dos variedades de anos comunes deficientes^ que
son, unos que comienzan por feria 2 y otros que comienzan por
feria 7«
Siguiendo el mismo procedimiento, demostraríamos que sólo
hay dos variedades de años comunes regulares^ expresadas abre-
viadamente por 3r y 5r: tres variedades de años comunes abun-
dantes que son 2a, 5a y /a: tres variedades de años embolismales
(i) El año hebraico sólo puede comenzar por las ferias 2, 3, 5 ó 7.
lilTBRPftBTAClÓN DB LAS FBCHAS SABÁTICAS DB LOS JUDÍOS. 65
deficientes 2D, 5D y 7D: una sola variedad de años emboiisntales
regulares 3R: y, finalmente, tres variedades de años embolismales
abundantes^ 2 A, 5A y 7 A.
En total catorce variedades, según vemos en el cuadro nú-
mero I.
Ejemplos en que se ve el modo práctico de hacer uso de las
tablas.
Sea el año hebraico 5665: deseamos saber á qué fecha men-
sual cristiana corresponde la fecha sabática ^ Semot,
En las Tablas de reducción de años hebraicos á cristianos^ ve-
mos que el año 5665 hebraico comenzó el día 10 de Septiembre
de 1904 y pertenece á la variedad 7 A, esto es, que comenzó
por feria 7 (sábado) y que es año embolismal abundante: busca-
remos en la tabla de i^Lecturas saiáücas para años de la varie-
dad 7A», ó sea, núm. 1 5 la ^Lectura ó sección del Pentateuco
Semot y veremos que corresponde al día 2j del mes Tebeth: el
día ^ Semot^ cuya fecha deseamos saber, es el miércoles anterior
al sábado Semot, 2}^ de Tebeth^ 6 sea el día 20 del mes Tebeth.
En nuestras Tablas de reducción del cómputo hebraico al cris-
tiano y viceversa^ buscaremos la tabla de fechas mensuales para
años de la especie A que en la parte superior dice 10 de Sep-
tiembre, y allí veremos que el día 20 de Tebeth corresponde al
día 28 de Diciembre (de 1 904).
Por tanto, la fecha 4 Semot del año 5665 corresponde al día
28 de Diciembre de 1904, y fué un miércoles^ pues el año 5665,
según hemos dicho, comenzó en un sábado^ y, por consiguiente,
el mes Tebeth comenzaría en un viernes y al día 20 de este mes
corresponde ser miércoles ó feria 4.
Ejemplo 2.*^ En la piedra sepulcral de R. Salomón, hijo de
R. Hayyim, citada por Schwab en la obra Rapport sur les ins-
criptions hébratques^ pág. 277, se dice i.que partió para el Edén
el j.^ día de la sección Emor del año 5038'^,
El año 5038 comenzó el día 30 de Agosto de 1277 y tuvo por
determinante 2A (v. Tablas de reducción del cómputo hebraico
al cristiano y viceversa, pág. 97).
En la Tabla de Lecturas sabáticas para años de la variedad
TOMO XLVIIL ^
66 BOLETÍN DB LA R&AL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
2 A, señalada con el núm. 13.**, veremos que la sección Emor
corresponde al día 13 de Jiar: el día 3.° de la sección Emor fué
el martes g de Jiar del año 5038.
Buscaremos en nuestras Tablas de reducción del cómputo he-
braico cJ cristiano (v. pág. 287), la señalada con la letra A, 30 de
Agosto, y veremos que el día 9 de Jiar corresponde al 3 de Mayo
(de 1278). Este día fué martes, pues el año comenzó por lunes y
Jiar también comenzaría por lunes, y, por tanto, el día 8 de Jiar
sería lunes y el día 9 martes.
Otro ejemplo. M. Schwab, en la obra citada, pág. 276, cita
otra inscripción que dice: que partió para el Edén el ^.® día
de la sección Bemidbar del año (50)26.
El año 5026 comenzó el día 12 de Septiembre de 1 265 y tuvo
por determinante 7^» esto es, comenzó por sábado y fué año co-
mún abundante.
En la Tabla de Lecturas sabáticas para años 7a, señalada con
el núm, 8.°, vemos que la Lectura Bemidbar correspondió al día
2 de Siwan: por tanto, el día j.** de la sección Bemidbar, que ve-
mos en la inscripción, corresponde al día 2y de Jiar, que fué mar-
tes: el 2y de Jiar corresponde al día 4 de Mayo.
En resumen, el 3.® día de la sección Bemidbar del año 5026,
es en nuestro cómputo el día 4 de Mayo (martes) de 1266.
Ejemplo 3.° En la pág. 272, de la obra ya citada de Schwab,
leemos:
«He aquí la estela sepulcral da la señora Belschath (¿Bele-
Assez?), hija de que partió para el Edén el día j.° {martes) de
la sección Vayeseb del año treinta y cinco del cómputo peque-
ño (5035).»
El año 5035 comenzó el día 3 de Septiembre de 1 274 y tuvo
por determinante 2A (v. nuestras Tablas de reducción del cóm-
puto hebraico al cristiano y viceversa, pág. 97).
En la Tabla de Lecturas sabáticas para años de la varie-
dad 2 A, señalada con el núm. 13, vemos que la sección Vaye-
seb corresponde al día 23 del mes Casleu: el día 3.° (martes) de
la sección Vayeseb sería, por tanto, el día 19 de Casleu: este
día del año 5055 corresponde al día 20 de Noviembre del año
INTERPRETACIÓN DE LAS FECHAS SABÁTICAS DE LOS JUDÍOS. 67
m
1274 de nuestro cómputo, como puede verse en nuestras Ta- ¿i
blas, pág. 291. .M
Hay casos en que desde una lectura sabática hasta otra del
Pentateuco, transcurren 15 y aún 21 días, porque en los sábados
intermedios se celebran algunas fieátas, generalmente.
Así, por ejemplo, el día 8 (sábado) del mes Tisri del año 5665
se leyó la sección Hazinu, y hasta el día 29 (sábado) del mismo
mes, no se leyó la sección Beresit: los días comprendidos entre
el 8 y el 29 de Tisri, se expresan por orden de semanas, refi-
riéndolos siempre al sábado Beresit, Los días de la primera se-
mana se llaman, desde el domingo, i Beresit I, 2 Beresit I, 3 Be-
resit I, etc.: los de la segunda semana, desde el domingo, se
llaman, I Beresit II, 2 Beresit II, 3 Beresit II etc., y los días
de la tercera semana serán, desde el domingo, I Beresit III,
2 Beresit III, 3 Beresit III, etc., hasta llegar al sábado 29 llama-
do Beresit. *
68
boletín de la real academia de la historia.
Nütn. 1. Cuadro que contiene los géneros, especies y variedades
de años judaicos, (Los números 2, 3, 5 ^ 7, significan las fe-
rias ó días de la semana en que puede comenzar el año ju-
daico. Las letras d, r, a; D, R, A. significan las especies de
los años, según que constan de jjj, J5^, 355; 383, 384 ó 383
dias.)
Dos géneros.
Seis especies.
Ca-
torce
varie-
dades.
deficientes. .
2d.
7d.
comunes
regulares. , .
abundantes .
5 «••
2 a.
5 a
7 a.
2 D.
' Deficientes . < 5 D.
Embolismales. I Regulares . .
7D.
3 R-
' -> A
Abundantes.? 5 A.
7 A.
Ferias en que
comienzan
los años.
2 (lunes).
7 sábado.
3 martes.
5 jueves.
2 lunes.
5 jueves.
7 sábado.
2 lunes.
5 jueves.
7 sábado.
3 martes.
2 lunes.
5 jueves.
7 sábado.
INTERPRETACIÓN DE LAS FECHAS SABÁTICAS DB LOS JUDÍOS. 69
TABLAS DE LECTURAS SABÁTICAS
Las siguientes tablas, señaladas con los números 2, 3, 4, hasta
el 15, contienen las fechas que son sábados en cada mes hebraico,
excepto algunas en que se celebran fiestas especiales, y en las
cuales, aunque sean sábados, no se lee la sección correspondien-
te del Pentateuco.
Segün sea la variedad de cada año hebraico (véase el cuadro
nüm, 1), la cual está escrita en nuestras Tablas de reducción del
cótnputo hebraico al cristiano y viceversa en frente de cada año,
se hará uso de la Tabla de Lecturas sabáticas correspondiente.,
señalada con los números % 3... ó 15.
Por ejemplo: si queremos saber las fechas que son sábados y
las correspondientes Lecturas del Pentateuco para el año <iO\\
(1251 cristiano), buscaremos este año en las Tciblas de reducción
del cómputo hebraico al cristiano y viceversa y veremos que tiene
por determinante 2 A, esto es, que comenzó en un lunes y fué
año embolismen abundante. Con estos datos acudiremos á la Ta-
bla de Lecturas saiática^^ señalada con el núm. 13, que ha sido
construida para la variedad de años 2 A, y veremos que fueron
sábados las fechas siguientes: 6, 13 y 27 del jnes Tisri (el día 20,
aunque fué sábado, no le correspondió Lectura del Pentateuco);
4, II, 18 y25 del mes Marcheswan, etc.
En la misma Tabla núm. 13 están escritas, á la derecha de
las fechas, las Lecturas correspondientes; del Pentateuco, que
son Vayelekh^ Hazinu^ Beresit para los sábados del mes Tisri^^
Noé, Lekh-Lekha, Vayera, Hayé-Sarah para el mes de Mar-
cheswan, etc.
70
boletín de la real academia de la historia.
2d
Tabla nüm* 2 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 2dy esto es, que comienzan por lunes y son comunes deficientes.
Tisri.
6 Vayelekh.
I 13 Hazinu.
27 Beresit.
Marcheswan.
4 Noé.
II Lekh-Lekha.
18 Vayera.
25 Hayé-Sarah.
Oasleu.
3 Toledoth.
10 Vayetsé.
17 Vayislah.
24 Vayeseb.
Tebeth.
2 Mikeks.
9 Vayigas.
16 Vayehi.
23 Semot.
Schebat.
I Vaera.
8 Bo.
15 Besalah.
22 Yitro.
í iVlispatim.
29
( Secalim.
Adar.
í Teruma.
{ Hafsaca.
( Tetsavé.
( Zakhor.
í Tissa.
20)
( Para.
/ Vayakhel.
27|Pecudé.
( Hahodes.
Nisan.
5 Vayikra.
í Tsav.
( Hagadol.
26 Semini.
Jiar.
^ Tazria.
{ Metsora.
I Aharé.
Kedosim.
17 Emor.
( Behar.
( Behucotai.
■o
24
Siwan.
2 Bemidbar.
9 Natso.
16 Behaalotekha.
23 Selah.
30 Corah.
Tamnz.
7 Huccat.
14 Balac.
21 Pinhas.
A Mattot.
28]
( Mats6.
Ab.
6 Debarim.
13 Ethannan.
20 Ekeb.
27 Reeh.
Elul.
4 Sofetim.
II Tetsé.
18 Tabo.
( Nitsabim.
25
( Vayelekh,
IMTERPRETACIÓM DB LAS PECHAS SABÁTICAS DE LOS JUDÍOS.
71
7d
Tabla nüm. 3 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es lá, esto es, que comienzan por sábado y son comunes defi»
cientes.
Tisri.
8 Hazinu.
29 Beresit.
Marcheswan.
6 Noé.
13 Lekh-Lekha.
20 Vayera.
27 Hayé-Sarah.
Oasleu.
5 Toledoth.
12 Vayetsé.
19 Vayislah.
26 Vayeseb.
Tebeth.
4 Mikeks.
II Vayigas.
18 Vayehi.
25 Semot.
Schebat.
3 Vaera.
10 Bo.
17 Besalah.
24 Yitro.
Adar.
^ Mispatim.
( Secalim.
í Teruma.
/ Zakhor.
í Tetsavé.
\ Hafsaca.
^ Tissa.
i Para.
( Vayakhel.
29|Pecudé.
( Hahodes.
NisaB.
7 Vayikra.
14 Tsav.
28 Semini.
22
5^
12
Jíar.
( Tazria.
\ Metsora.
^ Aharé.
/ Kedosim.
19 Emor.
\ Behar.
26]
( Behucotai.
Siwan.
4 Bemidbar.
II Natso.
18 Behaalotekha.
25 Selah.
Tamuz.
2 Corah.
9 Huccat.
16 Balac.
23 Pinhas.
Ab.
C Mattot.
( Matsé.
8 Debarim,
15 Ethannan.
22 Ekeb.
29 Reeh.
Elul.
6 Sofetim.
13 Tetsé.
20 Tabo.
27 Nitsabim.
' ,«
•.4
72
BOLBTÍN DE LA R&AL ACADBStlA DE LA KlStORIA.
3r
Tabla nüm. 4 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante es
3 P, esto es, que comienzan por martes y son comunes regulares.
Tisri.
Adar.
Ab.
5 Vayelekh.
í Teruma.
4 Debarim.
12 Hazinu.
^' Hafsaca.
II Rthannan.
26 Beresit.
Á Tetsavé.
18 Ekeb.
/ Zakhor.
25 Reeh.
Marcheswan.
Q^ Tissa.
3 Noé.
( Para.
Elnl.
10 Lekh-Lekha.
i Vayakhel.
2 5j Pecude.
( Hahodes.
2 Sofetim.
17 Vayera.
9 Tetsé.
24 Hayé-Sarah.
16 Tabo.
. Nitsabim.
Oasleü.
Nisan.
^^( Vayelekh.
2 Toledoth.
3 Vayikra.
9 Vayetsé.
,\ Tsav.
10 -r-r « .
16 Vayislah.
' Hagadol.
23 Vayeseb.
24 Semini.
30 Mikeks.
Jiar.
Tebetb.
Tazria.
7 Vayiga?.
Metsora.
14 Vayehi.
g) Aharé.
21 Semot.
/ Kedosim.
28 Vaera.
15 Emor.
22I Behar.
Scbebat.
( Behucotaí.
6 Bo.
29 Bemidbar.
13 Besalah.
20 Yitro.
Siwan.
\ Mispatim.
14 Natso.
V Secalim.
21 Behaalotekha.
28 Sclah.
Tamnz.
5 Corah.
i Huccat.
( Balac.
19 Pinhas.
A Mattot.
^^ Matsó.
J
INTERPRETACIÓN DE LAS PECHAS SABÁTICAS DE LOS JUDÍOS.
73
5r
Tabla fiüm. 5 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 5p, esto es, que comienzan por jueves y son comunes regu^
lares.
Tisri.
Adar.
Tamaz.
3 Hazinu.
l Teruma.
3 Corah.
24 Beresit.
2
^ Hafsaca.
lo Huccat.
•
Marcheswan.
í Tetsavé.
9
/ Zakhor.
17 Balac.
«K V ^
24 Pinhas.
I Noé.
8 Lekh-Lekha.
16 Tissa.
Ab.
15 Yayera.
22 Hayé-Sarah.
29 Toledoth.
/ Vayakhel.
23|Pecudé.
(Para.
\ Mattot.
1 Matsé.
9 Debarim.
Oaslea.
Nisan.
16 Ethannan.
23 Ekeb.
7 Yayetsé.
\ Hahodes.
ij
30 Reeh.
14 Yayislah.
' Yayikra.
w
21 Vayeseb.
8 Tsav.
Elnl.
28 Mikeks.
29 Semini.
7 Sofetim.
14 Tetsé.
Tebeth.
Jiar.
21 Tabo,
5 Vayigas.
i Ta?ria.
/ Mctsora.
28 Nitsabim.
12 Vayehí.
19 Semot.
^ Aharé.
26 Yaera.
/ Kedosim.
Schebat.
20 Rmor
4 Bo.
1 Behar.
27'i ^
1
II Besalah.
f Behucotai.
1
18 Yitro.
Siwan.
1
í Mispatim.
r Secalim.
i
1
5 Bemidbar.
1
12 Natsó.
1
19 Behaalotekha.
26 Selah.
l
74
BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
2a
Tabla nüm, 6 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 2 a, esto es, que comienzan por lunes y son comunes abun-
dantes.
Tisri.
Schebat.
TamtLz.
6 Vayelekh.
6 Bo.
5 Corah.
13 Hazinu.
27 Beresit.
13 Besalah.
20 Yitro.
i Huccat.
/ Balac.
Marcheswan.
1 Mispatim.
f Secalim.
19 Pinhas.
4 Noé.
\ Mattot.
( Matsé.
II Lekh-Lekha.
Adar.
18 Yayera.
4 Teruma.
Ab.
25 Hayé-Sarah.
II Tetsavé.
4 Debarim.
Oaslea.
18 Tissa.
II Ethannan.
2 Toledoth.
^ iVayakel.
7 Pecudé.
18 Ekeb.
9 Vayetsé.
25 Reeh.
16 Vayislah.
Nisan.
Elal.
23 Vayeseb.
3 Vayikra.
2 Sofetim.
30 Mikeks.
t Tsav.
T /^l
9 Tetsé.
Tebeth.
IO¡
[ Hagadol.
16 Tabo.
7 Vayigas.
14 Vayehi.
24 Semini.
Jiar.
^ Nitsabim.
/ Vayelekh.
21 Semot.
i Tazria.
\ Metsora.
28 Vaera.
•
í Aharé.
( Kedosim.
15 Rmor.
í Behar.
22]
' Behucotai.
29 Bemidbar.
Siwan.
14 Natso.
, 21 Behaalotekha.
28 Selah.
INTERPRETACIÓN DE LAS FECHAS SABÁTICAS DE LOS JUDÍOS, 75
5a
Tabla núm. 7 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 5 a, esto es, que comienzan por jueves y son comunes abun^
dafttes.
Tisri.
3 Hazinu.
24 Beresít.
Marcheswan.
I Noé.
8 Lekh-Lekha.
15 Vayera.
22 Hayé-Sarah.
29 Toledoth.
Oaslen.
6 Vayetsé.
13 Vayislah.
20 Vayeseb.
27 Mikeks.
Tebeth.
4 Vayigas.
II Vayehi.
18 Semot.
25 Vaera.
Schebat.
3 Bo.
10 Besalah.
17 Yitro.
24 Mispatim.
Adar.
( Teruma.
( Secalim.
qÍ Tetsavé.
\ Zakhor.
( Tissa.
^(Hafsaca.
^i Vayakhel.
I Para.
íPecudé.
^\ Hahodes.
Nisan.
7 Vayikra.
14 Tsav.
28 Semini.
Jiar.
( Tazria.
^( Metsora.
( Aharé.
( Kedosim.
19 Emor.
Á Behar.
( Behucotai.
Siwan.
4 Bemidbar.
II Natso.
18 Behaalotekha.
25 Selah.
Tamaz.
2 Corah.
9 Huccat.
16 Balac.
23 Pinhas.
Ab.
íMattot.
( Matsé.
8 Debarirn.
15 Ethannan,
22 Ekeb.
29 Reeh.
Elul.
6 Sofetim,
13 Tetsé.
20 Tabo.
27 Nitsabim.
76
boletín de la real academia de la historia.
7a
Tabia núm, 8 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 7 a, esto es, que comienzan por sábado y son comunes abun-
dantes.
Tisri.
Adar.
Tamiu.
8 Hazinu.
6 Teruma.
7 Huccat.
29 Beresit.
1 Tetsavé.
' Zakhor.
1 Tissa.
f Para.
14 Balac.
Marcheswan.
6 Noé.
21 Pinhas.
\ Mattot.
2oi
/ Matsé.
13 Lekh-Lekha.
20 Yayera.
\ Vayakel.
' Pecudé.
Ab.
2J Hayé-Sarah.
Oaslen.
Nisan.
5 Vayikra.
6 Debarim.
13 Ethannan.
20 Ekeb.
4 Toledoth.
C Tsav.
T 9'
27 Reeh.
II Vayetsé.
' Hagadol.
18 Vayislah.
26 Semini.
Elul.
25 Vayeseb.
Tebeth.
Jiar.
1 Tazria.
( Metsora.
1 Aharé.
10]
f Kedosim.
4 Sofetim.
II Tetsé.
18 Tabo.
2 Mikeks.
9 Vayigas.
16 Vayehi.
i Nitsabim.
251
/ Vayelekh.
23 Semot.
17 Emor.
Schebat.
\ Behar.
24
' Behucotai.
I Vaera.
8 Bo.
Siwan.
15 Besalah.
2 Bemidbar.
22 Yitro.
9 Natso.
\ Mispatim.
( Secalim.
16 Behaalotekha.
23 Selah.
30 Corah,
I
INTERPRETACIÓN DE LAS FECHAS SABÁTICAS DE LOS JUDÍOS.
77
2D
Tabla núm, 9 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 2D, esto es, que comienzan por lunes y son embolismales de-
ficientes.
Tisri.
Adar.
Tamu2.
6 Vayelekh.
6 Teruma,
5 Corah.
13 Hazinu.
13 Tetsavé.
\ Huccat.
12
'2^ Beresit.
20 Tissa.
' Balac.
Marcheswan.
\ Vayakhel.
' Secalim.
19 Pinhas.
4 Noé.
\ Mattot.
II Lekh-Lekha.
Ve-Adar.
f Matsé.
18 Yayera.
\ Pecudé.
/ Hafsaca.
Ab.
25 Hayé-Sarah.
4 Debarim.
Oaslen.
í V^ayikra.
II Fthannan.
3 Toledoth.
/ Zakhor.
18 Ekeb.
10 Vayetsé.
I8i'^'^^"-
25 Reeh.
17 Vayislah.
/ Para.
Elul.
24 Vayeseb.
\ Semini.
25)
2 Sofetim.
Tebeth.
f Hahodes.
9 Tetsé.
2 Mikeks.
Nisan.
16 Tabo.
9 Vayigas.
3 '1 azria.
í Nitsabim.
23]
16 Vayehi.
i Metsora.
10»
/ Vayelekh.
23 Semot.
/ Hagadol.
24 Aharé.
Schebat.
I Vaera.
Jiar.
8 Bo.
I Kedosim.
15 Besalah.
8 Emor.
22 Yitro.
15 Behar.
29 Mispatim.
22 Behucotai.
29 Bemidbar.
Siwan.
14 Natso.
21 Behaalotekha.
■
28 Selah.
78
BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
5D
Tabla núm. 10 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 5 D, esto es, que comienzan por jueves y son embolismales
abundantes.
TisrL
Adar.
Tamnz.
3 Hazinu,
3 Teruma.
2 Huccat. '
24 Beresit.
10 Tetsavé.
9 Baiac.
17 Tissa.
16 Pinhas.
Marcheswan.
24 Vayakhel.
23 Mattot.
I Noé.
8 Lekh-Lekha.
Ve-Adar.
Ab.
15 Yayera.
l Pecudé.
I Matsé.
22 Hayé-Sarah.
/ Secalim.
8 Debarim.
29 Toledoth.
Á Vayikra.
15 Ethannan.
/ Zakhor.
22 Fkeb.
Oasleu.
j 1 Tsav.
29 Reeh.
7 Vayetsé.
\ Hafsaca.
^^
14 Vayislah.
i Semini.
Elnl.
21 Vayeseb.
{ Para.
6 Sofetim.
28 Mikeks.
^ í Tazria.
13 Tetsé.
Tebeth.
29-
{ Hahodes.
20 Tabo.
27 Nitsabim.
6 Vayigas.
Nisan.
w
13 Vaychi.
7 Metsora.
20 Semot.
9
, \ Aharé.
27 Vaera.
14'
/ Hagadol.
Schebat.
28 Kedosim.
5 Bo.
Jiar.
12 Besalah.
5 F'.mor.
19 Yitro.
12 Behar.
2^ Mispatim.
19 Behucotai.
2ñ Bemidbar.
Siwan.
4 Natso.
II Behaalotekha.
1 8 Sclah.
25 Corah.
INTERPRETACIÓN DE LAS FECHAS SABÁTICAS DE LOS JUDÍOS.
7D
79
Tabla núm, 11 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 7 D, esto es, que comienzan por sábado y son embolismales
deficientes.
Tisri.
Adar.
Siwan.
8 Hazinu.
I Mispatim.
2 Bemidban
29 Beresit.
8 Tenima.
9 Natso.
15 Tetsavé.
16 Behaalotekha.
Marcheswan.
22 Tissa.
23 Selah.
6 Noé.
\ Vayakhel.
. f Secalim.
30 Corah.
13 Lekh-Lekha.
20 Vayera.
'
Tamnz.
27 Hayé-Sarah.
Ve- Adar.
7 Huccat.
A Pecudé.
/ Hafsaca.
14 Balac.
Oasleu.
21 Pinhas.
5 Toledoth.
i Zakhor.
/ Vayikhra.
28Í ^*^"°*-
12 Vayetsé.
/ Matsé.
19 Vayislah.
i Tsav.
20]
A V
26 Vayeseb.
(Para.
Ab.
í Semini.
275
f Hahodes.
6 Debarim.
Tebeth.
13 Ethannan.
4 Mikeks.
20 Rkeb.
1 1 Vayigas.
Nisan.
27 Rceh.
18 Vayehi.
5 Tazria.
25 Semot.
í Metsora.
12'
Elul.
/ Hagadol.
4 Sofetím.
Schebat.
26 Aharé.
II Tetsé.
3 Vaera.
18 Tabo.
10 Bo.
Jiar.
^ Nitsabim.
1 Vayelekh.
17 Bcsalah.
3 Kedosim.
24 Yitro.
10 Kmor.
17 Behar.
»
24 Behucotai.
So
BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
»*b
3R
Tabla nüm, 12 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 3 R, esto es, que comienzan por martes y son embolismales
regulares.
Tisri.
Adar.
Tamiu.
5 Vayelekh.
4 Teruma.
3 Corah.
12 Haziau.
II 'letsavé.
10 Huccat.
26 Beresit.
18 Tissa.
17 Balac.
Marcheswan.
3 Noé.
1 Vayakhel.
( Secalim.
24 Pinhas.
Ab.
10 Lekh-Lekha.
Ve-Adar.
^ Mattot.
17 Vayera.
\l Pecudé.
\ Matsé.
24 Hayé-Sarah.
2»
/ Hafsaca.
9 Debarim.
Oasleu.
2 Toledoth.
*
9 Vayetsé.
16 Vayislab.
23 Vayeseb.
1 Vayikhra.
/ Zakhor.
16 Tsav.
C Semini.
h Para.
16 Ethannan.
23 Ekeb.
30 Reeh.
Elul.
7 Sofetim.
30 Mikeks.
Nisan.
14 Tetsé.
Tebeth.
7 Vayigas.
14 Vayehi.
21 Semot
t Tazria.
f Hahodes.
A Metsora.
/ Hagadol.
21 Tabo.
28 Nitsabim.
28 Vaera.
29 Aharé.
Schebat.
Jiar.
6 Bo.
6 Kedosim.
13 Besalah.
13 Emor.
20 Yitro.
20 Behar.
2^ Mispatim.
2^ Behucotai.
Siwan.
5 Bemidbar.
12 Natso.
19 Behaalotekha.
26 Selah.
INTERPRETACIÓN DE LAS FECHAS SABÁTICAS DE LOS JUDÍOS.
8l
2A
Tabla nüm, 13 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 2 A, esto es, que comienzan por lunes y son embolismales
abundantes.
Tisri.
Adar.
Tamuz.
6 Vayelekh.
4 Teruma.
3 Corah.
13 Hazinu.
II Tetsavé.
10 Huccat.
27 Beresit.
18 Tissa.
17 Balac.
Marcheswan.
1 Vayakhel.
^\ Secalim.
24 Pinhas.
4 Noé.
Ab.
II Lekh-Lekha.
Ve- Adar.
\ Mattot.
18 Yayera.
Á Pecudé.
\ Matsé.
25 Hayé-Sarah.
1
/ Hafsaca.
9 Debarim.
Oasleu.
^ Vayikra.
/ Zakhor.
16 Rthannan.
2 Toledoth.
23 Ekeb.
9 Vayetsé.
16 Vayislah.
16 Tsav.
\ Semini.
^\ Para.
30 Reeh.
Elol.
23 Vayeseb.
* 7 Sofetim.
30 Mikeks.
Nisan.
14 Tetsé.
Tebeth.
1 Hahodes.
f Tazria.
21 Tabo.
7 Vayigas.
28 Nitsabim.
14 Vayehi.
g\ Metsora.
21 Setnot.
/ Hagadol.
28 Vaera.
29 Aharé.
Schebat.
Jiar.
6 Bo.
6 Kedosim.
13 Besalah.
13 Emor.
20 Yitro.
20 Behar.
27 Mispatím.
27 Behucotai.
•
Siwan.
5 Bemidbar.
12 Natso.
19 Behaalotekha.
•
26 Selah.
)
TOMO XLVin.
A
82
BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
5A
Tabla núm. 14 </e Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 5 A, esto es, que comienzan por jueves y son embolismales
abundantes.
Tisri.
•
Adar.
Siwan.
3 Hazinu.
I Taruma.
2 Natso.
24 Beresit.
8 Tetsavé.
9 Behaalotekha.
15 Tissa.
16 Selah.
Marcheswan.
22 Vayakhel.
23 Corah.
I Noé.
8 Lekh-Lekha.
1 Pecude.
29]
( Secalim.
30 Huccat.
Tamuz.
15 Yayera.
-' j
Ve-Adar.
7 Balac.
22 Hayé-Sarah.
14 Pinhas.
29 Toledoth.
6 Vayikra.
21 Mattot.
Oasleu.
\ Tsav.
( Zakhor.
28 Matsé.
6 Vayetsé.
\ Se mi ni.
20!
Ab.
13 Vayislah.
( Para.
20 Vayeseb.
2*] Mikeks.
\ Tazria.
í Hahodes.
6 Debarim.
13 Ethannan.
20 Ekeb.
Tebeth.
Nisan.
27 Reeh.
4 Vayigas.
5 Metsora.
Elul.
II Vayehi.
18 Semot.
\ Abaré.
12
r Hagadol.
4 Sofetim.
25 Vaera.
26 Kedosim.
II Tetsé.
18 Tabo.
Schebat.
Jiar.
\ Nitsabim.
f Vayelekh.
3 Bo.
3 Emor.
10 Besalah.
lo Behar.
17 Yitro.
17 Behucotai.
24 Mispatim.
24 Bemidbar.
INTERPRETACIÓN DB LAS PECHAS SABÁTICAS DE LOS JUDÍOS. 83
7A
Tabla nüm. 15 de Lecturas sabáticas en años cuyo determinante
es 7 A, esto es, que comienzan por sábado y son embolismales
abundantes.
Tisri.
Adar.
Tamnz.
8 Hazinu.
6 Teruma.
5 Corah.
29 Beresit.
13 Tetsavé.
^A Huccat.
20 Tissa.
i2l
1 Balac.
Marcheswan.
\ Vayakhel.
/ Secalim.
19 Pinhas.
6 Noé.
2^\ Mattot.
( Matsé.
13 Lekh-Lekha.
20 Vayera.
Ve-Adar.
2y Hayé-Sarah.
4 Pecudé.
Ab.
Á Vayikra.
4 Debarim.
Oaslen.
1 Zakhor.
• 1
II Ethannan.
4 Toledo th.
jg^Tsav.
18 Ekeb.
II Vayetsé.
/ Para.
25 Reeh.
18 Vayíslah.
A Semini.
( Hahodes.
25 Vayeseb.
Elul.
2 Sofetim.
Tebeth.
Nisan.
9 Tetsé.
2 Mikeks.
3 Tazria.
16 Tabo.
9 Vayigas.
, ( Metsora.
10]
(Nitsabim.
f Vayclekh.
16 Vayehi.
( Hagadol.
23 Semot.
24 Aharé.
Schebat.
Jiar.
I Vaera.
I Kedosim.
8 Bo.
8 Rmor.
15 Besalah.
15 Behar.
22 Yitro.
22 Behucotai.
29 Mispatim.
29 Bemidbar.
Siwan.
14 Natso.
21 Behaalotekha.
•
28 Selah.
84 BOLETÍN BE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
La SÉFIRA, llamada también OHER
La Séfira comienza el día 1 6 del mes Nisán: este día se llama
el primero de la Séfira, y, sucesivamente, se llaman día segundo,
tercero, etc., hasta el 49.° de la Séfira, los días 17, 18... etc. de
Nisán, y de los meses sucesivos hasta el día 5 de Siwan.
Ejemplo. Si un suceso cualquiera del año 5^5 se designase
por la fecha 2() de la Séfira^ miraríamos la Tabla de la Séfira y y
veríamos que esta fecha corresponde al día 14 del mes Jiar.
Para convertir esta fecha en la correspondiente cristiana, ha-
remos uso de las Tablas de reducción del cómputo hebraico al cris-
tiano y viceversa. El año 5^65, según vemos en las Tablas de re-
ducción del cómputo hebraico al cristiano y viceversa^ comenzó el
10 de Septiembre de igo^; tiene ^or determinante 7 A, esto es, fué
año embolismal abundante, y comenzó por feria 7 (sábado). En
las Tablas de reducción de fechas mensuales buscaremos la del
día 10 de Septiembre para años A (embolismales abundantes), y
veremos que el i^f. de Jiar corresponde 2^ ig de Mayo (de 1905).
En resumen; el día 29 de la Séfira del año 5^5» ^s, en el
cómputo cristiano, el día 19 de Mayo de 190$.
Y para que se vea la aplicación práctica de este cómputo á la
epigrafía, un ejemplo hallamos en el epitafio de Rafael Moisés
Souza, existente en el cementerio de Peirehorade (Bayona),
cuyo texto ha publicado y traducido Mr. Schwab (l). Murió en
7 de Omer del año 54^2 de la Creación del mundo, que corres-
ponde al 9 de Abril de 1 722 de la Era cristiana.
(i) Rappori sur les inscripUons hébraXques de la France^ pág. 236. Pa-
rís, 1904.
INTERPRETACIÓN DE LAS FECHAS SABXtICAS DE LOS JUDÍOS.
85
Tabla que contiene los días de la Séfira ü Omer, y las fechas
mensuales á que corresponden.
Días
Días
Días
de la
Séfira.
Nisan.
de la
Séfira.
Jiar.
de la
Séfira.
Jiar.
I
16
16
1
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2
17
17
2
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3
18
18
3
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4
19
19
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20
5
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21
6
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25
7
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22
7
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8
23
23
8
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27
9
24
24
9
43
28
10
25
25
10
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29
II
12
26
27
26
•
27
11
12
Slwan.
13
28
28
13
45
1
•
14
29
29
14
46
2
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30
15
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3
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16
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49
5
•
33
18
34
19
Madrid, 18 de Noviembre de 1905.
Eduardo Jusué,
NOTICIAS
En la sesión del 1 5 de Diciembre fueron reelegidos para los cargos de
Tesorero y Vocal adjunto á la Comisión de Hacienda, que desempeñaban
respectivamente, los Excmos. Sres. D. Bienvenido Oliver y Esteller y
D. Manuel Danvila y Collado.
En la misma sesión la Academia, vivamente aquejada, se enteró de que
en el día próximo anterior había tallecido su Individuo de número, el
Excmo. Sr. D. José María Asensio y Toledo, cuyo elogio hizo en sentidas
frases nuestro dignísimo Director, ponderando los méritos de tan ilustre
Cervantófilo, que redundaron con europea celebridad, así en provecho de
las Buenas Letras como de la Historia patria. A la conducción del cadáver
al cementerio, que fué honrado con séquito numeroso y distinguidísimo,
asistieron, en representación de la Academia, los señores Danvila, Vives,
Herrera y Altóla guirre.
El día 13 de Diciembre D. Luis Jiménez de la Llave, antiguo y doctísi-
mo correspondiente de nuestra Academia, murió en Talavera de la Reina,
su patria; cuya historia cultivó y adelantó en sumo grado. El museo de
lápidas romanas que allegó á costa de grandes afanes, así como el mone-
tario selectísimo y los manuscritos de sumo valor por ser muchos de ellos
autógrafos de nuestras celebridades literarias; la estatua que procuró y
logró se erigiese al P. Juan de Mariana; los archivos de su ciudad nata^i que
escudriñó con tesón y paciencia benedictina; sus frecuentes excursiones
por todo el distrito Talaverano y otros de la provincia Toledana, los es-
critos, en fin, que publicó y coadyuvó á publicar le hacen acreedor á eter-
no recuerdo.
Con gran estimación fué recibido por la Academia en la sesión del 9
de Diciembre el tomo sexto de la Historia genealógica y heráldica déla
Monarquía española. Casa Real y Grandes de España, que su autor, el acá-
NOTICIAS. 87
déraico D. Francisco Fernández de Béthencourt, presentó á la Corpora-
ción. Cuanto más adelanta esta obra en su publicación, más se compren-
de su utilidad y conveniencia para ilustrar y depurar la historia patria.
Buena prueba de ello es, entre otras, las numerosas citas que en Revis-
tas y libros recientes, españoles y extranjeros se encuentran referentes
á esta obra, apoyando en ella textos y opiniones y demostrando así la au-
toridad y reputación de que en estos asuntos goza su autor.
Trata este volumen sexto, que acaba de ver la luz pública, de la nobi-
lísima Casa de Córdova, y con esto está dicho, dada la pericia del ilustre
genealogista, el vasto y profundo interés que ofrecerá para nuestra his-
toria.
Desde el esclarecido conquistador de Córdoba Fernando Muñoz de Té-
mez hasta nuestros días ha dado esta Casa á España innumerables hijos
ilustres. «Fecunda como la que más (dice el Sr. Béthencourt) entre toda
la nobleza peninsular, los nombres del Gran Capitán, de D. Alonso de
Aguilar, del Conde de Cabra, del Alcaide de los Donceles, de los Córdo-
vas Generales de Oran, y de cien y cien más le aseguran la notoriedad
de la leyenda y el respeto y la consideración de la Historia: puede decir-
se que este gran nombre ha sonado gloriosamente en el transcurso de
siete siglos en todos los campos de batalla donde ha corrido la sangre es-
pañola.... Ninguno de los cargos, honores y dignidades que constituyeron
la ilustración de nuestras grandes razas históricas, escapó á los individuos
de esta que historiamos hoy: en lo eclesiástico, Cardenales de la Santa
Iglesia, Arzobispos, Obispos, Patriarcas; en lo militar y en lo político.
Adelantados Mayores de la frontera, Virreyes, Capitanes Generales; en lo
palatino, Mayordomos Mayores, Caballerizos Mayores, Ayos de los Prín-
cipes, Gentileshombres de nuestros Reyes; sus mujeres, Camareras Ma-
yores y Damas de nuestras Reinas, Ayas de nuestros Infantes, etc., etc.
A la Orden del Toisón han dado los Córdovas de todas las lineas extraor-
dinario número de Caballeros; innumerables á las Ordenes de Santiago,
CaJatrava, Alcántara y Montesa y á la Religión de San Juan de Malta, en
todas las cuales se ha probado en cientos de ocasiones la nobleza de su
linaje».
La descendencia del conquistador Fernando Muñoz dividióse á poco de
la conquista de Córdoba en cuatro grandes líneas, que llaman los genea-
logistas las Casas capitales de Córdova, y son: la de Aguilar ó Priego, que
es la primogénita; la de Cabra, la de Los Donceles ó de Comares, y la de
Alcaudete y Montemayor, que es una misma cosa. De todas ellas, y de
sus respectivas derivaciones, se ocupa con la debida extensión el autor,
fundamentando siempre sus juicios con textos y documentos que revelan
la ímproba labor que en bibliotecas y archivos públicos y particulares se
ha tomado para proceder con atinada y severa crítica.
88 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISYORU.
Descuella majestuosamente entre todos los personajes de esta Casa
D. Gonzalo Fernández de Córdova, ó como en su tiempo le llamaron mo-
destamente Gonzalo Hernández, apellidado el Gran Capitán, cuyo talen*
to militar y político rayó á tanta altura que deslumhró y maravilló á to-
dos los Príncipes y Ministros de su tiempo, dejando en las páginas de
nuestra historia indeleble y perpetua huella de sus grandes y gloriosos
hechos. Muy de desear sería por cierto refrescar y revivificar la gran figu-
ra de tan heroico caudillo, reimprimiendo sus crónicas impresas, ya muy
raras, ó publicando la que existe inédita, ó mejor aún utilizándolas todas
y los muchos documentos y cartas que, inéditos, se conocen, escribir una
nueva, á la moderna; empresa digna de espíritu generoso y genuinamente
patriótico. Más entre tanto que esto sucede el Sr. Béthencourt ha cum-
plido como bueno, en la parte que le compete, estudiando con singular
predilección la primera y más esplendente figura de la Casa de Córdova,
y acaso la primera también de nuestra Historia militar.
Intercalados en el texto ilustran este tomo los escudos de armas, primo-
rosamente grabados, de toda la dilatada Casa de Córdova, con la descrip-
ción al margen de las armas de todas las familias con las cuales se han en-
lazado los varones de las mismas.
£1 Excmo. señor Duque de Luna, cumpliendo el encargo testamentario
de su difunta tía, la nobilísima Duquesa de Villahermosa ( f 5 de Noviem-
bre, 1905), ha ofrecido en donativo á lá Biblioteca de la Academia un rico
ejemplar del Álbum Cervantino Aragonés^ impreso é iluminado con mag-
níficos cromos por iniciativa y á expensas de la referida señora en cele-
bridad del centenario del «Quijote», y otro de las medallas de los Duques
D. Martín de Gurrea y Aragón y Doña Luisa de Borja, acuñadas en la
misma solemnidad.
Gramática de la lengtia rifeñüy por el P. Fr. Pedro Sarrionandia O(rdinis)
F(ratrum) M(inorum), Misionero apostólico de Marruecos. Tánger, 1905. —
£n 4.°, páginas 460. £s la primera, que se ha publicado, de este idioma.
«La lengua, dice el autor, que se habla actualmente en la mayor parte
del Rif, llamada por los naturales zemdfijz^ la amaciga, como nombre de
raza, y zarifiz^ la rifeña , como nombre del lugar en que se habla , es uno
de los innumerables dialectos en que se ha transformado con el trans-
curso de los siglos, un vasto idioma que desde los más remotos tiem-
pos se viene hablando en todo el norte de África, desde las fronteras de
£gipto, Nubia y Abisinia hasta el Océano Atlántico, y desde el mar Medi-
terráneo hasta las orillas del Senegal y del Níger, en los confines del
Sudán.»
F. F.— A. R. V.
1.
El Boletín de la Real Academia de la Historia se publica todos
ios meses en cuadernos de 8o ó más páginas, -don sus correspondientes
láminas, cuando el texto lo exige, formando cada año dos tomos con sus
portadas é índices.
Las suscripciones dan principio en Enero y Julio de cada año.
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN
Madrid. . . 6 meses Pesetas 9
— ... Un año — r 18
Provincias. Un año — 20
Extranjero — t2
Número suelto : — 3
I
Los precios de las obras de la Acadeipia se entiende que son para la
renta en Madrid. Los pedidos para provincias y para el extranjero su-
frirán el recargo correspondiente de gastos de correo y de certifícado.
Los pedidlos deben dirigirse a.1 despetcluo de lilbros
de la. Aca.demia. (León, 21) <5 éi la. Lil^rería de M» MU-
RILLO, AloáléL, 7, Madrid.
ADVERTENCIAS
Las obras de la Academia se venden en su despacho,
calle del León ,21. ""
Los Sres. Académicos honorarios y correspondientes
podrán adquirirlas, por una sola vez, con rebaja de 50
por 1 00 en los precios, siempre que hagan pedido directo
con su firma.
A los libreros que tomen cualquier número de ejem-
plares se les hará una rebaja conveniente, según la cos-
tumbre recibida en el comercio de librería.
V ■ t
i-i.,
•« - '-'
\^
./
DEJfcA^.
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
TOlVIO XLV II I— CUADERNO ÍI
FEBRERO, 1906
MADRID
ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE FORTANET
IlIYUtOl DE LA tKAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
•• Libertad, 20. — Teléfono 991.
I 906
1
<^'
SUMARIO DE ESTE CUADERNO
pági.
Adquisiciones de la Academia durante el segundo ^mestre del
año 1905 ' 89
Informes:
I. CorrespondcfiCia de la Infanta Archiduquesa Doña Isabel j
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma (Desde j
Flandes, años de 1599 d 1607 y otras carias posteriores sin ¡
fecha.) — Continuación. —A. Rodríguez Villa. « 1 1 1
II. Documentos inéditos del Ccu^tulario de Satito Toribio de Lie-
baña (año 831) durante los reinados de Alfonso 11^ Rami'
ro ly Fruela II, — Eduardo Jusué. 131
m. Don Pedro Enriqtiez de Acevedo, conde de fuentes^ gobernador
del Estado de Milán en los años 1600 d 161 o. — Ampliación
de su coficepto personal, — Cesáreo Fernández Duro 139
rV. Anclas de plomo halladas en aguas del cabo de Palos, — Ramón
• • Laymond y^ Diego Jiménez de Cisneros y Hervás 153
V. Ifiscripciones griegas^ latinas y hebreas, —Fidel Fita '55
Variadades:
El Monjui de la ciudad de Gerona y la sinagoga y concejo he-
. breo de Castello'n de Ampurias , ^ Escrituras de los si"
glos XIII, XIV y XV. -Fidel Fita 169
Noticias 175
r
TOMO XLviii. Febrero, 1906. cuaderno ii.
BOLETÍN
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
» >♦< ♦
ADQUISICIONES DE LA ACADEMIA
Dorante el segundo semestre idei año 1905.
REGALO DE IMPRESOS
DE LOS SÉNIORES ACADÉMICOS DE HÚMERO
Carrasco y Sayz (Excmo. Sr. D. Adolfo), c índice general del Memorial de
Artillería desde su fundación en Junio de 1844 hasta fin de la 5.^ se-
rie en Diciembre de 1900. Tomo 11. Madrid, 1905.
Fernández Duro (Excmo. Sr. D. Cesáreo). Bibliotheca A^oriana. cNoticia
bibliographica das obras impressas e manuscriptas nacipnaes e es-
trangeiras concemente as Uhas dos Agores», por Ernesto do Canto.
Azores, 1890. ,
Bibliotheca Agoriana. cNoticia bibliographica de Escriptos nacionaes e
estrangeiros concernentes as Ilhas dos Agores». Vol. 11, por Ernesto
do Canto. Ponta Delgada, 1900.
«The Catholic Church in colonial days» the thirteen colonies-the
Ottawa and Illinois Coiintry-Luisiana-Florida. — Texas. — New México
and Arizona. 1521-1763. With portraits, views, maps, and fac-similes
by John Gilmary Shea, New- York, 1886.
*Vases de Cana>, par Ferdinand de Mély (F*ondation Eugéne Piot).
París, 1904.
«División territorial de los Estados de la República de Venezuela
en 1904». Primera edición. San Cristóbal, 1904.
«Ordenanza sobre derechos de patente de industrias, sancionada por el
Concejo Municipal del Distrito Federal en 1904». Caracas, 1904.
«Ligeros rasgos del general Juan Vicente Gómez. Páginas documenta-
das», por D. R. Tello Mendoza. Caracas, 1904.
«Invasiones de Colombia a Venezuela en 1901, 1902 y 1903». Cara-
cas, 1905.
TOMO XLvm. 7
90 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
• «Documentos del general Cipriano Castro». Volúmenes i-iil Cara-
cas, 1905.
«Exposición que dirige al Congreso Constitucional de los Estados Uni-
dos de Venezuela el Ministro de Hacienda en 1902». Caracas.
«Ofrenda del Gobierno del Distrito Federal en el 94 aniversario del 19
de Abril de 18 10». Caracas, 1901.
«Reglamento para e] mercado principal de Caracas». Caracas, 1904.
«Ordenanza de los impuestos sobre licores y tabaco». Caracas, 1904.
r Boletín de los Hospitales». Año iv, núm. 6. Caracas, 10 de Junio
de 19054
«Hoja de servicios del general José Antonio Páez». Caracas, 1905.
«La Isla de Patos», por D. Manuel Laudaeta Rosales. Caracas, 1903.
«Intimidades», por D. R. Tello Mendoza. Caracas, 1902.
«Defensa Nacional», por D. Ramón Ojeda. Quito, 1905.
«Venezuela ante el conflicto con las Potencias aliadas: Alemania, Ingla-
terra é Italia en 1902 y 1903». Volúmenes i-n. Caracas, 1905.
«Memoria que presenta el Gobernador de la Sección Occidental del
Distrito Federal al Congreso Nacional en 1905». Caracas, 1905.
« Glorias á la Patria. 19 de Abril de 1904». Caracas, 1904.
«Los Archivos Municipales como fuentes de la historia de Guipúzcoa»,
por D. Carmelo de Echegaray. San Sebastián, 1905.
«Un establecimiento español en Morea en 1532», por D. F. de la Iglesia.
Madrid, 1905.
«Apuntes sobre el despacho de las causas criminales én las Capitanías
generales de los departamentos marítimos y Secretarios de Justicia».
Ferrol, 1905.
«Anales de Guayana», por D. B. Tavera Acosta. Volumen i. Ciudad
Bolívar (Venezuela), 1905.
«Revista da Academia Cearense». Tomo ix. Ceara, 1904.
«Fiestas de la tradición del pueblo vasco». Conferencia dada el día 28
de Septiembre de 1904 en el Instituto de Guipúzcoa, por D. Julián de
Salazar. San Sebastián, 1905.
«Prehistoria ecuatoriana». Ligeras reflexiones sobre las razas indígenas
que poblaban antiguamente el territorio actual de la República del
Ecuador, por D. Federico González Suárez, Obispo de Ibarra. Quito
(Ecuador), 1904.
Herrera y Chiesanova (Excmo. Sr. D. Adolfo). «Medallas españolas». To-
mo i (Procedimientos para la acuñación. Natalicios de personas rea-
les. Masónicas). Tomo iv (Personales). Madrid, 1905.
Hinojosa y Naveros (Excmo. Sr. D. Eduardo). «El régimen señorial y la
cuestión agraria en Cataluña durante la Edad Media». Madrid, 1905.
ADQUISICIONES DB LA ACADEMIA. 9 1
DE CORRESPONDIENTES NACIONALES
Alzóla y Minondo (D. Pablo). «El problema industrial». Bilbao, 1905.
Btázquez y Delgado Aguilera (D. Antonio). «Conferencias acerca de la
Administración Militar en campaña». Leídas en el Centro del Ejército
y de la Armada en el curso de 1903-1904. Madrid, 1905. Remite dos
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Marqués de Aledo (Excmo. Sr. D. Mariano Vergara). «Anuario de la Cuna
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Moral eda y Esteban (D. Juan). «El Rito Mozárabe y la Inmaculada Con-
cepción de María». Toledo, 1905.
Saralegui y Medina (D. Manuel de). «Disquisiciones Nicocianas». Ma-
drid, 1905.
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boa, 1905.
Braga (Sr, D. Teophilo). «Quem íoi o auctor do Segundo Don Quixote?»
Lisboa, 1905.
<3havero (Sr. D. Alfredo). «Discurso pronunciado el 24 de Septiembre de
1904 en el Congreso de Artes y Ciencias de la Exposición Universal
de San Luis Missouri». México, 1905.
JDodgson (Sr. E. Spencer). «Eskualdunentzat Eskuarazko egunariedo
Almanaka Berria», Baionan 1906 •*"*' urtheko,
«Egunaria edo Almanaca Eli^-oñcioetaco aurkibidea». Bayonan, 1906.
«Armanak Askara edo Ziberouko Egunaria». 1906.
«Eskualdun Onarem Almanaka 1906 "^^ urtheko». Baíonan, 1905,
«Psalmyn Ghavid». A metrical versión oí the psalms oí David by the
Rev. John Clague. Douglas, 1905.
<^afiarel (Mr. Paul). «Le Blocus de Marseille et des environs par les Ac-
glais (1804-1814)». Aix, 1905.
»* í*
'H.
1
92
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reur. Besan^on, 1905.
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«Cristophe Colomb devant la critique. La jeunesse de Tamiral», por su
autor, M. Gabriel Marcel, publicado en el Boletin de la Société de Géo-
grafhie de Parts,
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oratorias». Tomo vi. México, 1905.
DEL GOBIERNO DE LA NAaÓN
m
i'
Ayuntamiento de Madrid. cBoletín». Año ix. Números 446-468. Julio*
Diciembre de 1905.
«Estadística Demográfica». Resumen de los meses de Septiembre á Di-
ciembre de 1904.
«Anteproyecto de plan general de reformas de Madrid formulado por
la Junta consultiva de Obras». Madrid, 1905.
«Souvenir de Madrid». (Guía oficial autorizada por el Excmo. Ayunta-
miento con motivo de la visita del Presidente de la República fran-
cesa, M. Loubet, á esta villa y corte en Octubre de 1905). Madrid.
Comisaría general de Bellas Artes y Monumentos. «Álbum cromolitográ-
fico de la decoración de las salas regias del Alcázar de Segovia», se-
gún los dibujos trazados por D. José Avrial en 1844, antes del incen-
dio del Monumento.
Dirección general de Aduanas. Madrid. «Resúmenes mensuales de la
Estadística del comercio exterior de España». Julio-Octubre 1903-
1905.
«Estadística del impuesto de transportes por mar y á la entrada y
salida por las fronteras». Segundo-tercer trimestre. 1905.
' «Producción y circulación de azúcares, achicoria y alcohol en el segun-
do-tercer trimestre 1905».
«Estadística general del Comercio exterior de España en 1904». Partes
primera y segunda. Madrid, 1905.
Dirección general de Contribuciones, Impuestos y Rentas. «Estadística
del impuesto sobre los transportes de viajeros y de mercancías por
las vías terrestres y fluviales. Año de 1903». Madrid, 1905.
ADQUISICIONES DB LA ACADEMIA. 93
«Estadística administrativa de la contribución industrial y de comer-
cio. Año de 1904». Madrid, 1905.
Dirección general del Instituto Geográfico y Estadístico, c Nomenclátor
de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población
de España». Tomo 11. Madrid, 1904.
Dirección general de Obras públicas. «Elstadística de los gastos y datos
de explotación délos años 1901, 1902 y 1903». Madrid, 1905.
Inspección general de Sanidad exterior. «Boletín Demográfico Sanitario».
Año de 1904. Primer semestre. Madrid, 1905.
Ministerio de Gracia y Justicia. «Discurso leído por el Excmo. Sr. D.Joa-
quín González de la Peña, Ministro de Gracia y Justicia, en la solemne
apertura de los Tribunales celebrada en 15 de Septiembre de 1905».
Madrid, 1905.
Kelación de impresos remitidos por el Depósito de libros del
Ministerio de Instrucción publica y Bellas Artes , procedentes
del cambio internacional.
Académie Royale d'Archéologie de Belgique. Bnixelles:
«Anuales», lvi année. 5* serie. Tome vi. 3* livraison. Anvers, 1904. lvii
année. 5* serie. Tome vn. !• et 2* livraison. Anvers, 1905.
«Bulletin». N° m. Anvers, 1904. N° 2. Anvers, 1905.
Académie Royale de Belgique. Bruxelles:
«Bulletin de la Classe des Lettres et des Sciences morales et politiques
et de la Classe des Beaux Arts». Números 5-8. Bruxelles, 1904.
«Bulletin de la Classe des Lettres et des Sciences morales et politiques
et de la Classe des Beaux- Arts». N"* 1-4 et 9-12. Bruxelles, 1905.
<Mémoire de la Classe des Lettres et des Sciences morales et politiques
et Classe des Beaux-Arts». Tome t. Fascicules 1-5. Bruxelles, 1904.
-«Mémoire de la Classe des Lettres et des Sciences morales et politiques
et Classe des Beaux-Arts». Tome i. Fascicule i. Bruxelles, 1905.
^Biographie Nationale>. Tome dix-huitiéme. Premier fascicule. Bru-
xelles, 1904.
Hc Anuaire de l'Académie Royale des Sciences, desXettres et des Beaux-
Arts». Soixante et onziéme année. Bruxelles, 1905.
-«Balletin de la Commission Royale d'Histoire». Tome soixante-treizié-
me, II et iv* buUetins. Bruxelles, 1904.
-«Table chronologique des Chartes et Diplomes imprimes concernant
l'Histoire de la Belgique». (Commission Royale d'Histoire). Tome x.
Bruxelles, 1904.
g\ boletín de la real academia de la historia.
American Philosophical Society. Philadelphia:
«Proceedings». Vol. XLin. N** 176-178. April-December. 1904.
«Transactions». Volume Xxl New series. Part i. Philadelphia, 1905.
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«Atti». Sezione iv (Volume v): Archeologia. Sezione v (Volume ix)::
Storia del Dirito, Storia delle Scienze economiche e sociali.
Sezione vni (Volume xii): Storia delle Scienze fisiche, matematiche,.
natürali e mediche. Roma, 1904.
Depósito de libros del Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes:
«Vida Marítima». Revista de navegación y comercio. Año iv. Números-
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«Revue bénédictine». xxii* année. N** 2. Avril 1905.
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December 1904. Series xxiii. N** 1-2. January-February 905.
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«Smithsonian contributions to knowledge>. Vol. xxxiii. Washington
1904 (part of volume xxxiv). A comparison oí the íeatures oí the
earth and the moon by N. S. Shaler. Washington, 1903.
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Ending June 30, 1903. Washington, 1904.
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«Annual Report of the Burean of American Ethnology of the Secretary
of the Smithsonian Institution 1899-1900». Washington, 1903. (Twenty-
ñrst annual report). Twenty-second annual report (1900 1901 in two-
parts) Part 1-2. Washington, 1904.
tSmithsonian MiscellaneousCollections». Part oí volume xuv (N** 1417}
Volume xLv (Quarterly Issue, Volume i) October-December 1903-
Part of volume xlvi (N° 144 1). Volume xlvil N° 1467.
ADQUISICIONES DE LA ACADEMIA. 95
«Smithsonian Miscellaneous Collections». Volume xlvii (Quarterly
Isue). Vol. 2, Part 3*3. Washington, 1904- 1905.
«A select bibliographie of Chemistry 1492-1902». Second supplement.
Washington, 1904.
«Researches in helminthology and parasitology». Part oí Vol. xlvi.
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1
I08 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
PUBLICACIONES NACIONALES RECIBIDAS POR CAMBIO CON EL BOLETÍN
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Agosto-Octubre. Año viii. Números 1-2. Noviembre-Diciembre 1905.
«£1 Eco Franciscano». Santiago (Coruña). Año xxil Números 2S5-295.
Julio-Diciembre 1905.
«La Ciudad de Dios*. Revista quincenal religiosa, científica y literaria^
publicada por los PP. Agustinos de El Escorial. Madrid. Tercera
época. Año xxv. Volumen lxvii. Números 6-8. Julio-Agosto. Volu-
men Lxviii. Números 1-7. Septiembre-Diciembre 1905.
«Monumenta histórica Societatis Jesu a Pa tribus ejusdem Societatis edi-
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cembre 1905.
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«Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos». Madrid. Tercera época»
Año IX. Número 6. Junio de 1905. Número extraordinario en conme—
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Noviembre 1905.
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Diciembre 1905.
«Memorial de Artillería». Madrid. Año. 60 Serie iv. Tomo xxm. Entre-
ga 6.* Junio de 1905. Tomo xxrv. Entregas i.*-4.* Julio-Octubre 1905^
Cuerpo Facultativo de Ingenieros del Ejército. «Memorial de Ingenieros
del Ejército». Madrid. Año lx. Cuarta época. Tomo xxn. Núme—
ros v-x. Mayo-Octubre 1905.
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«Archives Héraldiques Suisses». Zürich. Jahrgang xix. Heít 2-3. 1905.
«Boletín Salesiano». Turin (Italia). Año xx. Números 9-u. Septiembre-
Npviembre 1905.
«Etudes». Revue íondé en 1856 par des Peres de la Compagnie de Jésus.
París. 42*. Tome 104 de la Collection. 20 Juillet 1905. N®" 14-23 Aoüt-
Décembre 1905.
«KwartalnikHistorycznyi.Argan-TowarzstwaHistorycznego.RocznikxDC
Zeszyt 2-3. 1905.
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-«La Civiltá Cattolica>. Roma. Anno 56.** Vol. 3. Quad. 1.3 22-1. 331. Luglio-
Dicembre 1905.
«La Quinzaiae». París. i2*année. N*« 258-268. Juillet-Décembre 1905.
•cNapoli Nobilissima». Napoli. Volume xiv. Fase, vii-xi. Luglio-Novembre
1905.
4 O Instituto». Revista scientifica e litteraria. Coimbra. Volumen 52.
Nos 7-10. Juiho-Outubro 1905.
-«Polybiblion». Revue Bibliographique Universelle. París. Partie littéraire.
Deuxiéme séríe. Tome soixante-deuxiéme, civ de la collection.
Premiére-quatriéme livraison. Juillet-Octobre 1905.
-«Polybiblion». Partie technique. Deuxiéme séríe. Tome trente-uniéme,
cv* déla collection. Septiéme-dixiéme livraison. Jaillet-Octobre 1905.
«Portugalia». Materíaes para o estudo do povo portuguez. Porto (Portu-
gal). Tomo II. Fascículo i.
■«Revista Lusitana». Lisboa. Volume 8.** N** 3. 1905.
«Revue Celtique». París. Volume xxvi. N'* 3-4. Juillet-Octobre 1905.
«Revue Hispanique». París. Tome xn. N" 41-42.
-«Revue Historique». París. Tome quatre-vingt-neui6me(i77) i. Septem-
bre-Octobre 1905. N** 178. n. Novembre-Dccembre 1905.
«Rivista di Storia Antica». Padova. Nuova Serie. Anno x. Fascicolo i.
<Rivista Storíca Italiana». Torino. Anno xxn. 3.* seríe. Vol. iv. Fase. 3-4.
Luglio-Dicembre 1905.
-<The English Historical Review». London. Vol. xx. N^ 79-80. July-Octo-
ber 1905.
DB LAS REDACCIONES Y POR CORREO
-«Acadiensis». Vol. v, Numbers 2. April-October 1905.
«África». Revistapolíticay comercial. Madrid. Año i. Núm. i. Octubre 1905.
-«Archivo Católico». Barcelona. Año x. Volumen x. Números 103-106. Agos-
to-Noviembre 1905.
«Catalogus van de Pamfletten Verzameling berustende in de Koninklijke
Bibliotheek». Vijfde deel 1776- 1795. Gravenhage, 1905.
-«Die Weltwirtschaft Zeitschrift für Kolonialwesen und Handelsgeogra-
phie». I Jahrgang. Nr. 10. Oktober 1905. Leipzig.
«El Mundo Latino». Madrid. Año vi. Números 1 12-120. Julio-Diciembre
1905.
— Prima mensual ilustrada correspondiente á los meses de Julio-Noviem -
bre 1905.
-<EI Pensamiento Latino*. Revista internacional latino-americano-europea.
Santiago de Chile. Año in. Números 10-12. Abril-Junio 1905. Año iv.
Números i y 2. Julio -Agosto 1905.
t
lio
BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
n\
m
«Eln honor de Cervantes». Fiestas celebradas en Honduras con motivo
del tercer centenario de la publicación de <£1 Ingenioso Hidalgo don
Quijote de la Mancha >. Tegucigalpa, 1905.
«Eludes Américanistes BuUetin des Livres relatiís á TAmérique». Sixiéme
année.Tomeu.N°23.Janvier-Mars i6o5.N°25. Juillet-Septiembre 1905.
«Journal de la Société de Stadistique de París». Quarante-sixiéme année..
N** 9. Septembre 1905..
«Kosmos» Revista quincenal. Buenos Aires. Año 11, Números 39-30. Julio.
Núm. 34. Septiembre 1905.
«Le Touríste». Revista ilustrada dedicada al fomento de los viajes por Es-
paña y Portugal. Madrid. Año i.^ Núm. i. Diciembre 1905.
«Monumentos Arquitectónicos de España >. Cuadernos 6.°- 10.^ Madrid, 1905.
«Nueva Hispania». Revista quincenal. Barcelona. Año i. Números 9-11»
Julio-Agosto.
«Revista de Derecho internacional y política exterior». Sumar/o, Núme—
ros 1-3. Madrid, 1905.
Crdmca, "Húmeros 1-5. Junio-Noviembre 1905.
«Revista de Obras Públicas». Madrid. Año Lra. Números 1.555- 1.577. Julio-
Diciembre.
«Revista do Centro de Sciencias, Letras e Artes de Campiñas». Anno rv»
Fase. 1-4. Campiñas (£. U. do Brasil), 1905.
«Revue Epigraphique». Paris. Tome v. Nos cent quinze et cent seize. Sep-
tembre 1904 á Mars 1905.
«The ruins oí Mitla». London, 1904.
«The Trustees of the Public Library oí the City of Boston. Annual repost
1904-1905» Boston, 1905.
«Touring-Club Hispano- Portugués». Publicación mensual. Madrid. Año i..
Números 2-4. Agosto-Octubre.
«Voz de San Antonio». Revista mensual illustrada. Braga. 6.^ serie 11.*'
No> 8-12. Agosto-Dezembro 1905.
POR SUSCRIPCIÓN Y COBIPRA
«Boletín de la Librería» (Publicación mensual). Obras antiguas y moder—
ñas. Librería de M. Murillo, Alcalá, 7, Madrid. Año xxxiii. Núme~
ros 1-5. Julio-Noviembre 1905.
«Comentarios de D. García de Silva y Figueroa de la embajada que de
parte del Rey de España D. Felipe III hizo al Rey Xa Abas de Per-
sia». Madrid, 1905.
«Orígenes de la novela» (Nueva Biblioteca de Autores Españoles). Tomo u
Introducción. Tratado histórico sobre la primitiva novela españolar
por D. M. Menóndez y Pelayo. Madrid, 1905.
INFORMES
I.
COS.S.KeFOSID:^3ZCXJL
DB LA
INFANTA ARCHIDUQUESA D> ISABEL CLARA EUGENIA DE AUSTRIA
CON EL DUQUE DE LERMA.
DescU FlancUs^ años de IS99 ^ ^^7 y otras cartas posteriores
sin fecha,
104.
Duque: Mucho guelgo de escribir siempre, pero mucho más
cuando puedo dar buenas nuevas de acá, como aora. Doy os la
norabuena de ser ganado Rynbergue, como á quien sé que se
guelga más de todas estas cosas; y también os la doy de haber-
nos Nuestro Señor defendido á Venloo, que no ha sido menor
Vitoria. Lo uno y lo otro escribo más particularmente á mi her-
mano, y así no lo repetiré aquí. Todos lo han trabaxado muy
bien, y así merecen que se lo agradezcan, y particularmente el
Marqués Espinóla, que su diligencia y cuidado hacen estos mi-
lagros; y si el tiempo hubiera ayudado, sin duda hubieran sido
mayores, pero no se puede ir tras lo que Nuestro Señor quiere;
y no es de poca importancia lo que se ha hecho. Aora no nos
faltaba sino tener muy buenas nuevas de ay: que después que
parió la Reyna, no las hemos tenido; y así estamos con cuidado.
Arto grande nos le dá la bardanza de las notas, tanto por lo que
toca ay como aquí^ pues es todo uno; pero espero que Nuestro
Señor las traerá con bien, pues lo más gasta mi hermano en su
servicio y volver por su Iglesia.
112 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Aora quiero responder despacio á vuestra carta de 29 de
Agosto, que no pude hacello el -otro dia por la prisa con que
partió el correo. Olgé mucho con ella y con todas las nuevas
que me dais: y tengo mil cosas que agradeceros en esta carta,
pero esto no es cosa nueva, sino muy vieja para mi. Mucho
olgué con saber el cuidado que mi hermano me decís pone en
conservar lo de San Lorenzo, y el que vos ponéis en que se
execute; pero tampoco esto se me ha hecho de nuevo, porque
no pudiérades ser de vuestra casa, si os faltara la buena ley,
aunque creo que aun pasáis á todos los della, y que ninguno ha
trabajado tanto; y no debe de ser poco lo que este verano
habréis hecho con las juntas que me decís teníades; y más ha-
biendo tan pocos medios para componer nada, que es el verda-
dero trabaxo de espíritu, que sin duda es el mayor de todos.
Pero yo me asiguro que habréis acabado más de lo posible, y
que así no tenemos ni que pediros ni que acordaros, pues tenéis
tanto cuidado de todo. Cierto le tenemos arto grande de ver la
apretura en que está todo; y bien creeréis cuanto más olgáramos
de podello remediar, que no de estar cansando siempre.
Bonísimo parto fué el de la Rey na, pero ninguno de sus hijos
igualará á mí nuera. Mucho y muchísimo os confieso que la
quiero, y así huelgo tanto más con saber todas sus gracias. A
Nuestro Señor las doy de que lo que tuvo el Príncipe en el
pie (l), no fuese nada y se críe tan lindo. A buen siguro que
ellos saldrán criados como de mano de vuestra hermana, que no
creo yo que hay en el mundo mujer más á propósito para ello.
Y así me pesa mucho cuando me decis que no tiene salud.
Lástima me ha hecho la muerte de Don Pedro de Castro (2), '
y deseo saber que vuestro tio haya escapado, que haría mucha
falta. También me ha pesado de la muerte del Dean de Jaén.
(i) Cabrera añrma que estuvo enfermo de usagre en el pie, y no ha-
biéndoselo podido curar los médicos, lo tomó á su cargo doña María Gas-
ea, mujer del Consejero D. F. de Contreras, y se mejoró.
(2) Gentilhombre de la Cámara de S. M., casado con doña Jerónima
de Córdoba, dama de la Reina, muy favorecida del Duque de Lerma; fa-
lleció de apoplejía en San Lorenzo, el 22 de Agosto de 1606.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. II 5
En todas partes se mueren cuando llega la hora , aunque sea la
fama más en unas que en otras, como era Valladolid, pero con
menos gente se gozará mejor.
Mucho tengo que agradeceros en lo que me apuntáis en
vuestra carta de algunas cosas de aqui; porque veo que nos ha-
bláis con la llaneza que os debemos; y con la misma os respon-
deré á ellas. Y diré lo primero que en lo que toca al Conde de
Bucoy (l) escribo á mi hermano puntualmente lo que pasó y
cómo iban españoles con él y en las barcas que iban de todas na-
ciones, como van ordinariamente cuando se va á alguna fagyon^
y la causa porque no hizo nada, que fue por el tiempo. Y aun-
que el Conde pasara aquella ribera por allí, le quedaba después
otra más dificultosa: y así aquello más se tentó por diversión y
llamar allí al enemigo para que el Marqués (Spínola) pasase
entre tanto por otra parte que se pasa toda la ribera junta; que
es lo que se pretende, para estar luego dentro de Olanda. Pero
no ha querido Nuestro Señor hasta aora, pues este año que lo
teníamos por cierto, lo ha estorbado con el tiempo. El sabe
mejor que nosotros lo que nos conviene; y así no hay sino
dexallo en sus manos.
En lo que decís de haberse mudado la costumbre del aloxa-
miento, y que sea nueva carga para mi hermano, no estáis bien
informado, sino que hay personas mal intencionadas ó muy
apasionadas que guelgan de decir lo que se les antoja ó parece
sin fundamento ni saber cómo pasan las cosas. Porque en cuanto
á mudar la costumbre, no se ha hecho novedad de muchos años
á esta parte, como os lo habrá referido muy particularmente el
Audencier, que lo puede saber mejor que nayde; y por los alo-
xamientos no crece ninguna carga á mi hermano, porque de su
hacienda ni las provisiones que envía, no se dá á la gente una
sola placa (2) para el aloxamiento; y las que se le dan para el
servicio y forraje, se dan del dinero que proveen las provincias.
(i) Carlos Buenaventura Longueval, Conde de Bucquoy, uno de los
maestres de campo más reputados del ejército de Flandes. — V.* Rahl:
Campagnes de Bticquoy,
(2) Placa, moneda de Flandes.
114 BOLETÍN DE LA RBAL ACADEMIA DE LA HISTOKIA.
Pero si queréis que os diga la verdad porqué es toda esta grita,
es por los capitanes y oñciales, que por poder ellos robar más á
su salvo, levantan estas cosas: que los pobres soldados no llevan
más así que así. Y es fuerte caso que si es menester que están á
la frontera para si sale el enemigo, como lo ha hecho muchas
veces; y por si acierta á haber un hielo 6 otra cosa, con que se
ofresca alguna ocasión para hacer una buena suerte, se pierda por
no poder juntar tan presto la gente, y sabello primero el enemigo,
como se ha perdido alguna, por solo querer mi primo dalles
gusto y que no anduviesen diciendo que no quiere sino acaba-
líos y que se pierdan, y que los envía al degolladero. Y esta es
también la ocasión porqué en algunas ocasiones de las más aven-
turadas huye mi primo de enviallos, porque no digan luego que
los envia para que los maten; pero en la de la Enclusa no dexa-
ron de ir por esto, sino por las razones que mi primo os escribe;
y si el Audyencier no es venido, hacéme placer de informaros
del desto del aloxamiento: que podéis ñar no os dirá sino la
verdad.
Cuanto á las órdenes que vienen de ay, en materia de la dis-
tribución de la hacienda, se guardan con la mayor puntualidad
que es posible; pero muchas veces el estado de las cosas no dá
lugar á que se pueda ejecutar lo que mi hermano manda. Unas
porque muchas veces las órdenes vienen fundadas sobre infor-
maciones falsas; y tan falsas que os confieso que muchas veces
nos espantamos cómo es posible que se crean ay tales cosas.
Otras, porque cuando llegan, están las cosas en diferentes tér-
minos y estado de cuando se [dieron las órdenes; y otras, por-
que muchas veces suceden casos y acydentes nuevos, que obli-
gan á mudar de resolución, y no dan lugar á consultallo ay
primero, sobre lo que se habrá de hacer. Y aunque todo esto no
toque á mi primo, pues lo de Hacienda está á cargo del Marqués
(Espinóla), os lo he querido decir para que sepáis la verdad. Y
pues el Marqués y los que lo manejan y los de quien esto se ha
fiado, lo hacen, bien se puede creer que no se debe de poder
más, y que se hace por más conviniencía del servicio de mi her-
mano y de lo que conviene para todo. Y ya que se trata desta
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. II 5
materia, no puedo dexar de deciros que hemos entendido que
se ha escrito de acá que, mientras el Marqués ha estado ausente^
ha dispuesto mi primo de las provisiones diferentemente de lo
que el Marqués había dexado ordenado. Y engáñanse mucho
los que lo han escrito, porque no se ha hecho en ello mudanza
ninguna, á lo menos cosa de consideración; y se ha guardado
puntualmente lo que el Marqués ha avisado desde ay, y no se
ha hecho nada sino por manos de Mancicidor (l), á quien lo
dexó encargado el Marqués; ni á él ha ordenado ni mandado mi
primo cosa que él mismo no apuntase 6 tuviese por forzosa. Y
bien creeréis cuánto sentiremos que las cosas de acá estén en
términos que obliguen á todos estos gastos que hace mi herma-
no; y en lo que estimamos y tenemos que los quiera hacer, por
solo el amor que nos tiene, sin obligación ninguna para hacernos
esta merced, sino solo merecérsela por lo que la deseamos ser-
vir, y lo procuramos hacer en cuanto nos es posible; y así sen-
tiremos mucho que, por no poderse más de la una parte ni de la
otra, hayan de venir las cosas á estado que haya de estar mal á
entrambas, aunque por la nuestra nos hayamos de conortar por
fuerza á pasar por ello. Pero yo espero que de ninguna permiti-
rá nuestro Señor tal, sino que hemos de ver muy presto el fin
desta guerra, y con eso descargado á mi hermano desta carga;
que es lo que más nos lo hace desear. Y yo tengo esta esperan-
za, aunque, como decis, no hay duda sino que nuestros enemi-
gos saben muy bien lo que les conviene y así hacen su negocio
de todas maneras. El mal es que parece que nuestro Señor les
asiste, pues, como os he dicho, por el mal tiempo que ha hecho
este verano, no se han podido conseguir los efectos que se pre-
tendian y teníamos por cierto fueran parte para forzar á nuestros
enemigos á lo que tanto reusan; y así nos habremos de contentar
con haber tomado á Rynbergue y las demás plazas que se han
tomado este verano; que aunque son de mucha importancia, no
se tiene con ellas el pié dentro, como dicen: ni ellas sirven de
más que de facilitar que esto sea otro año. Y yo tengo por cer-
(i) £1 Secretario de Estado, Juan de Mancicidor.
Il6 BOLETÍN DE LA REAL ACADESCIA DE LA HISTORIA.
tisimo que en viéndonos nuestros enemigos pasada la ribera, ese
dia vendrán á conciertos; y así lo entienden ellos, pues todo su
cuidado es por defendella, y en todo el verano se han apartado
della.
En lo de los pasaportes me espanta mucho lo que decis sobre
ellos, porque teniamos acá entendido que por el Audyencier
estábades bastantemente informado de la verdad de lo que en
esto pasa, y que el daño que pueden recibir los enemigos de los
pasaportes que aqui se pasan, no les es de ninguna considera-
ción, pues con ellos no se les abre la puerta de traficar ay, que
es lo que les hace al caso; y en fin vemos que se les abre ay,
aunque se conocen los inconvenientes que tiene. Y debe de ser
por no poder más y atajarse otros mayores: que yo ansi lo
quiero creer. Y aunque de los que se pasan aqui, se saque poca
«ustancia, es algo para donde hay tan poca, como sabéis, y os
habrá dicho el Audyencier. Y pues no hallamos remedio por
otros caminos, es fuerza que nos ayudemos de lo que se puede;
demás de que muchos lugares no pueden sustentarse de ninguna
manera sin lo que les viene de 01anda,y se hubieran despoblado
sin remedio, como lo comenzaban á hacer, y particularmente
Bolduque, que es de la importancia que sabéis.
Con esto he respondido á los puntos de vuestra carta. Creo
habrá llegado ya vuestro cuñado, aunque no sabemos del, dende
que partió de París, y vuestra embaxada aguardo yo para cuan-
do venga otro embaxador, el más honrado del mundo. Yo sé
que serian entrambos bien recibidos.
Muy bien acomodados están los aposentos de Madrid, pero
todavía se me hacen cortos, y vuestra hermana la de Lemos no
sé adonde le tiene, porque todo el de vuestra tia era muy es-
trecho. A la Condesa de la Fera enviaré por la posta: que bien
a menester le sirváis de solicitador, sigun la poca justicia que le
hacen; y no anda en Milán el pleito sino en Ñapóles y Sicilia.
A toda vuestra gente me encomiendo mucho: siempre guelgo de
saber de todos; y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á ^
de Octubre, l6o6. — A Isabel. — (Sobrescríto:) Al Duque de
Lerma.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOXA ISABEL. II7
106.
Duque: A mi hermano escribo cuanto se ofrece aora por acá;
y me pesa arto de haber de decir como tenemos un motin, que
son los que lo desbaratan todo , como ha hecho éste , para que
no se pueda hacer más este año. Con todo tenemos gran espe-
ranza que se ha de remediar, como se procura, para castigar tan
grandes bellacos. Y no me alargo más en esto por lo que he di-
cho y por haber quedado tan flaca de unos gómitos que he te*
nido estos dias, que no está la cabeza para poder escribir.
Yo sé que no os descuidáis para procurar el remedio de todo
esto, que tanto es menester para que no cayga de un golpe y se
pierda todo lo ganado: que aquí hacemos todo lo posible, y el
Marqués (Spínola) por su parte; pero no hay poder sacar una
blanca destos mercaderes, como ven que no viene la flota. Dios
la trayga con bien y nos trayga buenas nuevas de ay, que ha
tantos dias que no sabemos de la salud de mi hermano, que me
tiene con mucho cuidado. A toda vuestra gente me encomendad
mucho; y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas dia de San
Lucas» 1606. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
106.
Duque: Pues D. Pedro de Toledo lleva orden de deciros y in-
formaros de todo cuanto yo pudiera decir, aquí no os embaraza-
ré con repetillo: solo diré cómo el enemigo cobró á Lochen, y el
Marqués está allá á procurar estorballe no cobre más. No sé sí
lo podrá hacer: que este motin nos ha hecho gran daño, coma
dirá Don Pedro, y la falta que hay de dinero con no haber reme-
dio de sacar una blanca á estos mercaderes por nada, como ven
que tarda la flota; y así se está en muy mal estado; y en el que
se está ay por la misma razón, siento no menos, cierto, si no
más; y mucho más no poderlo remediar, pero espero que nues-
tro Señor ha de enviar el remedio para todo, como vé que es
»1^ BOLETÍN DB LA BEAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
menester y nos ha de traer muy buenas nuevas de la salud de
mi hermano y la Reyna y sus hijos, que ha tanto que no tenemos
carta, que no sé qué decirme; y se pasa muy mal sin ellas y con
mucho cuidado. El que vos tendréis de todas estas cosas siento
dende acá, porque sé cuan á pechos tomáis todas las que tocan
al servicio de mi hermano.
No puedo dexar de encomendaros mucho á Don Pedro de
Toledo, aunque sé que por hijo de sus padres olgareis de ayu-
darle para que mi hermano le haga merced. Es bonísimo hom-
bre y de la buena masa que ellos, y ha servido muy bien, y sábelo
hacer en cuanto le mandan.
También me haréis mucho placer en acordar á mi hermano
las pretensiones de Don Rodrigo Laso, para que tome alguna
buena resolución en ellas; y en un hábito por que le suplico para
Don Alvaro Carrillo, que está aquí sirviéndonos. A toda vuestra
gente me encomiendo mucho: de todos deseo saber muy parti-
cularmente; y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á lo de
Noviembre, lóoó. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
107.
Duque: Bendito sea Dios que podemos escribir mejores nuevas
<ie lo que esperábamos, pues el Marqués Espinóla socorrió á
Grol, de manera que no le osó aguardar el enemigo, tiniendo
sus trincheras ya en el foso: que ha sido una gran suerte y en
que se ha cobrado mucha reputación. Y así merece el Marqués
que se lo agradezcan, pues se vé en él que cuando los hombres
sirven con gana, no se les hace nada imposible; y yo os prometo
que artos lo tenían por tal. Doyos la norabuena deste buen su-
ceso y de la venida de la nota, de que han regañado arto nues-
tros enemigos.
Ahora lo que nos dá cuidado es este motín, aunque se hace
todo cuanto se puede para acomodallo y para que no fuese todo
el exército. Sería mucho menester socorrer la gente, que verda-
deramente han trabaxado mucho este año por el tiempo que ha
hecho, que lo más han andado con el agua á la rodilla, y se les •
COSRESPONDENCIA DB LA INFANTA DONA ISABEL. IT9
han podrido á muchos los vestidos en el cuerpo de mojados; y
tras eso han pasado gran necesidad.
Bien sé que no he menester deciros esto para poneros más
cuidado en el remedio, pues no podéis poner más del que ve-
mos; y así aguardo que procurareis que se remedie muy presto,
como tanto es menester.
Los enemigos desmantelaron á Lochen, y así no habrá más
pleito por él. Que es todo lo que de acá se puede decir. De ay
querría muy buenas nuevas, que sino fuera por habellas tenido
con el ordinario, no sé qué nos hubiéramos de hacer, habiendo
tanto tiempo que estamos sin ellas. A toda vuestra gente me
encomiendo mucho; y guárdeos Dios como deseo. De Bruselas
á 22 de Noviembre, 1606. — A Isabel. — Aora me dicen acaba de
llegar el Audyencier, de que estoy muy contenta, porque espe-
ro con él tener nuevas frescas de ay. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
108.
Duque: Poco habrá que decir en esta, pues no ha sino cuatro
días que escribimos; pero con todo no he querido que dexen de
ir estos renglones con el despacho del Marqués Espinóla, por
donde veréis todo lo que se ofrece; y conforme á ello, estoy
cierta que haréis los buenos oficios que soléis, y que así no he
menester pediroslo de nuevo, pues sé el mucho cuidado que po-
néis en todo, que me hará no alargarme más en esta. A toda
vuestra gente me encomendad mucho; y guárdeos Dios como
deseo. De Brusselas á 2^ de Noviembre, 1606. — A Isal^el. —
(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
109.
Duque: No habiendo cosa de nuevo después que escribimos,
habrá poco que decir en esta, pues lo que aora se ofrece dirá
mi primo y el Marqués Espinóla; y así yo no diré sino lo que
siempre, que es desear muy buenas nuevas de ay, que aunque
ayer las huvo aqui con un correo de particulares, no me con-
/
120 boletín de la real academia de la historia.
tentó con eso hasta tener cartas. Este ha dicho que la Marquesa
de La Bañeza había parido una hija, de que he olgado mucho y
os doy la norabuena de muy buena gana, y olgaré siempre de
tener otras mil ocasiones para dárosla. Paréceme cosa imposible
que Francisquita tenga ya una hija. De toda vuestra gente deseo
saber siempre muy buenas nuevas; y pues aqui no hay ningunas,
acabo esta con que os guarde Dios como deseo. De Brusselas á
22 de Diciembre, i6o6. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
110.
Duque: Con la ocasión deste correo no quiero que se vaya
sin estos renglones, aunque he urtado un rato deste dia para es-
cribillos por la gente que carga siempre en él. No hay cosa de
nuevo acá que decir, y lo que se ofrece dirá mi primo; que esta-
mos, como suelen decir, entre el temor y esperanza. Para lo
uno y para lo otro imj>orta que se apriete de ay, aunque no sea
sino con palabras, de lo mucho que se piensa hacer: que el mie-
do desto les aprieta más que nada. Ayer tuvimos nuevas de ay
con el que trujo el tusón del de Caserta (l), con que estamos
muy contentos, porque habia mil dias que no las teníamos. A
toda vuestra gente me encomiendo mucho, y decilde á vuestra
hermana que ayer se quitó el primer repostero del telar (2) y
que no ha salido muy malo , y á los demás se dá prisa. Y guár-
deos Dios como deseo. De Brusselas, dia de los Reyes, 1 607. —
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
111.
Duque: Con grandísimo gusto fueron recibidas vuestras car-
tas de primero y dos de Diciembre, y habian sido bien deseadas;
(i) El Príncipe de Casería (Aquaviva de Aragón). Refiere Cabrera de
Córdoba, que en 1604 le señaló el Rey 400 escudos al mes de entreteni-
miento para que sirviera en Fl andes, por no mostrar ningunos servicios
suyos ni de su Casa.
(2) Se refiere á los tapices que había encargado, cuya industria estaba
entonces muy ñoreciente en aquellos Estados.
..CORRESPONDENCIA DB LA INFANTA DONA ISABEL. 121
yi reniego de lo que se paisa con estas provisiones, pues de .todas
maneras nos hacen rabiar, estorbando que no sepamos de ay
.tan á menudo como yo querría. Contentísima estoy de las buenas
•nuevas que me dais de la salud de mi hermano y la Reyna y
^us hijos. Dios los guarde á todos: que espero que lo que tiene
el Príncipe en el pié, no será nada. De vuestra salud estoy con
cuidado, pues mi hermano me escribe quedábades en la cama,
.y sigun lo que habéis trabaxado en estas provisiones, no me es-
panta, pues yo sé de lo que á todos nos queréis, que trabaxais
aun más con el espíritu que con el cuerpo, que es \g que más
cansa; y por lo que á mi hermano y á todos nos cumple, no
puedo dexar de pediros que miréis mucho por vuestra salud y
no os matéis de manera que os haga mal; pues no se remedian
las cosas con eso, y si vos feltáredes quedarla en peor estado.
Arto teníamos entendido las difícultades que habia para las
provisiones, y áora lo veo también por vuestra carta: y cuanto
mayores han sido, tanto máá las estimamos y la mucha merced
qué nú hermano nos hace; y no puedo dexar de agradeceros de
nuevo lo que habéis trabaxado en vencellas; y no tengo que de-r
cirps de cuanto son menester, pues sé que tenéis más cuidado
del que nosotros podemos tener. Solo os diré cuan sentido está él
Marqués (l) de la orden que ha venido con estas provisiones,
pues le toca no solo en el crédito, que faltándole á él no podrá
servir á mi hermano como lo hace, pero también en la reputación,
pues parece que habiendo nado mi hermano del hasta acra, lo
que ha nado, atándole aora las manos, es porque él ha hecho lo
que np debe; con que le perderán aora todos el res[/eto, pues no
.tiniendo autoridad los ministros, sabéis cuan mal pueden gober-
nar. Y esto es aun más menester entre soldados, que si no es
quien los trata, no sabe que gentecica son: y os espantariades
de lo que dicen del Marqués sobre todo. Yo os confieso que si
hubiera sido el Marqués, que en sabiendo la orden me hubie-
ra ido á mi casa; y no conviene, dar ocasiones al Marqués para
X}uelohaga, pues no hallará otro mi hermano que le sirva como
■■--■■ ■ -- — ^-1 - I I- ■ T - —] ■ I
- 0) Spínola.
TOMO XLVni. o
1 2a BOLBTÍN DB LA KBAI. ÁGADBBUA SB LA HISTORIA.
él, aunque tenga obligaciones de vasallo, pues el Marqués aven-
tura su vida más que el más tríste soldado, y trabaxa más que
todos; y su hacienda vos sabéis si la ha aventurado. Demás desto
aquí está muy bien quisto de los del pais, que es un punto de
mucha consideración; y si alguno há de acabar con esta guerra^
creed que será él, porque no la lleva por interés y comodidad
de vivir, como todos los demás; y creed que esto es verdad, y
que quien quisiere hablar sin pasión, dirá lo mismo; y que los
que proponen estas cosas que la tienen sin duda; y que si al
Marqués h^ibiera faltado el crédito este verano, cuando tardaban
las flotas, que sin duda se hubiera amotinado todo el exército.
Y yo os dexo juzgar cuan bien hubiera estado á mi hermano;
que aun no quiero tratar de lo de aqui. Y lo mismo que os digo
del hablar con pasión, os podria decir del aloxamiento de la
gente, pues ella está aloxada dias ha como el Marqués ha que-
rido» y se le dá el servicio y forraxe. Pero todos los que allá van
ái gritar sobre esto, es porque no los dexan andar robando y
tomando cuanto hay sobre el pais, que ni en conciencia ni en
razón no se puede consentir, tiniendo ellos con qué pasar ; y no
se hace poco en disimulalles muchas bellaquerias, que si se pu-
diesen decir por menudo os espantaríades; pero basta deciros que
yo sé que hay Maestre de campo que hace que le contribuyan
áora cada dia doce escudos; y si las cabezas que han de quitar las
desórdenes son los primeros que las hacen ¿qué harán los de-
ma^ Y estas son cosas que se ha de disimular con ellas; porque
si se castigase un hombre por ello, se undiria el mundo y se
levantaría todo el campo. Pero juzgad qué hará la pobre gente,
que muchos no tienen sino una vaca para sustentar seis y ocho ó
diex criaturas y mujer y el qiarído, y con esto han de dar al sóida*
do su cama y aloxamiento, y después pagar estas contribuciones,
y al enemigo otras tantas porque no les queme sus casas, como
lo hace muchas veces si no se componen, y cuando hay motín
otro tanto, cómo vivirán, que yo no sé cómo no se desesperan.
Y por aquí veréis las quexas que llegan ay cuan bien fundadas
son: que por eso me he olgado en deciros todo esto.
Mucho cuidado nos dá Ip de Venecia. Dios lo encamine; qué
CORRESPONDENCIA DB LA INFANTA DO^A tSABBL. 1 23
mucho loan todos cuan bien anda Don Francisco vuestro sobri-
no allá. De la salud de su madre he olgado mucho y de que á la
«de Altamira le vaya mejor de la suya, que no querría faltase
ninguna, cierto; por que son mucho paralo que hacen. Mucho he
olgado de saber el buen alumbramiento de la de La Bañeza:
creo os tengo dada la norabuena de la nieta y holgara arto de
ver cómo sabe ser madre.
Con todas las demás nuevas que me escribís he olgado mucho
•de saber, y el casamiento de Doña Jerónima; y no puedo dexar
de agradeceros lo que la habéis ayudado, porque es honrada
muger.
Mucho placer me haréis con las trazas de vuestra guerta y la
casa del Tesoro; que me dicen está todo muy bueno. Al Mar-
qués de Guadaleste (i) no conosco sino de oidas; pero siempre
le he tenido por de buenas partes; y asi espero que mi hermano
habrá hecho muy buena elección en él, y aquí olgaremos con
-él. Pésame del mal de vuestro cuñado.
De aquí no hay cosa que decir sino que yo estoy muy con-
tenta de que hoy habemos puesto el Santísimo Sacramento en
-el monesterio de las Carmelitas descalzas, que espero hemos
traido con ellas un gran bien á estos Estados. A toda vuestra
^ente me encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas á 25 de Enero, 1607. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
Duque: Poco habrá que decir en esta carta, pues ha tan poco
•que escribimos, y lo que pudiera decir aqui, lo hace mi primo;
y así solo añadiré lo que importa que aora no se afioxe én las
provisiones para acabar con esto, como creo que entenderéis
(i) D. Felipe Folch de Cardona y Borja, caballero de la Orden de Al-
cántara, cuarto marqués de Guadaleste, fue nombrado por Felipe III para
ir de Embajador suyo cerca de los Archiduques. Tanto él como su pri-
mera mujer, eran valencianos. Ka segundas nupcias casó con doña Ana
<de Ligni, Princesa del Sacro Imperio, hija mayor de Lamoral, Príncipe de
Ligni.
,124 jboletÍn db la real academia de la histokia.
bien, y áe puede tomar el exemplo de nuestros vecinos, que por
estorbar las pláticas que andan, procuran hacer un gran esfuer-
zo; y así le habíamos de hacer acá para acabar (de) una vez con
esto, como espero se haría con esto; y porque sé cuan bien en-
tendéis las cosas, no me alargo más sino á pediros que pues lo
habéis llegado á este punto, como sin duda lo habéis hecho con
vuestro trabaxo y cuidado, no lo dexeis de las manos al tíem*
po que parece lleva camino de acabarse.
' Yá deseo nuevas de ay, aunque ha poco que las tuvimos,,
para saber cómo os va con vuestros corrimientos; que aunque
el correo del otro dia dice que teníades gota, no lo quiero creer,,
á lo menos aunque lo sea, no la confeséis por tal; que á mi pa-
dre oí que la hábia encubierto artos años, poniéndole siempre
otros achaques, que le parecia la pasaba mejor ansí. A toda
vuestra gente me. encomiendo mucho; y guárdeos Dios como
deseo. De Brusselas, dia de la Candelaria, 1607. — A Isabel. —
(Sobrescrito): Al Duque de Lerma,
U3.
Duque : Por el despacho del Marqués Espinóla entenderéis
cuanto aquí se ofrece de nuevo; y por lo que importa el secreto
én este negocio (i) y que no se entienda que ay se sabe del por
las razones que entenderéis, ha parecido que despache el Mar-
qués el correo y no mi primo. Nosotros hacemos de nuestra
parte más de lo posible, como veréis, porque este negocio tenga
fin, movidos de procurar descargar á mi hermano de una carga
tan pesada, y no estalle cansando siempre; y considerando cuan
mal le estaría que se tomase otro partido, como lo procura
nuestro vecino (2). Dios lo encamine como más se haya de ser-
vir; y así se lo haced pedir allá en vuestros monesterios; que yo
pienso tenéis en ellos quien lo sabrá bien hacer.
(i) Refiérese á la negociación de la tregua ó paz con Holanda que por
entonces comenzaba á tratarse muy secretamente.
(2) El Rey Enrique IV de Francia.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DO^ÍA ISABEL. 1 2$
Mucho tardan cartas de ay, que siempre estamos deseando
nuevas frescas. Dios nos las trayga muy buenas. De aqui las que
hay es que teniamos ya otro motin en casa; pero ha tres díais
que se dio en ellos y cogieron setenta y cuatro, que aorcaron
luego de los árboles» Los otros huyeron con los enemigos, E¿-
peramos que con esto estará remediado y será escarmiento dp
otros. El enemigo ha salido con golpe de caballería y infantería:
-créese á desaloxar nuestra gente. Procúrase que no hagan nada.
A toda la vuestra me encomiendo mucho; y guárdeos Dios
<:tímo deseo. De Bruselas, á I4 de hebrero, 1 607, — A Isabel.—^
{Sobrescrito:) Al Duque de Lerma,
U4.
Duque: El Marqués Espinóla despacha este correo tan á prysa
que no habrá lugar de escribir largo. Espero lo podremos hacer
presto con la nueva que deseamos (l), en que me remito á lo
-que escribirá el Marqués. Solo os digo tengo aora mayor gusto
<lello, viendo que mi hermano se sirve dello y lo aprueba y vos
también, que tan bien miráis lo que á todos nos está bien y
tanto cuidado ponéis eñ ello. Dios lo acabe con bien, como lo
<luiero esperar, porque hasta aora de la manera que lo ha guiado,
parece cosa de milagro y jamás pudiéramos pensar en tal, á lo
menos en los medios por donde ha ido.
Muy contenta estoy con haber tenido en muy pocos dias dos
veces nuevas de ay con las cartas de 16 y postrero de hebrero.
Bendito sea Dios, que mi hermano y la Reyna y sus hijos tienen
la salud que hemos menester. Muy buenas deben haber sido las
üestas de las CarnestoUendas, y olgaré mucho con la relación de*
lias, pero buenas las debéis de haber pasado con la prisión del de
(i) La proclamación de la tregua. Sobre este asunto de la tregua y
otros referentes al gobierno militar y político de los Estados de Flandes,
é. que con frecuencia se retieren estas cartas, véase mi obra Ambrosio Spi-
MoIa,frim^ Margues de ¡os Baldases, Madñáy i<)04.
126 BOLETÍN DB LA RXAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Villalonga (l). Gracias á Dios que se descubrió antes que pasase
más adelante; y bien cierta estoy yo que si fuera vuestro hijo>
hubiera sido lo mismo; porque sé el amor y lealtad con que ser-
vis á mi hermano. Podéis estar muy contento de que esto se
haya descubierto en vuestro tiempo y de haber sido instrumento
para ello.
De aqui no sé otra cosa que decir sino pediros deis prysa
se envié alguna provisión por la necesidad en que está la gente;
que sin duda si no se socorre presto, sucederá una gran desorden,,
que seria muy perjudicial, y más en esta coyuntura. A toda
vuestra gente me encomiendo mucho; y guárdeos Dios como
deseo. De Bruselas á 17 de Marzo, 1607. — ^A Isabel. — (Sobrescri-
to:) Al Duque de Lerma.
U6.
La Infanta d su hermano Felipe III (2)
Señor: Por la prysa con que el Marqués Espinóla despacha
«ste correo, por un despacho que le ha venido de Genova en
materia de hacienda, no podré decir en esta más de besar las
manos á V. M. por sus dos cartas de 19 y postrero de hebrero^
que he recibido estos días, y la postrera bien fresca, con que
estoy contentísima por saber la buena salud de V. M. y la Reyna
y sus hijos: gracias á Dios que es la que hemos menester.
Torno á besar las manos á V. M. por haberme revelado el
secreto de la sospecha de la Reyna, que espero irá adelante, de
que estoy muy contenta, y de la merced que V. M. me hace^
De todas maneras piega á Dios me dexe servilla á V. M. como
4eseo.
(i) D. Pedro de Franqueza, Conde de Villalonga, Secretario de S. M.^
preso al salir de un sarao con otros varios ministros de S. M. tpor haber
dado mala cuenta de sus oñcios (escribe Luis Cabrera de Córdova) y ha^
berse enriquecido más apriesa de lo que fuera justo».
(2) Hállase esta carta interpolada entre las dirigidas al Duque do
Lerma en el Códice de la Academia.
CORRBSPONDBNCIA DB LA INFANTA DONA ISABBL. 197
Gran cosa ha sido que se haya descubierto la bellaquería (l)
que pasaba en el servicio de V. M., á tiempo que V. M. la haya
podido remediar, y sirva de escarmiento para los que vinieren.
Yo espero que nuestro Señor ha de alumbrar á V. M. en todo
para que tenga muchos gustos y contentos, pues tan bien le sabe
servir V. M.
En materia de negocios me remito á lo*que escribirá el Mar-
qués Espinóla, y espero que presto podremos escribir más des-^
pació con la nueva que deseamos, que aora deseo que salga bien
aquello, pues V, M, lo aprueba y tiene por conveniente. No
puedo dexar de suplicar á V. M. mande dar prysa á alguna pro-
visión, por la necesidad en que está toda esta gente y temer no
den en alguna desorden que lo desbarate todo.
A la Reyna beso las manos y al Principe y mi nuera, con
quien estoy muy enojada porque come búcaro (2). Cada hora
(i) Alude á la prisión del Conde de Villalonga, Pedro Alvarez Pereira,
del Consejo de Portugal, el licenciado Ramírez de Prado, el tesorero de
Cruzada Juan Bautísta Justiniano, Pedro de Baeza y Juan Núñez Correa.
«Estas prisiones, dice Cabrera de Córdova, han causado mucha admira-
ción en esta Corte, por ser tres personas (las tres primeras citadas) de
quién se hacia mucho caso en ella; y asi han quedado con temor otros
ministros, y todos procurarán de aqui adelante hacer sus oficios como
tienen obligación...»
(2) Vaso de barro fino y oloroso en que se echa agua para beber y
cobra un sabor agradable. Venían de las Indias y principalmente de Por-
tugal y eran muy estimados y preciosos. Sus formas y tamaños eran muy
variados, «Destos barros (escribe Covarrubias) dicen que comen las damas
para amortiguar la color, ó por golosina viciosa; y es ocasión de que el
barro y la tierra de la sepultura las coma y consuma en lo más florido de
su edad.» Esta costumbre estaba muy generalizada en el siglo xvu, y los
poetas la ridiculizaban con frecuencia:
«Niña del color quebrado,
ó tienes amor ó comes barro.»
En boca de un médico, pone otro poeta estos versos:
«Los búcaros para mi
son de minas del Perú,
según tengo de opiladas
innnita multitud.»
Nuestro erudito amigo Mr. Morel-Fatio escribió en las Afelanges tU
philologie romane^ dediés d Cari Wahlund (Macón, 1896) un ameno é inte-
resante articulo sobre este punto, titulado Comer barro.
I'SS BOLETÍN DB LA REA.L ACADEMIA DE LA HISTORIA.
que tarda en llegar Don Rycárdo se me hacen mil años, po»r lo
que déséo ya verlos retratos.. Dios guarde á sus dueños y
á V. M. tantos años como hemos menester y yo deseo. De
Bruselas á 17 de Marzo, 1607. — Beso las manos «á V. M. —
A Isabel.— (Sobrescrito:) Al Rey mi señor.
lie.
Duque: De dia en día andábamos esperando la conclusión
dfeste negocio que se trataba, que, como escribo á m¡ hermano,
há estado entre la cruz y el agua bendita, como dicen. Gracias á
Dios, á pesar de muchos, está concluido; y yo pienso que es lo
que mejor nos está á todos: que aunque hubiéramos querido
mejorar algunas condiciones, no ha sido posible^ como más par-
ticularmente escribirá el Marqués Espinóla; y no se ha hechp
poco en haber llegado á lo que nunca nayde pensó ni imaginó.
Dios lo ha hecho milagrosamente y las oraciones de vuestros
frailes no deben de haber ayudado poco. Para lo que falta, es
menester acudir á esta gente, porque no haga alguna desorden,
que es lo que aora nos dá mucho cuidado, como más particular^
mente escribo á mi hermano. Y pues vá tanto en ésto para aca-
bar de una vez de salir de esta carga, por amor de Dios que
procuréis se socorra con mucha brevedad; que yo os prometo
que si no hubieran venido las provisiones del otro día, que nos
hubiéramos visto en muy gran aprieto; pero yo espero que con
qiíe! esto se acuda este poco de tiempo que es menester paraí
acabar de componer lo que falta, y con estar compuesto lo dé
Venecia y la vitoria de Recanate, que ha sido gran cosar que se^
ha de ver mi hermano con mucho descanso, y de manera que
no solo desempeñe su hacienda, sino que tenga mucha para
hacerse temer de todos los que le envidian; y vos dendé iiora
os regalad y descansad para poder gozar desto, y no mataros
como hacéis por todas las cosas, pues no las podéis remediar
con eso, y veis cuanta falta haríades á mi hermano si le faltase-
des. Pésame que os apriete tanto la. gota: con todo, os acuerdo
no os hagáis remedios para ella, pi;es aunque es penosa de su-
.CORRBSPÓNDBNCIA DS LA INFANTA DO^/L ISABEL. 139
firir, en haciéndoselos, se tullecen y se acaban: y yo lo veo aquí
en muchos por espiriencia.
Bonísimas pascuas he tenido con los retratos de la Reyua y
sus hijos. Tales ángeles no los hay: yo me torno loca con ellos,
cierto y más cuando me acuerdo que son hijos de su padre.
Bonísimas ñestas fueron las de CarnestoUendas; y no podré yo
olvidar nunca el cura del Pardo.
■ Yo quedo muy alborozada para las trazas que me habéis de
enviar, que escogéis el mejor entretenimiento de todos, á lo
menos á mi así me lo parece, como hija de mi padi*e. No habré
menester pediros ayudéis á D. Pedro de Toledo para que mi
hermano le haga merced, porque creo lo haréis de buena gana.
Yo lo hiciera en pasar de aquí, pero ha cargado tanta gente
estas pascuas^ que no me ha sido posible descabullirme della; y
así no puedo responder acra á vuestras hermanas: harélo con ei
primero* Decidselo ansí, y á la mayor que esta semana se aca-
ban lo¿ reposteros: dalde la norabuena á vuestro cuñado de mi
parte de la merced que. mi hermano le ha hecho, que también
os la quiero agradecer por lo que he olgado della. A toda vues-
tra gente me encomendad mucho, y guárdeos Dios como deseo.
De Brusselas á 17 de Abril, 1607. — A Isabel. — (Sobrescrito:)
Al Duque de Lerma.
117-
Duque: Ha llegado aqui la nueva de lo mal que ay se ha to-
mado la tregua, de que os confieso estamos espantados; y así
hemos querido despachar en el mismo punto este (correo) para
dar razón de lo que se hd hecho, como lo hará particularmente
el Marqués Espinóla, á que me remito. Y aquí solo os diré,
conforme á lo que os tengo prometido, de deciros llanamente
todo (lo) que aqui hemos entendido: que quien más la abomina
es el Condestable (l); y no me espanto, porque está informado
(1) D. Juan Fernández de Velasco, Duque de Frías, Condestable de
Castilla, era el más decidido y altivo partidario de la antigua política es-
pañola de no reconocer ni transigir en lo más mínimo con los rebeldes,
sosteniendo á todo trance la guerra contra ellos, sin tener en cuenta su
CQRIUBSPOMDBMCU DE LA INFANTA DOMA ISABBL, 13O
por parientes y amigos, que todos son interesados en la guerra,
porque viven della; y así están peor que con el demonio con
todos cuantos tratan de la pax. Si ella es necesaria para el ser-
vicio de mi hermano, y si su hacienda puede más con la guerra,
á vos os lo dexo juzgar, que sabéis lo que me habéis escrito
sobre esto, pues jamás se viniera ni á pax ó tregua larga si no
se hiciera estotra.
Las condiciones della, la principal vos sabéis que mi hermano
la aprobó: las demás siempre se procura mejorallas, como se
tiene esperanza que se hará, como veréis por lo que escribe el
Marqués (l). La reputación de mi hermano siempre se ha guar-
dado y guardará, como es justo; y yo entiendo que no lo sería
que esto no pasase adelante, ni que pareciese al mundo que mi
hermano y nosotros no estamos tan unidos, como es justo que
lo estemos y estaremos siempre; aunque digan ay que mi primo
está concertado con los de Olanda, que son cosas que es mejor
reirse dellas y qreer que la pasión los hace decir estos dispara-
tes; pero yo os lo digo todo llanamente, y os pido que este ne-
gocio se considere bien y no sean parte pasiones particulares
para estorbar una cosa en que tanto vá al servicio de nuestro
Señor y bien del de mi hermano; pues se ha llegado á lo que
nunca nayde imaginó, y nuestros enemigos sienten tanto, que
solo eso bastaba para saber cuan bien le está á mi hermano
verse desembarazado desta carga: que si os pudiera hablar, yo
poderío y adecuados medios de defensa de una parte, y el aflictivo y de-
cadente estado de Elspaña por otro. Nombrado para concertar la paz con
Inglaterra, aceptó la jornada para ir allá por Francia, y la desempeñó bien
y pomposamente. cDicen que allende de la comisión que lleva de tratar
las paces con Inglaterra, ha de poner mano en la reducción y obediencia
de las Islas y de los amotinados y en componer otras cosas que se le han
dado por instrucción, que según están las de aquellos Estados tema harto
que hacer, si su poca salud y complesion ayudaren á ello.» Cabrera: Reía-
ciones. Nada hizo ni compuso en su rápido viaje por Flandes el Condesta-
ble, contentándose con censurar el intento de la tregua, tan necesaria
como conveniente, y pretender que prevalecieran sus quiméricos planes.
(i) Ambrono Spinola^ primer MarqtUs de los Balbasts. Estudio históri-
co, donde están detalladas y discutidas todas las condiciones para la
tregua.
CARTULARIO DB SANTO TORIBIO DE UÉBANA. I3t
sé que os mostrara claro cuánta verdad os digo en todo esto^
Pero no todo se puede decir por carta, y espero que vos, coma
quien solo sirve á mi hermano por amor, lo considerareis muy
bien: que yo no quiero detener -más este correo. A toda vuestra
gente me encomendad mucho, y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas á 19 de Mayo, 1607. — ^A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
(CotUinuard,)
A, Rodríguez Villa.
II
DOCUMEMTOS INÉDITOS
DEL CARTULARIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA (aSo 831)
DURANTE LOS REINADOS DE ALFONSO H,
RAMIRO I Y FRUELA II (i)
VIII. — Carta de 25 de Enero del año 831 y folio IX.
Carta de donación que fícieron Ordoño y Porflulna de todo lo que
avien por sus almas á Sancta María e a Sancto Martino e otras iglesias ea
Liévana,
Notum est Christo, notum sit Ecclesie, id est Domini et Pa-
trón! nostre glorióse Sacte Marie, cuius baselica sita est in locum.
quod dicitur Barao, sibe et Sancto Petro cuius baselica sita eat in
locum qui dicitur Sexenia, quod nos servi vestri Ordonius et
Proflinia (¿Profluina?) superno timore compulsi, propria et spon-
taneam nostram voluntatem, absque aliqua persecucione seu
necesítate non potestatis, non alicuius inpulsione, sed excepta
primo anime necesítate non potesta nostre redemptionis, ere--
dendo ei qui dixít, qui dederit unum recipiet in eternum centu-
plum; et quia nulla potencia, quamlibet sit arta, non valet nec
adtinget ubi elemosina, quia ipsa extinguit omne pecatum; ideo
-^i) Véase el Boletín, tomo xi.vi, páginas 69-76.
.132 BOLETÍN DE L\ RB\L ACADEMIA DE LA HISTORIA.
ad Chrísto credímús obtatum nobis premium esse servatum pro
fide expectatum.
Et quia non est Deu» sicut homo ut menciatur, et proinde in
tálí promisione gaudentes, pldcuit nobis ín salute nostra uno
animo parique consensu ut quidquid bisi sumus abcre supradicti,
id ést Ordonius, sibe de donacione Regis, sive ecciam de colata
amicorum, sibe quod comparavi, id est vineis, terris, potnares,
exitum et regresum, molina, bustares, sibe et domicilia , Chrísto
et ecclesieV Sánete Mane et omnia mea traderem et ex inde
alium in ecclesiis, alium pauperibus erogarem: et similiter et
ego Proflinia concedo Christo et Eglesie Sánete omnia quidquid
michi dominus et marítus meus donabit in dotis titulum vel
donationis, billas, domicilia, binias, térras, pomores in territorio
Livanensi in Barao et in Xecenia, ut sicut utrumque illut possi-
demus, ita et concedí mus ante quam nos finis prebeniat, aut
mors os nostrum sigillet, quia incertis vite, nostre tenemus,> et
quod die .vel ora de hoc mundo ad eterna patria transeamus,
nescimus et ignoramus, quia secundum scripturam que dicit
redime te homo, redime te dum bibis et dum precium in maní-
bus tuis habes et incertum est enim ut post mortem nostram
aliquis nos fideliter redimat: et ideoque secundum quod supra
iam locuti sumus, donamus adque concedimüs Domine et Patro-
ne nostre gloriosisime Sánete Marie Virginis quiquid abemus in
Barao duas porciones, terciam vero porcionem ad Lone, in Barao
• ibidem in Lone horreum, cortes, seneirasIII sive exitis, gressum,
vel regressum quod Sancto Petro in Sécenla (Xexenia supra)
omnia quidquid ibidem est excepto quod a Sancto Vicentio
■dedimus in Bargaudale, in est casa et horreum et illa binia no-
bella de Faffilane et ad Camarbena ad Sancto Petro ad Fontice-
-las, ad Sancto Romano ¡Ha conficta de illa parte ubi Dominus
Vila (Feila en la copia del siglo xviii) (Itila?) abitavit, idest,
casas, horrea, lecta, cortes, binias, ibidem ante casa, pomares,
señeras, vel quidquid ibidem est; et ad Bellenia colina et ho-
rreum, binia de Armentarii et alias duas ic ad illa nobella de
Lopelli et una ad Maurin ad Sancto Acisclo; in Boida, casa et
horrea sive et cortes^ $enera que est intor ambos árrodios, ibi(iein
CARTULARIO DB SANTO TORIBIO DE LIÉBANA. 135
in Boída, et ad Armanio ad Sancto lohanne vinea, qui est ad illa
prata et señera qui est iusta segobium ad illa cobella.
Ad Sanctam Eulaliam Caornita casa, horrea, cortes, pomares,,
nobelle iusta casa, illa casa señeras, et ad Sancta Maria ad Lai-
roñes casa et illa sorte de Nunilla vineas, pomares et térras et
ad Sancto Martino señera qui est in Mensas et binias qui in ipsa
señera sunt: et ad (Sancta) Eulalia in Paectio et ad Sancto Mar-
tiao Torancio casa, horrca dúos, señera duas, que comparabimus
una in Torancio et aliain Baures, vineas duas hic, quem compa-
rabím^us ibidem in Paeccio habeat illud in communitatem: et in
Cessaría Sancto Christophoro sorte bénfametro ante horreum,!
térras et poní mares. Hec omnía concedimus ad ipsas iam supra
dictas ecclesías, ut sacerdotes vel monachi qui ipsas eglesias
tenuerint firmiter et indubitanter illud obtineant, vindicentadque
posideant, térras vero, iumenta, boves, baccas, sive etpecora dum
bixerimus abeamus ex inde toUeracionem. Postobitum vero ños-
trum sit corice'sum Eglesie Sánete, sibe de vestite, quam de
ómnibus — De homines vero nostros sive quod liberavimüs, sive
etiam quodquod in servicio abemus, sint liberi post nostrum
obitum, atque ingenui, atque aderentes patrocinio — solum in
festivitate Sancti Tome et Sancti Frutuosi hoc ocurrant cum sua
oblatione et sua elemosina ad sacerdotes vel pauperes pro ani-
cnabus nostris et cui se voluerint adpHcare liberam in Dei no-
mine abeant potestatem.
Et siquís contra hoc quod fieri non credo, ego Ofdonius etiam
hoc testamentum irrumpore voluerit, quislibet ille sit, imprimís
maledictus et iram Dei non efugiat, sed sit segratus (segregatus)
a corpore et sanguine Domini nostri Ihesu Christi et nec partici-
pet cum christianis, sed cum luda traditore abeat participium in
eterna damnatione et insuper inferat parti vestre Eglesie aun
libras duas.
Fácta scriptura testamenti vel donacionis Eglesie die octabo
kall. Februarii, Era DCCCLXVIIII — Ego Hordonius in hoc tes-
tamento Eglesie feci ^ ^ Profluna (Profluina) in oc testamento
Eglesie signurir íeci ^ i^
Muy abundante en datos geográficos es la anterior carta de
L
134 BOLETÍK DE LA lUSAL ACADEMIA DE LA HISTOEIA.
•donación hecha por los consortes Ordoño y Profluna 6 Pro-
fluina.
Las numerosas ofrendas hechas á las iglesias de Liébana por
-estos consortes revelan que eran personas ricas en bienes tem-
porales y espléndidos en procurar la gloria de Dios y el bien de
•de los pobres.
Barao, hoy Baró) es una aldea que da nombre al valle situado
al O. de Potes. Por el fondo de una estrecha y prolongada gar-
.^anta desciende en aquel valle el bullicioso Deva, recogiendo á
-uno y otro lado algunos arroyos, verdaderos torrentes, alimen-
tados por el derretimiento de los ventisqueros ó neveros, como
allí se llaman, formados en las hondonadas de los Picos de
Europa.
El sitio llamado Xexenia 6 Secenia^ con su iglesia en honor de
San Pedro, debió estar en un campo próximo á Redo, donde hoy
existe una capilla en honor de San Pedro ad Vincula.
Boida^ hoy Bodia, pueblecito situado en una de las vertientes
■del monte Viorna, con su iglesia, muy antigua, dedicada á San
Acisclo y á Santa Victoria.
Armanioy hoy Armaño.
Lairones (Lerones) al SE. de Potes, con su iglesia dedicada á
la Virgen Santísima hoy, como hace más de diez siglos.
Lon^ que conserva el mismo nombre, pueblo junto á los Picos
■de Europa.
MensaSy hoy Mieses^ donde estuvo el Monasterio de San Este-
han de Mesaina á 2 km. de Potes.
ToranciOy Toranso^ á 1 5 km. de Potes, con iglesia en honor de
San Martín, como se dice en la carta^
Baures (Bores), — Cessaria (Cesera), sitio en la vertiente S. del
monte Viorna, donde hoy existe una capilla en honor de San
Cristóbal.
Camarbena, pago situado en Turieno, aunque desfigurado el
nombre.
