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Full text of "Bosquejo de Buenos Aires, capital de la nación argentina"

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BOSQUEJO 

DE 

BUENOS  AIRES 


CAPITAL  DE  LA 


NAClOiN  ARGENTINA 


A.    GALARCE 

Contador  Pülilico 

Miembro    activo   del    Instituía    Geográfíi^o    ArgcMiim 

Adminislrndot  General  de  Conlribucion  Directa 

y   Patentes  de  U  Kacion 


TOMO     II 


Impren' 


BUENOS  AIRES 

,  Litografía  y  Encuadernacion  de  Stiller  &  Laass 


fir 


■lc'( 


\/  iL 


ADVERTENCIA 


Han  trascurrido  dos  años  desde  la  fecha  en  que  apareció  el  primer  vo- 
lumen de  esta  obra. 

La  tardía  aparición  del  segundo  se  justífíca  con  causéis  muy  lógicas  que 
no  pudimos  neutralizar  con  solo  nuestra  buena  voluntad. 

Hablamos  dado  á  luz  nuestro  primer  tomo,  sin  tener  segundad  alguna 
sobre  el  apoyo  y  protección,  muy  necesaria  para  nosotros,  que  merecerla  di- 
cho trabajo  y  el  plan  trazado,  de  parte  de  los  poderes  públicos. 

La  incertidumbre  no  por  eso  nos  hizo  flaquear. 

Circulaban  ya  en  el  país,  y  aun  en  el  extranjero,  los  primeros  ejemplares 
de  la  edición  cuando  emprendimos  las  gestiones  ante  los  poderes  públicos  so- 
licitando suscricion  á  la  obra. 

Tiempo  pasó  hasta  que  se  resolvió  favorablemente  nuestra  demanda  de 
protección,  lapso  en  que  por  carencia  de  elementos  estuvo  interrumpida  la 
confección  del  segundo  libro,  pues  no  podíamos  continuar  dicho  trabajo  sin 
un  apoyo  eficaz  que  pusiese  en  nuestro  poder  medios  prácticos  de  ejecución. 

No  dejó  de  contribuir  también  la  Municipalidad  á  re<ardar  la  mas  pronta 
elaboración  del  segundo  libro  cuando  resolvió  suscribirse,  lo  que  tuvo  lugar 
mucho  tiempo  después  de  la  aparición  del  primer  tomo  y  para  la  cual  tuvi- 
mos que  hacer  una  nueva  edición.  La  primera  se  había  agotado  ya,  y  por 
consiguiente,  forzados  nos  vimos  á  emplear  algún  tiempo  para  la  composición 
y  corrección  de  la  segunda. 

Tales  son  las  causas  que  nos  han  obligado  á  perder  tanto  tiempo  y  á  pre- 
sentar nuestro  segundo  tomo,  tan  laborioso  como  el  primero,  con  un  interva- 
lo de  dos  años. 


—  IV  — 

En  lo  sucesivo  no  ocurrirán  intermitencias  irregulares,  para  lo  cual  con- 
tamos con  un  personal  determinado  permanente,  salvo  vicisitudes  anormales 
que  no  pudiésemos  vencer. 

Antes  de  terminar,  debemos  manifestar  que  á  pesar  de  la  buena  acojida 
que  ha  tenido  la  obra  y  de  las  simpatías  que  ha  despertado  en  cierta  parte 
del  comercio  por  las  descripciones  gratuitas  que  hacemos  de  los  estableci- 
mientos industriales  y  de  comercio  de  alguna  importancia,  sin  que  nos  anime 
otro  propósito  que  el  de  acumular  datos  para  dar  una  idea  cabal  de  la  capa- 
cidad y  elementos  de  nuestra  riqueza  pública  y  privada,  hemos  tocado  con 
serias  dificuhades  para  obtener  de  los  industriales  interesados  los  pormenores 
para  componer  la  descripción  de  dichos  establecimientos. 

Pensamos  que  ya  hubiese  desaparecido  esta  remora  ignorante,  incapaz  de 
calcular  el  mal  que  ellos  mismos  se  infieren;  pero  son  muchos  todavía  los  re- 
trógrados que  se  obstinan  en  creer  que  dichos  datos  nos  servirán  de  pauta  para 
formular  aumentos  sobre  patente  y  contribución  directa. 

Siendo,  pues,  un  hecho  la  realización  de  esta  obra,  creemos  muy  oportuno 
dar  aquí  el  plan  que  nos  servirá  para  su  elaboración,  cuyo  orden  es  como  si- 
gue, sin  alteración  alguna  de  los  capítulos  generales  que  comprende  cada  vo- 
lumen : 

Tomo  I Sección  i* 

»  II »        2» 

III »        3' y  4* 

>  IV »        5',  6»  y  7* 

»  V »        8%  9%  10*  y  1 1* 

>  VI »        12^  13*  y  14* 

»  VII »        I5^  i6«,  17*  y  i8«. 

»        VIII »        19*  y  20*  y  resumen  general 


PRÓLOGO 


SECCIÓN   PRIMERA 


Aprovechamos  este  lugar  para  cumplir  con  una  deuda  grata  que  hemos  contraído  cuan- 
do nuestro  primer  tomo  vio  la  luz  pública  y  los  escritores  y  la  prensa  en  general  le  some- 
tieron al  eximen  minucioso  y  critica  serena,  despertando  en  algunos  el  es^úiitu  de  la  con- 
troversia en  materia  sumamente  interesante  para  quien  sigue  el  desenvolvimiento  extraordi- 
nario délos  elementos  materiales  que  presiden  ¿  impulsan  la  formación  y  el  engrandecimiento 
de  la  riqueza  pública- 

La  prensa  y  los  investigadores  de  nuestro  progreso  elevaron  su  palabra  ilustrada  á  la 
atención  pública  encomiando  con  frases  patnóticas  y  de  estímulo  para  el  autor  algunos  de 
sus  capítulos  en  que  acaso  por  primera  vez  se  hacía  un  ensayo  sobre  puntos  ó  cuestiones 
cuyo  desarrollo  es  una  verdadera  revelación  en  el  orden  económico  social- 

¿Cómo  espresar,  ahora,  nuestra  gratitud  por  aquellos  votos  espontáneos  y  los  concites 
honorificos  que  hemos  inspirado!' 

Hay  sentimientos  Cuya  extensión,  fuerza  y  sinceridad  no  se  patentizan  con  la  palabra 
escrita  ni  hablad^  de  este  orden  es  el  que  nos  domina  en  la  deuda  pública  contraída, 
que  nimca  estará  suficiente  nt  equitativamente  satisfecha- 

Hasta  del  extranjero  hemos  recibido  congratulaciones  por  nuestro  humilde  y  paciente 
trabajo,  y  últimamente  testimonios  auténticos  y  honoríficos  de  esos  que  acuerdan  los  torneos 
del  saber  humano.  <EI  Bosquejo  de  Buenos  Aires>  ha  merecido  el  discernimiento  del  se- 
gtmdo  premio  enla  Exposición  de  Berlín  de  última  fecha,  es  decir,  medalla  de  plata. 


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TEATRO  NACIONAL 


-TS  - 


6  palcos  está^ólocados  y  se  denominan  empezando  por  su  parte  inferior:  palcos  ba- 
jos, ídem  de  balcón,  idem  altos,  caeuela  y  paraíso. 

tEstá  iluminado  con  gas  hidrógeno  bicarbonado  y  caía  con  profusiOD,  teniendo  además  una 
5a  de  crisUl  que  pende  del  centro  del  cielo-raso  y  que  es  un  poderoso  foco  de  luz,  aumen- 
o  notablemente  con  el  reflejo  que  despiden  los  innumerables  trozos  de  cristal   que  lo  cir- 


BANCO  HIPOTECARIO  DE  U  PROVINCIA 


Este  Banco  se  fundú  |>or  Ley  déla  Pro- 
vincia de  Buenos  Aires  de  -5  de  Noviem- 
bre de  1871. 

Su  aparición  á  la  vida  pública  fué  un 
acontecimiento  económico  que  venía  pre- 
cedido del  entusiasmo  y  aprobación  públi- 
cas, y  aunque  al  principio  tuvo  que  luchar 
con  añejas  prácticas  y  preocupaciones, 
triunfó  de  ellas  por  las  liberalidades  con- 
tenidas en  su  carta  orgánica. 

Apareció  en  momentos  que  se  dibujaba 
una  gran  crisis  econónñca  provocada  por 
la  febriciente  especulación  que  se  hacía 
sobre  la  propiedad  urbana,  la  cual  se  pro- 
dujo sin  grandes  pérdidas   para  la  institu- 

Fasada  aquella,  el  establecimiento  fun- 
cionó con  una  actividad  estraordinaria,  en- 
tregando sus  capitales  á  la  explotación  de 
nuevos  negocios,  industrias  y  á  la  edifíca- 

5u  prosperidad  acreció  rápidamente  y  su  crédito  y  emisiones  se  ensancharon  de  una  ma- 
prodigÍo|p. 

Fué  en  esta  época  que  hizo  construir   el  magnífico  edífído  con  que  encabezamos  estas 
y  que  más  tarde  tuvo  que  abandonar  para  trasladar  á  la  ciudad  de  la  Plata  el  centro 
is  diversas  operaciones. 

Nacionalizada  la  ciudad  de  Buenos  Aires  no  podía  continuar  su  funcionamiento,  sin  me- 
ibo,  por  la  presencia  del  Banco  Hipotecario  Nacional. 
Véase  los  demás  detalles  que  se  dan   en  el  primer  tomo,  pág.  5S7. 


BANCO  DE  lÚNDRES  V  RIO  'DE  LA  PUTA 


rface   veinte  y  cuatro   afiüs    que    esta     Íiisti[iiLÍuti  luiiciunji   ..üii    ri;|j.. 
en  el  extenso   crédito  de  que  goza  y    los    fuertes   capitales    de   su    resurv-i  i.,^,..,i:  .1. 

Dos  o  mas  crisis  comerciales  la  coamavieron  en  su  larga  vida  de  labor  y  alguna 
con  tanta  intensidad  que  no  dejó  de  pasar  un  buen  lapso  basta  su  completa  rehabilita- 
ción Rnandera-  De  los  cuatro  Bancos  de  que  so  compono  la  institución,  el  de  esta 
Capital  se  ha  distinguido  especialmente  en  las  operaciones  de  Descuentos  y  Depósito 
como  en  las  de  Caja. 

Fué  su  capital  primitivo  297.310  libras  esterlinas,  extendiéndolo  los  accionistas  ala 
suma  de  600.000  al   tercer    aÜo  de  su  ejercicio  económico. 

Su  amplio  y  elegante  edificio  lia  sido  construido  expresamente  para  Banco,  cónsul* 
lando  todas  las  necesidades  que  reclaman  estas  instituciones,  si  bien  no  es  de  costosa 
arquitectura. 

1«8  demis  detalles  están  consignados  en   la  página  580   del   primer   tomo. 


BANCO  DE  ITALIA   Y   RIO  OE  U  PUTA 


Este  edificio  ha  sido  cons- 
truido en  el  año  iS7i-72yinÍ- 
de  una  superficie  de  624  metros 
aladrados,  pues  consta  de  34 
metros  de  frente  al  Norte  por 
;6  de  fondo-  La  construcción 
arquitectónica  del  frente  es  do 
estilo  clásico  y  au  decoración 
relieves  y  zdcalo  de  mármol 
blanco  de  Carrata. 

El    salón    principal   es    del 
mismo  estilo  y  ocupa  ana  super- 
ficie de  116,50  metros,  siguiendo  inmediatamente  L  esle   las  oficinas  de  la  Gerencia,  Secre- 
taría, Tesoro,  Archivo,  Salón  del  Directorio,  y  por  fin  las  mas  inferiores.     En  el   piso  alto 
hay    además  cuatro  piezas  de  servicio  y   una  que  sirve   de   depósito  de  papeles  y  libros 
V¿ase,   tomo  I*,  pAgina   582,  los  dem&s  detalles   de   esta  institución. 


BANCO  INGLES  ^L  RIO  DE  LA  PUTA 

Este  establecimiento  se  fund¿  y  abri<^  al 
pi^blico  sus  operaciones  en  el  año  t83t  en 
un  local   provisorio. 

Tres  años  después  trasladó  sus  ofirinas  al 
actual,  que  es  de  su  propiedad  y  fué  cons- 
truido  expresamente  para  Banco. 

El  local  se  compone  de  15,50  metros  de 
frente  por  30  de  fondo,  y  au  salan  principal 
de  355  metros  cuadrados,  sin  columnas  ni 
construcción  alguna  que  pudiera  quitarie  la 
vista  ó  sustraerle  el  mas  pequeño  espacio 
del  servicio  á  que  está  destinado.  Por  uno 
y  otro  de  sus  costados  laterales  corre  á  ¡os 
seis  metros  de  altura  una  galena  ¡nterioi 
que  contiene  los  archivos  del  establecimien- 
to. Su  mostrador  es  de  30  metros  de  largt^ 
por  uno  de  ancho. 

El  edificio  consta  además    de  todas  las 
otras  oficinas  indispensables    para    la  buena  administración  de  la  institución; 
p£r3.  gabinete    de)   Gerente,  sala   de  la   Caja  fuerte,  etc.,   etc. 
Y  Véase,  lomo    /",     página  ,¡84.  Jos  cleiii;is    detalles. 


1 

I 


—  xin  — 
BOLSA  DE  COMERCIO 


En  el  inlerés  de  am- 
pliar  los  datos  que  sobte 
este  establedmieDto  he< 
moa  dado  en  el  piüner  to- 
mo de  esta  obra,  página 
421,  hemos  solicitado  con 
j  insistencia  su  adquisición 
por  medio  de  nuestros 
agentes  sín  poder  conse* 
guir  un  solo  detalle. 

No  obstante,  algo  dire- 
mos para  dar  una  idea  de 
ella  en  este  volumen. 

Los  piimeíos  trabajos 
para  la  formación  de  esta 
Sociedad  se  iniciaron  en 
1821,  y  después  de  gran- 
des    dificultades   y    aun 
de  persecuciones  políticas 
;   por]  Rosas,  se  constituyó  definitivamente  en  Junio  de  1854. 
Ha  tenido  que  abandonar  im  edificio  construido  por  el'a  por  el  notable  movímienlo 
'  qiie  adquirió  y  el  aumento    de  socios  siempre  creciente  que  la  ha  Tavorecido.    El     edificio 
actoal  es  de  propiedad  de  miembros  de  ella  constituidos    en    empresarios  y  á  quienes  la 
institución  abona  un  creddo  alquiler  mensual. 

El  tiene    una   superficie  de  29Ó3  metros  y  frentes  hacia  la  plaza    25  de  Mayo  y  calle 
I  Piedad. 

£ste  edificio  fué  inaugurado  el  dia  7  de  Didembre. 
Tiene    oficina  de  teléfono,  panteléfono  y    telégrafo. 

Ed  cada  una  de  sus  entradas  tiene  hermosos  y  amplios  vestíbulos  que  encabezan  los 
[  gtaodes  salones. 

Todas  sus  paredes  y  cielos  rasos  están  pintados  al  ¿Ico   y     adornados   con  los  escu- 
I  dos  de  todas  las  nadones  con  las  cuales  está  en  relación. 

Su  biblioteca  promete  ser  una  de  las  mas  ricas  de  las  de  su  género  por  loa 
esiuerzos  que  se  hacen  para  dotarla  como  corresponde  á  la  categoría  é  importancia 
qoe  hoy  asume. 


BUllWiin 


El  edificio  de  este   establecimiento  quedó  deíiniíivameiitc  conslniÍd(>  en    el   año  if 
y    entregado  en  el  mismo  al    servido  público,  disponiendo  para  los   fines    de  su  creación 
de  cuatro  pisos  con  noventa  grandes  cuartos  á  salones  amueblados. 

En  el  piso  bajo  están  establecidos  el  gran  comedor  y  café  del  hotel,  con  dos  escale-  I 
ras  de  acceso  &  los  pisos  superiores,  una  para  el  uso  csclusivo  de  los  mozos  y  la  otra  | 
para    el  de  los  pasajeros. 

El  salón   del  comedor  tiene  una  superficie  de  i6   metros   de    frente    por  cuarenta  de 
fondo,  dotado  de  todas  las  comodidades  y  lujo  que  puedo  apetecer  el  mas  escéntrico,  per-  | 
fectamenle  aereado  y  con  la  luz  proporcional  h  su  magnitud;  el  cielo    raso    de  este  salón  ¡ 
es  notable  por  la  riqueza  y   elegancia  de  su  estilo  arquitectónico,  el  de  Luis  XV. 

Las  cocinas  están  situadas  lejos  de  este  salón  para  evitar  el  siempre  desagradable  olor  de  I 
las  confecciones;  las   escaletas  son  de  mármol  hasta  el  primer   piso;  el  pavimento  de  las  ha- 
bitaciones es  de  madera  tapizada  de    costosas    alfombras  y   el  de   los  patios  de  todos  los 
pisos  de  mosaico  de  caprichoso  gusto. 


-XV  — 

Oíandcs  aberturas  [  (jtactícadas  en  el  centro  de  cada  piso  permiten  la  mas  perfecta  ven- 
láladoD  de  lodo  el  edificio  por  au   comunicación     directa  con  el  inferior,  y  una    limpieza 
ñrepiochable  es  lo  que  mas  especialmente  distingue  á  este  establecimiento. 
La  aiquitectura  exterior  del  edifido  es  del   estilo    Renacimiento. 
El  mismo  propietario  de  este  establecimiento  hizo  construir  en   el  año  iSSo  un  mag- 
fcjfifrt  edificio  de  tres  pisos  compuesto  de  cincuenta  y  cinco  grandes  cuartos,  dcslínado  á 
dbii  huéspedes  y  ubicado  al  frente  del  Hotel  ya  descrito. 

También  el  estilo  del  Renacimiento  decora  la  arquitectura  exterior  de  la  casa  amue- 
blada y  todos  los  detalles  principales  como  accesorios  del  gian  Hotel  han  sido  reprodu- 
cios en  este  establecimiento. 

Ambos  tienen  organizado  un  buen  servicio    de  baños,  con    las  comodidades  y  aun  el 
i  inherente  á  su  respectivo  destino. 

Uno  y  otro  se   conservan  constantemente    llenos   de    pasageros  ó    huéspedes,   lo  que 
prueba  d  buen  gusto,  ser\'Íuo  y  excelentes  condiciones  de  su  dotación  particular. 
V¿sse,  tomo  i",  página  744. 


PREFECTURA  MIARITIMA 


La  Capitanía  del  Puerto,  que  así  se  lla- 
maba en  otro  tiempo,  desempeñaba  con  mu- 
cha irregularidad  e  insuficiencia  los  servidos 
de  su  luinisterio  por  la  pobreza  de  los  ele- 
mentos puestos  á  su  alcance,  figurando  en  el 
es^enario  administrativo  en  una  esfera  muy 
secundaria. 

Mucho  contribuía  á  este  decaimiento  su 
mala  organización  y  el  poco  interés  que 
inspiraba  su  desprestigio  para  impulsarla 
conforme  á  la  categoría  de  las  demás  ofi- 
cinas públicas. 

Pero,  construido  el  expreso  edificio  ac- 
tual, citante  y  espacioso,  modificado  su  ré- 
gimen y  orden  orgánico  y  confiada  su  di- 
rcL-cion  á  hombres  de  méritos  reconocidos, 
ia  Piefeclura  Maritima  es  hoy  una  de  las 
reparticiones  mas  importantes  de  la  Admi- 
oistracion  NadonaJ  y  que  ofrece  un  vasto    horizonte  para  grangearse  U  estimadon  pública . 


Este  edificio  fué  constmidü  en  el  año  1881. 

Cuarenta  Sub -Prefecturas  dteeminadas  por  todo  el  territorio  de  la  Nadon  dependen 
de  ella  y  su  conservación  y  servicios  cuestan  al  Erario  la  suma  anual  de  t  413.077,20. 

El  presupuesto  acuerda  á  la  Prefectura  para  su  sostenimiento  la  cantidad  de  pesos 
66825  anual. 

Véase    primer  tomo,  pág.  71Ó. 


ESTACIÓN  CENTRAL  DE  FERRO-CARRILES 


Al  tratar  de  esta  otidna  en  eJ  primer  tomo,  p&g.  409,  establecimos  con  documentos 
públicos  por  base,  cual  filé  su  origen  y  porqué  se  modificó  mas  tarde  su  nombre,  llamán- 
dose como  al  presente. 

La  convendon  celebrada  por  las  diversas  empresas  de  ferro-carriles  en  aquella  época 
existentes  y  cuyas  ^-ias  tenían  sus  puntos  de  arranque  dentro  del  perímetro  de  la  Capital, 
dió  por  resultado  que  se  construyese  una  Estadon  ferro-carrilera  en  un  paraje  que  pudie- 
se servir  de  punto  de  reunión  y  salida  de  sus  trenes  y  cuya  explotadon  &  aprovechamien- 
to fuese  común. 

A  lo  que  llevamos  dicho  en  el  primer  tomo,  fregamos  hoy  la  ley  general  que  rige 
■obre  ferro-carriles  en  explotadon  y  de  los  que  en  el  futuro    se  construyesen. 

Es  un  documento  interesante  que  debe  conocerse: 


—  XVli  — 

RBOLAMBNTO  DB  LOS  PBRRO-CARRILBS  NACIONALBS 

El  Sotado  y    Cámara  de  Dipuiados  de  la   Nación  Argentina,    reunidos    en     Congreso^    ek,, 
sancionan  con  fuerza  de  Ley: 

Articulo  i^  Todos  los  Ferro-Carriles  nacionales  ya  existentes  y  que  en  adelante  se 
construyeren  en  la  República,  estarán  sujetos  á  la  inmediata  inspección  y  vigilancia  de  las 
autoridades  de  la  Nación,  y  sus  empresas,  administraciones  c  direcciones,  al  cumplimiento 
de  la  presente  ley  y  de  las  que  en  lo  sucesivo  sancionase  el  Congreso. 

Art  2°  Dedáranse  Nacionales,  á  los  efectos  del  articulo  anterior:  i*^  Los  Ferro-Car- 
riles que  se  construyeren  en  los  territorios  nacionales. — 2^  Los  que  se  construyeren  por 
cuenta  y  con  el  tesoro  del  Gobierno  de  la  Nación.  3^  Los  que  tuvieren  garantido  por 
parte  del  Gobierno  Nacional,  un  interés  mínimo  sobre  el  capital  empleado.  4^  Los  que 
recibieren  una  prima  cualquiera  del  Gobierno  Nacional,  para  su  construcción.  5^  Aquellos 
cujra  construcción  y  explotación  fuesen  autorizadas  por  ley  especial  del  Congreso. 

CAPÍTULO  I 

DE   LA    VIA     Y   SU   CONSERVACIÓN 

Art  3°  Son  deberes  de  toda  empresa  ó  dirección  de  estos  Ferro-Carriles,  una  vez 
abiertos  al  servicio  público:  i^  Mantener  siempre  el  camino  en  buen  estado,  de  modo  que 
pueda  ser  recorrido  sin  peligro  por  los  trenes,  y  cuidar  por  consiguiente  de  la  inmediata 
reparación  de  todos  los  deterioros  que  sufriese  y  la  remoción  de  todos  los  obstáculos 
que  impidieren  el  ejercicio  regular  de  la  via,  debiendo  entenderse  la  misma  prescripción 
respecto  de  los  almacenes,  depósitos  y  demás  accesorios  del  camino.  2^  Conservar  en 
buen  estado  el  tren  rodante,  que  será  de  calidad  y  cantidad  suficiente  para  suplir  á  las 
necesidades  del  camino,  en  relación  con  la  actividad  ordinaria  de  las  comunicaciones 
entre  los  diversos  pueblos  que  ligare.  3°  Establecer  telégrafos  eléctricos  y  mantenerlo^ 
corrientes  en  toda  la  extensión  del  camino,  para  el  servicio  del  mismo.  4^  Iluminar  las 
estaciones  y  faros  á  nivel,  desde  la  puesta  del  sol  hasta  la  llegada  del  último  tren.  5^ 
Establecer  la  guarda  y  el  servicio  de  las  barreras  en  los  pasos  á  nivel.  tP  Asegurar  la  vigi- 
lancia y  oportuna  maniobra  de  las  agujas,  en  los  cambios  y  cruzamientos  de  via.  7^  Cer- 
rar el  camino  en  los  lugares  y  en  la  extensión  que  se  determine  p>or  el  Poder  Ejecuti- 
vo. 8®  Establecer  barreras  en  todos  los  puntos  en  que  los  Ferro-carriles  cruzaren  los 
eaininos  y  calles  públicas  á  nivel.  Estas  barreras  deberán  cerrarse  á  la  aproximación  de 
cada  tren,  abriéndose  después  que  hayan  pasado,  para  dejar  espedito  el  tráfico.  9^  Hacer 
los  trabajos  necesarios  para  dejar  espedito  el  tráfico  en  las  calles  ó  caminos  públicos  que 
atravesare  el  Ferro-Carril.  10^.  Construir  las  alcantarillas  y  obras  necesarias  para  dejar  libre 
d    desagüe  de  los  terrenos  linderos. 


—  XVIII  — 

Art  4®  La  infracción  á  cualquiera  de  las  disposiciones  contenidas  en  el  articulo 
precedente,  será  penada  con  una  multa  de  cincuenta  mil  pesos  fuertes,  según  el  caso,  sin 
perjuicio  de  que  la  empresa  infractora  ejecute  los  trabajos  necesarios  en  el  término  que 
el  Juez  determine. 

Art.  5®  Si  los  trabajos  6  reparaciones  fuesen  urgentes,  los  Inspectores  de  Ferro- 
carriles podrán  proceder  á  su  ejecución  inmediata,  á  cuenta  de  la  empresa. 

Art  6°  Cuando  un  Ferro-Carril  atravesare  rios  navegables,  deberá  ser  construido 
de  manera  que  no  embarace  ni  entorpezca  la  navegación.  Si  atravesare  otra  clase  de  rios, 
esteros  ó  canales  de  riego,  las  obias  se  ejecutarán  de  manera  que  no  perjudiquen  el 
uso  de  las  aguas. 

CAPÍTULO  II 

POUCIA  DE  LOS  FERRO-CARRILES 

Art  7^  Los  propietarios  de  terrenos  linderos  á  las  vias  férreas  no  podrán  arrojar 
basuras,  ni  obstruir  en  manera  alguna  las  canaletas  laterales,  ni  servirse  de  ellas  como 
desaguaderos,  con  excepción  de  aquellos  cuyas  propiedades,  por  su  inclinación  natural, 
tuvieren  su  desagüe  en   la  via. 

Art.  8^  £s  prohibido  á  toda  persona  extraña  al  servicio  del  camino,  introducirse  ó 
estacionarse  en  él,  á  no  ser  empleados  públicos  en  el  desempeño  de  sus  funciones.  Es 
prohibido  igualmente  conducir  á  lo  largo  del  camino  cualquiera  clase  de  animales;  pero 
podrí  atravesarse,  debiendo  en  este  caso  el  conductor  hacerlos  salir  al  aproximarse  el 
tren.  Es  estensiva  esta    medida   á  los    conductores  de  carros  ¿  otra    clase  de  vehículos. 

Art.  9^^  Es  prohibido  á  menor  distancia  de  veinte  metros  de  la  via:  i^  Abrir  zanjas, 
hacer  escavaciones,  explotar  canteras  ó  minas,  y  en  general  ejecutar  cualquiera  obra  aná- 
loga que  pueda  perjudicar  la  solidez  de  la  via.  2^  Construir  edificios  de  paja  ó  de  otra 
materia  combustible.  3°  Hacer  cercos,  depósitos  ó  acopios  de  materias  inflamables  ó 
combustibles. 

Art  To.  Es  también  prohibido  á  menor  distancia  de  cinco  metros  de  la  via:  i^ 
Dar  á  los  muros  ó  cierros  que  se  construyan,  salida  sobre  la  via,  con  excepción  de 
aquellos  fundos  que  el  Ferro-Carril  dividiere,  en  los  cuales  podrá  darse  esas  salidas,  con 
permiso  del  Inspector.  2^  Hacer  depósitos  y  acopios  de  frutos,  materiales'  de  construcción 
ó  cualesquiera  otros    objetos. 

Art  II.  Es  prohibido  igualmente:  i^  Construir  muros  ó  cierros,  á  menor  distancia 
de  dos  metros  de  la  via.  2^  Hacer  plantaciones  de  árboles  á  menos  de  doce  metros  de 
la  via. 

Art.   12.  Las   disposiciones  de  los  artículos  9,  10  y  11,  no  son  aplicables  álospropie- 


—  XIX  — 

taríos  de  los  tertenos    linderos  con  las  calles  públicas  por  las  que  pase  un    Ferro-Carril, 
dentro  dd  recinto  de  los  pueblos  ó  ciudades. 

Art  13.  Si  alguna  de  las  obras  especificadas  en  los  artículos  9,  10  y  11,  existiesen 
al  ti^npo  de  construirse  un  Ferro-Carril,  á  menos  distancia  de  la  expresada  en  dichos 
arüculos,  podrá  ser  expropiada,  i  solicitud  de  la  empresa  constructora.  Si  la  expropiación 
no  se  verifica,  no  podrán  ejecutarse  en  las  obras  otros  trabajos  que  los  necesarios  para 
conservarlas  en  el  mismo  estado,  siendo  prohibida  su  reconstrucción,  en  caso  de  destruirse. 

Art  14.  La  disposición  contenida  en  el  inciso  2*  del  artículo  10,  no  es  aplicable: 
i^  Al  depósito  de  materias  no  inflamables,  siempre  que  su  altura  no  excediere  á  la  de 
los  terraplenes  por  donde  pasare  el  Ferro-Carril.  2°  Al  depósito  ó  acopio  momentáneo 
de  materiales  de  construcción  ó  de  objetos  destinados  al  cultivo.  3^  Al  depósito  ó  aco- 
pio de  frutos  de  la  cosecha,  mientras  esta  se  practica.  £n  estos  casos,  la  empresa  no  será 
responsable  por  la  pérdida  ó  deterioro  que  sufriesen  los  objetos,  sin  culpa  suya  ó  de 
sus  ajentes,  á  consecuencia  del  servicio  del  Ferro-Carril. 

Art.  15.  La  contravención  á  lo  dispuesto  en  los  artículos  7,  8,  9,  10  y  11,  será  pena- 
da con  una  multa  de  veinte  á  quinientos  pesos  fuertes,  sin  perjuicio  de  la  obligación 
por  parte  del  infractor,  de  restablecer  las  cosas  á  su  estado  anterior,  y  de  responder  por  ' 
todos  los  perjuicios  ocasionados.  Si  en  el  término  señalado  por  el  Juez  ante  quien  se 
entablare  la  queja,  no  hubiera  el  infractor  restablecido  las  cosas  á  su  estado  anterior, 
podrá  hacerlo   la  empresa  á  costa  de  aquel,   previa  autorización   del  Juez. 

Art  16  Las  distancias  de  que  hablan  los  artículos  9,  10  y  11,  se  medirán  horizontal- 
mente,  desde  el  medio  del  foso  ó  zanja  del  camino,  y  á  falta  de  esta,  desde  una  línea 
que  corra  paralela  al  riel  exterior,  y  que  diste  metro  y  medio  de  este. 

CAPÍTULO  m 

MATERIAL  T  PERSONAL  EMPLEADO    EN  LA     EXPLOTACIÓN 

Art  17.  Ninguna  locomotora,  tender  ó  carruage  podrá  ser  librado  al  servicio  publi- 
co, sin  previo  reconocimiento  pericial  y  autorización  del  Inspector  del  Ferro-Carril.  Cuan- 
do por  deterioro  ó  por  cualquiera  otra  causa,  se  retirase  del  servicio  alguna  máquina  ó 
codie,  no  podrá  restituirse  al    servido,  sin  nuevo  reconocimiento  y  autorización. 

Art  18.  £1  Poder  Ejecutivo  hará  reconocer  cada  vez  que  lo  estime  por  conveniente, 
todo  el  material  de  explotación  de  los  Ferro-Carriles,  y  hará  excluir  del  servicio  las 
máq^i^n^^  y  carruajes    que  no  ofrecieren  la    s^^dad  necesaria. 

Art  19.  £n  caso  de  no  conformarse  la  empresa  con  el  reconocimiento  pericial 
prevenido  en  los  artículos  anteriores,  se  someterá  el  asunto  á  la  justicia  federal,  no 
pudiendo  emplearse  los  carruajes  ó  máquinas  declaradas  en  mal  estado,  hasta  el  pronun- 
ciamiento del  fallo  judicial. 


