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Full text of "Boletín de la Real Academia de la Historia"

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S^vo^  13.1 


I 


llaibarli  College  líbrary 

CHARLES  SUMNER,    LL.D., 

OF   BOSTON. 
(CUh  ot  iSjo.) 


/ 


BOLETÍN 


DB  LA 


RBAí^  acad:^m[ijl  id:b   i^a   historia 


BOLETÍN 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


TOMO  XLIV 


MAURID 

KSTABLKCIMÍENTO  TIPOGRÁKICO   DEjFORTANEr 

Cillc  de  li  Libcftwl,  nám.  19 

1904 


■^^CX/Vvl^.l 


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^"^ 


O 


«En  las  obras  que  la  Academia  adopte  y  publique,  cada  autor  será  res- 
ponsable de  sus  asertos  y  opiniones;  el  Cuerpo  lo  será  solamente  de  que 
las  obras  sean  acreedoras  á  la  luz  pública.» 

Estatuto  XXV. 


boletín       ^ 


DE  LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


1 


TOMO  XLIV— CUADERNO  I 


ENERO,  1904 


MADRID 

KSTABLFXIMIKNTO   TIPOGRÁP'ICO   DK  FORTANET 

IMPRESOR    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Calle  de  la  Libertad,  núm.  29 
1904 


SUMARIO  DE  ESTE  CUADERNO 

Págs. 

Informes: 

I.     El  Emperador  Carlos  V y  su  corte,  (i £22- 1^39-)  —  A.  Rodrí- 
guez Villa 5 

11.     El  sitio  de  Barcelona  en  1713-1714.  —  Cesáreo  Fernández 

Duro 37 

III.  History  0/  the  Peninsular  lVar.—]o'sú  G.  de  Arteche 47 

IV.  La  TeUirica.y  las  Naciofialidades  y  la  Milicia,  — José  Gómez 

de  Arteche 54 

V.     InscripciÓ7i  romana  en  Poldn  (provincia  de  Toledo). — El  Con- 
de de  Cedillo , 77 

Variedades: 

Nuevas  inscripcio?ies  romanas  de  Caldas  de  Malavella,  Herramé- 

lluri y  Astorga. — Fidel  Fita 81 

Noticias 95 


I 


TOMO  xLiv.  EnerOy  1904.  cuaderno  i. 


BOLETÍN 


DE    LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


>*♦*■ 


INFORMES 


I. 

EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE. 

(1523-1539)  (0. 
147. 

(Para  el  Rey  mi  señor, —  Valladolid,  10  de  Febrero  de  1527.) 

S.  M.  está  ocupado  en  querer  entender  con  este  su  reino  para 
dar  orden  en  el  socorro  de  V.  A.;  y  aquí  están  las  gibdades, 
Grandes  y  Perlados,  clérigos  y  abades  y  todas  las  Ordenes  para 
entender  lo  que  S.  M.  les  querrá  mandar;  y  quiere  primero  hacer 
el  servicio  del  Rey  de  Hungría,  que  en  gloria  sea,  que  entender 
en  los  negocios;  el  cual  se  hará  muy  solemnemente  á  los  x  deste 
mes  en  la  iglesia  de  Sant  Pablo.  No  envió  la  proposición  que  se 
ha  de  hacer  (2)  hasta  que  sea  notificada,  pero  luego  se  hará,  ce- 
lebrado el  servicio.  Todos  muestran  buena  voluntad  por  ser  cosa 
que  toca  al  servicio  de  Dios  y  reparo  de  V.  A.,  no  embargante 
que  según  particulares  platican,  tienen  temor  que  sea  para  otro 
efecto,  que  es  el  que  se  les  recita;  y  en  la  verdad  están  muy  lexos 
del  pensamiento  de  S.  M.;  en  esto  tienen  temor  que  S.  M.  se 
vaya  del  reino.  Entre  ellos  se  habla  algo;  pero  S.  M.  creo  y  no 
pongo  duda  que  si  tal  aparejo  hovicre,  no  dexará  de  pasar;  y  si 
al  contrarío  acaeciere,  será  más  no  se  poder  hacer  que  falta  de 


(i)    Véase  la  pág.  511,  cuaderno  vi,  del  tomo  anterior. 
(2)    En  las  Cortes. 


6  BOLETÍN   DE   LA  REAL  ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

voluntad.  Temen  estos  reinos  no  se  vean  en  los  trabajos  pasados, 
de  lo  cual  hay  muy  poca  apariencia,  porque  S.  M.  no  dá  lugar  á 
que  ellos  tengan  cabsa  de  hablar  en  las  quexas  pasadas,  pero 
como  la  cosa  está  corriendo  sangre,  no  han  perdido  el  temor. 

También  se  entiende  en  despachar  á  Mos.  de  Prat  para  Flan- 
des,  para  que  entienda  en  el  servicio  que  deben  hacer  para  la 
necesidad  presente,  y  partirá  en  breve  desta  Corte.  Con  él  escri- 
biré ó  con  el  primero  la  conclusión  que  se  tomare  con  estos  Es- 
tados. Todo  este  reino  tiene  deseo  de  ver  á  V.  A.  quito  del  tra- 
bajo en  que  está.  No  se  si  conformarán  las  obras  con  sus  pala- 
bras: muchos  tienen  deseo  de  ir  á  servir  con  sus  personas  y 
bienes,  pero  háse  de  creer  cuando  lo  pusieren  en  obra.  Como 
estas  nuevas,  postreras  que  V.  A.  envió,  se  han  sembrado  por 
este  reino,  Diego  de  Guzman,  maestre  sala  de  V.  A.,  y  Hernán 
Darías  de  Sayavedra,  luego  que  lo  supieron  partieron  de  Sevilla, 
y  con  mucha  voluntad  y  toda  diligencia  van  determinados  de 
servir  á  V.  A.;  y  hoy  dia  de  la  hecha  parten  desta  Corte.  Vá  con 
ellos  Llanos,  mozo  de  Cámara  de  V.  A.;  y  asimismo  Salazar, 
hermano  de  leche  de  V.  A.  hace  la  misma  jornada;  y  creo  que 
otros  muchos  tienen  voluntad  de  la  hacer.  Plegué  á  Nuestro  Se- 
ñor que  dellos  haya  poca  necesidad,  aunque  á  su  voluntad  y 
obras  V.  A.  les  debe  rendir  gracias. 

El  Chanciller  ha  porfiado  en  lo  que  hasta  aquí  en  determinar 
de  se  ir  á  su  casa,  lo  cual  ha  llegado  tanto  al  cabo  que  S.  M.  le 
ha  dado  licencia  para  que  se  parta  en  principio  de  Marzo,  y  ha 
inviado  por  salvoconducto.  No  sé  si  terna  mudanza,  pero  creo 
yo  que  en  S.  M.  no  la  habrá;  que  muchos  dias  ha  que  entre  ellos 
han  pasado  cosas  por  donde  él  ha  tenido  voluntad  de  se  partir, 
y  creo  que  desta  vez  habrá  efecto. 

S.  M.  respondió  á  V.  A.  en  lo  que  le  suplicó  de  la  delibera- 
ción de  Ramiro  Nuñez,  y  yo  escribí  á  V.  A.  que  por  algunas 
cabsas  necesarias  al  presente  no  se  hacia;  pero  á  contemplación 
de  la  suplicación  de  V.  A.,  al  partir  de  Granada  fue  perdonado: 
agora  queda  Gonzalo  de  Guzman,  el  cual  creo  con  el  tiempo 
será  libre  como  su  padre. 

La  Emperatriz  nuestra  señora  está  en  Toledo  y  viene  muy  bue- 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE. 


na.  Plegué  á  Nuestro  Señor  de  la  alumbrar  como  sea  su  servicio. 
Yo  por  otra  mi  carta  envié  á  suplicar  á  V.  A.  por  las  albricias 
<lel  bien  que  della  Dios  nos  diese,  y  por  esta  ge  lo  suplico;  y  no 
•demando  sino  que  V.  A.  me  haga  merced  de  pagar  mis  debdas 
que  tengo  hechas  por  su  servicio,  por  el  pequeño  tratamiento  y 
mucha  costa  que  he  tenido  y  tengo  sin  se  poder  escusar;  y  en  esto 
V"^.  A.  hará  lo  que  cumple  á  su  servicio  y  á  mí  señalada  merced; 
y  en  lo  de  adelante  viviré  conforme  á  lo  que  V.  A.  me  mandare 
ordenar,  no  embargante  que  no  puedo  más  recogido  estar  de  lo 
que  estoy.  Así  desto  como  de  la  despensa  y  gasto  que  he  teni- 
do y  tengo,  han  sido  buenos  testigos  los  que  de  acá  han  ido,  y 
V.  A.  de  con  tino  me  ha  escripto  que  pagaría  mis  debdas  y  me 
daría  tal  tratamiento  cual  convernia  á  su  servicio,  porque  yo  no 
reciba  afrenta  en  no  cumplir  con  quien  me  ha  hecho  buena  obra. 
Suplico  á  V.  A.  lo  mande  proveer.  Yo  por  no  caer  en  falta  y 
por  las  buenas  palabras  que  V.  A.  me  escribió,  los  hobiera  to- 
mado á  cambio,  pero  he  aguardado  lo  que  sobre  ello  V.  A.  or- 
dena y  manda. 

Paulo  de  Rexo,  camarero  del  Papa,  partió  desta  Corte  habrá 
seis  días,  y  dixo  buenas  palabras  á  S.  M.  de  parte  de  su  amo, 
todas  end rezadas  á  quel  Papa  quiere  venir  á  Barcelona,  y  si  ver- 
dad fuese,  seria  cabsa  que  S.  M.  recibiría  su  Corona  y  daría  á 
V.  A.  la  quel  tiene;  y  alliende  seria  gran  bien,  porque  seria  de  la 
parte  de  S.  M.  y  en  disfavor  de  los  franceses. 

S.  M.  despachó  un  correo  por  tierra  á  Ingalaterra  á  tratar  las 
amistades  y  seguranza,  porque  á  ser  de  nuestra  parte  y  tam- 
bién el  Papa  las  tierras  de  Flandes  no  temían  de  qué  temer;  y 
así  habría  lugar  que  el  Rey  de  Francia  veniese  por  fuerza  á  la 
razón,  y  desto  se  tiene  buena  esperanza;  y  este  correo  con  quien 
envío  este  despacho  lleva  lo  mismo  quel  pasado,  S.  M.  no  escribe 
á  V.  A,  hasta  ver  la  determinación  que  se  toma  en  estos  Esta- 
dos y  también  en  lo  que  V.  A.  de  allá  escribe.  De  lo  que  habrá 
subcedído  después  de  la  postrera  letra  de  28  de  Octubre  hasta 
hoy^  no  se  ha  sabido  cosa  ninguna. 

Su  buen  servidor  de  V.  A.  está  muy  en  la  cumbre  en  los  ne- 
gocios y  puede  creer  que  trabaja  tanto  en  lo  que  toca  á  su  ser- 


8  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEHLA  DE  LA  HISTORU. 

vicio  que  tiene  bien  merecido  las  mercedes  que  le  están  Jiechas, 
y  en  cuanto  al  cumplimiento  me  parece  que  V.  A.  debe  pro- 
veer, porque  conozca  la  voluntad  que  le  tiene  ofrecido  ser  con 
obras  y  no  palabras.  Yo  como  conozco  lo  que  importa,  me  pa- 
rece que  seria  bien  que  en  esto  proveyese;  y  no  mire  V.  A,  á 
las  necesidades  que  tiene,  que  no  piense  estar  sin  ellas  ni  S.  M. 
tampoco,  que  ellas  crecen  con  los  Estados;  y  las  tales  personas 
son  partes  para  las  aliviar,  como  en  todo  lo  que  se  ha  ofrecido 
lo  ha  procurado.  Y  como  lo  veo  y  conozco  lo  que  importa,  que- 
rría que  V.  A.  lo  proveyese  como  cumple  á  su  servicio;  y  á  la 
cabsa  por  alguna  necesidad  que  se  le  ofreció,  yo  le  dixe  que  to- 
mase á  cambio  lo  que  hobiese  menester  que  allá  se  pagaria,  y  él 
no  admitió  mi  razón.  Yo  hice  el  cumplimiento  necesario;  V'.  A. 
lo  mande  proveer  como  fuere  servido,  y  lo  que  más  desta  materia 
se  puede  escribir  me  remito  al  Secretario  Castillejo,  que  hará 
niás  larga  relación  á  V.  A. 


148. 

(Para  el  R^  mi  señor. —  Valladolid^  IQ  di  Febrero  de  132J.)  (i) 

Yo  tengo  largo  escripto  con  D.  Antonio  de  Mendoza  en  res- 
puesta á  todas  las  que  de  V.  A.  he  recebido,  y  después  tengo 
escripto  lo  que  de  nuevo  se  ha  ofrecido  con  un  correo  que  par- 
tió desta  Corte  para  Ingalaterra  y  Flandes  á  x  del  presente ;  y  á 
vil  del  vino  Longobal,  gentilhombre  de  la  Casa  de  V.  A. ,  con  el 
cual  recibí  el  despacho  que  allá  le  fue  dado.  Y  este  mismo  día 
quel  arribó,  por  la  mañana  habia  partido  S.  M.  á  Segovia  por  la 
posta  á  ver  á  la  Emperatriz,  que  hacia  su  entrada  este  mismo  dia 
en  la  cibdad.  Escreviose  á  S.  M.  la  venida  del  gentilhombre  para 
ver  lo  que  mandaba  que  se  hiciese:  y  envió  á  mandar  que  espe- 
rásemos aquí,  porque  él  vernia  el  viernes  siguiente.  Y  el  Secre- 
tario vido  el  despacho  y  le  hizo  saber  el  trabajo  y  necesidad  que 


(i)    Al  margen:  «Fue  esta  carta  por  la  via  de  micer  Enrique  Belzer. — 
Fue  toda  en  cifra. > 


>: 


¿bsFMPBRADOR  CARLOS.  V  Y  SU  CORTE.  9 

habia  de  socorro,  recitándole  la  venida  del  turco;  y  respondió  la 
brevedad  de  ^su  venida  y  el  sobrado  deseo  de  hacer  en  ello  lo 
último  de  posibilidad.  Venido,  yo  haré  el  reporte  que  conviene 
y  se  procurará  el  despacho  y  se  enviará  con  el  primer  correo 
que  se  espidiere  y  creo  será  mos.  de  Prat,  que  está  de  partida 
para  Flandes,  á  lo  que  yo  á  V.  A.  tengo  escripto.  Las  cosas  de 
Cortes  están  comenzadas  y  se  tiene  dellas  buena  esperanza.  Asi- 
mismo está  comenzado  el  Capítulo  de  Santiago:  creo  que  en  él 
se  hallará  harto  fruto.  Los  Grandes  y  Perlados  todos  son  aquí 
con  los  otros  más  que  fueron  llamados:  no  ha  habido  tiempo  para 
les  proponer,  pero  en  breve  se  hará;  y  de  todos  se  conoce  tener 
mucha  voluntad  á  esta  empresa ,  y  S.  M.  mucho  mayor  á  le  dar 
todo  el  socorro  que  conviene. 

V.  A.  cnvia  á  mandar  vaya  á  Portugal,  y  al  tiempo  destos  ne- 
gocios no  lo  debo  hacer  si  S.  M.  no  lo  manda,  porque  me  parece 
es  tiempo  oportuno  para  ser  presente,  pero  yo  enviaré  tal  perso- 
na que  escuse  la  mía. 

Esta  carta  se  envia  por  dar  aviso  á  V.  A.  de  haber  recebido 
sus  letras,  y  va  por  via  de  los  Belzeres,  á  quienes  V.  A.  es  en 
obligación  por  el  cuidado  que  han  tenido  á  la  espedicion  del 
cambio  de  los  cien  mil  ducados,  porque  lo  hicieron  por  solo  ser- 
virle; y  así  muestran  en  todo  lo  que  se  ofreciere  tener  tal  volun- 
tad. Será  bien  que  V.  A.  ge  lo  dé  á  conocer,  y  teniendo  á  todos 
secrepto  por  via  dellos  V.  A.  me  puede  mandar  escribir,  porque 
sus  letras  pasan  por  Francia,  pero  seria  gran  dapno  á  ellos  que 
esto  se  supiese:  solo  con  el  secretario  Castillejo  y  con  el  que 
ellos  diputasen  se  podría  tener  concierto ;  que  yo  acá  terne  lo 
mismo ,  porque  el  que  aquí  está  por  ellos,  que  se  llama  Enrique, 
es  muy  servidor  de  V.  A.  y  quiere  servir  en  esto  y  en  lo  demás 
que  se  ofreciere.  Paréceme  que  con  cuantos  veniercn  y  cartas 
se  escribieren,  V.  A.  demande  el  socorro  en  gente  ó  principal 
dinero,  y  de  contino  se  recite  el  trabajo  y  necesidad  en  que  está, 
porque  será  ocasión  á  que  se  haga  como  se  desea. 


I  o  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 


149. 

(Para  el  Rey  mi  señor, —  Valladolid,  ii  de  Marzo  de  1527,) 

Yo  recibí  el  despacho  que  Longobal  truxo ,  y  arribó  en  esta 
villa  á  XVI  de  Hebrero;  y  á  la  sazón  no  estaba  S.  M.  aqui,  que 
era  ido  á  Segovia  en  posta  á  ver  la  Emperatriz ,  y  el  Secretario 
hizo  saber  á  S.  M.  cómo  el  despacho  era  venido  y  la  necesidad 
que  habia  de  la  ayuda  y  socorro;  y  S.  M.  le  respondió  de  su 
mano  cómo  él  haría  en  ello  lo  que  hasta  aquí  con  toda  su  posibi- 
lidad y  que  volvería  al  viernes  siguiente,  y  así  vino  con  la  Em- 
peratriz. El  cual  dia  se  hizo  su  entrada  muy  honorable  á  la  cos- 
tumbre de  la  tierra ,  y  por  respecto  del  preñado  entró  en  hom- 
bros ,  y  los  caballeros  principales  de  la  villa  servieron  de  este 
oficio.  Otro  dia  siguiente  se  hizo  relación  á  S.  M.  muy  cumplida 
por  las  letras  de  V.  A.  y  holgó  mucho  de  lo  largo  que  íue  adver- 
tido ,  lo  cual  se  debe  hacer  de  contino ,  porque  dello  recibe  mu- 
cho placer. 

V.  A.  hizo  saber  la  llegada  de  Jorge  de  Fronsperg  en  Italia  y 
de  la  forma  que  en  ella  se  tuvo.  S.  M.  estaba  ya  advertido  por  la 
via  de  Italia,  pero  no  con  aquellas  particularidades  que  en  su  pa- 
sada hubo ,  y  holgó  mucho  dello ,  y  de  la  cantidad  de  la  gente 
estaba  satisfecho  porque  bastaba,  y  entonces  pensóse  que  hovie- 
ra  necesidad  y  fuera  menester  la  que  á  V.  A.  se  escribió.  Y  á  la 
escusa  que  V.  A.  dá,  porque  no  se  llegó  á  los  confines,  la  razón 
y  cabsa  que  para  ello  hubo,  satisface  al  contento  de  S.  M.  por 
las  pasadas,  y  por  esta  fue  advertido  dello.  S.  M.  está  tan  satisfe- 
cho de  la  voluntad  y  deseo  que  V.  A.  tiene  á  su  servicio  como 
de  su  propia  persona ,  según  yo  conozco  de  S.  M. ;  y  así  tiene  la 
pena  del  trabajo  que  V.  A.  entre  manos  tiene;  porque  al  tiempo 
que  yo  le  recitaba  las  necesidades  que  V.  A.  tiene,  me  dixo  que 
él  haría  en  ello,  lo  último  de  poder  conforme  al  amor  que  tiene, 
y  que  en  esto  no  habría  falta. 

Cuanto  á  lo  que  V.  A.  envia  á  decir  se  escribiese  á  los  Comi- 
sarios que  están  en  Italia  sobre  lo  de  micer  Andrea ,  á  S.  M.  pa- 


EL  BMPBRAI>OR  CARLOS  V  Y   SU   CORTE.  1 1 

rece  que  vistas  las  cosas  como  están  en  Italia,  no  so  debe  hacer, 
por  no  dar  descontento  á  los  que  entienden  en  los  negocios  de 
S.  M.,  no  embargante  que  sea  en  ellos  tan  experimentado  como 
V.  A.  dice. 

La  pasada  del  Príncipe  de  Orange  sabia  S.  M. ,  pero  no  de  la 
forma  que  él  la  hizo. 

En  lo  que  toca  á  guygos  está  escripto  á  V.  A.  lo  que  se  debe 
en  ello  hacer  y  aquello  mande  V.  A.  proveer,  porque  darles  di- 
neros hasta  saber  sus  voluntades  seria  cosa  escusada:  sino  por  la 
forma  que  está  escripta  darles  la  esperanza  que  serán  pagados  de 
lo  que  franceses  les  deben,  pues  hay  para  ello  buen  aparejo  con 
las  prendas  que  dellos  tiene  S.  M. 

S.  M.  holgó  mucho  que  V.  A.  recibiese  las  letras  de  cambio 
de  los  50.000  ducados;  y  bien  quisiera,  si  logar  hobiera,  que  fue- 
ran ciento,  pero  hay  otras  cosas  importantes  en  que  fue  necesa- 
rio empleallos;  y  me  plugo  mucho  que  V.  A.  escribió  cómo  se 
hablan  empleado  porque  por  las  pasadas  escribí  yo  á  V.  A.  el 
placer  que  recibiría  que  no  se  espendiesen  en  otra  cosa.  Fue 
bien  que  V.  A.  escribiese  antes  el  cumplimiento  que  habia  hecho 
conforme  acá  lo  deseaban. 

A  S.  M.  parece  que  V.  A.  mande  á  alguna  persona  muy  doc- 
ta que  haga  otras  tales  obras  en  contra,  como  las  que  ahí  se  en- 
vían en  latin  y  en  alemán,  y  reciten  todas  las  faltas  del  Rey  de 
Francia  y  se  publiquen  en  la  Dieta  y  por  todo  el  Imperio;  por- 
que el  Rey  de  Francia  lo  hace  hacer  en  su  tierra ;  y  todo  lo  que 
á  V.  A.  pareciere  que  conviene  á  la  verdad  y  servicio  de  S.  M., 
y  mande  imprimir  el  Tratado  de  Madrid  y  la  proposición  que 
ahí  envío ,  y  de  todo  invie  V.  A.  las  impresiones  para  que  S.  M. 
las  vea. 

Asimismo  el  Rey  de  Francia  ha  hecho  un  tratado  en  que  por 
él  recita  contra  los  Electores  que  hicieron  á  S.  M.  Rey  de  Roma- 
nos por  interese  y  promesas  sin  orden  y  justas  causas,  y  que  no 
usaron  de  lo  que  eran  obligados.  De  lo  cual  V.  A.  debe  hacer 
otro  contrario  tratado,  en  que  recite  cómo  el  dicho  Rey  de  Fran- 
cia quiso  é  intentó  las  dichas  promesas,  como  es  manifiesto  en 
lo  del  Marqués  de  Brandanburg  y  la  gente  que  inviaba  para  dar 


12  BOLETÍN   DE  LA  REAL  ACADEMIA   DE   LA  HISTORIA. 

favor  á  sus  deseos.  Es  bien  que  desto  se  dé  aviso  á  los  Electores 
y  á  los  que  viere  que  más  conviene,  y  de  lo  que  se  hiciere  dé 
aviso  á  S.  M.  No  se  envia  este  tratado ,  porque  no  se  ha  podido 
haber,  aunque  se  busca,  pero  S.  M.  es  cierto  y  seguro  dello,  y 
habido,  se  enviará.  Asimismo  envió  el  breve  del  Papa  y  respues- 
ta. A  S.  M.  parece  que  se  debe  imprimir  y  también  se  envié  la 
impresión,  para  que  acá  vean  cómo  todo  está  hecho. 

S.  M.  holgó  mucho  de  saber  con  la  voluntad  que  el  reino  de 
Bohemia  y  las  otras  provincias  inviaron  sus  embaxadores,  y  se 
tiene  por  bien  seguro  que  de  V.  A.  serían  bien  tratados;  y  asi- 
mismo ha  recibido  placer  que  llegaran  á  buen  tiempo  los  cien 
mil  ducados  y  las  cartas  que  D.  Antonio  de  Mendoza  llevó  para 
el  propósito  presente.  De  lo  acaecido  en  Hungría  por  el  Baybo- 
da  recibió  pena  S.  M.  Sobre  ello  y  lo  de  Hungría  escribe  lo  que 
le  parece  que  se  debe  hacer,  porque  la  distancia  del  camino  y 
embarazo  en  que  está  puesto  no  dá  lugar  á  que  en  breve  puedan 
ser  advertidos;  y  en  cuanto  al  socorro  y  ayuda  que  para  ello 
V.  A.  le  envia  á  demandar  y  suplicar,  S.  M.  tiene  tanta  voluntad 
como  cosa  propia  suya,  y  para  ello  ha  hecho  llamamiento  de  to- 
dos sus  Estados,  á  los  cuales  ha  significado  lo  que  V.  A.  verá 
por  la  proposición  que  se  les  está  puesta,  de  la  cual  envió  la  co- 
pia. No  ha  habido  tiempo  para  saber  lo  que  sobre  ello  responden. 

S.  M.  entendió  lo  que  se  le  dixo  de  los  tratos  del  Rey  de  Fran- 
cia para  lo  de  la  elecion  de  Rey  de  Romanos,  y  en  ello  haga 
V.  A.  lo  que  hasta  aquí,  que  la  voluntad  de  S.  M.  es  la  que  siem- 
pre, de  darla  á  V.  A.  mas  que  el  tiempo  dé  lugar  á  ello.  Tam- 
bién se  hizo  relación  del  dapno  que  en  Alemana  y  sus  confines 
hay  de  las  cosas  de  la  fé,  pero  S.  M.  querría  dar  el  remedio 
como  christianísimo,  si  para  ello  diesen  lugar  los  que  V.  A.  sabe 
que  lo  estorban;  y  al  presente  V.  A.  trabaje  en  sostenerlo,  como 
ha  hecho,  hasta  que  Dios  sea  servido  de  cumplir  con  la  voluntad 
de  S.  M.,  que  al  presente  este  es  el  mejor  remedio  según  las  co- 
sas van. 

A  lo  que  V.  A.  dice  que  los  que  han  estado  en  la  Dieta  que- 
rrían que  hobiese  paz  para  hacer  socorro  contra  el  Turco:  esta 
ha  deseado  y  desea  S.  M.  más  que  ninguno,  y  para  ello  ha  he- 


BL  BBCPBRADOR  CARLOS  V   Y   SU  CORTE.  1 3 

cho  las  obras  y  cumplimientos  conformes  al  deseo,  pero  ya  ha 
visto  V.  A.  que  aunque  el  Emperador  y  Rey  de  Francia  fueron 
acordados,  buenos  terceros  los  han  desbaratado  y  Dios  les  dará 
el  pago  del  daño  que  han  hecho. 

Cuanto  á  lo  del  Duque  Ulrrique  de  Viertanbergue  se  envían 
las  provisiones  para  el  regimiento  tales  cuales  V.  A.  las  envió  á 
demandar,  y  otras  tales  para  la  liga  de  Suevia,  que  conforme  á 
justicia  hagan  su  deber  contra  el  Lanzgrabe  y  las  otras  personas 
que  incurrieren,  y  asimismo  se  envian  las  cartas  para  los  de  la 
Dieta  para  que  asistan  al  derecho  de  Hungría,  conforme  á  como 
V.  A.  lo  ordenare  y  mandare.  El  Preboste  de  Valcrique  escribió 
V.  A.  que  seria  bien  fuese  uno  de  los  comisarios,  el  cual  no  pue- 
de ser  porque  hada  mucha  falta  aquí.  S.  M.  le  ha  hecho  Vice- 
chanciller  del  Imperio  y  si  de  aquí  partiese,  no  habría  quien  po- 
díese  despachar  lo  que  V.  A.  inviase  á  demandar. 

Yo  recité  á  S.  M.  los  gastos  que  V.  A.  hace  en  entretener  el 
regimiento  del  Imperio,  para  que  S.  M.  lo  mande  proveer  y  re- 
mediar. V.  A.  puede  creer  que  la  voluntad  sobra,  pero  las  otras 
necesidades  priban  esta. 

Lo  que  se  promete  conviene  que  se  cumpla,  y  querría  que 
esto  V.  A.  hiciese  con  todos,  principalmente  donde  más  se  debe 
y  más  provecho  redunda,  que  es  con  Johan  Alemán,  el  cual  sir- 
be  tanto  que  no  sé  escrebirlo;  y  conviene  que  V.  A.  lo  entienda 
como  yo  ge  lo  tengo  muchas  veces  escripto  para  que  se  cumpla 
lo.  que  V.  A.  le  tiene  prometido;  y  cuando  le  fue  hecha  la  mer- 
ced de  los  X  mil  florines,  le  escribió  V.  A.  que  ordinario  queria 
que  del  toviese  de  pensión  cada  año  trecientos  ducados.  Seria 
bien  que  V.  A.  ge  los  pagase.  La  villa  de  Francaforte  es  tenuda 
de  dar  á  S.  M.  cada  año  900  florines  y  son  en  debda  de  dos  años, 
V.  A.  los  demande  á  S.  M,  y  dellos  podrá  pagar  la  dicha  pensión 
corrida,  que  son  tres  años,  y  de  la  resta  puede  hacer  merced  al 
secretario  Castillejo,  pues  tan  bien  y  fielmente  sirve,  á  quien 
V.  A.  es  obligado  hacer  mercedes;  y  desta  manera  V.  A.  las  hará 
y  se  cobrarán  aquellos  dineros;  los  cuales  con  ser  para  lo  suso- 
dicho, yo  haré  que  demandándolos  V.  A.  el  Secretario  procure 
el  despacho  dellos^  porque  otros  algunos  los  han  gana,  y  si  no 


14  BOLETÍN   DE   LA   RBAL  ACADEMIA  DE  LA    HISTORIA. 

hay  tal  razón  como  este,  otros  los  llevarán  y  V.  A.  los  perderá. 
Por  la  primera  suplico  á  V.  A.  en  ello  mande  proveer  como 
gelo  suplico. 

Por  letras  que  del  Embaxador  de  Venecia  vinieron  á  S.  M.  fue 
advertido  como  el  Bayboda  se  habia  inviado  á  encomendar  á  los 
venecianos;  y  ellos  le  respondieron  que  se  metiese  en  la  Liga  y 
asimismo  convocase  al  turco.  No  sé  si  desto  V.  A.  es  advertido, 
porque  en  su  carta  no  hubo  memoria  dello. 

La  escriptura  y  contrato  que  V.  A.  demanda  que  hizo  el  Em- 
perador Maximiliano  con  Hungría  y  Polonia  y  la  Casa  de  Austria 
se  ha  buscado  aquí  y  hallan  que  está  en  Flandes.  S.  M.  envia  á 
mandar  que  se  dé  el  trasunto  autorizado,  porque  el  original  no 
sé  pierda,  á  la  persona  que  V.  A.  inviare  á  mandar.  Yo  he  pro- 
veído que  si  de  presto  se  hallare  la  den  á  Longobal  para  que  la 
lleve  consigo;  y  si  se  dilatare  porque  no  haya  falta  en  las  provi- 
siones que  lleva,  parta  luego.  V.  A.  puede  inviar  por  ella  cuan- 
do fuere  servido  ó  fuere  menester  si  Longobal  no  la  llevare. 

De  las  cosas  de  Roma  yo  creo  que  V.  A.  será  advertido  de 
todo  cuando  esta  llegue.  S.  M.  tiene  nueva  de  postrero  de  Ene- 
ro cómo  las  cosas  iban  bien.  Plegué  á  Nuestro  Señor  sea  de  tal 
suerte  que  dello  Dios  sea  servido  y  á  V.  A.  puedan  ayudar. 

Yo  recibí  las  cartas  que  V.  A.  escribe  á  los  Serenísimos  Re- 
yes de  Portugal  y  me  envia  á  mandar  yo  fuese  con  ellas,  si  dis- 
posición y  lugar  hoviese  sin  hacer  falta  á  los  negocios;  y  viendo 
el  tiempo  así  de  lo  que  de  parte  de  V.  A.  puede  venir,  como 
entendiéndose  agora  en  esto  de  las  Cortes  y  Estados,  pari"íciome 
que  era  bien  saber  de  S.  M.  qué  es  lo  que  sobre  ello  debia  hacer; 
y  parecióle  que  yo  no  me  debia  absentar  desta  Corte  al  presen- 
te, y  que  enviase  tal  persona  que  pudiese  escusar  la  mia;  la  cual 
se  envia;  y  para  le  dar  mayor  calor,  con  cartas  de  S.  M.  para  el 
Rey  y  la  Reina  y  D.*  María  de  Velasco,  de  las  cuales  envió  las 
copias. 

V.  A.  me  invió  á  mandar  que  se  supficase  á  S.  M.  quisiese 
proveer  al  Secretario  Castillejo  en  alguna  cosa  que  toviese  de 
comer,  por  el  mal  aparejo  que  allá  hay,  por  lo  que  lo  dexa  \^.  A. 
de  hacer.  Yo  se  lo  supliqué  y  me  respondió  que  se  acordaría  del 


EL  EMPERADOR  CAKLOS  7  T  SU  CORTE.  J5 

cuando  hoviese  tíempo  de  muy  buena  voluntad,  en  lo  cual  no 
pongo  duda,  pero  para  traergelo  á  la  memoria  será  bien  que 
V.  A.  haga  lo  que  yo  escribo  al  secretario  Castillejo. 

De  mi  vida  y  trabajos  tengo  muy  largo  escripto  á  V.  A.  y  in- 
viadole  á  suplicar  me  quisiese  aliviar  dellos.  Por  muchas  cartas 
V.  A.  me  lo  tiene  prometido.  Yo  he  sido  socorrido  para  mis  ne- 
cesidades de  mis  amigos,  y  también  he  tomado  parte  de  lo  que 
debo  á  interese.  Agora  visto  lo  mucho  que  tarda  el  socorro  de 
V.  A.,  porque  no  me  cuesten  más  las  costas  que  el  principal,  he 
tomado  á  cambio  8oo  ducados,  con  los  cuales  he  pagado  á  la 
persona  de  quien  los  tenia  tomados  con  interese.  Suplico  á  V.  A. 
que  sean  pagados  conforme  á  como  yo  los  he  tomado;  y  en  lo 
más  que  yo  debo,  V.  A.  me  quiera  hacer  merced  de  remediar- 
lo, pues  que  se  ha  hecho  para  su  servicio.  Yo  escribo  al  secre- 
tario Castillejo:  el  cual  hará  más  larga  relación  á  V.  A. 

V.  A.  mande  á  alguna  persona  que  lo  sepa  bien  hacer  que  sa- 
que la  proposición  que  aqui  se  ha  hecho  y  añadida  según  lo  que 
conviniese,  se  presentase  en  la  Dieta  que  se  ha  de  tener  y  mán- 
dela imprimir  y  sea  público  á  todos.  Y  pues  que  el  Rey  de  Fran- 
cta  en  la  Dieta  pasada  dixo  que  V.  A.  le  habia  labado  la  cabeza, 
sería  bien  labarlc  agora  todo  el  cuerpo,  pues  es  digno  dello. 
Della  y  de  todo  lo  demás  mande  V.  A.  inviar  las  impresiones. 

Yo  hice  tan  largo  reporte  á  S.  M.  de  todo  lo  que  me  envió  á 
mandar,  cuanto  me  fue  posible;  y  fui  y  soy  oido  con  tanta  vo- 
luntad como  conviene  al  honor  de  V.  A.,  y  á  todo  manda  con 
brevedad  dar  respuesta  cual  conviene,  y  recibe  sobrado  placer 
en  saber  de  la  salud  y  prosperidad  de  V.  A. 

Yo  doy  parte  de  todos  los  negocios  de  V.  A.  al  (Confesor  por 
muchos  respetos:  el  primero  porque  está  muy  en  la  gracia  de 
S,  M.,  más  que  ninguna  que  yo  sepa,  y  porque  en  todo  lo  que 
se  ha  ofrecido  que  á  V.  A.  toque,  es  el  primero  que  con  más 
voluntad  se  muestra  al  servicio  de  V.  A.  Querría  mucho  que 
V.  A.  apartadamente  del  hiciese  «mucho  caso  con  le  escribir  de 
su  mano  graciosamente  por  lo  pasado  y  por  venir;  que  de  cual- 
x}uier  cosa  que  de  atlá  venga,  huelga  S.  M.  que  á  él  sea  mani- 
fieáto^  y  muchas  cosas  que  á-los  otros  no. 


1 6  BOLETÍN  DB  LA.  REAL  ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

S.  M.  escribe  á  V.  A.  por  un  secretario  que  acá  entiende  en 
despachos,  encomendándoselo,  el  cual  es  de  Transilvania,  vasallo 
de  V.  A.,  y  su  padre  murió  en  la  batalla.  Agora  querria  ser  en 
servicio  de  V.  A.  S.  M.,  como  digo,  escribe  sobre  ello  para  que 
V.  A.  le  haya  por  encomendado,  pues  que  tiene  méritos  para 
ello. 

En  Granada  ordenó  S.  M.  Consejo  de  Estado,  para  el  cual  fue- 
ron elegidos  con  los  otros  que  antes  estaban  el  Arzobispo  de 
Toledo,  el  Duque  de  Alba  y  el  Duque  de  Bejar  y  el  Confesor  y 
el  Obispo  de  Jaén,  y  sirvieron  todo  el  tiempo  que  allí  estovi- 
mos.  Agora  que  somos  llegados  en  esta  villa  é  ha  habido  y  hay 
materias  importantes  que  se  deben  tratar  en  Consejo,  S.  M.  los 
ha  habido  por  escusados,  y  según  tengo  entendido,  los  habrá  de 
aquí  adelante,  excepto  al  Confesor,  en  quien  de  todo  se  hace 
principal  cuenta  y  se  hará  de  aquí  adelante.  Esta  novedad  creo 
ha  causado  malcontento  de  otros  que  quisieran  ser  en  el  mismo 
Consejo;  y  también  porque  en  la  verdad  los  abuelos  de  V.  A. 
de  continuo  procuraron  en  tales  materias  no  fuesen  participan- 
tes los  Grandes  de  España;  y  creo  que  el  Confesor  y  Juan  Ale- 
mán serán  en  quienes  cabrá  la  mayor  parte  de  los  negocios  de 
Estado,  porque  agora  en  ellos  están.  Escríbolo  á  V.  A.  para  que 
conforme  á  esto  provea  lo  necesario  y  sea  advertido  de  lo  que 
acá  pasa. 

Tengo  entendido  que  el  Rey  de  Francia  procura  casarse  con 
la  hija  de  los  Reyes  de  Ingalaterra  solo  por  estar  más  fuerte  con- 
tra S.  M.  y  V.  A.,  y  acá  escribe  á  la  Reina  cartas  muy  graciosas 
con  título  de  su  muger,  aunque  en  la  verdad  él  hace  obras  al 
contrario.  Yo  creo  que  de  todo  será  V.  A.  advertido. 

Acá  se  presume  que  el  Señor  de  Labrid,  que  se  intitula  Rey 
de  Navarra,  hace  gente  para  venir  en  Navarra;  y  esto,  si  fuere 
verdad,  se  entiende  que  procede  del  Rey  de  Francia.  Todavía 
S.  M.  manda  ir  hacia  aquella  parte  gente  de  armas.  Bien  creo 
que  dello  sacará  poco  fruto,  aunque  nos  ponga  en  algún  cui- 
dado. 

A.  S.  M.  es  venida  nueva  cómo  el  Visorrey  andaba  en  parti- 
dos con  el  Papa  y  que  tenía  esperanza  se  haría  algún  apunta- 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 7 

miento  con  el  Papa  y  toda  Italia;  lo  cual  si  así  fuere,  será  gran 
bien;  y  será  bien  que  si  con  S.  S.  se  tomare  acuerdo  que  no  se 
imprima  el  breve  ni  la  respuesta  de  S.  M.,  pero  hágase  lo  demás 
que  toca  al  Rey  de  Francia,  pues  es  merecedor  dello  y  de  todo 
lo  que  contra  él  se  hiciere. 

A  VII  dcste  arribó  en  esta  Corte  un  criado  de  Mos.  deBorbon, 
el  cual  truxo  las  nuevas  así  del  exército  del  V^isorrey  como  del 
«que  el  dicho  Mos.  de  Borbon  tiene,  de  lo  acaecido  en  aquellas 
partes,  y  no  es  tan  bueno  como  seria  menester,  de  lo  cual  V.  A. 
«era  advertido;  y  truxo  cartas  del  Embaxador  de  Venecia  y  por 
ellas  hizo  saber  como  el  Bayboda  de  Transilvania  estaba  aliado 
y  confederado  con  el  turco. 

También  se  dice  aqui  y  se  tiene  por  cierto  como  el  Rey  de 
Francia  cn\'ia  gran  embaxada  en  Ingalaterra:  créese  que  es  sobre 
lo  de  su  casamiento;  y  V.  A.  sabe  que  cuando  la  tal  embaxada 
vá,  suele  ser  sobre  cosa  concertada  6  casi  acordada.  La  princi- 
pal cosa  quo  diz  que  los  ingleses  demandan  es  á  Boloña,  y  por 
la  cobrar  toda  cosa  que  les  demanden,  darán.  Yo  creo  que  desto 
V.  A.  estará  advertido  por  Madama,  como  es  razón  que  lo  sepa. 

Las  nuevas  de  las  Indias  que  se  pueden  escribir  son  que  las 
naos  que  fueron  á  la  especiería  hallaron  la  entrada  y  camino  que 
buscaban:  tiénese  esperanza  que  trayrán,  Dios  queriendo,  buen 
fruto.  En  Tierrafirme  donde  estaba  Hernando  Cortés  ha  subce- 
<iido  que  en  cierta  parte  fue  necesario  ir  Hernán  Cortés  á  la  so- 
juzgar y  pacificar;  y  mientra  él  alia  estaba,  quedó  un  sobrino 
suyo  en  su  lugar  en  la  gran  cibdad  de  Yucatán,  al  cual  por  al- 
gunos excesos  que  hizo,  los  que  allí  quedaron  en  cargo  de  justi- 
-cia  le  ahorcaron;  y  S.  M.  proveyó  un  nuevo  Gobernador  letrado 
y  caballero,  al  cual  conoce  D.  Pedro  de  Córdoba,  que  era  alcal- 
de mayor  cuando  estaba  S.  M.  en  Toledo  de  la  cibdad.  Y  este 
-dicho  Gobernador  llegó  y  tomó  la  posesión  del  gobierno;  y  en 
este  tiempo  Hernando  Cortés  vino  de  su  entrepresa,  el  cual  como 
hallase  nuevo  Gobernador,  presúmese  que  se  quiso  hacer  quito 
<lél  y  le  convidó  á  comer  á  él  y  á  un  hermano  suyo;  y  en  cierta 
vianda  se  dice  que  les  dio  conque  deste  mundo  pasasen  al  otro. 
Después  de  muerto  quiso  el  Hernando  Cortés  tomar  la  goberna- 

TOMO    XMV.  2 


1 8  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

cion  de  su  autoridad;  y  el  Gobernador  muerto  cuando  se  vido 
sin  esperanza  de  salud,  pasó  su  derecho  por  virtud  del  poder  que 
tenia,  en  otro  que  fuese  Gobernador,  al  cual  de  voluntad  todos 
los  españoles  obedecieron  y  favorecieron  de  manera  que,  visto 
el  Hernando  Cortés  el  poco  favor  que  tenia,  fuele  forzado  obede- 
cer como  los  otros. 

Al  Marqués  de  Zenete  V.  A.  debe  escribir  consolándole  de  la 
desdicha  que  le  es  venida:  la  cual  es  que  la  Marquesa  su  muger 
estaba  preñada,  y  al  cabo  de  siete  meses  sin  hacer  exceso,  ha 
cuatro  dias  que  malparió  un  hijo,  el  cual  vivió  dos  horas  y  fue 
bautizado;  y  con  esta  son  tres  veces  las  que  ha  movido,  pero  esta 
se  esperaba  que  llegara  á  luz,  lo  cual  él  deseaba  mucho. 

El  Chanciller  está  en  la  determinación  que  á  V.  A.  tengo  es- 
cripto  de  se  partir  sin  estorbo  alguno,  en  lo  cual  no  pongo  duda, 
porque  no  se  le  hacen  ni  harán  obras  para  que  haga  el  contrario. 
Está  mal  dispuesto  de  gota,  y  la  materia  que  á  este  propósito 
habia  de  hacer  saber  á  V.  A.,  escribí  con  un  correo  que  S.  M. 
despachó  á  Ingalaterra,  que  partió  desta  villa  á  x  de  Hebrero 
habia  de  ir  á  Flandes  y  de  allí  habian  de  despachar  correo 
para  V.  A. 

160. 

(Para  el  Rey  mi  señor. —  Valladolid^  21  de  Abril  de  1327) 

Yo  tenia  largo  escripto  con  Longobal,  que  partió  desta  Corte 
con  todo  el  despacho  y  respuesta  de  lo  á  que  vino  á  xi  de  Marzo. 
Tuvo  tormenta  en  la  mar  y  á  la  cabsa  les  íue  forzado  tornar  á  to- 
mar tierra,  la  cual  hobieron  con  harto  trabajo,  según  loque  cuen- 
tan los  que  se  hallaron  en  ella.  S.  M.  inviaba  á  mos.  de  Prat  á  Flan- 
des  con  el  recado  que  á  V.  A.  tengo  escripto  y  determinó  de 
no  tornar  más  á  la  mar,  y  así  se  despachó  Longobal  para  que 
V.  A.  fuese  advertido  de  las  nuevas  de  S.  M.  Y  en  cuanto  á  lo 
que  escribir  se  debe  en  respuesta  de  lo  que  V.  A.  me  invió  á 
mandar  yo  suplicase  á  S.  ]\I.  de  socorro  y  ayuda,  yo  me  remito- 
á  la  carta  de  S.  M.  y  no  quiere  hacer  respuesta  hasta  saber  de 
lo  que  D.  Antonio  de  Mendoza  llevó  á  cargo  y  otro  despacho 


KL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 9 

que  después  se  envió.  El  Conde  de  Hortenburg  me  invió  un 
despacho  de  V.  A.  desde  Ingalaterra,  el  cual  recibí.  Yo  hice  re- 
lación á  S.  M.  de  todo  lo  que  me  invió  á  mandar;  y  en  cuanto  á 
lo  que  Madama  escribió  á  S.  M.  y  V.  A.  envió  al  Conde  á  Flan- 
des,  ya  tenia  yo  respondido  á  V.  A.  cómo  en  Granada  yo  habia 
suplicado  á  S.  M.  y  habia  proveído  sobre  ello  á  mos.  de  Prat; 
y  así  lo  tengo  respondido  al  Conde,  porque  no  pierda  tiempo 
en  esperar  la  respuesta  al  propósito  de  lo  á  que  vino. 

Yo  despaché  á  Portugal  un  gentilhombre  de  S.  M.  al  cual 
V.  A.  conoce  bien,  que  es  Sancho  Bravo,  por  ser  buen  caballe- 
ro y  deseoso  de  servir  á  V.  A.  por  respecto  que  hiciese  el  cum- 
plimiento necesario  y  el  negocio  no  quedase  por  falta  de  la  so- 
licitud, y  S.  M.  escribió  en  favor  del  negocio  y  lo  encomendó  al 
dicho  Sancho  Bravo;  y  la  respuesta  y  fruto  que  sacó,  fue  lo  que 
verá  por  las  letras  que  responde  á  V.  A.  y  asimismo  á  S.  M. 
Yo  las  envió  para  que  V.  A.  las  guarde,  pues  los  tiempos  pue- 
den venir  que  en  algo  requieran  á  V.  A.  y  con  ellas  terna  bue- 
na respuesta. 

Las  nuevas  desta  Corte  son  que  el  Chanciller  porfió  tanto  en 
su  intención  que  al  fin  salió  con  poner  en  efecto  su  voluntad,  y 
demandó  licencia  á  S.  M.  á  xviii  de  Marzo  y  S.  M.  gela  dio  no 
con  mucha  dificultad;  y  así  partió  de  la  Corte  á  los  xxviii  de 
Marzo  con  publicar  que  iba  á  Monserrat.  De  su  tornada  no  sé 
decir,  pero  ya  que  sea,  creo  que  no  será  en  la  gracia  de  S.  M., 
ni  tampoco  creo  que  le  llamarán,  sino  entreviene  alguno  que  le 
desee  hacer  placer.  Yo  escribí  con  un  correo  que  sé  haber  arri- 
bado en  Flandes,  lo  que  yo  tenia  á  cargo  de  escribir  por  la  cifra 
de  V.  A.,  y  por  este  respecto  no  lo  duplico.  Suplico  á  V.  A.  me 
mande  hacer  saber  haber  recebido  mis  cartas.  Agora  quedan  y 
sirven  el  Consejo  de  Estado  el  Conde  Nasaot,  el  Confesor,  don 
Juan  Manuel,  Laxao,  y  el  secretario  Juan  Alemán;  y  los  otros 
son  escusados. 

Para  el  mes  de  Mayo  que  viene,  es  cumplido  el  tiempo  en 
que  la  Emperatriz  debe  parir.  Plegué  á  Nuestro  Señor  de  la 
alumbrar  con  bien  de  lo  que  fuere  servido.  Ha  estado  y  está  muy 
buena.  Las  albricias  tengo  inviadas  á  suplicar  á  V.  A.  y  por 


2  o  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

esta  las  torno  á  suplicar,  y  en  pago  dellas  que  sea  libre  de  mis 
trabajos  y  deudas. 

161. 

(Para  el  Rey  mi  señor.—  Valladolid,  22  de  Mayo  de  1527.) 

Yo  había  escripto  con  Longobal  y  dado  todo  el  recabdo  y 
despacho  necesario  para  la  Dieta,  así  como  V.  A.  lo  invió  á  de- 
mandar, y  yendo  en  compañía  de  mos.  de  Prat  corrieron  tor- 
menta por  dos  veces  y  fueron  constreñidos  á  tomar  puerto;  y 
mos.  de  Prat  prometió  peregrinage  á  Monserrat,  el  cual  lo  fue 
á  cumplir,  y  en  este  tiempo  por  lo  que  cumplia  al  servicio  de 
V.  A.  fue  mandado  que  Longobal  partiese  y  así  lo  hizo;  y  los 
tiempos  fueron  tan  contrarios  que  de  junto  á  Ingalaterra  fue  for- 
zado tornarse  á  Laredo,  de  donde  me  escribió  de  seis  deste  mes 
con  que  el  haria  loque  en  su  mano  fuese  por  llegar  á  tiempo  que 
pueda  servir  á  V.  A.,  y  los  tiempos  le  han  sido  contino  contra- 
rios, y  creo  llegará  primero  este  despacho  que  el  suyo;  no  dupli- 
co sino  solo  la  que  postreramente  se  escribió,  y  porque  lo  que 
tiene  sustancia  está  en  las  letras  de  S.  M.  y  al  tiempo  no  se  pue- 
den duplicar.  V.  A.  me  haya  por  escusado  de  aquel  despacho. 
Mos.  de  Prat  cumplió  su  romería  y  cuando  lo  hizo  fue  con  pro- 
pósito de  no  tornar  á  la  mar;  y  creo  el  deseo  de  servir  á  S.  M. 
y  de  se  ver  en  su  patria,  ha  mudado  la  voluntad  y  es  vuelto  al 
puerto  para  se  embarcar  y  entender  en  lo  que  á  V.  A.  tengo 
escripto,  no  embargante  que  Longobal  llevaba  su  despacho. 

El  Chanciller  escribe  á  V.  A.  la  causa  de  su  ida  según  á  mi 
me  hizo  saber  y  lo  que  publica  por  donde  vá  es  ir  con  licencia 
de  tiempo  limitado,  creo  para  con  ello  recebir  favor,  mas  que 
ser  así  como  se  publica;  y  V.  A.  puede  creer  el  contrario,  por- 
que S.  M.  no  admite  sus  suplicaciones  ni  á  quien  por  él  las  hace 
de  buena  parte.  Creo  según  tengo  entendido  que  él  está  ya  arre- 
pentido, y  S.  M.  no,  de  haberse  hecho  quito  del. 

Aquí  es  venido  su  hijo  de  Francisco  Qequin,  el  cual  demanda 
á  S.  M.  mucha  suma  de  moneda  que  diz  que  se  le  debe  del  tiem- 
po de  su  padre;  y  que  no  fue  juzgado  por  el  baño  imperial,  de 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  21 

manera  que  á  cabsa  de  algún  favor  que  aquí  tiene,  S.  M.  man- 
daba averiguar  su  cuenta,  y  sacada  la  relación  del  contrato  de 
S.  M.  y  V.  A.  en  él  está  que  V.  A.  haya  de  pagar  las  debdas 
que  estovieren  hechas  sobre  el  ducado  de  Viertanbergue  y  parece 
ser  que  xx  mil  florines  son  los  que  se  le  deben  por  respecto  do 
dicho  ducado.  Yo  fui  advertido  desta  negociación  y  tengo  saca- 
da mi  relación  para  que  S.  M.  sepa  ser  el  dicho  Francisco  (Je- 
quin  condenado  por  el  baño  imperial;  y  á  la  cabsa  V.  A.  es  li- 
bre desta  debda  y  otra  cualquiera  que  á  él  se  le  debiere.  Sé  de- 
cir á  V.  A.  que  creo  vS.  M.  se  aprovechará  del  baño,  y  á  cabsa 
del  regocijo  del  nacimiento  del  Príncipe  no  se  ha  tenido  lugar 
de  entender  en  ello,  pero  en  estos  términos  que  á  V.  A.  escribo 
están  estos  negocios. 

Yo  quisiera  ser  el  mensagcro  para  llevar  á  V.  A.  tan  buena 
nueva  como  es  la  que  Dios  ha  sido  servido  de  nos  dar  en  alum- 
brar á  la  Emperatriz  de  un  Príncipe;  que  ha  sido  muy  gran  bien 
para  estos  reinos  y  descanso  y  placer  de  S,  M.,  y  escribió  á  mi 
suplicación  en  diligencia  por  Francia  para  que  V.  A.  sea  sabidor 
por  su  mano.  Por  otras  veces  tengo  suplicado  á  V.  A.  me  haga 
merced  de  las  albricias  desta  buena  nueva,  y  asimismo  lo  supli- 
co agora  (l):  las  cuales  quiero  para  salir  de  las  debdas  que  ten- 
go hechas  por  su  servicio.  El  parto  de  S.  M.  no  fue  muy  recio, 
pero  tuvo  algún  trabajo,  desde  las  tres  de  la  mañana  hasta  que 
Dios  fue  servido  de  la  alumbrar  poco  antes  de  las  cuatro  de  la 
tarde.  S.  M.  se  halló  á  la  tener  compañía  todo  este  tiempo. 


162. 

(Para  el  R^  mi  señor, —  Valladolid,  28  de  Mayo  de  1527.) 

Muy  alto  y  muy  poderoso  señor. — Con  un  correo  que  fue  por 
tierra  hizo  saber  á  V.  A.  el  parto  de  la  Emperatriz  S.  Al.  y  con 


(i)  Al  margen,  de  la  misma  letra  del  texto:  «Este  capítulo  hasta  aquí 
se  escribió  por  la  via  de  Francia  el  mismo  día. — El  nacimiento  del  Prín- 
cipe D.  Felipe  fué  á  los  xxi  de  Mayo  deste  dicho  año». 


22  boletín   de  la   REAL  ACADEMIA  DB   LA  HISTORIA. 

él  escribí  yo  una  breve  letra.  Asimismo  se  escribió  el  duplica- 
to  con  Eugingar  que  fue  por  mar,  y  con  él  escribí  todo  lo  que 
á  la  sazón  habia.  No  se  hizo  saber  á  V.  A.  el  nombre  del  Prín- 
cipe porque  entonces  no  estaba  determinado;  y  S.  M.  ha  orde- 
nado su  bautismo  el  cual  será  domingo  segundo  día  de  Junio;  y 
serán  sus  compadres  el  Condestable  y  Duque  de  Bejar;  y  coma- 
dre la  Serenísima  Reina  de  Francia.  Llevará  el  Príncipe  el  Conde 
de  Benavente,  y  el  Duque  de  Alba  llevará  la  sal,  y  el  Marqués 
de  Zenete  las  fuentes.  El  nombre  será  Felipe.  El  Arzobispo  de 
Toledo  le  hará  el  bautismo.  Celebrarse  ha  en  Sant  Pablo,  y  há- 
cese  gran  triunfo  desde  la  puerta  de  Palacio  hasta  la  capilla, 
donde  estará  un  gran  cadahalso,  y  allí  será  puesta  la  pila,  la  cual 
es  una  pieza  muy  grande  y  muy  suntuosa  de  plata,  que  parece 
ser  hecha  para  tal  acto.  Desta  manera  está  ordenado  el  bab- 
tismo. 

La  Emperatriz  está  muy  buena  y  asimismo  el  Príncipe,  y  el 
Emperador  tan  alegre  y  regocijado  y  gozoso  del  nuevo  hijo  que 
en  otra  cosa  no  entiende  sino  en  ordenar  fiestas  por  el  bien  que 
Dios  nos  ha  dado;  y  de  dia  y  de  noche  no  se  entiende  en  otra 
cosa  sino  en  justas  y  juegos  de  cañas  y  en  todas  maneras  de 
placer,  así  viejos  como  mozos.  Y  para  cuando  la  Emperatriz  esté 
en  disposición  y  sea  tiempo  de  se  levantar,  ordena  S.  M.  un  tor- 
neo, en  que  serán  doscientos  de  caballo  y  será  d  mejor  que  se 
ha  hecho  grandes  dias  ha;  y  otra  cierta  fiesta  en  el  mismo  tor- 
neo que  serán  caballeros  contra  peones.  Cuando  tenga  efecto, 
placiendo  á  Dios,  yo  lo  escribiré  á  V.  A.  Xo  falta  para  ser  la 
victoria  cumplida  sino  saber  que  los  negocios  de  V.  A.  vayan 
bien,  los  cuales  S.  M.  desea  saber,  porque  desde  xv  de  I  lebrero 
que  V.  A.  escribió  desde  Praga,  no  sabemos  cosa  ninguna.  De 
Italia  tiene  S.  M.  buenas  nuevas,  porque  su  exercito  está  prós- 
pero. Plegué  á  Nuestro  Señor  en  él  tenga  victoria.  De  Ingalaterra 
viene  un  Embaxador  juntamente  con  otro  de  Francia  y  créese 
que  vienen  á  demandar  algún  apuntamiento.  De  lo  que  ellos  tra- 
xeren  y  espedicion  se  les  diere,  yo  haré  sahidor  á  V.  A.,  pero 
bien  creo  que  son  cumplimientos  y  cabtelas  todo  su  hecho, 
como  lo  tienen  de  costumbre  franceses.  S.  M.  seria  bien  conten- 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  23 

to,  porque  es  christianíssimo,  de  la  paz;  pero  creo  que  las  mali- 
cias y  cautelas  que  en  Francia  se  usan,  serán  cabsa  (i),  si  no  se 
toma  medio.  Plegué  á  Nuestro  Señor  de  á  V.  A.  dar  prosperi- 
dad y  quietud  en  esos  sus  Estados,  porque  á  V.  A.  dé  descanso 
y  á  S.  M.  también. 

Salazar,  hermano  de  leche  de  V.  A.,  sabiendo  el  trabajo  y  ne- 
cesidad en  que  V.  A.  estaba,  se  determinó  de  irle  á  servir  con 
su  persona  y  bienes  por  cumplir  con  lo  que  le  pareció  ser  obli- 
gado. Y  por  este  servicio  y  por  lo  que  V.  A.  debe  á  su  madre, 
le  suplico  le  quiera  tratar  y  hacer  mercedes,  como  conozcan  que 
V.  A.  es  Príncipe  grato  á  los  servicios  pasados  y  que  presente- 
mente vá  á  hacer.  El  se  ha  detenido  por  respecto  de  no  haber 
podido  pasar  por  la  mucha  tormenta  que  desde  primero  de  Mar- 
zo hasta  hoy  ha  corrido  y  corre  en  esta  tierra,  porque  todo  este 
tiempo  no  hemos  visto  el  sol,  sino  aguas  y  yelos,  de  manera  que 
tememos  á  la  causa  el  año  necesidado;  y  dello  y  de  lo  demás 
que  desta  Corte  V.  A.  querrá  ser  informado  el  dicho  Salazar 
dará  larga  cuenta. 

163. 

(Para  el  R^y  mi  señor, ^  Valladolid,  ly  de  yunto  de  1527.) 

Muy  alto  y  muy  poderoso  Señor. — A  cuatro  deste  mes  vino 
en  esta  Corte  Plusultra,  heraute  de  S.  M.,  el  cual  me  truxo  le- 
tras de  V.  A.  hechas  en  Praga  á  xv  de  Marzo,  en  respuesta  délo 
que  D.  Antonio  de  Mendoza  llevó  á  cargo;  y  háceme  saber  ha- 
ber despachado  por  otras  vías:  á  las  que  truxo  Longobal  se  res- 
pondió: las  de  XII  de  Hebrero  no  he  recibido:  asimismo  recibí 
el  duplicato  de  xv  de  Hebrero. 

Yo  besé  las  manos  á  S.  M.  en  nombre  de  V.  A.  por  la  mer- 
ced que  le  hizo  con  D.  Antonio  de  Mendoza,  y  le  supliqué  por 
el  socorro  y  ayuda  de  que  V.  A.  tenía  necesidad;  y  la  voluntad 
es  tal  y  tan  grande  que  se  querría  hallar  aparejado  para  cumplir 
su  deseo,  el  cual  al  presente  V.  A.  puede  haber  por  escusado,  y 

(i)    Sic:  parece  falta:  de  lo  contrario. 


24  BOLETÍN   DB  LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

conforme  haga  lo  que  viere  que  hace  á  su  servicio;  y  desta  posibi- 
lidad y  lo  que  á  S.  M.  parece  tiene  escripto  con  Longobal;  y 
creo  que  V.  A.  se  conformará  con  su  parecer,  porque  es  con- 
forme al  deseo  que  tiene  á  su  acrecentamiento  y  posibilidad  de 
ayuda  que  puede  dar  al  presente. 

A  los  del  Consejo  secreto  di  las  cartas  de  V.  A.,  los  cuales  son 
el  Conde  Nasaot  y  Obispo  de  Osma  y  D.  Juan  Manuel,  Laxao> 
mos.  de  Prat  y  Juan  Alemán;  y  todo3  ellos  tienen  tan  buena  vo- 
luntad á  las  cosas  de  su  servicio  que  yo  no  puedo  acrecentar  en 
ellos  cosa  alguna.  El  Secretario  es  la  llave  y  el  fiel  del  juego,  á 
quien  V.  A.  debe  mercedes,  las  cuales  se  olvidan  de  hacer. 
V.  A.  las  ha  prometido  y  promete,  y  querría  yo  por  lo  que 
cumple  á  su  servicio  que  en  esto  se  tuviese  más  cuidado  de  lo 
que  se  tiene;  que  aunque  él  es  hombre  virtuoso,  todavia  se  obli- 
gan más  cuando  han  recibido  mercedes  de  su  buena  voluntad  y 
trabajo.  A  V.  A.  suplico  que  en  esto  provea  de  manera  que  sea 
guardada  y  cumplida  su  palabra.  V'o  tengo  largo  escripto  con 
Longobal  á  V.  A.  remitiéndome  al  secretario  Castillejo.  La  res- 
puesta de  aquellas  cartas  suplico  á  V.  A.  vengan  con  obras  y  no 
palabras. 

S.  M.  holgó  mucho  de  saber  por  sus  letras  la  coronación 
de  V.  A.,  no  embargante  que  por  letras  de  mercaderes  se 
sabia.  Ala  Emperatriz  di  la  carta  de  V.  A.  y  holgó  mucho  déla 
prosperidad  y  salud  de  V.  A.  y  de  la  Reina  mi  señora;  y  me  pre- 
guntó si  estaba  preñada,  á  lo  cual  respondí  que  si,  aunque  V.  A. 
no  me  lo  escribió,  y  se  sabe  en  esta  Corte  por  letras  de  otros 
muchos  que  de  allá  lo  escriben.  Asimismo  quiso  saber  como  se 
llamaba  la  Princesa  mi  señora;  á  lo  cual  dixe  que  por  respeto 
suyo  se  llamaba  Isabel,  y  holgó  mucho  dello.  Está  muy  buena, 
muy  alegre  y  contenta  del  bien  que  Dios  nos  ha  dado. 

Porque  esta  posta  parte  por  Italia  y  á  cabsa  de  algunos  nego- 
cios y  fiestas  en  que  S.  M.  estl  ocupado  no  respondo  á  la  res- 
puesta que  toca  á  algunos  de  los  negocios  que  V.  A.  me  manda 
despachar  con  S.  M.  en  breve.  Croo  S.  M.  despachará  para  Flan- 
des  y  habré  entendido  de  todo  la  voluntad  de  S.  M.  y  escribirt'* 
el  que  los  negocios  tovieren. 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  25 

Aquí  es  venida  nueva  á  S.  M.  de  Italia  cómo  á  los  vii  de 
Mayo  Mos.  de  Borbon  había  entrado  en  Roma  (l),  y  según  se  es- 
cribe de  Genova  y  otras  partes  el  Papa  fue  cercado  en  el  casti- 
llo de  Santangel,  y  dicen  que  nuestro  exército  con  mucha  furia 
y  gran  contradicion  entró  en  la  cibdad,  adonde  se  dice  que  mo- 
rió  mucha  gente,  y  afirman  ser  muerto  Mos.  de  Borbon;  y  como 
sea  cosa  natural,  débese  creer,  no  embargante  que  S.  M.  dello 
no  tiene  letra  ni  certinidad  ninguna;  pero  por  vía  de  Francia  so 
ha  certificado  y  por  otras  muchas  letras  de  Italia  se  ha  dicho. 
A  la  sazón  gran  perdida  seria,  pero  cumple  pasar  por  la  volun- 
tad de  Dios.  Si  ello  es  verdad,  paréceme  que  es  bien  que  V.  A.  en 
diligencia  escribiese  á  S.  M.  suplicándole  se  acordase  del  en  dalle 
el  Estado  de  Milán  que  tanto  importa  para  su  servicio.  Podría 
S.  M.  descuidarse  dello  con  pensamiento  de  habellc  dado  Dios 
tan  grandes  Estados  y  estar  con  ellos  tan  embarazado,  y  para 
esto  otro  que  se  demanda  seria  menester  estar  más  libre;  y  por 
esto  y  por  el  poco  socorro  que  se  puede  dar,  seria  bien  que  vues- 
tra Alteza  procure  de  tomar  algún  buen  asiento  ó  medio  con  sus 
adversarios;  y  entretanto  que  V.  A.  en  esto  provee,  yo  harí  acá 
lo  que  viere  que  cumple  su  servicio. 


154. 

{Para  el  Rey  mi  señor.  —  Valladolid,  Kj  de  Agoslo  de  1527. ) 

* 

A  23  de  Junio  recibí  un  pliego  de  letras  de  V.  A.  que  mosior 
de  Rosinbues  me  truxo,  data  de  nueve  de  Mayo  y  se  hace  res- 
puesta por  partes  de  S.  M.  así  á  las  de  xv  de  Marzo  como  á  la 
de  IX  de  Mayo.  Yo  hice  larga  relación  á  S.  M.,  de  lo  quel  hubo 
mucho  placer,  así  de  las  buenas  nuevas  de  la  coronación  de  V.  A. 
como  del  estado  en  que  quedaban  las  cosas  de  Hungí-ia,  para  lo 


(i)  Sobre  este  lamoso  suceso  véase  mi  libro:  Memorias  para  la  histo- 
ria del  asalto  y  saqueo  de  Roma  en  1527  por  el  ejército  imperial,  formadas 
con  documentos  originales^  cifrados  é  inéditos,  doncie  día  por  día  se  refieren 
los  hechos  allí  ocurridos. 


26  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

cual  quisiera  hallarse  en  tal  disposición  como  el  deseo  le  sobra. 
Y  entendido  el  fin  á  que  fue  venido  en  esta  villa,  luego  escribió 
á  V.  A.  la  relación  de  lo  que  acá  pasaba  para  que  conforme 
V.  A.  proveyese  en  lo  que  entre  manos  tiene;  y  agora  que  ha 
entendido  el  buen  estado  de  las  cosas  de  allá,  quisiera  hallarse 
en  disposición  de  complacer  á  V.  A.,  y  del  contrario  ha  recibi- 
do pena  por  las  cabsas  que  á  V.  A.  escribe.  A  la  carta  de  S.  M. 
me  remito,  pues  que  á  todo  lo  que  V.  A.  escribió  y  á  mí  tam- 
bién hace  cumplida  respuesta. 

Yo  di  la  carta  de  V.  A.  á  la  Emperatriz  y  holgó  mucho  de 
saber  de  las  buenas  nuevas  y  estado  en  que  V.  A.  y  la  Reina 
mi  señora  quedaban,  y  largamente  me  preguntó  por  la  Princesa 
mi  señora  y  de  su  nombre,  y  recibe  mucho  placer  en  saber  que 
la  Reina  mi  señora  esté  preñada.  S.  M.  esfá  muy  buena  y  muy 
alegre  y  contenta  con  el  Príncipe  nuestro  señor;  y  puedo  decir 
á  V.  A.  que  son  los  dos  mejores  casados  que  yo  sepa  deste 
mundo.  Plegué  á  Nuestro  Señor  los  conservar  siempre  así. 

A  los  del  Consejo  di  las  encomiendas  de  V.  A.,  y  al  presente 
son  los  que  tengo  escriptos.  El  Confesor  es  muy  servidor  de 
V.  A.,  y  en  la  verdad  con  todo  hervor  dice  lo  que  cumple  á  su 
servicio,  y  ha  ret:ibido  dos  cartas  de  V.  A.  y  con  ellas  ha  habi- 
do placer  y  habrá  con  todas  las  que  se  le  escribieren.  No  lo 
dexo  V.  A.  de  hacer,  que  aunque  S.  M.  tenga  poca  necesidad 
de  tercero,  es  bien  que  estén  contentos  los  de  su  Consejo.  A 
D.  Juan  Manuel  dexó  V.  A.  de  escribir  y  al  tiempo  presente  hi- 
ciera mucho  al  caso  en  lo  que  yo  por  su  medio  solicito,  para 
que  el  Ducado  de  Milán  venga  en  manos  de  V.  A.,  porque  él 
tiene  á  corazón  de  servir  en  esto  y  en  todo  lo  que  se  ofre- 
ciere á  V.  A.,  y  él  es  parte  para  encaminar  é  incitar  al  Conde 
de  Nasaot  á  la  razón,  aunque  le  sobra  voluntad,  porque  el  Se- 
cretario está  en  todo  por  V.  A.  para  esto  y  para  lo  demás  que 
cumpliere  á  su  servicio  y  es  en  quien  todos  los  negocios  paran;  y 
aun  con  sola  su  relación  hartos  se  despachan.  Yo  le  ofrezco  que 
tenga  la  mano  á  est?  negocio  y  le  será  por  V.  A.  dado  en  el  di- 
cho Estado  buena  renta,  y  creo  que  á  mí  no  me  olvidará  V.  A. 
Si  á  V.  A.  pareciere,  mientra  la  cosa  está  suspensa,  que  con  la 


SL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  27 

primera  posta  que  escribiere,  V.  A.  le  escriba  al  propósito  de 
lo  susodicho  para  que  conozca  que  lo  que  yo  ofrezco,  V.  A.  lo 
cumplirá;  y  aun  si  pareciere,  lo  declare  V.  A.  en  su  misma  car- 
ta ó  á  mí  me  haga  respuesta  desto;  y  no  venga  en  mi  carta  ra- 
zón de  ninguno  de  los  otros  del  Consejo,  sino  aparte;  porque  es 
necesario  que  con  cada  uno  cumpla,  porque  en  testimonio  les 
muestro  el  mandato  y  voluntad  de  V.  A.  y  cada  uno  querrá 
ganar  las  gracias  en  pensar  ser  solo  al  servicio,  y  á  todos  los 
hemos  menester.  Por  ende  V.  A.  mande  proveer  en  esto  como 
fuere  servido,  y  por  esta  no  escribo  á  V.  A.  que  yo  haya  supli- 
cado á  S.  M.  este  negocio  por  dos  respectos:  el  primero,  porque 
no  me  estorbase  al  socorro  que  he  demandado;  y  el  segundo, 
porque  no  me  dixese  que  V.  A.  estaba  en  otras  cosas  embara- 
zado; pero  no  embargante,  teniendo  elav^isoque  cumple,  yo  es- 
taré prevenido  para  en  tiempo  y  lugar  hacer  mi  deber;  y  sobre 
esto  V.  A.  escriba  á  S.  M.  y  á  estos  Señores  lo  que  fuere  ser- 
vido. 

Yo  escribí  por  via  de  Italia  á  la  hora  que  acá  supimos  la 
muerte  de  Borbon.  Creo  que  pasan  peligro  por  aquella  via  las 
cartas.  Envió  el  duplicato  dellas:  por  ellas  verá  lo  que  había 
proveído  para  en  este  negocio. 

La  carta  del  Chanciller  fue  escusada  por  respecto  quel  era 
partido,  como  yo  lo  escribí  á  V.  A.;  y  aquí  se  tiene  nueva  ser 
arribado  en  Monago,  y  por  sus  letras  se  conoce  que  ha  mudado 
propósito  después  de  la  muerte  de  Borbon  y  saco  de  Roma; 
porque  certificadamente  habla  en  su  tornada,  y  creo  le  cumple 
así,  aunque  dudo  dexe  de  estar  en  continua  querella,  y  no  muy 
en  la  gracia  de  S.  M.  Si  allá  escribiere,  V.  A.  le  trate  conforme 
á  este  fin. 

Yo  di  la  relación  que  V.  A.  envió  para  lo  que  toca  á  guygos. 
S.  M.  lo  remite  á  Antonio  de  Leyba,  como  por  su  carta  enten- 
derá, porque  al  presente,  según  los  negocios  corren,  les  parece 
ser  así. 

S.  M.  supo  dias  ha  la  espidicion  que  los  Reyes  de  Ingala térra 
dieron  á  los  Embaxadores  de  V.  A.,  y  nunca  otra  mejor  se  pre- 
sumía que  dieran,  pues  Portugal  con  la  obligación  que  tiene. 


28  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA   DE  LA  HISTORIA. 

respondió  lo  que  V.  A.  habrá  visto  por  sus  letras;  y  así  Nuestro 
Señor  encaminará  sus  cosas  como  christianíssimo  y  será  libre 
de  una  gran  debda,  en  que  por  lo  poco  que  dieran,  V.  A.  fuera. 

De  las  cosas  de  Italia  hizo  V.  A.  bien  en  enviar  la  relación  do 
lo  que  de  allá  es  advertido,  no  embargante  que  S.  M.  de  todo 
ello  era  sabidor;  pero  algunas  veces  viene  primero  lo  de  V.  A. 
y  aun  otras  cosas  que  no  se  saben.  Es  bien  de  contino  que 
V.  A.  lo  mande  proveer  así.  Yo  he  suplicado  y  suplico  todas  las 
veces  que  se  ofrece  á  S.  M.  por  la  paz,  por  los  respectos  que 
V.  A.  escribe;  y  S.  M.  la  desea  más  que  otro  ninguno,  porque 
es  christianíssimo,  pero  terceros  son  cabsa  de  tanto  mal.  Agora 
es  venido  secretamente  un  frcyle  francisco,  francés,  que  se  lla- 
ma Avemaria,  hombre  de  autoridad  y  de  ciencia,  que  ha  sido 
General  de  la  Orden,  el  cual  es  inviado  por  el  Rey  de  Francia 
á  demandar  la  paz;  pero  creo  yo  que  con  tales  condiciones  que 
si  S.  M.  no  la  aceta,  ellas  serán  la  cabsa  y  no  falta  de  voluntad. 
Y  asimismo  son  venidos  de  Francia  é  Inglaterra  Embaxadores,  y 
por  esta  no  se  puede  escribir  el  fin  de  su  embaxada,  pero  creo 
yo  que  no  debe  ser  tan  cumplida  de  buenas  obras  como  con- 
verná  al  servicio  de  S.  M.  De  lo  que  fuere,  yo  advertiré  á  V.  A. 

Aquí  es  llegado  el  Conde  Noguerol  con  sus  Embaxadores  de 
Moscovia,  y  el  día  de  Sant  Pedro  los  recibió  S.  M.  muy  bien  y 

se  les  hace  buen  tratamiento;  y  el  Conde  ha  dado  en  mi  presen- 

• 

cía  larga  y  buena  relación  á  S.  M.  del  cargo  en  que  se  ha  ocu- 
pado en  su  servicio  y  él  escribe  á  V.  A.:  á  su  carta  me  remito; 
y  en  breve  serán  despachados  y  se  terna  cuidado  de  advertir  á 
S.  M.  les  dé  tal  espidicion  como  convenga  al  servicio  y  honor 
de  V.  A. 

En  lo  de  Antonio  Rincón  me  parece  que  V.  A.  debe  mandar 
proveer  en  lo  que  me  escribe,  pues  que  de  nuevo  se  torna  á 
ocupar  en  el  deservicio  de  V.  A, 

A  Mr.  de  Laxao  di  la  carta  de  V.  A.  é  dixe  el  cumplimiento 
que  se  hacia  en  lo  que  tocaba  á  su  pensión;  y  él  quisiera  ver  más 
los  ducados,  aunque  fueran  húngaros  que  no  las  razones.  V.  A. 
mande  proveer  lo  que  fuere  servido. 

V.  A.  por  la  carta  de  xv  de  Marzo  me  hizo  saber  que  yo  pro- 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  29 

curase  con  S.  M.  inviase  facultad  y  licencia  á  Madama  Margari- 
ta para  que  pudiese  juntar  una  Dicta  en  Flandes  en  nombre  de 
V.  A.  contra  el  turco;  y  á  esto  tengo  respondido  con  Longobal 
y  antes  con  un  correo  que  fue  por  Flandes,  cómo  yo  lo  había  su- 
plicado á  S.  M.  y  quiso  que  la  Dieta  se  toviese  por  él,  y  en  su 
nombre  se  demandase  el  socorro,  y  había  despachado  á  mos. 
de  Prat,  el  cual  está  aquí,  porque  fue  rebotado  de  la  mar  y  sus 
despachos  fueron  inviados  con  el  capitán  Abart,  que  fue  en 
compañía  de  Longobal.  No  sé  lo  que  allá  se  habrá  negociado. 
V.  A.  será  primero  advertido,  porque  vienen  ralas  las  nuevas 
de  Flandes  á  cabsa  del  embarazo  que  en  la  mar  está.  V.  A.  me 
envió  á  mandar  que  desto  tomase  el  parecer  del  secretario 
maestre  Juan  Alemán,  y  así  lo  hice;  y  me  dixo  que  no  enten- 
diese en  ello,  porque  no  se  proveería  otra  cosa  de  lo  proveido, 
y  me  defendió  que  no  hablase  en  lo  que  toca  á  la  quinta  parte 
de  las  rentas  eclesiásticas;  y  así  por  consejo  y  parecer  del  Se- 
cretario no  se  ha  asistido  en  esta  materia  más  de  lo  que  tengo 
escripto,  porque  parezca  que  V.  A.  provee  bien  en  no  deman- 
dar ni  ponerse  en  lo  que  no  se  conociere  que  se  ha  de  otorgar. 

\\  A.  ha  escripto  y  escribe  muchas  cartas  de  su  mano  en  fa- 
vor de  personas  particulares.  Paréceme  que  seria  bien  que  V.  A. 
en  ello  se  acortase,  por  respecto  que  S.  M.  entienda  y  conozca 
que  V.  A.  cuando  lo  tal  escribiere  sea  lo  último  que  desea,  y 
no  dé  lugar  á  que  dellas  se  haga  tanto  caso  como  de  las  que  es- 
cribe  el  Secretario.  Escribo  esto  porque  he  entendido  que  sería 
bien  hacerse  de  otra  manera. 

Por  la  carta  de  \'.  A.  de  viu  de  Mayo  me  mandó  que  yo  be- 
sase las  manos  á  S.  M.  por  la  merced  hecha  y  el  socorro  que 
esperaba  prometido;  y  así  se  hizo,  y  le  recité  quel  bien  de 
toda  la  christiandad  estaba  en  la  paz  y  pasada  de  S.  M.  en  esas 
partes,  pero  los  impedimentos  son  tales  que  embarazan  este 
deseo.  Tengo  entendido  del  Conde  Nasaot  que  S.  M.  tiene  esta 
voluntad  caliente,  y  no  sé  si  para  este  propósito  ó  por  ser  más 
poderosos  en  la  mar  de  Levante  manda  S.  M.  con  mucha  prisa 
hacer  galeras  en  Barcelona  y  poner  á  punto  las  que  están  en 
Genova.  Creo  yo  que  si  las  cosas  de  Italia  van  en  bien  que  S.  M. 


30  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

cumplirá  su  deseo:  escribo  esto  porque  me  parece  que  lleva  ra- 
zón, y  de  lo  que  fuere  ó  entendiere,  yo  avisaré  á  V.  A.,  y  á 
ello  de  partes  de  V.  A.  hago  y  haré  de  contino  suplicación  á 
S.  M. 

Yo  di  la  carta  de  V.  A.  que  en  cifra  venia  á  S.  M.  y  asimis- 
mo la  abe,  la  cual  en  mi  presencia  sacó,  y  le  mostré  el  capítulo 
que  V.  A.  me  respondió  sobre  lo  que  yo  escribí  por  la  cifra  á 
V.  A.,  y  le  pareció  bien  la  buena  respuesta  que  en  ello  se  hace. 
Fue  necesario  aclaralle  la  causa  porque  tardé  en  escribirlo  á 
V.  A.,  porque  en  la  verdad  materia  era  más  para  ir  yo  con  ella 
que  escribilla.  Suplico  á  V.  A.  que  tenga  memoria  de  contino 
que  no  faltan  personas  que  deseen  poner  las  cosas  en  aquellos 
términos. 

A  S.  M.  ha  parecido  bien  la  amistad  que  V.  A.  ha  concluido 
con  el  Rey  de  Polonia,  y  en  ello  y  en  lo  que  toca  al  casamiento 
de  la  Princesa  mi  señora  parece  á  S.  M.  lo  que  por  su  carta  res- 
ponde. Y  en  lo  que  toca  al  hecho  de  Hungría  y  trato  del  Bay- 
boda  responde  asimismo  conforme  á  lo  que  de  acá  se  puede 
hacer.  V.  A.  haga  lo  que  más  cumple  á  su  servicio.  Mucho  huel- 
gan todos  los  de  esta  Corte  de  las  nuevas  que  V,  A.  escribe  de 
la  voluntad  que  tienen  los  de  Hungría  y  se  admiran  de  los  he- 
chos de  Juan  Negro;  y  en  la  verdad  acá  de  contino  he  dicho  lo 
que  pensaba,  que  era  venir  el  turco  con  su  poder,  no  embargan- 
te que  el  Papa  escribió  que  era  muerto;  y  aun  aquí  se  dice  que 
tiene  trabajo  en  la  Suria,  pero  cosa  cierta  ninguna  se  sabe. 

En  lo  que  V.  A.  escribe  que  quieren  hacer  el  Duque  de  Jasa 
Landgrave  y  Conde  Palatino,  si  fuere  verdad,  á  S.  M.  pesa  mucho 
dello  y  manda  proveer  de  cartas  para  ello  conformes  al  propó- 
sito, y  también  para  que  se  dexen  de  favorecer  al  Conde  Ulrico 
y  á  la  Liga  de  Suevia  y  regimiento,  las  cuales  verá  V.  A.  ir 
conformes  al  propósito  de  como  nos  parece  que  harán  más  pro- 
vecho: y  á  S.  M.  no  pasa  por  pensamiento  de  hacer  en  lo  del 
Ducado  cosa  en  desplacer  de  V.  A.  Quisiera  yo  que  V.  A.  es- 
cribiera de  allá  lo  que  para  este  negocio  era  necesario,  y  para 
semejantes  cosas  envié  V.  A.  de  contino  por  escripto  y  en  for- 
ma lo  que  conviene  que  se  despache,  pues  que  mejor  se  sabrá 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTK.  3 1 

allá  lo  necesario  que  conviene  que  no  acá,  porque  así  se  pro- 
veerá como  V.  A.  lo  demandare. 

Yo  hablé  á  S.  M.  sobre  lo  que  me  mandó  dixese  en  el  nego- 
cio de  Ñuño  Ramírez  de  Guzman;  y  S.  M.  me  respondió  que 
nunca,  delante  de  su  persona,  del  se  dixo  cosa  ninguna,  ni  tal 
ha  venido  á  su  noticia;  de  manera  que  de  partes  de  S.  M.  yo 
estoy  satisfecho.  Asimismo  besé  las  manos  á  S.  M.  por  la  mer- 
ced que  le  hizo  en  lo  de  la  deliberación  de  Ramiro  Nuñez  de 
Guzman;  y  en  lo  de  Gonzalo  de  Guzman  no  está  en  ello  de  bue- 
na voluntad.  Yo  pasé  por  ello  ligero,  como  V.  A.  me  lo  envió  á 
mandar:  el  tiempo  lo  ha  de  hacer  como  otras  muchas  cosas  se 
hacen. 

En  lo  que  V.  A.  me  envia  á  mandar  yo  hablase  á  D.  Jorge  de 
Austria  en  razón  de  cierto  castillo  y  en  favor  de  Sigismundo  de 
Erbestain,  al  tiempo  que  las  cartas  llegaron  el  dicho  D.  Jorge 
era  partido. 

Yo  he  visto  lo  que  V.  A.  me  ha  inv  iado  á  mandar  solicite  con 
S.  M.  sobre  lo  de  las  minas  del  azogue,  y  la  persona  que  V.  A. 
enviaba  acá  para  entender  en  ello  me  escribió  desde  Augusta, 
y  me  invió  una  carta  de  V.  A.  y  me  hizo  saber  quedaba  malo. 
Yo  lo  he  hablado  á  S.  M.  por  respecto  que  agora  se  entiende  en 
la  espidicion  de  los  maestradgos,  y  no  sé  si  quedarán  con  ellos 
los  Fúcares;  pero  como  quiera  que  sea,  yo  he  suplicado  á  S.  M. 
nos  los  dé  por  xv  ó  xx  años;  y  por  ellos  se  pagará  el  interese 
que  pareciere  que  á  S.  M.  viene  de  provecho,  porque  es  hacien- 
da que  nunca  ha  estado  desmembrada  por  sí  en  arrendamiento. 
Tengo  ofrecido  el  pagamiento  y  seguridad  dello  ha  de  ser  por 
la  persona  que  V.  A.  señalare  que  tenga  cargo  dellas,  porque 
creo  yo  que  este  es  el  más  cierto  camino  que  se  podrá  tener 
para  habellas.  Tiéneme  remitido  al  Consejo  de  Hacienda.  Yo 
trabajaré  y  preverné  para  que  V.  A.  haya  las  dichas  minas. 

En  lo  que  V.  A.  envió  á  mandar  solicitase  con  S.  M.  para  que 
al  secretario  Castillejo  se  le  hiciese  alguna  provisión,  S.  M.  res- 
ponde la  voluntad  que  á  ello  tiene,  que  al  presente  no  hay  cosa 
vaca.  Yo  terne  cuidado  ofreciéndose  en  qué  de  procurar  cumpla 
la  palabra  que  á  V.  A.  dá;  pero  será  bien  que  todavía  V.  A.  es- 


32  BOLETÍN    DE   LA    REAL   ACADEMIA   DE    LA   HISTORIA. 

criba  sobre  ello  á  S.  M.  y  al  Confesor  y  á  Juan  Aloman,  porque 
son  muchos  los  demandantes  cuando  la  tal  cosa  se  ofrece. 

I. os  pies  y  manos  de  V.  A.  beso  por  la  provisión  que  ha 
hecho  para  mi  entretenimiento;  y  en  el  cumplimiento  suplico  á 
V.  A.  mande  proveer  y  acordarse  de  mis  debdas,  pues  son  he- 
chas por  el  servicio  de  V.  A. 

Yo  he  trabajado  con  S.  M.  quisiese  proveer  á  Bernaldino  de 
Meneses  del  hábito  de  Santiago,  y  responde  lo  que  V.  A. 
verá,  que  yo  tenga  cargo  de  lo  acordar  al  Capítulo:  si  es  para  el 
que  suele  tener  general,  será  de  aquí  á  tres  años.  No  sé  si  para 
este  Santiago  hará  alguna  cosa:  yo  le  seré  tan  importuno  que 
pase  de  solicitud,  pero  será  bien  que  V^.  A.  le  escriba  sobre  ello 
con  la  primera  que  venga,  rendiendo  las  gracias  de  la  merced 
que  le  ha  hecho;  y  á  mí  me  debe  culpar  por  la  negligencia  que 
<^n  ello  he  puesto;  que  todo  es  necesario,  porque  son  tantos  los 
demandantes  que  S.  M.  ha  cerrado  la  puerta. 

Don  Francés  quisiera  mucho  las  martas  de  que  V.  A.  le  hace 
merced,  y  no  ha  quedado  hombre  en  esta  Corte  á  quien  no  haya 
mostrado  la  letra  que  sobre  ello  me  escribió,  y  la  Corónica  qui- 
siera detener  en  prendas  hasta  ver  sus  martas.  Ella  se  traslada- 
rá y  se  enviará  con  el  primero  que  fuere. 

Mr.  de  Laxao  escribe  á  V.  A.  y  envia  las  cartas  que  S.  M.  es- 
cribe de  su  mano  y  la  Emperatriz  y  Reina  de  Portugal.  El  rinde 
las  gracias  de  lo  que  yo  le  tengo  dicho  de  parte  de  V.  A.  y  que- 
rria  el  cumplimiento.  V.  A.  lo  mande  proveer,  pues  lo  merece, 
por  el  trabajo  en  que  se  ocupa  en  servicio  de  V.  A. 

Sepa  V,  A.  que  la  cabsa  porque  S.  M.  dexa  de  hacer  el  so- 
corro que  \^  A.  envió  á  pedir,  es  por  la  extrema  necesidad  que 
tiene;  y  las  Cortes  no  responder  tan  al  propósito  como  para  la 
\'oluntad  y  fin  que  S.  M.  las  llamó;  y  al  presente  con  más  justa 
cabsa  le  podria  demandar  él  á  V.  A.  según  las  necesidades  que 
acá  hay.  Plegué  á  Nuestro  Señor  de  le  hacer  quito  dellas. 

S.  M.,  como  arriba  digo,  me  habia  remitido  al  Consejo  de  Ha- 
cienda en  lo  que  V.  A.  demanda  de  los  azogues  que  acá  hay  en 
los  maestradgos;  y  se  tomó  apuntamiento  con  ciertas  personas 
deste  reino,  á  condición  que  se  diesen  á  V.  A.  los  dichos  azo- 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  33 

gues  por  tanto  tiempo  como  duraba  el  arrendamiento,  que  eran 
cinco  años;  y  el  precio  quedaba  en  que  nos  habíamos  de  con- 
certar conformándonos  con  el  valor  del  tiempo  más  alto  y  más 
baxOy  tres  años  antes  y  tres  después;  é  yo  les  tengo  de  dar  por 
aquel  en  quien  ha  de  estar  la  hacienda  responsion  y  seguridad 
-de  cumplir  á  los  plazos  que  con  ellos  se  asentare;  y  me  pusieron 
condición  que  habian  de  ser  para  V.  A.  y  no  otra  persona.  Y 
estando  concluso  el  negocio,  Juan  de  Vozmediano  echó  cierta 
puja  en  que  fué  admitido  el  arrendamiento  de  los  maestradgos 
■en  él.  También  hay  algunos  que  quieren  decir  que  es  en  per- 
juicio del  Emperador  dar  estas  minas  á  V.  A.  por  respecto  que 
las  dexará  de  labrar  y  se  perderían  los  edificios  que  están  he- 
chos, y  también  venderían  más  caro  á  estos  reinos  el  azogue.  A 
lo  cual  tengo  respondido  que  las  minas  son  para  V.  A.  y  en  su 
nombre  y  en  su  provecho  se  labrarán,  y  se  dará  en  estos  reinos 
el  azogue  al  precio  que  de  contino  ha  valido.  No  se  ha  tomado 
conclusión  en  quien  han  de  quedar  los  dichos  maestradgos, 
pero  yo  trabajaré  en  todas  maneras  por  haber  las  dichas  minas; 
y  V.  A.  me  envia  por  la  primera  á  mandar  á  quien  las  tengo  de 
-dar  y  quien  ha  de  asegurar  por  los  pagamentos,  porque  tenga 
recabdo  para  proveer  con  tiempo  en  este  negocio.  V.  A.  me  es- 
cribió una  carta,  la  cual  me  envió  Ambrosio  Ostert,  y  me  escri- 
bió cómo  V.  A.  inviaba  un  cierto  personáge  á  entender  en  ello, 
y  que  adoleció  en  Augusta;  pero  caso  que  venga  él  ó  otro  cual- 
quiera, es  necesario  que  yo  sepa  el  mandado  de  V.  A.  en  cuyo 
poder  tengo  de  poner  las  minas,  porque  la  carta  de  V.  A.  dice 
las  ha  de  tener  el  que  tiene  las  de  V.  A.  de  Carniola  y  Carintia, 
y  éste  no  sé  yo  quien  es,  pero  hanme  dicho  que  es  este  Ambro- 
sio Ostert.  Yo  creo  que  V.  A.  habrá  proveído,  y  si  no  lo  hobie- 
re  hecho,  sea  de  manera  que  acá  entiendan  que  se  tienen  de 
mano  de  V.  A.  estas  minas,  y  me  ha  parecido  que  es  bien  de 
cualquiera  manera  que  sea,  que  estén  en  poder  de  V.  A.,  porque 
andando  los  dias,  trabaxemos  de  haber  el  interese  para  las  cos- 
tas que  allá  se  hacen  por  S.  M.,  pues  no  hay  al  presente  otro  re- 
medio. Yo  trabajo  de  las  poner  en  el  más  baxo  precio  que  po- 
-diere  ser  porque  suba  allá  más  alto  el  precio  en  la  venta  de  las 
TOMO  xLiv.  3 


34  boletín  db  la  real  academia  de  la  historia. 

de  V.  A.  Y  en  esto  mande  por  la  primera  posta  enviarme  el  re- 
cabdo  necesario,  porque  no  quede  en  falta  á  cabsa  de  la  segu- 
ridad, pues  el  tiempo  es  breve,  y  los  que  hobieren  de  entender 
en  las  minas  se  preparen  para  principio  del  año  á  entrar  en  Ja 
labor. 

166. 

(Parad  Rey  mi  señor. —  Valladolid^  IQ  de  Agosto  de  1527)  (i). 

Según  V.  A.  verá  así  por  la  letra  del  Emperador  como  por 
otra  que  yo  á  V.  A.  escribo  de  la  data  desta,  los  términos  que 
se  han  tenido  para  lo  que  toca  á  lo  de  las  minas  del  azogue  que 
S.  M.  tiene  en  los  maestradgos  de  Calatrava  son:  que  el  man- 
dato de  V.  A.  que  yo  recibí  data  en  Praga  á  xv  de  Hebrero,  lúe 
que  yo  tomase  las  dichas  minas  por  V.  A.  por  xv  ó  xx  años  en 
el  precio  que  las  arrendasen  o  tuviesen  Fúcaros  6  otra  cual- 
quier persona;  y  por  este  mandamiento  sin  más  declaración  yo 
supliqué  á  S.  M.  por  las  dichas  minas  y  fuy  remitido  al  Consejo 
de  la  hacienda,  y  viendo  que  cumplia  para  el  efecto  del  man- 
damiento de  V.  A.  fué  necesario  ofrecer  persona  que  las  tovie- 
se  y  por  el  pagamiento  respondiese,  y  así  haciéndose  cierto 
arrendamiento  con  ciertos  mercaderes  españoles,  en  el  Consejo 
contrataron  con  ellos  que  los  dichos  azogues  fuesen  de  V.  A.  y 
por  ello  se  les  pagase  el  interese  que  habian  gozado  los  Fúca- 
ros á  razón  del  provecho  que  habian  habido  los  tres  años  pos- 
treros de  su  arrendamiento;  e  yo  acebté  el  partido  hasta  veri- 
ficar el  valor  de  las  dichas  minas.  Y  en  este  tiempo  Juan  de 
Vozmediano  tomó  el  arrendamiento  de  los  maestradgos  con  la 
misma  condición  y  pujó  xx  mil  ducados.  Después  huvo  otra 
Compañía  de  genoveses  que  pujaron  x  mil,  con  quien  quedan 
los  dichos  maestradgos  ó  parte  dellos,  en  cuya  parte  cupieron 
los  mineros  del  azogue,  y  me  han  requerido  y  apretado  para 
que  les  dé  rcsponsion  de  cumplir  con  ellos  lo  capitulado.  Y  en 
este  tiempo  sin  tener  más  declaración  de  solo  el  susodicho  man- 

(i)    En  el  margen  se  lee  de  la  misma  letra  de  las  cartas:  «Azogues». 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  35 

damiento  de  V.  A.,  vino  un  criado  y  factor  de  los  Ostretes  y 
me  truxo  una  carta  de  V.  A.  en  que  por  ella  me  manda  que  yo 
le  favorezca  para  este  negocio  y  me  hace  saber  cómo  estas  mi- 
nas han  de  tener  los  que  tienen  las  de  V.  A.;  y  á  la  cabsa  yo  le 
demandé  me  mostrase  el  mandamiento  y  ordenación  que  para 
ello  tenían;  é  dice  que  ha  xv  semanas  que  le  había  de  ser  veni- 
do, el  cual  nunca  ha  llegado  á  su  poder.  No  embargante  esto, 
por  ser  el  tiempo  breve  que  se  cumple  el  arrendamiento  por 
Sant  Miguel,  yo  quise  saber  del  dicho  factor  si  se  queria  encar- 
gar de  las  dichas  minas;  y  me  ha  respondido  que  sus  amos  no 
le  dieron  comisión  que  las  tomase  en  mas  precio  á  todo  pujar 
de  en  dos  mil  ducados,  y  que  para  otra  cosa  no  tenia  comisión 
sin  darles  aviso.  Yo  he  querido  verificar  el  valor  por  donde  se 
habían  de  contar  y  pagar  el  arrendamiento  por  cada  un  año;  y 
en  tiempo  de  Alonso  Gutiérrez  montó  el  interese  que  dello  se 
pagaba  un  año  con  otro  á  un  qucnto  y  setecientas  mil  (mrs.)  y 
el  interese  qne  habia  de  ser  juzgado  del  tiempo  de  los  Fúcaros 
montaba  dos  quentos  y  medio  y  más  ce  mil  mrs.,  que  se  habían 
de  cargar  de  la  puja  que  hicieron  los  que  tomaron  los  dichos 
maestradgos  agora.  De  manera  que  montaría  lo  que  se  habia 
de  pagar  por  V.  A.  en  cada  un  año,  según  la  cuenta  y  averi- 
guación que  se  hizo  de  siete  á  ocho  mil  ducados,  y  alliende  desto 
las  despensas  de  la  labor  de  las  minas.  Y  también  que  están  sa- 
cados más  de  dos  mil  quintales  de  azogue,  que  hay  tanto  cuan- 
to se  podría  despender  en  seis  años:  de  manera  que  fuera  cabsa 
de  hacer  que  el  interese  no  fuera  tan  grande  como  la  despensa 
en  mucha  parte.  De  todo  esto  he  dado  aviso  al  factor  de  Os- 
tretes, el  cual  dice  que  no  pasará  la  comisión  de  los  dos  mil  du- 
cados; y  á  la  cabsa  y  por  la  poca  declaración  y  porque  no  hay 
quien  responda  por  V.  A.,  tomando  parecer  y  consejo  de  hom- 
bres que  saben  de  la  hacienda  y  servidores  de  V.  A.  me  ha  pa- 
recido que  no  hacen  al  servicio  de  V.  A.,  é  así  soy  determina- 
do de  por  el  precio  no  las  tomar,  porque  en  claro  V.  A.  habia 
de  pagar  los  vii  mil  ducados  y  más  las  despensas  de  la  labor,  y 
los  que  las  han  arrendado,  han  demandado  responsion,  y  en 
el  Consejo  les  dieron  tan  corto  plazo  para  que  gelo  hobiese 


36  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEBOA  DE   LA  HISTORIA. 

de  dar,  por  cabsa  de  ser  el  tiempo  breve  para  entrar  en  la  labor 
que  no  hay  lugar  para  que  á  V.  A.  se  haya  de  dar  aviso  y  es- 
perar la  respuesta.  Y  también  he  considerado  y  entendido  que 
los  Ostretes  tienen  las  minas  de  V.  A.  por  tres  años  siguientes, 
y  si  ellos  no  tomasen  en  este  precio  las  minas  susodichas,  V.  A. 
las  habia  de  labrar  y  pagar  el  interese  que  viene  á  los  que  han 
arrendado  los  maestradgos,  que  sin  las  despensas  se  habian  de 
pagar  xxi  mil  ducados  en  los  dichos  tres  años,  y  todo  lo  que  se 
pudiese  sacar  en  este  tiempo  era  para  lo  dar  á  menos  precio 
por  la  mucha  cantidad  que  está  sacada,  y  en  poder  de  quien  no 
tiene  necesidad,  porque  los  Fúcaros  tienen  700  quintales  y  los 
genoveses  tienen  mil  quinientos;  y  en  Castilla  se  gastan  por 
año  120  6  130.  Y  estos  que  han  tomado  el  arrendamiento  es 
por  cinco  años,  y  se  cree  por  las  personas  que  dello  tienen  mu- 
cha noticia  y  espiriencia,  que  han  de  perder  forzado  la  mitad 
del  interese  susodicho;  y  á  ser  así,  hay  apariencia  de  baxar  y 
no  subir.  Y  pasado  el  tiempo  destos,  V.  A.  si  por  el  precio  las 
quisiere  con  las  condiciones  susodichas  las  podrá  haber;  y  ago- 
ra las  tomara  yo  si  dellas  se  quisieran  encargar  los  dichos  Os- 
tretes, pero  en  ninguna  manera  han  querido  pagar  más  de  los 
dos  mil  ducados,  porque  dicen  que  sus  amos  eran  informados 
que  no  valían  más  de  Soo.OCX)  mrs.  de  arrendamiento;  y  dicen 
verdad  hoy  ha  xv  ó  xx  años;  pero  después  que  extrangeros  han 
tomado  noticia  dellas  han  subido  al  valor  presente.  Yo  trabajo 
por  ruegos  me  quieran  esperar  hasta  que  de  V.  A.  haya  res- 
puesta, lo  cual  no  creo  querrán  hacer.  Pero  todavía  me  envié 
V.  A.  á  mandar  lo  que  sobre  ello  se  debe  hacer,  porque  podrá 
ser  que  quieran  más  esperar  la  respuesta  con  pensamiento  que 
V.  A.  las  tomará,  pues  en  ello  se  les  ofrece  ganancia;  pero  esto 
es  incierto  y  no  puedo  escribir  otro  propósito  del  susodicho. 

Por  la  copia: 
A.  Rodríguez  Villa. 


EL  SITIO  DE  BARCBLONA   EN    1713-1714.  37 


II. 


EL  SITIO  DE  BARCELONA  EN  17 13-17 14. 

Estudio  histórico  por  D.  Joaquín  de  la  Llave  y  Garría,  coronel  graduado 
de  Ejército,  teniente  coronel  de  Ingenieros  (i). 


No  hay  historia  escrita  entre  las  generales  de  la  Península 
española  6  de  las  que  particularmente  tratan  de  sus  provincias 
orientales  que  no  se  ocupe,  con  más  ó  menos  proligidad,  de  los 
sucesos  á  que  dieron  origen  el  fallecimiento  y  la  sucesión  del 
rey  Carlos  II  al  empezar  el  siglo  xviii.  La  guerra  europea  que 
sobresalía  entre  los  importantes,  como  enderezada  á  modificar 
el  mapa  universal,  produjo  muchos  y  estimables  escritos  en  va- 
riedad de  conceptos,  no  dejando  de  ocasionar  en  la  región  ca- 
talana algunos  con  la  especial  tendencia  de  explicar  la  actitud 
en  que  parte  de  sus  hijos  se  colocara  entonces. 

Naturalmente  ofrecía  el  sitio  sufrido  por  la  capital  asunto 
merecedor  de  consideración  expresa,  aun  sin  intento  de  relatar 
más  de  lo  que  dentro  de  las  murallas  ocurría,  y  tampoco  faltó 
quien  lo  hiciera.  Entre  otros  literatos  dedicó  al  objeto  buen 
número  de  folios  el  Pbro.  D.  Mateo  Bruguera  (1871-1872),  pero 
con  evidente  desconocimiento  de  la  escuela  militar,  con  decisión 
de  acumular  argumentos  en  pro  de  la  tesis  que  se  proponía  sos- 
tener, y  por  tanto  con  incompetencia  teórica  y  con  manifiesta 
parcialidad. 

Consideradas  por  el  coronel  D.  Joaquín  de  la  Llave  las  defi- 
ciencias de  semejantes  obras;  notando  que  no  deja  de  haber 
también,  por  otra  parte,  errores  y  omisiones  en  las  que  redac- 
taron oficiales  extranjeros  componentes  de  las  fuerzas  aliadas  á 
las  españolas,  si  peritos  no  bien  informados,  tomó  como  empe- 
ño la  revisión  de  antecedentes,  el  estudio  completo  de  los  da- 


(i)     Madrid.  Impr.  del  «Memorial  de  Ingenieros  del  Ejército»,  1903. 
En  4.**  mayor,  viii-268  páginas. 


38  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

tos,  acudiendo  á  fuentes  puras;  á  los  papeles  conservados  en  los 
archivos  dependientes  del  Ministerio  de  la  Guerra,  como  también 
en  los  de  la  provincia  y  Municipio  de  Barcelona;  á  los  documen- 
tos publicados  con  anterioridad,  sueltos  ó  en  colecciones;  á  las 
discusiones  entregadas  á  la  prensa  con  cualquier  oportuno  mo- 
tivo, con  todo  lo  cual  ha  dado  cuerpo  á  narración  completa  del 
sitio  referido,  en  los  años  1713-1714;  ha  escrito  monografía  á 
la  moderna,  obra  sintética  que  responde  á  la  reconocida  conve- 
niencia de  separación  de  las  materias;  que  constituye  un  libro 
más  de  la  historia  militar ,  y  dentro  de  ella  de  la  historia  del 
Cuerpo  de  Ingenieros;  un  libro  que  añadir  á  la  biblioteca  téc- 
nica reunida  por  el  general  Fernández  de  San  Román,  que  por 
su  generosa  voluntad  última  forma  sección  preciada  y  útilísima 
en  la  de  esta  Academia. 

Hace  el  Sr.  de  la  Llave,  en  principio,  manifestación  del  pro- 
pósito firme  de  apartarse  de  toda  clase  de  prejuicios,  exponien- 
do la  intención  en  términos  merecedores  de  notoriedad. 

«He  nacido  en  Barcelona — dice,  pág.  53  -  y  «illí  me  he  criado 
y  educado,  permaneciendo  en  aquella  ciudad  hasta  los  quince 

años Mis  profesores,  mis  condiscípulos,  mis  amigos  y  muchos 

de  mis  parientes,  al  hablar  de  la  guerra  de  Sucesión,  asunto  que 
siempre  preocupa  á  los  catalanes,  y  más  especialmente  á  los 
barceloneses ,  se  mostraban  decididamente  aus triados;  opinaban 
por  el  mejor  derecho  de  Carlos  III,  ó  el  Archiduque,  al  trono  de 
España;  encontraban  justificada  la  actitud  hostil  á  Felipe  V  y  la 
resistencia  desesperada  de  Barcelona  contra  el  C](^vcito  fraftco^ 
castellano  del  duque  de  Pópoli  y  del  mariscal  de  Berwick.  Pa- 
rece, pues,  natural  que  rodeado  de  aquella  atmósfera  saturada 
de  espíritu  antiborbónico  que  trasciende  á  la  literatura  y  al  tea- 
tro, no  disponiendo  en  mis  lecturas  mas  que  de  libros  impreg- 
nados de  la  misma  tendencia,  ésta  me  dominase,  y  mi  opinión 
personal,  en  cuanto  puede  tenerla  un  muchacho,  fuese  la  misma 
de  mis  profesores  y  condiscípulos.  Sin  embargo,  no  fué  así;  no 
puedo  explicarme  la  causa  del  fenómeno  que  en  mí  se  operó; 
pero  es  lo  cierto  que  sin  saber  porqué,  ni  en  qué  la  fundaba  por 
entonces,  me  formé  una  opinión  particular,  favorable  á  los  dere- 


SL   SITIO  DB   BASCSLOHA   RN    I713-1714.  39 

chos  de  Felipe  V,  y  por  lo  tanto  encontraba  injustificada  la  ac- 
titud que  tomaron  los  catalanes  á  partir  del  año  1705,  y  mucho 
más  la  que  adoptaron  en  Julio  de  1713* 

^Después  he  tenido  ocasión  de  estudiar  más  detenidamente 
el  asunto,  y  no  he  variado  de  opinión  en  cuanto  al  pleito  dinás- 
tico, abrigando  el  convencimiento  de  que  los  buenos  españoles 
de  principios  del  siglo  xvm  eran  los  que  sostenían  á  Felipe  V,  en 
virtud  del  testamento  de  Carlos  II,  que  en  aquella  monarquía, 
que  siempre  tuvo  como  base  el  carácter  patrimonial,  era  el  ver- 
dadero texto  legal;  pues  el  testamento  transmitía  al  duque  de 
Anjou  el  patrimonio  integro  de  la  monarquía  española,  mientras 
que  el  Archiduque  hubiera  sido  rey  en  virtud  del  tratado  de  re- 
parto^ y  no  solo  se  hubieran  separado  de  la  metrópoli  las  pose- 
siones de  Italia  y  los  Países  Bajos,  que  al  fin  las  perdimos,  sino 
que  se  hubiera  desmembrado  el  territorio  peninsular  con  la  se- 
paración de  Guipúzcoa,  la  alta  Navarra  y  parte  de  Cataluña. 
Comprendo,  sin  embargo,  que,  como  sucede  en  todo  pleito  di- 
nástico, las  opiniones  estuviesen  divididas,  y  que  muchos  espa- 
ñoles, tanto  castellanos  como  de  la  corona  de  Aragón,  por  fide- 
lidad á  la  Casa  de  Austria,  que  reinaba  desde  hacía  dos  siglos, 
y  habituados  á  considerar  como  la  natural  enemiga  nuestra  á 
Francia ,  se  resistiesen  á  admitir  á  un  rey  francés  y  prefiriesen  á 
Carlos  III,  que  les  parecía  el  verdadero  rey  nacional». 

Meditado  el  plan  con  este  presupuesto,  el  autor  del  libro,  antes 
de  entrar  en  materia,  como  preparación  recapitula  cronológica- 
mente los  sucesos  dvj  la  guerra  de  Sucesión  en  toda  Europa,  en 
la  Península  sobre  todo  y  con  especialidad  en  Cataluña,  refirien- 
do en  mar  y  tierra  el  avance  de  las  naciones  componentes  de  la 
Grande  Alianza,  las  cuales,  durante  la  campaña  de  1705»  consi- 
guieron la  ocupación  de  dicho  territorio  con  el  de  Valencia ,  y 
forzaron  á  las  tropas  directamente  acaudilladas  por  Felipe  V  á 
levantar  el  sitio  que  habían  puesto  á  Barcelona  con  pérdida  con- 
siderable de  personal,  abandono  de  la  artillería  y  quebranta- 
miento de  la  moral. 

Se  restauró  luego  con  la  victoria  de  Almansa,  suceso  al  que 
siguieron  otros  prósperos  en  la  campañu  de  1 7 1 1  í  el  embarque 


40  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

del  Archiduque  para  Alemania;  su  elevación  al  trono  imperial: 
el  cambio  de  disposiciones  que  el  hecho  produjo  en  los  Gobier- 
nos de  Inglaterra  y  Holanda;  los  preliminares  de  paz  general  ini- 
ciados por  consecuencia  en  el  Congreso  de  Utrech;  ñrmada  ésta 
y  comprometiéndose  el  nuevo  Emperador  á  evacuar  las  provin- 
cias que  en  España  le  daban  obediencia,  quedaron  los  catalanes 
atenidos  á  sus  propios  recursos,  no  obstante  lo  cual  persistieron 
en  la  resistencia  á  Felipe  V. 

Este  es,  en  realidad,  el  momento  histórico  en  que  principian 
los  estudios  especiales  del  Sr.  de  la  Llave,  con  la  descripción  de 
la  plaza  de  Barcelona  y  terreno  que  la  rodea,  tales  como  se  en- 
contraban en  17 1 3,  acto  equivalente  á  levantar  el  telón  del  tea- 
tro en  que  iban  á  representarse  las  escenas  del  asedio;  á  presen- 
tar la  decoración  de  los  montes  ó  alturas  inmediatas,  ríos  y  rieras, 
caseríos,  caminos,  accidentes  naturales  ó  artificiales.  Llega  en  la 
exposición  al  circuito  fortificado  de  la  plaza ,  noticiando  las  mo- 
dificaciones hechas  en  él  desde  la  época  romana,  ya  por  creci- 
miento de  la  población,  ora  por  acudir  á  los  trastornos  ocasiona- 
dos por  las  aguas,  motivo,  el  último,  que  más  de  una  vez  ha 
entretenido  la  atención  de  la  Academia,  y  para  el  cual  aporta  el 
autor  datos,  citando  los  aducidos  por  otros  investigadores. 

«Hay  que  advertir — asienta,  pág.  45  -que  en  aquella  época 
el  mar  llegaba  muy  cerca  del  pie  del  Monte  Taver,  y  que  por  lo 
tanto  el  recinto  estaba  próximo  á  la  orilla:  después  se  ha  ido  re- 
tirando paulatinamente,  pero  de  un  modo  constante,  y  el  primi- 
tivo puerto  romano ,  así  como  el  de  los  Condes ,  el  de  Jaime  I  y 
el  de  Alfonso  V  de  Aragón,  se  han  ido  terraplenando,  necesi- 
tándose otros  nuevos.  Solo  en  cien  años,  de  1614  á  I7l4i  se 
había  retirado  el  mar  unos  320  metros». 

Como  es  de  presumir,  detalla  los  medios  de  defensa  en  tiem- 
pos sucesivos;  los  que  aconsejó  el  invento  de  la  artillería  y  su 
respectiva  aplicación  en  nueve  sitios  sufridos  por  la  plaza  desde 
el  año  801  hasta  el  de  1713  de  la  historia  presente  que,  según 
razón  natural,  no  era  de  pensar  entrara  en  la  cuenta. 

Que  una  vez  suscrita  la  paz  de  Utrech  se  obstinaran  los  bar- 
celoneses en  mantener  la  beligerancia  estimándose  á  la  altura  del 


BL   SITIO   DE   BARCELONA   EN    1713-I714.  4 1 

poder  y  recursos  de  las  naciones  colocadas  á  su  frente,  no  parecía 
creíble.  Alguna  esperanza  pudieron  tener  en  el  apoyo  del  Em- 
perador antes  de  que  éste  se  entendiera  con  el  rey  de  Francia; 
llegados  al  extremo,  no  les  quedaba  ninguna  de  auxilio  por  parte 
de  la  reina  Ana  dé  Inglaterra  6  de  los  Estados  generales  de  Ho- 
landa. Todas  las  gestiones  de  los  embajadores  ó  plenipotencia- 
rios enviados  por  el  Consistorio  de  Cataluña  á  las  Cortes  euro- 
peas habían  fracasado,  lo  mismo  en  la  pretensión  de  mantenerse 
en  el  justo  dominio  del  Emperador  y  Rey,  que  en  la  de  ser  de- 
clarado y  reconocido  el  territorio  como  república  independiente 
bajo  el  protectorado  de  la  Casa  de  Austria,  y  aun  la  más  senci- 
lla, al  parecer,  de  conservar,  por  virtud  del  tratado  de  paz,  los 
privilegios  y  prerrogativas  que  gozaban  á  la  muerte  de  Carlos  II, 
con  más  las  concedidas  por  el  Archiduque. 

Díjpse  que  extendieron  las  negociaciones,  con  igual  resultado, 
á  la  Puerta  Otomana,  lo  cual  niega  D.  Víctor  Balaguer  en  calidad 
de  historiador  de  la  región,  sin  más  óbice  que  no  haber  visto  él 
documento  alguno  confirmatorio;  pero  niega  también  el  proyecto 
de  constituirse  en  república,  y  el  Sr.  de  la  Llave,  inclinado  á  es- 
timar calumnioso  lo  que  atañe  á  gestión  en  Turquía,  transcribe 
en  el  segundo  particular  las  instrucciones  que  se  dieron  á  los  di- 
plomáticos, documento  que  no  consiente  dudar  respecto  á  las 
intenciones  de  los  poderdantes*  Bueno  es  hacer  constar,  por  otro 
lado,  y  dígolo  por  mi  cuenta,  no  haber  sido  solo  el  marqués  do 
San  Felipe  quien  estampó  en  sus  Comentarios  la  noticia  de  la 
propuesta  presentada  al  Gran  Turco,  ni  solos  tampoco  en  creerla 
el  P.  Helando  y  D.  Andrés  Muriel:  W.  Coxe  y  J.  Campbell,  his- 
toriadores ingleses,  acogieron  la  nueva ,  y  no  creo  yo  la  funda- 
ran en  papeles  castellanos. 

Sea  como  se  quiera,  dado  aviso  en  los  despachos  de  los  em- 
bajadores de  no  ser  fácil  que  se  torciera  el  curso  de  los  sucesos 
porque  conservase  ó  perdiese  Cataluña  unos  privilegios  que  á 
nadie  más  interesaban,  y  que  casi  nadie  conocía  en  su  esencia  y 
en  sus  detalles,  aunque  las  cartas  del  Emperador  no  prestaran 
mejor  fundamento  á  la  esperanza  de  conservarlos,  reunidos  con 
separación,  para  deliberar,  los  Brazos  generales^  Estamentos  ó 


42  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

Cortes  del  Principado,  decidieron  tras  larga  discusión  prolongar 
la  resistencia.  Llegando  al  acuerdo  escribe  el  Sr.  de  la  Llave: 

«Ha  sido  frecuente  en  Barcelona  en  todos  los  disturbios  polí- 
ticos, y  jse  ha  repetido  en  diversas  ocasiones  durante  los  del  si- 
glo XIX,  que  una  minoría  turbulenta  se  ha  impuesto  á  la  ciudad, 
y  ha  obligado  á  los  vecinos  pacíficos  á  tomar  las  armas  contra  el 
Gobierno.  Algo  de  esto  debió  de  ocurrir  en  1713"  la  prudencia 
y  la  razón  aconsejaban  á  los  catalanes  someterse,  hubiesen  á.  no 
procedido  bien  y  lealmente  al  declararse  en  1 70 5  por  el  Archi- 
duque. Las  armas  de  Felipe  V  eran  vencedoras;  el  Emperador 
les  abandonaba,  no  debían  tener  de  ello  la  menor  duda;  la  re- 
sistencia podría  ser  empeñada  y  gloriosa,  pero  no  conduciría  á 
ningún  fin  útil;  las  concesiones  que  no  obtuviesen  de  la  clemen- 
cia del  rey  no  las  arrancarían  con  la  guerra,  que  había  de  em- 
peorar su  situación  al  mostrarse  rebeldes;  esto  no  podía  ocul- 
tarse álos  sensatos,  pero  predominó  la  opinión  de  los  arrebatados 
y  violentos». 

De  aquí  la  declaración  de  guerra  del  Consistorio  y  Brazos  ge- 
nerales en  9  de  Julio  de  1713  y  el  principio  de  la  acometida  con- 
siguiente á  la  plaza  por  el  duque  de  Pópoli,  nombrado  capitán 
general  del  ejército  español  en  Cataluña  por  Felipe  V. 

No  eran  sobradas  las  fiaerzas  de  que  disponía,  por  lo  que  hubo 
de  limitarse,  al  pronto,  á  establecer  línea  de  circunvalación  ó  de 
bloqueo  más  aparente  que  efectivo.  El  autor  del  libro  enumera 
esas  fuerzas;  las  que  en  oposición  organizó  la  ciudad;  examina 
la  calidad  de  unas  y  otras;  los  antecedentes  y  competencia  de 
los  jefes  respectivos, 'y  juzga  las  disposiciones  que  adoptaron, 
sentados  los  principios  que  por  entonces  se  observaban  en  el 
ataque  y  defensa  de  una  plaza  según  el  método  enseñado  por  el 
mariscal  de  Vauban. 

Caudillo  ó  Xeffe  major  en  la  de  Barcelona  resultó  elegido 
D.  Antonio  \'illarroel,  teniente  general  anteriormente  del  ejér- 
cito real ,  s¡  bien  con  autoridad  limitada  por  las  atribuciones  del 
Consistorio ,  las  del  Conceller  en  cap  6  jefe  municipal  y  las  de 
\'arias  Juntas,  de  las  que  cuatro  principales  estorbaban  á  su  ini- 
ciativa. 


EL  SITIO  DE   BARCELONA   BM    I713-I714.  43 

«Puede  asegurarse,  piensa  el  Sr.  de  la  Llave  (l),  que  era  un 
bravo  y  entendido  militar ,  capaz  de  conducir  con  acierto  la  de- 
fensa; pero  no  tuvo  nunca  libertad  de  acción  en  su  difícil  man- 
do, y  debió  pasar  en  él  muy  malos  ratos  y  continuos  sinsabores». 

Creíale  yo  castellano  al  ocuparme  de  su  entidad  (2),  tanto  por 
la  significación  del  apelativo  como  por  la  procedencia  y  actos  en 
los  comienzos  de  la  guerra;  mas  en  uno  de  los  documentos  in- 
sertos en  esta  historia  del  sitio  (pág.  188)  declara  con  repeti- 
ción ser  hijo  de  Barcelona.  Sin  embargo,  no  redactaba  sus  co- 
municaciones en  lengua  catalana;  quizá  no  la  hablaba  tampoco, 
lo  que  contribuiría  á  la  desconfianza,  suspicacia  é  injusticia  que 
sus  paisanos  le  mostraron. 

AlgQn  castellano  habría  tal  vez  á  sus  órdenes;  en  cambio  eran 
muchas  las  familias  catalanas  acogidas  á  lugares  de  la  desobe- 
diencia, según  los  de  Barcelona  decían;  muchos  los  nobles  de  la 
tierra  que  como  jefes  y  oficiales  servían  leal  mente  en  el  ejército 
de  Felipe  V,  habiendo  regimientos,  como  los  dragones  de  Mari- 
món  y  de  Grimau  que  eran  exclusivamente  catalanes,  y  aun 
partidas  de  campesinos  calificados  de  butiflers  por  los  rebel- 
des. Fueran  todavía  muchos  más  los  hombres  que  se  les  resta- 
ran sin  las  desacertadas  medidas  del  ministro  Orry  que  pusieron 
las  armas  en  manos  de  los  pacíficos  vejados  en  los  intereses, 
cuando  fácil  le  fuera,  de  otro  modo,  poner  en  evidencia  el  pru- 
rito de  los  ciudadanos  en  estimarse  síntesis  y  voz  de  región. 

Va  contando  el  libro  de  referencia  cómo  transcurrieron  ocho 
meses  en  período  de  expectación,  á  cuyo  término  recibieron  los 
sitiados  nuevas  decepciones  con  noticias  del  tratado  de  Rastadt, 
en  el  que  ni  mención  se  hacía  de  sus  deseos,  y  del  nombramiento 
del  duque  de  Bcrwick  para  continuar  el  sitio  provisto  de  consi- 
derable refuerzo  de  tropas  francesas,  artillería,  material  de  inge- 
nieros é  instrucciones  de  severidad  en  caso  de  no  someterse 
aquéllas  en  absoluto. 


(i)    Pág.  71;  en  las  165,  219  y  222  trata  también  de  sus  condiciones 
personales. 
(2)    En  la  Armada  española.  Madrid,  1900,  tomo  vi,  pág.  1 16. 


44  BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

Era  el  12  de  Julio  de  17 14  en  la  noche  cuando  á  sus  órdenes 
se  abrió  trinchera,  instante  desde  el  que  el  autor  refiere  día  por 
día  los  trabajos,  acompañando  á  la  explicación  planos,  dibujos  de 
la  época ,  datos  biográficos  de  las  personas  de  viso  en  ambos 
campos,  reflexiones  crítico-profesionales  que  sirven  de  lección. 
El  10  de  Septiembre,  habiendo  suficientes  brechas  practicables, 
se  preparó  el  asalto  general ,  no  sin  anunciarlo  con  parlamento, 
por  el  que  se  dejaba  á  cargo  de  los  sitiados  la  responsabilidad 
de  las  consecuencias.  Quisieron  arrostrarlas,  resistiendo  el  em- 
puje de  los  asaltantes  hasta  llegar  éstos  al  centro  de  la  ciudad, 
y  todavía  intentaron  alcanzar  por  capitulación  alguna  ventaja, 
cuando  era  pasado  el  tiempo  y  ocasión  de  conseguirlo;  hubieron 
al  fin  de  ceder,  sin  condición  escrita,  en  la  madrugada  del  12, 
no  obstante  lo  cual  y  acto  continuo  se  publicó  bando  del  duque 
de  Berwick,  en  que  se  imponía  pena  de  muerte  á  oficiales,  sol- 
dados ,  vivanderos  y  otras  cualesquiera  personas  que  injuriasen 
á  los  habitantes  tratándoles  de  rebeldes,  ó  cometiesen  desmán, 
anunciando  que  los  barceloneses  se  habían  rendido  y  se  les  ha- 
bía concedido  vida,  honras  y  haciendas. 

El  recto  y  desapasionado  criterio  con  que  el  Sr.  de  la  Llave 
ha  aumentado  el  interés  de  su  obra,  brilla  grandemente  en  las 
consideraciones  finales:  en  el  juicio  que  le  merecen  los  jefes 
vencidos,  los  generales  Basset,  Bell  ver  y  Ramón,  el  marqués  de 
Poal,  los  concelleres  en  cap,  Flix  y  Casanova,  el  coronel  Amill  y 
aun  los  menos  significados.  Véase  uno  de  los  que  más  se  han 
discutido. 

«D.  Rafael  Casanova  personifica  el  espíritu  de  intransigencia, 
la  tenacidad  de  la  defensa,  la  negativa  opuesta  á  todo  acomodo. 
Por  esto,  sin  duda,  se  le  ha  elevado  una  estatua,  que  desde  el 
punto  de  vista  catalán  de  I7I4>  tal  vez  mereciese  más  Villa- 
rroel.  No  cabe  desconocer  que  Casanova  creía  de  buena  fe  ser- 
vir á  su  patria,  llevando  al  último  límite  la  resistencia  contra  Fe- 
lipe V;  tampoco  puede  ponerse  en  duda  que  en  las  tranquillas 
que  continuamente  presentaba  á  la  acción  militar  respondía  al 
espíritu  estrecho  de  los  Consistorios  y  Juntas  de  que  formaba 
parte ,  se  hallaba  inspirado  por  el  ambiente  que  en  ellos  se  res- 


EL   SITIO  DE   BARCELONA  EN    1713-I714.  45 

piraba;  pero  creyendo  servir  los  intereses  de  la  defensa,  fué 
constantemente  un  estorbo  para  su  acción  libre  y  desembaraza- 
da. El  día  del  asalto  dio  pruebas  de  un  valor  personal,  que  hasta 
entonces  no  había  tenido  ocasión  de  ostentar,  y  haciéndose  ma- 
tar en  la  reacción  ofensiva  contra  el  baluarte  de  San  Pedro,  hizo 
olvidar  los  muchos  errores  que  había  cometido :>. 

Creo  aún  de  oportunidad  al  conocimiento  del  libro  transcri- 
bir íntegramente  los  párrafos  que  siguen  (l),  advirtiendo  que 
la  opinión  del  autor  coincide  con  las  de  reputados  escritores  ca- 
talanes (2). 

«Demostrado  queda  en  su  lugar  que  no  fué  unánime  ni  del 
todo  espontánea  la  desesperada  resolución  que  se  adoptó,  de- 
clarando soberbiamente  la  guerra  á  Felipe  V.  Respecto  á  su 
conveniencia  ya  empieza  á  verse  claro  aun  entre  los  que  con- 
servan más  ferviente  el  culto  á  las  antiguas  instituciones  de  Ca- 
taluña; ya  se  comprende  que  la  heroica  defensa  de  los  fueros  y 
privilegios  del  Principado  fué  la  que  precipitó  su  pérdida.  Es 
indudable  que  Felipe  V,  imbuido  en  los  principios  cesaristas 
que  le  había  inculcado  su  abuelo,  así  como  sus  ministros,  decidi- 
dos partidarios  del  centralismo  político  á  la  francesa,  estaban 
firmemente  resueltos  á  suprimir  aquellas  prerrogativas  siempre 
molestas  para  la  autoridad  real,  que  indudablemente  mermaban, 
y  á  las  que  se  atribuían  la  frecuencia  con  que  la  provincia  había 
dado  muestras  de  su  espíritu  levantisco;  pero  es  también  muy 
probable  que  la  sumisión  después  del  tratado  de  Utrech  hu- 
biera salvado  una  parte  por  lo  menos  de  los  fueros,  y  que  dh 
todo  caso  la  capitulación  en  Abril  de  17 14,  cuando  las  con- 
íerencias  entre  el  coronel  Dalmau  y  MM.  Orry  y  de  Guer- 
chy,  hubiera  proporcionado  condiciones  relativamente  venta- 
josas. 

»Pero  en  vez  de  esto,  se  extremó  la  resistencia,  se  exasperó 
la  ira  del  general  sitiador  y  de  la  Corte,  y  cuando  se  quiso  tratar 
de  capitulación  ya  no  era  tiempo,  el  vencedor  era  dueño  de  dic- 


(i)    Véase  pág.  217. 

(2)    Cita  á  Coroleu  y  Peña  y  D.  Teodoro  Baró. 


40  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

tar  la  ley,  y  la  impuso.  Nada  más  natural;  extrañarlo  sería  pecar 
de  inocente. 

»Y  sin  embargo,  Felipe  V  no  suprimió  los  fueros  de  Catalu- 
ña. Es  cierto  que  por  el  decreto  de  Nueva  Planta^  de  i6  de 
Enero  de  17 16,  dio  nueva  forma  á  su  gobierno,  principalmente 
á  la  Real  Audiencia  y  á  los  Corregimientos  y  Municipios;  pero 
en  todo  lo  demás  que  no  está  prevenido  en  los  capítulos  anteceden- 
tes de  este  decreto  mando  se  observen  las  constituciones  que  antes 
había  en  Cataluña^  entendiéndose  que  son  establecidas  de  nuevo 
por  este  decreto^  y  que  tienen  la  misma  fuerza  y  vigor  que  lo  indi- 
vidualmente mandado  en  éL 

»Por  un  error  asaz  vulgarizado,  ya  que  han  sido  parte  á  sos- 
tenerle novelistas,  poetas  y  todos  los  historiadores,  algunos  más 
propensos  á  inflamarse  en  patriótica  irritación  que  á  purgar  la 
historia  de  infidelidad  ó  mentira,  se  atribuye  al  primer  Bor- 
bón  la  derogación  completa  de  las  libertades  y  fueros  de  Cata- 
luña. Como  por  añadidura  se  supone  que  los  códigos,  diplomas, 
cartas  y  registros  en  los  cuales  estaban  aquéllas,  fueron  arroja- 
dos al  fuego  por  mano  del  verdugo  al  siguiente  día  de  entrada 
en  Barcelona  por  los  ejércitos  aliados  de  Francia  y  España,  han 
corrido  de  mano  en  mano  grabados  y  estampas,  y  más  aún,  han 
servido  éstos  por  vía  de  ilustración  en  obras  históricas,  con  lo 
que  se  ha  dado  por  medio  de  la  representación  artística  mayor 
realce  á  un  suceso  completamente  falso. 

»Los  documentos  quemados  en  el  Salón  de  San  Jorge,  y  que 
han  dado  origen  á  la  leyenda,  fueron  títulos  y  privilegios  con- 
cedidos por  el  Archiduque  á  municipios  particulares.  Los  fue- 
ros no  fueron  realmente  derogados  hasta  que  de  hecho  lo  han 
sido  por  las  diversas  Constituciones  políticas  que  se  ha  dado  la 
nación  en  el  siglo  xix.  Lo  que  se  suprimió  fué  la  parte  externa: 
los  concelleres  con  sus  rojas  gramalla^^  los  diputados  y  oidores 
de  cuentas,  el  protector  del  Brazo  militar,  el  Consejo  de  Ciento; 
pero  subsistió  todo  lo  interno:  la  organización  de  la  familia  y  de 
la  propiedad,  la  forma  de  enjuiciar  y  hasta  lo  referente  á  la  re- 
unión de  Cortes  y  parlamentos,  por  no  haberse  derogado  expre- 
samente». 


HISTORY  OF   THE   PENINSULAR   WAR.  47 

En  lo  expuesto  fundo  parecer  de  haber  prestado  buen  servi- 
cio á  la  historia  nacional  el  Sr.  Coronel  D.  Joaquín  de  la  Llave, 
y  complacido  lo  someto  á  la  Academia,  que  ya  en  acuerdo  le  ha 
signiñcado  gratitud  por  el  agasajo  de  su  libro. 

Madrid,  4  de  Diciembre  de  1903. 

Cesáreo  Fernandez  Duro. 


III. 


HISTORY  OF  THE  PENINSULAR  WAR. 

Nuestro  ilustre  Director  se  ha  servido  conferirme  el  encargo 
de  informar  acerca  del  tomo  11  de  la  obra  History  of  the  Penin- 
sular War^  remitida  á  esta  Real  Academia  por  su  autor  el 
Sr.  Omán,  profesor  de  Historia  Moderna  en  la  Universidad  de 
Oxford. 

Ya  en  ocasión  no  remota,  en  Junio  de  este  mismo  año,  y  con 
la  de  dar  cuenta  de  varias  obras  dirigidcis  á  igual  objeto,  esto  es, 
al  de  recordar  los  hechos  más  notables  de  aquella  lucha  que,  al 
fin,  resultó  tan  gloriosa  como  favorable  para  nuestra  patria,  he- 
chos traídos  á  la  memoria  por  generales  tan  insignes  como  los 
mariscales  franceses  Lanncs  y  Moncey,  por  historiadores,  tam- 
bién franceses,  como  el  comandante  Balagny  y  M.  Guillon,  y 
bibliófilos  como  el  alemán  Kircheisen,  di  un  breve  informe  sobre 
el  primer  tomo  de  este  mismo  hermoso  trabajo  del  Sr.  Ornan. 

Revista  parecida  podría  yo  presentar  hoy  á  la  Academia, 
puesto  que  en  el  lapso  de  tiempo  transcurrido  desde  la  época 
citada  han  salido  á  luz  nuevos  estudios  históricos,  Memorias  de 
militares  que  tomaron  parte  en  aquella  guerra  y  escritos  de  que, 
como  los  de  los  Sres.  Omán  y  Balagny,  tiene  ya  noticia  esta 
docta  Corporación.  Los  más  importantes,  empero,  son  los  dos 
que  acabo  de  mencionar;  y  aun  cuando  ya  ha  podido  la  Acade- 


48  BOLETÍN   DE    LA    REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

mia  formar  concepto  de  esos  libros  y  de  las  excelentes  condi- 
ciones de  sus  autores  al  haberse  informado  los  tomos  anteriores, 
el  mandato  de  nuestro  Director  acerca  del  trabajo  del  Sr.  Omán 
y  la  relación  de  asunto  y  tiempo  con  el  de  M.  de  Balagny  me  ani- 
man á  describirlos  y  compararlos  en  este  informe,  siquier  haya 
do  extralimitarme  un  poco  del  encargo  que  se  me  ha  impuesto. 

Todo  lo  merecen  ambos  escritos  por  su  importancia  y  por  el 
interés  que  despierta  ó,  al  menos,  debe  despertar  su  conoci- 
miento en  España.  ¡Ojalá  sepa  yo,  á  mi  vez,  inspirarlo  también 
con  las  observaciones  que  me  sugiera  el  examen  de  obras  his- 
tóricas en  mi  sentir  tan  preciadas! 

Termina  el  primer  tomo  de  la  obra  del  Sr.  Omán  con  la  des- 
cripción de  la  batalla  de  la  Coruña,  en  que  una  bala  de  cañón 
arrebató  la  vida  á  John  Moore  cuando,  como  á  Epaminondas  en 
Mantinea,  le  sonreía  la  victoria  con  un  triunfo  que  habría  de  in- 
mortalizar su  nombre. 

El  segundo  tomo,  á  que  va  á  referirse  este  informe  en  primer 
lugar,  comprende  la  mayor  parte  de  la  campaña  de  1 809,  desde 
la  marcha  de  Napoleón  á  París  á  fin  de  preparar  sus  operacio- 
nes contra  el  Austria  que,  después  de  los  rudos  combates  de 
Kssling  y  Wagram,  acabaron  con  el  armisticio  de  Znaim  y  la  paz 
de  Viena,  hasta  la  batalla  de  Talavera,  una  de  las  más  reñidas 
en  el  campo,  una  de  las  más  disputadas,  en  cuanto  á  sus  resul- 
tados, en  la  historia  de  la  guerra  de  la  Independencia. 

Entretanto,  ¡qué  de  reveses  para  las  armas  españolas!  Uclés, 
Valls,  Zaragoza,  Ciudad  Real,  Belchite  y  Medellín;  pero,  ¡qué  de 
glorias  también  adquiridas  en  esa  misma  heroica  Zaragoza,  en 
el  Bruch,  en  Valencia,  Vigo,  Alcañiz  y  Gerona,  en  el  levanta- 
miento, por  fin,  del  espíritu  público  en  toda  la  Península,  tradu- 
cido en  el  del  sinnúmero  de  guerrillas  dedicadas  á  vengar  los 
triuníos  y  las  depredaciones  de  sus  enemigos  los  franceses! 

Todo  nos  lo  va  contando  el  Sr.  Omán  en  el  segundo  tomo  de 
su  obra,  en  el  mismo  orden  y  con  igual  método  que  en  el  pri- 
mero ,  con  toda  la  imparcialidad  también  que  exige  el  ejercicio 
de  la  Historia  y  con  la  justicia  debida  á  los  actores  en  los  terribles 
dramas  tan  viva  y  sangrientamente  representados  en  la  guerra. 


HISTORY   OP  THB  PENINSULAR   WAR.  49 

En  eso  se  distingue  singularmente  el  Sr.  Ornan  de  los  historia- 
llores  sus  compatriotas,  duramente  recriminados  por  él  en  el 
Prefacio  de  su  primer  tomo.  AI  fustigar  á  Napier  por  sus  injus- 
tas acusaciones  á  los  españoles  é  infundadas  preferencias  á  su^ 
compatriotas,  y  sobre  todo  á  Wellington,  su  héroe^  acaba  con 
esta  declaración:  «Leída  su  narración,  se  vuelve  uno  hacia  Ar- 
guelles, Toreno  ó  Arteche  para  examinar  la  conducta  de  sus 
compatriotas,  y  entonces  acaba  por  hacerse  cargo  de  la  verdad 
de  los  hechos.  El  que  estudie  la  Guerra  de  la  Península ,  añade, 
necesita  leer  la  obra  de  Napier,  pero  que  no  se  imagine,  al  ter- 
minar su  lectura,  que  ha  llegado  á  dominar  ni  el  sentido  ni  la 
importancia  de  tan  grandiosa  lucha».  Que,  según  el  mismo 
Omán  hace  observar,  y  de  sobra  lo  sabe  esta  Academia,  no 
hasta  el  estudio,  por  detenido  que  sea  y  por  más  que  se  le  su- 
jete á  una  crítica  muy  severa,  no  basta,  repito,  ni  el  juicio  tam- 
poco que  pueda  formarse  de  la  narración  de  un  hecho  histórico, 
pronunciada  por  una  de  las  partes  que  lo  ejecutaron.  Se  hace 
necesario  estudiar  de  igual  modo  las  producciones  de  las  demás 
partes,  las  enemigas  naturalmente,  y  aquilatarlas,  podríamos 
decir,  compararlas  y  juzgar  después  dónde  se  ha  de  encontrar 
la  verdad  absoluta  y,  ya  así,  irrebatible. 

Esto  nos  lo  dijo  ya  Thucydides  en  su  historia  de  la  «Guerra 
del  Peloponeso»  que  se  decidió  á  describir  desde  el  principio  de 
las  hostilidades  en  que  tomó  parte  hasta  el  término  de  aquella 
tan  dilatada  lucha  «persuadido,  añade  en  su  libro  primero,  de 
que  sería  considerable  y  más  digna  de  memoria  que  cuantas  la 
habían  precedido».  «En  cuanto  á  los  sucesos,  dice,  no  me  he 
permitido  escribirlos  bajo  la  fe  del  primero  que  me  los  narraba 
ni  como  me  parecía  que  habían  tenido  lugar.  Tomaba  los  más 
exactos  informes,  aun  de  aquellos  de  que  había  sido  testigo 
ocular,  y  no  sin  trabajo  llegaba  ó  obtener  la  verdad;  porque  de 
los  testigos  de  un  acontecimiento ,  no  todos  dan  los  mismos  de- 
talles sobre  los  mismos  hechos;  los  cuentan  según  su  memoria 
ó  á  satisfacción  de  su  parcialidad Mí  historia  es  mejor  un  mo- 
numento que  lego  á  los  futuros  siglos,  que  una  obra  hecha  para 
disputar  el  premio  halagando  el  oído  por  un  momentos. 

TOMO  XLIV.  4 


50  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

Así,  en  efecto,  se  escribe  la  Historia,  y  así  ha  obtenido  la 
de  Thucydidcs  la  autoridad  que  todo  el  mundo  la  concede. 

Con  la  de  la  «Guerra  Peninsular :^  del  profesor  Omán  sucede 
algo  parecido;  porque  los  testimonios  de  que  se  vale  son  tam- 
bién de  actores  en  la  lucha  que  describen;  aunque  como  el  his- 
toriador griego,  ha  tenido,  según  he  dicho,  que  compararlos, 
con  los  de  otros  de  sus  compatriotas,  y  más  particularmente 
con  los  de  quienes,  cual  aliados  ó  enemigos,  debían  relatar  los 
sucesos  de  la  guerra  influidos  por  sentimientos  muy  distintos 
é  inspirándose  en  un  espíritu  nacional  muy  diferente. 

Y  de  eso  puedo  dar  una  prueba  en  mi  concepto  concluyente. 

Con  la  llegada  á  esta  Academia  de  la  obra  de  Omán  ha  coin- 
cidido la  del  comandante  Balagny,  ambas  tratando  igual  asunto 
y  del  mismo  período  de  nuestra  guerra  de  la  Independencia. 
Esos  señores  se  han  visto  y  han  debido  consultarse  sus  dudas 
ante  los  varios  documentos  que  poseían ,  diversos  como  su  pro- 
cedencia, tan  opuesta  en  ideas  é  intereses  según  la  nacionalidad 
de  cada  uno;  y  ambos,  también,  me  han  hecho  el  honor  de  visi- 
tarme, más,  por  supuCvSto,  que  por  tributármelo,  por  su  laudable 
empeño  de  examinar  más  y  más  datos  que  pudieran  importar- 
les en  mi  biblioteca,  no  escasa  de  ellos. 

Y  he  aquí  un  caso  bien  raro,  el  de  que  se  hayan  encontrado  tres 
historiadores  sobre  un  mismo  asunto,  uno,  es  verdad,  bien  hu- 
milde, que  han  podido  comunicarse  sus  impresiones,  resolver 
algunas  dudas  y  prestádose  el  ayuda  de  sus  noticias  y  conoci- 
mientos. Porque  unos  y  otros,  eso  se  comprende  perfectamente, 
como  interesados  en  la  gloria  de  su  respectivo  país,  han  de  en- 
tender en  que  no  se  menoscabe  la  del  suyo;  pero  en  este  casa 
cabe  observar  que  nadie  ha  escatimado  á  los  demás  el  concepta 
que  hayan  podido  adquirir  en  contienda  tan  reñida  y  larga. 

La  obra  del  profesor  Omán  y  la  de  Balagny  brillan  en  esta 
tan  necesaria  condición  de  todo  historiador;  la  del  primero,  por 
la  verdad  de  sus  noticias  y  la  imparcialidad  de  sus  comentarios; 
la  del  comandante  francés  por  apoyarse  principalmente  en  los. 
documentos ,  reservados  ó  no ,  existentes  en  los  archivos  de  su. 
Gobierno  y  transmitidos  con  toda  fidelidad  á  sus  lectores. 


HISTORY   OF   THE   PENINSULAR   WAR.  5 1 

Yo  no  tengo  que  modificar  mi  anterior  dictamen  acerca  de 
las  dos  obras  á  que  me  estoy  refiriendo;  el  mismo  orden  e  igual 
método  que  los  seguidos  antes  por  ambos  ilustres  cronistas,  y 
ahora  en  el  segundo  tomo  del  profesor  de  la  Universidad  de 
Oxford ,  como  en  el  segundo  y  en  el  tercero  del  oficial  de  la 
Sección  Histórica  en  el  Estado  Mayor  del  ejército  francés.  En 
mi  informe  primero  decía  yo:  «Aunque  tan  brevemente  comen- 
tada y  sin  entrar  en  la  explicación  de  detalles  que  harían  inter- 
minable este  informe,  así  como  cualquier  observación  que  pu- 
diera dirigirse  al'Sr.  Omán  sobre  puntos  particulares  de  su  obra, 
puede  aquí  volverse  á  decir  que  ésta  es  de  gran  interés  histórico, 
de  un  mérito  excepcional  al  compararla  con  tantas  otras  que  so 
han  publicado,  especialmente  con  las  de  los  compatriotas  del 
autor,  que  es  el  primero  en  poner  de  manifiesto  los  errores,  las 
deficiencias  y  los  apasionamientos  que  contienen  y  revelan :>. 

Elogio,  caluroso  también,  hube  de  hacer  entonces  de  la  obra 
del  Sr.  Balagny,  y  ahora  lo  merecen  igual  sus  segundo  y  tercer 
volúmenes  que  terminan  al  mediar  la  campaña  de  Galicia  en  los 
primeros  días  de  1809.  El  trabajo  de  Omán  hace  suponer  un  es- 
tudio histórico  muy  concienzudo  y  un  juicio  crítico  especulativo, 
así  para  dar  razón  de  los  acontecimientos  que  narra  como  para 
fundar  las  lecciones  militares  y  filosóficas  que  de  ellos  puedan 
desprenderse.  El  del  comandante  francés  contiene  un  vastísimo 
arsenal  de  datos  muy  útiles  para  obtener  los  mismos  fines,  ilus- 
trados con  el  examen  también  y  la  crítica  de  cuantos  factores 
materiales  y  personales  encajan  en  la  acción  y  las  consecuencias 
de  una  campaña  de  que  Napoleón  y  sus  escogidos  esperaban, 
como  él  decía,  el  inmediato  fin  de  la  guerra.  Sus  admiradores 
lo  creían  así,  él  presente  á  las  operaciones,  que  interrumpieron 
los  proyectos  presumibles  y  muy  luego  llevados  á  ejecución  por 
el  Austria;  pero  lo  dudo,  y  el  mismo  P2mperador  debió  dudarlo, 
al  observar  cómo  principió  á  elevarse  en  toda  la  Península  el  es- 
píritu público  contra  él  y  sus  soldados.  Vio  que  no  llegaría  á  al- 
canzar aquí  una  de  aquellas  victorias  decisivas  que  le  proporcio- 
naban la  sumisión  de  un  imperio,  y  renunció  para  siempre  á 
combatir  á  nuestros  impalpables  compatriotas. 


52  BOLBTÍN  DB  LA   REAL  ACADEMIA  DB  LA   HISTORIA. 

Aquí  se  necesitaba  un  Hércules  que  de  un  mazazo  aplastara 
las  cabezas  de  la  Hidra  española,  como  decía  Kellerman  en  uno 
de  sus  despachos;  y  ei  Hércules  francés,  errando  por  segunda 
vez  en  sus  cálculos  sobre  el  destino  de  nuestra  nación,  prefirió 
engolfarse  en  mares  que  le  parecerían  de  travesía  más  expedita 
y  más  gloriosa  quizás  por  más  extensos,  pero  que  le  resultaron 
más  procelosos  y  fatales. 

La  materia  es  vasta,  tan  discutible  como  importante;  y  ha- 
biéndose de  proseguir  ambas  obras,  la  del  profesor  inglés,  por 
exigirlo  el  asunto,  y  la  del  oficial  francés  por  indicarlo  además 
su  propósito  de  visitar  campos  de  batallas  que  no  dirigió  Napo- 
león personalmente,  creo  como  lo  más  acertado  el  que  la  Aca- 
demia espere  para  mejor  juzgarlas.  Las  dos  me  parecen  excelen- 
tea,  muy  recomendables  en  sus  distintos  conceptos,  narrativo  y 
filosófico;  y  yo  me  atrevo  á  pedir  á  este  nuestro  Cuerpo  literario 
se  sirva  manifestárselo  así  á  sus  autores;  al  Sr.  Omán,  al  acusarle 
el  recibo  del  segundo  tomo  de  la  obra  que  nos  está  galantemente 
enviando,  y  al  Sr.  Balagny  por  el  vehículo  del  «Boletín». 

La  Academia  resolverá  en  eso  lo  que  considere  mejor. 

Antes,  sin  embargo,  de  concluir  este  informe,  he  de  tomarme 
la  libertad  de  manifestar  á  la  Academia  que  con  el  segundo  tomo 
de  su  obra  ha  tenido  el  Sr.  Omán  la  bondad  de  enviarme  la  nueva 
edición,  que  él  ha  publicado,  de  otro  libro  que,  por  raro  ó  por  ol- 
vidado,  por  su  carácter  algo  humorístico,  en  fin,  no  sería  quizás 
tenido  en  el  aprecio  que  merece. 

Titúlase  «Aventuras  con  el  regimiento  de  Connaught  de  1809 
á  18 1 4,  por  William  Grattan». 

Ese  regimiento,  que  llevó  mucho  tiempo  el  núm.  88  en  la  In- 
fantería británica,  hizo  toda  la  guerra  de  nuestra  Independencia 
durante  los  años  que  enuncia  el  título  del  libro,  y  el  entonces 
teniente  Grattan  narra  tan  elocuentemente  los  principales  epi- 
sodios en  que  tomó  parte  su  Cuerpo,  que  el  Sr.  Ornan  compara 
sus  descripciones  de  algunos,  como  Fuentes  de  Oñoro,  Sala- 
manca y  sobre  todo  Badajoz,  donde  fué  herido,  con  las  tan  ce- 
lebradas de  Napier  que ,  en  eso  de  relatar  hechos  de  armas  de 
sus  compatriotas,  pasa  en  Inglaterra  por  maestro  insuperable. 


HISTORY  OF  THE  PENINSULAR  WAR.  55 

Ese  libro  es,  con  efecto,  muy  interesante  para  la  historia  de 
aquella  gloriosísima  lucha;  pues,  aunque  en  parte  anecdótico  y, 
como  he  dicho  antes,  algo  humorístico,  no  deja  de,  en  ocasiones, 
esclarecer  puntos  que  la  diversidad  de  opiniones  deja  no  poco 
obscuros  y  dudosos. 

El  digno  y  erudito  profesor  de  la  Universidad  de  Oxford,  al 
historiar  la  Guerra  Peninsular  de  l8o8  á  1814,  y  al  recoger  na- 
rraciones de  otros  y  datos  de  todo  género  para  llevar  á  cabo 
felizmente  su  tan  ardua  empresa,  se  ha  propuesto  á  la  vez  procu- 
rar á  los  demás,  editándolos  de  nuevo,  los  libros  y  los  apuntos 
que  el  tiempo  ha  hecho  se  pierdan  ó  sean  muy  difíciles  de  ad- 
quirir. El  Sr.  Omán  obtendrá  la  mejor  recompensa  de  obra  tan 
meritoria  en  la  gratitud  de  los  favorecidos  y  la  memoria  que  le 
dediquen  los  que  puedan  aprovechar  su  abnegación. 

Con  la  llegada  del  tercer  tomo  de  la  obra  del  comandante  Ba- 
lagny  ha  coincidido  también  otra  del  teniente  coronel  del  mismo 
ejército  M.  de  Titcux,  historiador  muy  distinguido  y  que  ha  visto 
varios  de  sus  trabajos  anteriores  premiados  por  la  Academia  íi-an- 
cesa ,  galardón  á  muy  pocos  concedido.  El  nuevo  estudio  histó- 
rico del  coronel  Titeux  se  dirige  á  vindicar  la  memoria  del  ge- 
neral Dupont,  el  vencido  por  las  armas  españolas  en  la  batalla 
de  Bailen. 

Con  solo  indicar  ese  propósito  se  comprenderá  la  grande  im- 
portancia que  ha  de  tener  la  lectura  de  una  obra  que ,  con  las 
dificultades  que  ha  de  encontrar  en  Francia  para  ser  aceptada 
como  expresión  imparcial  de  un  hecho  que  representa  el  primer 
revés  de  los  ejércitos  de  Napoleón  cuando  su  poder  parecía  in- 
contrastable, interesa  tanto  al  honor  y  á  la  gloria  de  nuestra 
patria.  Para  ejecutar  esa  obra ,  que  M.  de  Titeux  aprecia  como 
de  estricta  justicia,  ha  escrito  tres  grandes  volúmenes  llenos  de 
datos  y  de  ilustraciones,  y  para  darla  á  conocer  y  para  mejor 
juzgarla  necesita  un  espaiiol  describirla  con  alguna  detención, 
si  ha  de  salir  por  los  fueros  de  nuestros  valentísimos  soldados  y 
de  los  hábiles  jefes  y  oficiales  suyos  que  obtuvieron  una  victo- 
ria que  sorprendió  no  poco  al  mundo  militar  y  mucho,  muchí- 
simo, al  político  de  toda  Europa. 


54  BOLETÍN   DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

Por  eso,  y  confiando  en  la  benevolencia  que  siempre  me  ha 
otorgado  la  Academia,  me  he  propuesto  ofrecer  á  su  considera- 
ción otro  informe,  aparte  del  presente  y  lo  extenso  que  merece 
asunto  tan  importante  para  el  honor  de  nuestra  patria. 

Madrid,  23  de  Octubre  de  1903. 

José  G.  de  Arteche. 


IV. 


LA  TELÚRICA,  LAS  NACIONALIDADES  Y  LA  MILiaA. 

El  libro  que,  con  el  título  de  La  Telúrica,  las  Nacionalida- 
des Y  LA  Milicia,  acaba  de  publicar  el  general  de  brigada  Exce- 
lentísimo Sr.  D.  José  María  de  Casanova,  y  cuyo  informe  á  esta 
Real  Academia  ha  sídome  encomendado  por  nuestro  ilustre  Di- 
rector, forma  un  grueso  volumen  de  724  páginas  de  excelente 
impresión,  una  hermosa  y  simbólica  portada  y  el  retrato  del 
autor.  Ese  título  está  poniendo  de  manifiesto  por  manera  elo- 
cuentísima que  no  es  á  este  nuestro  Cuerpo  literario  á  quien 
corresponden,  al  menos  en  todos  sus  extremos,  el  examen  y  la 
calificación  para  que,  á  solicitud  del  Ministerio  de  la  Guerra,  nos 
envía  el  de  Instrucción  pública  una  obra  que  abraza  tales  y  tan 
varias  y  complejas  materias  del  saber  humano.  Otras  son  las 
Academias,  la  de  Ciencias  exactas^  físicas  y  naturales^  y  la  de 
Ciencias  morcUes  y  políticas^  á  quienes  compete  el  estudio  y 
juicio  del  libro  del  Sr.  Casanova,  y  á  quienes  habrá  consultado 
el  Ministerio  de  la  Guerra,  dejando  para  ésta  de  la  Historia  la 
parte  que  pueda  corresponderle  según  su  instituto  y  jurisdicción. 

Y,  con  efecto,  si  al  leer  la  primera  parte  de  la  obra  del  señor 
Casanova,  esto  es,  el  tratado  de  la  Telúrica,  se  detiene  el  lector 
á  observar,  no  solo  el  fondo  de  ese  trabajo,  lo  que  puede  lla- 
marse su  esencia,  puesto  que  se  refiere  á  la  del  objeto  á  que  se 


LA  TELÚRICA,    LAS  NACIONALIDADES   Y   LA   MILICIA.  55 

dirige  su  estudio,  sino  que  también  el  carácter  y  la  autoridad 
de  los  que  le  sirven  de  apoyo  en  tan  abstrusas  lucubraciones 
como  las  suyas,  comprenderá  que,  ni  como  astronómicas,  ni 
como  geológicas  y  geométricas,  corresponden  á  las  funciones 
<ie  esta  Academia.  La  Mecánica  celeste  ni  la  Cosmología  son 
ciencias  que  aquí  se  cultiven;  y  aunque  la  mayor  parte  de  nues- 
tros consocios  lo  hagan  ó  hubieren  hecho,  no  por  eso  irán  á  de- 
clararse jueces,  y  mucho  menos  jueces  oficiales  de  los  que  se 
dediquen  á  ese  estudio.  Yo  no  necesito  sino  manifestar  á  la  Aca- 
demia cuál  es  el  índice  de  ese  tratado  para  hacer  comprender  su 
incompetencia  oficial  para  juzgarlo.  «La  Telúrica. — El  Firma- 
mento.—  La  tierra. — La  vida  en  el  planeta. — El  Hombre. — Las 
razas. — La  Sociología  y  sus  relaciones.» 

¿•Para  qué,  pues,  gastar  tiempo  en  mayor  exposición  ni  en  más 
demostraciones  de  esa  incompetencia  en  este  caso? 

La  segunda  parte  de  la  obra  del  Sr.  Casanova  comprende  el 
estudio,  y  así  se  denomina,  de  Las  Nacionalidades. 

Ya  en  ella  se  toca  algo  que  entre  en  la  jurisdicción  de  esta 
Academia,  algo  que  aquí  pueda  y  aun  deba  enunciarse  y  discu- 
tirse. Solo  cabe  nos  detenga  la  idea  del  rumbo  que  haya  tomado 
el  autor  en  la  explicación  de  su  tema. 

¡La  Filosofía  de  la  Historial  ¿Cómo  no  dirigirse  al  objetivó 
propuesto  en  esa  parte  del  laboriosísimo  é  importante  trabajo  que 
estamos  examinando?  ¿Será  conveniente  aquí,  en  la  ocasión  pre- 
sente, seguir  al  Sr.  Casanova  en  su  camino? 

Al  hacer  un  símil  en  la  marcha  progresiva  de  la  Geografía  y 
de  la  Historia,  diciendo  de  la  primera  que  Kant,  Humboldt,  Rit- 
ter  y  otros  la  llegaron  á  trocar  en  ciencia  comparada,  «alcan- 
zando, dice,  mayores  vuelos  tal  vez  que  los  que  debiera  tener», 
añade  nuestro  autor  que,  «si  esto  ha  pasado  con  la  geografía, 
con  la  historia,  con  esa  ciencia,  tan  esencial  para  su  trabajo 
como  lleva  dicho,  ha  tenido  lugar  un  proceso  similar;  efectiva- 
mente, se  considera  bajo  tres  aspectos:  historia  de  los  hechos 
que  es  la  historia  propiamente  dicha;  el  estudio  de  estos  hechos 
que  es  la  filosofía,  los  principios;  y  la  relación  de  estos  hechos, 
con  los  principios,  que  es  la  ciencia  de  la  filosofía  de  la  historia, 


56  30LBTfN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

ciencia  que  trata  de  fijar  las  leyes  que  rigen  el  desenvolvimiento 
y  destino  de  la  humanidad;  es  decir,  investigar  las  causas  de  las 
cosas:  Aristóteles,  añade,  llamó  á  la  evolución  causa  de  las  cau-^ 
sas;  Vico,  Bossuet,  Herder,  Spencer  y  otros  muchos,  han  tratado 
la  materia  bajo  bien  distintos  aspectos;  por  lo  mismo  creemos 
deber  decir  que  la  humanidad,  como  la  naturaleza,  obedece  á 
leyes  irrecusables,  y  que  si  la  ciencia  ha  determinado  las  que  á 
esta  última  se  refieren,  en  lo  que  á  la  humanidad  respecta,  ni  la 
filosofía  de  la  historia,  ni  la  ciencia  sociológica  han  podido  llegar 
á  que  esta  justa  aspiración  del  hombre  traspase  ciertos  límites» 
y  en  tal  concepto  hay  que  tener  á  dichas  ciencias :>. 

Y  continúa  el  Sr.  Casanova  en  el  párrafo  que  inmediatamente 
sigue  al  anterior  acabado  de  transcribir: 

«Las  leyes  existen,  no  hay  duda;  el  hombre  ha  evidenciado 
unas,  persigue  otras  y  pretende  saberlas  todas;  pero  como  los 
hechos  sociales  son  tantos  como  extrema  su  v^ariedad,  constituyo 
tal  condición  una  barrera  difícil  de  franquear,  y  que  el  hombre 
pueda  formular  esas  leyes  con  la  precisión  matemática  con  que 
se  señalan  las  de  la  naturaleza  orgánica.» 

Aquí  vemos  al  Sr.  Casanova  revelar  los  comienzos  del  cono- 
cimiento de  la  Filosofía  de  la  Historia,  nombre  que  daba  Voltaire 
á  la  serie  de  frases  punzantes  en  que  tanto  abundan  sus  escritos 
más  ó  menos  burlescos,  críticos  ó  históricos.  Muchos  nombres 
podrían  añadirse  á  los  que  el  autor  del  estudio  de  Las  Naciona- 
lidades consigna  en  su  libro  como  de  padres  ó  como  de  maes- 
tros de  la  ciencia  histórica  á  que  se  refiere.  Xo  hay  sino  acudir 
á  la  Introducción  de  la  obra  verdaderamente  magistral  de  César 
Cantú,  y  su  lector  hallará  no  solo  un  arsenal  inagotable  de  nom- 
bres de  escritores  de  todas  las  edades  del  mundo  histórico  y  de 
sus  varios  métodos  de  enseñanza,  sino  que  también  el  juicio, 
concienzudo  y  sereno  del  egregio  autor  de  la  Historia  Universal^ 
premiado  en  sus  últimos  años  con  la  Gran  Cruz  de  Isabel  la  Ca- 
tólica á  propuesta  de  esta  Real  Academia. 

Allí  se  da  idea  cabal  de  cuantos  elementos  han  entrado  en  la 
nueva  evolución  porque  la  ciencia  histórica  ha  pasado  desde  las 
rapsodias  griegas  y  las  crónicas  de  la  Edad  Media  á  la  nueva 


hA   TELUlUCAy   LAS   NACIONALIDADES  Y  LA   MILICIA.  57 

época,  en  que  esos  mismos  ingenios  que  nos  cita  el  general  Ca- 
sanova  dan  á  conocer  lo  que  alguno  llama  la  Ciencia  nueva^  la 
historia  que,  no  satisfecha  con  la  simple  narración  de  los  sucesos, 
necesita  escudriñar  las  causas  que  los  produjeron,  comentarlos  y 
dar  á  entender  el  porqué  de  sus  éxitos  felices  ó  funestos.  Y  por 
eso  Bossuet ,  cuantos  historiadores  y  filósofos  nos  trae  á  la  me- 
moria el  Sr.  Casanova  y  cien  otros,  con  pensamientos  distin- 
tos y  métodos  diversos  de  exposición,  han  ¡do  de  descubrimien- 
to en  descubrimiento,  de  examen  en  examen  y  de  deducción  en 
deducción,  ejercitándose  en  el  arte,  en  la  escuela,  en  la  ciencia, 
por  fin,  filosófico-histórica,  única  hoy  admitida  para  el  conoci- 
miento de  lo  pasado  y  la  previsión  de  lo  porv^enir. 

Si  yo  no  me  hallara  agobiado  por  el  peso  que  los  años 
hacen  gravitar  sobre  el  espíritu  como  sobre  el  cuerpo,  me  en- 
golfaría en  la  disquisición  de  la  serie  de  ideas  esparcidas  en  el 
libro  del  general  Casanova  referentes  al  punto  de  las  Nacionali- 
dades, serie  que  comprende  desde  el  origen  de  los  pueblos  y  do 
las  sociedades  más  antiguas  la  constitución  de  los  en  que  se  co- 
lumbra y  luego  aparece  la  cultura  de  los  hebreos,  griegos  y  ro- 
manos, cuya  historia  nos  hace  el  autor  lo  breve  que  requiere  el 
pensamiento  de  su  obra.  El  Cristianismo^  después,  y  LotS  Reli- 
gionesy  El  Feudalismo  y  seguidamente  El  Renacimiento  y  La 
Reforma',  constituyen  capítulos  diversos,  de  los  que  no  hacemos 
sino  enunciar  aquí  el  título,  porque  sería,  como  acabo  de  decir, 
engolfarme  en  discusiones  en  nuestro  concepto  extrañas,  al  exa- 
men que  se  me  ha  encargado. 

Merece,  sin  embargo,  excepción,  por  otra  parte  ineludible,  ol 
estudio  que  hace  el  general  Casanova,  después  del  ya  indicado 
de  las  primeras  nacionalidades  hasta  las  modernas,  cuyo  adveni- 
miento anuncian  la  formación  de  los  imperios  franco  y  alemán,  las 
Cruzadas  y  el  Renacimiento  con  la  Reforma  y  todo  su  influjo  en 
el  estado  social  de  nuestros  tiempos,  que  hace,  repito,  el  general 
Casanova  de  nuestra  España  desde  la  entrada  en  ella  de  la  Casa 
de  Austria.  Algo  adelanta  en  ese  estudio  con  retroceder  al  de  la 
notabilísima  personalidad  de  Fernando  el  Católico,  descrita  ma- 
gistral mente  por  Maquiavelo  y  por  no  pocos  de  nuestros  milita- 


58  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

res  contemporáneos,  fundador  con  su  nunca  bastantemente  pon- 
derada esposa,  Isabel  la  Católica,  de  la  monarquía  genuinamente 
española  que  acabó  por  dominar,  con  sus  armas  y  las  artes  de 
su  soberano,  una  gran  parte,  la  más  culta  é  influyente  de  Euro- 
pa, y  además  se  hizo  dueña  del  vasto  continente  descubierto  por 
Cristóbal  Colón.  A  tal  grado  de  admiración  eleva  nuestro  autor 
la  suya  á  Fernando  V,  que  se  rebela  contra  el  filósofo  florentino 
y  contra  cuantos  acusan  á  aquel  soberano  de  ingrato  para  con 
el  Gran  Capitán,  con  el  descubridor  del  Nuevo  Mundo  y  con  el 
mismo  Cisneros,  fundándose,  aunque  no  fuera  por  más,  en  frase 
parecida  á  la  célebre  de  Bismarck,  la  de  que  «El  fin  justifica  los 
medios  :>. 

Ante  esa  personalidad  del  ínclito  Aragonés  extasíase  el  gene- 
ral cuya  obra  estamos  examinando;  pero  más  todavía  ante  la 
del  Emperador,  hijo  de  la  infeliz  Doña  Juana  y  de  su  versátil  y 
fatuo  marido. 

Después  de  enumerar  los  al  parecer  innumerables  viajes  del 
ínclito  Emperador  á  través  de  Europa  y  á  la  costa  de  África, 
así  como  sus  varios  triunfos  sobre  ligas,  imperios  y  reinos  que 
conspiraban  contra  su  inmenso  poderío,  celosos  sus  soberanos 
de  quien,  según  Macaulay,  dominaba  la  Tierra  y  el  Océano^  va 
el  general  Casanova  explicando  el  porqué  de  la  decadencia  á  que 
España  fué  precipitándose  en  los  reinados  que  sucedieron  al  de 
Felipe  II,  en  que  el  tratado  de  Cateau-Cambresis  marcó  el  que 
nuestro  autor  quiere  señalar  como  punto  que  determina  el  inicial 
de  esa  nuestra  decadencia. 

Lo  que  marcó  aquel  tratado  en  1 5  59  fué  el  apogeo  de  la  gran- 
deza de  España  cuando  Francia,  única  potencia  que  se  atrevía 
á  rivalizar  con  nuestra  patria,  había  sufrido  el  desastre  irrepara- 
ble de  San  Quintín.  Sobrevinieron  las  rebeldías  de  Flandes;  y 
cuando  los  Alba  y  Austria  parecían  haberlas  sofocado,  surgió  en 
Francia  la  eminente  figura  de  Enrique  IV  para  darlas  nuevo 
aliento  y  causar  el  enflaquecimiento  y,  con  la  muerte  de  Felipe  II, 
la  decadencia  de  la  poco  antes  floreciente  España.  Ni  la  anexión 
de  Portugal  en  1 5 80,  ni  los  alardes  de  Alberoni  después,  y  por 
último  el  magnífico  de  la  guerra  de  la  Independencia,  han  logra- 


LA   TELÚRICA,    LAS   NACIONALIDADES   Y    LA   MILICIA.  59 

do  contener  el  descenso  potencial  de  España,  efecto  lamentable 
de  la  torpeza  de  sus  gobernantes  y  de  los  descalabros  que  ha 
producido.  De  torpeza  en  torpeza  y  de  descalabro  en  descalabro 
hemos  caído,  con  efecto,  en  el  insondable  abismo,  del  que  solo 
podría  sacarnos  la  unión  de  todas  nuestras  discordes  voluntades, 
la  explosión  de  un  patriotismo  tan  eficaz  conio  verdadero,  y  la 
dirección  de  una  inteligencia  tan  elevada  como  la  de  los  que 
crearon  la  anterior  grandeza  de  España. 

Esa  parte  de  su  obra  la  termina  el  general  Casanova  con  un 
resumen,  así  lo  llama,  en  que  saca  á  plaza  á  nuestros  maestros 
más  distinguidos  y,  aunque  no  todos  del  fuste  que  él  les  atribuye, 
aquellos  que,  generalizando  la  ciencia  militar,  como  el  Marqués 
de  Santa  Cruz  de  Marcenado,  Almirante,  Villamartín  y  otros, 
autores  modernos  los  últimos,  han  tratado,  y  con  éxito,  de  resol- 
ver los  más  arduos  problemas  planteados  por  los  antiguos  y  los 
quedas  condiciones  de  las  sociedades  modernas  han  tendido  á 
reducir  á  asuntos  económicos,  políticos  y  hasta  religiosos,  en  vez 
de  los  que  pura  y  prácticamente  no  habían  pasado  antes  de  la 
esfera  de  los  campos  de  batalla. 

«Dada,  dice,  y  reconocida  la  preferencia  que  tiene  el  proble- 
ma económico,  el  militar  ha  de  ser  resuelto  tal  y  como  se  im- 
pone, reservándonos  la  tercera  parte  de  nuestro  trabajo  para 
este  objeto,  siendo  natural  que  la  política  y  la  religión  entren 
dentro  de  aquellos  límites  que  el  equilibrio  social  les  concede.» 

Y  dentro  ya  del  recinto,  se  puede  decir,  de  ese  tema,  el  ge- 
neral Casanova  nos  saca  á  discusión  las  principales  nacionalida- 
des, Inglaterra,  Francia  y  Alemania,  así  como  tipos  de  organi- 
zación social,  política  y  militar,  capaces  por  lo  mismo  de  influir 
poderosamente  en  los  destinos  del  mundo.  «La  base  de  este  es- 
tudio, dice,  es  considerar  á  Inglaterra  como  gran  nacionalidad 
genuinamente  económica,  marítima,  política  y  militar,  del  mismo 
modo  que  Alemania  lo  es  militar,  económica,  política  y  maríti- 
ma, y  Francia  política,  económica  y  militar  á  la  par  que  maríti- 
ma, debiéndose  obser\-ar  que  si  estos  íactores  figuran  en  distin- 
tos órdenes,  han  hecho  llegar  á  los  pueblos  que  así  lo  muestran 
á  la  cabeza  de  la  humanidad...» 


6o  BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

Pero,  así  como  para  que  no  pueda  echarse  en  cara  un  olvido 
en  que  no  caerían  sus  lectores,  añade  á  ese  párrafo  que  de  pro- 
pósito hemos  truncado  en  obsequio  á  la  brevedad:  «FU  análisis  y 
la  meditación  nos  han  de  llevar  á  las  conclusiones  buscadas  en 
este  estudio,  sin  necesidad,  en  obsequio  á  la  concisión,  de  com- 
prender con  las  mismas  extensiones  que  las  nacionalidades  di- 
chas, á  Rusia,  Austria,  Italia,  los  Estados  Unidos  y  otras  nacio- 
nalidades, pues  con  lo  dicho  hasta  aquí  y  de  las  resultantes  que 
ahora  se  obtengan,  podremos  llegar,  no  con  dificultades  muchas, 
á  las  necesarias  y  lógicas  deducciones.» 

Y  atribuyendo  á  España  el  hacer  plaza  á  Inglaterra  que,  no 
solo  según  el  general  Casanova,  sino  como  da  á  entender  el  tam- 
bién general  Moraes  Sarmentó,  del  ejército  portugués,  en  su  re- 
ciente obra  A  Defesa  das  Costas  de  Portugal  E  a  Allianga 
LüsO'Ingleza^  tomó  el  puesto  que  ocupaba  nuestra  patria  á  favor 
de  sus  más  eminentes  hombres  de  Estado,  nuestro  distinguido 
autor  va  explicando  esas  variantes  que  había  señalado  en  las 
condiciones  de  la  Gran  Bretaña  respecto  á  las  demás  nacionali- 
dades citadas  á  su  lado.  Y  en  cuatro  capítulos  que  se  titulan  La 
Filosofía  y  el  Estado^  El  Problema  económico^  La  Política  y  El 
Ejército^  aunque  no  sin  grandes  explanaciones,  necesarias  pre- 
cisamente en  materia  tan  abstrusa  rozándose  con  todas  las  filo- 
sofías, narra  no  solo  las  peripecias  que  han  ido  cambiando  la 
faz  político-social  del  Reino  Unido,  sino  también  las  que  han 
contribuido  á  esa  constitución  militar  en  que  no  sabe  qué  extra- 
ñar más,  si  el  espíritu  conservador  intransigente  de  las  costum- 
bres que  la  informan,  ó  los  éxitos  que,  á  pesar  de  eso,  han  con- 
seguido sus  armas. 

Lo  que  ha  hecho  respecto  á  la  nacionalidad  británica  lo  hace 
el  general  Casanova  al  juzgar  la  francesa.  Solo  que  empieza  con 
la  semblanza  del  soberano  que  no  hace  mucho  he  citado,  la  de 
Enrique  IV,  de  quien  dice  al  terminar  el  capítulo  i:  «Enrique  IV 
preparó  la  Francia,  salvándola  entonces,  para  las  luchas  del  por- 
venir, en  las  actividades  todas  del  hombre,  mostrándole  los  ca- 
minos para  la  segura  llegada;  despojó  á  las  clases  absorbentes 
del  Estado  de  todo  cuanto  podía  redundar  en  beneficio  de  aquel 


LA.   TELÚRICA,    LAS   NACIONALIDADES   Y   LA   MILICIA.  6f 

pueblo  que  veía  morir,  é  hizo  abstracción  de  todo  para  sí  propio, 
siempre  que  en  beneficio  de  la  patria  resultara;  ¡bien  harán  los 
franceses  en  rendir  culto  y  perpetua  memoria  al  que  fué  para 
ellos,  según  nosotros,  el  Rey  de  sus  Reyes!» 

En  lo  que  se  refiere  á  El  estado  social,  el  general  Casanova 
parece  haberse  propuesto  dar  un  curso  de  la  ciencia  que  también 
lleva  ese  mismo  título,  en  el  que  de  seguro  se  acabaría  por  un 
trabajo  sin  fin  ni  fruto  para  el  que  se  ha  pedido  á  esta  Academia, 
como  en  el  estudio  del  cap.  iii,  titulado  Estado  Político^  no  ob- 
tendríamos ninguno  tampoco  útil,  tratándose  en  él  de  principios 
y  bases  de  constituciones  nacionales  en  cada  pueblo  diferentes, 
acordes  al  genio,  los  usos  y  la  historia  de  cada  uno.  Así  es  que 
el  Sr.  Casanova  tiene  que  barajar  á  cuantos  ha  sujetado  á  su 
examen,  llegando  de  ese  modo  al  de  la  nacionalidad  alemana,  á 
la  que  dedica  una  importancia  proporcional  lógicamente  á  la 
política  que  le  han  dado  los  últimos  sucesos  que  en  gran  parte 
han  cambiado  la  faz  de  la  Europa  actual. 

Verdaderamente  el  epígrafe  que  el  general  Casanova  estampa 
á  la  cabeza  del  capítulo  Alemania  explica  la  opinión  que  ha 
formado  del  estado  presente  de  la  antigua,  grande  y  ahora  mo- 
dernizada nacionalidad  germánica.  Dice  así  ese  epígrafe,  copian- 
do una  frase  de  Federico  el  Grande:  «El  poeta  y  el  Monarca  no 
forman  ya  mas  que  una  sola  persona;  el  pueblo,  objeto  de  mí 
amor,  es  ahora  la  única  divinidad  á  la  cual  he  de  servir.  ¡Adiós 
versos,  conciertos,  amigos:  adiós  también  Voltaire!,  mi  Dios  Su- 
premo es  en  adelante  mi  deber.» 

Los  que  conozcan  el  carácter  del  Grande  hombre  por  su  con- 
ducta y  sus  escritos,  podrán  observar  toda  la  hipocresía  que  en- 
cierran los  anteriores  renglones;  pero  al  mismo  tiempo  y  com- 
parando aquel  tiempo  con  el  que  corre,  actos  y  actos  y  palabras 
con  palabras,  podrá  también  sacar  consecuencias  que  parezcan 
reproducción  viva  de  lo  que  á  mediados  del  siglo  xviii  pasaba 
por  sabiduría  ó  por  maquiavelismo  áéi  filósofo  SansSouci,  Eso 
es  lo  que  al  parecer  ha  debido  pensar  el  señor  general  Casano- 
va al  estampar  la  frase  del  que  no  solo  tenía  que  despedirse  de 
Voltaire,  y  no  por  patriotismo  como  quiso  indicar,  sino  que  de 


62  BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

Diderot,  d'Alembert,  Maupertuis  y  otras  de  sus  inspiradores  del 
Anti'MackiaveL 

Una  observación  más  merece  esa  parte  del  libro  de  que  se  da 
cuenta  al  fijarse  en  la  historia  en  que  se  funda  la  esencia  del  ca- 
pítulo «Alemania».  Es  la  referente  á  la  influencia  que  ejercieron 
en  la  reacción  emprendida  en  Prusia  al  sentir  el  aguijón  dejena 
y  Averstádt  y  llevada  felizmente  á  cabo  en  1813  cuando  la  re- 
tirada de  Napoleón  de  Rusia,  Stein,  Scharnhorst  y  algunos  de 
sus  discípulos  como  Clausewitz,  (inoysenau,  etc. 

De  ahí  viene  la  que  pudiéramos  llamar  resurrección  de  Prusia, 
muerta  siete  años  hacía  á  manos  de  Napoleón,  aun  regidas  sus 
armas  por  los  más  celebrados  discípulos  del  Gran  Rey,  maestros, 
á  su  vez,  pero  anticuados  ya,  impotentes  ante  la  nueva  escuela 
que  los  desacreditaría  con  la  ruina  de  su  patria  en  poquísimas 
semanas.  «El  tiempo  moderno,  según  la  frase  copiada  de  Gney- 
senau,  necesitaba  algo  más  que  apellidos,  títulos  y  pergaminos; 
necesitaba  vigor  y  fuerzas  nuevas.» 

Y  el  general  Casanova  se  detiene  en  describir  y  comentarlas 
reformas  introducidas  en  la  organización  del  ejército  prusiano 
que,  preparadas  por  el  estadista  Stein  y  puestas  en  práctica  por 
el  experto  Scharnhorst,  han  acabado  por  constituir,  con  los  con- 
sejos de  Bismarck  y  Moltke,  un  modelo  que  se  apresuran  á 
imitar  las  potencias  militares  de  la  Europa  continental.  «La  In- 
dustria y  el  Libertariado»,  cuyo  estudio  forma  un  capítulo,  el  ni 
del  de  la  nacionalidad  alemana,  reúne  con  los  anteriores  que 
comprenden  los  reinados  próximos  á  nuestro  tiempo  los  motivos 
que  produjeron  los  desastres  de  los  primeros  años  del  siglo  xix 
y  su  desquite  hasta  alcanzar  con  Guillermo  II  el  estado  flore- 
cíente  en  que  se  halla  el  hoy  Imperio  de  Alemania. 

A  esos  capítulos,  por  punto  general  históricos,  sucede  el  re- 
ferente á  «La  Paz  y  las  Alianzas»,  cuyo  título  lleva,  dividido  en 
tres  partes,  donde,  comenzando  por  el  juicio  de  las  conferencias 
de  La  Haya,  propuestas  por  el  Czar,  continua  con  algo  de  el  del 
servicio  obligatorio;  y  después  de  describir  los  efectos  de  las 
nuevas  armas,  acaba  disertando  sobre  la  probable  duración  de 
las  guerras  futuras. 


LA    TELÚRICA,   LAS    NACIONALIDADES   Y    LA  MILICIA.  63 

Ni  da  olvido  tampoco  nuestro  autor  á  la  Armada,  pues  con  la 
denominación  de  «^La  Talasocracia»,  incluye  en  sus  múltiples  lu- 
cubraciones una  sobre  las  fuerzas  militares  navales  que  ha  debi- 
do valerlc  el  brillante  y  lisonjero  informe  que  parece  ha  emitido 
sobre  su  obra  la  Junta  Consultiva  del  Ministerio  de  ]\Iarina.  En 
ese  capítulo  se  recuerdan  el  primer  armamento  de  las  naves,  re- 
firiéndose, sin  duda,  á  los  combates  en  que  los  romanos,  nuevos 
en  las  luchas  marítimas,  supieron  arrebatar,  desdo  que  las  em- 
prendieron, á  los  cartagineses  el  imperio  del  Mediterráneo  y  con 
él  la  supremacía,  el  monopolio  comercial  que  en  él  ejercitaban. 
Y  con  eso,  el  general  Casanova  saca  á  cuento  la  armada  de  Don 
Juan  de  Austria  que,  á  su  vez,  arrebató  en  Lepanto  ese  imperio 
á  los  turcos  que  no  dejaban  isla  del  Kgeo  ni  costa  cristiana,  en 
las  de  la  Europa  oriental,  libre  de  sus  brutales  depredaciones.  \'. 
después  de  nuestra  derrota  de  la  In\'encible  y  de  las  causas  de 
tamaña  desgracia,  si  debidas  principalmente  á  los  huracanes  tan 
frecuentes  en  los  mares  que  se  proponía  dominar,  no  en  peque- 
ña parte  á  la  impericia  de  quien  hubo  de  reemplazar  al  irreempla- 
zable auxiliar  del  Gran  Duque  de  Alba  en  la  conquista  de  Portu- 
gal ,  dirige  el  Sr.  Casanova  sus  observaciones  al  estudio ,  ya  más 
práctico,  de  los  nuevos  armamentos  navales,  sus  condiciones,  los 
sacrificios  que  cuestan  y  los  servicios  que  pueden  prestar  así  en 
la  guerra  ofensiva  como  en  la  defensa  de  las  naciones. 

No  me  toca  juzgar  ese  intrincadísimo  asunto,  ya  juzgado  por 
el  cuerpo  científico  que  acabo  de  citar,  el  más  competente  en 
esa  materia,  aunque  mezclada  en  el  escrito  del  general  Casanova 
con  la  que  se  refiere  á  las  fuerzas  terrestres,  cuyo  examen  apoya 
con  las  opiniones  de  tratadistas  como  nuestro  eminente  ingeniero 
el  coronel  Marvá,  con  Testa  y  Echegaray,  cuyos  nombres,  todos 
distinguidos,  le  sirven  para  epígrafe  de  uno  de  los  capítulos  de. 
su  obra.  Y  ese,  último  de  los  de  la  segunda  parte,  la  de  «I.as 
Nacionalidades»,  sirve  ai  general  Casanova  para,  con  tal  apoyo 
y  el  de  sus  mismas  anteriores  opiniones,  reveladas  en  su  exce- 
lente trabajo  «Armas,  defensas  y  organizaciones»  que  esta  Aca- 
demia  recomendó  en  1 894,  pero  particularmente  en  las  del  ruscV 
De  Block,  no  hace   mucho  tiempo  publicadas,  entrar  en  una 


04  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEBOA  DE  LA  HISTORIA. 

disquisición  curiosa  de  arte  militar,  así  táctica  como  estratégica, 
antigua,  comparada  con  lo  que  las  armas,  la  máquina  como  al- 
gunos dicen,  la  historia  de  todos  tiempos  y  la  cultura  moderna 
pueden  haber  hecho  variar  los  caracteres  de  la  guerra,  sus  mé- 
todos y  efectos. 

La  máquina,  decimos;  y,  con  efecto,  el  armamento  ha  some- 
tido las  fuerzas  combatientes  á  pruebas  tan  rudas  que  las  han 
obligado  á  cambiar  sus  formaciones  en  la  línea  de  batalla,  el 
modo  de  sus  embestidas,  la  táctica,  en  fin,  que  habría  de  dar  la 
victoria  al  genio  y  al  valor.  No  olvida  eso  el  general,  autor  de 
la  obra  á  que  este  informe  se  refiere;  y  después  de  en  el  capí- 
tulo anterior,  «De  Block  (tan  amigo  es  de  citar  nombres  propios) 
y  la  Guerra»,  describir  las  transformaciones  que  ha  sufrido  el  ar- 
mamento, la  máquina,  y  los  estragos  que  en  cada  una  de  ellas 
se  han  dejado  sentir,  tan  influyentes  en  la  moral  de  los  comba- 
tientes, pasa  al  estudio  del  cambio  también  que  haya  podido 
experimentar  el  arte  de  las  maniobras. 

La  estrategia,  sin  embargo,  no  es  variable  sino  en  muy  conta- 
dos casos  y  en  condiciones  que,  no  el  transcurso  del  tiempo  ni 
la  variación  en  las  armas,  hacen  cambiar;  solo  la  transformación 
del  suelo,  con  la  riqueza  de  los  pueblos  y  el  mejoramiento  de 
sus  comunicaciones,  pueden  dar  lugar  al  cambio  de  los  métodos 
con  que  atacarlos  ó  defenderlos.  Se  citan  aquí  Cannas  y  las  Na- 
\'as  de  Tolosa  para  recordar  los  efectos  del  armamento  antiguo, 
y  esos  mismos  ejemplos  lo  son  para  demostrar  mi  tema;  porque 
el  Gran  Capitán  dio  por  las  exigencias  del  arte  en  ese  mismo  si- 
tio de  Cannas,  en  Cerignola,  una  de  sus  más  decisivas  batallas,  y 
en  i8lO  atacaban  los  franceses  el  paso  de  Sierra  Morena  por  * 
los  sitios  que  sirvieron  á  Alfonso  VIII  en  12 12  para  cruzarla  y 
derrotar  al  Miramamolín  almohade  en  el  inmediato  de  las  Navas, 
.  Todo  ese  estudio  de  nuestro  autor  y  estas  últimas  observa- 
ciones parecerían  prematuras  al  considerar  que  va  á  ser  aquél 
seguido  de  una  tercera  parte  que,  con  el  título  de  «La  Milicia», 
nos  ha  de  dar  una  como  síntesis  de  las  opiniones  que  con  predi- 
lección ha  adquirido  en  su  larga  carrera  y  que  con  manifiesta 
preferencia  cultiva  el  general  Casanova. 


í 


LA   TELÚRICA,    LAS   NACIONALIDADES  Y   LA   MILICIA.  65 

Tan  es  verdad  esto,  que  al  comenzar  el  capítulo  á  que  se  alu- 
de nos  hace  ver  así  esa  pasión  tan  honrosa  por  el  servicio  de  las 
armas  que  abrazó  en  su  juventud.  «Nuestro  puesto  (el  de  Espa- 
ña) ,  dice ,  por  lo  tanto ,  en  esta  gloriosa  época  (el  siglo  xvi)  era 
el  primero;  nosotros  mostramos  al  mundo,  con  antelación  de 
tantos  años  en  sus  comienzos,  los  esplendores  de  una  ciencia 
que  no  da  máquinas,  invenciones  prodigiosas,  comodidades  ra- 
yanas en  la  molicie  y  causa  de  la  muerte  de  los  pueblos  y  de  su 
total  desaparición,  no;  nuestra  ciencia,  la  militar,  da  más,  mucho 
más:  reparte  vigor  al  cuerpo,  templanza  y  sublimidad  al  espíritu 
y  oírece  naciones  6  imperios,  más  aún,  la  hegemonía  del  mundo. 

«¿x\  qué  otra  cosa  puede  aspirar  el  hombre?  Pues  á  eso  no 
llega  mas  que  por  las  armas  en  la  mayor  parte  de  los  casos;  pero 
como  para  que  las  armas  den  su  total  rendimiento  se  impone  el 
desarrollo  intelectual  y  moral  del  hombre,  el  pueblo  que  á  todo 
aspire  lo  alcanzará  por  esos  caminos:  por  la  educación,  la  ins- 
trucción y  sus  condiciones  guerreras. » 

Y  el  general  Casanova  acomete  la  tan  grave  como  transcen- 
dental cuestión  del  ser\''icio  obligatorio,  como  fundamento  del 
reclutamiento,  primera  piedra  de  la  ingente  fábrica  de  la  reor- 
ganización del  ejército.  Cuestión  es  esa  tan  controvertida  entre 
todas  las  clases  de  la  sociedad  que ,  aun  aceptada  por  punto  ge- 
neral, lo  es  con  tan  distintas  condiciones  que  no  se  sabe  cómo 
resolverla  sin  herir  interés  alguno  de  los  muchos  y  diversos  que 
afecta.  Todo  el  mundo  cree  la  ley  necesaria;  hasta  justa  y  aun 
fácil  en  su  ejecución  la  considera  alguno;  pero  no  falta,  sin  em- 
bargo, quien  la  tiene  por  inconveniente  y  perjudicial  al  servicio 
general  del  Estado  en  su  administración.  Han  de  precederle  la 
educación  militar  en  el  pueblo  donde  se  implante,  y  la  instruc- 
ción también  militar  en  los  que  van  luego  á  ejercerlo  en  las  filas. 
Aquélla,  la  educación,  es,  así  como  función  esencial  para  la  fina- 
lidad á  que  se  aspira ,  la  más  difícil  para  llegar  á  ella.  Eso  de 
arrancar  á  la  paz  y  al  cariño  de  la  familia ,  más  luego ,  á  la  es- 
cuela en  que  se  busca  el  estudio  de  los  medios  para  la  subsis- 
tencia y  aun  para  la  fortuna,  y  destinar  el  fruto  de  esos  cuidados 
de  la  madre  y  del  maestro  á  la  guerra,  esto  es,  al  arte  de  hacer- 

TOMO  XLIV.  5 


66  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

se  matar,  informa  tal  cúmulo  de  contrasentidos  en  el  ser  y  la 
moral  de  la  humanidad,  que  hay  que  apelar  para  explicarlo 
á  una  idea  de  muy  superior  fuerza,  la  del  sentimiento  de  la 
Patria. 

Ahora  bien;  esa  santa  abnegación,  ¿es  comprendida  de  igual 
modo  y  con  la  misma  intensidad  en  todas  las  clases  sociales  del 
pueblo?  El  hogar  de  un  habitante  es  parte  de  la  patria  de  todos; 
pero  ¿lo  entienden  todos  así  hasta  posponer  los  afectos  de  la  fa- 
milia y  los  intereses  propios  al  culto  de  la  alta  divinidad  que  re- 
presenta el  decoro,  el  orgullo,  la  independencia  de  la  nación  en 
que  se  ha  tenido  la  fortuna  de  nacer?  La  educación  militar,  pues,, 
augurando  sujeción,  abandono  de  intereses,  tan  caros  al  hombre, 
fatigas  y  peligros,  ha  de  repugnar  á  muchos,  y  se  hará  de  difícil 
ejecución  entre  las  gentes,  sobre  todo,  en  quienes  el  sentimiento 
de  la  Patria  no  absorba  todos  los  del  corazón ,  las  concupiscen- 
cias, innatas  en  el  hombre,  de  los  goces  de  la  licencia,  tan  aje- 
nos al  honroso  oficio  de  la  Milicia.  Eso,  sin  contar  con  las  dife- 
rencias esenciales  de  cada  pueblo ,  pues  el  mismo  general  Casa- 
nova,  partidario  decidido  del  servicio  obligatorio  con  educación 
militar  é  instrucción  anteriores,  refiriéndose  á  su  implantación  en 
España ,  dice  que  resuelven  poco  esos  procedimientos  « aquí 
donde  el  atavismo  impera,  á  la  par  de  la  política  íí  tal  extremo, 
que  cada  innovación,  por  más  lógica  y  natural  que  sea,  lleva 
aparejada  multitud  de  intrigas,  amenazas  y  disturbios,  ¿porqué? 
pues  porque  faltan  conceptos  de  deberes  sociales,  convenci- 
mientos morales  del  deber,  y  de  ahí  que  no  se  acometan  los 
problemas  sociales  que  tanto  afectan  al  bienestar  de  los  pueblos, 
con  aquella  franqueza  y  energía  que  requieren». 

No;  hay  otra  causa,  además,  que  en  el  asunto  de  que  se  trata 
produce  el  efecto  que  tan  amargamente  deplora  y  condena  el 
general  Casanova.  El  espíritu  conservador  de  los  españoles  man- 
tiene en  ellos  como  en  un  tabernáculo  sagrado  la  tradición  de 
sus  gloriosas  gestas  de  todos  tiempos ,  desde  los  más  remotos 
hasta  los  próximos ,  en  que ,  sin  esa  educación  militar  que  ahora 
se  les  recomienda,  han  conseguido  que  el  mundo  admire  su  va- 
lor y  su  patriotismo ,  la  eficacia  particularmente  de  su  modo  pe- 


LA   TELÚRICA,   LAS   NACIONALIDADES   Y   LA   MILICIA.  67 

cuitar  de  combatir  contra  sus  más  poderosos  enemigos.  Lo  he 
dicho  en  otra  parte: 

«En  todas  esas  jornadas  (las  de  la  invasión  romana,  de  los 
^bárbaros  y  la  napoleónica),  por  demás  instructivas  para  el  co- 
»noc¡miento  militar  de  nuestra  nacionalidad,  han  podido  obser- 
»var  los  que  las  han  estudiado  que  ha  sido  siempre  igual  la  ma- 
>nera  de  ejecutarlas  en  nuestros  compatriotas,  constituyendo  una 
acostumbre  característica  en  ellos,  una  ley  bélica,  podríamos  de- 
»cir,  protectora  eficaz  de  la  independencia  española,  y  única, 
>puede  también  decirse,  en  Europa.»  Y  ¿cómo  así  convencerles 
de  lo  contrario? 

Aceptada  la  educación  militar,  la  instrucción  no  ofrece  tantas 
dificultades,  implantada,  que  sea,  á  edad  conveniente  y  en  oca- 
siones oportunas.  El  general  Casanova  señala  una  y  otras,  glo- 
rificando la  institución  de  ambos  servicios.  «Como  podemos  ob- 
servar, dice,  estos  preceptos  abarcan  tres  categorías:  para  con 
la  Patria,  para  con  los  semejantes  y  para  consigo  mismo;  pero 
todos  están,  aunque  no  aparezcan  en  sus  doctrinas,  íntimamente 
relacionados  con  los  preceptos  religiosos  y  sociales,  á  tal  ex- 
tremo, que  consolidados  forman  un  código  perfecto  de  educa- 
ción nacional  que  ha  de  enseñarse,  no  solo  en  las  escuelas,  sino 
en  todos  los  centros  docentes  que  no  lleguen  sus  estudios  á  su- 
periores; y  vemos  de  qué  manera  el  problema  se  va  resolviendo, 
pues  en  nuestro  juicio  debe  llegar  la  educación  moral  militar 
hasta  que  los  niños  acaben  su  primera  y  segunda  enseñanza ,  y 
la  instrucción  militar,  desde  esta  época  hasta  que  cumplan  tres 
años  de  prácticas,  concluyéndose  entre  los  dieciséis  y  diecisiete 
años,  que  se  llegará  á  completar  con  la  que  reciban  en  el  ejér- 
cito á  los  tres  años,  en  cuyo  tiempo,  si  han  olvidado  algo 
de  lo  que  aprendieron,  resultará  entre  todas  la  menor  contra- 
riedad.» 

Casanova  pasa  seguidamente  á  otro  capítulo  en  que  describe 
los  procedimientos  para  obtener  «La  Estadística,  el  Recluta- 
miento y  el  Reemplazo»  en  los  ejércitos;  y,  para  eso,  recorre  la 
historia  de  los  ejércitos  de  mayor  fuerza  en  Europa,  de  Alema- 
nia, Francia  y  Austria,  para  con  su  estudio  explicar  luego  sus 


68  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

ideas  y  preferencias  en  el  funcionamiento  de  los  elementos  to- 
dos de  la  Milicia. 

Después  de  algunas  observaciones  estadísticas  y  definido  el 
ejército  según  lo  han  hecho  los  á  quienes  concede  mayor  auto- 
ridad, el  general  Casanova  describe  la  composición  del  de  Ale- 
mania, aunque  sucintamente,  en  todas  ^us  partes,  inclusa  la  de 
la  educación  en  los  Centros  militares^  de  cuyo  asunto  forma  un 
capítulo  especial  con  ese  mismo  título,  y  que  extiende  á  otros 
ejércitos  para  así  compararlo.  En  ese  estudio  incluye  luego  El 
Juego  de  guerra^  que  debo  calificar  de  fútil,  estéril  y  tan  solo  de 
recreo,  para  después  engolfarse  en  otra  cuestión,  la  de  El  Esta- 
do Mayor  general^  que,  ese  sí,  es  de  una  gran  importancia. 

Yo  me  he  declarado  hace  mucho  tiempo,  desde  que  puede 
decirse  que  se  puso  en  moda ,  adversario  de  tal  organismo  que 
considero  inútil  para  las  funciones  que  muchos  quieren  atribuirle. 
No  me  detendré  ni  á  exponerlas  ni  á  criticarlas,  porque  la  Aca- 
demia estará  demasiado  fatigada  de  la  audición  de  un  informe 
que  no  á  todos  puede  interesar.  Yo,  al  nombrar  el  Estado  Ma- 
yor general  según  generalmente  se  entiende  y  funciona  en  Ber- 
lín, recuerdo  involuntariamente  el  célebre  Consejo  áulico  de  Aus- 
tria, y  la  caustica  frase  de  Bismarck  en  una  de  las  cartas  que 
dirigió  á  su  mujer  durante  la  guerra  de  1870.  En  la  de  22  de 
Noviembre  la  decía:  «El  complot  (el  de  paralizar  el  ataque  de 
París),  si  existe,  tiene  su  asiento  en  el  Estado-mayor  que,  en 
^\jt  conjunto,  aparte  del  bueno  y  prudente  Moltke,  me  desagrada: 
los  éxitos  se  le  han  subido  locamente  á  la  cabeza,  y  temo  con 
frecuencia  que  no  seamos  algún  día  castigados  de  esa  arrogante 
vanidad;  otros  se  cubren  con  el  nombre  de  Moltke,  él  mismo  se 
ha  hecho  viejo  y  deja  andar  las  cosas  como  van.  Los  regimien- 
tos son  los  que  nos  sacan  adelante,  no  los  generales. :> 

Y  basta. 

Siguiendo  el  estudio  de  los  Centros  docentes^  el  general  Casa- 
nova,  y  sin  dejar  de  la  mano,  pudiéramos  decir,  á  Alemania,  nos 
describe  las  diferentes  escuelas  militares  que  la  sirven  para  el 
reemplazo  de  su  oficialidad,  comparándolas  con  las  de  Francia  y 
Austria-Hungría  en  capítulos  distintos  para,  por  fin,  entrar  en 


;.A   TELÚRICA,   LAS   NACIOMAUDADES  Y   LA   MILICIA.  69 

la  parte  puramente  científica  que  denomina  con  el  título  gene- 
ral de  <lLos  fusiles, — La  Tormentaria, — -El  terreno^  el  municiona^ 
miento  y  el  Gran  Estado  Mayor, -^ 

Describe  el  fusil  tal  como  se  usa  en  varias  naciones,  así  como 
la  tormentaria,  eso  es,  la  artillería,  y  cita  sus  modelos  y  los  es- 
tablecimientos en  que  se  fabrican  aquél  y  ésta.  Eso  le  da  lugar 
para  no  pocas  curiosas  é  instructivas  noticias  y  observaciones 
acerca  de  la  industria  militar  en  todo  el  mundo.  El  Terreno^  lue- 
go, se  lo  da,  al  describir  las  ventajas  que  ofrece  en  las  operacio- 
nes de  la  guerra,  para  presentarnos  el  juicio  que  el  eminente 
geógrafo  Eliseo  Reclus,  tiene  consignado  sobre  la  resistencia 
física  y  la  agilidad  de  los  españoles,  juicio  no  diferente,  por 
cierto,  del  de  Vegecio:  «El  español  bien  dirigido,  dice  Reclus, 
es  ciertamente,  como  por  su  parte  ha  consignado  la  historia,  el 
mejor  soldado  de  Europa:  tiene  la  fogosidad  del  hombre  del 
del  Mediodía  y  la  fuerza  del  hombre  del  Norte,  sin  sentir  la  ne- 
cesidad, como  éste,  de  sustentarse  abundantemente.» 

Al  arma  tiene  que  acompañar  el  proyectil  y ,  al  usarlo  en  la 
guerra,  la  manera  de  proveer  de  él  á  las  tropas  en  el  combate. 
No  podía  el  general  Casanova  olvidar  servicio  tan  importante, 
y  lo  recuerda  en  un  capítulo,  «El  Municionamiento»,  en  que, 
para  atender  á  necesidad  que,  más  que  nunca,  ha  hecho  inelu- 
dible el  tiro  rápido  del  fusil  y  del  cañón,  describe  la  serie,  á  pri- 
mera vista  inacabable,  de  vehículos  en  que  han  de  transportarse 
las  municiones,  así  como  los  medios  más  expeditos  para  distri- 
buirlas á  los  cuerpos. 

Y  desde  ahí  es  cuando,  abandonando  la  parte  de  los  elemen- 
tos materiales  con  que  ha  de  dotarse  un  ejército,  penetra  nuestro 
autor  en  la  que  corresponde  al  genio  militar  de  quien  se  encarga 
de  dirigirlo;  comenzando  por  dotar  también  á  ese  de  la  coope- 
ración de  consejeros  y  agentes  que  le  preparen ,  primero ,  y  le 
ayuden,  después,  en  su  ardua  y  vital  tarea. 

No  me  detendré  yo  en  la  de  rebatir  el  establecimiento  de  «El 
Gran  Estado  Mayor»,  que  ya  creo  haberlo  hecho,  aunque  con 
frases  que  el  general  Casanova  tendrá  por  excesivamente  breves 
y  fáciles  de  refutar;  en  lo  que  llamaré  la  atención  de  la  Academia 


yo  bOLETÍN   DB   LA  REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

será  en  los  capítulos  siguientes,  dirigidos  á  señalar  la  línea  de 
separación  que  existe  entre  el  «Arte  y  la  Ciencia»  militares. 

Hoy  es  ya  para  los  hombres  pensadores  una  ley  esa  separa- 
ción del  arte  y  la  ciencia  que  Casanova  señala  siguiendo  las  opi- 
niones del  malogrado  Villamartín,  de  cuya  obra  magistral  copia 
el  brillante  exordio  con  que  encabeza  el  capítulo  I  de  esta  parte 
de  la  suya  que  estamos  analizando. 

El  general  Casanova  proclama  y  defiende  sus  ideas  en  ese 
punto  con  calor  y  valiéndose  de  tan  numerosa  lista  de  escrito- 
res militares  que,  alguna  vez,  mejor  que  convencimiento  del  va- 
lor y  de  la  exactitud  de  sus  proposiciones,  llega  á  causar  dudas 
y  hasta  una  confusión  que  perjudica  al  sentido  á  que  se  dirigen. 
Y  es  que  su  modestia,  esa  es  la  verdad,  le  hace  buscar  en  datos 
de  todo  origen,  y  en  opiniones  no  propias  suyas,  una  autoridad 
para  las  que  emite  que  sin  duda  teme  no  se  le  quiera  conceder 
á  pesar  de  tenérsela  ya  conquistada  legítimamente  en  su  larga 
carrera  y  con  sus  trabajos  históricos  y  literarios,  aplicados  á  la 
resolución  de  los  mil  variados  y  complejos  problemas  de  la 
ciencia  y  arte  militares. 

Yo  creo  que  la  conjunción  de  ambos  medios  es  lo  que  con- 
duce á  los  éxitos  á  que  se  aspira  en  la  guerra,  ayudados  de  lo 
que  otras  ciencias  y  artes,  productoras  del  material  é  indicado- 
ras de  su  objeto  y  servicios,  pueda  hacer  práctica  y  á  veces 
fácil  la  inspiración  del  talento  en  los  que  mandan.  El  gene- 
ral Casanova  busca  en  la  Historia  ejemplos  con  que  fortificar 
sus  ideas;  y  ese  es,  en  nuestro  concepto,  el  mejor  camino.  Clio 
suele  estar  representada  con  un  libro  en  que  escribe,  y  teniendo 
á  sus  pies  muchos  otros  que  deben  servirle  de  consulta.  Sin  ellos, 
lograría  producir  una  obra,  excelente  si  se  quiere,  de  espontá- 
nea y  brillante  inspiración ,  pero  no  de  los  que  con  el  ejemplo 
del  pasado  guían  al  hombre  en  su  conducta  para  lo  porvenir. 
Así,  el  general  Casanova,  con  los  ejemplos  dados  por  Gonzalo 
de  Córdoba,  el  regenerador  de  la  antigua  y  ya  olvidada  milicia, 
y  los  que  aplicaron  su  doctrina,  la  extendieron  y  mejoraron, 
Gustavo  Adolfo,  el  Gran  Federico,  Napoleón  y,  según  él,  Molt- 
ke,  valiéndose  cada  uno  de  tan  celebrados  capitanes  de  los  pro- 


LA   TELÚRICA,    LAS    NACIONALIDADES   Y   LA   MILICIA.  Jl 

gresos  en  el  armamento  de  su  tiempo  respectivo ,  el  general  Ca- 
sanova,  repito,  va  estableciendo  jalones  en  el  camino  empren- 
dido para  deslindar  la  acción  de  la  ciencia  militar  y  la  del  arte 
en  los  campos  de  batalla.  Hace,  como  otros  muchos,  ciencia  de 
la  estrategia  y  arte  de  la  táctica,  á  pesar  de  que  Napoleón  nunca 
tomó  el  nombre  de  aquélla  en  la  exposición  de  sus  pensamientos 
militares,  y  de  que  hay  varios ,  y  entre  ellos  el  competentísimo 
Almirante,  que  no  la  consideran  sino  como  la  parte  más  elevada 
y  sublime  de  la  segunda,  pero  siempre  arte  y  solo  arte. 

No  acabaría  de  disertarse  sobre  las  diferencias  que  constitu- 
yen la  por  nadie  determinada  de  una  manera  explícita  y  convin- 
cente entre  la  ciencia  y  el  arte  de  la  guerra,  á  cuyos  éxitos  no 
se  puede,  sin  embargo,  álribuir  influencia  alguna  de  la  casuali- 
dad ni  de  la  fortuna.  Con  razón  copia  nuestro  autor  los  dos  si- 
guientes párrafos  del  libro  de  nuestro  inolvidable  amigo  Villa- 
martín,  quien  dice  en  ellos:  «No,  la  guerra,  como  todo,  es  el 
desarrollo  de  un  principio  sujeto  á  leyes  inmutables  que  el  hom- 
bre no  conoce  sino  á  medias,  y  allí  donde  su  talento  no  llega  ha 
inventado  la  palabra  Fortuna  para  explicar  el  efecto  legítimo  y 
natural  de  una  causa  que  se  desconoce». 

«Cuanto  más  el  hombre  avanza  por  el  horizonte  del  saber,  el 
dato  Casualidad  Wenct  menos  importancia  en  sus  problemas,  y 
al  llegar  á  la  sabiduría  infínita,  el  dato  ya  no  existe;  solo  la  cien- 
cia es  la  ley  de  los  hechos  y  las  cosas». 

Y  de  «La  Evolución  histórico-técnica»  se  pasa  en  el  libro  del 
general  Casanova  á  «La  Evolución  histórico-científica»,  en  que, 
como  en  la  precedente,  se  discute  un  asunto  que  en  muy  poco 
se  diferencia  del  anteriormente  expuesto,  y  en  que  se  señalan 
todos  los  estudios  que  debe  hacer  y  todas  las  enseñanzas  que 
ha  de  atesorar  un  general  en  jefe  para  llevar  cumplidamente  su 
tan  importante  como  difícil  misión  diplomática,  política  y  mili- 
tar. Conforme  con  esos  pensamientos,  comienza  Casanova  el  ca- 
pítulo siguiente,  «La  Estrategia»,  con  estas  palabras:  «La  coraza 
se  ha  pasado  del  pecho  del  hombre  al  barco,  á  la  cureña  y  al 
fuerte;  el  vsoldado  solo  lleva  al  combate,  en  nuestros  días,  la  sal- 
vaguardia de  su  inteligencia,  que  la  educación  y  la  instrucción. 


^2  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

cultiva,  del  mismo  modo  que  la  de  su  general  y  su  jefe  lo  hace 
la  ciencia  como  señora  y  reina  del  mundo». 

Pero  más  importancia  aún  que  á  la  Estrategia  parece  dar  el 
general  Casanova  á  «La  Logística»;  y  así  lo  indica  esta  frase  suya: 
«Federico,  fijé  táctico;  Napoleón,  estratégico;  pero  Moltke,  fué 
el  tipo  logístico  por  excelencia:  en  estrategia  pudo  imitar  á  Na- 
poleón, en  táctica  á  Lord  Wellington  en  algunas  ocasiones;  pero 
en  logística  no  imitó  á  nadie  mas  que  á  sí  propio;  Moltke  es,  en 
nuestro  concepto,  el  Gran  Maestro  de  esta  ciencia,  la  ciencia  del 

método  y  del  cálculo »   «Ya,  pues,  tenemos  á  la  Logística 

hecha  ciencia  también  y  arte  cuando  nuestro  autor  dice  que 
todo  constituye  para  la  logística  unos  caracteres  de  existencia 
propia,  como  arte  y  ciencia,  y  dentrD  ó  en  contacto  con  las 

ciencias  otras »  En  lo  del  paralelo  de  generales  que  nos  hace, 

y  en  cuanto  á  las  diferencias  que  entre  ellos  señala  el  general 
Casanova,  se  nos  ocurre,  sin  embargo,  decir:  ¿"No  era  táctico 
Napoleón  al  dar  tanta  importancia  al  Pratzen  en  Austerlitz,  ni 
logístico  al  dar  sus  instrucciones  para  verificar  la  concentración 
del  Grande  Ejército  sobre  Ulma?  El  verdadero  genio  es  más  ge- 
neral que  eso;  y  ni  Federico  ni  mucho  menos  Moltke,  pueden 
disputar  á  Napoleón  ni  una  sola  de  sus  cualidades  militares. 

Un  moderno  escritor  ha  consagrado  todo  un  libro  á  demostrar 
que  Napoleón,  en  cuanto  á  estrategia  y  logística,  ha  continuado 
siendo  el  Maestro,  «No  teniendo,  dice,  ni  uno  ni  otro  (Moltke  y 
su  rey)  genio  creador,  lo  han  suplido  con  una  organización  me- 
ticulosa, con  la  división  del  trabajo  y  el  desarrollo  de  la  iniciativa 
en  todos  los  grados  de  la  jerarquía,  en  fin,  con  la  institución  de 

una  escuela  de  mando »,  en  una  palabra,  digo  yo,  del  Grande 

Estado  Mayor. 

Expuestos  los  principios  fundamentales  de  la  Estrategia,  la 
Logística  y  la  Táctica;  señaladas  sus  respectivas  funciones,  y 
comparando  su  acción  y  efectos  en  el  plan ,  las  maniobras  y  re- 
sultados de  la  guerra,  da  el  general  Casanova  fin  á  su  obra,  aun- 
que no  sin  dedicar  sus  cinco  últimas  páginas,  con  el  título  de 
«Conclusiones»,  á  echar  una  ojeada  á  nuestra  situación  política 
y,  deplorándola,  pedir  la  unión  de  nuestros  esfuerzos  para  su  res- 


LA   TELÚRICA,   LAS   NACIONALIDADES   Y   LA   MILICIA.  73 

tablecimiento  á  tiempos  gloriosos  para  la  Patria,  á  la  que,  así 
como  á  su  soberano,  dirige  los  elogios  más  calurosos  y  entu- 
siastas. 