San Román, sitio próximo á Arguebanas.
Las frases en que se dice: <íDe homines vero nostros^ shequod
JibenwhnuSy sive eciam quodquod in servicio aiemus, sint liberi
CARTULARIO DB SANTO TORIBXO DE LIÉBANA. 1 35
post obitum nosirum, at ingenui atqtie aderentes patrocinios ^ reve-
lan .el estado social de las personas, y la transformación del
siervo en hombre libre. El respeto á la libertad de estos siervos
es tan explícita que en la misma carta se dice que, si quieren,
pueden ponerse al servicio de otras personas; et cui se voluerint
adplicare líberam in Dei nomine abeant potestatem. Hermosa li-
bertad concedida enel nombre santo de Dios.
llí.— Carta de 28 de Marzo del ano 847, folio XXV vf
Carta de la heredat que fué dada á San ct Salvador dcBelleoia en Sanct
luhan en Cosgaya, e en Pembes e en Fresno, e en Mus.
In Dei nomine, ego Simpronius, qui sum filius patris mei Se-
veri et matrís mee Severe, placuit mihi adque convenit voluntas,
ut facerem pactum Sancto Salvatod et Sancto lohanni in locum
Vellenie, sive fratribus qui ibidem habitant Teuderico, Egilany
presb. Raprari vel ceteris gasalianes^ qui ibidem abitant vel ha-
bitaverint, trado me et omnia mea hereditate que abeo inter
meos germanos vel heredes in villa Causecadia, in Frasino, in
Pembes, id est térras, pomares, vineas in Mus et térra bacabile
usque illa strata publica que discurrit ad Pautes, baca, bobe, res
pumiferas, vasa, ferramenta, prata montes et fontes: hec omnia
ibidem trado pro remedio anime mee, ut ante Deum inveniam
ex inde aliquam parcianculam. Et si quis sane aliquis, quod fíerí
non credo, aliquis testamentum istum disrumpere voluerit, aut
ipsa mea hereditate inde auferre voluerit, germani, sobrini, vel
aliquis quilibet homo in illut tulere quesierit, descendat super
illum rumphea celestis, sicut descendit super Datan et Abiron,
quos vivos térra obsorvuit et non habeat hereditatem cum Deo,
sed cum luda traditore abeat participium in eterna damnatione
et insuper pariet penas illius partiEcclesie omnia illut dupla tum,
vel quantum Ecclesie fuerit meliorato.
Factum pactum vel testamentum V Kall.'* Aprilis. Era
DCCCLXX [X] V. Sedente Principe Ranemiro in Asturias. Ego
Simpronius in oc testamento, quod fieri volui, manu mea-H^ feci
l$f> BQLBTÍK. DE XA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
cpram testes tibi tradidi -Hf Egilá presb. Teodericus ^ Cabra-
ri 4|f Sempronicius -Hf Ellesindus >J< Vimiratii.
El año 837, en que está fechada esta carta, no coincide con
el reinado de Ramiro I; pero la circunstancia de decir la carta:
«Sedente Principe Ranemiro in Asturias» nos hace creer que la
fecha verdadera es de tiempo de Ramiro I, y que én la era se
omitió una X. . .
Además, las personas que firman tSimprontus, Egila presb.
Cábrarh^ aparecen también unos en la carta del año 790 f.^ XLVI
y otro en la del año 827, f.° XL, ambas, como la que ahora
estudiamos, referentes al Monasterio de San Salvador de Beleña,
El sitio llamado Frasino, hoy Fresno, está próximp á Cosgaya:
al lado opuesto del río Deva está á grande altura Pembes, en
cuyo término está Rellena.
Al pueblo de Pembes alude, según D. Aureliano Fernández
Guerra, la frase ^ex gente Pembelorutni^ de la piedra cóncava
hallada en Santo Tomás de Collia (v. Cantabria, pág. 49),
En esta carta se vuelve á llamar strata publica^ como ya no-
tamos en la qarta de 29 de Diciembre de 864 (l), al camino que
va desde Potes hacia Cosgaya, corriente arriba del río Deva.
X. — Carta de 20 de Abril del año ^15^ folio XLVL
Carta de tierras en Mieses que vendieron los fradres de Sanct Martin
én Val de Mesayna en esse campo.
In.Dei nomine, ecce nos fratres qui sumus abitatores in reg^ula
Sancti Martini locum (qui nomínatur) Sella id est Cartarius, Vin-
cenciuá, Froila presb. Abodimus presb. Beatus presb. Sindinus,
Maternus, Patruellus, Anastasius, Eugenius, Busianus, Froila,
Vincencius, Cesarius,'Siongius, Capio. Vistremundus et Froila,
qui sumus de mimimo usque máximo, vobis Munioni et uxori tue
Gulatrudia in Domino salutem. Magnum est titulus vendictionis
(1) V. Boletín de la Real Academia de la Historia. Novieml re de
1904, páginas 417 á 420»
CARTUtARIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBAMA. . 137
inquo nemo potest hoc tacum (factum) largitatis inrumpere, ideo
placuit nobis bono animo et propria nostra volúntate, ut vindere-
mus vobis iam dictis Munioni et uxori tue Gulatrudie térras in
Mesas inillo valle la tus vinia Censuri et iusta domum vestram
de termino per ubi pedibus procedimus et manibus adsignavi-
mus usque ad agrum Messaeina et pergit ad agrum Armentari
ipsa térra ex integro secundum antea vobis carta ad cartam robo-
rabimus et dedisti nobis in precio pro ipsa térra scala argéntea,
hocto sollos in duplo precio secundum lex gotiga continet et
canonum docent et nobis bene cumplacuit, de precio apud vos
non remansit, sít factum, ut ex odierno die iuri possideatis, tam
vos quam ecciam et posteritas vestra, vel cui illud relinquere
volueritis de posteriora vestra liberam in Dei nomine abeatis
potestatem. Si quis sane, quod fieri minime credimus, aliquis vos
inquietare voluerit pro ipsa, an nos, an aliqua nostra subrogita
persona, vel quilibet homo, qui ipsa ecclesia obtinuerit, sit segre-
gatus de ipsa ecclesia et insuper pariet quantum hic resonat
duplatum, an de nos, sive de ipsa ecclesia et hec scriptura firmis
adque stabilita permaneat Facta carta vindicionis XII Kal.® Ma-
gias, Era DCCC [C] Lili (l), regnante domno Froilane in Astu-
rias. Ecce nos fratres in anc cartam vendictionis quem fiecimus
et relegendo cognovimus manus nostras -Hf fecimus. Vincen-
cius -Hr feci. Bagani ^ (forte Bagaudani)^ Gaton presb. Vistre-
mundus -Hf i ten Vincencius -Hf Busianus yiíi Froila ^ Paternellus ^
Vermudus -Hf Eugenius ^ Cesarius ^ Anastasius ^ Caritus ^
Maternus ^ Sindinus -Hf Froila -Hr Abdinus -Hf presb. -Hr Beatus
presb. M( Zeteria t.« -Hr Maternus t.' Nunillo t.« -Hf Bronille t.« -Hr,
Avitus t.« ^ Teodemirus t.« f Teodilli t.« f Quintilla t.» f Reve-
lio t.* Arginco t.« -Hr Pepi t.« Munius t.** Martinus t.^ Justus t.» íK:
Ítem Justus t.^ Monnia t.^ )K Garsia t.' ^ Arazon t.« ^ Sesilli ^
Teodilli t.« -Hf Flaina t.* y^ Betraduci t.»
La fecha de esta carta, año 815, no es admisible, y creemos
que debe ser del 915, época en que reinaba en Asturias Frue-
la n. En el año 815 reinaba D. Alfonso II el Casto: D. Fruela I
(i) Al margen Era 953.
TOMO xLvni. 10
138 BOLBTÍM DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTOSIA.
reinó desde 757 á 768. Es lo más probable que el amanuense
omitió una C en la fecha al hacer la copia.
Además déla razón expuesta de no coincidir la fecha 815
con el reinado de los Fruelas I ó II, hay otra muy poderosa,
deducida de otras dos cartas del Cartulario.
En la carta que examinamos, los monjes del Monasterio de
San Martín (Santo Toribio después), venden á Munio y á su es-
posa Gulatrudia varias tierras en Mieses y en Val de Meseyna.
— De Munio y de Gulatrudia fué hija Vestrili 6 Guestrili^ dama
piadosa que hizo grandes donaciones al Monasterio de San Mar-
tín por los años de 940 y 950. — Esta dama firma en la carta
90, f.° XXVIII. « Vistrilli qui sum filia Monioni et Gulatrudiene.»
Si la hija de Munio y Gulatrudia vivía por los años 940-950,
y en la carta que examinamos figuran Munio y Gulatrudia, de
ningún modo puede admitirse la fecha 8 1 5. La carta en que
Vistrilli firma «filia Monioni et Gulatrudiene» lleva la fecha 850;
pero como dice que reinaba en León Ordoño hay que creer que
se refiere al reinado de Ordoño III, que comenzó á reinar en el
año g^o^ y de ningún modo á Ordoño I, que no se tituló ni fué
Rey de León.
No existe hoy sitio determinado en Liébana con el nombre de
Sella; pero, refiriéndose la carta á tierras en Mesas (hoy Mieses),
el nombre de Sella debió aplicarse á terrenos inmediatos á
Mieses.
Hoy existe un pago, próximo á Mieses, llamado La Andecilla^
y tenemos por cierto, fundánaonos en otras cartas, que La An^
decilla de hoy era hace siglos el Lan de Ciella, ó sea el Llano de
Ciella. Este sitio Ciella es el Sella de la carta que estudiamos.
En la carta se hace referencia al Fuero Juzgo y á los cánones
de la Iglesia ^secundum Lex gotiga continet et Canonum docente.
Entre las personas que figuran en esta carta vemos al presbi^
tero BeatOy que era monje en San Martín (hoy Santo Toribio de
Liébana), pues dice la carta ^Ecce nos fratres^ qui sumus abitato-
res in regula Sancti Martini.,. id est Cartarias... Beatus presbi-
ter...>
Si la fecha de 815 fuese admisible, indudablemente coincidía,
DON PEDRO ENRÍQUBZ DB ACEVEDO. 139
con corta diferencia de años, con la época en que Beato y Eierio
defienden briosamente la doctrina católica contra Elipando, Ar-
zobispo de Toledo.
Ya hemos expuesto las razones que tenemos para corregir la
fecha 8iS y añadirle una centena, ó sea creyendo que debe
ser 915.
Por tanto, los escritores como Argaíz, y algunos entusiastas
de las glorias montañesas, se equivocaron al citar esta carta como
testimonio de que en ella figuraba el monje S. Beato, contradic-
tor valeroso de las doctrinas heréticas de Elipando de Toledo y
Félix de Urgel.
Lo único que prueba la carta es que un siglo después de la
polémica de vS. BecUo^ figura este nombre entre los monjes de
San Martín (Santo Toribio), y pudiera ser prueba de la devoción
<en el país hacia 6". Beato,
Madrid, 2 de Enero de 1906. Eduardo JüSUé.
III
DON PEDRO ENRÍQUEZ DE ACEVEDO, CONDE DE FUENTES
GOBERNADOR DEL ESTADO DE MILÁN EN LOS K^O% 160O k 1 6 10
Ampliación de su concepto personal (i).
Débese al estudio, no menos que á la perseverancia con que
-el ingeniero italiano Sr. A. Giussani ha logrado acopiar conside-
(i) Del que consigna el Bosquejo encomiástico leído ante la Real Acade-
mia de la Historia en Junta pública celebrada el día 15 de Junio de 1884.
por el Académico de número Cesáreo Fernández Duro^ inserto en el tomo x
de Memorias de la misma Academia.
Oportuno es advertir, al citarlo, que impreso urgentemente apareció
con varias erratas, algunas de importancia, cual éstas:
pXgIMA línea OlCS LÍA8I
468
4
su hermano
un hermano de
469
30
francés Drake
Francis Drake
610
14
trocar los pies
trocar los ñncs
620
19
rescrito
l'esercito.
140 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
rabie número de datos, de referencias, de documentos, guarda-
dos en los archivos de Italia, de Francia y aun de España, los
cuales hasta el presente no habían salido á luz, y sobre todo á
la inteligencia ejercitada para utilizar tan rico material al formar
monografía extensa é interesantísima para nosotros.
No ha tenido el autor por exclusivo objeto al personaje cuyo
nombre figura en cabeza de la presente noticia; dedica su tra*
bajó á la idea que presidió á la construcción del fuerte de su
mismo nombre, monumento colosal de arte militar, erigido en
los confines de las provincias de Sondrio y de Como al ingreso de
los valles del Adda y del Mera; que domina, en el territorio co-
nocido con el histórico nombre de Plan de España. Por ello lo
titula El Fuerte de Fuentes, Episodios y documentos de una lu-
cha secular por el dominio de la Valtelina (i); mas al tratar deí
paso de los Alpes réticos y de la gran importancia política como
estratégica que revistió siempre, siendo vía precisa que conduce
desde el Milanesado al Tirol, á Suiza, Austria, Alemania y de-
más países septentrionales; al referir las disensiones que, por el
libre uso de esa vía, surgieron entre España, Francia, Venecia y
los Cantones Grisones, convirtiendo á los valles alpinos en tea-
tro de guerra europea; al historiar la obra grandiosa concebida
y llevada á cabo por inteligente y valeroso gobernante con el
fin de asegurar el tránsito continuo de tropas españolas y de re-
legar á tradición el antiguo proverbio discurrido para incluir en-
tre las dificultades casi insuperables, la de poner una pica en
Flandes^ natural parece se ocupara del artífice inspirador, de los
obstáculos con que tropezó y de los medios empleados para
salvarlos.
Al Conde de Fuentes endereza, pues, el capítulo primero del
libro, compendiando su vida desde los comienzos, con indica-
ción de los méritos demostrados en las campañas militares que
(i) a. Giussani: II Forte di Fuentes, Episodi e documenii di vna lotta se-
colare per il dominio della Valtellina, — Como. Tipografía editrice Ostinelli-
1905. En 8.** may., xi-446 págs. ilustradas con fototipias y gran copia de
documentos.
DON PEDRO EKRIQUEZ DE ACEVBDO. I4I
dirigió caudillo en Portugal, Países Bajos y Francia (l), exten-
diéndose lluego en la relación y examen crítico de los actos pos-
teriores, en razón á que, si en concepto general de los escritores
italianos, sobresalió entre los gobernadores españoles de la re-
gión, si los historiadores locales reconocen su ingenio, su activi-
dad y su energía, al examinar la severa figura como estadista y
guerrero, no todos le son favorables. Hubo de herir no pocas
susceptibilidades y de afectar á mayor número de intereses, para
que se sustrajera á la censura y á la odiosidad.
De cualquier modo, duda el autor que haya sido juzgado equi-
tativamente, y de aquí el propósito de suplir deficiencias de cri-
terio y rectificar especies sin fundamento, presentando á la per-
sonalidad estudiada sin deprimirla ni enaltecerla, tal como se
destaca en el gobierno del Estado de Milán; esto es, como apa-
rece en los documentos, de forma que sean éstos, las obras, las
propias palabras las que le den á conocer (2).
El Sr. Giussani ha cumplido, á mi parecer, tan noble deter-
cninación con imparcialidad y acierto, que podrá desde luego
apreciarse, aunque sean muy breves las indicaciones aquí con-
densadas, de su labor loable.
Al ocurrir la muerte del rey Felipe II, en IS98, eran difíciles
las circunstancias opuestas á la dominación española en Italia.
Por un lado trabajaba activamente en contrariarla la diplomacia
veneciana; por otro, Enrique IV de Francia, su enemigo jurado,
pretendía la reivindicación del marquesado de Saluzzo, con ul-
(i) Inserta el título de Capitán General de España, que por recom-
peQsa de tales servicios le expidió el Rey. Felipe II en 30 de Abril de 1 597,
registrado en el Archivo general de Simancas. — Estado.— Leg. 1.291.
Kn el Boletín de la. Academia de la Historu, año 1887, tomo x, pá-
-gina 213, se publicó título anterior de Capitán General del ejército de
Francia firmado por el mismo Rey á 3 de Noviembre de 1593, remitido y
comentado por D. Carlos de Lecea y García.
(2) Por consecuencia, son numerosos los documentos que, ya en el tex-
to, ya por notas ó apéndices, transcribe ó extracta, según queda repetido.
142 boletín db la real academia de la historia.
teriores miras, y á la par de ambas naciones, producía conflictos
la ambición de Carlos Manuel I, Duque de Saboya, poco dócil á
las insinuaciones de la Corte de Madrid.
Don Felipe III, conñrmándo al Conde de Fuentes la confianza
que mereció á su padre, creándole Consejero de Estado y de
Guerra, Grande de España (l), le confirió el gobierno de Milán,
en relevo de D. Juan Fernández de Velasco, Condestable de
Castilla, poniendo en sus manos, con carta blanca, la dirección
de aquella enredada política, en 1600 (2).
Piensa el narrador que siendo por entonces el de Fuentes úni-
ca entidad que por las condiciones estuviera considerada á la
altura del Duque de Alba y de Alejandro Farnesio, no dejaría
de influir en su designación para el destino el deseo del Duque
de Lerma de tenerlo lejos de su persona (3).
Ello es que embarcado en Barcelona el 1 5 de Agosto arribó á
Genova el 24, y ante todo se dirigió á Asti, correspondiendo á
invitación del Duque de Saboya, quien, por haber declarado re-
cientemente guerra al rey de Francia, le propuso se encargara
de la dirección de operaciones, brindándose á combatir como
simple soldado á sus órdenes. Guardóse muy bien de aceptar
tan interesada propuesta, excusándola cortesmente, con la se-
guridad de que, sin llegai: á rompimiento, le facilitaría eficaz au-
xilio de hombres y dinero (4). Caminó seguidamente á Milán,
(i) M. a. Morel Fatio, ocupándose de la Duquesa de Alba doña María
Enríquez, hermana de D. Pedro, en estudio tan erudito como todos los
suyos [BuUetin Hispanique, tome vii, Octobre-Décembre, 1905), anota, con
reíerencia á Cabrera, en sus Relaciones de la CorU de España desde 1599^
hasta 1614^ pág. 58, que al concederle el Rey Felipe III la Grandeza le
hizo cubrir como Enríquez y no como Conde de Fuentes, por ser su lina-
je superior al de Acevedo, de su mujer.
(2) El autor transcribe íntegras las instrucciones para el gobierno, fir-
madas en 10 de Mayo de 1600, cual se hallan en el Archivo de Simancas,
Estado, Leg. 1.288, agregando se conservan en el Municipal de Milán, Di-
casteri, Camaretta, 1 22, las Reales Cédulas comunicando el nombramiento»
(3) Los embajadores venecianos Carlos Bon y Simón Contarini lo in-
sinuaron á la Señoría.
(4) Relación circunstanciada del viaje y conferencias con el Duque
contiene el despacho dirigido al Rey, con fecha 25 de Septiembre. — Ar-
chivo de Simancas. — Estado. — Leg. 1.288.
DON PBDRO ENRIQUBZ DB ACBVBDO. 143
entrando el 1 6 de Septiembre con los honores y demostraciones
usuales en tales casos (i).
Primera diligencia suya fué procurar amistoso trato con el ar-
zobispo cardenal Federico Borromeo, llegando á intimarlo con
avenencia é intimidad que duró tanto como la vida y con im-
ponderable beneficio de los intereses públicos, toda vez que vino
á ser causa influyente en la cesación de antiguas competencias y
disputas interminables entre las jurisdicciones civil y eclesiásti-
ca. El papa Clemente VIII, celebrando el arreglo de semejantes
pleitos, acordó motu propio al gobernador asiento privilegiado en
la Catedral, dentro del presbiterio, concesión insignificante juz-
gada con el criterio moderno, muy grande entonces y sumamen-
te útil al que, investido del sumo poder civil, alcanzaba con este
favor eclesiástico, en vano solicitado anteriormente por el Con-
destable de Castilla, acrecentamiento considerable de autoridad
ante el público (2).
Desde un principio, asimismo, procedió á consolidar la tran-
quilidad del país, persiguiendo sin tregua á los bandidos y malhe-
chores de toda especie, á aquellos ¿r¿xz;/ tan al vivo pintados por
Alejandro Manzoni (3), teniendo que acudir á medios inusitados
cual el de pregonar bandos con nóminas de facinerosos, que as-
cendió á veces al número de l^OO (4).
Ejemplo notable de procedimientos en el particular fué la
erección en Monza del padrón vulgarmente nombrado columna
infame, notorio por la trágica historia contada también por Man-
(i) Hay relaciones en el Archivo municipal de Milán. — Dicastero. —
Govemo. — 1 600.
(2) En el Archivo de Simancas se conserva el breVe especial de con-
cesión expedido el 26 de Octubre de 1600.
(3) En su novela célebre I Promesi Sposi.
(4) Cita varios: uno el publicado el 5 de Diciembre de 1600, con títu-
lo de Grida sopra i bravi et zuffiy y los siguientes de 12 de Marzo de 160 1,
10 de Marzo 1603 y 30 de Mayo 1609, Grida genérale contra banditi et as^
sassini. En la lista nominal que acompaña al segundo están comprendi-
das personas de calidad: Juan Bta. Cotica, Caballero de Jerusalem; Fran-
cisco Bernardino Visconte, feudatario de Brignano Gera d'Adda; el con*
de Francisco Barbiano di Belgiojoso; el conde Francisco Secco de Vi-
mercate.
144 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
zoni, comentada fK)r Ripamonti, Cantu y Zerbi (l). Sabido es
que la señora de Monza, infeliz heroína en el suceso, era Sor
Virginia María de Leyva, sobrina del iluste Antonio, y amante
del feroz Juan Pablo Osio, perteneciente á una de las más nobles
familias milanesas. El gobernador, después de poner á precio la
cabeza del delincuente, mandó derrocar su casa hasta los cimien-
tos y erigir en el solar una columna con leyenda infamante ad
perpetuam rei ntemariam (2).
Cuanto fuese el Conde de Fuentes amante de la justicia dice
en sus obras un autorizado contemporáneo, el obispo de Novara
Carlos Bescape, confirmándolo con su proceder el cardenal Bo-
rromeo, que no era hombre capaz de transigir con la incorrec-
ción, y atestigúalo con los bandos la entereza mostrada en ha-
cerlos cumplir, sin excepción de clases sociales, al poblar las
cárceles de criminales y las galeras de España de remeros, cosa
verdaderamente insólita.
Los efectos de estas y demás medidas de gobierno, reforma
radical de pesas y medidas, instalación de tiendas, censura de ina-
prenta, resistidas por la fuerza de inercia y apego á. rancias cos-
tumbres, resaltaron en la piedra de toque de la experiencia^ con-
cluida la guerra del marquesado de Saluzzo, durante la cual se
limitó Fuentes á ordenar la ocupación de la fortaleza del Pia-
monte á fin de librarla de manos francesas (3), logrando con la
prudencia y previsión, sin necesidad de dar la cara, lanzar al otro
lado de los Alpes á los ejércitos de Enrique IV, monarca á quien
estimaba enemigo el más temible de su patria, por lo que em-
pleó por entero en contrarrestarle, ingenio y vida.
Opina el Sr. Giussani haber llegado la ojeriza al punto de es-
timularle á tomar parte en la conjuración tramada por el maris-
cal de Biron contra su soberano, y aún le parece no fuera ajeno
(i) Luigi Zerbi: La Signara di Monza nella Storia, Archivo Storico
Lombardo. Anno XVII.
(2) Grida coniro Giov. Paolo Osio Monzasco, Nicolo Pissína, detto Pan-
zulio et CamiUo apéllalo il Rosso, servitore di dttto Osio,
(3) En ello empleó 14.000 hombres, según la relación del embajador
veneciano Simón Contarini á su gobierno, en 160 1.
DON PEDRO BMRÍQUEZ DB ACEVBDO. 145
á la empresa acometida en la noche del 12 de Diciembre de 1602,
por el turbulento Duque de Saboya, para apoderarse por sor-
presa de la ciudad de Ginebra (l).
Lo indudable es que, por encima de toda idea, se consagraba
el gobernador al acrecentamiento del prestigio y poderío de su
patria, aumentados con la adquisición sucesiva de plazas y te-
rritorios. La del Final resultó importantísima, porque era enton-
ces Genova el puerto de mar del Milanesado. Allí desembarca-
ban las escuadras de galeras el contingente de tropas destinadas
á Flandes y tomaban á su bordo á los que habían de repatriar-
se, servicio importante por el que el Rey había tenido que adju-
dicar á la República el comercio marítimo del Estado. El Conde,
con audaz golpe de' mano, tomó posesión del nuevo embarcade-
ro, participándolo á la Corte en estos concisos términos:
cSeñor. — En este punto se acaba de ocupar el castillo princi-
pal del Final, de que doy á V. M. la enhorabuena con grandísi-
mo contentamiento de que me haya tocado la suerte de haber
servido á V. M. en negocio de tanta consideración y de los mas
importantes para la conservación de todo lo que posee V. M. en
Italia, con que se asigura el Estado de Milán, que es la plaza de
armas de todos los demás, habiéndole dado una plaza de socorro
comunicándole con la mar, que era lo que faltaba, y notable in-
conveniente que dello se seguia» (2).
En efecto, decayó Genova desde aquel día, pudiendo los Ter-
cios españoles hacer libremente el viaje de Lombardía, sin pagar
tributo.
A poco consiguió la anexión de Novara, que transformó en
(i) Según el autor, los cómplices de Biron, Uéber, Picote, La Fargue y
David hallaran seguro refugio en el castillo de Milán, y en el Archivo de
Simancas, Estado, Leg. 1.29 1 existen numerosas cartas de Fuentes al Rey,
en las cuales aparece evidente su inteligencia con el Mariscal. No tan
clara me parece la connivencia, según he consignado en mi Bosquejo en^
ccmt'dstícOf pág. 601,
(2) Despacho de 30 de Enero de 1602, Archivo de Simancas. Veriñcó
la ocupación por orden del Conde su sobrino D. Diego Pimentel.
146 BOLETÍN DB LA RSAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
plaza fuerte haciendo construir obras, en parte subsistentes, con-
memoradas en inscripción puesta en la puerta de San Gauden-
cio (l).
DON • PETRVS • ENRIQÜEZ • AZEVEDIVS
COMES • DE • FVENTES
PROVINTIAE • MEDIOLANENSIS * GVBERNATOR
NGVARIAM • A • SE • REDEMPTAM • AMBITV • MAIORE
AMPLIFICATAM
FIRMIORE • PRAESIDIO • FINXBUS • TVENDIS
COMMVNITAM
NOVAVIT • M • DC • VI •
Continuando la expansión D. Pedro Enrique de Acevedo,
quien con la fama de capitán tenía adquiridas las de hombre de-
terminado y ansioso de conquistas, alarmó con las dichas á los
colindantes, visto que no por acabada la guerra disminuía el ejér-
cito á sus órdenes. 40.OCX) hombres en Lombardía y 1 5.0CX) en
el Piamonte parecían excesivos para un Estado á cuya segu-
ridad bastaba normalmente la décima parte, y por más que
los razonara afirmando habían de servir en Flandes, estimando
la declaración pretexto especioso, Venecia puso en estado de
defensa á Bérgamo, Brescia y Crema; el gran Duque de Toscana
reforzó las guarniciones de Piombino y la Garfagnana; Genova
solicitó el amparo de Francia y los Grisones pensaron en confe-
derarse con esta nación y con venecianos. Temores sin reali-
dad, pues en 1602 se deshizo de tales fuerzas enviando uno de
los Cuerpos á los Países Bajos, otro al Danubio, en socorro del
Emperador, y un tercero á Genova, donde embarcó con destino
á la infortunada expedición de Argel.
Sin embargo, mantuvo durante todo el tiempo de su gobierno
contingente respetable, con indicación de querer estar siempre
apercibido, no por insano propósito de guerra, como errónea- .
mente creyeron no pocos, sino para eficacia de su política, y tan
(i) Se mantuvo hasta el año 1798. Silvio Pellini: Le fartificaziofn di
Novara. Novara, 1902. Documentos en el Archivo histórico de Milán, Re-
gistro de Misivas, núm. 370.
DON PEDRO BNRÍQUBZ DB ACBVBDO. 1 47
verdad era esto que habiéndose abocado controversias de gra-
vedad, no sólo no movió las armas voluntariamente, sino que
con habilidad evitó que otros lo hicieran contra él.
Estriba en ello su mérito principal; en que sagaz diplomático»
con oportunas demostraciones y buenas fortalezas, satisñzo pací-
ticamente á las miras de su soberano.
El autor traslada la opinión de Vittorio Siri (l), al escribir
justamente, confirmando su juicio:
«Observábase que el Conde, sin desenvainar la espada, había
hecho más en pro de la Corona católica que el Duque de Alba y
otros Capitanes y Ministros de España con la violencia de los
soldados, puesto que cuanto ellos ocuparon en la guerra restitu-
yeron con la paz, mientras que el Conde de F'uentes con ésta se
apoderó hábilmente de Piombino, del Final, de Castione, de la
mayor parte de la Lunigiana, del protectorado de Modana, de la
Mirándola (y de Soncino y de Monaco), sin que nadie chistase,
aventajándose con tales golpes sobre el Estado de Toscana, las
repúblicas de Genova y Lucca, sobre Mantua y Parma, así coma
con el fuerte de la Valtelina, sobre Venecia; de modo que difí-
cilmente pudiera mejorarse en Italia las condiciones de la sobe-
ranía de España.»
Pero donde Fuentes dio más claras pruebas de sus dotes fué
en la peligrosa partida sostenida por él solo contra Francia, Ve-
necia y los herejes suizos y grisones en la vertiente de los Alpes
réticos. No entra por de pronto el Sr. Giussani en este difícil
tema, objeto principal de su estudio, limitándose á anticipar
con qué habilidad y fortuna supo el anciano, gobernador hacer
frente á dos de las primeras potencias de Europa y salir victo-
rioso de escollos al parecer invencibles, valiéndose ya de la li-
sonja, ya de la amenaza, ya del oro, por más que las provo-
caciones de los enemigos fueran de calidad para decidir á un
hombre menos avezado que él á los peligros de la batalla y á la
embriaguez de la victoria, alcanzando, no obstante, todavía con
(i) Memorit rtcondite dtW anno lóoi fino al 164.8, Edición de Lion^
1649, y de París, 1677.
/ ;
'/
148 BOLETÍN DE. LA. REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
la vigorosa acción, incorporar á Milán los Condados de Bor-
mio y de Chiavena, más la dicha Valtelina, sustrayéndola para
siempre á la insufrible opresión en que estaba de casi tres siglos
atrás.
Interrumpe el asunto para tratar antes de la gestión del Con-
de en las obras públicas, empezando por la fábrica del palacio
de justicia, coronada por inscripción . recordatoria que decía:
PHILIPPO III HISFANIARVM REGE POTENTISSIMO .
FIDEI CATHOLICAE DEFENSORE IMPERANTE
D • PETRVS ENRIQVEZ AZEVEDIVS FONTIVM COMES
EXTERNI BELLI VÍCTOR ET DOMESTICI EXTINCTOR INVICTVS
DEXTERA AMABItlS SINISTRA FORMIDABILIS
BENE AGENTIBUS DISTRIBVTIS PRAEMIIS
IMPROBIS VERO SVPPLICIIS
CARCERVM FORES REGIAE CVRIAE OBJECIT
VT FIDISSIMA SIT JUSTITIAE CVSIODIA
MDCy
Habíala precedido la reforma de la calle, entonces nombrada
Nueva, ahora Alciato, que enlazaba al palacio de gobierno con
el tribunal «porque fuera más fácil y segura la vía de la justicia
á la clemencia». Ostentaba también lápida con leyenda.
D • PETRVS ENRIQVE3 AZEVEDIVS
FONTIVM COMES .
MEDIOLANENSIS PROVINCIAE GVBERNATOR
VT ADITVS ET REDITVS A JVSTITIA AX> CLEMENTIAM
FACILLIMl CERTISSIMIQUE PATERENT
VIAM HANC E REGIA AD PRAETORIVM APERVIT
ET AD VTILITATEM DIREXIT MDCHI
Empresa más importante, no acabada en sus días, ni muchos
después, acometió con objeto de conducir las aguas del Verba-
no y del Lario á unirse con las del Ticino y luego las del Pó,
formando canal de navegación y riego. En constancia de inau-
\
N
DON PEDRO BNRÍQUEZ DB ACBVEDO. ' I49
guración de las obras se erigió en lá embocadura un troteo con
incripción, conservada en el Museo de Milán. Reza:
• 1'
D • PETRVS ENRIQVEZ AZEVEDIVS 1;
PROVINCiAE MEDIOL GVBERNATOR '
■ r
VEL^ OPERE HOC PRAECLARO FONTIVM COMES
VERBANI ET LARIl HVC DVCTAS AQVAS
IRRIGUO NAVIGABILIGÚE RIVO
TICINO ET t>ADO IMMISCVIT
VBERTATEM ET IVCVNDITATEM AGRORVM
ARTIFICVM STVDIA
PVBLICAS ET PRÍVATAS OPES
ACCESSV ET COMMERCIO FACTLI
AMPLIFICANDO
Dos se han encontrado entre las ruinas del fuerte, á orillas del
Adda, que ostentan las armas reales de España y las privadas
del Conde. En una se lee:
SVB PHILLIPPO III
HISPANIAR • REGE
D • PETRVS ENRIQVEZ AZEVEDIVS
, COMES DE FUENTES HVIVS
STATVS GVBERNATOR
PROPVGNACVLVM HOC A
FVNDAMENTIS EREXIT
ANNO M DC VI
En la otra:
D . PETRVS ENRIQVEZ AZEVEDIVS
COMES DE FVENTES
BELLI DECVS PACIS PRAESIDIUM
BELGICIS TRIVMPHIS PRIORVM DVCVM
AEQVATA GLORIA *
IMMINENTIBVS ITALIAE GALLORUM ARMIS
PACE FIRMA REPRESSIS
PROVINTIA MEDIOLANENSI SVBLATIS MONSTRIS
150 BOLETÍN DE LA RBAL ACADBBflA DB LA HISTORIA.
EXPVRGATA
IMPERII SVI DITIONE AD TYRRHENVM MARE
NOBILI ACCESSIONE PROMOTA
HISPANIS LEGIONIBVS NOVO AD BELGAS ITINERE
HELVETIO FOEDERE APERTO
EXORTA ínter FINÍTIMOS PRINCIPES BELLI FLAMMA
FELICITER EXTINCTA
HEROICIS FACTIS NOMINIS IMMORTALITATE PARTA
QVASI FASTIGIVM
TRANSALPINI8 IRRVPTIONIBVS QVA FÁCILES
PER RHAETIAM PATEBANT ADITVS
AVERTENDIS
MVNITISSIMAM ARCEM SCOPVLIS
FELICI CONATV IMPOSVIT
ANNO MDCVI
Confirman las palabras esculpidas documentos existentes en
«1 Archivo de Simancas (Estado. — Leg. 1. 293.) A saber: Caita
<iel Conde de Fuentes al Rey, fecha 6 de Mayo de 1604, expre-
sando:
< Para acabar de perficionar la fábrica del fuerte que se ha
hecho en el confín de Grisones serán menester 256 30.000 es-
cudos y ahora está en defensa de manera que 200 soldados que
tiene y 5 ^ ^ piezas de artillería no lo ganará toda Francia. He
puesto por cabo al capitán Gabriel de Mesqua, persona de quien
tengo satisfacción para todas las ocasiones que se pudieren ofre-
cer, y después de acabado y perficionado no será menester mas
gente sino proveerle de mas artillería y de algunos oficiales ma-
yores, conforme al sitio y á lo que pareciere mas conveniente,
como á su tiempo daré mas larga cuenta á V. M.; y ahora lleva
este despacho el Capitán Gamez, que se ha hallado á trabajar en
él con el Capitán Lechuga desde que se puso la primera piedra,
y lleva la planta y relación de todo aquel territorio.»
Consulta del Consejo de Estado.
«El Consejo ha olgado mucho de entender que el Conde ten-
DON PEDRO ENRÍQUEZ DE ACEVEDO. 151
ga ya en defensa el fuerte que ha hecho en los confines de Gri-
sones y que sea tal que con tan poco gasto con que hará en
acabarle, 256 30.000 escudos, y con el presidio de 200 soldados
con sus oficiales y artilleria, asegura que no le tomará toda Fran-
cia, como el dice, y se pueda sustentar con tan poca gente ha-
ciendo tan grandes efectos. Y parece que V. M. se sirva de agra-
decerle mucho el gran servicio que en hacer el fuerte y dispo-
nerle con tales calidades ha hecho, encargándole que le acabe y
provea de artilleria, vituallas y municiones.»
Carta del Conde de Fuentes al Rey, fecha en Milán á 16 de
Julio de 1604.
«Recibí la carta de V. M. de II del pasado en que me manda
que acabe de poner en perfección el fuerte que está á la fronte-
ra de Grisones y quedo con el cuidado que es razón de hacerlo
pues con esto y con los 200.000 escudos que V. M. dice que
mandará enviarme para que estén de respecto en este castillo
conforme á las necesidades, podrá la persona que me hubiere de
suceder, oponerse á cualquier ocasión que se ofrezca.»
A esta obra especial consagra el Sr. Giussani, con la compe-
tencia y predilección de ingeniero, once capítulos de su obra,
ocupándose de los Valtelinos, de los Grisones; historia de éstos,
su alianza con venecianos y franceses, correspondencia diplomá-
tica, emplazamiento, planos, construcción y vicisitudes de la for-
taleza, nómina y biografía de arquitectos y castellanos ó gober-
nadores, hasta la demolición de aquel padrastro por órdenes de
Napoleón I en 179^.
Consigna el investigador que la singular actividad del Conde
de Fuentes no le conquistó la admiración ni el afecto de sus sub-
ditos. Menudearon en la Corte las intrigas puestas en juego,
aunque sin éxito, para conseguir su relevo en el gobierno al aca-
bar cada trienio, que era el término ordinario de duración.
No menciona entre los datos, muchos honoríficos á su persona,
la acuñación en Milán de medalla con anverso y reverso iguales
ó parecidos á los de la grabada en Flandes en I595j diferen-
1
152 boletín de la real academia de la historia.
ciándose tan sólo en la leyenda, gobernator mediolani 1607.
Da en cambio á conocer el retrato al óleo, sacado, al parecer,
del original, que posee en la villa de Cólico el caballero Segis-
mundo Vitali y semblanzas varias (l), con observaciones muy
dignas de cuenta; la de que D. Pedro Enríquez de Acevédo fir-
maba todos sus actos de gobierno con el único título de Conde
de Fuentes, aun después de obtener el marquesado de Voghera
en premio de los servicios prestados en Italia (2); la de haber
gozado sueldo de lO.OOO escudos anuales, más 200 ducados al
mes con destino á gastos secretos, en tiempo de paz, y I.OOO es-
cudos, también mensuales, en el de guerra, añadiendo á los cua-
les la renta del feudo referido de Voghera, las de su patrimonio
y el de su mujer, debía componer considerable suma; sin em-
bargo, lejos de dejar al morir caudal de importancia, acompañó
al testamento nota larga de débitos, empezando por la de 22.000
escudos á la Hacienda real, con lo que se demuestra haber em-
pleado generosamente los ingresos, sin lujos ni despilfarros, que
austero fué en la vida como en la persona.
Complácese el Sr. Giussani en repetir, por estimarla de exac-
titud escrupulosa, la síntesis del historiador Giuseppe Rovelli:
«Mantuvo el Conde hasta el fin de sus días el crédito de hom-
bre justo, como de consumada experiencia, atendiendo á los in-
tereses del Rey con tal dignidad y grandeza que superó á sus
antecesores.»
Por lo indicado, así como por la galantería del Sr. Giussani
de remitir á esta Academia ejemplar dedicado de su notable li-
bro, es, á mi juicio, acreedor á la gratitud del Cuerpo y á su
más distinguida consideración.
Cesáreo Fernández Duro.
(i) En su número la escrita por Pietro Vervi en la Sioria di Milano ,
Capolago, 1837.
(2) Se le confirió en 19 de Agosto de 1607, según despacho del Duque
de Lerma.
ANCLAi DB tyOUO HALLADAS KM BL PUBKfO DS ^ALOS. 1$^
IV
ANCLAS DE PLOMO HALLADAS EN AGUAS DEL CABO DE PALOS
Excmo. Sr. Director de la Real Academia de la Historia.
Cumpliendo el honroso encargo que con fecha 26 del pasado
mes hemos recibido de esa docta Corporación, que V. E. tan
dignamente preside, hemos procedido al examen de los objetos
antiguos extraídos en los trabajos que practica la Sociedad Es-
ponjera del Sur de España, los cuales consisten, aproximada-
mente, en unas treinta anclas de plomo de diferentes tamaños.
De todas ellas, las únicas que presentan inscripciones son las
que á continuación tratamos de describir.
Acerca de la procedencia de las expresadas anclas no nos
atrevemos á formular juicio definitivo, si bien nos inclinamos á
la creencia, que entendemos ratificará esa respetable Corpo-
ración, que tanto por la forma de los objetos de que se trata
cuanto por las inscripciones que pueden apreciarse en el dibujo
que se acompaña (l), en uno de cuyos dientes (Bb) se ofrece la
particularidad de la ^ invertida, así como por el uso de la C y
formas redondeadas de la S, puede estimarse que se trata de una
ancla correspondiente á la época del Griego Oriental. Como afir-
mación de esta creencia podemos referirnos á la lápida bizantina
existente en el Museo de la Sociedad Económica de esta ciudad,
la cual presenta caracteres de análoga forma á los indicados, y
cuya procedencia está perfectamente comprobada. La longitud,
como se manifiesta en el dibujo, es de 1,60 m., y el peso de
196 kg. El tamaño ,de las letras mayores de 0,09 y las menores
de 0,05* Hemos procurado reconstruir las letras que aparecen
claramente visibles, señalando con puntos las que creemos co-
rresponden á la palabra inscrita. En el segundo diente del an-
cla A (d)^ aparece un espacio entre la I y C que no deja señal
(i) Véase este dibujo en la pág. 157 del presente cuaderno.
TOMO XLVUX. II
154 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DB LA RISTORÍA.
alguna, el cual puede apreciarse en la fotografía señalada con
la letra A (l). Respecto á la inscripción primera, que aparece en
la fotografía letra B, donde representa la otra cara de la misma
ancla, dejamos expuesta nuestra opinión al apreciar la D griega
invertida y otras letras que la distinguen.
El ancla segunda de las fotografías indicadas representa la ma-
yor de todas las encontradas, la cual tiene una longitud de
2, 1 6 m., con peso de 712 km. Presenta los dientes encor-
vados, y la mayor curvatura que se observa en uno de ellos,
estimamos que debe ser un accidente ocurrido por el uso, como
parece corroborar la deformación del cubo. En su base (fotogra-
fía letra A) presenta el ancla de que nos ocupamos dos inscrip-
ciones sobre un resalto; una de ellas, la de la izquierda, que la
fotografía permite leer, y la otra por completo borrada. Estas
letras están rehundidas, y las del ancla anterior son en relieve,
así como también las de la tercera, que es la segunda que ñgura
en la fotografía C. Ésta solo presenta la inscripción que aparece
en el dibujo. Las dimensiones de esta ancla son: longitud 1,90 m.,
y peso 450 kg.
La tercera ancla de la fotografía C presenta junto al cubo
una M en extremo borrosa, y en la otra uña ó diente una marca
ó signo que parece un pez.
Como dato, cuyo conocimiento estimamos conveniente para
esa respetable Academia, enviamos á V. E. dos calcos ó im-
prontas á los dos dientes ó uñas del ancla griega.
Entre los objetos encontrados que pueden tener alguna rela-
tiva importancia para el estudio histórico, hemos tenido ocasión
de ver una ánfora de barro ordinario sin inscripción alguna, for-
ma corriente y en perfecto estado de conservación.
Tenemos noticias, por el señor Director, en esta de la Socie-
dad antes nombrada de haberse encontrado algunos lingotes 6
barras de plomo, que no hemos podido examinar.
De una de ellas, según nuestras investigaciones, adquirió su
posesión el Sr. Enthoren, de ciudadanía inglesa, avecindado en
(i) Véase en la pág. 157.
nrocRi'pciONBs griegas, latinas y hebreas. 155
esta ciudad, el cual nos expuso la imposibilidad de presentár-
nosla por haberse remitido al Museo de Londres. Según nos
manifiesta el señor Director de la Sociedad á que venimos refi-
riéndonos, en los trabajos que hasta el presente llevan realizados
no han encontrado plancha alguna de plata.
Es verdaderamente lamentable que la posesión de estos obje-
tos vengan, en la mayoría de los casos, á ser de personas extra-
ñas á nuestra nacionalidad, sirviendo para enriquecer las colec-
ciones de los Museos extranjeros, más celosos ó con mejores
medios que nosotros para conseguir la adquisición de aquéllos.
Creemos deber consignar que para conseguir las fotografías
que acompañamos hemos solicitado y obtenido el concurso del
joven Ingeniero de Minas D. Bernardino Rolandi y Pera, cuya
cooperación entusiasta por esta clase de investigaciones nos ha
permitido utilizarla en el presente caso.
Sería para nosotros motivo de satisfacción verdadera si el in-
forme consignado llenara el deseo de esa Real Academia, á la
cual nos complacemos en ofrecer nuestro modesto y decidido
concurso.
Cartagena, 25 de Noviembre de 1905.
Ramón Laymond,
Correspondiente de la Real Academia de la Historia.
Diego Jiménez de Cisneros y HervAs (i).
V
INSCRIPCIONES GRIEGAS, LATINAS Y HEBREAS
Litoral del cabo de Palos.
Las treinta anclas de plomo, que los buzos de la Sociedad
Esponjera del Sur de España han descubierto y extraído en
aguas del cabo de PaloSy se recomiendan á la atención y estudio
(i) Fué nombrado Correspondiente de la Academia en la sesión del
33 de Diciembre de i^$,—Nota de la R.
156 boletín de la real academia de la mSTOBU.
de nuestra Academia, en primer lugar por los epígrafes, que
algunas contienen, y todas ellas por su material y figura.
Anclas de plomo usaban los fenicios, que atraídos por la fama
de nuestras minas de plata, cuya formación se atribuía á la con-
flagración de los Pirineos, y de sus ramales á lo largo de la Pe-
nínsula ibérica, vinieron á fundar colonias ó factorías de comer-
cio, en nuestros principales puertos del Mediterráneo, y más
allá de las columnas de su Melkart^ ó Hércules de Tiro. Según lo
refiere Diodoro Sículo (l), los primeros navegantes fenicios que
vinieron á nuestra región, reemplazaron el plomo de sus anclas
por la plata que á manos llenas les daban los iberos á trueque
de baratijas (2). Más tarde al plomo, para labrar las anclas, sus-
tituyó el hierro, como aquel metal había sustituido á la piedra*
Toda la costa del golfo de Alicante, desde el cabo de Palos has-
ta el desagüe del río Segura, estuvo poblada de colonias feni-
cias, conforme lo atestigua Avieno (3); y así no se hace extraño
el hallar en estos parajes, aun en tiempo de los tres primeros
siglos de la dominación romana, semejantes anclas de plomo.
Pasan de cuatrocientas, según es pública voz y fama, las que en
el litoral de donde salieron las treinta, han indicado los buzos
de la Sociedad Esponjera. Bueno sería recogerlas; porque ade-
más del lucro que su material puede reportar, no serían indife-
rentes á un adelanto, por cierto muy considerable, de la ciencia
histórica.
Casi todas las anclas, que se han extraído del litoral del cabo
de Palos, dejan de arquear sus brazos, sino es muy ligeramente,
al uno y al otro lado del cubo ó cuello, vaciado en figura cua-
drang^lar, por donde pasaba la vara de suspensión, que debía
rematar por ambos extremos en sendas argollas del mismo, ó de
otro metal más resistente. El ancla de esta procedencia, que ha
venido á nuestro Museo, regalada por los Condes de Romano-
(1) Libro V, tomo i, pág. 358, edición Didot, pág. 358. París, 1877.
(2) ... exxáircetv tÓv ev t«T? áptúpaií (jk^u^ov, xotí ex toO «py^pou tt)v ex ToO
fioX¿^ou xpetav aXXáieaOai.
(3) Ora marítima^ 452-460.
Ancoras de plomo, híllaoas en aqu*s del cabo oe palos
INSCRIPCIONES GRIEGAS, LATINAS Y HEBREAS.
»57
nes y de Mejorada (l), me ha permitido examinar de cerca la
forma de lo9 brazos, parecida á la de dos picos, desmochados
por la punta y opuestos por la base, contraponiéndose en orden
inverso la curvatura. A esta clase pertenece el ancla primera
del cuadro C, en la adjunta lámina fototípica:
Esta lámina reúne en tres Cuadros, superior (A), medio (B), é
inferior (C), las tres fotografías que han enviado á nuestra Aca-
demia sus Correspondientes los señores Laymond y Jiménez, y
á las que se remiten en su luminoso Informe (2).
Examinaré las inscripciones griegas y latinas, de las que han
dado cuenta, no sin tener presentes los calcos y dibujos que
asimismo les debemos.
1, 2. Inscripciones griegas. Hállanse en las dos caras latera-
les opuestas del ancla (cuadro A, I.*, cuadro B, I.*), que mide
1,60 m. de largo y pesa 196 kilogramos.
El dibujo que han hecho de ellas loa Sres. Laymond y Jimé-;
nez, es el siguiente:
a^
11 YCICAC
I C CO SA
Los dibujantes, no acertando á comprender el significado de
estas inscripciones, ni el valor de dos de sus letras (S y C) grie-
gas, que presumen sean latinas, incurren en leves defectos de
transcripción, 6, mejor dicho, de tentativas de suplementos eñ ej
brazo segundo (b) de la inscripción 1, y en el primero (b) de la
inscripción 2. Una y. otra son anteriores á la era cristiana, y no
(1) Mide 1,25 m. de longitud y pesa 125 kilos. Carece de inscripción.
(2) Es el IV del presente cuaderno del Boletín, pág. 1 54.
158 BOLRTÍM DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
debe equipararse su trazado con el de la inscripción cristiano-
bizantina del siglo VI, por ellos citada, donde algunas letras la-
tinas, como la R, usurpan el lugar de las griegas. La C, tan re-
petida en estos dos epígrafes del ancla, es la sigma lunar 6 cur-
siva, que estuvo en uso tres siglo» antes de Jesucristo, primero
en los metales y luego en las piedras, como lo ha demostrado
Augusto Boeck (i). La S de estas inscripciones no es la latina,
sino la K (zeta) griega, que del tipo cursivo de la mayúscula Z^
pasó al de la minúscula que hoy retiene. Tanto éstas, como las
demás letras, pueden llevarse, en atención á su forma, al si-
glo m antes de la Era cristiana, mayormente si se considera que
la O se emplea indistintamente, con exclusión de la ómega, como
vocal ya breve, ya larga. Examinando el calco, advierto que el
claro que señalan los dibujantes en el brazo b de la inscripción 1,
se completa por los trazos de una pequeña O entre la I y la C;
y que en el remate del mismo brazo quedan después de la S
seguros indicios de la desinencia ON. Por último, debo notar
que la letra final del primer vocablo en la inscripción 2, no es E,
sino H.
Leo, pues, y traduzco:
Júpiter Casio (es el) que salva.
Venus (es la) que salva.
Júpiter Casio poseía un templo en la ciudad de Casiope de la
isla de Corfú, celebérrimo en todo el Mediterráneo (2). Esto no
basta para decidir que el ancla sagrada (tsp*) donde está su ins-
cripción, perteneciera á un buque de aquella isla del Adriático,
que echase mano de este último recurso para no ser arrastrado
por la tormenta é irse á pique junto al cabo de Palps. No rara
vez el sobrenombre de Júpiter se tomaba del lugar, más ó me-
nos célebre, dedicado á su culto y gloria; y así vemos que en
(i) Corpus inscripiionum graecarum^ tomo 1, pág. 88. Berlín, i8a8.
(2) Mommsen, Corpus inscripHonum lahnarum, vol. lu, números 576
7 577.
INSCRIPCIONES GRIEGAS, LATINAS Y HEBREAS. 1 59
España era llamado (l) Ládica^ Anderón^ Candiedón y Canda-
mio> Á partir de Portvendres (Portus Veneris), al otro lado del
Pirineo, en el Rosellón, con rumbo á Gibraltar y al cabo de
San Vicente, los antiguos nombres de promontorios bañados
por el mar, recuerdan el culto que allí recibían Venus y Júpiter:
Promontorium tentpli Veneris (cabo de Creus); Mons Jovis (Mont-
grí, cerca del Ter, y Monjuí, de Barcelona); 'AopoBfxT); Upov (Al-
menara, cerca de Sagunto); Fanutn Veneris ac Veneris jugum
{cabo de Gata?); Veneri marinae consecrata ínsula (Algeciras?);
To Tf¡; <I>w<j^ópoy tep¿v (San Lúcar de Barrameda). Ni hay que echar
en olvido que Avieno, recorriendo la costa desde el cabo de San
Vicente hasta la boca del Guadiana, señala en las inmediaciones
de la ciudad de Faro, 6 de Ossonoba^ no solamente la isla de
Caes (Cariare) y sino también el monte Casio, feraz de estaño,
donde dice (2) que los griegos aprendieron á nombrar, como lo
nombran este metal: « Cassius inde mons tumet; et graia ab ipso
lingua cassiterum prius stannum vocavit.» Y á la verdad que no
se engañó Avieno colocando aquí una región minera de estaño;
lo prueba un texto de Almakkarí (3) que nos ha citado nuestro
sabio compañero D. Francisco Fernández y González (4): «Y en
Oxosonoba hay una mina de estaño, que no tiene semejante en
superior calidad, el cual parece plata. >
• El ancla en cuestión, con sus inscripciones griegas, quizá pro-
venga de Faro, donde se ha descubierto una lápida consagrada
á Júpiter (5). Ni deja de ser notable, á cuenta de esta hipótesis,
que las monedas autónomas de Ossonoba ostentan como emble-
ma típico de su industria y comercio marítimo, por una parte,
un buque bogando á toda vela, y por otra, dos peces (6).
3-5. Inscripciones latinas.
(i) Hübner, números 2525, 2598, 2599, 2695.
(2) Or, tnarity 259-261.
(3) Tomo I, pág. 91 del texto arábigo, edición de Lcyde, 1855-1860.
#
(5) Hübner, núm. 8. — Indicio del idioma griego que se hablaba en esta
región del Algarbe, es una lápida de Tavira (Hübner, 5171).
(6) HObn^Tf Afanumenta linguae idericae^ núm, iSi.
ibO BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
3. En el ancla (cuadro A, 2.*, cuadro B, 2.*) enorme, que
pesa 712 kilos y mide 2,16 m. de largo. En la base (cuadro B,.
2.*) hacia el extremo del brazo del ancla, á mano izquierda del
espectador, aparece clarísima la estampilla del fabricante (i).
L-V'LVPo o
L{ucio) V{alerto) Lupo
El tipo de la L, parecido al de la minúscula griega, es arcaico.
La figura del ancla romana que sigue á la inscripción, confirma
las reflexiones que han emitido los Sres. Laymond y Jiménez,,
haciéndose cargo del quebrantamiento que uno de los brazos
sufrió por causa de algún accidente.
4, Ancla (cuadro C, 2.*) que mide 1,90 m., y pesa 450 kilos.
. . . . AGBILI
5. Ancla (cuadro C, 3.*) de mayor extensión y menor altu-
ra que la precedente. En el brazo segundo está, si mal no veo,
completa la inscripción 4^ dificultando su lectura la cuerda que
le da sombra. En el otro brazo está el cognombre del fabri-
cante.
L • AGEILI • L • L • M AXSVMI
L{ucii) Ageilr\í)t L{uc¿t) l{iberti\ Maxsumi
De Lucio Ageilio Máxumo, liberto de Lucio.
Afines á este nombre del fabricante del ancla, son los que ea
otros parajes constan: L{uciiis) Acilius Maximus en Sagunto
(i) En el otro brazo, á juicio de los Sres. Laymond y Jiménez, está,
«por completo borrada» la inscripción, que opino fuese repetición de la
precedente. La fotograíía permite ver en este segundo brazo una contra-
marca, formada por un harpón de tres dientes con largo mango*
INSCRIPCIONBS GRIEGAS, LATINAS Y HEBREAS. l6l
(Hübner, 3966); L{ucius) Agilius S{exti) f{ilius) Donatus en
Mérida (526); Q{jiintus) Ag'Ueius Donatus en Mallorca (3670).
Producto de la industria minera de Cartagena, estas marcas
latinas de elaboración de objetos de plomo aumentan el número,
ya considerable, de las que ha dejado reseñadas Hübner, proce-
dentes de la misma localidad, anteriores á la Era cristiana, y
manifestativas de que este ramo de industria, desde remotísimo
tiempo, hasta el de Augusto, estaba confiado á personas 6 em-
presas particulares (l).
Estas anclas, tragadas por el mar en el litoral del cabo de
Palos, con ser tantas en número, pues llegan, según se dice, á
cuatrocientas, y tan raras 6 curiosas por ser de plomo, y al-
gunas halladas á 20 brazas de profundidad, representan un mo-
vimiento inmenso, comercial é industrial, que Estrabón, citando
á Polibio, y por su propia cuenta (2), describe con harta parsi-
monia. Era Cartagena el emporio principal de la costa ibérica
sobre el Mediterráneo; y de las dos mayores fuentes de su ri-
queza regional, conviene á saber, la pesca del escombro 6 caba-
lla, y las minas de galena argentífera y de sulfuro de plomo, dos
islas tomaron nombre: la que primero se llamó de Hércules
y después Scombraria^ y la que los romanos llamaron Plumba-
rüiy que opino debe reducirse á la Grosa, enfrente del Mar Me-
nor,* así como aquélla á la Escombrera (3). Y con efecto, si se
examina bien el texto de Estrabón y se compara con los de
Avieno y del Edrísí (4), no podremos alejar la isla Plumbaria
del Mar Menor, ni colocar esta isla, ni la Planesia^ como algu-
(i) «Titules apparet omnes esse aut liberae rei publicae, aut aetatis
Augustae ineuntis. Docent metalla plumbi usque ad illam aetatem priva-
torum íuisse». Hübner, C. I. L., vol. 11, pág. i.ooi. Compárense los suple-
mentos del mismo autor en los volúmenes viii y ix de la Ephttiuris efi-
_grapkica (BeTlin^ 1897 y 1903).
(3) Libro m, cap. n, 10; cap. iv, 6.
(3) nXflcvTjOtav xai nXou[Xfiap:xv xai XtfJivoOáXaTTav 6;u6px6i[iíy7]v, tyiouaav £v
aúxXu) oxaBiou; TSTpoaoaíouj ■ eí6* f) toO 'HpoxX^ou; v^ao; 1¡hr\ :tpó¿ K«p/^T]Sovi 9{v
TLokoQ^i Sxop.^pap{ay. iii, iv, 6.
(4) Doíy, Description de VAfriqtu ei de VEspagne. Edrisi^ texto árabe,
páginas 193 y 194. Leyde, 1866.
102 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
nos autores lo han pretendido, cerca de Denia. Estrabón, des^
pues de haber dado una ojeada a! trayecto marítimo que separa
Cartagena de la boca del Júcar, vuelve atrás para deslindar en
particular algunos puntos notables de aquel trayecto. De Orien-
te á Occidente ve tres pequeñas ciudades, escalonadas desde-
aquel río hasta el cabo de Benidorm, entre las cuales sobresalía
Denia, colonizadas y poseídas por los griegos focenses de Mar-
sella. Al decir Elstrabón que Denia tenía cerca de sí minas de
buen hierro nativo, no entiende hablar de cercanía absoluta, sincv
relativa 6 proporcionable al trayecto marítimo de la ciudad de
Diana á Cartagena. Aquellas minas de hierro pertenecían al
promontorio, que denominó Pomponio Mela Ferraría^ y que se-
gún este autor dividía el seno Ilicitano del Sucronense. Es el
cabo de la Nao; desde el cual se dirige el pensamiento del cos-
mógrafo griego á señalar tres puntos de observación en el golfo.
Ilicitano ó de Alicante, antes de doblar el cabo de Palos y de-
tocar en la isla Escombrera. El primer punto es la isla Planesia^
es decir, la Plana 6 Tabarca, que Edrisí coloca enfrente de
Santa Pola, arabizando el nombre que Estrabón le atribuye (l).
El segundo punto es la Plumbaria^ reducible sin duda á la
MuXü^$av« de Hecateo. El tercero el Mar Menor, cuyo nombre
latino (Palus) transforma Edrisí en iA'v» Y ^^^ permanece
en el actual del cabo de Palos (2). Para Estrabón esta gran la-
guna, ó albufera (Xt[ivo6áXaxia) formada por el mar, era de tanta
extensión, que no cumple buscar otra, sino es el Mar Menor,,
que satisfaga al ñrme y verídico trazado del gran geógrafo. Allí,,
la estación naval, que conserva su nombre latino, ó fondeadero-
del Estasio (Statio) da razón de cómo la isla Plumbaria pue-
de y debe deducirse á la Grosa (3), relacionándose con el nue-
vo argumento, que suministran tantas anclas de plomo, en aquel
mismo litoral descubiertas. No de otro modo que la de Es-
(i) nXflEVT|aí« = X^uljl (Ablaneza).
(2) Compárense el catalán /a/x y el castellano balsa.
(3) Véase Madoz, Diccionario geográñco-estadístico-histórico, artículo
Mar Menor,
INSCRIPCIONES GRIEGAS, LATINAS Y HEBREAS 1 63
trabón procede, si bien se mira, la descripción de Avieno (l):
Sinuque in ipso surgit altis moenibus
Urbs Massiena (2). Post, iugum Tráete (3) eminet,
Brevisque iuxta Strongyle stat Ínsula (4).
Dehinc, in'huiuís insulae confiniis
Immensa tergum latera diíundit palus.
Réstame añadir que el provecho científico sería mucho ma-
yor si la Sociedad Esponjera se prestase á revéi^rlos sitios exac-
tos del litoral del cabo de Palos en que las anclas han parecido»
Si á ello no accede, respetaremos la razón del interés comercial
que le asiste; pero, tarde ó temprano, para ^rdades el tiempo»
Mahón.
La inscripción fragmentaría hebrea de esta ciudad, de la qué
hice mérito (5) y presento en lámina fototípica, me ha venido
representada en fotografía y en excelente calco (6) por el actual
poseedor del mármol original que la contiene, D. Francisco An-
dreu; el cual lo adquirió de la colección epigráfica mahonesa,
que habían formado en la segunda mitad del Siglo xviii y en la
primera del xix los célebres ariqueólogos D. Juan Ramls y Ra-
mis y .su hermano D. Antonio. En la colección paleográfica, que
cité, del señor Paluzie y Cantalozella, publicada por D. Ma-
nuel de Bofarull, está (pág. 1 19) el diseño de esta lápida maho-
nesa; pero con haber transcurrido ya casi medio siglo después
(i) Ora marit, 453-455-
(3) Cartagena. Compárese la descripción que hicieron de esta ciudad
Estrabón y Polibio, incluyendo á Pormán (^Portas magnus), ^^^j» del
Edrisí.
(3) Cerros que se extienden desde la Escombrera hasta el cabo de Palos.
(4) Isla Grosa.
(5) BoLBTÍN, tomo xLvn, pág. 474.
(6) Á petición del sabio orientalista D. Antonio Vives y Escudero,
Académico de numera
1 64 BOLBTÍH DE LA REAL ACADEIOA DE LA HISTORIA.
de SU publicación, nadie, que yo sepa, ha procedido á traducirla,
ni á fijar con precisión su lectura.
Blanco y fino es el mármol de este fragmento, que mide
39 cm. de ancho por 29 de alto; pudiéndose calcular que la parte,
ó fragmento inferior, que lo completaba, y cuyo paradero se
ignora, tendría las mismas dimensiones; y que la anchura y la
altura de todo el monumento guardaban la proporción de 39 á 58,
ó de 2 á 3; y que, de los doce renglones que componían proba-
blemente la inscripción entera, han desaparecido los seis pos-
treros.
Este mármol epigráfico dicen que se halló en las afueras de la
ciudad, donde se presume que estuvo el antiguo cementerio he-
breo, hacia la parte septentrional de la bahía que llaman Escui
de Sant Antón (escollo de San Antonio), enfrente de la isleta
del Hospital militar, notabilísima por haberse encontrado en ella
un soberbio mosaico de época romana, cuyo diseño salió á luz
al pie del tomo xiii de nuestro Boletín. Parecido al de Ha'm-
mam-Lif (i), este mosaico recuerda, por ventura, la situación
de la magnífica sinagoga del siglo iv, que destruyó el obispo de
Ciudadela, Severo (2). En 17 de Enero de 1 286, el rey D. Al-
fonso II de Aragón, conquistador de la isla, arribó con su arma-
da á la isleta del Hospital, que por esto, hasta el siglo xvm, se
llamó del Rey. Favorecido por los judíos de la alquería, que hoy
llaman de San Antonio, tomó allí tierra el monarca con su ejér-
cito. Vencidos los moros, se replegaron al castillo de Monjuich
(mons fudaicusjy hasta que, al fin, se rindieron, y toda la isla que*
dó por los cristianos (3). Poco tiempo la retuvo en su poder Al*
fonso II, porque murió en la noche del 17 al 18 de Junio de
1 291. Su hermano y sucesor, D. Jaime II de Aragón, la cedió,
(i) Schwab, Rappori sur les inscriptions hébraXques de la Francey pági-
na 48.
(2) Mignc, Pairologia latina^ tomo xx, col. 737. París, 1845.
(3) Véase el Resumen topográfico ¿ historia de Menorca (páginas 87 y
88), escrito por el primer poseedor de la lápida, D. Juan Ramis y Ramis.
Esta obra inédita, original del autor y firmada por él en 2 de Abril de
1787, existe manuscrita en la biblioteca de la Academia, con la signatu-
ra ¿"55.
IMSCRIPCIOKES GRIEGAS, LATINAS Y HEBREAS. 1 65
por mediación de Bonifacio VIII, á D. Jaime II de Mallorca; el
cual, en la carta-puebla de fueros y franquezas de Menorca, que
otorgó en 22 de Agosto de 130 1, hace expresa mención de los
judíos y mudejares, tan arraigados. en Mahón, que fué menester
reducir el exorbitante interés, que á título de usura, habían has-
ta entonces cobrado (l). Según este fuero, el interés no podía
exceder del 5 por ICO al año, ni crecer hasta el punto de igua-
larse con el tanto de la suma prestada, so pena de que el acu-
mulador (additor)^ 6 prestamista á interés compuesto, estuviese
obligado á la restitución del capital y nó tuviese acción sobre
las prendas ó fianzas, ni sobre los fiadores. Declaraba además
esta c^rtsi'puébl^ ^ Jrancos 6 ingenuos á los cristianos moradores
de la isla; por donde se puede argüir que semejante condición
se haría extensiva á determinado número de hebreos de catego-
ría sobresaliente por su riqueza, ó nobleza, ó servicios prestados
á la Corona. La distinción de judíos francos y no francos en las
islas de Menorca é Ibiza, subsistió hasta el 23 de Agosto de
13191 en que á todos, sin excepción, fué comunicado tan precio-
so privilegio, que los equiparaba á los ciudadanos honrados, se-
gún aparece de un diploma del rey D. Sancho I publicado en
nuestro Boletín (2). De aquí pudo provenir el apellido Franco,
propio de una familia hebrea de Mahón; no siendo preciso, de
consiguiente, achacarlo á origen de nacionalidad francesa.
La inscripción que examinamos, atendido su carácter paleo-
gráfico, pertenece, como la de Agramunt (3), á los primeros
años de la dominación cristiana en Menorca.
(i) <Item concedimus vobis et vestris, et perpetuo statuimus quod
iudei et sarraceni non accipiant pro usuris nisi quatuor denarios in mense
de viginti solidis, licet alia pacta íuerint inter eos; et ex quo usura equi-
párala íuerit sorti, quod nullatenus inde constent, immo soluta sorte et
usura aequiparata eidem sorti, teneatur additor intra restitutionem, et
pignora et fideiussores absolvere.» Villanueva, Viaje literario , tomo xxi,
pág. 211. Madrid, 1851.
(2) Tomo XXXVI, páginas 136 y 137. :
(3) Tomo xLvn, pág. 239.
1 66 BOLVTÍM DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTOUA
'S:íq n-nip riajfo *»
pi:n lüKn iNnpn ?
6
7-1*
Estela del túmulo sepulcral de (Su) Excelencia, el poderoso jefe, el in-
teligente y elevado secuaz de justicia y misericordia, el honrado Rabí
Judá, hijo del honrado Rabí Moisés Franco, descanse en el Edén...
Seguían las indicaciones del día, mes y año de la deíundón, y
las fórmulas rituales, cuyos ejemplos abundan en ios epitafios
hebreos de Gerona, Barcelona, León, Toledo y Sevilla.
El proverbio de Salomón, aplicado á nuestro Judá (l), mani-
fiesta que la edad de este procer hebreo pasó de treinta años, y
fué probablemente avanzada.
La mano,, que cinceló este epígrafe mahonés, era menos docta
que artística. La distinción entre el resh y el dáleth^ á duras pe-
nas le preocupa; nada le importa mudar en áleph la primera he
de Yehudáh; y de tal manera varía el trazado del mem^ en el
principio del renglón 4.*^, y en el comienzo y remate del 2»**, que
en este remate parece confundirlo con el teth.
Para explicar los dos primeros vocablos del renglón 3.®, único
paso controvertible de toda la inscripción, consulté á Mr. Schwab,
cuyo sentir (2) tengo por el mejor, y en la traducción he pro-
puesto. Sin embargo, debo advertir que el primer vocablo
(i) *Qui sequitur iustitiam et misericordia m, inveniet vitam, iustitiam
et gloriam.» Prov., xxi, 21.
(2) «En tete de la 3* ligne le mot MO\X2 n'est pas douteux, c'est che/
(en ture), et el grand Rabbin des Juifs du rite portugais dans toute la Tur-
quie est Haham Baschú Le premier mot est plus douteux, á condition
d'étre indulgent pour la double faute d'orthographe; c'est rarat)e •LS'I
(tres grand), superlatit de kabir^ "^-^^ij en hébreu.»
INSCRIPCIONES GRIEGAS, LATINAS Y HEBREAS. 1 67
(iNlpn) puede leerse T^lpn» según lo demuestra el vocablo
último del renglón siguiente, y equipararse á ^2^ (kabedy an-
ciano, rico, noble, prepotente) 6 á t2oj (nicbady honorable^
ilustre). La sígniñcación, resultante de esta ó de aquella lectura>
poco varía.
No debe parecer extraño el empleo de una palabra turca para
denotar la dignidad, 6 categoría, de un hebreo fallecido en Me-
norca, que pudo arribar á esta isla viniendo de Esmirna, 6 de
otra ciudad del Asia Menor, que poseían entonces los otomanos»
Palma de Mallorca.
De varías inscripciones hebreas, existentes en esta ciudad^
consta por el tomo ix del Boletín, pág. 2g6 (l)} y por el
tomo XXII del Viaje literario de Villanueva, págs. 249 y 250. He
pedido y aguardo para su publicación ejemplares fotográácos»
Villanueva escribió:
cEn la sacristía de la catedral se conservan dos cetros de pla-
ta, ó bordones de los que usan los sochantres y capas en el coro,,
de bastante antigüedad, que me parece alcanzará al siglo xiv.
Rematan en pirámide, y en sus lados y cuellos se hallan las le*
tras hebreas, que quiero copiar aquí:
/ En una parte \
1 ( m5fo
En la segunda CJOin
En el cueUo '^^r\^ nDaD2
i*i
(i) cLápida de metro y medio de largo, que extraída del abrevadera
de Itria al norte de la ciudad donde se hallaba y procedente al parecer
de un cementerio judío contiguo á la puerta Pintada, que es la antigua
Beh^Alcafoly se conserva, cuidadosamente recogida por la Comisión de
Monumentos en el Museo arqueológico de la provincia. Las letras son al-
tas nueve centímetros. Dice así:
S^ Disn nwQ 'i
Rabí Moisés Jaquim, Su memoria sea en hendieión.^
1 68 BOLETÍN DB LA RBAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
2.**
I En la primera ]
En la segunda ]
En la tercera.
\ En el cuello y^saiQ pta
Acaso fué dádiva de algún judío convertido, de los muchos
que había en la famosa aljama que tenían en esta isla.»
Dádiva que hiciese á la catedral un hebreo converso, no fue-
ron seguramente estos dos cetros de plata, porque sirvieron
á la celebración del rito judaico en la sinagoga (l). Afortuna-
damente no se han perdido (2). El arte y la paleografía, indi-
cio serán del tiempo en que se labraron, y á cuál de las confis-
caciones (3), que la sinagoga de Palma hubo de sufrir, perte-
necen.
Madrid, 12 de^Enero de 1906.
Fidel Fita.
(i) Lo demuéstrala inscripción que campea en el cuello del primer
cetro, el cual, con el otro cetro ó varilla de plata, quizá se aparejó para
sostener el gran rollo hebraico de la Thordh ó de la Ley de Moisés.
(2) Lo sé por testimonio de personas que los han visto en la catedral
de Palma. Su estudio paleográñco, artístico é histórico, no se ha hecho
aún atentamente.
(3) La primera acaeció en 13 14. Véase el tomo xxxvi del Boletín, pá-
ginas 248-257.
VARIEDADES
EL MONJUl DE LA CIUDAD DE GERONA Y LA SINAGOGA
Y CONCEJO HEBREO DE CASTELLÓN DE AMPURIAS
ESCRITURAS DE LOS SIGLOS XIII, XIV Y XV
13 Junio 1207. Libro verde del Cabildo de la catedral de Gerona, folios
149 y 150-
Quoniam tam sacre leges quam sacri cañones permutationes,
que ad utÜitatem ecclesie honeste et canonice cedunt, fieri per-
mittunt; idcirco: Ego, Arnaldus, dei gratia Episcopus, consilio et
assensu totius Gerundensis capituli, ratione comutationis difñnio^
laudo, et concedo, et in presentí cum hac scriptura trado tibi,
bernardo de monte palatio archidiácono de angles, totas domos
¡Has cum orto et ferraginali quas, pro loco et dignitate tui archi-
diaconatus, habebas in monte judaico et Petrus carbonelli pro te
tenebat; hec inquam, supradícta tibi comutamus et in presentí
tibi tradimus ut ea habeas, teneas et possideas, non ratione dig-
nitatis sicut prius, set dominio proprietatis, ut scilicet tamquam
tuum alodium franchum possis illa venderé, obligare, et cuicum-
que viventi tam judeo scilicet quam christiano, vel cujuscumque
alterius conditionis sit, volueris, quocumque modo alienare. Af-
frontant autem ab oriente hec supradicta in ferriginali Petri de
monte judayco, sicut terminatum est, a meridie in torrente; ab
occidente in cimeterio quod est alodium hebreorum; a circio in alio
torrente. Sicut hiis IIIP*' aífrontationibus supradicta includuntur,
domus et ortus et arbores et ferriginale, et quidquid dictus Pe-
1 70 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
trus Carbonelli tenet et possidet pro predicta ecclesía, sic ea
tibi donamus, laudamus et concedimus sine aliquo retentu et
«nginio, renuntiantes omni actioni, privilegio et juri contra hanc
comutationem nobis competito. Hoc autem donum totum tibi
facimus, quia utile et honeste est nostre ecclesie, propter illud
alodium quod tu emistí a Raymundo eytnerico et ab uxore sua
Berengaria in parochia Sancti Martini de caciano, sicut resonat
in instrumento emptionis inter te emptorem et ipsos venditores
inde confecto. Quod instrumentum cum ipso alodio vice comu-
tationis predictorum, domino deo et ecclesie Gerundensi, et
nominatim et expresse archidiaconatui de Angles, ad quem
spectabant, sicut superíus dictum est, predictas domus, et ortus,
et arbores, et ferraginale, nobis tradidisti.
Et ego, bernardus de monte palatio archidiaconus de Angles,
recipiens predictam commutationem, propter utilitatem et me-
liorationem archidiaconatus de Angles, a te domino Arnaldo
Gerundensi Episcopo et universis ecclesie Gerundensis clericis,
dono, concedo laudo et in presenti trado predictum alodium,
quod est in parochia Sancti Martini de caciano, videlicet ipsam
mansatam quam predictus Raymundus eymericus et uxor sua
berengaria habebant cum predicta canónica in parochia (Sanc-
ti) Martini de caciano, cultum et heremum; et totum ipsum
honorem cultum et heremum, et ipsam vineam quam Johannes
de ¡psis paratis, homo dicte canonice, tenebat per eos, et donat
inde tascham et braciaticum et unum anserem; et etiam unum
campum terre, quem Petrus dalmatius, homo dicte canonice,
tenebat per eos, unde donat tascham et braciaticum. Hec om-
nia supradicta dono per franchum alodium domino deo et ge-
rundensi ecclesie, et expresse et nominatim archidiaconatui de
Angles, pro illis domibus et orto et ferraginali supradíctis. Quo-
rum commutationem ex proprieta te et dominio míchi facto, si-
cut melius illud emi a predictis venditoribus et illud habebam in
pace, sic dedi, concessi, laudavi per franchum alodium absque
omni retentu in perpetuum predicto archidiaconatui de Angles;
renuntians similiter omni juri scripto, quod contra hanc com-
mutationem michi vel alicui per me competeré posset.
BL MONJUÍ DB LA CIUDAD DB GERONA. I71
Actum est hoc Idus junii Anno domini Millesimo CC*^ Séptimo.
Ego Raymundus dei gratia Terrachonensis archiepíscopus
confirmo. — Arnaldus dei gratia Gerundensis episcopus.
Bernardus de montepalacio impuritanensis archilevita. — Deo-
datus bisillunensis Archilevita. — B(erengarius) de monte acu-
to. — Raymundus Gerundensis archilevita. — ^Arnallus presbiter. —
Berengarius de albuciano, judex ordinarius, silveque archidiaco-
nus. — Raymundus de monte rúbeo. — Petrusde caciano. — G. de
viilañova. — Ego Guillelmus de ficulneis subscribo. — (Signum)
Petri de Palatio. — Arnallus de fonte coperto presbiter et cano-
nicus. — (Signum) Guillelmi de Cartiliano. — Ego Cervianus sub-
scribo.— (Signum) Raymundi de Rechasen Gerundensis canoni-
ci. — Arnaldus de Caciano piesbiter et canonicus subscribo. —
Ego egidius presbiter et canonicus subscribo. — Ego Cervianus
subscribo. — Petrus de locustaria presbiter Sacrista secundus. —
Berengarius de Spaden. — Ego Berengarius presbiter subscri-
bo.— Signum bonardelli presbiteri. — Pontius de quarto presbi-
ter.— Ego gaufredus subscribo. — Guillelmus precentor. — Ala-
mandus de aqua viva Gerundensis Sacrista. — Signum Berenga-
rii de galliners. — Arbertus scriptis postremus scripsit in istis.
Signum Petri de Castilione, qui hoc scripsi cum litteris supra
scriptis in V linea , die et anno quo supra. — Bernardus stephani
levita et publicus scriptor Gerunde subscribo.
9 Julio 1 33 1. Archivo del Vicariato en la Curia episcopal de Gerona,
Libtr notularumt 2, folios 85 y 86.
Nos petrus dei gracia Episcopus Gerundensis (l):
Attendentes quod, propter scolam sive synagogam judeorum
ville Castilionis que non opere hominis sed casu fortuito ruit et
adkuc diruta existit^ concessimus aljame judeorum dicte ville
quod dictam scolam sive synagogam possent reficere et amplia-
(i) El Libernotitlarum registra esta escritura entre las del año 1321,
así como las demás del obispo Pedro de Rocabertí; el cual había sido
electo para esta dignidad en 14 de Octubre de 13 18.
173 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
re versus orientem et meridiem, quatenus patium etporticus scole
sive synagoge predicte protendebantury in qutbus orationes fiebant
per judeos^ et sic erant de coherentibus sive pertinentüs dicte
scole sive synagoge; et dictum patium sive solum versus orien-
tem, quod est juxta parietes hospiciorum bernardi mónerii et
bernardi jenerii, sit necesarium dictis judeis pro introitu dicte
scole; Recolentes eciam nos eisdem concessisse quod díctam
scolam exaltare in altum possent per sexaginta palmos catme
pannorum ville Castilionis (l) in altiori loco usque ad summita-
tem dicte scole, ex quibus verbis dubium oriebatur; Volentes de-
clarare dictum dubium et attendentes quod dictus introitus ver-
sus orientem est necessarius judeis predictis ad intrandum díc-
tam scolam, et inde exeundum; Ideo concedimus vobis Ifocko
salendini et Motneto astruch judeis ville Castilionis presentibus,
et nomine aljame ejusdem ville Castilionis et omnium judeorum
in ipsa villa nunc vel in futurum degentium recipientibus, in re-
compensacionem dicti patii sive emendam, quod versus oc-
cidentem possítis emere hospicia poncii avinent et uxoris petrí
castilionis quondam, contigua dicte scole, de quibus hospiciis
possitis augmentare in amplum dictam scolam per quindecim
palmos dicte canne^ computandos a pariste veteri dicte scole et
extra parietem versus occidentem, et residuum dictorum hos-
piciorum possitis retiñere ad recipiendas aquas scole et alias, et
ad curiam sive colloquium ibi faciendum, et quod possitis faceré
hostia ibi per que ad dictam Curiam sive patium intrare valeant
judei; et in dicto casu non possit dicta scola antiqua ampliari
versus orientem, nec spatium seu patium, quod ibi est, infra
scolam poni. ítem quod dictam scolam exaltare valeant dicti
judei in altum per omnes partes ejus per sexaginta palmos can-
ne pannorum ville Castilionis. Verum si dicta hospicia poncii
avinent et uxoris Petri Castilionis dicti judei comode habere non
possent titulo empcionis vel alio modo, volumus et concedimus
dictis judeis quod ipsi possint emere hospicia dictorum bernar-
(i) La cana de medir paños, contenia ocho palmos, y valía aproxima-
damente dos varas castellanas, ó i,66 m.
BL MONJUÍ DB LA CIUDAD DB QBROMA. 1 73
di monerit et bernardi jenerii que sunt versus orientem, et ibi
faceré curiam et introitus ad dictam scolam síve synagogam,
quam volumus posse pretendí versus orientem usque ad pañe-
tes inclusive dictorum hospiciorum bernardi monerii et bernardi
jenerii ita videlicet quod dicta scola non fíat amplior nec exten-
datur ultra dictum spacium sive patium, in quo judei quondam
consueverunt orare extra dictam scolam antiquam, proutde hoc
nobis extitit facta ñdes. In longitudine vero versus partem me-
ridionalem possitis eam faceré et construere usque ad viam pu^
blicam^ íta quod patium sive spacium quod ibi est, in quo nobis
constat quod consueverunt judei orare, possitis infra scolam
poneré supradictam, prout jam vobis per alias nostras litteras est
concessum.
In cujus rei testimonium mandavimus de hiis fieri publicum
instrumentum, ipsumque sigilli nostri pendentis munimine robo-
ran, Quod fuit actum Gerunde, VII idus julii Anno predicto;
presentibus testibus venerabili Guillelmo de Corneliano et be-
rengarío dominici elenco ecclesie Gerundensis. Factum est.
i.^ de Junio de 1406. La Reina de Araf^óo, doña María de Luna, manda
á Pedro Comte, administrador del condado de Ampurías, que renueve el
Concejo hebreo de Castellón. Archivo general de la Corona de Aragón,
registro 2.351, íol. iSo.
f La Reina,
Administrador: Nos, per certes causes assats raonables havem
deliberat mudar lo Regiment de la Aljama deis Juheus de Cas-
tello Dampuhes; e de fet per un any, qui comengara lo VIIP die
del present mes de Juny, lo havem ordonat en la forma conten-
guda en la cédula sepulta en la present.
Per queus manam tan expressament com podem que, tota
apellacio consultacio e contradictio apart posades, remogats lo
dit dia del dit Regiment tots aquells qui vuy hi son, e en lo loch
de aquells mettats los qui son nomenats en la cédula damunt
dita, e no altre qualsevol, go es, cascu en sou oífici, segons en
la dita cédula es amplament e distincta contengut, qualsevulla
174 BOLBTÍN DB LA REAL ACADBBnA DB LA HISTORU.
privileps o provisions en contrari fetes no contrastaius en algu-
na manera. En los altres empero officis en la deta cédula no
contenguts volem que los Secre taris per nos are ordonats hi
elegesquen aquells del consell, e de fora lo consell, quels paria
faedor; faent tambe en remoure los dios regidors com en cons-
trenyer aquells per nos are ordonats de acceptar los officis en la
dita cédula contenguts e de regirlos, segons se pertany, aquells
forts enantaments procehiments e constrenyments penáis que lo
negoci demane e requer, e vos conexerets esser expedient e
necessari. Car Nos, en e sobre les dites coses ab les dependents
e emergents daquelles, vos comanam nostras veus plenerament
ab la present.
Dada en Barchelona sots nostre Segell secret lo primer dia de
Juny de lany MCCCCVI.
Bernardus Michaelis. — Antonius valls; etc. pro (registrata). —
Facta in Concilio, pro (registrata). — Dirigitur Petro comitis, ad-
ministratori Comitatus impuriarum. >
La cédula inclusa en la de la Reina, decía:
«Consellers. De ma major: Samuel Issach, Perfet bonsenyor,
Abraham benvenist, Alatzar Issach, Zarch perfect. De ma mit~
¡ana: Issach rouhen, Issach mahiz, Salamo struch, Enoch adret.
De ma menor: Duran Jaco, Jucef aynay, Vidal Jucef.— Secreta-
rte: Athan Abraham, Jucef samucl, Bonseñor vidal. — Clavari:
Issach mahiz. — Oydors de oomptes: Issach rouhen, Struch
aynay (l). Duran Jaco. >
Madrid, 12 de Enero de 1906.
Fidel Fita.
(i) £1 apellido Aynay ^ que, según aparece de este instrumento, fué
propio de Jucef y de Struch, se hace conocer por su forma hebrea en el
epitaño de
(Rubén bar Aguinay), fallecido en Castellón de Ampurías, en el mes de
Ab del año 5103 de la Creación (23 Julio-a i Agosto de 1343).
NOTICIAS
En 28 de Enero ha fallecido en esta Corte el Excmo. Sr. D. José Gómez
de Arteche, Individuo de número de nuestra Academia desde el 12 de
Mayo de 1872. Había nacido en Carabanchel de Arriba el 13 de Marzo de
1821; ingresó quince años después en el Colegio de Artillería, y ascen-
diendo merecidamente hasta el grado de General de división, se distin-
guió por los servicios eminentes que rindió á la Patria española y por las
obras magistrales que ha dejado impresas, como la Historia del reinado
de Carlos /r(tres volúmenes); la miliiar de la guerra de la Independencia
(catorce volúmenes), etc., é inéditas como la Historia del reinado de J^er-
nandú VII, de la cual, ya terminada, sólo se imprimió el primer pliego
por fracaso del editor. No obstante su edad avanzada, no ha dado paz
jamás á la pluma, ni al afán de reunir y estudiar los documentos, que en
el ramo de historia, que cultivaba, le hacían llegar hasta el fondo de la
verdad, distinguir hasta los menores ápices sus relaciones, y exponerla
con discreción, solidez y lisura. Entre los muchos Informes^ por él escri-
tos, que han visto la luz en el Boletín académico, no podemos menos de
recordar el que se titula (i) Centenario del Marqués de la Romana, donde,
adhiriéndose al pensamiento que abrigan los dinamarqueses de celebrar
en 1908 el comportamiento heroico de aquel ilustre caudillo en Odensee,
capital de Fionia, escribió que «el que tiene dadas algunas noticias sobre
este hermoso asunto en su Discurso de recepción en esta Academia y en
la Historia de la guerra de la Independencia que está publicando, se ofrece
también á facilitar cuanto ha podido reunir».
Un Real decreto, en que expresa S. M. el Rey «el alto aprecio que le
merecen los eminentes servicios prestados á la Patria por el General de
división de la sección de reserva, D. José Gómez de Arteche y Mora de
Elexabeitia», dispuso que, no obstante la residencia en Madrid de Su Al-
teza Real el Infante D. Alfonso María, inmediato sucesor á la Corona, se
tributasen al cadáver de dicho General, el día en que se le dio sepultura^
los honores fúnebres que la Ordenanza señala para los de su empleo. En
la comitiva que lo acompañó hasta el cementerio de Nueitra Señora de
la Almudena, estuvo la Academia representada por su dignísimo Direc-
tor y por una Comisión de su seno, compuesta de los Sres. Rodríguez
Villa, Marqués de Laurencín, Vignau y Suárez Inclán.
( 1 1 TO01O xu, págiiMs 360-363. Año 1897.
176 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
En la sesión del 1 2 de Enero presentó á la Academia el Sr. Rodrigue
Villa un interesante tríptico de madera, propiedad de la Sra. Doña Sal-
vadora Pujadas y Sáenz de Navarrete, viuda de Cortés, para que la Cor-
poración lo examinase bajo sus tres aspectos, religioso, arqueológico é
histórico. Está bastante deteriorado y su dueña se propone restaurarlo
debidamente. Sus dimensiones son: alto 0,39 y largo 0,54. En la tabla del
centro está representada la Virgen con el Niño en sus brazos, vistiendo
aquélla túnica roja y manto azul. En la parte superior de cada una de las
tablas laterales hay una cartela de forma de escudo alemán con un casti-
llo en el centro. En la tabla lateral derecha de la Virgen se lee en carac-
teres góticos dorados la siguiente oración:
Aue, Virgo graciosa,
stella solé clarior,
Mater Dei gloriosa,
íauo mellis dulcior,
rubicunda plus quam rosa,
lilio candidior,
Omnis sanctus te honora',
Omnis virtus te decorat,
lesus Christus te coronat
in celis sublimior
all(elui)a.
£n la tabla lateral izquierda dice:
Ab Alexandro
papa sexto conce
ditur legentibus sequen
tem oracionem coram
imagine beate Maríe
in simul cum oracio
ne dominica et
salutacione ange
lica plenaria remi
ssio peccatorum.
Según piadosa tradición que de muy antiguo se conserva en la familia,
dícese que al entrar en Roma el ejército cesáreo en 1527 y entregarse al
saco de la ciudad eterna, tocóle á un capitán español llamado Sanz de
Berrozpe, de origen navarro, entrar en una casa principal. Salióle al en-
cuentro, afligido y desconsolado un respetable anciano, quien deshecho
en lágrimas le dijo que podía apoderarse de todo cuanto en su casa ha-
bía, pero que encarecidamente le rogaba y suplicaba respetase dos cosas:
la una su hija única en quien cifraba toda su felicidad; y la otra la imagen
de la Virgen conservada en el tríptico, que por ser recuerdo muy que-
rido de familia, tenía en gran veneración. Conmovieron al capitán nava-
rro las lágrimas del padre y de la hija; é impulsado por noble espíritu ca-
balleresco tan característico en nuestra raza y tan propio de aquellos
tiempos, prometió solemnemente respetar la divina imagen y la hija del
anciano, y tanto se prendó de la hermosura y virtudes de aquella noble
doncella, que vino andando el tiempo á casarse con ella y traer á su vuelta
á España aquel estimado tríptico, que desde entonces viene conservando
en su poder la familia de los Berrozpes de Tudela.
F. F.-A. íL V,
í
^
\
£1 Boletín de la Peal Academia de la Historia se publica todos
los mesed* en cuadernos de 8o ó más páginas^ con sus correspondientes
láminas, cuando el texto lo exige, formando cada año dos tomos con sos
|>ortadas é índices.
Las suscripciones dan principio en Enero y Juüo-de cada año.-
PRECIOS DE SUSCRIPaÓN
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— * . . Un año . . . . — 1^
Provincias. Un aflo — ao
Extranjero — 2a
Número suelto . — 3
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Tcnta en Madrid. Los pedidos para provincias y para el extranjero su-
frirán el recargo correspondiente de gastos de correo y de certiñcado.
.LiOB pedidos deben dirigirse al despaclio de libros
<ie la. Academia (León, 21) ó éi la Librería de M. MU-
RILLO, Aloaléi, 7, Madrid.
ADVERTENCIAS
Las obras de la Academia se venden en su despacho,
calle del León ,21.
Los Sres. Académicos honorarios y corresfíondíentes
podrán adquirirlas, por una sola vez, con rebaja de 40
por 1 00 en los precios, siempre que hagan pedido directo
con su firma.
A los libreros que tomen cualquier número de ejem-
plares se les hará una rebaja conveniente, según la cos-
tumbre recibida en el comercio de librería.
3 |a.^^ ,
3.1
. ' U • L
REAL ACADEMIA DÉ LA HISTORIA
\
TOMO XLVIII— CUADKRNO IH
MARZO, 1906
k
MADRID
ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE FORTANET
IMrRKSOft DK LA REAL ACADEMIA DE LA HISTOEIA
Libertad, 19. — Teléfono 991.
1906
SUMARIO DE ESTE CUADERNO
Págs.
Homenaje postumo á la Duquesa de Villahermosa. — EJ Marqués de
Laurencio 177
Informes:
I. Correspondencia de la Infanta Archiduquesa Dona Isabel
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma (Desde
Flandes, años de is^í? d lóoy y oirás cartas posteriores sin
/¿r/f¿z.J— Continuación. — A. Rodríguez Villa .* . 185
11. Relaciones entre España y Austria durante el reinado de la
Emperatriz Doña Afargarita^ Infanta de España^ esposa
del Emperador Leopoldo L — A. Rodríguez Villa 215
III. Lápidas hebreas y romanas^^-'YiácX Fita^ . 225
Variedades: *
Una inscripción romana de Hadalona, — Félix Torres Amat. 249
Noticias 254
t
/
• /
TOMO XLVllI
; Marzé, 1906; ""
CUADERNO III.
boletín
DE LA
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
» >«< «
HOMENAJE POSTUMO
Á LA
DUQUKSA DE VILLAHERNIOSA
Deber es ineludible, á la par que justa y por todo extremo
grata misión en los altos senados que presiden el movimiento y
desarrollo de los estudios históricos y literarios en nuestra pa-
tria, el ofrecer público testimonio de señalada complacencia, de
legítimo aprecio y de aplauso ferviente y caluroso, á todos cuan-
tos, de un modo ó de otro, contribuyen al engrandecimiento y
esplendor de nuestra cultura nacional.
Y si quien con perseverante é incansable anhelo acumula en
cuantas ocasiones se le ofrecen, todo linaje de merecimientos,
toda suerte de útiles y positivos servicios, y muy repetidas y
extraordinarias manifestaciones en pro de esa misma cultura,
llevando su amor á la patria y al arte más allá de las fronteras
de la vida, entonces se impone como sagrada obligación, cual
merecida ofrenda de reconocimiento, que esas mismas Acade-
mias rindan homenaje de admiración y tributo de gratitud á la
memoria inolvidable de quien tal hizo, y le presente como no-
ble ejemplo de inteligente y patriótico desprendimiento digno de
imitación y de alabanza.
Tal ha sido el acuerdo de la Academia, que me hicisteis el
TOMO XLVni.
12
178 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
honor de encomendar, cuando supisteis la triste nueva del fa-
llecimiento de la egregia y llorada Duquesa de Villahermosa,
que tanto relieve supo dar á su preclaro nombre como protecto-
ra decidida y generosa del arte y de los artistas, iniciando en
ocasiones, asociándose en todas, á la glorificación de las gran-
des figuras de nuestra historia, sacando á la luz de la publicidad
los más interesantes y desconocidos documentos del rico y co-
pioso archivo de su ilustre casa, restaurando históricos palacios
de sus mayores heredados y donando á los Museos del Estado
cuadros espléndidos y soberbias tapicerías.
La sangre real de Aragón corría por las venas de esta gran
señora, como descendiente directa que era de aquel maestre de
Calatrava, D. Alonso de Aragón, hijo que fué del Rey Don
Juan II de Navarra y hermano mayor del Rey Católico, juntando
al realce de su elevado nacimiento y á los prestigios de su opu-
lenta posición, los halagos de su hermosura singular, de su dis-
tinción suprema y las ventajas de una viva y clara inteligencia.
Apenas las caricias maternales mecieron la cuna de la noble
niña, que aún no contaba cinco años, cuando la Duquesa doña
María Josefa abandonó este mundo en plena primavera de la
vida, cuando esta le sonreía con las dichas y favores de su en-
vidiable situación; pero el último beso de su madre infiltró, conao
legado postumo, en el ser de la hija huérfana, los santos y cris-
tianos sentimientos que parecen patrimonio vinculado en las
Duquesas de Villahermosa, y á cuyo impulso, sin duda, nacie-
ron en su alma los actos continuados que hemos visto y elogia-
do de inagotable caridad, de benéfica y patriótica munificencia.
Educada en el hogar de su padre, el Duque D. Marcelino, el
literato ilustre que fué, al decir del Marqués de Molins, el autor
de la mejor traducción que existe en verso castellano del mejor
poema de Virgilio, y de otras obras, que le franquearon por
méritos propios las puertas de la Academia Española, abrióse
su lúcido entendimiento á las cultas aficiones de quien le diera
el ser, y al respeto y al amor á las tradiciones de su casa, ger-
minando en ella el deseo, que más tarde vimos brotar lozano y
vigoroso, de contribuir personalmente á la cultura histórica y
literaria, con la esmerada y lujosísima publicación de los libros.
HOMENAJE POSTUMO k LA DUQUESA DE VILLAHERMOSA. 1 79
que en todo el mundo docto, y muy especialmente en esta casa,
fueron recibidos con sincero y unánime aplauso, con muy mere-
cidos encomios.
Ni las ceremonias palatinas, donde brillaba con luz propia, ni
las fiestas cortesanas, donde era tan celebrada por su ingenio y
su belleza, ni la voz de la lisonja, ni los rendimientos de la adu-
lación, desvanecieron nunca su claro entendimiento ni desvia-
ron su firme voluntad del propósito decidido que se había im-
puesto de hacer algo, de hacer mucho, mejor dicho, en pro del
arte, de la literatura y de los conocimientos históricos en su
patria.
Imitando el loable ejemplo de los aristócratas ingleses, que
residen tan sólo cortos meses en la capital del reino, para no
desatender su patrimonio y sus estados compenetrándose con
5us inquilinos y colonos, sabio y prudente sistema que les gran-
jea cariñoso respeto é influencia merecida á un tiempo mismo,
la Duquesa compartía sus estancias y sus afanes, habitando, ora
su hermosa residencia de Pedrola, el histórico palacio de los Du-
ques, que se presume teatro de la aventura quijotesca por Cer-
vantes relatada en su libro inmortal, palacio que restauró y em-
belleció con solícita y artística fidelidad á la tradición y á la
época; ya en su guipuzcoana mansión de Juin Torrea, cuando no
en el venerado Castillo de Xavier, cuna y morada de su santo
<iscendiente, gloria purísima, honor y orgullo de la Compañía de
Jesús, castillo que debe su completa restauración y la erección
-de su nueva iglesia, á la piedad filial, á la devoción familiar y á
la generosidad sin límites de la finada Duquesa. Suntuosos fueron
los festejos que se hicieron con motivo de la consagración del
templo, anejo al viejo solar del Apóstol de las Indias, refeiidos
con riqueza de históricas noticias en el primoroso «Álbum de
Xavier» por ella mandado formar á su bibliotecario D. José Ra-
XDÓn Mélida, adornado con profusión de artísticos fotograbados,
y ejecutado en Madrid, año de I9OI.
Ya para entonces, en el de 1 892, había dado á la estampa la
magnífica edición del libro intitulado «La Santa Duquesa. Vida
y virtudes de la venerable y Excma. Sra. Doña Luisa de Bor-
ja y Aragón, Condesa de Ribagorza y Duquesa de Villaher-
i
r
1 8o BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
mosa», señora, por cierto, que fué hermana de San Francisco de
Borja, viniendo por tal modo á juntarse en la progenie ilustre
de los Villahermosa, las tres más grandes figuras, los tres nom*
bres más insignes de la Sociedad de Jesús: Loyola, Xavier y
Borja. Avaloran el mérito de este libro, encomendado á la doc-
ta y castiza pluma del P. Jorge Nonell, los curiosos y documen-
tados apéndices que contiene, sacados del archivo ducal.
Despertó poderosamente el interés ilustrado de las gentes la
aparición en 1 894 de otro interesantísimo libro por la Duquesa
ofrecido á sus amigos y á los centros docentes, que nunca olvi-
daba; me refiero á los amenísimos y celebrados «Retratos de
antaño», relación entre las más curiosa é instructiva de aque-
lla sociedad y de aquella época, en cuyo relato desfilan los per-
sonajes de mayor fuste y realce de las cortes de Carlos III, de
Luis XV y de Jorge III de Inglaterra. Relévame de todo elogia
el nombre meritísimo de su autor, el P. Coloma; porque es de
notar que la Duquesa de Villahermosa jamás quiso, en su mo-
destia, aderezar los libros que editaba y regalaba, con prólogos^
advertencias, noticias ó comentos, sino que confiaba íntegra la
labor, eclipsándose ella misma sin alardes de erudición, á quien
confiaba la obra, y en verdad que sólo plácemes merecen el tino
y el acierto en su elección.
Con incansable y plausible actividad sacó en letras de molde
en el año siguiente de 1 896, los dos tomos de la vida de «Doña
María Manuela Pignatelli de Aragón y Gonzaga, Duquesa de Vi-
llahermosa», figura notabilísima, que por lo preeminente de sa
posición y por su influencia en la sociedad en que vivía, consti-
tuye su documentada biografía una de aquellas memorias ínti-
mas nutrida de pormenores y detaUes desconocidos, y de datos
y noticias peregrinas de aquel tiempo, poco estudiado todavía^
las postrimerías del siglo xviii y los albores del xix. Justo será
no omitir que D. Vicente Ortí y Brull estuvo á la altura de su
prolija y difícil misión de colector y comentarista.
No mucho más tarde, en 1902, enriqueciéronse la numismáti-
ca y la arqueología patrias con los «Discursos de medallas y an-
tigüedades que compuso el muy ilustre Sr. D. Martín de Gurrea
y Aragón, Duque de Villahermosa, Conde de Ribagorza, que
i
HOMENAJE POSTUMO Á LA DUQUESA DE VILLAHBRMOSA. l8l
sacó á luz la Excma. Sra. Doña María del Carmen Aragón Azlor,
actual Duquesa del mismo título», acreditando una vez más la
competencia y el acierto que acompañan siempre al académico
D. José Ramón Mélida, quien revisó el manuscrito, dirigió la
impresión y escribió la biografía del Duque D. Martín. Tan im-
portante y artística publicación apareció, por de contado, ador-
nada con todos los primores y filigranas de ilustración que la
Índole del asunto requería, haciendo honor, á un tiempo mismo,
á la ilustre editora, el erudito director, y á los tipógrafos y ar-
tistas españoles que ejecutaron el trabajo ilustrativo.
Ya el Duque D. Marcelino, en l888, había exhumado del
olvido en que yacían, dándolos á conocer con un bien escrito
-estudio preliminar, «Los Comentarios de los sucesos de Aragón
«n los años I $91 y lS92»i escritos por D. Francisco de Gurrea
y Aragón, Conde de Luna, que fué testigo, actor y víctima de
aquellas célebres alteraciones, y en cuyo escrito compiten la
exactitud histórica y la amenidad narrativa, con el estilo correc-
to y literario, cualidad que parece peculiar á esta raza de pro-
ceres ilustrados.
No nos creemos autorizados, aun tratándose de un homenaje
á la memoria de la Duquesa Carmen, á descorrer el velo del
misterio, ni á quebrantar el silencio, ni á descubrir la oculta y
piadosa manera con que ejercía la caridad á manos llenas, que
harto sabemos los que la conocimos y tratamos, que el más gra-
to homenaje que pueda tributársela, el más acepto á su cristiana
modestia, es el de no pregonar los múltiples beneficios que otor-
gaba, las cuantiosas limosnas que repartía á los necesitados, des-
validos y menesterosos; pero permitid que os recuerde, si por
acaso lo hubieseis olvidado, el acto nobilísimo, el hermoso ras-
go que tuvo señalando una pensión vitalicia, que llevó el bien-
estar y la holgura al triste y exhausto hogar de un anciano poe-
ta, pobre y achacoso, el gran Zorrilla, quien no pudo sustraerse
al hado adverso, al fatal sino de ruina y de miseria, que no pa-
rece sino el compañero inseparable de los más grandes talentos
literarios de nuestra patria. Y cuando el poeta español por ex-
celencia abandonó las tristezas de esta vida para renacer á la
vida de la gloria eterna y mundanal, con la misma pensión que
l82 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
tuviera su marido fué asistida, mientras vivió, su desgraciada
viuda, la que con Zorrilla compartió los efímeros halagos de)
aplauso y las negras amarguras de la necesidad.
Recientemente, cuando España entera se aprestó á conmemo-
rar en espléndida apoteosis el centenario tercero de la aparición
del Quijote^ el libro inmortal de otro excelso escritor, y también
escritor pobre, la Duquesa, venciendo los rigores de su crónica
dolencia, se asoció, con todos los entusiasmos de su alma de
mujer y de artista, á la glorificación de Cervantes en Aragón >
mereciendo ser nombrada presidenta de honor de la Comisión
organizadora, é instituyendo á su costa y expensas premios de
concursos, impresiones de libros y memorias, acuñando bronces
y medallas que perpetuasen tan fausto acontecimiento nacional,
disponiendo excursiones y agasajos en Pedrola, sin olvidar á los
pobres, que compartieron la alegría general recibiendo limosnas
y comidas, y haciendo, en suma, cuanto su amor al pueblo ara-
gonés y su entusiasmo por el insigne manco de Lepanto, sugerió
á su culto y delicado espíritu. En memoria de tan celebrado su-
ceso, por éxito completo coronado, mandó imprimir el elegante
y bello «Álbum Cervantino Aragonés», narración ilustrada y
crónica documentada del centenario, «Álbum» que, por muerte
de su egregia editora, ha distribuido su sobrino y heredero el
caballeroso Duque de Luna, que sabrá ciertamente continuar las
tradiciones de tan preclara casa y tan gran nombre.
Y no paró en esto, con ser tanto, lo que hizo la Duquesa con
ocasión del homenaje á Cervantes, que con tal motivo quiso
realizar una obra magna, verdadera demostración de su amor al
solar aragonés, cuna y origen de su noble raza, y como si pre-
sintiera su ya cercano fin. Aludo á la fundación Viilahermosa-
Guaqui^ hecha en Zaragoza, asociando á su nombre el. respeta-
ble nombre de su difunto marido, y consistente en premios
anuales en metálico á las Letras y las Artes y la Agricultura,
los dos primeros alternando cada año, otorgados precisamente
en Zaragoza á concursantes naturales, ó, por lo menos, vecinos
de ella; los premios á la Agricultura anuales y para hijos de Pe-
drola. Á este efecto constituyó la egregia fundadora un capital
de lOO.OOO pesetas; y con vehementes anhelos, ó tal vez pre-
HOMBNAIE POSTUMO Á LA DUQUESA DE VILLAHERMOSA. 183
sentimientos, de dejar organizada esta culta institución, quiso
inaugurar este año mismo, coincidiendo con las fiestas del Pilar,
el primero de los concursos, supliendo el importe de los pre-
mios sin menoscabo del capital, que aún no había producido la
renta correspondiente.
Ella misma discernió en su casa de Zaragoza el galardón del
primer concurso artístico, previa exposición de las obras presen-
tadas, mereciéndole el escultor Sr. Palao y los pintores Sres. Ma-
rín, Oliver, Gírate y García.
En Pedrola fué otorgado el primer premio agrícola á los me-
jores frutos de remolacha.
Cuando la parca (en 5 de Noviembre del pasado 1905) llamó
á las puertas del alegre y soleado palacete del Real Sitio del
Pardo, á donde la Duquesa se había retirado, presentándose en
la Corte tan sólo en raras y solemnes ocasiones, puesta su es-
peranza en Dios, la mirada en los suyos, que habían de prose-
guir la gloriosa historia de familia tan ilustre, su amor en los
pobres, su entusiasmo en él arte y en la patria, y su afecto
en amigos y deudos, afrontó el trance de muerte con la plá-
cida serenidad del justo, disponiendo de sus bienes terrenales
con grande altura de miras y muy meditado acierto.
Eligió para descanso de sus despojos el panteón de Xavier,
donde yacen muchos de sus progenitores y los restos de su es-
poso el Conde de Guaqui, legando en plena propiedad y pose-
sión la casa santa donde viniera al mundo el Apóstol de las In-
dias, á la Compañía misma, que se enorgullece con el brillo de
las virtudes ejemplares de PVancisco de Jasso, la Compañía de
Jesús. ¿Quién con más celo, con tanto amor y con mayor vene-
ración había de cuidar de reliquia tan sagrada ni enaltecer más
el culto de aquel templo tan insigne?
Cuando un opulento yanqui ofreció á la Duquesa millón y
medio de francos por el soberbio retrato de su ascendiente
D. Diego de Corral y Arellano, obra maestra de nuestro genial
Velázquez, rechazó cortésmente la oferta pronunciando estas
hermosas y memorables palabras: «Amo moicho á mi familia, á
mi patria y al arte, y muy poco al dinero. Por todos los millo-
nes del mundo no vendería yo mi Velázquez, que quiero que
184 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
después de mis días vaya á formar parte del Museo del Prado>;
oferta nobilísima que supo cumplir como quien era, legando en
su testamento á nuestro Museo Nacional, no sólo este tan nota-
ble lienzo, sino también su compañero, el retrato de doña Anto-
nia de Ipiñarrieta y Galdós, esposa del D. Diego, debido asimis-
mo al pincel prodigioso de Velázquez. Hoy son ya gala y orna-
mento de nuestra sin rival pinacoteca.
La artística y suntuosa colección de nueve paños flamencos
tejidos en sedas y oro sobre cartones de Rafael, representando
los «Actos de los Apóstoles», que adornaban los salones del
palacio ducal, penden ya de Jos muros de nuestro Museo Ar-
queológico, donde también se exponen las dos rarísimas ar-
cas caudales de hierro, trabajo español del siglo xvi, con sólidas
cerraduras de complicado mecanismo, compuesto de una serie
de pestillos que irradian del punto central de la tapa, por donde
se introduce la llave, y en las que son también de admirar sus
delicadas labores de forja; ambas datan de los días del famoso
Duque D. Martín, arqueólogo y erudito, quien las tenía en su
palacio de la villa de Pedrola.
Este ligero esbozo, estos breves y salientes rasgos de una vida
nobilísima llena de merecimientos y de pruebas reiteradas del
amor á la patria y del culto al arte que atesoraba el magnánimo
corazón de la XV Duquesa de Villahermosa, estos someros
apuntes escritos al correr de la pluma, bastan para justificar por
modo cumplidísimo y concluyente, el homenaje de respeto y el
tributo de admiración que la Real Academia de la Historia se
complace en rendir á la memoria perdurable de la Duquesa.
¡Dichosa ella, á quien, tras una vida merecedora de todo lina-
je de alabanzas, acompañan en el eterno reposo de los justos el
llanto de los desvalidos, el cariño de amigos y deudos, el respe-
to de las gentes, y las oraciones y plegarias de cuantos la cono-
cieron, y que han podido escribir, á guisa de epitafio, bajo las
barras bermejas de su regio é histórico blasón: Nació gran dama
y supo serlo.
El Marqués de Laurencín.
COR&BSPONDBNCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 1 85
INFORMES
I.
c o s. H. ]S a z» o s: ID s n c X .&
DB LA
INFANTA ARCHIDUQUESA D.^ ISABEL CLARA EUGENIA DE AUSTRIA
CON EL DUQUE DE LERMA.
Desde Flandes^ años de ISQQ d 1607 y oirás cartas posteriores
sin fecha.
U8.
Duque: Ayer recibimos las cartas de 19 deste, con que olgué
mucho, porque ya me parecia habia mil años que no teníamos
nuevas de la salud de mi hermano. Bendito sea Dios que tiene
la que hemos menester. Pésame mucho de que vuestros pies no
no estén aun buenos, pero vos los debéis de curar de manera
que no me espanto, y el tiempo no ha sido bueno para ellos
También á mi primo le ha cabido su parte este mes, que casi
todo él loa ha traido blandos.
Mucho oigamos con la venida de Don Diego de Ibarra ( I ) y
le aguardo con mucho alborozo para saber más particulares
nuevas de ay. Las de la tregua quisiera que hubieran sido ay
mejor entendidas de lo que han sido, pues pienso que no solo
(no) es perjudicial para el servicio de mi hermano, sino que se
le hace un gran servicio en ella, y que no se ha salido de lo que
él manda y desea. Y porque mi primo os escribe largo todo
cuanto yo pudiera decir sobre esto, no os quiero embarazar en
(i) Era del Consejo de Guerra y íué uno de los émulos de Ambrosio
Spínola, cuyos actos vino como á residenciar en Flandes, oponiéndose,
sobre todo, tenazmente á la tregua larga, teniéndose que volver despres-
tigiado á España.
1 86 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
repe tillo, sino solo diré que si tras todo esto no pareciere ay
que es conveniente ni servicio de mi hermano pasar con esto
adelante, que se avise luego y se romperá la plática; pero si esto
ha de ser, es menester hacer luego las provisiones para la gue-
rra defensiva y ofensiva, pues de otra manera todo lo que se
gastara en ella, será sin provecho; y sobre todo os pido que no
dexen de venir los poderes que se han pedido para el tiempo
acordado, pues si faltasen, seria en mucho daño de la reputación
de mi primo; y no seria justo que mi hermano consintiese eso,
haciendo mi primo lo que hace por serville, como lo ha mostra-
do en esta ocasión, aunque ay no se entienda ansi; pero á vos
que sabéis todo lo que ha pasado en este negocio, y que dende
el primer punto que se comenzó este negocio, se dio cuenta á
mi hermano para saber lo que gustaba, y que si lo quieren mirar
sin pasión, no se ha salido un punto de lo que mandó, os dexo
por testigo que sé que miráis las cosas sin pasión, sino solo mi-
rando á lo que conviene al servicio de mi hermano; y pluguiese
á Dios lo hiciesen todos ansy. Pero hay tantos que les ciega el
interés y la pasión que es lástima. ¡Ojala os pudiera hablar, que
yo os mostrara esto muy bien, lo que no se puede hacer por
escritol Pero, como digo, si mi hermano quiere que la guerra
pase adelante, no estorbará el venir los poderes, que luego se
romperá y ellos no servirán sino solo de que mi primo no falte (á)
su palabra; pero para cualquiera cosa que haya de ser, es bien
sustentar al Marqués Espinóla y mirar por su honra y lo que ha
servido, que ha sido mucho. Y así no puedo dexar de pediros
miréis por él. A toda vuestra gente me encomiendo mucho, y
guárdeos Dios como deseo. De Brusselas, postrero de Mayo,
1607. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
Duque: Pues por los despachos del Marqués Espinóla veréis
lo que lleva éste y lo que se ha negociado, no tendré otra cosa
que decir aquí, sino que deseamos mucho cartas de ay con muy
buenas nuevas de la salud de mi hermano, la Reyna y sus hijos.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 187
También deseo saber de la vuestra, y cómo os vá con vuestros
corrimientos, que si hace el tiempo que aquí, no será nada bue-
no para ellos.
De aquí no hay otra cosa que poder decir sino que partió el
Nuncio (l) cuatro dias ha para ay, donde creo le conocen todos,
pues ha estado seis años por coletor en Portugal. A toda vues-
tra gente me encomendad mucho: de todos deseo saber siempre
particularmente; y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas,
víspera del Corpus, 1607. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
120.
Duque: Ayer, viniendo de la prucision del Corpus, recibí
vuestra carta de tres deste, con que olgué mucho, y os agrades-
co mucho el no dexar pasar este criado del Marqués Espinóla
sin escribirnos. Pésame que vuestros achaques vayan tan ade-
lante como me decis; pero bien sé que aunque sean muchos, no
podréis ser nunca inútil para el servicio de mi hermano, y así
estoy cierta no os reservará de él como le pedis; y vos lo podéis
estar cierto de que no os ayudaré á suplicárselo; que os mande
que os regaléis y no os matéis trabaxando tanto, eso sí por
cierto, pues haciendo esto podéis servir á mi hermano; y tener
(i) Decio Caraffa, de familia napolitana. De (598 á 1605 había desem-
peñado el cargo de Colector en Portugal, por lo que, como escribe la In-
fanta, era de todos conocido. Posteriormente, Paulo V nombró á Caraffa
Arzobispo de Damasco y le confío la nunciatura de Flandes. En Mayo fué
promovido á la de España, y en el consistorio de 7 Mayo de 1612 creado
Cardenal, ocupando al año siguiente la silla arzobispal de Ñapóles. Murió
el 24 de Enero de 1626. Puede considerarse á este Nuncio como el segun-
do que ejerció este cargo en Flandes, habiendo sido el primero Octavio
Mirto Frangipani desde 1596 á 1606. A Caraffa sucedió el inolvidable
Guido Bentivoglio, cuya piedad, saber y celo dejaron en aquellos Estados
indeleble huella, saliendo de ellos más flamenco que italiano. En 161 5
fué nombrado Nuncio en París y creado Cardenal en 1621. Falleció el 7
de Septiembre de 1644. Los Nuncios siguientes Ascanio Gesualdo, Lu-
cio Morra, Lucio San Severino, Guidi del Bagno, Fabio de Lagonissa ó
della Lionesa, Lelio Falconieri, fueron menos duraderos, y, sobre todo,
mucho menos brillantes que los anteriores.
lS8 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
salud para ello es hacelle mayor servicio, coaio os he dicho
otras veces.