Art.  20.  Toda  empresa  deberá  tener  en  las  estadonesi  en  los  trenes  y  en  todo  d 
trayecto  del  camino,  de  dia  y  de  noche,  desde  que  empieza  hasta  que  termina  el  moví* 
miento  diario,  el  número  de  empleados  que  fuese  necesario,  para  que  d  servicio  se  haga 
con  seguridad  y  sin  tropiezo  ni  peligro  de  accidentes.  Estos  empleados  estarán  provistos 
de  las  instrucciones  y  de  todos  los  medios  requeridos  para  d  buen  cumplimiento  de  sus 
respectivas  obligaciones. 

CAPÍTULO  IV 

FORMAaON    T  MARCHA  DE  LOS  TRSNBS 

Art  21.  Todo  convoy  ordinario  de  pasajeros  deberá  cuando  menos  llevar  carruajes  de 
I*  y  2^  clase  y  tener  sobre  la  máquina  un  maquinista  y  un  fogonero,  y  en  los  coches,  un 
guarda  tren  por  cada  cinco  carruajes. 

Art  22.  Ningún  tren  podrá  ponerse  en  marcha,  sino  después  que  el  maquinista  haya 
inspeccionado  el  estado  de  la  locomotora,  y  una  persona  idónea  el  de  los  coches,  sus 
ejes  y  sus  ruedas. 

Art  23.  Las  locomotoras,  provistas  de  sus  respectivos  miriñaques,  se  pondrán  siempre 
á  la  cabeza  del  tren  y  no  podrán  marchar  hada  atrás,  exceptuándose  de  esta  disposidon, 
los  movimientos  que  se  hacen  cerca  de  las  estaciones,  y  los  casos  en  que  sea  necesario 
emplear  locomotoras  de  auxilio.  £1  inspector  podrá  en  otros  casos  especiales  conceder 
permiso  para  no  observar  esta  disposidon. 

Art  24.  No  podrán  colocarse  más  de  dos  locomotoras  en  cada  convoy  de  pasajeros, 
las  cuales  deberán  ir  siempre  á  la  cabeza  del  tren.  Detrás  del  tender,  irán  por  lo  menos 
tantos  coches  sin  pasajeros,  cuantas  sean  las  máquinas  que  remolcan  d  tren.  £n  los  tre- 
nes mixtos  de  pasajeros  y  carga,  los  coches  de  pasajeros  serán  colocados  detrás.  Al  extre- 
mo de  todo  tren,  deberá  ir  un  wagón  desocupado. 

Art  25.  Los  trenes  en  movimiento  deberán  estar  suñdentemente  iluminados  en  su 
parte  exterior  durante  la  noche,  como  también  en  su  parte  interior,  los  coches  de  pasa- 
jeros. 

Art  26.  £1  maquinista  deberá  tocar  el  pito:  i»  Al  moverse  el  tren;  20  al  aproximarse 
á  las  estadones,  paso  á  nivel,  grandes  desmontes  y  demás  parajes  que  pudieran  ofrecer 
peligros;  3*  al  encontrar  animales  sobre  la  via,  debiendo  en  tal  caso  hacer  lo  posible  para 
que  la  desocupen.  £n  los  casos  de  los  dos  últimos  incisos,  deberá  además  disminuirse  la 
veloddad  de  la  marcha  ó  detenerse  el  tren,  si  fuere  necesario. 

Art  27.  £1  jefe  dd  tren,  los  guarda-frenos  y  el  maquinista,  estarán  en  comunicadon 
en  cuanto  sea  posible,  durante  la  marcha,  para  poderse  dar  en  caso  de  peligro,  la  seüal 
ét  alarma. 


Art  28.  Antes  de  ponerse  en  movimiento  un  tren  extraordinario,  se  dará  aviso  por 
medio  del  telégrafo  á  todos  los  jefes  de  estación,  los  cuales  lo  trasmitirán  á  los  guarda-camino,  y 
denlas  empleados  de  su  dependencia. 

Art  29.  Ningún  tren  podrá  partir  de  la  estación,  antes  de  la  hora  marcada  en  el 
reglamento  de  servicio. 

Art  3a  Los  trenes  que  conduzcan  pasajeros,  no  podrán  marchar  con  velocidad  ma- 
yor de  setenta  kilómetros  por  hora,   comprendiéndose  las  demoras  en  las  estaciones. 

Art.  31.  Cada  tren  ¿  máquina  que  se  ponga  en  movimiento,  deberá  ir  provista  de 
los  aparatos  y  útiles  necesarios  para  colocar  la  máquina  y  los  coches  sobre  la  via,  en 
caso  de  descarrilamiento:  de  señales  de  paradas,  las  que,  si  sucediera  algún  incidente,  se 
colocarán  de  manera  que  puedan  verse  á  quinientos  metros  de  distancia,  y  de  un  aparato 
portátil  de  telegrafía,  que  pueda  ponerse  en  contacto  con  el  hilo  del  telégrafo,  para  dar  los 
avisos  necesarios  en  coso  de  accidente. 

Art  32.  Cuando  se  hacen  reparaciones  en  la  via,  se  pondrán  señales  á  un  kilómetro 
de  distancia,  para  indicar  si  debe  detenerse  el  tren   ó  solo  disminuir  su  marcha. 

Art  33.  Las  empresas  deberán  hacer  conocer  del  público,  por  medio  de  los  diarios, 
y  por  avisos  colocados  en  todas  las  estaciones,  el  itinerario  de  los  trenes  y  los  horarios 
de  salidas  y  libadas.  Los  cambios  que  en  ellos  se  efectúen,  se  harán  conocer  del  públi- 
co, por  los  mismos  medios  indicados,  por  lo  menos  quince  dias  antes  de  principiar  á 
regir. 

Art  34.  Los  trenes  deberán  seguir  en  su  marcha,  la  velocidad  y  el  itenerario  que  la 

empresa  hubiese  fijado  de  antemano.  Si  á  causa  de  accidentes  ó  por  evitar  peligros,  se 
alterase  esa  marcha,  el  conductor  del  tren  deberá  justificar  el  hecho,  levantando  una  acta 
que  firmarán  tres  pasajeros  á  lo  menos.  La  falta  de  esta  formalidad,  constituye  á  la  em- 
presa responsable  por  esa  alteración. 

CAPÍTULO  V 

DISPOSiaONES  RELATIVAS  k  LOS  VIAJEROS 

Art  35.  Las  tarifas  relativas  al  trasporte  de  las  personas  y  al  exceso  de  equipajes, 
dd>erán  ponerse  en  conocimiento  del  público,  en  la  forma  prescripta  en  el  articulo  33. 
Dd>erán  igualmente  colocarse  á  la  vista,  en  todas  las  estaciones,  los  reglamentos  especia- 
les que  las  empresas  establecieren,  concernientes  á  los  equipajes  y  á  la  admisión  y  obliga- 
dones  de  los  pasajeros. 

Art  36.  En  cada  estación,  la  boletería  deberá  abrirse  por  lo  menos  \  treinta  minutos 
antes  de  la  hora  marcada  para  la  salida  del  tren.  La  entr^a  de  los  equipajes  podrá 
hacerse  hasta  dos  minutos  antes  de  la  salida. 

Art  37.  Las  empresas  tendrán  d  deber  de  no  aceptar   en    los  trenes  ó  expulsar  d^ 


-^  XXII  — 

ellos,  á  las  personas  que  por  su  estado,  molestasen  al  público,  ó  no  quisiesen  sujetarse  á 
las  prescripciones  de  los  reglamentos.  No  se  admitirá  en  los  coches  ni  en  las  estaciones 
i  ninguna  persona  que  llevase  arma  de  fuego,  sin  previa  comprobación  de  bailarse  des- 
cargada. 

Art.  38.  Las  empresas  podrán  establecer  en  sus  reglamentos,  multas  moderadas, 
para  aquellas  personas  que  viajen  sin  boleto,  ó  que  viajen  en  coches  de  clase  superior, 
teniendo  boletos  de  clase  inferior;  y  en  general,  para  todos  aquellos  que  intenten  defrau- 
dar los  intereses  del  Ferro-Carril.  Estas  multas  no  excederán  de  la  mitad  del  valor  que 
habría  importado  el  perjuicio. 

Art.  39.  £1  viajero  que  por  falta  de  carruajes,  se  viese  en  la  necesidad  de  entrar  en 
uno  de  clase  superior,  al  designado  por  su  boleto,  nada  satisfará  á  la  empresa,  por  el 
exceso  del  precio  del  asiento.  Si  por  el  contrario,  en  virtud  de  la  misma  causa,  el  viajero 
tuviese  que  ocupar  un  asiento  de  clase  inferior,  la  empresa  deberá  devolverle  el  importe 
integro  de  su  billete  á  la  terminación  del  viaje.  Cuando  por  ocupación  de  todos  los  asien- 
tos de  la  clase  que  expresa  su  boleto,  el  viajero  tuviese  que  ir  de  pié,  tendrá  derecho  á 
que  se  le  devuelva  la  mitad  de  su  pasaje,  salvo  convención  en  contrario. 

Art.  40.  Las  empresas  no  cobrarán  porte  por  los  equipajes  de  pasajeros,  cuyo  peso 
no  exceda  de  50  kilogramos,  debiendo  dar  una  contraseña  que  sirva  para  la  entrega  en  el 
lugar  del  destino.  Los  bultos  que  no  estorbaren  al  público  y  cuyo  peso  no  exceda  de  10 
kilogramos,  podrán  ser  llevados  en  los  carruajes  de  pasajeros. 

Art.  41.  Las  empresas  deberán  entregar  á  cada  pasajero,  inmediatamente  después  de 
llegar  á  su  destino,  todos  los  bultos  que  formasen  su  equipaje.  En  caso  de  extravio  ó  dete- 
rioro de  alguno  de  ellos,  la  indemnización  se  hará  efectiva,  con  arreglo  á  la  tarifa  de 
avalúos  que  se  haya  fijado  en  el  reglamento  respectivo,  según  ñ,  naturaleza  y  calidad  de  los 
bultos. 

Art.  42.  La  empresa  no    responde    de  los    objetos  que  lleven  consigo  los    pasajeros. 
Tampoco  responde  de  las  joyas,  pedrerías,  dinero,   billetes  de  banco,  títulos  de  la  deuda 
pública  ó  hipotecarios  ú  otros  documentos  de  la    misma  clase,  qne  se  contuviesen  en  un 
equipaje  que  se  hubiese  entregado  para  conducir,  si  no  se  manifestasen  especial  y  deter- 
minadamente. 

Art  43.  En  cada  estación  habrá  un  registro  visado  mensualmente  por  el  inspector,  en  el 
cual  podrán  los  pasajeros  consignar   sus  reclamaciones  contra  la  empresa  ó  sus  empleados. 

Art  44.  En  cada  estación  habrá  igualmente  un  botiquín  provisto  de  medicamentos, 
vendajes  y  demás  útiles  que  puedan  necesitarse  para  casos  de  accidentes. 

Art  45.  En  los  trenes  que  condujeren  pasajeros,  no  podrá  llevarse  materias  esplosi- 
vas  de  ninguna  clase,  so  pena  de  una  multa  de  cien  á  dos  mil  pesos  fuertes,  sin  perjui- 
cio de  las  responsabilidades  civiles  ó  criminales  á  que  hubiere  lugar,  en  caso  de  acci- 
dentes. 


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CAPITULO  VI 

TRASPORTE     DE  MERCADERÍAS 

Art  46.  Las  empresas  darán  publicidad  á  las  tarifas  y  reglamentos  que  establecieren 
para  el  trasporte  de  mercaderías,  en  la  forma  indicada  para  la  tarifa  y  reglamentos  de  pa« 
sajeros.  Los  cambios  que  en  ellos  se  introdujeren  se  pondrán  en  conocimiento  del  público 
un  mes  antes  de  su  vigencia. 

Art  47.  Las  empresas  deberán  registrar  los  bultos  de  mercaderías,  á  medida  que  se 
presenten  para  ser  despachados,  estendiendo  carta  de  porte,  si  la  exijiese  el  cargador,  ó 
dando  simplemente  en  caso  contrarío,  un  recibo  que  indique  la  naturaleza  y  peso  de 
los  bultos,  el  importe  total  del  flete  y  al  mismo  tiempo,  en  que  debe  hacer  el  tras- 
porte. 

Art  48.  La  expedición  de  las  mercaderías,  se  hará  en  el  mismo  orden  del  Registro, 
sin  preferencias  para  nadie. 

Art  49.  No  obstante  lo  dispuesto  en  el  artículo  anterior,  serán  preferidos  para  la 
conducción:  i^  Los  frutos  y  provisiones  destinados  al  consmno  diario  de  las  poblaciones 
que  el  Ferro-Carril  comunique.  2^  Los  equipajes  de  los  pasajeros  y  los  bultos  de  enco- 
miendas, cuyo  peso  no  esceda  de  cincuenta  kilogramos.  3^  Los  objetos  para  los  cuales  la 
autoridad  gubernativa,  nacional  ó  provincial,  reclamase  la  preferencia  por  urgencia  de  servicio 
publico. 

Art  50.  Todo  cargador  deberá  hacer  declaración  previa  del  número,  peso,  clase  y  cali- 
dad de  las  mercaderías  que  remitiese.  La  falsedad  de  esta  declaración,  exime  á  la  empresa  de 
toda  responsabilidad. 

Art  51.  Las  tarifas  serán  uniformes  para  todos  los  que  se  sirvan  del  Ferro-Carril.  Sin 
embargo,  la  empresa  podrá  reducir  los  precios  de  tarifa  en  favor  de  los  cargadores  que 
acq>tasen  plazos  mas  largos  que  los  que  les  correspondieren,  s^^  el  orden  del  registro  ó 
de  los  que  se  obliguen  á  proporcionar  en  períodos  dados,  un  mínimuni  de  toneladas  de 
caiga.  La  concesión  á  uno  ó  muchos  remitentes,  será  esteosíva  á  todos  los  que  la  pidan, 
sqetándose  á  iguales  condiciones. 

Art  52.  Las  obligaciones  y  responsabilidades  de  las  empresas  respecto  á  los  cargado- 
res^ por  pérdidas,  averías  ó  retardo  en  la  espedicion  ó  entrega  de  las  mercaderías,  serán 
raídas  por  las  disposiciones  del  cap.  5  tit  30,  libro  !<>  del  Código  de  Comercio.  Serán  tam- 
bién aplicables  á  las  empresas  de  Ferro-Carriles,  las  disposiciones  de  las  leyes  generales 
sobre  trasportes,  en  todos  los  puntos  no  previstos  por  la  presente  ley. 

Art  53.  Las  empresas  serán  directamente    responsables  de    los  perjuicios  ocasionados 
por  colpa  ó  negligencia  de  sus  empleados,   en  el  desempeño  de  sus  fundones. 


—  XXIV  — 


CAPITULO  VII 


PRIVILEGIOS  DE  LAS  EMPRESAS 


Art.  54.  Todos  los  materiales  necesarios  para  la  construcción  y  esplotacíon  de  Ferro- 
Carriles  nacionales,  serán  introducidos  libres  de  derecho.  £1  Pocler  Ejecutivo  dictará  las 
medidas  necesarias  para  impedir  los  abusos  en  el  ejercicio  de  esta  prerrogativa. 

Art.  55.  Decláranse  exentas  de  todo  impuesto  nacional,  las  propiedades,  muebles  ó 
inmuebles  que  constituyen  los  ferro-carriles  y  sean  necesarias  para  su  esplotadon  y  tr&fíco ; 
no  pudiendo  tampoco  ser  gravados  con  impuestos  provinciales,  las  que  correspondan  á  los 
ferro-carriles  costeados  ó  garantidos  por  la  Nación. 

CAPÍTULO  VIII 

GRAVÁMENES  DE    LAS  EMPRESAS 

Art  56.  Las  empresas  no  podrán  oponerse  á  que  otro  ferro-carril  empalme  con  el 
suyo,  pase  por  arriba,  por  debajo  ó  á  nivel,  con  tal  que  los  trabajos  que  se  hicieren  al 
efecto,  no  interrumpan  el  servicio  regular  de  los  trenes  en  la  linea  primitiva.  £n  caso  de 
empalme  ó  cruzamiento  á  nivel,  la  nueva  empresa  colocará  en  el  punto  de  intercepción 
una  casilla  y  un  guarda- camino  encargado  de  hacer  á  los  trenes  de  ambas  vias,  las  seña- 
les necesarias  para  evitar  choques  ó  contratiempos  en  el  servicio. 

Art  57.  Las  empresas  no  podrán  oponerse  á  que  sus  vias  sean  cruzadas  por  caminos  carri- 
les ordinarios,  cuando  el  Gobierno  ordene  ó  permita  su  establecimiento.  Tampoco  podrán  opo- 
nerse á  la  construcción  de  canales  6  cauces  artificiales  de  agua  que  atraviesen  la  via,  siempre 
que  las  obras  que  se  hicieren  con  ese  motivo,  no  perjudiquen  la  solidez  de  la  via  ni  interrumpan 
en  manera  alguna  el  servicio  regular  de  los  trenes. 

Art.  58.  Toda  empresa  de  Ferro-carriles,  es  obligada  á  conducir  gratuitamente:  i^  La 
balija  de  la  corresponaencia  que  gire  por  los  Correos.  2^  Al  empleado  que  la  oficina  respec- 
tiva encargare  de  la  balija.  La  Administración  de  Correos,  determinará  los  trenes  ordina- 
rios en  que  debe  hacerse  esa  conducción  los  cuales  se  detendrán  en  todas  las  estaciones , 
aunque  no  hubiere  pasajeros.  La  empresa  deberá  destinar  á  este  objeto,  un  departamento 
especial  en  los  trenes,  capaz  de  contener  todas  las  balijas  postales.  3®  A  los  funcionarios 
ó  empleados,  comisionados  por  el  Poder  Ejecutivo,  para  la  inspección  y  reconocimiento  de 
la  via  y  del  material  de  explotación.  4^  A  los  funcionarios  judiciales,  que  fueran  á  prac- 
ticar investigaciones  sobre  delitos  cometidos  en  las  estaciones  ó  en  los  trenes,  ó  sobre  acci* 
dentes  ocurridos  en  la  linea. 

Art  59.  £1  Poder  Ejecutivo  ó  las  autoridades  que  él  determine,  tienen  derecho  pre« 


—  XXV  — 

ferente  para  trasportar  por  el  Ferro-Carril,  las  fuerzas  militares  y  los  materiales  de  guerra 
que  quibieren,  avisándolo  al  jefe  de  la  estación  respectiva  dos  horas  antes  de  la  salida  del 
tren,  y  pagando  por  la  tropa,  la  mitad  del  precio  de  pasaje  de  última  clase,  por  los  oficia- 
les la  mitad  del  precio  del  asiento  que  ocuparen,  y  por  los  materiales  la  mitad  del  precio 
de  tarifa.  » 

Art  6o.  £1  Poder  ejecutivo  ó  las  autoridades  que  él  determine,  tendrán  derecho 
para  exigir  el  despacho  de  un  tren  ordinario,  avisándolo  con  anticipación  de  tres  horas,  y 
abonando  una  compensación  convencional,  además  de  los  precios  de  trasporte  indicados 
en  el  artículo  anterior. 

Art  63.  En  caso  de  conmoción  interior  ó  de  invasión  extranjera,  el  Poder  Ejecutivo 
podrá  tomar  de  su  cuenta  el  uso  de  los  Ferro-Carriles,  abonando  á  la  empresa  una  com- 
pensación, cuya  base  de  avalúo  será  el  término  medio  de  lo  que  hubiese  producido  el 
camino  en  el  último  semestre. 

Art  62.  Toda  empresa  está  obligada  á  compartir  el  uso  de  cualquiera  de  sus  esta- 
ciones con  las  otras  compañías  cuyas  lineas  se  unieran  á  la  suya,  debiendo  fijar  de  común 
acuerdo,  el  precio  y  las  demás  condiciones  de  esta  comunidad. 

Art  63.  Cuando  se  unan  en  algim  punto,  dos  ó  más  ferro-carriles,  construidos  por 
diferentes  empresas,  los  carruajes  de  caiga  y  de  pasajeros  de  cualquiera  de  ellas,  podrán 
traficar  por  la  via  que  pertenece  á  la  otra,  pagando  el  peaje,  y  con  arreglo  á  las  condi- 
ciones que  establecieren  por  convenio  mutuo. 

Art  64.  Las  disposiciones  de  los  dos  artículos  precedentes,  se  harán  efectivas,  siem- 
pre que  no  estorben  ni  interrumpan  el  tráfico  y  servicio  regulares  de  la  empresa  pro- 
pietaria del  camino,  ó  estación  sobre  que  recae  el  gravamen. 

Art  65.  En  caso  que  no  tengan  lugar  los  convenios  á  que  se  refieren  los  artículos 
62  y  63,  como  también  en  todas  las  cuestionos  que  puedan  suscitarse  entre  las  empresas 
con  motivo  del  ejercicio  de  las  servidumbres  impuestas  en  los  mismos  artículos,  las  em- 
presas se  someterán  á  la  dedsion  de  arbitros,  que  las  mismas  nombrarán  ante  el  Juez  de 
Paz  respectivo. 

CAPÍTULO  DC 

INSPECaON  GUBERNATIVA 

Art  66.  El  Poder  Ejecutivo  nombrará  para  cada  ferro-carril  nacional,  uno  ó  más 
inspectores,  comunicando  este  nombramiento  á  las  direcciones  respectivas  ó  á  sus  represen- 
tantes en  la  República. 

Art  67.  Son  fundones  á  cargo  de  los  inspectores:  i^  Vigilar  la  fiel  observancia  de  las 
disposiciones  de  esta  ley.  2®  Averiguar  en  caso  de  accidentes  ó  retardos    notables  en  las 


—  XXVI  — 

telidas  ¿  lidiadas  de  los  trenes  la  causa  que  los  hubiere  producido,  procediendo  á  la  for- 
mación de  un  sumario,  si  el  hecho  fuese  de  gravedad.  Se  considera  retardo  notable,  aquel 
que  excediese  de  la  quinta  parte  del  tiempo  que  el  tren  debe  emplear  en  su  viaje.  3^*  De- 
nunciar ante  el  Juez  Federal  respectivo,  los  casos  de  infracción  de  la  presente  ley,  acompa- 
ñando los  antecedentes  relativos  al  hecho  para  los  efectos  civiles  ó  criminales  á  que  hubiere 
lugar.  4^^  Inspeccionar  en  los  ferro-carriles  garantidos,  la  administración  y  contabilidad, 
cuidando  de  que  sean  llevadas  con  exactitud  y  dando  cuenta  al  Poder  Ejecutivo  de  los 
vidos  ¿  irregularidades  que  notare. 

Art.  68.  Es  obligatorio  de  las  empresas,  facilitar  á  los  Inspectores  todos  los  medios  ne- 
cesarios para  el  desempeño  de  sus  funciones,  dándoles  al  efecto,  libre  acceso  en  las  es- 
taciones  y  demás  puntos  del  camino. 

Art  69.  En  los  Ferro-Carriles  garantidos  ó  esplotados  por  el  Gobierno,  la  obligación 
impuesta  en  el  articulo  anterior  se  extenderá  á  la  exhibición  de  los  libros,  registros  y  de- 
más doamientos  que  los  inspectores  desearen  inspeccionar.  Para  facilitar  esta  inspección, 
las  administraciones  de  esos  Ferro-Carriles,  formarán  mensualmente  im  balance  de  su 
activo  y  pasivo. 

Art.  70.  La  inspección  especial  establecida  respecto  de  los  Ferro-Carriles  garantidos 
no  cesará  sino  cuando  se  hubiere  reembolsado  al  Gobierno  todas  las  sumas  pagadas  en 
razón  de  la  garantía. 

CAPÍTULO  X 

t>£  LOS  DELITOS    CONTRA  LA  SEGURIDAD  DEL  TRÁFICO  DE  LOS    FBRRO«CARRILES. 

ArU  71.  Todo  individuo  que  destruyere  intencionadamente  un  ferro-carril,  ó  empleara 
algún  otro  medio  para  detener  ó  entorpecer  la  marcha  de  un  tren,  ó  para  hacerlo  des- 
carrilar, será  castigado  con  una  pena  de  dos  meses  á  dos  años  de  presidio.  Si  el  fin 
que  el  delincuente  se  propone  se  hubiera  producido,  la  pena  será  de  seis  meses  á  cuatro 
años  de  presidio. 

Art  72.  Si  el  hecho  hubiere  ocasionado  contusiones,  heridas  ó  ñacturas  en  alguna 
persona,  la  pena  será  de  imo  á  ocho  años  de  presidio.  Si  el  accidente  hubiese  ocasio- 
nado la  muerte  de  una  ó  mas  personas,  la  pena  no  bajará  de  ocho  años  de  trabajos 
forzados,  pudiendo  los  tribunales  aplicar  hasta  la  última. 

Art  73.  La  amenaza  verbal  6  escrita,  de  cometer  alguno  de  los  delitos  especificados 
en  el  articulo  anterior,  será  castigada  con  prisión  de  uno  á  seis  meses,  ó  oon  multa  de 
cincuenta  á  trescientos  pesos  fuertes. 

Art  74,  Todo  individuo  que  por  imprudencia,  negligencia,  ó  inobservancia  de  los 
reglamentos,  causare  involuntariamente  un  accidente  dei  que  haya  resultado    herida  una 


—  xxvn  — 

persona,  será  castigado  con  prisión  de  un  mes  á  un  año,  ó  una  multa  de  cincuenta  á 
seidentos  pesos  fuertes,  sin  perjuicio  de  la  reparación  del  daño  causado.  Si  el  accidente 
hubiera  producido  la  muerte  de  una  ó  mas  personas,  la  pena  será  de  prisión  de  uno  á 
dnco  años. 

Art  75.  Los  mecánicos,  conductores  ó  guarda  trenes  7  demás  empleados  que  aban- 
donaren su  puesto  durante  el  servicio  respectivo,  serán  penados  con  una  prisión  de  un 
mes  á  dos  años,  ó  con  una  multa  de  cincuenta  á  mil  pesos  pesos  fuertes.  Si  á  con- 
secuencia del  abandono  del  puesto,  ocurriesen  accidentes  que  causaren  la  muerte  ¿  he- 
ridas á  alguna  persona,  la  pena  será  en  el  primer  caso,  de  dos  á  ocho  años  de  prisión 
y  en  el  segundo  de  tres  meses  á  dos  años,  sin  perjuicio  de  las  indenmizadones  á  que 
la  empresa  queda  obligada,  segan  el  articulo  53.  Si  d  abandono  se  hidere  con  intendon 
criminal,  d  culpable  será  castigado  con  las  penas  señaladas  en  los  artículos  71  y  72, 
aumentadas  en  im    terdo,  cuando  no  fuere  d  caso  de  aplicar  la  ultima  pena. 

Art  76.  Todo  el  que  intencionalmente  cortase  los  alambres  del  td^;rafo  destinado 
al  servido  del  Ferro-Carril,  arranca  se  ó  destruyese  los  postes,  ¿ejecutase  algún  otro  acto 
tendente  á  interrumpir  la  comunicadon  telegráfica,  será  castigado  con  prisión  de  dos  á 
doce  meses.  Si  del  hecho  hubiesen  resultado  acddentes  en  los  trenes,  la  pena  será  de 
cuatro  meses  á  dos  años.  Si  en  estos  acddentes  resulta  herida  ó  muerte  de  alguna 
persona,  la  pena  será   de  dos  á  diez  años  de  trabajos  forzados. 

Art  77.  Si  durante  el  viaje  de  un  tren  se  cometiere  algim  delito,  d  conductor  de- 
berá tomar  las  medidas  necesarias  para  asegurar  la  persona  del  delincuente,  que  será 
puesto  á  la  disposidon  del  Juez  respectivo,  en  la  primera  estadon  que  se  tocare,  acom- 
pañándole un  parte  detallado  del  hecho  criminal,  con  espresion  de  las  personas  que  lo 
presenciaron.  Para  el  cumplimiento  de  este  deber,  el  conductor  tendrá  las  facultades  y 
autoridad   que  son  inherentes  á  los  agentes  de  polida. 

Art  78.  Los  jefes  de  estadones,  los  conductores  de  trenes  y  demás  empleados 
encargados  de  velar  por  la  seguridad  del  tráfico,  pueden  requerir  el  auxilio  de  la  fuerza 
publica  y  la  de  los  particulares,  para  hacer  efectivas  las  reglas  relativas  á  esa  misma 
s^;urídad,  como  también  para  la   aprehensión   de  los  delincuentes. 

Art  79.  Todo  ataque  ó  resistencia  \'iolenta  á  los  agentes  ó  empleados  de  los  Ferro- 
carriles, en  el  desempeño  de  sus  fundones,  será  castigado  con  prisión  de  quince  á 
sesenta  dias,  ó  con  multa  de  veinte  y  dnco  á  den  fuertes. 

Art  80.  La  polida  de  orden  interno  de  las  estaciones  y  de  los  trenes,  se  estable- 
cerá en  im  reglamento  especial,  formado  por  las  empresas  y  aprobado  por  d  Poder 
Ejecutivo. 


—  XXVIII  — 


CAPITULO  XI 


DISPOSICIONES     DIVERSAS 


Art  8i.  Las  infracciones  á  las  prescripciones  de  la  presente  ley,  que  no  tuvieren 
pena  especial  señalada,  serán  castigadas  con  multas  de  cincuenta  á  mil  pesos  fuertes,  ó 
con  prisión  de  uno  á  dos  meses,  aplicada  por  los  tribunales  federales,  por  denuncia 
de  los  Inspectores,  ó  á  solicitud  del  ñscal,  de  los  pasajeros,  6  de  las  empresas  de  Ferro- 
Carriles. 

Art.  82.  £1  importe  de  las  multas  que  se  impongan  con  motivo  de  la  aplicación  de  esta 
ley  será  destinado  al  fomento  de  la  instrucción  primaria. 

Art.  83.  Los  objetos  olvidados  ó  perdidos  en  los  carruajes,  en  las  estaciones  ó  en  la 
via,  y  aquellos  cuyos  dueños,  consignatario  ó  remitentes  se  ignore,  se  mantendrán 
en  depósito  por  la  empresa,  y  se  anotarán  en  un  registro  especial,  con  designación  del 
dia  y   lugar  en  que  fueren  encontrados,  y  de  sus  principales  señas. 

Art.  84.  El  depósito  de  dichos  objetos,  se  pondrá  en  conocimiento  del  público,  por 
medio  de  avisos  insertos  en  dos  ó  mas  periódicos,  por  tres  veces,  con  intervalo  de 
im  mes  entre  ima  y  otra  inserción.  Si  nadie  se  presentase  á  reclamar  los  objetos,  den- 
tro de  un  año  contado  desde  el  último  aviso,  ellos  se  pondrán  á  disposición  del  Juez  de 
Sección  respectiva,  para  que  proceda  á  su  venta  en  remate  público.  £1  producido  de 
estas  ventas,  será  destinado  al  fomento  de  la  Instrucción  primaria,  deducidos  los  gastos 
ocasionados. 

Art.  85.  Si  los  objetos  fuesen  de  fácil  deterioro,  serán  inmediatamente  vendidos,  pre- 
via autorización  judicial,  procediéndose  respecto  del  precio,  como  indica  el  articulo 
anterior. 

Art.  86.  Los  reglamentos  á  que  se  reñeren  los  artículos  35  y  36,  serán  sometidos  á 
la  aprobación    del  Poder  Ejecutivo,  antes  de  ponerlos  en  vigencia. 

Art.  87.  Los  empleados  de  las  empresas  que,  por  la  naturaleza  de  sus  funciones,  se 
hallen  en  comunicación  necesaria  con  el  público,  deberán  hablar  el  español. 

Art.  88.  Comuniqúese  al  Poder  Ejecutivo. — Dado  en  la  Sala  de  Sesiones  del  Congreso 
Argentino,  en  Buenos  Aires,  á  los  nueve  dias  del  mes  de  Setiembre  de  mil  ochocientos 
setenta  y  dos. — Adolfo  Alsina — Cdr/os  M.Saravia,  Secretario  del  Senado. — C.  del  Campillo 
— Bernardo  Silveira,  Secretario  de    la  Cámara  de  Diputados. 

Departamento  del  Interior. — Buenos  Aires,  Setiembre  iS  de  1872. — Cúmplase,  comu- 
niqúese   y  dése  al  Registro  Nacional. — Sarmiento. — Uladislao  Frías, 


—  XXL\  — 

CASA  DEL  SEflOR  A.  LELOIR 

Este  edifirio  ubicado  en  la  esquina  de  las 
calles  Florida  y  Piedad,  se  compone  de  dos 
pisos  con  un  regular  número  de  habitaciones, 
estando  ocupado  actualmente  el  inferior  por 
dos  tiendas  y  un  almacén. 