La  Patria,  pues,  y  la  Monarquía  son  los  dos  objetos  á  quienes 
dedica  sus  aspiraciones  el  general  Casanova. 

Y  terminado  el  estudio  y  la  exposición  del  libro  del  general 
Casanova ,  voy  á  emitir  el  juicio  que  me  ha  merecido  y  se  me 
impone  por  nuestro  ilustre  Director,  tal  como  lo  entienda  mi 
limitado  conocimiento  de  los  variadísimos  asuntos  que  com- 
prende. 

Descartados  algunos  que  considero  ajenos  á  la  misión  ofi- 
cial de  esta  Academia,  y  que  ya  han  obtenido  de  otras  su  corres- 
pondiente iníbrme,  en  todas,  según  noticias,  favorables  al  autor, 
creo  que  en  los  demás  hay  materia  cuyo  examen  le  pertenece, 
siquier  estén  expuestos  y  discutidos  con  un  fin  esencialmente 
militar;  como  que  en  el  arte  de  la  guerra  entra  el  conocimiento 
de  la  historia  cual  uno  de  los  más  eficaces  términos  para  la  re- 
solución de  sus  complicadísimos  problemas.  El  ejemplo  es  maes- 
tro en  muchos  casos,  y  no  es  poca  la  responsabilidad  moral  en 
que  se  in'curre  de  no  seguirlo.  ¿A  qué  los  insomnios  del  vence- 
dor de  Salamina,  sino  á  la  hazaña  de  Milciades  en  Marathón? 
¿A  qué  la  inquebrantable  tenacidad  de  D.  Mariano  Alvarez  en 
Gerona,  sino  á  la  del  defensor  de  Zaragoza?  El  ejemplo  mueve 
no  solo  á  su  imitación,  sino  á  superarlo  si  es  posible;  y  para  eso 
sirven  la  leyenda ,  la  tradición  y  la  historia.  Y  de  ahí  los  parale- 
los  en  que ,  precisamente  y  según  ya  se  ha  hecho  notar ,  abunda 
la  obra  del  general  Casanova  que,  para  demostrar  sus  proposi- 
ciones, técnicas  ó  no,  se  vale  de  la  comparación  de  sus  héroes  y 
escritores  predilectos  según  los  tiempos  en  que  brillaron  por 
sus  hazañas  ó  dieron  sus  lecciones  en  el  gran  libro  do  la  His- 
toria, 

Ahora  estamos  en  pleno  período  de  romanticismo  militar;  hasta 
la  vieja  y  sesuda  Ingalaterra,  como  dijo  nuestro  Navarrete,  hace 
sus  pinitos  por  imitar  en  eso  á  sus  antecesores  étnicos.  La  moda 
es  eminentemente  avasalladora.  ¿Nos  tiranizará  por  mucho  tiem- 
po? Los  veteranos  hemos  de  resistirnos  á  aplaudirla,  pero  tam- 


74  BOLKTÍN  DB   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

bien  nos  vemos  arrollados  ante  la  amenaza  de  que  se  nos  llame 
perezosos  y  rutinarios.  En  tiempos  anteriores,  Napoleón  era  el 
ídolo  ante  el  que  todos  quemaban  el  incienso  de  su  admiración; 
y  si  se  llegaba  á  someterle  á  comparaciones,  sería  con  Alejandro, 
Aníbal  ó  César,  con  los  héroes  clásicos  de  la  más  remota  anti- 
güedad, griegos,  cartagineses  ó  romanos,  que  se  consideraban 
como  maestros  los  más  autorizados  del  arte  de  la  guerra.  Ahora 
han  cambiado  las  cosas.  Las  águilas  napoleónicas  han  salido  de 
la  lucha  rotas  las  alas  é  impotentes  para  obtener  la  victoria;  y, 
sin  detenerse  á  estudiar  la  causa  de  tamaño  desastre,  se  ha  ido  á 
buscar  en  las  excelencias  de  otro  carácter,  de  otro  genio  que, 
como  Napoleón  antes,  resuma  en  su  persona,  natural,  ciencia  y 
y  fortuna.  Y  el  dueño  de  Moltke^  como  le  llama  Bismarck,  maestro 
en  eso  de  conocer  á  los  hombres,  recoge  los  laureles  todos  de 
una  campaña  cuyos  resultados,  asombrosos  en  varios  conceptos, 
se  deben  principalmente  al  espíritu  del  pueblo  alemán,  desper- 
tado en  1 8 1 3  y  fortalecido  en  las  guerras  de  los  Ducados  y  de 
Bohemia,  pero  más,  acaso  todavía,  en  la  preparación  para  la 
de  1870.  Esa  preparación,  acusada  á  tiempo  por  el  Barón  Stoffel 
y  desatendida  en  las  'Fullerías,  sorprendió  al  ejército  francés  en 
su  organización  y  en  sus  concentraciones,  interrumpidas,  una  y 
otras,  por  un  número  de  tropas  enemigas  que  no  se  había  cal- 
culado y  una  actividad  que  se  creía  ajena  á  la  mal  supuesta  par- 
simonia germánica.  No  es,  pues,  solo  á  Moltke  á  quien  el  imperio 
alemán  debe  sus  triunfos ,  su  constitución  y  el  alto  renombre  y 
la  influencia  que  se  le  da  en  estos  días,  su  casi  hegemonía  en  la 
Europa  continental. 

El  general  Casanova  es  de  los  que  rinden  el  homenaje  de  su 
admiración  más  encendida  á  Moltke.  Yo  no  le  sigo  en  eso.  Ni 
Kutusoff,  ni  Bernadotte,  Wellington,  Blucher  ni  Staremberg  po- 
dían compararse  con  Napoleón  en  genio  y  experiencia  de  la 
guerra;  y,  sin  embargo,  y  aun  vencidos  cada  día  en  las  porten- 
tosas campañas  de  1813  y  18 14,  acabaron  por  encerrarle  en  la 
isla  de  Elba,  y  poco  más  tarde,  en  1815,  en  la  de  Santa  Elena. 
A  sus  nombres  va  unida  la  fama  de  aquellas  victorias  de  los 
Aliados  en  Alemania,  Francia  y  Bélgica,  como  con  el  de  Moltke> 


LA   TELU&ICA,   LAS   NACIONALIDADES   Y  LA    MILICIA.  75 

según  se  lleva  dicho,  se  cubrían  sus  subordinados  al  celebrar 
los  triunfos  que,  al  decir  del  entonces  ingenuo  Bismarck,  habían 
conseguido  los  regimientos^  no  los  generales. 

Fuera  de  eso,  en  que  nada  tiene  de  particular  no  estemos  el 
general  Casanova  y  yo  conformes,  como  no  lo  estoy  con  una 
gran  mayoría  de  nuestros  oficiales,  por  lo  que  dudo  me  asista 
la  razón,  hay,  cual  ya  habrá  podido  observarse,  otros  pun- 
tos de  sus  variadísimas  disertaciones  militares  en  que,  aun  sin 
estar  tampoco  de  completo  acuerdo  con  ellos,  revelan  la  vasta 
erudición  de  nuestro  autor  y  sus  indisputables  talentos.  Para  ex- 
poner y  discutir  el  tema  de  las  Nacionalidades  se  necesitan  co- 
nocimientos, y  profundos,  de  la  Historia  Universal,  y  el  general 
Casanova  nos  muestra  ser  íntimo  su  trato  con  los  libros  de  los 
más  celebrados  autores,  así  como  con  los  de  Geografía,  estudio, 
no  solo  complementario  del  de  la  ciencia  maestra  de  la  vida^ 
sino  imprescindible  en  su  significación  filosófica,  esencial  para 
cuantos  la  cultivan.  Los  orígenes  de  cada  nacionalidad,  su  mar- 
cha y  progresos,  sus  entronques  con  vencidos  ó  invasores  hasta 
confundirse  con  ellos,  y  su  historia  sucesiva  y  establecimiento, 
para,  no  solo  consolidarse,  sino  para  influir  en  los  destinos  de  las 
nacionalidades  inmediatas,  asuntos  son  que  exigen  minuciosas 
investigaciones,  examen  concienzudo  y  un  criterio  sin  el  que  la 
ciencia  queda  manca,  por  lo  menos,  sin  opimo  y  útil  fruto. 
Pues  bien,  esas  cualidades,  adquiridas  por  el  general  Casanova 
con  un  estudio  preliminar  de  cuantos  conocimientos  auxiliares 
necesita  la  Historia  y  el  incesante  y  profundo  del  vasto  e  intrin- 
cado asunto  objeto  de  su  último  libro,  esas  cualidades  las  posee 
y  las  revela  elocuentemente  en  él. 

Con  tantos  datos,  pues,  y  esas,  condiciones,  ha  realizado  el 
autor  sus  propósitos  de  enseñanza,  puede  decirse  que  universal, 
del  arte  de  la  guerra;  pues  ya  se  sabe  que  un  general,  quien 
haya  de  dirigir  una  campaña,  sea  en  el  propio  país,  pero  sobre 
todo  en  otro  extraño  enemigo,  necesita  atesorar  esos  conoci- 
mientos y  utilizarlos  con  prudencia  y  energía,  con  habilidad,  en 
una  palabra,  de  entendido  y  experto.  Por  eso  se  echa  de  menos 
en  la  Academia  de  Ciencias  morales  y  políticas  la  presencia  de 


76  BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

algunos  oficíales  del  Ejército,  ya  que  no  es  difícil  ni  será  raro, 
cual  lo  demuestra  la  historia  de  todos  tiempos,  que  se  vean  obli- 
gados en  la  guerra  á  ejercer  las  funciones  cuyo  estudio  se  culti- 
va en  aquella  docta  Corporación.  Sin  ir  más  lejos,  en  nuestra  pro- 
pia historia  tenemos  ejemplos  del  uso  de  la  política  más  refina- 
da por  generales  que  al  dirigir  las  operaciones  de  la  guerra  las 
fortificaban  con  mezclarse  en  la  administración  interior  del  país 
en  que  maniobraban  y  en  la  gestión  diplomática  que  hubiera  de 
influir  para  debilitar  la  militar  del  enemigo.  Los  generales  ingle- 
ses, Lord  Wellington  á  su  cabeza,  hicieron  más  daño  á  Napoleón 
con  sus  artes,  empleándolas  hasta  contra  nosotros,  que  con  sus 
armas,  ayudados  de  la  confianza  que  inspiraban  á  una  parte  del 
pueblo  español  y  de  la  torpeza  de  los  que  lo  gobernaban.  Inva- 
dida la  Francia  en  1813  y  durante  toda  la  campaña,  que  se  ex- 
tendió hasta  Abril  del  siguiente  año,  más  se  esmeró  Lord  Wel- 
lington en  atraerse  las  voluntades  de  los  habitantes  que  en 
agradecer  la  cooperación  de  sus  aliados  de  siempre,  los  españo- 
les, á  quienes,  cuando  no  le  hacían  falta,  enviaba  á  nuestra  frontera 
con  el  pretexto  de  que  tomaban  represalias  excesivas  de  los 
atropellos  cometidos  por  los  íranceses  en  España.  La  vue puré- 
ment  militaire  cede  a  ¿apolitiqtie^  escribía  el  famoso  general  britá- 
nico al  francés  Dumouriez,  que  desde  Portugal  mantenía  con  él 
una  correspondencia  militar  técnica  de  grande  interés. 

Sin  remontarnos  á  recordar  los  talentos  en  ese  género  de  Ale- 
jandro, César  y  Napoleón,  bástanos  ese  ejemplo  reciente  para 
demostrar  la  necesidad  de  que  todo  general  entienda  de  esas 
artes  de  la  política,  así  nacional  como  extranjera,  si  ha  de  llenar 
cumplidamente  la  misión  militar  que  pueda  confiársele.  Y  á  ese 
propósito  se  ve  dirigirse  en  gran  parte  el  escrito  del  general  Ca- 
sanova  antes  de  llegar  á  la  última  que  comprende  el  estudio 
esencialmente  técnico  de  «La  Milicia». 

Muy  ejercitado  en  él  y  en  su  enseñanza,  como  aparece  al  fren- 
te de  la  obra  en  el  informe  de  la  Junta  Consultiva  de  Guerra,  al 
apreciar  sus  trabajos  en  ella  y  proponerle  para  una  recompensa, 
que,  efectivamente,  se  le  concedió,  ha  podido  discurrir  larga  y 
concienzudamente  sobre  los  varios,  diferentes  y  complejos  pro- 


INSCRIPCIÓN   ROMANA   EN   POLÁN.  ^^ 

blemas  á  qu'e  se  refiere.  Ya  se  habrá  visto  que  nos  hallamos  no 
conformes  con  él  en  algunas  de  sus  ideas  militares;  pero  eso  no 
obsta  para  manifestar  aquí  que,  las  expuestas  en  su  libro,  se  ha- 
llan bastante  generalizadas  en  el  ejército,  sobre  todo  en  la  ju- 
ventud. Pruébanlo  de  una  manera  que  sería  muy  difícil  de  negar, 
varios  informes  que,  según  noticias  de  la  prensa  periódica,  han 
dado  otros  cuerpos  facultativos  muy  autorizados,  así  como  el  pre- 
mio recibido  por  el  general  Casanova  en  el  Certamen  militar  ce- 
lebrado en  el  teatro  Lírico  de  esta  corte,  donde,  y  á  presencia 
de  S.  M.  el  Rey  y  de  un  numeroso  concurso  de  generales,  se 
proclamó  la  valía  científica  de  su  obra. 

Merece,  pues,  el  señor  general  Casanova  el  aplauso  de  cuantos 
estudian  y  hayan  de  practicar  los  pensamientos  que  su  obra  en- 
cierra, y  así  creo  yo  que  debiera  manifestarse  al  Ministerio  de 
Instrucción  pública,  por  cuyo  conducto  nos  la  ha  enviado  el  de 
la  Guerra. 

Madrid,  6  de  Noviembre  de  1903. 

•  José  Gómez  de  Arteche. 


V. 


INSCRIPCIÓN  ROMANA  EN  POLÁN  (PROVINCIA  DE  TOLEDO). 

La  obligación  en  que  me  hallo  de  corresponder  en  la  medi- 
da de  mis  fuerzas  á  la  confianza  que  en  mí  depositó  la  Acade- 
mia, encargándome  de  la  publicación  y  el  comento  de  las  Reía-- 
dones  topográficas  de  España  correspondientes  á  la  actual  pro- 
vincia de  Toledo,  constriñóme  á  emprender  numerosos  viajes 
por  aquella  región,  tan  interesante  en  el  concepto  histórico- 
arqueológico  como  poco  conocida  y  estudiada  hasta  ahora,  ex- 
cepción hecha  de  la  capital  y  de  algunas,  muy  pocas,  villas  im- 
portantes. 


78  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

Más  de  cincuenta  pueblos  y  despoblados  visité  en  el  ac- 
tual año  1903,  examinando  sus  monumentos,  recorriendo  sus 
jurisdicciones,  explorando  sus  archivos  eclesiásticos  y  seculares; 
y  la  copiosa  cosecha  obtenida  me  permite  esperar  análogos  fa- 
vorables resultados  en  las  campañas  que,  Dios  mediante,  habré 
de  emprender  en  los  años  venideros. 

Entre  los  pueblos  por  mí  recientemente  visitados  es  uno  de 
ellos  Polán,  lugar  sito  á  diez  y  siete  kilómetros  al  SO.  de  To- 
ledo, á  cuyo  partido  judicial  corresponde.  De  historia  punto 
menos  que  desconocida,  escasa  luz  puede  arrojar  sobre  el  pasa- 
do del  pueblo  el  archivo  municipal,  por  lamentables  vicisitudes 
muy  pobre  y  despojado  de  sus  papeles  antiguos.  Sabemos,  no 
obstante,  que  Polán  existía  ya  en  lllóde  nuestra  era  cristiana, 
pues  que  en  su  extensa  y  alegre  campiña  obtuvieron  aquel  año 
las  armas  castellanas  una  victoria  sobre  el  alcaide  moro  de  Ore- 
ja, de  la  que  se  hacen  eco  los  Anales  toledanos  segundos,  que 
fijan  aquella  jornada  en  21  días  de  Agosto  de  la  era  (española) 

MCLIV. 

Dos  construcciones  totalmente  diversas  por  su  éjfoca,  arte, 
destino  y  estado  de  conservación  representan  el  elemento  mo- 
numental en  Polán.  Es  la  primera  la  devastada  fortaleza  (que  en 
otra  ocasión  he  estudiado  y  descrito)  (l):  obra  á  mi  juicio  del  si- 
glo XII,  notablemente  modificada  en  el  xiv  y  también  en  el  xv, 
que  debieron  levantar  los  cristianos,  como  avanzado  antemural 
en  aquel  paraje,  contra  las  reiteradas  incursiones  de  los  maho- 
metanos, ansiosos  de  recobrar  la  perdida  línea  del  Tajo.  Es  la 
otra  construcción  la  iglesia  parroquial  (San  Pedro  y  San  Pablo), 
buena  fábrica  neoclásica  de  piedra  y  ladrillo,  distribuida  en  tres 
naves  y  en  forma  de  cruz  latina,  con  su  portada  dórica  y  su  to- 
rre; edificio  alzado  entre  1792  y  1/94  á  expensas  del  cardenal  y 
arzobispo  de  Toledo,  Lorenzana  (2). 

El  Polán  medioeval  y  moderno   sucedió  á  otra   más  antigua 

(i)  Por  tierra  de  Toledo.  Artículo  publicado  en  el  Boletín  de  la  Sociedad 
española  de  excursiones^  t.  v,  pág.  97. 

(2)  En  1791  visitó  á  Polán  el  cardenal  Lorenzana  y  pernoctó  en  el  lu- 
gar. Los  vecinos  solicitaron  de  él  que  ensanchara  la  iglesia,  y  habiendo 


J 


INSCRIPCIÓN   ROMANA   EN   POLÁN.  79 

población,  que  no  existió  en  el  mismo  sitio  que  la  actual,  aun- 
que sí  cerca  de  ella.  A  media  legua  al  O.  de  Polán  hállase  el 
despoblado  y  hoy  dehesa  de  Bañuelos;  y  allí,  al  pie  del  alto  ce- 
rro de  su  nombre,  á  otra  media  legua  al  N.  del  enhiesto  pico  de 
Noez,  señala  el  instinto  popular  el  paraje  donde  un  tiempo  se 
alzó  un  burgo  ó  núcleo  de  viviendas  humanas.  Inmediato  y  al 
Oeste  del  mismo  pico  de  Noez,  junto  á  otro  áspero  y  elevado 
monte  y  también  en  jurisdicción  de  Polán,  existió  Alpuebrega, 
cuyo  nombre,  de  marcado  abolengo  romano,  suele  bárbaramen- 
te convertir  en  Alpédrega  el  uso  vulgar:  localidad  que  existente, 
sin  duda,  de  muchos  siglos  atrás,  se  repoblaba  y  comenzaba  á 
adquirir  alguna  importancia  á  mediados  del  siglo  xm ,  como  lo 
acredita  su  carta-puebla,  otorgada  en  Febrero  de  1 242  por  el 
deán  y  cabildo  de  la  iglesia  de  Toledo,  y  dada  á  conocer  en  1 886 
por  nuestro  sabio  compañero  el  Sr.  Fita  (l). 

Cuanto  á  Bañuelos,  ya  su  nombre  diminutivo,  de  llana  etimo- 
logía, parece  derivado  de  balneum^  balneolunty  balneolos^  lo  que 
puede  indicar  la  existencia  de  antiguos  baños  ó  termas,  siempre 
tan  del  gusto  de  los  romanos.  Nombres  proveni::ntes  de  igual 
raíz  abundan  en  varias  provincias  de  España.  Si  en  Bañuelos 
hubo  tales  baños  en  fecha  más  ó  menos  remota,  carecemos  hoy 
de  rastros  de  edificios  que  lo  acrediten,  bien  que  en  aquel  pago 
descubriéronse  á  las  veces  monedas  romanas  y  árabes,  sepultu- 
ras y  otros  vestigios  antiguos.  Y  viene  á  confirmar  aún  más  la 
constante  tradición  el  hasta  ahora  desconocido  epígrafe  romano 
de  que  paso  á  ocuparme. 

Es,  pues,  el  monumento  á  que  me  refiero  un  á  manera  de  cipo 
ó  estela  de  piedra  caliza  que  apareció  soterrado  en  un  olivar,  en 
el  sitio  llamado  el  Agear^  distante  kilómetro  y  medio  de  Polán, 
inmediato  á  la  carretera  de  Toledo  á  Navalpino  y  muy  próximo 
á  Bañuelos.  Hallóse  habrá  unos  cincuenta  años,  y  se  conserva  en 
una  casa  de  Polán  (calle  Real,  número  7)1  propiedad  del  vecino 

accedido  el  prelado,  comenzóse  la  obra  en  19  de  Junio  de  1792  y  se  aca- 
bó en  6  de  Septiembre  de  1794.— ("AW/aVu  tomadas  del  Archivo  parro- 
guial,) 

(i)     Boletín,  t.  ix,  pág.  21. 


8o  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEBnA  DE  LA  HISTORIA. 

de  Toledo  D.  Juan  Martínez  Añíbarro;  pero  permaneció  obscu- 
recido, y  nadie,  que  yo  sepa,  ha  dado  noticia  de  tal  piedra,  con 
la  que,  por  mera  casualidad,  tuve  la  fortuna  de  topar. 

La  piedra  está  falta  de  toda  su  parte  inferior.  Sus  dimensiones 
actuales  son:  0,40  m.  de  alto,  0,40  m.  de  ancho  y  0, 1 1  m.  de 
grueso.  Por  la  parte  superior  afecta  forma  semicircular,  en  cuya 
área  se  ve  una  roseta  de  seis  hojas  rodeada  de  otros  motivos  or- 
namentales en  bajo  relieve,  y  abrazando  el  conjunto  del  semi- 
círculo un  funículo  vigorosamente  acentuado.  La  inscripción, 
en  hermosas  mayúsculas  del  siglo  u,  que  por  lo  bien  conservada 
parece  abierta  recientemente,  dice  así: 

A VFIDIA 

JÓNICA    ^  *"" 
/  «yPERCI 
/.  A.  i.  í|  ST'T-L 

Aufidia  Mónica^  de  catorce  anos  de  edad^  hija  de  Luperco^yace  apti.  Séatt 
la  tierra  ligera. 

Han  aparecido  en  otras  lápidas  españolas  los  nombres  Anfi- 
dius  y  Aufidia,  mas  no  el  cognombre  Ménica.  El  de  Luperco 
trae  á  la  memoria  el  culto  del  dios  Pan  y  las  fiestas  lupercales  de 
Roma;  pero  en  este  caso  trátase  sin  duda  de  un  nombre  propio. 
Parecido  al  giro  de  esta  inscripción  es  el  de  la  Tarraconense 
(419Ó)  dedicada  á  L(ucio)  Aufidia,  Masculi  f(ilio)y  Celeri  Mascu- 
lino] el  cual  fué  natural  de  Flaviaugusta,  ciudad  cuya  situación 
se  ignora,  y  acaso  quepa  reducir  á  Layos  cerca  de  Guadamur  y 
Polán.  En  Guadamur  y  en  Layos  se  han  hallado  monumentos 
insignes  de  la  antigua  edad  cristiana,  y  ruinas  de  gran  población 
indicadas  por  el  Sr.  Coello  (l). 

Madrid,  4  de  Diciembre  de  1903. 

El  Conde  de  Cedillo. 


(i)    Boletín,  t.  xv,  pág.  35. 


VARIEDADES 


NUEVAS  INSCRIPCIONES  ROMANAS  DE  CALDAS  ©E 
MALAVELLA,  HERRAMÉLLURI  Y  ASTORGA 

Caldas  de  Malavella. 

9 

Esta  noble  villa  de  la  provincia  de  Gerona  y  del  distrito  judi- 
-cial  de  Santa  Coloma  de  Parnés  está  situada  sobre  la  cresta  on- 
dulatoria de  un  terreno  volcánico,  que  envía  sus  corrientes  de 
agua  hacia  el  Norte  al  Oñar  afluyente  del  Ter,  y  hacia  el  Sur 
al  río  Tordera  que  desemboca  en  el  mar  junto  á  Blanes.  Debe 
su  nombre  y  nombradía  á  las  aguas  termales  que  utilizaron  los 
Romanos,  levantando  en  su  alrededor  suntuosa  fábrica,  de  la 
cual  buena  parte  subsiste  aún.  Su  estación  sobre  el  ferrocarril 
dista  de  la  de  Gerona  l6  km.;  á  cuya  distancia,  si  juntamos  las 
de  las  mismas  estaciones  á  los  centros  respectivos  de  la  villa  y 
de  la  ciudad,  nos  dan  aproximadamente  el  trayecto  de  doce  mi^ 
lias  romanas,  conviene  á  saber  (i)  17,778  km. 

Tal  es  el  trecho  que,  siguiendo  la  misma  dirección,  asignan 
los  cuatro  Vasos  Apolinares^  hallados  en  las  termas  de  Vicare- 
11o  en  Toscana  y  espejos  fieles  del  itinerario  de  Cádiz  á  Roma 
en  el  primer  siglo  de  la  era  cristiana  (2);  si  bien  varían  ligera- 
mente el  nombre  romano  de  Caldas  de  Malavella,  que  llaman 
Aquis  VbcontíSy  Aquas  Voconias,  Aquis  Voconis  y  Aquis  Voconi, 

(i)    Boletín,  tomo  xxv,  pág.  52. 

^2)     Carpáis  inscriptiofium  latínamm^  vol.  xi,  números  3281-3284. 

TOMO   XLIV.  6 


82  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

Para  compaginar  estas  cuatro  variantes,  ó  juzgar  cuál  sea  la  pre- 
ferible, aguardo  se  descubran  inscripciones  votivas  al  numen 
(Voco?)  de  aquellos  manantiales  hirvientes,  cargados  de  ácido 
carbónico,  y  que  al  aire  libre  alcanzan  de  ordinario  58^  de  tem- 
peratura (l). 

La  distancia  de  doce  millas  que  los  Vasos  Apolinares  marcan 
desde  Aquis  Voconis  á  Gerunda  y  que  repiten  desde  Gerunda 
hasta  Cinniana,  ó  hasta  el  paso  del  río  Ciñana  entre  Orriols  y 
Fallinas,  se  ajusta  á  la  de  24  millas  que  entre  esta  última  esta- 
ción y  la  primera  se  ve  señalada  por  el  itinerario  de  Antoni- 
no  (2).  Al  mismo  resultado  conducen  el  itinerario  del  Ravenate 
y  la  tabla  de  Peutinger;  y  como  no  hay  otras  termas  que  satis- 
fagan al  postulado  geodésico  sobredicho  sino  las  de  Caldas  de 
Malavella,  la  reducción  geográfica  es  evidente. 

En  las  tablas  de  Ptolemeo,  conforme  á  la  graduación  del  texto 
griego,  se  reduce  exactamente  Caldas  de  Malavella  á  la  primera 
de  las  cuatro  ciudades  de  los  Autltetanos  (AOOTjTavoí)  que  nombra 
aquel  geógrafo  y  sitúa  á  mano  derecha  del  río  Ter: 

"Y6ara  Gepfxá.  ...  16°  40'  42**  30'  Caldas  de  Malavella. 

Auaa 16°   10'  42*»  30'  Vich. 

BatxoúXa 17°  42®   15'  ¿Bagur? 

pEpoOvSa 16°  40'  42*^  40'  Gerona. 

Bajo  el  mismo  meridiano  y  diez  minutos  al  Sur  de  Gerona 
coloca  Ptolemeo  la  ciudad  Aquae  Calidae  ("TSaxa  Oepfjiá).  Claro  está 
que  semejante  graduación  no  corresponde  á  Caldas  de  ^lombuy^ 
que  siempre  fué  del  obispado  de  Barcelona,  sino  á  Caldas  de 
Malavella,  que  está  incluida  en  la  provincia  y  diócesis  de  (iero- 
na  ó  dentro  del  territorio  Authetano. 

Las  cuatro  ciudades  Authetanas,  propias  del  convento  jurídi- 
co de  Tarragona,  se  nos  dan  á  conocer  por  Plinio  con  los  nom- 
bres de  ^us  moradores:  Ausetani,  Gerundensesy  Aquicaldenses^ 
Baeculonenses.  Caldas  de  Malavella  fué  ciudad  estipendiarla  has- 
ta que  Vcspasiano,  hacia  el  año  yo  de  la  era  cristiana,  le  otorgó 
el  fuero  del  Lacio. 

(i)  Véase  la  Memoria  escrita  y  publicada  por  D.  Norberto  Font  y  Sa- 
gué,  con  el  título  Caldas  de  Malavella  y  su  manantial  Els  bullidors;  des- 
cripción cieniíficíh'kistórica.  Barcelona,  1904. 

(2)  Una  variante  del  itinerario  de  Antonino  *XIIII?  debe  explicarse 
por  <X]XUIL-. 


MUEVAS  INSCRIPaONBS  ROMANAS,  8$ 

• 

Que  filé  municipio  romano,  lo  prueba  seguramente  una  ins- 
cripción sepulcral,  que  vi  en  1871,  y  pronto  di  á  conocer  en  la 
Ilustración  HispanQ-americana  (l).  Servia  de  pavimento  á  la 
iglesia  parroquial  de  Caldas;  de  donde,  arrancada,  ha  ido  á  dar 
consigo  en  el  Museo  provincial  de  Gerona.  Su  asiento  primitivo 
debió  estar  junto  á  la  vía  romana,  hacia  la  puerta  meridional  de 
la  población  donde  se  halla  el  templo,  de  cuyos  fundamentos, 
cuando  éste  se  restauró,  se  extrajo  probablemente  (2).  Sobre 
ella  se  erguiria  la  estatua  del  augusto  Apolo,  á  quien  singular- 
mente estaban  dedicadas  las  termas  medicinales.  Es  de  piedra 
del  pais,  alta  86  cm.,  ancha  57 •  Sus  bellísimos  caracteres  perte- 
necen á  la  primera  mitad  del  siglo  u. 

APOLLINI 

AVG    o    HO 
NORl        •        MEM 
ORIAE»  Q_VK  o  L  O 
5  f  AEMILI  o  L  o  PIL  O 

QVIR  o  CELATI 
ANI-PORCIA  o 
P  BST  A  •  F  I  L  I 
K  A  R  I  S  S  I  M  I 
L     •    D     •     D     •    D 

Apollini  Aug{usto)honori  memoriaeque  L{uci¿)  Aem¿li{¿)  L{ucíi)fil  {ti)  Qtiir- 
{ind)  CdaHani  Porcia  Fcsta  fili{i)  karissimi,  Jí{ocú)  d(aío)  d{ecreio)  (¡{e* 
curionum), 

Al  augusto  Apolo  para  honor  y  memoria  de  su  hijo  queridísimo  Lucio 
Emilio  Celaciano,  hijo  de  Lucio,  de  la  tribu  Quirina,  su  madre  Porcia 
Festa  erigió  este  monumento.  Lugar  otorgado  por  decreto  de  los  decu- 
riones. 

Las  aras  sepulcrales,  dedicadas  á  una  divinidad  para  honor  y 
memoria  del  finado,  se  han  visto  no  rara  vez  en  España  (3).  No 


( 1 )  Véase  Hübner ,  6 1 8 1 . 

(2)  Lo  mismo  aconteció  á  las  lápidas  romanas  de  Badalona  incrusta- 
das ahora  en  las  paredes  exteriores  del  templo  parroquial;  y  otro  tanto 
á  las  votivas  de  Caldas  de  Mombuy,  que  se  hallaron  al  transformar  las 
termas  en  Casa  de  Ayuntamiento. 

(3)  Hübner,  22,  23,  46,  3386,  3786,  4080,  4081,  4087,  4458,  5026,  5261, 
6054. 


84  BOLETÍN  DE  LA   KEAL  ACADEMIA  DE  LA  M{STORL\. 

señalándose  la  patria  de  Lucio  Emilio  Celaciano,  es  de  presumir 
que  fuese  natural  de  Caldas  de  Malavella,  y  que  este  municipio 
estuviese  afiliado  á  la  romana  tribu  Quirina.  Las  tribus,  á  las  que 
estuvieron  adscritas  Gerona  y  Vich,  eran  respectivamente  la 
Palatina  y  la  Galería. 

Padres  de  Celaciano  fueron  Porcia  Festa  y  un  Lucio  Emilio, 
cuyo  cognombre  por  ventura  nos  manifestarán  otras  lápidas. 
Entretanto  cumple  advertir  que  en  Ampurias  aparecen  cuatro 
personajes,  que  con  los  presentes  se  relacionan  (l):  Lucio  Emi- 
lio Montano,  hijo  de  Lacérilis,  natural  de  Bacasis  (2);  Porcia 
|Euca]ris;  Porcia  Severa,  hija  de  Marco,  natural  de  Gerona;  y 
finalmente  Paula  Emilia.  Dos  grandes  hombres  de  una  y  otra 
gente  nobilísima  dejaron  brillantes  huellas  de  su  paso  en  esta 
región  y  la  romanizaron  profundamente;  fueron  estos,  Escipión, 
el  xA^fricano,  hijo  de  Paulo  Emilio,  que  construyó  y  amillaró  la 
vía  militar  de  Ampurias  á  Cartagena,  y  antes  que  él,  Marco 
Porcio  Catón,  el  Antiguo,  debelador  de  Ampurias.  La  clientela 
que  aquí  dejaron,  ú  obtuvieron,  sería  numerosa. 

De  treinta  años  á  esta  parte  no  se  han  buscado,  ni  descubier- 
to, más  lápidas  romanas  en  Caldas  de  Malavella,  ni  en  Blanes, 
ni  en  Gerona;  sitios  como  los  que  más  acomodados  á  tan  prove- 
chosas indagaciones.  Casi  toda  la  atención  se  la  ha  llevado  Am- 
purias, inagotable  mina  de  inscripciones  latinas,  griegas  é  ibéri- 
cas (3).  El  mosaico  epigráfico  del  pueblo  de  Santa  Eugenia  en 
la  torre  de  Belloch  (4),  que  representaba  á  lo  vivo  las  carre- 
ras del  circo  ó  hipódromo,  de  Gerona,  se  destruyó  casi  por  en- 
tero; y  la  torre  de  Lloret  de  mar,  que  el  Sr.  Botet  en  doctísimo 
informe  (5)  comparó  á  la  de  los  Escipioncs  cerca  de  Tarragona, 
no  ha  soltado  aún  el  secreto  del  nombre  del  ciudadano  romano 
que  la  hizo  construir  para  mausoleo  suyo  y  de  su  familia. 

Recientemente  el  ilustrado  y  rico  poseedor  de  los  baños  ter- 


(i)     Hübner,  4623,  4624,  4625,  619 1. 

(2)  ,-Bagá? 

(3)  Hübner,  InscripHonum  Hispaniae  laUnarum  supplemenium,  Berlín, 
1893. — Additam^nta  nava  ad  inscriptümts  Hispaniae  launas  ex  Epkemeridis 
epigrapkicae  y  vol.  vra,  fase.  m.  Berlín,  1897. — ídem  ex  Ephem.  epigrapÍLt 
vol.  IX,  fase.  I  (obra  postuma).  Berlín,  1903. — ^Boletíií,  tomo  xxxvi,  pá- 
gina 499. 

(4)  Hübner,  6 1-8 1. 

(5)  Boletín,  tomo  xx,  págs.  218-226. 


NUEVAS   INSCREPCIONBS   ROMANAS.  85 

males  de  Caldas  de  Malavella,  situados  al  Norte  de  la  población, 
ha  comenzado  á  levantar  una  punta  del  velo  que  nos  encubre 
la  historia  romana  de  Aqtias  Vocanias.  Acerca  de  los  importan- 
tes descubrimientos,  que  sin  perdonar  á  gastos  ni  fatigas  acaba 
de  hacer  D.  Pablo  Estapé  y  Maristany  en  dicho  terreno  de  su 
propiedad,  ha  publicado  el  sabio  presbítero  D.  Norberto  Font  y 
Sagué  un  excelente  artículo  (ij,  que  titula  Troballes  arqueología 
ques  de  Caldes  de  Malavelht^  y  que  en  su  nombre  ofrezco  á  la 
Academia,  acompañándolo  con  dos  fotografías  de  inscripciones 
inéditas. 

Las  termas  romanas  están  rodeadas,  por  su  parte  exterior, 
de  torreones  y  lienzos  de  la  antigua  muralla  de  la  villa,  de  cuya 
fortaleza,  6  castro^  en  el  siglo  xiv  consta  por  un  documento  del 
año  1368,  que  citaron  los  Sres.  Alsius  y  Pujol  (2),  refiriéndose 
al  Llibre  veri  del  Cabildo  de  Gerona:  «in  iiii  mansis  dicte  parro- 
chie  (sancti  Stephani  de  Calidis),  scilicet  den  Malaveyay  et  den 
Reveliu  et  den  Reíg  et  den  Arug  (3)  et  quibusdam  honoribus  qui 
sunt  de  feudo  castri  de  Malaveya.  Y  con  efecto,  diez  años 
más  tarde,  ó  en  1 378,  se  contaban  en  Caldas  nada  menos  que 
81  hogares,  6  vecinos,  infeudados  al  braza  militar  de  D.  Gastón 
de  Moneada  (4),  ó  al  señorío  del  castro.  Lienzos  y  torreones 
son  estos  alrededor  de  las  termas  de  Malavella,  que  demolidos 
por  inservibles  nos  darán  á  conocer  su  planta  de  remota  época, 
y  quizá  no  pocos  sillares  epigráficos,  testigos  de  sucesivas  res- 
tauraciones, como  acontece  en  las  murallas  de  Barcelona,  León 
y  Astorga. 

Mayor  contingente  de  inscripciones  romanas,  y  sobre  todo 
votivas,  hay  que  aguardar  del  patio  del  hospital^  que  precede  al 
vasto  edificio  de  las  termas,  y  en  el  cual  el  Sr.  Estapé,  practi- 
cando costosas  excavaciones,  ha  descubierto  la  gran  piscina  del 
balneario  primitivo.  Para  describir  las  operaciones  que  se  prac- 
ticaron desde  el  com.ienzo  de  la  investigación  hasta  su  feliz  re- 


(i)    En  la  Revista  Barcelonesa  Ilustrado  Catalana^  número  del  15  de 
Noviembre  de  1903. 

(2)  Nomenclátor  geogrdficíhhistó rico  de  la  provincia  de  Gerona^  pág.  1 14. 
Gerona,  1883. 

(3)  Los  nombres  Aruf  y  Reveliu  son  hebreos;  y  sospecho  que  también 
lo  es  Malaveya  ó  Malavella. 

(4)  Cortes  privativas  del  antigua  Principado  de  Cataluña^  por  la  Real 
Academia  de  la  Historia,  tomo  iv,  pág.  133.  Madrid,  1901. 


86  BOLETÍN   DB  LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

sultado,  cinco  grabados  fotográficos  esmaltan  el  artículo  del 
Sr.  Font,  y  además  un  plano  de  la  piscina  levantado  por  dos 
peritos  arquitectos.  Por  mi  parte  solo  debo  apuntar,  que  entre 
los  duros  depósitos  que  cubrían  el  interior  de  la  piscina  (9,60 
metros  en  cuadro),  y  de  los  que  solo  se  despejó  y  levantó  hasta 
el  fondo  la  mitad,  quedando  sin  tocar  la  otra,  se  hallaron  40  mo- 
nedas romanas  (una  ibérica  y  otra  de  Vespasiano),  una  asa  de 
cobre  terminada  por  la  figura  de  un  canecillo,  fragmentos  en 
gran  número  de  cerámica  basta  y  saguntina,  siendo  el  más  no- 
table el  de  una  pátera  con  primorosos  relieves  y  esta  marca  del 
alfarero. 

OP-MIN 
Offficina)  Min(ucü>) 
Oñcina  de  Minucio. 

Ningún  ejemplar  de  esta  marca  registró  Hübner.  Tres  análo- 
gas (4970,  327;  6257,  122;  6257,  123)  la  ilustran: 
i)  En  Tarragona:  Of(ficina)  MimL 

2)  En  Ampurias:  P(ublii)  Min(ucii)  Amp{hionis). 

3)  En  Ampurias:  M(arci)  Afínuct(i). 

Hace  más  de  treinta  años,  visitando  yo  las  ruinas  que  toda- 
vía subsisten  de  las  termas  romanas,  acerté  á  ver  con  luz  arti- 
ficial esgrafiadas  varias  inscripciones  del  primer  siglo  en  la  pa- 
red interior  y  meridional  del  ándito  abovedado,  que  creí  fuese 
el  tepidarium^  por  ser  el  primero  de  la  entrada  ó  más  próximo 
al  aire  libre  y  asomar  de  trecho  en  trecho  desde  lo  alto  de  la 
bóveda  tubos  de  plomo  que  debían  esparcir  los  vapores  del 
agua  termal  y  mantener  el  ambiente  á  una  elevada  temperatura. 
Las  inscripciones  y  figuras  que  entonces  copié  y  que  se  ven  en 
dicho  lugar  á  la  altura  de  un  estado,  ó  brazo  de  un  hombre,  son 
del  siglo  de  Augusto,  y  tal  vez  anteriores,  como  lo  muestran 
las  dos  fotografías  regaladas  á  la  Academia  por  el  Sr.  Font, 
pero  faltas  de  algunos  ligeros  trazos  que  el  roce,  ó  la  humedad, 
ha  desconchado  y  corroído. 

La  altura  de  las  letras  varía  de  dos  á  cuatro  centímetros.  Fue- 
ron trazadas  por  un  mismo  estilo,  ó  punzón  de  metal,  y  corren 
á  mano  izquierda  de  dos  palmas,  cuyas  hojas  descienden  inver- 
tidas sobre  una  hoz,  ú  hocino,  cuyo  filo,  ó  parte  cóncava,  que 
mira  á  derecha,  se  relaciona  con  las  palmas  y  los  epígrafes. 

I. — Junto  al  mango  de  la  hoz:  LI... 


NUEVAS  INSCRIPCIONES   ROMANAS.  87- 

2. — En  el  seno  de  ella:  LE...  » 

3. — En  lo  más  alto  de  las  palmas  á  mano  izquierda:  ...INGE.- 

4. — Debajo:  L.... 

5.— Más  abajo:  LINGE  LEL'  FA..,.VLA... 

6. — Entre  la  4  y  la  5,  más  cerca  del  hocino, 

LICI*PEC 
Lici(fuus)  fec(ii). 
Licinio  lo  hizo. 

Licinio  fué  sin  duda  el  autor  de  esta  composición  emblemá- 
tica y  literaria.  Reuniendo,  y  supliendo  lo  que  falta  de  las  cinco 
inscripciones,  que  á  ésta  preceden,  resulta  un  dístico  trocaico, 
que  pudo  cantarse  á  manera  de  estribillo,  alusivo  á  la  aplica- 
ción de  la  ley  Falcidia,  inhibiendo  á  Lelio  Palma  el  distribuid 
toda  su  hacienda  en  legados,  y  privar  á  Licinio  de  la  cuarta 
parte  de  la  herencia.  Otras  explicaciones  quizá  se  den  ó  caben, 
por  ejemplo,  la  de  un  pensamiento  satírico  y  análogo  á  la  fábula n 
de  la  serpiente  y  la  lima.  Leo,  suplo  y  traduzco: 

^*[^g^]   J^f{lh  ly^g^  ^[^^f']y 

LingCy  L£lt\  fa  \lc\  ula  \in\ . 
Lame  ;oh  Lelio!  lame  ¡oh  Lelio!  lame  la  hoz  ¡oh  Lelio! 

La  gran  piscina,  que  ha  descubierto  el  Sr.  Estapé,  es  un  cua- 
dro equilátero,  en  cuyos  ángulos  se  elevaban  pareadas  colum- 
nas, gigantescas,  así  como  el  centro  de  cada  lado  sendas  colum- 
nas orientadas  por  los  cuatro  puntos  cardinales  y  sosteniendo 
decorosa  techumbre.  Un  fuste,  estriado,  de  esta  columnata 
yace  enterrado,  según  noticia^  fidedignas,  en  los  sótanos,  ó  ci- 
mientos de  la  casa  más  próxima.  La  piscina,  conforme  á  ella  se 
desciende,  va  estrechando  su  perímetro  por  medio  de  cinco 
gradas  concéntricas,  formadas  de  enormes  sillares  de  granito, 
en  que  abundan  las  canteras  del  país,  y  que  empavesan  asimis- 
mo el  fondo  de  la  piscina.  Debía  ser  ésta  la  natatoria^  ófrigida" 
rium  cerca  del  atrio  de  entrada,  cuyos  dos  frontispicios  ilumi- 
naba el  sol  al  ponerse. 

Iguales  disposiciones,  si  bien  vale  menos,  ofrece  la  piscina  do 
las  termas  romanas  de   Caldas   de  Mombuy,  que.  D.   Ignacio 


I 


SS  BOLETÍN   DE   LA  REAL   ACADEMIA   DE    LA   HISTORIA. 

Graells  en  1847  describió  con  las  siguientes  noticias  dignas  de 
conocerse  (l): 

«Estos  baños  (de  Caldas  de  Mombuy)  estaban  situados  en  me- 
dio de  la  población,  á  un  lado  de  la  plaza  y  en  el  sitio  donde,, 
hace  pocos  años,  se  hallaban  las  cárceles  de  la  misma,  debajo  de 
unas  bóvedas  y  arcos  de  piedra,  que  sin  duda  habían  formado 
parte  del  edificio  de  los  mismos  baños.  Dichas  cárceles  eran 
malsanas  é  insoportables  en  el  verano  por  el  mucho  calor  y  mala 
ventilación;  y  no  hace  mucho  tiempo  que  se  quitaron  de  ese  si- 
tio para  construir  allí  la  nueva  casa  en  que  el  Ayuntamiento  tie- 
ne ahora  la  Casa  consistorial.  Aunque  se  había  creído  que  éste 
era  el  sitio  donde  habían  existido  los  baños  de  los  Romanos,  -no 
se  tenía  entonces  una  completa  seguridad  de  esto;  pero  después 
que  se  comenzó  á  edificar  la  referida  Casa,  no  ha  quedado  nin- 
guna duda  sobre  este  punto;  pues  cuando  se  hicieron  las  excava- 
ciones para  poner  los  cimientos  de  éildiy  delante  y  muy  cerca  de  leu 
pared  y  de  los  arcos  de  piedra^  donde  estaban  las  rejas  de  las 
cárceles,  se  descubrió  una  piscina,  ó  baño  muy  grande,  defigu^ 
ra  cuadrilonga]  cuyo  material  de  construcción  descubrió  con 
evidencia  que  era  obra  de  Romanos.  Este  baño  tenía  57  palmos 
de  largo,  32  de  ancho  y  casi  7  de  hondura,  con  cinco  gradas  por 
todos  los  lados  para  poder  bajar  á  él  y  sentarse  en  las  mismas;  y 
aunque  en  su  mayor  extensión  ha  quedado  soterrado  debajo  de 
la  referida  Casa,  puede  verse  aún  una  parte  de  él,  que  se  ha  de- 
jado libre  en  una  de  sus  extremidades,  y  se  ha  empleado  para 
formar  un  sótano,  al  que  se  baja  por  las  mismas  gradas  que  te- 
nia el  baño. » 

No  costó  mucho  trabajo  el  despejar  la  piscina  de  Caldas  de 
Mombuy,  porque  dos  siglos  antes  se  hallaba  todavía  en  uso,  y 
fué  cegada  con  el  objeto  de  evitar  que  los  bañistas  contagiados 
de  torpe  enfermedad  no  la  pegasen  á  otros,  según  lo  refiere  la 
Marca  hispánica  (2).  De  las  gradas  se  arrancaron  nueve  lápidas 
votivas  á  los  númenes  de  la  Salud,  que  no  pertenecían  á  este 
lugar,  sino  al  santuario  de  las  termas,  y  habían  servido  para  re- 
paración de  la  piscina.  No  se  halla  en  este  caso  la  piscina  de 
Caldas  de  Malavclla,  porque  los  depósitos,  duros  como  el  hierro> 


(i)    Descripción  de  la  villa  de  Caldes  de  Monbuy,  Memoria  inéílita,  exis- 
tente en  la  Biblioteca  de  la  Academia,  estante  20,  grada  7.*,  núm.  92. 
(2)    Col.  167. 


NUEVAS  mSCRIPC10J«BS   ROMANAS.  89 

4 

que  con  barrenos  de  pólvora  se  han  hecho  saltar,  arguyen  la  an- 
tigüedad, cuando  menos,  de  unos  mil  años.  Esto  me  recuerda  las 
devastaciones  de  los  piratas  normandos  y  moros,  de  las  cuales 
fué  víctima  toda  la  comarca  de  Santa  Coloma  de  Parnés,  según 
aparece  del  acta  de  consagración  de  su  templo  parroquial,  veri- 
ficada en  31  de  Enero  de  950  (l).  De  semejantes  estragos  fue- 
ron objeto  el  rico  monasterio  y  templo  de  San  Esteban  de  Ba- 
ñólas (2)  reedificados  ya  por  su  abad  Hacfredo  en  19  de  Octu- 
bre de  957-  De  tamaño  desastre  no  se  libraría,  á  buen  seguro, 
Caldas  de  Malavella, 

¿Porqué  tomó  ese  dictado?  ¿Cuándo  perdió  el  denominativo  de 
Aquas  Voconias?  Faltan  documentos  que  lo  decidan.  Podemos 
conjeturar  que  del  nombre  romano  tomó  el  suyo  el  arroyo  Bu" 
gent  6  Buganto  que  sale  de  la  villa  para  ir  á  reunirse  al  río  Oñar 
hacia  el  N.  Hemos  visto  ya  cómo  Santa  Coloma  trocó  su  antiguo 
nombre  de  Ungulis  por  el  de  Farinariis  (Farners)  con  ocasión 
de  los  molinos  harineros  que  allí  abundaban.  Algo  semejante  de- 
bía de  suceder  en  Caldas.  Imagino  que  Malavella  provino  de  Ther- 
malla  velera  (termas  viejas);  y  para  conjeturarlo  me  fundo  en 
ejemplos  de  autenticidad  no  dudosa.  Así  el  pueblo  de  Vilamalla 
escribía  su  nombre  en  1 3 16  Villamalay  y  en  982  Villadalmala;  y 
así  también  el  de  Vilanant  se  decía  en  1 362  Villahonanti^  y  en 
1017,  978  y  966  Villa  Abundanti.  Los  autores  que,  como  Ma- 
doz,  han  dado  en  escribir  Malabella^  no  consideran  que  en  todas 
las  escrituras  donde  aparece  este  sobrenombre  calificativo  siem- 
pre se  escribe  con  v:  latín  Malavétula  y  Malavétere;  catalán  Ma- 
laveya.  Tanto  montaría  escribir  Murbiedro  en  vez  de  Murviedro, 

Dos  manantiales  de  agua  caliente,  que  proceden  de  un  centro 
común,  al  parecer  volcánico,  fueron  sin  duda  los  designados  con 
el  nombre  de  Aquae  Voconleie.  Ambos  á  dos  durante  el  trans- 
curso de  su  ardiente  erupción,  que  se  calcula  excede  ahora  de 
máfi  de  cuarenta  siglos,  han  ido  acumulando  en  torno  suyo  de- 
pósitos calcinados  que  semejan  montículos  de  ocho  metros  de 


(i)  «...  ad  consecrandam  basilicam (sanctae  Columbae),quae  ab  antiquis 
temporíbus  fuit  aedtñcata  et  a  nefandis  paganis  fuit  destructa,  quae  dicunt 
Ungulis».  Viaje  lucrar io^  tomo  ^aa^  pág.  346.  Madrid,  1850. 

(2)  «...  quia  olim  combustum  fuerat  a  nefandissimis  paganis,  et  non 
dimiserunt  in  praedictum  coenobium  lapidem  super  lapídeme.  Marca  kis^ 
pánica^  apénd.  xcni. 


90  BOLETÍN   DE   LA  HE  AL  ACADEMIA   DE   LA    HISTORIA. 

elevación.  El  que  distingue  las  termas  romanas  sobredichas,  pro- 
piedad del  Sr.  Estapé,  se  llama  de  San  Grau^  en  razón  de  una 
vieja  ermita,  dedicada  á  San  Geraldo,  cerca  de  allí  existente, 
pero  fuera  ó  al  otro  lado  de  la  muralla.  También  se  llama  del 
hospital  por  causa  de  los  enfermos  que  en  aquel  albergue  de  la 
caridad  mantenía  gratis  el  municipio.  El  otro  pueyo  ó  montícu- 
lo, situado  á  considerable  distancia  del  de  San  Grau^  se  llama 
Puíg  de  las  Anitnas  (del  Purgatorio);  y  debió  también  estar  in- 
cluido por  un  edificio  balnear  de  época  romana;  por  más  que  en 
la  actualidad  exteriormente.no  aparezca  ninguna  de  sus  ruinas. 
Con  efecto,  según  lo  apunta  el  Sr.  Font  (l),  las  excavaciones 
practicadas  en  aquel  paraje  en  l88o  con  ocasión  de  construir 
nuevos  edificios,  pusieron  en  descubierto  una  piscina  de  tres 
gradas,  algo  menos  perfecta  que  la  de  Caldas  de  Mombuy,  y 
mucho  menos  que  la  de  San  Grau;  y  además,  no  solo  copiosos 
ejemplares  romanos  de  cerámica. y  numismática,  sino  también 
algunos  prehistóricos  de  la  segunda  edad  de  la  piedra. 

Herramélluii. 

En  las  Hemos  de  esta  villa  Riojana,  donde  abundan  las  rui- 
nas de  Libia,  ciudad  berónica,  ha  descubierto  el  P.  Francisco 
Naval  cinco  inscripciones  inéditas,  cuyos  originales  ha  dado  al 
Museo  del  Colegio  de  su  digna  dirección  en  Santo  Domingo  de 
la  Calzada  (2), 


(i)  «Ja  en  1880,  ab  motiu  de  les  obres  que  s'estavan  feut  en  l'ano- 
menat  Puig  de  les  dmmeSy  se  descubrí  un  gran  recipient,  tot  de  pedra  pi- 
cada, que  sens  dubte  fou  una  piscina  romana.  Tenía  la  iorma  d'un  rectán- 
gulo de  9  m.  de  llarch  per  5,76  d'ample  en  sa  part  alta,  dimensions  que 
quedavan  reduhides  en  lo  fons  á  7,45  metres  y  4,40  m.  per  motiu  deis  tres 
gi'ahons  desiguals  que  la  rodejavan  en  tota  sa  extensió,  y  quals  dimen- 
sions eran  de  0,45  d'ample  per  0,35,  0,30  y  0,40  d'altura;  grahons  destinats 
á  servir  d'asicnto  ais  qui  prenian  los  banys.  Ademes,  entre  la  runa  que 
cubría  aquesta  piscina  y'ls  seus  encontoms,  se  trobaren  varis  objectes, 
deis  que  son  remarcables  uns  ganivets  y  puntes  de  fletxB  de  siJex  perta- 
nyents  al  tipo  de  la  pedra  pulida,  una  copa  de  fusta,  varíes  monedes  roma- 
nes, trossos  de  cerámica  saguntina  y  fragments  d'oscos  d'animals  qua- 
ternarís. 

(2)  Sobre  otros  descubrimientos,  hechos  por  tan  sabio  arqueólogo, 
véase  el  tomo  xuii  del  Boletín,  páginas  537-546. 


\ 


NUEVAS   INSCRIPCIONES   ROMANAS.  9 1 

I. — En  el  fondo  de  una  vasija  de  barro  saguntino: 

F(iguUnae)  A(tdi)  (  VcHU). 

Compárese  Hübner,  4970  544«  La  inscripción  es  del  primer 
siglo;  está  entera  é  inscrita  en  una  cenefa  semicircular. 

2. — Fragmento  de  una  pátera  sepulcral. 

En  la  parte  exterior  del  vaso,  dando  vuelta  á  la  orla  del  fon- 
do. Letras  altas  2  cm. 


7u(lii)  Ti(beriani?). 


IV  •{••.• 


En  el  fondo  interior  del  vaso,  una  ^  ibérica,  anpha  7  cm. 

Q(UinH)> 

3. — Otro  fragmento.  Letras  arcaicas. 

/PFS\ 

P(ublii)  F(abii)  S(alnni)? 

Compárese  Hübner,  4968  3. 
4. — Otro. 


V(ahrii?)  [Ge]rm[á]ft(i).  Of(ficina)  L(tctnii)  Am(oeni). 

En  Sagunto  (Hübner,  3941)  hay  memoria  de  un  Valerio  Ger- 
mano. Interpreto  la  marca  de  la  oficina  por  las  que  ha  registra- 
do Hübner,  4970  263  264. 

5. — Fragmento  de  piedra  tosca,  de  figura  irregular;  alto  0,12; 
ancho  0,14;  grueso  0,03.  Letras  del  siglo  iii  6  iv.  En  el  primer 
renglón  hay  ligatura  de  AV  y  de  ATVS.  Las  letras  (altas 
0,025)  se  abrieron  con  una  capa  de  barniz  amarillo,  previa- 
mente extendida  sobre  la  cara  delantera  del  pobre  monumento. 


92  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTORU. 

/  N  '  NOVATVíi   , 

'  »  I 

/  ON///    PISN/i/i  j 

...  An(nius)  Nooatus  {patr^pfí^ó\ pUii\Hssimo /(aciendum  c(uravst)], 
....  Annio  Novato  á  su  patrono  piadosísimo  hizo  este  moaumento. 

El  nombre  del  liberto  Novato,  idéntico  al  de  su  patrono,  que 
ha  desaparecido,  puede  que  fuese  Flavio.  Queda  memoria  en 
Utrera  (Hübner,  1293)  de  un  Annio  Novato. 

En  17  de  Diciembre  último,  recorriendo  las  ruinas  de  Libia, 
dio  cima  el  P.  Naval  á  tan  interesantes  descubrimientos  con  el 
de  una  pizarra,  agnóstica?  (l),  que  parece  representar  el  cande- 
labro áureo  del  templo  de  Jerusalem,  pero  trocando  los  meche- 
ros, ó  lámparas,  en  los  siete  planetas,  y  modelándose  por  la  in- 
terpretación alegórica,  que  proponen  Filón  y  Flavio  Josefo. 


Astorga. 

Once  inscripciones  romanas  de  esta  ciudad,  desconocidas  á 
los  lectores  de  Hübner,  allegó  y  publicó  no  sin  doctísimos  co- 
mentarios, D.  Marcelo  Macías,  de  las  cuales  hice  reseña  (2).  Dos 
más  han  aumentado  este  número,  no  ha  muchos  meses;  y  como 
han  sido  objeto  de  nuevo  estudio  á  tan  ilustre  escritor  (3),  me 
sugieren  algunas  observaciones  que  no  creo  inconvenientes. 

12 

«Piedra  de  granito,  en  buen  estado  de  conservación.  Mide 
54  centímetros  de  alto  por  y6  de  ancho;  las  letras  de  las  tres 
primeras  líneas  tienen  9  centímetros  de  altura,  y  los  puntos  de 
separación  son  triangulares.  El  desperfecto  que  hay  en  la  pie- 
dra al  principio  de  la  4.*  línea  solo  da  espacio  para  una  letra. 
Apareció  en  Junio  de  este  mismo  año  (4)  á  la  entrada  de  la  ciu- 
dad, llamada  Puerta  de  Rey,  al  reedificar  la  fachada  de  la  fonda 


(i)    Véase  el  tomo  xlii  del  Boletín,  pág.  220,  nota  i. 

(2)  Boletín,  tomo  xui,  páginas  213-221. 

(3)  Boletín  de  la  Comisión  proüincíal  de  Monumentos  históricos  y  artisti' 
eos  de  Orense^  número  de  Septiembre-Octubre  de  1903,  páginas  173-177* 

(4)  1903. 


NUEVAS   INSCRIPCIONES   ROMANAS.  ^  93 

del  Comercio»  contigua  á  la  muralla,  y  se  la  trasladó  á  la  Casa 
•de  Ayuntamiento,  donde  la  vimos  poco  después. 

KR5IVS-M'P«P0L 
BSVS*DOM*HAS 
LEG  •  X  -  GBM  •  D  •  SIL 
i//ANN-L-AERXXVI'H-S-E 

Erstus  M(arci)/(ütus)  PoUsus  dom(o)  Has(ta)  Leg(i<mis)  X  Gem(inae) 
oicctauriae)  Sü(ii)  [m(iles)]  ann(orum)  L  aer(iim)  XXVI  h(ic)  s(ifus)  e(st). 

Ersio  .Poleso,  hijo  de  Marco,  domiciliado  en  Hasta,  soldado  de  la 
Legión  X  Gemina,  centuria  de  Silio,  falleció  álos  50  años  de  edad  y  26  de 
servicios.  Aquí  yace. 

La  Legión  X  Gemina  vino  dos  veces  á  España,  una  en  tiempo 
de  Augusto,  como  lo  prueban  algunas  monedas  de  Emérita^  Cor- 
duba  y  Caesaraugusta,  y  otra  en  el  de  Vespasiano,  como  puede 
verse  en  Tácito  (2,58.  3,44),  y  á  ésta  parece  pertenecer  la  ins- 
cripción que  reseñamos.  Hay  varios  epígrafes  encontrados  en 
Tarragona,  Sevilla  y  Caldas  del  Rey,  que  dan  noticia  de  dos  tri- 
bunos, un  centurión,  un  bastado  y  otro  soldado  de  esta  misma 
legión  (l).» 

Para  ilustrar  lo  restante  de  la  inscripción  presupone  el  señor 
Macías  que  la  patria  de  Ercio  fué  Hasta  Regia  6  Mesa  de  Asta 
cerca  de  Jerez  de  la  Frontera.  Nada  cabe  añadir  á  su  doctísimo 
estudio  sobre  la  historia,  epigrafía  y  numismática  de  aquella  ca- 
pital de  la  Turdetania,  sino  es  el  informe  publicado  por  Hübner 
en  nuestro  Boletín,  tomo  xm,  páginas  1 7 "2  5.  Mas  yo  entiendo 
que  la  ciudad  mencionada  por  la  presente  inscripción  es  Hasta, 
hoy  Asti,  situada  40  km.  al  Sudeste  de  Turín  sobre  el  río  Tánaro. 
La  tribu  romana  de  esta  ciudad  fué  la  Pollia  (2);  al  paso  que  la 
Sergia  lo  fué  de  Mesa  de  Asta,  como  lo  ha  mostrado  Hübner. 
Opino  que  los  dos  primeros  renglones  del  epígrafe  han  de  leerse 
Ersius  M(arci)  f(ilius)  Pol(lia)  Esus  dom(o)  Has{ta),  bastando 
la  tribu  para  que  no  pueda  confundirse  la  ciudad  bética  con  su 
homónima  de  la  Galia  Cisalpina.  El  cognombre  Esus  tiene  su 
parecido  Eso  de  una  inscripción  de  Logrosán  (3).  Por  una  rara 


(i)    V.  Hübner,  números  1176,  2545,  4114,  4120,  4151  y  4176. 

(2)  Corpus  inscriptionum  LaUnamm^  tomo  iv,  pág.  857.  Berlín,  1877. 

(3)  Hübner,  5030. 


94  *    BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

casualidad,  así  como  un  soldado  italiano  de  la  Legión  X  Gemina 
fué  sepultado  en  Astorga,  así  viceversa  otro  español  lo  fué  en 
Aquileya,  según  lo  reza  su  epitafio  (i):  L(ucius)  Rutius  L(ucii) 
f(ilius)  Serg(ia)  Itálica  Sabinus  ex  Hispania  niil(es)  leg(ianis) 
X  Gem(inae)  o(centuri(u)  Serani  annforum)  L  aer(um)  XXVI 
kic  situs  est 

13. 

«Fragmento  de  lápida  de  mármol,  de  0,40  m.  de  ancho  por 
0,30  de  alto.  Apareció  al  rebajar  la  muralla  en  la  parte  donde 
Qstuvo  el  castillo  del  Marqués  de  Astorga,  y  fué  adquirida  en  el 
pasado  mes  de  Agosto  por  D.  Leoncio  Núñez,  que  la  guarda  en 
su  casa  de  la  calle  de  la  Catedral.  La  letra,  las  molduras  y  las 
dimensiones  y  calidad  de  la  piedra  de  este  epígrafe  son  en  un 
todo  iguales  á  las  del  núm.  40  dedicado  á  Ti  Julio  Vegeto  (2)... 


E'TYCHE 
S'CONIVGI 


N.  á  esposa  N.  Tyche. 


Tyche^  en  griego  Túy»)  (suerte,  fortuna,  acontecimiento  fortuito), 
era  el  nombre  de  una  de  las  Nereidas,  ninfas  del  Mediterráneo, 
y  principalmente  del  mar  Egeo.  Aparece  en  dos  títulos  de  la 
colección  Hübner  (5833,  6091),  uno  de  Tarazona  y  otro  de  Ta- 
rragona (5833,  6091)  y  algo  desfigurado  en  otros  tres  (1546, 
1740,  2632).» 

El  último  epígrafe  (Hübner,  2632),  que  cita  el  Sr.  Macías,  se 
halló  no  muy  lejos  de  Astorga,  y  cerca  de  Benavente  en  Villa- 
quejida.  Está  dedicado  á  los  Manes  de  Cornelia  Tyche  por  su 
marido  Sempronio  Severo;  y  da  pie  para  sospechar  que  en  el 
renglón  primero  del  de  Astorga  se  pueda  suplir  \^Comelia\e, 

Madrid,  2  íle  Enero  de  1904. 

P'inEL  Fita. 


(i)     C.  i.  L.,  tomo  IV,  núm.  932. 
(2)     Boletín,  tomo  xlii,  pág.  217. 


NOTICIAS 


Colección  de  estudios  árabes.  De  ella  se  han  publicado  los  tomos  siguien- 
tes, en  8.** 

I.  Puey  Mondón.  Viaje  á  la  Meca  de  un  morisco  aragonés^  en  el  siglo 
XVI,  por  D.  Mariano  de  Paño. 

n.     Orígenes  del  Justicia  de  Aragón,  por  D.  Julián  Ribera. 

ni.  Decadencia  y  desaparición  de  los  almorávides  en  España,  por  Don 
Francisco  Codera. 

IV.  El  Collar  de  Perlas  (tratado  de  política  y  administración),  por 
Muza  11,  rey  dé  Tremecén.  Traducción  de  D.  Mariano  Gaspar. 

V.  El  Filósofo  Autodidacto  de  ABENTOFAIL,  novela  psicológica  tra- 
ducida directamente  del  árabe,  por  D.  Francisco  Pons,  con  prólogo  de 
D.  Marcelino  Menéndez  y  Pelayo. 

VI.  Estudios  filosófico'teológicos.  I.  Algazel.  Dogmática,  Moral  y  Ascética, 
por  D.  Miguel  Asín,  con  prólogo  de  Menéndez  Pelayo. 

VIL  Estudios  críticos  de  Historia  árabe  española,  por  D.  Francisco  Co- 
dera. En  8.°,  páginas  376.  Zaragoza,  1903. 

Los  estudios  que  abarca  esta  obra,  precedida  de  un  erudito  prólogo) 
de  su  autor.  Académico  de  número,  se  titulan: 

1.  Investigación  acerca  de  la  dominación  de  los  Omeyas  en  Oriente, 
por  el  Dr.  G.  Van  Uloten. 

2.  El  llamado  Conde  D.  Julián. 

3.  Conquista  de  Aragón  y  Cataluña  por  los  musulmanes. 

4.  Abderrahmen  I  y  su  pretendida  influencia  religiosa. 

5.  Estudio  de  historia  árabe  pirenaica  (con  motivo  de  una  obra  de 
Mr.  Jaurgain). 

6.  Munuza  y  el  Duque  Eudón. 

7.  Pamplona  en  el  siglo  viii. 

8.  Expedición  á  Pamplona  de  los  condes  Eblo  y  Aznar.  - 

9.  El  godo  ó  moro  Aizón. 


96 


BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 


10.  Otras  rectificaciones.  Condado  de  Aragón.  Ampurias  y  Barcelona 
en  el  año  848.  Los  Benimuza. 

1 1.  Mohámed  Atauil,  rey  moro  de  Huesca. 

12.  Bosquejo  histórico  de  la  Dominación  islamita  en  las  islas  Baleares, 
por.  D.  Alvaro  Campaner. 

13.  Hamudíes  de  Málaga  y  Algeciras.  Noticias  tomadas  de  Abenhazam. 

14.  Los  Tochibíes  en  España:  noticias  de  esta  familia  tomadas  de 
Abenhazam. 

15.  Nuevas  noticias  acerca  de  los  Tochibíes. 

16.  Noticias  acerca  de  los  Benihud,  reyes  de  Zaragoza,  Lérida,  Cala- 
tayud  y  Tudela. 

Anúncianse  además  siete  volúmenes  en  curso  de  publicación,  ó  próxi- 
mos á  salir  á  luz  en  Zaragoza  como  los  anteriores. 

VIII-IX.  Estítdios  filosóficos^tcológicos. — II.  Algazel.  Su  Mhiica. — IQ.  AI- 
gazel.  Su  influencia  en  la  España  musulmana. — IV.  AlgazeL  Su  influencia  en 
la  España  cristiana^  por  D.  Miguel  Asín. 

X.  El  arte  árabe  español^  por  D.  Antonio  Vives,  Académico  de  la  Real 
(le  la  Historia. 

XI-XIl.  Origen  de  las  modernas  instituciones  de  enseñanza, — L  El  Mo- 
delo.— II.  La  copia,  por  D.Julián  Ribera. 

XIII.     Los  Almohades  en  España^  por  D.  Francisco  Codera. 


Rectificaci6ll«— En  el  número  precedente  del  Boletín,  tomo  xLin, 
pág.  556,  líneas  36  y  37,  donde  dice  «de  los  volúmenes...  que  tratan  de  las 
Galias»,  hay  desliz  de  memoria,  que  debe  corregirse,  ó  sustituirse  por 
< volumen  xiv...  que  trata  del  Lacio», 


Por  no  haber  llegado  á  tiempo  el  Informe  del  Sr.  Rosso  de  Luna,  sobre 
las  nuevas  inscripciones  romanas  de  la  provincia  de  Cáceres,  impreso  y 
sometido  á  la  corrección  del  autor,  lo  reservamos  para  el  cuadeiTio  ó 
número  del  mes  de  Febrero. 

F.F. 


Á 


■  r  *T«v«v  ^m  ,-.  >    ,»i.*- 


El  Boletín  de  la  Real  Academia  de  la  Historia  se  publica  todos 
los  meses  en  cuadernos  de  8o  ó  más  páginas,  con  sus  correspondientes 
láminas,  cuando  el  texto  lo  exige,  formando  cada  año  dos  tomos  con  sus 
portadas  é  índices. 

Las  suscripciones  dan  principio  en  Enero  y  Julio  de  cada  ano. 

PRECIOS  DE  SUSCRIPCIÓN 

Madrid.  .  .     6  meses Pesetas  9 

—     ...     Un  año —  i8 

Provincias.     Un  año —  20 

Extranjero —  22 

Número  suelto —  2 


Los  Srcs.  Académicos  correspondientes  tienen  derecho  á  recibir  su 
ejemplar  á  mitad  de  precio  en  el  despacho  de  la  Academia. 

Los  cuarenta  y  tres  tomos  publicados  se  hallan  de  venta  á  los  pre- 
cios de  suscripción. 

Los  pedidos  deben  dirigirse  ó.  la.  Librería,  de  M.  MU- 
RILLO,  Alcalét,  7,  Madrid,  único  encargado  de  servir 
las  su-scripciones. 


ADVERTENCIAS 


Las  obras  de  la  Academia  se  venden  en  su  despacho, 
calle  del  León  ,21. 

Los  Sres.  Académicos  honorarios  y  correspondientes 
podrán  adquirirlas  con  rebaja  de  50  por  100  en  los  pre- 
cios, siempre  que  hagan  pedido  directo  con  su  firma. 

A  los  libreros  que  tomen  cualquier  número  de  ejem- 
plares se  les  hará  una  rebaja  conveniente,  según  la  cos- 
tumbre recibida  en  el  comercio  de  librería. 


J 


m/*^--  /  3.  / 

BOLETÍN 

DÉLA  /^5Só'^°^'''n:~ 

*   MAR  3  "1004 

REAL  ACADEMIA  DE  LA  HI^f^RÍAP- 


TOMO  XLIV.— CUADKRNO  II 

FEBRERO,  l«04 


MADRID 

ESTABLECIMIENTO    TIPOGRÁFICO   DE  FORTANET 


r>. 


<^ 


SUMARIO  DE  ESTE  CUADERNO 

Pigs. 

Adquisiciones  de  la  Academia  durante    el  segundo  semestre  del 

año  1903 97 

Informes: 

I.     Nuevas  inscripciones  romanas  de  la  región  norbense. —  Maricj 

Roso  de  Luna 113 

11.     Monumenio  erigido  en  California  á  Vancotwer  y  d  Bodega  y 

Quadra. — Cesáreo  Fernández  Duro 137 

III.     El  Emperador  Carlos  V  y  su  corte.  (i';22'iSJQ.)  — \.  Rodrí- 
guez Villa 142 

Variedades: 

Lápidas  romanas  de  Caldas  de  Mombny^  Datos  ínedüos.  —  Fidel 

Fita 179 

"Noticias .      191 


TOMb  xLiv.  Felirero,  1904.  cuaderno  ii. 


BOLETÍN 


DE   LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTOR^r  2  1904 


8¡ 


C0LLEQ£i7,^ 


V^ 


■*•*•- 


£il«BRIOGE,  \'\^'^ 


ADQUISICIONES  ÜE  LA  ACADEMIA 

Durante  el  segundo  semestre  de  1903. 


REGALOS  DE  IMPRESOS 

DE   SEÑORES  ACADÉMICOS  DE  NÚMERO 

•Codera  (D.  Francisco).  «Estudios  crítícos  de  Historia  árabe  espafíola». 

Zaragoza,  1903. 
Fernández  Duro  (Excmo.  Sr.  D.  Cesáreo).  «Los  indios  en  las  provincias 

del  Río  de  la  Plata».  Estudio  histórico  por  Vicente  G.  Quesada. 

Buenos  Aires,  1903. 
«Zeitschrift  für  Bücheríreunde».  7.  Jahrgang  1903- 1904.  Heft  4:  Juli, 

1903.  «Hans  Rix  von  Chur.  Ein  deutscher  Buchhftndler  in  Valencia 

un  XV  Jahrhundert»,  von  professor  Dr.  Konrad  Haebler  in  Dresden. 
«Patria»  y  «Sea  Power»,  por  Manuel  Andújar  y  Solana,  con  un  prólogo 

del  Excmo.  Sr.  D.  Leandro  de  Saralegui  y  Medina.  Ferrol,  1901. 
«Armada  española  desde  la  unión  de  los  reinos  de  Castilla  y  Aragón». 

Tomo  Dc.  Rústica. 
«Memorie  storiche  della  Chiesa  di  S.  Giacomo  dei  Nobili  spagnuoli  e 

sue  Dipendenze»,  por  Mons.  Raffaele  Borelli.  Napoli,  1903. 
«O'Infante  D.  Pedro»,  por  Souza  Viterbo.  Lisboa,  1902. 
«Urna  expedi^fio  portugueza  ás  Canarias  em  1440»,  por  Sousa  Viterbo» 

Lisboa,  1903. 
«A  pesca  do  coral  no  seculo  xv»,  por  Sousa  Viterbo.  Lisboa,  1903. 
«Jorge  de  Mon temor»,  por  Sousa  Viterbo.  Lisboa,  1903. 
«Catálogo  do  Museu  Archeologico  da  Cidade  de  Evora»,  composto  por 

Antonio  Francisco  Baratx.  Lisboa,  1903. 
«Artes  industríaes  e  industrias  portuguezas.  O  vidrio  e  o  papel»,  por 

Sousa  Viterbo.  Coimbra,  1903. 

TOMO  XLIV.  7 


q8  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

Fita  (R.  P.)  «Cartas  ediñcantes  de  los  Misioneros  de  la  Compañía  de  Jesús 
en  Filipinas.  1898-1902».  Barcelona,  1903. 

Herrera  (Excmo.  Sr.  D.  Adolfo).  «Medallas  españolas».  Personales,  tomo 
in.  Obras  públicas,  tomo  n.  Madrid,  1903. 

Hinojosa  (Excmo.  Sr.  D.  Eduardo  de).  «Estudios  sobre  la  Historia  del  De- 
recho español».  Madrid,  1903. 

Torres  Campos  (Sr.  D.  Raíael).  «Memoria  sobre  el  progreso  de  los  tra- 
bajos geográñcos  en  1900»,  leída  en  la  Junta  general  de  la  Sociedad 
Geográfica  de  Madrid,  el  día  18  de  Jimio  de  1901,  por  el  Secretario 
general  de  la  misma  D.  Rafael  Torres  Campos.  Madrid,  19 13. 
«La  Geograíía  en  1901  >.  Memoria  sobre  el  progreso  de  los  trabajos  geo- 
gráficos, leída  en  la  Junta  general  de  la  Sociedad  Geográfica  de  Ma- 
drid el  día  I.**  de  Julio  de  1902,  por  el  Secretario  general  de  la  misma 
D.  Rafael  Torres  Campos.  Madrid,  1903. 

DE  académicos  honorarios 

Loubat  (Excmo.  Sr.  Duque  de).  «Codex  Vaticanus».  N.°  3.773.  (Codex 
Vaticanus  B.)  Elucidated  by  Dr.  Eduard  Selez,  professor  of  Ameri- 
can Linguistics,  Ethnology,  and  Archaeology  in  the  University  of 
Berlin.  First  Halí.  Text  oí  the  Obverse  Side.  Second  Half.  Text  of 
the  Reverse  Side  and  Explanatory  Tables.  Dos  vols.  Berlin  and  Lon- 
don,  1 902- 1 903. 

DE   CORRESPONDIENTES   NACIONALES 

Alzóla  (D.  Pablo  de).  «Instancia  de  la  Liga  vizcaína  de  productores  acerca 
de  los  nuevos  tratados  de  comercio».  Bilbao,  1903. 

Bullón  y  Fernández  (D.  Eloy).  «Jaime  Balmes  y  sus  obras».  Madrid,  1903. 
«El  clasicismo  y  el  utilitarismo  en  la  enseñanza».  Madrid,  1902. 

Carreras  y  Candi  (D.  Francisco).  <La3  tarjetas  postales  en  España».  Bar- 
celona, 1903. 

Castillo  y  Quartiellers  (D.  Rodolfo).  «Los  colirios  oleosos  en  la  antigüe- 
dad». Madrid,  1903. 

Echavarri  (D.  Vicente  G.  de).  «Alaveses  ilustres».  Tomo  iv.  Vitoria,  1902. 

♦ 

Guzmán  y  Boza  (D.  Manuel),  Marqués  de  Jerez  de  los  Caballeros.  «Fábula 
de  Mirra  que  escribió  D.  Fernando  Afán  de  Ribera  Enríquez,  Mar- 
qués de  Tarifa».  Sevilla,  1903. 

López  Ferreiro  (D.  Antonio).  «Galicia  histórica».  Revista  bimestral.  San- 
tiago. Tomo  II.  Año  1903.  Números  ix-xi,  Mayo-Octubre. 

Llórente  (D.  Teodoro).  «España.  Sus  monumentos  y  artes.  Su  naturaleza 
é  historia.  Valencia».  Tomo  n.  Barcelona,  1889. 


ADQUISICIONES   DE  LA   ACADEMIA.  99 

López  Bardón  (P.  M.  Fr.  Tyrso).  cMonastíci  Augustiniani  R.  P.  Fr.  Nicolai 

Crusenii  continuatio  atque  ad  illud  additamenta  sive  Bibliotheca 

manualis  Augustiniana,  etc.,  etc.»  Operis  volumen  secundum.  Vallis- 

oleti,  1903. 
Mugica  (D.  Serapio).  «Monografía  histórica  de  la  villa  de  Irún».  Irún,  1903. 
«índice  de  los  documentos  del  Archivo  del  Excmo.  Ayuntamiento  de 

la  N.  y  L.  muy  benemérita  y  generosa  y  heroica  villa  de  Irún.  Años 

de  1337  á  1898».  Irún,  1898. 
«índice  de  los  documentos  del  Archivo  del  Excmo.  Ayuntamiento  de  la 

M.  N.  y  M.  L.  ciudad  de  San  Sebastián.  Años  de  1456  á  1891».  San 

Sebastián,  1898. 
«Curiosidades  históricas  de  San  Sebastián».  Volúmenes  i.®  y  2.**  Bilbao, 

1900. 
«Monografía  de  la  Alcaldía  mayor  de  Aiztondo».  San  Sebastián,  1902. 
«Las  fiestas  de  Septiembre  en  Fuenterrabía.  Origen  y  detalles».  San 

Sebastián,  1900. 
«Alarde  de  San  Marcial  en  Irún.  Origen  y  detalles».  Sa^  Sebastián,  1901. 
«Euskaros  ilustres.  D.  Policarpo  de  Balzola».  San  Sebastián,  1890. 
Pastor  y  Lluis  (D.  Federico).  «La  lectoría  de  la  Seo  y  los  colegios  reales 

de  Tortosa».  (Monografía  histórica,  publicada  en  los  números  445  á 

486  del  periódico  de  Tortosa  «El  Ebro».)    . 
Rodríguez  Marín  (D.  Francisco).  «Cartas  literarias  é  históricas».  Carta  i. 

«Las  aguas  potables  de  Osuna».  Sevilla,  1903. 

DE   CORRESPONDIENTES   EXTRANJEROS 

Alonso  Criado  (D.  Matías).  «El  escudo  de  armas  de  la  ciudad  de  Monte- 
video». Estudio  histórico  ilel  Dr.  D.  Andrés  Lamas  y  documentos  á 
que  dio  mérito.  Montevideo,  1903. 
Chavero  (D.  Alfredo).  «Apuntes  de  bibliografía  mexicana».  México,  1903. 
Chevalier  (M.  le  Chanoine  Ulysse).  «Autour  des  origines  du  Suaire  de 
Lirey  avec  documents  inédits».  Paris,  1903. 

«Le  Saint-Suaire  de  Turin  et  le  Nouveau  Testament».  Paris,  1902. 

«La  Renaissance  des  Études  Liturgiques».  Montpellier,  1899. 

«Le  repertorium  repertorii  du  P.  Clément  Blume  et  les  droits  de  la 
critique».  Bruxelles,  1902. 

«L'abjuration  de  Jeanne  d'Arc  au  cimetiére  de  Saint-Ouen  et  l'authen- 
ticité  de  sa  formule».  Paris,  1902. 

«Sacramentaire  et  martyrologe  de  l'Abbaye  de  Saint-Remy.  Martyro- 
loge  calendrier,  ordinaires  et  prosaire  de  la  Metrópoli  de  Reims». 
Paris,  1900. 

«Bulletin  d'Histoire  Écclésiastique  et  d'Archéologie  Religieuse  des  Dio- 


lOO  BOLETÍN  DB  hk  RBAL  ACADBKIA  DB  LA  HISTORIA. 

ceses  de  Valence,  Gap,  Grenoble  et  Viviers».  Vingtiéme-uniéine  an- 
née.  !•  (129*)  livraison.  Janvief-Mars  1901.  a*  (130*)  livraison.  Avril- 
September  1901.  3*  (131*)  livraison.  Janvier-Maxs  1902. 4'(i32^)  livrai- 
son. Janvier-Mars  1903. 

«M.  le  Chanoine  Ulysse  Chevalier.  Son  CEUivre  scientdfique  Sa  Bio-Bi- 
bliographie».  Sou venir  de  ses  amis  pour  Tachévement  du  répertoire 
des  Sources  Historiques  du  moyen  ftge.  Romans,  le  14  Avril  1903. 
Valence,  1903. 

«Qément  VII  et  le  Suaire  de  Lirey»,  par  G.  Mollat,  Chapelain  de  Saint- 
Louis  des  Frangais  á  Rome.  París,  1903. 

«Le  Saint-Suaire  de  Turin».  Son  image  positive,  par  Charles  Félix  Bel- 
let.  París,  1902. 

«Le  Chanoine  Fillet».  Bio-bibliographie.  Romans,  15  Février  1902. 
Dessau  (Sr.  H.)  «Additamenta  nova  ad  inscriptiones  Hispaniae  latinas 
edidit  Emillus  Hübner».  Un  vol.  en  4.0  Rústica.  Berolini,  1903. 

«Mélanges  boissiers».  Extrait.  París,  1903. 
Dodgson  (Sr.  £.  S.)   «Jesús  Christ  gure  ia uñaren  Testamentu  Berna. 
Matth.  xvn,  5».  London,  1903. 

«Vejledning  de  danske  Kongers  kronologiske  Samling  paa  Rosenborg 
Slot».  Kjobenhavn,  1903. 

«Copenhagen  the  capital  of  Denmark».  Copenhagen,  1898. 

«Epigrafía  de  Villafiranca  del  Panadés».  ViUafranca,  1903. 
Ferotin,  O.  S.  B.  (Dom.  Marius).  «Le  véritable  auteur  de  la  Peregrinatio 

Silviae.  La  Vierge  Espagnole  Éthérea».  Paris,  1903. 
Haebler  (Sr.  Konrad).  «Die  überseeischen  Untemehmungen  der  Welser 

und  ihrer  Gesellschafter».  Leipzig,  1903. 
Huntington  (Sr.  Acher  M.)  «Segunda  parte  de  la  Araucana  de  D.  Alonso 
de  Ensilla  y  <¡)uñiga,  que  trata  la  porñada  guerra  entre  los  españoles 
y  araucanos,  con  algunas  cosas  notables  que  en  aquel  tiempo  suce- 
dieron». En  Zaragoza,  en  casa  de  Juan  Soler.  Año  de  Christode  1578. 

«Obras  de  Francisco  de  Figueroa,  laureado  Píndaro  español.  Publica- 
das por  el  licenciado  Luis  Tribaldos».  Lisboa,  1626. 

«Silvia  de  Lysardo.  Recopilada  por  Louren^o  Craesbéck».  Lisboa,  1626. 

«Obras  de  Garcilasso  de  la  Vega,  príncipe  de  los  poetas  castellanos. 
Cuidadosamente  revistas  en  esta  última  edición,  por  el  Dr.  Luís  Bri- 
zeño  de  Córdova».  Lisboa,  1626. 

«Os  Lusiadas  de  Luys  CamOes».  Lisboa,  1626. 

«Historia  de  la  Virgen  Madre  de  Dios  María».  Poema  heroico  de  Anto- 
nio de  Mendoza  Escovar,  natural  de  Valladolid.  Dos  vols.  Valladolid, 
1618. 

«Cancionero  llamado  Danga  de  Galanes».  Recopilado  por  Die^  de 
Vera,  Barcelona,  1625 


ADQUISICIOUBS  DB   LA  ACADEMIA.  TOI - 

«Collection  of  Spanish  Documents  Manuscripts  in  the  Brítish  Museum 

published  in  Facsimile  by  Archer  M.  Huntington».  New-York,  1903. 

(Diez  documentos.) 
Ornan,  M.  A.  fSr.  Charles).  «A  History  of  the  Peninsular  War».  Vol.  ir. 

Oxiord,  1903. 
Palma  (D.  Ricardo).  «Anales  de  la  Catedral  de  Lima»,  por  el  Dr.  D.  José 

Manuel  Bermúdez.  Lima,  1903. 
Quesada  (D.  Ernesto).  «Tristezas  y  esperanzas».  Buenos  Aires,  1903. 
Qaesada  (D.  Vicente  G.)  «Estudios».  Buenos  Aires.  Núm.  17,  Enero-Julio 

1903. 
Rivett-Camac  (Sr.  J.  H.)  «Cup-marks  as  an  archaic  form  of  inscription». 

Hertford,  1903, 

Seybold  (Sr.  C.  F.)  «Ein  Türkisches  Wer  über  das  agttische  meer  ausdem 

Jahre  1520». 
«Monchique  et  arrífang  d'Algarve  chez  les  auteurs  árabes». 
Tardieu  (Blr.  Ambroise).  «Dictionnaire  des  ex-librís  de  la  Basse-Auvergne. 

(Puy-de-Dóme)».  Royat,  1903. 

DEL  GOBIERNO  DE  LA   NACIÓN 

Ayuntamiento  de  Madrid.  «Boletín».  Aflo  vu,  números  340-363,  5  Julio- 
13  Diciembre  1903. 
«Estadística  demográficas.  Resumen  del  año  1902  y  Enero-Marzo  1903. 
Dirección  general  de  Aduanas.  Madrid.  «Resúmenes  mensuales  de  la  es- 
tadística del  comercio  exterior  de  España».  Números  163-167,  Junio- 
Octubre  1 901-1903. 
«Estadística  del  impuesto  de  transportes  por  mar  y  á  la  entrada  y 
salida  por  la  frontera».  Números  13-14.  Primer-tercer  trimestre  1903. 
«Producción  y  circulación  de  azúcares,  achicoria  y  alcohol  industrial». 

Números  14-15,  segundo-tercer  trimestre -1903. 
«Estadística  general  del  comercio  exterior  de  España  en  1902».  Parte 
primera.  Un  vol.  en  folio,  cartonné.  Madrid,  1903. 
Dirección  general  de  Contribuciones.  «Estadística  de  la  contribución  so- 
bre las  utilidades  de  la  riqueza  mobiliaria».  Año  1901.  Madrid,  1903. 
Dirección  general  de  Contribuciones,  impuestos  y  rentas.  «Estadística  del 
impuesto  sobre  el  consumo  de  luz  de  gas,  electricidad  y  carburo  de 
calcio».  Año  de  1902.  Madrid,  1903. 

DE  GOBIERNOS   EXTRANJEROS 

Estadística  municipal  de  la  ciudad  de  Buenos-Aires.  «Boletín  mensual». 
Año  xvn,  números  5-9,  Mayo-Septiembre  1903. 


102  BOLETÍN  DB  LA  KEhL  ACADBIHA  DB  LA  HISTORIA. 

«Anuario  estadístico  de  la  ciudad  de  Buenos  Aires».  Año  xti,  1903. 
Buenos  Aires. 

Estadística  municipal  de  la  ciudad  de  Santa  Fé  (República  Argentina). 
«Boletín».  Año  11,  números  6-7,  Abril-Septiembre  1903. 

Estadística  municipal  de  la  ciudad  de  Rosario  de  Santa  Fé.  (República 
Argentina).  «Boletín  mensual».  Año  in,  núm.  30,  Junio  1903. 

Elstadística  municipal  del  departamento  de  Montevideo.  «Boletín  men- 
sual». Año  I,  núm.  i,  Septiembre  de  1903. 

Préíecture  du  Nord  de  France.  «Inventaire-sommaire  des  Archives  dé- 
partemen tales».  Tomes  i*'  (!•  et  2*  partie)  y  2*  á  8*.  Nueve  volúme- 
nes. Lille. 

DB   ACADEMIAS  Y  CORPORACIONES   NACIONALES 

Asamblea  suprema  española  de  la  Cruz  Roja.  Madrid.  «La  Cruz  Roja». 
Revista  mensual  ilustrada,  órgano  oñcial.  Época  4.^  Años  i-v,  nú- 
meros 1-52. 

Asociación  Artístico- Arqueológica  Barcelonesa.  Barcelona.  «Revista». 
Año  vil,  números  36-37,  Abril-Septiembre  1903. 

Ateneo  Científico,  Literario  y  Artístico  de  Madrid.  «Elscuela  de  estudios 
superiores.  Curso  de  1903  á  1904».  Un  vol.  en  4.0  Rústica.  Madrid» 
1903. 

Biblioteca-Museo  Balaguer.  Villanueva  y  Geltrú  (Barcelona).  «Boletín». 
Época  3.*,  año  iv,  números  42-46,  Junio-Octubre  1903. 

Centre  Excursionista  de  Catalunya.  Barcelona.  «Butlletí».  Año  xiii,  núme- 
ros 99-103,  Abril -Agosto  1903. 

Colegio-Congregación  de  San  Eloy  de  artífices  plateros  de  Madrid.  «No- 
ticia sobre  la  antigüedad  de  la  Congregación  y  de  la  urna  ó  sarcófago 
que  guarda  los  restos  del  cuerpo  de  San  Isidro,  asistencia  del  Colegio 
á  la  procesión  de  rogativa  el  4  de  Mayo  de  1896  y  otros  curiosos 
datos  referentes  á  esta  Congregación».  Un  folleto  en  8.°  Rústica. 
Madrid,  1896. 

Comisión  del  Mapa  Geológico  de  España.  Madrid.  «Boletín».  Tomo  vii, 
segunda  serie.  1900. 

Comisión  provincial  de  Monumentos  históricos  y  artísticos  de  Orense. 
«Boletín».  Tomo  11,  números  33-34,  Julio-Octubre  1903. 

Institución  libre  de  enseñanza.  «Boletín».  Año  xxvii,  números  519-524, 
30  Junio-30  Noviembre  1903. 

Instituto  general  y  técnico  del  Cardenal  Cisneros.  Madrid.  «Memoria  acer- 
ca de  su  estado  durante  el  curso  de  190 1  á  1902,  escrita  por  D.  Ro- 
drigo Sanjuijo  é  Izquierdo,  Catedrático  y  Secretario  del  Estableci- 
miento». Toledo,  1903. 


ADQUISICIONES  DB   LA  ACADEMIA.  IO3 

Instituto  general  y  técnico  de  Zaragoza,  c Memoria  correspondiente  al 
curso  de  1901  á  1903».  Zaragoza,  1902. 

Liga  Marítima  española.  Madrid.  «Boletín  oficial».  Año  111,  números  18-19, 
Julio-Octubre  1903. 

Real  Academia  Española.  Madrid.  «Gramática  y  vocabulario  de  las  obras 
de  Gonzalo  de  Befceo»,  por  D.  Rufino  Lancheta.  Obra  premiada  en 
público  certamen  por  dicha .  Academia  é  impresa  á  sus  expensas. 
Madrid  y  1900. 
«Discurso  en  elogio  del  Excmo.  Sr.  D.  Gaspar  Núñez  de  Arce,  leído 
en  la  Junta  pública  celebrada  el  día  15  de  Noviembre  de  1903,  por  el 
Excmo.  Sr.  D.  Juan  Valera,  Académico  de  número».  Madrid.  1903. 
«Informe  en  la  sesión  pública  celebrada   el  día  15  de  Noviembre 
de  [903  para  la  repartición  de  premios  y  socorros  de  la  fundación  de 
San  Gaspar».  Madrid,  1903. 
«Discursos  leídos  en  la  recepción  pública  del  Excmo.  Sr.  D.  Antonio 
^  Maura  y  Montaner  el  día  29  de  Noviembre  de  1903».  Madrid,  1903. 
«Memoria  de  la  Real  Academia  Española».  Tomo  ix.  Madrid,  1903. 

Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Femando.  Madrid.  «Discurso  de 
ingreso  del  Excmo  Sr.  D.  Aniceto  Marinas,  el  día  1 5  de  Noviembre 
de  1903».  Madrid,  1903. 

Real  Academia  de  Buenas  Letras  de  Barcelona.  «Boletín».  Año  ni,  núme- 
ros I  o- II,  Abril-Septiembre  1903.  * 

Real  Academia  de  Ciencias  exactas,  físicas  y  naturales.  Madrid.  «Memo- 
rias». Tomos  xx-xxi.  Dos  vols.  íol.  Rústica.  Madrid,  1890-1901  y  1903. 

Real  Academia  de  Ciencias  morales  y  políticas.  Madrid.  «Costumbres  ad- 
ministrativas de  la  autonomía  vascongada».  Memoria  escrita  por  el 
Sr.  D.  Nicolás  Vicario  y  de  la  Peña,  y  premiada  por  dicha  Academia 
en  el  concurso  del  año  1901.  Madrid,  1903. 
«Discursos  leídos  en  la  recepción  pública  del  Excmo.  Sr.  D.  Amos  Sal- 
vador el  día  6  de  Diciembre  de  1903».  Madrid,  1903. 

Real  Academia  de  Jurisprudencia  y  Legislación.  Madrid.  «Discurso  leído 
por  el  Presidente  Excmo.  Sr.  D.  José  Canalejas  y  Méndez  en  la  sesión 
inaugural  del  curso  de  1903  á  1904,  celebrada  el  27  de  Noviembre 
de  1903»'.  Madrid,. 1 903. 
«Discurso-resumen  del  curso  de  1902-903  leído  por  el  Secretario  gene- 
ral D.  Javier  Grómez  de  la  Sema  en  la  sesión  inaugural  de  1903-904 
el  27  de  Noviembre  de  1903».  Madrid,  1903. 

Real  Academia  de  Medicina.  Madrid.  «Anales».  Tomo  xxiii,  cuadernos  2.^ 
y  3«**»  30  de  Junio  de  1903. 
«Discursos  leídos  en  la  Real  Academia  de  Medicina  para  la  recepción 
pública  del  Académico  electo  Dr.  D.  Luís  Ortega  Morejón  el  día  27 
de  Septiembre  de  1903».  Madrid,  1903. 


J04  BOLBTÍN  DX  LA  RBAL  ACAI^BMU  DB  LA  HISTORIA. 

Real  Sociedad  Geográfica.  Madrid.  «Boletín».  Tomo  xliy,  cuarto  trimes- 
tre de  1902.  Tomo  xuv  (suplemento),  primer  trimestre  de   1903. 
Tomo  zlv,  segundo  trimestre  de  1903. 
«Revista  de  Geografía  colonial  y  mercantil».  Tomo  n,  números  17-33. 

Sociedad  aragonesa  de  Ciencias  naturales.  Zaragoza.  «Boletín».  Tomo  0, 
núm.óy  Junio  1903. 

Sociedad  Arqueológica  Luliana.  Palma.  «Boletín».  Tomo  ix,  números  272 
y  273,  Diciembre  1902.  Tomo  x,  números  274-277,  Enero-Abril  1903. 

Sociedad  castellana  de  excursiones.  Valladolid.  «Boletín».  Año  i,  núme- 
ros 7-1 1,  Julio-Noviembre  1903. 

Sociedad  Española  de  salvamento  de  náufragos.  Madrid.  «Boletín >.  Nú- 
meros ccxvii-ccxxji,  Junio-Noviembre  1903. 

Universidad  Central.  «Discurso  leído  en  la  solemne  inauguración  del 
curso  académico  de  1903  á  1904,  por  el  Dr.  D.  Amallo  Gimeno  y  Ca- 
banas, Catedrático  de  la  Facultad  de  Medicina».  Madrid,  1903. 

Universidad  literaria  de  Granada.  «Discurso  leído  en  la  solemne  apertura 
del  curso  académico  de  1903  á  1904,  por  el  Dr.  D.  Pascual  Nacher  y 
Vilar,  Catedrático  de  la  Facultad  de  Ciencias».  Granada,  1903. 

Universidad  literaria  de  Oviedo.  «Discurso  leído  en  la  solemne  apertura 
del  curso  académico  de  1903  á  1904,  por  el  Dr.  D.  Víctor  Díaz  Ordó- 
ñez,  Catedrático  numerario  de  Derecho  canónico».  Oviedo,  1903. 

Universidad  de  Salamanca.  «Discurso  leído  en  la  Universidad  de  Sala- 
manca en  la  solemne  apertura  del  curso  de  1903  á  1904,  por  D.  Fe- 
derico Brun  Crespo,  Catedrático  de  Historia  general  del  Derecho 
español».  Salamanca,  1903. 
«Memoria  sobre  el  estado  de  la  instrucción  en  esta  Universidad  y  esta- 
blecimientos de  enseñanza  de  su  distrito  en  el  curso  académico  de 
1901  á  1902  y  Anuario  para  el  de  1902  á  1903.  Variedades».  Salaman- 
ca, 1903. 

Universidad  literaria  de  Sevilla.  «Discurso  leído  en  el  acto  solemne  de 
la  apertura  del  año  académico  de  1903  á  1904,  por  D.  Manuel  Sán- 
chez de  Castro,  Catedrático  de  elementos  de  Derecho  natural  de  la 
misma».  Sevilla,  1903. 

Universidad  literaria  de  Valladolid.  «Discurso  leído  en  la  solemne  inau- 
guración del  curso  académico  de  1903  á  1904,  por  el  Dr.  D.  Eduardo 
Ledo  Egularte,  Catedrático  de  la  Facultad  de  Medicina».  Valladolid, 
1903. 
«Datos  estadísticos  de  la  enseñanza  en  el  curso  de  1901  á  1902  y  Aniu- 
rio  del  curso  de  1902  á  1903».  Valladolid. 


APQUiatCiONBS  JDE  LA.  ACADBBÜA.  IO5 


DB  ACADEMIAS  Y  CORPORACIONES  EXTRANJERAS 

Académie  des  Inscriptions  et  Selles  Lettres.  París.  «Comptes  rendus  des 

séjances  de  l'smnée  1903».  BuUetins  de  Mars-Aoút. 
Académie  des  Sciences  de  Cracovie.  «Bulletín  International».  Classe  de 

Pbilologie,  d'Histoire  ct  de  Philosophie.  Nos  5.7,  Mai-Juillet  1903. 
Académie  Impéríale  des  Sciences  de  St-Pétersbourg.  «Bulletín».  v*  serie, 

tome  XVI,  qm  4-5,  Avríl-Mai  1903;  tome  xvn,  n^  1.4,  Juin,  Septem- 

bre-Novembre  1903. 
Académie  Royale  des  Sciences  áAmsterdam.  «Aídeeling  Letterkunde». 

Nieuwe  Reeks.  Deel  iv,  n**  1;  decl  v,  n*»  1-3. 
«Verslagen  en  Mededeelingen».  Vierde  Reeks.  Deel  v. 
«Feriae  Aestívae.  Accedunt  dúo  Poemata  Lauda  ta».  Amstelodami,  1903. 
Académie  Royale  des  Sciences  et  des  Lettres  de  Danemark.  Copenhague. 

«BuUetin».  N^  3,  1903. 
Ateneo  de  Lima.  Perú.  «El  Ateneo»,  órgano  del  Ateneo  de  Lima.  Tomo  vi, 

números  z^zg,  segundo  y  tercer  trimestre  de  1903. 
Biblioteca  Nazionale  Céntrale  di  Firenze.  «Bollettino  delle  pubblicazipni 

italiane».  N<w  30-35,  Giugno-Novembre  1903. 
Biblioteca  pública  de  la  provincia  de  Buenos  Aires.  La  Plata.  «Boletín». 

Números  55-56,  Mayo-Junio  1903* 
Cámara  de  Comercio  de  la  Asunción  (Paraguay).  «Boletín»   quincenal. 

Año  ir,  números  37-47,  16  Abril- 16  Septiembre  1903. 
Catholic  University  oí  America.  Washington.  «The  Catholic  University 

Bulletín».  Vol.  ix.  No.  3.  Whoie  No.  xxxv,  July  1903.  No.  4.  Whole 

No.  xxxvi,  October  1903. 
«The  annual  coUection  íor  the  Catholic  University  of  America».  Ad- 

vance  sheets  írom  the  Catholic  University  BuUetin  íor  October  1903.) 
Centro  de  Sciencias,  Letras  é  Artes  de  Campiñas.  Brasil.  «Revista».  N^  4, 

31  dejulhode  1903. 
Faculté  des  Lettres  de  Bordeaux  et  des  Universités  du  Midi.  «Annales». 

Bordeaux. 
«Bulletín  Hispaníque».  Tome  v,  no«  3-4,  Juillet-Décembre  1903. 
«BuUetin  Italien».  Tome  m,  n®»  3-4,  Juillet-Décembre  1903. 
«Revue  des  études  anciennes».  Tome  v,  n<w3-4,  Juillet-Décembre  1903. 
Faculty  of  Political  Science  oí  Columbia  University.  «Political  Science 

Quarterly».  Vol.  xvín,  Numbers  2-3,  June-September  1903. 
Historícal  Society  of  Pennsylvania.  Philadelphia.  «The  Pennsylvania  Ma- 

gazine  of  History  and  Biography».  Vol.  xxvn,  No.  107-108,  July-Oc- 

tober  1903. 
Historíschen  und  Antiquarischen  Gesellschaít  zu  Basel  (herausgegeben 


106  BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

ven  der).  «.Basler  Zeitschrift  für  Geschichte  und  Altertumskunde)». 

iiiBand.  i  Heít. 
Instituto  Archeologico  e  Geographico  Pernambucano.   Recife  (Brasil). 

«Revista».  Vol.  X,  n°  58,  Junho  de  1903. 
Instituto  de  Coimbra.  «O  Instituto».  Vol.  50**,  nos  7-11,  Julho-Novembro 

1903. 
Instituto  do  Ceará.  Fortaleza  (Brasil).  «Revista  trimestral».  Tomo  xvn. 

Anno  xvn.  1903. 
Instituto  Paraguayo.  Asunción  (Paraguay).  «Revista».  Año  iv,  núm.  39. 

Año  V,  números  40-43. 
K.  b.  Akademie  der  Wissenschafter  zu  München.  «Sitzungsbeñchte  der 

philosophische-philologischen  und  der  historischen  Klasse».  Heft  n- 

iii,  1903. 
Kr.  Hrvatsko-Slavonsko-Dalmatinskog-Zemaljskog  Arkiva.  Zagreb.  «Ujest- 

nik».  Godina  v.  Svezak  4. 
Kaiserlichen  Akademie  der  Wissenschaften  in  Wien.   «Fontes  Rerum 

Austriacarum».  Band  ui-lv. 
«Archiv  für  Osterreichische  Geschichte».  Band  lxxxk-xcii. 
«Sitzungsberichte  der  philosophisch-historische  ciasse».  Band  cxun- 

CXLV. 

«Denkschriften  der  philosophisch-historische  ciasse».  Band  XLvni. 

Kóniglich  Preussischen  Akademie  fler  Wissenschaften.  Berlín.  «Sitzungs- 
berichte». xxv-xL,  7-30  Mai-July  1903. 

Library  of  Harvard  University.  Cambridge.  «Bibliographical  contributions 
edited  by  William  Coolidge  Lañe  librarían».  No.  55. 

Literary  and  Historical  Society.  Quebec.  (Canadá).  «The  Transactions». 
No.  24.  Sessions  of  1900- 1902. 

Museu  Ethnologico  Portugués.  Lisboa.  «O  Archeologo  Portugués».  Volu- 
me  VIII,  no«  4-6,  Abril-Junho. 

Museo  Nacional  de  México.  «Boletín».  Segunda  época.  Tomo  i,  n<»  1-3, 
Julio-Septiembre  1903. 
«Anales».  Segunda  época.  Tomo  i,  no«  1-2,  Julio-Septiembre  1903. 

R.  Accademia  dei  Lincei.  Roma.  «Atti».  Anno  ccc,  1903.  Serie  quinta. 
Ciasse  di  Scienze  morali,  storiche  e  ñlologiche.  Vol.  xi.  Part.  2.*  No- 
tizie  degli  Scavi.  Fascicolos  4-8. 
«Atti  della  Reale  Accademia  dei  Lincei».  Roma.  Anno  ccc,  1903.  Ren- 
diconto  deír  adunanza  solenne  del  7  Giugno  1903  onorata  dalla  pre- 
senza  delle  LL.  MM.  il  Re  e  la  Regina.  Vol.  ii. 
«Rendiconti».  Ciasse  di  Scienze  morali,  storische  e  ñlologiche.  Serie 
quinta.  Vol.  xil  Fascicolos  3.^-6.° 

R.  Deputazione  véneta  di  Storia  patria.  Venezia.  «Nuovo  Archivio  Véne- 
to». N08  49-51.  Nuova  serie.  N<m  9-1 1. 


ADQUISICIONBS  DE  LA  ACADEMIA.  I07 

Real  Associagfio  dos  Architectos  Civis  é  Archeologos  Portuguezes.  Lis- 
boa. «Boletim».  Quarta  serie.  N<m  7-9. 

Royal  Irish  Academy.  Dublin.  «Proceeding».  Apríl  1903.  Vol.  xxiv.  Sec- 
tion  C.  Archseiogy,  Linguistic,  and  Litera  ture.  Part.  3. 
«The  transactions  of  the  Royal  Irish  Academy».  Dublin.  Vol.  xxil  Sec- 
tion  C.  Part.  i. 

Sociedad  Jurídico^Literaria.  Quito  (Ecuador).  «Revista».  Año  11.  Tomo  n. 
No»  10-13,  Abril-Julio  1903. 

Sociedade  Martins  Sarmentó.  Porto  (Portugal).  «Revista  de  Guimaries». 
Vol.  XX.  Nw  2-4.  Abril-Outubro  1903. 

Societá  Storica  Lombarda.  Milano  (Italia).  «Archivio  Storico  Lombardo». 
Serie  terza.  Fascicolos  xxxviii-xxxix.  Anno  xxx. 

Societá  Storica  Messinese.  Messina.  «Archivio  Storico  Messinese».  Anno  iv. 
Fascicolos  i.°-2.** 

Société  d'Archéologie  de  Bruxelles.  «cAnnales».  Tome  dix-septiéme.  An- 
née  1903.  Livraisons  i-iv. 

Société  de  Géographie  et  d'Archéologie  de  la  province  d'Oran.  «Bulletin 
trimestriel  de  Géographie  et  d'Archéologie».  Vingt-cinquiéme  année. 
Tome  XXIII.  Fase,  xcv-xcvi,  Avril-Septembre  1903. 

Société  des  Antiquaires  de  l'Ouest.  Poitiers  (France).  «BuUetins».  Deu- 
xiéme  serie.  Tome  neuviéme.  Deuxiéme  trimestre  de  1903,  Avril-Juin. 

Société  des  Études  Juives.  París.  «Revue  des  études  juiyes».  Tome  xlvi- 
XLVii.  Nofi  92-93,  Avril-Septembre  1903. 

Société  Historique  Algérienne.  Alger.  «Revue  Africaine».  Quarante-sep- 
tiéme  année.  N°  249.  2*  trimestre  1903. 

Société  les  Amis  des  Sciences  et  Arts  de  Rochechouart.  Rochechovart 
(Francia).  «Bulletin».  Tome  xiii.  N**  i. 

Société  Nationale  des  Antiquaires  de  France.  Paris.  «Bulletin».  2*-3*  tri- 
mestre 1903. 

Société  Royale  des  Antiquaires  du  Nord.  Copenhague.  «Mémoires».  Nou- 
velle  serie.  1902. 

Universidad  de  Chile.  Santiago.  «Anales».  Tomos  cxii-cxm.  Año  61.  Ene- 
ro-Junio 1903, 

Universidad  Nacional  del  Paraguay.  Asunción.  «Anales».  Año  111.  Tomo 
tercero.  Números  3-4.  Año  iv.  Tomo  cuarto.  Nümeros  1-2. 

University  of  Oxford.  «New  and  Recent  Books».  October  List.  1903. 


DB   PARTICULARES   NACIONALES 


Armenteras  (D.  Andrés  Avelino  de).  «Arboles  y  montes. — Curiosidades 
artísticas  é  históricas  de  los  montes».  Madrid,  1903. 


loS  BOLETÍN  DS  LA  RBAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTORIA. 

Baquér  (Sr.  Conde).  cXI^  Coníéreace  de  l'union  interparlemen taire  poar 
l'arbitrage  interna tional. — Discours  de  Fierre  Barón  de  Pirquct». 

Ciría  y  Nasarre  (D.  Higinio).  «Los  toros  de  Bonaparte».  Madrid,   1903. 

Clapés  (D.  José).  «Los  Archivos  de  Ibiza».  Mahón.  Año  n,  números  xiv- 
XVII,  May  o- Agosto  1903. 

CoUell  (D.  Jaime).  «Alfonso  V  de  Aragón  en  Italia  y  la  crisis  religiosa  del 
siglo  XV >.  Obra  postuma  de  D.  José  AmetUer  y  Vinyas.  Revisada  y 
dada  á  lu2  por  D.  Jaime  Collell.  Tomo  i.  Gerona,  1903. 

CoRterma  y  Batalla  (D.  Andrés  Avelino).  «Los  castillos  feudales  de  Moe- 
che,  Narahio  y  Andrade».  Ferrol,  1903. 

Corteliini  Díaz  del  Alcázar  (D.Jacinto).  «La  belleza».  Disertación  ñlosó- 
ñco-histórica.  Madrid,  1902. 

Cortes  (D.  Narciso  Alonso  A.)  «Un  pleito  de  Lope  de  Rueda».  Madrid, 
1903. 

Criado  y  Domínguez  (D.  Juan  Pedro).  «Apéndice  i.**  á  la  bibliografía  de 
la  Cruz  Roja  española».  Madrid,  1902. 
«Las  ciencias  y  el  clero  español  en  el  siglo  xrx».  Madrid,  1903. 
«Bibliografía  de  la  Cruz  Roja  española».  Madrid,  1900. 
«Estado  de  la  Cruz  Roja  española  en  i.**  de  Enero  de  1901  (siglo  xx)». 

Madrid,  1901. 
Cruz  Roja  española.  «Primer  ensayo  de  movilización  verificado  en  Tu- 
dela  de  Navarra».  Madrid,  1899. 

González  y.Lugraftes  (D.  M.)  «Mendicidad  y  beneficencia  en  Barcelona*. 
Barcelona,  1903. 

Laiglesia  (D.  F.  de).  «Una  crisis  parlamentaria  en  1538».  Madrid,  1903. 

Llave  y  García  (D.  Joaquín  de  la).  «El  sitio  de  Barcelona  en  I7i3-i7i4** 
Estudio  histórico.  Madrid,  1903. 

López  Prudencio  (D.  J.)  «Extremadura  y  España».  Badajoz,  1903. 

Manjón  (D.  Andrés).  «Hojas  del  Ave-María».  Granada.  (2.*  serie),  núme- 
ros 9-12. 
«Soberanía  de  la  Iglesia».  Granada,  1903. 

Naval  (R.  P.  Francisco).  «Elementos  de  Arqueología».  Santo  Domingo  de 
la  Calzada,  1903. 

Rodríguez  (D.  Antonio  Gabrielj.  «Velada  en  honor  de  D.  Gabriel  Rodrí- 
guez y  Benedicto,  celebrada  el  día  24  de  Mayo  de  1903  en  el  Ateneo 
de  Madrid,  bajo  la  presidencia  del  Excmo.  Sr.  D.  Segismundo  Moret». 
Madrid,  1903. 

Sampol  y  Ripoll  (D.  Pedro).  «Anuario  bibliográfico.  1901.  Apuntes  para 
una  Biblioteca  mallorquína».  Año  v.  Palma,  1903. 

Sánchez  de  Toca  (D.  Joaquín).  «Nuestra  defensa  naval».  Madrid,  1903. 

Servitje  y  Guitart  (D.  Josep).  «Manresa  al  Bruch».  Vindicado  de  sa  prin- 
cipa] itat  en  la  gloriosa  jomada  del  6  de  Juny  1808.  Manresa,  1903. 


ADQUI8IC10NBS  DS  LA.  ACADEMIA.  IO9 

Sicars  y  Salvado  (D.  Narciso).  «El  suicidio  jurídicamente  considerado». 

Barcelona,  190^. 
Torres  Lanzas  (D.  Pedro).  «Relación  descriptiva  de  los  mapas,  planos,  etc., 

de  la  Audiencia  y  Capitanía  general  de  Guatemalk,  existentes  en  el 

Archivo  general  de  Indias».  Madrid,  1903. 

DB  PARTICULARES  EXTRANJEROS 

Abbadie  (Mr.  Fran^ois).  «Le  Hvre  noir  et  les  établissements  de  Dax». 
Bordeaux,  1902. 

Alvarcz  Arteta  (D.  Segundo).  «La  cuestión  de  límites  entre  las  Repúbli- 
cas del  Ecuador  y  el  Perú».  Apuntes  y  documentos.  Sevilla,  1901. 

Ambrosoli  (Dr.  Solone).  A  proposito  delle  cosidette  «restituzioni»  di  Gal- 
lieno  o  di  Filippo.  Milano,  1903. 

Amunátegui  Solar  (D.  Domingo).  La  Sociedad  chilena  del  siglo  xvin.  «Ma- 
yorazgos y  títulos  de  Castilla».  Tomo  2.°  Santiago  de  Chile,  1903. 

Castro  López  (D.  Manuel).  «Un  heterodoxo  gallego  en  el  primer  claus- 
tro Universitario  de  Buenos  Aires».  Buenos  Aires,  1903. 
«El  padre  intelectual  de  los  proceres  de  la  independencia  Argentina». 
Buenos  Aires,  1903. 

Degron  (Sr.  Henri).  Histoire  d'un  Journal  Révolutionnaire.  «La  Républi- 
que  cubaine  (París,  1896- 1897)».  París,  1903. 

García  (D.  Genaro).  «El  plan  de  independencia  de  la  Nueva  España 
en  1808».  México,  1903. 

Hérelle  (Sr.  G.)  «Les  Pastorales  basques».  Bayonne,  1903. 

Hoepli  (Sr.  Ulrico).  «Manuale  di  Numismática  del  Dott.  Solone  Ambro- 
soli». Milano,  1903. 

Léonardon  (M.  H.)  «La  Chronique  des  Arts  et  de  la  Curíositó».  Supplé- 
ment  á  la  «Gazette  des  Beaux-Arts».  Paris.  Nos  28-29,  Aoút  1903. 

Martin  (L'Abbé  J.-B.)  «Une  carriére  scientiñque. — M.  le  Chanoine  ülysse 
Chevalier».  Lyon,  1903. 

Outes  (D.  Félix  F.)  «El  puerto  de  los  Patos  y  la  Geografía  de  la  región 
adyacente  en  la  época  de  la  conquista».  Un  vol.  en  4.^,  rústica.  Bue- 
nos Aires,  1903. 
«D.  Juan  de  Garay;  circunstancias  que  rodearon  su  muerte».  Buenos 
Aires,  1903. 

Padilla  (Sr.  Antonio).  «Peí  Giuramento  di  S.  M.  Cattolica  D.  Alfonso  Xni, 
Re  di  Spagna  (xvii  Maggio  mcmii)».  Napoli,  1903. 

Palmella  (Excmo.  Sr.  Duque  de).  «Livro  de  Marínharía. — Tratado  da 
agulha  de  marear  de  Joio  de  Lisboa. — Códice  do  seculo  xvi  que  per- 
tenecen a  livraria  do  falecido  Márquez  de  Castello  Melhor  em  cujo 
catalogo  de  manuscríptos  tinha  o  numero  254.  Adquirido  no  re^ec- 


lio  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA 

tivo  leilfio  pelo  Excmo.  Sr.  Duque  de  Palmella  e  a  expensas  suas  pu- 
blicado. Copiado  e  evordenado  por  Jacinto  Ignacio  de  Brito  Rebello». 
Lisboa,  1903. 

Pinna  (Dott.  Michéle).  «índice  dei  Documenti  Cagliaritani  del  Regio  Ar- 
chivio  di  Stato  dal  1323  aj  i720>.  Cagliari,  1903. 

Silva  y  Molina  (D.  Abraham  de).  «Oidores  de  la  Real  Academia  de  San- 
tiago de  Chile  durante  el  siglo  xvii».  Santiago  de  Chile,  1902. 

Studart  (Sr.  Bar&o).  «Commemorando  o  tricentenario  do  Ceará».  Fran- 
cisco Pinto  e  Luis  Figueira.  O  mais  antigo  documento  existente 
sobre  a  historia  do  Ceará>.  Ceará,  1903. 

Vaz  de  Carvalho  (D.*  María  Amalia).  «Vida  do  Duque  de  Palmella,  Don 
Pedro  de  Souza  é  Holstein».  Vol.  iii.  Lisboa,  1903. 

PUBLICACIONES   NACIONALES   A   CAMBIO   CON   EL  BOLETÍN 

«Archivo  Católico».  Madrid.  Año  viii.  Vol.  vra,  números  77-82,  Junio-No- 
viembre 1903. 

«Boletín  de  Santo  Domingo  de  Silos».  Burgos.  Año  v,  números  11-12,  Sep- 
tiembre-Octubre 19^3;  año  VI,  números  1-2,  Noviembre-Diciembre 
1903. 

«El  Eco  Franciscano».  Santiago  (Coruña).  Año  xx,  números  237-246, 
15  Julio- 1.**  Diciembre  1903. 

«España  y  América».  Madrid.  Año  i,  números «1-24,  i.°  Enero- 15  Diciem- 
bre 1903. 

«La  Ciudad  de  Dios».  Madrid.  Tercera  época.  Año  xxiii.  Vol.  lxi,  núme- 
ros xm-xvi,  5  Julio-20  Agosto  1903;  vol.  lxii,  números  xvii-xxiii, 
5  Septiembre-5  Diciembre  1903. 

«Memorial  de  Artillería».  Madrid.  Año  58,  serie  iv,  tomo  xix,  entrega  6.*, 
Junio  1903;  tomo  xx,  entregas  i.*-5.*,  Julio-Noviembre  1903. 

«Memoríal  de  Ingenieros  del  Ejército».  Madrid.  Año  Lvm.  Cuarta  época, 
tomo  XX,  números  vi-x,  Junio-Octubre  1903. 

«Monumenta  Historíca  Societatis  Jesu  nunc  primum  edita  a  Patribus 
ejusdem  Societatis».  Madrid.  Annus  octavus.  Fasciculus.  Mense  Sep- 
tembri.  Annus  nonus.  Fasciculus  106-108.  Mense  Octobrí-Decembri 
1902.  Annus  decimus.  Fasciculus  109-120.  Mense  Januario-Decembri 
1903. 

«Razón  y  Fe».  Revista  mensual,  redactada  por  Padres  de  la  Compañía  de 
Jesús.  Madrid.  Tomo  vi,  núm.  4,  Agosto  1903;  tomo  vii,  números  1-4» 
Septiembre-Diciembre  1903. 

«Revista  de  Aragón».  Zaragoza.  Año  iv,  Junio-Noviembre  1903. 

«Revista  de  Archivos,  Bibliotecas  y  Museos.  Madrid.  Tercera  época. 
Año  VII,  números  7-10,  Julio-Octubre  1903. 


ADQUISICIONES  DB  LA  ACADEMIA.  III 

«Revista  de  Extremadura».  Cáccres.  Año  v,  números  xlviii-liii,  Junio- 
Noviembre  1903. 

«Revista  de  Menorca».  Mahón.  Año  xin,  voJ.  i,  números  iv-viii,  Abril- 
Agosto  1902. 

«Revista  general  de  Marina».  Madrid.  Tomo  luí,  cuadernos  i.®-6.**,  Julio- 
Diciembre  1903. 

«Unión  Ibero- Americana».  Madrid.  Año  xvii,  números  209-212,  30  Junio- 
30  Septiembre  1903. 

PUBLtCACIOVBS   EXTRANJERAS  A  CAMBIO  CON  EL  BOLETÍN 

«Analecta  Bollandiana».  Bruxelles.  Tomus  xxii.  Fase,  iii-iv,  25  Juiüet- 

26  Octobre  1903. 
«Archives  Héraldiques  Suisses».  Zurisch.  Année  xvii,  Hcft.  3.  1903. 
«Boletín  Salesiano».  Turín  (Italia).  Año  xxiv,  números  7-10,  Julio-Diciem- 
bre 1903.  « 
«Études».  Revue  fondee  en   1856  par  des  Peres  de  la  Compagnie  de 

Jésus.  Paris.  40*  année,  tome  96  de  la  collection,  5  Juillet-5  Septcm- 

bre  1903;  tome  97*  de  la  collection,  5  Octobre-5  Décembre  1903. 
«Kwartalnik  Historyczny».  Organ  Towarzystwa  Historycznego.  We  Lwo- 

wie.  Roczdik  xvii.  Zeszyt  2-3. 
«La  Civiltá  Cattolica».  Roma.  Cuadernos  i. 273-1. 283,  4  Luglio»5  Dicem- 

bre  1903. 
«La  Quinzaine».  Paris.  9*  année,  no«  209-2 liS,  i^'-ió  Octobre  1903;  io«  an» 

née,  no«  217-219,  i**  Novembre-i*  Décembre  1903, 
«Napoli  nobilissima».  Ñapóles.  Vol.  xn,  fase,  vi-xi,  Giugno-Novcmbre  i903» 
«Portugalia».  Materiaes  para  o  estudo  do  povo  portuguez.  Tomo  primeiro. 

Fase.  1-4,  1 899- 1903. 
«Polybiblion».  Revue  bibliographique  universelle.  Paris.  Partie  littéraire. 

Deuxiéme  serie.  Tome  cinquante-huitiéme,  xcviii*  de  la  collection, 

i*'-5*  livraison,  Juillet-Novembre  1903. 
«Partie  technique».  Deuxiéme  serie.  Tome  vingt-neuviéme,  xcix*  de  la 

collection,  7*-i  i*  livraison,  Juillet-Novembre  1903. 
«Revista  Lusitana».  Lisboa.  Vol.  7,  n.**  4,  1902. 
«Revue  Bénédictine».  Paris.  Vingtiéme  année.  Nos  3-4,  Juillet-Octobre 

1903. 
«Revue  Celtique».  Paris.  Vol.  xxiv.  No»  3-4,  Juillet-Octobre  1903. 

«Revue  Historique».  Paris.  Vingt-huitiéme  année.  Tome  quatre-vingt- 
deuxiéme.  11,  Juillet-Aoút  1903;  tome  quatre-vingt-troixiéme.  i-n,  Sep- 
tembre-Décembre  1903. 

«Rivista  di  Storia,  Arte,  Archeologia  della  provincia  di  Alessandria», 
Alessandria.  Anno  xn.  Serie  n.  Fase,  x-xi,  Aprile-Settembre  1903. 


I  1 2  BOLETÍN  DB  LA  SBAL  ACADUtlA  I»  LA  HISTORIA. 

«Rivista  di  Storía  Antica».  Padova.  Nuova  serie.  Anno  vii,  fase.  4.^ 
«Rivista  Storica  Italiana».  Torino.  Anno  xx.  3.*  serie.  Vol.  n,  fase.  3.'*-4.**, 

Luglio-Dicembre  1903. 
«The  English  Historical  Review».  London.  N<»  71-73,  July-October  1903. 

DE  LAS  REDACCIONES  Y  POR  CORREO 

«Acadiensis».  St.  John,  N.  B.  (Canadá).  Vol.  iii.  Number  3-4,  July-October 
1903. 

«Bulletín  des  livres  relatiís  á  l'Amérique  de  A.  Lesouef».  París.  Avril-Oc 
tobre  1903. 

«Bulletín  Historique  du  Diocése  de  Lyon».  4*  année.  N«8  22-24,  Jtúllct- 
Décembre  1903. 

«Correo  interior  Josefino».  Tortosa.  Aflo  vn,  números  80-84,  Agosto-Di- 
ciembre 1903. 

«Johns  Hopkins  University  Circulars».  Baltimore.  Vol.  xxii,  n°  163,  June 

1903. 
tfL'Art  et  TAutel».  París.  3»  année,  Aoút-Septembre  1903. 

«Registro  oficial  de  la  provincia  de  Buenos  Aires.  La  Plata.  Julio-Diciem- 
bre 1902. 

«Revista  de  Huesca».  Publicación  bimestral,  órgano  de  la  Comisión  pro- 
vincial de  Monumentos.  Año  l  Números  1-2,  Mayo-Junio  1903. 

«Revista  de  Obras  públicas».  Madrid.  Año  lu  números  1.450- 1.472,  8  Julio- 
10  Diciembre  1903. 

«Revue  Épigraphique».  París.  N**  109,  Avril-Juin  1903. 

«Revue  Fran^aise».  París.  Tome  xxvra,  n°  298,  Octobre  1903. 

«Voz  de  San  Antonio».  Braga.  9.**  anno.  5.*  seríe,  n<w  6-1 1,  Junho-Novem- 
bro  1903. 

«The  Imperial  and  Asiatíc  Quarterly  Review  and  Oriental  and  colonial 
Record».  Woking.  Third  series.  Vol.  xv,  n®  30,  April  1903.  ' 

«The  Periodical».  Oxford.  No.  xii-xxni,  Jnly-Oct,  1903. 

POR   SUSCRIPCIÓN   Y   COMPRA 

«Boletín  de  la  Librería».  (Publicación  mensual.)  Obras  antiguas  y  moder- 
nas. Librería  de  M.  Murillo,  Alcalá,  7,  Madrid.  Año  xxx,  núm.  12, 
Junio  1903;  aflo  XXXI,  números  1-5  Julio-Noviembre  1903. 


NUEVAS  IMSCIUPaONBS  ROMANAS  DB  LA  REGIÓN  NORBENSE.  II3 


INFORMES 


I. 


NUEVAS  INSCRIPCIONES  ROMANAS  DE  LA  REGIÓN  NORBENSE 

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Sigue  favoreciéndonos  la  fortuna  en  lo  que  atañe  á  la  histó- 
rica región  de  Norba  Caesarina  (Cáceres).  Diríase  que  el  numen 
de  nuestro  inolvidable  Dr.  Hübner  estimula  aún,  como  en 
vida,  á  los  amantes  de  la  historia  en  la  ardua  tarea  de  recons- 
tituir el  mapa  romano  de  la  zona  meridional  de  la  provincia  de 
Cáceres. 

A  las  doce  ó  quince  inscripciones  sepulcrales  y  votivas  estu- 
diadas por  aquél  {Rev,  de  Extremadura^  tomo  ii,  páginas  145-52); 
á  las  seis  más  publicadas  por  el  Sr.  Marqués  de  Monsalud  (ibid., 
tomo  IV,  páginas  285-87);  á  las  cinco  dadas  á  conocer  por  Don 
Tirso  Lozano,  lectoral  de  la  Catedral  de  Badajoz  (ibid.,  tomo  iv, 
página  464) — hoy  aumentadas  con  otras  dos— y  á  las  ocho  re- 
cientemente publicadas  por  nosotros  (ibid.,  tomo  v,  pág.  177), 
hay  que  agregar  cincuenta  y  cuatro  más,  que  con  aquéllas  suman 
setenta  y  seis  inscripciones  nuevas,  en  tres  años.  Esta  cifra  es 
harto  elocuente  del  progreso  realizado  en  la  investigación  de 
aquella  zona  que  rodea  á  Montánchez  y  estímulo  poderoso  para 
continuar  trabajos  tales  que,  mejor  sistematizados,  podrían  apor- 
tar algunos  centenares  más  de  ellas,  según  es  de  rica  dicha  zona 
en  testimonios  históricos. 

Antes  de  presentar  en  detalle  estas  inscripciones,  reciente- 
mente vistas  por  nosotros,  estimamos  que  para  mayor  claridad  y 
distinción  importa  describir  la  comarca  donde  las  hemos  des- 
cubierto. 

En  el  interior  del  gran  triángulo  determinado  por  Cáceres, 
Trujillo  y  Montánchez,  corre  de  S.  á  N.  una  crestería  graníti- 
ca, que  tiene  al  O.  el  río  Tamuja  y  al  E.  otro  riachuelo  ana- 

TOMO  XLIV.  8 


114  BOLETÍN  I>B  LA  REAL  ACABBMU  DB  LA  HISTORIA. 

logo;  región  famosa  por  sus  yacimientos  de  galena  argentífera 
explotados  ya  en  tiempos  de  Roma  (l).  Lo  cual,  unido  á  la  ex- 
traordinaria feracidad  de  las  tierras,  que  rodean  á  las  sierras  de 
la  Zarza  y  de  Montánchez  por  el  N.,  fué  causa  de  que  se  con- 
densaran hacia  aquellos  lugares,  á  una  jornada  de  Cáceres,  me- 
dia de  Trujiilo  y  menos  aún  de  Montánchez,  grandes  núcleos  de 
población  romana  é  ibera,  población  en  parte  agricultora  y  en 
parte  consagrada  á  la  minería. 
Núcleos  del  Tamuja!  de  S.  á  N. 

1)  El  Palotnary  ya  señalado  por  D.  Tirso  Lozano,  entre 
Montánchez  y  Valdefuentes  {Rev,  de  Extremadura^  tomo  ii,  pági- 
gina  465). 

2)  Cercén  de  la  Mtida^  á  poca  distancia  hacia  el  oriente  de 
Torre  de  Santa  María. 

3)  La  Zafrilla^  como  á  2  km.  de  este  pueblo,  á  uno  y  otro 
lado  del  camino  de  Salvatierra.  Allí  se  han  encontrado  varios 
sepulcros. 

4)  La  Sdlanilla^  El  Cercan  de  la  Médica^  Huerta  de  Santa 
María  y  Los  Dados^  en  el  triángulo  de  Benquerencia,  Botija  y 
Salvatierra,  á  derecha  é  izquierda  del  río.  De  ellos,  el  más  im- 
portante es  el  último,  por  ser  aquella  la  primitiva  población  de 
Salvatierra,  según  los  naturales,  y  haberse  encontrado,  entre  va* 
rías  piedras  con  inscripciones,  un  hermoso  pavimento  de  mármol 
que  fué  prontamente  destrozado,  como  era  de  temer. 

5)  Cercan  del  Revuelo^  no  lejos  de  los  anteriores.  Ha  presen- 
tado candiles  romanos  y  otros  objetos. 

6)  Villasviejas^  el  más  importante  y  extenso  de  todos  estos 
núcleos.  En  él  fué  hallado  el  berraco  de  Botija  (2).  Ocupa  una 
curva  del  río  entre  el  camino  de  Botija  á  Plasenzuela  y  el  camino 
viejo  de  Plasenzuela  á  Torremocha. 

7)  El  Ladrillar  y  El  Cerro  del  Hoyo.  Núcleo  que  sigue  en 


(i)  Véanse  en  Rcv,  de  Extremadura,  tomo  iv,  pág.  58,  los  Apuntes  de 
Geología  Extremeña  por  D.  E.  H.  Pacheco. 

(2)  Acaso  el  nombre  de  Botija  ó  Botijas  provenga  de  las  numerosas 
ánforas  romanas,  vulgo  botijas,  encontradas  en  sus  alrededores.  (Véase  Afe* 
vista  de  Extretnadura^  tomo  v,  pág.  180.) 


NUE\CAS  WaCEIBCiQIBKfc  Wm^f^y  DB  LA.  REGIÓN   MORBBNSE.  1 1  C 

\  ^ 

importancia  al  anterior,  á  I  km.  de  Plasenzuela  por  este  último 
camino.  Después  de  haber  sido  transportado  todos  sus  sillares 
y  piedras  para  construir  la  Plasenzuela  actual  y  de  "haberse  con- 
sagrado desde  tiempo  inmemorial  al  laboreo,  causa  aún  asom- 
bro la  considerable  capa  de  trozos  de  teja  y  ladrillo  que  allí  se 
muestra,  y  que  sin  exagerar  puede  compararse  á  la  grava  de  una 
carretera,  cubriendo  una  extensión  casi  igual  á  la  de  dicha  villa. 
En  su  emplazamiento  se  adivina  ^pueblo-^rey^  buscando  por  un 
lado  las  aguas,  por  otro  la  buena  orientación  y  altitud. 

8)  Los  Villares  y  Las  Torrecillas.  A  l  km.  de  los  anteriores 
y  otro  de  la  población,  hacia  el  Norte.  Los  restos  de  cerámica 
son  mucho  menores*  A  su  lado,  en  una  depresión  del  terreno, 
se  muestra  un  pintoresco  huertecilljo  que  contrasta  con  la  ari- 
de2;  de  la  región  y  que  trasciende  al  punto  á  viejo  templo 
romano,  como  los  que  solían  consagrarse  á  Diana  ó  á  Venus. 
De  ello  es  buena  prueba  la  cisterna,  cimentación  y  piedras 
alii  encontradas.  Se  la  conoce  por  el  nombre  de  Huerta  del  Lo- 
cadar. 

9)  Cerro  de  los  Huertos,'ho}aL  del  Zakurdón^  entre  el  camino 
viejo  de  Plasenzuela  á  Torremocha  y  el  que  va  al  molino  de  Vi- 
Uarejo. 

10)  Las  Cañadas^  hoja  del  Romazaly  sitio  del  Enriadero. 
Núcleos  orientales  de  la  formación:  de  S.  á  N. 

1)  Dehesa  de  Las  Mezquitas^  ermita  de  La  Jara;  á  2  ó  3  km. 
de  Santa  Ana,  en  el  camino  de  Ibahernando.  A  ella  se  refieren 
por  su  origen  la  mayor  parte  de  las  inscripciones  que  van  estu- 
diadas por  Hübner,  Monsalud  y  el  que  suscribe,  según  al  prin- 
cipio de  este  informe  se  indican. 

2)  Roa  ó  Roda  hacia  el  centro  del  triángulo  que  forman 
Cumbre,  Ibahernando  y  Ruanes.  Hay  noticias  de  cuatro  inscrip- 
ciones por  lo  menos  y  de  que  allí  fué  encontrado  el  Cristo  actual 
de  la  Cumbre,  que  no  parece  ser  mala  escultura. 

Z)     Casülas^  á  l  km.  de  Roda,  en  dirección  á  Plasenzuela. 

4)  Caballería  del  Esprimijo^  haza  de  Julián  Guillen  por  bajo 
del  camino  de  Plasenzuela  á  Cumbre  y  junto  al  pantano  antiguo 
llamado  d<^  Roané, 


I  1 6  BOLETÍN   DE   LA  JIEAL   ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

Núcleos  dispersos  en  torno  de  MontAnchez. 
i)     Ermita  de  Torralba^  á  l  km.  de  Torremocha,  en  el  cami- 
no hacia  Benquerencia. 

2)  Las  Torrecillas^  en  el  camino  de  Alcuéscar  á  Casas  de 
D.  Antonio  (O.  de  Montánchez),  sitio  que  ya  fué  señalado  á  la 
Academia  por  la  Comisión  de  monumentos  de  Cáceres. 

3)  Las  Gargantas^  en  el  camino  de  Montánchez  á  Arroyo- 
molinos,  dirección  SO.  y  cuenca  ya  del  Guadiana,  como  los  que 
siguen. 

4)  Los  Trampales  y  Ermita  de  Santa  Marina^  al  E.  y  junto 
á  Arroyomolinos. 

5)  La  Quebrada^  ya  citada  por  el  Sr.  Lozano,  al  S.  de  Mon- 
tánchez y  salida  del  puerto  de  Valdemorales. 


Llegada  aquí  esta  descripción  que  investigaciones  ulteriores 
nías  detenidas  están  llamadas  á  rectificar  y  ampliar,  asaltarán  al 
lector  atento  profundas  dudas,  á  saber:  cómo  no  se  conoce  aún 
el  nombre  de  tan  importantes  núcleos;  por  qué  ellos  no  figuran 
en  alguno  de  los  clásicos  itinerarios,  cuando  con  segura  precipi- 
tación se  han  colocado  en  ellos  otros  de  menor  importancia. 
^Podrán  estar  equivocadas  en  parte  las  interpretaciones  dadas  á 
los  trazados  de  las  vías  Carpetanas  de  Mérida  á  Zaragoza? 

Por  de  pronto  dos  sabios,  harto  acreditados  ya  en  esta  clase 
de  estudios — el  Rdo.  P.  Fita  y  D.  Matías  R.  Martínez — ^no  pare- 
cen dar  grandes  seguridades  respecto  al  emplazamiento  de  la 
mansión  Lacipea,  donde  bifurcaran  los  dos  itinerarios  desde  Mé- 
rida á  Zaragoza:  el  Anónimo  de  Rávena^  por  una  parte,  y  por  otra 
el  alio  itinere  ab  Emérita  Caesaraugtistam  m.  p.  CCCLXVIIIU 
que  este  segundo  señor  cita  en  su  excelente  artículo  sobre  Mon- 
tánchez (Rev.  de  Extrem.y  tomo  11,  pág.  462).  Ni  aceptando  el 
emplazamiento  dado  hace  tiempo  por  el  P.  Fita  para  dicha  man- 
sión (Navalvillar  de  Pela)  y  hoy  contradicho  por  R.  Martínez, 
ni  siguiendo  el  menos  improbable  señalado  por  éste  (Villame- 
sías),  hay  manera  de  hacerse  cargo  de  la  concordancia  de  las  po- 


NUEVAS  INSCRIPCIONES  ROMANAS   DE  LA   REGIÓN   NORBENSB.  II 7 

blaciones  en  ellos  señaladas  con  las  reveladas  por  la  exploración 
arqueológica. 

Reunamos  los  datos  que   abonan  el  nuevo  trayecto,   según 
nuestras  recientes  investigaciones. 

Al  demostrar  el  Sr.  R.  Martínez  que  Trujillo  es  el  romano 
Turcaüon^  escribe:  «en  apoyo  de  esto  viene  el  Anónimo  de  Rá- 
vena  que  describiendo  la  vía  de  Zaragoza  á  Mérida  á  través  de 
la  Carpetania,  después  de  mencionar  á  Complutum  y  Titulcia^ 
dice:  t,.Miam  civitas  Toletum et  Lebura^  Augustabria^  Lomunda^ 
TuRCALioN,  RoDACis  ET  Lacipea»...  Luego  en  el  itinerario  rave- 
nense  la  estación  anterior  á  Turcalion,  viniendo  de  Emérita,  era 
Roda  6  jRodaciSy  y  se  hallaría  emplazada  por  tanto  en  el  cua- 
drante SO.  de  Turcalion  (dirección  de  Mérida),  coincidiendo  por 
tanto  con  la  posición  de  alguno  de  los  poblados  señalados  por 
nosotros  al  SO.,  especialmente  con  el  de  la  dehesa  de  Roa  ó 
Roda^  entre  Cumbre,  Ibahernando,  Santa  Ana,  Salvatierra  y 
Ruanes  ó  Roanes^  á  la  orilla  de  un  riachuelo  y  á  pocos  kilóme- 
tros al  N.  de  la  Dehesa  de  las  Mezquitas,  ya  clásica  por  su  ri- 
queza de  inscripciones.  Para  ello,  en  verdad,  no  se  ven  dificul- 
tades geográficas  ni  lingüísticas,  y  buena  prueba  de  lo  primero 
nos  la  da  la  actual  carretera  en  construcción  de  Trujillo  á  Mé- 
rida, que  va  á  no  gran  distancia  aquel  antiguo  itinerario.  Pobla- 
do ó  enterramientos  romanos  también  se  han  acusado  allí. 

De  ser  cierta  nuestra  hipótesis  habría  que  buscar  no  lejos  de 
la  mansión  de  Roda  la  de  Lacipea^  y  aquí  recurriremos  al  exce- 
lente comentario  que  de  la  teja  de  Villafranca  de  los  Barros  hace 
el  repetido  Sr.  R.  Martínez,  pero  con  ánimo  de  justificar,  contra 
lo  que  él  pretende,  que  Lacipea  no  fué  la  actual  Villamesías, 
sino  el  poblado  del  Palomar ^  emplazamiento  que,  también  erró- 
neamente á  nuestro  juicio,  ha  querido  guardar  D.  Tirso  Lozano 
para  una  de  las  Ad-Sorores.  Mejor  aún  que  El  Palofnar  parece 
coincidir  con  Lacipea  el  núcleo  principal  de  aquellos  sitios  lla- 
mado de  Los  Dados  en  Salvatierra  á  8  ó  lO  km.  de  éste  y  hasta 
pudiera  ser  el  núcleo  entre  Casas  de  D.  Antonio  y  Alcuéscar. 

Copiamos  de  dicho  comentario:  «el  texto  de  la  inscripción  ci- 
tada dice:  t[F]ige  limites  l(atifundii)  á  mont(e)  Tenceti  (ad) 


cip(p)os  jvnaQes)  a(gri)  La£ipea(ae)...*  y  añade:  «la  situación  de 
Lacipea  nos  la  da  el  Itinerario  en  esta  forma: 


Alio  iUnere  ai  Emérita  Caesar- 
augusum.iit.fi.  CCCLXVIIII 

Lacipea m.  p.         XX 

I^uciana m.  p.     XXIIH 

Augustobriga.  ...    m.  p.       XXQ 
Toictum m.  p.  LV 


Otro  camino  dt  Mérida  d  Xara- 

^xa Icm.    Ól6 

VilUmesías km.    33^0 

Berzocana '" km.     40,08 

Talayera  la  Vieja..  .  .    km.    36,74 
Toledo km.    91.85 


sConocida  la  posición  de  Augustobriga  en  Talayera  la  Vieja 
se  ve  que  marca  66  millas  (l  lO  km.)  desde  esta  población  hasta 
Mérida;  siendo  así  que  por  línea  recta  hay  86  millas  (I4I  km.)». 
Esto  demuestra,  según  el  Sr.  Martínez,  que  las  distancias  no  han 
de  contarse  desde  Mérida,  sino  desde  el  punto  en  que  este  ca- 
mino empalmaba  con  otro,  que  con  arreglo  al  parecer  de  dicho 
señor  era  el  que  iba  desde  Mérida  á  Córdoba  pasando  por  Mede- 
llln,  y  con  arreglo  á  nuestra  opinión  era  el  septentrional  de  Mérida 
á  Norba,  del  que  se  separaba  tan  luego  como  ganase  las  colínas 
de  la  divisoria  del  Guadiana  con  el  Tajo,  enderezando  en  linea 
casi  recta  hacia  Trujiüo,  desde  unos  30  km.  al  N.  de  Mérida,  por 
un  trazado  bastante  parecido  al  de  la  carretera  actual  de  Mérida 
ú  Montánchez  y  Trujillo.  Quien  coja  un  buen  mapa  de  las  dos 
provincias  hermanas  y  se  fije  en  Mérida  y  Trujillo  colocará  ins- 
tintivamente á  la  intermediaria  Lacipea  hacia  los  sitios  que  indi- 
camos, máxime  si  tiene  en  cuenta  que  la  región  del  Tajo  hacia 
Toledo  se  asalta  mejor  por  la  meseta  montanchega  y  trujülana 
que  por  las  escabrosidades  de  las  Villuercas,  de  otro  modo  in- 
evitables, y  que  apenas  han  presentado  documentos  de  justifica- 
ción histórica  de  la  época  que  nos  ocupa.  De  Trujillo  á  Mede- 
llfn  por  Villameslas  casi  se  va  de  N.  á  S.,  dirección  impropia 


(1)  Nosotros  diríamos  mejor  Garciaz,  dos  leguas  antes  de  Benocwia, 
frente  al  puerto  central  de  la  Oretana  por  el  O.  y  muy  rica  en  hallaigos 
romanos,  contra  lo  que  sucede  á  Berzocana.  Dista  efectivamente  udos 
40  km.  de  Salvatierra. 


KUEVA5  XM9CRIPCI019BS  BOU  ANAS  BB  LA  REGIÓN  NORBENSB.  II9 

para  una  aBneación  general  casi  de  E.  á  O.  como  la  de  Toledo 
á  Mérida.  Este  camino  y  otros  análogos  debieron  existir,  sí,  pero 
con  carácter  muy  secundario,  enlazando  aquella  colonia  con  la 
región  rodacense  por  cualquiera  de  los  tres  puertos  de  Santa 
Cruz,  Santa  Ana  y  La  Zarza. 

Con  el  mapa  á  la  vista  se  aprecia  también  lo  violenta  de  la 
interpretación  del  ilustre  extremeño  al  considerar  la  teja  referida 
como  deslinde  entre  Montánchez  y  Lacipea-Villamesías,  y  lo 
sencilla  cuanto  luminosa  que  resulta  fijando  á  Lacipea  hacia  Val- 
defuentes  ó  Salvatierra.  Entre  aquellos  dos  pueblos  median  la 
alta  crestería  oriental  de  Montánchez  y  la  de  la  Zarza  y  su  va- 
lle, y  su  distancia  es  de  20  km.  por  lo  menos,  mientras  que 
Montánchez  dista  de  los  dos  últimos  unos  4  y  lO  km.  próxima- 
mente, con  un  terreno  muy  llano. 

Por  último,  los  placeres  mineros  de  la  comarca  septentrional 
de  Lacipea — Placeutida? — darían  probablemente  nombre  á  los 
sitios  hoy  señalados  con  los  nombres  de  El  Ladrillar^  VillareSy 
Las  Torrecillas^  etc.,  todos  inmediatos  á  la  actual  Plasenzuela. 

Inscripciones  romanas. 

En  Pla^enzuelay  villa  tres  leguas  al  O.  de  Trujillo. 

O 


D  •  M  •  S 

L  • 

IVtIVS  *LASC1 

VI 

•IBA  RRAN 

xxxm-H-s*s*B 

T. 

T»L*PATKR 

« 

— K 

^    ^ 

}ivi. 

IX^s)  m(anünis)  s(acntm).  L(ucius)  lulius  Lasciti  Iharra^  an(norum) 
XXXI II  h{ic)  sUius)  e(st),  s(ii)  t(tbi)  t(erra)  ¡(eois),  Paier  f(ilio) /(aden- 
dum)  c(uramt) \Las\cwt„„. 

Es  un  cipo  funerario  de  80  X  30  cm.,  redondeado  por  su  par- 
te superior,  donde  muestra  la  clásica  flor  exafolia  rodeándola  los 


120 


BOLBTÍM  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 


dos  triangulitos  ó  vírgulas,  tan  frecuentes  en  estas  inscripciones. 
Le  falta  por  lo  menos  un  renglón  en  su  parte  inferior,  y  se  halla 
situada  en  el  exterior  de  la  casa  de  Romualdo  Bejarano,  en  la 
calle  de  por  cima  de  la  iglesia  en  Plasenzuela.  Un  error  del  que 
la  tallara  hizo  invertir  la  S  y  la  E  de  la  acostumbrada  fór- 
mula ñnal. 


2) 


AIV 
OSSl 
VAEIO 
CAEV 
VSLl 
I  g  Al 


AivosHvaeio  Caevus  LiisaL 


El  nombre  de  la*  divinidad  indígena  á  quien  este  exvoto  se 
dedicó  es  comparable  á  los  de  Aiioragato  (2772)  en  Clunía> 
Aegiamunniaego  (2523)  en  Viana  del  Bollo  y  otros. 

Piedra  análoga  á  la  anterior  y  situada  en  los  tinados  de  dicha 
casa.  El  tiempo  la  tiene  casi  desgastada,  siendo  muy  dificultosa 
su  lectura.  Ambas  proceden  del  sitio  de  los  Villares. 


3) 


Ventea  Caeno(nis)  an(norum)  [V^Uy  c{ara)  \s(uis)\  h(ic)  [s(ita)  e(si),  s(ii)] 
i(ibt)  t(erra)  l(evts). 


La  corona  un  círculo  con  dos  apéndices  inferiores,  símbolo 
probablemente  del  sol.  Fué  hallada  en  el  Cerro  del  Hoyo  de  Pla- 
senzuela ,  y  se  encuentra  hoy  en  el  exterior  de  la  casa  de  Ro- 
mualdo Sánchez. 


En  Salvatierra  de  Santiago,  más  abajo  de  Plasenzuela. 


NUBVA£  mSCRIPCIONSS  ROMANAS  DE   LA  REGIÓN   NORBENSB. 


121 


4) 


P  •  IVLIVS 
p.p.TAPl 

Lvs     ^r 

XXX •H'S 

E    S*  T»  3 
P-P-C 


P(ublius)  Julms  P(tibln)  f(üius)  TapiUis,  án(norum)  XXX.  h\  s.  t.  s.  /.  /.  /. 
P{aier)  /(aciendttm)  c(uramt). 


Es  una  enorme  piedra  granítica,  como  las  anteriores,  que 
sirve  de  taza  en  el  portalón  de  una  casa  de  Francisco  Delgado, 
calle  del  Curato,  en  Salvatierra,  y  procede  del  sitio  llamado  de 
Ij)s  Dados. 

5)  M  B  R  c  V 

RIOCOLV 

A  L  I    Q,  N 

SATUkNH 

A  LVS 

Mercurio  ColiuHi  Q(uintus)  N(orbanus)  ScUurmn(us)  a(nimo)  l(iben)  v(o* 
tum)  s(olmt). 

Preciosa  ara  votiva  de  unos  30  X  20  cm.,  en  granito  muy  fino 
y  bien  labrado.  Presenta  gran  pureza  en  los  trazos ,  con  las  par- 
ticularidades de  carecer  de  puntos  de  separación  y  tener  la  pri- 
mera U  de  Satuminus  con  la  forma  propia  ya  del  siglo  iii  de 
nuestra  era.  Se  encuentra  suelta  en  una  cuadra  perteneciente  á 
doña  Manuela  Solís,  en  Salvatierra. 


6) 


VICIO 
N  X  KX 

C-NOR»^ 


VicH?  an(noním)  XXX  C(atus)  Norb(anus). 


122  BOLBTÍM  DB  LA  RBiUL  ACADEMIA  DB  LA  mSTOftlA. 

Piedra  fragmentaria  situada  en  la  calle  del  Puente  Zapatero, 
casa  de  Alonso  Vizcaíno ,  procedente  de  la  Cerca  de  la  Médica 
en  dicho  pueblo. 

7)  N   o   R  B 

VICTO 
R  1  S  •  I.  • 
CLARA 
N«LH-S-B 
•  T  •  T  •  L 

Norb(ana)  Vicioris  ¡(iberia).  Clara  (a)n(nortim)  L,  h,  s,  c,  s.  t  L  1. 

Hermosa  piedra  coronada  por  la  media  luna  de  Ataecina 
(115  X  40  cm.).  Se  ve  en  el  exterior  de  la  casa  de  Jerónimo 
Tejada,  calle  de  la  Corredera,  Salvatierra. 

8)  lOVIDE 

BSOP 

* 
Iqdí  de(o)  Eso  p(osuii). 

Especie  de  puteal  de  gran  tamaño,  con  un  dibujo  de  planta 
en  su  región  inferior  adecuado  para  cubrir  el  sitio  donde  cayó 
el  rayo  de  Júpiter;  de  90  X  45  X  45  cm.;  en  la  esquina  de  la 
casa  de  Víctor  Rivas,  callejón  de  la  Corredera  de  Salvatierra. 

9)  A  M  o  B  N 

V'ANCETI 
I  A/  L  V  H 
S'E'S-T   T-L* 

Amocna  Anceti  f(ilia)  an(narum)  L  V,  k,  s,  e.  s.  /.  /.  /. 

Muestra  la  media  luna  en  relieve  y  mide  más  de  metro  y  me- 
dio  de  longitud.  Se  halla  al  exterior  de  la  casa  de  Víctor  Rivas 
en  la  citada  calle  de  la  Corredera. 


MUEVAS  IXSCRIFCIONSS  KOMANAS  DB  LA  RBGIÓN  NORBENSS. 


I  as 


lO) 


A  pesar  de  su  excelente  conservación,  resulta  ilegible,  gracias 
á  la  torpeza,  tan  frecuente,  de  haberla  cubierto  en  sü  costado 
derecho  por  el  arco  de  una  escalera  recientemente  construida. 
Parece  ser  un  ara  consagrada  á  Ataecina,  á  juzgar  por  el  5.**  y  8.® 
renglón.  Sirve  de  toza  en  la  cuadra  propia  de  Jerónima  Tejada, 
y  muy  inmediata  á  las  cuatro  anteriores. 

11)  Q  •  NORBA 

NVS*CLBM 
ES*MCADIO 
F  •  H  •  S  •  H  • 

Q(uinius)  Narbamis  Ciernes  —  (clemens)  —  Macadio(nis)  f(ilius)  h(tc) 
s(itus)  e(st). 

Tiene  I  m.  lo  cm.  de  longitud  por  50  cm.  de  ancho,  y  cons- 
tituye el  dintel  derecho  de  la  puerta  de  Fernando  Méndez  Kivas, 
calle  de  la  Pólvora,  también  de  Salvatierra,  como  la  siguiente. 


11) 


C-NORBANV 
TANCINVS 
A  B  L  I  C  V  S 


H-S'E- 


C(ams)  Ni>rbanu(s)  Tancimis  Ahlicus,  h(ic)  s(tíus)  e(st). 


La  gente  de  los  Abíteos  se  menciona  en  Segovia  (5783)  y  en 
Osma  (2817). 


124  BOLBTÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

La  piedra  está  emplazada  en  el  corral  de  la  casa  anterior. 


13) 


L4\If.A 

AIIVOV 

H«S*B 


Lamila  anno(rum)  Vk(ic)  s(ita)  e(st). 


Se  halla,  casi  ilegible,  en  la  pared  de  cierta  casa  en  la  calle 
del  Cordel,* de  Salvatierra,  y  presenta,  como  las  anteriores,  mucha 
sobriedad  en  la  fórmula  final. 

En  Valdefuentes,  más  abajo  de  Salvatierra  y  al  otro  lado  de 
Tamuja,  cerca  de  Monta nchez; 

'4)  C  A  L  P  V 

R  N  I  V  S 
L  •  R  V  S 
Ti  C  V  S 
H-S  •  K»S 
T 

Ccdpumius  L(ticii)  l(ibertus)  Rusticus  //.  j.  t,  s.  /.  /.  /. 

Presenta  un  símbolo  superior  parecido  á  un  cometa. 

Es  un  cipo  procedente  del  semiderruído  convento  de  San 
Agustín  en  Valdefuentes,  y  tiene  un  tallado  transversal  y  otro 
horizontal  de  época  posterior  que  dificultan  la  lectura.  Se  halla 
hoy  tendido  al  exterior  de  la  casa  de  Tomás  Arias,  en  la  Plaza 
de  dicha  villa,  y  es  fama  que  en  la  población  existen  muchos 
otros  sillares  de  análoga  procedencia,  todos  vueltos  del  revés 
para  ocultar  su  origen,  gracias  á  las  desconfianzas  de  los  natu- 
rales sobre  las  reivindicaciones  eclesiásticas. 

En  ArrqyomolinoSy  más  abajo  de  Montánchez. 


NUEVAS  INSCSIPCIONBS  ROMANAS  DE  LA  REGIÓN  NORBENSE. 


«25 


15) 


D  V  M  V  S 

C ALLABVKI 
FILIVS  •  ANO 
CX-H*S»B-S«T-T'L 
PILI  ¡•CVI  O 
I»  m    R  V_N  '^  S 


JJ[ec]umus  Callabttri  filius  an(n)o(rufn)  CX  k,  s.  e.  s  ,  t  /.  /.  filii  cuioffe- 
ruH(t)  s(eptem}  «r?]  as. 

Dimensiones,  85  X  40  cni.  Se  ve  al  exterior  de  la  casa  de 
Luís  González  V'^alverde,  en  la  calle  de  Santa  Catalina,  de  Arro- 
yomolinos,  y  procede  del  sitio  de  Los  Trampales. 

16)  M  A  c  R  I  o 

T  A  N  C  I  N  I 
P  •  VX  •  BET 

V  A  •  C  O  S  V 
Rl  •  P  •  T  •  HT  •  P 
p . C  «T • D • S 
H«S'B  •  S*VO 

B-T-L 

Muerto  Tancini /{ilius)  Ux(aincnsis)  Betua  Cosuri  f(ilia)  t(utori)  ei  p(a' 
tri)  /{aciendum)  c(urav6runi)  t(itidum)  d(e)  s(uo).  H{ic)  s{iius)  e(st).  S(tí) 
vob(is)  t(erra)  l(evis). 

Mide  casi  2  m.  de  longitud  y  se  halla  en  la  casa  de  Francisco 
Bote  y  Bote,  calle  de  la  Costezuela  en  Arroyomolinos,  proce- 
dente de  la  Ermita  de  Santa  Marina.  Parece  pecar  de  confusión 
en  las  fórmulas  finales.  Betua  puede  ser  masculino, 

.    17)  D  •  M  •  s  • 

CRBSCBN 
X\W-  VIL  • 
CBPRINVS 

A/VIIII*  H*S 

D{is)  m(ambus)  s(acrnin).  Crescenii(a)  an(norum)  VL  Luctfrinus  a7i(nO' 
rum)  IX,  H(ic)  s(üi)  [s(uni). 


136  BOLSTÍM   DB   LA   BKU.  ACAPBIflA   DB   LA   HISTOItU. 

Un  rosetón,  6  rosa  de  seis  pétalos,  adorna  esta  lápida.  La 
hemos  visto  en  la  cocina  de  la  casa  de  .\niceto  Hernández,  calle 
del  Granado,  de  ArroyomoÜnos,  y  procede  de  Los  Trampales. 

1 8) 


Uprila  Severae  ser(va)  an(norum)  lí  Fortunata  (léase  Fortunata)  a{»«o- 
nm  V.  [Paí]ítr /(ecit). 

Extraña  piedra  como  de  30  X  15  cm.,  apoyada  contra  el 
hogar  de  la  casa  de  Miguel  Guijo  Delgado  en  dicho  pueblo,  callo 
de  Santa  Catalina,  y  de  igual  procedencia  que  la  anterior. 

19)  ***«« 


XVII  -H  -S-  E- 


DE-SVO'P«C« 

(annonim)  X  VII.  h.  i.  e.  [J.  /.]  /.  /.  Mai(er)  et pater  de  stio  /(aciendnm) 

c(jíraoenttii). 

Final  de  un  cipo  desgastado  ya  por  su  parte  superior  á,  la  iz- 
quierda de  la  puerta  principal  (l)  de  la  iglesia  de  Arroyomoli- 
nos.  Muestra  en  su  parte  inferior  un  aspa  larga  con  cabezuelas, 
á  modo  de  grosero  remedo  de  antorchas  iunerarlas. 

En  Casas  de  D.  Pedro,  diócesis  de  Toledo,  provincia  de  Ba- 
dajoz. 

(i)    Hermosa  puerta  de  afiligranado  eslilu  plateresco. 


MUBVAS   INSCRIPCIONES  ROMANiUS  DB  LA-  BflOlÓW  NORBENSB. 


127 


20) 


M    A   C  K 

R  -  OBISO 

D  A.  M  BA 

TI  •  F  •  TO 

LETA*  A^ 

CH  •  S  -B 

1 

Macer  Obisod(itum)  Ambati /(ilius)  toleta(nus)^  an(norum)  C^  h(ic)  s(itus) 
e(st). 


La  gente  de  los  Obisódicos  sale  ahora  por  vez  primera. 

Piedra  en  pizarra,  con  finísimo  tallado,  de  30  X  IS  cm.  pró- 
ximamente. Existe  en  el  corral  de  la  casa  de  Eugenio  Muñoz,, 
calle  de  Cantarranas,  en  la  villa  de  Casas  de  D.  Pedro,  cerca  de 
la  Puebla  de  Alcocer,  y  procede  del  sitio  Carrasco  de  los  cuatro 
hermanos,  dehesa  de  Arriba,  en  dicho  término,  camino  de  la 
Fuente  del  Descansadero^  á  unos  7  km.  al  E.  de  la  villa. 

En  Campo,  lugar  distante  cuatro  leguas  de  Logrosán  (Cáceres)* 


21) 


^^ 

ECVNDA 

•íe 

L  VI  A   • 

H 

XX 

•HI«S*S- 

T- 

V.    '^. 

nr         *\ 

(S)ecunda  (fí)elvia,  an(naniin)  XXX  hi(c)  s(tta)  s,  t.  [/.  /.  /. ...] 


Piedra  fragmentaria  en  granito  de  unos  1 5  X  30  cm.  Existe 
en  la  pared  de  una  casa  perteneciente  á  Pedro' Benigno  Jiménez 
Aguilar,  calle  del  Olivillo.  Se  ignora  su  procedencia. 

22) 


SEX  • 

CLO 

D 

I 

V 

S 

■  < 

R 

B 

A 

H 

c 

^ 

Scx(ius)  Clodius  \U\rha\mis\  h(ic)  s(¿tus). 


128 


BOLBTÍN   DE   LA  RSAL   ACAOBMIA'DE  LA   HISTORIA. 


En  Abertura  lugar  distante  seis  leguas  de  Logrosán. 


23) 


REGINA 

•TAN 

CINI-  F» 

H*S«B 


Regina  f  Tancini  f(ilia),  h(ic)  s(tta)  e(s)t 

Piedra  en  granito  de  unos  40  X  20  cm.,  existente  á  la  puerta 
de  la  casa  de  Juana  Sedaño  en  la  calle  Real  de  Abertura^  y  pro- 
cede de  la  Dehesa  boyal,  sitio  del  Ladrillar  á  2  km.  en  dirección 
de  Villamesías. 


^4) 


EPO/ft  ONI 

VSMODE  S 

TVS-ANXX 

XV  •  10  •  S  •  ES 

SIT-T-TE«L 

EI-F  A«  Q.  V 

Epoamonius  Modcstus,  an(norum)  XX  (k)íc  s(iius)  es(i)^  sit  t(ihi)  U(rra) 
l(evis).  (Pater)?  ei  fa(ciendufn)  cu(ravit). 

Piedra  de  I  X  0,50  m.  existente  en  la  cantarera  de  la  casa  do 
Manuel  Borderas,  calle  de  la  Amargura,  núm.  4,  y,  como  la  si- 
guiente, procede  de  la  l^ehesa  boyal  sitio  del  Ladrillar.  Los 
cambios  de  letra  y  defectuosas  abreviaturas  no  pueden  atribuirse 
á  deficiencias  de  la  copia,  según  es  de  clarísimo  y  bien  conser- 
vado su  tallado. 


25) 


AIVICA 
aTORII* 


Aivrca  [Afitéri  f(ilia)^  ?... 

Piedra  de  unos  30  cm.  de  lado,  fragmentaria,  y  embutida  en 
el  fondo  de  una  ventana  cerrada  en  el  corral  de  la  casa  de  Ja- 
cinto Jiménez,  calle  del  Positillo. 


MUEVA»  tmcsipcioms  bomamas  bk  la  RaaóM  mombmsb. 


139 


26) 


® 

KVBRA 
1 Rl «T A  N 

l/vBIA 
I  RFC 


(S)af^a  (7)uH/(Hta)  (m(norum)  ...V.hj.e  TI(berius)  FABIA(nus)  vir 
ifcíciendum)  c(ur(wü). 

Alféizar  de  finísimo  cromo  y  esmerada  talla,  de  una  ventana 
de  la  casa  de  Juan  Ortíz  Blázquez.  Dimensiones  aproximadas 
70  X  30  cm. 


27) 


L*A'-BLiAA 
D       S 


Piedra  vuelta  del  revés  y  casi  oculta  en  la  cantarera  de  la 
casa  anterior. 


28) 


® 


I*  LXIIBRIS' 


<S  ^  1  •  PA 
BRBSCLS^ 
//LXXI  I  I  I 
•  S  •  T  •  T  •  L  •  SD 


j^elix  e(t)  Briséis,  [fi^  paicres,  CelsOy  an(norum)  LXXII  h,s.e.s.U  s(uis) 
^(aro^). 

Toza  de  un  horno  en  el  corral  de  la  casa  de  Juan  Casco,  ca- 
lle de  la  Huerta,  núm.  5, 


29) 


/////////// 

TVROLI  /// 

r  Rop/// 

/////////// 


Turolu,, 

Toza' de  chimenea  en  la  casa  de  Fulgencio  CaatUa,.  caile  Real 
Alta,  núm.  9. 

TOMO  XLIV.  9 


130 


BOLBTIH  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HXSTOIOA. 


30) 


SAILGIV 

T  A/  G  1  N 

H*8«E«S*T 

NBID  WN 

/J   H   A   1 

D»S  •  F  •€ 

Saiígtu(s)  Tangmi  h(ic)  s(üus)  e(st),  s(ü)  t(erra)  [levis],  Neíduen(us)  Am^ 
dami  d(e)  s(uo) /(aciendum)  c(uravü). 

De  unos  lOO  X  50  cm.  Existe  en  el  dintel  de  la  puerta  de  en- 
trada de  la  casa  perteneciente  á  Nicolás  Sedaño,  calle  de  la 
Amargura,  núm.  13. 

En  De  Herguijuela^  villa  del  partido  de  Trujillo. 


31) 


S»'CTAES 

aO..CI.I.. 

TENA'VLA 

LIS'DSV» 

A-L-P 

S(cíbUi  A)ug(us)tae  sac(rum)  Ch[r\e[s]tena  Ulali  s(erva)  de  s(uo)  v(aüim) 
a(mmo)  l(ibens)  p(osuit)» 

At?í  poco  legible  tendida  á  la  entrada  de  la  casa  de  Doña  Ja- 
viera  Pascual,  calle  Plaza.  De  unos  50  X  20  cm.  y  de  ñnísimo 
tallado.  Si  no  se  recoge  por  quien  corresponda  pronto  se  borrará. 


32) 


M»  IVCI 

O  r • c • Ev 

BELONAE 
L«A«P 


BeUmae  l(ibens)  a(mtno)  p(osuii). 

Ara  con  base  acodada,  situada  al  lado  de  la  anterior  y,  como, 
ella,  poco  legible. 


I 


NUBVAS  IN8CRIPCIONBS  ROMANAS  DE  LA  RSGIÓK  MORBENSE. 


«31 


33) 


NTA  I-B 
VLONAB 
▼•S*L*M 


Quiniius  Mantai  Bdonae  v(úium)  s(olvit)  l(ibens)  m(erUo). 

Hermosa  ara  recogida  en  la  casa  anterior,  y  creo  estudiada  ya 
por  D.  Federico  Acedo  de  Trujillo,  como  la  siguiente. 


34) 


DARAES  •  ATA 

TVRIBRICB 

VICTORIVS 

V  K  N  V  S  I  N 

L«A«POSVIT 

D(edicaiá)  ara  es(t).  Ata(cinae)  Turibrice(nsi)  Viciorius  venusin(us)  l(ibens) 
a(nimo)  p(osiiit). 


35) 


VIO 
MAXV 
M-CV 


{lo^íi  o(piumo)  Maxum(o)  cr^ranU,.,] 

Gemelas,  formando  soporte  de  la  cantarera  de  la  casa  perte- 
neciente á  Doña  Rosa  Gil,  viuda  de  Solís,  calle  del  Limón.  Di- 
mensiones aproximadas  de  I  X  0,30.  La  seg^unda  casi  ilegible. 


36) 


LIBERA/ 
ENORB • 
• XVOTO 


Liberani  f(ilia)  Norb(ensi)  ex  voto. 


Piedra  fragmentaria  en  la  puerta  de  la  casa  de  Antonio  Foléz, 
calle  del  Llanillo;  procede  del  Egido  de  Pedro  Gómez,  al  N.  de 
Herguijuela.  * 


37)  -^ 


H-S-8-l-S-T*T-L 

M   A  T  B  R  ■  F  A 

CVRAVIT 

L[iierai£]i  an(ncrwn)  v.  k.  s.  t.  i.  t.  i.  L(iberia>)  «afer  /a{ciaiáwit)  cu- 

raeit. 

En  la  casa  de  Antonio  Sosa,  calle  del  Llanillo,  en  Hei^ijuela. 

Todas  estas  inscripciones  proceden  de  la  dehesa  de  Barda- 
soso,  á  la  mitad  del  camino  de  Santa  Cruz,  igual  que  las  dos 
siguientes. 

38)  DIMS      I 
TITVLLVS I 

£H(t)  M(atiibus)  t(aenim)  TituUus... 

Frumentaria  y  suelta  en  ta  casa  de  Andrés  Mariscal,  caUe 
del  Llanillo.  Dimensiones  35  X  35  cm. 

Villamesias,  villa  colindante  de  Abertura, 

La  enorme  toza  de  la  casa  de  Laureano  Sanabria,  calle  de  la 
Iglesia,  cuya  inscripción  lleva  el  número  668  en  la  colección  de 
Hübn«-,  procede,  como  todas  las  restantes,  del  ^tio  del  Osario, 
Á  4  Icm.  de  la  villa  en  el  camino  de  Almoharfn,  antes  de  llegar 
al  río  Búrdalo.  En  dicho  sitio  se  ha  encontrado  un  sepulcro  talla- 
do en  roca  viva. 

39)  H  Ci 

c 

>ii  tNl 
IBH  CIR 
•  ■••lACV 
VBRVNI 
S'T'T'L 
(Tanei}m  tercie Venmi,  s.  í.  /.  I. 


NUEVAS  ntBClOPaOMBS  1B0IC4MAS  DS  LA  SBOIÓN  VOSBBNSB. 


133 


Piedra  de  70  X  25  cm.,  suelta  en  el  corralón  de  Agustín  Be- 
jarano,  calle  de  Lanchas. 


40) 


qvadrXvs 

ALABI*F*A^- 


XXC*H*S«B 


Quadratus,  AIabi/(ilrus),  an(nonm)  XXC,  k.  s.  e. 


41) 


PINA 

OCI- 
XXV*P 
/•C*M* 

M/I 


[Ru]fina  \AntCfiCi\f(üia)  an(norumy\  XXXV.,. 

En  dos  casas  de  Antonio  Fuentes,  en  la  calle  de  la  Iglesia,  he 
visto  estos  epígrafes. 


4a  y  43) 


t  n  i  n 


tLL 


LNVS\ni»C-P 
iCOI\//||l  AIT 
iCP.I''j//s-K-A 
"INV//S-  VX 


III.  C- 1 

A-HI 

ilB-.'A 


'  RO  » 
I    NI* 
N  •TRl 


Dinteles  derecho  é  izquierdo  de  una  portada  cerrada  en  el  ex- 
terior de  la  casa  de  María  Sanabria,  calle  de  la  Plaza.  Son  indu- 
dablemente dos  mitades  de  un  enorme  cipo.  Tanto  por  su  divi- 
sión como  por  haber  sido  retocadas  con  negro  sus  letras,  resulta 
de  difícil  lectura. 


i . 


134  BOLBTÍN  DB  LA  RBAL  ACADBIfU  DB  LA  HISTORIA. 

44)  via«p«c 

BARVN 


tfir  f(aciendum)  c(urav¿t)  Barun(a)  s.  /.  [/.] 


45) 


1  ViiVi 
V/  1  I  I » 

R'Piiil» 


Ambas  en  la  cocina  de  la  casa  de  Tomás  Flores  Moreno,  calle 
Alta. 


46) 


M    •   B  L  A  B  S  1 
VS-VEGBTV 


H-S*B»S-T-T»  L 


Aí(arcusp  Blaesius  Vegetus^  h,  s.  e,  s.  t  /.  e. 


Umbral  de  la  casa  de  José  Frías  en  la  calle  Real. 


♦7) 


C'iLTiVS- 

PATRi 

SVO 

CLOVTIO 

F-CVRA/i 


Celtíus  patri  suo  Cloutio /(acitndum)  curaví[/]. 

Piedra  de  metro  y  medio  por  uno,  con  enormes  letras,  en  la 
casa  de  Juan  Moraño  Calvo,  en  la  calle  Alta  del  mismo  pueblo 
de  Villamesías  y  con  igual  origen  que  todas  las  anteriores. 


NUEVAS  INSCKIPCIONBS  ROMANAS  DB  LA  RBOIÓN  NORBBNSB. 


135 


48) 


VHA-TM 

1  0  D.  B  S 

1  •  A  N  •  X 

C 

...  T(tía)  I(uUa)  Modes{i)a,  an(nontm)  XI..  {paUr  fadmduitC^  c(uravit). 

Cipo  de  15  X  30  cm.,  fragmentario,  empotrado  en  la  pared 
exterior  de  la  casa  de  Miguel  Gil,  calle  de  Lancha. 


49) 


Surus,  Tancini /(ilius)  hi(c)  süus  est:  statucru(n)t  t(üulum)  rü(e)  amicu 
S(ahe). 

*       • 

Hermoso  dintel  de  la  puerta  interior  de  la  casa^de  Tomás 
Fuentes,  calle  de  la  Iglesia. 


50) 


O-PORC-l 
VS«MOD 


ESTINVS 


1  1  I  1  A  1 

Q(tnius)  Porchis  MadesHnus,., 

En  la  cocina  de  la  casa  anterior. 


L 


i  MurriN  Da  LA  KSAi.  acamha  mi  la  laSVMtfA. 

51)  LLSAO'V 

tAKC 

TH  Lr  « 


InacnpciÓA  caai  ilegible  de  un  dintel  interior  de  la  casa  de 
Antonio  Arias,  calle  de  la  Iglesia. 


5>) 


ARCCOIA 
NCINll 
C  M   I  R 

V  I  S  H  I 

H'S'B-8-S 

T-1    C 


r.  1. 1.  te 


Arctma  (T}ancim/(ilia)  Camtra  tiis(át)  an(no)  I,  h.  1 
Toza  de  la  casa  de  Manuel  Casco  Gómez,  calle  de  la  Iglesia. 
Tiene  picadas  algunas  letras  más  en  todo  su  contorno. 


53) 


R  o  I  I  V 
LALIMl 
AIXXXII 
H'S'I-S'T 

T'L 


Roiíus  LaliiHÍ/(amt).  Ax(ttorum)  XXXII,  h.  i.  e.  s.  I.  i.  ¡. 
Toza  de  la  casa  de  Manuela  Fuentes,  en  la  calle  de  la  carre- 
tera. 

54)  MA 


Enorme  piedra,  casi  descascarada  en  la  pared  de  una  cerca  al 
sitio  del  Osario. 


MOHUMBMTO  SN  CAUFORKU.  137 

Tenemos  el  honor  de  anunciar  también  á  la  Real  Academia 
otra  modesta  Memoria  sobre  la  escritura  jeroglífica  y  en  cazole- 
tas de  la  región  de  la  Sierra  de  Santa  Cruz,  complementaria  de 
anteriores  trabajos  nuestros  en  el  Boletín  y  Revista  de  Extrema- 
dura, Dentro  de  breves  semanas  pensamos  asimismo  practicar 
excavaciones  en  unos  enterra«vieat08.p»o*otót6ricosal  parecer, 
cerca  del  pueblo  de  Abertwnr. 

Miajadas  (Caceras)  3  de  Noviembre  de  1903. 

Mario  Roso  de  Luna, 

Coffcspond  iciitc  t 


II. 

MONUMENTO  ERIGIDO  EN  CALIFORNIA  A  VANCOUVER 

Y  A  BODEGA  Y  QUAORA. 

En  el  mes  de  Agosto  del  año  pasado  1903  se  ha  erigido  en 
«1  puerto  de  Nutka  (costa  de  California),  bajo  la  dirección  del 
Sr.  Edmundo  S.  Meany,  Secretario  de  la  Sociedad  histórica  de 
la  Universidad  del  Estado  de  Washington,  un  recuerdo  honroso 
que  consiste  en  monolito  prismático  cuadrangular  de  granito, 
sustentado  por  sencillo  paralelepípedo  del  mismo  material.  La 
inscripción  en  lengua  inglesa,  grabada  en  la  cara  anterior  del 
prisma,  explica  su  objeto  diciendo: 

Vancouver 
and  quadra 
met  here  in 

AUGÜST  1792 
UNDER  THE  TREATY 

BETWEEN  SpaIN 

AND  GrEAT  BrITAIN 

OP  OCTOBER  1790. 


■  3^  BOLETÍN  DB  LA.  RBAL  ACJLDSlOJb  DB  LA  HISTORIA. 

ErECTED  BY  THE 

Washington 

University 

State  Historical 

society.  august 

1903. 


Cuya  interpretación  en  castellano  es: 

Vancouver  y  Q^iadra  concurrieron  aquí  en  Agosto  jyg2  para 
la  ejecución  del  tratado  entre  España  y  la  Gran  Bretaña^  de  Oc- 
tubre  de  ijgo. — Erigido  por  la  Sociedcui  histórica  de  la  Universi- 
dad  del  Estado  de  Washington,  Agosto,  igoj. 

Refiérese,  pues,  el  monumento,  á  los  servicios  del  capitán  de 
navfo  de  la  Armada  española  D.  Juan  Francisco  de  la  Bodega  y 
Quadra,  caballero  de  la  Orden  de  Santiago,  y  especialmente  á 
los  que  se  apuntan  á  continuación. 

En  Junta  de  autoridades  del  virreinato  de  Nueva  España,  por 
iniciativa  del  visitador  D.José  Gálvez,  se  acordó  el  año  1 768  la 
ocupación  de  los  puertos  de  San  Diego  y  Monterey,  en  la  costa 
de  California,  fundando  presidios  militares  y  misiones  religiosas, 
á  cuyo  fin  se  despacharon  por  mar  los  paquebotes  San  Antonio 
y  San  Carlos,  construidos  expresamente  en  el  apostadero  de 
San  Blas,  concurriendo  por  tierra  expediciones  auxiliares. 

Al  empezar"  el  año  1775  se  organizó  otra  marítima  á  cargo 
del  teniente  de  navio  D.  Bruno  de*  Heceta,  que  mandaba  la 
fragata  Santiago,  llevando  á  las  órdenes  á  la  goleta  Sonora,  re- 
gida por  D.  Juan  F.  de  la  Bodega  y  Quadra,  ya  citado.  Hicieron 
notable  y  provechosa  campaña:  remontaron  hasta  56**  47'  de  la- 
titud y  no  más,  porque  el  frío  y  la  epidemia  de  escorbuto  cas- 
tigaban terriblemente  á  las  tripulaciones.  Sin  embargo,  recono- 
cieron puertos,  ensenadas,  ríos,  cabos,  poco  vistos  ó  por  com- 
pleto desconocidos;  pusieron  nombre  á  los  abrigos  de  la  Trini- 
dad, Los  Mártires,  Guadalupe,  Remedios,  Bucarelli;  trazaron  los 
planos,  rectificaron  la  carta  general  de  la  costa,  acopiaron  noti- 
cias etnográficas  y  adquirieron  honroso  puesto  entre  los  descu- 
bridores. 


MONUMENTO  EN  CALIFORNU.  139 

Dos  corbetas  construidas  en  Guayaquil,  Princesa  y  Favorita^ 
prosiguieron  la  exploración  en  Febrero  de  I779i  gobernándolas 
los  tenientes  de  navio  D*  Ignacio  de  Arteaga  y  el  dicho  Bodega 
y  Quadra.  Debían  subir,  cumpliendo  las  instrucciones,  hasta  70° 
de  latitud,  y  ampliar  lo  anteriormente  observado.  Hiciéronlo 
así  en  la  orografía  y  en  la  variedad  de  minerales,  plantas,  aves 
y  peces;  levantaron  los  planos  del  puerto  de  Bucarelli,  seno  de 
Regla  con  la  isla  contigua  y  sus  canales,  prolongando  la  faena, 
que  en  el  otoño  llegó  á  ser  muy  penosa,  de  modo  que  pudieron, 
remontar  tan  solo  hasta  los  61**. 

Suspendidos  los  reconocimientos  con  motivo  de  la  guerra  con 
la  Gran  Bretaña,  en  el  intermedio  bajaron  por  el  estrecho  de 
Behering  embarcaciones  rusas  que  á  la  callada  establecieron  fac- 
torías en  las  islas  de  Trinidad,  de  Onalaska  y  de  Nutka,  hasta 
que  averiguado  el  hecho,  se  entablaron  reclamaciones  diplomá- 
ticas con  éxito  completo,  que  desalojó  á  los  intrusos.  £1  puerto 
de  San  Lorenzo  de  Nutka  se  pobló  y  fortificó,  por  consecuen- 
cia, enviando  al  efecto  expedición  en  1 788. 

Buques  de  los  Estados  Unidos  de  América  y  de  Portugal  pro- 
curaron entrar  en  transacciones,  sin  resultado,  y  poco  después, 
en  Julio  de  1789,  se  apareció  allí  el  paquebot  inglés  Argonauta^ 
cuyo  capitán  manifestó  haber  recibido  órdenes  de  la  Compañía 
Británica  del  Sur,  á  la  que  pertenecía,  para  estacionarse  é  insta- 
lar factoría  comercial  de  pieles  de  nutria:  el  comandante  español 
rechazó  tales  pretensiones;  y  como  la  conducta  del  referido  ca- 
pitán no  correspondiera  á  su  condición  de  huésped  extranjero, 
el  buque  fué  detenido  y  enviado  á  San  Blas,  suceso  que  originó 
reclamaciones  del  Gobierno  inglés  y  cuestión  de  gravedad  que 
llegó  á  punto  de  rompimiento. 

Concluyó  amigablemente,  firmándose  en  San  Lorenzo  del 
Escorial  el  tratado  ó  convención  de  28  de  Octubre  de  1 790,  por 
la  que  se  transigían  las  diferencias  relativas  á  los  puntos  de  pesca, 
navegación  y  comercio  en  el  Océano  Pacífico.  Quedaron  pen- 
dientes tan  solo  los  pormenores  de  ejecución,  para  fijar  los  cua- 
les fueron  designados  por  parte  de  Inglaterra  el  célebre  nave- 
gante y  descubridor  Vancouver,  quien  acudió  á  Nutka  con  los 


I40  BOLETÍN  DB  LA  KBAL  ACADBBCIA  DB  LA  HISTORIA. 

buques  Discovery  y  Chatam;  por  parte  de  España  D.  Juan  de  la 
Bodega  y  Quadra,  á  la  sazón  Comandante  del  apostadero  de 
San  Blas  de  California.  Resultado  de  sus  conferencias  fueron 
los  tratados  definitivos  de  Whitehall  en  12  de  Febrero  de  I793r 
y  el  de  Madrid  en  II  de  Enero  de  1794. 

Bodega  murió  este  mismo  año. 

No  tengo  noticia  de  que  se  haya  escrito  biografía  especial  de 
este  ilustre  marino  ni  conozco  retrato  suyo,  pero  elogios  se  le 
tributan  en  los  Anales  hidrográficos,  sobre  todo  en  las  obras 
citadas  á  seguida: 

D.  Luís  de  Salazar,  Discurso  sobre  la  Hidrografía. 

D.  Martín  Fernández  de  Navarrete,  Biblioteca  marithna,,  11, 190. 

ídem,  Noticia  histórica  de  las  expediciones  tn  busca  del  paso 
del  oro. 

Anuario  de  la  Dirección  de  Hidrografía^  año  m.  Madrid,  1865. 

D.  Manuel  de  Mendiburu,  Diccionario  biogrc^o-^histórico  del 
Perú,  Lima,  1876,  v,  50. 

Catálogo  de  manuscritos  españoles  del  Museo  Británico^  u,  366. 

Fernández  Duro,  Armada  españolay  t.  vii  y  viii. 

Fruto  privilegiado  de  los  trabajos  del  aludido  es  la 

Carta  general  de  cuanto  hasta  hoy  se  ha  descubierto  y  exami- 
nado por  los  españoles  en  la  costa  septentrional  de  California  for- 
mada bajo  unos  conocimientos  bien  sólidos^  con  arreglo  al  meri- 
diano de  San  Blas,  que  dista  88*  i^  al  Oeste  de  Tenerife^  por 
D.  yuan  Francisco  de  la  Bodega  y  Quadra,  de  la  orden  de  San- 
tiago, Capitán  de  navio  de  la  Real  Armada  y  Comandante  del 
Departamento,  Año  de  1791. 

Sírvele  de  complemento 

Viaje  de  las  fragatas  Santa  Gertrudis,  Aránzazu,  Princesa  J^ 
goleta  Activa  á  la  costa  Noroeste  de  la  América  septentrional  en 
T7g2i  por  el  mismo  Bodega. 

Villavicencio  grabó  en  México,  en  1 788,  otra  Carta  geográ- 
fica de  la  costa  occidental  de  la  California,  del  propio  autor. 

En  el  expediente  de  pruebas  para  obtener  el  hábito  de  la  Orden 
de  Santiago,  incoado  en  Diciembre  de  1 77 5  y  concluido  en  el 
siguiente,  que  original  se  guarda  en  el  Archivo  Histórico  Nació- 


MOMUMBNTO   EN  CALIFORNIA.  I4I 

nal  (Madrid),  consta  que  D.  Juan  Francisco  de  la  Bodega  tenía 
por  entonces  30  ó  32  años,  al  poco  más  6  menos,  es  decir,  que 
nació  hacia  el  de  1 744,  en  Lima,  capital  del  Perú,  siendo  sus  pa- 
dres D.  Tomás  de  la  Bodega,  natural  de  San  Julián  de  Musques 
en  el  vallé  de  Somorrostro,  Encartaciones  de  Vizcaya,  y  Doña 
PVancisca  Mollinedo,  natural  de  Lima. 

Abuelos  paternos,  D.  Juan  de  la  Bodega  y  Doña  Agustina  de 
las  Llanas,  naturales  ambos  del  mismo  San  Julián  de  Musques. 

Abuelos  maternos,  D.  Manuel  de  Mollinedo,  natural  de  Bilbao, 
y  Doña  Josefa  Losada,  que  lo  era  de  la  villa  de  Chamcay  en  el 
Perú,  pero  originaria  de  Galicia. 

Llamábase  su  bisabuela  paterna  Doña  Isabel  de  la  Quadra,  y 
este  apellido  usó  en  segundo  lugar  el  pretendiente  al  hábito^  sin 
duda  por  haberlo  adoptado  también  su  padre,  y  porque  éate  se 
trasladó  al  Perú  por  llamamiento  de  su  pariente  D.  Antonio  de 
la  Quadra,  caballero  establecido  allí  en  buena  situación. 

Declararon  en  las  diligencias  24  testigos  convocados  en  Ma- 
drid, en  San  Julián  de  Musques,  en  Bilbao  y  en  San  Salvador 
del  Castro  de  Oro  (Galicia),  probando  la  nobleza  de  la  familia; 
que  en  San  Julián  tenían  casa  solariega  y  escudo  de  armas,  y 
que  los  abuelos  habían  sido  alcaldes,  regidores  y  capitanes,  por 
todo  lo  cual,  y  con  vista  de  los  documentos  comprobantes,  fué 
hecha  la  concesión  del  hábito  á  D.  Juan  Francisco  en  1776,  siendo 
á  la  sazón  teniente  de  navio  de  la  Real  Armada  con  destino  en 
California. 

Madrid,  15  de  Enero  de  1904. 

Cesáreo  Fernández  Duro. 


142  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 


III. 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE. 

(1522-1539)  (i). 

166. 

{Para  ti  Rey  mi  señor, —  Valladolidy  22  de  Agosto  de  1327,) 

Yo  tenia  hecho  el  despacho  y  respuesta  á  lo  que  V.  A.  me 
invió  á  mandar  con  Plusultra,  heraute  de  S.  M.  y  escribía  al- 
gunas cosas  que  á  mí  parecía  que  convenían  al  servicio  do 
V.  A.  para  que  se  proveyesen;  y  antes  que  este  despacho  se 
hiciese,  vino  Costilla,  criado  de  V.  A.,  el  cual  arribó  en  esta 
villa  á  dos  del  pasado.  V.  A.  hizo  buena  provisión  en  el  enviar, 
según  yo  lo  habia  escripto  por  vía  de  Italia,  y  con  esta  vá  el 
duplicato. 

Yo  di  la  carta  de  V.  A.  á  S.  M.  y  le  supliqué  por  muchas 
cabsas  y  razones  que  al  propósito  hacían,  hiciese  merced  del 
Ducado  de  Milán  á  V.  A.;  á  lo  que  me  respondió  muy  gracio- 
samente; y  la  respuesta  fue  que  él  contentaría  á  V.  A.  Antes 
que  V.  A.  me  inviase  á  mandar  lo  susodicho,  yo  tenia  preveni- 
do al  Secretario  para  que  de  su  mano  y  solicitud  se  hiciese  á 
V.  A.  la  dicha  merced  sin  aguardar  su  mandado.  Por  todas  mis 
cartas  tengo  hecho  saber  á  V.  A.  como  el  dicho  Secretario  se 
ha  mostrado  muy  cierto  servidor  de  V.  A.  en  todo  lo  que  se  ha 
ofrecido.  Yo  soy  testigo,  que  con  obras  lo  tengo  conocido  y 
principalmente  por  de  este  negocio  de  contino  he  tenido  toda 
mi  esperanza  en  él,  no  embargante  que  para  las  cosas  de  V.  A. 
en  el  Emperador  no  se  puede  acrecentar  más  buena  voluntad 
de  la  que  S.  M.  tiene.  Yo  le  tengo  ofrecido  que  V.  A.  no  lo 
será  nada  ingrato  y  certificándole  buena  suma  de  renta  en  el 
mismo  Estado,  ó  donde  más  su  buen  placer  fuere,  porque  los 

(i)    Véase  la  pág.  5,  cuaderno  i. 


BI.  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  14^^ 

tales  servicios  y  hechos  de  voluntad  conviene  que  sean  gratifi- 
cados. 

Otro  dia  después  que  yo  supliqué  á  S.  M.  que  hiciese  la  di- 
cha merced  á  V.  A.,  fue  el  Secretario  á  Palacio  y  en  mi  presen- 
cia delante  de  algunos  de  su  Consejo,  se  apartó  el  Emperador 
con  el  Secretario  y  le  dixo  como  V.  A.  le  inviaba  á  pedir  el 
Ducado  de  Milán  y  que  en  ello  no  se  sabia  determinar  por  al- 
gunos inconvenientes  que  le  estaban  opuestos.  Y  el  Secretario 
se  dio  tan  buena  maña  que  por  razones  lo  convenció  á  que  hi- 
ciese la  dicha  merced  á  V.  A.  v  ansí  S.  M.  se  determinó  en  ello 
y  quiso  fuese  tan  secreto  que  no  lo  supiese  sino  solo  el  Secre^ 
tario,  el  cual  dio  parecer  que  S.  M.  lo  escribiese  de  su  mano  á 
V.  A.:  lo  cual  quedó  así  concertado,  y  él  y  yo  harto  bien  con- 
tentos de  lo  haber  puesto  en  estos  términos.  Sabida  la  voluntad 
de  S.  M.  di  las  cartas  á  los  del  Consejo  y  les  hablé  conforme  á 
lo  que  convenia  por  respecto  qne  hablasen  á  S.  M.  y  quél  se 
ternia  por  bien  aconsejado  que  su  determinación  era  conforme 
á  la  dellos. 

Estando  el  negocio  en  estos  términos  y  habida  esta  respuesta, 
el  segundo  dia  que  Costilla  llegó,  ofrecióse  que  llegaron  los  Em- 
baxadores  de  Francia  y  de  Ingalaterra,  y  propusieron  lo  que 
V.  A.  verá  por  la  copia  que  allá  se  envia.  Y  como  lo  principal 
que  demandaban  era  que  se  vuelva  el  Ducado  de  Milán  á  Fran- 
cisco Esforcia,  á  la  cabsa  se  puso  mucha  turbación  á  lo  que  con 
S.  M.  el  Secretario  dexó  concertado,  porque  á  algunos  del  Con- 
sejo les  parecía  que  era  bien  hacer  lo  que  los  ingleses  pedían, 
pues  con  ello  se  habría  la  paz;  y  como  S.  M.  estaba  prevenido 
de  lo  susodicho,  no  se  determinaba  en  hacer  lo  que  á  ellos  pa- 
recía. Y  V.  A.  ha  de  saber  que  por  partes  del  Duque  Esforcia 
y  no  sé  si  de  otros  ofrecen  largas  rentas  y  dones,  las  cuales 
suelen  ser  parte  para  provocar  al  diablo;  y  al  Secretario  han 
ofrecido  seis  mil  ducados  de  renta,  y  él  los  ha  bien  desviado  de 
sí:  y  por  esto  se  puede  presumir  lo  que  habrán  ofrecido  á  otras 
personas  que  pueden  ser  parte.  De  manera  que  estando  este 
negocio  así  indiviso,  y  viendo  los  franceses  la  dura  respuesta 
de  S.  M.,  vinieron  secretamente  al  Secretario  y  le  dixeron  que 


144  BOLETÍN  BE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HI8T0UA. 

ellos  querían  cumplir  el  Tratado  de  Madrid  y  que  el  Empera- 
dor diese  el  Ducado  de  Milán  á  quien  quisiese;  y  como  el  Se- 
cretario entendió  estas  palabras»  habló  á  los  que  tenían  la  opi- 
nión contraria  con  les  dar  tales  razones  y  aun  forma  de  pro- 
mesa para  que  dexasen  su  opinión  y  fuesen  de  su  parecer,  pues 
en  ello  conocían  que  harían  placer  á  S.  M.  y  de  lo  contrario  re- 
cebia  pena. 

Después  desto  pasado,  yo  supliqué  á  S.  M.  por  la  respuesta 
conforme  á  como  V.  A,  gela  invió  á  suplicar;  y  me  respondió 
quél  complacería  en  todo  lo  posible  á  V.  A.,  y  escribe  de  su 
mano  la  respuesta  de  mi  suplicación,  en  la  cual  creo  va  lo  que 
concertó  con  el  Secretario,  y  á  la  cabsa  no  se  puede  inviar  mis 
claro  despacho.  Y  no  lo  tenga  V.  A.  en  tan  poco,  que  á  mi  pa- 
recer es  tener  todo  lo  que  V.  A.  demanda,  según  el  trabajo  y 
diligencia  pone  el  Secretario.  Yo  suplico  á  V.  A.  que  á  la  hora 
que  esta  mi  carta  llegue,  me  envíe  despacho  y  tal  recabdo  que 
afirme  con  letra  de  V.  A.  lo  que  yo  de  su  parte  prometo  de  ha- 
cerle merced  en  el  dicho  Elstado;  y  no  se  ponga  en  esto  olvido, 
que  la  calidad  del  negocio  lo  requiere.  Y  si  á  V.  A.  pareciere, 
nos  dé  comisión  para  ofrecer  donde  viéramos  que  cumple;  y  de 
la  promesa  que  V.  A.  tiene  hecha  de  los  diez  mil  ñorines  me 
parece  que  luego  debe  mandar  proveer,  porque  será  cabsa  para 
dar  ánimo  á  lo  que  presentemente  se  trata;  porque  parece  que 
son  buenas  palabras  todo  lo  que  se  le  ofrece,  pues  á  cabo  de 
tanto  tiempo  y  tan  buenos  servicios  está  por  cumplir.  Suplico  á 
V,  A.  en  ello  provea,  porque  conviene  á  su  servicio.  Hago  sa- 
ber á  V.  A.  que  acerca  de  S.  M.  el  Secretario  es  el  que  más 
crédito  tiene,  y  se  ocupa  en  todo  lo  que  el  Chanciller  entendía. 
Con  la  primera  posta  suplico  á  V.  A.  vengan  cartas  para  todos 
los  del  Consejo  de  agradecimiento  de  su  buena  voluntad  que  yo 
he  hallado  en  ellos  á  lo  que  de  partes  de  V.  A.  les  tengo  roga- 
do, y  principalmente,  á  D.  Juan  Manuel  mas  especificadamente 
lo  que  ha  hecho  y  trabajare  en  lo  de  adelante.  Por  la  pasada  que 
truxo  Costilla  le  dexó  de  escribir,  pero  yo  cumplí  lo  necesario. 

V.  A.  vé  la  indeterminación  que  S.  M,  ha  tenido  en  la  pasada 
de  V.  A.  en  Italia,  y  la  cabsa  ha  sido  por  no  le  ver  en  trabajos, 


BL  BBfPBRADOR  CARLOS   V  Y  SU  CORTE.  145 

de  los  cuales  de  contino  ha  habido  harta  apariencia;  y  de  no  haber 
pasado  V.  A.  no  ha  recebido  dello  bien  ninguno  y  aun  seríamos 
al  presente  quitos  de  lo  que  agora  se  suplica:  que  á  haberlo  he- 
cho en  tiempo,  honra  y  provecho  se  hobiera  seguido;  pero  pues 
entonces  no  se  acertó,  pareceme  que  agora  debe  bien  mirar  en 
lo  que^se  debe  hacer:  que  si  V.  A.  aguarda  que  de  acá  se  envié 
á  mandar,  será  escusado;  y  pasar  sin  alguna  fundación  no  pare- 
cería bien.  Si  V.  A.  viere  que  el  Rey  de  Francia  envia  alguna 
gente  en  Lombardia,  podría  V.  A.  tomar  la  empresa  de  ir  con- 
tra él  en  servicio  del  Emperador,  y  seria  razonable  cabsa  para 
entrar  en  Italia  desta  manera,  que  cosa  se  podria  ofrecer  y  cab- 
sa para  que  se  efectuase  lo  que  V.  A.  ha  tanto  deseado;  y  tam- 
bién creo  yo  quel  Emperador  querría  hallar  razón  para  dar  sa- 
tisfacción á  no  poder  hacer  otra  cosa;  y  mire  V.  A.  que  esto  es 
lo  que  antes  de  agora  se  debia  haber  hecho,  pero  más  vale  tar- 
de que  nunca. 

V.  A.  debe  creer  que  los  que  han  tenido  opinión  que  este 
Estado  no  vfingc^  en  manos  de  V.  A.,  que  de  contino  estarán  fir- 
mes en  su  mal  propósito,  y  para  ello  se  aprovecharán  de  las  más 
justas  razones  que  podieren;  é  una  hay  al  presente  evidente,  y 
es  que  está  V.  A.  embarazado  en  la  guerra  de  Hungría,  y  pa- 
receme que  se  debe  hacer  libre  della  por  la  mejor  manera  que 
fuere  posible,  así  por  lo  que  conviene  para  el  negocio  susodicho 
como  por  el  poco  socorro  que  para  ello  puede  dar  S.  M.  Y  le 
hago  saber  que  el  Chanciller  ha  escripto  á  S.  M.  le  parece  será 
bien  que  diese  el  dicho  Ducado  al  Príncipe  nuestro  señor.  V.  A. 
puede  considerar  con  qué  fin  dá  tan  buen  parecer:  negocio  es 
que  en  él  andan  todas  las  tramas  y  astucias  que  hombres  pue- 
den pensar. 

Este  despacho  se  ha  retardado  hasta  la  hecha  por  respecto 
que  vino  de  Italia  el  Comendador  Figueroa,  el  cual  truxo  todas 
las  nuevas  y  subceso  de  las  cosas  de  Roma  y  exército  de  S.  M., 
y  también  lo  que  al  Visorrey  y  otros  capitanes  parecía  que  con- 
venia se  proveyese  para  el  servicio  de  S.  M.  y  gobernación  djel 
exército,  que  hay  falta  de  capitán  general.  Y  según  tengo  en- 
tendido así  de  lo  que  el  Visorrey  escribe  como  de  lo  que  dicho 
TOMO  xLiv,  10 


146  BOLETÍN  DB  LA   RBAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTORIA. 

Comendador  ha  dicho  en  su  nombre  á  S.  M.  es  que  conviene 
que  V.  A.  pase  en  Italia  y  que  éste  es  el  último  y  mejor  reme- 
dio; y  Ips  capitanes  son  deste  mismo  parecer;  y  llegó  á  tal  tiem- 
po de  que  recibí  placer  porque  hace  al  propósito  de  lo  que  se 
suplica  á  S.  M.  S.  M.  tenía  proveido  de  Capitán  general  al  Du- 
que de  Ferrara  y  no  se  sabe  si  lo  acetará:  y  el  exércitg  había 
inviado  á  llamar  al  Visorrey  para  que  tomase  cargo  y  go- 
bernación de  Capitán  general,  el  cual  no  lo  habia  querido  acetar 
hasta  saber  la  voluntad  de  S.  M.,  y  creo  que  aguardarán  hasta 
saber  lo  quel  Duque  de  Ferrara  determina  hacer.  Yo  entiendo 
que  holgaría  que  S.  M.  gelo  mandase  y  creo  que  también  ha- 
bria  placer  de  que  V.  A.  le  quitase  de  los  trabajos  que  se  le 
podrían  ofrecer,  porque  ya  es  necesaria  su  presencia,  pues  que 
el  exército  anda  algo  á  su  voluntad. 

S.  M.  dio  poder  á  Antonio  de  Leyba  para  tener  cargo  de  la 
gobernación  de  Milán  y  proveer  de  los  oficios  y  lo  que  más  va- 
care, tan  largo  como  lo  tenia  Mos.  de  Borbon;  y  en  lo  que  V.  A. 
envió  á  decir  se  proveyese  en  lo  de  la  Roca  de  Mífan ,  ya  S.  M. 
lo  habia  proveido ,  luego  que  supo  la  turbación  y  nueva  de  la 
muerte  de  Borbon ;  y  creo  que  el  dicho  Antonio  tuvo  cuidado 
dello  antes  del  mandato  de  S.  M. 

S.  M.  envia  á  Millao  en  Roma  al  Papa  para  le  hacer  saber  el 
pesar  que  ha  recibido  de  lo  acaecido ,  y  después  de  su  partida 
llegó  en  esta  Corte  el  General  de  los  Franciscos,  el  cual  ha  en- 
tendido en  las  paces;  y  como  S.  M.  le  tenga  por  hombre  de  bue- 
na vida  y  agradable  al  Papa ,  mandóle  tornar  en  Roma  á  enten- 
der en  apaciguar  al  Papa  y  dar  orden  en  alguna  paz. 

Todo  lo  que  los  franceses  han  propuesto  á  S.  M.,  está  hecho 
saber  á  V.  A.,  y  lo  que  últimamente  demandan  es  que  ellos  quie- 
ren cumplir  el  Tratado  de  Madrid,  excepto  en  dar  á  Borgoña, 
pero  en  recompensa  quieren  dar  dos  millones  de  escudos,  y  á 
tales  pagamientos  que  del  un  millón  sea  pagado  el  Rey  de  Inga- 
laterra  de  lo  que  S.  M.  le  debe;  y  para  lo  otro  quieren  los  plazos 
tan  largos  que  nó  sé  cuando  seria  cumplido.  Ya  V.  A.  habrá  sa- 
bido cómo  el  Cardenal  de  Ingalaterra  está  en  Francia  tratando 
con  el  Rey  en  sus  alianzas  y  amistades  contra  S.  M.  No  se  sabe 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 47 

el  fin  que  sus  pláticas  ternán,  pero  la  justicia  de  S.  M.  creo  que 
Dios  la  sosterná  En  estos  términos  están  los  tratos  destos  ne- 
gocios. 

167. 

(Para  el  Rtf^  mi  íenor,-- Palmeta ^  31  de  Agosto  de  1527,) 

S.  M.  partió  de  Valladolid  para  esta  cibdad  de  Falencia  á  xxiii 
del  presente  por  necesidad  constreñido,  porque  morían  en  la  di- 
cha villa  de  peste.  Y  este  mismo  dia  fueron  los  Embaxadores  de 
Francia  é  Ingalaterra  á  hablar  al  Secretario  y  le  dixeron  todos 
en  acuerdo  que  S.  M.  hiciese  del  Ducado  de  Milán  su  buen  pla- 
cer, de  manera  que  para  este  efecto  ya  entramos  á  dos  Reyes 
de  Francia  é  Ingalaterra  se  dexan  desta  querella,  y  es  la  cosa 
más  propicia  que  al  deseo  de  V.  A.  puede  venir.  Asimismo  sa- 
brá V.  A.  quel  Cardenal  de  Ingalaterra  está  en  Francia  tra- 
tando la  paz,  á  la  cual  quiere  antes  de  su  partida  dar  fin  y  se 
cree  se  alcanzará.  Verdad  es  que  ternán  fin  los  negocios  según 
fueren  las  cosas  de  Italia;  y  el  dicho  Cardenal  ha  inviado  á  S.  M. 
para  que  invie  cierta  persona  para  tratar  en  la  dicha  paz,  y  háse 
acordado  que  vaya  mosior  de  Laxao  juntamente  con  el  embaxa- 
dor  que  allá  está  con  grandes  instruciones  y  poderes.  Tienese 
buena  esperanza  que  habremos  la  paz ;  y  en  cualquier  cosa  que 
se  tratare,  á  todo  trance  S.  M.  quiere  quel  Ducado  de  Milán 
quede  en  su  libre  arbitrio.  Y  de  partes  del  Secretario  hago  sa- 
ber á  V.  A.  estas  nuevas;  y  nos  parece  que  V.  A.  debe  dar  prisa 
en  lo  de  Hungria  y  allegarse  hacia  Italia,  porque  se  halle  apare- 
jado para  dar  fin  á  su  deseo;  porque  si  V.  A.  mismo  no  se  ayu- 
da, de  S.  M.  no  espere  más  de  la  voluntad,  porque  para  sí  no 
tiene  un  real  ni  maravedí,  y  menos  lo  podrá  dar  á  V.  A.;  y  de 
haber  dinero  puede  V.  A.  apartar  toda  su  esperanza. 

168. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Palencia,  iP  de  Setiembre  de  1527.) 

Después  de  cerrado  el  pliego,  llegó  una  posta,  la  cual  venia  de 
Italia,  de  Genova;  y  con  esta  posta  arribó  en  tierra  de  Barcelona 


14$  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

el  Chanciller,  el  cual  escribe  será  presto  en  esta  Corte.  La  cabsa 
de  su  venida,  según  se  sabia  por  otra  antes  de  esta,  era  por  res- 
pecto que  no  pudo  pasar  á  su  tierra  por  el  impedimento  de  la 
guerra,  y  llegó  con  harto  trabajo  en  Genova.  Y  estando  allí,  so- 
brevino que  los  franceses  cercaron  por  mar  la  dicha  cibdad 
con  xxiin  galeras  y  á  él  le  pareció  que  no  estaba  seguro  y  deter- 
minóse de  se  retornar  aventurando  todo  el  peligro  de  su  ida  y 
vuelta;  y  dello  hay  bien  que  decir  en  esta  Corte  y  del  trata- 
miento que  llegado  en  ella  se  le  hará.  Yo  digo  á  V.  A.  que  hay 
apariencia  que  no  será  muy  bueno:  á  ninguno  parecen  bien  sus 
variables  pensamientos.  Bien  creo  que  llegado,  terna  todavía  la 
mano  á  lo  que  hasta  aquí,  pero  yo  creo  que  terna  tan  poco  cré- 
dito que  no  será  parte  para  damnificar ;  pero  todavia  le  querría 
más  lexos  que  cerca. 

169. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Falencia,  g  de  Setiembre  de  1327.) 

A  primero  deste  mes  partió  Costilla  desta  Corte  con  todo  el 
despacho  y  respuesta  de  lo  que  truxo  Plusultra;  y  asimismo  el 
dicho  Costilla;  y  si  antes  no  fue  despachado  fue  la  cabsa  estar 
S.  M.  embarazado  en  algunas  cosas  del  proveimiento  de  Italia  y 
con  Embaxadores  de  Francia  c  Ingalaterra  y  de  partida  para 
esta  cibdad,  por  respecto  que  en  Valladolid  morían  de  peste. 

A  tres  deste  mes  vino  un  correo  de  Flandes  y  truxo  letras  de 
Madama  hechas  en  xxvii  de  Agosto,  y  por  ellas  hizo  saber  á 
S.  M.  cómo  la  Reina  mi  señora  era  alumbrada  de  un  hijo.  Yo  en 
nombre  de  V.  M.  le  besé  las  manos  y  le  oí  jurar  que  recibió  ma- 
yor placer  que  del  nacimiento  del  Príncipe  nuestro  señor,  y  así 
lo  puede  V.  A.  creer  por  el  sobrado  amor  que  le  tiene,  dexado 
aparte  por  el  bien  que  á  la  christiandad  es  venido.  Cuéntale  S.  M. 
en  nombre  de  segundo  hijo.  VA  placer  y  alegría  deste  reino  es 
muy  grande;  y  á  la  cabsa  antes  que  Clavijo  veniese,  el  Secreta- 
rio despachaba  una  posta  para  que  Costilla  pudiese  llevar  estas 
nuevas  á  V'^.  A.  Este  mismo  dia  que  arribó  este  correo,  á  la  tar- 
de, vino  Clavijo  con  las  nuevas  de  lo  susodicho;  y  á  S.  M.  se 


BI.  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 49 

hizo  la  relación  que  V.  A.  manda  dándole  entera  cuenta  del  esta- 
do en  que  V.  A.  quedaba,  así  por  lo  que  V.  A.  me  escribió,  como 
por  lo  que  de  Clavijo  me  informé;  hice  la  suplicación  y  repre- 
senté la  necesidad  de  V.  A.  Y  según  esto  estaba  con  temor 
que  V.  A.  no  hobiese  recebido  las  cartas  que  Longuebal  llevó. 
Por  ellas  S.  M.  dio  aviso  del  subceso  de  las  Cortes  que  para  el 
socorro  de  V.  A.  S.  M.  habia  juntado  en  estos  sus  reinos;  y 
agora  V.  A.  con  toda  instancia  envia  á  demandar  el  socorro  que 
dice  ha  menester  para  la  empresa  que  entre  manos  tiene;  y  está 
tan  largo  escripto  la  extrema  necesidad  de  S.  M.  que  no  sé 
cómo  V.  A.  no  la  ha  entendido;  y  puede  creer  que  en  cuanto  *á 
esto,  S.  M.  ha  hecho  lo  posible,  y  así  haría  si  logar  hoviese;  y 
conténtese  V.  A.  con  que  no  se  puede  hacer  otra  cosa;  y  delio 
soy  yo  buen  testigo  tiene  S.  M.  el  deseo  y  pena  de  no  lo  poder 
hacer;  y  la  respuesta  que  en  cuanto  á  esto  da  por  su  carta,  V.  A. 
puede  creer  como  evangelio. 