Ya habrá llegado allá el despacho de la cesación de las armas
por la mar, y habréis visto como no nos descuidamos nunca de
procurallo; pero de gente tan emperrada como ha estado esta,
no se puede sacar todo de una vez, ni como se quiere; y asi se
menester sacallo poco á poco.
De la merced que mi hermano nos hace estamos bien ciertos,
y tanto cuanto es mayor, tenemos más ocasión de sentir cuando
algunos les parece que no cumplimos con esta obligación como
debemos; y así no os espantareis de que lo hayamos hecho , sa-
biendo de la manera que ay se ha hablado en esto de la tregua,
pienso que por no entender bien cómo ello era. Bien sé que
donde vos estáis, tenemos las espaldas siguras, y más pues sa-
béis la verdad de todo y lo juzgáis sin pasión; y por saber esto
os escribí tan llanamente todo lo que había entendido, como lo
haré siempre. En los despachos que aora se piden, me remito á
lo que escribirá el Marqués Espinóla. Creo dirá lo que importa
que vengan (i) antes que se cumpla el plazo; y así no me alar-
garé más en esta. Cuelgo mucho que llevásedes con vos al Conde
de Saldaña (2), que me dicen está tan hombre que es vergüenza
para los que le hemos conocido tan chico. A toda vuestra gente
me encomedad mucho; y guárdeos Dios como deseo. De Brus-
selas á 15 de Junio, 1607. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
12L
Duque: Este correo vá á decir cuanto es menester dar prysa
á enviar provisión aquí; y pues por las cartas de primo y del
Marqués Espinóla entenderéis todo lo que toca á esto , no me
alargaré yo á más de deciros que sabiendo el cuidado que po-
(i) Parece sobreentenderse «las provisiones».
(2) D. Diego Gómez de Sandoval y Rojas, hijo segundo del Duque de
Lerma, Comendador mayor de Calatrava, casado con la hija y heredera
de la Duquesa del Infantado, habiéndoles otorgado S. M. el titulo de Con-
des de Saldaña, que pertenece á la Casa del Iníantado.
COItRBSPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 189
neis en ello, no habré menester pedíroslo de nuevo. Bien os con-
fieso que siento haber de nuevo de estar con este lenguage de
pedir en todas las cartas y estar cansando á mi hermano; y más
sabiendo que no está tan descansado que pueda todo lo que
seria menester. Dios abra los ojos á todos, para que miren este
negocio tan sin pasión y interés, y tan solo por el servicio de
mi hermano, que después no se arrepientan de lo que aora pa-
rece que se vá encaminando: que os hablo tan claro, porque sé
que no os ciega ni lo uno ni lo otro.
De aquí no hay que decir sino que ha ocho días que llegó el
Marqués de Guadaleste. Hame parecido atinado y hombre que
sabrá servir muy bien á mi hermano. Su muger es bonísima cosa>
y como tienen la buena acogida que todos los de su tierra, pien-
so serán muy bien quistos acá; que no es poco, porque tienen
por muy graves á los españoles, particularmente á las mugeres;
y así se espantan de ver la buena crianza de la Marquesa.
Según lo que me dixo ayer un criado de mi primo, que vino
de ay, habréis tenido guesped en Lérma, sino que sería mal
regalado. Con todo deseo nuevas más frescas , que tardan mu-
cho. A toda vuestra gente me encomendad mucho, y guárdeos
Dios como deseo. De Brusselas á lO de Julio, 1607. — A Isabel.
(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
122.
Duque: Don Diego de Ibarra despacha este correo, á lo que él
dice, á avisar lo que ha contradicho la ida del Comisario General ( I )
ay; y no nos han parecido sus razones tan bastantes para esto,
que no nos paresca conviene mucho más al servicio de mi her-
mano que esté bien informado de todo lo que ha pasado en este
negocio, pues por carta se pueden mal dar á entender todas las
particularidades que son menester saber. Nosotros no deseamos
sino que se acierte bien el servicio de mi hermano; y así procu-
(i) El P. Fr. Juan de Neyen, Comisario general de la Orden de San
Francisco, natural de Amberes, uno de los diputados por SS. AA. para la
tregua con las Provincias Unidas.
IQO BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
ramos buscar todos los medios que nos parece importarán para
esto; y asi os pido le oyais mny partículamieiite y procuréis que
mi hermano le oiga de la misma manera: que yo espero que,
cuando le hayan oído, nonos culparán habelle enviado.
De aquí no se ofrece que decir, pues no ha sino dos días que
hemos' escrito. A toda vuestra gente me encomiendo mucho, y
guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á 12 de Julio, 1607. —
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
123.
Duque: Vuestra carta de primero deste, que llegó cuatro dias
ha, ha sido tan bien recibida como lo son siempre las vuestras,
y más cuando traen tan buenas nuevas de la salud de mi her-
mano y la Reyna y sus hijos, como yo deseo tener. Siempre pé-
same que vuestros pies os traten tan mal como me decis, y que
os dure tanto el corrimiento en ellos. Mi primo con hacer exer-
cicio en pudiendo andar, cuando le toca la gota, se halla bien; y
vos trabaxais tanto de todas maneras que no me espanto.
Con los despachos que mi hermano nos ha hecho merced de
enviar, espero que ha de encaminar nuestro Señor este negocio
de manera que quede muy servido y mi hermano también, y
desengañados los que les parece al contrario. No hay duda sino
que estas cosas no se pueden tratar tan bien ni claramente por
escrito como de palabra; y á nayde hubiera estado mejor que á
nosotros que esto pudiera ser, como creo os he escrito, lo que
diera por poderos hablar con la conñanza con que yo fio de vos.
Y así podéis estar cierto que esto y el saber de la manera que
procuráis servir á mi hermano, y el amor y lealtad con que esto
es, me hace hablaros siempre claro y deciros lo que me parece;
porque también estoy cierta de lo que tenemos en vos, y tan
agradecida dello como es justo. Creo muy bien cuánto pedís á
nuestro Señor que os dexe acertar en todo, y así confio lo hará,
pues sabe vuestra intención.
Muy necesario ha sido la merced que mi hermano ha hecho
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOÑA ISABEL. I91
al Marqués Espinóla de volver por su honra; y creed que él no
hubiera sentido la venida de Don Diego de Ibarra, sino trujera
los requisitos que trujo consigo y no se hubiera dicho lo que se
ha dicho del Marqués, como creo que sabéis, que le tocaba tanto
en su honra, como se puede juzgar; y así no se le puede culpar
que lo haya sentido. Don Diego tiene todas las partes que decís,
y cuanto á él, como creo habréis visto por nuestras cartas, no
nos pesó de que viniese, sino á lo que venia, por la misma razón
que al Marqués. Don Diego, en llegando el correo, publicó su
vuelta, y así no nos dio lugar á buscalle color para ella, pero en
todo lo demás que nos tocare, procuraremos su honra y reputa-
ción, como es justo, habiéndole enviado mi hermano. No puedo
dexar de deciros que está Don Diego el hombre más apasionado
en esto de la tregua y la pax que he visto en mi vida. A la ver-
dad creo que tiene algunos acólitos que le ayudan á ello.
Muy bien ha hecho mi hermano en gozar con el buen tiempo
de la buena tierra de Castilla; que debia de estar muy lindo todo
aquello. Aqui también ha hecho hasta aora poca calor. Paréceme
le tratan muy mal las tercianas á vuestra hermana, de que me
pesa mucho. A toda vuestra gente me encomendad mucho, y
guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á 20 de Julio, 1607, —
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
124.
Duque: Pues por las cartas del Marqués Espinóla sabréis á lo
que vá este correo, no lo repetiré en esta; aunque no he querido
se vaya sin ella para decir lo que deseamos nuevas frescas de
ay; que aunque con el ordinario se ha sabido la buena salud de
mi hermano, no me contento sino con sabello muy á menudo.
También deseo saber cómo os vá de vuestros pies; y á toda
vuestra gente, á todos me encomendad mucho; y guárdeos Dios
como deseo. De Brusselas á 30 de Julio, 1 607. — A Isabel. — (So-
brescrito:) Al Duque de Lerma.
192 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
125.
Duque: Pues el Marqués Espinóla dirá á lo que vá este correo,
no tendré que deciros en esta sino lo que he olgado de haber
sabido por unas cartas que llegaron aquí bien frescas el otro
dia, cómo habíades vuelto á San Lorenzo con mi hermano, y
bueno: que siempre que supiere estas nuevas y que estáis con
mi hermano, olgaré mucho con ellas, y esto lo podéis creer así
cierto. De aquí no hay ningunas que daros. El de Guadaleste lo
hace muy bien, y así espero será mi hermano muy bien servido
con él, porque todos le van quiriendo bien acá: que á mi parecer
es lo principal que han de procurar los que tienen su lugar. Su
muger es como me la habíades pintado, la mejor masa del mun-
do, y así guelgo mucho con ella. A toda vuestra gente me en-
comendad mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas
á 14 de Agosto, 1607. — A Isabel, — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
126.
Duque: Con la relación de lo que ha pasado el Audyencier en
Olanda, despacha el Marqués Espinóla su secretario. Mi primo
os escribe largo con él cuanto yo podría decir, aunque bien
habría arto si me pusiese á querer discutir sobre todo lo que
dicen yhacen los que no quieren la pax, pero espero c ue no
será nada estorbo para que ay se mire el negocio como conviene
y se tome la resolución que hubiere de ser para más servicio de
mi hermano; que nosotros con decir lo que entendemos, habremos
cumplido. Dios alumbre á todos como más se haya de servir,
pues sabe que es lo principal que allá y acá se pretende; y no
faltan artas oraciones para pedírselo. Mucho deseamos nuevas
de ay, porque el tiempo hace aqui de manera de calor, que rae
tiene con mucho cuidado cómo se pasa ay. Plega á Dios que
sea muy bien, y que vuestros pies no lo paguen; aunque creo
os hace más mal el frío. No hay otra cosa de nuevo por acá.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 1 93
A toda vuestra gente me encomendad mucho; y guárdeos Dios
como deseo. De Brusselas á 21 de Agosto 1607. — A Isabel. —
(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma,
127.
Duque: Pocos dias ha que recibí vuestra carta de 14 de Agos-
to, con que olgué mucho y de saber que estábades bueno con
toda vuestra gente en las fiestas de Valdemoro, que no serian
malas, y más si tras el torneo hubo sarao, como yo he visto
alguna vez en aquel lugar.
Ayer llegó el Comisario general, con quien hemos olgado
mucho por las nuevas que nos ha dado de todo tan particula-
res. Nuestro Señor, que guia este negocio, encaminó que le en-
viásemos ay. Yo olgara arto que hubiera sido antes, por lo que
decís; pero yo os prometo que habia tantos que lo contrade-
cían, que aun después de habelle dicho que fuese, casi estuvi-
mos para hacelle quedar. El me ha dado vuestros recados; y
aunque todo lo que me ha dicho de vuestra parte, no es nuevo
para mí, y sé bien lo mucho que tenemos en vos, no sé por
donde comience á agradecéroslo por la obligación que de nuevo
me echáis en todas ocasiones; pero creed que ésta reconosco y
reconoceré siempre como os debo para procurar pagárosla lo
mejor que pudiere.
Espero se ha de encaminar bien este negocio en que anda-
aios, como sea servicio de nuestro Señor y de mi hermano y
bien destos Estados, pues ni allá ni acá no queremos sino esto.
Pero hasta que venga el punto prinpipal, como ellos quieren,
no se podrá tratar de nada, como habréis visto por lo que llevó
Byrago; y pues mi hermano está resuelto en concedelle, seria
bien no perder tiempo para poder tratar lo demás, y no dar
lugar á los buenos oficios que hacen nuestros vecinos : que aun-
que ellos nos los quieren vender por tales, bien podéis juzgar
cuales serán. Al de Francia se le ha muerto uno de sus Em-
baxadores en Olanda, muy gran hereje; y por aqui se verá si
TOMO xLvui. 13
194 BOLETÍN DB LA KBAL ACADEMIA DE LA HISTOBIA.
no6 hará mucha falta. Esto es en sustancia lo que se puede decir
de aqui, y que llegaron á muy buen tiempo las provisiones.
Pésame mucho del trabajo que os cuestan, y no habrá sido me-
nor á buen siguro el servicio que ha hecho el reino de los mi-
llones (l). Ha sido muy buena nueva para nosotros y quisiera
ya ver desembarazado desto á mi hermano, para que los emplea-
ra en desempeñar su hacienda, que con eso se podrá reir de
todo el mundo y emprender muchas cosas: que yo espero en
Dios ha de salir con cuantas pusiere la mano.
No puedo alargarme en esta porque con ser dia de vísperas,
se ha ocupado lo más del y con despachar á Madalena de San
Jerónimo (2), que parte mañana. Haced que le tengan un pasa-
porte en Vitoria, para que no le abran lo que lleva, que son al-
gunas bujerías para el Príncipe y mi nuera y los reposteros de
vuestra hermana, y unas cajas para mi prima con unos libros y
estampas. Y si ella llegase estando en San Lorenzo, no seria
malo espialla y hacella ir en el traxe que vá con sus acompaña-
dores, que yo sé que habria que reir; y háme querido hoy matar
porque le dixe os lo habia de escribir. A toda vuestra gente me
encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Bruselas,
á 7 de Septiembre, 1 607. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
(i) £n las Cortes que comenzaron en Madrid en 1607, y de las que fué
procurador por Madrid el Duque de Lerma, se concedió al Rey un ser-
vicio extraordinario de 18 millones de ducados.
(2) A la bondad de D. Luis Tramoyeres y Blasco, docto académico de
la R. Acad. de Bellas Artes de San Carlos, de Valencia, debo la siguiente
curiosísima noticia sobre Magdalena de San Jerónimo, que con razón era
por su piedad tan estimada de Felipe II y de sus hijas:
cRazon, y forma / de la Galera, / y Casa Real, / que el Rey Nuestro Se-
ñor / manda hazer en estos Reynos, para / castigo de las mugeres vagan-
tes, la- / dronas, alcahuetas, y otras / semejantes. / Compuesto / por la
Madre Madalena de San Ge / rónimo, fundadora de la Casa de / Probación
de Valladolid. / (Escudo de España, grabado en madera.) / Reimpreso en
Valencia: / Por Joseph Estovan Dolz, impressor del S. Oficio. / Año 1760. /
(Aprobación, en Valladolid á 13 de Noviembre de 1608 años por £1 Doc-
tor Sobrino.) — (Licencia, Dada en Valladolid á f 3 de Noviemture de 160S
años por El Obispo de Valladolid.) — (Dedicatoria al Rey Don Phelipc.
Madrid i de Octubre de 1608.) Un vol. en 8.* m. de 62 ps.»
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOXA ISABEL. 1 95
128.
Duque: Siendo Madalena de San Jerónimo el mensajero, no
diré yo en esta sino que allá la podéis confesar, y os podrá decir
cuanto quisiéredes saber de acá ; y cuando llegue á sus pasqui-
nes, creo reiréis. Hele encargado os diga mil cosas de mi parte
y os agradesca otras tantas. También le he pedido os acuer-
de el negocio de Jacyncurt, á que le ayudareis de buena gana, y
á Madalena en los suyos, que bien lo habrá menester, sigun lo
que le han escrito de ay; y así os lo pido mucho; y le he dado
la licencia de arto mala gana, porque siempre se ocupa en bue-
nas obras como sabéis. Y pues esta llegará viexa, no diré mas
de encomendarme mucho á toda vuestra gente, y guárdeos Dios
como deseo. De Bruselas á 7 de Setiembre, 1607. — (No tiene
firma.) — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
129.
Duque: Pues Don Diego de Ibarra podrá dar las nuevas que
se quixeren saber de acá, no será menester ser larga en esta. El
ha cumplido con lo que mi hermano le mandó muy puntualmen-
te, y así no habrá ya que decir en esto, sino pediros ayudéis
siempre á Don Diego para que mi hermano le haga merced en
las ocasiones y á sus hijos; pues él ha servido y sirve tan bien
en todo lo que se le encarga que tiene merecida cualquier mer-
ced. A toda vuestra gente me encomiendo mucho, y guárdeos
Dios como deseo. De Brusselas á 21 de Setiembre 1607. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
130.
Duque: Mil gracias doy á nuestro Señor de la merced que nos
ha hecho en haber alumbrado á la Reyna con bien y de un
hijo (l). Recibo la norabuena que me dais de bonísima gana,
(i) El 15 de Septiembre de 1607 parió la Reina un infante, al que pu-
sieron de nombre Carlos.
496 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
porque estoy contentísima, cierto; y os la doy como á quien sé
que se guelga más y con más amor de todo el bien que nos
toca. Aora no nos falta sino tener nuevas de que la Reyna está
muy buena, que hasta tenellas no saldremos del cuidado que nos
dan sus tercianas. A padres y hijos guarde Dios mil años, que
en verdad hemos pasado muy malos dias con lo que tardó
en llegar esta nueva después que la supimos por Francia, como
escribo á mi hermano, hasta que llegó Birago. A los despachos
que él trujo, responderá mi primo y el Marqués Espinóla; y yo
solo digo que la merced que mi hermano nos hace de fiar que
procuraremos su servicio cuanto humanamente se pudiere, es
muy conforme á lo que le merecemos, como espero se verá por
las obras. Dios lo encamine todo como más se haya de servir,
pues ni allá ni acá no deseamos otra cosa.
A las provisiones para esta gente será menester dar pry-
sa, pues se está sin un real, por las razones que veréis por lo
que escribe mi primo y el Marqués Espinóla , y en gran pe-
ligro de que no se amotine toda esta gente, que seria en muy
mala coyuntura, pues no se podría salir con lo que. se pre-
tende.
Buen trabaxo os habrá costado lo del servicio del reino, pero
yo me asiguro que le tenéis por bien empleado, pues se ha luci-
do tan bien, como en todo lo que ponéis la mano. Mucho me pesa
de la poca salud de vuestra hermana, y me guelgo la tengan to-
dos los demás, y de los casamientos de los de Altamira, que me
han parecido muy bien. De aquí no hay nuevas que decir sino
de caza, que con habernos venido aquí, ya ha tres semanas, no
se entiende en otra cosa, porque el tiempo hace lindísimo, y esto
lo es tanto que bien se ve el buen gusto de la Reina Maria. Arto
sospiro porque no le puedo hacer aquí otras fiestas á mi herma-
no como las suyas, aunque no pierdo la esperanza, aunque la
casa no esté como entonces ni tan bien aderezada. Aqui tenemos
al de Guadaleste y su muger, que son tan buena gente que se
acomodan en donde quiera, y se puede olgar con ellos; y la
Marquesa e§ la mejor muger que he visto. Esto es cuanto hay
acá. A toda vuestra gente me encomiendo mucho, y guárdeos
CX)RRESPO NDBNCIA.de LA INFANTA DONA ISABEL. I97
Dios como deseo. De Byns á lO de Octubre, 1 607. — A Isabel. —
(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
131.
Duque: Con mucho cuidado nos tiene no haber tenido cartas
de ay, después que parió la Keyna, sino solas del ordinario, que
eran muy viexas, aunque espero en nuestro Señor nos traerá las
buenas nuevas que podemos desear. De aquí las que se pueden
decir es la mucha necesidad en que se está, temiendo cada dia
no se amotine esta gente; que podéis juzgar en qué buen tiempo
seria. Y así no puedo dexar de pediros mucho, deis prysa á que
se envié alguna provisión con mucha brevedad; que pues os
cuesta tanto trabaxo lo de hasta aqui , procurad que no sea en
valde, como seria si nos viésemos con un motin general, con
que se perdería esto á remate. Yo sé el cuidado que pondréis en
ello, y así no quiero deciros más sino que hemos pasado aqui
y en Marymont tan buenos dias que quisiera los hubiera gozado
mi hermano; aunque los del Pardo, adonde juzgo se estará aho-
ra, no serán malos.
Mucho nos ha pesado de la quistion de Don Iñigo de Borja y
Don Luis de Velasco (l), que porque creo se sabrá allá ya todo
el caso, no digo más della. De toda vuestra gente deseo saber, y
si ha parido ya la de Cea (2). A todos me encomendad mucho y
guárdeos Dios como deseo. De Bynz á 8 de Noviembre 1607. —
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
(i) La riña fué en Bruselas, el 17 de Noviembre de 1607, entre los dos
citados valerosos Maestres de campo, por sospecha que tuvo D. Luis de
que D. Iñigo, huésped á la sazón de aquél, había hablado con madamisela
Ellena, su cuñada, merced á unas llaves contrahechas que á este fin se ha-
bía mandado hacer. A no hallarse presente en la contienda D. Alonso de
Luna, D. Luis hubiera matado á D. Iñigo por no llevar éste espada; aun
así, el primero causó al segundo dos heridas; y Borja á Velasco un rasgu-
ño en la cara. Procesados y arrestados, arreglóse poco después el asunto
amistosamente, casándose D. Iñigo con la cuñada de D. Luis.
(2) El Duque de Cea era el hijo mayor del de Lerma.
I9S BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
132.
Duque : Aunque no hay cosa de nuevo que decir de acá, no
quiero perder esta ocasión para decir cuan contenta estoy de
haber tenido nuevas de ay muy frescas, y las que podíamos de-
sear de la salud de mi hermano y la Reyna y sus hijos; con que
se puede llevar no haber tenido cartas. También he olgado mu-
cho de saber que estábades con ella. Si allá se han pasado tan
buenos dias en el campo como acá, yo creo les habrá pesado
tanto como á nosotros de volver al lugar. La nieve nos echó,
y creo tiene espantados á los valencianos: la de Guadaleste esta-
ba muy buena con ella; pero ella es muger que lo llevará todo
muy bien, y así es propia para acá. Estas son todas las nuevas,
y estallas siempre deseando de ay. Hacedme placer de acordar
á mi hermano los particulares del Marqués de Velada, pues tie-
ne merecida cualquier merced, y yo sé que sois su amigo y ha-
réis todo lo que pudiéredes por él; y así no os lo he menester
pedir mucho. A toda vuestra gente me encomiendo y guárdeos
Dios como deseo. De Brusselas á 3 de Diciembre 1607. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
133.
Duque: Pues por la relación que envia el Marqués Spínola se
sabrá todo lo que han pasado el Comisario general y el Au-
dyencier en Olanda. No lo repetiré aqui. Dios encamine este
negocio hasta el cabo como más haya de ser para su servicio.
Mucho ha que no vemos cartas de ay y pásase muy mal sin sa-
ber de la salud de mi hermano.
De aqui no hay cosa de nuevo que decir, sino el castigo de
los amotinados, que ha sido bien aceto á todo el mundo, y ojalá
se hubiera hecho dende el primer motin que hubo en estos Es-
tados. Mucho tememos, si no viene presto la provisión de ay,
nos hemos de ver con otro; y así no puedo dexar de pediros
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOSÍA ISABEL. I99
procuréis cuanto sea posible dar prysa á ella, porque le costaría
mucho más á mi hermano, si esta gente se amotinase. A toda la
vuestra me encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo.
DeBrusselas á 12 de Diciembre 1 607. — A Isabel. — (Sobrescrito:)
Al Duque de Lerma.
134.
Duque: Mucho oigamos con las cartas del cuatro del pasado,
pues siempre estamos deseando muy buenas nuevas de ay. La
merced que mi hermano nos ha hecho con las provisiones ha sido
grandísima, y como tal la estimamos; y así no puedo dexar de
agradeceros mucho la parte que habéis tenido en ellas, que á buen
seguro que no haya sido la menor de trabaxo y cuidado. Arto
nos da este negocio de la pax. Dios le encamine para su servicio.
Este correo va á avisar lo que hay de nuevo, y cómo parte tras
él el Comisario General de San Francisco á dar cuenta de todo,
que ha parecido necesario. Menester es que traiga una resolu-
ción muy clara, y no de palabra sino por escrito, porque aqui no
deseamos sino obedecer á mi hermano en todo y por todo; y así
hasta saber su voluntad, no se hará nada, á lo menos si no se
pueden ir mejorando los partidos. Entre tanto esto es todo lo
que hay que decir de acá, y que parece comienza el invierno de
nuevo, con todo lo han pasado bien los valencianos, aunque es
para reir oir á la de Guadaleste : es bonísima. Paréceme que ha
hecho Dios mucha merced al Condestable, y la mayor que será
el primer viudo que por voto de todos se case luego. Aqui nos
dicen ya que lo está con D.* Juana de Córdoba ; que si es ver-
dad, me parece ha escogido muy bien. A toda vuestra gente me
encomendad mucho y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas,
primer día de Pascua, 1 608. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Du-
que de Lerma.
200 boletín de la real academia de la historia.
135.
Duque: Ha parecido á los Diputados de la pax que es bien que
vaya el Comisario general á dar cuenta á mi hermano de todo
lo que pasa en aquella negociación y así va. Quedamos aguar-
dando la resolución que tomará mi hermano después de habelle
oido; y será bien que venga muy declarada, y no de palabra
sino por escrito; porque aquí no deseamos sino cumplir en todo
y por todo la voluntad de mi hermano, sin salir un punto della.
Dios encamine este negocio como más se haya de servir, que
arto se le pide. Y pues del Comisario sabréis todo lo que quisié-
redes, no me alargaré más en esta. A toda vuestra gente me en-
comendad mucho y guárdeos Dios como deseo. — De Bruselas,
dia de Pascua, l6o8. — A Isabel. — ^(Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
136.
Duque: Una enfermedad que escribo á mi hermano que he
tenido estos dias, no me dá lugar á responder aora á vuestra
carta de 5 deste. Solo diré cuánto olgué con ella, que fue mucho,
aunque me tiene con cuidado el mal de vuestra hermana, y con
deseo de saber ya que esté muy buena, que no me persuado á
otra cosa por lo que me pesaría de que no fuese así, por mil ra-
zones que tengo para ello , y no la menor saber la falta que haría
al servicio de la Reina.
Lo que hay acá de nuevo veréis por las cartas de mi primo,
y como no nos faltaban cuidados, se nos acrecientan aora con
esto de Alemana, que en verdad á mi parecer se va poniendo en
muy mal estado. Dios lo remedie. A toda vuestra gente me en-
comendad mucho y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á
2g de Abril, l6o8. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 201
137.
Duque: Guelgome mucho de la ocasión deste correo para po-
deros dar la norabuena de la salud de vuestra hermana, que no
sabré deciros lo que olgué de saber con el ordinario que estaba
ya buena. Aqui lo estamos ; y lo que hay que decir de más, ve-
réis por los despachos de mi primo y el Marqués Espinóla. Bue-
nos dias serán los de Aranjuez, si hace el tiempo que aqui, de
donde no hay otra cosa de nuevo que decir. A toda vuestra
gente me encomendad mucho, y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas, dia de la Cruz, l6o8. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
138.
Duque: Aunque hay tan poco que decir de aqui y yo puedo
escribir poco por estar aun medio manca de un panadigo, no
quiero dexar que se vaya este sin estos rynglones para decir
que ya ha mil dias que estamos sin cartas de ay, que no lo siento
poco. Con las que lleva éste de Don Guillen se sabrá la muerte
de la Archiduquesa. A D. Pedro de Toledo mandamos que dé
el pésame della de nuestra parte á mi hermano y á la Reina; y
no enviamos de acá persona á ello por parecemos que todos los
que van no sirven sino de cansar y importunar á mi hermano.
Deseo que me digáis si acertamos 6 erramos con esto, con la
llaneza que yo fio de vos. A toda vuestra gente me encomendad
mucho y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas, á 21 de
Mayo, l6o8. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
139.
Duque: A llevar los despachos de Alemana y Olanda va este
correo; y pues por ellos se verá lo que hay de nuevo después
que escribimos, no habrá que decir en esta ni de aqui cosa de
202 BOLETÍN DB LA RBAL ACADEMIA DB LA HISTORIA^
nuevo, ni lo será desear mucho cartas de ay que tardan tanto
-que no se puede llevar en paciencia, sino con pensar que mi
hermano tiene la salud que hemos menester y que se ha estado
olgando en Aranjuez, que deseo le haya hecho el tiempo que
hace aqui aora, que es muy lindo.
Ya se sabrá allá la muerte del Duque de Lorena: hemos per-
dido aqui mucho en él ; que nos era buen vecino y amigo y nos
guardaba muy bien las espaldas por su Estado. Y aunque nos
podemos prometer otro tanto de su hijo, no sé si tendrá el valor
de su padre. Estas son todas las nuevas de acá. A toda vuestra
gente me encomendad mucho, y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas á 28 de Mayo, IÓ08.--A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
140.
Duque: Muy bien recibidas fueron las cartas de 28 del pasado,
porque el mal del Príncipe habia llegado acá, y nos tenia con el
cuidado que podéis pensar. Bendito sea Dios que le dio salud:
que cuando sabemos que padres y hijos la tienen, no nos queda
que desear. De vuestras calenturas me pesó mucho, y paréceme
las dexaste convalecer poco, pues luego os pusistes en camino;
mas como sea para dar gusto á mi hermano, ya yo sé que eso os
dá salud. A buen siguro que le habrán pasado muy bueno en
Lerma y Ventosilla, que lo uno y lo otro debe ser muy bueno.
Yo diera arto por vello y arto porque viérades esto, que aunque
no está acomodado, sino al uso de la guerra, no es malo, y yo
procuro ponello mejor, porque espero que mi hermano ha de
pasar aqui algún buen rato, y que vos no le dexareis.
Este correo vuelve con la respuesta que de allá se pidió, en
que habia poco que decir á mi parecer, pues, no hay que poner
en razón á esta gente; y así no hay sino dexallo á Dios, como
decis; que de una manera ó de otra es menester que venga el
Comisario General con resolución para fin del que viene, >coino
veréis por los despachos de mi primo.
Lo de Alemania no acaba de acomodarse, y en verdad que
CORRBSPONDENCIA DE LA INFANTA D05ÍA ISABEL. 20$
temo mucho, no lo hará bien, que será harto malo. Don Baltasar
llegará á tiempo de hallarse en lo que hubiere de ser.
Mucho guelgo de saber que están buenas vuestras hermanas;
aunque me pesa se haya hecho fuera la de Altamira, que no veo
hacen tanto provecho como se prometen. De aqui no hay que
decir sino que ha vuelto el invierno con tanta agua que no nos
dexa salir de casa. Ha llegado acá la merced que mi hermano ha
hecho á Don Pedro de Toledo, con que yo no puedo dexar de
acordaros la del Marqués de Velada, y á mi hermano lo suplico;
y asi espero se lo acordareis de manera que le haga esta merced,
pues ya no se puede quexar nadie con razón de que sea conse-'
cuencia. A toda vuestra gente me encomendad mucho, y guár-
deos Dios como deseo. De Marymont á 20 de Junio, 1608. — A
Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
141.
Duque: Cogiónos este correo estando en caza, y así aunque
la dexamos luego por venir á despachalle y no detenelle, por
estar un poco lexos, no hemos podido venir antes; y así se es-
cribe esta á las diez de la noche, y habiendo de madrugar mucho
mañana, para ir á Vinz á una prucision que se hace allí por ser
la fiesta de los ocho Cuerpos santos que hay en aquella iglesia,
todo esto me escusará no decir en esta más de que tardan ya
mucho cartas de ay y que se desean, como es razón. Dios nos
las traiga con muy buenas nuevas de la salud de mi hermano, la
Reina y sus hijos. Aqui la tenemos; y se pasa muy bien la vida
del campo. A toda vuestra gente me encomendad mucho y guár-
deos Dios como deseo. De Marymont, á 5 de Julio, 1608. — A
Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
148.
Duque: Los de la Haya, como desean no salir de la voluntad
de mi hermano, se quieren apercibir para todo lo que puede su-
ceder, como veréis por los despachos que lleva este, que me pa-
f
204 boletín de la real academu de la historia.
rece se les puede agradecer y envialles con tíempo resolución
de todo. También lleva este cartas de Don Guillen (l), en que se
verá lo que hay en Alemana, que no vá nada bien á mi parecer.
Dios lo encamine todo y nos traiga muy buenas nuevas de ay,
que ya me parece tardan. Las de aquí todas serán de andar al
campo, y á caza, aunque no se mata tanta como ay, porque no
se puede hacer tan fácilmente por la espesura de los bosques, y
á los del parque no queremos aun tocar, porque haya más, aun-
que hay artos y muy grandes. Cuando estuvo aquí vuestro cu-
ñado, el de la Laguna, no pudimos ver ninguno, y él no podia
V:reer que los habia. Ahora los vemos muchas veces, y siempre
nos acordamos del que estaba muy bueno sobre ello. Esto es
cuanto hay por acá. A toda vuestra gente me encomiendo mu-
cho, y no puedo dexar de acordaros las provisiones, aunque sé
tenéis más cuidado dello que nosotros, y guárdeos Dios como
deseo. De Marymont á 2^ de Julio, 1608. — A Isabel. — (Sobres-
crito:)— Al Duque de Lerma.
143.
Duque: Muy bien recibidas fueron las cartas de 1 5 de Julio,
porque eran muy deseadas, y nos parecía tardaba ya aquel correo
con la resolución que se aguardaba. La que ha tomado mi her-
mano en aquel negocio, es la que podíamos desear, y tan acer-
tada como todas las cosas que hace, y así espero que la ha de
ayudar Nuestro Señor, por más que haya quien nos desayude,
como se habrá visto por las cartas de Don Pedro de Toledo.
Para todo lo que puede suceder importa mucho tener hechas las
provisiones, y más si se ha de volver á la guerra, pues se irán
tan presto los meses que quedan de la tregua, y no es bien nos
hallen desapercibidos. Lo que cuest^in las provisiones sé muy bien,
y así me pesa cada vez que es fuerza pedillas. Yo espero que con
lo que mi primo os escribe, veréis como no se ha salido de lo que
(i) D. Guillen de San Clemente, Embajador de Felipe II y de Feli-
pe in en la Corte de Viena.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABBt, 205
tiene mandado mi hermano en la distribución dellas, y cuan gran-
des mentiras son las que de acá se han escrito sobre esto. Con-
fiesoos que estamos muy sentidos de que ay se dé crédito á cosas
semejantes sin averiguar la verdad primero, pues si se viesen los
tanteos que de acá se envian, se habría visto por ellos la verdad
de todo; y ojala tuviésedes lugar con vuestras ocupaciones para,
vellos, que os los enviaríamos siempre; pero ya yo sé que con
ellas no podéis acudir á todo, y no podemos dexar de quexarnos
del Consejo, pues los tienen allí y harto lugar para vellos. Pero
lo que más hemos sentido es que piense mi hermano que ha de
haber nayde que le obedesca mejor que mi primo, pues creo
tiene hecha espiriencia de lo que puede fiar del. Y ojala que los
que escriben estas cosas mirasen tanto por el servicio de mi
hermano como miran por su particular interés.
Con razón ha sentido la Reina la muerte de su madre, porque
lo era mucho de sus hijos, y cierto hará arta falta para su tierra,
adonde no sé qué tanto se pueda esperar del concierto que se ha
hecho entre el Emperador y su hermano; que plega á Dios dure
más que algunos se prometen.
Muy buena habrá sido la jornada de Lerma; y aquello me di-
cen es lindísimo para verano, y más como vos lo habéis com-
puesto, que como ha sido con fin de que sirva para dar gusto á
mi hermano, ya yo sé cuan bien estará; y yo me he entretenido,
ya que no lo puedo gozar de otra manera, con oír contar al de
Tavara (l) cosas de allá. Hemos olgado mucho con él, y yole he
hallajo un gigante; y cuando veo estas criaturas que dexé, tan
homores, y llenos de hijos, me paresco viejísima. He olgado mu-
cho de saber nuevas dél, y me las ha dado muy buenas de vos
y toda vuestra gente, que siempre lo son para mí.
De aqui no hay ningunas, sino que ha hecho unos ocho dias
qu^ no han sido ni de Lerma ni de Flandes, porque hemos pen-
sado aogarnos de calor, pero ya ha refrescado un poco. Como
deseamos que el Doctor Paez acabe de traer á su muger para
que esté de asiento, y entiendo aguarda su yerno que se consulte
(1) D. Antonio Pimentel, cuarto Marqués de Tabara.
1
206 BiOi.BTñ« OB LA REAL ACADEMIA DP LA HISTORIA.
á mí hermano la pretensión de su hábito, os pido hagáis dar prisa
á esto en el Consejo de Aragón» y deis esa memoria á mi her-
mano, que es sobre lo que veréis del oficio que tiene en Valen-
cia. También no puedo dexar de recomendaros á Don Alonso de
Luna sobre la pretensión que tiene del castillo de Gante, que ha
servido mucho y muy bien; y por habello hecho Pedro Castella-
nos á mi primo, os pido acordéis á mi hermano le haga merced
en sus pretensiones. A toda vuestra gente me encomiendo mu-
cho. Háme pesado de la muerte del Patriarca de las Indias, que
era bonísimo hombre; y Dios os guarde como deseo. De Brusse-
las á 7 de Agosto, l6o8. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
144.
Duque:- Aunque haya poco que decir de acá después que es-
cribimos, no quiero dexar de hacer esto con este correo que des-
pacha mi primo á dar prisa á las provisiones, pues se acaban con
este mes y del faltan tan pocos dias; y si no vienen á tiempo
para el otro, temo mucho nos hemos de ver en mucho aprieto
con esta gente; y estas cosas cuestan después mucho más á la
hacienda de mi hermano; y así os pido, si no estuviera dada or-
den en la provisión del mes que viene, procuréis se dé luego
por lo que importa; y yo espero habréis ya visto cómo se distri-
buye, diferentemente de lo que ay habian informado. Con las
nuevas que ha traído el ordinario, que llegó ayer, de la salud de
mi hermano, quedamos muy contentos. Espero las tendremos
presto más frescas, que estas siempre se desean. De aquí no hay
ninguna, sino haber refrescado. De vos y vuestra gente las de-
seo muy buenas y que os guarde Dios como deseo. De Bruse-
las, dia de S. Bartolomé, i6o8. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 207
146.
Duque: Estando para despachar este (correo) con lo que ha
venido de la Haya, llegó el despacho de ay de 1 8 deste con las
provisiones, que ha sido tan bien recibido como la necesidad
que habia dellas, que es cuanto se puede encarecer. Contentísi-
mos quedamos con las buenas nuevas de la salud de mi hermano
y la Reyna y sus hijos: que sea por mil años: que cuando el
tiempo es achacoso, se vive con más cuidado de tener estas
nuevas. Pésame mucho que las tercianas hayan alcanzado á vues-
tra gente, y deseo ya saber que todos estén muy buenos. Con
cuidado quedamos de la jornada de Alarache (l). Dios dé al
Marqués de Santa Cruz la dicha que á su padre (2), pues las de-
más partes creo que no le faltan. Por los despachos de mi primo
veréis en el estado que está la pax y la tregua, y cuánto es me-
nester hacer las provisiones para la guerra con tiempo, pues
nuestros enemigos ni los que los ayudan, no se descuidan. El
guesped que nos ha venido, como escribo á mi hermano, no me
dexa pasar de aqui. A toda vuestra gente me encomendad mu-
cho, y guárdeos Dios como deseo. De Bruselas, postrero de
Agosto, 1608. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
146.
Duque: Por los despachos que lleva este (3)... reis lo que acá
hay de nuevo. Yo os confieso nos hemos visto muy perplexos para
tomar esta resolución, por no tener tiempo para consultalla á mi
(i) Ciudad marítima del imperio marroquí, que por ser foco de piratas
berberiscos que infestaban las costas de España , fue preciso sitiarla y
rendirla. Al efecto partió para esta plaza con escuadra el Marqués de Santa
Cruz, y mandando las fuerzas de desembarco D. Juan de Mendoza, Marqués
de San Germán. Después de prolongado asedio, se rindió el 20 de No-
viembre de 1 610.
(3) D. Alvaro de Bazán , cuarto Marqués de Santa Cruz, general de la
armada del Océano, que falleció en 1604.
(3) Está roto el papel. Parece falta «correo ve.»
208 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTOKIA.
hermano y saber su voluntad, que es la que deseamos seguir en
todo siempre; pero habiéndolo encomendado mucho á Nuestro
Señor y hechoselo pedir á tocios los que tenemos por buenos
para que nos alumbrase lo que habia de ser más para su servicio,
se ha tomado la resolución que entenderéis, procurando no pren-
dar en nada á mi hermano, sino tomándolo sobre nosotros, de
manera que mi hermano quede libre para poder romper ó no,
como viere le está mejor, y pareciendonos que era mejor susten-
tar esta plática como se pudiese, para que mi hermano rompa si
le parece que le está bien y tiene su hacienda para acudir á hacer
la guerra, como seria menester, que esto ay se juzgará mejor de
lo que lo haremos acá, que no sean ellos los que rompan... (l)...
muy bien apercibidos y con las ayudas que tienen... mucho aora
de Francia, como habrá escrito Don Pedro de Toledo, y de todas
partes; y así no puedo dexar de acordaros que para cualquiera
cosa es menester dar prisa á las provisiones y más estando tan
al cabo las deste mes, y no habiendo aun aviso de que estén he-
chas las del que viene, aunque yo estoy sigura que no os descui-
dareis de hacer en esto todo lo posible, y aun mas como vemos
se ha hecho otras veces.
De aqui no hay que decir fuera desto sino desear mucho car-
tas de ay, que ha muchos dias que tardan, á lo menos á mí asi
me lo parece, y más sabiendo las tercianas que andan en Valla-
dolid, que me tiene con cuidado, aunque las cartas del ordinario
me sacaron un poco del, y digo un poco porque siempre son
viexas. Dios nos traiga muy buenas nuevas. A toda vuestra gente
me encomiendo mucho y guárdeos Dios como deseo. De Brusse-
las á ID de Setiembre i6o8. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
147.
Duque: Yendo Don Rodrigo Laso ay á sus negocios, no he
querido se vaya sin esta, para pediros acordéis á mi hermano
(i) Roto.
.CORRESt>OIfDBMCU DK LA INFANTA DONA ISABBL. 209
haga merced en eáta ocasión á Don Rodrigo conforme á lo que
tiene servido, como sabéis, y creo por la amistad que siempre
habéis hecho á. Don Rodrigo que habré menester pediros poco
que le ayudéis, porque sé que lo haréis de buena gana; pero por
lo que Don Rodrigo nos ha servido no puedo dexar de deciros
que me haréis mucho placer; y pues él dirá lo que de aquí se
ofrece, no me alargaré más. Dios os guarde como deseo. De
Brusselas á 25 dé Setiembre, 1608.— A Isabel. — (Sobrescrito:)
Al Duque dé Lerma.
148.
Duque: Por lo^ despachos de mi primo y el Marqués Espinóla
entenderéis lo que hay de nuevo después que escribimos y eñ el
estado que queda este negocio de la tregua. Yo no he podido
dexar de decir á mi hermano lo que me parece conviene á su
servicio, porque me parece, si viendo dé la manera que está lo
dé aqui y sabiendo lo que me habéis escrito del estado en que
está la hacienda de mi hermano no lo hiciera ansí, no cumplía
con lo que era obligada, pues naide desea ni tiene razoo ni mk-
yor obligación que yo para desear que se acierte el servicio dé
mi hermano, y yo pienso. cierto que el acetar la tregua, conside-
radas todas las razones que hay para ello y el estado en que es-
tamos allá y acá, y el en que están nuestros enemigos, que seHa
lo más acertado para todo, como pienso y estoy cierta que ío
considerareis como conviene, pero por cumplir con lo qué os
tengo prometido de escribiros llanamente, no puedo dexar de
pediros que en este negocio no os aconsejéis con personas apa-
:iionadas y que lo podrían estar por lá guerra por su propio par-
ticular y interés, ni por otras informadas de las de acá, que tiran
í este mismo fin; porque. con esto yo me asiguro que se tomará
la resolución que conviene, que aqui artQ lo pedimos á Nuestro
Señor, y os puedo asigurar con verdad que lo menos á que mira-
mos es. nuestro descanso, sino solo que se acierte el servicio de
mi hermano, y si se ha de volver á lá guerra de ninguna manera
lo pera qué se haga sola defensiva sino ofensiva, porque con la
TOMO XLVUI. 14
2IO POLBTÍM DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
defensiva se acabará de perder esto llanamente por las causas
que escribo á mi hermano; y aunque aquí se platica entre los
más del exército que basta hacella defensiva y que no importa
que se pierda hoy una plaza y mañana otra, como será sin
duda, y que así se ha sustentado esto cuarenta años; yo os digo
que es muy mala cuenta ésta, porque lo primero si tras cuarenta
años de guerra se ha de aguardar que tendrán paciencia estas
provincias para Uevalla más á cuestas, yo pienso se engañan mu-
cho, y quedarán en una desesperación que no se pueda reme-
diar; ni aunque ellos quieran, podrán con ella, porque están muy
acabados y todo tan caro que la pobre gente no se puede sus-
tentar, porque cómo les falta él trato, que es lo principal de que
se vive en estos Estados, todos están pobres, lo que no es en
Olanda, que como le tienen, tras todo lo que pagan, están tan
ricos que vienen espantados los que vienen de allá. Pues lo que
ha costado á España esta guerra, vos lo sabéis; y pensar que ella
se acabará con solo la defensiva, ya se tiene la espiriencia de tan-
tos años; y no será sino consumir mi hermano su hacienda sin
fruto ni provecho; lo que no será haciéndola ofensiva, pues se vá
á ganar y no á perder, pues cuando bien un año no se gane plaza,
con entrar en casa de nuestros enemigos, les estorbamos que no
entren en la nuestra ni nos ganen nada. Y creed que los que son
de otro parecer, que no miran sino solo á su provecho, y á hacer
la guerra, estándose muy descansados en sus casas, como se vio
bien cuando lo de Frisa, por lo que sintieron pasar allá; y aora dicen
que no importa que se pierda aquello, que es un pié de los bue-
nos que se pueden tener por allá. Yo os he querido decir todo
esto, porque sé que no dexarán de llegar destos pareceres artos
ay; y estéis informado de lo que les mueve á dallos, que no es
cierto lo que desean el servicio de mi hermano, sino su interés y
provecho, que es lo que me duele á mí, pues querría que todos
le mirasen como vos, que me parece .es cuanto lo puedo encare-
cer. Arto lo podré hacer de cuan sin paciencia estoy de vernos
tantos días sin cartas de ay, que no sé cómo se puede llevar, que
me tiene con mucho cuidado, y más con lo que algunos, que han
venido de ay, encarecen la enfermedad de Valladolid, aunque
CORRESPONDENCIA DB LA INFANTA DOSÍA ISABEL. 211
espero, si es verdad, se habrá salido mi hermano. Dios nos trayga
muy buenas nuevas: de toda vuestra gente las deseo, que no les
haya alcanzado nada: á toda me encomiendo; y guárdeos Dios
como deseo. De Brusselas á 7 de Otubre, 1608. — A Isabel. — (So-
brescrito:) Al Duque de Lerma.
149.
Duque: Mucho he olgado con vuestras cartas de 2 y 9 deste,
pues me han sacado del mucho cuidado con que nos tenian las
enfermedades de ay. Bendito sea Dios que ha guardado la prin-
cipal. Paréceme os han cabido buena parte dellas. Cierto me ha
lastimado mucho la muerte del de Jelbes (i) y pesado conforme
á las obligaciones que tengo para ello.
Este correo se despacha tan á prisa para sacar ay del cuidado
en que parece están pensando. Está concluido lo de Olanda, que
no me dexará responder aora á vuestras cartas. Lo que hay en
esto entenderéis por los despachos que lleva, y como no hay
hecho nada, tendré yo poco que remediar. A toda vuestra gente
me encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Bru-
selas á 24 de Otubre, 1608. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
160.
Duque: Porque este correo que despacha el Marqués Espinóla
no se vaya sin estos rynglones, me pongo á escribillos aunque
no haya cosa que decir de nuevo mas de lo que hemos escrito.
Arto deseamos ya otras cartas de ay para saber de la salud de
mi hermano, y que sean ya pasadas tantas enfermedades: que
(i) D. Femando de Castro, hijo del Conde de Lemos, casado con doña
Tjtñaor d£ Portugal, Condesa de Gelves, sobrino del Duque de Lermai
ÜEiBeció á coosecaeBcia de haber cenado con exceso y puéstose á jugar
con S. M. hasta las tres de la mañana, levantándose con fuerte calentura
y sobreviniéndole la muerte.
212 boletín de la REAL ACADEÜtA DE LA HISTORIA.
testa saber esto no se puede dexar de estar con mucho cuidado:
espero no os habrán tocado; y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas á 28 de Octubre, 1608. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
161.
Duque: Con este correo que despacha el Marqués de Guada-
leste (l), no quiero dexar de deciros lo mucho que he olgado con
vuestras cartas de I.° y 16 deste,y con todas las nuevas que me
dais en ellas de la salud de mi hermano y sus hijos. Gracias á Dios
es la que hemos menester, y las viruelas del Principe espero se-
■
rán como las de mi hermano, que con esas se librará de tenellas
otra vez. Dios los guarde á todos mil años. Las gracias de mí
nuera creo muy bien, y no- siento poco no podella gozar. Gueli-'
gome que no os haya tocado la gota con este tiempo; que á mi
primo le ha obligado á estar seis dias en la cama, que para él son
muchos. Pésame de la poca salud que tiene vuestra hermana, lo
uno por ella y lo otro por la falta que hará al servicio de la Reina.
De aquí no hay cosa que decir, y lo que hay de negocios veréis
por las cartas de mi primo, y yo no os quiero ocupar por si os
cupiere alguii rato de la. Palomería del Pardo, que bien habréis
menester descansar algunos para poder trabaxar tantos como
hacéis. A toda vuestra gente me encomendad mucho y guárdeos
Dios como deseo. De Bruselas, víspera de San Andrés, 1608. —
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
162.
Duque: Por no perder ninguna ocasión de hacer esto, no quie-
ro que se pase este correo de Ingalaterra sin que lleve estos ryn^
■
{i) La primera mujer del Marqués de Guaiialestét la discreta séñoi^.
valenciana, de quien tan repetidos elogios hace en estas cartas la luían ta^«
se llamaba doña Isabel Bas.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA D09a ISABEL. ^l^
glones, aunque por la prisa que lleva, podrán ser pocos. Y no
habiendo cosa de nuevo que decir de acá, ni lo será desear ya
mucho cartas de ay más frescas para saber de la salud de mi
Jiermano. También deseo saber cómo os vá de vuestros pies,
que á mi primo un poco le han tocado los suyos estos días.
A toda vuestra gente me encomiendo mucho y guárdeos Dios
como deseo. De Bruselas á 12 de Noviembre, l6o8. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
163.
Duque: Poco habrá que decir en esta habiendo tan pocos días
que hemos escrito y no habiendo cosa de nuevo después acá.
Ayer vino el ordinario, con que estamos muy contentos por las
buenas nuevas que ha traido de la salud de mi hermano, la Key-
na y sus hijos, que es lo que deseamos saber siempre. También
lo han sido la llegada de la nota á salvamento, con que espero
se proveerá lo de aqui conforme á lo mucho que es menester,
como os tengo escrito, pues el tiempo corre tan á prisa. He ol-
gado de saber que estéis con salud con toda vuestra gente. Gra-
cias á Dios ya parece que se han acabado las enfermedades que
han andado ay este verano, que no han llevado á pocos. A toda
vuestra gente me encomendad mucho, y no puedo dexar de
pediros mucho acordéis á mi hermano se acabe de resolver en
hacer la merced, que le tengo suplicada, al Marqués de Velada
pues ya no hay consecuencia con naide, y á mí me hará mi her-
mano grandísima merced; y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas á 15 de Noviembre, 1608. — A Isabel. — (Sobrescrito):
AI Duque de Lerma.
164.
Duque: Ha parecido necesario enviar ay al confesor de mi
primo para que informe á mi hermano muy particularmente del
mal estado en que está todo lo de aqui y cuanto ha menester
214 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
remedio de una manera ó de otra. Yo pienso olgaréis de oille, y
con todo no puedo dexar de pediros sea con la atención que
piden estas cosas, y con la misma se procure mirar mucho en lo
que conviene hacer en este negocio y la resolución que se toma,
pues va tanto del servicio de Nuestro Señor y de mi hermano en
ello, como sabéis. Y si esto se perdiese, no ganaria mi hermano
nada, antes perdería mucho como sé tenéis bien entendido, pues
os tiene costado tanto trabaxo como )ro sé; y que podemos de-
cir que por vos está aora en pié, que es conforme á la mucha
confíanza que hemos tenido de vos siempre; y yo quedo con la
misma de que habéis de ser parte para que se tome la resolución
que conviene. Y porque fr. Iñigo (l) dirá todo esto más larga-
mente de la nuestra, me remito á él, deseando que os halle muy
bueno y á toda vuestra gente, á quien me encomiendo mucho; y
guárdeos Dios como deseo. De Bruselas primero de Diciem-
bre, 1608. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque dé Lerma.
166.
Duque: Poco habrá que decir de nuevo de acá con este co-
rreo que despacha el Marqués de Guadaleste sino estar deseando
saber nuevas frescas de la salud de mi hermano. También deseo
saber de la vuestra, que si el tiempo hace como aqui es bien
malo para corrimientos, que todo es llover y no hace frío. Te-
nemos aqui al Marqués de Cerralbo (2), que me ha espantado
qué hombre está. Ha traido muy buena compañia, pero vienen en
mal tiempo para ver á Flandes, que no se puede andar por los
caminos. Estas son todas las nuevas de acá. A toda vuestra gen-
te me encomiendo mucho y guárdeos Dios como» deseo. De
Brusselas á 12 de Diciembre, 1608. — A Isabel. — (Sobrescrito:)
Al Duque de Lerma.
(Coniinuará.) A. Rodríguez Villa.
(i) Fr. Iñigo de Brizuela.
(2) D. Rodrigo Pacheco, tercer Marqués de Cerralbo.
RELACIONES ENTRE ESPAÑA Y AUSTRIA 21$
n
RELAQONES ENTRE ESPAÑA Y AUSTRIA
DURANTE EL REINADO DE LA EMPERATRIZ DOÑA MARGARITA,
INFANTA DE ESPAÑA, ESPOSA DEL EMPERADOR LEOPOLDO I.
Con este título ha publicado el Sr. D. W. R. de Villa-Urrutia
un interesante libro, sobre el que, por encargo de nuestro dig-
nísimo Director, voy á informar á la Academia.
Está por escribir la historia de la decadencia de España en el
siglo XVII. Mientras se mantuvieron vigorosos nuestro predomi-
nio y preponderancia, tuvimos notables historiadores, biógrafos
excelentes y brillante concurso de cultivadores de nuestra histo-
ria en sus diversas manifestaciones. A medida que nuestra de-
cadencia se inicia, disminuye en número y cualidad este impor-
tantísimo género literario; y cuando aquélla se pronuncia de
modo alarmante y desastroso, puede decirse que casi desapare-
ce en nuestro suelo aquella prodigiosa maestra de la vida, que-
dando tan sólo representada por tal cual relación, incompletos y
ligeros esbozos, sátiras ó epigramas tan mordaces como alam-
bicados. Como todas son miserias y desgracias, rehuyen los his-
toriógrafos el referirlas y publicarlas. Densas nieblas cubren el
cielo de la historia patria. Los sucesos más importantes y tras-
cendentales pasan casi desapercibidos para la. inmensa mayoría
de los españoles, envueltos en el misterio de las más secretas
negociaciones diplomáticas, ó referidos cautelosamente al oído
de limitados políticos ó cortesanos, porque, como ordinariamen-
te sucede en estos períodos débiles y angustiosos, el poder mi-
nisterial suele ser tiránico y enérgico en la represión del pensa-
miento y de su libre difusión. Apenas si en las correspondencias
diplomáticas y familiares se encuentra alguno que otro chispazo
de refulgente luz. Los documentos que pudieran darla para es-
clarecer la verdad, se guardan y ocultan con el más estudiado
secreto; las plumas mejor cortadas se esterilizan; las prensas se
2l6 BOLETÍN DB LA KJtAL ACABBMIA DB LA HISTORIA.
mantienen mudas en cuanto á esta materia se refiere. Es menes-
ter que pasen siglos; que las ideas políticas cambien; que el es-
píritu público moderno surja potente y vigoroso, ávido de co-
nocer la verdad, ansioso de difundirla, tenaz en investigar las
causas de infaustos sucesos pasados para estudiarlas y precaver
y mejorar los presentes y futuros.
Ni conviene desdeñar con exceso los años que entre 1 66 5 y
1740 transcurrieron, si con frecuencia infelices, como escribió
nuestro antepasado ilustre Director, no del todo destituidos de
honor, durante los cuales, al fin y al cabo, nuestros padres lu-
charon cuanto pudieron por conservar lo que hoy resta. «Princi-
palmente (añade) extravía sus juicios el empeño de no atribuir
la pérdida del sin igual imperio á ingénitas enfermedades nació-
les, por el tiempo constantemente agravadas, ni á fortuitos 6
irremediables accidentes, de que la esterilidad de Carlos II ofre-
ce magno ejemplo, sino tan sólo á las faltas ó flaquezas reputa-
das excepcionales y exclusivas de los que durante espacio tan
largo en España ejercieron el poder público. Razón es que, de
aquí en adelante, con mayor severidad se averigüen las respec-
tivas y verdaderas culpas de aquellos españoles poco afortuna-
dos, á no dudar) pero tan parientes nuestros como los de la épo-
ca brillante de Carlos V, aunque no sea más que por merecer
que nuestros hechos propios sean juzgados con indulgencia, ya
que no acertamos á conseguir que hoy la patria ocupe más alta
posición en el mundo que ocupó en la época anterior al Marqués
de la Mina, y mucho menos igual á la que, cuando. redactó éste
sus Memorias^ ocupaba» (i).
A mediados del pasado siglo comenzaron algunos historiado-
res extranjeros á estudiar critica y documentalmente el gran
vacío que sobre el período antedicho se advertía en nuestra his^
toria; ejemplo que siguieron, aunque débilmente, nuestros com-
patriotas explorando nuestros Archivos públicos y particulares,
y publicando los felices resultados de sus investigaciones* Es>
(i) Introducción del Sr. Cánovas del Castillo á las Memorias militares
del Marqués de I' a Mina^ D.Jaime Miguel de Guzmán Dávalos Spínola.
RBCACIOKBS BNTRB KSPA NA Y AUSTRIA*. 2I7
por tanto, plausible y digno de elogio, que persanaa del talento
y elevada posición del Sr. ViUa-Urrutiá, dediquen su luciente
ociosidad á esclarecer aquéllos puntos de historia que todavía
permanecen, 6 muy confusos y poco conocidos, ó totalmen-
te ignorados. Aprovechando la luz que arrojan sobre las rela-
ciones entre las Cortes de Madrid y Viena, desde 1662 á 1673,
las 360 Cartas privadas del Emperador Leopoldo I al Conde
F» E. Poltlngí su Embajador eñ Madrid, publicadas no ha mu-
cho en la Colección de fuentes de la historia austriaca , traza
el ilustre diplomático, de quien nos ocupamos, un cuadro bas-
tante completo de la Monarquía de España en aquel tiempo*.
No poco .valor histórico quita, sin embargo, á estas *6ar/5íw él ca-
cárácter un tanto ligero, aislado y desafecto del Embajador ce-
sáreo, toda vez que «no supo conquistarse en la Corte dé Espa-
ña la posición influyente á que pudo y debió aspirar. Ni obtuvo
(dice el Sr. ViMa-Urrutia), la confianza de la Reina, con ser ésta
la propia hermana del Emperador y muy austriaca de corazón;
ni prestó ayuda á los pocos amigos con que los austríacos con-
taban en España, ni acertó á desarmar, de grado ó por fuerza»
á los ehemigós del Emperador. Fué, en suma, uno de tantos dir
plomáticos que bastan y aún sobran en circunstancias normales
para mantener las buenas relaciones existentes entre, dos países
amigos: fuftciónatios celosísimos, y aún me atreveré á decir
ejemplares en el Cumplimiento de sus deberes, si estos sólo con-
sisten, aparte de las funciones, meramente representativas, en la
ficil tarea de comunicar de palabra ó por. escrito al Gobierno^
cerca del cual están acreditados, los deseos de sus jefes y dé
transmitir á éstos lí respuesta, juntamente con aquellas noticias,,
más ó mends importantes que puedan servir para labrar la repu-
• tación de un agente bien informado.» Por este motivo Potting^
poco afecto y grato á las clases directivas y poderosas, y ape-
nas penetrado del espíritu del país en. que vivía, emite juicios y
opiniones sobre personas y cosas, exagerados unas veces y pá-
lidos é indefinidos: otras, que coj\ atinada crítica suaviza ó mo-
difica el Sr. ViUa-Urrutia, valiéndose de otros textos y. fuentes
más autorizados.
2l8 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Puntualiza nuestro autor el estado de la Corte y de la Monar-
quía española á principio de 1 663, cuando llegó á Madrid el
Conde de Potting. Pinta á Felipe IV de ánimo apocado, agota-
das sus fuerzas físicas, convertido prematuramente en achacoso
anciano, serio y melancólico, no oyéndosele apenas pronunciar
una palabra en todo el día, falto de carácter, de decisión, de
energía, sin afición á los negocios. «Entre la gente que le rodea-
ba, cortesanos intrigantes y políticos más ambiciosos que capa-
ces, no había un gobernante como Richelieu, ni un administra-
dor como Colbert, ni un diplomático como Lionne. El propio
Conde-Duque de Olivares, que con todos sus enormes desacier-
tos, á los qué contribuyó en primer término la nativa, inconsi*
derada^ peligrosísima soberbia española (l), que tantos odios le
suscitó en España, fué por sus condiciones de entendimiento y
de carácter muy superior á su sobrino y sucesor en la privanza,
D. Luis de Haro.» A la muerte de éste encargóse el Rey nomi-
nalmente del Gobierno, que al decir de los representantes de
Leopoldo I en Madrid, anduvo á cargo de tres personajes prin-
cipales: el Duque de Medina de las Torres, el Conde de Castri-
11o y el de Peñaranda, de cada uno de los cuales hace el autor
breve reseña biográfica, ponderando la mayor capacidad y ex-
periencia del último.
Otros personajes secundarios enumera después de éstos, como
el Cardenal Duque de Mvmtalto, el Marqués de Mortara, el de
Mondéjar, el Duque de Alba, el Marqués de Caracena, el Alnai-
rante de Castilla, el Conde de Ayala, el Marqués de Ai tona, el
Duque de Alburquerque y el Marqués de Castel-Rodrigo. Más
influyentes aún que éstos eran, en la dirección de los negocios,
el Secretario de Elstado y del despacho universal Luis de Oyan-
guren, al que sucedieron en tan alto cargo D. Blasco de Loyola
y D. Pedro Fernández del Campo. En posición inferior, pero
gozando, según parece, de gran influencia, vivía entonces en.
la Corte el Barón de Cratzenbach, alemán de nacimiento, que
sirvió largo tiempo en Flandes, conocido por los españoles con
(i) Cánovas. Elstudios del reinado de Felipe IV.
RELACIONES ENTRE ESPAÑA Y AUSTRIA. 219
d nombre de Cristóbal de Angelatí, secretario que fué de don
Luis de Haro y del Duque de Medina de las Torres. Del influjo
del famoso jesuíta P. Everardo Neidhart en la Corte, y, sobre
todo, del que ejerció sobre la Reina, ocupase con más extensión,
reconociendo que este último no tuvo límites, y que fué de ca-
rácter mezquino y egoísta, de limitado entendimiento y escaso
saber, altanero con sus amigos, y cobarde con sus enemigos, in-
capaz de identificarse con la nación cuyos destinos aspiraba á
regir y cuyas condiciones ignoraba por completo (l). Sobre la
Reina doña Mariana no andan, según el autor, conformes los pa-
receres de sus contemporáneos; pues mientras los embajadores
venecianos ponderan la pureza de sus costumbres, la dulzura de
su carácter y su modestia, acúsanla los franceses de terca y am-
biciosa; echándola siempre en cara los españoles ser más afecta
á la Corte de Viena que á la de Madrid y dejarse guiar por las
consideraciones de su antigua casa y familia, más que por las de
su nueva patria.
«Los descontentos (dice el autor), cuyo número iba cada día
en aumento, pusieron sus ojos y sus esperanzas en D. Juan de
Austria, hombre de gran ambición, pero de escaso valer, que en
sus campañas de Flandes y Portugal había demostrado más dotes
de bizarro soldado que de avisado capitán... Desde su retiro de
Consuegra fué D. Juan el alma de la conspiración tramada por los
Grandes contra el P. Neidhardt... y mientras doña Mariana por su
origen y sus aficiones era considerada como extranjera, D. Juan,
con sus cualidades y defectos nacionales, encarnó todas las aspi-
raciones de los españoles para dejarlas después, cuando ejerció
el poder, por completo deíraudadas...» (2).
(i) No ha sido todavía estudiado detenidamente este importante per-
sonaje. Acaso cuando esto se haga, resulte algo menos severo el juicio
que acerca de él emitieron, principalmente, sué mismos compatriotas los
Embajadores cesáreos, Pótting, Barón de Lisola, y, sobre todo, el mismo
Emperador Leopoldo.
(2) Un diplomático español de aquel tiempo escribe en sus MemoriaSy
que el autor de este iníorme tiene á la vista, á propósito de este hijo natural
de Felipe IV: cPor este tiempo sucedió el arribo á Madrid de D. Juan de
Austria. Grandes fueron las esperanzas que se tuvieron concebidas de ver
220 BOLETÍN DB LA RSAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
. Cada vez más decadente el partido dJel Emperador, algo le
Téanimó el Marqués de Castél-Rodrigo á su vuelta á la Corte,
terminado su gobierno de los Países Bajos. Del partido contra-
rio, 6 sea francés, era el Marqués de la Fuente, Reñido por hijo
del Conde-Duque y de la mujer del alcalde de Corte" D. Mel-
chor. Era un diplomático .de carrera y hubiera podido servir de
mucho á Peñaranda y á los franceses en Madrid, si no se hubiera
desacreditado y puesto en ridículo por haber, contraído á ios
sesenta años segundas nupcias con la Marquesa de Espinardo
doña Ana Portocarrero, viuda joven y hermosa, aficionada ál
lujo y á los placeres y más blanda de corazón que estrecha de
conciencia^ con menoscabo de su honra y fama«
. «Tales eran, escribe el Sr. Villa-Urrutia, los políticos que go-
bernaban España y en cuyas manos íué acentuándose con carác-
ter de irreparable la decadencia de la Monarquía: hombres á
quienes preocuparon más las intrigas cortesanas y las intestinas
discordias que los problemas de la política internacional en que
se consumían nuestras fuerzas y nuestros recursos.
Del estudio de la Corte de España pasa el autor al de la de
Viena. Representa al Emperador Leopoldo I, según su corres-
pondencia particular, tratando de su piedad Jio exenta de supers-
puesto en sus manos el timón y gobierno de la. Monarquía. Las más memo-
rables resultas se redujeron á echar á Roma al Inquisidor general, Carde-
nal Nitardo; á deponer á D. Melchor de Rocafull, vicecanciller de Aragón;
y á degradar de la grandeza y títulos á D. Fernando Valenzuela, á quien
envió desterrado á Filipinas. No me introduzco á discurrir en si íué ó no
desmesurada la ambición de este monstruo de fortuna. Solo diré que se
vieron rasgos por lo que toca á lo público, en su conducta, que prametie-
ron mucho. £1 primer cuidado lo puso en desear apuntalar la decadencia
de la Monarquía, acudiendo ~al remedió*de 16 qué ha conseguido su ruina,
que ha sido la íalta de armada naval. Compró y hizo fabricar, aunque po-
cos, algunos navios. Los Ministros de afuera se hallaron bien asistidos. En
cuanto á mí soy testigo que D. Pedro Ronquillo (embajador de España en
Viena, en Londres y uno de los plenipotenciarios del Congreso de Nime-
ga) recibió en Nimega en un solo socorro treinta mil escudos; y por prue-
ba de que los demás debieron de hacer la misma experiencia, se ha de
tener entendido que ni había amistad ni podía caber confianza particular,
siendo notorio que este Ministro y sus hermanos eran conocidos por cria-
dos y dependientes de D. Juan de Austria.»
RBLACtOKÉS ENTRB ESPAÍÍA Y AUSTRIA. ¿21
tición, de SUS ocupaciones, de su .irresolución, de su capacidad
intelectual; le considera como maridó ejemplar y como protec-
tor de las artes y las letras, si bien le hace en este- concepto des-
merecer mucho el no gustarle las pinturas de Velázquez, y, poiv'
último, como erudito , poeta y músico. Del paralelo qué hace
entre este soberano y Felipe IV, con el que tenía muchos puñ- ,
tos de semejanza, sale aquél muy aventajado.
De gran interés histórico es el capítulo que dedica $ los ma-J
trimonios de Príncipes en el siglo xvii entre Austrias y Borbó-'
nes para vejiir á parar al de la Infanta doña Margarita, que relatái
con vercjadero lujo de detalles, muchos desconocidos. «Es ip-;
dudable, dice, "que Felipe IV de haber podido seguir las incli\'
naciones de su corazón, hubiera preferido dar su hija primogé-
nita al Emperador; pero la imperiosa necesidad de ajustar la paz
con Francia y la imposibilidad de llegar á ella por ningún otra
medio, obligóle á consentir en el matrimonio de doña María Te-
resa con Luis XIV. Una vez concertado éste y con él las paces;
buscó el Rey modo de desagraviar al Emperador; y bien porque
sé le ocurriera espontáneamente ó porque se lo sugiriera la Reina
doña Mariana, pensó para ello en la Infanta doña Margarita, que
apenas contaba ocho años, y cuya mano ofreció á Leopoldo poi-
medio de La Fuente, con tales disculpas por lo ocurrido y tales"
protestas de amistad y cariño, que el Emperador sé dio* por
satisfecho y aceptó por esposa á la tierna Infanta,» El 6 de Abril
dé 1663 se publicaron los esponsales: lais capitula ciones, qué
negociaron y firmaron el Í8 de Diciembre Potting y Medina de
las Torres, ofrecieron ya bastantes dificultades, para. zanjar las
cuales fué menester la venida de huevo embajador, el Barón de
Lisbla, verificándose al fin los desposorios con toda pompa el 25
dé Abril de 1666. ...
Además de la servidumbre ' xjue debía acompañar á doña
Mar^arita^.VienarXué iiombradoMayordomo mayor y jefe de la
jornada hasta ia frontera del Tlrol el Duque de Alburquerque (l)
* - - •" I • *
' ' ' " ■ ■ ■ ■ ; I I I •■ ■ I ■ ■ ;. ■ ' ■ ■■ ■■
^^1) Con el título de Dos viajes regios (1679 y 1666), informe publicado
por el que suscribe éste, en el Boletín de la Real Academia de la HisTOe
ría, Abril de 1903, vieron la luz varias Noticias delmaje de la Infanta dona
l
232 boletín DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
que iba de Virrey á Ñapóles, y Mayordomos los Marqueses de
la Guardia y de Povar. Comenzó la jornada el 28 de Abril
de 1666, llegando la numerosa comitiva á Viena el 5 de Di-
ciembre.
Prosiguiendo el autor su relación trata en otro capítulo de ^^-
paña en la Corte de Viena durante el reinado de la Emperatriz
Margarita: y como esta encantadora personalidad es de todos
conocida y admirada por los maravillosos retratos que de ella
hizo Velázquez, crece y se aumenta nuestra curiosidad é interés
por conocer su vida como soberana. Sin llegar á ser una belleza
y poseer un talento superior, pero siendo toda bondad, pureza
y dulzura, logró conquistar desde luego el corazón de su mari-
do, cada vez más enamorado de su mujercita^ como la llama en
sus cartas. Poco duró la felicidad de este augusto matrimonio.
Condenada prematuramente á gestación perpetua, agotadas sus
fuerzas, murió á los veintiún años de edad y á los seis de casada,
habiendo tenido á los diez y seis años su primer hijo y llevando
al morir el séptimo en su seno.
Sobre la servidumbre española de esta Soberana, sus rivali-
dades, disputas y cuestiones de precedencia entre la Camare-
ra mayor y la Embajadora de España, que tantos disgustos oca-
sionaron á Leopoldo I, aduce el autor curiosísimos datos de sin-
gular estima, por reflejarse en ellos las pasiones y costumbres
de aquel tiempo. Con la muerte de la Emperatriz acaba, según
el Sr. Villa-Urrutia, el españolismo de la Corte de Viena. «De
España, dice, sólo quedó en Viena la Embajada; pero con tal
autoridad y tal prestigio, que no los alcanzó mayores en los años
en que más pudo hacerse sentir la influencia de la Emperatriz.
Y es de notar también que las relaciones políticas entre el Go-
bierno imperial y el español, no fueron, durante el reinado de
doña Margarita, tan amistosas y tan estrechas como llegaron á
Margarita María^ despasada con el Emperador Leopoldo I^ desde ItíToáb^id
hasta Roveredo (Tirol) en lóóó^ tomadas del Archivo de la Casa de Albur-
querque, que confirman y completan las publicadas ahora por el Sr. Villa-
Urrutia. — También sobre el célebre Lisola he publicado en el Boustík
algimas cartas inéditas é interesantes.
r^
RBLACIONES BNTRB ESPAÑA Y AUSTRIA. 223
serlo después de la muerte de la Emperatriz, contribuyendo á
ello en primer término, las condiciones personales de los repre-
sentantes diplomáticos acreditados respectivamente en la Corte
de Madrid y en la de Viena.
Enumera el autor en el último capítulo los personajes que su-
cesivamente desempeñaron durante este tiempo la Embajada de
España en Viena, haciendo observar la decadencia de su pro-
verbial influjo. El Marqués de la Fuente, el de Mancefa, el Con-
de de Castellar, no lograron captarse las simpatías del Empera-
dor, ó por sus reiteradas cuestiones de etiqueta 6 por su despil-
farro y deudas. Con insistencia pedía Leopoldo I á España le
enviasen un Embajador grato y prudente, siendo al fin compla-
cido con la persona de D. Pablo Spínola Doria, Marqués de los
Balbases, que á la sazón desempeñaba el Gobierno de Milán.
«Era nieto del vencedor de Breda y estaba casado con doña
Ana Colonna, hija del gran Condestable de Ñapóles, hallándose
en posesión de una gran fortuna, que le permitió más de una
vez sacar de apuros á su Rey y le valió el apodo de banquero
de la Monarquía. Ni estos servicios ni los que prestó á España
en diferentes misiones diplomáticas por su conocimiento de los
idiomas extranjeros y su práctica en asuntos internacionales, le
alcanzaron la influencia á que tenía derecho y que siempre es-
torbó su origen italiano». Bien pronto, añade el autor, logró Bal-
bases captarse el afecto y confianza de Leopoldo, hasta el punto
de que, un bien informado historiador contemporáneo, Pufen-
dorf, dijera del Embajador de España que era el dictador de la
Cofte Imperial. Reseña, por último, la larga y enmarañada se-
rie de negociaciones diplomáticas, basadas casi todas en el re-
parto de la Monarquía española, en las cuales intervino, como
colaborador del Marqués de los Balbases, su amigo íntimo D. Pe-
dro Ronquillo, que á la sazón, á mediados de 1673, se hallaba en
Bruselas y gozaba fama de perito en cuestiones internacionales,
y de n:iuy diestro en el difícil arte de negociar. Era, dice, un
buen hombre, cortesano á la usanza antigua, muy atento con
todo el mundo, aunque en extremo presuntuoso y aficionado á
echar bravatas y grandezas. Estos juicios de Pótting sobre Bal-
224 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA 'HISTORIA.
bases y Ronquillo, son como otros muchos suyos, exagerados y
muy parciales. Muy otro es el que yo tengo, formado de estos
experimentados y diligentes. Ministros, después de haber deteni-
damente examinado su correspondencia diplomática^ encontrán^
doles siempre en extremo discretos, modestos y muy conoce-
dores de los tiempos, de las personas y de los negocios, por
efecto de su larga experiencia, continuos viajes y aprovechados
estudios (l).
En cuanto á la influencia del Marqués de Ids Balbases, ya en
Viena, ya en Nlmega, en París, y, sobre todo, en Madrid,' des^
piles de efectuado el primer matrimonio de Carlos II, fué tan
profunda y poderosa, que nada se intentaba en materia de polí.^
tica extranjera siii consultarle previamente, siendo siempre sü
opinión la preponderante y preferida, como la más acertada y
hábil. Todo el peso de las relacioríes con los Embajadores resi-
dentes en esta Corte, era D. Pablo Spínola quien Ip llevaba; sus
proposiciones, sus reclamaciones, sus conferencias más secretasf;
todo cargaba sobre él; y aunque no figuraba como Ministro, éí
era el que dirigía los negocios exteriores, recibiendo de todos
los Embajadores, Ministros y agentes españoles én el extranjero,
sostenida y secreta correspondencia; y á él también acudían en
) •
(i) Cuando publique la correspondencia íntima sostenida entre Balba^
ses' y Ronquillo, se verá claramente, por siis acciones y pensamientos,
que eran de las pocas personas dignas y sensatas que en aquellos calami-
tosos tiempos mantenían la representación de España con el mayor deco-
ro, acierto y nobleza, aun á costa de grandes sacrificios y penalidades.
Véase como pequeña muestra el opúsculo que hace úiuchos años publi-
qué don el titulo dé Misión secreta del Embajador D, Pedro Ronquillo en
Polonia (1674) según sus carias originales al Margines de los Balbases, JEmr
bajador en la Corte de Viena.
Estando Ronquillo de Elmbajadot de España >en Londres durante la
revolución de 1688, se señaló tanto por los seryicios que prestó á los <:9^
tóli^os, que varias veces.vió su vida y la de sus dependientes de la Km-
bajada seriamente amenazada; y habiendo tenido que escapar -dé la casa
que habitaba, porque se le buscaba con odio y eticamizamieiito, el par-
tido revolucionario se la saqueó y quemó, desapareciendo así su rica y;
escogida librería, formada á costa de grandes desembolsos en sus fre—
■<íu¿htés viajes, su colección de antigüedades y liiuchas preciosidades ar-
tísticas* ... ; ;.i. ' ■ . . . .-'.■>
L/lPIDAS HEBREAS Y ROMANAS. 22$
clematida de mercedes, ascensos y pagas, como aquel por cuyas
manos pasaba todo.
Con la firma del tratado de alianza de Rokycan por Balbases
y Ronquillo con el Canciller Hocher en 28 de Agosto de 1673;
y con la salida de España del ligero y excéntrico Potting, muy
ventajosamente sustituido por el Conde de Harrach, termina su
estudio el Sr. Villa-Urrutia. Por la reseña sumaria que de él
hemos hecho, se advierte, desde luego, la importancia del asunto;
4a habilidad y maestría con que el autor, tan reputado diplomá-
tico como celoso Ministro de la Corona, lo ha desarrollado; el
servicio que á nuestra historia ha prestado ilustrando uno de sus
más obscuros períodos, y la segura esperanza que á todos hace
-concebir este libro, de que su autor, no durmiéndose sobre sus
laureles, nos brindará pronto con otros tan valiosos y estimados
como éste.
A. Rodríguez Villa.
III
LÁPIDAS HEBREAS Y ROMANAS
Mahón,
En otro Informe (i) dije lo que me constaba sobre la inscrip-
<:ión hebrea de esta ciudad, así por lo tocante al sitio de su
primer hallazgo, como á sus diferentes poseedores y á la publi-
cación de que fué objeto en Barcelona por parte de D. Esteban
Paluzie y Cantolozella. Nuevos datos añadiré.
I. Apunte autógrafo de D. Joaquín María Bover, en la Biblioteca de la
Academia, sala 12, estante 18, legajo 56.
El autor de este apunte ofrece á los ojos del lector una copia
imperfecta del texto hebreo (2), que expone así:
«Esta inscripción, grabada en mármol, la posee original el
Dr. D. Antonio Ramis y Ramis, vecino de Mahón. Según nos
(i) Boletín, tomo XLviiijpágs. 163-167.
(2) Reemplaza varias letras del original por otras similares, y algunas
omite.
TOMO XLVIII. 15
1
226 BOLETÍN DE LA REAL ACABEMIA DE LA HISTORIA.
escribió nuestro desgraciado (l) amigo y corresponsal el P.Juan
Artigues, catedrático de árabe en el Colegio imperial (2), en carta
de 12 de Octubre de i8ji^ no está en lengua hebrea pura, sino en
hebreo vulgar ó en caldaico-siro, según se hablaba en tiempo
de Jesucristo. El expresado P. Artigues le d¡6 (3) la versión que
pusimos en la pág. lOl de nuestras Noticias histórico^topográ-
fíeos; para la cual se valió de buenos diccionarios árabes, he-
breos y caldaicos, y de las noticias de un amigo que entendía la
lengua siriaca; quien creía que aquellos caracteres eran de una
memoria del sepulcro de los macabeos, apoyándose en las des-
cripciones del Museo Hebreo-Samaritano del Sr. Bayer.»
2. Bover, Noticias kistór ico-geográficas de la isla de Mallorca^ pág. 101,
nota. Palma, 1836.
«Entre las muchas preciosidades del arte y de la naturaleza
de que se compone el escogido Museo de nuestro amigo y
corresponsal el Dr. D. Antonio Ramisy Ramis, vecino de Mahón,
en Menorca, se cuenta un trozo de mármol con una inscripción
hebrea, que en sentir del memorado P. Artigues, puede ser una
memoria del sepulcro de los macabeos, por la veneración que
tuvieron los hebreos á esta ilustre familia, batiendo medallas y
levantando otros monumentos en su honor. La versión latina de
esta misma inscripción, que nos comunicó el referido P, Artigues
en 12 de Octubre de 1 83 1, dice así:
SIGNUM SEPULCHRALE.
EX FX)RNICE SEPULCHRI SUME ALTITUDINEM EIUS.
MENSURA CABI EST EIUS LONGITUDO,
FUNDAMENTUM EST VACUUM EIUS.
EX ALTFTUDINE QUINQUÉ PEDES.
LEX lUSTITIAE ET MISERICORDIAE (eIUS VEI. EORUM)
SICUT MONTES FUIT PROPTER DEUM
QUI CONVERTIT GENITUM EIUS (VEL ILLORUM).»
(i) Asesinado en Madrid el día 17 de Julio de 1834.
(2) De Madrid. Véase el artículo biográfico que le consagró el autor de
este apunte en su Biblioteca de escritores Baleares, tomo i, pág. 48. Pal-
ma, 1868.
(3) A la inscripción hebrea.
LÁPIDAS HBBRBAS Y ROIIANAS. 227
No tuvo en cuenta las siglas, 6 abreviaturas del original, el
autor de esta traducción; y asi salió ella disparatadísima.
Buñola.
En Mallorca, confina esta villa del partido judicial de Palma
al N. con Soller, al E. con Alaró y al O. con Valdemosa. Entre
sus predios sobresale el de Alfavia por su interés artístico é his-
tórico, donde existía una inscripción árabe que tradujo el refe-
rido P. Artigues, y otra que se creía fuese árabe, pero que en
realidad era hebrea, según lo atestiguó Bover en 1836 y en su
ya citada obra Noticias histórico-topográficas de la isla de Ma-
llorca^ págs. 99-101:
«Otra inscripción existía en 1 81 5 en una de las habitaciones
bajas de la casa de Alfavia que, al copiarla el célebre anticuario
D. Francisco Whater, teniente coronel de suizos, consideró que
era algún monograma efímero é insignificante, como él mismo
lo dice en sus Memorias manuscritas que tenemos á la vista.
Aunque veneramos muchísimo el mérito de aquel erudito numis-
mático, cuyas luces reconocemos por muy superiores á las nues-
tras, no podemos dejar de manifestar que los caracteres de la
Alfavia, que seguramente le fueron desconocidos, son un Tzade^
un Caphy un Aleph y un Skin del alfabeto caldeo; y, por consi-
guiente, la inscripción está en hebreo vulgar ó en caldaico-siro,
según se hablaba en tiempo de Jesucristo. Sin embargo, no aven-
turaremos nuestra opinión acerca de este monumento, á pesar
de que hemos visto otros de su clase en esta isla y en la de
Menorca.»
A la Comisión de Monumentos de las Baleares no será difícil
enterarnos de lo positivo que indican semejantes apuntaciones.
Gerona.
En esta ciudad, á mediados del año 1874, se extrajo delacass^
número lO de la calle de Saccimor una lápida sepulcral hebrea,
que mide 43 cm«. de alto por 28 de ancho. Llevada al Museo
^
228 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Arqueológico, del que era entonces Director D. Enrique Clau-
dio Girbal, este buen amigo se apresuró á enviarme copia, que
luego publiqué en la Revista histórica-latina^ con dos errores de
traducción, que debo rectificar. La inscripción dice asi:
JQN py p3 opbn
Este es el túmulo de la noble N'Estelina, mujer del ilustre y excelso
En Bonastruch José. Sea la porción hereditaria de ellos en el huerto del
Edén. Amén.
Según aparece del Libro de los apotegmas de sabios, escrito
por Judá Bonseñor (i), los antiguos vocablos catalanes bonas-
truch y desastruch equivalen á los castellanos bienaventurado y
malaventurado, franceses bienheureux y malheureux, AstrucA,
ó estruc/ty 6 struck, como el francés heureux, se toma en buen
sentido, al revés del antiguo castellano astroso.
En Bonastruch es nombre propio de persona que en caste-
llano significa Don Buenaventura^ así como N'Estelina^ el dimi-
nutivo de Ester, precedido de Doña. En las escrituras hebreo-
jurídicas de Gerona y de Castellón de Ampwria, que publicó y
tradujo Mr. I-oeb, halla buena explicación la presente lápida (2),
y de rechazo se ilustran las cuestiones que suscita el verdadero
nombre (3) del Rabí gerundense Bonastruch José, que tanto se
distinguió en el congreso hebreo-cristiano de Tortosa, presidido
por el antipapa Benedicto Xílí ó Pedro de Luna en 1413. Obser-
(i) Jahuda Bonsenyor, Libre de páranles e diis de saois e filosofofs, los
proverbis de Salomó, lo libre de Cató, ara fets estampar complets per
primera vegada ab un prólech y documents per en Gabriel Llabrés y
Quintana, pág. 48. Palma de Mallorca, 1899.
(2) Boletín, tomo VIII, págs. 51-58.
<3) ídem, pág. 51, nota 4» - ' -. ...,./
LÁPIDAS HEBREAS Y ROMANAS. 329
varé, no obstante, que el nombre En Bonastruch en hebreo se
representa por el epitafio con arreglo á la pronunciación
catalana
al paso que los instrumentos jurídicos suavizan la última con-
sonante (q) trocándola en g,
y.
m
Barcelona.
Además de las numerosas inscripciones hebreas que atesora
el Museo arqueológico provincial de Barcelona y cuya reseña ha
de ser objeto de otro Informe (l), he de limitarme hoy á las que
en aquel recinto no figuran.
I. — Perdidas; pero registradas y explicadas por Matías Fede-
rico Beck en el tomo xxxiii del Thesaurus antiquitatum Sacra-
rum^ colección de Blas Ugolini (2).
I. — En el huerto de una casa, donde residía D. Francisco
Pérez Bayer (3), calle de Tallers. Decíase traída de Monjuí.
Sn Ti
Mestre Vidal (?) Bonaiós. Sea su memoria en bendición.
Beck tradujo: Dominatio mea in manu DeL In abundantia sit
memoria eius. Las dos siglas, que dan remate al renglón final y
significan memoria eius in benedictione^ habrían debido advertirle
que los vocablos precedentes expresan el nombre del difunto y
su categoría de doctor ó maestro^ probablemente en Medicina.
Bonafós fué apellido muy usado por los hebreos de la Corona de
Aragón. Significa Buen-Alfonso, y se compone á la manera de
(i) Los calcos de ellas, enviados por el Director del Museo, D. Anto-
nio Elias de Molins, remití á Mr. Isidore Loeb. La muerte, sobrado pre-
matura, de tan preclaro maestro, no le consintió publicarlas y dar cima á
un estudio, digno de su consumada pericia.
(a) Venecia, 1744- 1769. .
(3) En 1755 ^^^ nombrado por Fernando VI canónigo de Barcelona,
donde residió poco tiempo.
230 BOLETÍN DB LA RBAL ACABBMIA DE LA HISTORIA.
Bon-Astruck, BoH'-Seriyar^ Bon^Hom, Bon-^yuieu, etc. Acerca de
un Vidal Bonafós ebn-Lebi, 6 Levita, que floreció hacia el pro-
medio del siglo XV en Zaragoza y sería diverso del que suena en
el presente epitafio, ha dado cuenta Graetz en el tomo viii de
Historia de los judíos^ págs, 412-415. No veo dificultad en que
Vidal se haya escrito Bidal^ porque también Levi se escribió
/^¿/, y además cabe suponer que el copiante transformase en
beth el vau de la piedra original, desgraciadamente perdida.
2. — En Monjuí, á mano izquierda del camino que sube al
castillo enfrente de la viña del Sr. Costa.
ntapn oipo Sit'^r^ Sv n^Sv
obiv riHnaS 'ps 'iS n:u;a tüSJ
Fas sobre Israel! Lugar de la sepultura del generoso rabí Isaac, hijo de
Abrahán Halevi. Falleció en el año 32 de la Era menor de la Creación del
mundo.
Este año hebreo corrió desde el 7 de Septiembre de 1 27 1
hasta el 26 de Agosto de 1272 inclusive.
La traducción que hizo Beck está bien (l), pero no la copia,
porque en el centro del renglón 3.** mudó el// en mem.
3. — En casa del Marqués de Llió, calle de Moneada. De-
bía proceder del mismo paraje del Monjuí, donde estuvo la ins-
cripción precedente:
['n p jIjh S n-nnp nijra
Estela sepulcral de Rabí Janán, hijo de Rabí Abrahán Halevi, guárdelo
su Roca y su Redentor. Falleció en el año 5066 de la Creación.
Este año hebreo discurre del 20 de Septiembre de 1 305 al 9
de Septiembre de 1 306. Janán sobrevivió 32 años á su hermano
Isaac.
(i) cPax super Israel. Locus sepulcri nobilis R. Isaac, filü R. Abraham
Levf. Mortuus cst anno 32 juxta supputationem minorem Creationis
mundi.i
LÁPIDAS HBBRBA9 Y BOHANAS. 35 1
He calculado los suplementos del renglón primero y del
segundo por las distancias simétricas. En el remate visible del
primero, transcribió Beck
... jni
preguntando si por ventura debía entenderse Raquel, esposa de
Abrahan Haleví. No puede ser, si ha de conservarse el nun que
sigue al jetk. Las siglas del renglón segundo están sacadas del
salmo hebreo XIX, versículo 9.
4. — Epitafio de Don Salomón Gracián, hijo de Moisés, hijo
éste de Shaltiel, y éste de Zerahia, fallecido en el año 5067 de
la Creación (lo Septiembre 1 306-28 Agosto 1307). La copia
publicada por Beck es harto defectuosa; y la corregiré á la
vista del epitafio del platero D. Lubel Gracián, hermano de este
célebre doctor y escritor, que existe original en el Museo arqueo-
lógico de Barcelona.
Acerca del presente Saloman Gracián y de su contemporáneo
el Maestro Vidal Bonafós^ residentes ambos en Barcelona, nos
ha conservado interesantes noticias N'Astruch de Lunel, sobre-
nombrado Abba Mari Hayyarjí, en su obra famosísima Min-
jath Quenaothy importante para el estudio histórico de la filosofía
Aristotélica, hebreo-hispana, en los siglos xiii y xiv.
Beck no registró la siguiente, que en balde he buscado durante
mi última excursión á Barcelona.
5. — En la calle de la Riera de San Juan, junto á la puerta de
la iglesia de Santa María Magdalena, en su pared exterior, en un
sillarejo de la hilada, elevada un estado sobre el nivel del suelo,
se leía un vocablo hebraico, que por indicación de D. Mariano
Aguiló vi y copié en 17 de Noviembre de 1 87 5* Desapareció,
no mucho después, al demolerse el templo.
Este sillar medía un decímetro de ancho por dos de largo.
... gloría.
2$í
BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Un año antes, en 12 de Noviembre de 1874, recorrí el sitio
de Monjuí, donde estuvo el cementerio hebreo; y en el seto de
las zabilas que junto al camino limitan el campo santo, profa-
nado en 1 39 1 y en 1492, divisé, removí y copié los siguientes
fragmentos de piedras sepulcrales, lastimosamente perdidos (l).
6. — Sillarejo cuadrangular, ancho 2, alto i decímetro.
[... '1 ni]
... Doña María, hija de Rabí...
bv]
Combinando este fragmento con el anterior se llega á la lec-
tura de un epitafio, semejante al toledano 3 de Luzzatto, por su
giro gramatical y alusivo al versículo 16, capítulo XI del libro de
los Proverbios: ^Mulier gratiosa inveniet gloriarme .
Tocándose con este fragmento, bajo las pencas de una gran
zabila, se veía otro del mismo tipo caligráfico, espesor y calidad
de piedra, que marcaba la fecha de la defunción de María; y es
el siguiente:
7. — Ancho 13; alto 20 centímetros.
trnn
bnn
b ...1
Falleció en el día... del mes de... año cinco mil sesenta [y ...?] de la
creación del mundo.
La fecha estuvo comprendida entre los años SO60 y 5069 in-
clusive de la Creación, ó entre 1299 y 1 310 de la era cristiana»
8. — Fragmento en forma de cuña, ancho 21 centímetros.
n]
"rSn ) [wi«n "la ...]
(1) Véase el tomo xvii del Boletín, pág. 199.
UCpioas hebreas y romanas. 233
Este vocablo, sacado del Génesis (XXXI, 52) debía leerse en
el primer renglón del epígrafe.
Otras inscripciones enteras, ó casi enteras, con estos fragmen-
tos se mostraron en dicho sitio, que han sido llevadas al Museo,
y por esto no las pongo aquí. Una de ellas, importantísima, es
la sepulcral de Rubén ben Todrós, que falleció en el mes do
Siván del año §066 de la Creación (14 Mayo-l2 Junio 1306),
siendo de edad avanzada, y tomó viva parte en la gran polémica,
talmúdico-ñlosófíca, historiada por Abba Mari.
II. — Inscripciones existentes dentro de la ciudad y fuera del
Museo.
9. — La de la calle de Marlet, número I, en la fachada de la
casa (l). Véase el tomo xvi del Boletín, pág. 446.
10. — Reducidas á tristes fragmentos de lápidas sepulcrales,
muchas inscripciones expuestas á la humedad corrosiva, ú ocul-
tas debajo del musgo, esmaltan las hiladas de la alta pared, que
forma el ala izquierda del atrio exterior de la iglesia de Santa
Clara, hacia el centro de la calle de los Condes de Barcelona.
No obstante el deterioro de todas ellas y su abandono, algu-
nas todavía quedan reconocibles.
Altura de un estado sobre el nivel del suelo. A mano derecha
del espectador.
10-13. — Sillares de piedra blanca:
-)
,.. HQ'íí
¿)
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0
in
^)
IQIQ
La misma altura, á mano izquierda:
(i) Al ir á entrar este pliego en prensa, he recibido de D.Joaquín
Mental y Biosca, ilustrado fabricante de Barcelona, el ejemplar íotográ-
ñco de tan bella inscripción, que será reproducido y discutido en el pró-
ximo cuaderno del Boletín para demostrar que su postrera sigla puntua-
da no es kCy sino thau^ y que su fórmula ritual procede del versículo 13
del salmo hebreo XXV.
234 BQLCTÍ2C DE LA RBAL ACADBMIA DB LA HISTORIA.
14-15. — Sillares de color pardo.
Más arriba:
16. — Sillar cuyas letras están volcadas de arriba abajo
1 7. — Grandes letras.
A)
18. — Tamaño común.
" \
n
1
19. — Tamaño menor.
El aparejo de la pared es antiguo, y se puede calcular que la
construcción data del tiempo en que el rey D. Martín de Ara-
gón (f 31 de Mayo 1420) amplió y reformó aquella parte de su
palacio, mejorando el tineUj 6 salón del trono, que es hoy la
iglesia de Santa Clara. El horrible estrago del Cal/ de Barcelona
(5-10 Agosto 1391), que nos ha descrito un testigo ocular (l),
hubo de repercutir en las tumbas y piedras epigráficas del ce-
menterio de Monjuí, bárbaramente destrozadas y condenadas á
uso profano,
Uno de los pocos judíos barceloneses, que sin abjurar de la
Ley de Moisés lograron evadirse de la matanza (2) fué Salomón
(1) Boletín, tomo xvi, págs. 433-435-
(2) «lili, qui renuebant baptizari, interñciebantur per vicos et plateas;
ita quod illa die et sequenti fuerunt bene CCC judei et amplius interfec-
t¡, spoliati et depredati; ... ct sic per VI dies duravit interfectio judeorum
prout reperiebantur.» Compárense los diplomas del rey D. Juan I, inser-
tos en el tomo vi, págs. 436-443 de la Colección de documentos del archi-
vo general de la Corona de Aragón^ por D. Próspero de Bofarull. Barce-
lona, 1850.
LÁPIDAS HBB&BAS Y ROMANAS. 235
Gracián, biznieto quizá de aquel su homónimo doctísimo cuyo
epitafio cité bajo el núm. 4, y nos ha conservado Beck. Lo prue-
ba el documento siguiente:
Barcelona, ao Enero de 1395. Carta de seguro, inédita, que otorgó el
rey D. Juan I de Aragón en iavor de D. Salomón Gracián. — Archivo gene-
ral déla Corona de Aragón, Registro 1.909 (Gf-atiarttm ^o yohanmis^ l)„
fol. 214 recto y vuelto.
Pro Salamone gracia Judeo.
Nos Johannes dei gracia etc. Supipficantibus inde Nobis humi-
Uter quíbufldam íamiliaríbus et domesticis nostris, et consencien-
ttbus quibusdam creditoribus tui, Salamonis graciani judei bar-
chinone, Tenore presentís, guidamus et assecuramus in nostra
bona fide Regia te dictum Salamonem, qui Al destruuione calli
judaici barckinone fuisti dampniñcatus non modicum, de ómni-
bus et singulis contractibus et obligacionibus, per te nomine
proprio, vel fideiussorio, aut alias, usque in diem presentem fac-
tis quomodolibet seu firmatis, ita quod pretextu quorumvis con-
tractuum seu oblígacionum judicialium per te hucusque, ut pre-
dicitur, ñrmatorum et factorum, aut aliquarum penarum pecu-
niariarum vel aliarum in eis vel aliquo eorum apportatarum du-
rante presente guidatico, quod durare volumus per unum an-
num a data presentís continué sequturum et postea quousque
illud revocaverimus, que revocacio tibi personaliter intimari,
vel per Ctvitatem barchinone voce preconis publican habeat; et
post ipsam revocacionem per unum mensem tune continué nu-
merandum non possitís ex officio vel ad partís instanciam per-
sonaliter capí, detineri, arrestan, impeti, conveniri aut deman-
dan, nec in persona tua ullatenus molestan, quinimmo possi^ irc
esse et stare et morari por totam terram et domínacionem nos-
tram, et ab inde recedere, salve paríter et secure durante guida-
tico supradícto.
Nostre tamen intentionis exístit quod, non obstante presentí
guidatico, in bonis tuis possít ad creditorum tuorum instanciam
ñeri execucio, ut suadebunt jus et racío, ac sí presens guídaticum
a nostra Curia nullatenus emanasset.
236 BOLBTÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
í Mandantes per eándem éxpresse et de certa sciencia üniver-
sis et singulis Gubernatoribus, vicariis, baiulis ac terceriis Cu-
riarum ceterisque universis et singulis offícialibus nostris, pre-
sentibus et futuris, ad quos spectet eorumque locumtenentibus,
sub nostre iré et índignationis incursu ac pena mille florenonim
auri nostro Erario írremisibiliter applicandorum, quatinus guida-
ticum nostrum huiusmodí tibi, dicto Salamoni, firmiter teneant
et observent, ac teneri et observari faciant, et non contraveniant
nec aliquem contravenire permittant aliqua racione seu causa;
eis et eorum cuilibet, ad cautelara, faciendi contrarium abdican-
tes omnimodam potestatem.
In cüius rei testimonium hanc fieri et sigillo nostro jussimus
comuniri. Data Barchinone, vicésima die Januarii, anno a nativi-
tate domini Millesihio CCC^ Nonagésimo Quinto,
Rex Joijiannes),
Dominus Rex mandavit michi bonanato egidii. Vidit eam
Regens cancellariam, qui dixit posse expediri. ídem.
Contrasta esta carta de amparo con la que el mismo Rey ha-
bla concedido (27 Febrero 1 392) al escultor y arquitecto Jaime
Desmás, acusado de haber tomado parte en el robo y saqueo
del Cali de Barcelona: «de disraubacione ... bonorum judeorum
civitatis Barchinone, his diebus turpissime facta debito honestatis
abjecto^ corara Nobis delatus». Destruida legalmente la primitiva
^ljama (10 Septiembre 1 392), otra se creó (2 y .3 Octubre del
mismo año); pero tan mezquina, que sus individuos no llegaban,
ni con mucho, á doscientos. Asignóseles la antigua sinagoga sita
en la calle de Sanahuja, que pronto se trocó (23 Junio 1395)1 ^
petición de cinco conversos (l), en iglesia de la Santísima Trini-
dad, y es ahora parroquial de San Jaime. Allí, como en las sina-
gogas de Córdoba, Toledo, Zaragoza y Gerona, brillaron magní-
ficas inscripciones, que ojalá se descubran.
(i) cArnaldus Macana de thesauraria nostra; et Ludovicus de Junque-
riis, Petrus de Podiolo, Franciscas de Pedralbis, medici físici; ac Bernar-
das de Pinos; noviier ad catholicam fidem conversi.»
LÁPIDAS HEBREAS Y ROMANAS. 237
Prats de Rey.
Esta villa (l) nobilísima del partido de Igualada en la provincia
de Barcelona,; había manifestado su antigüedad romana y su ca-
lidad de munijcipio afiliado á la tribu Galeria por medio de cinco
inscripciones,: reseñadas por Hübner bajo los números 4.479-
4.483. En los postreros años del siglo xviii las dio á conocer al
mundo sabio D. PVancisco Mirambell y Giol, erudito párroco
de Sesglayolás, población confinante de Prats; el cual, por este
y por otros méritos, fué nombrado Correspondiente de nuestra
Academia en' 10 de Diciembre de 1 8 19. Hasta el año presente
de 1906, las ^inco lápidas epigráficas, que son de mármol del
país, han permanecido, parte debajo de dos altares y parte en
las afueras del templo parroquial, donde las reconoció el señor
Mirambell y las coloca Hübner. Por disposición acertadísima del
obispo diocesano, el actual cura ecónomo de Prats, D. Juan
Camprodón, las ha trasladado al pequeño atrio exterior formado
por la puerta lateral de la iglesia, con tan buen éxito, que al
arrancarse la piedra núm. 4.483, ha demostrado ser opistógtafa^
ó escrita en su anverso y reverso. Aserrado este mármol de
arriba abajo por la mitad lateral, ha producido dos lápidas, que
figuran ya con las demás en el atrio sobredicho. De todas ellas
me ha enviado dibujos y notificado exactamente las dimensio-
nes el Sr. Camprodón en carta del 13 del corriente.
La nueva inscripción ha sido objeto de dos artículos, escritos
y publicados por D. José Gudiol y Cunill en el periódico de
Vich, titulado Gazeta Montanyesa^ números del 31 de Enero y
21 de Febrero. A mi ruego, el Sr. Gudiol ha hecho un viaje á
Prats, para sacar fotografías de las inscripciones y suministrarme
algunos datos, no poco útiles.
Hübner, 4.479. — Alta 0,90 m.; ancha 0,55.
(i) Nómbrase cvila des Prats de Sagarra* en un documento del año
1359-
t RBAL ACADSWA D
Qaio) Vibio Luperco lili vh\d) mnnicipi{i') Sigarreni(ií) C\aius) i
íi«f Latro filius.
A Cayo Vibio Luperco cuatórviro del municipio SigarrcDse erigió ei
monumento Cayri Vibio Latrdn su hijo.
Esta lápida y la siguiente se hallaban debajo de la mesa del
altar mayor de la iglesia. El colegio cuatorviral, al que pertene-
cía Luperco, se componía de dos duúmviros ó alcaldes, un edil
y un cuestor ó tesorero. Presidían al Ordo ó al concejo de los
decuriones.
El tipo de letra es de la segunda mitad del primer siglo.
Hübner, 4.480. — Alta 0,87 m.; ancha 0,5o. El espesor, as!
como el de la precedente, mide unos dos palmos. En el renglón
3.° hay ligatura de TR. En el I." y en el 2° las letras finales se
espacian y contraen, con el objeto de que los vocabloe guarden
alineación igual ó simétrica.
LAPIDAS HBBRKAS Y ROMANAS 239
I V N I • A • B
S E V E R > N ^
C»VIBIVS«LATRo
MATRI
Juniae Severina C{aius) Vibius Latro matri.
A Junia Severina, su madre, erigió Cayo Vibio Latrón este monumento.
El piadoso hijo que erigió á sus padres estas dos lápidas en
Prats de Rey, ejerció en Tarragona elevados cargos del sacer-
docio y del municipio.
Hübner, 4.481. — Alta 0,39 m,; ancha 0,51; gruesa 0,04. Le-
tras del tiempo de Trajano (l).
C • ANNIVS • C • P • GAL
PROCVLVS
SIBI • BT • PORCIAE • RB$
TITVTAB • VXORI • OPT
ET'SVIS
H • M • H • N -S»
Qaius) Annius C(ait) f(ilius) Gal{eria) Proculus et Porciat RcstUuiac
uxori opt\imae) et suis. Hipe) m{pnumentum\ h{eredem) n(on) s{equeiur).
Cayo Annio Próculo, hijo de Cayo, de la tribu Galería, hizo esta sepul-
tura para sí, para su mujer Porcia Restituta y para los suyos. Este monu-
mento no ha de transmitirse por título de herencia.
No imprimió esta inscripción el historiador Francisco Masdeu;
á quien el Sr. Mirambell, con fecha del 31 de Octubre de 1798,
notificó el descubrimiento. Decíale (2) que «fué hallada en oto-
ño de 1795 por D." Joseph Sola, vecino de la villa de Prats del
Rey, con ocasión de haberla desenterrado las corrientes de las
aguas, en la orilla del riachuelo llamado Morisca^ cerca de los
(1) Véase Hübner» Exempla scripturat epigrapkicae latinac^ números
430-432. Berlín, 1S85.
(2) Sus cartas autógraías á Masdeu, se conservan en el archivo capitu-
lar de la catedral de Vich, sección titulada «Papeles varios del canónigo
RipoUt.
1
240 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
muros de la villa, un poco más abaxo del puesto en que cruza
aquel riachuelo con el camino público que va á Barcelona, don-
de permanecen vestigios de haberse extendido hasta allí la po-
blación romana». Un día antes, es decir, en 30 de Octubre de
1798, la preciosa lápida se había incrustado en la pared del fron-
tispicio de la casa parroquial, donde ha estado fija hasta el mes
últimamente transcurrido. El primero que la publicó no fué el
P. Villanusva (l), sino el mismo Sr. Mirambell (2), habiéndola
hecho de antemano presente á nuestra Academia por comunica-
ción manuscrita de D. Carlos González Posada (3), fechada en
18 de Marzo de 1804.
La indicación del sitio, í'echa y circunstancias en que se halló,
extramuros de la villa y en su sitio natural ó primitivo, esto es,
al lado de una antigua vía romana, demuestra que las cuatro
restantes también se descubrirían dentro del término de Prats, y
quizá en el centro de la villa, al ampliarse ó reconstruirse el
templo parroquial, como aconteció en Badalona.
Ilübner, 4.482. — Alta 0,80 m.; ancha y gruesa 0,59. Tiene
recortada la cenefa superior del marco. Siglo lu.
c- //////// Lio
M ANS V ETo
PATRI
C O R N E L ' A
CVPITA
C\aio) [Corne]lio Mansueto patr i Cornelia Cupita.
A Cayo Cornelio Mansueto erigió este monumento su hija Cornelia
Cupita.
El codearse en un mismo renglón las letras de mayor y de
menor tamaño, por manera anormal, ó contra el buen gusto
(i) Viaje literario á las iglesias de España^ tomo vi, pág. 118. Valen-
cia, 182 1. El P. Villanueva, al publicarla, reconoció que en 1806 había re-
cibido el dibujo de ella, comunicado por el Sr. MirambélL
(2) Anocajeni^ ó Alfabeto reformado^ lámina final. Manresa, 1813.
(3) Biblioteca de la Academia, sala 12, estante 18, legajo 56. Consta de
su recepción en el acta de la sesión del 13 de Abril de 1804.
j
<ípigráfico, lo notó D. Marcelo Macías (l) en una lápida de As-
íorga contemporánea de la presente.
Hübner, 4.483, —Alta 0,96; ancha 0,46.
Ciaio) Licin:ú C{<iiÍ)/{ilio) Gai{eria) SiUmi C{aius) Licinius PaUrttus
fatri ex tetlamento.
A Cayo Licinio Sílón, hijo de Cayo, de la tribu Galería, erigió esta me-
moría su hijo Cayo Licinio Paterno en virtud de su testamento.
Antes que viese esta inscripción, sospechó el Sr. Gudiol que
fuese grabada en el bello mármol que la contiene, por haber sido
(i) Boletín, tomo xlvii, pág. 479.
TOMO XLVIJl. i5
242 boletín de la REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
éste objeto de execración y desechado para ignominia del em-
perador Maximiano Herculia en el año 308 (i). Mas para bien
juzgar no hay como ver; y así es que, atendiendo á la paleogra-
fía, el doctísimo Autor de la Arqueología Sagrada catalana (2)
ha dejado por ese lado la verdad en su punto (3). Los ejempla-
res fotográficos de las dos inscripciones en cuestión, que el se-
ñor Gudiol ha sacado, y que aquí se exhiben manifiestan abier-
tamente que el.cipro marmóreo se labró con su letrero fianeral
de Cayo Licinio Silón á fines del primer siglo, ó á principios del
siguiente. No es maravilla que imperando Galieno (años 253-268),
ó poco después, el municipio Sigarrense se viese gravemente
aquejado de las guerras civiles, pestes horrendas é invasiones de
bárbaros que asolaron á nuestra España y en especial á la Ta-
rraconense, cuyo cuadro lúgubre con vivos, mas no exagerados
colores, trazó y retrató Paulo Osorio (4). Las vías públicas, de
continuo estragadas y provisionalmente reparadas durante aquel
período lamentable, reflejan por medio de sus miliarios la profa-
nación y el abandono, cuando la destrucción, de que serían ob-
jeto cerca de las poblaciones tantos y tantos monumentos se-
pulcrales, que adornaban las aceras; entre los cuales, á no du-
darlo, el presente figura.
Desaparecida, ó extinguida en Prats al cabo de dos siglos, la
familia de los que podían reclamar á título de propiedad ese cipo
(i) «Aixó'ns podría indicar que aquest epígrafe íou arreconat al poch
temps d'esser escrit y que aleshores un particular en vista de Thermosu-
ra del marbee qu'es blanch, ab una gran taca vermeilenca, l'aprofitaria
per grabarhi una inscripció dedicada a la memoria de son pare, puix que
ja hem indicat que tal inscripció (la imperial) 'n tenia un altre a la part
que fins ara li era oposada en el bloch marmori.» Artículo del 31 de Ene-
ro de 1906.
(2) Un volumen en 4.®, págs. 644. Vich, 1902.
(3) «Per fer aquesta dedicació al emperador Maximiá ais darrers anys
del segle iii o principes del segle iv s'aprofitá un vell cipo lunerari de
Cay Licini que per l'hermosura de las lletres y fins per la bella redacci6
no pot íerse posterior al segle 11, resultant que la inscripció honoraria del
emperador, obra del comú segarrench, vingué a ocupar la fag posterior
d'un monument sepulcral particular que ja no tindria qui'l reivindiques. >►
Artículo del 21 de Febrero.
(4) Historiafum^ lib. vii, cap. 23.
' - LAPIDAS HBBREAB T ROMAHXS. 243
marmóreo, resultó, naturalmente, que la Corporación municipal
pudiese disponer y aprovecharse de él para otros usos. Adosado
por su antigua cara epigráfica á.una pared del foro para que sir-
viese de pedestal á una estatua, ó incrustado en un tosco arco
triunfal, pudo recibir en su faz trocada ya de postrera en delan-
tera, y con efecto recibió la inscripción siguiente:
I»P-CiES'M-AVBE»0
VAL • M AXIMIANO*
P- F- INVICTO'AVG-
PMAX ; TRIBF'PATER
P ■ pRpCONSVLl
ORDO • SBG ARREN
SIS-l'S
244 BOLETÍK DE LA RBAL ACADBIHA DB LA HISTORIA.
Los dos primeros renglones están picados, como acontece á
otra lápida. (Hübner, 4.097) del mismo emperador en Barcelona.
Fueron picados en el año 308, como bien lo advierte el señor
Gudiol (i).
En el renglón 4.°, la llamada de los tres puntos entre MAX
y TRIB no es casual, sino adrede puesta con el fin de prevenir
el ánimo del lector contra la lectura errónea de PA • TER al fin
del propio renglón, que fué invertido por distracción 6 incuria
del grabador, y debe leerse TER • PA.
Im(eratori) Cas{ari) M{arco) Aurelio Val(erio) Maximiano^ P(^^)
f(elici) invicto aug{usto)^ p{07itifici) max{imo)^ trib{uniciac) p(otestatis) fer;
pa(tri) p(atriae), proconsuli^ Ordo Segarrensis i(mpensá) s(ua).
Al Emperador César Marco Aurelio Valerio Maximiano, pío, feliz, in-
victo, augusto, pontífice máximo, revestido de la tribunicia potestad por
tercera vez, padre de la patria, procónsul, costea y dedica este monu-
mento el Concejo de Segarra.
El año de esta inscripción es el 287 de J. C; en el cual Maxi-
miano Herculio contaba el tercero de su tribunicia potestad y el
primero del consulado. Este está envuelto, ó suficientemente
marcado por aquél y por la dignidad de procónsul; y así es que
en la inscripción no se nombra el consulado (2). •
No faltará tal vez quien dé por apócrifa esta inscripción, ó por
sospechosa de falsedad. Abogan por su autenticidad la paleogra-
fía y lo tachado de los dos primeros renglones, difíciles de imi-
tarse con tanta perfección por mano alevosa. La misma natura-
leza de los errores de redacción, ó lo anormal de dos ó tres giros
singulares, ó nada comunes, excluyen, á mi juicio, un* tentati-
va, que de seguro habría sido ajena á la índole del estilo usado
( 1 ) Más raro, pero cierto é indubitable, es el caso de un fragmento epi-
gráfico romano de buena época (Hübner, 4.459), que se conserva en el
Museo provincial de Barcelona, y en su cara posterior lleva completo un
epígrafe hebreo muy antiguo. De ambas inscripciones he pedido fotogra-
fías á D. Joaquín Montal y Biosca.
(2) Véase Dessau, Inscriptiones latinae selectat^ vol. i, núm. 617. Ber-
lín, 1892.
LÁPIDAS HEBREAS Y ROMANAS. 245
por los corruptores de nuestra historia. Mucho importaría á este
propósito averiguar cómo se descubrió esta lápida en Prats de
Rey, y cuándo se colocó debajo de la mesa del altar de la capi-
lla de San Pedro, hoy de San Cayetano, en la iglesia parroquial.
Á semejante averiguación han dedicado prolijos esfuerzos los
Sres. Gudiol y Camprodón; pero el éxito no ha correspondido á
tan penoso trabajo. El Sr. Gudiol ha recorrido uno por uno to-
dos los impresos y manuscritos que nos quedan de D. Francisco
Mirambell y Giol; así como el Sr. Camprodón no ha perdonado
á fatiga de examen é inspección en el archivo parroquial de su
cargo; pero todo ha sido en balde, porque la iglesia es antiquísi-
ma y no consta el tiempo en que la lápida romana de este altar
y las del mayor, allí se pusieron. Al arrancarse éstas y aquéllas
de su respectiva posición para trasladarse al atrio exterior del
tenlplo, se han descubierto cercanos á ellas, como lo nota el se-
ñor Gudiol, dos fragmentos de un pedestal desprovisto de ins-
cripción y un trozo informe de escultura romana.
Terminaré notando que al distrito del municipio Sigarrense 6
Segarrense^ pueden atribuirse dos lápidas halladas en parajes
poco distantes de Prats de Rey. Necesita la Ciencia epigráfica
que se reconozcan y sometan á nuevo examen, indicándose con
precisión sus respectivas dimensiones y calidad de la piedra, y
fotografiándose los letreros; de donde nacerá que se descubra,
aproximadamente, la época de su trazado y la recta inteligencia
del sentido que encierraru
Hübner, 4.45^- — En Iborra, villa del partido de Cervera en la
provincia de Lérida, al Oeste de Prats de Rey, dotada de baños
de aguas minerales, sulfurosas, que llaman de la Puda, y no des-
aprovecharían los romanos. El P. Villanueva descubrió este epí-
grafe visitando la capilla de la Santa Duda^ y lo descubrió por
primera vez (i):
«Al lado del relicario, en el mismo camarín y sobre una me-
sita, se halla una piedra romana. Es una tabla de mármol, de
(i) Viaje literario y tomo ix, pág. 39. Valencia, 1821.
246 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
más de dos cuartas, hallada en las ruinas de la [iglesia vieja (i),
porque la actual es obra de nuestros días.»