La  planta  alta  es  accesible  por  dos  entradas, 
con  sus  respectivas  escaleras  de  mánnol,  ha- 
cia una  y  otra  calle;  un  gran  vestíbulo  que 
ocupa  el  centro  de  ella,  está  rodeado  por  tres 
grandes  salas  y  el  comedor;  un  pasadizo  pone 
en  comunicación  un  gran  palio  de  galería  y 
las  principales  habitaciones  con  toda  la  casa. 
£1  número  total  de  habitaciones  es  de  2b- 

La  arquitectura  interior  es  de  estilo  moder- 
no y   el   comedor  está   decorado   con  el   de 
Francisco  i°;  la  construcción  de  lo  demás  no 
^       tiene  un  estilo  bien  detenninado. 
'    '  Los  trabajos  de  edificación  de  esta  casa  em- 

pezaron el  año  1882  y  se  terminaron  tres  anos 
después,  bajo  la  dirección  y  responsabilidad 
de  im   lencmbrado  arquitecto, 


CASA  OE!HUÉRFANAS   DE    lA  MERCED 

'  Ningún  dato  tenemos  que  ^egar  á  los 
publicados  ya  en  nuestro  primer  tomo,  pág. 
i  pesar  de  haber  solicitado  oporttma- 
liente  aquellos  que  hemos  considerado  co- 
no el  complemento  de  laexposicion  aludida. 

Este  establecimiento,  obra  de  la  piedad 
cristiana,  se  fundó  por  solo  d  esfuerzo  in- 
dividual de  su  benefactor,  el  Dr.  Juan  Alonso 
González,  sin  haber  merecido  en  su  narí- 
míento  á  la  vida  sodal,  la  protección  de  las 
atltorídades  civiles. 

Las  numerosas  dificultades  con  que  se  lu- 
chó para  realizar  su  fundación,  ¡son  una 
praeba  de  la  f¿  y  constanda  desplegadas  á 
&VDT  del  elevado  sentimiento  de  dar  hos- 
pitalidad y  educación'  ¿  los^deaventurados 

t  la  humanidad. 


—  XXX  — 

Esa    noble  aspiración    encontró   aun  deapues  del  establecimiento   de  cata   institadon 

una   resistencia   y  persecución   que  amenazaron  su   existencia  seriamente,  y    que  solo  la 
gran  perseverancia  y  amor  de  sus  guardianes    pudieron   vencer  en    la  lucha  desigual 
peñada  con    el  Gobier.io   de  Rosas. 

Arrojado  lejos  del  p^s   el  mal  gobernante,    la    Casa  de   Huérfanas    se  ha   sostenldc 
después  ¿  expensas   del  tesoro    público    bajo  la  inmediata  dirección  de    las  damas  de  1^ 
Sociedad    de   ^nefícenda,     produciendo      los    frutos     que    corresponden     á    su 
ministerio. 

Tiene  un     edíftcio    propio   de  dos  pisos  cuya  superficie   de  5111  metros   le    da  i 
amplitud  que  le  permite  disfrutar  de  todas  las  comodidades  para  ejercer  su  instituto. 

Cuenta   en  la  actualidad  con  cerca  de  ¡QO  educandas. 


IGLESIA  CATEDRAL 


^iP^^ 


Tiene  o 


i  Imitad  de  metios  g$.37  con  un  ancbo  de  43.35  y  su  nave  central  S,86 


de   longitud. 

Su  altura  alcanza  á  metros  34,68  teniendo  su   hermosa  cúpula  un  diámetro  de  17,34. 

La  iglesia  Catedral  tiene  dnco  naves  y  en  una  de  ellas  una  capilla  sencilla  en  la 
que  reposan  los  restos  del  ilustie  Geneial  San  Martin.  Son  numerosos  los  altares  y 
valiosisimos  los  ornamentos  y  adornos,  as  como  algunas  de  sus  pinturas  notables.  La 
tediada  decolumnata  que  tanta  vista  y  austerídad  le  presta  (iié  construida  en  el  año  1822. 


IGLESIA  DE  LA  MERCED 


Esta  iglesia  comenzó  á  ser  pairo- 
quia  desde  el  4  de  Abril  de  1830 
bajo  el  titulo  de  Nuestra  Señora  de 
la  Merced,  oCaUdrai  ai  Norte,  por 
comprender  la  parte  norte  de  la 
antigua  parroquia  de  la  Catedral. 
Desde  ñnes  del  siglo  pasado  se 
conservan  instituidas  en  esta  igle- 
sia dos  congregaciones  piadosas  de 
hombres  y  señoras,  tituladas^  La 
Venerable  Orden  3' de  la  Merced» 
y  «Cofradía  de  Santa  María  del 
Socorro.» 

Olías  institudones  de  origen  mas 
mte  congrega    á  los  fieles  en   esta  iglesia:  «el  Apostolado  de  la  Oradon,  y  Cofradía 
M  Corazón    de    Jesús»  y  la  «Cofradía  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced»  fundada  en  1881 
k  pránera  y  en  1883  la  segunda. 

El  I"  de  funio  de  1882  se  fundó  la  .Sodedad  protectora  de  los  pobres>,  compues- 
ta de  señoras  de  la  parroquia  bajo  la  direcdon  del  cura,  cuya  misión  es  prott^r  á  los 
pobtes  de  la  parroquia,  auxilííindoles  con  ropas,  alimentos,  dinero,  y  con  la  exhortadon  y 
el  consuelo  que  han  menester    los  afligidos. 

Esta  misma  sodedad  acaba  de  fundar  un  Col^o  de  Niñas  pobres  en  el  que  reciben  gra  - 
tis  la  educadon  hasta  que  por  sus  aptitudes  puedan  ganarse  personalmente  la  vida,  ó 
la  buena  fortuna  les  depare  un  compañero  en  matrimonio — en  el  mismo  se  han  abierto 
e  adultas. 


Puede  dar  alguna  idea  de  la  importancia  de  ella,  el  movimienlo  y  el  resultado  que  ofrece  | 
el  balance  anual  practicado  últimamente: 


isae 

ENTRA 

OAS 

t  m/n. 

Mayo            3i 

E<¡stBncÍa  en  Cédulas  Hipolecatias  Serie 

asz  06 

Junio           1- 

756 

Jnlio           .' 

33  31 

Agoato         >' 

Dinero  aacado  del  Banco  para  pagar  al  a 

"V 

Sacado  del  Banco  para  pagar  al  alba&il. 

33  11 

710 

Sio 

39  81 

Diciembre  » 

1887 

453  89 

33  ai 

Sacado  del  Banco  para  pagar  al  albaOil 

z8oa 

460 

Sacado  del  Banco  para  pagar  el  trimestn 

Sacado  del  Banco  para  pagar  al  albafiil 

3<iO 

11              1) 

33  ai 

Recibido  de  loi  alquileres  de  los  escrito 

19087  So 

I 


—  xxxni  — 


1886 


Mayo  3 1 


» 

» 

» 

» 

» 

» 

» 

» 

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1> 

» 

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X» 

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» 

SAX«iJDAS 


Pagado  por  alquileres  de  piezas  para  los  pobres 

Entregado  como  limosna 

Pagado  por  medicinas 

Por  cajones  fúnebres,  calzado  y  an  asiento  de  goma  para  un  enfermo 

Pagado  á  la  preceptora  del  colegio  parroquial  por  sueldo  de  Mayo 

Pagado  á  la  sub-preceptora  del  colegio  parroquial  por  sueldo  de  Mayo 

Por  limpieza  y  gas  durante  el  mes  en  el  colegio 

Pagado  al  maestro  constructor  de  la  casa  á  cuenta  del  edificio  y  arreglo  de  la 

vereda 

Por  colocación  de  cielo  raso  de  madera  en  cuatro  piezas  del  colegio 

Por  43so  $  m/n  depositados  en  el  Banco  Inglés 

Pagado  al  Banco  Hipotecario  por  cuatro  trimestres  vencidos 

Por  el  pasaje  de  las  Hermanas  de  la  Caridad  de  Santa  Fé  á  esta  y  su  regreso . 

Por  catecismos  y  manuales  de  Urbanidad  para  el  colegio  y  otros  gastos 

Por  la  limpieza  de  la  casa  después  de  concluida  la  obra,  cepillos,  baldes, 

etc.,  etc 

Pagado  al  cobrador  por  la  cobranza  anual,  semestral  y  mensual 

Por  $  773.50  m/n  depositados  en  el  Banco  Inglés 

Existencia  en  caja 

TotáUs  iguaUs 


S.  E.  ú  O. 


Buenos  Aires,  Mayo  3 1  de  1887. 


$  m/n< 


818  10 
296 
90  65 

42 
80 

40 

14 

8845 
600 

4320 

2700 
63  40 
19  o5 

53  20 

773  5o 

I 883o  00 
257  5o 

19087  5o 


FlLOMBNA  U.  DB  LaLAMA. 


Cueata  asi  mismo  la  iglesia,  con  una  biblioteca  católica  para  prestar  libros  é  imprimi 
folletos  de  propaganda  religiosa  y  moral,  fundada  el  1°  de  Noviembre  de  1882  y  con  una  exis- 
tencia actual  de  1.500  volúmenes. 

Se  ha  establecido  también  la  enseñanza  dominical  de  la  doctrina,  desempeñada  por  los 
sacerdotes,  señoras  y  señoritas,  semanalmente  en  los  dias  domingos  á  las  2  p.  m.,  á  la  que  con- 
curren generalmente  de  quinientos  á  seiscientos  niños  y  niñas,  encontrándose  inscriptos  cerca 
de  un  mil. 

Posteriormente  el  edificio  ha  recibido  ima  refacción  notable  en  su  interior,  decorándolo 
según  el  orden  corintio  y  colocándole  veinte  y  dos  ventanas  ó  vidrieras,  cuyos  vidrios  de  color 
variado  representan  santos,  alegorías,  pasajes  evangélicos,  etc ,  y  por  ñn  se  ha  construido  una 
grata  á  Nuestra  Señora  de  Lourdes  en  la  capilla  de  Santa  Bárbara,  instalada  á  la  izquierda  de  la 
entrada  al  templo. 

Véase  tomo  i^  pág.  612,  los  demás  detalles  de  esta  institución  religiosa. 


COLEGIO  DE  VARONES  (CATEDRAL  AL  NORTE) 


I 


En  el  año  1859  qucdfi  teí 
minada  la  construcción  1 
este  edificio,  el  primero  1 
hoc  que  el  Gobierno  dio  á  le 
población  escolar  del  Norte, 
con  todas  las  comodidades 
que  recomienda  la  higiene.  , 

El  27  de  Mayo  de  este  a 

se  colocó  la   piedra  funda,<i3 

mental,  celebrándose  en  esUlfl 

ocasión  una  ñesta  solemne  & 

la  que  concurrió    con   entu-J 

siasmo  el    pueblo,  corpora*'! 

ciones  escolares,  los  'raieraliros  de    la  Legislatura,  la  Comisión    Parroquial,  la  de  la  Muniá 

palidad  y  muchos  otros  funcionarios. 

La  piedra  fué  colocada  por  el  Síndico  de  las  escuelas  de  la  Catedral  al  Norte,  don  Felipe   ' 
Llavallol,  y  pronunciado  el  discurso  ¡naugunü  por  el  Jefe  del  Departamento  de  Escuelas,  don 
Domingo  F.  Sarmienta 

Posteriormente  el  edificio  ha  sido  ensanchado  dándole  una  capacidad  para  S50  educandos;  | 
contando  en  la  actualidad  con  una  existencia  de  650  alumnos.  ^ 

Consta  de  una  superficie  compuesta  de  22,72  metros  de  frente  por  64,25  de  fondo.  m&A 
un  martillo  de  25  de  largo  por  8  de  ancho;  de  14  salones  destinados  para  clases  y  distribuidos 
por  mitad  en  la  planta  alta  y  baja  del  edi&cio;  de  ocho  salas,  de  las  cuales  dos  para  oficinas  del 
Consejo  Escolar  y  seis  para  habitaciones  del  director;  tiene  además  tres  patios  y  un  gimnasio 
espacioso. 

Véase  tomo  i",  pág.  670,  los  demás  detalles  de  este  establee fcniento  escolar. 


ESCUELA  GRADUADA  DE  VARONES 


es  sólida  y  su  arquiledura  de  muy  buen  guslo. 


Esle  edificio  ha  sido  construido,  obed^ 
ciendo  al  plan  de  edificación  escolar  trazado 
por  el  Consejo  Nacional  de  Educación,  en 
el  año  1884,  é  inaugurado  y  entregado  al 
servicio  público  en  el  de  1886. 

Su  capacidad  cumple  y  satisface  las  exi- 
gencias de  la  enseñanza,  distribuidas  cien- 
tíficamente sos  oficinas. 

£1  edificio  está  dotado  de  este  modo: 
consta  de  dos  pisos  con  atrios  y  vestíbulos 
en  imo  y  otio,  una  gran  sala  destinada  a] 
personal  director,  un  salón  para  biblioteca  y 
otro  para  guardaropa;  de  dos  grandes  pa- 
tios en  cada  piso,  de  seis  habitaciones  para 
el  preceptor  en  la  planta  alta  y  de  cuatro 
espaciosas  galenas  en  ambas  plantas;  un 
gimnasio  bastante  amplio  y  diez  salones  ex- 
tensos destinados  á  las  clases,  con  todas 
las  demás  oficinas  indispensables  y  jardi- 
nes que  embalsaman  el  ambiente. 


IGLESIA  EVANGÉLICA 


Establecida  la  congregación  de  pro- 
testantes anglicanos  provisoriamente 
en  un  local  que  se  reducía  á  un  pe- 
queño salón,  en  el  año  1825,  se  tras- 
ladó al  edificio  actual  construido  ex- 
presamente y  cuyo  terreno,  que  se  com- 
pone de  52  metros  de  fondo  por  18,50  . 
de  frente,  lo  donó  k  esta  comunidad 
el  Gobierno  de  Rosas. 

El  nuevo  edificio  fué  habilitado  y 
puesto  al  servicio  público  A  principios 
de  1831.  Su  construcción  fué  en  aquel 
tiempo  el  primer  ejemplar  de  arquitec- 
tura griega  en  esta  ciudad. 

Las  mejoras  que  pauta!  i  ñamen  le  sl- 
introdujeron  en  este  templóle  lian  ek- 
ido  hoy  á  una  alta   categoría  que  se    ' 
■tingue  especialmente  por  el  lujo  de 
B  decoiadoD. 

I  El  muro  del  coro    es    de  piedra  cs- 
a  en  Inglaterra-  ^ 


—  XXXVI  — 

Un  magnífico  pulpito,  obra  de  verdadera  riqueza  artística,  de  roble  tallado,  fiíé  ronstniído 
también  en  Inglaterra.  Tiene  cuadros  de  gran  mérito,  y  perfectamente  arreglados  400  asientos 
para  los  ñelea. 

En  el  primer  torao,  pág.  633,  se  encontrará  mayor  abundancia  de  datos  sobre  este  templo 


confitería  del  Aguiu 


Í4^^ 


Kstn  conñteiia  Tué  establecida  en  el  üSn 
1852  por  D.  Vicente  Costa  y  actualmenM 
en  explotación  por  sus  sucesores  Srea.  Ca*| 
nalc  Hermán i.>s. 

No  conocemos  el  monto  del  c;ipiliil  t 
que  it  ínauguió  este  establcí ¡miento,  i 
á  lio  dudarlo  debe  haber  sido  muy  humildi 
su  origen,  como  todot  y  aún  los  mis  ooloi 
sos  de  esta  Capital;  lioy  gira  con  ; 
y  ii(me  asegurado  su  porvenir, 

>ii  mlminanie  posición  le  ha    hecho  t 
•  >'[itri.>  obligado  de  los  pascantes  de  la  arif*l 
tocc¿llca  calle  Florida,  en  la  que  está  sÍtiiB>  J 
do  el  ediñcio,  conqulstÉindose  una  clientolt 
vasta  y  de  lo  mh  selecto  de  la  pobladon.'l 

Es  moderna  la  construcción  y  de  dos  pi» 
sos  el  edificio  con  tudas   las  dependencin 
necesarias,  en  cuyo  arreglo  se  ha  prncedU.! 
do  con  gusto,  elegancia  y  lujo. 

Consta  su  supcificicdc  14  metros  de  frental 
por  22  de  fondo  y  es  propiedad  de  uno  dsl 
los  socios  del  negocio,  aclualmcnte  con  r^fl 
sídencia  en  Europa. 

Vt.intc  y  tres  empleados,  cuyos  sueldos  varían  entre  í  18  y  150  mensual,  deseropeñaol 
las  diversas  tareas  y  atenciones  del  establecimiento. 
Este  edificio  gana  un  alquiler  mensual  de  $  400. 


—  xxxvn  - 

cigarrería  DS  J-  oaumas 


E!  ediñcio  de  este  establecimiento 
ha  sido  construido  recientemente  en 
un  solai  compuesto  de  metros  8,66 
de  frente  por  26  de  fondo,  es  de  Z 
pisos  en  su  frente  y  de  4  al  fondo, 
aumento  de  constnicdon  realizado 
posteriormente  con  arreglo  al  ensan- 
che que  lian  recibido  las  operaciones 
del  establee  i  miento  y  en  el  que  se  han 
^tlojado  nuevos  departamentos  ¿  ta- 
lleres de  fabricación. 

El  costo  del  edificio  se  remonta  á 
P_l>esos  55.000. 

El  personal  superior  se  compone  de 
.?¡  gerentes,  un  contador  y  un  tenedor 
<Ie  libros.  El  inferior  ó  de  obra  se 
calcula  en  90  individuos,  de  los  cua- 
les  son  mujeres  5a 

El    Sr.    Daumas  llegó    á     Buenos 

'^  Aires  sin  capital  alguno,  entrando  en 

ei  comercio  como  dependiente  y  por 

ICiinsiguieiite  ganando  un  sueldo  mezquino. 
L  Pero  su  laboriosidad  y  economía  le  independiaron  desde  el  siguíoite  año,  establecieo- 
■)  una  pequeña  fábrica  de  agarros  que  adquirió  muy  pronto  gran  clientela;  muchas  veces 
pmbió  de  domicilio,  hasta  que  en  1883  se  estableció  en  el  edificio  actual  de  su  pro- 
bad. 
Hoy  el  capital  de  la  fábrica  es  de  100.000  pesos  y  la  venta  anual  por  mayor  y  me- 
nor alcanza  á  ¿00.000.  Su  maquinarla  es  de  lo  mejor  y  más  perfeccionado  que  se  cono- 
ce, de  la  misma  manera  que  el  material  de  elaboración  y  el  producto  elaborado. 

Una  vidriera  grandiosa  colocada  sobre  la  calle,  de  un  solo  vidrio  de  metros  5,20  de 
I  por  4,30  de  ancho  y  20  milímetros  de  espesor,  contiene  una  protija  y  lujosa  exposi- 
t  de  productos  de  la  casa,  boquillas,  cigarreras,  etc.,  etc. 

Varias  veces  ha  obtenido  los  primeros  premios  en  exposiciones  del  país  y  extranjeras 
r  sus  cicelentes  cigarrillos. 


—  XXXVUI  — 

La  mujer  tiene  en  este  establedmiento  una  ocupación  digna  y  honorable,  alcanzandc 
su  trabajo  una  remuneración  elevada  peto  mi^.justa  y  equitativa. 

La  provisión  de  tabacos  se  hace  de  Tucuman  y  Corrientes  los  del  país,  y  los  cxtran-| 
jcros  de   Habana,  Bahía,  Sumatra,  Java  y  varios  otros  puntos. 

El  consumo  de  tabacos  anual  oscÜa  entre  40  y  50.000  pesos. 

En  cuanto    al  papel  se  trae  directamente   de  Francia  y   su  consumo  puede  estimaiil 
en  un  valor  anual  de  13,000  pesos. 


IGLESIA  y  CONVENTO  OE  LAS  MONJAS  CATALINAS 


Imposibilitados  de  podn 
ofrecer  nuevos  datos  sobre  es- 
ta institución  por  míis  que 
hemos  solíciLido  con  empei 
HUÍ  concretamos  S  referir  en 
^.'^'te  segundo  tomo  algo  de  lo 
que  hemos  dicho  en  el  pti* 
mero,  pág.  624. 

Instalado  el  35  de  Diciei 
brc  de  1745,  las    monjas 
vieron    que  soportar  mucl 
penalidades  á    causa    de 
abonilrseles  por  largo  tiemj 
los  intereses  correspondientes 
al  capital  representado  ¡>or  el 
dote  colectivo.  Fu¿  por  eal 
rason    íiue  ol  Gobierno  cu    i82¿    ordenó  se   toma.se    nunn  de    todos  los  bienes  raíces 
las  monjas  obligando  A  sus   tenedores  i   satisfacer  perentoriamente   las  sumas  que  á  csl 
adeudaban  por  intereses,  pero  que  pura  mayor  garantía   el  mismo  Gobierno  vendió  dich( 
bienes  i  varios  particulares,  exonerím dulas    así  de  todas  las  contingencias  y    aún 
de  algunos  de  sus    tenedores. 

El  edificio  de  la  iglesia  mide  12  metros    de  ancho  por   32  de  fondo   y   12  de  all 
la  cual  conala  de   8  altares  de  algún  mérito  que  ocupan  3   costados  del  templo. 
Tiene  una  gran  verja  de    fierro  de  7  metros  de  altura  y   2,50  de  ancho. 
E!  fundador  de   esta   iglesia    y  convento  lo   fué    el   Dr,  Dionisio  de   Torres  Brisi 


quien  demandó   personalmente    del  monarca  el  real    permiso  de  fundación,   la  cual  tuvo 
lugar  con  las  monjas  traídas  expresamente  de   Córdoba. 

£1  estado  económico  de  la  instalación  fué  en  aquel   tiempo: 

Dote  de  las  religiosas  y  l^;as $  67 .  500 

Existencia  del  capital  del  fundador »  16 .000 

De  2  herencias >     i  .000 

Total S  84.500 


DEPARTAMENTO  DE  OBRAS  PÚBLICAS 


£n  el  primer  tomo  de  esta  obra,  pág.  68,  hemos  tenido  ya  ocasión  de  hablar  sobre 
el  origen  y  ley  de  creación  de  esta  ofídna  pública. 

£n  esa  reseña  dimos  una  idea  completa  sobre  los  fines  de  ella,  estableciendo  las 
atribuciones  del  cuerpo  técnico  director  y  señalando  respectivamente  las  funciones  indivi- 
duales que  dicha  ley  orgánica  establece  para  cada  empleado. 

La  composición  del  cuerpo  técnico  se  halla  detallada  también  minuciosamente,  de  la 
misma  manera  que  las  erogaciones  que  impone  al  Tesoro  Nacional  su  sostenimiento, 
y  en  la  proporción  que  á  cada  una  corresponde 

Deseando  ampliar  esa  reseña  damos  cabida  hoy  al  interesante  documento  que  se  in- 
serta á  continuación. 

£1  tiene  por  objeto  unificar  un  sistema  de  pesa<)  y  medidas,  habiéndose  elegido  como 
prototipos  el  metro  y  el  kilogramo. 

£sta  resolución  rige  para  la  República  Argentina  desde  Agosto  28  de  1876  en  que 
fueron  firmadas  y  ratificadas  las  declaraciones  de  la  Convención  Internacional  del   Metro. 

£n  esta  Convención  figuran  como  partes  contratantes  las  más  poderosas  naciones  de 
Europa   y  América. 

Léase  el  contenido  de  dicho  documento. 


CONVBNCION  INTERNACIONAL  DBL  METRO 

París,  30  de  Mayo  de  1875. 

La  República  Argentina,  S.  M.  el  Emperador  de  Alemania,  S.  M.  el  Emperador  de  Atistria 
y  Hungría,  S.M.elRey  délos  Belgas,  $.M.  el  Emperador  del  Brasil,  S.  M.  el  Rey  de  Dinamarca, 
SL  BL  d  Rey  de  España,  S.  K  el  señor  Presidente  de  la  República  Francesa,  S.  M.  el  Rey  def 


-  XL  - 


Italia,  S.  E.  el  señor  Presidente  de  la  República  del  Perú,  :;.  M.  el  Rey  de  Portngal  y  de  lo»  J 
Algarves,  S.  M.  el  Emperador  de  todas  las  Rusias,  S.  M.  el  Rey  de  Suecia  y  Noruega,  S.  E.  el 
señor  Presidente  de  la  Confederación  Suiza,  S.  M.  el  Emperador  de  los  Otomanos  y  S.  E.  el 
señor  Presidente  de  la  República  de  Venezuela,  deseando  asegurar  la  unificación  internacional 
y  el  perfeccionamiento  del  sistema  métrico,  han  resuelto  celebrar  una  convención  con  este  fin, 
y  han  nombrado  por  sus  Plenipotenciarios,  á  saber ; 

S.  E.  el  señor  Presidente  de  la  República  Argentina,  á  S.  E.  el  señor  don  Mariano  Balcarce, 
Enviado  Extiaordinario  y  Ministro  Plenipotenciario  de  la  República  Argentina  en  París; 

S-  M.  el  Emperador  de  Alemania,  á  S.  A.  el  Principe  de  Hohenlohe  Schillingsfutst,  Gran 
Cruz  de  la  Aguüa  Roja  de  Rusia,  y  de  la  Orden  de  San  Humberto  de  Bavjera,  etc.,  etc.,  etc.,  su 
Embajador  Extraordinario  y  Plenipotenciario  en  París ; 

S-  M.  el  Emperador  de  Austria  y  Hungría,  á  S.  E.  el  Conde  de  Apponyí,  su  Chambelán 
actual  y  Consejero  íntimo,  caballero  del  Toisón  de  oro,  Gran  Cruz  de  la  Real  Orden  de  San 
Esteban  de  Hungría  y  de  la  Orden  Imperial  de  Leopoldo,  etc.,  etc.,  etc.,  su  Embajador  Extra- 
ordinario y  Plenipotenciario  en  París; 

S.  M.  el  Rey  de  los  Belgas,  al  señor  Barón  Beyens,  Gran  Oficial  de  su  Orden  de  Leopoldo, 
Gran  Oficial  de  la  Legión  de  Honor,  etc-,  etc.,  ele,  su  Enviado  Extraordinario  y  Ministro  Ple- 
nipotenciario en  Pans; 

S.  M.  el  Emperador  del  BrasÜ,  al  señor  Marcos  Antonio  de  Araujo,  Vizconde  de  Itajubá, 
Grande  del  Imperio,  miembro  del  Consejo  de  S.  M.,  Comendador  de  su  Orden  del  Cristo,  Gran 
Oficial  de  la  Legión  de  Honor,  etc.,  su  Enviado  Extraordinario  y  Ministro  Plenipotenciario  en 
París; 

S.  M.  el  Rey  de  Dinamarca,  al  señor  Conde  de  Moltke  Hoilfeldt,  Gran  Cruz  de  la  Orden 
de  Dannebrog  y  condecorado  con  la  Cruz  de  Honor  de  la  misma  Orden,  Gran  Oficial  de  la 
Legión  de  Honor,  etc,  etc.,  etc.,  su  Enviado  Extraordinario  y  Ministro  Plenipotenciario  en 
París; 

S.  M,  el  Rey  de  España,  á  S.  E.  el  señor  don  Mariano  Roca  de  Togores,  Marqués 
de  Molins,  Vizconde  de  Rocamora,  Grande  de  España  de  primera  clase,  caballero  de  la  Orden 
Insigne  del  Toisón  de  oro,  Gran  Cruz  de  la  Legión  de  Honor,  etc,  etc.,  etc.,  Director  de  la 
Academia  Real  Española,  su  Embajador  Extraordinario  y  Plenipotenciario  en  París;  y  el  señor 
General  Ibañez.  Gran  Gniz  de  la  Orden  de  Isabel  la  Católica,  etc.,  etc.,  Director  General  del 
Instituto  Geográfico  y  Estadístico  de  España,  Miembro  de  la  Academia  de  Ciencias ; 

S.  E.  el  señor  Presidente  de  los  Estados  Unidos  de  América,  al  señor  Elihu  Benjamín 
Washbume,  Enviado  Extraordinario  y  Ministro  Plenipotenciario  de  los  Estados  Unidos  en 
París; 

S.  E.  el  señor  Presidente  de  la  Repiiblíca  Francesa,  al  señor  Duque  Decaze,  Diputado 
á  la  Asamblea  Nacional,  Comendador  de  la  Orden  de  la  Legión  de  Honor,  etc.,  etc..  Ministro 


—  XLI  — 

de  Negocios  Extranjeros ;  al  señor  Vizconde  de  Meaux,  Diputado  á  la  Asamblea  Nacional, 
Ministro  de  Agricultura  y  comercio;  y  al  señor  Dumas,  Secretario  perpetuo  de  la  Academia, 
Gran  Cruz  de  la  Orden  de  la  Legión  de  Honor,  etc.,  etc.; 

S.  M.  el  Rey  de  Italia,  al  caballero  Constantino  Nigra,  caballero  Gran  Cruz  de  las  órdenes 
de  Santos  Mauricio  y  Lázaro  y  de  la  Corona  de  Italia,  Gran  Oficial  de  la  Legión  de  Honor, 
etc,  etc,  etc.,  su  Enviado  Extraordinario  y  Ministro  Plenipotenciario  en  París ; 

S.  E.  el  señor  Presidente  de  la  República  del  Perú,  á  don  Pedro  Galvez,  Enviado  Extraor- 
dinario y  Ministro  Plenipotenciario  del  Perú  en  Paris,  y  al  señor  don  Francisco  Rivero,  antiguo 
Enviado  Extraordinario  y  Ministro  Plenipotenciario  del  Perú ; 

S.  M.  el  Rey  de  Portugal  y  de  los  Algarves,  á  don  José  de  Silva  de  Méndez  Leal,  Par  del 
Reino,  Gran  Cruz  de  la  Orden  de  Santiago,  caballero  de  la  orden  de  la  Torre  y  de  la  Espada 
de  Portugal,  etc.,  etc.,  Enviado  Extraordinario  y  Ministro  Plenipotenciario  en  Paris ; 

S.  M.  el  Emperador  de  todas  las  Rusias,  al  señor  don  Gregorio  OkouneíT,  caballero  de  las 
Ordenes  de  Rusia  y  de  Santa  Ana  de  primera  clase,  de  San  Estanislao  de  primera  dase,  de 
San  Wladimir  de  tercera  clase,  Comendador  de  la  Legión  de  Honor,  etc.,  etc.,  etc.,  actual  Con* 
scjero  de  Estado,   Consejero  de  la  Embajada  de  Rusia  en  Paris ; 

S.  M.  el  Rey  de  Suecia  y  de  Noruega,  al  señor  Barón  Aldesward,  Gran  Cruz  de  la  Orden 
de  la  Estrella  Polar  de  Suecia  y  San  Olaf  de  Noruega,  Gran  Oficial  de  la  Legión  de  Honor, 
etc,  etc.,  etc.,  su  Enviado  Extraordinario  y  Ministro  Plenipotenciario  en  París ; 

S.  K  el  señor  Presidente  de  la  Confederación  Suiza,  á  don  Juan  Conrado  Kem,  Enviado 
Extraordinario  y  Ministro  Plenipotenciario  de  la  confederación  Suiza  en  Paris; 

S.  M.  el  Emperador  de  los  Otomanos,  á  Husny  Bey,  Teniente  Coronel^del  Estado  Mayor, 
condecorado  con  la  cuarta  clase  de  la  Orden  Imperial  del  Osmanié,  de  la  quinta  clase  de  la 
Orden  del  Medjidié,  Oficial  de  la  Legión  de  Honor,  etc.,  etc,  etc. 

S.  E.  el  señor  Presidente  de  la  República  de  Venezuela,  al  doctor  Elíseo  Acosta. 

Los  que  después  de  haber  canjeado  sus  Plenos  Poderes  y  hallándolos  en  buena  y  debida 
fcnna,  negociaron  y  firmaron  en  la  ciudad  de  París,  á  los  veinte  dias  del  mes  de  Mayo  del  año 
mil  ochocientos  setenta  y  cinco,  las  disposiciones  siguientes ; 

Arüculo  I.  Las  Altas  Partes  contratantes  se  comprometen  á  fundar  y  sostener  á  expensas 
comunes,  una  Oficina  Internacional  de  Pesas  y  Medidas  científica  y  permanente,  que  funcionará 
en  París. 

Art  II.  El  Gobierno  Francés  adoptará  las  disposiciones  necesarias  para  facilitar  la  adqui- 
sición, ó,  si  es  posible,  la  construcción  de  un  edificio  especialmente  destinado  á  este  objeto,  en 
las  condiciones  determinadas  por  el  Reglamento  adjunto  á  la  presente  convención. 

Art  III.  La  Oficina  Internacional  funcionará  bajo  la  dirección  y  vigilancia  exclusiva  de  un 
Comité  Internacional  de  Pesas  y  Medidas,  estando  este  mismo  bajo  la  autoridad  de  uiia  Con- 
fenaida  General  de  Pesas  y  Medidas  formada  de  delegados  de  todos  los  Gobiernos  contratantes 


■  XLII  — 


Art  rV.  La  FresideDcia  de  la  Conferencia  General  de  Pesas  y  Medidas,  es  conferida  al 
Presidente  en  ejercicio  de  la  Academia  de  Ciencias  de  París. 