En  cuanto  á  lo  del  Ducado  de  Milán ,  ya  escribí  á  V.  A.  los 
términos  que  se  han  tenido  para  venir  en  execucion  del  deseo 
de  V.  A.,  y  no  con  poca  maña  y  fatiga  del  Secretario,  no  em- 
bargante la  sobrada  voluntad  de  S.  M. ;  pero  semejantes  cosas 
tienen  contradicion  y  dan  pena  á  los  que  en  ellas  entienden;  y 
pareciendole  al  Secretario  que  la  mejor  forma  y  manera  para  la 
execucion  del  deseo  era  poner  en  la  jornada  á  V.  A.,  ha  procu- 
rado que  S.  M.  se  declare  á  le  escribir  lo  que  por  carta  de  S.  M. 
verá  y  aun  añadir  el  pagamiento  de  las  costas  por  cabsa  de  al- 
gunos medios  que  adelante  en  la  expedición  se  pueden  tener. 
V.  A.  entienda  bien  que  si  en  algo  tiene  vefse  señor  del  Duca- 
do de  Milán ,  que  de  la  parte  de  S.  M.  jamás  terna  otro  más 
oportuno  tiempo;  y  acá  han  querido  dar  á  entender  estar  V.  A. 
en  necesidades  y  ocupado  en  la  guerra  de  ese  reino;  y  no  em- 
bargante esto ,  se  ha  procurado  de  tomar  la  prenda  de  S.  M. 
para  que  V.  A.  se  ocupe  en  la  empresa  del  dicho  Ducado,  por- 
que este  es  el  medio  que  hallamos  para  que  V.  A.  sea  señor  del. 
Y  suplico  á  V.  A.  no  dexe  perder  tan  oportuno  tiempo  y  soli- 
citado por  este  su  buen  servidor,  á  quien  dello  mande  rendir 
las  gracias  con  la  promesa  y  estado  que  fuere  servido,  porque 


150  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORU. 

sea  cabsa  de  sostener  su  buena  obra  y  deseo.  Bien  creo  que  en 
mí  no  porná  V.  A.  olvido. 

A  siete  de  este  mes  vino  Latur,  y  la  sustancia  y  respuesta  de 
sus  cartas  es  tocante  á  lo  del  socorro.  Ya  S.  M.  responde  por  la 
de  Clavijo  la  relación  que  yo  le  hice.  V.  A.  crea  que  no  es  más 
en  su  posibilidad,  Yo  daré  las  cartas  á  S.  M.,  las  cuales  no  se 
han  podido  dar  por  respecto  de  la  mucha  prisa  que  se  tiene  en 
la  partida  de  Clavijo,  y  se  hará  la  relación  que  V.  A."  manda 
para  que  de  todo  sea  advertido. 

En  lo  que  toca  á  la  paz,  hay  apariencia  de  lo  que  está  escrip- 
to  á  V.  A.,  pero  son  cosas  variables.  Veo  por  una  parte  que  los 
franceses  la  demandan  y  por  otra  hacen  cruel  guerra.  Conforme 
al  subceso  desto  V.  A.  debe  creer  la  dicha  paz.  De  lo  que  aquí 
se  concluyere  y  entendiere,  V.  A.  será  advertido  con  toda 
presteza. 

Yo  mostré  la  carta  de  V.  A.  á  Juan  Alemán  del  cumplimien- 
to de  la  merced  de  los  x  mil  florines,  y  la  libranza  sale  incierta 
por  ser  librada  en  el  socorro  que  de  acá  se  habia  de  inviar.  Su- 
plico á  V.  A.  mande  en  ello  proveer,  porque  será  obra  y  mer- 
ced que  valga  la  pena  al  servicio  de  V.  A.  Yo  tengo  largo*  es- 
cripto  con  Costilla:  á  aquello  me  remito. 

A  S.  M.  han  dado  á  entender  que  V.  A.  ha  hecho  cierta  ex- 
pedición de  los  bienes  que  compró  el  Conde  de  Fustenbergue, 
al  contrario  de  como  D.  Pedro  de  Córdoba  y  yo  en  nombre 
de  V.  A.  le  hicimos  relación;  y  quiere  saber  la  verdad  dello,  la 
cual  á  mí  ha  sido  demandada.  Suplico  á  V.  A.  lo  mande  escri- 
bir á  S.  M.  para  que  sepa  la  verdad ,  y  al  dicho  D.  Pedro  y  á 
mí  no  carguen  la  culpa  de  no  le  haber  informado  lo  que  sobre 
ello  V.  A.  ha  proveido. 

Yo  beso  los  pies  y  manos  de  V.  A.  por  la  merced  que  me 
quiere  hacer  por  mis  servicios  y  albricias  del  nacimiento  del 
Príncipe  de  España  nuestro  señor.  V.  A.  el  cuanto  y  cumpli- 
miento dello  remitió  á  lo  quel  Secretario  Castillejo  me  escribi- 
ría y  no  me  hizo  saber  cosa  señalada,  salvo  que  en  lo  que  á  V.  A. 
se  hoviese  de  socorrer,  retoviese  para  mis  debdas:  las  cuales 
suplico  á  V.  A.  quiera  tener  por  bien  que  sean  pagadas,  pues 


EL  EBCPBRADOR  CARLOS  V  Y   SU  CORTE.  151 

son  hechas  por  su  servicio  en  tiempo  que  habia  necesidad  por 
respecto  de  la  poca  quitación  y  ordinario  gasto  que  convenia 
tener  y  juntamente  mal  pagamento;  lo  cual  todo  ha  sido  cabsa 
de  me  meter  en  extrema  necesidad;  y  en  esto  V.  A.  haga  lo 
que  fuere,  servido,  porque  aquello  recibiré  yo  por  merced  y  seré 
muy  contento.  V,  A.  me  hizo  merced  de  acrecentar  el  salario 
teniendo  respecto  á  ser  necesario ,  por  lo  que  cumple  á  su  ser- 
vicio, y  me  mandó  escribir  que  yo  seria  pagado  medio  año  ade- 
lantado, y  veo  que  se  retarda  uno.  Ya  V.  A.  sabe  que  ha  xxim 
años,  los  mejores  de  mi  vida,  que  estoy  en  su  servicio,  y  en 
este  tiempo  yo  he  vendido  mi  hacienda  y  no  tengo  de  qué  me 
socorrer  ni  ayudar  sino  es  de  la  quitación  que  V.  A.  me  manda 
dar;  y  esta  no  siendo  pagada  en  tiempo,  es  forzado  que  yo  me 
vea  én  trabajo  y  del  redunda  daño  y  importunidad  á  V.  A.;  lo 
cual  yo  querría  escusar  si  fuese  posible.  Humilmente  suplico 
á  V.  A.  mande  proveer  en  ello  de  manera  que  yo  no  pase  ver- 
güenza y  dexe  de  ser  importuno  á  V.  A.  y  sea  tratado  como 
uno  de  los  que  están  presentes  á  su  servicio ,  porque  aunque 
esté  absenté  pienso  hacer  servicios  y  merecer  mercedes.  Yo 
envié  una  cédula  de  cambio  de  8oo  ducados,  la  cual  no  ha  man- 
dado V.  A.  pagar,  y  no  sé  la  cabsa  porqué;  que  cuando  no  fue- 
se para  el  propósito  que  en  ella  se  escribió,  hobiera  lugar  de  la 
cumplir  sobre  mi  quitación,  pues  se  tomaron  en  crédito  de  V.  A., 
fuera  cumplida  la  palabra,  porque  otro  dia  si  se  ofreciere  nece- 
sidad para  el  servicio  de  V.  A.  toviese  hombre  crédito. 

160. 

(Fara  el  Rey  mi  se^r.— Burgos,  21  de  Octubre  de  1527;  (i). 

Desde  Falencia  á  25  del  mes  pasado  despachó  S.  M.  un  co- 
rreo á  Francia  con  la  declaración  que  S.  M.  tomó  con  los  Em- 
baxadores  de  Ingalaterra  y  Francia  tocante  á  lo  de  la  paz;-  y  fue 


(i)  Al  margen,  de  letra  del  texto:  «Sale  esta  carta  por  via  de  micer 
Enrique». — De  otra  letra  distinta:  «La  respuesta  de  esta  carta  y  las  dos 
siguientes  está  en  el  libro  de  cartas,  íolio  28. » 


152  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

escrípto  al  Embaxador  de  S.  M.  que  á  V.  A.  hiciese  correo  é 
inviase  el  Tratado  y  las  cartas  que  para  V.  A.  iban,  que  era  el 
duplicato  de  lo  que  llevó  Clavijo.  Porque  las  cosas  de  la  mar 
son  inciertas,  no  escribí  á  V.  A.  por  ir  por  la  via  que  iban,  y  la 
sustancia  de  lo  que  escribirse  podia  iba  en  la  carta  de  S.  M.,  y 
lo  demás  escribí  al  Secretario  Castillejo  para  que  hiciese  re- 
lación. 

No  se  tiene  nueva  ninguna  de  la  conclusión  que  se  ha  tomado 
en  Francia;  y  S.  M.  tiene  nueva  que  las  cosas  de  Italia  iban  en 
los  términos  que  ya  V.  A.  habrá  sabido;  que  es  perdida  Genova 
y  también  Alexandria,  y  Mos.  de  Lautreque  estaba  sobre  Milán. 
La  cabsa  de  estar  tan  adelante  había  sido  el  exército  de  S.  M. 
hallarse  tan  desviado  de  la  Lombardia.  También  se  sabe  cómo 
hablan  acordado  de  tomar  por  Capitán  general  al  Visorrey  de 
Ñapóles,  y  habían  sido  pagados  los  soldados  y  que  venían  la  vía 
de  Lombardia.  En  este  estado  es  S.  M.  sabidor  de  lo  en  que  es- 
tán las  cosas  de  Italia.  Asimismo  aquí  se  ha  escrípto  cómo  V.  A. 
había  dado  fin  á  su  empresa;  y  dicen  y  se  ha  escrípto  cómo  el 
Bayboda  había  salido  huyendo  de  Buda  en  carros  y  que  llevó 
consigo  los  bienes  que  tenia,  y  que  todo  el  resto  del  reino  era 
rendido  á  la  buena  gracia  de  V.  A.  Y  quel  turco  había  recibido 
una  batalla  del  Sufí,  que  era  cabsa  para  quel  turco  no  podiese 
dar  favor  al  dicho  Bayboda.  Nuevas  han  sido  que  á  todo  este 
reino  dan  mucho  placer.  S.  M.  vino  de  Valladolid  á  Falencia  por 
respecto  que  morían  de  peste ;  y  agora  es  venido  á  esta  cíbdad 
por  se  juntar  con  sus  Consejos  y  Corte;  y  creo  que  presto  verná 
la  determinación  de  la  paz  ó  guerra,  y  será  forzado  que  á  V.  A. 
se  haga  saber;  y  con  lo  que  se  ofreciere  que  sea  necesario  des- 
pacharse, partirá  Latur,  el  cual  está  aquí  esperando  el  despacho. 
De  todo  lo  quél  truxo  á  cargo  se  hizo  respuesta  con  Clavijo, 
y  V.  A.  puede  creer  aquello  como  el  evangelio.  S.  M.  y  la  Em- 
peratriz y  el  Príncipe  están  buenos,  gracias  á  Nuestro  Señor.  Yo 
suplico  á  V.  A  se  quiera  acordar  de  mí  y  sea  pagado  como  yo 
me  pueda  entretener,  como  conviene  al  servicio  de  V.  A. ;  y  se 
dé  la  orden  que  fuere  servido  para  que  yo  no  dé  á  V.  A.  impor- 
tunidad; y  el  secretario  Castillejo  hará  desto  más  larga  relación. 


ji 


BL   BMPBRAI>OR  CARLOS  V   Y   SU  CORTB.  1 53 

161. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Burgos ^  lo  de  Noviembre  de  1527)  (i\ 

Francisco  de  Llanos  arribó  en  esta  Corte  á  los  22  del  pasado 
y  truxo  tales  nuevas  con  que  S.  M.  hubo  mucho  placer  y  no 
menos  toda  su  Corte  y  reino.  Hizose  la  relación  que  V.  A.  escri- 
bió y  más  cumplida  por  boca  del  dicho  Llanos,  que  lo  supo  bien 
hacer  y  estructo  en  lo  que  más  cumplia  al  propósito ;  y  S.  M. 
respondió  también  y  las  palabras  son  tales  como  la  buena  vo- 
luntad que  le  sobra.  Y  en  cuanto  al  cumplimiento  V.  A.  puede 
tenerse  por  respondido,  por  lo  que  está  escripto  con  Clavijo. 
Este  mismo  dia  fue  S.  M.  sabidor  de  lo  que  en  Italia  había  suh- 
cedido  en  el  Estado  de  Milán  y  la  pérdida  de  Pavia  y  Alexan- 
dria  y  en  los  términos  que  lo  demás  quedaba;  de  lo  cual  se  cree 
V.  A.  será  advertido  y  se  espera  que  hará  lo  que  hasta  aquí  ha 
hecho.  Y  mire  V.  A.  que  si  tiempo  y  disposición  para  ello  dan 
los  negocios  de  Hungria,  es  llegado  el  tiempo  en  que  S.  AL  sea 
servido  y  V.  A.  cumpla  sus  deseos.  Al  secretario  Castillejo  es- 
cribo más  largo:  él  hará  relación  á  V.  A.  en  el  estado  que  acá 
están  las  cosas.  A  mis  trabajos  suplico  á  V.  A.  sea  servido  de 
darles  algún  remedio. 

162. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Burgos^  10  de  Noviembre  de  1327)  (2). 

Por  respecto  de  ir  mis  cartas  por  la  via  que  van  me  queria 
escusar  de  escribir  la  certificación  de  lo  que  tengo  entendido 
que  S.  M.  hace  para  proseguir  su  querella  y  empresa;  y  todo 
consiste  en  haber  dineros;  y  según  tengo  entendido ,  hanse  ha- 
llado tales  medios  que  S.  M.  terna  más  de  los  que  sus  enemigos 
querrán;  porque  me  parece  que  los  medios  que  me  han  dado  á 


(1)  Al  margen:  «Por  via  de  micer  Enrrique». 

(2)  Al  margen:  «Esta  hie  juntamente  con  la  de  arriba  por  via  de  mi- 
cer Enrique». 


154  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

entender  son  los  siguientes:  que  cada  pila  de  todos  estos  reinos 
da  un  marco  de  plata,  y  las  iglesias  catedrales  han  de  hacer  asi- 
mismo por  su  parte  servicio;  y  Grandes  y  Perlados  han  de  dar 
emprestido,  y  las  cibdades  asimismo;  las  cuales  ya  lo  ofrecen,  y 
vende  en  juro  cuatrocientos  mil  ducados,  y  los  confesos  por 
ciertas  exenciones  y  cosas  que  hacen  á  su  propósito,  sin  que 
S.  M.  perturbe  la  Inquisición ,  dan  más  de  uíi  millón  de  oro.  De 
manera  que  S.  M.  terna  largamente  con  que  hacer  la  parte  á  sus 
enemigos;  y  en  esto  se  ha  ocupado  con  todos  sus  Consejos  algu- 
nos dias;  de  manera  que  se  han  resumido  en  lo  susodicho.  Más 
claramente  se  escribirá  cuando  se  haga  mensagero  propio.  S.  M.» 
determina  de  inviar  á  V.  A.  cien  mil  ducados  dentro  de  quince 
dias,  para  que  V.  A.  tome  la  empresa  de  Lombardia;  y  si  no  es- 
tuviere en  tal  disposición  q\\e  pueda  entrar  su  persona,  haga 
tanta  gente  y  envié  tal  recabdo  que  baste  para  restaurar  lo  per- 
dido y  recobrar  más  adelante.  Asimismo  quiere  inviar  cuatro- 
cientos mil  ducados  en  Italia  para  pagar  su  exércíto,  pues  por 
falta  de  paga  han  dexado  de  hacer  su  deber;  é  hay  hombres  que 
desde  luego  quieren  dar  los  dichos  cuatrocientos  mil  ducados  en 
Italia,  y  los  quieren  tomar  sobre  las  pilas.  Si  V.  A.  pasa,  temase 
medio  por  su  servidor  que  estos  cuatrocientos   mil  ducados 
vengan  á  manos  de  V.  A. ,  que  serian  cabsa  para  quel  exército 
que  agora  está  en  Italia,  acudiese  luego  á  V.  A.  Pareceme  que 
Antonio  de  Leyba  tiene  hasta  seis  mil  españoles  y  alemanes,  y  á 
Hilan  y  otras  villas ;  y  antes  de  la  entrada  de  V.  A.,  si  fuese 
perdida  la  cibdad  de  Milán,  quedaba  la  fortaleza;  y  el  dicho  An- 
tonio de  Leyba  entero  con  su  gente,  el  cual  podrá  bien  servir 
juntándose  con  V.  A. ;  y  con  su  buen  consejo  seria  parte  para 
que  V.  A.  con  honra  recobrase  lo  que  tanto  ha  deseado;  porque 
si  V.  A.  aguarda  á  que  de  acá  resciba  más  declaración  que  la 
que  está  escripta ,  es  escusado.  Y  le  hago  saber  quel  Rey  de 
Francia  y  venecianos  y  todos  los  potentados  dicen  que  quieren 
antes  tenga  el  Emperador  el  Ducado  de  Milán  que  dallo  á  V.  A. 
Pareceme  que  pues  con  tanta  honra  y  victoria  ha  dado  fin  á  la 
conquista  de  Hungria,  que  esta  es  mayor,  porque  S.  M.  será  en 
ello  muy  servido  y  V.  A.  confirmará  la  opinión  que  las  gentes 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 55 

del  tienen.  Yo  creo  que  cuando  esta  llegue,  V.  A.  habrá  proveí- 
do en  todo  como  vé  que  conviene;  y  con  la  primera  escribiré 
más  largo. 

163. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Burgos ^  23  de  Noviembre  de  1327.) 

A  diez  deste  mes  escribí  á  V.  A.  y  creo  que  la  letra  terna 
alguna  dilación.  Si  antes  que  esta  llegue  V.  A.  lo  hobiese  reci- 
bido, por  ella  habrá  visto  en  lo  que  S.  M.  estaba  ocupado,  dan- 
do orden  en  el  proveimiento  de  la  guerra  para  el  socorro  y  re- 
paro de  las  cosas  de  Italia;  y  porque  fui  certificado  de  lo  que 
S.  M.  quería  hacer,  determiné  aunque  con  dificultad  de  advertir 
á  V.  A.  y  por  esta  no  envió  el  duplícato,  porque  no  tengo  mu- 
cha seguridad  por  la  vía  que  van.  La  sustancia  de  lo  que  por  mi 
carta  hice  saber  á  V.  A.  era  como  S.  M.  hacia  todas  las  prepa- 
raciones é  diligencias  posibles  para  haber  dinero,  por  que  en 
ello  consiste  todo  el  hecho  de  la  guerra.  Y  creo,  según  tengo 
entendido  que  S.  M.  los  habrá,  según  los  medios  que  para  ello 
ha  buscado;  y  son  que  vende  en  juros  hasta  cantidad  de  cuatro- 
cientos mil  ducados,  y  las  pilas  de  todos  estos  reinos  paguen  un 
marco  de  plata,  y  echa  servicio  ó  emprestido  á  las  iglesias  y 
perlados  y  aun  las  cibdades,  y  otros  medios  que  se  buscan.  No 
sé  la  cantidad  que  se  podrá  haber,  pero  créese  que  será  harta. 
Según  ha  parecido,  conocido  el  deseo  que  V.  A.  tiene  á  su  ser- 
vicio, quel  remedio  mejor  es  encomendarle  este  negocio,  por 
respecto  que  juntamente  con  tal  deseo,  hay  por  esas  partes  me- 
jor aparejo  para  ofender  y  defender;  y  agora  envía  cien  mil  du- 
cados á  V.  A.  para  que  con  ellos  provea  lo  que  viere  que  con- 
viene al  reparo  de  lo  que  hay  en  Italia,  según  será  advertido  de 
la  necesidad.  E  si  su  persona  estoviese  libre  de  los  trabajos  que 
entre  manos  tiene  é  pudiese  tomar  la  empresa,  más  seguro  seria 
S.  M.  del  remedio;  pero  como  sepa  la  justa  ocupación  que  tiene, 
lo  remite  á  su  voluntad  para  que  si  en  persona  no  pudiere  ir,  en- 
víe tal  recaudo  que  S.  M.  conozca  ser  bien  aconsejado  y  servido, 
en  lo  cual  no  ponen  duda  él  ni  todos  los  de  su  Consejo;  y  en  fin 
acá  se  platica  y  tiene  por  cierto  que  poniendo  V.  A,  la  mano  en 


156  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

ello,  será  todo  remediado.  V.  A.  es  prudente  y  tiene  buen  con- 
sejo y  según  en  la  disposición  estovieren  los  negocios  de  ese 
reino  proveerá  en  lo  que  conviene.  La  paz  está  muy  lexos,  y  no 
por  falta  de  voluntad  de  S.  M.;  pero  el  Rey  de  Francia  hace  las 
obras  para  que  se  consiga  el  contrario.  S.  M.  envia  trescientos 
mil  ducados  á  Italia  para  el  proveimiento  de  la  gente,  y  estos 
irán  sin  falta,  porque  ya  está  á  punto  el  proveimiento;  y  si  V.  A. 
hobiere  de  pasar,  habrán  de  venir  á  sus  manos.  S.  M.  escribe 
largo  á  V.  A.  en  lo  que  toca  á  esta  materia.  Yo  deseaba  mucho 
este  tiempo  por  respecto  de  ver  el  fin  de  lo  que  tanto  ha  desea- 
do,  pero  como  no  sepa  si  hay  lugar  para  la  execucion  dello  por 
respecto  de  lo  dé  Hungría,  no  sé  y  deseo  saber  el  proveimiento 
de  lo  que  V.  A.  hará;  y  por  todas  las  vias  que  fuere  posible, 
V.  A.  haga  sabidor  á  S.  M.  de  lo  que  fuere  proveído. 

S.  M.  ha  determinado  de  ir  á  Valencia  á  se  jurar  y  de  allí  á 
Aragón  á  tener  Cortes,  por  respecto  que  dicen  que  habrá  buena 
suma  de  dineros,  y  que  no  se  deterná  nada,  porque  habilitará 
persona  y  podrá  tornar  á  esta  cibdad,  adonde  queda  la  Empe- 
ratriz con  sus  Consejos;  y  también  porque  se  tiene  por  cierto 
que  está  preñada. 

Las  letras  de  cinco  de  Octubre  recibí,  y  holgó  mucho  S.  M. 
con  las  buenas  nuevas  de  lo  acaecido  con  el  Bayboda  y  del  Con- 
de Christobal;  y  plegué  á  Nuestro  Señor  que  en  todo  sea  toma- 
da la  fin,  porque  haya  lugar  de  remediar  lo  que  tan  escusado 
habia  de  ser.  No  hay  que  responder  sino  á  lo  que  V.  A.  deman- 
da del  proveimiento  de  micer  Andrea  del  Burgo;  y  porque  esta 
posta  vá  con  solo  este  despachp,  no  se  hace  á  ello  respuesta; 
pero  yo  he  hablado  á  algunos  destos  Señores  del  Consejo  y  veo- 
los  de  diferentes  pareceres;  y  para  mí  yo  tengo  creido  que  no 
lo  proveerá  S.  M. 

Por  la  postrera  que  de  V.  A.  recibí  de  cinco  de  Octubre,  me 
culpa  la  dilación  que  se  ha  puesto  en  responder  á  lo  que  me  está 
escripto:  por  la  diligencia  que  habrá  visto  hicieron  Costilla  y 
Clavijo,  V.  A.  entenderá  cómo  no  debo  ser  culpado,  porque  no 
se  despiden  las  cosas  cuando  yo  las  quiero,  pero  cuando  parece 
á  S.  M.  que  es  tiempo;  y  como  por  mar  es  incierto  el  camino,  y 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 57 

por  tierra  hay  mal  aparejo,  no  puedo  cuando  quiero.  Y  V.  A. 
puede  creer  que  no  se  hace  punto  de  negligencia,  y  presento 
por  testigos  á  los  mensageros  que  han  ido,  pues  han  visto  lo 
que  en  ello  se  trabaja. 

Yo  envié  la  Corónica  de  D.  Francés  como  V.  A.  la  envió  á 
demandar  y  diómela,  con  que  le  respondí  por  las  martas  de  que 
V.  A.  le  hizo  merced.  Cada  dia  me  mata  y  tiene  más  cuenta 
que  yo  con  los  mensageros  que  vienen.  El  suplica  á  V.  A.  no  le 
ponga  en  olvido.  Y  porque  V.  A.  tiene  mandado  que  le  envié 
todo  lo  que  de  nuevo  viniere  de  las  Indias,  envió  un  Memorial 
que  á  S.  M.  fue  inviado  de  Pedrarias,  su  capitán,  y  se  inviará 
todo  lo  que  más  viniere. 

Mos.  de  Laxao  querria  ser  pagado  de  su  pensión,  y  no  tengo 
otra  escusa  sino  decille  que  haya  paciencia,  pues  yo  no  soy  pa- 
gado; que  esta  es  la  cabsa  de  la  tardanza;  y  la  disculpa  querria 
yo  que  fuese  otra  y  á  mí  no  me  fuese  tan  perjudicial,  porque  á 
la  cabsa  yo  tengo  tanto  trabajo  <}ue  no  lo  sé  recitar,  solo  por 
observar  el  servicio  de  V.  A.  á  la  cual  suplico  mande  proveer 
como  yo  no  lo  pase  y  V.  A.  sea  libre  de  mis  esclamaciones;  y 
mire  que  estoy  sirviendo  fuera  de  su  presencia,  que  para  mí  es 
harto  mal,  y  debria  ser  contado  como  los  otros  oficiales  de  su 
casa,  si  mis  ser\'icios  son  agradables.  A  V.  A.  humilmente  su- 
plico lo  mande  proveer. 

164. 

(Para  el  Rey  mi  señor.— Burgos,  21  de  Enero  de  1528)  (i). 

Por  carta  de  xxii  de  Agosto  y  por  otra  de  ix  de  Setiembre  del 
año  pasado,  tengo  escripto  á  V.  A.,  y  respondido  muy  cumpli- 
damente en  lo  que  toca  á  la  solicitud  que  se  ha  tenido  en  lo  del 
Ducado  de  Milán.  Y  después  acá  ha  habido  mil  contradiciones 
por  parte  de  los  Embaxadores  de  Francia  é  Ingalaterra  y  vene- 
cianos, que  los  franceses  como  son  cabtelosos,  por  tentar  dixe- 
ron  á  S.  M.  que  del  Ducado  de  Milán  hiciese  lo  que  fuese  servi- 

(1)    Al  margen:  «Por  vía  de  micer  Enrique.^ 


158  BOLETÍN    DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA* 

do;  y  después  han  tenido  contraría  opinicm,  que  en  todo  su 
tratar  de  contíno  han  propuesto  que  áV.  A.noacdénieI 
Emperador  lo  tome  para  sí,  y  que  lo  torne  á  Francisco  Esfor- 
cia.  Y  por  parecer  término  de  paz,  á  muchos  de  su  Consejo  pa- 
recía bien  que  se  debía  hacer,  pero  S.  M.  de  contino  ha  disimu- 
lado y  nunca  ha  querido  conceder  en  lo  que  los  Embaxadores 
han  querido.  Yo  di  aviso  á  V.  A.  de  lo  que  en  este  negocio  había 
trabajado  su  buen  servidor;  y  también  que  para  la  execucion  de 
su  deseo  nos  parecía  que  era  tiempo  propicio  ser  muerto  mosior 
de  Borbon,  y  el  Rey  de  Francia  querer  ocupar  el  dicho  Estado; 
y  aunque  lo  más  tiene  S.  M.  en  Italia ,  á  V.  A.  se  escribió  que 
con  color  de  resistir  al  exército  de  franceses  podía  entrar  en  la 
empresa  y  salir  con  ella,  porque  S.  M.  dello  fuera  muy  servido 
y  se  quitaran  embarazos  de  demanda  y  respuesta,  estando  ya  en 
su  poder  el  Estado. 

No  tengo  nueva  ninguna  de  lo  que  V.  A.  en  este  negocio  ha 
querido  hacer,  porque  desde  x\)^  de  Octubre  soy  cierto  que  llegó 
Clavijo  y  Costilla  en  la  Corte  de  V.  A.  con  quienes  las  cartas 
é  aviso  susodicho  fueron  escriptas.  También  escribí  á  V.  A. 
cómo  por  parte  de  franceses  é  ingleses  se  demandaba  la  paz  y 
que  esta  se  efectuaría  según  los  negocios  fuesen  en  Italia:  é  así 
me  parece  que  ha  salido  como  á  V.  A.  lo  escribí.  En  Falencia 
se  concluyó  cierto  apuntamiento  que  parecía  se  executara,  y 
fueron  tomados  por  partes  del  Rey  de  Francia  xx  dias  para  el 
cumplimiento,  los  cuales  dexó  pasar  y  dexará  otros  fiíuchos  más; 
é  así  quedó  la  cosa  como  de  primero ,  y  aquí  han  tornado  otra 
vez  á  tratar  juntamente  con  los  ingleses;  y  la  cosa  es  llegada  en 
peores  términos ,  porque  me  parece  que  los  ingleses  se  confor- 
man con  los  franceses,  y  cada  día  se  espera  que  se  declararán,  é 
quieren  desafiar  á  S.  M. ,  el  cual  está  en  contraria  opinión ,  por- 
que ha  hecho  y  hace  más  de  lo  que  fuera  razón  por  venir  á  la 
paz.  Pero  ya  que  ellos  quieren  la  guerra,  S.  M.  es  muy  contento 
dello.  Esto  está  muy  al  cabo  y  parece  que  es  lo  más  cierto,  pero 
ya  podría  ser  que  hiciesen  otra  cosa ,  aunque  dello  no  hay  apa- 
riencia. 

Vistas  por  S.  M.  estas  cosas  y  lo  que  en  Italia  pasa ,  acuerda 


j 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 59 

de  inviar  secretamente  un  gentilhombre  de  su  Cámara  á  V.  A. 
para  que  vea  qué  es  lo  C}ue  se  debo^acer  en  los  negocios  que 
se  tratan  y  principalmente  sobre  lo  del  Ducado  de  Milán.  Y  esto 
es  secreto,  que  ninguno  del  Consejo  lo  sabe  sino  solo  su  servi- 
dor; y  partirá  dentro  de  cinco  ó  seis  dias  por  mar.  Podria  ser  que 
se  tardase:  he  buscado  medio  para  hacerlo  saber  á  V.  A. ;  é  si 
por  esta  mi  letra  V.  A.  fuere  sabidor  primero,  no  lo  dé  á  enten- 
der á  ninguna  persona  haberlo  sabido;  y  use  del  tiempo  y  bue- 
na voluntad  de  S.  M.  inviando  tan  buen  recaudo  y  persona  que 
sea  parte  para  recobrar  el  Estado  antes  que  haya  otros  incon- 
venientes que  puedan  ofrecerse  para  estorbar  el  deseo  de  V^.  A. 
y  buena  voluntad  de  S.  M. 

S.  M.  trabaja  de  haber  todo  el  más  dinero  que  puede  para  la 
execucion  de  la  guerra,  pues  hay  apariencia  della,  y  en  V.  A.  se 
tiene  todo  el  fin  del  remedio  destos  trabajos.  Pareceme  que  ellos 
son  grandes,  pero  según  lo  que  acá  se  platica,  en  honor  de  V.  A. 
y  acrecentamiento  de  su  fama  los  habia  de  buscar  y  desear  para 
que  conforme  á  ello  sean  las  obras.  Desde  que  se  envió  á  V.  A. 
la  letra  de  cambio  de  los  cien  mil  ducados,  no  se  sabe  ser  lle- 
gada á  su  poder  ni  el  efecto  que  en  ello  V.  A.  ha  hecho,  lo  cual 
es  gran  trabajo  y  principalmente  en  este  tiempo.  Por  todas  las 
vias  que  fuese  posible  seria  bien  que  V.  A.  diese  aviso  á  S.  M. 
inviándolo  á  Madama  á  Handes,  porque  de  allí  se  ternia  cuida- 
do por  todas  las  vias  de  lo  hacer  saber  á  S.  M.  Naos  son  veni- 
das partidas  de  8  de  Enero  y  no  han  traido  nueva  ninguna 
de  V.  A. ;  y  se  espera  la  respuesta  de  todo  lo  que  fue  escripto 
con  Costilla  y  Clavijo  y  otros  que  fueron  después;  y  también  S.  M. 
ha  deseado  y  desea  saber  el  subceso  de  lo  de  Hungría  y  corona- 
ción de  V.  A. 

S.  M.  ha  querido  y  quiere  proveer  una  persona  de  su  Consejo 
para  que  vaya  en  Italia  á  tener  cuidado  de  los  negocios  y  cosas 
de  allá;  é  quisiera  que  fuera  D.  Juan  Manuel,  y  á  mí  no  me  pesa 
dello,  el  cual  no  lo  ha  querido  acetar  por  su  edad  y  las  cosas  es- 
tar en  los  términos  que  están.  Y  el  Chanciller  lo  ha  deseado  y 
trabajado  para  sí  este  viage:  S.  M.  no  lo  ha  querido  acetar,  por- 
que en  la  verdad  está  con  él  de  la  manera  que  yo  escribí  á  V.  A. 


1 6o  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTOSIA. 

de  Granada ;  y  lo  más  cierto  es  que  S.  M.  se  querría  ver  hecho 
quito  del.  No  sé  quien  pueda  ser  la  persona  que  hayan  de  inviar: 
hase  platicado  en  que  haya  de  ser  mosior  de  Prat;  y  en  la  ver- 
dad harto  más  conforme  era  para  el  efecto  la  persona  de  Don 
Juan;  y  cualquiera  que  sea  y  todos  juntos  están  en  servicio 
de  V.  A. ,  porque  la  voluntad  de  S.  M.  es  muy  conforme  á  la 
de  V.  A. 

(1)  Después  de  escripta  esta  carta,  hoy  dia  fueron  los  Emba- 
xadorcs  de  Francia  á  Palacio  y  se  despidieron  de  S.  M.,  y  se 
cree  que  harán  algún  auto  de  desafio.  Los  ingleses  creo  harán 
lo  mismo.  S.  M.  ha  mandado  lebar  los  hijos  del  Rey  de  Francia 
á  la  fortaleza  de  Simancas;  señales  son  de  poca  paz  y  á  tal  pre- 
supuesto debe  V.  A.  entender  los  negocios  que  para  tal  caso 
conviene. 

(2)  Por  la  carta  que  vá  con  esta  escrebí  como  los  Embaxado- 
res  de  Francia  habían  demandado  licencia  y  también  la  deman- 
daron los  de  Ingalaterra  y  Venecia  y  Florencia  y  Duque  de  Mi- 
lán; y  S.  M.  mandó  que  otro  dia  á  xxii  deste  se  saliesen  de  la 
Corte,  é  así  parten  é  van  sin  dar  medio  ninguno. 

166. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Burgos^  4  de  Febrero  de  1528.) 

A  26  del  pasado  arribó  en  esta  Corte  Luis  de  Taxis,  y  del  re- 
cibí dos  letras  de  V.  A.,  de  las  cuales  hice  cumplida  relación 
á  S.  M.,  la  cual  á  la  sazón  despachaba  en  diligencia  á  mos.  de 
Monforte,  gentilhombre  de  su  Cámara,  del  cual  tengo  dado  aviso 
á  V.  A.  por  via  de  los  Belzeres;  y  por  ser  el  pasage  algo  más 
seguro  que  de  aquí  adelante  será,  vuelve  Luis  de  Taxis  con  la 
respuesta  de  lo  que  con  61  me  fue  inviado  á  mandar. 

Yo  he  trabajado  por  la  mejor  manera  que  me  ha  sido  posible, 
según  lo  tengo  escripto  á  V.  A.  de  poner  en  tales  términos  lo 
del  Ducado  de  Milán  que  \'eniese  á  manos  de  V.  A.;  y  pensamos 


( 1)  Al  margen,  de  la  misma  letra  del  texto:  «ijuela»  ó  sea  postdata. 

(2)  Al  margen:  «A.  Castilleio». 


J 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE*  l6l 

que  la  letra  que  S.  M.  escrevia  de  su  mano  era  prenda  que  daba 
para  ello,  según  lo  quél  platicó  con  el  Secretario  apartadamente 
de  su  Consejo;  y  después  lo  hemos  tenido  por  más  cierto  y  se- 
guro, porque  en  todos  los  tratos  que  con  los  franceses  y  los  otros 
potentados  se  han  tenido,  no  les  ha  querido  dar  prenda  á  su  de- 
manda, que  de  contino  ha  sido  que  aquel  Estado  fuese  dado  á 
Francisco  Esforcia,  y  en  todas  maneras  á  V.  A.  no  se  diese.  De 
manera  que  por  seguro  lo  hemos  tenido  el  Secretario  y  yo.  Solo 
restaba  ocuparse  V.  A.  en  la  empresa.  Agora  V.  A.  me  escribe 
que  la  carta  de  S.  M.  no  hacia  dello  mención;  bien  es  verdad  que 
de  llano  en  llano  ni  muy  claramente  no  lo  habia  de  escribir;  pero 
él  aseguró  al  Secretario  de  escribillo  de  manera  que  fuese  pren- 
da para  que  V.  A.  dello  fuese  seguro.  Y  agora  V.  A.  escribe  que 
por  los  impedimentos  que  tiene  y  necesidades  y  estar  el  dicho 
Ducado  en  malos  términos,  no  le  parece  que  hay  disposición  para 
tomar  la  empresa;  y  al  Secretario  y  á  mí  antes  que  la  carta 
de  V.  A.  viésemos,  nos  habia  parecido  así;  pero  á  todo  trance 
determinamos  de  tener  la  cosa  por  segura  é  apartar  todas  las 
pláticas  é  inconvenientes  que  estorbo  para  nuestro  deseo  po- 
dían tener;  y  agora  tememos  más  cuidado  de  lo  que  sobre  ello 
se  debe  hacer,  según  V.  A.  lo  envia  á  mandar. 

Los  tiempos  van  de  otra  arte  que  estaban  cuando  á  V.  A.  se 
escribió  la  letra,  porque  allá  y  acá  habia  apariencia  de  paz;  y  se- 
gún S.  M.  la  trataba,  fácil  cosa  fuera  entrar  V.  A.  en  la  posesión 
del  Ducado.  No  sé  si  era  cabtela,  pero  la  cosa  por  donde  se  ha 
desconcertado  el  apuntamiento  de  la  paz,  ha  sido  que  S.  M.  de- 
mandaba que  el  Rey  de  Francia  ante  todas  cosas  retirase  sus 
exércitos  y  rendiese  todo  lo  que  en  Italia  habia  tomado  por  mar 
y  tierra.  Si  esto  se  cumpliera,  no  habíamos  echado  mala  jornada 
en  haber  prendado  á  S.  M.  á  que  cumpliese  con  lo  que  V.  A.  ha 
deseado,  y  ha  de  entender  que  S.  M.  tiene  mejor  voluntad  de 
obrar  que  lo  que  cumple  á  V.  A.  que  muestra  por  las  palabras. 
Yo  soy  seguro  que  lo  que  dexa  de  hacer  á  la  suplicación  de  V.  A. 
es  por  cabsa  y  razones  que  no  se  puede  hacer  otra  cosa;  pero 
en  voluntad  y  amor,  no  se  le  puede  demandar  más  de  la  que 
S.  M.  tiene;  y  de  lo  que  no  se  hiciere,  crea  V.  A.  que  no  es 

TOMO  XLIV.  II 


102 


BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA  DE  LA    HISTORIA. 


más  en  su  mano;  que  los  negocios  no  dan  lugar  á  otra  cosa. 

Las  cartas  para  D.  Juan  Manuel  y  Confesor  se  dieron  y  dellas 
usaré  según  viere  la  necesidad,  pero  al  presente  ellos  no  saben 
lo  que  con  S.  M.  se  ha  platicado,  y  observarse  ha  lo  que  me  en- 
vía á  mandar;  y  creo  que  la  embaxada  que  mos.  de  Monforte 
lleva,  aclarará  á  V.  A.  la  voluntad  de  S.  M.,  y  por  ella  conocerá 
lo  que  yo  había  escripto,  por  tener  razón  de  creer  que  S.  M.  lo 
había  por  su  letra  significado  á  V.  A. 

En  lo  que  V.  A.  manda  que  yo  intentase  con  S.  M.  si  seria 
servido  que  por  razón  de  la  guerra  que  V.  A.  tiene  contra  los 
turcos,  para  que  las  iglesias  y  cibdades  de  España  hiciesen  algu- 
na ayuda  ó  socorro,  en  las  Cortes  de  Valladolid  se  puso  S.  M.  tan 
adelante  en  ello  que  valiera  más  dexallo  de  hacer,  porque  crea 
V.  A.  que  es  cosa  de  donde  se  sacaría  más  vergüenza  que  no 
provecho,  porque  palabras  y  dineros  no  andan  todas  veces  jun- 
tos. S.  M.  me  respondió  á  esto  que  yo  era  buen  testigo  de  lo  que 
en  esto  se  ha  hecho  y  se  podría  hacer;  y  á  la  cabsa  no  ha  lugar 
de  se  efectuar  el  parecer  de  V.  A.;  y  acá  se  cree  y  aun  de  la  fe- 
ria de  Emberes  se  ha  escripto  que  no  solo  V.  A.  ha  recobrado  el 
reino  de  Hungría,  pero  aun  á  Belgrado  y  parte  de  lo  quel  turco 
tenia:  pareceles  que  el  valor  de  la  persona  de  V.  A.  es  para  más 
questo,  y  en  otra  cosa  en  este  reino  no  se  habla,  y  de  los  traba- 
jos presentes  en  su  persona  ponen  toda  la  confianza,  de  manera 
que  acá  tienen  y  creen  los  trabajos  al  revés  de  como  V.  A.  los 
tiene,  porque  les  parece  que  para  mucho  más  dará  buen  re- 
cabdo. 

En  lo  que  V.  A.  manda  de  S.  M.  supiese  la  voluntad  que  te- 
nia en  el  proveimiento  de  Visorey  de  Ñapóles,  é  avisos  y  cabsas 
que  á  V.  A.  movían  para  que  lo  debia  dar  al  Conde  Palatino,  yo 
lo  dixe  así  á  S.  M.  como  V.  A.  me  lo  mandó,  y  responde  que 
él  envía  al  Preboste  de  Valcriquc  á  ver  á  V.  A.  y  entender  en 
otras  cosas  que  cumplen  á  su  servicio  en  la  jornada  presente;  y 
que  el  Conde  Palatino  será  proveído  en  otra  cosa  tal  ó  mejor 
quel  visorreynado  de  Ñapóles,  donde  tenga  cabsa  de  se  conten- 
tar; y  dello  y  de  todo  lo  demás  dará  larga  cuenta  y  razón  el  di- 
cho Preboste  á  V,  A. 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 63 

Según  V.  A.  escribe  estaba  muy  asegurado  que  la  paz  se  efec- 
tuaría, y  asi  parecía  á  S.  M.  porque  se  llegaba  á  más  que  razón; 
pero  según  ha  parecido  los  franceses  tenían  otro  presupuesto, 
según  que  lo  han  descubierto;  y  es  que  los  Embaxadores  de 
Francia  é  Ingalaterra,  venecianos  y  florentines  todos  juntos  de- 
mandaron licencia  á  S.  M.,  que  pues  no  hacían  mas  de  empedir 
su  Corte,  se  querían  ir;  y  S.  M.  ge  la  dio  tan  cumplida  como  ellos 
la  demandaron.  Otro  día  venieron  dos  Reyes  de  armas  de  Fran- 
cia é  Ingalaterra  é  inviaron  á  decir  á  S.  M.  le  querían  hacer  cierto 
auto,  el  cual  sabia  bien  S.  M.,  mas  había  de  seis  meses,  porque 
tanto  había  que  estaban  los  herautes  en  esta  Corte.  S.  M.  fue 
contento  de  los  oír;  y  en  la  gran  sala  de  Palacio  con  todos  los 
Grandes  y  Perlados  y  caballeros  que  en  esta  Corte  había,  oyó  á 
los  dichos  herautes;  é  ellos  hicieron  su  habla  y  desaño,  tal  cual 
verá  por  la  copia  que  Monforte  lleva,  y  la  respuesta  de  S.  M.  asi- 
mismo es  la  que  por  su  propia  boca  se  les  dio;  que  fué  en  tanto 
contentamiento  de  cuantos  allí  fueron  presentes,  que  á  todos  pa- 
reció tan  bien  como  ella  es.  Puede  creer  V.  A.  una  cosa:  que  to- 
das  las  gentes  son  tan  alegres  deste  desaño  que  parece  que  cada 
uno  lo  toma  por  sí  mismo;  y  esto  cabsa  la  mucha  justificación 
de  S.  M.  y  la  poca  fe  y  palabra  de  su  contrarío.  Con  la  ayuda  de 
Dios  y  razón  y  drecho  de  S.  M.  se  espera  de  todo  buen  fin,  y 
estos  reinos  como  arriba  digo  ponen  por  principal  protector  des- 
ta  cabsa  á  V.  A. 

Los  Embaxadores  susodichos,  excebto  los  ingleses  qucstán 
aquí,  envió  S.  M.  á  un  lugar  que  se  llama  Poza  á  donde  los  tienen 
con  su  guarda  á  buen  recabdo;  é  así  mismo  al  Delfin  y  Duque  de 
Orliens  quitó  S.  M.  todo  el  servicio  que  tenían  y  los  ha  puesto 
do  ha  muchos  días  que  debieran  estar.  Monforte  como  testigo  de 
vista  hará  relación  á  V.  A. 

S.  M.  ha  holgado  mucho  de  la  manera  y  prosperidad  con  que 
V.  A.  y  la  Reina  mi  señora  se  coronaron  y  del  buen  subceso  que 
las  cosas  de  ese  reino  han  tenido:  quisiera  mucho  saber  la  forma 
y  manera  y  cantidad  y  calidad  del  servicio  que  á  V.  A.  han  he- 
cho, porque  no  lo  escribió  sino  generalmente.  Acá  se  había  di- 
cho muchos  días  antes  por  letras  del  P2mbaxador  de  Venecia  y 


104  BOLETÍN   DE   LA   RBXL  ACADEBOA  DE   LA   HKTORIA. 

otras  partes,  significando  que  todo  el  reino  habia  otof^ado  de 
cada  casa  dos  ducados  y  entre  veinte  un  caballo  enjaezado  al 
modo  de  allá,  y  esto  para  que  lo  pudiese  emplear  en  lo  que  fuese 
más  su  servicio:  teníase  acá  por  gran  cosa  y  aun  parecía  ser  apa- 
rejo para  conseguir  en  bien  la  obra  presente.  El  Secretario  mos- 
tró á  S.  M.  la  carta  que  V.  A.  le  escribió  y  merced  de  los  x  mil 
florines  y  holgó  mucho  dello,  porque  así  nos  pareció  se  debia 
hacer  y  con  venia  al  servicio  de  V.  A.;  y  en  el  cumplimiento  V.  A. 
tenga  el  cuidado  que  es  razón,  porque  le  hago  saber  que  es  muy 
buen  servidor,  según  por  otras  muchas  lo  tengo  escripto. 

S.  M.  dice  quisiera  mucho  á  los  mensageros  pasados  haber  pro- 
veído en  las  necesidades  de  V.  A.  y  para  ello  hizo  todo  lo  posi- 
ble y  se  sacó  el  fruto  que  á  V.  A.  fué  escripto.  Por  esta  volun- 
tad yo  besé  las  manos  de  S.  M.  como  V.  A.  me  lo  invió  á  man- 
dar; é  asi  mismo  le  supliqué  le  fuese  guardada,  pues  sazón  y  tiempo 
no  faltaba,  con  quel  turco  hacia  lo  que  V.  A.  por  su  carta  me 
escribe,  y  lo  que  se  esperaba  adelante  harían,  sin  los  trabajos 
quel  Bayboda  ha  dado  y  dá  á  V.  A.  S.  M.  me  dixo  que  la  volun- 
tad tenia  tan  buena  como  para  sus  propias  cosas,  y  que  la  execu- 
cion  dello  restaba  por  el  impedimento  presente  y  mal  aparejo 
que  para  ello  habia,  pero  que  lo  suyo  y  de  y.  A.  tenía  por  todo 
uno;  y  que  todas  las  veces  y  tiempos  que  podiese,  por  la  obra 
lo  mostraria;  é  otras  infinitas  muchas  buenas  palabras,  que  no 
pongo  duda  salen  de  la  buena  \'oluntad  de  su  corazón. 

Las  cosas  porque  V.  A.  no  tomó  apuntamiento  con  el  Baybo- 
da á  S.  M.  parecen  justas  y  razonables  y  tiene  á  V.  A.  por  tal 
que  no  dexará  de  hacer  cosa  que  cumpla  á  su  honra  y  servicio. 
Escrevióse  á  V.  A.  entonces  pensando  que  las  cosas  de  ese  reí- 
no  no  tovieran  el  buen  subceso  que  han  tenido  y  por  el  mal 
aparejo  que  tenia  de  le  asistir  y  también  por  lo  que  en  Italia  á 
la  sazón  ocurría,  S.  M.  escribía  aquel  parecer,  y  todas  las  veces 
que  aparejo  y  lugar  hobíere  consiguiendo  las  cabsas  que  V.  A. 
escribe,  tiene  sazón  cualquiera  apuntamiento. 

De  las  cosas  de  Italia  V.  A.  estará  ya  advertido  en  el  estado 
que  están,  y  bendito  Nuestro  Señor  van  mejor  que  hasta  aquí, 
pues  el  Papa  está  en  su  libertad  y  el  exército  caminaba  la  viade 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 65 

Lombardia;  y  asimismo  ha  proveído  de  dineros  todo  lo  necesa- 
rio, y  con  esto  que  al  presente  se  ha  ofrecido  se  provee  más 
cumplidamente.  A.  S.  M.  leí  la  carta  de  V.  A.  y  por  ella  enten- 
dió las  razones  que  sobre  ello  me  escribió  y  también  las  que  á 
V.  A.  daban  impedimento  para  no  dexar  ese  reino  y  decender  á 
los  confines  de  Italia. 

De  la  vuelta  de  D.  Antonio  de  Mendoza  di  cuenta  á  S.  M.  y 
ya  estaba  escripto  á  V.  A.  en  ello  hiciese  lo  que  fuese  servido;  y 
en  cuanto  al  proveimiento  de  los  Embaxadores  las  cartas  se  en- 
víen firmadas  como  V.  A.  las  demanda. 

Cuanto  á  lo  del  Secretario  Castillejo,  S.  M.  dice  que  es  razón 
de  le  proveer  conforme  á  como  V.  A.  lo  demanda  y  aun  sus  ser- 
vicios lo  merecen.  No  hay  al  presente  ningún  aparejo,  porque 
no  hay  cosa  vaca  alguna  que  yo  sepa:  en  lo  primero  que  se 
ofreciere  S.  M.  tiene  prometido  lo  proveerá,  porque  él  y  todos 
los  de  su  Consejo  están  muy  satisfechos  de  su  buena  ordenación; 
y  aun  me  parece  que  V.  A.  debria  recoger  en  solo  su  persona 
los  negocios  que  acá  se  tratan,  pues  del  se  tiene  tanto  contento 
en  ello;  y  también  parecería  que  hay  más  seguridad  cuando  las 
cosas  no  pasan  por  muchas  manos. 

En  lo  del  hábito  para  Bernaldino  de  Meneses,  ya  tengo  escripto 
á  V.  A.  como  S.  M.  lo  proveyó  de  muy  buena  gana  y  no  resta 
sino  recebillo. 

V.  A.  me  envía  á  mandar  que  suplicase  á  S.  M.  por  la  tesore- 
ría de  Granada  que  vacó  por  el  Visorrey  de  Ñapóles  para  D.  Pe- 
dro de  Córdoba;  y  yo  lo  dixe  á  S.  M.  porque  viese  la  voluntad 
que  V.  A.  á  D,  Pedro  tenía,  no  embargante  que  yo  sabia  cómo 
S.  M.  hizo  merced  de  toda  la  vacante  del  dicho  Visorrey  á  sus 
hijos,  y  á  esta  cabsa  no  hubo  lugar  la  suplicación  de  V.  A. 

Por  no  dar  pena  á  V.  A.  querría  mucho  mandase  proveer  en 
lo  que  á  mí  toca,  pues  no  demando  sino  solo  sea  tratado  como 
los  que  ahí  sirven  en  ser  pagado,  no  solamente  del  año  pasado 
que  se  me  debe  todo,  pero  parte  del  de  xxvi;  y  V.  A.  me  man- 
da escribir  que  no  se  cumple  ni  provee  por  las  necesidades  que 
hay.  Suplico  á  V.  A.  en  esto  sea  yo  tratado  conforme  á  los  otros 
servidores  de  su  casa,  pues  no  menos  sirvo  yo  que  ellos,  y  no  dé 


1 66  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEBOA  DE  LA  HISTORIA. 

lugar  á  que  yo  pase  trabajo  y  vergüenza,  pues  en  esta  Oírte  y 
reino  me  conocen  todos  por  suyo;  y  mande  dar  tal  orden  que 
yo  no  dé  á  V.  A.  más  importunidades.  Yo  beso  los  pies  y  ma- 
nos de  V.  A.  por  la  merced  que  me  hizo  de  los  dos  mil  ducados 
en  albricias  del  nacimiento  del  Príncipe  Don  Felipe  para  pagar 
mis  deudas,  y  en  el  cumplimiento  suplico  á  V.  A.  mande  que  se 
haga,  para  que  yo  me  vea  libre  de  los  trabajos  pasados  y  la  mer- 
ced que  V.  A.  me  hace  tenga  efecto,  y  en  todo  mande  proveer 
como  fuere  servido. 

Monforte  dará  á  V.  A.  larga  cuenta  y  razón  de  todo  lo  deste 
reino.  El  Arzobispo  de  Toledo  se  tiene  por  cierto  partirá  en 
breve  para  Roma,  y  las  cabsas  de  su  viaje  S.  M.  las  hará  saber 
á  V.  A. 

S.  M.  proveyó  de  Caballerizo  mayor  á  Mos.  de  Orrus. 

166. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Burgos,  ó  de  Febrero  de  1528,) 

El  portador  de  esta  es  Enrique  Einguer,  que  tiene  cargo  de 
la  compañia  de  los  Belzeres,  y  es  persona  de  quien  S.  M.  ha  re- 
cibido muchos  y  buenos  servicios :  hace  del  mucha  cuenta  y  á 
la  cabsa  le  ha  mandado  ir  á  ver  á  V.  A.  y  entender  en  cosas 
que  cumplen  á  su  servicio.  Tiene  la  misma  voluntad  de  servir 
á  V.  A.  y  lo  mismo  en  el  cambio  que  se  hizo  de  los  cien  mil 
ducados  que  S.  M.  proveyó.  Suplico  á  V.  A.  le  favorezca  y  co- 
nozca del  se  tener  por  bien  servido,  porque  en  lo  que  se  ofre- 
ciere tenga  el  mismo  cuidado  que  hasta  aquí  ha  tenido.  Por  su 
mano  tengo  dado  aviso  á  V.  A.  algunas  veces ,  y  él  dará  orden 
como  de  aquí  adelante  se  pueda  hacer;  y  desto  mande  V.  A. 
quel  secretario  Castillejo  sepa  la  manera  que  se  debe  tener. 

167. 

(Para  el  Rey  mi  señor,— Madrid ,  ig  de  Marzo  de  1528.) 

A  postrero  de  Hebrero  recebí  una  carta  de  V.  A.  hecha  en 
Estrigonia  en  último  de  Diciembre ,  y  á  la  hora  se  hizo  relación 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 67 

á  S.  M.  de  lo  que  por  ella  me  envió  á  mandar  y  holgó  mucho 
de  tener  aviso  del  buen  proveimiento  que  V.  A.  había  hecho;  y 
antes  que  la  carta  de  V.  A.  veniese  estaba  hecho  el  proveimien- 
to de  dineros  en  cantidad  de  cuatrocientos  mil  ducados,  como 
por  otras  mis  cartas  lo  tengo  escripto  á  V.  A. ;  y  agora  respon- 
de á  la  carta  que  V.  A.  le  escribió  6  á  mi  relación,  á  la  cual  me 
remito,  pues  es  en  respuesta  de  aviso  de  V.  A.  Todo  lo  demás 
está  escripto  con  Luis  de  Taxis,  que  fue  en  compañía  de  Mon- 
fortc  y  duplicado  con  Enrique  Belzer.  Y  el  dicho  Monforte  é 
Luis  eran  embarcados  y  partidos  y  en  el  camino  hallaron  algún 
estorbo ,  por  donde  fueron  constreñidos  tornar  al  puerto :  y  á  la 
cabsa  V.  A.  no  será  tan  presto  advertido  como  seria  menester. 
Y  con  ellos  se  enviaba  la  relación  del  desaño  que  el  Rey  de 
Francia  é  Ingalaterra  hicieron  á  S.  M. ;  y  por  el  Embaxador  de 
Francia  tiene  S.  M.  aviso  era  V.  A.  sabidor  dello.  Y  acá  se  en- 
tiende con  toda  diligencia  en  preparar  las  cosas  necesarias  para 
la  guerra,  porque  S.  M.  la  quiere  hacer  y  no  aguardar  que  sus 
enemigos  ge  la  hagan ;  y  desde  la  hora  que  le  fue  notiñcado  el 
desafio,  mandó  á  todos  los  puertos  de  mar  de  Vizcaya  y  Gui- 
púzcoa y  los  demás  que  hiciesen  todo  el  mal  y  daño  que  podie- 
sen  á  los  enemigos,  lo  cual  se  hace  muy  complidamente.  Puede 
V.  A.  creer  que,  si  Dios  no  lo  remedia,  será  una  cosa  muy  cruel, 
porque  de  Vizcaya  é  Guipúzcoa  andan  más  de  seis  mil  hombres 
á  sus  aventuras  y  se  tiene  nueva  cierta  que  han  hecho  hartas 
buenas  cosas  y  mucho  daño  en  sus  enemigos. 

S,  M.  partió  de  la  cibdad  de  Burgos  é  vino  á  esta  viUa  de  Ma- 
drid á  tener  las  Cortes,  para  que  á  todos  fuese  notorio  la  necesi- 
dad que  habia  de  hacer  la  guerra;  é  así  las  comenzó  lunes  á  xvi 
de  Marzo  y  les  dio  á  entender  todo  lo  pasado  y  presente ,  é  sin 
discrepacion  ninguna,  antes  se  tenían  por  cortos  é  injuriados  los 
que  postreramente  respondían ;  y  todas  las  cíbdades  ofrecieron 
de  servir  á  S.  M.  como  fuese  servido  sin  limitación  ninguna ;  y 
certifico  á  V.  A.  que  mostraron  en  la  respuesta  é  ofrecimiento 
muy  sobrado  amor  al  servicio  de  S,  M.;  lo  cual  no  pongo  en 
duda  terna  buen  efecto.  Acabadas  las  Cortes  se  platica  y  no  está 
determinado  S.  M.  en  ello  que  conviene  que  S.  M.  se  parta  á 


1 68  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

jurarse  en  Valencia,  y  de  allí  á  tener  las  Cortes  en  Monzón:  pa- 
rece que  esto  se  podría  hacer  y  se  cree  que  se  hará ,  que  S.  M. 
llevará  consigo  á  la  Reina  de  Francia  y  la  habilitará  y  dexará 
allí  para  acabar  las  Cortes  y  terna  espacio  para  poder  volver  y 
entender  en  lo  que  toca  á  la  guerra.  S.  M.  luego  que  fue  desa- 
fiado mandó  poner  á  mejor  recabdo  que  antes  estaban  los  hijos 
del  Re}^  de  Francia,  y  les  quitó  todos  los  servidores,  hombres  y 
mujeres  que  ellos  habían  traído  y  los  puso  á  buen  recabdo  on 
fortalezas;  é  así  hizo  de  sus  Embaxadares  que  están  detenidos. 
Creo  yo  que  hasta  que  vengan  los  que  S.  M.  allá  tiene.  Están 
juntos  los  de  Francia,  é  Ingalaterra  y  Venecia  y  Florencia  y  los 
del  Duque  Esforcia.  Tienelos  á  cargo  el  Comendador  Figueroa 
en  un  lugar  que  se  llama  Poza. 

168. 

(Para  el  Rey  mi  señar. — Madrid  y  ¿i  de  Marzo  de  132S.) 

Lo  que  de  nuevo  hay  que  escribir  es  que  S.  M.  está  teniendo 
Cortes  en  este  reino,  las  cuales  ternán  tan  buen  efecto  como 
S.  M.  desea;  y  á  xv  del  mes  que  viene  partirá  para  Valencia  á 
se  jurar  en  aquel  reino,  y  de  allí  irá  en  Aragón  y  habilitará  per- 
sona que  resida  en  las  Cortes  y  dará  la  vuelta  á  este  reino  para 
entender  en  las  cosas  de  la  guerra.  Yo  escribí  por  las  pasadas 
al  secretario  Castillejo  que  hiciese  saber  á  V.  A.  cómo  S.  M.  no 
se  quería  servir  del  Confesor  en  su  Consejo  de  Estado:  no  sé  si 
hará  lo  mismo  en  la  confision.  Las  cabsas  que  á  esto  le  mue- 
ven, no  las  sé,  pero  algo  de  lo  que  se  puede  sospechar  escribí 
al  Secretario.  Pésame  dello,  porque  se  empleaba  bien  en  el  ser- 
vicio de  V.  A. 

Los  pies  y  manos  de  V.  A.  beso  por  la  merced  que  me  ha 
hecho  en  darme  oficio  donde  tenga  honra,  la  cual  es  para  au- 
mentación del  cargo  en  que  V.  A.  me  tiene  ocupado,  y  S.  M. 
ha  recibido  mucho  placer  dello,  porque  es  más  conforme  á  su 
voluntad  que  no  el  título  que  acá  el  vulgo  me  pone.  El  secreta- 
rio me  escribió  que  V.  A.  me  daba  á  escoger  en  la  merced  que 
me  ha  hecho,  ó  Mayordomo  ó  Camarero;  y  V.  A.  me  ha  hecho 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  169 

merced  de  lo  más,  conforme  á  lo  en  que  estoy  ocupado,  y  dcUo 
recibo  la  merced  de  V.  A.;  y  aun  esta  merced  y  las  otras  que 
de  V.  A.  espero,  no  me  pueden  acrecentar  voluntad  ni  trabajo 
para  lo  que  cumple  al  servicio  de  V.  A.  más  de  la  que  yo  me 
tengo. 

169. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Madrid^  j8  de  Abril  de  1328,) 

Con  Pedro  de  Azcoytia  que  arribó  en  esta  Corte  á  dos  deste 
mes,  recebí  dos  despachos  de  V.  A.:  el  uno  de  2  de  Hebrero  y 
otro  de  15;  y  á  S.  M.  se  hizo  larga  relación  de  todo  lo  que 
V.  A.  por  sus  letras  envió  á  mandar;  6  asimismo  hablé  particu- 
larmente á  todos  los  de  su  Consejo,  mostrándoles  la  extrema 
necesidad  que  habia  del  proveimiento  que  V.  A.  demandaba 
que  se  hiciese  al  exército  que  se  cnvia,  y  las  cabsas  y  razones 
que  para  la  necesidad  y  presteza  dello  habia.  Y  á  S.  M.  hallé  de 
muy  buena  voluntad  para  proveer  en  el  remedio  necesario,  y 
asimismo  á  todos  los  de  su  Consejo;  y  no  estando  determinado 
lo  que  se  debia  hacer,  llegó  D.  Pedro  de  Córdoba  y  D.  Antonio 
de  Mendoza  á  los  seis  deste  mes;  y  vista  su  instrucción  fuimos 
otro  dia  á  besar  las  manos  de  S.  M.  y  se  le  dio  muy  larga  cuen- 
ta de  todo  lo  que  á  cargo  truxo.  Y  responde  S.  M.  brevemente 
á  todo,  excebto  al  proveimiento  que  se  debe  hacer,  el  cual  es 
que  según  la  cuenta  que  V.  A.  envió  de  lo  que  con  la  gente  de 
armas  capituló  para  todo  el  tiempo  y  bastimentos,  hay  lo  nece- 
sario en  ciento  cincuenta  mil  ducados,  los  cien  mil  que  ya 
V.  A.  ha  despendido,  y  cincuenta  mil  que  agora  envia  por  cé- 
dulas de  cambio.  A  S.  M.  le  hicimos  larga  relación  de  la  necesi- 
dad deste  proveimiento  que  fuese  el  mayor  y  más  presto  quo 
fuese  posible;  y  hale  parecido  que  basta  el  proveimiento  suso- 
dicho; y  por  partes  de  V.  A.  se  ha  dicho  todo  lo  que  conviene. 
S.  M.  hace  esto  que  le  parece. 

Por  letras  de  V.  A.  que  yo  habia  recibido  antes  de  la  venida 
de  D.  Pedro,  tenia  hecha  larga  relación  de  los  trabajos  y  nece- 
sidades en  que  V.  A.  estaba  á  cabsa  del  Bayboda,  y  los  pocos 
frutos  que  del  reino  se  sacaban  y  esperaban  sacar;  y  como  vino 


1 70  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

D.  Pedro,  tan  buen  testigo  de  vista,  lo  recitó  particularmente  y 
dio  muy  larga  cuenta  de  todo  lo  que  V.  A.  le  encomendó. 

La  Reina  de  Francia  trae  S.  M.  consigo,  y  creo  que  á  cabsa 
del  título  ó  esperanza  de  que  habría  efecto  su  casamiento,  cai^ó 
de  más  costa  que  solia  tener  ni  era  menester;  é  tiene  algunas 
necesidades  más  que  ella  querría;  y  á  la  cabsa  ha  sido  costre- 
ñida  á  demandar  á  §.  ]\í.  que  le  dé  su  dote,  que  son  doscientos 
mil  ducados;  y  S.  M.'  vista  su  necesidad  y  la  justicia  que  tiene, 
aunque  él  no  esté  fuera  della,  la  ha  proveído  en  que  le  dá  xvi 
mil  doblas  de  juro  cada  año  por  el  valor  de  los  cien  mil  duca- 
dos, y  por  los  otros  cien  mil  queda  de  gelos  librar  y  pagar  en 
seis  años.  Este  apuntamiento  está  dado  entre  S.  M.  y  ella. 

A  los  otros  capítulos  que  á  S.  M.  fueron  recitados  y  dexa  de 
escribir  en  su  carta,  respuesta  nos  la  mandó  dar,  la  cual  es  la 
siguiente.  En  lo  que  toca  al  subceso  de  Hungría  recibió  mucho 
placer  por  haber  subcedido  la  cosa  tan  bien  y  con  tanta  honra  y 
prosperidad;  y  tiene  esperanza  que  con  ayuda  de  Dios  su  pros- 
peridad pasará  adelante,  y  de  los  trabajos  y  necesidades  que 
en  la  conquista  ha  tenido  no  pone  duda  ninguna,  porque  por 
esperiencia  sabe  qué  cosa  son. 

S.  M.  vido  las  letras  del  Bayboda  de  Moldavia,  y  ha  entendi- 
do y  sabe  bien  y  no  pone  duda  que  los  venecianos  y  Bayboda 
y  otras  personas  inciten  la  venida  del  turco;  y  para  ello  le  ha 
parecido  muy  bien  el  contratar  y  enviar  sus  Embaxadores  al 
turco  para  hacer  cualque  apuntamiento,  no  embargante  que  los 
Reyes  christianos  con  infieles  no  lo  deben  tratar;  pero  pues  ellos 
son  cabsa  dello,  es  menester  buscar  el  más  cierto  y  seguro  ca- 
mino, que  es  el  que  V.  A.  ha  tomado. 

En  cuanto  al  proveimiento  de  guigos  S.  M.  hizo  saber  á  V.  A. 
por  Monforte  el  medio  que  para  ello  habia  dado;  y  era  que  se 
platicase  en  Borgoña  sacar  algún  socorro  para  V.  A.;  y  sacado, 
emplearlo  en  lo  que  toca  al  entretenimiento  de  guygos,  porque 
no  se  hallaba  otro  medio  para  sacar  dellos  el  dinero;  y  de  todo 
esto  llevó  cargo  Monforte  para  dar  cuenta  á  V.  A.  Y  era  S.  M. 
sabidor  cómo  no  solamente  tenia  con  ellos  su  tesorero  el  Rey  de 
Francia  pero  ha  enviado  nuevamente  á  Memoransi  su  mayor- 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  171 

domo  mayor.  En  lo  del  Duque  de  Ferrara  y  Marqués  de  Man- 
tua á  S.  M,  parece  muy  bien  el  proveimiento  que  con  ellos 
tuvo. 

Las  cosas  del  I,utero  S.  M.  las  ha  entendido  muy  largo  así 
por  las  letras  de  V.  A.  como  por  lo  que  D.  Pedro  ha  recitado; 
y  para  ello  habia  proveído  al  Preboste  de  Valcrique  para  que 
con  amor  los  persuadiese  á  todos  bien,  y  para  trabajar  que  con 
la  Liga  de  Suevia  se  hiciese  alguna  gente  para  entrar  en  Fran- 
cia; y  él  lleva  cargo  de  dar  á  V.  A.  de  todo  larga  relación;  y  en 
lo  de  Constancia  hacer  lo  mismo. 

En  lo  de  Castillejo  S.  M.  tiene  mucha  buena  voluntad  á  le 
proveer  habiendo  alguna  cosa  vaca  en  qué;  y  así  manda  que  se 
responda  á  V.  A. 

170. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Canas  ^  26  de  Abril  de  1528.) 

Desde  Madrid  á  18  deste  mes  se  escribió  á  V.  A.  muy  largo, 
y  por  aquellas  letras  se  dio  aviso  cómo  S.  M.  habia  acordado 
de  proveer  de  cincuenta  mil  ducados  para  el  socorro;  porque 
entonces  no  se  podieron  despachar  las  letras  y  se  envían  ago- 
ra á  la  ventura  con  mos.  de  Beurre,  porque  es  el  más  cierto 
y  seguro  camino;  y  desde  Valencia  se  hará  otro  despacho  para 
que  Pedro  de  Azcoytja  pueda  llevar  y  por  todas  las  vías  que  se 
pediere  proveer,  V.  A.  será  servido.  Y  desto  podrá  creer  V.  A. 
que  por  parte  de  su  servidor  se  hace  y  hará  toda  la  diligencia 
que  es  posible. 

S.  M.  partió  de  Madrid  para  Valencia  á  23  deste  y  hará  su 
entrada  á  segundo  día  de  Mayo;  y  acabado  de  jurar  allí,  partirá 
para  Monzón,  que  tiene  hecho  llamamiento  de  Cortes  para  pri- 
mero de  Junio. 

A  S.  M.  está  escripto  por  su  Embaxador  cómo  el  Rey  de  In- 
galaterra  y  su  Cardenal  se  quieren  entremeter  en  la  paz,  y  S.  M. 
no  quiere,  pues  se  declararon  partes.  Creo  que  V.  A.  será  dello 
avisado,  y  desde  Valencia  se  escribirá  más  largo,  porque  á  la 
hora  que  esta  se  escribe,  parte  S.  M.  desta  aldea,  á  donde  le 


172  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA  HISTORIA. 

llegaron  las  letras  de  cambio.  Nuestro  Señor  la  muy  Real  perso- 
na y  Estados  de  V.  A.  guarde  y  prospere  por  largos  tiempos. 
En  el  Villar  de  Cañas  á  xxvi  de  Abril  de  1 528. 

De  Valencia  á  14  de  Mayo  escrebí  yo  de  mi  mano  una  breve 
carta  y  envié  con  ella  las  letras  de  cambio.  No  quedó  copia  por- 
que fue  escripta  de  mucha  prisa  con  un  correo  que  iba  á  Por- 
tugal para  que  de  allí  se  enviase  al  Rey  mi  señor  por  el  Em- 
baxador  de  S.  M.  por  ser  el  más  cierto  camino. 

171. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Monzón^  8  de  Julio  de  1528,) 

A  siete  del  pasado  recebí  una  letra  de  V.  A.  hecha  en  Viena 
á  XVII  de  Marzo,  y  por  ella  me  hace  saber  como  desde  xxu  de 
Noviembre  no  ha  visto  carta  mía  ni  respuesta  á  ninguna  de  las 
que  después  acá  V.  A.  me  ha  inviado;  y  según  el  tiempo  V.  A. 
puede  creer  que  se  ha  hecho  y  hace  toda  la  diligencia  necesaria 
por  mi  parte,  escribiendo  por  todos  los  medios  que  yo  puedo 
hallar,  pero  la  tierra  está  tal  como  V.  A.  vé  y  la  mar  es  incierta; 
y  al  presente  no  se  navega  por  particulares  si  no  es  de  tiempo  á 
tiempo  que  vá  cualquier  armada.  Y  S.  M.  ha  muchos  dias  que 
no  ha  hecho  espidicion  para  Flandes  con  pensamiento  que  mos. 
de  Orrus  ha  seis  meses  que  está  embarcado  en  el  Andalucía  con 
dos  mil  hombres  para  llevar  á  Flandes;  y  las  cabsas  no  las  sé, 
pero  han  hecho  tan  buena  diligencia  que  á  los  xx  del  pasado 
están  en  Portugal,  y  ha  dos  dias  que  ha  llegado  un  servidor  suyo 
para  dar  cuenta  á  S.  M.  y  que  le  mande  proveer  de  dineros.  Y 
con  el  dicho  mos.  de  Orrus  tengo  escripto  y  inviado  letras  de 
cambio  de  50-000  ducados  para  la  paga  de  los  alemanes  que 
V.  A.  envió  en  socorro  á  Italia;  y  la  cabsa  de  ser  tan  poca  la 
cantidad,  es  porque  S.  M.  mandó  hacer  la  cuenta  del  concierto 
y  capitulación  que  V.  A.  hizo  con  los  capitanes  y  del  tiempo, 
para  lo  cual  les  pareció  que  bastaban  los  dichos  50.OOO  duca- 
dos; y  estos  de  mí  han  sido  bien  solicitados,  y  más  si  más  pe- 
dieran ser;  pero  S.  M.  hace  lo  que  en  ello  es  servido. 

Invióme  V.  A.  á  mandar  que  de  lo  que  en  este  negocio  se 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 73 

hiciese,  por  todas  las  vi  as  y  maneras  que  fuese  posible  le  hiciese 
sabidor  dello  y  así  lo  he  procurado;  y  si  á  manos  de  V.  A.  vienen 
los  despachos,  por  ellos  conocerá  la  diligencia  que  está  puesta. 
En  Madrid  antes  que  S.  M.  partiese  para  Valencia  trabaja  por- 
que las  letras  me  fuesen  dadas,  y  no  se  pudo  hacer  el  cambio 
hasta  que  S.  M.  estuvo  en  medio  del  camino,  y  del  en  un  lugar 
que  se  llama  el  Villar  de  Cañas,  se  despacharon  las  letras  de 
cambio  en  sobrada  diligencia  con  una  carta  de  mi  mano,  que  no 
tenia  más  de  diez  renglones,  para  que  á  mos.  de  Orrus  antes  de 
su  partida  le  fuese  dado  el  dicho  despacho,  porque  fuese  seguro 
y  á  buen  recaudo.  V  llegados  á  \'^alencia  se  despacharon  otros 
dos  correos:  uno  para  ol  dicho  mos.  de  Orrus,  para  que  no  sien- 
do partido  llevase  otro  despacho,  el  cual  me  volvieron  por  ser 
partido;  y  el  otro  correo  fue  á  Finisterre,  para  que  al  pasar  del 
dicho  Beurre  le  diese  el  despacho;  y  fue  advertido  cómo  habia 
llegado  á  Portugal  y  no  pasado  de  allí,  y  así  me  tornó  las  letras. 
Visto  el  mal  recabdo,  a  la  \'entura  se  inviaron  por  Italia.  No  soy 
cierto  que  vayan  muy  seguras,  pero  podría  ser  que  acertasen. 
Agora  jenvio  con  Pedro  de  Azcoy tía  las  que  me  fueron  tornadas 
de  Finisterre,  que  creo  serán  al  fin  las  primeras  que  á  manos  de 
V.  A.  lleguen.  Doy  esta  cuenta  porque  vea  que  no  es  mía  la 
falta  de  no  ser  más  brevemente  advertido;  y  puede  V.  A.  creer 
que  he  dicho  y  digo  muchas  veces  la  necesidad  que  hay  que 
V.  A.  sea  brevemente  advertido,  pero  el  despacho  no  es  en  mi 
mano  sino  cuando  á  S.  M.  le  placo;  y  por  esto  me  debe  V.  A. 
hacer  libre  de  la  culpa. 

Por  la  de  15  de  Hebrero  y  por  la  de  17  de  Marzo  V.  A.  hace 
saber  en  el  estado  que  estaban  las  cosas  de  Italia;  y  al  tiempo 
<|ue  estas  cartas  han  llegado,  S.  M.  tenia  nuevas  más  frescas  y 
no  tan  buenas  como  las  que  V.  A.  escribia.  Es  bien  que  de  con- 
tino las  escriba,  porque  sepa  S.  M.  cómo  es  advertido  de  los 
negocios  de  Italia;  y  por  la  letra  de  V.  A.  yo  tengo  hecha  rela- 
ción de  las  cabsas  porque  le  parece  haber  acaecido  los  excesos 
en  el  exército  de  S.  M.  y  los  que  pueden  acaecer,  así  por  falta 
de  no  haber  cabeza  y  consejo  como  pagamento;  y  así  á  S.  M. 
como  á  los  de  su  Consejo  parecen  justas  razones  las  de  V.  A. 


174  BOLETÍN   DE   LA    REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

El   proveimiento  y  remedio  será  como  S.  M.  fuere  servido. 

S.  M.  ha  sido  advertido  cómo  Antonio  de  Leyba  había  gana- 
do á  Pavía  y  quería  ir  sobre  Alexandria.  Yo  hice  relación  á  S.  M. 
de  su  buen  servicio  y  la  necesidad  que  tenia  de  pagar  su  gente 
y  falta  de  pólvora,  y  por  la  necesidad  susodicha  V.  A.  temia  no 
le  viniese  algún  revés;  y  si  el  socorro  que  V.  A.  inviaba  se  jun- 
tase con  él  diesen  cabsa  á  algún  motín  ó  levantamiento,  porque 
lo  mandase  proveer  como  convenía. 

Asimismo  hice  relación  de  como  V.  A.  certificaba  que  el  so- 
corro seria  en  Italia  el  primer  dia  de  Pascua,  y  en  ello  no  habría 
falta  ninguna  sino  la  hubiese  de  dineros.  A  S.  M.  pareció  que 
estaba  ya  proveído  en  haber  inviado  las  letras  de  los  cincuenta 
mil  ducados.  Yo  le  dixe  como  estas  estaban  por  ir;  y  como  no 
supiese  el  embarazo  de  mos.  de  Orrus,  pensó  S.  M.  que  ya  habla 
hecho  su  navegación  y  las  letras  estarían  en  manos  de  V.  A.  Yo 
le  dixe  que  caso  que  esto  fuese  así,  el  tiempo  era  ya  pasado,  y 
que  debría  proveer  en  lo  necesario,  porque  por  falta  de  provei- 
miento de  los  dichos  dineros,  no  acaeciese  lo  que  sospechaba  y 
por  espiriencia  está  visto.  No  ha  quedado  cosa  ninguna  de  las 
que  V.  A.  manda  á  este  propósito  sean  dichas  que  de  todo  no 
tenga  dada  larga  cuenta  y  relación  á  S.  M.;  y  asimismo  dixe  á 
S.  M.  cómo  V.  A.  inviaba  dos  letras  del  Duque  de  Bransuique 
de  los  embarazos  y  novedad  que  ponía  á  su  entretenimiento,  y 
cómo  se  había  proveído  lo  que  convenía  al  servicio  de  S.  M. 

Hice  también  relación  del  poco  contentamiento  y  seguridad 
que  V.  A.  tiene  de  la  amistad  del  Papa,  por  las  cabsas  é  indicios 
que  hay  para  ello;  y  no  sé  en  la  opinión  que  S.  M.  está,  pero 
acá  todos  son  de  la  opinión  de  V.  A. 

S.  M.  holgó  mucho  de  las  buenas  nuevas  del  subceso  de  Hun- 
gría y  victoria  que  Dios  ha  dado  á  V.  A.  contra  el  Bayboda;  y 
le  informé  largo  el  Bayboda  se  haber  favorecido  del  Rey  de  Po- 
lonia y  cómo  era  retirado  en  su  tierra;  y  que  V.  A.  tenia  volun- 
tad de  inviar  sus  embaxadores  al  Rey  de  Polonia  para  tratar  lo 
que  convenía  al  negocio. 

S.  M.  entró  en  Valencia  á  tres  de  Mayo  y  fuele  hecho  muy 
solemne  recibimiento;  y  durante  el  tiempo  que  allí  estuvo,  que 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 75 

fueron  hasta  los  xx  de  Mayo,  hicieron  muchas  fiestas  de  justas  y 
juegos  de  cañas  y  otros  autos  de  placer;  y  S.  M.  los  festejó  con 
visitar  su  cibdad  muchas  veces,  y  aunque  mal  proveído  por 
venir  de  prisa  con  pensamiento  de  no  se  detener  nada,  jugó  con 
ellos  las  cañas  solo,  sin  haber  hombre  castellano  consigo;  y  fue 
la  fiesta  muy  honrada,  porque  fueron  muchos  los  caballeros  y  muy 
bien  adrezados  los  de  la  cibdad  y  reino,  que  se  consume  todo  en 
ella.  S.  M.  quería  justar  con  ellos  y  lo  dexó  de  hacer  porque  á 
la  sazón  le  vino  la  nueva  de  D.  Hugo  y  los  otros  caballeros  y  la 
pérdida  de  sus  galeras.  Y  así  fue  jurado  en  la  dicha  cibdad  muy 
solemnemente;  y  luego  que  S.  M.  supo  la  muerte  de  D.  Hugo  y 
la  pérdida  de  sus  galeras,  mandó  proveer  de  la  dicha  Valencia 
naos  cargadas  de  harina,  y  también  escribió  á  Qigilia  que  de  allí 
pasase  cierta  gente  que  estaba  y  llevasen  bastimentos  consigo  á 
Ñapóles.  D.  Alonso  Manrique  que  estaba  en  Qigilia  con  8oo 
hombres  y  bastimentos  para  pasar  no  se  sabe  qué  ha  hecho  Dios 
del.  Y  á  los  XX  deste  dicho  mes  de  Mayo  se  partió  S.  M.  para 
esta  villa  de  Monzón,  á  donde  está  teniendo  Cortes  de  todos 
estos  tres  Estados;  y  antes  que  de  Valencia  partiese,  fue  avisado 
que  el  Rey  de  Francia  inviaba  un  Rey  de  armas  á  le  desafiar;  y 
á  la  hora  que  S.  M.  lo  supo  despachó  correos  con  salvo  conduc- 
tos para  todos  los  puertos  y  fronteras  para  que  podiese  entrar  y 
le  hiciesen  todo  buen  tratamiento;  y  así  fué  traído  á  esta  villa  á 
los  vil  deste,  y  fue  aposentado  con  el  secretario  Juan  Alemán,  y 
tratado  conforme  al  placer  de  la  buena  nueva  que  á  S.  M.  traia. 
Otro  día  siguiente  hizo  su  auto  en  presencia  de  los  Señores  y 
caballeros  que  aquí  se  hallaron;  y  S.  M.  trató  al  dicho  Rey  de 
armas  muy  graciosamente  y  le  despidió  con  que  inviaria  su  Rey 
de  armas  con  la  respuesta,  y  le  hizo  merced  de  cuatrocientos 
ducados  y  una  ropa  de  su  persona,  de  terciopelo,  aforrada  en 
brocado,  tela  de  oro  rico  y  le  dio  dineros  para  la  ¡da  y  venida; 
y  así  partió  dentro  de  cuatro  dias  dcsta  Corte.  S.  M.  invió  por 
salvo  conducto  para  ínviar  su  Rey  de  armas  con  la  respuesta,  y 
entre  tanto  habló  con  los  Señores  y  caballeros  deste  reino  y  les 
significó  las  cabsas  y  razones  y  todo  el  proceso  y  fundamento 
de  la  guerra,  para  que  entendiesen  la  justificación  de  S.  M.  y 


176  BOLRTÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTORIA. 

sobre  el  dicho  desafio  diesen  su  parecer;  y  á  los  Grandes  de 
Castilla  hizo  saber  lo  mismo  y  que  inviasen  sus  pareceres,  los 
cuales  son  todos  llenos  de  muy  buena  voluntad  al  servicio  do 
S.  M.;  y  así  ha  despachado  su  Rey  de  armas  con  la  respuesta 
que  V.  A.  verá  juntamente  con  el  dicho  cartel. 

Yo  creo  que  V.  A.  habrá  visto  la  diligencia  que  se  puso  á 
despachar  á  Luis  de  Taxis;  y  los  estorbos  que  en  su  llegada  ha 
habido;  y  así  acaece  y  peor  con  todos  Iosl otros  mensageros  por 
respecto  de  la  mar. 

Agora  es  venida  nueva  cómo  los  de  Flandes  han  hecho  tre- 
guas por  seis  meses  con  los  franceses,  de  lo  cual  S.  M.  no  ha 
recibido  mucho  placer;  y  bien  mirado  al  tiempo  y  en  lo  que  es- 
tamos, parece  mal.  Plegué  á  Dios  que  salga  á  mejor  puerto  que 
la  obra  es.  Yo  creo  que  á  los  que  gobiernan,  no  les  faltarán  ra- 
zones porque  lo  han  hecho:  yo  creo  que  V.  A.  será  deUo  sa- 
bidor. 

Cuando  S.  M.  partió  de  Madrid,  dexó  á  la  Emperatriz  en  la 
gobernación  de  todos  los  reinos  de  Castilla,  porque  S.  M.  tuvo 
pensamiento  que  habría  lugar  para  pasar  en  Italia;  pero  no  se  ha 
aparejado  así  como  se  deseaba  y  dexole  ordenada  la  casa  en  mu- 
chas cosas  al  modo  de  Castilla;  y  al  Conde  de  Miranda  (l)  hizo 
mayordomo  mayor  suyo;  y  víspera  de  San  Juan  vino  la  nueva 
á  S.  M.  de  cómo  Nuestro  Señor  la  habla  alumbrado  de  una  hija, 
de  la  cual  recibió  muy  gran  placer,  así  por  su  nacimiento  como 
por  la  salud  de  la  Emperatriz. 

En  lo  del  Marqués  de  Mantua  S.  M.  le  ha  escripto  graciosa- 
mente al  propósito  de  lo  que  V.  A.  escribe,  y  á  un  criado  que 
aquí  tiene  asimismo  le  ha  dicho  palabras  de  que  se  debe  con- 
tentar; y  en  cuanto  á  lo  del  casamiento  V.  A.  le  debe  entrete- 
ner, y  de  lo  que  sobre  ello  le  pareciere  envié  V.  A.  su  aviso. 

S.  M.  ha  hecho  Visorrey  de  Ñapóles  al  Príncipe  de  Orange  y 
Capitán  general  en  ausencia  de  V.  A.;  y  agora  envia  á  micer 
May,  del  Consejo  de  Aragón,  hombre  bien  docto,  con  los  pode- 
res é  instrucciones  que  había  de  llevar  el  Arzobispo  de  Toledo 


(i)    Al  margen  dice:  «Quñiga.» 


J 


EL   EBIPBRADOR  CARLOS   V   Y   SU  CORTE.  1 77 

para  el  Príncipe  y  para  el  dicho  micer  May  in  solidum,  por  si 
acaso  fuere  que  no  se  puedan  hallar  juntos.  V.  A.  puede  inviar 
su  poder  é  instrucion  para  ellos  del  in  solidum  para  que  puedan 
tratar  en  lo  que  ya  estará  advertido  por  Monforte  V.  A. 

S.  M.  vino  en  estos  reinos  de  Aragón  á  tener  Cortes  con  in- 
tención de  pasar  en  Italia;  y  para  ello  daba  mucha  prisa  en  apa- 
rejar sus  galeras,  y  la  cabsa  que  lo  ha  estorbado  al  presente  ha 
sido  que  el  Rey  de  Francia  le  invió  á  desañar  persona  por  per- 
sona, y  conviene  que  responda  por  su  honra;  y  para  ello  envió 
su  Rey  de  armas  con  el  cartel  que  V,  A.  verá;  y  entretanto  que 
viene  acuerdo  de  irse  á  Madrid  y  luego  inviar  al  Condestable  á 
Fuenterrabia  para  que  entienda  en  el  dicho  negocio  y  haga  en  ello 
lo  que  conviene;  y  dexa  comenzadas  las  Cortes  aquí  y  prolonga- 
das por  tres  meses,  porque  mediante  este  tiempo  se  averiguará 
en  qué  ha  de  parar  lo  del  desafio,  y  terna  achaque  y  cabsa  legí- 
tima para  tornar  en  este  reino;  y  mediante  este  tiempo  las  ga- 
leras estarán  aparejadas  y  piensa  que  podrá  hacer  su  jornada. 
Verdad  es  que  todo  esto  subcederá  según  fueren  las  cosas  de 
Italia.  Dexa  en  estas  Cortes  al  Chanciller  por  el  dicho  tiempo 
para  las  entretener.  Y  destos  pensamientos  de  S.  M.  hay  pocos 
que  dello  serán  ad\'ertidos.  A  Pedro  de  Azcoytia  manda  S.  M. 
que  se  detenga  para  llevar  la  resolución  de  lo  que  será  respon- 
dido por  el  Rey  de  Francia,  porque  conforme  á  aquello  y  me- 
diante este  tiempo  creen  que  se  sabrá  en  el  estado  que  están  las 
cosas  en  Italia;  y  con  él  será  \".  A.  largamente  advertido,  y  por 
todos  los  otros  medios  que  me  será  posible. 

S.  M.  entendió  muy  bien  que  era  obra  de  venecianos  la  soli- 
citud que  tienen  con  el  turco  y  algunas  otras  personas,  que  ha- 
ciendo mal  se  piensan  apro\'echar;  y  en  la  misma  posesión  que 
V.  A.,  los  tiene  S.  M.,  y  desea  verse  en  tiempo  para  les  dar  el 
castigo  que  merecen;  y  aunque  al  presente  habia  el  aparejo 
que  V.  A.  escribe,  la  necesidad  de  remedio  de  Ñapóles  es  cabsa 
del  estorbo  de  lo  que  se  podría  hacer. 

Yo  hice  relación  á  S.  M  de  los  avisos  que  V.  A.  tenia  de  la 
venida  del  turco  en  Hungría,  de  lo  que  no  place  á  S.  M.,  y  por 
la  visi  de  Italia  asimismo  son  venidas  las  nuevas.  V.  A.  vé  los  em- 
TOMO  xLiv.  12 


178  COLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

barazos  en  que  S.  M.  está,  y  para  proveer  en  ello  sé  decir  á  V.  A. 
que  tiene  sobrada  voluntad,  y  al  presente  de  sola  ella  se  ha  de 
contentar  V,  A. 

De  la  voluntad  que  V.  A.  trae  para  venir  en  el  Imperio,  que 
es  por  el  remedio  que  conviene  á  lo  que  toca  al  servicio  de  Dios 
y  honra  de  S.  M. ,  hice  larga  relación  á  S.  M. :  parece  según  las 
cosas  están,  habrá  harto  trabajo;  y  dexado  lo  que  toca  á  Italia, 
la  principal  cabsa  porque  se  mueve  y  trabaja  su  pasada ,  es  por 
hallarse  al  dicho  remedio,  porque  el  consejo  de  V.  A.  es  y  ha 
sido  de  contino  este,  aunque  seria  menester  para  tal  jornada 
llevar  bien  fornida  la  bolsa,  de  lo  que  á  mí  parece  hay  mal 
aparejo. 

V.  A.  me  ha  inviado  á  mandar  que  yo  envié  todo  el  subceso 
de  las  Indias,  de  lo  cual  tengo  inviado  lo  que  hasta  aquí  se  ha 
ofrecido.  Y  agora  es  venido  Hernán  Cortés  á  dar  cuenta  á  S.  M. 
de  las  cosas  de  aquella  tierra,  y  también  para  satisfacer  á  lo  que 
de  su  persona  han  dicho.  Yo  le  visitare  de  parte  de  V.  A.  y  tra- 
bajaré que  me  dé  toda  la  razón  de  lo  de  allá,  pues  es  el  mejor 
auctor  de  quien  se  podrá  haber;  y  la  merced  de  mi  ropa  suplico 
á  V.  A.  tenga  della  memoria. 

Yo  no  querría  ser  importuno  á  V.  A.  para  que  me  mandase 
proveer  como  yo  no  pase  tanto  trabajo,  porque  del  año  de  xxvi 
me  son  debidos  dineros  y  el  de  xxvii  todo  entero  y  lo  que  co- 
rre deste  de  xxviii.  V.  A.  podrá  juzgar  en  qué  necesidad  yo 
me  puedo  ver;  y  dexado  mi  trabajo  aparte  por  lo  que  cumple 

la  honra  y  servicio  de  V.  A.  lo  mande  remediar. 

Por  la  copia: 
A.  Rodríguez  Villa. 


VARIEDADES 


LÁPIDAS  ROMANAS  DE  CALDAS  DE  MOMBUY. 

DATOS  INÉDITOS. 

En  mi  estudio  reciente  sobro  las  antigüedades  de  Caldas  de 
Malavellahe  citado  el  inédito  del  Dr.  Graells,  escrito  en  1 847, 
acerca  de  las  de  Caldas  de  Mombuy  (l).  Hállase  en  la  biblioteca 
de  nuestra  Academia,  estante  20^  grada  7.*,  92.  Es  un  cuaderno 
en  4.°,  escrito  de  letra  clara  y  fina,  con  dos  hojas  en  blanco  al 
fin,  destinadas  á  recibir  nuevas  apuntaciones.  Hübner  lo  com- 
pulsó, y  opinando  que  es  autógrafo  del  autor  (2)  lo  estimó  en 
tanto  grado  que  se  valió  do  esta  fi.iente  purísima  para  fijar  la  lec- 
tura y  conocer  el  paradero  de  las  siete  lápidas,  únicas  de  Mom- 
buy (4487-4493)  que  reseña.  De  tres  más,  indudablemente  no- 
tabilísimas, cuyo  paradero  indicó  Graells  y  que  nadie  se  ha 
cuidado  de  reconocer,  ni  hace  mención  la  grande  obra  Ins- 
criptiones  Hispaniae  latinae,  ni  los  Suplementos  de  la  misma 
por  Hübner,  publicados  sucesivamente  en  1 892,  1897  y  1903. 
En  las  tres  lápidas  aparecían  restos  de  inscripciones,  que  aten- 
tamente examinados  nos,  guiarán  tal  vez  á  deducciones  muy 
provechosas.  Dos  había  visto  Graells  desgastadas  y  existentes 
«en  las  paredes  de  la  iglesia»  parroquial  de  Caldas,  y  que  no  po- 
dían confundirse  con  otra  (Hübner,  4493),  lastimosamente  per- 
dida. De  la  tercera  hizo  constar  que  es  una  «piedra  muy  grande», 


(i)    Boletín,  tomo  xliv,  pág.  88. 

(2)  «Ignatius  Graells,  medicus  libello  peculiari  scripto  a.  1847  (descrip- 
ción dt  la  antigua  silla  de  Caldas)  quem  dono  Felicis  Janer  autographum 
servat  academia  Matritensis^  (Est.  20,  92).  Inscrip,  Hisp,  laL^  pág.  598. 


1 8o  BOLETÍN  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

que  contiene  diez  renglones  de  letras,  algunas  de  las  cuales  es- 
tán «gastadas  en  cada  renglón».  Descubrióse  hacía  el  año  de 
1 771;  y  en  1 847  se  reservaba,  dejando  intacta  la  faz  de  la  ins- 
cripción, para  ser  colocada  «por  base  de  una  pared»  que  debía 
reediñcarse  «en  una  de  las  esquinas  de  la  misma  casa  en  cuyos 
cimientos  el  abuelo  del  propietario  había  sacado  á  luz  tan  pre- 
cioso epígrafe».  Lástima  grande  que  Hübner,  descorazonado  por 
los  obstáculos  que  refiere  (l),  desistiese  de  visitar  la  localidad, 
no  menos  digna  que  Tarrasa  (Egara)  y  Mataró  (lluro)  de  tama- 
ña honra. 

Que  fuese  Caldas  de  Mombuy  municipio  romano  consta  por 
la  inscripción,  que  dice  el  Sr.  Graells  haber  sido  hallada  el  día  1 5 
de  Febrero  de  1 840  en  un  campo  situado  al  oriente  de  la  villa, 
á  la  mitad  de  la  colina  de  San  Salvador  (2).  Convendrá  que  se 
nos  envíe  fotografiada  por  la  Comisión  de  Monumentos  de  Bar- 
celona esta  lápida  insigne,  de  la  que  no  pudo  Hübner  obtener 
un  buen  calco,  ni  Mommsen  aventurar  un  juicio  seguro. 

Deseoso  de  que  mejor  se  conozca  la  disertación  del  Sr.  Graells, 
que  la  Academia  posee,  la  he  copiado  de  su  original,  remozando 
su  ortografía  y  anotándola  brevemente.  Va  precedida  de  este 
título: 

Descripción  ¿inscripciones  romanas  de  la  antigua  villa  de  Cal- 
das de  Mombuy  en  Cataluña^  escrita  por  D.  Ignaro  GraellSy  y 
presentada  á  la  Academia  de  la  Historia  por  Z?.  Félix  7aner{3y 

El  texto  dice  así: 

«La  villa  de  Caldas  de  Mombuy  es  la  patria  del  célebre  geó- 
grafo D.  José  Aparici  (4),  autor  del  mejor  mapa  que  tenemos 
del  Principado  de  Cataluña;  y  de  las  medidas  tomadas  en  este 
mapa  resulta  que  la  situación  geográfica  de  la  referida  villa  co- 


(i)  «Ipse  locum  non  adii,  praesertim  cum  Antonias  Llobei  y  Valí'- 
Llosera  Barcinonensis  et  Florentius  Janer  Matritensis,  amici,  novi  nihil 
ibi  repertum  esse  mihi  affirmarunt.» 

(2)  Hübner,  distraído,  comprendió  mal  esta  designación  topográfica 
que  tradujo:  «in  agro  quodam  prope  Caldas  sito  versus  occidentem  iuxta 
aediculam  sancti  Salvatoris».  El  occidente  no  es  el  oriente;  ni  la  colina 
es  la  ermita  del  Salvador. 

(3)  Al  pie  del  título  escribió  D.  Pedro  Sabau:  «Academia  del  20  de 
Agosto  de  1847.  Informe  el  Sr.  Delgado.» 

(4)  Fué  nombrado  Correspondiente  de  la  Academia  en  24  de  Marzo 
de  (S48. 


LÁPIDAS   ROMANAS   DE  CALDAS   DE   MOMBUY.  l8l 

rresponde  á  los  41°  35'  54"  de  latitud  boreal,  y  á  los  5*"  53'  7'' 
de  longitud  oriental  del  meridiano  de  Madrid;  de  cuya  Corte 
por  el  camino  que  pasa  por  Zaragoza  y  Barcelona  dista  104  le- 
guas. Su  situación  geográfica  es  hacia  la  parte  media  y  superior 
de  la  comarca  del  Valles,  en  la  provincia  y  obispado  de  Barce- 
lona, cuatro  leguas  al  Norte  de  esta  capital,  otras  cuatro  con 
corta  diferencia  al  occidente  de  la  ciudad  de  Mataré,  á  cuyo  co- 
rregimiento pertenece,  y  dos  leguas  escasas  también  al  occi- 
dente de  la  villa  de  GranoUers,  que  es  la  cabeza  del  partido  ju- 
dicial. 

Dos  montañas,  que  en  realidad  son  una  misma,  6  cuando  me- 
nos deben  considerarse  como  eslabones  de  una  misma  cadena, 
sirven  de  antemural  y  defienden  á  la  población  dé  los  aires  fríos 
del  Norte.  La  primera,  menos  elevada,  y  que  se  inclina  y  tiene 
su  dirección  al  Norte,  se  llama  Mombuy;  y  la  segunda,  más  pro- 
minente y  que  se  extiende  y  dirige  hacia  el  Noroeste,  es  cono* 
cida  con  el  nombre  de  FarelL  La  mano  escarbadora  del  tiempo 
ha  separado  estas  dos  montañas  por  medio  de  la  confluencia  de 
las  aguas  hacia  su  linea  divisoria,  formada  por  algunas  hondona- 
das, y  principalmente  por  un  profundo  barranco,  que  da  origen 
6  tránsito  á  un  pequeño  río,  que  toma  el  nombre  de  la  referida 
villa  y  tiene  su  curso  principal  de  Noroeste  á  Sudeste  para  ir 
desaguar  en  el  rio  Besos,  que  recoge  casi  todas  las  aguas  del 
Valles.  En  la  parte  más  declive  de  estas  montañas,  á  la  orilla 
izquierda  del  pequeño  río  y  en  el  sitio  en  que  éste  comienza  á 
correr  libre  y  separado  de  las  últimas  colinas,  tiene  su  funda- 
mento y  posición  local  la  viUa  de  Caldas  de  Mombuy  sobre  un 
pavimento  granítico,  que  en  parte  es  llano  y  en  parte  suave- 
mente inclinado  de  Norte  á  Mediodía  y  de  Oriente  á  Poniente. 
Unos  muros  antiquísimos,  casi  enteramente  destruidos,  á  ex- 
cepción de  algunas  torres  albarranas  que  subsisten,  la  rodean 
por  todos  lados,  dejando  á  la  parte  de  afuera  una  calle  bastante 
grande,  y  dos  ó  tres  muy  pequeñas  que  forman  sus  arrabales. 

En  el  decurso  de  un  siglo  esta  villa  ha  sido  entregada  dos  ve- 
ces á  las  llamas;  una  en  la  guerra  de  sucesión  en  el  año  1 7 14,  y 
otra  en  la  guerra  de  la  Independencia  contra  los  franceses  en 
1 809.  Sus  archivos  han  sido  quemados  en  estas  épocas  desastro- 
sas, y  por  lo  mismo  no  se  halla  entre  sus  papeles  ningún  docu- 
mento que  pueda  servirnos  para  indicar  aproximadamente  la  de 
su  fundación.  Sin  embargo,  no  podemos  dudar  que  la  villa  de 


1 82  BOLETÍN   DE   LA    REAL    ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

Caldas  de  Mombuy  es  una  de  las  más  antiguas  del  Principado  de 
Cataluña.  Plinio,  que  murió  en  la  famosa  erupción  del  Vesubio 
acaecida  en  el  primer  siglo  de  la  era  cristiana,  hace  mención  de 
ella  y  la  coloca  entre  los  pueblos  de  la  antigua  Laletania^  á  la 
que  realmente  pertenece,  aunque  se  halla  muy  inmediata  á  los 
confines  de  la  Ausetania,  donde  han  querido  colocarla  otros.  No 
es  cierto  que  Plinio  hable  de  las  aguas  minerales  de  esta  villa,  V. 
ni  que  diga,  como  aseguran  los  señores  Broquetas,  que  tienen 
su  tránsito  por  aguas  sulfurosas  (l).  Esta  noticia  está  sacada  sin 
duda  de  la  obra  del  limo.  Marca,  Arzobispo  de  París  (2),  que  lo 
asegura  con  poco  fundamento;  bien  que  éste  no  dice  que  sea 
de  Plinio,  ni  podía  decirlo,  pues  que  este  naturalista  en  el  libro 
31,  cap.  2,  citado  por  los  señores  Broquetas  y  citado  también 
por  Marca,  habla  en  general  de  las  aguas  minerales,  sin  con- 
traerse á  las  de  Caldas  de  Mombuy.  Habla  también  de  algunas 
en  particular,  citándolas  y  refiriendo  de  ellas  algunos  fenóme- 
nos muy  singulares,  pero  no  dice  ninguna  palabra  de  las  nuestras. 
Sin  embargo,  para  nuestro  objeto,  que  es  probar  la  antigüe- 
dad de  esta  villa,  nos  basta  saber  que  existía  ya  en  tiempo  de 
Plinio,  y  que  sus  habitantes  eran  tenidos  con  el  nombre  de  aqui- 
caldenses  y  formaban  uno  de  los  pueblos  estipendiarios  de  los 
romanos  en  la  España  Tarraconense.  Esta  es  la  única  noticia  que 
da  Plinio  de  la  villa  de  Caldas  de  Mombuy  (3);  mas,  fuera  de  esto, 
hay  otras  pruebas  que  manifiestan  su  antigüedad  y  su  existencia 
bajo  el  imperio  romano.  Sus  aguas  minerales  fueron  ya  conoci- 
das y  celebradas  en  aquella  época  remota,  y  aunque  Plinio  no 
hable  de  ellas,  permanecen  todavía  algunos  indicios  de  esta  ce- 
lebridad en  las  ruinas  de  los  baños  que,  por  una  constante  tra- 
dición de  los  vecinos  de  este  pueblo,  se  cree  fueron  construidos 
por  los  romanos. 


(i)  L7iz  de  la  verdad  y  exiincidn  de  preocupaciones.  Tratado  de  las  aguas 
Thermales  de  la  villa  de  Caldas  de  Monbuy  del  Principado  de  Cataluña. 
Barcelona:  En  la  imprenta  de  Benardo  Fax  en  la  calle  de  los  Algodone- 
ros. [Barcelona,  1790  por  el  Dr.  D.  Juan  Broquetas  presbítero  y  su  her- 
mano D.  Salvador]. — Nota  del  Sr.  Graells. 

(2)  Marca  hispánica^  sive  limes  hispanicus,  hoc  est  gcographica  et 
histórica  descriptio  Cataloniae,  Ruscinonis  et  circumjacentium  populo- 
rum.  Parisiis  mdclxxxviii, 

(3)  Véase,  en  contrario  de  lo  que  opinaba  el  Sr.  Graells,  mi  discusión 
crítica  en  el  tomo  presente  (xi.iv)  del  Boletín,  pág.  82. 


LÁPIDAS   ROMANAS   DE   CALDAS   DE   MOMBUY.  1 83 

Estos  baños  estaban  situados  en  medio  de  Ja  población,  á  un 
lado  de  la  plaza  y  en  el  sitio  donde  hace  pocos  años  se  hallaban 
las  cárceles  deja  misma,  debajo  de  unas  bóvedas  y  arcos  de  pie- 
dra, que  sin  duda  habían  formado  parte  del  edificio  de  los  mis- 
mos baños.  Dichas  cárceles  eran  malsanas  é  insoportables  en  el 
verano,  por  el  mucho  calor  y  poca  ventilación;  y  no  hace  mucho 
tiempo  que  se  quitaron  de  este  sitio  para  construir  allí  la  nueva 
casa  en  que  el  Ayuntamiento  tiene  ahora  la  sala  consistorial. 
Aunque  se  había  creído  que  éste  era  el  sitio  donde  habían  exis- 
tido los  baños  de  los  romanos,  no  se  tenía  entonces  una  com- 
pleta seguridad  de  esto;  pero  después  que  se  comenzó  á  edificar 
la  referida  casa  no  ha  quedado  ninguna  duda  sobre  este  punto; 
pues  cuando  se  hicieron  las  excavaciones  para  poner  los  ci- 
mientos de  ella,  delante  y  muy  cerca  de  la  pared  y  de  los  arcos 
de  piedra,  entre  los  que  estaban  las  rejas  délas  cárceles,  se  des- 
cubrió una  piscina  ó  baño  muy  grande,  de  figura  cuadrilonga, 
cuyo  material  de  construcción  manifestó,  con  evidencia,  que  era 
obra  de  romanos.  Este  baño  tenía  57  palmos  de  largo,  32  de 
ancho  y  casi  7  <ie  hondura  (l),  con  cinco  gradas  por  todos  los 
lados  para  poder  bajar  á  él  y  sentarse  en  las  mismas;  y  aunque 
en  su  mayor  extensión  ha  quedado  soterrado  debajo  de  la  refe- 
rida casa,  puede  verse  aún  una  parte  de  él  que  se  ha  dejado  li- 
bre en  una  de  sus  extremidades  y  se  ha  empleado  para  formar 
un  sótano,  al  que  se  baja  por  las  mismas  gradas  que  tenía  el 
baño. 

El  limo.  Marca  en  la  obra  citada,  cuando  habla  de  la  villa 
de  Caldas  de  Mombuy,  hace  también  mención  de  los  baños  de 
los  romanos,  y  asegura  que  existían  aún  á  principios  del  si- 
glo xvii,  y  que  entonces  fueron  destruidos,  y  se  abandonó  su  uso 
á  causa,  según  dice  (2),  de  haberse  observado  que  eran  más 
perjudiciales  que  útiles  «por  el  contagio  de  los  que  padecían  lúe 
venérea.  Añade  este  autor  que  para  bajar  á  los  baños  había  unas 
gradas  de  piedra,  y  que  en  estas  gradas  se  encontraron  dos  lá- 
pidas que  indican  haber  sido  puestas  allí  en  testimonio  y  señal 
de  agradecimiento  por  haber  recobrado  la  salud  en  los  baños  los 
sujetos  que  se  nombran  en  sus  inscripciones,  que  son  las  si- 
guientes: 

(i)    El  metro  equivale  á  5,145  palmos  barceloneses. 
(3)    Col.  167. 


1 84 


BOLETÍN  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 


1. 


2. 


APOLLiNI 

L  •  MINICIVS 

APRONIANVS 

GAL  •  TARRAC 

T-P-I 


1 

s  • 

S    • 

c- 

IROC 

•ZOTICVS 

V'S' 

L«M- 

..  J 

La  primera  de  estas  lápidas  se  halla  actualmente  colocada  eti 
la  pared  del  lado  de  la  iglesia  parroquial  que  mira  al  Norte  de 
esta  villa.  Es  de  mármol  blanco  y  se  encuentra  aún  en  estado  de 
poder  cualquiera  leer  su  contenido  sin  perder  una  letra.  La  se- 
gunda no  se  encuentra  en  ninguna  parte,  ni  he  podido  ahora  ad- 
quirir la  menor  noticia  del  sitio  donde  ha  ido  á  parar,  por  más 
diligencias  que  he  practicado  para  encontrarla.  Algunos  presu- 
men que  será  tal  vez  una  muy  antigua  y  desgastada  qtie  se  halla 
cerca  de  la  primera,  fijada  en  la  misma  pared;  pero  las  pocas 
letras  que  en  ella  se  divisan  no  concuerdan  de  ninguna  manera 
con  la  copia  que  nos  ha  dejado  el  limo.  Marca.  En  la  misma  pa- 
red y  al  lado  de  las  referidas  lápidas  se  hallan  colocadas  otras 
dos,  que  son  también  de  mármol  blanco  y  de  igual  magnitud  y 
figura,  las  cuales,  probablemente,  se  habrán  sacado  también  de 
las  ruinas  de  los  baños,  y  contribuyen,  como  las  primeras,  para 
demostrar  el  aprecio  y  estimación  que  de  ellos  hacían  los  roma- 
nos. Su  contenido  es  como  sigue: 


4. 


3. 

APOLLirl 

SANCTO 

L  •  VIBJVS 

ALClNOVS 

APOLL*Nl 
M  •  FONTKIVS 
NOV 

CONSVL... 


La  inscripción  de  la  primera  de  éstas,  que  va  notada  en  el  nú- 
mero 3,  puede  leerse  igualmente  bien  como  la  primera  de  las 
anteriores;  pero  en  la  segunda,  señalada  con  el  número  4,  se 


LÁPIDAS  ROMANAS  DE   CALDAS  DE  MOMBUY. 


185 


echan  de  menos  algunas  letras  en  la  tercera  línea;  y  para  leer  las 
otras  es  necesario  tener  buena  vista,  pues  algunas  están  muy 
gastadas  y  confusas  (l).  Es  excusado  hablar  de  otra  lápida,  que 
está  colocada  en  la  pared  de  la  misma  iglesia  correspondiente  á 
la  parte  del  Sur,  porque  se  encuentra  tan  desgastada  que  apenas 
se  distingue  ninguna  letra,  aunque  indica  haber  tenido  siete  ren- 
glones, por  lo  que  no  puede  ser  tampoco  la  segunda  que  hemos 
copiado  de  la  obra  del  limo.  Marca. 

El  Dr.  Finestres,  en  su  obra  titulada  Sylloge  inscriptionum  ro- 
manarum  qucB  in  principatu  CatcUaunice  vel  extant  vel  aliquando 
extiterunty  habla  de  las  tres  primeras  lápidas  que  hemos  copiado 
y  da  la  explicación  de  ellas;  pero  no  da  ninguna  noticia  de  la 
cuarta  ni  de  las  otras  dos,  que  están  desgastadas  y  existen 
como  ésta,  en  las  paredes  de  la  iglesia  de  Caldas.  Tampoco  ha- 
bla de  otras  dos  lápidas  que  se  hallan  en  la  misma  villa  en  la 
casa  de  baños  del  Sr.  Broquetas;  pero  la  memoria  de  estas  lápi- 
das se  ha  conservado  y  el  dueño  de  esta  casa  nos  ha  conservado 
la  siguiente  noticia  de  ellas  (2): 

«Existen,  dice,  dos  lápidas  en  mi  casa,  sita  cerca  de  la  plaza 
de  dicha  villa,  las  cuales  mi  abuelo  hizo  sacar  de  un  cuarto  de 
ella,  donde  se  conocían  vestigios  de  haber  allí  existido  antigua- 
mente algún  baño,  las  cuales  estaban  allí  colocadas  en  dos  rin- 
cones de  él,  á  contraposición,  mirando  la  una  á  la  otra.  La  una, 
dedicada  á  Minerva,  tiene  la  siguiente  inscripción: 


6. 


COHNBLIA  •  PLO 

RA 

•PRO    PHILIPPO 

MINERVAE 

V 

•     S     •     L     •     M 

Esta  se  halla  colocada  y  fijada  en  una  pared  en  medio  de  unos 
baños  que  en  1 77 1  se  edificaron  nuevamente  en  la  dicha  mi  casa 


(i)    Hay  que  leer:  ÁpoUini  M(arcus)  Fonteius  Nor^anianus]  c<msul[tó\, 
(2)    En  el  tratado  que  he  citado  antes  de  las  aguas  termales  de  Caldas.— 
Nota  del  Sr.  Graells. 


1 86  BOLKTÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA   DE   LA  HISTORIA. 

y  cerca  del  paraje  donde  primitivamente  existía.  Esta  inscrip- 
ción manifiesta  una  demostración  do  agradecimiento  que  hizo 
Cornelia  Flora  á  la  diosa  Minerva  por  haber  conseguido  la  salud 
en  estos  baños  Filipo,  por  quien  había  hecho  el  voto,  como  lo 
aseguran  las  cuatro  últimas  letras  do  la  inscripción;  la  cual  ins- 
cripción nos  da  á  conocer  que  engañado  el  gentilismo,  no  solo 
veneraba  en  los  baños  de  esta  villa  y  dedicaba  estatuas  de  Apo- 
lo y  de  la  diosa  Salud,  sino  también  de  Minerva.  De  ésta  ya  se 
sabe  que  comunmente  era  adorada  por  diosa  de  las  ciencias;  pero 
también  era  celebrada  de  los  gentilos  por  diosa  de  la  medicina 
bajo  el  nombre  de  Diana,  pues  es  cierto  que  en  Roma  había  un 
templo  dedicado  á  Minerva  Médica,  del  cual  se  conservan  los 
vestigios  de  una  inscripción  que  dice  MinervcB  MediccB,  Aquella 
Cornelia  Flora,  que  hizo  el  voto  con  bastante  fundamento,  se 
puede  decir  que  fué  Cornelia,  muger  de  Julio  César,  primer  Em- 
perador de  Roma  (l),  pues  nuestros  anticuarios  viendo  el  nom- 
bre de  Cornelia  en  cualquier  inscripción  daban  por  cierto  ser  de 
aquella  noble  y  antigua  familia  romana.  Podrá  ser  también  que 
como  en  el  antiguo  lluro  (hoy  Mataró)  había  una  muy  noble  y 
antigua  familia  de  Floro,  como  dice  Finestres  en  la  colección  de 
inscripciones  de  Cataluña,  clase  I,  n.**  23,  fué  aquella  Cornelia 
Flora  de  esta  familia  (2);  pero  séase  la  que  se  fuere  de  las  dos, 
se  evidencia  que  ya  estaban  estos  baños  acreditados  desde  el 
tiempo  de  la  gentilidad. 

La  otra  piedra,  que  es  muy  grande,  contiene  dies  religiones 
de  letras;  pero  por  estar  muy  maltratada  del  tiempo  en  que  la 
sacaron  los  albañiles  de  su  centro,  y  también  gastadas  por  su  an- 
tigóiedad,  no  se  puede  declarar  lo  que  contiene,  por  tener  solo 
algunas  letras  en  cada  renglón;  pero  atendidas  algunas  circuns- 
tancias, se  presume  que  en  aquel  tiempo  se  habría  colocado  so- 
bre ella  una  estatua  de  Minerva.  Dicha  piedra  se  ha  hecho  labrar 
de  la  parte  contraria  que  lleva  la  inscripción,  habiéndose  dejado 
intacta  en  la  de  las  letras  con  intención  de  colocarla  por  base  de 
una  pared,  que  debe  reedificarse  en  una  de  las  esquinas  de  la 
misma  casa. 

También  en  la  casa  de  baños  que  tiene  en  esta  villa  D.  José 


(1)  Fundamento  ninguno  hay. 

(2)  Hübner,  4615.  Es  un  exvoto  de  P.  Cornelio  Floro,  que  no  era  no- 
ble, sino  liberto. 


LAPIDAS   SOBCANAS  DB   CALDAS   DE    XOMBUY. 


187 


Antonio  Llobet  se  conserva  otra  inscripción,  puesta  en  la  parte 
baja  de  una  columna  ática  de  mármol  blanco,  que  está  trun- 
cada á  la  altura  de  unos  dos  palmos  y  representa  la  siguiente 
figura. 

6. 


/ 

/ 

Q_»  CASSIVS 

GARONICVS 

A«V- S  •  L-M 

\ 

y 

) 

Finalmente,  el  mismo  D.  José  Antonio  Llobet,  en  la  sesión  li- 
teraria celebrada  por  la  Academia  do  Buenas  Letras  y  de  Histo- 
ria de  Barcelona  el  día  15  de  Febrero  de  1840,  dio  conocimien- 
to á  esta  Academia  de  otra  lápida  é  inscripción  romana,  que  es- 
taba enterrada  y  se  descubrió  entonces  en  un  campo  situado  al 
oriente  de  la  villa  de  Caldas^  á  la  mitad  de  la  colina  de  San  Sal- 
vador» Esta  lápida,  al  sacarla  de  la  tierra,  se  rompió  en  diferentes 
pedazos;  pero  después  de  haJDerlos  reunido,  se  vio  que  contenía 
cinco  renglones  en  esta  forma: 

7. 


P  •  LICINIVS  •  PHI 
LKTVS'KT'LICI 
NÍA  •  CRASSl  •  LIB 
PEREGRINA -ISIDI 
V  •  S  •  L  •  M  •  I.OC  •  AC  •  P  •  A  •  RE  •  PVB 


El  Diario  de  Avisos  de  Barcelona,  en  el  número  104,  corres- 
pondiente al  lunes  1 8  de  Abril  de  1840,  da  noticia  de  esta  ins- 
cripción que,  traducida  al  castellano,  según  indica  el  indicado 
D.  José  Antonio  Llobet,  puede  leerse:  Publio  Licinio  Fileto  y  Li- 
cinia  Peregrina,  liberta  de  Crasso  con  ánimo  libre  cumplieron  este 
voto  á  IsiSy  en  lugar  y  con  dinero  de  la  república  ó  del  común. 

Hablando  de  las  antigüedades  de  la  villa  de  Caldas  de  Mom- 


1 88 


BOLETÍN   DB   LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 


buy,  no  debo  pasar  en  silencio  que  en  las  excavaciones  que  en 
diferentes  épocas  se  han  hecho  en  su  plaza  y  calles  para  condu- 
cir agua  mineral  á  las  casas  de  baños,  ha  sido  muy  común  en- 
contrar monedas  del  tiempo  de  los  Emperadores  romanos,  entre 
las  cuales  algunas  pertenecen  á  César  Augusto,  otras  á  Germá- 
nico César,  hijo  de  Tiberio  Augusto,  y  otras  á  Antoni[n]o  Au- 
gusto Pío.  Tampoco  será  de  más  el  indicar  aquí  que  el  Dr.  Don 
José  Salat,  en  el  tratado  que  publicó  en  el  año  l8l8,  con  instru- 
mentos justificativos,  de  la  moneda  labrada  en  el  Principado  de 
Cataluña,  hace  mención  de  algunas  que  fueron  acuñadas  en  la 
misma  villa  de  Caldas  de  Mombuy.  Yo  he  visto  una  de  éstas, 
que  dicho  señor  ha  tenido  la  bondad  de  enseñármela.  Por  el  an- 
verso tiene  las  armas  coronadas  de  Cataluña,  que  son  las  cua- 
tro barras  metidas  dentro  de  gráfila,  con  la  leyenda  alrededor 
PRINCIPAT.  CATA.  Por  el  reverso  tiene  el  escudo  pequeño 
acuartelado  de  las  barras  y  cruz  de  San  Jorge,  con  la  leyenda  al 
contorno  AIDAR.  1640.  Es  de  cobre,  y  pesa  una  dracma  y  vein- 
ticuatro granos.  Aunque  no  se.  lee  enteramente  calidarum^  por 
estar  gastada  la  moneda,  el  Dr.  Salat  dice  que  con  seguridad  po- 
demos afirmar  haberse  labrado  en  la  villa  de  Caldas  en  el 
año  1640,  lo  que  se  lee  bien  claro,  y  que  tal  vez  la  barra  servi- 
ría de  L,  que  el  grabador  no  cuidó  de  que  saliese  para  no  con- 
fundirla con  ella.  El  nombre  de  esta  villa  se  manifiesta  con  toda 
claridad  en  otra  moneda  del  mismo  peso,  tipo  y  materia,  cuya 
descripción  puede  verse  en  la  citada  obra;  y  este  es  el  principal 
fundamento  que  tiene  su  autor  para  creer  que  la  primera  sé  ha 
fabricado  también  en  Caldas  de  Mombuy. 

Nada  de  eso  es  de  extrañar,  porque  esta  villa  ha  gozado  anti- 
guamente de  grandes  privilegios,  iguales  en  todo  á  los  que  tenía 
la  ciudad  de  Barcelona;  de  modo  que,  según  refiere  el  Ilustrísi- 
mo  Marca,  ha  habido  tiempo  en  que  ha  sido  considerada  como 
parte  integrante  de  esta  capital,  ó  como  si  fuese  una  de  sus  ca- 
lles ó  plazas  (l).  A  todo  lo  dicho  debo  añadir  que  la  villa  de  Cal- 
das de  Mombuy  ocupa  un  lugar  distinguido  en  la  historia  de  este 
Principado,  por  recordarnos  el  hecho  memorable  de  la  muerte 


(i)  «Huic  oppido  communicata  sunt  a  Regibus  privilegia  Barcinonis 
verbis  quibusdam  singularibus,  quibus  edicunt  ut  hic  locus  in  posterum 
censeatur  una  ex  callibus  seu  plateis  ejusdem  civitatis.»  Marca  Hispan., 
pág.  167.— Nota  del  Dr.  Graells. 


LÁPIDAS  ROMANAS   DE  CALDAS   DE   MOMBUY.  1S9 

del  Conde  Borrell,  hijo  de  Súñer,  que  lo  era  de  Urgel,  y  que  los 
magnates  6  pueblos  de  Cataluña  eligieron  por  Conde  de  Barce- 
lona con  exclusión  de  su  primo  Oliva  Cabreta,  Conde  de  Besa- 
lú.  La  muerte  desgraciada  del  Conde  Borrell,  que  ocasionó  la 
pérdida  y  entrega  á  los  moros  de  la  ciudad  de  Barcelona,  suce- 
dió en  el  año  993  en  la  batalla  que  dio  contra  éstos  en  el  campo 
cerca  de  Caldas,  en  la  que  perecieron  juntamente  con  el  Conde 
quinientos  caballeros  que  le  acompañaban  y  salieron  con  él  de 
la  referida  ciudad.  Inmediatamente  después  de  la  batalla  se  pre- 
sentaron los  moros  á  las  puertas  de  Barcelona  con  las  cabezas 
de  los  vencidos  que  arrojaron  dentro  de  las  murallas;  y  este  he- 
cho horroroso  causó  tal  espanto  y  consternación  á  todos  los  sus 
habitantes,  que  no  tuvieron  valor  para  defenderse,  y  en  el  mismo 
día  se  verificó  la  rendición  y  toma  de  esta  capital»  (l). 

Estos  son  los  hechos  y  noticias  que  tenemos  de  la  antigua 
villa  de  Caldas  de  Mombuy. 

Al  pie  del  manuscrito,  y  de  mano  diversa,  que  presumo  fuese 
la  de  D.  Félix  Janer,  yerno  del  autor  de  aquel,  se  añadió  la  cláu- 
sula siguiente: 

«Esta  descripción  dq  la  antigua  villa  de  Caldas  de  Mombuy 
es  sacada  de  una  Memoria  sobre  las  aguas  termales  de  dicha 
villa,  escrita  por  Ignacio  Graélls,  Médico  Director  de  las  mismas, 
pero  que  no  está  impresa.» 


El  manuscrito  fué  presentado  á  la  Academia  en  la  sesión  del 
20  de  Agosto  de  1 847,  según  aparece  del  libro  de  Actas  de 
aquel  año: 

«El  Sr.  Janer,  nuestro  individuo  correspondiente,  que  asistió 
á  la  Junta  de  este  día,  regaló  á  la  Academia  una  descripción  iné- 
dita de  las  antigüedades  de  Caldas  de  Mombuy,  que  fué  reci- 
bida por  el  Cuerpo  con  mucho  aprecio;  y  acordando,  después 


(i)  «Feliu,  Anales  de  Cafaluñüy  tomo  i,  págs.  286  y  287.» — Al  poner  esta 
cita  del  analista  Feliu,  que  se  equivocó  por  varios  conceptos,  no  atendió 
el  Sr.  Graells  á  los  datos  que  había  sacado  á  luz  en  1836  D.  Próspero  de 
Bofarull  en  sus  Candes  de  Barcelona  vhtdicados^  tomo  i,  pág.  167.  Barcelo- 
na íué  tomada  por  Almanzor  en  6  de  Julio  de  985.  Véase  el  tomo  vn  del 
Boletín,  pág.  192. 


190 


boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 


de  dar  las  gracias  al  Sr.  Janer,  que  dicha  descripción  se  pasase 
á  examen  del  Sr.  Anticuario.» 

En  la  sesión  del  1 7  de  Diciembre  del  mismo  año,  no  bien  fue 
leído  el  estudio  del  Sr.  Graells,  emitió  por  escrito  su  dictamen 
aprobativo  el  Anticuario  D.  Antonio  Delgado.  «De  todo  se  ente- 
ró con  gusto  la  Academia,  y  acordó  que  ambos  documentos  se 
conserven  en  su  Archivo  en  los  legajos  de  copias  de  inscripcio- 
nes. »  El  dictamen  del  Anticuario  ha  desaparecido;  y  para  colmo 
de  infortunio,  D.  Pedro  Sabau,  en  su  Noticia  histórica  de  la  Aca- 
demia desde  el  ano  i8j2  hasta  el  de  1852,  preliminar  del  tomo  vui 
de  las  Memorias  de  esta  Corporación,  no  hizo  mención  expre- 
sa de  la  disertación  harto  recomendable  del  septuagenario  (i) 
Graells,  á  quien  bajo  este  aspecto  tampoco  veo  recomendado 
por  su  mejor  biógrafo  (2). 

La  nota  final  y  bibliográfica  del  manuscrito  consigna  que  está 
«sacado  de  una  Memoria  sobre  las  aguas  termales  de  dicha 
villa.-» 

Esta  memoria  no  sé  que  se  haya  publicado;  y  de  seguro  no 
puede  confundirse  con  cualquiera  de  las  nueve  que  sobre  el 
mismo  asunto  había  presentado  Graells  durante  los  años  1826- 
1834  á  la  Real  Academia  de  Medicina  y  Cirugía  de  Barcelona. 
Por  de  pronto  hay  que  buscarla  entre  los  códices  y  legajos  que 
D.  Ignacio  Graells,  al  fallecer  en  Caldas  de  Mombuy  ( -j-  6  de 
Junio  de  1 856),  dejó  á  su  hijo  D.  Mariano  de  la  Paz,  naturalista 
celebérrimo  é  individuo  numerario  de  la  Real  Academia  de  Cien- 
cias (t  Madrid,  14  Febrero  1898),  y  éste  á  su  viuda  doña  Boni- 
fácia  Gago  y  á  su  hija  heredera  doña  María  Luisa  (3). 


Madrid,  22  de  Enero  de  1904. 


Fidel  Fita. 


(i)    Había  nacido  en  la  ciudad  de  Balaguer,  á  26  de  Enero  de  1775. 

(2)  Diccionario  biográfico  y  bibliográfico  de  escritores  y  artistas  catalanes, 
por  D.  Antonio  Elias  de  Molins,  tomo  i,  páginas  668  y  669.  Barcelona, 
1889. 

(3)  En  Madrid  residen  actualmente,  calle  de  Alcalá,  núm,  27  triplicado^ 
donde  conservan  un  precioso  retrato,  al  óleo,  de  su  respectivo  suegro  y 
abuelo. 


NOTICIAS 


Denunciada  como  ruinosa  la  iglesia  de  Monserrat  de  esta  Corte,  la  In- 
tendencia de  la  Real  Casa  dispuso  su  derribo,  dando  noticia  de  ello  en 
los  periódicos,  á  ñn  de  que  las  familias  de  las  personas  sepultadas  en  las 
capillas  y  en  la  cripta  trasladasen  los  restos  á  otras  partes,  dentro  de  breve 
plazo. 

La  Academia  de  la  Historia,  primero,  y  la  Española,  después,  noticio- 
sas de  que  en  dicha  igh^sia  yacían  sepultados  los  que  fueron  dignísimos 
Individuos  de  número  de  ambas  corporaciones,  D.  Diego  Clemencín  y 
D.  Félix  Torres  Amat,  Obispo  de  Astorga  (f  29  Diciembre  1847),  acorda- 
ron promover  la  traslación  de  eruditos  tan  insignes.  A  este  ftn  fué  elegida 
una  Comisión  mixta  compuesta  de  los  Académicos  Sres.  D.  Eduardo  Saa- 
vedra,  D.  Francisco  Fernández  y  González,  D.  Manuel  Danvila,  D.  Anto- 
nio Sánchez  Moguel  y  D.  Francisco  Silvela. 

En  desempeño  de  su  encargo,  la  Comisión  averiguó,  ante  todo,  los  en- 
terramientos donde  yacían  el  egregio  Prelado  de  Astorga  y  el  célebre  co- 
mentarista del  Quijote  y  autor  del  Elogio  de  la  Reina  Católica,  encontran- 
do, también,  la  sepultura  <le  otro  escritor  ilustre,  miembro  asimismo  de 
ambas  Academias,  el  elegante  traductor  en  versos  castellanos  de  los 
Salmos,  D.  Tomás  González  Carvajal  (f  9  Noviembre  1834). 

He  aquí,  ahora,  los  epitafios  de  los  tres  famosos  académicos: 


i.« 


(O  3ir;n  nsv  S«i  nn^  tsv 

Descansa  aquí  el  Excmo. 

Sr.  D.  Félix  Torres  Amat 

Obispo  de  Astorga,  traductor 

DE    LA   sagrada   BiBLIA    AL    ESPAÑOL. 


(i)     Polvo  eres,  y  á  ser  polvo  tornarás. 


192  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTORU. 

D.      O.      M. 
Aquí  yace 

EL  EXCMO.'  Sr.  D.  EhSGO 

Clemsncín 

Procer  que  fu¿  del  Rbymo 

Bibliotecario  mayor  db  S.  M. 

&      &      & 

Falleció  llorado  de  sus  hijos  y  de  sus  amigos 

el  d£a  so  de  Julio  de  18)4 

A  los  68  años  de  su  edad, 

R.      I.      P. 

Aquí  yacb 
D.  Tomás  González  Carvajal 

Procer  del  Reyno 

Gran  Cruz  de  Isabel  la  Católica 

Ministro  dbl  Consejo 

DE  EspaSía  a  Ikdias 

e  Intendente  de  los  Reales  ejércitos» 

R.      I      P. 

Fueron  trasladados  á  la  iglesia  del  Buen  Suceso  el  17  de  Diciembre  úl- 
timo, en  el  modo  y  forma  que  días  antes  lo  habían  sido,  también  desde 
Monserrat,  los  de  los  Sres.  Rubín  de  Celis  é  Iglesias  y  Barcones,  Patriarcas 
de  las  Indias.  Yacen  hoy  los  tres  ilustres  académicos  en  la  cripta  de  dicha 
iglesia  del  Buen  Suceso  en  esta  forma:  los  restos  del  Sr.  Torres  Amat,  en 
el  nicho  núm.  13;  los  del  Sr.  Clemencín,  con  los  de  su  esposa  Doña  Dá- 
masa  Soriano,  en  el  núm.  11;  y  en  el  10,  los  del  Sr.  González  Carvajal. 

Para  perpetuo  recuerdo  de  los  servicios  prestados  por  D.  Félix  Torres 
Amat  á  nuestra  Academia,  advertiremos  que  ésta  le  nombró  su  corres- 
ponsal en  23  de  Febrero  de  18 16;  socio  supernumerario  en  16  de  Enero 
de  1824  (1),  y  numerario  en  5  de  Marzo  de  1847.  Su  discurso  de  recepción 
versó  acerca  de  las  antigüedades  de  Egara  (Tarrasa);  tema,  ó  asunto,  que 
había  esclarecido  con  una  disertación,  publicada  en  el  tomo  xxxin  del 
Boletín,  páginas  4-30.  En  la  sesión  del  29  de  Marzo  de  18 19  leyó  uno  de 

(i)  Con  esta  fecha  se  le  atribuye  el  nombramiento  de  corresponsal  en 
el  tomo  VII  de  Memorias  de  la  Academia,  pág.  xlii;  pero  es  equivocación 
que  puede  verse  deshecha  en  el  tomo  vi,  pág.  xcii. 


193 

sus  mejores  discursos,  que  manuscrito  se  guarda  en  la  Biblioteca  de  la 
Academia,  y  trata  de  la  conveniencia  de  que  salga  á  la  luz  pública  un 
Diccionario  de  escritores  catalanes;  objeto  que  realizó,  como  nadie  lo  igno- 
ra, en  1836.  Tuvo  por  sucesor  en  la  Academia  Española  á  D.  Jaime  Bal- 
mes,  y  en  ésta  de  la  Historia  á  D.  José  Amador  de  los  Ríos.  Sallent,  su 
patria,  Barcelona  y  Astorga,  que  podrían  alegar  decoroso  título  para  po- 
seer los  restos  mortales  de  un  varón  tan  ilustre,  no  se  creerán  ofendidas 
del  acto  de  translación  desde  la  iglesia  de  Monserrat  de  esta  Corte  á  la 
del  Buen  Suceso,  verificado  el  17  de  Diciembre  último. 


Inscripción  romana  de  Caldas  de  Mombuy.  ^£n  el  acta  de  la  sesión,  que 
celebró  la  Academia  el  7  de  Marzo  de  1823,  el  Secretario  D.  Diego  Cle- 
mencín  dio  noticia  y  certificó  de  lo  siguiente: 

«El  Sr.  Torres  Amat  presentó  á  nombre  de  D.  Carlos  González  de  Po- 
sada, dignidad  de  Enfermero  en  la  Catedral  de  Tarragona,  copia  de  una 
inscripción  votiva,  que  está  en  un  baño  de  la  casa  de  Broquetas  en  Caldas 
de  Mombui,  obispado  de  Barcelona.  En  una  nota  que  la  acompaña,  dice 
el  Sr.  Posada  que  tiene  la  inscripción  por  inédita.  Se  acordó  que  se  colo- 
que su  copia  en  nuestra  colección  litográfica,  y  el  Sr.  Torres  Amat  quedó 
encargado  de  manifestar  al  Sr.  Posada  la  gratitud  de  la  Academia>. 

El  manuscrito  presentado  por  el  Sr.  Torres  Amat  consta  de  un  pliego, 
metido  y  suelto  dentro  de  la  disertación  de  D.  Ignacio  Graells  y  Ferrer 
publicada  en  el  presente  cuaderno  del  Boletín,  páginas  180-189. 

En  la  segunda  hoja  del  pliego  puso  Clemencín  esta  cláusula  que  firmó: 
«Envió  esta  copia  con  la  nota  que  la  acompaña  el  Sr.  D.  Carlos  González 
de  Posada,  Dignidad  de  Enfermero  en  la  Santa  Iglesia  de  Tarragona  por 
medio  del  Sr.  D.  Félix  Torres  Amat,  quien  la  presentó  en  la  Junta  de 
7  de  Marzo  de  1823». 

Lo  que  escribió  González  de  Posada,  correspondiente  de  la  Academia 

desde  el  17  de  Abril  de  1789,  y  presentó  en  su  nombre  Torres  Amat, 

dice  así: 

CORNELIA  •  FLO 

RA-PRO«PHlLIPPO 

MINERVAB 

V-S*L-M  • 

Cornelia  Flora  cumplió,  ó  satisfizo,  el  voto  que  había  hecho  á  Minerva 
por  la  salud  de  Filipo,  y  lo  cumplió  con  razón  y  gusto. 

Está  en  un  baño  de  la  casa  de  Broquetas  en  Caldas  de  Mombui,  obis- 
pado de  Barcelona.  La  tengo  por  inédita,  por  cuanto  no  está  en  la  síloge 


194  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

ele  las  de  Cataluña  por  Fincstres,  ni  en  la  adición  de  su  discípulo  Dou,  ni 
en  Flórez  en  la  iglesia  de  Barcelona;  y  lo  que  admira,  ni  en  el  libro  que 
publicó  el  Dr.  Broquetas  sobre  aquellas  aguas  termales,  en  el  que  copia 
varias  inscripciones  romanas  en  prueba  de  la  salubridad  de  aquellos 
baños,  célebres  en  todos  tiempos.  Esta  inscripción  es  noble  y  enérgica  en 
«Ito  grado.  Y  aunque  desearíamos  saber  si  Filipo  era  padre,  ó  hermano, 
ó  hijo,  ó  marido,  ó  amante  de  Cornelia,  esto  mismo  ayuda  á  su  elegancia; 
porque  hablando  con  Minerva,  que  lo  sabía  como  diosa,  no  era  necesario 
decirlo». 

De  esta  nota  provino  el  publicarse  como  inédita  la  inscripción  en  el 
tomo  Vil  de  las  Memorias  de  la  Academia,  pág.  xxii;  Madrid,  1832.  Con 
todo,  bueno  ha  de  ser  advertir  que  el  Sr.  González  de  Posada  se  equi- 
vocó lastimosamente,  y  que  debió  leer  muy  de  corrido  la  obra  de  D.  Lá- 
zaro Dou;  el  cual  publicó  por  primera  vez  y  comentó  la  inscripción  (i), 
<le  la  que  dice  fué  hallada  en  el  huerto  de  la  casa  de  D.  Francisco  Bro- 
quetas farmacéutico,  cerca  del  templo  de  San  Bartolomé,  en  1767.  Tam- 
poco la  omitieron  en  su  obra,  impresa  en  1790,  los  hermanos  Broquetas; 
y  de  ellos  la  tomó,  ilustrándola  con  oportunas  observaciones  D.  Ignacio 
Graells  en  1847. 

En  22  de  Enero  último  ha  fallecido  en  Bilbao  el  Dr.  D.  Elstanislao  de 
Labayru,  correspondiente  de  nuestra  Academia  desde  el  año  1891,  y  autor 
<le  la  Historia  general  del  Señorío  de  Vizcaya  en  siete  grandes  y  muy  doc- 
tos volúmenes,  y  de  otras  obras  históricas  muy  estimables. 


En  sesión  del  referido  22  de  Enero  se  acordó,  á  propuesta  de  la  Comi- 
sión de  Indias,  y  accediendo  á  la  invitación  de  la  Asociación  Patriótica 
Española  de  Buenos  Aires,  señalar  como  tema  del  premio  ofrecido  por 
la  Academia  para  la  celebración  de  Juegos  Florales  en  12  de  Octubre  del 
presente  año  un  Estudio  histórico  acerca  del  fundador  de  Buenos  Aires, 
D.  Juan  de  Garay.  El  premio,  puesto  desde  luego  á  disposición  de  la  So- 
ciedad organizadora,  lo  forma  im  ejemplar  de  la  obra  en  cuatro  tomos  en 
folio  Historia  general  y  natural  de  las  Indias^  por  Fernández  deOvied<». 


El  Sr.  Marqués  de  Laurencín,  cumpliendo  honrosa  Comisión  de  Su  Al- 
teza Real  la  Princesa  de  Baviera  Doña  Paz,  dio  gracias  por  el  envío  del 

(i)     Inscriptiones  Romanae  in  Catalatmia  repertae,  pág.  9.  Cervera,  1769. 


NOTICIAS.  195 

BoLBTÍN  que  se  le  hace,  y  ofreció  para  la  Biblioteca  una  obra  en  tres  volú- 
menes escrita  en  alemán  por  el  Dr.  Ernesto  Scháfer,  de  «Estudios  sobre 
el  Protestantismo  español  y  la  Inquisición  en  el  siglo  xvi,  según  docu- 
mentos originales  de  los  Archivos  de  Madrid  y  de  Simancas».  Recibido  el 
obsequio  con  sumo  aprecio,  el  Sr.  Director  encomendó  al  mismo  Mar- 
qués de  Laurencín  signiñcara  á  Su  Alteza  el  reconocimiento  de  la  Acade- 
mia y  la  ofreciera  testimonio  de  su  alto  respeto. 


San  Pedro  Pascual,  obispo  de  Jaén  y  mártir. — Estudios  críticos,  por  Don 
Ramón  Rodríguez  de  Gal  vez,  Arcipreste  de  la  catedral  de  Jaén,  Abogado 
del  Ilustre  Colegio  de  la  misma  ciudad  y  Doctor  del  Claustro  universita- 
rio de  Granada.  Jaén,  1903.  En  4.**,  págs.  388.  Van  seguidos  de  un  Apéndice 
de  documentos,  y  precedidos  de  una  lámina  fotográfica,  que  representa 
la  fachada  románica  del  templo  de  San  Miguel  de  Transmuros  ó  extra- 
muros de  la  ciudad  de  Braga,  cuyo  curato  San  Pedro  Pascual  obtuvo  antes 
de  ser  obispo  de  Jaén  y  que  después  retuvo  por  concesión  de  Bonifa- 
cio vm. 

«Pretendo»,  dice  el  autor  de  esta  obra  eruditísima  (i),  «desvanecer 
los  reparos  puestos  á  mi  Informe  histórico^crítico  sobre  San  Pedro  Pascual 
por  el  Rvmo.  Padre  Maestro  General  de  la  Merced,  Fray  Pedro  Armengol 
Valenzuela,  en  la  Vida  que  de  tan  glorioso  Santo  ha  publicado  reciente- 
mente en  Roma.»  Las  cuestiones,  graves  por  todo  extremo,  que  el  sabio 
Arcipreste  de  la  catedral  de  Jaén  examina  con  perspicuidad  y  mode- 
ración en  el  presente  estudio,  se  reducen  á  tres  (2):  « i  .*  <Fué  San  Pedro 
Pascual  fraile  mercenario?  2.*  <Qué  clase  de  martirio  padeció  en  Grana- 
da? 3.*  ¿Escribió  en  castellano  el  libro  llamado  Biblia  pequena?r>.  No  pre- 
tende, ni  mucho  menos,  haber  apurado  la  discusión,  de  la  que,  tal  como 
la  entabla,  brota  certera  luz;  antes,  por  lo  contrario,  refiriéndose  á  un  In- 
forme del  fecundo  escritor  y  arabista  D.  Julián  Ribera,  impreso  en  el 
tomo  XLU  de  nuestro  Boletín,  páginas  278-281,  solicita  (3)  que  «el  joven 
y  ya  notable  orientalista  D.  Ramón  García  Linares  publique,  como  se 
propone,  los  documentos  originales  que  fueron  dirigidos  por  la  cancille- 
ría de  Granada  á  la  de  Aragón  desde  fines  del  siglo  xiii  hasta  mediados 
del  XIV,  con  especialidad  los  que  corresponden  al  reinado  de  D.  Jaime  Ü.» 
Con  igual  propósito  el  Sr.  Rodríguez  de  Gálvez  no  desiste  de  la  idea  de 
poder  utilizar,  tarde  ó  temprano,  los  Registros  epistolares  de  aquel  mo- 
narca, existentes  en  el  Archivo  general  de  la  Corona  de  Aragón,  que 


(i)    Inlroducc/on,  pág,  i  i . 
(2)     Ibid.,  pág.  25. 
(3).   Estudios,  pág.  265. 


196  BOLETÍN    DB   LA   REAL  ACADEMIA   DE   LA   HISTOKIA. 

tsDto  han  servido  al  Dr.  Enrique  Finke.  autor  de  la  obra  (i)  j 
gen  Bont/az  VIH;  Ftinde  tmd  Forschungen  (3),  imprcaa  en  N 
íiños  ha.  Por  último,  no  hemos  de  pasar  en  silencio  que  enti 
documentos,  que  forman  el  ap^dice  de  los  nuevos  Estadios  a 
raa  dos,  tomados  del  BolbtIn  de  la  Academia  (tomo  xx,  página 
345-347),  y  referentes  á  San  Pedi:o  Pascual,  conviene  i  saber, 
de  Bonifacio  VIII  y  el  litminoso  estudio  de  D.  Aibano  Bellii 
correspiondiente  en  Braga. 

CometUarioi  dt  D.  García  de  Silva  y  /"'igua-oa  de  la  embaji 
parte  del  Rey  de  España  Don  Felipe  IV  hizo  al  Rey  Xa  Aba 
Los  publica  la  Sociedad  de  Bibliófilos  Españoles.  En  4.°  Madr 

Esta  nueva  edición ,  superior  á  las  precedentes  por  la  bel 
tipos  y  esmero  de  la  corrección,  está  precedida  de  un  prólog 
y  literario,  por  D,  Manuel  Serrano  y  Sani. 


Artes  e  industrias  del  Buen  Retiro. — La  íábrica  de  la  China, 
río  de  piedras  duras  y  mosaico,  obradores  de  bronces  y  tnarAI 
Manuel  Piirei-Vlllamil,  con  una  carta-prólogo  del  Excmo.  Sr.  I 
de  la  Iglesia,  y  treinta  fototipias  representando  las  obras.  En  4 
Madrid,  :9i>4. 

La  historia  del  Arte  español  en  los  días  de  Carlos  m.  Carie 
nando  Vil  recibe  de  este  hermoso  libro  vivísima  luz  y  positit 


Le  péUrinage  d'Eucliéria  se  titula  un  articulo,  publicado  p 
Bouvy  en  la  Revue  Au^stiniame  (Lovaina,  número  del  1 5  Dici' 
páginas  514-522),  donde  discute  y  cree  rectificar  algunos  punto 
D.  Mario  Férotin  en  la  Revue  des  guestioiis  kistüriques  revelan» 
sabio  las  peregrinaciones  de  la  virgen  gallega  Etheria  en  el 
las  cuales  dimos  noticia  en  el  tomo  xliu  del  Boletín,  ¡lágina 
y  ha  tratado  en  obra  recientísima  D.  Cesáreo  Fcmándei  Dur 


Han  fallecido,  además  del  Sr.  Labayru,  dos  de  nuestros  mej 
pondientes;  en  París,  Mr.  Ulysse  Robcrt  (f  5  Noviembre  190 
toña  {t  25  Enero  1904),  su  obispo,  D.  Ramón  Fernández  de  P 


(1)  Reseñada  en  el  Boletín,  tomo  xli,  pág.  448. 

(2)  Sobre  los  días  de  Bíjnifacio  VIII;  hallazgos  ¿  investiga 


i'* 


£1  Boletín  de  la  Real  Academia  de  la  Historia  se  publica  todos 
los  úieses  en  cuadernos  de  8o  ó  más  páginas,  con  sus  correspondientes 
láminas,  cuando  el  texto  lo  exige,  formando  cada  año  dos  tomos  con  sus 
portadas  é  índices. 

Las  suscripciones  dan  principio  en  Enero  y  Julio  de  cada  año. 

PRECIOS  DE  SUSCRIPCIÓN 

Madrid.  .  .    6  meses Pesetas  9 

—     ...     Un  año —  18 

Provincias.     Un  año.  . —  20 

Extranjero —  22 

Número  suelto —  2 


Los  Sres.  Académicos  correspondientes  tienen  derecho  á  recibir  su 
^ejemplar  a  mitad  de  precio  en  el  despacho  de  la  Abademia. 

Los  tuarenta  y  tres  tomos  publicados  se  hallan  de  venta  á  los  pre- 
cios de  suscripción.  ' 

Los  pedidoB  del^en  dirigirse  Á  la.  Librería  de  M.  MU- 
RILLO,  Aloaló.,  7,  Madrid,  único  ericarga.dlo  de  servir 
las  sviscripciones. 


ADVERTENCIAS 


« 

Las  obras  de  la  Academia  se  venden  en  su  despacho, 
calle  del  León  ,21. 

Los  Sres.  Académicos  honorarios  y  correspondientes 
podrán  adquirirlas  con  rebaja  dy  50  por  100  en  los  pre- 
cios, siempre  que  hagan  pedido  directo  con  su  firma. 

A  los  libreros  que  tomen  cualquier  número  de  ejem- 
plares se  les  hará  una  rebaja  conveniente,  según  la  cos- 
tumbre recibida  en  el  comercio  de  librería. 


-7.<ií,  /,:t./ 
/ 


BOLETÍN 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


TOMO  XLIV— CTJADBRNO  m 
MARZO.  I9M 


MADRID 

ESTABLECIMIENTO   TIPOGRÁFICO   DK  FORTAKH:'! 

Cali»  de  1«  Libcnad,  núm.  19 

1904 


I 
1 


SUMARIO  DE  ESTE  CUADERNO 

-  Pigs 


Informes: 


I.     El  Emperador  Carlos  V  y  su  corte,  (1322-133^.)-- Pl.  Rodrí- 
guez Villa .     197 

II.    Afuntes  para  la  historia  de   Villafranca  de  los  Barros, — 

José  María  Asensio 246 

m.     Nuevas  inscripciones  romanas  de  Cartagena^  Herramüluri y 

^    Ásiorga,-^^\di€í  Fita 249 

IV.    Estudio  Jdstórico  sobre  el  combate  naval  entre  españoles  y  por^ 
tugueses  en  Rio  Grande,  la  tarde  del  ig  de  Febrero  de  ijjó. 

El  Marqués  de  Ayerbe.  .  .  \  .  ^ 261 

V.  Comentarios  de  D,  Garda  de  Silva  y  Figueroa  de  la  EmbO" 
jada  que  departe  del  Rey  de  España  D,  Felipe  III hizo  cU 
Rey  Xa  Ahus  de  Persia.— Cesáreo  Fernández  Duro 271 

Variedades: 

El  candelabro  sideral  de  Herramélluri, — Fidel  Fita 277 

Noticias 284 


ff 


TOMO  xLiv.  Marzo,  1904.  cuaderno  iil 


BOLETÍN 


DE   LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


»■« 


INFORMES 


I. 

EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE,  , 

(15J2-1539)  (i). 

172. 

(Para  el  Rty  mi  seüor.— Madrid,  lo  de  Octubre  de  1528.) 

W 

Hasta  agora  no  ha  habido  aparejo  para  poder  escribir  á  V.  A. 
ni  responder  á  las  letras  que  me  son  venidas  por  respecto  de 
los  embarazos  que  V.  A.  sabe  que  hay;  y  en  todo  este  tiempo 
S.  M.  no  ha  hecho  despacho  ninguno  á  Flandes  y  ha  mandado 
detener  á  Pedro  de  Azcoytia  con  pensamiento  que  hobiera  ve- 
nido respuesta  del  cartel  que  S.  M.  envió  al  Rey  de  Francia  so- 
bre el  desafío.  Yo  he  trabajado  que  se  parta  por  respecto  de  in- 
viar  el  despacho  de  la  Dieta;  y  esta  es  respuesta  á  todas  las  que 
de  V.  A.  he  recibido ;  y  la  primera  que  fue  hecha  en  Praga  dia 
de  la  Resurrección  llegó  algo  tarde,  porque  ya  se  sabia  el  recab- 
do  que  V.  A.  habia  puesto  en  inviar  el  exército,  que  tan  mal 
empleó  el  trabajo  que  V.  A.  tomó.  Hice  relación  á  S.  M.  de  la 
diligencia  que  en  ello  se  puso  y  cómo  V.  A.  habia  empeñado 
sus  joyas  y  que  mandase  proveer  de  dineros,  los  cuales  sirvi- 
rian  de  que  no  se 'perdiese  la  despensa  hecha,  como  al  fin  se 
perdió,  y  por  se  poder  quitar  las  prendas,  habia  inviado  letras 

(1)    Véase  la  pág.  142,  cuaderno  11. 

TOMO  xuv.  13 


198  BOLETÍN   DB   LA   RRAh  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

de  cambio  de  cincuenta  mil  ducados,  y  quisiera  á  la  cabsa  inviar 
luego  á  Pedro  de  Azcoitia  con  las  terceras  letras  que  agora  lleva 
consigo,  porque  V.  A.  se  podiera  servir  dellas. 

Por  la  breve  letra  escripta  en  Praga  á  xx  dfe  Abril,  me  hace 

V.  A.  saber  cómo  á  cabsa  de  estar  toda  la  christíandad  en  gue- 

* 

rra  y  el  Papa  tan  apartado  de  poner  la  paz,  á  V.  A.  parecía  y 
aun  requerido  de  algunos,  se  debiera  entremeter  en.  ello.  Yo  no 
halóle  á  S.  M.  en  ello,  porque  está  escripto  á  V.  A.  en  respuesta 
de  otro  tal  punto  que  haga  en  ello  lo  que  le  pareciere,  guardan- 
do la  disimulación;  no  se  entienda  que  procede  de  la  voluntad 
de  S.  M.  Y  por  esto  estar  escripto  fue  escusado  hablar  en  ello 
á  S.  M.  por  parecer  del  Secretario,  de  quien  V.  A.  mandó  se 
tomase;  y  en  la  verdad ,  según  en  las  necesidades  que  la  guerra 
pone  á  S.  M.,  cualquier  apuntamiento  será  bueno;  pero  según  lo 
que  S.  M.  quiere  emprender,  muy  lexos  es  de  lo  que  V.  A.  de- 
sea y  por  su  carta  escribe. 

La  de  xv  de  Mayo  vino  asimismo  algo  tarde,  pero  no  se  dexa 
de  dar  cuenta  y  razón  á  S.  M.  y  los  de  su  Consejo  de  lo  que  se 
escribe,  aunque  algunas  cosas  son  acá  ya  sabidas  y  olvidadas. 
Por  esta  letra  me  hizo  saber  V.  A.  la  llegada  de  Luis  de  Taxis  y 
Latur,  y  cómo  se  habia  desbaratado  la  Dieta  que  estaba  llamada 
en  Ratisbona.  Y  V.  A.  según  escribe  piensa  proceder  del  man- 
damiento de  S.  M.  y  ha  sido  una  de  las  cosas  de  que  mayor 
pena  ha  recibido  por  saber  que  se  hobiese  hecho  cosa  fuera  de 
su  voluntad  y  ordenación ;  y  V.  A,  puede  estar  satisfecho  que 
nunca  al  Emperador  tal  pasó  por  pensamiento,  porque  como  yo 
á  V.  A.  escrebí  quel  Prepósito  de  Valcrique  iba  allá  y  llevaba 
grandes  comisiones  y  mandamiento  expreso  que  cosa  ninguna 
hiciese  hasta  dar  cuenta  y  razón  de  su  comisión  y  en  todo  ob- 
servar el  mandamiento  de  V.  A.;  y  no  se  sabe  la  cabsa  porque 
hiciese  el  contrario.  Y  también  S.  M.  está  muy  maravillado  de 
la  tardanza  que  ha  tenido  en  ir  á  ver  á  V.  A.;  y  puede  creer 
quel  yerro  y  exceso  quel  dicho  Preboste  ha  hecho ,  ha  sido  de 
su  voluntad  y  no  de  la  del  Emperador  ni  de  parecer  de  hombre 
de  su  Consejo.  Yo  recité  á  S.  M.  el  escándalo  y  murmuraciones 
que  á  la  cabsa  habia  habido  en  esas  tierras;  de  lo  que  á  S.  M.  ha 


BL  BMPBRADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  1 99 

pesado  mucho  y  á  la  hora  mandó  proveer  en  que  la  Dieta  se 
tenga  el  dia  y  lugar  á  do  á  V.  A.  ha  parecido,  porque  de  acá  no 
se  puede  señalar  dia,  y  el  viaje  por  ser  largo  y  dificultoso;  y  á 
la  cabsa  se  remite  á  V.  A.,  y  no  hice  mincion  en  la  carta  que 
con  Luis  de  Taxis  escribí  deste  negocio,  porque  yo  sabia  el 
mandamiento  quel  Preboste  llevaba  y  no  pensé  que  habia  de 
hacer  el  contrario ;  pero  yo  he  suplicado  á  S.  M.  y  así  lo  terne 
yo  en  memoria  que  de  aquí  adelante  mande  so  graves  penas 
todo  mensagero  que  despachare  para  V.  A.  observe  la  instru- 
cion  que  le  fuere  dada;  y  así  se  apartarán  los  inconvenientes 
que  V.  A.  escribe,  y  desto  hace  larga  respuesta  S.  M.  á  la  cual 
me  remito.  Hice  relación  asimismo  de  la  voluntad  que  V.  A. 
conocía  que  á  su  respeto  tenian  los  Príncipes  que  á  la  Dieta  ve- 
nían, y  el  mucho  provecho  y  servicio  que  dello  á  S.  M.  pudiera 
venir  y  el  daño  de  lo  contrario. 

Asimismo  se  hizo  relación  del  estado  en  que  estaban  las  cosas 
de  la  fée  y  revueltas  de  Alemana,  y  á  S.  M.  pareció  mal  y  de- 
sea el  remedio  tal  cual  V.  A.  por  muchas  cartas  lo  tiene  signifi- 
cado; pero  las  cosas  han  ido  de  manera  que  se  ha  podido  mal 
hacer  la  voluntad  de  S.  M.  y  parecer  de  V.  A.  No  le  pareció 
bien  lo  quel  Rey  de  Dinamarca  hizo  con  su  cuñado  en  le  llevar 
su  mujer  y  hermana,  pero  bien  conoce  que  cabe  en  la  capacidad 
del  dicho  Re)»"  y  ser  obra  de  su  persona. 

La  gente  que  el  Landgrave  de  Assia  y  Duque  de  Jasa  han  te- 
nido hecha  y  la  voluntad  y  para  el  fin  que  V.  A.  cree  la  hablan 
hecho,  recité  muy  largo  á  S.  M. ,  y  así  lo  cree  por  las  buenas 
razones  que  V.  A.  significa.  Y  por  la  primera  que  desto  dá  avi- 
so ,  dice  pensar  que  era  por  trama  del  Rey  de  Francia ;  y  por  la 
segunda  escribe  cómo  estaba  ya  desbaratada  la  gente ;  y  que  la 
cabsa  de  se  haber  puesto  en  armas,  habia  sido  por  cierta  liga 
que  se  habia  inventado,  y  cómo  se  habia  hallado  el  inventor  de- 
Ua  y  la  composici«)n  que  hablan  hecho  en  el  Arzobispo  de  Ma- 
guncia y  en  otros  perlados,  de  lo  cual  todo  se  dio  larga  cuenta 
á  S.M. 

Las  cosas  de  Italia  que  V.  A.  escribió,  eran  para  acá  muy 
viejas ,  pero  todavía  dellas  se  hizo  relación  por  el  buen  parecer 


20O  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTOKIA. 

y  consejo  que  V.  A.  dá,   el  cual  en  cualquier  tiempo  tiene 
sazón. 

De  la  venida  del  turco  por  la  del  cuatro  de  Junio  se  me  escri- 
bió lo  cierto  que  V.  A.  tenia  de  su  venida  por  un  cierto  fraile 
francisco ,  y  á  S.  M.  dixe  lo  que  venecianos  habian  escripto  al 
turco,  ofreciéndose  dar  tal  orden  en  que  V.  A.  muriese  para  el 
día  de  Sant  Miguel ;  lo  cual  S.  M.  cree  muy  bien ,  que  son  gente 
que  por  conciencia  no  dexarán  de  hacer  toda  cosa;  y  le  parece 
que  V.  A.  ponga  mucho  recabdo  sobre  su  persona  y  encomen- 
darlo á  Dios,  porque  S.  M.  por  su  parte  hace  lo  mismo.  Al  cual 
hice  saber  de  los  Embaxadores  de  Ftaíicia,  venecianos  y  Bay- 
boda  que  al  turco  inviaban ,  los  cuales  fuera  más  razón  que  se 
ocuparan  en  otra  cosa :  y  con  tales  obras  dá  Dios  el  pago  al  di- 
cho Rey  de  Francia ,  según  lo  acaecido  en  Ñapóles.  Asimismo 
le  hice  saber  el  terremoto  que  era  acaecido  en  Constantinopla  y 
quisiera  que  fuera  tal  para  que  desembarazaran  á  V.  A.  del  tra- 
bajo que  sospecha  tener  con  ellos ;  y  de  todo  se  le  dio  entera 
relación. 

En  la  de  4  de  Junio  venia  muy  copiosamente  el  trabajo  que 
V.  A.  habia  pasado  en  hacer  pasar  la  gente ,  y  aunque  por  la 
pasada  se  habia  hecho  relación  á  S.  M. ,  todavía  le  mostré  esta 
carta  para  que  supiese  la  diligencia  que  V.  A.  de  contino  ponía 
en  lo  que  compila  al  servicio  de  S.  M.  Y  le  torné  á  recitar  lo  que 
con  Monforte  habia  pasado  y  los  trabajos  que  V.  A.  tenia  por 
entretener  su  exército  en  Hungría;  y  también  el  proveimiento 
que  había  hecho  en  inviar  á  Flandes  á  Madama  por  los  800.000 
ducados  y  la  diligencia  fue  perdida,  aunque  fueran  800.000  mrs.; 
y  S.  M.  se  rió  dello  pareciendole  que  V.  A.  se  arrimaba  á  buen 
árbol.  El  mismo  concepto  tiene  dellos  que  V.  A. ;  y  en  la  ver- 
dad tales  obras  hacen  para  tenerlo ,  porque  estando  S.  M.  desa- 
fiado, persona  á  persona,  en  este  mismo  tiempo  hicieron  ellos 
tregua  por  ocho  meses  con  el  Rey  de  Francia :  lo  cual  ha  sido 
cabsa  que  tovíese  lugar  de  sacar  la  gente  que  tenia  en  guarni- 
ción y  la  inviase  con  mos.  de  Santpol  en  la  conquista  de  Ñápe- 
les. Mire  V.  A.  cómo  proveerán  ellos  de  dineros  para  el  contra- 
rio desto. 


SL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  30I 

Lo  del  Duque  de  Ferrara  sabia  S.  M.  y  bien  creído  tiene  que 
V.  A.  trabajó  de  entretenelle,  pero  al  fin  hace  aquello  que  tiene 
de  costumbre,  y  según  lo  acaecido  en  Ñapóles  podría  ser  que  se 
arrepintiese  á  la  hora. 

En  lo  del  Papa  S.  M.  dá  instrucción  á  Monforte  que  hable  lo 
que  cerca  dello  se  debe  hacer,  porque  las  cosas  han  subcedido 
de  otra  suerte  que  entonces  se  pensaba. 

Por  la  de  vii  de  Julio,  que  fué  la  última  y  más  fresca  que  acá 
se  ha  recibido,  escribe  V.  A.  en  el  estado  que  quedaban  las  co- 
sas de  los  Príncipes  de  Alemania  y  buen  medio  que  V.  A.  tuvo 
para  les  hacer  dexar  las  armas.  De  todo  se  dio  relación  á  S.  M., 
y  el  remedio  dello  y  de  lo  demás  consiste  en  verse  libré  de  los 
trabajos  de  Italia.  En  esta  letra  hace  relación  cómo  el  Landgrave 
se  mostraba  servidor  de  S.  M.  y  de  V.  A.,  y  á  la  cabsa  creia  que 
era  porque  se  entremetiesen  entre  el  Conde  Nasaot  y  él:  á  S.  M, 
parece  que  es  bien  que  en  ella  se  entienda  de  manera  que  sea 
en  provecho  del  Conde,  pues  tan  clara  está  su  justicia  y  tiene 
tres  sentencias  en  su  favor,  y  es  cosa  de  que  S.  M.  recibirá  gran 
placer  que  tenga  buen  fin,  según  S.  M.  más  largamente  lo  escri- 
be por  su  letra.  Yo,  pareciendome  que  era  cosa  quel  Conde  Na- 
saot habia  de  tener  respecto  á  la  buena  obra  que  V.  A.  le  quiere 
hacer,  le  hice  relación  de  lo  que  me  escribió  V.  A.,  el  cual  besa 
los  pies  y  manos  de  V.  A.  y  recibe  la  buena  voluntad  y  la  obra 
si  para  ello  hobiere  lugar  y  comete  su  negocio  á  un  hermano 
suyo.  Todo  lo  que  V.  A.  hiciere  por  el  Conde,  es  bien  hecho, 
porque  es  verdadero  servidor  de  V.  A.  en  todo  lo  que  sus  fuer- 
zas bastan.  Dixome  que  diese  aviso  á  V.  A.  cómo  el  Landgrave 
movia  muchas  veces  partidos  con  fin  de  alargar  el  negocio  y  que 
no  ha  muchos  dias  que  lo  habia  hecho  con  un  servidor  del  Car- 
denal de  Maguncia,  tratando  la  cosa  con  algunas  personas  desta 
Corte. 

Mucho  holgó  S.  M.  de  la  buena  nueva  que  V.  A.  me  escribió 
de  la  toma  del  castillo  de  Tranchin  y  del  estado  en  que  trae  las 
cosas  del  Bayboda,  y  el  buen  suceso  dellas,  y  bien  conoce  y  en- 
tiende por  sus  trabajos  en  la  necesidad  que  le  debe  haber  pues- 
to la  guerra,  pero  todo  se  sufre  con  el  buen  suceso. 


302  BOLETÍN  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTORIA. 

A  S.  M.  di  la  buena  nueva  que  por  esta  carta  V.  A.  me  escri- 
bía del  parto  y  salud  de  la  Reina  mi  señora,  de  lo  que  holgó  mu- 
cho, y  responde  á  ella.  A  la  Emperatriz  no  di  razón  desto,  por- 
que á  la  sazón  estaba  bien  mala  de  tercianas  y  algo  congoxada, 
porque  asimismo  estaba  malo  el  Príncipe.  Ya  Nuestro  Señor  les 
ha  dado  salud  y  están  muy  buenos. 

Pedro  de  Azcoitia  se  ha  detenido  con  fin  que  S.  M.  luego  que 
fue  desafiado  en  Monzón  á  viii  de  Junio  despachó  su  respuesta 
con  un  Rey  de  armas  suyo;  el  cual  llegado  en  Fuenterrabía  es- 
tuvo muchos  dias  allí  detenido,  que  nunca  el  Rey  de  Francia  le 
quiso  dar  seguro  para  entrar,  sin  que  primero  le  hiciese  saber  la 
comisión  que  llevaba;  y  esto  se  cree  que  era  gastar  tiempo,  por- 
que se  dice  que  á  la  sazón  se  curaba  con  el  palo  de  las  Indias. 
Ya  se  cansó  y  con  requirímientos  que  hicieron  al  Gobernador 
de  Bayona,  dexó  entrar  al  Rey  de  armas,  el  cual  es  tornado  con 
respuesta  tal  cual  entenderá  de  Monforte.  Lleva  Pedro  de  i\z- 
coitia  todo  lo  pasado:  S.  M.  quisiera  mucho  que  V.  A.  se  hobie- 
ra  mostrado  parte  en  este  negocio,  y  Monforte  llevaba  comisión 
de  hablar  en  ella  á  V.  A.,  y  no  le  respondió  V.  A.  al  propósito 
de  su  embaxada;  y  aun  agora  holgarían  que  V.  A.  hiciese  mues- 
tra este  negocio  tenerle  por  suyo,  como  en  el  efecto  lo  tiene;  y 
aun  si  fuese  posible  que  los  Príncipes  del  Imperio  hiciesen  lo 
mismo.  Yo  escribo  lo  que  siento  que  acá  quisieran  y  querrían 
que  V.  A.  hiciese,  por  mostrar  que  no  solo  con  S.  M.  lo  han  de 
haber.  V.  A.  hará  aquello  que  fuere  su  servicio. 

Una  carta  de  V.  A.  me  dieron  por  parte  de  unos  mercaderes, 
y  por  ella  me  hace  saber  cómo  se  habían  tomado  allá  á  cambio 
sobre  S.  M.  16.275  ducados  para  cosas  cumplideras  á  su  servi- 
cio; y  me  manda  que  yo  haga  en  ello  de  manera  que  las  dichas 
letras  sean  cumplidas,  mandándome  que  persuada  á  S.  M.,  si  al- 
guna dificultad  pusiere,  para  que  pague  las  letras,  teniendo  res- 
pecto á  la  debda  de  los  200.000  florines  del  Duque  de  Jasa  y  so- 
corros y  servicios  que  ha  hecho  en  Italia  y  entretenimiento  que 
ha  hecho  en  el  Imperio.  Yo  he  visto  la  letra  y  haré  en  ello  lo  que 
V.  A.  me  invía  á  mandar  cuando  los  mercaderes  acudan  con  sus 
demandas;  pero  mucho  quisiera  que  V.  A.  inviara  alguna  razón 


BL   BlffPBRADOR  CARLOS  V  Y   SU  CORTB.  303 

de  para  qué  y  en  qué  fueron  gastados  estos  dineros,  como  lo  ha 
hecho  en  las  sumas  de  más  cantidad  que  le  han  invíado;  porque 
según  las  necesidades  en  que  S.  M.  está,  creo  que  estas  letras 
serán  mal  cumplidas,  y  quisiera  darle  la  cabsa  y  razón  del  gasto 
y  empleo  de  los  dichos  dineros;  y  de  lo  que  se  hiciere,  yo  daré 
aviso  á  V.  A. 

Rocandorf  envió  aquí  un  criado  suyo,  el  cual  habia  inviado  á 
la  Corte  de  V.  A.  á  ciertos  negocios,  y  el  dicho  Rocandorf  le  dio 
una  instrucion,  y  en  ella  venia  un  capitulo  que  le  mandó  rae 
mostrase.  Lo  que  en  él  contenia  era  hacerme  saber  que  toviese 
aviso  que  en  Flandes  habia  algunas  personas  que  holgaban  y 
buscaban  en  qué  poner  á  V.  A.  con  el  Emperador  en  discordia, 
y  hallaban  que  los  alemanes  porque  fue  Monforte  podieran  ve- 
nir si  V.  A.  quisiera.  Yo  sé  que  ha  de  poder  mucho  el  diablo  que 
tal  fuerza  toviere;  pero  tampoco  debe  V.  A.  estar  descuidado 
que  esto  sea  verdad,  no  embargante  que  algunas  veces  piensan 
los  hombres  que  lo  blanco  es  prieto,  y  suelen  ser  pláticas  de  en- 
tretenimiento. 

Allá  está  un  hijo  del  Emperador  Maximiliano,  de  gloriosa  me- 
moria, el  cual  ha  escripto  á  S.  M.  quexándose  del  mal  tratamien- 
to que  V.  A.  le  hace,  poniéndole  en  términos  de  no  ser  mejor 
tratado  que  un  mozo  de  cocina.  Yo  fui  avisado  desta  letra,  no 
porque  acá  se  haya  hecho  caso  della:  es  bien  que  V.  A  lo  sepa 
para  que  le  dé  otro  mejor  oficio,  ó  le  castigue,  pues  de  tal  se  mela; 
que  si  en  poder  de  S.  M.  esto  viere,  creo  que  no  seria  muy  mejor 
tratado  que  allá  está,  según  Pedro  de  Azcoytia  me  ha  informado. 

Para  hallarse  S.  M.  con  dineros  para  las  necesidades  que  ha 
tenido  y  tiene,  trataba  con  el  Rey  de  Portugal  de  le  empeñar  la 
especiería,  dándole  al  presente  alguna  suma  de  dineros;  lo  cual 
no  ha  habido  efecto.  Bien  creo  á  V.  A.  no  pluguiera  de  tal 
concierto.  Tiene  S.  M.  una  buena  armada  para  inviar  á  la  dicha 
especiería,  y  agora  tiene  acordado  de  la  emplear  en  otra  cosa. 
Asi  mismo  enviaba  S.  M.  doce  gaberas  muy  bien  adrezadas  con 
gente  para  que  se  juntasen  con  Andrea  de  Oría:  no  sé  si  se  mu- 
dará de  propósito,  porque  opinión  de  todos  es  que  á  la  hora  par- 
tiese S.  M.  para  allá. 


204  BOLETÍN   DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTOSIA. 

Las  nuevas  que  agora  son  venidas  de  lo  acaecido  en  Ñapóles 
por  mar  y  tierra  escribe  S.  M.  á  V.  A.,  á  la  cual  carta  me  remito. 

Habrá  cuatro  dias  de  la  hecha  de  esta  que  recibí  una  carta  de 
V.  A.  hecha  en  Praga  á  xix  de  Junio  en  que  por  ella  me  hace 
saber  que  parece  á  V.  A.  que  S.  M.  debe  proveer  de  Visorrey 
de  Ñapóles  al  Conde  Palatino  Federico,  por  las  cabsas  y  razones 
que  para  ello  hay.  Ya  tengo  respondido  á  V.  A.  lo  que  S.  M. 
proveyó  con  el  Preboste  de  Valcrique,  del  cual  se  maravilla  no 
habelle  dado  cuenta  y  razón,  y  á  la  cabsa  torna  á  le  escribir  lo 
susodicho;  lo  cual  no  ha  lugar  porque  S.  M.  lo  tiene  proveido  en 
el  Príncipe  de  Orange;  pero  porque  S.  M.  entendiese  las  cabsas 
porque  V.  A.  lo  desea,  le  leí  la  carta  y  no  más  de  para  solo  este 
efecto;  y  en  lo  de  pagar  sus  pensiones,  es  menester  que  corra 
otro  tiempo  de  más  bonanza. 

Las  nuevas  que  desta  Corte  y  reino  se  pueden  escribir  son: 
que  yo  he  sabido  secretamente  que  en  Portugal  es  Venido  un  ju- 
dio al  cual  dan  licencia  que  predique  la  ley  de  Moysen,  y  de 
nuestra  fé  dice  muchos  males;  y  ha  escripto  á  este  reino  á  mu- 
chas personas  su  mala  opinión,  los  cuales  han  abandonado  sus 
casas  y  son  idos  allá;  y  acá  procede  la  Inquisición  contra  ellos; 
y  S.  M.  ha  escripto  dos  veces  al  Rey  de  Portugal  sobre  este  ne- 
gocio. No  sé  el  fin  que  terna,  pero  temo  que  Dios  castigará  á 
quien  tal  permite. 

El  Condestable  de  Castilla  es  fallescido  en  esta  Corte  habrá 
diez  dias,  lo  cual  será  muy  gran  daño  á  S.  M.,  porque  pocos  6 
ninguno  quedan  para  la  gobernación  destos  reinos,  si  S.  M.  ho- 
biere  de  salir  dellos. 

Mr.  de  Laxao  escribe  á  V.  A.  sobre  cierto  negocio  que  le  toca 
del  Arzobispado  de  Bisangon  para  un  hijo  suyo,  según  verá  por 
una  letra  quel  Emperador  escribe  á  V.  A.  sobre  su  demanda.  El 
querría  que  V.  A.  le  favoreciese  en  este  negocio  y  á  mí  enco- 
mendó que  sobre  ello  escribiese  á  V.  A.  Persona  es  que  ha  de- 
seado de  contino  hacer  servicio,  y  tiene  lugar  y  aparejo  cerca 
de  S.  M.  para  ello.  V.  A.  haga  en  ello  lo  que  íuere  (servido)  en 
favor  y  provecho  del  dicho  Laxao,  que  dello  recibirá  S.  M.  mu- 
cho placer. 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  205 

Después  que  vino  la  buena  nueva  de  Ñapóles,  S.  M.  hizo  del 
Consejo  secrepto  al  Arzobispo  de  Toledo  y  al  Conde  de  Miran- 
da, á  los  cuales  cuando  viere  que  conviene,  puede  mandar  escri- 
bir. Al  Arzobispo  he  conocido  de  contino  inclinado  al  servicio 
de  V.  A. 

173. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Toledo ^  6  de  Noviembre  de  1528,) 

Yo  he  sabido  que  se  ha  platicado  que  es  bien  se  tratase  casa- 
miento de  la  Reina  de  Hungría  con  el  Rey  de  Escocia;  y  bien 
mirado,  hallan  que  no  es  bien  perder  á  los  ingleses:  que  no  em- 
bargante quel  Rey  y  Cardenal  estén  mal  con  S.  M.,  el  pueblo 
está  en  su  gracia;  y  si  el  Cardenal  viese  quel  tal  casamiento  se 
hacia,  podría  inducir  al  pueblo  para  les  dar  á  entender  que  S.  M. 
trataba  amistad  con  su  enemigo  para  los  destruir;  y  que  es  bien 
que  los  ingleses  sean  entretenidos  y  asimismo  el  Rey  de  Escocia 
sin  executar  el  tal  casamiento.  Y  hase  hablado  en  la  comisión 
que  llevó  el  Preboste  de  Valcrique  para  hablar  en  el  casamiento 
de  la  Reina  D.*  Leonor  de  Portugal  y  el  Conde  Palatino,  en  lo 
cual  se  han  añrmado  que  se  debe  hacer,  no  embargante  que 
pierda  el  duario;  y  hacen  consideración  de  las  razones  que  V.  A. 
dice  para  las  cosas  de  Alemana;  y  que  después  de  los  dias  de 
Madama  Margarita  les  dará  S.  M.  la  gobernación  de  Flandes.  Y 
para  esto  parece  á  algún  su  servidor  que  seria  bueno  que  V.  A. 
escribiese  á  S.  M.  parecerle  bien  que  se  haga  este  casamiento  y 
hacer  que  el  Conde  Palatino  lo  suplique  y  escriba  á  S.  M.,  por- 
que conozca  el  Conde  venirle  el  bien  de  mano  de  V.  A.  y  le 
tenga  obligación;  y  coa  el  primer  despacho  que  V.  A.  hiciere, 
será  bien  que  esto  se  escriba. 

Pareceme  que  es  bien  que  V.  A.  reciba  graciosamente  á  Mon- 
forte,  porque  no  fue  suya  la  culpa  de  lo  que  dexó  de  hacer  por 
el  mandado  de  V.  A.,  porque  S.  M.  conozca  que  de  su  mal  co- 
medimiento no  recibió  enojo,  pues  procedió  de  observar  su  co- 
misión; y  si  la  respuesta  que  V.  A.  le  diere  á  sus  negocios  no 
fuere  tal  cual  él  la  desea,  V.  A.  con  tiempo  debe  escribir  su  lle- 
gada y  respuesta  de  su  embaxada  antes  quél  lo  escriba,  porque 


206  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

S.  M.  largo  sea  advertido,  y  aun  de  cualquier  manera  que  V.  A. 
dé  el  despacho,  lo  debe  hacer. 

Suplico  á  V.  A.  que  haya  por  bien  de  proveer  en  lo  de  la  paga 
de  la  pensión  que  dá  al  secretario  Juan  Alemán,  porque  él  co- 
nozca que  V.  A.  no  le  entretiene  con  buenas  palabras  sin  obras, 
porque  del  hay  harta  necesidad;  y  Pedro  de  Azcoytia  hará  re- 
lación desto  á  V.  A.  más  largo. 

174. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Toledo ,  13  de  Diciembre  de  1328.) 

Desde  Madrid  á  x  de  Octubre  partió  Pedro  de  Azcoytia  y  con 
él  escribí  largo,  é  habia  de  ir  juntamente  con  él  Monforte,  gen- 
tilhombre de  la  Cámara  de  S.  M.,  el  cual  no  pudo  ser  despacha- 
do desde  Madrid  por  algunas  cosas  que  S.  M.  quería  escribir  de 
su  mano;  y  estando  entendiendo  en  su  despacho,  llegó  el  secre- 
tario Gabriel  Sánchez  y  sabida  su  venida  sobreseyó  S.  M.  la 
partida  del  dicho  Monforte.  Otro  dia  después  de  su  llegada  fue 
á  besar  las  manos  de  S.  M. ,  y  del  fue  muy  bien  recibido;  y  el 
Secretario  dio  larga  y  buena  relación  de  lo  que  á  cargo  truxo  y 
v'ido  convenir  al  servicio  de  S.  M.  y  de  V.  A.,  no  embargante 
que  V.  A.  lo  tenia  por  muchas  veces  escripto,  y  así  estaba  he- 
cho de  todo  relación.  S.  M.  así  por  tener  voluntad  de  advertir 
á  V.  A.  como  por  la  diligencia  del  Secretario,  ha  sido  servido  de 
le  despachar  brevemente. 

V.  A.  me  invió  á  mandar  que  yo  suplicase  á  S.  M.  mandase 
proveer  en  que  gozasen  los  Mayordomos  mayores  de  V.  A.  los 
derechos  que  han  acostumbrado  de  llevar  en  el  regimiento  del 
Imperio,  de  lo  cual  el  mismo  Secretario  hizo  relación  por  cosa 
que  V.  A.  ge  lo  mandó  y  encomendó  mucho.  Y  la  respuesta  que 
á  ello  se  nos  dio  es  que,  pues  el  Mayordomo  mayor  habia  de 
venir  tan  presto,  que  se  esperase  su  venida  para  lo  comunicar 
con  él,  porque  del  lo  no  sabian  acá  cosa  ninguna.  Luego  que  el 
Mayordomo  mayor  vino,  el  Secretario  le  habló  sobre  ello  y  se 
le  hizo  algo  dificultoso,  pero  él  hovo  por  bien  de  hacer  lo  que 
V.  A.  manda,  según  el  Secretario  dirá. 


ML   EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  207 

Estando  de  partida  el  Secretario  Gabriel  Sánchez  me  dieron 
un  despacho  de  V.  A.  hecho  en  Víena  á  vii  de  Octubre  con  una 
carta  de  mano  de  V.  A.  para  S.  M...  Este  despacho  truxo  un 
mensagero  que  envió  el  preboste  de  Valcrique,  y  de  su  llegada 
ni  de  cómo  ha  dado  razón  de  sus  negocios»  no  me  hizo  saber 
V.  A.  cosa  ninguna;  y  S.  M.  nos  demandó  si  sobre  ello  no  escre- 
bia  algo,  por  saber  cómo  le  habia  recebido  y  del  enojo  que  del 
se  habia  escripto;  y  no  supimos  dar  razón  ninguna  más  de  la  quel 
Secretario  dirá  conveniente  al  servicio  de  V.  A. 

D.  Pedro  de  Córdoba  ha  procurado  de  volver  en  diligencia,  así 
por  servir  á  V.  A.  como  porque  la  licencia  se  acababa;  y  háse 
detenido  en  esta  Corte  por  entender  en  sus  negocios,  que  le 
han  ocupado  todo  este  tiempo.  SS.  MM.  han  sido  servidos  de 
le  casar  con  una  dama  de  la  Emperatriz  y  con  ella  le  han  dado 
buen  dote  en  dineros  y  otros  partidos  y  oficios  en  casa  del 
Emperador  y  de  la  Emperatriz ;  y  á  la  cabsa  será  forzado  quél 
no  vaya  á  servir  á  V.  A.,  que  no  por  ello  tiene  poca  pena. 

Agora  es  venido  cierto  mensagero  de  la  armada  que  S.  M.  en- 
vió á  descobrir  tierra  á  las  Indias  y  truxo  una  carta  y  relación 
de  lo  que  les  habia  subcedido  en  el  viage ,  de  la  cual  envió 
á  V.  A.  el  traslado,  y  no  se  envia  la  relación  de  que  hace  men- 
ción ,  porque  se  está  sacando  y  se  enviará  con  el  primero  que 
vaya.  Yo  terne  cuidado  de  inviar  todo  lo  que  de  nuevo  viniere. 
Suplico  á  V.  A.  haya  memoria  de  la  ropa  que  me  tiene  hecha 
merced. 

Hoy  domingo  1 3  del  presente  ha  subcedido  al  secretario  Juan 
Alemán  lo  que  Gabriel  Sánchez  referirá  á  V.  A.  Yo  le  he  halla- 
do buen  servidor  del  Emperador  y  de  V.  A.  y  tengo  esperan- 
za que  así  se  hallará  deseo  y  parecemc  ser  necesario  al  servicio 
de  V.  A.  que  de  allá  le  favorezca  como  én  tal  caso  requiere, 
y  para  que  no  entremetan  aquí  el  que  procuran.  En  todo  me 
remito  al  Secretario  y  á  V.  A.  suplico  provea  con  presteza  lo 
que  más  cumpliere  á  su  servicio. 


208  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

17B. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Toledo^  ao  de  Hébrero  de  132Q.) 

Ha  mas  de  cuatro  meses  y  medio  que  despaché  á  Pedro  de 
Azcoytia  desde  Madrid,  y  los  tiempos  han  sido  cabsa  que  no  se 
podiese  embarcar;  y  en  este  tiempo  llegó  el  secretario  Gabriel 
Sánchez,  al  cual  con  toda  brevedad  despachó  S.  M.,  juntamente 
con  Noguerol  su  mayordomo  que  iba  en  Flandes,  y  á  Monforte, 
gentilhombre  de  su  Cámara ,  que  antes  estaba  despachado  jun- 
tamente con  Pedro  de  Azcoytia  para  V.  A.,  los  cuales  partieron 
de  esta  ciudad  á  1 3  de  Diciembre  del  año  pasado,  y  por  mucha 
diligencia  que  han  puesto,  no  les  ha  sido  posible  salir  á  la  mar, 
seg^n  ha  hecho  recios  tiempos,  por  los  cuales  V.  A.  fuera  largo 
advertido  de  las  cosas  de  S.  M.  Yo  tengo  letras  del  secretario 
Gabriel  Sánchez  de  xi  deste  mes,  en  que  me  hace  saber  que! 
tiempo  les  habia  sido  tan  contrario  que  muchas  veces  que  ha- 
bian  tentado  partir,  nunca  pudieron  salir  del  puerto.  V.  A.  pue- 
de poner  la  culpa  al  tiempo  y  no  á  la  diligencia  que  de  todas 
partes  se  haya  puesto.  Después  de  despachados  los  susodichos, 
primer  dia  de  quaresma  determinó  S.  M.  de  partirse  para  Bar- 
celona á  primero  de  Marzo  con  intención  de  pasar  en  Italia,  y 
para  tal  efecto  hace  sus  preparaciones  y  dello  dá  aviso  á  V.  A., 
según  entenderá  por  sus  letras.  No  hay  cosa  ninguna  que  de 
nuevo  haya  que  escribir  mas  de  lo  que  los  dichos  Gabriel  Sán- 
chez y  Pedro  de  Azcoytia  llevan.  De  Barcelona  será  V.  A.  ad- 
vertido de  lo  que  S.  M.  determinare  de  hacer  en  su  viage. 

176. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Toledo 1 12  de  Marzo  de  152Q,) 

Mercado  y  Clavijo  llegaron  en  esta  cibdad  á  tres  deste  y  á  la 
sazón  estaba  S.  M.  de  partida  para  Barcelona  con  intención  de 
pasar  en  Italia ;  y  á  la  cabsa  estaba  tan  ocupado  para  despachar 
las  cosas  deste  reino  que  no  hubo  lugar  de  responder  á  las  le- 
tras de  V.  A. 


BL  BMPBKADOR  CAKLOS  V  Y  SU  COSTE.  209 

Y  en  cuanto  á  los  caballos,  S.  M.  está  mal  proveído  dellos  y 
los  había  inviado  á  buscar,  pero  por  proveer  á  V.  A.  se  deshizo 
de  los  mejores  que  en  su  caballeriza  habia,  é  invia  tres  españo- 
les y  un  cursier,  que  diz  que  es  bueno.  Entre  los  españoles  vá 
uno  obero,  que  es  el  mejor  que  tenia  S.  M.,  y  quisiera  estar  bien 
proveído  para  inviar  mejor  recabdo  que  se  envía.  Todo  lo  de- 
más queda  para  despachar  desde  2^ragoza,  que  placiendo  á 
Dios  será  para  la  Semana  Santa;  á  donde  yo  porné  toda  la  dili- 
gencia que  conviene  para  que  V.  A.  sea  respondido;  aunque 
yo  me  dudo  y  tengo  por  cierto  que  no  será  al  propósito  de  la 
demanda:  y  de  mi  parecer  V.  A.  haga  sus  cosas  con  este  fin,  no 
por  falta  de  voluntad,  pero  porque  yo  veo  y  entiendo  que  no  se 
puede  hacer  otra  cosa,  como  ya  V.  A.  hobiera  entendido  del 
secretario  si  su  ventura  le  hubiera  arribado  á  la  presencia  de 
V.A. 

D.  Pedro  de  Córdoba  recibió  las  letras  de  V.  A.,  y  en  la  ver- 
dad con  sobrada  voluntad  ha  hecho  su  deber,  y  se  partió  para 
Portugal  en  diligencia  por  dar  mejor  recabdo  á  lo  que  le  invió  á 
mandar  y  con  letras  de  S.  M.  por  dar  más  calor  al  negocio.  El 
quisiera  que  S.  M.  le  despachara  luego  para  ir  á  dar  razón 
á  V.  A.  de  lo  de  acá,  porque  en  la  verdad  hay  necesidad  dello: 
que  no  se  puede  escribir  tan  cumplidamente  como  conviene 
para  la  satisfacion  de  la  voluntad  de  S.  M.  y  poco  remedio  que 
hay  para  la  necesidad  presente.  El  dicho  D.  Pedro  tiene  pensa- 
miento de  hacer  este  servicio  á  V.  A.,  y  desde  Barcelona,  si 
para  ello  hobiere  lugar,  conforme  á  la  necesidad  disporná  de  su 
persona;  que  para  ello  no  conozco  en  él  que  la  muger  le  dé  pe- 
sadumbre. 

De  los  negocios  del  secretario  Juan  Alemán  tengo  escripto 
lo  que  hasta  la  hecha  se  habia  ofrecido,  y  me  pesa  haya  S.  M. 
sido  tan  mal  servido  que  por  pasiones  particulares  hayan  queri- 
do apartar  de  su  servicio  tal  servidor.  Y  porque  hasta  agora  no 
teníamos  declaración  de  sus  negocios,  no  tenia  escripto  más 
de  lo  que  tenia  entendido:  que  el  Chanciller  y  Mayordomo 
mayor  teniendo  ambos  alguna  pasión  por  sus  intereses;  y  tam- 
bién porque  en  la  verdad  con  su  habilidad  no  se  hacia  del 


2IO  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DV  LA  HISTORIA. 

Chanciller  tanta  cuenta  como  él  quisiera ;  y  así  para  satisfacer  á 
sus  pasiones  como  por  pensar  quitar  el  tal  embarazo,  con  poca 
fundación  hobo  lugar  de  poner  sospecha  adonde  no  habla  cabsa 
de  la  haber.  Y  como  la  cosa  fuese  tan  delicada,  S,  M.  quiso 
antes  prevenir  que  ser  prevenido;  y  mandóle  retirar  á  una  al- 
dea dos  leguas  desta  cibdad  sin  prisión  ninguna  sino  solo  ausen- 
cia de  Corte ,  que  era  lo  que  ellos  querían ;  y  S.  M.  proveyó  á 
todas  partes  por  saber  la  verdad  de  su  acusación;  y  porque  de 
las  más  tiene  ya  respuesta  al  contrario  de  lo  que  sus  contrarios 
deseaban,  antes  de  su  partida  mandó  al  Secretario  poner  en  su 
libertad  y  restituir  sus  bienes,  y  quiere  entre  tanto  aguardar  los 
otros  mensageros  que  tiene  inviados  para  de  todo  satisfacerse; 
y  el  dicho  Secretario  queda  en  esta  cibdad  con  la  Emperatriz 
hasta  ser  acabado  lo  susodicho,  que  es  lo  quel  Secretario  quiere, 
para  que  conste  á  todo  el  mundo  la  poca  culpa  que  contra  él  se 
ha  tenido.  Yo  certifico  á  V.  A.  que  S.  M.  perdia  en  él  un  buen 
servidor  y  V.  A.  asimismo,  si  no  hobiese  de  tornar  al  ser  pri- 
mero ,  lo  cual  creó  yo  que  S.  M.  pues  ha  conocido  su  limpieza, 
le  mandará  restituir  su  honra ,  no  embargante  que  agora  por  él 
y  en  su  nombre  sirve  el  oficio  un  su  oficial  con  autoridad  de  uno 
del  Consejo.  Yo  habia  escripto  que  para  cualquier  efecto  V.  A. 
toviese  por  bien  de  escrebir  á  S.  M.  en  su  favor,  salvando  si  ho- 
biese excedido  en  el  caso  que  fue  acusado;  y  como  agora  de 
aquello  sea  libre,  será  bien  que  V.  A.  le  sea  gracioso  señor,  así 
porquel  favor  de  V.  A.  en  tal  cosa  le  será  gran  merced,  como 
porquel  conozca  que  los  servicios  que  ha  hecho  le  fueron  gra- 
tos y  para  lo  porvenir  será  más  obligado;  y  en  esto  mande  V.  A. 
proveer,  como  cosa  que  conviene  á  su  servicio. 
'  La  expidicion  que  S.  M.  ha  hecho  para  la  gobernación  deste 
viage  en  su  ausencia,  creo  que  lo  hará  saber  á  V.  A.  Yo  lo  que 
agora  veo  es  que  quedan  con  la  Emperatriz  el  Arzobispo  de 
Toledo  y  el  Conde  de  Miranda  y  D.  Juan  Manuel  y  el  Presiden- 
te Arzobispo  de  Santiago.  No  sé  los  poderes  ó  facultades  que  le 
quedan.  De  D.  Juan  me  pesa  que  no  tiene  compañía  á  S.  M., 
porque  el  valor  de  su  persona  y  consejo  vale  mucho. 


BL  BMPBRADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  211 

177. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Zaragoza^  3  de  Abril  da  152Q.) 

Clavijo  y  Mercado  arribaron  en  la  cibdad  de  Toledo  á  seis 
del  pasado  juntos;  y  visto  su  despacho  y  la  instrucion  que  Cla- 
vijo truxo,  que  venia  para  D.  Antonio  de  Mendoza,  D.  Pedro  de 
Córdoba,  Gabriel  Sánchez  y  para  mí;  y  á  la  sazón  no  estaba  en 
esta  Corte  ni  reside  en  ella  el  D.  Antonio  de  Mendoza  y  Gabriel 
Sánchez  habia  muchos  dias  que  era  partido  para  el  puerto,  Don 
Pedro  de  Córdoba  y  yo  nos  juntamos  y  dimos  larga  cuenta  á 
S.  M.  de  lo  que  V.  A.  nos  invió  á  mandar;  y  le  suplicamos  que 
teniendo  respecto  á  la  brevedad  del  tiempo  y  necesidad  que 
V.  A.  tiene,  fuese  servido  que  con  toda  la  mayor  diligencia  que 
fuese  posible,  se  diese  á  V^.  A  aviso  de  lo  que  se  podia  hacer  á 
su  suplicación.  Y  así  por  estar  S.  M.  de  partida  como  por  ser 
cosa  que  requeria  ser  bien  mirada  y  tener  muy  grandes  ocupa- 
ciones, no  se  pudo  responder  desde  Toledo,  y  así  se  remitió  el 
<lespacho  para  esta  cibdad,  adonde  yo  he  trabajado  que  V.  A.  sea 
brevemente  advertido  así  de  la  voluntad  de  S.  M.  como  de  lo 
que  se  puede  hacer  en  lo  que  V.  A.  demanda.  A  lo  cual  responde 
lo  que  V.  A.  entenderá  de  Monforte,  gentilhombre  de  su  Cá- 
mara que  vá  con  otros  ciertos  negocios  que  son  muy  al  contra- 
rio destos.  Y  en  la  verdad,  muchos  dias  ha  que  yo  tengo  es- 
cripto  del  mal  aparejo  que  acá  hay  para  semejante  negocio;  y 
querria  mucho  que  lo  que  está  sobre  esto  escripto  bastase  para 
que  V.  A.  lo  hobiese  entendido,  porque  de  contino  he  conocido 
y  conozco  que  la  voluntad  de  S.  M.  es  en  todo  y  por  todo  muy 
buena  para  lo  que  cumple  al  bien  y  honra  de  V.  A.;  pero  las 
guerras  tan  largas  y  trabajos  destos  reinos  y  entretenidos  dellos 
solos,  de  lo  cual  puede  considerar  qué  tales  deben  estar  las  co- 
sas para  poderse  sacar  fruto  para  lo  que  V.  A.  demanda,  pues 
para  lo  que  toca  á  la  necesidad  y  empresa  que  S.  M.  tiene,  es 
forzado  que. venda  su  patrimonio.  Los  otros  medios  que  V.  A. 
signiñca  que  son  Cruzada,  empréstido  ó  subsidio,  ya  S.  M.  in- 
tentó para  la  restauración  destos  reinos  lo  mismo  que  V.  A.  es- 


212  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

cribe  agora;  y  entonces  y  agora  están  tan  incrédulos  que  pien- 
san son  medios  y  formas  que  con  ellos  se  tienen  para  sacarles 
el  dinero;  y  de  lo  pasado  se  consiguió  más  daño  que  provecho, 
y  como  á  testigo  de  vista  en  este  punto  me  dio  S.  M.  por  res- 
puesta; y  generalmente  en  todo  recitándonos  la  necesidad  en 
que  está  y  el  mal  aparejo  que  para  el  tal  efecto  tiene:  y  que  la 
principal  cabsa  que  le  mueve  á  la  ida  de  Italia,  es  por  hallarse 
en  persona  en  el  socorro  ó  con  propósito  de  dexar  todas  las  em- 
presas y  ocuparse  y  emplearse  en  esa;  de  manera  que  en  cuan- 
to á  lo  de  acá,  V.  A.  entienda  y  conozca  el  mal  aparejo  que  hay 
y  conforme  á  este  después  de  poner  sus  cosas  en  Dios,  ordene 
lo  que  mejor  le  pareciere. 

Las  letras  de  creencia  que  V.  A.  envió  para  los  del  Consejo 
de  S.  M.  y  otras  personas,  dellas  se  dieron  y  se  les  dio  larga 
cuenta  y  razón  de  la  necesidad  en  que  V.  A.  estaba;  y  dan  por 
respuesta  ser  mayor  la  en  que  está  el  Emperador;  y  aunque  no 
veo  la  de  V.  A.,  entiendo  la  de  acá  y  pienso  que  tienen  razón, 
y  así  son  escusados  de  poder  hacer  servicio  á  V.  A.  aunque 
tienen  todos  buena  voluntad.  Y  el  Duque  de  Alba  y  de  Bejar 
son  retirados  á  sus  casas,  el  Duque  de  Alba  con  necesidad  de 
lo  mucho  que  dice  haber  gastado,  y  Bejar  de  lo  mucho  que  ha 
emprestado;  y  á  la  cabsa  no  aprovecharon  nada  las  letras;  y 
como  estos  empréstidos  los  tienen  hechos  muchas  veces  para 
S.  M.,  no  están  en  disposición,  ni  aun  vendiéndoles  la  hacienda, 
de  lo  hacer  más.  Y  acá  hemos  bien  pensado  y  mirado  en  todos 
los  que  nos  podrían  aprovechar  y  favorecer  para  este  negocio; 
y  al  fin  piense  V.  A.  que  decir  y  hacer  no  es  todo  uno,  y  que 
está  muy  lexos  de  España  donde  no  conocen  al  turco.  Bien 
creo  que  buenas  palabras  hartos  habrá  que  las  den,  pero  obras 
y  dineros  cada  uno  los  guarda  para  sí.  Yo  juro  mi  fé  á  V.  A. 
que  por  tan  burla  tienen  ellos  la  venida  del  turco  como  plegué 
á  Dios  que  sean  ciertos  sus  pensamientos,  antes  piensan  que  es 
invención  de  S.  M.  para  sacalles  dineros. 

En  cuanto  á  lo  que  conviene  inviar  despacho  para  celebrarla 
Dieta,  ha  seis  meses  que  partió  Pedro  de  Azcoytia  con  él,  y 
después  Gabriel  Sánchez,  que  por  el  largo  tiempo  que  ha  que 


•         EL  BlMRADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  "  213 

se  despacharón/'V.' A.  "conocerá  la  diligencia  que  en  ello  se 
puso.  .  s. 

Porla  de  xvii  de  Diciembre  demanda  V.  A.  caballos,  los  cuales 
son  malos  de  haber  por  la  mucha  falta  que  hay  dellos  y  por  la 
pfegmática  que  S.  M.  ha  hecho,  que  ninguno  pueda  andar  á  muía 
sin  tener  ¿aballó;  y  S.  M.  los  habia  inviádo  á  buscar;  pero  vista 
la  necesidad  que  V.  A.  tiene,  luego  nos  mandó  que  con  sobrada 
diligenjcia  los  buscásemos,  y  con  la  brevedad  de  la  partida,  no 
los  jiodimos  hallar;  y  así  fue  forzado  que  S.  M.  se  deshiciese  de 
los  que  tenia  para  «ü  persona;  y  yo  prometo  á  V.  A.  que  no  le 
queda  ni  uno'  solo  que  valga  la  pena,  y  así  envía  cuatro,  tres  de 
España  é  un  cursier,  y  el  uno  dellos  es  obero  y  extremado  de 
bueno;  y  así  despaché  á  Clavijo  con  ellos  y  se  le  dieron  300  du- 
cados y  proveimiento  para  el  pasage  y  despensas  de  la  mar. 

Yo  le  encargué  mucho  los  llevase  muy  seguros  y  concertados, 
y  yo  creo  que  así  lo  hará.  V.  A.  crea  que  si  todo  fuera  tan  fácil 
de  proveer  y  remediar  como  esto,  que  así  se  hiciera  lo  uno  como 
lo  otro.'  Y  por  esta  carta  me  hace  saber  tener  aviso- de  Polonia  y 

m 

otras,  muchas  partes  de  la  cierta  venida  del  turco,"  lo  cuát  se 
mostró  á  S.  M. 

•   r 

Por  lá  de  xxi  de  Enero  escripta  en  Isprug  escribió  que  pare- 
cía á  V.  A.  que  si  las  necesidades  destos  reinos  fuesen  tales  que 
no  se  podiese  hacer  el  socorro,  fuera  bien  demandar  una  Cruza- 
da; é  así  se  hizo  como  V.  A.  lo  mandó;  y  después  de  haber  pía- 

'  '  ...  .         ' 

ticado  con  S.  M.  la  instrucion  y  respondídonos  la  imposibilidad 

y  trabajos  en  que  está  á  D.  Pedro  y  á  mí,  otro  diá  nos  pareció 
que  era  bien  hablallc  en  lo  de  la  Cruzada,  á  lo  cual  nos  respón- ' 
dio  que  la  que  para  él  habia  concedida,  estaba  ya  comida  y  no 
publicada;  y  qué  habia  en  ello  mal  aparejo;  y  así  como  V.  A. 
mandó  que  se  hiciese  relación,  la  cabsa  porque  esto  se  pidiá  se 
dixo,  y  también  que  S.  M.  se  podria  dello  servir. 

La  división  que  hay  en  Quyga  pareció  á  S.  M.  que  estar  par- 
tidos en  dos  partes  era  mejor  que  no  ser  todos  de  una  opinión, 
como  antes  se  pensaba;  y  parece  bien  á  S.  M.  la  determinación 
de  V.  A.  en  hacer  la  liga  y  convocación  de  los  católicos  con  los 
Príncipes  que  V.  A.  señale. 

TOMO  XLIV»  14 


^14  ÉOLBTÍK  DB.  LA  &BAL  ACADBMXA  X>B  lA  HkSVORIA. 

Por  la  de  once  de  hebrero  V.  A.  dice  se  maravilla  de  las  po- 
cas cartas  que  de  mí  recibe.  La  cabsa  dello  yo  la  tengo  escrípta; 
y  es  que  como  la.  tierra  es  cerrada  y  por  via  de  mercaderes  no 
se  pueda  escribir,  porque  ellos  no  osan  ni  quieren  tomar  cartas 
que  tengan  substancia,  ni  se  debe  de  hacer  por  el  mucho  peligro 
que  en  ello  corre;  y  por  la  mar  S.  M.  ha  hecho  el  año  pasado 
tan  pocas  espidiciones  que  me  fue  forzado  traer  conmigo  i 
Pedro  de  Azcoytia  desde  Madrid  á  Valencia  y  á  Monzón  y  des-»^ 
de  Monzón  á  Madrid;  y  aun  en  Madrid  hasta  la  partida,  oo  fui 
parte  para  que  podiese  ser  despachado.  Y  la  caj^sa  desto  es  que 
S.  M.  cuando  tiene  entre  manos  algún  gran  negocio,  ¿guarda  el 
fin  del,  y  por  esto  se  detienen  los  despacho3.  V.  A.  puede  creer 
que  por  mí  no  queda  de  dar  toda  la  prisa  qUe  es  posible. 

Yo  pedí  licencia  á  S-  M.  para  haberme  de  ir  á  V.  A.,  la  cual 
rae  negó  y  creo  que  fuera  servicio  de  V.  A.  que  yo  hobiera  ido> 
porque  le  diera  entera  cuenta  de  la  sobrada  voluntad  de  S.  M.. 
y  muchos  trabajos  y  poco  aparejo  que  tiene  para  lo  que  V.  A. 
ha  menester  y  desea;  y  creo  que  V.  A.  entendidos  en  muchas 
cosas  que  confiando  en  la  prosperidad  de  acá  se  pone,  las  po* 
dría  guiar  por  otro  camino  que  pareciese  convenir  más  al  des- 
canso de  S.  M.  y  de  V.  A.  Digo  esto  porque  según  lo  que  V.  A. 
escribe  y  de  acá  no  se  provee,  me  parece  que  es  menester  más 
platicallo  para  bien  entendello.  Lo  otro  porque  yo  me  movia  y 
me  muevo»  es  por  la  extrema  necesidad  que  yo  paso  á  cabsa  del 
mal  pagamento  que  se  me  hace  de  mis  gajes,  para  que  V.  A.  lo 
mande  proveer  en  lo  pasado  para  pagar  mis  debdas  y  en  lo  de 
adelante  como  fuese  servido. 

En  el  negocio  de  Castillejo  me  mandó  S.  M.  responder  por  el 
secretario  Cobos  ser  mucha  razón  y  que  era  contento  de  le  pro- 
veer cuando  se  hiciese  la  espidicion  del  obispado  de  Avila,  so- 
bre que  demandaba  yo  la  pensión,  y  según  se  acostumbra  y  son 
muchos  los  demandantes,  tengo  temor  que  lo  que  le  dieren  no 
será  para  matar  la  sed;  por  tanto  V.  A.  no  se  descuide  de  le  ha- 
cer las  mercedes  que  su  antigüedad  y  buenos  servicios  merecen. 
Hanme  dicho  que  demandan  este  obispado  el  Chanciller  y  el 
Cardenal  de  Santa  Cruz  y  el  Marqués  de  Brandanburque  y  otros 


WL  «MPVRAPOR  CMOOe  V  Y  SU  CORTf.  215 

inñnitos,  A  la  cabsa»  y  porque  así  lo  acostumbra,  la  probision  d^ 
semejantes  cosas  dilata  S.  M.  mucho. 

Ea  lo  de  Rocandorf  S.  M.  ha  por  bien  que  haya  de  servir  á 
V,  A.,  y  que  le  sirva  tanto  cuanto  del  toviera  necesidad»  que 
para  todo  le  dá  licencia;  y  en  cuanto  á  su  pagamento  dice  que 
es  mucha  razón  y  que  se  buscará  en  qué»  y  le  manda  escribir 
muy  complidamente  conforme  á  esto;  todo  lo  que  no  tocare  i 
dineros  habrá  lugar  de  se  hacer;  para  lo  otro  tienen  justas  escu- 
sas, por  las  necesidades,  trabajoe  y  guerras  que  son  causa  deUo; 
y  Rocandorf  sufra'  su  parte  como  lo  hacen  otros  muchos  que 
tienen  más  extremas  necesidades. 

Tocante  á  lo  de  la  cifra  que  V.  A,  me  escribió  sobre  lo  de  la 
paz,  S.  M.  tiene  bien  consideradas  las  razones  que  V.  A.  escri* 
bió,  y  las  necesidades  y  trabajos  en  que  á  la  cabsa  está  hoy  la 
christiandad;  y  en  Dios  y  en  buena  conciencia  creo  cabe  á  S.  M. 
poca  parte  de  la  culpa  dello,  porque  nos  certiñcó  quél  habia  de- 
seado y  procurado  la  paz  por  todos  los  medios  á  él  posibles  y 
con  harta  pérdida,  pero  que  no  hallaba  camino  para  venir  en  ello 
por  no  la  querer  sus  contrarios;  y  que  agora  y  antes  el  principal 
ñn  de  desearla  era  por  evitar  los  males  y  daños  que  á  la  cabsa 
se  ofrecían  á  la  christiandad  y  por  poder  emplear  su  persona  y 
Estados  en  el  socorro  y  ayuda  de  V.  A.  contra  ese  capital  ene- 
migo; y  que  este  cuidado  tenia  delante  sus  ojos  para  el  fín  de 
su  deseo,  según  más  largamente  lo  escribe  á  V.  A.»  á  cual  carta 
me  remito. 

Aquí  es  venido  mos.  de  Rosinboes  y  con  cierta  plática  de  paz 
movida  allá  entre  Madama  y  los  franceses;  pero  paréceme  que- 
para  tal  negocio,  ora  fuese  burla  ó  veras,  más  diligencia  y  soli- 
citud se  habia  de  poner  que  ellos  han  puesto,  porque  se  vino 
por  Francia  con  carros  y  muy  de  su  espacio,  y  por  Castilla  no 
se  hizo  mucha  diligencia;  de  manera  que  no  veo  yo  mucha  calor 
en  la  negociación.  Un  francés  es  aquí  venido  por  parte  del  Du- 
que de  Saboya  á  mover  ciertos  partidos;  y  para  conmigo  más 
cierto  soy  que  es  espia  que  no  manera  de  negociar  la  paz,  la 
cual  es  bien  necesaria  en  todas  partes.  Nuestro  Señor  la  enca- 
mine como  sea  servido,  que  yo  entendido  y  visto  el  poco  recau- 


2 1 6'  boletín' de' LA  REAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTOBIA. 

do  que  de  a^rá  se  puede  enviar,  he  persuadido  á  S.  M,  y  los  de 
su  Consejo  quel  principal  punto  para  quel  turco  no  venga,  es 
Hacer  S.  M.  lá  paz;  porque  quien  á  él  le  hace  venir  son  los  que 
V.  A.  entiende,  y  veo  la  christiandad  ocupada  y  embarazada  en 
sus  gperras. 

•  S.  M.  partió  de  Toledg  muy  resoluto  y  determinado  de  pasar 
en  Italia,  y  otra  cosa  no  entiendo  ni  conozco  sino  que  veo  para 
este  efecto  dos  cosas:  la  una  que  S.  M.  lo  ha  publicado  muy  de- 
tenidamente y  para  ello  dá  mucha  prisa  á  sus  armadas  de  naos 
y  galeras,  y  manda  hacer  doce  mil  hombres  de  pié,  los  cuales  á 
toda  fuerza  andan  señalando;  y.  los  Grandes  y  gentiles-hombres 
y  caballeros  manda  que  para  postrero-  de  Abril  sean  todos  en 
Barcelona  con  sus  adrezos  de  armas  y  caballos;  y  al  tiempo  de 
sü  partida  ordenó  S;  M.  el  testamento  y  dexolo  como  hombre 
que  iba  fuera  destos  reinos,  y  no  hay  persona  que  en  dicho  ni 
en  fecho  dé  S.  M.  conozca  otra  cosa  en  contrario  desto,  aunque 
l^han  antepuesto  todos  los  trabajos  é  inconvenientes  que  para 
la  tal  jornada  hay,  no  son  parte  para  le  haber  movido  á  tomar 
conocimiento  de  hacer  lo  contrafrode  lo  comenzado.  Lo  segun- 
do que  á  mí  me  parece  y  pienso  es:  que  S.  M.  al  tiempo  que 
pf  opuso  esta  jornada  debia  pensar  de  proveer  el  mayor  incon- 
veniente que  para  ella^e  hallaba,  que  es  la  grande-chambre  que 
se  pasa  en  toda  Italia;  lo  x:uál  se  podiera  remediar  con  llevar 
trigo  de  España;  y  agora  há  querido  Dios  de  hacernos  partici- 
pantes del  trabajo  de  Italia,  porque  ha  cinco  meses  que -no  Hue- 
ve en  toda  España^  y  en  Castilla  hay  mucho  trabajo  y  necesidad 
aijí  por  esto  como  pofquel  año  pasado  se  dio  una  saca-  para  Por- 
tugal qué  hizo  más  daño  que  yo  ^abré  escribir.  Y  en  el  Andalu- 
cía, como  no  haya  llovido  en  este  tiempo  y  la  tierra  sea  más 
temprana,  tienen  ya  por  segura  Ja  perdición  y  hambre;  y  aquí 
han  enviado  en  esta  Corte  á  suplicar  no  haya  saca;  y  aunque  no 
la  haya,  no  dexarán  de  padecer  gran  pena  y  trabajo.  Esfe  incon- 
veniente me  parece  muy  grande  y  muy  evidente  para  el  estor- 
bo de  poder  pasar  S.  M.,  pues  que  de  acá  ni  de  allá  esta  necesi- 
dad no  se  puede  remediar. 
-  La  carta  que  V.  A.  escribió  á  la  Emperatriz  le  dimos  D.  Pedro 


BL  BMPBRADOR  CARLOS  V  y   SÜ  COKTB:    .  217 

de  Córdoba  y  yo;  y  S.  M.  respondió  que  las  cosas  que  tocaban 
á  V.  A.,  el  Emperador  las  tenia  lanto  á  corazón  que  no  había 
necesidad  que  nadie  entre  ellos  interviniese;  pero  que  no  em- 
bargante esto  que  ella  haría  todo  lo  posible  y  se  mandaba  mu- 
cho encomendar  en  V.  A. 