L-CAECILIO
AGIDILIO
L«CABC*AO)LLO
PATRI • PIBNTISSIMO
5 KT • SKVERIANO • FILIO
KARISSIiWO • AN «XVI
L{ucio) Caed lio Agidillo Mucius) Catc{ilius) Agilio patri pientissimo et
Scvtriano filio karissimo an{norum) XVI.
Lucio Cecilio Agilión erigió este monumento á su padre piadosísimo
Lucio Cecilio Agidilo y á su carísimo hijo Severiano, de edad de i6 años.
Compara Hübner los sobrenombres Agidillus y Agilio^ á los
■ parecidos que salen á luz en otras inscripciones de España y del
extranjero, y pueden aumentarse con las de las anclas de plomo
recién halladas en aguas del cabo de Palos, cerca de Carta-
gena.
Hübner, 4.484. — Descubierta cerca del río Rajadell (2), en
término del lugar de este nombre, situado en un cerro al orien-
te de Prats de Rey y perteneciente al partido de Manresa, pro-
f vincia de Barcelona. Hallóla en 1 794 un labrador llamado Isidro
Viladés «enfrente de un grande edificio derrocado en territorio
de Sant Amans».
D ^ M
HEVRESDl
AELODIiE
EDOPSEQ_
(i) «Esta parroquialidad estaba en lo antiguo dividida en dos pobla-
ciones, que se llamaban por eso las Iborras. £n la una, situada en terre-
no más bajo, había dos pequeñas iglesias, una de San Gervasio y Protasio,
que todavía existía en el año 1670 y ahora está del todo arruinada, y otra
de Santa María.»
(2) Hübner escribió <VajadeU>.
LÁPIDAS HBBRBAS Y ROMANAS. 247
La copia que recibió Masdeu de D. Francisco Mirambell, era
defectuosa. Hübner conjetura que en el mármol original se leía:
D{is) M{anibu5) Heuresis ti Melodía, fil{iarum) opseq{uentissimarum\
A los divinos Manes de Heuresis y Melodía, hijas amabilísimas.
''Eupe^i? significa invención para componer algún discurso elo-
cuente ú otra obra de arte. Serían hijas de algún compositor de
música VOC3I é instrumental, tan estimada y cultivada siempre
en Montserrat y en Manresa.
Gulsona.
Hace ocho años el sabio jesuíta P. Antonio Abella examinó
las lápidas romanas, que todavía se conservan en su noble pa-
tria, Isona^ la antigua Aeso de Plinio, JíMH (^^^) de las mone-
das ibéricas, sita entre la Noguera Pallaresa y el Segre, y dis-
tante tres leguas al Oriente de Tremp, su capital de partido en
la provincia de Lérida (l). Los epígrafes romanos de Isona, que
llegan (2) hasta el número de veintiuno^ fueron ilustrados por dos
insignes de Tortosa, descubiertos en 1900, de los que dio cuenta
á la Academia su correspondiente en Tarragona, D. Ángel del
Arco y Molinero (3). •
Si desde Isona, yendo hacia el Sur, nos dirigimos 4 cruzar el
Segre por Pons (Pontes)^ en cuyas inmediaciones está Olióla, la
áJj^j^l (Auriola) de Abenadarí (4), y remontamos elLlobre-
gós, ó Bregós, tributario de aquél, pronto encontraremos la villa
•de Biosca, donde se cruzan las carreteras que bajan de Solsona
á Cervcra, y de Pons por CastellfuUit, Calaf y Prats de Rey á
Igualada.
En la mitad del camino que de Biosca desciende á Cervera,
está Gtiisona, villa bien conocida por sus lápidas romanas, que
(i) Boletín, tomo xxxii, págs. 532-536.
{2) Hübner, 4.458-4.478.
{3) Boletín, tomo xxxvii, págs. 327 y 328.
(4) ídem, tomo xxxvi, pág. 321.
34^ boletín db la real academia de la historia.
nadie, que yo sepa, se ha cuidado de examinar, después de ha-
berlas reseñado Hübner (l), sin marcar sus dimensiones. De la
primera se infiere con certidumbre que en Guisona estuvo la ciu-
dad que en sus monedas ibéricas estampó la leyenda f*^!? MH
(ieéh) y fué llamada yesso por Plinio, 'haoo; en las tablas de
Ptolemeo. Por medio de esta lápida, reforzada con otra de
Badalona y otra de Roma, que cita Hübner, se desvanece el
error de Pedro de Marca, que redujo esta ciudad á Igualada, y
el de Cortés y López, que la redujo á Manresa.
La inscripción geográfica de Guisona, que en la segunda mi-
tad del siglo XVI había visto el Arzobispo de Tarragona, D. An-
tonio Agustí, en vano la buscó á fines del xviii el P. Jaime Pas-
cual. Era imperial del año 283. Quizá como la de Prats de Rey
fué opistógrafa^ y por esto se ocultó á la investigación del sabio
canónigo premonstratense. Decía así:
M(arco) Aur(elio) Nu | meriano | nobil)issimo) Caesari | fil(¡o) D(omin¡)
n(ostri) M(arci) | Aur(elii) Cari aug(usti) | Ordo Jessoni | ens[ium] d(evo-
tus) I n(umini m(aiestati) q(ue) e(ius).
De 'leaacJí provino yessona^ cuya pronunciación catalana se
refleja por el nombre que dio á esta población (civitas Gessond)
su reconquistador y repoblador Sam Armengol, Obispo de Ur-
gel (2). Etitre esta ciudad y la de Prats de Rey (Síyap^x de Pto-
lemeo) corría la línea divisoria de los países Yacetano é Iler-
cavónico, que parece conservarse en parte por la de las provin-
cias de Lérida y Barcelona.
Madrid, 23 de Febrero de 1906.
Fidel Fita.
(i) Núm. 4.452-4.455-
(2) Villanueva, Viaje lííerario y tomo x^ págs. 142-144, 294-299. Valen-
cia, 1 82 1.
VARIEDADES
I
UNA INSCRIPCIÓN ROMANA DE BADALONA
Manuscrito inédito en la biblioteca de la Academia, estante 24, grada
4.* D gó; citado por Hübner, núm. 4.604.
El erudito Arzobispo de París Pedro de Marca, en el libro se-
gundo, cap. XV, pág. 161 de su Marca Hispánica^ publicó la no-
table y desconocida inscripción que se halla en una elevada
peña, frente á la antigua BaetulOy colonia romana (l), hoy Bada-
lona, villa de las más fértiles y deliciosas del reino. Después de
haber hecho una halagüeña pintura de su campiña contigua al
mar, la cual produce, así en frutos como en carnes, cuanto ne-
cesita el hombre para el regalo de la vida, habla del hermoso
monasterio de Jerónimos, llamado de la Murta, que está á me-
dia legua, y notando que escribió en él una parte de su Marca
Hispánica dice que guiado por un labrador fué á ver una ins-
cripción que está allí cerca, en la cual leyó lo siguiente:
solí . D . SAPORVM
A . P .
ABASO ANVS
La explicación la da dicho señor en estos términos: «Ex ea
rupe aram fecit anus Abasso, eamque Soli dedica vi t in fundo
fortasse suo. Anus eífoeta, cui ob vitium aetatis palatum ad sapo-
res, et prsecipue vini ignavum erat, ab eo fastidio et disipientia
(i) No fué colonia, sino pueblo (opptdum).—'í^ot& de la R.
250 boletín de la real academia de la historia.
revocata, Soli, quera ut saporum Numen venerabatur, gratias
agit. Eam inscriptionem a rustico quodam indicatatn nos ipsi
exscripsimus.» Del mismo modo publicaron esta inscripción el
Sr. Finestres en su Sylloge\ Muratori, pág. 86 de su Tkesaurus,
el P. Masdeu, en su Historia critica^ tomo v, pág. 40, y otros,
así nacionales como extranjeros.
Bien es verdad que el erudito Muratori sospechó que no es-
taba exactamente copiada. Y es muy extraño que el P. Masdeu
no hiciese caso de esta sospecha, habiendo podido fácilmente
saber si era fundada con escribir á alguno de sus hermanos ó
amigos de su patria. Barcelona, que tan poco dista del lugar en
que está la inscripción. El señor Arzobispo Pedro de Marca, dice
el P. Masdeu, fué el primero que publicó esta inscripción; un
campesino se la mostró y él mismo la copió de la peña donde
estaba grabada^ en un cerro de Cataluña, sobre Badalona. Este
literato francés conjetura que alguna mujer anciana, llamada
Abasona, recuperando el gusto que había perdido en su edad
avanzada, formó un altar del peñasco y lo dedicó al Sol, Dios
de los sabores. En esta inteligencia, la inicial D quiere decir Deo^
y las otras dos A. P. Aram posuit. Muratori juzga que esta ins-
cripción fué inventada ó mal copiada por algún ignorante. Pero
esta decisión, prosigue el P. Masdeu, aunque de un hombre cé-
lebre, no es suficiente á desacreditar á De Marca; principalmente
no dándonos el italiano prueba alguna de mala fe en el copiante
Sr. De Marca. Cierto es que en la dicha inscripción no parece
cosa alguna opuesta al estilo lapidario. Además, siendo el Sol
aquel planeta que tanto' contribuye con su calor á todas las pro-
ducciones de la tierra y á la variedad de sabores que distinguen
sus frutos, no se debe extrañar que algún pueblo le adorase bajo
el título de Dios de los gustos 6 sabores.» Hasta aquí el P. Mas-
deu, que nada de lo dicho hubiera estampado, si hubiese podido
leer por sí mismo la inscripción y respetado un poco menos la
autoridad del Sr. Marca. Verdad es que las terminantes palabras
de este sabio crítico: Nos ipsi excripsimus^ servirán siempre de
razonable excusa, no sólo al P. Masdeu, sino á cuantos después
han seguido al erudito francés en orden á esta inscripción. Pero
UNA INSCRIPCIÓN RO»AMA. DE BADALONA. 25 1
lo que voy á decir demuestra que el Sr. Marca se equivocó
grandemente.
En Julio de 1 829, en que estuve hospedado algunas días en la
misma celda que ocupó dicho señor en 1648 siendo comisionado
regio ó Gobernador de Cataluña por Luis XIV, me propuse ave-
riguar si era fundada la sospecha del Sr. Muratori acerca de esta
inscripción que tanto mere\:e ahora la atención de los anticua-
rios nacionales y extranjeros, por no conocerse otra semejante.
Fui yo mismo á verla, acompañado de algunos monjes. La senda
que tuvimos que abrir de nuevo en un terreno muy quebrado
para llegar al pie de la peña, me hizo sospechar luego que tal
vez el Sr. Marca no pudo acercarse mucho á la inscripción. Se
halla ésta á unas tres varas de alto, en un gran plano vertical que
forma la peña, la cual mira directamente al oriente y refleja como
un espejo los primeros rayos del astro naciente. Amontonando
piedras y tierra, y no sin algún tropiezo, llegué á situarme al nivel
de las letras; las cuales, aunque están perfectamente conservadas,
limpié, no obstante, con una esponja mojada en vinagre para
que resaltaran más, y en este estado las miré una y muchas veces,
no sólo de frente sino también de soslayo por ambos lados; de
suerte que me parece imposible que dejase de leer exactamente
lo que allí está escrito, ni que se engañaran los dos monjes jó-
venes, el P. Isidro Masnou y el P. Alberto Roca, que subieron
también á leerlas.
En primer lugar, aseguro que la inscripción no tiene tres líneas
como pusieron "Marca y los demás anticuarios, sino solamente
dos, y éstas no dicen lo que hasta aquí se ha publicado, y es
solí d. saporum.
A. P.
A 3 A S o • A N U S
sino que dice lo siguiente:
SOL I D SACiCUM
A P ABASCÁNÜS
252 BOLBTIN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
No hay ningún punto ni señal alguna entre sus dicciones,
como ponen el Sr. Marca y los demás. El carácter de la letra es
redondo, y la dureza de la peña y la sola vista de los caracteres
manifiestan bien su mucha antigüedad. Todas las letras tienen
algo más de medio palmo de alto y poco menos de ancho.
Es, pues, evidente la equivocación del Sr. Marca y de los que
le han seguido. No me atrevo á dudar ni de que él mismo las
copió, pues que así lo dice, ni menos de su pericia y talento para
hacerlo con exactitud, pues tan distinguido lugar ocupa entre
los sabios anticuarios. Y así prefiero creer que no pudo acer-
carse tanto á la inscripción como yo que toqué todas sus letras,
ó que aquel á quien la dictó después para imprimirla la escribió
malamente. Ello es que no hay en esta inscripción ni DEO
SAPORUM ni ABASO ANUS , y que, por consiguiente, es falsa
la interpretación que se ha dado de ella, tanto por el Sr. Marca
como por los demás anticuarios. En lugar, pues, de estar dedi-
cada al Sol, dios de los sabores, por ABASO, vieja golosa, en
acción de gracias por haber recobrado su fino paladar, como
glosa el Sr. Marca, me parece cierto que el sentido de la inscrip-
ción es que ABxA.SCANO consagró aquella ara al dios SOL.
Digo que me lo parece^ porque aun dando por cierto que la D
entre SOLÍ y SACRUM significa DEO , me queda algún recelo
de que la A y la P separadas entre sí pueden denotar alguna
otra cosa que Aramposuit Veo que tanto el Sr. Marca como el
P. Masdeu y los demás las interpretaron de este modo. Sin em-
bargo, acordándome haber visto una inscripción entre las que
trae el Sr. Muratori, en la cual la A y la P se interpretan Aulus
PtiblitiSy ¿no podria ser que aquí debiésemos leer Aulus Pu-
blius pronombre y cognombre de ABASCANVS? Esta duda
me parece más fundada cuando considero que estando la pa-
labra SACRUM después de SOLÍ D, ya no es tan necesario
para el sentido el Aram posuit^ puesto que éste queda perfecto
leyendo de esta manera:
SOLÍ DEO SACRUM
AULUS PUBLIUS ABASCANUS
UNA INSCRIPCIÓN ROMANA DE BADALONA. 253
La familia de ABASCANOS no era desconocida en Cataluña,
y cabalmente se conserva aún la de Basca al otro lado del cerro
en que está la inscripción, camino de la Cartuja de Montealegre
en la pequeña aldea llamada Poma. En Tito Livio se habla de
familias llamadas Abascanus^ Abascanius y Abascantus,
Mas en prueba de la poca seguridad con que se camina en la
interpretación de algunas inscripciones antiguas, añadiré aquí
que no sería tampoco extraño el que esta inscripción esté dedi-
cada al Solo Dios verdadero por la familia de Abascano, que en-
tonces se hubiese convertido de la idolatría. Pues no hay incon-
veniente alguno en suponer que SOLÍ es aquí el prenombre
exclusivo y no el nombre propio del astro luminoso.
Pero sea de esto lo que íuere, siempre resulta de lo dicho
hasta aquí que no hay la menor duda en que se han equivocado
el Sr. Marca y cuantos han publicado después esta inscripción;
y que las dos líneas, y no tres, de que consta, dicen:
solí D . SACRUM
A P. ABASCANUS
y no
solí d. saporum
A P.
ABASO ANUS
como se ha dicho hasta aquí; siendo las dos interpretaciones
que creo más verisímiles: primera, que Abascano consagró aque-
lla pena é hizo de ella un altar al Dios Sol; segunda, que Aulo
Publio Abascano consagró ó dedicó aquella pena al dios SoL
Asegurada como dejo la exactitud de la copia, que saqué yo
mismo de la inscripción, podía un hábil anticuario fijar más fá-
cilmente su verdadero sentido (l).
Madrid, 4 de Junio de 1830.
Félix Torres Amat.
(i) Bien lo ha fijado Hübner.— Nota de la R.
1
NOTICIAS
En Málaga, día 21 del pasado Febrero, falleció el Eíxcnío. Sr. D. Manuel'
Danvila, Académico de número desde 9 de Noviembre de 1884; la Aca-
demia sintió, con profundísimo pesar, una pérdida tan lamentable, por-
que nada parecía anunciar una desgracia, que por. lo súbito é inesperado
sorprendió á todos los que aguardaban del celo y del talento de tan ilus-
tre finado, la prosecución de los admirables trabajos históricos y cientí-
ficos con que había dotado á la república de las letras. Su Historia de Car-
los III; su Memoria sobre el estado de la propiedad en los diferentes Esta-
dos españoles, premiada por la Real Academia de Ciencias Morales y
Políticas, y traducida al japonés en los momentos de la transformación
del Imperio de las islas del Extremo Oriente. Los volúmenes á que dio
cima en el Memorial Histórico de nuestra Academia, apurando casi por
completo la documentación referente á la Historia de las comunidades de
Castilla; los textos de las Cortes de Castilla y inéditos, que comenzó á pu-
blicar en el Boletín académico, y el tomo v de las mismas Cortes^ debido
á su infatigable laboriosidad.
En la sesión del 16 de Febrero fué elegido para cubrir la vacante
de Académico de número, por fallecimiento del Excmo. Sr. D. José María
Asensio, el limo. Sr. D.José Ramón Mélida yAlmari, Jefe de segundo
grado del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos,
Director del Museo de Reproducciones Artísticas, Académico de número
de la de San Fernando, Profesor que ha sido déla Escuela de Estudios
Superiores del Ateneo de Madrid , miembro del Instituto Arqueológico
Romano-Germánico, y autor de importantes trabajos arqueológicos é his-
tóricos.
En la misma sesión, el Excmo. Sr. D. Enrique Almaraz, Obispo de Fa-
lencia, y Correspondiente de la Academia,usó de la palabra para enterar
á la Corporación de los descubrimientos que acaban de verificarse en la
Catedral de aquella ciudad, dentro de la famosa cueva de San Antolín,
que presenta la misma planta y ornato arquitectónico que han colocado ]a
necrología • 255
iglesia de San Juan de Baños entre las mejores basílicas construidas du-
rante el siglo VII, y es modelo ejemplar de arquitectura visigótica. Des-
pués de presentar algunas fotografías, que acreditan el resultado de este
descubrimiento, prometió el referido Sr. Obispo de Falencia, dar informe
por escrito de todo cuanto hoy se ha mostrado y en adelante se descu-
briere, para que sea publicado en el Boletín académico.
Homeri Iliadis fragmenta Ambrosiana phototypice edita cura Docto-
rum Ant. M. Ceriani et Ach. Ratti. Praefatus est Ant. M. Ceriani. Medio-
lani, apud Ulricum Hoepli, mdccccv. — En 4.° prolongado, con lviii láminas
duplicadas.
Conocida es la edición que el Cardenal Mai, en 18 19, hizo de este códi-
ce perteneciente á la Biblioteca Ambrosiana de Milán. La edición fototí-
pica que ha salido á luz el año pashdo, lo pone en manos de todos los
eruditos, si bien las láminas que representan los cuadros de la Iliada,
explicados por el texto que en el dorso llevan, carecen de los colores
que abrillantan el original y gradúan el nivel de la pintura greco-romana
durante el siglo iii. El prólogo, escrito por el Dr. Ceriani, sobrio y dis-
cretísimo, no puede menos de interesar al adelanto de la Historia de Es-
paña y al estudio de los notables monumentos de arte y de epigrafía
griega, que de continuo se descubren, como los allegados recientemente
en la costa marítima de Ampurías, Denia, Javea, Elche, Cartagena, Almería
y Cádiz.
Inscripción ibérica de Calaceite. — Hacia el Nordeste, y dentro del tér-
mino de la provincia de Teruel , se escalonan, á corta distancia de Norte
á Sur, las villas de Fabara, Calaceite y Cretas, entre los ríos Matarraña y-
Algós, confluyentes en Nonaspe para rendir el tributo de su raudal copio-
so al próximo Ebro. En Fabara, un suntuoso edificio romano (i), y en Cre-
tas una piedra con singular ornamentación é inscripción ibérica (2), cuya
impronta ha sacado y ofrecido á la Academia D. Juan Cabré, docto veci-
no de Calaceite, daban fundado motivo para conjeturar, si por ventura
en aquellos parajes existió la mansión Leonica delRavenate, que ha de
buscarse en el camino que sigue ahora, abreviando las distancias por
medio de túneles el ferrocarril desde la Zaida hasta Fayón , bajando por
la derecha del Ebro. Y, efectivamente, entre Fabara y Calaceite, al otro
lado del Matarraña, están Villanueva de Almazán, Maella y Mazaleón;
Cl) Boletín, Como 1, págs. 440-446. — Hübner, 5>85I*
(2) Hübner, Monumtnta linguae ¡¿ericae, núm. xviii.— Boletín, Como xxy, 271.
^
256 BOLETÍN DB LA REAL ACADBICIA DE LA HISTORIA.
nombres indicativos de una estación (i) ó mansión antigua. D. Juan Ca-
bré y una Sociedad de arqueólogos, que ha fundado y preside en la villa
de Calaceite se han dedicado, durante el verano último, á explorar los
vastos cementerios por incineración, que al Oriente del pueblo y en las
laderas occidentales del monte de San Cristóbal, se tienden para ambos
lados del camino que asciende á la cumbre. Hachas de sílex, y armas de
bronce, representaciones de escenas ecuestres, innumerables vasijas y
otros objetos de edades protohistóricas é ibéricas ó preromanas, atesti-
guan la remota antigüedad y perpetuidad de aquel centro de población,
habiéndose ya comenzado á formar de estas antiguallas un selecto museo.
Ninguna inscripción romana ha parecido hasta el presente; pero sí el
fragmento de una ibérica
» •
uonté
que se agrega al número de las descubiertas en Fraga, Cretas, Iglesuela
-del Cid y Alcalá de Chivert.
£1 Boletín de la Comisión provincial de monumentos históricos y artís-
cos de Orense, núm. 47, correspondiente á Noviembre-Diciembre de 1905,
trae la conclusión de un buen estudio, intitulado Cementerios israelitas
gallegos y escrito por D. Benito Fernández Alonso. Entre los nuevos y
apreciabilísimos datos que lo ilustran, merece singular atención una cláu-
sula testamentaria (pág. 400) de D. Judá, vecino de Alba de Tormes: «Mi
cuerpo sea sepultado é puesto en mortaja, é ansí me entierren en el cam-
po dinado, do yacen mis antepasados, que el Dios buen siglo dé; no en
tierra tuerta, nin tañida, nin tocada. Non me pongan, nin de pie ni echa-
do; sea fecha en la fuesa una séllela firme donde asienten mi cuerpo allí,
cara puesto á Oriente, inclinando al sol é su salida Siéntase mi muerte
en las aljamas de Bonilla, Segovia é Alva. Bien quisto fui de mi parentela,
é ansí espero ser en el siglo venidero Digan todos: ¡Guay! ¡Guay! ¡Que
ya murió el que bien facía!»
Va precedido este artículo de otro (págs. 393-397), en el cual D. Mar-
celo Macías publica y explica dos nuevas lápidas romanas, halladas, res-
pectivamente, en Astorga, y en la iglesia parroquial de San Justo de la
Vega.
F. F.^A. R. V.
(I) jyj^ fmanctlj áJu^ {mincV.a),
\
El Boletín de la Real Academia de la Historia se publica todos—
los meses en cuadernos de 8o ó más páginas^ con sus correspondientes
láminas, cuando el texto lo exige, formando cada año dos tornas con sus
portadas é índices.
Las suscripciones dan principio en Enero y Julio de cada año.
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN
Madrid. . . 6 meses Pesetas . 9
— ... Un año. r- .18
Provincia^. Un año^ — 20
•Extranjero — 22
Número suelto — 3
Los precios de las obras de la Academia se entiende que son para la
venta en Madrid. Los pedidos para provincias y para el extranjero su-
frirán el recargo correspondiente de gastos de correo y de certificado.
Los pedidos del?en dirigirse a.1 despaclio de lil>roB
de la. Aceidemia. (LeOn, 21) ó éi la. Librería, de M. MU-
RILLO, Aloalá, 7, Madrid.
ADVERTENCIAS
Las obras de la Academia se venden en su despacho,
calle del León ,21.
Los Sres. Académicos honorarios y correspondientes
podrán adquirirlas, por una sola vez, con rebaja de- 40
por 1 00 en los precios, siempre que hagan pedido directo
con su firma.
A los libreros que tomen cualquier número de ejem-
plares se les hará una rebaja conveniente, según la cos-
tumbre recibida en el comercio de librería.
boletín
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
TOMO XLVIII.^CUADERNO IV
ABRIL, 1906
MADRID
ESTABLECIMIENTO IIPOGRÁITCO DE FORTANET
Libertid, lo— Tcltfonu 991. .
1906
SUMARIO DE ESTE CUADERNO
V
Pá(t.
Inpormss:
■
I. Correspondencia de la Infanta Archiduquesa Dona Isabel
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma, (Desde
Flandes^ años isgg á 1Ó07 y otras cartas posteriores sin
fecha.) — Continuación. — A. Rodríguez Villa 357
II. Límites probables de la conquista árabe en la Cordillera Pire"
naica, — Francisco Codera 389
III. Inscripción hebrea de Barcelona en la casa núm, 1 déla calle
dé Marlet, — Fidel Fita 311
IV. El Almirante D. Antonio de Alliri en la Orden de Calatra-
va. —El Marqués de Laurencín 316
Variedades:
Judíos Alfaqueqtus de sarracenos en Barcelona, — Fidel Fita. 332
»
Noticias 333
TOMO xLviii. Abril, 1906. cuaderno iv.
BOLETÍN
DE LA
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
*>*<»-
INFORMES
I.
coH.KLi©ei»oirD]aiarciJL
DB LA
INFANTA ARCHIDUQUESA D.^ ISABEL CLARA EUGENIA DE AUSTRIA
CON EL DUQUE DE LERMA,
Desde Flandes^ años de 1599 ^ ^^07 y otras cartas posteriores
sin fecha.
166.
Duque: En recibiendo las cartas de cinco deste se procuró po-
ner en execucjpn lo que mi hermano mandaba por ellas; pero por
haber sido menester ir treinta leguas de aqui para executallo y
estar los caminos terribles con lo mucho que llueve, se ha tarda-
do hasta aora en poder avisar cómo queda cumplido cuanto mi
hermano mandó. Y yo os asiguro que no se me han hecho poco
largos estos dias por lo que deseaba vello hecho; y tengo mucho
que agradeceros el servicio que me avisastes hacíamos á mi her-
mano en ello, porque con esto hemos puesto mayor cuidado para
que se hiciese como conviene, como lo pondremos siempre en
todo lo que entendiéremos que lo es, quedando muy contentos
siempre que tengamos ocasiones para mostrar esta verdad. Con-
fiéseos que me tiene con pena y cuidado pensar que sea esto al-
guna cosa que pueda ser de disgusto ó pesadumbre para mi her-
mano, y también podéis creer que siento la parte que os cabrá
TOMO xLviii. 17
258 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
desto. Con mucha pena me tienen las opilaciones de mi nuera,
aunque espero sanará, como yo sé os acordará de verme de la
misma manera cuando era de su edad. A lo menos á mí bien se
me acuerda de veros en el aposento de nuestra aya. Aquí pode-
mos decir que hasta hoy no ha sido invierno sino verano. De ay
nos traiga Nuestro Señor muy buenas nuevas. A toda vuestra
gente me encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas tercer día de Pascua. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Du-
que de Lerma.
167.
Duque: Después que escribimos antiyer no hay cosa de nuevo
que decir; y así solo se^irán estos rynglones porque no se vaya
este correo sin carta m J. Por las de mi primo y el Marqués Es-
pinóla se verá lo que se ofrece de negocios. De ay me parece
tardan ya mucho cartas. A la verdad yo las estoy deseando siem-
pre, y así no es mucho que me lo paresca. A toda vuestra gente
me encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brus-
selas á 29 de Diciembre, 1608. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Du-
que de Lerma.
168.
Duque: Con la íalta de las provisiones se está aqui en tanto
aprieto como* entenderéis por lo que escribe mi primo, que yo no
me alargo en ello, por quedar en la cama de un desconcierto de
estómago. No puedo dexar de pediros, aunque sé el cuidado que
tenéis dello, procuréis que esto se remedie; y sobre todo que
se tome la resolución que conviene para que esto no se acabe de
perder, como os tengo escrito. Mucho tardan cartas de ay, que
no se desean poco, con las buenas nuevas de la salud de mi her-
mano que hemos menester. También olgaré arto de saber la ten-
gáis con toda vuestra gente, á quien me encomiendo, y guárdeos
Dios como deseo. De Brusselas á 7 de Enero 1609. — A Isabel. —
(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOf^A ISABEL. 259
169.
Duque: Tres dias ha que llegó el correo del Confesor de mi
primo, con quien recibí vuestra carta de 28 del pasado, con que
he olgado tanto como con todas las vuestras, y más trayendo tan
buenas nuevas de la salud de mi hermano y la Reina y sus hijos
como me dais, de que quedo contentísima, y de que mi nuera
esté mejor de las opilaciones. Dios los guarde á todos como es
menester. Siempre echo de menos cuando no me dais nuevas de
vuestra gente, y así lo echo en esta carta. Con alborozo aguardo
ai Confesor para saber nuevas particulares de todos. El despacho
que envió, vino á tan buen tiempo como veréis por los de mi
primo; y cómo han llegado los Embaxadores á Anveres. Dios en-
camine lo que falta para su servicio, como se le pide ay y aqui;
y para todo importará arto lo de las provisiones, que me decis,
para que de una vez quede mi hermano sin esta carga tan pesa-
da. De aquí no hay otra cosa que decir sino que yo aguardo pur-
garme mañana por un dolor que he traido estos dias en un lado,
de que quedo buena. Hace un tiempo tan húmido que no se vé
sino corrimientos. No querría hubiese alcanzado ay; á toda vues-
tra gente me encomiendo mucho y guárdeos Dios como deseo.
De Hebrero II, 1609. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma. (Al margen:) En víspera de purga no se puede dexar de
pedir por los médicos. Su yerno del doctor Paez no acaba de ve-
nir, y para facilitar esto, desea que mi hermano le haga merced
de una carta en la sustancia de la que va aqui. Hareisme mucho
placer en encaminar lo que se pudiere hacer en esto (l).
160.
Duque: Las postreras cartas que tenemos de ay son las que
trujo Fr. Iñigo de Bryzuela, con quien oigamos mucho por las
(i) La carta arriba citada es una orden de S. M. con noticia del nom-
bramiento de D. Pedro Luis García de Ursins para caballerizo de los Ar-
chiduques, por lo que tendrá que ausentarse de Valencia.
26o BOLETÍN DB LA RBAL ACADBBflA DB LA HISTORIA.
buenas nuevas que nos dio de todo. Yo guelgo mucho que le ha-
yáis conocido, porque veréis que con razón podemos estimar que
mi primo tenga cabe sí un hombre como él. Todo lo que me ha
dicho de vuestra parte no es nuevo para mí, y el saber cuanto
tenemos en vos. Podeissos asigurar que lo conocemos y agrade-
cemos cuanto se puede y que así fiamos de vos lo que no haría-
mos de otro, con la llaneza que obliga lo que nos queréis, y que
así lo haremos siempre.
Los diputados de las Islas quedan ya en Anveres, con que se
puede esperar se acabará este negocio; y yo tengo gran confian-
za en Nuestro Señor que ha de ser para mucho servicio suyo y
bien de la christiandad, y para mucho servicio de mi hermano; y
no es posible sino que, pues Nuestro Señor lo ha encaminado ansy
tras tanta oración como se ha hecho, suplicándole encaminase lo
que más se habia de servir, que se sirve dello. El lo haga como
puede.
De aquí no hay otra cosa de nuevo que decir. Yo estoy ya bue-
na, aunque me trató muy mal una purga que me dieron. Comien-
za á hacer tanta calor que si durase seria cosa nueva acá. El preso
que mi hermano manda que le lleven, hubiera partido luego si
hubiera baxel seguro en que pudiera ir. Estase fletando uno, que
con la prisa que se le da, esperamos podrá partir, si tiene tiempo,
las primeras aguas vivas, que serán de aquí á 1 5 dias.
Mucha pena me dan las opilaciones de mi nuera y que le duren
tanto, aunque con el buen tiempo espero estará mejor. De cuan
lindo es el Príncipe me guelgo mucho, aunque siendo hijo de su
padre, no podia ser menos. Dios los guarde á todos mil años y
alumbre á la Reina con bien. Con las nuevas que me dais de toda
vuestra gente, me he olgado mucho, que cierto á todos les tengo
perdida la mala voluntad. La de Cea deseo saber haya ya parido
y bien. A todos me encomendad mucho. Banetten ha enviado ay
á solicitar sus negocios: hareisme mucho placer en tenellos por
encomendados para que tenga buen despacho; y guárdeos Dios
como deseo. De Brusselas á 28 de Marzo, 1 609. — A Isabel.
Decilde á mi hermano que como estamos á media cuaresma se
me olvidaba de decille las fiestas del Carnabal: que fueron una
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 201
comedia de los pajes en que entraron sus hijos del de Guadaleste,
y lo hicieron muy bien; y otra comedia acá dentro retirada, que
yo pagara algo porque la pudiera ver mi hermano, y un estrado
y dosel que nos tenian puesto de disparates; y el aparato eran al-
mofrexes y cosas desta manera como las del tesoro de Segovia.
Hubo un estafermo muy bueno el martes en la plaza de la villa,
y á la noche sarao; y estas fueron las fiestas, que no dexará de
escribillas alguien más largamente. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
161.
Duque: Poco habrá que decir con este correo habiendo tan
poco que escribimos, sino solo la muerte del Duque de Cleves,
que es á lo que se despacha, pareciendo es bien que mi hermano
esté .informado della por lo que allí se puede ofrecer entre los
pretensores. Perdóneselo Dios al Emperador, que lo pudiera te-
ner remediado con tiempo, si hubiera querido. Esto es cuanto se
ofrece de acá, y que la tregua va caminando, como avisará mi
primo. También partirá el preso de aqui á cuatro dias si tiene
tiempo. De ay ha mil años no tenemos nuevas, que no se desean
poco. Dios nos las traiga muy buenas. A toda vuestra gente me
encomedad mucho; y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas
á 3 de Abril, 1 609.- —A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
162.
Duque: Porque mi hermano sepa luego cómo está concluida la
Tregua, se despacha este luego en habiendo traido los papeles
della de Anveres. Espero ha de ser para tanto servicio de Nues-
tro Señor y de mi hermano como deseamos. Con las nuevas que
ha traido el ordinario, estamos muy contentos, si bien las deseo
ya más frescas. He olgado mucho del nieto que os ha nacido, y
así os doy la norabuena de muy buena gana, y os pido, la deis á
sus padres de mi parte, que no quiero otro mejor embaxador.
\
262 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Aquí se han pasado bien estos dias; y por ser el que es hoy, no
me dexará alargar más de pediros procuréis encaminar una mer-
ced que suplico á mi hermano de manera que tenga efecto; que
creo me ayudareis de buena gana para ello, y me diréis que ten-
go razón en procurar aquello. A toda vuestra gente me encomen-
dad mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas, Viernes
Santo, 1609. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
163.
Duque: Por las cartas de mi primo y del Marqués Espinóla en-
tenderéis á lo que vá este correo. No puedo dexar de pediros
mucho, mostréis en esta ocasión vuestra buena diligencia y cui-
dado por lo que importa al servicio de mi hermano, como veréis,
que aunque paresca que aora será costa, será mucho ahorro y ga-
nancia para la hacienda de mi hermano; y el entender yo cuanto
es esto, me hace encareceros cuanto puedo lo que estimaré que
procuréis que se acomode con brevedad. Con mucho deseo aguar-
damos nuevas de ay, que en verdad que tardan ya mucho. Dios
nos las traiga muy buenas. De aqui hay pocas que dar, sino que
el tercer día de Pascua, se publicó la Tregua con grandísimo con-
tento de todos los que no interesan en la guerra. Así es el mun-
do, que no puede dexar á todos contentos. Yo lo estaría de saber
que ay hiciese tan buen tiempo como aqui, porque pienso que
mi hermano le debe de gozar en el campo. A toda vuestra gente
me encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusse-
las á 24 de Abril, 1 609. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
164.
Duque: Como las cosas que se comienzan á tratar y se traen
entre manos nunca se hacen ni se entienden tan bien como por
los mismos que las han comenzado, esta razón le ha movido á mi
primo de volver á enviar ay á fr. Iñigo de Brizuela para acabar
COBRBSPONDBNCIA DE LA INFANTA D05(A ISABBL. 263
lo que falta de componer en esta tregua, como entenderéis del;
y también por parecerle que seria para ay de menos embarazo,
que es lo que deseamos siempre. Yo me aseguro que os olga-
reis de que se haya hecho esta elección y que ayudareis á todo lo
que os pidiere fr. Iñigo de nuestra parte, como habéis hecho
siempre; y podeissos asegurar que no deseamos sino el servicio
de mi hermano y esto con las veras que nos obliga la obligación
que tenemos á él, y lo que de nuevo nos obliga mi hermano cada
dia con la merced que nos hace. Y pues fr. Iñigo os dará cuenta
de todo y os dirá de mi parte todo lo que yo pudiera decir aquí,
no quiero embarazaros. Con mucho cuidado estamos aguardando
á saber nuevas del parto de la Reina. Plega á Dios nos las traiga
muy buenas. De aqui hay pocas que decir, sino de una boda que
tenemos, que escribo á mi hermano. A mi primo le ha tocado la
gota estos dias en el pie derecho, que le ha hecho estar cinco en
la cama; en fin, la primavera y el otoño no se puede escapar
della. Deseo saber como os habrá ido, que deseo sea muy bien y
á toda vuestra gente, á quien me encomiendo mucho; y guárdeos
Dios como deseo. De Brusselas á 8 de Mayo, 1609. — A Isabel.
Duque: Habiendo entendido que el Contador del exército quie-
re dexar su oficio, os pido mucho que supliquéis á mi hermano
haga merced del á Gonzalo Guerra de la Vega, marido de Juani-
ca de Vargas, á quien yo deseo mucho ver acomodado por acá,
porque ella es todo mi servicio y le tiene tan bueno como sabéis;
pero no bastara esto para que yo suplicara esto á mi hermano, si
viera que él no tenia partes para serville, porque deseo más su ser-
vicio que todo; pero él las tiene muy buenas y todas las que se
pueden pedir en un hombre honrado y de bien, y sobre todo que
sirve muy limpiamente, como lo ha mostrado en muchos años
que ha servido en el armada de Contador, donde no se ha enri-
quecido como otros; y asi me haréis mucho gusto en procurar
que mi hermano me haga esta merced. — (Sobrescrito:) Al Du-
que de Lerma.
TT
264 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
166.
Duque: Con la ocasión deste correo que lleva este despacho de
D. Baltasar, no qqiero dexar de hacer esto, aunque haya tan poco
que poder decir de acá, sino que fue bien menester las nuevas
que tuvimos ayer con el ordinario de la salud de mi hermano y
la Reina y sus hijos para sacarnos del mucho cuidado con que es-
tábamos, habiendo tanto tiempo que no teniamos nuevas de ay;
que en verdad se lleva muy mal. Aora nos parece tardan ya mu-
cho las del buen alumbramiento de la Reyna, que hasta tenellas
no podemos dexar de estar con mucho cuidado. También me le
da si hace ay el tiempo que aqui de frió, que no será bueno para
San Lorenzo; y me acuerdo el frió que solíamos pasar por este
tiempo cuando le hacia. También deseo saber cómo os va y si os
ha tentado la gota á la primavera, aunque espero que no; á lo
menos asi lo deseo. Aqui estamos buenos, y nos hemos venido á
esta casilla á gozar del campo, que está lindísimo; y sin duda todo
esto lo es; y así no me entra en gusto cuando veo que mi herma-
no no lo goza; pero el esperar que lo hará algún dia, me hace
procurar componello mejor, y ello tiene aparejo para todo cuanto
se quisiere hacer en ello, si no es para ensanchar el aposento de
las damas, que en uno están todas, y cada dia mudan sus camas
á ver si hallan más lugar para vestirse; y ahora les tengo hecho
entender que se las tengo de colgar en el aire y han de subir á
ellas con una escalera; y sobre si ha de haber sola una escalera y
cuales han de subir primero ó postrero, pasan muy buenos cuen-
tos. En fin la vida del campo es la mejor de todas y creo seréis
deste voto. Esto es cuanto se puede decir de acá. Las cosas de
Alemana nos dan arto cuidado. Dios ponga su mano en todo. A
toda vuestra gente me encomendad mucho y guárdeos Dios como
deseo. De Marimont á 29 de Mayo 1 609. — A Isabel. — (Sobres-
crito:) Al Duque de Lerma.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL 265
166.
Duque: Habiéndose resuelto el Marqués de Guadaleste de en-
viar á su muger á componer su hacienda, pues vos sabéis mejor
que nayde cuánto lo ha menester; y no habiendo podido dexar
de aproballe esta resolución, pues él no puede hacello estando
aqui sirviendo á mi hermano con mucho cuidado; aunque á mí me
pesa mucho de que se vaya la marquesa, porque sabéis sus buenas
partes y lo que se puede olgar con ella, y así lo hacia yo mucho,
y no se puede creer lo que la debo; y así no puedo dexar de en-
comendárosla mucho, para que procuréis que mi hermano le haga
mucha merced, que no me contentaré con menos, y yo la tomo
toda á mi cuenta, quedando con arta envidia de que haya de be-
sar las manos á mi hermano. Ella os podrá dar particulares nue-
vas de acá, y ya juzgo que os sentáis un rato con ella á pregun-
talle, y con su buen gusto podrá dar muy buena cuenta de todo:
á lo menos os podrá asigurar, como se lo he pedido, del agrade-
cimiento que tengo á lo que acudis á lo que nos toca. Y pues será
tan buen embaxador, yo no quiero embarazaros con carta larga.
Olgara de poderos tener aqui, que la Marquesa dirá cuan lindo
sitio es este. Y guárdeos Dios como deseo. De Marymont, dia de
las Animas, 1609. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
167.
Duque: Bien podré escusar de ser larga en esta, pues lleván-
dola el Marqués de Guadaleste, podrá dar tan particulares nue-
vas de acá, y asi yo solo diré que ha servido á mi hermano con
mucho cuidado y diligencia y mucho deseo de acertar; y asi
merece que mi hermano le haga mucha merced en esta ocasión:
que creo nayde es tan interesado como él, pues no ha podido ir
á mirar por su hacienda como los demás. Yo no puedo dexar de
encomendaros mucho el bueno y presto despacho del Marqués,
quedando ya con alborozo de saber nuevas particulares con
266 BOLETÍN DB LA RBAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
él de ay. Las que aqui hay dirá él; y así yo acabaré esta con en-
comendarme á toda vuestra gente, y con que os guarde nuestro
Señor como deseo. De Brusselas, postrero del año 1609. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
168.
Duque: No sabría decir el contentamiento que he tenido con
las cartas escritas de Aranjuez que recibí pocos dias ha, y de sa-
ber que mi hermano se haya olgado y hechole tan buen tiempo.
El de aqui ha sido de manera que no hay otra cosa que catarros,
y. yo le tengo tan grande doce dias ha que no me dexa estar de
provecho, y así no me dexará alargar en esta ni tampoco osaré
por no saber si va sigura. Otros escribirán lo demás que se ofrece
de por acá, que es arto, pero no para en claro. Disculpadme con
vuestra hermana, que por lo que he dicho, no puedo respon-
delle aora. Lo haré con el primero, habiendo olgado infinito con
su carta. A toda la demás de vuestra gente me encomiendo mu-
cho y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á 20 de Hebrero,
1 610. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
169.
Duque: Aunque no se tengan cartas de ay, con saber que se
está con la salud que deseamos, como hemos sabido estos dias,
se puede pasar. Aqui la tenemos; y ha vuelto un frió que no sé en
qué ha de parar. No querría hubiese llegado por allá. Pocas nue-
vas más que estas se pueden decir y más no sabiendo si estas van
siguras. Las que se ofrecen dirá mi primo; y yo digo que nos va
bien con la huéspeda, aunque no puede perder el cariño de su
tierra. Todos la tenemos por ganada, y por lo disimulado procu-
ramos convertirla, pero temo que seremos malos predicadores.
Bien habría que reir sobre esto si se pudiese fiar de la pluma. A
toda vuestra gente me encomiendo mucho, y hareisme mucho
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA D0S(A ISABEL. 267
placer en suplicar á mi hermano haga la merced que le tiene
suplicada Don Jerónimo Valter Zapata porque se pueda volver
tanto más presto á servirnos. Y guárdeos Dios como deseo. De
Brusselas á 12 de Marzo, 1 6 10* — A Isabel, — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma,
170.
Duque: Poco habrá que decir de acá después que escribimos,
pues se puede fiar poco de estas cartas con estas cosas que an-
dan; y así yo me remitiré á las de mi primo en lo que toca á ne-
gocios, y en esta solo diré que ya deseamos mucho tenellas de
ay, que nos parece que tardan mucho. Plega á Dios vengan con
las buenas nuevas de la salud de mi hermano que hemos menes-
ter, y que se haya pasado muy bien la jornada de Castilla como
lo espero con el cuidado que tenéis de regalallos y servillos en
vuestras casas, que no sé cómo quieren salir dellas. Yo cuahdo
me acuerdo que están más cerca de acá, estoy contentísima. Pa-
receme que ya podremos estar con cuidado, pues se va acercan-
do el parto de la Reina. Dios la alumbre con bien. Deseo saber
si tenéis allá toda vuestra gente ó quedaron en Madrid, adonde
no se habrá pasado tan bien la Cuaresma. La de aqui ha sido tan
fría que no ha habido sino nieve y más nieve. Ahora todo es ha-
blar de guerra y más guerra. La causa se está como siempre
perdida por su tierra y cuanto hay en ella. Don Fernando Girón
espero habrá llegado y dado más particulares nuevas de todo.
Artas habría si se pudiesen fiar desta, pero pues no puede ser,
yo acabo con encomendarme á toda vuestra gente, y guárdeos
Dios como deseo. De Brusselas, domingo de Ramos, 1 6 10. — A
Isabel.-^(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma,
171.
Duque: Don Fernando Girón sabrá dar tan buena relación de
á lo que vá y todo lo que se quisiere saber de acá que no será
menester embarazaros con carta. Solo diré en esta cuan contenta
2^8 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
estoy con las que hemos tenido de ay, escritas en Villacastin, y
de haber sabido la buena salud de mi hermano; y porque espero
responder á ellas con un correo que pienso llegará primero que
esta, la acabo con encomendarme mucho á toda vuestra gente, y
guárdeos Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
172.
Duque: Las nuevas que cada día llegan de la prisa que se dá el
de Francia á juntar su exército (l), nos obliga á dalla ay para que
se provea con tiempo lo que es menester para resistille y no pue-
da salir con lo que pretende; y pues sabéis cuánto importa esto,
no habré menester pediros lo procuréis, pues sé el cuidado con
que acudís siempre al remedio de todo. No creo se habrá visto
ni oido en el mundo cosa semejante, si esta guerra se hace, pues
estamos aqui acariciando y regalando la causa della, y todo mal
agradecido; pero no por eso hemos de dexar de hacer lo que es
justo. Si los demás hicieren lo que no lo es, espero los castigará;
y así con hacer cada uno lo que debe y dexallo todo en sus ma-
nos, no podemos prometernos nada malo. Arto lo es para mí
haber tanto tiempo que estamos sin cartas de ay, que cierto se
lleva muy mal. Dios nos traiga muy buenas nuevas. De aqui no sé
que deciros, pues lo que se podria, no lo oso fiar desta con el
tiempo que corre en Francia. Aun podemos decir hace frío, y así
aun no se puede bien gozar del campo. Espero que mi hermano
lo hará aora de Ventosilla, que debe de estar muy bueno. Deseo
saber si tenéis ay toda vuestra gente. A todos me encomiendo
mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á 22 de Abril,
l6lO. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
(i) A causa de la detención de la Princesa de Conde, en Bruselas. So-
bre este particular, véase mi libro Ambrosio S finóla, donde se refiere todo
este suceso con curiosos detalles.
CORRBSPONDBNCIA DB LA INFANTA DOSÍA ISABEL. 269
173.
Señor: Aunque ha poco que escribimos, siempre guelgo de
tener ocasión de hacerlo, aunque haya poco que decir de nuevo
de acá, y no lo será desear mucho tener ya cartas de ay, que ha
mil dias que estamos sin ellas y sin saber nada de la salud de
V. M., que se lleva muy mal. Aqui todo es tratar de guerra,
como escribirá mi primo más particularmente; y cómo el de
Francia se dá gran prisa á juntar la gente para su exército, que
en fin quiere romper, porque no le dan esta muger, la cual está
bien ganada por él, 6 perdida por mejor decir, que me hace gran-
dísima lástima, porque es la más bonita del mundo y más apaci-
ble y de mejor condición; pero malos consejos que tiene y ha
tenido la tienen tan ciega y los presentes y cartas por otro cabo,
que yo tengo por sin duda su perdición; y así todo cuanto pro-
curamos regalalla y ganalla, que es cuanto se puede, me parece
que es gastar el tiempo en balde, y no se le puede quitar que no
hable con estos que le traen los mensajes y cartas, que no faltan
artos alcaguetes, y la principal es la muger del Embaxador de su
Rey, que está aqui, aunque el marido no lo es, sino un honrado
hombre; y una vieja que la ha criado, y así la gobierna, que es
una que le quitaron, pero está en casa de la muger del Embaxa-
dor, y así la escribe cada dia cuanto ha de hacer y lo que ha de
escribir al Rey. Es tan pura Celestina que si la quisieran retratar,
no la pudieran pintar más propia; y cuando yo me acuerdo la
figura del galán, no es posible dexar de reirme por más guerra
que nos quiera hacer, Pero pues él se da tanta prisa, suplico á
V. M. se la mande dar en lo que se le suplica, pues vé cuanto
importa para su servicio y del daño que seria que pudiese hacer
lo que pretende en estos Estados; en que yo no me declaro más
por ir esta en claro. Esto es cuanto se ofrece por acá, donde hace
aun frió; y así va muy despacio el campo. Hemos ido dos dias á
las garzas, pero ha hecho tanto aire que no se ha podido matar
nada. Mañana se comienzan á tirar los papagayos. Todas estas
fiestas quisiera que en pax las gozase V. M. algún dia. Como se
2 yo BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
acerca el del parto de la Reina estamos con cuidado. Dios la
alumbre con bien: á S. M. y al Príncipe y á mi nuera beso las
manos, y guárdenos Nuestro Señor á V. M. tantos años como
hemos menester y yo deseo. De Bruselas á 22 de Abril, l6lO. —
Besa las manos á V. M.— A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Rey mi
Señor.
174.
Duque: Yo no podria encarecer en esta cuan bien recibidas
han sido esta mañana las cartas de 20 del pasado; porque ya no
habia paciencia para estar tanto tiempo sin nuevas de ay. Gracias
á Dios que nos las ha traido tan buenas, y que la jornada de Va-
Uadolíd se ha pasado tan bien; pues á buen siguro que la de Ler-
ma que sea buena, con el mucho cuidado .que vos ponéis de ser-
vir y regalar á mi hermano y á todos; y debe ser lindísimo todo lo
de por allí, sigun me lo pintan los que lo han visto. Paréceme que
ya podemos estar con cuidado de aguardar el parto de la Reyna.
Dios la alumbre con bien.
Kste correo se despacha con tanta prisa á lo que entenderéis por
cartas del Marqués Espinóla. Yo no tengo que deciros, sabien-
do vuestro cuidado y el que ponéis en el servicio de mi hermano
y en cuanto nos toca. Yo espero en Nuestro Señor que nos ha de
ayudar y volver por la razón y dar poder y fuerzas á mi herma-
no para vengar los fieros y amenazas que aora se hacen. Creo
son todas pensando sacar con ellas lo que pretenden, pero han
escogido mal camino. A mí solo me dá cuidado que mi primo
haya de salir en campaña, como escribo á mi hermano; y todo
lo que podria decir de nuestra guéspeda (l) aqui; que en verdad
se tiene tanto cuidado de su regalo y salud, como se podría
si estuviera quien nos tocara mucho. Pero todo es mal agradecido,
y para ella ponzoña todo lo que no es de su galán. El es fresco y
(i) En este párrafo se reñere la Infanta á los temores de guerra y gran-
des preparativos para ella que hacía Enrique IV de Francia para vengarse
de los Archiduques por no haberle querido entregar á la Princesa de
Conde.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOÍIA ISABEL. 27 1
bueno, y con eso se le puede perdonar. Estas son las nuevas
de acá.
De que vuestra hermana haya estado para ir á Lerma, me
guelgo mucho, que en vferdad deseo mucho la salud de todos tres
hermanos; pero no sé si vá tan bien del interés en deseárosla por
la falta que cada uno por su cabo harían en el servicio de mi
hermano. De la demás de vuestra gente no me decis nada. Deseo
saber si los tenéis todos ay. Mucho me granjeáis cuando me dais
nuevas de mi nuera, porque yo pienso que la quiero más que no
sus padres, por mucho que esto sea. Yo los tengo ahora á todos
puntos en un aposento que hemos remendado, que le pudiéra-
mos haber hecho de nuevo con lo que se ha tardado, que ha sido
dos años, y con lo que ha costado; pero todas las obras que ha-
cemos es desta manera, que yo como estoy avezada á las de mi
padre, no lo puedo llevar, porque demás de tardar, no hacen cosa
de provecho, que para que lo estuviese, ha sido menester hacelle
y deshacelle mil veces. Ha tres dias que estamos en este aposen-
to, y todo el adorno del mió son los retratos, con que paso la
vida, ya que no puedo gozar los vivos. A toda vuestra gente me
encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á
3 de Mayo, l6lo. — A Isabel. —(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
176.
Duque: Contentísimos estamos con las buenas nuevas del buen
alumbramiento de la Reyna (i) y de que quedase tan buena y la
Infanta. Gracias á Dios que todos son tan lindos, que por buena
prísa que se dé en parir, nunca podrán ser muchos, y mas siendo
hijos de mi hermano, que bien creeréis que digo esto de buen
corazón. Plega á Dios que tengamos muy presto nuevas de que
el Príncipe ha llegado muy bueno, como lo espero trayendole
vuestra hermana y el buen viejo de Mercado (2), que me parece
(1) En 24 de Mayo de 16 10 nació la Infanta Margarita Francisca de
Austria.
(2) El Dr. Mercado, médico de Cámara, el más acreditado en la Corte.
272 BOLETÍN DB LA RSAL, ACADEMIA DE LA HISTORU.
le podemos tener por padre de todos viniendo con él. Muy bien
nos ha ido estos dias de cartas, que es lo con que yo más guelgo
y con todas las nuevas que me dais en ellas. Ya las deseo tener
de que hayan hecho muy bien su embarcación los de Lemus (l),
que no me espanto que os iexe tan solo tan buena hija; pero yo
asiguro que se sepa gobernar tan bien ella, que no os pese de
habella enviado, y vuestra hermana, como plática de alli, los
habrá instruido, de manera que han de ser muy buenos Virreyes.
A la de Medinasidonia tenga Dios en el cielo, que muy bien in-
chará su lugar la de Niebla y arto ha padecido en el desierto.
Yo creo que su suegro se hallará harto mejor con ella que con
su muger; y yo me guelgo mucho de que la ha llevado consigo,
porque sabré muchas veces della, que siempre los navios traen
nuevas de allá, y algunas veces muy frescas. Y cierto que con
lo que más me podéis grangear es con darme siempre nuevas de
toda vuestra gente. Ya habrán llegado ay las cartas en que con-
tábamos cómo tuvimos aqui las de la muerte del Rey de Fran-
cia (2): por cierto ella fue terrible; pero nuestro Señor siempre
vuelve por su causa, y bien se ha visto ahora. A mi hermano es-
cribo todo lo que ha pasado después acá con nuestra guéspeda,
de la cual nunca quiso irse el Archiduque Leopoldo sin despe-
dirse, y la hizo levantar de la mesa para hablalla. Yo espero
que con la venida de su marido, que será mañana, no tendré
muchos dias que aguardar, sino que se podrá ir con Dios; que
ella lo desea con gran estremo, y no pienso será tan regalada,
por mucho que lo esté, como lo ha sido aqui. Su marido ha ga-
nado mucho conmigo en no querella ver, como escribo á mi
hermano. Pésame que no la halle en casa Madalena de San Je-
rónimo, porque pienso la predicara cada dia, pero no me ase-
guro la convenciera. Yo la aguardo con mucho alborozo para que
me cuente muy particularmente de todo lo de ay, que todos
dicen cuan lindo es. Mucho guelgo que el Cardenal de Toledo
haya bautizado á la Infanta, que con tan buen cura no puede
(i) Había sido nombrado el Conde de Lemos virrey de Ñapóles.
(2) Enrique IV, asesinado el 14 de Mayo de 1610 por Ravaillac.
CORRESPONDENCIA DB LA INFANTA DONA ISABEL. 273
dexar de sucedelles muy bien á todos, y siempre que oigo cuan
bien lo hace, es para mí mucho gusto, como de hijo de su ma-
dre. Yo estaba escribiendo muy á mi placer en un cenador del
jardín, donde os quisiera tener, y viénenme á decir que llega la
Duquesa de Ariscot: con que no puedo pasar de aqui, que solo
esto tiene malo esta casilla, que tiene mucha vecindad á cuatro
y cinco y tres leguas y aun á una, y así siempre hay visitas sin
que se puedan escusar. La de aora yo la perdonara. A toda
vuestra gente me encomendad mucho; y guárdeos Dios como
deseo. De Marymont á 19 de Junio, 1610. — A Isabel. — (Sobres-
crito:) Al Duque de Lerma.
176.
Señor (l): Si siempre nos fuese tan bien con tener á menudo
cartas de V. M., como hemos tenido estos dias, no habría más
que desear, pues yo me hallo con tres después que escribimos,
porque beso las manos á V. M., y por la mucha merced que en
ellas me hace. Yo quiero pensar que la meresco á V. M., pero
reconosco como debo y estimo la que V. M. me hace como es
razón. Por la buena salud con que V. M. se hallaba, doy mil
gracias á Dios, y de que la Reina haya quedado tan buena y con-
valecida deste parto, y lo esté la recien nacida. El mal del Prín-
cipe me tiene con mucho cuidado y que le dure tanto, aunque
espero no pasará de los 40 dias; que así acón teda á V. M.; pero
por si le durare aun la calentura, suplico á V. M. le mande dar
un poco del palo que va aquí raspado, en agua; que es del arból
de Nuestra Señora de Monteagudo, que ha hecho y hace muchos
milagros para enfermedades, y que se encomiende á ella, que
acá lo hacemos, y hemos enviado allá por el Príncipe, y así espe-
ro ha de estar muy bueno. También me escribe mi prima que el
Infante Don Carlos lo quedaba ya; de que mi nuera y su herma-
na lo estén, estoy contentísima. Sin duda que el exercicio nos áá
(i) Esta carta está dirigida al Rey su hermano.
TOMO XLvni. 18
274 BOLBTÍN DB LA RBAL ACADBMIA DB LA HISTOKIA.
la vida á todos. V. M. le hará aora con la vecindad de Vento-
silla (l), que según lo que nos ha contado el Conde de Sora del,
debe ser muy lindo. De todo nos ha dado muy buena relación;
y llegó un dia que íbamos á caga y le topamos en el camino; y
mientras venía la caga leimos las cartas de V. M., que nos truje-
ron el buen agüero, porque matamos un muy gran lobo y dose
corgos. Escápasenos otro por haber dexado poca gente y anduvo
toda la red de cabo á cabo sin ser nadie bastante que diese en él.
Yo pienso era alguna bruja, que hay muchas por allí.
También nos ha contado el Conde la solenydad con que se hi-
cieron las honras del de Francia; por cierto estoy por decir mal
empleado y peor agradecido, pues verá V. M. por las cartas de
negocios cómo no quieren dexar de ayudar á los herejes. Mucho
ha perdido la Reina conmigo en esto, pues cuando todo su Con-
sejo lo quisiera, lo hubiera ella de contradecir; pues le estará
siempre arto mejor y á sus hijos la amistad de V. M. que no la
de los protestantes; pero nuestro Señor volverá por su causa y
por V. M. que la defiende, y lo remediará como hizo en lo pa-
sado.
Aora quiero dexar esto y contar cómo nos vemos desemba-
razados de nuestra guéspeda. Su marido (l) vino y no la quiso
ver, pero tampoco quiso irse sin acechalla, y así la vio por el co-
gote; pero ella con todos sus desdenes le anduvo acechando de
ventana en ventana; y cierto, no me puedo persuadir sino que
hay algo de hechisos en este negocio, porque cuando se ven pa-
rece que se quieren y que se le van los ojos al uno tras el otro;
y en apartándose dicen perrerías el uno del otro, aunque el ma-
rido parece la quiere, pero su madre y hermana, la de Orange y
sus parientes están muy duros en que no la ha de tomar, y le
meten en cabeza que si se descasa della se casará con una hija
del Rey, lo cual yo no creo. En resolución, él no la dexa sino
por este respeto, que por todo lo demás y otras muchas cosas
que él dice que han pasado en Francia, no hace caso dellas nin-
{i) Coto redondo de la provincia de Burgos, partido de Aranda.
(2) El Príncipe de Conde.
CORRBSPONDBMCIA DB LA INFANTA DOSa ISABEL. 375
guno, porque allá debe de ser ordinario; y así me parece hemos
hecho con muy buena conciencia los oñcios que hemos hecho
para que la tomase, pues él no hacia caso de lo principal que le
había de hacer, de que no nos hemos reido poco. Pasadas estas
primeras vistas, vino un primo suyo della, de parte de su padre,
con carta de la Reyna para ella, en que le mandaba fuese con su
marido. Al principio se hizo un poco de rogar, pero con lo que el
otro le dijo, le escribió una carta pidiéndole perdón, y á nosotros
se vino á echar á nuestros pies para que lo procurásemos. Tam-
bién la Reyna nos escribió sobre ello, pero él tenia tan buenos
alanos á las orejas que por más que lo deseó, no osó Uevalla: que
fué cosa estraña la gente que vino á buscalle en sabiendo estaba
en estos Estados. Y decia él que si ella le hablaba una palabra
que él no se podría detener; y así cuando se fué á despedir de
nosotros, pidió mucho que no estuviese allí, como se hizo, pero
estaba á la puerta, vestida y tocada á la española, bonita como
un oro, que le está muy bien; y cuando él llegó á hablar á mí,
cayóle muy cerca y viola, y entrambos se demudaron: que fue
cosa de ver. Con esto se fue á ver el jardin y ella siempre tras
él; al fin la vio en un corredorcillo y le hizo tres reverencias, y
no habia hacelle salir del jardin, hasta que llegó un primo suyo
que le dijo mil perrerías porque la habia mirado, y ella se quedó
con artas lágrimas. De allí á tres dias llegó su hermana la Con-
desa de Ubernia por ella: llegó á Vinz y otro dia fue á verme á
Marymont, y otro dia después de comer fue por ella y la llevó
sana y salva y llorando tanto y más por dexarnos como habia
hecho de entrar en casa. Yo la he predicado arto, porque ya que
ha estado aqui, deseo le sirva para enmienda, pues sus pocos
años y malos consejos la disculpan de lo pasado. Ella me ha pro-
metido que yo oiré como se gobierna y que no ha de haber más
que hablar della. Plega á Dios, que es tan fácil de condición que
con la compañía que tratare, esa la llevará tras sí; y es lástima,
porque es muy bonita, como se ha visto cuando la ha dexado
de gobernar la buena gentecilla que la traia engañada, que los
quisiera yo entregar á los muchachos de Toledo para que hicie-
ran su oficio; y la primera á la señora muger del Embaxador
276 BOLETÍN DB LA RBAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
que dicen ha dado grandes disculpas al de Conde. La de Huber-
nia es una mujeraza de lindísimo arte, y debe de haber sido muy
hermosa: tiene un sosiego estremado y muy bien hablada, y es
una muy honrada mujer, como ha dado buena prueba, pues ha
cinco años que no sale de la prisión con su marido. Con esto he
concluido la historia de nuestra guéspeda, quedando tan desem-
barazados como el de Fuentes, que no se puede más encarecer.
Ahora quiero contar de nuestra caga de Marymont, que por
mi honra no lo habria de hacer, pero será con condición que V. M.
se ria un poco y no me dé la vaya. Deseábamos mucho matar
un ciervo con yerba, porque acá es cosa tan nueva que en vién-
dola huyen della y de la ballesta, como si fuese el demonio, que
solo de miralla piensan los ha de matar; y es de manera que á un
secretario le hizo Don Pedro de Toledo entender que un pedazo
de corzo, que comian en el estado, estaba muerto con ella, y se
levantó de la mesa y se fué á su aposento y hizo sacar todos
cuantos cuchillos y tijeras habia y las espadas, y no osó salir has-
ta que le desengañaron; y Don Pedro de Zúñiga, que se ha acer-
tado á hallarse en esta ocasión en Marymont, como buen cazador
podrá contar muy buenas cosas sobre esto. En fin, yo fui una
mañana á tirar al ciervo, y mi primo me puso en un lazo y me
le fue á echar, porque tampoco hay quien lo sepa acá, ni se usa
esta manera de cazar; y quedó conmigo el Duque de Umala, que
tiene tanto miedo á la yerba como el secretario. Saliéronme cua-
tro ciervos, y cuando voy á tirar al uno, rómpeseme la cuerda de
la ballesta; que en mi vida he tenido mayor rabia ni mayor risa,
porque el Duque pensó que ya todos estábamos muertos. No
teníamos allí otra cuerda, ni otra ballesta, y así le maté con el
arcabuz. Era muy grande y el primero que sea muerto en el
parque, que quisiera arto podelle enviar á V. M. por la posta,
porque no he comido mejor cosa; y así estoy muy contenta de
cuan bien se hace allí la caga. Con esto andubimos muchas ma-
ñanas á procurar matar uno con la ballesta, y es tan espeso
aquello que se tira con gran dificultad. Y otra vez que yo i ha á
tirar uno echado, llevando el de Umala la ballesta tras mí, róm-
pese otra vez la cuerda, que él quedó el más perdido hombre
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 277
del mundo. Quedamos con las ballestas sin cuerdas y dijeron que
en Mons había uno que las hacia muy bien, y así envió mi primo
por él, que es tres leguas de allí, y pidió un carro para traer el
aparejo para ponellas, y al cabo trujo un ingenio que sola la
vancuerda no cabía en toda la casa; que no reimos poco, pero
más con la cuerda que echó. Al fin enviamos aqui por unas que
habia traído mi primo de ay, y entre él y Don Pedro de Zúñiga
adrezaron las ballestas y anduvimos otras no sé cuantas maña-
nas sin poder tirar nada; que están tan salvajes allí los ciervos
y el bosque es tan cerrado que es menester sudar bien para po-
der tirar; y para mí no es lo peor, porque en estando mansos no
los puedo tirar de buena gana; y yo estaba tan picada que pro-
puse un dia de no volver á casa sin tirar; y así hicimos llevar la
comida al campo, que no fue el peor dia, y después de haber
sesteado cabe un arroyo, donde se olgaron arto las damas, an-
duvimos más de tres horas para poder tirar, y muchas veces casi
á gatas. Ya que era tarde, yo entré á hurto á dos ciervos her-
mosísimos y tiré al uno, no á ocho pasos de mí y tan sin sentir-
me que nunca dexó de comer; pero le erré lindísimamente; yo
creo de pura cudicia. Al cabo de un gran rato hallamos la jara;
con que nos venimos á casa, yo más picada que nunca. Y así
volvimos otro dia y anduvimos todo el dia, y comimos también,
y tras haber estado en mil lazos, nunca pude tirar sino ya tarde
que en un lazo me vino un ciervo arto bien y cerca, y yo pensé
habelle dado muy bien, y mi primo y los cazadores decian iba
cayendo. Fuimos luego tras él y desapareció, y así le buscamos
con el sag^eso hasta que anocheció, y yo muy contenta de ha-
belle dado. Y otro dia en amaneciendo le fueron á buscar con
tres saguesos y gente, pensando estaría muerto en unos barran-
cos que hay en el parque muy hondos. Cierto, nos hizo trabajar
bien el primer dia y estotro á los cazadores; pero á las siete de
la mañana un cazador comenzó á gritar á los otros: «Allí está.
Allí está», y todos muy contentos. Cuando llegaron era la jara
que estaba metida en un árbol, tan derecha y tan adentro que
fue menester cortar el árbol para sacalla; de manera que antes
de dar al ciervo, di en el árbol, y él quedó sano y bueno, y así
37 8 BOLBTfN DB LA REAL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
no le podían hallar. Los cazadores no osaban tocar la jara y vi-
niéronlo á decir en gran secreto, y tenian razón por mi honra,
porque tales dos tiros no creo los ha errado nayde. Yo confieso
que quedé tan picada que no quise tirar más por no erralle, por-
que no había sino dos dias para estar allí. Mi primo tiró después
una mañana otro con el arcabuz, y después le echamos dos le-
breles, con que corrió un rato, y fue muy buena montería. Fuera
del parque no hemos podido matar ningún ciervo, porque se nos
han escapado dos veces de las redes. Hermosísimos conejos hay
muchos ogaño en Marymont, y el tiempo ha hecho lindísimo^
que se echa bien menos aqui, porque hace mucha c^lor. Yo es-
pero que V. M. se entretendrá un rato con esta historia; y nada
me entra en gusto de todo esto sino pensando que lo tengo de
ver gozar á V. M. algún dia y que ha de gustar dello como de la
caga que me cuenta V. M. que tuvo ay, que debió de ser muy
buena. Aquí se usa mucho el echar la caga á la campaña con los
perros y los lobos: con la nieve es bonísimo. Venimos aqui para
la prucísion del sacramento del milagro, que ha habido creo que
toda Olanda en ella: que cierto ha sido cosa de ver.
Estas son todas las nuevas que puedo dar de acá á V. M., de-
seándolas de ay mucho para saber del Príncipe, que cuando se
sabe que V. Al. y sus hijos están buenos, se pasa en paciencia
no tener tan á menudo cartas, pero cuando no lo están, no la
puede haber. V. M. la habrá menester para leer esta; y así la
acabo no pudiendo dexar de suplicar á V. M. se acuerde del
Marqués de Velada, pues lo merece lo que sirve á V. M. y tam-
bién suplico á V. M. se acuerde de hacer merced en sus preten-
siones al Conde de Aranbergue, que por casarse aora su hijo
mayor con una de mis damas, que se ha criado en casa, será do-
blada merced para mí. Al Príncipe y mi nuera y sus hermanos
beso las manos; y guárdenos nuestro Señor á V. M. tantos años
como hemos menester y yo deseo. De Bruselas, dia de Santa
Ana (i), i6lo. — ^Beso las manos á V. M. — A Isabel. — (Sobres-
crito:) Al Rey mi señor.
(r) 36 de Julio.
COKRBSPOMDBNCIA DB LA INFANTA W}fÍK ISABEL. 379
177.
Duque: A una carta vuestra debo respuesta, no habiéndola
tenido con este postrer correo; quixera fuera la ocasión otra, y
no el no quedar bueno, que lo que debéis de haber trabaxado
con cuerpo y espíritu con el mal del Príncipe, debe de ser la
causa. Con mucho cuidado nos tiene; aunque espero en Dios es-
tará ya bueno, y no veo la hora de tener estas nuevas, que en
verdad se desean mucho. Con todas las que me escribís he oiga-
do mucho y el Conde de Sora me las ha dado muy particulares,
y de Lerma y Ventosilla, que todo debe ser muy bueno, y más con
el cuidado que ponéis en servir y regalar allí á mi hermano, que
tiene razón de hallarse tan bien en ello, y vos no la tenéis para
no mirar mucho por vuestra salud, pues sabéis la falta que á todos
nos haríades.
Lo que me decis de la merced que mi hermano me hace, no
es nuevo para mí, ni lo será el conocella como debo. ¡Ojala pu-
diéramos reir los tres algunos buenos cuentos, que no faltaran, si
nos viéramos en eso! Los que han pasado con nuestra guéspe-
da (i) escribo á mi hermano. Yo estoy contenta de habella en-
viado sana y salva. Plega á Dios que le dure y que en su tierra
anden de mejor pié que hasta aqui, que no veo hay mucho que
fiar en lo que ay prometen los Florentines , y así ha sido muy
bien hablalles claro, que creo aprovechará más. Muy buenos dias
se ha pasado en Marimont; yo creo que mi hermano ha de reir
con lo que le escribo de mi caga: y yo no quiero daros más que
leer hasta saber que estéis muy bueno. A toda vuestra gente me
encomiendo mucho; y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas,
dia de Santa Ana (2), 1610. — A Isabel. — No puedo dexar de
acordaros el negocio de su marido de Juanica de Vargas, por lo
que deseo vellos acomodados, y está aora sirviendo á mi herma-
no sin sueldo ni comodidad ninguna. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
(i) Refiérese á la Princesa de Conde.
(3) 36 Julio, .
28o BOLBTIN DB LA RXAL ACADBMIA DE LA HISTORIA.
178.
Señor. — Paréceme que nos podemos quexar con razón de lo
que tardan en venir cartas de ay: á lo menos á mi me parece que
ha ya mil años que no las tenemos, sigun lo que las deseo , para
saber de la salud del Príncipe, que me tiene con mucho cuidado;
aunque espero en Dios le dará la que hemos menester. No que-
rría hubiese llegado ay la calor que aqui hace, porque es mucha
y no seria buena para convalecer.
Habrá poco que escribir aora de acá, pues no hay cosa de nue-
vo, sino el sitio de Juliers. Dios se lo perdone á los de Alemana,
que por su culpa se ha llegado á esto, como debe de escribir Don
Baltasar; y todo lo quieren echar á cuestas á V. M.
Hemos tenido dos ñestas estos días: la una ha sido la profesión
de su hija del Conde de Sora, que no se ha visto tal contento
como el suyo, y la otra la del beato Inacyo, que la celebraron
en sus casas el dia que murió. Ha sido muy solene y han alcan-
zado aqui lo que creo yo que en ninguna parte, que ha sido llevar
las andas de su imagen cuatro, todos de su tiempo, y el uno que
ha sido su compañero y un gran hombre y tiene noventa y siete
años, y los demís á este tono: que, sierto, hacia devoción ver los
buenos viejos. Esto es todo lo que hay que decir de acá. De ay
nos trayga Dios muy buenas nuevas; y suplico á V. M. no se ol-
vide su retrato, que yo le aguardo con mucho alborozo. A la
Reina y al Príncipe y sus hermanas beso las manos; y guárdenos
Nuestro Señor á V. M. tantos años como hemos menester y yo
deseo. De Brusselas, dia de Sant Lorengo, que arto me acuerdo
este dia de los que hemos pasado juntos, l6lO. — Besa las manos
á V. M. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Rey mi señor.
179.
Duque: No podía ser el castellano Juan de Aranda sino muy
bien recibido, pues nos sacó del mucho cuidado con que estába-
mos del mal del Príncipe y de haber tantos dias que estábamos
r
.CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA^ DONA ISABEL. 28^1
sin cartas. Gracias á Dios que nos ha traído tan buenas nuevas
de todo; y cuando se saben tan particulares como él nos las ha
dado, es gran contento para quien no le tiene mayor que cuando
sabe de ay. Como yo quisiera que en vuestra carta me diérades
mejores nuevas vuestras, pues me decis habéis pagado dos meses
tan malos que no puede dexar de pesarme mucho y desear saber
que sean pasadas todas las pesadumbres que decis, y que estéis
con el contento y descanso que yo os deseo, que será el que puede
ser en el mundo; y no puedo dexar de pediros que no toméis las
cosas de manera que os matéis con ellas, pues no se remedian
con eso, y sabéis la falta que haríades á mi hermano y nos haría-
des á todos.
Muy bien empleada está en Juan de Aranda la merced que le
ha hecho mi hermano, que ha servido muy bien, y es muy buena
cosa. Todo lo que trujo de las cosas de olor, llegó muy bueno, y
mi hermano me hace tanta merced de todas maneras que aun-
que yo le beso las manos por ella, os pido lo hagáis también por
mí. Es todo mucho y muy bueno; y cuando no fuera sino un al-
filer, lo estimara yo en mucho enviándomelo mi hermano; y pro-
meto que son bien menester aquí estas cosas, porque toda la vida
se ofrecen ocasiones para dallas ó enviallas, que es tanto lo que
por acá las estiman, porque no saben hacellas, que todo el año
no se hace otra cosa en casa; y algunas veces está Jacyncurt tan
sin paciencia que reiríades de oilla, particularmente cuando se
han de enviar á estos hereges de Alemana, que lo envian á pedir
como si fuese en su casa.
Las nuevas de por acá escribo á mi hermano, que todo es
bodas; pero olvidóseme de decille una graciosa de una de mi
Cámara, que se casa con el más viexo capitán que hay acá; que
por sello, ha muchos años que está reformado, y es el retrato de
Martin de Aguas. Mira qué tal será. También creo se me olvidó
de decille cómo hemos traido estos días un poco de luto por la
Duquesa de Cleves, que parece la quiso llevar nuestro Señor
antes que viese su Estado en poder de herejes, que ella tanto
habia defendido. Murió tan buena muerte como vivió, que es
para tenelle arta envidia. Y á este propósito. no puedo dexar.de
282 BOLETÍN DB LA BSAL ACAOBMIA DB LA HISTORIA. .
encargaros un negocio nuestro, que os escribirá el Conde de
Añober (l), que á quien tiene siempre tanta cuenta con su alma
como vos, no creo parecerá mal que deseemos ver descargadas
las nuestras y lo procuremos en vida, pues no hay hora sigura.
Este memorial me haréis placer de dar á mi hermano y supli-
calle haga aquella merced á su dueño, pues sirve muy bien.
A toda vuestra gente me encomiendo mucho, y guárdeos Dios
como deseo. De Brusselas á 24 de Setiembre, 1 60 1 (2.) — A Isa-
bel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
180.
Duque: Las cartas de 4 y 17 del pasado nos sacaron de mucho
cuidado por saber la buena salud de mi hermano y la convale-
cencia del Príncipe. Plega á Dios vaya muy adelante y se le ha-
yan ya quitado las tercianas á la Infanta Doña María: que hasta
saber están todos muy buenos, no se puede salir de pena, y más
en año tan achacoso y terrible de calor. Pésame mucho de la
parte que os ha cabido de poca salud; porque, cierto, por mil ra-
zones os la deseo muy buena, y así os pido mucho os regaléis y
miréis por ella. No dudo sino que os harán mucha soledad vues-
tras hijas, porque son muy buena compañia; y podéis dar gracias
á Dios de que hayan salido tales , y yo no me guelgo poco cuan-
do las oigo loar de todos; y es gran cosa tener al lado con quien
descansar un rato que se quiera bien. Vuestras hermanas me pa-
rece no han olgado mucho este verano , pero todos trabaxais de
tan buena gana cuando es menester servir, que parece cobráis la
salud entonces. Mucho se debe de haber pasado con el mal del
Príncipe. Bendito sea Dios que tanta merced nos ha hecho de sa-
calle con bien del. Pésame^ que esté tan viexo el bueno de Mer-
cado, que cierto hará gran falta.
(i) D. Juan Niño de Guevara, hermano del Cardenal de Sevilla, nom-
brado Conde de Villano ver de Tormes en fin del año 1601, y falleció en
Sevilla á primeros del de 1607. Era ala sazón Embajador de Felipe ül
cerca de sus hermanos los Archiduques.
(2) Sic Debe ser 1610,
CORKESPONDSNCIA DE LA INFAHTA DOÜA ISABEL. 283
De aquí hay poco que decir, después que escribimos. Pensa-
mos irnos después de mañana á Marymont, que hasta ver toda
esta gente de Juliers en sus casas, no nos hemos osado de apar-
tar de aquí. Perdóneselo Dios al Emperador y sus consejeros,
que, si hubieran querido, estuviera aquello en otro estado. Aora
están juntos los diputados en Colonia: no sé si harán algo de
provecho. Plega á Dios que en Francia lo hagan; que parece les
abre nuestro Señor los ojos; pero son tantas las mudanzas allí
que no se puede creer nada hasta que se vea.
De lo de Saboya no quiero hablar, que cierto me ha tenido y
tiene sin paciencia. Mucha falta hará el de Fuentes (l), que era
hombre que se hacia temer, y así es menester para gobernar; y
hay muy pocos hombres aora en el mundo para nada.
He visto el papel del negocio de Juanica de Vargas, pero otro
dia de como llegó vuestra carta, llegó el Contador á servir su
oñcio, con que el marido de Juanica queda en blanco; y así me
habéis de hacer tanto placer de suplicar á mi hermano me haga
merced de hacelle á su marido de Juanica la merced que hacia á
estotro y con su sueldo, que ha un año questá sin él y trabaxan-
do con dos oñciales á su costa en aclarar las cuentas de los baxe-
les que se hicieron aquí, en que ha ahorrado buenos ducados á
mi hermano, porque es muy hombre de bien y ha servido muy
bien y limpiamente, como se echa de ver en lo poco que ha me-
drado; y por conocelle yo por tal, olgué de que Juanica se casa-
se con él, y á mí me hará mi hermano esta merced, por ser ella
todo mi servicio, y me haría gran falta si se hubiese de ir; y esta
merced no la pido si no entre tanto que no tiene lugar la que mi
hermano le tenia hecha. A toda vuestra gente me encomiendo
mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á 9 de Octu-
bre, 1610. — (Sin firma.) — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
181.
Duque: Con este correo, que lleva un despacho de Don Balta-
sar, habrá poco que decir, aunque habría mucho de si se pudiese
(i) El famoso Conde dr Fuentes.
284 BOLETÍN DB LA. REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
decir por escrito el mucho cuidado con que estamos de haber
muchos dias que no sabemos de ay. Plega á Dios no sea por falta
de salud y que nos saque desta pena muy presto con bien. Muy
mal nos ha ido de caga este año aquí, que no la hay (sino) de
puercos , ni el tiempo ha dado lugar para otra , pero por malo que
le haga, siempre se puede pasear en el parque y jardín, con que
se pasa mejor la vida que en Brusselas; y con haber menos gen-
te. La de guerra temo mucho se nos ha de amotinar, si les falta
el ordinario; y así os pido mucho, aunque sé el cuidado que po-
néis en esto, que procuréis se remedie el inconveniente que ha
habido en esto luego, porque no nos veamos con algún motin,
pues le vienen á costar tanto á mi hermano después; y si aora le
hubiese, seria mucho peor. El otro dia escribí á mi hermano su-
plicándole hiciese merced al Conde Otavio Visconde de lo que
vacaba en Milán por D. Blasco de Aragón; y habiendo entendido
que está proveído , me haréis mucho placer de suplicar á mi her-
mano que pues no tiene aquello lugar, le haga merced de la pla-
za del Consejo secreto y acrecentalle la renta que tiene en el mis-
mo Estado, asegurándoos que es hombre que lo merece muy bien
y de servicio, y que ha trabaxado en esto de Alemana muy bien,
como creo lo habrá avisado Don Baltasar. Gracias á Dios que
está acabado: plegué á Dios que dure. A toda vuestra gente me
encomiendo mucho , y guárdeos Dios como deseo. De Marymont
á 12 de Noviembre 1610, — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma.
182.
Duque: En verdad que han sido bien deseadas las cartas que
recibimos tres dias ha, de 18 del pasado. Gracias á Dios que nos
las trujo y con ellas tan buenas nuevas de la salud de mi herma-
no y la Reyna y sus hijos, como podíamos desear: que me tiene
contentísima, pues no hay mejor dia para mi que cuando las ten-
go. Mucho he olgado de saber que estéis bueno, pues, cierto, os
deseo la salud muy de veras. Bien ocupadas habrán estado vues-
tras hermanas, pero solo su cuidado y el vuestro pudieran haber
■•.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOÍ!íA ISABEL. 285
vencido tantas enfermedades y tan largas como han pasado el
Príncipe y su hermana. Mucho guelgo con las nuevas que me dais
de todos, y particularmente de mi nuera, que aunque á todos los
quiero cuanto se puede encarecer, confieso que á ella es con gran
estremo. Guarde Dios á mi hermano que tan misericordiosamen-
te ha usado con el Duque de Saboya. Plega á Dios que él lo co-
nosca ansi. Yo os confieso que sus hijos me hacen lástima de ve-
llos padecer sin culpa , pues pienso que no la tienen. Artas se po-
drían dar al Emperador y sus consejeros, pues por ellas tienen á
todo el mundo para revolver; y asi me parece no se puede hacer
mucho caudal de la concordia de los hermanos, que está muy
vedriada á mi parecer. Dios encamine lo que hobiere de ser para
su servicio, y lo mismo en lo de Francia; que á todos estaria
bien lo que se trata, pero tened la mano que esto sea con la de-
cencia que es justo de nuestra parte, que de la suya ellos se lo
tienen en cuidado. La Reyna es muy buena, y en parte no que-
rría lo fuese tanto. Dios la ayude.
Muy mal nos ha ido de caga en Mary mont , como escribo á mi
hermano, y en lo que se ha pasado el tiempo allí: el de aquí es
íryysimo después que venimos. Lo que me contais de las lobas
me ha espantado para ay , pero no para aquí, que es ordinario, y
sin rabiar hacen daño á la gente, particularmente á las criaturas,
que no hay año que no se coman algunas. De ayer acá se ha di-
cho aqui que lo de Alarache está concluido. Plega á Dios sea
verdad. No puedo dexar de agradeceros el cuidado que me de-
cís ponéis en el negocio de su marido de Juanica de Vargas y pe-
diros procuréis se despache con brevedad, porque pasan mucha
necesidad , por no tener sino lo que les damos, que es bien poco;
y ella está muy contenta de que yo le he dicho cómo os acordáis
della. A toda vuestra gente me encomiendo mucho, y guárdeos
Dios como deseo. De Bruselas á ll de Diciembre, l6lO. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
3^6 90LBTÍN DB LA RBAL AGADBMU DB LA HISTÓBIA.
183.
Duque: Aunque siempre son muy bien recibidas las cartas de
ay, mucho más cuando ha mucho que se desean, como lo han
sido las que han venido aora. Gracias á .Dios que mi hermano y
la Reyna estaban tan buenos, y que la tempestad de viruelas y
sarampión que dio al Príncipe y sus hermanos se iba pasando
bien. Con mucho cuidado estaremos hasta saber que los que fal-
taban lo habian pasado también y estén todos buenos. De que
vos lo estéis, he olgado mucho, y bien se echa de ver el cuidado
que habéis puesto en las provisiones, pues tan bien habéis sa-
lido del; y así me parece os lo podemos agradecer todo, como á
quien lo ha hecho. Mucha merced nos ha hecho mi hermano con
ellas, y la mayor el no haber menester estarle cansando cada
dia. Yo querría veros descargado de otros muchos cuidados
como deste, que bien creo lo habríades menester, y olgara arto
de ser parte para descansaros dellos.
Gran cosa ha sido lo de Alarache (l), y yo recibo de muy
buena gana la norabuena. Nuestro Señor ha de ayudar siempre
á mi hermano que tan de veras le sirve. Yo creo me perdonareis
fácilmente que no responda aora con particularidad á vuestra
carta, pues lo dexo de hacer por irme con mi primo, que tras
haber estado once días en la cama con la gota, cuando ya pen-
samos estaba bueno, le ha dado esta noche en un pié de manera
que no se ha podido levantar. Ha hecho terrible tiempo de hu-
midades y fríos, que creo lo causa siempre. Pido á nuestro Señor
que libre á mi hermano de tan mala herencia, pues no basta ser
bien reglados, como lo ha sido siempre mi primo, para escapar
della.
(i) El día 27 de Noviembre de 1610 llegó por la posta al Pardo, donde
estaban los Reyes, D. Melchor de Borja, hermano del Duque de Granada,
despachado por el Marqués de San Germán con la buena nueva de la en-
trega de la plaza y castillos de Alarache, en Marruecos, en el día 20 de
Noviembre, poniéndose en ella guarnición española.
CORRESPONDENCIA DB LA IMPARTA DOSÍA ISABEL. 2S7
Mi sobrino Filiberto (l) me ha escrito con este correo, y yo
no le he querido responder hasta saber de mi hermano cómo
manda que yo le escriba, y así os pido se lo preguntéis y me
enviéis una memoria dello. Cuelgo mucho de que se quiera que-
dar ay.
A mi hermano escribo cuanto por acá se ofrece, que es una
pepitoria de artas cosas, y algunas no malas, para habellas visto.
No puedo dexar de tornaros á acordar la merced que tengo su-
plicada á mi hermano para su marido de Juanica de Vargas, por-
que el comer no se puede olvidar, y ellos lo han bien menester.
Yo asiguro que este hombre ha servido muy bien y lo hace aora
sin sueldo en cuentas, que ha ahorrado á mi hermano artos du-
cados; y asi espero me alcanzareis de mi hermano esta merced,
tanto más habiéndola traido este correo para otros criados de
particulares que no han servido á mi hermano lo que el Conta-
dor: que seria vergüenza mia; pero no quiero creer sino que
por olvido no se la ha hecho á 61. A toda vuestra gente me en-
comendad mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas,
dia de la Candelaria, l6li. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque
de Lerma. ♦
184.
Duque: La diligencia con que pide Don Baltasar de Quñiga
que pase el despacho que lleva este, no nos dará lugar á escribir
sino dos renglones. Paréceme que todo lo de allá va de revuelta.
Dios perdone á quien tiene la culpa dello, y nos traiga muy
buenas nuevas de ay, que ya tardan mucho; que aunque las huvo
con el ordinario el otro dia, eran muy viexas. Las de aqui son
estar buenos y mi primo convalecido de sus pies; que bien lo ha
habido menester. Hanse pasado las Carnestollendas con dos
fiestas: una de burlas y otra de veras, arto buenas, y más para
el poco tiempo en que se concertaron; y rematóse con un gran
sarao. Bien creeréis cuánto deseo en todas estas ocasiones tener
(i) De Saboya.
388 BOLBTÍN DB'LA REAL ÁCADBMIA DB LA HISTORIA.
á mi hermano que gozase dellas, y cierto al Duque de Lerma
también. A toda vuestra gente me encomiendo mucho y guár-
deos Dios como deseo. De Brusselas á 22 de hebrero, l6il. —
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
186.
Duque: Mil cosas tengo que agradeceros en esta postrer carta
que he recibido vuestra; y lo primero quiero comenzar por lo
que me habéis grangeado en avisarme luego con la primer oca-
sión la merced que mi hermano os ha hecho en haceros Ayo y
Mayordomo mayor del Príncipe, pues con eso echo de ver que
estáis cierto de cuanto habia de olgar de sabello; que cierto ha
sido más de lo que puede decir la pluma. Y yo os confieso que
si hasta aquí os deseaba mucha vida, aora os la deseo mucho más,
porque con eso yo estaré sigura de que el Príncipe saldrá como
criado de vuestras manos. Guarde Dios á mi hermano que así
ha sabido conocer el amor y fidelidad con que le habéis servido
y servís. Yo os doy la norabuena de la mejor gnna que puede
ser, y estoy segura que lo creeréis ansi de mí. A bonísimo tiem-
po vino vuestra carta por el cuidado con que estábamos de ha-
ber mucho que no teníamos nuevas de la salud de mi hermano
y la Rey na y sus hijos. Gracias á Dios que todos la tenían: que
cuando yo sé estas nuevas, estoy con reposo. Ya me parece se
tardaba esta vez la Reyna en estar preñada, y así es muy bien
que no olvide el oficio quien tiene tan lindos hijos.
Este correo vá con el despacho de Don Baltasar, que veréis.
Aquello va de rota; si Dios no pone la mano en ello y lo reme-
dia, yo temo mucho que todo se ha de perder, y por lo menos
no puede haber mayor mal que guerra entre los hermanos (l).
Si todos fuesen tan desinteresados como mi primo, de que yo no
acabo de dar gracias á nuestro Señor, presto se acomodaría;
{i) Alude á la contienda entre el Emperador Rodolfo 11 y el Archi-
duque Matías.
LÍMITBS PROBABLES DE LA CONQUISTA ÁRABE 289
pero yo le veo mal remedio, y la religión católica lo pagará, que
es lo que se debe sentir más que todo.
Aquí estamos buenos, aunque hace arto bellaco tiempo, que
es cuanto se puede decir; y yo no puedo dexar de pediros acor-
deis á mi hermano el negocio del Marqués de Velada, aunque
sé .que no os descuidáis en él. A toda vuestra gente me enco-
mendad mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Bruselas á 3
de Margo, 1611. — Olvidábaseme de deciros que escribo á mi
hermano suplicándole haga merced á Jacyncurt de una casa que
tiene aqui, que ella está en ella de aposento, y aora la quieren
vender, como veréis más particularmente cómo es todo este
m
negocio por esta memoria que os envió. Hareisme mucho placer
en procurar que mi hermano le haga esta merced, que no solo
será para ella sino para nosotros, porque nos quitará de gran
pesadumbre: que no podéis pensar lo que se pasa y padece aqui
en esto de las casas; y ella no es tan grande que sacara mi her-
mano mucho provecho della. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Du-
que de Lerma.
(Contíftnard,)
A. Rodríguez Villa.
II
LÍMITES PROBABLES DE LA CONQUISTA ÁRABE
EN LA CORDILLERA PIRENAICA
Siendo la historia de los árabes de España tan obscura en su
conjunto, resulta de ordinario que, en cuanto se pretende dar no-
ticia de una región ó de una serie de acontecimientos referentes
á la dominación musulmana, se parte de tradiciones vagas, ó ad-
mitiendo ideas falsas ó al menos exageradas respecto á la con-
quista, se admiten hechos que en parte alguna aparecen pro-
bados.
Para los tiempos de la invasión árabe, de fuentes cristianas
TOMO .XLVIII. 19
290 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
acerca de la conquista de la Cordillera Pirenaica^ sólo tenemos
lo poco y quizá no muy exacto (l) que nos dice el llamado IH-
doro Pacense 6 Anónimo de Córdoba^ pues los autores árabes en
realidad nada dicen de la conquista de ésia región, sino que á lo
sumo nos dan noticia de expediciones posteriores, llevadas á
cabo, nó con idea de conquista, sino con la de coger botín, Ó á
lo sumo de debilitar á los cristianos para que no estuvieran en
ganas y en condiciones de hacer daño á los musulmanes; esta
diferencia de propósito por parte de los moros, de verdadera
conquista y ocupación ó de solo botín, no ha sido tenida bas-
tante en cuenta por nuestros autores modernos, que no sé ha-
bían fijado en ella.
A pesar de la falta absoluta de noticias pertinentes á esta
. cuestión, se ha dado como corriente por casi todos los historia-
dores que los musulmanes llegaron á dominar toda la Cordillera
Pirenaica; ^^xo que muy pronto fueron arrojados, no se sabe por
quién, de la parte más montañosa donde se detuvo la recon-
quista por bastante tiempo, hasta que, hacia mitad del siglo xi,
los jefes ó Reyes de los Estados, Navarra^ Aragón y Condes de
la Marca hispánica^ pudieron aspirar á mayores empresas y aco-
metieron la reconquista de la tierra menos montuosa, y luego la
llana: así tenemos la conquista de Alquézar, 1091; Huesca, 1097;
Muñones, 1078; Purroy, Pilza, Caserres, 1060; Calasanz, 1 102;
Balaguer, 1 105; Os de Balaguer, lioo; Barbastro, IIOO, y Mon-
zón, 1089.
Alguna . vez be. apuntado la idea de que la partq montuosa
desde Jaca al Condado de Pallas no estuvo nunca en poder de
los árabes de un modo permanente, indicando como jalones pro-
bables del territorio no sometido, sino transitoriamente en tiem-
pos bastante posteriores á la conquista general, las poblaciones
de Alquézar en Sobrarbe, Roda en Ribagorza y Ager en el Con-
dado de Pallas (2); y no es que pretenda que la no dominación
(i) Puede verse lo que hemos dicho en el tomo vii de la Colección de
Estudios Árabes^ pág. 141 y siguientes.
. (3) . Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo xxxvi, página
414. — Colee, de Estu. Ar.^ tomo vn, pág. 188.
LÍmTBS PROBABLES DE LA CONQUIStA ÁRABB 29 1
de los árabes se limitó á estas regiones: creo que se extendió á
toda la Cordillera Pirenaica; pero respecto á estas comarcáis, y
algo más por ambos lados, creo encontrar indicios en confirma-
ción de mi tesis, y para que nadie pueda sospechar que me han
sugerido esta idea preocupaciones regionalistas, diré que en mi
sentir, los moros no pudieron tener interés en dominar territo-
rios muy quebrados y pobres; hoy me propongo exponer las
consideraciones que me han llevado á la conclusión indicada de
que taparte ó zana más alta de los Pirineos no fui dominada por
los musulmanes.
Comencemos por discutir si Jaca estuvo en poder de los ára-
bes: estoy seguro de que á la generalidad de los eruditos pare-
cerá temeraria esta duda, y, por tanto, la cuestión, ya que la
mayor parte de nuestros libros de historia hoy dan por corriente
que Jaca fué conquistada de los árabes por el Conde Aznar Sán-
chez en el año 832 ( = 216 y 217 de lahégira), de donde resul-
taría que debió de estar en poder de los moros unos cien años;
algunos autores adelantan esta reconquista.
¿Está probado que el Conde Aznar Sánchez arrancase del po-
der de los moros en estos años la ciudad de Jaca? Posible es la
reconquista, pero ninguna noticia de ella encontramos en los
autores árabes contemporáneos, ni tampoco en autores cristia-
nos; es más, en los autores árabes no encontramos tnencionada
la ciudad de Jaca, sino á lo sumo en los geógrafos y y digo esto,
porque si bien el geógrafo El Edrisí, en la parte publicada y tra-
ducida por Dozy y Goeje, menciona las ciudades UU. y SU.
que se ha traducido por Jaca (l), es poco probable que ambas se
refieran á la misma población y que ésta sea la Jaca de Aragón;
pues de ¿3U. se dice que estaba en el clima (ó distrito) de los
olivos^ en el que están^ dice, yacii?^ Lérida^ Mequinenzay Fraga;
la cita de UU. es mucho más vaga, ya que el autor sienta que
Toledo está en el ceAtro de Alandalus, y lo prueba diciendo xjue
dista nueve jomadas de Córdoba al sudoeste, de Lisboa al oeste.
(1) Descripiian de VAfriqut et de VEspagne par Edrisi^ texte arábe...
avec une traduction, des notes et un glossaire.
1
292 BOLETÍN DE hX KBAL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
de Santiago sobre el mar de los Ingleses, de Jaca al oriente (de
Toledo), de Valencia al sudeste y de Almería sobre el mar de
Siria.
El mismo Edrisí en la descripción de la España cristiana,
texto y traducción publicados por el Sr. D, Eduardo Saavedra,
menciona cuatro veces á ¿SW, pero sin que pueda asegurarse
de que se refieren al Jaca de Aragón, ya que tal como está el
texto, tres veces se refiere á una población que corresponde al
primer paso ó puerto para Francia, comenzando por orien-
te desde Barcelona , y S5U. , dice , está situada sobre el río
Segre.
Si como acabamos de ver, no es seguro que los geógrafos ára-
bes menciohen de un modo explícito la Jaca de Aragón, parece
bastante claro que mencionan á los ^tuétanos, como gente inde-
pendiente del poder musulmán.
El Istahrí, marcando en cierto modo el perímetro de Alanda-
lus, dice «luego (se va) á la región de Murcia; luego á la de Va-
lencia; luego á la de Tortosa, que es la última de las ciuda-
des que están sobre el mar; luego se une por la parte del mar
con el país de Alafranch, y por la parte de tierra con el país de
^CsH^ A ¡chascas? y que es país de guerra y pertenece á los
cristianos; luego se une con el país de los Bascones, que tam-
bién pertenece, á los cristianos; luego al país de los Gallegos
que también pertenece á los cristianos (l).
El mismo Istahrí, en texto publicado por Mr. Goeje (2), dice
lo mismo suprimiendo algunas palabras.
Poco antes que Istahrí, que escribió su libro entre los años 303
y 307 de la hégira, tenemos á Jacubí, quien describiendo la parte
del norte, dice «luego (se va) desde Guadalajara hacia oriente á
la ciudad de Zaragoza, que es- de las mayores ciudades de la
frontera de Alandalus sobre un río llamado Ebro, y al norte de
ella (hay) una ciudad llamada Tudela, frente á la tierra de los
(i¡ Líder climatum auctore scheicho Abu-íshako El-Faresi^ vulgo
Isstkachrú,. edidit Dr, J. H, Moeller, Gothae, 1839.
(2) Biblioiheca Geograpkorum arabicorum^ edi. Goeje, Pars prima,
página 37.
LÍMITBS PROBABLES DE LA CONQUISTA ÁRABE 293
infieles llamados Bascones, y al norte de esta ciudad hay otra
llamada Huesca, que está limítrofe de los Francos de una clase
llamados los Chascas-» (i).
Tenemos, por tanto, que no es seguro que los geógrafos ára-
bes mencionen á Jaca de Aragón, pero es casi seguro que los
Chascas que menciona Jacubí, cabalmente el geógrafo más anti-
guo de los citados, se refiere á los Jaqueses, ya que dice que
Huesca confina con una tribu ó clase de Francos que llaman
Jaqueses, y esto no puede referirse á los otros Jaqueses, que pa-
recen resultar en la parte de Cataluña, si los datos del Edrisí no
están tergiversados por el autor, que tomara mal ó confundiera
sus notas, como sospecha persona muy competente en estas
materias.
La confusión pudo quizá originarse por la semejanza de nom-
bres entre Jacetanos y Lacetanos de los autores antiguos.
De la suerte del territorio de Jaca pocos años antes de la fe-
cha en que se supone conquistada de los moros por el Conde
Aznar Sánchez, nos pueden dar alguna idea las noticias que los
autores francos, y más aún los árabes, consignan respecto á un
personaje moro, Bahlul^ que por los años 79^ figuraba como
subdito rebelde al emir de Córdoba hacia la parte inferior de la
Cordillera Pirenaica en la actual provincia de Huesca.
Dice Oihenart (2) refiriéndose al autor de la vida de Ludovico
Pío, que en el año 796 éste se dirigió á Tolosa, donde tuvo
junta general (conventum generalem); que allí recibió y despa-
chó los mensajeros de Alfonso de Galicia, á los que «cum donis
suscepit et pacifice remisit, necnon et Bahaluc Sarracenorum
Ducis, qui locis montanis Aquitaniac proximis principabatur,
missos pacem petentes et dona ferentes, suscepit et remisit»;
que muerto Bahlul fué Conde de esta región Aureolo, y á su
(i) Bibliot, Geographorum Arab,y pars séptima, pág. 355.— Advierte el
editor que en uno de los códices en vez del nombre -.iL-Lá!! estaba es-
crito j^juJLCt y que una mano más moderna puso L^L^t i.e. iLiL^t ab
urbe üU^
(2) Notitia utriusque VascanicCt pág. 21^,
294 bolbtIn de la bsal academia de la historu.
vez, muerto éste en 809, Atnroz, prefecto de Zaragoza y Hues^
ca, sucedió en el mando (de esta región) prometiendo entregarla
á Ludovico Pío.
Los autores ficaiKX», de quieaes toma los datos el autor de
Natítia nirius^te Vascania^ dicen parte de la verdad, pero no
toda, ni todo verdad; los autores árabes dicen también algo, pero
de todos modos las ñguras de estos personajes no aparecen
claras.
Abenjaldún (tomo iv, 126) sólo dice que «en el año l8l
(=79^8 de J. C.) Bahlul, hijo de Marzuc, se rebeló en la región
(ó por las partes) de la Frontera y se apoderó de Zaragoza, aña-
diendo á continuación que en el mismo año llegó (á Zaragoza)
Abdala el Valenciano, tío de Alháquem, como se ha dicho». —
Abenadarí (11-71) {l) y Abenalatir (vi-lo8) y el Ms, Ar. Ac. nú-
mero 80 (fol. 266) emplean en parte las mismas palabras, añar
diendo que Bahlul era conocido por Alulkackachy consignando de
un modo explícito que Abdala el Valenciano, que se dirigía á
Francia, llegó á Zaragoza y se hospedó con Bahlul: algo más nos
dice Anouairí (Ms. Ar. Ac, n. 60, fol. 16. r.); á continuación
de lo dicho por los anteriores, que pone con las mismas pala-
bras, añade que «luego Abdala marchó á Huesca, hospedándose
en ella con Imrán y los árabes; pero habiéndose dirigido hacia
ella Bahlul, los sitió, y separados de ellos los árabes, Bahlul en-
tró en Huesca, marchándose Abdala hacia Valencia, en la que
permaneció: esto (sucedía) en el año 184.»
Tratando del año 183 dice Abenalatir (vi- 1 1 3) que «en este
año hubo discordia y guerras entre un gran capitán, llamado
Abuimrán y Bahlul, hijo de Marzuc, que era de los principales
de Alandalus : Abdala el Valenciano estaba con Abuimrán y
fueron derrotados los de Bahlul con muerte de muchos de
ellos».
En la misma página, Abenalatir refíere la llegada de Abdala
. (1) Sin duda por errata de algún copista le llama hijo cU Merudn en
vez de hijo de Marzuc^ errata muy explicable dentro de la escritura árabe;
jly por oi5j^.
LÍMITES PROBABLES DB LA CONQUISTA ÁRABE 295
• • •
el Valenciano á Huesca al año 184, sus discordias con Bahlul y
su retirada á Valencia.
Eginardo (en Marca hispánica^ columna 284) introduce en
Huesca por estos años (799) al moro Azán, diciendo: «Azan
Sarracenus praefectus Oscse claves urbis cum alus donis Regi
misit, promitens eam se traditurum, si opportunitas eveniret»;
pero la oportunidad no llegó.
Sin que sepamos cuándo desaparece Bahluly nos encontramos,
, según los autores francos, mandando en el mismo territorio al
Conde Aureolo^ que residía á este lado de los Pirineos (trans
Pyrineuffíy dicen los autores francos), contra Huesca y Zaragoza
en los conñnes de la España y de la Galia (in conñnio^ 6 in co*
mertio^ según los textos). Muerto Aureolo en el año 809 (=194 h.),
Amroz, prefecto de Zaragoza y Huesca, ocupó el territorio de
Aureolo, prometiendo al Emperador venir á su obediencia con
cuanto tenia. [An, Bertin. en Esp. Sag.^ tomo x, págs. 572
y 597 • — Marca hispánica^ columna 296.)
En el mismo año 809 parece que Amroz se rebela contra
Alháquem: así lo consigna Abensaid (Ms. Ar. Ac, n. 80.,
folio 26j)^ diciendo: «Amrus se rebela en la Frontera; luego ,
vuelve á la obediencia; mandó allí 9 años, 10 meses y dias>.
Algo más dicen de Amroz los Anales Bertinianos (Esp.Sag.^ x,
páginas 598 — y xii, pág. 573) *^1 asegurar que Amroz entabló»
negociaciones con Garlo-Magno para entregarle Zaragoza, y por
muchas causas no se llevó á efecto, y que expulsado de Zaragoza
por Abderrahman, hijo de Abulaz, se vio obligado á entrar en
Huesca. (Abderrahman II tardó bastantes años en suceder á su
padre en el mando (año 821.)
El territorio que gobernaron Baklul y el Conde Aureolo (éste
según lo que dicen los autores francos) y del cual se apoderó
luego AmroZy incorporándolo á su dominio de Huesca, parece
que debía ser la faja que media entre Huesca y las montañas de
Jaca, ya que era Conde frente 6 contra Huesca y Zaragoza, y no
es de suponer que estuviera encargado de la defensa de todo lo
que media entre Huesca y las Cumbres de los Pirineos. Quizá
alguna antigua fortaleza que existiera donde hoy se conservan
1
296 BOLETÍN DB LA RBAL ACADBMIA DE LA HISTORIA.
los restos del antiguo castillo de Loarre, sirviese de guarida á
Bahlul y después al Conde Aureolo, como ya sospechó algún
autor francés. Jaca, en especial si admitimos la existencia del
Conde franco en esa región, estaría ya de un modo, casi ó sin
casi, explícito bajo la protección ó dominio de los francos, que
luego crearían el Condado de Aragón, ó surgiría, emancipándo-
se de ellos: nebulosidades de nuestra historia, que hoy es impo-
sible resolver; como indicaremos luego, quizá pudiera sospe-
charse que la residencia de Bahlul y luego del Conde Aureolo,
fuese el castillo de Alquézar.
Sobrarbe y Ribagorza, — En Sobrarbe tenemos la villa de Al-
quézar, de la que encuentro mención expresa en Abenadarí, al
indicar que en el año 294 (= 907,,) Abenatauil, rey moro de
Huesca, en sus luchas con los Benilope, que dominaban en Lé-
rida, se apoderó de los castillos de Barbastro y Alquézar (i) y
de la Barbitania^ que suponemos habían obedecido hasta enton-
ces al emir de Córdoba, formando parte del gobierno de Lupo,
hijo de Mohámad.
Los autores árabes citan con relativa frecuencia el territorio
de la Barbitania, si bien en el nombre hay bastante vaguedad,
pues no pocas veces aparece escrito á^U?»j de modo que podría
sospecharse, como ha sucedido, que se trata de Boltaña, pobla-
ción que no encuentro mencionada en los autores árabes, si no
lo es con este nombre v'^jí ' ^^ ^^ figura en el gran Dicciona-
rio geográfico de ^acut^ quien de un modo muy especial men-
ciona por tres veces la Barbatania, diciendo «que á ella pertene-
cían Barbastro y los castillos de Alquézar^ Albeca> (2) y Munio-
nes: la Barbatania, según el autor, lindaba con el distrito de
Lérida y había sido la barrera entre tmisulmanes y cristianos-^;
parece resultar que la Barbatania comprendía los territorios de
Sobrarbe y Ribagorza en su parte baja, y como dice que había
sido la barrera entre moros y cristianos^ estas palabras nos hacen
sospechar que los árabes nunca dominaron de un modo perma-
(i) Cplec.dc ^sL Ar.i tomo vii, pág. 240.
(2) Abena (Olbena?) en el moro Rasi.*9.
LÍMITES PROBABLES DE LA CONQUISTA ÁRABE
297
nente al norte de la Barbatania, y, efectivamente, nada concreto
encontramos que nos indique reconquista por los cristianos más
allá de estos límites.
El nombre ^-vdü! Alquézar (ó Alcázar), tómese como palacio
6 como fortaleza, nos indicaría que allí se establecieron los ára-
bes de un modo especial, y la existencia cerca de Alquézar, de
poblaciones que por sus nombres parecen árabes (Las Almunias
y Almazorre) y el que no haya más al norte población alguna,
cuyo nombre parezca de origen árabe, pueden hacernos sospe-
char que por esta parte Alquézar fué el límite de la dominación
musulmana; se supone reconquistada por Sancho Ramírez en el
año 1091.
¿Sería Alquézar el centro de Bahlul y de Aureolo y á esta cir-
cunstancia de ser residencia de un gobernador de categoría, re-
belde unas veces al poder de Córdoba, sumiso otras, debería su
nombre, no tomando el de Alcalá, que parecía más natural? La
misma circunstancia pudo dar origen á la tradición de que allí
hubo un rey moro, al que, cual otra Judit, dio muerte una don-
cella de Alquézar; el cráneo del rey moro, según la tradición
local, estaba empotrado en una de las paredes del claustro de la
iglesia.
El mismo Jacut, al tratar de Barbastro, dice que era de los
distritos de la Barbatania, y que á ella pertenecían los castillos
de que hemos hecho mención; también al tratar de Huesca se
menciona la Barbatania, diciendo que los distritos de Huesca
estaban contiguos ó lindaban con los de la Barbatania.
En los autores cristianos encontramos algunas noticias refe-
rentes á la Barbatania, que generalmente escriben Barbotana.
De la época romana se conoce una inscripción latina en la
que con la abreviatura BARB parece indicarse el territorio de
Barbastro (l), que como térra Barbotando consta en documj^nto
del año 551 (2).
En documento del año 1 080, publicado por el P. Villanue-
(i) Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo iv, páginas
212 y 213.
(2) ídem.
298 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
va (i), se conserva la tradición de la Barbotania^ mencionando
omnis regio Barbutana^ la cual, cuando fuese conquistada de po-
der de los ismaelitas, debería pertenecer al Obispado de Roda.
Las noticias referentes al Roda de Ribagorza con las indica-
ciones concretas, que se refieren á las dos consagraciones de su
Iglesia Catedral, y las que luego veremos que se refieren á
Ager, al norte de Balaguer, nos sugirieron la idea de que dichas
poblaciones no fueron dominadas por los musulmanes en los pri-
meros tiempos.
Erigida en Obispado la Iglesia de Roda al tiempo de su con-
sagración en el año 957, sus fundadores, el Conde Ramón y la
Condesa Ermisenda, no hacen indicación alguna de que hubie-
ran conquistado su territorio del poder musulmán; á lo sumo
podría inferirse de los términos en que el documento está re-
dactado (2), que hasta entonces Roda no había sido asiento de
Obispado; pero generalmente se admite que dichos Condes se
limitaban á restaurar la silla episcopal de Roda.
Ahora bien, alguna noticia que se encuentra en autor árabe
nos indica que algunos años antes el castillo de Roda había sido
destruido (en el año 296, ó sea de 30 de Sep. de 908 á 20 del
mismo mes de 909) por Mohámed Atauil, rey moro de Huesca,
quien dos años antes, como hemos visto, se había apoderado de
Barbastro, Alquézar y la Barbatania, y luego en el año siguiente
se apoderó de Monzón y Lérida; todas estas poblaciones perte-
necían al ualí semi-independiente Mohámed hijo de Lupo.
Como el texto referente á Roda es muy especial y podría al-
guien sospechar que, si las mencionadas conquistas de Mohámed
Atauil fueron contra musulmanes, lo mismo podría suponerse de
la de Roda, conviene copiarlo y comentarlo.
Abenadarí (tomo n-149) dice: «En el mismo año (296) Mo-
hámed, hijo de Abdelmélic Atauil, salió contra Paliares? (Pa-
llas) en el mes de ramadán, é hizo allí una gran matanza; llególe
un emisario de la gente del castillo de Roda pidiendo la capitu-
(i) Viaje literario^ tomo xv, pág. 283.
(2) Véase en VilkMueoa, tomo xv, pág. 295.
LÍMITES PROBABLBS DE LA CONQUISTA ÁRABE 399
lación, y ofreciendo espontáneamente los rehenes y el tributo y y
no habiéndoles concedido esto, salieron huyendo del castillo,
que le entregaron, y habiéndose adelantado á él, lo destruyó; en
el mismo año se apoderó del castillo de Monte- Pedroso^ conocido
por monte de las piedras.^
En primer lugar diremos que, aunque el nombre de Rota es
común y había otro Rota en Cataluña, junto á Vic, parece no
cabe duda de que este suceso se refiere á Roda de Ribagorza: á
Mohámed Atauil, dueño de la Barbatania, interesaba extender su
reino un poco más al norte, y quizá le interesaba más que nada
hacer incursiones en territorio enemigo con objeto de procurarse
recursos, y lo natural era que tales incursiones se dirigiesen con-
tra territorios cristianos, por más que, como hemos visto, no tu-
viera gran escrúpulo en invadir territorio musulmán. .
Además, que el castillo de Roda pertenecía á cristianos resulta
del texto, pues los de Roda, amenazados por las armas de Mohá-
med, no sintiéndose con fuerzas para poder resistir, ofrecen es-
pontáneamente lo que parecía natural que Mohámed exigiese; y,
efectivamente, en las condiciones normales de la conquista mu-,
sulmana, sometiéndose á pagai" el tributo y á entregar rehenes
en garantía, se terminaba la guerra; pero Mohámed Atauil nece-
sitaba destruir la fortaleza, que probablemente era frontera de la
Barbatania, que como hemos visto, según Jacut, había sido y se-
ría en este tiempo la barrera entre muslimes y cristianos; otros
nombres árabes de poblaciones citadas y que conquistó ó tomó
á los cristianos el rey moro de Huesca, no son fáciles de iden-
tificar: el castillo de Monte -Pedros, ó Monte de las piedras,
conquistado en el mismo año que el de Roda, bien pudiera ser
un castillo que estuviese donde hoy la ermita de Nuestra Se-
ñora de Pedruy en el término de la Puebla de Roda, como sos-
pecha mi compañero y amigo el Sr. Saavedra.
. La sumisión de Roda, ó de sus ruinas, al poder de Mohámed
Atauil, probablemente debió de ser muy corta y transitoria, sí
bien sus efectos con la destrucción del castillo y destrozos cau-
sados en la población pudieron durar largos años, pues la devas-
tación sería bastante general; así, nada tiene de extraño que $q
36Ó BOLSTÍM DE LA REAL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
tardase cincuenta años (de 908 á 957) en restaurar la iglesia de
modo que pudiera ser consagrada. Como antes de la fecha 908
por ninguna parte suena la reconquista de Roda, y en ella estaba
en poder de los cristianos, puede admitirse que siempre había es-
tado independiente, quizá con alguna corta sumisión á pagar tri-
buto 6 parias.
Las devastaciones producidas por Mohámed Atauil pueden ex-
plicarnos quizá la ignorancia en que estaban los de Roda res-
pecto á los nombres de sus antiguos Obispos, cuando en el año
1 102, al contestar á la circular del Monasterio de Ripoll, piden
sufragios por los Obispos difuntos, y los nombran por orden re-
trógrado de este modo: Raimundus Episcopus bonce Tnemoria^
sive sui antecessores^ Salomón Episcopus^ Arinulfus Episcopus^
Aimerícus Episcopus^ Odisendus Episcopus et aliorum^ quorum
nomina nescimus (i).