Art.  V-  La  organización  de  Ia06cina,  como  también  la  composición  y  las  atribuciones  del 
Comité  Internacional  y  de  la  Conferencia  G-eneral  de  Pesas  y  Medidas,  se  determinan  por  el 
Reglamento  adjunto  á  la  presente  convención. 

Alt.  VI.  La  Oficina  Internacional  de  Pesas  y  Medidas,  queda  encargada;  i*  de  todas  las 
comparaciones  y  verificaciones  de  los  nuevos  prototipos  del  metro  y  del  kilogramo;  2"  déla 
conservación  de  los  prototipos  internacionales;  3"  de  las  comparaciones  periódicas  de  los  pa- 
trones nacionales  con  los  prototipos  internacionales  y  con  sus  mitos  como  también  de  los  ter- 
mómetros patrones;  4°  de  la  comparación  de  los  nuevos  prototipos  con  los  patrones  fundamentales 
de  Pesas  y  Medidas  no  métricas,  empleadas  en  varios  países  y  en  las  riendas;  5"  del  contraste 
y  de  la  comparación  de  las  reglas  geodésicas;  ó"  de  la  comparación  de  los  patrones  y  escalas 
de  precisión  cuya  verificación  se  pidiere,  sea  por  Gobiernos,  sea  por  Sociedades  científicas, 
sea  también  por  artistas  ó  por  sabios- 

Art.  VII  El  personal  de  la  Oficina  se  compondrá  de  un  Director,  de  dos  auxiliares  y  del 
niimero  de  empleados  necesarios. 

A  partir  de  la  época  en  que  se  haya  efectuado  la  comparación  de  los  nuevos  prototipos  y 
que  estos  bayan  sido  repartidos  entre  los  diversos  E.stados,  el  personal  de  la  Oficina  se  reducirá 
en  la  proporción  que  ae  juígue  conveniente. 

Los  nombramientos  del  personal  de  la  Oficina,  serán  notificados  por  e!  Comité  Internacio- 
nal á  los  Gobiernos  de  las  Altas  Partes  Contratantes. 

Art  VIII.  Los  prototipos  internacionales  del  metro  y  del  kilogramo,  como  también  sus 
hitos,  permanecerán  depositados  en  la  Oficina;  el  acceso  al  depósito  será  reservado  única- 
mente al  Comité  Internacional. 

Art.  IX.  Todos  los  gastos  de  establecin^íento  é  instalación  de  la  Oficina  Internacional  de 
Pesas  y  Medidas,  como  también  los  gastos  anuales  de  sosten  y  los  del  Comité,  serán  cubiertos 
por  contribuciones  de  los  Estados  Contratantes,  establecidas  según  una  escala  que  tenga  por 
base  su  población  actual. 

AtL  X,  Las  sumas  que  represente  la  parte  de  contribución  de  cada  uno  de  los  Estados 
Contratantes,  serán  entregadas  al  principio  de  cada  año,  por  intermedio  del  Ministro  de  Nego- 
cios Extranjeros  de  Francia,  á  la  caja  de  Depósitos  y  consignaciones  en  París,  de  donde  serán 
extraídas  á  medida  de  las  necesidades,  por  orden  del  Director  de  la  Oficina. 

Art.  XI.  Los  Gobiernos  que  lucieren  uso  de  la  facultad  reservada  á  todo  Estado  de  adhe- 
rirse á  la  presente  Convención,  estatán  obligados  á  pagar  una  contribución  cuyo  monto  se 
determinará  por  el  Comité,  según  las  bases  establecidas  en  el  artículo  IK,  la  que  se  destinará 
4  la  mejora  del  material  científico  de  la  Oficina. 

Art.  XII.  Las  Altas  Partes  Contratanteis  se  reservan   la  facultad  de  hacer,  de  comiin 


—  XLHI  — 

acuerdo»  á  la  presente  convención  todas  las  modificaciones  cuya  utilidad  fuese  demos- 
trada por  la  experiencia. 

Art.  XIII.  A  la  espiración  del  término  de  doce  años,  la  presente  Convención  podrá 
ser  denimciada  por  una  ú  otra  de  las  Altas  Partes  Contratantes. 

£1  Gobierno  que  hiciere  uso  de  la  facultad  de  hacer  cesar  sus  efectos  en  lo  que  le 
condema,  estará  obligado  á  notificar  su  intención  con  un  año  de  anticipación,  y  renun- 
ciará por  este  hecho  á  todos  los  derechos  de  co-propiedad  sobre  los  prototipos  internacio- 
nales y  sobre  la  Oficina. 

Art  XIV.  La  presente  Convención  será  ratificada  según  las  leyes  institucionales  parti- 
culares de  cada  Estado;  las  ratificaciones  serán  canjeadas  en  París,  en  el  término  de  seis 
meses  ó  antes  si  ñiera  posible.    Entrará  en  vigor  á  contar  del    i^    de  Enero  de  1876. 

En   fé  de  lo  cual,  firman  y  fijan  sus  sellos  los  Plenipotenciaríos  respectivos. 

Hecho  en  París,  el  20  de  Mayo  de  1875. — (L.  S.)  M.  Balcarce. — (L.  S.)  Hohenlohe, 
Alemania. — (L.  S.)  Apponyi,  Austría-Hungria. — (L.  S.)  Beyens,  Bélgica. — (L.  S.)  Vizconde 
de  Itajubá,  Brasil. — (L.  S.)  Moltke-Hvitíeldt,  Dinamarca. — (L.  S.)  Marqués  de  Molins, 
Cirios  Ibañez,  España. — (L.  S.)  E.  B.  Washbume,  Estados-Unidos  de  Améríca. — (L.  S.) 
Decazes,  C.  de  Meaux,  Dumas,  Frauda. — (L.  S.)  Nigra,  Italia. — (L.  S.)  P.  Gálvez,  Fran- 
cisco de  Rivera,  Perú. — (L.  S.)  Okoimeff,  Rusia. — Por  impedimento  del  Barón  Aldesward 
— (L.  S.)  H.  Akerman,  Sueda  y  Noruega. — (L.  S.)  Kem,  Suiza. — (L.  S.)  Husny,  Turquía, 
— (L.  S.)  E.  Acosta,  Venezuela. 

Buenos  Aires,  Julio  23  de  1875. 

A  los  efectos  del  articulo  19  de  la  Constitución  Nadonal,  remítase  al  Congreso  para 

su  aprobadon. 

Avellaneda. 

Pedro  Antonio  Pardo, 


LEY     DE     APROBACIÓN 

El  Senado  y  Cámara  de  Diputados  de  ¡a  Nación  Argentina^  reunidos  en   Congreso,  sancionan 
con  fuerza  de: — 

LEY 

Articulo  I®.  Apruébase  la  Convención  del  Metro,  celebrada  por  el  Ministro  Argen- 
tino en  Francia,  y  los  demás  Representantes  que  firman  dicha  Convención,  y  sus  dos 
Anexo  >  reglamentaríos. 

Art  2<*.  Comuniqúese  ai  Poder  Ejecutivo. 

Dada  en  la  Sala  del  Congreso  Argentino,  en  Buenos  Aires,  á  veinte  y   ocho  de  Agosto 

de  mil  ochocientos  setenta  y  seis. 

Mariano  Agosta.  Félix  Frías. 

Carlos    M.    Saravia,  Miguel    Sorondo, 

3ecretarío  del  Senado.  Secretario  de  la  C.  de  Diputado^ 


CANJE  DE  LAS   RATIFICACIONES 

Habiéndose  reunido  los  abajos  finnados  para  proceder  al  canje  de  las  ratificaciones, 
S.  E.  el  Presidente  de  la  Confederación  Argentina  y  S,  E.  el  Presidente  de  la  Repú- 
blica Francesa,  sobre  la  Convención  firmada  en  París  el  20  de  Mayo  de  1875,  con  el 
objeto  de  asegurar  la  unificación  internacional  y  el  perfeccionamiento  del  sistema  métrico, 
fueron  exhibidos  los  poderes  para  este  acto  y  después  de  examinados,  hallados  en  buena 
y  debida  fonna,  con  arreglo  á  los  términos  de  las  disposiciones  adoptadas  en  conferen- 
cia del  20  de  Mayo  de  1875,  el  ejemplar  de  las  ratificaciones  presentado  en  nombre 
de  S,  E.  el  Presidente  de  la  República  Aigentina  ha  sido  recibido  por  el  Gobierno  Fran- 
cés que  dará  aviso  de  esta  entrega  ¿  las  demás  Potencias  signatarias  de  la  Convención. 
En  fé  de  lo  cual,  los  abajo  firmadas  han  extendido  la  presente  acta  autorizándola  coa 
sus  sellos.— (L.  S.)  Af.  Bakarce.—CL.  S.)    Dn-ases- 

ANEXO   NlÍMERO    I. 

REGLAMENTO 
Artículo  I.  La  Oficina  Internacional  de  Pesas  y  Medidas  se  establecerá  en  un  edificio 

especial  que  presente  todas  las  garantias  necesarias  de  tranquilidad  y  estabilidad. 

Se  compondrá,  fuera  del  local  destinado  al  depósito  de  los  prototipos,  de  salas  para 
la  instalación  de  compradores  y  de  balanzas,  un  laboratorio,  una  biblioteca,  una  sala  de 
archivos,  despacho  de  trabajo  para  los  funcionarios  y  alojamientos  para  el  personal  de 
guarda  y  de  servicio. 

Art.  IL  El  Comité  Internacional  queda  encargado  de  la  adquisición  y  apropiación  de 
este  servicio,  como   también   de   la  instalación    de    los    servicios    á    que    se    halla   desti- 

En  caso  de  no  poder  conseguir  el  Comité  un  edificio  conveniente,  se  construirá  uno 
bajo  su  dirección  y  según  sus  planos. 

Art  III.  El  Gobierno  Francés  tomará  á  pedido  del  Comité  Internacional,  las  medidas 
necesarias  para  que  sea  reconocida  la  Oficina  como  establecimiento  de  utilidad  pú- 
blica. 

Art  IV.  El  Comité  Internacional  ordenará  la  fabricación  de  los  instrumentos  nece- 
sarios, como  ser,  comparadores  para  tos  patrones,  aparatos  para  determinar  la  dilataciones 
absolutas,  balanzas  para  los  pesos  en  el  aire  y  en  el  vacío,  comparadores  para  las  reglas 
geodésicas,  ele. 

Art.  V.  Los  gastos  de  adquisición  ó  de  construcción  del  edificio  y  los  gastos  de  ins- 
talación y  compra  de  instrumentos  y  aparatos  nó  podrán  exceder  en  todo  á  la  suma  de 
400.000  francos. 


—  XLV  — 

Art  VI.  El  presupuesto   de  gastos  arü  lr<!,  es  entendido  del  modo  siguiente: 

A.  Para  el   primer    periodo   de    confección    y   comparación   de   los    nuevos    proto- 
tipos: 

a)  Sueldo  del  Director 15.000  francos 

»       de  dos  ayudantes  á  6.000  fr.  cada  uno 12.000  > 

Cuatro  auxiliares  á  3.00 j  fr.  cada  uno 12,000  » 

Salario  de  im  Conserje  Mecánico 3 .000  » 

>        de  dos  sirvientes  á  1.500  fr.  cada  uno 3.000  » 

Total  de  sueldo 45.000  francos. 

b)  Remuneración  para  los  científicos  y   artistas   que,  á 

pedido  del  Comité,  fueran  encargados  de  tra- 
bajos especiales.  Conservación  del  edificio,  com- 
pra y  reparaciones  de  aparatos,  carbón,  alum- 
brado, gastos  de  oficina,  etc 24 .  000  francos 

c)  Remuneración  para  el  Secretario  del  Comité  Interna- 

cional de  pesas  y  medidas 6.000      » 

Total 75«ooo  francos. 

£1  presupuesto  anual  de  la  Oficina  podrá  ser  modificado  según  las  necesidades,  por 
el  Comité  Internacional,  á  propuesta  del  Director,  pero  sin  poder  exceder  la  suma  de 
100.000  francos. 

Toda  modificación  que  el  Comité  creyese  oportuno  hacer  en  estos  limites,  en  el  pre- 
supuesto anual  fijado  por  el  presente  reglamento,  será  comunicada  á  los  Gobiernos  Con- 
tratantes. 

£1  Comité  podrá  autorizar  al  Directorio,  á  pedido  suyo,  á  transferir  de  un  inciso  á 
otro  del  presupuesto  lo  que  le  esté  asignado. 

B.  Para  el  periodo  posterior  á  la  distribución  de  los  prototipos: 

a)  Sueldo  del  Director 15.000  francos 

»        de  im  ayudante 6 .000       » 

Salario  de  un  Conserje  mecánico 3 .000      » 

»       de  un  sirviente 1.500      » 

25.500  francos 

b)  Gastos  de  Oficina 18.500  francos 

c)  Remuneración  para   el  Secretario  del   Comité  Inter- 

nacional        6.000      » 

Total 50 .  000  francos 

Art,  VIL  La  Conferencia  General  mencionada  en  el  articulo  3®  de  la  Convención, 
se  reunirá  en  París,  á  convocación  del  Comité  Internacional,  á  lo  menos  una  vez  cada 
aeis  años« 


•  XLVI  - 


Ella  tiene  por  misión,  discutir  y  proyectar  las  medidas  necesarias  para  la  propaga- 
ción y  el  perfeccionamiento  del  sistema  métrico,  como  también  sancionar  las  nuevas  de- 
terminaciones melrológicas  fundamentales  que  hubiesen  sido  practicadas  en  el  intervalo  de 
sus  reuniones.  Ella  recibe  el  informe  del  Comité  Internacional,  sobre  los  trabajos  eje- 
cutados, y  procede  por  escrutinio  secreto,  á  la  renovación  por  mitad  del  Comité  Interna- 
cional. 

Los  votos  en  el  seno  de  la  Conferencia  General  son  por  Estado,  Cada  Estado  ten- 
drá derecho  k  im  voto. 

Los  miembros  del  Comité  Internacional  tienen  derecho  k  ocupar  un  lugar  en  las 
reuniones  de  la  Conferencia;  pueden  ser  al  mismo  tiempo  Delegados  de  sus  Gobiernos. 

Art  VIH.  El  Comité  Iniernacional,  mencionado  en  el  articulo  III  de  la  Convención, 
se  compondrá  de  catorce  miembros,  pertenecientes  todos  á  diferentes  Estados. 

Por  la  primera  vez  se  compondrá  d«  doce  miembros  del  antiguo  Comité  permanente 
de  la  Convención  Internacional  de  1872,  y  de  dos  delgados  que,  al  tiempo  del  nombra- 
miento del  Comité  permanente,  hubiesen  obtenido  el  mayor  número  de  sufragios,  después 
de  los  miembros  elegidos. 

Al  tiempo  de  la  renovación,  por  mitad,  del  Comité  Internacional,  los  miembros  sa- 
lientes, serán  en  primer  lugar  aquellos  que,  en  caso  de  vacancia,  hubieran  sido  elejidos 
provisoriamente  en  el  Intervalo  entre  dos  sesiones  de  la  Conferencia;  los  demás  serán  de- 
signados por  la  suerte. 

Los  miembros  salientes  serán  rcelegibles, 

Art.  IX.  El  Comité  Internacional  dirige  los  trabajos  relativos  á  la  verificación  de  los  nue- 
vos prototipos,  y,  en  general,  de  todos  los  trabajos  metrológicos  que  las  Altas  Partes  Contra- 
tantes decidiesen  hacer  ejecutar  en  común. 

Queda,  además,  encargado  de  vigilar  la  cons:rvacion  de  los  prototipos  internacio- 
nales. 

Art.  X.  El  Comité  Internacional  se  constituye  eligiendo  por  sí  mismo,  por  medio  de 
escrutinio  secreto,  su  Presidente  y  Secretario. 

Estos  nombramientos  serán  comunicados  á  los  Gobiernos  de  las  Altas  Partes  Contra- 
tantes. 

El  Presidente  y  el  Secretario  del  Comité  y  el  Director  de  la  Oficina  deben  pertenecer 
á  países  diferentes.  Una  vez  constituido  el  Comité,  no  puede  proceder  á  nuevas  elecciones 
ó  nombramientos,  sino  tres  meses  después  que  hayan  sido  notificados  todos  los  Miembros  por 
la  Oficina  del  Comité. 

Art  XI.  Hasta  la  época  en  que  sean  determinados  y  distribuidos  los  nuevos  prototipos, 
el  Comité  se  reunirá,  por  lo  menos,  una  vez  al  año;  después  de  esta  época  sus  reuniones  s^ 
rán  por  lo  menos  bi-anuales. 


—  XLVli  — 

Art  XII.  La  votación  del  Comité  se  computa  á  mayoría  de  votos;  en  caso  de  empate  de 
votos  el  Presidente  dedde. 

Las  decisiones  no  son  válidas  sino  cuando  el  número  de  miembros  presentes,  es  igual 
por  lo  menos  á  la  mitad  mas  imo  del  número  de  miembros  que  componen  el  Co- 
mité. 

Bajo  reserva  de  esta  condición,  los  miembros  ausentes  tienen  el  derecho  de  delegar  sus 
votos  i  los  miembros  presentes,  quienes  deberán  justificar  esta  delegación.  La  misma  r^a 
se  observará  en  cuanto  álos  nombramientos  por  escrutinio  secreto. 

Art  XIII.  Durante  el  intervalo  de  una  sesión  á  otra,  el  Comité  tiene  el  derecho  de  de- 
libeiar  por  correspondencia. 

En  este  caso,  para  que  la  decisión  sea  válida,  es  necesario  que  todos  los  miembros  del 
Comité  hajran  sido  llamados  á  emitir  su  opinión. 

Art  XIV.  £1  Comité  Internacional  de  Pesas  y  Medidas,  llena  provisoriamente  las  vacan- 
tes que  pudieran  acontecer  en  su  seno;  estas  elecciones  se  hacen  por  correspondencia,  habien- 
do sido  llamados  á  tomar  parte  en  ellas  todos  los  miembros. 

Art  XV.  £1  Comité  Internacional  confeccionará  un  reglamento  detallado  para  la  oiga- 
nizadon  y  los  trabajos  de  la  oficina,  y  fijará  las  cuotas  que  deban  pagarse  por  los  trabajos  ex- 
traordinarios previstos  en  el  arüculo  VI  de  la  Convención. 

Dichas  cuotas  se  destinarán  al  perfeccionamiento  del  material  científico  de  la 
Oficina. 

Art  XVI.  Todas  las  comunicaciones  del  Comité  Internacional  con  los  Gobiernos  de  las 
Altas  Partes  Contratantes,  se  efectuarán  por  intermedio  de  sus  Representantes  Diplomáticos 
enPáris. 

Para  todos  los  asuntos  cujra  solución  dependa  de  una  administración  francesa,  el  Comité 
recurrirá  al  Ministro  de  Negocios  Extranjeros  de  Francia. 

Art  XVII.  £1  Director  de  la  Oficina,  como  también  los  ayudantes,  son  nombrados  por 
escratinio  escrito  por  d  Comité  Internacional. 

Los  empleados  son  nombrados  por  el  Director. 

El  Director  tiene  voto  deliberativo  en  el  seno  del  Comité. 

Art  XVIII.  £1  Director  de  la  Oficina  no  tendrá  acceso  al  local  del  depósito  de  los  pro- 
totipos internacionales  del  metro  y  dd  kilogramo,  sino  en  virtud  de  una  resolución  del  Co- 
mité y  en  presencia  de  dos  desús  miembros. 

£1  local  dd  depósito  de  los  prototipos  no  podrá  ser  abierto  sino  por  medio  de  tres  llaves 
que  estarán,  una  en  poder  del  Director  de  los  Archivos  de  Francia,  otra  en  d  del  Presi- 
dente del  Comité  y  otra  en  el  del  Director  de  la  Oficina. 

Los  patrones  de  la  cat^oría  de  prototipos  nacionales,  serán  los  únicos  que  se  han 
de  emplear  para  los  trabajos  ordinarios  de  comparadon  de  la  Ofidna* 


■  xLvm  - 


Art.  XX.  Las  escalas 
vención,  se  establecerán  con 


Art  XIX.  El  Director   de  la  Oñcina  dirigirá  cada  aiio  jI  Comité:  i°un  infonne  eeo-^ 
nómico  relativo  á  las  cuentas  del  ejercicio  precedente,  del  que  se  le  dará  descargo  después  I 
de  verificado;  2"  un  informe  sobre  el  estado    del  material;  3°    un  informe  general  sobre  los 
trabajos  ejecutados  durante  ei  año  trascurrido. 

El  Comité  Internacional  dirigirá,  por  su  parte,  á  lodos  los  Gobiernos  de  las  Altas  Par- 
tes Contratantes,  un  Informe  anual  sobre  el  conjunto  de  sus  operaciones  científicas,  técnicas 
y  administrativas  y  de  las  de  la  Oficina, 

El  Presidente  del  Comité  dará  cuenta  á  la  Conferencia  General  de  los  trabajos  ejecu- 
tados desde  la  época  de  su  última  sesión. 

Los  informes  y  publicaciones  del  Comité  y  de   la  Oficina  serán  redactados   en  idioma 
francés.    Serán  impresos    y    trasmitidos    á   los    Gobiernos    de    lae    Altas    Partes   Con 
tan  tes. 

e  las  contribuciones  de  que    trata  el  artículo  IX    de  la    Con- 
)  sigue: 

La  dfira  de  la  población,  expresada  en  millones,  se  multiplicará  por  el  coeficiente  3 
para  los  Estados  en  que  el  sistema  métrico  es  obligatorio;  por  el  coeficiente  2  para  aque- 
llos en  que  solo  es  facultativo;  y  por  el  coeficiente  t  para  los  demás  Estados. 

La  suma  de  los  productos  obtenidos,  dará  el  número  de  unidades  por  el  que  deberá 
dividirse  el  desembolso  total. 

El  cociente  dará  el  monto  de  la  unidad  de  desembolso, 

Art,  XXI.  Los  gastos  de  confección  de  prototipos  internacionales,  como  también  de 
patrones  é  hitos  destinados  á  acompañarlos,  serán  hechos  por  las  Altas  Partes  Contratantes, 
según  la  escala  establecida  en  el  artículo  precedente. 

Los  gastos  de  comparación  y  verificación  délos  patrones  pedidos  por  Estados  que  no 
tomasen  parte  en  la  presente  Convención,  serán  determinados  por  el  Comité,  en  conformi- 
dad á  las  cuotas  fijadas  en  virtud  del  artículo  XV  del  Reglamento. 

Art  XXII.  El  presente  Reglamento  tendrá  igual  fuerza  y  valor  que  la  convención  á  que 
se  halla  adjunto. 

M.  Balcarce. — Holienhole. — Apponyí.  ^  Beyens. — Vizconde  de  Itajubá.  —  L.  Moltke 
Hvilfeldi. — Molins. — Ibañez. — E.  B.  Washburne,— Decazes.  C.  de  Meaux.  Dumaa. — Nigra, — 
P.  Calvez.  Francisco  de  Rivero. — Méndez  Leal. — OkounefT. — Akerman,  por  impedimento  del 
señor  Barón  Aldesward, — Kem. — Husny. — E.  Acosta. 


-  XLDC  — 


Anexo  Nombro  2 

DISPOSICIONES  TRANSITORIAS. 

Art  I.  Todos  los  Elstados  representados  en  la  Comisión  Internacional  del  Metro  reu- 
nida en  París  en  1872,  ó  sean  no  partes  Contratantes  en  la  presente  Convención,  recibirán 
los  prototipos  que  hayan  pedido  y  que  le  serán  entregados  con  todas  las  condiciones  de  ga- 
lantias  determinadas  por  la  mencionada  Comisión  Internacional. 

Art  II.  La  primera  reunión  de  la  conferencia  General  de  pesas  y  medidas  mencionada  en 
,é  articulo  III  de  la  Convención,  tendrá  principalmente  por  objeto  aprobar  estos  nuevos  pro- 
bt^x)s  y  distribuirlos  entre  los  Estados  que  los  hayan  pedido. 

Por  consiguiente,  los  Delegados  de  todos  los  Gobiernos  representados  en  la  Comisión 
Internacional  de  1872,  como  también  los  miembros  de  la  sección  francesa,  tendrán  derecho 
i  formar  parte  de  esta  primera  reunión,  para  concurrir  á  la  aprobación  de  los  proto- 
tipos. 

Art.  III.  El  Comité  Internacional  mencionado  en  el  artículo  III  de  la  Convención,  y 
compuesto  como  queda  establecido  en  el  articulo  VIII  del  Reglamento,  se  halla  encargado 
de  recibir  y  de  comparar  entre  sí  los  nuevos  prototipos,  según  las  decisiones  científicas  de  la 
Comisión  Internacional  de  1872  y  de  su  Comité  permanente,  bajo  la  reserva  de  hacer  las 
modificaciones  quesurgie^^n  en  la  práctica. 

Art  IV.  La  sección  francesa  de  la  Comisión  Internacional  de  1872  queda  encargada  de 
los  trabajos  que  le  han  sido  encomendados  para  la  construcción  de  los  nuevos  prototipos, 
con  el  concurso  del  Comité  Internacional. 

Art.  V.  Los  gastos  de  ftibricacion  de  patrones  metálicos,  construidos  por  la  sección  fran- 
cesa, serán  reembolsados  por  los  Gobiernos  interesados,  según  el  precio  de  costo,  por  unidad, 
que  será  determinado  por  la  mencionada  secdon. 

Art  VI.  El  Comité  Internacional  está  autorizado  para  constituirse  Inmediatamente  y 
practicar  todos  los  estudios  preparatorios  necesarios  para  poner  en  ejecución  la  Convención 
sin  entrar  en  gasto  alguno  antes  de  canjeadas  las  ratificaciones  de  esta  Convención. 

M.  Balcarce. — Hohenlohe. — .\pponyi. — Beyens. — Vizconde  de  Itajubá. — L.  Moltke  Hvil- 
feldt — Molins.  Ibañez. — E.  B.  Wasbhurne. — Decazes.  C.  de  Meaux,  Dumas. — Nigra. — P.  Gal- 
ver. — Francisco  de  Rivero. — Méndez  Leal. — OkounefT. — Akerman,  por  el  señor  Barón  Aldes- 
ward  (impedido). — Kern. — Husny. — E.  Acosta. 


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BOSQUEJO  DE  BUENOS  AIBES 


PLANO    DB   LA    SEGUNDA    SECCIÓN   (') 


Acompañamos  el  plano  de  superficie  que  corresponde  al  perímetro  de  que 
nos  vamos  &  ocupar  en  este  libro.  Creemos  escusado  decir  que  él  nos  perte- 
nece y  lo  hemos  levantado  expresamente  para  este  objeto.  Si  algunas  deficien- 
cias tiene,  son  debidas  á  los  propietarios  que  se  niegan  obstinadamente  á  per- 
mitir la  entrada  de  cualquier  persona  encargada  de  la  operación,  aun  cuando 
se  les  manifieste  el  objeto  para  lo  que  se  hace. 

La  escala  es  la  misma  que  la  del  anterior,  y  si  hemos  cambiado  los  colores 
para  Ta  designación  de  los  pisos,  como  él  mismo  lo  indica  en  la  referencia,  ha 
sido  porque  creemos  que  en  estos  hay  más  seguridad  de  que  no  se  alterarán 
con  >(  tiempo  como  sucede  con  los  del  primero. 


0)  En  la  manzana  9,  partida  88,  calla  Bolívar  n>  3o/38,  hajr  un  error:  tieoe  aiíi  fntiU  porqne 
la  IIdm  divisoria  con  el  número  anterior  h  proloi^  dewla  el  fondo  en   linea  recta  hacia  el  fie>M. 


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SECCIÓN  SEGUNDA 


Cuando  se  fuiídú  la  ciudad  fué  esta  la  parte  principal,  pues  aseguran  las 
crónicas  que  Don  Pedro  do  Mendoza  tuvo  al  Sud  de  ella  su  vivienda,  y  es 
lógico  suponer  que  tanto  al  derredor  del  fuerte  ó  plaza  principal  como  al  de 
su  residencia,  se  agrupara  mayor  número  de  habitantes  en  épocas  en  que  el 
peligro  era  común  y  para  la  defensa  indispensable  la  reunión  de  todos  los 
elementos  con  que  se  pudiera  contrarestar  las  iiostilidades  diarias  de  los  indí- 
genas. Se  encuentra  constatado  en  documentos  que  se  lian  publicado,  el  que 
la  calle  denominada  boy  <<  De  la  Defensa  »,  ei-a  poco  tiempo  después  de  su 
repoblación,  la  principal,  según  asi  lo  aseguraba  en  1585  el  Alcalde  Mayor  al 
solicitar  del  Cabildo  el  que  se  le  obligara  al  Piior  del  Convento  de  Francisca- 
nos, á  demoler  una  pared  que  en  esa  época  construía,  y  «  la  cual  interrumpía 
el  paso  en  esa  calle  que  por  ser  la  que  conducta  al  puerto  era  por  donde  más 
gente  transitaba  ».  En  la  actualidad  es  la  segunda  por  su  posición  solamente, 
porque  en  cuanto  á  su  importancia  comercial  y  al  valor  de  las  propiedades 
radicadas  dentro  del  perímetro  que  comprende,  son  varias  otras  las  que 
le  superan. 

Está  ubicada  á  la  izquierda  de  la  calle  divisoria  y  de  la  anteriormente 
descripta,  teniendo  porlímitesalNorle  la  Sección  ya  indicada,  la  décima-cuarta 
al  Sud,  al  Oeste  la  Cuarta  y  al  Este  el  Rio  de  la  Plata. 

Su  forma  es  casi  igual  á  la  de  la  primei-a,  teniendo  1030  metros  de  frente 
al  S.  E.,  1026 al  N.  O.,  G55  al  S.  O.  y  030  al  N.  E-,  formando  en  lodo  un  total 
do  603519  metros  cuadrados,  igual  á  Ofi  lieclárcas,  32  áreas  y  19  metros. 

La  posición  topográfica  sobre  el  nivel  mediano  del  Rio,  os  la  de  metros 
13,72  en  el  ángulo  N.  E.;  18,19  en  el  N.  O.;  6,08  en  el  ilol  S.  E.  y  11,55  en 
el  S.  O.,  teniendo  dentro  del  cuadrado  depresiones  y  altui'as  que  alteran  nota- 
blemente estas  medidas.  A  consecuencia  de  haber  sido  muy  accidentada  la 
forma  exterior  del  terreno  en  la  época  de  su  fundación,  los  primeros  pobla- 
dores quisieron  transformarla  en  plana  y  con  tal  objeto  llenaban  con  los  des- 
perdicios cuanto  querían  edificar ;  pero,  como  en  ésta  se  retardó  la  edificación, 


cuando  las  necesidades  obligaron  á  la  población  á  extenoei^e,  ya 
reconocido  los  inconvenientes  de  levantai"  el  subsuelo  con  tan  nialoíi  mate- 
riales y  las  ventajas  de  los  rlesasües  naturales  cuando  se  carece  de  obras  de 
salubridad  y  saneamiento.  De  ahí  el  origen  del  porqué  es  más  plana  la  super-  . 
ficie  a!  Norte. 

Tiene  cuarenta  y  cuatro  manzana^,  algunas  de  forma  muy  irregular,  como  J 
puede  verse  en  el  plano  acompañado,  con  la  especialidad,  además,  de  que  &  I 
consecuencia  de  estar  interrumpida  por  el  Rio,  la  vía  pública  que  rodea  á  loda  I 
la  ciudad,  solo  tienen  tres  frentes  aq  uelias  primeras  da  la  ribera.  A  esas  calles  I 
sin  salida  es  debido  el  que  en  esta  Sección,  tengan  en  la  actualidad  su  repre- 
sentación legal,  el  pasado,  presente,  y  hasta  el  porvenir  que  también  ya  sel 
diseña. 

La  especulación  aun  no  se  lia  inclinado  á  la  parte  céntrica  del  Sud;  espera  I 
probablemenle  la  apertura  de  las  vias  que  liguen  á  la  Aduana  con  la  Boca  dari 
Riachuelo,  y  que,  dando  acceso  libre  á  las  que  hoy  do  nada  sirven,  se  desarro-j 
lie  allí  el  movimiento  comercia!  que  es  propio  de  todo  centro  próximo  al  foco;! 
entonces  se  producirá  también  la  subdivisión  que  al  presente  se  encuentra  tall 
como  en  la  época  de  nuestra  emancipación. 