178. 

(Para  e¡  Rey  mi  señor.— Zaragata,  14  de  Abril  de  iszq)  (i). 

Mercado  y.  Clavijo,  gentileshonabres  de  V.  A.,  Uegvon  e(i 
Toledo  á  tiempo  que  S.  M.  se  quería  partir  para  Barcelona  y 
D.  Pedro  de  Córdoba  y  yo  hicimos  relación  á  S.  M.  de  lo  qué 
por  ellos  V.  A.  nos  invió  á  mandar;  y  luego  S.  M.  proveyó  en 
responder.    . 

D.  Pedro  de  Córdoba  volvió  de  Portugal  y  me  envió  la  res- 
puesta que  le  fue  dada,  la  cual  yo  envié  con  las  otras  cartas  ál 
Dr.  Gabriel  Sánchez,  que  va  ea  cpmpañia  de  Monforte.  Quedóse 
en  Toledo  con  su  muger,  por  que  llegó  á  tener  la  Pascoa  allí. 
Escribióme  quél  vernia  aquí  y  estaba  aparejado  para  ir  y  ser- 
vir en  todo  lo  que  fuese  servido  de  V.  A.  sin  que  la  muger  le  dé 
empedim^nto  alguno. 

.  V.  A.  tenga  memoria  de  escribir  al  Confesor,  porque  és  per- 
sona q.ue  desea  servir  á  V.  A., .y.  todo  lo  que  á  él  toca,  lo  hace 
coa  entera  vojuntad,  y  sea  agradeciéndole  lo  hecho,  porque  hará 
provecho  para  lo  de  porvenir. 

S.  AI.  supo  como  micer  Andrea  del  Burgo,  embajador  que 
V.  A.  tiene  en  Roma,  estaba  malo;  y  á  la  cabsa  no  podia  bien 
entender  en  los  negocios;  y  escribe  muy  encargadamente  á  su 
embaxador  micer  May  para  que  entienda  en  ellos  con  toda  asis- 
tencia en  lo  que  viere  convenir  al  servicio  de  V.  A.  Será  bien 
que  se  le  escriba,  porque  yo  sé  que  es  muy  servidor  de  V.  A.  y 
llevaba  mucho  cuidado  de  le  servir  en  todo  lo  que  fuese  po- 
sible. 


(i)  Al  jnargQD,  de  letra  del  texto:  «Carta  disimulada  que  llevó  Merca- 
do para  pasar  por  Francia.  Fue  en  compañia  de  mes.  de  Rosulus,  mayor- 
domo mayor  de^Madama,  el  cual  llevaba  sus  letras  hasta  salir  de  Francia.» 


220  boletín  ]>b  la  rbal  acaobmia  ob: la. historia. 

hanegas  de  trigo,  que  e&  la  cosa  de  que  más  ilienester  tenetiao^ 
y  cuarenta  piezas  de  artillería  y  seiscientos  pipotes  de  pólvora, 
y  por  via  destos  hemos  sabido  cómo  Monforte.  y  su  compañia 
arribaron 4.  los  xi  deí  pasado  en  Flandes;  y  pues. las  letras  están 
en  poder  de  V .  A.,  por  ellas  verá  la  diligencia  que  acá  se  pone 
en  lo  que  se  envia  á  mandar.  También  escribieron  de  Vizcaya 
que  decían  los  que  venian  de  Flandes  que  se  tenia  por  cierto  los 
alemanes  habian  concedido  á  V.  A.  para  contra  el  Turco  cien 
mil  hombres  de  pie  y  veinte  mil  de  caballo,  y  los  eclesiásticos 
la  xnjtad  de  sus  temporales.  No  lo  escribo  á  V.  A.  porque  lo  creo, 
,aui)que  fuese  la  xx.*  parte,  pero  porque  sepa  lo  que  las  gentes 
dicen.  ' 

181. 

(Para  el  Rey  mi  señar. — Barcelona,  2g  de  Mayo  de  1529.) 

S.  M.  dá  muy  gran  prisa  á  poner  en  orden  las  galeras,  las 
cuales  serán  prestas,  según  yo  veo,  para  mediado  Junio;  y  S.  M. 
ha  mandado  que  en  diligencia  venga  la  armada  que  está  en  Car- 
tagena, la  cual  se  espera  cada  dia;  y  S.  M.  tiene  inviados  cier- 
tos mensageros  al  Príncipe  de  Orangey  á  Antonio  de  Leyba,  á 
los  cuales  creo  aguardan,  Tienese  por  cierto  que  ha  inviado  á 
llamar  á  Andrea  de  Oria.  Hasta  agora  toda^  las  apariencias  son 
buenas  de  que  porná  en  execucion  su  pasada,  no  embargante 
que  para  ello  todos  los  de  su  Consejo  y  aun  todos  los  del  reino 
son  de  contraria  opinión,  por  ser  el  tiepapo  muy  al  contrario  de 
Jo  que  para  la  tal  jornada  es  menester,  así  en  Italia  como  en 
todos  estos  reinos  por  falta  de  los  mantenimientos,  Yo  terne 
cuidado  de  advertir  á  V.  A.  por  todas  las  vias  que  me  fuere 
posible.  .  • 

18». 

(Para  el  Rey  mi  señor,— Barcelotia,  s  de  yunto  de  i52g)  (i). 

« 

Yo  tengo  escripto  tres  veces  desde  que  en  esta  cibdád  veni- 
mos, haciendo  saber  á  V.  A.  cómo  S.  M.  daba  mucha  prisa,  á 

/i)    Al.ja^gen:  «E^ta  fué  por  Italia  á  AntQoip  de  Leyba.» 


.  BL  EMPBBADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTB.  »2^ 

SUS  armadas,  las  cuales  están  ya  puestas  en  orden  y  con  deseo 
de  acabar  su  jornada,  según  del  «é  conoce.  S.  M.  escribe  á  V.  A. 
su  determinación,  á  c^iya  carta  me  remito  .y  me  dixo  que  presto 
le  haría  mensagero  propio,  y  con  él  y  con  todos  los  que  se  ofre- 
cieren, trabajaré  de  escribir  lo  que  de  nuevo  se  ofreciere. 

188. 

(Para  el  Rty  nú  señar, — Barcelona^  s  de  yunto  de  1529.) 

El  portadof  desta  esMaftin  de  Gurrea,  paje  que  fue  de  V.  A., 
y  por  el  mucho  tiempo  que  no  le  ha  visto,  creo  no  le  conocerá. 
El  es  hijo  del  tesorero  Feri-iz  y  siempre  ha  tenido  voluntad  y 
deseo  de  ir  á  servir  á  V.  A.  y  por  algunos  impedimentos  no  lo 
ha  podido  hacer  hasta  agora,  que  tiene  nueva  cierta  que  el  turco 
viene  á  esos  reinos  de  V.  A;,  ha  determinado  hallarse  en  tal 
jornada,  presuponiendo  los  peligros  de  mar  y  tierra;  y  con  esta 
voluntad  se  parte  desta  cibdad,  donde  quedamos  todos  apareja- 
dos para  hacer  la  misma  jornada.  Suplico  á  V.  A.  quél  conozca 
le  fueron  gratos  los  muchos  y  buenos  servicios  que  padres  é  hi- 
jos hicieron  al  Rey  Católico  y  á  V.  A.,  y  el  dicho  Martin  Gurrea 
dará  razón  á  V.  A.  del  estado  en  que  dexa  á  S.  M.,  si  llegare 
antes  que  nosotros. 

X84. 

(Para  el  Rey  mi  seüor.— Barcelona,  s  tte-Jutiio  tle  1529.)  • 


Hoy  á  cinco  d.este  recebr  el  despacho.;  gu^j  y,  A.  me  yn^dó 
inviar  data  de  24  de  Abril.  Lo  que  hay  por  esta  que  se  deb^ 
escribir  es  que  yo  mostré  á  S.  M.  la  larga  relación  que  V.  A;  ngie 
invi6  y  mandóme  que  yo  la  mostrase  á  los  de  su  Consejo:  lo  cual 
se  hará  mañana  y  asimismo -^e  le  hará  Tdacion  del  subceso  de 
la  Dieta.  Yo  supliqué  á  S.  M.  por  el  negocio  de  Juan  Xenque  y 
har^  con  ello  lo  que  V.  A.  me  invia  á  mandar  .  ~ 


ÍSS2  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DB  LA  HXSTORIA. 

186. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Barcelona ,  22  de  Junio  de  iS2q,) 

Luis  de  Taxis  llegó  en  esta  cibdad  á  18  deste  y  truxo  el  du- 
plicato  de  la  Dieta  y  una  carta  de  mano  de  V.  A.  y  del  Secre* 
tario  para  S.  M.  y  otra  para  mí,  las  cuales  llegaron  á  buen  re- 
cabdo.  Vino  en  compañia  de  Andrea  de  Oria,  y  yo  hice  relación 
á  S.  M.  de  lo  que  V.  A.  me  mandó  escribir  y  holgó  mucho  de 
ser  avisado  tan  complidamente.  V.  A.  hizo  muy  bien  en  escri- 
bir lo  que  allá  estaba  proveído  en  lo  de  la  gente,  porque  no 
tenia  S.  M.  tan  larga  razón  como  deseaba  saber;  y  quisiera  mu- 
cho que  la  gente  que  Antonio  de  Leyba  habia  inviado  á  deman- 
dar se  hobiera  hecho  é  inviado  por  la  necesidad  que  V.  A.  y  él 
significan  por  sus  letras;  á  lo  cual  yo  satisfice  haberse  hecho  lo 
último  de  poder. 

S.  M.  quiso  entender  lo  que  se  me  escribió  de  lo  que  Rocan- 
dorf  me  habia  avisado  en  Flandes  sobre  los  seis  mil  alemanes,  y 
me  dixo  que  nunca  tal  habia  oido  ni  entendido.  Los  otros  cum- 
plimientos que  para  tal  caso  eran  menester,  ftieron  hechos  de 
mi  parte  y  hay  poca  necesidad  de  hablarse  en  ello,  porque  S.  M. 
está  bien  satisfecho  de  la  voluntad  de  V.  A.,  y  aun  me  dixo  que 
algún  personage  algún  dia  quiso  entrar  en  su  servicio  con  la  tai 
plática  y  fiíe  bien  rebotado,  y  pareceme  y  sospecho  que  según 
en  la  mala  gracia  quexle  S.  M.  se  partió,  debe  ser  el  susodicho; 
no  lo  digo  por  afirmarme  en  ello  sino  por  sospecha  que  tengo 

Al  cumplimiento  de  mostrarse  V.  A.  en  lo  de  Francia,  S.  M- 
está  satisfecho  y  le  parece  bien  lo  que  V.  A.  sobre  eBo  ha 
hecho. 

En  lo  que  se  escribió  sobre  la  pasada  de  S.  M.  vino  también- 
escHpto  que  lo  mostré  á  los  del  Consejo  secreto  porque  viesen 
en  lo  que  V.  A.  estaba;  porque  todos  ellos  son  de  contraria 
opinión  de  S.  M.,  y  lo  escripto  por  V.  A.  satisface  al  Empera- 
dor y  á  ellos.  En  lo  del  trabajo  que  hay  en  Hungria  y  Bohemia 
y  en  las  otras  tierras  de  V.  A.,  S.  M.  cree  bien  en  el  estado  que 
pueden  estar,  según  las  cosas  han  pasado,  de  lo  que  le  pesa  harto. 


EL  BHPfiRABOR  CAÍALOS  V  T  Sü  CORTE.  225 

En  lo  de  Joan  Alemán  dixe  á  S.  M.  lo  que  me  pareció  que 
convenia  á  sn  servicio,  porque  me  parece  que  no  hallándose 
contra  él  lo  que  fue  acusado  ni  otras  poquedades  que  después 
le  buscaron,  recia  cosa  es  darle  título  de  traydor,  y  que  los  acu- 
sadores se  loen  y  alaben  que  ellos  son  parte  y  cabsa  de  dalle 
punición  por  el  enojo  6  desplacer  que  á  ellos  había  hecho;  y 
esto  dÍKe  yo  á  S.  M.  parecerme  mal,  porque  tocaba  mucho  á  su 
honra  y  autoridad,  suplicándole  de  partes  de  V.  A.  que  confor- 
me á  lo  que  se  le  escribió ,  quisiese  usar  con  él.  S.  M.  bien  co- 
hoce y  me  ló  dixo  estar  satisfecho  de  la  acusación  ser  incierta, 
pero  estaba  descontento  de  otras  cosillas  que  no  le  habian  agra- 
dado, para  las  cuales  el  castigo  me  pareció  ser  grande  y  grave, 
y  escandalosa  cosa  que  con  tal  título  sin  justa  y  clara  informa- 
ción sea  punido  un  hombre  estando  tan  preminente.  Y  desto  fué 
cabsa  la  información  de  los  susodichos  por  sus  pasiones  particu- 
lares. S.  M.  hará  lo  que  fuere  servido  y  aclarará  su  conciencia. 
Lo  de  V.  A.  está  hecho  como  debe  ser,  porque  Juan  Alemán  en 
su  tiempo  sirbió  con  toda  la  voluntad  y  obra  á  él  posible. 

D.  Pedro  de  Córdoba  habia  recibido  una  carta  de  V.  A.  por 
la  que  le  dio  á  entender  la  cabsa  porque  se  habia  proveido  á 
D.  Pedro  Laso  de  Caballerizo  mayor ;  y  en  la  verdad  él  quisiera 
mucho  que  estovtera  por  proveerse,  porque  una  de  las  cosas 
que  le  movieron  ir  allá  era  pensar  ser  seguro  de  su  plaza ,  y  le 
parecia  que  el  casarse  no  era  grande  empedimiento  para  estar  en 
Alemana  en  servicio  de  V.  A. 

A  Laxao  dixe  lo  que  V.  A.  me  mandó  escribir  y  holgó  mu- 
cho de  la  buena  voluntad,  y  tiene  esperanza  que  por  medios  de 
V.  A.  habrá  fin  su  deseo. 

Aquí  está  el  Embaxador  del  Rey  de  Polonia,  y  á  mí  me  pare- 
ció que  era  bien,  que  pues  á  S.  M.  constaba  lo  que  su  amo  habia 
hecho  cerca  del  turco,  era  bien  que  ge  lo  diesen  á  entender, 
como  S.  M.  fuese  servido;  é  asi  S.  M.  se  determinó  de  lo  hacer; 
y  lo  que  se  le  dirá  y  responderá,  con  el  primero  yo  lo  escri- 
biré á  V.  A. 

En  lugar  de  Juan  Alemán  sirve  uno  del  Consejo  de  Estado 
que  se  llama  Nicolao  Perrenot,  y  de  título  mos.  de  Granvela,  el 


224  BOLETÍN  DE  LA   KEAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

cual  estuvo  en  Francia  por  Embaxador,  después  de  suelto  el 
Rey  de  Francia;  y  este  mos.  de  Granvela  muestra  desear  servir 
á  V.  A.  Será  bien  que  se  le  escriba  una  carta  de  cómo  es  V.  A. 
advertido  por  mí  de  lo  susodicho.  Será  bien-esto  para  acrecen- 
talle  el  buen  deseo,  porque  V.  A.  sea  bien  servido  del. 

De  los  avisos  que  S.  M.  tiene  del  proveimiento  que  el  Rey  de 
Francia  ha  hecho  al  Bayboda  son  muy  ciertos  sabidos  por.  sus 
mismas  letras,  según  que  á  V.  A,  se?  escribe.  En  lo  del  Conde 
Palatino  sobre  lo  del  casamiento»  S.  M.  responde  lo  que  por  su 
carta  entenderá;  y  asimismo  á  todo  lo  demás  que  hay  que  res- 
ponder: á  la  carta  me  remito. 

S.  M.  escribe  á  V.  A.  para  saber  cómo  y  de  qué  grandor  y 
manera  han  de  ser  los  estandartes  y  banderas  que  ha  de  llevar; 
y  asi  para  esto  como  para  de  aqui  en  adelante  cada  hora  será 
razrpn  de  ser  avisados  por  todas  las  vias  que  fuere  posible,  V.  A. 
mande  proveer  en  ello  como  hasta  aquí. 

A  mos.  de  Laxao,  como  arriba  digo,  mostré  lo  que  V.  A.  me 
escribió  y  holgó  mucho  de  la  merced  que  se  le  hace;  y  lo  que  al 
presente  hay  en  que  se  le  pueda  hacer  merced  es  lo  quel  escri- 
be á  V.  A.,  por  la  necesidad  de  la  indisposición  del  Arzobispo 
presente,  y  pues  él  vá  con  S.  M.,.  sera  él  que  lo  solicitará. 

S.  M.  habló  al  Embaxador  del  Rey  de  Polonia,  haciéndole  sa- 
ber lo  que  su  amo  habia  hecho;  y  el  dicho  Embaxador  dio  por 
disculpa  que  su  amo  nunca  tal  mandó,  sino  que  aquel  que  se 
intituló  su  Embaxador  le  pidió  licencia  para  ir  á  Nuestra  Señora 
de  Lorico,  y  de  su  propia  voluntad  hizo  el  contrario;  y  el  dicho 
Rey  escribió  sobre  esto  á  su  Embaxador,  el  cual  traslado  de  su 
carta  se  envia  á  V^.  A.  Yo  creo  que  si  esto  fuera  verdad,  que! 
mostrara  el  recaudo  antes  que  en  ello  se  le  hablara. 

186. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Barcelona  ^  8  de  Julio  de  iS2Qí) 

Con  Luis  de  Taxis  que  partió  dia  de  Sant  Juan  desta  ciudad, 
escribí  largo  todo  lo  que  convenia,  y  creo  según  el  tiempo  le  ha 
hecho  y  su  buena  diligencia,  ya  será  arribado  cerca  de  V.  A.  Lo 


BL  BMPSRADOA  CARLOS  V  Y  SU  CORTE;  22^' 

tíjue  después  de  su  partida  se  ha  ofrecido  es  la  conclusión  de  la 
amistad  que  se  ha  tomado  entre  su  Santidad  y  S.  M.  juntamente 
con  V.  A.,  la  cual  se  celebró  con  solemnidad  el  dia  deSant  Pe- 
dro y  Sant  Pablo;  y  así  para  la  congratulación  como  para  en- 
tender  en  cosas  resultantes  de  mucha  calidad,  así  de  las  que  to- 

■  *  ■  •  •   •  _ 

can  al  Tratado  como  de  las  que  se  podrán  ofrecer,  manda  S.  M. 
ir  á  Roma  á  uno  de  su  Consejo  secrépto,  que  es  mosior  de  Prát, 
el  cual  terna  el  mismo  cuidado  de  lo  tocante  á  V.  Á.  que  lleva 
de  los  negocios  de  S.  M.  así  por  serle  mandado  como  por  ^  de- 
searlo por  servir  á  V.  A.  Y  porque  quiso  saber  de  mí  la  manera 
y  conñanza  que  V.  A.  dá  á  su  embaxador  micer  Andrea  que 
allí  está,  y  ésta  yo  no  sé,  V.  A.  le  mande  escribir  lo  que  y  en 
qué  se  debe  comunicar  con  su  Embaxador  sin  se  encobrir  ni 
tener  recelo  ninguno  de  lo  que  hobiere  de  hacer  y  tratar;  y  para 
ello  lleva  su  abcdario  de  una  cifra  que  á  V.  A.  se  envia  junta- 
mente  con  la  sustancia  de  los  capitulos  que  se  han  tratado  en 
esta  paz.  Y  el  dicho  mosior  de  Prat  servirá  muy  bien  á  V.  A.  y 
^S  hombre  que  lo  sabrá  bien  hacer:  V.  A.  mande  proveer  en  esto 
lo  que  fuere  servido. 

Asimismo  me  ha  escripto  frey  Gerónimo  dé  Fonseca  desde 
Ñapóles  cómo  V.  A.  le  inviaba  á  Roma  por  su  embaxador,  délo 
cual  á  mí  no  se  ha  dado  aviso;  y  según  he  entendido  destos  Se- 
ñores el  dicho  frey  Gerónimo  ser  ido  á  Roma  con  este  cargo,  y 
no  están  muy  satisfechos  del  para  semejante  comisión.  Asimismo 
sobre  esto  mandará  V.  A.  lo  que  fuere  servido. 

S.  M.  está  muy  al  cabo  de  su  partida,  porque  espera  su  arma- 
da cada  dia,  porque  le  vino  nueva  habrá  cinco  dias  que  el  dia 
de  Sant  Pedro  la  dcxaba  en  Alicante,  que  son  sesenta  leguas  de 
aquí;  y  creo  que  llegada,  se  deterná  muy  poco,  pues  lo  necesa- 
rio para  lo  que  toca  al  embarca  miento  está  presto. 

187. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Barcelona^  24  de  Julio  de  1529-) 

A  22  deste  recibí  las  cartas  de  V.  A.  hechas  en  Linz  á  17  de 
Junio,  y  la  relación  de  lo  que  el  Conde  de  Hortenburgo  habia 


336  BOLETÍN  DX  LA  REAL  ACADSMU  DB  LA  HISTOIUA. 

hecho  en  el  proveimiento  de  la  gente.  De  todo  ello  era  S,  M,  ad- 
vertido por  un  correo  que  Madama  había  inviado  desde  Flandes, 
con  el  cual  fue  avisado  del  nacimiento  del  Sr.  Infante  Don  Her- 
nando mi  señor,  y  me  dixeron  que  hobo  sobrado  placer;  y  aun- 
que lo  sabia,  holgó  mucho  cuando  lo  supo  por  la  carta  que  á  mí 
se  escribió;  y  porque  el  Secretario  me  escribió  el  nombre,  lo 
dixe  á  S.  M.;  y  dixome  aquél  tenia  esperanza  que  Dios  le  dará 
otro,  el  cual  seria  así  nombrado.  Y  no  embargante  que  estoviese 
advertido  de  la  negligencia  que  se  tenia  en  el  proveimiento  del 
dinero,  ge  lo  torné  á  decir  asimismo  y  lo  que  los  Quygos  que- 
rían y  demandaban;  á  lo  cual  responde  S.  M.  Yo  hice  toda  ins* 
tancia  en  la  paga  de  los  xx  mil  florines  del  Duque  de  Branzuique, 
y  creo  que  en  ello  no  se  proveerá  cosa  ninguna  hasta  que  S.  M. 
sea  en  Alemana,  y  así  lo  responde  por  su  letra.  Y  como  S.  M. 
está  ya  en  la  mar,  todo  lo  remite  para  en  Italia,  y  en  solo  su  pa- 
sada piensa  y  se  ocupa,  la  cual  se  hace  á  toda  prisa,  y  en  lo  que 
muestra  y  dice,  su  principal  fin  es  por  socorrer  á  V.  A.  que  bien 
certificado  está  de  la  venida  del  turco,  de  lo  que  no  recibe  nin- 
gún placer.  S.  M.,  si  Dios  le  diere  tiempo,  piensa  desembarcar 
en  Genova  y  á  la  hora  se  hará  mensagero.  Suplico  á  V.  A.  me 
envié  á  mandar  lo  que  debo  hacer,  porque  yo  voy  con  harto  tra- 
bajo, dexando  quexosos  los  á  quien  debo  lo  que  he  comido,  y 
no  terne  fuerzas  para  tanto  trabajo.  El  Tesorero  de  V.  A  tiene 
poco  cuidado  de  mí,  no  embargante  que  V.  A,  me  ha  hecho 
saber  que  ya  estaba  todo  proveido,  y  estoy  más  lexos  que  de 
primero* 

1S8. 

(Para  el  Rey  mi  señor, —  Genova^  13  de  Agosto  de  TS2g.) 

S.  M.  despacha  mensagero  á  V.  A.  para  le  hacer  saber  su 
llegada  en  esta  tierra,  la  cual  ha  sido  en  salvamento;  y  en 
Saona  á  x  deste  recibió  una  carta  de  V.  A.  hecha  á  28  de  Julio, 
por  la  cual  le  hace  cierta  la  venida  del  turco,  de  lo  cual  no  reci- 
bió placer  ninguno,  y  es  bien  que  cada  hora  sea  avisado,  por- 
que á  la  sazón  hará  mucho  provecho.  No  se  puede  por  esta  es- 
cribir cosa  ninguna,  á  cabsa  que  S.  M.  aguarda  lo  que  habrá  sub- 


BL  EMPBRAZK»  CUtLOfi  V   Y  SU  CORTB.  227 

cedido  en  la  Junta  de  Cambray,  y  asimismo  con  el  Papa,  la  cual 
se  espera  cada  dia,  y  de  lo  que  se  hiciere,  en  diligencia  se  hará 
mensagero  luego.  S.  M.  escribe  á  Madama  y  á  mos,  de  Obstrato 
en  lo  que  toca  á  la  décima  que  demanda  en  aquellas  tierras^ 
"  para  que  en  ello  tengan  la  mano;  y  S.  M.  hace  y  desea  hacer 
toda  cosa  por  verse  libre  para  poder  socorrer  á  V.  A.  en  la  ne- 
cesidad presente. 

Aqui  se  tiene  nueva  quel  Marqués  de  Mantua  viene  y  se  es- 
pera cada  dia,  y  también  vienen  ciertos  Cardenales  y  parientes 
del  Papa  á  recibir  á  S.  M.,  todo  lo  que  agora  parece  tiene  bue- 
nas muestras;  pero  al  ñn  son  italianos,  que  se  mudan  á  cada 
viento.  La  gente  de  guerra  que  truxo  S.  M.  decendió  en  Saona 
y  se  invió  al  Condado  de  Monferran,  y  creo  que  allí  la  verná  á 
recibir  Antonio  de  Leyba;  y  según  su  parecer  y  lo  que  subce- 
derá  de  lo  de  Roma,  moverá  S.  M.  desta  ciudad;  y  hasta  tener 
aviso  desto  no  se  sabe  lo  que  se  deba  hacer. 

189. 

(Para  el  Rey  mi  sefior,  -  Placertcta,  6  de  Setiembre  de  152Q,) 

Yo  quisiera  que  S.  M.  hiciera  mensagero  cierto  para  dar  avi- 
so á  V.  A.  luego  que  llegó,  pero  por  respecto  de  le  hacer  la  re- 
lación de  la  paz  y  lo  que  pensaba  hacer,  lo  ha  sobreseído  hasta 
agora  que  ya  tiene  la  declaración  de  la  paz,  la  cual  supo  por 
cartas  que  se  escribieron  á  Roma  y  á  otras  partes;  pero  el  cier- 
to mensagero  se  tardó,  que  no  vino  hasta  los  xxvi  del  pasado;  y 
asi  como  S.  M^  tuvo  la  nueva  cierta,  otro  dia  mandó  pregonar  la 
paz  y  se  hicieron  las  alegrías  que  en  esta  tierra  se  acostum- 
bran, sin  otra  cerimonia.  Y  antes  que  S.  M.  llegase  á  Genova, 
desde  mitad  del  camino  envió  una  galera  con  los  aposentadores, 
y  el  Embaxador  que  está  en  Genova  por  S.  M.  escribió  á  Roma 
la  nueva  de  su  venida;  y  sin  más  aguardar,  luego  vino  el  Duque 
Alexandro,  sobrino  del  Papa,  el  cual  se  dice  que  haya  de  ser 
yerno  de  S.  M.,  y  fue  bien  recibido,  y  tras  él  vino  el  Marqués  de 
Mantua  sin  mucho  triunfo  y  ha  estado  en  la  Corte  algunos  dias 
y  se  partió  della.  No  sé  cómo  negoció  con  S.  M.,  porque  creo 


228  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  TfE  LA  HISTORIA. 

« 

demandaba  largo  partido.  Luego  venieron  Embaxadores  de  Fio- 
rencia  con  salvo-conducto  de  S.  M.  én  cuya  gracia  querían  ve- 
rtir,  pero  no  entrar  en  poder  del  Papa:  no  sé  el  fin  que  terna  su 
negocio.  El  Príncipe  de  Orange  era  partido  de  Roma  á  los  xii 
del  pasado;  venia  la  via  de  Florencia:  creo  yo  que  ellos  darán 
presto  señal  de  lo  que  deben  hacer. 

Tras  estos  venieron  tres  Cardenales  por  Legados  dé  su  Santi- 
dad, y  el  principal  es  Frene,  que  es  deán  del  Capitulo  de  Car- 
denales, y  Santa  Cruz  y  Médicis.  S.  M.  los  recibió  muy  honrada- 
mente; y  han  venido  con  S.  M.  otros  muchos  caballeros  y  vie- 
nen. S.  M.  despachó  á  mos.  de  Laxao  para  que  fuese  á  Francia 
á  ver  jurar  la  paz,  al  cual  di  una  cifra  para  que  si  necesario  fuere, 
haga  sabidor  á  V.  A. 

'xA.simismo  hay  apariencia  que  los  venecianos  querrán  la  paz, 
que  seria  el  fin  de  la  jornada  y  deseo  de  S.  M.,  que  en  todo  la 
hoviese  para  ir  contra  ese  enemigo  de  V.  A.  El  Conde  Nogue- 
rol  es  venido  aquí,  del  cual  entenderé  lo  que  V.  A.  le  manda,  y 
en  todo  se  porná  la  diligencia  que-  conviene.  S.  M.  llegó  este  dia 
en  esta  cibdad  muy  bueno,  adonde  se  cree  qy^  vernán  )os  que 
han  menester  la  paz;  y  para  ella  ó  la  guerra  se  tomará  el  fin  de 
lo  que  se  ha  de  hacer,  y  con  persona  propia  será  V.  A.  adver- 
tido. Este  dia  recebí  las  letras  de  V.  A.  hechas-á  19  de  Agostó. 

190. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Placencia^  24  de  Setiembre  de  iS2q,) 

"  Vista  la  instrucion  (de  Noguerol)  se  sacó  y  dio  á  S.  M.  pafa 
cftie' por  ella  viese  en  ía  necesidad  en  que  V.  A,  estaba  y  el  so- 
corro  que  demandaba,  y  de  mí  ha  sido  bien  solicitado,  poniendo 
delante  todos,  los  peligros,  que  siendo  lo  qué  Dios  no  quiera 
quel  turco  saliese  con  su  intención;  y  por  las  cabsas  que  S.  M. 
escribe,  no  se  puede  hacer  como  V.  A!  lo  demanda;  y  á  la  cabsa 
quisiera  yo  que  se  inviaran  los  tres  mil  arcabuceros,  y  en  ello 
he  trabajado  todo  lo  que  me  ha  sido  posible  así  con  S.  M.  como 
con  los  de  su  Consejo;  y  asimismo  por  las  cabsas  que  S.  M.  es- 
cribe no  se  hace  ni  se  envian  los  dichos  arcabuceros.  Bien  creo 


BL  XMPBRADOIt  CARLOS  V  Y  SU  CORTB.  339 

yó  que  si  tan  cumplidamente  V.  A.  entendiese  lo  de  aqui,  como 
ello  está,  que  justamente  vería  qué  las  cosas  son  justas.  Por 
ende  V.  A.  crea  que  los  venecianos  como  han  visto  la  razón 
porque  á  V,  A.  no  se  puede  inviar  el  socorro,  ellos  están  tan 
soberbios  que  no  solamente  no  vienen  á  paz,  pero  creo  que 
tienen  esperanza  de  ser  rogados  con  ella  y  aun  no  querella,  no 
solamente  ponen  lo  que  á  ellos  toca  en  estos  términos,  pero  á 
los  otros  dan  alas  para  que  hagan  lo  mismo;  y  así  será  forzado 
que  S.  M.  se  reparta  ^n  muchas  partes  como  lo  está;  lo  cual  es 
cabsa  de  no  dar  lugar  á  que  buenamente  pueda  hacer  lo  que 
V.  A.  demanda  y  él  desea. 

Otro  dia  que  se  recibió  la  dicha  instrucion,  recibí  las  letras 
de  V.  A.  hechas  á  28  de  Agosto,  y  las  suyas  di  á  S.  M.  y  de  las 
mias  hice  relación,  pero  no  fueron  parte  para  poder  hacer  otra 
cosa  de  lo  que  S.  M.  responde;  y  tiene  y  muestra  mucha  pena 
por  tener  tal  embarazo  para  no  poderlo  hacer.  Todavía  dice  que 
todo  lo  que  á  él  fuese  posible  trabajará  por  traer  las  cosas  en 
tal  estado  que  lo  pueda  hacer. 

Pareceme  que  las  cosas  de  V.  A.  se  enderezan  á  que  [S.  M. 
haga  gruerra  á  los  venecianos,  por;  ser  ellos  los  inv^entores  de  la 
venida  del  turco;  y  según  esto,  bien  creo  que  se  inclina  S.  M.  á 
ello,  y  aun  les  parece  que  hace  al  propósito  para  lo  del  turco. 
Yo  quisiera  quel  socorro  se  hiciera,  pero  el  aparejo  es  el  que 
hace  el  efecto,  y  este  creo  yo  que  no  es  mejor  que  el  que  V.  A. 
tiene,  aunque  por  razón  habia  de  ser  el  contrario;  y  conforme  á 
este  propósito  haga  V.  A.  lo  mejor  que  le  será  posible,  y  no 
piense  que  aunque  se  haya  hecho  la  paz  con  el  Papa  y  Rey  de 
Francia  que  esté  libre  de  trabajos,  aunque  son  parte  para  ser 
menores. 

S.  M.  tiene  sus  exércitos  repartidos  en  tantas  partes  que  para 
juntallo  es  menester  tiempo,  y  todos  son  menester,  cada  uno 
donde  está.  El  Príncipe  de  Orange  viene  sobre  Florencia,  y 
trae  consigo  los  alemanes  que  tenia,  que  no  son  muchos  y  parte 
de  los  españoles  y  la  gente  del  Papa,  y  algunos  caballos  y  aun 
querría  y  demanda  más.  Créese  que  terna  que  hacer.  Alarcon 
<|uedó  en  el  reino  con  el  resto  de  españoles  y  algunos  italianos 
TOMO  xuv,  15 


t$0  BOLBTÍN  DK  LA  RBAL  ACADEMIA  VE  LA  HISTORIA. 

para  recobrar  k)  qae  los  venecianos  tienen,  porque  la  armada 
de  mar  es  ya  partída  para  les  tener  compañia,  y  son  xv  galeras 
de  Andrea  de  Oria  y  las  de  Qigilia  y  tres  de  España,  que  serán 
por  todas  xxx.  Las  que  truxo  de  España  mandó  volver,  f)orqúe 
no  estaban  para  poder  servir  y  que  las  desarmen,  y  solas  que- 
den ocho  para  guardar  la  costa  de  España.  Esta  ida  de  la  ar- 
mada hará  al  propósito  de  lo  que  V.  A.  demanda;  y  creo  que 
para  hacerse  mayor,  había  mal  aparejo.  S.  M.  andaba  en  con- 
ciertos con  el  Duque  Francisco  (Esforcia);  y  por  cabsa  de  se 
ver  más  desembarazado,  teníase  pensamiento  que  toviera  con- 
cierto con  él;  pero  creo  que  los  venecianos  le  deben  asistir  y 
no  lo  veo  en  buenos  términos;  y  asi  será  forzado  que  parte  del 
exército  se  ocupe  en  ello,  y  del  resto  en  venecianos;  y  á  la  cab- 
sa parece  que  aunque  sea  mucho  el  número  de  la  gente,  on  la 
disposición  los  hace  pocos:  que  es  caso  por  donde  harían  gran 
falta,  si  se  inviasen,  los  tres  mil  arcabuceros;  y  aun  les  ha  que- 
rido parecer  que  segim  el  camino  y  embarazos  que  han  de  pasar» 
que  no  llegaran  á  tiempo.  No  han  bastado  mis  razones  para  que 
se  haga  otra  cosa  de  lo  que  á  S.  M.  parece  y  se  conforma  con 
la  necesidad  y  aparejo,  según  lo  recita  por  su  carta. 

191. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Ptacetida^  24  de  Setiembre  de  152Q.) 

Yo  he  dado  tanta  prisa  á  S.  M.  para  que  hiciese  el  socorro  y 
ayuda  qiie  V.  A.  demanda  y  ha  menester  que  pensé  estoviera 
ya  olvidado;  y  S.  M.  se  ha  detenido  en  hacer  respuesta  pensan- 
do que  se  tomara  algún  apuntamiento  con  el  Duque  Francisco 
para  mejor  proveer  lo  que  V.  A.  demanda  y  ha  menester;  y  no 
ha  sido  posible  atraello  á  lo  bueno,  aunque  se  tenia  pensamiento 
y  esperanza  que  hobiera  algún  apuntamiento;  y  creo  que  algo  lo 
ha  estorbado  algunas  pláticas  que  los  Embaxadores  han  tenido 
en  Roma  con  el  Papa;  y  con  aquel  esfuerzo  no  ha  sido  posible 
atraelle  á  lo  bueno;  de  manera  que  S.  M.  lo  quiere  llevar  por 
rigor  de  armas,  y  ha  mandado  traer  la  artillería  y  poner  cerco 
áPaviBi  Bien  se  cree  qiie  los  venecianos  asisten  al  Duque  para. 


c!- 


«L  EMMtAOOft  CAÍR106  V  T  SÜ   CORTK.  23 1 

que  haga  resistencia,  porque  de  otra  manera  no  tiene  tan  buen 
aparejo  para  escaparse  de  la  furia  de  S.  M.  No  ha  quedado  rue- 
go ni  cumplimiento  ni  embaxada  que  no  le  ha  hecho  para  atrae- 
He  á  lo  bueno,  solo  por  quitar  aparte  este  embarazo  para  complir 
con  la  demanda  de  V.  A.    . 

Micer  Andrea  del  Burgo  me  escrebió  una  carta  que  á  V.  A. 
rtivio  con  una  memoria  de  lo  que  habia  tratado  con  los  emba- 
xadores  dé  S.  M.  acerca  de  lo  del  Estado  de  Milán.  No  sé  si  tie- 
ffé" intención  ó  mandamiento  de  V.  A.,  pero  no  quisiera  que  lo 
hobiera  hablado  ni  pensado  por  ser  muy  baxos  sus  pensamien- 
tos, porque  á  estar  todo  el  Estado  en  poder  del  Duque,  era  poca 
cosa  lo  que  quería;  y  acá  á  mí  me  han  dado  á  entender  que  en 
lo  que  se  trataba,  no  quedaba  V.  A.  olvidado  de  cabelle  la  me- 
jor parte,  solo  de  la  buena  voluntad  de  S.  M. ,  aunque  según  el 
Estado  está  y  apariencias  hay  que  ha  de  estar,  prometo  á  V.  A. 
qué  está  de  poca  cobdicía.  La  cau«a  de  la  tardanza  do  la  vuelta 
del  Conde  y  respuesta  de  S.  M.  ha  sido  por  lo  susodicho. 

A  18  deste  á  las  cinco  de  la  tarde  recebl  las  letras  de  V.  A. 
hechas  en  Linz  á  8;  y  por  ellas  me  hace  saber  cómo  á  primero 
deste  habia  despachado  á  Luis  de  Taxis,  el  cual  no  ha  arribado 
en  esta  Corte  ni  se  sabe  nueva  ninguna  del.  Pero  por  lo  que 
V.  A.  escribe  se  conoce  la  necesidad  y  trabajo  en  que  está,  y 
conforme  á  ella  se  ha  suplicado  á  S.  M.  por  el  remedio  y  dale  tal 
como  de  su  carta  entenderá.  Y  creo  que  si  otra  cosa  se  podiese 
hacer,  se  haría;  y  la  pena  que  S.  M.  pasa  por  la  congoxa  de  V.  A. 
es  tan  grande  por  las  justas  razones  que  para  ello  hay,  que  yó 
no  lo  sé  escrebir;  y  plegué  á  Dios  que  á  nosotros  libre  de  los 
trabajos  que  pueden  venir,  según  las  apariencias  dellos  hay,  por- 
que para  tan  grande  empresa  como  la  que  acá  se  tiene,  habia' 
de  ser  mejor  fornida  la  bolsa. 

V.  A.  puede  creer  muy  enteramente  la  certenidad  de  la  ida 
de'S.  M.  por  las  razones  que  el  Conde  dirá  á  V.  A. 


23.2^  BOLRTÍM  DB  LA.KBAL  ACAOBIOA  DB  LA  mSTQRU. 

192. 

(Para  el  Rey  mi  sénor, — Placencüit  4  de  Octubre  de  ts2q.)  • 

A  los  tres  deste  á  la  noche  recebí  el  despacho  de  V,  A.  he- 
cho en  Línz  á  18  y  23  del  pasado,  y  á  la  hora  estaba  despacha- 
do un  correo,  el  cual  se  detuvo  por  hacer  respuesta  al  dicho 
despacho.  D.  Pedro  de  Córdoba  y  yo  dimos  las  cartas  á  S.  M. 
y  le  hicimos  larga  relación  de  las  nuestras;  y  S.  M.  mandó  otro 
día  bien  de  mañana  tener  junto  su  Consejo,  en  el  cual  hicimos 
la.  misma  relación,  y  se  leyó  la  carta  que  los  comisarios  de  Viena 
inviaron  á  V.  A.  y  sobre  esto  no  hay  que  responder  sino  que  á 
la  hora  se  envia  á  Roma  para  que  conste  al  Papa  la  necesidad 
en  que  está,  y  al  propósito  se  provea  lo  necesario.  Y  crea  V.  A. 
que  á  S.  M.  ha  dado  harto  cuidado ,  aunque  para  la  solicitud  de 
lo  que  tiene  escrito  no  ha  sido  necesario:  quisiera  mucho  saber 
qué  gente  y  reparo  hay  en  Viena,  lo  cual  por  ninguna  carta  sig- 
nifica, y  será  bien  que  se  escriba  de  aquí  adelante  más  compli- 
damente,  así  para  que  S.  M.  tenga  razón,  como  para  darle  algún 
descanso. 

En  lo  que  V.  A.  demanda  parecer  si  debe  inviar  á  Francia 
é  Ingala térra  á  demandar  el  socorro,  á  S.  M.  y  Consejo  parece 
que  será  bien  que  se  haga ,  pero  que  las  letras  y  despacho  ven- 
gan por  aqui ,  porque  sean  conformes  á  lo  que  está  escrípto  y 
platicado  que  se  debe  tratar  para  la  junta  de  Bolonia;  y  por 
carta  de  V.  A.  se  escribe  á  S.  M.  ser  partido  mos.  de  Bredan 
para  acá,  el  cual  es  el  mensagero.  Esto  ha  parecido  á  S.  M«,  por- 
que no  tome  el  Rey  de  Francia  por  achaque  quél  está  remitido 
á  la  dicha  junta,  y  no  haya  para  un  efecto  ni  otro  provecho  nin- 
guno. Parece  á  mos.  de  Granvela  que  V.  A.  debe  inviar  luego 
persona  con  su  poder  á  Flandes  para  entender  en  lo  de  la  cuarta 
y  décima,  porque  se  cree,  según  lo  que  está  escrípto  que  harán 
su  deber  y  que  se  escriba  carta  muy  graciosa  á  mos.  de  Obstrato 
para  la  solicitud  y  buen  despacho,  porque  S.  M.  escribe  muy 
encargadamente  este  negocio. 


Bt  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  233 

f  ■ 

198. 

(Para  él  Rey  tul  stñor, — Plazmeia,  jo  de  Setiembre  ele  1529.) 

•  Con  el  Conde  Noguerol  que  partió  de  aquí  viernes  24  deste 
escribí  largo,  y  é!  fue  tan  informado  en  el  estado  que  las  co- 
sas quedaban  y  de  la  voluntad  de  S.  M. ,  en  la  cual  no  hay 
inovadon  ninguna:  solo  está  declarado  que  el  Papa  se  determina 
de  partir  de  Roma  para  venir  á  Bolonia  á  los  4  ó  5  del  que  viene 
y  S.  M.  partirá  desta  ciudad  para  ser  primero  que  su  Santidad 
en  Bolonia,  aunque  se  alarga  algo  el  tiempo  de  lo  que  S.  M. 
pensaba.  Todavía  está  bien  en  que  el  Papa  se  haya  determinado 
á  venir.  Por  más  seguridad  por  si  el  Conde  hobiere  habido  algún 
desastre,  se  envía  el  duplicato  de  la  instrucion  que  llevó. 

Teniendo  S.  M.  la  voluntad  que  con  el  Conde  ha  inviado  á 
decir  á  V.  A.  para  verse  más  brevemente  libre  y  poder  hacer  el 
socorro  que  desea,  ha  dado  lugar  á  que  el  Nuncio  vaya  á  ver  al 
Duque  y  tornalle  á  platicar  en  los  partidos  que  á  V.  A.  están 
escriptos.  Pav^a  está  cercada  y  ya  era  venida  la  artillería ;  y  si  el 
Duque  no  quiere  apuntamiento,  forzoso  será  tomalla  por  fuerza, 
en  lo  cual  creo  habrá  poco  embarazo. 

El  Príncipe  de  Orange  estaba  cerca  de  Florencia  y  los  Em- 
baxadores  della  traían  trato  con  su  Santidad  y  no  se  tiene  cono- 
cimiento en  que  parará.  A  S.  M.  es  venida  nueva  que  la  gente 
de  caballo  y  alemanes  que  están  en  el  Mantuano,  en  cierto  ren- 
cuentro habían  preso  al  Conde  Gaiazo,  capitán  de  los  caballos 
ligeros  de  venecianos  con  xx  presos  y  hasta  vii  ó  viii  muertos. 
No  hay  otra  novedad  sino  que  en  todo  torna  S.  M.  á  escrebir  en 
España  y  Flandes  para  que  á  toda  fuerza  y  por  todos  modos  se 
haya  dinero  para  el  socorro  de  V.  A. 

194. 

{Para  el  Rey  mi  señor.^-Hazeficla.s  de  Octubre  de  1529-) 

Las  cosas  están  en  el  estado  que  el  Conde  las  dexó,  no  em- 
bargante que  S.  M.  habia  otra  vez  tornado  á  enviar  al  Nuncio  al 


2^4  bolbt(m  db  la  real  academia  db  la  historia. 

Duque  para  le  amonestar  no  diese  causa  á  su  perdición;  y  no 
ha  dado  mejor  respuesta  que  la  pasada,  y  así  será  forzado  que 
se  lleve  por  rigor.  Bien  creo  que  si  el  impedimento  de  V.  A.  no 
lo  estorbase,  ^questo  seria  lo  que  S.  M.  más  querría;  pero  no 
querria  dexar  cosa  en  pendencia  para  más  libremente  poder  ir 
y  poder  llevar  mejor  recado.  S.  M,  despacha  al  Obispo  de  Cibr 
dad  Rodrigo  á  España  y  lleva  comisión  de  coger  la  cuarta  qu^ 
su  Santidad  ha  otorgado  sobre  la  iglesia  por  cuatro  años  y  la  áér 
jpima  sobre  las  encomiendas.  £1  se  partirá  dentro  de  tres  días. 
Plegué  á  Dios  lo  enderece  como  ello  es  menester-  Desde  xv  dei 
pasado  no  se  sabe  nueva  ninguna  por  ninguna  via  en  esta  Corte, 
de  lo  quel  turco  ha  hecho  ni  en  el  estado  que  y.  A.  está;  y  pue^ 
hay  tan  buen  aparejo,  por  una  breve  letra  debe  V.  A.  proveer  en 
que  S.  M.  sea  sabidor  de  contino  para  le  dar  algún  descanso  de 
la  congoxa  que  tiene;  y  también  que  asi  deliberará  algunas  cosas 
en  más  prisa  ó  menos  conforme  á  lo  que  converná  á  los  nego- 
cios, pues  los  endereza  para  ir  al  socorro  de  V.  A.  Yo  escribo  ai 
secretario  Castillejo  un  cierto  negocio  que  se  ha  parecido;  si  á 
V.  A.  le  parece  bien,  lo  mande  poner  en  execucion. 

196. 

(Para  el  Rey  mi  señor. -^Pla&encia,  lo  de  Octubre  de  1529,) 

A  cuatro  deste  mes  se  despachó  un  correo  respuesta  de  la$ 
cartas  que  V.  A.  escribió  de  18  y  23  del  pasado  y  con  el  dupli- 
cado *de  la  instrucion  que  el  Conde  llevó;  y  miércoles  á  los.seis 
á  las  X  horas  de  la  noche  llegó  Langarato,  el  cual  fue  llevado  á 
S.  M.  por  las  guardas  de  la  villa  y  dixo  á  S.  M.  la  causa  de  su 
venida.  Jueves  siguiente,  una  hora  antes  que  amaneciese,  llegó 
Blues  y  del  entendí  á  lo  que  V,  A.  le  inviaba;  y  él  y  D.  Pedro 
de  Córdoba  y  yo  nos  juntamos  y  fuimos  á  dar  razón  y  cuenta  á 
S.  M.  de  su  comisión;  y  no  sabiendo  S.  M.  que  el  dicho  Blues 
era  venido,  por  la  relación  que  le  habia  hecho  Langarato  había 
prevenido  su  Consejo  y  con  toda  presteza  quería  luego  entender 
en  el  remedio;  y  nosotros  tres  hicimos  la  relación  y  suplic^icion 
que  con  venia  para  el  efecto  de  lo  que  V.  A.  ha  menester  y  en- 


BL  BICPBRADOR  CAIUX>S  V  Y  SlT  CORTE.  2^5 

yió  á  demandar,  que  escusado  es  decir  la  congoxa  y  pena  que 
S.  M.  tomó  y  tiene;  y  conforme  á  ella  á  la  hora  determinó  de 
meter  en  execucion  lo  que  verá  por  las  instruciones  que  el  di- 
cho Blues  lleva  y  la  relación  que  él  hará. 

V.  A.  puede  creer  y  tener  por  cierto  que  si  como  Blues  vino 
con  la  determinación  y  demanda  del  socorro,  V.  A.  no  hobiera 
qscripto  medios  ni  parecer  que  se  debia  hacer  guerra  á  venecia- 
nos, asi  como  agora  se  ha  determinado  en  luego  partirse,  asi  lo 
hobiera  hecho  por  la  primera  carta  que  V.  A.  le  hobiera  escrip- 
to;  pero  yo  veo  bien  que  en  los  despachos  que  V.  A.  envia,  se 
hacen  muy  confusos  y  por  diversas  manos  y  fuera  de  la  orden 
que  conviene  para  lo  de  acá;  y  así  no  se  maraville  que  como  se 
escribe  con  muchos  entendimientos  acá  den  el  parecer  más  al 
propósito  de  la  necesidad  y  ocupación  que  tuvieren.  Por  ende 
suplico  á  V.  A.  mande  de  aqui  adelante  que  esto  venga  por  la 
orden  acostumbrada,  porque  sepamos  seguramente  hablar. 

Una  instrucion  vino  para  mos.  de  Bredan,  la  cual  se  desci- 
frará de  aqui  á  un  año.  No  sé  lo  que  en  ella  viene,  pero  parece- 
me  para  el  tiempo  que  corre,  será  gran  faxeria  para  S.  M.  Kl  di- 
cho mos.  de  Bredan  no  parece,  ni  sabemos  acá  nueva  ninguna 
del,  y  por  esto  no  se  puede  dar  razón  de  cosa  de  su  despacho. 

196. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Ptauncia^  25  de  Octubre  de  152Q.) 

Ya  V.  A.  habrá  visto  el  despacho  que  llevó  Blues,  el  cual  S.  M. 
hizo  con  aquella  voluntad  que  es  razón.  Las  cosas  no  subceden 
de  arte  que  se  puedan  hacer  con  aquella  presteza  que  es  menes- 
ter, asi  por  los  inconvenientes  que  esta  tierra  consigo  trae,  como 
por  la  sobrada  necesidad  que  S.  M.  tiene  de  dineros,  los  cuales 
serian  bien  menester  para  lo  que  entremanos  tiene;  y  de  todo 
se  dexaria  para  enviar  á  V.  A.  algún  recaudo;  y  cuanto  á  esto 
V.  A.  le  puede  tener  justamente  por  escusado;  y  asimismo  hay 
mal  aparejo  para  hacer  finanzas;  y  para  este  efecto  conviene 
que  S.  M.  vaya  en  Bolonia  á  se  ver  con  el  Papa  y  dar  alguna 


236  BOLETÍN.  DB  LA  RBAL  ACADBmA  DB  LA  BIStOSIA. 

orden  (l)...  al  Papa  en  la  necesidad  en  que  está  la  Chrístíandad 
y  procurar  de  tomar  algún  apuntamiento  con  venecianos  y  Du- 
que de  Milán;  y  temo  mucho  que  esta  necesidad  ha  de  ser  cau- 
sa  de  que  se  haga  algún  barato  que  ni  sea  bueno  para  S.  M. 
ni  V.  A. 

Mercado  llegó  en  esta  cibdad  á  los  22  deste  á  la  noche  y  fue 
bien  venido,  porque  teníamos  gran  pena,  porque  venecianos  ha- 
bían echado  nueva  de  ser  perdida  Viena.  S.  M.  holgó  de  saber 
lo  contrario,  como  era  razón,  y  por  la  carta  de  mano  de  V.  A. 
le  hacia  largo  saber  en  el  estado  que  quedaba  y  lo  mismo  se  me 
escribió  á  mí  por  la  cifra  de  Castillejo.  Y  porque  mi  carta  venia 
bien  y  largamente  relatado  el  estado  y  disposición  de  lo  que 
V.  A.  quería  y  podia  hacer,  yo  mostré  mi  carta  á  S.  M.  y  fué 
leida  en  Consejo;  y  de  mi  parte  dixe  á  S.  M.  lo  que  me  pareció 
que  convenia  hacerse  en  lo  que  V.  A.  decia  y  demandaba.  Y 
sobre  ello  tuvo  luego  Consejo,  en  el  cual  se  determinó  que  S.  M. 
fuese  á  Bolonia  y  diese  orden  «con  el  Papa  para  la  ayuda  desta 
necesidad,  porque  aunque  quisiese  hacer  otra  cosa,  no  tenia  para 
ello  aparejo;  y  así  determinó  y  parte  hoy  xxv  para  Bolonia  con 
intincion  de  llegar  para  la  víspera  de  los  Santos;  y  creo  que  ese 
mismo  dia  hará  su  coronación  por  más  breve  entender  en  el 
despacho  de  allí;  el  cual  no  sé  lo  que  durará,  pero  como  los  ne- 
gocios sean  grandes  y  la3  personas  tales,  más  tiemqo  será  me- 
nester de  lo  que  yo  querría.  Según  la  carta  de  V.  A.,  así  la  que 
á  mí  me  escribió  como  las  que  V.  A.  escribió  de  su  mano  de  xxiiii 
y  las  que  se  inviaron  de  Viena  de  vii  y  viii  que  llegaron  á  la  (2) 
á  los  xxiii,  por  ellas  dá  á  entender  la  brevedad  que  conviene  de 
dar  el  socorro  y  batalla  sin  se  poder  escusar;  de  suerte  que  ni  la 
gente  que  S.  M.  quisiere  enviar  ni  la  ida  de  su  persona  no  po- 
drían llegar  á  tiempo;  y  para  no  llevar  el  recabdo  que  conviene, 
ha  parecido  que  para  todos  propósitos  conviene  lo  que  se  hace; 
y  lo  dé  allá  encomendarlo  á  Dios  y  á  la  buena  ventura  de  V.  A. 

En  lo  que  manda  que  se  tenga  cuidado  de  mirar  si  se  tratare 


(i)    Hay  un  claro  como  de  tres  palabras. 
(3)    £n  blanco. 


EL  SMPBIUDOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  257 

con  venecianos  para  entender  en  lo  que  á  V.  A.  toca,  yo  tengo 
pensamiento  que  será  forzado  que  en  esta  junta  se  entienda  en 
ello,  pero  temo  la  necesidad  de  acá  y  de  allá,  como  tengo  dicho. 
Paréceme  que  si  Dios  diere  á  V.  A.  la  victoria  contra  su  enemi- 
go las  cosas  serian  más  (l)...  y  se  harian  como  compliese  al  bien 
y  servicio  de  V.  A.;  y  si,  lo  que  Dios  no  quiera  las  cosas  vayan 
al  contrario,  pues  ellos  son  los  inventores  deste  daño,  mire  V.  A. 
qué  partido .  querrán  acetar;  en  especial  que  ellos  están  tan  ad- 
vertidos de  la  necesidad  de  S.  M.  que  tienen  con  ella  más  cara 
que  su  tesorero,  porque  no  hay  finanzas  sino  con  ginoveses,  y 
de  nuestra  parte  como  de  la  suya  hay  apariencias  que  no  se  es- 
pere buen  apuntamiento.  El  Duque  ha  traido  en  tratos  á  S.  M. 
hasta  este  dia  de  su  partida,  sin  que  contra  él  se  haya  hecho 
cosa  ninguna;  y  se  ha  gastado  aquí  mes  y  medio,  y  al  ñn  con  sus 
burlas  ha  dado  por  respuesta  que  no  puede  hacer  nada  sin  con- 
sentimiento de  venecianos.  A  todos  nos  dá  qué  decir  la  forma  y 
de  la  manera  con  que  nos  ha  traido,  pero  al  fin  la  causa  dello 
y  de  todos  los  males  es  la  extrema  necesidad.  No  sequé  se  pue- 
de escribir  sino  que  á  todos  tiene  puestos  en  gran  congoxa  la 
pena  de  V.  A.  y  principalmente  á  S.  M. 

197. 

(Para  el  Rey  mi  señor,— Bolonia,  p  de  Noviembre  de  iS2p-) 

A  la  hora  que  teníamos  cerrado  el  pliego  que  con  esto  vá, 
llegaron  las  letras  de  V.  A.  escriptas  en  Linz  de  24  del  pasado, 
de  las  cuales  se  hizo  relación  á  S.  M.  y  le  dimos  la  descifrada 
para  la  platicar  en  su  Consejo;  pero  así  por  respecto  de  lo  que 
teníamos  escripto,  como  por  hacer  saber  á  V.  A.  con  brevedad 
lo  que  á  S.  M.  parecía  de  lo  que  se  debía  hacer  sobre  el  parecer 
de  la  gente  que  se  debía  inviar  en  tierras  de  Venecía,  se  despacha 
esta;  y  parece  á  S.  M.  que  los  alemanes  son  de  calidad  que  no 
se  sufrirían  sin  demandar  paga,  aunque  comiesen  á  discreción; 
pero  no  le  parece  mal  que  ellos  lo  hiciesen  mediante  que  fuesen 

(i)    Espacio  de  una  palabra  en  blanco. 


238  BOLETÍN   DB   LA  RBAL   ACADEMIA  DX  LA   HISTORIA. 

ciertos  que  no  la  habían  de  demandar,  y  capitulado  con  ellos 
así;  pero  todavía  seria  cosa  recia  querello  ellos  hacer;  y  S.  M.  no 
acetaría,  de  tempr  que  ge  la  demandarían;  y  para  lo  de  acá  no 
tiene  necesidad  de  más  gente,  de  suerte  que  no  está  S.  M.  en 
ello;  y  de  avantaja  dice  que  hoy  día  han  comenzado  á  platicar 
los  venecianos,  aunque  no  muy  recio,  que  cree  que  antes  que 
viniesen  en  efecto  el  parecer  de  V.  A.  se  sabía  lo  que  se  hará 
con  ellos;  de  manera  que  V.  A.  debe  bien  mirar  que  no  tenga 
S.  M.  más  gente  que  le  demanden  lo  que  no  sobra. 

En  todo  lo  demás  que  V.  A.  nos  envía  á  mandar,  se  solicitará 
con  toda  presteza,  aunque  en  lo  que  toca  á  dineros  V.  A.  puede 
creer  que  no  seria  posible  poderse  enviar  con  la  brevedad  que 
se  demandan  y  son  menester  hasta  que  se  hayan  con  los  me- 
dios que  Blues  llevó,  porque  si  había  apariencia  de  haberlos  de 
alguna  parte,  habían  de  ser  de  Florencia,  la  cual  está  de  mala 
forma,  porque  agora  están  más  rebeldes  que  nunca.  S.  M.  envía 
nueva  gente,  para  que  de  hecho  se  haga  en  ellos  el  castigo  que 
fuera  bien  escusarlo,  si  ellos  quisieran.  De  nuestra  parte  se  dará 
toda  la  prisa  que  fuere  posible,  pero  V.  A.  puede  creer  que  S.  M. 
tiene  dello  tanto  cuidado  que  hay  dello  poca  necesidad. 

Sobre  lo  que  V.  A.  manda  en  lo  de  mos.  de  Trento,  yo  di  la 
carta  á  S.  M.  y  me  dixo  que  al  presente  no  se  había  de  tratar  so- 
bre tal  materia;  que  cuando  tiempo  fuese,  yo  le  dixese  lo  que  de 
parte  de  V.  A.  me  era  mandado,  y  mostró  buena  voluntad,  de 
la  cual  usaré  con  aquella  diligencia  que  V.  A.  manda  juntamente 
con  Andrea  del  Burgo. 

188. 

(Para  el  Rey  mi  señor,— Bolonia,  28  de  Noviembre  de  IS2Q.) 

A  23  deste  rescibí  la  letra  de  V.  A.  hecha  en  Gram  á  12,  de 
la  cual  se  hizo  relación  á  S.  M.,  y  holgó  mucho  de  saber  en  los 
buenos  términos  que  estaban  los  hechos  de  V.  A.,  según  los  ha- 
bía entendido  por  otra  primera  de  primero  deste :  porque  no  se 
había  sabido  el  concierto  y  medio  que  V.  A.  había  tomado  con 
la  gente  de  guerra  que  se  había  amotinado ,  y  acá  se  sentía  el 


BL   BICPBRADOR  CARLOS    V  Y   SU   CORTE.  239 

peligro  y  trabajo  como  ello  era,  y  según  esto  cualquier  alivio 
han  tenido  por  bueno;  y  S.  M.  habia  entendido  el  punto  en  qur 
V.  A»  está  y  también  la  causa  del  remedio ;  y  puede  creer  que 
ha  hecho  lo  último  de  su  poder  para  le  ayudar  en  la  necesidad 
presente;  y  para  ello  envió  la  cédula  y  crédito  de  los  cincuenta 
mil  ducados,  que  es  la  cosa  que  tiene  por  más  cierta  y  breve;  y 
sí  otra  cosa  pudiera,  la  hiciera;  y  al  presente  no  veo  aparejo  para 
poderse  hacer  otra  cosa  por  partes  de  S.  M.  % 

De  mi  carta  se  sacó  una  forma  y  resolución  al  propósito  de  lo 
que  convenia  para  mostrar  al  Papa  y  Cardenales  para  que  por 
ella  entendiesen  el  trabajo  en  que  estaba  la  Christiandad  y  pu* 
siesen  de  su  parte  el  favor  y  remedio;  y  á  la  hora  Su  Santidad 
mandó  á  seis  Cardenales  que  mirasen  en  todas  maneras  y  for- 
mas cómo  se  podiesen  haber  dineros  al  presente ,  como  se  pu- 
diese socorrer  á  V.  A. ,  y  hallaron  medio  hasta  en  cuarenta  mil 
ducadoa,  los  cuales  el  Papa  dice  y  ha  certificado  sin  falta  que  él 
los  proveerá  dentro  de  treinta  días.  Hácese  saber  á  V.  A.  por 
aviso  para  que  sepa  lo  que  de  todas  partes  al  presente  se  puede 
hacer  y  se  hace:  darse  ha  toda  la  prisa  necesaria  porque  se  en- 
vien  al  tiempo  que  Su  Santidad  lo  ha  dicho,  y  téngalos  V.  A.  en 
mucho  porque  tienen  de  ambas  partes  mucho  trabajo  en  buscar 
dineros  de  todas  partes  para  entretener  estos  exércitos  que  gas- 
tan mucho  y  hacen  poco. 

Del  aviso  que  V.  A.  tiene  de  que  S.  M.  toviese  cien  mil  du- 
cados en  Flandes ,  es  verdad  que  los  tuvo ,  pero  muchos  dias  ha 
que  están  comidos,  y  por  esto  dellos  no  puede  V.  A.  ser  ayu- 
dado. 

En  la  Dieta  estaba  proveido,  conforme  á  como  se  escribe  por 
la  carta  de  micer  Andrea  del  Burgo,  y  se  trabajará  de  abreviar 
el  tiempo,  si  fuese  posible,  pero  para  haber  de  ser  S.  M.  en  ella, 
les  parece  corto  el  que  tienen  significado ,  porque  aun  las  cosas 
de  la  paz  y  apuntamiento  con  el  Duque  y  venecianos  no  está 
sino  comenzado  á  platicar,  y  para  acabarse  es  menester  tiempo; 
y  para  la  empresa  de  Florencia  ó  ida  de  Roma  y  coronación  de 
S.  M.;  y  si  fuere  la  ida  de  Ñapóles  de  avantaja,  porque  parece 
ser  necesario,  según  yo  tengo  entendido,  para  poner  en  orden 


240  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

aquel  reino;  y  entre  tanto  llegará  el  plazo  que  el  Rey  de  Francia 
ha  de  dar  los  dineros ;  y  podrá  con  ellos  y  con  dexar  esta  tierra 
en  paz  ir  libremente  á  esa  sin  tener  ni  pasar  las  necesidades  y 
trabajos  que  hasta  aquí.  También  V.  A  signiñca  por  su  letra  que 
principalmente  dexe  S,  M.  paz  y  quietud  en  Italia;  lo  cual  ha- 
ciéndose, es  menester  el  tiempo  susodicho. 

De  lo  que  tenemos  hecho  acerca  de  Venecianos,  se  escribe 
por  la  carta  de  micer  Andrea:  V.  A.  puede  pensar  y  creer  que 
según  el  tiempo  y  la  necesidad  de  acá  y  de  allá  que  nos  teme- 
mos por  contentos  que  las  cosas  queden  en  el  ser  pasado ,  y  al 
fin  será  así.  De  nuestra  parte  se  les  ha  mostrado  por  cscripto  el 
derecho  de  V.  A.  sin  faltar  cosa  ninguna,  todavía  remitiéndonos 
á  lo  que  S.  M.  fuere  servido,  sin  que  por  ello  haya  impedimento 
de  complirse  su  voluntad,  suplicándole  que  cuando  otra  cosa  no 
se  pudiere  hacer,  el  derecho  de  V.  A.  quede  seguro  para  todas 
cosas. 

En  lo  que  escribe  V.  A.  del  Duque  Federico,  lo  bien  que  ha 
servido;  á  S.  M.  se  hizo  relación  y  holgó  mucho  dello,  y  le  pa- 
reció que  era  mucha  razón  y  conforme  á  como  V.  A.  lo  deman- 
da, se  le  está  escripto,  como  V.  A.  habrá  visto  y  se  escribirá 
conforme  á  lo  que  V.  A.  escribe. 

Yo  dixe  á  S.  M.  cómo  V.  A.  habia  inviado  por  tres  veces  ar- 
tillería en  el  Ducado  de  Milán ,  la  cual  se  habia  traído  de  Trento 
del  armamento  que  allí  V.  A.  tiene:  que  V.  A.  le  suplicaba,  si 
della  no  toviese  necesidad,  para  cuando  la  hobiese,  la  mandase 
tomar  á  la  dicha  Trento. 

Lo  que  general  y  particularmente  hemos  hecho  sobre  lo  de 
este  Estado,  ha  sido  representar  á  S.  M.  el  deseallo  V.  A.  para 
servirle  mejor  y  estar  con  mis  fuerzas  para  las  cosas  de  Italia;  y 
dello  debe  tener  S.  M.  memoria,  pues  vé  la  variación  y  poca  se- 
guridad que  tienen  las  cosas  de  acá;  y  como  S.  M.  nos  respon- 
diese que  este  era  su  deseo,  pero  que  era  constreñido  á  hacer  el 
contrario;  y  no  solamente  no  darlo  á  V.  A.,  pero  era  forzado 
darlo  al  Duque,  el  cual  tenia  méritos  para  otra  pena,  y  no  tal 
galardón.  Y  visto  esto,  nos  ha  parecido  que  seria  bien  que  S.  M. 
hiciese  de  manera  que  le  quedasen  las  fortalezas  principales  en 


BL  BM?BRAI>OR  CARLO3  V  Y   SU  CORTB.  24 1 

SU  mano,  pues  tenia  para  ello  buena  cabsa,  que  era  en  prendas 
del  pagamento  de  las  debdas  y  de  lo  que  ha  de  ser  obligado  á 
pagar,  á  ñn  que  si  en  este  tiempo  el  Duque  moriese  6  hiciese  al- 
guna bellaquería,  de  la  cual  no  pongo  duda,  S.  M.  tuviese  causa 
de  cumplir  con  el  deseo  de  V,  A. ;  y  para  este  efecto  era  bien 
tener  las  fortalezas  en  su  mano,  para  lo  cual  conocimos  de  S.  M. 
que  nuestro  parecer  y  aviso  era  bueno ;  y  hasta  tener  conoci- 
miento de  lo  que  sobre  esto  se  hace,  me  ha  parecido  que  no 
debe  tener  conocimiento  que  nuestro  deseo  es  más  corto  que 
de  tener  todo  el  Estado,  porque  en  lo  de  la  sal,  yo  creo  que  que- 
rrán observar  lo  capitulado  con  el  Papa^  y  como  agora  le  haya- 
mos menester,  parece  que  tenemos  causa  de  callar.  Todavía  si 
aquello  se  hobiere  de  observar,  se  trabajará  que  sea  por  su  vida 
y  no  más;  y  en  este  negocio  tenemos  mucha  vigilancia  por  po- 
ner algún  pié  dentro  deste  Estado,  para  que  algún  dia,  aliviado 
V.  A.  de  los  trabajos  que  al  presente  tiene,  pueda  en  él  cum- 
plir su  deseo. 

Yo  querría  no  dar  pena  á  V.  A.  en  lo  que  toca  á  mi  entrete- 
nimiento y  pagamento,  pero  la  necesidad  me  constriñe  á  no  po- 
der hacer  otra  cosa.  No  quiero  suplicar  á  V.  A.  por  merced  lo 
mande  proveer,  sino  por  conciencia  le  suplico  lo  mande  reme- 
diar ;  y  si  la  falta  dello  ha  estado  en  el  Tesorero ,  V.  A.  me  dé 
licencia  de  quexarme  del  al  Emperador,  pues  á  V.  A.  no  me  ha 
aprovechado. 

lee. 

{Para  el  Rey  mi  señor,^ Bolama,  8  de  Diciembre  de  152Q.) 

A  tres  deste  rescibí  el  despacho  que  V.  A.  espidió  de  Linz 
á  16  del  pasado,  y  (\  S.  M.  se  hizo  relación  de  lo  que  V.  A.  me 
invió  á  mandar,  y  presenté  las  letras  y  copias  de  lo  quel  Rey  de 
Francia  escribió  á  V.  A.;  y  el  despacho  y  respuesta  que  ha  de 
llevar  mos.  de  Bredan  se  hará  con  toda  presteza  para  que  se 
parta,  y  se  ordenará  como  V.  A.  lo  demanda.  La  causa  de  no 
se  haber  partido  antes ,  ha  sido  esperando  saber  algunas  nuevas 
de  lo  que  mos.  de  Laxao  llevó  á  cargo ,  el  cual  mensagero  vino 
ai  misnK)  tiempo  que  las  cartas  de  V.  A.  recibimos. 


242-  BOLBTÍ>fbB   LA   REAL  ACADEÍiiA  DE  LA   HISTORIA. 

De  lo  que  está  escripto  del  socorro  que  el  Papa  quiere  hacer 
en  40.000  ducados  se  solicita  con  toda  diligencia  y  creemos  en 
breve  inviar  el  recaudo  que  para  ello  conviene.  Los  por  quien 
se  ha  de  hacer  las  finanzas  nos  significan  que  nos  han  de  dar  los 
dineros  eh  León  á  causa  de  la  brevedad  con  que  los  demanda- 
mos y  la  suma  ser  grande  y  no  la  poder  recobrar  en  el  tiempo 
que  es  menester.  S.  M.  quiere  pagar  interese  y  grande  porque 
rios  lo  den  al  tiempo  que  lo  tiene  prometido ;  y  parecenos  qué 
para  ser  seguro  y  en  breve  venir  á  poder  de  V.  A.,  que  el  mejor 
medio  es  recibillos  en  León,  porque  para  Alemana  no  se  hallan 
mercaderes  que  lo  quieran  hacer;  y  también  nos  ha  parecido 
que  aunque  los  hobiese,  es  forzado  que"  sean  Fúcares  6  Bclie- 
res,  con  los  cuales  V.  A.  tiene  ordinarias  finanzas;  y  creemos' 
que  rio  debe  estar  V.  A.  sin  deuda  con  ellos;  y  con  este  temor 
nos  ha  parecido  que  será  bien  las  letras  vayan  á  poder  de  V.  A. 
y  mandará  tomar  el  dinero  á  quien  hiere  servido ,  las  cuales  le- 
tras se  enviarán  á  la  hora  que  estén  en  nuestro  poder.  Y  su  San- 
tidad tiene  ordenado  de  qué  ha  de  haber  los  dichos  dineros,  que 
es  en  cierta  talla  que  echa  sobre  los  subditos  de  la  Iglesia,  la  cual 
bula  se  da  prisa  á  expedir  así  de  su  parte  como  de  la  nuestra. 
Tenemos  por  cierto  que  la  palabra  de  su  Santidad  será  cumpli- 
da al  tiempo  que  tiene  dicho;  y  habida,  se  enviará  con  toda  di- 
ligencia. 

Hoy  es  venida  nueva  á  S.  M.  por  aviso  y  no  mensagero  pro- 
pio, cómo  á  la  Emperatriz  nuestra  señora  ha  Dios  alumbrado  de 
un  hijo,  por  la  cual  nueva  en  nombre  de  V.  A.  besamos  las  ma- 
nos á  S.  M.  y  le  suplicamos  nos  hiciese  saber  en  qué  esta- 
do estaban  su&  negocios,  para  que  á  V.  A.  lo  pudiésemos  es- 
cribir, porque  hacíamos  correo  propio  con  esta  buena  nueva. 
S.  M.  nos  respondió  que  no  escribía  por  esta  posta  á  V.  A.  por 
no  tener  la  nueva  por  correo  propio  y  que  en  veniendo  se  des- 
pacharía otro,  y  lo  haría  saber  de  esto  y  de  lo  demás  muy  cum- 
plidamente; y  que  el  estado  en  que  estaban  los  negocios  era  que 
serian  concluidos  y  despachados  dentro  de  seis  días;  y  para  en- 
tonces á  V.  A.  se  despacharía  correo  pak-a  hacer  gelo  saber  y 
responder  á  las  últirhas  cartas  que  de  V.  A.  híl  íresoibido.  Para  el 


"      EL  Ek^BKAOÓR  CARLOS  V  Y  á»  eOMSK  ¿43 

tíempó  susodicho  estarán  hechas  kift  letras  de  la  Dieta,  las  cuales 
enviaremos  con  Luis,  y  la  iortna'  de  lo  que  se  ha  de  tratar  envío 
aiqui  la  copia  á  V.  A. 

(En  cifra.)  Por  la  pasada  escribí  á  V.  A.  cómo  habíamos  ha- 

•  •  • 

blado  á  S.  M.  sobre  lo  de  la  artillería,  para  que  fuese  servido  de 
la  mandar  tornar  adonde  se  sacó;  y  S.  M.  nos  respondió  que  ter- 
rtia  cuidado  dello.  Pareciendome  á  mí  que  las  cosas  y  conciertos 
andaban  en  buenos  términos,  dixe  á  S.  M.  entre  otras  cosas  que 
pues  se  decia  que  al  Duque  restituía  el  Estado ,  mirase  S.  M.  no 
[Perdiésemos  el  artillería ,  en  que  podría  hacer  al  Duque  prove- 
cho y  á  nosotros  daño.  S.  M.  me  respondió  que  la  artillería  era 
menester  para  guarda  de  las  fortalezas  que  quedaban  en  su  poder; 
de  manera  qué  como  yo  entendí  esta  respuesta  de  S.  M.,  no  so- 
lamente aprobé  aquello  por  bueno,  pero  le  ofrecí  se  traería  toda 
la  que  más  fuese  menester  para  el  tal  efecto,  con  fin  que  es 
bien  tener  causa  y  entrada  en  este  Estado,  porque  algún  dia 
tfengo  esperanza  será  cumplido  el  deseo  de  V.  A. 

(En  cifra.)  Asimismo  por  las  pasadas  que  por  todos  tres  están 
escriptas,  habrá  visto  como  teníamos  algún  temor  de  la  ida 
de  S.  M.  en  Alemana  por  las  causas  y  razones  que  acá  en- 
tendíanlos que  se  platicaban.  Asimismo  escribí  yo  al  secretario 
Castillejo  cómo  había  entendido  el  contrarío  desto  de  mos.  de 
Grarivela;  y  no  se  maraville  V.  A.  que  lo  escribamos  dubitada- 
meitité,  porque  el  temor  que  tenemos,  nos  hace  creer  las  cosas 
cómo  se  dicen;  y  con  el  conocimiento  que  tenemos  de  los  que 
lo' desean,  parecenos  que  podría  ser  verdad  lo  que  tenemos  es- 
criptó;  pero  de  algunos  del  Consejo  me  he  certificado  que  en  la 
ida  ño  había  duda;  lo  cual  es  al  presente  lo  que  más  deseamos 
y  nos  parece  que  cumple  al  servicio  de  Dios  y  de  S.  M.  y  de  V.  A. 
para  reparación  de  todas  estas  tierras.  De  S.  M.  no  conocemos 
que  en  dicho  ni  en  hecho  tenga  otro  deseo;  y  aunque  acá  se  pla- 
tiquen muchas  nuevas  y  allá  se  puedan  escribir,  V.  A.  crea  que 
tenemos  harta  vigilancia  para  que  V.  A.  sea  advertido  de  todo 
lo  qué  puede  ser:  y  sí  no  se  escribe  por  parte  de  S.  M.  certifi- 
cadamente, es'  por  no  saber  el  fin  que  los  negocios  pueden  tener; 
p\iés' están  tan  al  cabo,  en  breve  será  V.  A.  sabidor  de  todo.  No 


344  bOLBTÍN   DK  LA  RBAL   ACADEMIA  DBLA  Hl|STORlA. 

se  envía  razón  de  cosa  ninguna,  porque  hasta  hoy  han  andado 
muy  variables;  y  de  nuestra  parte  está  hecho  el  cumplimiento 
necesario  por  escripto  y  de  palabra  á  S.  M.  y  los  de  su  Consejo, 
y  al  ñn  remitiéndonos  á  la  voluntad  de  S.  M.;  y  pues  está  bien 
para  las  cosas  de  V.  A.,  puede  ser  seguro  que  si  no  se  hicieren 
como  lo  deseamos,  el  tiempo  habrá  sido  causa  dello. 

Esta  posta  se  despacha  á  toda  prisa  para  que  V.  A.  goce  de 
la  buena  nueva  del  nacimiento  del  Sr.  Infante  D.  Fernando,  el 
cual  nombre,  aunque  no  sea  significado,  S.  M.  me  dixo  cuando 
le  di  la  buena  nueva  por  partes  del  Infante  mi  señor,  que  otro 
tal  seria  el  nombre,  si  varón  fuese,  el  que  Dios  le  diese;  y  en  al- 
bricias de  esta  buena  nueva  suplico  á  V.  A.  mande  que  yo  sea 
pagado,  para  que  salga  de  vergüenzas  y  necesidades  y  pueda  te- 
ner con  qué  mejor  seguir  y  servir  á  V.  A, 

Micer  Andrea  está  harto  mal  dispuesto  de  gota,  la  cual  no  le 
ha  dexado  rincón  en  toda  su  casa  que  no  haya  buscado  y  em- 
pedido,  ecebto  la  lengua  y  sentido;  y  desde  la  cama  con  todo 
esto  que  tiene ,  hace  lo  mejor  que  puede  en  servicio  de  V.  A. 

200 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Bolonia^  27  de  Diciembre  de  152^,) 

Yo  tengo  escripto  á  V.  A.  como  en  breve  seria  despachado 
Luis  de  Taxis  con  las  letras  de  la  Dieta  y  á  la  expidicion  dellas 
se  ha  dado  toda  la  prisa  que  ha  sido  posible.  Entre  tanto  se  tra- 
taban los  negocios  de  los  venecianos  y  Duque  de  Milán,  los  cua- 
les han  tenido  tales  términos  que  no  se  ha  podido  buenamente 
tener  conocimiento  del  fin  que  tuvieran;  y  esta  ha  sido  la  causa 
de  no  haber  advertido  á  \'^.  A.  antes  de  tener  la  conclusión. 
Y  el  mismo  dia  que  se  tomó,  llegó  el  despacho  de  V.  A.  de 
nueve  deste,  y  de  la  carta  que  á  mí  se  escribió,  hice  larga  rela- 
ción á  S.  M.  conforme  á  lo  que  me  invió  á  mandar,  y  por  mos. 
de  Bredan  y  por  mí  se  hizo  otro  dia  de  lo  que  á  todos  tres  se 
escribió  en  latin  y  lo  que  con  S.  M.  pasamos  y  asimismo  con 
los  del  Consejo  que  en  la  nuestra  van  señaladas  se  escribe  por 
micer  Andrea  y  por  nif,  que  yo  tengo  mi  oficial  bien  enfermo  y 


BL  BB1PBRAD0&  CARLOS  V  T  SU  COKTB.  24$ 

no  se  puede  escribir  por  cifra*  Y  V.  A.  puede  creer  que  yo  he 
deseado  ir  á  besar  las  manos  á  V.  A.  para  le  dar  larga  cuenta 
de  las  causas  y  razones  que  tenemos  conocidas  para  la  necesi- 
dad de  lo  que  se  ha  hecho  en  lo  que  se  ha  concertado,  las  cua- 
les sabidas  por  V.  A.  soy  cierto  que  las  aprobara  haber  sido 
justas. 

V.  A.  demanda  comisarios  para  las  Dietas  que  ha  de  tener 
en  Bohemia  y  sus  tierras,  y  quisiera  que  fuera  la  persona  que  se 
hobiera  de  proveer  mosior  de  Prat.  Esto  no  puede  ser,  porque 
estaba  despachado  para  ir  á  entender  en  la  expidicion  de  los 
hijos  del  Rey  de  Francia  y  lo  que  más  se  ha  complir  del  Trata- 

■ 

do  de  Cambray;  y  buscando  quien  de  acá  se  pudiera  inviar,  no 
se  hallan  tales  personas  como  conviene,  y  por  la  brevedad  del 
tiempo;  y  por  esta  causa  se  despachan  las  instruciones  y  letras 
como  de  alia  vinieron  y  van  en  blanco  para  que  V.  A.  las  ynche 
á  su  voluntad;  y  á  la  causa  se  despacha  esta  posta  en  diligencia 
porque  llegue  á  tiempo. 

En  lo  que  toca  al  pagamento  de  lo  de  Ñapóles,  Antonio  Mu- 
setola  hizo  el  despacho  conforme  á  las  copias  que  á  V.  A.  está 
escrito.  Salamanca  me  ha  escrito  de  Ñapóles  y  no  me  hace  men- 
ción de  ser  llegado  el  despacho,  y  después  que  él  lo  haya  resci- 
bido,  si  alguna  dificultad  tuviere,  yo  lo  trabajaré  de  remediar. 

S.  M.  queria  proveer  en  el  castillo  de  Milán  al  que  lo  tenia  6 
al  Marqués  del  Gasto,  y  el  Duque  nunca  ha  querido  venir  en 
ello ,  sino  que  sea  otra  persona  cual  á  S.  M.  pluguiere ;  y  así  le 
pareció  de  proveer  en  el  dicho  castillo  á  Juan  de  Mercado ,  el 
cual  no  estaba  en  voluntad  de  lo  acetar  hasta  que  yo  gelo  mandé 
<ie  parte  de  V.  A.;  y  así  lo  terna  como  persona  de  buen  recado. 
En  el  castillo  de  Coma ...  (l) ...  se  pone  en  manos  de  D.  Lorenzo 
Manuel  que  se  espera  que  dará  buena  cuenta  dello  y  aun  de  todo 
el  Estado. 

Beso  los  pies  y  manos  de  V.  A.  por  la  crecida  merced  que 
me  ha  hecho  en  mandar  á  micer  Andrea  dehBurgo  que  me  pa- 
gue el  salario  que  se  me  debe  del  tiempo  corrido.  Yo  juro 

(i)    Hay  un  claro  como  de  una  palabra. 

TOMO  XLIV.  1 6 


24^  BOLETÍN.  DE  LA  KEAL  ACAPBMU  DE  LA  BISTOftlA. 

á  V.  A.  que  de  todo  ello  no  viene  á  mi  poder  un 'real,  sino  á  las 
personas  que  me  lo  han  prestado ,  pero  será  ganar  crédito  para 
comenzarlos  á  fatigar  de  nuevo.  Los  dineros  no  he  recibido,  por- 
que los  habia  prestado  al  Papa,  y  dice  que  dentro  de  cuatro  dias 
los  cobrará  y  me  pagará. 

JPar  la  copia: 

A.  Rodríguez  Villa. 


II. 


APUNTES  PARA  LA  HISTORIA  DE  VILLAFRANCA 

DE  LOS  BARROS. 

Segunda  vez  vuelve  á  esta  Real  Academia  para  que  emita  su 
juicio,  el  estudio  que  dedica  el  Sr.  Cáscales  y  Muñoz  á  la  ciudad 
de  Villafranca  de  los  Barros,  y  nuestro  Director  lo  entrega  al 
Académico  que  antes  lo  había  examinado,  sin  duda  para  que 
complete  su  informe  en  vista  de  las  adiciones  hechas  al  libro. 

Empezaba  el  anterior  dictamen  cansignando  que  «los  Apuntes 
para  la  Historia  de  Villafranca  revistan  verdadera  importan- 
cia por  su  objeto,  por  las  peregrinas  y  curiosas  noticias  crítica- 
mente eslabonadas  y  hasta  por  la  forma  en  qu^  e^tán  presenta- 
dos los  datos  arqueológicos  de  que,  por  vez  primera,  se  trata  de 
de  deducir  la  historia  de  aquella  desconocida  población». 

Decía  entonces:  «No  parece  de  oportunidad  distraer  la  aten- 
ción, recordando  la  importancia  que,  para  el  verdadero  conocí- 
miento  y  perfección  de  la  historia  general  de  España,  tienen  los 
estudios  particulares,  las  historias  de  pueblos  y  de  ciudades,  em- 
pezando por  el  examen  de  los  monumentos  de  la  más  remota 

•  * 

antigüedad  y  prestando  cuidado  á  los  descubrimientos  arqueoló- 
gicos que  facilitan  la  investigación  acabada  de  la  manera  de  ser 
de  los  adelantos,  usos  y  costumbres  de  los  pueblos  que  nos  pre- 
cedieron en  la  habitación  de  este  suelo;  así  como  tampoco  es 


j 


VILLAVRANCA  DE  LOS  BARROS*  247 

necesario  encarecer  el  ímprobo  trabajo,  la  constancia,  la  ilustra*-^ 
ción  y  hasta  los  medios  materiales  que  por  fuerza  ha  de  emplear 
el  que  á  tan  penosos  estudios  dedica  los  afanes  de  su  inteligen- 
cia. La  Academia  conoce  muy  bien  el  sacrificio  que  tales  aficio- 
nes exigen.  «La  historia  de  la  civilización  de  un  pueblo  particu- 
lar— dice  doctamente  el  inolvidable  D.  Juan  Donoso  Cortés — si 
bien  no  es  de  aquellas  empresas  que  exceden  las  fuerzas  del 
hombre  es,  sin  duda  ninguna,  una  de  las  que  exigen  su  entera 
aplicación  para  ser  llevada  á  buen  término  y  remate».  Por  eso 
se  dice  que  la  Historia  de  Villafranca  reviste  gran  interés  por  su 
objeto. 

«Contribuyen  á  aumentarlo  las  muchas  noticias  reunidas  en 
sus  páginas  que,  aunque  breves,  están  presentadas  con  orden  y 
claridad;  y  es  digno  de  notar  y  de  aplaudir  el  método  que  en  la 
exposición  se  sigue,  comenzando  por  analizar  los  monumentos, 
escrituras  y  datos  ciertos,  para  referir  después  con  mayor  segu- 
ridad los  hechos  que  de  ellos  se  deducen». 

«Tratándose  de  un  pueblo  cuya  historia  es  escrita  por  vez 
primera — <Uce  el  autor  en  su  breve  introducción — he  preferido^ 
para  más  precisión  y  mejor  conocimiento  de  la  verdad,  no 
hacer  la  parte  narrativa  sino  en  los  últimos  capítulos  y  como  re- 
sultado y  síntesis  de  los  materiales  acumulados  en  I03  anterio- 
res, en  los  que  doy  á  conocer  la  tradición  conservada  por  los 
vecinos  de  Villafranca,  las  citas  y  los  escritos  que  he  podido 
encontrar  en  .vanos  autores,  los  documentos  del  Archivo  Muni- 
cipal y  del  Parroquial  y  las  colecciones  de  objetos  conservados 
en  el  Museo  Regional  de  Arqueología». 

«El  método  es  el  más  apropiado;  cuando  se  asientan  los 
hechos  y  se  forma  con  ellos  narración  histórica,  ya  se  tiene  co<*^ 
nocimiento  de  las  fuentes  de  donde  se  deducen  y  se  aprecia  la 
exactitud  de  aquélla.  Datos  importantes,  estudiados  con  justa 
crítica,  se  presentan  para  reducir  el  asiento  de  Villafranca  al  que 
ttivo  la  antigua  población  Perceiana^  y  en  sus  villares  las  quintas 
de  los  nobles  romanos  ^  muchas  veces  mencionadas  en  inscrip- 
nes  y  muy  espeoialmente  en  el  rezo  de  Santa  Eulalia;  cárcuns^ 
tancia  ya  discutida  por  varios  de  nuestros  más  eruditos  arqueó- 


248 


BOLETÍN  DB  Lá.  REAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTORIA. 


logos,  desde  el  P.  Flórez  hasta  el  R.  P.  Fidel  Fita,  y  que  es,  en 
sentir  de  este  Cuerpo  literario,  el  verdadero  punto  de  partida  de 
la  Historia  de  Villafranca,  pues  de  tiempos  anteriores  no  se 
conoce  hasta  el  presente  dato  alguno  que  pueda  consignarse  con 
seguridad». 

Desde  que  á  principios  del  año  de  1 899  presentó  el  Sr.  Cas- 
cales  y  Muñoz  su  primer  bosquejo  á  la  Academia ,  ha  continua- 
do, á  lo  que  parece,  recogiendo  datos  y  noticias  de  todo  género 
para  formar  mayor  caudal ,  dando  importancia  á  sus  nuevas  in- 
vestigaciones con  citas  de  escritores  que  antes  no  había  podido 
conocer  y  que  le  han  permitido  formar  con  los  antiguos  un 
cuerpo  de  doctrina  que,  aunque  no  pueda  presentarse  como 
anales  completos  de  la  población,  despierta  la  atención  sobre 
muchos  puntos  de  indudable  interés. 

Expuestas  con  precisión  algunas  nociones  de  la  geografía  del 
territorio  y  de  la  tradición  del  pueblo ,  se  encuentra  en  seguida, 
como  extremo  digno  de  mención,  la  enumeración  de  varioá 
autores  que  más  ó  menos  directamente  se  han  ocupado  de  Vi- 
llafranca de  los  Barros ,  nombrando  en  primer  lugar  á  Bernabé 
Moreno  de  Vargas,  que  se  refiere  algo  á  la  villa,  y  concluyendo 
con  anotar  lo  que  ha  consignado  nuestro  insigne  compañero  el 
R.  P.  Fita,  para  poder  determinar,  según  queda  indicado,  algo 
concreto  sobre  las  circunstancias  de  la  antigua  PerceiaMa ,  para 
demostrar  su  relación  con  Villafranca. 

No  ha  podido  formarse  sucesión  continua  de  inscripciones, 
así  como  tampoco  se  presentan  de  hechos  históricos,  más  ó  me- 
nos locales ,  que  caractericen  una  serie  interesante ;  pues  aunque 
se  habla  de  algunas  lápidas,  están  diseminadas,  y  no  son  muchas 
las  que  se  ha  procurado  conservar  en  el  Museo  Regional,  en 
cuyo  párrafo  especial  las  consigna  diestramente  el  autor,  ha- 
ciendo mérito  de  colecciones  particulares  que,  de  estar  reunidas, 
facilitarían  mucho  el  estudio  á  que  se  aspira. 

Entrando  ya  en  terreno  de  más  conocidos  trabajos,  en  la 
época  contemporánea,  se  encuentran  en  los  Apuntes  para  la 
Historia  de  Villafranca  dé  los  Barros  cuantas  noticias  han  po- 
dido coleccionarse  sobre  todos  los  edificios  reBgiosos  y  civiles 


KUSVAS  IN9CRIPCIONBS  ROMANAS. 


249 


que  aún  se  conservan,  los  productos  de  la  localidad,  las  vicisi- 
tudes y  el  progreso  constante  que  se  señala  en  casi  todo  el  siglo 
pasado,  por  los  esfuerzos  de  sus  hijos,  de  los  que  se  incluye  re- 
lación de  los  más  notables,  mencionándose  sus  actos  en  diversas 
y  célebres  ocasiones. 

Señalados  los  puntos  más  salientes  de  los  citados  Apuntes^ 
entiende  el  Académico  que  informa  que  los  estudios  á  que  se 
dedica  el  Sr.  Cáscales  y  Muñoz  son  dignos  de  estímulo  y  de  que 
la  Academia  los  informe  de  nuevo  favorablemente. 

Madrid,  29  de  Enero  de  1904. 

José  María  Asensio. 


m. 

NUEVAS  INSCRIPCIONES  ROMANAS  DE  CARTAGENA, 
HERRAMÉLLURI  Y  ASTORGA. 

Cartagena. 

D.  Manuel  Fernández  Villamarzo,  Correspondiente  de  la  Aca- 
demia en  Cartagena,  nos  envía  noticia  y  copia  de  una  lápida  de 
mármol  blanco,  que  acaba  de  encontrarse  allí,  á  4  m.  de  profun- 
didad, bajo  el  piso  de  la  Alameda  en  el  barrio  de  San  Antón. 
Mide  52  cm.  de  ancho  por  40  de  alto.  Letras  elegantísimas  del 
tiempo  de  Hadríano  (l^),  altas  6  cm.;  puntos  triangulares. 


C  • LAKLIO  •  C  •  L 

CHRBSTO 

ANTONIA -IVCVNDA 

C(aio)  Laelio  C(aa)  l(iberto)  Chresio  Antonia  Jwnmda, 
A  Cayo  Lelio  Cresto,  liberto  de  Cayo,  hizo  este  monumento  Antonia 
Jucunda. 


(i)    Hübner,  Exempla  scripturac  epigraphicae  latinae,  núm.  432-439. 
Berlín,  1885. 


•a50  BOLETÍN  •Z»B  lA  USAL  ACADEMIA  DB  Uk  HISTORIA. 

Los  Lelios  no  se  habían  mostrado  hasta  ahora  sino  en  tres 
í&scrípciotiQS  de  k  pefufíisula  ibérica;  una  de  Viseo  (404),  otra 
de  Tar-ragoaa  (4180)  y  la  tercera  en  Oádas  de  Mafanndla  jjjma- 
ríN,  tomo  XLiv,  p^.  87).  Tampoco  aparecen  entre  los  duómvi- 
ros  nombrados  por  las  monedas  de  Cartagena  (l);  si  bien  cono- 
cemos semines  y  ases  acuñados  en  la  ciudad  turdetana  LaeSa  (2), 
AaiOda  de  Ptc^meo,  que  algunos  creen  haberse  fundado  por  Es- 
cipión  el  Africano  en  obsequio  de  su  amigo  y  compañero  Leüo. 

El  cognombre  de  Antonia,  que  erigió  este  toonumento  fúne- 
bre á  su  ¿marido?  Cayo  Lelio  Cresto,  se  reproduce  en  otro  de 
Cartagena  (3456)  que  dedicaron  á  la  memoria  de  su  hijo  Cos- 
mión  los  cónyuges  Cesio  Cosmo  y  Cesia  yucunda. 

HerramóUuri. 

De  tres  Inscripciones  romanas,  nuevamente  halladas  en  las 
Hemos  de  HerraméUuri  me  ha  dado  noticia  el  P.  Francisco  Na- 
val, enviándome  al  propio  tiempo  el  ejemplar  original  de  la  que 
en  el  presente  volumen  del  Boletín,  pág.  9 1,  ha  salido  á  luz  con 
el  número  1.  El  examen  atento  de  esta  marca  original  rectifica 
!a  lectura  y  confirma  la  interpretación  que  propuse.  Ocupa  la 
mitad  de  la  circunvolución  interior  del  pié"  acampanado  de  una 
taza  saguntina.  Letras,  altas  i  crii.,  trazadas  con  agudo  punzón 
y  de  buena  época: 


A/E 
h 


jF(igulinae)  A(uli)  Vet(Hi). 

De  la  alfarería  de  Aulo  Vetcio. 


Corresponden  al  tipo  Señalado  por  Hübner  4970  544  c. 

Las  inscripciones  últimamente  halladas  en  HerraméUuri  son 
las  siguientes: 

5. — Fragmento  en  el  fondo  interior  de  una  vasija.  Letras  altas 
2  mm.  Se  acomoda  á  la  estampilla  indicada  por  Hübner  bajo  el 
número  4970  40. 


(i)    Hübner,  Monumenta  linguae  iberiau^  páginas  8S-90.  Berlín,.  1893. 
(2)     Ibid^  pág.  131. 


mxEVAS  tKSCRIPCrONBS  HOMANAS.  .  251 


.  •  .  VHO 


[N(umcrii)  Áq)ue(llü)  o(fficina). 
Fábrica  de  Numerio  Aquilio. 

Otro,  sin  embargo,  podría  ser  el  nombre  del  fabricante.  A 
este  propósito  recordaré  que  no  muy  lejos  de  Herramélluri,  en 
la  villa  de  Azofra,  entre  Santo  Domingo  de  la  Calzada  y  Nájera, 
se  descubrió  (Hübner,  6257  ^%)  la  estampilla  AVIDVNI.  Este 
nombre  sale  en  una  inscripción  de  la  región  saguntina,  cuya 
fotografía  exhibe  Hübner  en  sus  Monumenta  linguae  ibericaey 
pág.  166;  donde  constituye  la  línea  9: 

auedunic 

y  parece  entrañar  los  elementos  dun  (que  lia)  é  ic  (el)  del  vas- 
cuence. No  de  otra  manera  pude  comparar  (l)  el  vocablo  ibé- 
rico de  otra  lápida  saguntina 

aioniiseac 

con  los  genitivos  Aionl,  Segoni^  Aioseci^  que  se  dan  á  leer  en 

inscripciones  latinas  del  país  céltico-hispano. 

6. — En  una  tapa  de  urna  cineraria,  recogida  por  el  P.  Naval, 

aparece  la  sigla  mortuoria 

0 

Difunto. 

Esta  misma  sigla,  indubitable»  se  ha  revelado  en  una  lápida 
de  Barcelona,  cuya  fotografía  ilustra  la  pág.  484  del  tomo  xlii 
del  Boletín.  Al  otro  lado  de  los  Pirineos,  y  mayormente  sobre 
las  sepulturas  aquitánicas,  menudea. 

7. — ^Pesa  romana  de  34  libras. 

En  carta  del  18  de  Enero  me  notificó  el  P.  Naval  desde  Cer- 
vera  (Lérida),  que  en  el  Museo  de  su  colegio  de  Santo  Domingo 
de  la  Calzada,  acababa  de  entrar  una  piedra  en  figura  de  melón, 

(i)    Boletín,  tomo  xxxvi,  pág.  446. 


252  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIJT. 

recién  descubierta  por  los  labriegos,  en  Jas  Hemos  de  Herra- 
méUuri  y  señalada  del  número 

XXXIV 

con  letras  altas  de  35  milímetros;  número  que  se  creía  fuese  «de 

orden  de  alguna  casa  ó  sepulcro».  Añadía  que  el  eje  mayor  de 

la  piedra  elipsoidal  es  de  26  y  el  menor  de  1 8  cm. 

Desde  luego  creí  que  sería  pesa  romana  de  34  libras,  única 

de  este  número,  descubierta  hasta  el  presente  en  España.  El 

módulo  normal  y  permanente  de  la  libra  romana  se  reduce,  ni 

más  ni  menos,  á 

325  gramos 

conforme  lo  ha  demostrado  Vázquez  Queipo.  Bien  es  verdad 
que,  en  la  práctica,  muchas  pesas  romanas  que  se  han  exami- 
nado, ya  directamente,  ya  mediante  sus  divisores  en  las  mone- 
das, oscilan  por  mengua  ó  por  exceso  alrededor  de  aquel  tipo; 
pero  esta  oscilación,  resultante,  ya  de  casuales  accidentes,  ya  de 
la  imperfección  del  cálculo  y  de  los  aparatos  del  constructor,  fá- 
cilmente se  explica  y  en  nada  empece  á  la  teórica  rigidez  de 
todo  el  sistema,  que  equipara  el  centupondium  (32.500  gramos)  y 
la  libra  (325  gramos)  de  los  Romanos  al  talento  babilónico  y  á 
la  mina  greco-asiática,  respectivamente  (l). 

Creí,  pues,  que  la  piedra  ponderal  de  Herramélluri  debía  pesar, 
en  su  primitivo  estado  apreciada 

325  X  34  =  11.050  gramos. 

Consultado  acerca  de  este  punto  el  P.  Juan  de  Mata,  Director 
del  referido  Museo,  me  escribió  (2)  que  la  pesa  padeció  varias 
contusiones  de  las  herramientas  que  la  descubrieron  y  sacaron 
del  fondo  de  la  tierra  á  la  luz  del  sol;  que  es  de  cuarzo,  y  que 
cubicada,  después  de  rellenarse  de  cera  las  oquedades,  mide 

4.268,375   centímetros  cúbicos. 

(i)  «Leur  centupondium  et  leur  livre  sont  exactement  le  talent  baby- 
lonien  et  la  mine  gréco-asiatique».  Vázquez  Queipo,  EssaisurUs  systhnés 
fnétriques  ti  monétaircs  des  anciens  peuplts^  tomo  n,  pág.  68.  París,  1859. 

(2)    Carta  del  24  de  Enero. 


NUBVAS  INSCRIPaOMBS  KOHAMAS.  353 

Los  cuales,  multiplicados  por  al  peso  específico  (2,588)  de  la 
piedra,  producen 

11.046,5545   gramos, 

y  dan  á  la  libra  el  peso  de 

324,85866  gramos, 

que  rebajan  del  peso  normal  {325)  muy  poco  más  de  un  deci- 
gramo. 

Tres  pesas,  que  por  este  módulo  de  la  libra  (325  gramos)  se 
rigen,  posee  el  Museo  de  nuestra  Academia.  En  la  colección  de 
Hübner  fíguran  bajo  el  número  4962  y  se  distinguen  por  las  ca- 
racterísticas /  a,  /  ¿,  ^.  El  Invejitario  del  Museo,  recientemente 

publicado  en  el  Boletín  (i),  les  aplica  los  números  446,  413 

•-'     ... 

y  449.  Las  descripciones  y  apreciaciones  de  Hübner  y  de  nues- 
tro dignísimo  anticuario,  D.  Juan  Catalina  García,  no  siempre 
andan  de  acuerdo;  y  por  esta  razón  he  creído  que  será  conve- 
niente emparejar  los  textos,  y  hacer  sobre  ellos  les  reparos  que 
se  me  han  ofrecido  examinando  atentamente  las  pesas. 

Pesas  de  ¡o  y  de  10  libras, 

Hübner,  4962  I  a,  A.: 

«Pondera  dúo  reperta  a.  1858  prope  Huete  (provincia  de  To- 
ledo (2),  obispado  de  Cuenca)  ten  el  cerro  de  Barañez-»^  cura  An- 
tónii  Delgado  servata  Matriti  in  museo  Academiae. 

a,  ex  marmore  nigro  (sive  serpentino)  cum  ansa  aenea  aíTa- 
bre  facta  et  olorum  capitibus  ornata  ita  inscriptum  est 


b,     totum  aeneum  cum  inscríptione 

X 

Descripsi  et  edidi  act.  Berol.  a.  1 861,  p.  544  (unde  Hultsch 
Metrologie^  p.  1 16).  Quae  ¡n  b  distinguuntur  praeter  x  numerum 
videntur  fortuita  esse;  Delgado  l  litteram  libras  indicantem  sibi 


(i)    Tomo  xLii,  páginas  494,  400  y  496. 
(3)    La  provincia  es  la  de  Cuenca. 


354  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

visus  est  deprehendere.  Secundutn  eiusdem  mensuram  a  qmn- 
quaginta  librarum  pendit  gr.  16253,  ¿  decem  gr,  ^254,  unde 
efficitur  libra  gr,  325,06  et  325>4»  quae  paene  non  diflert  ab  ea 
quae  normalis  nunc  fere  creditur  gr.  325,8  (l)>. 

Inventario  de  la  Academia. 

<Núm.  466. — Gr2iTipondus  de  serpentina,  de  forma  de  disco, 
de  mucha  altura,  con  los  dos  planos  desiguales,  siendo  m£s  pe- 
queño el  de  la  base.  Oel  superior  y  dos  anillas  de  bronce  en  él 
ñjas^  sale  el  asa  con  sus  extremos  en  ñgura  de  cabezas  de  pato 
y  el  centro  representando  dos  dedos  humanos,  también  de  bron- 
ce el  asa  que  es  de  elegante  dibujo. 

Parece  que  pesa  16.232  gramos. 

Procede  de  las  excavaciones  que  los  Sres.  Toledo  hicieron  en 
ei  cerro  de  Bftráñez  en  1 86 1.  Adquirido  por  la  Academia  en 
1 861.  Altura  0,144  m. 

<Núm.  413. — Peso,  6  pondus  de  bronce  de  forma  de  esfera 
muy  truncada  por  ambos  polos.  En  uno  de  los  planos  hay  una 
cruz  grabada  con  puntos,  con  la  marca  de  que  pesa  3.250  gra- 
mos (diez  libras  romanas).» 

Hasta  aquí  los  textos.  Lo  esencial  consiste  en  bien  averiguar 
los  pesos.  El  del  decempondium  es  exactamente  3.250,  y  no  3.254 
que  dijo  Hübner.  La  marca  no  es  precisamente  una  cruz,  sino 
el  número  X,  grabado  con  puntos  y  expresivo  cabalmente  del 
peso  normal  de  325  gramos  que  corresponde  á  la  libra.  En  la 
descripción,  que  el  Inventario  del  Museo  hace  de  la  otra  pesa, 
echo  de  menos  la  marca,  grabada  con  puntos  cupuliformes 


o 
o 
o 
o 
00000 


alta  0,37  cm.  La  figura  de  este  numeral  (X  =  50)  es  arcaica,  y 
no  permite  posponer  la  edad  del  monumento  al  promedio  del 


(i)  La  normal  aceptada  por  Hübner  contra  la  autoridad  de  Váiquer 
Queipo,  está  en  oposición  con  todas  las  pesas  españolas  que  en  el  Corpus 
mscriptümum  ha  registrado. 


KÜBVAIB  IMKMKanmB  «OMUIAS.  355 

primer  si^o  de  ia  era  cristiana.  El  peso  actual  es  ciertamente 
de  16.252  ^gramos;  pero  desde  que  lo  examinó  D.  Aátomo  Del- 
gado ha  sufrido  una  pequeña  mella  que  puede  evaluarse  ^in  vin 
gramo,  y  hace  valedera  la  estimación  de  16.253  gramos,  pro- 
puesta por  Hübner.  Los  6  centigramos  resultantes  por  exceso 
del  peso  normal  de  la  libra  (325  gramos)  no  deben  extrañarnos, 
toda  vez  que  en  la  pesa  de  HerraméUuri  hemos*  notado  un  deci- 
gramo por  defecto. 

De  qué  manera  vinieron  á  poder  de  la  Academia  la  pesa  de 
diez  y  la  de  cincuenta  libras  romanas,  está  Consignado  eñ  el 
acta  de  la  sesió>n  del  21  de  Diciembre  de  1 860:  «Dióse  cuenta 
tíé  ún  oficio  de  D.  Quintín  de  Toledo,  en  el  cual,  por  sí  y  en 
nombre  de  sus  consocios  D.  Nicolás  Toledo,  D.  Vicente  Sáft- 
xrhez  y  D.  Deogracias  Almonacid,  cedía  á  la  Academia  dos  pon- 
dus  y  otros  objetos  antiguos,  hallados  en  las  excavaciones  que  ha- 
bían practicado  en  el  cerro  de  Baráñez,  término  de  Huete,  pi- 
diendo al  propio  tiempo  la  remuneración  designada  en  casóís 
análogos  para  continuar  las  excavaciones.  Se  acordó  que  el  se- 
ñor Anticuario,  en  virtud  de  la  autorización  que  para  este  asun- 
to le  estaba  concedida,  propusiera  la  recompensa  (l)que  pudie- 
ra darse  á  los  descubridores  de  los  objetos  indicados.» 

*P€sa  de  inedia  vnza. 

Hübner,  4962  ^: 

«Semuncia  aeneá,.  reperta  Gsrdubae  et  illata  cura  Antohfi 
Delgado  in  museum  Academiae  Matritensts.  Litterae  ex  atiento 
caelatae  sunt.  In  facie  superiore  scriptum  est 

y  s(em)u(nciá) 
in  margine  exteriore 

C*CABSAR  AVG-P-P  p.  C.  ^^¡^^ 

Zobelius  misit,  pondus  esse  indicans  gr.  12,88,  unde  efñcitur 
libra  gr.  319,12  item  admodum  levis  (2).» 

(i)    Fué  de  quinientas  pesetas. 

(2)  El  peso  resultante  de  multiplicar  12,88  por  24  es  mucho  más  leve: 
30^12  gramos.  En  el  texto  de  Hübner  se  deslizó  una  distracción  de  cálcu- 
lo, ó  una  errata  de  imprenta. 


256  BOLETÍN  DB  LK  EBAL  ACADBMIA  DB  LA.  HISTORIA. 

Inventario  de  la  Academia. 

<Nüm.  459. — Pondüsculo  de  bronce,  de  forma  de  cono  tnm- 
cado;  en  su  cara  superior  una  marca  (Semunciá?),  y  en  la  super- 
ficie curva,  incrustada  de  plata  como  la  anterior,  esta  leyenda 

C*CABSAR  AVO'PP* 

Hallóse  en  Córdoba,  y  lo  regaló  á  la  Academia  D.  Manuel 
Codina  en  Octubre  de  1 86 1. 

Pesa  12  gramos  y  88  centigramos.» 

En  el  acta  de  la  sesión  del  il  de  Octubre  de  1 86 1  se  dice 
que  esta  semuncia  fué  hallada  en  Córdoba,  y  que  la  envió  por 
medio  de  D.  Pascual  Gayangos  el  Correi^ndiente  de  la  Acade- 
mia en  Ecíja  D.  Manuel  Codina. 

La  orla  epigráfica  de  la  pesa  determina  el  tiempo  de  su  fa- 
bricación entre  los  años  37  y  41  de  J.  C,  siendo  emperador  Ca- 
lígula,  y  precisamente  cuando  cesó  la  acuñación  de  la  moneda 
en  España.  En  la  orla  se  lee  distintamente: 

C*CAESAR-AVG-P«P 

Han  desaparecido,  quedando  los  huecos,  el  punto  de  plata  que 
sigue  á  CAESAR  y  la  primera  a  de  este  vocablo.  En  el  plano  infe- 
rior de  la  pesa  está  corroído  el  bronce,  que  sufrió  allí  visitable 
desfalco.  Toda  la  pérdida  Se  puede  calcular  que  fuese  de  casi 
66  centigramos  que,  unidos  al  peso  actual  (12,8833)  de  la  semun- 
cia, producen  la  vigésimocuarta  parte  de  la  libra  típica,  ó  de  325 
gramos. 

La  pesa  de  cinco  libras,  procedente  de  Itálica,  que  existía  en 
el  Museo  de  la  Academia,  se  ha  perdido;  y  por  esta  razón  no 
figura  en  el  Inventario.  Hübner  (4962  3)  la  describe  así: 

«Pondus  ex  marmore  nigro  (si ve  serpentino)  Italicae  repertum 
et  illatum  museo  Academiae  Matritensis  cura  Antonii  Delgado. 


V 


Zobelius  misit  pondusque  esse  gr.  I585)00  indicavít,  unde  pa- 
tet  non  integrum  esse  servatum,  cum  inde  efficiatur  libra  gr. 
317,4  tantum,  quae  esse  debuit  circiter  gr.  325,8.» 


MUBVAS  IMSCRIPCIONBS  ROBlAHAS.  257 

La  pérdida  de  tan  interesante  ejemplar,  que  en  balde  he  bus- 
cado, se  compensa  con  otro  quintupondium^  descrito  por  Hüb- 
ner  (6245  2  )  de  la  siguiente  manera: 

<Rep.  prope  yaen  in  via  a  la  Roda  Astígi,  servatur  Malacae 
apud  Eduardum  Loring;  quintupondium  p.  gr.  1.620  (librae 
gfr.  324;  quae  debuit  esse  gr.  325,8).» 

Asf  que  la  pesa  de  34  libras,  recién  hallada  en  Herramélluri, 
tiene  dos  ventajas  que  recomiendan  su  mérito:  una,  la  de  confir- 
mar el  peso  normal  de  la  libra  romana  (325  gramos),  propuesto, 
por  Vázquez  Queipo;  y  otra,  la  de  ser  el  único  tipo  de  su  núme- ; 
ro  (xxxiv)  que  se  conoce  en  España. 

Ninguna  de  las  siete  inscripciones,  hasta  hoy  descubiertas  en 
las  ruinas  de  Liina^  ha  sido  fruto  de  hondas  pesquisas  6  excava- 
ciones técnicamente  practicadas  sobre  el  terreno.  A  poner  ma- 
no en  obra  tan  provechosa  podrá  también  servir  de  estímulo  y 
aliciente  un  epígrafe  de  Idanha,  villa  portuguesa  de  la  provincia 
de  Beira  (Hübner,  439): 

AKRBNO*  CRBSCB 
NTIS*P*L1BIBNSI 
MIILIAt*CBLBRIS 
LIE «M ARITO  •  F*C 

Arreno  CrescenHs  f(ilio)  Ubiensi  Melia  Celeris  lib(eria)  mariio  /(ocien- 
dum)  c(uravü)» 

A  su*marído  Arreno,  hijo  de  Crescente,  natural  de  Libia,  cuidó  de  hacer 
este  monumento  Melia  liberta  de  Céler. 

En  Corao  de  Asturias  reaparece  el  nombre  propio  Arrenus 
(2706),  comparable  á  los  griegos  ápfTjvils  (bravo),  y  ápftv  (desna- 
rigado,  romo). 

Astorga. 

El  adjunto  fotograbado  de  la  inscripción  militar  (l)  última- 
mente descubierta  en  esta  ciudad,  y  registrada  con  el  número  12, 

(i)    Me  lo  ha  prestado  D.  Marcelo  Macias. 


958  BOLETÍN   ■>■  l,A   RBAL  ACADEMIA   DB  I.K  HtSTOKU. 

manifiesta  que  la  piedra  está  rota  por  el  lado  izquierdo,  y  que 
es  preciso  modifícar  por  ese  lado  la  ¡nterpretación  discutida  en 
la  página  93  del  presente  volumen  del  Boletín.  Leo,  pues: 


1 


[M(arais)?  P]ersÍUT  M(arci)  /(tlius)  Pol(lia)  \Cer}'^sus,  dom(o)  Has(ta) 
\mir\ts  leg(ioftii)  X  Getii(inae)  c(en/uriae)  Sü[aitt]i,  etím(orum)  ¿,  aer(um) 
XXVf.  k(ic)  s(üus}  e(it). 

Marco  Pcrsio  Céreso,  hijo  de  Marco,  de  la  tribu  Folia,  natural  de  Astí, 
soldado  de  la  legión  X  Gemina,  de  la  centuria  de  Silón,  de  50  años  de 
edad  y  36  de  servicio,  aquí  yace. 

El  nombre  Persius  era  conocido  en  £^>aña  por  dos  inscrip- 
ciones (2083,  2239),  y  el  cognombre  Ceresus  por  otra  (6304). 

13. 

Lápida,  de  la  que  ha  dado  noticia  D.  Matfas  Rodríguez  en  los 
primeros  días  del  corriente  mes  de  Febrero.  Se  halló,  sirviendo 
de  tapa  á  uno  de  los  varios  sepulcros,  formados  de  lajas  de  pie- 
dra, que  se  han  mostrado  en  un  terreno  de  las  cercanlaa  de 
Astorga.  Mide  I  m.  de  altura.  La  fotografta  del  monumento  me 
ha  sido  enviada  por  D.  Marcelo  Maclas. 


NUEVAS    INSCRIPCIONES   ROHftHAS. 


D(is)  Ma(m6us).  Calfiuniia  ElaiUs  suo  sobrino  pía  pienÍis(Hmo)  pgí(u)i(, 
aH(Honim)  XV.  [h(ie)]s(iiiu)  e(sí)]. 

A  los  dioses  Manes.  Calpumia  hija  de  Elano  á  su  Bobrino  piadoeisimo 
de  15  aSos  de  edad,  puso  piadosa.  Aquf  (¿1)  yace. 


26o  BOLETÍN  BE  LA  REAL  ACADfiMIA  DE  LA  HISTORIA. 

Conocíase  el  nombre  Elanus  en  Valladolid  (2726)  en  Iruña 
de  Álava  (5819)  y  en  la  provincia  de  León  (S7l6),  donde  tam- 
bién aparece  el  masculino  Elanio  (5715)»  así^conio  la  variante 
Efenus  en.Sasamón  (5712).  La  forma  patronímica  Elanis,  que 
no  creo  deba  interpretarse  por  Elani  s(erva),  sale  ahora  por  vez 
primera.  Otras,  terminadas  en  is  é  igualmente  predecesoras  de 
las  desinencias  de  nuestros  apellidos,  como  Pérez  y  Périz^  Sán- 
chez y  Sánchiz^  ha  registrado  Hübner  (455,  5246^  57 18).  El 
nombre  del  difunto  se  calla,  porque  del  contexto  se  infiere  que 
sería  el  de'  su  abuelo  (Elanus)  6  el  del  padre  de  Calpumia  su 
tía.  Por  la  Aiisma  razón  una  lápida  de  Cartagena  (34I I )  habla  de 
una  hermana  y  de  un  sobrino,  sin  expresar  los  nombres  de  ellos. 

En  la  exornación  del  friso,  ó  cabecera,  de  la  presente '  lápida 
sojí  muy  notables  la  rueda  ó  disco  del  sol,  la  media  luna,  la 
svástica  que  también  campea  en  una  inscripción  sepulcral  de 
Corao  (5732),  y  finalmente  el  tridente  y  los  tres  arcos  (de  puen- 
te?) que  pueden  aludir  á  creencias  religiosas  de  los  Astures  so- 
bre el  destino  de  los  Manes,  ó  almas  de  los  difunto$,  á  la  man- 
sión de  los  astros,  que  pueblan  el  firmamento.  i 

El  tridente,  invertido  y  apoyado  en  el  vértice  de  una  pira- 
mide 


distingue  otra  estela  fúnebre  del  país  de  los  Astu,res  (Hübner 
5744)1  é  indudablemente  se  relaciona  con  el  emblema  lunar 


/ 


de  la  Tanit  púnica. 

.  El  sitio  donde  se  han  encontrado  las  sepulturas,  según  lo  re- 
fiere El  Faro  de  Astorga  (húmero  del  5  del  corriente,  es  el  que 
llaman  el  barrero  ó  gran  depósito  natural  de  arcilla,  al  Sur  del 
cementerio  cerca  del  arrabal  de  Puerta  de  Rey  por  donde  sin 

■ 

duda  pasó  la  vía  romana,  y  subsistieron,  como  subsisten  ahora, 
obradores  de  alfarería. 

Madrid,  19  Febrero  1904. 

Fidel  Fita. 


COMBATB  NAVAL  BMTRK  BSÍPANOLBS  Y  PORTUGUESES.  36 1 


IV. 

ESTUDIO  HISTÓRICO  SOBRE  EL  COMBATE  NAVAL 
ENTRE  ESPAÑOLES  Y  PORTUGUESES  EN  RÍO  GRANDE. 
LA  TARDE  DEL  19  DE  FEBRERO  DE  1776. 

Próximo  á  la  muerte  el  rey  de  Portugal  José  I,  y  siendo  su 
Ministro  Sebastián  José  de  Carvalho,  conocido  durante  mucho 
tiempo  bajo  el  nombre  de  Conde  de  Bey  ras  (l)  y  posterior- 
mente célebre  Marqués  de  Pombal,  adicto  siempre  á  la  causa  de 
Inglaterra,  y  enemigo  de  los  Borbones,  era  detestado  con  todo 
su  corazón  por  la  reina  María  Ana  Victoria  (2)* 

Temiendo  aquel  Ministro  que  si  el  rey  José  llegaba  á  faltar, 
y  le  sucedía  su  hija  María,  pues  no  tenía  sucesión  masculina,  la 
influencia  de  la  Reina  madre  le  impediría  conservar  su  poder, 
trató  de  convencer  al  monarca  para  que  evitara  este  golpe  alte- 
rando la  ley  de  sucesión;  pero  noticiosa  la  Reina  de  sus  preten- 
siones, previno  á  su  hija  para  que  no  ñrmase  la  renuncia  que  su 
padre  la  iba  á  presentar,  y  Carlos  III  de  España,  avisado  á  la  vez 
por  su  hermana,  declaró  al  Gabinete  de  Lisboa  que  no  consen- 
tiría el  despojo  de  su  sobrina  (3). 

José  I  falleció  el  4  de  Febrero  de  1777  (4),  sucediéndole  sin 
dificultad  su  referida  hija,  retirándose  Pombal  de  la  escena  pú- 
blica (5).  Entonces  Floridablanca  se  aprovechó  de  coyuntura  tan 
favorable,  no  solo  para  transigir  las  diferencias  que  existían 
entre  las  dos  naciones,  sino  también  para  cimentar  sobre  firmes 
bases  una  amistad  perpetua  entre  las  casas  de  Borbón  y  de 
Braganza;  y  el  i.°  de  Octubre  de  1777  se  ajustó  un  Tratado  de 


(1)  Tuvo  la  gloria  de  abrir  el  Canal  de  este  nombre,  único  en  Por- 
tugal. César  Cantú:  Historia  Universal^  tomo  vi.  Traducción  española  de 
D.  Nemesio  F.  Cuesta. 

(aj    Lafuente:  Historia  general  de  España,  parte  3.*  tomo  xx. 

(3)  Laiuente:  Historia  general  de  España ^  parte  3.*  tomo  xx. 

(4)  Zamora  y  Caballero:  Historia  de  España,  tomo  v. 

(5)  Pombal  murió  poco  después.  César  Cantú:  Historia  Universal,  to- 
mo VL  Traducción  española  de  D.  Nemesio  F.  Cuesta. 

TOMO  XLiv.  17 


I 


302  BOLBTÍH  DS  tA  RSAX  ACADBICU  DB  LA  HISTOBU. 

Límites  por  el  cual  renunció  Portugal  á  la  colonia  del  Sacra- 
mento (l)  y  á  la  navegación  del  Río  de  la  Plata,  del  Paraguay  y 
del  Paraná  (2),  recibiendo  en  cambio  un  terreno  inútil  para  los 
españoles  cerca  del  Lago  de  los  Patos,  y  otra  parte  menos  cono- 
cida en  el  país  de  las  Amazonas  y  al  SE«  del  Perú  (3). 

Realmente  fué  una'  suerte  para  Floridablanca  el  inaugurar  la 
época  de  su  mando  con  este  tratado,  que  dio  buena  idea  de  sus 
propósitos  y  capacidad;  y  tan  sumamente  necesario,  cuanto  que 
Pombal,  excitado  por  el  Gabinete  Inglés,  que  aspiraba  á  tener 
entretenidos  á  los  españoles  en  puntos  diversos,  envió  una  es- 
cuadra (4)  con  tropas  de  desembarco  y  bastante  artillería  que 
ocupó  en  el  Río  de  la  Plata  á  Montevideo  y  á  algunos  fuertes 
situados  en  la  costa  del  Atlántico. 

Proponíase  también  esta  escuadra  abrír  á  la  navegación,  sin 
obstáculo  alguno,  la  parte  SE.  de  Río  Grande  en  San  Pedro  sin 
ni  siquiera  tener  en  cuenta  para  cesar  en  su  empeño  el  haberles 
frustrado  su  idea  de  posesión,  la  sorpresa  que  intentaron  siendo 
repelidos  en  Mayo  de  1767  y  la  que^premeditaron  en  el  de  1 77 1. 

Ixw  portugueses  se  prepararon  con  extraordinarias  fuerzas  de 
niar  y  tierra  para  hacerse  con  la  región  de  los  Taper,  propor- 
cionando aumento  al  Brasil  con  los  terrenos  de  España  del  lado 
de  los  ríos  de  La  Plata  y  Paraguay,  para  lo  cual  les  venían 
muy  bien  los  establecimientos  que  hacía  más  de  tres  años  habían 
usurpado  en  el  Río  Grande  del  Curitiva  el  nombrado  Igatimi, 
en  la  provincia  de  Paraguay  y  los  terrenos  en  el  pueblo  de  San- 
ta Rosa  Viejo.  Así  es  que  el  4  de  Abril  de  1775  creyeron  po- 
dían hacerse  con  estos  dominios  españoles  forzando  la  entrada 
del  río  por  el  puesto  llamado  La  Mangora,  con  tres  embarca- 
ciones armadas,  intentando  desembarcar  allí  cuatro  regimientos 
de  iníantería,  dos  compañías  de  caballería  y  Dragones  con  se- 


(i)    Mémoirts  du  Margáis  de  Pombal,  1784.  Tome  premier. 

(2)  César  Cantú:  Historia  (Jnioersal,  tomo  vi.  Traducción  española  de 
D.  Nemesio  F.  Cuesta, 

(3)  Colección  de  tratados.  Silva,  tomo  m.  Beccatini:  Historia  de  Car' 
los  IH. 

(4)  Lafuente:  Historia  general  de  España^  parte  3.%  tomo  xx. 


COMBATB  HAYAL  ENTKB  BSPAÍ^OL|!8  Y  POKTOGttBflBB.  263 

tenta  cañones,  dos  obuses  y  cuatro  morteros  que  tenían  preve- 
nidos en  la  batería  de  la  Concepción  que  hacía  frente  á  la  boca 
de  la  expresada  Mangora;  pero  fué  frustado  su  intento  por  una 
de  grueso  calibre  que,  disimulada  en  un  rancho  de  cueros,  teniaa 
los  españoles  en  el  paraje  llamado  £1  Puntal. 

El  1 5  del  mismo  mes  entraron  éstos  en  el  río  con  un  bergan- 
tín, dos  corbetas  y  dos  saetías  (i)  al  mando  del  capitán  de  fra* 
gata  D.  Francisco  Javier  de  Morales,  y  á  pesar  del  vivo  fuego 
hecho  por  las  baterías  portuguesas  en  la  Punta  de  San  Pedro,  ea 
las  que  además  de  la  artillería  del  calibre  de  á  24,  tenían  tre« 
cañones  de  á  36,  ayudados  por  los  fuegos  del  fuerte  de  la  Barra, 
en  la  boca  del  río,  lograron  penetrar  en  él,  sin  más  pérdida  que 
la  de  la  corbeta  «Nuestra  Señora  de  Atocha»,  que  por  impericia 
del  práctico  varó  en  la  dicha  Barra ,  salvándose  toda  la  tripu- 
lación. 

A  pesar  de  haber  reunido  los  portugueses  para  la  continua- 
ción de  sus  propósitos  todas  las  fuerzas  de  que  podían  disponer 
en  el  Brasil,  lo  cierto  es  que  por  el  indicado  hecho  de  armas  de 
la  marina  española  se  contuvieron  por  entonces,  dando  con  esto 
una  tregua  de  diez  meses,  que  fué  bien  aprovechada  por  ambos 
lados  (2). 

Las  noticias  que  por  algunos  desertores  llegaron  á  oídos  del 
jefe  de  la  escuadra  española  conñrmaron  los  temores  de  éste« 
pues  estaban  todos  contestes  en  los  grandes  preparativos  que  ea 
el  Brasil  se  hacían  para  atacarle,,  organizando  al  efecto  regi- 
mientos en  Pernambuco  y  en  Santos;  sejpreparaba  además  una 
escuadra  en  el  puerto  de  Santa  Catalina ;  se  construían  varias 
planchadas  (3)  capaces  cada  una  para  treintavo  cuarenta  hom- 
bres; se  había  sondeado  la  Barra  por  un  capitán  de  la  marina 


(i)  Saetía  (de  saeta).  —  Embarcación  latina  de  tres  palos  y  una  sola 
cubierta;  menor  que  el  jabeque  y  mayor  quería  galeota,  que  servía  para 
corso  y  para  mercanría.  ^ 

(2)  Manuscrito  de  la  época,  existente  en  el  archivo  del  Marque  de 
Ayerbe,  fechado  en  Río  Grande  á  22  de  Febrero  de  1776. 

(3)  Planchadas  (marina),  entarimado  que  sirve  para  igualar  la  cubier- 
ta y  sentar  con  proporción  la  artillería. 


204  -  BOLBTÍN  DE  LA  REAL  ACADBMZA  DE  LA  HISTORIA. 

portugruesa;  se  había  dado  la  orden  de  reunirse  en  la  batería  de 
Punta  de  San  Pedro  á  todos  los  prácticos  más  experimentados, 
y,  por  último,  sé  les  había  dado  también  la  de  marchar  al  primer 
aviso  á  cuatro  compañías  de  granaderos. 

En  este  interregno  se  trabajó  también  con  gran  vigor  por  par- 
te de  España,  particularmente  desde  el  citado  mes  de  Abril, 
para  ponerse  en  disposición  de  defensa  por  cuantos  medios  pu- 
dieran contrarrestar  la  superioridad  del  enemigo,  sin  dejarse 
alucinar  por  las  noticias  que  divulgaban  el  gobernador  portu» 
gués  y  el  sargento  mayor  de  la  colonia  del  Sacramento,  que  pre- 
tendían «que  para  no  llegar  á  hostilidad  alguna  de  una  y  otra 
parte,  habían  ambos  soberanos  pactado  un  tratado  amistoso». 

Se  abrió  un  camino  de  un  cuarto  de  legua  por  en  medio  de  un 
terreno  pantanoso  para  comunicar  con  la  costa  de  la  Barra;  se 
mejoró  el  fuerte  de  San  Juan  Bautista  de  la  Guardia  y  del  Arro- 
yo; se  construyeron  los  parapetos  y  explanadas  de  las  baterías, 
montando  el  cureñaje  y  todos  los  pertrechos  de  artillería;  se  hi- 
cieron dos  baterías  en  la  dicha  costa  y  cuatro  planchadas  arma- 
das ,  así  como  también  se  armaron  todos  los  barcos  pequeños 
que  había ,  no  olvidando  hacer  los  repuestos  necesarios  de  esta- 
cas, maderos,  íaginas,  sacos  de  cuero,  etc.,  etc.,  municionando 
abundantemente  todos  los  puestos,  y,  en  una  palabra,  se  dispuso 
todo  lo  posible  para  preparar  una  rigurosa  defensa ,  con  tanto 
desvelo  y  constancia  que,  según  manifiestan  testigos  presencia- 
les, solo  podía  creerlo  el  que  lo  hubiera  visto. 

Fueron  destinados  al  mando  de  esta  costa  el  teniente  coronel 
del  Real  Cuerpo  de  Artillería  y  comandante  de  la  misma  provin- 
cia D.  Francisco  Betbere,  y  á  sus  Órdenes  el  teniente  coronel 
de  Dragones  D.  Inocencio  Antonio  Marín,  con  25  hombres  de 
su  Cuerpo  y  dos  compañías  de  caballería  de  Milicias;  el  coronel 
D.  Miguel  Febrer,  con  dos  compañías  de  Milicias  y  los  Dragones 
qiAe  estaban  en  los  pasos  del  río  San  Gonzalo;  el  coronel  D.  José 
de  Molina,  ^niente  coronel  del  regimiento  de  infantería  de  Bue- 
nos Aires,  y  para  en  el  caso  de  alarma  se  le  dio  la  orden  de  que 
tomase  el  mando  del  cuartel  del  nominado  fuerte  de  San  Juan 
Btiotista  de  la  Guardia  del  Arroyo,  que  estaba  al  mando  del  te- 


COMBATE  HAVAL  BMTRB  BSPAÍÍOLBS  Y  PORTITOUBSBS.  365 

niente  D.  Pablo  Desfiles,  y  con  la  indicación  d^  quedar  desem-; 
barcado  para  acudir  al  sitio  en  que  más  necesaria  fuera  su  pre- 
sencia, al  coronel  del  expresado  regimiento  de  ihfantería  de 
Buenos  Aires  y  comandante  del  puesto  D.  Miguel  de  Tejada. 

Últimamente  se  fabricó  un  almacén  de  pólvora  con  gruesas 
estacas,  en  un  paraje  resguardado  de  los  tiros  del  enemigo,  pues 
el  último  que  habían  construido  estaba  muy  expuesto  á  ellos  en 
el  caso  de  atacar  el  cuartel ,  y  se  reforzó  este  puesto  con  una 
compañía  del  citado  regimiento  de  Buenos  Aires  y  ^o  deserto- 
res venidos  últimamente  á  España. 

Se  ocupó  también  la  isla  llamada  del  Ladino,  puesto  suma- 
mente importante  por  hallarse  enfrente  de  ella  toda  la  escuadra 
portuguesa,  y  estar  además  casi  en  comunicación  con  el  conti- 
nente por  el  poco  fondo  que  allí  existe  y  la  facilidad  de  comu- 
nicar con  la  Barra,  por  haber  construido  un  fuerte  regular  de 
faginas  y  tierra  con  dos  cañones  de  á  l8,  dos  de  á  4  y  algunos 
pedreros.  Con  este  fuerte  y  el  del  cuartel  se  podía  muy  bien 
hostilizar  con  provecho  á  la  parte  de  escuadra  portuguesa  que 
había  anclado  casi  á  la  falda  de  la  batería  de  las  Higueras  (l). 

El  14  de  Febrero  de  1 776,  poco  antes  de  anochecer,  se  des- 
cubrieron al  Norte  de  la  Barra  10  embarcaciones;  el  1 5  fondea- 
ron en  aquel  paraje,  siendo  reconocidos  un  navio  de  70  cañones, 
tina  fragata  de  30,  otra  de  24,  dos  paquebotes  de  á  1 6,  una  ba- 
landra de  á  14  y  cuatro  sumacas  ó  galeotas  de  á  12.  Se  mantu- 
vieron sin  hostilizar  á  nadie;  pero  no  por  eso  los  españoles  se 
descuidaron ,  pues  además  de  reforzar  las  baterías  de  la  costa 
con  cinco  compañías  de  infantería,  se  prepararon  á  bordo  para 
el  combate.  El  16  por  la  mañana  quedó  fondeado  el  dicho  na- 
vio, y  el  resto  de  la  escuadra  se  puso  á  la  vela,  anclando  á  la  en- 
trada del  río  que^había  franqtieado,  habiéndose  cambiado  ala 
mayor  de  las  fragatas  la  insignia  de  corneta  que  traía  el  referi- 
do navio,  quedando  éste  solo  con  el  gallardete  y  la  bandera 
portuguesa  como  todos  los  demás. 

No  obstante  el  recio  temporal  del  Norte  que  se  desencadenó 

(i)    Manuscrito  de  la  época,  ya  mencionado. 


S66  BOUBThV  DB  LA  KBAL  ibCADSMIA  DB  LA  MROBIA. 

aquella  noche,  la  escuadra  portuguesa  se  mantuvo  toda  día  en 
la  boca  de  la  Barra» 

Los  capitanes  españoles  D.  Miguel  de  Tejada,  D.  José  de  Me- 
dina, D.  Francisco  Betbere  y  D.  Francisco  Javier  de  Morales  se 
reunieron  en  la  Guardia  del  Puntal  para  deliberar  y  tratar  de  los 
medios  de  resistir  el  ataque  que  inminentemente  esperaban. — 
En  efecto,  el  19  (l)  amaneció  un  tiempo  despejado  por  el  vien- 
to S¿SE.,  á  cuyo  favor  á  las  seis  de  la  mañana  se  puso  á  la  vela 
toda  la  escuadra  portuguesa,  fondeando  dentro  de  la  Barra  á  las 
ocho  de  la  misma.  Allí  se  mantuvo  hasta  cerca  de  la  una,  man- 
dando sus  lanchas  á  la  Punta  de  San  Pedro,  donde  fondeó  so- 
bre las  dos  de  la  tarde. 

A  las  tres  de  la  misma  empezó  el  fuego  contra  la  dicha  es- 
cuadra; el  comandante  déla  costa,  D.  Francisco  Betbere,  desde 
la  batería  de  la  Barra  fué  contestado  con  gran  atrevimiento  por 
una  balandra  que  iba  de  batidora,  presentando  su  costado,  ma- 
nifestando su  ligereza  y  la  intrepidez  de  su  comandante.  A  ésta 
la  siguieron  una  sumaca,  un  paquebot  y  las  fragatas  con  las  cu- 
biertas llenas  de  tropa  y  gente  de  mar,  batiéndose  todos  con 
gran  valor. 

Pero  el  fuego  activo  y  tan  bien  dirigido  como  aprovechado  de 
la  expresada  batería,  ayudada  por  la  de  Santa  Bárbara,  obligó  á 
la  escuadra  portuguesa  á  huir  de  los  fuegos  de  la  misma,  empe- 
zando á  atacar  las  embarcaciones  espadólas,  dejando  en  la  Punta 
de  San  Pedro  varado  un  paquebot  y  echada  á  pique  una  suma- 
ca frente  á  la  expresada  batería  de  Santa  Bárbara. 

Fué  la  primera  en  sufrir  el  ataque  la  saetía  «San  Francisco  de 
Asís>,  al  mando  del  teniente  de  navio  D.  Felipe  López  Carn» 
zosa,  á  la^  cual  intentaron  abordar  una  balandra  y  un  paquebot 
fondeados  á  su  costado;  pero  este  experimentado  oñcial,  con  sus 
certeros  fuegos,  pudo  evitarlo,  aun  cuando  con  la  dolorosa  pér- 
dida de  su  segundo,  el  alférez  de  navio  D.  Francisco  Buitrón, 
quedando  mal  heridos  también  un  cabo  y  cuatro  marineros. 


(i)    En  Montevideo,  año  de  1849,  ^  publicó  Noticia  circunstanciada  de 
lo  ocurrido  en  Rio  Grande  en  iQ  de  Febrero  de  1776, 


COMBATB  NATAL  BMTKB  B8PAÍIOLBS  T  PORTDGUBSBS.  Tídj 

Contribuyó  también  á  este  baen  éxito  el  fuego  de  la  corbeta 
«Nuestra  Señora  de  los  Dolores»,  al  mando  del  alférez  de  navk> 
Dr  José  Amparan  y  por  su  segundo  el  subteniente  de  infantería 
D.  Diego  de  Pazos,  los  cuales  lograron  cortar  el  cable  de  la  ba- 
landra, rechazando  á  las  demás  embarcaciones,  evitando  los 
abordajes  proyectados  por  el  enemigó  y  disponiéndolo  todo  con 
tanto  acierto,  que  no  tuvo  más  pérdida  que  un  cabo  y  dos  mari- 
neros heridos. 

El  almirante  de  nuestra  pequeña  escuadra,  D.  Francisco  Idiá* 
quez  de  Borja,  mandaba  también  la  saetía  «Misericordia»,  donde 
habia  enarbolado  su  insignia,  la  cual  se  vió  atacada  á  un  tiempo 
por  una  fragata,  una  balandra,  una  sumaca  y  un  paquebot;  pero 
decidido  á  no  colocarse  entre  dos  fuegos,  maniobró  con  tanto 
acierto  que,  á  pesar  de  batirs  ?  á  menos  de  á  tiro  de  pistola  con 
los  mencionados  bancos,  les  obligó  á  abandonar  su  empresa,  re- 
tirándose muy  maltratados. 

Dirigidas  las  dos  fragatas  al  bergantín  «Santiago»,  mandado 
por  el  comandante  de  la  escuadra,  capitán  de  fragata,  D.  Fran- 
cisco Javier  de  Morales  (l),  con  el  ánimo  de  abordarle,  auxilia- 
das de  los  paquebots  y  demás  barcos  que  podían  arrimarse,  hi- 
cieron cuantos  esfuerzos  les  fueron  posibles;  pero  el  activo  y 
bien  dirigido  fuego  del  bergantín  español  les  descompuso,  mal- 
trató y  acobardó  á  los  portugueses  de  tal  manera,  qué  una  de 
las  fragatas  estuvo  á  ponto  de  rendirse. 

Mucho  ayudó  á  esto  el  daño  que  dicha  fragata  recibía  del 
bergantín  «Nuestra  Señora  de  la  Pastoriza»,  buque  inferior  á  di- 
cha fragata,  además  de  que,  muerto  su  comandante  el  teniente 
de  fragata  D.Joan  José  de  Iturriaga,  el  sargento  de  la  guarnición, 
siete  hombres  de  ésta,  y  con  l6  heridos,  estaba  ya  á  punto  de 
ser  abordada;  pero  comprendiendo  su  estado  el  comandante  de 


(i)  En  los  Archivo$  de  Marina  existe  copia  del  parte  dado  por  Don 
Francisco  Javier  de  Morales,  con  título:  Rdactón  de  lo  ocurrido  en  Rio  Gran^ 
de  de  San  Pedro  desde  que  se  avistó  la  escuadra  portuguesa  hasta  la  función 
del  combate  que  tuvo  con  los  cinco  buques  de  mi  mando  anclados  en  la  cosía 
MFímtedde  este  rio.—^  de  Marzo  de  1776. 


/ 

268  BOI^TÍN  DE  LA  RBAL  ACADBMLi  DE  XA  HISTOBIA. 

la  escuadra,  desde  el  bergantín  cSantiago»  le  alargó  dos  cables, 
atravesándose  con  gallardía,  y  levantando  el  espíritu  de  la  tripu- 
lación se  dirigieron»  con  valor  imponderable,  á  abordar  la  men- 
cionada fragata,  que,  muerto  su  general  y  su  segimdo,  estaba  á 
punto  de  varar;  pero  pasando  á  ella  un  oficial  de  otro  de  los 
barcos  y  encargándose  de  su  mando,  pudo  salvarla  picando  el 
cable  y  á  fuerza  de  velas. 

Digno  es  de  hacerse  constar  el  valor  de  la  tropa  y  tripula- 
ción del  referido  bergantín  «La  Pastoriza»,  pues  reducidos  á  tan 
corto  número  por  las  bajas  indicadas,  el  condestable  José  More- 
no, así  como  el  soldado  Antonio  Pérez,  se  batían  con  el  mayor 
denuedo;  respondiendo  al  general  portugués,  que  les  intimaba  á 
la  rendición,  que  nunca  arriarían  la  bandera;  y  el  dicho  soldado 
Pérez,  acostado  sobre  la  borda,  derribó,  muerto  de  un  fusilazo,  al 
comandante  y  á  su  segundo,  gritando  «que  así  vengaba  la  muer- 
té  de  su  capitán  Iturriaga». 

Quedaron  sumamente  maltratadas  las  embarcaciones  portu- 
guesas que  entraron  en  el  combate;  no  viéndose  un  hombre  so- 
bre cubierta,  perdiendo  13  anclas,  el  botalón  bauprés  de  la  co- 
mandanta, despedazadas  las  jarcias  y  sin  contestar  al  fuego  que, 
al  paso  de  todas  ellas,  les  hicieron  las  baterías  españolas  de  la 
Trinidad  y  el  Puntal,  perdiéndose  una  balandra  que  zozobró  de 
un  cañonazo,  y  á  pesar  de  ser  auxiliadas  por  el  grueso  cañón  de 
su  batería  de  la  Concepción,  que  se  pretende  tiraba  con  bala  roja, 
se  retiraron  en  desorden,  fondeando  detrás  de  otras  embarca- 
ciones, que  anteriormente  lo  estaban  delante  de  la  batería  «Las 
Higueras»,  procurando  así  libertarse  de  los  tiros  de  la  batería  de 
«Deus»  en  la  isla  del  «Ladino»,  que  al  paso  les  habían  molestado 
bastante;  siendo  una  prueba  del  destrozo  ocasionado  en  estos 
buques  la  necesidad  en  que  se  encontraron  para  fondear  y  reco- 
ger sus  velas  del  auxilio  de  las  tripulaciones  de  las  dichas  embar- 
caciones allí  ancladas. 

Duró  lo  fuerte  del  combate  tres  horas  largas,  aun  cuando  los 
cañones  de  las  baterías  siguieron  todavía  haciendo  fuego  una 
hora  más. 

No  se  pueden  conocer  en  detalle  las  pérdidas  de  los  portugue- 


COUBATB  NAVAL  BNTRB  BSPAKoLBS  Y   PORTUOUBSBS.  269 

ses;  pero  por  lo  manifestado  anteriormente,  debieron  ser  de  gran 
consideración. 

Las  españolas  fueron:  dos  oficiales  muertos,  el  teniente  de 
fragata  D.  José  de  Iturriaga  y  el  alférez  de  navio  D.  Francisco 
Buitrón,  y  además  un  sargento,  cuatro  cabos  y  nueve  soldados; 
quedando  heridos  cinco  pñciales,  dos  cabos  y  17  soldados  (l^. 

La  mencionada  balandra  zozobrada,  abatido  el  pabellón  portu- 
gués, se  enarboló  en  ella  el  español,  incendiándola  después;  pero 
habiendo  sacado  antes  cuatro  cañones  de  á  4,  con  algunas  mu- 
niciones, jarcias  y  pertrechos. 

La  acción  fué  al  ancla  entre  los  expresados  cuatro  buques  y 
el  bergantín  «La  Pastoriza»,  pues  el  nombrado  «Santa  Matilde», 
la  «Presa»  y  la  sumaca  «Golondrina»,  no  entraron  en  fuego, 
manteniéndose  al  resguardo  de  la  ensenada  de  la  Monguera. 

Fueron  ocho  los  buques  portugueses  que  entraron  en  acción 
guarnecidos  con  cuatro  compañías  de  granaderos  de  1 14  hom- 
bres cada  una,  y  armados  con  artillería  de  á  12,  de  á  8,  de  á  6  y 
de  á  4.  • 

Al  tiempo  de  empezarse  el  combate  se  vieron  venir  del 
puesto  principal  de  la  banda  del  Norte,  y  dirigiéndose  al  pare- 
cer á  la  isla  del  Ladino,  una  porción. de  planchadas  condu- 
ciendo tropas;  pero  se  aprestaron  en  el  puesto  del  cuartel  las 
embarcaciones  de  remos  armados  que  había ,  y  se  adelantó  una 
planchada,  con  dos  cañones  de  á  16,  dos  de  á  3  y  algunos  pe- 
dreros, para  observarlas,  y  en  caso  necesario  oponerse  á  sus 
designios;  pero  bastó  esto  solo  para  que  las  dichas  planchadas 
se  retirasen  en  seguida  al  punto  de  donde  habían  salido. 

Jamás  se  quiso  dar  por  los  españoles  el  menor  pretexto  que 
justificara  la  agresión  de  que  por  parte  de  los  portugueses  fue- 
ron objeto;  pues  aunque  existía  la  certeza  de  que  los  derechos 
de  España  eran  bien  claros  sobre  el  dominio  de  la  entrada  y 
salida  del  río,  con  exclusión  de  cualquier  otra  nación,  no  se  hizo 
fuego  alguno  á  las  embarcaciones  portuguesas  por  la  batería  del 
fuerte  de  la  Barra,  hasta  que  habiendo  pasado  el  paralelo  de  la 

(i)    Manuscrito  de  la  época  ya  citado. 


270  BOLETflf  DB  LA  REAL  ACADÜMIA  IHB  LA  HISTOUA, 

Punta  de  San  Pedro  se  dirigieron  río  arriba,  para  atacar  las 
españolas,  que  sin  el  abrigo  de  las  baterías  de  tierra  se  hubie- 
ran visto  altamente  comprometidas. 

Al  saberse  estos  acontecimientos  en  España  salió  de  Cádiz 
una  escuadra  á  las  órdenes  del  Conde  de  Casa  de  Tilly  (i)  con 
un  cuerpo  expedicionario  de  lO  á  12XXX>  hombres,  mandada 
por  D.  Pedro  Ceballos,  dirigiéndose  á  la  isla  de  Santa  Catalina. 
Los  buques  portugueses,  que  la  defendían,  huyeron,  rindiéndose 
la  isla  y  los  fuertes,  quedando  las  guarniciones  prisioneras  de 
guerra;  desde  allí  pasó  esta  escuadra  al  Río  de  la  Plata,  se  apo- 
deró de  la  colonia  del  Sacramento  y  de  la  isla  adyacente  de 
San  Gabriel,  ocupando  los  españoles  las  demás  poseáones  por- 
tuguesas hasta  Río  Grande  (2). 

Estos  hechos  coincidieron  con  el  fallecimiento  del  rey  José  I 
y  la  destitución  del  Marqués  de  Pombal,  de  la  que  nos  hemos 
ocupado  al  comenzar  este  estudio. 

El  siguiente  año  de  1 778  vino  á  España  la  Reina  viuda  de 
Portugal  á  visitar  á  su  hermano,  quien  la  recibió  y  obsequió 
con  gran  cariño  y  deferencia ,  y  el  24  de  Marzo  se  celebró  un 
nuevo  concierto  renovándose  los  antiguos  tratados  de  amistad» 
hechos  en  tiempo  de  Carlos  V  y  Felipe  II,  confirmándolos  recí- 
procamente los  soberanos  de  ambos  países,  mandando  formar 
una  nuevia  tarifa  de  Aduanas  y  cediendo  Portujg^al  á  España  las 
islas  de  Fernando  Póo  y  Annobón  en  lá  costa  de  África,  para 
facilitar  á  los  españoles  la  trata  de  negros,  tan  necesaria  en 
aquella  época  para  la  explotación  de  sus  colonias  de  Amé- 
rica (3). 


Madrid,  19  de  Febrero  de  1904. 


El  Maxqués  de  Ayerbe. 


( x)    (Noriembre,  1 776).— Lañiente:  Historia gentral  d€  Espaüa^  parte 3.*, 
tomo  XX. 

(2)  Lafuente:  Historia  general  de  España,  parte  3.*,  tomo  xx. 

(3)  Sánchez  y  Casado:  Historia  de  España, 


M.  «BT  XA  ABákS  DS  PlBIlStA.  271 


V. 

COMENTARIOS  DE  D.  GARCÍA  DE  SILVA  Y  FIGUEROA  PE  LA 
EMBAJADA  QUE  DE  PARTE  DEL  REY  DE  ESPAÑA  D.  FELIPE  IH 
HIZO  AL  REY  XA  ABAS  DE  PERSIA  (i). 

La  Sociedad  de  Bibliófilos  españoles,  con  buen  acuerdo,  ha  sa- 
cado á  luz  en  toda  su  integridad,  por  vez  primera,  la.  relacíóa  de 
viajes  que ,  manuscrita  y  en  dos  códices  distintos ,  se  guarda  en 
la  Biblioteca  Nacional;  y  en  su  integridad  digo,  porque  traducida 
al  francés  y  falta  de  los  dos  primeros  capítulos,  la  imprimió  en 
París  Mr.  de  Wicqfort  en  1 667,  y  en  fragmento  la  dio  á  conocer 
también  en  Madrid  D.  Eugenio  de  Llaguno  en  1782,  por  apén- 
dice á  la  Crónica  de  Don  Pedro  Niño,  Conde  de  Buelna. 

El  primero  de  estos  escritores ,  Mr.  de  Wicqfort ,  incurrió  en 
error  al  dar  noticias  de  D.  García  de  Silva,  y  al  presumir  que  la 
relación  fuera  escrita  por  alguno  de  los  que  componían  el  per- 
sonal de  la  Embajada;  redactóla  el  mismo  D.  García,  sentando 
en  el  papel,  día  por  día,  sus  observaciones,  en  el  transcurso  de 
ocho  años  que  duró  la  expedición,  seg^ún  enuncia  D.  Manuel  Se- 
rrano y  Sanz,  encargado  por  la  Sociedad  de  Bibliófilos  de  la 
confrontación  de  los  originales  y  preparación  de  la  copia,  y 
autor  de  la  Advertencia  preliminar,  en  la  que  ha  reunido  los 
antecedentes  del  personaje. 

Nació  en  Zafra  en  Diciembre  de  1 5  50;  estudió  Leyes  en  Sala- 
manca; fué  gobernador  de  Badajoz;  prestó  después  sus  servicios 
en  la  Secretaría  de  Estado,  y  por  último,  desempeñó  la  embaja- 
da de  Persia,  embarcando  en  Lisboa  en  Abril  de  1614  abordo  de 
la  Capitana  de  la  Armada  de  la  India  que  le  transportó  á  Goa. 
Era  hombre  de  autoridad  y  de  vasto  saber,  acreditado  por  sus 
informes  y  observaciones  en  Geografía ,  en  Historia  natural ,  en 
Arqueología  y  en  la  generalidad  de  los  conocimientos  humanos. 

(1)  Los  publica  la  Sociedad  de  Biblióñlos  españoles.  Madrid.  Estable- 
cimiento-tipográfico  de  la  «Resista  de  Arch. ,  Bibl.  y  Museos»,  1903.  En 
4.^  397  Págs. 


373  BOLETÍN  DB  LA  RBÁL  ACADBmA  DB  LA  HISTORIA. 

Cuéntase  que  al  regresar  á  España  traía  consigo  rica  colección 
de  objetos  antiguos  de  gran  valor,  recogidos  en  los  pueblos  más 
importantes  del  Asia,  colección  de  ignorado  {paradero  por  haber 
muerto  durante  este  viaje  en  la  mar,  cuyas  aguas  le  dieron  se- 
pultura á  22  de  Julio  de  1624. 

Pie  tro  della  Valle,  viajero  italiano,  que  se  hallaba  en  Persia  al 
tiempo  de  la  llegada  del  embajador,  dice  de  su  persona: 

cE  vecchio  assai;  non  solo  con  barba  blanca,  ma  anco  senza 
denti;  e  robusto  con  tutto  ció,  e  nella  cittá  entró  á  cavallo,  quan- 
tunque  per  viaggio  soglia  andaré  in  lettiga.  Venne  molto  ven 
vestito,  con  tutti  i  suoi,  alia  spagnuola.» 

\  Y  qué  séquito  el  suyo !  Eran  1 00  los  criados  y  otros  loo  los 
camelleros  encargados  de  la  conducción  de  equipajes  y  de  rega- 
los destinados  al  Shah ,  llevando  nada  menos  de  300  de  estos 
animales  con  carga  especial  de  pimienta. 

La  narración  mereció  elogio  al  citado  Mr.  de  Wicqfort ,  juz- 
gándola cuadro  admirable  de  la  nación  persa  en  los  principios 
del  siglo  XVI ;  descripción  exacta  de  costumbres,  trajes,  armas, 
alojamientos,  mereciéndolo  no  menos  á  D.  Adolfo  Rivadeneyra, 
después  de  comprobar  la  exactitud,  pues  dice  (l): 

«Recorrió  Figueroa  casi  toda  la  Persia,  parte  de  la  Mesopota- 
mia  y  del  Asia  menor;  demuestra  un  tacto  especial  en  sus  rela- 
ciones con  los  orientales,  gran  juicio  y  mayor  talento  de  obser- 
vación ,  como  lo  prueba  el  haber  adivinado  que  los  escritos  cu- 
neiformes [de  Persépolis]  constituían  caracteres  de  un  idioma,  y 
no  dibujos,  como  hasta  entonces  creyeron  los  demás.» 

Compone  el  primer  libro  de  esta  edición  moderna  la  parte 
hasta  ahora  desconocida  de  la  narración;  el  diario  náutico  de  la 
Armada  portuguesa  á  cargo  del  capitán  mayor  Manuel  Coutiño, 
reservadamente  escrito  por  el  embajador,  á  juzgar  por  las  refle- 
xiones críticas  que  le  sugieren,  la  escasa  instrucción  cientíñca  de 
los  pilotos  y  la  imperfección  de  los  instrumentos  dé  que  se  va- 
lían para  las  observaciones  astronómicas,  puestas  en  parangón 


(i)     Viajé  alititerior  de. Persia.  Madrid,   18S0,  tomo  i,  pág..  13  y  t  iii, 
pág.  323. 


EMBAJADA   AL  REY   XA   ABAS  DE  PERSIA.  373 

con  la  vanidad  y  suñciencia  de  que  alardeaban  descompasada- 
mente. Y  sube  de  punto  el  interés  de  esa  crítica  ilustrada,  desde 
el  momento  en  que ,  doblado  el  Cabo  de  Buena  Esperanza ,  tie- 
nen los  tales  pilotos  que  atenerse  á  la  estimación  de  la  distancia 
recorrida. 

Don  García  explica  las  dificultades  de  navegación  tan  prolon- 
gada de  Oeste  á  Este,  no  habiéndose  discurrido  por  entonces  los 
medios  para  determinar  prácticamente  en  la  mar  la  longitud 
geográfica,  que  es  una  de  las  coordenadas  de  situación  del  navio. 
Reseña  históricamente  el  fracaso  de  los  que ,  rodeados  de  miste- 
rio, se  afanaban  en  descubrir  el  punto  jijo  y  arbitristas  de  que  do- 
nosamente se  burló  Cervantes  en  el  Coloquio  de  los  perros  de 
MahudeSy  agregando  á  la  lista  de  los  conocidos  un  Antonio  Ma- 
ris, embarcado  con  recomendación  en  la  misma  nave  Capitana. 

«Era  este  nuevo  Arquímedes,  cuenta  (l),  de  color  melancóli- 
co, pequeño  de  cuerpo  y  de  pocas  palabras ,  y  á  quien  comun- 
mente, no  sabiéndole  los  mas  su  propio  nombre,  llamaban  Agu- 
jajijaj  respondiendo  él  á  tal  apellido  muy  satisfecho  y  siguro. 
Anduvo,  según  él  decia,  algunos  meses  antes  de  la  embarcación, 
en  Madrid,  resucitando  y  volviendo  á  sacar  á  luz  la  oferta  en  que 
parece  habia  faltado  Luis  de  F'onseca,  no  faltando  también  quien 
favoreciese  á  este  segundo  inventor ,  de  manera  que  á  costa  de 
Su  Magestad  y  con  gajes  suyos  vino  embarcado  en  la  dicha  nao 
para  hacer  prueba  y  cierta  experiencia  de  su  aguja,  ansí  para 
saber  precisamente  los  grados  de  longitud ,  como  de  no  variar  á 

una  y  otra  parte  del  polo Admiró  mucho  en  Madrid,  adonde 

fácilmente  se  pudiera  haber  áabido,  si  él  ó  algún  otro  hubiera 
tratado  de  esta  materia,  mas  debió  de  tratar  esta  su  pretensión 
tan  encubierto  y  debajo  del  agua,  que  no  hubo  quien  echase 
de  ver  ni  parase  en  él ,  y  á  la  verdad ,  la  obscuridad  y  poca 
aparente  forma  de  su  persona  era  muy  apropósito  para  no  pa- 
recer ni  poder  ser  notado  aun  en  partes  muy  públicas.  Faltábale, 
para  no  ser  tan  bien  admitido  como  Fonseca,elno  tener  tan  au- 
torizada presencia,  y  demás  de  no  publicar  revelaciones  carescia 
ansí  mesmo  de  aquellos  instrumentos  tan  bien  labrados  que  el  otra 


(i)    Págs.  94.95, 


374  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

mostraba,  con  que  á  los  que  ignoraban  del  todo  aun  los  muy  co- 
munes principios  de  matemáticas  ponia  admiración,  parescien- 
doles  que  en  ellos  estuviese  encerrado  algún  gran  misterio.  Es- 
totro de  que  agora  se  va  tratando  solo  traia  dos  ó  tres  agujas 
con  los  vientos  y  cuartas  ordinarias,  pero  de  tan  pequeña  cir- 
cunferencia que  no  seria  mayor  que  la  de  un  real  ó  escudo  sen- 
cillo  » 

Resultó  ser  el  Antonio  Maris  tan  farsante  como  necio,  y  na 
hay  para  qué  hablar  más  de  él,  aunque  el  embajador  lo  hÍ2o,  po- 
niendo en  claro  su.  nulidad. 

Hacíalo  de  muchas  otras  cosas,  prestando  rara  amenidad  á  la 
relación  de  ocurrencias  á  bordo.  La  proximidad  de  tierra  ó  islas 
le  ofrecía  ocasión  para  resumir  las  circunstancias  del  descubri- 
miento, empezando  por  los  debidos  á  Vasco  de  Gama,  Tristán 
de  Acuña  y  Alfonso  de  Alburquerque;  la  cercanía  de  escollos 
peligrosos,  para  recordar  los  naufragios  de  Jorge  de  Aguiar,  Ma- 
nuel de  Sousa  Coutiño  y  del  famoso  piloto  Vicente  Rodríguez, 
autor  de  los  derroteros  que  por  muchos  años  sirvieron  de  nor- 
ma á  la  navegación  indiana ,  y  sin  tamaños  motivos ,  cualquier 
acaecimiento  daba  asunto  al  lucir  de  su  ilustración,  ya  enume- 
rando las  constelaciones  del  hemisferio  austral,  novedad  para  los 
mareantes  al  perder  de  vista  bajo  el  horizonte  las  familiares  es- 
trellas del  Carro  ú  Osa  mayor,  ya  describiendo  con  minuciosi- 
dad las  aves,  cetáceos,  peces,  moluscos  y  a%as,  así  como  los  en- 
tretenidos procedimientos  de  pesca  ó  colección ,  que  revelan  las 
añciones  del  naturalista. 

IJiamaron  poderosamente  su  atención  las  dolencias  desarrolla- 
das entre  las  tripulaciones  con  aterradora  mortalidad  en  los  más 
de  los  casos,  porque  (l),  «demás  de  muchas  calenturas  malignas 
corrían  dos  suertes  de  enfermedades  particulares  en  este  clima» 
ansí  por  fuera  como  por  dentro ,  aunque  por  fuera  mas  general- 
mente y  con  mayor  peligro  y  esto  sin  accidente  de  calentura;  el 
uno  es  incharseles  y  corromperse  las  encías  á  los  enfermos,  con 
malísimo  olor,  de  que  algunos  mueren  y  otros  pierden  los  dien- 
tes. Pero  aunque  este  mal  es  tan  molesto  y  enfadoso,  se  libraa 

(I)    Pág.Ss. 


BMBAJADiá  AL  RBY  XA  ABAS  DE  PBRfiUU  275 

los  mas  del  cortándoles  la  carne  dañada  y  corrompida  que  crece 
sobre  las  encías  y  poniéndole  defensivos  de  vinagre  para  lo  que 
resta.  La  segunda  enfermedad  por  la  mayor  parte  es  peligrosí- 
sima y  terrible,  á  que  comunmente  llaman  mal  de  Loanda,  hin- 
chándose las  piernas  y  muslos,  con  unas  manchas  negras  ó  mo- 
radas de  malísima  y  oculta  calidad,  subiéndose  desde  allí  poco 
á  poco  al  vientre  y  luego  al  pecho,  adonde  luego  mata,  sin  otro 
dolor  ó  calentura»  sino  son  aquellos  que  por  tener  robusta  com- 
plexión escapan.  A  otros  no  les  pasa  este  mal  de  los  muslos 
arriba,  y  estos  sanan  sin  remedio  alguno,  porque  el  mal  no  lo 
admite,  ignorándose  hasta  agora  medicina  alguna  que  aprove- 
che, en  mas  de  cien  años  que  este  viaje  con  tanto  daño  se  co- 
noce. En  este  presente  de  agora,  Gerónimo  Gómez,  cirujano  de 
nuestra  nao,  dio  en  sajar  la  parte  afecta  de  las  piernas  y  musios, 
echándoles  ventosas  después  sobre  ellas,  y  aunque  en  muchos 
experimentó  felizmente,  salvándose  con  él  parte  de  los  enfer- 
mos, fueron  mas  los  que  se  le  murieron  sin  pasarles  el  mal  arri- 
ba, y  ansi  no  solo  no  lo  tengo  por  acertado,  ni  tampoco  por 
indiferente,  sino  también  por  dañoso,  irritándose  con  él  la  ma- 
licia del  mal.  Pero  notóse  en  él  con  particular  cuidado,  que  to- 
caba mucho  menos  á  los  marineros  que  á  los  demás,  aunque 
fuese  gente  regalada  y  bien  mantenida,  lo  cual  se  puede  atribuir 
á  tener  los  cuerpos  tan  ejercitados  en  el  continuo  trabajo  de 
la  nao,  y  ansi  vienen  por  la  mayor  parte  recios  en  toda  la  nave- 
gación; á  los  pobres  y  mal  mantenidos,  ansi  esta  enfermedad 
como  la  primera,  da  mas  común  y  ordinariamente  >. 

Por  los  síntomas  indicados  no  parece  difícil  identiñcar  las  do- 
lencias con  el  escorbuto  y  beriberi^  la  segunda  de  las  cuales  eslí- 
mase aún  en  la  India  oriental  incurable,  mas  no  mortal;  de  modo 
que  el  autor  la  juzgó  bien,  como  si  presintiera  que  había  de  aca- 
bar,su  vida  en  el  Océano. 

Basta  lo  insinuado  para  la  clasiñcacíón  de  la  obra  en  la  biblié- 
teca  marítima^  y  con  toda  seguridad  le  diera  cabida  en  la  suya 
D.  Martín  Fernández  de  Navarrete  si  alcanzara  noticia  del  ma- 
nuscrito; pero  con  no  menos  razón  pertenece  á  la  geográfica 
en  puesto  eminente.  Desde  el  momento  del  desembarco  en  Goa 
empieza  con  la  descripción  de  la  isla  y  de  la  ciudad,  la  de  todo 


2y6  BOLETÍN   DE  LA  RBA.L  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

el  terreno  que  va  visitando.  De  los  ríos,  montes  y  accidentes 
cualquiera  que  los  diferencian;  de  los  pueblos ,  fortalezas,  tem- 
plos ediñcados;  de  las  gentes  de  raza  distinta,  sus  creencias^ 
costumbres  é  indumentaria ;  de  la  ocupación  en  la  agricultura  y 
el  comercio  utilizando  la  fauna  y  la  ñora;  de  las  vicisitudes  ocu- 
rridas desde  antiguos  tiempos,  según  noticia  de  los  historiado- 
res clásicos;  de  la  conquista  y  ocupación  de  los  portugueses;  de 
cuanto  un  observador  instruido  y  sagaz  juzga  dig^no  de  comu- 
nicación, y  no  es  poco  en  Ormuz,  en  Baudel,  punto  del  Golfo 
pérsico  desde  el  que  emprendió  la  ruta  terrestre  á  través  de  la 
provincia,  antes  reino  de  Lara,  con  descanso  en  los  caravansa- 
res  6  en  los  campamentos  improvisados  al  fín  de  la  jornada,  y  con 
detención  ceremoniosa  y  agasajada  en  la  capital  de  la  antigua 
Carmanía,  en  Hormu,  Guin,  (^aihpa,  Xiras  ó  Cirópolis,  ciudad 
de  las  famosas  y  nombradas  de  Oriente,  ennoblecida  con  el  se- 
pulcro del  gran  rey  de  Persia;  Chilminara  (Chehel  mimar),  6  Per- 
sépolis,  maravillosas  y  solitarias  ruinas;  al  decir  de  Rivadeneyra, 
mansión  un  día  de  Jerges,  de  Darío,  de  Japor,  poderosísimos 
monarcas  que  allí  atesoraron  inmensas  riquezas  y  se  rodearon 
de  inaudito  íausto;  punto  de  partida  de  extravagantes  conquis- 
tas, y  en  la  paz  de  soberbias  cacerías,  á  las  cuales  iban  rodea- 
dos de  sacerdotes,  médicos,  astrólogos,  eunucos  familiares  y 
precedidos  de  jefes  de  servicio  quemando  esencias  ó  tirando 
flores  para  embalsamar  el  aire,  á  más  de  regar  el  camino  para 
que  el  polvo  no  molestara  á  /a  Sombra  de  Dios. 

Don  García  de  Silva  mandó  sacar  dibujo  de  las  más  notables 
esculturas  y  aun  de  alguna  de  las  inscripciones,  sospechando 
desde  luego  serlo  «las  tablas  de  pulido  mármol  de  cuatro  pies 
de  alto  y  poco  menos  de  ancho,  cuyas  letras  estaban  cavadas  y 
labradas  muy  hondas  en  la  piedra,  compuestas  todas  de  pirámi- 
des pequeñas  puestas  en  diferentes  formas,  de  manera  que  dis- 
tintamente se  diferenciaba  el  un  carácter  del  otro>,  y  en  con- 
templación de  estas  ruinas  de  Persépolis  quedaba,  al  ñnalizar  él 
tomo  primero  de  su  viaje. 

Madrid,  26  de  Febrero  de  1904. 

CesAreo  Fenández  Duro. 


VARIEDADES 


EL  CAXDFXABRO  SIDERAL  DE  HERRAMÍLLURI 
Su  molde,  alto  de  un  decfmetrd,  grueso  12  mm.  en  la  faz 


278 


BOLETÍN  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTORIA. 


lateral  superior  y  5  en  la  inferior,  con  un  peso  total  de  225  gra- 
mos, se  encontró  por  casualidad,  como  ya  lo  noté  (l),  el  día  17 
del  pasado  Diciembre  en  la^s  Hemos  de  Herramélluri,  ó  ruinas 
de  Líbia^  ciudad  de  los  Berones,  fecundas  de  monumentos  vo* 
manos  y  quizá  no  escasa  de  otros  de  otras  épocas. 

En  carta  del  28  del  referido  mes,  y  en  otras  de  fecha  poste- 
rior, el  P.  Francisco  Naval  me  dice  lo  siguiente: 

«Acompaño  la  fotografía  de  la  pizarrita  emblemática  que  yo 
mismo  descubrí  y  recogí  en  un  campo  de  las  ruinas  de  Libia, 
casi  en  medio  de  las  Hernas,  al  pasar  por  ellas  buscando  cascos 
de  tégula  y  de  vasija  epigráñcos.  No  estaba  la  pizarrita  adherida 
á  ningún  objeto,  sino  suelta  y  á  flor  de  tierra  y  en  la  superficie 
del  barbecho,  que  esmaltan  innumerables  restos  de  cerámica  y 
no  pocos  fragmentos  de  mármol  labrado  y  fino  como  el  de  Ca- 
rrara,  en  \o^  cuales  inútilmente  procuré  rastrear  letreros  6  tra- 
zos indicativos  de  alguna  letra.  Imagino  que  las  siete  lumbreras 
ó  astros  qué  dan  remate  al  astil  y  á  los  seis  cabos  de  las  tres  tra- 
viesas  representan  los  númenes  siderales  de  los  que  recibieron 
8U  nombre  )os  siete  días  de  la  antigua  semana:  el  Sol,  la  Luna, 
Marte,  Mercurio,  Júpiter,  Venus  y  Saturno.  Hacia  los  bordes  su- 
perior é  inferior  se  ven  practicados  orificios  llenos  de  plomo,  que 
designo  por  las  letras  A  y  B.  No  taladran  todo  el  grueso  de  la 
pizarra,  sino  que  por  lo  interior  de  ella  van  á  desembocar  res- 
pectivamente en  E  y  en  C,  donde  también  aparece  el  plomo,  que 
llena  todo  él  conducto.  En  el  punto  D,  el  borde  recto,  que  baja 
desde  E,  cambia  bruscamente  de  dirección,  torciendo  á  derecha; 
y  ésta  no  es  quebradura  advenediza,  siñó  intencionada  y  reque- 
rida para  que  el  trayecto  interior  del  plomo  derretido,  que  en- 
traba por  B  y  salía  por  C,  fuese  menos  largo.  El  adelgazarse  el 
espesor  de  la  tablilla  por  ese  lado  inferior,  como  acontece  en  las 
hachas  prehistóricas  de  piedra  pulimentada,  quizá  provenga  del 
rito  religioso  que  llegó  á  venerar  y  adorar  aquellas  hachas  silí- 
ceas, como 'hijas  del  rayo  ó  llovidas  del  cielo,  creyendo  que  eran 
betylos,  ó  c^as  de  Dios,  en  las  que  la  divinidad  moraba  perso- 
nalmente. Sea  de  esto  lo  que  se  fuere,  lo  cierto  es  que  la  cara 
posterior  d^  la  tablilla  pizarreña  conserva  restos  de  un  cemento 
muy  fino  y  tltiro^que  debía -sujetarla  á  otra  plancha  que  le  air- 


(i)    Pág.  92  del  presente  volumen  del  Bolbtín. 


BL  CANDELABRO  SIDERAL  DE  NBRRAKÉLLURL  379 

viera  de  sostén  y  preservativa  de  seguridad  al  hacerse  la  opera- 
ción de  lc5  vaciados  ú  objetos  lucrativos  del  arte  industrial  y  co- 
merciali  que  por  primera  vez  asoma  mostrando  que  sabía  bien 
explotar  las  canteras  pizarrosas  de  la  localidad  y  llevar  á  lo  lejos 
sus  mercancías  por  el  famoso  camino  de  los  Berones  (l),  transid 
tus  £X  BeronibuSi  que  dijo  Tito  Livio.» 

No  debe  sorprendernos  que  en  Herramélluri  se  haya  manifes- 
tado por  un  monumento  tan  peregrino  el  culto  que  Libia  rindió 
á  los  astros  que  mayor  proximidad  é  influencia  tienen  sobre  el 
globo  que  habitamos,  toda  vez  que  una  inscripción  (2)  hallada  en 
Asturias  nos  habla  de  un  Ltbiense,  iniciado  en  los  misterios  de 
Mithras: 

Panit  inüicto  Deo  Aústo, 
Ponit  Ubiensis  Pronto  aram; 
Invicto  Deo  Aúsio 
Pronto  Lebensis  ponit; 
Prescdente  patrem  patrtéfHy  Leontm, 
Pone  á  (Mithras)  invicto  dios  augusto 
Pone  esta  ara  Frontón  nacido  en  Libia; 
Al  invicto  dios  augusto 
Pronto  Libiense  la  pone; 
Ocupando  la  primera  silla  del  sacerdocio 
León,  padre  de  los  padres. 

A  la  Luna  y  á  los  númenes  de  la  luz  que  rigen  el  cielo  consa- 
gró en  la  ciudad  de  León,  y  á  principios  del  siglo  11,  suntuoso 
templo  Quinto  Tulio  Máximo,  natural  asimismo  de  Libia  (3): 

j 

Asquora  jconclusit  campi^  Divisque  dicavit; 
Et  tetnplum  statuit  tibi^  Delia  virgo  tri/ormis^ 
Tullius  e  Lybia,  rector  legionis  hiberae. 
Cercó  del  campo  las  llanuras  Tulio 
Que  dedicó  á  los  Númenes; 
Y  un  templo  te  ha  fundado  ¡oh  virgen  Delia! 

¡Oh  Luna»  Diana,  Hécate! 
Tulio  nacido  en  Libia,  aquel  que  manda 
La  legión  ibérica. 


(1)  Descríbelo  el  Sr.  Fernández  Guerra  en  el  tomo  1,  pág.  131  del  Bo* 

LETÍN. 

(2)  Hübner,  5738. 

(3)  Hübner,  2660  b.— Cítala  á  propósito  del  culto  de  Mithras  en  Ástor- 
ga  y  en  Mérida  el  Sr.  Marqués  de  Monsalud  en  el  tomo  xliii  del  Boletín, 
pág.  244. 


2S0  BOLBTÍN  DE  LA  REAL  ACADBMU  DE  LA  HISTOKIA. 

El  tipo  industrial  y  los  emblemas  abiertos  por  elegante  cincel 
en  la  pizarrita  se  inspiran  del  arte  asírio  (l),  y  no  parece  sino 
que  reñejan  las  impresiones  que  recibió  España  de  su  óptimo, 
auigusto  y  párthico  Trajano,  cuando  éste  se  enseñoreó  de  la  Ar- 
menia y  Mesopotamia,  émulo  de  Alejandro  Magno. 

Importa,  con  todo,  tener  presente  que  otras  causas  pudieron 
determinar  la  coiiñgu ración  simbólica  del  monumento  sideral  de 
Herramélluri.  En  los  postreres  siglos  del  imperio  romano  las 
sectas  gnósticas,  que  en  nuestra  península  degeneran,,  se  con* 
funden  y  acaban  en  la  priscinialística,  no  excluyeron,  antes  bien 
cuidaron  de  incorporarse  á  su  mañera  el  sistema  alegórico  de  la 
ortodoxia  cristiana,  y  sobre  todo  de  la  hebrea.  El  candelabro  de 
los  siete  mecheros  en  el  tabernáculo  de  la  alianza  y  en  el  templo 
de  Jerusalén  significaba  los  siete  planetas  en  sentir  de  Filón,  de 
Flavio  Josefo  y  de  Clemente  de  Alejandría  (2).  ¿Estuvo  la  tablíta 
astronómica  de  Herramélluri  imbuida  de  gnosticismo?  ¿O  es  un 
simple  episodio  de  los  misterios  mithríacps?  Para  ejchar  por  un 
rumbo  determinado  y  cierto,  hay  que  aguardar  á  que  las  exca- 
vaciones sobre  el  terreno,  proyectadas  por  el  P.  Naval,  ilustren 
tan  enmarañada  cuestión  dotándola  de  nuevos  monumentos  ar- 
queológicos. Entretanto  he  de  recordar  tres  objetos,  estrecha- 
mente vinculados  al  desarrollo  del  gnosticismo  español  en  el 
foco  más  denso  de  la  herejía  priscilianística: 

I.**     El  anillo  áureo  de  Astorga  (3), 

2.*^  La  pizarra  epigráfica  de  El-Sérapis^Iao ^  descubierta  en 
Quintanilla  de  la  Somoza,  cerca  de  Astorga  (4). 

3.**  El  bronce  gnóstico  de  tipo  egipcio-babilónico,  encontra- 
do en  la  provincia  de  Ávila  y  estudiado  por  el  Sr.  Kiaño  ($)• 

La  herejía  gnóstica  de  Basílides  cundió,  como  fuego  en  hoja- 
rasca y  leña  seca,  por  toda  España  y  singularmente  por  la  pro- 
vincia lusitana,  segün  lo  atestigua  San  Jerónimo  (6).  Nombra  el 
Santo  los  principales  Eones,  que  difundió  aquella  secta,  mode- 


(i)  Perro t  et  Chipi ez:  Histoire  de  l'Arl  dans  Vantiquiic^  t.  11,  pág.  766. 

Paris,  1884. 

(2)  Migne,  Patrología  graeca^  t.  ix,  col.  60  y  61,  Paris.  1857. 

(3)  Boletín,  t.  xlii,  págs.  80,  144-153,  208  y  220. 

(4)  Boletín,  t.  x,  págs.  242-244;  xiv,  566  y  567. 

(5)  Boletín,  t.  xxxnr,  págs.  124*132. 

(6)  Comentarios  sobre  el  capítulo  lxiv  de  Isaías,  versículo  5. 


SntUUlL  PH  HBKRAMÍLLVRI. 


Pizarra  gnóstica  de  QiitntaDÍlla  de  la  Somoza  cerca  de  Astorga. 


iSg  BOUCTte  .DB  U.  KKAL  ACADEMU  DS  LA  MISTOU*. 


Bronce  gná^tico  de  la  provincia  de  Avila. 


SL  CANDELABRO  SmERAL   DE   HERRAMéLLURl.  283 

lando  sus  imágenes  y  signos  arcanos.  Balsamis,  Thesaurus,  Bar- 
belon^  Leusíboras,  A  este  último,  aludiendo  indudablemente  á  lo 
torpe  de  la  ñgura ,  llama  ridiculo  el  Santo  en  la  célebre  carta 
que  escribió  á  Teodor^,  viuda  de  Licinio  Bétíéo  (l),  donde  in- 
dica, aunque  de  paso,  la  parte  que  en  semejantes  invenciones 
cupo  al  elemento  hebreo:  «Qui  (Licinius),  spurcissima  per  His- 
panias  Basilidis  haeresi  saeviente,  et  instar  pestis  et  morbi  totas 
intra  Pyrenaeum  et  oceanum  vastante  provincias,  fidei  eccle- 
siasticae  tenuit  puritatem;  nequáquam  suscipiens  Armagily  Bar- 
belon^  Abraxas^  Balsamim  et  ridiculum  Leusiboram,  caeteraque 
magis  portenta  quam  nomina,  quae  ad  imperitorum  et  muliercu- 
larum  ánimos  concitandos,  quasi  de  kebraicis  fontibus  hautiunt^ 
bárbaro  simplices  quosque  terrentes  sonó,  ut  quod  non  intelH- 
gunt  plus  mírentur.  Refert  Irenaeus,  vir  apostolicorum  tempo- 
rum,  et  Papiae  auditoris  evangelistae  Joannis  discipulus,  episco- 
pusque  ecclesiae  Lugdunensis,  quod  Marcus  quídam,  de  Basilidis 
gnostici  stirpe  descendens,  primum  ad  Gallias  venerit,  et  eas 
partes  per  quas  Rhodanus  et  Garumna  fluunt,  sua  doctrina  ma- 

culaverit Inde  Pyrenaeum  transiens,  Hispanias  occuparit». 

Los  abraxas  6  abrasax,  que  tanto  abundan  en  los  grandes 
museos  de  Europa,  son  cabalísticos  medíante  la  signiñcación  nu- 
meral de  sus  letras  griegas,  é  indican  los  días  del  curso  anual  del 
sol;  Balsatnis  (señor  del  cielo)  es  el  mismo  sol ;  y  del  mismo 
modo  todos  los  Ebnes  de  la  secta  Basilidiana  emanan  positiva- 
mente de  un  concepto  cosmogónico  y  astronómico,  involucrado 
de  abstracciones  tan  absurdas  y  deleznables,  como  las  de  Flam- 
marión  y  otros  modernos  espiritistas. 

Madrid,  29  de  Enero  de  1904. 

FmEL  Fita. 


(i)    Migne,  PatroL  lat^  t.  xxit,  col.  6S7.  París,  1864. 


NOTICIAS 


Molde  pizarreño  de  Belalcdzar.  De  este  objeto,  fabricado  por  el  estilo 
del  de  Herramélluri,  ha  dado  noticia  á  la  Academia  su  correspondiente 
en  Córdoba,  D.  Rafael  Ramírez  de  Arellano,  en  carta  del  22  de  Febrero, 
acompañando  vaciados  en  escayola  de  las  dos  laces  del  molde,  rotó  por 
el  lado  inferior  izquierdo,  que  tuvo  la  ñgura  de  un  trapezoide,  alto 
125  mm.  y  ancho  76  en  el  borde  superior.  Opina  el  Sr.  Ramírez  de  Are- 
llano  que  la  cara  delantera  de  esta  placa  de  pizarra  verde  representa  la 
Astarté  fenicia  ó  la  Tanit  púnica.  La  cabeza  del  numen  es  un  círculo 
perfecto,  en  cuya  frente  sobre  los  ojos  se  destaca  el  símbolo  de  la  luna 
creciente  y  arqueándose  sobre  un  globo  que  ocupa  el  centro.  De  las  ore- 
jas cuelgan  zarcillos,  también  circulares,  y  sobré  el  pecho  se  destacan  si* 
métricos  cinco  aros,  recogiéndose  los  brazos  y  manos,  por  debajo  del 
vientre,  como  acontece  á  varios  tipos  de  la  alma  Venus,  Por  detrás  una 
pita  de  doce  pencas,  seis  á  cada  lado,  tiene  enganchadas  á  sus  púas  otros 
tantos  discos,  orlados  de  sendos  epígrafes. 

Ha  pasado  esta  curiosa  presea  arqueológica  á  informe  del  Sr.  Vives;  el 
cual  presentó  á  la  Academia  otra  pizarra  del  mismo  género  hallada  en  la 
isla  de  Menorca  y  dos  vaciados  de  plomo,  sacados  de  diferentes  moldes, 
que  son  también  de  su  propiedad  y  se  descubrieron  el  uno  en  la  referida 
isla  y  el  otro  en  la  de  Mallorca. 


El  día  I  ,^  del  corriente  S.  M.  el  Rey  D.  Alfonso  XIU  se  ha  dignado  re- 
cibir en  audiencia  particular  á  la  Comisión  de  individuos  de  número  de 
la  Academia,  compuesta  de  los  Sres.  Danvila,  Oliver  y  Fernández  Duro 
y  presidida  por  nuestro  dignísimo  Director,  con  el  objeto  de  presentar  á 
S.  M.  y  hacerle  entrega  de  los  nueve  volúmenes  en  folio  publicados  por 
nuestra  Corporación  en  los  últimos  años,  y  pertenecientes  á  la  edición 
de  las  Cortes  de  Cataluña  y  de  las  de  León  y  Castilla- 

Los  Sres.  Oliver  y  Danvila  explicaron  brevemente  el  contenido  de  los 
volúmenes  ofrecidos,  que  estimó  S.  M.  con  elevado  criterio  en  loque 
valen,  y  encareciendo  el  servicio  prestado  con  esta  obra  por  la  Academia 
á  la  Historia  legislativa  de  la  Nación. 

£n  prueba  del  aprecio  y  afecto  con  que  distingue  á  la  Academia,  dijo 
espontáneamente  S.  M.  que  el  día  13  del  corriente  asistirá  á  la  sesión 
pública  que  ha  de  celebrarse  con  motivo  de  la  recepción  del  Sr.  Conde 
de  la  Vinaza,  á  cuyo  discurso  ha  de  contestar  el  académico  de  número 
D.  Francisco  Sil  vela. 

F.  F. 


I 


r 


^ 


El  Boletín  de  la  Real  Academia  de  la  Historia  s€  publica  todos 
los  meses  en  cuadernos  de  8o  ó  más  páginas,  con  sus  correspondi^ites 
láminas,  cuando  el  texto  lo  exige,  formando  cada  año  dos  tomos  con  ass 
portadas  é  índices. 

Las  suscripciones  dan  principio  en  Enero  y  Julio  de  cada  año. 

m 

\ 

PRECIOS  DE  SUSCRIPaÓN 


« 


Madrid.  .  .    6  meses Pesetas  9 

-r     ...    Un  año *  .         —  18 

Provincias.    Un  año.  ,  : —  20 

Extranjero —  22 

Número  suelto .'  .          —  2 


.  Los  Sres.  Académicos  correspondientes  tienen  derecho  á  recibir  su 
ejemplarr  á  mitad  de  precio  en  el  despacho  de  la  Academia.    . 

Los  cuarenta  y  tres  tomos  publicados  se  hallan  de  venta  á  los  pre- 
cios de  suscripción. 

L08  pedidos  delDen  dirigirse  éL  la.  HdlDreria.  de  M.  MU- 
RILLO,  Aloaló.»  7,  Madrid,  único  enoa.r£r8id.o  de  servir 
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Los  Sres.  Académicos  honorarios  y  coirespondientes 
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cios ,  siempre  que  hagan  pedido  directo  con  su  firma. 

A  los  libreros  que  tomen  cualquier  número  de  ejem- 
plares se  les  hará  una  rebaja  conveniente,  según  la  cos- 
tumbre recibida  en  el  comercio  de  librería. 


boletín 

DE  LA 

REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


TOMO  XLIV— CUADERNO  IV 
ABRIL,  1904 


MADRID 

ESTABLECIMIENTO   IIPÜGRÁFICO   D1-:  FORTANET 

Cillc  de  li  Libcnia,  oúm.  19 

1904 


^ 


SUMARIO  DE  ESTE  CUADERNO 

PÍR5 


Informes: 


I.     El  Emperador  Carlas  V  y  su  corte.  ("/f^^-zj^J— A.  Rodrí- 
guez Villa ^ 2^5 

II.     La  acción  del  Bnich. — Adolfo  Carrasco 333 

III.  Nuevas  inscripciones  romanas  en  las  prooincias  de  Cádiz, 

Córdoba^  Cdceres y  Oretise, — Fidel  Fita..  ^ 351 

IV.  La  escritura  o'gmica  en  Extremadura.  —  Mario  Roso   de 

L""^ ' 357 

Variedades: 

El  vascuence  y  las  lenguas  semíticas.  Discurso  pronunciado  en  el 
Congreso  X/II  internacional   de    Orientalistas.    (Hamburg», 

1(^02.)  —  Francisco  Fernández  y  González 36b 

Noticias 363 


TOMO  xLiv.     ,   Abril,  1904.     •  cuaderno  iv.' 


BOLETÍN 


DE   LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


INFORMES 


I. 

EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE. 

.  .  (153*-' 539)  (')• 

SOL 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Bolonia^  27  de  Diciembre  de  iS2g,) 

A  ocho  del  presente  despachamos  un  correo  con  la  posta  de 
las  cartas  de  V.  A.  de  17  del  pasado  y  con  lo  que  había  más 
-que  escribir  de  negocios:  y  á  los  diez  deste  llegó  otro  despacho 
de  V.  A.  de  27  de  Noviembre,  con  el  cual  rescibimos  harto  des- 
canso por  la  buena  nueva  del  subceso  de  las  cosas  de  Hungría, 
y  dello  se  hizo  relación  á  S,  M, 

S.  M.  es  muy  importunado  del  Conde  Félix  para  que  le  dé  li- 
"Cencia  que  puedan  heredar  sus  bienes  unos  nietos  de  su  hermano 
habidos  de  una  hija  y  un  hijo  del  Conde  de  Osorno  ^  que  está 
aquí  con  S.  M.por  falta  que  el  dicho  Conde  no  tiene  hijos.  S.  M» 
tiene  entendido  que  entre  la  Casa  de  Austria  y  el  dicho. Con(te 
hay  algún  concierto  sobre,  ello.  Hale  diferido  la  respuesta  ha^ta 
que  V.  A.  lo  sepa  y  secretamente  me  avise  dello;  y  porque  el 
Conde  con  mucha  instancia  lo. solicita,  es  menester  que  V.  A. 
nie  escriba  sobre  ello  lo  que  pasa  y  S.  M,  debe  hacer,  porque 
hasta  ver  esta  respuesta  se  detemá  de  dar  la.  de  S.  M»,  aunque 


(i)    Véase  lá  pág.  197,  cuaderno  m. 

TOMO  XLIV.  19 


2^6  BOLETÍN   DE  LA  UlAt  ACADBMIA  DE  LA  HISTORIA. 

el  Conde  dá  toda  la  prisa  que  puede  por  ella.  Mande  V.  A.  pro- 
veer en  ello  con  la  primera  posta  que  venga. 

Entre  las  otras  cosas  que  V.  A.  escribió  en  la  carta  de  latín, 
hizo  mención  del  protesto  que  habíamos  hecho  con  los  ingleses 
teniéndolo  por  bueno  aunque  mal  observado.  V.  A.  sabrá  que 
cuando  aquí  vinimos,  yo  hallé  con  su  Santidad  al  embaxador 
micer  Andrea  del  Burgo,  al  cual  visité  luego  y  le  di  larga  cuenta 
de  los  negocios  como  tengo  escripto;  y  el  dicho  micer  Andrea 
quiso  saber  de  mí  la  manera  que  yo  he  tenido  cerca  de  S.  M.,  la 
cual  aprobó  y  dixo  que  ansi  lo  quería  él  tener,  y  esta  plática  pasó 
delante  de  mos.  de  Bredan,  el  cual  fue  deste  mismo  parecer; 
no  embargante  que  con  la  obra  no  lo  observó  en  muestras  de 
honores,  pero  no  sabíamos  que  en  lo  que  toca  la  precedencia  se 
desmandara;  y  un  día  que  S.  M.  fue  en  la  misa  con  el  Papa,  se 
asentó  con  los  otros  Embaxadores  y  dio  la  precedencia  á  los  in- 
gleses, de  que  S.  M.  cuando  lo  vído ,  no  rescibió  placer  dello,  ni 
menos  los  del  su  Consejo  y  otras  personas  que  desean  el  servi- 
cio de  V.  A.  Este  día  se  pasó  con  este  exceso.  Otro  domingo  si- 
guiente >  S.  M;  fue  á  jurar  las  amistades  con  los  ingleses  á  San 
Frarncisco,  y  estando  adrezado  para  ir,  vido  á  mos.  de  Bredan 
en  ^  Cámara  y  con  temor  que  había  de  ir  con  él  y  hacer  lo 
pasado,  le  retiró  á  su  recámara,  y  le  dixo  c^e  le  parecía  que  no 
débia  ir  en  aquét  auto  por  guardar  el  honor  dfe  V.  A. ;  y  él  res- 
pondió que  ya  tenía  hecho  lo  necesario  y  el  protesto.  No  em- 
"bargante  esto,  S.  M.  le  tornó  otra  vez  á  decir  que  era  mejor  que 
uStí  no  pareciese  y  se  es(iuviese  en  su  posada;  y  él  respondió  que 
»r  S.  M.  gelo  mandaba  que  él  lo  baria.  S,  M.  le  respondió  que 
así  le  parecía  que  lo  debía  de  hacer.  Y  con  esto  se  salió  y  fue  á 
la  misa  con  pensamiento  que  lo  haría»  Y  el  dicho  mos.  de  Bre- 
áan  observó  mal  el  consejo  de  S.  M.  y  fiíese  á  la  misa  y  asen- 
tóse debaxo  de  los  ingleses,  de  lo  cual  S.  M.  rescibió  gran  des- 
frfacer  y  todos  los  que  lo  vieron.  En  este  tiempo  micer  Andrea 
ha  estado  malo  y  vino  á  su  noticia  lo  susodicho  y  deilo  hizo  al- 
guna reprehensión  á  mos.  de  Bredan,  el  cual  le  dio  por  respuesta 
que  S.  M.  gelo  mandó.  Y  sabido  esto  yo  del,  fo  dixe  á  S.  M.  y 
me  dixo  lo  susodicho  y  más  adelante;  que  no  embargante  que 


IW  ingleses  tuviesen  el  derecho,  hatna  de  dexarS<e  del  tal  tiempo, 
pues  en  él  no  se  ganaba  honra  y  se  perdía.  AI  tiempo  que  el  ca- 
pltulor  que  V..  A.  escribid  sobre  lo  susodicho  aprobaitdo  el  pro* 
testo,  yo  lo  lef  á  S.  M.  y  le  dixe  que  aquello^  habíamos  hecho 
para  en  la  capilla  del  Papa,  por  cuanto  en  el  libro  de  las  ceri* 
monias  parecía  que  de  cuarenta  años  á  esta  parte  que  se  halla^ 
ba  la  razón ,  precedían  Ibs  ingleses-,  y  esto  había  seido  la  causa 
dfe  nuestro  auto,  pero  no  para  la  Corte  de  S.  M.  donde  estába- 
mos en  posesión  por  lo  último...  (l)  dicho  mos.  de  Bredan  en  la 
jtinta'  de  Cambray.  Esto  que  yo  dixe  aprobé  S^  M.  y  así*  como 
h>  escribo  ha  pasado,  y  como  más  largo  lo  entenderá  de  S.  M. 
cuando  placiendo  á  Dios  se  vean.  S.  M.  mandó  llamarme  para 
que  yo  le  diese  s^gun  aviso,  si  se  podía  hacer  otra  cosa;  y  visto 
que  no  le  había  ntiindó  hacer  la  provisión,  sin  perjuicio  dé  la 
cual,  envió  la  copia  á  V.  A- 

Desp)Lies  de  haber  acordado  con  S.  M.  ef  capítulo  susodicho 
del  Conde  Félix ,  el  cual  ha  mucho  apretado  é  importunado 
á  S.  M.  le  quiera  hacer  la  dicha  merced ,  y  S.  M.  por  la  necesi- 
dací  presente  le  es  forzado  hacergeia,  porque  ha  visto  se  pue(fc 
hacer  sin  perjuicio  de  V.  A.,  según  dicen  el  Chanciller,  mos.  de 
Giwivela  y  mos*  de  P'rat. 

AS.  M.  tomé  á  acordar  lo  del  Obispo  de  Trento  y  S.  M*.  jne 
G&io^ue  hasta  acabaí-  lo  que  entremanós  tenia,  no  había  hablador 
en  ello  al  Papa,  pero  cuando  hobiese  de  hablar  en  lo  que  de  su 
parte'  había  de  mandar,  ternía  memoria  dello. 

Micer  Andrea  ha  estado^  y  está  en  la  cama  bien  malo  dé  la 
gota;  todavía  ha  hecho  y  hace  tanto  como  si  estoviese  levantado, 
y  de  todo  Id  que  á  todos  tres  se  escribió  y  á  mí  particularm^ntte 
dfe  lo  que  convenia  hacerse  cerca  del  Papa,  él  lo  ha  hecho  y  es 
coníorme  á  lo  que  él  escribe.  En  lo  que  tocaba  á  la  ítrtiHeria, 
S;  M.  nos  había  significado  que  la  habia  menester  para  la  guar- 
da de  las  fortalezas  que  quedaban  en  su  poder,  y  á  la  cabsa  no 
Ib  hemos  solicitado. 

Dice  V.  A.  que  á  los  langecanetes  que  vinieron  del  Imperio  se* 

(i)    &c:  parece  faltan  algunas  palabras. 


28$  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HI3TORU. 

les  dio  una  paga  aparte,  escrevídos  y  señalados  los  que  la  reci- 
bieron; lo  cual  fue  gran  bellaquería  dellos;  y  V,  A.  quiere  que 
sean  castigados,  según  lo  fueron  otra  vez  en  tíetnpo  del  Empe- 
rador Maximiliano,  de  gloriosa  memoria.  A  S.  M.  y  á  micer  An- 
drea y  á  mí  nos  ha  parecido  que  esta  provisión  que  V.  A.  de- 
manda, se  sobresea,  porque  S.  M.  está  para  ir  allá,  y  no  que- 
rríamos que  hobiesen  causa  las  gentes  de  descontento.  Y  S.  M. 
juntamente  con  V.  A.  cuando  se  vean,  lo  podrán  proveer;  y  si 
otra  cosa  á  V.  A.  pareciere,  lo  mande  escribir. 

La  postas  se  pornán  por  parte  de  S.  M.  hasta  Trento  por  ca- 
mino derecho,  pues  tenemos  paz  con  venecianos,  y  así  está  con- 
certado con  el  maestro  de  postas,  el  cual  hará  su  oñcio. 

V.  A.  ha  pensado  que  estaba  aquí  el  Duque  de  Saboya  y 
manda  se  le  demande  consentimiento  para  que  en  su  tierra  se 
prediquen  las  bulas,  y  no  está  aqui,  pero  está  su  Embaxador,  ai 
cual  se  ha  hablado  por  S.  M.  y  se  escribirá  al  dicho  Duque  que 
lo  haya  por  bien  y  se  provea  como  V.A.  lo  manda. 

Cuando  leí  á  S.  M.  el  capítulo  que  V.  A.  dice  de  la  descon- 
fianza que  yo  tengo  de  los  pocos  dineros  que  se  pueden  haber 
desta  Corte,  S,  M.  no  pudo  dexar  de  reir  que  V.  A.  no  puede 
alcafi^ar  á  saber  nuestra  miseria.  Llegó  .la  letra  á  tal  tiempo  que 
andábamos  cada  dia  con  tres  alemanes  que  aquí  tiene  más  ocu- 
pados que  seria  menester  por  falta  de  los  dichos  dineros  paia 
pagallos;  y  á.  la  cabsa  hacen  aquí  mil  desacatos  y  bellaquerías 
tales  que  el  menor  dellos  no  seria  diño  de  sofrír,  y  en  mayor 
grado  los  tengo  que  los  qu^e  hacen  los  de  V.  A.,  porque  son  en 
ausencia;  y  así  á  S.  M.  le  es  forzado  buscar  para  los  pagar  de 
criados  suyos;  y  .desto  podría  escribir  más  Jafgo.  No  se  maravi- 
lle V.  A.  de  mi  desoonfíaozai  porque,  es  más  justa  que  seria 
menester. 

Por  esta  letra  na  significó  V.  A.  lo  que  al  fin  habian  hec^o 
la  gente  que  inviádaTéñTa,  y  escribe  postdata  como  le  era  veni- 
da nueva  que  su  gente  habiá'í'gáfitído  el  castillo  de  Altenburgy 
h«ibian  tomado  la  tierra  y  villa  de  Estrígonia,  y  el  buen  aparejo 
que  había  para  ganar  el  resto  sin  absolver  lo  que  los  langacane- 
tes  habian  hecho.  S.  M.  hovo  placer  desta  nueva;  después  mos. 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  8Ü  CORTE.  ^9 

de  Trento  ha  escrito  de  x  deste,  en  que  nos  hace  saber  que  te- 
nia letras  de  V.  A.  cómo  el  exército  habia  ganado  el  monte  de 
Sant  Martíno,  y  que  el  turco  Balente,  capitán  de  V.  A.  en  la 
Transilvania,  habia  muerto  mil  íagiani  y  que  el  campo  de  V.  A. 
seguia  al  Bayboda  con  los  caballos  ligeros,  el  cual  habia  huido  de 
Buda  y  tenian  esperanza  de  le  haber  á  las  manos;  y  asi  mismo 
que  el  hijo  del  Duque  de  Venecia  era  escapado  é  huido  en  Tur- 
quía; á  los  cuales  S.  M.  holgada  que  Vi  A.  los  hobiese  á  las  ma- 
nos; y  de  las  dichas  nuevas  huvo  mucho  placer. 

202. 

(Para  el  Rey  mi  señor.  ^Bolotua,  i6  de  Enero  de  IS30.) 

En  cuanto  á  lo  de  la  artillería,  S*  M.  tuvo  y  tiene  cuidado  de 
hacer  en  ello  lo  que  cumple  á  su  servicio;  y  no  se  halla  tanto 
numero  cuanto  se  pensó  que  habia;  y  la  falta  desto  seria  dificul- 
tosa allá;  y  recitando  el  número  de  V.  A*  que  serian  54  (l)  pie- 
zas, dixo  que  no  se  hallaban  más  por  todas  de  hasta  yo\  de  lo 
cual  estaba  muy  maravillado,  y  que  dellas  habia  traido  doce,  las 
cuales  ha  enviado  sobre  Florencia,  y  estas  enviará  al  reino  de 
Ñapóles:  las  otras  quedan  en  el  castillo  de  Milán  y  Coma;  y  S.  M. 
quiere  saber  cuantas  y  qué  piezas  fueron  y  á  quien  se  dieron,  y 
sabido,  proveerá,  que  á  la  vuelta  las  llevará  consigo,  para  lo  cual 
ha  escrito  á  mos.  de  Trento  que  envié  la  razón  de  las  piezas 
grandes  y  pequeñas  y  á  quien  se  dieron  y  con  qué  munición  y 
asimismo  de  las  puentes.  Antonio  de  Leyba  ha.  hecho  ciertas 
piezas  gruesas,  las  cuales  ha  dado  á  S.  M.,  y  cuando  se  venga  á 
hacer  la  cuenta  de  las  que  V.  A.  ha  enviado,  creo  se  hallará  que 
en  las  nuevas  que  él  ha  hecho  se  hayan  consumido  algunas  de 
las  de  V.  A. . 

Sobre  lo  que  V.  A.  escribió  de  la  ida  de  S.  M.  en  Alemana, 
holgó  mucho  de  que  V.  A.  tuviese  seguridad  y  confianza  dello, 
porque  tal  es  la  voluntad  de  S.  M.  según  lo  tiene  escripto  de  su 
mano;  y  á  micer  Andrea  y  á  mí  tiene  largamente  recitado.  Algo 

(i)    Este  número  debe  estar  equivocado 


fiQdri  ser  el  tiempo  jmás  largo  de  lo  que  V.  A.  desea^  jKirgue 
S.  M.  pf»  respectos  que  están  escritos  á  V.  A-  convieae  aguar'- 
dar  algún  tiempo  todavja  ^con  presupuesto  que  si  la  nepesidadde 
alíalo  requirie^,  acelerarla  su  ida. 

Provéeoae  unas  letras  pat^  tener  la  Dieta^  las  cuales  no  seña^ 
laa  idia  aí  lugar,  parque  .cooforme  al  tiempo  que  S.  M.  se  podrá 
loliar  en  ella,  se  puedan  inchír  y  el  lugar  ¿^opósí^  de  lo  ^e 
oonveirná  al  servicio  de  V V.  MML  y  las  letras  estarán  en  podier 
de  V.  A.  y  se  usará  dellas  cuando  fuere  menester,  las  cuales  se 
comienzan  á  despachar  y  se  enviarán  antes  de  que  de  aqui  parta- 
mos. Asimismo  se  envian  cartas  á  los  Príncipes  y  villas  y  otras 
personas,  credenciales  en  V.  A.  6  las  personas  que  para  ello  or- 
denare; las  cuales  en  sustancia  son  para  les  hacer  saber  cómo 
la  voluntad  de  S.  M.  es  ir  en  Alemana  con  .amor  y  Vjoluntad  de 
dar  orden  en  la  quietud  y  pacificación  de  aquellos  Bastados  para 
líQS  asegurar  y  apa/rtar  de  ias  fantasías  y  pláticas  que  por  a)gu* 
ít0B  que  no  desean  el  servicio  de  Dios  y  de  S.  JM.  les  dan  á  «o* 
tender  lo  contrario. 

1^8  idel  regímienlp  jhan  escrito  á  S^  M.  »ig\ma$  oosas  de  le 
que  entienden  de  allá  y  lo  que  les  parece  que  se  debe  provieer^ 
especialmente  en  lo  que  toca  á  las  villas  q#e  se  quieren  readjr 
9UÍQOS,  para  que  ppr  parte  de  S.  M.  se  ponga  remedio;  lo  cual 
ae  entiende  en  buscar  y  proveer  como  cooriene  y  ellos  JiO  id^-* 
sskMii^T),,  pero  ha  habido  y  hay  muy  gran  falta  de  persooa  é  per* 
saaas  que  sepan  y  entiendan  los  negocios  de  Alemana,  para 
que  «oás  cumplidamente  S.  M.  fuese  iniornadoj  y  agora  eata«- 
«I0S  .esperando  al  Preboste  de  Valcrique  el  jCMal  i::xeemQs  qu^ 
será  aqui  dentro  de  .«eis  dias  y  del  será  S.  M.  iaiigaisiente  iAfor* 
oíadQ  como  docto  y  hombre  que  Jb  habrá  visto  por  .sus  ojos* 

En  lo  que  toca  á  los  40.000  ducados  del  Papa,  por  ia  carta 
que  escribimos  micer  Andrea  y  y^o,  V.  A.  entenderá  <en  el  ajota- 
do en  que  estamos;  lo  cual  trabajamos  más  por  la  seguridad  de*' 
líos  que  no  por  el  breve  pagam^nto^  ;segun  Aojemos  aadar  las  ^20* 
aas  y  tomaremos  la  ^oo^ejof  seguridad  y  recaudos  .que  podrem^ 
más  por  necesidad  que  por  voluntad;  y  de  todo  se  dará  aviso 
á  V.  A.  con  toda  brevedad. 


BL  SMVURIÜKNR  CAia.06  V  Y  SU  GORTB^  3^ 

V.  A.  manda  que  á  S.  M.  se  suplique  por  el  iadulto,  si  se 
concediere  en  E^aaa  para  sus  Bervideres  lúe  natun^les  de 
aquella  tierra,  según  por  un  memorial  V.  A.  me  invia.  Yo  lo 
supliqué  á  S.  M.  y  me  dixo  que  cuando  fuese  tienipo  era  mucha 
razón  y  contento  de  lo  hacer;  y  me  remkié  á  Cobos  para  que 
dello  tuviese  cuidado  y  le  hiciese  relación.  Yo  terne  mefliAria 
cuando  tiempo  sea  de  entender  en  ello  y  proveer  v^n  el  memo* 
rial  de  V.  A.  lo  mejor  que  será  posible. 

Sobre  lo  que  V.  A,  escribe  en  favor  del  aecretario  Gabriel 
Sánchez,  yo  lo  supliqué  á  S.  M.  y  me  respondió  que  habría  soal 
recaudo  en  el  negocio  suyo  ¡  de  manera  que  se^gun  ^e  ha  Jieche 
la  expidicion  del  ducado  de  Milán,  todas  las  provisiones  paaa* 
das  salen  inciertas. 

Los  frailes  de  San  Gerónimo  de  Madrid  escriben  á  V.  A.  con 
Pero  Qapata  de  Mirabel,  suplicándole  les  haga  merced  de  recau*- 
dar  de  Nuestro  Santo  Padre  un  jubileo  cada  año  en  el  dia  de  las 
Vírgenes,  de  que  V.  A.  les  hizo  merced,  y  me  mostró  una  carta 
de  V.  A.  en  respuesta  desta  suplicación  como  estaba  hecho  con 
Su  Santidad.  Agora  querrían  Ja  dicha  gracia  y  merced  y  lo  tor- 
nan de  nuevo  á  suplicar;  y  pues  V.  A.  les  hizo  la  merced  de  ímb 
dichas  cabezas,  yo  en  nombre  suyo  y  mió  suplico  á  V.  A.  kiB 
quiera  recaudar  el  dicho  jubüeo,  porque  merecen  todo  bieai 
sq;un  la  devoción  y  buena  fe  que  á  V.  A.  tieneír,  lo  icual  le  sU'** 
plico  mande  proveer  como  fiíere  su  servicio;  y  estando  micer 
Andrea  en  esta  Cocte  y  tiempo  creo  que  seria  más  fácil  y  cum- 
plida la  gracia  de  la  carta. 

Ayer  llegaron  en  esta  Corte  D.  Pedro  de  Acuña  y  Mactin 
de  Gurrea,  los  cuales  me  .dieron  sus  cartas  y  koy  fui  á.dar 
cuenta  á  S.  M.  de  lo  que  me  fue  escripto.  Y  en  cuanto  á  lo  di6 
D.  Pedro  de  Acuña  no  está  muy  inclinado  á  ocuparle  en  coea 
de  BU  servicio:  todavía  quiere  ser  informado  del  Chanciller  de  su 
persona  y  obras  y  hasta  en  tanto  que  esto  haya  hecho,  ha  dí*^ 
ferido  de  le  hablar.  Martin  de  Gurrea  llevé  conmigo  á  presen- 
tar las  escopetas,  que  V.  A.  le  invió,  y  se  le  ofreció  la  voluntad 
y  obra ,  y  la  rescibtó  y  miró  pieza  por  pieza  y  se  contentó  mu** 
cho  dellas,  en  especial  de  la  blanca  y  de  la  de  hueso.  Hartos 


09^  BOLETIk  OB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

huvo  qu^  las  codiciaron,  pero  todos  fueron  iguales  en  la  poca 
parte -que  les  cupo;  y  S.  M.  infínitas  gracias  rinde  por  ellas 

áV.  A.  ... 

:  La  carta  qije  V.  Ar  escribió  á  S.  M.  sobre  lo.  de  Don  Leopol- 
do me  mandó  inviar  y  yo  le  hablé  sobre  ello  y  le  dixe  que  V,  A. 
le  debía  inviar  por  ser  quien  era  y  el  mal  aparejo  que  tenia  para 
le  poder  entretener;  lo  cual  S.  M.  podría  hacer  sin  mucha  pena, 
y  que  agora  se  ofrecía  tiempo  para  eHo;  y  era  que  le  diese  una 
encomienda  de  Calatrava  6  Alcántara  de  las  que  estaban  vacas, 
que  valian  cada  una  dos  mil  ducados  y  que  con  ellas  se  podría 
entretener  hasta  que  vacase  algún  comendador  mayor,  pues 
eran  tan  viejos,  y  <iue  en  la  Orden  le  podrían  dar  ocho  ó  diez 
mil  ducados  de  renta  que  podiese  tener.  Sr  M.  me  remitió  á 
mos.  de  Granvela  para  que  dello  hiciese  relación. 

208. 

(Para  el  R^  mi  señor. ^  Bolonia ^  2  de  Febrero  de  1330.) 