Si admitimos que Roda en los primeros tiempos de la con-
quista no cayó en poder de los árabes, esto cuadraría perfecta-
mente con la tradición, más ó menos autorizada, de que se hizo
eco el Papa Pascual II en la carta en que confirmó sus posesiones
á San Raimundo, Obispo de Roda y Barbastro; en dicha carta,
referida la invasión de los árabes, se añade: Unde factum est ut
episcopalis cathedra, quce lUerdcB fuerat in montana transirety in
oppidum videlicety quod Rota dicitur (2).
Si la traslación de la Sede Episcopal á Roda tuvo lugar en los
primeros tiempos de la dominación musulmana ó en tiemf>os
posteriores, no consta, y si bien es verdad que generalmente se
atribuye á los primeros tiempos la desaparición del Obispado de
Lérida, nos parece más explicable en tiempos bastante posterio-
res, si se ha de atribuir á intolerancia ó persecución religiosa por
parte de los musulmanes, aunque, en nuestro sentir, la desapa-
rición de los obispados no fué simultánea y se debió principal-
mente á la casi extinción de grey cristiana en algunas ciudades
hacia fines del siglo x.
(1) Villanuevay obra citada, t. xv, pág. 136.
(2) Villatiuevay obra citada, t. xv, pág. 143.
LÍMITES PROBABLES DE LA CONQUISTA ÁRABE 301
Restaurada la iglesia de Roda en el año 957, medio siglo des-
pués, hacia el año lOlo, sufrió una nueva devastación por parte
de los árabes y en ella fué hecho prisionero el Obispo Aimerico,
que hubo de rescatarse con dinero que recogió en Francia (l);
esta incursión, con más motivo que la anterior, debió de tener
por objeto principal el hacer botín, y de este modo se explica
perfectamente que á los pocos años los cristianos fueran señores
ó tuvieran libertad en Roda; e? muy probable que esta incursión
deba referirse á unos años antes, al 393 ó 394 de la hégira, como
veremos luego al mencionar la batalla de Albesa.
Un siglo antes de la destrucción del cantillo de Roda de Riba-
gorza por Mohámed Atauil, se hace mención en los autores fran-
cos de una civitas Rota destruida por el llamado Godo Aizón en
tiempos de Ludo vico Pío en el año 826 (=21 Vi hégira), si bien
es verdad que los autores que dan la noticia suponen que la ci'
vitas Rota estaba muy inmediata á Ausona (Vic); pero ya el
P. Villanueva (en el tomo vi, página 4) propuso la duda de si
la destrucción de Roda por el Godo Aizón se refería á la Roda,
junto á Vic, ó á la Roda de Ribagorza: el autor confiesa «que la
conjetura es débil y me basta, añade, haberla propuesto». En mi
sentir la idea pareció aventurada al P. Villanueva en virtud de
una preocupación muy general, de admitir casi como un dogma
cuanto respecto á las cosas de Cataluña dicen los autores francos
referente á los siglos viii, ix y x, y tales autores están muy lejos
de merecer la fe que se les ha concedido; como creo haber pro-
bado (2), los biógrafos de Cario Magno y Ludovico Pío en mu-
chos casos no supieron la verdad ó no podían decirla.
Las razones que hoy pueden hacer más probable la sospecha
del P. Villanueva de que la Roda destruida por el rebelde Aizón
es la Roda de Ribagorza, son las siguientes:
Parece que hubo un solo Aizón, del que dan noticia los auto-
ras árabes, refiriéndole á los tiempos de Cario Magno: este Aizón
resulta personaje histórico, al paso que el Aizón de los autores
(i) VillanutDa^ obra citada, t. xv, pág. 184.
(2) Colección de Est Ar.y t. vii, pág. 201 y sig.
303 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
francos aparece en acción cuarenta años después, devastando la
Cerretania y el Valles en tiempo de Ludovico Pío en 826, y se
le atribuyen hechos que son moralmente imposibles, y que acep-
tados tal como los relatan los autores francos, hacen poco ho-
nor al Príncipe, á quien, sin embargfo, se pretende ensalzar;
sobre todo las relaciones de Aizón con el emir de Córdoba,
Abderramán II, tales como aparecen en la relación franca,
puede asegurarse que son imposibles, como creemos haber pro-
bado.
En los autores árabes nada encuentro que pueda referirse al
Aizón de las crónicas francas; en cambio, del Aizón moro, per-
sonaje verdaderamente histórico, resultan datos que explican lo
que los autores francos atribuyen á su Godo Aizón, como son, el
haber sido aliado de los francos, el haber vuelto á la obediencia
del emir de Córdoba y el haber hecho la guerra por la Cerdaña
y regiones limítrofes.
No repetiremos aquí cuanto del moro rebelde Aizón pudimos
consignar en nuestro trabajo: baste decir que «reconciliado con
Abderramán I, en Zaragoza, en el año 166? (= 78%) marcha
con éste contra Alaba y Castilla y después á la Cerretania^ donde
el ejército del Emir recoge mucho botín y somete á Abenbektscot,
que se presta á pagar tributo» (pág. 212). Los autores árabes
que narran esta expedición no citan nombres propios de pobla-
ciones: sólo mencionan la Cerretania y á Abenbelascoty como las
denominaciones de región son generalmente vagas pueden muy
bien indicar el límite á donde llega una expedición, omitiendo
los nombres de las regiones intermedias.
Teniendo en cuenta que la reminiscencia franca en lo relativo
á Aizón, menciona el nombre de Roda, podríamos muy bien su-
poner que la Roda que se supone destruida por Aizón, fuese la
Roda de Ribagorza, sometida^ no destruida^ por las armas del
Emir, acompañado de Aizón, ya que la Roda junto á Vic parece
estar más allá del límite á que llegó la expedición de Abderra-
mán y Aizón,
Que este supuesto godo^ en realidad moro^ no sólo anduvo sino
que tuvo su asiento por la parte de Roda de Ribagorza, parece lo
LÍMITBS PROBABLES DB LA CONQUISTA ÁRABB 303
indica bastante claramente el documento que sugirió la idea al
P. Villanueva: en la escritura de consagración de la iglesia de
San Esteban del Malí, pueblo muy próximo al de Roda de Riba-
gorza, los Condes Unifredo y Toda dicen en el año 97 1 : ^sicut
autem ibi mitto totum ipsum alodem^ quifuit de Ezone traditore>,
este Ezon traidor parece pueda identificarse con el Aizón moro
traidor á su Emir, aunque reconciliado luego, y traidor á los fran-
cos, con quienes estuvo durante algún tiempo.
Si admitimos que la civitas Rota^ á la que se refieren los auto-
res francos al tratar con gran confusión de los hechos en que tomó
parte Aizón, se refiere á la Roda de Ribagorza, no sería aventurar
mucho el admitir que fuera la residencia de Abenbelascot, que, ó
bien hubiera estado independiente hasta entonces, ó quizá hu-
biera estado sometido á pagar tributo que entonces rehusara pa-
gar, al cual hubiera de someterse de nuevo, como espontánea-
mente ofreció Roda un siglo después al verse amenazada por las
armas de Mohámed Atauil.
El suponer á Abenbelascot, Conde de la Cerdaña, como indicó
Dozy, no parece que sea aceptable, ya que en los documentos
referentes á la Cerdaña, mucho más numerosos que los referentes
á Ribagorza, no se hace mención de tal personaje, según nos dice
persona muy competente en la historia de los pequeños estados
catalanes.
AgTer. En trabajo leído ante esta Acaden^iia en Abril de I900,
emití la idea de que Ager quizá no había caído en poder de los
moros hasta mitad del siglo xi, 1050 (l); las razones en que me fun-
daba eran los siguientes hechos consignados por el P. Villanueva
con motivo de su viaje á la villa de Ager y examen de su ar-
chivo (2): «Ya en el año 1036 y 1041 suena esta villa poblada
de cristianos y con un monasterio gobernado por el Abad Lan-
franco; pero antes de I O 50 (44^/^) volvieron los moros á reco-
brar su posesión, quemando en su entrada las escrituras que ha-
llaron de los cristianos»; consta esto último en documento del
(i) BOLBTÍN DB LA RbAL AcADBMIA DB LA HlSTORIA, t. XXXVI, pág. 4 1 4.
(2) Villanueva^ t. ix, pág. 94.
304 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
año 1061, en la cual fecha estaba de nuevo libre del poder mu-
sulmán.
Ahora bien, si en el año 1 03 7 el Abad Lanfranco reclama y
gana en juicio ante el Conde de Urgel, Borrell, derechos que
correspondían á la Abadía de Ager en Artesa (págs. 109 y 245)
y en el año 1 04 1 había en Ager, al menos tres iglesias con los
títulos de San Vicente^ de San Pedro y de San Salvador^ en mi
sentir, esto indica, ó que nunca había estado en poder de los ára-
bes ó que, al menos, hacía mucho tiempo que había sido recon-
quistada; y como nadie indica una reconquista anterior á este
tiempo, ni parece probable que la hubiera, ya que la verdadera
reconquista indudable é histórica de la línea subpírenaica en toda
su extensión no se inicia hasta estos tiempos, nos parece más ra-
cional admitir la hipótesis de la no dominación musulmana en
esos territorios ó á lo sumo que se someterían á pagar tributo,
que como hemos visto, ofrecieron los de Roda al verse amenaza-
dos por las armas del rey de Huesca Mohámed Atauil.
En el tiempo que media entre los años 1 04 1 y 1 06 1 Ager su-
frió una devastación de parte de los moros, según resulta del do-
cumento, en el que como motivo para no poder presentar en
juicio el testamento de la madre de dos hermanas que litigaban,
se alega que fué destruido por los moros quando Sarraceni ipsum
castrum et villam de Ager ceperunty otnnes scripturas, quas ibi
repererunt^ cremaverunt et deleverunt (pág. 94). Resulta, por
tanto, que en el tiempo que media entre 104 1 y IO61 los moros
se apoderan de Ager y vuelven á perderlo. ¿Es que Arnaldo Mir
de Tost la reconquista hacia el año I O 50, como sospechó el pa-
dre Villanueva, ó que la incursión de la que resultó el saqueo é
incendio de Ager se debió á una invasión de moros que tuviera
simplemente como objeto el hacer botín? Cualquiera de las dos
hipótesis es admisible, pues como en esta fecha había en Lérida
rey moro independiente, pudo éste tratar de extender un poco
más sus dominios, lo que no era corriente en épocas anteriores,
como sucedió en las incursiones hechas en Cataluña por Alman-
zor, y pocos años después por su hijo Abdelmélic en el año IOO3,
en que se dio la batalla de Albesa, en la que murió Beren-
LÍMITES PROBABLES DE LA CONQUISTA ÁRABE 305
guer, Obispo de Elna, como nos dice el Necrologio de Roda (i)
y la Crónica de Ripoll (2): quizá en los trances de esta bata-
lla hubo de rendirse (el Conde f) Armengol, hijo de Borrell,
que años después (en Junio del loio) murió en la batalla de
Acaba albácar^ peleando en favor de Mohámed Almehdi, uno
de los dos usurpadores del califato de Córdoba contra el débil
Hixem II (3).
La fecha concreta de la batalla de Albesa, de la cual sólo sa-
bíamos el año por los testimonios citados, está más puntualizada
en Abenalfaradí, quien dice de uno «que murió en la batalla de
Albesa (en el texto i¿,U!) cerca de Balagué (Balaguer), el jue-
ves á diez por andar del mes rebí postrero del año 393 (= 1 9 de
Febrero del año 1 003)» (4).
Urgely Cerdaña y territorio limítrofe. De la ocupación ó con-
quista por los árabes de la parte de la Cordillera Pirenaica al
oriente del territorio que fué después Condado de Pallas, nada
concreto encuentro en los autores árabes, pues sospecho que
lo que se ha tomado por confirmación de la rebelión del verda-
dero ó falso Munuza nada tiene que ver con ella, y nos inclina-
mos á creer que se refiere á la conquista del territorio de MinO"
risa ó Manresa por el emir Alhaitam.
Abenjaldún (t. iv, pág. 1 19), dice del emir Alhaitam que
«vino á España en el mes de moharrem del año 1 1 1 (= de 5 de
Abril á 5 de Mayo de 729), fué de expedición á tierra de 'íJu*Sa
y la conquistó, permaneciendo de ualí I O meses». Abenadarí
(t. u, pag. 27), dice «y él fué quien L-^ ly¿; {ftU de expedición
contra Munuza}^ Almacarí (t. i, pág. 145), emplea las mismas
palabras que Abenjaldún, y si bien el editor, siguiendo á Abe-
nadarí, pone L-^, advierte en nota que los manuscritos de
Abenjaldún y Almacarí ponen iL¿^; de donde resulta que en
palabra ó nombre propio desconocido, por sólo el testimonio de
(i) Esp, Sag.y t. xLví, pág. 340. — Vil/anueva, t. xv, pág. 333.
(2) Víl/anueva, t. v, pág. 244.
(3) Abenjaldún, iv, pág. 185.— Dozy, Histoire des musulmans d'Es-
pugne, t. ui, pág. 296.
(4) Bibliotheca Ar. his., t. vn, pág. 152.
TOMO XLVIII. 20
3o6 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
un^manuscríto de un autor, se corrige ó altera lo que consta en
varios manuscritos de dos autores diferentes.
Examinemos si hay razón para ello. En otra parte he díscu^
tido si existió ó no un personaje llamado Munuza (l): prescinda-
mos aquí de esta cuestión que no hace al caso.
La frase empleada por los autores citados ¿es propia para ex-
presar que Alhaitam fuese á someter á un rebelde? Tal como
está en Abenadarí, con la noticia incompleta, podría admitirse,
aunque lo natural hubiera sido el decir que le había derrotado ó
sometido; en los otros textos se dice que Alhaitam fué de expe-
dición contra tierra de li^JU y que la conquistó; si el objeto era
someter á un rebelde, poco á cuento venía el indicar que ha-
bía conquistado su tierra sin decir nada del rebelde.
Admitido que en la expedición de Alhaitam se trata de un
país, y en este tiempo las expediciones es probable que se hicie-
ran aún con objeto de conquista, ¿de qué país se trata? Difícil
es contestar á esta pregunta con los pocos datos que hoy tene-
mos, pues no indicando los autores hacia qué parte de Espa-
ña estaba la tierra de lá»^, cabe buscarla en cualquiera de Ios-
puntos de la Península que no conste que hubiera sido conquis-
tado previamente; fijándonos en la parte oriental de la Cordi-
llera Pirenaica, con una ligera modificación en el nombre nos
resultaría Minorisa ó Manresa\ en los manuscritos árabes oc-
cidentales, escrito el £ con un solo punto ¿, se confunde fácilmen-
te con el JL, y es muy posible que constando en los códices Iz^y^y
se haya leído Ílí#^, é impreso l.t»Jj* en tipos ordinarios; Inco-
rrección que Dozy aceptó por el prejuicio de que se trataba
de Munuza, paleográficamente es bastante violenta, pues de
las cinco letras hay que modificar tres: para que la rectifica-
ción que nos permitimos no parezca tan atrevida y aun teme-
meraria, dada la autoridad merecida de que goza el autor holan-
dés, advertiremos que la rebelión del verdadero ó supuesto Mu-
nuza es posterior al emirato de Alhaitam, si bien no hay más
que dos ó tres años de diferencia.
(i) Colección de Est Ar,^ t. vn, pág. 141 y sig.
LÍaiITES PROBABLBS DE LA CONQUISTA ÁRABB 307
Si se probase que la expedición de Alhaitam se refiere á Man-
resa, de un modo indirecto aparecería probado j hasta cierto
punto, que la parte más al norte no había sido conquistada hasta
entonces, ni probablemente después.
Verdad es que contra todo esto puede aducirse, como prueba
de algún valor, el hecho, más ó menos histórico, del gobierno de
Munuza en la Cerdaña; de esto hemos tratado con alguna exten-
sión en el trabajo citado, donde el lector puede ver las razones
en que nos apoyamos para dudar de la relación del llamado
Isidoro Pacense^ 6 Anónitno de Córdoba ó de Toledo^ como le
llama autor muy respetable.
Sin que contradiga á lo dicho, ni aun á lo que se dirá luego,
puede admitirse que los musulmanes se apoderaron de los pun-
tos más importantes del valle del Segre, ya que resulta muy
probable que por esta parte pasaban de ordinario á las Galias;
varias veces se indica en tiempos posteriores el paso de expedi-
ciones musulmanas por la Cerretania, sin que esto implique el
dominio de esa región por los moros, antes al contrario, parecen
indicar los autores que los musulmanes pasaban por país ene-
migo haciendo botín.
Aunque la existencia de monasterios en la parte montuosa á
fines del siglo viii y principios del ix no prueba, en rigor, la no
dominación de los árabes en el territorio, es un indicio que se
ha tomado como prueba de la reconquista, y quizá puede adu-
cirse mejor como prueba de la no conquista.
El P. Villanueva (t. xi), cita como existente en el año 785 el
Monasterio de Tresponts ó Centelles á tres leguas de Urgel; en
803, el de Codinet (Cotinello), poco más de una legua al medio-
día de Urgel; en 823, el de Santa Grata^ sobre el río Busia en el
Condado de Pallas; en tiempo de Cario Magno, sin fijar año, el
de San Ginés de Bellera^ entre los ríos Flamisell y Bosia; en 781,
el de Gerri^ y en 806, el de San Saturnino ó de Tabemoles, á
media legua noroeste de Urgel.
El Principe Quintiliano (i). AI tratar de la conquista ó no
(1) Villanueva^ t. x, pág. 19.
\
^o8 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
conquista de la parte montañosa de Cataluña, no cabe prescin-
dir de mencionar al llamado Príncipe Quintiliano, El P. Villa-
nueva fué el primero que encontró y publicó una corta noticia
de este personaje: en un códice del Monasterio de Ripoll, de le-
tra del siglo VIII, encontró el texto cronológico siguiente: ^Ab
incarnatione autem Dñi yhu Xri usque in preséntente primum
Quintiliani princlpis annum , qui est Era lxx quarta (falta la
nota Dcc) sunt anni dcc.xxx.vi.» Mientras no hubo más noticias
referentes á Quintiliano que la publicada por el P. Villanueva,
cabía poner en duda la existencia de este personaje, sospe-
chando que pudiera haber equivocación en la fecha; pero en-
contrados nuevos datos, cual es la noticia de la muerte de Quin-
tiliano en el año 778, en la cual fecha, según un martirologio de
San Juan de las Abadesas, era senioris de Mocrono^ parece que
hay que admitir la existencia de este personaje como señor ó rey
6 jefe de un territorio más ó menos extenso en los montes de
Montgrony, tanto más, cuanto en documento del año 804 figura
otro Quintiliano, señor de Montgrony, que bien pudo ser hijo ó
nieto y sucesor del Príncipe Quintiliano (l).
Admítase ó no la existencia de un Quintiliano^ señor de Mont-
grony^ con un territorio más ó menos extenso, independiente ó
pagando tributo, para nuestra tesis resulta indiferente; los terri-
torios no dominados por los moros, si es que antes habían es-
tado sometidos de veras á los godos, seguirían gobernándose,
poco más ó menos del mismo modo, poniéndose al frente del
gobierno de cada valle ó pueblo la persona de más prestigio,
formando núcleos naturales más ó menos extensos, hasta que
andando el tiempo, antes de fin de siglo, Carlo-Magno extiende
su influencia, los anexiona más ó menos á la moderna, y quizá
lo que se supone reconquista del poder de los moros es en rea-
lidad conquista contra ó sobre los naturales del país por las ar-
mas ó influencia de los francos, contra cuya dominación pronto
hubo quejas, como lo indican las. reclamaciones elevadas á Cario
(i) Debemos estas noticias y nota de la bibliografía referente á Quin-
tiliano á nuestro buen amigo D. Joaquín Miret y Sans, distinguido inves-
tigador de la historia medioeval de Cataluña. . . •
LÍMITES PROBABLES DE LA CONQUISTA ÁRABE 309
Magao por los naturales del país, á las cuales alude un diploma
del año 8 1 2, y por cierto que entre los reclamantes figura un
Quintiliano, que bien pudo ser el mismo que figura como señor
de Montgrony en el documento citado del año 804.
Es muy posible que Quintiliano y Abenbelascot, de quien he-
mos hablado antes, fuesen jefes indígenas que rigieran pequeños
estados autónomos, hasta que fueran absorbidos por. la influencia
carlovingia, los más orientales quizá antes y de un modo más
completo, pero se emancipan antes; es muy posible que como
Quintiliano y Abenbelascot hubiera otros jefes, cuyos nombres
no han llegado á nosotros.
UrgeL La escritura de consagración y dotación de la iglesia
de Urgel cita á principios del siglo ix (l) multitud de poblacio-
nes ó parroquias, 278, de las cuales, según el Sr. Balari (2), 123
corresponden al Condado de Urgel, 84 al de Cerdaña y 31 al
distrito de Berga, correspondiendo las 40 restantes al Pallas y
Ribagorza.
¿Todas estas poblaciones habían sido reconquistadas por los
naturales del país sin ó con el auxilio de Carlo-Magno? Esto úl-
timo es lo que se cree generalmente, pero sin pruebas; pues los
autores francos no mencionan expedición alguna de Carlo-Magno
á estos puntos, cuya conquista, si hubiera tenido que hacerse,
hubiera exigido muchas campañas, ya que, suponiendo á los mo-
ros en posesión de los castillos ó pueblos más ó menos defendi-
dos, no era cosa tácil echarlos de ellos por lo quebrado del te-
rreno: para poder desalojar de los riscos á muy pocos se nece-
sitan muchos hombres, y, por añadidura, en tales territorios
ejércitos numerosos no pueden moverse.
Contra esto podrá alegarse que en el documento de consagra-
ción se indica que la iglesia de Urgel había sido destruida por
los infieles y restaurada por los padres de los que asisten al acto
en tiempos áe\ piísimo Emperador Carlos Augusto.
(i) La íecha resulta del 8 1 9, aunque parece ofrecer graves dificultades,
por las cuales los más conocedores de la historia local suponen el docu-
mento del año 839.
(j) Balari: Orígenes históricos de Cataluña, pág. 5.
310 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
Si el dato de la destrucción de la iglesia de Urge! por los mu-
sulmanes es exacto, lo que no negamos, no probaría que Urgel
hubiera estado en poder de los moros, sino que bastaba que hu-
bieran pasado por allí, probablemente en alguna de las incursio-
nes al otro lado de los montes: por todo el valle del Segre hasta
las cumbres pirenaicas sospechamos que los árabes pasaron va-
rias veces, como quizá lo hicieron por Jaca ; que el país y las
iglesias sufrirían mucho con tales visitas no hay para qué decirlo,
de modo que la iglesia de Urgel pudo muy bien ser destruida,
en parte, se entiende, pues los soldados no se entretienen en
arrancar las piedras, como se necesitaría para que pudiera ser
verdad lo de no dejar piedra sobre piedra^ como en sentido hi-
perbólico se dice de Tarragona, en cuyas murallas ciclópeas ni
los bárbaros ni los árabes dejaron piedra sobre piedra^ y allí per-
manecen inmóviles los bloques ciclópeos, protestando de tales
afirmaciones.
Admitido que los pueblos mencionados en la escritura de con-
sagración de la iglesia de Urgel no estuvieran nunca de un modo
permanente en poder de los moros, ¿hasta dónde se extendía el
país libre? Se pueden marcar jalones, pero sin llegar á detalles,
que mucho menos pueden señalarse en Pallas, Ribagorza, So-
brarbe y Condado de Aragón.
Por el estudio de la correspondencia de los pueblos citados
con los nombres actuales, correspondencia que nos ha sido faci-
litada con su habitual generosidad por el Sr. Miret y Sans, re-
sultaría que en la fecha 819 ó 839 eran independientes los pue-
blos al norte de la línea limitada por las poblaciones de Tremp,
Oliana, Solsona, Lladurs, Guixes, Cisguer, Gironella y Santa
María de Merles, en los actuales partidos judiciales de Tremp,
Solsona y Berga.
No quiere decir esto que al mediodía de estas parroquias ó
iglesias del Obispado de Urgel no hubiera otros pueblos inde-
pendientes, pues ya queda indicado que Ager nos parecía haber
estado en estas condiciones.
Hay algunos indicios de que la frontera que separaba á los
moros y cristianos era una faja ó línea más ó menos ancha, que
INSCRIPCIÓN HEBREA DE BARCELONA 3II
como por acuerdo tácito, pues la necesidad obligaba á ello, per-
manecía despoblada: algo de esto indica el autor de la vida de
<
Ludovico Pío, al decir hablando del año 790? ^Ludavictis ordi^
navit illo tentpore infinibtis Aquitanorum circumquaque fimiis-
simam tutelam, Nam civitatein Ausonam^ castrum Cardonatn,
Castrumserram et reliqua oppida olim deserta munivit^ habitari
fecit^ et Burrello Comiti cunt congruis auxUiis hunda commi-
sit (i).
Si en el año 790 Ludovico Pío hace que sean habitadas Vic,
Cardona, Caserras y otras ciudades, desiertas ó abandonadas
antes, podría muy bien suponerse que el abandono ó despobla-
ción había obedecido á esta circunstancia, ya que el límite de la
dominaci(3n musulmana próximamente llegaba á esa línea, y no
se dice que conquistara esas poblaciones, sino que las fortificó c
hizo que fuesen habitadas^ lo que en realidad era un reto á los
musulmanes, indicando el propósito de hacer retroceder la fron-
tera de separación, emprendiendo luego verdadera empresa de
reconquista, aunque quizá con poco conocimiento de los ele-
mentos con que podían contar los trancos: es lo cierto que las
empresas de Carlo-Magno y Ludovico Pío en la Marca Hispa-
nica fueron poco lucidas y de escaso ó ningún resultado.
2 de Marzo de 1906.
Francisco Codera
III
INSCRIPCIÓN HEBREA DE BARCELONA
EN LA CASA NÚMERO 1 DE LA CALLE DE MARLET
Ksta inscripción se puso de manifiesto al público en 1820 y
en la misma casa que quince años antes había visitado el P. Vi-
Uanueva y descrito así (2):
(i) Marca Hispánica^ columnas 281 y 282.
(2) Viaje literario, tomo xvn, págs. 207 y 208. Madrid, 1851.
/
312 boletín de la real ACADBBnA DE LA HISTORIA.
«Del (año) 12 19 es la fundación de los Padres Dominicos, á
los cuales trajo este Prelado (l) desde Bolonia y dio lugar en la
casa del ciudadano Pedro Gruñ, junto al Cali 6 Judería, en la
parroquia de Santiago. Esta casa posee hoy (2) Don Domingo
Vardier, capitán agregado á esta plaza, á quien merecí que me
dejase escudriñar las reliquias de aquella fundación. Las princi-
pales son las paredes de la iglesia, que dan hoy á su jardín, con
tres claraboyas ó ventanas al modo de aquel tiempo; y á la
puerta de la casa una imagen del Padre Santo Domingo con el
hábito antiguo, y al pie el escudo de armas del obispo Don Be-
renguer, con un casilicio, que es del gusto de aquel tiempo, y
puesto allí cuando se trasladaron los religiosos á la casa nueva,
que fué (31 Octubre 1223) á poco tiempo de esta fundación».
En esta casa, ó primer convento que tuvo en Barcelona la Or-
den de Predicadores viviendo su santo fundador (3), tomó el há-
bito dominicano San Raimundo de Peñafort, el día de Viernes
Santo, l.° de Abril de 1222. Los recuerdos monumentales de uno
y otro Santo se traban por la calle de Marlet, á la cual, yendo de
Oriente á Poniente, se entra por la de Santo Domingo^ y de la
cual se sale por la del Arco de San Ramón*
Pormenores históricos, tocantes al origen y vicisitudes del
edificio, están bien indicados por D. Antonio Elias de Molins (4)
y D. Buenaventura Ribas (5). Lo dicho bastará para dar justa
satisfacción á los reparos que opuso D. Víctor Balaguer (6) al
redactor de la moderna lápida castellana que está debajo de la
antigua hebrea:
«Marlet (calle de).
(i) Berenguer de Palou, obispo de Barcelona, años 1212-1241.
(2) Año J805.
(3) Murió en Bolonia á 6 de Agosto de 1221. Fué canonizado en 3 de
Julio de 1234 por Gregorio IX, y es de creer que con este motivo D. Be-
renguer de Palou hiciese labrar la efigie del Santo.
(4) Museo provincial de antigüedades de Barcelona. Catálogo del Museo,
págs. T42-156. Barcelona, 1888.
(5) Estudios históricos y bibliográficos sobre San Ramón de Penyafort,
págs. 62-74. Barcelona, 1890.
(6) Las calles de Barcelona, tomo n, págs. 31 y 32. Barcelona, 1866.
INSCRIPCIÓN HEBRBA DB BARCELONA 315
Es la que va desde la de San Domingo (l) á la de San
Ramón.
Al reedificarse la casa que forma esquina en esta calle con la
de San Ramón, se empotraron en la pared, á la izquierda de la
puerta, dos lápidas; una de un pie cuadrado, escrita con caracte-
res hebreos, y otra debajo con la traducción siguiente (y la indi-
cación de la procedencia) de aquella:
El santo rabino Samubl Hasareri. Nunca sb acabe su vida. AS(o 692.
Se halló con oíros restos del liempo de los judíos en esta casa, levantada
sobre las ruinas de la que fundó Santo Domingo. — 1820.
Esta lápida moderna recuerda la tradición, que existía en Bar-
celona, respecto á creer que la casa donde se halló la lápida he-
brea había sido habitación de Santo Domingo, ó al menos de los
Padres de su Orden. Lo cierto es que, años atrás (2), se enseña-
ba aún por aquellos alrededores un pozo y una cocina, que se
decía haber pertenecido á la casa del Santo».
No hay tradición incierta, sino demostración histórica de ha-
ber fundado Santo Domingo esta casa conventual en 1 2 19. Ins-
cripciones hebreas de tiempo posterior, halladas en semejante
recinto, no pueden ser sino advenedizas ó traídas de otra parte;
como lo son las del atrio de la iglesia de Santa Clara, que salie-»
ron del cementerio hebreo de Monjuí (3).
La inscripción hebrea de la calle de Marlet no se ha movido
del sitio donde la colocó su dueño en 1 820. Gracias al ejemplar
fotográfico que nos ha proporcionado D. Joaquín Montal y Bios-
ca, podemos ya fijar con certeza su lectura, interpretación y
tiempo.
Rojizo es el sillar que contiene el epígrafe hebreo, y proviene
de las canteras de Monjuí. Su cara visible mide 35 centímetros
de alto por 30 de ancho, y dista del Suelo, ó de la acera de la
calle, tres metros.
(i) Sic.
(2) Antes de 1866.
(3) . Boletín, tomo xlviu, págs 433 y 434 •
BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
El santo rabi Samuel el Sardo. Repose en el Bien su alma.
El hermoso tipo de los caracteres de esta inscripción es pro-
pio de la primera mitad del siglo xiii.
El autor de la traducción castellana, esculpida en ia moderna
lápida del año 1820, creyó que debía reducir la lápida hebrea
al tiempo do los visigodos y cabalmente al año 692. Para llegar
á este resultado, consideró como numerales las siglas del renglón
postrero. La suma (50-^2 -|- 400) de ellas le condujo al año
4452 de la Creación, del cual hay que restar 3760 para llegar
al que le corresponde de la Era Cristiana. Esta conclusión está
INSCRIPCIÓN HEBREA DE BARCELONA 315
reñida con la paleografía del monumento. Sus tres siglas fune-
rales
• • •
tomadas del salmo hebreo xxv, versículo 13, aparecen en va-
rios epitafios (l); y en ninguno tienen valor numeral ó crono-
lógico.
En otra equivocación incurrió el primer traductor leyendo
Hasareri^ lo que ha de leerse Hassardí y significa propiamente
«t'Z Sardo-» i 6 natural de Cerdeña. Traduce bien haqqadosh por
ul Santo)>y calificativo que solían dar los judíos á los mártires de
su religión, y alguna vez á los que sobresalían por la práctica de
heroicas virtudes y la santidad de su magisterio.
Cristóbal Wolf, en su Bibliotheca hebraea (2), ha dedicado un
sucinto artículo al doctísimo escritor del siglo xiii
•«■non pnyi '^ ji S^sna^r S
Rabí Samuel, hijo de Rabí Isaac, el Sardo,
que vivía en el año 4935 de la Creación (3), y es citado por Rabí
Guedaliá ben Hajiya (4) en su Cadena de la Tradición (5). Uno
de sus libros talmúdicos fué impreso tres siglos ha en Tesalónica.
¿Sería este sabio escritor aquel mismo su homónimo y con-
temporáneo que murió en Barcelona y cuyo epitafio pasó de
Monjuí á la casa de la calle de Marlet, donde se ocultó, reapare-
ció y permanece? Así lo creía el Dr. David Kaufmann, y lo ex-
presó en el tomo xvii, pág. 2^ del Boletín académico; mas para
demostrarlo convendrá, por de pronto, buscar alguna mayor luz
en la documentación de los archivos barceloneses.
Madrid, 16 de Marzo de 1906.
Fidel Fita.
(i) Boletín, tomo xLvn, pág. 469.
(2) Tomo I, pág. 1.205, núm. 2.087. Hamburgo, '715" Tomo 11, página
790. Hamburgo, 1721.
(3) 16 Septiembre 1224-3 Septiembre 1225.
(4) Rodríguez de Castro, Biblioteca de los escritores rabinos españoles ^
pág- 377. Madrid, 1781.
(5) Fol. 42 V.
3l6 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
IV
EL ALMIRANTE DON ANTONIO DE ALLIRI EN LA ORDEN
DE CALATRAVA
Aun á riesgo de incurrir, diré más, con plena certitud y abso-
luta conciencia de caer en el feo vicio de la cursería^ que el loza-
no y juvenil ingenio de los Sres. Silvela y Liniers adjudicaba en
su tratado de la Filocalia^ compuesto allá en sus mocedades, á
todo el que empleare en sus escritos, las frases, apotegmas ó sen-
tencias, bellas, expresivas y filosóficas, pero que el abuso lastimoso
y el vulgar empleo han hecho chavacanas y convertido en ver-
dadera música de organillo; penetrado de ser un cursi consciente,
no resisto á la tentación que se me viene á la pluma de estampar
aquí el casi adagio latino gráfico y trasnochado «Xihil novum sub
solé».
Y es que, en efecto, todo cuanto en el aspecto científico y es-
peculativo el mundo marcha y progresa, en el orden psicológico,
en la fisiología del corazón humano, bien puede afirmarse sin
miedo á errar, que//«^ ga change plus c'est la mime ckose; y no
no es sólo eh el orden psíquico donde acontece el fenómeno cita-
do, sino que se extiende y ramifica por los órdenes todos y aún
por las órdenes^ incluso las militares^ que en ocho siglos de exis-
tencia han pasado por frecuentes y repetidas vicisitudes inherentes
á la flaca condición humana y á las miserias de la vida con su
indispensable cortejo de apasionamientos, prejuicios, interpreta-
ciones, ignorancias, ambiciones, enemistades y vanidades.
Traigo esto á cuento, con dejos de filosofía casera, porque ha
poco la prensa toda se ha ocupado en repetidos sueltos, gaceti-
llas y aún artículos, de lo que dieron en llamar Crisis de las Ór-
deneSy excitando, claro está, el humorismo y la ironía de algunos
periódicos; y como el hecho ha sido público, no sé por gusto de
quién, y como públicas han sido algunas comunicaciones y docu-
mentos que parecían, por su índole, de carácter confidencial y
privado, he creído oportuno, alejándome de toda aspecie de con-
I
EL ALMIRANTE DON ANTONIO DE ALLIRI 3 ¡7
sideraciones y absteniéndome del menor comentario que referirse
pudiera á esa mal llamada Crisis, el exhumar un expediente cu-
rioso por la notoriedad del protagonista y por la extraña coinci-
dencia y el notable parecido que encierra y tiene en origen,
causas, imputaciones y actores con el que ha movido tanto ruido,
y cuyo desenlace fué también en justicia favorable al asendereado
pretendiente.
Esta historia podrá reputarse de más ó menos amena ó entre-
tenida, pero viene como anillo al dedo al reciente y discutido pro-
ceso, y constituye un documento histórico por las enseñanzas que
se encuentran siempre en estos cuadros realistas de usos y cos-
tumbres de épocas y sociedades que ya pasaron; por la idea exacta
que da del espíritu que informaba el sentir y el pensar de los que
pudiéramos llamar intelectuales de entonces, distinto del que por
mucho tiempo se ha creído, y también porque contiene una su-
prema resolución que fijaba para siempre como ley escrita, y por
quien podía darla, la norma y la regla para lo sucesivo, constitu-
yendo su conocimiento y recuerdo, útil y conveniente labor his-
tórica.
Es, pues, el caso, que en el año de gracia de 1 62 1 á 21 días
del mes de Abril, quiso la Majestad del Rey D. Felipe IV pre-
miar los merecimientos y servicios del Almirante de la Flota de
Nueva España, D. Antonio de Alliri, y los que su padre Johan
López de Alliri, prestara como Contador de los ejércitos de S. M.
en Flandes, con la merced de hábito en la Orden militar de Cala-
trava.
Cumplidas las formalidades de rúbrica, y previa fianza que para
responder á los gastos que se causaran prestó el licenciado Sali-
nas y Avellaneda, abogado en la Corte, marcharon á practicar la
información á San Sebastián de Guipúzcoa, de donde era toda la
ascendencia paterna, los dos caballeros informantes nombrados
por el Consejo, que lo fueron D. Gerónimo de Echauz, de la Or-
den de Calatrava, y el Doctor Fray Juan Cañuto de Morales.
Las informaciones por la línea materna en Oran (África) se
cometieron á D. Jorge Manrique de Cárdenas, de h Orden de
Santiago, Duque de Maqueda, Gobernador Capitán General, de
3 I S BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
las plazas de Oran y Mazalquivir, y á D. Juan Rejón de Silva y
Sotomayor, Caballero de Calatrava, Veedor general de dichas
plazas.
En I .° de Julio comenzaron los informantes á recibir las decla-
raciones testificales, único medio probatorio que en la casi totali-
dad de casos practicaban durante el siglo xvii, en cuyos procesos,
cuando más, y no siempre, aparece como solo documento la par-
tida de nacimiento del aspirante, hecho que contesta por sí sólo á
los que por desconocimiento absoluto é ignorancia total en el
asunto, hablan de la lenidad actual, cuando nunca, como ahora,
se piden y demandan tal cúmulo de documentos y probanzas,
como jamás se exigieron hasta el siglo xviii, y no hablemos del
XVI, donde, con la declaración pelada y escueta de tres testigos,
aparecen cruzados muchos nombres. Quien se haya tomado la
molestia de leer y de repasar estos rancios papeles, fuente inapre-
ciable de información biográfica, no habrá dejado de encontrar
en muchos de ellos, embrollos donosos, historias peregrinas y á
las veces dramáticas, el desenlace de las cuales era el torrente de
bulas y breves de dispensación que de Roma afluía, y que son en
el día, puede decirse, desconocidos de nosotros.
Veamos, siquiera rápidamente, lo que dijeron los 50 testigos
examinados, fijándonos en su nombre y condición aunque sólo
sea como padrón curioso, cual conocimiento de las personas de
más viso que por aquel entonces vivían en la capital de Gui-
púzcoa.
Es el primero D. Juan de Güarnizo, escribano de número, quien
declara conocer al pretendiente Almirante de la Flota de Nueva
España; á su padre Juan López de Alliri, contador de la gente de
los ejércitos de S. M. en Flandes, y en Sevilla veedor y superin-
tendente del Almojarifazgo mayor de Indias de S. M.; así como
á su madre doña Luisa Prieto y Navarrete, monja de presente,
con dos hijas suyas en el convento de San Sebastián el antiguo,
extramuros de la villa.
Sabe que sus abuelos fueron Juan López de Alliri, alcalde ordi-
nario de San Sebastián y mayordomo de la parroquia de Santa
Alaría en 1 561, para cuyos cargos era necesario ser hijodalgo no-
i
BL ALMIRANTE DON ANTONIO DE ALLIRI 319
torio, según costumbre de la provincia; su abuela lo fué doña Gra-
cia de Legazpl , todos nobles, hidalgos de sangre , de casa y solar
conocidos, sin que nunca hubieren desempeñado oficio vil ni que
por bajo se reputara.
En análogo sentido, y con extremos en todo favorables á la no-
toria legitimidad y reconocida nobleza de los ascendientes delAl-
mirante «que no hubieran podido ser Alcaldes ni Regidores, sino
tuvieran bastantemente probadas sus intenciones de nobleza é
hidalguía», informan y declaran:
Martín Gómez de Berastegui.
El Licenciado Juan López de Aguirre, Abogado.
Juan de Arbelaiz, Notario del Santo Oficio.
El Presbítero Licenciado D. Juan Luis de Lazón, Comisario de
la Santa Inquisición.
Licenciado D. Juan de Sant Yuste, Presbítero y Prior de las
iglesias de la provincia.
Juan de Arbelaiz, Caballero de Santiago profeso, entretenido
pKír S. M. cerca del Capitán general de la provincia y Correo ma-
yor de la villa de San Sebastián y de la Universidad de Irún.
D. Baltasar de Lazcano, Presbítero.
Andrés de Pressa.
Miguel de Álava.
Iñigo Ortiz de Quejo.
Pedro de los Arcos.
Domingo de Garbuera.
Juan de la Borda.
Licenciado Domingo de Lizarza.
Licenciado D. Luis de Lizarza, Presbítero, beneficiado entero
de las iglesias parroquiales de la villa.
Francisco de Urbieta.
Miguel de Alquiza,
Prudencio de Olalde.
D. Antonio de Oquendo, Caballero de Santiago, Capitán gene-
ral de la escuadra de Guipúzcoa.
El P. Fray Miguel de Lizardi, de la Orden de Santo Domingo*
Fray Juan de Santa Cruz, de la misma Orden.
1
320 boletín db la real academia de la historu.
Domingo de Iraragorri.
Licenciado D. Pedro Martínez de Araiz, Juez eclesiástico en el
distrito de Pamplona.
Empero cuatro de los testigos más minuciosos y explícitos, ó
tal vez más deseosos de enaltecer la posición y servicios y el
arraigo y la riqueza del Alcalde Juan de AUiri, abuelo del Preten-
diente, contestaron á la pregunta novena del interrogatorio, que
se refiere á los oficios mecánicos ó viles, de este modo:
Tomás de Arrióla, Familiar del Santo Oficio dice «que desde
que tiene uso de razón, hasta los presentes, ha visto que la gente
noble y principal ha tratado y trata en consignar hierro y otras
mercadurías de esta villa y provincia, para Sevilla y Cádiz, adonde
tienen sus correspondencias, yqu^ el dicho Juan López de Alliri,
abuelo paterno del Pretendiente, trató en el dicho género de mer-
cadurías por sus agentes; y que la tierra de esta provincia es tan
tenue y el dicho trato tan comün entre la gente y personas de
ella, que no sólo no se tiene por nota y falta entre la gente noble
y principal de ella, sino que es trato común de los caballeros y
personas nobles de ella».
El Capitán Esteban de Eyquiniz, se presentó de nuevo, des-
pués de haber sido examinado, á exponer: «que recorriendo su
memoria respecto á la nona pregunta, ha hallado que el abuelo
paterno del Pretendiente solía navegar en navios y bajeles de
esta villa á la ciudad de Sevilla y á la de Cádiz con mercadurías
de hierro, y que él mismo iba con ellas por su persona. — Pregun-
tado qué trato es este y si pueden caer de su buena opinión,
buen nombre y buena fama, dijo que es tan común entre la gente
noble y principal de esta villa y de toda la provincia de Guipúz-
coa, que hay pocos que no le tengan por ser la tierra tan corta y
estéril, que no se podrían sustentar honradamente en sus cuali-
dades, y no se tenía por nota ni defecto de honor ni pérdida
de él».
Tomás de la Parada manifiesta: «Que Juan López de Alliri, el
Viejo, solía tratar en Flandes y Terrranova, á donde tenía sus
correspondencias, y en navios enviaba lanas y otras mercadurías,
y á él le enviaban de retorno otras mercaderías de lientos 6 can-
J
p
EL ALMIRANTE DON ANTONIO DE ALLIRI 521
das y otras cosas que ponía en su bodega, y de allí las despa-
chaba al por mayor á otras correspondencias que tenía en Cas-
tilla. Preguntado, dijo que el trato más lícito y más li pipío y
ordinario entre personas nobles y caliñcadas que se usa en esta
tierra, es el que ha referido, y que cuando cerca de él fué pre-
guntado y él deponía en su respuesta, entendió que era acto
positivo para fundar su nobleza é hidalguía, y con esto satisface
á la pregunta >.
Joannes de Irazabal, marinero: «Sabe que Juan López de AUiri*
daba de comer á pobres trabajadores, como este testigo, hacien-
do cargar navios á Tierra-nova con las cosas que comunmente
hay en esta villa: sidra, sal, fierro, etc., y á él le traían la parte
que le cabía de pescado y otras cosas que le traían del retorno,
y las vendía de por mayor y en junto; y que el dicho trato han
usado siempre en esta villa la gente más honrada y noble de
toda ella, sin que se tenga por nota en ella, ni caso de menos
valer, particularmente cuando, como lo hacía el dicho Juan Ló-
pez de Allirij lo hacían y hacen por sus agentes y ministros,
quedándose ellos en sus casas por Maeses que los llaman, de ma-
rineros; y que ni en vender por mayor los dichos pescados, ni
en más que dar la industria y en poner la parte que le tocaba
de los frutos de sus manzanales y de su hacienda, á pérdida ó á
ganancia se entrometía, sino que todo lo hacía por sus agentes
y ministros».
Sólo estos cuatro testigos, entre los 50, hablan de lo que en
aquel entonces se llamaba cargar, y eso en los términos que se
ha podido ver. El resto de los que declararon y firmaron, ni si-
quiera paran hiientes en tal ocupación ó industria, por reputarla
sin duda cosa corriente y normal, que ni imprimía desdoro en
quien la practicaba; ni en nada empañaba el brillo de la notoria
nobleza de los Alliri, que unánimes y contextes reconocían to-
dos, y lo demostraban los cargos que ese mismo abuelo desem-
peñaba y que pedían la hidalguía conforme á las seculares leyes
y ordenanzas del país.
Terminaron los informantes su cometido en Guipúzcoa con la
comprobación en la Universidad de Zubieta, jurisdicción de San
TOMO xLviiL 21
322 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Sebastián y parroquia de Usúrbil, y en la villa de Villarreal res-»
pectivamente, de descender los Alliri y Legazpís de las casas
solares, sitas en los mencionados lugares. Y no será inoportuno
el que yo consigne aquí la grave equivocación en que incurren
y el craso error en que viven los que creen qué toda* casa solar
hade estar forzosamente adornada del escudo de armas 6 del
blasón familiar; nada de eso, antes al contrario, bien puede ase-
verarse que los solares de origen más antiguo, más primitivos,
si así puede decirse, y son ya pocos los que quedan en pie, ca-
recen de aquella insignia que ostentan y adornan las recom-
puestas ó redificadas, bien por los capitanes y soldados que á la
conquista del nuevo mundo marcharon, bien por los aventureros
que en busca de fortuna surcaron los mares, y cuyo primer dis-
pendio al regresar á su patria, era el arreglo, el embellecimiento
y aun la reconstrucción de aquel solar tan querido, de aquella
adorada cuna de muchas generaciones de su raza y de su nom-
bre, embelleciéndole con el blasón heredado 6 el que supieron
merecer y ganan A estos tales se les llamaba y aún se les
llama Indianos^ por su estancia en las Indias^ y la mayoría de
las casas solariegas blasonadas á ellos se debe y datan del si-
glo XVII, época íecurlda en viajes y aventurad ultramarinos. De
ahí la distinción de nombres entre casa solar ^ casa solar infan^
zona y casa solar armera. Si reza con verdad el adagio de «el
hábito no hace al monje», puede por semejanza establecerse
que el escudo dt* la casa no daba la nobleza; que la nobleza es-
taba en el solar mismo, en su origen, en su inmemorial y respe-
table antigüedad. Por eso, ciertamente, y no por otra cosa, sa-
tisfizo y bastó á los informantes del Almirante comprobar á
ciencia cierta la existencia de los solares de Alliri y de Legazpi,
y su descendencia de ellos, sin preocuparse- ni decirnos si os-
tentaban ó no el escudo ó blasón de la familia.
Ya de regreso en Madrid, y para concluir su misión informati-
va, compulsaron y estamparon en autos la' partida bautismal del
Almirante, que á la letra dice así: «En la villa de Madrid, oy diez
y ocho de Setiembre de mil y quinientos ochenta y nueve años,
3ro García Garrido,' teniente dé Cura de la iglesia del Señor San
EL ALMIRANTE DON ANTONIO DE ALURI 323
Martin, bautice á Antonio, hijo de Joan López de Alliri y de
Doña Luisa de Navarrete; fueron sus padrinos Don Antonio de
Idiaquez Manrique y Doña Petronila de Muxica Manrique: fueron
testigos Francisco Sánchez de Acuña, Francisco de Artiaga y
Alonso Martinez— Garcia Garrido».
Con esta diligencia dieron por conclusa la actuación y con
informe ó dictamen en todos sus extremos favorable al neófito
la entregaron en Consejo.
Como trámite primero pasó el expediente 6 rollo á las manos
pecadoras del fiscal de aquel Consejo, que lo era á la sazón Don
Juan Chumacero de Sotomayor, quien tuvo á bien, desde luego,
oponerse á todo trance á la aprobación del proceso y al ingreso
del Almirante en la orden, suscitando cuantos reparos, obstácu-
los, impedimentos y censuras le vino en gana, y entablando una
larga, injusta y apasionada recusación contra tres de los Caballé
ros Consejeros, á quienes creía ó sabía propicios al pretendiente.
Sus manejos ilegales, su intromisión en el negocio y la mani-
fiesta y decidida hostilidad al solicitante, nadie la explica mejor
■que el fundamentado y sentido memorial autógrafo que el mis-
mo Almirante Alliri dirigió á Felipe IV. Helo aquí:
t
SEÑOR
Don Antonio de Alliri, Almirante de la flota de Nueva España, dice: que
habiéndole hecho V. M. merced de un hábito de la Orden de Calatrava,
el Consejo de Ordenes le mandó hacer sus pruebas ordinarias y habién-
dolas hecho y visto no le despacha. Y siendo cierto que, por la misericor-
dia de Dios, no tiene impedimento ninguno, conforme á los Estatutos de
la dicha orden, ha procurado inquirir que sea la causa de la dilación y ha
entendido que el Consejo pleno vio sus informaciones, y de siete votos los
tres las aprobaron en todo y por todo, y los otros cuatro dijeron se pidiese
Dispensación á Su Santidad, por decir estaba probado que su abuelo pa-
terno, natural de la villa de San Sebastián, había cargado, pretendiendo
•era comprendido en el estatuto que prohibe no tengan el hábito hijos ni
nietos de mercaderes; y habiéndolo entendido, y que de cincuenta testi-
gos, solo cuatro, y eso singulares, decían que el dicho su abuelo paterno.
324 fiOLETÍN DE LA REAL ACADBMU DE LA HISTORIA.
había cargado para Terranova varías cosas de comer y que en retomo Ic^
traían Abadejo y lo enviaba á vender á Sevilla, con hierro que es el fruto de
aquella tierra, dio un memorial en el dicho Consejo diciendo como lo que
se carga para Terranova, no es para venderlo, sino para que lo coman los
que envían á esa navegación, y que el Abadejo que traen en retorno, no
es comprado sino pescado y que así lo pueden enviar á vender y su hierro
como frutos de su Hacienda, como se hace en todo el mundo, sin que por
eso sean mercaderes los que venden sus frutos, ni aun cargadores que
es tanto menos por no haber diferencia de venderlos en el lugar donde
están á enviarlos á otro á vender. Y de que todo lo que decía en su me-
morial era así ofreció y pidió al Consejo tomase entera satisfacción, á cuya
causa estando junto se resolvió por mayor parte, que se volviese á hacer
información y hallándose presente el ñscal después de haber visto los
votos, recusó á Don Juan Serrano Zapata y á Don Juan Cuello, diciendo
eran parientes de Don Juan de Bracamonte, su cuñado, siendo así que sus
hijos de Don Juan Cuello, están fuera del cuarto grado con Don Juan de
Bracamonte y que hay tan poca correspondencia entre ellos que jamás el
dicho Don Juan Cuello, ha entrado en su casa y así conforme á derecho y
á los establecimientos pudieran ser sus informantes, cuanto más mis jue-
ces, no teniendo conmigo ningún parentesco de consanguinidad, ni afini-
dad, ni pudiendo jamás ser interesado mi cuñado, pues aunque viniera
probado que mi abuelo era mercader de tienda y él 'tuviera hijos, no les
alcanzaba por ser biznietos, y siendo todo esto así y no siendo este juicio
en que puede ni jamás solía haber fiscal, y que ellos por no tener quien
se lo estorbe, lo han introducido, contra derecho y razón (cosa digna de
que V. M. la remedie) admitieron la dicha recusación y dieron las causas
por bastantes sin haberlas jurado el ñscal ni dicho el grado de parentesco,
siendo todo ello contra los principios de derecho, y lo que peor *es los
dieron por recusados, sin que les constase ni por juramento ni informa-
ción ser ciertas las cansas, que les opusieron de recusación, y fué juez de
ella alguno ó algunos que solicitaron al fiscal á que pusiese las dichas re-
cusaciones; en todo lo cual y en lo de demás que abajo dice, notoriamente
se ve la pasión y enemistad que algunos tienen á este hábito, y sabiendo
yo la causa de ella, advertí al Presidente del Consejo de algún enemigo
que tenía en él que pudiera recusar con justísimas causas si la dilación
en estos casos no fuera tan dañosa, y tan fácil el que cilguno indignado
eche en el Consejo algún memorial sin firma para desdorar con la dilación
la limpieza y nobleza de los pretendientes; y después de haber dado por
recusados á los dichos jueces, revocaron, sin poderlo hacer, el auto de
diligencias que había hecho el Consejo pleno y según se entiende han
consultado á V. M. que se envíe por dispensación por venir probado que
su Abuelo fué mercader y lo demás que la consulta contiene. Y porque
lo cierto es que el dicho su Abuelo no solo no fue mercader, pero ni aun
BL ALMIRANTE DON ANTONIO DE ALURI 325
■cargó, ni le está probado, porque los cuatro testigos que en esto hablan,
demás de que, como tiene dicho, son singulares, y en nada constantes,
que son los que conforme á derecho eran menester para hacer probanza
en el caso presente. Lo que dicen es las cargazones de Terranova, las
-cuales se hacen para el sustento de los que se embarcan y no para ven-
der, y esto como dicen los mismos testigos es acto de lustre y grandeza y
se vio por los Privilegios que los Reyes antecesores á V. M. les dan por
el gran servicio que les hacen en estas armazones, que este es su nombre
verdadero; y cuando fuera así que por suficiente número de testigos vi-
niera probado, que no lo viene, que el dicho su Abuelo había cargado, y
cargado de frutos ajenos y asistido á ello por su persona ó criados, requi-
sitos que expresa el estatuto, no se pudiera decir que estaba probado era
mercader ni tenerle por tal, pues demás de que por la cortedad de aque-
lla provincia y sus grancjes servicios y notoria nobleza se pudiera disimu-
lar algo más, si bien en el caso presente no es menester pues según la
costumbre de España, principalmente de las partes marítimas, nunca á el
cargar se llamó ser mercader, porque lo fueran todos los hijos de las ma-
yores casas que hay y muchos Duques, Condes y Marqueses, á que V. M.
no debe dar lugar, pues sería tener defectuosa toda ó la mayor parte de
la nobleza de su Reino en odio y daño de todos y provecho de ninguno
mayormente teniendo en sí e^te modo de interpretación tantas cosas ini-
cuas, porque siendo como son los estatutos de las órdenes que prohiben
tengan los hábitos mercaderes y otros oficios, contra el derecho común
civil y canónico, se deben restringir y no ampUar, y en los casos que no
están expresados se debe declarar un estatuto por otro y así el de Cala-
latrava que inhabilita hijos y nietos de mercaderes sin declarar quienes lo
sean, es justicia se declare por el estatuto de Santiago, Título I de las ca^
lidades, capítulo 5.° que dice prohibiendo lo mismo: mercader se entiende
aquel que haya tenido tienda, y aun no alcanza sino al padre, y el de Ca-
latrava al nieto. También se debe atender á como sea practicado el esta-
tuto y se verá como se ha dado hábitos á Burgaleses sin dispensación
viniendo probado que cargaban por mayor lanas, y en retorno traían
otras mercadurías y daban letras á cambio, solo porque no tenían tiendas
ni bancos públicos y esto mismo se ha hecho con los Genoveses, y así
mismo se han dado sin dispensación á muchos hijos de grandes títulos y
Caballeros de la Andalucía, cuyos padres y abuelos es notorio á todos, y
más al Consejo, que cargan y no habiendo mayor probanza que la notorie-
dad no bastara decir que no venía probado. Y porque todo esto constará
á V. M. y á sus ministros, no pone casos particulares que nombrará siendo
necesario, además que este modo de interpretación también es contra la
mente del estatuto que prohibe mercaderes entre zapateros y otros ofi-
cios mecánicos no queriendo tengan los hábitos hombres 'bajos y que los
<lesluzcan, y así es cierto que no se irá contra la mente del estatuto dándole
326 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
á caballeros notorios por haber cargado por mayor sus Abuelos viviendo-
en tierras marítimas. Siendo pues, Señor, esto así y certísimo que mi
Abuelo ni cargó ni está probado y que cuando cargara por mayor no era
ser mercader, ni estaba comprendido en el estatuto, no será razón que
V. M. permita que el Consejo por fines particulares de los de los de él, se
amplié y platique en este caso contra lo que se ha practicado siempre y
contra la mente del mismo estatuto y declaraciones de otros y contra to-
das las reglas y principios de derecho, no mereciendo 76 años de servicios
de mi padre y míos y el deseo que tengo de morir en servicio de V. M. que
se me haga semejante agravio, y pues á la dignidad y obligación Real per-
tenece el mantenernos en paz y en Justicia.=:Yo suplico á V. M. me man-
tenga en ella como en caso tan apretado que toca en el honor y repota-
ción, y en un juicio secreto donde por maravilla las partes alcanzan á
saber su daño, y si una vez que se ha sabido V. M. no lo remedia, será
ejecutoriar el que los Consejeros de órdenes sean independientemente de
nada dueños de las honras sin poder temer castigo ni visita, siendo donde
más era menester por ser juicio secreto sin partes y donde por lo meno.**
se trata de las honras.
■ Suplica á V. M. le haga merced de remitir al Consejo de ordenes este
memorial, mandándoles que luego sin dilación alguna le informen si e»
verdad lo que se refiere en él cerca de lo que ha pasado en el dcsjyacho
de su hábito, y que se allanen á esto todos los jueces que le votaron, pue*
para hacer relación del hecho no tiene inconveniente el que estén recu-
sados y le tendría lo contrario; ó sírvase V. M. de maníiar que le envien
traslado de lo que en esta pregunta dicen los cuatro testigos ó el proceso;
nombrando los jueces que fuere servido para que vista su verdad y justi-
cia se la hagan como más convenga á la buena administración de ella, con-
servación de sus Reinos y honras de sus vasallos.
Impresionada la Católica Majestad por las razones alegadas y
los sentidos acentos de aquel viejo soldado, cuyos nobles y dila-
tados servicios premiara con el hábito de la CVden, y á cuyo
nombre y linaje infería grave daño la poco meditada interven-
ción de un fiscal, más exigente que la ley misma, remitió el es-
crito al Consejo con orden de que se viese bien en este asunto y
en el Consejo. <iEn 19 de Agosto de 1 62 1 años, se vio esta in-
formación por los Sres. Presidente, Marqués de Caracena, señor
de Pinto (D. Luis Carrillo de Toledo), el licenciado D. Juan Se-
rrano Zapata, licenciado D. Juan Coello de Contreras, Doctor
D.Juan de Occo, licenciado D. l.uis de Villavicencio, licenciado
D. Pedro de Guzmán, Dr. D. Antonio de Castro y Andrade, y
BL ALMIRANTE DON AMTOMIO DE ALLÍ Rl '^2'J
dijeron que en cuanto á las calidades de nobleza y lirñpie'za^ y
demás, se aprueba, y en cuanto á la novena pregunta de la mer-
cancía remite á más jueces».
Estos señores expusieron á S. M. lo siguiente:
«La orden de Alcántara prohibe que se dé el hábito á hom-
bres que hayan sido mercaderes, ni á sus hijos, y la de Calatrava
extiende esto hasta los nietos, sin declarar los que han de ser
tenidos por mercaderes, y así se interpreta en el Consejo de las
Ordenes según él arbitrio de los jueces, y ocurre que, dando á
unos por mercaderes y á otros no, concurriendo en ellos las
mismas causas de haber cargado por mayor propios y aje-
nos frutos, y dado letras á cambio, no t/sníendo tiendas ni ban-
cos públicos; de que resultan muchos daños é inconvenien-
tes que se podrán atajar, asentándose de una vez en el G^nsejo
cuáles hayan de ser tenidos por mercaderes para el dicho efecto,
y así convendrá que S. M. mande al Presidente que lo trate
luego en el Consejo y avise de lo que pareciera más conve-
niente, atendiendo á la costumbre que ha habido y á la declara-
ción de los estatutos de la Orden de Santiago y d ¿os danos que
causará el gravar con esto a la nobleza de España^ en particular
en las partes marítimas^ no estándolo ninguna otra nación y sien--
do ésta donde más falta hay de comercio. Para que se tome en
esto mejor acuerdo, convendrá se hallen en el Consejo los que
han estado ya en él, que son: el Presidente de Castilla, D. Alon-
so de Cabrera, D. Jerónimo de Medinilla, D. Antonio de Pedro-
sa y D. Pedro de Vivanco, así porque digan de esto lo que hasta
ahora ha habido en el Consejo, como que se haga con más
acuerdo, cosa que importa tanto y que es razón se asiente para-
siempre».
Estos mismos jueces, que no quieren acceder á la petición
del fiscal, denegatoria del hábito, encarecen al Gran Maestre «la
trascendencia del fallo y la urgencia de aclarar lo que aún esta-
ba confuso y de fijar una ley para siempre que evitara capricho-
sas, arbitrarias y distintas interpretaciones; piden para mayor
ilustración y acierto, el juicio y la opinión de los antiguos Con-
sejeros de Órdenes, ascendidos á la sazón al Consejo Supremo
328 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
de Castilla, y en ponencia que suscribe persona de tan alta auto-
ridad jurídica como el insigne letrado Medinilla, elevan á la Real
resolución este curioso y notable documento:
SEÑOR
He visto ese memorial con atención y cuidado por Li gravedad de las
materias, y consideraciones de estado que en el se tocan, que por su
importancia conviene las sepan los ministros para el acierto y servido
de V. M.; porque siendo cierta la relación de Don Antonio de Aliri, es
demasiado escrúpulo repaftr en la ocupación y ejercicio de su Abuelo
(cuando se probara llanamente lo que él pretende le imputan) redun-
dando en tan gran bien y utilidad del Reyno que los vasallos traten y se
vuelvan industriosos, con lo cual crece el comercio y se enriquecen lau
provincias, hallándose en ellas con quien hacer asientos y cambios, que-
dándose el dinero por este medio dentro de casa, y no se desustanciará el
Reino con tantas sacas como se hacen de él; y no se porqué haya de ser
este mas privilegio de extranjeros que de naturales, pues á los gcnoveses
no les es estorbo para las calificaciones de hábitos y honores este genero
de ocupación; demás que lo que los «Establecimientos» prohiben es solo
oficios viles y bajos como lo son los entretenimientos de peso, vara y
tienda pública, por ser el intento y alma de las ordenanzas distinguir el
pueblo de la nobleza, constituyendo las Ordenes militares en grande honra
y estima, para que con ese solo premio pudiesen los Reyes satisfacer y
contentar los vasallos que en paz ó guerra hubiesen hecho mayores ser-
vicios á la Corona; y así por esto, como por las advertencias del memorial,
tengo por justificada la instancia que hace á V. M. Don Antonio de Aliri,
siíbre que el Consejo informe sin escepción de los recusados, mas antes
todos juntos. Por que cuando se hubieran de admitir las recusaciones del
fiscal y tu\icran todas sus solemnidades, no es inconveniente que infor-
men los que no resuelven y repare V. M. la querella de su vasallo. Mayor-
mente que tales recusaciones son peligrosas en materias tan delicadas
cuales las de la reputación y honra, fuera de que es dar mayor autoridad
á un fiscal que á todo un Consejo, pues él solo por particulares fines y
designios podría barajar sus acuerdos y resoluciones. Movido de estos in-
convenientes Don Juan Idiaquez, como ministro tan atentado y diestro en
el manejo de negocios, nunca dio lugar á que el fiscal se introdujese en el
despacho de informaciones. V. M. mandará lo que mas convenga. Madrid
y Octubre 8/i.62i.=El licenciado Don Gerónimo de Medinilla.
BL- ALMIRANTE. DOH ANTONIO DE ALLIRI ' 329
*
Con este alto sentido práctico, con tan levantadas miras, con
criterio tan racional y juicioso, desviándose de todo mezquino
prejuicio que no estaba en la letra ni podía estar en el espíritu
de las constituciones de aquellas milicias beneméritas, atentos
cual debían al bienestar y al engrandecimiento de la patria, que
entonces como ahora dimanaba del trabajo y del honrado co-
mercio de las gentes, que no creyeron incompatible con los
timbres y blasones heredados, así opinaron y de este modo in*
formaron, satisfaciendo la consulta soberana, aquellos graves,
ilustres y sesudos varones encanecidos en el conocimiento y re-
solución de los arduos problemas de la gobernación del Estado,
en que, como á Consejeros de Castilla, les competía conocer y
resolver.
Y es de notar que juzgraban «demasiado escrúpulo reparar en
la ocupación y ejercicio del abuelo, redundando en tan gran bien
y utilidad del Reino que los vasallos traten... y crezca el comer-
cio»; en el primer tercio del siglo xvii, cuando los organismos
todos de la nación obedecían en su formación y en su funciona-
lismo al espíritu caballeresco de razas y de castas, al inñujo de
la época eminentemente aristocrático, al predominio de las leyes
-de privilegio y excepción, al fuero de clases; entonces, cuando
tan en boga estaban la conservación y acrecentamiento de las
viejas vinculaciones y mayorazgos y la formación de los nuevos;
cuando se litigaba la hidalguía en las salas de hijosdalgo de las
chancilierías de Valladolid y de Granada; cuando en los Munici-
pios de las más insignificantes aldeas y lugares de la patria ha-
bía la distinción de estados- entre nobles y plebeyos; cuando los
hidalgos no pechaban y lo hacían los pecheros; cuando muchos
de los cargos y de los puestos palatinos, militares y eclesiásticos
reservados estaban tan solo á la clase noble; cuando, en suma,
las ideas, las preocupaciones, los intereses todos y los organis-
mos, y las leyes vigentes, eran muy otras y muy distintas de las
leyes, los intereses, los organismos y las idea? del día, harto dis-
tantes en el lapso de cuatro siglos, para no haber sufrido profun-
das, esenciales y absolutas modificaciones, en concordancia y
armonía con las instituciones de las sociedades modernas.
330 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Y con este alto sentido y este práctico criterio de sus conse-
jeros, coincidió á todas luces el del Rey Felipe IV cuando en-
comendó el negocio á su embajador en Roma, y el del propio
Soberano Pontífice, que lo era Gregorio XV, quien resolvió
para siempre y estableció como ley para lo futuro, á tenor de lo
que deseaban, para evitar enojosas interpretaciones, los señores
que componía el Conisejo de las Ordenes, á quien se apresuró á
comunicar el Monarca lo resuelto y acordado, por la Santa Sede.
«En el Consejo á 1 5 de setiembre de 622^ — habiéndose visto
•
en el Consejo un breve de S. S. en que manda que en el habito
de Calatrava y Alcántara solo obste la mercancía por menor y
tienda^ no por mayor, y atento que aunque está pendiente la
causa de Don Antonio de Aliri, porque S. M. mandó que sin
embargo del auto del Consejo se le diese el habito, que en virtud
del dicho breve general, sea sin dispensación como á los demás
que de aqui adelante se despachasen en las dichas órdenes, y lo
firmaron.»
De tal modo concluyó este antiguo proceso que no causaría
á mi entender en aquel tiempo menos impresión, aunque sí cier-
tamente menor ruido, que el que ha producido el que aludía al
comienzo de este escrito, y que no tenía en su contra ni preo-
cupaciones de época, pues en la presente estamos felizmente
acostumbrados á que la fortuna y la actividad de muchos nobles
sensatos, comenzando por los mismos Reyes de Inglaterra y
Bélgica, los primeros comerciantes de los países que rigen, mue-
van y especulen con sus capitales y con los productos de sus
haciendas é industrias, en vez de permanecer en insana y rui-
nosa ociosidad; ni había tampoco la inccrtidumbre legal que por
entonces existía en el asunto, sustituida hoy terminantemente por
,una ley y por un acuerdo firme y no alterado del Rey y de su
Consejo á virtud de una bula Pontificia, que muchos por lo visto
.han olvidado, si es que alguna' vez la han conocido, que existe
en el Archivo y que debidamente cotejada es idéntica en un
todo á la inserta en los Bularlos de Calatrava (pág. 562) y de
Santiago (pííg. 570), donde se puede compulsar, y que en ex-
tiacto dice así:
BL ALMIRANTE DON ANTONIO DB ALLIRI 331
Breve del papa Gregorio XV en el que dispone qtie los comer-
ciantes al por mayor sus hijos y nietos pueden recibir el haiito de
las Ordenes de Calatrava y Alcántara lo mismo que el de San-
tiago.
En este breve se manda que la esdusion de los comerciantes para reci-
bir el habito de las milicias de Calatrava y Alcántara ségun la declaración
emanada de la milicia de Santiago con respecto al estatuto del titulo pri-
mero del Capítulo 5.** ha de entenderse de la manera siguiente: Que no
pueden ser admitidos en las milicias de Calatrava y Alcántara sin dispensa
pontiñcia, aquellos comerciantes ó mercaderes que bien ellos ó sus padres
ó abuelos tuvieren ó hubieren tenido tienda abierta de cualquier clase de
mercancía y vendieren en la tienda, dicha mercancía, bien por si, bien por
personas designadas por ellos; pero que de ninguna manera deben ser es-
cluidos aquellos que causa lucri inviertan su dinero en el comercio al por
mayor, como se dice vulgarmente {ad grossum) y no vendan sus géneros
en tienda, ni los hagan vender al menudo (ad minutum).
Dado en Roma en Santa Maria la Mayor bajo el anillo del Pescador el
día 15 de Octubre y segundo del Pontificado de Gregorio XV.
¿No es verdad que, conocida esta antigua, curiosa é instructiva
historia, ha de antojarsq menor la cursería y más perdonable la
exhibición de la frase trivial con que empezaba el relato, Nihil
novum sub solé?
Así lo pide y lo espera,
Madrid, 23 de Marzo de 1906.
El Marqués de Laurencín.
VARIEDADES
JUDÍOS ALFAQUEQUES DE SARRACENOS EN BARCELONA
Abril, 1905. Privilegio que otorgó el Conde de Barcelona á cuatro ju-
díos, Moisés, Jafia, Honén y Abotaib, que le habían prestado diez libras de
plata. — Archivo general de la Corona de Aragón, escritura núm. 91 de
las del Conde D. Ramón Berenguer III.
Hec est donatio, quam facit comes remundus istis IIII^' iudeis,
id sunt, mosse, et iafia, honen et abotaib.
Donat namque eis ut nullus homo in omnem suam terram non
ducat sarracenum neqíie sarracenam ad yspaniam (l) per redemp-
tionem nisi isti soli iudei; et nullus homo iudeus ñeque christia-
nus non vadat in illorum navem per mercatum, si non fuerit vo-
luntas eorum aut per illorum m^num; et qui hoc eis fregerit, det
Comiti libram I. auri, et postea hec datio fidelis permaneat. Et
hoc teneant tantum quousque recuperent inde XII™ libras píate.
S^ RAIMVNDI COMES.
S-Hr remundi ermengod. — S^r Remundi guillelmi. — S-Hr ber-
nardi ollegarii, qui hoc scripsit anno XL. V. philippi mediante
mesis aprilis.
Este privilegio sirve de ilustración á dos Usages (ll y 21) dif
Barcelona] y manifiesta cómo á principios del siglo xii los judíos
catalanes monopolizaban el rescate de los esclavos sarracenos.
Madrid, 23 de Marzo de 1906.
Fidel Fita.
i) España musulmana.
r
NOTICIAS
En carta del 26 de Febrero último, D. Diego Jiménez de Cisneros, Co-
rrespondiente de la Academia en Cartagena, le ha dado noticia de algu-
nas inscripciones romanas nuevamente descubiertas en aquella ciudad y
en su comarca.
I.*— En el relleno del baluarte de la izquierda de las puertas de Ma-
drid, que se está demoliendo. Entre las tierras se encuentran huesos hu-
manos sumamente descompuestos, tiestos sin marca, de todas épocas, y
un ejemplar de la estampilla C • WEM, señalada por Hübner con el nú-
mero 6.257 117.
2.* — Dentro del recinto de la ciudad. Lucerna elegantísima de barro
rojizo, algo fracturada. «Por la parte superior representa un amorcillo con
alas, á la derecha, junto al asa; á la izquierda, la antorcha de Himeneo».
En el fondo exterior, la estampilla griega, que corresponde á la latina
Cclsi o(ofJiciná) de Ampurias, y sale por vez primera.
K€AC€I
De Cclfo,
«Las letras de esta marca griega están rehundidas, hechas á mano y no
con sello, dentro de un círculo, cuyo diámetro mide 34 milímetros».
3.* y 4.* — Dos fragmentos de lápidas romanas en el Real del ex con-
vento franciscano de San Ginés de la Jara, que por ser pesadísimos no han
podido, por ahora, trasladarse al Museo de la Sociedad Económica. Los
dos fragmentos están relacionados con las inscripciones 3.485-3.489 de la
colección de Hübner.
5.' — Hübner, Inscriptiones Hispantae christianae, núm. 177. Acerca de
esta inscripción griega avisa el Sr. Jiménez de Cisneros que va á proce-
der á su lavado y fotografía, para fijar con exactitud el trazado gráfico y
la recta lectura de tan insigne monumento, lo que no pudo conseguir
Hübner, limitándose á decir: «Descripsi ut potui adiutus telescopio!.
Inscripciones hispano-hebreas. — En carta del 14 de Marzo último parti-
cipó á la Academia su Correspondiente en París, Mr. Molse Schwab, que
ha recibido del Ministro de Instrucción pública de Francia el encargo
oficial de coleccionar las inscripciones hebreas de nuestro país, que toda-
vía se conservan, y las demás de las que hay noticia, para su justa publi-
334 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
cación, traducción y aprovechamiento histórico, como lo hizo con las del
territorio de la vecina República (i). Mr. Schwab se propone asimismo
utilizar el resultado de este nuevo estudio para un Informe destinado á
ver la luz en nuestro Boletín, é intitulado Paleografía semüica.
Deseoso de ilustrar la historia y la geografía de la Elspaña Cartaginesa
el Dr. Nicola Feliciani, no contento con haber enviado á la Academia el
doctí) estudio que trata de la batalla de Hibera y vio la luz en el tomo xlvii,
págs. 394-402 del Boletín, otro le ha dedicado, donde investiga qué re-
giones ibéricas ocuparon los Ólcades, Erenosios y Andósínos, que men-
ciona Polibio, y cómo estas gentes fenecieron por consunción, ó emigra-
-ción, ó mezcla con otras.
Las esculiwas del Cerro de los Sanios. — Cuestión de autenticidad por
José Ramón Mélida, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernan-
do, Director del Musco de Reproducciones artísticas. — En 4.**, pág. 112,
c(m 10 láminas fototípicas. Madrid, 1906.
Desde el año 1871, hasta el de la fecha, no han cesado estas famosas es-
culturas de agitar la opinión de los eruditos y promover aCfOloradas discu-
sionci», en las que, á vueltas de no pocas obscuridades y desaciertos, se ha
dejado vislumbrar y reconocer abundantemente el arte prerromano, en
las provincias de Albacete, Alicante y Murcia. La obra del Sr. Mélida re-
fiere y juzga la cuestión de autenticidad artística y epigráfica de los obje-
tos, terminándose con un Ap>éndice (págs. 104- 112), que da clara idea del
Tesoro ibérico de Jdvea^ descubierto en 1904 y consistente en alhajas de
oro y plata. «Nuestros lectores — dice el autor — conocen el citado busto de
Elche; conocen las estatuas femeniles del Cerro de los Santos, que osten-
tan análogos adornos, y pueden ver l(xs elementos, que para esclarecer la
cuestión de los orígenes de tal moda oriental y la supervivencia de la mis-
ma presentamos en una lámina (2), con el estudio que de dichas estatuas
hicimos. Por ellos puede apreciarse que fué moda ibera, como lo fué tro-
yana, como lo fué cartaginesa, y como en la tierra donde fué Cartago lo
sigue siendo argelina un aderezo consistente en una diadema ó frontal de
cadenillas ó de labor calada, sendas caídas á manera de ínfulas, pero de
cadenillas también, á los lados del rostro, con rasetones á los extremos, y
pendientes de ellas, cayendo en onda sobre el pecho, para acabar de ha-
cerle gracioso cerco al rostro, dos ó tres gruesas cadenas, por lo general
del género torquis. Esta unión del collar á las caídas de la diadema, es de-
tíülc muy característico y constíuitc en todas las variantes citadas. La sin-
(i) Véase el tomo XLvir, págs. 361-394 del Bol^tím.
(2) Boletín, tomo xxxt, pág, 428.
NOTICIAS. 335
guiar disposición de tales elementos, los caracteres de los mismos, lo pro-
lijo de su labor, deja comprender un origen oriental, trayendo á la memo-
ria los tocados y pectorales egipcios, la joyería asiática y chipriota que n()s
permiten apreciar curiosas esculturas.»
Les Dfuides et tes dieux celtiques á forme (Vanimauxy par H. D'Arbois
de Jubainvillc, Membre de l'Institut, professeur au CoUége de France. —
En 8.**, pág. vui -f- 204. París, 1906.
Las lenguas célticas que todavía viven, ocupando buena extensión de
Francia, Inglaterra, Escocia é Irlanda, y su literatura antigua y moderna,
entre cuyos cultivadores y profesores se distingue como el que más el
autor del presente libro, dan á la doble cuestión por éste propuesta nue-
vo aspecto, que coincide con el de las recientes conquistas arqueológicas
en las ruinas de la celtibérica Numancia (i) y en las rocas de la cordillera
cantábrica, erizadas de túmulos célticos y de inscripciones ibéricas (2V
En la última edición del Diccionario de la Lengua castellana por la Real
Academia Española (3), Dfúida se define * sacerdote de los antiguos galos
y britanos, y se deriva del latín druida» del címrico druiz ó deruiz, de derv^
encina. Según Mr. D'Arbois de Jubainvillc, esta etimología y aquella de-
finición han de reformarse para ponerse de acuerdo con la verdad histó-
rica y filológica. Los ministros del culto entre Ios-celtas se dividían en tres
grandes ramas: agoreros, sacerdotes ó párrocos de un templo particular,
y sacerdotes colegiados ó cenobitas. Esta última rama era la de los Druidas,
cuyo nombre ¿/r«-í'/d? significa perspicaz ó, literalmente, «muy sabio». Pro-
cedían de Irlanda, de donde se extendieron á la Isla Británica, y de aquí
á la Galia, donde los alcanzó Julio César. Proscritos por el emperador Tibe-
rio, se extinguieron primero en la Galia, después en Inglaterra y, por últi-
mo, en Irlanda, su país nativo, teniendo por émulos á los monjes cristianos
y á los agoreros de su rito antiquísimo, ante cuyo choque sucumbieron.
El Académico de número D. Adolfo Herrera ha presentíido en donati-
vo para la biblioteca de la Academia, los tomos xlv y xlvi de su obra
Medallas españolas^ que correspimden al tomo xi de las Medallas militares
y al m de los Centenarios.
Los precursores españoles de Bacop y Descaries y por Eloy Bullón. -En
8.°, pág. 254. Salamanca, 1905.
El autor reivindica el título de su libro á Luis Vives, Gómez Percira,
Francisco Valles, Francisco Sánchez y otros filósofos españoles.
(i) Boletín, tomo xLvif, pág. 484.
(2) Ídem, tomo xxx, págs. 226-246.
Í3» Madrid, 1899. . •
336 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTOIUA.
Tke Linares Bas-Relief and Román mining operations in Boéiica. En
folio menor, pág. 22. Londres, 1906.
Con profusión de grabados y láminas fototípicas, el autor de este estu-
dio, Correspondiente de la Academia, lo ha publicado en la Revista ingle-
sa Archaeologia, vol. lix, págs. 311-332, ilustrando la historia antigua de
Cazlona, de sus minas y varias antigüedades romanad que en parte ha des-
cubierto, y que espera acrecentar con mayores investigaciones y no me-
nos interesantes descubrimientos en lo sucesivo.
Algunas r daciones y noticias toledanas que en el siglo X Vi escribía el li-
cenciado Sebastián de Horozco. Publícalas el Conde de Cedillo, de la Real
Academia de la Historia, cronista de Toledo y su provincia. — En 4.** ma-
yor, pág. 56. Madrid, 1906.
A nádense estas relaciones de Sebastián de Horozco á las del mismo au-
tor, publicadas en el Boletín académico, tomo xi, págs. 290-311. La noti-
cia que da remate á la colección formada por el Sr. Conde de Cedillo, es el
principio de la narración de un auto de fe (26 de Mayo de 1572), en el que
fué quemado vivo un luterano relapso, siendo inquisidor de Toledo el li-
cenciado D. Antonio de Vaca.
El Sr. Conde de Cedillo dio gracias por la comunicación de i>ésame re-
cibida con motivo de la defunción de su señor padre político, el Barón de
las Cuatro Torres y Conde del Asalto, Correspondiente que fué en Ta-
rragona, y ofreció ejemplares del Boletín Arqueológico ^ de aquella ciudad,
que inserta acta de la sesión celebrada en su honor el 3 de Marzo.
En la sesión de 23 de Marzo fué elegido Académico de número, para
cubrir la vacante ocurrida por fallecimiento del Sr. Giómez de Arteche,
D. Rafael de Ureña y Smenjaud, Catedrático de Historia de la Literatura
jurídica española en la Universidad Central, y renombrado escritor de
obras que le han mereciílo en todo el mundo sabio singular nombradía.
El día 25 de Marzo falleció en esta corte el Académico de número
Excmo. Sr. D. Adolfo Carrasco y Sáyz, Director que fué del Museo de Ar-
tillería y (le la Revista Memorial de Artillería. Asistieron á la conducción
fiel cadáver, á la Sacramental de San Lorenzo, cuatro señores Académicas
y nuestro dignísimo Director, el cual, en la sesión del 30 de Marzo, hizo el
elogio fúnebre del ilustre finado, no sin lamentar la desgracia que de al-
gún tiempo á esta parte aflige á la Academia, que en menos de cuatro me-
ses ha visto bcHJar al sepulcro cuatro de sus preclaros individuos: los seño-
res Ascnsio (10 Diciembre 1905^ Gómez de Arteche (28 Enero 1906), Dan-
vila (21 Febrero) y Carrasco (25 Marzo). — F. F.
r
y
^
£1 Boletín de. la Keal Academia de la Historia se publica todos
los meses en cuadernos de 8o ó más páginas, con sus correspondientes /
láminas, cuando el texto lo exige, formando cada año dos tomos con su8>
portadas é índices.
Las suscripciones dan principio en Enero y Julio de cada año.
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN
Madrid. . . 6 meses Pesetas 9
— ... Un año. — 18
Provincias. Un año. — 20
Extranjero — 32
Número suelto — 3
Los precios de las obras de la Academia se entiende que son para la
venta en Madrid. Los pedidos para provincias y para el extranjero su-
frirán el recargo correspondiente de gastos de correo y de certiñcado.
Los pedidos deéen dirigirse al deepeiclio de lil^ros
<ie la. Aceidemia. (León, 21) ó éi la, Lil:>rerfa. de M. MU-
RILLO. AlcaléL, 7, Madrid.
ADVERTENCIAS
Las obras de la Academia se venden en su despacho,
calle del León, 21.
Los Sres. Académicos honorarios y correspondientes
podrán adquirirlas, por una sola vez, con rebaja de 40
por 100 en los precios, siempre que hagan pedido directo
con su firma.
A los libreros que tomen cualquier número de ejem-
plares se les hará una rebaja conveniente, según la cos-
tumbre recibida en el comercio de librería.
O-ja^ — I '^.1
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
TOMO XLVIIL— CUADERNO V
MAYO, 1906
MADRID
KSTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DK FORTANET
LibtrtKd, ic.— Telefono 991.
' I 906
1
SUMARIO DE ESTE CUADERNO
Págt.
IUFORICES: .
I. Correspondencia de la Infanta Archiduquesa Doña Isabel ^
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma» (Desde
Flandes^ años isgg d 1607 y otras cartas posteriores sin
fecha.) — Continuación. — A. Rodríguez Villa 337
n. Monumento subterráneo descubierto en la Necrópolis Carnto-
nense. — Adolfo Fernández Casanova 374
III. Renacimiento o' movimiento literario musulmán. — Francisco
Codera 381
IV. Concilio nacional de Burgos (18 Febrero 11 17). — Texto iné-
dito.—Fidel Fita 387
V. Puerta de Sevilla^ en Carmona. — Adolfo Herrera 407
VI. Los restos de Hernán Cortés. — Ángel de Altolaguirre .... 410
VII. D. Pedro IV de Aragón y la Corte de Francia. — Ángel de
Altolaguirre '. 413
Varibdadbs:
Recuerdos del Madrid viejo. — Francisco Viñals 415
Noticias , 417
r". w
TOMO xLviii. XvS' Mayo, 1906. '-fA cuaderno v.
DE LA
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
t >4<-»
INFORMES
I.
cos.s:ssFom3A:s^czji.
DE LA
«
INFANTA ARCHIDUQUESA D.^ ISABEL CLARA EUGENIA Dt AUSTRIA
CON EL DUQUE DE LERMA.
Desde FlatuLes^ años de 15QQ d 1607 y otras cartas posteriores
sin fecha.
186.
Duque: Pues el Marqués Espinóla, que lleva esta, podrá dar
tan particulares nuevas de acá, no os ocuparé el tiempo que sé
tenéis tan limitado en dároslas". Solo os diré cuanto deseo que
mi hermano haga merced al Marqués conforme á lo bien que le
ha servido: que esto como testigo dello, os puedo asegurar que
ha sido con la mayor vigilancia y cuidado que se puede imaginar,
aventurando su honra, su hacienda y su vida. Y yo no cumpli-
ría con lo que debo á mi hermano y deseo su servicio, si no di-
jese esta verdad, que quizá no habrá muchos que la digan, movi-
dos de pasión ó interés; que como yo hablo claro con vos, os
digo esto; y que, cierto, el Marqués merece toda la merced que
mi hermano le hiciere; y la que él pretende es tan justificada
que yo no puedo dexar de pediros ayudéis para que mi hermano
se la haga, y que esto sea con brevedad, porque pueda volver
luego aquí el Marqués, que por muchas razones será esto mayor
TOMO xLviii. 22
33^ BOLETÍN DE LA RBAL ACADElflA DE LA HISTORIA.
servicio de mi hermano. A toda vuestra gente me encomiendo
mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á 20 de Mar-
go, 161 1. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
187.
Duque: Muy bien nos va de ocasiones para poder hacer esto,
aunque yo quisiera fuera con otras el hacello, y más despacio del
lugar que nos dan estos despachos de Alemana, adonde parece
va todo de mal en peor; si Dios no pone la mano en ello, puede
dar arto cuidado. Aqui le tenemos muy grande de haber ya mu-
chos dias que no sabemos de ay; y cierto, se lleva muy mal. De
aquí hay poco ó nada que poder decir, sino que pasamos nues-
tras monjas á la casa nueva, que ha salido muy bonita, como es-
cribo á mi hermano más particularmente. En fin como el Gene-
ral nos desaució de no damos fraile^ los hemos traido de Roma
y bonísimas personas, que espero harán mucho fruto en estos
Estados. Y bien es menester todo esto para las buenas vecinda-
des que hay en ellos. A toda vuestra gente me encomiendo mu-
cho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas á 24 de Marzo,
161 1. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
188.
Duque: Quisiera que no me cogiera este correo de D. Balta-
sar en la cama, para poder decir muy largamente cuan buenas
Pascuas nos dieron las cartas de mi hermano de 1 5 del pasado,
que llegaron el Sábado Santo, y á punto que os prometo estaba
yo diciendo que cómo habiamos de pasar las Pascuas sin saber
de ay. Dios nos traiga siempre muy buenas nuevas. Muchísimo
olgué con vuestra carta y con saber por ella que estábades me-
jor de vuestros achaques. El mió es el ordinario y mucha catarro,
que han andado muchos estos dias, que me estorbará de no res-
ponder áora á vuestra carta y también por no detener este correo,
pues importa que allá se sepa cuanto antes en el estado que que-
dan las cosas de Alemana, que es bien trabaxoso, aunque podrían
CORRBSPONDSHCIA D» LA lUTMJKTh IK>ÍIA ISABSL^ 539
tomar mejor pié del que se esperaba, ai allá quisiesen, en que
hay arto que dudar. Dios lo remedie. A toda vue^ra gente me
encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas
á 7 de Abril, l6lU — ^A IsabeL — (Sobrescrito:) AI Duque de
Lerma.
189.
Duque: Con cualquiera ocasión que pueda hacer esto, guelgo
mucho; y así no las quiero perder, aunque hay poco que decir
de acá, sino que estamos buenos, y mi primo se purgó dos veces
en ocho días, que no pasó poco trabaxo, porque su estómago no
es para purgas; pero ha quedado bueno, aunque un poco ñaco, y
para convalecer y tomar vuestro consejo de hacer exercicio, nos
hemos venido aqui lo más presto que hemos podido. Hemoslo
hallado muy bueno, aunque este año no se puede decir que es de
Flandes sino de España, que ha comenzado muy presto la calor.
Plega á Dios que ay no la haga, porque mi hermano haya podido
gozar de Aranjuez, que con el ordinario supimos partia para allá,
de que yo me olgué arto por saber el provecho que le hace el
campo y á mi nuera, que me dan mucho cuidado sus opilaciones.
Ya deseamos mucho cartas de ay, y yo que tengáis la salud que
os deseo y que miréis por ella, dexando un rato los negocios para
esto, pues eso será mayor servicio de mi hermano que no dar
con toda la carga en el suelo y faltalle; y como yo veo cuanta
razón tenéis en decir que no es la gente del mundo como solia,
no puedo dexar de pediros mucho esto, pues no hallaríamos to-
dos otro Duque de Lerma. Yo os confieso que no he podido de-
xar de reirme mucho de que hable nayde en que tratéis con las
damas. [Ojala tuviésedes mucho lugar para eso, que no les
estaria muy mal, pues quien ha sabido ser tan buen galán,
cuando mogo, siempre será muy buen consejero para mostralles
á ser buenas damas. Yo arto hago porque lo sean las mias; pero
para las costumbres de por acá no es poco que sepan estar en-
cerradas. Otra tengo aora concertada, que pienso será gran boda,
pues será nuera de la de Mansfelt, y tiene propio humor para su
nuera, porque si se le antoja, la quebrará la cabeza: es estremada.
340 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Si doña Margarita de Tabara sabe ser tan buena guarda mayor
como dama, no dexará de ser de provecho para el oficio: no pen-
sé le habian quedado hijos.
Con este correo va despacho de Don Baltasar, con que se sabrá
en lo que está lo de Alemana. Terribles cosas son las de los he-
chiceros y aquella gente que han preso, ni que se puede esperar
de bien de quien anda en tales tratos. Gran merced hizo Dios á
mi Tia que no viese estas cosas. Dios ponga su mano en ellas,
para que no se acabe de perder de todo punto la religión; y la
Rey na tiene razón de estar enojada con su hermano, aunque
pienso que los que andan cabe él son las que le echan á perder,
y no perdería nada en tomar los consejos de su hermano mayor,
que no se puede creer lo que todos le loan.
Pienso habrá ya llegado ay el Marqués Espinóla; y así no pue-
do dexar de deciros que para guerra y para paz está muy bien
el Marqués en estos Estados, y que haréis un gran servicio á mi
hermano en procurar que le haga merced y le mande volver
cuanto antes; y para nosotros nos la hará mi hermano grandísima,
particularmente á mí, que con eso podrá mi primo descuidar un
poco y no trabaxar tanto; porque como el Marqués está tan pla-
tico de todo lo que toca á estos Estados, puede mi primo descan-
sar con él, como lo hace cuando está aqui; que me hace desear
mucho velle volver presto; y así no puedo dexar de pediros mucho
lo procuréis muy de veras. No será cosa nueva para mí lo que
me decis de cómo cria y sirve la de Altamira al Príncipe y sus
hermanos, que es gran contento para mí saber que han de salir
de sus manos como hijos dfc su padre. Cierto, le deseo la vida
muchísimo. De la demás de vuestra gente no me decis nada
y siempre guelgo mucho de tener nuevas suyas. A todos me
encomendad, y guárdeos Dios como deseo. De Marymont á
7 de Mayo lóll. — A Isabel . — ( Sobrescrito : ) Al Duque de
Lerma.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 341
190.
Duque: No se puede decir cuanto oigamos con las cartas de
tres deste, que llegaron cinco días ha, y con las buenas nuevas
que han traido de la salud de mi hermano y la Reyna y sus hi-
jos, que las teníamos muy deseadas. De que la vuestra no sea la
que yo os deseo, me pesa mucho, y os pido mucho miréis por ella
como veis que lo ha menester el servicio de mi hermano y del
Príncipe; y no trabaxeis mucho, sino procurad descansar al-
gunos ratos: que no por mataros remediareis las cosas, y peor
remedio tendrían si vos faltásedes. Siempre guelgo mucho de te-
ner ocasión para daros norabuena; y así os doy de muy buena
gana la de vuestro nieto y os pido la deis á sus padres de mi
parte. Hanle puesto tan buen nombre que me parece nos quieren
obligar con él á que le queramos más; pero hay tantas razones
para esto que no es menester andallas á buscar.
Del buen tiempo que hacia en Aranjuez me guelgo mucho por-
que le gozase mi hermano, y vos acudis á todo, me parece, yen-
do y viniendo. El de aquí es muy seco y ha helado unos dias y
hecho frió y ya vuelve á hacer calor; con todo se goza bien del
campo, porque como hay mucha agua, no se siente tanto la se-
quedad. Yo digo que se ha trocado el cielo de acá con el de ay.
Estamos buenos y los pies de mi primo lo están con el exercicio,
que le da la vida.
Aunque he besado las manos á mi hermano por la merced
que ha hecho á Jacyncurt de la casa, os pido lo hagáis de mi
parte. Aynas no la hubiera gozado, porque ha faltado poco
que no la hayan despachado con una purga que le dieron los mé-
dicos para querella curar de su pierna; está ya mejor pero no le-
vantada, y así no creo podrá escribir. Aora que está pasado, es-
toy por decir me guelgo, porque siempre le predico que no se
cure, que es cosa de risa pensar que le han de sanar la pierna,
que es ceátyca en sus años; y aora queda tan escarmentada que
no creo se pondrá más en sus manos.
Guelgome mucho que mi hermano conosca, como me decis.
34? BOLETÍN DE LA REAL ACADBMU DE LA HISTOIUA.
cómo le ha servido el Marqués Espinóla, y así espero que le hará
merced para mandalle volver luego acá, y os pido se lo acor-
deis por las razones que os tengo escrito.
Bonísimas nuevas son las que me escribís caseras, y me pare-
ce han quebrado bien las damas el ojo al diablo, pues se casan
tantas. Yo olgara de hallarme á la boda de Doña Isabel de Cas-
tro para solemnizalla como la de su madre, de quien gusté siem-
pre mucho. No sé si se le parece su hija, la de Doña María de
Castro, Si tiene la gracia de su padre, no hará mucho en llevar
tras sí viexos y mogos, que de todo se habla por acá; y Don
Pedro de Zúñiga dexó aqui una dama, á quien envía muy derre-
tidos recados. Yo le he dicho que le ha puesto los cuernos y que
«on para disimular, y los terceros que tiene acá le defienden mu-
cho y no lo pueden sufrir, porque ella les ha dicho cómo yo lo
he dicho, y andan averiguando por donde lo he sabido yo y
echando mil juicios. Yo guardo muy buen secreto. Basta habe-
llos metido en esto para que allá y acá tengamos que reír. No lo
he hecho arto con lo que dice la de Altamira de la vida de
Doña Beatriz de Mendoza, que me parece es la de su tía Doña
María de Aragón: no sé si parará en las tocas. Por amor de
Dios que si la portuguesa es como Don Alfonso de Noroña, su
padre, que la echen de casa; porque me acuerdo de su gesto
y ocyco que no era cierto para dama. Yo guelgo mucho con
todas las nuevas que me escríbis, y las estimo más sabiendo
vuestras ocupaciones. Las de Alemana se sabrán por este correo
de Don Baltasar, que sin duda anda muy atinado en todo, y allí
es bien menester. Haced avisar en los puertos de Viscaya que
no abran unas cajas que lleva una criada mía, que va ay, para
mi hermano y la Reyn.i y mi prima y Nuestra Señora de Mon-
serrate, que es lo que nos dexó aqui que traia para allá el padre
Luis de Sotomayor, cuando murió, y no ha habido ocasión de
enviallo hasta aora. Hareisme mucho placer en acordar á mi
hermano el negocio del dotor Andrea Trebygo, que nos sirve
muy bien. A toda vuestra gente me encomiendo mucho, y guár-
deos Dios como deseo. De Marymont á 19 de Mayo, 1611. — A
Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
COKRBSPOND&NCU DB £▲ INFANTA DOÜA iSABEI. 343
191.
Duque: En mucho cargo somos á Don Baltasar, que nos dá
tan á menudo ocasión para hacer esto. Querría que ay las hu-
biese para que tuviésemos ya cartas: que me parece ha mil años
que tuvimos las postreras, y siempre se está con nuevo cuidado
de tener buenas nuevas de ay. Dios nos las traiga muy presto.
Las de aqui se dirán presto, porque hay pocas. El mismo dia que
escribimos, y endones á tomar un poco de aire, antes de cénit, se
torció mi primo un pié en una rodera de un carro, que en ver-
dad nos dio buen sobresalto; pero gracias á Dios no fue lo que
pudiera; y con estar dos dias en la cama, ha podido andar aun-
que cojo; pero ya está mucho mejor; y lo que más temíamos era
no le viniese con eso la gota; y más que al mismo tiempo coman-
z6 á llover; con que se puede decir ha sido de prueba. Hase
puesto muy lindo el campo, y no hace calor; con que se puede
gozar mejor. Deseo que haya sido lo mismo en Aranjuez, porque
se haya olgado mi hermano. A toda vuestra gente me encomen-
dad mucho; y guárdeos Dios como deseo. De Marymont, á ló
de Junio, lóll. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
192.
Duque: Poco habrá que decir de acá, pues no hay cosa de
nuevo después que escribimos; y lo que hay que es el sitio de
Juliers dirá mi primo; y yo que tardan mucho cartas de ay y se
desean mucho para saber de la salud de mi hermano y la Reyna
y sus hijos, particularmente del Príncipe, que hasta saber esté
muy bueno no puede dexar de dar mucho cuidado. También le
tengo de la vuestra; que si ha llegado ay ia calor que hace acá,
no será bueno para ella, porque es muy grande; que es bueno
escribir esto de Flandes, de donde no hay otras nuevas. D. Pe-
1
344 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
dro de Zúñiga (l) las podrá dar particulares de los días que ha
estado aquí, que pienso llegará presto. Es honrado caballero y
ha servido muy bien á mi hermano. Arto le lloran los católicos
de Ingala térra, porque les ha hecho mucho bien; y bien le han
aora menester para la nueva persecución qiie ha salido aora
contra ellos. Dios los ayude. A toda vuestra gente me encomien-
do mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Bruselas, dia de
Sant Lorengo, en que hay artas memorias de los pasados, l6l I .
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
193.
Duque: Poco lugar nos dá este correo de Don Baltasar para
hacer esto; ni hay mucho que decir de nuevo de por acá, des-
pués que escribimos. Ni lo serán estar ya deseando otras cartas
de ay con muy buenas nuevas. Dios nos las trayga. Las de la
coronación d^l Rey Matyas (2) lleva éste. Gracias á Dios que se
ha hecho bien; con que parece se sosegarán aora algunos espiri-
tus que pudieran habello estado siempre. Aquí estamos buenos
y se pasa muy bien con la vida del campo, aunque la sequedad
va tan adelante que por más prucisiones y oraciones no hay llo-
ver; que si Nuestro Señor no lo remedia, presto habrá mucho
trabaxo este año. A toda vuestra gente me encomiendo mucho;
y guárdeos Dios como deseo. De Marymont á 4 de Junio 1612.
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
194.
Señor: He recibido la carta de V. M. de 1 4 de Hebrero, y ya
he avissado á V. M. la orden que se ha dado para hacer recrutas
aqui y en el Palatinato; y por lo que toca á Borgoñones, que es-
(1) Primer caballerizo de S. M. y su primer cazador, nombrado Emba-
jador de España en Inglaterra en Julio de 1605 en sustitución del Conde
de Villamediana, y honrado en 1612 con el título de Marqués de Flores
Dávila. Era de Salamanca é hijo de Don Diego, que murió de Embajador
en Francia.
(2) Rey de Hungría y Emperador de Alemania.
j
COSRESPONDENCIA DB LA INFANTA DONA ISABBL. 345
tan aplicados para este exercito y los loreneses después de le-
vantados no duran y se desacen presto.
Para substento deste exercito es muy conveniente que V. M.
mande enviar las provissiones al respecto de 300.000 escudos al
mes, añadiendo lo que falta hasta este cumplimiento, porque de
otra manera puede V. M, tener por muy cierto que en lugar de
conseguirse progresos^ se vendrá a caer en inconvenientes que des^
pues de subcedidos^ mal se pueden remediar; y Manfelt y Albers-
tat van cada dia engrosando de gente, lo cual obliga á poner en
orden y como conviene las armas de V. M., assi las de aqui
como las del Palatinato para todo lo que se podrá offrezer; y en
particular si acasso no se pudiese concertar la tregua como con-
viene; y assi supplico á V. M. mande embiar assi mismo provis-
sion de dinero para el Palatinato.
De las provissiones del año passado dexan de pagar los hom-
bres de negocios 266.999 escudos 2/3 de á 57 placas como V. M.
mandará veer por la declaración firmada del Pagador general que
va con esta; que después de haberles hecho protestos se han de-
clarado en que no pueden pagar dicha suma por no tener orden de
los hombres de negocios de ay que dieron las letras; por lo qual
y ha ver y do pagando muy despagio lo que se ha ydo cobrando
está la gente atracada por sus pagas y tan necesitada que cada
hora temo alguna desorden grande de motin ó otros ynconvenien-
tes y lo que me tiene con gran cuydado y pena porque antebeo el pe-
ligro y Uaiajo^y el remedio seria tarde: hame parecido despachar
el presente correo para «representarlo á V. M. y suplicarle con
toda instangia mande que se cumplan luego los dichos 266.999
escudos y 2/3 y se embie lo que falta de las provissiones nuevas
hasta los 300.000 escudos al mes y provission para el Palatina-
to, ordenando á los hombres de negocios que hagan Jos paga-
mentos con mas puntualidad que por lo passado para obiar los
incombenientes que de no kazerlo se seguirian; y con la orden para
el pagamento de los dichos 266.999 escudos, será con viniente
que V. M. se sirva de mandar despacharme luego correo sin di-
lación, como lo pide la gran necesidad y ymporta lo mucho que
podria encarecer á V. M., á quien guarde Nuestro Señor con la
346 BOLETÍN DE XA XBAL ACADEMIA DE LA HISTOEIA.
salud y acrescentaraiento de Estados que yo desseo. De Bruselas
á 7 de Abril 1622. — Besa las manos á V. M, — A Isabel (l).
196.
Señor. — Grandísima merced me ha hecho V. M. con su carta
de 4 del pasado, que siempre están bien deseadas y mejor reci-
bidas, y más cuando traen las buenas nuevas de la salud de V. M.
y la Reina que hemos menester. Paréceme que cada día podemos
esperar á saber su buen alumbramiento, como io espero, y que
Nuestro Señor oirá las oraciones que hacemos por ello. Dios nos
saque presto deste cuidado con bien. Creo que puedo dar á V. M.
la norabuena de la toma de Aypstad, pues están ya hechos los
conciertos, y antiyer había de entrar nuestra gente, aunque no
hacemos nueva dello podría ser viniese antes que •partiese este,
y espero será de mucho provecho para el servicio de V. M.
Beso las manos á V. M. con todo el reconocimiento que pue-
do de la merced que nos ha hecho con las provisiones que lle-
garon á muy buen tiempo, y también lo que ha venido de Ita-
lia. V. M. se puede asegurar que yo pondré todo el cuidado po-
sible en la buena distribución dellas, y que todo mi deseo no es
sino que V. M. sea muy bien servido. Por las cartas de mano
agena entenderá V. M. todo lo que por acá se ofrece, y así no
cansaré yo á V. M. con repetillo.
El Príncipe de Gales llegó, á lo que dicen, tan contento, como
tiene razón del buen ospedaje que V. M? le ha hecho y muy es-
pañol y enamorado. Artos días estuvo en la mar. Yo envío aora
á visi talle con Don Diego Mejía, y espero saber más partícuia-
ridades á su vuelta. Yo las deseo saber de que le haya ido muy
bien á V. M. por los bosques y le haya hecho tan buen tiempo
como aquí ha hecho estos días.
V. M. favorece mucho al bosque, y por la parte que rae cabe
en esto beso las manos á V. M., aunque yo confieso le he que-
(i) Lo que va ea cursiva está en cifra en el original. — Archivo de Si-
mancas.— Secretaría de Estado. — Leg. 2.3 11.
OORRBSPONDBNCU Z>B LA INFANTA DO.NA XSABBL. 547
rido siempre bien. Aquí han escrito de un gran puerco que ha
muerto V. M., que me he olgado de oyllo, pero no querría se
aventurase V. M. con ellos, que son muy peligrosos, y nos vá á
todos mucho en la vida y salud de V. M., á quien yo no quiero
ocupar mucho el tiempo con carta larga, porque juzgo le ten-
drá aora V. M. en el Pardo; y así acaba besando las manos á la
Reina y los Infantes, y suplicando á Nuestro Señor nos guarde
á V. M. tantos años como hemos menester y yo deseo. De Bru-
sela, día de las ánimas, 1623. — Besa las manos á V. M. — A
Isabel.
196.
Señor.—- Con la ocasión deste correo que, pasa, del Conde de
Oñate, no he querido se vaya sin estos rynglones, aunque de
aquí no se ofrece cosa de nuevo que escribir, mas de lo que
verá V. M. por las cartas de mano agená. El estado de las cosas
de Alemana puede dar mucho cuidado. Dios ponga su mano en
ellas, y me saque del mucho cuidado con que estoy, aguardando
cada dia la nueva del buen alumbramiento de la Reyna y jun-
tamente de que V. M. tiene la salud que hemos menester. Yo
ha tres dias que he venido á este lugar á meter monjas tres da-
mas mias y dos de la Cámara; las dos damas que son herederas,
y fundan el monesterio con su hacienda, que es de Carmelitas
Descalzas. Yo he deseado fuese en este lugar mas que en otro
por ser más menester y hacer mucho fruto para la religión en
estos Estados. Estoy muy p ontenta de la mejoría que he halla-
do en la devoción y lo que ha crecido de gente de cinco años
á esta parte que yo no habia estado. Ha me hecho muy buen
tiempo para la jornada; espero volver para Sant Andrés á Brus-
selas: que es todo lo que de aqui puedo decir. A la Reyna y á
los Infantes beso las manos; y guarde Nuestro Señor á V. M.
tantos años como hemos menester y yo deseo. De Gant á 19 de
Noviembre, 1623. — Besa las manos de V. M. — A Isabel (i).
(i) Biblioteca déla Real Academia de la Historia.— Colección Sala -
zar. — A 92. — Ológrafa.— Dirigida á su sobrino el Rey D. Felipe IV.
34 S BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
197.
Señor. — Con la carta de V. M. de 6 del passado he reciuido
la copia del papel que ha dado á V. M. persona zelosa de su ser^
uicio y muy plática de lo de aquí, sobre la forma en que po-
drian pagar estás prouincias para la guerra 20.000 infantes y
2.000 cauallos; y auiendolo considerado con atención se me
offreze responder lo que aqui diré.
El autor de la dicha propuesta no pareze que tiene experien-
cia ni noticia del estado de finanzas, ni menos de lo en que se
distribuyen las ayudas y demás que entra en su poder del do-
minio de V. M. tanto ordinario como extraordinario, porque
aunque es verdad que aplicando enteramente lo que se saca de
las ayudas, licentas, contribuciones, y passaportes á la paga de
la dicha infantería y caualleria, haurá recaudo bastante para ello,
pero conuendria por otra via proueer otra tanta cantidad como
importa lo sobredicho para acudir á otros gastos y necesidades
inescusables que pagan las finanzas con lo que arriua se dize,
demás de los dominios ordinarios, á sauer, la paga de 16 com-
pañías de cauallos (que se haze por dichas finanzas); las guar-
niciones ordinarias y extraordinarias del país (que al presente
vienen á ser más de 13.000 infantes); las placas que se dan al
dia á los tercios de infantería española, italiana, irlandesa, inglesa,
y escozesa (que monta gran suma cada mes); el gasto de las for-
tificaciones y reparos de las villas y fronteras al enemigo, i á
Francia; gasto de los fuertes nueuos, necesidades de las guarni-
ciones, gasto de velas y leña para los cuerpos de guardia, man-
tas, gergones y pajada para los soldados alojados en barracas, y
el pan de munición que se da á las guarniciones, lo que dan
para el sustento de mi casa y una infinidad de gastos, á que se
acude del dinero de finanzas, procedido de las ayudas, licen-
tas y contribuciones; y es de advertir que las dichas ayudas se
consienten á condición (por la mayor parte) que se han de
emplear en los dichos gastos y necesidades, y particularmente
de las guarniciones y plaquillas para la gente.
CORHBSPOKDBNCIA DE LA INFANTA DOSa ISABEL. 349
El dominio ordinario es de poca importancia como V. M. po-
drá mandar veer por el estado que se le envío, el qual se dis-
tribuye en otros gastos ordinarios como pagamento de muchas
rentas cargadas sobre él, y atrasadas de muchos años, sueldos
de oficiales, ministros, consejos y otros, pensiones, ayuda de
costas, recompensas, vacaciones, salarios, embaxadas ordinarias
y extraordinarias, postas, mensajeros, y otra infinidad de gas-
tos menudos que seria larga la expecificacion; de manera que
empleando todo lo da el pais en ios dichos gastos, no se po-
drá acudir á otros tales á un tiempo, sino es proueyendo por
otra via otra tanta cantidad como se saca del país.
En todo tiempo ha corrido la distribución de todo lo que
da el pais por los ministros de finanzas, y aunque ha auido the-
sorero de guerra, era dependiente dellos, y estaba á su orden,
y después se reformaron. — Nuestro Señor guarde áV. M. con
la salud y acrescentamiénto de Estados que yo deseo. — De Bru-
selas a 14 de Marzo de 1624. — Besa las manos á V. M.— A
Isabel (l).
198.
Señor. — Diferentes cartas de V. M. he recibido del II, 1 3 de
hebrero y 5 del pasado que tratan de las cosas de la armada á
que satisfaré en esta. En lo que toca á que los baxeles de esta
armada, quando salen a navegar, si a su vuelta (sea sin presa o
con ella) no les hiciere el tiempo apropósito para entrar en es-
tos puertos, ó lo estorvare otro accidente, que será bien va-
yan al puerto del Pasage o otros de aquella costa, siempre se
les ha dado esta orden y el dia de hoy se hallan tres uno en el
dicho Pasage, otro en la Coruña y otro en Rivadeo, aunque este
ultimo dicen ha ido a pique dando carena, habiéndose salvado
la gente y artillería; y á II que se han inviado últimamente, se
les ha dado la orden de que se ha dado quenta á V. M.; y por lo
que toca a la persona que ha de tener quenta de los dichos na-
vios que llegaren por alli y de las presas que hicieren, se irá mi-
(i) Archivo de Simancas. — Secretaría de Estado. — Leg. 2.314
^
350 boletín i>e la real academia de la historia.
rando la que fuere mas convíniente; y entre tanto las órdenes
que serán menester se darán al veedor y contador Vicente Ancion-
do en conformidad de lo que V. M. manda hasta que se tome
resolución. En lo de reforzar la armada daré quenta á V. M.
que el día de hoy están en la mar diez y ocho baxeles conprehen-
dídos los tres que digo arriba, se hallavan en los tres puertos de
ahy: que no ha sido poco hallar por acá gente para tanto; y de-
mas destos se hallan en la mar otros cinco de particulares y te-
nemos agora en Dunquerque y Ostende doce baxeles que, aun-
que á algunos les falta algo para acabar, estará bien presto echo;
y por la artillería, que no hay la que es menester, se ha hecho
un concierto con unos alemanes, que si le cumplen, como han
escripto últimamente, dentro de pocos dias se tendrá también.
Marineros es lo que falta para tanto, y estos con la buena paga
y entretenimiento se han de procurar alcanzar. De Genova no
seria malo hacer venir algunos y asi podría V. M. enviarme car-
tas para aquella república y para el embaxador que V. M. tiene
alli, á fin que las presente quando yo se lo avisare y haga oficios
que permitan el poder venir hasta el numero de ducientos ma-
rineros; que el Marques de los Balbases hará diligencia en con-
zertarlos.
Suplico á V. M. que las galizabras vengan quanto antes, pues
el verano es el tiempo que particularmente han de ser de servi-
cio; pero es menester que vengan de allá con los marineros ne-
cesarios para ellas, que de otra manera no servirían. En lo de
armar baxeles que se toman de presa y son apropósito para ade-
rezar de guerra, se ha hecho y se irá haciendo. En lo de tomar
las quentas por los contadores de la sala al thenedor de basti-
mentos y mayordomo de la artillería, se hará; y por lo del de-
positarlo ya está hecho hasta pocos dias ha, y se concluirá bien
presto de todo punto. Por la de los capitanes se ha enviado co-
misario aparte que lo haga.
Con esta envió á V. M. copia de las órdenes que se han dado
para el gobierno de la armada, como me ha mandado; y en
quanto a la petición de las presas, la gente se ha holgado más
con la tercera parte limpia para los que hacen dichas presas que
J
COKBX8VONDRMCIA DB LA INFAJfTA DOKa. ISABBL. 55 1
con I08 quatro quintos que tenían antes; que con entrar á la par-
te en ellos loe ministros con tan grandes sueldos^ no les venia á
tocar lo que agora con el tercio; y si V, M. viene á recibir tanto
beneficio como va de un quinto a dos tercios, y este pie es el
que se ha tenido por acá antes de esta ultima armada, con el
qual se ban hallado hasta el día de hoy para armar diez y ocho
vaxeles que digo arriba, que no es poca señal de la satisfacción
con que están los marineros; y porque acude á todo lo que es
menester el almirante Don Fermín de Lodosa, y prometo á V. M.
que muy bien, y quando las cosas van en buen camino no es
servicio de- V. M. hacer mudanza, pues en tal caso se va á ries-
go de perder y no de ganar. Suplico á V. M. que no se trate de
enviar otro almirante, como me dicen se platicaba; que aunque
otras veces V. M. me ha hecho decir a^o en esto, fue en oca-
sión de enviar V. M. treinta navios de guerra de los de ahi; pero
agora que no se envían y no hay mas que esta esquadra, no es ra-
zón dar otro superior al dicho Don Fermín; que demás que, como
digo arriba, lo hace muy bien, entiende la lengua de los marine-
ros y se averigua bien con ellos y no se sabe lo que hará otro.
Nuestro Señor guarde á V. M. con salud y acrecentamiento
de estados que yo deseo. — De Bruselas á 7 de Abril de 1627. —
Besa las manos á V. M. — A Isabel (l).
199.
Condesa (2): Yo os asíguro que he olgado más de lo que sa-
bría decir con vuestra carta, si bien pensé venia del otro mundo,
habiéndonos aquí asigurado que estábades en él; que ha sido la
causa de no haber respondido á vuestras cartas, por ser malos
de hallar Embaxadores para allá. Pero aora que sé que estáis en
este tan malo, que se puede decir es buen partido salir del, yo
(i) Archivo de Simancas. — Secretaría de Elstado.— Leg. 2.318.
(2) Carta de la Infanta á la Condesa de Villanueva de Cañedo. Ológra-
fa.— De un tomo de Papeles varios.
352 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
me enmendaré, sin que sea menester intercesión de Santos,
.aunque estimo mucho la de la hermana Luisa, porque sé cuan
buenas son las suyas delante de Nuestro Señor.