En  la  edificación  aparece  la  lucha  del  pasado  con  el  presente  y  la  inler-l 
posición  entro  ambos  del  porvenir  que  se  anticipa.  Aquellas  construcciones^ 
que  sin  embargo  de  la  solide/,  y  buena  clase  de  los  materiales  empleados,  sobt 
hoy,  por  su  arquitectui-a  y  estado,  materia  de  curiosidad  para  el  que  1 
como  para  el  que  observa,  abundan  en  esta  Sección,  disputando  palmo  ápalmo 
la  tierra  que  ocupan  y  de  ¡a  que  lentamente  viene  tomando  posesión  la  que  es 
del  gusto  de  la  época.  Los  franciscanos,  ellos  que  en  ninguna  parle  han  for-^ 
mado  á  vanguardia  del  progreso,  aquí  se  han  anticipado  á  las  necesidades; 
de  los  hijos  del  siglo  XIX,  edificando  varias  casas  como  pueden  ser  las  dall 
porvenir.  Son  treinta  y  cuatro  compuestas  de  tres  habitaciones,  cocina,  pa-g 
tío,  etc.,  construidas  en  cuarenta  metros  de  sufierficie  cada  una  y  sobre  esUif 
otra  y  otra  hasta  tres.  A  cualesquiera  que  las  vea  se  le  ocurre  que  los  qu« 
las  habiten  no  pueden  ser  casados,  ni  corpulentos,   ni  de  elevada  eslaturaj 
indispensable  el  que  manden   hacer  muebles  apropiados,    no  tengan  niños  ^ 
renuncien  á  mantener  animales  domésticos;  el  tamaño  de  los  pasadizos,  el  c 
las  habitaciones,  patios  y  demás  oficinas  lo  exige  asi.  ¡  Y  sin  embargo,  ya  est&l 
ocupadas ! 

La  arquitectura  es  como  la  edificación,  variada.  Se  conservan  aquf  esi 
casas  que  conocieron  nuestros  antepasados,  ediñcadas  en  terreno  de  muchl 
frente  y  fondo,  de  un  solo  piso,  techos  bajos  y  de  teja,  rejas  en  las  ventanal 
tanto  en  las  habitaciones  de  la  calle  como  en  las  interiores,  ancho  zaguán  cod 
portada  de  cuatro  hojas  figui'ando  dos  puertas  de  distinto  tamaño,  patios  cu© 
drados  y  espaciosos  rodeados  de  galería  y  en  el  centro  un  algibe,  dorraitopíoi 
como  salones  y  comedor  donde  cabían  holgadamente  hasta  la  tercera  y  cuarta 
generación  de  la  familia  que  se  reunía  en  los  dias  clásicos  del  santo  de  lo?! 


—  o  — 


abuelos;  algunas  de  éstas  hay  eii  que  el  matei'ial  con  que  han  sido  construidas 
se  pulveriza  cuando  se  le  toca,  mostrando  cavidades  hasta  cierta  altura  de 
la  pared  ocasionadas  por  el  agua  de  lluvias.  Las  nuevas,  que  aun  no  se  pue- 
den citar  como  modelos  de  las  de  orden  definido  ni  combinado,  v  menos  como 
de  buen  gusto,  no  son  abundantes,  pero  siempre  se  alternan  proporcional- 
mente  con  las  antiguas. 

El  mismo  orden  en  la  distribución  de  las  piezas  interiores,  (que  ya  antes 
hemos  dicho  las  hace  parecer  á  las  casas  de  Pompeya ),  domina  en  los  edificios 
de  esta  Sección  mas  que  en  ninguna  otra;  las  costumbres  en  las  familias  han 
originado  este  atraso.  Era  antes  una  preocupación  en  la  mayoría  el  que  no 
eran  higiénicas  ni  cómodas  las  casas  altas,  y  el  de  que  el  tono,  la  decencia, 
consistía  en  tener  uwa.  finca  de  mucho  frente  y  fondo,  edificada  solo  en  la  planta 
baja  con  habitaciones  á  ambos  costados  y  dejando  en  el  centro  grandes  patios 
para  colocar  el  algibe  ó  cisterna.  Después  que  la  tisis  y  la  pulmonía  se  han 
generalizado  haciendo  víctimas  en  las  clases  acomodadas  con  preferencia,  y  en 
que  el  valor  de  la  tierra  ha  centuplicado,  se  han  convencido  de  que  la  edifica- 
ción europea,  debido  á  su  distribución  científica,  reúne  al  mismo  tiempo  que 
todas  las  comodidades  la  gran  ventaja  de  ponerse  á  cubierto  de  los  cambios 
de  una  temperíitura  tan  variable  como  la  nuestra,  así  como  también  de  que  con- 
tribuye al  acrecentamiento  de  la  renta  por  la  economía  de  la  tierra  en  que  se 
edifica;  estas  son  las  causas  para  que  ya  en  otras  secciones  se  empiece  recien 
hoy  á  adoptarse  las  variables,  armoniosas  y  elegantes  que  predominan  en  las 
grandes  ciudades  europeas. 

Existe  también  una  circunstancia  más  que  contribuye  á  que  sea  la  única 
refractaria  al  progreso  que  se  desarrolla  en  toda  la  ciudad,  sin  embargo  de 
ser  ella  de  las  más  próximas  á  los  centros  de  mayor  importancia  comercial, 
administrativa  y  social.  Gran  número  de  las  propiedades  son  de  construcción 
antigua  y  sus  dueílos  personas  de  fortuna  que  no  viven  en  ellas;  las  conser- 
van para  renta,  y  ésta  es  mayor  en  el  estado  actual  que  si  las  edificaran  de 
nuevo  á  consecuencia  de  que,  siendo  imposible  que  sus  habitantes  las  destru- 
yan más  de  lo  que  están  y  de  que  su  constru('cion  no  exija  la  observancia  de 
reglas  higiénicas,  viven  allí  familias  enteras  dentro  de  una  habitación  que  á  la 
vez  que  dormitorio,  es  sala  de  recibo,  cocina  y  cuarto  para  lavar.  Si  se  edifica- 
ran de  nuevo  tendrían  que  gastarse  en  los  costosos  materiales  que  se  emplean 
hoy  en  todas  las  construcciones,  las  viviendas  qae  se  hicieran  no  podrían  ser 
ocupadas  por  esa  misma  gente  á  la  que  no  le  es  posible  cambiar  su  modo  de 
vivir  porque  no  puede  de  otro  modo  llenar  sus  necesidades,  y  los  que  las  ocu- 
paran, si  es  verdad  que  las  conservarían  en  perfecto  estado,  no  podrían  pagar 
lo  que  éstos,  porque  ahora  hay  cincuenta  ó  cien  familias  entre  quienes  se  dis- 
tribuye el  importe  de  la  locación  que  entonces  recaería  sobre  una  sola. 

Ninguna  de  las  Secciones  principales  tiene  calles  tortuosas  como  ésta, 
según  puede  comprobarse  con  el  plano  adjunto;  y,  algunas  de  las  que  apare- 
cen rectas,  como  las  de  la  Victoria,  Alsina,   Moreno  y  Belgrano,  no  tienen 


()  - 

apoyo  en  su  aminquc;  por  ollas  no  os  posible  ontivir  á  <u>nscrueiU!Ía  de  que  el 
liio  de  la  Plata,  aiiticipíuidoso  i'i  Uulo,  üono  aquello  bajo  su  dominio;  consér- 
vase la  ribera  como  cu  la  pi'imera  ('poca  en  ((ue  fué  ¡joblada.  líl  hombre,  ola 
autoridad,  se  han  dejado  dominar  por  el  a^ua,  y  ésta  impide  que  el  comercio 
circulo  por  allí,  é  imponiéndose,  sus  necesida  los  obliguen  á  regularizar  el  tra- 
zado de  las  vías  de  comunicación.  lístameos  se^^uros  (pie  no  serolardarán  por 
mucho  tiem])o  esas  obras,  |)or(iue  son  varios  los  proyectos  existentes,  que  de 
realizarse  cuales([uicra  cambiai'á  por  (íomi)lolo  su  estadía  a<ítual. 

La  propiedad  particular  ocupa  una  su|)er(i<Me  de  metros  cuadrados  483445, 
las  acerns  2ío85,  las  vías  públicas  12r)73S  y  la  única  plaza,  la  de  Mayo,  28451. 

La  pavimentación  en  las  aceras  es  tan  vnriada  como  caprichosa.  Las 
j)icdras  in<>:losas,  francesas,  italian.is,  hamburguesas,  oriental,  etc.,  etc.,  tienen 
allí  sus  rej)resentantcs  y  no  faltan  también  las  baldosas,  el  F<jrtland,  los  ladri- 
llos y  cuanta  composición  es  (*()noí'ida  para  eso  objeto,  que  nos  demuestran 
con  su  estabilidad  en  buen  estado  la  com|)Cteni!Íacon  los  primeros  en  donde  el 
tránsito  de  los  peatones  es  poco  Ircuente.  La  nivelación  recien  empieza  y  no 
es  extraño  encontrar  en  la  misma  cuadra  veinte  ó  Irtíinta  centímetros  do  dife- 
rencia en  la  altura,  como  uno  y  hasta  dos  metros  en  el  ancho.  líl  costo  es  el 
mismo  que  hemos  dado  ya  en  la  Sec<*i<)n  primera. 

El  aíirmado  do  las  vías  destinadas  para  los  rodados  y  cabalgaduras  es 
como  el  pavimento  de  las  aceras.  Hay  adoquinado  con  piedras  divorsas  y 
colocado  con  sujeción  á  distintos  sistemas,  emp(;drado  (•()mun,  mixto  con 
carriles,  y  natural  ó  sea  ninguno.  Los  colocaremos  en  el  orden  en  que  re- 
sultan : 

Adoí(UÍnado Metros  cuadrados.  UTNíC) 

límpcíhvido  (íomun >»                >;  1  l.M.'} 

límpedrado  con  carriles »                >»  IMOl 

I^avimento  natural »                »•  liJlál 

Metros  cuadrados.     l2r)7.*5S 

Kl  empedrado  ha  sido  construido  sobre  el  i)iso  n;itural  (limitándose  gene- 
ralmente en  los  de  Norte  á  Sud,  el  declive  |»Mra  de>agüar.  á  la  cuíidra  <le  que 
se  trata  ó  á  las  próximas),  formand»)  en  el  centro  de  la  calle  un  relleno  con 
tierra  ¿^redosa  i)ara  íVurililar  c!  re[)arto  del  a^nia  y  prote;^er  las  [)iedras  unas 
con  otras  al  recibir  |)resion.  Se  empleaban  piodríis  de  (^l^)Xt^¿0  en  el  empe- 
drado general  y  de  0,^0  para  las  caras  superior  é  inferior  para  el  espesor  en 
la  <lireccion  normal  (h'l  íirjne;  las  dimensiones  de  las  <*aras  cita<las  varían  de 
0,30  á  0,40.  Las  dificultades  de  su  irolocacion  por  el  tamaño  no  se  i)restaban 
á  la  buena  íleterm¡na(*ion  del  perfil  convexo,  resultando  también  ser  muy  i)or- 
meablo  y  dando  por  ello  fácil  acceso  al  a«;ua  y  á  las  materias  orgánicas  que 
empeoran  el  firme.  A  la  ^M-eda  solía  agre^^ársele  arena  del  Kio,  í|ue  es  la  que 
siempre  so  emplea  jiara  rezebar,  materiales  inservibles  por  su  misma  compo- 


—  7  — 

sicion  una.y  por  su  grano  finóla  otra,  produciendo  la  unión  de  ambas  una 
gran  cantidad  de  polvo  que  forma  un  lodo  y  éste  mantiene  la  humedad  en  la 
caja  y  hace  movedizo  el  firme  impidiendo  así  su  consolidación.  Las  piedras 
que  se  han  empleado  son  todas  de  la  República  Oriental,  canteras  situadas  en 
las  islas  Sola,  San  Gabriel,  Dos  Hermanas  y  Punta  Carretas.  En  algunas  do- 
mina el  componente  micáceo,  el  cuarzoso  en  otras  y  no  falta  también  el  fel- 
despato rosa  con  mica. 

El  adoquinado  es  el  último  firme  adoptado  (tal  como  se  ha  indicado  en  la 
Sección  primera)  y  con  él  es  que  se  pavimentan  las  calles  en  que  se  renueva 
lentamente  el  empedrado  existente.  Cuando  se  discutía  la  elección  de  afirma- 
dos para  toda  la  ciudad,  se  trató  de  la  conveniencia  que  habría  en  facilitar  la 
permeabilidad  del  terreno  por  medio  del  drenaje,  á  fin  de  que  corrientes  de 
aire  oxigenado  facilitaran  su  combustión  completa  y  rápida.  Pero  se  resolvió 
llenar  las  juntas  que  dejan  las  piedras  al  colocarse  con  una  composición 
maleable  y  compacta,  á  fin  de  que  toda  la  pavimentación  sea  impermeable 
y  el  agua  corra  buscando  su  desagüe  natural,  á  consecuencia  que  de  los  estu- 
dios hechos  resultó  que  el  terreno  no  era  i)ernieablc  sino  en  su  primer  capa 
(que  no  excedía  de  0,40)  y  muy  costosa  una  de  hormigón  y  asfalto  que  era 
con  lo  que  se  podría  obtener  lo  mismo. 

Para  el  emi)edrado  c(.>n  cnri'ilos  se  observa  el  mismo  procedimiento  antes 
indicado  y  su  colocación  conu)  el  costo  son  idénticos.  En  la  actualidad  se  pro- 
yecta .sustituir  esas  gran<K's  [)io(lras  ó  blorks,  como  algunos  les  llaman,  por 
adoquines  de  un  tamaño  común. 

La  superficie  en  «jue  no  existe  ningún  afií'mado,  que  lo  es  en  la  ribera 
entre  Venezuela  é  Independencia,  se  mantiene  sin  arboleda,  habiéndose  aumen- 
tado algo  en  estos  últimos  anos,  debido  á  quo  los  encargados  de  explotarla 
arena  del  Rio  la  de[)Ositan  en  su  costa  á  fin  de  aumentarla  con  la  tierra  molida 
producida  por  los  terrones  que  sacan  del  locho  del  Riachuelo  las  dragas  ocu^ 
padas  en  los  trabajos  de  canalización;  para  conservar  esos  depósitos  se  vén 
obligados  á  construir  terraplenes  ó  palizadas  que  eviten  los  resultados  del 
avance  del  agua  impulsada  por  las  mareas  ó  fuertes  vientos,  y  lo  que  se  hace 
y  se  procura  conservar,  se  consolida  poco  á  poco. 

Puede  decirse  que  de  esta  Sección  parten  todas  las  líneas  de  tramways  ó 
ferro-carriles  de  sangre  que  recorren  con  sus  25G  coches  149775  kilómetros 
dentro  de  la  ciudad,  cruzándola  en  diversas  direcciones,  pues  siendo  la  Plaza 
de  Mayo  el  centro  obligado,  á  olla  convergen  todas. — 8189  metros  de  vía  son 
recorridos  constantemente  dentro  del  perímetro  de  que  tratamos,  además  de 
los  1088  que  corresponden  al  Ferro- Carril  do  la  Boca  y  Ensenada,  que  desde 
la  Estación  Central  atraviesa  la  ribera  Sud  para  internarse  en  la  Provincia  de 
Buenos  Aires.  El  ancho  de  la  trocha  y  su  colocación  es  igual  en  todo  alo  que 
ya  hemos  mencionado  en  nuestro  primer  tomo.  Hay  parajes  determinados, 
como  aquellos  en  que  la  calle  Bolívar  atraviesa  las  de  Rivadavia  y  Victoria,  en 
que  jamás  transcurre  un  minuto  sin  que  pase  un  coche,  ya  sea  de  una  ú  otra 
empresa. 


—  8  — 

El  servicio  de  alumbrado  por  medio  del  gas  de  carbón  mineral,  se  hace 
en  todo  el  radio  por  medio  de  29i  faroles  con  picos  sistema  «Nuevo  London 
Argand  »,  cuya  luz  equivale  íi  veinte  velas  fotométricas  de  esperma,  lo  que  se 
controla  con  picos  cortados  «Batonoing».  El  consumo  es  de  cinco  pies  cúbi- 
cos por  hora  y  el  costo  total  es  el  de  cuatro  pesos  quince  centesimos  moneda 
nacional  al  mes  por  cada  uno,  debiendo  encenderse  cuarenta  y  cinco  minutos 
después  de  ocultarse  el  sol,  y  ser  apagados  también  cuarenta  y  cinco  minutos 
antes  de  que  aparezca.  Están  colocados  distante  cincuenta  metros  próxima- 
mente uno  de  otro,  á  la  altura  de  2,50  en  el  muro  de  los  edificios,  sobre  un 
brazo  de  hierro  que  sale  1,20  hacia  el  centro  de  la  vía  publica.  La  Plaza  de 
Mayo  tiene  además  22  columnas  do  hierro,  distribuidas  convenientemente,  de 
metros  3  de  altura,  cada  una  de  las  cuales  sostiene  cinco  faroles  idénticos  á 
los  anteriores  en  tamaño  y  equivalencia;  también  en  el  centro  déla  misma, 
una  otra  de  poco  más  altura  y  más  consistente  que  las  anteriores,  en  donde 
se  encuentra  un  foco  cuya  luz  c(|uivale  á300  bugías.  Tres  faroles  más  sistema 
Siemens,  colocados  uno  en  el  áti-io  de  cada  Iglesia,  conii)lementan  el  alum- 
brado de  todo  el  perímetro  de  la  Segunda  Sección. 

La  Policía,  Justicia  de  Paz  ó  InspectMon  de  Higiene  se  realiza  en  las  con- 
diciones ya  determinadas  al  ti-atar  de  la  sección  anterior.  Lo  mismo  respecto 
de  la  distribución  del  ngua  y  limpieza  del  interior  y  barrido  de  calles.  Creemos, 
por  lo  tanto,  una  repeti<*i()n  de  lo  dicho  el  tratar  nuevamente  de  todo  aquello 
que  es  igual  en  (rada  uno  de  los  veinte  distritos. 

No  hay  sección  alguna  on  que  el  aí^pecto  genci-al  sea  tan  variado  en  todo 
como  en  ésta;  no  es  solamente  en  la  edificación  y  movimiento  en  lo  que  difiere 
de  las  demás:  también  lo  es  en  el  ancho  de  las  vías  públicas,  en  el  comercio, 
en  todo,  porque  los  extremos  siempre  tienen  su  representación.  Extraordi- 
naria agitacíion  en  la  intci'posicion  de  las  calles  Victoi'ia  y  Rivadavia  con  las 
de  Chacabuco  y  Perú;  insignificante,  de  muy  es(!asa  importancia,  en  las  de 
Alsina  y  Moreno  con  las  de  Halcarce  y  ('olon.  Ostenta(;ion  del  lujo  en  unos 
centros;  la  manifestación  del  ti*al)aj()  en  su  más  ingrata  labor,  en  otros.  Agru- 
pación de  paseantes  y  carruajes  allí;  riila  constante  de  carreros  más  adelante, 
y  después  el  silencio  no  interrumpido  sino  por  uno  que  otro  de  sus  habitan- 
tes. Calles  bien  pavimentadas,  humedecidas  constantemente,  y  otras  en  que  el 
antiguo  empedrado  aun  no  ha  sido  reemplazado,  y  el  ti'anseunte  pasa,  cubrién- 
dole una  nube  de  polvo.  Barrios  en  que  de  noche  el  silencio  lo  interrumpe  solo 
el  pausado  andar  del  guardián  nocturno  de  policía;  otros  en  que  desde  las  doce 
hasta  las  cuatro  de  la  mañana,  los  hombres  se  codean,  disputan,  compran, 
venden,  trabajan,  todo  con  rai)idez  y  acompañado  de  cantos,  músicas,  ruidos 
de  carros  é  imprecaciones  de  los  carreros.  Tiendas  de  géneros,  joyas  ó  espe- 
cialidades de  lo  más  notable  de  la  Cíipital,  y  también  de  aquellas  en  que  la 
clasificación  les  asigna  la  última  de  todas  las  categorías. 

De  dia,  incesante  movimiento  se  nota  en  los  centros  donde  .se  agrupa  el 
comercio  y  al  derredor  de  las  Aduanas,  hombres  de  negocios,  paseantes,  via- 


—  9  — 

jeros,  lujosos  carruajes  con  yuntas  de  crecido  valor  se  disputan  el  pase  en 
Victoria,  Perú,  etc.;  despachantes,  dependientes,  empleados  y  conductores  de 
carga,  poco  mas  allá,  mantienen  ese  ruido  propio  de  la  industria  y  el  trabajo, 
en  calles  transitadas  solo  por  ellos,  donde  se  disputa  6  se  concierta  una  ope- 
ración, á  la  vez  que  se  castiga  á  las  bestias  y  se  atropella  al  descuidado  tran- 
seúnte. Por  la  noche  todo  cambia;  pocos  carruajes  en  los  centros  de  paseo  y 
exposición,  muchos  paseantes,  profusión  de  luces;  fuera  de  allí  escaso  alum- 
brado, ningún  curioso,  solo  se  vé  al  que  sale  de  su  casa  ó  vuelve  á  ella. 

Tanto  contraste  es  producido  porque  el  progreso  que  viene  del  Norte,  se 
ha  reconcentrado  en    un  radio  limitado,    manteniéndose  el   resto  estacio 
nario. 

Aun  cuando  el  plano  que  precede  pone  de  manifiesto  cuanto  tuviéramos 
que  decir  sobre  superficie,  agregaremos  el  siguiente  cuadro  que  facilita  el 
conocimiento  del  ancho  máximo  y  mínimo  de  cada  una  de  las  vías  públicas 
de  que  vamos  á  ocuparnos  en  seguida,  y  el  total  de  los  metros  cuadrados 
que  ocupan. 


ÁREA  DE  LAS   CALLES   DE   LA   i*"  SECCIÓN 


NOMBRES 


.vnclio  máximo  ¡  Aicliomiiimiim ;   snperScie  total 


Plaza  Victoria 


Paseo  de  Colon 

Balcarce 

Defensa 

Tupac  Axnurü . . 

Bolívar 

Perú 

Chacabuco  . . . . 

Rivadavia 

Victoria 

Alsina 

Moreno 

Belgrano 

Venetnela 

Méjico 

Chile 

San  Lorenzo. . . 
Independencia  , 


242  —  118. 5o 


27 
i3 
II 

M 
10 

10 

9 

9 
10 

10 

M 
10 

10 

i5 

9 


.5o 

.3o 
.5o 
.10 


.5o 


9  — 
9.10 

9.50 

9  — 
9.50 

9.5o 

8.42 

9  — 
9.20 

9.85 

8.5o 

8  — 

9  — 
8.5o 

8  — 


Superficie  total, 


28.450.73 

53.517.07 

TI. 762. 08 

9.080. 1 1 

363.7? 

9.028.05 

9.928  — 

5.328  --1^) 

2.756.25 

7.827.50  (*) 

6.877.90  (•) 
6.026.75 

6.066.25 

5.438.25 

5.557.50 

6.594.06 

1.585.25 

2. 586. 5o íV 

178.774  — 


(})  4  m.  5o  hasta  el  límite,  con  la  sección  4^. 

O  Incluso  la  plazuela  del  Congreso. 

(*)  Indoao  las  plazuelas  de  San  Francisco  y  Mercado  viejo 

(O  4 «50  basta  el  limite  con  la  sección  14. 


vías    publicas 


No  pretendemos  escribir  la  historia  porque  no  aspiramos  al  titulo  de  histo- 
riadores ni  estamos  preparados  para  ello;  simplemente  recordamos  el  origen 
del  nombre  con  que  so  designa  A  nuestras  calles.  Si  hemos  agregado  docu- 
mentos ó  referencias,  ha  sido  con  el  único  objeto  de  ampliar  en  unos  casos,  au- 
torizar en  otros  y  conservar  en  los  mas  el  recuerdo  de  lo  que  no  debe  olvidarse. 

Creemos  un  deber  de  nuestra  parte  hacer  esta  salvedad  ó  advertencia,  antes 
de  entrar  en  materia  á  propósito  del  capitulo  con  que  hemos  encabezado  éste, 
á  fin  de  que  no  se  dé  á  nuestra  reseña  importancia  de  que  carece  ó  interpreta- 
ción agenaá  la  idea  que  nos  guia. 


CJLLLE  JÍITTAD^VJA 


Esta  calle,  cuyo  significado  queda  descrito  en  el  primer  lomo,  está  com- 
prendida también  en  la  segunda  sección  que  se  extiende  hacia  el  Sud  de  la 
ciudad,  y  muchas  veces  tendremos  ocasión  de  encontrarla  formando  parte  de 
algunas  de  las  que  aun  nos  falta  que  tratar. 

Su  presencia  casi  constante  en  la  división  seccional  del  Municipio  obedece 
¿que  dicha  calle,  desde  la  época  colonial,  sirvi6  de  punto  de  partida  al  trazado 
general,  y,  por  consiguiente,  á  la  distribución  y  edificación:  los  trazados  sucesi- 
vos la  han  considerado  de  la  misma  manera  y  los  mas  posteriores  la  han  decla- 
rado línea  divisoria  de  la  ciudad;  los  trabajos  de  nivelación  practicados  allá  en 
los  tiempos  lejanos  ylos  últimos  llevadosá  cabo  consultando  la  higiene  y  salu- 
bridad de  la.poblacion,  se  han  realizado  siemore  considerando  especialmente 
esta  cal'e  como  el  eje  de  la  ciudad,  á  cuyos  costados  (norte  y  sud)  las  aguas  plu- 
viales se  escurren  en  sentido  opuesto,  facilitando  su  curso  la  menor  masa  Uquida 
que  tas  recorría  en  su  extensión. 


—  12  — 

Tal  era  la  disposición  que  se  había  dado  á  la  pavimentación  urbana  para 
acelerar  la  cirí^ulncion  de  la>í  a^^uas,  evitando  su  estagnación  en  el  recinto  déla 
ciudad,  í(uo  no  solo  es  un  estímulo  al  desarrollo  de  epidemias  muy  peligrosas, 
sino  í|ue  dilicultan  ó  paralizan  el  tráílíío,  el  comercio,  localmente,  con  grave 
l)eriuicif»  de  la  población. 

Los  trabajos  posteriores  practicados  de  acuerdo  con  los  últimos  progresos 
de  la  higiene  pública,  han  períecciona<lo  notablemente  las  condiciones  económi- 
cas y  sanitarias  de  la  pavimentación  de  las  calles,  con  la  colocación  de  poderosos 
canos  de  desagüe  (jue  arrastran  impetuosamente  las  aguas  pluviales  depositán- 
dolas en  el  rio  que  circunda  la  ciudad  por  el  norte  y  el  este. 

La  calle  Kivadavia  ha  sido  en  diversas  épocas  y  por  múltiples  conceptos 
objeto  de  la  atención  especial  de  las  autoridades  legislativas  ó  municipales:  la  es- 
tatua decretada  para  eternizar  la  memoria  del  ilustre  estadista  que  llevaba  aquel 
nombre,  no  ha  sido  colocada  aun,  [)ci'o  su  piedra  fundamental,  depositada  con 
solemne  poin[)a,  se  encueiiti-aá  muy  pocas  varas  do  dicha  calle,  en  la  plaza  de 
Mavo. 

Antes  <le  llevar  dicho  nombre,  Kivadavia  la  eligió  con  preferencia  para 
servir  de  punto  de  partida  á  las  innovaciones  (jueintroílujo  en  la  pavimentación, 
embellecimiento  ó  apertura  de  calles  en  el  Municipio:  dispuso,  entre  otras  cosas, 
que  aquella  se  considerase  como  |)Uiito  de  arranque  [)ara  la  formación  de  bou- 
levares  ó  simplemente  callos  anchas  que  se  abrirían  de  cuatro  en  cuatro  cua- 
dras háciael  norte  v  sudde  ella. 


CJLLLE  VICTORIJL 

Todos  los  |»ueblos  tienen  sus  glorias,  (íonquistas  y  gi'andezas  que  celebran 
con  regocijo  tanto  mas  entusiasta  cuanto  mas  onerosa  y  cruenta  ha  sido  su 
posesión. 

Unos  congregan  á  las  multitudes  en  determinado  dia  para  rememorar  el 
recuor<io  glorioso,  otros  levantan  gigantescos  monumentos  |)ara  perpetuar 
hasta  la  eternidad  el  grandioso  acontocimiento,  simbolizando  la  idea  con  ma- 
jestuosas rej^resentaciones. 

•«Victoria»»,  ei.ti'o  nosotros,  signifi<'a  la  protección  augusta  del  Dios  de  las 
Victoi'ias  que  nos  dispensó  cuando  dominados  por  extrafi'is  naciones  ó  amena- 
zados con  el  hátigo  inquisitorial  en  la  lucha  de  nuestros  mas  sagrados  derechos 
como  ciudadanos  ó  simplemente  miembros  de  la  humanidad  libre,  cíistigába- 
mos  la  audacia  del  invasor  ó  sembrábamos  la  muerto  entre  los  opresores  de 
nuestro  querido  suelo  patrio. 

Larga  y  sangrienta  guerra  ha  ilustrado  la  historia  primitiva  de  estos  paises 
con  triunfos  inmortales  en  su  anhelo  do  ser  nación  libre,  y  nuestros  gobernan- 
tes, refundiendo  las  glorias  nítidas  do  esa  lucha  heroica,  han  sintetizado  en  una 
.sola  palabra  compleja  todo  aquel  cúmulo  de  resplandeciente  grandeza,  dando  ó 
una  de  las  calles  de  la  ciudad  federal  el  nombre  majestuoso  de  Victoria, 


—  13  — 

Pero  cualquiera  que  emprenda  una  escursion  por  el  campo  histórico  de 
nuestra  vida  política,  encontrará  que  los  laureles  recogidos  en  Tucuman,  Salta, 
Chacabuco,  Maipo,  Perú,  etc.,  se  han  entregado  á  la  posteridad  para  su  admi- 
ración, orlando  con  sus  nombres  las  calles  del  municipio. 

Por  consiguiente,  si  cada  uno  de  los  hechos  militares  que  iban  constituyendo 
nuestra  libertad  y  consolidando  la  soberanía  de  los  pueblos  han  sido  ya  dados 
ala  inmortalidad,  el  nombre  de  la  calle  Vict(»ria  está  de  más,  es  una  repetición 
desagradable  que  debe  suprimirse  y  reemplazarse  por  otro  de  mayor  signifi- 
cación é  importancia  de  los  muchos  que  yacen  en  indiferente  olvido  ó  irritante 
menosprecio. 

Restituyase  á  la  veneración  de  las  generaciones  nombres  eminentes  que 
recuerdan  las  glorias  del  laborioso  pasado,  y  las  autoridades  habrán  practicado 
un  acto  justo  reclamado  por  la  patria. 

Entre  esos  beneméritos  ciudadanos  descuella  el  progresista  hombre  de 
Estado  D.  Juan  José  de  Ve'iiz,  que  anticipándose  en  mucho  á  la  obra  de  nues- 
tra redención  social,  derramó  incalculables  beneficios  en  la  naciente  sociedad 
que  gobernaba, envilecida  y  barbarizada  antes  y  después  de  su  vi-real  gobierno. 
Las  innumerables  mejoras  que  emprendió  su  espíritu  creador  y  organizador, 
el  aliento  que  infundió  con  su  palabra  cariñosa,  las  reformas  en  todos  los  servi- 
cios administrativos  y  su  natural  generosidad  con  el  desvalido,  no  son  por 
cierto  las  únicas  prendas  relevantes  que  le  distinguen  de  los  personajes  de  su 
época. 

Intransigente  en  el  cumplimiento  de  su  deber,  probo  en  el  manejo  de  los  cau- 
dales reales,  ecónomo  en  la  aplicación  de  las  rentas  é  infatigable  en  mejorar. las 
condiciones  sociales  délos  subditos,  llama  la  atención  hasta  cien  años  después 
por  su  integridad,  filantropía  y  amor  al  progreso.  Contrariando  las  expresas 
órdenes  reservadas  de  su  gobierno  de  mantener  á  estas  provincias  en  el  mismo 
grado  de  atraso  y  relajación  con  que  se  hizo  cargo  de  ellas,  negándoles  todas 
las  ventajas  de  la  civilización,  abre  con  su  administración  una  nueva  era  de  luz 
y  sabiduría,  podemos  decir,  introduciendo  reformas  y  adelantos  enteramente 
desconocidos. 

Parece  imposible  que  la  obra  luminosa  del  ilustre  mandatario  hubiese 
encontrado  resistencias  formidables  en  el  vecindario,  resistencias  que  solo  se 
esplican  por  la  negligencia  é  ignorancia  que  connaturalizó  aquellos  espíritus 
con  las  sombras  del  oscurantismo. 

Las  aspiraciones  sublimes  eran  sentimientos  desconocidos  en  esa  época 
nefasta,  porque  se  reprimían  ó  castigaban  apenas  asomaban;  se  habían  familia- 
rizado tanto  los  habitantes  con  aquel  tratamiento  brutal,  quese  creían  condena- 
dos á  perpetuidad  á  esa  vida  muelle  y  pasiva,  sin  ideales  ni  emulación. 

Pero  en  tan  crueles  momentos  se  presenta  en  la  escena  el  ciudadano  don 
Juan  José  Vertiz,  que  nombrado  primera  autoridad  de  este  Vireinato  del  Rio  de 
la  Plata,  se  hizo  cargo  de  su  elevado  puesto. 