El  despacho  de  V.  A.  hecho  en  Bubbais  á  21  de  Enero  resci- 
bimos  ayer  primero  deste,  y  juntamente  micer  Andrea  y  yo 
fuimos  á  hacer  relación  á  S.  M.  de  lo  que  á  él  y  á  mí  fue  escrip- 
to;  y  juntamente  tomamos  la  conclusión  y  parecer  de  S»  M.  de 
lo  que  se  debia  escribir  á  V.  A.  en  la  determinación  y  conclu- 
sión de  su  ida  en  Alemania,  la  cual  se  escribe  por  la  letra  que 
escribimos  en  latin;  y  esta  es  respuesta  á  la  que  á  mí  fue  escríp- 
ta  por  el  Secretario  Castillejo. 

De  los  yerros  y  excesos  de  mos.  de  Bredan  di -cuenta  á  S.  M. 
porque  entendiese  como  yo  dello  habla  dado  aviso  á  V.  A.  Está 
bien  hecho  el  proveimiento  de  haberle  escripto,  porque  no  pon- 
ga duda  que  pues  tuvo  atrevimiento  de  hacerlos  V:on  reprensión 
y  mandato  de  S.  M.,  mejor  los  haria  donde  no  haya  quien  le 
vaya  á  la  mano. 

En  lo  de  los  tres  mil  españoles  se  escribirá  por  la  prímera  lo 
que  S.  M.  determinará  hacer  en  ello,  no  enjbargante  que  estó 
puesto  en  plática  I.0  que  piensa  hacer  en  ^llo,  pero  díxpaos  qucí 
por  esta  posta  dello  no  hipiésemos  mención. 


BL  1!MI»BRABOR  CARLOS  V-  Y  SU  CORTB.  293 

D.  Pedro  de  Acuñ^  presentó  su  carta  al  Emperadory  le  jl^ 
tanta  prisa  acerca  de  sus  negocios  que  no  tii||n&,ifí^9€!$j|d^^u^ 
crtfD  ¡o  solicite  por  él;  y  hale  remitido  al  CbanqiUejí  pafa  quel^ 
iníprme  de  sus  avisos;  y  esto  más  c;s  pQr  qijfmpljir  <:oa  sif  ijn^ppr.-* 
tunidad  que  no  con  pensamiento  de  servirse  dél>  poirque  le  tiene 
Si  M,  y  todos  los  que  le  conocen  por  chocarrero;  y  aqui  se  halla 
gran  noticia  de  su  persona  y  vida,  la  cual  es  conforme  á  sus  pa» 
sos.  El  es  de  .Sevilla  y  bastardo  de  un  Esquivél  y  ppr  escesos 
mudó  el. nombre.  El  primer  salto  suyo  fue  fingir  en  Valencia  que 
habia  hecho  un  caso,  adonde  si  fuese  tomado,  le  harían  cuartos^ 
y  P^^*^  guarecerse  desta  pen^,  convocó  unas  monjas  para  que 
por  reparo  de  su  persona  le  acogiesen  en  el  monesterio  secre- 
tamente.  Y  las  pobres  monjas,  creyendo  su  relación  ó  habiendo 
gana  de  su  conversación,  acogiéronle  en  lo  más  secreto  de  su 
aposento,  donde  se  dio  tan  buena  maña  que  empreñó  las  cator- 
ce dellas;  y  porque  á  una  vieja  no  quiso  complacer,  fue  descu- 
bierto el  misterio;  y  así  le  fue  forzado  huir  del  monasterio.  Las 
Comunidades  comenzaron  en.  esta  sazón,  en  las  cuales  se  ocupó 
muy  larg§mente,  y  así  fue  forzado  q«e  se  fuese  en  Francia,  dé 
donde  vino  por  espía  de  franceses  con  salvoconducto,  en  el 
cual  raspó  su  nombre  y  metió  el  verdadero  de  Esquivel;  y  no 
fiando^  mucho  del,  le  tornaron  á  inviar  con  compañía,  en  16  cual 
se  cree  no  dio  buena  cuenta;  y  desde  allí  se  fue  en  Turquia. 
Esta  es  la  relación  con  otras  muchas  vanidades  que  del  se  dicen,, 
pon  donde  S.  M-  no  se  inclina  á  ocupalle  en  la  empresa. 

En  lo  del  Conde  Noguerol  no  se  ha  podido  hacer  cosa  ninguna 
porque  otras  cosas  de  tanta  importancia  que  tocaban  á  V.  A. 
quedaron  olvidadas  y  en  ello  se  ha  hecho  lo  que  ha. sido  posible. 
Mailana  tenemos  aplazada  audiencia  con  el  Chanciller,  mos*  de 
Granvela,  para  ver  lo  que  se  podrá  hacer  y  remediar  acerca  del 
Tratado,  si  aquí  se  pudiere  hacer  algo,  ó  si  no  para  que  vaya  en 
la  instrucion  y  comisión  de  los  Embaxadores  que  han  de  ir  d 
Venecia.  El  negocio  del  Conde  será  puesto  en  ello  como  V.  A. 
lo  manda. 

Es  bien  que  V.  A.  entienda  que  ha  de  ser  forzado  á  hacer 
mercedes  á  algunas  personas  de  las  que  con  S.  M,  irán,  especial- 


«94  BOLBTÍH  DB  LA  «BAL  ACADBlflA  I»  UL  HISTORIA. 

mente  á  aquellas  que  han  servicio  á  V.  A.  y  podráa  servir  al  pre- 
sente y  adelante,  asi  como  Cobos  y  mo6«  de  Gcanvela.  Pareceoie 
que  V.  A.  á  estos  dos  será  necesario  hacelles  algún  presente;  y 
este  podría  ser  que  luego  tuviese  sazón,  si  á  V.  A.  pareciere,  que 
se  provea  tenelles  timbres  para  con  dos  aforros  de  martas,  pof* 
que  es  cosa  á  que  todos  llevan  ojo,  y  á  estos  no  se  puede  es- 
cusar  por  lo  que  ^e  les  debe  y  por  lo  que  dellos  se  espera,  que 
de  V.  A.  rescibian  mercedes,  que  hombres  soa  que  lo  podrán 
pagBr  con  las  setenas:  y  en  esto  V.  A.  puede  hacer  lo  que  fuere 
servido. 

904. 

(Para  el  Rey  mi  señor, --Bolonia,  12  de  Febrero ,  á  cuatro  horas  de  noche, 

de  1530.) 

Por  la  posta  que  micer  Andrea  despachó  á  x  deste,  no  escribí 
yo  á  V.  A.  por  estar  ocupado  en  una  comisión  que  S.  M.  me 
mandó  entender  y  á  mi  me  con  venia  y  era  obligado  de  hacer,  la 
cual  era  poner  en  orden  el  cuerpo  y  bienes  ^del  tesorero  Juan  de 
Adurga,  ya  difunto,  en  el  cual  S.  M.  ha  perdido  ua  bu^n  servi- 
dor, y  yo  un  bui^n  pariente  y  amigo,  porque  en  mis  necesidades 
me  ha  socorrido,  y  de  aquí  adelante,  si  se  pusiere  tanto  ^olvido 
en  mi  pagamento  como  hasta  aquí,  V.  A.  puede  creer  que  ao 
temé  tan  buea  recado  y  aparejo  como  he  .tenido.  Y  en  este 
tiempo  que  he  sido  en  ello  ocupado,  no  se  han  ofrecido  ne^focios 
de  V.  A.;  y  si  caritas  han  ido,  era  pOr  cumplir  y  dar  aviso  de 
hora  en  hoca. 

El  Preboste  de  Valcrique  ha  cuatro  ó  cinco  dias  que  vino  ea 
esta  ciudad,  y  creo  que  ao  venia  tan  alumbrado  como  fuera  me- 
nester; y  aun  hemos  tenido  temor  nos  hiciera  más  daño  que  pro- 
vecho. S.  M.  ha  mandado  después  de  su  relación  despadbar  Jas 
letras  de  la  Dieta,  las  cuales  se  envían  al  regimiento  para  que 
ellos  las  envien  á  las  personan»  necesarias. 

No  va  en  este  despacho  la  revocación  del  Conde  Félix,  por- 
que con  la  mucha  ocupación  de  hacer  las  letras  de  la  Dieta  é  ia- 
viarlas  de  toda  prisa,  se  ha  dejado  de  hacer,  pero  ya  tiene  el 
mandamiento  é  información  el  secretario  que  hi20  las  mismas 


EL  BMPSKAIMtt  CMUX»  V  Y  SU  COKTK.  29$ 

'proyisiones;  yo  haré  hacer  la  dicha  revocación  y  la  inviaré  con 
Ja  primera  deapues  que  sea  sacada. 

S.  M.  envia  Embaxadores  á  Venecia  para  la  congratulación  y 
asistencia  en  aquella  Señoría,  los  cuales  son  el  «nayQsxlomo 
IB06*  de  Currieras  y  el  prothonotarío  Carachulo  y  Rodrigo  Niño* 
^l  cual  ha  de  residir  en  aquella  .Señoría,  y  se  le  dará  una  instm* 
cion  por  S.  M.  de  lo  que  ha  de  entender  por  V.  A.,  y  ftsí  de 
nuestra  parte  llevará  la  copia  con  más  ancha  información.  Es 
xn.uy  rbuen  caballero  y  que  con  toda  diligencia  y  voluntad  mi- 
rará el  servicio  de  V.  A.  Será  bien  que  se  le  escriba  encargán- 
dole los  oegocios  de  V.  A.  para  que  con  más  voluntad  los  nego- 
cie, y  aea  en  caaiellaao  porque  no  es  latino;  y  para  los  negocios 
secretos  yo  le  he  dado  una  cifra,  de  la  cual  envío  el  dublé 
á  V.A. 

Ayer  por  la  mañana  vino  en  esta  Corte  D.  Antonio  de  Men- 
doza, embaxador  que  fue  cerca  de  V.  A.,  y  la  causa  de  su  veni- 
da es  á  visitar  al  Emperador  de  partes  de  la  Emperatriz;  y  por 
él  se  sabe  cómo  S.  M.  y  el  Príncipe  é  Infantes  estaban  muy  bue^ 
nos,  y  aaítfxíismo  todo  el  reino. 

S.  M.  dá  mucha  prisa  en  los  aparejos  y  formas  de  su  corona- 
ción, la  cual  sí  fuere  posible  se  hará  el  dia  de  Santo  Matia;  y  se 
ha  tornado  á  retificar  que  partirá  á  prínvero  de  Margo.  Muchas 
v-Qoes  por  causas  no  se  pueden  cumplir  los  dias  señalados,  pero 
esté  V.  A.  seguro  que  pues  el  despacho  de  la  Dieta  es  partido^ 
en  lo  demás  no  habrá  mudanza;  y  de  hora  en  hora  será  V.  A. 
advertido  de  todo  lo  que  se  ofreciere,  lo  demás  .se  escríbirá  por 
la  ciu*ta  de  latin. 

«06. 

(Para  el  Rey  mi  señor, -^Bolonia^  JÓ  de  Febrero  de  1530.) 

A  1 5  deste  mes  de  Febrero  rescibimos  un  despacho  de  V.  A. 
hecho  en  Praga  á  S  del;  y  á  la  hora  fuimos  micer  Andrea  y  yo 
á  ^lar  ra^on  á  S.  M.  de  lo  que  V.  A.  nos  escribió,  y  asimismo 
mos.  «de  Treato;  de  lo  cual  y  de  otras  cosas  que  había  que  res- 
ponder despachamos  en  continente. 

Tocante  á  las  letras  de  la  Dieta  y  cartas  particulares  dello  se 


X9^  BOLJ^fK.DE  I.A  «EAL  ACADBlflA  DE  hA.  HISTORIA. 

dio  ra?on,  á.S.  M,,  pero  no  llegaron -á  tiempo  las  minutas  de 
V.  A.  para  que  pudiese  haber*  emienda  por  cabsa  que  ya  esta- 
ban despachadas  y  con  harto  trabajo  antes  quel  Preboste  acá 
llegase,  y  enviadas  según,  V.  A.  verá  por  la  data- de  nuestras  le- 
tras cuatro  días  antes  que  el  aviso  de  V.  A.  llegase;  de  manera 
que  deste  despacho  puede  V.  A.  tener  por  escusado  al  Preboste 
de  Válcrique  de  no  haber  entendido  en  ello;  no  embargante  que 
del  conceto  que  V.  A.  del  tiene,  se  hizo  relación  á  S.  M.  para 
que  esté  avisado  de  lo  que  converná  para  adelante.  Asimismo 
sobre  esta  materia  escribió  más  largo  monseñor  de  Trento.  Y  en 
lo  de  las  letras  para  los  Principes  no  hay  enmienda,  pues  van  en 
creencia  de  V.  A.  adonde  se  podrá  tener  la  enmienda  é  complir 
la  falta  de  las  letras.  De  las  alteraciones  y  cosas  de  Alemana  es- 
cribió mos.  de  Trento  algunas  particularidades,  de  las  cuales  se 
dio  aviso  á  S.  M.,  y  por  la  letra  de  latin  se  hará  más  larga  re- 
lación. 

En  lo  que  toca  á  lo  de  los  tres  mil  españoles,  no  hay  que  res- 
ponder, porque  S.  M.  está  determinado  de  llevar  dos  mil  espa- 
ñoles; y  si  V.  A.  quisiere,  llevará  con  ellos  mil  italianos;  y  la 
determinación  de  V.  A.  cerca  desto  esperamos  cada  dia;  y  aun- 
que S.  M.  lo  quisiese  proveer  y  enviar  con  toda  la  prisa  que 
V.  A.  lo  demanda,  no  podrían  ir  antes  ni  mejor  que  yendo  con 
S.  M.,  porque  según  nos  ha  dicho  y  certificado,  dice  que  par- 
tirá á  primero  de  Marzo,  aunque  muchas  veces  esto  se  suele 
alargar. 

En  el  proveimiento  de  la  Reina  se  hará,  toda  la  diligencia  que 
es  posible  de  mi  parte,  pero  no  se  hallan  en  esta  tierra  los  dine- 
ros tan  á  la  mano  como  el  Chanciller  nos  lo  daba  á  entender  en 

■ 

España;  y  á  esta  causa  es  la  dilación  y  no  por  falta  de  no  lo 
querer  hacer.  Las  cartas  para  la  Reina  de  Francia  se  enviarán 
ofreciéndose  mensagero* 

Cuando  venga  Nicolao  Travot  Mestorf  á  entender  en  lo  de  la 
artillería,  se  trabajará  de  hacer  en  ello  lo  que  convenga  al  servi- 
cio de  y.  A.,  no  embargante  que  ya  S.  M.  tiene  ordenado  lo  que 
sobre  ello  se  debe  hacer. 

S.  M.  dá  mucha  prisa  en  dar  orden  á  su  coronación,  la  cual 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SIT  CORTE.  a97 

será  el  dia  de  Santo  Matia;  y  el  martes  primero  tomará  la  se- 
gunda Corona  en  la  capilla  de  palacio  sin  iniicha  cerimonia.  To- 
davía fuera  menester  saber  lo  que  se  había  enviado  á  pedir:  la 
forma  de  cómo  se  suele  hacer;  pero  esto  no  ha  habido  lugar  por 
causa  de  la  brevedad  del  tiempo,  y  determinación  de  S,  M.;  y  si 
esta  provisión  ño  se  habia  hecho  antes,  era  con  pensamiento  de 
la  ida  de  Roma;  y  como  esta  sé  mudase  por  las  necesidades  de 
Alemana  y  prisa  que  de  allá  se  dá  para  que  con  brevedad  se 
vaya,  no  ha  habido  este  y  otros  muchos  cumplimientos  <{ue  fue- 
ran necesario  hacerse. 

206. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Bolonia^  jq  de  Febrero  de  JSJO,) 

Jueves  á  17  deste  recibimos  las  cartas  de  V.  A.  hechas  en 
Praga  á  9  y  con  ella  rescibimos  otras  de  mos.  de  Trento  que 
largamente  nos  dio  aviso  de  las  cosas  de  Alemana  y  de  las 
de  V.  A.;  y  dellas  se  hizo  larga  relación  á  S.  M.;  y  entendió 
muy  bien  los  peligros  y  trabajos  que  hay  en  Alemana;  y  para 
el  remedio  ha  tenido  y  tiene  voluntad  con  toda  brevedad  irlos  á 
remediar;  y  la  causa  de  su  tardanza  ha  sido  por  los  grandes  em- 
barazos que  hay  en  Italia  y  por  lo  dexar  todo  en  paz;  y  si  el  fin 
desto  sé  aguarda  y  á  la  voluntad  de  su  Santidad  y  de  otras  per- 
sonas, seria  nunca  acabar.  Pero  S.  M.  á  su  placer  <3  displacer, 
viáta  la  necesidad  que  de  allá  se  escribe,  ha  determinado  par-* 
tirse  como  está  escripto  á  primero  de  Marzo  y  se  quiere  coronar 
el  dia  de  Santo  Matia;  y  para  ello  se  hacen  á  toda  prisa  los  apa- 
rejos necesarios.  Verdad  es  que  á  la  hora  que  esto  se  escribe, 
estamos  esperando  la  respuesta  de  V.  A,  de  lo  que  tenemos  es- 
cripto acerca  de  lá  dicha  coronación,  si  será  bien  diferirla  y  re- 
cibillá  en  Alemana;  y  si  este  parecer  llega  á  tiempo,  vemos 
inclinado  á  S.  M.  á  no  lo  recibir  aquí;  y  partirse  luego  antes  del 
;dia  de  Santo  Matia  con  toda  diligencia.  Las  causas  que  á  ello 
mueven  á  S.  M.  nos  parecen  justas;  y  á  Ja  hora  que  S,  M  resci- 
biere  el  parecer  de  V.  A,  daremos  aviso  de  su  determinación. 

También  está  escripto  que  esperamos  la  respuesta  de^  V.  A. 
acéifea  de  lo  que  quiere  sobre  los  tres  mil  arcabuceros,  porque 


S.  M,  agora  al  presente  no^  puede  llevar  más  de  dos  mil  españo' 
les;  y  psr a  el  eumpUmiento  de  tres  mil  se  harán  mil  ítalianoa^  y 
en  cuanto  al  inviarlos  con  toda  brevedad  y  por  el  camino  que 
V.  A.  quiere,  no  puede  ser,  porque  venecianos  no  sabemos-  si 
darían  lugar  á  ello.  También  S.  M.  ha  menester  lievar' guarda  y 
gente  consigo  hasta  salir  de  Italia,  y  aunque  partiesen  agora,  no 
podrían  ganar  sino  poca  avantaja;  y  así  S.  M.  los  llevará  eir  su 
gfuarda  hasta  Inspruch,  de  donde  podrán  ir  el  agua  abaxo,  &sgaxi 
nos  lo  tiene  significado  mos^  de  Trento;  y  S.  M*  nos  ha  dicho 
que  él  los  pagará  por  todo  el  mes  de  Marzo,  que  es  para  el  prin-' 
cipío  de  que  V.  A.  se  querrá  servir  dellos.  Los  capitanes  he  su- 
plicado á  S.  M.  se  hayan  expertos  y  asimismo  la  cabeza  y  prin- 
cipal sea  cual  conviene  para  la  jornada.  S.  M.  me  ha  mandado 
que  por  mi  parte  yo  mire  quien  deba  ser  este;  y  á  lo  que  yo  veo 
hay  tan  pocos  que  no  sé  escoger,  pero  á  lo  que  agora  estoy  in- 
dinado es  á  Don  Pero  Velez  de  Guevara,  que  es  buen  caballero 
y  creo  sabría  bien  hacer  el  oñcio,  y  ha  visto  en  lo  pasado  y  pre-» 
senté  cosas  de  guerra.  Otros  hay  que  holgarían  de  recibir  el 
cargo,  pero  para  esto  es  menester  hombre  que  haya  visto.  Y 
agora,  si  no  son  Antonio  de  Leyba  y  AUrcon  no  siento  en  Itsrila 
hombre  espaftol  que  tenga  renombre  en  este  oñcio. 

S.  M«  tiene  letras  de  sus  Embajadores  en  Francia  por  las  cua* 
les  se  toma  eonxxsimiento  en  que  el  Rey  de  Francia  quiere  ob- 
servar lá  pa^,  y  así  nos  lo  ha  dicho  S.  M.,  que  no  seíd  pequeño 
bien  para  lo  de  allá  y  para  lo  de*  acá.. 

En  lo  de  los  cuarenta  mil  ducados  del  Papa  se  escribe  por 
la  letra.de  núcer  Andrea  lo  que  se  ha  hecho  sobre  ^o,  pero  si 
V.  A.  entendiese  con  la  dificultad,  trabajo  y  enojos  que  ello^se 
ha  concluido^  determinara  de  no  demandjHr'  ni  esperar  soctírro 
de  S;  M.,  y  al  fin  por  aseguramos  se  han  tomado  por  la  fenma 
que  se  escribe- 

«67. 

(Para  el  Rey  mi  señor, ^BoUmia^  20  de  F^trero  de  IS30.) 

Después  de  escrípta  mi  carta,  se  tomó  concierto  en  lo  denlos 
cui^rpnta  mil  escudos  que  el  Papa  da  á  V.  A.,  7  -nos  kan  aádo- 


BL  BBflPBRADOIt'  CAttLOS  Y  T  SU  OOSiTEi  399 

pagados  desta  manera:  que  para  los  diez  mil  escudos  nos  dá  le- 
tras de  cambio  para  la  feria  de  León,  á  pagar  á  Pascua  primera 
en  nombre  de  V.  A.,  6  de  su  procurador,  la  cual  letra  enviamos 
con  esta  para  que  mande  poner  en  ella  recabdo  con  tiempo. 
Danos  otros  diez  mil  escudos  en  esta  manera:  cinco  mil  escudos 
en  Milán  á  pagar  los  dos  mil  á  seis  días  vista,  y  los  otros  dos 
mil  á  doce  dias  vista,  los  cuales  queremos  que  los  resciba  Juan 
de  Mercado  para  que  estén  seguros  y  haga  dellos  lo.  que  V.  A. 
le  inviará  á  mandan  Los  otros  tres  mtl  ducados  nos  dá  en  Ve- 
necia  per  letras  de^cambio  á  pagar  á  diez  dias  vista,  de  los  cua** 
les  se  hará  lo  que  V.  A.  mandará.  Los  otros  mil  ducados  restan- 
tes para  el  cumplimiento  de  los  diez  mil  que  se  han  de  pagar, 
aqui  nos  dieron  en  dineros  contados.  I^os  veinte  mil  escudos  que 
restan  para  el  cumplimiento  de  los  4O.000  escudos,  nos  dará  el 
recaudo  qoe  está  escrito  para  Flandes  y  no  lo  hemos  rescibido 
porque  ha  de  ir  á  Roma  por  la  seguridad  dello;  y  en  todo  se 
pone  y  porná  el  mejor  recaudo  que  nos  será  posible:  y  no  se 
maraville  V.  A.  que  lo  hayamos. rescibido  en  la  forma  susodicha, 
porque  aun  no  creemos  están  seguros. 

20». 

(Para  el  Rey  mi  señor.— Bolonia,  21  de  Febrero  de  1530.) 

S.  M.  ha  estado  esperando  la  respuesta  de  la  letra  que  á  V.  A. 
tenemos  escripto  acerca  de  lo  de  su  coronación,  y  según  la  tar- 
danza, me  parece  que  se  determina  á  coronar  aquL  Mañana 
martes  recibe  S.  M.  la  segunda  corona  y  el  jueves- la  ultima»  Los 
Principes  que  han  sido  llamados  es  el  Duque  de  Saboya,  el  cual 
viene  el  miércoles,  y  la  Duquesa  verná  á  Mantua;  el  Duque  de 
Mikun:,  que  está  aqui;  el  Marqués  de  Monferran,  el  Marqués  de 
Mantua  no  viene  por  las  precedencias  que  hay  entre  él  y  el 
Marqués  de  Monferran.  Y  el  Duque  de  Ferrara  no  viene  porque 
su  Santidad  no  dá  lugar  á  ello.  Esperamos  mañana  á  mos.  de 
Trento,  al  cual  se  dará  razón  de  todo,  y  llegado  despacharemos 
para  dar  cuenta  á  V.  A.  de  su  venidsi  y  lo  que  más  se  habrá  he-r 
cho-cerca  de  S.  M. 


300  BOLETÍN  DB  LA  RSAL  ACADRIOA  DB  LA  HISTORIA. 


ao9. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Bolonia,  28  de  Febrero  de  ij^jo,) 

A  tos  23  de  Hebrero,  víspera  de  la  coronación  de  S.  M.  resci- 
bímos  las  letráis  de  V.  A.  de  14,  y  de  todo  lo  que  manda  V.  A, 
se  hizo  relación  muy  cumplida  á  S.  M.;  y  tocante  á  lo  de  su  par- 
tida y  todo  lo  demás  se  escribe  largo  á  V.  A.  por  el  Obispo  de 
Trento,  el  cual  entró  en  esta  ciudad  el  mísmS  día  que  recibimos 
las  tetras  de  V.  A.;  y  en  lo  que  toca  á  su  negocio  S.  M.  por  su 
misma  boca  se  lo  ha  hablado  y  certiñcado,  de  manera  que  V.  A. 
pueda  estar  seguro  que  no  irá  de  aquí  sin  su  veste  colorada. 

En  lo'  del  Condfe  Félix  con  ios  embarazos  y  regocijo  de  la-  co- 
ronación, no  se  ha  podido  sacar  el  despacho,  pero  sacarse  ha  y 
sí  fuere  posible  se  enviará  con  lá  primera. 

Eñ  él  proveimiento  de  la  Serenísima  Reina  hago  y  haré  toda 
mi  posible  diligencia,  pero  por  lo  que  tengo  escripto  no  se  pue- 
de hacer  tan  presto  como  yo  lo  querria. 

S.  M.  se  coronó  como  está  escripto  á  V.  A.  dia  de  Santo  Ma- 
tia  muy  honorable  y  suntuosamente. 


» <- 


210. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Bolonia,  10  de  Marzo  de  1330,) 

Miércoles  23'  del  pasado  llegó  Mosior  de  Trento  en  esta  cib- 
dad  y  vino  por  la  thañaaa  por  cabsa  que  pudiese  hablar  á  S.  M. 
este  mismo  dia,  porque  el  jueves  siguiente  era  la  coronación  de 
S.  M.  Su  Santidad  mandó  á  su  maestre  de  casa  y  su  familia  y  su 
guarda  salirle  á  recibir;  y  los  Cardenales  inviaron  sus  muías  y 
algunos  sus  familias,  y  de  su  parte  se  le  hizo  lo  que  tienen  de 
costumbre  y  en  sü  Cerimoriial.  S.  M.  mandó  de  su  parte  salirle  á 
recibir  al  Marqués  de  Brandanburque  y  al  Obispo  de  Coria,  y  á 
Don  Jorge,  obispo  de  Brisxna  y  al  Preboste  de  Valcrique  con 
algunos  gentiles  hombres  en  su  compañia,'  que  fue  harto  núme- 
ro. Mos.  de  Trento  nos  hizo  saber  á  la  hora  qiie  podría  llegar  á 


EL  BMPBRABOR -GABL08  V  Y   SU  COStB.  001 

la  cibdad  que  fue  á  las  xv  horas;  y  micer  Andrea  yyD^fuimes 
tres  millas  á  le  rescibir  y  dart:ttefita  de  lo  que  rconvenia -haber- 
se al  presente;  y  pareció  que  yo  me  tórnase  y  diese  razón  á  S.  M. 
de  su  llegada  y  saber  y  concertar  á  qué  hora  le  vendida  á  becar 
las  manos.  Y  fue  concertado  que  dos  horas  después  /de  ^comorr 
y  así  torné  á  su  posada  con  este  concierto.  Mos.  de  füeeatoviop 
muy  bien  acompañado  sobradamente  de  caballercus  y  d¡eau  fami- 
lia, bien  encabalgados  y  vestidos  muy  en '  orden,  «en  &i»na  rdte 
cuyo  era,  y  no  fue  pequeño  favor  y  servicio  á.S.  M«,, 'porque. de 
parte  de  V.  A.  viniese  tan  solemne  embaxada,  y  Á  toda  «eslía 
Corte  ha  parescido  muy  bien;  y  también  que  ^de  Alemiaña  «szo 
vino  otra  cosa,  salvo  lo  que  V.  A.  envió,  y  fue  muy^'bdfmt'pro^ 
veido;  y  el  Sr.  de  Trento'Io  ha  hecho  muy  cumpIiüameaE^e  fjriae 
ha  bien  guardado  el  honor  de  V.  A.  No  truxo  despacho Jnir^afta 
de  V.  A.  y  á  la  cabsa  se  hkzo  una  en  blanco  paira  no  >Uenr  las 
manos  vacias,  y  así  con  su  compañía  fue  llevado  á  qiiáktciD,  jun- 
tamente con  él  micer  Andrea  y  yo,  que  esta  ifuc  >su  vslliintod. 
S:  M.  como  cosa  suya  quiso  recibirle  privadamente^en  ;SU'  Cáma- 
ra, donde  le  besó  las  maMK  y  dio  su  carta  de. ore^Lcia,  y^él 
demandó  á  S.  M.  en  qu6  lengua  era  servido  qoeieioablase.  S^M. 
quiso  que  fuese  en  alemán^  Creo  yo  que  la  causa  ;&i€  por  sespfio- 
to  de  ser  embaxada  de  ^4Jemana,  y  también  porque  «estaban 
dentro  todos  sus  caballeros.  Mosior  de  7>ento  Jnízoia  hablaron 
alemán,  al  modo  y  con  las  cerimonias  que  aUá  se  aoostiimlbraix; 
y  después  que  hubo  acabado,  S.  M.  habló  al  Preboste  de  Vision' 
que,  el  cual  le  respondió  á  la  voluntad  de  S.  M.v>Acabiaila  «ata 
habia,  se  hizo  otra  dé  parte  de  S.  M.  á  ios  caballeros  .qué  coniKl 
vinieron,  la  cual  les  dió>nuicho  contehtamieatD  y  Ics^áéiía 
mano. 

Acabado  este  auto,  S.  M.  nos  jxmtó  á  todos  tres  y'(xUx0  ^á 
mos.  de  Trento  muy  graciosamente  qué  él  Tuése  imuy^bien  verti- 
do dé  lo  cual  holgaba  mucho  y  que  para  él  nb  hahia  ^tkdoesidtol 
de  carta  de  creencia,  sino  como  la  persona  dé  V.  A.  aesiacnn- 
<fo,  y  que  él  podia  venir  á  le' ver  cuando  él  quisiese  y  omno -qui- 
siese sin  impedimento  ninguaó.  Lu^go  se  platicó ''laürama^iieíse 
había  de  tener  en  lá  ñesta  siguiente,  en  lo  que  tocaba  á. la  preoc- 

tomo  XLIV.  30 


502  BOLKTÍN  DE  LA   RBAL  ACABBMXA  DE  LA  HISTORIA. 

deñcia  con  los  ingleses,  y  fue  muy  debatida  y  mirados  los  incon- 
venientes y  cómo  se  podría  hacer  de  manera  que  no  fuese  cau- 
sa de  que  el  Rey  de  Ingalaterra  tuviese  esto  por  principal  punto 
para  comenzar  su  mala  intención,  y  sobre  esto  era  lo  que  S.  M. 
quisiera  escusar;  y  bien  mirados  todos  los  remedios,  no  se  pudo 
hallar  mejor  expidiente  que  no  estar  en  asiento  de  Embaxador; 
pero  replicado  por  Mos.  de  Trento  que  ya  se  sabia  por  el  reci- 
bimiento cómo  venia  por  Embaxador,  que  seria  perder  derecho. 
Hablóse  que  á  S.  M.  habian  de  asistir  dos  Obispos,  que  no  habian 
de  tener  asiento  sino  estar  con  su  persona;  que  Mos.  de  Trento 
fuese  uno  dellos;  y  con  este  parecer  se  despidió.  Y  otro  dia  de 
-la  coronación  sirvió  lo  susodicho.  Micer  Andrea  residió  en  su 
plaza  como  Embaxador  cerca  de  su  Santidad,  con  que  hizo  nue- 
vo protesto. 

Pasadt>  el  dia  de  la  fíesta  de  la  coronación,  mos.  de  Trento 
-vino  á  Palacio  con  su  compaña,  y  S.  M.  quiso  muy  largamente 
ser  informado  del  de  las  cosas  de  Alemana;  y  así  á  61  y  á  nos- 
otros nos  mandó  sentar,  y  por  espacio  de  dos  horas  le  dio  larga 
cuenta,  lo  primero  de  la  voluntad  de  V.  A.  á  su  servicio  y  des- 
pués de  lo  pasado  en  Alemana  y  de  la  manera  que  al  presente 
estaba;  y  confortando  mucho  la  materia  con  la  ida  de  S.  M.  Y 
en  la  verdad  él  hizo  muy  honesta  relación  y  con  acuerdo  de  ace- 
lerar la  partida,  nos  partimos,  bien  contento  el  Sr.  de  Trento 
de  S.  M.,  quedó  que  dentro  de  dos  dias  se  habia  de  resumir  el 
dia  de  su  partida  y  concertarlo  con  el  Papa,  lo  cual  se  hizo  á  los 
cinco  dias,  qué  no  pudo  ser  antes;  y  ansí  se  determinó  de  partir 
desta  ciudad  á  los  catorce  deste  y  ser  en  Trento  para  último  de 
Marzo,  y  dio  licencia  á  mos.  de  Trento  para  que  se  fuese  cuatro 
dias  antes,  aunque  S.  M.  quisiera  que  llevara  consigo  el  capelo. 
Yo  trabajaré  de  ge  lo  llevar,  en  el  cual  no  habrá  falta.  S.  M.  el 
dia  segundo  que  le  habló,  llevaba  mos.  de  Trento  una  ropa  de 
chamelote  leonado;  y  le  dixo  asiéndole  della:  «Mos.  de  Trento,. 
yo  quiero  que  esta  sea  colorada,  porque  vos  lo  merecéis  y  mi 
hermano  lo  quiere  así».  Mos.  de  Trento  le  respondió  que  besaba 
pies  y  manos  de  S.  M.;  y  quft  S.  M.  mirase  si  convenia  al  servi- 
cio de  Dios  y  de  S.  M.  y  del  Rey  la  merced  que  S.  M.  le  hacia^ 


BL  BIIPBRADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTEv  ^0$ 

porque  él  siendo  esto  asi,  larescibíria,  y  de  otra  manera  no.  S.'M. 
le  dixo  que  todas  aquellas  calidades  concurrían  en  él. 

Miércoles  primero  de  Cuaresma  tornamos  á  palacio,  y  S.  M. 
quiso  tener  Consejo  con  nosotros  como  lo  habia  hecho  de  antes; 
y  llevaba  mos.  de  Trento  algunas  cartas  y  cosas  que  platicar  y 
también  para  saber  la  certinidad  de  la  partida  de  S.  M.  y  de  la 
suya,  al  cual  Consejo  no  estuve  porque  este  dia  no  me  hallé  bien 
dispuesto  y  tuve  causa  para  me  retirar  á  mi  posada.  A  V.  A.  se 
ha  escripto  lo  que  en  el  dicho  Consejo  pasó,  y  esta  escribo  agora 
porque  ño  había  podido  hacer  antes. 

A  cuatro  deste  vino  la  Duquesa  de  Saboya  en  esta  cibdad: 
hízoséle  muy  solemne  recibimiento,  y  por  partes  del  Papa  según 
su  costumbre.  S.  M.  salió  con  toda  su  Corte  bien  acompañado  y 
muchos  bien  vestidos  una  milla  fuera  de  la  cibdad;  y  la  Duqueisa 
Venia  én  una  haca  blanca,  vestida  de  raso  leonado.  S.  M.  la  tomó 
á  la  mano  derecha  y  así  entró  en  la  cibdad  y  la  llevó  hasta  su 
posada  y  se  tornó  á  palacio.  Ttaia  la  Duquesa  hasta  xv  damas 
en  sus  hacas  blancas  guarnecidas  de  leonado  con  sus  gualdra- 
pasí  de  lo  mismo,  y  otras  mugeres  en  lugar  de  dueñas  y  otras 
muchas  dé  servicio,  detlas  en  hacas,  dellas  en  carros  en  buen 
número.  Traxo  mucha  compañía  de  caballeros. 
'  '  Otro  dia  sábado,  S.  M.  á  los  22  fue  á  la  posada  de  la  Duquesa 
y  la  truxo  á  Palacio  con  todas  sus  damas.  Ella  venia  bien  verti- 
da y  tocada  al  modo  de  España  con  su  gorra  en  la  cabeza;  y  una 
pluma  llevaba  en  ella;  y  así  la  llevó  al  aposento  del  Papa,  el  cual 
ia  rescibió  á  la  puerta  de  su  Cámara,  y  allí  se  sentó  su  Santidad 
y  la  Duquesa  le  besó  el  pie  y  luego  se  sentaron  juntos  todos  tres, 
tomando  al  Papa  en  medio,  y  estuvieron  hablando  medio  cuarto 
de  hora,  y  luego  dieron  lugar  á  que  sus  damas  le  besasen  el  pie 
al  Papa;  y  acabado,  se  salieron;  y  él  Papa  salió  fuera  de  su  Cá- 
mara á  los  despedir;  y  S.  M.  llevó  la  Duquesa  hasta  el  pie  de  la 
éscAlera,  y  por  ser  noche  no  le  consintió  que  íuese  con  ella  y  se 
"tornó  á  su  Cámara.  Es  gentil  dama  y  en  su  disposición  parece  á 
la  Emperatriz  y  algo  en  el  gesto.  Truxo  para  vertir  dé  camino 
unas  andas  de  brocado  y  otras  de  terciopelo  negro,  las  cuales 
metió  consigo.  Desde  que  vino  no  ha  faltado  ninguna  noche  ó 


5^4  BOLETÍN  SE  LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA  HISXDRIA. 

dta  que*  S.  M.  la  dexe  de  visitar  é  ir  á  8u  posada,  aunque  nQ  «6 
muy  cerca.de  palacio  adonde  rescfbe  plazcr. 

SOL. 

(Para  el  Rty  mi  señor. — Bolonia^  14  de  'Marzo  de  ISJO,) 

De  Mr.  de  Trento  será  V.- A.  avisado  de  io  que  en  su  venida 
se  comunicó  con  S.  M.;  y  después  de  su  partida  escribimos  nn- 
cer  Andrea  y  yo  la  respuesta  que  nos  fue  dada  á  la  carta  de 
V.  A.  de  25  del  pasado.  Lo  que  agora  hay  que  se  pueda  escribir 
es  que  ayer  domingo  13  deste  S.  M.  determinó  y  ratiñcó  «upar- 
tída-deata  ciudad;  y  no  será  parte  ningún  inconveniente  para<que 
S.  M.  dexe  de  ser  á  primero  ó  dos  de  Abril  en  Treato.  Y  echa- 
da su  cuenta  desde  el  día  que  parta  desta  ciudad  hasta  llegar  á 
la  dicha  Trento,  tardará  catorce  ó  quince  dias,  parque  hafita 
Mantua  irá  en  dénco  dias;  y  en  Mantua  se  deterná  cuatro  ó  cin- 
00.;  y  de  allí  á  Trento  irá  en  tres  ó  cuatro;  y  en  esto  no  .pone 
d«ida  ninguna. 

Agora  le  truxeron  algún  dinero  para  el  proveioaiento  de  fin 
camino,  de  lo  cual  me  ha  mandado  dar  cuatro  mil  escudos  .para 
la  Reina  Doña  Maria,  lo  cual  no  ha  podido  hacer  antes  de  agora 
y  creció  el  precio  de  lo  que  antes  estaba  acordado,  no  porque 
sobran  dineros  pero  por  el  tiempo  que  se  ha  tardado  en  los  dar. 
Y^  buscaré  manera  cómo  los  enviar  á  la  Reina  sin  pérdida,  6  m 
itorse  los  llevaré  .yo. 

I-ra  revocación  del  Conde  Félix  envió  á  V.  A,  No  «e  ha  podH 
do  «despachar  antes  por  las  grandes  ocupaciones  que  con  la  aiie- 
vH'de  la  partida  dan  á  S.  M. 

Asimismo  se  envían  cartas  para  el  Cardenal  Cazburg  y  Concke 
Ptítatino  y  Duque  de  Baviera  para  el  propósito  que  V.  A.  eatea- 
derá  por  las  dichas  letras  y  de  la  carta  que  escribimos  por  micar 
Andrea,  las  cuales  letras  se  envían  por  acuerdo  y  consejo  de 
fiM>$.  de  Trento- 

Ayer  vino  un  correo  de  Genova,  el  cual  dixo  que  á  la  faoca 
que  él  era  despachado  por  el  Embaxador  era  llegada  nueva  giae 
;las  fieras  de  Francia  eran  llegadas  en  Niza.  Si  así  es»,seria.liue- 


EL   BMI>BRA1>OS  GARLOS  V  Y  StJ-  COKTB.  305 

na  señal  quel  Rey  de  Francia  quisiese  complir  y  observar  laipací 
Como  no-  se  tenga  por  letra  ni  cosa  cierta,  no  escribo  más.  largo 
étí  lo  que  se  dice.  Asimismo  en  la  dicha  Genova  habla  dDCfi.ga>- 
Hsras  en  el  Tarazanal  acabadas  de  hacer  para  echar  en  la  agusK 
AO'  se  sabe  cómo,  una  noche  fueron  quemadas  sin  quediau:  estilla 
dlsOas.  Créese  que  ñie  obra  de  franceses,  porque  no>  les  tienett 
Ikíena  irolUntad  y  querrían  ver  más  baxas  sus  (uerzaa;  pero  luc^ 
go  la  cibdad  proveyó  con  sobrada  diligencia  en  labrar  otiaS)  y 
para,  ea  fin  déste  m^s  teman  hechas  veinte;  cireo<  que  pomón 
mejor  guarda  que  en  las  pasadaa 

EF  Duque  de  Milán  está  malo  y  dicese  que  tiene  corto»  Dvaba- 
jo.  Si  en  este  lliempo'  que  estuviese  S.  M,  en  Italia  y  en  Atem»- 
nia,  Dios  le  llevase  de  este  siglo,  bien  es  que  esté  Jxian  dte  Mer»- 
ead^  por  alcaide  del  cantillo. 

El  Duque  de  Saboya  hizo  ayer  homenage  delí  Imperio  de 
S118  Estados*  S.  M.  visita  á  la  Duquesa  Hodos  los  días  muy  taw^ 
raMiemente.  • 

Este  día  vinieron  los  Embajadores  de  tngaiaterra:  csea  que. 
Tienen  á  entender  en  el  negocio  de  k  Reina;  y  el  pdncipeM  es 
el  padire  de  la  dama  con  quien  el  Rey  se  quiere  casar,  y  d)tt»  lls>- 
tradós  eclesiásticos.  S.  M.  los  oyó  en  su  Cámara,  y  eUbs  te  die- 
ron*  larga  cuenta  por  espacio  d<e  un^  hora.  Yo  creo  que  Si  Mu  le 
escribirá  á  V.  A.  6  con  Hel  primera  se  escribirá  to  que  tpaetv  ét 

ClIinÍBNMIl 

212. 

(Para  el  Rey  mi  señar, — Baronía^  i6  de  Marzo  de  IS30*) 

Hoy  á  mediodia  recibimos  el  despacho  de  V.  A.  de  cinco  del 
presente,  y  luego  á  la  hora^  (bimos  micer  Andrea  y  yx>  á  Ro^er 
«d^ion  á  S.  M.  delib.  Y  en  lo  que  toca  al  buen  conten4o>  y  pjb- 
rece»  que  V.  A.  1íien«  dte  haber  rescibido  S.  M.  Fa  eoron»  en- 
«si»  cibdad,  rescibió  anscho-  placer  por  se  haber  cemfornvad^  ei^ 
tpambas  voluntades,  asi  la  suya  en  la  haber  toissado-  aquí,  com^ 
k»  de  V.  A.  en»  le  parecer  bien  dello,  y  tomó  lafl  diiehav  edrono» 
en  los  dias  que  á  V.  A.  está  escrípto. 

El»  ^  dfe  lo»  espcrñotes  que  se  haa  de  enviar  á  V.  A.  ya»  Si  MI 


306.  BOLBTÍN  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTpUA. 

ha  tomado  resolución  y  conclusión  en  ello;  y  es  que  llevará  lo^ 
que. acá  tiene,  que  son  hasta  dos  mil,  antes  añadiéndolos  que 
quitando  dellos  y  no  llevará  italiano  ninguno;  y  dice  que  loa 
otros,  para  el  cumplimiento  de  los  tres  mil  y  más  que  irán 
en  ^u  seguimiento,  y  en  esto  no  hay  más  que  hablar;  y  en  lo  de 
la  persona  que  habrá  de  ir  con  ellos  por  cabeza,  le  parece  blea 
lo  que  V.  A.  escribe  y  así  se  hará,  y  en  ello  proveerá  S.  M.  Ip. 
que  más  será  su  servicio  y  de  V.  A. 

En  lo  de  los  40.000  escudos  está  escripto  á  V.  A.  lo  que  está 
hecho,  lo  cual  se  hizo  por  acuerdo  y  consejo  de  mosior  de  Tren-, 
to  y  micer  Andrea;  y  por  acuerdo  dellos  se' dieron  los  5  «000  es- 
cudos de  Milán  á  Bartolomé  Belzer  y  Compañía  para  que  los  re- 
cibiesen allá  de  Juan  de  Mercado  y  los  diesen  á  V.  A.  en  Ale- 
maña;  y  en  los  3.000  escudos  de  Ven^cia  se  dieron  las  cédulas 
al.Sn.de  Trento  para  que  los  cobrase  según  ellos,,  y  los  que  so- 
braron de  los  1,000  que  aqui  quedaron  en  dineros.  El  despacho 
de  los  50.000  ducados  para  España  se  enviará  á  buen  recaudo 
con  correo  que  partirá  esta  semana  de  aquí. 

Este  día,  haciendo  relación  á  S.  M.  de  las  letras  d^  V.  A.,  nos 
cectiñcó  su  partida,  la  cual  será  sin  falta  ninguna  el  lunes  que 
viene  á  xxi  deste;  y  asimismo  llegará  á  Trento  á  dos  de  Abril;  • 
dende  en  adelante  hará  sus  jornadas  y  camino  conforme  á  cQmo. 
convenga.  Con  toda  diligencia  se  dará  aviso  á  V.  A.;. y  asíV.  A., 
debe  mandar  proveer  en  que  S.  M.  sea  sabidor  todas  horas  áej 
lo  que  V.  A.  ha  de  hacer. 

213. 

(Para  el  Rey  mi  señor.— Bolonia ,  21  y  22  de  Marzo  de  1530,) 

Esta  es  escrita  á  la  hora  que  S.  M.  parte  desta  cibdad  la  via 
de  Alemana,  la  cual  nueva  escribo  á  caballo,  y  sé  que  no  será 
el  menor  servicio  que  á  V.  A.  tengo  hecho.  Avisóle  desta  nue-. 
va.  S.  M.  se  dará  la  prisa  que  está  escrípta,  la  cual  es  que  para, 
la  víspera  de  Nuestra  Señora  será  en  Mantua  adonde  se  deternáj 
cuatro  días,  porque  habrá  de  despachar  allí  algunas  resultas  de: 
negocios  que  la  prisa  no  le  ha  dado  lugar  de  despachar  aquí;  y. 
también  del  gran  fastidio  y  prisión  que  ha  tenido,  tomará  allí 


SL  BXPBRADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTS.  307 

algún  pasatiempo,  que  para  ello   diz  que  hay  buen  aparejo 
de  caza. 

La  Duquesa  de  Saboya  se  partió  ayer  para  Saboya.  S.  M.  la 
ha  honrado  y  festejado,  y  ella  lleva  causa  de  se  contentar. 

El  Confesor  creó  Su  Santidad  Cardenal,  y  creo  que  él  quisie- 
ra estar  sin  él,  porque  S.  M.  le  ha  mandado  quedar  en  Corte  de 
Roma.  En  él  se  pierde  un  buen  servidor  cerca  de  S.  M.  Yo  creo 
que  lo  será  con  el  Papa,  donde  hay  más  razón. 

Las  cartas  que  V.  A.  envió  para  D.  Pedro  de  Córdoba  he 
dado  á  D.  Antonio  de  Mendoza  para  que  las  lleve;  y  porque 
D.  Pedro  me  escribió  que  se  queria  partir  para  su  tierra  á  en- 
tender  en  la  partición  de  sus  bienes,  temo  que  no  estará  en  la 
Corte;  y  también  porque  si  la  amistad  de  Francia  pasa  adelante, 
estaba  la  Emperatriz  en  determinación  de  irse  á  Burgos  ó  Va* 
lladolid;  y  á  esta  causa  él  se  iría  á  su  casa.  En  tal  caso  yo  he 
dicho  á  D.  Antonio  de  Mendoza  que  abra  el  pliego  y  mire  lo  que 
se  envia  á  mandar  al  dicho  D.  Pedro  y  que  él  lo  solicite  cerca 
de  la  Emperatriz  y  de  lo  que  hiciere  dé  aviso  á  V.  A.,  lo  cual 
hará  como  servidor  de  V.  A.  El  dicho  D.  Antonio  partirá  desde 
Trento,  que  antes  no  será  posible. 

S.  M.  va  tan  solo  de  españoles  que  mejor  se  pueden  contar 
los  que  quedan  que  los  que  van;  y  han  demandado  licencia  asi 
por  las  despensas  hechas  como  por  el  temor  de  la  carestía  de 
Alemana,  y  aun  temor  del  mucho  tiempo  que  piensan  es- 
tar allá. 

(En  cifra.)  Las  galeras  de  Francia  eran  llegadas  á  Villafranca 
de  Niza,  y  do3  dellas  habian  ido  á  Genova  para  saber  de  la  for- 
ma que  habian  de  ser  recibidas;  y  parece  que  hay  alguna  espi- 
na en  esta  diligencia.  No  hay  cosa  segura  que  dello  se  pueda 
escribir;  y  á  la  verdad  poca  ñanza  se  puede  tener  de  franceses. 

El  capitán  Demarano  vino  en  esta  cibdad  á  darnos  cuenta  de 
lo  que  allá  va  en  Venecia;  y  micer  Andrea  y  yo  vimos  su  ins- 
trucion,  la  cual  no  tiene  comisión  para  más  de  recibir  los  dine- 
ros; y  los  Embaxadores  escribieron  á  S.  M.  lo  que  debian  hacer; 
y  á  mí  me  escribió  Rodrigo  Niño  haciéndomelo  saber  para  que 
se  proveyese,  porque  ellos  estaban  embarazados  hasta  ver  per- 


3^8''  BOLETÍM   DB  LA   RBAI.  ACADBHIA  DB  LA   HISTORIA. 

sena» de*  V.  A\,  ppr-que  los  más  príncipalcs  negocios  queá  cargo 
llevaron,  eran  de  V.  A.  Yo  le  respondí  lo  que  convenia  para  e! 
fai^or  y  pagamentodel  dinero,  y  para  io  demás  S«  M.  mandó  que 
diese  m^tnoriai»  de  lo  que  de  su  parte  se  debía  escribir  á  sus 
Embaa^dbressien  respuesta  de  lo  que  le  habían  escripto;  y  así  le 
dfc  la'snstfeincia'era  la  que  abaxodiré;  y  conforme  V.  A«  mande 
prot^eer  para>  Ib:  de  adelante.  Que  los  embaxadores  trabajasen 
que  V.  A.  fuese  pagado  de  los*  50.000-  ducados,  y  si  esto  no  pú- 
chese ser,  IbegO' hiciesen  que  fuesen  pagados  los  xxv  mil;  y  que 
W.  fií.  entendía:  que  lo&  ducados  habían  de  ser  de  oro  largos* — 
ítem,  que*  no  pagando  más  de  los  xxv  mil,  que -trabajasen  junta^ 
m«nte  COR)  el  Nuncio  del  Papa  por  les  otros  xxv  mili  y  que  los 
uii09<y^ll9i6  Gtl^s  se  diesen  al  gentilhombre  que  V.  A.  había  in- 
viadb  por  ellbs  con  su  instruGioOr  que  bastaba  este  recaudo,  por- 
qtse  ellos^  queriani  poder  de  V.  A. — Itém,.  que  en  los  negocios 
que  ái  cargo  y  por  la  instrucion  der  S.  M.  y  memorial  nuestro 
llinraron)  parai  negociar  con  la  Señoría, .que  los  negocios  que  ellos^ 
^Hesen^  están  clkros,  sin  otro  aráo'de  partes  de  V.  A.  que  en  tal 
cafiof  que"  imentpas  estaban  juntds  Ibs*  negociasen;  y  los  que  te- 
nían declaración  de  partes  de  V.  A.  que  aquellos  quedasen-  en 
pisdsir  de^Sbdrigo  Niño  residente,  pana  que  los  negociase  cuando 
^F.  Al.,  proxteyese  de  persona  de  maña  para  ello;  y  que  desto 
dtfbamtar  aEwisa  á*.  V.  A..,,  y  que  todos*  juntos  y  el-  que  quedaba 
diesen)  toáorfa^rar  al  que  allí  estaba  por  V..  A.  y  al  que  después 
fuese  enviado.  S.  M.  despachó  luego  á  sus  Embaxadores  para 
qiar  ^ísba^  o^tB  memorial  lo  hagaa  así ^  - 

¥b  lle\«o  conmigo  la  ratiñaacioa  de:  venecianos  y  yo  por  mis 
mamis  lasgué*  y  rompí  las  que-  Y\  Aj^envió^  así  la  de  en:  blanco 
C0tii<ft>la{  que.'  vino*  con  ella,  y  lleva*  las-  firmas  en  testimonio 
d^llai,  y  se  mumpiepon  los  sellos^ — NnOi.  Señor  etc..  en  Bolonia^ 
ái^i  de'Marao'de  i'53o. — S.  M;  no' partió  este  dia  hasta:  otro  dia 
monteáis  líomuisa*  á-  escribir  otra*  caotat  el  mismo-  dia  en  sustancia 
na*  más  de  leí  Hacer  saber  la*  horaide  la  partida.  Estas  cartaSiCue- 
rotiíijlintasi^xxaide'Marzo'de  i^ñ^ 


BL  Blit>BRADOR  CARLOS  V  Y   SU   CORIV.  5O9 

til   ,('       * 

814.. 

(Para  el  Rey  nU  señar, — Mdniua,  28  de  Marzo  de  153Ó,) 

A  los  21'  y  22  escribí  á  V.  A.  la  partida:de  S.  Mi  de  la  cibdad 
de  Bolonia;  y  vino  muy  alegre  hasta' esta  cibdad  en  cuatro  diás, 
como  hcuttbr<i^  que  se  escapaba  de  la  pri$ioní;  y  entró  en  ella  el 
dia  de  Nuestra- Señora;  Hizoselé  muy  bacti  recibimiento.  Vinier 
ron  con  S.  M.  dos  Cardenales  por  legados,  sobrinos  del  Papa: 
asimismo  vino  el  Duque  dé  Ferrara*  y  otinos  señores  dfel  reino  de 
Nápolés.  Hallamos  que  este  mismo  dia  era  venidb  elGonde  Pa- 
latino Fedefricó,  el'  cual  me  dixeron  que  fue  bien  recibido  dfe 
S:  MI  la  misma  noche  que  aqui  hizo  su  entradas 

S.  M..  dexó  de  despachar  muchas  cosas-  para  esta  cibdad  ó 
más  adelante,  donde  para  ello  tuviese  aparejo;  y  creo  que  dará 
toda  la  prisa  que  lé  será  posible  para  efectuar  el  tiempo- que 
tiene  dicho  de  ser  en  Trento. 

Okro  dia  que  aquf  llegó',  fue  á  la  caz^i  dé  pullfes  y  asi  hizo  el 
domingo-  adelante  en  una  cierta  parte  que  el  JMkrqués^  tiene 
mucha'  caza.  La  ñesta  fue  general,  donde  serian  más  de  cinco 
mir  personas,  y  el- Marqués  tenia  para  ellos  proveído- lo  necesa- 
rio. No  la  fuí'á  ver  por  entender  en  despachar  estasietras. 

Er  mismo  día  que  de  Bolonia*  partimos  se*  concluyó  con-  el 
mercadee  que  Hat  de  dar  los  xx  mil  escudos  en  Flandés  que^  nos 
diese  Ibs  recaudos  para-  la-  cobranza,  los  cuales  envió* á'V.  A, 
para  que  mandé  enviarlos  en  Flandes  con  una  cartlai  que  S.  M.' 
escribe  á  Madama^  para  que  los  dineros-  que-  están  en  depósito, 
que'son  diez  mil  escudos  y  la  resta,  sean*  luego  dadbs^á^  VI  A.,  y 
se*  vea' er  proceso* brevemente,  pues  tenemos  las  segurid^es-de 
estar  ajusticia  para  el  que  será' condenado. 

Mícer  Andrea  quedó  en  Bolonia  con  intención  dfe  irse  por  ocho 
dláB^á'Placenciaylüego  dar  la*  vuelta- para  la  €orüs,  esperando  lo 
que  V.  A.  le  enviará  á  mandar.  El  capitán'  IDemai^no- vino- aqui 
can  carta- de.  l^iEmbaKadbres  a^  paraS.  Mi  comopara<mí'para 
que  elloyfiiesen. proveídos  de  poder  para  cobrarlos-  xxv<mil  du- 


310  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  Z«A  HISTORIA. 

cados,  porque  no  le  habían  llevado  consigo,  y  también  querían 
carta  de  S.  M.  en  que  les  mandase  que  los  dichos  xxv  mil  duca- 
dos los  diesen  al  dicho  capitán,  porque  no  les  parecía  que  bas- 
taba la  instrucción  que  llevaba. 

Cierto  auto  que  ha  pasado  S.  M.  con  los  Embaxadores  de  In- 
glaterra se  invia  aquí  la  copia  de  lo  que  se  escribe  al  Embaxa- 
dor  de  Ingalaterra  por  el  cual  V.  A.  lo  entenderá. 

De  contino  está  escripto  á  V.  A.  en  respuesta  de  la  gente  de 
los  tres  mil  arcabuceros  que  ha  demandado.  Como  S.  M.  tenia 
intención .  de  llevar  dos  mil  que  consigo  tenia,  y  tenia  pensa- 
miento que  mas  de  otros  dos  mil  le  seguirían,  y  estaba  desto 
muy  seguro;  y  así  por  llevallos  más  contentos  acordóse  de  pa- 
gallos  adelantado;  y  dos  causas  hay  porque  han  hecho  un  des- 
acato y  deservicio  asi  á  S.  M.  como  á  V.  A.  Y  es  que  á  la  hora 
que  se  vieron  pagados,  desvergonzadamente  casi  los  mil  quinien- 
tos se  fueron  á  Florencia,  y  con  S.  M.  no  vinieron  sino  los  que  an- 
dar no  podían.  De  manera  que  S.  M.  está  muy  mal  contento  asi 
por  lo  acaecido  como  por  no  llevar  el  recaudo  que  V.  A.  ha  me- 
nester y  ha  demandado.  Los  soldados  han  tenido  ojo  á  que  la  gue- 
rra se  acaba  y  querrían  tener  parte  en  el  saco  de  Florencia,  que 
es  el  fin  que  acá  los  truxo.  También  son  tan  grandes  los  temo- 
res que  les  han  dicho  que  han  de  pasar  á  Hungría,  que  más  por 
fuerza  que  de  grado  seria  posible  llevarlos.  S.  M.  está  tan  des- 
contento dellos  que  no  les  fiaría  cosa  que  valiese  la  pena.  Si  lo- 
gar hobiere  V.  A.  escriba  si  querrá  italianos,  porque  personas 
principales  se  han  ofrecido  á  S.  M.  para  le  servir  y  llevar  los  que 
fueren  menester.  S.  M.  no  pudo  entender  este  negocio  hasta  el 
mismo  día  que  salió  de  Bolonia,  y  desde  Castilfranco  me  dixo 
que  lo  había  escripto  á  V.  A.  y  j'^o  no  lo  he  podido  escribir  antes 
hasta  agora  que  S.  M.  me  ha  dicho  que  conviene  alargar  su  par- 
tida desta  clbdad  por  cuatro  ó  cinco  días;  porque  hasta  en  Flo- 
rencia se  han  amotinado  una  parte  de  sus  soldados  y  han  hecho 
una  gran  bellaquería,  y  quiere  antes  que  salga  de  la  tierra 
dexallo  todo  en  paz;  y  por  esta  cabsa  es  fuerza  detenerse  el 
tiempo  susodicho,  pero  no  pasará  de  cuatro  6  c|nco  días  arriba; 
y  á  la  hora  de  su  determinación  se  hará  mensajero  luego. 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  3II. 

A  par  del  castülo  desta  cibdad,  donde  posa  S.  M.  están  8o  pie- 
zas de  artillería  entre  gruesas  y  menudas  y  14  cañones  principa- 
les con  armas  del  Rey  de  Francia  y  otras  devisas.  Ha  entendido 
S.  M.  que  fueron  vendidas  por  Antonio  de  Leyba  al  Marqués  de. 
Mantua;  y  desde  la  ventana  me  las  mostró  y  contó  cómo  habla 
pasado;  y  que  asi  hablan  hecho  de  otras  muchas  que  faltaban,  y 
que  este  era  el  recaudo  que  hallaba  de  su  artillería.  De  manera 
que  á  mí  me  parece  que  habrá  harto  que  hacer  en  recobrar  las 
piezas  que  acá  son  traídas.  Todavía  el  castillo  de  Milán  está  en 
poder  de  S.  M.:  no  sé  sí  se  remediará  de  las  que  en  él  están. 

Hoy  me  ha  escripto  el  Embaxador  que  está  en  Genova  de  26 
deste  cómo  las  galeras  de  Francia  eran  llegadas  á  Saona  y  que 
otro  día  vernian  á  Genova,  que  es  buena  señal,  porque  se  tenia, 
temor  según  tardaban  en  venir.  Por  aquí  ha  pasado  por  la  posta 
un  camarero  del  Papa,  el  cual  lleva  el  capelo  á  mos.  de  Trento; 
y  así  le  hallará  S.  M.  en  su  dignidad  cuando  allá  vaya. 

216. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Mantua^  2  de  Abril  de  1530^ 

Con  la  letra  de  12  vinieron  cartas  de  mano  de  V.  A.  y  del  Se- 
cretario, y  asimismo  unas  copias  en  alemán  de  cierta  respuesta 
que  había  dado  el  Duque  de  Jasa,  elector,  de  la  cual  S.  M.  hobo 
placer»  Las  letras  del  secretario  eran  sobre  la  provisión  que  V.  A. 
ha  hecho  de  su  Mayordomo  mayor  en  mos.  de  Rocandorf,  y  de 
otro  cierto  negocio.  S.  M.  me  respondió  que  todo  seria  sobreseí- 
do hasta  se  ver  con  V.  A.  Y  porque  V.  A.  ni  el  dicho  Rocan- 
dorf  no  me  escribieron  sobre  ello  cosa  -ninguna,  no  hago  otra 
diligencia. 

S.  M.  creyó  muy  bien  que  V.  A.  se  quisiera  hallar  desocupa- 
do para  hallarse  á  la  fiesta  de  su  coronación;  y  aun  lo  más  presto . 
que  ser  pueda  desea  su  vista,  que  esta  es  la  cosa  que  S.  M.  hoy. 
más  desea.  Yo  cumplí  el  mandato  de  V.  A.  en  besalie  las  mar- 
nos  de  nuevo  por  la  congratulación  de  la  coronación. 

En  una  hijuela  me  mandó  V .  A.  hacer  saber  que-  supiese  si 
S.  M.  traía  las  telas  consigo;  y. como  no  venían  con  intención  de 


542  BOLBTÍN   DB  UL  REAX.  ACADEMIA  DB  LM  HISTORIA. 

oa2ar  en;,  lugar  de  telas  truxo  tiendas.  V.  A.  puede  mandar  en- 
War  las  suya$  para  que  sirvan  esta  jornada. 

Por  la.  de  20  V.  A.  me  hace  saber  en  los  términos  que  tenia 
los/  negocios  de  ese  reino,  de  los  cuales  hace  relacion<  á  S.  M.  y 
asimismo  del  dáñO'  que  hacían  los  turcos  y  la  nece^dad  que  har- 
bia.  del  socorro  y  ayuda  de  S.  M.  Por  la  pasada  que  despaché 
Á-  26  del  pasado^  escribí  á  V.  A.  lo  que  habían  hecho  las  españo- 
les: que  S.  M.  llevaba  consigo;  de  lo  cual  S.  M.  rescibió  gran 
desplacer;  y  luego  mandó  al  campo  de  Florencia  á  D:.  Redro 
Velez  que  truscese  mil,  porque  acá  estarían  otros  mil  ó  algo^másy 
y  que  se  diese  toda  la  pnsa  que  podiese  en  caminar  cow  ellos;  y 
asi  S.  M-  cree  que  podírá  llevar  el  recaudo  de  lo  que  V.  A.  de- 
manda: y  cree  que  desbaratando  el  exército  de  Florencia:  que 
V.  A.  terna  más  delios  que  querrá.  También  le  hablé  em  que 
fueaen»  pagados  por  todo  este  mes,  y  me  respondió  que  por  loa 
quince  del  los.  tema  pagados  y  que  era  poca  cosa  lo  demás:  y  que 
así  se  haría  como  V.  A.  lo  demanda.  S.  M.  me  dixo  que  creía 
que  V.  A.  ternia  necesidad  de  .caballos  ligeros  y  que  para  Hun- 
gria  ferian  buenos,  y  que  quisiera  desto  saber  la  voluntad  de 
V.  A.  para  llevar  pasados  de  500  que  aquí  tenia.  Yo  acordé  de 
hacerlo  saber  á  mos.  de  Trento  para  que  envíe  el  parecer  sf^re 
ello,  pues  que  el  de  V.  A.  vernía  tarde,,  según  las  postas  hacen 
ruin  diligencia;  y  así  S.  M.  proveerá  sobre  ello  lo  que:  comiosnga. 

S.  M.  quisiera  tener  la  pasada  en  Inspruch.  con  pensamiento 
qptt  V.  A.  fuera  alU;.  pero  echada  su  cuenta  que  partiendo  de 
aquíi  el<  lunes,  que  será,  cuatro  deste,  porque  antes  no  podrá  ser 
hallaba,  que  era  fbncadb  que  no  podía  dexar  de  caminar  la  buena 
semana,  habiendo  de  estar  en  Trento  tres  ó  euatro  días;;  y  por 
esta  causa  ha  determinado  su  partida  el  viernes  antes  deliDomin*- 
go  de  Ramos;  y  caminará  el  mismo  domingo,  y  así  será  eoi Tren- 
te el  martes  de  la  Semana  Santa^  adonde  terna  la  Pascua;,  y  en 
esto*  SI.  M.  se  ha  resumido,  y  dello  he  dado  avisiy  á.  m(»s;  de 
Tuento»  para  que  conforme  pueda  proveer  las  cosas  nceesarias. 

Los  Embaxadores  que  fueron  á  Venecia  son  venidxDS  aquí, 
(pie- son  ebprotonotiano  Carachulo  y  mos;  de  Cunríeras^  atlas  cua- 
les mandó*  S.  Mw  que  me  informasen  de  lo  que  alIK  ar  había 


.^j 


SL   EMPBBADOK  CARLOS   V   Y   SU  CORTE. .  31I3 

hedho  y  :ée  lo  que  convenia  haoérse.  Y  de  lo  hecho  envío  á  V.  A. 
los  capítulos  que  se  les  propusieron  y  las  respuestas  que  los  vene- 
cianos dieron.  Dicen  los  dichos  Embaxadores  y  el  que  queda 
aJtá  me  Jo  escribe  que  conviene  que  V.  A.  provea  luego  dUá  su 
Embaxador,  y  hombre  rauy  platico  en  la  tierra  y  negocios,  por- 
que de  otra  manera  en  ninguna  cosa  se*  proveerá,,  porque  el 
Exnbaxador  de  S.  M.  no  tiene  más  información  de  la  que  de 
nuestira  parte  le  está  dada.  La  prorrogación  para  señalar  los  jue^ 
ees  arbitros  comienza  de  cuando  les  dieron  la  respuesta  que  fue 
á  los  22  del  pasado  en  dos' meses  siguientes;  y  segiín  esto  V.  A. 
juntamente  con  S.  M.  podrán  señalar  los  jueces,  y  en  lo  que  toca 
al  cumplimiento  de  los  25.000  ducados  en  cumplimiento  dé 
los  ^OJM^y  se  escribe  por  S.  M:  al  Papa  y  va  muy  encargado  el 
KmlMxadDr  para  que  Su  Santidad  en  ello' ponga  la  mano,  de 
maAéra  que  tenga  efecto  brevemente  su  promesa,  i 

)E1  Papa  nos  han  certificado  que  es  partido  para  Roma;  no  sé 
•qué  sea  la  causa,  porque  cuando  de  Boloña  partimos,  no  tenia 
intención  ^de  salir  de  alH  hasta  ser  acabada  la  empresa  de  Fló- 
reHcia.  Ho  hay  otra  cosa  que  se  pueda '  escribir  isino  que  S.  M. 
toma  placer  en  esta  cibdad  en  ir  á  caza  y  en  ¿estas  qtie  <el  Mar ^ 
qués'le  hace;  y  en  pago  destos  servicios,  S.  AI.  ^le  quiere  «casar 
con  laBaiúja  de  la  Reina  de  Ñapóles,  lo  cual  creo  ae  'eásctuarfi 
antee  «fiKe  de  aquí  partam.as. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Mantua^  S  de  Abril  de  1330I) 

•LiS'cartaB  qae  V.  A.  despachó  para  micer  Andrea  y  para  mí 
en^r^^iá  los  25  del  pasado  resdbí  en  esta  cibdad  á  loa  6  des^ 
te;  yí9«aqué  la  relación  para  la  ,dar  á  SulM.  y  luego  envié  las 
letras.asíüas  que  para  mí  venían  como  oteas  al  dicho  micer  An- 
drea, :eil  cual  está  en  Placencia  cóíbo  por  otras  tengo  'cscripto 
con  pensamiento  de  irse  luego  á  la  Corte  del  Papa;;  y  cuando 
della  partió  pensó  que  su  Santidad  se  |detuvi6ra  en  Bolonia  á  la 
ftesba,  y  después  tomó  otro  parecer,  que  luego  quiso  partir  para 
Roma;  y  ha  caminado  de  tal  manera  que  el  miércoles  de-la  ibue<- 


514  CDLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

na  semana  entrará  eñ  Roma.  Micer  Andrea  me  escrivió  de  Pía- 
cencía  de  los  cinco  deste  y  no  hace  mención  de  lo  que  debría 
hacer,  antes  estaba  alegre  que  le  habian  certificado  que  el  Papa 
quería  hacer  sus  Pascuas  en  Bolonia:  yo  creo  que  él  sabría  la 
verdad  y  se  dispornia  á  se  partir  luego. 

Estoy  muy  espantado  del  mal  recado  que  se  hace  de  llegar  las 
letras  que  se  escriben  á  manos  de  V.  A.,  porque  ya  fuera  razón 
que  de  las  nuevas  de  la  partida  de  S.  M.  de  Bolonia  por  esta 
posta  tuviese  respuesta,  pues  yo  las  escribí  de  22  del  pasado;  y 
según  esto  V.  A.  es  mal  servido  para  en  tiempo  presente;  y 
mande  en  ello  se  ponga  remedio,  porque  ahora  las  horas  se  de- 
ben contar,  porque  en  cosa  no  se  pierda  tiempo. 

El  mal  recado  que  llevaron  los  Embaxadores  de  Sena  no  se 
maraville  V.  A.,  porque  en  otras  cosas  importantes  acaesce  lo 
tal.  V.  A.  puede  creer  que  por  nuestra  parte  se  solicitó  acerca 
de  su  Santidad  y  S.  M.  lo  posible,  pero  al  ñn  no  se  pudo  hacer 
otra  cosa.  También  tengo  enviado  el  despacho  para  la  cobranza 
-de  los  XX  mil  escudos  de  Flandes  con  carta  y  larga  relación  para 
Madama,  la  cual  despaché  de  esta  cibdad  á  mos.  de  Trento  para 
que  á  buen  recaudo  la  enviase  á  manos  de  V.  A.  Yo  querría  ser 
avisado  si  los  despachos  llegaron  á  recado;  y  en  ello  se  ha  hecho 
tanto  que  mayor  empresa  ha  sido  que  la  de  Viena,  según  con  la 
dureza  que  en  Corte  de  Roma  se  sacan  los  dineros,  que  para  este 
trabajo  sienten  que  hay  turcos  y  no  para  más;  y  me  parece  que 
más  por  solicitud  son  habidos  que  no  por  el  remedio  para  que  se 
demandan;  y  aunque  basta  lo  que  escribo,  queda  sobre  esto  más 
que  decir,  lo  cual  se  hará  en  su  tiempo. 

Yo  tengo  dado  aviso  á  V.  A.  por  vía  de  mos.  de  Trento  lo 
-que  está  hecho  en  lo  de  los  50.000  ducados  de  venecianos  y  de 
cómo  le  dieron  al  capitán  Demarano  25.000  ducados  largos,  para 
los  cuales  pusieron  en  el  poder  de  S.  M.  alguna  falta,  la  cual  su- 
plió el  Embaxador;  y  remediado  esto  quisiera  qué  fueran  escu- 
dos y  no  ducados,  y  al  fin  verificado  el  capitulado  pagaron  duca- 
dos largos,  ante  los  cuales  partió  el  dicho  capitán  á  las  dos  deste 
de  Véhecia  para  V.  A.,  y  así  me  dieron  aviso  dello.  Para  los 
otros  XXV  mil  ducados  que  el  Papa  fue  tercero  y  mediator,S.  M. 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  f%f 

ge  lo  escribe  á  su  Santidad  para  que  escriba  sobré  eBbf  y  como 
no  tengamos  alguna  prenda  con  que  ge  los  defWMdbr,  es  cosa  de 
ruego,  y  en  ello  se  pone  toda  diligencia!» 

El  Canciller  es  venido  aquí  y  va-  owi  S.  M.  al  cual  dello  y  de 
lo  demás  de  lo  bien  que  V.  A.  lia  seido  del  servido,  le  rendirá 
las  gracias. 

S.  M.  entendió  cómo  V.  A.  habia  concluido  la  Dieta  y  la  for- 
ma cómo  le  daban  los  dineros,  y  le  pareció  que  no  se  sacan  muy 
ligeramente.  Paréceme  que  mejores  medios  halla  S.  M.  en  Espa- 
ña, que  de  la  cuarta  y  tercia  le  dan  un  millón  y  quinientos  mil 
ducados,  y  aun  piensan  que  no  es  buen  partido  y  hay  quien  le 
puje. 

De  la  venida  de  V.  A.  en  Inspruch  al  mismo  tiempo»  tiene 
hecha  la  cuenta  S.  M.  que  será  en  la  misma  villa,  porque  parte 
desta  cibdad  hoy  sábado,  víspera  de  Ramos;  irá  en  cinco  dias  á 
Trento,  que  llegará  el  miércoles  y  allí  se  detemá  la  ñesta  y  par- 
tirá de  allí  conforme  á  como  supiere  nuevas  de  V.  A. 

En  lo  de  Esteban  Broderico,  embaxador  del  Batboda,  se  hizo 
lo  que  en  manos  de  micer  Andrea  y  de  mí  fue;  y  dello  dimos 
aviso  á  sil  Santidad  y  S.  M.,  pero  por  algunos  respetos  le  dexa- 
ron  pasar  y  aun  tuvimos  por  bien  negociado  que  de  huevo  con- 
sentimos venir  en  la  tarde,  que  por  parte?  del  Papa  ansí  quisie- 
ran que  fuera.  S.  M.  en  ello  ordenó  lo  que  á  nosotros  pareció. 
Agora  se  ha  dado  cargo  al  protonotario  (l)  que  ha  de  resadir  en 
Milán  que  tenga  cargo  y  aviso  de  hacer  en  ello  lo  que  V.  A. 
manda.  El  queda  bien  encargado  dello  y  con  voluntad  de  poner 
recado  todo  lo  á  él  posible. 

La  carga  de  los  negocios  es  tan  grande  de  las  cosas  del  reino 
de  Ñapóles  y  aun  de  la  resulta  de  Italia  que  el  tiempo  aunque 
fuese  más  largo  habría  bien  que  hacer;  pero  S.  M.  se  ha  résolvi- 
do  de  ser  en  Trento  para  el  dia  que  arriba  escribo. 

El  miércoles  en  la  noche  concluyó  el  casamiento  del  Marqués 
de  Mantua  con  la  hija  menor  de  la  Reina  de  Ñapóles;  y  S.  M.  les 
dá  en  dinero  contado  50.OCX)  ducados:  la  mitad  luego  y  la  mitad  á 

(i)    En  blanco  el  nombre:  acaso  se  reñere  á  Caracciolo» 


Jl6  BOLRTÍN  DE   LA  RSAL  ACiKDISMrA  DB   LA ' HISTORIA. 

corto  pagamiento;  y  dá  dos  mil  ducados  de  pensión  á  la  Rema 
vieja,  y  que  los  haya  la  hija  mayor  que  quedará  sin  casar  para 
después  de  los  dias  de  la  madre.  Obra  es  lauy  justa  y  honesta  é 
S.  M.  y  que  á  todos  parece  muy  bien. 

El  Duque  de  Milán  está  muy  malo;  y  tal  que  algunos  que  han 
habido  gana  de  la  dilación  de  S.  M.  le  han  querido  persuadir  efi 
bien  que  S.  M.  aguarde  en  esta  cibdad  á  ver  lo  que  Dios  hace 
d61.  La  enfermedad  es  bien  recia,  pero  ya  se  ha  visto  en  oteas 

0 

tales  y  tiene  siete  almas  como  gato:  no  es  bien  dexar  el  viajfe 
que  tanto  importa  por  la  cosa  que  no  tiene  certinidad.  V.  A. 
crea  que  los  que  acá  han  de  quedar  en  todo  lo  que  pueden  que- 
rrían que  S.  M.  no  se  partiese;  y  Dios  sabe  qué  trabajos  se  pue- 
dan tener  con  estas  pláticas. 

En  cuanto  á  lo  que  V.  A.  manda  que  se  escriban  todas  las 
nuevas  desta  Corte,  así  se  ha  hecho  hasta  aquí;  y  la  causa  de  la 
venida  de  los  ingleses  y  el  despacho  que  truxieron  y  se  les  di6, 
tongo  enviado  á  V.  A,  conforme  á  como  se  dio  y  envió  al 
Embaxador  que  está  en  Inglaterra,  por  el  cual  V.  A.  entenderá 
el  todo. 

Del  mal  del  Duque  de  Milán  tengo  escripto  y  mtentcas  yo 
aquí  «estoviere,  terne  el  cuidado  que  he  tenido ;  .pero  si  Dios  no 
-lleva  primero  al  Chanciller  que  á  él,  perdida  terne  la  esperanza 
de  mi  deseo;  y  oreo  que  tan  cerca  está  el  uno  como  el  otro  desta 
jomada. 

Los  dineros  dé  la  Reina  t«ngo  en  mi  poder,  esperando  lo  que 
me  querrá  mandar  hacer  dellós.  Pena  tengo  en  los  guardar,  por- 
que no  me  veo  rico  sino  de  bienes  ágenos. 

I^s  revocaciones  del  Conde  Félix  llevo  consigo  porque  no  se 
pierdan  ó  dellas  se  haga  algún  mal  recaudo,  y  asimismo  la  ratí- 
-ficacion  de  venecianos. 

En  lo  de  los  españoles  ya  tengo  escripto  lo  que  es  acaecido 
en  los  que  S.  M.  trata;  y  lo  que  agora  de  nuevo  he  visto  que  se 
escribió  al  Marqués  del  Gai^  que  con  temor  de  Hungria  no  po- 
dían traer  hombre  dellos.  S.  M.  para  el  remedio  de  la  amotina- 
cion  que  habían  hecho,  había  mandado  ir  en  diligencia  al  dicho 
Marqués  parji*  poner  recaudo  y  remedio  en  ello  y  trabaje  de  in- 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  317 

viar  los  dichos  españoles,  y  está  esperando  la  respuesta  que 
sobre  ello  le  enviará. 

De  la  conclusión  que  V.  A.  ha  tomado  con  ese  reino,  ha  pa- 
recido bien  á  S.  wl.  y  ha  holgado  dello;  y  en  cuanto  á  la  certifi- 
cación de  la  partida  de  S.  M.,  ha  habido  muchos  impedimentos 
justos  que  no  han  dado  lugar  á  executar  su  voluntad.  En  Bolo- 
nia S.  M.  nos  certificó  seria  en  Trento  para  los  dos  deste;  y  ve- 
nido aquí  nos  alargó  la  partida  para  el  lunes  pasado  y  después 
para  hoy  viernes  ó  para  mañana  sábado:  todo  esto  pensando 
que  para  este  tiempo  los  negocios  de  acá  esto  vieran  despacha- 
dos; lo  cual  no  ha  podido  en  ninguna  manera  ser;  y  por  no  de- 
xar  las  cosas  de  Ñapóles  desiertas,  que  tanto  importan,  y  darles 
buen  fin  y  orden;  y  asimismo  las  cosas  del  Ducado  de  Milán,  y 
las  personas  que  en  61  han  de  ser  satisfechas.  S.  M.  con  grandí- 
sima pena,  no  pudicndo  hacer  otra  cosa,  ha  determinado,  pues 
con  cuatro  dias  que  se  detenga  puede  ser  todo  despachado,  de- 
termina de  quedar  aquí  la  Semana  Santa  y  partir  el  lunes  de 
Pascua  y  llegar  á  Trento  el  viernes;  y  detenerse  allí  el  sábado  y 
domingo;  y  lunes  partir  á  camino  de  Inspruc  en  busca  de 
V.  A.,  y  en  esto  no  pone  duda  ninguna  que  dexe  de  ser  así. 

217. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Mantua,  q  de  Abril,  de  noche^  de  1530,) 

Kscribe  V.  A,  que  envia  una  carta  para  mos.  de  Trento  y  para 
mi  en  que  nos  hace  saber  largo  del  estado  de  los  negocios  de 
ese  reino  y  especialmente  del  reino  de  Hungría;  y  la  congoxa, 
cuidado  y  trabajo  que  con  ellas  tiene;  y  mosior  de  Trento  nie 
escribió  que  no  me  inviaba  la  carta  porque  esta  se  despachaba 
á  ocho  y  nosotros  habíamos  de  partir  otro  dia  sábado  nueve, 
pareciendole  que  estaríamos  en  el  camino  donde  no  habría  lu- 
gar de  negociar  cosa  ninguna;  y  como  S.  M.  por  necesidad  so- 
breseyó su  partida  hasta  el  lunes  de  Pascua.  En  breve  V.  A.  me 
hizo  saber  la  necesidad  y  también  lo  que  era  necesario  para  el 
reparo  y  remedio  del  reino  de  Hungría  y  para  ello  suplicase  á 
S.  M.  le  quisiese  prestar  algunos  dineros  para  hacer  el  exército 
TOMO  xLiv.  21 


1 


JiS  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

hasta  tanto  que  cobraba  los  que  de  muchas  partes  esperaba. 
S.  M.  me  respondió  que  por  falta  de  pagamento  se  le  había  amo- 
tinado el  exército  en  Bolonia  por  donde  aun  había  desmán  en 
el  llevar  los  españoles  que  V.  A.  demanda,  y  que  en  lo  del  Rey 
de  Francia  no  estaba  en  su  poder  ni  las  cosas  de  allí  se  cum- 
plían tan  presto  como  las  prometían;  y  que  habidos  juntos  se- 
rian V.  A.  y  él  y  que  la  distribución  dellos  y  de  los  demás  se- 
rian con  su  consejo.  Pareceme  que  V.  A.  debe  ordenar  las  cosas 
como  muchas  veces  tengo  escripto  con  las  fuerzas  que  allá  to- 
viere  hasta  tanto  que  se  vean  entrambos  á  dos,  para  que  en  todo 
den  orden  en  lo  presente  y  en  lo  de  porvenir,  y  para  en  este 
caso  no  hace  falta  la  información  que  á  mos.  de  Trento  y  á  mí 
se  escribió. 

Este  día  se  celebró  el  casamiento  del  Marqués  de  Mantua  con 
la  hija  de  la  Reina  de  Ñapóles  en  la  persona  del  Duque  de  Fe- 
rrara con  poder  que  tenia  de  la  dama.  S.  M.  creó  Duque  al  dicho 
Marqués. 

Hase  proveído  al  Gobernador  de  Aste  por  una  carta  de  S.  M. 
para  que  si  por  allí  volviere  el  Embaxador  del  Baíboda,  le  pren- 
da y  tenga  á  buen  recaudo;  y  asimismo  se  provee  al  protonota- 
río  Carachulo  que  ha  de  quedar  en  Milán,  que  haga  lo  mismo, 
porque  estas  son  las  dos  partes  ó  puertos  por  donde  él  ha  de 
venir..  Al  dicho  protonotarío  manda  S.  M.  ir  á  Venecía  á  enten- 
der en  algunas  cosas.  Será  bien  que  mientras  allí  esto  viere  llegue 
el  mandato  y  persona  de  V.  A.,  porque  es  hombre  que  entiende 
muy  bien  lo  de  allí.  La  serenísima  Reina  D.*  María  respondió  á 
la  carta  que  yo  le  había  escripto  acerca  de  los  dineros;  y  por 
ella  me  envió  á  mandar  besase  las  manos  á  S.  M.,  lo  cual  ya 
hice:  yo  esperaré  su  mandado  para  darlos  á  quien  ordenase. 

218. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Trento,  24  de  Abrü  de  1530J) 

Hoy  domingo  después  de  comer  partió  S.  M.  de  Ralerot  para 
venir  á  esta  cibdad,  y  desde  que  entramos  en  tierra  de  V  A. 
nunca  nos  ha  dexado  de  llov'er  muy  reciamente  para  que  se  pu- 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  319 

diera  gozar  de  la  frescura  della;  S.  M.  hizo  su  entrada  en  esta 
cibdad  acompañado  del  Legado  y  del  Cardenal  de  Trento  y  con 
la  poca  compañía  de  Corte,  la  cual  fue  menos  de  lo  que  es  por 
respecto  del  tiempo  que  nos  ha  hecho  muy  recio.  S.  M.  habia 
determinado  de  dexar  la  gente  de  armas  detrás  y  no  metella 
consigo;  y  por  entrar  más  acompañada  en  esta  cibdad  acordó 
que  viniesen  con  él  tres  compañías,  las  cuales  entraron  con  S.  M. 

Aunque  yo  tenia  escripto  por  la  de  22  de  este  la  determina- 
ción que  S.  M.  habia  hecho  así  de  gente  de  armas  como  de  sol- 
dados españoles,  pero  después  de  llegado  á  esta  cibdad  ha  mu- 
dado propósito  por  respectos  y  por  haber  visto  una  carta  de 
V.  A.  del  dia  de  su  partida  de  Praga,  con  la  cual  ha  holgado 
mucho;  y  lo  en  que  se  ha  determinado  es  que  toda  la  gente  de 
armas,  que  son  cinco  compañías  de  á  trescientos  caballos,  las 
envia  camino  de  Agusta,  para  que  estén  en  parte  que  en  las  vis- 
tas de  S.  M.  y  V.  A.  parecerán  lo  que  se  debe  hacer  dellos  y 
estén  en  aparejo  que  se  pueda  hacer  y  así  serán  pagados  y  par- 
tirán martes  antes  de  S.  M.;  los  alemanes  serán  este  mismo  dia 
despedidos  y  pagados  contentos  ó  descontentos.  Los  españoles 
parece  á  S.  M.  que  son  muy  pocos  y  no  tales  como  él  querría  y 
acuerda  dexallos  al  rededor  de  Trento  hasta  verse  con  V.  A., 
pues  es  el  tiempo  tan  breve,  porque  aunque  á  V.  A.  parezcan 
pocos  ó  muchos  los  que  son  deben  ir.  A  S.  M.  ha  parecido  que 
si  se  hiciese  así,  parecería  socorro  enviado  por  su  mano,  y  ser 
de  tan  poca  cantidad  parecería  muy  mal;  y  viéndose  con  V.  A* 
sabrá  lo  que  está  hecho  y  lo  que  se  podrá  hacer  así  de  españo- 
les como  de  italianos;  y  acordados  en  breve  será  puesto  en 
execucion. 

S.  M.  quisiera  partir  el  martes  de  aquí,  y  Monseñor  Reveren- 
dísimo y  yo  le  hemos  suplicado  lo  quisiese  diferir  hasta  el  jue- 
ves, porque  V.  A.  toviese  más  espacio  de  llegar  antes  que  S.  M., 
porque  el  camino  no  es  tan  bueno  y  trae  compañía  de  mugeres. 
S.  M.  quiere  partir  el  miércoles,  porque  el  martes,  si  el  tiempo 
diere  lugar  á  ello,  se  le  dará  algún  pasatiempo  en  caza  de  camügas. 
La  Reina  envió  un  gentilhombre  suyo  por  los  cuatro  mil  escu- 
dos, al  cual  se  dieron  en  este  dia,  y  le  ofrecí  gente  y  seguridad 


320  BOLETÍN   DB   LA   RBAL   ACADEMIA   DE    LA   HISTORIA. 

para  que  los  llevase  á  buen  recaudo.  S.  M.  no  escribe  á  V.  A. 
porque  dice  que  con  su  presencia  lo  quiere  suplir  todo  cuando 
se  vean:  lo  cual  es  la  cosa  que  más  desea  agora. 

219. 

(Para  el  Rey  mi  señor.—  Trento,  26  de  Abril  de  ISJO.) 

El  domingo  escribí  á  V.  A.  y  le  hice  saber  en  la  determina- 
ción que  S.  M.  estaba,  en  parte  de  la  cual  mudó  propósito  por 
consejo  y  parecer  del  Cardenal  y  los  del  regimiento  de  Inspruc: 
el  cual  fue  que  los  españoles  que  S.  M.  llevaba  para  inviar  en 
Hungría,  fuesen  licenciados  y  despedidos  desde  luego.  Y  la  causa 
que  á  ello  les  movió  fue  saber  que  eran  pocos  y  al  tiempo  de  la 
partida  serian  menos  y  no  instrutos  en  cosa  de  guerra;  y  que  en- 
viándolos  agora  S.  M.  seria  voz  por  la  tierra  que  era  el  socorro 
que  inviaba;  y  pues  para  hacer  algún  efecto  eran  pocos  y  no  ta- 
les como  eran  menester,  les  parecía  que  era  mejor  desde  agora 
licenciarlos,  porque  no  quedasen  como  estaba  acordado  en  esta 
tierra  haciendo  daño,  como  lo  hacen,  porque  se  ternia  respecto 
al  daño  que  hubiesen  recibido  para  no  hacer  servicio  ni  ayuda 
en  esta  Dieta  que  V.  A.  quiere  tener;  y  por  el  Chanciller  y  los 
del  Consejo  en  mi  presencia  fueron  referidas  estas  cosas  á  S.  M., 
en  las  cuales  no  quiso  determinarse,  y  nos  mandó  que  con  el 
Cardenal  se  toviese  Consejo  para  la  resolución  de  lo  que  se  de- 
terminase y  que  aquello  se  pornia  luego  en  execucion;  y  así  con 
el  Cardenal  fuimos  juntos  en  Consejo,  y  á  él  y  á  ellos  les  pareció 
que  por  las  razones  susodichas  se  debian  licenciar;  y  con  este 
acuerdo  y  respuesta  yo  torné  á  S.  M.,  y  visto  el  parecer  los  licen- 
ció; con  que  ha  escripto  al  Marqués  del  Gasto  que  tenga  preve- 
nidos capitanes  que  puedan  tener  dos  ó  tres  mil  arcabuceros 
italianos  expertos  en  el  oficio,  para  que  viendo  su  segundo  man- 
dado puedan  caminar;  los  cuales  no  determinan  que  vengan  hasta 
verse  con  V.  A.  para  entender  sobre  ello  y  lo  demás  que  con- 
verná  hacerse.  Y  así  se  acordó  en  que  los  del  regimiento  se  fue- 
sen y  con  ellos  el  Marichal  de  logis  para  entender  en  lo  del  apo- 
sento, y  quedasen  aquí  dos  dellos  para  proveer  las  cosas  nece- 


EL  SMl>ERADOK  CARLOS   V   Y  SU  CORTE.  32 1 

■sarias.  También  suplicamos  á  S.  M.  quisiese  alargar  la  partida 
hasta  el  jueves,  así  porque  V.  A.  pudiese  llegar  con  tiempo, 
como  porque  se  adrezasen  los  caminos,  que  según  lo  mucho  que 
ha  llovido  era  fuerza  que  se  pasase  mucho  trabajo. 

S.  M.  está  muy  alegre  y  contento  de  verse  en  esta  tierra,  y 
no  me  maravillo  según  la  prisión  que  ha  tenido  en  Italia.  Partirá 
el  jueves;  irá  el  sábado  á  Brijena;  y  no  sé  si  por  amor  de  Don 
Jorge  querrá  detenerse  allí  el  domingo:  lo  cual  creo  no  hará  y 
piensa  ser  el  martes  ó  miércoles  á  más  tardar  en  Inspruc.  V.  A.  , 
nos  debe  mandar  escribir  lo  que  entiende  de  hacer,  porque  se- 
pamos dar  razón  á  S.  M.;  y  pues  estamos  tan  cerca,  á  mí  mande 
si  me  adelantaré  6  quedaré  con  S.  M.  6  lo  que  debo  hacer.  S.  M. 
va  mañana  á  la  caza  de  osos,  que  el  Cardenal  le  tiene  aparejada, 
y  partirá  otro  dia  jueves  como  arriba  escribo. 

22Ó. 

(Para  el  Sr.  Comendador  mayor  de  León. — Madrid^  24  de  Setiembre 

de  1330.) 

Yo  vine  con  harto  trabajo  porque  en  ser  el  camino  largo  y 
mi  ruin  disposición,  algún  achaque  que  solia  tener  de  ríñones, 
me  tentaron,  pero  con  toda  diligencia  proseguí  mi  camino  y 
llegué  en  monesterio  de  Rodilla  (sic)  á  ix  del  presente,  á  donde 
me  alcanzaron  dos  gentiles  hombres  del  Rey  mi  señor,  los  cuales 
no  me  truxeron  despacho  ninguno  de  S.  M.  ni  de  V.  S.  como 
allá  se  había  concertado  conmigo;  y  así  acordé  de  hacer  diligen- 
cia y  venir  por  las  postas  á  esta  villa;  y  llegué  lunes,  ya  que 
quería  anochecer;  y  la  villa  se  guardó,  que  de  ninguna  parte 
dexan  entrar  en  ella,  en  especial  de  los  que  vienen  de  camino 
de  Burgos,  porque  en  todo  él  mueren,  como  V.  S.  habrá  sabido. 
Y  según  lo  que  me  aconteció  en  la  entrada  desta  villa,  deben 
tener  guardas  en  el  campo,  para  que  en  veniendo  alguno  de  allá, 
le  lleven  vestido  y  calzado  á  S.  M.  sin  tomar  otro  puerto  sino  en 
Palacio;  y  ansí  se  hizo  conmigo,  que,  mojado  y  enlodado  como 
venia,  no  me  dieron  lugar  á  que  hiciese  otra  cosa.  Y  hallé  á  la 
Enpperatriz  levantada  en  su  cama  de  reposo,  y  después  de  habe- 


322  BOLETÍN  DE   LA  REAL  ACADEMIA   DE  LA  HISTORIA. 

lie  besado  las  manos,  dixe  á  S.  M.  como  el  Emperador  quedaba 
muy  bueno  al  tiempo  de  mi  partida,  y  que  después  dos  gentiles 
hombres  que  el  Rey  me  envió  despachados  en  29  de  Agosto, 
me  dixeron  quedaba  en  la  misma  disposición;  y  que  la  causa  de 
mi  venida  diría  á  S.  M.  otro  dia,  y  que  seria  cosa  de  que  resci- 
bíria  placer  y  descanso,  porque  me  parece  que  según  está  apa- 
sionada por  la  ausencia  de  S.  M.,  toda  cosa  es  menester  para  la 
consolar  y  esforzar. 

En  palacio  estaban  los  señores  del  Consejo  de  Estado,  ecepto 
el  Conde  de  Miranda,  á  los  cuales  besé  las  manos,  y  así  cumplí 
con  ellos  por  esa  noche,  porque  venia  cansado  y  habia  de  poner 
en  orden  mis  cosas  para  dar  razón  de  lo  que  á  cargo  traia,  aun- 
que no  me  dexaron  cuantas  allá  tienen  alguna  prenda  ó  que 
hacer,  que  cada  uno  quiso  saber  luego  algo  de  lo  que  le  cum- 
plia. 

Otro  dia  de  mañana  yo  fui  á  ver  al  Sr.  Juan  Vázquez  y  le  di 
cuenta  de  mi  venida,  para  que  la  encaminase  y  ordenase  en  mi 
abdiencia  con  S.  M.,  la  cual  se  acordó  para  las  cuatro  después 
de  comer;  y  así  fuimos  juntos  á  la  Emperatriz,  la  cual  hallé  en  la 
cama  de  reposo  según  el  dia  primero;  y  endrecé  toda  mi  habla 
así  á  lo  que  el  Rey  me  habia  mandado  como  la  forma  del  nego- 
cio, para  esforzalla  con  dalles  razones  claras  y  no  solo  palabras. 
Le  hice  saber  cómo  la  comisión  que  yo  traia  era  para  que  S.  M* 
entendiese  en  el  estado  que  los  negocios  quedaban,  los  cuales 
todos  se  endrezaban  á  la  breve  venida  de  S.  M.;  porque  si  ella 
tenia  congoxa,  mayor  la  tenia  el  Emperador  por  venir,  y  el  Rey 
mi;  señor  por  le  despachar;  y  que  por  este  fin  S.  M.  habia  entre- 
melado  los  negocios  por  ganar  tiempo,  para  que  con  más  bre- 
vedad podiese  cumplir  su  deseo.  Y  el  principal  era  criar  Rey  de 
Romanos,  lo  cual  se  quedaba  á  toda  prisa  tratando;  y  que  como 
testigo  de  vista  habia  yo  sido  elegido  para  dar  dello  cuenta  á 
S.  M.;  que  despachado  este  negocio,  S.  M.  estaría  más  libre  y 
aparejado  para  poder  caminar;  y  que  los  lugares  donde  esto  sé 
habia  de  efectuar,  si  Dios  truxese  á  luz  su  deseo,  eran  en  el  mis- 
mo camino  de  Flandes,  por  donde  se  ganaría  tiempo  para  que 
sin  embarazo  ninguno  el  viaje  de  S.  M.  se  pudiese  hacer;  y  que 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  323 

la  obra  era  de  calidad  que  convenia  proveer  de  lo  que  á  S.  M. 
se  escribía.  Otras  muchas  cosas  que  para  este  propósito  me  pa- 
reció que  convenia  decirle,  se  dixeron;  porque  aprendí  de  los 
que  hablé  antes  que  á  S.  M.  viniese,  que  en  otra  cosa  no  piensa 
sino  en  la  venida  de  S.  M.,  la  cual  por  infinitas  razones  le  ase» 
guré  seria  en  todo  el  mes  de  Abril,  porque  esto  tenia  conocido 
y  oido  por  la  propia  boca  de  S.  M.;  y  que  para  este  propósito  se 
«ndrezaban  todas  las  cosas;  y  que  el  principal  punto  para  el 
efecto  dello  era  que  con  diligencia  se  proveyese  lo  que  yo  á  car- 
go traia. 

Pareceme  que  según  S.  M.  anda  achacosa  por  este  deseo  que 
digo  y  por  la  falta  del  Sr.  Infante,  que  en  gloria  está;  y  también 
porque  el  Principe,  nuestro  señor,  no  anda  muy  bueno,  que  son 
todos  estos  trabajos  para  cualquiera  pasión  que  S.  M.  tenga,  la 
cual  he  visto  por  mis  propios  ojos,  y  V.  S.  lo  puede  tener  por 
cierto  y  hacer  dello  relación  á  S.  M.;  y  ha  sido  muy  gran  con- 
suelo lo  que  yo  he  dicho  á  S.  M. 

Vista  la  letra  de  la  Magestad  del  Emperador  y  las  razones  qu^ 
yo  le  recité,  luego  me  respondió  que  en  todo  y  por  todo  se  comr 
pliese  el  mandamiento  de  S.  M.  y  que  habia  holgado  de  mi  ve- 
nida y  de  lo  que  le  habia  dicho;  y  dixe  á  S.  M.  si  mandaba  que 
dello  diese  parte  á  los  de  su  Consejo  secrepto,  lo  cual  le  pareció 
se  debia  hacer;  y  así  los  mandó  llamar  y  entraron  en  su  cámara, 
donde  yo  recité  las  causas  que  á  S.  M.  movían  á  haber  hecho  la 
provisión  que  yo  á  cargo  traia;  y  según  lo  que  de  S.  M.  habia 
conocido,  todos  fueron  de  la  misma  opinión,  y  platicamos  en  las 
dificultades,  las  cuales  yo  dixe  como  entre  V.  S.  y  mí  se  habia 
platicado,  y  que  no  habíamos  podido  hallar  otros  medios  sino 
los  que  yo  habia  dicho  á  S.  M.;  y  si  acá  se  hallase  forma  que 
más  satisíaciese  que  de  lo  mis  seguro  y  cierto  nos  aprovecháse- 
mos. Y  assí  me  salí  y  dexé  platicar  á  S.  M.  con  los  del  Consejo; 
y  torné  á  ser  llamado;  y  S.  M.  y  ellos  me  dieron  la  respuesta:  la 
cual  fue  que  yo  mírase  de  dar  recabdo  de  lo  que  á  cargo  traia, 
y  que  S.  M.  me  proveería  de  todo  lo  que  viese  que  cumplía  para 
la  execucion  y  obra  dello.  Yo  supliqué  á  S.  M.  y  á  aquellos  se- 
ñores que  por  su  parte  también  se  mirasen  los  medios  que  se 


334  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

pódiesen  haber  para  que  con  más  seguridad,  secreto  y  presteza 
ello  se  hiciese;  y  así  quedamos  todos  en  ello  conformes. 

Muy  al  contrarío  hallé  el  aparejo  en  los  personajes  que  allá 
señalamos;  porque  D.  Antonio  de  Mendoza  no  está  en  voluntad 
de  ir  allá,  y  me  ha  contado  como  lo  tiene  escripto  á  V.  S.;  y  le 
platiqué  lo  que  allá  habíamos  pensado;  y  como  no  viese  letra  de 
V.  S.  tovieron  poca  fe  mis  palabras,  y  quedó  conmigo  de  escri- 
bir á  este  propósito  y  hacer  saber  su  intención;  de  manera 
que  si  de  allá  no  viene  mandamiento,  no  está  con  intención 
de  ir. 

Pero  González  de  Mendoza  dice  que  por  estar  su  muger  mala 
se  ha  detenido  y  detiene.  No  le  he  presentado  la  comisión  ni  sé 
lo  que  querrá  hacer,  porque  á  la  Emperatriz  y  estos  Señores  del 
Consejo  pareció  que  se  sobreseyese  hasta  que  viniesen  los  men- 
sageros  que  el  Rey  me  escribió  por  las  letras  de  xxix;  porque 
esperaba  tomar  cierto  apuntamiento  con  mercaderes  en  cierto 
partido  que  le  habian  ofrecido  de  recibir  cien  mil  escudos  á 
ocho  por  ciento  con  ciertas  condiciones,  y  hasta  que  se  supiese 
el  fin  que  con  estos  se  tomaba,  se  detuviesen  estos  caballeros  en 
su  partida;  y  á  causa  desto  ni  al  Pero  González,  que  es  cierto 
que  irá,  ni  á  D.  Antonio,  que  es  escusado,  ni  á  D.  Pedro  de  Cór- 
doba, que  no  está  aquí,  al  cual  S.  M.  ha  mandado  llamar  deprisa 
para  cuando  el  mensagero  del  Rey  venga,  que  espero  cada  dia, 
no  se  les  ha  dado  parte  de  la  comisión.  Y  el  Don  Pedro  de  Cór- 
doba bien  sé  que  no  refusará  la  ordenación  que  le  será  dicha: 
congoxa  tuviera  sino  hallara  otra  mayor  en  el  mal  recaudo  que 
hallo,  pero  satisface  á  mi  pena  en  que  sé  que  la  Emperatriz  la 
terna  mayor  por  el  cumplimiento  del  mandamiento  de  S.  M. 
Acá  se  han  echado  muchos  juicios  sobre  mi  venida,  y  á  todos 
parece  que  soy  venido  á  entender  en  la  cobranza  de  los  cin- 
cuenta mil  ducados.  La  Emperatriz  y  los  de  su  Consejo  acorda- 
ron que  todos  por  una  boca  den  razón  de  mi  venida,  que  es  á  la 
visitación  de  S.  M.  y  á  dalle  cuenta  y  razón  del  estado  en  que 
están  los  negocios  de  Alemana.  Y  porque  mi  estado  en  esta 
Corte  será  de  poco  tiempo  y  habré  de  ir  á  Medina  adonde  hay 
mercaderes  y  gente  de  toda  fineza,  por  la  que  se  podrá  decir 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  325 

viéndome  allí  estar,  tengo  proveído  y  dicho  á  S.  M.  y  estos  Se- 
ñores que  yo  cometeré  la  obra  al  tesorero  Ochoa  de  Landa,  que 
sin  sospecha  puede  en  Medina  estar  y  tratar  con  quien  él  qui- 
siere, después  de  habelle  acordado  con  Alvaro  de  Lugo  en  lo 
que  ha  de  hacer,  y  estarme  he  yo  en  Tordesillas  como  hombre 
que  tiene  causa  para  ello;  que  tanto  temor  tienen  acá  como  allá 
de  la  publicación  y  ven  que  hay  necesidad  de  guardarse  todo 
secreto;  en  lo  cual  por  mi  parte  no  habrá  falta  ni  menos  creo  por 
la  de  estos  Señores.  Y  así  con  mucho  cuidado  se  entenderá  en 
la  provisión  necesaria;  y  no  tengo  otra  cosa  de  que  dar  cuenta 
á  V.  S.  sino  suplicalle  que  á  S.  M.  haga  relación  de  lo  que  viere 
que  de  esta  mi  letra  se  debe  hacer;  y  porque  aun  no  he  visto  la 
villa,  cuanto  más  la  Corte,  no  tengo  nuevas  ningunas  que  poder 
escribir.  Todo  el  reino  está  bueno,  pacifico  y  en  toda  quietud; 
y  es  tanto  el  deseo  de  la  tenida  de  S.  M.  que  el  que  tal  nue- 
va truxere,  será  bien  venido,  aunque  no  le  harán  mejor  mer- 
cado de  lo  que  hubiere  menester  sino  solo  de  importunidad 
de  cómo  y  cuando  será:  que  en  Corte  y  caminos  esto  es  lo  que 
agora  se  trata ,  demandando  en  qué  lugar  está  S.  M.,  y  si  tiene 
exército  el  Lütero,  y  el  turco  si  está  en  persona  en  Hungría,  y 
desta  calidad  todo  lo  que  se  puede  platicar,  como  hombres 
que  hobiesen  andado  la  tierra  y  platicado  los  negocios  que  de- 
mandan. 

221. 

(Para  el  Rey  mi  señor.— Madrid,  14  de  Setiembre  de  1530.) 

Yo  llegué  con  harto  trabajo  en  España  á  los  3  deste  y  la  cuarta 
parte  de  la  jornada  me  quedaba  de  andar  para  llegar  á  la  Corte 
de  la  Emperatriz,  y  en  el  camino  rescibí  cierto  trabajo  porque 
me  tentaron  algo  las  reliquias  de  mis  enfermedades;  y  si  yo  vi- 
niera en  diligencia  V.  A.  no  fuera  servido  y  yo  fuera  muerto;  y 
así  recibí  merced  en  que  tardaron  Mercado  y  el  bastardo  de 
Horrus  que  me  alcanzaron  cinco  leguas  de  aquella  parte  de  Bur- 
gos, adonde  recibí  su  despacho.  Y  luego  hice  diligencia  tomando 
las  postas  y  vine  á  la  Emperatriz,  la  cual  hallé  no  muy  bien  dis- 
puesta, porque  ha  tenido  algunas  tercianas  y  creo  que  proceden 


326  BOLETÍN  DE   LA  REAL   ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

SUS  niales  de  la  pérdida  del  Sr.  Infante,  que  Dios  tiene  en  glo- 
ria, y  de  alguna  indisposición  que  el  Príncipe  tiene,  y  la  princi- 
pal de  la  ausencia  de  S.  M. 

Como  yo  llegué  en  esta  villa  tarde,  á  boca  de  noche,  no  sé 
cómo  por  S.  M.  fue  sabido  y  me  mandó  ir  á  apear  á  palacio;  y 
así  como  de  camino  venia,  quiso  saber  de  la  salud  del  Empera- 
dor y  de  V.  A.,  del  cual  le  certifiqué  lo  que  era  al  tiempo  de  mi 
partida,  y  después  de  lo  que  me  informé  de  los  gentileshombres 
que  V,  A.  habia  despachado,  y  quedé  con  S.  M.  que  otro  dia  le 
haria  relación  de  mi  venida;  y  así  por  esa  noche  me  fue  dada  li- 
cencia de  ir  á  reposar. 

Otro  dia  yo  fui  á  dar  cuenta  de  mi  cargo,  y  así  para  la  buena 
execucion  y  principalmente  para  el  consuelo  de  S.  M.  enderecé 
mi  habla  que  mi  venida  era  á  la  visitación,  porque  V.  A.  y  la 
Reina  mi  señora  me  inviaban  á  la  consolación  de  la  pérdida  del 
Sr.  Infante,  que  Dios  tiene  en  su  gloria;  la  cual  está  tan  reciente 
en  S.  M.  y  toda  esta  Corte  que  sienten  más  que  dicen,  porque 
se  ven  con  solo  el  Príncipe  y  algo  achacoso,  según  en  la  dispo- 
sición que  yo  le  hallo,  y  sin  falta  toda  la  prisa  que  el  Empera- 
dor tomare  en  venir  y  V.  A.  trabajare  en  le  inviar,  me  parece 
ser  cosa  muy  necesaria;  y  así  prometí  á  S.  M.  que  en  otra  cosa 
V.  A.  no  se  desvelaba  ni  tampoco  el  Emperador  otra  cosa  de- 
seaba; y  que  la  principal  cosa  de  mi  venida  era  para  dar  á  S.  M. 
cuenta  del  estado  en  que  los  negocios  quedaban,  encaminados 
todos  á  la  brevedad  de  la  venida  de  S.  M.;  y  para  esto  lo  prin- 
cipal era  el  proveimiento  de  lo  que  yo  á  cargo  traia,  por  muchas 
razones  que  yo  á  S.  M.  dixe,  porque  no  entendiese  que  eran 
mas  que  palabras.  Rescibió  mucho  placer  de  entender  muy  par- 
ticularmente la  forma  que  yo  le  conté  en  el  estado  que  S.  M.  que- 
daba, por  ser  al  propósito  de  su  deseo;  y  luego  fui  de  S.  M.  res- 
pondido que  se  me  daría  todo  el  recaudo  que  fuese  menester 
para  la  execucion  y  mandamiento  de  S.  M.,  y  esta  niisma  res- 
puesta me  dio  otra  vez  después  de  lo  haber  comunicado  con  los 
de  su  Consejo;  y  todos  juntos  en  presencia  de  S.  M.  se  platicó  la 
forma  de  levar  este  dinero,  porque  para  conformarse  con  el 
mandamiento  de  S.  M.  para  lo  que  á  este  reino  cumplía  les  pa- 


KL  BfiCPERADOR   CARLOS   V  Y   SU  CORTE.  327 

recio  haber  muchas  dificultades,  y  platicamos  otros  medios  de 
mar  y  tierra  y  al  fin  hallamos  poco  remedio,  y  el  mejor  era  por 
via  de  mercaderes.  Yo  les  dixe  cómo  todo  se  habia  intentado 
por  partes  de  V.  A.  y  también  del  Comendador  mayor;  y  que 
los  precios  estaban  tan  altos  que  á  la  causa  habíamos  buscado 
esta  otra  forma;  pero  todavia  V.  A.  habia  hecho  libranza  de 
50.000  escudos  y  quedaba  entendiendo  con  mercaderes  en  ver 
si  se  podria  tomar  apuntamiento  de  otros  cien  mil  escudos,  la 
cual  carta  mostré  á  la  Emperatriz  y  los  de  su  Consejo;  y  por  ella 
me  mandó  V.  A.  que  si  estos  caballeros  estovieren  de  partida 
se  sobreseyese  hasta  ver  el  concierto  que  V.  A.  tomaba  con  los 
dichos  mercaderes,  y  dello  me  daria  aviso  con  Francisco  de  Sa- 
lamanca; y  V.  A.  crea  que  yo  hallo  mal  recaudo  en  estos  caba- 
lleros, porque  yo  hallé  que  estaba  D.  Enrique  de  Rojas  despa- 
chado para  partir  la  noche  que  yo  llegué;  y  S.  M.  sobreseyó  su 
partida  hasta  oirme  á  mí.  Y  en  dar  cuenta  á  S.  M.  fui  ocupado 
la  mayor  parte  del  dia,  y  por  el  aviso  que  V.  A.  dio  de  sobre- 
seer lo  de  estos  caballeros  hasta  la  venida  de  Francisco  de  Sala- 
manca, pareció  á  la  Emperatriz  que  se  dexase  de  hablar  en  ello 
por  guardar  el  secreto  que  convenia,  no  embargante  que  los  dos 
dellos  me  han  visitado  y  yo  de  mió  sin  darles  la  creencia  plati- 
cando y  queriendo  saber  la  disposición  de  su  partida;  Pero  Gon- 
zález de  Mendoza  me  dixo  que  el  mal  de  su  muger  le  habia  de- 
tenido y  que  no  sabia  lo  que  le  ternia,  p-^ro  que  no  partiria  den- 
tro de  un  mes.  Sabido  lo  que  V.  A.  habia  determinado  con  los 
mercaderes,  suplicaré  á  la  Emperatriz  le  quiera  mandar  y  orde- 
nar por  lo  que  cumple  al  servicio  del  Emperador  y  suyo  se  en- 
cargue de  lo  que  á  cargo  truxe.  De  D.  Antonio  de  Mendoza 
supe  que  no  tenia  intención  ni  pensamiento  de  ir  en  Alemana, 
porque  tenia  acá  algunas  ocupaciones  y  pleitos  que  le  impedían: 
y  este  queda  ya  escluido,  que  del  no  nos  podemos  aprovechar. 
D.  Pedro  de  Córdoba  está  ya  en  su  casa  y  la  Emperatriz  le  ha 
mandado  escribir  que  á  la  hora  parta  y  venga  aqui.  Bien  creo 
que  holgará  de  ocuparse  en  el  servicio  de  V.  A.,  que  es  confor- 
me á  su  deseo. 

A  Mercado  y  el  bastardo  de  Orrus  envié  á  Medina  del  Campo 


$28  BOLETÍN   DS   LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA  HISTORIA. 

para  que  allí  me  esperasen  y  no  tomasen  en  esta  Corte  conoci- 
miento de  su  venida,  pero  no  traían  despacho  ninguno.  Esta 
carta  se  escribió  por  dar  aviso  de  mi  llegada  y  hacer  saber  á 
V.  A.  en  el  estado  que  á  la  filmperatriz  he  hallado  y  el  buen 
despacho  que  me  manda  dar;  y  será  necesario  que  yo  espere 
aquí  á  Francisco  de  Salamanca  para  que  vea  lo  que  trae  y  con- 
forme haga  los  despachos  necesarios  para  el  y  para  los  otros  que 
en  ello  se  han  de  ocupar,  y  para  hablar  á  estos  caballeros  cuan- 
do sea  tiempo;  y  también  para  saber  si*  juntamente  con  estos  del 
Consejo  se  podrá  hallar  otro  medio  como  por  V.  A.  se  proveyó 
por  mar  ó  tierra,  del  cual  nos  aprovecharemos  con  toda  diligen- 
cia. La  forma  que  V.  A.  escribe  que  se  tenga  para  inviar  con 
Mercado  y  los  otros  que  vernán  acompañados  de  otros  parien- 
tes ó  amigos,  á  estos  Señores  se  comunicó,  y  diñcultoso  halla- 
ron poderse  hallar  tal  gente,  y  á  mí  así  me  parece;  y  en  ello  y 
en  todo  se  porná  la  mejor  diligencia  que  me  será  posible. 

» 

222. 

(Para  el  Secretarlo  Jiuín  Vázquez.— Tardes  illas  ^  2  de  Ocbíbre  de  1530,) 

Magnífico  Señor. — A  xxv  del  pasado  escribí  á  v.  md.  con  Mu- 
ñoz, calcetero  cortesano,  mensagero  cierto,  y  por  mi  carta  le 
hice  saber  cómo  yo  era  venido  á  Valladolid  en  busca  de  Alvaro 
de  Lugo,  y  yo  le  presenté  las  provisiones  que  traia,  las  cuales 
del  fueron  obedecidas,  y  nos  respondió  al  Tesorero  (l)  y  á  mi 
que  el  oficial  que  tenia  la  cuenta  y  razón  de  su  cargo  estaba  en 
su  casa,  ocho  leguas  más  allá  de  Burgos,  y  que  sin  61  no  podría 
ni  sabría  hacer  cosa  ninguna,  y  que  á  la  causa  convenia  inviar 
por  él;  y  vista  su  justa  causa,  hóbose  por  bien;  con  que  luego 
despachó  mensagero  al  oficial  para  que  con  toda  prisa  viniese. 
Hicimos  cuenta  que  podría  tardar  en  ir  y  venir  seis  días,  é  yo 
me  vine  en  este  tiempo  á  Tordesillas  y  quedé  con  concierto  con 
Alvaro  de  Lugo  que  venido  su  oficial  me  lo  haria  saber  para  que 
el  Tesorero  fuese  á  Medina  á  entender  en  el  negocio.  Visto  que 


^\)    Ochoa  de  Landa. 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  329 

por  dos  dias  pasaba  el  tiempo  del  plazo  que  habíamos  asentado, 
yo  le  escribí  una  carta  y  le  envié  un  mensagero  haciéndole  sa- 
ber como  para  descargo  de  lo  que  yo  era  obligado,  quería  ha- 
cer mensagero  á  la  Emperatriz  y  dar  la  razón  de  la  dilación  no 
ser  falta  mia.  Respondióme  lo  que  v.  md.  verá  por  la  copia  de 
la  carta  que  me  escribió  que  aquí  envió;  por  donde  en  lo  que  yo 
debia  hacer,  no  ha  habido  falta  ninguna. 

Hoy  dia  por  la  mañana  vino  á  mí  un  criado  del  Fúcar  con  la 
letra  de  cambio  del  Rey  mi  señor  para  que  cumpliese  los  50.OCX) 
escudos,  que  dellos  hab!a  recibido,  la  cual  letra  aceté  de  la  cum- 
plir y  pagar  porque  no  tuviesen  causa  de  pensar  que  era  caute- 
la, y  por  ello  tomasen  algún  desabrimiento;  y  la  letra  significa 
ú  XX  dias  vista  ó  lo  más  presto  que  sea  posible.  Yo  haré  el  pa- 
gamento en  dándome  el  recaudo.  Ahora  conviene  que  v.  md. 
hable  con  el  factor  de  los  Fúcares,  que  se  llama  Guido  Hórrelo, 
para  que  sepa  cómo  quiere  sacar  ó  espedir  los  dichos  SO-OOO  es- 
cudos, porque  el  Rey  escribe  que  se  hizo  así  en  todos  ellos  de 
dalles  recaudos  y  seguridad  para  sacallos  fuera  del  reino.  Y  por- 
que he  entendido  deste  que  me  vino  á  requerir  que  ellos  que- 
rrían llevarlos  á  Portogal  ó  despendellos  en  España,  ó  parte 
dellos,  de  lo  cual  seria  segura  y  cierta  la  publicación,  es  necesa- 
rio que  allá  se  concierte  con  el  dicho  Guido  la  forma  que  se  ha 
de  tener  para  ello;  porque  yo  haré  el  pagamento  como  debo  y 
cumpliré  con  auto  de  dalles  los  recaudos  necesarios  para  que 
puedan  sacar  seguramente  la  moneda  del  reino,  y  en  todo  dé 
v.  md.  con  la  dicha  parte  la  declaración  necesaria  y  me  dé  aviso 
de  lo  que  en  ello  hiciere  é  yo  debo  hacer,  porque  con  la  parte  á 
mí  me  es  forzado  cumplir  luego  por  me  hallar  desembarazado  y 
aparejado  para  dar  recaudo  con  brevedad  á  lo  demás  que  es 
más  cantidad,  conforme  á  como  abaxo  diré. 

Este  mismo  dia  vino  Francisco  de  Salamanca  y  no  me  truxo 
letra  de  v.  md.;  debia  ser  la  causa  grandes  ocupaciones  que  tie- 
ne; yo  vi  su  despacho  y  holgué  mucho  con  él  porque  es  al  pro- 
pósito de  lo  que  acá  deseábamos  y  allá  es  menester;  y  hay  ne- 
cesidad que  S.  M.  mande  dar  las  provisiones  necesarias  confor- 
me á  la  necesidad  que  hay  y  parecer  que  hemos  tomado  el  Te- 


330  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

sorero  y  yo  para  la  buena  expedición  deste  negocio.  El  Rey  hizo 
asiento  de  deliberarles  este  dinero  de  los  cien  mil  escudos  en 
Fuenterrabia;  y  según  he  entendido  ellos  aguardarán  allí  para 
que  yo  se  los  lleve,  y  á  recibillos  donde  hicieron  el  asiento  con- 
forme á  la  copia  de  la  carta  que  el  Rey  me  escribe  en  cifra,  la 
cual  envió  aquí  á  v.  md.  con  las  copias  de  las  letras  de  cambio. 
Yo  creo  que  los  mercaderes  vernán  acá  á  me  requerir,  pero  en 
caso  de  que  ellos  no  vengan,  yo  quiero  hacer  la  provisión  nece- 
saria para  ganar  tiempo.  Yo  tengo  aviso  de  Francisco  de  Sala- 
manca que  querían  venir  en  su  compañía.  Lo  que  el  Tesorero  y 
yo  hemos  acordado  para  el  buen  despacho  es  dar  recaudo  á  los 
dos  gentil eshombres  que  de  primero  vinieron  y  enviarlos  con- 
forme al  mandamiento  del  Rey  mi  señor,  los  cuales  serán  des- 
pachados dentro  de  cuatro  días  que  nos  hayan  dado  recado,  y 
luego  despachar  el  de  los  50.000  escudos,  y  acabado  esto  tomar 
la  resta,  y  lo  más  encubierto  y  por  la  mejor  forma  que  me  será 
posible  llevarlos,  y  irnos  el  tesorero  y  yo  cada  uno  por  sí,  ó 
como  viéremos  que  cumplirá  para  el  secreto  y  buen  despacho 
del  negocio.  Esto  nos  ha  parecido  que  será  lo  mejor;  porque  á 
mí  conocen  en  toda  la  tierra  y  el  cargo  que  tengo  y  haberme 
visto  venir  y  agora  tornar  y  después  volver,  que  seria  clara  la 
sospecha;  y  por  evitar  esto  acordamos  que  vaya  el  T(*sorero 
solo,  que  es  hombre  sin  sospecha  y  llevará  los  cien  mil  escudos; 
y  irá  derecho  á  Fuenterrabia  para  cumplir  el  asiento  qué  el  Rey 
hizo  con  los  mercaderes.  Será  necesario  que  S.  M.  me  envié  las 
provisiones  necesarias,  las  cuales  nos  parece  qué  son:  provisión 
para  que  libremente  pueda  llevar  hasta  tantas  acémilas  que  nos 
parece  que  serán  necesarias,  las  cuales  creemos  serán  menester 
hasta  cuatro  6  cinco;  y  estas  si  á  v.  md.  pareciere  pueden  venir 
en  blanco,  porque  acá  se  apretará  y  se  hará  el  más  corto  núme- 
ro, porque  así  conviene;  y  porque  demandarán  ñanzas  de  la 
torna  dellas,  prometer  de  las  tornar  si  no  se  mueren  todo  el 
cumplimiento   y  seguridad  y  apartamiento  de   achaques  que 
V.  md.  enviare,  será  lo  más  seguro.  La  cédula  puede  rezar  con 
título  que  son  bagas  que  S.  M.  envia  á  la  Reina  de  Francia  ó  se 
envían  de  Portugal.  También  hay  necesidad  de  licencia  para"  dos 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  53 1 

caballos  que  ha  de  llevar  el  Thcsorero.  Otra  provisión  es  menes- 
ter para  Francisco  de  Salamanca;  y  el  número  de  los  caballos 
de  posta  venga  en  blanco,  porque  hasta  ahora  no  tengo  recaudo 
mas  del  compañero  que  truxo  consigo.  Otra  provisión  para 
Sancho  Nuñez  de  Ley  va,  ó  su  hijo,  6  lugarteniente  (l)  para  que 
le  acoja  y  ayude  con  el  secreto  que  conviene  y  le  aposente  se- 
guramente y  dé  todo  el  favor  y  ayuda  que  fuere  menester,  con- 
forme á  como  lo  demandare. 

228. 

(Para  el  Presidente  y  Juan  Vazqtiez, — Tor desillas ^  Q  de  Octubre  de  1530,) 

Ilustre  y  Reverendísimo  Señor. — Domingo  á  dos  deste  despa- 
ché mensagero  á  V.  S.  haciéndole  saber  como  yo  era  llegado  en 
esta  villa  y  la  diligencia  que  yo  habia  hecho  acerca  de  Alvaro 
de  Lugo,  el  cual  me  difirió  el  cumplimiento  con  decir  que  era 
necesario  el  oficial  que  tenia  la  cuenta  y  razón  del  dinero,  y  este 
dixo  que  estaba  diez  leguas  de  la  otra  parte  de  Burgos;  y  tomó 
de  plazo  seis  dias  para  le  llamar  y  hacer  venir,  los  cuales  fue 
forzado  que  yo  aguardase,  porque  dixo  no  poder  hacer  otra 
cosa;  y  aun  á  los  ocho  envié  al  Tesorero  Ochoa  de  Landa  á  Va- 
Uadolid  para  que  viese  lo  que  quería  hacer,  porque  yo  diese 
cuenta  de  la  dilación  á  S.  M.;  y  concertó  con  él  que  dentro  de 
cuatro  dias,  que  se  cumplieron  miércoles  á  5  deste,  vernia  á 
Medina  del  Campo  á  dar  recaudo,  veniese  ó  no  su  oficial.  F21 
tiempo  que  se  ha  perdido  desde  que  yo  le  hablé  hasta  que  él  ha 
venido  á  dar  el  cumplimiento,  han  sido  trece  dias;  de  lo  cual  yo 
rendiré  cuenta  al  Emperador  por  mis  letras  de  no  haber  se  ido 
falta  mia.  Agora  estamos  en  una  dificultad  que  es  menester  que 
S.  M.  provea  en  el  remedio  dello  con  toda  diligencia  por  los  in- 
convenientes que  abaxo  diré. 

El  tesorero  Ochoa  de  Landa  fue  aqui  como  concertó  con  Al- 
varo de  Lugo  el  jueves  á  6  deste  á  comer;  y  comenzaron  á  con- 
tar la  moneda  ellos  dos  sin  su  oficial;  y  parece  ser  que  él  tiene 

(i)    De  la  frontera  de  Guipúzcoa. 


332  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

rcscibida  la  moneda  por  peso  y  orden  en  su  valuación  conforme 
á  los  oficiales  que  en  ello  entendieron,  que  fueron  Diego  de 
Ayala  y  Machín  de  Plazencia,  y  la  moneda  está  repartida  en 
cada  talegon  cinco  pesos  de  á  xxvui  marcos,  que  hacen  diez  mil 
escudos  de  peso;  y  contados  los  talegohes  que  es  cada  uno  desta 
suma,  salen  de  cuento  á  x  mil  ciento  cada  uno,  uno  con  otro, 
por  manera  que  los  ciento  de  avantaja  son  para  las  faltas  que 
hay  al  número  del  peso,  que  salen  uno  por  ciento;  y  si  así  se 
recibiesen  como  61  los  dá  que  es  al  número  de  x  mil  de  cuento, 
y  no  á  razón  del  peso  perderíanse  más  de  dos  mil  escudos,  los 
cuales  no  ganada  S.  M.  sino  el  que  los  dá;  y  porque  él  no  los 
quiere  dar  sino  por  cuenta  sin  pesar  las  faltas,  hay  necesidad  que 
S.  M.  le  mande  los  dé  por  peso  como  los  recibió,  que  sin  tomar 
trabajo  de  pesarlos  por  la  brevedad  por  los  mismos  talegones 
que  vienen  señalados;  y  las  cédulas  firmadas  de  Diego  de  Ayab 
y  otro  platero,  los  rescibiré;  y  no  haciéndose  esto,  así  los  mer- 
caderes que  han  de  recibir  los  dineros  en  Fuenterrabía,  no  los 
querrán  tomar  sino  á  peso,  porque  serán  informados  de  cómo 
S.  M.  los  rescibió,  y  querrán  la  misma  valuación  como  personas 
finas  y  que  saben  los  negocios;  y  si  esto  así  acaesciese,  yo  no  pu- 
diéndolo dar  sino  como  los  rescibí,  ellos  harían  su  protesto,  de 
que  se  seguiría  gran  deservicio  á  S.  M.  en  no  hacer  la  provisión 
con  la  presteza  que  demandan  y  en  la  publicación  del  negocio. 
Y  porque  V.  S.  pueda  proveer  en  ello  con  cumplida  informa- 
ción, mandé  llamar  á  Diego  de  Ayala,  platero,  que  ahí  estará,  ó 
á  Machín  de  Plazencia,  que  ellos  ó  cualquier  dellos  informarán 
ser  esto  verdad  como  á  V.  S.  se  escribe;  y  por  más  seguridad 
y  brevedad,  si  á  V.  S.  pareciere,  seria  bien  que  mandase  venir 
en  diligencia  secretamente  á  cualquier  dellos  porque  averigua- 
sen esto  y  nos  quitasen  de  embarazo.  Y  en  esto  mande  V.  S. 
entender  con  toda  diligencia  por  la  necesidad  que  dello  hay, 
porque  á  la  causa  envió  este  mensagero  por  las  postas. 

Por  la  carta  que  al  secretario  Juan  Vázquez  escribí  para  que 
hiciese  dello  relación  á  V.  S.,  le  hice  saber  cómo  se  había  hecho 
el  cambio  de  los  cien  mil  escudos,  conforme  á  la  copia  de  la 
carta  del  Rey  mi  señor  que  yo  envié  para  que  á  V.  S*  se  mos- 


LA  ACCIÓN  DEL  BRUCH  EN  1808.  335 

trase.  Creo  que  estos  mercaderes  están  esperando  en  Fuenterra- 
bia,  pero  no  me  han  dado  aviso  de  su  venida;  y  lo  que  hemos 
acordado  el  Tesorero  é  yo  es  que  despachados  estos  mensage- 
ros  y  el  mercader  de  los  50.000  escudos,  él  tomará  la  moneda 
é  irá  con  ella  á  su  casa,  que  es  en  Álava;  y  allí  la  dexará  á  re- 
caudo y  se  irá  á  verse  primero  con  los  mercaderes  en  Fuente- 
rrabia;  y  sobrevisto  y  concertado  con  ellos  lo  que  se  debe  ha- 
<:er,  hará  llevar  el  dinero  sin  mucho  ruido  ni  publicación. 

Por  la  copia: 
A.  Rodríguez  Villa. 


II. 
LA  ACCIÓN  DEL  BRUCH  EN  1808. 

I. 

Cumpliendo  gustoso  el  mandato  del  Excmo.  Sr.  Director  de 
esta  Real  Academia,  voy  á  informar  lo  que  se  me  ofrezca  acerca 
de  la  obra  titulada  Manresa  al  Bruchy  escrita  en  catalán  por  Don 
José  Servitje  y  Guitart,  beneficiado  de  la  Sede  de  Manresa,  y 
publicada  en  dicha  ciudad  el  pasado  año  de  1903.  Y  lo  haré  con 
alguna  prolijidad,  así  por  lo  atractivo  del  asunto  para  todo  buen 
español,  y  mis  siendo  militar,  como  por  aludirse  en  ella  á  esta 
respetable  Corporación,  á  nuestro  insigne  compañero  el  Exce- 
lentísimo Sr.  Gómez  de  Arteche,  al  no  menos  distinguido  aca- 
démico el  Rvdo.  P.  Fidel  Fita,  y  hasta  cierto  punto  tácitamente 
^  mí  mismo,  que  he  dado  cuenta  en  el  «Memorial  de  Artillería» 
de  la  biografía  de  D.  Antonio  Frach  y  Estaleya  (i)  por  D,  Fran- 
cisco Barado,  y  también  por  impugnarse  en  la  obra  en  cuestión 


(i)  El  ejemplar  que  tuvo  la  bondad  de  regalarme  el  autor  está  ilus- 
trado con  importantes  notas  marginales  de  su  puño  y  letra,  habiendo  yo 
añadido  otra  muy  substancial  del  repetidamente  aludido  en  la  biografía 
Sr.  General  Gómez  de  Arteche  solo  á  mí  dirigida. 

TOMO  XLiv.  22 


334  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

otra  de  D.  José  Puiggarí,  correspondiente  nuestro  que  ha  sido 
en  Barcelona. 

La  obra  sometida  á  mi  examen  es  una  «Vindicación  de  la 
principalidad  de  Manresa  en  la  gloriosa  jornada  del  Bruch  el  6 
de  Junio  de  l8o8,  contra  las  cavilaciones  del  Sr.  D.  José  Puig- 
garí, jefe  del  Archivo  municipal  de  Barcelona»,  y  ocupa  xviii-400 
páginas  en  4.°  Las  cavilaciones  refutadas  forman  un  folleto 
en  4.°,  escrito  en  castellano  é  impreso  en  Igualada  con  el  título 
<^La  jornada  del  Bruck,  Vindicación  de  Igualada  sobre  su  prin- 
cipalidad en  la  misma,  por  D.  José  Puiggarí,  Abogado,  Corres- 
pondiente de  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  de  San  Fer- 
nando, Individuo  de  Número  de  la  de  Buenas  Letras  de  Barce- 
lona, etc.,  etc.» 

De  dos  maneras  se  puede  entender  la  cláusula  de  « lo  que  se 
ofrezca  y  parezca»,  la  una  por  lo  tocante  al  libro  en  sí  mismo,  y 
la  otra  relativa  al  punto  histórico  que  se  dilucida;  pero  siendo 
muy  difícil,  si  no  imposible,  separar  ambos  extremos,  y  tratán- 
dose de  una  de  las  primeras  y  más  notables  etapas  de  nuestra 
gloriosa  lucha  de  la  independencia  nacional  y  de  una  emulación 
noble  y  patriótica  entre  dos  ciudades  á  cual  más  digna  de  elogio 
y  gratitud  cívica,  hablaré  de  todo  un  poco;  no  sin  notar,  en  pri- 
mer término,  en  cuanto  á  los  efectos  de  propaganda  ó  divulga- 
ción, la  desventaja  del  dialecto  escogido  por  Servitje  en  compe- 
tencia con  el  idioma  castellano  que  emplea  su  contrincante,  pues 
aquél  será  muy  poco  leído  fuera  de  Cataluña,  mientras  éste  se 
abrirá  paso  franco  por  toda  España,  y  á  España  entera  interesa 
lo  del  Bruch. 

Aunque  de  muy  atrás  se  venían  discutiendo  los  pretendidos 
derechos  de  Manresa  é  Igualada  en  artículos,  memorias,  discur- 
sos, cartas,  coplas  y  conversaciones,  la  disputa  no  se  agrió  ni 
tomó  serias  proporciones  hasta  que  en  Diciembre  de  1884  el 
Ayuntamiento  del  Bruch,  secundado  por  otros  circunvecinos, 
acordó  erigir  en  el  lugar  de  los  sucesos  un  monumento  conme- 
morativo de  las  victorias  allí  alcanzadas  contra  las  tropas  napo- 
leónicas en  1808,  y  á  cuyo  acuerdo  el  Concejo  de  Manresa  no 
quiso  adherirse,  alegando,  erróneamente,  que   tal  monumento 


LA  ACCIÓN  DEL  BRUCH  EN  l8o8.|  535 

había  sido  ya  otorgado  á  esta  ciudad  por  la  Regencia  del  Reino 
en  1812. 

Esta  disidencia  suscitó  nueva  y  más  cruda  polémica  periodís- 
tica entre  manresanos  é  igualadinos,  que  se  agravó  más  todavía 
en  1 89 1  con  motivo  de  haber  insistido  Manresa  en  la  realización 
de  su  propio  y  exclusivo  monumento.  Entonces  fué  cuando  el 
Sr.  Puiggarí  decidió  terciar  formalmente  «para  extinguir  la  dis- 
cordia y  poner  en  su  punto  la  verdad»,  publicando  en  La  Van- 
guardia de  Barcelona,  desde  Septiembre  de  1 891  á  Noviembre 
de  1892,  una  serie  de  artículos  que  luego  se  convirtieron  en  el 
citado  libro  La  jomada  del  Bruch^  pretendiendo  evidenciar  que 
en  el  hecho  de  armas  del  Bruch,  de  6  de  Junio  de  1808,  corres- 
pondió la  prioridad  á  los  igualadinos  por  su  mayor  contingente 
en  hombres  y  armas,  por  el  mayor  número  de  bajas  sufridas, 
por  el  apresamiento  de  más  importante  botín  y  por  haber  osten- 
tado la  bandera  de  combate;  no  logrando  convencer  á  los  par- 
tidarios de  Manresa,  que  persistían  en  la  superior  importancia 
de  sus  merecimientos  en  aquella  memorable  ocasión. 

En  este  último  sentido  predicó  un  sermón  el  Sr.  Servitje  en 
la  Seo  de  Manresa  el  16  de  Junio  de  1901,  durante  la  acostum- 
brada fiesta  conmemorativa  de  la  jornada  del  Bruch,  que  en  lo 
referente  á  la  prioridad  fué  combatido  con  vehemencia  en  La 
Vanguardia  (i)  por  el  Sr.  Puiggarí,  retando  al  predicador  á  dis- 
cutir y  demostrar  sus  aseveraciones.  Aceptado  inmediatamente 
el  reto  en  carta  dirigida  á  su  contradictor,  puso  en  seguida  ma- 
nos á  la  obra  el  Sr.  Servitje  en  busca  de  documentos  é  informes 
justificativos,  haciendo  públicos  los  resultados  de  sus  investiga- 
ciones en  artículos  que  vieron  la  luz  en  el  periódico  La  Veritat 
en  los  años  de  1 90 1  y  1 902,  de  los  que  enviaba  directamente 
ejemplares  al  retador,  sin  que  éste  rompiera  su  absoluto  silen- 
cio hasta  su  íallecimiento  ocurrido  en  Marzo  de  1903.  Con  estos 
artículos,  aumentados  según  sucesivos  descubrimientos,  se  for- 
mó en  1903  el  libro  Manresa  al  Bruch^  objeto  primordial  del 
presente  trabajo. 

(i)    Número  6.494,  Julio  de  190 1. 


336  BOLETÍN  DB  LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

Para  mejor  formar  juicio  y  restablecer  la  verdad  contra  las 
fantasías  y  fábulas,  hipérboles,  contradicciones  y  errores  hasta 
de  los  mismos  testigos  presenciales,  creo  conveniente  hacer  una 
reseña  de  la  jornada  llamada  impropiamente  batalla  del  Bruch, 
fundada  en  datos  ñdedignos  autorizados  y  de  pública  notoriedad, 
con  lo  que  se  comprobará  una  vez  más  el  heroísmo  de  los  cata- 
lanes de  1808  y  la  impericia  de  las  tropas  napoleónicas  en  aque- 
lla función  de  guerra  (l). 

II. 

Los  ánimos  de  los  catalanes,  como  los  de  todos  los  españoles, 
se  hallaban  muy  soliviantados  desde  los  crueles  fusilamientos  de 
Madrid  el  Dos  de  Mayo  de  1808,  por  la  conducta  más  que  sos- 
pechosa de  los  falsos  aliados  extranjeros.  En  esto,  la  mañana 
del  2  de  Junio  del  mismo  llegó  á  Manresa  la  dotación  de  papel 
resellado  (2)  que  imponía  el  gobierno  intruso;  y  el  pueblo,  albo- 
rotado, lo  quemó  en  la  calle,  dando  entusiastas  vivas  á  Dios,  pa- 
tria y  Rey,  y  furibundos  mueras  á  los  franceses.  La  justicia, 
cloro  y  personas  notables  prestaron  su  asentimiento  y  secunda- 
ron la  conducta  popular  recorriendo  la  población  adornados  con 
la  escarapela  nacional,  calmando  la  efervescencia  irreflexiva  6 
inspirando  serenidad  para  regularizar  y  fortalecer  la  acción  co- 
mún. El  gobernador  militar  dio  una  proclama  patriótica  anun- 
ciando disposiciones  belicosas,  y  la  misma  tarde  quedó  consti- 
tuida una  Junta  de  gobierno  compuesta  de  las  autoridades  mili- 
tares, civiles  y  eclesiásticas,  de  concejales,  canónigos  y  superio- 
res de  los  conventos,  y  de  los  vecinos  principales  de  la  ciudad. 
Esta  Junta  empezó  á  funcionar  inmediatamente,  adoptando  me- 
didas de  defensa  en  previsión  de  los  actos  represivos  y  de  ven- 


(i)  Aunque  lo  corriente  es  llamar  invasión  írancesa  á  aquella  incalifi- 
cable tropelía,  yo  evito  aquí  achacar  concretamente  á  Francia  la  empresa 
de  Napoleón  á  que  me  refiero,  en  la  que  tomaron  parte  por  lo  menos 
tropas  francesas,  italianas  y  suizas. 

(2)  Este  era  el  del  sello  ordinario  del  año  con  el  aditamento  «Valga 
por  el  gobierno  del  Lugarteniente  del  reino». 


LA  ACCIÓN  DEL  BRUCH  EN  l8oS.  537 

ganza  que  muy  fundadamente  se  temían  de  las  tropas  enemigas 
por  aquella  abierta  y  formal  rebelión,  la  primera  de  su  género  y 
alcance  en  el  Principado. 

La  Junta  no  cesó  un  momento  ya  en  sus  preparativos  marcia- 
les. Estableció  talleres  de  fundición  de  balas,  confección  de  car- 
tuchos y  reparación  de  armas  que  se  requisaron  en  la  localidad 
y  se  pidieron  á  otras  partes;  mandó  tocar  laS  campanas  á  rebato 
ó  somatén,  y  pidió  auxilio  á  todas  las  poblaciones  del  territorio 
próximas  y  lejanas;  ordenó  ejercicios  devotos  en  los  templos 
implorando  la  protección  divina,  y  recurrió  á  cuanto  reclamaba 
tan  crítica  situación,  entre  otras  cosas  á  enviar  agentes  secretos 
á  Barcelona  para  dar  cuenta  de  todo  al  Capitán  general  Ezpe- 
leta  y  para  inquirir  las  intenciones  y  providencias  del  General  en 
jefe  de  los  invasores.  Desempeñó  satisfactoriamente  esta  delicada 
comisión  el  canónigo  D.  Ramón  Montaña. 

Aunque  fructífera,  fué  muy  laboriosa  la  misión  de  la  Junta. 
Todo  faltaba  en  un  principio,  menos  la  pólvora,  que  suministra- 
ban con  relativa  abundancia  los  seculares  molinos  allí  existen- 
tes (l);  pero  el  espíritu  guerrero  de  aquellos  habitantes  y  el  ins- 
tinto de  conservación  sugirieron  ingeniosos  recursos,  lo  mismo 
que  más  adelante  había  de  suceder  en  Gerona  y  Zaragoza,  como 
fué,  después  de  agotado  todo  el  plomo,  incluso  las  pesas  de  los 
relojes  de  pared,  convertir  en  proyectiles  las  varillas  de  hierro 
de  las  cortinas,  cortándolas  en  trozos  proporcionados  y  aguzan- 
do éstos  por  uno  de  sus  extremos,  especie  de  balas  cilindro- 
ojivales,  ideadas  por  D.  Manuel  Casaña,  que  causaron  mucho 
daño  y  terror  al  enemigo,  porque  atravesaban  las  corazas  de  la 
caballería. 

También  imaginó  la  Junta  un  plan  de  campaña  muy  propio 
de  las  circunstancias,  según  acreditó  el  suceso.  En  ese  plan,  que 
contrasta  con  la  ausencia  del  de  los  contrarios,  entraba  la  previ- 


(i)  En  ellos  se  fabricó  por  empresas  particulares  desde  principios 
del  siglo  XVI  hasta  1779,  en  que  los  adquirió  la  Real  Hacienda.  Se^ún  las 
Memorias  del  químico  francés  Proust,  exprofesor  de  su  especialidad  en 
el  Colegio  de  Artillería  de  Segovia,  aquellos  molinos  eran  los  que  mejor 
pólvora  producían  en  Europa. 


33^  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

sión  de  guardar  y  defender,  como  lo  hicieron,  las  tres  ave- 
nidas que  conducen  á  Manresa,  á  saber:  la  de  Casa  Massana,  que 
ora  la  más  amenazada;  la  de  Monistrol  y  la  de  Coll  de  David, 
que  fué  la  confiada  á  la  compañía  de  estudiantes  de  Vich,  por 
lo  que  no  pudieron  compartir  éstos  de  presente  las  glorias  de  la 
jornada. 

Todas  las  poblaciones  convocadas  correspondieron  rápida  y 
cumplidamente  al  llamamiento,  cada  cual  en  la  medida  de  sus 
facultades;  pero  merece  consignarse,  y  se  debe  tener  presente, 
que  se  recogieron  del  castillo  de  Cardona  algunas  armas  de  fue- 
go, y  que  la  villa  de  Sampedor  envió  más  de  lOO  fusiles,  de  un 
depósito  que  allí  había  desde  la  guerra  anterior.  Todas  las  clases 
sociales  también  cooperaron  como  mejor  pudieron  al  desenlace 
del  conflicto,  siendo  muy  de  notar  la  participación  activa  del 
clero  regular  y  secular,  no  solo  con  sus  preces  y  actos  religio- 
sos y  con  su  ayuda  material  en  los  trabajos  preparatorios,  sino 
por  su  presencia  en  las  filas  infundiendo  valor  á  los  combatien- 
tes y  ejerciendo  mandos  militares.  En  este  punto,  aparte  del 
vanamente  discutido  canónigo  Montaña,  bien  sabido  es  que  la 
compañía  de  seminaristas  de  Vich,  nombrada  de  Santo  Tomás 
de  Aquino,  tenía  por  capitán  al  canónigo  D.  Tomás  Barrio;  que 
el  somatén  de  Sallent  estaba  mandado  por  el  párroco  D.  Anto- 
nio Toll;  que  el  vicario  de  Olesa  fué  quien  ideó  y  dirigió  la  opor- 
tuna destrucción  del  puente  de  Abrera,  etc.,  etc. 

Mientras  sucedían  estas  cosas,  Duhesme,  general  en  jefe  del 
ejército  imperial  de  Cataluña,  con  arreglo  á  los  proyectos  de  Na- 
poleón, disponía  salieran  de  Barcelona  dos  fuertes  columnas  de 
tropa,  la  una  á  cargo  del  general  Chabran,  con  dirección  á 
Valencia,  pasando  por  Tarragona,  para  darse  la  mano  con  el 
cuerpo  de  ejército  de  Moncey,  destinado  á  apoderarse  de  la  ciu- 
dad del  Turia,  y  la  otra  al  mando  del  general  Schwartz,  con 
rumbo  á  Zaragoza,  pasando  por  Lérida,  para  coadyuvar  á  las 
operaciones  del  cuerpo  de  ejército  de  Lefebvre,  presunto  con- 
quistador de  la  capital  de  Aragón. 

Esta  segunda  columna,  compuesta  de  3.800  hombres  de  infan- 
tería y  caballería  con  dos  cañones  de  á  4,  en  vista,  sin  duda,  de 


LA  ACCIÓN  DEL  BRUCH  EN  1808.  339 

lo  ocurrido  en  Manresa  y  por  la  significación  que  á  los  subleva- 
dos y  sus  comarcanos  podían  dar  los  ya  mencionados  molinos 
de  pólvora,  recibió  orden  de  rodear  por  dicha  ciudad  (l)  para 
escarmentarlos,  mediante  una  contribución  de  75^.000 'francos 
y  un  simulacro  de  severísimo  castigo  á  los  sediciosos,  á  quienes 
luego  se  perdonaría  pretextando  la  suma  benignidad  del  Empe- 
rador. Igualmente  llevaba  el  encargo  de  destruir  los  molinos  de 
pólvora. 

Verdaderamente  aquellos  ensoberbecidos  extranjeros  tenían 
una  confianza  soberana  en  sí  mismos  y  un  desconocimiento 
absoluto  del  carácter  de  los  españoles.  Lanzar  semejante  colum- 
na á  lugares  tan  lejanos  sin  cubrir  los  puntos  estratégicos  ni  ase- 
gurar la  comunicación  con  Barcelona;  efectuarlo  á  través  de  pa- 
rajes tan  escabrosos  poblados  de  enemigos,  ó,  por  lo  menos,  de 
descontentos,  según  debía  constarles,  y  no  adoptar  ninguna  de 
las  precauciones  de  seguridad  más  elementales,  fué  empresa 
temeraria  de  que  no  podía  esperarse  nada  bueno,  como  acredi- 
taron los  hechos;  y  dejarse  derrotar  vergonzosamente  por  enjam- 
bres de  paisanos  que  solo  contaban  con  una  valentía  indomable 
y  decidida  resolución  de  morir  por  la  patria,  fué  percance  inve- 
rosímil en  tan  experimentados  guerreros.  Yo  creo  que  si  alguien 
mereció  los  rigores  de  un  consejo  de  guerra  fué  Schwartz  en 
aquel  trance,  y  que  Duhesrae  era  acreedor  á  la  justa  censura 
fulminada  por  Napoleón. 

En  la  tarde  del  4  de  Junio  partió  de  Barcelona  la  columna  de 
Schwartz,  llegando  aquel  mismo  día  una  parte  á  Martorell  y  el 
resto  al  siguiente.  Allí  se  detuvieron  á  causa  de  una  lluvia  torren- 
cial hasta  la  mañana  del  6,  parada  providencial  para  los  soma- 
tenes, pues  les  permitió  recibir  avisos  y  acudir  á  sus  puestos  á 
tiempo,  demostrando,  de  paso,  las  deficientes  informaciones  de 
los  expedicionarios  6  su  menosprecio  de  la  prontitud  de  movi- 
mientos en  la  guerra.  De  ocho  á  nueve  de  dicho  día  fatal  perma- 
necieron en  Esparraguera,  donde  dejaron  media  docena  de  jine- 


(i)     Téngase  presente  cómo  estaban  trazadas  las  comunicaciones  de 
entonces. 


^o  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

tes  aislados  para  el  servicio  de  correos  con  Barcelona,  y  después 
de  haber  pregonado  bandos  despóticos  y  sanguinarios  desfilaron 
adelante,  precedidos  de  una  avanzada  de  caballería  pesada,  6 
más  bien  pesadísima,  por  aquellos  andurriales,  pormenores  de 
que  estaban  bien  instruidos  los  patriotas  catalanes. 

En  tanto  el  5  se  presentaron  en  el  Bruch  dos  grupos  de  hom- 
bres destacados  de  Manresa  é  Igualada,  aquél  mandado  por  don 
Francisco  Riera,  y  éste  por  D.  Juan  Llimona,  los  cuales,  á  pesar 
del  furioso  temporal  que  detuvo  á  los  de  Schwartz,  se  ocuparon, 
con  ayuda  de  los  campesinos  de  los  alrededores,  en  obstruir  las 
avenidas  de  sus  respectivas  ciudades,  para  embarazar  el  tránsito 
de  la  caballería  y  artillería  enemigas.  El  primero  cortó  el  cami- 
no, por  bajo  de  Casa  Massana,  con  una  zanja  de  25  pies  de  an- 
chura y  17  ó  18  de  profundidad,  y  el  segundo  amontonó  en  la 
carretera  árboles  y  peñas  desde  Casa  Sola  de  la  Roca,  á  dos 
kilómetros  del  Bruch,  hasta  Casa  Lluciá  de  las  Parras;  y  también 
pusieron  en  el  suelo  unos  «hierros  triangulares»,  que  no  eran  sino 
los  llamados  abrojos,  disposiciones  todas  atribuidas  á  D.  Manuel 
Casaña,  el  mismo  de  las  balas  de  hierro  de  varillas.  En  la  ma- 
drugada del  6  salió  de  Manresa  el  grueso  de  su  contingente,  con 
el  canónigo  Montaña  á  su  cabeza,  que  se  incorporó  á  la  fuerza 
antedicha,  uniéndoseles  22  paisanos  armados  del  Bruch,  y  algu^ 
nos  otros  de  los  pueblos  inmediatos,  guiados  por  D.  Juan  Colón, 
formando  entre  todos  un  conjunto  de  más  de  300  hombres,  bien 
poca  cosa,  numéricamente,  en  comparación  de  los  3.8c»  de 
todas  armas  aguerridos  y  bien  pertrechados,  á  quienes  aguarda- 
ban; pero  ellos  tenían  fe  ciega  en  la  Virgen  de  Monserrat,  que 
los  contemplaba  y  protegía  desde  las  vecinas  cumbres,  y  con- 
fiaban en  las  determinaciones  de  la  Junta  de  Manresa,  á  la  que 
se  debía  el  bien  meditado  plan  seguido  hasta  la  retirada  del 
adversario,  pues  tan  felices  combinaciones  no  es  lícito  achacará 
caprichos  de  la  casualidad. 

Es  menester  ahora  tener  presente  la  topografía  del  campo  de 
acción  (i).  El  célebre  y  temido  paso  del  Bruch,  que  el  cultivo  y 

(i)    Conviene  consultar  los  mapas  contemporáneos. 


j 


LA  ACCIÓN  DEL  BRUCH  EN  1808.  54 1 

las  obras  públicas  han  convertido  en  un  paisaje  ameno  y  pinto- 
resco, era  entonces  un  terreno  agreste  y  fragoso  lleno  de  aspe- 
rezas, rocas,  barrancos,  matorrales  y  espesos  pinares,  tan  favo- 
rable á  los  fines  de  los  defensores  como  opuesto  á  los  de  los 
agre^res.  A  cosa  de  kilómetro  y  medio  del  Bruch  de  Dalt  (6 
Bruch  de  arriba)  y  antes  de  la  confluencia  del  camino  de  Man- 
resa  con  la  carretera  de  Igualada  (que  no  ha  cambiado  de  lugar, 
aunque  sí  de  forma  y  condiciones),  en  donde  está  ahora  la  case- 
ta de  peones  camineros  llamada  «de  la  Venta»  hace  dicha  carre- 
tera una  revuelta,  formando  el  suelo  una  especie  de  anfiteatro, 
cuya  parte  de  abajo  carecía  totalmente  de  acceso,  y  en  la  alta 
había  un  pinar  impenetrable  con  macizos  de  roca  viva  por  delan- 
te (pinar  hoy  muy  claro  y  rocas  arrancadas  para  grava  de  la 
vía),  lo  que  constituía  un  estrecho  desfiladero  por  donde,  sin 
remedio,  tenia  que  pasar  la  columna.  En  este  pinar  se  ocultaron 
los  somatenes  para  sorprender  á  sus  adversarios. 

Acercábase  descuidado  el  enemigo,  cuando,  al  pasar  cerca  de 
la  casa  de  D.  Emilio  Pascual,  pocos  pasos  distante  del  Bruch  de 
abajo,  recibió  una  descarga  de  ocho  imprudentes  paisanos  (i) 
apostados  en  el  sitio  conocido  por  Pozo  del  Glag.  Entonces  des- 
plegó Schwartz  el  ala  derecha  de  su  tropa,  que  pasó  el  torrente 
contiguo,  llegando  al  Bruch  viejo  ó  «de  la  otra  banda»,  y  avan- 
zó paralelamente  á  la  columna  hasta  el  Bruch  de  en  medio  (en 
cuyo  recorrido  atrepellaron,  saquearon  y  mataron  á  su  gusto),  y 
viendo  que  no  se  oponía  resistencia  se  replegó  al  grueso  en  el 
paraje  titulado  «el  juego  de  trucos»,  continuando  todos  carrete- 
ra arriba,  hasta  la  llanada  «Pía  de  la  Cova»,  donde  hicieron  alto 
para  descansar  y  preparar  los  ranchos,  allí,  al  borde  de  su  per- 
dición. 

La  susodicha  avanzada  de  coraceros  siguió  su  marcha,  y  á  eso 
de  las  once  de  la  mañana  embocó  en  el  desfiladero  en  que  esta- 
ba prevenida  la  celada,  sin  llevar  exploradores  para  evitar  sor- 
presas, á  pesar  de  la  alarma  del  Pou  del  Glag.  Los  somatenes,  por 


(i)    Cuatro  del  Bruch,  dos  de  Collbató  y  dos  de  Manresa,  y  éste  fué  el 
primer  disparo  contra  los  franceses. 


342  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADElflA   DE    LA   HISTORIA. 

SU  parte,  aguardaron  a  que  la  cabeza  de  la  avanzada  ganase  el 
otro  extremo  del  paso;  entonces  rompió  un  nutrido  tiroteo  en 
toda  la  línea,  con  terribles  efectos  por  la  corta  distancia  y  por  las 
famosas  balas  puntiagudas  de  hierro,  obligando  á  los  coraceros  á 
volver  grupas  y  escapar  á  todo  correr  hacia  la  columna,  Ao  sin 
dejar  el  recodo  sembrado  de  muertos  y  hcíridos. 

Repuesto  el  general  del  susto,  ordenó  un  reconocimiento  por 
cantidad  suficiente  de  infantería  y  caballería,  con  intención  de 
envolver  á  los  emboscados;  propósito  infantil,  pues  no  habían  de 
aguardar  éstos  á  pie  quieto  á  fuerzas  tan  superiores  una  vez 
logrado  el  único  objeto  posible  de  desconcertar  y  desmoralizar 
al  enemigo. 

En  efecto,  los  catalanes  se  dividieron  en  dos  porciones  des- 
iguales, que  se  retiraron  ordenadamente;  la  menor,  en  que  iban 
los  de. Igualada,  camino  de  esta  localidad,  y  la  mayor,  á  que  per- 
tenecían los  de  Manresa,  hacia  el  alto  de  Casa  Massana,  siendo 
esta  la  acometida  por  los  del  reconocimiento,  no  solo  por  ser  la 
más  importante,  sino  por  llevar  la  dirección  señalada  ala  colum- 
na. Los  manresanos  se  batieron  serenamente  en  retirada,  y  ha- 
ciéndose fuertes  en  el  difícil  paso  de  Casa  Massana,  que  era  el 
punto  capital,  detuvieron  algún  tiempo  á  sus  perseguidores, 
hasta  que,  cediendo  al  número,  lo  abandonaron.  Situáronse  á 
corta  distancia,  en  observación,  sin  ser  molestados,  ínterin 
acudían  los  somatenes  convocados,  que  no  tardaron  en  llegar, 
y  no  hubieran  llegado,  ni  aun  llegando  habrían  conseguido 
las  ventajas  que  se  verán,  si  aquella  tropa  hubiera  persegui- 
do á  los  desalojados,  ocupando  otras  tropas  de  reserva  á  Casa 
Massana. 

Sería  la  una  de  la  tarde  cuando  apareció  el  somatén  de  Sam- 
pedor,  mandado  por  D.  Juan  Viñes,  seguido  á  corta  distancia 
por  el  de  Sallent,  á  cargo  del  presbítero  D.  Antonio  Toll,  y  por 
el  de  Moya,  sumando  entre  los  tres  unos  250  hombres;  el  pri- 
mero, el  más  fuerte  y  mejor  armado,  con  lOO  fusiles  de  guerra, 
y  acompañado  del  legendario  tambor  de  la  cofradía  de  los  Dolo- 
res, que  tan  significativo  y  ponderado  papel  estaba  llamado  á 
desempeñar.  Conducían,  además  de  sus  respectivas  municiones, 


LA  ACCIÓN  DEL  BRUCH  EN  1808.  343 

seis  cargas  de  cartuchos  que  les  había  confiado,  á  su  paso,  la  Jun* 
ta  de  Manresa,  incansable  en  sus  buenos  oficios. 

Unidos  todos,  asaltaron  con  ímpetu  furioso  y  recuperaron  á 
Casa  Massana,  que  evacuaron  sus  últimos  posesores  precipi- 
tándose descompuestamente  en  el  campamento  del  Plá  de  la 
Cova,  donde  introdujeron  un  pánico  insuperable,  como  si  todos 
los  moradores  de  Cataluña  estuvieren  echándose  encima.  Dícese 
que  los  redobles  y  toques  reglamentarios  de  la  caja  de  Sampe- 
dor  hicieron  suponer  la  presencia  de  tropas  regulares,  lo  cual  no 
disculparía  la  desbandada,  pudiendo  haber  pedido  socorro  al 
grueso  de  la  columna,  que  no  estaba  tan  lejos,  y,  en  último  caso, 
retirarse  con  método;  esto  aparte  de  que  la  tropa  española  más 
cercana  era  el  exiguo  y  mermado  regimiento  de  Extremadura, 
acantonado  en  Tárrega,  provincia  de  Lérida,  que  no  era  para 
acobardar  á  aquellos  vencedores  universales. 

Después  de  esto  se  incorporó  el  pelotón  que  se  había  retirado 
por  el  camino  de  Igualada  y  presenciaba  los  insinuados  episodios 
desde  las  alturas,  y  con  éste  el  grueso  del  somatén  de  dicha  ciu- 
dad, ostentando  su  pendón  municipal,  y  computado  en  l8o  hom- 
bres con  120  armas  de  fuego.  A  continuación  sobrevinieron  los 
contingentes  de  Monistrol,  Balsa reny.  Artes,  Guardiola,  Castell- 
tersol,  Avinyó,  Rajadell  y  otros  y  otros,  y  una  partida  de  la 
compañía  escolar  de  Santo  Tomás  de  Aquino,  que  había  solici- 
tado y  conseguido  acudir  en  asistencia  inmediata  de  Manresa;  y 
todos  concertados  embistieron  á  Schwartz  con  esfuerzo  inaudito 
al  grito  de  ¡viva  la  Virgen  de  Monserrat!  Y  este  general,  que  no 
había  organizado  la  debida  vigilancia  y  seguridad  en  su  campo, 
ni  reforzado  la  posición  de  Casa  Massana,  ni  sostenido  la  retira- 
da  de  los  suyos,  ni  opuéstose  á  la  concentración  de  los  somate- 
nes, tampoco  acertó  á  contener  á  su  gente,  y  se  pronunció  en 
retirada,  acosado  terriblemente  por  los  enardecidos  paisanos. 

A  eso  de  las  cinco  de  la  tarde  lleofó  la  columna  á  la  .llanada 
Pía  del  Alzinar,  entre  el  Bruch  y  Collbató,  á  2  km.  del  primero; 
y  juzgándolo  Schwartz  emplazamiento  favorable  para  sacar  par- 
tido de  sus  recursos  y  tener  á  raya  á  los  somatenes,  hizo  frente 
y  se  trabó  un  combate  de  cerca  de  dos  horas,  que  fué  la  parte 


344  boletín  de  la  rbal  academia  de  la  historia. 

más  grave  y  se  puede  considerar  decisiva  de  la  jornada.  Aunque 
los  catalanes  eran  la  tercera  ó  cuarta  parte  de  los  imperiales  y 
no  tenían  organización,  táctica,  buen  armamento  ni  nada  de  lo 
que  sobraba  á  los  otros,  como  estaban  poseídos  de  entusiasmo 
y  de  la  justicia  de  su  causa  y  eran  conocedores  del  terreno,  sa- 
lieron triunfantes,  obligando  al  enemigo  á  emprender  de  nuevo 
el  retroceso,  esta  vez  en  peores  condiciones  por  su  mayor 
quebranto  moral  y  material  y  por  lo  avanzado  de  la  hora. 

Llevaban  intento  de  fortificarse  en  Esparraguera,  adonde  arri- 
baron á  las  diez  de  la  noche,  y  allí  defenderse  en  expectativa  de 
auxilio  de  Barcelona;  pero  los  vecinos  (que  habían  dado  muerte 
á  los  individuos  del  retén  de  caballería),  conociendo  las  circuns- 
tancias de  los  imperiales,  barrearon  con  maderos  y  cuantos  ob- 
jetos apropiados  hubieron  á  la  mano  la  calle  única  por  donde 
éstos  tenían  que  pasar,  y  parapetados  en  sus  casas  los  abruma- 
ron y  causaron  muchísimo  daño  con  toda  suerte  de  objetos  arro- 
jadizos que  habían  acopiado.  Además  inutilizaron,  como  ya  he 
indicado,  los  pies  derechos  del  puente  de  vigas  que  había  sobre 
el  Abrera,  á  la  salida  del  pueblo;  y  no  habiéndolo  reconocido  los 
fugitivos  por  el  aturdimiento,  por  la  premura  ó  por  la  obscuri- 
dad, se  hundió  al  pasar  el  segundo  cañón,  cayendo  éste  al  río 
con  algunos  carros  de  municiones,  que  abandonaron,  volando 
los  últimos. 

Los  somatenes  acechaban  á  la  columna  á  la  extremidad  de  la 
población  y  continuaron  acompañándola  en  iguales  términos,  en 
cuanto  lo  permitía  la  obscuridad  de  la  noche,  hasta  Martorell, 
donde  llegaron  hacia  las  cuatro  de  la  madrugada  del  7.  Aquí  los 
habitantes,  que  la  tarde  antes  habían  interceptado  y  maltrecho  un 
destacamento  que  con  varios  carros  seguía  las  huellas  de  la  co- 
lumna, temerosos  de  represalias  abandonaron  el  pueblo  ó  se  en- 
cerraron en  sus  casas  sin  hacer  resistencia,  y  el  enemigo  pasó 
de  largo.  El  destrozo  de  éste  habría  sido  casi  completo  si  el  ve- 
cindario se  hubiera  conducido  como  el  de  Esparraguera  y  si  se 
hubiera  cortado  el  puente  de  madera  que  á  la  salida  había  sobre 
el  Noya.  En  San  Feliú  procuraron  reponerse  un  poco  los  fla- 
mantes napoleónicos,  y  á  la  caída  de  aquella  misma  tarde  empc- 


LA  ACCIÓN  DEL  DRUCH  EK  1808.  345 

zaron  á  entrar  en  Barcelona,  en  el  miserable  estado  consiguiente 
á  la  catástrofe;  y  este  es  el  principio  del  fin  de  la  triunfal  y 
avasalladora  carrera  del  invencible  Bonaparte. 

Las  pérdidas  de  los  aventureros,  según  los  cálculos  más  pro- 
bables y  admitidos,  ascendieron  á  cerca  de  400  muertos,  entre 
ellos  más  de  60  de  caballería,  y  multitud  de  heridos:  en  Barce- 
lona parece  que  los  médicos  curaron  400  de  las  pedradas  y  con- 
tusiones  de  Esparraguera.  Los  catalanes  tuvieron  13  6  14  muer- 
tos y  unos  cuantos  heridos,  de  los  que  correspondieron  cinco  á 
Igualada  y  ninguno  á  Manresa;  y  se  concibe,  pues  se  batieron 
generalmente  diseminados  y  resguardados,  mientras  los  otros  lo 
verificaron  en  masa,  á  cuerpo  descubierto  y  la  mayor  parte  del 
tiempo  en  retirada,  presentando  la  espalda  y  el  costado  á  sus 
adversarios:  aquéllos  se  manejaban  con  serenidad,  como  tirando 
al  blanco,  y  éstos  con  la  zozobra  y  temor  natural  de  quien  se 
considera  perdido. 

Dice  el  general  Gómez  de  Arteche:  «Tan  decisiva  fué  la  vic- 
toria del  Bruch,  que  no  solo  retardó  la  ejecución  de  las  opera- 
ciones ideadas  para  ayudar  á  Lefebvre  y  á  Moncey  en  sus  em- 
presas contra  Zaragoza  y  Valencia,  sino  que,  levantado  el  espí- 
ritu de  todo  el  Principado,  produjo  la  nueva  derrota  de  Chabran 
y  Schwartz,  en  los  mismos  lugares  del  Bruch,  la  resistencia  dos 
veces  feliz  de  los  gerundenses  y  la  retirada  general  del  cuerpo 
de  ejército  de  los  Pirineos  orientales  al  recinto  de  la  plaza  de 
Barcelona».  Tales  eran  los  españoles  de  entonces:  todos  verda- 
deros católicos,  patriotas  y  realistas  incondicionalmente  y  sin 
divergencias.  ¿Obrarían  lo  mismo  los  de  ahora,  influidos  por  sus 
contradictorios  ideales,  intereses  y  procedimientos? 

TIL 

He  juzgado  indispensable  el  conocimiento  de  los  hechos  para 
el  análisis  y  comparación  de  los  libros,  y  ahora  voy  á  proceder 
á  esto  empezando  por  el  que  ha  dado  origen  y  nacimiento  al  de 
mi  cometido. 

Puiggarí  se  anuncia  en  su  obra  francamente  conciliador.  Dice 


346  BOLETÍN   DB    LA   REAL  ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

que  lo  del  Bruch  «no  puede  negarse  fué  un  suceso  colectivo,  de 
glorificación  común,  no  proporcionado  al  trabajo  de  cada  uno 
según  sus  fuerzas,  sino  en  absoluto,  porque  el  espíritu  de  deci- 
sión y  el  esfuerzo  eran,  y  no  podían  menos  de  ser,  iguales,  sin 
que  pueda  atribuirse  la  gloria  de  aquel  día  á  cualquiera  de  los 
somatenes  que  tomaron  parte»;  pero  luego  el  libro  entero  se 
ocupa  en  analizar  y  condenar  la  pretensión  de  exclusivismo  de 
Manresa,  porque  tiende  á  ofuscar  el  mérito  de  los  demás,  siendo 
así,  según  él,  que  no  fué  la  iniciadora  del  movimiento,  ni  la 
principal  instigadora  del  combate,  ni  la  que  á  él  aportó  mayores 
elementos,  ni  la  única  ó  siquiera  la  mayor  en  servicios  para  ase- 
gurar el  triunfo.  Todo  esto  le  pertenece  á  Igualada,  á  la  que,  á 
pesar  de  lo  dicho,  sí  reconoce  privilegio  de  exclusivismo. 

Y  aunque  concede  que  aquel  drama  comenzó  en  Manresa  con 
la  quema  del  papel  sellado,  sostiene  que  el  movimiento  insurrec- 
cional se  anticipó  en  Lérida,  en  el  mismo  Igualada  y  en  otras 
partes;  y  que  á  haber  llegado  los  actos  de  rebeldía  de  estas  po- 
blaciones á  noticia  de  Duhesme  y  humilládose  á  éste  los  nota- 
bles de  ellas,  como  los  de  Manresa,  las  habrían  alcanzado  igual- 
mente los  rigores,  sin  que  el  haber  juzgado  más  culpable  á  esta 
última  implique  «una  primacía  legítima  y  honrosa». 

En  cuanto  á  Juntas  de  defensa  dice  que  no  se  sabe,  ni  impor- 
ta, dónde  se  constituyó  la  primera. 

Asegura  que  Montaña  era  afrancesado  y  fué  quien  denunció 
á  Duhesme  las  demasías  é  intenciones  de  los  manresanos;  que 
este  canónigo  no  se  halló  en  la  jornada  del  Bruch  (ni  ningún 
otro  clérigo  tampoco),  habiendo  sido  D.  Mariano  Garrió  el  jeíe 
de  los  de  esta  ciudad;  que  la  misma  no  aprontó  arriba  de  50  ó  6o 
hombres  (y,  según  algunos,  solamente  1 7  con  una  pañolada  de 
cartuchos);  que  no  tuvo  bajas  por  tan  escaso  número  de  com- 
batientes y  corta  participación  en  la  lucha;  que  no  asistió  á  la 
persecución  del  enemigo,  y  que  si  bien  no  hubo  caudillo  supe- 
rior á  quien  los  demás  obedeciesen,  Franch  era  el  único  de  con- 
diciones para  jefe.  Finalmente,  trata  con  dureza  y  rebaja  á 
Manresa  aun  en  cosas  ajenas  á  la  cuestión  (atribuyéndole  todas 
las  paparruchas  propaladas  en  diversos  tiempos  y  lugares  acerca 


LA  ACCIÓN  DEL  BRUCH  BN  1808.  347 

de  estos  acontecimientos),  mientras  ensalza  y  pondera  á  Iguala- 
da, aunque  no  venga  á  cuento. 

Añade  que  los  de  esta  ciudad  enarbolaron  la  bandera  del  com- 
bate (dando  generalidad  á  la  que  llevaban  suya  propia  y  nada 
más),  que  cogieron  30  caballos  útiles  que  luego  enviaron  á  Lé- 
rida (lo  cual  le  hace  suponer  que  ellos  solos  batieron  á  un  escua- 
drón formal),  que  se  apoderaron  de  un  cañón  combatiendo  (á 
propósito  de  lo  cual  cita  descabelladamente  una  frase  del  gene- 
ral almirante),  y  por  lo  tanto  que  en  contingente,  armas,  etc., 
nadie  pudo  ostentar  timbres  mayores. 

El  alegato  del  Sr.  Puiggarí  se  apoya  principalmente  en  la  Me- 
moria de  D.  Zoilo  Gibert,  Relación  de  D.  Mariano  Garrió  é  infor- 
mación testificativa  de  18  lO  en  favor  de  D.  Antonio  Franch,  y 
varios  otros  libros  y  papeles,  y  aunque  no  los  tenga  por  dignos 
de  crédito  se  ampara  de  las  especies  que  le  convienen.  A  falta 
de  datos  recurre  á  interpretaciones,  supuestos  y  conjeturas,  ter- 
giversa á  veces  las  fechas,  involucra  en  ciertos  casos  los  sucesos 
y  no  deja  de  echar  algunas  cosas  á  barato. 

Moteja  á  los  que  piensan  de  otro  modo,  y  así  acontece  con 
D.  José  Gómez  de  Arteche,  de  quien  no  quiere  sufrir  la  contra- 
dicción, rechazando  sus  opiniones,  acusándole  de  historiador  mal 
informado  y  parcial,  de  sentar  premisas  erróneas  y  deducir  con- 
clusiones injustas  y  ofensivas,  de  emplear  una  argumentación 
que  no  corresponde  á  la  rectitud  de  juicio  que  debe  esperarse  de 
un  historiador  formal  y  académico,  de  ser  deliberadamente  afi- 
cionado á  los  de  Manresa  é  inconsecuente  en  sus  afirmaciones  y 
de  aludir  á  la  bandera  de  Igualada  como  haciendo  ludibrio  de  la 
fe  de  «nu estros  :&  mayores. 

Por  lo  demás,  denota  enorme  investigación  y  constancia  infa- 
tigable en  sus  propósitos,  y  posee  un  lenguaje  fácil,  persuasivo  y 
vehemente,  haciendo  esta  declaración:  «Catalanista  sobre  todo, 
sin  compromiso  que  nos  ligue,  por  igual  apreciamos  á  manresa- 
nos  é  igualadinos,  en  razón  á  ser  hermanos  nuestros,  hijos  de  un 
mismo  suelo  y  que  hablan  una  misma  lengua»,  etc.,  etc. 

Servitjes,  en  estilo  más  llano  pero  con  argumentación  más 
sólida,  crítica  más  profunda  y  erudición  más  dilatada,  saca  á  luz 


34 S  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

nuevos  textos,  escudriña  y  aquilata  los  expuestos  por  Puiggarí, 
desvaneciendo  falsos  razonamientos,  descubriendo  contradiccio- 
nes, esclareciendo  dudas  y  rectificando  conceptos. 

Conviene,  desde  luego,  en  que  el  Municipio  de  Manresa  no 
estaba  en  lo  cierto  al  proclamar  que  el  monumento  concedido  á 
esta  ciudad  por  la  Regencia  en  l8l2  era  por  los  sucesos  del 
Bruch,  y  no  por  los  méritos  y  sufrimientos  peculiares  de  la  mis- 
ma durante  la  guerra  de  la  Independencia,  y  recuerda  que  el 
vecindario  lo  subsanó  subscribiéndose  al  fin  por  mayor  cantidad 
que  ninguno  de  los  otros,  incluso  Igualada. 

Afirma  y  demuestra  que  Manresa  fué  la  iniciadora,  la  que  exci- 
tó á  todos  contra  el  enemigo  común  y  la  designada  por  éste 
para  blanco  de  sus  iras;  que  no  fueron  algunos  ni  solo  el  pue- 
blo bajo  quien  se  sublevó,  sino  Manresa  entera  con  todas  sus 
clases  sociales,  sin  excluir  las  personas  constituidas  en  autoridad; 
que  Montaña  no  fué  afrancesado  y  sí  caudillo  de  las  fuerzas  man- 
resanas  reunidas  y  representante  de  la  Junta  de  gobierno,  nom- 
brado luego  por  su  comportaniiento  y  habilidades  jefe  del  campo 
fortificado  en  previsión  del  segundo  ataque,  y  más  tarde  coman- 
dante general  de  los  somatenes  reunidos  de  los  corregimientos 
de  Manresa  y  Berga;  que  nada  significa  el  título  de  héroe  del 
Bruch,  pues  allí  todos  lo  fueron  sin  sobresalir  ninguno  señalada- 
mente, y  que  Franch  solo  asistió  desde  la  segunda  parte.  Pre- 
senta como  voto  de  calidad  á  D.  José  Gómez  de  Arteche;  recuer- 
da La  Santa  Cueva  de  Manresa^  del  Padre  Fita,  favorable  á  esta 
población.  En  cambio  manifiesta  que  Gibert  (archivero  de  Mo- 
nistrol)  desfigura  y  confunde  los  hechos,  suprime  algunos,  ignora 
otros  é  incurre  en  muchas  equivocaciones,  como  quien  habla  de 
oídas  y  por  referencias,  pues  él  no  estuvo  presente;  y  sigue  y 
refuta  á  Puiggarí  sin  interrupción  por  espacio  de  los  doce  capí- 
tulos en  que  esta  obra  se  divide. 

A  lo  último  toma  en  consideración  la  Biografía  de  D.  Antonio 
Franch,  leída  por  D.  Francisco  Barado  en  el  acto  de  colocar  el 
retrato  de  aquel  personaje  en  la  Galería  de  catalanes  ilustres  del 
Ayuntamiento  de  Barcelona,  en  Septiembre  de  1902.  Dice  que 
este  autor  escribe  imbuido  en  las  ideas  de  Puiggarí,  de  buena  fe 


LA  ACCIÓN  DBL  ^UCH  BI^   1808.  ^ 

pero  sin  conocimiento  de  la  vindicación  del  propio  Servitje,  qu8 
ya  habfaí  salido  á  luz  en  La  Veritat\  Le  hace  cargos  porque  síériv 
ta  que  «donde  no  hay  categorías  militares  todos  son  jefes  y  tññ- 
gBflo  obedece»,  precisamente  para  sacar  en  consecuencia  (^tíé 
•Franch  fué  el  caudillo  principal,  y  le  rectifica  en  varios  parajes 
referentes  á  la  jornada  del  Bruch.  Este  autor  también  contradtóé 
erí  diversos  modos  opiniones  del  general  Góme:^  dé  Arteche, 
quien  persiste  en  ellas  y  se  propone.  Dios  mediante,  poner  Éeís 
cosas  en  su  lugar  cuando  llegue  el  Centenario  (i). 

Después  de  todo  esto  ha  venido  al  estadio  de  la  publicHlád 
Los  combates  del  Bruch^  Memoria  inserta  en  la  «Revista  de  Infan- 
tería» de  1903  por  él  teniente  de  caballería  D.  Elíseo  Sanz. 

En  este  escrito  se  cita  á  varios  autores,  impugnando  á  Thiers 
como  merece,  á  lo  menos  por  lo  que  á  España  se  refiere,  y  en- 
traña cómo  puede  haber  regimiento  francés  que  lleve  inscrito  en 
sus  banderas  él  nombre  de  Bruch.  Se  atiene  á  las  doctrinas  de 
Puig^arí,  sin  hablar  palabra  de  Gómez  de  Arteche,  tan  pertineitte 
en  el  asunto,  ni  de  Barado,  aunque  participe  de  su  modo  de  pen- 
sar, ni  menos  de  Servitje,  cuya  Vindicación  es  de  indispensable 
consulta  en  el  asunto.  A  Manresa  le  asigna  como  papel  principal 
el  surtido  de  municiones,  aceptando  sin  reparo  la  fábula  de  las  1 7 
escopetas;  y  á  Montaña  apellida  desenfadadamente  afrancesado, 
traidor  y  mal  español,  todo  esto  y  muchas  cosas  más  después  de 
haberse  publicado  la  obra  de  Servitje. 

También  voy  á  mencionar  siquiera  J?//a;«¿¿7r  del  Bruch,  infor- 
me leído  á  esta  Real  Academia  por  D.  Celestino  Pujol  y  Camps 
en  sesión  de  5  de  Enero  de  1891,  contenido  en  el  Boletín  de  la 
misma  Corporación,  tomo  xvm,  pág.  217,  sobre  el  folleto  de  don 
Antonio  Vila,  titulado  Lo  timbal  del  Bruch,  Este  se  ocupa  en 
averiguaciones  acerca  de  dicho  instrumento  y  su_  tañedor,,  sin 


(i)  De  este  íolleto  di  yo  cuenta  sucintamente  en  el  «Memorial  de  Ar- 
tillería» (serie  IV,  tomo  xix,  pág.  304,  Marzo  de  1903),  en  el  que,  sin  entrar 
en  pormenores,  decía  que  el  Sr,  Barado  había  conseguido  restablecer  la 
verdad  acerca  de  ios  méritos  y  servicios  de  Franch  en  la  guerra  de  la 
Independencia,  ateniéndome  á  los  comprobantes  citados  por  el  autor  y 
sin  conocer  á  Servitje  en  lo  relacionado  concretamente  al  Bruch. 

TO-MO  xLiv.  23 


iSO 


BOLETÍN  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 


quitar  ni  poner  nada  en  el  pleito  entre  Manresa  é  Igualada;  pero 
que  los  partidarios  de  la  principalidad  consabida  de  la  última 
desaprueban  se  diese  cuenta  ante  la  Academia,  lo  que  se  hizo 
por  vía  de  pláceme  al  autor  del  folleto  y  al  médico  de  Manresa, 
D.  Olegario  Miró,  por  sus  investigaciones  y  hallazgos.  De  éste 
también  hacen  caso  omiso  Barado  y  D.  Elíseo  Sanz. 

Además  de  los  autores  nombrados  se  invoca  en  estos  trabajos 
jeljtestimonio  de  otros  muchos,  entre  ellos,  con  más  frecuencia, 
los  siguientes,  de  algunos  de  los  cuales  se  sacan  razones  en  pro 
y  en  contra  á  la  vez,  según  el  modo  de  interpretarlos: 

Afiigelón:  «{Atrás  el  extranjero!». 

Balaguer:  «Historia  de  Cataluña  y  de  la  Corona  de  Aragón >. 

Blanch:  «Historia  de  la  guerra  de  la  Independencia  en  el  anti- 
guo Principado  de  Cataluña». 

Bofarull:  «Historia  de  Cataluña». 

Cabanes:  «Historia  de  las  operaciones  del  ejército  de  Cataluña 
en  la  guerra  de  la  usurpación  ó  de  la  independencia  de  España». 

El  P.  Ferrer:  «Diario  de  Barcelona  cautiva». 

Maldonado:  «Historia  política  y  militar  de  la  guerra  de  la  In- 
dependencia». 

Mas:  «Tratado  de  la  guerra  de  la  Independencia». 

Mellado:  «Diccionario  geográfico-estadístico-histórico  de  Es- 
paña», 

Pérez:  «Batallas  que  los  catalanes  han  ganado  á  los  franceses». 

Sanz  Martín:  «Historia  de  nuestra  guerra  de  la  Indepen- 
dencia». 

Conde  de  Toreno:  «Historia  del  levantamiento,  guerra  y  re- 
volución de  España». 

De  autores  franceses,  los  más  citados  son  Gouvion  Saint  Cyr 
«Journal  des  opérations  de  Tarmée  de  Catalogne  en  l8o8  y  1809», 
y  Lafaille  «Mémoires  sur  a  campagne  du  corps  d'armée  des 
Pyrénées  Orientales  commandé  par  le  general  Duhesme  en  1808»» 

Todo  esto  he  creído  conveniente  tocar  para  dar  por  evacua- 
do mi  encargo,  al  que  solo  falta  la  conclusión.  Cualesquiera  que 
sean  los  apasionamientos,  intransigencias  y  hasta  extravíos  de  los 
obstinados  escritores  que  he  dado  á  conocer,  lo  cierto  es  que 


LÁ  ACCIÓN  DEL  BRUCH  EN  1808.  35 1 

haa  sacado  á  luz  una  porción  crecida  de  documentos,  noticias  é 
indicaciones,  y  han  abierto  el  camino  á  nuevos  y  curiosos  hallaz- 
gos futuros  preciosos  para  la  historia  de  las  glorias  españolas, 
que  no  se  deben  dejar  nunca  de  cantar.  Lo  que  se  deduce  es  que 
en  el  caso  que  se  considera  todos  los  pueblos  y  habitantes  de 
aquella  comarca  merecieron  bien  de  la  patria,  sin  tenerse  que 
echar  nada  en  cara  unos  á  otros,  y  todos  fueron  modelos  de  va- 
lor, abnegación  y  amor  á  la  independencia,  dignos  de  imitarse 
ahora,  si  se  ofreciere,  y  en  los  siglos  venideros;  pero  en  mi 
humilde  parecer,  extraño  á  toda  parcialidad  é  interés  particular, 
y  sin  querer  ofender  á  ninguno  de  los  dos  bandos  militantes  ni 
á  las  colectividades  y  personas  que  defienden,  creo  que  si  algu- 
na principalidad  ó  predominio  existe,  pertenece  á  Manresa  de 
hecho  y  de  derecho,  por  el  origen,  preliminares  y  prosecución 
de  los  acontecimientos,  sin  que  esto  signifique  en  modo  alguno 
que  fuera  la  más  valiente  y  determinada,  y  menos  suponer  que 
cualquiera  de  las  otras  poblaciones  no  hubiera  estado  dispuesta 
y  sido  capaz  de  hacer  lo  mismo,  y  aún  más,  á  ser  posible  y  nece- 
sario. 

La  Academia,  no  obstante,  apreciará  estas  cosas  con  su  habi- 
tual acierto,  al  que  en  un  todo  me  someto. 

Madrid,  19  de  Febrero  de  1904. 

Adolfo  Carrasco. 


m. 

NUEVAS  INSCRIPCIONES  ROMANAS  EN  LAS  PROVINCIAS 
DE  CÁDIZ,  CÓRDOBA,  CÁCERES  Y  ORENSE. 

r     , 

Cádiz. 

D.  Pedro  Riaño  de  la  Iglesia,  director  del  Museo  arqueológico 
de  Cádiz,  me  ha  notificado  (l)  que  en  el  día  5  del  mes  actual  (2), 

(i)     Carta  del  12  de  Marzo  de  1904. 
(2)    Sábado,  5  de  Marzo. 


35¿  BOLETÍN  DB  LK  RBAI»  iWCADBMIA  DB  LA  HISTORIA. 

hacia  el  lado  merídional  de  la  ciudad  y  en  el  lugar  llamado  JS¡ 
blanco  frente  á  una  estancia  propiedad  de  D.  Manuel  Sánchez 
Calvo,  encontró  el  carpintero  Eloy  Rodríguez  Zaragoza,  que  se 
hallaba  mariscando  por  la  playa,  una  lápida  de  mármol  Uanco, 
que  mide  0,27  m.  por  0,25. 

Las  letras  bien  formadas  y  los  puntos  triangulares  no  desdi* 
cen  del  primer  siglo. 

M     •    V  A  L  B  R  I 
V  S    •    S  A  T  V   R 

N  1  N  V  S  •  K  •   S 

AN-L-H-S«E-S*T 

T-L- 

M(areus)  Valerms  Saiurmnus  k(arus)  s(íds)  an(narum)  L  h(tc)  s(Uhs) 
£(si),  6(ü)  i(ibi)  tierra)  l(süis). 

Marco  Valerio  Saturnino,  querido  de  los  suyos,  de  edad  de  50  años, 
aquí  está.  Séate  la  tierra  ligera. 

Con  la  fúnebre  Gaditana  (1908)  de  Quinto  Valerio  Saturnino, 
que  falleció  de  edad  de  20  años,  se  compagina  esta  nueva  lápida. 
Ha  sido  adquirida  por  D.  Guillermo  Giánora  y  llevada  por  él  á 
su  museo  particular  de  selectas  antigüedades.  El  sitio  donde  se 
ha  descubierto  esta  inscripción  manifiesta  que  el  mar  ha  inva- 
dido parte  del  primitivo  cementerio  romano. 

Anuncia  igualmente  el  Sr.  Riaño  de  la  Iglesia  el  hallazgo  de 
siete  tumbas  fenicias  en  los  cimientos  de  una  casa  de  la  calle  de 
Santo  Domingo,  de  las  que  hará  la  descripción.  Buena  parte  de 
los  terrenos  que  ocupó  la  antigua  Gades  está  sumergida  en  el 
Océano,  y  hace  esperar  que  bien  dirigidas  exploraciones  pondrán 
en  manos  de  la  ciencia  tesoros  arqueológicos  de  sumo  precio. 
Combatida  por  las  olas  la  muralla  del  Sur  sufrió  el  desplome  de 
uno  de  sus  lienzos  hacia  el  sitio  de  Punta  de  tierra  y  barrio  de 
San  José.  «Los  progresos  en  el  avance  del  mar  han  sido  grandes; 
y  á  cada  temporal  se  suceden  los  arrastres  de  tierra,  que  sacan 
á  luz  restos  humanos,  ungüéntanos  de  barro,  anillos  y  monedas. 
Es  innegable  que  la  necrópolis  romana  se  extendía  en  el  istmo 
de  entrada  de  la  bahía  por  los  dos  lados,  y  aun  por  todo  el  cen- 


MUEVAS  IN9CRIFCÍOMB8  ROMANAS.  353 

tro  de  él,  como  se  ha  probado  por  numerosos  descubrimieatcé; 
si  bien  no  parecen  ser  tan  abundantes  las  tumbas  del  lado  del 
mar  como  las  de  la  margen  de  la  bahía». 

Anuncia  por  último  el  Sr.  Riaño  de  la  Iglesia  el  encuentro  de 
un  anillo  de  plata  en  la  playa  de  Chi piona,  de  primorosa  labor  de 
arte,  que  ha  regalado  á  D.  Rodolfo  del  Castillo,  correspondiente 
de  nuestra  Academia. 

Cabra. 

£n  carta  del  8  del  corriente  notiñca  á  la  Academia  su  docto 
y  activísimo  corresponsal  en  Córdoba,  D.  Rafael  Ramírez  de 
Areliano,  que  en  término  de  la  villa  de  Cabra,  capital  de  partido 
judicial  de  aquella  provincia,  se  ha  encontrado  una  estela  sepul* 
eral  con  ej^grafe,  cuya  impronta  acompaña,  la  cual  tiene  63  cm. 
de  alto  por  43  de  ancho.  La  estela  mide  2,1 1  m.  de  altura,  0,67 
de  anchura  y  0, 1 8  de  espesor.  Se  ha  descubierto  en  el  paraje 
que  llaman  Ollas  Casas,  distante  tres  kilómetros  de  la  villa,  y 
se  halla  en  poder  de  D.  Joaquín  García  Valdecasas,  dueño  del 
predio.  Las  letras,  altas  0,060  m.  y  bien  formadas,  pertenecen  á 
la  primera  mitad  del  siglo  segundo. 

En  la  impronta  leo: 

D   •    M    •   S 
M*  PBaPBKNAS  «M  «F 
•WVSC  lA^  VS  •  I  G  AB  R 
A  N  N    •    L  XXII  •  P  IVS 
IN  •SVIS*H«8«B«S-T»T«L 

» 

D(is)  Af(am'bus)  s(acrum).  M(arcus)  Perpemas  Aí(arci)  f(iUm)  Tkascia- 
ñus  Igabr(ensis)  anfi(oru»n)  LXXlI^piw  in  suis  h(ic)  s(iius)  e(st).S(it)  t(ibi) 
t(trra)  l(eüis). 

Consagrado  á  los  dioses  Manes.  Marco  Perpernas  Tusdano,  hijo  de 
Marco,  natural  de  Cabra,  piadoso  para  con  los  suyos,  aquí  yace.  Séate  la 
tierra  ligera. 

Perpernas  en  nominativo  reviste  la  forma  griega  ncp«ipv«(  y 
nc(>7c¿vva(,  que  dan  respectivamente  al  Romano  Pefpema  Eatra- 


354  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

bón  (l)  y  Plutarco  (2).  En  Torre  de  Don  Jimeno,  villa  de  la  pro- 
vincia de  Jaén,  poco  distante  de  Martos,  prevalece  la  forma  ro- 
mana (1709);  Marcus  Perpema  GallicamiSy  cuyo  cognombre 
brotó  del  geográfico  Gallicus^  como  Thuscianus  de  Tkuscia  y 
Asianus  de  Asia, 

Diecinueve  lápidas  romanas  de  Cabra  ha  registrado  Hübner 
(1610-1628);  pero  solo  cuatro  de  ellas  (1610,  1611,  1615, 1616), 
á  las  cuales  hay  que  juntar  la  presente,  nos  habían  revelado  el 
verdadero  nombre  que  tuvo  Cabra  Igabrum^  y  el  sobrenombre 
municipium  Flavium  que  le  otorgó  el  emperador  Vespasiano. 

Temprano  arraigó  en  esta  población  el  cristianismo,  pues 
consta  que  estuvo  representada  en  el  concilio  Eliberitano  por  el 
presbítero  Victorino.  Fué  ciudad  episcopal  durante  las  épocas 
visigótica  y  musulmana,  como  es  sabido  (3).  La  importancia  que 
tuvo  durante  la  dominación  de  los  visigodos  se  manifiesta  no 
solamente  por  la  serie  de  siis  obispos,  sino  además  por  una  ley 
de  Sisebuto  {4),  por  los  trientes  de  oro  que  acuñó  y  por  cinco 
inscripciones  del  siglo  vii  (5). 


Ibahemando  7  Sayaguaa. 

Del  informe  que  publicó  el  Sr.  Marqués  de  Monsalud  en  el 
tomo  XLiii,  páginas  528-535,  del  Boletín,  ha  hecho  nueva  edición 
en  el  número  lv  de  la  Revista  de  Extremadura^  correspondiente 
al  mes  de  Enero  último,  páginas  1-7»  rectificando  la  lectura  de 
dos  inscripciones  en  dicho  tomo  propuestas  y  que  importa  de- 
volver á  su  pureza  nativa. 

«I. — Inscripción  de  Ibahernando  (Boletín,  tomo  xliii,  página 
529).  Debe  leerse  é  interpretarse  de  esta  manera: 


(O    XIV,  1,38. 

(2)  Vita  Sertarii,  25  y  26. 

(3)  España  Sagrada,  tomo  xn,  páginas  1-42.  Madrid,  1754. 

(4)  Fuero  Juzgo,  libro  xn,  tít.  n,  ley  13. 

(5)  Hübner,  InscripUones  Hispaniae  chrisHanae^  núm.  100-104. — Bole- 
tín, tomo  XXI,  18,  19;  XXVIII,  413-416. 


NUEVAS  INSCRIPCIONES   ROMANAS.  355 

N 
AVBLI«F 
SBCVNDA 

+ 

N(orbana)  AvtUf(ilia)  Semnda  an(norum)  XXXX.  [H(ic)']  s(üa)  e(st). 
Norbana  Segunda,  hija  de  Avelio,  de  40  años  de  edad,  aquí  yace. 

2. — En  Sayaguas,  distante  una  legua  de  la  Aliseda  (Boletín, 
tomo  XLiii,  pág.  533)'  Hay  que  leer: 

(Areni  -  erus  -  Aiaeti  faN  -  LXX  CoriA  •  Ace  II  -  fANI  . 
ARCISVS  AreWBRW  •  AXX  -  k  -  s  -  s  -  s  -  t  -  ¡  -  DuatiVS 
Arenierl  -  LIB  •  DSFC  •  ) .  > 

La  restitución  de  esta  copia  á  la  lectura  genuina  é  interpreta- 
ción consiguiente,  ya  se  han  visto  en  dicho  informe. 

Maceda  y  Piñeiro  de  Tribes. 

La  epigrafía  latina  de  la  provincia  de  Orense  ha  recibido  nue- 
vos suplementos  de  D.  Arturo  Vázquez  Núñez  en  el  número  35 
del  Boletín  de  la  Comisión  de  monumentos  de  aquella  provincia 
(páginas  1 89  y  1 90),  correspondiente  á  Noviembre-Diciembre 
de  1903.  Helos  aquí: 

APRON  A  RVPA 
DO  V  AECl  AS 
PATBRNAB  P 
BT  TAI.AVIAE 
FLAVINAS  P 
P  C 

Apronia  Rufa  Dovaeciae  Paternae  f(iliae)  etlalaviat  Ftavinae  f(iliae) 
f{aciendum)  c(uravit), 

Apronia  Ruía  cuidó  de  hacer  este  monumento  á  Dovecia,  hija  de  Pater- 
na, y  á  Talavia,  hija  de  Flavina. 


.35'^  BOLETÍN  X»  Uí  RSAL  ACAPBMIA  D&  hA  HISTORIA. 

Lápida  de  mármol  de  66  cm.  de  altura  por  79  de  ancho  y  2^ 
de  grueso;  el  alto  de  las  letras  es  de  55  í^°i-  La  inscripción  está 
encuadrada  por  dos  orlas.  No  tiene  puntos  de  separación  entre 
las  palabras. 

Fué  hallada  esta  lápida  dentro  de  la  mesa  del  altar  mayor  de 
la  iglesia  parroquial  de  Santa  Eulalia  de  Castro  de  Escuadro, 
ayuntamiento  de  Maceda,  partido  judicial  de  AUariz,  con  oca- 
sióa  de  sustituir  el  antiguo  frontal  de  madera  por  otro  de  pie- 
dra, cuya  obra  mandó  ejecutar  el  antecesor  del  párroco  actual. 
Hoy  está  empotrada  en  la  pared  del  atrio,  á  unos  75  cm.  sobre 
el  suelo. 

Nos  han  facilitado  datos  respecto  á  esta  inscripción  el  docto 
catedrático  del  Seminario  de  esta  ciudad  D.  Eugenio  ^larquÍA^ 
y  el  presbítero  de  Baños  de  Molgas  D,  Joaquín  Ollero. 

Dovecía  es  nombre  desconocido  en  la  epigrafía  peninsular; 
son,  en  cambio,  muy  frecuentes  Paternus  y  Flavinu£. 

Del  nombre  Apronia  encontramos  á  Apronia  MaeUa  en  ei 
lugar  de  Armez  (Lusitania),  Apronia  Flavina  (?)  cerca  de  la  Ra- 
bassada  (Tarragona)  y  Junia  Apronia  en  Liria  (Hübner  273, 
4120  y  6014).  Otros  tres  ejemplares  aparecen  del  cognomen 
Talavus  (números  776,  2442  y  5756  de  Hiibner)». 

Con  Dovaecia  se  pueden  comparar  Bavecius  (5722,  5729)  Do- 
vüfe  (5714)  Dovütene  (5744,  6299)  y  Dovaius  (6336  e). 


VALVTIO 


cTroeo  de  lápida  de  mármol,  de  la  que  solo  se  conserva  el  án- 
gulo superior  derecho.  Fué  hallado  por  el  vocal  de  esta  Comi- 
sión, Sr.  Diez  Sanjurjo,  en  los  muros  derruidos  de  la  capilla  de  la 
Magdalena,  en  Piñeiro  de  Trives.  El  nombre  Valutius  es  desco- 
nocido en  nuestra  epigrafía». 

Conócense  otros  de  forma  parecida  en  la  región  gallego-lusi- 
tana: Aeóutíusy  Albutius,  Alvitius,  Boutia^  CoutiuSy  Druttius,  etc.; 
debiéndose  añadir  Valutius  como  nuevo  ejemplo  á  los  que  ha 


KUXYAS  IHSCWCIONBS  BOMAMA8.  357 

recogido  Carnoy  (l)  con  rara  sagacidad  y  sana  crítica,  Obs- 
etira  es,  cuanto  á  su  origen  y  significación,  la  raíz  de  Vaíutius^  que 
parece  ser  la  de  Vaioddus^  cognombre  de  un  Bebió  en  Segisanión 
cerca  del  río  Pisuerga  (SSl^)-  Muéstrala  también  el  geográfico 
Valabricensis  en  Famalícaón  (5561)  y  en  Braga  (2),  procedente 
del  de  VaJaó^gay  que  llanió  Ptolemeo  (MU^^v^tk,  capital  de  los 
Nemétatos  (N£|AeT«Toí).  Sospecho  fuese  ésta  Viana  del  BoUo^  ca- 
bej^  de  partido  judicial  en  la  provincia  de  Orense,  y  no  muy 
distante  de  N6|jLgT<{?ptY«  (Puente  Navea,  cerca  de  la  Puebla  de 
Tribes),  ó  Nemetobriga  de  los  itinerarios  de  Antonino  y  del  Ra- 
yenate, 

Madrid,  18  de  Marzo  de  1904. 

\ 

Fidel  Fita. 


■^•■■•^i""*^ 


IV. 
LA  ESCRITURA  ÓGMICA  EN  EXTREMADURA. 

El  problema  histórico  y  filológico  abordado  por  Sir  Rivett 
Karnac  acerca  de  la  escritura  ógmica,  ó  en  cazoletas^  resulta 
para  nosotros  de  extrema  complejidad.  ¡Cuánta  no  fué  y  de 
cuan  espesas  tinieblas  no  estuvo  rodeada  la  escritura  jeroglífica 
antes  que  ChampoUión,  nuevo  Edipo,  arrancase  á  la  esfinge  su 
secreto  arcanol 

Tiene  mucho  de  convencional  la  aparente  simplicidad  de  las 
cinco  vocales,  representadas  por  cierto  número  de  cazoletas, 
según  lo  infiere  Sir  Rivett  Karnac,  de  los  numerosos  epígrafes  bi-^ 
lingües,  ú  ógrmico-Iatinos  de  las  islas  Británicas,  y  según  se 
aprecia,  entre  otros  monumentos  de  nuestra  Península,  en  los 
jabalíes  de  piedra  de  Avila  y  Segovia;  en  la  inscripción  de  Santa 
Cruz  de  la  Sierra;  en  el  escudo  del  guerrero  de  Solana  de  Ca- 


^ 


(1)    Le  laHn  d'Espagpte  d'aprls  les  inscripHons^  pág.  147.  Lo  vaina,  1905. 
(3)    C.  I.  L.  siipplemenium^  nüm.  1 19. 


35^  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

bañas  (Cáceres);  en  el  templo  de  Esculapio  en  la  Argólide,  y  en 
los  monumentos  megalíticos  de  Galicia ;  de  todos  los  cuales  ha 
hecho  mérito  el  Boletín  de  la  Real  Academia  de  la  Historia 
en  sus  números  de  Febrero  á  Julio  de  1902. 

En  nuestros  recientes  viajes,  que  han  resultado  muy  fructuo- 
sos para  la  epigrafía  ibero-romana,  hemos  visto  innumerables 
cazoletas  en  los  pueblos  de  Abertura,  Miajadas,  Villamesías,  El 
Puerto  y  Santa  Cruz,  vecinos  á  la  sierra  de  este  nombre ;  y  nin- 
guna, por  lo  contrario,  en  los  demás. 

La  variedad  de  cazoletas,  su  aparente  desorden  en  diversos 
tamaños,  su  número  desigual,  nos  sumerge  en  gran  confusión. 
Vistas  junto  á  las  inscripciones  latinas,  traen  á  la  mente  el  re- 
cuerdo de  aquellos  palinsestos  que,  bajo  escrituras  de  época 
posterior,  han  devuelto  á  la  vida,  por  ejemplo,  la  ley  de 
Teudís  y  fragmentos  del  Breviario  de  Aniano,  sacados  de  un  ve- 
tusto códice  de  la  catedral  de  León.  Ellas  son,  con  efecto,  res- 
pecto de  la  época  romana,  una  etapa  histórica  latente  y  compri- 
mida debajo  de  otra  en  mutua  correlación,  como  acontece  en 
las  formaciones  geológicas. 

Calculo  en  más  de  un  centenar  la^  piedras  de  esta  clase  que 
muestran  aquellos  cinco  pueblos. 

Entre  ellas  sobresalen  los  abacos,  ó  contadores,  de  superficie 
lisa,  generalmente  en  pizarra,  con  pequeños  hoyos  iguales,  del 
tamaño  de  una  avellana,  dispuestos^en  línea  y  columnas  con  bas- 
tante regularidad.  En  conjunto  vienen  á  determinar  un  cuadrado, 
ó  un  rectángulo.  Así  en  Aberturas  comparecen  dos: 

1)  Cuadro  de  cinco  cazoletas  por  cada  lado.  Total,  25. 

2)  Rectángulo.  Diez  cazoletas  en  dirección  horizontal;  cinco 
en  dirección  vertical.  Total,  50. 

Una  de  mayor  tamaño  existe  en  Miajadas: 

3)  Diez  cazoletas  en  dirección  vertical;  catorce  en  dirección 
horizontal.  Total,  140. 

Aunque  no  siempre  es  fijo  el  número  de  las  cazoletas  ú  hoyi- 
tos,  lo  ordinario  es  que  la  piedra  tenga  cinco  ó  diez  de  ellos  por 
lado,  para  ajustar  cuentas  desde  25  hasta  lOO,  ó  150,  mediante 
piedrezuelas  (calculi)  más  ó  menos  esféricas,  que  se  colocaban 


NUEVAS  INSCRIPCIONES  ROMANAS.  359 

en  ellos,  á  semejanza  de  los  actuales  contadores  de  ropa ,  6  de 
las  tarjas  andaluzas.  El  juego  del  niarro^  ó  del  naharro  de  los 
niños,  el  de  tres  en  raya^  y  acaso  el  de  damas,  á  pesar  de  su 
abolengo  chino,  tal  vez  se  deriven  de  semejantes  abacos;  como 
variantes  son  de  ellos  los  quipos  peruanos,  con  sus  registros  de 
cordones  de  colores  y  nudos;  de  las  operaciones  más  diversas  del 
ejército,  la  hacienda,  la  cronología  y  cuanto  á  la  vida  de  un 
pueblo  interesa. 

Difícil  es  dilucidar  si  tales  contadores  pertenecen  á  la  época 
romana  ú  otras  más  antiguas,  aunque  es  incuestionable  que  los 
etruscos  maestros  del  pueblo-rey  ya  los  conocían,  y  que  Roma 
los  tenía  mucho  más  perfeccionados  con  líneas,  ranuras  y  fichas, 
dentro  de  un  sistema  de  numeración  apoyado  en  unidades  de 
diíerentes  órdenes ,  por  lo  que  nos  parecen  propios  de  los  habi- 
tantes iberos,  quienes,  como  más  incultos,  no  habían  entrado 
aún  en  el  sistema  decimal,  sino  en  el  prehistórico  de  cinco  dedos 
ó  digital  de  una  mano,  y  de  veinte  ú  hominal,  que  rige  todavía 
en  algunos  pueblos  que  se  hallan  en  la  infancia  de  la  civiliza- 
ción, tasmanios,  zeenlandeses,  americanos,  etc. 

No  sé  por  qué  suerte  de  afinidad  parecen  constituir  los  tem- 
plos un  núcleo  de  atracción  de  las  piedras  con  cazoletas.  Casi 
todas  las  que  hemos  visto  se  hallan  en  los  atrios  de  las  iglesias  y 
en  los  poyos  de  sus  portadas.  Otras,  no  obstante,  asemejándose 
á  las  que  ha  expuesto  Sir  Rivett  Karnac,  están  grabadas  en  la 
viva  roca ,  y  de  todas  ellas  acompaño  la  descripción  en  el 
artículo  siguiente,  no  sin  breves  reflexiones,  que  someto  al  su- 
perior criterio  de  la  Academia. 

Miajadas  (Caceras),  i6  de  Diciembre  de  1903. 

Mario  Roso  de  Luna, 

Correspondiente. 


VARIEDADES 


EL  VASCUENCE  Y  LAS  LENGUAS  SEMÍTICAS. 

Discurso  pronunciado  en  ti  Congreso  XIII  internacional  de  Orientalistas. 


La  langue  basque  parlée  encoré  par  plus  d'un  demi  millioa 
de  personnes  dans  les  régions  pyrénaíques  de  l'Espagne  et  de 
la  France,  est  un  idiome  sémitique  (quelles  que  soient  les 
opinions  contraires)  par  la  plupart  de  ses  éléments,  selon  qu'on 
demontre  a  l'égard  de  sa  prononciation,  de  son  vocabulaire  et 
des  accidents  ou  altérations  grammaticales,  de  ses  mots,  parmi 
lesquels  il  y  en  a  un  grand  nombre  de  contingents  sémitiques 
et  présémitiques,  c*est  á  diré  Ceux  qui  appartiennent  a  Tégyp- 
tien;  aux  accadiens  et  aux  dialectes  éthiopiens  et  berbéres  et  aux 
assyriens  ainsi  qu'aux  médes,  aux  tures  et  á  quelques  autres 
langues  touraniennes.  Cependant  il  me  semble  certain,  selon 
mes  propres  recherches,  que  nul  de  ees  ¡diomes  n'a  exercé 
une  influence  aussi  remarquable  que  les  idíomes  sémitiques 
historiques  avec  l'inclussion  de  l'assyrien  et  singuliérement  du 
phénicien  et  du  chaldéen,  langage  populaire  des  israélites  aprés 
Texil  et  dont  la  prononciation  semble  avoir  été  préférée  par 
les  basques.  Les  noms  Zigorr-a  et  Ezcurra  qui  désignent  en 
basque  quelques  objets  termines  en  forme  de  cóne  ou  de  py- 
ramide  ou  d'un  gland,  ont  une  grande  ressemblance  avec  ceiui 
des  édifices  appelés  Zigorrat  en  Chaldée;  Erre^  Erru  ou  Erri 


BL   VASCUBNCB  Y  LAS  LBMGUAS  SBIIÍTICAS.  361 

aterre»  conserve  la  prononcíation  chaldéenne  de  la  parole  bé- 
bra'íque  Erets^  en  changeant  le  tsctde  ñnal  en  ain;  E^gun  «jour>, 
yaquen  «savant»  est  la  méme  forme  chaldaíque  de  Taraméen  lum 
et  yaquent;  méme  la  phrase  ou  combination  des  mots  Escarria 
K-ascú  ou  Eskarri^K-'asco  que  les  basques  emploient  pour  remer- 
cier,  est  une  expression  ou  compo^tíon  de  mots  chaldatques. 
Les  mots  lade  et  yabe  qui  signiñent  en  basque  «seigneur»,  ont 
une  forme  chaldéenne  de  méme  que  íri  «cité»  que  les  phént* 
ciens  disaient  Ili;  et  Lábaro  sígnale  par  J,  Oppert  comme  vrai»- 
raent  chaldaíque,  Tertulien  et  Prudence  la  présentent  comme 
re^ue  des  cantabres  par  Auguste,  que  les  basques  désigneat 
Labaro-a  et  en  sa  forme  diminutive  Labaro^ci-a. 

L'article  indicatif  en  basque  en  a,  en  na  et  en  ba  a  la  méme 
postposition  qu'en  assyrien,  syriaque,  chaldéen  et  quelques  dia- 
lectes  éthiopiens,  ainsi  que  la  postposition  ak  pour  le  pluriel  cor- 
respond  á  la  terminaison  ta  du  pluriel  assyríen  et  des  pluriels 
féminins  sémitiques  par  un  changement  de  consonnes  tres  usuel 
dans  les  langues  touraniennes  et  présémitiques.  Les  peuples  egyp- 
tíens,  hébreux,  phéniciens  et  berbéres  ont  antéposé  Tarticle;  les 
assyriens  conservent  Tarticle  postpositive.  Les  basques  déclinent 
les  noms  avec  des  postpositions  agglutinantes  dérivées  de  l'assy- 
rien»  de  l'araméen  et  quelques  autres  du  ture,  du  méde  et  de 
Taccadien.  Le  génitif  se  forme  avec  en  ou  ena  qui  semble  derivé 
de  Van  assyrien,  et  avec  ko^  particule  qui  équivaut  k  la  prépo- 
sition  X  berbére  et  a  Vek  ou  ex  des  Grecs  et  des  Latins.  Celle 
du  áaX\{  ari  provient  du  alai  ou  ali  assyrienne,  celle  á'ara  pour 
Taccusatif  de  la  ou  a-la  sémitique.  Enfin  pour  l'ablatif  on  emploie 
Gatic-a  du  Ka^Kerit  berbére,  Garay  ou  Garray  de  Hhalay  sé- 
mitique; tan  «en»  de  ta  accadien;  et  Gaba  de  Gab  accadien. 