Mucho me pesa de vuestros trabajos y del mal de vuestra
nuera, que son bien grandes los que tiene. Aquí van las cartas
para Don Gutierre con mucho deseo de que aprovechen. Pesár-
mela mucho que no viniese con la Reyna de Hungrya vuestra
hermana. Yo hago lo que puedo para que venga, porque sé
cuanto le importará á la Reyna tenella cabe sí; y. cuando pasó
por aquí el Embaxador, le hablé muy largo en esto para que lo
dijese al Emperador; y así no puedo creer que no venga, que lo
sentiría mucho. Veremos en lo que parará. Avísame de todo y
de vuestra salud, que os la deseo como siempre, y no creáis que
he mudado en esto nada, ni en conocer lo que os debo y quere-
ros como podéis fiar de quien no desea ser ingrata. Nó digo nada
de vuestra nieta hasta ver en qué para vuestra hermana; y mis
muchas ocupaciones no me dejan pasar de aquí. Dios os guarde
como deseo. De Brusselas á i6 Mayo, 1627. — A Isabel.
200.
Copia de pdrrajo de caria de la Infanta Dona Isabel de 2S de Noviembre
de IÓJ2, á S. M,
...«Yo quedo contentísima de la prisa con que V. M. me dice
que enviará á su hermano (i) aquí, porque demás de lo que yo
intereso .en ello, juzgo es el solo remedio para lo de aquí. Pero
tengo de suplicar á V. M. una cosa, que creo se ha de reír della,
pero yo le suplico muy de veras y sin saber la voluntad del
Infante, que yo juzgo que siendo de nuestra casa seria el pri-
mero que fuese clérigo de buena gana, y asi creo vendrá bien
en ello: y es que Y. M. le mande quitar los hábitos, porque son
muy mal recibidos aquí los Cardenales, y asi será muy bien
recibido sin ellos; y son muy embarazosas las faldas largas
(i) El Cardenal Infante D. Fernando.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 353
para la guerra y para todo; y espero que Nuestro Señor ins-
pirará á V. M. que nos haga esta merced... (l)».
201.
Las cartas que siguen^ hasta la 2Q4^ no tienen fecha.
Señor (2). — Por ser cosa que á una destas damas que me sir-
ven (interesa), no puedo dexar de suplicar á V. M. me haga
merced de mandar escribir al Condestable (3) sobre el negocio
que verá, por la memoria que va aqui, que me han dado; que
aunque es para mí, la he querido enviar para informar mejor
á V. M. de lo que es. Y porque esta no es para más, quedo ro-
gando á Nuestro Señor, guarde á V. M. como he menester y
deseo. De Milán á 10 de Julio. — Besa las manos á V. M. — A
Isabel. — (Sobrescrito): Al Rey mi señor.
202.
Duque: La Condesa de la Fera sabiendo que por haber sido
mal informado mi hermano de su justicia, habia mandado dar
la posesión de la renta del concierto que se hizo con su marido
á su andada, me ha pedido licencia para ir á echarse á los pies
-de mi hermano y suplicalle no permita que se le haga agravio,
sino que se le guarde su justicia. Yo entiendo que la tiene muy
grande, y así no le he querido negar la licencia, aunque me ha
-de hacer mucha falta por lo bien que me sirve. Ella os dará
cuenta de todo lo que en este su negocio ha pasado; y yo solo
os digo que es una mujer de tan buenas partes y tan gran chris-
tiana, que dende que vine aqui que la traté, deseé servirme
(i) Archivo de Simancas.— Secre lana de Estado. — Lcg. 2.047. —Alude
á los trabajos y disgustos que pasaron los Cardenales Granvela, el de la
Cueva y otros.
(2) Carta ológrafa de la Infanta al Rey su hermano. — Sin fecha de
<iño. — Debe ser del de 1599. — De un tomo de Papeles varios.
(3) D. Juan Fernández de Velasco, Duque de Frías, Condestable de
•Castilla, Presidente del Consejo de Italia.
TOMO xLviii. 23
354 BOLETÍN DE LA REAL ACADEIflA DE LA HISTORIA.
della. Es muger muy principal, y así todo lo que hizo su marido
con ella en sus capitulaciones, no fue mucho, pues las calidades
eran diferentes. Su andada está quexosa della, porque no ha que-
rido soltar el concierto que hicieron cuando enviudó; y así ha
hablado y habla con libertad ella y su marido de la Condesa; y
yo os puedo decir con verdad que no se lo deben y que ha he-
cho por ella lo que pudiera hacer por su propia hija, y que más
de una y dos veces, estando Don Onofre en España, me pidi6
hablase á mi primo para que socorriesen á su andada con lo que
aquí se les debe, que se les pagaba por mitad, y ella pedia que
si no habia para dalles á entrambas, que pagasen á su andada,,
pues que á ella no le faltaba de comer en mi casa. Y os puedo
asigurar que nayde de toda la casa ha oido quexarse dellos á la
Condesa: que os he querido decir todo esto porque sé que os
harán diferente relación. Lo que yo os pido es que procuréis que
se le guarde su justicia con brevedad, porque se pueda volver
luego por la falta que me hará; y en esto me haréis mucho pla-
cer, y sé que por ser mí criada olgareis de amparalla y favore-
cella; y paréceme que han de decir allá, cuando la vean, que no
es mala la dueña de honor, ni el trage de las viudas; y es el quo
trae, el mas oservante de acá. Hemosle dicho que lleve tragado
que le han de dar grita los muchachos, y que todas se han de
reír mucho cuando la vean. Estoy ya alborozada para las nue-
vas que me han de traer, que plega á Dios sean como deseo.
De acá las podrá dar la Condesa; y así no diré mas que os guarde
Dios como deseo. — (Sin fecha). — A Isabel. — (Sobrescrito): Al
Duque de Lerma.
203.
Duque: El Marqués Malaspina vá ay sin sus pies á echarse á
los de mi hermano para que le haga merced, conforme lo mere-
cen sus servicios, que han sido siempre muy buenos; y el rema-
te dellos haber perdido los pies, como veréis. Y así no puedo
dexar de encomendárosle para que procuréis que mi hermano le
haga merced, en que me haréis mucho placer. Y guárdeos Dios
como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de Lerma^
CORRBSPONI^BNCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 355
204.
Duque: Yo creo que habré menester pediros poco que ayu-
déis á Madalena de San Jerónimo en este casamiento que se le
ofrece para su sobrina, pues sé con las veras que ayudáis á todo
lo que es de nuestra casa. Por estar ella en ella deseo vella bien
remediada; y entendiendo las buenas partes que tiene Juan Hur-
tado de Mendoza, suplico á mi hermano le honrre con título de
secretario, á que vos habéis de ayudar, tiniendo él las buenas
partes para ello que me han dicho: que no siendo esto, por nin-
guna cosa olgaré que se atraviese el servicio de mi hermano. Y
porque sé que no es menester deciros más que esto, acabo con
que os guarde Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al
Duque de Lerma.
206.
Duque: Don Cesar Falcó ha servido en estos Estados muy
bien, y á nosotros de algunos años acá de caballerizo con tanta
satisfacion nuestra que no puedo dexar de pediros, yendo aora
ay, le favorezcáis en sus pretensiones, para que mi hermano le
haga merced; en que me haréis mucho placer; y guárdeos Dios
como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de Lerma.
206.
Duque: Paréceme que tendré poco que deciros de las buenas
partes que concurren en Martin de Mendoza, pues creo que las
sabéis muy bien; y así pretendiendo él que mi hermano le haga
merced del gobierno de Tánger, me parece que es hacer el ser-
vicio de mi hermano en supÜcalle le haga esta merced y pedi-
ros le ayudéis para ello: que yo sé que á ninguno lo podrá dar
iTii hermano que le sirva mejor ni con más cuidado. Y por todas
estas razones y por lo que él ha servido á mi primo, no puedo
dexar de pediros mucho le propongáis á mi hermano para que
356 boletín db la real academia de la historia.
le haga esta merced, en que me haréis mucho placer. Y guár-
deos Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de
Lerma.
207.
Duque: Tanto se le dilata su justicia á la Condesa de la Fera,
que no puedo dexar de pediros que acordéis á mi hermano
mande que se le guarde sin más dilación, pues en lo demás se le
hace muy gran agravio, teniéndola tan clara como la tiene. Y
guárdeos Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Du-
que de Lerma.
208.
Duque: Sois tan amigo de ayudar á las buenas obras que no
habré menester encomendaros mucho el Presidente de los Semi-
narios Irlandeses, que vá ay á suplicar á mi hermano le mande
pagar unas limosnas que algunas personas devotas les han he-
cho. La obra es tan buena de suyo que ha menester poca reco-
mendación; pero vos ganareis una parte de sus oraciones en
acordarlo á mi hermano, que no es pequeña ganancia, porque
son unos santos: que todas la veces que los veo, me confundo.
Y porque estoy cierta de cuan de buena gana los ayudareis, no
quiero pasar de aqui. Nuestro Señor os guarde como deseo. — A
Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de Lerma (l).
(i) (En la cubierta). Recibida á 27 de Abril, 1606. Era esta benéfica
institución de los Seminarios ingleses ó irlandeses tan estimada en Hispa-
na que muchas veces por este tiempo les otorgaron justas mercedes las
Cortes de Castilla. En la sesión de 16 de Enero de 1603, entre otras, el
Conde de Puñonrostro, D. Francisco Arias de Bobadilla, representó al
reino la necesidad que padecía el Seminario de los ingleses de Valladolid
por los muchos colegiales nuevos que habían venido «después de acaba-
dos sus estudios de letras humanas en los Colegios de Sant Omer y Douay
de Flandes, para proseguir las artes y teología en España, como acostum-
bran de venir un año al Colegio de Sevilla y otro á este de Valladolid, que
se halla al presente con cien sujetos y con mucha necesidad y deudas,
por haber crecido los precios de los mantenimientos con la venida de la
Corte y faltado muchos de sus principales bienhechores». Añade que Fe-
lipe 11 tomó á su cargo los catorce colegiales que vinieron primero, y Fe-
lipe III continuó asimismo sustentándolos.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DO^A rSÁBEL. 357
209.
Duque: Por habernos servido muy bien el Doctor Villarreal
hasta que murió, y yendo aora ay.su hijo Atanasio de Legaspi,
que también ha servido á mi primo, no puedo dexar de enco-
mendárosle para que acordéis á mi hermano le haga merced en
sus pretensiones, en que me haréis mucho placer. Y guárdeos
Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de
Lerma.
210.
Duque: Las muchas razones que nos ha representado Don
Luis Blasco, nos ha movido á dalle licencia para irse, aunque lo
bien que ha servido y las buenas partes que tiene para podello
hacer, nos pudieran obligar á negársela. No puedo dexar de en-
comendárosle y pediros acordéis á mi hermano le haga merced
en sus pretensiones, en que me haréis mucho placer; y yo pien-
so que no es menester pediroslo mucho, pues habéis tratado á
D. Luis Blasco y sabéis cuan bien cumple con todo lo que se le
encarga . Y Dios os guarde como deseo . — A Isabel . — ( So-
brescrito): Al Duque de Lerma.
211.
Duque: Don Pedro Ponce de León vá á suplicar á mi herma-
no se acuerde de hacelle merced por su Orden, pues lo tiene tan
merecido, como creo sabéis, habiendo servido muchos años por
la guerra y muy bien y con mucha rectitud, que en la era que
corre es lo que más se puede agradecer; y por estarnos sirvien-
do aora de mayordomo, mu haréis mucho placer de acordar á
mi hermano le haga merced y le despache presto para que pue-
da volvernos á servir, que lo hace con mucho cuidado y muy
bien, aunque entre los criados de casa tiene fama que es otro
Conde de Fuensalida, que no es tacha para mayordomo. El lleva
orden de entregaros unos baúles que envió á mi hermano y una
caja para la Rey na, que quiero que seáis mi embaxador y dis-
35^ BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTOIUA.
culpéis las faltas que llevare lo que vá dentro, y el atrevimiento
de enviar á mi hermano ropa blanca; que si saliese tan á su gus-
to que me tomase de aquí adelante por su labrandera, quedaría
contentísima. Y así os pido mucho me digáis si le contentan á
mi hermano las camisas, 6 cómo gustará que se las hagan, y si
van de buen tamaño los abaninos, y con tanto pliegue, 6 las fal-
tas que llevaren para que se enmienden. Y guárdeos Dios como
deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de Lerma.
212.
Duque: Juan Fernandez de Eygaguirre ha servido los años que
sabéis: por esta razón y por estarme sirviendo muy bien, suplico
á mi hermano le haga la merced que pretende. Hareisme mucho
placer en suplicallo á mi hermano y acordárselo: y guárdeos
Dios como deseo. — ^A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de
Lerma.
213.
Duque: El capitán y sargento mayor D. Jerónimo Agustyn
ha servido en estos Estados muy bien; y así no puedo dexar de
pediros le ayudéis en sus pretensiones, en que me haréis mucho
placer. Y guárdeos Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito):
Al Duque de Lerma.
214.
Duque: Juan Lermita (l) vá ay á procurar poner en orden la
merced que mi hermano le hizo, de que hasta agora no ha goza-
(i) Jehan Lhermite, hijo de una distinguida familia de Flandes, nació
el 1 8 de Febrero de 1560; en 1587 emprendió desde Amberes un largo
viaje por España. Felipe II le distinguió mucho por su saber y le nombró
su gentilhombre de Cámara, y más tarde maestro de sus hijos. Hombre
observador y muy amante del trabajo, escribió en 1602 unas Memorias so-
bre sus viajes y sobre las personas, costumbres, monumentos y demás co-
sas notables de España, que son del mayor interés y amenidad: las tituló
Le passetemps^ que publicaron los bibliófilos de Amberes en 1890 y 1896
en dos volúmenes, 8.° mayor, los cuales confiesan que desde la vuelta de
Lhermite á Amberes en 1602 carecen de noticias suyas. Esta carta de la
Infanta da á conocer su nuevo y desconocido viaje á España.
I
CORRESPONDENCIA DB LA INFANTA DONA ISABEL 35^
do nada. Hareisme mucho placer en ayudalle en lo que ay se le
ofreciere, pues sabéis lo que ha servido: y pues él os dará tan
particulares nuevas de acá, no diré yo mas de que os guarde
Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de
Lerma.
216.
Duque: Por lo bien que ha servido y sirve Mos. de Barbangon,
no puedo dexar de pediros acordéis á mi hermano le haga mer-
ced en sus pretensiones, en que me haréis mucho placer; y
guárdeos Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Du-
que de Lerma.
216.
Duque: Yendo Don Pedro de Oballe ay, y habiéndonos ser-
vido, no puedo dexar de encomendárosle para que le ayudéis
en sus pretensiones. Y guárdeos Dios como deseo. — A Isabel.
— (Sobrescrito): Al Duque de Lerma.
217.
Duque: Don Sancho y Don Luis de Monrroy vuelven ay; y
por ser sobrinos de Don Pedro de Toledo, que nos sirve muy
bien, no puedo dexar de encomendároslos; y Dios os guarde
como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito). — Al Duque de Ler-
ma (l).
(1) En la cubierta de esta carta de mano del secretario del Duque se
lee: «Gante. — La Sra. Infanta. — En recomendación de Don Luis Dávila. —
Con otras dos cartas de D. Baltasar de (¡^uñiga y D. Rodrigo Laso en que
encarecen sus buenos servicios y valor de su persona, y cuan merecedor
es de que S. M. le haga merced, y que no desmerecerá esto con V. E. por
ser sobrino de D. Alonso de (¡!uñiga; demás de que es de los más estima-
<los y validos soldados de aquel exercito». Esta carta, á que se refiere la
nota anterior, debía al parecer estar dentro de la arriba inserta, y no cons-
ta eo la colección.
56o BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
218.
Duque: A mi hermano escribo suplicándole haga merced á
Don Nofre Escriba de alguna encomienda de su Orden, por ser-
vir aqui muy bien y habello hecho de paje á mi padre, que esté
en el cielo. Hareisme mucho placer en acordárselo, y Dios os
guarde como deseo. De Brusselas, á 23 de Junio. — A Isabel. —
(Sobrescrito): Al Duque de Lerma.
219.
Duque: Juan Sánchez de Colombres está casado con una so-
brina de mi Confesor; y por esta razón y por entender tiene
partes para cualquier merced que mi hermano le hiciere, no
puedo dexar de encomendárosle para que le ayudéis en lo que
se le ofreciere, en que me haréis mucho placer. Y guárdeos
Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de
Lerma.
220.
Duque: El Conde de Barlamon (l) nos sirve tan bien que no
puedo dexar de pediros le ayudéis para que tenga buen despa-
cho en sus pretensiones, que entiendo son justas; y guárdeos
Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de
Lerma.
221.
Duque: Simón Botello nos sirve tan bien que me haréis mu-
cho placer en ayudalle en lo que pretende, en que también ha-
réis servicio á nuestro Señor por la necesidad que pasa; y guár-
deos Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de
Lerma.
(1) El Conde de Berlaymont era caballero tíc la insigne Orden del Toi-
són de Oro.
r
CORRKSPONDEMCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 36 1
222.
Duque: La obligación que tenemos al obispo Maximiliano de
Austria (l) me hace no perder ocasión de acordar su acrecenta-
miento; y como aora la hay, no puedo dexar de pediros le ayu-
déis para la vacante de Santiago, que aunque ha poco que mi
hermano le hizo merced, no creo parecerá mal á nayde que se
la haga aora, pues él la merece. Hareisme mucho placer en pro-
curallo; y Dios os guarde como deseo. — A Isabel. — (Sobrescri-
to): Al Duque de Lerma.
223.
Duque: La ocasión de haber vacado una encomienda en Qígi-
lia, me hace pediros acordéis á mi hermano haga merced á Don
Gastón Espinóla (2) della, que por lo que ha servido la tiene bien
merecida: y guárdeos Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobres-
crito): Al Duque de Lerma.
224.
Duque: Sabiendo que Gonzalo Guerra se ha de casar con
Juanica de Vargas, creo habré menester encargaros poco le
ayudéis en sus pretensiones. Solo os quiero decir que el velle
tan. hombre de bien y hábil y lo bien que sirve, me ha hecho
(i) Fué Obispo de Cádiz, de Segovia y últimamente Arzobispo de San-
tiago. Falleció en 16 14.
(2) Uno de los más ilustres capitanes del ejército de Flandes, muy es-
timado de todos por su pericia militar y acreditado valor. Era natural de
Sicilia, y según refiere Jehan Lhermite en su PasscUmps^ que le trató con
intimidad, era hombre de gran entendimiento, de extraordinario espíritu
y de universales conocimientos, en especial en matemáticas y íortifica-
ción. Estuvo propuesto en primer lugar por el Consejo de Guerra para
Gobernador de Cambray y lo fué de la importante plaza de Bethunc. «Es
cierto (escribía el embajador D. Baltasar de Zuñiga al Rey desde Bruselas
á 1 1 de Agosto de 1601) uno de los más pláticos deste exército y que con
más continuación ha servido en él, y de los mejores votos que hay en este
Consejo de guerra, y persona muy acepta al Archiduque >.
202 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTOJUA.
querer este .casamiento, aunque me haya de hacer falta Juani-
ca; y así estará muy bien empleada en él toda la merced que
mi hermano le hiciere, y os pido se la procuréis y su breve despa-
cho, porque ya sabéis que las concertadas no aguardan de bue-
na gana. Y guárdeos Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescri-
to): Al Duque de Lerma.
226.
Duque: El licenciado Juan de Frías (l), que vuelve ay, ha ser-
vido aqui á mi hermano con tanta rectitud y cuidado que tiene
muy merecido que se le haga merced; y yo os puedo asegurar
esto, y que demás dello por lo que nos ha servido á nosotros,
me haréis mucho placer en ayudalle para que mi hermano le
haga la merced que pretende. Y porque os dará buena cuenta
de lo que se ofrece por acá, no me alargaré más. Dios os guarde
como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de Lerma.
226.
Duque: Por las buenas partes que he conocido en Diego Ló-
pez de Sossa los dias que ha estado aqui y lo que entiendo ha
servido su padre, no puedo dexar de pediros le ayudéis en la
pretensión que lleva de que mi hermano le haga merced del go-
bierno de Oporto, como se hizo con su padre; que entiendo
dará buena cuenta de lo que se le encomendare; y también la
podrá dar de todo lo de aqui. Y así no diré yo más en esta de
que os guarde Dios como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al
Duque de Lerma.
227.
Duque: Las muchas razones que la Condesa de Uceda (2) tie-
ne, para acudir á su casa y á sus hijos, con este trabaxo que Dios
(i) Secretario del Archiduque Alberto cq Flandes, y vuelto á España
nombrado del Consejo Real y de la Chancillería de Valladolid.
(2) Doña María de Bazán. Murió en 1605. «Estándose aparejando (dice
Cabrera de Cordova) para volver á Flandeá la Condesa de Uceda, al ser-
i
CORRESPONOENCU DE LA INFANTA DONA ISABEL. 363
ie ha dado, me han hecho dalle licencia para entender en esto,
para que pueda volver más presto y con más sosiego á servirme.
Yo sé que no habré menester pediros la ayudéis y amparéis
para que mi hermano le haga merced; que demás de que me la
hará también á mí muy grande, la pobre mujer está de manera
que cierto yo temo que no ha de llegar ay; pero tras eso me
parece que no tienen otro remedio los trabaxos que se le han
juntado con la muerte de su hijo. Y porque con ella os escribiré,
no digo aora mas de que os guarde Dios como deseo. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito): Al Duque de Lerma.
228.
Duque: Yo sé que olgareis de ver á Madalena de San Jeróni-
mo; y pues ella os podrá decir de mi parte todo cuanto yo pu-
diera en esta y todo lo que olgáredes saber de acá, como quien
está bien informada, escusaré yo de deciros nada en esta: solo
que quedo muy alborozada para las nuevas que me ha de traer
de todos. Sé que no he menester encargárosla ni pediros la favo-
rezcáis para que mi hermano le haga merced y á su casa; pero
por mí os pido que hagáis esto y que lo toméis muy á vuestro
cargo y el despedilla con brevedad porque pueda volver aun
antes de los seis meses, por la falta que nos hará acá, particular-
mente en el espita!, donde es mucho lo que ha trabaxado; y así
es justo se le agradesca. Y guárdeos Dios como deseo. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito): AI Duque de Lerma.
229.
Duque: Bernardino Cásela ha servido muchos años á mi pri-
mo, y así no puedo dexar de encomendárosle para que le ayu-
vicio de la Infanta, le sobrevino la semana pasada ('fines Junio 1605) una
cólica de que murió en tres dias, habiéndole hecho S. M. merced de mil
ducados de renta y 4.000 de ayudn de costa, y de una encomienda de
1.500 ducados de renta al Marqués de Loriana su hijo y de 600 de pensión
á otro.»
364 BOLETÍN DE LA REAL. ACADEMIA DE LA HISTORIA.
deis en sus pretensiones; y guárdeos Dios cómo deseo. — ^A Isa-
bel.— (Sobrescrito): Al Duque de Lerma.
230.
Duque: Por haber servido Don Pedro Poncé de León muchos
años y muy bien, suplico á mi hermano le haga la merced que
pide en un memorial que yo le envió; y por estas razones y es-
tarnos sirviendo, deseo que mi hermano le haga merced; y asi
no puedo dexar de encomendárosle y pediros lo acordéis á mi
hermano y lo encaminéis: en que me haréis mucho placer; y
guárdeos Dios como deseo. — A Isabel.— (Sobi'escrito): Al Duque
de Lerma.
231.
Duque: Poco tendría que deciros de Don Agustín Mejia (l),
pues le conocéis, pero por lo que le he visto servir aqui, después
que vine, . me parece que no cumpliría con el servicio de mi
hermano si no le dixese cómo ha servido Don Agustin; que
cierto ha sido de manera que merece que mi hermano le haga
mucha merced y le honre mucho. Y así os pido lo procuréis,
que aunque creo que por hijo de su madre os hago lisonja en pe-
diros esto, no quiero que lo hagáis sino por mí; porque, cierto,
le deseo á Don Agustin mucho bien y descanso, y me parece es
servicio de mi hermano que vean hace merced á los hombres ta-
(i) El Maestre de campo D. Agustín Mexía figuraba en los famosos
tercios de Flandes desde el reinado de Felipe II siendo uno de sus más
esclarecidos Generales. Después del sitio de Ostende fué uno de los ému-
los más obstinados de Ambrosio Spínola, pretendiendo en oposición á este
el codiciado cargo de Maestre general del ejército, que al fin obtuvo el
genovés. Siendo ya por esta y otras razones incompatibles los dos Gene-
rales, llamó el Rey á su Corte á Mexía, capitán insigne por su valor y ex-
periencia militar y el mejor después de Spínola de los que por entonces
tenía España en Flandes, castellano que había sido de la ciudadela de Am-
beres y lugarteniente general del Archiduque. En Madrid le otor-
gó S. M. una pensión de 8.000 escudos al año, y le confirió el alto cargo
de Consejero de Estado prestando relevantes servicios con ocasión de b
expulsión de los moriscos.
i
CORRESPONDEKCIA DE LA. INFANTA DO^A ISABEL. 365
les y que tan bien han servido como él. Y porque os dará nue-
vas de todo lo de acá, no me alargo más. Dios os guarde como
deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de Lerma.
232.
Duque: A mí hermano suplico haga merced á la madre y
hermanas del capitán Pedro Renjiíb, que fue uno de los que mu-
rieron mártires á sangre fria en la refriega pasada, habiendo ser-
vido siempre muy bien; y así os pido lo acordéis á mi hermano,
pues será una obra tan suyahacelles alguna merced; y Dios os guar-
de como deseo. DeBrusselasá 12 de Abril. — A Isabel. — (Sobres-
crito): Al Duque de Lerma.
233.
Duque: Por entender las buenas partes de Lope de Velasco,
prior de Roncesvalles, os pido le tengáis por encomendado para
acordar á mi hermano su acrecentamiento, pues sabéis la buena
cuenta que sabrá dar de lo que se le encargare. Y guárdeos Dios
como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de Lerma.
034.
Marqués: Don Luis Dávalos que vá ay, nos ha servido tan bien
y con tanto cuidado, que no puedo dexar de pediros acordéis á
mi hermano que le haga alguna merced: que cierto, él la merece;
y porque sé el cuidado que ponéis en lo que os pido, no he me-
nester deciros más que Dios os guarde como deseo. De Brusselas
á 2 de Octubre. — A Isabel. — (Sobrescrito:) AI Marqués de Denia.
035.
Duque: Don Gastón Espinóla ha servido mucho y aora lo está
haciendo; y así os pido le ayudéis en sus pretensiones. Y Dios
os guarde como deseo. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
366 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
286.
Duque: Por lo mucho y bien que ha servido en estos Estados
el capitán Donjuán de Quiroga, no puedo dexar de pediros le ayu-
déis para que mi hermano le haga merced en sus pretensiones,
en que me haréis placer. Y guárdeos Dios como deseo. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lérma.
237.
Duque: Yendo ay Don Juan de Castilla y habiendo servido
aquí, no puedo dexar de encomendárosle y pediros acordéis á mi
hermano le haga merced. Y guárdeos Dios como deseo. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
238.
Duque: Don Alfonso de Avalos ha servido muy bien á mi her-
mano y todos los de su casa lo han hecho como sabéis. Y así no
puedo dexar de pediros le ayudéis en sus pretensiones para que
mi hermano le haga la merced que pretende, y guárdeos Dios
como deseo. — A Isabel. — (vSobrescrito:). Al Duque de Lerma.
Como la mayor parte de las cartas de la Infanta que siguen a
éstas son. de recomendación y análogas en un todo a las preceden»
tes^ sólo se insertarán desde la siguiente los extractos ó los nom-
bres de los recoinefidadoSy con alguna circunstancia personal^ si
la tienen, y agüellas otras referentes á asuntos políticos y militares,
239. — «Don Diego de la Cueva, vino á estos Estados con mucho
deseo de servir á mi hermano y lo ha procurado cuan-
to ha podido y procedido muy bien y cuerdamente
después que está aquí; y volviendo aora ay, no puedo
dexar de pediros acordéis á mi hermano le haga mer-
ced, como á hijo de su padre».
j
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOÑA ISABEL. 367
240. — «El dotor Juan Bautista Assoris ha servido aqui muy bien
y con mucho cuidado en Secretario de la Embaxada,
dende que vino con el Marqués de Guadaleste; y tam-
bién se ha empleado en predicar, por las buenas letras
que tiene». (Pide para él la Infanta una pensión en el
Arzobispado de Valencia.)
241. — Recomendación para Mos de Barbanzon.
242. — Id. para D. Ñuño de Mendoza.
243. — Duque: «Como el Conde de Sora (l) se ha determinado á
ir ay á procurar sus negocios y los de su hermano, no
puedo dexar de pediros le ayudéis en todo para que
vuelva muy bien despachado y mi hermano le haga
mucha merced, pues lo mucho y bien que ha servido
lo merecen y la voluntad que tiene de continuallo; y
no le desayudará la muger que ha tomado, porque os
prometo es de las honradas y bien entendidas que he
tratado: no le falta sino la hermosura; y pueden tanto
las otras partes que tiene, que nos viene á parecer
bien; y me parece que nos ha estado á todos bien que
el Conde haya topado con ella, por tener su hacienda
en la frontera. Yo, cierto, deseo ver al Conde muy bien
despachado, y así no puedo dexar de tornároslo á pe-
dir y deciros el mucho gusto que me haréis en pro-
curallo...»
244. — Recomienda al contador Gonzalo Guerra de la Vega.
245. — Id. á D. Iñigo de Brizuela, sobrino del confesor del Ar-
chiduque.
246. — Id. á Juan Verdugo, hijo de antiguos criados de la Tia de
la Infanta y criado del Archiduque (2).
(1) Conde de Solre ó Sora, Maestre de campo, flamenco muy distin-
guido, señor de Fréres, hermano del Conde de Falces.
(2) La carta siguiente á esta es original del Archiduque Alberto y está
involucrada con las de la Infanta, mis por ser importante se transcri-
be aquí:
<S. C. R. M. — Decio Carraffa, Arzobispo de Damasco, Nuncio apostólico
en estos Estados, á quien Su Santidad ha proveído la Nunciatura (ie Es-
paña, la qual va á servir acerca de la persona de V. M. con deseo y volun-
368 BOLETÍN. DB LA REAL A(?ADBMIA DB LA HISTORIA.
247. — Id. á Pedro de Castellanos.
248. — «Habiendo servido aqui el Marqués Bentivolyo y habién-
dolo hecho también su padre y algunos de su casa, no
puedo dexar de pediros le? ayudéis...»
249. — «Juan Bautista de Tarsis ha servido como sabéis, y hallán-
dose viexo y tan enfermo, como veréis, va ay á supli-
car á mi hermano le haga merced... (l)».
250. — «Por lo bien que ha servido aqui á mi hermano el Prínci-
pe de Caserta y el deseo que tiene de continuallo, no
puedo dexar de pediros acordéis á mi hermano le haga
merced en sus pretensiones (2)>.
251. — Recomienda al Marqués de Montefalchon (en la cubierta
dice Montepulchan) por haber servido en aquellos Es-
tados y todos los de su casa. Debe referirse á D. Juan
de la Cueva, Marqués de Montefalcone.
252. — «Entienda que las cuentas de Don Jerónimo Valter Qa-
pata (3) están acabadas ya, y que mi hermano le al-
canza en no sé que tanto. Lo que yo os puedo asegu-
rar es que no ha sido por aprovecharse dello ni por
dexar de servir muy bien y con mucho cuidado. El se
pone en las manos de mi hermano para que haga del y
de su hacienda lo que fuere servido. Y por servirnos
muy bien, no puedo dexar de pediros supliquéis á mi
hermano le haga merced en esta ocasión y se duela
tad de satisfacer y cumplir con sus obligaciones con niucha punctualidad,
como lo ha hecho aqui... he querido suplicar á V. M. le haga la merced
que acostumbra á las personas tales, como él espera de su grandeza...
Bruselas, Junio 8, 1607».
(1) Refiere Cabrera de Córdova que este personaje, á quien llama
Tassi, del Consejo de Guerra, murió á los noventa años de edad, de resul-
tas de un banquete que le dieron el Conde de Sora, el de Falces y otros.
(2) En carta fechada en Valladolid á 30 de Octubre de 1604 escribía
Cabrera de Cordova:
cAl Príncipe de Caserta han señalado 400 escudos al mes de entreteni-
miento en Flandes para que vaya á servir, porque no mostraba ningunos
servicios suyos ni de su casa (Aquaviva de Aragón); y con esto merecerá
que S. M. le haga merced y acreciente. Dicen que ha pretendido casarse
con hermana de la Duquesa de Cea, pero hásele negado la demanda...»
(3) Veedor y pagador general de Flandes.
. CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOlU ISABEL. 3(9
deste hombre, para que él y sus hijos no queden peí*-
didos, pues él le ha servido tan bien como pueden de-
cir todos los que quisieren decir verdad; que si yo no
entendiera esto, no rogara por él...»
253. — Recomienda á mos de Barbangon.
254L — Id. al Maestre de pampo Don Pedro Sarmiento, por lo bien
que ha servido en los Estados y con ocasión de ir á
España.
255. — Id. al capitán Porras.
256. — «Por haber entendido que mi hermano no se ha aun re-
suelto en hacer merced á Don Jerónimo Valter Qapata,
no puedo dexar de pediros le supliquéis á mi hermano
de mi parte y le digáis la gran obra de caridad que
liará en hacer merced á este hombre, que está cargado
de hijos, y se ha perdido por servir bien: que desto os
lo puedo asigurar como testigo de vista...»
257. — «Por haber servido siempre muy bien su padre y marido
de la Condesa Byglya, pretende que mi hermano le
haga merced...»
258. — «A mi hermano escribo suplicándole haga merced á Don
Jerónimo Valter Qapata en una ocasión que se le ofre-
ce, que para él será de mucho alivio y también ganará
la hacienda de mi hermano; y por la lástima que me
hace ver perdido este hombre con sus hijos por haber
servido bien y fielmente, como podemos ser testigos
aquí todos...»
259. — «Yendo Don Diego de Acuña ay á sus negocios y habien-
do servido muy bien á mi hermano en estos Estados y
siendo sobrino de su tio, que fue criado viexo de mi
padre, como sabéis, no puedo dexar de pediros mucho
le ayudéis en sus pretensiones...»
260. — «Don Francisco de Córdoba vuelve ay y aunque sé que
habia menester encomendárosle poco, él ha dado tan
buena cuenta de sí, lo que ha estado aquí, que por esto
y nieto de su agüelo no puedo dexar de pediros le
ayudéis...»
TOaiO XLVIII. 24
37o BOLETÍN DB LA SSAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
261. — «Una sobrina de fr. Antonio de Sosa, ministro Provincial
de la Orden de San Francisco de Portugal, que está
aqui casada con un criado de mi primo, á quien tene-
mos obligación, me ha pedido os le encomiende, como
lo hago...»
262, — Recomendación para D. Esteban de los Reyes, criado
viejo.
263. — «La mujer de Gil de Rey vuelve ay, no habiendo podido
hasta aora cobrar nada de lo que se le debe á su mari-
do. El nos sirve de manera que no le hemos querido
dar licencia para que vaya, y así no puedo dexar de
pediros le ayudéis...»
264. — Recomendación á favor de los sobrinos de fray Iñigo de
Brizuela, con ocasión de venir este á España.
265. — «Pasa tanto trabaxo Vicenta en cobrar la merced que mi
hermano y mi padre le hicieron, que aora les parece
á los que lo tiene encomendado será fuerza pasalla á
otro cabo; y asi os pido lo encaminéis...»
266. — «Por haber servido aqui Don Gómez de Figueroa (l), no
puedo dexar de pediros acordéis á mi hermano le haga
merced...»
267. — Recomendación para el capitán Pedrosa^ que sirvió en los
Estados Bajos muy bien.
268. — Id. para Cario Cattalano.
269. — Id. para id. «El dotor Cario Catalano, capellán de mi her-
mano, se ha querido valer de mi intercesión para que
mi hermano le haga merced...»
270. — Id. para D. Diego de Vargas; pide merced de hábito de
Orden militar.
271. — Id. para D. Pedro Espinóla que va á España, y ha servido
muchos años.
272. — Id. para D. Alfonso Aquaviva.
273. — Id. para D. Agustín de Samaniégo.
(i) Nombrado Obispo de Cádiz á principios del año 1602: era hermano
de D. García de Figueroa, gentilhombre de la Cámara de S. M.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DO^A ISABEL. $^1
374. — Id. para el capellán mayor de la Caballería, Don Juan de
Marquelayn.
275. — Id. otra recomendación para D. Diego de Vargas.
276. — Id. para el Conde Juan Bautista Anguisola.
177. — Id. para un hermano de D. Pedro Castellanos, criado del
Archiduque.
278. — «Por lo bien que sirvió con su hacienda Daniel Ryntflees
no puedo dexar de pediros acordéis á mi hermano
mande se le pague lo que se le quedó debiendo á su
muger y hijos, que por padecer mucha necesidad, será
una obra de caridad muy grande... >
279. — «Habiéndose ofrecido ocasión en que mi hermano puede
hacer merced al Contador Gonzalo Guerra, y estando
casado como sabéis con D.* Juana de Vargas, no pue-
do dexar de pediros le ayudéis en su pretensión. »
280. — «Por lo mucho que sirvió el contador Almaguer, como
sabéis, no puedo dexar de pediros acordéis á mi her-
mano haga merced á su yerno el Dr. Collado, en sus
pretensiones.»
28L — Recomendación para el Conde Otavio Visconte.
282. — Id. para el comisario Lucas de la Cruz.
283. — «Pedro Diaz de Qepeda me ha servido dende que vine
aqui muy bien; y habiendo querido aora irse con deseo
de pasar á las Indias, donde tiene su agüelo, no puedo
dexar de pediros le ayudéis para que mi hermano le
haga merced: que él tiene partes que sabrá servir en
cualquier cosa muy bien y particularmente en cosa de
pluma...»
284. — Recomendación para Pedro de Hinojosa, que ha servido
trece años.
285. — «Señor: Por las buenas partes que entiendo tiene el argo-
bispo de Santiago (l) y la obligación que todos le tene-
(f ) Maximiliano de Austria, bastardo de la misma augusta Casa, falle-
ció en 1614 siendo Arzobispo de Santiago. — ^Esta carta está dirigida á Su
Majestad.
3^8 BpLBTIM DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
t, ,. mos, no puedo dexar de suplicar á V. M* se acuerde
de hacelle merced y sacalle de ajlí, cuando se ofrezca
ocasión; que toda la que V. M. le hiciere, recibiré yo-
por propia.»
28^T-^«E1 Conde de Aranbergue tiene servido de manera que-
parece no hay en estos Estados quien- con más ra-
zón pueda pretender que mi hermano le haga merced^
y como aora se halla viejo y con diex hijos y casi tu-
llido de la gota, desea que mi hermano se resuelva en
sus pretensiones, y así os pido mucho se lo acordéis... >
287. — «Los servicios del Conde de Bruay han sido tantos como
sabéis, y hallándose aora reformado con los demás, vá:
á suplicar á mi hermano le haga merced conforme á
ello...»
288.-rRecomendacion para el capellán de la Infanta D.* Cata-
lina, el licenciado Francisco Fernandez de Zurbanc
289.— Id. para D. Diego de Avila.
290. — ^^Id. para D. Alonso de Luna que ha servido muchos años
en aquellos Estados.
29L — Id. para D. Miguel Idiaquez «hijo de su padre» secretario-
que fué de Estado de Felipe II y luego de Felipe III.
292. — Id. recomendando, á Juan Fernandez de Eygaguirre. —
(Bib. Nac.)
293. — Id. al capitán Alonso de Mesa. — (Bib. Nac.)
294. — Señora (i): Siempre que tengo carta de V. M. es el me-
jor día que me puede venir, y el que tengo tan bueñas-
nuevas de la salud de V. M., como me ha dado Don
Rodrigo. Plega á Dios que ésta sea siempre como yo
deseo y á la misma medida los gustos y contentos^.
Beso las manos á V. M. por tanta merced como me
hace siempre en todas ocasiones, y en esta con la ca-^
pilla y la imagen, que son la más linda cosa y más de
(i) Carta ológrafa de la Infanta á la Reina de Francia doña Ana de Aus-
tria, su sobrina, á la que denominaba «mi nuera». — Sin fecha. — De ua
tomo de Papeles varios.
\
r
CORB£SPOKOBNClA Dft LA lítTAmA DO^A ISABBL. S^i^í
gusto que he visto. Y tiéneme V. M. corrida de que no
le sé servir todas estas mercedes, y de que no me
mande mil cosas de su gusto, pues no le puedo yo te-
ner nunca mayor que en. emplear el tiempo sirviendo
á V. M. He olgado muchp de conocer á Don Rodrigo
y de que haya topado tan bien Estefanica. Y por la
merced que V. M. le ha hecho., beso yo las manos á
V. M. y le suplico se la continué, que toda la que V. M.
les hiciere, tomo yo £ mi cuenta, como de hija de cria-
dos tan viejos y haber ella nacido aqui, aunque mé di-
cen no 16 parece en lo blanco y rubio. Don Rodrigo
dará nuevas de acá y dirá cómo nos ha hallado en este
lugar de Gant, adonde nos hemos venido á pasar la
calor, por ser el más lindo lugar que hay para verano.
Ay deseo no la haya hecho muy grande, porque goce
V. M. mejor de la de San Germán. Dícenme todos
cuan lindas manos tiene V. M. y asi me parece estará
esa sortija mejor empleada en ellas que en las mías.
Suplico á V. M. la trayga, por haberse casado con ella
su agüela de V. M. con mi padre; y para que cuando
V. M. la vea, se acuerde que se la ha enviado la per-
sona del mundo que más la quiere y desea servir; Y
con esta verdad acabo suplicando á Nuestro Señor
guarde á V. M. tantos años como yo deseo. Dia de
Sant Lorengo, que bien creo se habrá V. M. acordado
de la ñesta que habrá en su casa este dia: que aunque
ha mas años que yo estoy por acá, no lo olvido. — Besa
las manos á V. M. — A Isabel. — (Sobrescrito:) A la
Reyna Christianísima, mi señora.-T-(De otra mano:) De-
la Infanta de Flandes. — ^A S. M. la Reina de Francia
Doña Ana.
(CoHÍinuard,)
A. Rodríguez Villa.
374 BOLETÍN DB LA RBA.L ACM>BMU DE LA HISTORIA.
II
MONUMENTO SUBTERRÁNEO DESCUBIERTO EN LA NECRÓPOLIS
CARMONENSE
Descripción.
El monumento monolítico Ttcién descubierto, que se represen-
ta en el adjunto croquis, se halla excavado en una roca franca de
arenisca caliza , poco compacta, teíiida por el óxido de hierro, y
examinado desde el punto de vista arquitectónico, comprende^
en su esencia, un cuerpo principal y un colateral, figurando
como accesorio un reducido aposento adosado al costado inter-
medio del colateral.
Un paso encorvado, ya practicable, da ingreso directo al mo-
numento. Este paso comunica con una antecámara, á la cual se
llegaba por otro largo corredor, todavía cegado, que forma es-
cuadra con el anterior y á cuyo principio se encuentra la bajada
practicada desde el suelo natural.
Tanto el cuerpo principal del monumento, como el colateral^
intextan en la fachada que mira al patio y que forma parte de la
masa monolítica total, y en dicho frente se halla perforado un
hueco de luces, que probablemente sería en su fundación circu-
lar ú ovoide, y que posteriormente se rasgó hasta el pavimento»
colocando en su parte inferior un sillar á modo de umbral.
El cuerpo principal, de planta ovoide, de 3,95 por 4,45 m.»
se halla cubierto por una cúpula que arranca del pavimento y
cuya directriz es un arco apuntado.
El buque del colateral se halla ceñido exteriormente por un
prisma de planta poligonal irregular, que recibe una rebajada
bóveda.
Como al perforar de esta suerte el colateral, se dejaría sin
apoyo alguno la cúpula principal, que caería indefectiblemente
por su propio peso, el xarquitecto autor de la obra, tuvo la racio-
nal idea de subdividir este colateral en tres tramos, por medio
MONUMENTO SUBTERRÁNEO 375
de arcos inferiores de refuerzo de directriz, también en arco
apuntado, que, elevándose hasta la lucerna central superior,
prestan á ésta todas las apetecibles garantías de consolidación.
El monumento ha estado enriquecido con ornamentación po-
licroma, de la que sólo subsiste algún resto de fajeado en uno de
los planos de fondo de colateiíiles y las dos varas de laurel, pin-
tadas de verde obscuro, que se encuentran diagonalmente traza*
das en uno de dichos colaterales.
Juicio crítico.
Para poder intentar, con alguna probabilidad de acierto, la
fijación de época y destino del monumento, en que me ocupo,
es, á mi ver, necesario efectuar un detenido análisis arqueol^i-
co y arquitectónico del mismo , después que se haya explorado
la totalidad del terreno en cuyo subsuelo radica.
Pero, aun reconociendo mis escasas dotes, voy á procurar, sin
embargo, emitir, con las debidas reservas, las primeras impresio-
nes que he recibido á la vista del monumento.
La galería que da ingreso á esta obra, es muy general en las
tumbas de la antigüedad ; se encuentra , así en los monumentos
fúnebres de Egipto y de la arquitectura prehelénica , como en
Manda, Escocia y Escandinavia. En Fenicia y Cartago, lo más
general era bajar directamente á la tumba por un pozo ó por una
escaí era .
Examinado el conjunto del monumento carmonense, no en-
cuentro en las más antiguas arquitecturas, así del Egipto como
del Oriente, monumentos fúnebres ni religiosos á que poder di-
rectamente asignarlo, y, por lo tanto, consideraré este dividido
en sus elementos integrantes, á fin de poder apreciar las influen-
cias que en él se destacan.
Cúpulas prehelénicas. — La cúpula que forma el cuerpo princi-
pal del monumento andaluz, corresponde, de hecho, por sus ca-
racterísticas formas, á las tumbas micenianas de canteria de la
edad de bronce, que, como las egipcias de ladrillo, se hallan
37^ BOLETÍN DE JLA ít»kL ACADEMIA. DE LA HISTORIA.
construidas por husadas horizontales en voladizo, y son conocida^
gori los nombres dQ Micenas y de Heraeon (Argólida), OrComeno
(Beocía), Vaphio (Laconia) y de Mesara que es la única micenia-
na, de que tengo noticia, que, como la andaluza, se encuentra
cortada en la roca.
Nuraghes de Cerdena, — Importa, para mi objeto, examinar
también los nuraghes, construidos de grandes sillares y cuya
planta interior ofrece ya mayor complicación que la de las tum-
bas griegas que acabo de recordar. Se llega á ellos por un estre-
cho y bajo pasillo que da á acceso á una cámara, de planta
generalmente circular de 4 á 5 m. de diámetro, y á veces elíp-
tica, en la que se eleva una cúpula de directriz parabólica, de
6 Ó7 m. de altura, construida por hiladas también en voladizo y
cuyo intradós está cuidadosamente labrado.
En sentido del eje del pasillo de entrada, y en el perpendicu-
lar á éste, aparecen tres pequeños ábsides salientes adosados á la
cúpula central y cubiertos por cupulillas de análoga forma.
Estos nuraghes, frecuentemente de dos á tres plantas, parecen
dimanar de la antigua arquitectura prehelénica, que quedó esta-
cionaria y se sustituyó más tarde por la arquitectura arquitra-
bada que representa un ideal tan completamente distinto, mien-
tras la sarda desarrolló con fortuna la interesante arquitectura
miceniana. ,
Monumentos fenicios. — Tenemos que considerar dos tipos prin-
cipales : el de la arquitectura religiosa y el de la fúnebre.
La adoración de los astros y de las grandes fuerzas de la Na-
t^iraleza, que constituyen la esencia de la religión fenicia, hacen
que sus templos formen un extenso patio, en cuyo centro ó á una
dé sus extremidades sé eleva sobre un basamento, un taber-
náculo que abriga, Ó un ediculo que encierra el emblema mís-
tico del poder. Algunos como el de Cirium, tenian una cripta
compuesta de varias cámaras, y está hoy comprobado que exis-
tieron también los templos subterráneos llamados de prosti-
tución.
Los templos de la Gigantea en la isla dé Gozzo, así cómo los
de la isla de Malta, atribuidos también á los fenicios, constan de
MONUMBNTO SUBTERRÁNEO • 377
cámaras al descubierto, de planta ovoide, construidas de enormes
sillares.
En cuanto á la arquitectura fánel;>re¿ las tumbas de Amrith, de
Tiro y de Adlum, se hallan generalmente perforadas en la roca,
y ofrecen un carácter genérico muy similar. .
Casi todas son subterráneas, y se baja á ellas, á veces por una
escalera, pero más generalmente por un pozo en el fondo del cual
se encuentra, en dos de los lados, una puerta baja y estrecha que
conduce á cámaras de planta rectangular, más 6 menos numero-
sas, cubiertas, ya por techos, ya por planos inclinados, que for-
man un ángulo diedro muy abierto, ya, en fin, de forma cilindri-
ca, cuya directriz es. un arco escarzano de mayor ó menor
ñecha.
Los cadáveres se depositaban en sarcófagos 6 bien en féretrps
colocados en nichos practicados en los muros.
Respecto á la ornamentación de estos monumi^ntos sepulcra-
les, sin que la Fenicia haya llegado., ni con mucho, al alto apo-
geo que el Egipto en los variados frescos de sus tumbas y tem^
píos, en que tan brillantemente consignó su historia, ni á los vas-
tos cuadros de cerámica esmaltada de las construcciones asirias
y caldeas, está hoy íuera de duda que los fenicios, en mucha más
modesta esfera, emplearon también en sus grutas la ornamenta-
ción polícroma.
Monumento carmonmse.-^Las formas de este monumento no
presentan relación alguna con las tumbas de Egipto, ni con las
fenicias y sólo en su cuerpo central, ofrecen un reflejo de las,
preh^énicas.
Como las tumbas de Atreo, de Orcomeno y de Micenas tiene
el monumento carmonense una cámara de planta trapecial ado-
sada á uno de los costados de su colateral; pero tan reducida
que» segregado el podio que cuenta en tres de sus costados, el
espacio restante sólo hubiera podido contener una ur^av destina-
da á encerrar los huesos del finado. ^
Además:, no se han encontrado «n el monumento restos hu-
manos, sarcófagos, féretros ni urnas, no existiendo tarppopo ex-
citvación. alguna en el suelo, ni en las. paredes del .mQripmpnto
37^ BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
mismo, ni en las de la parte hasta hoy descubierta, de la larguí-
sima galería que á él daba acceso. No se ha hallado, por lo tanto,
testimonio alguno que justifique Su primitivo destino fúnebre.
Hay, sin embargo, que tener en cuenta las vicisitudes que ha
atravesado el monumento que encontró el Sr. Fernández López
completamente terraplenado y en cuyas sucesivas capas se halla
explícitamente consignada su historia. En el fondo han apareci-
do restos de barros negros, enlucidos, una pila, trozos de mármol
y gran cantidad de huesos de animales; encima de este lecho
otro de restos romanos y sobre él goo monedas, ciento de las
cuales corresponden al reinado de Pedro I de Castilla.
Se acusan, pues, al menos, tres distintas civilizaciones, sepa-
radas entre sí por espacio de muchos siglos, que han utilizado el
monumento, á partir de la época de su erección y que, por lo
tanto, dificultan más el fijar su primitivo destino que, desde lue-
go, no puede haber sido más que templo ó hipogeo.
El ilustre descubridor del monumento, Sr. Fernández López,
defiende con toda la energía que le prestan sus arraigadas con-
vicciones, lentamente adquiridas en el curso de las explorado-
nes, que se trata de un templo fenicio consagrado á los sacrifi-
cios y, entre otras razones, que estimó de menor fuerza, funda
principalmente su creencia en haber encontrado gran cantidad
de huesos de animales, que supone pertenecientes á las víctimas
y á más la pila de mármol de los sacrificios.
Resulta, pues, seg^n el Sr. Fernández López, un templo con
sus tres aberturas clásicas y encima la terraza para las aguas lús-
trales, un patio con tres frentes cortados en la roca y el del£ste
formado por un muro de sillares.
Por mi parte, teniendo en cuenta los caracteres y prácticas al
aire libre de las religiones que profesaban los pueblos prehelé-
nico y fenicio que dominaron nuestro litoral y cuyas influencias
arquitectónicas se evidencian en el monumento, y no encontran-
do tampoco testimonio auténtico que denote haber sido un hi-
pogeo, no me atrevo á formular conclusión alguna respecto á su
destino, hasta que pueda efectuar detenidos estudios basados,
tanto en los datos ya conocidos y en los que suministren las ex-
MONUMBKTO SUBTERRÁNEO 379
cavaciones que restan por efectuar, como en las autorizadas
opiniones que puedan emitir personas más competentes que yo
en la historia de los antiguos monuitientos.
Sólo creo entrever, desde luego, un notable ejemplar arquitec-
tónico, en que se han fundido las dos influencias: fenicia y pre-
helénica para constituir una obra, tal vez única en su género.
Revélase, efectivamente, en tan sigular monumento, el mono-
litismo que domina, no sólo en las viviendas de los más antiguos
pobladores de la cost^ fenicia, que fueron, por lo tanto, esencial-
mente troglodistas, sino también en la mayor parte de las tum-
bas cavadas en la roca, tanto por los fenicios, en la extensa época
en que dominaron la cuenta del Mediterráneo, cuanto por las
erigidas en Cartago por sus sucesores, y aparece además eviden-
te la adopción del tipo de la cúpula prehelénica, que alcanza
mayor desarrollo en los nuraghes de Cerdeña y llega á su mayor
apogeo en el monumento carmonense, de dimensiones análogas
á las de los sardos, en planta, pero de menor elevación. En el
monumento carmonense se sustituyen los reducidos ábsides del
nuraghe de Zuri, por un colateral seguido, dividido en tramos por
arcos radiales, en cuya monolítica masa parece entreverse el
principio de la estructura articulada que no ha de aparecer en el
arte, sino muchísimo más tarde. Debe además tenerse en cuenta
el grado de perfeccionamiento relativo, con que se ha practicado
la excavación del monumento carmonense; pues el mayor defec-
to de replanteo que en él se advierte, consiste en no estar bien
enfilada la planta de los arcos interiores de refuerzo de la cúpula,
con la proyección ortogonal de la lucerna á que acometen, por
lo cual aparecen sus paramentos muy alabeados.
Encuéntrase asimismo en el monumento andaluz, el empleo
de la ornamentación polícroma de tradición fenicia.
Estas consideraciones me inducen á presumir si el monumen-
to carmonense podrá ya corresponder á la época cartaginesa, en
que se habían realizado marcados progresos, tanto en el herra-
mental, como en la destreza manual de los obreros.
^80 BOLETÍN DB LA KEÜL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Importancia del descubrimiento.
. £1 interesante monumento subterráneo que acabo de descri-
bir, constituye un reflejo fiel de las civilizaciones prehelénica y
fenicia que tan poderosamente han. influido en la cultura hispana.
. Sobre él aparece una segunda ex,cavación, practicada ya al
aire libre, en la parte superior de la misma roca, con un ensan-
che de segmento de círculo, en la cabecera, que, con las cámaras
y galerías situadas en el resto del perímetro, los fragmentos orna-
mentales, la estatua de mármol hallada en el seno de las excava-
ciones y restos de otra, dan mayor fuerza á los anteriores descu-
brimientos de la necrópolis, para atestiguar la exuberante vida
que alcanzó la colonia carmonense en las épocas pre-romana y
romana.
•. Síshan encontrado, además, gran número de barros pre-roma-
nos, romanos, visigóticos y de la Edad Media, cuya importancia
arqueológica se completa con la interesante colección de numis-
mática ya citada.
Resulta, pues, que los descubrimientos que acabo de enume-
rar pertenecen á una continuada serie de civilizaciones com-
prendidas, desde los obscuros tiempos correspondientes á las más
antiguas invasiones efectuadas en la Península ibérica, hasta la
Edad Media inclusive, en. los que se halla indudablemente gra-
bada la historia de una de las más ricas regiones de Andalucía y
que constituye, por lo tanto, un interesantísimo arsenal de estu-
dios, en que el arqueólogo, el historiador y el artista encuentran
ancho campo para sus aficiones respectivas, que han. de contri-
buir poderosamente al esclarecimiento de nuestra historia.
£1 descubridor de estos instructivos monumentos, que viene
hace muchos años consagrado á tan patrióticas tareas, poseído
m^s que nunca de su ferviente anior á la Patria, continúa con
ardor las excavaciones, coa lo cual, á más de.prestar tan seña-
lados servicios á la Ciencia arqueológica y á las artes en gene-
ral, contribuye también en su muy modesta esfera, á aliviar la
NECRÓPOLIS DE CRRMONR
Croquis del Monumento subterráneo monolítico cortado en la roca,
descubierto por el Académico correspondiente de la de S. Fernando y de
la de la historia, Sr. D. Juan Fernández López.
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RENACIMIENTO Ó láoVIMIENTO LITERARIO MUSULMÁN 381
aflictiva situación ert que se encuentran las clases obreras de
Andalucía.
Además, este ilustre explorador nacional, en unión del docto
artista y arqueólogo inglés, Sn D. Jorge Bonsor, copropietarios
de la necrópolis carmonense, han logrado descubrir tan intere-
sante monumento romano, sin auxilio ninguno del Estado, á
costa de perseverantes esfuerzos y cuantiosos sacrificios perso-
nales, por lo cual considero muy procedente repetir la propues-
ta que hace veinte años hicieron, sin resultado alguno, las Aca-
demias de la Historia y de San Fernando, presentando de nueva
dichos señores á la Superioridad, para una recompensa honorí-
fica digna de tan señalados merecimientos.
Madrid, 35 de Febrero de 1906.
Adolfo Fernández Casanova.
III
RENACIMIENTO Ó MOVIMIENTO LITERARIO MUSULMÁN
Cuando en Marzo de 1893 ^i cuenta á la Academia del primer
libro árabe litografiado en Fez, que había llegado á mis manos»
y casi era el primero que llegaba á mi noticia, indiqué la sospe-
cha de que fueron muchas las obras publicadas de este modo, y
que sin duda las habría interesantes para nosotros (l): varias
veces he tenido después ocasión de tratar del mismo asunto á
medida que llegaban á mis manos nuevos libros adquiridos para
la Academia, la cual, en virtud de mis indicaciones, llegó á
tomar el acuerdo de encargar al jefe de la Comisión militar, que
residía en Fez , el que procurase adquirir para la Academia un
ejemplar de cada una de las obras publicadas, ya que no era
fácil que se nos proporcionara catálogo de lo impreso, porque
aun en este supuesto hubiera sido imposible en muchos casos
darse cuenta de la importancia de cada una de las obras , para
(i) Boletín de la Academia, tomo xxii, pág. 294. ^
^82 boletín DB la R£AL ACADBICU. DE LA HISTORIA.
hacer una selección acertada: incitaba, por otra parte, á tomar
este acuerdo radical la circunstancia del precio módico á que se
vendían tales libros: pero los moros, á quienes se pidieron datos
por nuestros militares, no sabían ó no querían saber de tal indus-
tria de reproducción de libros por la litografía , y les aseguraron
que no había tales libros.
Durante bastantes años hemos ido teniendo noticia de alguno
que otro libro litografiado en Fez, que se anunciaba en catálogos
de librerías alemanas , las cuales comenzaron á incluir también
algunos libros impresos ó litografiados en Oriente : en estos últi-
mos años este comercio de los libreros alemanes se ha acentuado
bastante; pero siempre resultaba que de los libros publicados en
el Cairo, que había visto indicados en el catálogo de la Bibliote-
ca del Kedive, no era fácil adquirir ejemplares.
Hoy las cosas han variado bastante; en Argel conocimos hace
un año á un librero musulmán, que nos facilitó el catálogo de las
obras que tenía en su almacén, de las cuales, tanto mi compañero
de viaje, mi sucesor en la cátedra de Árabe, Sr. Asín, como yo,
compramos algunas de las que más nos interesaban, referentes
á nuestras especiales aficiones.
Para seguir en relaciones con nuestro librero de Argel, le
dejamos nota de nuestro domicilio, encargándole nos remitiese
los nuevos catálogos, como lo ha hecho con los dos que ha pu-
blicado: el último, en virtud del cual hicimos un pedido de varios
libros, que recibimos á los pocos días, me sugirió la idea de lla-
mar la atención de la Academia acerca del movimiento ó rena-
cimiento literario musulmán.
Aun entre los musulmanes de Marruecos, que nos obstinamos
en suponer semi-bárbaros , hay un gran movimiento literario,
como lo prueban los muchos libros que publican, ya antiguos, ya
escritos recientemente, como tuve ocasión de hacer notar al dar
cuenta á la Academia de la interesante obra de Ahmed AtiasirL
Historia del Almagrcb (i), que llega á tratar de la Embajada á
Marruecos del general Martínez Campos.
(i) Boletín de la Academia, tomo xxx, pág. 251.
RBNACIMIBKTO Ó MOVIMIBNtO UTBRARK) MUSULMÁN 3&3
Los catálogos del librero Ahmed ben Mourad, de Argel, nos
dan á conocer un movimiento literario musulmán en Fez, Argel,
Túnez, el Cairo, Kazan y aun en la India, del que no teníamos
noticia en Europa , ni aun los que nos dedicamos con predilec*
ción á estos estudios.
Baste decir que el último catálogo comprende la enumeración
de unas 8o obras de las publicadas en Fez , y más de 700 de las
publicadas en otros países musulmanes, pues hay que advertir
que los catálogos de Aben Mourad no contienen libros publica-
dos en Europa, ni aua por europeos en Argel, según creemos.
Adviértase que el catálogo á que nos referimos está redactado
en árabe, sin que haya en francés más que la portada de la cu-
bierta ( I ): también es de notar que los libros no están cataloga-
dos de un modo revuelto, sino por materias, exceptuando los
publicados en Fez, que constituyen como un apéndice.
En cada una de las secciones hay libros importantes antiguos
y probablemente modernos, pues el catálogo está redactado de
modo que no podemos damos cuenta de los libros, cuyos títulos
no conozcamos previamente , ya que muchas veces no se indica
el nombre del autor ó se indica de un modo incompleto.
Huelga decir que los libros españoles , ó que tratan de cosas
de España, son los que más nos han llamado la atención: entre
estos últimos merece mención especial la obra, hasta ahora
inédita, de Almacarí, que para la Academia se adquirió en
Túnez, de la cual sólo se conocía en Europa un tomo existente
en la Biblioteca Nacional de París, y que la Academia tiene
completa en sus dos grandes volúmenes en folio.
De autores españoles constan en el catálogo varios tratados
de Averroes , con no pocos comentarios, — obras de Abenalbei-
tar, — de Abenabderabihi, — de Abenabdelbar , — de Abensid el
de Badajoz, — de Abenaljatib su compendio en verso de la His-
toria de España^ que ya tiene la Academia, y dos tomos de la
(i) Catalogue \ des h'vres \ orientaux et marocains, \ Ahmed ben Mourad
Turquí \ libraire | 13 Rué Randon, 13 | Alger | 1906 | Ce Catalogue annu-
le tous les preceden ts.
>384 ' BOLETÍN DB LA RBAL ACADBMU DE lA HISTORIA.
Ihatá, que se está imprimiendo en el Cairo, — obras de Mohiedin
Albenalarabi,— de Abenjacán, — los 17 tomos del Murciano
Abensida, — de Abenhazam, Historia de las religiones^ en la que
se pone de manifiesto el carácter incisivo del autor, que trata de
un modo insolente y procaz á sus adversarios cristianos y
judíos, sin que sea más benévolo con sus adversarios de las di-
ferentes sectas ó escuelas musulmanas; y por cierto que también
figura en el catálogo el opúsculo escrito contra los cristianos por
el Truchimán Abdala, el presbítero mallorquín, que se hizo mu-
sulmán en Túnez, donde se venera su sepulcro: aunque el
opúsculo estaba ya publicado en Túnez, no habíamos podido
proporcionarnos sino la traducción francesa: cosa singular, entre
los apologistas del Islamismo los dos que probablemente cono*
cían mejor la religión cristiana, eran españoles.
Ahora bien: ¿el movimiento literario que se manifiesta entre
los musulmanes, publicando como para su uso exclusivo, libros
antiguos de religión, de historia, de gramática, y, en último tér-
mino, de todos los ramos del saber musulmán, deberá conside-
rarse como renacimiento después de un período más ó menos
largo de letargo, ó es continuación de lo hecho anteriormente
sin interrupción, pero que ha sido casi completamente descono-
cido para los europeos?
Nos parece que hay algo de las dos cosas, y vamos á exponer
brevemente las razones, en las que nos fundamos.
Es indudable que en los últimos siglos xvii, xviii y xix de
nuestra Era, los musulmanes de Marruecos han seguido cultivan-
do las letras con el mismo ardor que en los siglos anteriores: es
verdad que hasta hace pocos años serían muy pocos los europeos
que tuviesen alguna noticia y conocimiento de escritores mo-
dernos del Almagreb; pero hoy en los libros publicados recien-
temente encontramos citas y biografías de muchos autores de
estos siglos con muchísimos datos bibliográficos, hasta tal punto
que la bibliografía de autores marroquíes posteriores á Almacari,
que tenemos reunida en papeletas, aún sin haber copiado los
títulos de las obras de cada autor, nos daría para publicar un
tomo regular.
RENACIMIENTO Ó MOVIMIENTO LITERARIO MUSULMÁN 385
Baste decir que en 1 898 se ha publicado en Fez una obra en
tres tomos escrita dos años antes: la obra puede decirse que es
principalmente biográfica de personajes enterrados en alguno de
los cementerios de Fez, y en ella, el autor Mokátned, hijo de
Chafar^ hijo de IdriSy el Catani (l), además de dar las biografías
<le bastantes literatos antiguos, entre ellos de algunos españoles
-de quienes da buenas, y á veces peregrinas noticias, como era
de suponer, trata principalmente de literatos y santones de los
últimos siglos.
Más de 140 autores resultan biografiados en la obra de Alca-
taní, y es seguro que de ellos casi todos los pertenecientes á los
siglos XI, xn y xiu de la hégira (xvii, xviii, xix y xx de J. C.)
•eran desconocidos en Europa, y merecerían que sus obras fueran
objeto de estudio especial de algunos arabistas europeos.
De los datos que resultan de Alcataní, en los siglos xi, xii y xiii
•de la hégira las letras fueron cultivadas en Fez con no poco
^esplendor, al menos en cuanto al número de escritores, ya
que de su mérito poco podríamos decir por no haberse estu-
diado sus obras en Europa: de mis notas tomadas de Alcataní
resultan 22, escritores del siglo xi de la hégira, — 42 del xii y 37
-del xiii.
Que el movimiento literario musulmán en Marruecos no ha sido
peculiar 6 exclusivo de Fez, nos lo prueba de un modo concreto
alguna de las obras de un autor citado por Alcataní, y que
publicada también en Fez , hemos podido utilizar (2). El autor
Mohámed Aseguir da amplias noticias de escritores del siglo xi
de la hégira, poniendo las biografías de hasta 75 escritores, de
los cuales sólo 8 están repetidos entre los 22 que de este siglo
hemos visto que cita Alcataní: del mismo autor Mohámed Ase-
(i) J^JJ! ^ jS ^^ j^Lw^y! i3■^U^^ ^LáJYI iiJL ^\:<
.(J*' . (vTC^ ^^ J — Obra que en catálogos europeos veo anunciada
en 60 francos y en 32 marcos, y en uno de los catálogos de Aben Mourad
en 26 francos: de este mismo autor encuentro citadas en los catálogos otras
^cuatro obras.
(2) Vide, Boletín de la Academia, tomo xxiv, pa^. 373.
TOMO XLVUL 25
3S6 BOLETÍN DE LÁ REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
guir hay otra obra muy importante publicada y traducida por
Mr. Houdas (l).
De escritores orientales de los últimos siglos tenemos anotado
poco, aunque algunos hemos adquirido, pues en general no
teníamos interés especial por ellos: pueden verse muchísimos en
el catálogo de la Biblioteca del Cairo.
Para probar el movimiento literario musulmán en Oriente
durante los últimos siglos, bastaría citar la importante obra de
Seid Mohámed Mortada, exponiendo en 13 tomos la Ihiya del
gran filósofo musulmán Algazalí: obras de esta importancia, en
la cual el autor aprovecha libros de Algazalí que ni de nombre
eran conocidos en Europa por los que en estos últimos años se
han ocupado en el estudio de la Filosofía árabe y aun de la espe-
cial de Algazalí, 6 Algazel, como le llaman nuestros autores anti-
guos, no podían ser escritos á principios del siglo pasado, sin
que tuviera muchos precedentes en el siglo xviii.
Y por cierto que refiriéndonos á esta obra, que no habíamos
visto, y cuya importancia científica estábamos muy lejos de sos-
pechar, decíamos: «Sin temor de equivocarnos, podemos asegu-
rar que ningún europeo habrá leído las 5* 1 81 páginas de la mo-
derna exposición ó comentario del tantas veces comentado Al-
gazalí:» (2). Si en 1897 ^ra esto verdad, como supongo, hoy no
podría afirmarse, pues al menos lo ha leído un español, el pro-
fesor de Árabe D. Miguel Asín, quien lo ha estudiado detenida-
mente al exponer las doctrinas de Algazalí en un extenso tra-
bajo que acerca de este autor se le encargó para la obra que con
el título de Dictionary of Religions va á publicarse en Escocia
bajo la dirección de J. Hastings.
Pero, ¿resulta hoy algún movimiento más marcado del cultiva
de las ciencias musulmanas por los musulmanes? Nos inclinamos
á creer que sí , y que no depende sólo de la marcha general de
(i) De esta obra no sabíamos que hubiera sido traducida, pues sólo
habíamos utilizado el texto árabe cuando dimos cuenta de su publicación:
tomo XXIV, pág. 373: nos fuó advertido el error por nuestro amigo Sr. Da-
vid Lopes.
(2) Boletín dk la Academia, tomo xxx, pág. 52.
CONCILIO NACIONAL DE BURGOS 387
las cosas por la grandísima íacilidad que para ello proporcionan
la imprenta y litografía, sino que en mi sentir hay un gran mo-
vimiento especial del Islamismo, producido por reacción en vir-
tud de las circunstancias políticas de dominación extranjera en
Egipto, Túnez y Argelia y la amenaza que de esta misma domi-
nación pesa sobre los musulmanes de Marruecos.
Que en este movimiento influye el sentimiento religioso mu-
sulmán , lo indica la predilección especial por publicar las obras
de Algazalí, el más profundo expositor de las más elevadas doc-
trinas musulmanas.
La circunstancia de que el editor egipcio del libro del Truchi-
mán Abdala, el apóstata mallorquín, se comprometa á publicar
por su cuenta las obras de polémica religiosa contra los cristia-
nos que se le faciliten, y el hacerlo á beneficio de quien envíe
los originales , prueba que en el Cairo hay al menos un editor á
quien mueve en gran manera el sentimiento religioso musulmán
de lo cual puede inferirse que el tal librero y sus clientes ordi-
narios no serán muy afectos á la dominación inglesa.
Madrid, 5 de Abril de 1906.
Francisco Codera.
IV
CONCIUO NACIONAL DE BURGOS (18 FEBRERO 11 17)
TEXTO INÉDITO
El Excmo. é limo. Sr. D. Benito Múrua y López, actual obis-
po de Lugo, acaba de enviarme (l) para presentarla en su nom-
bre á la Academia, la fotografía en tamaño natural de un vetus-
to pergamino, ancho 157, alto 175 milímetros, que obra en el
archivo de aquella Santa Iglesia y lleva al dorso las signaturas
siguientes:
(i) Carta del 14 del mes corriente.
SSS BOLETÍN DE LÁ RSAL ACADEBUA DB LA HISTORIA.
I.* Primitiva, en tipo de transición del visigótico al galicano:
decretum donmo boso cardinalis sánete romane ecciesi^-
2.* Letra del siglo xvi: Legaxo 2.**, n.^ 43. Concilio celebrado
en Burgos año de 11 07.
3.* Letra del siglo xviii: Concilio celebrado en Burgos, a que
concurrieron Vn Legado de la S^ Silla Apostólica y Obpos de di-
ferentes partes, en que se corrigen ^muchos) yerros que auia, asi
en el estado eclesiástico como el seglar. Año de noy
Pronto demostraré que la fecha de este concilio es la que mar-
co en el título del presente Informe.
Como punto de partida para el examen crítico de tan curioso
instrumento, el sabio obispo de Lugo se ha dignado escribirme:
«El ejemplar del concilio de Burgos, cuya fotografía acompaño,
ha estado siempre entre otros documentos, privilegios y dona-
ciones, trazados en pergamino que datan de más remota anti-
güedad que la de éste; documentos de los que hizo una colec-
ción el R. P. Maestro Fr. Pablo Rodríguez, Regente del Real
Colegio de Eslonza en el año mil setecientos sesenta y tres con
el título Colección de lo contenido en el Twnio antiguo, y difereti-
tes privilegios existentes en el archivo de esta Santa Iglesia y en
el de la Dignidad Episcopal, Este libro pertenece al archivo ca-
tedral, numerado estante 11, núm. 5. Tiene dos partes.
En la última, que titula BuUarium Lucensis Ecclesiae, in quo
fideliter continentur aliqua Provincialia Concilla, el primer do-
cumento que trae copiado, en la página doscientos cuarenta y uno,
es el concilio en cuestión, al que añade la siguiente nota: «Nihil
aliud in membrana istius Concilü reperitur transcriptum; unde
apparet ejusmodi transumptum, seu • scriptio, vulgo copia, non
fuisse integraliter absoluta. Hoc tamen non obstante, non par-
va meretur ñdes; utpote antiquum instrumentum inter alia au-
thentica repositum.»
\
CONCIUO NACIONAL DB BURGOS 389
Sobre si merece, 6 no, mucho crédito la escritura, poco mon-
tan las dos razones en que se fijó el P. Rodríguez. Nada le falta
al texto para que sea completo; porque, si bien el renglón pos-
trero deja algún espacio en blanco, suficiente para contener otro
canon, el motivo pudo ser que en realidad no le hubo, como en
realidad así fué. La copia^ pues copia es contemporánea del con-
cilio, no bastardea por ese lado. Es antigua y se halla recogida
entre otros documentos dignos, á no dudarlo, de crédito; mas de
ahí no se infiere que sea auténtica. Hay que examinarla á fondo
y depurarla críticamente.
Lo primero que hace fruncir el ceno del lector erudito son los
retoques y la contradicción cronológica del encabezamiento:
Año de la Encarnación: «.m.c.vii.».
Indicción : «.ix.».
Mes de Febrero.
XI
Día: «.II X.» de las calendas de Marzo.
El numeral del día está retocado, habiéndose raspado el <ii>
que precedía á la «x>, y viéndose ahora sobrepuesto á la mis-
ma. En el pergamino original, del cual éste es copia, debió
o
escribirse <u°x*^», ó bien «ux», ó <iix> y leerse duodécimo. El
día del concilio corresponde al 18 de Febrero.
Si se observa bien el numeral de la indicción (.ix.) en el ejem-
plar fotográfico< aparece el primer punto (.) dislocado, ó no guar-
dando la conveniente distancia entre este numeral y el vocablo
Indictione. Está allí ese punto postizo, como embutido ó sobre-
añadido por la misma mano que del primer punto genuino hizo
una I. Las demás íes en todo el manuscrito, no presentan, como
ésta, en su remate inferior el punto cuadrado que la distingue y
que revela la torpe tentativa de una deformación evidente. La
genuina indicción es, por consiguiente, la x, que solamente pudo
recaer, — durante el mes de Febrero' y dentro del intervalo de
tiempo que la paleografía determina, — en uno de tres años:
el II02, el 1 1 17 y el I132. Que no fué este último, lo prueba
el haber asistido al concilio el arzobispo de Toledo D. Bernardo;
390 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
el cual falleció, como lo demostré ( I ), en 3 de Abril de II 24.
La exclusión del año 1 102 se patentiza, porque el obispo de Mon-
doñedo, que también asistió, se titula Vallibriense; dictado que
no corresponde á los obispos de aquella Sede antes de que rei-
nase (l.*' Julio 1 109-7 Marzo 1 126) doña Urraca, hija de Alfon-
so VI, como lo ha probado el eximio P. Flórez (2). El año del
concilio, si ha de avenirse con la indicción segurísima, fué, por lo
tanto, el 1117.
Este año de la era vulgar, demostrado por la indicción x, era
en Febrero el mismo año iii'] de la Encarnacióny segün el ¡cóm-
puto Pisano, seguido comúnmente por la Curia romana de aquel
tiempo, y al que debía acomodarse el cardenal Bosón, que pre-
sidió el concilio de Burgos, siendo entonces Legado de la Sede
Apostólica en las Españas: Apostolicae Sedis per Hispanias tune
Legato, La errata del ano de la Encarnación (.m.c.vii.), señala-
do por el escritor del presente pergamino, se reduce á la omisión
de una x; errata no poco frecuente en la transcripción de los do-
cumentos de aquella época por distracción del amanuense. El ver-
dadero numeral, al presentarse á discusión el texto, debe resta-
blecerse así: «M.c.[x]vii.».
A nadie pueden sorprender las incorrecciones, que dejo rec-
tificadas (3), si atendiere á los clarísimos indicios que ofrece este
instrumento de no ser el original. Es copia contemporánea,
mas no coetánea, de las actas conciliares. Si se hubiese escrito
en el mismo año, ó en el seno de la Asamblea, no veríamos el
adverbio tune calificando la acción del Legado pontificio que la
presidió, ni se habrían omitido los nombres, significados por en-
tero ó al menos por sus iniciales, de los obispos asistentes. Afir-
mada que sea la fecha con toda seguridad, nada nos habrá de
costar el reconocerlos.
No hicieron mérito, ni dieron la menor noticia de este conci-
lio nuestros historiadores. Tampoco lo indicaron D. Juan Teja-
(i) Boletín, tomo vii, pág. 423.
(2) España Sagrada, tomo xviii(2.* edición), pág. 124. Madrid, 1789.
(3) Acerca de semejantes alteraciones véase el tomo xxxvi de la Es-
paña Sagrada, págs. 244 y 260; y el tomo viii del Boletín, págs. 50 y 51.
CONCILIO NACIONAX DB BURGOS 39 1
da (I), el P. Gams (2) y D. Vicente de La Fuente (3). Ha pa-
decido hasta hoy la suerte de tantos otros, que, ocultos en los
archivos de nuestras catedrales, aguardan el momento afortuna-
do de salir á iluminar con vivos destellos el curso de la antigua
historia, civil y eclesiástica, de España.
La acción del concilio, atestiguada por la presente íotografla,
se puede resumir en breves términos. Fué nacional, toda vez
que á él concurrieron prelados de diferentes Estados españo-
les; celebróse en Burgos á 18 de Febrero de 1 1 17; lo presidió el
cardenal Bosón, Legado del Papa Pascual II; y en él tomaron
asiento con voz y voto para decretar dieciséis cánones discipli-
nares bajo la suprema dirección del Legado pontificio el arzo-
bispo de Toledo D. Bernardo, y diez obispos, que fueron Pedro
de Palencia, Diego de León, Pelayo de Oviedo, Hugo de Opor-
to, Gonzalo de Coimbra, Jerónimo de Salamanca, Munio ó Ñuño
de Mondoñedo, Pascual de Burgos, San Olaguer de Barcelona
y Juan de Nimes. Acudieron sin duda, conforme era costumbre
en semejantes casos, varios abades y magnates; y no faltó, se-
gún parecen indicarlo varios documentos ó diplomas notabilísi-
mos, la reina doña Urraca con su hijo D. Alfonso VIL
De otra acción, que el concilio ejerció, consta por una bula
de Calixto II, fechada en 5 de Marzo de 1 120, cuyo texto pue-
de verse impreso en la grande obra de Migne (4), y que dice así:
Calixtus episcopus, servus servorum Dei, venerabili fratri
P(elagio) Bracharensi episcopo salutem et apostolicam benedic-
tionem.
Portugalensis episcopatus ecclesias, quas Bracharensis eccle-
sia usurpabat, dominus predecessor noster, sánete memorie Pas-
chalis papa, confratri nostro Plugoni Portugalensi episcopo,
secundum antiquam terminorum definitionem restituendas, lit-
(i) Colección de cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España^
tomo III. Madrid, 1861. En el apéndice del tomo v tampoco se menciona.
(2) Series episcoporum Ecclesiie catholicíe, pág. 2. Ratisbona, 1873.
(3) Historia eclesiástica de España, tomo iv (2.* edición), pág. 587.
Madrid, 1873.
(4) Patrología latina^ tomo clxui, col. 1172. París, 1884.
59^ boletín de la real academia de la historia.
terarum suarum auctoritate, mandavit (l); quod cum minime
impleretur, ipse canonicam tam super easdem ecclesias, quam
super contemptores iustitiam assecutus est (2). Qua postea simi-
líter audaci teilneritate contempla, fiüus noster B(oso) presbiter
cardinalis, in partibus illis apostolice Sedis legatus, graviorem^
sicut accepimus, inde in Burgensi concilio sententiam tulit.
Nos itaque predicti domini nostri vestigia subponentes, itera-
ta Sedis apostolice preceptione mandamus ut, ínfra quadraginta
dies postquafn ad te littere iste pervenerint, predicto fratri nos-
tro Hugoni Portugalensi episcopo easdem ecclesias cum rerura
suarum facías integritate restituí. Alioquin, nos extunc sepedicti
domini nostri et legati sui (3) sententiam equítate canónica pro-
mulgatam, apostolice Sedis auctoritate confírmalas, tibi ponti-
ficale officium doñee eí satisfacías interdicimus.
Datum Beveris, tertio nonas martii.
Para obtener esta bula (5 Marzo 1 1 20), histórica del concilio
de Burgos (18 Febrero I117) al que había personalmente asisti-
do, y también para conseguir otra (2 Marzo 1 1 20), fundamental
de aquélla (4), y finalmente las que tocaban al encumbramiento
de la Silla Compostelana que también consiguió (5)» emprendi-
do había el obispo de Oporto un largo, penoso y arriesgadísimo
viaje desde las orillas del Sar hasta las del Ródano. Así lo decla-
ró él mismo (6), estando en Logroño y disfrazado de pobre pe-
(i) Por la bula solemne, fechada en Benevento á 15 de Agosto de 1 1 15.
(2) En 18 de Junio de 1116. Véase Loewenfeld, Regesta Romanorum
PorUificum^ núm. 6.527. Leipsick, 1885.
(3) Legado de Pascual II. Nótese bien.
(4) «Ecclesiae Portugalensis protectionem (Calixtus II) possessionesque
conñrmat.» Loewenfeld, núm. 6.829.
(5) Valencia sobre el Ródano, 26 Febrero 1 1 20: Delega Calixto la dig-
nidad de Metropolitano Emeritense á Diego Gelmírez y á sus sucesores
en la Sede Compostelana; nómbrale vicario apostólico sobre las pro-
vincias metropoliticas de Mérida y Braga; y lo notifica al clero de ambas
provincias.
(6) «Adeo, Deo juvante, Papam Calixtum missus a Compostellano
Episcopo causa Ecclesiam B. Jacobi sublimandi, videlicet ut Bracharensis
vel Emeritana Metrópolis in Ecclesiam B. Jacobi transferatur. Praeterea
Papae Calixto supplicabo pro Sede mea Portugalensi Ecclesia, cui Bra-
charensis et Colimbriensis Episeopi propriae dioeceseos Parrochias aufe-
CONCILIO HACIONAL D& BURGOS 395
regrino, algo después de haberse celebrado el concilio de Reims
(20-30 Octubre 1 1 19), y dando prontamente consigo en Mor-
laas cerca de Pau (l), á costa de mil sustos y riesgos, de los
que se salvó como se libra de las garras del gavilán la veloz y
tímida paloma (2). No debo aquí recordar por harto sabidos los
trámites de la negociación, á la que dio cima el obispo de Opor-
to para lograr lo que tanto anhelaba el de Compostela; pero sí
advertir que si bien se mira, nada hay que demuestre ser justa
la incriminación de trato simoniaco lanzada con ese pretexto
por inconsiderados autores contra la buena memoria de D. Diego
Gelmírez. Las expensas que sufragó del tesoro de su Iglesia,
sin perdonar á ricas alhajas de gran mérito artístico é histórico (3),
fueron á la verdad enormes; pero produjeron, no lastimando
ningún derecho, ni interés legítimo, dos ventajas altamente con-
siderables para nuestra nación y para la cristiandad entera. Por
una parte, en menos de cuarenta años se vio cumplido el deseo,
manifestado por Urbano II, de restaurar y dejar bien asentadas
bajo la ñrme acción de D. Bernardo, arzobispo de Toledo, esta
metrópoli y las de Braga, Mérida y Tarragona, sin cargar sobre
un solo Vicario apostólico permanente la vigilante y asidua pro-
videncia de la Santa Sede en toda nuestra Península. Por otra
paite, los cuantiosos recursos pecuniarios que aportó Gelmírez^
runt, ut dictante justitia deParochiis injustesibi ablatis reintegretur.» Es-
pcúia SagracUiy tomo xx, pág. 282.
(i) Llegó á Cluny á verse con el Papa no en el día de Navidad, sino en
31 de Diciembre de 1119,6 muy poco después, como lo prueba Loe-
wenfeld.
(2) «Deinde (es decir, desde Logroño) laetus et tamen adhuc pavidus
discedit; ac, veluti columba manibus accipitris labeíacta, rapidissimo sed
tamen timidissimo volatu secat aera, sic Episcopus per Regnum Arago-
nensis tyrauni, immo per médium Caribdis gressu festino transcurrit.»
Ibtd.f pág. 283.
(3) «Paucis itaque adroodum, hujus consilii complicibus, mensa rotunda
argcniea^ quae vulgo intromissa vocabatur, quat fuerai Almostani Regís
SarracenoruMf caniinens XL marcas argentiy Crux áurea et Casula áurea
quam rex Ordonius dederat B. Jacobo, necnon Corona áurea ad complen-
dum praedictse benedictionis dativum, coníringuntur ut transmitían tur.»
Ibid, pág. 291. — La mesa de Almostain, rey de Zaragoza, provendría del
botín de la batalla de Valtierra (24 Enero, 1 1 10).
394 boletín de LK real ACADESnA DE LA HISTORIA.
no eran indiferentes á la grave preocupación que aquejaba en-
tonces á Calixto II de poner término con mano fuerte á las dis-
cusiones de la Tiara pontificia y de la Corona imperial; y con
este objeto pasar los Alpes, recorrer triunfante la Italia, apri-
sionar al antipapa, exarzobispo de Braga, Mauricio Burdino
(Abril Il2l), pactar con el emperador alemán, Enrique V, la
paz de Worms (13 Septiembre 1 1 22), que dio remate á la larga
y terrible querella de las investiduras, y, por fin, devuelta la se-
renidad y la concordia á la Iglesia universal, celebrar, como lo ce-
lebró (27-30 Marzo 1 123), el primer concilio ecuménico del Oc-
cidente, j Cuánto no le debe España, aun antes que fuese elevado
al solio de San Pedrol Mas no es este el momento de refrescar
su memoria.
La precitada bula (5 Marzo I120), con la que amparó los de-
rechos del obispo de Oporto, unida á la porción de las actas del
concilio de Burgos, que acaba de descubrírsenos, manifiestan 6
determinan con toda precisión el año de aquel concilio. Fué pre-
sidido por el cardenal Bosón, Legado a latere de Pascual II, y
de consiguiente es anterior á la muerte de este Pontífice (7 21
Enero 1 1 18), ó no posterior al año 1117? toda vez que se reunió
en 18 de Febrero. También es posterior á II16; porque á me-
diados de este año, y no antes, el cardenal Bosón se internó en
España para dar cumplimiento á su legacía ( I ). Completan la
demostración otros documentos, que alegaré después de expo-
ner el texto conciliar que ya poseemos.
A nadie, que sepa cuan exigente y delicada es la Crítica de
nuestro tiempo, habrán de extrañar las ligeras, pero fundadas,
correcciones y suplementos, que pongo á la bella copia archiva-
da en la catedral de Lugo. Para mayor claridad numero y ofrez-
co por separado los cánones y ^deslío las abreviaturas. •
Anno incarnationis dominice .m.c.xvii., (2), Indictione .x. (3),
(1) Boletín, tomo xl, p%s. 58-70.
(2) En el acta original te vería la ligatura de x y v, que no entendió
rl copiante; y por esta causa, ó por distracción, omitió la x.
(3) El copiante trocó en i el punto que precedía á la x, é intercaló
otro punto, cuya situación se ve dislocada.
fcnrW ífMfMtiMiftía.e
!• \tiáietuní.i^.
*>-ííí.. J.kf-^
■TpSXfa
^-traawcunyl'; íatiAetOT^- íf ;^iti ftcííífnTiB! '
ft^S^ fhoíz.'Ci^munc'Ti c^ luAuntíns ea^ cu
CONCILIO NACIONAL DE BURGOS
39^ BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
o
Mense februario, .ux. (l) kalendas Marcü, Sacrosancta synodus
apud burgos celébrala est a domno Bosone, sanct^ romane §c-
clesie cardinali, apostolice sedis per yspanias tune (2) legato.
Cui ínterfuerunt domnus B(ernardus) toletanus primas et apo-
stolice sedis vicarius, [P(etrus)] palentinus episcopus, [D(idacus)]
legionensis, [ P ( elagius ) ] O vetensis, [H (ugo ) ] Portugalensis,
[G(undisalvus)] Co(li)mbriensis, J(eronymus)] Salamanticensis,
[M(unius)] Vallibriensis, [P(aschalis)] Burgensis, [O(llegarius)]
barchinonensis, [J(ohannes)] Nemausensis, et plures abbates et
religiosi viri.
Qui videlicet sane ti patres, plura diversa mala in yspaniarum
regno emergentia et pravas consuetudines passim tam in cleri-
eis quam in laicis contra christiane religionis mores et sacra-
tissimos cañones plurimum inolevisse videntes, in unum in dei
nomine congregati, invocato sancto spiritu, statuerunt:
I. Ut nullus deinceps, ñeque episcopus nec presbyter, neo
diaconus contra sanctissimos cañones electus vel ordinatus, in
quo ordinatus est ministerio perfungatur,
II. ítem, siqui eorumdem, ab episcopo usque ad subdiaco-
num concubinas vel subintroductas mulieres deinceps palam ha-
buerint, ab officio et ecclesiastico beneficio privetur; et episco-
pus qui in parrochia sua horum fornicationes vel precibus vel
precio ductus consenserit vel pro loco officii sui non impugna-
verit, ordinis sui periculum incurrat.
III. De apostatis vero et comam nutrientibus (3), et de ace-
falis secularibus potestatibus adherentibus, decernimus ut nec
Ínter clericos habeantur, sed anatemati subiciantur.
IV. ítem, siquis suis vel aliorum excomunicatis comunica-
(i) El copista no comprendió el numeral, que debe leerse «duodéci-
mo», raspó dos ies^ y transformó en dos rayitas la pequeña o sobrepues-
ta á la X.
(2) No se aviene este adverbio con el texto original del concilio. El
pergamino de Lugo es de consiguiente un traslado, más ó menos poste-
rior al año 1 1 17.
(3) Esta porción de este canon se reproduce y especifica en el x del
concilio de Tolosa, que presidió Calixto II (8 Julio 11 19) y al que asistie-
ron el cardenal Bosón y San Olaguer.
COMCIUO NACIONAL DE BURGOS 397
verit scienter, usque ad satisfactionem excomunicationi subia-
ceat (l).
V. ítem, siquis firmilía (2), id est vasa sacra, vel salaria, ¡n
dominicaturam ecclesie sue alienaverit, vel in feodum^ quod in
ispania prestimonium vocant, laicis dederit, tamquam sacrílegus
a sacerdotalí officio removeatur.
VI. ítem, ut nullus episcopus Vel presbiter pactiones per
sacramentum cum aliquibus personis absque gradus sui periculo
confirmet.
VIL Ut episcopi qui in parrochia alterius ordinare vel diiu-
dicare aliquid presumpserint, canonicis correptionibus subía-
ceant, et quod ibi fecerint irritum habeatur.
VIII. Siquis episcopus vel cuiuslibet ordinis clericus eccle-
siam vel ecclesiastica beneficia, secularibus potestatibus usus
super ea (3) obtinuerit, officio et beneficio ecclesiastico priventur.
IX. Ut presbiteri vel clerici, qui instituta episcoporum suo-
rum contemnunt et contra voluntatem eorum curie adherent,
ab officio et beneficio ecclesiastico segregentur.
X. Siquis cuiuslibet ordinis clericus, causas adversus eccle-
siasticas personas habens (4), ad detensionem secularium potes-
tatum confugerit, a causa sua omnino decidat et in ecclesia sine
satisfactione non recipiatur.
XI. Siquis clericus vel laicus ecclesiastica iure hereditario
vel dividere vel disponere tempta verit, doñee ablata restituerit
vél de presumptione eidem ecclesie satisfecerit, anatemati su-
biciatur.
XII. Siquis predia beati petri occultav[er]it, vel ocultata
sciens non manifestaverit, vel debitum censum vel servitium non
reddiderit, anatema sit.
(i) En el pergamino ^subiaceanh con dos puntos que afectan á la « c
indican que no debe leerse, ó que redunda.
(3) Variante del bajo-latín tfirmalia» antiguo francés fermeüles^ con
signifícación de firmales ú otras prendas afianzadas al dominio ó dotación
de una iglesia.
(3) En el pergamino <íeos>,
(4) En el pergamino <íhabenfes*.
398 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
XIII. Siquis ecclesiam violaverit, vel eíus ministros ceperit
vel dehonestare (l) presumpserit, doñee satisfacía t, ut sacrilegus
omni cristiana communione privetur.
XIV. Siquis consanguineam suam vel consanguinee cogna-
tam usque ad . Vil. generationem in coniugium duxerit, anate-
ma sit.
XV. Siquis ex nostra communi totius dispensatione conci-
lii prolata scienter transgressus fuerit: si clericus est, ab officio
suo sit privatus; si laicus, excomunicatus.
XVI. Siquis episcopus vel abbas res ecclesie parentibus nisi
pro paupertate distribuerit, ordine privandum iudicamus.
Estos cánones guardan un término medio entre los del conci-
cilio de Tolosa (8 Julio IIIQ) y los del concilio de León (i8
Octubre 1 1 14), repetidos en el de Compostela (17 Noviem-
bre 1 1 14). En particular es muy notable el canon xiv, que tien-
de á declarar nulo el matrimonio de la reina doña Urraca con
D. Alfonso el Batallador, é ilustra no poco el relato sobrado la -
cónico é indeciso, del arzobispo D. Rodrigo (2), de la Historia
Compostelana (3) y la de San Juan de la Peña (4). A la vista de
este canon del concilio de Burgos mucho se debilita, por no de-
cir se disipa, la rotunda conclusión que sentó D. Vicente de la
Fuente, tratando de aquel enlace de la Reina y del Rey (5): «el
matrimonio no llegó á ser anulado por judicial sentencia, sólo
hubo un mero divorcio».
Los- dieciséis cánones fueron promulgados, como era natural,
(i) En el pergcimino tdionestare^,
(2) «Sed tcmpore procedente, cum Rex intellexisset a suis beneplaci-
tis alicnam, Soriam usque eam duxit; ibique repudians dimisit eam suas
arbitrio voluntatis.» Libro vii, cap. i. El texto de D, Rodrigo pasa por
alto la causa principal y suficiente del repudio.
(3) Libro I, cap. 89 y 90.
(4) Sed lapsu temporis videns Imperator Reginam a vía debitas ho-
nestatis alienam, invento colore quod inter eos erat gradus consanguinita-
fis et quod nolebat vivere in peccaio^ duxit eam usque ad Soriam, et ¡bi
ipsam tradidit.» Briz Martínez, Historia y antigüedades de San Juan déla
Peña^ pág. 699. Zaragoza, 1620.
(5) Historia eclesiástica de España^ tomo iv (2.* edición), pág. 72.
CONCILIO NACIONAL DE SURCOS 399
en día solemne (l8 Febrero III7), concurrente con el domingo
segundo de Cuaresma. Ninguno de los obispos, vasallos del rey
de Aragón y de Navarra, asistió á ese acto; de lo que resulta
que el concilio se celebró bajo los auspicios de la Reina, divor-
ciada del Rey y en guerra con él, y enseñoreada de Burgos*
Varios documentos patentizan semejante situación:
I." 15 Octubre 1 1 16.- —Diploma de la Reina (l), confirman-
do al abad de Sahagún todos sus privilegios y otorgándole el de
acuñar moneda, pero reservándose la tercera parte de los pro-
ductos y utilidades de la fabricación «quia ex guerra qiie est Ín-
ter me et regeni aragonensem nobis oritur necessitas.» Firmaron
el diploma, como lo notó Sandoval (2), la Reina, su hermana, los
principales proceres, y entre ellos los condes D. Pedro González
de Lara y D. Pedro Ansúrez, y los siguientes prelados: Bernar-
do, arzobispo de Toledo; Diego Gelmírez, obispo de Composte -
la; Pedro, obispo de Falencia; Diego, de León; Pelayo, de Oviedo;
y Pascual, de Burgos; los mismos que á excepción de Gelmírez
comparecen por ese orden en el concilio del 18 de Febrero
de 1 1 17 y que debieron trasladarse con doña Urraca á la capi-
tal de Castilla, uniéndose allí á ellos los de Oporto, Coimbra,
Salamanca, Mondoñedo, Barcelona y Nimes. Según la Historia
Compostelana (3) se reunió en Sahagún (15 Octubre III6) tan
importante Asamblea de proceres y prelados, que fueron ver-
daderas Cortes del reino, para zanjar las dificultades que se opo-
nían á la cordial avenencia entre la Reina y su hijo (4), no sin
(i) Vignau (D. Vicente), índice de los documentos del monasterio de
Sakagtin^ pág. 23. Madrid, 1874.
(2) Histo7'ia de los cinco Reyes, folio 124 vuelto. Pamplona, 161 5.
(3) Libro I, cap. í 13.
(4) O mucho me engaño, ó estas fueron las Cortes, que dice el arzo-
bispo D. Rodrigo (libro vii, cap. i), se juntaron por la Reina, tan pron-
to como fue repudiada en Soria. La causa de ambos cónyuges había sido
avocada por Pascual II á su tribunal, para tratar de ella (2 Febrero 1 1 13)
en presencia de los delegados españoles de una y otra parte; y no sería
extraño que la sentencia definitiva viniese traída por el cardenal Bosón
á mediados de 11 16. Bajo este supuesto la acción del concilio de Burgos
sobre el particular y la de las Cortes de Sahagún se explican perfecta-
mente.
400 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
<juc á ella asistiesen los obispos de Astorga, Mondoñedo y Gra-
nada. La conciliación, mediante Gelmírez, se pactó por tres años
duradera. Unidos de común acuerdo los partidarios de la Reina
y de su hijo, nada pudo resistirse á la ocupación y rendición,
no solamente de Burgos, sino también de Nájera, ó de la Vieja
Castilla y de la Rioja.
2.** 22 Enero 1 1 17. — Diploma de la Reina y de su hijo don
Alfonso VII, reconocido por ella como Rey legítimamente co-
ronado (l), confirman el monasterio de Cluny y á su lugartenien-
te el Prior é Iglesia de Santa María de Nájera la posesión de V¡-
llacardiel, Villalmóndar, etc. Lo suscribieron (2) los condes don
Pedro Ansúrez y D. Pedro González, el arzobispo D. Bernardo
y los obispos de Palencia, León, Oviedo y Astoi^a.
3.° I.** de Marzo de 1 1 17. — La Reina, confirmando la tras-
lación de la Sede de Mondoñedo á Villamayor de Valdebrea
(Vallibria)^ y conformándose á lo dispuesto por el concilio de
Palencia (2 5 Octubre 1 1 1 3) le da sanción, confirma las posesio-
nes de la antigua Sede á la nueva Catedral en construcción y
aumenta sus réditos (3). Antes de que se celebrase el concilio de
Burgos, el Papa había aprobado la traslación por sus cartas al
arzobispo de Toledo (18 Julio 1 1 14), y al de Braga (3 Julio
1 1 15) de quien era sufragáneo el obispo de Mondoñedo. No
consta por documento explícito que en el concilio de Burgos se
agitase este incidente; pero ello se hace muy creíble, tanto en
razón de haber asistido al concilio el obispo Valibriense ^ como
de haber conseguido, pocos días después, que se le librase por
la Cancillería de la Reina el sobredicho diploma.
(i) <£go Urraka, gratia Del Hipani^ Begina, fília piissimi Adefoosi
Regis, una cum filia meo Adefonso diadcmate coronato
(2) Publiqué este diploma en el tomo xxvi del Bolbtin, págs. 264-266.
\7,) Publicó íntegro este diploma Flórez en el tomo xvm (2.* edición),
páginas 337-339 de la España Sagrada. Al pie de él insertó la bula de Pas-
cual II, que aprueba el acuerdo del concilio de Palencia y fué dirigida al
arzobispo de Toledo desde Tívoli á 18 de Julio de 1 1 14. La copia j>ésima,
citada por Flórez, yerra todos los numerales cronológicos y la estancia del
Papa: «Latcrani, Nonis Januariu, pontificatus nostrianno secundo». Hasido
corregida por Paulo Ewald al tenor del original conservado en el archivo
<:ai)itular de Toledo. Véase Loewenfeld, núm. 6396 y 6460.
CONCILIO MACIOKAL DE BURGOS 4OI
Otro punto, gravísimo, llamó la atención y puso en movimiento
•la acción del concilio de Burgos. El examen judicial de las recla-
maciones hechas por el obispo de Oporto contra el arzobispo de
Braga, el fallo que resultó y el menosprecio que de él hizo el
indigno sucesor de San Giraldo, todo ello nos consta por la bula
de Calixto II, que ya expuse. El arzobispo de Braga fué excomul-
gado por Pascual II en el concilio de Benevento (Abril, 1 117); y
bien lo merecía, porque sin reparar en depravados medios para
satisfacer su ambición, incluso el de la simonía (l) para ceñir-
se la mitra de Toledo é intrusarse en el gobierno de iglesias,
como la episcopal de León, que no le pertenecían, perseveró
contumaz en su inobediencia al Pontífice. No se ha escrito aún
una buena Memoria histórica de este infeliz antipapa, que había
sido el tizón de la discordia religiosa y civil en nuestra España y
acabó por serlo de Alemania é Italia.
¿Qué significa la presencia de San Olaguer en el concilio de
Burgos? El biógrafo contemporáneo del Santo (2) nada expresa.
Apronta, sí, los datos, por donde podremos dar á la pregunta
una solución satisfactoria.
Tres veces vino á España el cardenal Bosón de Legado a la-
tere pontificio (3). Examinemos las dos primeras.
I.* En la conquista de las Baleares, años 1 1 14 y 1 1 15. Mu-
ratori (4) describe así su acción: «Glorioso riusci quest* anno
(11 14) air armi Cristiane per la guerra felicemente fatta ai Mori
patroni deír Isole Balean. L' onore spezialmente ne é attribuito
ai Pisani. I Mori, dissi, abitanti in quell' Isole, cioé in Eviz-
za, Majorica, e Minorica, colle lor piraterie tenevano inquieta e
(i) El retrato que hace de él la historia del arzobispo D. Rodrigo (li-
bro VI, cap. 27) es verídico; pero pasa muy de corrida lo tocante á España.
(2) España Sagrada^ tomo xxix (2.^ edición), páginas 472-491. Madrid,
1859.
(3) Las ha reseñado D. Vicente de la Fuente con alguna deficiencia é
inexactitud (Historia tclesiásiiaa de España^ tomo iv, pág. 580): «1115. El
cardenal Bosón vino tres veces de Legado á España. En 1 1 16 vino á Ara-
gón y Cataluña, y volvió en 1 120 enviado por Calixto II.»
(4) Anfiali d' Italia, tomo vi (cdizione arrichita d' un' índice piíi copio-
so delle antecedenti), pág. 146. Roma, 1753.
TOMO XLVIII. 26
402 boletín de la real academia de la historia
dannegiata tutta la costa d' Italia. Risoluti i Pisan! di far quell'
, impresa, ebbero ricorso al buon Papa Pascuale^ per ottenerne la*
sua approvazione e benedizione. Poseía disposto un terribil' arma-
mento per mare, con tutte le lor forzc, accompagnati da Bosone
Cardinale Legato della Santa Sede, e da Pietro loro Arcives-
covo, marciarono alia volta di que ' Barba ri In aiuto de'Pisani
concorsero Raimundo, ed altri Con ti di Catalogna, di Pro venza
e di Linguadoca.»
En otra disertación (l) he precisado las fechas y peripecias
principales de aquella empresa naval, que forma época en los
Anales de la marina de guerra española y enardeció á D. Diego
Gelmírez para crear un astillero en Iria, ó tal vez en el Ferrol,
dirigido por expertos armadores de Pisa y Genova (2). El carde-
nal Bosón no fué nombrado Legado pontificio de aquella verda-
dera cruzada contra las Baleares musulmanas, sin que de ante-
mano (entrado el año 1 1 14) se ratificase por la República de Pisa
el pacto de alianza, que habían hecho con D. Ramón Beren-
guer III, Conde de Barcelona y de Provenza^ los primeros expe-
dicionarios Písanos, arrojados de improviso por la cerrazón del
mar á la playa catalana de Blanes, que creían ser baleárica. El
Legado portificio, viniendo con Pedro, arzobispo de Pisa, presi-
dió un concilio en Barcelona, y promulgó la indulgencia de la
Cruzada (3):
Tum centum tenuere Patres papalia iussa.
. La imponente escuadra zarpó del puerto barcelonés con rumbo
á Ibiza (Junio 1 1 14) que domeñó; y el día 24 de Agosto entraba
victoriosa en la bahía de Palma. Esta ciudad se rindió (3 Abril
1 1 1 5); y poco después el cardenal Bosón regresó á Italia con las
naves de los Písanos, que le habían traído para dar suprema di-
rección y feliz remate á tan ardua empresa, que llenó de júbilo
el corazón del Pontífice y de todo el orbe cristiano.
(i) Boletín, tomo xl, páginas 50-56; xliii, 553.
(2) Historia Compostelana^ libro 1, cap. 103.
(3) Boletín, tomo xl, pág. 51.
CONCILIO NACIONAL DI BURGOS 403
Basta esto solo para demostrar que el concilio de Burgos no es
anterior al año 1 1 16, y que el obispo de Barcelona que tomó
parte en dicho concilio no pudo ser sino San Olaguer.
Con efecto, D. Ramón Guillen, próximo antecesor del Santo en
la Sede Barcelonesa, murió víctima de su celo apostólico, durante
la expedición baleárica. A nadie se oculta que desde el año 1058
hasta el 1 2 32 la diócesis de Barcelona ejerció jurisdicción admi-
nistrativa sobre los cristianos de las Baleares (l); y ésta, á no
dudarlo, fué la razón que tocó más de cerca á D. Ramón Guillen
con preferencia á los demás prelados de España y de Francia á
la expedición Pisano-Catalana, muriendo como buen Pastor en
Mallorca para resguardo de su grey, según lo refiere el primer
biógrafo de San Olaguer (2): < Barchinonensis enim episcopus in
campo Balearium insularum viam universae carnis tenüerat. Ipse
enim pro liberatione fratrum et captivorum Maioricam, ex prae-
cepto bonae memorias Paschalis Romanae Ecclesise summi ponti-
ficis, profectus fuerat cum Bosone venerabili legato, quem prae-
fatus Papa ad communitionem et consolationem Pisanae classis et
totius exercitus miserat. Cum praedicto autem legato ipse Barchi-
nonensis et alii pontifices et magna pars cleri tam [illius] quam
caeterarum urbium, quae per loca marina sita sunt, ad excidium
Maioricae perrexerat».
Llegado á Barcelona el conde D. Ramón Berenguer III, entra-
do ya el estío de 1 1 1 5i no tardó en recibir la visita de su esposa
doña Dulce, heredera y propietaria del condado de Provenza,
de donde vino con San Olaguer, abad de San Rufo de Avinón y
con grande acompañamiento para felicitar en persona al triunfa-
dor de las Baleares. Creíble se hace que el Santo, por cuyo ta-
lento y maduro aviso se regían ambos esposos, y que en los años
anteriores muchísimo se había señalado como tal en arduos ne-
gocios del Estado y de la Iglesia, concibiese, ó por lo menos
apoyase el plan político-religioso que el Conde empezó á des-
arrollar el año siguiente, trasladándose por mar á Italia: solicitar
(i) España Sagrada, tomo xxix, páginas 229-321. — Villanueva, Viaje
literario^ tomo xxi, pág. 64. Madrid, 1851.
(2) España Sagrada^ tomo xxix, pág, 474. v
}
404 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
el concurso amigable de Písanos y Genoveses, repoblar la ciudad
de Tarragona y darle estabilidad de Sede metropolitana y con
la bendición del Papa y presencia de su Legado a latere suscitar
una nueva cruzada que le hiciese señor dé Tortosa y de Lérida;
centros de operaciones que, combinándose con las de D. Alfonso
el Batallador, sujetasen al imperio de Cristo las ciudades de Va-
lencia y de Zaragoza. Mas para ello se requería un varón de
temple, igual ó superior al del obispo de Barcelona D. Ramón
Guillen, recién fallecido. El Conde no vaciló. Celebrábase dentro-
de la Catedral en presencia suya y de apiñado concurso del clero,
nobleza y pueblo por el Cabildo el acto de la elección, realzado-,
también con la asistencia del Santo. Los electores no se avenían.
El Conde se levanta; con la mirada, la voz, el ademán de entu-
siasta inspiración manifiesta su íntimo pensamiento; y en seguida
por voto unánime se aprueba. El abad de San Rufo de Aviñón es
elegido canónicamente, aclamado y llevado como en palmas al
palacio episcopal; pero él, recusa tamaño honor, protestando que
no lo admite, que nadie, si no es el Romano Pontífice, podrá obli-
garle á variar de resolución; escóndese; todos le buscan, y nadie
le encuentra; y en la noche siguiente, al primer canto del gallo,
huye furtivamente hacia su abadía de San Rufo. Su biógrafo ha
descrito á maravilla la consternación de ánimo que se apoderó
entonces de todos los buenos barceloneses. '
Las proposiciones del Conde surtieron pleno efecto en Italia, y
todavía mayor que aquel al que aspiraba (l). Las bulas del 23
de Mayo de III6, dirigidas respectivamente á San Olaguer y al
conde D. Ramón Berenguer III (2) puntualizan cabalmente el
(i) «Proposuit itaque Comes sancto ac liberali animo et catholico desi-
derio tendere navigio Romam, vi seré Papam, et senatum Romse, reddere
gratias Papae Paschali de triumpho Baleari quod orationibus suis sancta
christianorum militia super mauros obtinuerat. Deinde quaerere a domino
Papa, quod erat eipraecipue causa sui laboris et viae, Ollegarium abbatem
sancti Rufi in episcopum Barchinonensem Postea erat Comiti in ani-
mo a domino Papa consilium et auxilium petere, littteras remissionis et
obedientiae ad commovenda regna fidei contra populos perñdiae, contra
saracenos cismarinae Hispaniae.»
(2) Loewenfeld, números 6.523, 6.534.
CONCnJO NACIÓN AJ. DE BURGOS 405
tiempo en que fué nombrado para venir por segunda vez á Es-
paña el cardenal Bosón como Legado a latere^ no ya para un
objeto particular, cual había sido la conquista de las Baleares,
sino con toda amplitud de acción y lugar, cual se nos ha mos-
trado en el concilio de Burgos (l). El Papa, felicitando al Conde
por la empresa baleárica, á la que había dado gloriosa cima (2),
le alaba y bendice el designio de habérselas con los reyezuelos
moros de taifa y con los almorávides (mauros et moabitds)^ des-
alojándolos de sus posesiones, entre las que se contaban Lérida y
Zaragoza, y sobre todo de Tortosa, su principal guarida naval,
é impedimento de que se repoblase Tarragona. Pero ésta no era
la única, ni la mayor causa de que viniese el Legado. La discor-
dia civil y sus naturales consecuencias de perturbación y relaja-
ción de costumbres, públicas y privadas, la ingerencia del poder
civil en el religioso y el desequilibrio de las altas potestades je-
rárquicas, reclamaban en Castilla y Aragón un arreglo, que cor-
tase de raíz tanto mal, y plantease, de acuerdo común, la norma-
lidad del derecho. Ya en el año anterior (1115), ál5 de Agosto,
envió Pascual II una encíclica á todo el clero de España, incluso
el mozárabe, mandándole que enviase delegados (obispos, aba-
des y doctores), para que le representasen, ó llevasen la voz del
mismo clero, en el gran concilio de Letrán, que debía celebrarse
y se celebró (6- 1 1 Marzo I116), para dirimir la cuestión de las
investiduras; la cual , resuelta según los cánones, dio pretexto al
emperador Enrique V de embravecerse hasta el punto de amar-
gar acerbísimamente y acortar la vida del anciano Pontífice (f 2 1
Enero, 1 1 18). Sin duda los delegados de nuestras iglesias, además
de cumplir con el objeto principal que los llevó á Roma, entera-
ron á Pascual II por escrito, ó verbalmente, del estado que ellas
tenían y de cómo la presencia de un Legado a latere no podía
(i) En la bula, que recibió San Olaguer, dice el Papa: «venerabili fratri
nostro, sanct§ romane ecclesie preshytero cardinali, quem in Híspanle par-
tibus legatum dirigimus apostolicum». En el concilio de Burgos se lee:
ca domno Bosone, sanct^ romane, §cclesie cardinali, apostolice sedis per
yspanias legato».
(2) Véase el fotograbado de la bula original en el tomo xl del Boletín,
pág. 72.
406 BOLETÍN DE LA RBAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
menos de convenir á su reforma y sosiego. El nombramiento del
Legado apostólico no se hizo esperar sino un par de meses.
El conde D. Ramón Berenguer, acompañado del cardenal
Bosón, regresó de Italia, pasando por la Provenza con el in-
tento de obligar á San Olaguer, á que aceptase la mitra de
Barcelona. El Santo, vista la intimación del Papa, que le presen-
tó el Legado, dobló su cerviz al yugo, asocióse á la comitiva, fué
consagrado en Magalona cerca de Mompeller, y no bien hubo
tomado posesión de su cátedra episcopal, se dedicó con igual
tesón al desempeño de su cargo pastoral y á la rehabilitación
de la ciudad y Sede metropolitana de Tarragona (l).
Acerca de este punto derraman intensa luz los párrafos de la
donación feudal ó señorío de la ciudad metropolitana que hizo el
Conde á San Olaguer y á sus sucesores en la administración de
la Sede (2); donación cuyos trámites han sido bien explicados
por nuestro sabio correspondiente D. Emilio Morera (3). Está
fechado este diploma en 23 de Enero del año II17 de la Encar-
nación, que podría reducirse al II18 de la era vulgar, si fuese
el Florentino el cómputo por el que se rige. Mejor se acomoda
á la evolución de los sucesos (4) el cómputo Pisano; por donde
cumple decir que el Santo, una vez aceptados los compromisos
que envolvía la donación, se dirigió con el obispo de Nimes, re-
presentante del arzobispo de Narbona, á Burgos para orillar, en
pleno concilio nacional (18 Febrero 1 1 17), todas las dificultades
inherentes á la reconstitución de la metrópoli Tarraconense y á
(i) « Venit igitur Boso, venerabilis cardinalis, ad Comitem Pisis, Lega-
tum Romae et legatos suos exspectantem Legatum vero Comes secum
rediens addiixit in Provinciam, ubi electum Barchinonensem inveniunt
Ollegarium; cui Legatus litteras Papae ostendit, obedientam intimat.
Lcgit beatus Ollegariiis; consentit, consecratur episcopus in sede Magalo-
nae. Rediit beatus Ollegarius Barchinonensis episcopus ad sedem suam
Interea magnae (vir) simplicitatis Boso in obedientia Papae commovet reg-
na fidei in filios iniquitatis et maledictae legis Agarensis. »
(2) España Sag?-ada^ tomo xxv (2* edición), páginas 229-231.
(3) Tarragoíia Crisfianay tomo i, páginas 380-384. Tarragona, 1898.
(4) En 23 de Enero de 11 18 San Olaguer había partido de España y
se hallaba cerca de Roma.
j
PUERTA DE SEVILLA, EN CARMONA 407
la unión de las fuerzas de toda la España cristiana contra los
musulmanes.
Desde Burgos el cardenal Bosón regresó á Barcelona, donde
le hallamos el día 27 de Abril de 1 1 17, asesorado de los obispos
de Gerona y de Vich, sentenciando á favor de San Olaguer en
el claustro de la catedral el pleito de la posesión de la iglesia del
Castellar entre el Santo y el abad de San Cucufate del Valles (l).
Sus facultades de Legado apostólico de Pascual II expiraron con
la muerte de este pontífice; y presumo que salió de España, en
compañía de San Olaguer, como había venido bajo la protección
y con ricas dádivas del Conde de Barcelona.
Madrid, 20 de Abril de 1906.
Fidel Fita.
V
PUERTA DE SEVILLA, EN CARMONA
La Real Academia de San Fernando ha solicitado del Minis-
terio de Instrucción pública se declare monumento nacional la
puerta llamada de Sevilla en la ciudad de Carmona; la Subsecre-
taría del mismo Ministerio pide informe á nuestra Academia, en
4 del actual, y el Director, por acuerdo de la Corporación, en lO
siguiente, se ha servido designarme para que emita el informe
pedido.
Hace poco tiempo, en 14 de Abril del último año, el señor
Conde de Cedillo emitió informe sobre el mismo monumento,
por consecuencia de oficio de la Comisión de Sevilla, dando
cuenta de las gestiones practicadas para evitar la comenzada de-
molición de la citada Puerta. En este informe se lamentaba el
Conde de la frecuencia con que las Corporaciones municipales
se desentienden de la autoridad y del consejo de los altos Cuer-
pos consultivos llamados á velar por la conservación y defensa
(i) España Sagrada^ tomo xxix, pág. soo.