Pronto  conoció  el  espíritu  de  las  gentes  que  iba  á  gobernar,  sus  tendencias, 


—  lí  - 

coslunihres,  aptitudes,  oto.,  y  considorándolns  í1¡l:iims(1c  iiioj«)r  suerte,  se  empe- 
ñó en  su  adelantamiento  y  pi'ogroso  con  iin|U(Mn-antai)lo  rnnst;incia  y  labor. 

Empe/ó  \n)V  eri^xir  la  líoal  Audiencia  l^'etoi-ial,  Intendencias,  mejorar  el 
servicio  eclesiástico  v  crear  nuevos  (aíralos;  contribuvó  á  consolidar  el  Semi- 
nario  Conciliar,  fundar  ca})ellanías  reales,  asii^nai*  subsidios  á  las  iglesias,  dis- 
tribuir los  diezmos  v  colocar  el  coro  en  la  (>atedral;  paciiicó  las  Provincias 
sublevadas,  aceleró  los  procedimientos  judiciales,  ordenó  el  trazado,  nivelación, 
aseo  y  com|)ostura  de  las  calles  y  prohil)ió  y  suprimió  todo  cuanto  menoscababa 
el  ornato  de  la  ciudad:  castigó  desórdenes  y  ci-ímenes  como  j)remió  el  mérito  y 
las  grandes  acciones;  notables  mejoras  introdujt>en  el  ramo  de  hacienda,  multi- 
plicó los  agentes  de  la  justicia  i)ara  asegurar  la  propiedad  individual  y  prevenir 
los  crímenes,  cuidó  y  veló  (íon  esmero  el  tráfico  interno  á  lin  de  f.-icilitar  las  ope- 
raciones mercantiles,  sin  olvidar  por  eso  los  preceptos  de  la  higiene;  estableció 
el  alumbrado  de  laciuílad,  fundó  el  hospital  ó  casa  de  expósitos  y  el  protomedi- 
cato;  erigió  el  ('Jolegio  Ixeal  de  San  ("arlos,  un  hospicio  de  mendigos  y  mandó 
diversas  expediciones  al  Chaco  para  reducirá  sus  moradores;  autorizó  ycoope- 
i'ó  á  la  navegación  de  todo  el  Kio  Hei-mejo,  |)rotegió  la  fíibricadeafíil  enTucu- 
man  y  fundó  unn  hermandad  do  caridad,  casa  d(í  hnérfíinas y  hospital  de  mujeres; 
ordenó  la  construcción  de  un  puente  sobi'iícl  Desaguadei'o  i)ara  facilitar  el  co- 
mercio interno,  establecimientos  de  foi-ti(icacion  y  pol)lacion  en  la  costa  pata- 
gónica y  la  construcción  de  una  alameda:  mejoró  elservi(;io  de  conservación  de 
las  Islas  Malvinas,  porsusgesti(jnessefortilicó  el  puerto  de  Montevideo  y  puso 
término  honroso  á  las  hostilidades  de  los  portugueses;  [)ei*mitió  la  explotación 
de  minas;  estableció  el  correo  ])ara  la  más  fácil  ex|>edi(!Íon  de  la  correspon- 
dencia y  levantó  foi'tilicaciones  para  defensa  y  soguritiad  délas  tVonteras:  orde- 
nó la  instrucción  de  las  milicias,  pavimentó  las  calles,  abrió  el  teatro  álaespec- 
tacion  pública  contratando  los  actores,  etc.,  etc. 

Muchos  otros  adelantos  i)rom<.»vió  con  laudable  pi'opósito  y  vma  constancia 
y  ttrmeza  f|ue  le  granjearon  simpatias. 

A  pesai'  de  í|ue  su  obra  y  todos  sus  actos  políticos  fuesen  encaminados 
esencialmente  á  mejorar  la  suerte  do  los  naturales,  encontró  dificultades  que 
hubieran  hecho  retrocederá  cuahjuier  oti'o  <Mudadano,  poro  no  así  al  Virey 
Vertiz,  que  comprendía  di(dia  resistencia  explicán<losela  por  el  atraso  é  igno- 
rancia en  (|ue  había  vivido  la  población,  persistiendo  lín  sus  propósitos. 

No  obstante  la  lucha  fué  amarga:  los  españoles  dosconíiaban  ya  del  Virey, 
ci'eyendo  (pie  se  dodicaí)a  exclusivamente  al  siM'vícío  de  los  naturales,  y  éstos 
manifestaban  su  descontento  por  tod.is  arpicll.is  mejoras  <'uya  aplicación  é  im- 
portancia no  cono(*ían,  con  pi'otestas  enérgií*;is  y  tumulto^  alarmantes. 

De  manera,  pues,  que  su  empeño  seh?ice  doblemente  meritorio,  si  pensa- 
mos que  la  oposiíMon  llegó  á  ser  fuerte  y  (pie  su  ííspfritn  creador  supo  hacerse 
délos  elementos  f|ue  reclam-iba  su  plausible  pi'opósití):  en  esa  é|>oca  en  f|ue 
íle  todo  se  carecía  é  ignorantes  los  mí)radí>resde  las  í»on(piistasde  la  (civilización 
y  de  los  progresos  de  la  humanid¿xd,  tuvo  por  fner/a  el  ilustrado  Virey  que  edu- 
car al  puebW)  para  complementar  su  patriótica  y  grande  obra  social. 


—  15  — 

Tales  son  los  legítimos  y  edificantes  títulos  con  que  se  presenta  el  Virey 
D.  Juan  José  Vertiz,  vestido  con  los  ornamentos  de  la  generosidad  sublime,  de 
la  patriótica  aspiración  y  de  la  labor  fecunda:  los  pueblos  que  han  recogido  los 
opimos  frutos  de  su  laboriosa  administración  tienen  el  deber  de  inmortalizar 
á  su  bienhechor. 

La  denominación  de  c<  Victoria))  á  una  de  nuestras  calles  no  tiene  ya  signifi- 
cación, y  como  ocurre  la  coincidencia  deque  en  ella  vivió  el  célebre  Virey,  pe- 
dimos, con  justicia,  se  le  cambie  por  la  de  «Vertiz».  Hombres  que  después  de 
un  siglo  son  recordados  con  veneración  y  respeto,  deben  ponerse  sus  nombres 
en  los  labios  populares  para  grabarse  en  la  mente  de  las  generaciones  que  se 
suceden. 


Adolfo  Alsina,  cuyo  nombre  se  perpetúa  en  esta  calle,  nació  en  Buenos 
Aires  el  14  de  Enero  de  1829,  del  matrimonio  de  D.  Valentin  Alsina  v  D*  Antonia 
Maza. 

Educado  bajo  las  doctrinas  de  una  moral  austera  y  de  principios  eminente- 
mente democráticos,  amaba  las  instituciones  de  su  país  con  profunda  venera- 
ción, y  allí  donde  las  pasiones  humanas  pretendían  levantar  el  imperio  de  am- 
biciones bastardas  á  trueque  de  la  verdad  y  legalidad  constitucional,  su  voz 
potente  y  acendrado  patriotismo  atraía  á  las  masas  y  desarmaba  al  enemigo 
con  brillantes  discursos,  ya  en  las  plazas  públicas,  ya  en  su  casa  particular  ó  en 
el  Congreso. 

Jamás  lo  arredró  el  peligro,  ni  vaciló  ante  las  consecuencias,  ni  desmayó 
en  sus  propósitos:  siempre  firme  en  sus  convicciones  y  patriota  decidido,  im- 
pugnó francamente  la  conducta  extraviada  y  perniciosa  de  mandatarios  como 
de  caudillos  ó  jefes  de  partido. 

En  su  corta  pero  fecunda  carrera  pública,  ha  dejado  rastros  luminosos  que 
revelan  la  grandeza  de  su  alma,  la  generosidad  de  su  carácter,  su  amor  al  orden, 
el  respeto  á  las  instituciones  y  la  abnegación  de  su  corazón. 

Como  legislador,  gobernador  y  ministro  jamás  olvidó  los  intereses  de  la 
patria  ni  consintió  en  restringir  los  derechos  del  ciudadano:  cuando  alzaba  su 
voz,  era  únicamente  procurando  mayor  gloria  al  país,  exhortando  al  pueblo  al 
fiel  cumplimiento  de  los  preceptos  de  la  constitución  ó  restableciendo  la  verdad 
histórica  del  pasado. 

Fué  verdadero  republicano  y  sus  ideas  políticas  no  transigieron  nunca  con 
gobiernos  monárquicos  y  poderes  omnímodos;  templado  y  sereno  en  la  lucha, 
inutilizó  á  sus  contrarios  con  la  perseverancia  en  sus  designios  y  la  ciega  fe  en 
los  principios  que  sostenía. 


-  U)  — 

Nacido  en  medio  do  los  horrores  do  niíilliafladíi  tiranía,  Alsina  robusteció 
con  mas  vehemoncia  su  e.spíi'itu  do  ifrualdad  y  libertad,  irritándose  contra  su 
propia  debilidad  para  arrancar  de  su  trono  al  monstruo  político:  su  padre  fué 
mas  de  una  ve/  huinillado  |»or  eso  mandón,  y  su  abuelo  pagó  tributo  ala  fero- 
cidad sanguinaria  del  dós|K>ta  salvaje  (|ue  dui*ante  mas  do  veinte  años  dominó 
el  país. 

Su  propio  padre  (|ui/.á  hubiera  sucumbido,  si  el  esforzado  valor  de  su  madre 
no  le  hubiera  sustraído  de  la  prisión  que  loahori'ojaba  á  bordo  del  pontón  «Sa- 
rán di.» 

Finalmente,  cuando  en  la  vi<ítoi'ia  de  (.'asci'os  se  reconquistaban  todos  los 
atributos  de  una  Nación  virtuosa  y  llenado  glorias,  el  valiente  Alsina  había 
contribuido  con  su  brazo  y  l)ravura  á  demoler  el  solio  tiránico  del  déspota  y  se 
preparaba  á  consolidar  nuestra  existencia  política. 

En  este  tiempo  contaba  ya  la  edad  de  veinte  y  tres  anos  y  ocupaba  un  pues 
to  en  uno  de  los  Ministerios. 

El  pueblo  creía  que  el  vencedor  de  C^asoros  iba  á  sor  el  continuador  de  la 
política  afrentosa  do  liosas,  y  estimulado  doblemente  por  la  prédica  patriótica 
do  la  prensa  extranjera,  no  vaciló  un  solo  instante  en  oponerse  enérgicamente 
á  las  pretensiones  del  vencedor. 

El  fué  el  pi'iinoi'o(|ue  levantó  su  voz  contra  las  importunidades  y  exigencias 
de  Urqui/a,  que  cada  dia  iban  enaumont'»  so. lucido  pnr  las  esptíranzaí?  de  largo 
imperio.  Notiíicado  Alsina,  redactor  princi|)al  d<í  la  ««Nueva  Época» de  moderar- 
se en  su  lenguaje,  <lesdeese  nionionto  lo  acentuó  mas,  castigando  con  la  fría 
verdad  en  lenguaje  severo  las  pi-<:tensioiies  del  i|ue  el  pueblo  consideraba  ya 
como  émulo  de  llosas. 

Pocos  dias  después  fué  destituido  de  sn  puesto  en  el  Ministerio,  naciendo 
desdo  (entonces  su  popularidad  que  ya  lo  aclamaban  como  víctima  de  la  arbi- 
trariedad ó  como  mártir  de  la  libei'tad. 

La  ideado  resistir  alas  pretensiones  de  ürquizaso  hal)ía  propagado  de  una 
manera  alarmante  por  toda  la  í-iudad  y  solo  se  esperaba  el  dia  y  la  hora  indi- 
cados para  repelerlo. 

El  11  do  Setiembre  de  IHlri  estalló  la  rovolucií)n  ([uo  dio  por  fruto  la  inde- 
pendencia para  elegir  nuestros  ^gobernantes,  restringida  antes  por  el  caudillo 
de  Entre-Rios,  y  en  la  nueva  situacúon  del  país  el  Dr.  D.  Valentín  Alsina  fué 
electo  Gobernador  de  Huenos  Aires,  cargo  (jue  dimitió  en  presencia  délos  dis- 
turbios que  nacieron  á  influjo  de  las  insidiosas  sugestiones  de  Urquiza. 

Alsina  se  alistó  resueltamente  en  las  fuerzas  que  so  organizaban  para 
batir  á  los  revoltosos  que  sostenían  al  caudillo,  llegando  á  sor  uno  de  los  hom- 
bres mas  prestigiosos  que  tenía  el  partido. 

Desimesde  triunfos  y  reveses,  al  lin  tuvieron  los  defensores  de  Buenos 
Aires  que  capitular,  incorporándose  la  |)rov¡ncia  á  la  Nación,  acto  que  debía 
tener  lugar  después  de  una  convención  adhoc  de  la  cual  formó  parte  el  doctor 
Adolfo  Alsina. 


- 1?  — 

•     « 

Defensor  de  la  integridad  y  autonomía  de  la  provincia  de  Buenos  Aires, 
combatió  siempre  enérgicamente  el  proyecto  de  su  federalizacion. 

En  la  batalla  que  presentó  el  General  Mitre  á  las  fuerzas  de  Urquiza  en  1861, 
sé  condujo  con  valoré  intrepidez,  contribuyendo  á  la  victoria  de  Pavón. 

En  1862  fué  electo  Diputado  al  Congreso  por  la  Provincia  de  Buenos  Aires, 
revelando  en  los  debates  en  que  tomó  parte  una  instrucción  clara  y  gran  cau- 
dal de  conocimientos,  mucha  previsión  en  los  negocios  constitucionales  y  una 
delicadeza  esquisita  para  tratar  los  diversos  asuntos. 

A  mediados  de  1866  fué  nombrado  Gobernador  de  la  misma  Provincia,  de- 
sempeñando el  cargo  con  tanta  honradez  como  laboriosidad;  mortificado  por 
el  monopolio  que  hacían  los  usureros  con  el  papel  moneda,  en  su  primer  men- 
saje presentó  dos  proyectos  de  importancia  vital:  la  creación  de  una  Oficina 
de  Cambio  y  el  establecimiento  de  Bancos  de  emisión — uno  y  otro  destinado  á 
hacer  una  verdadera  revolución  económica,  ampliando  las  operaciones  y 
dando  mas  giro  á  los  negocios. 

El  primero  se  realizó  al  impulso  de  sus  propios  esfuerzos  y  bajo  su  admi- 
nistración, y  cuando  el  comercio  acordó  premiar  este  servicio  tan  trascenden- 
tal á  su  desarrollo,  regalándole  una  medalla  de  oro  y  un  diploma  de  honor,  no 
faltaron  espíritus  mezquinos  que  se  opusieran,  negándole  la  iniciativa  y  origi- 
nalidad de  la  idea. 

El  gobierno  del  Dr.  Alsina  fué  fecundo  en  obras  de  progreso  moral  y  ma- 
terial: encarnación  de  los  principios  de  libertad  y  dignidad  cívica,  observó 
escrupulosamente  entera  prescindencia  como  gobernante  en  las  luchas  electo- 
rales; reprimió  por  doquier  el  abuso  y  el  fraude,  así  como  piemió  y  exaltó  las 
virtudes  del  ciudadano  v  la  labor  del  obrero. 

Dio  vigoroso  impulso  á  nuevas  industrias  que  con  hábil  mano  supo  atraer 
al  seno  de  la  República  y  especialmente  á  la  provincia  de  Buenos  Aires,  y  á'fiíi 
de  llenar  mejor  su  misión  pública,  abrió  innumerables  escuelas  en  la  campaña 
y  socorrió  á  las  desgraciadas  víctimas  de  epidemia:  surcó  de  ferro-carriles  el 
territorio  de  la  provincia,  poniendo  en  inmediata  comunicación  á  los  pueblo.^ 
que  la  componen,  é  internando  en  éstos  parte  de  la  numerosa  inmigración  que 
arribaba  al  Plata,  transformó  súbitamente  sus  usos,  costumbres,  necesiiades. 
consumos,  etc.,  dando  vidaá  una  actividad  comercial  pasmosa  en  los  intereses 
rurales. 

Había  favorecido  y  protegido  cuanto  pudo  los  intereses  de  la  Provincia 
cuyos  destinos  puso  en  sus  manos  seducida  por  risueñas  esperanzas:  dadas  las 
exigencias  de  la  actualidad,  no  dejó  nada  por  hacer  y  solo  deploraba  no  contar 
con  los  elementos  necesarios  para  afrontar  una  verdadera  obra  de  progreso  y 
actividad. 

Fué  tan  recto  en  su  política,  austero  en  obedecer  y  hacer  cumplir  las  leyes, 
sencillo  en  su  carrera  pública  y  fiel  con  sus  amigos  como  generoso  con  sus  ene- 
migoSy  que  nadie  tuvo  que  reprocharle  un  solo  acto  indigno  ó  violento,  ya  en 
las  esferas  del  poder  ó  en  el  silencio  de  la  amistad  y  vida  privada. 


—  18  — 

t)espues  de  un  gobierno  progresista  cuya  bandera  fué  el  respeto  á  la  moral 
y  la  obediencia  á  las  leyes,  bajó  de  la  silla  constitucional  ofuscado  por  los 
homenajes  que  le  tributaban  los  pueblos,  presentándolo  como  un  dechado  de 
virtudes  y  patriotismo  para  servir  de  imitación  á  los  hombres  públicos  que  le 
sucedieran. 

Entre  tanto,  la  cuestión  presidencial  so  complicaba  asombrosamente  de 
uno  á  otrodia,  dividiéndosela  opinión  en  diferentes  y  varias  fíu-ciones. 

Cada  una  levantaba  su  candidato  y  respectivamente  ci'eian  que  era  el  único 
capaz  de  manejar  las  riendas  del  gobierno  federal:  llegaron  á  presentar  una 
actitud  tan  alarmante,  se  habían  enconado  de  tal  modo  los  odios  en  los  partidos 
entre  sí,  que  ya  no  se  pensaba  ni  en  futuras  transacciones,  y  solo  la  faz  descar- 
nada déla  guerra  civil  destacaba  su  impura  y  péríida  frente. 

El  partido  autonomista,  que  tenía  por  jefe  al  l)r.  Alsina,  levantó  la  candi- 
datura de  éste  para  Presidente. 

El  caudillo  derrotado  en  Pavón  era  también  at*lamado  \)0v  su  partido  Pre- 
sidente déla  República. 

Cuando  la  cuestión  electoral  parecía  irreconciliable  ¿  inminente,  el  l)r.  Al- 
sina  convocó  á  su  partido  á  una  reunión,  declai'ando  en  ella  (jue  renunciaba 
desde  ese  momento  su  candidatura  para  dejar  libre  el  campo  á  los  que  con  más 
méritos  que  él  les  correspondía  gobernar  el  país.  TíM'niinada  la  lucha,  el  Con- 
greso proclamó  electos  para  Presidente  y  Vice-Pi*osidente  de  la  República  á 
los  ciudadanos  I).  Domingo  Faustino  Sarmiento  y  I).  A(iolfo  Alsina,  tomando 
posesión  de  su  cargo  el  último  el  12  de  Octubre  de  ISOS. 

En  este  nuevo  puesto  era  muy  limitado  el  papel  que  le  cnrrcspoiidía,  cir- 
cunscribiéndose únií^amonte  á  presi(lir  Ins  sesií>nes  di3l  Senado;  poro,  cuando 
en  1870  fué  desiirnado  en  compañía  de  algunos  desús  colegas  de  la( -onvencjou 
Constituyente  para  i*odaí*t:u*  la  sección  del  Poder  Ejecutivo,  dio  pruebas  feha- 
cientes de  la  superi(.)i*idad  de  sus  talentos,  de  la  claridad  de  su  vasta  instruc- 
ción y  de  sus  elevadas  ideas  de  gobierno. 

Entonces  a|)arec¡ó  ante  legisladores  y  tribunos,  couio  el  profundo  orador 
que  conmueve  y  convence,  gobernando  la  palabra  y  discutiendo  las  (cuestiones 
con  la  riqueza  de  estilo  y  conocimientos  científicos  del  caso. 

Su  populariílad  cada  dia  se  ensanchaba  mas  y  mas  abarcan<lo  los  horizon- 
tes políticos  de  la  Nación,  y  cuando  los  partidos  como  los  pueblos  querían 
hacer  ostentación  en  las  plazas  públicas  de  su  simpatía  y  «íarifio  al  hombre  cuya 
divisa  política  fué  el  respeto  á  las  instituciones  y  á  la  inviolabilidad  de  las  ga- 
rantías del  ciudadano,  escusaba  las  estruendo.sas  manifestaciones  democráticas, 
fingiéndose  enfermo  ó  retirándose  silenciosamente  á  los  pueblos  de  la  Pro- 
vincia. 

En  la  próxima  lucha  presidencial,  .su  nombre  fué  lanzado  en  el  campo  de 
la  contienda,  npoyadoen  su  poderoso  partido  que  quería  elevarle  á  la  primera 
magistratura  de  la  Nación. 

Pero  esta  vez  como  la  primera,  el  doctor  Al.sina  sacrificó  sus  aspiraciones. 


—  19  — 

su  nombre,  la  corona  triunfal  de  su  carrera  pública,  en  honor  y  beneficio  de 
las  instituciones,  en  veneración  al  orden  y  tranquilidad  de  la  causa  común: 
hizo  mas,  prestó  su  poderoso  contingente  al  candidato  que  la  mayoría  de  la  opi- 
nión pública  dio  el  triunfo  soberano  en  los  comicios. 

Cuando  en  holocausto  á  la  paz  interna  hubo  renunciado  su  candidatura  á  la 
presidencia,  el  pueblo  había  resuelto  poner  nuevamente  en  sus  manos  los  des- 
tinos de  Buenos  Aires  para  darle  ocasión  de  complementar  la  obra  de  progreso 
que  inició  en  su  primer  gobierno;  pero,  un  proyecto  trascendental,  una  obra  de 
importancia  vital.un  pensamiento  gigantesco  habia  herido  su  cerebro  seduciendo 
sus  nobles  aspiraciones: — la  seguridad  de  las  fronteras  fué  el'sueño  que  acarició 
su  mente,  y  como  el  gobierno  de  la  Provincia  carecía  de  los  resortes  impulso- 
res á  la  ejecución  de  su  vasto  plan,  renunció  categóricamente  el  presente  con 
que  le  obsequiábala  democracia. 

Los  votos  populares  concentráronse  en  la  persona  del  doctor  Avellaneda, 
merced  á  sus  grandes  méritos,  siendo  elegido  Presidente  y  prestando  el  jura- 
mento de  lev  como  tal  el  dia  12  de  Octubre  de  1874. 

La  exaltación  política  de  los  partidos  conmovió  los  ámbitos  de  la  Nación 
presentando  un  cuadro  doloroso  en  los  estados  que  la  constituyen:  todos  se 
habían  levantado  en  armas,  unos  proclamando  la  revolución  y  otros  alistando 
fuerzas  para  sofocarla,  aquellos  declarándose  en  favor  de  los  descontentos  y 
éstos  en  apoyo  del  Gobierno  Nacional. 

La  situación  recrudeció  violentamente,  y  ejércitos  organizados  paseaban 
sus  huestes  por  todo  el  territorio  amenazando  la  estabilidad  de  los  gobiernos  y 
contagiando  con  su  presencia  á  los  pueblos  que  habian  permanecido  tranquilos 
V  fieles  á  la  lev. 

Declaróse  el  sitio  general,  y  llamando  el  Gobierno  Nacional  á  los  ciudada- 
nos para  ocurrir  á  la  defensa  de  la  integridad  y  honor  de  nuestras  leyes,  ordenó 
el  equipo  de  las  fuerzas  para  salir  al  encuentro  de  los  descontentos. 

Esta  campana  enlutó  el  corazón  de  muchas  familias  por  la  muerte  de  pa- 
dres ó  hijos  que  quedaron  en  el  campo  de  batalla  para  servir  de  testimonio  del 
choque  de  las  pasiones;  pero  al  finia  suprema  autoridad  reconquistó  el  imperio 
de  las  leyes,  un  momento  en  suspensión,  y  sometió  á  su  reconocimiento  y  obe- 
diencia á  aquellos  que  en  dia  fatal  se  levantaron  trastornando  el  orden  y  ga- 
rantías sociales,  la  consolidación  de  nuestra  existencia  política. 

Uno  de  los  primeros  actos  del  nuevo  Presidente  fué  llamar  á  su  lado  al 
doctor  Alsina  para  compartir  con  él  las  tareas  administrativas,  confiándole  la 
cartera  de  Guerra  y  Marina. 

Pocos  dias  antes  había  ascendido  á  coronel  de  Guardias  Nacionales,  nom- 
brándosele comandante  en  jefe  déla  movilizada  en  Buenos  Aires;  pero  nom- 
brado luego  Ministro  de  la  Guerra,  tuvo  que  ponerse  á  la  cabeza  de  las  fuerzas 
en  campaña. 

La  rapidez  de  las  marchas,  la  severa  disciplina  y  sus  previsoras  combina- 
ciones dieron  el  triunfo  á  la  legítima  soberanía  nacional. 


-80  - 

Pacifícados  ios  pueblos  y  sometidos  los  descontentos,  la  comunidad  ar- 
gentina entró  nuevamente  en  el  tranquilo  ejercicio  de  sus  derechos  y  suprema 
autoridad. 

Desde  este  momento  el  doctor  Alsina  se  consagró  con  ardor  al  logro  de  su 
plan  de  defensa  y  seguridad  de  los  intereses  rurales  de  la  Provincia,  suma- 
mente comprometidos  por  las  frecuentes  invasiones  de  los  indios  que  caían  en 
í'recido  número  llevándose  cuantiosas  partidas  de  ganado. 

Dos  grandes  objetos  le  preocupaban  constantemente:  dar  fronteras  in- 
í*onmovibles  á  Buenos  Airesy  ensanchar  el  territorio  de  la  República,  alejando 
á  los  últimos  confines  al  indomable  enemigo. 

El  segundo  propósito  debía  ser  una  consecuencia  del  primero,  pues  con  el 
establecimiento  de  pequeñas  fuerzas  para  guarnecer  el  último  avance  de  la 
expedición,  do  hecho  so  les  cerraba  el  paso  al  territorio  perdido,  teniendo  que 
internarse  forzosamente. 

Pero  la  cuestión  frontera  ni  es  nueva  ni  ha  llamado  la  atención  por  sus 
prodigiosas  conquistas:  la  carencia  de  jálanos  topográficos,  los  peligros  que 
amenazaban  á  los  destacamentos,  la  lucha  con  la  naturaleza  y  la  constancia  y 
te  de  sus  propósitos  es  lo  que  verdaderamente  se  admira  en  esta  heroica  cam- 
pana. 

Ni  el  brusco  romi)imiento  de  formales  convenios,  ni  lámala  fó  y  traidora 
conducta  de  los  indios,  mas  las  inclemencias  del  intenso  frío  en  árida  llanura, 
fueron  causas  bastantes  para  enervar  el  espíritu  de  Alsina  y  perturbar  un  mo- 
mento su  obra. 

Las  expediciones  quesearmaron  enel  pasado  siglo  fueron  casi  todas  nulas 
on  los  resultados  obtenidos,  porque  si  bien  es  cierto  (jue  hicieron  desalojar 
á  las  tribus  indias  de  algunas  de  sus  posiciones,  las  perdieron  también  inme- 
diatamente porque  ni  las  guarnecaín  ni  .se  trató  de  colonizarlas  ó  poblarlas. 

Su  principal  objetivóse  encaminaba,  al  parecer,  á  la  destrucción  del  ene- 
migo, ó  por  lo  menos,  á  contenerlo  en  sus  irrupciones  vandálicas  tan  peligrosas 
como  desoladoras. 

Si  los  directores  de  la  guerra  con  el  salvaje  tuvieron  el  propósito  de  des- 
pojarle do  su  territorio  para  incorporarlo  al  de  las  naciones  civilizadas,  pues 
queasí  debe  deducirse  (*uando  las  fuerzas  en  campaña  iban  provistas  de  todos 
los  aparatos  ó  instrumentos  para  estudiar  su  clima,  topografía,  hidrografía, 
constitución  del  suelo,  etc.,  dando  noticia  de  todo  cuanto  puede  interesar  á  la 
fundación  de  un  i)ueblo  laborioso,  justo  os  declarar  que  el  plan  de  conquista 
adolecía  de  graves  defectos,  y  que  las  porciones  de  tierra  así  adquiridas,  pe- 
rentoriamente, eran  restituidas  sin  sacrificio  al  dominio  salvaje  por  los  vicios 
fie  su  organización . 

Pero  es  que  se  creía  de  buena  fé  que  rechazados  los  indios  después  de  un 
simulacro  de  escaramuza,  no  pondrían  mas  los  pies  en  las  inmediaciones  de  la 
parte  territorial  perdida,  sin  í*\iidarse  de  ocu|)arla  militarmente  por  algún 
tiempo. 


—  81  ~ 

Con  tan  triste  práctica,  el  salvaje  hufa  precipitadamente  á  la  vista  áe  las 
tropas,  dejando  á  retaguardia  las  ricas  comarcas  por  las  que  se  le  perseguía, 
pero  así  que  se  convencía  que  no  era  molestado,  asechaba  á  los  invasores,  vol- 
vía sobre  sus  pasos  á  medida  que  aquellos  se  alejaban,  y  quince  dias  después 
un  feroz  asalto  de  desolación  y  muerte  conmovía  á  las  poblaciones  cristianas 
arrebatándoles  cantidades  considerables  de  ganado. 

Tan  vicioso  plan  de  querer  enseñorearse  del  desierto  y  fundar  pueblos  sin 
establecer  permanentemente  fuerzas  para  conservar  las  posiciones  abandona- 
das por  el  salvaje,  se  ha  trasmitido  y  practicado  en  la  misma  forma  por  todas  las 
expediciones  posteriores,  sin  lograr  otro  resultado  que  la  muerte  de  algunos 
indios,  hacer  prisioneros  y  restituir  parte  de  las  haciendas  robadas. 

Moralmente,  las  ventajas  obtenidas  se  redujeron  á  hacerles  reconocer  la 
superioridad  de  nuestros  elementos  de  guerra  y  á  aterrorizarlos  con  la  presen- 
cia de  nuestros  soldados. 

El  plan  de  guerra  y  de  población  del  doctor  Alsina  venía  precisamente  á 
obviar  todos  esos  vicios,  obrando  bajo  la  base  de  que  los  trabajos  á  ejecutarse 
responderían  á  este  único  fin,  para  asegurar  los  propósitos  económicos  que  le 
guiaban,  cual  era  el  de:  «hacer  imposible  las  grandes  invasión  es  y  difíciles  las 
pequeñas. » 

Una  esperiencia  cruel  é  ingrata  había  llevado  el  convencimiento  á  nuestros 
hombres  de  gobierno  que  para  luchar  con  el  salvaje  no  solo  era  necesario 
amagarlo  constantemente  con  la  fuerza  de  las  armas  sino  también  improvisar 
en  medio  del  desierto  baluartes  capaces  de  impedir  el  tránsito  de  las  hacien- 
das, como  retardar  el  silencioso  v  súbito  asalto  del  indio  falaz. 

Las  ingentes  sumas  de  dinero  invertidas  en  aquellas  expediciones  milita- 
res fueron  una  razón  mas  para  que  el  doctor  Alsina  diera  mayor  amplitud  á  su 
plan,  suprimiendo  los  dispendiosos  caudales  aplicados  al  sostenimiento  de 
fuerzas  en  las  fronteras, lo  cual  conseguiría  con  el  recíproco  interés  de  las  nue- 
vas población  es  en  defenderse  de  las  agresiones  de  los  salvajes,  auxiliada  por 
una  pequeña  fuerza  de  línea,  cuyo  apoyo  principal  sería  entonces  la  barrera 
construida  á  vanguardia  de  los  pueblos  en  formación. 

Pero,  sabido  como  es  que  el  indio  solo  asalta  cuando  se  vé  acosado  por  la 
hambre  para  robar  hacienda,  tampoco  podrían  dar  resultado  sus  depredaciones 
porque  se  les  quitaría  el  ganado  antes  de  salir  de  la  última  línea;  además,  la 
barrera  tenía  por  principal  objeto  evitar  ó  dificultar,  por  lo  menos,  la  extrac- 
ción de  las  haciendas,  razón  mas  para  pensar  que  el  indio  no  se  aventuraría 
á  sorprender  las  poblaciones  ganaderas  y  ejecutar  sus  consabidos  latroci- 
nios. 

Cuando  hubo  madurado  bien  su  plan  y  se  resolvió  á  dar  los  primero  pa- 
sos para  emprender  su  ejecución,  el  Presidente  de  la  República  en  su  men- 
saje pidió  autorización  al  Congreso  para  invertir  hasta  la  suma  de  400.000  pe- 
sos fu/^rtes  en  telégrafos  y  demás  construcciones,  partida  que  fué  votada  por 
los  cuerpos  legislativos,  después  de  un  estudio  largo  y  nutrido  del  proyecto 
sobre  fronteras. 