Les  numéraux  basques  sont  entiérement  sémitiques,  avec 
quelques  origines  ou  formes  afrícaineset  touraniennes;  Bat  «un» 
est  le  nom  d'une  mesure  dixiéme  partie  d'une  autre,  en  hébreu 
et  chaldéen;  Bi  «deux»  est  un  nombre  égyptien;  Iru  «trois» 
quoique  de  dérivation  moins  claire  ressemble  au  Silt  assyrien 
changeant  la  /,  forme  de  pluriel,  par  les  constructes  sémitiques 
u  et  /;  Lau  «quatre»  est  le  Rab  sémitique;  Bosti  «cinq»  a  une 
certaine  analogie  avec  le  bex  ture;  Sei  «six»  derive  du  Sit  sémi- 
tique; Zazpij  Sapta^  «sept»  autre  forme  sémitique  de  «six»  ^\.ba 
ou  bat^  «un»  prononcé  énergiquement  selon  Tusage  chaldéen; 
Zortzi  «huit»  de  Dort  ture,  qui  signifie  «quatre»,  et  Iki  «deux» 


362  BOLBTÍK  DE  LA  REAL   ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

én  ture  équivalent  á  quatre  deux  fois ;  Bédérazi  «neuf>  est  com- 
posé de  bat  «un:^  et  Zortzi  «huit»;  Amar  «dix>  de  Marau  ou 
Moran  «dix»  en  berbére  et  canarien  et  en  langue  ancienne  amé- 
ricaine  de  la  Florida. 

Le  pronom  basque  Ni  <je>  est  le  méme  que'en  éthiopien  et 
semblable  á  V Anoki\ié^rexi  et  Anuk  égyptien;  Zu  «tu»  est  le 
méme  Zu  accadien  et  le  suffixe  i  le  méme  qu'en  égyptien  et 
éthiopien.  Le  pronom  interrogatif  Ñor  (genitif  na-na)  «qui?> 
le  méme  No  égyptien. 

Le  verbe  basque  a  des  makores,  en  a/comme  yabal  «jubiler»; 
en  on  comme  Emon  «donner»  et  E-gon  «étre»,  des  yerbes  hé- 
breux  aman  et  aguah  qui  ont  la  méme  signification ;  des  géron- 
difs  comme  Izan  du  méme  egon  et  deux  conjugaisons,  une  directe 
avec  les  pronoms  suffixes  et  une  autre  avec  les  auxiliaires  a 
Tégal  du  verbe  égyptien,  par  exemp.:  Meh  «remplir»  se  conjugue 
meh-a^  mek-k^  mek-eu  ou  mek-fet  est  la  méme  que  celle  de  l'auxi- 
liaire  basque  du  «étre»  dans  la  Grammaire  bizcaine  de  Nicoleta: 
duty  dek  et  deu\  dans  la  conjugaison  périphrastique,  les  basques 
comme  les  égyptiens  laissent  le  radical  invariable  et  conjuguent 
Tauxiliaire,  par  exemp.:  en  égyptien  on  dit  meh-tu-a^  meh-tuk  et 
mek'tou  ou  mek-tuf;  en  basque  de  yan  et  yaten  «manger»  on  dit 
yaten  diot  «je  le  mange»,  yaten  diok  «tu  manges»  et  yaten  dio 
«il  mange». 

L'adverbe  de  lieu  basque  Baita  «á  la  maison»  derive  de 
Bait  «maison»  en  sémitique  et  ceux  de  temps  alternent  la  deriva- 
tion  sémitique  avec  l'égytienne,  p.  exemp.:  E-gun  «aujourd'hui» 
de  E-jníny  forme  hébraíque  avec  prononciation  chaldéenne;  Biar 
ou  Bihar  «demain»  de  Bi  «deux»  en  égyptien  et  Herré  «jour> 
dans  le  méme  langue;  Bihar-yaumona  «aprés  demain»  de  Bihar 
«demain»  et  Yaumon  araméen  «un  jour». 

La  conjonction  Ba  «si»  conditionnelle  est  le  Fa  sémitique  et 
araméen  -  que  les  chaldéens  changent  en  Ba  comme  Firu  ou 
Furu  «tete»  en  hébreu  et  en  araméen  qui  se  change  en  Buru; 
Bagno  «que»  (aprés  le  comparatif)  est  la  particule  sémitique 
baina  ou  baino  qui  signifie  «entre»  en  reía  tion  comparative  ou 
superlative. 

Francisco  Fernández  y  González. 


NOTICIAS 


Los  pueblos  hispano-americanos  en  el  siglo  XY,  por  Ricardo  Beltrán  y 
Rózpide,  de  la  Real  Academia  déla  Historia  y  Bibliotecario  de  la  Real 
Sociedad  Geográñca.  Madrid,  1904. — En  4.**,  págs.  304. 

En  esta  obra,  que  comprende  la  descripción  de  los  pueblos  hispano- 
americanos en  lo  que  va  de  siglo  hasta  el  presente  año,  se  propone  el 
autor  la  meritoria  tarea  de  estrechar  los  vínculos  fraternales  de  España 
con  las  diferentes  Repúblicas  del  Nuevo  Mundo,  cuyos  territorios  fueron 
un  día  porción  selecta  de  nuestra  nación. 

La  descripción  se  ofrece  enlazada  con  la  historia  contemporánea,  el 
comercio,  industria  y  el  progreso  en  todos  los  demás  ramos  de  la  civili- 
zación que  han  alcanzado  y  pueden  llevar  adelante  los  americanos  de  len- 
gua y  sangre  española. 


Le  latín  d*Espagne  d'aprhs  les  inscriptions.  Elude  phonétique  par  A.  Car- 
noy.  Louvain,  1903. — En  4.**,  págs.  228. 

Varias  veces,  conforme  han  ido  publicándose  y  estudiándose  en  el  Bo- 
letín las  inscripciones  españolas,  anteriores  á  la  época  musulmana,  se  ha- 
brá notado  el  interés  que  ofrecen  para  la  historia  de  las  lenguas  románi- 
cas y  en  especial  para  las  del  romance  castellano.  La  obra  de  Mr.  Camoy 
es  una  síntesis  bien  digerida  y  fundada  en  las  leyes  fonéticas  que  presidie- 
ron á  la  conservación  y  transformación  de  las  vocales  y  consonantes  del 
idioma  del  Lacio  en  las  diferentes  lenguas  y  dialectos  de  la  Península; 
por  donde  se  pone  en  claro  que  el  Corpus  inscriptíanum  es  una  fuente 
tan  pura  como  abundante,  de  doble  manantial,  histórico  y  filológico,  y 
que  no  hay  ningún  epígrafe,  si  se  compagina  bien  con  los  demás,  indigno 
de  peculiar  atención  ó  de  cuidadoso  aprovechamiento. 


José  Villa-Amil  y  Castro.  Iglesias  gallegas,  Madrid,  1904. — En  4.®,  pági- 
nas xx+392. 

La  publicación  de  este  volumen,  exornado  con  vistas  fotográficas  y 
digno  del  renombre  de  su  autor,  está  motivada  principalmente  por  la 
próxima  celebración  en  Madrid  del  Congreso  internacional  de  Arqui- 
tectos. 


364  BOLETÍN  DB  LA  RBAl.  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

Ucles^  antigua  residencia  de  la  Orden  de  Santiago,  por  Pelayo  Quintero 
Atauri.  Primera  parte,  ilustrada  con  ocho  fototipias  y  varios  grabados. 
Madrid,  imprenta  de  Fortanet,  1904. — En  8.°,  págs.  200. 

Dan  remate  á  esta  primera  parte,  dedicada  á  la  historia  político- 
militar,  el  Fuero  de  Uclés^  las  Ordenanzas  dt  la  Cofradía' de  Sanéia^  y  la 
Confirmación  de  privilegios  otorgados  d  la  villa  por  los  Reyes  Caidlicosy  sus 
sucesores.  La  segunda  parte  abarcará  los  monumentos  artísticos,  prehistó- 
ricos y  arqueológicos;  y  la  tercera,  los  documentos  de  mayor  intenés  que 
objan  en  diferentes  archivos. 


El  Beato  Juan  de  Ribera  y  el  Real  Colegio  de  Corpus  C^f^/r. -«Estudio 
histórico  por  D.  Pascual  Boronat  y  Barrachina,  presbítero»  Beneficiado  de 
la  parroquial  de  Santa  Catalina  y  San  Agustín  de  Valencia,  individuo  cor- 
respondiente de  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  Buenas  Letras^  etc., 
con  im  prólogo  del  Excmo.  Sr.  D.  Manuel  Danvila.  Valencia,  1904.-^ 
En  4.**,  págs.  XVI  +  400» 

£1  Sr.  Danvila,  individuo  de  número  de  nuestra  Academia,  expone  con 
claridad  y  precisión  en  el  Prólogo  el  contenido  de  esta  nueva  obra  del 
Sr.  Boronat,  que  ilumina  y  pone  en  todo  su  relieve  «la  gran  figura  del 
Beato  Juan  de  Ribera  y  enaltece  la  parte  principalísima  que  la  historia 
le  atribuye  en  la  deseada  y  necesaria  expulsión  de  los  moriscos  de  Es- 
paña.» 


La  Sociedad  arqueológica  Luliana  de  Mallorca  abre  concurso,  que  se 
celebrará  en  31  de  Diciembre  de  1904,  ofreciendo  un  premio  de  trescien- 
tas pesetas  y  cincuenta  ejemplares  impresos  al  autor  de  la  mejor  obra  que 
trate  de  la  Vida  popular  del  bienaventurado  maestro  Ramón  Lull,  escrita  en 
mallorquín  y  fundada  en  las  obras  del  propio  polígrafo. 


Los  cronistas  de  Aragón, — Discursos  leídos  ante  S.  M.  el  Rey  D.  Al- 
fonso XIII  presidiendo  la  Real  Academia  de  la  Historia  en  la  recepción 
pública  del  Excmo.  Sr.  Conde  de  la  Vinaza,  el  día  13  de  Marzo  de  1904» — 
En  folio  menor,  págs.  168. 

Reservamos  para  otro  cuaderno  del  Boletín,  sección  de  documentos 
oficiales,  el  acta  de  esta  sesión,  que  en  los  fastos  de  la  Academia  ha  de  ser 
perpetuamente  memorable  y  ocupará  un  lugar  señaladísimo. 

F.  F.  — C.  F.  D. 


J 


El  Boletín  de  la  Peal  Academia  de  la  Histoüia  se  publica  todos 
los  meses  en  cuadernos  de  8o  ó  más  páginas/ con  sus  correspondientes 
láminas,  cuando  el  texto  lo  exige^  formando  cada  año  dos  tomos  con  su¿ 
portadas  é  índices. 

Las  suscripciones  dan  principio  en  Enero  y  Julio  de  cada  año. 

PRECIOS  DE  SUSCRIPCIÓN 

Madrid.  .  .     6  meses Pesetas      9  • 

—     ...     Un  año —  18 

Provimcias.     Un  año.  .  ., —  20 

Extranjero —  22 

Número  suelto —  2 


Los  Sres.  Académicos  correspondientes  tienen  derecho  á  recibir  su 
ejemplar  á  mitad  de  precio  en  el  despacho  de  la  Academia. 

Los  cuarenta  y  tres  tomos  publicados  se  hallan  de  venta  á  los  pre- 
cios de  suscripción. 

Los  pedidlos  deben  dirigirse  ó.  la.  Librería,  de  M.  MU- 
RILLO,  AlcRléL,  7,  Madrid,  ünioo  encardado  d©  serviir 
las  siascripciones. 


ADVERTENCIAS 


Las  obras  de  la  Academia  se  venden  en  su  despacho, 
^calle  del  León  ,21. 

Los  Sres.  Académicos  honorarios  y  correspondientes 
podrán  adquirirlas  con  rebaja  de  50  por  100  en  los  pre- 
cios, siempre  que  hagan  pedido  directo  con  su  firma. 

A  los  libreros  que  tomen  cualquier  número  de  ejem- 
plares se  les  hará  una  rebaja  conveniente,  según  la  cos- 
tumbre recibida  en  el  comercio  de  librería. 


boletín 

DE  LA 

REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


TOMO  XLIV— CUADERNO  V 
MAYO,  1904 


MADRID 

ESTABLECIMIENTO   TIPOGRÁFICO   DE  FORTANEl 
Cillt  de  la  LiWrtid,  núm.  19 


r 


SUMARIO  DE  ESTE  CUADERNO 


Informes: 


1.     El  Emperador  Carlos  V  y  su  corte.  (IS22-IS3^')  —  A.  Rodrí- 
guez Villa 365 

II.     Artes  é  industrias  del  Buen  Retiro.-^]\xaví  Cataliaa  García.  .  414 

III.  Un  episodio  de  la  guerra  de  secesión,  —  Adolfo  Carrasco.  .  .  422 

IV.  Nueva  lápida  roniatifl  de  Ibahernando.  —Juan  Sanguino  y 

Michel ' , <  .  .  424 

Variedades: 

El  templo  del  Pilar  y  San  Braulio  de  Zaragoza.  Documentos  an- 
teriores al  siglo  XVI. — Fidel  Fita ^ '425 

Noticias 462 


TOMO  XLiv.  Mayo,  1904.  cuaderno  v. 


BOLETÍN 


DE    LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


INFORMES 


I. 

EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE. 

(1522-1539)  (1). 

224. 

(Para  Juan  Vázquez,— Tor desillas,  18  de  Octubre  de  1530.} 

Yo  rcscibí  el  despacho  que  v.  md.  me  envió  sobre  la  dife- 
rencia que  teníamos  Alvaro  de  Lugo  y  yo;  y  por  esta  le  quiero 
<Íar  cuenta  del  fruto  que  hizo  la  cédula  de  S.  M.  y  lo  que  yo 
hice  y.  quiero  hacer,  para  que  dello  haga  relación  á  S.  M.  y  man- 
de proveer  lo  que  fuere  servido,  porque  yo  con  hacer  lo  que 
KÍebo,  daré  cuenta  del  cargo  que  me  ha  sido  encomendado;  y 
V.  md.  no  se  maraville  que  de  mí  es  tantas  vcfces  requerido,  pues 
hay  causa  tan  justa  para  ello. 

Como  yo  vi  la  dificultad  que  Alvaro  de  Lugo  pon  ia  en  darlos 
<iineros  como  los  rescibió,  acordé  de  los  rescibir  como  él  quiso, 
y  esto  se  hizo  por  ganar  tiempo,  mientras  venia  la  provisión  de 
S.  M.;  y  venida,  con  ella  fue  requerido  por  el  Tesorero  que  la 
cumpliese  como  en  ella  so  contenia;  á  lo  cual  respondió  que  no 
haria  otra  cosa  de  lo  que  hecho  tenia;  y  que  él  daria  cuenta  y 
razón  á  S.  M.  dello.  Yo,  vista  su  respuesta,  fui  á  Medina  secre- 
tamente para  recibir  el  dinero  y  darle  carta  de  pago  y  por  cum- 
plir con  mi  cargo  y  no  caer  en  falta,  para  que  por  ello  hobiese 
algún  inconveniente  en  el  secreto:  hice  un  requerimiento  de  mi 


(1)     Véase  la  pág.  285,  cuaderno  iv. 

TOMO  xLiv.  24 


366  BOtBTÍN    DE   LA   REAL  ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA.    ' 

persona  á  la  suya,  el  treslado  del  cual  con  su  respuesta  envió  á 
V.  md.  Y  á  lo  que  responde  Alvaro  de  Lugo  al  requerimiento 
que  yo  le  hice,  que  se  recibieron  los  ce  mil  escudos  contados, 
dice  verdad;  y  dice  que  se  desecharon  los  que  no  queria.  Esto 
entienda  v.  md.,  que  .es  d^sta  manara:  que  en  cada  talegon  que 
él  tenia  había  cinco  pesos  de  á  xxviii  marcos,  que  hacen  diez 
mil  diez  escudos  á  razón  de  lxxi  escudos  y  medio  por  marco; 
los  cuales  se  contaban  por  mí,  y  entre  ellos  habia  algunos  que- 
brados que  les  faltaban  piezas,  y  estos  quedaron  con  los  otros 
que  sobran  para  las  taitas,  en  cada  talego  lo  suyo;  y  tomando 
este  vocablo  como  él  lo  responde,  se  entiende  escogiendo  en 
toda  la  moneda;  y  á  lo  que  dice  que  no  se  pesan  en  ninguna 
parte,  61  está  mal  informado,  porque  en  toda  Alemana  é  Italia 
los  pesan;  y  no  sé  cuando  parezcan  en  España  lo  que  harán;  y 
en  lo  que  dice  que  ha  cumplido  con  la  cédula  de  S.  M.,  dice  ver- 
dad conforme  á  lo  susodicho. 

Y  pues  por  su  respuesta  S.  M.  verá  como  no  se  ha  cumplido 
su  mandamiento,  y  por  la  relación  que  yo  hago  de  la  sospecha 
que  tengo  de  los  inconvenientes  que  se  pueden  ofrecer,  he  acor- 
dado de  inviar  este  mensagero  á  v.  md.  para  que  lo  diga  á  S.  M. 
y  al  Sr.  Presidente,  y  para  mí  sea  descargo  de  haber  cumplido 
en  haberlo  hecho  saber  á  S.  M.  y  demandar  el  remedio  dello;  y 
si  S.  M.  fuere  servida  de  proveer  sobre  ello  para  que  Alvaro  de 
Lugo  cumpla  conforme  al  primer  mandamiento,  es  necesario  que 
S.  M.  le  envié  una  cédula  con  expreso  mandamiento  que  me  dé 
los  dichos  ce  mil  escudos  de  la  manera  que  los  rescibió  por  peso» 
de  la  misma  manera  que  á  él  se  le  hace  cargo.  Y  porque  en  esta 
suma  hay  en  algunos  talegones  algunos  escudos  que  se  sacaron 
para  el  ensayo,  los  cuales  están  en  oro  en  su  poder,  se  entienda 
que  los  ha  de  entregar  6  el  valor  de  su  peso  en  escudos,  y  es 
necesario  para  que  él  cumpla  el  mandamiento  de  S.  M.  para 
mayor  abundamiento  porque  no  haya  más  respuestas  que  le 
aseguren  en  la  cédula  de  le  sacar  á  paz  y  á  salvo,  sí  algo  por  e 
Emperador  le  será  pedido  acerca  deste  caso.  Y  porque  yo  doy 
toda  la  prisa  en  despachar  y  cumplir  todo  lo  que  el  Rey  man- 
da, lo  cual  se  hará  en  el  tiempo  y  manera  que  aquí  diré. 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  367 

Yo  vine  domingo  xvi  deste,  tres  horas  antes  que  amanecies<» 
con  la  moneda,  la  cual  tengo  tan  secreta  que  la  tierra  no  sabe 
dello;  y  ayer  lunes  di  recibo  al  de  los  50«000  escudos  y  entró 
hoy  y  mañana  despacharé  el  bastardo  de  Orrus,  y  hasta  el  do- 
mingo entenderé  en  dar  el  recaudo  y  despachar  á  Mercado,  y  en 
adrezar  para  que  se  parta  el  lunes  el  Tesorero  la  via  de  Fuentc- 
rrabia;  y  es  necesario  que  v.  md.  me  envié  luego  el  despacho  y 
respuesta  de  lo  que  envío  á  pedir,  para  que  á  la  causa  no  haya 
dilación  su  partida  é  yo  sepa  lo  que  se  debe  de  hacer  en  est(^ 
negocio,  porque  así  lo  escribo  al  Sr.  Comendador  mayor  para 
que  lo  diga  á  S.  M.,  que  en  todas  partes  quiero  que  sepan  la  di- 
lación pasada  y  lo  que  se  podrá  ofrecer  no  ser  culpa  mía.  A 
S.  M.  puede  decir  que  ello  se  ha  hecho  y  hace  muy  bien  y  secre- 
tamente, y  V.  md.  me  la  hará  á  mí  muy  grande  en  que  con  la 
respuesta  que  la  Emperatriz  íuere  servida  de  me  mandar,  me 
despache  el  mensagero,  porque  yo,  acabado  lo  de  aquí,  vaya  á 
teneros  compañia. 

226. 

{Para  ti  Rey  mi  señor.  —  Tordesillas^  /^  de  Octubre  de  13.30.) 

Con  Don  Enrique  de  Rojas  escribí  á  V.  A.  y  le  hice  saber 
como  yo  era  llegado  á  la  Corte  de  S.  M.  y  no  pude  con  él  es- 
cribir cosa  ninguna  de  lo  que  hobiese  hecho  acerca  de  lo  que  á 
cargo  truxe,  porque  partió  luego  que  yo  llegué,  y  porque  los 
negocios  se  han  ofrecido  algo  más  largos  de  lo  que  yo  quisiera 
y  allá  pensamos,  con  cierta  dificultad  y  embarazo  que  han  tenido 
y  tienen.  De  todo  escribo  largo  al  secretario  Castillejo  para  que 
dello  haga  relación  á  V.  A.,  porque  es  casi  proceso,  y  en  todo 
se  ha  puesto  la  diligencia  posible  y  se  porná  hasta  dar  el  fin.  Kl 
bastardo  de  Orrus  es  buen  testigo  de  la  causa  de  su  tardanza 
haber  seido  por  no  me  dar  el  recabdo  con  tiempo. 

En  el  negocio  que  V.  A.  me  mandó  que  entendiese  con  S.  M. 
acerca  del  asentar  por  dama  con  la  Emperatriz  la  sobrina  de 
D.  Pero  Laso,  se  hizo  conforme  á  como  vo  escribo  al  dicho 
D.  Pero  Laso. 


308  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE    LA   HISTORIA. 

A  lo  que  V.  A.  manda  que  se  tenga  cuidado  de  mirar  la  mo- 
neda que  se  da,  porque  tenia  aviso  que  no  era  toda  buena,  hago 
saber  á  V.  A.  qne  todos  fueron  bien  avisados,  que  los  unos  con 
recelo  de  lo  que  los  otros  hablan  de  hacer,  la  buscaron  la  mejor 
que  había  en  todo  el  reino  y  los  nuestros  la  examinaron  bien;  de 
manera  que  no  hay  falta  ninguna. 

En  la  instrucion  que  de  V.  A.  truxe,  me  mandó  que  yo  me  in- 
formase en  el  estado  en  que  estaba  el  negocio  de  Martin  de 
Guzman  y  que  en  él  yo  trabajase  de  parte  de  V.  A.  todo  1j 
posible  por  la  buena  expedición  del;  lo  cual  yo  hice;  y  cerca  de 
la  Emperatriz  y  del  Presidente  hallé  en  la  Corte  de  S.  M.  la 
misma  razón  que  allá  tiene  Martin  de  Guzman.  La  cual  es  que 
el  pleito  está  visto  y  no  falta  otra  cosa  sino  sentencialle;  y  para 
ello  yo  lo  supliqué  á  la  Emperatriz  de  parte  de  V.  A.  lo  manda- 
se sentenciar  á  su  Consejo;  y  S.  M.  me  remitió  al  Presidente,  al 
cual  fui  y  de  parte  de  V.  A.  se  lo  rogué,  mostrándole  la  buena 
voluntad  que  á  ello  V,  A.  tenia  por  las  razones  que  él  bien  sabia. 
El  Presidente  es  tan  servidor  de  V.  A.  que  en  todo  lo  que  á  su 
servicio  se  ofrece,  con  entera  voluntad  lo  mira;  y  así  en  el  ne- 
gocio que  de  Y,  A.  á  cargo  truxe,  lo  ha  mirado.  Y  en  este  de 
Martin  de  Guzman  me  dio  larga  cuenta  en  el  estado  que  estaba, 
y  me  dixo  que  era  verdad  que  el  pleito  estaba  visto  y  no  sen- 
tenciado,  y  que  la  causa  habia  seido  que  el  primer  ñscal  que  en 
la  causa  habia  entendido  era  muerto,  y  que  S.  M.  tardó  en  lo 
proveer,  y  después  de  proveído,  le  habia  mudado,  y  que  el  que 
agora  residía,  estaba  ausente;  y  que  estas  habían  sido  las  causas 
de  no  estar  sentenciado;  y  que  como  servidor  de  V.  A.  le  pare- 
cía que  este  negocio  no  debía  pasar  por  justicia,  porque  los  más 
de  los  del  Consejo  que  lo  habían  visto,  eran  muertos  y  en  su 
lugar  había  otros  nuevos  que  no  tenían  noticia  del  negocio,  y  que 
las  cosas  de  justicia  eran  dudosas;  que  le  parecía  que  era  mejor 
que  se  tomase  algún  medio.  El  cual  por  parte  de  Alvar  Peres 
se  habia  comenzado  y  que  de  su  parecer  así  por  lo  que  deseaba 
servir  á  V.  A.  en  este  negocio,  le  parecía  que  este  era  el  mejor 
remedio  y  camino;  no  embargante  que  cuando  el  ñscal  estuvie- 
se en  la  Corte  y  para  ello  hobicse  disposición  se  trabajaría  de 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  369 

hacer  la  sentencia,  y  que  la  sentencia  era  cosa  dudosa;  que  toda- 
vía le  parecía  que  era  lo  mejor  lo  susodicho. 

Alonso  Mercado  envia  con  el  bastardo  de  Orrus  un  hermano 
suyo,  así  por  la  seguridad  de  lo  que  lleva,  c«)mo  porque  querría 
ver  el  mundo  y  gastar  un  par  de  años  por  esa  tierra.  Yo  suplico 
á  V.  A.  sea  servido  de  le  entretener  el  tiempo  que  alia  estoviere 
pues  los  servicios  de  su  padre  é  hijos  dan  ocasión  á  que  V.  A. 
les  haga  mercedes,  y  sobre  ello  escribo  más  largo  al  secretario 
Castillejo,  que  hará  relación  á  V.  A. 

226. 

(Para  el  Comendador  mayor  de  León.  —  Tor desillas ^  ig  de  Octubre  de  1330.) 

Muy  magnífico  Señor. — Yo  tenia  largo  escripto  á  V.  S.  dán- 
dole cuenta  de  lo  que  se  habia  hecho  en  lo  que  á  cargo  truxc, 
después  que  con  D.  Enrique  de  Rojas  escribí;  que  fue  hacer  sa- 
ber á  V,  S.  mi  venida  y  lo  que  con  S.  M.  habia  pasado  acerca 
de  los  negocios  de  esa  Corte,  como  por  V.  S.  me  fue  ordenado. 
Después  vista  la  calidad  deste  negocio  que  á  cargo  truxe  y  que 
conviene  tener  en  61  todo  secreto  y  yo  no  tener  cifra  con  V.  S. 
para  gelo  comunicar  estensamente  como  acá  en  ello  se  ha  enten- 
dido, acordé  de  lo  escribir  al  secretario  Castillejo  con  quien  ten- 
go ciíras,  para  que  de  mi  carta  á  él  escripta  saque  la  relación  do 
todo  el  negocio  y  la  lleve  á  V.  S.;  por  la  cual  entenderá  el  pro- 
ceso que  se  ha  hecho  con  este  caballero  con  quien  se  trata  la 
cosa.  Al  tesorero  (.)choa  de  Landa  metí  en  este  negocio  por 
mandado  de  la  Emperatriz  nuestra  señora,  por  las  razones  que 
yo  á  S.  M.  referí  convenientes  para  el  secreto  deste  negocio,  las 
cuales  le  parecieron  bien,  que  yo  veniendo  de  allá  y  siendo  tan 
conoscido,  no  podia  dcxar  de  ser  sospechoso  entendiendo  en  esto 
negocio.  Y  así  despedido  de  S.  M.,  vine  en  esta  villa  á  comuni- 
car el  negocio  con  el  dicho  Tesorero  y  le  enviar  á  entender  en 
ello  é  que  yo  me  quedase  en  su  casa  con  achaque  de  ver  á  mi 
prima  hermana  su  muger  y  descansar  del  trabajo  del  camino. 
Y  V.  S.  puede  creer  que  he  tenido  mucha  pena  en  este  negocio; 
que  según  el  mandamiento  de  S.  M.  acerca  del  escripto  y  yo 


37o  BOLETÍN   DE    LA    REAL   ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

conocer  la  necesidad  que  dello  hay  y  ser  necesario  entender  en 
ello  personas  fiables  para  llevar  esta  cosa  á  las  partes  dónde  con- 
viene, adonde  si  yo  fuese,  seria  sospechoso;  para  lo  cual  crea 
V".  S.  que  ha  sido  menester  mucha  maña;  y  antes  que  de  Madrid 
partiese,  pensé  lo  que  en  ella  debia  hacer,  y  así  lo  platiqué  con 
la  Emperatriz  y  los  del  Consejo;  y  parecióles  bien  lo  que  yo 
había  pensado,  que  era  encomendarlo  al  tesorero  Ochoa  de 
Landa  por  lo  que  al  dicho  Secretario  escribo.  Para  el  cual  la 
Emperatriz  me  dio  la  cédula  que  digo,  mandando  al  dicho  Teso- 
rero hiciese  en  ello  lo  que  yo  le  ordenase;  y  por  mandado  de 
S.  M.  él  no  ha  dexado  de  hacer  lo  posible,  aunque  yo  le  hallé 
tan  atribulado  que  más  estaba  para  otra  cosa  que  para  entender 
en  lo  que  yo  á  cargo  traia,  y  por  cumplir  el  servicio  de  S.  M., 
luego  se  desembarazó  de  sus  trabajos  y  entendió  en  los  mios;  y 
es  razón  que  \^.  S.  los  sepa  y  como  servidor  suyo  y  mió  nos 
quiera  hacer  merced  de  tener  la  mano  cerca  de  S.  M.  de  reme- 
diarlos en  lo  que  fuere  ser\'ido,  para  que  el  daño  no  pase  más 
adelante,  pues  basta  y  sobra  lo  que  tiene,  de  lo  ¿ual  perdone 
Dios  á  quien  tiene  la  culpa  dello.  V.  S.  sabrá  que  como  el  Teso- 
rero dio  sus  cuentas  y  se  le  hizo  el  alcance  que  á  V.  S.  está  escrip- 
to,  de  hasta  cinco  mil  ducados  mis,  por  no  le  querer  pasar  sus  sa- 
larios conforme  á  sus  asientos  que  faltan  de  sus  cuentas,  ha  resci- 
bido  en  ello  mucho  daño,  porque  él  como  V.  S.  sabe  ha  servido 
sus  oficios  muy  limpiamente  y  no  como  se  acostumbra;  y  ha 
tenido  su  costa  conforme  á  como  pensaba  tener  los  salarios,  y 
visto  el  alcance,  es  necesario  que  lo  haya  de  pagar  con  los  bie- 
nes que  hu\'o  de  su  muger;  y  sabido  por  ella  y  para  mejor  ha- 
cerlo y  tener  por  cierto  ser  así,  creo  que  metió  una  hija  que 
tenia  para  casar  monja;  y  deste  trabajo  tomó  tan  gran  alteración 
que  perdió  el  seso  y  de  tal  manera  que  ha  tenido  y  tiene  con 
ella  harto  trabajo,  el  cual  V.  S.  puede  considerar  y  cual  pena  y 
pérdida  debe  ser.  No  quiero  hacerle  sobre  ello  más  larga  rela- 
ción, sino  que  V.  S.  la  quiera  entender  y  poner  en  ello  el  reme- 
dio que  fuere  servido,  pues  será  hacernos  á  él  y  á  mí  muy  seña- 
lada merced,  como  de  V.  S.  esperamos.  El  Marqués  sabiendo 
bien  los  servicios  del  Tesorero  y  ser  esto  así,  escribe  sobre  ello 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  37 1 

á  S.  M.  y  á  V.  S.  encomendándole  la  solicitud  dello  ai  Sr.  D.  En- 
rique de  Rojas  su  hijo:  y  el  Sr.  Doctor  hará  más  larga  relación 
á  V.  S. 

227. 

(Para  el  secretario  Castillejo. — Tordesillas,  IQ  de  Octubre  de  1530.) 

Señor  hermano:  Por  esta  quiero  dar  cuenta  á  v.  md.  del  sub- 
ceso  de  mi  persona  y  estado  en  que  tengo  los  negocios  que  á 
cargo  truxe.  Desde  Madrid  escribí  á  v.  md.  con  D.  Enrique  de 
Rojas  á  14  del  pasado,  y  por  aquella  carta  le  di  cuenta  de  cómo 
yo  había  llegado  y  lo  que  con  S,  M.  había  negociado;  y  tardé  en 
Madrid  en  recibir  mis  despachos  y  concertar  la  forma  que  se 
había  de  tener  siete  días.  JSl  fin  dellos  me  partí  con  las  provisio- 
nes necesarias  para  Medina  del  Campo,  donde  pensé  hallar  á 
iVlvaro  de  Lugo,  tenedor  del  dinero,  y  estaba  en  Valladolíd, 
porque  es  corregidor  allí;  y  tomando  conmigo  al  tesorero  Ochoa 
de  Landa  fui  para  él  y  secretamente  le  hablé  y  di  mi  despacho, 
y  me  dixo  Jo  cumpliría  como  S.  M.  mandaba,  y  mejor  si  mejor 
podía,  pero  por  siete  ó  ocho  dias  convenia  tener  paciencia,  porque 
61  no  tenia  cuenta  y  razón  deste  negocio  sino  un  cierto  oficial 
que  sabia  del  tal  menester,  por  cuya  mano  estaba  hecho  el  reci- 
bo y  cargo;  y  este  estaba  en  su  casa  diez  leguas  más  allá  de  Bur- 
gos, al  cual  convenia  hacer  mensagero  y  le  hizo  que  viniese  para 
dar  recaudo  de  lo  que  nosotros  demandábamos;  y  entretanto 
que  este  venía,  nos  tornamos  á  Tordesillas;  y  deste  acuerdo  y 
tardanza  hice  mensagero  á  la  Emperatriz,  y  entre  tanto  yo  bus- 
qué las  personas  que  con  Mercado  y  los  otros  habían  de  ir;  y 
hallé  dos  oficiales  cortesanos  conocidos  míos,  que  estaban  de  vo- 
luntad de  hacer  este  viage,  y  descobri endose  dello  á  mí,  holgué 
y  así  les  ofrecí  el  viage  y  hacelles  la  costa  y  asi  se  acordaron 
conmigo:  el  uno  el  Machín,  sastre  del  Comendador  mayor  Co- 
bos, casado  en  Valladolíd,  y  el  otro  un  calcetero  que  se  llama 
Muñoz,  casado  en  Medina  del  Campo,  los  cuales  no  estaban  apa- 
rejados para  ir  con  el  bastardo,  que  es  el  primero  de  la  escala. 
A  Mercado  y  al  dicho  bastardo  encomendé  que  mirasen  donde 


372  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

ellos  estaban,  que  es  en  Medina,  disimuladamente  si  se  ofrece- 
rían alguno  ó  algunos  seguros  para  ocupallos  en  este  negocio  que 
allá  quisiesen  ir  y  toviesen  causa  para  ello;  y  me  dieron  aviso 
que  no  hallaban  recabdo;  y  á  la  causa  Mercado  quiso  enviar  un 
hermano  suyo  con  el  bastardo  á  fin  de  darle  compañia,  y  también 
porque  querría  mostralle  por  algunos  días  algo  del  mundo,  que 
en  su  casa  con  los  regalos  de  los  padres  no  gana  nada;  y  parecele 
que  los  servicios  de  su  padre  y  suyos  serán  partes  para  que  el 
Rey  por  un  año  ó  dos  ge  le  quiera  entretener,  que  no  es  para 
más  tiempo;  sabiendo  la  costumbre  de  nuestra  casa  y  en  el  esta- 
do que  está,  yo  quisiera  que  no  hiciera  esta  jornada,  pero  á  él  lo 
parece  que  lo  susodicho  y  el  favor  de  v.  md.  y  mió  serán  partes 
para  alcanzar  esta  gracia  que  quiere;  y  pues  v.  md.  sabe  que  se 
le  deben  mercedes  de  los  servicios  pasados  de  padre  é  hijos  y  la 
confianza  del  favor  y  voluntad  de  V.  md.  le  hace  poner  en  ello» 
con  obras  lo  muestre  en  este  negocio,  que  de  mi  parte  yo  resci- 
biré  mucha  merced  en  ello. 

El  dicho  bastardo  lleva  consigo  y  compañia  I8.CXX)  escudos, 
de  los  cuales  dará  cuenta  á  v.  md.  y  no  le  señala  cosa  ninguna 
para  la  costa  de  las  postas:  él  dará  la  cuenta  de  lo  que  en  ello 
gastare  y  S.  A.  la  pasará  como  fuere  servido. 

Mientras  estaba  en  Tordesillas  esperando  recaudo,  el  obispo 
de  Astorga  que  está  en  Valladolid,  supo  cómo  yo  estaba  en  esta 
villa;  y  me  hizo  un  mensajero  con  grandes  quexas  de  haber  yo 
arribado  en  Valladolid  y  no  le  haber  visto;  y  que  en  todo  caso 
diese  orden  donde  nos  pudiésemos  ver,  que  fuese  en  Simancas  á 
donde  él  vernia  á  buscarme.  Yo  le  respondí  satisfaciendo  á  su 
quexa  cómo  en  la  verdad  no  había  sabido  que  estaba  allí,  que  á 
saberlo  sin  duda  yo  le  besara  las  manos  y  le  visitara.  Hobc  de 
conceder  en  que  nos  hubiésemos  de  ver  en  el  camino,  aunque 
era  mala  crianza  estando  tan  cerca ;  pero  porque  esta  villa  man- 
da guardar  el  Marqués  de  Denia  en  el  principal  de  los  que  vie- 
nen de  Valladolid,  y  por  no  le  dar  enojo  ni  achaque  para  que 
della  me  hiciese  salir,  fui  forzado  de  ir  más  de  al  medio  del  cami- 
no, donde  el  Sr.  Obispo  me  ordenó  que  fuese,  y  mudó  propósito 
pafa  una  granja  ^d^e  la  Orden   de  San  Bernardo  que  estl  entre 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V-  Y  SU  CORTE.  375 

Simancas  y  Aníago;  y  esto  hizo  porque  estaba  en  Valladolid  el 
reformador  de  la  Orden,  que  es  su  grande  amigo  y  aun  dice  que 
vuestro.  Y  el  dicho  reformador  quiso  venir  en  su  compañia  por 
saber  de  v.  md.;  y  yo  me  fui  á  comer  con  ellos  en  la  dicha  gran- 
ja, adonde  fui  muy  bien  rescibido  y  le  di  cuenta  de  la  causa  de 
mi  venida,  como  la  doy  á  todos  reservando  lo  cierto  para  mí; 
que  el  mayor  cuidado  que  agora  tengo  es  ordenar  la  causa  á  que 
fui  venido,  porque  á  todos  parece  cosa  recia  en  tal  tiempo  ha- 
llarme ausente.  En  cuanto  á  esto  yo  satisñce  al  Sr.  Obispo  de 
mi  venida  de  manera  que  se  contentó.  Esto  es  cuanto  á  la  pri- 
mera parte.  La  segunda  fue  saber  de  la  salud,  estado  y  prospe- 
ridad del  Rey  nuestro  señor;  y  en  esta  dixe  lo  que  sabia  y  enten- 
día; y  así  fue  tan  satisfecho  como  de  lo  primero,  porque  era  más 
cierta  razón.  La  tercera  fué  la  vuestra;  á  la  cual  yo  dixe  el  favor 
que  V.  md.  tenia  así  en  el  Rey  como  en  S.  M.  por  el  conoci- 
miento que  tenia  del  valor  de  vuestra  persona  y  habilidad  y 
servicios  que  habíades  hecho  y  podíades  hacer;  y  por  esta  cabsa 
estábades  en  buena  amistad  con  el  Comendador  mayor  Cobos: 
y  en  cuanto  al  proveimiento  y  mercedes  que  por  esto  se  debian 
hacer,  el  Rey  mi  señor  tenia  intención  que  ofreciéndose  en  sus 
Estados  una  buena  pieza,  habia  de  proveer  á  v.  md.  en  ella,  y 
que  para  en  lo  de  España  hacia  lo  mismo  acerca  de  S.  M.;  y  que 
yo  no  ponia  duda,  dando  Dios  vida  á  v.  md.  que  terniades  causa 
de  no  os  descontentar.  Asimismo  le  recité  la  voluntad  y  afición 
que  teníades  á  su  señoría  y  que  podría  estar  seguro  de  vuestra 
buena  amistad  para  la  emplear  en  lo  que  cumpliese  á  su  servi- 
cio; de  manera  que  de  todo  esto  se  satisfizo.  La  cuarta  parte  que 
quiso  saber,  cómo  estabais  en  la  gracia  del  Rey;  de  la  cual  yo  le 
satisfice  que  bien;  y  para  ello  v.  md.  habíades  hecho  lo  que  un 
buen  amigo  suele  hacer,  en  lo  cual  él  no  puso  ninguna  descon- 
fianza. La  quinta  fue  cómo  podria  él  ir  á  besar  la  mano  al  Rey> 
que  era  el  fin  de  todos  sus  deseos,  lo  cual  él  querría  hacer  en 
tiempo  que  S.  M.  allá  estuviese,  porque  fuese  con  más  funda- 
ción y  propósito  su  ida  y  quedada.  A  este  punto  recitamos  la 
falta  en  que  habia  caido,  porque  cuando  él  vino  de  Roma  y  nos 
vimos  en  Madrid,  dimos  orden  y  concierto  como  se  debia  hacer. 


374  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

y  por  algunas  causas  no  lo  pudo  hacer.  Agora  querría  licencia 
de  S.  M.,  la  cual  procura  por  medios  del  Comendador  mayor 
Cobos  con  letras  del  Conde  y  Condesa  sus  suegros  y  suyas;  y 
que  V.  md.  entienda  en  dallas  y  solicitar  el  despacho.  Yo  sé  que 
el  mayor  deseo  que  en  este  mundo  tiene,  es  ir  á  ver  al  Rey  y 
Reina  nuestros  señores  y  á  los  Príncipes  y  morir  allá  en  su  ser- 
vicio sin  le  dar  pesadumbre  ni  costa  alguna,  porque  para  ello  diz 
que  tiene  buen  recaudo  en  su  renta.  V.  md.  puede  hacer  relación 
dello  al  Rey  nuestro  señor  y  consultar  con  él  lo  que  será  servi- 
<lo  que  el  Obispo  haga;  que  él  escribe  al  Rey  y  á  v.  rad.  y  al 
Comendador  mayor.  V.  md.  podrá  ver  la  letra  y  cerralla  y  dalla 
á  S.  A.  y  con  el  primero  responder  lo  que  el  Comendador  ma- 
yor habrá  hecho  y  el  conocimiento  que  de  su  ¡da  habrá  tomado. 
Lo  demás  fue  hablar  en  el  Lutero  y  otras  cosas  de  que  no  hay  ne- 
cesidad de  dar  razón;  y  con  esto  se  retiró  á  dormir;  y  me  dexó  en 
manos  del  reformador;  y  solos  quiso  saber  del  estado  de  v.  md. 
<^1  cual  yo  le  rescité  tan  complido  y  más  que  al  Obispo  dos  ve- 
ces. Díxome  cómo  en  el  banco  adonde  v.  md.  ordena  sus  car- 
tas para  que  se  guien  á  Nogales,  él  habia  rescebido  una;  y  como 
ol  y  el  Abad  eran  una  cosa  y  vuestros  amigos,  él  la  habia  abierto 
y  leido,  y  por  ella  conocía  que  yo  le  decia  verdad,  porque  le 
hacíades  saber  como  estábades  cerca  y  pensábades  haber  á  Avi- 
la. Yo  le  satisfice  de  razones  para  ello  ser  así  verdad;  y  que  si 
•desvio  hobiesc,  no  seria  por  no  querello  hacer  el  Emperadora 
ruego  del  Rey  nuestro  señor,  por  conoscimiento  que  tiene  de 
vuestros  servicios;  pero  por  muchas  cosas  que  en  Roma  tenia  que 
cumplir  y  agora  en  Alemana  se  ofrecian,  y  que  esta  seria  justa 
causa  para  que  toviese  algún  desvio;  no  embargante  todavía  te- 
níamos buena  esperanza;  y  cumplí  muy  largamente  con  lo  que 
tocaba  á  vuestro  honor;  é  yo  holgaría  que  no  fuese  sueño  sino 
verdad;  é  así  nos  despedimos,  ellos  para  Valladolid  y  yo  para 
Tordesillas. 

La  carta  para  Escalante  vuestro  amigo  se  dio  al  licenciado 
Escalante  su  hermano,  oidor  de  la  Chancilleria,  para  que  se  la 
enviase  con  el  primero  que  se  ofreciese,  porque  estaba  en  su 
tierra  muchos  dias  había;  y  como  estoy  encerrado  en  esta  villa, 


j 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  375 

la  cual  no  se  comunica  con  ninguna  parte,  no  sé  cosa  ninguna 
de  lo  que  allá  nos  dixeron  que  le  hobiese  acaecido:  procuraré  de 
lo  saber  y  hacer  saber  á  v.  md. 

Yo  envié  desde  Madrid  un  mensajero  á  Toledo  para  saber 
qué  estaba  hecho  cerca  del  capacete,  el  cual  me  tornó  respues- 
ta que  Blas  Caballero  estaba  en  Valladolid,  á  donde  yo  le  escribí 
con  Diego  de  Lequeitio  las  nuevas  de  nuestra  Corte,  y  también 
que  me  escribiese  si  estaba  en  su  poder  el  capacete  ó  cómo  es- 
taba, porque  el  Rey  me  habia  dado  recaudo  para  cobrallo.  Res- 
pondióme lo  que  V.  md.  verá  por  dos  cartas  que  me  escribió  que 
ahí  envió  y  no  hay  espacio  ni  aparejo  para  entender  en  ello  por 
la  incertinidad  que  hay  en  habelle  cobrado.  En  desembarazán- 
dome desto  que  entre  manos  tengo,  yo  entenderé  en  la  cobran- 
za del  y  inviaréle  á  buen  recaudo. 

A  primero  deste  llegó  en  esta  villa  Francisco  de  Salamanca  y 
Juan  su  compañero,  y  me  dieron  el  despacho  que  v.  md.  les  dio 
para  mí;  y  respondiendo  á  la  de  v.  md.  digo:  que  tengo  infinita 
pena  de  la  que  v.  md.  tiene  con  su  enfermedad,  la  cual  Nuestro 
Señor  remedie  como  yo  deseo.  Las  cartas  de  v.  md.  para  el  se- 
ñor Pedro  de  Castillejo,  y  las  otras  para  Cibdad  Rodrigo  en  un 
pliego  con  otra  mía  para  el  dicho  Pedro  de  Castillejo  las  envié 
al  secretario  Juan  Vázquez  para  que  las  enviase  con  cierto  men- 
sagero  á  muy  buen  recado,  y  le  escribí  m?  respondiese  habellos 
rescibidó  y  en  qué  estado  estaban  los  negocios  para  que  lo  pe- 
diese hacer  saber  á  v.  md.  La  carta  del  Obispo  de  Avila,  pues 
pienso  ir  á  la  Corte  presto,  quiero  yo  mismo  dársela,  ó  si  se  di- 
latare la  partida  la  enviaré  al  Sr.  Pedro  de  Castillejo,  que  es- 
tará según  me  dixeron  luego  en  la  Corte,  para  que  se  la  dé. 

El  señor  Dean  me  dio  un  memorial  para  que  le  inviase  cier- 
tas cosas  de  almohadas  y  paños  de  manos  labrados,  lo  cual  en- 
vió á  V.  md.  con  el  bastardo  de  Orrus  para  que  se  lo  dé  de  su 
mano;  y  ello  es  tal  que  creo  no  se  descontentará:  van  en  dos 
paquetes  cubiertos  de  lienzo  encerado,  entrambos  á  dos  gelos 
ha  de  dar  á  v.  md.  y  hacer  que  me  escriba  haberlos  rescibidó. 

Señor,  quiero  tornar  á  dar  más  entera  cuenta  á  v.  md.  para 
que  la  dé  á  S.  A.  de  lo  que  tengo  hecho  acerca  de  mi  comisión 


37^  BOLETÍN   DB   LA   REAL   ACADEMU  DE  LA   HISTORIA. 

y  el  tiempo  que  en  ello  se  ha  gastado,  para  que  sepa  que  no  ha 
seido  más  en  mi  mano,  por  los  impedimentos  que  acá  se  han 
ofrecido,  y  en  todo  he  puesto  sobrada  diligencia  y  en  el  secreto^ 
que  es  lo  principal  que  S.  M.  me  encomendó  y  no  menos  la 
Emperatriz  y  su  Consejo  y  de  todo  hago  relación  por  mi  carta 
al  Sr.  Comendador  mayor  para  que  lo  diga  á  S.  M.  V.  md.  sa- 
brá como  Mercado  y  el  bastardo  Orrus  me  alcanzaron  cerca  de 
Burgos.  Luego  dexé  mis  caballos  y  corrí  la  posta,  y  llegué  á 
Madrid,  donde  me  detuve  siete  dias  en  recibir  mis  despachos  y 
disimular  mi  venida,  que  han  tenido  harto  que  pensar  della,  y 
acordado  con  S.  M.  y  los  de  su  Consejo  la  manera  que  habia  de 
tener  acerca  de  sacar  la  moneda  para  guardar  el  dicho  secreto, 
les  pareció  muy  bien  lo  que  yo  tenia  pensado;  y  con  el  recaudo 
necesario  me  partí  para  Medina,  donde  pensé  hallar  á  Alvaro  de 
Lugo,  el  cual  estaba  en  Valladolid  en  su  corregimiento;  y  to- 
mando en  mi  compañia  al  tesorero  Ochoa  de  Landa  fui  allá  se- 
cretamente y  mostré  mi  despacho  y  asenté  con  él  lo  que  arriba 
tengo  dicho.  Kl  dicho  oficial  no  vino  para  el  tiempo  que  habia 
dicho;  y  visto  que  tardaba,  yo  torné  á  inviar  al  tesorero  susodi- 
cho para  que  viese  lo  que  determinaba  hacer;  y  asentó  con  el 
Tesorero  que  viniese  el  oficial  ó  no,  que  dentro  de  cinco  dias 
seria  en  Medina  á  dar  recaudo.  Los  dias  que  me  detuvo  fue- 
ron XV,  los  cuales  fueron  para  mí  años,  pero  no  podia  hacer  otra 
cosa.  De  la  dilación  di  aviso  á  la  Emperatriz.  Venido  el  tiempo 
del  plazo  que  habían  asentado,  el  Tesorero  fué  allí  y  llevó  con- 
sigo á  Diego  de  Lequeitio,  y  comenzaron  á  contar  el  dinero;  y 
en  la  manera  y  forma  que  el  dicho  Alvaro  de  Lugo  tenia  la  mo- 
•  neda,  habíala  rescibido  por  peso  y  con  pago  para  las  faltas;  y  así 
lo  tenia  todo  en  su  orden  de  x  mil  escudos  por  talegon,  con  más 
lo  de  las  faltas,  que  serian  á  c  y  xc  por  talegon;  y  como  el  Te- 
sorero vido  este  cuento,  demandó  que  los  dineros  le  fuesen  da- 
dos en  la  forma  que  él  los  habia  rescibido;  á  lo  cual  el  Alvaro  de 
Lugo  dixo  que  él  no  los  habia  de  dar  sino  como  lo  rezaba  la  cé- 
dula de  S.  M.,  que  era  número  de  ce.  mil  escudos;  y  aunque  el 
Tesorero  hizo  muchos  replicatos  sobre  eUo,  no  lo  pudo  mover  á 
otra  cosa;  y  visto  el  número  de  lo  que  se  perdia  á  rescibirlos  así, 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  377 

y  había  de  pérdida  cerca  de  dos  mil  escudos,  diome  dello  aviso 
para  que  proveyese  lo  que  fuese  menester  sin  dexar  de  andar  en 
su  cuenta.  Yo  despaché  una  posta  á  la  Emperatriz  haciéndole 
saber  la  diferencia  que  teníamos  y  los  inconvenientes  que  á  la 
cabsa  se  podrían  ofrecer  para  que  lo  mandase  remediar;  y  S.  M., 
vista  mi  relación,  me  envió  una  cédula  para  el  dicho  Alvaro  de 
Lugo,  en  que  me  diese  los  ce.  mil  escudos  como  los  había  res- 
cibido:  el  traslado  della  envió  á  v.  md.  Y  venida  la  cédula  yo  la 
envié  al  Tesorero  para  que  la  notificase,  y  así  lo  hizo;  pero  apro- 
vechó muy  poco;  y  visto  esto  y  que.  se  había  acabado  de  contar 
la  moneda,  fui  á  Medina  secretamente  para  la  rescibir  y  dar  carta 
de  pago;  y  como  vi  que  no  cumplía  el  mandamiento  de  la  Em- 
peratriz, acordé  de  le  hacer  un  requirímiento  de  mí  persona  á 
la  suya  por  guardar  el  secreto,  el  cual  envío  aquí  con  su  respues- 
ta; y  tomé  los  ce.  mil  escudos  y  me  vine  á  esta  villa  de  noche;  á 
donde  luego  otro  día  despaché  y  di  recado  al  mercader  de  Fú- 
cares de  los  50.000  escudos  y  envió  un  conosci miento  suyo  de 
cómo  los  rescibió;  y  aguardé  á  despachar  al  bastardo  de  Orrus 
otro  día  para  que  él  llevase  aviso  deste  pagamento.  Este  mismo 
día  despaché  á  la  Emperatriz  con  mí  requirímiento  y  la  respues- 
ta de  Alvaro  de  Lugo  para  que  provea  S.  M.  lo  que  fuere  ser- 
vida. El  traslado  de  la  carta  envío  á  v.  md.  para  que  deis  razón 
de  no  haber  habido  punto  de  falta  por  mi  parte.  No  sé  lo  que 
S.  M.  proveerá,  pero  yo  hago  lo  que  debo  para  mi  dicho  cargo. 
Kn  las  cartas  que  Francisco  de  Salamanca  me  traxo,  vino  el 
aviso  del  cambio  que  el  Rey  había  hecho  de  los  loo.ooo  escu- 
dos y  por  él  me  hace  saber  que  ge  los  tengo  de  delibrar  en 
Fuenterrabía;  y  estos  mercaderes  no  han  parecido  acá;  y  no  sé 
sí  están  esperando  en  la  dicha  Fuenterrabía;  y  para  ganar  tiem- 
po, caso  que  esto  sea  así,  hemos  acordado  que  el  Tesorero  vaya 
y  Diego  de  Lequeitio  con  él  hasta  Vitoria  y  llevan  los  c.  mil 
escudos  y  él  los  dexará  allí  en  guarda  de  Diego  de  Lequeitio  y 
él  pasará  á  Fuenterrabía  y  verá  si  están  allí  los  mercaderes  y 
concertará  con  ellos  lo  que  se  deba  hacer  para  los  contentar,  y 
llevará  consigo  á  Francisco  de  Salamanca  y  su  compañero;  y  si 
ellos  estuvieren  allí,  aguardarán  para  darles  el  pago  y  después 


37$  BOLETÍN  DE  LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

irá  á  llevar  su  recabdo  y  dar  aviso  dello;  y  si  los  dichos  merca- 
deres no  fueren  venidos,  los  despachará  para  que  S.  A.  sepa  y 
provea  lo  que  converná;  y  entretanto  estará  el  dinero  en  Vito- 
ria á  buen  recaudo.  La  causa  porque  yo  no  voy  con  este  recau- 
do, es  porque  yo  soy  conocido  y  vine  por  aquel  camino,  y  tor- 
nar agora  y  volver  después  y  con  acémilas  cargadas,  estaba  muy 
clara  la  sospecha;  y  por  esto  se  ha  tomado  el  medio  susodicho; 
que  yo  mas  me  quisiera  holgar  este  tiempo  en  Vitoria  que  an- 
dar desterrado  por  acá.  V.  md.  crea  que  me  ha  sido  más  congo- 
xoso  de  lo  que  allá  se  pensaría  á  causa  del  secreto  que  es  me- 
nester tener. 

228. 

(Para  el  Rty  mi  señor. —  Tordesillas,  3S  de  Octubre  de  fS^o.) 

C)tro  dia  después  que  el  bastardo  de  Orrus  partió,  ^'ino  en 
esta  villa  uno  de  los  mercaderes  con  quienes  se  hizo  el  concier- 
to de  los  c.  mil  escudos,  y  me  dixo  cómo  él  y  su  compañía  eran 
venidos  en  Fuenterrabia  y  que  estaban  aguardando  allí  á  resci- 
bir  el  dicho  dinero;  y  á  la  hora  que  él  llegó,  estaba  yo  adrezan- 
do la  manera  cómo  habia  de  ir;  y  el  dicho  mercader  lo  vido  por 
sus  ojos;  y  quedó  concertado  que  el  tesorero  Ochoa  de  Landa 
seria  en  Álava  con  ello  para  los  dos  de  Noviembre  en  su  propria 
casa;  y  les  dixe  que  por  más  seguridad  y  secreto  seria  bien  re- 
cibiesen el  dinero  allí;  así  por  ser  el  lugar  pequeño  y  fuera  de 
conversación  como  por  estar  en  casa  segura,  y  que  de  allí  se  lo 
llevarían  hasta  lo  poner  en  salvo  fuera  del  reino.  Y  al  dicho  mer- 
cader le  pareció  bien,  y  quedó  que  lo  platicaría  con  su  compa- 
ñía; y  que  con  la  respuesta  para  el  dicho  tiempo  serian  en  aquel 
lugar.  Ello  se  hará  conforme  á  su  voluntad,  aunque  yo  querría 
mucho  que  rescibiesen  allí  el  dinero,  porque  sería  más  secreta- 
mente hecho  y  más  seguridad  para  ellos;  que  no  habría  necesi- 
dad sino  en  llegando  en  Fuenterrabia  pasar  el  rio,  con  que  nadie 
supiese  qué  cosa  era,  porque  va  en  cofres  á  manera  de  ropas;  y 
si  se  hobiese  de  contar  en  Fuenterrabia,  hay  gente  de  guarnición 
y  soldados  que  por  secreto  que  se  quisiese  hacer  no  podría  ser 


EL  BMPERAI>OR  CARLOS  V  T  SU  CORTE.  379 

menos  que  no  se  regumase  digo;  y  á  la  causa,  después  de  ellos 
pasados  en  Francia,  les  podría  advenir  algún  revés,,  y  aun  peli- 
gro en  divulgación  del  negocio. 

229. 

(Para  d  Rey  mi  señor. —  Tordesillas^  g  de  Mayo  de  i/í^i.) 

Estando  ocupado  en  adrezarme  para  ir  á  la  Corte  del  Empe- 
rador, me  dieron  una  carta  de  V.  M.  (l)  hecha  en  Ludubais,  y 
por  ella  me  torna  á  mandar  que  si  disposición  tuviese,  á  la  hora 
me  partiese.  Yo  tenia  el  cuidado  que  era  razón  para  haber  ido» 
vsi  mi  mala  disposición  no  lo  hobiera  estorbado.  Y  pues  á  V.  M. 
son  muy  notorios  mis  males,  no  terne  necesidad  de  probanza 
para  que  lo  deba  creer.  A  Dios  ha  placido  de  me  dar  salud,  aun- 
que no  como  yo  querría,  y  para  mucho  trabajo  y  camino  seria 
menester;  pero  por  cumplir  el  mandamiento  de  V.  M.,  yo  comon- 
zaré  y  acabaré  donde  Dios  fuere  servido.  Yo  me  hubiera  partido 
al  principio  deste  mes,  y  no  se  pudo  hacer  porque  la  Emperatriz 
estaba  de  camino  para  la  cibdad  de  Avila  á  donde  se  determina 
venir  por  ser  tierra  fresca,  y  llegará  en  todo  el  dicho  mes.  Paro- 
ceme  que  es  razón  de  llevar  larga  relación  para  S.  M.  de  las  co- 
sas que  me  querrán  mandar,  y  de  la  salud  del  Príncipe,  pues, 
dello  será  servido  el  Emperador.  Yo  pienso  ser  del  todo  despa- 
chado para  xii  de  Junio  y  así  conseguiré  mi  camino  en  el  cual 
creo  me  deterné  por  ser  el  tiempo  tan  recio  y  llegar  con  vida  y 
salud  para  poder  servir  á  V.  M. 

230. 

(Para  el  Comendador  mayor  Cobos. — Tordesillof^  g  de  Mayo  de  1331.} 

A  8  deste  rescibí  una  carta  de  V.  S.  en  respuesta  de  la  que 
con  Zarate  escribí  dando  cuenta  de  mi  enfermedad  y  mala  dis- 
posición; y  por  ella  hice  saber  á  V.  S.  el  mandamiento  que  del 


(i)    a  partir  de  esta  fecha  le  da  siempre  el  tratamiento  de  Majesta<l» 
sin  duda  por  la  nueva  dignidad  de  Rey  de  Romanos. 


38o  BOLETÍN   DE    LA   REAL   ACADEMIA.  DE   LA   HISTORIA. 

Rey  mi  señor  tenia  para  haber  de  ir  á  la  Corte  de  S.  M.,  lo  cual 
no  pude  poner  en  obra  á  cabsa  de  mi  mal.  A  Dios  ha  placido  de 
me  dar  salud,  aunque  no  como  yo  querría;  que  á  los  de  mi  edad 
y  mala  disposición  nunca  les  faltan  achaques;  pero  todo  se  pre- 
supone por  cumplir  el  mandamiento  del  Rey.  Yo  quisiera  que 
V,  S.  me  hiciera  merced  de  me  dar  más  claridad  que  en  la  car- 
ta me  escribió  de  lo  que  habia  de  hacer,  pues  que  confio  en  que 
me  ha  de  hacer  las  mercedes  que  mi  voluntad  merece  al  deseo 
de  su  servicio.  Yo  quedo  con  la  determinación  que  el  Sr.  Doc- 
tor dirá  á  V.  S.,  si  otra  cosa  no  le  fuere  dicho  que  se  deba  ha- 
cer; y  como  á  cosa  suya  suplico  á  V.  S.  por  él  me  mande  dar  la 
orden  que  fuere  servido,  y  en  todo  me  remito  á  la  relación  que 
el  Sr.  Doctor  dará  á  \^.  S. 

231. 

(Para  el  Rey  mi  señcr.— Bruselas,  27  de  Noviembre  de  1531.) 

Sacra  Real  Magestad. — A  los  25  deste  por  la  mañana  me 
dieron  el  despacho  de  V.  M.  hecho  á  los  16.  Yo  di  las  cartas 
á  S.  M,  y  en  mi  presencia  las  leyó;  y  así  como  la  iba  leyendo, 
iba  comunicando  conmigo  lo  que  se  escribía;  y  en  cuanto  á  lo 
de  la  ida  de  S.  M.  y  las  dificultades  escriptas  en  el  memorial, 
S.  M.  me  dixo  que  \''.  ]\I.  tenía  razón  de  pensar  lo  que  sobre  ello 
escribió,  porque  él  \'ido  que  habia  causa  para  ello;  pero  esto  fife 
más  yerro  que  no  tener  tal  pensamiento  y  no  se  maravilló  que 
por  nosotros  fuese  sospechado  lo  mismo.  Y  en  cuanto  á  esto, 
S.  M.  me  comunicó  muy  largo  su  intención,  la  cual  es  en  todo 
caso  ir  en  Alemana,  y  lo  más  presto  le  parece  lo  más  necesario; 
y  bien  conoce  que  seria  muy  gran  daño  así  suyo  como  de  V.  M. 
hacer  el  contrario;  y  si  no  se  ha  hecho  antes,  ha  seido  la  causa 
los  grandes  embarazos  que  se  le  han  ofrecido,  como  á  V.  M.  está 
escripto. 

S.  M.  habia  emiado  al  Marqués  de  Brandanburque  á  visitar 
los  Príncipes  Electores  para  les  hacer  saber  su  partida  y  enten- 
der dellos  sus  voluntades;  los  cuales  por  el  dicho  Marqués  en- 
viaron sus  respuestas,  en  que  le  hacian  saber  que  ellos  irían  con 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  381 

S.  M.  al  tiempo  que  partiese  desta  tierra  y  le  saldrían  al  camino 
para  le  acompañar  y  senir.  Asimismo  vino  el  dicho  Marqués 
para  tomar  la  licencia  de  S.  M.  para  recibir  la  coadjutoría  del 
Arzobispado  de  Maguncia,  según  yo  he  sido  informado.  Como 
S.  M.  haya  entendido  la  voluntad  de  los  dichos  Electores  y 
le  hayan  de  acompañar  el  camino,  es  fuerza  y  necesario  que 
se  haya  de  platicar  algo  6  lo  principal  de  lo  que  tocará  á  la 
Dieta. 

Parece  á  S.  M.  que  seria  muy  bien  tener  el  aviso  de  V.  M.  de 
lo  que  con  ellos  se  debe  platicar,  principalmente  para  dos  efec- 
tos: para  saber  y  entender  por  íjue  vía  han  de  ser  tratados  los 
luteranos,  si  los  dichos  Electores  mostrasen  dar  favor  y  asisten- 
cia á  ello,  sí  seria  por  rigor  6  por  otra  viá,  porque  si  se  hallase 
en  ellos  tanto  calor  y  aparejo,  S.  M.  no  dexaria  de  lo  emprender; 
pero  si  este  faltase,  es  de  ver  el  medio  y  camino  que  se  debe 
tomar;  y  para  platicarles  algo  de  lo  susodicho  ó  de  lo  que  á  V.  M. 
parecería  que  es  lo  más  necesario,  quiere  S.  M.  saber  la  voluntad 
y  parecer  de  \^.  M.,  el  cual  á  este  propósito  y  á  los  que  á  V.  M. 
más  parecerá,  luego  mande  enviar  recaudo  porque  lleguen  á 
tiempo  para  que  S.  M.  sepa  la  intención  de  V.  M.  Esto  me  dixo 
S.  M.  para  que  yo  escribiese,  no  embargante  que  me  dixo  que 
él  lo  escribiría  asimismo. 

En  cuanto  á  lo  de  los  C^uigos  no  hay  que  responder.  S.  M.  ha- 
brá entendido  lo  que  de  parte  de  \\  M.  le  está  escripto.  Hice  la 
provisión  que  parece  convenir  que  por  V.  M.  se  le  ha  hecho  y 
hace  la  relación  de  lo  que  pasa,  la  cual  parece  á  todos  los  que 
dello  algo  saben,  bien;  pero  S.  M.  teniendo  consideración  á  otras 
muchas  cosas,  hace  la  pro\'ision  según  le  parece  ser  necesaria. 
V.  M.  no  dexe  de  continuo  hacer  instancia  sobre  ello,  porque  no 
afloxe  el  calor  que  para  ello  está  puesto;  y  S.  M.  hace  respuesta 
á  ello,  y  se  envia  la  instrucion  de  lo  que  á  cargo  lleva  Cornie- 
les,  el  cual  partirá  mañana. 

S.  M.  rescibió  las  letras  dia  de  Santa  Catalina  y  bien  ocupado 

en  su  partida  y  con  los  embarazos  que  V.  M.  sabe  que  hay  en 

tales  tiempos.  La  causa  de  su  prisa  era  por  llegar  á  Tornay  la 

víspera  de  Sant  Andrrs  en  la  cual  se  piensa  detener  ocho  dias  y 

TOMO  xLiv.  25 


383  BOLETÍN  DR  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

luego  dar  la  vuelta  á  esta  villa,  aunque  antes  se  pensaba  que  hi- 
ciera otro  camino,  que  fuera  venir  por  Brujas  y  Emberes;  y  S.  M. 
al  fin  me  certificó  que  en  Alemana  ternia  los  Reyes.  Yo  pienso 
que, esta  fiesta  se  terna  en  Coloña.  V.  M.  se  tenga  por  bien  con- 
tento en  la  seguridad  de  la  ida,  pues  que  della  habia  tanta  duda 
y  aun  personas  que  no  la  deseaban  que  podian  ser  parte  para  lo 
estorbar. 

m 

A  la  Reina  di  las  cartas  de  V.  M.  antes  que  al  Emperador  y 
le  dixe  la  duda  que  nosotros  teníamos  en  la  ida  de  S.  M.  y  que 
creíamos  que  V.  M.  no  estaba  sin  ella,  y  le  supliqué  tuviese  la 
mano  á  que  no  hobiese  falta  por  los  grandes  daños  que  dello  se 
siguirían.  S.  A.  me  dixo  que  no  tuviese  pena,  que  S.  M.  iría  sin 
falta  ninguna,  lo  cual  hasta  este  dia  nunca  la  hallamos  muy  se- 
gura dello;  antes  estaba  en  la  misma  sospecha  y  escribe  á  V.  M. 
en  respuesta  de  sus  cartas. 

A  Mos.  de  Nasao  di  la  carta  de  V,  M.  y  este  mismo  dia  era 
venido  el  criado  que  habia  enviado  á  su  hermano  sobre  lo  que 
se  le  habia  escripto  sobre  la  gobernación  de  Biertanbergue,  la 
cual  respuesta  habia  inviado  á  Rocandorf,  cerca  de  la  cual  me 
dixo  á  mí  en  sustancia  para  que  yo  por  esta  la  pudiese  escribir 
á  V.  M.;  y  era  que  su  hermano  hallaba  muchos  inconvenientes 
para  dar  el  recaudo  que  era  menester  y  fuera  razón;  pero  el 
principal  era  por  respecto  del  Landgrave  que  pensaba  seria 
causa  para  que  le  destruyese.  Y  en  este  paso  se  afirma  como 
principal  haciendo  sus  escusas  lo  mejor  que  le  es  posible.  E^to 
es  lo  que  el  Conde  me  refirió  de  su  respuesta.  Quedamos  con- 
certados de  juntarnos  en  Tornay  mos.  de  Rocandorf  y  yo  con 
el  Conde  y  veremos  si  se  podrá  dar  medio  alo  que  V.M.  manda. 

A  la  hora  que  esta  se  escribe,  llegó  un  cierto  mensagero  de 
España  por  negocios  particulares,  y  del  supe  cómo  la  Reina  de 
Portugal  era  parida  de  un  hijo,  para  lo  cual  ha  sido  muy  bien 
acertado  de  la  escribir  al  propósito,  y  el  despacho  se  invia  este 
mismo  dia,  porque  S.  M.  despacha  correo. 

A  todo  lo  demás  hace  respuesta  S.  M.  y  por  ellas  y  las  ins- 
truciones  verá  lo  que  se  provee  en  todo.  Yo  me  parto  hoy  lu- 
nes camino   de  Tornay;   iré  por  Colonia  para   comunicar  con 


BL  BMPBRAIX>R  CARLOS  V  Y  SU  CORTB.  383 

mos.  de  Rocandorf  el  despacho  que  vino  en  su  ausencia  y  ha- 
cerle saber  la  provisión  y  respuesta  de  S.  M., 

S.  M.  ha  mandado  á  toda  la  casa  que  estén  apercibidos  para 
los  XV  del  que  viene  para  la  partida  en  Alemana,  la  cual  es  ma- 
niñesta  á  todos. 

288. 

(Para  el  Rey  mi  señor, ^  Valladolid,  20  de  Junio  de  1533)  (i). 

S.  R.  M. — A  los  cinco  deste  rescibí  la  carta  y  mandamiento  de 
V.  M.,  por  la  cual  me  manda  ir  en  Corte  del  Emperador  y  que 
lo  que  tocaba  á  mi  entretenimiento  estaba  proveido  por  via  de 
Fúcaros.  Yo  hice  á  la  hora  mensagero  á  Madrid  al  factor  de  los 
dichos  Fúcaros,  para  que  conforme  á  como  V.  M.  lo  ha  manda- 
do, yo  sea  proveido.  El  cual  me  ha  respondido  que  no  tiene  tal 
aviso  de  sus  amos,  aunque  tiene  letras  dellos  de  dos  de  Mayo. 
A  la  causa  yo  no  puedo  decir  el  tiempo  en  que  yo  pueda  ser  en 
Corte  del  Emperador  hasta  que  V.  M.  me  mande  proveer. 


233. 

(Para  el  Secretario  Castillejo, —  Valladolid,  20  de  Junio  de  1533*) 

Señor. — Yo  tengo  respondido  á  todas  las  cartas  que  de  v.  md. 
tengo  rescibidas,  y  creo  según  por  la  via  que  han  ido  liabrán  lle- 
gado á  vuestras  manos.  Esta  será  respuesta  á  la  escripta  en  Linz 
á  18  de  Hebrcro  y  á  dos  escriptas  en  Viena  de  20  y  25  de 
Abril.  La  respuesta  se  hace  dentro  de  ocho  dias  que  yo  las  he- 
rescibido. 

Cuanto  al  negocio  de  Bernaldino  de  Meneses  se  rescibió  en. 
esta  villa  por  su  tio  Blas  Caballero.  El  despacho  vino  muy  cum- 
plido y  rinde  infinitas  gracias  á  v.  md.  por  ello. 

Por  la  de  1 8  de  Hebrero  me  escribe  v.  md.  en  cifra  cosa  que 


(i)    Al  margen,  de  letra  distinta  de  la  del  texto,  pero  del  mismo  tiem- 
po: «La  respuesta  de  esta  carta  está  en  el  libro  de  cartas  originales,  fol.  51.» 


384  BOLBTIN  DB  LA   REAL   ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

me  hicistes  sudar  en  el  copete  para  la  sacar,  y  apruebo  lo  que  por 
ella  me  enviáis  á  mandar.  Las  cartas  que  venían  para  el  Sr.  Pedro 
de  Castillejo  y  vuestros  amigos  los  Freyles  invié  á  Cibdad  Ro- 
drigo por  via  del  Sr.  Obispo,  que  tiene  allá  inteligencia  y  escribe 
al  Sr.  Pedro  de  Castillejo,  que  si  comodidad  hobiese  me  quisiese 
ver  para  que  diésemos  orden  en  todo  el  negocio  escripto:  no  he 
habido  respuesta  y  no  sé  lo  que  sobre  ello  habrá  acordado  hacer: 
en  lo  demás  se  cumplió  vuestro  mandado  y  complirá  lo  que  se 
inviare  á  mandar.  Y  pues  está  de  ambas  partes  complido,  no  hay 
necesidad  de  hacer  más  largo  reporte. 

Cuanto  á  lo  que  parece  á  v.  md.  que  se  debe  escribir  á  Men- 
cía  Alvarez,  lo  que  por  su  carta  me  hace  saber,  apruebo,  y  si 
viniere  á  mi  poder,  venga  abierta,  porque  sepa  conformarme  con 
vuestras  palabras.  Acerca  de  lo  que  en  esta  carta  se  escribe, 
haré  relación  adelante. 

A  la  de  20  de  Abril,  cuanto  al  primer  capítulo  que  escribe 
largo  de  lo  que  pasó  con  el  Rey  acerca  del  mandamiento  que  á 
v.  md.  daba  para  que  me  escribí esedes  fuese  en  Corte  de  S.  M., 
digo  que  v.  md.  hizo  oficio  de  buen  servidor  de  S.  M.  y  buen 
amigo  y  señor  mió;  y  esos  Señores  que  entienden  en  lo  que  yo 
tengo  de  entender,  saben  que  vale  la  pena  y  hay  necesidad  que 
en  Corte  de  S.  M.  haya  quien  resida;  y  si  la  obiere,  deben  orde- 
nar y  proveer  de  proveello  y  no  dexallo  á  la  discreción  del  se- 
ñor Zotte  y  Jarróte,  los  cuales  entienden  más  en  anichillar  los 
bienes  del  Rey  que  no  en  acrecentar  su  honra  y  Estado;  y  pues 
que  su  voluntad  dellos  se  ha  de  conseguir,  pareceme  que  también 
se  habia  de  proveer  la  persona  á  su  apetito,  y  desta  manera  el 
Rey  sería  bien  servido.  Y  en  cuanto  á  lo  que  v.  md.  dice  del 
mandamiento  que  el  Rey  les  hizo  para  que  entendiesen  en  la 
provisión,  digo  que  la  respuesta  que  ellos  dieron  que  no  habia 
para  qué:  es  muy  justo  que  la  den  pues  que  ellos  lo  encierran  en 
sus  graneros  y  desta  manera  es  fuerza  que  no  haya  para  todos. 
Y  pues  desto  es  el  Rey  largamente  informado  y  tan  bien  sabe 
lo  que  le  importa,  los  negocios  de  acá  bien  sabrá  determinar  sin 
solicitud  lo  que  se  debe  proveer  y  cumple  á  su  servicio. 

Cuanto  á  lo  de  Bohemia  y  el  calor  y  voluntad  que  muestra 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  385 

el  Sr.  Tesorero,  6  por  mejor  decir,  el  señor  de  nuestros  bienes, 
digo  que  me  parece  que  v.  md.  lo  lleva  por  derecho  camino, 
como  todas  las  otras  cosas  hacéis,  y  hasta  dalle  ñn  no  dexe 
V.  md.  de  tener  la  mano  en  ello,  sin  que  os  dé  pesadumbre  al- 
guna: y  de  la  creciente  de  ese  señor  no  me  maravillo,  porque  la 
casa  lo  lleva  de  antigüedad;  y  según  lo  que  yo  vi,  lleva  poco  re- 
medio; á  lo  menos  estoy  muy  saneado  de  mi  conciencia,  que 
sobre  ello  y  otras  cosas  he  dicho  lo  que  me  parece.  Yo  me  puedo 
errar,  pero  no  en  la  voluntad  de  bien  servir;  y  quiero  tener  por 
mejor  lo  que  se  hace  que  no  lo  que  pensamos  que  se  debria 
hacer. 

■ 

De  la  ida  del  Sr.  Conde  no  tengo  que  hablar,  y  de  la  venida 
del  Sr.  Cardenal  me  place  mucho,  porque  le  tengo  por  muy  buen 
caballero  y  muy  buen  prelado  y  por  muy  fidelísimo  servidor  del 
Rey  nuestro  amo;  y  del  poco  bien  que  se  le  ha  hecho  me  pesa, 
porque  tiene  méritos  y  ha  hecho  servicios  para  grandes  merce- 
des. Merced  rcsccbiré  que  por  mí  sean  besadas  las  manos  de  su 
Reverendísima;  y  v.  md.  le  puede  certificar  que  donde  quiera 
que  yo  estoviere  le  seré  fiel  servidor  y  haré  lo  que  por  su  seño- 
ría me  fuere  mandado  como  por  el  Rey  mi  señor. 

Mucho  quisiera  que  v.  md.  se  alargara  en  escribirme  el  suceso 
de  Hungría  y  del  apuntamiento  que  se  ha  tomado,  cómo  y  con 
quien,  porque  se  remite  á  que  lo  sabré  de  mos.  de  Granvela,  y 
de  esto  me  he  maravillado  de  v.  md.  escribirlo  tan  corto,  sa- 
biendo que  yo  estoy  en  Valladolid  y  él  en  Barcelona  y  confiando 
Á  relación  agena.  Suplico  á  v.  md.  si  me  la  quisiéredes  hacer, 
semejantes  cosas  se  me  escriban  más  largo. 

(En  cifra.)  Mucho  he  holgado  que  Gabriel  Sánchez  hayáis  en- 
viado á  Roma,  porque  el  Rey  será  servido  y  sus  amigos  aprove- 
chados, no  olvidando  su  persona.  Verdad  es  que  para  la  Corte 
romana,  habiendo  estado  micer  Andrea  en  algo  le  había  de  se- 
mejar, porque  lo  de  allí  no  es  como  lo  de  aquí;  y  pues  v.  md. 
esto  entiende  mejor  que  yo  escribillo,  callo  sin  más  declarallo. 
Bien  sé  que  diréis  que  la  necesidad  es  causa  dello.  También  se 
podría  responder  que  si  hay  necesidad  de  tener  allí  persona,  que 
de  otras  partes  que  menos  importan  se  podría  proveer  una  cosa 


386  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

semejante.  Esto  es  respuesta  á  la  de  xx»  la  cual  vino  cuatro  dias 
después  de  la  de  xxv,  á  la  cual  de  aquí  adelante  se  hace  res- 
puesta. 

A  cinco  del  presente  rescibí  la  de  xxv  del  Rey  nuestro  señor 
y  vuestra,  la  cual  es  nuevo  mandamiento  y  significa  ella  y  v.  md. 
el  proveimiento  que  para  ello  se  ha  hecho;  y  vistas  las  letras,  á  la 
hora  invié  á  Madrid  un  mensagero  á  saber  del  Fúcaro,  si  tenia 
el  tal  mandamiento,  y  confiando  en  lo  que  se  escribe  ser  cierto, 
á  la  hora  comencé  á  buscar  caballos  y  acémilas,  de  los  cuales 
estaba  despojado  por  estar  descuidado  deste  mandamiento  y 
haber  extrema  necesidad  de  cebada;  y  he  comenzado  á  ponerme 
en  orden  esperando  la  respuesta  de  Madrid  fuera  al  propósito 
del  mandamiento  del  Rey  nuestro  señor;  porque  á  v.  md.  parece 
se  debe  hacer  así.  Yo  os  quiero  certificar  que  me  hallo  muy  bien 
en  esta  villa  y  aun  sin  tener  negocios  en  que  entender  mas  de 
procurar  mi  salud  y  descanso. 

El  mensagero  que  á  Madrid  envié,  vino  con  toda  diligencia  y 
me  truxo  respuesta  del  factor  de  los  Fúcaros  en  cómo  no  tienen 
ningún  aviso  de  sus  amos  de  lo  que  el  Rey  y  v.  md.  en  su  nom- 
bre me  escriben;  y  á  la  cabsa  y  por  estar  yo  alcanzado  por  la 
costa  pasada  y  la  que  al  presente  tengo  hecha,  no  sé  responder 
á  S.  M.  á  qué  tiempo  podré  ser  en  Corte  del  Emperador,  porque 
no  responde  al  proveimiento  con  lo  que  de  allá  se  escribe;  en 
viniendo  partiré  si  con  la  tardanza  no  torno  á  comer  las  bestias 
que  he  comprado,  porque  ellas  no  me  coman  á  mí.  El  Rey  man- 
da por  su  carta  que  yo  le  haga  saber  para  cuando  podré  ser  en 
la  Corte  de  S.  M.,  porque  para  aquel  tiempo  me  pueda  escri- 
bir; y  por  lo  que  arriba  digo,  no  sé  qué  decir  ni  hacer. 

(En  cifra.)  En  cuanto  á  lo  que  dice  el  Rey  y  v.  md.  también, 
que  los  negocios  han  rescibido  detrimento  por  no  estar  persona 
del  Rey  cerca  de  S.  M.,  culpa  es  de  que  v.  md.  é  yo  somos 
libres  della,  porque  largamente  el  Rey  y  los  de  su  Consejo  fue- 
ron requiridos  diesen  orden  en  la  provisión.  Yo  prometo  á  v.  md. 
que  de  hoy  en  adelante  las  cosas  tengan  otros  términos  de  lo 
pasado  y  hayan  menester  duple  manera  y  concierto  para  nuestra 
ventaja  y  provecho,  porque  todos  vienen  muy  maestros  y  prác- 


EL  BMPBRAOOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  387 

ticos  de  las  cosas  de  allá  y  aun  cortos  de  vuestras  importunida- 
des; y  seria  bien  para  dalles  contentamiento  inviar  un  salvaje 
alemán  que  no  le  entendiesen  y  pensasen  que  es  nuevo  lengua- 
ge  ó  otra  cosa  de  lo  que  ellos  saben  y  han  visto;  y  entonces  ve- 
rían qué  es  lo  que  vale  vuestro  buen  ordenamiento  y  mi  mucho 
sufrir. 

Paréceme  que  están  bien  endrezadas  las  cartas  á  Pedro  Gon- 
zález de  Mendoza,  porque  desea  servir  al  Rey;  pero  acuérdese 
V.  md.  que  este  dirá  y  hará  lo  que  le  fuere  mandado.  Mejor  acor- 
dado fuera  haber  inviado  al  Sr.  Conde  Noguerol:  digo  para  lo 
que  toca  á  los  negocios  del  Rey  hasta  tanto  que  él  ó  yo  hobie- 
ramos  de  residir.  Cuanto  á  los  vuestros  es  bien  que  le  hayáis 
dado  aquel  calor,  porque  conoscan  que  le  tienen  cerca  del  Rey 
nuestro  señor;  y  en  lo  que  se  ofreciere  os  puedan  ayudar,  que 
cerca  del  Comendador  mayor  parte  es,  como  sabéis. 

Al  Rey  escribo  respuesta  al  mandamiento  á  propósito  de  lo 
susodicho. 

Las  nuevas  que  desta  villa  y  reino  puedo  escribir  son  gene- 
ralmente que  en  todo  él  hay  salud,  loado  sea  Nuestro  Señor; 
y  de  mantenimientos  está  todo  el  reino  en  medio  ser,  pero 
como  la  agua  en  todas  partes  haya  tardado,  de  cebada  tenemos 
y  tememos  adelante  necesidad,  que  no  es  el  menor  trabajo  que 
acá  se  pueda  pasar.  Yo  escribo  de  oidas,  porque  como  S.  M.  esté 
en  Barcelona,  no  será  todo  verdad  lo  que  se  escribe,  pues  aquí 
no  lo  podemos  saber.  Y  porque  vea  v.  md.  cómo  esto  es  así  y 
tengáis  allá  en  qué  reir,  os  hago  saber  que  aquí  se  levantó  una 
nueva  y  se  tuvo  por  tan  segura  y  cierta  entre  letrados  y  otras 
muchas  personas  califícadas  que  porque  allá  no  conozcan  la  vani- 
dad  de  las  gentes  de  nuestra  nación,  solo  las  escribo  porque 
v.  md.  las  ria  con  quien  fuéredes  servido.  Y  no  puedo  tanto  en- 
carecéroslas cuanto  acá  les  han  dado  crédito.  Las  cuales  son: 
que  habían  aportado  en  ios  puertos  de  Santander  y  Laredo 
setenta  naos  gruesas  y  en  ellas  diez  mil  amazonas,  las  cuales 
venían  á  llevar  generación  desta  nuestra  nación  á  fama  de  va- 
lientes hombres.  Y  el  medio  para  ello  era  que  cualquiera  que 
saliese  preñada  daría  al  grañon  quince  ducados  por  su  trabajo. 


^^6  BOLETÍN   DB  LA   REAL  ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

y  que  aguardarían  á  parir;  y  si  fuesen  machos  los  dexarian  ac^ 
y  si  hembras  las  llevarían  consigo.  Han  sido  estas  nuevas  causa 
de  abaxar  la  carne,  digo,  el  precio  della  en  esta  villa,  con  venir 
tanto  número  y  tanta  suma  de  hacienda  y  pagar  tan  bien  el  tra- 
bajo. Y  estas  nuevas  tenga  v.  md.  que  han  sido  aquí  tan  tenidas 
por  ciertas  que  no  se  ha  hablado  ni  habla  en  otra  cosa;  y  por 
ser  dinas  de  escribir,  según  la  vanidad  de  las  gentes,  se  escriben. 

Las  ciertas  y  en  que  andamos  todos  en  alboroto,  son  que  S.  M. 
hubo  la  gracia  de  nuestro  muy  Sancto  Padre  de  la  mitad  de  los 
bienes  eclesiásticos;  y  estando  S.  M.  en  Italia  les  había  enviado 
muchas  amonestaciones  y  breves  del  Papa  para  la  paga;  y  de 
todo  ello  habían  suplicado  y  resuplicado;  y  venido  S.  M.  á  Bar- 
celona, y  visto  ser  pertinaces  á  la  paga,  ha  inviado  mandamiento 
á  la  justicia  seglar  que  executen  en  sus  bienes  á  todo  rigor.  I^ 
cual  comenzado  por  Toledo  como  cabeza  del  reino,  á  la  hora  han 
puesto  silencio  al  oficio  divino  y  así  lo  han  hecho  y  hacen  en 
todas  las  otras  iglesias,  adonde  habian  llegado  los  mandamien- 
tos; y  según  los  clérigos  dicen,  quieren  antes  pasar  por  rigor  de 
justicia  que  consentir  en  la  gracia;  ni  quieren  congregarse  para 
apuntamiento  alguno:  según  dicen  tienen  temor  que  la  obra  en 
todo  ó  en  parte  será  servicio  ordinario  como  las  tercias.  No  se 
cómo  se  entendería  este  negocio  acerca  de  v.  md.,  porque  según 
parece  y  lo  que  vemos  por  la  obra  que  comienzan  á  hacer,  han 
mandado  á  los  arrendadores  que  no  acudan  con  ningunos  bie- 
nes que  les  deban  de  lo  pasado  ni  de  lo  presente.  Esto  se  hace 
por  constreñillos  á  que  de  su  voluntad  vengan  á  cuenta;  y  si  se 
olvidan  un  poco,  podría  ser  que  como  han  de  pagar  lo  medio  en 
adealas,  se  les  vaya  todo  el  caudal.  Bravos  están  los  clérigos; 
pero  al  fin  creo  que  habrán  de  venir  á  humillar  su  cabeza,  y 
V.  md.  llevará  de  ayuda  de  costa  250.000  ducados.  Si  yo  fuera 
en  Corte  y  supiere  cómo  el  negocio  se  ha  de  trillar,  entenderé 
en  que  no  seáis  del  número:  compañeros  tenéis  en  la  Cámara  de 
S.  M.;  de  v.  md.  será  lo  que  dellos,  y  todos  laboraremos  por  un 
camino. 

Como  el  Emperador  determinó  la  venida  de  estos  reinos,  lo 
hizo  saber  á  la  Emperatriz  con  dalle  licencia  que  pudiese  ir  á 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  389 

Barcelona:  lo  cual,  S.  M.  sabido,  hizo  lo  que  la  Reina  nuestra 
ama  suele  hacer;  que  más  que  de  paso  con  sus  hijos  y  Corte  fue 
para  Barcelona,  adonde  llegó  á  ocho  de  Marzo;  y  S.  M.  como 
V.  md.  ha  ya  sabido,  partió  el  martes  de  la  Semana  Santa  de 
Genova  por  aguardar  á  la  Duquesa  de  Saboya  que  quería  venir 
con  S.  M.  á  ver  á  la  Emperatriz;  y  sobrevínole  mal  tiempo  y  fué 
largo  su  viaje.  Nuestro  Señor  le  truxo  con  salud,  y  llegó  en  Bar- 
celona martes  de  la  semana  de  Casymodo,  adonde  halló  á  la 
Emperatriz,  acompañada  de  todos  los  Grandes  y  caballeros  des- 
te  reino  que  allá  no  fueron,  y  han  mostrado  el  alegría  de  su  ve- 
nida, porque  han  hecho  grandes  y  excesivos  gastos  en  ñestas  y 
adrezos  de  sus  personas;  y  aunque  en  breve  tiempo  han  gastado 
de  manera  que  agora  todos  se  van  á  sus  casas  y  dexan  á  S.  M. 
entendiendo  en  las  Cortes  de  Monzón  para  acaballes  de  dalles  á 
los  aragoneses  eso  poco  que  les  queda  que  gastar. 

Mientras  S.  M.  ha  estado  en  Barcelona  ha  habido  algunos  rui- 
dos, en  especial  uno  entre  los  soldados  y  los  de  la  cibdad,  en 
que  de  los  catalanes  morieron  hasta  unos  veinte;  y  estuvo  la  cosa 
en  términos  que  mandó  S.  M.  volver  las  galeras  contra  la  cibdad 
para  batilla.  Los  caballeros  de  la  cibdad  se  aparejaron  y  con 
mucha  diligencia  lo  apaciguaron.  Detúvose  S.  M.  allí  más  de  lo 
que  quisieran  los  cortesanos  yentes  y  vinientes,  porque  la  Du- 
quesa de  Saboya  porfiaba  y  escribia  que  quería  venir.  Yo  creo 
que  los  amigos  de  v.  md.  y  Embaxadoies  que  allá  tenéis  cons- 
tituidos lo  habrán  escripto.  Hagoos  relación  dello  porque  v.  md. 
á  exemplo  haga  lo  mismo  conmigo  sin  remitillo  á  persona 
alguna. 

Don  Juan  Manuel  es  venido  y  no  quiere  más  residir  ni  estar 
en  Corte.  Don  García  de  Padilla  asimismo  ha  demandado  licen- 
cia para  irse  á  su  casa:  también  se  dice  que  su  ida  es  á  otro  fin; 
y  en  su  lugar  han  inviado  á  llamar  al  licenciado  Aguirre,  el  cual 
era  ya  partido.  El  Cardenal  Arzobispo  de  Santiago  trabajó  mu- 
cho de  ir  con  la  Emperatriz,  y  creo  que  el  fin  suyo  fue  hallarse 
al  desembarcamiento  de  S;  M.  para  tener  mano  en  los  negocios; 
y  hanle  mandado  venir  á  Madrid  á  residir  en  el  Consejo.  Dicen- 
me  que  viene  muy  desfavorecido  porque  no  tuvo  efecto  su  pen- 


390  BOLETÍN   DB   LA   REAL   ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

Sarniento.  El  Comendador  mayor  Cobos  es  según  dicen  muy  fa- 
vorecido  de  S.  M.  y  ansí  lo  cr^en  en  todo  este  reino,  porque 
dicen  que  es  mucha  parte,  y  para  lo  ser  más  y  que  todo  este 
debaxo  de  su  mandamiento  y  sabiduria,  se  ha  ordenado  que 
Qoagola  sea  Tesorero  general  y  quita  nle  de  Secretario  de  la 
guerra,  y  hanlo  dado  á  Juan  Vázquez,  al  cual  se  le  murió  su  sue- 
gro, y  el  oficio  de  Castilla  le  sirba  el  dicho  Juan  Vázquez  como 
lugarteniente  suyo.  Idiaquez  ha  rescibido  el  hábito  de  Calatraba 
y  le  han  dado  el  oficio  de  Ñapóles  que  tenia  Valdés  y  que  sirva 
lo  del  Estado  por  la  parte  que  le  cupiere  del  Comendador  ma- 
yor. De  manera  que  lodo  lo  que  está  en  pluma  y  gobernación 
está  debaxo  de  su  mano.  Acá  espántanse  las  gentes  de  su  poder, 
y  según  su  habilidad  y  bondad  de  todo  es  merecedor. 

234. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Monzón,  27  de  Agosto  de  IS330 

Cumpliendo  el  mandamiento  de  V.  M.  no  con  entera  salud, 
soy  venido  en  esta  Corte  de  S.  M.  á  los  seis  deste,  y  de  S.  M. 
íui  muy  bien  rescibido  y  asimismo  de  los  de  su  Consejo;  y  aun- 
que con  mucha  apretura  mandó  que  fuese  aquí  aposentado  por 
cumplir  así  al  servicio  de  V.  M.  Aqui  hallé  á  Luis  de  Tovar,  del 
cual  ñii  muy  largamente  informado  en  el  estado  que  tenia  los 
negocios  y  á  todo  ha  dado  el  recaudo  y  despacho  que  convenia; 
y  lo  que  ha  faltado  ha  sido  por  no  estar  aqui  el  Dr.  Matías  para 
la  carta  del  obispo  de  Parascio,  en  que  se  entenderá  luego.  Asi- 
mismo Pedro  González  de  Mendoza  me  ha  dicho  la  voluntad  y 
deseo  que  tiene  al  servicio  de  V.  M.,  por  lo  cual  yo  le  he  rendi- 
do las  gracias  y  usaré  de  su  consejo  todas  las  veces  que  viere 
que  conviene  al  servicio  de  V.  M.:  del  he  conocido  que  tiene 
entera  voluntad  á  ello. 

En  la  última  que  de  V.  M.  rescibf  de  xv  de  JuUio  y  por  la  copia 
de  la  carta  que  al  Emperador  se  escribió  cuanto  á  lo  primero  y 
por  esta  posta  fue  despachada,  es  sobre  la  respuesta  que  se  ha 
de  dar  al  del  Duque  de  Baviera,  lo  cual  sobre  ello  se  puede  es- 
cribir y  está  hecho  es:  que  el  Dr.  Matías  no  ha  parecido  ni  del 


EL  BHPEKAPOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  39 1 

han  sabido  desde  que  S,  M.  partió  de  Italia,  el  cual  vino  por  tie- 
rra y  á  la  cabsa  las  cartas  que  antes  vinieron  y  las  de  agora  to- 
das han  estado  suspensas.  Ya  él  es  llegado  tres  leguas  desta 
villa  este  dia,  y  han  mandado  que  venga  aqui  para  que  dé  razón 
de  lo  que  se  ha  escripto  y  se  provea  de  lo  necesario;  de  lo  cual 
no  se  puede  dar  aviso  por  esta  por  su  tardanza  y  por  se  despa- 
char al  propósito  de  lo  que  de  Francia  se  ha  escripto.  Yo  traba- 
jaré que  en  ello  se  haga  lo  que  V.  M.  quiere. 

Cuanto  á  lo  de  Viertanbergue  no  hay  que  responder  más  de 
que  V.  M.  se  acuerde  que  si  allá  hay  necesidades,  que  acá  no  fal- 
tan, y  confórmese  conforme  V.  M.,  porque  el  Emperador  no 
pone  en  olvido,  y  me  ha  dicho  cómo  largo  lo  tiene  platicado  con 
V.  M.  Cuanto  al  oficio  de  Fiscal  de  la  Cámara  del  Imperio  se 
terna  cuidado,  y  tengo  dado  aviso  á  mos.  de  Granvela  se  provea 
conforme  á  lo  que  V.  M.  envia  ordenado. 

En  lo  que  toca  al  Dr.  Juan  de  Enstfringen  que  le  quería  V.  M. 
haber  para  su  Consejo  con  la  retención  de  su  oficio,  yo  le  hablé 
á  mos.  de  Granvela;  y  según  tengo  entendido,  se  les  hace  dificul- 
toso: no  sé  lo  que  sobre  ello  querrá  S.  M.  proveer.  Cuanto  á  lo 
que  V.  M.  demanda  las  provisiones  del  despacho  de  mos.  de 
Trento,  Luis  de  Tovar  ha  inviado  la  respuesta  de  lo  que  al  pre- 
sente se  puede  hacer;  y  aquella  misma  respuesta  me  ha  dado  el 
Comendador  mayor.  Yo  terne  cuidado  en  su  tiempo  de  hacer 
en  ello  lo  que  convenga,  pues  que  se  debe  á  los  buenos  y  leales 
servicios  que  el  Cardenal  hace  á  V.  M.  En  lo  de  Castelalto,  capi- 
tán de  Trento,  no  se  ha  platicado  y  por  eso  no  se  envia  res- 
puesta á  V.  M.  de  lo  que  sobre  ello  querrán  proveer. 

En  lo  que  V.  M.  suplica  del  hábito  de  Santiago  para  el  Nuncio 
de  nuestro  muy  Sancto  Padre,  yo  lo  comuniqué  coxi  el  Comen- 
dador mayor,  y  creo  que  él  terna  la  mano  á  que  se  haga  como 
V.  M.  lo  demanda.  Yo  terne  cuidado  dello  en  inviar  el  despacho 
necesario.  Asimismo  supliqué  á  S.  M.  por  la  deliberación  de 
Gonzalo  de  Guzman  con  toda  la  instancia  necesaria.  S.  M.  me 
remitió  al  Comendador  mayor,  el  cual  mostró  á  ello  mucha  vo- 
luntad, y  creo  que  hará  en  ello  su  poder. 

Antes  que  yo  aquí  viniese,  habia  escripto  V.  M.  demandando 


392  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

licencia  para  dar  cierto  feudo  de  bandera;  y  según  tongo  enten- 
dido y  dello  doy  aviso  á  V.  M.  es  cosa  que  al  Emperador  des- 
place mucho  que  V.  M.  insista  en  ello;  porque  según  tengo  en- 
tendido, V.  M.  lo  entendió  del  Emperador  cuando  lo  del  Duque 
de  Jasa;  y  aqui  parece  que  será  bien  que  V.  M.  no  entienda  en 
ello,  no  embargante  que  de  todo  se  dará  parte  y  aviso  á  V.  M. 
y  se  usará  de  su  consejo.  Mos.  de  Granvela  me  dio  aviso  dello 
para  que  lo  escribiese  á  V.  M.  Asimismo  S.  M.  holgará  que  V.  M. 
no  se  quiera  entremeter  en  los  negocios  menudos  de  Italia,  por- 
que de  todo  lo  que  allí  se  tratare,  será  V.  A.  avisado,  y  asimis- 
mo se  usará  de  su  consejo.  Esto  mismo  me  fue  referido  por  raos. 
de  Granvela.  Yo  trabajaré  de  saber  el  motivo  destas  cosas.  Su- 
plico á  V.  M.  mande  que  yo  sea  advertido  de  lo  que  ha  pasado 
en  mi  ausencia  para  que  tenga  razón;  y  conforme  me  sepa  go- 
bernar. 

El  Embaxador  del  Emperador  en  Roma  escribió  á  S.  M.  lo  que 
habia  hablado  á  su  Santidad  acerca  de  lo  que  toca  al  Concilio, 
según  V.  M.  verá  por  el  ...  (l)  ...  y  según  el  Papa  tiene  poca 
gana  dello,  pequeños  achaques  bastan  para  poner  inconvenien- 
tes; y  parécele  que  agora  por  armas  y  fuerzas  se  podrían  reme- 
diar  y  castigar  los  luteranos;  y  teniendo  el  Papa  propósito  sobre 
ello  con  los  que  por  V.  M.  allí  están,  escribe  el  Embaxador  lo 
contenido  en  el  capitulo.  Acá  ha  parecido  que  podría  ser  esto 
escusado,  pues  V.  M.  sabe  el  poco  aparejo  y  fuerzas  que  para 
ello  hay.  Yo  hablé  sobre  ello  á  S.  M.  y  certifiqué  no  proceder 
lo  dicho  de  mandamiento  de  V.  M.  porque  no  era  cosa  para  ha- 
berse de  decir  sin  consentimiento  y  voluntad  del  Emperador. 
Saneado  está  de  ser  esto  así,  pero  conviene  que  se  escriba  á  los 
que  allí  están  por  V.  M.  se  escusen  de  semejantes  propósitos;  y 
en  ello  hablen  por  boca  del  Embaxador  de  S.  M.,  porque  como 
V.  M.  sabe,  acerca  deste  paso  fue  platicado  en  Bolonia  esta  pos- 
trera vez  con  el  Cardenal  de  Trento  y  Conde  Noguerol;  y  allí 
entendieron  más  enteramente  la  voluntad  de  S.  M.  y  la  que  con 


(i)    En  blanco  como  para  dos  ó  tres  palabras. 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  393 

\^.  M.  se  platicó  ha  de  ¡r  como  se  deba  tener  el  Concilio,  y  en 
aquel  mismo  parecer  está  S.  M. 

Esta  posta  se  despacha  por  dar  aviso  de  lo  que  el  Rey  de 
Francia  ha  oscripto  á  S.  M.  y  de  la  respuesta  que  se  le  hace,  y 
con  ello  envió  el  proveimiento  que  está  hecho  sobre  lo  de 
Coron. 

Las  nuevas  que  de  esta  Corte  se  pueden  escribir,  son  que  loa- 
do Nuestro  Señor,  la  salud  del  Emperador  que  está  muy  bueno, 
ocupado  en  estas  Cortes,  las  cuales  son  más  parte  de  acortar 
nuestras  bolsas  y  salud  que  de  otro  buen  servicio  que  se  le  haga. 
No  tienen  apariencia  cuando  serán  acabadas,  pero  hay  aparien- 
cia de  acabarnos  primero  nosotros,  según  la  apretura,  gran  calor 
y  trabajo  que  pasamos.  La  Emperatriz  está  muy  buena,  gracias 
á  Nuestro  Señor,  y  por  la  recia  enfermedad  que  tuvo,  fue  forza- 
do detenerse  en  Martorell,  cuatro  leguas  de  Barcelona,  hasta 
los  25  deste  que  partió  para  venir  á  esta  villa.  La  carta  que 
V.  M.  escribió  de  su  mano  para  la  Emperatriz,  rescibió  el  Em- 
perador para  se  la  inviar  con  las  suyas;  y  por  esto  no  se  hace 
respuesta  á  ella. 

Mientras  no  tuve  posada  en  esta  villa,  que  fueron  cinco  ó  seis 
dias,  estuve  en  Barbastro,  donde  me  ocupé  en  hacer  un  par  de 
ballestas  para  V.  M.;  y  creo  que  serán  tales  que  satisfagan  las 
faltas  de  todas  las  pasadas,  porque  ellas  se  labraron  en  mi  pre- 
sencia y  á  mi  voluntad;  y  porque  V.  M.  suele  sentir  pena  cuan- 
do no  tiran  conforme  á  su  voluntad,  acordó  de  haccllas  del  peso 
siguiente:  la  una  tiene  cincuenta  onzas  que  para  acá  lo  tienen 
por  caso  de  admiración,  pero  yo  conociendo  lo  que  V.  M.  quie- 
re y  para  allá  conviene,  hice  otra  de  cincuenta  y  seis  onzas,  que 
son  tres  libras  y  media  de  Castilla,  y  talle  y  labor  y  largor  de 
suerte  que  todo  el  acero  sirva  y  no  rompa  cuerda,  y  sea  apaci- 
ble de  tirar.  Y  puedo  certificar  á  V.  M.  que  el  maestro  es  el  me- 
jor que  agora  hay  en  España,  y  en  todo  y  por  todo  nunca  labró 
tal  verga  como  esta  que  á  V.  M.  se  envia;  y  si  dellas  V.  M.  no 
se  satisface,  no  espero  en  mi  vida  que  de  ballesta  tenga  conten- 
tamiento. Yo  las  tengo  inviadas  á  Vitoria,  para  que  conforme  á 
las  vergas  se  hagan  las  curueñas;  y  tengo  mandado  se  hagan  con 


394  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

toda  presteza,  y  dándome  aviso  que  sean  hechas,  serán  invíadas 
á  Bilbao  para  que  de  allí  las  lleven  á  Flándes  á  la  Reina,  á  quien 
V.  M.  debe  de  escribir  para  que  se  haga  dellas  lo  que  fuere 
servido. 

Cuando  de  aquí  partamos,  se  dice  iremos  á  (¡faragoga  adonde 
S.  M.  se  deterná  diez  ó  doce  dias  ó  más,  y  allí  labraré  del  mis- 
mo peso  y  fagion  otras  dos  de  maestre  Miguel,  el  cual  está  en 
competencia  con  el  de  Barbastro,  y  haré  dellas  lo  que  de  las 
otras;  pero  suplico  á  V.  M.  que  provea  en  que  no  pierda  la  ma- 
yor de  las  dos  que  ahora  irán,  porque  es  la  de  que  yo  estoy  muy 
contento,  y  creo  lo  estará  V.  M. 

236. 

{Para  el  secretarlo  Castillejo. — Monzón,  27  de  Agosto  de  iSSJ-) 

Después  que  respondí  largo  á  todas  las  que  he  rescibido  de 
V.  md.  en  Valladolid,  especialmente  á  las  últimas  que  vinieron 
con  el  mandamiento  del  Rey  nuestro  señor  para  que  yo  viniese 
en  esta  Corte,  supe  de  la  venida  del  Sr.  Luis  de  Tobar;  el  cual 
me  escribió  que  luego,  á  la  hora,  viniese  aqui,  porque  en  lo  de 
mi  provisión  traia  todo  recaudo  y  muy  cumplido;  y  teniendo 
más  crédito  en  sus  palabras  breves  que  en  las  muchas  de  Graz- 
pain,  luego  á  la  hora  no  obstante  me  faltaba  la  provisión  de  di- 
neros, como  V.  md.  sabe,  pues  aun  para  venir  acá,  me  los  pres- 
tastes,  tomándolos  asimismo  prestados,  me  aparejé  y  partí  de 
Valladolid  lo  antes  que  yo  pude,  y  llegué  en  esta  Corte  á  los 

seis  de  Agosto;  y  por  no  tener  posada,  me  vine  á  apear  á  Bar- 

* 

hastro,  tres  leguas  de  esta  villa;  y  desde  allí  á  otro  dia  vine  á  be- 
sar las  manos  de  S.  M.  y  del  fui  muy  bien  rescibido  y  asimismo 
de  mos.  de  Granvela  y  Comendador  mayor  Cobos;  y  hallé  aquí 
al  Sr.  Tobar,  del  cual  fui  bien  informado  de  todos  los  negocios 
que  al  presente  se  tratan,  á  los  cuales  él  tiene  respondido.  Y  lo 
que  más  al  presente  hay  que  decir,  verá  v.  md.  por  la  carta  que 
al  Rey  escribo. 

Hallé  asimismo  dos  cartas  breves  de  v.  md.  en  que  os  que- 
xais  de  muchas  que  me  están  escriptas  y  de  que  no  hay  res- 


BL  BMFVSAMm  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  395 

puesta  mia.  Digo  que  yo  tengo  respondido  á  todas  las  que  de 
V.  md.  tengo  rescibidas,  y  últimamente  muy  largo  y  algunas  co- 
ais  en  cifra.  Bien  creo  que  á  la  hora  estará  v.  md.  satisfecho  de 
mí  en  este  caso. 

Después  desto  ha  parecido  á  S.  M.  y  á  estos  Señores  del  Con- 
sejo que  yo  debo  de  estar  aposentado  dentro  en  esta  villa,  y  así 
me  han  dado  la  posada  que  fue  del  doctor  de  Escoriaga,  no  obs- 
tante que  por  la  partida  del  doctor  estaba  dada  al  obispo  Solis, 
el  cual  está  aposentado  una  legua  de  aquí;  y  S.  M.  mandó  que  se 
quedase  el  dicho  Obispo  a  do  estaba  y  á  mí  me  diesen  le  posada 
del  doptor;  y  así  soy  venido  á  ella,  más  por  lo  que  cumple  al 
servicio  del  Rey  que  por  el  descanso  que  tenemos,  á  causa  de 
ser  el  pueblo  chico  y  la  gente  grande,  á  causa  de  las  Cortes, 
las  cuales  son  de  la  calidad  que  v.  md.  sabe;  y  no  obstante 
que  S.  M.  se  da  prisa  á  las  despachar,  no  sabemos  cuando  ter-- 
nán  fin. 

El  Sr.  Luis  de  Tobar  ha  estado  entendiendo  en  su  negocio  de 
la  mutación  del  hábito,  y  después  que  yo  soy  venido,  le  han  pro- 
veído del  otro  hábito  de  Santiago  y  con  él  de  trescientos  duca- 
dos de  renta  librados  por  tiempo  de  tres  en  tres  años.  Agora 
se  entiende  en  que  le  provean  de  lo  susodicho;  situándoselos 
por  privilegio  de  vida  se  podrá  hacer.  Yo  he  hablado  muy  largo 
á  Pedro  González  de  Mendoza  y  del  he  tomado  el  intento  de  los 
negocios;  y  como  v.  md.  lo  manda,  le  he  hecho  las  ofertas  ne- 
cesarias de  partes  del  Rey  y  aun  vuestras,  y  es  persona  tan  ha- 
bile  y  privada  como  es  menester  para  los  negocios;  y  en  todo 
se  cumplirá  el  mandamiento  de  v.  md. 

Yo  como  arriba  digo  sin  saber  cosa  ninguna  del  despacho  que 
me  enviábades,  mas  de  solo  ser  avisado  de  Luis  de  Tobar  me  lo 
traia,  me  partí;  y  según  lo  que  he  sabido,  el  despacho  viene  aun 
coxo  y  diminuido;  porque  para  lo  que  se  me  debe  del  año  pasa- 
do, me  proveen  según  el  Fucaro  me  escribe  desde  Madrid  de  mil 
florines,  que  salen  en  razón  de  ccl  mil  mrs.;  de  manera  que  fal- 
tan para  lo  que  se  me  debe  del  dicho  año  pasado  cxxv  mil  mrs., 
de  manera  que  en  razón  de  me  los  inviar  de  avantaja  por  ayuda 
de  costa,  se  me  invian  de  menos  de  lo  que  se  me  debe.  V.  md. 


39^  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

provea  en  ello;  á  quien  suplico  no  quiera  que  yo  pierda  mi  jura- 
mento, pues  lo  tengo  hecho  en  este  negocio. 

En  lo  de  Bohemia,  pues  están  en  la  tierra,  suplico  á  v.  md. 
tenga  la  mano  para  que  tenga  el  fin  que  se  desea.  Asimismo  ten- 
ga memoria  de  la  ropa  de  Sancho  Bravo,  para  que  se  le  envíe 
con  la  primer  persona  que  se  ofreciere,  porque  él  lo  merece  por 
el  servicio  y  v.  md.  en  la  solicitud  por  amigo,  y  porque  en  ello 
haré  cuenta  que  á  mi  se  me  hace,  y  de  lo  que  se  hiciere  en  ello, 
sea  yo  sabidor. 

Ahí  envió  una  carta  del  Obispo  de  Astorga,  el  cual  dexé  en 
Valladolid:  envia  á  suplicar  lo  que  por  su  carta  verá  v.  md.,  lo 
provea  conforme  á  su  voluntad.  No  viene  á  esta  tierra  porque  es 
cuerdo,  y  agora  que  pagan  la  mitad,  no  terna  lo  que  conviene 
para  entrar  en  Cortes  de  Monzón;  y  acuerda  de  nos  esp)erar 
hasta  que  vamos  en  (^aragoga.  Ahí  envió  cartas  de  particulares 
para  v.  md.  y  esos  Señores.  V.  md.  responda  á  ellas  con  palabras 
breves,  como  fueredes  servido. 

Juan  de  Aramendez  me  ha  dado  prisa  por  el  despacho  de  la 
Sra.  Mencia  Alvarez  y  dice  que  agora  seria  obra  meritoria  la  que 
v.  md.  quiere  hacer,  porque  hasta  agora  era  para  meterla  en  re- 
ligión, y  agora  seria  para  sacarla  de  la  putería  á  madre  é  hija  y 
muy  más  que  disoluta. 

De  las  cartas  y  recaudos  de  vuestros  negocios  no  tengo  nin- 
gún aviso  del  Sr.  Pedro  de  Castillejo;  no  sé  qué  será  la  causa, 
porque  mis  cartas  fueron  á  muy  buen  recaudo.  Agora  que  sere- 
mos juntos  con  la  Emperatriz,  que  verná  el  secretario  Juan  Váz- 
quez, escribiré  para  haber  respuesta  y  razón  de  lo  escrito. 

Tengo  entendido  de  (íranvela  que  no  ha  recibido  placer  de  la 
comisión  de  Pero  González,  y  había  criado  celos  pensando  que  le 
querían  despojar  del  negocio:  carga  culpa  á  v.  md.  y  al  dicho 
Pero  González,  en  que  llevaba  términos  para  lo  sospechar.  Yo  le 
he  saneado  de  lo  vuestro  y  aun  de  lo  de  Pero  González:  yo  os  su- 
plico que  en  semejantes  cosas  vais  á  más  tiento,  porque  es  per- 
derlo todo  y  no  ganar  nada.  V.  md.  sabe  lo  que  yo  he  deseado 
y  os  tengo  platicado,  pero  no  son  cosas  de  nuestra  pujanza.  No 
cure  V.  md.  de  dar  dello  aviso  al  Rey,  porque  no  hay  necesidad. 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  397 


236. 

(Para  el  Rey  mi  señar, — Monzón,  12  de  Setiembre  de  1533)  (O- 

A  los  cinco  deste  rescebí  el  despacho  de  V.  M.  hecho  en  Via- 
na  á  siete  del  pasado;  y  á  todo  lo  que  de  Cortes  estaba  escripto, 
tengo  respondido  por  la  posta  que  se  despachó  á  2^  del  pasado; 
y  por  ella  habrá  V.  M.  entendido  de  la  salud  de  SS.  MM.,  gra- 
cias á  Nuestro  Señor  están  buenos.  La  Emperatriz  entró  en  esta 
villa  á  seis  deste;  y  el  Príncipe  y  la  Sra.  Infanta  llevaron  dos  le- 
guas de  aquí  por  la  gran  apretura  que  aquí  se  tiene. 

Cuanto  á  los  negocios  tocantes  á  lo  de  la  elecion  y  duques  de 
Baviera  se  han  despachado  las  letras  y  respuestas,  como  V.  M. 
verá  por  las  copias;  y  á  mí  me  parece  que  van  conforme  á  la 
voluntad  de  V.  M.  Al  criado  del  Duque  de  Baviera,  Conraes, 
S.  M.  ha  hablado  y  satisfecho,  y  el  dicho  quiere  ir  en  diligencia 
á  hablar  á  sus  amos  y  darles  á  entender  la  voluntad  de  S.  M.;  y 
él  tiene  confianza  de  acabar  el  negocio  como  convenga;  no  s6  si 
se  engaña  ó  le  engañan  sus  amos.  Acá  se  le  han  hecho  ofertas 
si  lo  acabare  y  61  creo  que  no  lo  porná  en  olvido.  No  se  ha  po- 
dido antes  enviar  este  despacho  por  causa  de  la  absencia  del 
Dr.  Matías.  En  lo  del  Fiscal  se  provee  que  haga  V.  M.  lo  que 
viere  que  conviene,  Y  en  lo  del  consejero  de  Lucenburque  S.  M. 
escribe  en  Flandcg  á  la  Reina  para  ser  della  informado.  V.  M. 
lo  debe  escribir  á  S.  A.  para  que  se  conforme  con  la  voluntad 
de  V.  M. 

Yo  he  hallado  á  mos.  de  Granvela  muy  entero  servidor  de 
V.  M.,  y  será  bien  que  de  contino  sean  requeridos  él  y  el  Co- 
mendador mayor  con  algunas  letras.  YX  dicho  mos.  de  Granvela 
tiene  un  cuñado  que  ha  seido  Embaxador  en  Francia  y  es  del 
Consejo  de  S.  M.  y  maestre  de  requestas  ordinarias:  hame  roga- 
do que  V.  M.  le  haga  merced  de  le  dar  otro  tal  título  que  es  de 


(i)    Al  margen:  <tk  esta  carta  responde  en  el  libro  de  cartas,  folio  61.» 

TOMO  XLIV.  26 


39^  BOLETÍN  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DB  LA  HISTORIA. 

honores,  lo  cual  estimará  mucho  para  en  su  tierra.  Será  bien 
que  V.  M.  lo  mande  proveer  con  la  primera:  llámase  micer 
Frangois  Baymallot. 

El  Marqués  de  Brandanburque  vino  aquí  habrá  tres  días  y 
pensamos  que  traia  alguna  cosa;  y  sabido  su  trabajo  y  diligencia 
viene  á  cobrar  sus  pensiones.  La  carta  que  V.  M.  envia  á  de- 
mandar para  el  Duque  de  Milán  sobre  lo  de  Castilalto  de  Trento, 
onvio. 

El  hábito  que  V.  M.  demanda  para  el  Nuncio  está  concedido: 
será  menester  para  hacerse  su  provisión  que  cometa  acá  á  quien 
haga  su  probanza;  y  hecha,  se  le  dará  la  provisión  para  que  res- 
ciba  el  hábito.  Lo  de  mos.  de  Trento  torné  á  hablar  á  S.  M.,  y 
por  las  razones  que  están  escriptas  por  Luis  de  Tobar,  no  se 
puede  inviar  el  despacho  hasta  que  se  acaben  estas  Cortes,  y  so 
contenten  estos  catalanes  y  aragoneses:  en  siendo  tiempo  yo  ter- 
ne el  cuidado  que  converná. 

Ayer  á  nueve  por  la  mañana  vinieron  letras  del  Visorrey  de 
Ñapóles,  y  por  ellas  hace  saber  á  S.  M.  el  socorro  que  se  hizo  á 
Coron,  que  no  es  pequeña  nueva  para  la  christiandad.  A.  V.  M. 
se  envía  el  capítulo  de  la  carta. 

237. 

(Para  el  secretario  Castillejo. — Monzón^  12  de  Setiembre  de  1533^) 

A  los  27  del  pasado  se  despachó  de  aquí  al  Rey  mi  señor  y 
yo  escribí  á  S.  M.  todo  lo  que  á  la  hora  habia  que  hacer  saber, 
y  á  V.  md.  mi  llegada  y  lo  demás  largo,  con  que  podréis  estar 
satisfecho  de  la  negligencia  que  nos  acusamos.  Después  de  esto, 
á  los  cinco  deste  llegó  el  despacho  de  S.  M.  de  siete  de  Agosto 
on  esta  villa ;  y  así  responderé  á  la  de  v.  md.  en  esta  y  á  la  de 
S.  M.  por  la  suya. 

Cuanto  á  lo  primero  que  v.  md.  escribe  rescibió  mi  carta 
de  20  de  Junio  he  holgado  mucho ,  porque  en  ella  escribí  largo 
como  habréis  visto  y  las  otras  que  en  ella  hice  mención  de  ha- 
ber escripto,  es  así  verdad;  y  pues  no  llegaron  á  sus  manos,  no 
es  mia  la  culpa,  porque  no  podia  hacer  más  de  encaminallas  por 


BL  EMPERADOR  CARLOS,  V  Y  SU  CORTE.  39^ 

-do  mejor  me  parecía.  Y  el  negocio  de  v.  md.  envié  al  Sr.  Pedro 
de  Castillejo  como  por  la  otra  escribí,  y  no  sé  qué  sea  la  causa 
porque  nunca  me  ha  respondido.  Envié  el  despacho  á  buen  re- 
caudo por  via  del  Sr.  Obispo  de  Cibdad  Rodrigo  y  soy  cierto  se 
daria  en  sus  manos  y  él  terna  cuidado  de  responder  á  v.  md.  6 
á  mi  en  ello. 

En  lo  que  toca  á  mi  provisión ,  ya  escribí  á  v.  md.  cómo  sin 
saber  lo  que  se  me  inviaba,  mas  de  escribirme  Luis  de  Tobar 
me  traia  recaudo,  me  determiné  de  partir  y  pensando  hallar  acá 
los  dineros,  no  teniéndolos,  los  tomé  allá  prestados  para  me 
adrezar  y  venir  aquí,  á  donde  hallé  que  Luis  de  Tobar  habia 
inviado  el  despacho  que  de  los  Fúcaros  traia,  á  Madrid,  al  factor 
dellos;  de  manera  que  vivo  todavía  de  prestado  hasta  que  torne- 
mos á  Castilla;  y  sabido  lo  que  se  me  invía,  hallo  ser  fraudado 
en  cxxv.  mil  mrs.  y  no  sé  qué  sea  la  causa  dello;  por  tanto  acuér- 
dese V.  md.  del  juramento  que  tengo  hecho  y  de  proveer  como 
yo  sea  satisfecho  dcsta  suma  y  la  falta  hasta  que  para  lo  que  me 
deben  del  año  pasado  no  me  invian  para  mili  ducados  que  se  me 
deben  más  de  mil  florines,  que  montan  ccl  mil  á  razón  de  xv 
vrolabazos  por  florín,  lo  demás  me  ha  escrito  el  factor  de  los 
Fúcaros  se  me  pagará  en  ñn  de  cada  un  año  los  mil  ducados 
hasta  que  tenga  otro  mandato  en  contrario.  Doy  cuenta  desto 
á  v.  md.  solo  para  que  tenga  cuidado  de  proveer  en  los  cxxv  mil 
que  faltan  y  no  para  me  eximir  de  no  pagar  lo  que  os  debo:  lo  cual 
aunque  según  de  allá  me  inviastes  mal  proveído  acá,  no  he  teni- 
do sobrada  la  moneda,  que  con  dificultad  me  he  pasado;  no  obs- 
tante lo  cual  habría  inviado  si  para  ello  hallara  aparejo;  y  v.  md. 
vea  si  hallado  podría  cobrar  destos  cxxv  mil  y  si  para  ello  se 
podría  dar  manera,  6  si  no,  escríbamelo  luego,  que  en  vinien- 
do su  respuesta  daré  orden  cómo  de  acá  se  le  envíen  por  la  me- 
jor via  que  yo  sepa. 

La  quexa  que  yo  tenia  de  no  me  escribir  v.  md.  era  por  estar 
á  donde  estaba,  me  daban  poca  pena  negocios  ni  nuevas ,  pero 
dábanmelas  las  importunidades  de  muchos  que  me  las  pregun- 
taban y  pensaban  no  venir  tan  fuera  de  mi  embaxada  que  no 
hobiese  alguno  que  me  avisase  de  lo  que  pasaba.  Parlábanse  de 


400  boletín  de  la  reai^  academia  de  la  historia. 

tantas  maneras  las  nuevas  de  lo  del  turco  que  no  sabíamos  qu6 
creer  y  deseaba  tener  una  letra  de  esa  Corte  con  que  poder  res- 
ponder y  satisfacer  á  tantos  Señores  como  me  lo  demandaban; 
y  si  en  esto  pequé,  perdone  v.  md.,  que  lo  que  á  mf  toca,  yo  os 
lo  perdono. 

Acá  tenemos  nueva,  días  ha,  cómo  los  Embaxadores  que 
inviásteis  al  turco,  eran  partidos  de  Constantinopla,  y  estamos 
esperando  cada  hora  la  resolución  que  traen,  que  según  el  tiem- 
po que  ha  que  de  allí  partieron,  vemos  no  podrán  tardar. 

El  Sr.  Gabriel  Sánchez  me  ha  escripto  largo  de  Roma  y  me 
hace  larga  relación  de  su  infortunio  y  robo,  y  dice  que  está  en 
tales  términos  que  le  conviene  por  pura  necesidad  dexar  la  Corte 
de  Roma  y  irse  á  esa  por  la  posta. 

En  lo  del  casamiento  de  la  Sra.  viuda  de  D.  Tristan,  digo  por 
mí  que  como  tiene  los  cien  mil  florines,  tuviese  cien  millones, 
no  bastaría  mudarme  de  lo  en  que  estoy.  A  ella  hagan  buen 
provecho  sus  florines  y  á  mí  guarde  Dios  el  seso  y  de  los  peli- 
gros que  suelen  acaecer  de  perros. 

Al  Cardenal  de  Trento  haga  v.  md.  de  mi  parte  el  debido 
cumplimiento,  certificándole  le  soy  y  seré  de  contino  servidor 
y  que  suplico  á  S.  vS.  me  tenga  por  tal  y  de  los  más  ciertosí  Yo 
le  escribí  por  la  posta  pasada  en  respuesta  de  otra  suya,  en  que 
me  encomendaba  el  hábito  del  Nuncio. 

En  lo  del  tributo  de  la  media  pensión  que  los  eclesiásticos 
habéis  de  pagar,  ya  escribí  á  v.  md.  que  acá  trabajaría  pasaseis 
por  do  pasarán  otros  cortesanos  tanto  y  más  privados  que  v.  md. 
y  que  tienen  más:  hasta  agora  no  ha  osado  nadie  hablar  en  ello, 
porque  yo  terne  cuidado  que  no  seias  más  agraviado  que  los 
otros  que  digo. 

A  Luis  de  Tovar  proveyeron  de  cien  mil  mrs.  de  ¡uro  por  su 
vida  y  es  partido  á  Madrid  á  sacar  el  privilegio  y  á  traer  el  des- 
pacho del  hábito  de  Santiago  que  le  han  dado ;  será  de  vuelta 
dentro  de  treinta  dias  para  se  partir. 

Mos.  de  Granvela  está  muy  entero  servidor  del  Rey,  nuestro 
señor,  y  de  contino  me  parece  se  le  debe  entretener  y  requirir 
con  cartas,  y  al  Comendador  mayor  asimismo.  El  dicho  mos.  de 


EL  EMPBRiaX)R  CARLOS  V  Y  SU  CORTB.  4OI 

Granvela  tiene  un  cuñado  que  ha  sido  Embaxador  en  Francia  y 
es  del  Consejo  de  S.  M.  y  maestre  de  requestas  ordinarias;  hame 
rogado  lo  que  v.  md.  verá  por  la  carta  que  á  S.  M.  escribo.  Seria 
bien  acertado  con  la  primera  se  le  inviase  el  despacho  y  recaudo 
de  lo  que  demanda,  y  v.  md.  lo  debe  solicitar  así. 

Nuestro  buen  amigo  Juan  de  Mercado  ha  querido  Nuestro  Se- 
ñor llevar  desta  vida,  que  plegué  á  él  sea  para  la  gloria.  Cosa  es 
que  me  ha  pesado,  pero  el  remedio  es  dar  gracias  á  Dios.  No 
tengo  otra  cosa  que  escribir  por  esta  á  v.  md.  sino  que  se  acuer- 
de de  la  ropa  de  Sancho  Bravo ,  pues  sabéis  la  razón  que  hay  y 
grande  amistad  que  tenemos:  y  esto  suplico  á  v.  md.  no  ponga 
en  olvido,  coiíio  por  la  pasada  lo  escribí. 

Un  gentilhombre  napolitano,  que  se  llama  Constantino,  el 
que  dio  aviso  del  negocio  del  Duque  de  Atra,  me  ha  hablado  y 
mostrado  todas  las  letras  que  así  el  Rey  como  v.  md.  le  han 
escripto  para  que  por  ellas  me  constase  su  negocio.  Yo  lo  he 
hablado  y  no  me  hicieron  mucho  rostro.  El  escribe  al  Rey  y 
á  V.  md.  por  cartas  de  favor  para  ello :  paréceme  que  aunque 
algo  se  detengan,  no  será  á  desplacer  de  los  de  acá:  yo  no  per- 
deré nada  en  ser  relevado  de  negocios  que  dan  pesadumbre. 

238. 

(Para  el  Rey  mi  señor.  —Monzón ,  12  de  Octubre  de  1533.) 

A  12  del  pasado  escribí  á  V.  M.  y  se  hizo  respuesta  de  haber 
rescibido  las  que  V.  M.  despachó  en  Viana  á  12  de  Agosto;  y 
por  ellas  hice  saber  al  Emperador  cómo  estaba  esperando  los 
Embaxadores  que  se  habían  inviado  al  turco  dentro  de  doce 
dias;  y  según  aquella  cuenta  parece  que  tardan  mucho.  S.  M. 
está  con  deseo  de  saber  de  la  salud  de  V.  M.  y  del  despacho 
de  los  dichos  Embaxadores.  Suplico  á  V.  M.  que  aunque  no 
sea  con  correo  proprio  que  en  semejantes  cosas  y  tiempo  se  dé 
aviso  por  todas  vias;  que  S.  M.  holgará  mucho  dello. 

A  todo  lo  que  V.  M.  escribió  que  acá  se  despachase,  ,se  hizo 
respuesta  y  se  envió  el  recaudo  que  convenia,  excepto  á  la  pro- 
visión del  Cardenal  de  Trento  que  al  presente  no  se  puede  ha- 


402  BOLETÍN   DE   LA  REAL   ACADEMIA   DB   LA  HISTORIA. 

cor  por  las  razones  que  por  S.  M.  están  escríptas;  y  por  cumplir 
el  mandamiento  que  V.  M.  nos  escribió  á  Luis  de  Tobar  y  á  mi 
para  la  solicitud  dello ,  lo  tornamos  á  lo  suplicar  á  S.  M. ,  y  nos 
fue  respondido  que  no  se  podía  hacer  hasta  ser  fuera  destas 
Cortes  y  reino;  y  creo  que  la  causa  dello  es  que  los  tres  Esta- 
dos destas  tierras  le  suplican  no  dé  beneficios  ni  obispados  sino 
á  ellos;  y  como  las  Cortes  y  salida  destos  reinos  no  tienen  tér- 
mino y  son  largos  como  V.  M.  lo  sabe ,  S.  M.  mandó  á  Luis  de 
Tobar  que  á  causa  deste  negocio  no  se  detuviese,  porque  no  se 
podia  hacer  otra  cosa  de  lo  que  está  escripto  y  á  nosotros  res- 
pondió; y  con  él  se  escribe  y  envia  todo  lo  que  al  presente  hay 
y  que  escribir  se  puede,  y  vá  largo  informado  de  las  cosas  desta 
Corte  y  reino. 

Por  la  pasada  no  hubo  lugar  de  poder  escribir  lo  que  mos.  de 
(iranvela  me  mostró  y  platicó  que  pasó  con  Conrado ,  criado  de 
los  Duques  de  Baviera.  La  causa  de  ello  fue  saberlo  el  dicho 
Granvela  al  tiempo  que  se  partía  el  dicho  Conrado,  muy  en  gran 
secreto  y  voluntad  con  dar  respondiente  en  esta  Corte:  á  los 
Belzeres  le  ofreció  de  pensión  cada  año  800  florines  con  gran- 
dísima instancia.  El  dicho  Granvela  le  rendió  las  gracias  y  les 
escribió  una  carta  sobre  ella ,  por  la  cual  les  hacia  saber  que  la 
merced  que  61  dellos  quería  rescibir  había  de  ser  estar  en  el  ser- 
vicio de  S.  M.;  y  este  era  todo  uno  con  el  de  V.  M.;  y  que  sien- 
do así  en  él  temían  uq  verdadero  servidor.  El  dicho  Granvela  y 
yo  hemos  pensado  en  este  negocio;  y  parece  que  si  ellos  lo  de- 
cían con  verdad  que  era  buena  señal  querer  tenerle  contento, 
aunque  semejantes  cosas  se  ofrecen  por  tanto  tiempo  como  está 
bien  á  la  parte. 

Ya  se  acuerda  V.  M.  como  de  contino  le  tengo  suplicado  que 
quiera  tener  contentos  estos  de  quien  V.  M.  es  servido,  y  lo 
puede  ser;  y  de  mi  parecer  fue  que  se  les  diese  pensión,  la  cual 
no  quisieron  recibir  por  no  desplacer  en  ello  á  S.  M.  Yo  que- 
rría de  contino  que  dellos  se  tuviese  memoria  de  escribirles  y 
en  lo  que  lugar  hobiere  hacerles  mercedes.  Yo  he  conocido  que 
(jranvela  rescibiría  merced  de  algunas  martas,  para  lo  cual  me 
truxo  propósito  según  yo  lo  comuniqué  á  Luis  de  Tobar.  V.  M. 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  405 

haga  la  provisión  que  fuere  servido,  que  á  mí  me  parece  que 
esto  no  se  debe  poner  en  olvido;  que  V.  M.  sabe  el  fruto  que 
puede  hacer. 

289« 

(Para  el  Secretario  Castillejo, — Monzón^  12  de  Octubre  de  1533.) 

• 
Por  la  de  12  habrá  v.  md.  visto  todo  lo  que  escribir  se  debía. 

Después  acá  no  ha  subcedido  cosa  nueva,  y  de  contino  estamos 
en  los  mortales  trabajos  destas  Cortes,  sin  certinidad  de  cuando 
tener  fin.  El  Sr.  Luis  de  Tobar  volvió  de  Madrid  habiendo  des- 
pachado sus  negocios  y  halló  en  mi  poder  la  carta  que  el  Rey 
nuestro  Señor  le  escribia,  por  la  cual  le  mandaba  solicitar  el 
negocio  del  Cardenal  de  Trento  y  no  fuese  sin  él;  y  por  cum- 
plir el  mandamiento  del  Rey  y  desear  hacer  servicio  á  mos.  de 
Trento,  aunque  por  dos  veces  tenia  respuesta  de  S.  M.,  deter- 
minamos ambos  á  dos  con  el  nuevo  mandamiento  de  tornárselo 
á  suplicar.  S.  M.  nos  respondió  que  no  se  podia  hacer  al  presente 
cosa  alguna  por  las  razones  que  tenia  escriptas  al  Rey  nuestro 
señor;  y  el  dicho  Tovar  replicó  cómo  el  Rey  le  mandaba  no 
fuese  sin  llevar  este  despacho.  S.  M.  le  mandó  que  si  otra  cosa 
no  fuese  causa  de  se  detener,  se  fuese;  que  el  despacho  se  haria 
cuando  fuesen  acabadas  las  Cortes  y  fuera  deste  reino;  que  an- 
tes en  ninguna  manera  se  podia  hacer;  y  con  esta  determinada 
respuesta  acordó  el  Sr.  Luis  de  Tovar  de  partirse.  El  Rey  nues- 
tro señor  sabe  bien  con  cuanta  dilación  se  despachan  acá  las 
cosas  y  en  esta  hay  causa  para  que  la  haya  por  las  razones  que 
se  escriben  y  están  escritas.  Acabado  lo  de  aquí  y  siendo  en 
parte  donde  se  deba  entender  en  ello,  yo  terne  sobrado  cui- 
dado de  recaudar  el  despacho  é  inviallo  á  S.  M.;  y  dello  puede 
V.  md.  hacer  relación  á  monseñor  de  Trento. 

Muy  espantados  estamos  de  la  negligencia  que  se  pone  en  no 
escribir  y  dar  aviso  de  lo  que  habrán  traido  los  Embaxadores 
que  fueron  al  turco,  porque  según  la  carta  que  se  escribió  á  S.  M. 
de  siete  de  Agosto,  dice  que  dentro  de  doce  dias  los  esperaban. 
No  se  sabe  echar  juicio  qué  sea  la  causa  de  tanta  tardanza.  Seria 


404  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

bien  por  dar  contentamiento  á  S.  M.  que  por  todas  vias  se  dé 
aviso  de  semejantes  cosas  sin  aguardar  á  hacer  proprio  correo;  y 
si  V.  md.  lo  hiciese  por  sí,  aun  seria  bien  hecho.  Ya  allá  está 
dado  aviso  y  el  Rey  será  advertido  del  socorro  que  se  hizo  á 
Coron,  que  quedó  proveida  por  un  año:  y  asimismo  es  vuelto 
Andrea  Doria,  el  cual  está  en  ^igilia,  las  galeras  de  España  con 
él;  que  no  fue  su  dicha  de  hallarse  en  el  socorro  por  se  cumplir 
el  refrán  de  acá,  de  diez  dias  después  de  la  batalla. 

A  S.  M.  vino  nueva  cómo  Barbarroxa  con  sus  galeras  y  fustas 
en  cantidad,  con  toda  su  hacienda  y  cautivos,  era  ido  la  vía  del 
turco;  pasando  por  Qigilia,  en  cierto  puerto  tomó  siete  navios 
buenos  y  asoló  y  destruyó  un  lugar  y  cautivó  mucha  gente;  y 
con  esta  presa  se  fue:  la  via  que  lleva  no  se  sabe,  pero  créese 
que  es  á  ser  capitán  del  turco.  Dexó  á  su  hijo  en  Argel  y  con 
título  de  Rey.  Ha  hecho  mucho  daño  en  estas  tierras  de  Catalu- 
ña y  Valencia  y  islas  de  Mallorca  y  Cerdeña;  y  si  no  se  pone 
buen  remedio,  hay  apariencia  de  hacer  más  y  mayor  mal  de  lo 
hecho. 

Ya  v.  md.  se  acordará  la  instancia  y  solicitud  que  hicimos  por 
dos  veces  por  hacer  proveer  á  Juan  de  Aramendez  de  la  quita- 
ción que  los  otros  sus  compañeros  tienen,  que  es  á  30.OOO  mrs., 
porque  á  él  no  le  dan  mas  de  I2.000,  en  lo  cual  se  le  hace  gran- 
de agravio,  dexado  aparte  que  por  sus  servicios  merece  ser  avan- 
tajado  mucho  más  que  los  otros;  y  aunque  por  dos  veces  lo  em- 
prendimos, no  fue  su  dicha  que  lo  proveyese  S.  M.,  de  lo  cual 
está  afrentado  y  con  mucha  razón.  Agora  hale  venido  en  suerte 
de  tener  cargo  de  mostrar  á  danzar  á  los  hijos  del  Comendador 
mayor  Cobos  y  del  está  su  S.*  muy  contento.  Hanos  parecido 
coyuntura  para  conseguir  esta  merced  á  tal  tiempo,  porque  con 
el  calor  que  v,  md.  le  enviará  del  Rey  y  con  el  conoscimiento 
que  del  tiene  el  Comendador  mayor,  tenemos  esperanza  será 
provcido;  para  lo  cual  es  menester  que  v.  md.  nos  envié  cuatro 
cartas  del  Rey  en  el  dicho  favor:  la  una  relatando  largamente  los 
servicios,  antigüedad  y  méritos  de  Juan  de  Aramendez,  de  muy 
buena  tinta  como  lo  sabéis  hacer  por  vuestros  amigos,  y  esta 
será  para  el  Comendador  mayor;  las  otras  tres  vengan  como  os 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  405 

parezca,  la  una  para  el  Comendador  mayor  D.  García  de  Padilla, 
y  la  otra  para  el  licenciado  Polanco  y  la  cuarta  para  S.  M.  Y  esto 
mande  v.  md.  se  provea  con  la  primera  que  despacharen  de 
allá,  y  las  minutas  con  ellas.  Deseo  en  extremo  que  este  hombre 
saliese  con  ello  asi  por  ser  nuestro  amigo  como  por  la  necesidad 
que  tiene  y  ser  tan  bueno.  Yo  sé  que  v.  md.  tiene  tanta  volun- 
tad como  yo  para  ello,  y  así  no  será  necesario  de  más  lo  encar- 
gar.  El  dicho  Juan  de  Aramendez  os  besa  las  manos  y  yo  las  de 
todos  esos  señores  y  á  v.  md.  dé  Dios  tanta  salud  y  descanso 
como  desea. 


240. 

(Para  el  Rey  mi  señor. — Monzón ^  22  de  Octubre  de  1533») 

A  los  12  deste  habia  escripto  con  Luis  de  Tobar  que  estaba 
despachado  por  S.  M.  y  él  teniendo  deseo  de  hacer  servicio  á  la 
Reina  mi  señora  trabajó  que  tuviese  efecto  lo  que  él  tenia  á  car- 
go de  negociar  acerca  de  la  Emperatriz  nuestra  señora  con  Pedro 
González  de  Mendoza,  y  por  SS.  MM.  fue  mandado  detener, 
porque  quieren  con  él  inviar  lo  que  la  Reina  mi  señora  quiere,  y 
se  está  esperando  el  recabdo  de  Madrid  adonde  se  habia  despa- 
chado un  correo  por  ello  y  se  espera  cada  dia;  y  venido  y  res- 
cibido  con  ello  y  con  lo  que  más  se  ofrecerá,  partirá;  que  según 
creemos  podrá  ser  dentro  de  doce  dias,  si  algún  justo  impedi- 
mento no  lo  impide. 

Acá  se  ha  tenido  pena  de  la  tardanza  de  saber  de  la  salud  de 
V.  M.  y  del  subceso  de  los  Embaxadores  que  fueron  al  turco  y 
cosas  de  esas  tierras.  Ha  dos  dias  que  vinieron  letras  de  Lope 
de  Soria,  embaxador  en  Vcnecia,  que  hizo  saber  á  S.  M.  cómo 
era  despachado  Cornelio  para  dar  razón  á  S.  M.  Espérase  cada 
dia,  pero  no  se  sabe  mas  de  lo  que  hasta  aqui,  y  para  este  tiem- 
po S.  M.  querría  saber  mas  amenudo  lo  que  allá  pasa.  Suplico  á 
V.  M.  en  ello  se  haga  diligencia,  porque  S.  M.  rescibirá  gran 
placer  dello.  Por  esta  no  hay  de  qué  hacer  relación  de  las  nue- 
vas y  negocios  que  al  presente  se  tratan,  poique  de  todo  se 


406  BOLETÍN  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

envían  las  copias  á  V.  M.,  de  lo  cual  tiene  cuidado  mos.  de  (yran- 
vela  que  desea  el  servicio  de  V.  M.  y  humilmente  besa  las 
manos  de  V.  M. 

241. 

(Para  el  Secretario  Castillejo.  ^Monzofiy  22  de  Octubre  de  1533.) 

Por  la  que  va  con  esta  de  12  deste  que  tenia  escrita  con  el 
Sr.  Luis  de  Tovar,  que  estaba  despachado  sí  no  fuera  tornado  á 
mandar  por  SS.  MM.  que  se  detuviese  para  llevar  cierto  recaudo 
á  la  Reina  mí  señora,  verá  lo  que  se  debia  escribir.  Lo  que  hay 
de  nuevo  son  trabajos  que  aquí  pasamos  con  la  dilación  de  las 
Cortes,  que  según  lo  que  dello  entendemos,  no  tienen  apariencia 
de  ser  comenzadas;  de  lo  que  ambas  partes  pasa  es  estar  deste- 
rrados de  nuestra  patria  y  puestos  adonde  somos  tratados  sin 
ninguna  piedad:  para  ayuda  de  costa  de  lo  que  allá  se  ha  gasta- 
do, está  bueno  este  remate. 

Del  negocio  de  la  media  que  los  clérigos  han  de  pagar  no  se 
sabe  en  qué  término  está.  En  Castilla  andaban  en  forma  de 
conciertos,  el  cual  será  bueno  para  ellos  y  no  malo  para  S.  M.; 
y  creo  que  siendo  hecho  por  acuerdo  que  no  será  grande  la  pér- 
dida de  V.  md.;  y  porque  dello  no  se  sabe  el  fin  que  terna,  no  se 
escribe  á  v.  md.:  yo  tengo  cuidado  dello  para  hacer  lo  que  cum- 
pliere á  vuestro  servicio. 

De  los  negocios  que  el  Rey  nuestro  señor  envió  á  mandar  que 
se  despachasen,  por  las  pasadas  se  hizo  respuesta  y  por  esta  se 
envían  las  copias  de  todo  lo  que  es  acaescido  y  al  presente  se 
trata;  y  dello  tiene  mucho  cuidado  mos.  de  Granvela.  S.  M.  le 
debe  escribir  y  rendir  gracias  de  su  deseo  y  diligencia,  no  olvi- 
dando al  Comendador  mayor,  y  para  que  yo  tenga  causa  y 
aun  alguna  inteligencia  de  verle  más  veces  que  se  me  ofrecen. 

Aquí  son  venidos  ciertas  personas  de  Coron  á  forma  de  em- 
baxada  á  suplicar  á  S.  M.  quiera  pasar  en  la  Mo...  (l)  y  que  para 
ello  le  será  hecho  servicio  de  gran  cantidad  de  gente  y  mucha 

i\)    Sic.  Debe  ser  la  Morca. 


EL  BMPBSAIKHt  CARLOS  V  Y  Sü  CORTB.  407 

suma  de  dineros;  y  que  haciéndolo  así,  será  señor  de  todos.  Yo 
creo  que  S.  M.  holgará  del  tal  viage,  pero  para  ello  hay  muchos 
embarazos,  y  aun  no  creo  que  sería  á  placer  de  la  Emperatriz. 
Yo  digo  que  si  lo  tal  fuese,  que  me  querría  hallar  en  la  plaza  de 
Valladolid  antes  que  ir  en  galera. 

No  culpe  V.  md.  á  ninguno  de  la  negligencia  que  se  hace  en 
no  os  escribir,  según  los  trabajos  que  se  pasan  en  la  entrada 
deste  reino;  que  os  certifico  que  no  vienen  los  que  tienen  nego- 
cios que  les  importan,  porque  para  un  ducado  es  necesario  cé- 
dula de  S.  M.  y  para  gastar  son  menester  muy  muchos;  y  si  por 
el  interese  del  servicio  fuese,  la  estada  de  S.  M.  nosotros  gela 
pagaríamos  y  ganaríamos  en  ello  todos. 

Suplico  á  V.  md.  no  ponga  en  olvido  el  negocio  de  Bohemia 
y  de  la  rata  del  año  pasado,  y  principalmente  de  la  ropa  del 
nuestro  amigo  Sancho  Bravo,  porque  en  ello  rescibiremos  am- 
bos la  merced. 

242. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — En  cifra. — Monzón,  6  de  Noviembre  de  1533.) 

Por  ]a  letra  de  22  del  pasado  tengo  hecho  saber  á  V.  M.  de 
la  salud  de  S.  M.  y  en  el  estado  que  estaban  los  negocios  y  se 
envió  lo  qué  se  sabia  de  las  vistas  de  entre  el  Papa  y  Rey  de 
Francia.  Esta  se  escribe  con  diligencia  para  dar  auiso  á  V.  M. 
cómo  S.  M.  visto  el  mal  recaudo  que  el  Papa  dá  al  reparo  de 
Coron,  según  á  V.  M.  está  escripto,  que  con  diligencia  conviene 
hacerse  quito  della  por  las  razones  que  para  ello  hay;  y  son  que 
según  tiene  aviso  han  concertado  el  casamiento  de  la  sobrina 
del  Papa  y  Duque  de  i)rliens;  y  pues  ellos  han  hecho  este  con- 
cierto, señal  es  que  en  todo  lo  demás  lo  deben  estar  y  no  en  pro- 
vecho de  Vuestras  Magestades.  S.  M.  escribía  á  sus  Embaxado- 
res  que  con  toda  instancia  solicitasen  acerca  del  Papa  quisiese 
dar  orden  en  la  guarda  de  la  dicha  Coron,  en  lo  cual  no  han 
querido  él  ni  el  Rey  de  Francia  hablar  en  ello,  antes  han  hecho 
consideración  que  teniéndola  S.  M.  dello  no  le  puede  redundar 
sino  dos  cosas:  la  una  que  será  el  sobrado  gasto  y  embarazo  de 


408  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACADBMU  DE  LA   HISTORIA. 

gente  que  con  ella  ha  de  tener;  y  la  otra  mucha  afrenta  en  per- 
della;  y  como  haya  apariencia  de  rompimiento  á  S.  M.  le  vernia 
muy  mal  tener  la  dicha  Coron  por  las  razones  dichas.  A  la 
causa  ha  pensado  con  aceleración  de  la  asolar  y  sacar  la  gente 
della  y  quitarse  del  embarazo.  Esta  plática  y  voluntad  de  S.  M. 
ha  seido  comenzada  de  diez  dias  á  esta  parte,  sobre  lo  cual  no 
con  pequeña  congoxa  de  Luis  de  Tobar  y  mia  lo  hemos  comu- 
nicado con  quien  le  desea  servir,  el  cual  ha  hecho  y  hace  lo  po- 
sible por  detener  este  negocio  hasta  saber  lo  que  trae  Cornelio 
para  entender  si  habrá  lugar  de  tratar  con  el  turco  al  propósito 
de  lo  que  toca  á  V.  M.;  el  cual  Cornelio  no  viene,  ó  sea  por  no 
le  haber  despachado,  ó  detenerse  él  en  su  casa.  El  negocio  es  de 
mucha  prisa  porque  la  dá  S.  M.  según  tiene  las  nuevas  de  las 
vistas  dichas;  y  como  dellas  no  se  conosca  obra  buena,  quiere 
S.  M.  proveer  en  ello.  Parece  que  seria  bien  que  á  toda  diligen- 
cia V.  M.  escriba  sobre  este  negocio  lo  que  le  pareciere  que  hace 
al  propósito;  y  no  como  persona  que  desto  tenga  aviso,  porque 
seria  perderlo  todo  y  más  la  voz  que  para  ello  y  para  lo  demás 
tenemos  no  solamente  á  S.  M.  pero  al  Comendador  mayor  y  otra 
cualquier  persona,  porque  este  negocio  está  en  extremo  secreto 
y  desto  se  tenga  mucho  cuidado,  que  contra  tales  enemigos,  no 
solo  del  turco  mas  del  diablo  se  podrían  ayudar.  También  ha 
dado  parecer  que  se  debe  esperar  á  Cornelio,  y  visto  lo  que  tru- 
xere,  si  fuere  á  propósito  de  la  voluntad  de  V.  M.,  donde  no  que 
desde  aqui  se  podrá  despachar  á  Ñapóles  y  á  Coron  y  adelante 
al  turco  que  entienda  en  ello  como  acá  determinaren  que  pueda 
haber  mejor  efecto  para  el  bien  del  negocio  y  dello  se  dará  aviso 
á  V.  M.  Este  es  el  parecer  que  han  dado  que  seria  bien  despa- 
char por  via  de  Ñapóles  y  (¡Jigilia  á  Cornelio  al  Turco  con  lo  que 
acá  determinaren  que  más  cumplirá  al  negocio.  No  sé  en  qué 
pararán  las  cosas,  pero  él  trabaja  de  hacer  en  ello  servició  á 
V.  M.  y  no  ha  parecido  mal  á  S.  M.  este  postrero  parecer. 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  4O9 


248. 

(Para  el  Rey  mi  señor,— Monzón^  13  de  Noviembre  de  1533.) 

La  postrera  carta  que  tengo  escripta  á  V.  M.  partió  á  7  deste 
y  fue  encaminada  por  manos  de  mos.  de  Granvela,  porque  con- 
venia hacerse  diligencia,  según  V.  M.  habrá  visto,  y  en  ello  no 
se  ha  platicado  más  hasta  que  determinaron  de  despachar  á  V.  M. 
para  enviar  el  despacho  de  la  Dieta;  y  asi  para  lo  que  está  es- 
cripto  sobre  lo  de  Coron  como  para  lo  demás  determinó  Luis 
de  Tovar  de  hacer  la  diligencia  que  nos  ha  parecido  que  con- 
viene para  lo  que  se  debe  hacer  acerca  de  lo  de  Coron  por  ir 
bien  advertido  de  la  forma  y  manera  que  acá  lo  entienden  y  lo 
que  pensamos  que  sobre  ello  proveerán;  y  asimismo  hemos  pla- 
ticado lo  que  de  parte  de  V.  M.  se  debe  proveer  para  el  entre- 
tenimiento destas  personas  que  le  pueden  servir,  según  muchas 
veces  lo  tengo  suplicado  á  V.  M.  Yo  he  conocido  de  Granvela 
que  rescibiria  martas  para  el  frió  que  hace;  y  pues  de  su  parte  lo 
significa,  débelo  tener  V.  M.  por  bien  y  con  obra  y  luego  sea 
cumplida  su  voluntad;  y  entretanto  si  se  acordare  de  lo  proveer, 
me  escriba  V.  M.  sobrello,  y  no  con  conocimiento  que  él  haya 
mostrado  quererlo  sino  de  voluntad  de  V.  M.  como  le  parecerá; 
porque  en  la  verdad  se  muestra  muy  cierto  servidor;  y  según  el 
crédito  tiene,  lo  puede  bien  merecer;  y  V.  M.  debe  tener  en  este 
mismo  caso  memoria  del  Comendador  mayor:  dello  y  de  lo  de- 
más me  remito  á  Luis  de  Tobar  que  de  todo  va  bien  informado» 
Por  las  letras  que  se  escriben  al  Papa  se  tiene  inteligencia  con 
su  secretario  en  lugar  de  Salviatis  por  inteligencia  de  mos.  de 
Granvela;  hase  de  tener  mucho  aviso  de  que  en  ninguna  manera 
sepan  en  Roma  ni  otra  parte  el  tal  aviso,  y  desto  se  tenga  mucho 
cuidado. 

244. 

(Para  el  secretario  Castillejo, — Monzón,  13  de  Noviembre  de  I533-) 

A  los  siete  deste  escribí  á  v.  md.  con  el  aviso  que  se  envió  en 
cifra  al  Rey  nuestro  señor,  y  muy  breve,  porque  no  habia  ni  me 


4IO  BOLETÍN  DE  LA.  KSAL  ACAUBICIA  DB  LA  HISTORIA. 

daban  lugar  para  más;  y  agora  lo  seré  porque  el  Sr.  Luis  de 
Tovar  es  más  que  carta  y  del  entenderá  v.  md.  lo  que  acá  pasa. 
Al  Rey  escribo  dos  renglones  acordándome  el  proveimiento  que 
me  parece  ser  necesario  que  haga  á  estos  Señores,  y  v.  md.  lo 
debe  acordar  á  S.  M.  y  procurar  se  provea  breve  en  lo  del  yerro 
que  me  libraron  florines  por  ducados:  no  sé  en  quien  está  la  falta, 
pero  como  quiera  que  sea  no  dexa  de  ser  hecho  maliciosamente. 
Mande  v.  md.  se  remedie  y  cobre  dellos  lo  que  le  debo  6  escrí- 
bame lo  que  en  ello  se  podrá  hacer,  porque  si  no  se  hiciere,  yo 
los  provea  de  acá  como  tengo  escripto  á  v.  md.  Asimismo  tenga 
V.  md.  memoria  con  el  Tesorero  de  lo  de  Bohemia,  y  lo  que 
mandare  se  hará  acá  por  ser  negocio,  pero  hasta  agora  no  se  me 
ha  escripto  nada;  ni  tampoco  me  ha  escripto  el  Sr.  Pedro  de 
Castillejo  en  respuesta  del  negocio  de  v.  md.,  de  lo  que  me  ma- 
ravillo, y  por  esto  no  sabré  decir  otra  cosa  de  lo  que  tengo  es- 
cripto. Del  negocio  del  Sr.  Sancho  Bravo  no  hay  necesidad  de 
suplicar  á  v.  md.  tenga  cuidado,  pero  por  la  mucha  voluntad  que 
tengo  sea  proveido,  no  puedo  dexar  de  se  lo  acordar;  y  pues 
V.  md.  será  la  principal  parte  para  ello,  dice  el  Sr.  Sancho  Bravo, 
que  está  aquí,  que  lo  toméis  en  vuestro  poder  y  con  buen  porte 
se  lo  enviéis,  ofreciéndose  con  quien;  y  pues  como  digo  del  se- 
ñor Luis  de  Tovar  será  v.  md.  largo  avisado  de  todo  lo  que 
querrá,  por  esta  no  digo  más  sino  que  acerca  del  Q)mendador 
mayor  y  de  los  demás  acordaré  vuestro  negocio  cuando  tiempo 
y  sazón  vea;  y  desto  pierda  cuidado. 

246. 

(Para  el  Rey  mi  señor,— Monzón^  27  de  Diciembre  de  ISJSO 

S.  M.  tenia  hecha  respuesta  á  las  letras  que  de  V.  M.  rescibió 
de  I S  de  Octubre;  y  dilatándose  algo  el  despacho,  llegó  Corne- 
lio  y  con  él  se  envia  lo  que  de  antes  estaba  escrito  y  lo  que  de 
nuevo  se  ha  proveido.  El  Emperador  nuestro  señor  está  muy 
bueno  y  con  algún  trabajo  por  la  ocupación  y  largueza  que  han 
tenido  estas  Cortes  y  con  pensamiento  que  se  podían  acabar  para 
las  fiestas:  hizo  partir  á  la  Emperatriz  á  Qaragoga,  y  estos  Esta- 


EL  BMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTB.  4II 

do»  consiguiendo  sus  fueros  y  costumbres  ocuparon  á  S.  M.  las 
ñestas.  A  la  Emperatriz  di  la  carta  que  V.  M.  le  escribió  de  su 
mano  y  holgó  mucho  con  ella.  Tenemos  sospecha  que  está  pre- 
ñada, aunque  no  de  mucho  tiempo.  SS.  MM.  y  Príncipes  están 
muy  buenos,  gracias  á  Nuestro  Señor. 

V.  M.  tiene  letras  mias  por  dos  veces  en  aviso  de  la  delibera- 
ción que  .S.  M.  quiere  tomar  de  Coron,  y  según  lo  que  entiende 
del  subceso  de  las  vistas  de  Marsella,  halla  que  conviene  breve- 
dad en  ello.  Yo  he  trabajado  con  mos.  de  Granvela  de  que  el 
tiempo  fuese  más  largo  del  que  S.  M.  señala,  atento  que  no  se 
podia  estorbar  ni  mandar  la  determinación;  y  según  me  ha  dicho, 
aun  más  breve  lo  quería  executar,  pero  dice  que  se  tuvo  respeto 
á  que  en  este  tiempo  V.  M.  puede  hacer  su  provecho.  Por  lo  que 
lleva  Cornelio  entenderá  V.  M.  el  todo.  A  S.  M.  supliqué  por  el 
secreto  que  V.  M.  quería,  y  así  se  ha  hecho  y  se  hará  con  los  de 
adelante.  Lo  mismo  hablé  al  Comendador  mayor  y  mos.  de 
Granvela,  los  cuales  dello  tienen  cuidado.  Los  que  aquí  se  han 
hallado  para  la  determinación  deste  negocio  han  sido  el  Comen- 
dador mayor,  Granvela,  D.  García  de  Padilla,  Conde  de  Miranda 
y  Norquerme. 

Lo  que  V.  M.  manda  que  yo  supiese  el  fundamento  por  qué 
se  escribia  se  descuidase  de  las  menudencias  de  Italia,  yo  lo  pre- 
gunté á  mos.  de  Granvela,  y  me  dixo  que  cuando  V.  M.  escribió 
se  quería  melar  del  casamiento  de  Mantua,  entonces  entendió  la 
voluntad  de  S.  M.;  y  solo  para  V.  M.  acá  tienen  sospecha  que  el 
Cardenal  de  Trento  es  el  que  pone  á  V.  M.  en  ello;  y  mos.  de 
Granvela  con  buena  intención  me  lo  comunicó.  A  lo  del  feudo 
de  bandera  dice  asimismo  que  por  cierta  letra  que  de  allá  tuvo 
S.  M.,  hubo  causa  para  se  platicar  y  que  dello  no  tiene  más  me- 
moria. 

Aquí  está  el  Dr.  Matías  con  sus  oficiales,  los  cuales  querían 
que  de  algunas  cosas  vacantes  les  fuesen  hechas  mercedes,  y 
quisieran  intentar  la  provisión  por  S.  M.  de  reservar  algunas  co- 
sas para  lo  susodicho.  Mos.  de  Granvela  impidió  la  plática.  Será 
bien  que  V.  M.  ofreciéndose  en  qué,  les  haga  mercedes,  porque 
parezca  que  de  los  que  acá  están  en  servicio  de  S.  M.,  tiene  cui- 


412  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORU. 

dado:  y  sobre  esto  no  hay  necesidad  de  escribir  ni  dar  á  enten- 
der que  dello  tiene  aviso,  porque  es  cosa  entre  nosotros  plati- 
cada. 

Las  postas  que  V.  M.  despacha  vienen  por  Flandes  y  tardan 
mucho  tiempo,  y  asimismo  las  que  de  acá  van  por  aquella  via. 
Aqui  se  tiene  cuidado  de  hacer  algunos  despachos  á  Borgoña: 
háme  dicho  mos.  de  Granvela  que  será  bien  que  V.  M.  mande 
proveer  al  regimiento  de  Ingleset  ó  Arecurt  que  los  despachos 
que  á  ellos  fueren  enderezados  desde  Besangon,  los  reciban  y 
paguen  la  despensa  desde  Besangon  ó  Agricurt;  y  después  los 
enderecen  á  V.  M.,  porque  por  esta  via  podremos  dar  más  á 
menudo  aviso  á  V.  M.,  y  ofreciéndose  cosa  importante,  más 
fácilmente  se  podrá  hacer  despacho  que  aguardar  la  via  de 
Flandes. 

En  el  negocio  del  Cardenal  está  respondido  por  S.  M.  y  por 
mí  como  no  se  podia  despachar  hasta  la  conclusión  destas  Cor- 
tes y  salida  deste  reino.  Agora  me  ha  sido  respondido  que  será 
hecha  esta  provisión  del  Cardenal  al  tiempo  que  está  dicho.  Yo 
hablé  que  por  la  dilación  del  tiempo  tuviese  alguna  ventaja  la 
provisión,  en  lo  cual  no  hay  necesidad  de  hablar,  porque  no  se 
hará  más  de  lo  acordado.  Yo  tengo  dello  cuidado  y  en  siendo 
tiempo  lo  solicitaré  con  toda  instancia,  y  sacado  el  despacho  se 
inviará  á  V.  M.  en  diligencia. 

En  la  diferencia  de  los  de  Besangon  V.  M.  mande  proveer  en 
el  regimiento  conforme  á  lo  que  toca  al  servicio  de  S.  M.  S.  M. 
hace  respuesta  sobre  lo  del  Dr.  Juan  Ensthcrninge:  V.  M.  pro- 
veerá lo  que  conviene  para  el  efecto  con  la  Reina  Maria. 

En  lo  del  hábito  del  Nuncio  tengo  respondido  á  V.  M.  cómo 
el  Emperador  lo  concedió.  La  constitución  para  lo  recibir  es  que 
ha  de  provar  la  hidalguia,  y  después  se  dá  una  provisión  para 
que  un  freile  y  dos  caballeros  ó  uno  le  den  la  Orden  y  la  caba- 
llería. El  freile  es  el  necesario  porque  ha  de  dar  la  Orden  y  el 
caballero  para  le  armar  caballero:  por  el  poco  espacio  y  estar 
derramados,  no  se  puede  hacer  la  probanza  en  este  lugar;  sa- 
liendo de  aquí  á  do  seamos  juntos  yo  terne  memoria  de  la  hacer 
para  sacar  la  provisión  y  enviarla,  pero  aprovechará  poco  porque 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  413 

c 

en  la  Corte  de  V.  M.  en  toda  esa  tierra  no  se  hallará  freÜe  para 
se  le  dar;  y  están  engañados  en  que  piensan  que  cualquier  ca- 
ballero lo  puede  hacer.  V*.  M.  mande  que  desto  den  aviso  al  di- 
cho Nuncio. 

Sobre  lo  que  V.  M.  escribió  en  el  negocio  del  secretario  De- 
siderio, S.  M.  responde  no  tener  de  costumbre  dar  espectativa, 
y  cuando  tiempo  fuere  y  vacación  hobiere,  él  terna  memoria  de 
lo  que  se  le  suplica.  Tengo  entendido  que  aunque  haya  vacante, 
le  cabrá  poca  parte  della,  porque  la  prisa  es  grande. 

A  mos.  de  Granvela  mostré  el  capítulo  de  la  voluntad  que 
V.  M.  escribe  tenerle  y  él  así  lo  conoce  y  tiene  esperanza  de  las 
mercedes  con  promesa  de  las  servir.  Lo  que  agora  suplica  es  un 
título  de  consejero  ordinario  de  V.  M.  con  gajes  de  trescientos 
florines  de  oro  de  pensión  para  la  autoridad  de  su  patria;  con 
que  su  hermano  escribirá  á  V.  M.  por  otra  parte  haciéndose 
quito  de  la  pensión;  porque  no  lo  quiere  para  otro  efecto  sino 
para  que  conozcan  tiene  favor  y  señor  en  V.  M.;  en  lo  cual 
mandará  proveer  como  fuere  servido.  De  mi  parecer  V.  M.  debe 
tener  contento  á  este  personage,  porque  cada  dia  crece  en  cré- 
dito y  creo  que  en  él  solo  so  ha  de  resumir  todo,  según  lo  que 
yo  agora  veo. 

V.  M.  manda  que  se  procure  un  saludador  de  los  que  acá  di- 
cen hacer  miraglos.  Yo  lo  procuraré,  porque  lo  deseo  ver,  que 
en  cuanto  á  este  paso,  tan  incrédulo  estoy  como  los  de  allá;  y 
hallado,  trabajaré  de  lo  enviar,  aunque  creo  será  dificultoso, 
porque  todos  son  gentes  perdidas,  y  es  menester  que  fuese  en 
compañía  de  quien  le  gobernase.  Algunos  he  visto  azotar,  sin 
embargo  de  la  gracia.  Yo  trabajaré  de  hacer  lo  que  V.  M. 
manda. 

V.  M.  manda  que  se  le  envié  la  muestra  de  algunas  perlas  y 
el  precio  dé  cómo  se  podrán  haberlas,  de  tal  suerte:  compradas 
en  cantidad  suélense  hallar  en  mejor  mercado.  Aquí  no  hay 
perlas  ni  salud:  idos  á  Castilla  yo  terne  cuidado  de  buscarlas  y 
hacer  lo  que  V.  M.  manda. 

Yo  tengo  enviadas  las  dos  ballestas,  que  en  Barbastro  hice,  á 
Bilbao  para  que  las  envien  á  Flandes  á  la  Reina;  y  tengo  res- 
TOMo  xLiv.  27 


1 


414  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE    LA   HISTORIA. 

puesta  que  mediado  el  mes  pasado  estaban  en  su  poder  de  quien 
]as  había  de  llevar;  y  según  el  tiempo  ha  hecho  y  naos  había  para 
navegar,  creo  estarán  ya  en  Flandes.  Mande  V.  M.  escrebir  á  la 
Reina  para  que  las  envíe,  porque  son  muy  buenas  en  extremo  y 
dudo  que  se  puedan  ínviar  otras  tales.  Luis  de  Tovar  olvidó  los 
cuescos  de  frutas  que  V.  M.  mandó  llevar:  llévalos  Corneiio;  á 
tiempo  van  sin  hacer  falta,  pues  no  se  han  de  plantar  hasta  pri- 
mero de  Hebrero. 

A  los  20  deste  vino  el  despacho  que  V.  M.  escribió  á  los  19 
del  pasado.  S.  M.  hace  á  ello  respuesta:  yo  le  hice  relación  de  lo 
que  V.  M.  mandó  acerca  de  lo  de  Ragusa.  S.  M.  mandó  que  lo 
diese  á  Granvela  para  cuando  tiempo  sea  se  haga  lo  que  V.  M. 
quiere,  y  dello  se  terna  cuidado  en  su  tiempo.  El  aviso  que  V.  M. 
escribió  sobre  las  fortalezas  de  Salsas  y  (jaeta  dixe  á  S.  M.  y 
holgó  dello  y  mandó  decirme  que  se  le  diese  memorial  para  lo 
hacer  proveer.  Dixo  que  se  acordaba  que  le  habían  hablado  en 
ello  y  cree  que  seria  el  que  á  V.  M.  dio  el  aviso. 

Por  la  copia: 
A.  Rodríguez  Villa. 


II. 


ARTES  É  INDUSTRIAS  DEL  BUEN  RETIRO. 

I. 

Cumpliendo  con  verdadera  satisfacción  el  encargo  de  la  Aca- 
demia de  informarla  acerca  de  la  obra  Artes  é  Industrias  del 
Buen  Retiro  i  escrita  por  D.  Manuel  Pérez-Villamil,  y  espléndi- 
damente editada  por  el  Sr.  D.  Francisco  de  Laiglesia,  debo  em- 
pezar declarando  que  su  originalidad  y  su  mérito,  reconocidos 
por  cuantos  la  han  leído,  me  ponen  á  cubierto  de  toda  parcia- 
lidad al  tratarse  de  un  amigo  de  la  infancia  y  de  un  compañero 


ARTES   É   INDUSTRIAS  DEL   BUEN   RBTIRO.  415 

en  el  Museo  Arqueológico  Nacional,  que  tengo  la  honra  de  di- 
rigir. 

Cuando  en  1 893  se  trasladó  este  Museo  del  antiguo  Casino  de 
la  Reina  al  suntuoso  edificio  que  hoy  ocupa,  al  moverse  y  com- 
pulsarse todos  sus  objetos  y  colecciones,  pudo  el  Sr.  Pérez -Vi- 
Uamil  observar  que  las  piezas  de  porcelana  más  suntuosas  atri- 
buidas á  la  fábrica  de  Sevres  no  procedían  de  esta  fábrica,  sino 
que  aparecían  anónimas,  de  donde  resultaba  que  eran  en  aquel 
.establecimiento  docente  como  hijos  expósitos,  sin  filiación  y  sin 
historia,  á  pesar  de  proceder  dol  chinero  viejo  del  Palacio  Real 
de  Madrid. 

Queriendo  cumplir  el  autor  con  los  deberes  de  su  cargo,  se 
dedicó  á  estudiar  cerámica  en  los  ratos  que  le  dejaban  libres  sus 
estudios  relativos  al  arte  cristiano  de  la  Edad  Media,  objeto  pre- 
dilecto de  su  entusiasmo  artístico  y  arqueológico.  Así  fué  adqui- 
riendo noticias  interesantes  y  nuevas,  ya  en  los  archivos  públi- 
cos, ya  en  las  colecciones  particulares  de  piezas  cerámicas.  Y  se 
comprende  desde  luego  que  en  esta  indagación  se  le  ocurriese 
la  memoria  de  la  antigua  Fábrica  del  Retiro,  de  la  cual  tan  pre- 
ciosos objetos  se  conservan  y  cuya  historia  se  había  perdido  por 
completo  al  desaparecer  hasta  los  vestigios  de  su  emplaza- 
miento. 

El  Sr.  Pérez-Villamil ,  trabajador  incansable  y  dotado  de  ver- 
dadero entusiasmo  por  toda  producción  artística,  dirigió  hacia 
esas  sombras  la  luz  de  su  estudio,  y  ya  bajando  al  inexplorado 
Archivo  del  Ministerio  de  Hacienda,  ya  visitando  los  de  Palacio  y 
Alcalá  de  Henares,  y  allegando  noticias  del  de  Simancas,  logró 
reunir  tal  cúmulo  de  ellas,  que  se  animó  á  redactar  una  mono- 
grafía sobre  la  Fábrica  del  Buen  Retiro  para  ofrecerla  al  Museo 
Arqueológico,  como  fruto  de  su  trabajo  y  como  digno  empleado 
que  es  de  este  establecimiento. 

Desgraciadamente,  el  Musco  carece  de  dotación  para  esta 
clase  de  publicaciones,  y  á  pesar  de  la  buena  voluntad,  así  de 
mi  ilustre  antecesor  y  compañero  nuestro  el  Sr.  Rada  y  Delga- 
do, como  de  la  mía,  la  obra  del  Sr.  Pérez-Villamil  no  pudo  pu- 
blicarse á  expensas  del  Estado. 


4l6  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

Arrinconados  quedaron  estos  trabajos  al  dedicarse  su  autor 
á  la  publicación  de  la  monografía  sobre  la  Catedral  de  Sigiien- 
za,  que  ya  conoce  esta  Academia,  trabajo  único  en  su  clase, 
como  declaró  la  Revista  de  la  Sociedad  de  ArquitectoSy  y  que  al- 
canzó un  éxito  singular  en  España,  cuando  la  lectura  de  este  libro 
promovió  la  amistad  de  su  autor  con  el  distinguido  coleccionista 
de  antigüedades  artísticas  D.  Francisco  Laiglesia,  el  cual,  ente- 
rado de  la  existencia  de  aquellos  trabajos  sobre  cerámica,  no 
paró  en  sus  diligentes  instancias  hasta  conseguir  que  Villamil 
sacase  el  manuscrito  de  su  librería,  lo  ampliase  con  nuevas  in- 
vestigaciones y  se  lo  entregase  para  publicarlo»;  llevados  así  el 
autor  como  el  editor  del  más  desinteresado  patriotismo ,  pues  la 
obra  no  había  de  venderse,  destinándose  los  ejemplares  sihi  et 
amicis. 

Tal  es  la  historia  de  este  libro,  que  para  honra  del  Museo  Ar- 
quelógico,  de  su  autor  y  de  su  editor,  debe  referirse  aquí,  y  para 
que  sirva  de  estímulo  al  Estado  á  fin  de  que  procure  que  los  es- 
tablecimientos científicos  que  de  él  dependen  se  hallen  en  con- 
diciones ^c  aprovechar  el  talento,  la  laboriosidad  y  el  patriotis- 
mo de  sus  buenos  empleados. 

n. 

Del  libro  del  Sr.  Pérez -Villamil  hay  que  decir  que  es  una  de 
las  monografías  históricas  más  originales  que  se  han  impreso  en 
España  de  muchos  años  á  esta  parte. 

Aquí,  de  artes  industriales  y  especialmente  de  la  cerámica,  se 
ha  escrito  muy  poco,  pues  todos  sabemos  con  dolor  que  cuando 
nuestro  antiguo  compañero  el  Sr.  Riaño  quiso  hacer  algo  en  la 
materia,  tuvo  que  publicarlo  en  inglés  para  ilustración  de  las 
colecciones  españolas  del  Museo  de  Kensington.  Casi  todo  lo  que 
se  estudia  en  España  sobre  cerámica  se  hace  con  libros  extran- 
jeros. De  modo,  que  un  libro  de  autor  español,  escrito  sobre  do- 
cumentos españoles  y  para  ilustrar  la  historia  de  fábricas  anti- 
guas españolas,  constituye  una  novedad  que  debe  señalarse  como 
feliz  suceso  en  las  páginas  de  la  bibliografía  nacional. 


ARTBS  á  INDUSTRIAS  DEL  BUEN  RETIRO.  417 

Pero  hay  más;  el  trabajo  del  Sr.  Pérez -Villamíl  no  es  sola- 
mente una  serie  mejor  ó  peor  ordenada  de  noticias  históricas 
sobre  la  fábrica  de  la  China  del  Buen  Retiro;  es  algo  más  que 
esto,  en  cuanto  demuestra  que  esta  fábrica,  ya  olvidada,  fué  una 
verdadera  Escuela  de  artes  é  industrias  aplicadas  á  la  decoración 
suntuaria,  conforme  á  las  modas  del  siglo  xvhi,  escuela  donde, 
si  en  primer  término  se  labraba  la  porcelana  como  la  principal 
moda  de  aquel  tiempo,  se  elaboraban  también  en  amplios  y  bien 
dotados  obradores,  camafeos,  mosaicos,  bronces  y  marfiles. 

Novedad  es  esta  que  nos  ha  sorprendido  á  todos ,  por  lo  que 
no  es  de  extrañar  el  oir  á  hombres  eruditos,  como  algunos  que 
me  escuchan,  que  en  este  libro  han  aprendido  muchas  y  muy 
curiosas  noticias  desconocidas. 

Y  ¿cómo  ha  desarrollado  su  autor  tan  interesante  materia, 
ordenando  noticias  tan  nuevas  para  que  resultase  un  libro  ame- 
no aun  para  los  profanos  en  la  historia  de  las  artes? 

m. 

El  libro  está  concebido  en  un  plan  amplio  de  cultura  histórica 
no  limitada  solo  á  la  cerámica;  de  modo  que  el  desarrollo  y  culti- 
vo de  este  arte,  así  como  los  industriales  puestos  al  servicio  de  las 
modas  suntuarias  del  siglo  xviii,  aparecen  reflejados  y  nombrados 
en  la  marcha  de  los  principales  acontecimientos  que  constituyen 
la  historia  de  España  desde  mediados  de  aquel  siglo  hasta  el  si- 
guiente, en  que  por  efecto  del  cambio  de  los  tiempos  y  de  las 
instituciones  se  hicieron  imposibles  las  fábricas  reales. 

Con  este  plan ,  desarrollado  con  sobria  claridad  de  estilo ,  la 
materia  resulta  amena  á  pesar  de  su  carácter  técnico,  pudiendo 
el  lector  menos  competente  seguir  la  historia  sin  fatigas,  antes 
bien  con  provecho  y  deleite,  desde  que  se  inician  las  primeras 
'manifestaciones  de  la  cerámica  en  el  Asia  hasta  que  llegan  á  la 
perfección  sus  productos  con  la  porcelana  de  pasta  dura. 

El  libro  consta  de  doce  capítulos.  En  el  primero,  que  puede 
considerarse  como  una  erudita  introducción  para  poner  al  lec- 
tor al  corriente  de  la  importancia  é  interés  de  estos  estudios 


1 


4l8  BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

especiales,  el  autor  recaba  para  España  la  gloria  de  haber  sida 
el  puente  «por  donde  la  alfarería  vidriada  de  Oriente  pasó  al 
Occidente,  por  donde  el  Asia  comunicó  sus  productos  á  Euro- 
pa, hasta  el  punto  de  haber  tomado  nombre  español  la  más  bella 
creación  de  la  cerámica  europea,  las  mayólicas'^. 

Pondera  con  noticias  técnicas  el  carácter  decorativo  de  estas 
obras  italianas,  y  nos  lleva  como  de  la  mano  á  presenciar  el  mo- 
mento feliz  en  que  los  antiguos  talleres  de  mayólicas  se  trans- 
forman en  fábricas  de  porcelana. 

En  breves  ffases,  llenas  de  conceptos  tan  eruditos  como  cía- 
ros,  á  pesar  de  su  tecnicismo,  enseña  á  conocer  la  naturaleza  de 
este  producto  industrial  que,  acogido  con  entusiasmo  por  los 
reyes,  llegó  á  cultivarse  en  toda  Europa,  formando  verdaderos 
centros  de  cultura  artística,  de  los  cuales  «salían  piezas  admira- 
bles que  son  hoy  el  principal  ornato  de  los  palacios,  los  mode- 
los más  interesantes  de  los  Museos  y  las  presas  más  disputadas 
de  los  grandes  coleccionistas». 

Una  rápida  enumeración  de  estas  fábricas  lleva  al  lector  á  la 
fundación  de  la  de  Capodimonte,  en  Ñapóles,  debida  á  la  muni- 
ficencia y  amor  á  las  artes  del  príncipe  español  D.  Carlos,  más  tar- 
de tercero  de  este  nombre  en  la  serie  de  los  reyes  de  España. 

El  capítulo  segundo,  dedicado  exclusivamente  á  esta  fábrica  y 
á  la  que  le  siguió  en  los  días  de  Fernando  IV ,  es  interesantísi- 
mo, porque  el  autor  ha  podido  aprovecharse  de  las  Memorias  de 
Maniero  Riccio,  libro  muy  raro  que  no  salió  á  la  venta  y  que  con- 
tiene una  serie  de  notas  sacadas  directamente  de  los  archivos 
napolitanos.  Nuestro  autor  ha  sacado  de  estas  notas,  como  la  abe- 
ja de  las  flores,  el  néctar  más  exquisito,  buscando  siempre  lo  más 
interesante  para  la  fábrica  española,  creada  por  Carlos  III,  con 
todos,  absolutamente  todos,  los  elementos  de  la  napolitana.  De 
estas  noticias  se  deduce  que  la  segunda  fábrica  de  Ñapóles, 
creada  bajo  la  dirección  de  un  español,  fué  hija  de  la  nuestra, 
pues,  según  Onofri,  D.  Tomás  Pérez  vino  de  Ñapóles  á  Madrid  á 
aprender  esta  industria  en  el  Buen  Retiro ,  y  á  su  vuelta  esta- 
bleció en  aquella  corte  el  mismo  sistema  español  y  napolitano  de 
hacer  \2l  porcelana  frita  y  con  miniaturas. 


ARTES  ¿  INDUSTRIAS  DEL  BUEN  RETIRO.  419 

También  es  muy  curioso  el  estudio  sobre  los  productos  que 
de  la  segunda  fábrica  napolitana  vinieron  á  España,  pues  se  rec- 
tiñca  algunos  errores  muy  corrientes  hasta  ahora ,  y  se  prueba 
cómo  muchas  obras  de  porcelana  que  aún  adornan  las  jardine- 
ras- y  chineros  de  los  palacios  reales  y  de  muchas  casas  antiguas 
de  nuestras  provincias  proceden  de  aquel  reino,  unido  al  núes- 
tro  por  vínculos  tan  estrechos  en  la  historia  de  la  política  y  de 
las  artes. 

Empieza  en  el  capítulo  tercero  la  historia  de  la  fábrica  del 
Buen  Retiro,  pero  no  sin  demostrar,  con  brillantes  pinceladas 
históricas,  que  Carlos  III  halló  el  terreno  muy  preparado  en  Es- 
paña para  el  trasplante  de  la  fábrica  napolitana,  preparación 
debida  al  benéfico  reinado  de  Fernando  VI  y  á  las  miras  pro- 
gresivas y  fecundas  del  cardenal  Alberoni. 

Con  claridad  y  método  notorios,  del  revuelto  fárrago  de  no- 
ticias sacadas  de  los  archivos  oficiales,  el  Sr.  Pérez-Villamil 
compone  y  organiza  la  historia  de  la  Fábrica,  dividiéndola  en 
dos  épocas:  la  napolitana  y  que  comprende  desde  1759  hasta  la 
francesa^  inaugurada  por  Sureda,  discípulo  de  Sevres,  en  1804,  y 
que  termina  con  la  ruina  en  1 808. 

En  el  desarrollo  de  esta  historia  invierte  los  capítulos  iv,  v,  vi 
y  vil,  agrupando  tantas  y  tan  curiosas  noticias  que  parece  impo- 
sible que  se  hubieran  llegado  á  perder  para  nosotros,  cuando 
existen  tantos  y  tan  hermosos  productos  de  la  fábrica  madrileña. 
En  este  punto  no  se  puede  pedir  más,  pues  llega  hasta  darnos 
las  recetas  de  la  porcelana  de  Sureda ,  con  indicaciones  locales 
acerca  de  las  tierras  empleadas,  lo  que  constituye  una  verdadera 
reconstitución  histórica  y  técnica  de  la  regia  manufactura. 

Un  crítico  muy  competente  ha  calificado  los  siguientes  capí- 
tulos VIH  y  IX  de  riñon  de  la  obra,  porque  en  ella  el  autor  acomete 
la  difícil  tarea  de  clasificar  las  obras  salidas  de  la  fábrica,  divi- 
diéndolas en  tres  clases,  enteramente  artisticaSy  decorativas  y  de 
carácter  meramente  indtistriaL  Aquí  es  donde  la  verdad  de  los 
hechos  patentiza  ciertos  convencionalismos  inventados  por  los 
anticuarios,  pues  se  ve  que  en  esta  fábrica  no  fué  todo  produc- 
ción artística,  sino  que  se  hicieron  en  ella  piezas  de  uso  vulgar, 


420  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADSMIA  DE  LA  HISTORIA. 

que  falsamente  se  habían  atribuido  á  la  de  la  Moncloa.  El  comer- 
cio se  había  aprovechado  de  la  obscuridad  que  reinaba  sobre  la 
historia  de  esta  Fábrica  para  confeccionar  sus  tarifas,  inventando 
divisiones  y  clasiñcaciones  que  no  existieron  en  sus  productos. 

El  libro  del  Sr.  Pérez- Villamil  ha  llevado  luz  á  un  lado  y  otro 
del  mostrador,  y  hoy  los  coleccionistas  deberán  á  la  erudición  y 
á  la  historia  el  favor  de  no  andar  á  tientas  en  el  comercio  de 
los  productos  del  Retiro  con  grave  detrimento  de  su  reputación 
y  de  su  bolsillo. 

El  capítulo  décimo  está  dedicado  á  la  Fábrica  de  la  Florida, 
más  conocida  con  el  título  de  la  Moncloa,  y  en  él  se  pliede  estu- 
diar la  gran  transformación  de  las  artes  industriales  por  causas 
históricas  que  el  autor  enumera  con  tanta  sobriedad  como  acier- 
to. «Los  estragos,  dice,  de  la  desoladora  guerra  de  la  Indepen- 
dencia; las  luchas  y  reformas  políticas;  el  cambio  de  costumbres, 
dando  mayor  preponderancia  á  la  clase  popular,  y  por  lo  tanto 
á  sus  gustos  y  necesidades;  la  decadencia  de  las  casas  nobles, 
que,  abrumadas  bajo  el  peso  de  sus  glorias  y  de  sus  privilegios, 
venían  á  mendigar  de  los  gobiernos  lo  que  antes  exig^ían  de  los 
reyes,  todo  contribuyó  á  despertar  en  nuestro  público  un  senti- 
do más  práctico  que  suntuoso,  más  positivo  que  artístico  y  más 
económico  que  elegante». 

Por  eso  la  Fábrica  de  la  Moncloa  no  fué  ya  de  porcelana,  sino 
de  loza  ñna,  buscando  el  consumo  de  todas  las  clases  populares 
y  desentendiéndose  de  los  productos  artísticos  que  constituye- 
ron la  gloria  del  Buen  Retiro. 

Los  dos  últimos  capítulos  de  este  interesante  libro  son  los 
que  contienen  las  noticias  más  ignoradas,  pues  se  refieren  á  los 
talleres  de  marmorería,  grabado,  mosaico,  bronces  y  marfiles, 
acerca  de  los  cuales  reinaba  la  obscuridad  más  profunda.  El 
autor  ha  hecho  aquí  verdaderas  revelaciones:  j quién  sabía  ya 
que  en  el  Retiro  se  labraron  esos  admirables  relieves  en  mariil 
que  se  guardan  en  la  Casa  del  Príncipe  en  El  Escorial,  y  de  que 
hay  ejemplares  en  nuestro  Museo  del  Prado?  El  Sr.  Pérez -Villa- 
mil  ha  logrado  sorprender  en  algunos  la  firma  autógrafa  del 
ignorado  autor  y  poner  en  la  pista  á  otros  «ruditos  sobre  la 


JLRTBS  é   INDUSTRIAS  DEL   BUKN  RETIRO.  421 

procedencia  de  obras  de  marñl  de  esa  época,  que  andan  des- 
perdigadas sin  vestigios  de  familia  ni  de  hogar.  Cuanto  dijéramos 
en  alabanza  de  esta  revelación  sería  superfluo.  Ahí  está  para  que 
se  conozca  y  se  juzgue. 

Como  complemento  de  esta  historia  el  libro  contiene  tres  cu- 
riosos apéndices,  refiriéndose  el  primero  á  la  parte  que  tuvieron 
los  ingleses  en  la  destrucción  de  la  Fábrica;  el  segundo  á  los  in- 
ventarios y  precios  de  las  obras  que  salieron  de  ella,  y  el  (íltimo 
á  las  nóminas  de  los  operarios  que  trabajaron  en  sus  talleres. 

Basta  lo  dicho  para  comprender  la  razón  con  que  el  erudito 
y  espléndido  editor,  en  un  interesante  prólogo  con  que  encabeza 
el  libro,  dice  que  juzga  sus  enseñanzas  útiles  á  la  historia,  curio- 
sas para  los  coleccionistas  de  obras  de  arte  y  honrosas  para 
nuestra  patria,  por  cuanto  vindican  para  ella  la  parte  legítima  de 
gloria  que  le  corresponde  en  el  cultivo  de  las  arteg  decorativas. 

El  Sr.  Pérez -Villamil  ha  sacado  á  luz  noticias  muy  interesan- 
tes para  la  historia  de  la  cultura  patria  en  el  ramo  menos  culti- 
vado de  las  artes  industriales,  y  las  ha  expuesto  con  la  ameni- 
dad, la  elegancia  y  el  buen  gusto  propios  de  sus  trabajos  históri- 
cos. Justo  es  tributarle  el  más  sincero  aplauso,  y  la  Academia  de 
la  Historia  debe  ser  la  primera  en  dirigirle  sus  felicitaciones. 

Pero  con  la  misma  franqueza  y  sinceridad  con  que  hablo  así, 
debo  añadir  que,  á  mi  juicio,  libro  tan  original,  tan  interesante, 
tan  ameno,  no  debe  considerarlo  su  autor  como  definitivo  para 
dormirse  sobre  sus  laureles. 

Él  mismo  lo  reconoce  cuando  en  una  nota  dice  que  no  ha 
podido  estudiar  holgadamente  las  obras  artísticas  de  los  Palacios 
Reales,  y  en  una  advertencia  que  precede  á  las  30  láminas  en 
que  se  reproducen  136  obras  del  Buen  Retiro  declara  que,  no 
habiendo  compulsado  todas  las  obras  representadas  por  haber 
corrido  este  asunto  á  cargo  del  Sr.  Laiglesia,  no  responde  de  la 
autenticidad  de  todas  ellas. 

Por  lo  mismo  que  se  trata  de  estudios  nuevos  en  España» 
donde  son  más  los  aficionados  que  los  entendidos,  y  de  obras 
de  arte  que  entran  por  los  ojos  para  impresionar  la  imaginación 
con  la  singularidad  de  sus  formas,  el  libro  debiera  haber  sido  en 


422  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

este  punto  más  categórico,  no  dejando  en  el  ánimo  las  vague- 
dades de  la  duda ,  sino  estableciendo  los  tipos  fijos  y  seguros  de 
la  producción  artística  que  llevaron  á  cabo  las  fábricas  españolas 
en  las  artes  cerámicas  y  suntuarias. 

Y  se  comprenderá  que  no  digo  esto  por  el  afán  de  censurar 
obra  que  tantas  alabanzas  ha  merecido,  sino,  al  contrarío,  por  el 
mismo  interés  que  inspira  y  para  que  su  laborioso  y  entendido 
autor  prosiga  la  obra  de  investigación  y  de  crítica  con  nuevo 
empeño,  y  nos  agasaje  con  frutos  cada  día  más  copiosos  y  sazo- 
nados. 

Creo  justo  y  procedente  que  esta  Real  Academia,  siempre 

propicia  á  premiar  el  mérito,  haga  saber  al  Sr.  Pérez -Villamil 

que  se  complace  en  reconocer  y  declarar  las  excelencias  del  libro 

que  acaba  de  imprimir. 

Madrid,  1 1  de  Marzo  de  1904. 

Juan  Catalina  García. 


III. 
UN  EPISODIO  DE  LA  GUERRA  DE  SECESIÓN. 

Encargado  por  el  Excmo.  Sr.  Director  de  esta  Real  Academia 
de  emitir  dictamen  acerca  de  Un  episodio  de  la  guerra  de  sece- 
sión  New  Madrid  y  la  isla  n,^  10  en  1862^  en  los  Estados  Uni- 
dos, por  D.  Joaquín  de  la  Llave  y  Sierra,  le  voy  á  dar  tan  breve' 
como  lo  es  el  escrito  á  que  se  refiere. 

Este  se  reduce  á  un  artículo  inserto  en  la  Revista  científico- 
militar  de  Barcelona,  que  ocupa  17  páginas,  en  los  cuadernos 
del  l.°  y  15  de  Diciembre  de  1903,  con  un  mapa  y  cuatro  íigu- 
ras  intercaladas,  siendo  el  trabajo  inaugural  del  autor  en  la  cita- 
da revista. 

Está  inspirado  en  la  Historia  de  la  guerra  civil  en  América 
por  el  Conde  de  París  y  complementado  con  datos  extraídos  de 
otras  obras,  pudiéndose  considerar  compuesto  de  dos  partes 
distintas.  En  la  primera  se  expone  la  situación  de  los  ejércitos 


UN    EPISODIO  DE  LA   GUERRA   DE   SECESIÓN.  423 

beligerantes  en  los  Estados  de  Kentucki  y  Tennessee  en  el  in- 
vierno de  1862,  y  se  reseñan  las  compras  de  armas,  municiones, 
artillería  y  toda  clase  de  efectos  de  guerra,  así  como  las  refor- 
mas de  lo  preexistente  y  el  impulso  dado  á  la  industria  militar  en 
aquella  crisis,  no  menos  que  la  adaptación  de  los  barcos  mer- 
cantes á  los  servicios  de  campaña  fluviales,  lo  mismo  con  respec- 
to á  los  federales  que  á  los  confederados.  En  la  segunda  parte  se 
describen  las  operaciones  ejecutadas  por  los  unionistas  por  tie- 
rra y  por  el  Mississipí,  para  apoderarse  de  la  ciudad  de  New 
Madrid  y  de  la  isla  n.°  lO,  situadas  en  los  recodos  de  la  espe- 
cie -de  S  que  forma  aquel  río  en  los  confines  de  los  aludidos  Es- 
tados, tan  medianamente  defendidas  por  los  unos  como  con  ha- 
bilidad atacadas  por  los  otros. 

La  primera  de  las  expresadas  partes,  aunque  compendiosa,  es 
muy  instructiva  para  las  naciones  que  se  dejan  sorprender  en 
punible  abandono  por  los  acontecimientos  de  fuera;  y  la  segunda 
ó  principal  es  una  bella  lección  de  arte  militar,  digna  de  ser 
conocida  por  todos  los  que  se  consagran  á  la  profesión  de  las 
armas.  El  conjunto  guarda  justas  proporciones  entre  las  diferen- 
tes materias;  está  bien  redactado  y  es  muy  agradable  y  propio 
de  una  revista  técnica  como  la  científico-militar  en  que  ha  visto 
la  luz,  resultando  un  trabajo  recomendable  dentro  de  los  límites 
en  que  se  desarrolla. 

Pero  como  quiera  que  no  se  trata  de  un  asunto  nacional  ó  de 
interés  directo  para  España,  ni  siquiera  principal  ó  decisivo  de 
la  guerra  separatista  norteamericana;  como  tampoco  resuelve 
ningún  problema  transcendental  (li  nuevo,  y  como  la  producción 
no  aparece  independiente,  sino  formando  parte  de  las  entregas 
en  que  ha  salido,  es  mi  parecer  que,  salvo  en  casos  especiales, 
no  debieran  ocupar  la  atención  de  la  Academia  los  artículos  de 
periódicos. 

Con  todo,  respeto  y  acato  humildemente  las  disposiciones  de 
esta  sabia  Corporación,  sin  que  esto  rebaje  el  mérito  del  de  que 
se  trata. 

Madrid,  4  de  Marzo  de  1904. 

Adolfo  Carrasco. 


434 


BOLBTÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 


IV. 

NUEVA  LÁPIDA  ROMANA  DE  ffiAHERNANDO. 


Debe  añadirse  al  número,  ya  muy  crecido,  de  las  que  publi- 
caron y  comentaron  el  Sr.  Marqués  de  Monsalud,  D.  Mario 
Roso  de  Luna  y  D.  Emilio  Hübner. 

Cipo  redondeado  por  la  parte  superior  con  rosa  sexfolíada. 
Es  de  asperón,  6  granito  fino,  que  mide  73  X  33  X  30  cm.,  y 
el  mejor  esculpido  que  por  ahora  se  ha  descubierto  en  Ibaher- 
nando.  Lo  encontró  recientemente  D.  Rufino  Sánchez,  secreta- 
rio del  Ayuntamiento  del  pueblo,  en  la  linde  con  la  dehesa 
boyal  y  Cañada  de  la  Lancha,  que  es  el  sitio  donde  con  más  fre- 
cuencia han  aparecido  los  monumentos  de  una  verdadera  y  vasta 
necrópolis.  Lanchas  en  el  país  se  llaman  las  piedras  planas  y  las 
aceras  de  las  calles,  y  el  del  paraje  indica  probablemente  el  de 
una  calzada  romana.  El  Sr.  Sánchez  ha  cedido  por  su  justo  pre- 
cio el  cipo  al  Museo  arqueológico  de  esta  ciudad. 


L  ve  R  B 

:  TI  A 

Q_   •     P 

•     AVS 

//  •  X  X 

X  •    H 

S»E«S«T 

•T*L- 

VERI 

L   L   V 

S -P • c  • 

Lucretia  Q(uinH)  f(ilia)  Mus(a)  an(norum)  XXX  h(ic)  s(ita)  e(st),  S(it) 
t(ibi)  t(erra)  l(ans).  Verillus  /(aciendum)  c(uraDÜ), 

Lucrecia  Musa,  hija  de  Quinto,  de  edad  de  30  años,  aquí  yace,  Veriio 
le  hizo  labrar  esta  sepultura. 

El  nombre  del  dedicante,  VerilluSy  no  es  enteramente  seguro, 

por  causa  del  trazado  poco  firme  de  algunas  letras.  Podría  quizá 

leerse  Tibrilius,  De  primera  intención  lo  leí  IIBRILIVS  (Ebrilius), 

Caceras,  13  de  Abril  de  1904. 

Juan  Sanguino  y  Michel, 

Correspoodiente. 


VARIEDADES 


EL  TEMPLO  DEL  PILAR  Y  SAN   BRAULIO  DE  ZARAGOZA. 

DOCUMENTOS     ANTERIORES     AL    SIGLO     XVI. 

Hállanse  archivados,  casi  todos  inéditos,  en  la  basílica  me- 
tropolitana del  Pilar.  Para  la  compulsa  y  transcripción  de  los 
textos  que  acompaño  y  de  otros  notabilísimos,  me  han  valido, 
con  su  docta  labor,  tres  individuos  corresponsales  de  esta  Real 
Academia:  D.  Francisco  Moreno  Sánchez,  Canónigo-Archivero; 
D.  Mario  de  la  Sala  y  D.  Mariano  de  Paño;  y  asimismo  D.  José 
Pellicer  y  Guiu,  Canónigo -Tesorero  del  Pilar  y  Provisor  del 
Arzobispado. 

1. 

Revelación  del  sepulcro  y  cuerpo  de  San  Braulio  en  el  siglo  xa.  Pro- 
digios obrados  por  su  invocación  hasta  el  año  1272. — Archivo  del  Pilar, 
armario  i,  cajón  i,  legajo  i,  número  8.  Pergamino,  alto  66,  ancho  57  cm., 
deteriorado  en  algunas  de  sus  dobleces,  gastado  por  la  humedad  y  deste- 
ñido por  el  tiempo.  Letra  amplia  galicana  de  fíncs  del  si¿lo  xin,  la  cual  no 
poco  era  ilegible;  pero  revivió  bañada  en  cloruro  de  amoníaco.  Es  copia 
de  otro  pergamino  algo  anterior  en  edad,  según  aparece  de  la  dislocación 
y  supresión  de  algunas  frases  y  de  muchos  vocablos.  De  su  bello  carác- 
ter paleográfico  di  muestra  en  el   tomo  ix  del   Boletín,  páginas   113 

y  139. 

De  revelatione  Episcopi  in  limine  Ecclesie  Beate  Mane  ja- 
centis  (i). 


(i)     Letra  roja,  ó  rúbrica. 


426  BOLETÍN   DB   LA   RBAL   ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

Relatione  etiam  (l)  dignum  duximus  quod  Perus  (2)  Cesarau- 
gustane  Ecclesie  Episcopus,  cum  multas  tam  a  fidelibus  quam 
ab  infidelibus  pateretur  oppressiones ,  quippe  cui  etiam  vicini 
Episcopi  propria  iura  Ecclesie  violenter  auferre  conabantur  (3), 
nocte  quadam  pre  tristitia  íncenatus  recubuit,  Cum  autem  ob- 
dormisset,  videbatur  sibi  ante  altare  dei  genitricis  et  virginis 
Marie  suppliciter  astare,  in  Ecclesia  ab  antlquls  temporibus 
ad  honorem  ipsius  in  Urbe  constituta,  exorans  ipsam  ut  a  tribu- 
lationibus  suis  eum  liberaret,  et  contra  persecutores  suos  ei 
adiutrix  existeret.  *Ad  quem  beatus  valerius,  sacerdotali  veste 
indutus,  et  venerabili  canicie  sub  senili  effigie  canos  habens  ca- 
pillos, et  virgam  pastoralem  manu  deferens,  videbatur  accederé 
dicens*  (4):  Miserrime,  quomodo  extimas  evadere  tribu lationes, 
vel  quomodo  sanctorum  auxilia  implorare  presumis,  aut  qualiter 
de  beate  marie  subsidio  confidis,  vel  quomodo  deum  propicium 
habere  mercris,  qui  sanctum  et  venerabilem  ipsius  Episcopum 
in  limine  Ecclesie  inhoneste  jacere  paciaris?  Super  sanctissimum 
cuius  Corpus  omnes  introeuntes  Ecclesiam  ingrediuntur  et  regre- 
diuntur;  super  quem  eciam  mulleres  transeúntes  inconvenienter 
calcibus  irimundis  conculcant.  Vade  ergo,  et  sanctissimum  cor- 
pus  de  loco  predicto  acceleranter  extrahe,  et  in  ipsa  Ecclesia 
venerabiliter  repone.  Preca(re)  ut  et  deum  propicium,  et  sancto- 
rum subsidia,  et  eundem  adiutorem  in  tribulationibus  tuis  habere 
merearis;  nec  te  terreat  amplius  persecutor.  At  ille  respondens, 
huius  rey  ignarum  se  penitus  fuisse  testabatur.  Tune  sanctus 
valerius,  apprehensa  manu  eius,  ad  locum  sepulcri  deduxit;  et 
tumuli  longitudinem,  virga  ter  percuciens,  signavit. 

Mane  autem  facto,  convocato  Capitulo,  Episcopus  fratribus 
visionem  revelavit.  Deinde  ad  Ecclesiam  beate  Marie  cum  mul- 


(i)  La  relación  á  la  que  ésta  seguía  fué  probablemente  la  de  los  mila- 
gros de  la  Virgen  del  Pilar,  escrita  ó  ampliada  por  el  mismo  autor,  que 
no  comparece  en  el  archivo. 

(2)  Sic;  del  catalán  Pere^  ó  del  antiguo  castellano  Pero, 

(3)  Don  Pedro  de  Librana,  cuyo  pontificado  se  señaló  por  continuas 
lides  contra  los  moros,  ajustó  concordia  de  límites  diocesanos  con  el 
obispo  de  Pamplona  en  30  de  Noviembre  de  1 121,  y  con  el  de  Tarazona 
en  4  de  Diciembre  del  mismo  año. 

(4)  Lo  incluido  entre  asteriscos  está  relegado  por  el  manuscrito  al  pie 
de  la  relación. 


BL  TEMPLO  DBL  PILAR   Y   SAM  BRAULIO  DB  ZARAGOZA.  427 

tis  testibus  accelerans  (l),  Tumuli  locum  et  signa,  que  beatus 
valerius  ibidem  virga  fecerat,  indubitanter  ostendit. 

Post  dies  autem  ali[quot  ad]  huius  rey  spectaculum  populi 
facto  Conventu,  Sepulcrum  effodiens  vas  invenit  lapideum,  sup- 
posito  lapide  decenter  cohopertum.  Quod,  et  cunctis  videntibus, 
aperienSf  Reliquias  et  ossa  pontiñcis  infra  reposita  propalavit. 
Cuius  episcopaiem  dignitatem  pontiñcalia  ibidem  reperta,  virga 
et  anulus  (2)  approbabant.  Populo  itaque  admirante  et  de  divino 
gratulante  oráculo,  venerabile  corpus  cum  hymnis  et  cantibus  de 
sepulcro  extulit,  et  ante  altare  beate  Marie  decentissimo  reve- 
renter  coUocavit  mauseolo. 

In  quo  usque  in  hodiernum  diem  (3),  omnium  civium  testimo- 
nio quiescere  comprobatur,  pluribus  egrotis  restituens  sanita- 
tem;  ipso  prestante  qui  vivit  et  regit  [nos  in  sécula.  Amen.] 

Quoniam  sanctorum  miracula  ñdelibus  ad  edificationem  vir- 
tutum  habentur  recolenda,  nunc  debent  esse  recitata,  cum  in 
merita  ta(ntam)  expiacionem  faciant  a  peccatis;  ñeque  temeran- 
ti(bus)  aut  presumptuosis  pro[derunt]  si  neglecta  vel  per  inher- 
ciam  pretermitían  tur.  Quod  si,  dum  (deo)  nunc  obediendo  ñant, 
conscribantur,  prestet  in  ómnibus  intercedendo  (dominus^  lo- 
quendi  adiutorium,  atque  de  se  ut  digne  scribatur  auxilium. 
Iccirco  aliqua  de  miraculis  (4)  beati  Brauli  confessoris  atque 
pontiñcis,  cui  dominus  a  longo  iam  tempore  (ea)  fecit,  et  íacit 
cotidie,  enarramus;  quibus  tam  legentium  mentes  quam  audien- 
tium  confortent,  et  fides  católica  roboretur  (5). 

I.  —  ERA  M.*  ce.®  Ixxx.*  vij.*  (6),  mense  febroarii,  uxor 
B(ernardi)  de  la  Candela,  francha  nomine,  multotiens  terrebatur 
a  diabolo,  in  tantum  quod  per  magnam  (h)oram  sine  sensu  et 
quasi  demens  permanebat.  Quadam  etiam  die  visum  fuit  sibi 
quod  quídam  homo    intrabat   domum   suam,   tenens  venabu- 


(i)    Desde  su  morada,  contigua  á  la  SeOy  ó  catedral  del  Salvador. 

(2)  Bien  fuese  por  la  inscripción  del  anillo,  por  el  epitaño  ó  por  otros 
indicios,  lo  cierto  es  que  se  averiguó  ser  de  San  Braulio  el  cuerpo  así  des- 
cubierto. El  autor  del  relato  no  lo  dice,  pero  lo  supone,  y  se  ciñe  á  co- 
piar las  lecciones  primitivas  de  la  fiesta  de  la  invención. 

(3)  Año  1272. 

(4)  Manuscrito:  «miracula». 

(5)  Numeraré  los  milagros  para  mayor  claridad  y  distinción. 

(6)  Año  1249. 


428  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

lum  (i)  in  manu,  (et)  ibat  percutere  maritum  suum;  et  ipsa,  vi* 
dens  hoc,  surrexit,  et  clamans  magnis  vocíbus  excitavit  maritum 
suum,  qui  dormiebat  in  lecto  suo;  et  hoc  accidit  de  die,  (h)ora 
quasi  meridiei,  mense  predicto.  Hoc  facto,  ipsa  commendavit  se 
deo  et  beato  Braulio,  et  fecit  stadalem  (2)  suum  arderé  super 
(altari)  quo  stat  corpus  beati  Brauiii;  et  postea,  diabolus  eam 
non  terruit  nec  temptavit. 

2. — ítem  quedam  alia  mulier,  que  venditvasa  vitrea,  simiÜter 
a  díabolo  terrebatur,  et  comendavit  se  deo  et  beato  Braulio,  et 
fecit  arderé  stadalem  suum  ante  altare  predictum;  et  statim  fuit 
a  predicta  vexatione  liberata;  et  (h)oc  accidit  eodem  tempore  et 
eodem  mensse. 

3. — ítem  quedam  alia  mulier  sepe  in  die  perdebat  sensum,  et 
stabat  per  magnam  horam  quod  nesciebat  ubi  erat;  et  hoc  acci- 
debat  in  via  quandoque,  quandoque  in  domo  et  alus  locis;  et 
comendavit  se  deo  et  beato  Braulio,  et  fecit  stadalem  suum,  et 
vigilavit  per  unam  noctem  in  Ecclesia  beate  Marie  predicte;  et 
fuit  ab  infirmitatc  predicta  liberata.  Et  hec  fuit  filia  dompne 
.GuallsLr,  panadera  et  posadera, 

4. — ítem  quedam  alia  mulier  Alamanda  nomine,  (ct)  mater 
ipsius/»//  (3);  et  videbatur  sibi  que  (4)  mater  sua  veniebat  ad 
eam  qualibet  nocte,  et  petebat  a  filia  filium  suum  (5)  quem  dicta 
A(lamandu)  filia  habebat  de  manto  proprio.  Postea  vero,  filius 
predictus  A(lamande)  filie  predicte  factus  (est)  contractus,  ita 
quod  exteriores  partes  brachiorum  revolute  sunt  interius,  et  ma- 
nus  facte  sunt  cía  use,  nec  poterat  eas  aperire  nec  extendere; 
pedes  vero  et  tibie  fucrunt  extense  ita  fortiter  quod  non  poterat 
pedes  figere  nec  tibias  pilcare.  Et  comendavit  eum  pater  suus 
deo  et  beato  Braulio;  et  incontinenti  aperuit  puer  manus  et  acce- 


(1)  Manuscrito:  ^benabulum». 

(2)  Cirio,  hacha  ó  candela  de  cera.  Estadal^  en  este  sentido,  no  es  voz 
anticuada,  sino  aragonesa  de  uso  corriente.  En  la  cantiga  vm  de  Alfonso 
el  Sabio  se  dice  de  un  exvoto  parecido: 

«Cad'  an*  un  grand'  estadal 
11c  trouxe  a  ssa  igrcia.» 

(3)  Cuya  madre  había  fallecido.  Compárese  el  vocablo  francés  /«/  (di- 
íunto). 

(4)  Sic. 

(5)  Hijo  de  la  hija,  ó  nieto  de  la  difunta. 


EL  TEMPLO  DEL   PILA.R  Y  SAN   BRAULIO  DE  ZARAGOZA.  429 

pit  Pater  noster  (l)  quod  (2)  mater  sua,  que  tenebat  eum  in 
hrachiis,  habebat  ad  collum;  et  figit  pedes  et  stetit.  Postea  vero, 
post  duas  vel  tres  septimanas,  mortuus  est  puer,  factus  tamen 
saniis;  et  hoc  accidit  eodem  tempore  et  eodem  mensse  fe- 
broarii  (3). 

5. — ítem  quídam  puerparvus  erat  demoniacus;  et  pater  ipsius, 
^•idelicet  Petrus  de  penia,  et  mater  eius  Urracha  comendave- 
runt  (4)  eum  deo  et  beato  Braulio;  et  vigilaverunt  ¡n  Ecclesia 
per  unam  noctem,  et  fecerunt  quandam  ymaginem  ceream,  et 
suspenderunt  eam  ante  archam  in  qua  repositum  est  corpus  beati 
Braulii;  et  sanus  factus  est,  ita  quod  non  arrípuit  phantasiam 
(ipsius  ultra)  ginus  (5)  inimicus. 

6. — Iterum  marítus  nepotis  (6)  Valerü  de  (^aragoga  la  viella 
iv'it  ad  Sanctam  Mariam  de  Salas  (7)  die  lune  post  festum  resur- 
reccionis  domini;  et  in  vía  inflaverunt  (se)  tibie  ipsius,  ita  quod 
non  poterat  requiescere  nec  dormiré;  et  comendavit  se  deo  et 
beatus  Braulio  confessori  predicto,  et  portavit  unam  libram 
oley  ad  lampadam,  et  statím  curatus  est. 

7. — ítem  quidam  Scutifer  P(etri)  Cornelii  (8)  infirmatus  est;  et 
infirmitate  ipsius  brachium  inñatum  est  ¡n  tantum  quod  non  po- 
terat elevare  ipsum  nec  valere  se  de  ipso;  et  comendavit  se  deo 
ot  beato  Braulio,  et  statim  sanus  factus  est;  et  secutus  est  domi- 
num  suum  [P(etrum)  Cornelii  in  domo  Petri  de  Belmano. . 

8. — ítem  Ivus  Garcia  de  Scatron  (9),  et  uxor  eius  Menga  (lO), 
(»rat  contractus  manibus,  [et  pcdibus,  nec  eas  ori  admovere  po- 
terat], nec  se  pascere  nisi  alius  movens  pasceret;  et  comendavit 
se  deo  et  Confessori  predicto,  et  statim  eadem  die  sanus  factus 
est;  et  in  nocte  ipsemet  pcdibus  .suis  vonit  ad  Kcclesiam,  et  vigi- 
lavit  ante  corpus  beati  Confcssoris  predicti. 


( 1 )  El  rosario. 

(2)  Manuscrito:  «qiios. . 