408 BOLETÍN DE LA REAL ACADBBCIA DE LA HISTORIA.
de los monumentos de reconocido valor histórico-arqueológico.
Por orden del Alcalde se estaban extrayendo los sillares de
los muros de la Puerta para hacerlos grava, cuando previo in-
forme de la Comisión de Monumentos al Gobernador civil, man-
dó éste suspender el brutal derribo, y en otro nuevo informe dé
la misma Comisión, consta que el daño causado era bastante á
comprometer, en fecha más ó menos próxima, la estabilidad de
la Puerta, y se proponía volvieran las cosas al ser y estado que
antes tenían, bajo la correspondiente dirección facultativa y á
costa de los autores del daño.
La Academia aprobó lo hecho por la Comisión de Monumen-
tos de Sevilla.
Por el año 1 885 tuve ocasión de examinar de cerca estos mo-
numentos en compañía de distinguidos arqueólogos, entre los
que se encontraba D. Adolfo Fernández Casanova, quien, con
su acostumbrada cortesía, me enseñó cuantos detalles dignos de
atención constituían la obra.
La Puerta de Sevilla puede decirse que es un conjunto de
construcciones. A medida que en el transcurso de las edades
aumentaban los medios de ataque, se iban aglomerando allí los
de defensa, hasta el punto de hacer inaccesible la entrada en la
plaza. En este concepto puede considerarse su estudio de gran
importancia para la arquitectura militar.
La puerta romana, que es la interior, está levantada, como
todo el resto de la construcción, sobre un banco de caliza poco
compacta y de difícil acceso.
Entre esta puerta y la exterior hay un patio, cuyo muro late-
ral de la izquierda, según se entra, pertenece al Alcázar antiguo,
y en cuya región intermedia existe un hermoso almohadillado,
que constituye uno de los más acabados ejemplares de este tipa
de construcción romana.
La puerta exterior consta de dos fábricas: una romana, que
constituye el cuerpo posterior .y se halla cubierto por bóveda
cilindrica, cómo el paso á través de la puerta anterior, y otra»
que forma el frente que mira al campo y que corresponde á la
construcción almohade ó. mauritana del siglo xii,
PUERTA DB SEVILLA, EN CARMONA 409
Esta Última se cubre con un arco de ojiva túmida, cuyas do-
velas encajan una y otras á beneficio de dientes perfectamente
calculados y dispuestos. Coronando este arco y defendiendo la
puerta hay bien estudiadas almenas y una ladronera sobre gran-
des canes de piedra, y hacia la mitad de la bóveda, más cerca
de la entrada, se ven las ranuras donde encajaba el peine al
descender.
Para facilitar el ingreso á la ciudad por estas puertas se ha re-
bajado la rasante, cortando para ello la roca. La Puerta ha que-
dado como colgada, alterándose notablemente sus proporciones
primitivas; pero considerándola arqueológicamente, la verdadera
obra se ve y aprecia en toda su importancia.
Adosadas á la Puerta y Alcázar y en donde ha sido posible,
se han levantado humildes casas que contrastan con la belleza y
suntuosidad del monumento, revelando muy mal gusto y el poco
respeto que en los tiempos modernos se ha tenido á páginas tan
brillantes del arte y de la. historia.
Parte del Alcázar, tan celebrado en todas épocas, ha sido des-
tinada modernamente á sala de presos, después para albergue
de pobres y últimamente para guardar cerdos.
La Puerta de Sevilla, en Carmona, constituye un precioso mo-
numento de arqueología militar, cuya labor se debe á distintas
civilizaciones, empezando por la romana; su conservación y re-
paración, como obra única en su clase, sería de gran interés, me-
reciendo, por lo tanto, que el Gobierno lo declarase monumento
nacional.
La Academia, como simpre, resolverá lo más acertado.
Madrid, 20 de Abril de 1906.
Adolfo Herrera.
410 BOLETÍN DB LA RBAL ACADEMIA DB LA HISTORIA.
VI
LOS RESTOS DE HERNÁN CORTÉS
G)n este título ha publicado en Méjico D. Luis González Obre-
gón un interesante folleto, narrando la vicisitudes porque han
pasado los restos mortales del heroico conquistador del Imperio
Azteca.
Refuta el autor, en primer término, la sospecha expuesta por
D, Pedro Sáinz de Baranda en el artículo «Castilleja de la Cues-
ta», del Diccionario geográfico, estadístico, histórico de España,
publicado por Miñano, de que los restos de Cortés se encuentren
en España, sospecha fundada en que el intruso Rey José dispuso,
en 21 de Junio de l8lO, que fueran trasladados á Méjico, y ni se
tiene noticia de que el traslado se efectuara, ni la disposición es
probable que fuese acatada por el Gobierno nacional en odio á
quien la dictó.
En prueba de que los restos fueron llevados á Méjico pocos
años después de la muerte de Cortés, cita párrafos de Bernal
Díaz del Castillo, su compañero en la conquista de Nueva Espa-
ña, de Fr. Juan de Torquemada y de Bartolomé de Góngora, en
que así lo afirman; inserta las cláusulas del testamento de Cortés
relativas á su enterramiento; narra su muerte, ocurrida el 2 de
Diciembre de 1547; los suntuosos funerales que se le hicieron;
cómo su cadáver fué sepultado provisionalmente en el Monaste-
rio de San Isidro del Campo, en Sevilla, y prueba con el acta, ya
publicada en el tomo xxii de la Colección de documentos inéditos
para la Historia de España^ que en 23 de Mayo de 1566, y á
solicitud de D. Martín Cortés, segundo Marqués del Valle, se en-
tregaron los restos de su padre por el Prior del Monasterio,
Fr. Bonifacio Cabellos á Hernán López de Calatayud para que
fueran conducidos á Méjico.
No ha logrado el Sr. González Obregón precisar la fecha en
que se transportaron á América, aunque con razón deduce que
debió ser antes de 1 568, en que terminó de sacar una copia de
LOS RBSTOS DE HERnXn CORTÉS 4II
SU historia Bernal Díaz del Castillo, en la que afirma que los hue-
sos de Cortés fueron llevados á la Nueva España y estaban «en
Cuyuacán 6 en Tezcuco, y que esto no lo sabía bien», aclarando
la duda Fr. Juan de Torquemada en su política indiana al decir
que «se hallaban depositados en Tezcuco»; de aquí fueron tras-
ladados á la iglesia de San Francisco de Méjico, donde Bartolomé
de Góngora, que escribía en el siglo xvii, dice los vio, notando
que la calavera era de una pieza sin comesura, porque la natu-
raleza, agrega, señaló al más señalado del Universo.
En 1794, y por iniciativa del ilustre Virrey, Conde de Revi-
llagigedo, se trasladaron con gran solemnidad al templo de Jesüs
Nazareno, anexo al hospital que Cortés había fundado.
La enemiga que á raíz de la declaración de la Independencia se
tuvo en Méjico, á todo lo que á España se refería, y que por for-
tuna para ambos pueblos se ha trocado en cordial amistad, alcanzó
á los restos del héroe de Otumba, llegando al extremo de que un
Diputado propusiera al Congreso el año de 1 822, el que se qui-
taran los huesos y demás insignias de los opresores del convento
de Jesús; después de viva discusión nada se resolvió, pero al año
á los siguiente, y con motivo de conducirse á la iglesia de Santo
Domingo los restos de los caudillos muertos en la guerra de la
Independencia, volvieron á enardecerse las pasiones y circula-
ron impresos excitando al pueblo á que se apoderase de los hue-
sos de Cortés para quemarlos en San Lázaro.
El Sr. González Obregón trata de demostrar que no existió el
peligro de que los restos fuesen profanados; pero del expediente
que inserta en el apéndice resulta que la Junta de Gobierno del
Estado y Marquesado del Valle de Oajaca, en vista de los impre-
sos que habían circulado, del estado de la opinión y de los avi-
sos recibidos en el Gobierno superior, que hacían temer un
atentado en la tarde del 16 de Septiembre de 1 523, pidió pro-
tección al Capitán general y Jefe político, y éste fué de parecer
y aconsejó que se demoliera el panteón «para que así se olvida-
se la memoria de éU; la Junta acordó que los huesos se enterra-
sen en otro lugar y que el panteón fuera demolido á la mayor
brevedad.
412 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Según certificado expedido en 12 de Marzo de 1827 por el
Capellán mayor del Hospital de Nuestra Señora, que el Sr. Gon-
zález Obregón inserta como apéndice á su trabajo, el citado 16
de Septiembre de 1 82 3, y ante el temor de que el pueblo profa-
nase los restos de Cortés, fueron éstos escondidos en la misma
iglesia en la sepultura que está tocando por el lado del frente
del ángulo derecho ó del Evangelio la tarima del altar de Jesús
Nazareno, en donde se hallan, dice el certificado, encerrados en
una caja de palo forrada de plomo y envueltos con sábana de
cambray bordada de oro y guarnición de blonda negra de cua-
tro dedos.
La afirmación que hace el documento de que en la fecha que
se expidió el certificado, ó sea el 12 de Marzo de 1 827, se halla-
ban los restos en la iglesia de Jesús, sirve al autor para refutar el
aserto del historiador alemán D. Rodolfo Cronau de que en 1823
fueron remitidos á Italia á su descendiente el Duque de Terra-
nova; pero si, en efecto, prueba que no pudieron remitirse en
1823, puesto que estaban en Méjico en 1827, no desvirtúa el se-
ñor González Obregón, con documento alguno, la afirmación de
éste y otros historiadores como el Dr. Mora, D. Carlos María de
Bustamante y E. Charton, que aseguran que fueron llevados á
Italia, y siendo así que en la actualidad no existen en el sitio en
que se ocultaron en 1 82 3, ni se sabe, ó al menos no se dice
dónde han ido á parar, con la misma razón con que el Sr. Gon-
zález Obregón sienta que no hay autoridad competente ni docu-
mento autorizado que permita sospechar que fueron llevados á
Italia, puede también argüirse que hoy por hoy tampoco hay
autoridad competente ni documento autorizado que permita ase-
gurar que permanecen en Méjico.
De sentir es que, estudio tan erudito como el del Sr. Gonzá-
lez Obregón, no tenga digno término, dándonos á conocer don-
de se encuentran las cenizas del Gran Capitán, que conquistó y
colonizó la Nueva España, á quien debe su existencia la nación
mejicana.
Ángel de Altolaguirre.
DON PEDRO IV DE ARAGÓN Y LA CORTE DE FRANCIA 415
VII
D. PEDRO IV DE ARAGÓN Y LA CORTE DE FRANCIA
..La Revue Hispanique en el núm. 43 de su tomo decimotercero
inserta un estudio de D. Joaquín Miret y Sanz acerca de las ne-
gociaciones seguidas por D. Pedro IV de Aragón con la corte
de Francia en los años de 1 366 y 67.
Expone el autor los trabajos diplomáticos realizados por don
Pedro IV para asegurarse la cooperación ó al menos la neutrali-
(íád de Navarra antes dé emprender la guerra contra D. Pedro I
de Castilla, apoyando las pretensiones á la Corona del bastardo
D. Enrique de Trastamara; el incorrecto proceder del Rey
Carlos en Navarra i que se alió con el de Aragón, obligándose
por el Convenio de Barcelona de ll de Diciembre de 1 365 á
anticiparle 30.000 florines para sostener la guerra , y que al ver
que D. Pedro I, después de la derrota de sus tropas y de la en-
trada y coronación en Burgos de D. Enrique, se preparaba de
nuevo para la lucha, auxiliado por los ingleses, abandona á su
confederado y se pasa al partido de su enemigo, que tenía más
probabilidades de ser el vencedor.
La alianza de D. Pedro I con Inglaterra y Navarra llevó al de
Aragón á negociar la de Francia, pero no logró por el pronto
vencer la resistencia de Carlos V á romper francamente con los
ingleses, y sólo obtuvo el que consintiera á su hermano el Duque
de Anjou confederarse con D. Pedro IV y el que continuara
permitiendo que en territorio francés se organizasen aquellas
bandas de aventureros, cuyos desmanes sintieron lo mismo los
pueblos castellanos afectos á D. Pedro I que los adictos á D. En-
rique, y que llegaron á ser tan temidas, que el mismo Rey de
Aragón se opuso á que continuaran pasando por Cataluña, y sólo
accedió á consentirlo ante la necesidad de reforzar las tropas del
bastardo; pero mediante la obligación que contrajeron de seguir
determinada ruta, en la que D. Pedro situó fuertes guarniciones
para en caso necesario contener sus desmanes.
414 BOLBTÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
La entrada del Príncipe de Gales en Castilla decidió á Car-
los V á tomar abiertamente el partido de D. Enrique y á solici-
tar del Rey de Aragón que declarase la guerra á los aliados;
pero la victoria que éstos obtuvieron en la batalla de Nájera
sobre las tropas de D. Enrique entibió el ardor bélico de don
Pedro IV, que, cambiando por completo de política abandonó la
causa de D. Enrique, puso especial empeño en no dar motivo á
D. Pedro I á que rompiera las hostilidades, y envió embajadores
para negociar con el Príncipe de Gales.
Según el autor, la razón de Estado impuso á D. Pedro el sa-
crificio de su amistad y alianza con D. Enrique, estimando que
el mayor servicio que á su Patria prestó el Monarca aragonés,
tué el rechazar firme y prudentemente las reiteradas instancias
del Rey de Francia, del Duque de Anjou y del Vizconde de
Roda, para que declarase la guerra á los ingleses, castellanos y
navarros después de la batalla de Nájera.
El estudio del Sr. Miret resulta muy interesante y de novedad,
porque sus afirmaciones las justifica seguidamente con docu-
mentos, en su mayoría inéditos, que originales se conservan en
los Archivos de la Corona de Aragón.
Ángel de Altolaguirre.
VARIEDADES
RECUERDOS DEL MADRID VIEJO
En el ángulo que forma la Cava Baja de San Miguel, prolon.
gación de la calle de Cuchilleros con la plaza de San Miguel, }-
el solar medianero con la tradicional casa de la Bula, al hacer
las excavaciones para construir una casa de nueva planta, se ha
descubierto un enterramiento en galerías de tierra, que por su
importancia, colocación y cualidades de los numerosos huesos
humanos hallados, parece indicar que es el perteneciente á la
antigua iglesia parroquial de San Miguel de los Othoes.
Dicho yacimiento se hallaba á más de metro y medio de la
superficie, y estaba formado por dos galerías subterráneas, para-
lelas, unidas por otra transversal, y en su unión habíanse ensan-
chado en pequeñas rotondas. La altura de las galerías, la lisura
de sus bóvedas y su disposición general, recuerda las ctievas de
tierra de las casas viejas de Madrid.
Los huesos humanos son numerosos; yo he visto que podrían
completarse más de doscientos esqueletos; los hay en todos los
períodos de destrucción, pues se hallan englobados y confundi-
dos en tierra movediza, que rellena por completo las galerías
subterráneas; hay algunos tan bien conservados, que parecen de
inhumación reciente; los hay de todas edades y de ambos sexos,
y por las formas de los mismos, los despojos de velos y vestidos
que se encuentran con ellos, parece que predominan los cadá-
veres de personas de buena posición, principalmente de muje-
res y adolescentes y niños, y los que parecen de hombre no
tienen tampoco los rasgos pronunciados y fuertes de los restos
de gente jornalera.
410 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
En las dos galerías paralelas estaban colocados ordenadamen-
te los féretros y cuerpos, pues se interponían entre ellos restos
de maderas, y, con ellos, trozos de vestidos y hasta medias en-
teras; en las rotondas y galería transversal, la tierra los reunía y
englobaba, constituyendo un verdadero osario subterráneo, en
el que, confundidos y disgregados entre la tierra, no es posible
apreciar nada especial de los restos y su enterramiento.
Cerca de estas galerías, y en la misma línea que ha de llevar
fachada de la casa en construcción y tocando con los muros de
la casa de la Bula de la Santa Cruzada, que es el núm. 6 de la
plaza de San Miguel, sé ha encontrado otro pozo más profundo
y más abundante en restos que el enterramiento de galería.
El sitio de este curiosísimo enterramiento es el del Madrid
primitivo, del Madrid árabe, la ciudad conquistada por Ramiro II
de León en 939; el terreno creo corresponde á los solares de le
antiquísima iglesia de San Miguel de los Othoes, cuya Capilla
Mayor era Patronato del hijo primogénito de los Condes de Ba-
rajas, y todavía existe á espalda de estos terrenos y írénte á la
puerta de la Vicaría, la calle y plaza del susodicho Conde de
Barajas, que por cierto no parece en ella por parte alguna la ju-
risdicción del Excmo. Ayuntamiento de Madrid; tal es el aban-
donó ó incuria en que la tiene sumida, y eso que está frente á
un sitio tan frecuentado como la vicaría eclesiástica, y no muy
lejos de la propia Casa de la Villa.
Creo es digno de mención este descubrimiento del Madrid
antiguo, pues la construcción de las galerías subterráneas, que
hasta tienen refuerzos de mampostería y ladrillo en sus esquinas
revelan un enterramiento secular y ajustado á un plan que im-
pusiera las condiciones del terreno.
Las excavaciones se han practicado cuidadosamente y estu-
diando todos los detalles, por cuenta de la administración del
Duque de Montellano, á quien pertenece el solar y la finca en
construcción.
Madrid, Abril de 1906.
Fuáiieiacb Vi£íals.
NOTICIAS
En la sesión del 20 de Abril ha sido elegido, en votación ordinaria, para
Académico de número el Sr. D. Juan Pérez de Guzmán y Gallo, al obje-
to de cubrir la vacante que dejó, por fallecimiento, el Excmo. Sr. D. Ma-
nuel Danvila.
En la misma sesión, el Sr. Rodríguez Villa presentó el tomo xxvi de las
Cortes de Castilla^ cuya impresión, como la de los anteriores que se refie-
ren á las de Madrid (i6io-i6ii), ha dirigido.
El Sr. Vignau notició haberse descubierto en una tabla, que servía de
encuademación á cierto libro de privilegios de Toledo, existente en el
Archivo histórico Nacional de su cargo, una leyenda hebrea notabilísima;
y esto lo manifestó con ocasión de haber concurrido á la sesión del refe-
rido día el antiguo Correspondiente de la Academia, Sr. Mo'íse Schwab,
el cual leyó un erudito informe suyo, redactado en francés, acerca de la
Paleografía semítica en general y de la española del mismo ramo en par-
ticular.
La Academia, además de acordar la inserción de este informe en su
Boletín, felicitó á Mr. Schwab por haber venido á España, desde París,
con comisión del Ministerio de Instrucción Pública de Francia, para exa-
minar todas las inscripciones hebreas existentes en nuestra nación, y sin-
gularmente las de Toledo, Córdoba, Sevilla, Barcelona y Gerona, con el
propósito de formar con ellas un cuerpo epigráfico que ha de publicarse á
expensas de aquél Ministerio.
La Academia acordó sufragar por su parte, con la cantidad de 500 pese-
tas, la erección del monumento conmemorativo del P. Flórez en Villadie-
go, patria de tan esclarecido ingenio y fundador y primer autor de la
España Sagrada,
Se recibió comunicación de la Comisión de Monumentos de Sevilla soli-
citando el apoyo de la Academia á fin de que sea declarado monumento
4l8 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
nacional la torre llamada Atalaya ó Torrean de Don Fadrique^ determinán-
dose que esta comunicación pase á informe de la Comisión de Antigüeda-
des; y considerándose que esta Comisión tenia reducido personal, fué
propuesto, para reforzarla, y nombrado el Sr. Herrera.
El Sr. Codera, en la sesión del 27, leyó un informe acerca de un sello
con inscripción árabe y flor de lis, descubierto en Toledo, que fué oído
con mucho agrado y verá la luz en el próximo número del Boletín.
El Sr. D. Narciso Díaz de Escovar, Correspondiente de la Academia, le
ha comunicado desde Málaga la noticia siguiente:
«Hace tiempo que la prensa local dio la noticia de haberse descubierto
en las cercanías del pueblo de Almargen, de esta provincia, algunas
sepulturas, al parecer romanas, y dentro de ellas varios pequeños objetos
de importancia arqueológica.
Recientemente se han hecho otros descubrimientos en el mismo lugar,
y esto nos movió á hacer una visita al expresado pueblo, á fin de estudiar
las sepulturas y formar idea sobre su época , ampliando las noticias que
recogimos á raíz del primer hallazgo.
No se trata de un grupo de sepulturas aislado, sino de un verdadero
cementerio, que, á nuestro juicio, debió utilizarse en las últimas épocas
de la dominación de Roma en España.
Encuéntrase situado á unos 800 metros de la misma estación de Almar-
gen, donde finalizan las huertas y principia la sierra, á la falda de esta y
frente al pueblo. Las sepulturas descubiertas, que pasarán ya de 30, ocu-
pan un perímetro de cerca de 100 varas cuadradas, en un mismo plano,
que se altera en algunos puntos por las piedras y tierras que se despren-
dieron de la sierra.
Las sepulturas forman hileras, no una ni dos, sino varias, guardando
entre sí distancias iguales, ó casi iguales. Son de distintos tamaños, según
las dimensiones del cuerpo que en ellas se sepultó, pero casi todas tienen
una profundidad de un metro, ó metro y medio. El hoyo se labró en el
terreno y dentro de él se colocaron unas especies de féretros de piedra
muy dura y blancuzca, propia de aquellos terrenos, trabajada toscamente
y que tendrá de espesor de uno á tres centímetros, más anchas estas
cajas de piedra por la parte correipondiente á la cabeza, pero luego va
poco á poco estrechándose hasta terminar en huecos de unos 10 á 12 cen-
tímetros. En algunas sepulturas se han encontrado hasta dos cadáveres,
muy unidos, con los cráneos completamente juntos.
Presenciamos el descubrimiento de una de las sepulturas y creemos
oportuno hacer la descripción.
A una media vara de la superficie, se encontró un esqueleto de dimen-
siones ordinarias, con la cabeza mirando al sol naciente. Al lado izquierdo
se encontró una vasija ó cantarillo, que no pudo sacarse entero, de cerá-
mica al parecer romana, pequeño, de boca estrecha, con asa y sin labrado
alguno. Entre la tierra y los huesos se halló un pedazo de bronce, que
bien pudo pertenecer á una hebilla ó á un adorna. El esqueleto reposaba
NOTICIAS. 419
sobre tres enormes losas de piedra blanca , cada una de las cuales podía
mover con dificultad un hombre.
Levantadas estas losas, se halló el féretro, de igual forma y piedra que
los antes descritos, cubierto con tres ladrillos grandes, con pronunciados
rebordes. Bajo los ladrillos había una tierra muy ñna, que parecía estar
cernida, sin mezcla de piedrecilla alguna, y en el fondo el esqueleto, en
igual situación que el anterior, pero de mayores proporciones. También
se encontraron junto á la cabeza, restos de otra vasija, pero ésta de barro
encarnado, muy pulido, semejante al saguntino. Debió tener labore?, y en
uno de los trozos aparecía labrada una punta de flecha muy pequeña y en
otro un ramo de hojas puntiagudas. También se halló un resto de vasija
de barro con rayas simétricas.
Con gran cuidado se sacó el cráneo, que era muy grande y estaba com-
pleto, conservando hasta varios de los dientes y muelas. Al sacarlo se des-
prendió la parte inferior, pero la superior hemos podido conservarla ente-
ra, no sin grandes cuidados. Los demás huesos, especialmente los de las
piernas y caderas, se extrajeron perfectamente, como igualmente las cos-
tillas. La columna vertebral, que en la sepultura se veía unida, sin faltar-
le un solo anillo, se deshizo al tocarla.
Hasta aquí la descripción parcial de una de las sepulturas. Reseñare-
mos ahora varios de los objetos descubiertos en otras.
Es rara la sepultura donde no se han encontrado vasijas de diferentes
formas, aunque parecidas, y tamaños. Enteras han salido cuatro, de las
que conservamos dos.
En una sepultura, cuyo esqueleto, cráneo y dentadura , parecían reve-
lar una joven de catorce ó quince años, se halló un pendiente de mujer,
sencillo, de bronce.
En otra un broche de manto, labrado, grande, que se conserva en poder
del aficionado á estos estudios y conocido novelista D. Arturo Reyes. Eln
otra un broche más pequeño, también labrado, con una N., el que pasó á
poder de un amigo del dueño de la finca, sin que lo hallamos podido exa-
minar, pero se nos dice que es bastante curioso.
En otra de las cajas de piedra había una estrella, como de 2 centíme-
tros, de bronce, con ocho rayos labrados artísticamente, con un pequeño
hueco para colgarla en su parte superior. En otra un anillo muy fino, del
citado metal, con unas letras ó signos que semejan dos A, unidas por el
centro. Al principio de las excavaciones, aparecieron algunos otros obje-
tos pequeños, ó trozos de bronce, á los que no se dio valor alguno y fue-
ron abandonados.
En el mismo terreno, entre las sepulturas, se han hallado también: un
fuste de columna de jaspe, bien labrada, rota por su parte inferior, una
base de otra columna más pequeña y una piedra labrada á mano, entre
larga, como de un metro de largo y medio de ancho que pudo formar
parte de una escalinata.
El trozo de columna á que antes nos rcferimoa tiene en su parte supe-
rior un hueco cuadrado^ cocho de 10 ceatímetros, y dentro otro pequeño*
Recientemente se ha descubierto una caja de piedra, que sólo podría
contener el cuerpo de un recién nacido, la que ha sido extraída y se con-
serva en poder del Sr. Barquero.
420
boletín de la real academia de la historia.
£1 descubrimiento de estas sepulturas se debió á la casualidad, pues al
Sembrarse el terreno el pasado verano se encontró la primera, sin que
hasta la fecha se hayan practicado trabajos serios ó en forma, que es fácil
se realicen este verano, si, como esperamos, la Comisión de Monumentos
se preocupa de ello y cuida de que se verifiquen bajo una dirección peri-
ta y abonando los jornales necesarios. El dueño de la finca es el propieta-
rio de aquel pueblo D. Andrés Barquero Aviles, y á su hijo D. Andrés
Barquero Rebollo se deben los últimos hallazgos. Ambos merecen felici-
taciones, por su cuidado en que se conserven los últimos objetos extraí-
dos. Una mención especialísima debe hacerse á favor del cabo de aquel
puesto de la Guardia civil, aficionado á estos estudios, D. Enrique Benito,
que conociendo el valor arqueológico de estos descubrimientos, los ha
dirigido, presenciándolos y noticiándolos á determinados individuos de la
Real Academia de la Historia, para que no quedasen olvidados. Justo es
que el Coronel de este Tercio, nuestro buen amigo el Sr. Jaime, no olvi-
de á individuos que por su cultura y buen deseo honran al benemérito
Instituto, y á la Comisión de Monumentos corresponde proponerle para
una recompensa adecuada, ya que por desgracia no es frecuente en Espa-
ña hallar personas que de estos asuntos históricos se preocupen.»
Nuevas inscripciones de Málaga. — Se descubren conforme sigue adelan-
te el derribo de la antigua alcazaba de esta ciudad. La Academia ha reci-
bido noticias y fotografías de tres epígrafes romanos y uno visigótico de
ésta procedencia, que le han sido enviadas por el erudito canónigo y
publicista D. José Moreno Maldonado. La visigótica se reduce á una estam-
pilla
-j- SEVKRVS
tres veces repetida en un fragmento de construcción, que el Sr. Moreno
Maldonado sospecha ser indicativa del obispo Severo, que floreció reinan-
do Leovigildo y Recaredo (años 578-601), y se distinguió como escritor
doctísimo.
Las inscripciones romanas son tres: una dedicatoria de la República
Malacitana al Emperador Carino en el año 284; otra hermosamente poé-
tica, y un fragmento
de interpretación dudosa.
F. F.
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tos meses en cuadernos de 8o ó más páginas, co/i sus correspondientes
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plares se les hará una rebaja conveniente, segiin la cos-
tumbre recibida en el comercio de librería.
boletín
í|eJiUI 11 IDUS , ,
REAL ACADEMIA DE lÍhISTORIA
TOMO XLVIII— CUADERNO VI
JUNIO, 1906
MADRID
ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE FORTANET
IMnMlOH DI LA UAL ACADIHM Dt LA HieTDIU
Libertid, 19.— Tílífono 991.
1906
SUMARIO DE ESTE CUADERNO
\
Págt.
Informes:
I. Correspondencia de la Infanta Archiduquesa Dona Isabel
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma, (Desde
Flandes, años de ISQ9 d J 607 y otras cartas posteriores sin
fecha.) — Continuación.— A. Rodríguez Villa 421
n. Gliolcadi e gli andosini due popoli sconosciuti. — Nicolás Feli-
cia^i * 441
in. Vascos^ iberosy moros ^ bereberes. — Ricardo Beítrán y Rózpide. 4 58
rV. Sello con inscripción árabe y flor de lis descubierto cu Tole-
do.— Francisco Codera * 463
V. De la Paléopaphie sémitique. — Dr. Moíse Schwab ...... 464
VI. Nuevas inscripciones romanas y visigóticas de Extremadura.
— El Marqués <Je Monsalud 485
Vn. El Monasterio toledano de San Servando. — Examen critico
de una bula de Pascual II y de un diploma inédito de la
Reina Doña Urraca. — Fidel Fita 4^
Variedades:
Concilios de Gerona^ Scgovia y Tny en iiiy y JJi8^ — Fidel
Fita 501
Noticias 510
índice del tomo xLvín . 514
TOMO XLVIII.
Junio, 1906.
CUADERNO VI.
,,> DE LA
JUL 11 1906
REAL ACADÉfJ^ I^ (^STORIA
INFORMES
I.
coR.TiK3P»oirr):SBrci-fi.
DB LA
INFANTA ARCHIDUQUESA D> ISABEL CLARA EUGENIA DE AUSTRIA
CON EL DUQUE DE LERMA.
Desde Flanees ^ años de isgg á lóoj y otras cartas posteriores
sin fecha.
296 (I).
Duque: Con cada carta vuestra tengo tanto que agradeceros
que no sé por donde comience, y más con esta de aora, que
es tanto lo que nos obligáis de todas maneras que yo no deseo
sino tener muchas ocasiones en que mostraros cuanto lo estamos
y cuan siguros de todo lo que nos decis, y que tiniendoos ay
estamos siguros de que todo se hará bien. Mucho os agradesco
todas las nuevas que me dais, que han sido de mucho gusto para
mí, y más diciendome cuan bueno está mi hermano, Dios le
guarde. Grandes envidias me habéis hecho por velle con el ves-
tido que me decis, y bien cierta estaba yo de la merced que nos
(i) Impresa ya la mayor parte de esta correspondencia, han parecido
entre los papeles manuscritos del Sr. D. Pascual de Gayangos, otras quin-
ce cartas de la Infanta al Duque de Lerma, que por no poderse intercalar
en su sitio correspondiente, insertamos al fin. Son de los años i6oi á i6o6
TOMO XLViiL 27
422 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
hace que había de olgar con Don Enrique. No faltan malas len-
guas que digan, aunque vos lo calléis, que el Duque de Lerma
le pesó tanto con su llegada que salió corriendo hasta los corre-
dores, y que si no le encontrara allí, no parara hasta la calle (l).
Así lo creo yo por cierto de lo mal que el Duque nos quiere.
Aora bien yo espero que algún día hemos de ver por acá algu-
nas postas en quien nos venguemos de todo esto.
Buena estancia ha sido la del Pardo, como mi hermano la aco-
modó para no faltar á lo de Madrid, aunque no me espanto que
le pareciese á la Reina que venian cerca los viernes. Mucho
guelgo que se halle ya bien en España, y no hay duda sino que
siempre le dio la vida á mi hermano el exercicio , y más por in-
vierno. La merced que me decis que me hace es de manera que
yo no sé cómo servírsela, aunque sé que le quiero con la mayor
ternura que puede haber, y que así no habría cosa que tanto
contento me diese como podelle descansar y dar gusto.
Lo que me decis de las provisiones ha venido á tan buen tiem-
po que si no tuviéramos esa esperanza, no sé cómo pudiéramos
pasar adelante. El cuidado que habéis puesto en esto, os vuelvo
á agradecer mucho: espero han de lucir mejor que hasta aqui,
porque este solo es nuestro deseo y cuidado. No le pierden los
enemigos de apercibirse todo lo que pueden; y así aguardamos
la gente con mucho cuidado. Dios la libre, que bien tiene que
pasar sigun los que la aguardan.
Lleváronnos la noche de Sant Andrés la almiranta en frente de
Anberes, que es lo que hemos sentido, y más no poder castigar
á los que anduvieron en el trato, porque vieron luego la tapice-
ría de Don Enrique (que) corrió gran peligro, que estaba en una
barca y junto con ella otra de nabos; y ellos traían tan bien sa-
bido todo lo que había que llegaron á las barcas á cortar las
cuerdas, y por cortar la de la tapicería, cortaron la otra, y los
que iban conoció que no era la que buscaban y comenzó á gri-
tar al que cortaba la cuerda: «No es esa, que esa es la de nabos».
(i) Al margen de letra contemporánea muy pequeña, se lee: <£1 mayor
cortesano del mundo.»
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 423
Al tiempo que pasaban á cortar la otra, dio voces un muchacho
de la muralla: «Guarda que abren la puerta», y con este miedo
se acogieron y dejaron la tapicería; que alguna buena oración
regaban allá por ella. Esto es lo que ha habido de nuevo, y las
demás nuevas de por casa escribo á mi hermano. Las del sarao
he gustado mucho y cuan congojado os veríades con dos damas,
pero muy bien lo remediastes. Guelgome mucho de que salga
Antonica como me decis y sus hijas de Arnedo, que en fin es
criado viejo, y así hace muy bien la Duquesa en favorecellas. Yo
asiguro que por más flaca que esté que nunca le falten fuerzas
para servir, como cosa heredada de tan atrás en vuestra casa; y
conociendo yo esto, poco tenéis que agradecerme lo que aprobé
siempre la merced que mi hermano os hacia, pues conocía que
le hacia servicio en que tuviese cabe sí quien le sirviese con el
amor y ley que vos, que no siempre se halla; y esto he dicho y
diré siempre, y por la falta que me decis que hay de hombres,
juzgareis la razón que yo tenia para ello. No dudo de la buena
ayuda que os hará la del Valle, pues solo su buen celo, cuando
no tuviera las otras partes que tiene, bastaba para cualquier cosa.
La buena de Gandia estará muy contenta con tener casada á su
nieta. Mucho guelgo de que las de Saboya sirvan como me decis.
Las cosas de allá ya sabrán ay como andan : no sé en qué han
de parar, ni las de Alemana, que todo lo veo mal parado y no
buen remedio para ellas, por más que se procure. Dios nos libre
de lo que no nos sabemos librar, que ya deseo tener nuevas de
ser llegado lo que faltaba de la flota, que en partiendo tarde,
siempre le acontece lo que aora, como decis; y así se habría de
tener mucho cuidado en esto. Y á este propósito os quiero decir
que tras haber hecho las diligencias que sabéis, como ha man-
dado mi hermano, para quitar el trato con los de Olanda, ha
venido oy nueva^que les han entrado aora treinta navios carga-
dos de mercadurías de España, que para venir hurtados son
muchos juntos; y asi debe de haber alguna bellaquería en ello.
1^0 que me decis que quedábamos compuniendo con Boto
para enviarme, no querría cayese en sus manos; que ya yo sé
cuan bien compuesto vendrá, y tengo en mucho que en mita de
424 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
todas vuestras ocupaciones, las toméis en eso y os acordéis del lo;
si llega tan bien como un navio nuestro que escapó con la mita
de la ropa que traia, que no cupo más en él; y así habrá de vol-
ver por lo demás, en dando lugar los enemigos; que está todo el
canal lleno dellos, y el paso por entre todos como por milagro.
Estraño casamiento ha sido el de doña Catalina Enriquez. Muy
buena estará la guerta de don Juan de Borja con lo que se le
añade, que es un lindo sitio aquel. Mucho olgara de ver vuestros
concertados, que tienen muy buena edad, para g^ustar de sus
ñnezas. Del mal de Diego Gómez me f>esa mucho, y no puedo
sufrir que me digáis que la de Niebla está como Ana Maria. De-
cilde que yo defenderé su causa; y á todos me encomiendo mu-
cho. La de Sarria querría que no nos hiciese compañía en lo que
tardamos todas en tener hijos: y Dios os guarde, como deseo.
De Bruselas á 19 de Enero, 1601. — A Isabel. — Discúlpame con
la Duquesa y Marquesa del Valle: que con estas fiestas ha acu-
dido tanta gente que no me dan lugar á responderles con este
correo. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
296.
Duque: Una carta vuestra me dio don Baltasar con un papel
de doña Juana de Mendoza (l) sobre su pretensión; y no dexa de
espantarme de la manera que habla, en que le tuvimos hecha
merced de recibilla, pues como vos sabéis mejor que nayde,
nunca se llegó á este término; y yo dende que salí de ay, deter-
miné de servirme de las de acá, por ser esto lo que mejor nos
estaba, por muchas razones. La voluntad de doña Juana me
obliga mucho, y así os pido que de mi parte supliquéis á mi her-
mano con mucho encarecimiento haga merced á doña Juana en
todo lo que se le ofreciere, que yo la recibiré á mi cuenta, de-
seando mucho que doña Juana eche de ver que le agradesco la
(i) Dama de la Reina de España, después de esta íecha, y hermana
del Conde de Coruña.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DOÑA ISABEL. 425
voluntad que ha mostrado de servirme. Y Dios os guarde como
deseo. De Bruselas á 29 de Enero 160 1. — A Isabel. — (Sobres-
crito:) Al Duque de Lerma.
297.
Duque: Cada vez que veo vuestras cartas, siempre hallo en
ellas más que agradeceros, y en esta de aora mucho, por todo
lo que me decis y el buen cuidado que habéis puesto en que vi-
niesen las letras del mes pasado. No sé cuando hemos de servir
á mi hermano tanta merced; y asi no le he querido besar las
manos en mi carta por ella, sino que vos lo hagáis por mí. Yo
os prometo que vino á buen tiempo, porque ya teníamos cuaxa-
do otro motin por tardalles la paga un mes. Quiso Dios que se
descubrió, y así se han aorcado los que se han podido cojer. Es
terrible esta gente.
Mucho siento que la Duquesa traya tan poca salud, y que
vuestra nieta haya estado tan mala. Buen sobresalto debió de
pasar su madre con las cuchilladas de su marido, que todos di-
cen cuan valientemente lo hizo. Creo que todos los tendréis ya
en Valladolid, pues dicen que á los doce del pasado era partido
ya mi hermano para allá. Deseo que se halle muy bien como es-
pero; que es buena tierra.
De la pax de Francia también acá nos dan malas esperangas,
aunque de Paris afirman que ha estado hecha, y no hay saber
la verdad. Dios encamine lo mejor. La gente me trae con mucho
cuidado: que cada dia salen más navios contra ella: no sé cómo
podrá llegar acá. Nuestros enemigos hacen grandes apercibi-
mientos de máquinas y fuegos: los más dicen que para las ga-
leras. Arto aprisa me parece que se vá el invierno; que luego
tendremos en qué entender. Lo que habéis acordado á mi her-
mano de lo que os he encomendado, os agradesco mucho; y os
pido lo hagáis aora de dos particulares que le escribo, que entram-
bas eran muy justas que mi hermano las haga.
Bonísima fiesta fue la de la máscara, y el cuidado de escribir-
^
426 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
mela tan particularmente tengo en mucho. A don Luis Enrri-
quez eché menos entre los dangantes viejos, y acordóseme de
haberos visto ya otra vez en la galería baxa como tudesco con
don Alonso de (^uñiga. A mi hermano le debia de estar muy
bien. ¡Oh lo que olgara que se hallara en una ñesta que le escri-
bo que tuv^imos el domingo, que por decírsela muy particular-
mente, no la repito aqui! De la de Lemos he tenido muchas y
muy buenas nuevas con el Conde de Sora, que fue á ganar ju-
bileo, y pasó á Ñapóles. Dice que está bonísima: envióme boní-
simos recados y dice que al Conde quieren más que han querido
á ningún Virrey. De la de Altamira deseo saber cómo le va con
los abaninos grandes. La del Valle creo muy bien que no habrá
sacalla de su tribuna: no sé adonde se acomodará en Valladolid,
aunque yo asiguro que halle alguna iglesia presto para sus devo-
ciones. No sé si durará allá el frió, que aquí le ha vuelto á hacer
y á nevar y helar muy bien. Con todo pensamos ir mañana á an-
dar la prucisión á la Iglesia mayor. No sé qué iglesia ó capilla
tiene mi hermano en Valladolid, ó si la hay en casa del Conde
de Benavente.
De acá no hay más nuevas que decir: lo que toca á negocios
sabréis por las cartas de mi primo; y así se acaba esta con en-
comendarme á vuestra gente y con que os guarde Dios como
deseo. De Brusselas á primero de Hebrero 1 60 1. — A Isabel. —
(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
298.
Duque: A mi hermano escribo suplicándole haga merced al
Colegio de los Irlandeses de Douay, pues nosotros no les pode-
mos ayudar tanto como lo que ellos han menester. Y porque sé
la devoción que tenéis con ellos, no he menester pediros mucho
acordéis á mi hermano su buen despacho, en que me haréis
mucho placer; y Dios os guarde como deseo. De Brusselas á
17 de Hebrero 1601. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 427
299
Duque: Acabando de escribir el otro dia, llegaron las cartas
de mi hermano de 23 de Julio, y con ellas recibí dos vuestras; y
bien podéis juzgar lo que olgaria con ellas y de saber que estu-
viésedes bueno tras vuestro trabajo: agradeceisme tanto lo que
le he sentido, como sino lo debiera á vivos y á muertos, que esto
podéis estar cierto reconoceré siempre, como es justo; y aunque
espero que la Duquesa no ha menester oraciones de nayde, no la
he olvidado en las mias, si bien las tengo por las peores del
mundo. No he podido dexar de reirme de lo que me decis que
no crea las nuevas que dicen de vos. Ya sabéis que no hay viu-
do en el mundo que luego no le casen; y si queréis á la de Mans-
felt yo sé que irá de buena gana, porque aun no pierde sus espe-
ranzas. Yo solia decir que en quitándose un viudo los abaninos,
que no naba del nada, pero yo os tengo en mejor opinión que
esto, aunque aquí estoy bien abegada, que ni mujer ni hombre
pueden estar viudos mucho tiempo.
Bendito sea Dios que tan bien se acabó la jornada de mi her-
mano, aunque me dá mucha pena escribir todos que habia vuel-
to flaco y descolorido; y así deseo en estremo que llegue él co-
rreo que se quedaba despachando para saber de su salud. La
Reyna querria que no oígase tanto: muy buena prueba ha hecho
mi nuera en la primer jornada, y yo no querria que se me pare-
ciese sino á su padre. Buen tiempo era el que vos acordábades
con vella andar de nuestra buena aya y los que se juntaban allí.
Don Juan de Tarsis tiene muy bien merecida la merced que
mi hermano le hace, que le sirve con mucha voluntad. A 18 par-
tió de Brusselas para su jornada y muy bien en orden, en que
ha gastado arto. A mi hermano escribo lo que me pareció en lo
de la carta de la Reyna. Plega á Dios lo haya acertado, y tras eso
no sé en lo que se resolverá don Juan; porque á vos os tengo de
decir, con la confianza que sé que puedo, que vivimos en el mun-
do con gente que sé que después de ido de aqui don Juan, dixo
428 BOLBTÍM DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
en Brusselas que llevaba la cabeza tan grande de cosas que le
habían dicho de mi primo, que él no pudiera creer jamás; y apre-
tándole á quien lo dijo qué eran, le dijo que le habían añrmado
por muy cierto que mi primo por el mismo caso que sabia que
mi hermano quería una cosa, luego se oponía á ella y la desbara-
taba, y mil cosas á este tono; y que así que mal podía él hacer
nada, pues el Conde de Aranbergu^ iria por un cabo y él por
otro. Yo bien veo que esto no es sino gente mal intíncionada
que desean sembrar cigaña entre nosotros, lo cual no saldrán ja-
más con ello, pero no puede dexar de darnos mucha pena, pues
junto con esto se ha escrito de ay es muy diferente el modo con
que hemos procedido en esto de Ingalaterra de lo que mi hermano
quería. Yo no sé como se entienda esto, pues no hemos hecho
nada que no se haya dado cuenta á mi hermano y él aprobado
por sus cartas y por las vuestras, y todo lo que escribe el de
Aranbergue se le ha mostrado á don Juan y se ha enviado á mi
hermano. Sí don Juan trae alguna orden diferente, mal lo pode-
mos nosotros adivinar, no sabiendo sino lo que mi hermano y
vos nos habéis escrito. Yo os confieso nos tiene con mucho cui-
dado y con mucho deseo que llegue el correo que decís, porque
estaremos suspensos sin saber lo que hemos de hacer ni mandar
al Conde de Aranbergue, que por haber pedido don Juan á mi
primo que le aguardase allá, se lo había mandado; y pues cono-
céis á mí primo, creo que no he menester deciros que la mayor
paciencia que Dios le dá, es para llevar las cosas que le levantan;
y pues llegan á esta, no es menester decir más. Plega á Dios que
todos deseen y procuren el servicio de mi hermano como él lo
hace; y podeisme creer que una de las cosas que más contenta
me tiene de verme casada con él, es esta. Todo esto os he querido
decir porque es bien que lo sepáis, y que veáis la confianza que
en todo lo que nos tocare, haré de vos.
Llegó el correo pasado á tiempo que se acababan de protestar
las letras, pero ya no se les dá nada de los protestos. La necesi-
dad en que se está es de manera por tener de todo punto acaba-
do el crédito, que os prometo que cíen ducados para enviar una
barca el otro día por municiones para el campo, no fue posible
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA D09a ISABEL. 429
allallos. Mira cómo comerán dos exércitos; que yo no aguardo
sino cuando nos han de decir que están amotinados. Por amor de
Dios que procuréis que esto se remedie con la brevedad que es
menester. Lo que pasa y ha pasado en materia de guerra escribo
á mi hermano. Yo os confieso que no os lo repito porque no que-
rría hablar en ello; pero aqui añado porque se ha sabido después,
que en fin quemaron los enemigos la plataforma de Ostende con
aquella invincion del demonio de fuegos artificiales, que han sa-
cado aora, con que no habrá cosa sigura. En fin ellos son demo-
nios y era menester ángeles para defenderse dellos; pero yo creo
ay aora pocos en el mundo; á lo menos yo confienso que soy tan
mala que porque deseo tener alguna vez una buena nueva que
escribir siquiera, y no siempre . malas, no nos la debe de querer
dar Nuestro Señor. No hay sino dalle gracias por lo que hace,
que debe de ser lo que nos cumple. Hase perdido alguna gente
que acudió con mucho ánimo y valor á matar el fuego, y entre-
tanto les tiraban los enemigos, que no se descuidan de nada. Esto
es todo lo que puedo decir de acá, y no es poco.
Ya deseo saber que hayan llegado mis sobrinos y cómo ha-
brán parecido. Y creo yo muy bien lo que haréis por todo lo
que les tocare.
La gente de Italia está ya acá: todavia porfiaba el de Fuentes
á enviar los lombardos, habiéndole avisado que no los levantase
tan con tiempo, como se escribió a y, y creo que me escríbistes
que mi hermano se lo había enviado también á mandar. No sé
en qué lo fundaba.
Ha hecho grandísima calor y si ha llegado allá, habrá estado
mejor vuestra guerta, que me acuerdo muy bien della, y siempre
me pareció en muy lindo sitio. Por la merced que mi hermano
me hace de acordarse de mí en esos pasos, le besa las manos.
Arto quisiera yo velle dar algunos por acá, como esto estuvie-
ra un poco más quieto, que no dexara de olgarse de vello, par-
ticularmente este lugar. Dios lo haga como puede, que yo no
pierdo la esperanza, y así os pido que miréis por vos y os rega-
léis para que estéis muy bueno para entonces. A vuestra gente
me encomendad mucho: siempre guelgo de saber de todos y si
430 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
puedo les escribiré y á vuestra hermana, que he olgado inñnito
con su carta, y me pesa que no tenga la salud que le deseo. La
Condesa de Uceda me sirve como sabéis y anda con mucho cui-
dado como vé sus dos hijos clérigos ya hombres y sin de comer;
y así me haréis mucho placer en suplicar á mi hermano se acuer-
de dellos, y acordárselo cuando haya algunas ocasiones de ca-
iongias 6 pensiones. Guárdeos Dios como deseo de Anveres
á 22 de Agosto, 1603. — A Isabel. — (Sobrescrito): Al Duque de
l^erma.
300.
Duque: Siempre querría que se me ofreciesen ocasiones de
daros muchas norabuenas de tan buena gana como os la doy
aora del casamiento de Diego Gómez, de que he olgado tanto
como podéis creer, siendo hijo de sus padres y criado en casa;
demás de que á él le debo mucho, que siempre me llegaba con
todos sus duelos 6 sus contentos: él ha sido muy acertado, y así
me lo parecen los capítulos que nos mostró don Rodrigo; y vos
tenéis razón de olgar con la novia, por hija de sus padres. Aora
no hay que desear sino que veáis nietos suyos muy presto, como
lo espero; y que gozareis este contento con mucho gusto. Podéis
estar cierto que de todos los que tuviéredes que nayde olgará
más que yo, como sé que os lo debo, y que esta obligación re-
conoceré siempre. Mucho quisiera ver á Diego hecho novio,
aunque me dicen está tan hombre que lo puede ser. Contentísi-
ma estoy con las nuevas que me dais de la salud de mi herma-
no y mi nuera y el preñado de la Reina. Plega á Dios que esta
vez sea un hijo. Bien cierta estoy de todo lo que me decis habéis
olgado con mis sobrinos: querría que acertassen á servir á mi
hermano, como deben.
Don Juan de Tarsis se embarcó postrero de Agosto. Después
acá no hemos sabido más del. La noche antes hubo gran cena en
casa del Gobernador Gravelingas con los ingleses y mucha fiesta
y muchos brindes á la salud de sus amos, y le aguardan con mu-
cho contento. Con el despacho que aora se le envió con este
CO&RXSPONDBMCIA DB LA INFANTA DOl^A ISABEL. 43 1
correo que se le ha enviado, ya espero que negociará muy bien.
Va muy en orden, como era justo enviándole quien le envia.
Tuvo en Gante una gran boda de su hija de Agustín de Herrera
y danzóse muy bien; y de camino vio lo de Ostende, á donde ha
resucitado la plataforma, que tengo rabia de quien trujo la nue-
va que nos hizo escribir con el correo pasado, pues el daño del
fuego se pudo adregar en cuatro dias. En Bolduque se está el
enemigo y nuestro campo, como escribo á mi hermano más par-
ticularmente.
Mañana partimos para Brusselas y de allí mi primo para q1
campo, porque los del lugar le dan voces que si él no va, que no
se hace nada, como es la verdad; y aun plega á Dios que yendo;
porque hay pocos que le ayuden y tanta falta de hombres en el
mundo que es lástima, y no se halla aora en él quien sirva con
el amor que el Duque de Lerma, ni mire tanto por el servicio
de mi hermano, que este es el mayor daño á mi parecer, pues
nayde atiende sino á su particular. No hemos olgado lo que he-
mos estado aqui, procurando sacar algo á estos hombres, porque,
como habréis visto en el tanteo que envió mi primo los dias pa-
sados, los dos exércitos que están en pie y es fuerza tener para
hacer algo, no se pueden sustentar con el ordinario, y por eso se
pidió trasordinario ó algunos meses adelantados para sustentar
la gente estos meses que se puede andar en campaña. Yo os
prometo que jamás nos hemos visto tan apretados, porque no
habia siquiera para dar un tercio de paga á la gente; y en fal-
tando esto, es desecha la gente ó amotinada, que es lo peor; y
lo uno ú lo otro de tanto daño, y más en esta ocasión de Boldu-
que que tanto importa que no se pierda, que si no viene luego
algún socorro de los que he dicho, cierto yo no sé qué haremos
sino que se perderá todo; porque el enemigo se quedará señor
de la campaña, si se deshace ó amotina nuestra gente; y acabado
lo que han emprestado aqui estos hombres, yo no sé qué hare-
mos, pues para sacalles esto se ha hecho todo lo posible; y así
no hay esperanza de que harán más, aunque este lugar y Brusse-
las se han obligado y hecholo muy bien. Por amor de Dios que
miréis esto de manera que se remedie esta necesidad con la
432 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
brevedad que es menester, y que pongáis la mano en ello de
manera que nos echéis otras obligaciones sobre las que tene-
mos: y para mí lo será tan grande como podéis pensar, viendo
la persona de mi primo tan aventurada como lo estará aora en
el campo, y más sí le faltase la gente ó se le amotinase, y si sa-
liésemos deste verano sin que el enemigo saliese con nada. Ellos
están ya tan apretados y más faltándoles el ayuda de Ingalaterra
que sin duda vendrían en algo de lo que se desea, y quigá más
presto de lo que muchos piensan. Y así os torno á pedir mucho
miréis lo que va en esto al servicio de mi hermano , y no per-
damos esta ocasión.
De que el Conde de Niebla la haya tenido para volverse á su
casa, me guelgo por su mujer, que está muy sola. Pensé escribi-
Ua con este, y ha cargado tanta gente con la partida que no me
han dexado ni pasar de aqui, porque la Duquesa de Branguic viene
á despedirse: que le perdonara la cortesia, pero ya la conocéis
qué cumplida es. A toda vuestra gente me encomiendo mucho
y guárdeos Dios como deseo. De Anveres á 8 de Setiembre
1603. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
301.
Duque: Bien se ha echado de ver el mucho cuidado y diligen-
cia que habéis puesto para remediar la gran necesidad en que
estábamos, pues tan á tiempo ha venido el socorro. Yo espero
que con él se ha de hacer mucho, y que á solo vos se han de dar
las gracias de los buenos sucesos que tuviéremos, pues podemos
decir con verdad que sois el que solo lo trabaxa. Conociendo yo
esto tan bien, siguro estaréis que tenga dello el reconocimiento que
es justo y mucho deseo de mostrallo con las obras. Mi hermano
nos hace tanta merced en todas ocasiones que, aunque yo le
beso las manos por ella, no me contento con esto sino que vos
lo hagáis por mí muy de veras. Este correo despacha el Mar-
qués Espinóla: él dará cuenta de lo que se ha concertado con él,
de que espero muy buen suceso , y que por ningún camino se
CORRBSPONDBMaA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 433
abreviaría tanto aquella empresa. Cierto, él desea servir, y así os
pido tengáis cuenta con todo lo que le tocare; pues sé que lleva
cartas de mi primo, no tendré yo que decir, pues él dará mejor
relación, solo que no creo podrá llevar respuesta de las que ha
traido este correo, porque aun no sé que haya llegado allá: que
los caminos están de manera, por corrello todo el enemigo, que
no se puede escribir sino por cifra, que es otro trabaxo, y para
mí el mayor no poder saber de mi primo sino de tres en tres dias
cuando mucho, que para andar en los peligros que anda, mira lo
que lo sentiré; con todo espero que ha de suceder todo bien, y
más ahora con la mucha merced que mi hermano nos hace. No
puedo pensar sino que Dios nos ha de ayudar y su Madre á in-
vocación de vuestra imagen, que aunque es muy antigua, de cin-
co meses á esta parte hace muchos milagros, pero de un mes
acá de manera que se pueda decir con verdad que no va nayde
allá que no alcance lo que pide; que cierto es para espantar.
Y porque he visto algunos milagros muy grandes por mis ojos,
lo puedo testificar. De aquí no hay cosa que decir mas que esto,
que no es poco. Tornóos á dar la norabuena de estar ya casado
el Conde de Saldaña y haberse hecho tan bien la boda: tengo
envidia á no habella podido festejar mucho. Mucho he sentido el
mal parto de la Reyna, aunque espero que ya estará preñada, y
mi nuera muy buena con haber vuelto á mamar, que ha sido
gran cosa. Lo que me decis del remitir allá mi primo el dinero,
creo que hará en ello todo lo que pudiere, pero á mí me habéis
de perdonar que procuraré cuanto pueda que se pague lo que
nos prestaron en Anverés, que tengo empeñada mi palabra sobre
ello y quedaría desonrada si faltase della, porque se lo prometí
muy de veras, y otro dia no me creerían nada; y cierto, ellos nos
socorrieron en una necesidad, que de otra manera ni pudiera mi
primo salir de aqui ni hacer cosa de provecho. A toda vuestra
gente me encomendad mucho; y porque me piden las cartas, no
paso de aqui; y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas, dia de
San Francisco (i) 1603. — A Isabel. — La venida del Condestable
(i) 4 de Octubre.
434 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
espero ha de ser de mucho fruto y así será bien dalle prisa, aun-
que don Juan no perderá tiempo; pero siempre ven más cuatro
ojos que no dos, y para tratar con aquella gente serian menester
cien mil. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
302.
Duque: El Marqués Espinóla despacha este criado suyo á su-
plicar á mi hermano lo que entenderéis. Por lo que importa
para todo que se le envien los recaudos que pide, y mi primo ha
escrito, no puedo dexar de pediros con todo el encarecimiento
■posible que pongáis la mano en ello de manera que se le despa-
che bien y con la brevedad que pide el negocio; que yo espero
que él ha de dar muy buen fin de lo de Ostende. Y porque sé
las veras que ponéis en cuanto nos toca, no os digo más sobre
esto; ni de aqui hay cosa de nuevo después que escribimos, sino
haber llegado mi primo al campo, bendito sea Dios sin peligro;
con que espero irá todo bien. Quedo alborogadísima aguardando
después de mañana al Marqués de la Laguna, aunque por otra
parte muy sentida de que no le he de poder hacer el recibi-
miento que querria, porque no hay sino mujeres en este lugar,
y aun desas faltan las hermosas; pero con todo le festejaremos
lo más que sea posible. No lo es acabar conmigo de dexar de
desear otras cartas, aunque ha poco que las recibimos, pues
nunca dexo de desear saber cómo se halla mi hermano. Espero
que será con la salud que hemos menester, y que vos la tendréis
como os la deseo. A toda vuestra gente me encomiendo mucho,
y acabo con que os guarde Dios como deseo. De Brusselas á 8
de Octubre, 1603. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de
Lerma.
303.
Duque: Pues os cuesta más trabaxó que á nayde lo que aquí
nos toca, con razón se os puede dar la norabuena de los buenos
sucesos que hubiere; y así os la doy del bueno que ha tenido el
Marqués Espinóla en la toma de Oldenzeel y Lyngen, que ha
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r
CORRBSPOMDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL. 435
sido una gran cosa, pues es la entrada de Frisa; y aora se vé
cuan acertado ha sido la pasada del Ryn y echalles la guerra en
casa, pues los enemigos casi nunca lo creyeron; y así se hallan
atajados y con poca gente y ruin, y todo lo de por allá tan albo-
rotado que yo entiendo que hará poca resistencia, como se ha
visto en Lyngen, que se pudieran haber defendido mucho tiem-
po; pero toda la Frisa desea verse en nuestro poder, porque hay
muchos católicos; y así espero que si se pasa adelanté aun este
verano, se ha de ganar otro buen pedazo; pero temo que le ha
de detener al Marqués no tener mucha gente, por haberla de
repartir en tantas partes y aora meter guarnición, como es fuerza^
en estos dos lugares. Y así es menester que dende aora vays tra-
zando cómo á la primavera se haga un buen esfuerzo muy tem-
prano, que es lo que importa sobre iiodo, porque yo entiendo
cierto que si se hace con tiempo, que será el postrero, y que sin
duda vendrán nuestros enemigos á la razón; y he sido desta opi-
nión dende que entendí el estado de las cosas de acá: que nunca
se acabaría esta guerra hasta que se la echásemos en casa, como
ya se vá echando de ver. El Marqués lo trabaxa de manera que
merece que mi hermano se lo agradesca mucho y le haga mucha
merced; y hasta aora todos han andado muy bien y le asisten muy
bien; que han aprovechado las reprehensiones que vinieron de
ay; y así es bien siempre traelles á la memoria la buena correspon -
dencia que debe haber entre todos y cuánto sirven á mi hermano
en ello. El Conde de Sora también ha servido muy bien y tra-
baxado arto en ir á sosegar los vecinos; y ha sido de mucho fruto
su ida por allá. Hale costado una herida, como escribo á mi her-
mano y fué arto no costalle la vida. También es muy justo que se
acuerde mi hermano de hacelle merced en sus pretensiones que
dexó por acomodar cuando vino de ay; y así lo procurad, que es
bien tenelle contento, pues sabéis que es hombre de servicio.
En Flandes no ha habido novedad que es todo lo que hay por
acá. De ay querría cartas que, cierto, tardan mucho; y si no
fuese sabiendo que están buenos, no se podría llevar. Vuestro
cuñado no lo ha estado estos días: ya lo está, que esta buena
nueva del campo le ha sanado. Yo no puedo dexar de pediros
436 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTOItlA.
siempre alguna cosa, porque sé que la hacéis de buena gana,
y esta por lo que os dijeron yo había juzgado, no podrá dexar
de ser ansi: y es que supliquéis á mi hermano mande que no se
le haga agravio á la Condesa de la Fera en su pleito, sino que se
siga conforme á lo que mi hermano había mandado cuando ella
estuvo ay, pues ella no pide sino que se le guarde su justicia. A
toda vuestra gente me encomendad mucho. De todos deseo saber
que estén buenos como deseo. De Brusselas, á 26 de Agosto
1605. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
304.
Duque: Por no perder eáta ocasión deste correo que despacha
el Marqués Espinóla, hago esto, aunque hay poco que decir más
de lo que escribimos el otro día, y el Marqués, dará mejor rela-
ción de todo, como quien lo tiene á los ojos; y asi espero que
mi hermano considerará lo que le escribe y pide y ordenará lo
que fuere para su servicio, y que vos no dexareís de trabaxallo
y encaminallo como hasta aquí, para que ya que el negocio está
tan bien encaminado, os podamos dar las gracias del buen fin,
como lo espero; pero no puedo dexar de confesaros que he senti-
do mucho que el Marqués no haya pasado adelante, como él lo
deseaba y inclinaba á ello; pero no me parece se ha atrevido á
ello por solo su parecer, y de acá no se le podía decir que lo
hiciese, porque en lo que ño se vé, no se puede juzgar, y lo otro
porque después que se supo acá la toma de Lyngen, llegara allá
tarde el enviárselo á decir; y con todo le envió mi primo á decir
al Marqués que en todo caso procurase pasar adelante, porque
el tiempo era muy bueno, y es gran cosa no cortar el hilo á la
buena dicha, y más saberse que los ánimos de los de Frisa están
por nosotros: que, cierto, yo esperaba que fuera mucha parte
della nuestra aun este verano. Mas para hablaros claro, y lo que
entiendo, creo que los que están con el Marqués todos desean
más volver á invernar á Brabante, como quien tiene ya conocida
su comodidad; y no es esto lo que conviene, ni espero que el
CORRESPONDENCIA DE LA INFANTA DONA ISABEL 437
Marqués vendrá en ello, sino que queden pasado el Ryn; pues
lo demás seria trabajo perdido todo lo que se ha trabajado en
pasar allá. Y porque estéis enterado de todo, me ha parecido
apuntaros esto, aunque de prisa, porque andamos en una nove-
na, como escribo á mi hermano; y así hay poco lugar. En ella
no me olvido de vos; allá no querría que lo hicieseis tanto, que
ha mil años que nos vemos sin cartas. A toda vuestra gente me
encomiendo mucho y guárdeos Dios como deseo. De Dyste á 7
de Setiembre, 1 605. — A Isabel. — Olvidábaseme de deciros la
mucha necesidad que pasa el Veedor General, y lo bien que sirve
no lo merece ni su retitud; y así procurad que mi hermano le
haga merced por su Orden ó de otra manera, que será muy bien
empleada. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
306.
Duque: Aunque he olgado tanto como siempre con vuestra
carta de II de Setiembre, me ha pesado mucho de la falta de
salud que me decis que tenéis en ella,. porque siempre os la de-
seo muy cumplida; y esto no sé si es también parte de interés
por la falta que sé que hacéis al servicio de mi hermano, cuando
os falta; aunque os esforzáis de manera que creo os hace éso más
daño; y así habíades de descansar unos dias y convalecer para
poder trabajar mejor después. En lo que nos toca veo que lo ha-
céis de manera que no tengo que pediros sino mucho que agra-
deceros siempre, como lo hago aora. Todo lo que me decis en-
tendéis en las provisiones, no querría fuese trabaxando tanto que
os hiciese mal, que no siendo esto, muy necesario es que les deis
prisa, porque temprano se pueda salir en campaña y seguir la
buena dicha que hemos comengado á tener, como espero le ha
d e suceder siempre al Marqués Espinóla; y que mi hermano
no se ha de arrepentir de la merced que le ha hecho.
No hay cosa de nuevo después que escribimos sino haber ve-
nido el de Villamediana bueno, pero un poco viejo. Cierto, ha
servido bien y merece toda la merced que mi hermano le hace.
TOMO XLVIII. 28
i'.
43^ BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Con la llegada de su hijo, se ha detenido un poco en partir, pero
pienso lo hará presto. Allá va en su compañia la sabandija del
enano que envió á mi hermano, que espero olgará con él; y aun-
que cresca mucho, no pienso llegará á ser gigante. Dos veces me
le han querido hurtar franceses, pero espero que no le llevarán.
Don Pedro Ponce, que va también, lleva unos baúles y una caja
para mi hermano y la Reyna, con orden de entregároslo para
que se lo deis. Avísooslo para que hagáis dar recado en los puer-
tos para que no toquen á nada. Allí van unas imágenes de
Nuestra Señora de Monteagudo; y como me decis que andáis
malo, no he querido aguardar á enviaros esa que tenia para vos.
Es cosa de admiración los milagros que hace y la gente que allí
acude. Paréceme que os ha tocado bien la enfermedad de Valla-
dolid, sigun lo que me decis. De la muerte de vuestra nieta me
ha pesado mucho, y por otra parte se le puede tener envidia; y
sus padres son tan mozos que pueden tener aun artas. Con las
nuevas que me dais de todos guelgo siempre mucho y me les
encomiendo mucho, y guárdeos Dios como deseo. De Bruselas,
dia de San Jerónimo (l), 1605. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al
Duque de Lerma.
306.
Duque: Pues el Marqués de la Laguna es el mensajero, á él
me remito en cuanto pudiera decir en esta, pues va tan infor-
mado de todo. Cierto, nos dexa solos y ha servido aquí á mi
hermano de manera que merece le haga mucha merced, porque
ya sabéis que es hombre que habla claro con todos; que no dexa
de ser menester muchas veces. Hele encomendado os diga muy
particularmente todo lo de por acá y cuan agradecido nos tenéis
y obligados de mil maneras, como espero lo hará; y que tendre-
mos presto buenas nuevas de ay y del buen parto de la Reyna,
que son bien deseadas. De aqui querría que llegasen algunas
antes que el Marqués, aunque dice que va por la posta, que otro
(1) 30 de Septiembre.
CORRBSPONDENCIA DB LA INFANTA DONA ISABEL. 439
más Hjero que él correría mal con el tiempo que hace. A toda
vuestra gente me encomendad mucho, y guárdeos Dios como
deseo. De Bruselas á 29 de Agosto 1 606. — A Isabel. — (Sobres-
crito:) Al Duque de Lerma.
307.
Duque: Parte este correo tan aprisa, por la razón que enten-
deréis, que se puede escribir poco con él, demás de que no hay
cosa de nuevo habiendo tan pocos dias que escribimos; y lo que
se sabe de nuevo, después acá, del campo, aunque no por cartas
del Marqués Espinóla, es que se ha puesto sobre Rynbergue; que
seria de mucha importancia tomalle, como lo espero, si no lo
desbarata todo lo que ha pasado en la feria de Plagengía, que á
vuestra hermana escribí el otro dia os lo dijese, por teneros es-
crito cuando llegó el aviso. Con este lo entenderéis más par-
ticularmente; y así es menester que pongáis aora todo vuestro
cuidado para procurar el remedio, porque la mucha merced que
nos ha hecho mi hermano este año, no sea de valde, ni vuestro
trabajo y cuidado; ni perdamos los buenos principios que se lle-
van y la esperanza de mejor fin: que si se nos amotina la gente,
todo quedará perdido y el Marqués sobre todos, que no seria
justo habiendo hecho y haciendo tanto de su parte, Y porque sé
que haréis todo lo posible para remediallo, no me alargo más.
Con mucho deseo estamos aguardando nuevas de ay. Dios nos
las traiga buenas: á toda vuestra gente me encomendad mucho
y guárdeos Dios como deseo. De Bruselas á 30 de Agosto (l). —
A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
308.
Duque: Siempre guelgo con ocasiones de poder hacer esto; y
asi no quiero perder esta'deste correo que lleva los despachos
(i) En la cubierta añade 1606.
440 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
del Marqués Espinóla. Por ellos se sabrá el buen término en que
trae lo de Rynbergue, que podemos esperar que el primer correo^
que fuere tras este, llevará la nueva de estar ganada. Cierto, el
Marqués lo trabaxa bravamente; y así cuando no fuera el servicio
de mi hermano en ayudalle, lo merece por lo que hace: que por
lo uno y lo otro no puedo dexar de tornaros á pedir se acuda al
remedio de lo que se ha escrito, como tanto es menester: que de
nuestra parte hacemos todo lo posible para remediallo.
Mucho nos ha pesado de la quistion de don Iñigo (l), por ha«
ber sido él, que tenemos tantas obligaciones para desealle su
bien; cuanti más que sirve de manera que nos obliga de nuevo
á todos; pero la cólera no es en mano de los hombres muchas
veces.
Con mucho cuidado nos tiene lo que tarda la nueva del parto
de la Rey na, con que yo pienso que se deben de haber errado
en la cuenta. Dios nos traiga muy buenas nuevas de la salud de
todos. De aqui hay poco más que decir sino de unos guéspedes
que escribo á mi hermano que pensamos tener esta semana que
entra. A toda vuestra gente me encomendad mucho, y guárdeos
Dios como deseo. De Brusselas á 1 1 de Setiembre, 1 606. — A Isa-
bel.— (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
309.
Duque: Cinco horas después de partido el correo que se des-
pachó ayer, llegó ese despacho del Marqués Espinóla, que pa-
rece le ha llegado la nueva de lo de la feria de Plagengia, por
allá por Colonia; y así veréis cuan aflijido está, como lo podría-
mos estar todos, si esto no se remedia, siendo en la coyuntura
que es. El Marqués hace de su parte todo lo posible para el re-
medio, pero es menester que venga de ay. Yo estoy cierta lo
procurareis cuanto sea posible por lo mucho que importa para
(1) Parece reíerirse á D. Iñigo de Borja, maestre de campo del ejército
de Flandes.
J
GLI OLCADI E GLI ANI>OSIMI DUE POPOLI SCONOSCIUTI 44 1
todo; y así no quiero deciros más; ni de ayer acá se ofrece cosa
•de nuevo, sino que mañana partirá vuestro cuñado, que cierto
nos ha de dexar solos. A toda vuestra gente me encomiendo mu-
cho y guárdeos Dios como deseo. De Brusselas, postrero de Agos-
to 1606. — A Isabel. — (Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
310.
•
Duque: Estando este correo para partir, llegó el que traia la
nueva del parto de la Reyna, con que quedamos contentísimos.
Bendito sea Dios que tan bien lo ha hecho. Yo os doy la nora-
buena como á quien se le debe, por lo que servís y queréis á mi
hermano, y recibo la que me dais de muy buena gana, porque
he olgado mucho con la nueva sobrina, aunque estoy cierta que
ninguna llegará á mi nuera, y que así no desprivará. A vuestra
carta aguardo á responder con otro, por no detener este correo
y hacello más despacio. A toda vuestra gente me encomendad
mucho y guelgo de que los tengáis ay todos; y guárdeos Dios
como deseo. De Bruselas á 12 de Setiembre 1606. — A Isabel. —
(Sobrescrito:) Al Duque de Lerma.
FIN DE LAS CARTAS
A. Rodríguez Villa.
II
GLI OLCADI E GLI ANDOSINI DUE POPOLI SCONOSCIUTI
Non pochi sonó i punti interrogativi, non poche sonó le incer-
tezze che lo* studioso deír antica geografía ibérica ha dinnanzi a
sé, allorché deve concretare qualche cosa di definitivo intorno alie
varié e piü controverse questioni. Vi sonó problemi che fatal-
mente sembrano insolubili per sempre, benché si abbia sempre in
442 BOLBTÍM DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
cuore la dolce speranza che V erudito e 1* archeologo concorde-
mente riusciranno col tempo strappare dagli dagli avanzi informi
e dispersi il segreto d' un nome.
Al trove (l) giá notammo le notizie monche ed imperfette, le
contraddizioní, gli errori della nostra tradizione storico-geografica
circa la Spagna del iii sec. a. C. I pochi ed incerti dati di cui si
puó disporre sonó ondeggianti (2), sicché non sempre, anzi di
rado, si puó giungere ad un risultato razionale ed accettabile che
sia d' accordo con tutto ció che si possiede su quella data que-
stione. Senza dubbio le deviazioni di alcuni nomi (deviazioni che
possono anche essere avvenute anteriormente a Livio), le varietá
di alcuni nomi speciali della lingua ibérica (varietá resa piü mar-
cata della diversa grafía dei Greci e dei Latini (3)), V ignoranza
geográfica degli antichi scrittori e molte altre cause, ci hanno
condotto a quel confusionismo lagrimevole che tutti devono ri-
provare.
Ma la ricerca sottile e difficile in mezzo al pelago delle ipotesi
piú strane ed assurde ha la virtú di attrarre e sedurre le giovani
menti e di spingerle ardimentose con un ultimo sforzo al di la
della barriera tenebrosa del tempo. A noi quindi sia permesso,
dopo aver dedicati parecchi anni agli studi della penisola ibé-
rica, di parlare qui di due popoli conosciuti e solo ricordati ¿n
passant nei migliori repertori geografici di cui dispon iamo.
* *
Polibio (iii, 13, 5) nel 221 a. C. parlandoci delle spedizioni in-
terne di Annibale prima di muovere air assedio di Sagunto ri-
corda gli Olcadi e la loro capitale Althaea (á^txófievos 81 Tipo? 'AX6«iav
T7)v papuxáTTjv auTtov (degli Olcadi) JíoXiv xaTsapaxon^BEuoc, ediz. del Büt-
tner Wobst).
(i) In Boletín, tomo xlvi, cuaderno v (Mayo), 1905, e in Rivista di
Storia antica N. S. anno x, fase, i (Novembre 1905), p. 3 e seqq. Cír. E.
Hübner, Boletín, t. xxxvi (1900), p. 402 e seqq.
(2) Uckert, Geographie der Griechen und Rómer^ vol. 11, 1. 1, pag. 412.
(3) E. Hübner, Monumenta Linguae Ibeficaey Berolini, 1893; pag. 106.
I
GLI OLCADI B GLI ANDOSIMI DUE POPOLI SCONOSCIUTI 443
Tito Livio nel passo corrispondente (xxi, S> 3)» ricorda puré
gli Olcadi, ma nel darci il nome deila loro capitale c¡ tramanda
il nome Cartala (i): Cartalam urbem opulentam^ captit gentis eius
(degli Olcadi) expugnat diripitque.
Ora, come é noto dopo gli studi profondi e sagaci del Nissene
del Peter, in tesi genérale é lecito affermare che Livio in questa
parte deír opera sua dipende strettamente da Polibio. La conse-
guenza lógica di ció sarebbe pertanto di trovare nel passo citato
di Livio il nome Althaea.
E íacile convenire, e nessuno per quello che ci risulta V ha mai
affermato, che Livio non s' é preso il gusto d' inventare un nome
e di porlo arbitrariamente al posto di quelli che egli trovava nella
sua fonte principale. Ció non si potra mai ragionevolmente so-
stenere mancandosi assolutamente non solo di prove, ma anche
di indizi che ci autorizzino a tentare una tale dimostrazione.
E non é neppure il caso di pensare ad un errore del copista
che avrebbe scambiato Cartala per Althaea, Le diíferenze fone-
tiche e morfologiche dei due nomi sonó troppo grandi per accet*
tare poi un tentativo de ravvicinamento che noi crediamo asso-
lutamente impossibile (2).
Né la Cartala di Livio ha che vedere con la KapTaX'a; di Stra-
bone (iii, pag. 159), perché, tanto in Polibio quanto in Livio,
allorché si parla della spedizione di Annibale contro gli Olcadi
si ha r impressione che si tratti di una spedizione íatta nell' in-
terno della Spagna, mentre KapTaX'a; doveva essere non lungi
della costa ch' é vicina alia foce dell* Ebro, come si puó ricavare
della descrizione straboniana. Livio del resto dice chiaramente
(i) Nelle migliori edizioni di Livio troviamo accettata la lezione Car-
tala invece dell' altra Caricia. Cosí íanno iníatti il Weissenborn (nella
piccola e nella grande sua edizione di Livio), il Madvig, il Luchs ed altri.
Alcuni vecchi editori ci danno Carleta^ che é accettata dallo Smith, Dic-
tíonary of Grtek and Román Geography, vol. i, pag. 1 12. Cír. nota seguente.
(2) P. Smith (nel Dictionary etc., vol. i, pag. 528) ravvicina Althaea con
Carteia. Dice che se «the latter word has lost a giittural at the beginning,
the forms are etymological equivalents, Carthaea-=Calthata^ one form as
we have seen of Caricia*. Cír. Cellarius vol. i, p. 90; Wesseling, liincrario
Antonini^ p. 404; Becker in Ersch and Grubcrs Encyclopcdic.
444 BOLETÍN DE LA REAL ACADEBOA DE LA HISTORIA.
che gli Olcadi abitavano ultra Hiberum. Ardita e arbitraria sa-
rebbe Y ipotesi di chi basandosi su un supposto grossolano errore
geográfico di Livio volesse sostenere ch' egli confuse una cittá
indigena capitale degli Olcadi con la Carteia (El Rocadillo) ch*
era sul mare presso V odierno stretto di Gibilterra. Noi non ve-
diamo come si potrebbe venire a questa conclusione; perció c¡
sembra giustissima V affermazione dell* Hübner circa la diversitá
della capitale degli Olcadi dalla Carteia posta nello stretto di Ca-
des (l). Ma r avcre accettata in Livio la legione Carteia spinse
giá il Doujatius (2) a quel ravvicinamento; anzi egli per essere
conseguente nel suo errore non esitava di porre gli Olcadi nello
stretto di Cades e cercava la ragione di quella spedizione d* An-
nibale, non giá, come tutti crediamo, nell' interesse di assicurarc
i confini della provincia cartaginese di Spagna e nel cercare pre-
testi per attaccare Sagunto, ma nientemeno nel bisogno di oc-
cupare gli sbocchi del Mediterráneo! Come se i Cartaginesa giá non
r avesserol Non sappiamo quanti potranno accettare V opinione
artificiosa di C. Müller (3), che tímidamente aífaccia 1* ipotesi che
la cittá degli Olcadi avesse il doppio nome di Carteia- Althaea,
A noi sembra assai piü verisimile e piü accettabile il pensare
che, dopo la campagna di Annibale, la capitale degli Olcadi, in
seguito alia dispersione degli abitantie al saccheggio dei vincitori,
perdesse il suo nome antico (che ben potrebbe essere T AXSaía di
Polibio) e che sulle sue rovine, e nelle sue vicinanze, sorgesse po¡
col tempo una nuova cittá col nome di Cartala. Ció senza dubbio
non sembrerá strano, essendo abbastanza comune nell* antichitá
il sorgere di un nuovo nome in seguito ad una riedificazione. Ne
verrebbe di conseguenza il credere, e tutto ció che fin chi s* é
esposto non contraddice, anzi ci incoraggia a supporlo, che Livio
(i) E. Hübner, Encyclopatdie Pauly-Wissova, vol. 2, parte 2.*, co-
lonna 1693.
(2) Cfr. Drakemborch ediz. di Livio, tomus vi, p. 27, nota 4 (come
commento a Livio xxi, 5, 4). Contro 1' opinione del Doujatius sla del
resto anche 1' incertezza della lezione di Livio. I piü iníatti preferiscono,
come sopra s' é detto, Cartala invece di Caricia.
(3) C. Müller, Strabonis Geographia. Parisiis, 1883, vol. i, parte l*,
p. III.
GLI OLCADI B GLI ANDOSINI DUB POPOLI SCONOSCIUTI 445
nel passo citato fece uso di una fonte diversa da Polibio (l).
Questa fonte sarebbe senza dubbio una fonte secondaria, quasi
certo annalistica.
Ció ammesso, la diversitá del nome potrebbe, secondo noi,
spiegarsi cosí: Polibio ci tramando AXOaía, perché tale doveva es-
sere il nome ch* egli trovó nelle sue fonti, ch' erano contempo-
ranee quasi agli avvenimenti ch* esponeva. Livio, pur avendo
sotto gli occhi r opera di Polibio, sia che in molte delle sue fonti
annalistiche (per lo piü deír época silla na e graccaná, cioé pos-
teriori a Polibio) trovasse concordemente il nome di Cartala, sia
che veramente per opera dei Cartaginesi invasori, o si fosse cam-
biato il nome alia cittá indígena di Althaea, o che nelle sue vici-
nanze e rovine fondassero una nuova citta. chiamata poi da essi
Cartala (1' impronta púnica (2) del nome rafforza una tale ipo-
tesi) credette opportuno allontanarsi della sua fonte principale e
tramandarci Cartala.
Senza dubbio Livio deve a veré avute delle serie e forti ragioni
per discostarsi in quel passo dalla sua fonte, ch* egli segué sempre
da vicino e spesso anche ad litteram. Serie e forti ragioni, tanto
piü che si trattava di una localitá a lui sconosciuta non avendo
egli, al contrario di Polibio, mai viaggiato nella Spagna.
Secondo noi é assurdo e vana cosa il cercare quali delle tradi-
zioni, la polibiana o la liviana, dobbiamo seguiré per la nostra
(i) o. Meltzer (Gesckichte der Karthager^ vol. 11, Anmerk, p. 602), sos-
tiene appunto che Livio in quel passo usó una fonte diversa dalla sólita,
cioé ch' ivi non si serví di Polibio.
(2) Fin qui sempre e da tutti nei nomi di luogo spagnuoli con la ra-
dice Kart si vide T influenza púnica. L'Hübner (Encycl. Pauly-Wissowa ni,
2, colonna 1619) in Cartimay in Carlalias vede in vece 1' impronta ibé-
rica. Al contrario, C. Müller (Strabonis Geograpkicarum Tahulae^ Pari-
siis, 1858, p. 766, in Cartalias dice: *nomen aptrte phoenicium^ ^ e in Cartela:
•nomen punicum nikil nisi urhem (Kart) desígnete. II Weissenbom (ediz.
di Livio vol. IV, Berlin, 1872, p. 18, nota 4.*) dice: «Cartalam wahrschein-
lich mit (Mei)kart zusammenhángend ». E il Movers (Die Phoenizier,
vol. II.*', parte 2.*, Berlino, 1850, p. 516) sostiene appunto che Kart é «die
Stadt, ein Wort, welches in phonizischen Stadtnamen so gewóhnlích ist».
Cfr. Movers, op. cit., vol. 11, parte 2.^ p. 632; Bochart, Canaan, vol. i, 44,
p. 682, e Siebenkees (ediz. di Strabone, tomus vii, Commentarius in
^ibr. i-iii, pag. 590-591.
44 6 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
questione. Solo la grande e cieca fede che il Sigonio dimostr6
per Polibio puó spingerci a scusare lui e gli altri che ¡n Livio xxi,
5, 3, vollero sostituire addirittura Althaeam (l). Non é giusto e
razionale ¡1 cercare di spegnere o^ni impronta della tradizione
liviana rispetto alia cittá di Cartala. Certo questo nome che tro-
viamo nello storico latino ha la sua ragione storica di esscre per
chi non lo crede parto d' una férvida fantasía, e come storica--
mente vero é, e deve restare, inviolabile. II non trovare mai piü
citati i due nomi in questione (Althaea e Cartala), né nei geo-
grafi, né negli storici non ci autorizza punto a ritenerli per falsi.
Come per Althaea cosi per Cartala si puó pensare ad una rápida
scomparsa senza che a noi sia rimasto un ricordo duraturo. Al-
thaea dovette sparire nei saccheggi dei soldati di Annibale. Car-
tala puó ben essere uno di quei despoblados di cui la Spagna é
piena. Ad ogni modo pare bene si possa añermare che in Cartala
v' é impronta púnica, mentre in Althaea v*é impronta ibérica (2).
Quanto all* identificazione, data la manchevolezza dei dati, é
chiaro che non si possa affermare proprio nuUa a meno che non
si voglia qui ricordare le ipotesi arbitrarie ed infondale. Cosí il
Reichard in mezzo ai tanti errori dell' opera sua (3) pone anche
quello di considerare come una stessa cittá la Carteia di Livio e
r Althaea di Polibio e fissa la sua ubicazione neir odierna Caree-
len che é nella provincia di Albacete e poco a sud del corso me-
dio dello Jucar (4). La posizione di Carcelen non s' accorda né
contrasta con quel poco che sappiamo degli Olcadi e della loro
capitale. Ció non significa pero che dobbiamo accettare quel
(i) Cír, Drakcnborch e Rupert nelle loro ediz. di Livio. Si veda anche
il Lexici Forcelliniani Onomasticon, Pars il* — Era ti 1869, pag. 141.
(2) Si confronti V Aleikeius del C. 1. L., voJ. 11, 6338**, r AUtkeia ác\
6338'''' , /' Aletea del 2272. Cír. C. I. L., vol. v, 609, 1293, 2892, 5486, 81 10*'.
La parentela di questi nomi con radici iberiche é evidente.
(3) C. Teoph. Reichard, Orbis Jerrarum antiqtms, tabula vii. Norim-
bergae. 1824. Tomus i.^
(4) Cfr. Stieler. HandatlaSy íoglio xxxvi. E. 9. Stando alie nostre ion ti
non h possibil e íar nomi. Perció noi respingiamo come soggetive é infon-
date tutte le ipotesi fin qui esposte. Perché andaré alia caccia di un nome
quando non si dispone di un dato positivo per potere sostenere una data
identificazione?
GLI OLCADI B GLI ANDOSINI DUE POPOLI SCONOSCIÜTI 447
r identificazione che non ha una base per potere essere preferita
alie altre. Né 1' Althaea polibiana ha che vedere nulla con V Altea
che troviamo ricordata nel C. I. L. (vol. ii, p. 483) Altea che fu il
luogo in cui fu trovato V iscrizione che nel Corpus (loe. cit.) porta
il numero 3578. Rispetto a quest' Altea (prov. di Villajoyosa e
sulla costa) si osservi che non puó essere V 'AXOata di Polibio, per-
ché questa era una grande cittá (¡JapuTáiTi), mentre Altea dimostra
di essere localitá di ínfimo ordine. Inoltre ha contro di sé la sua
posizione sulla costa, mentre 'AXOaía doveva essere nell* interno.
II Müller stesso (loe. cit., p. 112) da come molto improbabile
questa identificazione, poiché si pone un punto interrogativo.
Non meno improbabile sarebbe il riavvicinare 'AXOaia con
r 'AXÉa noXi; KaoTrr^ravfov di Stefano Bizantino (vedi Ethnica: parola
'AXsá), o con r 'AXi^ova che Tolemeo (11, 6, 75) pone fra i Carpe-
tani, o con la KácOaia di Artemidoro (vedi Stefano Bizantino). 11
luogo di Althaea é senza dubbio incerto e il Forbiger gia nelle
sue sensate conclusioni V intravvide (l). Seppure si voglia affer-
mare qualche cosa si puó diré con abbastanza certezza che Al-
thaea e Cartala debbono cercarsi riel territorio dell' odierna Nue-
va Castilla occidentale. Infatti gli Olcadi dovevano abitare presso
il corso superiore dell* Anas (Guadiana) se sonó detti da Stefano Bi-
zantino (in 'AXOata) -Xr^aióytDpoi K«py_r|8óvos (cfr. evxó; "Iprjpo; toü noTafJiou
Stefano Bizantino in "OXxaosí) cioé confinanti col territorio di Car-
thago Nova. Livio (xxi, 5» 3) non ci é un gran che utile per fis-
gare la loro posizione. Ci dice infatti soltanto ultra Hiberum ea
gens. Nulla é possibile di stabilire di determinato. Né Plinio, né
Strabone, né Tolemeo ci lasciarono alcun ricordo degli Olcadi e
della loro capitale. La menzione che troviamo di essi in fonti
ad essi d' assai posteriori (Stefano Bizantino, Suida) non hanno
che scarsissimo valore, dipenden do essi assolutamente da Livio e
da Polibio. Questi cita solo tre volte gli Olcadi e sempre riferen-
dosi ad un periodo stesso di tempo (2). Livio li cita solo nel luogo
(i) A. Forbiger, Handbuch der alten Geographte, Leipzig, 1848, p. 95»
nota 21.*
(2) Nel in, 13, 5 e nel iii, 14, 23 si riferisce al 221 a. C; nel iii. 33, 9 al
218 a. C.
44S BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
sopra ricordato, cioé sotto il 221 a. C. Tutto ció evidentemente
ci porta a concludere che gli Olcadi dopo il loro annientamento
da parte di Annibale perdettero ogni loro individualitá e da tribu
autónoma si disgregarono fondendosi con i popoli vicini.
Rispetto al loro territorio, sulla cui vastitá non si puó diré
nulla, si é generalmente abbastanza d' accordo nel ñssarlo pres-
so il corso superiore dell' Anas (l). Pero il Florez (2) «asignó á
la antiquísima Olcadia el territorio entendido modernamente por
el nombre de Alcarria, La degeneración de aquel nombre en
éste es muy sencilla, y mucho más fácil durante la dominación
de los árabes, para quienes este ligero cambio producía un nom-
bre conocido (cfr. Alcarria)». Noi non crediamo che gli Olcadi
abitassero V odierna regione di Alcarria^ cioé a nord-ovest de¡
Montes universales presso le sorgenti del Tago. Secondo noi
si deve scendere alquanto piü a sud se vogliamo essere d' ac-
cordo col jiXrjaiíí/^wpoi Kap)r,T)3ovo5 di Stefano Bizantino.
II Mannert (3), accettando la legione Cartela^ parla della capita-
( 1 ) Neir Encyclopaedie del Paul'y (Stuttgart 1 848, íunfter Band pag. 89 1 .
Olcades) seno posti cnórdlich von Carthago Nova ara ersten La ufe des
Anas, in einem Theile des spáter von dem Oretanern bewohnten Lands-
trichs». Nel Diccionario enciclopédico de la Lengua Española de la biblioteca
ilustrada di Gaspar y Roig gli Olcadi sonó posti vicino ai Carpetani ed é
detto de la regione era cmuy vasta, y empezaba en las sierras de Alcaraz
hasta las de Albarracín y Teruel», comprendiendo la parte oriéntale della
provincia de Cuenca.
(2) E. Florez citato nel Diccionario geográfico- estadístico-histórico del
Madoz (tomo xii, Madrid, 1849, pág' 232, Olcadia). Lo sforzo continuo e
sistemático che ía il Madoz di cercare assolutamente dal nome moderno
quello anlico ci fa essere guardinghi sulle sue conclusión! sopra cítate.
Non sembra che da Olcadia si venga ad Alcarria con una degeneración
muy sencilla e che tanto meno si tratti di un ligero cambio. L* ultra Hibe-
rum di Livio é una determinazione data all' ingrosso e non deve inten-
dersi che gli Olcadi abitassero immediatamente a sud della destra del-
1' £bro. Annibale non arrischió certo una spedizione in quelle regioni,
tenute dalle fiere tribu celtiberiche.
(3 ) Mannert, Geographie der Griechen und Rámer — Erster Theil — Nu m-
berg 1 799, pag. 306. A pag. 407, op. cit. il Mannert, parlando degli Olcadi,
scrive: «eine nicht sehr grosse, aber streitbare Volkerschaft, welche
wahrscheinlich in der nemlichen Gegend in südlichen Cuenca in der
Bergen der Ortospecla wohnte». Per Cuenca vale 1' osservazione fatta in
fine della nota precedente.
r
GLI OLCADI B GU ANDOSINI DUB POPOLI SCONOSCIUTI 449-
le degli Olcadi ponendola fra le montagne dell' Ortospeda, le quali
perció sarebbero state il centro del paese. II D'Anville (l) non
parla degli Olcadi; ma allorché ricorda gli Oretani dice ch* erano
«vers les sources de T Anas, et dans une partie de 1* Orospeda»»
L' Uckert (2) li cerca invece nella contrada di Alia, altri in í?r-
gaz^ altri ancora in Ocaña, nel regno di Toledo (3) suU' odierna
strada íerrata Madrid-Cuenca.
II Forbiger (4) é il Weisenborn (5) pongono il territorio degli
Olcadi ad ovest di Carthago Nova, in direzione di nord-ovest^
in quella parte sopratutto che era piü ad est del territorio che fu
poi abitato dagli Oretani. Tenendo contó appunto della posizione
geográfica dei molti altri popoli della penisola a noi sembra che
assolutamente non si puó porre gli Olcadi in altro luogo che
presso il corso superiore dell* Anas, in quel terreno cosi aspro e
difficile per chi voglia inoltrarsi nel centro della Spagna.
Nulla s'oppone per concepire gli Olcadi quali i predecessori
piü diretti, o meglio quali il núcleo degli Oretani, che troviamo
cosí spesse volte ricordati nei tempi posteriori. Certo gli Olcadi
in época storica ci appariscono fugacemente nel 221 a. C, e po-
scia spariscono assorbiti forse dalle tribu vicine (6) delle mon*
tagne deír Oretania. E molto probabile che essi avessero nel iii
secólo a. C. spiccata individualitá e política indipendenza. II fat-
to stesso di avere tante forze per opporsi in campo al forte
esercito mercenario di Annibale é prova non solo di fierezza,
ma anche di una non trascurabile potenza. Dal momento che
(i) D' Anville, Géographie ancienne, tome i, pag. 29.
(2) Uckert, op. cit, vol. n, tomo i, pag. 412.
(3) Cfr. G. Alexander Rupert, 7/7/ Livi Paiavini opera omnia, tomo iv,.
Augustae Taurinorum, 1825, pag. 16.
(4) A. Forbiger, op. cit., pag. 95: teinen Theil des spáter von den Ore-
tanern bewohten Gebietes, und zwar den óstlichsten, nordlich Carthago
Nova am ersten Laufe des Anas, hatten früher die Olcades».
(5) Weisenborn nella sua grande edizioiie di Livio (con note tedes-
che) nel vol. iv (Berlino, 1872) commentando il xxi, 5, 3, pone gli Olcadi
cnórdlich von Neu Carthago, am obern Laufe des Anas... ihr Gebiet sonst
dem Oretanern zugeschrieben».
(6) Sonó queste tribu mon tañare gli ¿pEtTai di Polibio (in, 33, 9)? I vi la
lezione é guasta, ma lo spazio vieta, secondo noi, che si possa sostituire
con 'íipTjTovoí.
45^ boletín de la real academia de la historia.
Annibale s¡ spinse per primo contro di essi si deve dedurne che
essi non solo non dovevano essere lungi dai confini della sfera
d' influenza cartaginese di Spagna, ma che anche era opportuno
decimarli e disperderli per non avere. ulteriori timori e sorprese.
L' espressione liviana in parte (i) magis quam in ditione Cartha-
ginensium (xxi, 5» 3) ci prova tutto il fiero loro spirito di ribellione
di fronte alia ineluttabile servitü che si appresava, e ci permette
di serbare una parola di encomio per quei forti abitanti i cui con-
sanguinei piü diretti, gli Oretani (anzi in Livio ivi ci aspette-
remmo leggere Olcades) mostrarono cosi nobile sdegno di fronte
ai commisari di leva cartaginesi (Livio xxi, II). Né pare che gli
Olcadi si piegassero troppo presto, nonostante le gravi imposi-
zioni pecuniarie ed il terrore con cui erano state atterrite le cittá
minori (Livio xxi, 5). Un anno dopo (220 a. C.) gli exules degli
Olcadi congiuntisi a quelli di Elmantica ed ai Carpetani presso
il Tago fecero passare un brutto quarto d' ora ad Annibale, e nel
219 a. C. erano pronti a combatiere di nuovo (Livio xxi. Il) e
contro essi fu necessaria una nuova e rapidissima spedizione.
Quale sia stata la sorte di molti degli Olcadi dopo il 221 a. C.
si ricava da Polibio (iii, I4, 23). Infatti cgli, nel tra mandarci la
relazione dei pro v vedi menti che Annibale prese per la Spagna e
per r África, prima di accingersi a passare in Italia, ricorda un
corpo di truppe spedito a tener d* occhio 1* África nel caso si
fosse tentato un qualche colpo di mano su Cartagine. Tra i com-
ponenti quel corpo sonó citati gli Olcadi (2). Ora apparisce chiaro
(i) Secondo noi non si deve intendere che fossero del /<2;'//7í7 dei Car-
taginesi. Come si spiegherebbe allora la spedizione fatta contra essi? Si
deve interpretare invcce che gli Olcadi erano nella sfera di influenza
cartaginese, ma non giá soggetti ad essi.
(2) In Polibio (iii, 14, 23) vicino agli Olcadi troviamo ricordati anche i
Tersiti ed i Mastiani, che ci sonó del tutto sconosciuti. Questi popoli e
tribu, che non cía ppariscono che una sola volta sull* orizzonte della storia,
sia perché si fusero, sia perché si estinsero, debbono farci pensare che
con le dispotiche influenze púnica e romana si ebbe nel suolo ibérico una
grande crisi che travolse 1* esistcnza dclle popolazioni piü fiacche e piú
irriducibili ed ostili alia servitü straniera. Ecco perché talvolta non restia-
mo che con dei nomi muti, a cui invano cerchiamo di strappare un segrett)
e una storia.
GLI OLCADI B GLI ANDOSINI DUB POPOLI SCONOSCIUTI 45 1
che dopo la distruzione della loro capitale e dopo il saccheggio
del loro territorio non restava ai piü che militare sotto gli sti-
pendi del vincitore. E cosi gli Olcadi, nonostante gli ultimi sforzi
insieme ad altre tribu, perduta ben presto ogni loro ñerezza, si
dovettero adattare insieme ad altre popoli spagnuoli alie esi-
genze dei tempi, restando vittime dell' abile politica blanditrice
di Annibale che anziché schiavi chiedeva alia Spagna, soldati
per portarli contro Roma.
. Air acume dello studioso non deve sfuggire il fatto di trovare
quasi sempre citati (l) gli Oretani solo quando il nome Olcades
é scomparso, cioé quando giá, secondo noi, doveva essere avve-
nuta la loro fusione e la loro dispersione. Questo fatto puó esse-
re eloquente per chi sappia scrutare addentro nelle nostre fonti.
Infatti si puó ben pensare che gli Oretani non furono altro che i
continuatori della sfortunata, ma pur forte e generosa politica re-
gionale degli Olcadi. II campo della spedizione annibalica del
221 a. C. ci porta nell' Oretania e propriamente in quella parte
che é bagnata dal corso superiore dell' Anas (verso la regione
odierna della Mancia). Quindi anche la vicinanza di territorio ci
invita a ravvicinare gli Olcadi con gli Oretani. E da Livio stesso
(xxi, II), siccome troviamo citati gli Oretani dove manifesta-
mente ci aspetteremo veder ricordati gli Olcadi, siamo puré
tratti a quel ravvicinamento.
Siccome in Strabone, o meglio nelle fonti di lui, Posidonio (2),
Artemidoro, Asclepiade, non abbiamo alcun ricordo degli Ol-
cadi, ma sempre di Oretani (Strabone m, 139, 152, 162, 163) e
(i) Solo Livio (xxi, 11) cita gli Oretani nel 11 1 scc. a. C. In Poübio
(iii, 33, 9) neásuno ha osato sostituire ad optXxai il nome 'üprjiavot i^cfr. una
delle note precedenti). Molti accettano 1' óp^Ts; che é in alcuni codici. Ore-
tani é messo in parentesi e con punto interrogativo solo dallo Schweig-
haüser (cdiz. di Polibio, tomus i, Lipsiae 1789, p. 457 nella traduzione
latina").
(2) Stefano Bizantino {Ethnica — KaaiaXoSv) ci dice chiaramente che
nel III** libro della sua grande opera geográfica Posidonio trattava del-
r Oretania. Anche Asclepiade di Myrlea che scrisse una 7:ep'.r¡-^pr,cr'; della
Turdetania (Strabone iii, p. 139) dovette almeno indirettamente occuparsi
deír Oretania.
452 BOLETÍN DB LA RBAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
di Oretania (iii, p. 139, 141, 156, 162) si puó affermare per certo
che nel i** sec. a. C. giá non si aveva piü traccia alcuna degli 01-
cadi e della loro capitale. La fusione e la dispersione loro dovette
adunque essere stata abbastanza rápida e avvenuta giá nel tempo
al quale risalgono gran parte delle fonti che ci sonó consérvate.
E naturale che ci vediamo neir impossíbilitá di porre sulla cartc
della Spagna con sicurezza assoluta i confini degli Olcadi e della
loro capitale.
Se veramente nell iii sec. a. C. gil Olcadi furono la prima trib.ü
di tutta quella regione, che poi troviamo in fonti posteriori ri-
cordata col nome di Oretania (Plinio N. H. iii, 6, 19, 2$; Li-
vio XXXV, 7; xLi, 3), possiamo ben ritenere che essi erano allora
gli unici popoli potenti, capaci di fare una política indipendente
in tutta quella vasta regione oretana, che dalle valli superiorí
deír Anas e del Tago arrívava sin presso Malaca (Strabone iii,
pag. 139). L' essersi opposti all' avanzata straniera, V aver resi-
stito fino a farsi distruggere e saccheggiare la loro capitale, V
essere stata necessaria una intera campagna per fiaccarli (Li-
vio XXXI, 5: viciar exerciius opulentusque praeda Cartkaginem no-
vam in hiberna est deductus) ci provano che fra i tan ti rami (i) di
Oretani, disseminati verso il centro della penisola, essi soli osa-
rono prendere arditamente le armi contro il piü grande capita-
no di quel tempo. II paese selvoso e ricco di metalli preziosí
(Strabone ni, pag. 156), la densitá della popolazione, relativa-
mente agli altri luoghi (Strabone iii, pag. 139: rrjjyol ), 1' essere ¡1
paese passabilmente fertile (f, y copa jisrpíü); eattv eOBa^p-wv — Strabone
loe. cit,)y anzi ricco al sud, dovevano daré anche nel iu° sec. a.
C. alia tribu preponderante una potenza non spregevole e tale da
essere una seria minaccia alia poco salda compagine amminis-
trativa e politica dei possessi cartaginesi di Spagna.
Indiscutibilmenté gli Olcadi, ancor piü di tutte le altre popo-
(i) Un ramo di essi era non lungi dalle Colonne d' Ercole (Strabone iii^
pag. 153), un altro nella Bastetania (Strabone ra, p. 156). Ve n* era anche a
sud dei Carpetani (Strabone iii, p. 153) e ad oriente della Turdetania
(Strabone iii, p. 141). Gli 'Optaaoí di Diodoro (xxv fram. 14) forse non
furono che un loro ramo.
GLI OLCADI B GU ANDOSINI DUB POPOLI SCONOSCIUTI 453
lazione indigene spagnuole, ebbero un colpo mortalissimo dal-
r ¡ntervento armato dei Cartaginesi nelle loro contrade. Ma la vit
toria di Annibale fu resa piü tardi vana dalla fierezza di altre
potenti tribu, che troppo fácilmente prestandosi al giuoco dei Ro-
mani, contribuirono non poco a rovinare la fortuna di Asdrubale
e conseguentemente quella di Annibale.
Di che razza fu roño gli Olcadi? Furono iberici? Noi ne dubi-
tiamo, perché siccome gli Oretani ci vengono dipinti come cel-
tíci {Oretani qui et Germani (i) cognominantur (Plinio iii, 25);
"OpTjTov rtpfiovwv (Tolemeo 11, 6, 59))» ci sembra strano che se gli
Olcadi fossero stati di razza diversa non ci fosse stata almeni fu-
gacemente ricordata. Probabilmente, tenendo contó anche del
culto di divinítá celtiche ¡n quelle regioni (2), non si sará troppo
lungi dal vero se consideriamo gli Olcadi quali uno dei rami piü
potenti di quelle tribu celtiche che verso il vi® sec. a. C. invasero
la penisola ibérica, dissemlnandosi nelle varié regioni, ove mi-
nore trovarono la resistenza degli Iberi.
Veramente Stefano Bizantino (Etkica-A'kMa) pone gli Olcadi
quali e8vo; 'IpTjpía; (cff. pure Stefano in *'OXx«S£?:k'0voi ^ipYjpwv). Ma
non si deve credere ch' ivi eOvo? abbia il significato di stirpe^ di
razza^ ma solo quello sólito di popólo, come appare da altri luoghi.
Gli Olcadi che ci appariscono cosí misteriosi ad ignoti ven-
gono adunque, se ravvicinati agli Oretani, ad acquistare una
certa luce storica. Anche ad essi, a vendo la fierezza di agiré da
soli e di sdegnare T alleanza dei Carpetani e dei Vettoni, mancó
pertanto quella virtú collettiva di un patrio idéale nella lotta fe-
roce contro lo straniero, lotta vana nonostante la loro fierezza
generosa e forte. Quei parziali ed eroici cimenti di tribu isolate
valsero col tempo a destare la sacra fiamma dell* anima nazio-
nale spagnuola, ritempratasi vigorosamente e illuminata con i
bagliori della civiltá di Roma.
(i) Germani da tutti é inteso qui in senso di Celtici, Altrimenti sarebbe
enigmático il rapporto fra Oretani e Germani.
(2) Non poche sonó le divinítá celtiche il cui culto troviamo nella
Spagna antica. Vedasi per esempio Endovellicus e tutte le iscrizioni ad esso
riferite (C. I. L. vol. 11, pag. 1 127).
TOMO xLviii. 29
454 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.:
♦ *
Fra i popoli che nelle regioni dell' Ebro piü ostacolarono ( I )
I* avanzata di Annibale nella primavera del 2l8 a. C. PoHbio
(i") 35> 2) cita gli Aíp7)v(í<jivoi e gli 'Av8oaivo:. Livio nel passo corri-
spondente (xxi, 23) a quelló sopracitato di Polibio, ricorda gli
Ausetani e i Lacetani. Neppure qui é il caso di correggere T una
fonte coir altra, come giá aicuni voliero fare peí passato. La
spiegazione piü accettabile rispetto a questa diversitá di nomi
consiste nel credere che Polibio c¡ tramando, sia direttaraente,
sia indirettamente per mezzo di fonti scritte ed orali (2), quei
nomi quali erano nel 11° o alia fine del m** sec. a. C. Con 1' ocu-
pazione armata di Annone nel 218 a. C, e con la conquista ro-
mana poi, essendo avvenuta la grande catástrofe che travolse
r indipendenza di mol te tribíi (sopratutto delle piü piccole), molti
nomi di esse dovettero dopo non molto sparire per sempre. Li-
vio trovando nelle sue fonti annalistiche (3) nomi diversi da quel-
li ricordati da Polibio, forse credette bene di porre nomi co-
nosciuti ai lettori romani del suo tempo (4).
Comunque ció sia pare certo che Polibio nel ricordarci gli An-
dosini (5) ci indica una tribu posta tra i Pirenei e 1' Ebro e di-
(i) L' opposizione vigorosa fatta ad Annibale presso 1' Ebro, piü che
alia simpatía e all* oro clei Romani, era dovuta dalla coscienza di volere ad
ogni costo difendere i propri interessi. Si pensi ai danni che arrecavano
gli eserciti mcrcenari dell* antichitá nei paesi che attra versa vano. Erano
un vero flagello.
(2) Si pensi qui a C. Lclio, Ugatiis di P. Comelio Scipione (/' Africano)
nelle sue imprese di Spagna (221-206 a. C.) ed amico di Polibio (x
framm. 10).
(3) Forse il cambiamento dei nomi h dovuto agli annalisti dell' época
graccana e sillana, seguiti largamente da Livio, come tutti sanno. Ai tempi
di Polibio gli antichi nomi in questione potcvano essere ancora vivi. Si sa
che i nomi sonó gli ultimi a scomparire.
(4) Nessuna prova abbiamo per potere affermare che Livio stesso cam-
bió i nomi trasmessici da Polibio nei nuovi nomi, sorti salle rovine dei
preceden ti, o continuatori di essi.
(5) Tutti gli editor! al posto di Aüaooíoü; pongono 'AvSodfvou;. D Gro-
novio (cfr. Schweighaüser. cdiz. di Polibio, tom. i, Lipsiae 1789 pag. 462;
GLI OLCADl E GLI A^ÍDOSIMI pu^ POPOU SCOKOSCIUTI 455
versa da quelle ricordate da Livio. Ció é ammissibile a meno che
non si voglia credere a certe strane e cervellotiche congetture
tendenti a volere in qualunque modo trovare un rapporto fra i
nomi tramandatici da Polibio e quelli di Livio.
Noi che siamo convintissimi e che sempre abbiamo sostenutq
^ adombrati qua e la nei nostri studi (l) un rapporto fra alcuni
popoli iberici delle regioni cis-iberiche con le tribu dell'. Aqui-
tania, sappiamo benissimo spiegarci 1' esistenza di un popólo de-
gli Andosini nel iii° sec. a. C.
Giá assai prima che venisse alia luce la magistrale ed esau-
riente dimostrazione di quelle relazioni etnico-onomastiche nelle
auree pagine della pregevolissima opera (2) di Emilio Hübner, il
Mommsen nella sua genialitá di un erudito, precursore di pro-
fonde vedute storiche, aveva affermato (3) che i popoli iberici
-erano largamente rappresentati nel mezzogiorno della Gallia.
£ fuori di dubbio infatti V esistenza di un' Andusia^ un vicus
presso Nenlaílsum (Nimes) (C. I. L. vol. xii, 3362) e non meno
certa é T esistenza storica nell' Aquitania di un popólo di Andosi
o Andosses e di un dio lócale (4) che veniva venerato sotto il
nome di Hercules Andossus (C. I. L. vol. xu, 4316). Come nomí
frequenti d' uomini abbiamo AndosinuSy Andossicus, Andos^
sus (5) nel territorio aquitano.
Rupert ediz. di Livio, tom. iv, p. 49) congetturó AuooBidü;, per ravvicinarlo
all' Ausctanos di Livio (xxi, 23) di guisa che AOaóStoi starebbe ad Auseiani
como Kap7:7¡atoi (Polibio iii, 14, Stefano Bizantino, Livio xxm, 26) sta a
Carpttani. Ma la congcttura del Gronovio é arbitraria, poiché se troviamo
ricordati Kap:iY¡(Tioi non troviamo mai citati gli Auaóoioc.
(i) V Espagne au ///* sUcle av, J. C. (in Boletín de la Real Acade-
mia DE LA Historia, tomo xlvi, cuaderno v, Mayo, 1905, págs. 363-398).
(2) E. Hübner, Monumtnta Linguae Ibericae. Berolini. 1 893, pag. 95 eseg.
(3) T. Mommsen, Le Provincie Romane da Cesare a Diocleziano. Tra-
duzione di E. de Ruggiero, vol. i, pag. 80.
. (4) Andose nel C. I. L. vol xu, 4136 é un dativo. Cfr. Ihn, Real Etuy-
4:lopaedie Pauly-Wissowa I. 2, colonna 2130. Andossus. Su Hercules Andos-
sus si veda I. Becker, Rheinisches Museum N. F. vol. xvii, pag. 14 e seg.
■Cfr. anche il Sacaze, JnscripHons des Pirénées^ vol. i, pag. 4 e seg. n. i.
(5) E. Hübner, op, cU. (cfr. i vari índices che sonó in appendice). Per
Andossus come nome di persona si veda Revue Epigraphique^ vol i, nu-
mero 181.
456 BOLETÍN DE LA REAL ACADEBOA DE LA HISTORIA.
E non si creda che ¡ rapporti onomastici sí stendano al campo
della radice Andos^ ma anche in altri molti (l): ( lluro ^ IliberriSy
Attacum^ Aturia^ etc.)
Non é nostro compito, né la preparazione e T ingegno ci bas-
terebbero, provare con nuovi asgomenti le notevoli influen-
ze celtiche nella penisola ibérica. L' opera vecchia si, ma pro-
fonda e fondamentale di Guglielmo Humboldt (2) e le ricerche
sottili e pazienti dell' Hübner ci dispensano da ció. Si pensi che
anche al tempo dell' Impero abbiamo neo-formazioni celtiche
negli scrittori latini. Basti qui ricordare Augustobriga^ Caesaro-
briga^ Flaviobriga^ etc. (3). E 1' Hübner anzi va anche piü in
la quando afferma che egli trova 1' di Andosini non solo in
Dertosa e in Libisosa^ ma anche in Tolosa.
Tutto ció ci determina, a parer nostro, a credere che gli An-
dosini ricordati da Políbio siano affini e forse un ramo della popo-
lazione omonima che troviamo quale abitatrice deír Aquitania.
Non possiamo certo determinare con esattezza la precisa posi-
zione di questi Andosini. Da Polibio non é possibile ricavare
níente di particolare. Risulta solo con abbastanza sicurezza che essi
appartenevano alie numeróse tribu poste sulla sinistra dell'Ebro^
P. Smith (4) pone gli Andosini presso T Ebro senza spiegarne
affatto la ragione. L' avere ostacolato ad Annjbale il passaggio di
quel fiume non porta affatto la conseguenza che quei popoli
abitassero vicini alia riva dell' Ebro.
L* Hübner (5) 1¡ pone ai piedi dei Pirenei, all* estdegli Ilei^eti,.
(i) E. Hübner, op. cit., pag. 95-97. Ivi sonó ricordati appunto <nomina
céltica, sive gallica, quae non in Gallia tantum Narbonensi et in Aquita-
nia, sed etiam in ipsa Hispania inveniuntur». Poco prima (a pag. 95) tro-
viamo scritto: «Non pauca fluminum montium oppidorum vocabula Gal-
lica cum Ibericis in ipsa Hispania ita conveniunt ut eiusdem linguae esse
appareant».
(2) G. Humboldt, Prüfung der Untersuckungm ühtr die Ueberwohntr
Hispaniens, — Berlin, 1 82 1 , pag. 82 e seg.
(3) E. Hübner, op. cit.^ pag. 98. Ivi sonó ricordati 30 nomi in briga^
certamente celtici.
(4) Nel Diciiofiat-y etc. di W. Smith, vol. 1, pag. 135.
(5) E. Hübner ReaUEncyclopaedit Patdy-Wissona. i. 2, colonna 2130^
Andosini,
GLI OLCADI B GU ANOOSIMI DUB POPOLI SCONOSCiUTI 457
neir odierna Catalogna. Benché non si possa affermare nulla di
•certo, puré sembra probabile che si tratti di una delle tante tribu
delle pendici pirenaiche, come pare incUní a credere anche
r Ukert (l) e come si puó immaginare se cerchiamo quale possa
•essere stata la causa della loro opposizione air esercito cartagi-
nese. Infatti se gli Andosini non si fossero trovati ad abitare in
un tratto della via percorsa da Annibale, non si capirebbe il per-
ché della loro resistenza insieme ad altri popoli di quelle vici-
nanze. E siccome Annibale nella sua spedizione passó senza dub-
bio presso i Pirenei orientali cioé in un punto (non esattamente
determinabile) non lontano dall' odierna via ferrata Gerona-Per-
pignan, é ragionevole porre il territorio degli Andosini in una
localitá posta non molto ad est dalla attuale repubblica di An-
dorra. Anzi chi ama cercare un rapporto etimológico (e la Spag-
na peí passato di questi amatori ne la avuti fin troppil) puó ben
portare un nuovo argomento in favore della nostra conclusione.
La s di Andosini puó per la nota legge del rotacismo, che non é
affatto ignoto nella lingua céltica (2), essere passata ad r, e cosi
resterebbe provata anche col sussidio della glottologia quella con-
clusione a cui siamo sopra venuti, di vedere cioé negli Andosini
Tiiente altro che un ramo di una popolazione céltica deír Aqui-
tania, stabilíti nel iii® sec. av. C. probabilmente fra i Pirenei nei
pressi della repubblica di Andorra.
Trattandosi di popoli quasi certo montanari é spiegabile la loro
fierezza ed il loro ardire. II solo tentare di opporsi al passaggio di un
potente esercito di oltre lOO mila nomini (Livio xxi, 23), l'aver-
gli fatto perderé non poco tempo per avere libero un passaggio,
r avere infine prodotti dei grandi vuoti nelle file cartaginesi (3),
(i) Uckert, o^. cit., vol. 11, tomo i, pag. 317.
(2) Si veda la grammatica céltica delJo Zeuss.
(3) Livio (xxi, 23) ci dice che dei 102 mila uomini che Annibale aveva
alia partenza da Cartagena, solo 59 mile ne restavano dopo il passo dei Pi-
renei. Tenendo contó del 10 mila fra licenziati e defezionati e degli 11
mila lasciati ad Annone vediamo che nellc regioni dell' Ebro Annibale
perdette 22 mila uomini. Perdita enorme senza dubbio, rappresentando ol-
tre Vs di tiitto r esercito. Ma si puó pensare che fra i 22 mila vi possono es-
sere anche altri defezionati.