—  22  — 

Finalmente,  pudo  entregarse  de  lleno  á  realizar  su  vasto  plan  de  defensa, 
que  no  solo  había  merecido  la  aprobación  del  Congreso  sino  también  de  las  Cá- 
maras provinciales  de  Buenos  Aires  que  contribuyeron  con  un  generoso  sub- 
sidio á  su  mejor  y  más  pronta  ejecución. 

Lleno  de  fó  y  esperanzas  distribuyó  i\  los  jefos  de  división  de  las  tropas  ex- 
pedicionarias las  respectivas  instrucciones  á  que  debían  sujetarse  las  fuerzas 
de  su  mando,  marcándoles  para  cada  una  el   itinerario  y  los  trabajos  á  se- 
guirse. 

El  telégrafo  trasmitía,  breve  tiempo  después,  las  últimas  disposiciones 
que  le  sujerlan  las  necesidades  de  su  obra,  cruzando  la  palabra  de  fuerte  en 
fuerte  para  reunir  6  combinar  los  elementos  destinados  á  su  ejecución. 

La  apertura  del  foso  fué  una  do  las  preocui)aciones  que  más  le  absorbía 
porque  creía  que  en  este  complemento  de  su  plan  estribaba  en  mucho  la  segu- 
ridad de  las  fronteras  y  quizá  el  buen  éxito  de  la  empresa. 

La  idea  del  foso  no  era  original:  fué  una  aplicación  que'hizo  el  doctor  Al- 
sina  sacada  del  plan  de  defensa  combinado  por  Chile  para  despojar  á  los  in- 
dios de  la  provincia  de  Arauco.  convencido  do  que  el  único  antemural  capaz  de 
detener  6  dificultar  las  invasiones  en  una  llanura  de  ilimitado  horizonte  serla 
una  gran  zanja  de  sois  á  siete  leguas  do  largo  y  de  un  ancho  correspondiente  al 
espacio  comprendido  entre  el  Sauce  Corto  y  el  Salado. 

Esta  al  menos  era  su  opinión  si  apenas  derro<*ada  la  tiranía  de  Rosas  se 
hubiese  querido  levantar  una  fortificion  seria  que  garantiese  la  vida  é  intereses 
de  la  población  rural;  poro  á  no  haberse  ejecutado  nada  i>ara  servir  de  salva- 
guardia á  lo  que  constituye  la  fuente  primordial  de  nuestra  común  riqueza, 
emprendía  entonces  la  apertura  de  una  zanja  de  cuatro  varas  de  ancho  por  tres 
de  profundidad  y  la  construcción  de  una  muralla,  interiormente,  con  la  misma, 
tierra  extraída,  lo  que  vendría  á  ser  mas  tardo  un  obstáculo,  no  insuperable, 
pero  si  lo  suficientemente  inaccesible  para  sorprender  de  una  manera  súbita 
los  pueblos  nacientes. 

A  fin  de  dar  una  organización  acabada  á  las  fuerzas  expedicionarias,  el 
doctor  Alsína  hizo  un  examen  prolijo  de  las  condiciones  guerreras  del  indio, 
porque  á  su  entender,  según  el  enemigo  deben  ser  las  armas  con  que  se  le 
combata. 

De  esta  manera  pudo  apreciar  la  gran  ventaja  que  el  salvaje  tenía  sobre 
nuestros  soldados  de  caballería,  pues  mientras  aquel  apenas  hacía  gravitar 
sobre  el  caballo  un  cuero  lanar,  su  chiripá  y  una  cafia  cuando  la  tenia  suspen- 
dida, el  soldado  llevaba  un  peso  superior  en  cincuenta  á  sesenta  libras,  lo^que 
contribuía  á  que  la  caballería  se  extenuara  mas  pronto  y  no  pudiese  empren- 
der una  persecución  formal. 

Para  obviar  este  inconveniente  modificó  la  organización  y  armamento  de 
las  tropas,  introduciendo  el  uso  del  revólver  y  de  la  coraza,  hizo  construir 
lanzas  muy  ligeras  en  nuestro  parque  y  presentó  al  soldado  en  el  campo  de 
la  lucha  en  condiciones  análogasfde  peso  á  las  del  enemigo,  perú  muy  supe- 
rior en  cuanto  á  lo  demás  de  la  guerra. 


—  23  - 

Toda  su  actividad  la  habia  contraido  á  la  mejor  solución  del  problema  de 
defensa  de  las  fronteras  y  no  era  extraño  que  su  naturaleza  se  agostara  en  me- 
dio de  tantos  desvelos,  padecimientos  físicos  y  morales  y  la  obligación  de  pro- 
veerlo y  ordenarlo  todo,  ya  desde  su  asiento  en  el  Ministerio  ó  en  el  mismo 
campo  de  exploración. 

Declinaba  con  mucha  precipitación  su  existencia  hacia  el  ocaso,  y  quizá 
comprendiéndolo  no  quiso  dejar  á  otro  la  honrosa  tarea  de  complementar  su 
obra  fecunda:  por  eso  se  entregó  con  mas  ahinco  y  fé,  abusando  de  sus  debi- 
litadas fuerzas,  al  logro  del  pensamiento  que  acariciara  con  tanto  ardor  y  pa- 
triotismo. Pero  su  naturaleza  visiblemente  se  resentía  y  para  nadie  era  ya  un 
misterio  que  el  eminente  patriota  descendía  aceleradamente  al  abismo  de  la 
nada. 

Su  grande  obra  aun  no  tocaba  á  su  término,  interrumpida  frecuentemente 
por  enfermedades  que  le  obligaban  á  guardar  cama;  pero  no  obstante  esto,  se 
hacian  palpables  los  beneficios  que  refluían  de  ella  sobre  la  riqueza  pastoril,  el 
ensanche  de  los  pueblos,  de  lo.>  ferro-carriles,  la  introducción  é  inversión  de 
í^randes  capitales  en  agricultura  y  ganadería,  y  sobre  todo,  la  seguridad  de  vi- 
da ó  intereses  de  la  campaña.  A  pesar  de  estar  incompleta  su  obra  de  defen- 
sa á  su  muerte,  puede  decirse  con  propiedad  que  llenó  su  programa. 

Después  de  las  tres  grandes  invasiones  que  tuvieron  lugar  en  el  primer 
año  de  los  trabajos  de  defensa,  no  se  sufrió  otra  alguna  que  mereciese  tal  im- 
portancia, sin  duda  por  el  pavor  que  les  infundieron  los  estragos  que  hacian 
nuestras  armas,  con  lo  cual  cumplió  su  promesa,  de:  <<Hacer  imposible  las  gran- 
des  invasiones,» 

Las  pequeñas  invasiones  se  repitieron  varias  veces,  pero  con  resultados 
tan  adversos  y  trágicos  para  los  indios  que  al  último,  ni  siquiera  las  intentaban 
por  el  escarmiento  cruel  que  sufrían  en  cada  asalto,  con  lo  cual  satisfizo,  ndifi- 
cuitar  las  invasiones  pequeñas.» 

En  fin,  su  obra  fué  la  mas  completa  de  todas  las  que  le  precedieron  y  en 
atención  al  dinero  invertido  en  ella  puede  decirse  que  obtuvo  todas  las  ventajas 
humanamente  posibles,  porque  no  perdonó  un  solo  instante  en  pro  de  su 
único  pensamiento. 

Después  de  una  labor  agitada  y  nutrida  se  sintió  enfermo,  pero  asimismo 
continuó  trabajando;  la  enfermedad  se  acentuó  mas  y  mas,  y  dominando  por 
completo  la  naturaleza  de  Alsina,  tronchó  su  existencia  después  de  crueles 
padecimientos. 

Adolfo  Alsina  murió  el  dia  29  de  Diciembre  de  1877. 

Se  le  hicieron  grandes  honores  y  el  ejército  nacional  guardó  luto  durante 
dos  dias  por  tan  eminente  ciudadano. 


-  2t 


CJLJLLE  MORENO 

Del  matrimonio  de  D.  Manuel  Moreno  ArgumOssa,  natural  de  Santander,  y 
D*.  Ana  María  Valle,  natural  de  Buenos  Aires,  nació  D.  Mariano  Moreno  el 
23  de  Setiembre  de  1779. 

D.  Manuel  Moreno  pertenecía  á  una  de  esas  familias  nobles  de  España, 
(jue  después  de  algunos  afios  de  esplendor  por  su  riqueza,  el  único  capital 
(¡ue  les  resta  son  los  títulos  sociales,  testimonio  imperecedero  de  su  noble 
alcurnia. 

En  1765  y  después  de  la  muerte  del  viejo  general  á  quien  servía  como 
secretario  privado  en  el  gobierno  de  la  Habana,  y  sin  mas  intereses  pecunia- 
rios que  los  cortos  ahorros  que  pudo  hacer  mientras  estuvo  á  su  servicio, 
tomó  la  plaza  de  contador  en  el  navio  La  Concepción  que  conduela  un  valioso 
cargamento  al  Callao,  en  el  Perú. 

Pero  habiendo  naufragado  en  el  (.'abo  de  Hoi-nos,  los  que  pudieron  salvar 
á  la  catástrofe  formaron  una  pequc^fia  y  débil  embarcación  en  la  cual  se  diri- 
gieron á  Buenos  Aires,  á  cuyo  puerto  arribaron  con  felicidad:  entre  estos 
venía  el  señor  Moreno,  (piion  i*esolvió  establecerse  de  tijo,  antes  que  ser 
juguete  de  los  caprichos  de  las  olas. 

Muy  pronto  se  captó  la  voluntad  de  las  autoridades,  tanto  por  la  noble/a 
de  su  carácter  atrayente  como  por  su  intachable  conducta,  y  fué  empleado  en 
la  tesorería  de  las  cajas  reales  de  Buenos  Aires. 

Sus  grandes  méritos  le  granjearon  el  ¡rarino  de  una  excelente  matrona, 
que  llegó  á  ser  su  íiel  compañera  hasta  su  muerte. 

Catorce  hijos  tuvo  He  este  matrimonio,  sobreviviendo  únicamente  ocho, 
de  los  cuales  era  el  mayoi-  don  Mai-iano. 

La  austeridad  de  su  carácter,  auní|ue  benévolo  y  atrayente,  la  viveza  de 
su  ingenio,  la  generosidad  de  su  alma  y  la  grandeza  de  sus  miras  en  todas 
sus  acciones,  revelaron  desde  su  infancia  el  difícil  y  eminente  papel  que 
estaba  encargado  de  desempeñar  en  la  organización  político-social  de  su  pa- 
tria, envilecida  y  esclavizada. 

Tenia  una  memoria  tan  prodigiosa  (¡ue  desde  sus  mas  tiernos  años  reci- 
taba largos  trozos,  cuando  no  piezas  enteras  de  poesía,  que  le  granjearon  la 
estimación  de  sus  compañeros  y  la  admiración  de  sus  parientes  y  relaciones. 
Como  una  prueba  de  la  austera  sencillez  de  su  carácter  candoroso,  como 
del  respeto  que  observaba  con  los  mayores  y  mucho  mas  con  las  autorida- 
des, vamos  á  referir  un  episodio  de  su  vida  infantil,  cuando  tenia  seis  años 

de  edad. 

Una  tarde  salió  á  paseo  el  Marqués  de  Loreto,  entonces  Virey  de  Buenos 
Aires,  en  su  coche  radiante,  precedido  de  dos  volantes,  á  carrera,  y  guardias 
de  á  caballo:  el  niño  Mariano  que  salió  á  verlo,  ofuscado  por  el  brillo  de  la 
carroza  y  sorprendido  del  buUente  aparato  y  la  majestad  del  virey,  hincóse  de 


-  25  — 

rodillas,  obligando  á  hacei*  ifrual  re\eiencia  á  un  hermano  suyo,  cuando  pasó 
por  frente  de  ellos  aquel  agente  del  monarca. 

Profunda  satisfacción  embai-gó  la  vanidad  del  virey  por  aquel  homenaje 
de  acatamiento  y  sumisión  de  vasallo:  muy  lejos  estaba  de  pensar  que  el  que 
así  doblaba  la  i-odilla  y  la  cerviz,  sería  el  mismo  que  echaría  por  tierra  el 
ignominioso  trono  del  último  de  los  vireyes  y  la  dominación  espafiola.  Mas 
tarde,  el  doctor  Moreno  siempre  que  recordaba  de  este  acto,  solía  decir:  «No 
puedo  disculparlo  sino  por  la  buena  fé  con  que  me  prosterné  ante  el  ídolo.» 

A  la  edad  competente  ingresó  en  la  escuela  del  rey,  pasando  después  al 
Colegio  de  San  Carlos  donde  aprendió  l«js  estudios  clásicos  que  se  enseñaban 
en  dicha  institución,  como  también  el  latin,  la  lógica  y  la  filosofía  de  aquel 
tiempo. 

Su  poderosa  inteligencia  y  su  contracción  al  estudio  dieron  pronto  frutos 
inequívocos  de  i.i  su[)erior¡(lad  de  sus  talentos:  en  los  certámenes  de  filosofía 
en  que  tomó  parte  salió  laureado  con  el  supi-emo  galardón,  conquistándose  el 
afecto  de  muchos  hombres  de  ciencias  y  el  respeto  que  inspira  la  supremacía 
en  sus  contemporáneos;  tuvo  numerosos  amigos  que  le  suministraron  sin 
restricción  los  libros  y  materias  que  indicaba,  rt)deándole  de  muy  elevadas 
consideraciones. 

Terminados  sus  estudios  generales  á  los  veinte  y  dos  anos  de  edad  y 
vencidas  las  dificultades  que  obstruían  su  viaje  para  ingresar  en  la  universi- 
dad de  Charcas,  en  el  mes  de  Noviembre  de  1799  tomó  el  camino  del  Perú, 
distante  quinientas  leguas  hasta  Charcas. 

Los  talentos  eminentes  del  futuro  campeón  de  la  libertad  fueron  incenti- 
vos que  enagenaron  la  generosidad  de  su  madre,  la  cual  puso  en  sus  manos 
hasta  la  última  joya  que  constituía  su  pobre  ajuar. 

A  los  dos  meses  y  medio  terminó  su  viaje,  después  de  haber  sufrido  una 
penosa  enfermedad. 

El  canónigo  Terrazas,  á  quien  iba  recomendado,  le  recibió  afectuosamen- 
te y  con  deferencias;  sondeó  su  carácter  y  escudriñó  sus  conocimientos,  juzgó 
su  poder  intelectual  y  las  tendencias  de  su  espíritu,  y  convencido  de  su  gran- 
deza de  alma  y  su  aprovechamiento,  que  le  revelaban  como  una  esperanza  de 
la  patria,  le  entregó  su  magnífica  biblioteca  que  se  componía  de  importantísi- 
mas obras  en  religión,  ciencias  y  literatura,  así  como  también  de  las  de  po- 
lítica y  filosofía  que  perseguía  la  inquisición.  Moreno  se  había  dedicado  al 
doctorado  en  teología. 

Pero  era  tal  su  pasión  por  el  estudio  de  la  filosofía,  que  una  vez  se  sintió 
electrizado  cuando  leyendo  á  Raynal  inspiró  su  corazón  patriota  con  las 
primeras  reflexiones  filosóficas  sobre   la  ísoberaiúa  popular,  al  hacer  el  autor 
este  homenage  al  idioma  inglés,   en  la  Historia  filosófica  de  los  establecimientos 
ultram  arinos  de  las  naciones  europeas,  qw   los  siguientes  térmiiius:    Esta  lengua 
ha  sido  la  primera  en  que  se  dijo,  la  majestad  del  pueblo;  esta  sola  expresioii  consa- 
gra un  iaioma. 


—  26  — 

Conservó  en  s\i  mente  durante  todíi  su  vida  esto  .ip.íto^mii,  ((ue  lo  di6  i;i 
conciencia  de  la  soberanía  del  pueblo  y  cuyo  principio  ora  por  sí  soIí>  un 
verdadero  dogma  político. 

Era  de  espci-arse  <|uc  ol  continuado  estudio  /!o  aquellas  obi*as  eminente- 
mente lihcrales  condujesen  el  espíritu  do  Moreno  .i  beber  ími  tan  puras  fuentesj 
el  estimulante  do  su  propensión  íi  salvar  la  desdichada  pali'ia,  y  así  iuó  que 
insensiblemente  se  vio  atraido  y  cautivado  pm-  los  principios  (pie  preconizaban 
con  irresistible  pre-ion  íilosófic.i,  y  abra/.mdo  el  (ístii.lio  de  ia  jurisprudencia, 
á  principiosde  ISOl  se  niati-iculn  ó  iniiresó  en  la  Acadtíinia  í'arolina. 

nes|)ues  de  haber  practicado  al«;un  lieuipo  en  r.i  tvstudio  (UA  Dr.  I).  listé- 
ban  Agustin  Gazi-on,  natural  de  Huenos  Aii  os  y  residente  en  el  l^orú,  abi-ió  al 
público,  á  principios  de  1805,  su  íístudio  de  abogado. 


Mientras  fué  estudiante  contraj»»  ¡n»  ortantes  é  nitima:^  relacií^ues  j'oij  pa- 
triot^is  doíílarados,  auní|ue  sc^cretínucnie,  (pie  predicaban  sordamente  cíjiitra 
los  abusos  incalilicabhvs  y  capriclu.  ■  -.in  l'rtMio  d(.»  la>  auioridadiís  monárqui- 
cas, inculcando  en  sus  amigos  los  s(;ntiiiiien1os  de  la  libíMiad  «'  ¡ii<le|»cndencia, 
los  derechos  del  ciudadano  y  la  sobiíraina  innata  de  los  pueblos  (|ue  velan  por 
sus  destinos. 

Tan  constante  era  la  |)rédica  paii-iotica  y  si'  adhirieron  ianto>  ciudadanos 
poderosos  á  las  ideas  que  si»  trataba  de  generíiü/ar  (íh  la-*  niaras  ptipulai'os, 
que  no  se  t)miti(')  uiímIío  alguno  ni  est'uerv.o  pai-.i  cn-efiari'^s  a  aborrecer  un 
yugo  extranjei'o  de-;pótico,  y  iMíaccionar  sobi-o  la  inm'»rai  y  al»yecia  condición 
á  que  redujeron   ;i  ios  naturales. 

El  pueblo  tenía  ya  ¡aconciemaa  soliorma  de  ,iuc-iim  iuimiilante  situación, 
y  la  dominación  metropolitana  aípiejaba  mas  y  ma-  d  'i  mai  que  í-oía  sorda- 
mente sus  (íutraf'as. 

Esperaba  una  cualquiera  o<:asion  para  manilestar  >u  ;i¡di.Lriia<'ion  contra  el 
régimen  colonial,  públicamente  y  de  una  manera  si>liMiini',  la  cual  so  presentó 
bajo  muy  favorables  ausj)icios  í'on  la  invasión  do  las  huestes  íVancesas  en  el 
territorio  de  la  península. 

(^aducó  de  hechoel  (lobierno  central  v  el  trono  vacilante  buscaba  ron 
ansiedad  refugios  en  su  ocupado  territorio,  de  donde  era  i'opelido  nuevamente 
para  sentar  reales  luego  en  una  provincia  cualquiera,  que  no  garantía  ni  .su 
propia  se^urida(L 

El  Gobierno  d(í  (íste  Vu'oinato,  habiendo  desaparecido  y  í'ui^ado  el  (ycntral, 
que  le  sustentaba  moral  y  materialmente,  no  jMxlía  subsistir  como  agente 
de  una  autori<lad  des(!onocida,  despreciada  y  uiti-aja'ia  hasta  (d  exceso. 

Ya  se  sabe  lo  que  ocurrió  hasta  que  la  aui'oi'a  del  dia  ¿o  do  Mayo  de  1810, 
saludó  cariñosamente  ii  Ií)s  patriotas  onvu<;itos  c«ií  lo-,  anchurosos  pliegues  de 
la  bandera  a/ul  v  blanca. 


—  27  — 

Antes  de  haber  terminado  sus  estudios  en  la  universidad,  Moreno  se  des- 
posó con  una  hermosa  joven  peruana  de  catorce  años  de  edad. 

Abierto  su  estudio,  defendía  tan  calorosamente  á  sus  cUentes  en  alguna 
injusticia  inferid?»  por  las  autoridades,  que  pronto  se  atrajo  las  miradas  y  el 
odio  de  los  agentes  reales,  quienes  le  señalaron  como  la  víctima  de  sus  arbi- 
trariedades á  sus  paniaguados. 

A  no  haber  sido  la  influencia  amistosa  de  algunos  verdaderos  amigos  es- 
pañoles. Moreno,  seguramente,  no  se  habría  salvado  del  inquisitorial  anatema 
fulminado  contra  su  vida,  y  dirigiéndose  á  Potosí,  residió  algún  tiempo  en  esta 
ciudad,  después  volvió  á  Chuquisaca,  y  ordenados  los  preparativos  correspon- 
dientes, emprendió  viaje  átáu  patria,  acompañado  de  su  esposa  y  de  un  hijo  de 
cuatro  meses. 

Nuevamente  tuvo  que  rendir  una  prueba  pericial  para  ser  incorporado  al 
foro  de  Buenos  Aires  y  poder  ejercer  su  profesión  de  abogado. 

Una  ruidosa  causn  promovida  por  el  canónigo  magistral  de  la  Iglesia  con 
tra  el  Obispo,  por  arbitrariedades  y  vejámenes,    fué    la   primera  que  se  enco- 
mendó á  los  taleíitosdel  Dr.  Moreno. 

Muchas  consideraciones  harian  peligrosa  la  defensa  de  este  alegato,  pero 
aquel  abogado,  sin  prestai-  oídos  más  que  ala  justicia  y  á  la  razón,  combatió 
con  energía  firme  y  acendrado  patriotismo  la  teoría  de  su  adversario,  re- 
futó los  más  fundamentales  argumentos  con  una  precisión  y  ardor  incon- 
trastables. 

Olvidó  enteramente  el  peligro  que  le  amenazaba,  y  dando  á  su  palabra  una 
sonoridad  solemne,  sostuvo  su  doctrina  con  elegante  dicción,  severo  raciocinio 
Y  admirable  elocuencia. 

Fué  llevado  en  triunfo  á  su  casa,  dejando  mohino  y  humillado  al  Obispo, 
su  defensor  y  sus  adeptos. 

Pocos  momentos  después,  el  padre  del  Dr.  Moreno  se  alejaba  para  siem- 
pre de  la  patria  de  los  vivos. 

La  renuncia  de  uno  de  los  dos  relatores  de  la  audiencia,  había  dejado  va- 
cante una  plaza  y  se  buscaba  el  hombre  que  debía  sustituir  al  ilustrado 
abogado  que  había  dimitido  su  honorífico  empleo.  El  Dr.  Moreno  fué  llamado 
á  desempeñar  dicho  puesto,  que  reclamaba  no  solamente  una  asiduidad  muy 
frecuente,  sino  el  concurso  del  conocimiiMito  de  las  leyes,  independencia  y 
equidad  en  los  fallos,  y  mucha  laboriosidad  en  el  despacho. 

Correspondió  con  altura  á  las  miras  y  esperanzas  de  ios  corazones  sanos 
y  patriotas,  y  conquistóse  una  ve/ inás  el  aprecio  y  respeto  de  sus  conciuda- 
nos,  así  como  también  la  desconfianza  v  mal  disimulado!,  recelos  de  los 
españoles. 

Desde  su  bufete  dirigía  la  oi)inion  pública  de  los  americanos  hacia  la 
reconquista  de  los  universales  derechos,  garantías  y  libertades  naturales 
que  rigen  la  humanidad,  exagerando  muchas  veces  las  pasiones  y  el  desen- 
freno de  los  enemigos  de  la  patria,  que  amenazaban  y  juraban  sujetarnos  á  su 
pupilaje. 


—  28  — 

Los  hon'ondosrrímoncs   pfitnx'iníiílos  por  (Jisiioros  ívirey':  y  ejecutados 

por  (;sp;ifi«)l<»s  su1);í11ííi*iios  sur(»siv;iiníMiííMjn  íjiiifo,  la  l^i\/.  y  l:i   Plata,   exa<:er- 

Waron  los  intraiKpiilo'.  ;iij¡iii(;s  «It»  los  palriolas  y  «Miipo/aroii    á  oi'y:ani/arse  en 

r.olerliviíia'los     para  harí?r    |)úí)l¡fa     inaiiiri»stíií*i<ni    <lo    su    pi'ol'uiiíla    indig- 
nación. 

í 'orno  las  ^í^randíís  arcioiio.s  tienen  una  virtud  atractiva  incontrastable,  y 
conducen  ¡rrcHiisihlíMuentíi  á  sus  admiradores  á  la  iniitacitju,  el  movimiento 
operado  por  arpiollos  puchios  infortunados,  repercutió  solemne  y  amena/.ador 
en  las  pla/.as  de  Hnciios  Aires  á  mediados  «leí  mes  de  Mavo  íle  1810. 

(/onociílos  son  ya.  los  tlemá-i  in«!Ídentes  hasta  ladej»osicion  del  virey  Cis- 
neros  y  la  instalación  de;  la  nrinníra  Junta  denioi-rática  (|ue  su|)lantü  el  poder 
inínoral  <iií  los  u^in-paíloi-es  de  imostr(»>  ílorecliis,  du»  la  U\¡Lríiima  posesión  de 
nuestra  soberanía. 

Msta  Junta  señaló  al  Dr.  Moreno  ol  (li>tin.ií:ui'ii<imo  puesto  de  Secretario 
de  (iobiorno,  do  Guerra  v  do  l^claciones  líxíeriores,  el  cual  veriíicó  una  ver- 
dadoi'a  roíoiana  en  la  administración:  oi-^ani/(')  ('mi  mucho  lino  el  ministerio, 
aumentó  las  horas  (hí  trahají»,  suprimió  empleos  iiuitihjs  y  abrevió  las  formas 
(*umi)limentai-ias. 

Kl  ministei-io  se  entregó  i\  una  fecunda  i,d»oi*iosiílad,  irabajando  hasta 
ríe  noche,  y  los  asuntos  de  la  i-i^olucion  stí  dictaminaban  ó  despachaban  por 
el  Secretarií.)  (mi  (d  reircMi^  del  ir<)i)iern</,  en  su  casa  particular  ó  en  las  callos  y 
|)lazas  públicas. 

No  contento  con  estas  l'aenas,  pensó  «jue  id  putíi>io  nocesiiaba  se  ie  exci 
tase  constaníem(Mií(i  para  mantentír  vivo  el  rue.u:o  ^^\u^.  animal)a  su  entusiasmo 
patriótico;  sentar  lii-memente  lo^  |»ri[H'ipios  liid  movimient»»  revolucionario; 
iluminar  la  concieihda  suprema  d(d  ciudadano:  dilundií*  i<l(.'as  democráticas 
en  las  masas  y.  linalinonte,  inspirai*  horror  y  abominación  contra  h>s 
tiranos,  ensei*iándoles  ;i  aborriM-erios  y  despi-eeiai-.os  com  »  á  viles  ver- 
du^íos. 

Para  consei^uir  tan  plausibles  !*esultados,  fundó,  sin  coop(?i*acion  al.uuna, 
hi  (ificet a  tlt'  linouiís  Mn's,  \u)V  dnido  iMiiiiió  eonsianfemente  el  fue^o  <|ue  ali- 
mentó las  aspiraci(»nes  popuiai- vs  y  ia  !u/  <pie  ¡iniiiló  de  sabiduría  ia  con- 
(•ienci'i  democráticade  los  oprimidos,  e-^tableciendo  ios  dí^rechos  del  hombre. 
íH>rriííiendo  abusos,  indicando  rtíforma^,  insiituvcndo  <*entros  dtí  'lucacion  v 
comercio,  aeonsejando  medidas  de  utilidad  púl)lica,  e.te.,  etc. 

La  propa;^anda  de  la  (¡nvejti  rreó  »lefensor(»s  de  la  patria,  ciudadanos 
laborií\si»s  y  una  noble  emulación  en  los  lactores  de  la  ricjue/a  públi(!a. 

í -onocifl.js  son  los  ninnerosos  (íscritos  del  eianüto  abobad»),  y  en  los  deore- 
los  de  la  Junta  como  k\\\  las  disposi<*i(Híes  administrativas  (le  comercio,  indus- 
tria, mejoramiento  de  la  >oeiedad  (y  institución  de  ccntr<»s  ilu-itrativos,  siem- 
pre se  sentía  a.piel  fue^'o  sa.i>rado  por  !.a  felicida<l  de  la  patria,  a<iuellas 
sublimes  as|)iraci(Hies,  que,  '-ual  un  apóstol,  dejaban  ti'a/adas  y  expeditas  las 
esí'abrosas  sendas  de  injestfí»  futuro  rMiirrandecimiento. 


—  29  — 

Seríamos  parcos  si  tentáramos  tributar  un  elogio,  como  se  merece,  al  es 
clarecidoy  benemérito  profeta  y  luchador  de  nuestr-o  ser  político-social:  ade- 
más, no  es  tal  nuestro  propósito,  ni  nuestra  pluma  sería  la  fiel  intérprete  de  la 
augusta  grandeza  de  esta  personalidad. 

Fundó  una  biblioteca  pública,  cuando  los  recursos  eran  insuficientes  para 
atender  á  las  necesidades  de  la  nueva  organización  política,  convencido  que 
ella  sería  el  centro  de  reunión  de  ancianos  y  niños,  que  abriría  á  su  razoné 
inteligencia  la  fuente  de  los  conocimientos  y  progresos  humanos,  vedada 
durante  tres  siglos  por  monarcas  retrógrados. 

Establecióse  además  una  academia  de  instrucción  militar  y  matemáti- 
cas; se  construyó  una  fábrica  de  armas;  se  habilitó  el  puerto  de  la  Ensenada  de 
Barragan  al  tráfico  exterior,  y  como  puerto  menor    el  de  Rio  Negro. 

Organizada  y  creada  legahuente  la  Junta  que  velaba  por  los  destinos  de  la 
Confederación  ó  Provincias  Unidas  con  el  aplauso  de  todos  los  pueblos,  algunos 
ambiciosos  refractarios,  sin  otro  interés  que  el  puramente  personal,  amena- 
zaron é  hicieron  circular  voces  que  morirían  asesinados  todos  los  miembros  de 
ia  dicha  Junta. 

Y  en  efecto,  el  Gobernador  de  Córdoba  (Concha),  auxiliado  por  Liniers, 
Allende,  Rodríguez,  Moreno  y  el  Obispo,  preparaba  un  fuerte  ejército  parain- 
vadir  Buenos  Aires  y  apoderarse  de  las  autoridades. 

Pero  los  conspiradores  fueron  hechos  prisioneros,  y  aunque  el  pueblo 
había  fulminado  sobre  los  liberticidas  la  sentencia  de  la  última  pena,  como 
reos  de  lesa  patria,  la  Junta  se  constituyó  muchas  veces  en  sesión  secreta, 
deseando  salvarlos,  antes  de  lanzar  el  ravo  de  muerte  v  escarmiento. 

El  Dr.  Moreno  sostuvo  con  firmeza,  auní[ue  no  con  serenidad,  que  se  apli- 
case álos  reos  un  castigo  ejemplar,  para  cortar  desde  su  nacimiento  la  raíz  de 
la  discordia  y  enseñar  á  los  obcecados  cómo  la  justicia  social  devuelve  á  los 
pueblos  la  tranquila  felicidad  doméstica. 

El  general  encargado  por  la  Junta  de  ajusticiar  militarmente  á  los 
revoltosos,  compadecido  sin  duda  de  la  suerte  cruel  de  aquellos  infelices,  de- 
jaba pasai"  el  tiempo  y  sus  dilaciones  permitieron  á  los  reos  llegar  hasta 
cerca  de  Buenos  Aires,  sabiendo  lo  cual  Moreno  dijo  solemnemente  á  sus 
colegas:  «Vaya  V.  (dirigiéndose  al  vocal  Castelli),  y  espero  que  no  incurrirá  en 
la  misma  debilidad  que  nuestro  general;  si  todavía  no  se  cumpliese  la  determi- 
nación tomada,  irá  el  vocal  Larrea,  á  quien  pienso  no  faltará  resolución;  y  por 
último,  iré  yo  mismo  si  fuese  necesario». 

El  Dr.  Castelli  hizo  fusilar  inmediatamente  á  los  prisioneros. 

Tanto  querían  y  respetaban  los  patriotas  al  Dr.  Moreno,  como  grande  y 
profundo  era  el  aborrecimiento  de  los  españoles  por  el  mismo,  pues  le  creían 
único  autor  de  sus  desgracias  é  inmolador  de  su  gobierno. 