(3)  Febrero  de  1247. 

(4)  Manuscrito:  «comendavit». 

(5)  Del  árabe  ^^^  (dchinnnn),  genios  maléficos  ó  demonios. 

(6)  Sobrina,  en  catalán  ncboda. 

(7)  Frecuentemente  cita  este  santuario  el  rey  Alfonso  X  en  sus  can- 
tigas. 

(8;    D.  Pedro  Cornel  era  mayordomo  del  reino  de  Aragón  en  1236. 

(9)  Escatrón,  villa  del  partido  de  Caspe,  en  la  provincia  de  Zaragoza. 

(10)  Cuya  mujer  era  ó  se  llamaba  Menga. 

TOMO  XLIV.  28 


430  boletín  de  la  rsal  academia  de  la  histokia. 

9. — ítem  quídam  scutifer  Prioris  sánete  Christine  (l)  infirma- 
tus  (est),  et  infirmitate  amisit  sensum;  et  curatus  ctiam  de  infir- 
mitate  remansit  stultus  in  tantum  quod  percuciebat  homines  et 
mulleres,  domo  in  qua  erat  (2),  pugnis  et  lapidibus.  Et  comen- 
davit  ipsum  (Prior)  deo  et  beato  Braulio,  et  promiserunt  quod 
vigilarent  cum  ipso  ante  corpus  predicti  Confessoris;  et  eadem 
nocte  dormivit  et  requievit,  et  recuperavit  sensum  et  sanus 
factus  est.  Et  hoc  accidit  a  prima  die  mensis  aprilis  usque  ad 
primam  diem  mensis  Madii. 

10. — ítem  quídam  scolaris  (3)  de  sancta  Christína  non  poterat 
loquí  nec  aperire  os,  nec  accipere  corpus  Christi,  et  torquebatur 
quasi  demoníacus;  et  comendaverunt  (4)  eum  deo  et  beato  Brau- 
lio, et  miserunt  stadalem  ad  coUum  suum,  et  statim  aperuit  os, 
et  recepit  corpus  Christi,  et  recuperavit  sensum  et  loquelam,  et 
sanus  factus  est. 

II. — ítem  mulier  de  la  puarta  (5)  fineta  (6)  portabat  in  bra- 
chiis  suis  filium  suum,  quem  habebat  infirmum  ad  Ecclesiam 


(i)  Hospital  famosísimo  situado  en  el  puerto  de  Canfranc  y  dentro  del 
término  de  esta  villa.  En  el  itinerario  de  Antonino  corresponde  á  la  esta- 
ción Summo  Pyreneo,  sobre  la  vía  romana  que  enlazaba  la  capital  del 
Bearne  (Beneharmim)  á  Zaragoza.  Lo  ampliñcó  suntuosamente  Gastón  IV, 
vizconde  de  Bearne,  héroe  de  la  primera  cruzada  y  compañero  de  armas 
de  Godoíredo  de  Bullón  y  del  rey  Alfonso  el  Batallador.  A  él  se  debió  en 
gran  parte  la  reconquista  de  Zaragoza  (18  Diciembre  1 118),  y  en  premio 
obtuvo  el  patronato  de  la  iglesia  del  Pilar  y  el  señorío  de  su  barrio  ó  pa- 
rroquia. Dispuso  que  le  enterrasen  delante  de  la  Virgen  y  así  se  hizo;  pero 
su  sepulcro  y  el  de  su  viuda,  que  estaban  debajo  de  los  arcos  de  la  puerta, 
á  mano  izquierda  entrando  por  el  atrio,  han  desaparecido.  Queda,  sin  em- 
bargo, en  el  tesoro  del  templo  la  bocina  de  marfil  que  el  heroico  vizcon- 
de hizo  resonar  en  mil  combates,  y  en  la  que  se  ven  entallados  los  doce 
trabajos  de  Hércules. 

(2)  Hospital  de  hombres  y  mujeres. 

(3)  Escolar,  ó  aprendiz  de  la  escuela  de  obreros.  En  el  poema  del  hos- 
pital de  Roncesvalles,  escrito  en  la  primera  mitad  del  siglo  xra,  leemos 
(Boletín,  tomo  rv,  pág.  175): 

«Plures  nutrit  orphanos  hec  materno  more, 
Eos  pie  corrigens  manu  virgis  ore, 
Ut  sic  discant  vivere  manuum  labore 
Ne  cogantur  querere  victum  cum  rubore». 

(4)  Manuscrito:  «comendavit», 

(5)  Sic. 

(6)  Piuría  Cineja  meridional  de  Zaragoza. 


EL  TEMPLO  DBL  PILAR  Y   SAN   BRAULIO  DE   ZARAGOZA.  45 1 

beate  Mane;  et  in  via  mortuus  est,  ¡ta  quod  mater  verecunda- 
batur  tenere  eum,  quoniam  iam  erat  mortuus  et  factus  rigidus; 
et  intravít  ad  Ecclesiam  beate  Marie  maioris;  et  proiecit  eum 
ante  altare  ubi  positum  est  corpus  beati  Brauli ,  et  comendavit 
eum  deo  et  beato  Confessori  predicto;  et  incontinenti  puer  revi- 
xit,  et  vocavit  fratrem  suum  parvum  quem  habebat,  et  sanus 
íactus  est. 

12. — ítem  filia  Martini  Garges  corredor  de  las  bestias  erat  con- 
tracta manibus  et  pedibus;  et  mater  comendavit  eam  deo  et 
beato  Braulio,  et  curata  est  statim. 

13. — ítem  quídam  homo  de  Alfoceya  (l)  amiserat  loquelam, 
et  stetit  bene  per  v.®  (2)  Septimanas  qui  non  loquebatur;  et  in 
corde  suo  comendavit  se  deo  et  beato  Braulio,  et  recuperavit 
loquelam;  et  primum  verbum  quod  dixit  nominavit  beato  Brau^ 
lio;  et  vigilavit  ante  corpus  Confessoris  predicti,  et  nominavit 
omnes  Sanctos. 

14. — ítem  dona  Augustina  den  cabila  (3)  infirmabatur;  et  fuit 
Cappellanus  comunicare  eam  et  jacebat  ore  clauso  et  non  pote- 
rat  aperire  os  eius,  nec  ita  recipere  corpus  christi,  et  erat  quasi 
mortua;  et  comendavit  eam  deo  et  beato  Braulio,  ipsemet  Cap- 
pellanus misit  stadalem  ad  collum  eius;  et  incontinenti  aperuit 
os  et  recepit  corpus  christi. 

15. — ítem  in  mense  Septembris,  quedam  aura  venti  tetigit 
quendam  hominem.  Tomas  nomine,  qui  custodiebat  gregem 
suum  ovium,  et  statim  volvit  os  et  occulos  ad  maxillam,  ita 
quod  nullus  volebat  videre  eum;  et  dixerunt  matri  sue,  Sancie 
nomine,  que  (4)  comendaret  eum  deo  et  beate  Marie  et  sancto 
Braulio,  et  fecit  sic;  et  misit  ei  stadalem,  et  vigilavit  per  duas 
noctes  ante  corpus  beati  Braulii,  et  statim  recessit  ab  eo  infirmi- 
tas,  et  sanus  factus  est,  et  directus  ita  sicut  prius. 

16. — ítem  in  mense  Novembris,  filia  Clavere  uxoris  Bartolo- 
mé! de  Qupharia  (5)  habebat  malum  in  occulo ,  ita  quod  non  vi- 
debat  de  illo  occulo;  et  dixerunt  matri  sue  que  comendaret  (eam) 
deo  et  beato  Braulio,  et  fecit  ita;  promisit  ei  que  veniret  et  vigi- 


(i)  Alfocca,  villa  distante  dos  leguas  de  Zaragoza 

(2)  Quinqué. 

(3)  Sic. 

(4)  Sic. 

(5)  Zuera,  villa  de  la  ribera  del  Gallego,  á  cinco  leguas  de  Zaragoza. 


432  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

laret  cu  ni  ea  ad  Ecclesiam  beate  Marie  maiórís  Cesarauguste ; 
et  facta  promissíone  occulus  inñrmus  intumuit  in  quantitatem 
pugni;  quo  facto»  tota  inñrmitas  et  malum  cecidit  de  occulo, 
sicuti  mantcllus  cadcret  ei  de  oculo,  et  sanus  et  planus  íactus  est 
occulus  sicut  alter,  et  vidit  cum  eo  sicut  unquam  vidit  mclius. 
Et  de  his  duobus  miraculis  testis  est  dompnus  Johannes  egidü 
subsacristanus  beate  Marie,  qui  hoc  vidit  et  audivit  (l). 

17. — ítem  quídam  puer  de  Parroquia  sancti  Blasií,  filius  cuius- 
dam  questoris  sancti  Lazan  Cesarauguste,  et  vocabatur  pater 
eius  don  Martin  de  Farinellas  (2),  et  pater  et  mater  tenebant 
eum  mortuum,  et  non  aperiebat  occulos;  pater  et  mater  ipsius 
cum  magno  dolore  comendaverunt  ipsum  deo  et  beato  Braulio, 
et  fecerunt  sibi  stadalem;  et  incontinenti  aperuit  occulos,  et 
statim  locutus  est,  et  sanus  factus  est. 

18. — ítem  dompnus  Martinus  [e]gidii  it[er  agens]  perdiderat 
quendam  falconcm  quem  diligebat  multum ,  ideo  quod  diu  que- 
siverat  ipsum  et  non  poterat  invenire,  et  comendavit  ipsum  deo 
et  beato  Braulio;  et  dixit  quod  mit(t)eret  (in)  lampade  sancti 
Braulii  II  libras  oley,  et  faceret  ymaginem  ceream  in  specie 
falconis,  que  staret  coram  corpore  (3)  confessoris  predicti.  Quo 
facto  quodam  die  ipse  ibat  ad  Ortam  (4)  cum  hominibus  suis; 
ot  venit  ipse  falco;  et  posuit  se  in  l[an]cea  unius  illorum  homi- 
num  qui  tondebant  cum  eo;  et  statim  recuperavit  falconem 
suum  (5.) 

19. — ítem  domnus  Guillielmus  (6)  Arnaldi  deusa  (7)  merca- 
tor  exercebat  officium  mercatoris,  et  quasi  moriebantur  omnia 
animalia  que  emebat  ad  exercendas  mercaturas  suas;  et  audivit 
de  miraculis  predicti  Confessoris  a  vicinis  suis,  et  comendavit  se 
ot  animalia  sua  dicto  Confessori,  et  fecit  unam  figuram  ceream 


(i)    Don  Juan  Gil  Tarín  era  jurado  de  Zaragoza  en  4  de  Junio  de  1261. 

(2)  Martín  Alonso  de  Arenillas?  Vivía  en  1255. 

(3)  Manuscrito:  *corpus>. 

(4)  Santa  María  de  Huerta  en  la  provincia  de  Soria,  partido  de  Medi- 
naceli.  Su  estación  entre  las  de  Arcos  y  Ariza  dista  de  la  de  Zaragoza  149 
kilómetros. 

(5)  Parecidos  á  este  son  los  relatos  de  las  cantigas  xliv  y  ccclxvi  de 
Alfonso  el  Sabio. 

(6)  Manuscrito:  «Guillielmi*. 

(7)  Eauze  de  Francia,  la  antigua  Elusa^  en  el  departamento  del  Gers. 


EL  TEMPLO  DBL  PILAR   Y   SAlí  BRAULIO  DE  ZARAGOZA.  433 

ad  bestie  simílitudinem,  que  est  ante  corpus  Confessoris  pre- 
dicti;  et  statim  cessavit  mortalitas  bestiarum. 

20. — ítem  quadam  d¡e,  mane,  quedam  mulier  duxit  neptulam 
suam  mutam,  bene  per  xv."*  dies,  ante  altare  Confessoris  pre- 
dicti;  et  rogavit  dúos  Canónicos,  qui  presentes  erant,  flens  et 
ejulans  ut  rogarent  predictum  Confessorem  quod  dominus  resti- 
tueret  sibi  loquelam.  Et  finito  Responsu  Sánete  Braule^  unus 
predictorum  Canonicorum  tenebat  Rosam,  et  alius  quendam. 
ganivetum  (l).  Et  dixerunt  ei  quid  est  hocf  Dixit  ipsa:  Rosa.  Et 
hoc?  Ganivetum.  Et  ita  recuperavit  loquelam  (2). 

21. — Ac(c)idit  autem  nttper  apud  Qufariam  (3)  quod  Sancius 
de  Alvero  (4)  et  María  uxor  eius  habebant  filium  duodecim  an- 
norum,  et  ipse  puer  mortuus  fuit  et  eius  corpus  diu  fuit  exani- 
me; et  cum  calefaceret  aqua(m)  ad  balneandum  corpus  dicti  de- 
functi,  quedam  bona  mulier  comendavit  ipsum  beato  Braulio,  et 
recepto  stadale,  statim  revixit. 

22. — Accidit  vero  tempore  bone  memorie  A(rnaldi)  de  Peral- 
ta quondam  Episcopi,  quod  Cesarauguste  ipso  Episcopo  ulti- 
mam  sinodum  celebrante  (5),  quod  Alfonsus  molinero  corpus 
defuncti  filii,  a  domo  propria  usque  ad  ecclesiam  beate  Marie 
Maioris  Cesarauguste,  in  ulnis  ferens,  ipsum  coram  al  tari  beati 
Braulii  pro(j)iciens,  precibus  dicti  Confessoris  puer  statim 
revixit. 

23. — ítem  apud  Cesaraugustam  supplicatione  (idipsum  pro- 
meruit)  quedam  mulier  vidua,  habens  ñlium  xx.^'  annorum  carni- 
ficem,  qui  mortuus  fuit,  cujus  corpus  a  media  nocte  husque  ad 
primam  fuit  sine  anima;  et  ómnibus  paratis  ad  sepelliendum 
ipsum,  quedam  vicine  matris  dicti  defuncti  commendaverunt 
ipsum  beato  Braulio;  ét  recepto  stadale,  precibus  dicti  Confes- 
soris dominus  Jhesus  christus  vivum  reddidit  matri  sue;  cuius 
mortuale  (6)  pendet  coram  altari  dicti  Confessoris  in  ecclesia 
sánete  Marie  majoris  Cesarauguste. 


(i)    Cañivete,  en  catalán,  ganwet,  francés,  canwet 

(2)  La  relación  de  los  milagros  siguientes  es  de  letra  menos  firme  y 
correcta,  y  al  parecer  se  trazó  por  el  mismo  autor  en  1272  para  que 
sirviese  de  complemento  á  los  anteriores,  acaecidos  antes  del  año   1 270. 

(3)  Zuera. 

(4)  Albero,  en  la  provincia  y  partido  de  Huesca. 

(5)  ^'Domixigo,  19  de  Julio  de  1271  ? 

(6)  Mortaja,  ó  paño  mortuorio. 


434  BOLETÍN   DB   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

24.  —ítem  istud  non  est  pretereundum  quod  dominus  episco- 
pus  bone  memorie  A(rnaldus)  de  Peralta,  tempere  mortis  sue, 
per  tres  dies  ante  obitum  suum  amisit  (l)  loquelanií  ita  quod 
rumor  erat  per  civitatem  Cesarauguste ,  et  etiam  extra  quod 
iam  mortuus  esset;  et  frater  ejus  (2)  et  clerici  comendaverunt 
ipsum  beato  Braulio  suo  predecessori;  et  dominus  Jhesus  preci- 
bus  et  mcritis  beate  .Marie  et  dicti  sancti  Confessoris  restituit 
sibi  plenum  sensum  et  loquelam;  quibus  restitutis,  ordinavit 
facturam,  ot  fecit  bona  famulis  suis  (3). 

La  revelación  del  cuerpo  de  San  Braulio  no  debe  colocarse 
en  el  siglo  xiii,  sino  en  el  anterior.  El  pergamino  desteñido  y 
corroído,  donde  hacia  su  extremo  aparece  el  nombre  del  obispo 
Arnaldo  de  Peralta,  dio  margen  á  varios  autores  para  fijarse  en 
el  tiempo  y  en  los  últimos  años  (1248-1271)  de  este  gran  pre- 
lado de  Zaragoza  (4).  Risco  refutó  semejante  opinión,  advir- 
tiendo (5)  que  «en  las  lecciones  que  se  rezaron  antiguamente  en 
la  Iglesia  de  Zaragoza  en  el  día  de  la  invención  del  santo  cuer- 
po (6),  se  dice  que  el  obispo  se  llamaba  Pedro;  de  donde — aña- 
de— se  infiere  que  la  revelación  se  hizo  á  D.  PedrolGarcés  de 
Januas,  que  presidió  desde  1 272  hasta  1278.»  No  anduvo  más 
acertado,  así  por  lo  tocante  al  nombre  del  obispo,  como  al  tiem- 
po, D.  Vicente  de  la  Fuente,  dando  por  cierto  (7)  que  el  cuerpo 
de  San  Braulio  «fué  hallado  en  la  Santa  Iglesia  del  Pilar  de  Za- 
ragoza, por  revelación,  el  día  19  de  Julio  de  1230»;  es  decir, 
cuando  regía  la  diócesis  D.  Sancho  de  Ahones.  Antes  de  Arnal- 
do de  Peralta  no  la  rigió  ningún  Pedro  en  el  siglo  xiii.  En  el  an- 
terior solamente  figuran  con  este  nombre  Pedro  de  Librana 
(II 1 8- 1 129)  y  Pedro  de  Torroja  (1153-1182).  Dos  puntos,  que 


(i)     Manuscrito:  *tAdmisit». 

(2)  Ramón  de  Peralta. 

(3)  Murió  en  1271,  después  de  muy  entrado  Julio.  El  obispo  estaba 
obligado  á  ordenar  su  hacienda,  ó  hacer  inventario  de  sus  bienes,  antes 
que  falleciese,  para  que  no  se  defraudasen  á  la  Mitra,  conforme  lo  esta- 
bleció el  concilio  de  Tarragona  del  año  1239,  constitución  xvi. 

(4)  Henschen  y  Papebroch,  Acta  sandorum^  ad  diem  xvm  Martii,  de 
sancto  Braulione,  num.  21. 

(5)  España  Sagrada,  tomo  xxx  (2  *  edición),  pág.  169.  Madrid,  1859. 

(6)  19  de  Julio. 

(7)  Historia  eclesiástica  de  España^  tomo  iv  (2.*  edición),  pág.  286.  Ma- 
drid, 1873. 


EL  TEMPLO  DEL  PILAR  Y  SAM   BRAULIO  DK  ZARAGOZA.  435 

se  avienen  con  la  relación  del  autor  anónimo,  se  verifican  por 
ambos  lados:  que  después  de  lai^o  tiempo  (a  longo  iatn  tem- 
pere)^ contado  antes  del  promedio  del  siglo  xiii,  las  reliquias  de 
San  Braulio  hubiesen  hecho  incesantes  prodigios;  y  que  el  obis- 
po, á  quien  San  Valerio  amonestó  revelándole  dónde  estaban, 
tuviese  con  éste  devoción  singular.  Y  con  efecto  (l),  D.  Pedro 
de  Torroja  trasladó  á  su  catedral,  desde  Roda,  la  cabeza  de  San 
Valerio  en  25  de  Diciembre  de  1 1 70;  y  D.  Pedro  de  Librana 
había  trasladado  desde  el  mismo  sitio  el  brazo  del  Santo  en  20  de 
Octubre  de  i  I2I.  Pero,  hay  más.  Las  actas  genuinas  de  la  revela- 
ción del  cuerpo  de  San  Braulio  hacen  constar  que  el  obispo  Pe- 
dro se  hallaba  sumamente  aquejado  no  solo  de  parte  de  los  obis- 
pos comarcanos,  con  quienes  vino  á  concordia  en  30  de  No- 
viembre y  4  de  Diciembre  de  aquel  mismo  año,  sino  también 
por  parte  de  los  moros  (tam  a  fidelibus  quam  ab  infidelibus); 
circunstancias  que  únicamente  en  Pedro  de  Librana  concurren. 
Cumple,  de  consiguiente,  opinar  que  mientras  D.  Pedro  de  Li- 
brana estuvo  agenciando  la  adquisición  del  brazo  de  San  Vale- 
rio, este  Santo  se  le  apareció  durante  la  noche  del  18  al  19  de 
Julio  de  1 1 20.  Cabalmente  en  aquellos  días  (22  de  Julio)  de  este 
año  aconteció  la  terrible  batalla  de  Cutanda  (2),  que  puso  á 
Zaragoza  en  peligro  gravísimo  de  recaer  en  manos  de  los  in- 
fieles. 

Ni  debe  sorprender  que  las  Actas  aclamen  el  templo  del  Pi- 
lar, trasladándose  al  año  y  día  de  la  revelación,  por  iglesia,  ya 
entonces  desde  remotos  tiempos  arraigada  y  permanente  en 
Zaragoza  á  honra  de  la  Virgen,  Madre  de  Dios,  con  el  altar  á 
ella  dedicado  (ante  altare,  in  ecclesia  Dei  genitricis  et  virginis, 
Mariae^  in  ecclesia  ai  antiqms  temporibus  in  urbe  canstituta.)  Lo 
propio,  y  con  mayor  energía,  expresó  D.  Pedro  de  Librana  en 
su  circular  (3)  á  los  fieles  de  toda  la  cristiandad  (4),  para  que 


(i)    España  Sagrada,  tomo  xxx,  páginas  1 10  y  1 11. 

(2)  Codera,  Decadencia  y  desaparición  de  las  almorávides  en  España,  pá- 
gina 266.   Madrid,   1899.  Compárese  el   tomo  x  del   Bolbtín,  páginas 

347-350- 

(3)  Migne,  Patrología  latina,  tomo  clxik,  col.  508. 

(4)  «Beatae  et  gloriosae  virginis  Mariae  ecclesiam,  quae  diu,  proh 
dolor!  subiacuit  perñdorum  sarracenorum  dittoni,  liberari  satis  audi- 
vistis,  quam  beato  et  antiquo  nomine  sanctitatis  ac  dlgnitatis  poUere  no- 
vistis.» 


43 6  BOLETÍN   DE  LA.   REAL  ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

contribuyesen  con  sus  limosnas  al  reparo  y  decoroso  culto  de 
esta  iglesia  celebérrima  los  que  á  ella  no  pudiesen  acudir  con 
peregrinación  fervorosa.  Ni  esta  circular,  ni  la  bula  de  Gela- 
sio  II  (l),  que  por  ella  se  nos  ha  conservado,  pueden  excitar  el 
menor  reparo  al  crítico  que  atentamente  las  examine.  Debió  ex- 
pedirse en  1 119,  á  raíz  de  la  liberación  de  la  ciudad,  y  se  ofrece 
confirmada  por  los  prelados  que  podían  y  quisieron  hacerlo. 
Bernardo,  Arzobispo  de  Toledo  y  Legado  en  Pispa  ña  de  Gela- 
sio  II  (2),  y  los  obispos  Esteban  de  Huesca,  Sancho  de  Calaho- 
rra y  Guido  de  Lesear  en  Bearne.  Dos  años  más  tarde,  pasando 
por  Zaragoza  con  este  último  prelado,  y  dirigiéndose  con  el  á 
Santiago  de  Compostela  (3),  el  cardenal  Bosón,  Legado  de  Ca- 
lixto II,  confirmó  la  circular,  que  debió  producir  abundantes  li- 
mosnas y  atraer  peregrinaciones  innumerables  de  todo  el  mun- 
do á  la  insigne  basílica.  Y  no  se  crea  que  falten  pruebas  direc- 
tas y  concluyentes  para  demostrar  que  D.  Pedro  de  Librana  ex- 
puso una  verdad  histórica;  que  no  podía  exagerar  apelando, 
como  apeló,  á  la  conciencia  pública  del  orbe  cristiano.  Bajo  la 
dominación  sarracena  no  dejaron  de  existir  en  Zaragoza  igle- 
sias mozárabes,  de  las  cuales  era  madre  y  catedral  la  del  Pilar, 
en  el  año  855i  según  se  evidencia  por  el  testimonio  de  Aimoi- 
no,  monje  eruditísimo  del  monasterio  de  San  Germán  de  Pa- 
rís (4),  que  floreció  en  aquel  tiempo,  y  la  llamó  ecclesia  beatas 
Mariae  semper  virginis^  quae  est  ntater  ecclesiarum  eiusdem  urdís. 
Algunos  autores  han  pretendido  desvirtuar  la  prueba  que  de  ahí 
se  infiere,  porque  les  parece  que  la  narración  de  Aimoino  ado- 
lece de  falsedad,  describiendo  la  figura  del  obispo  Sénior  con 
colores  denigrativos  y  muy  diversos,  de  los  que  empleó  San  Eu- 
logio en  su  célebre  carta  á  Wiliesindo  (5);   pero,  en  primer  lu- 


(i)     Alais  (Aleña)  en  el  departamento  del  Gard,  10  Diciembre  1118. — 
Loewenfeld,  Regtsta  pontificum  Romatwrnm^  núm.  6665;  Leipsick,  i88§. 

(2)  Fallecido  en  Cluny  á  29  de  Enero  de  1 1 19. 

(3)  Historia  Compostellana^  libro  11,  cap.  37. 

(4)  Migne,  Patrología  latina  y  tomo  cxxvi,  col.  10 16. 

(5)  «Cumque  a  vobis  egrederer,  festinus  ad  Caesaraugustim  perveni 

causa  fratrum  meorura Aliquamdiu  vero  apud  Seniorem  pontifican, 

qui  tune  rectis  moribus  eamdem  urbem  regebat,  demorans,  postea  Com- 
plutum  descendí,  raptim  per  Segontiam  transiens  civitatem,  in  qua  tune 
praesulatum  gerebat  vir  prudentissimus  Sisemundus.  Et  cum  ab  antistite 
Complutensi  Venerio  digne  susciperer,  post  quintum  diem  Toletum 
perveni.»  Migne,  PatroL  lat,^  tomo  cxv,  col.  347  y  348. 


EL  TBMPLO  DEL  PILAR   Y    SAN   BRAULIO  DE   ZARAGOZA.  437 

gar,  la  falsedad,  si  alguna  hubo,  no  ha  de  achacarse  al  escritor, 
que  refiere  concienzudamente  lo  que  sabía,  sino  al  monje  Au- 
daldo,  que,  exasperado  por  el  mal  trato  que  le  dieron  en  Zara- 
goza como  á  monje  díscolo  y  vago,  que  hurtaba  sagradas  reli- 
quias y  no  daba  razón  de  ellas,  exageró  la  severidad  de  la  cues- 
tión de  tormento,  que  justamente  le  aplicaron,  y  miró  al  obispo 
Sénior  bajo  el  mismo  prisma  con  que  había  de  ver  á  Don 
Alfonso  el  Batallador  la  animosidad  de  la  Historia  Compostela- 
na^  que  lo  llama  pérfido,  cruel  é  impío.  Si  Córdoba,  Toledo,  Al- 
calá de  Henares,  Sigüenza  y  Za.ragoz3.  tenían  entonces  sus  res- 
pectivos prelados  é  iglesias  y  monasterios,  y  disfrutaban  los 
cristianos  mozárabes,  de  parte  de  los  moros,  tolerancia  para  su 
culto  y  clero,  ¿cómo  negar  que  estuviese  provista  Zaragoza  de 
Catedral?  Y  que  ésta  no  era  la  iglesia  del  Salvador,  á  la  sazón 
mezquita  mayor,  claro  está  y  nadie  lo  duda. 

Por  lo  demás,  una  vez  que  se  haya  demostrado  la  existencia 
de  la  iglesia  del  Pilar  durante  la  época  musulmana  de  Zaragoza, 
se  puede  inferir  que  transciende  á  la  época  visigótica,  ó,  por  lo 
menos,  al  siglo  vii,  en  que  vivió  San  Braulio.  Porque  los  musul- 
manes, por  regla  general,  no  consentían  á  los  cristianos  erigir 
nuevas  iglesias,  ni  reedificar,  ni  amplificar  las  antiguas.  El  mon- 
je Aimoino  pasa  más  adelante,  por  cuanto  él  pensaba  y  se  decía 
en  el  siglo  ix  que  la  iglesia  del  Pilar  era  la  catedral  de  la  que 
había  sido  arcediano  el  mártir  San  Vicente  (l).  Fuéselo  ó  no, 
pues  no  lo  tengo  por  bien  averiguado,  justo  será  concluir  que  en 
ella,  ó  en  su  recinto,  fué  enterrado,  luego  que  falleció  San 
Braulio,  ocultándose  bajo  el  rodar  de  los  siglos  la  memoria  del 
sitio  puntual  del  sepulcro  en  que  yacía  el  sagrado  cuerpo  ante 
e/  Pilar. 


2. 

Vallvidrera,  cerca  de  Barcelona,  26  de  Junio  del  año  987.  Reconoci- 
miento jurídico  del  testamento  de  Moción,  hijo  de  Fruya;  el  cual  falleció 


(i)  «Quod  stupens  nimiumque  admirans,  et  aestimans  omnino  quod 
erat  plañe  alicuius  sancti  martyris  corpus,  iussit  (Sénior  episcopus)  illud 
auferri,  atque  in  ecclesia  beatae  Mariae  semper  virginis,  quae  est  mater 
ecclesiarum  eiusdem  urbis  veneranter  recondi,  in  qua  olim  sub  Valerio 
pontífice  Ídem  martyr  strenuusque  athleta,  archidiaconi  arcem  insignis 
tenuerat.» 


43^  BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

en  Zaragoza  durante  el  mes  de  Febrero  dei  año  anterior  y  dejó  una 
manda  á  la  iglesia  del  Pilar.  Publicó  este  insti'umento  D.  Antonio  Campi- 
llo, mas  no  con  exactitud  (i),  sirviéndose  de  una  copia  infiel.  El  original, 
de  pergamino  antiquísimo  y  roto  en  parte,  existía,  á  principios  del  si- 
glo XVIII,  en  el  Archivo  episcopal  de  Barcelona,  del  que  posee  una  copia, 
entonces  legalizada,  D.  Salvador  Sampere  y  Miquel,  á  la  cual  me  atengo, 
notando  las  peores  variantes  que  introdujo  Campillo. 

Annus  Domini  dcccclxxxvi  (2)  anno  xxxi  regnante  Leutario 
Rege  (3),  die  kalend(arum)  Julii,  qiiarta  feria  (4),  obcesa  est  Bar- 
chinona  Civitate  a  Sarracenis;  et  permittente  Deo  et  impediente 
peccato  nostro,  in  eodem  mense  11  nonas  (5)  capta  est  ab  eís,  et 
ibidem  inde  per¡(i)t  (6)  omnem  substantiam  quam  ibidem  con- 
gregaverant  homines  terre  ilHus.  Ibidemque  capti  vel  mortui 
sunt  omnes  habitantes  eadem  Civitatem,  vel  eisdem  Comitatu, 
qui  ibidem  inhabi(tajverant  (7)  ad  custodiendum  vel  défenden- 
dum  ea;  et  qui  residuus  existitit  mortí,  captivus  ductus  est  us- 
que  in  Córdoba,  quos  [ínter,  et]iam  ductus  est  et  hunc  Motio- 
nem  fiÜum  Fruia  (8)  quondam. 

Ex  parte  namque  de  eis  testaverunt  ibi  facultates  suas  ad  in- 
vicem;  et  (9)  si  quis  eorum  anuente  Domino  primitus  reversas 
fuisset,  potestatem  habuisset  ad  distribuere  suam  facultatem  que* 
madmodum  ipse  eis  testabat.  Sed  prelibatus  Motion,  auxiliante 
Deo  reversus  est  a  Corduba  usque  in  Qartigotia  (lO),  et  ibidem  in- 
firmatus  est  infirmitate  unde  obiit,  atque  ethiam  testavit  ibi  om- 
nem suam  facultatem,  sicut  in  suum  testamentum  resonat. 

Essitationem  namque  máxima  ínter  Judices  terre  illius  fuit  de 
hoc  et[iam]  quam  sancti  Patres  sancxerunt,  altercante  invicem 
quomodo  stabilis  habebitur  voluntas  qui  infra  sex  menses  publi- 


(i)  Disquisitio  methodi  consignand?  annos  JEra^  christiansc,  apéndi- 
ce VIII.  Barcelona,  1766. 

(2)  Según  el  cómputo  Pisano.  Corresponde  al  985  de  la  era  vulgar. 

(3)  Empezó  este  año  31  del  rey  Lotario  en  10  de  Septiembre  de  984. 

(4)  Campillo:  «Julii  iii  nostra  obsessa». 

(5)  En  el  tomo  vu  del  Boletín,  pág.  192,  he  probado  la  verdad  crono- 
lógica de  estas  indicaciones.  Barcelona  fué  sitiada  por  Almanzor  en  miér- 
coles I.®  de  Julio  y  tomada  y  destruida  en  lunes  6  de  Julio  de  985. 

(6)  Campillo:  «deperiit». 

(7)  Campillo:  «introierant». 

(8)  Campillo:  «captivus  ductus  est  et  hunc  Motionem  fílium  Fruiani». 

(9)  Campillo:  «ut», 

(10)   Campillo:  « Carago tza». 


BL  TEMPLO  DEL  PILAR   Y   SAN    BRAULIO   DE  ZARAGOZA.  439 

cata  non  fuerit  atque  secundum  ordinem  legum  exacta  (l). 
Audivímus  denique  quendam  quí  testavit  facultatem  suam  ad 
quosdam,  et  unus  ex  eis  non  evasit  captivitatem  ut  perficeret 
opus  ad  constituto  tempere,  nec  in  ¡psa  captivitate  pro  nitnia 
pressura  perficere  nullo  modo  potuit,  ita  obviante  lex  (2)  eius 
testamenta,  etiam  quia  sex  raenses  compleverunt  insuper  et 
annum  unum  vel  duobus.  Quaedam  vero  ex  eis  [quidam]  di- 
xit  (3):  decet  namquc  quotquot  enim  de  hac  re  sancti  Patres 
sanxerc.  Ad  ultimum  instituerunt  in  libro  Gótico  qui  est  et  x.**, 
sive  dezzenalis  (4)  vel  quinquagenares  numero  impediat  [t]  um  re- 
ligatis,  nec  nulla  diuturna  vel  longevitate  temporum  in  eorum  ac- 
tionibus  iungatur,  sed  omnem  (5)  quocumque  vel  quandocum- 
que  relegatione  vel  exilio  ereptus  fuerit  sequi  nominrbus  indubi- 
tanter  liceat  (6).  Ipsi  etenim  memores  fuere  religatis  (7);  et  nos 
sane  salutaria  remedia  non  convenit  negari,  sed  tota  virium  in- 
tentione  decet  adiutorium  ferré  defunctis. 

Ideo  igitur  nunc  liceat  (8)  testamenta  premissa  una  cum  suis 
testibus  qualiter  distribuit  et  prememoratus  Motion  suam  facul- 
tatem. lussit  nempe  ut  fierent  eleemosinarii  sui  fratri  suo  Auru- 
tio  et  Trasobado  et  Ela  femina  (9)  uxorem  Trasobadi. 

In  primis  concessit  ut  donare  fecissent  ad  sancta  Maria^  qut 
est  sita  in  Qaragotia^  et  ad  sanctas  Massas  qui  sunt  forís  mu- 
ros (10)  solidatas  centum.  £t  ad  domum  sancti  Michaelís  qui  est 
infra  civitatis  (l  l)  Barchinona  donare  fecissent  ipsum  suum  alau- 
dem  qui  [est]  in  Bagnarias  (12).  Et  ad  sancta  Cruce  et  sancta 
Eulalia  Sedis  Barchinona,  ipsa  faxia  de  térra,  qui  ad  sancta  Eu- 


(i)  Fuero  Juzgo,  1  ib.  u,  título  v,  ley  13. 

(2)  Campillo:  «et  obvia vit  legi». 

(3)  Campillo:  «Quidam  vero  ex  eis  dixit». 

(4)  Campillo:  «et  décimo  ne  tric^nalis». 

(5)  Campillo  añade  «eorum  negotium». 

(6)  Campillo:  «sequi  in  ómnibus  Indubitanter  habeat». 

(7)  Fuero  Juzgo,  libro  x,  tít.  11,  ley  6. 

(8)  Campillo:  «dicat». 

(9)  Campillo:  «Egasinam». 

(10)  Santa  Engracia;  iglesia  que  ciertamente  no  fué  catedral,  porque 
en  el  año  1063  el  obispo  de  Zaragoza  Paterno,  con  el  asentimiento  de  su 
clero,  la  adjudicó  á  la  Sede  de  Huesca,  establecida  entonces  en  Jaca. 

(11)  Dentro  de  la  ciudad. 

(12)  Bañeras,  cerca  de  San  Boy  de  Llobregat. 


440  BOLETÍN   DB   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

alia  foris  muros  (l).  Kt  ad  sancti  Petri  cenobü  (2),  qui  est  foris 
muros  penes  domum  almi  Saturnini  ¡psum  suum  hortum  qui  fuit 
de  mater  sua.  Et  ad  sancti  Petri  de  Riaria  (3)  iussit  cartam 
fa[cere  donationis]  de  ipsa  sua  turre  et  de  ipsas  térras  qui  sunt 
invirone  (4)  de  ipsa  turre  cum  ipsa  vinea  qui  ibidem  est;  in  tali 
videlicet  ratione  quod  tenuisset  illud  de  fratri  suo  Aurutio,  et 
per  cartam  exinde  fecisse[t]  ad  uxori  sue  aut  filiis  suis  aut  pro- 
pinquis  suis,  et  ipse  que  accepisset  donare  exinde  fecisset  soli- 
dos quinqué  omni  anno  ad  iam  dicto  sancto  Petro.  Et  ad  sancta 
Maria,  qui  est  sita  in  valle  vitraria  (5),  ipsa  sua  vinea,  quod 
plantavit  Lima.  Et  ad  domum  sancti  Justi,  que  est  in  Veruce  (6) 
ipso  suo  campo  in  torrente  malo ipso  suo  alaude  de  ipsa  Mar- 
ca et  de  Arbatias  (7)  cartam  exinde  fecissent  ad  uxori  sue,  in 
tali  videlicet  ratione  ut  tenuisset  et  possedisset  ómnibus  diebus 
vite  sue  sine  blandimentum,  et  post  obitum  suum  remansisset 

ad  filios  et  filias  (8)  qui  de  se  et  illa  íuerint Et  ipsum  suum 

alaudem  qui  est  in  Penitense  (9)  [et]  ubi  dicunt  Ventaliolo  (lO) 
vindere  eum  fecissent  in  captivos  in  remedium  anime  sue.  Et  ip- 
sum suum  alaudem  qui  est  ad  ipsa  Parclla  et  ipso  molino  qui  est 
ad  Bisaucio  (l  I )  charta  inde  fecissent  ad  filio  suo  Wisado  si  remeas- 
set  (12),  et  ille  donare  fecisset  solidos  c.  ad  sancta  María  sita  in 
domu  sancti  lacobi  de  Barchinona  (13);  et  si  ipse  non  venisset 
vindere  fecissent  per  ipsos  centum  solidos  et  donare  fecissent 
eos  ad  sancta  María  iam  dicta.  Et  de  suum  panem  et  vinum  et 


(i)     Santa  Eulalia  del  Campo,  donde  en  11 55  el  obispo  Guillermo  puso 
la  Colegiata  de  canónigos  regulares. 

(2)  San  Pedro  de  las  Fuellas. 

(3)  San  Pedro  sobre  la  riera^  ó  rambla  de  Rubí,  cerca  de  Vallvidrera. 

(4)  Francés  emtiron, 

(5)  Vallvidrera. 

(6)  Campillo:  «Berce».  Parece  ser  San  Justo  Desvern,  cerca  de  Corne- 
lia, á  mano  izquierda  del  Llobregat. 

(7)  Campillo:  «Arbutias*. 

(8)  Aquí  termina  con  un  ele.  el  texto  legalizado  que  posee  el  señor 
Sampere.  En  adelante  me  atengo  al  impreso  de  Campillo. 

(9)  Panadés. 

(10)  Ventajol  en  la  provincia  de  Gerona,  partido  de  Olot,  á  la  dere- 
cha del  río  Fluviá. 

(11)  Río  Besos. 

(12)  De  su  cautividad  en  Córdoba. 

(13)  Altar  de  la  Virgen  en  la  iglesia  parroquial  de  Santiago. 


EL   TBBfPLO  DEL  PILAR   Y   SAN   BRAULIO   OB  ZARAGOZA.  44 1 

vestes  donare  fecissent.  Et  de  sua  usibilia  et  de  ipsas  suas  térras, 
quod  habebat  in  Bancellos  (l)  iussit  chartam  faceré  ad  sancti 
Petri  de  Rodas.  Et  ipsa  sua  térra  quod  habebat  iuxta  sancti 
Vincentii  (2)  vindere  fecissent,  et  ipso  precio  daré  ad  Ermesin- 
da  captiva.  Et  cum  hec  omnia  ordinavit,  sic  obiit  de  hoc  dicto 
mense  Februarii  anno  tricésimo  [i]i  (3)  regnante  Rege  supra- 
scripto.  Et  ego  Aarucio  et  Egasina  (4)  reversi  sumus  de  capti- 
vitate  anno  primo  Regnante  Ludovico  Rege  filium  Leutarii 
Regí  (5). 

Itaquc  ego  Aurucio  et  Egasina  in  presentía  residentium  sacer- 
dotum,  idest  Audevarus  et  Placianus,  et  iudicum  idest  Aurucio, 
Filipatcr,  Domni  et  Borrello  iudici  qui  et  scriba,  et  in  presentía 
Arvendo,  et  Gondamar,  et  Vassallo,  et  loanne  et  Vi  vane  et  So- 
niofredo,  et  Altemiro,  et  Gustrimiro,  et  Sondere(do),  et  Erme- 
gelde  et  Nifridio  monacho,  sic  iuramus  in  primis  per  Deum  Pa- 
trem  omnipotentem  et  per  lesum  Christum  Filium  eius  San- 
ctumque  Spiritum,  et  per  hunc  locum  venerationis  sancti  loan- 
nis,  qui  est  situs  in  valle  Vitraria  ad  latere  Sancta  María  adplici- 
tum,  supra  cuius  sacrosancto  altario  has  conditiones  manibus 
nostris  contincmus  et  iureiurando  contangimus,  quia  nos  supra- 
nominati  tutores  bene  scimus  hoc  [quod]  suprascriptum  est,  et 
sicut  in  suo  testamento  nos  videntes  et  audientes  scriptum  fuit 
et  adhuc  resonat;  et  nulla  fraus  nec  malo  ingenio  hic  impressa 
non  est,  sed  secundum  voluntatem  ipsius  conditoris  est  factum 
vel  edítum;  [et]  ad  ea  que  scimus,  recte  et  veraciter  testificamus 
atque  iuramus  supcr  hancnixum  iuramentum. 

Late  conditiones  vi.  kalend(as)  Julii  anno  ii.  Regnante  Ludo- 
vico  Rege,  fili  Leutarii  Regi  (6). 

Sig-Hf  nat  Aurucio,  qui  tutor  sum  et  hunc  sacramentum  iura- 
vi.  —  Sig-Hfnat  Egasina,  qui  tutrix  sum  et  hunc  sacramentum 
iuravi. 


(1)  Junto  á  Fanals,  lugar  marítimo  del  partido  de  La  Bisbal  en  la  pro- 
vincia de  Gerona.  Más  allá,  junto  al  cabo  de  Creus,  cerca  de  Rosas,  estuvo 
en  lo  alto  del  monte  el  monasterio  de  San  Pedro  de  Roda. 

(2)  San  Vicente  de  Sarria  entre  Barcelona  y  Vallvidrera. 

(3)  Campillo  «primo»;  pero  es  yerro  manifiesto. 

(4)  Así  Campillo,  cuya  lección  es  harto  dudosa. 

(5}    Este  año  primero  del  rey  Lgís,  hijo  de  Lotario,  terminó  en  i.**  de 
Marzo  de  987. 
(6)     26  Junio  987. 


n 


44?  BOLETÍN  DE  LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

Sig-Hfnat  Arvendi. — Sig  +  t  Gondamar. — Sig-Hf  t  Vasallus. — 
Sig-Hft  Joanne. — Sig-f-t  Vivan.  —  Sig+t  Sienderedo.  —  Sig-Slf 
Ermegildo  Tenioso. — Sig-Hrt  Nifridio  monacho.  Isti  presentíales 
faere. 

Ervigius  (l)  presb(iter)  cognomento  Marco,  quiqui  et  iudex 
qui  hec  scripsi  et  sig-Hf  navi  die  et  anno  quod  supra. 

El  Sr.  Sampere  y  Miquel,  que  ha  tenido  cuidado  de  indicar 
las  variantes  arriba  expuestas,  me  ha  copiado  igualmente  (2)  la 
porción  de  la  copia  por  61  poseída,  que  manifiesta  dónde  estaba 
y  quizá  permanece  el  texto  primitivo,  original  y  auténtico,  de 
tan  interesante  escritura: 

«Attestor  et  fidem  fació  ego,  Hieronymus  Gomis,  apostólica 
atque  Regia  authoritatibus  Notarius  publicus  Barchinonensis,  se- 
cretan us  et  scriba  negotiorum  Mensae  Episcopalis  Barchino- 
nensis,  quod  in  quodam  armario  ligneo,  recóndito  et  custodito 
in  Arxivo  Palatii  Episcopalis  juxta  curiam  vicariatus  Ecclesia- 
stici  Barchinonensis,  in  quo  sunt  per  ordinem  arxivatae  et  recón- 
ditas omnes  scripturae,  privilegia  seu  Instrumenta  lurium  reddí- 
tuum  et  emolumentorum  lurisdictionum,  scilicet  Baroniarum  ac 
decimarum,  feudorum,  alodiorum,  censuum  ac  fructuum  ejusdem 
Mensae  Episcopalis  ac  Capellaniae  Beatae  virginis  Mariae  nuncu- 
patae  del  Condal^  in  Ecclesia  Parrochiali  villse  Calidarum  de 
Monte  Bovino  (3)  diócesis  Barchinonae  institutae  et  fundatae» 
eidem  Mensae  Episcopali  unitae  et  incorpora tae,  inter  alia  existit 
et  invenitur  quoddam  privilegium,  in  pergameneo  exaratum, 
cum  aliquibus  foraminibus  ob  vetustatem  illius,  cum  inscriptione 
videlicet,  testamentum  cujusdam  Nobilis^  nomine  Moción^  qui  le- 
gavit  EcclesiíB  Paraliatam^  sub  numero  primo;  quod  vidi  et  legi 
et  transcribere  feci,  quod  est  thenoris  sequentis  (4)...  Et  ut  prae- 
dictis,  licet  aliena  manu  scriptis,  in  juditio  et  extra,  ubique  óm- 
nibus plena  fides  adhibeatur,  ego  idem  Hyeronimus  Gomis,  no- 
tarius et  secretarius  relatus,  hic  me  subscribo,  et  die...  mensis 
Augusti  anno  millesimo  septingentésimo  sexto,  meum  solitum 
Notariae  appono  signum...» 

No  obstante  los  esfuerzos  que  el  actual  Archivero  del  Palacio 


(i)  Campillo:  «Georgius»  y  arriba  «Borrellus»,  mal  copiados  ó  laidos. 

(2)  Carta  del  20  de  Abril  de  1904, 

(3)  Caldas  de  Mumbuy. 

(4)  Sigue  el  texto. 


j 


EL  TEMPLO  DEL  PILAR  Y  SAN  BRAULIO  DE   ZARAGOZA.  445 

episcopal  ha  hecho,  por  mí  rogado,  para  dar  con  el  original  de 
tan  precioso  documento,  han  resultado  inútiles  hasta  el  presente. 
Pero  leyendo  los  traslados,  que  me  han  servido  para  restablecer 
en  lo  posible  la  integridad  del  texto,  á  nadie  puede  caber,  ni 
por  asomo,  en  buena  crítica,  duda  alguna  acerca  de  la  verdad  y 
veracidad  con  que  testifica  la  existencia  de  las  iglesias  mozará- 
bicas  de  Santa  María  intramuros  y  de  las  Santas  Masas  extramu- 
ros de  Zaragoza  en  los  postreros  años  del  siglo  décimo. 


8. 


Enero,  1 142. — Carta  de  confirmación  y  seguridad,  que  D.  Ramón  Be- 
renguer  IV,  conde  de  Barcelona  y  príncipe  de  Aragón,  hizo  al  Prior  y  Ca- 
bildo de  Santa  María  de  Zaragoza,  á  ruegos  de  la  vizcondesa  de  Beame. 
viuda  de  Gastón  IV,  sepultado  en  el  cementerio,  ó  atrio,  de  dicha  basí- 
lica.— Archivo  del  Pilar,  arm.  i,  caj.  6,  leg.  i,  núm.  2.  Falta  el  pergamino 
original,  conservándose  tres  copias  manuscritas,  que  á  él  se  remiten. 

In  dei  nomine  et  eius  divina  Clemencia,  Patris  et  Filii  et  Spi- 
ritus  Sancti,  amen.  Ego  Raymundus  Berengarii,  dei  gratia  Bar- 
chinonensium  Comes  et  Princeps  Regni  Aragonensis,  ad  hono- 
rem  et  laudem  nominis  dei  et  augmentum  et  corroborationem 
nominis  christiani,  et  pro  salute  animarum  Patris  ct  Matris 
me§  (l),  et  domini  Regis  Aldefonsi  (2)  bone  memorie,  et  om- 
nium  pcccatorum  meorum  remissione,  ct  [adj  rogatum  domine 
Talesie  Vicecomitisse  Bearnensis,  fació  hanc  cartam  confirma- 
tionis  et  securitatis  tibi,  Petro  (3)  Priori  de  Sancta  María  de  Cc- 
saraueusta  et  ceteris  Canonicis  ibidem  deo  servientibus  et  ve- 
stris  successoribus  ut  populctis  ibi  libere  atque  secure,  et  servia- 
tis  deo  et  Beate  Marie  genitrici  eius  sub  regula  beati  Augustini 
pro  salute  Animarum  vestrarum  et  anime  domni  vicecontitis  Ga- 
stonis  et  omnium  ibidem  in  Chrisfco  quiescentium,  quinimo  om- 
nium  fidelium  vivorum  et  defunctorum.  In  super  concedo  vobis. 
et  assecuro  quantum  habeatis  hodie  et  Episcopus  Bernardus 


(1)  D.  Ramón  Berenguer  III  y  doña  Dulce,  condesa  de  Provenza. 

(2)  Alfonso  el  Batallador. 

(3)  Pedro  Ramón  de  Riela 


444  boletín  de  la  real  academu  de  la  historia. 

dedit  vobis  (l)  et  quantum  in  antea  deus  et  boní  homines 
dederint  vobis,  hereditates,  captivos,  bestias,  oves  et  boves,  et 
habere,  et  quecumque  omnia  ¡ure  haberi  debent  vel  possunt  ¡n 
Monasterio,  ut  habeatis  hoc  totum  et  possideatis  salvum,  libe- 
rum  et  ingenuum,  de  me  et  de  ómnibus  successoríbus  meis  et  de 
ómnibus  hominibus,  salva  mea  fidelitate  et  de  omni  mea  poste- 
ritate,  per  sécula  cuneta. — Sig^num  Rymundi  Contes, 

Facta  carta  in  era  m.  c.  lxxx,  in  mense  Januario,  domi- 
nante me,  dei  gratia,  in  Aragone,  et  in  Suprarbe,  et  in  Ripacur- 
cia,  vel  insupra  dicta  Cesaraugusta,  aut  in  Barchinona;  Episcopo 
dodo  in  Osea,  Episcopus  Bernardus  in  iam  nominata  Cesarau- 
gusta, Episcopiis  Michael  in  Taragona,  Gaufredus  in  Rota; 
Comes  Arnaldinus  sénior  in  Buile;  Comes  Artalle  in  Osea,  Lop 
López  in  Qaragoga,  Lop  Sanz  in  Belgit,  Artal  in  Alagon,  For- 
tunigo  Agenaris  in  Taragona,  Petro  Taresa  in  Borgia,  Sancio 
Enecones  in  Daroca,  Comes  [in  Ayerbe],  et  Furtunico  Gurrea 
frater  eius  in  Boleia  et  in  arcibus  sive  in  arosta  (2). 

VX  sunt  restes  Ramirus  Rex,  V^icecomitissa  Talesa,  Episcopus 
iam  dictus  Oscensis  [et]  Arpa  (3). 

Ego  Raymundus  de  Boleia  scriptor,  iussu  domini  mei  Comes, 
hanc  cartam  scripsi  et  hoc  sig-Hrnum  feci. 

Regía  entonces  doña  Talesa  el  Vizcondado  de  Bearne,  á  nom- 
bre y  por  causa  de  la  menoría  de  su  nieto  D.  Pedro,  huérfano 
de  Ccntullo  V.  Va  en  I.**  de  Diciembre  de  II35  había  hecho 
la  Vizcondesa  donación  de  una  heredad  á  Santa  María  de  Zara- 
goza, en  sufragio  de  su  llorado  consorte  (f  I131),  que  allí  yacía: 
«concedo  ecclesie  sánete  Marie  ubi  predictus  dominus  Gasto, 
maritus  rneus^  iaceti>  Otra  escritura  de  donación  hizo  la  Vizcon- 
desa, que  ha  publicado  el  Sr.  Miret  (4),  otorgada  en  lO  de  Julio 
de  1 144.  Por  ella  concede  á  los  Templarios  todo  cuanto  poseía 
en  Zaragoza;  ciudad,  dice,  que  Gastón,  mi  esposo  y  glorioso 


(i)  Fundando  la  Colegiata  en  el  mes  de  Noviembre  de  1 138.  Confirmó 
la  fundación  y  bienes  de  la  Comunidad  el  Papa  Inocencio  II,  en  su  palacio 
de  Letrán,  á  15  de  Diciembre  de  1141  (Migne,  Patrología  latina^  tomo 
CLXxix,  col.  563). 

(2)  Ruesta,  villa  del  partido  judicial  de  Sos. 

(3)  Abad  de  San  Juan  de  la  Peña. 

(4)  Car  hilar  i  deis  Templers  de  les  comandes  de  Gardeny  y  Barbens^  pá- 
ginas 13  y  14. — Barcelona,  1899. 


BL   TEMPLO  DBL  PILAR  Y  SAN  BRAUUO  DE  ZARAGOZA.  445 

triunfador,  adquirió  á  precio  de  su  sangre:  «pro  anima  dotnini  mei 
gastón  vicecomitis,  qui  eam  adquisivit  cum  sanguinis  effusione  et 
gloria  triumphali.» 

4. 

28  Diciembre  1181.  Concesión  que  el  obispo  D.  Pedro  de  Torreja  hizo 
de  todos  los  réditos  de  la  iglesia  de  Híjar  para  la  fábrica  y  culto  de  la  del 
Pilar,  con  la  condición  de  que  perpetuamente  ardiese  una  lámpara  ante 
el  altar  de  la  Virgen. — Arm.  vi,  caj.  i,  leg.  i,  núm.  i.  Pergamino  original: 
alto,  0,08;  ancho,  0,18  m. 

Ad  cunctorum  perveniat  notitiam  quod  ego  Petrus,  dei  gracia 
Cesaraugustanus  Episcopus,  bono  animo  et  spontanea  volúntate 
dono,  laudo  atque  concedo  domino  deo  et  ecclesie  Sánete  Ma- 
rie  maioris  de  Cesaraugusta  eiusdemque  Canonicis  regulariter 
professis,  in  perpetuum  in  manu  domni  Guiiliclmi  eiusdcm 
?2cclesie  Prioris,  ecclesiam  de  Ixar  cum  ómnibus  decimis  et  pri- 
miciis,  oblacionibus  sive  defunctionibus  suis,  atque  cum  ómnibus 
que  ad  eandem  ecclesiam  pertinent  vel  pertinere  debent,  ut 
omni  tempore  habeant  et  possideant  canonici  prelibate  ecclesie 
ad  restauracionem  operis  ipsius  ecclesie  et  sacristie  iure  perpe- 
tuo. Supradictam  autem  donacionem  fació  eis  solo  intuitu  mise- 
ricordie  et  pietatis  pro  salute  et  remedio  anime  mee,  et  ut  omni 
tempore  exoretur  deus  in  ecclesia  ipsa  beate  Marie  pro  anima 
mea,  salvo  tamen  in  ómnibus  pontificali  iure,  scilicet  quarto  et 
cena,  et  Archidiaconi  similiter,  et  semper  teneant  unam  lampa- 
da accensam  nocte  ac  die  ante  altare  beate  Marie  pro  anima  mea 
et  omnium  successorum  meorum. 

Huius  donacionis  sunt  testes  Bernardus  Archidiaconus,  Guil- 
lielmus  Archidiaconus,  Petrus  Sacrista,  Johannes  Prepositus, 
Egidius  de  Belchit  et  Johannes  de  Epila. 

Eacta  carta  v  Calendas  Januarii  sub  era  m.  ce.  xviiij. 

Petrus  Dei  gracia  Cesaraugustanus. 

El  texto  se  repite,  con  igual  signatura,  en  otro  pergamino, 
alto  112  y  ancho  210  mm.,  que  se  trazó  tan  pronto  como  hubo 
fallecido  D,  Pedro  de  Torroja  (f  8  Marzo  1184)  y  fué  confirma- 
do por  su  inmediato  sucesor  D.  Raimundo  de  Castellezqelo  con 
esta  cláusula:  «Figo  Raimundus,  dei  gracia  Cesaraugustanus 
Episcopus,  hanc  cartam  laudo  et  confirmo,  et  hoc  sig-Strnum 
manu  mea  fació.  Johannes,  domini  episcopi  notarius  iussione 
eius,  hanc  cartam  scripsit  et  hoc  sig+num  fecit». 

TOMO  xLiv.  29 


446 


bolet/m  db  la  real  academia  de  la  historia. 


Pocos  «iños  más  adelante  el  rey  D.  Alfonso  II  de  Aragón,  ha- 
llándose en  Perpiñán  en  Diciembre  de  1 194,  consignó  por  su 
testamento  (l)  una  manda,  no  menos  crecida,  para  el  culto  de  la 
Virgen  en  su  templo  del  Pilar:  «Concedo  sánete  Marie  de  Cesar- 
augusta  villam  de  Mareta  cum  omni  iure  meo  ad  candelam  per- 
petuo illuminandam;  et  dimitto  ibidem  unum  calicem  de  tribus 
marchis  (argenti),  et  unum  turibulum  de  tribus  marchis,  et  unaní 

pixidem  de  una  marcha. 

El  mismo  Rey,  un  mes  antes  que  falleciese  (f  25  Abril  1 196), 

otorgó  carta  de  protección  y  salvaguardia  al  templo,  cabildo, 
vasallos  y  bienes  ó  heredades  cuantiosísimas  pertenecientes  á 
Santa  María  de  Zaragoza  en  todos  los  Estados  de  la  Corona  de 
Aragón;  y  otra  carta  de  igual  tenor  por  lo  tocante  al  reino  de 
Navarra,  expidió  D.  Sancho  el  Fuerte  desde  Tudela  en  Agosto 
del  mismo  año.  Confirmaron  el  privilegio  de  Alfonso  II  varios 
reyes  que  le  sucedieron:  D.  Jaime  I  y  su  mujer  doña  Leonor  en 
Calatayud,  á  16  de  Agosto  de  1224;  Alfonso  III  en  Barcelona» 
á  6  de  Septiembre  de  1289,  y  Jaime  II  en  Tortosa,  á  17  de  Oc- 
tubre de  1295.  Otros  diplomas  regios  del  siglo  xm  que  conce- 
den señalados  favores  y  donativos,  y  centenares  de  pergaminos 
inéditos  del  propio  siglo  y  del  anterior,  atesorados  por  el  Archi- 
vo del  Pilar,  cuyo  índice  llenaría  no  pocas  páginas,  he  de  trans- 
currir en  silencio;  mas  para  demostrar  la  fama  universal  de  que 
gozaba  entonces,  y  gozó  antes  y  después,  aquel  centro  de  pere- 
grinación, por  muchos  títulos  enlazado  al  de  Santiago  de  Com- 
postela,  bastarán  los  ocho  documentos  siguientes. 


6. 


Juslibol,  19  Marzo  1294  (de  la  Encamación  1293).  £1  obispo  D.  Hugo 
tic  Mataplana,  con  asentimiento  del  Prior  y  Cabildo  del  Pilar,  reitera  con 
apretadas  órdenes  su  mandato  al  obrero  del  templo,  para  prevenir  la  in- 
minente ruina  del  edificio,  que  se  caía  de  viejo,  y  dicta  disposiciones  ex- 
tremas y  convenientes,  dando  á  los  feligreses  de  la  parroquia  parte  en  el 
consejo  de  inspección  y  administración  de  tamaña  obra.  Habiendo  falle- 
cido en  Roma  el  obispo  D.  Hugo  on  29  de  Junio  de  1296,  y  siendo  luego 


(i)    BofarulI,  Documentos  inéditos  del  Archivo  general  de  la  Corona  de 
Aragón,  tomo  iv,  pág.  401.  Barcelona,  18. 


BL   TEMPLO   DEL   PILAR    Y    SAN   BRAUUO   DE   ZARAGOZA.  447 

elegido  y  consagrado  su  sucesor  D.  Jimeoo  de  Luna  por  Bonifacio  VIII, 
iiié  conveniente  sacar  un  traslado  auténtico  de  la  carta-orden  para  man- 
tener su  cumplimiento,  que  duraba  por  un  decenio,  en  17  de  Mayo 
de  1297. — ^Arm.  vi,  caj.  2,  leg.  3,  núm.  2.  Pergamino:  alto,  28;  ancho,  26 
centímetros.  Conserva  el  cordón  del  que  colgaba  el  sello  de  la  Curia  del 
Vicariato  de  Zaragoza. 

Noverint  universi  quod  hoc  est  transumptum  a  quadam  litte- 
ra  Domini  Hugonis  bone  memorie  Episcopi  Cesarauguste,  non 
cancelata  nec  abolita  nec  in  aliqua  suí  parte  vitiata,  suo  sigillo 
vero  in  dorso  sigillata,  et  fideliter  de  verbum  (1)  ad  verbum  ex- 
tractum  de  mandato  et  auctorítate  Domini  Dominici  Arquerii, 
Canonici  et  Officialis  Cesarauguste;  cujus  littere  tenor  talis  est. 

Hugo,  miseratione  divina  Cesarauguste  Episcopus  (2),  vene- 
rabilibus,  in  christo  dilectis,  Priori  et  Capitulo  Ecclesie  Sánete 
Marie  Majoris  Cesarauguste  salutem  cum  caritate  sincera. 

Graves  et  assiduos  clamores  recepimus,  qui  conscientiam  no- 
straní  stimulant,  et  nostrum  animum  inquietant,  máxime  cum 
oculís  nostris  inspeximus  clamores  hujusmodi  justos  esse,  de  pe- 
riculo  videlicet  Ecclesie  Sánete  Marie  Majoris  predicte,  que  ma- 
nlfestam  minatur  ruitiam  (3)  ac  perniciosum  dispendium,  nisi 
sibi  celeriter  succurratur.  Cumque  frequenter  monuerimus  ve- 
strum  Operarium  ut  tanto  periculo,  prout  ejus  incumbit  honcri, 
obviaret,  ipsc  tamen  mónita  nostra  obaudiens,  hujusmodi  pe- 
riculo prospicere  non  curavit.  Unde  nos,  ipsius  negligentiam  et 
inobedientiam  ferré  ulterius  non  valentes,  ac  prefatis  ruine  et 
periculo  paterna  sollicitudine  prospicere  cupientes,  de  consilio 
et  assensu  vestro  ordinamus  atquc  precipimus  ut  omnes  reddi- 
tus  ad  operam  vestre  Ecclesie  spectantes,  tam  in  primitiis  quam 
in  alus  quibuscumque,  deducta  provisione  Operarii  supradicti, 
Subprioris  etiam  et  Sacriste,  et  alus  que  ordinarie  incumbunt 
onerí  opere  (4)  Ecclesie  supradicte,  per  dúos  discretos  de  Capi- 
tulo vestro  ac  per  alios  dúos  parrochianos  vestros,  quos  vos  ac 


(i)    Sic. 
'  (2)     Fué  consagrado  en  Roma  el  día  6  de  Mayo  de  1289,  por  el  Papa 
Nicolás  IV. 

(3)  En  la  primera  mitad  del  año  1261,  el  Ebro,  recrecido,  se  llevó  el 
puente  cercano  al  templo  del  Pilar  y  asoló  por  aquel  lado  toda  la  huerta 
de  Zaragoza. 

(4)  De  la  obra. 


44^  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

vicini  Ecclesie  vestre  ad  hoc  duxeritis  deputandos,  in  fabricam 
predicte  Ecclesie  expendantur  seu  etiam  convertantur,  et  quod 
per  eosdem  primitia  Ecclesie  usqué  ad  decennium  (l)  attribute- 
tur  seu  vendatur,  in  operam  preffate  Ecclesie  ut  predicitur  con- 
vertenda.  Qui  quidem  Canoaici  et  vicini,  ad  hujusmodi  ut  predi- 
citur deputati,  teneantur  vobis  et  tribus  de  vicinis  vestrís  de  re- 
ceptis  et  expensis  rationem  redderc  omni  anno,  contradictores 
ot  rebelles  auctoritate  nostra  per  censura m  ecclesiasticam  com- 
pescendo.  Per  hanc  autem  ordinationem  non  intendimus  juri 
opere  nec  ordinationibus  ac  sententiis,  per  predecessores  no- 
stros  habitis  atque  latis  in  posterum,  in  aliquo  derogare.  Data 
apud  Deuslibol  (2)  xiiij  Calendas  Aprilis,  anno  Domini  Milési- 
mo ce.**  xc.°  iij. 

Et  nos  Dominicus  Arquerii,  Officialis  predictus,  predicto 
transumpto ,  de  mandato  nostro  extracto  a  predicta  littera  Do- 
mini Episcopi,  nostram  auctoritatem  prestamus  ut  faciat  fidem 
in  judicio.  Et  ut  ipsum  transumptum  maiori  gaudeat  firmitate, 
illud  mandamus  sigillo  Curie  Officialatus  Cesarauguste  appensio- 
ne  muniri. 

Actum  est  hoc  in  Palatio  Domioí  Cesarauguste  Episcopi  (3) 
xvi.°  Calendas  Junii,  anno  Domini  m.**  cc.^  xc.**  séptimo,  presen- 
tibus  et  ad  hoc  rogatis  Dominis  Eximino  Lupi  de  Luna  et  Garsia 
de  Lodosa,  Jurisperitis  Cesarauguste. 

SigJ38num  mei  Garsie  Eximini  de  Tudeli,  Notarii  publici  Ce- 
sarauguste et  Curie  Officialatus  ejusdem.  Qui  de  mandato  dicti 
Officialis  predictum  transumptum  a  dicta  littera  de  verbo  ad 
verbum  bene  et  fideliter  extrahi  feci  et  sigillo  ejusdem  Curie 
sigillavi. 

6. 

Anagni,  12  Junio  1296.  Bonifacio  VIII  otorga  indulgencias  á  los  que 
visitaren  la  iglesia  del  Pilar  en  las  festividades  y  octavas  que  ella  cele- 
braba en  honor  de  la  Virgen,  del  Espíritu  Santo,  del  arcángel  San  Miguel, 
del  apóstol  Santiago  el  mayor,  de  San  Cristóbal  mártir  y  de  San  Martín 
obispo  de  Turs,  venerados  en  sendos  altares  del  mismo  templo.  Esta  bula 


( i )    Hasta  el  19  de  Marzo  de  1304. 

(2)  Dcus  le  vol  (Dios  lo  quiere),  grito  de  guerra  del  ejército  cristiano 
que  acampó  en  este  lugar  al  sitiar  á  Zaragoza  en  1 1 18. 

(3)  D.  Jimeno  de  Luna. 


EL  TBMPLO  DEL   PILAR  Y   SAN   BRAULIO   DE   ZARAGOZA.  449 

inédita  no  está  registrada  por  la  colección  de  Potthast.  La  obtuvo  ó  debió 
agenciarla  el  Obispo  D.  Hugo  de  Mataplana  poco  antes  de  su  falleci- 
miento (f  a9  Junio  1296)  con  el  objeto  de  Uevar  adelante  las  obras  de 
restauración  de  la  basílica  iniciadas  por  él. — Arm.  i,  caj.  2,  leg.  1,  núm.  i. 
Pergamino:  alto,  42;  ancho,  60  cm.  Es  un  traslado  de  la  bula  y  del  docu- 
mento siguiente  (7).  Letra  del  siglo  xiv,  hermosa  y  limpia,  con  mayúscu- 
las iniciales  de  párrafo  miniadas. 

Hoc  cst  translatum  bene  et  fideliter  sumptum  a  quodam  pri- 
vilegio Domini  Pape,  cujus  tenor  talis  est. 

Bonífacius  episcopus,  servus  servorum  Dei,  universis  Christí 
ñdelibus,  presentes  litteras  inspecturis,  Salutem  et  apostolicam 
benedictionem. 

Mirabilis  Deus  in  sanctis  suis,  de  ipsoruní  glorificacione  con- 
gaudens,  in  venerationem  beata  marie  virginis  eo  jucundius  de- 
Icctatur  quo  ipsa,  utpote  mater  ejus  effecta,  meruit  alcius  sanctis 
ceteris  in  celestibus  coUocari. 

Cupientes  igitur  ut  ecclesia  sánete  marie  majoriscesarauguste, 
que  in  honorem  ipsius  virginis  glorióse  dicitur  esse  constructa, 
congruis  honoribus  frequentetur,  et  frequentantes,  pro  tali  la- 
bore, perpetué  quietis  muñere  gratulentur,  ómnibus  veré  peni- 
tentibus  et  confessis,  qui  ecclesiam  ¡psam  in  singuÜs  ejusdem 
virginis,  et  sancti  spiritus,  ac  sanctorum  mikaelis  archangeli,  Ja- 
cobi  apostoli,  et  Christophori  martiris,  et  martini  episcopi  et 
confessoris,  in  quorum  honore  in  eadem  ecclesia  altaría  sunt 
constructa  (l),  festivitatibus,  et  per  octo  dies  fcstivitates  ipsas 
immediate  sequentes,  devote  visitavcrint  annuatim,  de  omni- 
potentis  dei  misericordia  et  beatonim  apostolorum  petri  et  paulí 
apostolorum  ejus  auctoritate  confisi,  unum  annum  et  quadra- 
ginta  dies  de  injunctis  sibi  penitentiis  misericorditer  relaxamus. 

Datum  Anagnie,  11  idus  Junii,  pontificatus  nostri  anno  se- 
cundo. 

No  registra  Potthast  esta  bula  (2),  como  ya  lo  dije;  ni  la  cita 
bien  el  P.  Antonio  Arbiol  (3),  ni  D.  Mariano  Nougués  (4),  que 
le  achacan  el  texto  y  la  fecha  del  documento  siguiente. 


(i)     El  de  Santa  Ana  estaría  entonces  en  construcción  ó  se  omitió  di»- 
traidamente  por  el  copista  de  la  bula,  que  original  no  se  encuenti*a. 

(2)  Regesia  PonUficum  Romanarwn.  Berlín,  1875. 

(3)  España  feliz,  páginas  305  y  306.  Zaragoza,  17 18. 

(4)  Historia  crfiica  y  apologética  de  la   Virgen  del  Pilar ^  pág.  61.  Ma- 
drid, 1862. 


450  BOLETÍN   DE  LA  REAL   ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 


Romaj  20  de  Febrero,  Miércoles,  de  1297.  A  todos  los  fieles  que  contri- 
buyan con  alguna  limosna,  ó  con  algún  consejo  para  ella,  á  la  obra  del 
templo  del  Pilar,  que  corría  grave  peligro  de  arruinarse  por  causa  de  su 
nimia  vetustez  y  remota  antigüedad^  ó  lo  visitaren  en  las  festividades  que 
enumeran,  conceden  indulgencias  trece  Prelados:  Nicolás  de  Teano,  Ven- 
tura de  Gubbio,  Guillermo  de  Urgel,  Adenar  de  Huesca,  Femando  de 
Oviedo,  Gerardo  de  Arras,  Fray  Bartolomé  de  Orta,  Leonardo  de  Mothón, 
Fray  Bartolomé  de  Foligno,  Fray  Lamberto  de  Veglia,  Adán  de  Aversa, 
Volrado  de  Brandemburgo  y  Sabas  de  Mileto,  bajo  el  supuesto  de  que  se- 
mejante concesión  fuese,  como  lo  fué,  aprobada  por  D.  Jimeno  de  Luna, 
obispo  de  Zaragoza. — Hállase  continuado  y  copiado  este  instrumento  en 
el  mismo  pergamino  que  contiene  el  traslado  de  la  bula  de  Bonifacio  VIIl. 

Hoc  est  translatum,  bene  et  fideliter  sumptum  a  quodam 
privilegio  ab  Archiepiscopis  et  Episcopis  ad  Ecclesiam  Sánete 
Marie  Maioris  de  Civitate  Cesarauguste  concesso,  cuius  tenor 
talis  est. 

Universis  Christi  fidelibus,  ad  quos  presentes  littere  pervene- 
rint,  Nos,  Dei  gracia  Nicholaus  Tianensis,  Ventura  Eugubinensis, 
(juillermus  Urgeliensis  (l),  Adenarus  Oscensis,  Ferrandus  Ove- 
tensis  (2),  Gerardus  Atrebatensis,  Frater  Bartol(ome)us  Ortensis, 
Leonardus  Mothonensis,  Frater  Bartholonieus  Fulginensis,  Frater 
Lambertus  Veglensis,  Adam  Aversanus,  Vo(l)radus  Brandebur- 
gensis,  Sabba  Militensis  (3),  episcopi,  salutem  in  Domino  sempi- 
ternam. 

Quoniam,  ut  aít  Apostólas,  omnes  stabimus  ante  tribunal 
Christi,  recepturi  prout  in  corpore  gessimus  sive  bonum  sive 
malum,  oportet  nos  diem  messionis  extreme  misericordie  operi- 
bus  prevenire  in  terris  que,  reddente  Domino,  cum  fructu  recol- 


(i)  Fray  Guillermo  de  Moneada,  dominico.  En  1295  estuvo  de  emba- 
jador de  Bonifacio  VIII  en  el  reino  de  Sicilia  y  no  regresó  de  Italia  antes 
de  1298. — Villanueva,  Viaje  literario^  tomoy^i,  liÁg,  107. 

(2)  Femando  Alfonso  Peláez.  Perseguido  por  el  rey  D.  Sancho  ei  Bravo, 
halló  por  este  tiempo  refugio  en  Roma. — España  Sagrada^  tomo  xxxviii,. 
página  218. 

(3)  Murió  en  1298,  sin  que  sepamos  el  mes  ni  el  día.  Tuvo  por  sucesor 
en  aquel  mismo  año  al  monje  cisterciense  Andrés. 


BL  TBBCPLO  DKL  PILAR   Y   SAN   BRAULIO  DB   ZARAGOZA.  45 1 

ligere  Valeamus  ¡n  celis,  firmam  spem  fiduciamque  tenentes  quo- 
niam  qu¡  parce  seminat,  parce  metet;  et  qui  seminat  in  bene- 
diccionibus,  de  benedicionibus  metet  vitam  eternam. 

Cum  igitur  Ecclesia  Sánete  Marie  Maioris  civitatís  Cesarau- 
guste  pre  nimia  vetustate  et  antiquitate  minatur  ruinam,  et  propter 
hoc  reparatione  indigeat  festinata,  ad  quod  sunt  fidelium  subsidia 
plurimum  oportuna,  universitatem  vestram  monemus  et  (h)orta- 
mur  in  Domino  in  remissionem  vobis  peccaminum  iniungentes 
quatonus,  ut  cohoperatores  sitis  opcrum  caritatis  et  píetatis,  ac- 
cedentes ad  vos  eorum  nuncios  benigne  recipere  ac  honeste 
tractarc  curetis,  eis  grata  subsidia  et  pías  heiemosinas  conferen- 
tes;  et  quod  eisdém  contulcritis  in  terris,  curf\  multiplicato  fructu 
recipere  valeatis  in  celis. 

Nos  autcm  dictam  ecclesiam  prosequi  cupientes  spiritali  mu- 
nerum  largitate,  et  nostros  thesauros  spirituales  Christicolis  ape- 
ríre,  quorum  donorum  illecti  salutari  dulcedine,  ad  ipsam  in 
mentís  jubilo  et  hymnis  exultationis  accedant,  et  semper  que- 
rentium  Dominum  fiat  ferventior  devotio  circa  eam;  ut  igitur 
quicumque  hanc  ecclesiam,  benefícia  pctiturus,  ingrediturletetur 
se  impetrasse  in  ea  sue  petitionis  instantiam  humiiem  [et]  in 
eternam  beatitudinem  Christi  futuram;  ómnibus  veré  peniténti- 
bus  et  confessis,  qui  predicte  ecclesie  Hmina  in  ómnibus  festivi- 
tatibus  beatissime  Dei  genitricis  Marie,  et  Sancti  Spirítus,  et 
Sanctissime  Anne  Matris  ejusdem  Dei  genitricis,  Sancti  Jacobi, 
Sancti  Christophori,  Sancti  Michaelis  et  Sancti  Martini,  quorum 
solemnitates  et  mira  in  dicta  ecclesia  celebrantur,  et  omnium 
festivatum  in  octavis  predictorum,  vel  qui  ad  necessitatem  et 
sustentacionem,  luminarium,  hornamentorum ,  pannorum  vel 
aliquorum  aliorum  necessariorum  predicte  ecclesie  pertinencium, 
et  fabrice  vel  structure  seu  reparacioni  dicte  ecclesie  manus 
porrexerínt  adiutrices,  seu  in  extremis  laborantes  quicquam  fa- 
cultatum  suarum  legaverint,  dederint,  vel  quoquomodo  assigna- 
verint,  seu  de  bonis  suis  sibi  a  Deo  coUatis  caritative  contulerint 
ecclesie  prelibate,  vel  ad  hoc  alios  incitaverint,  pro  quacumque 
\'ice  nos,  de  Dei  omnipotentis  misericordia  beatissimeque  semper 
virginis  Marie  et  predictorum  sanctorum  omnium,  necnon  Petri 
et  Pauli  apostolorum  atque  omnium  sanctorum  mentís  et  preci- 
bus  confidentes,  singuli  singulis  singulas  dierum  quadragenas  de 
sibi  iniunctís  et  devote  susceptis  penitencüs,  dummodo  dióCisa^ 
ni  consensus  ad  id  accesserit^  misericorditer  in  Domino  rela- 
xamus. 


452  BOLBTÍN  DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA    HISTORIA. 

In  quorum  omnium  testimonium  sigilla  nostra  presentibus 
sunt  pressa. 

Datis  Rome,  anno  Domini  m.**  ce.**  nonagésimo  séptimo  (l)^ 
indiccione  decima,  Pontificatus  Sanctissimi  Patris  Domini  Bon¡- 
facii  Pape  anno  tercio,  die  mercurii,  xx.°  mensis  Februarii. 

Ad  hec  nos,  Eximinus  Miseratione  divina  Cesarauguste  Epi- 
scopus,  induJgentias  predictorum  prelatorum,  eidem  Ecclesíe 
Sánete  Marie  conccssas,  approbantes  et  videntes,  eisdem  no- 
strum  prebemus  assensum.  In  cuius  testimonium  presentes  sigiUo 
nostro  pendenti  fecimus  comuniri. 

De  todas  las  naciones  cristianas  debieron  aprontarse  recursos 
y  venir  peregrinos  5  la  iglesia  del  Pilar.  El  rey  D.  Jaime  II  se 
cubrió  entonces  de  gloria,  sosteniendo  la  causa  de  Bonifacio  VIII 
contra ,su  propio  hermano  D.  Fadrique,  rey  de  Sicilia.  Casado 
con  Blanca  de  Anjou,  hija  del  rey  de  Ñapóles,  y  distinguido  coa 
favores  extraordinarios  por  el  Jerarca  supremo,  atendió  á  con- 
solidar y  abrillantar  su  poder  dentro  de  sus  Estados  hereditarios 
de  la  Península,  obteniendo  del  Papa  (l.^  Abril  1 297)  facultad 
para  crear  una  Universidad  literaria  que  gozase  de  los  privilegios 
que  tenía  la  de  Tolosa  de  Francia,  con  lo  cual  evitaba  la  expa- 
triación de  la  juventud  estudiosa  y  atraía  la  de  otros  reinos.  A 
este  plan  político  y  religioso  á  la  vez  parece  que  obedeció  el 
auge  que  por  su  parte  prestó  al  esplendor  y  celebridad  del  tem- 
plo y  cabildo  del  Pilar,  como  en  cuatro  desús  diplomas  (17 Oc- 
tubre 1295,  23  Mayo  1298,  28  Mayo  1299,  19  Mayo  I302),que 
he  visto  y  manejado,  se  manifiesta. 


8. 

27  Mayo  1299.  L21  ciudad  de  Zaragoza  concede  amplios  privilegios  en 
personas  y  bienes  á  los  peregrinos  que  de  varias  partes  del  mundo  acu- 
dían á  postrarse  ante  la  Virgen  del  Pilar,  ilustre  por  incesantes  é  innu- 
merables maravillas. — Arm,  i,  caj.  5,  leg.  2,  núm.  8.  Pergamino  original: 
alto  42,  ancho  60  cm.  Cuelga  el  sello  mayor  de  la  ciudad,  que  mide  88  mm. 
<le  diámetro. 

A  todos  á  los  quales  (2)  las  presentes  venrrán.  De  nos  los  ju- 

(1)  En  la  copia:  «octavo»;  error  que  acaso  provino  de  la  fecha  que 
pasa  por  alto  en  la  confirmación,  ó  asentimiento,  prestado  por  D.  Jimeno 
de  Luna. 

(2)  En  el  original  no  se  marca  ningún  acento. 


EL   TEMPLO  DEL   PILAR   Y   SAN    BRAULIO   DE   ZARAGOZA.  453 

radas  prohomes  et  la  Univcrsidat  de  la  Qiudat  de  Zaragoza. 
Muitas  saludes  et  buena  amor. 

Non  solament  en  el  Regno  de  Aragón,  mas  ante  por  toda  Es- 
payna  et  en  muytas  otras  partidas  del  mundo  crehemos  scer 
manifiesto  los  muytos  et  innumerábiles  miraglo§  quél  Nuestro 
Seynor  Jhesu  christo  feitos  a  (i)  et  cada  dia  facer  non  cessa  en 
los  ovientes  (2)  devoción  en  la  gloriosa  ^t  bien  aventurada  vir- 
;  gen  Madre  suya,  Santa  María  del  Piíar^  en  la  Glesia  (3)  de 
Santa  María  la  Mayor  de  lá^  (Jiudad  sbbredita. 

Ond  (4),  como  de  part  de  los  honrados  Prior  et  el  Capítol  de 
la  dita  Glesia  ayamos  entendido  que  algunos,  ovientes  devoción 
en  aquel  santo  lugar,  no  osan  venir  en  los  peregrinajes  ho  ro- 
merías, por  ellos  en  aquel  prometidos,  dubdantes  ser  Peynora- 
dos  ho  marchados  en  la  dita  giudat  por  algunos,  demandaron 
con  gran  instancia  que  sobre  aquesto  deviéssemosJí:<íita  Glesia 
,  de  algún  remedid  provehir.  .    -" 

Nos  empero,  atendientes  que  la  devoción  de  los  fieles  no 
conviene  por  alguna  ocasión  ser  embargada;  por  esto,  por  las 
presentes,  seguramos  todas  et  cada  hunas  personas  venientes  en 
romería  ho  peregrinage  á  la  dita  Glesia  de  Santa  María  et  por- 
tantes seynal  de  aquel.  Así  que  ellos  ni  las  compaynas  et  ^bienes 
que  trayerán  no  sian  peynorados  ni  marchados  por  algún  vegino 
de  la  giudat,  de  venida,  estada  et  tornada,  ni  encara  por  alguna 
otra  persona  extraynya  en  la  dita  giudat,  ni  en  sus  términos,  es 
á  saber,  por  deudos  (5)  en  los  quales  principalment,  ó  por  nop- 
ne  (6)  de  fiadoría  obligados  sian,  ni  por  alguna  otra  razón;  si 
(Iones  (7)  non  será  por  maleficio  que  figicsen,  por  el  cual  convi- 
niese á  ellos  encontinent  responder  et  fazer  dreyto  á  los  querey- 
Uantes. 

En  testimonio  de  la  qual  cosa  las  presentes  mandamos  con  el 
siello  mayor  de  la  (giudat  pendient  seer  siellada. 

Dat(um)  Cesaraug(uste)  vi  Kalendas  Junii,  anno  Domini 
M.**  ce.**  xc.**  nono. 


(i)  Hechos  ha,  ó  tiene  hechos. 

(2)  Habientes. 

(3)  Iglesia. 

(4)  Por  ende,  latín  unde. 

(5)  Deudas,  del  latín  debito. 

(6)  Nombre. 

(7)  '  Si  pues:  del  catalán  doncks^  francés  done. 


454 


Cuelga,  de  cinta  listada  de  blanco  y  rojo,  H  sello  de  cera, 
que  presento,  reducido  á  la  mitad  de  su  grandor,  en  foto- 
grabado. 


Anverso:    León   rampantc,    coronado;   y   en   la  orla  se  lee: 

+SIGrLLVM  C[ON]Cll.Il  CKSARAVGVSTE. 

Reverso;  Muro  con  tres  puertas  y  cuatro  torres.  Debajo,  el 
león.  Encima,  la  cruz  patriarcal,  que  distingue  también  algunas 
monedas  del  Rey  I).  Jaime  I  en  señal  por  ventura  de  haberse 
cruzado  para  la  empresa  ultramarina  en  1269,  que  tan  fatal  ha- 
bía de  ser  á  San  Luis,  rey  de  Francia.  1.a  leyenda  está  sacada 
del  cántico  de  Zacarías  y  alude  á  la  reconquista  de  Zaragoza  por 
el  ejército  de  los  cruzados,  que  acaudillaba  el  rey  D.  Alfonso  el 
Batallador  en  iiiS:  -t-  BENEDICTVS  [DOJMINVS  DEVS 
ISRAIIEL.  Mas  el  UÓn  parece  que  fué  debido,  no  solo  á  este 
monarca,  sino  también  á  su  entenado,  D.  Alfonso  VII  de  Casti- 
lla y  de  León:  el  cual  (Diciembre,  1 136),  al  enseñorearse  de  Za- 
ragoza, se  dirigió  con  acompañamiento  triunfal  al  templo  del 
Pilar,  para  ser  allí  aclamado  y  probablemente  coronado  rey  de 
Aragón,  como  lo  refiere  su  crónica  (I). 


(li     Bspaüa  Sagrada,  tomo  xxi  (a."  «rrtición'l,  pág.  3J4.  Madrid,  trfj- 


EL  TKMPLO  DBL   PILAR   Y   SAN   BRAULIO   DE  ZARAGOZA.  455. 

No  se  conoce  otro  ejemplar  de  este  sello  preciosísimo  sino  el 
que  halló  suelto,  en  el  archivo  municipal  de  Tortosa,  D.  Fer- 
nando de  Sagarra,  y  ha  hecho  público  dos  años  ha  (l),  pero  muy 
gastado  y  de  fecha  insegura. 


9. 

20  de  Diciembre  13 17. — Ofrenda  de  dos  cuartales  de  trigo,  que  debían 
darse  todos  los  años  en  la  fíesta  de  la  Asunción  para  la  obra  de  Santa  Ma- 
ría del  Pilar.  Hizo  este  ofrecimiento  Sancho  López  de  Romeu  Sanz,  veci- 
no de  Sos,  villa  fronteriza  de  Navarra  y  capital  de  partido  en  la  provincia 
de  Zaragoza.  —  Arm.  vi,  caj.  2,  leg.  1,  núm.  3.  Pergamino:  alto  15  cm., 
ancho  26. 

Sepan  todos  que  yo  Sancho  López  de  Romeu  Sang,  fiUyo  de 
Don  Sancho  López  de  Romeu  Sang,  vecino  de  Ssos,  por  muyt 
grant  devoción  que  yo  he  á  Dios  et  á  santa  María  del  Pilar  de 
Zaragoza^  con  pura  et  agradable  voluntat,  con  aquesta  present 
pública  carta  por  todos  tiempos  valedera  et  en  remissión  de  mis 
pecados:  Do  et  assigno  para  todos  tiempos  para  ayuda  de  la  dita 
obra  de  la  dita  eglesia  de  Santa  María  del  Pilar  de  la  dita  ciudat, 
dos  quartales  de  trigo  de  la  messura  de  Ssos,  pagaderos  en  cada 
un  año  á  la  dita  obra,  por  la  fíesta  de  Santa  María  mediant  Agos- 
to, dentro  en  este  dito  lugar  de  Ssos  al  que  por  qualquier  man- 
dadero  que  yes  (2)  et  por  tiempo  será  de  la  dita  obra;  los  quales 
ditos  dos  quartales  de  trigo  quiero  que  aya  la  dita  obra  por  todos 
tiempos  cada  año,  por  la  dita  fíesta  de  Santa  María  mediant  Agos- 
to, sobre  toda  la  part  mía  de  un  molino  et  en  la  rueda  de  aquel, 
sitiado  en  término  del  dito  lugar  de  Ssos,  que  yes  clamado  la 
Rueda  de  la  mañana;  el  qual  molino  et  Rueda  affruentan  con 
huerto  de  Don  Julián  Pérez  de  Pomera,  et  con  vinya  de  Doña 
María  Eneguiz  madre  de  Don  Gil  Martinet  cavalleyro,  et  con  el 
Río  mayor  (3).  Et  yo  cstabléscome  seer  fíanza  de  salvo  por  ser 
ende  los  ditos  dos  quartales  de  trigo  á  la  obra  de  la  dita  eglesia 
de  Santa  María  del  Pilar  por  todos  tiempos  cada  año  por  el  dito 


(i)    Importancia  de  la  sigilografía.  Memoria  leída  en  la  Real  Academia 
de  Buenas  Letras  de  Barcelona  en  15  de  Marzo  de  1902. 

(2)  Allí  es. 

(3)  Onsella. 


456  -  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

tiempo  como  dito  es.  Doy  obligación  de  todos  mis  bienes  movi- 
bles et  semovyentes  en  todo  lugar.  Presentes  testimonios  son 
desto  Don  Bartholomé  de  Castillejo  clérigo  et  Juhán  Nicolau  ve- 
cinos de  Qaragoga.  Feyto  fué  esto  xx  días  entrado  el  mes  de 
Deciembre.  Era  m."  ccc*  Quinquagesima  et  Quinta. 

Sig+no  de  mí,  Juhán  Pérez  de  Quinto,  notario  público  de  Za- 
ragoza, qui  de  la  suma  por  mí  recebida  (e)sto  screbir  fice. 


10. 

Martes,  31  Enero  de  1324  (déla  Encarnación  1323). — Cuentas  de  la 
fábrica  del  trascoro  y  altares  de  Santa  María,  rendidas  por  el  obrero  del 
Pilar  al  Prior  y  á  tres  canónigos  del  Cabildo. — Arm.  vi,  caj.  4,  núm.  12. 
Pergamino  roto,  alto  142  mm.,  ancho  210. 

Sepan  todos  que  día  martes,  postremo  día  del  mes  de  Janero 
anno  Domíni  m.**  ccc**  xx°  iij,  present  mí,  notario,  á  los  testimo- 
nio de  iuso  sequentes:  Delant  el  altar  de  Santa  María  del  Pilar 
de  la  Eglesia  de  Santa  María  la  mayor  de  Zaragoza,  don  Arnalt 
de  Sisear  Obrero  de  la  ditta  Eglesia  dio  Contó  á  los  hondrados 
Religiosos  don  Gil  Martínez  de  Oblitas  prior,  et  á  don  Martin  de 
Tabuenca  Sozprior  et  don  Martín  Cerón  almosnero,  et  á  don 
Johán  Danfisán  canonge  de  la  ditta  Eglesia,  de  todo  el  traschoro 
del  ditto  pilar,  et  del  altar  de  Santa  María,  et  del  altar  de  Santa 
Anna;  del  qual  contó  los  dittos  prior  et  sozprior  et  almosnero  et 
Don  Johán  Danfisán  canonge  ífueron  bien  pagados  por  Razón 
que  todas  las  cosas  que  fueron  scriptas  en  el  inventario  feyto  del 
ditto  traschoro  x°  iij  días  entrada  del  mes  de  octubre  próximo 
pasado  (l),  fueron  allí  por  presentadas  et  trobadas.  Et  los  sobre- 
dittos  prior  et  sozprior  et  almosnero  et  Don  Johán  Danfisán  ca- 
nonge et  el  ditto  obrero  Requirieron  á  mí,  notario  que  [desto 
como  pasó]  fiziese  carta  pública.  Et  presentes  testimonios  son 
desto"  don  Pedro  Sánchez  de  Aviego  vicario  de  la  sobreditta 
Eglesia  et  don  Guillen  de  Rebla  vezino  desta  ciudat. 

Sig+no  de  mí,  Juan  Pérez  de  Quinto,  notario  público,  que  á 
las  cosas  sobredittas  present  fui. 

Para  mayor  ilustración  de  la  nueva  obra,  ó  reedificación  del 
templo,  que   con   tanta   eficacia    habían   promovido  el  obispo 


(i;    Jueves,  13  Octubre  1323. 


ELTXMPLO   DEL   PILAR   Y    SAN   BRAULIO  DE  ZARAGOZA.  457 

D.  Hugo  de  Mataplana,  el  papa  Bonifacio  VIII,  los  prelados  do 
varias  naciones  de  la  cristiandad  y  el  Ayuntamiento  de  Zarago- 
za, según  arriba  queda  expuesto,  se  conserva  en  el  archivo  del 
Pilar  (Arm.  vi,  caj.  4,  leg.  25,  núm.  i)  el  libro  de  Cuentas  de  la 
obra  del  ano  1324. 

U. 

Aviñón,  S  Julio  1399.— Letras  testimoniales  de  las  indulgencias  otorga- 
das, diez  días  antes,  á  la  milagrosa  Capilla  del  Pilar,  en  el  claustro  de  la 
colegiata  de  Santa  María  la  Mayor  de  Zaragoza,  y  concurridísima  de  pere- 
grinos. Es  diploma  original  é  inédito,  de  mucho  interés  para  la  historia  <\v 
los  Papas  de  Aviñón,  refr^dado  en  súplica  por  P,  de  AUtis.  Mide  28  cm. 
tic  alto  por  36  de  ancho. — Arm.  r,  caj.  2,  leg.  i,  núm.  4. 

Universis  Christi  ñdelibus  Ferdinandus  (l)  miseracione  divina 
Basilice  Duodecim  Apostolorum  de  Urbe  sánete  Romane  eccie- 
síe  presbyter  Cardinalis,  salutcm  in  Dómino. 

Pridem  (2)  Sanctissinius  in  Christo  pater  et  dominus  nos-'' 
ter,  Dominus  Benedictus  divina  providencia  Papa  XIII."»,  dum 
precelsa  meritorum  insignia  quibus  regina  celonim,  virgo  De¡ 
genitrix,  gloriosis  sedibus  predita  sydereis  quasi  stella  matutina 
prerutilat,  devote  consideracionis  indagine  perscrutans,  dum 
eciam  infra  pectoris  archana  revolvcns  quod  ipsa  utpote  mater 
misericordie,  píetatis  amica,  humani  gencris  consolatrix,  pro  sa- 
lute  ñdelium  qui  delictorum  onerc  pregravantur  sedula  exora- 
trix  et  pervigil  ad  regem,  qucm  genuit,  intercedit,  dignum  quin- 
ymo  debitum  reputavit  ut  ecclesias,  honorc  sui  nominis  dedica- 
tas,  graciosis  remissionum  prosequatur  impendiis  et  indulgencía- 
rum  muneribus  relevet. 

Postmodum  i  taque  per  eumdem  dominum  nostrum  Papam, 
accepto  quod  Capella  beate  Marie  del  Pilar  vulgariter  nuncupa- 
ta,  in  claustro  Ecclesie  CoUegiate  sánete  Marie  maioris  Cesarau- 
gustane  instituta,  in  qua  cottidie,  quasi  hora  crepusculi.  Salve 
Regina  cum  versiculis  et  diversis  oracionibus  pro  statu  romaní 
ponttñcis  et  sánete  matris  ecclesie  ad  honorem  beate  Virgen ¡s 
devote  decantátur,  ibidemque  tam  in  eiusdem  beate  Marie  Do- 
mioi  nostrí  Ihésu  Christi  genitricis,  quam  Sánete  Anne  eiusdem 


(i)    Fernando  Pérez  Calvillo,  obispo  de  Tarazona. 

(2)    Desde  su  elevación  al  Pontiñcado  en  2%  de  Septiembre  de  1394. 


45^  BOLETÍN  DB   LA    REAL   ACADEMIA  DE  LA   HISTOKIA. 

genitricis  matrís,  beatoriim  Brauli  Episcopi  ac  Laurencií  et  Vin-- 
cencii  martirum  festivitatibus,  et  cottidie  dicta  hora  crepusculi, 
dum  ibidem  dicta  salutacio  Salve  Regina  decantatur,  propter 
magna  et  crebra  miracula  que  Deus  precibus  et  meritís  eiusdem 
beate  Mario  inibi  operatur  de  diversi  mundi  partilms  populi  mul- 
titudo  affluere  consuevit,  libris,  ornamentis  et  luminaribus  ad 
div'ina  officia  necessariis,  necnon  in  alus  edificiis  et  suis  repara - 
cionibus  indigero  iioscatur,  pro  quibiis  Christi  fidclium  elcmosi- 
ne  sunt  plurimum  oportuno: 

Cupiens  capollam  ipsam  congruis  honoríbus  frequcntari  iit 
Christi  fidolos  eo  libencius  causa  devocionis  confluercnt  ad  oan- 
dom,  quo  ¡bídom  uberius  dono  cclestis  gracia  conspexerint  se 
refectos,  de  omnipotentis  dei  misericordia  et  beatorum  petrí  et 
pauli  apostolorum  cius  auctoritate  confisus,  dio  vigésima  octava 
mensis  Junii,  pontificatus  sui  anno  quinto,  nobis  (l)  presentibus, 
ómnibus  veré  penitentibus  ot  confessis  qui  in  nattvitatis,  annun- 
ciacionis,  puriñcacionis,  assumpcionis  beate  marie  virg^nis,  ncc- 
^non  beatorum  brauli  Episcopio  laurencii  et  vincencü  martirum,  et 
sánete  anne  dicte  genitricis  Domini  nostri  Jhesu  Christi  matris, 
festivitatibus  et  per  octavas  earumdem  festivitatum,  singulis  ví- 
delicet  festivitatum  predictarum  quinqué  annos,  octavar um  vero 
predictarum»  quibus  Capellam  ipsam  devote  vísitaverint  et  ad 
reparacionem  huiusmodi,  sive  pro  libris  ornamentis  luminaribus 
aut  jocalibus  ni  Capolla  necessariis  habendis  vel  ímparandis  ma- 
nus  porrexerint  adiutrices  quinquaginta  dies;  necnon  singulis 
dtebus  tocius  anni,  qui  in  decantacione  dicte  salutacíonis  inter- 
fuerint,  centum  dies  de  iniunctis  eis  penitencíis  misericorditer 
relaxavit. 

Ceterum  ut  omnia  ot  singula,  que  per  eosdem  ñdetes  pro  re- 
laxacionís  gracia  consequenda  offerri  contigerít,  in  usus  ad  quos 
oblata  vel  donata  fuerint  integre  convertantur,  ídem  doiñinus 
noster  papa,  dicta  die,  sub  interminacione  diviní  judicü  distric- 
cius  inhibuit  ne  quis,  cuiuscumque  status  condicionis  vel  dígníta- 
tis  existat,  quicquam  de  oblatis,  vel  donatis  ipsis,  sibi  aliquatenus 
appropiet  vel  usurpet;  volens  nihilominus  quod  si  quis  hoc  atten- 
tare  presumpserit,  non  pos:it  a  reatu  presumpcionis  huiusmodi 
ab  aliquo  ntsi  apud  sedem  Apostoltcam,  ac  satisfaocioAe  debita 


( i )    £1  cardenal  obispo  de  Taraaona. 


BL  TEJiPLO   DEL  PILAR  Y  SAN  BRAUUO  DE  ZARAGOZA.  459 

peí*  eumdem  de  hiis,  que  sibi  appropiaverit  vel  usurpaverit,  rea- 
liter  prius  impensa,  ni  si  in  mortis  articulo,  absolucionis  bene- 
ñciuíu  obtinere. 

Veruní,  cum  propter  nonnullas  persecuciones,  satis  toti  orbí 
notorias  (l),  proh  dolor!  eidem  domino  nostropape  oblatas  obsi- 
dionemquc  manifestam  in  qua  Avenionc  in  palacio  apostólico 
per  octo  menses  et  ultra  detentus  est,  ac  substraccionem  bulle 
principalis  sibi  factam,  littere  Apostolice  super  indultis  huiusmodi 
more  sólito  buUari  et  expediri  non  potiurínt  ñeque  possint  (2), 
Ídem  dominus  noster  papa  nobis,  Ferdinando  Cardinaü^prefato, 
oráculo  vive  vocis  comisit  atque  mandavit  quatinus  litteras  testi- 
moniales supor  indultis  huiusmodi  sub  nostro  sigillo  duxerimtis 
concedendas,  ut  Christi  ñdeles  eo  libencius  ad  dictam  Cappellam 
visitandam  et  alia  premissa  complenda  invitentur  quo  dono  ce- 
lestis  gracie  inibi  noverint  se  refectos. 

Voluit  autem  memoratus  dominus  noster  papa  quod  presentes 
nostre  littere  ad  probandum  plene  omnia  et  singula  suprascripta 
ubique  suííiciant,  nec  ad  id  alteríus  probacionis  adminiculum  re- 
quiratur. 

In  quorum  omnium  et  singulorum  ñdem  et  testimonium  pre- 
missorum,  presentes  nostras  litteras  nostri  sigilli  (3)  fecimus 
appensione  muniri. 

Datis  Avenione,  sub  anno  a  nativitate  Domini  milésimo  tre- 
centesimo  nonagésimo  nono,  indiccione  séptima,  die  vero  octavo 
mensis  Julii,  Pontificatus  prefati  domini  nostri,  domini  Benedicti 
divina  providentia  pape  XIII  anno  Quinto. 

La  capilla  gloriosísima  del  Pilar,  como  la  Gruta  de  Belén, 
y  la  Santa  Casa  de  Loreto,  era  entonces,  y  siempre  lo  ha  sido, 
parte  principal  y  nuncupativa  del  templo.  En  1435  ^"é  pá- 
bulo de  las  llamas,  que  también  echaron  á  perder  las  capillas  y 
«edificios  del  atrio  interior,  pero  respetaron,  como  por  milagro, 
la  sagrada  efigie  de  la  Virgen.  De  la  historia  del  templo  del 
Pilar   en   el  siglo  xv  ha   tratado   luminosamente   el    Sr.   Nou- 


íi)    Véase  Zurita,  libro  x,  cap.  68. 

(2)  Clara  prueba  de  la  opresión  que  la  Curia  sufría.. 

(3)  El  sello  ha  desaparecido.  El  escudo  de  armas  de  este  cardenal, 
obi^o  de  Tarazona,  está  descrito  en  el  tomo  xjlix  de  la  EspCMü  Sagrada, 
pág.  213:  «Cuatro  cuarteles  contrapuestos;  dos  con  bandas  amarillas  en 
campo  rojo,  y  los  otros  dos  con  cruces  amarillas  en  campo  azul.» 


460  BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

gués  (l)  realzándola  con  un  plano  (2),  que  hay  en  el  Archivo. 
Réstame,  entre  tantos  documentos  de  aquella  época  inéditos 
que  he  tenido  á  mi  disposición,  escoger  y  presentar  el  más  so- 
bresaliente. 


12. 

Santa  iMaría  la  Mayor  de  Roma,  23  de  Septiembre  de  1456.— Bula  de 
Calixto  III,  donde  narra  la  tradición  histórica  del  Pilar  y  recomienda  su 
devoción  á  loS  fieles  de  todo  el  mundo. — Arm.  i,  caj.  2,  leg.  1,  núm.  5.  Per- 
gamino original  que  mide  34  cm.  de  alto  por  56  de  ancho  y  lleva  colgado 
el  sello  de  plomo. 

Calixtus  Episcopus  servus  servorum  Dei,  Uníversis  Christi  fide- 
libus  praescntcs  litteras  inspecturís  Salutem  et  Apostolicam  be- 
nedictioncm. 

Etsi,  Propheta  dícentc,  Dominum  in  Sanctis  suis  deceat  col- 
laudare,  ¡n  il!a  tamen  per  quam  humano  generi  salus  seterna 
apparuit  gloriosa  Beata  Maria  semper  Virgine  Christifera  eo  ce- 
lebrius  Dcum  laudan,  et  benedici,  fundatasque  in  ipsius  honore 
Hasilicas  a  Christi  fidelibus  de\'Otius  vcnerari  convenit,  quo  ipsa 
Virgo  Sanctissima  Redemptoris  nostri  mater  effecta  meruit  in 
(^oelis  prae  ceteris  Sanctis  sublimius  \'cnerari  et  super  Choros 
Angelorum  etiam  exaltan. 

Cum  itaquc,  sicut  accepimus  Ecclesia  Monasterii  per  Prioreni 
soliti  gubernari  ejusdem  Beata?  Maria  de  Pilar  i  nuncupata  Civí- 
tatis  Caesaraugustanae  Ordinis  Sancti  Augustini,  inter  canteras 
sub  vocabulo  dictíE  Beatas  Mariaí  Filcclesias  Prima,  BeatíF  Ma- 
rice  de  Pilar  i  nuncupata,  fundata  fore  noscatur,  in  qua  dicta 
Beata  Maria  antcquam  ad  Coelos  assumeretur  cum  Jesu  Christo 
filio  suo,  et  Domino  nostro.  Beato  Jacobo  majori  \x\  Columna 
marmórea  apparuit,  et  ob  hoc  ipsa  Ecclesia  nomen  Beatae  Maria; 
de  Pilari  assumpsit  ac  inibi  quamplurima  et  infinita  miracula 
divina  ex  promissionc  dietim  fiunt,  nec  non  Christi  fideles  cum 
magna  devotione  et  veneratione  imaginem  ejusdem  Beatas  Ma- 
riae  et  ejus  filii  in  quadam  Capella  ipsius  Ecclesiae,  quae  de  man- 
dato dictae  Beatas  Mariae  per  dictum  Beatum  Jacobum  fabricata 


(i)    Historia  crítica  y  apologética  dt  la  Virgen  nuestra  Señara  del  Pilar, 
páginas  277-295. 
(2)    Pág.  262. 


DEL   PILAR   Y   SAN    BRAULIO   DB   ZARAGOZA.  46 1 

et  Camera  Angélica  De¡  genitricis  de  Pilan  nuncupata  et  appel- 
!ata  extitit,  colunt  et  venerantur,  ac  cum  magna  devotione  visi- 
tare non  cessant,  et  ad  quam  Capellam  dilecti  filii  Prior  et  Con- 
ventus  dicti  Monasterii,  necnon  Nobilis  Vir  Ximinus  Durrea  Varo 
ac  dilecta  in  Christo  filia  nobilis  mulier  Beatrix  de  Bolea,  alias 
Durrea,  ipsius  Baronis  conthoralis  singularem  gerunt  affectum: 

Nos,  cupientes  ut  dicta  Capella  congruis  honoribus  frequente- 
tur,  ac  in  suis  structuris  et  iEdificiis  debite  manu  teneatur,  re- 
paretur  et  conservetur,  necnon  ipsi  fideles  eo  libentius  ad  ipsaní 
Capellam  causa  devotionis  ad  ipsam  confluant,  et  ad  manuten- 
tionem,  reparationem  et  conscrvationem  illius  manus  promptius 
porrigant  adjutriccs,  quo  ex  hoc  ibidcm  dono  Coelestis  gratiae 
uberius  conspcxerint  se  rcíectos;  de  omnipotentis  Dei  misericor- 
dia, ac  Beatorum  Petri  et  Pauli  Apostolorum  ejus  auctoritato  con- 
fisi,  ómnibus  veré  poenitentibus,  ct  confessis  utriusque  sexus,  qui 
Annuntiationis,  Assumptionis,  Nativitatis,  Purificationis,  Concep- 
tionisy  Expectationis,  Visitationis  ad  Beatam  Elisabeth,  ac  etiam 
in  ejusdem  Beatae  Mariae  de  Nive,  necnon  Sanctae  Annae,  et  dicti 
Beati  Jacobi  majoris,  ac  Sancti  Braulii  cujus  corpus  in  dicta 
Ecclesia  requiescit^  festivitatibus  a  primis  Vesperis  usquo  ad  se- 
cundas Vesperas  inclusve  dictam  Capellam  devotc  visitaverinl 
annuatim,  ac  manus  porrexerint  ut  praefertur,  singulis  videlicet 
festivitatum  septem,  necnon,  singulis  diebus  octavarum  festivi- 
tatum  earumdem,  dúos  annos  ct  totidem  Quadragesimas,  qui 
vero  singulis  diebus  Sabbatinis  cum  cantatur  Salve  Regina  in- 
terfuerint,  centum  dies  de  injunctis  eis  poenitentiis,  in  domino 
misericorditer  relaxamus,  praesentibus  perpctuis  futuris  tompo- 
ribus  duraturis. 

Datum  Romae  apud  Sanctam  Mariam  Majorem  Anno  Incar- 
nationis  Dominicae,  millesimo  quadringcntesimo  quinquagesimo 
sexto,  Nono  Kalcndas  Octobris,  Pontificatus  nostri  anno  secundo. 

Flórez,  al  publicar  esta  bula  (l),  abrigó  ciertas  dudas  sobro 
su  contenido  (2).  La  he  trasladado  fielmente  del  original,  refren- 
dado por  Juan  de  Crcmoni. 

Madri<1,  29  de  Abril  de  1904. 

Fidel  Fita. 


(i)  España  Sagrada,  tomo  111  (2.*  edición),  páginas  435  y  436,  Ma- 
drid, 1754. 

(2)  <cAssi  se  halla  la  Copia,  que  parece  tiene  algunos  defectos  mate- 
riales.» 


NOTICIAS 


Aprobando  el  razona<lo  Inlonnc  ele  sus  indivi<iuos  de  número,  D.  José 
Gómez  de  Arteche  y  D.  Eduardo  de  Hinojosa,  acordó  la  Academia  por 
voto  unánime  proponer  al  Gobierno  de  S.  M.  que  el  templo  metropoli- 
tano del  Pilar  de  Zaragoza  sea  declarado  monumento  histórico  nacional. 
Acordó  igualmente  celebrar  sesión  pública  el  Domingo,  27  de  Noviembre 
del  presente  año,  al  cumplirse  el  cuarto  centenario  de  Isabel  la  Católica, 
cuyo  elogio  ha  sido  confiado  al  Exrmo.  Sr.  Conde  de  Cedillo. 


El  día  2  de  Mayo  ha  fallecido  en  Madrid  el  Excmo.  Sr.  D.Juan  Crooke 
y  Navarrot,  Conde  Viudo  de  Valencia  de  Don  Juan  y  Académico  de  nú- 
mero. 

En  la  sesión  del  sábado  26  de  Marzo  la  Academia  recibió  con  aprecio 
la  obra  que  nuestro  infatigable  y  distinguido  correspondiente  Mr.  Émile 
Longin  acaba  de  publicar,  titulada  Journal  des  campagnes  du  Barón  Periy, 
chirtirgien  en  che/  de  la  Grande  Armce  ( 1 754-1825)  puhlU  d'aprés  Us  manus- 
crits  inédits  (1).  En  estilo  conciso,  pen)  animado  y  pintoresco,  refiere  el 
Barón  de  Percy  la  parte  que  como  cirujano  tomó  en  las  campañas  de 
Helvecia,  Alemania  y  Polonia.  La  parte  más  interesante  para  nosotros  es, 
sin  embargo,  la  que  se  refiere  á  la  campaña  de  España  en  los  años  de  1808 
y  1809,  relatada  en  los  tres  últimos  capítulos.  Importantes  y  curiosas  son 
las  noticias  que  da  como  testigo  de  vista,  así  sobre  los  hospitales  españo- 
les como  sobre  los  que  improvisaron  los  franceses.  Pinta  con  vivos  colo- 
res el  estado  de  ruina  y  desolación  en  que  se  encontraban  nuestras 
ciudades,  villas  y  lugares;  cuenta  episcnlios  y  detalles  por  todo  extremo 
interesantes  que  en  nuestro  país  le  ocurrienm;  y  viene  á  demostrar  el 
desorden  que  en  punto  á  asistencia  médica  sufría  el  ejército  invasor, 
disculpable  solo  por  el  asombroso  número  de  enfermos  y  de  heridos  que 


(i)     Con  introducción  por  Mr.  Longin  y  un  retrato  del  autor.  París,  Plon,  1904«  Un 
volumen  en  8.*  mayor  de  LXxn-537  páginas. 


NOTICIAS.  463 

por  todas  partes  iba  dejando.  Irún,  Tolosa,  Miranda,  Burgos,  Madrid,  Tor- 
desillas,  Benavente,  Valladolid,  Segovia,  Escorial,  son  las  poblaciones 
de  que  más  se  ocupa,  por  haber  residido  en  ellas  más  tiempo,  sin  perjui- 
cio de  referir  en  sus  notas  de  viaje  el  estado  de  los  pueblos  por  donde 
caminaba.  He  aquí  cómo  muestra  algunos  pasajes  de  esta  obra:  «Miranda 
ha  sido  horriblemente  saqueada  por  nuestras  gentes.  Todavía  están  ar- 
diendo tres  casas.  En  ninguna  parte  fueron  nuestros  soldados  tan  ávidos 
de  botín  ni  tan  atroces  en  sus  latrocinios.  Todo  lo  han  saqueado;  han 
violado  las  sepulturas  <le  las  iglesias  ,  incendiado  los  altares,  robado  los 
ornamentos  y  los  vasos  sagrados.  E^  un  espectáculo  que  causa  horror.  El 
hermoso  convento  de  los  franciscanos  que  les  ha  servido  de  cuartel  con- 
viene mucho  para  hospital;  pero  ¿dónde  hallar  provisiones,  alimentos, 
ropa  y  hombres?  Yo  he  visto  correr  á  raudales  el  vino,  y  al  soldado  ebrio, 
ó  ávido  de  embriagarse,  entrar  en  las  cuevas  llegándole  el  vino  á  media 
pierna.  Harina,  trigo,  cebada,  muebles,  todo  está  allí  revuelto.  Sostiénese 
el  fuego  de  los  vivaques  con  marcos  dorados,  balaustradas,  fragmentos 
de  altares;  y  aunque  algun^íS  se  indignan  ante  estos  espectáculos,  nadie 

se  atreve  á  reprimir  tan  execrables  acciones Al  fin  estoy  en  Burgos 

después  de  una  larga  jornada  de  doce  leguas  de  Francia.  Todo  está  cu- 
bierto de  cadáveres  alrededor  de  la  capital  de  Castilla  la  Vieja.  Los  espa- 
ñoles han  sido  allí  derrotados  y  hechos  pedazos  el  día  12.  Se  ocupan  ahora 
en  enterrar  á  los  muertos,  que  sus  compatriotas  desnudan  antes.  El  sol- 
dado español  es  fuerte,  pero  sucio  y  mal  vestido Faltan  expresiones 

para  pintar  los  horrores,  los  abominables  excesos  con  que  la  soldadesca 
se  ha  manchado  en  Burgos  el  mismo  día  y  al  siguiente  de  su  entrada  en 
esta  ciudad  justamente  célebre,  y  que  sin  este  pillaje  nos  hubiera  com- 
pletamente suministrado  todo  lo  que  hubiéramos  necesitado.  Los  frailes 
y  los  principales  vecinos  huyeron  espantados.  El  soldado,  ardiendo  de 
coraje,  y  no  escuchando  la  voz  de  sus  jefes,  se  ha  arrojado  como  devo- 
rante lava  en  las  iglesias,  en  las  casas,  en  los  conventos;  no  ha  perdonado 
nada;  los  tabernáculos,  las  sacristías,  los  muebles,  los  suelos,  las  tumbas, 
todo  ha  sido  roto,  arrancado,  levantado  y  revuelto  para  encontrar  oro  y 

alhajas Yo  estoy  alojado  en  casa  de  un  canónigo  que  dicen  ha  muerto, 

y  todo  en  ella  está  de  arriba  abajo  en  desorden,  desde  la  cueva  al  gra- 
nero  La  ciudad  de  Burgos  no  es  más  que  una  cloaca.  Todas  las  casas 

están  llenas  de  franceses,  que  se  han  hecho  más  sucios  que  los  españoles. 
Hay  caballos  y  muías  en  todas  las  calles,  en  todos  los  claustros,  en  todas 
las  iglesias.  Las  calles  están  de  tal  suerte  cubiertas  de  excrementos  que 
no  se  sabe  dónde  poner  el  pie:  el  lodo,  el  estiércol,  los  orines,  los  des- 
piojos  de  las  carnes  causan  un  hedor  insoportable.  El  patio  de  la  residen- 
cia de  S.  M.  no  está  mejor  que  el  resto  de  la  ciudad La  Guardia  impe- 
rial, especialmente  la  de  á  pie,  está  embriagada.  Se  ha  encontrado  vino 


464  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADBMIA  DE  LA   HISTORIA. 

por  todas  partes  y  se  ha  abusado  de  él.  Los  caminos  están  sembrados  de 
granaderos  de  la  Guardia  muertos  de  borrachera,  habiendo  perdido  unos 
su  morrión ,  otros  su  iusil,  y  sin  embargo  en  cada  parada  ó  alto  se  bebe 
más  y  más.  El  vino  corre  abundante  por  todas  partes  y  se  marcha  sobre 
odres  y  botas.  Es  vino  del  año,  que  es  muy  fuerte,  no  fermentado  por 
completo ,  y  que  produce  borrachera  prolongada,  brutal,  acompañada  de 
vómitos  y  seguida  ordinariamente  de  diarrea.  Más  de  doscientos  hom- 
bres pasarán  la  noche  tendidos  en  tierra  al  descubierto Cuando  yo 

volvía  de  Aranda  encontré  á  la  entrada  del  puente  á  S.  M.  (el  Empera- 
dor Napoleón)  que  me  pidió  nuevas  de  mi  servicio  y  de  los  hombres  de 
su  Guardia  que  tanto  bebieron  en  Lerma.  Le  acompañé  hasta  el  extremo 
del  puente  conversando  con  él.  ¡Qué  cabeza!  ¡Qué  cuerpo!  Ayer  este 
hombre,  más  asombroso  cada  día,  ha  venido  de  Burgos  á  Aranda  siempre 
al  galope  y  sin  haber  cambiado  de  caballo  más  que  tres  veces:  hay  de 
distancia  veinte  y  seis  leguas.  Hoy  está  á  caballo  desde  las  nueve  de  la 
mañana ,  viéndolo  todo,  ordenándolo  todo ,  pasando  revista  á  un  cuerpo, 
haciendo  marchar  á  otro,  etc.» 


Asimismo  ha  recibido  la  Academia  con  singular  agrado  la  obra  Monas* 
tici  Augusiiniani  R.  P.  tr.  Nicolai  Crusenii  contínuatto  atquc  ad  iÜud 
additamtnta  sive  Biblictheca  manualis  AugusUnianaf  in  qua  hreviUr  rucn- 
sentur  Atigustinetises  utriusque  sexus  virtuU^  litteris,  dipiitaU  ac  mtritís 
insignes^  ab  atino  1Ó20  usquc  ad  ijoo.  Auctore  P.  M.  Fr.  Thyrso  López 
Bardon.  Operis  volumen  secundum. — Vallisoleti,  auno  1903.  En  4.**,  622 
páginas. 

La  empresa  de  continuar  la  Biblioteca  Augusiiniana  del  P.  Crusenio  era 
ciertamente  difícil,  por  ser  tan  vasta  la  bibliografía  de  una  Orden  reli- 
giosa que  cuenta  muchos  y  muy  reputados  escritores;  pero  el  P.  Tirso 
López  la  ha  llevado  á  cabo  con  tal  destreza  y  erudición,  que  por  ello  me- 
rece el  aplauso  unánime  de  los  doctos. 


Les  Celtes  depuis  les  iemps  les  plus  anciens  jusquen  Van  100  avant  notre 
IrCy  par  H.  D'Arbois  de  Joubainville,  membre  de  l'Institut,  professeur  au 
Collége  de  France. — En  12.**,  págs.  xii  4-219.  París,  1904. 

Esta  nueva  y  reciente  obra  de  Mr,  D'Arbois  de  Joubainville,  individuo 
Honorario  de  nuestra  Academia,  es  digna  ampliación  y  complemento  de 
laque  fué  objeto  de  extenso  informe  en  el  tomo  xl,  págs.  529-541  del 
Boletín,  acrecentando  el  rico  tesoro  de  los  datos  seguros  que  ya  posee- 
mos acerca  de  la  historia  de  los  Celtas  y  Celtíberos  españoles. 

F.  F.— A.  R.  V. 


/  ^ 


\ 


r 


^ 


£1  Boletín  de  la  Real  Academia  de  la  Historia  se  publica  todos 
ios  meses  en  cuadernos  de  8o  ó  más  páginas,  con  sus  correspondientes 
láminas^  cuando  el  texto  lo  exige,  formando  cada  año  dos  tomos  con  sus 
portadas  é  índices. 

Las  suscripciones  dan  principio  en  Enero  y  Julio  de  cada  año. 

« 

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Madrid.  .  .     6  meses Pesetas  9 

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Provincias.     Un  año —  20 

Extranjero —  22 

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ejemplar  á  mitad  de  precio  en  el  despacho  de  la  Academia. 

Los  cuarenta  y  tres  tomos  publicados  se  hallan  de  venta  á  los  pre- 
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RILLO,  AlcalÓL,  7,  Madrid,  Cínico 'enoargado  de  servir 
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cios ,  siempre  que  hagan  pedido  directo  con  su  firma. 

A  los  libreros  que  tomen  cualquier  número  de  ejem- 
plares se  les  hará  una  rebaja  conveniente,  según  la  cos- 
tumbre recibida  en  el  comercio  de  librería. 


/3./ 


BOLETÍN 


DE  LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


TOMO  XLIV.— CUADERNO  VI 


JUNIO,  1904 


MADRID 

ESTABLECIMIENTO    I IPOGRÁFICO   DK  FORTANEl 

IMPRESOS    DI    LA    REAL    ACAOSÜflA    DR    LA    HISTORIA 

CsUe  de  la  Libertad,  núm.  29 

I     904 


SUMARIO  DE  ESTE  CUADERNO 


P¿gs. 

Informes: 

I.  El  Emperador  Carlos  V y  su  corte.  {i^^22'iS39') — A.  Rodrí- 

guez Villa 465 

II.     La  batalla  de  Rocroy. — A.  R.  V 507 

III.  Comisión  provificial  de  monumentos  de   Córdoba.  —  Enrique 

Romero  de  Torres ' 516 

IV.  Sobre  declaración  de  mofiumento  7tacional  al  templo  de  Nucs^ 

ira  Señora  del  Pilar,  de  Zaraí^oza. — El  Secretario 519 

m 

V.     La  fiueva  lápida  romana  de  Ibahcrnando. — ^Jiian  Sanguino  y 

Miguel 524 

Variedades: 

1.     El  Pilar  de  Zaragoza.  Su  templo  y  su  tradición  histórica 

hasta  el  aiio  1324. — Fidel  Fita 525 

II.  Notas  históricas  referentes  al  reinado  de  doria  Isabel  la  Ca^ 

tólica. — Manuel  G.  Simancas 545 

III.     Nueza  iriscripción  romana  de  Cabra ^  en  la  prozúm-ia  de  Cór- 
doba.—Fiúcl  .Fila 551 

Noticias 554 

índice  del  tomo  xuv í  .  .  • 558 


TOMO  xLiv.  Junio,  1904.  cuaderiIo  vi. 


BOLETÍN 


DE    LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


■♦  >*<  « 


INFORMES 


I. 

EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE. 

(1522-1539)  (1). 

246. 

(ContimiCLCión.) 

Las  nuevas  que  V.  M.  escribió  de  la  victoria  del  Sufí  contra 
el  turco,  tenia  S.  M.  aviso  dello  por  via  de  Italia.  Plegué-  á  Dios 
sea  verdad. 

A  mos.  de  Granvela  hablé  lo  que  V.  M.  manda  para  que  su 
cuñado  se  dexase  de  seguir  el  pleito  por  la  via  que  lo  lleva  en 
Besangon;  á  lo  cual  me  respondió  que  los  de  Ingleset  no  tenían 
justicia,  porque  el  pleito  era  de  eclesiástico  á  eclesiástico  y  so- 
bre cosa  de  la  iglesia,  y  que  era  sufragano  Abisnisen,  donde  lo 
semejante  se  juzgaba,  y  que  alguno  del  regimiento  debia  tocar 
el  proceso  de  donde  hacian  á  V.  M.  tal  reporte,  de  que  se  ma- 
ravillaba; no  embargante  él  lo  escribe  á  su  cuñado,  como  V.  M. 
lo  envió  á  mandar;  y  para  ello  tomó  copia  de  lo  que  me  fue  es- 
cripto  para  gela  enviar.  V.  M.  mande  mirar  si  tiene  justicia  ó 
intrevienc  pasión,  como  él  dice,  para  que  no  tenga  causa  de 
mal  contento;  y  de  lo  que  se  hiciere,  V.  M.  mande  que  yo  sea 
avisado  para  le  meter  en  razón. 

Aquí  se  aguarda  la  venida  de  Mos.  de  Nasaot,  el  cual  llevaba 
la  via  de  Navarra  y  mudó  propósito  y  es  ya  llegado  en  Barcelo- 

(i)    Véase  la  pág.  365,  cuaderno  v. 

TOMO  xLiv.  30 


466  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA. 

na.  Yo  creo  quo  no  habrá  novedad  ninguna  por  su  venida,  por- 
que él  no  la  querrá  hacer  de  su  acostumbrado  vivir. 

Cornelio  lleg(3  aquí  á  dos  de  Diciembre,  y  según  el  propósito 
de  su  despacho,  bien  quisiéramos  que  luego  caminara  por  ganar 
tiempo;  pero  ya  V.  !M.  sabe  la  dilación  desta  Corte;  y  aun  fuera 
más  su  detenimiento,  si  el  tiempo  de  la  partida  no  lo  atajara;  y 
también  es  causa  desto  y  otras  respuestas  que  no  se  hacen  con 
brevedad ,  porque  S.  M.  quiere  hacer  respuesta  de  su  mano;  y 
no  ponga  V.  M.  culpa  á  todos  en  la  dilación,  porque  muchos 
dias  ha  que  se  tiene  de  costumbre. 

Las  Cortes  han  sido  largas  y  creo  que  ha  habido  algún  res- 
petto,  porque  al  principio  no  se  dio  la  prisa  que  agora  se  ha 
dado,  y  al  fin  se  han  concluido  no  con  poco  enojo  de  S.  M.  y 
trabajo  de  los  que  lo  han  platicado;  y  al  ñn  se  ha  hecho  todo  lo 
que  los  Estados  han  querido.  S.  M.  se  ha  detenido  aquí  siete 
meses,  y  si  al  principio  concediera  lo  que  agora,  el  primero  dia 
se  pudiera  partir.  Pensando  acabar  antes  de  las  fiestas,  envió  á 
la  Emperatriz  á  Qaragoga;  y  en  piegas  concluyó:  lo  primero  lo 
de  Aragón,  lo  segundo  lo  de  Valencia,  y  lo  de  Cataluña  está  al 
cabo  y  creo  se  concluirá  mañana;  y  S.  M.  partirá  á  tener  año 
nuevo  en  (^aragoga,  y  se  dice  que  allí  se  deterná  muy  poco.  Irá 
á  Castilla:  no  está  determinado  el  lugar:  créese  será  á  Vallado- 
lid,  por  visitar  á  la  Reina  nuestra  señora  y  estar  aquella  provin- 
cia con  salud,  lo  cual  no  ha  estado  hasta  agora.  Como  seamos 
en  Qaragoga,  solicitaré  el  despacho  del  Cardenal,  aunque  creo 
que  S.  M.  querrá  sobreseer  la  declaración  hasta  ser  fuera  destos 
por  los  demandantes  que  en  él  hay. 

Yo  he  platicado  á  mos.  de  Granvela  la  falta  que  hubo  en  las 
letras  que  llevó  Conrrado:  bien  conosce  que  la  hubo  y  la  culpa 
tuvo  cierta  persona,  pero  no  importa,  porque  las  letras  vido  el 
dicho  Conrrado  por  hacer  del  más  confianza  y  participalle  más 
el  negocio,  porque  hizo  grandes  ofrecimientos,  aunque  yo  como 
á  V.  M.  escribí,  podia  ser  que  el  mismo  fuese  engañado  de  sus 
amos;  y  pues  el  negocio  era  dellos,  visto  está  que  han  de  haber 
mirado  el  despacho  y  hacer  en  él  lo  que  bien  les  estuviere 
Nuestro  Señor,  etc.  En  Monzón  á  2^  de  Diciembre  de  I533« 


EL  EMPERADOR  CARIAS  V  Y  SU  CORTE.  467 

■ 

(l)  En  lo  que  V.  M.  me  escribió  acerca  de  lo  de  Monferran, 
yo  di  la  carta  que  para  mosior  de  Granvela  venia  y  con  él  plati- 
qué el  negocio,  como  con  hombre  de  quien  conosco  que  desea 
el  servicio  de  V.  M.  y  quise  usar  de  su  consejo:  el  cual  es  que 
al  presente  en  ello  no  se  hable,  porque  se  perderia  mucho  en 
ello  y  no  se  haría  lo  que  V.  M.  demanda;  y  según  tengo  escripto 
S.  M.  querría  ver  á  V.  M.  algo  más  descuidado  de  las  menuden- 
cias de  Italia.  Dice  que  hay  corto  tiempo  antes  que  la  cosa  se 
determine  para  dello  avisar  ú  V.  M.;  y  si  lugar  hoviere,  para  que 
se  pueda  haber  la  merced ;  y  para  ello  estaremos  sobreaviso. 
Dice  que  S.  M.  tiene  dada  la  investidura  al  Duque  de  Mantua 
antes  que  de  allá  partiese,  secretamente,  y  que  se  hizo  por  la 
mucha  parte  que  es  y  la  necesidad  que  del  hay  en  Italia.  La 
carta  del  Comendador  mayor  no  di,  porque  es  añcionado  al  Du- 
que de  Mantua  y  dello  se  tiene  sospecha  y  aun  la  tiene  S.  M.;  y 
según  esto  conocerá  nuestra  voluntad  y  no  aprovechará  para 
adelante.  En  ninguna  manera  le  parece  que  en  ello  se  debe  ha- 
blar al  presente.  Leíle  la  letra  que  á  mí  se  me  escribía,  para  que 
conociese  la  oferta  que  en  ella  se  le  hacia  para  ponerle  alguna 
codicia,  y  no  bastó  para  le  mudar  deste  parecer,  antes  le  pesó 
de  ver  puesto  á  V.  M.  en  ello.  Yo  le  tengo  dicho  que  en  ello  ni 
en  cosa  alguna  V.  M.  no  ha  de  usar  dello  sin  su  consfejo,  según 
la  confianza  tiene  de  su  buen  deseo,  en  el  cual  dice  no  puede 
aventajarse;  y  V.  M.  puede  creer  que  él  es  el  todo  en  lo  que  toca 
á  Estado,  porque  los  otros  que  aquí  hay  no  lo  entienden  como 
él;  y  caso  que  lo  entendiesen,  no  les  dan  parte;  y  así  es  fuerza 
que  la  tenga  él  por  lo  susodicho.  Paréceme  que  será  bien  se 
haga  con  él  y  con  el  Comendador  mayor  lo  que  de  contino  me 
pareció;  y  con  Luis  de  Tovar  envió  lo  platicado,  porque  agora 
hay  más  necesidad  que  nunca,  porque  el  tiempo  se  cierra  más 
cada  día,  y  ellos  crecen  en  crédito,  porque  S.  M.  lo  quiere. 


(i)    Al  margen  de  letra  del  texto:  «Cifra  que  fue  con  esta  carta  de  27  de 
Diciembre  de  1533.» 


408  BOLETÍN   DE   LA   REAL  \CADBMIA  DE  LA  HISTORIA. 


246. 

(Para  el  Rey  mi  señor, — Monzón,  2q  de  Diciembre  de  I533>) 

Después  de  cerrado  el  pliego,  llegaron  ciertas  cartas  de  Ale- 
mana á  mos.  de  (iranvela  y  entre  ellas  una  de  Coron  en  fran- 
cés, de  la  cual  envió  copia  á  V.  M.,  y  lo  que  demás  se  remite  á 
las  letras  escriptas  en  alemán,  no  hacen  á  este  propósito  sino  de 
cosas  particulares;  y  por  lo  que  escribe  al  Dr.  Matías  dice  que 
el  Dr.  escribe  acá  muy  largo;  y  esta  carta  no  han  rescibido. 
V.  M.  conoce  el  personaje  y  podrá  entender  la  materia.  Conrra- 
do  escribe  al  dicho  Matias  cómo  sus  amos  saben  que  V.  M.  tenia 
las  copias  de  las  letras  y  que  dellas  ha  hecho  V,  M.  publicación, 
y  que  dubda  no  sea  causa  de  estorbo  para  el  negocio.  La  letra 
del  Conrrado  es  breve,  pero  tiene  buena  muestra:  plegué  á  Dios 
sea  verdad.  V.  M.  no  ponga  en  olvido  de  dar  aviso  á  S.  M.  de  lo 
que  hiciere,  porque  debe  ser  de  contino  avisado  de  lo  que  allá' 
pasa.  De  lo  que  escribe  respuesta  por  sus  amos  á  la  carta  que 
mos.  de  Granvela  les  escribió,  yo  lo  escribí  á  V.  M.  así  de  las 
ofertas  que  el  Conrrado  hizo  como  la  respuesta  que  él  dio. 

Ahí  envió  una  copia  de  una  carta  escripta  al  Papa  de  Cons- 
tantinopla,  por  la  cual  verá  V.  M.  en  la  disposición  que  allá  es- 
tán los  negocios. 

247. 

(Para  el  Rey  mi  señor, —  Toledo,  i6  de  Marzo  de  1534.) 

No  he  podido  responder  á  los  despachos  que  de  V.  M.  he 
rescibido  desde  que  Mercado  vino,  porque  todo  este  tiempo  se 
ha  gastado  en  caminar;  y  también  porque  no  se  despacha  con 
tanta  brevedad  como  V.  M.  los  demanda,  por  muchas  ocupacio- 
nes que  acá  se  tienen  de  otras  cosas.  Esta  es  respuesta  á  las  que 
de  V.  M.  he  rescibido  de  3  y  13,  22  y  30  de  Diciembre,  y  18  de 
Enero  y  8  de  Hebrero. 

A  S.  M.  he  suplicado  y  muy  encarecidamente  representando- 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  469 

le  los  inconvenientes  que  se  pueden  ofrecer  sobre  el  pagamento 
de  la  Cámara  del  Imperio  haciendo  á  S.  M.  toda  la  instancia  posi- 
ble y  á  los  del  Consejo,  no  solamente  informando  por  la  primera 
carta  pero  con  todas  las  que  me  están  escriptas,  antepuesto  este 
negocio  á  los  otros;  y  del  despacho  que  truxo  Mercado  que  nos 
tomó  en  CJaragoga  y  de  otro  que  vino  después,  que  me  tomó  en 
Medinacell,  supliqué  á  S.  M.  la  respuesta  y  proveimiento  dello  y 
de  lo  demás  que  se  me  escribia.  S.  M.  mandó  á  Granvela  que 
de  todo  se  le  hiciese  relación  en  llegando  en  esta  cibdad;  y  ^sí 
lo  tuvo  aparejado  y  muy  encargado  especialmente  este  nego- 
cio, y  el  dia  que  se  tuvo  consejo  sobre  ello,  se  antepusieron 
todos  los  inconvenientes  que  de  no  ser  hecho  el  proveimiento 
se  podrían  seguir,  con  que  el  dicho  mos,  de  Granvela,  llevaba 
cosa  pensada  de  que  se  pudiese  hacer  la  provisión.  S.  M.  no  qui- 
so  por  el  presente  dar  despacho  ninguno,  y  dio  por  respuesta 
que  para  otra  vez  se  haría.  Como  yo  fui  respondido  por  el  dicho 
Granvela,  torné  á  suplicar  á  S.  M.  la  necesidad  que  dello  ha- 
bia  y  á  mí  dio  la  misma  respuesta.  A  Granvela  parece  que  V.  M. 
debe  tornar  á  escribir  sobre  ello  y  bien  encarecido,  y  no  pone 
duda  sino  que  se  hará  la  dicha  provisión,  porque  conoce  que 
conviene  al  servicio  de  S.  Mi  y  que  no  se  puede  cjexar  de 
hacer.  , 

Esta  es  respuesta  á  la  de  i8  de  Enero,  que  rescibí  cuatro  dias 
después  de  venido  Luis  de  Taxis,  y  con  ella  vino  el  mandamien- 
to para  los  del  Comergerrich  sobre  el  castigo  de  los  que  innova- 
ción hicieron;  y  antes  que  esta  letra  viniese,  estaban  hechas  las 
provisiones  para  la  tierra  y  conforme  á  como  V.  M.  las  envió  á 
demandar,  aunque  no  con  tanta  aspereza;  y  agora  se  envian  las 
que  V.  M.  demanda  para  los  dichos  del  Comergerrích  juntamente 
con  otras  para  los  Príncipes,  las  cuales  ha  parecido  acá  que  se 
podrían  aprovechar.  Este  despacho  se  invia  á  diligencia  con  Luis, 
porque  acá  parece  que  se  cree  que  habrá  necesidad  dello. 

V.  M.  me  escribió  que  avisase  á  S.  M.  cómo  era  certificado 
que  el  Dr.  Matias  llevaba  pensión  de  los  Duques  de  Baviera.  Yo 
platiqué  este  negocio  á  mos.  de  Granvela  para  ver  si  tenia  de  lo 
tal  algún  conocimiento,  y  á  él  le  pareció  que  no  se  debia  hablar 


470  BOLETÍN  DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE  LA  HISTOIUA. 

á  S.  M.  por  ser  hombre  honrado  hasta  tener  cierta  declaración 
dello;  y  no  pone  duda  en  que  los  Duques  le  hayan  presentado 
la  dicha  pensión,  pues  que  la  presentaron  al  dicho  Granvela, 
como  á  V.  M.  tengo  escripto.  V.  M.  tenga  mano  que  por  allá  se 
sepa  lo  cierto  dello,  que  acá  estaremos  sobre  aviso  para  saber  si 
es  verdad;  y  sabido,  se  dirá  á  S.  M.  para  que  lo  mande  re- 
mediar. 

Yo  he  mostrado  á  S.  M.  el  capitulo  que  habla  en  lo  del  Rey 
de  Polonia  y  le  mostré  la  moneda  que  ha  labrado;  y  S.  M.  dello 
hace  respuesta  como  es  servido.  V.  M.  envia  á  mandar  hiciese 
relación  de  lo  que  sobre  el  Obispo  del  Muden,  y  del  trabajo  y 
necesidad  que  pasa  por  el  mal  proveimiento;  é  yo  mostré  el  ca- 
pitulo á  mos.  de  Granvela  y  holgó  dello,  porque  antes  había  tra- 
bajado por  esta  provisión;  y  como  sea  cosa  que  toca  á  dineros, 
hácese  con  dificultad.  Yo  lo  hablé  á  S.  M.  y  me  remitió  á  que 
Granvela  en  ello  le  hiciese  relación. 

Por  letras  que  de  Roma  escribió  el  Conde  de  Ciíuentes  á  S.  M. 
escribió  un  capitulo  en  que  decia  cómo  el  Papa  estaba  muy  eno- 
jado, y  de  tat  manera  que  no  habia  querido  salir  á  vísperas  dia 
solemne  y  no  le  habia  podido  hablar  en  dos  dias.  La  causa  ha- 
bia sido  que  el  Nuncio  que  está  con  V.  M.  le  escribió  todo  el 
aviso  que  á  V.  M.  se  habia  escripto  de  las  vistas  de  Marsella  y 
de  la  poca  confianza  que  se  tenia  de  su  Santidad.  El  Conde  fue 
certificado  de  hombre  digno  de  fee  que  vido  la  letra:  Acá  se  ha 
tenido  manera  que  no  venga  á  noticia  de  S.  M.  asi  como  de  allá 
se  escribe*  Debe  V.  M.  proveer  en  ello,  porque  acá  creen  que 
debe  emanar  de  alguno  del  Consejo.  Y  la  respuesta  que  sobre 
esto  V.  M.  hiciere  sea  á  mí,  para  que  la  pueda  mostrar  al  Co- 
mendador mayor  y  Granvela,  para  hacelles  saber  la  falta  donde 
está,  porque  S.  M.  no  ha  participado  desto. 

Lo  que  V.  M.  escribe  y  se  envia  por  via  de  Fiandes,  hacen 
luego  propio  correo  con  ello,  y  á  la  causa  se  hacen  excesivas 
despensas.  Ha  de  mandar  V.  M.  proveer  cuando  se  escribiere  que 
para  el  despacho  importante  se  envié  en  diligencia  y  en  ios  otros 
ordinarios  se  envien  cuando  de  Fiandes  despacharen,  sin  hacer 
por  ello  despensa  alguna. 


BL  EMPERADOR  CARL03  V  Y  SU  CORTE.  47 1 

V.  M.  tiene  una  carta  de  nuevas  que  de  Tierra  firme  se  escri- 
bió al  Emperador,  por  la  cual  recita  la  abundancia  de  oro  y  pla- 
ta que  habian  hallado.  Agora  es  venido  el  testimonio  de  la  ver- 
dad, porque  han  traido  á  S.  M.  valor  de  cien  mil  pesos  de  oro  y 
cinco  mil  marcos  de  plata  en  vasijas,  cántaros  y  tinajas;  y  los  que 
lo  truxeron  enviaron  á  suplicar  á  S.  M.  fuese  servido  que  no  se 
desbaratase  hasta  que  lo  viese,  por  ser  cosa  digna  de  ver;  y  S.  M/ 
mandó  traer  algunas  piezas,  las  cuales  vi  yo,  y  eran  dos  tinajue- 
las  de  oro,  que  en  cada  una  cabrían  cuatro  cántaros  de  agua;  y 
una  de  plata  que  cabria  seis,  con  otras  cosas  menudas.  S.  M.  tie- 
ne acordado  ello  y  lo  demás  que  viniere  ponerlo  en  la  Mota  de 
Medina  del  Campo.  Plegué  á  Dios  que  sea  tanto  lo  que  viniere 
como  es  menester  para  las  necesidades.  Yo  trabajaré  de  haber 
todo  el  suceso  de  lo  que  acerca  desto  pasa  para  inviar  dello 
razón  á  V.  M. 

Luis  de  Taxis  llegó  en  esta  cibdad  á  los  25  de  Hebrero  en  la 
noche,  y  truxo  el  joyel  y  martas  que  allá  le  fueron  dados;  é  yo 
vi,  y  entendí  el  despacho  de  V.  M.,  y  cuando  S.  M.  ordenó  y 
mandó  hacer  la  expedición  de  Coron  me  pareció  el  inconve- 
niente que  agora  V.  M.  escribe,  y  lo  platiqué  con  mos.  de  Gran- 
vela,  y  él  lo  conoció  así,  y  por  cumplir  al  servicio  de  VV.  MM. 
-el  trabajo  de  alargar  el  tiempo,  y  no  fue  parte  ni  podieron  mo- 
ver á  S.  M.  de  lo  que  tenia  acordado.  Yo  lo  tengo  así  escripto  á 
V.  M.  desde  Monzón.  A  la  hora  que  este  despacho  vi,  lo  comu- 
niqué con  Granvela  y  con  el  Comendador  mayor,  cada  uno  por 
si,  á  los  cuales  parecia  ser  muy  más  que  justo  lo  que  V.  M.  de- 
mandaba y  les  di  las  cartas  y  el  presente  que  V.  M.  les  invió. 
Cada  uno  dellos  lo  tuvo  en  señalada  merced,  y  hanlo  mostrado 
en  la  expedición  que  se  ha  hecho  en  lo  que  V.  M.  demanda,  que 
la  razón  y  su  opinión  fueron  parte  para  que  así  se  hiciese;  y  pien- 
so que  según  la  determinación  que  en  ello  tenia  S.  M.,  ha  sido 
mas  que  buen  despacho.  La  posta  partió  á  los  cuatro  deste  bien 
encargada  y  con  sobrada  diligencia.  Creo  que  el  Visorrey  la 
poma  como  conviene  al  negocio.  Yo  envió  un  despacho  para 
que  si  V.  M.  hallare  medio  y  viere  que  conviene,  se  envié.  Asi- 
mismo envió  las  copias  de  lo  que  se  escribe  al  Visorrey  y  Ma- 


472  BOLETÍN  DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

chincao.  No  se  dio  la  carta  á  mos.  de  Nasaot  porque  así  pareció 
á  Granvela:  la  causa  es  porque  de  contino  anda  en  su  continua 
querella  y  porque  no  ha  participado  destos  negocios,  y  creo 
S.  M.  lo  quiere  así.  Yo  he  proveido  la  diligencia  que  me  ha  sido 
posible  y  ha  sido  poca,  porque  al  Comendador  mayor  y  Granve- 
la les  ha  sobrado  voluntad  á  ello  y  á  todo  lo  demás  que  cum- 
pliere al  servicio  de  V.  M.  Granvela  ha  bien  mirado  los  nego- 
cios que  allá  se  tratan,  así  de  los  Duques  de  Baviera  como  de 
Viertanberg  y  de  la  elección  del  Rey  de  Dinamarca  hecha  en  la 
persona  del  Duque  Phelipo;  y  todo  muy  bien  pensado  y  platica- 
do con  S.  M.  se  hace  la  respuesta  que  V.  M.  verá,  bien  solicitado 
y  mirado  por  el  dicho  Granvela.  El  aviso  de  la  plática  de  Pardo 
Visino  en  el  reino  de  Ñapóles  y  Qigilia  tenia  S.  M.  inviado  por 
el  Visorrey  de  Ñapóles. 

Los  de  la  villa  de  Metz  han  inviado  á  S.  M.  una  persona  con 
una  instrucion,  en  que  hacen  saber  sus  necesidades  y  suplican  á 
S.  M.  les  haga  merced  de  lo  que  eran  obligados  á  pagar  por  el 
servicio  que  habian  de  hacer  contra  el  turco,  por  cuanto  V.  M.  lo 
quiere  cobrar  dellos  y  de  otras  villas;  y  aquí  está  un  embaxador 
del  Duque  de  Lorena,  el  cual  me  dio  aviso  dello;  y  dixo  que  él 
era  uno  de  los  cuatro  comisarios  de  la  cobranza  dello:  con  la 
información  que  este  me  hizo,  que  era  en  perjuicio  de  V.  M.  lo 
que  el  de  Metz  venia  á  demandar,  yo  previne  á  mosior  de  Gran- 
vela,  el  ciial  me  dixo  que  no  podia  creer  que  en  tal  se  hobiese 
V.  M.  ocupado,  porque  el  Emperador  no  lo  tuvo  por  bien  cuan- 
do le  fue  suplicado  para  lo  del  Conde  Palatin  y  después  en  Vilac 
á  V.  M.  le  fue  otra  vez  refusado.  Parecele  que  es  cosa  de  que 
V.  M.  haria  muy  grandísimo  displacer  ai  Emperador,  y  al  fin  sin 
tener  primero  su  gracia,  no  saldria  V.  M.  con  ello.  Lo  que  sobre 
ello  pasa  es  que  el  mensagero  de  la  villa  de  Metz  fue  á  S.  M.  y  le 
habló  en  ello  y  mostró  su  instrucion,  la  cual  fue  remitida  á  mos. 
de  Granvela;  y  pues  es  venido  el  negocio  á  noticia  de  S.  M.  hale 
parecido  que  se  remita  á  quien  V.  M.  inviará  la  información  dello, 
por  cuanto  V.  M.  no  ha  escripto  sobre  ello  cosa  alguna;  y  á  la 
causa  se  ha  de  creer  que  este  viene  con  íalsa  relación.  Parece  á 
mos.  de  Granvela  que  V.  ]\L  se  debe  escusar  deste  negocio,  por- 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.        *       473 

que  S.  M.  no  lo  rescibirLa  ni  habrá  por  bien  en  ninguna  manera, 
y  será  antes  perder  que  ganar  en  llevallo  por  este  camino.  V,  M. 
mandará  responder  lo  que  sobresto  fuere  servido  porque  yo  dé 
razón  dello. 

Asimismo  escribe  S.  M.  á  los  del  regimiento  sobre  el  negocio 
de  la  villa  de  Besangon,  para  que  en  ninguna  manera  den  lugar  ni 
admitan  la  apelación  que  hicieron  6  pudieran  hacer  de  S.  M. 
para  el  Imperio,  por  cuanto  es  en  gran  perjuicio  en  general  de 
todos,  porque  ternian  atrevimiento  de  lo  hacer  cada  vez  que  se 
les  antojase,  y  en  particular  de  la  villa  de  Besangon,  porque  está 
conjunta  al  Condado  de  Borgoña;  y  si  la  dicha  villa  saliese  con 
su  intención,  seria  en  deservicio  dH,  S.  M.  por  lo  que  toca  al  Con- 
dado y  aun  á  tierras  de  Ferrete.  Es  necesario  que  V.  M.  provea 
y  escriba  á  los  del  regimiento  que  miren  lo  que  el  Emperador 
les  escribe  y  que  lo  conserven  y  guarden  muy  cumplidamente 
con  todo  el  calor  que  fuere  menester.  V.  M.  mande  que  yo  sea 
respondido  en  lo  que  sobre  esto  se  proveyere. 

S.  M.  ha  tomado  muy  á  corazón  el  proveimiento  de  Coron  y 
allende  el  despacho  que  se  invió  á  Qigilia,  ha  proveido  á  toda  di* 
ligencia  de  inviar  un  capitán  que  vino  de  la  dicha  Coron,  que 
se  llama  Luis  Pérez,  el  cual  lleva  el  mismo  despacho  de  palabra 
y  lleva  la  voluntad  que  á  ello  tiene  S.  M.  para  conforme  use  dello 
Machicao.  V.  M.  puede  creer  que  se  ha  hecho  toda  la  provisión 
que  parece  puede  aprovechar.  El  despacho  que  yo  digo  que  en- 
vió para  que  de  ahí  se  pudiera  enviar  á  Coron,  no  va  por  estar 
en  claro  y  por  la  tardanza  de  Luis  y  porque  los  primeros  par- 
tieron á  cuatro  y  el  capitán  Luis  Pérez  á  ocho  el  derecho  cami- 
no y  á  toda  diligencia. 

La  carta  que  V.  M.  demanda  para  el  obispo  de  Passao  se  en- 
via,  y  la  causa  porque  no  la  llevó  Luis  de  Tovar  ni  se  envió 
después  con  Cornelio  fue  porque  S.  M.  mandó  que  no  se  envia- 
se; y  así  se  ha  detenido  hasta  agora  que  lo  ha  habido  por  bien, 
no  embargante  que  yo  le  solicitaba,  pero  no  me  decian  el  in- 
conveniente que  estaba  puesto. 

Luis  truxo  letras  de  Flandes  y  escribieron  á  S.  M.  que  hablan 
proveido  de  inviar  á  la  Dieta  de  Lubeque  tocante  á  la  elección 


474  '        BOLETÍN   DE   LA  REA.L  ACADBBfU  DE  LA   HISTORIA. 

de  Rey  de  Dinamarca  se  hiciese  en  su  persona  de  V.  M.  ó  del 
Duque  de  Milán:  debian  hacer  esta  provisión  los  del  gobierno  en 
tiempo  que  la  Reina  María  estoviese  mala,  de  lo  cual  acá  se  han 
reido,  y  va  muy  fuera  del  propósito  que  acerca  desto  escribe 
S.  M.;  en  lo  cual  mos.  de  Granvela  con  sobrado  corazón  al  ser- 
vicio de  V.  M.  se  ha  empleado  en  ello  y  en  todo  lo  demás  que 
conviene.  Será  bien  que  cuando  se  haga  respuesta  deste  despa- 
cho, V.  M.  le  escriba  las  gracias  de  su  voluntad  y  trabajo. 

En  la  provisión  de  mosior  de  Trento  he  suplicado  á  S.  M«  mu- 
chas veces  haya  por  bien  de  la  hacer,  y  no  se  ha  hecho  por  no  se 
haber  resolvido  en  la  proposición  de  la  vacante.  Agora  dicen  que 
dentro  de  seis  dias  se  determinará  y  se  inviará  el  despacho  dello: 
creo  y  podrá  ser  que  sea  en  esta  vacante  de  Toledo,  que  por  ser 
todo  junto  será  lo  mejor,. y  acrecentamiento  no  le  hará,  aunque 
se  lo  he  suplicado  y  mostrado  por  la  letra  que  de  mano  de  V.  M. 
yo  rescibt 

Los  que  están  con  la  Reina  nuestra  señora,  viendo  su  mala  dis- 
posición acordaban  que  hiciese  testamento,  y  la  orden  del  en  fa- 
vor del  Emperador,  como  persona  que  por  aquella  via  quiere 
ganar  su  gracia;  y  mos.  de  Granvela  lo  comunicó  con  el  Empe- 
rador y  le  pareció  que  era  bien  que  la  Reina  hiciese  el  testamen- 
to y  á  V.  M.  mandase  todo  lo  que  ella  tiene  en  Alemana  y  Hun- 
gría y  joyas  de  valor,  excepto  el  menage  de  la  tapicería  y  me- 
nudencias que  consigo  tiene.  A  S.  M.  pareció  muy  bien  y  holgó 
dello,  y  así  se  proveyó  se  hiciese. 

Aquí  es  venido  en  diligencia  el  clavero  de  Alcántara  por  par- 
te del  Visorrey  de  Ñapóles,  y  trajo  letras  en  cómo  hacian  saber 
á  S.  M.  que  se  habia  hecho  tal  provisión  de  bastimentos  para 
Coron  que  bastaba  para  ocho  ó  nueve  meses.  A  S.  M.  ha  pa- 
recido que  será  provecho  en  que  el  Conde  de  Nasaot,  como  de 
suyo,  escríba  al  Duque  Palatino  y  al  Duque  de  Jasa  acerca  del 
casamiento  que  á  V.  M.  se  escribe,  para  que  más  se  incline  á 
la  gracia  y  servicio  de  V.  M.  Las  cartas  van  al  propósito  y  con- 
tentamiento de  mos.  de  Granvela:  téngala  V.  M.  por  aviso. 


9h   BMPVBADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  475 


248. 

(I\gra  el  secretario  CasUlUio.— -Toledo,  ló  de  Marzo  de  1534,) 

Señor. — E«ta  carta  es  confision  general  y  respuesta  á  todas 
las  que  de  v.  md.  he  rescibido,  que  son  de  3,  14,  30  y  postrero 
de  Diciembre  y  7,  18  de  Enero  y  otra  de  8  de  Hebrero. 

A  lo  primero  que  manda  se  tenga  razón  con  las  letras  que  se 
reciben,  se  ha  hecho  y  hace  de  contino  y  no  sé  que  haya  ha- 
bido falta,  pero  enmendaráse  en  lo  porvenir;  y  si  á  alguna  se  ha 
dejado  de  hacer  respuesta,  habrá  sido  la  causa  no  tener  sustancia 
alguna,  y  la  culpa  que  me  cargáis  parecer  á  vuestro  hermano  en 
ello,  niego,  porque  yo  no  lo  tengo  de  costumbre  ni  me  tengo 
por  tan  negligente  que  haga  lo  que  v.  md.  dice.  Yo  querría  más 
inviaros  alguna  buena  cosa  y  no  palabras. 

Este  capítulo  servirá  en  respuesta  á  todos  los  que  v.  md.  ha 
escripto  en  este  negocio  y  al  suceso  y  fruto  de  vuestra  obra,  y 
es  en  el  proveimiento  que  se  ha  hecho  con  estos  Señores;  el  cual 
llegó  á  tan  buen  tiempo  que  ha  sacado  el  fruto  porque  enviastes 
á  Luis  de  Taxis,  y  aunque  allá  se  desea  y  convenia  ser  más 
largo,  háse  hecho  tanto  en  esto  que  se  despacha  que  lo  podéis 
cargar  á  cuenta  destos  Señores,  por  estar  S.  M.  muy  determinado 
en  no  exceder  de  lo  proveído.  Yo  mostré  la  carta  6  capitulo 
que  V.  md.  me  escribió  á  mos.  de  Granvela,  y  como  la  obra  y 
palabras  se  juntasen,  hízome  grandes  ofrecimientos  en  lo  que  á 
V.  md.  tocase.  Yo  se  los  hice  mayores  en  que  v.  md.  le  seríades 
verdadero  y  buen  servidor  en  lo  que  á  vuestra  jurisdicion  toca- 
se. Pasamos  grandes  cosas  y  de  mi  parte  enderezadas  al  sanea- 
miento de  vuestra  conciencia.  En  fin  me  dixo  que  de  su  parte 
compliria  lo  que  decía,  y  que  os  quería  rendir  las  gracias  de  la 
buena  obra  rescibida:  yo  creo  que  con  semejantes  términos  ga- 
naremos el  juego  para  que  por  su  parte  vengamos  al  fin  de  vues- 
tro deseo. 

Al  Comendador  mayor  hice  la  misma  presentación  de  vuestra 
parte  y  le  supliqué  hobiese  memoria  de  lo  que  el  Rey  le  habla 


476  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA  HISTORIA. 

rogado  y  v.  md.  suplicado  y  él  ofrecido.  La  respuesta  que  me 
dio  íué  graciosa  y  que  tenia  voluntad  de  hacer  por  v.  md.,  y  en 
esta  vacante  entendía  trabajar  que  le  cupiese  alguna  cosa.  .Yo  le 
besé  las  manos  por  el  ofrecimiento  y  lo  haré  con  obra  cuando  el 
cumplimiento  viniere. 

Pero  Guzman  no  está  en  esta  Corte,  y  á  la  causa  no  se  envía 
respuesta  de  lo  que  mandastes  que  se  le  dixese. 

A  lo  que  v.  md.  dice  que  seria  razón  de  tener  de  comer  y 
manera  de  reposo  á  cabo  de  tanto  servicio  y  trabajo,  digo  que 
me  parece  bien  y  el  deseo  es  justo  y  mi  voluntad  mejor;  pero 
V.  md.  sabe  como  testigo  de  vista  de  lo  que  ha  pasado  por  vues- 
tras manos  la  costumbre  de  nuestra  Corte  y  ser  tanta  diferencia 
de  la  vida  y  expedición  de  negocios  de  lo  que  se  usa  á  lo  que 
vistes,  cuanto  yo  no  basto  para  encarecéroslo;  y  quiero  decir 
que  algunas  veces  pienso  que  el  Rey  me  debe  mercedes  y  de 
comer  con  más  ventaja  de  la  que  tengo,  por  la  manera  que  se 
tiene  en  le  servir.  Y  esto  mismo  digo  en  lo  de  v.  md.;  que  sí 
maña  y  ventura  no  nos  ayuda,  no  hagáis  conñanza  en  razón  y 
justicia.  De  mi  parte  busco  el  más  cierto  camino  que  yo  puedo, 
y  el  que  hallo  es  el  de  estos  dos  Señores  á  quienes  S.  M.  comete 
todo  lo  espiritual  y  temporal;  y  en  tanto  grado  que  lo  que  allá 
vistes,  en  comparación  de  lo  que  es,  fue  nada.  De  mí  parte  con 
la  buena  maña  y  ofrecimientos,  diligencia  y  servicios  creo  los 
tengo  contentos  y  agora  lo  estarán  más  con  tan  buen  principio 
de  mercedes,  las  cuales  dicen  que  suelen  romper  el  saco.  Y 
créame  v.  md.  que  de  contino  oí  decir  que  más  vale  un  toma 
que  dos  te  daré;  y  creo  que  fue  tanta  parte  el  calor  de  las  mar- 
tas y  la  otra  pieza  que  se  ha  hecho  en  el  negocio,  á  que  Luis 
vino,  todo  lo  último  de  su  poder,  por  el  determinado  juicio  de 
S.  M.;  y  así  creo  harán  en  todo  lo  que  se  ofreciere.  Y  aquí  se 
cumplirá  bien  el  refrán  que  por  uno  que  deis  sacareis  ciento;  y 
creo  que  este  dolor  afloxará  en  la  casa  del  Rey  nuestro  amo 
cuando  él  esté  en  la  gloria.  Y  en  cuanto  á  la  necesidad  que 
V.  md.  dice  tener  de  entretener  parientes  y  otras  obras  pías,  y 
que  no  basta  para  esto  y  vuestro  entretenimiento  lo  que  tenéis, 
paréceme  que  á  todos  canta  este  dolor,  porque  yo  estoy  en  la 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  477 

misma  negociación  y  sé  la  justa  razón  que  v.  md.  tiene,  y  que- 
rría veros  más  próspero,  para  que  fuesen  más  largas  las  merce- 
des que  habéis  de  hacer;  y  de  mi  parte  no  faltará  la  solicitud 
conforme  á  la  voluntad  que  tengo;  y  por  lo  susodicho  demanda 
V.  md.  se  le  envien  dineros  de  acá.  Digo  que  me  parece  bien,  y 
que  pues  los  tenéis,  la  principal  obra  pia  es  la  que  habéis  de  ha- 
cer con  vuestra  persona.  Habrá  cuatro  dias  que  el  factor  de  los 
Fúcares  me  dio  un  pliego  de  v.  md.  y  por  él  me  escribistes  el 
concierto  que  habíades  hecho  con  ellos;  y  el  mismo  factor  me 
dixo  que  tenia  comisión  de  inviar  recabdo  para  que  se  diesen 
á  V.  md.  allá  hasta  cantidad  de  mil  ducados,  de  la  manera  que 
acá  le  fuesen  dados;  y  el  aviso  de  lo  que  v.  md.  escribió  al  señor 
Pedro  de  Castillejo  sobre  este  negocio,  tengo  inviado  y  escripto 
que  con  obras  me  haga  respuesta  al  propósito  de  lo  quev.  md. 
demanda.  A  su  cargo  está  inviarlo  cuando  quisiere  y  al  mió 
cuando  lo  rescibiere. 

Perdone  v.  md.  la  falta  en  que  yo  he  incurrido  no  haber  in- 
viado los  cien  ducados  que  me  emprestastes  y  los  diez  escudos 
que  á  mí  sobrino  dio.  La  causa  ha  sido  haber  estado  tanto  tiempo 
en  Aragón,  donde  fui  socorrido  no  solamente  de  mis  amigos 
pero  aun  de  Alonso  de  Mercado,  porque  en  la  entrada  y  salida  de 
aquel  reino  es  menester  que  se  haga  con  cédula  y  mandamiento 
de  S.  M.,  y  por  esto  pasamos  algún  trabajo  por  no  pasar  ver- 
güenza; y  yo  caí  en  falta  de  no  haber  inviado  á  v.  md.  recaudo. 
Yo  tenia  acordado  de  inviarlo  con  Alonso  de  Mercado  y  él  me 
ha  dicho  que  tiene  allá  en  dinero  contado  cien  ducados  de  los 
cuales  envia  recaudo  que  v.  md.  los  tome:  yo  le  tengo  dados  á 
él  ciento  y  diez  para  que  lleve  á  v.  md.  como  por  su  carta  verá. 
No  los  envió  con  Luis  porque  tengo  más  seguridad  de  lo  que 
podria  acaecer. 

A  lo  que  v.  md.  dice  del  ruego  que  Menescs  le  hizo  para  lo  que 
toca  al  proveimiento  de  su  encomienda,  si  la  provisión  hobiese 
de  ser  por  mi  voluntad  y  solicitud,  la  mejor  de  toda  la  Orden  le 
daría:  querría  que  v.  md.  le  desengañase  sin  perjuicio  y  no 
ponga  su  esperanza  en  mi  solicitud,  porque  yo  os  juro  mi  fec 
que  no  los  puedo  servir  mas  de  con  la  voluntad;  y  acá  estarán 


4^8  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA   mSTOKLA. 

en  persona  y  pienso  que  aprovechará  muy  poco,  aunque  lo  so- 
liciten muy  bien,  según  lo  que  yo  veo  que  se  hace.  Digo  esto 
para  con  v.  md.  para  que  de  sí  mismo  les  diga  lo  que  tocante  á 
esto  le  parezca,  porque  yo  no  sea  culpado  de  la  falta  que  en  su 
deseo  hobiere. 

A  lo  que  dice  y  demanda  parecer  cómo  responderá  á  la  carta 
que  Juan  Alemán  le  escribió;  digo  que  v.  md.  puede  ser  escu- 
sado  de  este  trabajo  por  el  poco  fruto  que  le  podéis  hacer  con 
vuestra  carta.  Cómo  él  está  y  anda  en  sus  negocios,  diréá  v.  md. 
El  dicho  Juan  Alemán  tiene  defensión  que  no  puede  entrar  en 
palacio,  y  es  fuerza  que  pase  por  juicio  destos  dos  Señores  que 
arriba  está  dicho,  los  cuales  poseen  su  oficio  con  oficiales  debaxo 
de  su  mano;  y  él  querría  por  todas  vias  tornar  á  lo  que  solía,  lo 
cual  S.'  M.  no  ha  por  bien.  Hale  parecido  que  mos.  de  Granvela 
le  ha  sido  contrario,  y  antes  de  agora  ha  platicado  en  perjuicio 
suyo  más  largo  de  lo  que  debia;  y  creo  que  semejantes  cosas  no 
se  ponen  en  olvido.  Agora  por  partes  de  todos  los  viejos  amigos 
querrían  echarle  de  aquí  con  alguna  cosa;  pero  la  mala  voluntad 
que  para  ello  S.  M.  tiene;  y  él  que  lo  sabe  mal  grangear  por  lo 
susodicho,  hay  para  ello  alguna  dificultad.  Temo  quede  desabrido 
y  se  ha  de  desmandar  como  se  desmanda,  y  podría  ser  que  no 
fuese  tan  contento  como  desea.  Yo  estoy  en  la  amistad  de  mos. 
de  Granvela  libre  de  Juan  Alemán,  porque  hice  más  de  lo  que 
era  obligado  por  él  hastar  tener  el  mandamiento  de  nuestros  Re- 
yes, como  V.  md.  sabe,  que  no  hablase  más  en  ello.  Y  á  este 
propósito  es  bien  que  v.  md.  no  hagáis  respuesta,  pues  no  le 
podéis  ayudar  y  podríades  rescibir  daño. 

Luis  de  Tovar  dixo  á  v.  md.  cómo  yo  no  estaba  en  gracia  de 
Velastegui  y  dixo  verdad:  él  creo  habrá  contado  la  causa,  y 
ahora  está  más  pertinaz  y  sobervio  con  los  bienes  y  mercedes 
que  de  vuestra  mano  ha  rescibido.  Acá  tenemos  necesidad  de 
maña  para  nuestro  aposento  y  otras  cosas;  y  conforme  tengo 
grangeado  á  Juan  de  Ayala  y  su  teniente,  de  quien  he  rescibido 
buen  tratamiento,  Velastegui  con  el  favor  que  le  hemos  dado, 
ha  emprendido  la  guerra  contra  ellos  hasta  lo  último  de  su  poder; 
tanto  que  su  contrario  se  me  ha  quexado  de  haberle  perseguido 


EL  BMPBRADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  479 

el  dicho  Velastegui  con  el  calor  mió.  Yo  le  rogué  y  escribí  in- 
viándole  á  rogar  que,  á  mi  intercesión  y  que  pareciese  que  por 
querello  yo  se  hacia  para  obligarlos  más,  hiciese  dexacion  de 
amistad,  lo  cual  no  hizo,  y  cuando  nos  vimos,  le  hallé  lexos  de 
hacer  lo  que  me  cumplia  en  este  negocio.  Visto  esto,  determiné 
de  rendir  gracias  á  quien  bien  me  hacia  y  á  él  apartalle  de  mi 
amistad,  pues  que  seguía  más  á  su  voluntad  que  á  la  obligación 
s  del  bien  que  se  le  ha  hecho.  No  se  entiende  esto  para  perseverar 
en  su  enemistad  sino  solo  para  abaxalle  de  su  simpleza. 

El  casamiento  del  Sr.  Luis  de  Tovar  me  place  haya  sido  efec- 
tuado, por  el  descanso  que  él  terna;  y  de  la  pregunta  que  el  Rey 
hizo  á  V.  md.  que  si  yo  era  casado,  digo  que  v.  md.  respondió 
bien, y  pudiera  responder  mejor  en  decir  que  no,  pues  los  tra- 
bajos y  dias  me  han  puesto  tal  que  soy  el  mas  inhábil  de  los 
nacidos  para  ello. 

El  mandamiento  que  el  Rey  me  envió  y  letras  que  v.  md.  me 
ha  escripto  acerca  del  negocio  de  Leble,  yo  ofrecí  á  su  criado 
toda  mi  posibilidad  y  me  junté  con  Enrique  Enguer,  y  entrambos 
hemos  platicado  mucho  este  negocio  para  ver  si  se  podria  hallar 
algún  medio  de  que  fuese  pagado:  el  cual  se  podria  hallar  si  vo- 
luntad para  ello  hobiese,  la  cual  veo  al  presente  tan  lexos  como 
la  hay  para  otras  cosas  menos  razonables.  Su  criado  habló  á 
S.  M.  y  fue  remitido  al  Comendador  mayor  y  Granvela,  al  cual 
hablé  y  me  dixo  que  él  no  se  quería  melar  destc  negocio  y  co- 
metiólo todo  al  -Comendador  mayor.  Lo  que  he  conocido  es  que 
antes  darán  lugar  á  que  se  vendan  las  joyas  que  no  hacer  libran- 
za: no  sé  en  qué  parará.  Yo  entenderé  en  ello  de  manera  que, 
pues  no  se  ha  de  sacar  otro  fruto,  no  perdamos  la  buena  gracia 
para  lo  demás;  y  v.  md.  puede  ofrecer  á  Leble  mi  voluntad  y 
obra  en  lo  que  me  fuere  posible. 

Beso  las  manos  á  v.  md.  por  el  cuidado  y  trabajo  que  ha 
puesto  en  el  negocio  de  Offman;  y  pues  está  tan  al  cabo,  creo 
cuando  esta  llegue,  v.  md.  estará  satisfecho  y  no  pagado:  satis- 
fecho de  su  solicitud  y  no  pagado  de  sus  cosas  de  gracia;  y  en 
ellas  tengo  yo  poca  ventura:  si  algo  viniere  de  v.  md.,  lo  rescibo 
y  así  lo  confieso  por  esta. 


1 


480    *  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

Luis  de  Taxis  llegó  en  esta  cibdad  á  25  de  Hebrero,  noche,  y 
luego  por  la  mañana  visité  con  mis  presentes  y  cartas  á  mos.  de 
Granvela;  y  en  la  verdad  él  rescibió  gran  merced  y  placer  con 
ello.  Las  martas  son  muy  buenas;  venian  algo  gastadas  con  el 
correr  de  la  posta,  pero  no  de  manera  que  si  fueran  para  mí 
dexara  de  holgar  con  ellas.  Leíle  la  carta  de  v^  md.  y  holgó  mu- 
cho de  su  voluntad  y  ofrecióme  lo  arriba  dicho;  y  con  buen 
ánimo  dio  luego  orden  en  lo  que  se  debia  hacer  para  el  despa- 
cho. Quiso  saber  si  se  inviaba  algo  para  el  Comendador  mayor; 
dixe  que  si,  y  mostrele  la  pieza  baxándola  en  precio  para  subir 
sus  martas,  lo  cual  estimó  en  más.  Dixe  la  razón  porqué  se  en- 
viaban; parecióle  bien  y  creo  que  holgó  dello  por  tener  compa- 
ñero al  recibir  de  ahí.  Fui  á  dar  mi  carta  al  Comendador  ma- 
yor, y  antes  que  en  negocios  hablase,  le  dixe  la  comisión  que 
tenia  para  con  la  Sra.  D.*  María  de  Mendoza,  su  mujer.  Hice 
esto  porque  tomase  gusto  á  lo  que  después  le  habia  de  propo- 
ner. Holgó  del  presente,  aunque  no  le  vido,  porque  habia  gente. 
Yo  rescibí  su  licencia  y  lo  presenté  á  la  Sra.  D.*  María  con  el 
mandamiento  y  palabras  que  de  ella  me  escribistes.  Su  señoría 
lo  rescibió  graciosamente  con  ambas  manos,  y  aunque  fuera  más 
pesado  lo  levantara  del  suelo.  Rinde  inñnitas  gracias  á  la  Reina 
mi  señora,  como  tienen  de  costumbre  todos  los  que  reciben  algo; 
yo  creo  que  ellos  lo  pagarán  en  buenas  obras. 

Agora  entra  lo  de  mi  pagamento.  Suplico  á  v.  md.  piadosa- 
mente sea  oida  mi  razón  y  sea  mirada  ante  v.  md.  mi  justicia. 
Yo  recibí  250.000  mrs.  por  la  primera  letra  que  me  truxo  Luis 
de  Tovar;  y  por  la  falta  y  resta  á  cumplimiento  de  mil  ducados, 
escribí  á  v.  md.  y  fuistes  servido  de  inviar  el  despacho  para  el 
dicho  cumplimiento  con  Cornelio;  el  cual  yo  recibí;  y  venido 
á  esta  cibdad,  hablé  con  Vidoherle,  factor  de  Fúcaros,  al  cual 
demandé  el  dicho  cumplimiento  y  la  paga  del  año  pasado,  con- 
forme al  mandamiento  que  tenia  y  seguridad  que  á  mí  me  habia 
dado,  según  v.  md.  verá  por  el  traslado  de  una  carta  que  á  mí 
me  invió.  Parece  ser  que  se  le  olvidó  de  la  memoria  y  quiso  dar 
otro  entendimiento  á  la  paga  del  año  pasado;  y  por  la  carta  que 
me  escribió  y  por  la  que  de  v.  md.  le  mostré  y  razones  que  le 


J 


■L  BMPBRADOR  CARLOS  V  Y 'SU  CORTB.  4&I 

di,  hice  que  me  pagase  el  año  pasado  y  la  dicha  rata;  y  tenién- 
dome yo  por  agraviado  habérmelo  dilatado  tanto  tiempo,  lo  qoe 
con  él  pude  acabar,  fue  que  me  pagó  enteramente  el  año  pasado 
y  tomó  de  mí  un  conocimiento,  del  cual  envió  trasunto  á  v.  md. 
Pareceme  que  tomamos  al  primer  estado,  si  no  se  dá  declaración 
de  lo  que  conmigo  han  de  hacer.  Yo  querría  no  solamente  esto, 
pero  porque  como  v.  md.  sabe  se  gastan  los  dineros,  sería  bien  se 
me  pagasen  por  tercios  y  no  por  tan  largo  tiempo  como  es  en  fin 
del  año.  A  v.  md.  suplico  do  mi  parte  al  Rey  diga  lo  que  pasa 
y  lo  mande  remediar;  y  por  la  primera  me  envié  el  despacho  y 
declaración,  porque  yo  sepa  la  seguridad  que  tengo  de  lo  suso- 
dicho; y  aunque  según  lo  que  allá  se  usa,  este  despacho  se  tenga 
por  señalada  merced,  no  la  quiero  yo  así  confesar,  pues  pienso 
merecer  más  que  ser  pagado  por  lo  que  sirvo,  y  no  demando 
más  de  lo  que  se  me  debe.  Suplico  á  v.  md.  que  ponga  la  mano 
en  ello,  si  no  tienen  pensamiento  de  poner  otro  en  mi  lugar,  por- 
que yo  tengo  vergüenza  de  que  no  tengo  de  escribir  carta  sin 
que  la  mitad  della  sea  esclamaciones  de  mi  paga;  y  de  la  pro- 
visión que  se  hiciere  para  esto  factor  que  aquí  está,  tenga  yo 
razón,  para  que  entre  él  y  mí  haya  concierto,  y  por  él  le  pueda 
•demandar  lo  que  conmigo  asentare,  y  no  me  diga  al  fin  del  año 
que  ha  menester  otra  declaración  do  sus  amos.  Y  porque  v.  md. 
dice  que  tenga  manera  con  el  factor  que  acá  está  para  que  anti- 
cipe  los  pagamientos  y  me  socorra;  amistad  él  me  la  muestra, 
pero  la  ley  de  factores  do  mercaderes  no  es  anticipar  hora  en  su 
pagamiento;  y  porque  dico  v.  md.  que  allá  hay  estremas  necesi- 
dades para  cumplir  esta  partida,  no  se  dice  acá  que  sea  mia  la 
culpa  ni  aun  de  v.  md.,  pero  do  las  muchas  mercedes  que  ha 
hecho  el  Rey  á  esos  que  acerca  del  están;  y  pues  así  es,  debo 
S.  M.  proveer  en  el  entretenimiento,  pues  no  le  demandamos 
villas  y  castillos,  ni  condados  ni  casamientos  de  sus  parientes 
sino  mi  entretenimiento.  Tengo  temor  que  allá  se  ha  de  poner 
descuido  en  este  proveimientoí  yo  prometo  á  v.  md.  de  no  le 

m  ■ 

poner  en  mirar  por  mi  salud  y  persona:  y  á  Dios  le  encomiendo 
todo. 

Estanflo  dcsciiid¿rdo,   me  ha  escripto  Podro  de  Azcoitía  lía 

TOMO  XLIV.  31 


4S2  BOLETÍN  DE  LA   REAL  ACAJDBMIA  OB  LA   HISTORIA. 

carta  que  va  con  esta,  cómo  se  quiere  partir  al  servicio  del  Rey 
.nuestro  señor.  No  puedo  pensar  qué  sea  la  causa  sino  la  que 
,  todos  los  casados  tienen,  que  es  huir  de  sus  mugeres;  y  él  con 
más  razón  lo  debe  hacer  por  falta  de  su  salud.  Escribe  como 
D.  Juan  de  Arteaga  envía  los  lebreles:  yo  le  respondí  que  el  que 
los  llevase  los  diese  á  Gregorio  de  Ayala  en  Emberes,  para  que 
lo^  guardase  hasta  que  viese  mandamiento  del  Rey  nuestro  señor. 
De  lo  que  dellos  debiese  de  hacer,  dígalo  v.  md.  á  S.  M.  para 
que  conforme  ordene  quien  los  haya  de  recibir. 

Asimismo  es  bien  que  v.  md.  tenga  comisión  y  causa  para 
hablar  á  las  damas.  D.  Pedro  de  Toledo  me  ha  escripto  de  Ña- 
póles á  1 5  de  Enero,  y  me  ruega  y  encarga  que  yo  mire  p)or  sus 
cosas,  como  de  criado  del  Rey,  en  hacer  acá  que  le  sea  hecho  de- 
recho de  la  merced  que  S.  M.  le  hizo  en  la  promutacion  del  há- 
bito en  la  cual  le  ponen  impedimento.  Dice  que  querría  habello 
despachado  por  ir  á  ver  su  .Señora  mugerina  y  saber  su  volun- 
tad. Yo  haré  en  ello  lo  que  me  será  posible.  V.  md.  podrá  dar 
razón  del  embarazo  que  me  escribe  de  la  tardanza  de  su  ida. 

S.  M.  me  escribió  enviase  muestra  de  perlas  redondas  y  peras, 
para  contentándose,  comprar  en  cantidad.  Yo  respondí  desde 
Monzón  el  aparejo  que  allí  habia  y  pensé  que  aqui  lo  hoviera 
mejor.  Yo  las  he  procurado  de  haber,  y  no  las  hay  en  esta  Corte 
y  cibdad,  sino  las  que  cada  uno  tiene  para  sí.  Toda  la  descarga 
y  cantidad  dellas  es  en  Sevilla,  y  adonde  vienen  oracadas  y  por 
oracar,  y  algunas  agujeradas  con  fierro,  por  donde  pierden  el 
valor  y  precio,  el  cual  crece  y  mengua  según  la  cantidad  que 
viene.  No  sé  qué  medio  se  pueda  tener  para  hacer  lo  que  S.  M. 
manda  de  inviar  muestra.  La  información  que  aquí  he  rescibido 
es  que  á  tiempo  pueden  llegar  en  Sevilla,  que  las  dan  en  buen 
mercado  y  en  otro  eo  más  caro  precio;  y  para  ser  proveído 
S.  M.,  era  necesario  haber  persona  en  Sevilla  proveída  de  dinero 
que  hiciese  la  compra  al  propósito  de  la  voluntad  de  S.  M.;  y  si 
yo  viere  que  se  puede  hacer  acá  lo  que  me  es  inviado  á  mandar» 
lo  haré.  Dé  v.  md.  razón  de  este  capítulo  á  S.  M.,  el  cual  no  crea 
se  habrá  olvidado,  porque  la  Reina  lo  debe  solicitar.  Asimismo 
me  es  ¡nviado  á  mandar  se  invie  un  saludador,  para  que  por  vista 


BL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  483 

•haya  entrado  en  homo  ardiente.  Después  que  soy  llegado  aquí, 
he  dada  algunas  vueltas  por  barrio  de  Rey,  adonde  ellos  suelen 
andar,  y  hasta  hoy  no  ha  parecido  ninguno,  ni  creo  con  las  con- 
diciones que  S.  M.  pide  parecerá.  Yo  lo  procuraré  y  trabajaré 
de  hacer  la  experiencia,  tanto  para  satisfacerme  á  mi  como  para 
enviallo  allá,  porque  soy  incrédulo  de  semejantes  miraglos. 

Diego  de  Lequeitio  invia  unas  caxas  de  escribanía  para  Anto- 
nio como  se  las  invió  á  demandar;  y  Luis  ha  querido  ganar  las 
gracias  y  lleva  otras  para  v.  md.,  con  el  cual  envío  la  bota,  que 
demanda,  buena  con  su  brocal,  el  cual  no  es  de  plata  por  quitar 
el  inconveniente  de  que  no  le  hurten,  y  por  amor  del  brocal 
esté  segura  la  bota. 

Al  Sr.  Martin  de  Guzman  no  escribo  por  estar  ocupado  en 
hacer  este  despacho  y  no  haber  qué.  Mándele  v.  md.  dar  una 
fée  que  aquí  envió  del  Sr.  D.  Bernaldino,  de  cómo  las  reliquias 
llegaron  á  su  poder.  Del  casamiento  del  Sr.  Coade  de  Hurten- 
burg  hemos  rescibido  gran  placer  del  acrecentamiento  de  su 
honra  y  estado.  Cuando  tiempo  fuere,  merced  rescibiré  que 
v.  md.  se  congratule  con  él  por  mí.  El  Emperador  ha  holgado 
mucho  dello,  porque  su  persona  y  servicios  merecen  tanto  favor. 
'  Yo  tenia  puesto  á  punto  á  Alonso  de  Mercado  para  enviarle 
con  las  provisiones  y  respuesta  y  despacho  que  el  Rey  ha  de- 
mandado á  toda  prisa;  y  á  la  sazón  llegó  Luis,  el  cual  lleva  su 
respuesta  y  lo  que  estaba  aparejado  para  el  dicho  Mercado,  y 
por  esto  y  porque  no  ha  rescibido  su  hábito,  ha  determinado  de 
esperar  alguna  cosa  con  que  pueda  hacer  servicio  al  Rey.  Y  en- 
tretanto que  esto  se  ofrece,  ha  determinado  de  irse  al  convento 
á  rescibir  el  hábito  y  detenerse  allá  hasta  que  sea  menester  para 
lo  susodicho;  y  porque  este  tiempo  no  se  sabe  cuanto  será,  será 
bien  que  el  Rey  escriba  por  la  primera  que  se  despachare  supli- 
cando á  S.  M.  ge  k)  mande  inviar,  y  al  Comendador  mayor  y 
Granvela  lo  mismo;  y  con  esta  causa  y  necesidad  de  su  ida  le 
darán  profesión  anticipada,  la  cual  según  costumbre  que  tienen 
los  del  Consejo  de  las  Ordenes  lo  hacen  con  mucha  dificultad,  si 
el  Rey  no  lo  manda  expresamente.  El  dicho  Mercado  dice  que 
aunque  vá  al  convento  á  lo  susodicho,  se  ha  de  entender  que 


1 


484  BOLETÍN   DE    LA    REIL   ACADBMCA.  DB   LA    HISTORIA. 

ofreciéndose  cualquiera  cosa  de  qué  haya  necesidad  de  ser  in- 
viñdo,  dejará  la  profesión  y  partirá  luego.  Parece  que  acierta  en 
lo  que  hace,  pues  se  halla  acá  y  en  tiempo  que. el  Rey  le, puede 
haber  por  escusado,  en  lo  que  toca  á  su  oficio  de  Cazador  ma- 
yor,* por  causa  de  ser  entrado  el  verano.  V.  md.  lo  pro\*ea  cómo 
él  reciba  esta  buena  obra. 

Por  la  carta  que  el  Rey  me  escribe  de  18  de  E^ero,  me  culpa 
haya  sido  negligente  en  no  haber  inviado  los  cuexcos  de  frutas, 
y  según  dice  el  Sr.  Luis  de  Tovar  quedaron  á  mi  cargo  de  los 
inviar:  débese  acordar  que  los  olvidó  de  llevar  por  la  mucha 
prisa  que  tenia  de  irse  á  casar;  pues  yo  le  juro  á  v.  md.  que  aun- 
que partiera  agora,  llegara  á  tiempo  para  ello;  y  si  ahí  estuvie- 
re, acüsele  v.  md.  esta  falta  no  haber  sido  mia;  y  por  eso  no 
respondo,  al  Rey  sobre  ello.  Los  cuexcos  llevó  Cornelio  á  tiem- 
po que  han  llegado  sin  haber  caido  en  faltaí  no  querría  que  ho- 
biesedes  de  esperar  á  domer  la  fruta  que  deilos  ha  de  nacer.  > 

S.  M.  partió  de  (^aragóga  á  17  del  pasado,  y  vino  hasta  Gua- 
dalaxara  cazando;  y  allí  supo  cómo  el  Arzobispo  de  Toledo  es- 
taba en  Alcalá  muy  malo.  S.  M.  se  apresuró  por  le  visitar,  y  la 
noche  que  llegó  estuvo  bueno  y  habló  muy  complidaménte  con 
el  Emperador;  y  otro  dia  se  partió  S.  M.  para  el  Pardo  de  Ma- 
drid, y  el  Arzobispo  para  el  otro  siglo.  Dexole  encomendados 
sus  hijos  y  muger.  Hallamos  en  la  dicha  Alcalá  la  Congregación 
de  la  clerecía  dostos  reinos,  entendiendo  en  tomar  concierto  con 
S.  M.  en  lo  que  toca  al  pagamiento  de  cantidad  y  tiempo  de  la 
gracia  de  sus  medios  frutos.  La  clerecia  estaba  muy  recia  y  mu- 
cho más  Juan  de  Vozrnediano,  el  cual  tenia  hechas  finanzas  so- 
bre la  dicha  gracia;  y  con  la  venida  de  S.  M.  y  las  dulces  ó 
agras  palabras  que  les  dixo,  tomaron  conclusión  de  pagar 
470.000  florines  en  dos  años;  y  á  la  conclusión  dello  son  veni- 
dos aquí  á  ordenar  y  concertar  los  capítulos  y  seguridad  para 
lo  de  adelante.  Eátu\'ieron  en  esta  conclusión  mas  de  ocho  me- 
ses, en  los  cuales  creo  gastaron  más  de  veinte  mil  ducados  que 
pudieran  ser  excusados,  si  el  Sn  Juan  de  Vozmediatno  se  <|uisie- 
ra  humanar  y  no  trabajar,  de  fatigarlos. 

Tenga  v,  md.  cuidado  déoiñeter;  en  cifra  lo  que  áe  e3cribiero. 


EL  "ElfPBKADOR  GAHLOS  V  Y  SU'  CORTB.      '  lfi$ 

úe  importancia,  en  especial  en  el  tiempo  que  haya  ajpariencia'de 
revolución,  porque  á  S.  M.  ha  parecido  mal  que  este  despacho 
que  Luis  traxo,  era  de  mucha  importancia  y  vino  todo  en  claró  y 
por  Francia.  Mosior  de  Granvela  cumplió,  la  falta  desta  culpa' y  • 
yo  Ja  cumpH  con  él,  por  la  sobrada  prisa  y  traerlo  con  aviáo  el 
mensagero  propio.  Esto  se  escribe  á  v.  md.  sin  que  dello  se  dé 
noticia  á  S.  M.,  y  por  el  largo  despacho  que  sé  hace  por  la  letra 
de  S.  M.  y  cartas  en  alemán  va  todo  lo  qup  hasta  la  hora  pre- 
sente se  ha  ofrecido. 

Yo  suplico  á  V.  md.  que  quiera  mirar  la  carta  que  S.  M.  es- 
cribe y  leer  muy  bien  el  cumplido  despacho  que  se  envia  al  pro- 
pósito de  lo  que  conviene  al  bien  del  Rey  nuestro  señor,  qile  á 
mí  parece  no  se  puede  de  aHá  el  mandar  más,  ni  de  acá  hacer 
otra  cosa.  La  guia  y  solicitud  ha  sido  mos.  de  Granvela  con  muy 
buen  corazón  al  serv'icio  del  Rey;  y  quiero  que  lo  estiméis  en 
muóho,  porque  os  hago  saber  que  después  que  S.  M,  entró  en 
esta  cibdad,  se  ha  más  encerrado  y  con,  más -trabajo  se  entiende 
en  los  negocios,  porque  los  quiere  oír  y  despachar  por  tercera 
persona  algo  en  cifra;  los  destos  reinos  por  el  Comendador  ma- 
yor y  aviso  de  Granvela,  y  lo  de  fuera  por  el  dicho  Granvela, 
el  cual  va  subiendo  en  crédito  por  el  encerramiento  y  por  su 
habilidad;  y  creo  que  al  fin  ha  de  pasar  adelante  conociendo  las 
cosas  destos  reinos.  Yo  pienso  que  le  tengo  en  la  buena  gracia 
del  Rey;  y  pareceme  que  debe  v.  md.  tener  el  mismo  cuidado 
y  hacer  que  el  Rey  le  escriba,  que  no  se  pierde  nada,  y  v,  md. 
haga  lo  mismo,  ofreciéndole  vuestro  servicio  y  rendirle  gracias 
de  lo  que  yo  le  tengo  escripto  de  su  buena  voluntad. 

Su  sobrino  de  v.  md.  vino  aquí  y  me  dixo  cómo  su  padre  le 
habia  inviado  á  Avila  á  cobrar  la  pensión  del  año  pasado,  y  el 
Obispo  le  puso  impedimento  en  que  no  sabia  si  érades  vivo,  y 
aquí  tomó  información  de  Mercado  y  de  Luis  y  de  las  cartas 
que  están  escritas . reconociendo  por  firma  y  letra,  de  manera 
que  lleva  recaudo  para  que  no  haya  impedimento  en  la  cobran^ 
za;  y  de  todo  escribe  largo  lo  que  pasa,  y  también  de  lo  que  el 
bachiller  Sebastian  Gómez  le  dixo,  de  cómo  v.  md.  estaba  puesto 
en  la  memoria  de  la  expedición  de  la  vacante  en  la  iglesia  de 


486  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA  HISTORIA. 

Toledo.  Yo  he  juntado  á  estos  dos  señores  y  á  entrambos  les  su-i 
pilqué  juntos  tuviesen  cuidado  de  lo  que  á  v.  md.  tocare.  Con  buen 
ánimo  fui  respondido  se  emplearían  en  ello  con  toda  su  posibi- 
lidad. Encomiéndelo  v.  md.  á  Dios,  en  quien  está  todo. 

£1  obispo  de  Astorga  habia  enviado  aqui  á  un  su  capellán  á 
tomar  la  posada,  la  cual  no  le  han  querido  dar  hasta  que  venga. 
Su  intención  era  á  solicitar  lo  que  desea  con  el  favor  de  lo  que 
de  allá  le  habéis  inviado;  y  agora,  pareciendole  que  es  cosa  fea 
á  un  perlado  dexar  de  estar  en  su  iglesia  la  cuaresma  ó  semana 
santa,  hase  determinado  de  se  quedar,  y  su  criado  quisiera  que 
yo  emprendiera  su  negocio  en  su  ausencia,  lo  cual  á  él  fuera 
(^scúsado  decir  y  á  mí  lo  es  de  hacer,  no  por  falta  de  deseo 
de  le  servir,  sino  porque  no  digan  que  soy  el  ánsar  de  Can- 
tipalo. 

Por  otra  tengo  escripto  desde  Monzón  cómo  están  acá  que- 
xosos  los  que  sirven  al  Consejo  de  Alemana  de  que  allá  se  han 
hecho  provisiones  de  algunas  vacantes,  de  que  alguna  dellas  ha 
sido  antes  proveída  por  S.  M.  en  el  secretario  Juanes,  que  acá 
tenemos,  y  parecele  que  pretende  derecho  á  la  merced  que  está 
hecha,  no  embargante  que  el  Rey  le  haya  proveído  allá.  Pare- 
ceme  que  se  debe  tener  respeto  á  los  que  acá  sirben,  no  sola- 
mente que  por  mano  del  Emperador  les  hagan  las  mercedes, 
pero  el  Rey  por  la  suya  lo  debe  hacer.  Y  el  dicho  secretario  me 
invió  esta  memoria,  la  cual  envío  á  v.  md.,  á  quien  suplico  hable 
al  Rey  en  ello  y  haga  de  manera  que  todos  sean  contentos  y  este 
no  tenga  causa  de  se  quexar  del  Emperador,  y  de  lo  que  se  hi- 
ciere, me  dé  aviso. 

Este  día  nos  ha  hecho  S.  M.  una  grande  y  señalada  merced;  y 
és  que  ha  quitado  las  muías  en  todos  sus  reinos;  y  por  hacemos 
más  crecida  la  merced  manda  que  solos  los  clérigos  de  misa  las 
puedan  tener  y  mugeres  puedan  en  ellas  andar,  y  todo  el  resto 
haya  de  tener  caballos  y  el  que  no  le  tuvierp,  no  pueda  cabal- 
gar en  muía  por  más  tiempo  del  mes  primero  desde  la  publica- 
ción; y  el  que  se  hallare  en  este  tiempo  con  caballo  tiene  seis 
meses  de  plazo  para  servirse  de  la  muía,  y  por  dos  años  pode* 
mos  andar  en  cuartagos;  y  ellas  y  los  caballos  para  cumplir  con 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  487* 

la  ley  han  de  tener  de  altor  quince  puños,  que  son  á  razón  de- 
stete palmos.  Pasados  los  dos  años  han  de  ser  buenos  caballos.  • 
Todos  piensan  que  S.  M.  terna  respeto  al  gran  daño  que  delio 
dicen  que  el  reino  rescibe;  y  á  la  causa  nos  mandará  tornar  las 
dichas  muías.  Sé  os  decir  que  á  todos  nos  pone  en  gran  trabajo 
por  la  falta  que  al  presente  hay  de  caballos  y  también  por  qui- 
tarnos de  andar  á  nuestro  placer  y  descanso;  pero  hémoslo  de 
tener  por  bien  y  haberlo  por  mejor,  pues  S.  M.  lo  hace. 

La  partida  de  Luis  se  ha  tardado,  no  por  falta  de  la  diligencia 
que  se  ha  puesto,  sino  que  S.  M.  ha  querido  responder  de  su 
mano  al  Rey,  de  lo  que  he  tenido  congoxa,  porque  quisiera  in- 
viarle  á  toda  diligencia  para  advertir  á  S.  M.  del  buen  despacho 
que  se  ha  hecho  á  lo  de  Coron,  y  también  para  inviar  las  pro- 
visiones que  convienen  por  parécerme  ser  necesarias  y  deman- 
dallas  á  toda  prisa  el  Rey.  V.  md.  me  puede  disculpar  acerca 
de  S.  M.  de  cualquier  negligencia  que  en  ello  hobiere,  porque 
no  es  mas  en  mi  mano. 

Yo  envió  á  v.  md.  esta  carta  y  copia  della  la  cual  es  la  que  el 
Rey  demanda  para  el  obispo  de  Prescio:  déla  v.  md,  al  Rey  para 
que  sepa  lo  que  es,  é  importa  el  secreto  dello.  Va  fuera  del 
pliego  para  que  S.  M.  tenga  dello  razón  antes  que  otra  persona 
y  usará  della  como  viere  que  converná. 

No  ha  podido  ser  despachado  Luis  hasta  este  dia  y  bien  no- 
che. Yo  he  trabajado  de  cumplir  lo  que  v.  md.  mandó  en  que 
se  le  hiciese  algún  bien;  á  él  remito  lo  que  sobre  ello  se  ha 
hecho. 

249. 

(Para  el  Rey  mi  señor. -^Toledo,  2q  de  Marzo  de  1534.*) 

Con  Luis  de  Taxis  escribí  é  invié  todo  lo  que  hasta  aquella 
data  habia  que  despachar,  excepto  el  negocio  del  Cardenal,  el 
cual  he  solicitado  como  cosa  que  en  ello  se  hace  servicio  á 
V.  M.;  y  no  se  ha  resol vido  S.  M.  en  las  vacantes  destos  reinos; 
y  agora  soy  certificado  que  dentro  de  ocho  días  se  hará  la  ex-» 
pidicion,  y  han  señalado  al  Cardenal  en  mejor  parte  que  hasta 


1 


4hS8  boletín   de   la    R^L   MCADRHIK  DE  LA   HISTORIA. 

aquí  se  había  pensado,  pero  no  en  más  cantidad  de  Ja  que. está 
acordada.  Yo  temé  cuidado  de  haber  el  despacho  y  ¡nviarle  á 
buen  recaudo. 

(En  cifra.)  S.  M.  ha  determinado  de  escribir  al  Papa  lo  que 
V.  M.  verá  por  una  co[>ia  que  con  esta  se  envía.  Vá  en  francés 
por  no  tener  espacio  para  la  meter  en  castellano,  y  parece  que 
será  bien  que  V.  M.  tenga  forma  con  el  Rey  de  Polonia  que  es- 
criba y  apruebe  y  demande  el  concilio,  porque  será  mucho  ca- 
lor y  favor  que  los  Reyes  christianos  lo  demanden  con  aquel 
secreto  que  V.  M.  verá  que  conviene,  conforme  á  lo  que  sobre 
ello  se  escribe  al  Rey  de  Escocia,  juntamente  con  lo  demás  que 
V.  M.  verá  por  la  inatrucion,  y  en  esto  mande  poner  la  diligen- 
cia que  para  el  negocio  conviene.  S.  M.  ha  tenido  Consejo  acer- 
ca destos  negocios  con  los  dos  Cardenales  de  Sevilla  y  Sigüenza 
juntamente  con  el  ordinario  Consejo  de  Estado. 

Lo  que  más  hay  que  escribir  es  de  la  salud  de  SS.  MM.  que 
están  buenos,  gracias  á  Nuestro  Señor,  y  á  la  hora  que  esta  se 
escribe^  llegó  S.  M.  de  correr  monte,  donde  se  ha  detenido  toda 
la  semana.  El  Marqués  de  Cénete  no  está  aquí,  porque  ha  ido  á 
ver  á  la  Marquesa  su  muger  á  Guadalajara,  porque  estaba  mal 
dispuesta  y  habíase  quedado  allá  á  casar  su  hermana  con  el  hijo 
mayor  del  Duque  del  Iníantadgo,  lo  cual  se  hizo,  y  en  tiempos 
pasados  no  se  hiciera,  porque  ajuntan  á  una  casa  tan  grande  diez 
qu^itos  de  renta,  en  gran  parte. 

260. 

(Para  el  secretario  Castillejo.-^  Toledo,  2q  de  Marzo  de  1534,) 

Lo  que  acá  se  dice  en  los  arrabales  desta  cibdad  es  que  dan 
á  Toledo  al  Arzobispado  de  Sevilla,  con  que  al  presente  hay  en 
la  dicha  Toledo  siete  mil  ducados  de  pensión  y  treinta  mil  que 
dicen  que  perpetuamente  ponen  para  entretener  seis  galeras.  No 
sé  si  le  harán  más  cargazón,  pero  yo  querría  que  en  Toledo  ó 
Sevilla  se  pusiese  la  gracia  del  Cardenal.  Dicen  que  Sevilla  se 
dará  al  Cardenal  de  Santiago;  Desto  ni  de  lo  que  se  hará»  no  es- 
cribo cosa  cierta,  mas  de  lo  que  se  platica  entre  las.  gentes.  El 


'  <XI.   EMPERADOR  CARLOS  V  Y.  SU  CORTE.  489 

Sr.  Pedro  de  Castillejo  me  escribió  la  carta  xjue  con  esta  va  y 
otra  para  v.  md.  Yo  creó  que  antes  qué  esta  á  vuestras  manos 
llegue,  terne  respuesta  á  lo  que  v.  md.  me  manda.  Luego  haré 
provisión  como  la  tenéis  acordada  con  ios  Fúcaros. 

(En  cifra.)  Ló  que  se  escribe  en  cifra  así  al  Papa  como.al  Rey- 
de  Escocia  vá  en  francés  por  respeto  que  no  tuvieron  espacio 
para  dármelo  en  español,  y  eécrevillo  por  vuestra  cifra.  La  causa 
es  el  corto  tiempo  y  falta  de  quienlo  hiciese.  Mos.  de  Granvela 
^  muestra  voluntad  á  v.  md.  y  parécele  que  en  vuestro  poder  es- 
tán mejor  los  negocios,  pero  todas  veces'  por  lo  susodicho  no  se 
puede  hacer,  porque  lo  que  pasa  en  castellano,  va  por  la  mano 
de  Idiaquez.  Si  v.  md.  pasardes  alguna  pena  en  sacar  la  dicha 
cifra,  habed  paciencia,  que  á  mí  me  la  hicistes  pasar  en  CJarago- 
ga  sin  tanto  propósito  como  esto. 

Alonso  de  Mercado  está  en  el  Convento  haciendo  profision» 
esperando  la  reducioii  de  su  cativerio,  el  cual  será  de  año  y 
dia,  si  de  allá  no  se  dá  tanto  calor  con  mostrar  necesidad*  de  su 
persona,  para  que  sea  parte  de  sacalle  de  allí.  V.  md.  cuando  es- 
cribiere acerca  desto,  ponga  la  tinta  que  conviene,  que  todo  será 
menester  para  estos  Señores  de  las  Ordenes,  según  guardan  sus 
cerimonias. 

Mande  v.  md.  dar  á  Luis  de  Tovar  este  conocimiento  de 
Ochoa  de  Salazar  para  que  sepa  cómo  se  le  entregaron  sus 
guadameciles,  y  que  en  lo  demás  se  hará  lo  que  cumple  á  su 
servicio  á  su  tiempo. 

261. 

(Para  el  Rey  mi  señor, —  Toledo,  25  de  Abril  de  1534.) 

Jueves  de  la  Cena  á  dos  deste  mes  llegó  Clavijo  en  esta  Corte 
y  juntamente  con  él  vino  el  despacho  que  V.  M.  habia  hecho.de 
21  de  Hebxero;  y  porque  S.  M.  se  habia  retirado  á  San  Giróni- 
mo,  luego  se  dio  aviso  á  S.  M.  para  saber  si  los  quería  ver,  y 
mandó  que  se  esperasen  hasta  que  fuese  vuelto  á  la  cibdad,  lo 
cual  hizo  segundo  dia!  de  Pascua.  Yo  mostré  las  minutas  al  Co- 
mendador mayor  y  Granvela,  y  con  ellos  platiqué  los  negocios 


490  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

para  que  los  tuviesca  en  memoria,  y  al  tiempo  que  se  hubiesen 
de  leer;  y  con  Granvela  ios  platiqué  más  cumplidamente  como 
¿í  persona  á  quien  son  remitidos  y  también  en  quien  está  la  prin- 
cipal expidicion  dellos,  con  el  cual  abiertamente  comuniqué  y 
rogué  .toviese  la  mano  á  lo  que  V.  M.  demandaba ,  principal- 
mente á  la  provisión  del  Canervique  y  asimismo  á  lo  del  Car- 
denal de  Zarburque  por  ser  cosas  de  gracia;  y  como  él  conoce 
la  justa  razón,  ha  estado  en  ello  como  ha  convenido. 

Segundo  dia  de  Pascua  vino  S.  M.  á  la  cibdad.  Yo  le  fui  á  dar  ^ 
mi  despacho,  y  sobre  los  puntos  principales  hice  relación  como 
convenia,  y  le  dixe  como  V.  M.  enviaba  á  toda  diligencia  á  Cla- 
vijo  para  darle  á  entender  la  venida  de  Luis  Grit  y  lo  que  cole- 
gia de  su  intención,  para  que  S.  M.  sobre  ello  diese  su  manda- 
miento y  parecer  conforme  á  lo  que  viese  que  conviene.  S.  M. 
prontamente  me  respondió  y  con  muy  buen  ánimo  como  cosa 
que  toma  ó  tenia  en  el  corazón:  que  en  ninguna  manera  dexase 
lo  que  en  el  reino  de  Hungría  tenia  y  que  así  lo  habla  dicho  á 
\^.  M.  al  tiempo  de  su  partida,  cuando  en  ello  se  habló,  porque 
así  convenia  por  los  inconvenientes  que  V.  M.  me  escribe  del 
peligro  que  dello  avernia  á  la  Christiandad.  En  este  paso  me 
tornó  por  dos  veces  á  replicar,  como  cosa  que  S.  M.  lo  entiende 
convenir  y  querer  así.  A  lo  cual  yo  repliqué  que  S.  M.  enviase 
á  decir  en  ello  su  voluntad,  para  que  V.  M.  con  ella  se  confor- 
mase, y  que  dello  y  de  lo  demás  que  se  le  ordenase,  no  debía 
de  ceder,  aunque  dexase  todo  el  resto.  Tornóme  á  responder 
que  esta  era  su  voluntad  y  que  así  convenia,  y  que  así  lo  escri- 
biese á  V.  M.  S.  M.  lo  escribe  y  más  complidamente;  yo  hago 
respuesta  de  lo  que  con  S.  M.  pasé:  colegí  de  S.  M.  calor  muy 
grande  á  io  susodicho  y  creo  que  en  las  obras  lo  mostrará,  si 
dello  hobiere  necesidad. 

Lo  segundo  fue  suplicalle  por  el  proveimiento  del  Camerge- 
rricht,  re  mostrándole  la  necesidad  dello  y  la  falta  que  haría  el 
despedimiento  en  este  tiempo;  para  lo  cual  S.  M.  tne  respondió 
que  era  contento  de  lo  proveer  por  este  año,  pero  que  no  lo 
proveería  en  ninguna  manera  en  lo  de  adelante,  y  que  así  lo  es- 
cribiese.  S.   M.  escribe  y  responde  sobre  ello.  Paréceme  que 


EL  EMPERADOR  CARtOS  V  Y  SU  CORTE»  49 1 

V.  M.  debe  mirar  como  S.  M.  lo  escribe!  de  cómo  se  haga  la 
provisión  para  adelante,  porque  esta  vez  se  ha  hecho  esta  pro-r 
visión  con  tanta  solicitud  como  han  entendido;  y  creo  que^  más, 
diñcultoso  seria  en  lo  porvenir.  Mos.  de  Granvela  ha  hecho  en 
ello  todo  su  poder,  y  ha  sido  todo  menester  por  ser  materia  de- 
dineros,  los  cuales  dan  de  mala  gana  y  taitibjen  son  malos  de 
haber.  Mos.  de  Granyela  tuvo  la  mano  á  que  S,  M,  hiciese  algu- 
na provisión  de  dineros  ó  otra  cosa  para  esta  necesidad  tan  evi- 
dente que  agora-  se  ofrece;  y  como  V.  M.  sabe,  no  se  sacan  los 
dineros  de  S.  M.  tan  fácilmente  ó  quisiera  que  se  demostrara  en 
alguna  manera  de  gente  para  darle  calor:  á  lo  cual  huvo  muchos 
replicatos,  y  según  me  ha  dicho,  S.  M.  tiene  sobrada  voluntad 
á  se  emplear  en  lo  que  á  V,  M.  conviene,  y  querría  escusar  gue-> 
rra  todo  lo  que  más  pudiere  ser,  porque  hay  tantas  apariencias 
por  todas  partes,  que  no  querria  hacer  comenzamiento  para  no 
dar  ocasión  á  los  enemigos.  S.  M.  escribe  una  carta  acerca  destc 
propósito  á  la. cual  me  remito. 

Antonio  de  Ley  va  escribió  á  S.  M.  la  respuesta  que  V.  M.  le 
hizo  acerca  de  la  provisión  de  los  coroneles  y  capitanes;  y  S.  M. 
rio  la  vido  porque  se  partía  á  la  hora  para  Aranxuez,  y  mos,  de 
Granvela  me  la  mostró;  y  según  lo  que  del  sentí,  me  parece  qué 
no  quisiera  que  se  le  escribiera  tan  dificultosa  la  prov^ision;  y 
que  la  razón  y  alguna  escusa  que  V.  M.  dice  que  los  capitanes 
querrán  más  partido  en  sus  casas  que  fuera,  acá  entienden  al 
contrario,  que  se  contentarían  más  con  menos  para  ir  en  Italia: 
que  estar  en  Alemana,  que  es  el  fin  de  sus  deseos.  También  se 
hizo  la  provisión  á  fin  de  que  V.  M.  se  pudiese  servir  dellos,  si 
necesidad  se  le  ofreciese,  porque  acá  muy  asegurados  están  que 
este  año  no  ternán  guerra  en  Italia,  porque  no  hay  apariencia 
de  hacella  en  dos  partes;  y  á  la  causa  el  dicho  Antonio  hizo 
apuntamiento  con  ciertos  coroneles,  lo  cual  fue  bien  proveído;  y 
de  Tamisa  habrá  V.  M.  entendido  lo  que  á  cargo  llevó  y  la  pro- 
visión que  habrá  hecho. 

A  S.  M.  escribió  el  Visorrey  de  Ñapóles  cómo  le  habia  V.  M. 
enviado  á  demandar  treinta  yeguas  de  la  raza,  y  que  para  ello  er\r 
vie  hombre  proprio;  las  cuales  él  envió,  y  á  S.  M.  no  pareció  bien. 


492  BOLBTÍI^  t>E  LA   REAL  ACAX>£MIA  DE  LA  HISTORIA. 

I 

qiie  SU  Visorrey  toviese  tanta  audacia  de  lo  hacer  srn  su  man- 
dado,  nó  porque  se  habia  de  dexar  las  yeguas  á  V.  M.,  sino  pof^ 
que' no  quiere  que  él  tenga  tal  osadía.  Fui  dello  avisado  y  si 
V.  M.  quisiere,  de  allá  envíelo  acá  á  demandar,  que  darse  han,  y 
no  se  demande  al  Visorrey,  que  no  me  parece  que  dello  reci- 
bieron placer  según  fui  avisado^  No  haga  V.  M.  mendon  dellOr 
pues  se  me  dixó  por  aviso.  Lo  que  se  responde  acerca  del  con- 
sentimiento de  las  preces  primarias,  verá  V.  M.;  y  entre  mós.  de  . 
Granvela  y  mi  se  habia  platicado  y  pensado  que  S.  M.  lo  prove- 
yera como  se  demandaba;  y  al  tiempo  de  lo  consultar  no  lo 
({üiso  conceder  por  las  razones  que  se  escriben:  sobre  lo  cual  me 
dice  Granvela  que  se  debatió  largo  y  le  pareció  que  no  aprove- 
chará nada  repl ¡callo  más;  y  á  la  causa  se  dexó  de  hacer.  Gran- 
vela  suplica  á  V.  M.  por  la  nominación  de  Cambray:  suplico  á 
V.  M.  le  haga  esta  merced,  que  bien  agora  seguro  la  merece. 
*  El  despacho  del  Cardenal  no  se  ha  podido  inviar  áni^,  por- 
que S.  M.  se  ha  determinado  tarde  en  la  vacante  de  Aragón;  y 
en  este  tiempo  fallesció  el  Arzobispo  de  Toledo  y  S.  M.  hizo 
íleclaracion  dello  y  de  lo  demás  la  Semana  Santa;  y  señaló  al 
Cardenal  dos  mH  ducados  en  este  arzobispado  y  quinientos  en  el 
obispado  de  Palericia  y  mil  quinientos  en  el  obispado  de  Cana- 
rias, los  cuales  habia  dias  que  tenía  señalados,  y  ellos  y  otros 
reservados  hasta  agora  que.  ha  hecho  declaración.  Todo  este 
despacho  está  inviado  al  Conde  de  Ciíuentes  para  que  haga  la 
expedición.  Yo  creo  que  Gabriel  Sánchez  habrá  dello  dado  avi- 
íío,  y  el  Cardenal  debe  inviar  á  Roma  á  sacar  sus  bulas;  y  de 
parte  de  S.  M.  no  queda  que  hacer,  pues  está  hecha  la  nomina- 
ción de  las  piezas  con  sus  pensiones,  y  de  acá  no  se  dá  más  des- 
{iacho.  S.  M.  no  quiso  crecer  la  provisión  porque  habia  muchas 
Liosas  que  cumplir,  y  aun  hay  hartos  quexosos.  Las  provisiones 
son  en  buenas  piezas,  que  aunque  se  haya  algo  tardado,  no  ha 
sido  inconveniente  por  apartar  lo  de  Aragón,  que  lo  demás  se 
fuera  en  la  cobranza. 