45^ BOLETÍN DB LÁ REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
ci determina a credere che gli Andosini, i Bargusi, i Lacetani,
gli Ilergeti, gli Ausetani nel iii** sec. a. C. erano in grado di
metiere insieme parecchie decine di migliaia di uomini. E ció
é chiaro ove si pensa che tutto la popolazione maschile dai 1 6
ai 60 anni generalmente oltre che V aratro o il vincastro era con
molta facilita pronta ad usare la caratteristica spada spagnuola.
Gli Andosini dopo il 218 a. C. non appariscono piü sulF oriz-
zonte della storia. Ma benché storici e geografi non ne facciano
menzione é da credere che non disparvero tanto rápidamente
per il fatto che Annibale non fece contro essi una spedizione per
disperderli ed annientarli come aveva fatto invece tre anni prima
contro gli Olcadi. Inoltre si pensi che una tribu non sparisce in
pochi anni. Forse lentamente col sovrapporsi di altre tribu gli
Andosini non figurarono piü in prima linea fra le molte popola-
zioni dei Pirenei, ma restarono dimenticate in mezzo a tante altre^
che per essere di scarsa importanza, furono condannate all' oblio
da parte degli scrittori dell' antichitá.
Oristano (Sardegra), Gennaio, 1906.
NicOLA Feliciani.
III
VASCOS, IBEROS, MOROS, BEREBERES
Una de las publicaciones últimamente recibidas en esta Real
Academia es la parte II del tomo lxvi de la Revista trtmensa/
do Instituto Histórico e Geographico brazileiro.
Corresponde el cuaderno al 2.® semestre de 1 905 y en él se
insertan, con otros trabajos, las Actas de las sesiones del Insti-
tuto en 1903, en las cuales aparecen extractos de varios infor-
mes presentados por la Comisión de Historia.
Entre dichos informes, ha llamado especialmente mi atención
el relativo á un libro del diputado portugués, Juan María Pereira
de Lima.
VASCOS, IBKROS, MOROS,. BEREBERES 459
Titúlase el libro del Sr. Pereira Iberos e Bascos ^ y es el
primero de una serie de estudios sobre los antiguos pueblos que
ocuparon la Península ibérica. Aun cuando según el eminente
Alejandro Herculano— <iice el informe á que me refiero — nin-
guna identidad nacional existe entre la sociedad portuguesa y
algunas de las antiguas tribus que habitaron la Península antes
de la Era cristiana, no deben, sin embargo, despreciarse las in-
vestigaciones críticas y científicas sobre los orígenes de todos
los pueblos que en épocas remotas fijaron su habitación en el
punto del planeta en que luego se constituyeron las dos nacio-^
nalidades portuguesa y española.
El autor procura demostrar que iberos y vascos fiíeron los
primitivos habitantes de la Península; que los protohistóricos de
la Iberia, ó sea los iberos y vascos son una rama étnica de. la
raza turania, la cual precedió á las invasiones arias; que iberos
y vascos fueron, por lo menos, coetáneos de los atlantes; que
el estudio de la lengua vasca no sólo prueba sus afinidades con
las leng^uas de los grupos turo-ural y caucásico, sino también con
el grupo japonés y con la lengua de los indígenas de la Améri-
ca del Norte, confirmándose, así, la gran dispersión de la raza
turania.
Al desenvolver su opinión, el Sr. Pereira de Lima acomete
de frente problemas de etnografía general muy interesantes.
En la clasificación de razas y pueblos admitida por aquél r ve-
mos á la raza paleoamericana dividida en rama americana sep-
tentrional subdividida en tres familias y rama americana meri-
dional en las familia Andeana ó Andina, Pampeana y Gua-
raní.
Procurando indagar si vascos é iberos fueron hermanos y coe-
táneos de los primeros habitantes del Egipto, de la Libia, de las
Antillas, y si fueron contemporáneos en Occidente de la vetus-
tísima civilización de la Atlántida, admite el hundimiento ó su-
mersión de esa isla, apoyado en los textos de autores antiguos
y modernos.
Probada, como quiere el autor, la realidad de la Atlántida,
asunto que constituye las primeras páginas de todos cuantos
46o BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA, DE LA HISTORIA.
han escrito sobre los descubrimientos de Améric?i, fácil tarea
es explicar la población del Nuevo Mundo.
Nada más dice el extracto del informe. Hay, pues, que dedu-
cir, no teniendo el libro á la vista, que, según el Sr. Pereira de
Lima, una misma raza pobló en tiempos antiquísimos toda la
zona nortropical que va desde el Japón y Asia oriental á las An-
tillas y parte sur de la América del Norte, pasando por la cuen-
ca del Mediterráneo y por la Atlántida.
El libro del Sr. Pereira de Lima parece ser un trabajo más
sobre los muchos que años ha se vienen haciendo acerca de la
identidad ó analogía étnicas y filológicas entre primitivos pue-
blos españoles y africanos, y en general, entre los antiguos
pobladores de toda aquella zona. Basta recordar, entre otros,
los trabajos de Charencey, de Tubino y de nuestro doctísimo
censor el Sr. Fernández y González (Los lenguajes hablados
por los indígenas de América] conferencias dadas en el Ateneo
en 1892).
Incidentalmente, paréceme oportuno consignar que contra la
afirmación de algunos autores (el Sr. Tubino entre ellos, si no
recuerdo mal^, de que es inútil empeñarse en buscar ahora ana-
logías entre el vasco y los actuales idiomas de África, está el
dato de un viajero moderno, el Sr. Abargues de Sostén, que
afirma haber oído durante su expedición en Abisinia y países
comarcanos ^2 palabras gal-las que se pronuncian y significan
lo mismo que en el idioma vascuence (l).
Con estos estudios é investigaciones, en lo que concretamen-
te se refiere á los primitivos habitantes de la Península españo-
la y del Norte de África, tiene relación un informe que el doc-
tor Atgier presentó á la Sociedad Antropológica de París en las
sesiones del \^ Diciembre 1 903 y 4 Febrero 1 904, y que se ha
publicado en el Boletín de dicha Sociedad. Trátase en dicho in-
forme del origen y significación diversa de las expresiones Moro^
Ibero, Beréber
La primitiva significación de la palabra moro es «negro.» Eran
(i) Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid^ tomo xv, pág. 311.
V4SCOSf IBEROS, MOROS, BEREBERES 46 1
moros, negros, los habitantes del Norte de África anteriores á
la invasión líbico-bereber.
La palabra tomó después otras acepciones. Etnográficamen-
te, son moros los sucesores, en la misma región, de esos pueblos
negros, sea cual fuere su raza ú origen; bereberes, romanos, ván-
dalos, bizantinos, árabes y negros. Desde el punto de vista his-
tórico, moros son los musulmanes que invadieron á España y
Francia en el siglo vui. Tiene también la palabra significación
religiosa; los pueblos musulmanas de África y de Asia, sea cual
iuere su raza.
Griegos y romanos llamaron moros á los habitantes del Nor-
te de África porque eran negros: (/«ucá; en griego es obscuro ó
negro. Virgilio usa la palabra morus en sentido de «negro.»
Nada importa que, como es muy posible, el vocablo derive del
fenicio mahurin 6 maghrebin, esto es, los occidentales. Esos ne-
gros vivían al O. de Fenicia; eran, pues, occidentales respecto
de los. fenicios. Los mahurin, mauros 6 moros eran negros, y
griegos y romanos aplicaron su nombre á los objetos negros ú
obscuros, {lópov ó fiwpov llamaron los griegos al fruto del moral, y
fiaüpój ó ¿fjiaüpoí fué lo de color obscuro.
Los bereberes, procedentes de Europa según Atgier, se esta-
blecieron después en África septentrional. Eran blancos, y al
mezclarse los de una y otra raza resultó una población en la que
había y aun predominaban los individuos de color moreno obs-
curo; á todos denominaron moros los romanos.
Si entre griegos y romanos moro equivalía á «negro», en la
lengua de bereberes negro se decía y se dice berik. En varios
dialectos de esas gentes el masculino plural se forma con el pre-
fijo /; iberik^ pues, significa «los negros.» En otros dialectos se
prescinde del prefijo, y berik es lo mismo en plural. Si en este
vocablo suprimimos la terminación ik^ que adjetiva, así como
ico en ibérico^ y se dobla la radical ber — lo que es bastante co-
mún en los idiomas del Norte de África — obtendremos la voz
berber.
Resulta, pues, que moro, ibero y beréber indican, no precisa-
mente una misma raza, sino un mismo pueblo primitivamente
462 BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
negro, que se ha ido modificando por mezcla con otros que su-
cesivamente fueron invadiendo el país.
Advierte el Sr. Atgier que no pretende que los iberos de Es-
paña fuesen negros; cree que eran blancos, con cabello negro,
y más 6 menos morena la piel, como lo fueron los mismos mo-
ros después de las invasiones. Heredaron, acaso, el nombre de
ios proto- iberos, más ó menos negros por su mezcla 6 fusión con
los indígenas de África, y así siguieron llamándose en lo su-
cesivo.
Madrid, 14 de Abril de 1906.
Ricardo Beltrán y Rózpide.
IV
SELLO CON INSCRIPCIÓN ÁRABE Y FLOR DE LIS
DESCUBIERTO EN TOLEDO
El correspondiente de la Academia, Sr. D. Juan Moraleda y
Esteban, residente en Toledo, envió recientemente la fotografía
de un sello de bronce en perfecto estado de conservación, des-
cubierto poco antes en una calle de aquella capital.
Designado por el señor Director para informar á la Acade-
mia acerca de la leyenda árabe de dicho sello, paso á evacuar
el informe, que se me pide, advirtiendo que por la sola inspec-
ción de la fotografía, me hubiera sido muy difícil llegar á tener
seguridad de leer bien la inscripción; pero habiendo sabido por
nuestro compañero el Sr. Vives que el original había sido ad-
quirido por el Sr. D. Guillermo J. de Osma, se me íacilitó un
calco en lacre, mediante el cual la lectura ha sido facilísima.
El sello, bastante grande, pues tiene 32 milímetros de alto
por 24 de ancho, es rectangular en la parte superior y redondea-
do en la inferior: en el centro tiene una grande flor de lis in-
cluida en un espacio que afecta la misma forma que el conjunto
del sello, dejando en todo su perímetro una faja de cinco mili-
SEtLO CON IHSCBPPCIÓN ÍRABE Y FLOH DE LIS 463
metros de ancho, limitada interior y exteriormente por una lí-
nea de puntos ó perlas.
La inscripción relativa al personaje, á quien debió de perte-
necer el sello, dice así t-i. iJJl tjIí^ ¡j!^ »_5*^tij^' (***rí'
Ibrahim, hijo de Yúsuf, hijo de {Umareck?: 'Dios es su protector.
El nombre, que hemos 'transcrito ^Umarech}, podría vocalizarse.
y por tanto leerse, de muchos modos, y sólo damos esa trans-
cripción por dar alguna, ya que para los no arabistas resultaría
un logogrifp el poner -m-r-ck: advertiremos que en vez de la
letra f podría suceder que debiera leerse ¿ g, pues aunque casi
todas las letras, que han de tener puntos, los llevan, faltan en la
palabra *Jj y lo mismo pudiera faltar en la primera letra del
nombre -, y^-. la particularidad de que la letra .^ de - — *-^
lleva el punto debajo, excluye toda posibilidad de que el sello
sea oriental.
Del personaje mencionado en el sello nada puedo decir, pues
m
^"
-.i'%
■•.V
í^-A
* I
^^■'
V f
'1 .
^■AJ\:
?'
tii
"/■^ .^
4 ..••■
r*. '
I
r-
404
boletín de la real academia de la historia.
•es seguro que su nombre no consta anotado en mis numerosas
papeletas en las que figuraría como j-. yjS' 6 ^ ^^y ; pertenecien-
do el sello al siglo xiii, según cree su actual poseedor Sr. Osma,
es muy posible que su nombre figure en alguna de las muchas
escrituras mozárabes toledanas inéditas, que se cortservein en
nuestro Archivo Histórico Nacional.
De la parte arqueológica del sello no soy llamado á informar
á la Academia, dada mi absoluta incompetencia en esta parte:
si mereciera la pena de que este estudio se hiciera, Académicos
hay por fortuna que podrían entrar en su estudio.
El Sr. Moraleda remitió además el dibujo de un adorno de
cobre dorado y esmaltado, que supone ser un pendiente: es
•como una media luna de bordes ondulados, que tenía cinco
círculos esmaltados en color granate: no me compete asegurar que
el tal adorno sea de carácter árabe como tampoco me atrevería
á asegurar que no lo sea: de todos modos me parece que su im-
portancia no es muy grande.
Madrid, 27 de Abril de 1906.
Francisco Codera.
V
DE LA PALÉOGRAPHIE SÉMITIQUK
L' Espagne seule, posséde sur son sol, toute la serie successive
des évolutions de V écriture, depuis le phénicien jusqu' au grec
et latin, depuis V inscription trilingüe de Tortose jusqu' auxtextes
coufiques et néo-arabes, ainsi que du judeo-rabbinique de la fin
du moyen-áge (i), aprés les plus belles épitaphes hébraíques du
monde entier. Méme en d* autres pays de langue espagnole, au
(i) Ainsi, pour commencer au dernier échelon, qui nous est voisin, la
plus parfaite exécution et description de 1* écriture cursive judéo-espag-
nole consiste dans 1' analyse de «tres manuscritos rabinicos del siglo xv»
par D. Francisco Fernández y González (Boletín, t. v, [v. 299-377), ^véc 4
planches de fac-similia irreprochables.
r ^■
DB LA PALÉOGRAPHIB SÉMITIQUB 465
delá de 1* Océan, on retrouve les plus beaux vestiges de signes
plutót peints qu' écrits.
Les travaux des plus grands épigraphistes de tout ordre , la-
tinistes ou orientalistes, les Hübner, les Fita, Saavedra, Codera^
Pérez Bayer, en font foi. II appartient done á la R. Académie
d' histoire d'en prendre acte, sous forme de V Exposé suivant.
I
Faut-il rappeler combien la prodigieuse iacnlté d'écrire est
ancienne? A V origine, pour consigner sa pensée par écrit, V homme
s' est servi d* images peintes; puis il a utilisé ees signes figuratifs,.
soit pour eonserver le souvenir des faits, soit pour les faire eon-
naltre a d* autres. Plus tard, les images ont été simplifiées: da-
bord, par le besoin de réduire au minlmum les efforts gra^
phiques; ensuite, par le désir d' abréger ou eondenser 1' opera-
tion figurative.
De lá derive 1* écriture idéogrammatique, tantót par images
pour figurer les objets matériels, tantót par des signes convention-
neis pour representer des idees abstraites (l). Ensuite 1' écriture
devient phonétique, soit pour exprimer des artieulations com-
pletes ou syllabes, soit pour émettre des sons simples ou lettres
¡solees. Les essais d' écriture tentés par les aborigénes de 1' Amé-
rique, avant la découverte de Christophe Colomb, 1' écriture az-
téque ou eelle des autochtones du Mexique, ou V écriture calcu-
liforme des Mayas du Yucatán, sont peut-étre aussi vieux que
les hiéroglyphes égyptiens.
De ees derniers, simplifiés par des gens pressés de prendre.de
courtes notes commerciales, sont nées les lettres de V alphabet
phénicien, ou 1' hébreu primitif; d' oü, par dérivation, par modi-
fication et souvent par complication, sont sortis les alphabets
usités sur toute la terre. Cette théorie a été si bien admise par
les peuples de V antiquité, que sans hésiter, ni douter, ils attri-
buent r art d' écrire a Cadmus, loin de se préoccuper du sens de
(i) Tels sont les caracteres cuneiformes et les clefs chinoises.
466 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
ce mot qui signifie 1' hotnme du Kédem^ «de T Orient;». D' autre
part, les premiers rabbins ou docteurs de la Mischnah, aussi peu
soucieux des origines, font remonter 1' invention de T écritur^ á
la Création, et lui donnent pour date «le 6.® jour, au crepúsculo
(JPirké Abóth, Máximes des Peres, v, 9), au lieu d' avouer 1* in-
certitude sur 1' époque.
Les hébreux ont dü posséder de bonne heure 1' art d' écrire,
qui chez les egyptiens comme chez les phéniciens remontait bien
avant le temps de Moíse (l). Longtemps avant la sortie d'Egypte,
les hébreux savaient écrire (2). C* était pour les plus anciens
historiens un fait géneralement reconnu. Outre les tables de la
Loi et les noms graves sur les ornements du grand prétre, le
Pentateuque attribue á Moíse et á ses contemporains des écrits
d* une certaine étendue (3).
A r époque des juges, V art d' écrire dut étre deja assez ré-
pandu chez les hébreux, puisque selon le récit biblique a ce sujet
{Juges, VIII, 14), Gédeon voulant chátier les habitants de Succoth
se fit écrire les noms des chefs de cette ville par un jeunehomme
fait prisonnier. Au temps de David et de Salomón, on trouve
mentionnés des ouvrages d' histoire et d* autres compositions
littéraires. II n' est done pas douteux que, des lors, 1* écriture
était répandue, au moins dans les classes élevées de la société.
II y avait probablement des écrivains publics, notamment des lé-
vites qui prétaient leurs bons offices aux gens du vulgaire, lorsque
ceux-ci en avaient besoin. Ceux qui faisaient particuliérement pro-
fession de scribes portaient un écritoire dans la ceinture; selon
r usage encoré maintenu en Orient, deja visé par Ezéchiel (ix,
2-3). Mais de quels caracteres se servaient-ils? Ce devaient étre
évidemment des images réduites, abrégées, dont la vue avait une
3Ígnification et dont 1* initial d' énonciation a été convertí en signe
conventionnel ou lettre. Ainsi, alpka (tete de boeuf), beth (mai-
son), etc., qui ont visiblement un indubitable sens en phénicien,
(i) V. Hartmann, Historisch-kritische Forschungen, p. 586-8, 601, 615.
(2) Gesenius, Geschichte der hebráischen Sprache und Schrift, p. 142.
(3) Exode, XVII, 14; XXIV, 4; xxxiv, 27; Nombres, xxxiii, 2; Dcutéroir.
XXVII, 3; XXXI, 9 et 22. Cf. S. Munk, Palestine, p. 436-8,
r
DE LA PALÉOGRAPHIB SéMltl^UB 467
ont donné naissance á ce que les Grecs, imites par les autres
peuples, ont appelé Alphabeta.
II n' est done plus nécessaíre de démontrer que 1* écriture hé-
bra'ique derive de celle des phéniciens, mais de s* arréter aux
plus anciens monuments qui 1' ont conservée. Abstraction faite
de la stéle de Mesa, du viii® siécle avant J. C, qui n' est pas juive
mais moabite, on posséde des éléments de la susdite écriture,
dans r inscription du canal de Siloé, découverte dans les subs-
tructions de Jérusalem ¡1 y a 28 ans: elle remonte au temps d'
Ezéchias (l). Plus tard l'alphabet hébreu archaíque, qui s* eífa-
cera peu a peu devant des lettres plus concises, se conserve dans
les monnaies des sicles, soit des Macchabées, soit de Barcóche-
ba (2), II subsiste encoré de nos jours chez les Samaritains, qui
continuent a V employer couramment, aussi bien dans leurs livres
iiturgiques que dans leurs chroniques rédigées par leurs grands
prétres (3). Ces mémes caracteres servent de criterium pour dé-
terminer V authenticité ou la fausseté des sicles: lorsque ceux-ci
ont des lettres carrees, ils sont faux.
II
Tandis que les vestiges de 1' anciennc écriture existaient en-
coré á titre hiératique, 1' usage d' une écriture vulgaire, plus fa-
cile á reproduire, s' était généralisé tres longtemps avant 1' ere
vulgaire: , c* etait V araméen, aux traits encoré empates, épais,
et r on peut supposer, avec M. Philippe Berger, qu' en cette der-
niére écriture ont été congues les poésies d' Isaíe, conformes au
specimen ci-joint donnant les versets I-5 du ch. xl (fig. l).
Au temps d' Ezra, selon V assertion du Talmud de Jérusa-
(i) Jos. Derenbourg in Revuc des Etudes juives» iii, 1882, p. 161; Re-
nán, Journal des Savants, Mars, 1887, p. 158-164, analysant 1' oeuvre de
Smend et Socin, die Inschrift des Kanigs Mesa (Freiburg in Brisgau, 1886,
in 4^).
(2) Theod. Reinach, les Monnaies juives (París, 1888), p. 39-50.
(3) Ph. Berger, Histoire de 1' écriture dans 1' antiquité (P.- 181^), ii.*
partíe, ch. v, p. 188-203.
l\
468
BOLETÍN DB LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
y.
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r7<
V' .
lem (l), r écriture des Araméens commengaít á étre usitéeparmí
les Juifs revenus de Babylone, ou d' Assour. Deja les premiers
rabbíns ne savaient plus quelle écriture est la plus ancienne, et
.5>jA^!)K >5»(^ ^r ^3)^) ""W
ií;v^ -íW^Ai *)^y^ *c^)^ *i^^ 7
'íívj?.^!! v>?'''^' ')^V'*)!j ^)>v^ ^m^
ii?i^ iv^^/ w> ^)^^ 'j^^y ^^^)^
FlG. I
¡Is r avouent sans fausse honte, ou T admettent implicitement,
comme ¡1 resulte de ce passage:
«Rabbi Gamaliel dit: la Loi (Tora) a été promulguée dans une
écriture brisée (? samaritaine), et R. Yossé se range á cet avis.
Selon Rabbi, la Loi a été énoncée en Ashuri (=syrien ou ara-
méen); lorsqu' Israel pecha, 1' écriture fut convertie en lettres
brisées, et lorsqu' il rede vi nt vertueux sous Ezra, les caracteres
(1) Traite Meghillah, chap. i, § 9; traduction frangaiseí t. vi, p. 212-5
DE LA PALáOGRAPHIE S¿MITIQUB 469
reprirent leur forme antique syrienae. II est dit (Zakarie, v, 12).
En ce jour aussi je te rendrai un double message^ et d' autre part
¡1 est dit (Deuteron. xvii, 18): // lui écrira un double de cette Loi
sur un livrei C* est une allusion á une écriture susceptible d' étre
modifiée (comme celle de I' hébreu primitif-phénicien). On en-
seigne que R. Simón b. Eleazar dit au nom de R . Eleazar b. Pra-
ta, et celui-ci au nom de R. Eliezer b. Modaí: la Loi a dü étre
t'^crite en ashuri, car il est dit (Exode xxvii, lo): les crochets i«n
des colannes. II faut done que la lettre 1 dans la Loi ait la forme
dróite d' une colonne (fait spécial aux caracteres araméens);
R. Lévi dit: d' aprés R. Gamaliel, qui dit que la Loi a été pro-
mulguée en lettres brisées (samaritain), la lettre Atn (v ou o)
était un miracle (l); si au contraire la Loi a été écrite en ashuri
(araméen), il y a eu miracle analogue pour le d (s). Selon d' autres,
le texte primitif de la Loi n* avait ni n ni a (aussi miraculeux),
mais bien le d*-
De cette tradition rabbinique, confirmée par le Talmud babli
ítr. Sanhedrin^ f. 21 ¿ et 22 a\ ¡1 ressort historiquement que
r écriture des hébreux se modifia peu á peu sous V influence de
r écriture araméénne, apprise par les juifs pendant la captivité.
Ces renseignements généraux, un peu vagues, deviennent plus
précis par la su i te des temps. La Mischna, tr. Guittin, 11, 3 (tra-
duction, vm, p. 270) nous renseigne sur les éléments scriptu-
raires du divorce en ces termes: «Pour écrire cet acte on peut
cmployer tout ingrédient, de V enere, ou de la poudre terreuse
peut-étre ce mot signifie: la craie (2), ou du rouge, ou de la
gomme, ou du vi triol, ou tout objet qui reste adhérent. On ne se
servirá pour écrire, ni du jus des fruits, ni d' un autre produit
qui n' adhére pas. On peut écrire V acte de divorce sur n' im-
porte quoi, méme sur des feuilles d' olivier, ou sur une corne de
vache, en envoyant cette béte á la femme comme acte de di-
(i) C était merveille qu* elle ne tombe pas, les lettres des Tables de la
Loi étant gravees á jour.
(2) Au tr. Sabhat, xii, 4, cette phrase se retrouve, avec un mot en plus
qui manque ici: c* est qq Sam^ que Raschi traduit par Orpiment (auri
pigmentum).
TOMO xLviir. 30
470 BOLETÍN DE LA REAL ACADEML\ DE LA HISTORIA.
vorce, Selon R. Yossé lie Galiléen, on ne devra écrire l'acte de
divorce ni sur un animal vivant, ni sur un objet comestible». •
Aprés un certain temps, 1' ancienne écriture hébraíque con-
servée par les samaritains disparait, pour ceder la place á V écri-
ture araméenne, comme la langue chaldéenne remplaga V hébreu
pour le vulgaire. Toutefois, les calligrafes juifs ont su peu a peu
donner á 1' écriture hébraíque la netteté et la regulante qui l'a
faite angulée, d' oü le nom de carree. C est ainsi qu* aprés plu-
sieurs siécles d' intervalle, on trouve les andens types entiére-
ment changés, transformes, representes á peu de chose prés tels
qu' ils sont écrits et méme imprimes de nos jours. Cette modi-
fication s' est effectuée en passant par 1' écriture araméenne cur-
sive, dans laquelle étaient constitués les manuscrits de la Bible
qui ont servi aux Septante, ou traducteurs de la Bible en grec,
so US les Ptolémée, á ce que nous ápprend Flavius Joséphe dans
ses Antiquites jtidatques (livre xii, chap. ii, § I). En tout cas, le
changement est antérieur a 1' ere chrétienne, puisque V Evangile
de S. Mathieu (v, 1 8), déclarant que Jésus n' est pas venu chan-
ger un iota á la Loi, prouve que des lors cette lettre de Y écrir
ture est la plus petite de toutes.
Pourtant, dans la progression de naissance des lettres en hé-
breu carré, il faut aussi teñir compte de T écriture monumen-
tale, oü les formes anciennes gardent plus longtemps leur pureté
primitive. Le nom de n^2ia «Tobie» retrouvé en Syrie, sur les
soubassements de la citadclle d' Araq-el-Emir (l), nous fait assís-
ter á cette mutation; les trois derniéres lettres du nom sont en-
coré de forme araméenne. C est qu* en general les deux lettres
iod et saín servent le mieux a marquer les étapes de V alphabet
Tres grands á T origine, ees caracteres subissent des altérations
paralléles, qui les aménent successivement á n' étre plus qu* un
minee trait, avec cette dififérence que le iod présente toujours
une barre de plus que le zain, Or dans la susdite inscription re-
produite ici (2), le iod n' a pas la forme qu* il revét sur les pa-
(i) Melchior de Vogüe, Le Temple de Je'susalem, p. 8o, pl. xxi.
(2) Fig. 2.
DB LA PALfiOGKAPHIB SÉMITIQUB 47I
pyrus araméens, mais sa forme archaíque. M. de Vogüe voit dans
le nom Tobie celui du grand pére de ce fiyrcati qui construisit
le cháteau fort appelé par les tures Araq-el-Emir, et s' y défen-
<lit jusqu' en l'an l76avantJ.C.
On n' a pas de tres vieilles épitaphes en hébreu, puisque selon
* !- Oífi-
/
1' enseignement du Talmud de Jerusalem (tr. Shqalim, ii, 7;
trad. V, 275), «on ne pose pas de monuments fúnebres pour les
Justes>. A peine il y a quelques années, on a trouvé dans un
hfc^
»
f
\
I
472 BOLETÍN DB LA R|SAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
tombeau prés d' Abou-Góch en Syrie, un graffito en hébreu
archa'íque, reproduit ci-contre en grandeur un peu réduite d"
exécution (fig. 3). Lapremiére moitiéde ce texte a été lúe s]Din^r
forme antique du nom Joseph, par M. F. H. Vincent (l). En
raison de leurs formes étranges, peu lisibles, ees lettries parais-
sent remonter á la méme époque de transition que le précédent
texte, tout en observan t qu' ici il y a deja un étonnant exemple
de tachygraphie, ou de jonctíon entre la 4.* et la 5.® lettre.
III
Aux environs du I.®'s¡écle de T ere vulgaire, 1' hébreu carré
est nettement formé, comme V indíquent des ínscriptions du
temps dans le voisinage de Jérusalem , surtout T une des plus-
anciennes, díte du Tombeau de S. Jacques, ou de la famille des-
FlG. 4
Bení-Hezir (fig. 4), gravee au dessus de T entrée d' un desgrands
sépulcres qui dominent la vallée de Josaphat (2).
Pour-la premiére moítié de ce méme siécle, F. de Saulcy a
rapporté de son «Voyage en Terre sainte» (i, p. 345 et 374-7)^
une inscription curieuse, malgré sa brieveté. En dirigeant les foui-
lles pratiquées au nom de la mission scientifique de France en
Palestine, ce savant a penetré au sein d' une caverne ou monu-
ment funéraire de Jérusalem, auquel les indigénes attribuent la
plus haute antiquité. Cet orientaliste a méme supposé que ce
serait 1' emplacement du tombeau des rois de Juda, antérieur par
(i) Revue bibliqut internaiionale^ 1902, p. 276-7.
(2) Revue archéologique, t. ix, 1864, p. 200 et s.; t. xi, 1865, p. ^37.
DE LA PALÉOGRAPHIB Sén^ITIQUB 475
conséquent au v.® siécle avant V ere vulgaír e; mais ríen de for-
mel ne le prouve. Aprés avoir fait enlever les pierres de taille
<iui bouchaient V entrée, il a trouvé une tombe que le temps
«emble avoir respectée et qu' un entourage de pierres massives a
protégée contre les nombreuses dévastations dont la capitale de
ia Judée a été souvent le théátre. En levant la piérre sépulcrale,
il a vu un grand personnage des témps antiques, dont le corps
-embaumé et couvert de riches draperies d' or était resté intact.
Mais helas! Cette apparition ne dura qu* un instant, le temps de
la voir; au contact de V air arrivant dans ce caveau fermé depuis
-de longs siécles, tout fut réduit en poussiére.
II ne subsiste plus qu' un sarcophage, déposé depuis lors au
Musée du Louvre. Cet assembláge de pierres serait muet s'il n*y
avait une courte inscription bilingüe, en syriaque et en hébreu
carré, de deux mots dans chaqué langue: nnoSo mí «Sadah ou
Sidon, reine». On n' a pas su déterminer au juste quelle était
cette reine ou princesse enterrée á Jérusalem; c' est probable-
ment la reine Héléne d* Adiabéne, qui se convertit au judaísme
avec son fils vers 1' an 30 de 1' ere vulgaire; bien que le texte ne
•donne pas ce nom, il peut s' agir de cette reine qui a pu prendre
un surnom aprés sa conversión. Du reste, en tenant compte de
la forme des caracteres, de 1' aspect du sarcophage et des or-
nements de sculpture qu' il présente, il est facile de reconnaitre
qu' il ne remonte guére au delá de 1* ere chrétienne.
Des épitaphes remontant au v.® ou au vi® siécle aprés J. C. se
trouvent en Italie méridionale á Venosa. Elles ne sont pas tail-
lées dans le bloc de la pierre, mais tracées au pinceau, en cou-
leur rouge, en un type fort précieux pourla paléographie, parce
qu* il emane de la main directe d' un juif, sans avoir passé par
r instrument d' un lapicide (l).
Vers ce méme temps, en Rlesopotamie , sur V emplacement
méme de Babylone, ou non loin de ses ruines, on écrivait des
formules d' incantation magique, ou conjuratión, contre les ma-
léfices de Satán, sur des bols ou coupes hémisphériques. A 1* in-
(i) Reüue des étudesjuives, t. vi, 1886, p. 200-7.
térieur, sur la surface concave est écrite á 1' enere, circulaire-
ment, 1' inscription destinée á mettre en fuite les démons et á
préserver des maladies celui qui buvait k cette coupe.
La langue dans laquelle sont congues ees formules d' íncanta-
FiG. s
tion est généralement celie des Targums de Babylone. L' écri-
ture affecte des formes plus ou moins empátées, derivant de 1'
araméen et se rapprochant d' avantage de i' hébreu carré. Pre-
ñóos comme exemple un vase de^ce genre acquis ¡1 y a 25 ans
par le Cabinet des antiques á la BíblJothéque nationale de París.
DE LA PALÉOGRAPHIE SÉMITIQUB 475
A r intérieur, selon la figure ci-jointe (fig. 5)> sur la surface con-
cave, se trouvent deux inscriptions qui se déroulent en spirale,
et qui se faisant suite V une á 1' autre sont néannmois séparées
par un trait a 1' enere qui court en ovale sur tout le circuit de
la paroi. Contrairement á la plupart des coupes sembiables, en
grand nombre au British Museum á Londres, la spirale inscrite
ne part pas du centre, mais part de la circonférence extérieure
pour finir au centre.
La premiare formule, celle qui est la plus rapprochée du bord
a un peu plus de cinq lignes. La seconde formule, qui est au cen-
tre, contient á peine quatre petites lignes circulaires. Au milieu,
on remarque un cercle irrégulier, tres allongé, traversé par deux
diagonales qui se croisent en forme d' X. Le grand texte com-
mence done par les mots íí^)2t27 712 MmoN et finit en: Amen Se-
lah. Les hébra'isants pourront s* amuser á déchiffrer et deviner le
tout, en prenant pour guide la traduction suivante, que nous
avons donnée il y a 1 6 ans (l):
1. «Salut du Ciel, pour Hisda bar AmaL, Toutes mauvaises
sorcelleries, grand* oeuvres, malédictions, voeux, engagements,
de loin ou de prés, d' hommes ou de femmes, la nuit ou le jour,
qu* ils font contre lui, ou qu' elles font contre lui, depuis ce jour
jusqu' á jamáis; que toutes ees choses, les unes et les autres,
soient anathématisées, bannies, expulsées, arrachées et ehassées
de son corps et de sa demeure, hors des 248 (membres) ensor-
celés, et hors de 1' endroit oü se tient Hisda bar Ama, sur le chemin
de Housia. A l'étoile qui domine sur toutes les autres étoiles d'en
haut, qui chevauche (dans le ciel), appartient le salut; car elle
enseigne la magieaux magiciens...par 1' invoca tiondujujubier(?).
Que le grand nom de Dieu soit prononcé! Amen, amen Selah.
2. «Délivranee... par la gráee du Ciel, des mauvais esprits
et des mauvaises maladies, et de toutes sortes d' adversités qui
se lévent contre lui, contre Hisda bar Ama. Ou' ils disparaissent
et soient anéantis de devant lui! Amen, amen, Selah.»
(i) Proceedings of the Society of biblical Archeology^ t. xn, 1889, p. 292
348; cf. t. xin, 1891, p. 583-99.
"H
476 BOLETÍN DE LA REAL ACAOEUIA DE LA HISTORIA.
Sans nous arréter aux singuliéres expressions et tour de phra-
aes pour les commenter, notons seulement les particularités de
tachygraphie et de paléographie. La forme particuliére du p est
celle d' un triangle, cotnme le y en samaritain. Le .^ se confond
avec le •) et méme partois avec le 3; le 3 est égal au "^; les trois
jettres nnn se confondent; le ^ négligé est égal au v > 1^ y ^t
le y se ressemblent; Je p est identique au 'q; les ^etf^ sont joints,
= 1^ phénicien, et le : final est a angle droit, semblable a une
équerre.
Pour le VII.® siécle, le Musée de Narbonne au Sud de la Franco
nous oífre une inscription latine, nettement datée de V an 2 du
régne d* Egica, soit 1* an 688, dont V eulogie finale contientl* ex-
pression Sn1U7^ bv Dibu; «paix sur Israel» (i). Dans ees mots, les
formes du t et du -g;, qui au premier aspect paraissent insolites,
semb!ent réduites á cet etat par V effet de la vétusté. Le ?nem
final est privé de son jambage gauche, parce que la lettre est
fruste; méme remarque est faite pour le wau^ légérement am-
puté du bas, et pour V initiale iod du mot Israel^ qui a disparu.
II en est resulté que malgré la présence nullement douteuse de
ees lettres, D. Chwolson, dans son Corpus d' inscriptions hé-
bra'iques (n.° 33), ayant seulement sous les yeux un insuffisant
fac-simile, au lieu de T original ou d* une bonne photographie, a
declaré ees formes impossibles.
Dans son «Rapportsur une inscription punique trouvée á Li-
xus et une inscription juive ancienne de Volubilis, au Maroc», le
sénateur Philippe Berger a publié le texte hébreu de celle-ci en
r attribuant aux preraiers siécles de 1' ere vulgaire. Toutefois, vu
r étonnante ressemblance entre ees caracteres et ceux de T ins-
cription de Calatayud, en Espagne, lúe par Isid. Loeb d'aprés la
pubiication du R. P. Fidel Fita (2), on est enclin a admettre une
simiütude ou au moins un rapprochement de dates entro ees deux
textes (fig. 6). Le second est de T an 919, de structure différente
(i) Boletín de la Real Academia de la Historia, t. xLvn, p. 368.
(2) Boletín de la Real Academia de la Historia (Madrid, 18S8), t. xii,
p. 17; REJ., t. XVI, p. 272
DS LA FALÉOCBAPHIE sfiMITlQUC 477
des épitaphes de Worms ou de Mayence publíées par Ad. Merx
(1S94) qui remontent aux annes 1070 et salvantes.
Dans cette esquisse historique dont le seul but est de faíre as-
sister audéveloppementdel'écriture hébraique, íl n' est pasques-
don de décrire toutes les épitaphes juiv-es, ni méme de les raen-
tionner seulement; car ]a gravure sur pierre, durant tout le mo-
yen-áge, n' a guére changé: elle se ressent partout du burin 011
de r outil du lapicide. Une exception cependant doit étre faite
pour r inscription trouvée á Soissons, prés de la cathédrale, au-
prés des fondations de la muraille romaine, au miüeu d' antiques
débris. II n' y a que deux lignes, de deux mots chacune: «Voicí
47^ BOLETÍN DB LA RBAL ACADEMIA DE LA AlSTORIA.
la stéle de dame Hannah (l)>. La daté nfanque. C est d' autant
plus regrettable que les lettres, comme on peut le v<Mr par la
figure 7, ont un cachef spécial: elles sont peu angulées, un peu
plus épaisses que d' ordínaire. II semble que le lapicide a eu
devant luí pour modele un texte un peu empaté, écrit avec un
Fm. 7
roseau mal taillé, si bien qu' k la fin de chaqué ligne et au com-
mencement de la seconde ligne, deux lettres se touchent d' en
bas: ce detail secondaire est excusable dans le modele écrit, oú
r enere a coulé d' une lettre á 1' autre; mais le lapicide, par trop
ingénu, n'aurait pas eu besoin de reprcduire un effet de tache,
s' 11 en avait eu connaissance. Aussi cette na'iveté méme nous
est précieuse comme un enseignement; elle nous montre ce qui
se passait au xn* ou au xui* siécle, époque approximative de
cette stéle.
Combien ¡I est plus intéressant, aprés avoir suivi les dévelop-
pements de I' écriture jusqu' á son apogee, d' assister égaletnent
á sa décadence, k sa déformation en lettres cursives, par besoin
de tachygraphie, dans ees sombres et terribles années du moyen
(O Bullelin de la Sociéti arckiolopque di Soisscns, a.' serie, 1873, t. iv,
P- 3*7-
DE LA PALÉOGRAPHIB SÉMITIQUB 479
age. Or, dans un exemplaire nis. de 1' //¿í-
toria scolastica de Fierre comestor (ms. du
fonds latín á la Biblioth. nationale de París,
n.** 5097), se trouvent troís notes en hébreu,
d' une lecture difficíle: T une est écríte au
bas d' une page blanche (f. 162 b)\ les deux
autres sont mises a la suite de la Table des
matiéres de T Historia.
I.° Celle des troís notes qui est peut-
étre la derniére en date est la plus facile á
lire; elle contient ees mots: «díx deniers
(prétés) sur ce livre ecclésiastique, le lundi
de la section Nigabim Tan (?) 1260».
2.° La seconde, en deux longues lignes,
est écríte en lettres quí ne sont plus fran-
chement carrees, mais ne sont pas encoré
cursives ni méme rabbiníques, dites de Ras-
chí. On peut avec effort les lire ainsi:
^sh npn '« Kur: « 's
«Kaoul d* Evreux, ou Jehan son servíteur
[doít] 20 deniers...:^ (fig. 8).
Le sens de la seconde ligne n' est pas
clair, par suite de la juxtaposition de deux
dates hebdomadaíres ; peut-étre ce chíffre
indique une fraction de la somme due, pa-
yable á certains moments convenus.
3.** Le troisiéme texte est double, re-
produit íci en fac-simíle complet, y compris
une tache medíale. D' une part, on voit deux
lignes horizontales, suivi6b en troisiéme ligne
d' un mot; d* autre part Ü y a deux lignes
00
48o EOLETÍN PE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
verticales, perpendiculaires aux precedentes. Appelons A la
partie horizontale et B la partie verticale, en notant de suite
•que B parait étre une répétition de A, sauf qu* au commence-
ment de B il y a une lacune par suite d' un trou de ver au ms.
La lacune part du 3 de la premiere ligne, á la seconde ligne il
manque le mot Syii second mot de la seconde ligne dans A.
II est possible de lire ainsi ees mots: ... ^nw SVT HT Sjj'a^T 3
rp:n i «20 deniers sur ce livre et pour interéts de retard (?). Le
'7&
S^L
FiG. 9
vendredi de la section Hukath>. Aprés le mot inn (a gauche,
audessous de la tache d' enere), il y a peut-étre le mot ovSlT, nial
orthographié de solidos «sous» (fig. 9).
M. le Rabbin N. Porgés, consulté en son temps sur ees lec-
tures, a répondu au sujet de la premiere, aprés confirmation du
nom Raoul: «Je voucjrais compléter ce qui est barré, le joindre
au xj de la seconde ligne, de fagon á donner le montant de 1' in-
tcrét, quelque chose comme [m^'lllli; 'tS «pour quatre semai-
nes». Peut-étre cependant les deux lettres barres 's's font-elles
allusion a une sorte.de monnaie dépréciée, alterée. Quant.ála
fin, les trois derniéres lettres donnent 1' année et peuvent étre
lúes 'S 'i'n «5032=1272». Sur le second fac-simile, petit texte,
le raéme savant dit: «Dans la partie A, si je lis bien, il y a le
mot 'isi = Radulfus (en latin) nom du débiteur>;
DB LA PALÉOGRAPHIB SÉMITIQUE 48 F
Gfáce á ees courtes notes de comptabilité, conservées par
suite de la valeur du Hvre mis en gage pour un prét, on voit
quelle avait été alors 1' ecriture populaire, vulgaire, rapide, qur
n' a ríen de commun avec V ecriture plus compassée et plus fee-
vére des livres d' office ou des livres rabbiniques, dont les ca-
racteres sont restes sensiblement conformes au texte sacre, une
fois adopté. II est done non moins important de voir comment
se comportent d' autres notes de comptabilité, écrites un siécle
plus tard, á la ñn de deux mss. latins qui se trouvent á la biblio-
théque municipale de Chartres. Le premier ms. est un recueil
d' anciennes collections de decrétales; le second contient les de-
crétales de Grégoire IX; tous deux datent de xiii® siécle. En troi&
notes distinctes, nous avons de curieux specimens d' une grosse
ecriture et de fines écritures.
N.^ I. Autant pour la forme des lettres que pour certaines-
expressions techniques, ees lignes rappellent les deux mss. des
Archives du département de la Cóte-d' or, dont le contenu a
été publié par Isid. Loeb, sous le titre de «Livres de commerce
du XIV* siécle» (l). Le n.® I est composé de ees mots: '3VS
^inN 'jlCüIslS 3 'v HT SiDS Sv «30 sous (ont été prétés) sur ce
livre ecclesiastique, 1' an 80 du (petit) comput, le mardi de lase-
maine Aharé Motk^ (ou 6 lyyar = 15 Avril 1320). C est tout
ce que contient le premier ms. (fig. lo).
N.° 2. Un autre ms. de' la méme bibliothéque offre deux tex-
tes hébreux qui se touchent et dont T ecriture différe par la
grosseur. Le morceau de droite, en caracteres épaís, a ees mots:
'S yo '1 T\y\'í^ ttf*íi''aa'T KirnaaN 'jn ia « 1 5 sous (prétés á) An-
tebra de Mamers le mercredi de la semaine Zoth ka-Berakka,
Tan 46 du (petit) comput» (ou 12 Tishri = II Septembre 1285)
retard provenant de V usage du calendrier julien, encoré en vi-
gueur á cette époque. Au méme numero, la partie de gauche, en
ecriture fine, se compose de cinq lignes et un mot, y compris la
premiére ligne barree. Elle répéte le nom de V emprunteur, et
la rature indique le renoncement au prét consentí. On peut lire
(i) Rame des ¿ludes jmves^ t. vrii et ix; Cf., t. xxx.
482 BOLETÍN DB LA B&AL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
S^D^D «40 sous (prétés) á Guillaume de Bpys-Gast, dans la se-
conde semaine de la lecture Skeminiy par son ordre á Pinhas,
sur ees Decrétales^ qu'a livrées Michel». Sans indication d'an-
née, ni du quantiéme de semaine, le prét est daté de la secon-
de semaine de Shendni^ c' est á diré de la semaine qui pour
la seconde fois, se trouve avant la lecture de cette section
sabbatique, en raison de V incidence de la féte de Páque.
M>y
FlG. 10
N.° 3. Dans le méme ms. on lit, avec beaucoup d' incerti-
tude, la mention d' un prét au debiteur précité: wbiD'^lpl ';]"? 'n
<:S sous QibiDS n«n 7 "a 'n t\2v ny 'a u;vjí*qt iaiS''a ntw
sur ees Decrétales (prétés á) Sire Guillaume de Boys-Gast, le
mardi de la semaine de Qorah, Tan S047, pour cent livres
«cclésiastiques» (ou 26 Siwan = lO Juin 1287). Ce sont pro-
bablement des traces de divergenee dans la prononeíatíon, qui
fonl varier la transeription du nom: Tune est nórmande, T au-
tre est une atténuation ou une mauvaise audition de la pronon-
ciation frangaise. Deux lignes hébraíques analogues ont été écri-
íes au xiii® siécle sur le feuillet de garde d' une bible «glosée>
OB LA PALÉOGRAPHIE SÉMlTIQUE 483
de la bibliothéque Mazarme, donnée á V Abbaye de Saint Víc-
tor par Fierre de «Castro Radulfi:^ (Chateauroux).
A partir de ce moment, les écritures deviennent de plus en
plus rapides, ou cursives, d' autant plus qu' elles ne serviront
plus seulement á transcrire la langue hébraíque, maís aussi les
langues des peuples au milieu desquels les juifs vivent désor-
mais. Ainsi, par dérivation de la tachygraphie rabbinique, qui a
seulement modifié les deux lettres j^ et ;r; en les abrégeant, sont
nées plus tard des cursives variant selon les pays, savoir: orien-
tales, espagnole, italienne, judéo-arabe, judéo-allemande et méme
judéo-grecque, selon les fac-similia publiés á la suite des Catalo-
gues de manuscritS'par D. Steinschneider, puis par Ad. Neu-
bauer. Celles-ci offrent en méme temps le précieux avantage de
donner une date aproxímative et une provenance régionale aux
écrits dépourvus des noms de lieux, de dates ou de signature.
Finalement, il faut aussi teñir compte des graffiti^ ou écrits
•sur pierre, non ciselés avec un outil, mais avec une pointe de
caillou, ou un tesson de bouteille, á défaut de couteau. Trop
souvent, avant de condamner les malheureux juifs á T exil, ou
aux derniers. supplices, on les enfermait dans des cachots, pour
leur arracher par la terreur et par les tortures, tout ce qu* ils
pouvaient produire. Ainsi, dans la Tour-Blanche á Issoudun, des
juifs ont été emprisonnés en 1 303, sous un pretexte quelconque:
sur les murs de leur prison, les captifs ont gravé leurs noms en
y joignant des invocations á Dieu ou formules de priére.
L' exemple donné ci-contre (fig. Il) offre cette particularité
de contenir deux inscriptions superposées, comme dans un pa-
limpseste: T une est en caracteres rabbiniques; 1' autre, en ca-
racteres carrés. La premiere parait former la couche inférieure
et par conséquent étre antérieure en date á la couche supéríeure
de lettres carrees. Le texte était deja presque illisible lorsqu' il y
a plus de 20 ans nous 1' avons photographié; actuellement, il doit
avoir á peu prés disparu. Ce qu' il y a de plus clair dans ees
lignes, c' est le nom propre «la filie de Menahém», une jeune
fiancée mise en prison en méme temps qu' une autre non dé-
nommée.
I REAL ACADKMIA I
Tout en haut de ees lignes se trouvent dnq blasons ou écus
d' armoiries. On ne sauraít díterminer s' ils servcnt d' en-téte á
r inscription en lettres rabbiniques, ou a celie en caracteres car-
rea. Mais r importance de ees signes héraldiqucs n' est pas dou-
NUEVAS- IMSCRIPaONBS ROMANAS Y VISIGÓTICAS 485
teuse: tres probablement les malheureux captifs releváient des
«eigrieurs aánsi- designes, et Üs durent se réclamer d' eux, dans
r espoir d' obtenir leur protection légale pour étre délivrés. Ges
nobles seigneurs étaient (en commengant á gauche): I.** Roger de
Brosse, sire de Boussac; 2.° un écu bandé o\x burelé {en langage
héraldique), blasón trop commun pour étre ainsi reconnu, mais
<jui devait étre aussi du Berry: 3.° un écu chevronné (mémes
observations); 4.** les armes des Abbés de Déols; 5.® André de
Chauvigny de Chateauroux.
Dans tout ce qu¡ precede il n* a été questíon que de V art
<i' écrire en hébreu, depuis ses origines jusqu' au milieu du mo-
yen-áge. Pourd' autres langues les archivistes paléographes
n'auront en general qu* á adopter le présent cadre, afin de
suivre la méme filiation et Y approprier á leur sujet spéciaí.
Madrid,^ le 20 avril 1906.
Dr. Moíse Schwab.
VI
NUEVAS INSCRIPCIONES ROMANAS Y VISIGÓTICAS
DE EXTREMADURA
..... . • . . '
Mérlda.
1), Lápida de mármol blanco de 0,38 m. de largo por 0,30
de altura, rota por su lado izquierdo; caracteres augusteos de
0,05 m. en los dos primeros renglones y de 0,03 en los últimos.
TiB cLa
CLAVD
HAEC LIBERTA
D
Tib{erio) Cla\udio Caesari\ Clau[dia ] kaec liberta d{<mo) {d{at)\,
Al cesar Tiberio Claudio, Claudia liberta suya, dedicó esta base y
estatua.
TOMO xLvin. 31
486 BOLETÍN DB LA RBAL ACADBMU DE LA HIBTCHUA*
2). Lápida de mármol blanco de 0,30 m. de ancho por 0,24
de alto, rota por la parte superior. Una moldura rodea el epí-
grafe. Letras altas de 0,02 m; puntos triangulares.
IRICIA
VXOR 4 F . C
PBLICIO . AN . XVIll
• H«S«E«T«4*La
VBRNA
[Pá]íri€ia uxor /{aciendum) c{urav¿t),
Fclicio aní^norum) XVIII h{ic) s(iius) e{st). S{it) t{ibi) t{erra) l{evis)^
Vcma.
..... Patricia, su mujer, cuidó de erigir el monumento.
Felición, de 18 años, esclavo vernáculo, aquí yace. Séate la tierra
ligera.
3). Cipo fúnebre representando un busto de mujer falto de
cabeza. La difunta ostenta en su mano derecha un volumen 6
manuscrito enrollado.
En el basamento largo de 0,45 m. preséntase la inscripción
en letras de 0,02 de altura. Puntos triangulares.
VAL.MAXVMINAB. AWl XXXV ni
/////////// XIIll . VAL. LVPVS VXORI INCOMPARABILI
S * B S . T • T « L
[B{is) m{ambus) s{acrum)] Val(eriae) Maxuminae annorum XXX VI J I
[m(ens¿UM) (¡{ier-um)] XIIII.
Val(erius) Lupus uxori incomparábili, \H{iá)'\ s{ita) e{st), S{it) t{ibt)
t{erra) l{evis). .
Consagrado á los dioses manes de Valeria Maxumina, de 38 años ,.
meses y 14 días.
Valerio Lupo dedicó á su incomparable esposa el monumento. Aquí
yace. Séate la tierra ligera.
4). Lápida de mármol blanco de 0,28 m. de alto por 0,10 de
ancho. Letras altas de 0,03 m. Puntos triangulares.
NUEVAS INSCltlPaONES ItOMAMAS Y V16IGÓTICAS
487
[a]nn(orum) [H{ic) s{ita) e(st), S(it)] t{ibi) tierra) l{evis)
[al]umna meren [ti f{ecit)\
de años. Aqürí descansa. Séate la tierra ligera alumna
merecedora dedicó.
5). Fragmento <íe mármol blanco de 0,6o m. de ancho por
0,12 de altura. Puntos triangulares.
. LXV
• 5 • T •
[an]norum LXV S{it) t{ibi) tierra) I {evis).
de 65 años. Séate la tierra ligera.
6). Lápida de mármol blanco, rota por sus cuatro lados. Le-
tras altas, de 0,05 m.
-IVS CR
S RBCESS
RVM XXX
[7u?]lius Cr[escens Jídeli?]s, Recess[it in pace anno?]rufn XXX,
Julio Crescencio fiel de Cristo. Descansó en la paz de edad de 30 años.
7). Lápida de mármol blanco de o,6o m. de ancho por 1,20
de altura. La inscripción encerrada en una corona de laurel.
VALENTl
NVS O PA/V.UL
DE VIXITANN
XXXVii REQ_VIE
VITIN P O DiiiD
IVLI O ERA DLII
A tú
Valenttnus, famul{us) Dei, Vixit annds) XXXVll, Requievit in p(acc)
d{ie) tertio td{us) 7uli(as\ era DLII.
Valentino, siervo de Dios. Vivió 38 años. Descansó en la paz el día 1 7
de Julio, era 552 (año 514). (Cristo Dios ^^yalpha (y) ómef^a.
ir-' < '
4B8
BOLBTIN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
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Solana de los Barros.
8). Losa de pizarra negra de 0,42 m. en cuadro; en su cen-
tro hállase grabado con bastante primor un busto de mujer en-
cerrado en una corona de laurel; en la parte superior la ins-
cripción:
KALIOPE
9). Losa de pizarra de 0,40 m. de largo por 0,30 de altura,
rota por el ángulo superior derecho.
D M
L CVNDE ZOTICVS
PIVS PATER PIVS
IN SVIS VIXIT ANN
LXXXXII
H«S E S-T«TL
D{is) m{anibus) [s{acrum)]. L{ucius) Cunde Zoticus, Pius pater pius in
suis, vixit anniprunt) LXXXXII, H{ic) s(ttus) e{st). &{ii) t{ibi) i{erra)
l{evis).
Consagrado á los dioses manes. Lucio Cunde Zótico. Pío á su padre
piadoso entre los suyos, que vivió 92 años. Aquí descansa. Séate la tierra
ligera.
ELcognombre Zoticus aparece en Santiponce (H. 1 1 57) y en
Caldas de Mombuy (H. 4493). Cunde es nuevo en nuestras ins-
erí fx:iones.
10). Teja plana de barro cocido, cuyas dimensiones son
0,60 m. de largo por 0,46 de altura. Letras de 0,06 m.
D • M » s
A IVNIVS MGALIA HIRMB
ITALICBNS • AN • LVXXI
FIMO MV'FECI
H-S-E-S«T'T-L
a
D{is) m(anibus) S{acrum). A{ulus) Junius Megalia Hirme italicen(sí)
an{ftorum) LXXVL Filio meo feci, H{ic) s{iius) est S{it) t{tbi)t(erra)
l{evis).
Aulo Junio Megalia, hice este monumento á mi hijo Hermes, natural
de Itálica, de 76 años de edad.
NUEVAS INSCRIPCIONES ROMANAS Y VISIGÓTICAS 489
Mu es el griego jioo, genitivo del pronombre de primera per-
sona, á menos que sea contracción del latín meo.
El cognombre Megalia es nuevo en nuestra epigrafía.
11). Baldosa de barro cocido de 0,30 m. de ancho por 0,35
de alto. Puntos triangulares.
D . M . s
MAT.DIAB . Q
TRAIO • PIL . VXOR
D.BT.CASTIS*
5 CAES • LIBERTA
M - FECIT
AN 4 LVI.
S.T.T.L.
*
D(is) m{aHíóus) S{acrum), Matidiae Q(umtí) Trato fil{ia¿) uxor{})
d(ecor¿) et castis{ima)e Caesaris líber iac m(ariius) fuit an{norum) LVL
S(it) t{ibi) t{erra) l{evis).
Consagrado á los dioses manes de Matidia, hija de Quinto Traio, su
mujer, bella y castísima, liberta de César, de 56 años de edad. Su marido
dedicó el monumento. Séate la tierra ligera.
12). Baldosa de barro cocido de 0,37 m. de altura por 0,27
de ancho. Letras altas de 0,056 m.
D M s
RVFO IVNIVS
INFANTI VIXIT
A II • MX «DV
5 BNNA»M» FECIT
BMP
Z>(¿f) M{anibus) s(acrum). Rufo Junius infantil vixii a(nnos) dúos, mien-
ses) decenty d(ies qvinqtu. Enna m{ater) fccit b{ene) m(trenii) f{üio).
Consagrado á los dioses manes. A Rufo Junio, niño; vivió 2 años, 10
meses y 5 días. Su madre Enna dedicó el monumento á su hijo bene-
mérito.
El nombre Enna es nuevo en nuestra epigrafía.
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bolbtím ds la rsal acadbmu d» la historia.
13). Baldosa de barro cocido de 0,25 m. de ancho por 0,38
de altura. Letras altas de 0,04 m. Hay embebido de la ^ en la ¿/
del último renglón.
D M s
TERBNCIA BVINIA.
D • MATBR • BT*C
PIVS • BT MANCl
ANORVM XVI
^ M-Vn*D-III
S'T'T*L
DE
S o
D{is) m{anibus) s{acrum). lerenda Evinia D {omitía?) maier ei C{a€Ci'
¡tus?) ei Mana, aH{n)orum XV I ^ m{ensium) VII, d{ierum) III, S{ii) t{ibi)
t{erra) l{evis). De S{uo.),
Consagrado á los dioses manes de Terencia Evinia, de 16 años, 7 meses
y 3 días, hicieron este monumento á su costa, Domicia, su madre, Cecilio
piadoso y Mancio. Séate la tierra ligera.
14). Baldosa de barro cocido de 0,37 m. de largo por 0,27
de altura.
f MAKTIALIS
PRIMVS AN XXV
PAMVLVS DBI
POPVLI MoBRoRB
EXTINCTAB
Marcial Primo, de a6 años, siervo de Dios. ¡Oh, tú cuyas llamas vitales
con dolor del pueblo se han extinguido!
15). Losa de pizarra negra de 0,30 m. de largo por 0,25 de
altura; letras unciales, imperfectamente grabadas, con algunas
cursivas intercaladas, ostentando el crismen en la última línea.
INTBRBA MED
g VM ENEAS lAM
classbten
EBA T
4
MUKVAS INSCRlPaOMBS ROMANAS Y VISIGÓTICAS 491
Como se ve, trátase del primer versículo del libro v de la
Eneida,
InUrea médium Aeneas ian classetenebat certus iter^ fluctusqtte airas
MiquiUme steabai..,^
La Alconera.
16). Ara fúnebre de mármol blanco, rota por su parte infe-
rior, de 0,70 m. de alto, 0,50 de ancho y 0,32 de grueso.
D M s
IVNIA CAlI
RHOB AN C
HSBSTTL
THev libbrtv
MAT
Z?(¿r) m{anibus) S{acrum), Junia Cálirkot an{narum) C{enium). Tkeu
iibertu{s) mat{ri) \b{ene) m(erinH) /{ecit)].
Consagrado á los dioses manes. Junia CalirhoCf de ico años. Theo liber-
to dedicó á su madre benemérita.
Theo significa, además de Dios, ligero, 6 el que corre.
Todas estas inscripciones existen en mi colección de Almen-
mendralejo,* formando también hoy parte de la misma las eme-
ritenses de Cayo Julio Lydo (Hübner, 567) y la cristiana de Bu-
genia (L H. C. SuppL, 333).
Madrid, 10 de Mayo de 1906.
El Marqués de Monsalud.
492 BOLETÍN DB LA RBAI. ACADEMIA DB LA HISTORIA.
VII
EL MONASTERIO TOLEDANO DE SAN SERVANDO.— EX AMEJ«
CRÍTICO DE UNA BULA DE PASCUAL n Y DE UN DIPLOMA
INÉDITO DE LA REINA DOÑA URRACA.
Antemural de Toledo, á mano izquierda del río Tajo, y en«
frente del puente de Alcántara, descuella la torre del homenaje >
y esparcidas yacen las ruinas del célebre castillo y monasterio
de San Servando, que describió de mano maestra nuestro sabia
compañero el Sr. Conde del Cedillo (l). A su historia perte-
necen los documentos que acompaño, y cuya fecha, todavía in-
decisa, procuraré sacar de la incertidumbre.
I
Letrán, 17 de Marzo de 1 1 1 2. Otorga Pascual II al arzobispo D. Bernarda
la administración de la diócesis de Segovia, á menos que esta ciudad de-
seare tener obispo propio. Concédele además que provea á la restauración
del monasterio toledano de San Servando, y que lo disponga, ordene y
posea con la condición de pagar á la Sede Apostólica el censo anuo de
cien mancusos, establecido por Urbano II al ceder el monasterio á la di-
rección y posesión del abad y comunidad de San Víctor de Marsella. —
Loeweníeld, Regesta Pantificum Romanorum, núm. 6.490.
[Paschalis episcopus, servus servorum Dei, venerabili fratr¿
B. Toletano Primati, Apostolicae Sedis vicario, salutem et apos-
tolicam benedictionem.]
Fraternitatis tuae petitionem clementer admisimus. Volumus
enim ut commissa tibí Apostolicae Sedis legatione honorifice per-
fruaris. Segoviensem civitatem, nisi proprium desideret civitas
ipsa episcopum, personae tuae pro gravioris paupertatis necessi-
tate permittimus. Monasterium sancti Servandi, quod nostri juris
est, a praedecessoribus nostris (2) Massiliensi quondam monas-
(i) Toledo. Guía arHstico-prdctica^ '^igs. i.i 20-1. 124. Toledo, 1890.
(2) Por escrito no consta sino de Urbano II.
BL MONASTBRIO TOLEDANO DE SAN SERVANDO 493
terio novimus fuisse commissum. Ceterum, qüia propter sarra-
cenorum feritatem monachos de loco ipso discessisse cognovi-
mlis, nos monasterium ipsum, sollicitudini tuae restaurandum-
disponendumque commíttimus. Quod si per omnipotentis Def
misencordiam- restauran contingit, debítum I^ateranensi palatio
censum (l) aunis singulis persolvetis.
Datum Laterani, xvi kalendas Aprilís (2).
19 Marzo 1 1 13. La reina doña Urraca» con asentimiento de Alvar Fáñez»
alcaide de Toledo, otorga al arzobispo D. Bernardo y á los clérigos de su
catedral el regio monasterio de San Servando, con todos los bienes y po-
sesiones de este monasterio, atendiendo á la razón indicada por la bula
de Pascual II. — Archivo histórico nacional. Cartulario I de Toledo, fol. 54
vuelto, 55 recto. Las variantes, que notaré, pertenecen al Cartulario* II, ÍOr
lio 33 r., V.
Prwilegium ^sancti Servandi a domna Urraca regina filia im-
peratoris arckiepiscopo B(emardo) concessum (3).
In nomine sánete et individué trinitatis, patris videlicet et filii
et spiritus sancti,' cuius píetate tuemur vivimus et gubernamur.
'" Ego Urracha tocius hyspanie regina, scilicet (4) bone memo-
rie Ildefonsi (5) imperatoris filia, una cum consensu albari fanniz
tune témporís toletani príñdpis, dedi atque regia auctoritate
coneessi domno bernÉird<!> toíetáne sédis Archifepiseopo ínsuper
et clérieis, éiusdéiñ toíetáne ecclésie filiis, quóddam regale mo-
nasterium saneti Servandi, quod situm extat extra ipsius toleti
menia, eum seilieet ómnibus ad se pertinentibus, tam agris quara
vineis, villulis, molendinis, ortis, pratis, exitibus, paseuís, et eum
(x) cDecem mancusos», según la bula de Urbano II (20 Febrero 1089).
(2^ Migne (PatroU laty clxiii, 393) y Loewenfeld, no atreviéndose á
precisar la fecha, por no tener otro fundamento que el de la estancia del
Pontífice en Letrán* señalan el intervalo de los años i loo-i 1 16. Aún más
fluctuó el cardenal Aguirre escribiendo anno incerto.
(3) Prioilegium de donacione monasterii saneti Servandi facta domno
Bernardo toleiane Sedis Arckiepiscopo et clericis eiusdem ecclesie, Cart. 11.
(4) Cart. II omite este vocablo.
(5) Cart. II cAdefonsi».
n
494
BOLBTIN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
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cunctis que in tempere (l) mei patris habuít vel habere debuit.
Quippe cum íUud iam pretaxatum monasterium a sarracenis de-
structum et a massiliensibus monachis, qui nuper íbi morabantur,
constaret desertum. Quare ego Hurracha regina ne funditus pre-
fatum pessumdaretur monasterium, nemine rogante,, nullo pre-
cio intercedente, sed (2) solummodo ob remedium peccatorum
parentumque meorum, ut supra dictum est, domno bernardo tole-
taño archiepiscopoclericisqueipsiusecclesietam presentibus quam
et futurís illud tradidi atque concessi, eorum subveniens egestatí.
Unde, si aliquis tipo superbie si ve invidie huic meo facto con-
traierit vel contraire temptaverit, sive ille sit regie potestatis, vel
mediocris aut servilis, seu clericus, abbas, aut episcopus, laicus,
vel cuiuscumque dignitatis sive conditionis fuerit qui hoc meum
factum irrumperit vel irrumpere conaverit, careat a fronte duo-
bus Ibminibus, sitque anathematizatus et a corpore et commu-
nione sánete ecclesie segregatus; necnon sicut datan et abiron
terre hiatum patiatur, et cum iuda proditore luat penas in eterna
dampnatione. Et ne se a seculari vindicta pro tali conamine
immunem gratuletur, ad partem regis exsolvat solidos mille pu-
blice monete; quicquid vero ab ecclesia ipsa per víolenciam abs-
tulerit, reddat eidem ecclesie in triplo vel quadruplo; carta
autem sit perhenniter rata.
00 tata.
Facta seríes testamenti xim kalendas aprilis, Era m.c.x-^x.i. (3),
Regnante domna Hurraoha regina in toleto et in legione.
Ego Hurracha regina quod ñeri testamentum iussi manu mea
roboravi. •
Petrus Gundisalviz comes conf(irmat).
Koderícus comes conf.
Froila comes conf (4).
(i) CarL II «temporibus».
(2) Cart. U «set».
(3) La primera x con rabillo, que vale 40, lo tiene raspado. El Cartu-
lario II pone en su lugar «x»; pero al margen se nota, de letra del si-
glo XVI «Es Era 1 151», remitiéndose al Cart I.
(4) £1 Cart II distribuye los firmantes y testigos en cuatro columnas
de tres nombres. En la primera y en la segunda hace penúltimo el último
nombre, y viceversa.
KL MOtUSTSBIO TOLSSANO J» SAN SERVANDO 495
Didacus (i) legionensís episcopus conf.
Raimundua oxomenais episcopus conf.
Petnis^ palentinus episcopus conf.
Albarus fanniz conf. ^
Fernandus garsiaz conf.
Johannea ramiriz conf. •
Pelagius t(esti)s.
Velascus ts.
Ennego ts.
cG+í> S. VR( racha) RE(gina).
PETRVS NO(tvit)
El Cartulario II omite el signo y fírma de la Reina y la del
notario Pedro.
Obseryaciones.
Las firmas de los tres prelados que suscribieron el diploma^
son posteriores al año ilii. Con efecto» el próximo antecesor
de Diego, obispo de León, es decir, el historiador D. Pedro, vi-
vía en 20 de Diciembre de aquel año y falleció, según Risco (2)»
en el siguiente. Muy poco antes habían ascendido al episcopado
Pedro de Palencia y Raimundo de Osma, que fué más tarde ar-
zobispo de Toledo.
La fírma de Alvar Fáñez Minaya y su consentimiento á la
voluntad de la Reina, por cuanto era necesario desde el punto
de vista militar, ó estratégico, derraman intensa luz sobre la
fecha y la intención del diploma. Los Anales Toledanos prime-
ros (3) refieren de un modo obscuro la causa, pero puntualizan
el tiempo (29 Marzo 1 1 14) de la trágica muerte de aquel ilustre
caudillo: «Los de Segovia, después de las octavas de Pascua
(O Cart. II «Diacus».
(2) España Sagrada, tomo xxxv, pág. 151. Madrid, 1786.
(3) España Sagrada, tomo xxm (3.* edición), pág. 388. Madrid, 1799-
49^' BOLBTÍN DE LA REAL ACAIXEMIA DE LA HISTORIA.
mayor, mataron á Albar Hannez, Era mclii.» El diploma, de
consiguiente, no es posterior á este año. Está circunscrito den-
tro de un trienio (1112-II14); y en virtud de su propia índole
presupone la bula de Pascual 11 (Letrán, 17 de Marzo), 6 es pos-
terior á ella. Esta, ¿qué fecha de año tiene?
En el tomo i de la Gal/üickristian¿r{l), corregido y ampliado
por el docto benedictino Dom Piolin, puede verse el mejor texto
de otra bula de Pascual II, que confirma á Odón, abad de San
Víctor de Marsella, las posesiones de aquel monasterio, siendo
para nosotros muy de notar las españolas en las diócesis de Ge-
rona, Barcelona, Vich, Urgel y Palencia (2). La fecha de esta
bula es el 23 de Abril de II 13 (3). Suprime la posesión del
monasterio de San Servando, porque ya no pertenecía al de San
Víctor, y había sido adjudicada al ai«?obispo D. Bernardo por la
bula Fratemitatis tuce^ fechada en Letrán á 17 de Marzo. El
Papa, en este día de los años llll y II13, no estaba en Letrán.
Su estancia se verifica en II 12; y de consiguiente, la bula del 17
de Marzo, atendido lo que ella refiere (4), es de este año.
Refiere que los antiguos moradores del monasterio de San
Servando lo habían abandonado compelidos por lo fiera cruel-
dad de los sarracenos. El diploma de la Reina explica este acon-
tecimiento más en particular, declarando ser cosa cierta que el
monasterio había sido destruido por los sarracenos, y que los
monjes marselleses, que poco antes {nuper) lo habitaban, no abri-
gaban esperanza ni pretensión alguna de recobrarlo.
¿Cuándo lo destruyeron los sarracenos? Combinando losdatosde
los autores cristianos y árabes, como lo ha hecho nuestro sabio com-
pañero, el Sr. Codera (5), resulta que á mediados del año 1 1 10.
(i) Apéndice, págs. 115 y 116. París, 1870.
(2) Dom Piolin la sustituye mal por Toledo en el suplemento marginal.
(3) «Datum Laterani... ix kal. Maii, Ibd. vi. Incamationis 1 1 i4i pontiñ-.
catus Paschalis II, an. 14.» £1 cómputo de la Encamación es el^isano.
(4) «Ceterum, quia propter sarracenorum feritatcm monachos de loco
ipso discessisse cognovimus, nos monasterium ipsum sollicitudini tuae re-
staurandum disponendumque committimus.»
(5) Decadencia y desaparición en España de los AlmoroDideSy páginas
232-234. taragoza, 1899.
BL MONASTERIO TOLEDANO DB SAN SERVANDO .497
La destrucción del monasterio está expresamente manifestada
por la crónica de Alfonso VII, y atribuida al emperador de Ma-
rruecos Alí, viniendo éste con su hijo Texufín á sitiar á Toledo;
asedio, que duró ocho días (l). El jefe y el héroe de la defensa
de la ciudad fué Alvar Fáñez, á quien como á Príncipe de ella,
había encomendado Alfonso VI el gobierno de la misma. Mien-
tras duraba y se embravecía el asedio, oraban é imploraban el
favor divino dentro de la catedral el arzobispo D. Bernardo, su
clero, las mujeres y los inválidos para tomar las armas. El Autor
de la crónica fíja con exactitud la situación del monasterio y cas-
tillo de San Servando, diciendo que estaban enfrente de la torre
ó fortaleza, que defendía el paso del puente de Alcántara. En el
día postrero los toledanos tuvieron ardimiento para hacer una
salida, que desbarató á los agarenos, los cuales huyeron, no sin
haber antes pegado fuego á las máquinas y demás pertrechos de
sitio. El ejército de Alí y de Texufln, retirándose se corrió por
la Sagra, rompió los muros de Madrid, Olmos, Canales y Tala-
vera, mas no pudo domeñar los alcázares de estas villas, y tor-r
ciendo después hacia Guadalajara, cuyas murallas no pudo que-
brantar, regresó á Córdoba.
Comparando esta narración con la de los autores árabes, ad-
vierte justamente el Sr. Codera que no puede atribuirse á la pri-
mera venida de Alí, posterior á la muerte de Alíonso VI , sino á
la segunda. En ésta, Texufln acompañó á su padre Alí, mas no
en aquélla. Aquélla comenzó, saliendo Alí de Ceuta para atrave-
sar el Estrecho hercúleo en 14 de Agosto de 1 109, y se terminó
en el mismo año. La segunda, según lo maniñestan los Anales
Toledanos (2), pertenece al año 1 1 10: «Posó el Rey Alí sobre
(i) <Rex Hall venit in Sibilliam, et cum eoñlius eius Texutinus,
et moverunt castra de Corduba, et venerunt per illam terram, quae iuit
de Alvaro Fanniz, ceperuntque castella munita et civitates, quas partim,
dcstruxerunt, partim munierunt. Deinde venerunt in Toletum, et destru-
xerunt sanctum Servandum et Az[uqu]eca; deinde ad ipsam civitatem pró-
ximantes, machinas in locis opportunis erexerunt^ eamque diu sagitta,
lapide, lancea, telo igneque petentes oppugnaverunt.» España Sagrada,
tomo xxi (2.*,edidón), págs. 357-359. Madrid, 1797.
(2) España Sagrada^ tomo xxi, pág. 388.
49^ BOLETÍN DB LA REAL ACADBIflA DB LA HISTORIA.
Toledo, é túvola cercada viii días, Era mlvhi. Prisieron Moros
Talayera en xvi'días de Agosto, Era Mcxvn[i] (l). Si, pues, la
bula de Pascual II presupone esta fecha, y por su data de Letrán
'excluye el año Illl, resulta que no es anterior al 1 1 12.
Fué tan grande la ventaja que reportó Alvar Fáñez de su he-
roico comportamiento, como lo patentizan los mismos Anales
Toledanos sobre el año 1 1 1 1 : < Albar Hánnez príso Cuenca de
Moros en el mes de Julio Era mcxlix.» Por ahí se ve la con-
gruencia de haber acudido en ese mismo tiempo el arzobispo
D. Bernardo á la Sede Apostólica, ofreciéndose á restaurar ei
monasterio de San Servando, si desistiendo los monjes marselle-
ses de la posesión que antes tenían, entraba él y el clero de su
catedral en la posesión y administración del mismo monasterio,
que efectivamente le fueron otorgados por Pascual II en 17 de
Marzo de 1112. El monasterio de San Servando era regio; pero
la Reina no podía entonces conceder su dipioma de reversión al
Arzobispo, por cuanto se hallaba sujeta á la que llamaba ella //-
ronza de Alfonso el Batallador. El cual no accedía á que los di-
plomas regios se extendiesen sino en nombre suyo solamente, ó
junto con el de su esposa mayormente á partir del 18 de Abri|
de mi, en cuyo día entró en Toledo arrogándose la potestad
soberana. De aquí provino la ruptura entre ambos cónyuges com-
batiendo las tropas de la Reina derrotadas por D. Alfonso el
Batallador, en la triste refriega de Candespina, cerca de Sepúl-
veda, á 26 de Octubre del mismo año. Los partidarios de Doña
Urraca libraron nueva batalla en Viadangos en 23 de Abril del
año siguiente, y ella tuvo que refugiarse en Galicia, de donde no
salió ni se rehizo sino hasta el mes de Enero de 1 1 13, en que ya
se firmaba reinando en Toledo y en León^ exactamente como en
nuestro diploma, referente al monasterio de San Servando. En
los años posteriores la fórmula del reinado se muda en los diplo-
mas de ella y de su hijo; y por consiguiente, la fecha del que
discutimos ha de reducirse al 19 de Marzo de 1 1 13.
(i) Año 1 1 10. En 1 109, á 16 de Agosto, había pasado Ali dos dias|aiites
el estrecho de Gibraltar y permaneció un mes en Córdoba, siendo poste-
rior su jornada sobre Talayera.
BL HCONASTBRIO TOLEDANO VE SAN SERVANDO 499
No debo cerrar esta discusión sin advertir que la bula de Pas-
cual II (17 Marzo 1 1 12), confió la administración de la diócesis
de Segovia al arzobispo D. Bernardo, con lo cual se manifiesta el
error en que incurrió D. Diego de Colmenares (l), afirmando que
«concurrieron dos obispos españoles, Gelón de León y Pedro de
Segovia^ al concilio de Letrán que celebró Pascual II en 1 1 12».
Risco ha demostrado (2) que Gelón no era obispo español de
nuestra ciudad de León, sino de Saint-Pol-de Léon en la Bretaña
francesa. El anónimo de Segovia, que introdujo mal informado
Baronio (3), era en realidad el arzobispo de Santa Severina en
Calabria, según aparece de la obra del historiador Guillermo de
Malmesbury (4). El concilio de Letrán, citado por Colmenares,
se celebró corriendo los días 18-23 de Marzo de 1 1 12; y cabal-
mente la bula de Pascual 11, que otorgó al arzobispo D. Bernar-
do la administración de la Sede Segoviana (19 Marzo III2), se
coloca durante la celebración de aquel concilio; lo que prueba
que en él tomó parte el arzobispo de Toledo por sí en persona^
ó por su delegado.
En otro error, que no menos gravemente afecta al episcopo-
logio de Segovia, incurrió Colmenares, mostrando una vez más
cuánto importa no dar un primer paso en falso para no dejarse
arrastrar por la pendiente de la lógica á temerarios juicios. Dice
así (S): «Año siguiente, II15; se celebró concilio en Oviedo»
cuyos principales decretos se enderezaron á la inmunidad de la
iglesia y sus ministros, profanada por las guerras. Entre los pre-
lados de este concilio asistió nuestro D. Pedro; y movido desta
dotrina y del ejemplo de sus antecesores, nuestros ciudadanos
hicieron grandes donaciones á su iglesia, cuyo templo y fábrica
se disponía».
(i) Historia de la insigne ciudad de Segoma^ tomo i (2.* edición), pági-
na 183. Segovia, 1846. El anotador de esta segunda edición no reparó en
tamaño error.
(2) España Sagrada^ tomo xxxv, pág. 156. Madrid, 1786.
(3) An. 1 1 12, núm. viii.
(4) Migne: Patrología latina^ tomo cixxix, coi. 1.379.
(5) Tomo I, pág. 184.
500 BOLETÍN DE UL REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Examinando las actas del referido concilio de Oviedo (l), luego
se ve por dónde flaquea y se reduce á puro soñsma el argumen-
to de Colmenares. En rigor, 6 hablando con precisión, no fué
concilio de muchos obispos el pretenso de Oviedo, sino junta dio-
cesana ó sínodo de Asturias (2). Las subscripciones de los prela-
dos, reyes y otros príncipes, que autorizaron para otros territo-
rios los decretos de aquella junta, le son posteriores, y no deben
traerse á consecuencia de que fuesen trazadas en el año II 15.
Después del Arzobispo de Toledo, D. Bernardo, aparecen fir-
mando ó aprobando los decretos, el arzobispo de Com postela,
D. Diego Gelmírez, y el de Braga, D. Pelayo Mendes; y es bien
sabido que éste no obtuvo la dignidad de metropolitano hasta el
año 1 1 18, y aquel hasta el 1 12 1. Siguen subscribiendo los obis-
pos Munio, de Mondoñedo (l 1 12-I136); Diego, de Orense (l lOO-
1 1 32); Pelayo, de Astorga (1097-II21); Gonzalo, de Coimbra
(III I -1 125); Diego, de León (II 12- 1 1 30); Pedro, de Palencia
(1 1 10- 1 137); PedrOy de Segovia (1122-114^); Bernardo, de Si-
güenza (1128-II43); Pascual, de Burgos (1115-III8); Sancho,
de Ávila (1121-IJ24); Munio, de Salamanca (l 124- 1 130), y
Bernardo, de Zamora (1144-II49).
Las firmas de estos prelados se pusieron en diversos tiempos.
El obispo de Zamora no subscribió antes del año 1 1 44, ni el de
Salamanca antes del 1 1 24, ni el arzobispo de Compostela antes
de 1 121, ni el arzobispo de Braga antes de 1 1 18. Así que, de
las actas del concilio de Oviedo, no se sigue que al tiempo de
su celebración (6 Junio 1 115), fuese D. Pedro obispo de Sego-
via; y consta, por otro lado, que no lo fué sino después que
hubo transcurrido un septenio desde aquella fecha memorable.
Madrid, 11 de Mayo de 1906. Fidel Fita.
(i) Tejada y Ramiro, Colección de cánones y concilios ^ tomo iii, páginas
239-244. Madrid, 1861.
(2) «Constando del principio de este concilio que los que asistieron
para el establecimiento de los decretos que en él se leen, fueron solos Don
Pelayo, obispo (de Oviedo) y los caballeros y otras personas inferiores de
la provincia de Asturias.» España Sagrada^ tomo xxxviii, pág. 259. Ma-
drid, 1793.
VARIEDADES
CONCILIOS DE GERONA, SEGOVIA Y TUY
EN I I 17 Y I I 18
Concillo de Gerona en 22 y 23 de Abril de 1117.
Villanueva en el tomo vni de su Viaje literario (i) planteó un
problema curiosísimo, que dejó irresuelto, y que emana de un
dato histórico, antecedente al concilio de Gerona, y consiguiente
al de Burgos en la primera mitad del año 1 1 17. Villanueva lo ex-
presa así (2):
«En el archivo episcopal de la Seo de Urgel se conserva ori-
ginal la carta que el cardenal Boso escribió al obispo Urgelen-
se San Odón acerca de esta canónica de Cardona. Es documen-
to curioso, del cual consta que ese cardenal lo fué del título de
Santa Anastasia^ y que de verdad fué legado pontificio en Es-
paña, cosas de que se duda en las vidas de los papas de Chacón.
Y pues fué honrado con el capelo por el papa Pascual II, claro
está que esta carta es posterior al año 1099 en que comenzó
aquel pontificado, pero no pasa mucho del año I ICO (3). En
ella, pues, leerás cómo á pesar del precepto de la silla apostólica
y del legado y obispo sobredichos, todavía el abad de esta igle-
sia, y por lo menos algunos de sus canónigos se resistían á re-
conocer aquella sujeción (4); por lo cual manda el legado que
(i) Valencia, 1821. . "
(2) Págs. 174, 175, 289 y 290.
(3) Pasa nada menos que diecisiete años. Villanueva, andando á tien-
tas como Chacón, no tocó en la meta de la verdad, pero señaló el camino.
(4) A la abadía de San Rufo de Aviñón.
TOMO XLViii. 32
502 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
sean excomulgados. También s'e infiere que esta resistencia era
ya antigua, esto es, desde que se intentó la sujeción. Otras cu-
riosidades contiene aquella carta, que no son de este lugar.»
Hasta aquí Villanueva.
Para fijar, ó al menos circunscribir el tiempo de esta carta del
cardenal Bosón, importa examinar bien las curiosidades que con-
tiene, y ante todo recordar que San Odón fué obispo de Urgel
desde el año IO95 hasta 1 122. (f 7 Julio).
El plazo se restringe compulsando dos bulas (l), que enume-
ran y confirman las posesiones de la abadía de San Rufo. La de
Pascual II (10 Enero 1 1 14) dirigida desde Letrán á San Ola-
guer no hace mención de la abadía de Cardona (2); pero si la de
Calixto II (28 Abril 1 123) dirigida á Ponce, abad de San Rufo (3).
Entre ambas fechas se coloca por precisión la carta de que dis-
cutimos.
En su carta el cardenal Bosón tres veces se refiere al próxi-
mo concilio, que había de celebrarse en Gerona en 22 de Abril\
lo cual es indicio inequívoco del año iiij.
«B(oso), tituli sanctae Anastasiae cardinalis, apostolicae sedis
indignus servus et legatus, venerabili fratri et amico O(doni),
Urgellensi episcopo, salutem.
Reverenda tua honestas, dilectissime frater, sicut nos gratan-
ter suscepit (4), ita obediendo letificat. Nam preceptum domini
papae, quod circa negotium Cardonensis ecclesiae iam dudum
factum fucrat (S), te complesse comperimus et clericos B(^eati)
Rufi precepisse reinvestiri (6). Verum, quoniam abbatem illius
(i) Loewenfed, Regesta Pontiñcum Romanorum, num. 6.369 y 7.069.
(2) Migne, Patrología latina^ tomo clxiii, col. 336 y 337.
(3) «Ecclesiam sánete Marie de Bezuduno (Besalú), ecclesias sánete
Marie et saneti Petri et saneti Joannis de Terraeiis (Tarrasa), ecclesiam
saneti Vinccntii de Cardona eum sufíruganeissuis.» Robert, Bullairt du
pape Calixte II, num. 402, París, 1891.
(4) Bosón, después de haber celebrado el concilio de Burgos (18 Fe-
brero 1 1 17), es.tuvo probablemente en Urgel.
(5) <En 1 1 15?
(6) Los canónigos de San Rufo que habían recibido la investidura de
la ríca Abadía de San Vicente de Cardona, fueron sin duda á viva fuerza
expulsados ó repelidos.
CONCILIOS OE GERONA, SEGÓ VIA Y TU Y 503
ecclesiae adhuc (l) resistere, et in contumaci obstinacia audimus
perseverare, necprecepto domini papae, nec nostro, naque tuo
obedire volentem conspicimus, praesentibus litteris dilectioni
tuae mandamus, ut eum et omnes eíus fautores et cooperatores
€t in hoc scelere adiutores, ex hoc pro excommunicatis habeas>
-doñeo ab hac malitia resipiscant, digneque, ut dominus papa
precepit, abbati sancti Rufi et eius clericis satisfaciendo obe-
"diant. lUos vero, qui honorem beati Vincentii Cardonensis per
manum ipsius abbatis retinent, quamdiu per eum retinuerint, ab
omni ecclesianim limine sequestramüs, et doñee clericis Sancti
Rufi subditi sint nequáquam absolvimus. Sed et eos, qui nomina-
to abbati obedientiam vel hominium causa honoris ipsius eccle-
siae fecerant, si prefatis clericis Sancti Rufi obedierint, ab illius
obedientia et hominio absolvimus. Et ne gravamen iniuste illa
«cclesia patiatur, omnes dationes, commutationes, alienationes
vel quascumque obligationes, quas prefatus Cardonensis abbas
«tulte dispertivit ab illo tempore quo disceptari lis cepit inter
ipsum et prefatos Sancti Rufi canónicos, irritas esse censemus
<itque precipimus, et ecclesiae Cardonensi eiusque presentís tem-
poris rectoribus dominio et potestati subici iudicamus, salva in
ómnibus tuae ecclesiae dignitate tuaque reverentia. Scias autem
prefatum abbatem Cardonensem a nobis esse vocatum apud
<jerundam pro iustitia exequenda .x. kalendas Mai.
Praeterea tuae fraternitati mandamus ut illi clerico (2) quem
<jiraldus Poncii (3) in ecclesia Agerensi preposuit, omne domi-
nium illius ecclesiae prohibeas, et ut ad nos usque apud Gerun-
<iam. X. kalendas Mai occurrat, precipias, Quod si contempserit,
■a liminibus et officio ecclesiae arceatur.
Sed et Giraldum Poncii, precor, ut ammoneas de censu bea-
ti Petri (4), quod nobis reddere se spopondit, ut x kalendas Mai
•censum ipsum Gerundae deferat. Quid si renuerit, hoc illi per te
(i) Raimundo Bernardo, abad de Cardona durante los años 1101-1127.
(2) Bernardo. Consta que era abad en 1 11 5 y 11 16.
(3) Vizconde de Ager.
(4) Véase el tomo ix del Viaje literario, p^g. 1 13,
504 BOLETÍK DB LA RBAL ACADBMIA DE LA HISTORIA.
intimamus nos pati non posse, quin de eo et de ecclesiis ín ditio-
ne ipsius constructis íustitiam ñerí pretermittamus.
La segunda mitad de esta carta, referente á la iglesia de San
Pedro de Ager, muestra la oportunidad y la aplicación de lo es-
tablecido por los cánones vm y xii del concilio de Burgos (l).
Del concilio de Gerona, al que el cardenal Bosón había con-
vocado para el día 22 de Abril, 6 cuarto domingo después de-
Pascua, corresponde ser el acta judicial, que describe así Villa-
nueva (2).
«En 1 1 17, día 23 de Abril, sentenció (3) como juez, junto-
con Pedro Sacrista de Gerona y Berenguer Arnal, arcediano de
la misma iglesia, en presencia del cardenal Bosón^ una causa que
vertía entre San Olaguer, obispo de Barcelona y el abad de
San Cucufate del Valles.»
Los Padres Fr. Antolín Merino y Fr. José de la Canal en el
tomo xLiii de la España Sagrada^ omitieron el dar noticia de
este acontecimiento, cuya importancia conoció mejor el P. Fió*
rez, consignándolo sobre el año II 17 en los tomos xxviii y xxix^
pero discrepando de Villanueva cuanto al día, pues dice fué el
27 de Abril^ y mostrándose en lo demás, mucho más enterado-
y explícito (4):
«En el año II 17 recobró el santo la iglesia del Castellar en el
Valles, que el monasterio de S. Cucufate había vuelto á usur-
par después del obispo antecesor; y obligó juntamente á los^
monjes á que no tuviesen fuente bautismal en su iglesia de San
Cucufate; ni pusiesen ni quitasen clérigos en las anejas á su mo-
nasterio sin licencia del obispo; y que los monjes que residían
allí solos volviesen al monasterio. Así lo sentenciaron el legado-
pontificio Bosón, que perseveraba acá, y los obispos de Gerona
Berenguer con el de Vique Ramón, y el sacristán y arcediano de
(i) Boletín, tomo xLvni, pág. 397.
(2) Viaje literario, tomo xiit, pág. 127. Villanueva dice haber tomado
éste nota del sabio canónigo premonstratense D. Jaime Caresmar.
(3) Berenguer Dalmau, obispo de Gerona.
(4) España Sagrada^ tomo xxix, (2.^ edición), pág. 260.
CONCILIOS DE GERONA, SSGOVIA Y TUY 505
<jerona en el claustro de esta catedral á 23 de Abril del año
1 1 17, como refiere Diago (l).»
El texto del acta, según Diago, se contiene por el libro I de
Jas Antigüedades, foL 204:, y no ha visto aun la luz pública. Des-
graciadamente no es exacta la referencia que hizo Diago al pri-
mer libro de las Antigüedades, archivado en la catedral de Bar-
-celona; donde á ruego mío, hace dos semanas, está buscando el
•documento el docto archivero y publicista D. José Mas, presbí-
tero, sin que hasta ahora le haya sido posible descubrir el paraje
^n que se esconde tan interesante escritura, digna de mejor
«uerte.
He demostrado que al concilio de Gerona, presidido por el
•cardenal Bosón, legado de Pascual II, hubieron de estar presen-
tes San Olaguer, obispo de Barcelona y arzobispo electo de Ta-
rragona; Ramón Gaufredo, obispo de Vich; Berenguer Dalma-
cio, obispo de Gerona; el abad de San Cucufate del Valles; el de
San Vicente de Cardona; el vizconde de Ager y otros muchos
abades y magnates, conforme al estilo de aquellos tiempos para
semejantes asambleas. Tratándose, como ya entonces se trata-
ba, de verificar la restauración de Tarragona, de erigir la Sede
•de esta ciudad definitivamente, con absoluta independencia de
la administración del arzobispo de Narbona, y de requerir el co-
mún acuerdo de los prelados que debían reconocerse por sufra-
gáneos del nuevo arzobispo Tarraconense para elevarlo al cono-
cimiento y aprobación de la Silla Apostólica, bien se echa de ver
que el presente concilio de Gerona revestiría excepcional impor-
tancia.
A él, sin duda, pertenecen las tres últimas subscripciones que
preceden á la del notario en el ejemplar de las actas del concilio
•de Vilabertrán (ll Noviembre IIOO), publicadas en el apéndice
(núm. cccxxvii) de la Marca Hispánica (2), y desprovistas de su
(i ) Historia de los victoriosísimos Condes de Barcelona^ libro 11, cap. 98,
fol. 165 vuelto, 166 recto. Barcelona, 1603.
(2) Col. 1 220- 1 223. París, 1688. — Villanueva no revisó en el texto ori-
ginal la edición de la Marca,
506 BOLBTÍN DE LA RBAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
encabezamiento (l) en la Colección de Tejada y Ramiro (2). El
cómputo de la Encarnación de este concilio de Vilabertrán es el
Florentino, con el cual concuerda la era española (1038); la indic-
ción, la pontifical, que empieza en el día de Navidad ó de su Octa^
va; y, por último, los años del reinado de Felipe I de Francia, se
cuentan por su primera época, que dio comienzo en 23 de Mayo-
de 1059. Poco después del concilio de Vilabertrán, celebróse en
Gerona otro (6 Febrero lioi), cuyo tenor y actos expliqué en
el tomo XXIV del Boletín, pág^s. 227-235. Presidiólo el cardenal
Ricardo, abad de San Víctor de Marsella, después de haber ce-
lebrado y presidido los de Palencia (5 Diciembre I loo) y Hues-*
ca (otoño, 1 100). Su firma al pie de las actas del concilio de Vi-
labertrán, es la que el ejemplar, ó viciada copia, que sirvió de
fuente á la Marca Hispánica^ desfigura torpemente así:
Radultus, servus servorum Dei episcopus et ecclesiae romanae servus^
vice beati Petri et domini Papae.
El mismo cardenal en una de sus obras (3), nos da cuenta (4)
de cómo fué promovido, siendo abad de Marsella y Legado de
Pascual II, por disposición de este pontífice, á la dignidad de ar-
zobispo de Narbona en 1106, dignidad que obtuvo hasta el día
de su muerte (5)» y que envolvió la de administrador de la me-
trópoli Tarraconense, hasta que Gelasio II, desde Gaeta, expidió
su célebre bula Tarracanensis civitatis en favor de San Olaguer
(i) «Anno dominicae incarnationis centesimo post millesimum, aera
centesima xxxviii post miUesimam, Indictione viii, quadragesimo etian»
secundo anno regni Philippi Regís Francorum, scilicet ai Idus Novem-
bris, divina, ut creditur, dispositione íactus est con ven tus Episcoporum
et Abbatum ac clericorum, necnon Principum terrae et reliquorum fide-
lium Deum timentium et innumeri vulgi diversas aetatis et ordinis, in ter-
ritorio Petralatensi, in loco antiquitus nominato Villa Bertrandi, ob de-
dicationen ejusdem basilicae in honore Dei genitricis fundatae.» — El 11 de
Noviembre de 1 100 cayó en domingo.
(2) Colección de cánones y concilios, tomo iii, pág. 227.
^3) Narratio vexcUionum^ quas ab Aimerico vicecomite Nerbonensi passus
est Richardus archiepiscopus.
(4) Migne» Patrología latina^ tomo clxii, col. 1597.
Ts) t *5 Febrero 1121.
CONCILIOS DB GERONA, SBGOVIA Y TUY 507
á 21 de Marzo de Ill8. Si pues el concilio de Gerona, presidido
por el cardenal Bosón, se juntó á fines de Abril de 1 1 17, no po-
día menos de asistir á él y de ejercer parte principal, únicamen-
te inferior á la del Legado pontificio, el cardenal arzobispo de
Narbona, Ricardo; y si el concilio de Vilabertrán había de ser
confirmado en sus disposiciones por el prelado diocesano, con-
venía que las subscripciones se tomasen del propio cardenal
Legado, del metropolitano Narbonense y del obispo de Gerona,
á cuya diócesis la Colegiata de Vilabertrán y su iglesia de Santa
María, tocaban de derecho. Y esto es lo que cabalmente signifi-
can las tres subscripciones únicas que en el remate de las actas
de este concilio, por vía de confirmación, se leen:
«£go Boso, sanctae Anastasiac cardinalis, sanctaeque Romanae Ecclesiae
licet indignus servus et Legatus consignando conñrmo.
Ricardas, sanctae Narbonensis Ecclesiae Archiepiscopus, quod canonice
íactum est conñrmo.
Berengarius, Del gratia Gerundensis Ecclesix Episcopus.»
La última firma es la de Berenguer Dalmacio (l), obispo de
Gerona durante los años 1 1 13- 1 140, que en los claustros de
su catedral y en presencia del cardenal Bosón, sentenció (23
Abril 1 1 17) la causa pendiente entre el santo obispo de Barce-
lona y el abad de San Cucufate.
Concillo de Segovia (2 Junio?) 7 de Tuy
(1.'' de Septiembre de UIS).
En la Colección de Tejada y Ramiro, este concilio, como tan-
tos otros españoles, no se registra, pero está claramente expre-
sado y en parte descrito por la Historia Compostelana (2), no-
tándose en su exposición una circunstancia que lo enlaza con el
concilio nacional de Burgos (3). He aquí, en compendio, la na-
rración de la Historia:
(1) No puede confundirse con la de su predecesor Bernardo Umberto,
que asistió al concilio de Vilabertrán.
(2) Libro I, cap. 17.
(3) Boletín, tomo xlviii, págs. 387-407.
508 BOLETÍ:^ DB LA RBAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Entrado ya el año Ill8, las huestes acaudilladas por la flor de
la nobleza de Galicia, León, Asturias y Castilla, y teniendo á su
frente la Reina Doña Urraca y el hijo de ella, Alfonso VII, se
corrieron allá y acá del Duero para talar la tierra castellana
y aragonesa, que reconocía por soberano á Don Alfonso el Ba-
tallador. Diego Gelmírez, obispo de Compostela, se apartó de la
hueste ó ejército, por dos motivos: uno, por estar enfermo de
una pierna, y otro, porque no le sufría el corazón ver las depre-
daciones de que era víctima el pobre pueblo. Resolvióse, con
todo, de ir con sus clérigos á Segovia, con el objeto de reclamar
para sí la devolución del prestimonio que había hecho á Mauricio,
arzobispo de Braga, depuesto ya por Gelasio II, en tales térmi-
nos, que este pontífice había mandado (25 Marzo 1 1 18) á don
Bernardo, arzobispo de Toledo, que procediese á promover la
elección de otro arzobispo Bracarense, sucesor de Mauricio, y
consagrase al electo. La elección recayó en Pelayo Mendes,
hombre idiota, al decir de la Compostelana. El arzobispo D. Ber-
nardo determinó el plazo y día (Pentecostés?) en que debía con-
sagrar á su hechura en Segovia y reunir y presidir con esta oca-
sión un concilio. A este concilio acudió con su persona Gelmí-
rez, y ante él entabló su petición, solicitando del nuevo electo
de Braga la devolución' sobredicha (l). Negóse D. Bernardo á
entender en el pleito ó fallarlo, antes de que fuese por él consa-
grado el electo de Braga; pero, no bien lo fué, sobrevino en Se-
govia una sedición contra la Reina y su ejército, que puso re-
mora ó impedimento á la prosecución de la causa. Los obispos,
que ciertamente formaron parte del concilio, además de los arzo-
bispos de Toledo y de Braga y del obispo de Compostela, fueron
los de Salamanca, Osma y Oporto, y quizá también los de Oren-
se y Lugo; pero la Compostelana, con su silencio, no impide creer
que asimismo concurriesen otros prelados. Resolvióse que para
dirimir la causa se congregase otro concilio en Tuy, el día I,** de
Septiembre del mismo año; pero el arzobispo de Braga, en este
(i) «Ad hanc consecra tionem venit prsedictus Ecclesiae Beati Jacobi
Episcopus, ut coram Archiepiscopo (Bernardo) atterisque PonHficíhus prac-
dictum honorem Beati Jacobi recuperare posset.»
CONCILIOS DE GERONA, SEGOVIA Y TUY 509
segundo concilio del año Ill8, no desistió de su porte inicuo, y
supo dar largas á la querella de D. Diego Gelmírez; por lo cual
éste, quejoso del arzobispo D. Bernardo, comenzó á excogitar los
medios que le exonerasen de la sujeción en que le tenía el Pri-
mado de las Españas, á fuer de Legado ó Vicario de la Santa
Sede.
De las actas del concilio de Segovia (¿2 de Junio? Ill8), en el
cual no reparó Colmenares, varias consecuencias notabilísimas se
desprenden :
I.* La justificación ó comprobación de la bula de Calixto II
(5 Marzo 1 120), donde indica que el arzobispo de Braga, D. Pe-
layo Mendes, se negó á cumplir la instancia que le hizo D. Hugo,
obispo de Oporto, sobre lo acordado y preceptuado por el Le-
gado Bosón en el concilio de Burgos (l).
2.* Que dicho D. Pelayo no fué electo ni consagrado arzo-
bispo de Braga en I II 5, sino después del 25 de Marzo de IH8,
y que fué consagrado en Segovia, al celebrarse el concilio de esta
ciudad. Los autores portugueses, cuya opinión el P. Gamis no se
atrevió á combatir, y que anticipan aquella elección y consagra-
ción, andan reñidos con la verdad manifiesta.
3.* Que siendo el arzobispo D. Bernardo, en 1 1 18, adminis-
trador de la diócesis de Segovia, por virtud de la concesión de
Pascual II (17 Marzo HI2), no se hace extraño, antes bien se
infiere que, al concilio, ni debió, ni pudo asistir el obispo D. Pe-
dro, imaginado erróneamente por Colmenares. El tal obispo no
suena en ningún documento legitimo, anterior al año 1 1 22.
4.* Que Segovia en 1 1 18 no estaba destituida de espaciosos
templos donde pudiese reunirse el concilio y consagrarse el nue-
vo arzobispo de Braga. Pruébalo el testamento de Domingo Pé-
rez (l.^ Noviembre II17), del cual sacó á luz Colmenares (pá-
gina 187) una cláusula por demás expresiva.
Madrid, 25 de Mayo de 1906.
Fidel Fita.
(1) Boletín, tomo xlviii, pág. 302.
NOXICIAS
En las sesiones del 20 y 27 de Mayo último, ante numerosa y distingui-
da concurrencia que llenaba el salón de actos, ingresaron respectiva-
mente como individuos de número en nuestra Academia, los Sres. D. Juan
Pérez de Guzmán y Gallo y D. Francisco Barado y Font El Sr. Pérez de
Guzmán, después de haber tributado digno elogio á su próximo antecesor,
D. Manuel Danvila, tomó por lema histórico de su discurso de recepción,
los dogmas de lapolitica de Femando el Católico^ al que contestó, en nom-
bre de la Academia, el Excmo. Sr. D. Francisco Rafael de Uhagón, Mar-
qués de Laurencín. Ambos discursos fueron aplaudidísimos, así por el
fondo erudito y exposición magistral del tema, como por la elegancia del
estilo, realzada con primores de entonación correctísima. Presidía el acto
el Excmo. Sr. D. Vicente Santamaría de Paredes, Ministro de Instrucción
pública y Bellas Artes. No menos se aplaudieron, en la sesión del día 27, el
discurso de recepción que pronunció el Sr. Barado, y el de contestación,
que estuvo á cargo del Excmo. Sr. D. Julián Suárez Inclán, que versaron
acerca de D, Luis de Rcquesens y la política española en los Países Bajos,
terminándose el acto con leer el Secretario perpetuo de la Academia la
Memoria que se insertará en el próximo número trimestral del Boletín, y
corresponde al triple objeto de conmemorar el cuarto centenario de Cris-
tóbal Colón, á las actas del presente curso anual académico y á la adjudi-
cación de premios otorgados y por otorgar, que á la Academia incumbe.
En atenta comunicación del 22 de Mayo, elSr. D. Narciso Díaz de Esco-
var, corresponsal de la Academia en Málaga, le participa lo siguiente:
€ Nuevos hallazgos arqueológicos, verificados en el derribo de alcazaba
malagüeña:
I . — Piedra jaspe, que contiene este fragmento de inscripción, de letra
casi cursiva y elegante (siglo iii):
ODOMTNTN
íDILLEIICAVG
SVMCVRMT
NOTICIAS. 5 1 1
2. — Fragmento de piedra común. Letras pequeñas y bien formadas.
j\ • S •
I- CALPVR
\
TVNA
[/>(íj) [Mianibus) s{acrum) Calpur\nius For\iuna\tus h(ic) s{iius)
e{st), S{it) t\ibi) tierra) l(evi5)¥\
Consagrado á los dioses Manes Calpnmio Fortunato aquí yace. Séate
la tierra ligera.
Debo indicar que entre las monedas halladas en esta ciudad en diferen-
tes lugares, se han recogido algunas que poseo, de la familia Calpurnia*
3.— Otro fragmento epigráfico de piedra. Letras de baja época.
Tal vez esta inscripción perteneció á un monumento cristiano.
4. — Un pedazo de pedestal de piedra, color de plomo, perfectamente
labrado, como de unos veinte centímetros de altura, que va de menor á
mayor, en el que se lee
VES
en caracteres muy bien trazados.
5. — Otro pedestal, también incompleto, más ancho que el anterior, pero
de menos altura, de igual piedra; el cual dice:
CES
6. — Un queño trozo de mármol blanco, donde en letra pequeña se lee:
1 H DI
7. — Un pedazo grande de piedra obscura, que contiene tres renglones.
En el superior ó primero se destaca la segunda parte de un crismón del
siglo VI ó VII. El crismón se componía de una P, cuyo palo, debajo del
bucle de la P, estuvo para trazar la cruz atravesado por una recta hori-
zontal, teniendo debajo de sus brazos el cUpka y el ómcga^ no colgadas, ó
pendientes, sino aisladas, exactamente como se ve en la inscripción de
Talavera de la Reina del año 510, dibujada por Hübner bajo el número
44 de sus Inscriptiones Híspaniae ckristianae. Debajo del brazo de la cruz,
á mano derecha del espectador, en el presente epígrafe malagueño se lee:
TI • Rl
D
512 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
El punto que separa TI de RI es triangular, indicio de antigüedad y
probablemente del siglo vl
8. — Un embudo grande de barro, muy ancho de boca.
9. — Un capitel de columna, pequeño romano, artísticamente labrado.
10. — Una cántara, de más de medio metro de altura, que parece ser
ienicia.
II. — Una mano medio cerrada, de barro blanco.
12. — Una lucerna plana, de barro rojo, con labores, y en el centro un
animal corriendo, y parece ser león.
13. — Otra pequeña completa, labrada con el pico cuadrado, de barro
color de plomo.
14. — Ánfora, de un metro de altura.
15. — Otra, algo menor.
16.— Un trozo de barro cuadrado, vidriado de verde en la superficie,
al parecer drabCj teniendo un hueco en uno de sus lados del tamaño de
un peso duro, que le da el aspecto de sello, ó molde.
17. — Un falo, de barro encarnado. Semejantes exvotos solían consagrar
á la diosa Cibeles los sacerdotes, del culto mitríaco; los cuales por antíte-
sis eran llamados gallos 6 ar^kigallos. También se consagraban á Venus*
El Museo Arqueológico Nacional atesora una gran colección de estos obje-
tos, lúbricos como la religión idolátrica de la que tomaron origen.
18. — Una cantimplora árabe, bien conservada.
19. — Un anillo, con una esmeralda, casi destruido.
20.— Otro, con una piedra azul.
21.— Otro, de bronce con el hueco del camafeo, ó del sello, que ha des-
aparecido.
22. — Otro, con una esmeralda.
23. -Una pequeña cabeza de caballo, hecha de barro.
24. — Una vasija grande, con la boca poco menos ancha que la base, y
cuatro pequeñas asas.
25. — Una piedra obscura, labrada; en cuyo centro existe un hueco que
afecta la forma de un cono, y parece ser también un molde.
26. — Un pequeño trozo de barro, en cuyo centro se dibuja una palma y
en cuyos ángulos superiores hay siete hileras de siete puntos en el lado
izquierdo y de cuatro puntos en el derecho. Expresan probablemente la
aclamación de triunfo en la carrera del circo, repetida siete veces; pues
con efecto los cuatro puntos debieron representar la cuarta de las vocales
griegas, y los siete puntos la séptima, formándose así la interjección grie-
ga if»j, persistente en la exclamación io ¡triumphel de los romanos.
27. — Una lámpara plana, de barro colorado, con cerco de flores y otros
adornos, y en el centro dos liebres. No está completa.
28.— Un candil de bronce con su tapadera.
NOTICIAS 5 1 5
29.— Una piedra tosca, labrada, teniendo en su centro un hueco cua-
drado como de unos ocho centímetros.
30. — Una piedra redonda pequeña, de jaspe, de unos tres centímetro»
de altura, con huecos á los lados; y encima, una flor de cinco pétalos den-
tro de una faja, ú orla, de figura elíptica.
31.— Una punta de casco, al parecer árabe, de bronce.
32. — Una campanilla, rota, de bronce.
33.— Una hebilla de cinturón con labrado árabe.
34.— Una cuenta de collar, de bronce.
Entre otros objetos, hay vasijas de barro, innumerables, de todas he-
churas y tamaños, fenicias, púnicas, griegas, romanas, árabes, que repre-
sentan escalonándose la historia de esta ciudad. Se han hallado además y
se conservan monedas autónomas de Malaca^ Corduba y Urso; imperiales
muchísimas, sin exceptuar las del Bajo Imperio; árabes de plata en gran-
dísima cantidad; flechas, lámparas de pico, vidriados, azulejos, morteros;
trozos preciosísimos de jarrones árabes, pitos de barro, adoptados á varias
figuras; instrumentos de labranza; piletas mayores y menores, labradas y
sin labrar; trozos de capiteles árabes, ladrillos romanos redondos, pedazos
de pavimento hechos de piedrecitas blancas; puntas de lanzas, pomos de
barro; dédalos de bronce, vidrios irisados de varias formas; tapaderas de
ánforas de barro; tapaderas circulares de plomo; una llave árabe; utensi-
lios de pesca; múrices ^ ó caracoles, de los que producían la famosa púrpu-
ra que Málaga exportaba; pedazos de escultura; lamparillas con pie vi-
driado en verde, azul, sepia y blanco, y otros objetos, que, por ser de
menos monta, no considero necesario mencionar en esta noticia.
Con sumo agrado ha recibido la Academia el donativo, que le ha hecho
D. Joaquín Montal y Biosca, de cuatro excelentes láminas fotográficas,
que representan las más notables lápidas hebreas, existentes en el Museo
provincial de Barcelona. Una de estas lápidas es antiquísima, porque en
su reverso, también fotografiado por el Sr. Montal, aparece un fragmento
de inscripción romana del primer siglo de la era cristiana; y en el anverso
que contiene la inscripción sepulcral hebrea, se descubre el carácter pa-
leográfico del siglo décimo ú onceno.
Para cubrir la vacante de Académico de número, que dejó por fa-
llecimiento (t 25 Marzo, 1906) D. Adolfo Carrasco y Sayz, ha sido elegido
en la sesión del 18 de Mayo el Sr. D. Manuel Pérez Villamil, Director
que fué ele la Revista madrileña La ñusiración católica autor de muy
doctos volúmenes.
F.F.
índice del tomo xlviii
Pág».
Informes:
I. Correspondencia de la Infanta Archiáuquesa Dona Isabfl
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lsrma» (Desde
Flandesy años de 1599 ^ ^^7 y otras cartas posteriores
sin fecha,) — Continuación. — A. Rodríguez Villa 5
n. Santa Eulalia de Abamia, — £1 Marqués de Monsalud 40
in. De Granada musulmana. — El Baño de la ruina ó del *ax€Ui-
tary, — Mariano Gaspar 43
rV. Fueros dados d los moradores de Ribas de Sil^ por D. Alfonso
IX^ Rey de León, A. 1225, — Vicente Vignau 53
V. Dos lapidas visigóticas, — Fidel Fita 56
Variedades:
Interpretación de las fechas sabáticas de los Judíos, — Exiuar-
dojusué 63
Noticias 86
Adquisiciones de la Academia durante el segundo semestre del
año 1905 89
Informes:
I. Correspondencia de la Infanta Archiduquesa Doña Isabel
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma. (Desde
»
Glandes ^ años de 1599 d 1607 y otras cartas posteriores sin
fechai) — Continuación. — A. Rodríguez Villa iii
n. Documentos inéditos del Cartulario de Santo Toribio de Lié-
baña (año 831) durante los reinados de Alfonso 11^ Rami-
ro I y Fruela II. — Eduardo Jusué 131
in. D, Pedro Enriquez de Acevedo, conde de Fuentes^ gobernador
del Estado de Milán en los años JÓoo á 161 o. — Ampliación
de su concepto personal, — Cesáreo Fernández Duro 139
rV. ■ Afielas de plomo halladas en aguas del cabo de Palos, — Ramón
Laymond y Diego Jiménez de Cisneros y Hervás 153
V. Inscripciones griegas y latinas y hebreas. — Fidel Fita 155
Variedades:
El Monjui de la ciudad de Gerona y la sinagoga y concejo he-
breo de Castellón de Ampurias. — Escrituras de los si-
glos XIII, XIV y XF:— Fidel Fita 169
Noticias 175
ÍNDICE 5 1 5
Pág8.
Homenaje postumo á la Duquesa de Villahermosa. — El Marqués de
Laurencio 177
Informes:
I. CofTespondencia de la Infanta Archidiiqutsa Dona Isabel
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma, (Desde
Flandesy años de isgg d 1Ó07 y otras cartas posteriores sin
fecha,) — Continuación. — A. Rodríguez Villa 185
II. ReUiciones entre España y Austria durante el reinado de la
Emperatriz Doña Margarita^ Infanta de España^ esposa
del Emperador Leopoldo I — A. Rodríguez Villa 315
III. Lápidas hebreas y romanas, — Fidel Fita 225
Variedades:
Una inscripción romana de Badalona. — Félix Torres Amat. 249
Noticias 254
Informes:
I. Correspondencia de la Infanta Archiduquesa Doña Isabel
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma. (Desde
Flandes, años de ISQQ d 1607 y otras xartas posteriores sin
fecha,) — Continuación. — A. Rodríguez Villa 257
II. Limites probables de la conquista árabe en la cordillera Pire-
naica,— Francisco Codera 289
III. Inscripción hebrea de Barcelona en la casa núm, i de la calle
de Marlet,-Fiúe\ Fita 311
rV. El Almirante D, Antonio de Alliri en la Orden de Calatra-
va. — El Marqués de Laurencín 316
Variedades:
Judíos Alfaqueques de sarracenos en Barcelona, — Fidel Fita. 332
Noticias , 333
Informes:
I. Correspondencia de la Infanta Archiduquesa Doña Isabel
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma. (Desde
Flandes, años 15Q9 á 1Ó07 y otras cartas posteriores sin
fecha.) — Continuación. — A. Rodríguez Villa 337
II. Monumento subterráneo descubierto en la Necrópolis Carmo-
nense. — ^^Adolío Fernández Casanova 374
ni. Renacimiento ó movimiento literario musulmán, — Francisco
Codera 3^'
5 1 6 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.
Págs.
IV. Concilio nacional de Burgos (i8 Febrero iiij), — Texto iné-
dito.—Fidel Fita 387
V. Puerta de Sevilla, en Carmona, — Adolfo Herrera 407
VI. Los restos de Hemdn Cortés, — Ángel de Altolaguirre .... 410
Vn. D, Pedro IV de Aragón y la Corte de Fremcia,—hnge\ de
Altolaguirre 413
Variedades:
Recuerdos del Madrid viejo, — Francisco Viflals < 1 5
Noticias 417
Informes:
I. Correspondencia de la Infanta Archiduquesa Doña Isabel
Clara Eugenia de Austria con el Duque de Lerma, (Desde
FlandeSf años de isgg d 160J y otras cartas posteriores sin
fecha,) — Continuación. — A. Rodríguez Villa 421
n. Gli olcadi e gli andosini due popoli sconosciuti. — Nicolás Feli-
ciani , 441
ni. Vascos^ iberos, moros, bereberes, — Ricardo Beltrán y Rózpide. 458
IV. Sello con inscripción drabey flor de lis descubierto eu Tole-
do,— Francisco Codera ' 463
V. De la Paléographie sémüique, — Dr. Moise Schwab 464
VI. Nuevas inscripciones romanas y visigíiticas de Extremadura,
— El Marqués de Monsalud 485
VII. El Monasterio toledano de San Servando. — Examen critico
de una bula de Pascual II y de un diploma inédito de la
Reina Doña Urraca, — Fidel Fita 492
Variedades:
Concilios de Gerona, Segaoia y Tuy en 11 17 y JI18, — Fidel
Fita 501
Noticias 510
RECTIFICACIONES
PÁGINA
LÍNIA
332
3
391
últ."
407
3
»
5
PlCt
DSB« flSCIS
1905
1884
donde
Gerona
II05
y no tardó en ir á Gerona. Alb
de esta ciudad
■ /
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plares se les hará una rebaja conveniente, según la cos-
tumbre recibida en el comercio de librería.