El  Nuncio  envió  la  provisión  de  su  hábito  en  persona  de  Ber- 
náldirio  de  Meneses  para  hacer  la  probanza  que  conviene  para 
cumplimiento  de  la  Orden,  lo  cual  se  hace  de  mala  gana  por  ser 


J 


EL  BMPBRAIK>R  CARLOS  V  Y,  SU  CORTB.  493 

fuera  de,  sus  Constituciones.  Paréceme  que  por  ser  vecino  en  su 
tierra  se  podría  hacer  sin  costa  y  trabajo.  V.  M.^  mandará  pror 
veer  lo  que  fuere  servido,  que  certifico  á  V.  M.  hay  más  emba- 
razo, en  estas  menudencias  que  en  cosas  mayores,  por  no  las 
tener  á  costumbre,  y  pasar  por  mano  de  D.  Garcia  de  Padilla, 
que  es  escrupuloso  más  de  lo  que  sería  menester. 

V.  M.  debe  proveer  lo  que  de  allá  se  escribiere  sea  en  una 
lengua,  porque  lo  mismo  que  se  ha  escripto  en  español  se  es- 
cribió en  alemán,  y  pensando  ser  otra  cosa  se  aguarda  la  rela- 
ción del  Dr.  Mathias,  que  'es  causa  de  embarazo.  Mande  V.  M. 
que  no  se  haga,  porque  no  resciban  acá  dello  impedimento.  Yo 
tengo  aviso  de  la  persona  que  V.  M.  tenia  en  Ragusa,  que  fue 
preso  al  tiempo  que  V.  M.  allá  estaba  en  Bohemia,  porque  daba 
avisos  á  \\  M.  de  como  estaba  maltratado  y  V.  M.  escribe  en 
su  favor;  y  me  dixo  como  agora  venian  embaxadores  de  la  di-» 
cha  Ragusa.  Yo  lo  tengo  dicho  á  S.  M.,  y  venidos  entenderá  en 
lo  que  V.  M.  manda  y  también  en  favorecer  este  personage,  que 
padece  por  bien  servir. 

En  todo  lo  demás  me  remito  á  lo  que  S.  M.  escribe,  así  en 
francés  como  en  alemán,  de  lo  cual  en  todo  lo  que  V.  M.  de- 
manda, se  hace  provisión  y  respuesta.  Yo  quisiera  que  fuera  con 
más  prisa,  para  lo  cual  no  ha  faltado  solicitud. 

Yo  torné  á  suplicar  á  S.  M.  el  negocio  de  D.  Pedro  de  Acu- 
ña, como  cosa  en  que  habia  sido  negligente  y  clello  habia  sido 
reprendido  de  V.  M.,  y  no  bastaron  razones  para  que  S.  M.  lo 
quisiera  hacer;  y  también  que  el  PVancisco  Qequin  que  aquí  es-: 
taba,  no  se  quiere  despedir,  antes  toma  licencia  por  tiempo  sc-f 
ñalado;  y  dice  S.  M.  que  antes  querría  tener  más  alemanes  que 
dar  licencia  al  que  tiene;  y  desto  que  está  respondido,  he  dado 
aviso  al  dicho  D.  Pedro  de  Acuña,  porque  tengo  tres  cartas  su- 
yas hechas  de  Ñapóles, 

D.  Pedro  de  Toledo  me  ha  escripto  sobre  su  negocio,  y 
después  que  vi  el  mandamiento  de  V^.  M.  entendí  en  ello,  y 
asimismo  tiene  cargo  dello  el  solicitador  del  Visorrey  de  Ña- 
póles; y  que  porque  falta  cierta  escriptura  que  se  está  es- 
perando, rio  se  le  ha  enviado  el  despacho,  lo  cual  se  hará  en 


1 


494  BOLBTfl^  DE  LA  RBAt   ACADEMIA  DB  LA  HISTORIA. 

breves  y  de  mi  parte  haré  lo  que  converná,  como  V.  M.  lo 
manda. 

Pena  tengo  de  las  ballestas  que  desde  Monzón  envié  á  V.  M. 
no  hayan  llegado,  porque  creo  que  eran  6  son  tales  que  V.  M. 
íuera  bien  servido  dellas.  Yo  he  tornado  á  escribir  á  Bilbao  por 
saber  lo  que  habrá  subcedido:  encaminélas  á  manos  de  la  Reina 
y  creo  que  hasta  este  efecto  no  habría  falta.  Suplico  á  V.  M. 
mande  escribir  sobre  ello,  porque  no  sé  mejor  cosa  con  que  de 
acá  pueda  hacer  servicio.  Ahora  lleva  Clavijo  una  de  las  vergas 
que  me  dexó  Luis  de  Tovar,  de  las  d5s  que  D.  Pedro  de  la  Cue- 
va inviaba,  y  no  las  lleva  ambas  por  el  grande  embarazo,  y  aun 
porque  no  me  contentan  nada.  » 

'  Marcos,  montero  que  fue  de  V.  M.,  me  vino  á  ver  y  dixo 
como  Serna  en  nombre  de  V.  M.  le  habla  demandado  un  perro 
de  la  raza  de  montería;  y  él  por  servir  á  V.  M.  me  ha  traído  uno 
con  juramento  que  no  le  queda  sino  otro  hermano  suyo  y  no  tal 
como  este  que  á  V.  M.  envia;  y  dice  que  está  cebado  dos  ve- 
ces, y  que  piensa  que  es  muy  estremado:  llámase  Bocanegra, 
porque  tiene  la  boca  negra  de  dentro  y  de  fuera:  es  mediano  y 
sedeño  claro  y  tiene  la  cola  cortada  de  su  nascimiento;  t.ene 
nueve  meses;  y  este  dia  le  envió  á  buen  recado  á  Vitoria  para 
que  le  lleven  luego  á  Pedro  de  Azcoitia  si  no  fuere  partido,  y  si 
lo  fuere  lo  den  á  Don  Juan  de  Arteaga  con  una  mi  carta  para 
que  lo  envié  á  Gregorio  de  Ayala.  Yo  creo  que  en  la  llevada 
no  habrá  falta  por  cualquiera  destas  dos  vias.  Asimismo  envió 
aquí  un  cuerno  de  yerba  que  el  dicho  Marcos  me  dio,  que  dice 
que  «n  su  vida  la  hizo  tal.  Mire  V.  M.  á  quien  la  encomienda, 
pues  es  cosa  con  que  no  se  deben  burlar. 

El  secretario  maestre  Antonio  Peremi,  por  quien  pasan  los 
despachos  de  V.  M.,  tiene  un  pariente  en  Borgoña,  el  cual  ha 
sido  proveído  de  la  encomienda  de  Sant  Antón,  que  es  en  el 
Condado  de  Ferret,  y  diz  que  está  molestado  en  su  posesión 
por  otro  que  no  tiene  derecho  ni  justicia,  y  ha  tres  añosque  diz 
anda  el  dicho  pariente  del  Secretario  ir  y  venir  á  la  Corte  de 
V.  M.  y  procurar  su  justicia;  y  el  Emperador  ha  escripto  dos  6 
tres  veces  á  V,  M.  sobre  ello,  por  ser  cosa  que  toca  á  sus 


'  '  kt  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  495 

Uos  de  Borgoña;  y  el  dicho  secretario  suplica  á  V.  M.  que  á  su 
intercesión  y  por  le  hacer  merced,  V.  M.  le  mande  favorecer 
para  que  tenga  paz  y  en^  mandarle  guardar  su  justicia;  y  la  ra- 
zón destc  negocio  dirá  á  V.  M.  el  obispo  de  Bunden  que  está 
dello  informado;  y  el  dicho  secretario  merece  que  V.  M.  en  esto 
y  en  otras  cosas  le  haga  mercedes,  y  yo  de  mi  parte  las  supli- 
co á  V.  M. 

252. 

(Para  el  Secretario  Castillejo.— ToUdo,  25  de  Abril  de  1534.) 

Clavijo  arribó  en  esta  cibdad  á  dos  deste,  jueves  de  la  Cena, 
y  rescibí  su  despacho  y  este  mismo  dia  llegó  el  de  21  de  He- 
brero,  y  á  todos  por  esta  hago  respuesta  á  v.  md.;  y  quiero  co- 
menzar al  propósito  de  su  carta;  y  no  se  tenga  por  mala  crianza 
comenzar  en  mis  negocios,  pues  se  responde  por  orden  á  los 
capítulos. 

V.  nid.  dice  que  habló  á  esos  Señores  acerca  de  mi  proveí - 
miéfnto,  sobre  lo  cual  yó  tengo  escripto  con  Luís  y  inviado  el 
inconveniente  y  embarazo  que  acá  me  ha  dicho  hay  el  factor  de 
Fúcaros.  Yo  creo  que  con  la  relación  que  v.  md.  habrá  hecho  á 
esos '  Señores,  ellos  habrán  proveído  de  manera  que  yo  tenga 
causa  de  me  contentar.  Cuando  otra  cosa  les  pareciere  y  prove- 
yeren como  en  lo  pasado,  hago  saber  á  v.  md.  que  S.  M.  va  á 
Valladolid,  adonde  me  sacastes;  y  si  della  me  tornaren  á  sacar, 
será  con  las  condiciones  dichas;  y  no  querría  tener  más  pena  en 
lo  demandar  ni  dar  á  V.  md.  en  lo  solicitar:  no  quiero  decir  más 
y  entiéndalo  v.  md.  como  fuerdes  servido,  que  yo  prometo  á 
V.  md.  de  al  Rey  no  le  escribir  palabra  sobre  ello. 

El  Sr.  Sancho  Bravo  vido  el  capitulo  que  v.  md.  me  escribió 
cerca  del  su  negocio  y  os  besa  mil  veces  las  manos  por  la  vo- 
luntad que  á  sus  cosas  tenéis;  y  bien  piensa  que  en  la  jornada 
que  hizo  merecía  la  merced  que  el  Rey  le  hacía,  pero  como  es 
viejo  en  Corte,  sabe  estas  cbsas  como  se  suelen  hacer  y  no  se 
maravilla  de  lo  que  se  hace;  lo  cual  si  efecto  tuviere,  crecerá 
más  por  vuestra  solicitud  que  no  por  la  diligencia  del  Señor 
Conde.  : 


1 


496  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACAI>ElfIA  DB  LA  H0TORIA. 

Por  la  de  21  escribe  v.  md.  u a  poco  áspero  y  desabrido  y 
fuera  del  propósito  de  lo  que  yo  tengo  escxíptó  acerca  del  eno- 
jo de  mos.  de  Granvela:  lo  cual  me  parece  se  píudtera  escusar  sí 
V.  md.  quisiera  haber  entendido  mis  cartas  de  la  sospecha  que 
él  habia  teoido  y  la  causa  que  para  ello  se  había  ofrecido.  Ya 
tengo  escripto  cómo  todo  estaba  saneado,  y  él  os  tiene  escripto 
y  respondido.  Espantóse  de  la  carta  que  le  escribístes',  y  aun  yo 
también,  pero  como  venia  en  otro  lenguage  y  otra  letra  no  la 
conocí,  que  á  conocella,  no  se  la  diera,  pues  eran  pasados  todos 
los  acídentcs  y  no  habia  á  qué  replicar.  Y  quiero  dair  aquí  la 
justa  causa  que  él  tuvo  para  el  descontento  que  mostró*  El  sabia 
bien  que  v.  md.  y  Pero  González  érades  amigos,  y  que  la  comi- 
sión que  se  le  dio  fué  endrezada  de  vuestra  mano;  y  esto  no  im- 
porta para  que  dello  él  recibiese  pena,  antes  placer,  porque  tam- 
bién es  su  amigo;  pero  debía  ser  causa  de  recibilla  esto  que  aba- 
xo  diré.  El  Rey  nuestro  amo  envió  un  cierto  despacho,  el  cual 
vino  enderezado  á  Pero  González  y  él  lo  presentó  á  S.  M.;  y 
S.  M.  le  mandó  que  lo  llevaso  y  diese  á  mos.  de  Granvela;  y  el 
Pero  González,  ni  sé  si  por  descuido  ó  por  voluntad,  replicó  al 
Emperador  sí  lo  llevaría  á  Cobos.  Fuele  respondido  que  no,  sino 
á  Granvela;  lo  cual  así  como  pasó,  S.  M.  contó  al  dicho  Granve- 
la; y  de  aquí  vino  la  sospecha  susodicha.  Yo  puse  remedio  en 
ello  disculpando  á  v.  md.  de  aquel  yerro,  que  en  verdad  lo  era, 
concurriendo  la  amistad  del  Comendador  mayor  y  del  dicho 
Pero  González  y  la  vuestra;  y  no  os  maravilléis  que  delk)  resci- 
biese  pena,  porque  en  esta  Corte  y  aun  en  la  vuestra  juegan  al 
sacar  el  pié  del  hoyo.  Yo  escribí  todo  lo  que  entendía  y  así 
como  lo  sentía,  porque  soy  obligado  á  ello  para  el  remedio  y  no 
para  daros  pena  y  tomallo  con  cólera:  no  hay  necesidad  de  más 
lo  replicar,  pues  no  hay  para  qué,  porque  los  complimiehtos  que 
mandastes  en  vuestra  carta  se  hiciesen,  estaban  hechos;  y  cuan- 
to á  esto  no  cure  v.  md.  de  más  pensar  en  ello,  sino  que  él  se 
tiene  por  vuestro  amigo,  con  que  ofrece  que  en  todo  lo  que  pp- 
diere  lo  mostrará  con  obras. 

\^.  md.  envió  unas  letras  del  Rey  para  el  capitán  Villegas,  el 
cual  no  parece  ni  saben  quien  sea  en  esta  Corte;  y  decís  que  yo 


EL  BBfPBRADOK  CARLOS   V  Y   SU  CORTB.  497 

las  dé  á  S.  M.;  en  lo  cual  digo  á  v.  md.  que  me  habéis  de  per- 
donar, porque  el  Emperador  no  rescibe  placer  de  semejantes 
cosas.  Y  cuando  cosa  alguna  hobiese  de  dar,  orden  tengo  de  lle- 
var conmigo  el  mandamiento  del  Rey,  porque  entendiendo  en 
el  negocio  y  reparación  de  Velastegui,  me  mandó  que  le  mos- 
trase el  mandamiento  que  para  ello  tenia;  y  quiso  Dios  que  se 
me  habia  escripto  para  que  yo  hablase  en  sus  cosas  de  otro 
propósito  antes  que  acaesciese  la  desdicha  del  despedimiento;  y 
hobe  de  aplicallo  á  aquel  efecto,  por  donde  me  salvé;  y  de  allí 
quedé  escarmentado  para  no  verme  en  otro  tal.  Y  pues  v.  md. 
vé  la  justa  razón,  cuando  algo  se  hobiere  de  hacer,  inviadlo  á 
mandar  con  que  tenga  yo  armas  con  que  me  defender. 

Las  cartas  que  v.  md.  envió  para  el  veedor  Sarmiento  resci- 
bió,  y  ha  cuatro  dias  que  vino  á  esta  cibdad  á  las  presentar  á 
S.  M.  y  al  Comendador  mayor;  lo  cual  ha  hecho  conforme  á 
como  á  mí  ha  parescido  que  conviene,  aunque  yo  le  he  desen- 
gañado de  lo  poco  que  le  aprovechará.  Hase  hecho  toda  la  dili- 
gencia que  conviene  é  irse  ha  á  su  casa,  con  que  responde  á 
S.  M.  y  á  V.  md.;  y  creo  que  demanda  más  calor  para  el  fin  de 
su  deseo;  y  creo  que  si  lo  hecho  no  basta,  no  bastará  todo  el 
papel  y  tinta  que  allá  tenéis.  Yo  le  di  las  cartas  para  Luis  de 
Xaraba,  su  vecino,  el  cual  me  parece  que  ha  dos  meses  que  es 
muerto,  y  las  cartas  ha  inviado  á  su  muger  para  que  á  ellas  haga 
respuesta.  Yo  digo  á  v.  md.  que  si  se  tiene  respeto  al  traspasar 
de  los  30.000  mrs.  de  por  vida  en  su  hija,  no  se  haga  mucha 
fundación  en  ello,  porque  S.  M.  hace  de  mala  gana  semejantes 
cosas:  v.  md.  sois  buen  testigo;  y  de  aquel  tiempo  á  este  hay 
mucha  mudanza  en  peoría:  de  mi  parte  por  el  un  respeto  y  por 
el  otro  haré  lo  que  me  será  posible. 

Todas  las  cartas  que  han  venido  para  el  Sr.  Pedro  de  Castille- 
jo se  han  inviado  á  buen  recaudo  y  creo  que  dellas  hace  res- 
puesta. Las  que  vinieron  para  el  Abad  de  Valdeiglesías  envié 
con  persona  segara  y  aun  rogándole  me  hiciese  respuesta  así  de 
habellas  rescibido  como  para  v.  md.,  y  hasta  hoy  no  han  veni- 
do. Las  del  obispo  de  Astorga  se  han  inviado  asimismo  á  recau- 
do, el  cual  no  está  en  esta  Corte,  porque  le  pareció  que  venir 
lOMO  xLiv.  32 


n 


498  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

en  cuaresma  y  cerca  de  semana  santa  era  muestra  de  avaricia  y 
no  de  lo  que  el  buen  perlado  debe  hacer  en  tal  tiempo;  y  es- 
cribióme que  pasado  este  tiempo  vernia  aquí.  Aquí  tuvo  un 
criado  suyo  entendiendo  en  el  aposento,  y  se  fué  por  su  man* 
dado.  Yo  creo  que  él  ve'rná  agora  á  Valladolid,  y  allí  se  hará 
lo  que  V.  md.  manda  acerca  de  los  diez  ducados. 

Cerca  de  los  doscientos  ducados  que  se  demandan  á  v.  md. 
en  limosna  ó  para  ayuda  de  casamiento,  digo  que  tienen  tanto 
derecho  á  ellos  como  v.  md.,  porque  Diego  Xaraba  hizo  tantos- 
cumplimientos  y  ofertas  que  la  deuda  se  tenia  por  muy  cierta  y 
segura,  y  aun  por  la  dilación  del  tiempo  les  pareció  que 
V.  md.  es  obligado  á  los  intereses,  no  me  han  escripto  ni  ha- 
blado persona  alguna:  creo  que  debe  ser  estar  desengañados  del 
efecto. 

A  Velástegui  envié  la  carta  de  v.  md.,  porque  está  desterra- 
do de  mi  casa  por  estar  pertinaz  en  lo  que  v.  md.  sabe  que  ha 
incurrido;  y  esto  procede  de  haber  criado  mucha  soberbia  del 
bien  y  merced  que  se  le  ha  hecho.  Yo  tengo  ya  presupuesto- 
llevarlo  adelante,  porque  me  descontento  mucho  de  hombre  tan 
ingrato;  y  porque  veáis  en  cuanta  manera  es  simple,  no  he  po- 
dido ser  parte  para  sacalle  la  receta  de  la  pintura  que  deman*^ 
dais.  Por  ello  y  por  lo  demás  os  suplico  le  escribáis  una  carta 
cual  merece  su  poco  conocimiento;  y  no  para  que  tenga  térmi- 
no  de  enmienda,  sino  porque  entienda  que  ha  hecho  y  hace 
obras  por  donde  hombre  entienda  que  está  descontento.  Ahí 
envió  una  receta  que  por  otra  via  he  mandado  buscar,  y  á  itií 
me  pareció  que  tiene  más  muestra  de  pelar  que  no  de  tiñir.  Yo- 
os  hago  saber  que  después  que  de  allá  partí  y  con  la  enferme- 
dad que  pasé,  estoy  tal  que  me  podria  bien  aprovechar  de  la 
receta,  lo  cual  no  entiendo  hacer. 

La  carta  que  v.  md.  escribió  á  Pero  González  di  tres  dias  des- 
pués que  llegó,  porque  fue  fuera  de  esta  cibdad  al  monesterio 
con  S.  M.,  y  entrambos  estuvimos  harto  descontentos  de  lo 
poco  que  os  cupo  en  esta  vacante,  no  embargante  que  por  su 
solicitud  y  voluntad  del  Comendador  mayor  no  quedó,  segua 
me  dixeron,  y  me  contó  la  plática  que  entre  él  y  v.  md.  había 


BJL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SP  CORTE.  499 

pasado  acerca  de  lo  de  Doii  Bartolomé  de  la  Cueva.  Yo  le  pedí 
por  merced  que  toviese  memoria  de  tener  grangeado  y  prepa- 
rado al  Comendador  mayor  para  lo  que  adelante  se  ofreciese; 
porque  en  la  verdad  esta  provisión  de  Toledo  no  tuvo  otro 
misterio  que  ser  solas  pensiones,  porque  la  sucesión  fue  de 
Obispo  en  Obispo.  Muchos  son  los  quexosos:  yo  no  sé  si  tienen 
razón.  El  Comendador  mayor  y  mos.  de  Granvela  juntos  me 
juraron  á  Dios  que  lo  habían  puesto  bien  adelante  y  que  S.  M. 
no  había  venido  en  ello;  y  la  causa  había  sido  porque  di2  que 
tenia  mucho  que  cumplir;  y  agraviándome  de  esto  á  Granvela, 
del  á  mí  me  dio  satisfacion  que  no  se  habia  podido  hacer  otra 
cosa,  pero  que  tenia  esperanza  para  lo  de  adelante.  Plegué  á 
Dios  que  S.  M.  la  tenga,  porque  por  mi  parte  no  faltará  solicitud 
dello,  como  cosa  que  yo  tanto  deseo. 

Según  mos.  de  Granvela  me  ha  dicho,  S.  M.  ha  escripto.  por 
el  indulto,  y  conforme  á  como  su  capilla  lo  demanda,  creen  que 
verná,  aunque  se  le  hará  de  mal  al  Papa.  Será  bien  que  luego 
con  la  primera  que  se  despache  se  escriba  sobre  ello  á  S.  M.  y 
Comendador  mayor  y  Granvela  y  Arzobispo  de  Toledo  prima- 
do de  las  Españas,  y  Presidente  y  cuanto  quisiérdes;  y  mire 
V.  md.  que  me  invieis  una  nómina  y  muy  corta,  la  cual  v.  md. 
puede  hacer  sin  que  nadie  sepa  deste  misterio,  porque  siendo 
comedidos  nosotros,  podria  ser  que  nos  quepa  alguna  parte;  y 
si  buscáis  gentes  para  inchilla  y  crecella  podrá  ser  que  todos 
vayan  con  una  librea;  y  en  Aragón  puede  v.  md.  señalar  á  dos 
personas:  que  es  al  Sr.  micer  Juan  Bueso  y  al  bachiller  Calvo, 
porque  el  Sr.  Dotor  Adán  ya  es  criado  de  S.  M.;  y  en  este 
paso  podremos  cargar  la  mano  adonde  v.  md.  esté  bien  aposenta- 
do, no  olvidando  lo  demás  que  se  podrá  ofrecer.  Si  el  indulto  vi- 
niere antes  que  este  despacho,  usaré  de  la  nómina  que  acá  tengo. 

Acá  me  han  certificado  que  el  Conde  de  Hurtenburgue  está 
en  Yricurt  y  tiene  algún  embarazo  sobre  aquellas  tierras  de 
Borgoña,  en  el  cual  se  cree  le  pornán  en  aprieto,  y  á  la  causa 
diz  que  se  casó  por  valerse  del  parentesco.  De  contino  tuve 
sospecha  que  habia  de  tener  embarazo  con  aquel  Estado,  pero 
creo  que  dinero  lo  remediará  todo. 


500  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORU. 

Dice  V.  md.  que  el  Rey  ha  notado  que  yo  no  frecuento  al 
Comendador  mayor  y  Príncipe;  que  S.  M.  ha  bien  mirado  en 
ello,  y  es  así  verdad;  y  creo  yo  que  el  Sr.  Luis  de  Tovar  es  el 
autor  deste  negocio,  y  quisiera  que  él  ilixei  a  las  causas  por  es- 
cusallo  yo  de  escribir;  y  de  cuando  él  acá  estuvo,  á  lo  que  agora 
se  usa,  hay  la  diferencia  que  suelen  decir  del  cielo  á  la  tierra;  y 
es  por  la  causa  que  adelante  diré.  El  principal  fin  mío  es  endre- 
zar  los  negocios  del  Rey  nuestro  señor  por  la  mejor  via  y  á 
contentamiento  del  Emperador,  porque  desviándose  hombre 
deste  camino,  seria  perderlo  todo  y  trabajar  mucho. 

El  Emperador  tiene  puestos  todos  los  negocios  de  fuera  des- 
tos  reinos  en  cabeza  de  mos.  de  Granvela;  y  aun  quiero  decir 
que  en  los  otros  no  es  el  segundo;  y  como  este  sea  el  puerto  de 
mi  descarga  remitido  por  S.  M.,  de  fuerza  ó  de  grado  acuerdo, 
con  toda  destreza  que  yo  alcanzo,  tenerle  propicio,  así  para  que 
favorezca  como  para  que  guie  y  enderece  á  nuestro  propósito 
los  negocios,  y  yo  sea  sabidor  dellos  sin  pesadumbre  alguna,  así 
para  dar  razón  de  mí  como  para  hacer  servicio  al  Rey.  V^.  md. 
sabe  con  cuanta  ventaja  esto  se  hace  en  amistad  y  conversación; 
y  pienso  que  si  este  camino  dexase,  así  en  la  diligencia  como  en 
la  buena  provisión,  habría  falta  y  muy  grande.  Yo  querría  y  de- 
seo frecuentar  al  Comendador  mayor,  bien  así  como  á  este  otro, 
porque  en  ello  no  se  perdería  nada,  pero  no  se  puede  hacer  tan 
cumplidamente,  porque  no  hay  causa:  que  es  estar  cometidos  los 
negocios  á  Granvela,  y  al  Comendador  mayor  no  hay  de  qué  le 
dar  más  de  solo  una  vez  parte;  y  más  por  cumplimiento  y  oca- 
sión de  hacer  lo  susodicho  las  veces  que  más  convernia  verse, 
no  se  hace  por  dos  respectos:  el  uno  de  su  parte  y  el  otro  de  la 
mia,  los  cuales  son  que  después  que  entró  en  España  y  se  acom- 
pañó con  su  mujer,  es  tan  caro  de  haber  ó  ver  que  prometo  á 
V.  md.  por  más  fácil  se  tiene  lo  del  Emperador;  y  los  tiempos 
que  estos  se  puede  hacer  son  á  su  comida  y  no  todas  veces;  y 
en  este  tiempo  van  señores  y  gentes  que  quieren  hacer  la  Cor- 
te; y  como  yó  no  sea  desta  profision,  no  lo  hago,  porque  seria 
perder  esa  poquita  de  reputación  que  se  conserva;  y  no  veo 
lance  en  que  yo  lo  pueda  hacer  sin  este  perjuicio,  y  aun  con  él 


BL  EMPERADOR   CARLOS   V  Y  SU  CORTE..  501 

algrunas  veces  no  lo  dexo  de  hacer.  El  Sr.  Luis  de  Tovar  como 
estaba  acá  y  entendía  en  sus  negocios  remitidos  al  Comendador 
mayor,  tenia  cuidado  de  guardar  todos  estos  tiempos,  y  aun 
con  buenos  ducados,  pagando  la  entrada  á  su  portero.  Yo  pienso 
que  V.  md.  sentiréis  esto  que  escribo  y  seré  juzgado  al  propósi- 
to de  como  v.  md.  lo  haria,  si  en  ello  estoviese;  y  así  puede 
V.  md.  dar  la  satisfacion  al  Rey  con  juramento  que  no  lo  hago 
por  vicio  ni  pereza,  sino  porque  me  parece  que  conviene  á  su 
servicio,  porque  creo  haciendo  el  contrario,  por  caso  pornia  en 
ventura  de  perder  estotro. 

Mucho  me  place  de  la  provisión  que  el  Rey  nuestro  señor  ha 
hecho  en  el  secretario  Serna,  merecedor  de  todo  bien,  al  cual  se 
le  envió  con  Luis  una  bota.  No  pensé  que  los  que  bebian  vino, 
comian  cogombros  y  pepinos;  pero  yo  creo  que  debe  de  andar 
el  goloso  para  el  deseoso.  Ahí  se  le  envían  ciertas  semillas;  yo 
creo  que  llegarán  tarde,  porque  ya  era  tiempo  de  estar  sembra- 
das: mándeselas  v.  md.  dar  y  la  enhorabuena  de  mi  parte. 

Lo  que  v.  md.  escribe  que  se  haga  por  el  Sr.  D.  Pero  Laso 
acerca  del  concierto  del  Nuncio  y  del,  os  hago  saber  que  Clavijo 
tomó  cargo  por  sí  y  por  mí  de  buscar  al  Francisco  Ortiz,  en 
quien  dice  el  Nuncio  se  había  de  saber  la  relación  desta  su 
pensión,  y  el  Francisco  Ortiz  no  tiene  más  razón  dello  que  de 
V.  md.;  de  manera  que  es  menester  que  tenga  más  claridad 
ese  señor  de  sus  negocios,  especialmente  agora  que  nos  ha- 
bremos de  ir  de  aquí  y  se  habrá  de  saber  por  tercera  persona. 

El  Dean,  cuando  estuvo  en  Qaragoga,  platicó  conmigo  largo 
de  su  vida,  y  rogóme  que  yo  escribiese  á  v.  md.  y  de  su  parte 
le  suplicase  se  le  invíasen  tres  cartas  de  favor,  la  una  para  S.  M.  y 
las  otras  dos  para  el  Comendador  mayor  Cobos,  y  mos.  de  Graa- 
vela;  y  la  sustancia  dellas  ha  de  ser  haciéndoles  saber  cómo  el 
Dean  ha  tan  largo  tiempo  servido  y  que  la  necesidad  de  su  salud 
le  hizo  retraerse  á  su  tierra;  y  que  el  Emperador  á  suplicación  del 
Rey  le  hizo  merced  de  la  Abadía  de  Santa  María  de  Lavax,  que 
es  en  Catalunia,  que  vale  250  ducados  de  renta,  la  cual  por  es- 
tar en  tierra  contraria  á  su  salud,  no  está  en  la  administración 
de  su  abadía,  de  lo  cual  le  agrava  su  conciencia,  y  querría  que 


502  BOLETÍN  DE  LA   RBAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

S.  M.  le  hiciese  merced  de  le  mandar  y  proveelle  de  otra  cosa 
en  pensión  6  otra  merced;  y  se  tenga  asimismo  respeto  que  á  la 
causa  dexó  el  deanazgo  de  Viena  y  la  prepositura  de  Ardecar 
en  manos  del  Rey  nuestro  señor;  y  por  esto  se  suplique  acre- 
centamiento en  la  merced  que  se  le  hiciere  en  trueque.  Paréce- 
me  según  lo  que  vi  en  él  y  lo  que  yo  sé,  que  tiene  mucha  razón; 
y  así  suplico  á  v.  md.  le  envié  este  despacho  tan  cumplido  como 
verá  ser  necesario  para  el  efecto  de  su  deseo. 

Lo  que  v.  md.  dice  del  estado  en  que  está  el  negocio  que 
Ofiman  trata  en  esa  merced  que  allá  tenemos,  yo  creo  que  v.  md. 
lo  tiene  más  á  corazón  que  yo,  y  al  fin  con  tanto  calor,  aunque 
no  tuviésemos  justicia,  haríades  que  el  derecho  fuese  de  nues- 
tra parte.  Según  v.  md.  dice,  ya  será  concluido,  y  por  mi  parte 
entero  poder  tenéis  para  hacer  dello  y  de  mí  lo  que  mandardes. 

La  carta  que  el  Rey  escribió  al  maestro  Barnes  di  y  le  hablé 
y  rogué  de  parte  del  Rey  por  sus  sermones;  y  respondió  que  en 
verdad  no  tenía  costumbre  de  los  escribir;  pero  por  hacer  ser- 
vicio al  Rey,  él  estaba  de  partida  para  su  abadia,  á  donde  se  re- 
cogería y  haría  lo  que  S.  M.  manda;  y  con  lo  primero  que  se 
hiciese,  me  inviaria  recaudo.  Parece  que  vino  á  propósito  lo  que 
se  le  pidió,  porque  esta  cuaresma  pasada  S.  M.  le  ha  oido  solo 
todos  los  dias,  en  los  cuales  díxo  grandes  sermones  y  muy  pro- 
vechosos y  á  propósito  del  oyente  y  oyentes. 

El  despacho  que  v.  md.  demanda  para  la  provisión  del  Señor 
Cardenal  creo  yo  que  ya  le  sabréis  por  via  de  Roma,  porque 
S.  M.  hizo  publicación  del  arzobispado  de  ,Toledo  en  el  Carde- 
nal de  Santiago  el  martes  de  la  Semana  Santa;  y  como  no  es 
perezoso,  luego  invió  por  las  bulas;  y  en  la  presentación  vá  la 
condición  de  la  pensión.  Por  S.  M.  se  hace  otra  provisión.  Pensé 
que  Clavijo  no  se  detuviera  tanto  para  que  llevara  la  razón  des- 
to,  pero  yo  lo  escribo  al  Rey  como  v.  md.  verá;  y  creo  que 
monseñor  de  Trento  terna  poca  memoria  de  la  diligencia  que 
en  ello  se  ha  puesto,  aunque  de  todo  es  merecedor,  y  todos  so- 
mos obligados  á  hacerle  servicio;  y  del  mal  de  v.  md.  me  pesa:  yo 
os  suplico  que  le  evitéis  todos  los  inconvenientes  de  donde 
vuestra  enfermedad  mana. 


Blf  BBfPBRADOR  CARLOS  V  Y   SU  CORTE.  50^ 

Dice  V.  md.  que  para  semejantes  fiestas  son  menester  dine- 
ros: así  me  parece  á  mí.  Con  Clavijo  envió  un  despacho  que  el 
Sr.  Pedro  de  Castillejo  rae  invió  y  una  cédula  de  cambio  en  Fo- 
caros de  50Q  ducados  que  me  envió.  V.  md.  me  escriba  haber- 
los rescibido,  porque  tengo  dado  conocimiento  al  Sr.  Pedro  de 
Castillejo  dellos;  y  si  más  se  inviaren,  se  inviarán  á  buen  re- 
caudo por  la  misma  via  que  ^estos  van. 

Torno  á  responder  al  último  capítulo  de  la  carta  de  1 4  de 
Marzo  sobre  lo  que  dice  haber  escripto  al  Comendador  mayor 
y  Pero  González  sobre  sus  negocios  y  lo  que  sobre  ello  debo 
hacer.  A  mí  me  parece  que  está  muy  hecho,  y  que  es  bien  que 
v.  md.  los  tenga  contentos  y  grangeados  para  que  hagan  lo  que 
tienen  ofrecido,  6  prometido  lo  que  v.  md.  sabe;  que  el  tiempo 
hace  algunas  veces  crecer  y  menguar  esta  voluntad.  Yo  creo  que 
así  la  deben  tener  el  uno  de  lo  hacer  y  el  otro  de  lo  negociar; 
pero  suplicóos  que  no  se  haga  toda  fundación  en  este  negocio 
para  dexar  por  las  otras  vias  de  mirar  lo  que  conviene  al  fin  de 
vuestro  deseo;  porque  buenas  palabras  es  cosa  que  se  dá  á  poca 
costa,  y  algunas  veces  ofrecen  según  el  tiempo  más  ó  menos. 
Por  mi  parte  yo  prometo  á  v.  md.  que  en  ello  se  haga  lo  que 
conviene  á  vuestro  servicio,  aunque  no  sea  tan  ordinaria  la  con- 
versación como  allá  os  parece  que  debria  ser. 

Hasta  aquí  es  respuesta  á  las  cartas  de  v.  md.;  y  agora  será 
dar  cuenta  del  estado  en  que  estamos.  Con  Luis  de  Taxis  está 
escripto  todo  lo  que  hasta  agora  habia  pasado:  de  la  novedad 
que  después  se  ha  ofrecido  es  en  la  provisión  y  vacante  desta 
dignidad  de  Toledo,  para  la  cual  estaban  aquí  tres  perlados:  Se- 
villa, Santiago  y  Sigfüenza;  y  creo  yo*  que  todos  tres  vigilaban  y 
solicitaban  la  presa.  Y  en  este  tiempo  se  levantó  un  cierto  pas- 
quino por  todos  tres,  el  cual  no  se  envia,  porque  no  se  puede 
haber,  que  la  justicia  puso  mucho  recaudo  y  al  fin  no  lo  hallaron 
quien  lo  hubiese  hecho.  Fue  en  latín  y  muy  bien  hecho.  La  sus- 
tancia era  en  que,  comenzando  el  de  Sevilla,  representa  á  S.  M. 
sus  largos  servicios  y  viajes  que  hizo  y  estuvo  en  Flandes  y  Ale- 
maña;  y  al  fin  dice:  «Señor,  memento  mei.»  Responde  S.  M.: 
«Arzobispo,  sois  apasionado  de  patria  y  parientes,  y  esto  porque 


504  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

es  desta  cibdad.:>  Sigüenza  dice  y  representa  todo  lo  servido,  y 
embaxada  que  en  Roma  estuvo,  y  no  dexó  nada  por  decir.  Res- 
ponde S.  M.,  como  en  manera  de  desden:  «Cómo  no  os  conten- 
tais?»  mostrando  haberle  dado  mucho.  Santiago  representa  sus 
servicios,  y  el  postrero  es  habiendo  servido  y  consejado  á  la 
Emperatriz  en  ausencia  de  S.  M.  y  habiendo  tenido  en  paz  y 
sosiego  estos  reinos.  S.  M.  respondió:  «Básteos  que  estáis  en  mi 
gracia»  y  pareceme  que  lo  mostró  por  obra,  pues  á  juicio  de  to- 
dos se  hacia  la  provisión  en  Sevilla;  y  aun  pensamos  que  fuera 
con  40.000  ducados  de  pensión  para  entretenimiento  de  las  ga- 
leras, según  se  habia  puesto  en  plática;  y  no  le  cargaron  más 
de  22.000  repartidos  en  muchas  personas.  Bien>  se  cree  que  le 
prestó  el  favor  el  Comendador  mayor.  Allende  desto  he  sabido 
que  será  juntamente  Presidente  y  aun  tomará  todo  lo  más  que 
le  dieren  de  cargo  y  trabajo.  Vista  esta  expedición,  Sevilla  fue 
un  cuarto  de  legua  de  aquí  á  tener  la  Semana  Santa,  con  in- 
tención desde  allí  irse  á  Sevilla  en  descontento  del  agravio  que 
piensa  habérsele  hecho.  Sigüenza  se  fue  segundo  dia  de  Pascua 
á  Talavera,  á  recrearse  y  apartar  de  sí  todo  enojo.  El  cual 
volverá  aquí  dentro  del  cuarto  dia,  porque  es  muy  amicísimo  de 
Corte. 

En  este  reino  se  ha  hecho  de  pocos  dias  acá  una  novedad;  y 
es  que  todos  cuantos  alcanzan  hacienda-  de  quento  arriba,  han 
procurado  título  de  duque,  marqués  ó  conde;  y  S.  M.  no  sé  por 
qué  respeto  no  lo  ha  negado  á  ninguno  que  lo  quiera  pedir,  así 
de  los  que  tienen  caballos  como  los  que  no  los  alcanzan.  Y 
uno  de  ellos  es  vuestro  cabeza  de  bando  ^en  Cibdad  Rodrigo, 
Pacheco,  del  cual  su  hijo  se  ha  intitulado  Marqués  de  Qerralda; 
y  sabido  que  el  lugar  es  una  granja  de  xxv  casas  sin  juridi- 
cion  sino  sola  la  labranza:  yo  creo  lo  escribirá  el  Sr.  Pedro  de 
Castillejo,  sino  salud  y  gracia:  sepades. 

De  un  cierto  torneo  que  se  celebró  este  domingo  pasado,  no 
doy  cuenta  á  v.  md.,  pues  Clavijo  fue  testigo  de  vista  y  lo  reci- 
tará como  él  fuere  contento.  S.  M.  tiene  determinada  la  partida 
desta  ciudad  á  los  diez  de  Mayo,  y  según  se  cree,  ó  ha  dicho, 
no  quiere  llegar  á  Valladolid  hasta  víspera  de  San  Juan,  y  este 


EL  EMPERADOR  CARLOS  V  Y  SU  CORTE.  505 

tiempo  quiere  gastar  en  visitar  á  Avila,  Salamanca,  Toro  y 
enamora;  si  así  fuere,  fuerza  me  será  tenelle  compañía.  Parece- 
me  que  quiere  tener  tan  poco  reposo  su  Corte  como  la  que  allá 
tenéis. 

Mándeme  v,  md.  enviar  un  par  de  caxas  de  cuchillos  de  los 
de  Bohemia,  que  sean  muy  buenos,  los  cuales  me  ha  deman- 
dado mosior  de  Granvela,  y  conviéneme  en  todo  tenelle  con- 
tento. 

Yo  demandé  á  mos.  de  Granvela  si  habia  rescibido  alguna 
carta  del  secretario  Mai,  el  cual  me  dixo  que  no  y  que  del  tenia 
memoria  y  mucho  conoscimiento.  V.  md.  gelo  puede  decir,  y 
si  quisiere  escribirle,  endrece  la  carta  á  mis  manos  por  via  de 
V.  md,  para  que  yo  lo  sepa,  que  no  habrá  falta  en  dargela. 

Yo  escribí  á  S.  M.  acerca  de  la  provisión  de  los  oficiales  que 
acá  están  y  entienden  en  las  cosas  del  Imperio;  y  entre  ellos  es 
el  secretario  Juanes;  el  cual  por  la  vacante  de  Alexandre  de- 
mandó cierta  cosa  que  vale  hasta  cien  florines,  y  dello  le  hizo 
S.  M.  merced,  y  no  ha  enviado  la  provisión  temiendo  que  el  Rey 
hobiese  hecho  merced  dello  á  alguno;  y  por  no  poner  en  ello 
embarazo,  él  me  ha  mucho  rogado  quiera  escribirlo  al  Rey  y 
suplicarle  le  haga  la  dicha  merced;  y  si  lugar  no  hoviere,  le  haga 
en  otra  cosa  recompensa,  según  v.  md.  verá  por  un  memorial 
que  él  á  mí  me  ha  dado,  que  aquí  envió.  Pareceme  que  S.  M. 
debe  tener  memoria  de  hacer  mercedes  á  los  que  aquí  sirven, 
pues  ellos  lo  merecen;  y  lo  que  sobre  ello  me  es  respondido  les 
dixe,  pero  es  de  saber  como  pueden  ellos  de  acá  dar  aviso  de  la 
vacante,  pues  ha  de  venir  de  allá;  y  antes  será  proveido  que 
ellos  lo  sepan,  sino  están  dormiendo  vuestros  secretarios.  Su- 
plico á  V.  md.  lo  diga  al  Rey  y  dello  se  tenga  memoria,  que  á 
mí  no  me  vá  más  interese  de  hacer  en  ello  lo  que  conviene  al 
servicio  de  S.  M. 

Al  Rey  escribo  lo  que  v.  md.  verá  de  un  negocio  que  toca 
al  secretario  maestre  Antonio  Pereri,  en  cuya  juridicion  vivo,  y 
á  mí  me  ha  rogado  en  ello  le  quiera  favorecer  como  es  razón. 
Suplico  á  V.  md.  que  se  informe  del  obispo  de  Bunden  y  en  todo 
haga  lo  que  el  dicho  Secretario  suplica;  y  v.  md.  me  haga  dello 


506  BOLETÍN    DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

respuesta  para  que  yo  la  dé  al  dicho  Secretario  y  conosca  que 
ha  V.  md.  puesto  mano  en  ello. 

La  receta  para  la  tintura  que  allá  envió  para  ese  Sr.  Polanco, 
me  parecía  que  no  era  á  propósito  de  lo  que  se  usa,  y  he  sido 
informado  que  es  la  más  cierta  y  mejor  que  se  puede  hacer  se- 
gún los  que  usan  el  misterio;  por  ende  sin  temor  se  puede  apro- 
vechar della. 

Yo  escribo  al  Rey  lo  que  v.  md.  verá  acerca  de  la  nomina- 
ción de  Cambray  para  lín  hijo  de  Granvela;  en  lo  cual  no  pon- 
go duda  se  hará.  Pareceme  que  será  bien  que  v.  md.  entienda 
en  ello  y  me  haga  respuesta,  y  como  cosa  despachada  de  vues- 
tra mano. 

No  hay  menudencias  que  se  puedan  escribir;  que  el  portador 
creo  yo  las  sabrá  representar,  y  á  la  causa  seré  yo  escusado.  En 
lo  que  agora  quedamos  es  en  víspera  de  partida,  y  habíase  de- 
terminado á  Valladolid,  y  dello  éramos  todos  más  que  conten- 
tos; y  ha  venido  alguna  nueva  de  no  haber  entera  salud  en  la 
comarca;  y  á  la  causa  ha  enviado  S.  M.  un  correo  á  saber  qué 
tal  está  Segovia  y  Avila  y  la  dicha  Valladolid  para  determinar 
lo  que  se  había  de  hacer.  Deseamos  salir  de  aquí  por  el  temor 
de  los  mosquitos  y  lo  principal  por  ir  á  Valladolid.  S.  M.  es  ido 
á  Aranxuez  y  hase  dicho  que  á  mirar  que  quiere  hacer  en  ella 
algunas  cosas  propicias  de  caza;  y  también  se  cree  quiere  la- 
brar en  este  Alcázar.  Si  es  así,  señal  es  que  le  contenta  la  tierra, 
de  lo  que  no  pesa  á  su  Corte,  porque  es  muestra  de  poner  en 
olvido  á  Granada. 

Al  Dr.  Escoriaza  di  las  encomiendas  de  v.  md.  y  le  dixe  lo 
del  Doctor  Carnicer,  y  según  me  dixo,  el  dicho  Carnicer  le  ha 
escripto  de  cómo  se  quiere  ir  desta  Corte,  y  creo  que  no  tiene 
sinrazón,  porque  Grazbain  diz  que  tiene  poca  cuenta  del,  y  pa- 
receme que  S.  M.  la  debria  tener  para  semejantes  cosas:  según 
esto,  no  tomará  mucho  trabajo  el  Dr.  de  Escoriaza  en  buscar 

remedios. 

Por  la  copia: 

A.  Rodríguez  Villa. 


LA  BATALLA  DE  ROCROY.  507 


II. 

LA  BATALLA  DE  ROCROY. 

La  Société  nationale  des  Antíquaires  de  France,  de  que  era 
dignísima  correspondiente  extranjera  honoraria  la  inolvidable 
Duquesa  de  Alba  (q.  D.  h.),  á  quien  tanto  deben  los  estudios 
históricos  españoles,  acaba  de  publicar  su  centenario  ( 1 804- 1904) 
con  un  Recueil  de  mémoires  publiés  par  les  membres  de  la  So^ 
cieté  (l).  La  primera  de  estas  memorias  contiene  la  Relación  de 

i 

la  batalla  de  Rocrqy,  por  el  Duque  de  Alburquerque ,  personaje 
que,  como,  es  sabido,  tomó  una  parte  muy  principal  en  este 
memorable  hecho  de  armas,  tan  funesto  para  las  nuestras.  Bre- 
vemente refiere  la  ilustre  Duquesa  los  trabajos  publicados  sobre  - 
este  suceso;  y  cómo  poseyendo  ella  en  su  rico  Arcliivo  una 
carta  original  del  Duque  de  Alburquerque  relativa  á  este  punto, 
escrita  en  opinión  suya  al  Conde-Duque  de  Olivares,  se  decidió 
á  publicarla  con  motivo  de  este  centenario  de  la  Sociedad  y  á 
invitación  suya.  Esta  carta,  dice,  escrita  por  el  Duque  pocos  días 
después  del  combate,  con  intención  de  que  fuera  de  todos  co- 
nocida, viene  á  corroborar  las  aserciones  de  Dávila  Orejón,  de 
Vincart,  de  Cánovas  del  Castillo,  de  Rodríguez  Villa  y  de  Fer- 
nández Duro  (2),  probando  hasta  la  evidencia  la  valerosa  con- 


(i)  Un  vol.  4.®  mayor,  ilustrado  con  preciosas  láminas. — A  la  carta  en 
español  del  Duque  de  Alburquerque  sigue  la  traducción  francesa. 

(2)  Refiérese  la  Duquesa  á  las  obras  siguientes,  donde  los  aficionados 
á  la  historia  militar  encontrarán  curiosos  detalles  sobre  esta  batalla,  tan 
necesarios  para  la  mejor  inteligencia  de  la  carta  del  Duque  de  Albur- 
querque.— D.  Francisco  Dávila  Orejón:  Política  y  mecánica  militar  para 
sargento  mayor  de  tercio»  Bruselas,  1684. — Relación  de  los  sucesos  de  las  ar- 
méis de  S..  M.  C.  el  Rey  D»  Felipe  IV  nuestro  señor ^  gobernadas  por  el  Exce- 
lentísimo  Sr,  D.  Francisco  de  Melo^  marqués  de  Torrelagufia,  gobernador,  lu- 
garteniente y  capitán  general  de  los  Estados  de  Flandes  y  de  Borgoña,  de  la 
campaña  del  año  de  1643,  dirigida  á  S.  M.,  por  Juan  Antonio  Vincart ^  secre- 
tario de  los  avisos  secretos  de  guerra,  (Colección  de  documentos  inéditos 
para  la  Historia  de  España,  tomo  T^.-^Esttulios  del  reinado  de  Felipe  JV, 


508  BOLETÍN  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

ducta  de  Alburquerque  y  contradiciendo  la  versión  admitida  por 
el  Duque  de  Aumale.  A  excepción  de  Fabert,  añade,  débil  apo- 
yo de  la  relación  de  este  príncipe,  todos  sus  contemporáneos» 
desde  Felipe  IV,  su  Consejo  de  Estado  y  D.  Francisco  de  Melo> 
hasta  los  franceses,  que  apellidaron  al  tercio  mandado  por  el 
Duque  en  esta  batalla  «le  petit  cháteau»  á  causa  de  su  inque- 
brantable firmeza,  reconocen  el  heroico  valor  de  Alburquerque. 

Y  por  ser  documento  de  tanto  interés  para  nuestra  historia 
militar,  por  haberlo  escrito  el  Duque  para  que  fuera  de  todos 
conocido,  y  ser  muy  raros  los  ejemplares  que  de  este  centenario 
circulan  por  España,  no  vacilamos  en  reproducirlo  íntegro.  Dice 
así: 

«Ilustrísimo  Señor. — Escribí  a  V.  S.  los  días  pasados  la  rela- 
ción del. desgraciado  suceso  que  las  armas  de  S.  M.  tubieron  so- 
bre Rocroy;  y  aunque  procuré  dar  quenta  á  V.  S,  de  todo  y  lo 
puse  en  e^xecucion,  no  se  pueden  referir  de  una  vez  negocios  de 
tanto  peso,  y  mas  quando  la  pena  y  sentimiento  estaban  tan 
frescos  en  la  memoria  que  no  dejaban  obrar  al  discurso  para 
desmenugar  las  menores  circunstancias,  que  en  semejantes  suc- 
cesos  son  siempre  las  mas  importantes  para  la  claridad  de  quien 
los  oye. 

Bien  me  acuerdo  que  en  la  pasada  prometí  á  V.  S.  hablar 
claro  y  arrimarme  mas  á  la  verdad  del  caso  qué  á  los  rodeos  de 
la  disculpa,  y  por  si  entonces  no  lo  hice,  por  auer  cumplido  con 
el  nerbio  de  mi  relación,  aora  la  eslabonaré  con  todas  las  cir- 
cunstancias, perdonándome  V.  S*  si  repito  otra  uezJo  que  .yaiía 
oydo,  que  todo  es  menester  para  que  la  culpa  de  los  vnos  sirua 


por  D.  Antonio  Cánovas  del  Castillo,  tomo  ii:  Aniecedentes  y  relación  criii*- 
ca  de  la  batalla  de  Rocroy  con  el  principio  y  fin  gue  tuvo  la  superioridad  mi- 
litar de  los  españoles  en  Europa  (Madrid,.  i888.)~^/  Duque  de  Alburquer- 
que en  la  batalla  de  Rocroy,  Impugnación  d  un  articulo  del  Duque  de  Aumale 
sobre  esta  batalla;  y  noticia  biográfica  de  aquel  personaje,  por  Antonio 
Rodríguez  Villa.  (Madrid,  1884.) -Z^ít»  I^rancisco  Fernández  déla  CuevOt 
Duque  de  Alburquerque,  Informe  en  desagravio  de  tan  ilustre  procer  presen- 
tado á  la  Real  Academia  de  la  Historia  por  el  capitán  de  navio  Cesáreo  Fer^-^ 
nández  Duro,  académico  de  número,  (Memorias  de  la  Academia,  tomo  x. 
Madrid,  1884.) 


J 


LA  BATALLA  DE  ROCROY.  509 

de  abono  á  la  inocencia  de  los  otros.  Y  tomando  de  mas  atrás 
mi  relación,  digo,  Señor,  que  sin  comprehender  ninguno  ei  in- 
tento y  disinio  del  S**  D.  Francisco  (l),  fuimos  marchando  la  buel- 
ta  de  Abinas  (2).  No  sabia  nadie  del  exercito  adonde  auia  de  dar 
el  rayo,  porque  no  solo  no  lo  auia  comunicado  el  S'*  D.  Fran- 
cisco a  ningún  cabo,  pero  aun  a  mí  no  me  lo  dixo  asta  que  ya 
estubieron  tomados  los  puestos,  y  como  en  aquel  estado  no  te- 
nían remedio  los  consejos,  aunque  allí  importara  la  disuasión, 
solo  atendí  a  preuenille  que  mirase  no  nos  hallásemos  sin  arti- 
llería gruessa,  como  el  año  pasado  en  la  Basse  (3);  dixome  que 
ya  tenia  preuenidos  quatro  medios  cañones  de  las  plagas  cir- 
cunbecinas  para  encaminallos  asi  como  Uegassemos;  aduertile 
también  que  para  hacer  entrada  en  pays  estranjero  adonde  nos 
auian  de  venir  los  biberes  de  tan  lexos,  me  parecía  que  no  te- 
níamos carros  para  conducillos,  pues  en  nuestra  armada,  que  era 
de  mas  de  ^'einte  mil  hombres,  no  se  hallaban  avn  cinquenta 
carros  del  Rey.  Respondióme  que  ya  auia  embiado  a  Bruselas 
por  ellos,  y  auiendo  yo  quitado  el  escrúpulo  que  tenia  con  estas 
aduertencias ,  marchamos  a  Rocroy,  adonde,  reconociendo  la 
plaga,  se  eligieron  los  ataques  y  se  empezaron  aquella  noche. 

Parecerá  vanidad  el  que  yo  diga  esto;  pues  no  lo  es,  sino  ha- 
blar con  la  verdad  que  acostumbro,  siendo  testigos  de  todo 
quanto  me  ha  pasado  los  hombres  de  mas  importancia  de  toda 
la  armada,  pues  siempre  hablé  a  voces  delante  dellos,  que  no  ha 
pasado  cosa  desde  el  principio  al  fin  que  yo  no  lo  aya  preúeni- 
do  con  aduertencias  tan  necesarias  que  pluguiera  a  Dios,  Señor, 
que  se  vbieran  admitido,  pues  oy  cantáramos  la  vitoria  en  vez 
de  llorar  nuestra  ruyna.  ' 

Púsose  nuestro  exercito  en  frente  de  vanderas  al  rededor  de  la 
villa,  o  por  mejor  dezir,  púsole  el  Conde  de  Fontana  (4),  que  pa- 
rece que  Dios  le  auia  dado  ciencia  infusa  para  herrarlo  todo,  o 


(i)     De  Meló. 
■^-{z).    Avesnes.  Nota  déla  Duquesa. ._. 

(3)  La  Bassce.  Nota  de  la  Duquesa. 

(4)  El  Conde  Paulo  Bernard  de  Fontaine,  lorenés,  que  fué  por  mucho 
tiempo  creído  Conde  de  Fuentes. 


510  BOLETÍN  DB  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

que  permitió  traelle  con  nosotros  para  castigo  de  nuestros  pe- 
cados. Salí  de  mi  quartel  a  ver  el  frente  de  banderas  y  hallé 
desde  el  cuerno  izquierdo  de  la  infantería  asta  el  derecho  de  mi 
caballería,  que  auia  bien  tres  quartos  de  legua,  sin  persona  que 
le  guardase,  y  conociendo  luego  aquella  falta,  escribí  vn  papel  al 
&'  D.  Francisco  dándole  quenta  de  lo  fácil  que  era  el  socorrer 
la  plaga  por  aquel  franco  (i);  y  como  no  corría  por  mi  cuenta  el 
guardar  mas  que  el  puesto  que  se  me  auia  encargado,  salló  el 
S''  D.  Francisco  a  vello  y  yo  y  todo,  y  hallando  verdadero  mi 
reparo,  se  mudó  el  frente  por  consejo  mío,  cerrando  mas  aquel 
franco  y  asegurándole  de  socorro;  y  fue  a  tan  lindo  tiempo  que 
a  la  noche  vino  el  enemigo  por  aquella  misma  parte  con  mil  y 
ochocientos  caballos  a  socorrer  la  villa,  y  hallándose  burlado, 
mataron  nuestras  centinelas  a  sus  reconocedores  y  tocando  vn 
arma,  nos  hallaron  preuenidos  y  se  iueron  burlados.  Nada  de 
esto  lo  digo  porque  importe  a  lo  principal  del  succeso,  sino  por- 
que vea  V.  S.  que  fui  siempre  haciertdo  reparo  asta  en  las  me- 
nores preuenciones  y  todas  salieron  verdaderas. 

Determinóse  ganar  las  medias  lunas,  porque  estando  nosotros 
sin  fortiñcarnos,  no  diessemos  lugar  al  enemigo  con  la  tardanza 
a  que  se  juntase  a  socorrella;  y  como  para  ganallas  no  tuvimos 
artillería,  murió  infinita  de  nuestra  gente,  porque  tiraban  sin  te- 
mor a  que  les  ofendiessemos  con  esta  parte  tan  principal  de  vn 
sitio;  pero  en  fin  se  ganaron  y  sustentaron  y  la  artillería  nuestra 
no  bino  por  mas  que  yo  la  preuíne.  Estubo  la  gente  tres  dias  sin 
pan,  que  tan  poco  vinieron  los  carros  que  auian  de  venir  de 
Bruselas,  sin  auer  importado  mi  aduertencia  para  que  viniessen. 
Dejamos  la  plaza  en  el  ultimo  estado  deganalla,  pues  estábamos 
en  tres  dias  cegando  el  foso;  y  vamos  a  la  venida  del  enemigo 
que  fué  lunes  a  1 8  de  mayo.  Tuvimos  noticia  de  que  llegaba  y 
con  la  mayor  prontitud /que  pude,  saqué  mí  caballería  a  la  plaga 
de  armas;  y  encargándose  Fontana  de  poner  la  batalla,  que  como 
a  Maestre  de  campo  general  le  tocaba,  lo  primero  que  hizo  fue 


(i)    Sic:  por  flanco.  Se  ha  conservado  con  muy  buen  acuerdo,  por  la  Se- 
fíora  Duquesa  de  Alba,  la  ortografía  de  la  carta  original. 


LA  BATALLA  DS  W3CttC¡f9,  5 1  r 

sacar  el  exercito  del  puesto  que  tenia  (que  era  un  marrazo  por 
frente  que  no  podiamos^  ser  envestidos,  y  vn  bosque  por  el  cos- 
tado derecho)  y  ponerle  a  la  falda  de  una  colineja  que,  si  el  ene- 
migo la  ganarsi^  nos  pudiera  derrengar  con  su  artillería.  Di  gri- 
tos diciendo  que  como  se  hacia  aquello,  que  abangassemos  a 
ganalla.  Ayudáronme  todos,  y  Fontana  era  tan  porfiado  que  no 
lo  quiso  hacer  asta  que  vio  aquella  tarde  que  quiso  avangar  el 
enemigo  a  ganalla,  y  entonces  nos  mandó  avanzar  fi  nosotros 
conociendo  que  era  saludable  lo  que  yo  abia  dicho.  Quando  el 
enemigo  venia,  era  fuerga  desfilar  su  gente  por  vn  paso  angosto, 
y  quiriendo  inbiar  mil  quinientos  caballos,  me  ofrecí  yo  a  ir  con 
mi  caballería  a  disputalie  la  desfilada,  que  es  cosa  evidente  que 
si  me  lo  permiten,  se  vuelben  sin  socorrer  la  villa,  como  lo  dice 
la  razón  y  como  los  mismos  enemigos  han  confessado.  Tanbien 
quando  aquella  tarde  se  avangaron  a  ganar  nuestra  colina,  no 
abia  pasado  mas  de  la  mitad  de  su  gente  y  hicieron  presencia 
con  ella  para  que  pasase  la  otra,  y  yendo  nosotros  resueltos  a 
embestir  y  estando  a  tiro  y  medio  de  mosquete,  boluió  el  ene- 
migo las  espaldas  y  Fontana  mandó  que  hiciésemos  alto.  Yo  di 
voces  delante  de  todos  que  embistiésemos,  y  viendo  que  no  se 
daba  orden  para  ello,  me  fui  al  S'*  D.  Francisco,  y  me  dixo  que 
él  estaba  esperando  al  varón  de  Beque  (l)  que  estaba  tres  leguas 
de  allí  y  venia  con  mas  gente,  y  asi  que  no  queria  salir  a  buscar 
el  enemigo  pudiendo  esperálle  y  aguardando  este  socorro  del  va- 
ron,  y  que  esperando  se  habian  perdido  muy  pocas  Vitorias^ 
dándome  exenplos  para  conuencerme. 

Vamos  aora  a  la  mala  forma  conrque  estaba  dispuesto  el  ejer- 
cito, que  parece  imposible  que  lo  pudiese  herrar  vn  niño,  quanto 
y  mas  vn  hombre  tan  viejo  como  Fontana.  Auiendo  21  tercios 
de  ynfanteria,  tenia  puestos  cinco  de  frente  al  enemigo  y  los  de- 
mas  que  hacian  frente  al  sesgo  por  los  costados,  y  toda  la  caba- 
llería del  Rey  en  ala  al  cuerno  yzquierdo  y  al  derecho  otra  ala 
de  alguna  caballería  del  Rey  y  lo  demás  de  regimientos  y  caba- 
llería alemana;  en  fin  él  tenia  puesto  el  exercito  en  plaga  de  ar- 


(i)    El  barón  de  Beck.  Nota  de  la  Duquesa. 


512  BOLBTfN  DB  LA  RBilL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

mas  en  vez  de  ponelle  en  vatalla,  y  con  tan  poco  reten  y  reser- 
ua  como  si  no  se  vbiese  de  pelear,  porque  Fontana  nunca  se 
persuadía  a  que  el  enemigo  nos  auia  de  dar  la  batalla.  Reconocí 
la  flaqueza  de  nuestros  puestos,  y  en  particular  la  del  cuerno 
yzquierdo  adonde  estaba  mi  caballería,  pues  estaba  tan  des- 
amparado aquel  lado  asta  llegar  a  vn  bosque,' que  nos  podían 
ganar  la  retaguardia  por  aquel  costado.  Llamé  al  S**  D.  Francis- 
co para  que  lo  reconociese,  y  preguntándole  á  D.  Pedro  de  V¡- 
llamor,  mi  comisario  general,  si  se  atrevía  a  guardar  aquel  pues- 
to, respondió  que  no.  Dixo  que  que  remedio  abría  para  guarda- 
He;  replicamos  que  ninguno  si  no  es  trabajando  con  gapa  y  pala 
alguna  zanja  en  aquel  franco  para  que  el  enemigo  se  embarazase 
al  queremos  embestir.  Respondió  el  S"*  D.  Francisco  que  era 
imposible  a  causa  de  no  auer  zapas  ni  palas  (propia  confianza  de 
quien  tiene  mucho  valor  ó  mucha  prisa  de  ganar  vna  villa,  ve- 
nirse sin  los  mas  necessarios  instrumentos  de  vn  sitio,  que  son  la 
zapa  y  la  pala  para  fortificarse).  Añadió  el  S**  D.  Francisco  que 
si  lo  podría  guardar  embiando  mil  caballos  mas;  respondióse  que 
no,  pero  que  todavía  se  guardaria  algo  mejor  con  los  mil  caba- 
llos. Fuese  amagando  que  los  embíaria  luego  y  los  caballos  no 
biníeron.  Yo  viendo  que  ya  anochecía  y  que  con  el  amparo  de 
la  noche  nos  podríamos  mejorar  sin  que  el  enemigo  lo  viese, 
pedi  al  Conde  de  Fontana  que  se  pusiese  en  batalla  mezclando 
batallones  de  ynfanteria  con  gruesos  de  caballería,  para  que  estu- 
biesen  vnidas  y  incorporadas  nuestras  fuerzas,  ó  que  por  lo  menos 
me  embiase  mangas  sueltas  de  mosquetería  para  mezclar  entre 
mis  gruesos  y  para  que  diesseh  mas  viua  carga  al  enemigo^  y  no 
quiso.  Boluile  a  embiar  recados  asta  el  amanecer  que  le  embié  el 
ultimo  con  el  ayudante  Pedro  Pérez  y  me  respondió  con  él:  ^Que 
me  quiere  el  Duque  de  Alburquerque,  ya  no  le  he  embiado  quinien- 
tos mosqueteros  para  el  bosque? t  Como  vi  esto,  no  quise  replicar 
á  su  porfía,  y  dixe  a  todos  los  mas  capitanes  y  a  algunos  de  mis 
criados:  «Presto  veremos  que  el  enemigo  nos  ataca  y  nos  corta 
ganándonos  la  retaguardia  y  la  vitoria:^.  Y  fué  tan  leída  esta  ra- 
gon  ernni  entendimiento,  que  sucedió  al  pie  de  la  letra  como  lo 
dixe.  Embistiónos  el  enemigo,  y  para  acaballo  de  errar  todo, 


LA   BÁTALA   DE   ROCROY.  513 

Fontana  mandó  que  le  saliese  a  recebir  nuestra  caballería,  y  que 
la  infantería  se  quedase  fixa  en  sus  puestos,  que  fué  nuestra  ulti^ 
nía  perdición^  pues  salió  la  caballería  a  pelear  contra  la  caballería 
y  la  infantería  del  ene^nigo  que  venia  mezclada  y  vnida,  y  nues- 
tra infantería  se  quedó  sin  que  nos  ayudcLSsemos  los  vnos  a  los 
otros;  pero  no  obstante  peleó  tan  valerosamente  la  caballería  que 
ella  sola  tuvo  ganada  la  vitoría  dos  veces  y  boluiendo  contra  el 
enemigo  su  artillería  misma,  que  se  la  tuvimos  ganada,  se  em- 
pezó a  aclamar  la  vitoría  a  tiempo  que  el  reten  del  enemigo  se 
fué  deshilando  a  ganar  nos  la  retaguardia  y,  ganada,  nos  embis- 
tió por  todas  partes  y  puso  nuestra  gente  en  derrota.  En  fin,  Se- 
ñor, yo  no  pude  hacer  mas  que  pelear  por  mi  persona  y  juntar 
siempre  las  tropas  para  llcvallas  a  la  cara  del  enemigo;  pero  ya 
-el  mal  auia  sucedido,  que  esta  batalla  estaba  perdida  desde  que 
se  puso  el  exercito  en  forma  de   pelear,  o,   por  mejor  decir,  en 
forma  de  muestra,  pues  Fontana  no  le  puso  mas  que  para  mos- 
tralle.  Dios  le  aya  perdonado,  pues  por  su  culpa  padece  hoy  la 
reputación  de  tantos,  que  aunque  parezca  poca  modestia  el  ha- 
blar de  los  muertos,  tampoco  es  justo  que   por  ese  respeto  so 
calle  su  mala  disposición,  que  eso  fuera  hacer  culpados  a  los  que 
merecen  tener  mucha  gloría  aun  en  medio  de  la  contrariedad 
del  suceso.  Y  asi  he  querido  hablar  claro  a  V.  S.  para  que  sepa 
y  conocza  que,  aunque  por  el  puesto  que  tengo,  pudo  correr  algo 
por  mi  quenta  deste  suceso,  que  no  corrió  nada  mas  que  el  pu- 
<lrirme  de  auerlo  \'isto  obrar  tan  mal  y  el  auer  dado  mis  conse- 
jos  en  vano,  pues  auiendolos  dado  ansi  en  lo  que  V.  S.  ha  oydo 
como  en  que  nos  fortificásemos  con  cordón,  cosa  tan  sabida  en 
los  sitios  y  tan  experimentada  por  buena,  jamas  lo  quisieron  ha- 
cer. Ya  he  dicho  a  V.  S.  que  seria  por  sobra  .de  valor  y  por  ga- 
nar con  mas  breuedad  la  villa   escusandose   de  la  tardanza  de 
quien  se  fortifica;  pero  en  todo  acontecimiento  yo,  como  por 
mis  pocos  años  no  puedo  hacer  voto  solo,  siempre  me  atengo  a 
lo  que  he  leydo  y  oydo  platicar  a  los  otros,  que  con  el  deseo 
que  tengo  de  aprender,  escucho  con  atención  y  obseruo  con  co- 
dicia, y  nunca  he  oydo  dejar  de  alabar  por  bueno  el  fortificarse 
temiendo  siempre  al  enemigo  asta  el  día  de  pelear,  que  enton- 
TOMO  xLiv.  33 


514  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADBMLA  DB   LA   HISTORIA. 

ees  es  quando  no  se  ha  de  temer.  En  fin  los  franceses  han  dicho 
claramente  que  si  les  vbieramos  embestido  la  tarde  antes,  quando 
yo  lo  dixe,  que  les  vbieramos  rompido;  que  si  nos  hallaran  for- 
tificados, se  vbieran  buelto,  y  que  si  nos  vbieramos  mudado  a  la 
mañana  de  la  forma  en  que  quedamos  por  la  noche,  que  les 
vbieramos  rompido.  Y  Gacion,  el  gobernador  de  la  caballeria 
francesa,  dixo  que  yendonos  a  reconocer  por  la  mañana  y  ha- 
llándonos puestos  en  la  forma  que  el  dia  antes,  auia  dicho  al  Du- 
que de  Anguien:  «Embistamos  que  todos  son  nuestros.» 

Suceso  ha  sido  que  tendremos  bien  que  sentir,  no  tanto  por  la 
perdida,  con  ser  tan  grande,  como  por  la  ganancia  que  dejamos 
de  hacer  y  por  auerla  perdido  de  ignorancia.  Verdad  es  que  el 
enemigo  higo  mucha  mas  perdida  que  nosotros,  pues  ellos  mis- 
mos  afirman  que  de  seis  partes  de  muertos  perdieron  ellos  las 
quatro.  Ya  he  auisado  a  V.  S.  lo  balerosos  que  andubierdn  los 
españoles,  y  en  particular  mi  tercio,  a  quien  llaman  en  Francia  el 
«petit  chateau:^  por  la  firmeza  con  que  se  defendió  siempre. 
D.  Antonio  Coello  ha  salido  de  la  prisión  trocado  por  vn  capitán 
de  caballos;  también  han  salido  D.  Luis  del  Castillo,  D.  Diego 
Bazquez  y  otro  paje  mió,  todos  heridos,  si  no  es  D.  Antonio  que 
está  bueno.  Nuestra  gente  se  va  recogiendo  cada  dia,  y  el  ene- 
migo, pudiendo  auer  hecho  mucho  en  todo  este  tiempo,  no  ha 
hecho  nada,  con  que  nos  ha  dado  lugar  a  respirar  y  a  juntar  la 
gente.  Ruego  a  Nro.  S'*  pase  adelante  este  desahogo  y  nos  vea- 
mos con  algún  desquite  de  tan  gran  perdida.  Ya  V.  S.  estará  in- 
formada de  todo,  con  que  conocerá  que  ni  fui  llamado  a  conse- 
jo, ni  quisieron  tomar  el  mió,  ni  pude  hacer  mas  ni  menos  de 
lo  que  hice,  pues  es  mi  obligación  el  hacer  todo  quanto  mis  fuer- 
gas  alcangan,  sin  dyxar  nada  reservado  de  lo  que  llego  a  cono- 
cer. De  todo  lo  que  en  adelante  fuere  sucediendo  daré  quenta  a 
V.  S.  como  a  persona  con  quien  descanso  y  a  quien  tan  entra- 
ñablemente quiero,  por  cuya  razón  le  descubro  siempre  la  ver- 
dad de  todo,  porque  no  la  mendigue  de  nadie,  estando  yo  de 
por  medio,  que  soy  tan  fiel  coronista  y  tan  seruidor  de  V.  S.^ 
cuya  il"**  persona  guarde  Dios  muchos  años. — Del  Garapo  junto 
á  Mons  á  1 5  de  643. 


LA   BATALLA   DE  ROCROY.  515 

Desde  aquí  autógrafo: 

V.  S.  me  abíse  de  todo  lo  que  ubic  de  acer  en  materia  deste 
negocio  y  qreame  que  todo  lo  que  describo  es  verdad  sin  juntar 
a  nada  y  también  que  se  da  tan  (?):  supíco  a  V.  S.  procure  sacar 
copia  de  la  carta  que  e  S'"  Don  Francisco  escribe  a  su  Mag**  o 
saber  lo  que  ai  de  cierto,  que  yo  escribo  al  rey  y  V.  S,  me  haga 
merced  de  enseñar  esta  a  todos,  porque  sepan  la  verdad:  yo  solo 
se  decir  a  V.  S.  que  no  siento  la  perdida  sino  la  mala  dispusicion 
que  ter  es  (sic)  egecito  de  Pandes  perdido  por  esto;  pero  no  me 
queda  ningún  escrúpulo  en  mi  consiensia  pus  todo  lo  dije  a  to- 
dos y  al  Señor  Don  Francisco  y  al  maldito  Conde  de  Fontana; 
y  como  mi  oficio  es  obedecer  a  estos  dos,  yo  y  ge  en  todo  lo  que 
me  mandaron,  y  pudo  tanto  el  valor  de  nuestra  caballería  que 
nostante  la  mada  forma  de  nusto  egecito  tuvo  ella  soda  conmigo, 
que  siempre  fui  delante  della  ganado  dos  vese  la  vitodia,  toda  la 
caballeria  mia  contra  la  de  el  enemigo,  y  contra  su  infatedia,  sin 
que  jamas  en  ninguna  ragon  nos  ayudase  la  nuestíi  ni  se  mobiese 
de  su  pusto.  Mire  V.  S.  cuando  se  a  bisto  tantos  erodcs  (l)  como 
en  esta  ocasión:  en  fin  el  que  auia  destar  en  todas  partes  andaba 
en  una  silla  de  manos,  que  con  esto  está  dicho  todo.  Y  tanbien 
es  la  berdad  quel  nemigo  a  perdido  mucha  mas  gente  que  nos- 
otros porque  la  nuesta  esta  pesa  (2)  casi  toda,  que  estamos  do- 
eos  (3)  de  contentos  y  el  nemigo  de  beldad  a  pedido  sodo  do 
mutos  (4)  en  la  pasa  5»000  sin  muchos  edidos. 

V.  S.  quca  que  en  todo  esto  es  la  berdad  lo  que  de  escribo  y 
me  abise  de  todo  y  si  fuede  menester  esseñar  esta  carta  por 
todo  Mardid  lo  haga  y  si  no  se  bedal  (?)  para  V.  S. 

Beso  a  V.  S.  las  manos  su  primo  y  mayor  seruidor. — El  Du- 
que  DE   AlbURQUERQüF. 

A.  R.  W 


(i)  Sic:  por  errores. 

(2)  Sic:  por  presa. 

(3)  Por  locos. 

(4)  Muertos. 


5i6  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 


III. 

COMISIÓN   PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  DE  CÓRDOBA 
A  la  Real  Academia  de  la  Historia: 

.M  cumplimentar  por  vez  primera,  como  Vocal  Secretario  de 
la  Comisión  provincial  de  Monumentos  de  Córdoba,  lo  precep- 
tuado en  los  Estatutos  por  los  que  la  misma  se  gobierna,  no  ha- 
brá de  extrañar  consagre,  en  lugar  preferente,  un  cariñosísimo 
recuerdo  á  la  memoria  de  mi  antecesor  en  el  cargo,  el  señor 
I).  Rafael  Romero  y  Barros,  no  solo  por  haberlo  sido,  sino  por- 
que también  fué  mi  maestro,  mi  progenitor  y  un  apasionado  del 
arte,  que  empleó  todas  sus  energías  y  todos  sus  talentos  en  pro- 
vecho de  aquél,  con  un  entusiasmo  y  una  fe  inquebrantables, 
como  lo  demuestra  la  conservación  en  Córdoba  de  algunos  mo- 
numentos preciadísimos,  merced  á  sus  trabajos. 

No  han  sido  escasas  ni  infructuosas  las  gestiones  realizadas  por 
esta  Comisión  -sin  otras  solicitudes  que  las  de  su  propio  celo — 
en  defensa  de  las  preseas  arqueológicas  que  nos  legaron  en  Cór- 
doba y  su  provincia  las  generaciones  pasadas,  y  que  nosotros 
estamos  obligadísimos  á  conser\'ar,  tanto  por  decoro  patrio  y 
noble  orgullo  como  porque  sirven  de  provechosa  enseñanza  y 
recuerdan  la  pompa  y  esplendor  de  tiempos  mejores. 

Esta  Comisión,  no  obstante  los  obstáculos  que  han  dificultado 
sus  propósitos  nobles  y  tener  que  luchar  tenazmente  con  el  des- 
dén y  la  ignorancia  lamentables  de  algunos,  con  la  codicia  de 
otros,  con  el  incumplimiento  de  las  previsoras  disposiciones  dic- 
tadas por  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  de  San  Fernan- 
do para  evitar  el  extravío  y  destrucción  de  las  reliquias  artísti- 
cas, huérfana  del  auxilio  que  siempre  han  debido  prestarle  las 
autoridades  locales  y  de  la  pro\¡ncia,  necesario  para  que  ella 
hiciese  valer  los  fueros  de  su  instituto;  falta,  en  fin,  de  medios 
materiales  hasta  el  extremo  de  que  su  digno  Vicepresidente,  don 
Francisco  de  Borja  Pa\ón,  y  el  Vocal  Secretario  que  suscribe, 
han  sufragado  de  su  peculio  por  mucho  tiempo  aquellos  gastps 


j 


COMISIÓN  PROVINCIAL  DE   MONUMENTOS   DE   CÓRDOBA.  517 

más  perentorios;  no  obstante,  repito,  si  alguna  vez  hubo  de  su- 
cumbir á  los  impedimentos  que  esterilizaban  sus  anhelos,  ha 
visto,  en  cambio,  que  el  éxito  coronó  muchas  de  sus  empresas. 

Gallarda  prueba  de  tal  aseveración  es  la  campaña  que  hizo, 
en  época  no  lejana,  para  salvar  de  la  piqueta  destructora  la  torre 
del  siglo  XV,  llamada  de  «La  Malmuerta:^,  que  pretendía  demo- 
ler el  Municipio  pretextando  amenazaba  ruina  uno  de  los  ángu- 
los de  tan  hermosa  fábrica. 

Este  fué  restaurado,  merced  á  dicha  campaña,  brillante  y  de- 
cisiva, aunque,  por  desgracia,  no  tan  eficaz  que  evitase  la  demo- 
lición de  la  ruinosa  escalera  que  daba  acceso  á  la  fortaleza  men- 
cionada. 

Casi  al  mismo  tiempo  logró  que  no  fuesen  destruidas  las  puer- 
tas de  «Osario»  y  «Almodóvar»;  á  ruegos  del  Vocal  firmante 
se  obtuvo  también  la  conservación  de  bello  ajimez  del  Renaci- 
miento, que  está  adosado  á  la  esquina  de  una  casa  de  la  calle  de 
«La  Pierna». 

Asimismo  obstinada  en  su  laudable  empeño  excitó  con  for- 
tuna á  la  Diputación  provincial  para  que  ordenase  la  pronta  lim- 
pieza de  la  fachada  plateresca  de  la  Casa  de  Expósitos,  en  la 
que  tupidos  herbajes  efectuaban  ya  su  obra  devastadora. 

Por  iniciativa  del  autor  de  la  presente  Memoria,  que  en  un 
trabajo  inserto  en  la  prensa  local  denunció  en  Diciembre  del  97 
el  abandono  en  que  estaban  los  hermosos  liertzos  del  gran  pin- 
tor cordobés  Valdés  Leal,  que  se  conservan  ^n  el  exconvento 
del  Carmen  Calzado,  obtuvo  esta  Comisión  del  inolvidable  obis- 
po que  fué  de  esta  diócesis,  Excmo.  Sr.  D.  Sebastián  Herrero 
y  Espinosa  de  los  Monteros,  restaurase  á  sus  expensas  la  bóve- 
da bajo  la  cual  estaban  los  cuadros,  dando  con  ello  prueba  bien 
manifiesta  de  su  generosidad  y  de  su  amor  á  las  artes,  nunca  des " 
mentido. 

De  igual  modo,  y  merced  á  otra  denuncia  hecha  en  el  Diario 
de  Córdoba^  correspondiente  al  20  de  Noviembre  de  1 898,  con- 
siguióse que  el  ¡lustre  procer  Excmo.  Sr.  Marqués  de  la  Vega 
de  Armijo,  patrocinador  de  toda  idea  noble,  alcanzara  del  Go- 
bierno una  subvención  de  4.000  pesetas  para  las  obras  necesa- 


5l8  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

rías  en  uno  de  los  monumentos  más  notables  de  Córdoba:  la 
Sinagoga  judaica,  que  seguramente  hoy  no  existiría  si  con  una 
prontitud  grande  no  se  hubiese  acudido  á  realizar  las  reparacio- 
nes más  indispensables  para  conservarla. 

Con  posterioridad,  cuando  fueron  descubiertos  varios  mosai- 
cos romanos,  al  abrir  unos  cimientos  en  el  edificio  de  «Jesús 
Crucificado»,  la  Comisión  dio  cuenta  del  importante  hallazgo  á 
las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  de  San  Fernando,  á  la  vez 
que  al  Sr.  Ministro  de  Instrucción  pública  y  Bellas  Artes,  de 
quien  interesó  y  consiguió  una  crecida  cantidad,  con  el  fin  «de 
ampliar  las  excavaciones. 

En  fecha  más  reciente  que  la  de  los  trabajos  enumerados  par- 
ticipó á  las  Corporaciones  ya  mencionadas  el  descubrimiento  de 
cuatro  hermosísimos  capiteles  árabes  hecho  en  una  casa  de  la 
calle  «Conde  del  Robledo»  por  el  \^ocal  que  suscribe.  La  Real 
Academia  de  San  Fernandp,  teniendo  en  cuenta  la  importancia 
arqueológica  de  tales  fragmentos,  hizo  que  el  Gobierno  los  ad- 
quiriese por  la  módica  suma  de  750  pesetas,  con  destino  al 
Museo  Arqueológico  nacional,  aunque,  por  desgracia,  dicha  ad- 
quisición no  se  ha  efectuado  aún  y  pueden  perderse  para  siem- 
pre estos  recuerdos  del  arte  arábigo. 

Desde  hace  muchos  años  le  preocupa  á  esta  Comisión  el  de- 
plorable estado  en  que  se  halla  la  magnífica  Puerta  del  Puente, 
y  de  continuo  excita  al  Municipio  para  que  la  restaure;  hasta 
ahora  solo  ha  conseguido  la  reparación  de  algunas  basas  y  co- 
lumnas, tan  ruinosas,  que  constituían  un  verdadero  peligro  para 
los  transeúntes. 

De  algunos  particulares,  amantes  de  las  artes  y  de  la  ciencia 
de  la  Historia,  ha  recabado  lápidas,  ánforas,  monedas,  capiteles 
y  otros  varios  objetos  con  que  ha  enriquecido  el  Museo  Arqueo- 
lógico provincial.  Finalmente,  el  año  último,  á  propuesta  del  Vo- 
cal D.  Teodomiro  Ramírez  de  Arellano,  consiguió  del  Ayunta- 
miento 1. 000  pesetas  para  hacer  excavaciones  en  el  Camposanto 
de  los  Mártires,  donde  aparecieron  vestigios  de  construcciones 
árabes  al  hacer  unos  jardines. 

No  terminaremos  estos  renglones  sin  mencionar  la  triste  per- 


C03flSIÓN   PROVINCIAL  DE   MONUMENTOS  DE   CÓRDOBA.  519 

dida  de  los  Vocales  de  esta  Comisión,  Sres,  D.  Rafael  Blanco  y 
Criado  y  D.  Manuel  González  Guevara. 

Tales  han  sido  los  trabajos  de  la  Comisión  provincial  de  Mo- 
numentos de  Córdoba  en  el  período  que  esta  Memoria  com- 
prende. 

Córdoba,  15  de  Marzo  de  1904. 

£1  Vocal  Secretario, 

Enrique  Romero  de  Torres. 


IV. 

SOBRE  DECLARACIÓN  DE  MONUMENTO  NACIONAL 
AL  TEMPLO  DE  NUESTRA  SEÑORA  DEL  PILAR  DE  ZARAGOZA. 

La  Real  Academia  de  la  Historia  ha  examinado  con  la  mayor 
atención  la  solicitud  dirigida  á  S.  M.  el  Rey  (q.  D.  g.)  por  el  Re- 
verendo Arzobispo  de  Zaragoza  en  súplica  de  que  el  templo  de 
aquella  ciudad,  dedicado  al  culto  de  Nuestra  Señora  bajo  la  ad- 
vocación del  Pilar,  sea  declarado  monumento  ^nacional. 

En  ese  examen,  todo  lo  minucioso  y  detenido  que  su  impor- 
tancia exige,  la  Academia  tenía  que  considerar  que,  pertene- 
ciéndole  tan  solo  el  estudio  de  aquella  ingente  fábrica  en  el  con- 
cepto de  su  mérito  histórico,  en  él  debía  fijarse  exclusivamente, 
ya  que  para  el  del  artístico  tiene  el  Gobierno  cuerpos  especia- 
les con  carácter  y  atribuciones  á  que  es  ajena  esta  institución, 
dedicada  al  esclarecimiento  y  la  propagación  de  la  historia 
patria. 

Y  ciertamente  que  en  el  presente  caso  se  abría  ante  la  Aca- 
demia ancho  campa  en  que,  no  espigar,  sino  recoger,  ya  sega- 
da, copiosísima  mies  de  interesantes  datos. 

Consideraciones  de  alto  valor  dan  al  templo  de  Nuestra  Se- 
ñora del  Pilar,  de  Zaragoza,  la  condición  de  monumento  histó- 
rico, tan  de  apreciar  en  el  caso  presente,  recordando  los  efectos 


520  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

que  ha  producido  el. culto  á  que  está  destinado,  revelando  cuan 
patriótica,  cuan  gloriosa  y  útil  ha  sido  la  acción  de  nuestros  an- 
tepasados al  dejarse  llevar  del  fervoroso  entusiasmo  que  inspi- 
ran el  culto  á  la  Virgen  patrona  de  la  ciudad  del  Ebro,  basado- 
en  antigua  y  piadosa  tradición,  y  el  templo,  antiguamente  lla- 
mado de  Santa  María  la  Mayor,  cuya  existencia,  ya  en  los  co- 
mienzos del  siglo  XII,  demuestran  documentos  irrefragables;  por- 
que si  antes  Pontífices  y  Soberanos  se  apresuraban  á  visitar,  re- 
verenciar y  rendir  homenaje  á  aquel  símbolo  de  la  protección 
divina  á  la  tierra  aragonesa  y  á  sus  hijos,  lo  mismo  en  sus  jor- 
nadas de  Valencia,  Mallorca  y  Sicilia  que  en  las  cumbres  del 
Tauro  y  en  la  Acrópolis  de  Atenas,  donde  se  invocaba  coma 
signo  de  victoria,  hoy  sigue  su  templo  siendo  meta  de  peregri- 
naciones en  que  solicita,  no  ya  solo  salud  para  los  enfermos  y 
paz  para  los  afligidos,  sino  valor,  constancia  y  fortuna  para  los 
defensores  de  la  patria.  Y  §i  la  iglesia  del  Pilar  no  tiene  historia 
en  concepto  de  reducto  ó  ciudadela,  de  fortaleza  más  ó  menos 
inexpugnable  por  su  situación,  fábrica  ó  destino,  la  ha  adquirido, 
y  con  justicia,  por  los,  aunque  tristes  en  alguna  ocasión,  abun- 
dantes frutos  de  gloria  que  ha  proporcionado  á  la  ciudad  en  que 
se  levanta  y  á  los  habitantes  que  á  su  vista  han  realizado  haza- 
ñas y  ofrecido  sacrificios,  cuya  memoria  no  se  perderá,  de  segu- 
ro, en  la  obscuridad  de  los  tiempos. 

En  la  tarde  del  terrible  4  de  Agosto  de  1808,  siete  zaragoza- 
nos del  barrio  de  la  Magdalena,  próximo  al  Pilar,  regidos  por  e> 
lego  de  un  convento,  «ofreciéndose,  cual  dice  el  insigne  histo- 
riador Schepeler,  en  holocausto  á  la  patria  como  los  espartanos 
de  las  Termópilasí>,  hacen  frente  á  una  columna  muy  numerosa 
de  IVanceses  que  ya  se  creían  dueños  de  la  ciudad,  la  detienen 
por  el  pronto  y,  seguidos,  á  los  pocos  momentos  y  á  su  ejem- 
plo, de  otros  paisanos  y  algunos  jefes  militares,  la  arrollan,  y,  á 
costa  de  su  vida,  pues  casi  todos  perecieron,  la  derrotan  y  obli- 
gan á  acogerse  al  abrigo  de  las  primeras  posiciones  conquistadas 
aquella  mañana  por  todo  el  ejército  imperial. 

¿Cuál  es  su  grito  de  guerra?  ¿Cuál?  ¡El  de  la  Virgen  d^  Pilar 
y  Zaragoza!,  como  en  la  Anatolia  y  la  Armenia,  en  Galípoli  y 


t 
NUESTRA  SEÑORA  DEL   PILAR  DE   ZARAGOZA.  52I 

Atenas,  el  de  Aragó  y  Santa  María.  Y  cuando  á  fuerza  de  tantos 
heroísmos,  de  tantos  otros  sacrificios  de  sangre  y  bienes  se  lo- 
gra el  levantamiento  de  aquel  primer  sitio,  ¿adonde  se  dirigen 
el  pueblo  de  Zaragoza,  sus  autoridades  y  los  pocos  soldados  que 
han  ayudado  á  la  defensa,  sino  al  templo  de  la  Virgen  del  Pilar, 
á  cuya  intercesión  proclaman  todos  deber  su  esplenderosa,  pu- 
diera decirse  su  milagrosa  victoria? 

jCuál,  pues,  no  sería  la  confianza  que  en  esa  intercesión  abri- 
garía Zaragoza  para  arrostrar  los  peligros  con  que  amenazaban 
las  iras  de  Napoleón  y  de  sus  legiones,  nunca  vencidas  hasta 
que  nuestros  soldados  las  derrotaron  en  Bailen,  nuestros  campe- 
sinos en  El  Bruch  y  los  inermes,  pero  entusiastas  pueblos,  en 
Valencia  y  Zaragozal  Y  ¡qué  fe  no  inspiraría  á  los  aragoneses  la 
devoción  á  su  sacratísima  Patrona! 

Muchos  ejemplos  se  podrían  citar  del  arraigo  que  sucesiva- 
mente ha  ido  adquiriendo  esa  fe  en  las  márgenes  del  Ebro,  de 
los  que  nos  han  dado  testimonio  irrecusable  no  solamente  los 
cronistas  españoles  más  conspicuos,  sino  los  extranjeros  que, 
para  conmemorarlos  y  admirar  sus  efectos  en  nuestras  luchas 
internacionales,  han  tenido  que  estudiarlos  y  juzgarlos  con  la 
mayor  escrupulosidad.  Los  franceses  particularmente,  enemigos 
y  todo  en  aquella  lucha  homérica,  de  que  cada  narración  se  hace 
una  epopeya  tan  sublime  como  los  hechos  que  la  constituyen, 
los  franceses,  como  los  alemanes  y  polacos  sus  aliados,  camara- 
das  suyos  en  los  sitios  de  la  inmortal  ciudad  á  principios  de  la 
anterior  centuria,  llenan,  hasta  con  entusiasmo  militar,  sus  escri- 
tos de  anécdotas  dirigidas  á  inculcar  en  sus  lectores  la  idea  de 
los  esfuerzos  y  trabajos  empleados;  los  estragos  que  causaban 
los  tormentos  y  las  minas;  los  peligros  que  se  corrían  en  la  con- 
quista de  cada  ruina,  de  cada  calle  ó  plaza  cubiertas  de  barrica- 
das ó  de  escombros  de  los  edificios  más  soberbios;  la  de  la  resis- 
tencia, en  fin,  opuesta  por  soldados  y  paisanos,  si  llenos  de  ar- 
dimiento patriótico,  solicitando  á  voces  la  intercesión  de  la  Vir- 
gen del  Pilar  y  siempre  seguros  de  alcanzarla.  Solo  así  puedo 
comprenderse  una  defensa  llevada  á  extremos  que  constituyen 
la  gloria  de  Sagunto,  Numancia  y  Calahorra  en  la  antigüedad. 


522  BOLETÍN   DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

y  Gerona,  solo  Gerona,  así  como  celosos  su  pueblo  y  sus  presi- 
diarios, de  la  de  Zaragoza.  Y  la  Virgen  del  Pilar  era  la  que  ins- 
piraba tan  heroicos  sacrificios,  y  su  templo  servía  tanto  como 
de  oratorio  para  ofrecerlos,  de  abrigo  y  de  refugio  donde  buscar 
la  paz  del  espíritu  y  la  muerte  que  fuera  se  cernía  implacable 
sobre  los  que  se  atrevían  á  hacerle  frente  con  el  fusil  ó  el  cu- 
chillo. Aquellos  episodios  que,  entre  otros  franceses,  el  general 
Lejeune  pinta  con  tan  tristes  colores  para  confirmar  la  fe  de  los 
zaragozanos  que,  según  el  concienzudo  historiador  alemán  Sche- 
peler,  decían  que  «el  ángel  de  Dios  protegía  el  santuario  de 
María»,  y  en  la  historia  del  primer  sitio  por  el  inglés  Vaughan, 
también  protestante,  que  combatió  allí  en  favor  de  España,  se 
antepone  al  grito  de  ¡Viva  Palafox!  el  de  jViva  la  Virgen  del 
Pilar!,  se  ven  confirmados  por  otro  testigo  presencial  y  actor  en 
muchos  de  ellos,  el  coronel  Casamayor.  «Es  imposible,  dice  en 
su  Diario,  escribir  cuanto  en  este  día  (28  de  Febrero  de  1 809) 
ocurrió  en  tan  críticas  circunstancias,  pues  solo  el  aspecto  que 
presentaba  la  santa  iglesia  de  Nuestra  Señora  del  Pilar  no  hay 
pluma  que  la  describa:  allí  acudió  todo  el  pueblo  á  implorar  su 
divino  favor  y  al  mismo  tiempo  á  refugiarse  todo  pobre  desva- 
lido; y  aunque  hace  ya  algunos  días  que  aquel  santo  templo  es 
el  común  refugio,  en  éste  se  aumentó  notablemente,  en  térmi- 
nos que  llegó  á  ser  como  la  Piscina  universal,  adonde  acudieron 
todo  género  de  dolientes,  hasta  irse  los  enfermos  con  sus  camas 
á  esperar  el  alivio  de  sus  dolencias,  cuya  catástrofe  conmovía  la 
compasión  más  inexplicable.» 

Y  esa,  aunque  sucinta  y  reducida  á  algunos  episodios,  así  de 
los  tiempos  antiguos  como  de  los  modernos,  ¿no  es  historia  fun- 
dada en  la  influencia  ejercida  en  Aragón  y  extendida  á  toda  Es- 
paña por  la  existencia  del  templo  que  contiene  en  su  recinto  la 
imagen  de  la  Reina  de  los  Cielos,  con  la  adv^ocación,  bien  histó- 
rica también,  del  Pilar  de  Zaragoza?  Este  nombre  solo,  que  pro- 
duce en  todas  las  regiones  del  mundo  moderno  la  admiración, 
mejor  aún,  el  pasmo  que  los  de  Sagunto,  Numancia  y  Jerusalén. 
en  el  antiguo,  no  es  posible  que  se  borre  en  la  historia  de  nues- 
tra patria,  por  muchos  que  sean  los  días  de  desgracia  y  aun  de 


NUESTRA  SEÑORA  DEL  PILAR  DE  ZARAGOZA.  523 

desesperanza  que  hayan  de  transcurrir;  y  el  espectáculo  y,  cuan- 
do no,  la  memoria  de  aquella  -imagen  y  del  santuario  en  que  se 
venera,  han  seguramente  de  servir  de  estímulo,  de  aguijón  pun- 
zante para  que  se  repitan  en  las  más  críticas  circunstancias  las 
maravillosas  hazañas  que  han  ilustrado  nuestros  gloriosos  ana- 
les. La  Virgen  del  Pilar  es  el  Paladium  de  Zarsigoza;  que  si  los 
íroyanos  defendieron  el  suyo  de  todas  las  íuerzas  reunidas  de 
Grecia,  los  aragoneses  lo  defendieron  contra  las  de  Napoleón, 
que  regía  entonces,  puede  decirse,  que  todas  las  de  la  Europa 
continental. 

No  es  así  de  admirar  la  fra^e  que  se  acaba  de  publicar  en  un 
libro  que  lleva  el  título  de  Napoleón  raconté par  Chateaubriand^ 
y  en  que  el  autor  de  las  Memorias  de  Ultratumba  exclama,  al 
recordar  la  defensa  de  Zaragoza:  «Y  las  ruinas  de  Sagunto 
aplaudieron.» 

A  esta  Academia  no  le  corresponde  formular  juicio  sobre  el 
mérito  artístico  del  templo  del  Pilar;  pero  no  por  eso  ha  de  de- 
jar de  llamar  la  atención  sobre  el  escrito  presentado  por  el  Ex- 
celentísimo Sr.  Arzobispo  de  Zaragoza,  en  que,  aun  cuando 
en  breves  frases,  enumera  las  bellezas  artísticas  que  se  ofrecen 
á  la  vista  en  altares,  coro  y  bóvedas  de  aquella  ingente  fábrica. 
Pero  sea  ó  no  grande  el  mérito  del  gran  cuerpo  de  la  iglesia,  la 
santa  capilla  en  que  se  venera  la  sacratísima  imagen  de  la  Vir- 
gen y  su  milagrosa  columna,  construida  por  el  eximio  maestro 
D.  Ventura  Rodríguez,  encierra  además  objetos  de  devoción  y 
de  arte,  verdaderamente  históricos  y  de  tal  valor,  que  ella  sola 
basta  para  aconsejar  no  se  consienta  la  ruina  de  tan  interesante 
monumento  en  su  totalidad. 

Hay  que  sostenerlo,  y  como  si  no  habría  que  fabricar  uno 
nuevo,  y. ese  puede  darse  por  mucho  más  difícil,  si  no  imposi- 
ble, conviene  optar  por  la  primera  de  esas  resoluciones,  por  ser 
más  práctica  y  más  económica. 

La  Academia,  pues,  opina  por  que  se  acepte  la  propuesta  del 
Arzobispo  de  Zaragoza,  declarando  así  monumento  nacional  el 
templo  de  Nuestra  Señora  del  Pilar,  tanto  por  satisfacer  á  la 
condición  de  histórico  como  porque  la  devoción  universal  á 


534  BOLETÍN   DE  LA   REAL   ACADEMIA   DE  LA   HISTORU. 

aquella  santa  imagen  ha  contribuido  poderosamente  á  la  eje- 
cución de  hechos  tan  admirables  como  los  pasados  en  defensa 
de  la  ciudad  insigne,  considerada  cual  uno  de  los  baluartes  más^ 
robustos  de  la  Independencia  española. 

Sin  embargo,  V,  E.,  como  siempre,  resolverá  lo  más  acertado. 

Dios  guarde,  íítc. 

Madrid,  5  de  Abril  de  1904. 

El  Secretario. 


V. 
LA  NUEVA  LÁPIDA  ROMANA  DE  IBAHERNANDO. 

Habiendo  bien  limpiado  y  reconocido  con  atención  el  epígrafe 
romano,  del  que  di  cuenta  á  la  Academia  del  1 5  de  Abril  pasa- 
do, no  me  cabe  duda  que  debe  leerse,  como  lo  maniñesta  el  ad- 
junto calco: 

L  V  C  R  E  T  I  A 
Q,  •  F  •  A/  V  S 
A^  •  X  X  X  •  H 
S-E-S  «T-T-L» 
T  I  B  K  1  L  I  V 
S-F«C« 

El  cognombre  Anus,  de  Lucrecia,  no  debe  causar  maravilla^ 
si  bien  no  lo  tuvo  por  su  edad,  que  no  pasó  de  los  treinta  abri- 
les. En  Liria  (60 1 7)  se  registra  el  epitafio  de  Lucrecia  Vetusta, 
que  al  fallecer  tenía  38  años;  y  en  Llerena  (1036)  Terencia  /W- 
/¿a  otorgó  testamento  por  el  que  legó  50  libras  de  plata  destina- 
das á  costear  una  estatua  ú  otro  rico  presente  á  la  diosa. 

El  nombre  del  dcídicantc,  que  se  lee  en  los  dos  renglones  pos- 
treros de  esta  lápida  de  Ibahernando,  seguramente  es  Tibrilius, 

Cáccres,  13  de  Mayo  de  1904. 

Juan  Sanguino  y  Michel, 

Correipondicnte. 


VARIEDADES 


I. 

EL  PILAR  DE  ZARAGOZA. 
SU  TEMPLO  Y  SU  TRADICIÓN  HISTÓRICA  HASTA  EL  AÑO  1324. 

La  concesión  de  las  décimas  y  primicias  de  la  iglesia  de  Híjar 
que  en  28  de  Diciembre  de  Il8l  hizo  el  obispo  D.  Pedro  de 
Torroja  (l)  para  la  restauración  de  la  obra,  ó  fábrica,  y  sacris- 
tía, ó  tesoro,  del  templo  del  Pilar — ad  restauraüonem  operis 
ipshis  ecclesiae  et  sacristiae, — surtió  largos  años  cumplido  efecto; 
j>pro  al  cabo  de  un  siglo  tan  fiera  borrasca  se  desató  de  contra- 
dicción, que  sin  que  fueran  bastantes  para  conjurarla  el  apoyo 
moral  de  Bonifacio  \^III  y  las  limosnas  adventicias  de  toda  la 
cristiandad  (2)  se  vio  la  obra  en  peligro  de  fenecer  y  perderse. 
I  )e  todo  ello  y  de  las  vicisitudes  históricas  del  santuario  celebé- 
rrimo, desde  su  primitiva  fundación  en  la  primera  mitad  del  pri- 
mer siglo,  hace  instructiva  y  muy  notable  reseña  un  documento 
inédito,  trazado  en  4  de  Noviembre  de  1 3 18.  El  I)r.  D.  Juan 
l'rancisco  Andrés  de  Ustarroz  lo  describe  así  (3): 

«Pruévase  que  fue  Arcediano  de  Qaragoga  San  Laurencio  por 
una  escritura  auténtica,  testificada  por  Guillermo  de  Calata- 
yud  (4),  Notario  público  del  Número,  que  vi  en  el  archivo  de 


(i)    Boletín,  tomo  xliv,  pág.  445. 

(2)  Ibid.,  págs.  446-454. 

(3)  Defensa  de  la  patria  del  invetictble  mártir  San  Laurencio^  P^g^*  5 1 
y  52.  Zaragoza,  1638. — El  texto  original  carece  de  acentuación. 

(4)  «Calavia»  se  apellidaba  este  notario,  y  no  «Calatayud». 


526  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA  DE   LA    HISTORIA. 

N.  S.  del  Pilar.  Elxhibióse  esta  escritura  delante  de  don  Xímena 
López  de  Luna,  Oficial  de  don  Pedro  López  de  Luna,  Arzobispo 
de  C^aragoga,  año  m.cccxviii. 

Apeló  la  Santa  Iglesia  de  N.  S.  del  Pilar  de  un  Breve,  que  el 
Pontífice  Juan  XXII  concedió  á  don  Pedro  Fernandez  de  Ixar(l) 
Canfalonero  (2)  de  la  Iglesia  Romana,  para  que  el  Argobispo  de 
Tarragona  su  Delegado  erigiesse  la  Iglesia  de  Ixar  en  Colegial» 
agregando  á  ella  las  décimas  y  primicias  que  la  Iglesia  de  N.  S. 
del  Pilar  gozava  en  la  villa  de  Ixar;  y  assí,  impidiendo  la  execu- 
ción,  se  apeló  su  Cabildo;  i  para  justificar  su  causa,  propuso  el 
Canónigo  Ximeno  Donat,  Procurador  suio,  el  daño  grande  de  su 
Iglesia  i  juntamente  su  antigüedad,  refiriendo  [se  á]  la  venida  mi- 
lagrosa de  la  Virgen  Santísima  sobre  la  Coluna,  acompañada 
de  innumerables  Coros  de  Paraninfos,  para  favorecer  á  su  ama- 
do Apóstol  Diego,  i  santificar  á  Qaragoga  con  el  Mármol  inesti- 
mable que  dexó  en  ella,  trofeo  glorioso  de  la  fe  de  Cesaran- 
gusta. » 

A  continuación  el  Dr.  Andrés  de  Ustarroz  propone  el  encabe-- 
zamiento  de  la  escritura,  y  de  ella  extracta  la  pequeña  porción 
que  señalo  entre  asteriscos,  notando  sus  defectos  de  copia.  Al 
trasladar  el  encabezamiento  no  reparó  en  el  anacronismo  que  re- 
sulta de  hacer  caer  en  sábado  el  día  5  de  Noviembre  de  1318» 
que  á  ser  cierto  y  propio  del  instrumento  ejemplar,  ú  original 
pergamino,  como  lo  es  del  impreso,  lo  desdoraría  notablemente, 
abriendo  paso  á  la  íncertidumbre  sobre  la  fecha  puntual  del  mes 
y  del  año.  Por  esta  razón,  y  para  que  en  adelante  no  sean  esté- 
riles casi  todos  los  raudales  históricos,  que  de  esta  fiíente  se  de- 
rivan, he  solicitado  y  obtenido  del  M.  I.  Sr.  D.  Francisco  de  Pau- 
la Moreno,  Canónigo  Archivero  del  Cabildo  de  Zaragoza  y  anti- 
guo Correspondiente  de  esta  Real  Academia,  el  traslado  autén- 
tico del  original,  que  afortunadamente  no  se  ha  perdido. 


(i)    Híjar. 

(2)     Gonfalonero,  ó  alférez,  en  representación  del  rey  D.  Jaime  II,  como 
io  explica  Zurita  en  el  libro  v  de  sus  Anales,  cap.  78;  vi,  21, 


EL  PILAR  DB   ZARAGOZA.  527 


13. 

Sábado,  4  de  Noviembre  de  1318.— Apelación  en  recurso  de  alzada^ 
que  hicieron  el  Prior  y  Cabildo  de  Santa  María  la  Mayor  de  2^ragoza  al 
Papa  Juan  XXIÍ,  mejor  informándole,  para  que  el  arzobispo  de  Tarragona, 
D.  Jimeno  de  Luna,  no  llevase  á  ejecución  la  bula  que  subrepticiamente 
había  obtenido  D.  Pedro  Fernández,  señor  de  Híjar;  el  cual,  siguiendo  y 
empeorando  la  conducta  tiránica  de  su  padre,  ponía  la  fábrica,  ú  obra,  de 
dicha  iglesia  en  riesgo  extremo  de  perder  la  única  dote  segura  y  positiva 
ele  mantenerse. — Archivo  del  Pilar,  armario  vi,  cajón  i,  legajo  i,  núm.  6. 
El  pergamino  mide  573  mm.  de  ancho  por  692  de  alto,  y  ha  padecido  en 
su  parte  histórica  más  notable  una  raspadura,  hecha  de  intento  por  mano 
vil.  Incluyo  entre  asteriscos  lo  publicado  por  Andrés  de  Ustarroz. 

*  Novcrint  universi  Quod  anno  Domíni  millesimo  trecentesi- 
mo  octav'odecimo,  die  sabbati  ij  (l)  nonas  Novcmbris,  Cesarau- 
guste,  ín  (2)  mei  notarii  et  testium  subscriptorum  (3)  presentía ^ 
coram  vencrabili  et  discreto  dompno  (4)  P'xirpino  Luppi  de 
Luna,  officiali  Cesarauguste  existente  pro  tribunali  et  causas 
audiente,  comparuit  venerabilis  et  discretus  Eximinus  Donati  (5) 
Canonicus  et  Infirmarius  Ecclesie  sánete  Marie  majoris  Cesarau- 
guste, procurator  venerabilium  dompni  Raymundi  (6)  de  Bena- 
varre  prioris  Ecclesie  predicte  nec  non  et  capituli  ejusdem 
Ecclesie  sánete  Marie  Majoris  Cesarauguste  *  (7)  constitutus 
cum  publico  instrumento,  confecto  Quarto  Nonas  Novembris 
anno  Doniini  millesimo  trecentesimo  décimo  octavo  per  Beren- 
garium  ma(;onis  notarium  publicum  Cesarauguste  et  auctoritate 
Regia  totius  terre  et  dominationís  domini  Regís  Aragonum.  Et 
nomine  procura  torio  predicto  ínterposuit  ac  fecit  legi  et  publi- 
can per  me  infrascriptum  notarium  coram  domino  officiali  pre- 


(i)  Ustarroz  suprime  el  numeral. 

(2)  Ustarroz  omite  «in». 

(3)  Ustarroz:  «infrascriptorum». 

(4)  Ustarroz:  «domino». 

(5)  Ustarroz:  « Eximen us  Donatus». 

(6)  Ustarroz:  cdomini  Raimundi». 

(7)  Hasta  aquí  Ustarroz. 


52S  BOLETÍN   DE   LA   REAL    ACADEMIA    DE   LA    HISTORIA. 

dicto,  tanquam  coram  publica  et  auctcntica  persona,  plena  curia 
quamdam  appellationem  in  scriptis  sub  forma  que  sequítur. 

Cum  oppressorum  presidium,  seu  verisimiliter  opprimi  timen- 
tium  in  futurum,  appellationis  remedium  a  sanctis  patribus  intro- 
ductum  seu  indultum  existat,  Idcirco  ego  Eximinus  Donati,  pro- 
cura tor  venerabilium  dompni  Raymundi  de  Benavarre  prioris 
Ecclesie  sánete  Marie  maioris  civitatis  Cesarauguste  et  dompni 
Egidii  Martini  de  Oblitis  subprioris  (l)  et  dompni  Paschasii  mar- 
tini  operarii  et  dompni  Martini  Guillelmi  tron  (2)  sacriste  nec 
non  totius  Capituli  Ecclesie  antedicte  predictus  (3),  sentiens  me 
et  illos  quorum  sum  procurator  et  dictam  ecclesiam  indebite  ac 
contra  jus  et  justitiam  fore  quamplurimum  agravatos,  timens 
etiam  imposterum  amplius  et  fortius  agravan  per  Revercndissi- 
muní  in  Christo  Patrem  et  dominum,  domnum  Eximinum  divina 
})rovidentia  sánete  Ecclesie  Terrachonensis  Archiepiscopum: 
Ex  eo  quia  pretextu  cujusdam  gratie,  quam  asserit,  a  sanctissi- 
mo  patrc  ac  domino  domno  Joanne  papa  XXij**  impétrate  per 
nobilem  dompnum  Petrum  Ferdinandi  dominum  loci  de  Ixar, 
cujus  gratie  dictus  dompnus  Archicpiscupus  dicit  se  executo- 
rem,  inhibuit  de  facto,  presupposita  sua  reverentia,  contra  jus  et 
justitiam,  justitie  et  juratis  et  probis  hominibus  (4)  dicti  loci  de 
Ixar  quod  censum  seu  tributum  quod  dictus  nobilis  daré  tene- 
batur  et  tenetur  dictis  canonicis  et  alus  prenominatis  ecclesie 
áancte  Marie  majoris  Ccsarauguste  prcfate,  ratione  arrendationis 
seu  attributationis  fructuum  et  reddituum  ecclesie  loci  antedicti, 
eis  non  solverent,  set  ¡psum  penes  se  retinerent  et  fideliter  con- 
servarent;  quem  censum  asserit  idem  dominus  Archiepiscopus 
deberé  converti  in  sustentationem  clericorum  noviter  ordinan- 
dorum,  juxta  tenorem  dicte  gratie,  in  Ecclesia  memorati  loci  de 
Ixar.  Inhibuit  etiam  ómnibus  et  quibuscumque  officialibus  Regni 


(1)  Era  Prior  en  31  de  Enero  de  1324.  Véase  el  documento  10. 

(2)  Sic.  ¿Sería  «[de  Escajtron»? 

(3)  Falleció,  manteniéndose  en  el  mismo  cargo  de  Enfermero,  á  11  de 
Enero  de  1329. 

(4)  Al  Justicia  ó  Alcalde,  concejales  y  hombres  buenos  ó  vecinos  del 
estado  llano. 


EL  PILAR  DB   ZARAGOZA.  529 

Aragonum  quod  non  compellerent  dictos  homines  de  Ixar  ad 
rsolvendum  dictum  censumi  sen  tributum  canonici&  antedictis;  et, 
si  contra  facerent,  in  eos  et  in  eorum  quemlibet  sententianKex- 
communicationis  de  Tacto  promulgavit.  Et  etiam  timetur  verisi- 
niilíter  quod  ipse,  occasione  gratie  prefate,  procedat  ad  statuen- 
<lum  ponendum  seu  ordinandum  de  novo  elencos  canónicos  seu 
quoscumque  alios  beneñciatos  quocumque  nomine  censeantur  in 
dicta  ecclesia  de  Ixar,  et  eis  pro  sustentatione  eorum  applicet 
dictum  censum  seu  tributum  nec  non  decimas  fructus  et  alios 
redditus  seu  proventus  in  dicta  ecclesia  et  loco  predicto  ad  di- 
ctos priorem  et  capitulum  seu  ecclesiam  prefatam  sánete  Marie 
niaioris  Cesara uguste  et  alios  supranominatos  de  jure  spectantes; 
<|uod  fieret  in  dicte  ecclesie  sánete  Marie  maioris  Cesarauguste, 
^ríorís  et  capituli  predictorum,  gravem  jacturam  et  inorme  detri- 
mentum. 

Verum,  cum  de  jure  privillegia  gratiosa  que  per  Romanum 
pontificem  conceduntur  intelligantur  fieri  et  concedi  sine  alte- 
rius  injuria  et  juris  prejudicio  alieni,  nec  romanus  pontifex  per 
priviHegium  suum  cuique  prejudicare  pretendat,  concedendo 
gratiam  predictam  non  censetur  nec  intelligitur  dictis  priori  et 
capitulo  et  ecclesie  sánete  Marie  predicte  prejudicium  generare; 
máxime  cum  hoc,  ut  asseritur,  in  cadem  gratia  sit  expressum, 
videlicet  quod  eam  intendat  concederé  sine  altcrius  injuria  et 
juris  prejudicio  alíeni;  quod  fieri  non  posset  si  ea  que  in  dicta 
gratia  continentur  per  eundem  dominum  Archiepiscopum  exe- 
cutipni  mandarentur. 

Nam,  cum  dicta  ecclesia  de  Ixar  cum  ómnibus  í'ructibus  et 
proventibus  ipsius  tuerit  per  Episcopum  olim  Cesarauguste  (l) 
cum  consensu  capituli  sui  donata  et  donationis  titulo  concessa, 
et  fabrice  dicte  E^cclesie  per  eundem  Episcopum  specialiter  de- 
puíata,  ita  tamen  ut  lampas  una  coram  altare  beate  Marie  ejus- 
dem  creraarét  pro  peccatorum  suorum  remedio  et  etiam  succes- 
sorum,  que  tisque  fiunc  continué  luminavit  et  luminat  pro  predic- 


(i)    D.  Pedro  de  Torroja  en  28  de  Diciembre  de  1181.  Véase  el  texto 
<le  la  donación  en  la  pág.  445  del  presente  volumen  del  Boletín. 

TOMO  XLIV.  34 


530  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA^  DE    LA   HISTORIA. 

tis;  et  cum  dicto  titulo,  dicte  ecclesie  prior  et  canonici  ipsíus,  quí 
sunt  et  qui  pro  tempore  fuerint,  tenuerínt  et  possederint  eandem 

# 

ecclesiam  de  Ixar  et  nunc  tcneant  et  possideant  et  fuerint  et  sint 
in  possessione,  vel  quasi,  percipiendi  fructus  et  redditus  seu  pro- 
ventus  ipsius  pro  fabrica  ecclesie  antedicte  et  alus  usibus  eccle- 
sie prelibate,  in  qua  possessione  sunt  et  fuerunt  per  c.  et  xx^ 
annos  et  ultra  (l)  continué,  et  inconcusse  de  predictis  etian^ 
fructibus  tam  dictus  operarius  quam  dictus  sacrista  et  subprior 
et  alii  supranominati  canonici  dicte  ecclesie  partem  percipiant 
pro  sustentatione  sua,  quam  amiterent  si  fructus  et  redditus 
dicte  ecclesie  de  Ixar  alus  applicarentur  juxta  gratiam  prefatam, 
nec  aliunde  habeant  unde  possent  congrue  sustentan,  máxime 
cum  sint  canonici  regulares  et  beati  Augustini  regularem  vitam 
professi,  et  sic  proprium  non  habeant  vel  habere  possínt  nee 
alias  necocia  sua  gerere,  cum  solum  habeant  circa  ofñcium  et 
cultum  divinum  et  circa  observantiam  regularem  insistere,  et  ab- 
ómnibus  alus  actibus  que  secularibus  ctiam  clericis  sunt  per- 
missi  penitus  abstinere;  que  omnia  si  summo  pontifTici  relata 
fuissent,  nuUatenus  gratiam  concessisset,  nec  quod  in  dicta  gra- 
tia  continetur  fieri  voluisset  si  inopia  et  dampnum  quod  dicte 
fabrice  et  dictis  canonicis  inde  venire  posset  summo  pontifici 
impetrans  explicasset. 

Et  cum  fabrica  ecclesie  arttedicte  nullos  alios  certos  redditus 
habeat  nisi  redditus  tantum  dicte  ecclesie  de  Ixar,  si  dicti  reddi- 
tus alus  applicarentur  oporteret  ab  opere  ejusdem  fabrice  ¡n 
perpetuum  desistere,  et  per  istam  viam  dicta  fabrica  deperiret^ 
quod  esset  iniqu(u)m  et  juri  dissonum  et  ab  intentione  summí 
pontifficis  concedentis  penitus  alienum;  [cum]  privillegia  seu 
beneficia  summi  pontificis  ita  sint  intelligenda  ut  non  incipíant 
esse  iniqua,  ñeque  per  ea  una  ecclesia  destruatur  ad  hoc  ut  ex 
ejus  proventibus  sine  aliqua  justa  causa  alia  ecclesia  de  nova 
construatur,  cum  aliquis  inopiam  suam  cum  alterius  jactara  non 
debeat  relevare  nec  cum  alieno  dampno  seu  jactura  locupletari; 
que  essent  si  fierent  que  per  dictum  nobilem  impetrata  dtcuntur^ 

(i)    Contados  en  su  totalidad  desde  el  21  Octubre  1192. 


HL   PILAR   DE   ZARAGOZA.  531 

Esset  indecens  ¡nsuper  et  ¡niquum  quod  dicta  ecclesia  sánete 

Marie  majoris  Cesarauguste  in  predictis  dampnificaretur  et  tan- 

tum  seu  tam  grande  detrimentum  pateretur;  cum  dicta  ecclesia 

sit  et  fuerit  antiquior  ómnibus  aliis  ecclesis  in  dicta  Civitate  et 

in  tota  Ispania  constitutis,  Nam,  ut  in  Coronicis  (i)  invenitur, 

hec  fuit  fundata  in  .[xtl**  [.i^] .  (2)  anno  post  incarnationem  do- 

mini  nostri  Jesu  Christi,  etsic  est  antiquior;  *  adeo  etiam  quod  (3) 

tempore  quo  dicta  civitas  Cesaraugusta  erat  sub  gentilium  et 

postea  sub  sarracenorum  potestate  constituta  (4),  in  illa  sola 

ecclesia  viguit  et  splenduit  (5)  fides  ortodoxa.  Et  quan[quam 

predi]cta  Civitas  exaltaret  nomen  perfidi  et  nefandissimi  mafo- 

meti  (6),  illa  tamen  semper  fuit  ad  servitium  Religionis  et  fidei 

christiane,  et  in  ea  nomen  crucifixi  adoratum  et  exaltatum,  licet 

esset  (7)  sita  in  medio  nationis  perverse,  et  nomen  dicti  mafo- 

meti(8)  nunquam  in  ea  (9)  extitit  invocatum.  Pre[fulsit  tejmpo- 

ribus  predictis  multorum  sanctorum  corporum  vita  et  miraculis 

immunita  (lo);  sanctorum  quippe  Valerii  et  beati  (ll)  braulii, 

ejusdem  ecclesie  successive  episcoporum,  et  beatorum  martirum 

Laurentii  adque  (12)  Vincentii  dicte  ecclesie  Archidiaconorum 

cenversatione  exemplis  et  meritis  insignita.  Et  nunc  est  notorium 


(i)  Claro  indicio  de  lo  que  referían  estas  antiguas  Crónicas,  que  en 
parte  se  conservan,  es  la  estrofa  de  Prudencio  (P&rtsiephanon^  iv,  81-84): 

Saevus  antiquis  quoties  procellis 
Turbo  vexatum  tremefecit  orbem, 
Tristior  templum  rabies  in  isiud 
Intuí it  iras. 

(2)  El  numeral,  hondamente  raspado  hace  más  de  tres  siglos,  mide 
27  milímetros.  Las  huellas  que  de  él  quedan  han  resucitado  bañadas  en 
poderoso  reactivo. 

(3)  Ustarroz  omite  «quod*. 

(4)  También  suprime  « constituta  j-. 

(5)  Por  antonomasia,  ó  eminentemente. 

(6)  Ustarroz:  «Mahometici».  / 
{7)    Omite  Ustarroz  «<  esset  ■^. 

(8)  Ustarroz:  «Mahometici:>. 

(9)  Suprime  Ustarroz  <in  ea>. 

(10)  Ustarroz:  '<munita->. 

(11)  Redunda  'vbeati>;  pero  era  sobrenombre  popular  del  Santo,  como 
«venerable»  lo  fué  de  Beda. 

(12)  Sic. 


532  ^  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 


% 


existere  (l)  ad  honorem  (2)  virginis  glorióse;  in  ea  miraciila,  mul- 
ta et  diversa,  virtute  divina  fiunt,  et  diversi  a  diversis  infirmita- 
tfbus  ct  languoribus  (3)  in  ea  curantur  (4). 

Absit  igitur  quod ,  propter  aumentandum  cultuní  d¡\-¡niim  in 
(^cclesia  de  Ixar,  et  cultiis  dicte  ecclesie  minuatur  et  tam  íabri- 
ce  quam  servitoribus  dicte  ecclesie  ita  grave  prejudicium  gene- 
retur;  cum  dicta  fabrica,  ut  dictum  est,  non  habeat  alios  certos 
redditus,  et  etiam  rodditus  dicte  ecclesie  de  Ixar  sint  meliores 
et  pinguiores  redditus  quos  habeat  ecclesia  antedicta;  et  prior  et 
canonici  ejusdem  ecclesie  sánete  Marie  majoris  Cesarauguste  ha- 
beant  ita  tenues  módicos  et  exiles  redditus  qui  vix  eis  sufñciunt 
ad  congruam  sustentationem  vite  ipsorum  ne  possint  tam  pió 
operi,  sicut  est  opus,  dicte  fabrice  in  aliquo  subvenire.  Redditus 
etiam  subprioris,  operarii  et  sacriste  supranominatorum  dimi- 
nuerentur;  imno  quasi  in  totum  absorberentyr  dicte  dignitates 
oorum  et  in  simplice  canónicos  redigerentur,  et  subprimerentur, 
seu  etiam  destruerentur  eorum  dignitates;  que  omnia  et  singula 
si  impetrans  Romano  pontifici  expressisset ,  dictas  litteras  seu 
privillegium  nullatenus  habuisset. 

Preterea,  cum  de  jure  beneficia  seu  privillegia  gratiosa  illis 
conceda ntur  seu  concedi  debeant  qui  ecclesiarum  libertatibus 
non  fuerunt  nec  sunt  infesti  ut  eorum  merita  moveant  et  move- 
ré debeant  animum  concedentis,  et  nobilis  Petrus  Ferdinandi 
quondam  (S),  pater  dicti  nobilis  P(etri)  Ferdinandi  in  vita  sua 
pro  posse  infestus  fuerit  libertati  ecclesie  sánete  Marie  majoris 


(1)  La  misma  iglesia  del  Pilar  con  su  basílica  primitiva  ó  capilla  an- 
gélica. 

(2)  Ustarroz:  «et  nunC  etiam  notorium  extitit  ad  honorem-. 

(3)  Ustarroz  omite  «divina»  y  «et  languoribus». 

(4)  Véase  el  documento  del  año  1299  (Boletín,  tomo  xliv,  pág.  453), 
donde  se  dice  que  «non  solament  en  el  regno  de  Aragón,  mas  ante  por 
toda  Espayna  et  en  muy  tas  otras  partidas  del  mundo  crehemos  ser  ma- 
nifiesto los  muytos  et  innumerábiles  miraglos  quel  Nuestro  Seynor  Jhe- 
suchristo  feitos  á  et  cada  día  facer  non  ressa  en  los  o  vientes  devoción  en 
la  gloriosa  et  bienaventurada  virgen  Madre  suya,  Sania  Alaría  del  Pilar ^ 
en  la  iglesia  de  Santa  María  la  Mayor  de  la  Ciudad  sobredita. 

(5)  Ya  difunto.  Fué  D.  Pedro  Fernández  de  Heredia  hijo  natural  de 
Doña  Berenguela  Fernández  y  del  rey  D.  Jaime  I. 


EL    PILAR   DE    ZARAGOZA.  533 

predicte  civitatis  et  multa  et  diversa  gravamina  ei  intulerit 
signanter  super  perceptione  reddituum  dicte  ecclesir  de  Ixar,  et 
dictus  dompnus  P(etrus)  Ferdinandi  post  mortem  dicti  patris  sui 
eadem  gravamina  multiplicare  curaverit,  et  priorem  et  canónicos 
prefate  ecclesie  more  paterno  super  eisdem  redditibus  et  alus 
diversimode  agraverit,  esset  indecens  et  indignum  quod  ex  dictis 
gravaminibus  dicta  ecclesia  sánete  Marie  et  servitores  ipsius 
dispendium  sustinerent,  et  dictus  nobilis  pretextu  ipsorum  gra- 
vaminum  de  bonis  ejusdem  ecclesie  gratiam  optineret. 

Gravavit  enim  pater  dicti  nobilis  dictam  ecclesiam  ex  eo  quod 
occupavit  scu  occupari  fecit  decimas  ipsius  ecclesie  de  Ixar  ad 
dictam  fabricam  pertinentes  et  alias  eos  (l)  impedivit  ne  eas 
colligere  possent,  et  tamdiu  eas  retinuit  impeditas  et  occupatas 
quousque  prior  et  capitulum  dicte  ecclesie  se  obligarunt  eidem 
nobili  quod  dacent  sibi  in  perpetuum  decimam  omnium  fructuum 
qui  in.  Ix.  Kaficiatis  (2)  terre  Riguc  annuatim  colligerentur  in 
termino  dicti  loci  de  Ixar;  quam  obligationem  dicti  prioj  et  ca- 
pitulum cohacti  et  propter  redimendam  dictam  vexationem,  quam 
alias  redimere  non  poterant,  fecerunt.  Et  prefatus  pater  dicti 
nobilis  in  vita  sua  percepit  dictas  decimas;  et  nunc  etiam  dictus 
nobilis  percipit  in  animarum  suarum  dispendium  et  jacturam. 
Non  contentus  etiam  predictis,  cum  dicti  prior  et  capitulum  non 
possent  habere  comode  decimas  dicti  loci,  impediente  patre  no- 
bilis  memorati,  habuerunt  concederé  et  concesserunt  patri  dicti 
nobilis  omnes  decimas  dicti  loci  toto  tempore  vite  sue  ad  certum 
censum  seu  tributum,  videlicet  pro  octingentis  solidis  tune  cum 
in  veritate .  valerent  Quatuor  millia  solidos  usualis  monete  jac- 
censis  (3),  et  sub  dicto  tributo  tenuit  et  percepit  omnes  decimas 


(i)     a  los  canónigos. 

(2)  Según  el  Diccionario  de  la  Academia,  la  cahizada  usada  tn  la  pro- 
vincia de  Zaragoza  es  equivalente  á  5-457  varas  cuadradas,  ó  38  áreas 
y  143  miliáreas.  Elsta  normal  varía  con  frecuencia,  aun  dentro  de  los  tér- 
minos de  una  misma  localidad.  Viene  á  ser  lo  que  se  labra  cada  día  por 
un  par  de  muías,  ó  sea,  una  media  hectárea.— Nota  del  Sr.  Moreno. 

(3)  La  extorsión  era  enorme,  porque  el  regio  bastardo  usurpaba  todo 
el  capital,  y  solamente  aflojaba  la  tasa  entonces  legal  de  la  usura  hebrea, 
ó  sea  veinte  por  ciento.  A  semejantes  abusos  prestábase  aquella  época 


534  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

dicti  loci  in  vita  sua.  Mortuo  autem  patre  dicti  nobilis,  cum  dicta 
arrendatio  seu  atributatio  per  ejus  mortem  esset  ñnita  et  prior 
ot  capitulum  dicte  ecclesie  deberent  percipere  decimas  ante- 
dictas, paterne  persecutionis  et  gravaminis  imitator  inhibuit  seu 
inhiben  fecit  ómnibus  habitatoribus  in  dictó  loco  de  Ixar  quod 
aliquis  non  locaret  dictis  canonicis  seu  alicui  ex  eis  aliquam  do- 
mum  in  dicto  loco  de  Ixar  in  qua  possent  poneré  seu  tenere  et 
conservare  dictas  decimas  tam  pañis  quam  vini  quam  alias,  nec 
etiam  animalia  cum  quibus  possent  congregare  ad  (h)orreum  seu 
ad  locum  congruentem  decimas  antedictas;  que  quidem  inhibitio 
duravit  per  biennium;  occasione  cujus  inhibitionis  in  dicto  bien- 
nio,  dicti  prior  et  capitulum  amiserunt  decimas  dicti  loci  tam 
pañis  quam  vini,  cum  propter  defectum  animalium,  quas  et  que 
babero  non  potuerunt  in  dicto  loco  Fatione  dicte  inhibitionis,  uve 
fuerunt  putrefacte  in  vineis  et  amisse,  et  bladum  amissum  et 
deperditum  in  aréis  dicti  loci  de  Ixar;  ita  quod  prior  et  capitu- 
lum dicte  ecclesie  sánete  Marie  majoris  de  paupertate  et  mendi- 
citate  sua  habuerunt  providere  in  dicto  biennio  Vicario  dicte 
ecclesie  et  alus  servitoribus  et  ministris.  Et  tándem  videntes 
quod  alias  proficere  non  poterant  cum  nobili  antedicto  nisi  ei 
concederent  et  darent  ad  censum  seu  tributum  decimas  ante- 
dictas ut  dederant  et  concesserant  ^  patri  suo  predicto,  et  quia 
(dum)  istud  antea  faceré  recusaverant  sustinuerunt  et  sustine- 
bant  gravamina  antedicta,  concesserunt  et  dederunt  eidera  ad 
vitam  suam  dictas  decimas  pro  duobus  millibus  solidis  annuatím 
eis  exsolvendis,  cum  in  veritate  unoquoque  anno  valuerint  et 
valeant  quinqué  millia  solidos  (l). 

Nunc  \'ero  persecutionem  prefatam,  per  patrem  suum  predi- 
ctum  inceptam  ct  per  ipsum  ut  dictum  est  continuatam,  volens 


decadente.  Fulmináronlos  con  justa  entereza  Bonifacio  VIII  en  su  famosa 
bula  (25  Febrero  1296)  CUricis  laicos  y  el  concilio  de  Peñafiel  (13  de  Mayo 
de  1302)  en  su  canon  vi. 

(i)  No  fué  tan  duro  como  su  padre,  porque  dejaba  á  la  obra  del  tem- 
plo del  Pilar  el  cuarenta  por  ciento;  si  bien  lo  que  estrujaba  (3.000  suel- 
dos) montaba  casi  lo  mismo  (3.200).  La  escritura  se  hizo,  siendo  Prior 
D.  Pedro  Vicient,  en  Zaragoza  á  1 1  de  Noviembre  de  1302. 


EL   PILAR   DE  ZARAGOZA.  535 

consummare  et  ducere  ad  effectum  optatum,  videlicet  ut  dicta 
«cclesia  sánete  Marie  dictis  decimis  et  proventibus  et  jure  quod 
habet  in  dicta  ecclesia  de  Ixar  iti  totum  privaretur,  novo  adin- 
vento seu  quesito  colore  scilicet  sub  colore  quod  divinus  cultus 
aumentaretur  ift  dicta  ecclesia  de  Ixar,  conatus  est  et  conatur 
-quod  cultus  divinus  tante  ecclesie  sánete  Marie  majoris  predicte 
-diminuatur  et  fabrica  ejusdem  percat,  circa  quam  dicti  fructus 
continué  expenduntur  (i);  et  eis  cessantibus,  opus  dicte  íabrice  de 
necessitate  haberet  cessare,  et  dicti  subprior  et  operarius  et  alii 
prenominati  suis  proventibus  vel  fere  majori  parte  eorum  carere 
-et  eis  cum  magno  prejuditio  defraudari.  Quod  fieri  non  debet  ne 
dicta  ecclesia  ita  antiqua^  ut  dictum  est,  (et)  sic  sanctomm  cor- 
fomm  vita  et  sangaine  rubricata  suo  jure  penitus  careat;  máxime 
■cum,  ut  supcrius  est  expressum,  in  ea  vigeat  et  viguerit  obser- 
vantia  regularis;  que  pretextu  secularium  clericorum ,  de  novo 
■constituendorum  ut  dicitur  ¡n  ecclesia  de  Ixar,  non  debeat  pati 
dispendium,  cum  summa  sit  ratio  que  pro  religione  facit  ut  jura 
-express2  dicunt,  et  dictus  nobilis  ratione  dictorum  gravaminum 
^t  persecutionis  prefatc  non  debeat  premium  consequi  unde 
debuit  et  debet  dispendium  sustinere,  et  per  istam  viam  nunc 
■consequatur  quod  alias  consequi  in  solidum  seu  integre  non  po- 
tuit,  videlicet  quod  fructus  et  proventus  dicte  ecclesie  de  Ixar 
ut  suos  habeat  et  eos  in  suos  usus  convertat.  Quod  fieret  si 
«cclesié  de  Ixar  applicarentur  et  dicte  fabrice  auferrentur;  nam 
tune  non  esset  qui  diceret  cur  ita  facis^  ex  quo  tam  redditus 
•quam  dicta  ecclesia  et  clerici  ejusdem  essent  sub  ejus  dominio 
•constituti.  ¥X  sic,  cum  dampno  dicte  ecclesie  sánete  Marie  majo- 
ris Cesarauguste  consequeretur  quod  optavit  et  obtat,  et  noii  ad 
«ervitium  ecclesie  seu  divini  cultus  aumentum,  immo  in  ejus  di- 
minutionem  cederet  quod  per  eum  obtentum  dicitur  ac  etiam 
impetratum. 

Ex  hiis  igitur  ómnibus  et  singulis  sentiens  me  et  illos  quorum 
sum  procurator  gravatos  esse  per  dominum  Archiepiseopum  su- 
pradictum,  timens  etiam  occasione  dicti  Rescripti  gratiosi  seu 

(i)    y  harto  falta  hada.  Véase  el  documento  (5)  del  año  1294. 


536  BOLETÍN    DE  LA   REAL   ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA.' 

gratie  predicte,  ut  predíctum  est,  noviter  impétrate  amplíus  ct 
fortius  in  futuris  agravan,  et  ne  per  dominum  Archiepiscopum 
ratione  dicti  Rescripti  ad  faciendum  ordinationem  aliquam  ir» 
dicta  ecclesia  de  Ixar  de  decimis  redditíbus  et  proventibus  ante- 
dictís  et  ad  ponendum  statuendum  seu  ordinandum  noviter  ele- 
ricos,  canónicos  vel  quoscumque  alios  beneficiatos  in  ecclesia 
de  Ixar  quocumque  nomine  censeantur,  vel  ad  temptandum  ali- 
quid  in  prejudicium  ecclesie  sancti  Marie  majoris  Cesaraugusto- 
et  aliorum  supranominatorum  vel  alicujus  ipsorum  in  aliquo  pro— 
cedatur,  nomine  quo  supra  ad  sedem  apostolicam  in  hiis  scriptis 
appellOy  suponcns  me  et  illos  quorum  sum  procurator  et  quemli- 
bct  eorum,  beneficia  officia  et  bona  ipsorum,  et  dictam  ecclesianí 
sánete  Marie  et  redditus  et  proventus  et  omnia  bona  ipsius  et 
jura  et  dictam  ecclesiam  de  Ixar  cum  ómnibus  rodditibuset  pro- 
ventibus ipsius  nec  non  adherentes  seu  adherere  volentes  fami- 
liares consiliarios  et  fautores  et  bona  ipsorum  et  cujuslibet  ipso- 
rum sub  protectione  dicte  sedis  et  custoHia  speciali  (i),  petens 
semel  secundo  et  tertio,  instanter,  instantius  instantissime  apella- 
tiónis  me  [e  apostolos\  concedi  et  dari  si  est  aliquis  qui  de  jure- 
eos  mi  (hi)  concederé  valeat. 

P2t  cum  ego  notarius  subtuscriptus  legissem  majorem  partem 
predicte  appellationis,  dominus  officialis  predictus  dixit  quod  ha- 
bebat  ipsam  pro  lecta  ct  publicata  ac  si  de  verbo  ad  verbum  sibf 
lecta  publicata  et  recitata  fuisset.  Et  dompnus  Eximinus  donati> 
procurator  predictus  Requisivit  me  subscriptum  notarium  quod 
de  intorpositione  publicatione  et  lectione  appellationis  predicte 
facerem  sibi  publicum  instrumentum  ad  juris  sui  et  illorum  quo- 
rum est  procurator  conservationem. 

Acta  sunt  hec  loco  die  et  anno  prefixis,  prescntibus  testibus 
ad  predicta  specialiter  nominatis,  venerabilibus  dominis  Sanctio 
Eximini  de  Ayerbio  et  Petro  Guallardi  jurisperitis  Cesarauguste. 

Sig  -4-  num  mei  Guillermi  de  Calavia ,  publici  notarii  Cesar- 


(i)  Para  ello  estaba  autorizado  por  la  bula  de  Inocencio  II  (15  Diciem- 
bre 1 14  O»  cuyo  texto  trae  Migne  (Patrol.  lat,  tomo  clxxix,  col.  563),  y 
está  reseñada  por  Loewenfeld  bajo  el  número  8164. 


EL   PILAR    DE   ZARAGOZA.  537 

auguste,  et  auctoritate  Illiistrissimi  principis  et  domini  domni 
Regis  Aragonum  per  tctam  terram  ct  dominationem  suam  sue- 
que  ditioni  subiectam,  qiii  predictis  ómnibus  et  singulis  interfui 
et  hec  scribi  feci  et  claust  loco  et  anno  prefixis  (l). 

A  1 5  de  Noviembre  el  arzobispo  de  Tarragona  se  hizo  cargo 
de  esta  solemne  apelación;  y  ocho  días  más  tarde  concedió  los 
apostólos^  6  letras  auténticas  y  remisiorales  que  se  le  pedían  para 
la  Curia  Romana.  En  su  consecuencia ,  Juan  XXII  expidió  desde 
Aviñón,  en  1 3  de  Enero  de  1319,  un  Breve  que  nombraba  por 
delegados  suyos  para  juzgar  de  la  causa,  á  D.  Pedro  de  Aybar 
prepósito  y  al  Maestro  Raimundo  de  Agudo,  arcediano  de  Sa- 
rrablo,  ambos  canónigos  de  Huesca.  Cumpliendo,  como  era  ra- 
zón y  á  conciencia,  su  cargo  los  jueces,  exoneraron  de  la  opre- 
sión dc/D.  Pedro  Fernánclez  la  obra,  ó  fábrica,  de  la  iglesia  del 
Pilar,  por  virtud  de  la  sentencia  que  dieron  en  16  de  Julio  del 
mismo  año. 

Removido  este  óbice,  emprcndi^^ronse  con  vigor  las  obras  do 
construcción  y  reparación.  Ya  en  igáe  Marzo  de  1294  el  obispo 
D.  Hugo  cíe  Mataplana  había  repetidas  veces  instado  al  canónigo 
obrero  para  que  procurase  con  todo  esfuerzo  evitar  y  pre\'enir 
la  inminente  ruina  de  la  iglesia  de  Santa  María  la  Mayor,  y  lo 
censuraba  de  remiso  é  inobediente;  pero  sin  duda  no  estaba  al 
tanto  de  la  dura  situación  creada  por  los  señores  de  Híjar.  Las: 
limosnas  adventicias,  que  debieron  allegarse  de  toda  la  cristian- 
dad, difícilmente  bastarían  para  lo  más  indispensable  de  tamaña 
obra,  que  duró  dos  siglos  y  que  llevó  á  dichoso  remate  el  rey 
D.  Fernando  el  Católico  en  1 515-  ^^  se  descuidó  la  del  claustro, 
donde  estaba  el  santuario  primitivo  del  Pilar,  ó  la  capilla  angélica 
de  la  Aparición  de  la  Virgen,  que  labró  ó  hizo  construir  el 
apóstol  Santiago,  y  cuyo  sitio  actual  es  el  mismo  cjue  siempre 
tuvo  (2).  El  documento  10  (3)  nos  ha  mostrado  cómo  en  3 1  de 


(1)  4  Noviembre  13 18. 

(2)  Véanse  los  dos  planos  (páginiis  262  y  326)  insertos  por  D.  Mariano 
Nougués  en  su  Historia  critica  y  apologética  dt  la  Virgen  nuestra  Señora  d^l 
Pilar  de  Zaragoza.  Madrid,  1862. 

(3)  Boletín,  tomo  xliv,  pág.  456. 


53^  BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA   DE^LA   HISTORIA. 

Enero  de  1324,  al  tenor  de  los  gastos  de  la  obra  durante  el  trie- 
nio que  expiró  en  13  de  Octubre  del  año  anterior,  «delant  el 
altar  de  Santa  María  del  Pilar  de  la  eglesia  de  Santa  María  la 
Mayor  de  Zaragoza,  don  Arnalt  de  Sisear  obrero  de  la  ditta 

eglesia  dio  contó de  todo  el  traschoro  del  ditto  pilar,  et  del 

altar  de  Santa  María  et  del  altar  de  Santa  Anna». 

De  la  obra  del  claustro,  donde  estaba  la  capilla  del  Pilar,  ha- 
bla también  la  siguiente  escritura  del  siglo  xii,  inédita: 


14. 


18  Septiembre  1 190.  Nueva  dotación  asignada  para  la  obra,  ó  fábrica,  de 
la  iglesia  y  claustro  de  Santa  María  del  Pilar,  ampliando  y  especificando 
la  donación  actuada  en  28  de  Diciembre  de  1 181.  Por  esta  dotación,  hecha 
de  consejo  y  voluntad  del  Prior  Don  Guillermo  y  de  su  Cabildo,  asignó 
el  obispo  D.  Raimundo  á  dicha  fábrica,  no  solamente  los  réditos  qne  enu- 
mera de  Ja  iglesia  y  parroquia  de  Híjar,  sino  también  todo  cuanto  provi- 
niese de  las  cuestaciones  promovidas  por  el  canónigo  obrero  ó  en  su 
nombre,  y  además  una  torre  y  un  casar  colindantes  con  la  huerta  de 
aquel  prelado. — Pergamino:  alto  124  milímetros,  ancho  210;  armario  vi, 
cajón  I,  legajo  i,  núm.  2. 

Quoniam  plurima  truduntur  oblivioni  tum  temporis  vetustate 
tum  secularium  rerum  prcocupatione,  ideo  ego  Raymundus,  di- 
vine aspírationis  dono  Cesaraugustane  ecclesic  Episcopus,  litte- 
rali  voló  contineri  firmitate  annotationem,  quam  cum  consilio  et 
volúntate  (luillelmi  prioris  ecclesie  sánete  Marie  et  totius  con- 
ventus,  nccessitatis  articulo  emergente  et  benefitio  restaura- 
tionis  deficiente,  deputamus  et  constituimus  ad  opus  restaura- 
tionis  prefate  ecclesie  et  claustri  ecclesiam  de  Ixar  cum  suis  per- 
tinentiis  et  medictatem  primitic  parrochie  prenominate  eccleie, 
etiam  quartam  partem  denariorum  ex  sorte  defunctorum  pro- 
vcnientium.  Concedimus  etiam  ut  quidquid  petierit  operarius  vel 
eius  petitor  in  occlesia  vel  in  alus  locis  ubicumque  eis  datum 
vel  destinatum  fuerit  ad  prefati  necessitatem  totum  pertineat 
operi.  Insuper  concedimus  prefato  operi  illam  turrem  et  illas 
casas,  que  fuerunt  de  illas  sórores  cum  illo  corrali  que  est 


EL    PILAR   DE    ZARAGOZA.  539 

in  illo  introitu  (l).  Et  habe(n)t  affrontationes  de  una  parte  cum 
corrali  nostro  et  de  alia  cum  via  publica,  et  de  alia  nostro  orto 
et  illa  cenia.  Tali  namque  conditione  donamus  iam  dictas  ca- 
sas prefato  operi,  quod  operarius  tribuat  pigmentum  et  nébu- 
las (2)  conven tui  honorifice  in  die  purificationis  beate  Mane  per 
singulos  annos.  Et  ita  divine  respectu  caritatis  volumus  predicta 
confirmare  ut  de  cetero  nullatenus  ab  aliquo  liceat   demutari. 

Et  ut  ñrmiter  hoc  teneatur,  propria  manu  signum  corrobora- 
tionis  imponimus,  quod  a  successoribus  nogtris  nullatenus  di- 
srumpatur. 

Sig-H?num  Raymundi  Episcopi. 

Pacta  huius  rey  dispositionemenseSeptembr¡,xi¡¡j.**Kalendas 
Octubris,  Era  m.*  cc.*xx.  viij.* 

Por  la  estrecha  relación  que  con  éste  guardan  permítaseme 
añadirle  cuatro  documentos  inéditos. 


16. 

21  de  Octubre  1192.  Valerio,  canónigo  del  Pilan  cede  á  su  Prior  y  Ca- 
bildo, con  ciertas  condiciones,  los  derechos  que  tenía  sobre  la  iglesia  do 
Híjar.— Pergamino:  alto  115  milímetros,  ancho  177;  armario  vi,  caj,  i, 
le^.  I,  núm.  3. 

Ad  noticiam  cunctorum  perveniat  quod  ego  Valerius,  canoni- 
cus  ecclesie  sánete  Marie,  óptimo  corde  et  spontanea  volúntate 
relinquo  et  diffinio  et  in  presenti  trado  ccclesiam  de  Ixar  cum 
ómnibus  redditibus  et  decimis  et  pertinentiis  suis  dopno  Guil- 
lelmo  priori  et  conventui  prefate  ecclesie  per  sécula  cuneta.  Et 
hoc  fació  quia  ipsi  persolverunt  debita  mea,  videlicet.  ccc.  et 
XXV.  solidos  et  vi.  denarios  monete  iacensis  curribile  et  iiii  K(a- 
ficio)s  tritici.  Tali  vero  pacto  relinquo  et  diffinio  et  in  presenti 
trado  prenominatam  ecclesiam  quod  operarius  ecclesie  sánete 
Marie  persolvat  supra  scripta  debita  de  redditibus  prefate  eccle- 


(i)    Las  casas  que  fueron  de  las  hermanas,  con  el  corral  que  está  en  la 
entrada  de  aquel  casar. 
(2)    Carraspada  y  barquillos. 


540  BOLETÍN   DE   LA    RBAL   ACADEMIA  DE   LA   HISTORIA. 

t 

sie,  tractam  prius  quartam  partem  episcopi,  et  tertiam  parteni 
operis  ecclcsie  sánete  Marie;  ita  tamen  quod  accipiat  operarius 
iam  dictus  illa  cibaria  in  preció  secundum  quod  valuerit  in  die 
qua  fuerit  divisa  illa  decima,  et  vinum  sicut  valuorit  in  die  sancti 
Martini  per  singulos  annos  quo  usque  fii(cr)i(n)t  soluta  iam  dicta 
debita.  Persolutis  vero  debitis,  donet  mihi  operarius  ecclesie 
sánete  Marie  per  singulos  annos  ómnibus  diebus  vilo  mee  in  die 
resurrectionis  domini.  c.  solidos  monete  iacensis  curribile,  et  to- 
tum  aliud  habeat  liberum  et  quietuni.  Et  si  forte  grandine  vel 
tempestate  fuerit  lesus  fructus  illius  loci,  donet  mihi  operarius  in 
anno  illo  secundum  quod  lauda  veri  nt  prior  et  con  ven  tus  ecclesie 
nostre. 

Actum  est  hoc  mensi  octobris,  feria  iiii.*  die  sanctarum  nuni- 
lonis  et  alodie  (l)  in  presentia  dopni  prioris  et  omnis  conventus 
sánete  Marie.  Era.  m.*  ce*  xxx.* 

Vincentius  scripsit. 


16. 

13  Noviembre  1236.  El  obispo  de  Zaragoza  Bernardo  de  Montcagudo, 
con  el  asentimiento  del  Prior  del  Pilar  Domingo  de  Santa  Cruz  y  su  Ca- 
bildo, del  cual  era  limosnero  Martín  Ximénez,  subprior  Sancho  de  Bar- 
bastro,  camarero  Domingo  Donat  y  capellán  mayor  Vicente  de  Calata- 
yud,  otorga  en  usufructo  vitalicio  á  favor  de  D.  Berenguer  de  Entenza,  dt- 
su  mujer  Doña  Guillerma  de  Luesia  y  del  hijo  de  ambos  cónyuges  preie- 
rido  por  ellos,  es,  á  saber,  D.  Gombaldo,  los  réditos  de  la  iglesia  parro- 
quial de  Santa  María  de  Híjar,  á  cuenta  de  la  pensión  anual  de  doscientos 
sueldos  y  de  otras  retenciones  que  la  escritura  expresa;  entre  las  cuales 
se  contaba  la  mitad  de  las  primicias  que  debía  reservarse  á  la  fábrica  del 
Pikir.— Pergamino:  alto,  158  milímetros;  ancho,  252;  armario  vi,  caj.  i,  le- 
gajo i,núm.  5. 

Noverint  universi  quod  nos  B.,  divina  miseratione  episcopus 
cesaraugustanus,  attendentes  utilitatem  cesaraugustanc  ecclesie 
et  causam  necessariam  habentes  (2),  cum  volúntate  et  assensu 


(i)  Mención  notable  por  su  valor  hagiológico.  Véase  la  obra  Acia  San- 
dorum  de  los  Bolandistas  sobre  el  día  21  de  Octubre. 

(2)  Probablemente  en  razón  del  subsidio  decretado  por  las  Cortes  de 
Huesca  (15  Octubre  1236),  para  la  conquista  del  reino  de  Valencia, 


EL  PILAR  DE   ZARAGOZA  54 1 

D.  Sánete  c^-ucis  prioris  (i)  et  totius  conventus  ecclesie  sánete 
Marie  cesarauguste  ad  cuius  proprietatem  pertinet  ecclesia  de 
yxar,  damu.s  et  concedimus  vobis  dompno  B.  de  entenga  et 
dompne  G.  de  lusia  uxori  vestre  et  uni  tantum  filiorum  si  quidem 
ex  ipsa  recipere  vos  contíngat,  omnes  fruetus  et  omnia  iura  tam 
deeimationis  quam  oblatibnum  defunetionum  et  aliarum  quarum- 
litet  rerum  ad  dictam  ecclesiam  de  yxar  pertinentia;  tali  condi- 
tione  interposita  quod  vos,  dicta  uxor  vestra,  et  unus  tantum 
filiorum  quem  ab  ea  suseipere  forte  vos  contigerit,  habeatis  et 
pereipiatis  ómnibus  diebus  vite  vestre  omnes  fruetus  et  omnia 
iura,  sicut  superius  est  expressum  ad  ecclesiam  de  yxar  perti- 
nentia, libere  paeifice  et  quiete;  post  obitum  vero  vestri,  uxoris 
vestre  sepediete,  ac  unius  filii  amborum  tantum  quem  elegeritis 
vobis  successorem,  fruetus  et  omnia  jura  supradicte  ecclesie  de 
yxar  ad  ecclesiam  sánete  Marie  supradictam  sine  conditíone  ali- 
qua  revertantur  inmunes  ad  cuius  proprietatem  pertinere  nos- 
cuntur,  salvo  tamen  in  ómnibus  et  per  omnia  iure  nostro,  archi- 
diaconi  et  archipresbiteri  (2).  Seiendum  tamen  quod  si  forsam 
ab  alia  uxore  fílium  vel  filios  susceperitis,  aut  supradicta  uxor 
vestra  ab  alio  viro,  nullus  vestrorum  aut  suorum  filiorum  aliquid 
iuris  habeat,  repetat,  habere  nee  repetere  possit  in  ecclesia  de 
Yxar,  nee  in  fruetibus  aut  in  iuribus  eiusdem;  nee  ullus  ex  illis, 
si  quos  habueritis  a  memorata  uxore  vestra,  nisi  unus  tantum 
quem  malueritis,  qui  vobis  in  hoc  succedat. 

Retine  mus  tamen  nobis  et  suceessoribus  nostrls  .ce.  solidos  de- 
naríorum  iaccensium  boncmonete  in  ecclesia  de  Ixar  pro  frueti- 
bus et  iuribus  eiusdem;  de  quibus  c  solidos  nobls,  et  c  solidos 
ecclesie  sánete  Marie  maioris  annuatim  in  festo  nativitatis  do- 
mini  persolvatis.  Retinemus  etiam  medietatem  primitie  ad  opus 
operis  ecclesie  sánete  Marie  supradicte^  et  aliam  medietatem 
ecclesie  de  Ixar.  Retinemus  quod  in  dicta  ecclesia  de  Ixar  pos- 
simus  sustinere  viearium  qui  fuerit  instituendum,  cui  a  nobis  et 


(i)    No  ñgura  entre  los  priores  catalogados  por  D.  Antonio  Fuertes  en 
su  Historia  de  Nuestra  Señora  del  Pilar ^  págs.  84-92.  Bruselas,  1654. 
(2)    De  la  catedral  del  Salvador. 


542  dOLETÍN  DE   LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA. 

a  vobís  tan  tu  m  de  proventibus  eisdem  ecclesie  assignetur  quod 
inde  valeat  commode  sustentan,  prout  a  nobis  cautum  est  ¡n 
sínodo  (i)  de  institutiane  vicariorum,  Verumtamen  vicaríus  ille 
teneatur  vobis  fidelitatem  prestare  pro  iuríbus  vestris;  et  unam 
procurationem  operario  ecclesie  sánete  Marie  semel  in  anno  fa- 
ciatis. 

Ego  autem  B.  de  entenga  iam  dictus,  promítto  boíia  fide  et 
convenio  et  fació  homenagium  vobis  D.  Sánete  crucis,  priori 
ecclesie  sánete  Marie,  quod  hec  omnia  supradicta  et  singula  ser- 
vem  compleam  et  attendam,  et  servan  cooipleri  et  attendi  fa- 
ciam  sine  omni  dolo  et  fraude,  sicut  superius  continetur.  Et  voló 
et  mando  quod  illé  qui  m¡(h)i  successerit,  vobis  et  successoribus 
vestris  homenagium  prestet  ad  supradicta  omnia  legitime  adim- 
plenda. 

Huius  rey  rogati  sunt  testes:  de  canonicis,  domnus  Martinas 
eximini  helemosinarius,  domnus  Sancius  de  Barbastro  subprior, 
domnus  D(ominicus)  Donati  cameraríus,  domnus  Vincentius  de 
Calataiubio  capellanus  maior;  et  de  laicis  Bernardus  de  Sisear  et 
Petrus  sancii. 

Facta  carta,  xiij  dies  introitu  mensis  Novembris.  Era  m*.  ce*. 
Lxx  Quarta. 

Sig-|-num  Dominici  martini  de  Alquegar  qui  hoc  scripsit. 

En  1268  el  rey  D.  Jaime  I  dio  á  su  hijo  natural  D.  Pedro  Fer- 
nández la  baronía  señorial  de  Híjar.  Muy  diferente  había  de  ser  el 
porte  de  este  caballero  respecto  de  la  obra  del  Pilar,  si  se  compa- 
ra con  el  de  D.  Berenguer  de  Entenza;  el  cual,  siempre  hazañoso 
y  apellidando  el  nombre  de  Santa  Maria^  mucho  se  distinguió,  á 
partir  del  año  1237,  en  la  empresa  de  rendir  para  Cristo  la  ciu- 
dad y  reino  de  Valencia,  como  lo  refiere  Zurita  {2). 


(i)    Celebrado  en  el  mismo  año. 

(2)     AnaleSf  lib.  111,  cap.  27  y  siguientes. 


EL   PILAR  DS   ZAAAeeaA.  543 


17. 

Zaragoza,  22  de  Mayo  de  1291.  Don  Guillermo  Delval,  provisor  del 
obispo  Don  Hugo  de  Mataplana,  notiñca  al  vicario  regente  de  la  parro- 
quia y  á  los  demás  clérigos  de  las  iglesias  de  Híjar,  el  recargo  gravísi- 
mo de  la  pena  espiritual  á  que  se  habían  hecho  acreedores  el  alcalde,  los 
concejales  y  los  vecinos  de  Híjar,  los  cuales,  de  largo  tiempo  atrds^  rehusa- 
ban á  la  obra  del  Pilar  el  pago  de  la  mitad  de  las  primicias  que  debían  sa- 
tisfacer. No  bastando  el  rayo  de  la  excomunión  ni  el  entredicho  puesto  á 
las  iglesias  de  dicha  villa  contra  los  insolventes,  prpcuraban  éstos  eludir 
los  efectos  de  tamaño  rigor  con  irse  para  cumplir  los  mandamientos  de  la 
iglesia  á  la  de  Urrea  de  Gaén,  separada  de  la  de  Híjar  por  el  río  Martín; 
evasiva  que  la  carta  presente  les  atajó,  extendiendo  el  entredicho  á 
Urrea  y  negando  á  los  contumaces  todo  lo  que  no  fuese  el  sacramento  de 
la  coníesión  en  el  artículo  de  la  muerte  y  el  hacer  bautizar  á  los  niños. 
Pergamino:  alto,  120  milímetros;  ancho,  233;  armario  vi,  caj.  i.leg.  4,  nú- 
mero 4. 

G.  de  Valle,  Infirmatarius  et  Officialis  domíni  Cesaraugustani 
Episcopi,  Dilectis  in  christo  Vicario  et  clericis  de  Ixar  Salutem 
in  domino. 

A  nostra  memoria  non  excedít  ncc  a  vestra  credimus  exci- 
disse  qualiter  nos,  diu  est^  ad  insta ntiam  Operarii  ecclesie  sánete 
Marie  maioris  cesarauguste,  Excommunicavimus  Justiciam  et 
Juratos  ville  de  Ixar,  pro  eo  quia  partem  primicie  pertinentem 
operi  ecclesie  sánete  Marie  predicte  solvere  renuebant.  Et  quia 
predictus  Justicia  et  Jurati  per  ma^num  tempus  dictam  senten- 
tiam  sustinuerunt  excommunicationis  et  sustinent  animo  indura- 
to,  Nos  eccksias  de  Ixar  supposuimos  ecclesiastico  Interdicto.  Ipsi 
vero,  tamquam  rebelles  et  alii  etiam  vicini  de  Ixar,  ut  intellexi- 
mus,  divina  officia  audiebant  et  audiunt  in  ecclesia  de  Urreya, 
et  ibidem  recipiunt  alia  ecclesiastica  sacramenta;  unde,  quia 
crescente  contumacia  crescere  debct  et  pena,  ecclesiam  de 
Urreya  ad  instantiam  dicti  Operarii  in  hiis  scriptis  supponimus 
ecclesiastico  Interdicto.  Quapropter  mandamus  vobis  quatinus 
in  predicta  ecclesia  de  Urreya  nulla  divina  oíficia  celebretis,  nec 
vicinis  de  Ixar  in  predicta  ecclesia  aliqua  sacramenta  ecclesiasti- 
ca ministretis  preter  penitentias  morientium  et  babtismata  par- 
vulorum. 


544  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia. 

Data  Cesarauguste  xi®  Kalendas  Junii,  Anno  Domini  m*'.  lc". 
Nonagésimo  primo. 

18. 

Mayo  1 182.  Convenio  acordado  sobre  la  posesión  de  una  viña,  asignada 
de  tiempo  atrás  para  la  dotación  de  una  lámpara  que  ardiese  perpetua- 
mente ante  el  altar  de  la  Virgen. — Archivo  del  Pilar;  pergamino:  an- 
cho, 210  milímetros;  alto,  72;  armario  6,  caj.  2,  leg.  2,  núm«  2. 

Notum  sit  ómnibus  tam  prcscntibus  quam  futurís  quod  placi- 
tum  fuít  ínter  guiUermum  priorem  ecclesie  sánete  Marie  Cesar- 
auguste et  canónicos  ejusdem  ecclesie  et  petrum  mollerat  et  sua 
uxor  tharesa  de  quadam  \'inea,  quam  donna  Juliana  Avia  predicte 
tharese  reÜquerat  atque  dederat  domino  et  ecclesie  sánete  Ma- 
rie ad  lampadam  semper  tenendam  atque  illuminandam.  Super 
quod  petrus  episcopus  (l)  indicavit  deffinitiva  racione  quod 
prior  predicte  ecclesie  cum  suis  canonieis  probarent  quod  affir- 
mabant,  ve!  predieta  tharesa  iuraret  super  altare  beate  Marie 
secundum  consuetudinem  terre  (2). 

Cum  autem  ventum  essct  ad  accipiendum  sanctum  iuramen- 
tum,  bernardus  archidiaconus  et  bcrnardus  de  puialt  et  don  az- 
nar  et  gargia  de  mozalbarbal  (3)  et  don  azenarius  gerno  (4)  de 
lop  azenarz  et  don  petrus  de  (jaragoga  et  don  Galacian  et  alü 
quamplurimí,  qui  presentes  aderafit,  rogaverunt  predictum  prio- 
rem et  canónicos  ut  ex  intuitu  pietatis  darent  aliquíd  predicte 
mulieri,  et  ipsa  penitus  dimitterct  ae  difiniret  priori  et  predietis 
canonieis  predictam  vineam.  Tune  uterque  pars,  scilicet  prior  et 
predieti  canonici  et  petrus  mollerat  et  predieta  tharesa  suseepe- 
runt  consiiium  predictorum  virorum,  ita  quod  prior  et  predieti 
canonici  dederunt  .xx.  morabatinos  a  petro  mollerat,  et  sua  uxor 


(1)  Pedro  de  Torroja. 

(2)  Aludiendo  á  esta  cláusula,  una  mano  moderna  notó  en  el  dorso  del 
pergamino:  «Era  costumbre  de  la  tierra  jurar  sobre  el  altar  de  Nuestra 
Señora  del  Pilar ». 

(3)  Monzalbarba,  sobre  la  derecha  del  Ebro.  Dista  legua  y  medía  al  O. 
de  Zaragoza. 

(4)  Yerno. 


El.  PUAR  DE  ZARAGOZA.  545 

tharesa  in  presentía  de  saez  de  stada  et  domingo  larossa  et  don 
fefician  et  domingo  petrez  pater  predicte  mulieris.  Et  illa  pre- 
■  dicta  tharesa  cum  viro  suo  petro  moUerat  diffínivit  atqüe  dimi- 
sit  per  se  et  per  suos  predictam  vineam  per  sécula  cuneta  in 
presentía  tam  istorum  quam  supradictorum  virorum.  Et  sunt 
aífrontationes  predicte  vinee  ex  una  parte  campo  de  donna  sivi- 
iia,  et  de  alia  parte  via  publica,  et  de  tertia  parte  brazal,  et  de 
•quarta  parte  campo  de  fertun  azenarz. 

Pacta  carta  in  mense  madio,  era  m\  ce*,  xx*.   ' 

Madrid,  3  de  Junio  de  1904. 

Fidel  Fita. 


II. 

NOTAS  HISTÓRICAS  REFERENTES  AL  REINADO 
*  DE  DOÑA  ISABEL  LA  CATÓLICA. 

Entre  los  varios  documentos  de  subido  valor  histórico  y  obras 
manuscritas  inéditas  que  guarda  el  Cabildo  Catedral  de  nuestra 
iglegia  Primada  en  los  artísticos  armarios  de  su  Sala  Capitular, 
ñgura  la  escrita  en  dos  tomos  por  el  Racionero  Donjuán  de  Cha- 
ves Arcayos,  Repartidor  del  Coro,  cuyas  páginas  contienen  tras- 
lado fiel  de  cuantos  hechos  notables  ocurrieron  desde  el  último 
tercio  del  siglo  xv  hasta  mediar  el  xvii  relacionados  con  el  templo 
toledano.  Tal  cuidado  puso  el  Racionero  Arcayos  al  redactar  la 
mencionada  obra ,  y  tan  exacto  fué  al  consignar  en  ella  las  noti- 
cias de  carácter  histórico  y  litúrgico ,  que  sus  infolios  fueron 
•siempre  consultados  por  el  Cabildo  en  los  casos  de  difícil  reso- 
lución. 

En  el  folio  151  y  siguientes  del  tomo  I,  entre  otras  notas  re- 
ferentes á  varios  asuntos  aparecen  éstas  que  copio  á  continua- 
ción, todas  ellas  relacionadas  con  el  reinado  de  Doña  Isabel  la 
«Católica. 

TOMO  xLiv.  35 


546  BOLETÍN   DE  LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

Bautismo  de  la  Infanta  D.^  Juana, 

«Nacimiento  de  la  Infanta  D.*  Juana,  Reyna  que  fue  de  Casti- 
lla, Muger  del  Rey  D.°  Phelipe  primero ,  en  Toledo  en  seis  de 
Noviembre,  del  año  de  mil  quatrocientos  setenta  y  nueve,  en  las 
Casas  que  son  del  Conde  de  Cifuentes,  y  se  bautizó  en  la  parro- 
quia de  S"  Salvador»  (i). 

El  Principe  D,"  Juan^  jue  Jurado  por  Heredero  destos  Reynos. 

«Nacimiento  del  Principe  D."  Juan,  hijo  de  los  Reyes  Cathoii- 
cos  en  Sevilla,  Domingo  veinte  y  ocho  de  Junio  del  año  de  mií 
quatrocientos  setenta  y  ocho;  le  bautizo  el  Cardenal  D."  Pedro 
Gonzalez  de  Mendoza,  Arzobispo  de  Sevilla,  y  fue  Jurado  por 
Principe  heredero  dtos  Reynos,  en  la  Santa  Iglesia  de  Toledo 
por  Mayo  del  año  mil  quatrocientos  y  ochenta.» 

Honras  del  Principe  D.^  Juan. 

«Domingo  ocho  de  Octubre,  de  mil  quatrocientos  noventa  y 
siete,  vino  nueua  como  hauia  fallecido  el  Principe  de  Castilla  y 
Aragón  D."  Juan,  hijo  de  los  Reyes  Catholicos  D."  Fernando,  y 
D.*  Isabel,  el  miércoles  pasado  quatro  de  Octubre  en  Salamanca,. 
y  fue  llevado  á  sepultar  en  el  Monasterio  de  Dominicos  de  la 
Ciudad  de  Avila,  y  luego  dieron  clamores  en  esta  Santa  Iglesia^. 
con  todas  las  Campanas,  y  lo  mismo  en  las  Parroquias,  y  el  Lu- 
nes siguiente  se  dixo  una  Misa  de  Réquiem,  en  lugar  de  la  de 
Prima,  y  el  Miércoles  se  acordó  tañesen  las  Campanas,  y  se  di- 
xesen  de  Difuntos,  y  Misas  hasta  el  Domingo,  las  que  oñciaban 
los  Canónigos  en  lugar  de  la  Misa  de  Prima,  y  las  Campanas  ta- 
ñían al  medio  dia,  á  la  tarde,  á  la  Oración,  al  Alba,  y  á  la  Misa: 
se  hizo  el  oficio  en  la  Capilla  de  S."  Ildefonso,  todo  este  tiempo >. 


(i)  Las  casas  del  Conde  de  Cifuentes  estaban  situadas  en  dicha  fecha 
donde  hoy  se  levanta  la  de  Ejcpósitos,  Hospicio  provincial;  una  parte  del 
edificio  destinado  á  clausura  en  el  convento  de  Madre  de  Dios ,  y  el  des- 
truido Palacio  de  Marrón,  sito  en  la  plaza  que  lleva  su  nombre  y  que  se 
hallaba  en  comunicación  con  los  primeramente  citados,  por  un  paso  su- 
perior que  había  en  la  calle  llamada  hoy  de  Alfonso  XII. 


REINADO  DB   DOSa   ISABBL   LA   CATÓLICA.  547 

por  el  Embarazo  del  Cadahalso,  que  se  hacia  entre  los  dos  Cho- 
ros, el  qual  hicieron  como  el  del  Cardenal  D."  Pedro  González,  y 
el  bulto  se  puso  mas  alto,  que  llegaba  con  los  pies  del  Crucifixo, 
hachas  hauia  tantas,  y  mas  que  al  del  Cardenal,  todas  grandes, 
y  pequeñas,  como  en  el  otro:  y  hauia  dos  hachas  gruesas  de  arro- 
ba sobre  los  Torrejones  de  las  Tribunas:  las  honras  se  hicieron 
en  esta  forma:  Domingo  en  la  tarde  quince  de  Octubre,  Venidos, 
y  enxordados,  en  que  hauia  mas  de  quinientos,  y  las  Dueñas  mas 
de  ciento  para  las  quales  hicieron  un  Tablado  al  Rededor  de  el 
Cadahalso,  en  que  estubieron,  y  vinieron  las  Ordenes  de  Frailes 
de  la  Ciudad,  y  de  fuera,  que  son  la  Sisla,  y  S."  Bernardo,  los  Cu- 
ras de  la  Ciudad,  y  todas  las  Capillas:  y  dichos  los  oficios  venian 
con  Responso  sobre  el  bulto,  y  subian  todos  en  el  Cadahalso 
adecirle,  y  el  Choro  dixo  Vigilia  de  nueve  Lecciones,  la  qual  ofi- 
ciaron dos  Dignidades,  y  dixeron  el  Invitatorio  mayor,  y  acaba- 
das Vísperas,  dixeron  el  Responso  libera  me  Domine,  los  Canto- 
res en  las  Tribunillas,  y  el  Choro  alrededor  del  Cadahalso  abaxo, 
y  el  Preste  y  Capas  en  el  Cadahalso,  y  Socapiscol.  Otro  dia  se 
dixo  la  Misa;  predicó  D."  Juan  déla  Cerda  y  Quintanapalla,  Ca- 
nónigo, en  un  Predicatorio,  que  pusieron  junto  áel  bulto. > 

Recibimiento  de  Reyes  de  Castilla, 

«Sábado  veinte  y  uno  de  Abril,  del  año  de  mil  quatrocientos 
noventa  y  ocho,  se  salió  árecebir  álos  Reyes  de  Castilla  cerca  de 
Calabazas;  y  hecha  la  Reverencia  se  tornó  el  Cauildo  ala  Iglesia, 
y  se  hizo  el  Recibimiento,  como  se  acostumbra,  y  se  dixo  el  Res- 
ponso Ttca  est  potentía,  y  la  Oración.  Los  Reyes  de  Castilla  oran 
D."  Fernando  y  !).•  Isabel.» 

Recibimiento  de  Reyes  de  Portugal. 

«El  Jueves  siguiente  veinte  y  seis  dr*  Abril,  de  mil  quatro- 
cientos noventa  y  ocho,  fué  el  Cauildo  árecibir  álos  Reyes  de 
Portugal  D." Manuel  y  D."  Isabel,  hija  de  D."  Fernando,  y  D.*  Isa- 
bel; adelante  de  Lázaro  buey,  y  allí  estubieron  quedos,  hasta 
que  llegaron  los  Caualleros,  y  después  de  la  Ciudad,  luego  la 
Iglesia,  y  luego  el  Rey  de  Castilla,  y  estaba  sin  ninguna  solemni- 


54S  boletín  db  la  real  acabbmu  db  la  historia. 

dad  de  Trompetas,  ni  otro  Instrumento  hasta  que  llegó  el  Rey  de 
Castilla,  que  tocaron  como  cinquenta  Trompetas,  Sacabuches,  y 
chírimias,  y  quince  pares  de  Atabales,  y  así  vinieron  ala  Iglesia, 
en  la  que  se  les  hizo  un  Recibimiento  como  alos  Reyes  de  Cas- 
tilla; Domingo  siguiente,  veinte  y  nueve  de  Abril,  vinieron  todos 
los  Reyes  ala  Iglesia,  y  dixo  Misa  de  Pontifical  el  Arzob.**  D.'^Fray 
Francisco  Ximenez,  y  estubieron  áella  los  dichos  Reyes,  y  aca- 
bada, se  sentó  el  Arzobispo  en  la  Grada  del  Altar,  y  luego  allí 
los  Reyes  en  la  grada  del  Altar  junto,  y  después  vinieron  los 
Caballeros  del  Reino,  y  jugaron  álos  Reyes  de  Portugal  por  Prín- 
cipes de  Castilla,  los  quales  jurados,  les  besaron  las  manos  alos 
Principes,  y  les  tomó  Pleito  homenage  el  Condestable  de  Cas- 
tilla, y  asimismo  vinieron  los  Procuradores  de  las  Ciudades  y 
dsta  Ciudad  separtieron  adiez  de  Mayo,  para  Zaragoza,  para  ha- 
cer otro  tanto,  y  no  los  quisieron  jurar,  y  estubieron  allí,  hasta 
que  parió  la  Reyna  de  Portugal,  y  murió  del  Parto,  en  Jueves 
veinte  y  tres  de  Agosto,  y  fué  depositada  en  S.°  Francíspo  de  Za- 
ragoza,  de  allí  traída  al  Monasterio  de  Santa  Isabel  de  Toledo, 
fundado  por  el  Rey  D.^  Fernando,  su  Padre,  en  unas  Casas  de 
n.*  Inés  de  Ayala,  su  Visabuela  Materna,  y  en  veinte  y  dos  de 
Septiembre,  en  Zaragoza  bautizaron  al  Pr/ncipe  D."  Miguel,  que 
fué  el  que  nació  el  dicho  día  veinte  y  tres.» 

Plegaria  por  la  Reyna,  y  Procesiones. 

«En  cinco  de  Julio,  de  mil  quatrocientos  noventa  y  ocho, 
vino  Nueva  como  la  Reyna  estaba  mala  en  Zaragoza,  y  luego 
se  ordenó  que  se  hiciese  una  Procesión,  y  se  fué  al  Monaste- 
rio de  S."  Pedro  Martyr,  y  allí  se  dixo  Misa  de  salud  con  ser- 
món  > 

«Y  en  veinte  y  seis  de  Agosto,  del  mismo  año,  vino  nueva, 
como  la  Reyna  de  Portugal,  Princesa  de  Castilla,  hauia  parido 
un  Príncipe  D."  Miguel,  y  luego  se  hizo  Procesión  por  la  Iglesia 
con  Te  Deum  laudamuSy  y  otro  día  lunes  por  la  mañana  veinte 
y  siete  de  Agosto,  otro  tanto » 

«El  día  siguiente  vino  nueva  como  la  dicha  Reyna  de  Portu- 
gal, hauia  muerto  del  Parto,  y  estubo  incierto  hasta  saberse,  y 


RBINADO  DB  DO?Ia  ISABBL   LA   CATÓLICA,  549 

el  Viernes  siguiente  se  dixo  una  Misa  de  Réquiem  por  ella,  y 
tañeron  todas  las  Campanas,  como  por  el  Príncipe  de  Portu- 
gal  > 

Venida  de  los  Reyes  Catholicos. 

«Los  Reyes  Catholicos  vinieron  á  Toledo,  á  veinte  y  dos  de 
Abril,  dste  año  de  mil  quinientos  y  dos,  y  lojs  Archiduques  de 
Austria  D.^  Phelipe  primero,  y  D.*  Juana,  hija  de  los  dichos 
Reyes,  llegaron  a  Toledo  a  siete  de  Mayo,  por  hauér  estado  el 
Archiduque,  indispuesto  en  Olias,  y  fueron  jurados  por  Princi- 
pes, y  herederos  dstos  Reynos  en  la  Santa  Iglesia,  a  veinte  y 
dos  de  Mayo,  estando  presentes  el  Arzobispo  de  Toledo  D."  Fray 
Francisco  Ximenez  de  Qsneros,  y  el  Cardenal  D."  Diego  Hurta- 
do de  Mendoza,  Arzobispo  de  Sevilla,  y  muchos  Grandes,  y  Se- 
ñores del  Reyno,  y  después  se  fueron  a  Zaragoza  los  Reyes  Ca- 
tholicos, y  Archiduques,  y  allí  fué  asimismo  jurada  por  Princesa, 
la  dicha  D.*  Juana,  en  veinte  y  siete  de  Octubre,  y  fué  la  pri- 
mera Muger  q.*  en  Aragón  hasta  entonces  se  juró,  por  que  la 
Reyna  D.*  Phelipa,  (sic)  fué  Recibida  por  Reina,  y  no  jurada.» 

Entierro,  y  honras  de  la  Reyna  Catholica. 

«Jueves  veinte  y  ocho  de  Noviembre,  del  año  de  mil  quinien- 
tos y  quatro.  Vino  Nueva  como  la  Reyna  D.*  Isabel,  hauia  fa- 
llecido en  Medina  del  Campo,  el  Martes  próximo,  y  en  este  dia 
por  la  Tarde  ala  Oración,  y  al  Alba  se  dieron  clamores,  y  no  se 
hizo  mas  asta  que  la  traxeron:  luego  Martes  siguiente  tres  de 
Diciembre,  la  traxeron,  que  la  llevaban  á  enterrar  á  Granada,  y 
salió  el  Cauildo  á  Recibirla,  y  porque  hauia  muchos  lodos,  fué  el 
Cauildo  á  juntarse  al  Monasterio  de  S."*  Juan  de  los  Reyes,  y  de 
allí  salió  con  la  Cruz  y  las  Ordenes  de  la  Ciudad,  y  las  de  fuera, 
que  son  S,"  Bernardo,  y  la  Sisla,  y  los  Frailes  de  S."  Juan  de  ios 
Reyes  salieron  con  Cruz,  y  fueron  delante,  hasta  enmedio  de  la 
Vega,  y  alli  la  Recibieron,  y  el  Clero,  y  Cauildo  con  todas  las 
Ordenes,  esperaron  junto  á  la  Puerta  del  Cambrón,  donde  hauia 
una  Tumba  puesta,  y  alli  la  dixo  el  Cauildo  el  Responso,  y  la  to- 
maron en  los  hombros  Cavalleros,  y  Regidores,  y  así  la  llevaron 


5ÍO  BOLETÍN   DB   LA   REAL  ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

á  S."  Juan  de  los  Reyes,  (l)  y  la  pusieron  en  un  Cadahalso,  que 
estaba  en  el  Choro  sobre  cinco  gradas,  y  luego  el  Cauildo  dixo 
Vigilia,  y  otro  dia  Miércoles  al  amanecer  fué  el  Cauildo  á  decir 
la  Misa  de  Requien,  y  luego  la  llevaron  á  Granada.  Mandó  la 
Rey  na  por  su  Testamento,  que  nadie  se  vistiese  de  Xarga,  como 
se  hacia  hasta  aqui,  y  así  se  dexó  de  uskr,  y  se  mandó  se  vistie- 
sen de  luto,  y  desde  este  tiempo  se  usa.» 

«El  Viernes  luego  siguiente,  hizo  el  Cauildo  honras  por  la  Rey- 
na,  en  la  Santa  Iglesia,  y  vinieron  todas  las  órdenes,  como  al 
Recibimiento,  y  todas  dixeron  Vigilias,  y  otro  dia  Misas  mui  so- 
lemnemente: predicó  Quintanapalla,  Canónigo, 

» Luego  este  Sábado  alas  Vísperas,  Isaron  Pendones  por  la 
Reyna  D.*  Juana,  hija  destaReyna,  en  esta  forma:  el  Corregidor, 
y  Ayuntamiento  juntos,  embiaron  a  rogar  ál  Cauildo,  que  salie- 
se, y  salieron  con  Capas  de  brocado,  y  con  las  Cruces  déla  Igle- 
sia, y  Parroquias  ala  Puerta  del  Perdón,  y  salió  D."  Pedro  de 
Castilla,  Corregidor,  con  una  Ropa  rozagante  forrada  en  Martas, 
Cavallero  ala  brida ,  en  uñ  Cauallo  armado,  y  el  Pendón  en  la 
mano  con  las  Armas  de  Castilla,  y  León,  y  asi  vino  hasta  las 
Cruces,  y  de  alli  entró  el  Cauildo  con  él  hasta  el  Altar  mayor,  y 
alli  se  hizo  Estación,  yD."  Pedro,  con  los  Caualleros,  y  Ayun- 
tamiento se  fueron  para  el  Alcázar,  y  se  quedó  el  Cauildo,  y  puso 
el  Pendón  sobre  la  Torre  del  Atambor,  y  alli  estuvo  hasta  que 
se  rompió.» 

Cama  de  los  Reyes  Católicos, 

Las  noticias  y  datos  históricos  referentes  á  los  tapices  del 
Tanto  Monta  y  al  palio  que  se  usa  el  Jueves  y  Viernes  Santo  en 
la  Catedral  de  Toledo,  procedentesi  de  la  cama  de  los  Reyes 
Católicos,  fueron  motivo  de  un  artículo  publicado  en  el  núme- 
ro 129  del  «Boletín  de  la  Sociedad  Española  de  Excursiones» 
correspondiente  al  mes  de  Noviembre  de  1903. 

MAÑtJEL  G.  Simancas, 

Correspondiente. 

.■  I    ■    .,  .  ■      ■ ,    ■ ■     'ti  ...  I  ■  .1    ...    ■ 

(i)    La  puerta  actual  de  este  templo.no  existía  en  el  año  de  1504. 


NUEVA  INSCRIPCIÓN  ROMANA  DB  CÓRDOBA.  55 1 


III. 

NUEVA  INSCRIPCIÓN  ROMANA  DE  CABRA,  EN  LA  PROVINCIA 

DE  CÓRDOBA. 

■ 

D.  Rafael  Rodríguez  de  Arellano,  en  carta  del  8  del  corriente, 
notifica  que  en  Cabra,  y  en  el  paraje  llamado  Ollas  Casas^  pro- 
piedad  de  D.  Joaquín  García  Valdecasas,  distante  tres  kilóme- 
tros de  la  población,  se  ha  descubierto  una  cipo  sepulcral  del 
5Íglo  II,  que  mide  0,63  m.  de  alto  por  0,43  de  ancho  y  0, 1 8  de 
-espesor,  cuya  impronta  acompaña,  y  en  la  que  leo  lo  siguiente: 

D  •  M  •  s 

M'PERPERNAS'MP 
TlVSCI/' VS-1&A3R 
ANN  •  LXXll*  PIVS 
IN-SVIS-H-SH-ST-TL 

D(¿s)  M{anibus)  s(acrum).  M(arcus)  Ptrpernas  M(arci)  /(ilius)  Ihuscta- 
ítus  Igahr(ensis)  ann(arum)  LXXII.piíis  in  stiis,  k(ic)  s(itus)  e(st).  S(it)  i(tbi) 
¿(erra)  l(evis). 

,  .  Consagrado  á  Jos  dioses  Manes.  Marco  Perperna  Thusciano ,  hijo  de 
Marco,  natural  de  Cabra,  de  edad  de  72  años,  piadoso  para  con  los  suyos, 
aquí  yace.  Séate  la  tierra  ligera. 

Hübner  ha  reseñado  diez  y  nueve  lápidas  romanas  (16101628) 
halladas  en  la  villa  de  Cabra,  capital  de  partido  judicial  en  la 
;provincia  de  Córdoba.  Cuatro  lápidas  (1610,  1611,  1615,  1616) 
atestiguan  que  el  nombre  geográfico  de  Ja  población  fué  Igabrunt 
jnunicipium  Flavium;  dictado  éste,  ó  sobrenombre,  que  debió 
á  la  munificencia  del  emperador  Vespasiano.  Durante  las  épocas 
visigótica  y  musulmana  fué  ciudad  episcopal  (l),  que  ilustran  una 
ley  de  Sisebuto  consignada  en  el  Fuero-Juzgo  (2)  varios  trientes 


(i)    Flórez:  España  Sagrada^  t.  xii,  págs.  1-42,  Madrid,  1754. 
(2)    Libro  xii,  tit.  2,  ley  13. 


55a  BOLETÍN  DB  LA  RBAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA. 

de  oro  (i)  y  cinco  inscripciones  del  siglo  vii  (2).  Sobre  dos  de 
ellas,  por  ser  insignes,  entablé  discusión  cronológica  (3). 

Parecido  por  su  forma  al  de  Igabrum  es  el  nombre  de  Ipa-- 
grum  (Aguilar  de  la  Frontera),  que  ha  dado  margen  á  notables, 
equivocaciones.  Tal  es  la  de  Flórez,  que  traslada  á  Cabra  la  silla 
episcopal  \^I^pegrense^  mencionada  en  el  concilio  de  Iliberis  (4),, 
siendo  así  que  la  iglesia  de  Igabrum  solo  estuvo  representada  en 
este  concilio  por  el  presbítero  Victorino.  Las  dos  localidades  se 
distinguen  cuidadosamente,  así  en  la  referida  ley  del  Fuero-Juzgo- 
como  en  un  concilio  de  Córdoba  del  año  839  (5).  La  forma  del 
nombre  en  los  geógrafos  árabes  es  í  Jl|.  La  antigüedad  de  la 
población  y  su  nombre  primitivo  Licabrum^  tal  vez  derivado  de 
Iliccíbrum^  se  infiere  de  un  texto  de  Tito  Livio.  El  cual,  sobre  el 
año  192  antes  de  la  era  cristiana,  expone  (6)  cómo  el  pretor 
Cayo  Flaminio  se  apoderó  de  esta  opulenta  ciudad  y  plaza  fuer- 
te y  cogió  vivo  á  su  régulo  Corcibilón:  «Nam  et  C.  Flaminius. 
oppidum  Licabrum,  munitum  opulentumque,  vineis  expugnavit 
et  nobilem  regulum  Corcibilonem  vivum  cepit.»  Al  procónsul 
Marco  Fulvio  no  fué  menos  favorable  la  suerte  en  la  España  Ci- 
terior, porque  penetrando  por  Sierra  Morena  en  la  cuenca  del 
alto  Guadiana  y  Tajo,  no  paró  hasta  poner  asedio  á  Toledo  y 
enseñorearse  de  ella,  después  de  haber  derrotado  un  grueso 
ejército  de  los  Vettones  ó  ribereños  del  Tajo  y  del  Guadiana,, 
que  habían  acudido  para  obligarle  á  levantar  el  sitio. 

La  nueva  inscripción  de  Cabra ,  cuya  impronta  nos  ha  envia- 
do el  Sr.  Ramírez  de  Arellano,  merece  singular  estimación  por 
varias  razones. 

I.*  Es  geográfica,  y  confirma  la  lectura  de  Igabrum  por  otras, 
cuatro  lápidas  ya  conocidas. 

2.*     Aumenta  el  número  escasísimo  de  lápidas  españolas  don- 


(i)  Campaner.  Indicador  manmU  de  la  Numismática  especióla  y  pig.  198^ 

(2)  Hübner:  Inscripi,  Hisp.  christ^  nüms.  100*104. 

(3)  Boletín,  tomo  xxi,  págs.  18  y  19;  xxvni,  413-416. 

(4)  España  Sagrada^  tomo  xii,  pág.  21. 

(5)  España  Sagrada,  tomo  xv. 

(6)  Libro  XXXV,  22. 


NUEVA  INSCRIPCIÓN   ROMANA  DE  CÓRDOBA.  553 

de  sale  el  nombre  del  célebre  general  romano,  traidor  á  Sertorio 
y  su  asesino.  Sale  este  nombre  tres  veces  en  Tarragona  (4301, 
4302,  6130)  y  una  en  Torre  de  Don  Jimeno,  partido  judicial  de 
Martos  en  la  provincia  de  Jaén  (1709).  Mas  en  la  inscripción 
presente,  el  nombre  latino  Perpema  se  reviste  de  la  forma 
griega  ílcpitipva? ,  que  aparece  en  los  textos  de  Estrabón  y  Plu- 
tarco, donde  hablan  éste  del  asesino  de  Sertorio  y  aquél  de 
Marco  Perpema  que  en  el  año  1 30  antes  de  Jesucristo  se  distin- 
guió por  sus  hazañas  en  el  Asia  Menor,  acabando  con  la  rebe- 
lión de  Arimino. 

3/  Notable  es  finalmente  el  cognombre  Tkuscianus^  que 
sale  ahora  por  vez  primera,  y  se  deriva  de  otro  geográfico, 
bien  así  como  el  de  Gallicemus^  que  tomó  otro  Marco  Perperna 
en  la  referida  lápida  de  Torre  de  Don  Jimeno.  Conocíamos  los 
cognombres  Tuscinus  en  Lucena  (1468)  y  Fuscianas  en  Mérida 
y  en  Elchecico  cerca  de  Cehegín  (561,  3568),  Tuscillianus^ 
Tuscillus  y  Tuscinus.  Mas  en  esta  lápida  la  primera  cpnsonante 
se  aspira,  convirtiéndose  en  tó,  no  de  otra  manera  que  por  igual 
concepto  acontece  en  diferentes  localidades,  leyéndose  por 
ejemplo  Caletky ce  (log^),  Euthycia  (4602),  Thyce{L740),  Phy- 
trice  (2138),  y  confirmándose  la  lectura  definitiva  de  Thusca^ 
que  propuse  y  demostré  para  una  lápida  de  Montáifchez  (i). 

No  deben  parecer  inútiles,  ni  de  poca  monta,  esas  observacio- 
nes para  el  estudio  histórico  del  romance  castellano  y  de  las 
demás  lenguas  ó  idiomas  neo-latinos.  La  obra  que  el  diligente 
Mr.  Carnoy  acaba  de  sacar  á  luz,  titulándola  Le  latin  (VEspagne 
d'apris  les  inscripUous ^  manifiesta  que,  si  bien  es  tenue  seme- 
jante labor,  no  carece  de  gloria  ni  de  provecho  considerable 
para  el  adelanto  de  los  eistudios  históricos. 

Madrid,  11  de  Marzo  de  1904. 

Fidel  Fita. 

( I )    Boletín  ,  tomo  xxxviii,  págs.  451,  497. 


NOTICIAS 


Nueva  inscripción  romafta  de  AlcoUarln.  En  carta  del  5  de  Abril  pasado 
ha  enviado  á  la  Academia  su  Correspondiente  en  Logrosán,  D.  Mario  Roso 
de  Luna,  copia  de  una  inscripción  inédita,  que  ha  visto  en  el  pueblo  de 
Alcollarín,  situado  á  breve  distancia  del- río  de  su  nombré  entre  Miajadas 
y  Logrosán^  su  capital  de  partido,  de  la  que  dista  cuatro  leguas  al  Sudoes- 
te. Aunque  el  Sr.  Roso  de  Luna  no  ha  sacado  impronta,  ni  fotografía,  ni 
dibujo  de  la  preciosa  lápida,  ni  da  razón  de  su  ñgura,  material  ni  dimen- 
siones, propone  como  cierta  su  lectura  y  posición  actual  «en  la  pared 
exterior  de  la  casa  de  Eugenio  Bravo,  calTe  de  la  Abertura.» 

CELTIATVS 
V  B  N  I  A  T  I  •  F 
H  •  S  •  F  •  ?.•  T  •  T  •  L  • 

CeJtiatüs  Veniatif(iñus)  h(kj  tr'ttutj  efttj.  $(ir^  t'tibij  iferra)  l(twt). 
Celciato,  hijo  de  Veaiato,  aquí  yace.  Séa^é  la  tierra  libera. 

Veniaii^  que  puede  también  leerse  Veniat¿(i)  recuerda  el  nombre  de 
Veniatia,  mansión  de  la  vía  romana»  que  el  Itinerario  de  Antonino  coloca 
entre  las  de  CompUuUca  y  Pctaoonium  sobre  la  vía  romana  que  pasaba  por 
Chaves,  dirigiéndose  desde  Braga  á  la  ciudad  de  Astorga.  Reduce  el 
Sr.  Saavedra  (i)  la  mansión  de  Veniatia  á  «Vime,  cerca  de  la  Puebla  de 
Sanábria  y  al  Sur  del  lago  de  la  Baña»;  donde  sería  muy  conveniente  se 
practicasen  exploraciones  y  excavaciones.  La  designa<ción  de  los  nombres 
propios  de  personas  por  los  geógrafos  es  frecuente  tratándose  de  apelli- 
dos castellanos,  y  no  carece  de  ejemplos  en  nuestras  inscripciones  de 
época  romana:  Ashir  (745,  2604,  2605),  C^/Zí^^r  (2545,  4464,  4472,  5881, 
6067),  Celtibera  {^112,  6168),  Céltica  (5667),  Celtitanus  (2326),  cuya  lista  se 
recrece  con  el  primer  nombre  Celtiatus  del  presente  epígrafe  de  Alco- 
llarín.  —  .      -    .        -       .  .... 

El  Sr.  Roso  de  Luna  ha  dado  igualmente  noticia  de  que  permanece  en 


(i)     Discursos  leídos  ante  la  Real  Academia  de  la  Historia  en  la  recepción  pública  de 
D.  H^uardo  Saavedra  el  día  28  de  Diciembre  de  1862,  pág.  167.  Madrid,  1863. 


MQTICUS.  ...         '  S55 

AlcoJlarín  la  inscripción  romana,  señalada  en  la  coleqgit^in  de  Hub;ier  con 
el  número  5301  y  publicada  por  vez  primera  .^n  el  tomo  xi  del  Bolbtín, 
pág.  448.  Dice  que.es  de  granito  rojo  y  se  halla  suelta  en  la  plaza  de  la 
Glorieta  y  casa  de  Domingo  Pacheco  con  riesgo  de  perderse;  que  no  duda 
prevendrán  los  solícitos  desvelos  de  la  Comisión  provincial  de  mpnumen- 
tosde  Cáceres,  Aíf^fíeíiu^en  el  pueblo  <Jel  Escorial,  partido  judicial  de 
Truj.illo„se,  guarda  ¿Intacta  lí\  inscripción,  reseñada  por  Hübner  con  el 
número  .659,  y  es  «piedra  qu€^  piíáe  60  por  20  cm.,  y  está  empotrada 
en  la  íachí^da  de  \9,  casa  de  Saturnino  Pizarro  en. el  barrio  Quemado 
cerca  d^  la  plaza  de  la  iglesia».  Acerca  de  la  lectura  de  una  y  otra  lápida 
propone: variantes,  curiosas  y  notaUles,  que  1^  Academia  no  debe  acep- 
tar ni.  publicar  sin  estar  provista  de  oportunps  calcos,  ó  fotografías,  que 
espera  de  la. diligente  bondad  d^  tan  docto  ó  infatigable  Correspondiente. 


E^sai  surlerégne  deVemperctir  Aurélitft  (2y0''2'js)y  par  Léon  Homo 
nncien  éléve  de  l'École  nórmale  supérieure,  ancien  membre  de  l'École 
frangaise  de  Rome,  lauréat  de  Tlnstitut  (prix  Bordin,  1903),  contenant 
dix-huit  illustrations  dans  le  texte^  une  carte  et  deux  plans  hors  texte. 
París,  Albert  Fontemoing  éditcur  (4,  rué  le  Goff),  1^4. — En  4.°,  págs.  394. 

Uo'CJemplar  de  este  volumen  ha  sido  enviado  por  su  editor  en  donativo 
ár  la  Biblioteca  de  nuestra  Academia.  Es  el  último  de  los  lxxxix  que  se 
han  dado  á  luz  por  la  Rihliothhfuc  dts  Écoles  /ranpaises  d'Atkénes  ei  de 
Rome  bajo  los  auspicios  del  Ministerio  de  Instrucción  pública.  Entre  estos 
volúmenes  guardan  con  e!  presente  estrecha  relación  el  de  los  Estudios 
de  Epigrafía  jurídica  del  tiempo  de  Dioclcciano  (xxi),  Los  Orígenes,  vici- 
situdes y  disolución  del  «Senado  Romano  (xxix),  la  Historia  del  culto  de 
las  divinidades  de  Alejandría  (xxx]ii),al  Senado  Romano  después  del  rei- 
nado -de  Diocieciano  en  Roma  y  en  Constantinopla  (ui),  el  Ensayo  acerca 
del  reinado  del  emperador  Domiciano  (Lxv)y  el  Ensayo  sobre  los  escritos 
deSuetonio  (lxxxii).  El  de  Mr.  Homo  (lxxxix),  haciéndose  cargo  de  las 
antiguas  biografías  del  emperador  Aureliano,  que  expone  y  aprecia  críti- 
catn$&te,.se  funda  sobre  todo  ci*  el  estudio  mucho. más  sólido  del  código 
auténti(3M>i(le  las  leyes  romanas,  .d€í  1a  Epig;rafia  y  Nuniismática  y  de  los 
in^igXkes  monumentos,  como  el  recinto  fortificado  de  Roma,  que  legó  aquel 
gr^  PrínGÍp^;á:  1»  admiiración  de  ,1a  posteridad.  Paca  la  historia  de  España 
no  carece  de-in^rés.  el  partido  que  saca  Mr,  Homo  de  las  monedas  acu- 
ñadas on  ia  ceca  ^e  Tarracona,  las  lápidas  y  miliarios  que  r^ñejan  la 
acción  religiosa,  política  y.  administrativa  de  Aureliano  en  nuestro  país, 
y  aun  las  actas  de^^auest^oí5  mártir^*  Lias  del  centurión  leonés  San  Mar- 
celo, martirizado  en  Tánger,  se  il)^fan  con  ver  (pág.  204)  á  fines  del 
¿iiglo  m  acuartelada  en  aquella  /ciudí^^  la  cokars  Asiwum  et  GaVauorum, 


556  BOLETÍN   DB   LA   REAL   ACADEMIA   DE  LA   HISTORIA. 

i 

Inittals  and  Miitíatures  of  tke  IXth^  Xth  and  Xltk  Cenluries  /rom  tkc 
Mozarabic  manuscripts  of  Santo  Domingo  de  Silos  in  tke  British  Museum. — 
With  introduction  by  Archer  M.  Huntington,  Corresponding  member  of 
thc  Royal  Spanish  Academy,  the  Royal  Academy  of  History.  —  New 
York,  1904. 

Mecenas  generosísimo  de  la  Literatura  ¿Historia  de  España^  el  Sr.  Archer 
Huntington  acaba  de  dar  al  público  este  brillante  repertorio  de  las  Inicia- 
les  y  Miniaturas  contenidas  en  los  manuscritos  mozarábicos  procedentes 
del  Monasterio  de  Santo  Domingo  de  Silos  y  conservados  en  el  Museo  Bri- 
tánico, haciendo  de  ella  una  tirada  suñciente  para  que,  distribuida  en  las 
principales  bibliotecas  de  ambos  mundos,  sirva  ,de  pábulo  al  estudio  de 
los  entendidos  en  el  arte  paleográñco  de  los  siglos  ix  al  xi.  Además  de 
la  introducción  doctísima  que  el  editor  ha  puesto  al  principio  de  la  obra« 
se  ve  al  ñn  de  ella  un  Apéndice  que  da  razón  de  los  manuscritos  del 
mismo  tipo  y  origen  conservados  en  la  Biblioteca  Nacional  de  Francia. 

La  Academia  recibió  con  sumo  agrado  el  donativo  que  su  Correspon- 
diente en  Nueva  York  le  ha  hecho  de  un  ejemplar  del  libro  de  esta  pri* 
mera  edición  infolio,  no  menos  útil  que  espléndida. 


Los  judíos  gallegos.'^lLtí  el  último  número  que  ha  salido  á  luz  (núme- 
ro 37,  Marzo-Abril  1904)  del  Boletín  de  la  Comisión  provincial  de  monumen^ 
tos  históricos  y  artísticos  de  Orense^  el  correspondiente  de  nuestra  Acade- 
mia D.  Benito  Fernández  Alonso  ha  dado  feliz  término  á  su  importante 
Monografía  sobre  la  historia  de  los  judíos  gallegos  desde  el  siglo  x  hasta 
el  XVII,  siendo  muy  de  notar  en  especial  los  datos  con  que  ilustra  la  pro> 
sapia  de  los  Espinosas  Orensanos,  que  bien  pudo  ser  la  del  célebre  filóso- 
fo de  aquel  apellido,  padre  del  moderno  panteísmo. 


Tablas  de  reducción  del  cómputo  hebraico  al  cristiano  y  viceversa,  pruecU^ 
das  de  una  explicación  en  castellano  y  en  latín,  compuestas  por  D.  Eduardo 
Jusné,  Director  del  colegio  de  San  Isidoro.  En  folio  menor,  páginas  306. 
Madrid,  imprenta  de  L.  Aguado,  calle  de  Pontejos,  núm.  8,  1904. 

Va  precedida  esta  obra  del  Informe  dado  al  Ministerio  de  Instrucción 
púUica  y  Bellas  Artes  en  30  de  Noviembre  de  1903,  que  dice  así: 

«Excmo.  Sr.:  Las  Tablas  de  Reducción  del  cómputo  hebraico  al  cristiano,  y 
vicenersa,  libro  manuscrito  de  D.  Eduardo  Jusué,  remitido  por  V.  £.  á 
informe  de  esta  Real  Academia,  reúne  en  grado  superior  las  condieiones 
de  original,  de  relevante  mérito  y  de  gran  utilidad  para  el  estudio  de  la 
Historia,  por  lo  cual  es  merecedor  de  ser  comprendido  para  los  efectos 
expresados  por  el  Real  decreto  de  r.**  de  Junio  de  1900. 

La  utilidad  resulta  del  nuevo  método  que  sigue  el  autor  para  que  el 
manejo  de  las  tablas  sea  fácil,  á  la  par  que  ajustado  al  riguroso  cómputo 


NOTICIAS.  557 

de  los  tiempos.  Las  tablas  primeras  dan  cabal  idea  del  año  hebraico  des- 
de que  la  Sinagoga  adoptó  la  Era  de  la  Creación,  pero  de  suerte  que  pue- 
da retrotraerse  hasta  el  3760  antes  de  la  Era  Cristiana,  ó  en  todo  el  de- 
curso de  la  historia  del  Viejo  Testamento.  El  género,  la  especie,  el  día 
inicial  y  la  Pascua  de  cada  uno  de  los  años  obedecen  á  un  sistema  de 
cálculo  astronómico,  que  se  repite  en  proporcionadas  series  y  permite 
apreciar  la  extensión  de  los  días  comprendidos  en  cada  mes  y  las  ferias 
ó  días  de  la  semana  á  que  aquéllos  corresponden. 

Conocido  el  año  hebreo  y  su  reducción  general  al  cristiano,  siguen  otras 
tablas,  en  las  cuales  la  reducción  particular  de  las  fechas  hebreas  á  las 
cristianas  es  facilísima  é  indefectible.  Sobre  esta  reducción,  y  viceversa, 
campea  la  originalidad  del  autor,  que  ha  sabido  guardar  un  justo  medio 
entre  la  complicación  de  los  métodos  abstrusos,  aunque  exactos,  seguidos 
por  Sánchez  Cerquero  y  por  Isidoro  Loeb,  y  los  sobrado  extensos  ó  me- 
cánicos del  P.  Mariana  y  de  Jahn. 

Fundándose  en  la  ley  averiguada  por  el  P.  Mariana,  y  llevada  á  su  últi- 
ma perfección  por  Mohamed  Eñendi,  calcula  el  Sr.  Jusué  el  Molad  ó  na- 
cimiento de  todos  los  años  anteriores  á  4561  de  la  Creación  y  posteriores 
á  4S08;  y  de  este  modo,  puede  decirse  que  todos  los  resultados  tienen  la 
garantía  de  una  triple  comprobación,  la  cual  es  muy  necesaria  cuando  se 
trata  de  reducir  las  fechas  hebreas  á  Jas  cristianas,  y  viceversa;  porque 
acontece  que  en  las  tablas  sencillas,  como  en  las  de  Jahn,  pueden  ocu- 
rrir, y  de  hecho  ocurren,  equivocaciones,  según  lo  ha  demostrado  Mr.  Loeb; 
y  en  las  que  solo  entra  el  cálculo,  como  en  las  de  este  último  autor,  la 
distracción,  no  rara  vez,  importa  equivocaciones  no  menos  peligrosas^  y 
acarrearán  la  i n certidumbre. 

En  España,  sobre  todo,  teníamos  necesidad  de  un  libro  que  tomase  con 
seriedad,  discreción  y  severa  exactitud  la  parte  cronológica  relativa  á  la 
correspondencia  del  calendario  cristiano  con  el  hebreo. 

Las  obras  del  P.  Mariana  y  de  Sánchez  Cerquero,  ni  están  á  mano  de 
todos,  ni  pueden  inspirar  conñanza.  La  cronología  hebrea  hace  gran  pa- 
pel en  el  estudio  de  la  Historia  y  de  la  Arqueología  españolas,  como  bien 
lo  maniñestan,  asi  los  monumentos  que  ha  dejado  en  el  suelo  ibérico  el 
pueblo  de  Israel,  como  sus  obras,  que  en  manos  de  todos  los  doctos  aun 
ahora  publicadas  en  lengua  castellana  se  estudian. 

En  una  palabra,  las  dotes  que  reconoció  la  Academia  en  el  autor  de  las 
Tablas  de  Redttcción  del  compiUo  mtisulmdn  al  cristiano  son  las  mismas  que 
no  puede  menos  de  reconocer  asimismo  en  la  obra  presente. 

Este  es  el  parecer  que  esta  Real  Academia  somete  al  ilustrado  criterio 
de  V,  E.,  cuya  vida  guarde  Dios  muchos  años.  Madrid,  30  de  Noviembre 
de  1903. — El  Secretario,  Cesáreo  Fernández  Duro.— Sr.  Subsecretario  del 

Ministerio  de  Instrucción  pública  y  Bellas  Artes.» 

F.  F. 


índice  del  tomo  XLIV 


Págs. 

Informes: 

I.     El  Emperador  Carlos  V  y  su  corte,  (i 522-1  539.) —^'  Rodrí- 
guez Villa 5 

II.     El  sitio  de  Barcelona  en  77/^-/7/^.  — Cesáreo  Fernández 

Duro 37 

III.  History  0/  the  Peninsular  lVar.--]()^é  G.  de  Arteche 47 

IV.  La  Telúrica^  las  Nacionalidades  y  la  Milicia,  — José  Gómez 

de  Arteche 54 

V.     Inscripción  romana  en  Poldn  (provincia  de  Toledo). — El  Con- 
de de  Cedillo 77 

Variedades: 

Nuevas  inscripciones  romanas  de  Caldas  de  Malavella,  Hcrrame- 

lluriy  Astorga. — Fidel  Fita 81 

Noticias 95 


Adquisiciones  de  la  Academia  durante  el  segundo  semestre  del 
año  1903 97 

Informes: 

I«    Nuevas  inscripciones  romcmas  de  la  regió?r  narbcnsc. — Mario 

Roso  de  Luna 113 

II.     Monumento  erigido  en  California  d  Vancotwer  y  a  Bodega  y 

^i:^¿¿rfií.— Cesáreo  Fernández  Duro 137 

III.  El  Emperador  Carlos  V  y  su  corte,  (1522^1539,) — A.  Rodrí- 
guez Villa 142 

Variedades: 

Lápidas  romanas  de  Caldas  de  Mombuy,  Datos  imdiios. — Fidel 

Fita 179 

Noticias 191 


ÍNDICE.  559 

Págs. 
Informes: 

I.     El  Emperador  Carlos  V y  su  corte.  (1522^1539). — A.  Rodrí- 
guez Villa 197 

11.    Apuntes  para  la  historia  de   Villafranca  de  los  Barros, — 

José  María  Asensio 246 

III.  Nuevas  inscripciones  romanas  de  Cartagena^  Herramélluri  y 

Astorga, — Fidel  Fita 249 

IV.  Estudio  histérico  sobre  el  cofnbate  naval  entre  españoles  y  por» 

tttgueses  en  Rio  Grande,  la  tarde  del  19  de  J^ebrero  de  1776, 

El  Marqués  de  Ayerbe 261 

V.     Comentarios  de  D,  Garda  de  Silva  y  Eigueroa  de  la  Emba» 
jada  que  departe  del  Rey  de  Espaüa  D,  Felipe  III hizo  al 
R^  Xa  Abas  de  Persia, — Cesáreo  Fernández  Duro 271 

Variedades: 

El  candelabro  sideral  de  Herramélluri. — Fidel  Fita 277 

Noticias 284 


Informes: 

I.     El  Emperador  Carlos  Vy  su  corte,  (15 22' 1539.) — A.  Rodrí- 
guez Villa 285 

n.    La  acción  del  Bruch.—AdoMo  Carrasco 333 

III.    Nuevas  inscripciones  romanas  en  las  provincias  de  Cádiz, 

Córdoba^  Cdceres  y  C?r^«jí.— Fidel  Fita :  •  •  •    .35» 

ly.     La  escritura  ógmica  en  Extremadura.  —  Mario  Roso   de 

Luna 357 

Variedades: 
El  vascuence  y  las  lenguas  semíticas.  Discurso  pronunciado  en  el 
Congreso  XIII  internacional  de  Orientalistas.  (Hamburgo, 

1902.) — Francisco  Fernández  y  González 360 

Noticias ' 363 


Informes: 

I.     El  Emperador  Carlos  V  y  su  corte.  (iS22'TS39.)—A.  Rodrí- 
guez Villa 365 

II.     Artes  ¿industrias  del  Buen  Retíro.—Juan  Catalina  García.  .     414 

III.  Un  episodio  de  la  guerra  de  secesión. — Adolfo  Carrasco.  .  .    422 

IV.  Nueva  Idpida  romana  de  Ibahernando.  —Juan  Sanguino  y 

Michel 424 


560  BOLETÍN  DE   LA   REAL  ACADEMU  DE  LA   HISTORIA. 

Pigi. 

Variedades: 

El  templo  del  Pilar  y  San  Braulio  de  Zaragoza,  Documentas  an^ 

teriores  al  siglo  XVI— FiáelFitSL 425 

Noticias 462 

Informes: 

I.  El  Emperador  Carlos  V y  su  corte.  (rs22'iS39-) — A.  Rodrí- 

guez Villa 465 

11.     La  batalla  de  Rocroy.—X,  R.  V 507 

III.  Comisión  provincial  de  monumentos  de  Córdoba.  —  Enrique 

Romero  de  Torres 516 

IV.  Sobre  declaración  de  monumento  nacional  al  templo  de  NtieS" 

tra  Señora  del  Pilar ^  de  Zaragoza, — El  Secretario 519 

V.     La  nueva  lapida  romana  de  Ibakernando. — ^Juan  Sanguino  y 

Miguel 524 

Variedades: 

I.     El  Pilar  de  Zaragoza.  Su  templo  y  su  tradición  histórica 

hasta  el  año  1324. — Fidel  Fita 525 

II.  Notas  históricas  referentes  al  reinado  de  dona  Isabel  la  Ca^ 

tólica. — Manuel  G.  Simancas 545 

III.    Nueza  inscripción  romafta  de  Cabra j  en  la  provincia  de  Cór^ 

doba. — Fidel  Fita 551 

Noticias 554 

índice  del  tomo  xltv 558 


RECTIFICACIONES 


pXgina 

LÍNKA 

■ 

d:ce 

DEBB   OECia 

444 

7 

Rymundi 

Rúymundi 

453 

3» 

siellada 

sielladas 

453 

3» 

Dat(um) 

Dat(is) 

457 

II 

súplica 

suplica 

460 

23 

María 

Maric 

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^ 


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los  meses  en  cuadernos  de  8o  ó  más  páginas,  con  sus  correspondientes 
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