Temíase,  con  razón,  por  lase.íruridad  del  Secretario,  y  habiéndole  aconse- 
jado de  hacerse  acompañar  por  una  escolta  á  su  casa  cuando  se  retiraba  de  la 
de  Gobierno,  por  lo  general  á  muy  altas  horas,  les  contestó  siempre  de  esta 


—  30  — 

manorn:  ^iQídrro  m^n^  /nnn  cnrrnr  ol  nruf/o  fíe  ^Pr  fisesiii/idn pnruprrir  n mi pritriff,  que 
lfrv<v)itonnt*  o)t  Ins  rnlhis  rnn  o  I  upnrcíti)  do  los  tiranos**. 

Va\  <li;i  los  olii'iah^s  do  Patrifios  dííhnn  un  i);unn.iot(í  al  presuleiite  de  la 
Junta,  t(M'minaíl<)  ol  cual  un  oíicial  llaina«lo  Huarle,  lii/o  un  brindis  proclanaan- 
<io  /i////>'vv/<//>r  á  S.riv^ili'a.  y  oatrtiotras  cosas  doria  que  la  América  esperaba 
con  impacHMH'ia  íoin.i^'M?!  fctro  y  la  corona. 

F.sto  fue  motivo  para  (pie  la  Junta  cxpidirst^  el  <>  de  I^icienibre  un  decreto 
suprimiendo  los  horun-cs  ni  I*i-osidcnto. 

I.lcno  (1(*  coMí'Oiítos  siMitcnciosos  V  de   sul)lin)'*s    oensaniirMitos  en   favor 

t  ai 

déla  indcpcnlcnria  V  lihciMad.  no  pndiMnos  ahstoinM-nos  do  coi)iaralirunos  pár- 
rafos, ponpio  su  rcdacrion  fue  de  Mor<Mio: 

«(Se  pi-oliihc  todo  brindis,  viva  ó  a»'lamacion  pública  en  favor  de  individuos 
l)articulares  d(^  la  Junta. 

uSi  fsffis  son  juslits^ririrnn  rn  el  corazón  dt*  sas  ntnritif/aflanns:  ellos  no  aprecian 
horas  f/ar  han  sifltt  projanatias  nai  rltufios  tlt!  los  /¡ra?tos.  No  se  podr<á  brindar  sino 
por  la  pairia,  por  sus  d<M-«»r|íns,  pMi-  i.-i  jLcioria  d*' sus  ai-mas.  y  por  (d)j otos  i¿:ene- 
iv'iles  cnncíM'nií'Mtí's  ;i  la  i»id)ln-a  feliíMdad.  llabiiMidf)  luícdio  un  bi'indis  don 
Atanasií»  DnartíM'dM  <pu>  ofeuílió  la  pr<»bid;id  del  Pi*esid<Mito,  y  atacó  los  dere- 
(di(»sde  la  pati'ia,  d(d)'a  per<*'*'N*  en  nin'adaisu:  por  (d  e--íad<»  de  euibriap^uoz  en 
(\u<^  se  jiallal)a,  >r  le  p(M-don'i  la  vida,  pero  se  l(^  destirrra  perp(''tuani(Mito  de  esta 
rjudad,  /forf/tfc  na  hahitantr  fli*  llurnns  \lrrs.  ni  rhrio  ni  ilnrtniiJo  ilvln'.  trnvr  impre- 
sionas ro)¡tra  la  liliortad  tlr  sn  patria  >^. 

A  Ims  pocos  (lias  (i<^  i^si(»  iih'idenio.  lleiraron  los  di|)ntad(»s  provinciales 
llamadora  fnnnai' d  ('(Hiirreso  Naciniml,  p«M*o  (pie.  int(M-pretando  seirun  sus 
]íi'0pios  int«»i-(^--(Vs,  .-deiraron  liab'M'  >Íí]m  inviiridns  á  foi'niaí' parte  del  I^oder  Fje- 
cutivo  la  Junta  y  p«^dían  --u  incoi-jMH-a.'ion  ;i  «día,  e\pr(»sandn  <jue  la  circular 
de«*ía  terminantí'Uientt^  «pl(»  "la  .luiit.-i  de-^e.'iba  rode;n-<(»  de  1(»>  tai(M)tos  y  asis- 
tencia d(^  los  repi*(\sentantes  nacií>n'i.ies.  .  .  .  •■ 

Mstns  últimos  concept()s  yW  la  invitación  sii'vi(>ron  d«^  pi'ctosto  á  lo.sdipu- 
tados  Mará  ci'í^eí'sí*  con  deretdn»  :'i  forin.-n- p;n'te  í1c|  Mjiícutivo. 

[.a  nota-circular  fn<'  r(»«la'*iad.i  ¡mr  c!  Dr*.  í'a>tclli,  |;i  cual  fué  íirmada  por 
los  miembros  d(í  la.Iniíi.i  en  mnin(v:!os  «pi*^  su  at«Micioii  (v-taba  pi'i'ocu])ada  con 
los  diver>()s  neirocKts  a'lt!Mnisirativ(»s,  >iií  imponiM'>e  prí'viamenti^  dosu  si^ui- 
ficacion:  aípjídbís  coMCf>piMs  fu(*ron  un  «M-ror,  (¡ue  pi»r  dar  mayoi'es  amplilíca- 
ciones  á  los  fundamíínios  de  l;i.  níM^^idíp]  indispíMisable  de  constituir  (d  (congre- 
so, alten'»  c()mpl(*tamente  oi  sentido  y  viitud  de  las  mii-as  de  la  Junta. 

A  nesai'dí»  la  resisiciicia  (b»  los  secretarios  Passo  v  M(H'(mjo,  v  aún  <';}  Saa- 
voflra.  se  incoi-|)oraron  los  diputad«.s,  no  ol)sí;niie  la  indignación  do  los  paiidotas. 

Mslo  acoiití^cimientíi  y  ])alal)ras  VíM-tidas  (mi  A  seno  de  la  .hnita  ])or  algunos 
diputados,  singularmente  contra  Mor-eno  (\  (piien  pi-esentaban  cíinnídesacredi- 
taíb.)  por  su  decreto  supi-imi(Mido  b^s  b<  ñores  al  Pi-esidcnte,  formaron  resolu- 
ción firme  en  el  <ánimo  de  di(di«.»  Secrctaiio.  r-eiiuriciandí»  instant;íneam<Mit(\ 

Ni  las  numerosas  protestas  y  solicitud  de  andiros  v  enemi.uns  |Ȓira  volver 


—  31  — 

■ 

áformar  parte  del  Gobierno,  prestando  ala  patria  sa  valioso  eoiilingente  y  á  la 
Junta  el  concurso  de  su  sabiduría  luminosa,  ni  las  manifestaciones  de  gratitud 
y  admiración  que  le  tributaba  el  pueblo  rogándole  continuase  manejando  los 
resortes  de  nuestro  naciente  establecimiento,  conduciéndolo  por  la  senda  ven- 
turosa que  surcaban  sus  |)riv¡legiados  talentos,  no  le  fué  posible  complacer 
aquella  honorífica  demanda,  pues  su  resolución  y  la  injusticia  inferida  eran  el 
lienzo  que  le  ocultábala  escena  política. 

Su  carácter  no  era  identificación  de  ultrajes  y  vejámenes. 

Seis  dias  después  de  la  i-enuncia  irrevocable,  el  Dr.  Moreno  fué  encargado 
de  pasará  Londres  como  ministro  plenipotenciario,  á  fin  de  robustecer  y  con- 
solidar nuestros  sentimientos  de  amistad  con  los  del  gobierno  británico.  Las 
credenciales  fueron  suscritas  por  Saavedra  y  la  Junta  de  Diputados  en  despa- 
cho de  34  de  Diciembre  de  1810,  dirií^idoá  Lord  Welleslev. 

Moreno,  que  con  igual  firmeza  estaba  resuelto  á  no  admitir  esta  comisión, 
reflexionando  sobre  la  necesidad  que  sentía  su  patria  de  los  vigorosos  y  pro- 
gresistas e¿fuei*zos  de  sus  verdadei-os  hijos,  rompió  decididamente  con  la 
austeridad  de  su  carácter  y  se  preparó  á  elaborar  su  felicidad  y  engrandeci- 
miento, eslabonando  sus  <iestinos  i\  las  arterias  mas  robustas  y  omnipotentes 
de  lasnaciones,  cuyaactualirla»!  hacía  concebir  los  resplandores  desús  ventu- 
rosos destinos. 

Sin  embargo,  inspiraciones  siniestras  y  un  melancólico  aviso  misterioso 
preocupaban  la  imaginación  calenturienta  del  infortunado  patriota,  pues  pre- 
sentía dolorosamente  que  jamás  volvería  á  sentir  los  oHuvios  de  amor  en  el 
cariñoso  regazo  de  su  patria  ;miada. 

Su  viaje  era  la  postrera  y  fatal  despedida  eterna. 

Un  lúgubre  incidente  púsole  mas  nervioso  y  pensativo. 

Una  noche,  su  esposa  recibió,  de  incógnito  mensajero,  un  paquete  sellado 
que  contenía  un  velo  negro,  un  abanico  de  luto  y  un  billete  anónimo  que  decía: 
«Mi  estimada  señora:  Como  sé  que  vá  Vd.  á  ser  viuda,  me  tomo  la  confianza 
de  remitir  estos  artículos  que  pronto  corresponderán  ásu  estado». 

Pero  ya  era  tarde  y  no  se  dio  oídos  a  tales  supersticiones. 

El  25  de  Enero  de  1811,  después  de  ser  condu'-ido  por  un  buque  do  guerra 
inglés  «Misletoe»,  mandado  por  el  «-apilan  Ranisay,  se  transbordó  á  «La 
Fama»,  buque  mercante,  á  la  altura  <ie  la  Ensenada,  donde  estaba  tomado  su 
pasaje  y  el  de  los  Secretarios  respectivos,  dándose  la  vela  para  el  mar  en 
Punta  de  Lara,  en  convoy  con  la  «Misletoo>^  que  también  se  dirigía  á  Europa. 

Después  de  navegar  hasta  cien  leguas  mas  allá  del  Cabo  de  Santa  María, 
donde  ya  libre  de  corsarios  debía  separarse  esta  última  que  solo  le  acompañaba 
para  proteger  á  «La  Fama»  en  caso  de  piraterías,  etc.,  el  Capitán  Ramsay  vol- 
vió á  repetir  sus  desinteresados  servicios  rogando  á  Moreno  de  trasbordarse  en 
la  «Misletoe»,  porque  había  mas  seguridad  y  estaba  mucho  mejor  dotada. 

Pero  la  comitiva  agradeció  sinceramente  los  ofrecimientos  del  capitán 
inglés,  y  dándole  un  abrazo  de  despedida,  se  separó  y  tomó  diversa  ruta. 


—  32  — 

Después  de  un  liíi:er()  innr-eo  <|U(?  (iX|)oriineiitó  el  <'()inisu)nM(Io  se  relii/o,  pero 
so  ol)serval);i  (juo  su  uiiturale/a  \h:.\  deraycixlo  y  unuprufuníhiti-iste/a  embar- 
gaba su  csj)íritu,  antíís  tan  coniunicaíivo  y  aveces  muy  jovial;  acieiiuis  el  buen 
ejercicitxle  la  «'CDnoniía  ur^íinica  sci  había  alloiadn  notablcmontc. 

Lleíi:aíl<)s  alus  :<;ÍS"  Sni*  do  la  línea,  ílafpioar-on  visiblonicnto  sus  fueiv.asy 
teininndo  un  inniinoníe  pelif^ro  mearon  al  capitán  hacer  escala  en  Janeiro  ó 
Cabo  de  Huena  lísporan/.a,  el  cual  nu  aceptó  ni  \u)v  las  roinunei'aciones  (jue  se 
leolVecieron. 

Pi'ot'undanHMite  ahaíidt»  >i*  encontraba  en  su  ;^^'lbinet<^  postrado  por  aflic- 
ciones morales,  cuando  aprovechadlo  >u  rai'a  >olodad,  presentóse  el  capitán 
ofreciéndolo  un  vaso  «le  a^ua  (|U<í  contenía  una  dosis  excesiva  íle  eniéti»*u:  4  f^ra- 
mos  de  antimonio  tartari/ado. 

Cuando  supo  Moihmkj  la  ilósis  ípie  hal)ía  tomado,  declaró  (jue  su  ('onslitu- 
cion  no  admitía  sinT)  una  cuarta  parte  de  i^i-amo,  y<iui^  se  i-eputaba  muert<í. 

La  autopsia  no  pudí»  j»raciicarse  y  la  causa  de  su  muerte  es  mi  misteiáo 
que  entraña  el  simio  de  los  mares. 

Apenas  bebió  aípiella  mortífera  poción  sufrió  terribles  convulsiones  que 
proloníraron  j)ortres  (lias  su  espantt)sa  afonía,  entreirando  su  alma  alCivador 
el  4  de  Mar/o  de  1811,  al  amanecer,  a  ios  "¿S'^íT"  Sur  de  la  línea,  á  los  li'S  años  de 
edad. 

Perdonó  y  pidió  p(M'<lon  por  >us  tahas  á  ami;j:os  y  enemigos,  yira/.óelplan 
de  conducta  que  del)ían  se^^uirsus  serretari^s  en  la  ('orto  dtí  Londres. 

Después  de  hacéisele  los  hoiior<'.>  funcl)i'es  ipie  correspondían  á  su 
cai'ácter,    íué    entrei^ado    ñ    :a>  a.uuas  del  mar  á    la<  T»  d(í   acjueila   tatídica 

tarde. 

Saavtídra,  í-uando  sup<»  este  trisie  a«-onte;'iniitínt"»,  hab'aex<*lamado  inelan- 
cólicament(*:  "  Tt.uUfi  at/im  rrn  tnftiiest*'r  ¡mra  (tpat/tir  tantn  /f(CfH).  •■ 

Así  terminó  el  ínclito  abo'^ado  y  a[)ó>iol  (h^  nuesti-os  nías  caros  intereses, 
sentido  y  llorado  por  la  humanidad  americana,  cuya  patria,  viuda  de  su 
ilustre  ('ompañero  y  prolector,  sentía  ya  mi^terio>amente  (d  veneno  coi-rosivo 
que  rett>rcía  sus  entrañas. 

Ni  sus  huesos  recibieron  el  fo^^iso  aliento  <le  nuestra  madre  conmn! 


Proyecto  del   Dr.   Moreno   sobre  instalación  de  la   primera  Junta  Gubernativa 

(«Un  f)ando  publicado  á  nombre  de  la  Junta  Provisional  í;ul)ernativa  de 
las  Provincias  del  Ilio  do  la  Plata,  por  el  señor  D.  I'ernando  VII  (jue  «'ontenga 
los  artículos  siguientes: 

«1"  ür:lenai'  la  asisteiuda  de  tofias  las  corpoi'acii)nes,  Jefes  y  vecindario 
á  la  misa  solemne  (jue  se  celebrai-a  en  la  l^l(»sia  de  la  ('atedral  el  Domingo 
tres  de  Junio  inmediato  si^^uiente,  en  ac(!Íon  de  gracias  por  la  instalaeioii  de 
esta  Junta  y  terminación  feliz,  que  lian  teni<lo  las  agitaciones  de  este  pueblo 
causadas  por  los  desgraciados  sucesos  de  la  península. 


—  33  — 

«2*  Que  siendo  la  base  principal  del  orden  felizmente  restablecido,  la 
confianza  del  pueblo  en  sus  magistrados  y  el  respeto  y  puntual  obediencia 
á  sus  órdenes,  se  ordena  la  subordinación  á  la  autoridad  nuevamente  esta- 
blecida, en  la  inteligencia  que  ésta  usará  de  toda  la  energía  conveniente  para 
sostener  con  dignidad  el  sagrado  depósito  que  el  pueblo  le  ha  confiado, 
castigando  con  rigor  á  cualesquiera  que    siembre    desconfianzas  ó  recelos. 

«3*  Que  será  castigado  con  igual  rigor  cualesquiera  que  vierta  especies 
contrarias  á  la  estrecha  unión  que  debe  reinar  entre  todos  los  habitantes  de 
estas  provincias,  ó  que  concurra  á  la  división  entre  Españoles  Europeos  y 
Españoles  Americanos  tan  contraria  á  la  tranquilidad  de  los  particulares  y 
bien  general  del  Estado. 

«4"  Se  encargará  á  todos  los  habitantes  de  este  pueblo  el  decoro  y 
veneración  á  la  respetable  persona  del  Excmo.  señor  don  Baltasar  Hidalgo  de 
Cisneros  dispensándole  las  consideraciones  correspondientes  á  su  carácter 
y  al  distinguido  patriotismo  con  que  en  favor  de  este  país  se  ha  ofrecido  á 
repetir  en  cualquier  destino  sus  importantes  servicios. 

«5®  Los  alcaldes  de  barrio  celarán  el  cumplimiento  de  estas  prevenciones, 
avisando  á  los  señores  oidores  de  sus  respectivos  cuarteles  la  menor  inob- 
servancia.» 

Este  proyecto  fué,  sin  duda,  convertido  en  resolución  de  la  Junta,  por  que 
al  pié  del  borrador  del  Dr.  Moreno,  se  encuentra  una  nota  de  puño  de  don 
JoséR.  Basavilvaso  que  dice:  «se  extendió  y  publicó  en  26  de  Mayode  1810.» 


Proyecto   de   erección   de  una  estatua  al    Dr.   D.    Mariano   Moreno 

El  29  de  Noviembre  de  1873,  al  cerrar  sus  trabajos  la  Convención  Cons- 
tituyente de  la  Provincia  de  Buenos  Aires,  quiso  conmemorar  tan  solemne 
acto,  cumpliendo  con  un  deber  de  justicia  y  patriotismo,  sancionando  lo  que 
sigue: 

Al  Poder  Ejecutivo  de  la  Proviticia. 

Al  cerrar  sus  trabajos  la  Convención  Constituyente,  no  puede  menos  que 
volver  su  mente  hacia  los  grandes  hombres  que  nos  han  puesto  en  el  camino 
de  adquirir  instituciones  libres,  y  desea  recomendar  al  Ejecutivo  de  la  Pro- 
vincia, que  recabe  de  las  Cámaras  Legislativas,  los  fondos  necesarios  para 
conmemorar  la  jura  de  la  constitución  que  acaba  de  firmarse,  erigiendo  una 
estatua  de  bronce  al  Dr.  D.  Mariano  Moreno,  el  primer  iniciador  v  el 
primer  mártir  de  las  libertades  democráticas  de  que  hoy  gozamos. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años. 

Rufi7io  de  E liza Ide— Vicente  Fidel  López— 
Adolfo  Ahina— Dardo  Rocha  — Luis  V. 
Várela— Santiago  Alcorta-Exequiel  N. 
Paz — Juan  María  Gutiérrez, 


—  34  — 


Del  matrimonio  de  D.  l)omiii{;o  Belírrano  y  Perí,  (conocido  por  Pérez). 
íintural  de  Oncglia  en  el  Piamonte,  y  do  dona  María  Josefa  González  Casero, 
nacida  en  Finónos  Aires,  vio  la  luz  pública  el  í^eneral  argentino  el  día  3  de 
Junio  de  1770  on  Buenos  Aires,  siendo  bautizado  en  la  ipflesia  Catedral 
al  dia  siguiente  con  el  nombre  de  Manuel  José  Joa((uin  del  Corazón  de 
Jesús. 

Desde  sus  prinier-os  años  reveló  una  inteligencia  superior  y  cuando  llegó 
á  la  edad  do  diez  y  siete  ya  liabía  cur?-ado  ttxlos  los  estudios  más  elevados  que 
[íodían  hacei'se  entonces  on  nuestras  institui'ionos  de  instrucción  |)ública: 
aprendió  el  latin,  la  teología,  lilosíil'ía,  lógica,  física,  metafísica,  ética  y  litera- 
tura, etc. 

iM'a,  pues,  necesario  favoroi-oi'  su  pi-edispusii-ion  al  estudio  de  las  cien- 
cias y  sus  pairos,  i-icos  (»  ilusi.*os,  fomont;iri»n  y  estimularon  su  Mrdor  por 
el  cultivoó  investigación  dolos  con«)cimiontos  bumanos,  enviándole  a  Rspafia, 
con  el  a])lauso  de  ¡íariontos  y  amigos. 

A  mediados  do  17S(),  so  mali-i<-uló  on  la  lliiiversid.-ul  de  Salamanca,  donde 
estudió  leyes,  recibiéndose ;'í  pi'iiicipius  cb»  1TS*J  «lo  bacbiilcr  en  Valladolid  y 
de  abogado  el  lU  do  Mnoro  do  17*.^'¿,  nu  sin  bal)er  pi"icticado  antes  en  Madrid 
para  |)erfecc¡onarso  on  sus  estudios  protosionalos. 

Llegado  ;i  esta  edad,  so  sintió  impulsado  so<M'Ot;unont(í  á  la  invi».siigacion 
de  las  <:iencias  s<.)ciales,  tMimprondiondo  que  la  mayor  gloria  que  podía  -idjudi- 
carse  á  sus  talentos  luminosos,  ora  la  i)dmii*a<*ion  y  gratitud  de  los  pue- 
blos amorií'anos,  felices  y  orgullosos  con  la  i-ogoneracion  social  que  elaboraba 
su  cerebro  ardiente  al  caloi*  de  un  patriotismo  puro  y  abnegado. 

VA  estudio  do  la  economía  ]>olítica,  part¡<*ularmonie,  fué  su  principal 
|)reocupac¡«jn.  y  no  contento  con  las  teorías  y  exposiciones  sabias  de  los  más 
preclaros  miombrosdo  una  sociedad  de  Kconomía  Política,  fundada  en  Madrid 
V  de  la  cual  formaba  parte,  lleval)a  su  tVenético  alan  |>or  el  estudio  lia>ta  la  tra- 
ducción de  obras  exti-anjeras  do  masó  menos  mérit(j  (económico,  para  aumen- 
tar el  caudal  intelectual  sobre  aquella  materia  de  tan  |>rovecliosas  consecuen- 
cias para  los  pueblos  nacientes. 

Helgi'ano  fué  el  im|)ortador  de  aquellos  conocimientos  sociales  que,  no 
solo  dieron  conciencia  propia  al  ciudadano  del  valor  é  importancia  de  sus  in- 
tereses, sino  que  repercutiendo  en  las  regiones  <lel  Viejo  Mundo  el  estruendo 
de  las  i'eformas  sociales  verilicadas  en  las  mí'irgenes  del  Rio  de  la  Plata,  dig- 
nificaron y  enaltecieron  el  nombre  y  la  capa<íidad  intelectual  de  los  bijos  de  las 
ProviücJas  Unidas. 

Hai)ía  adquirido  acjuel  sentimiento  magnánimo  de  amor  á  sus  conciuda- 
nos  é  idolatría  por  el  bien  de  su  patria,  que  le  fué  característico,  en  el  miste- 
rioso silencio  de  su  morada,  gabinete  de  los  más  eruditos  autores  en  fílosofía, 
economía  política,  etc. 


—  35  — 

El  comercio  se  emancipó  con  universal  regocijo  del  pupilaje  monopolista 
de  la  Metrópoli,  enseñando  á  los  americanos  que  la  humanidad  era  natural- 
mente libre  y  soberana  en  todos  los  actos  encaminados  á  labrar  la  felicidad  de 
las  colectividades. 

Este  acontecimiento  trascendental  fué  precursor  de  la  revolución  polí- 
tica que  años  más  tarde  castigó  ejemplarmente  á  los  agentes  políticos  de  los 
Reyes  Católicos. 

Vasta  y  profunda  era  la  ilustración  del  Dr.  Belgrano  para  no  formar  parte, 
despejando  el  horizonte,  de  las  contiendas  sociales  que  desmoronaban  el 
régimen  colonial  implantado  en  el  Nuevo  Mundo  por  el  gobierno  monárquico, 
la  mayor  calamidad  política  y  la  más  abominable  injuria  á  la  huma- 
nidad. 

Pero,  deseoso  de  ensanchar  sus  conocimientos  para  aplicarlos  á  la  mejora 
de  nuestras  instituciones,  á  la  reforma  de  nuestras  costumbres,  á  la  ilustra- 
ción popular,  á  la  perfección  de  nuestros  elementos,  y  en  una  palabra,  á  hacer 
de  sus  compatriotas  ciudadanos  progresistas  y  amantes  de  las  glorias  que  dan 
realce  y  supi^eniacia  á  pueblos  como  á  individuos,  creyóse  impotente  aun 
para  regenerar  política  y  socialmente  á  su  país,  obra  que  requería  un  estudio 
más  profundo  y  severo  para  apropiarse  del  conocimiento  filosófico  de  la  natu- 
raleza de  nuestros  males,  de  la  debilidad  de  nuestras  acciones,  y  aun  de  la 
impureza  de  nuestros  sentimientos  sin  fó  patriótica. 

Iba  á  descorrer,  por  consiguiente,  el  misterioso  velo  que  ocultaba  á  su  vista 
las  revelaciones  del  pensamiento  humano  para  dar  inmediatamente  aplicación 
práctica  á  sus  numerosos  conocimientos. 

Pidió  permiso  al  Rey  para  leer  libros  prohibidos,  dos  años  después  de  un 
célebre  proceso  que  instruyó  la  Inquisición  á  un  notable  escritor  por  poseer  en 
su  biblioteca  particular  escritos  de  Bayle,  Montesquieu,  J.  J.  Rousseau  y 
Voltaire. 

Trasmitida  la  petición  por  el  Rey  al  Papa  Pió  VI,  éste  se  la  concedió  en 
la  forma  mas  amplia  para  que  pudiese  leer  todo  género  de  libros  condenados,  aunque 
ftiesen  heréticos,  á  excepción  de  los  de  astrología judiciaria  y  délas  obras  obs- 
cenas. 

Aumentado  extraordinariamente  el  caudal  de  sus  conocimientos,  adquirió 
e^  convencimiento  sobre  el  mejor  gobierno  de  los  pueblos  y  la  senda  que 
debía  seguirse  para  fundar  la  prosperidad  nacional. 

La  revolución  francesa  que  estalló  por  esta  época  hirió  profundamente  su 
ser  político,  cuya  revelación  hace  en  sus  Memorias,  en  estos  términos:  «Como 
en  la  época  de  1789  me  hallaba  en  España,  y  la  revolución  de  la  Francia  hiciese 
también  la  variación  de  ideas  y  particularmente  en  los  hombres  de  letras  con 
quienes  trataba,  se  apoderaron  de  mí  las  ideas  de  libertad,  igualdad,  seguridad^ 
propiedad,  y  solo  veía  tiranos  en  los  que  se  oponían  á  que  el  hombre,  fuese  donde 
fuese^  disfrutase  de  unos  derechos  que  Dios  y  la  naturaleza  tes  había  concedido,  y 
que  aún  las  mismas  sociedades  habían  acordado  en  sus  establecimientos  indi- 
rectamente. » 


—  36  — 

Dias  después,  el  Ministro  Gardoqui  le  romuniraba  haber  sido  nombrado 
SeiM'Otario  dol  Consulado  do  Comercio  que  debía  eri^iise  en  Buenos  Aires, 
robándolo  indicase  ciindidatos  para  iüfuaies  instituciones  ipie  se  crearían  en 
varios  puntos  de  la  América. 

línti-i?  otros  deberos  del  Secretario,  Mdoi)ía  presentar  anualmente  una  me- 
moria sobre  los  objetos  propios  de  su  instituto»,  loque  llenó  de  {?ozo  á  Bel- 
*írano  porque  so  prepai'aba  á  hacer  una  doscripcion  su^(*inta  de  las  riquezas, 
pi'oducciones,  elementos  y  necesidades  do  cada  Provincia,  á  tin  de  llamar  la 
.•itencion  d«»  los  lleves  para  oi)rar  sobre  su  mejoramiento  y  conveniencia. 

Kl  Consuladode  Buenos  Aires,  adern;ísde  su  jurisdicción  mercantil,  estaba 
encirííado  de  fomentar  la  ai^ricultura,  comercio  ó  industria,  denominándose, 
p()r  su  doblo  caráí'tcr,  .A^/í/í'/ //^  fio/tif^rno. 

Lai-i^as  y  rnid<jsas  cuostionos  oconómicas  tuvo  que  sostener  Bel^rano  con 
tra  los  mono|K^l¡stas  de  ( 'ádi/  que  á  todo  trance  quoríin  C(»nservar  las  fran- 
quicias comerciales.  <|ue.  hacióiiíiolos exclusivos,  constituían  enormes  fortunas 
ri'^w  íj^i'avcs  pci*juici<)s  de.  la  coniunida<l. 

K\\  tí)das  las  cuestiones  que  se  suscitaron  <*on  motivo  de  las  libertades  que 
el  Rey  (*onccdía  al  comercio  do  Buono.s  Air'os,  los  que  sostenían  las  opinio- 
nes do  Bel^raiio  fueron  vencidos,  pí)i'quo  la  inayoi*  parte  de  los  miembros 
del  Consulado  pc)sponian  los  int'.M'oses  do  la  patria  ii  los  exclusivamente 
pei-sonalos. 

Sin  embarco,  esos  debates  sir'vicron  al  monos  á  formar  una  escuela  cuyos 
íiocididos  partidarios  no  tai'<iarían  en  recoí^or  los  frutos  de  su  propaganda 
patr-iótica,  defendida  con  tanto  ai'dor  como  constancia. 

Intrí^flujo  notables  mejoras  y  la  creación  de  establecimientos  é  institucio- 
nes pi'ove<*h(vsas  en  el  orden  material  como  moral,  en  todo  lo  cual  el  (aiusu- 
iado  siempre  apr<.>bó  ardientomonte  todos  lo>»  planes  y  proyectos  inspirados  y 
desarrollados  por*  los  |)i()sólitos  dtí  Boli^rano,  cuyas  doctrinas  ganaban  terreno 
visiblemente,  y  siempr«í  fueron apt)yadas  por  su^  c()ntendí)i'es  «ruando  los  ne* 
ííocios  pro|)uestos  tondííui  al  stM-vicio  do  a<lministracion  interna,  exclusiva- 
mente. 

Poi'o,  en  las  franquicias  del  <*omercio  lii)i-o  exterior,  imposible:  conservá- 
ronse ac('»rrimos  enemiiTos,  obteniendo  muchas  vt^ces  del  Rey  la  i*evocacion  de 
cualquier  disposición  por  la  cual  so  concedía  algún  priviloi^io  ó  li(*encia  á  los 
c.omer(Mantesd(í  Buenos  Aires  con  relación  al  ti'Afico  exterior. 

Son  nuniíM'osa^  las  mojor*as  que  em[)rendió  y  reali/ó  para  fomentar  la 
agricnltiHM.  las  industria.^,  la  instru<;cion,  o¡  trabajo,  y  íinalmente  la  perfección 
de  imesti'a  existencia  política  y  social,  en  todo  lo  cual  .se  pei'cibe  el  espí- 
ritu iniíMativo  íi(»  Bol.y:rano  y  la>  lucos  lo  sus  vasti>s  conocimientos  econó- 
micos. 

El  trabajo  pesado  y  con>tante  «le  la  Secretaría  para  hombres  como  él  que 
solo  pensaba  en  proyectar  y  fundar  centros  de  labor  intelecutal  y  físico  para 
conducir  al  paísásu  rá|)ido  |)erfeccionamiento  y  prosperidad,  nc(*e.sariamente 


—  37  - 

debilitarían  sus  fuerzas  en  una  edad  temprana,  y  deseando  conquistar  á  todo 
trance  la  suspirada  felicidad  de  su  patria  entró  en  otro  género  de  lucha. 

Renunció  su  puesto  y  habiéndole  reemplazado  el  Escribano  del  Tribu- 
nal, se  convenció  entonces  cuan  delicado  era  poner  aquel  resorte  del  go- 
bierno en  manos  de  hombres  que  solo  se  alimentaban  de  la  fatal  pasión  por 
los  intereses  personales;  en  consecuencia  escribió  á  los  Reyes  indicando  al 
ciudadano  Dr.  D.  Juan  José  Castelli,  «por  ser  sujeto  muy  versado  en  la  eco 
nomía  política,  y  en  quien  concurren  apreciables  circunstancias  que  le  han 
adquirido  la  estimación  de  todo  el  pueblo»,  como  suplente,  lo  que  fué  acor- 
dado por  cédula  de  6  de  Marzo  de  1796. 

Sus  ensayos  militares  fueron  de  poca  significación,  como  que  era  actor 
en  los  simulacros  de  combate  ó  torneos  de  armas  que  distinguieron  la  últi- 
ma época  del  gobierno  colonial. 

El  mismo  declara  que  sin  inclinación  á  la  carrera  militar,  se  sometió  al 
aprendizaje  de  la  milicia  porque  creía  poder  ser  útil  á  su  país. 

La  primera  invasión  inglesa  lo  encontró  en  las  filas  patricias  luchando 
como  soldado  á  las  órdenes  de  un  cabo  d'3  escuadra  en  aquella  escaramuza 
farsaica  que  dejó  libres  las  puert.is  de  la  «ciudad  á  la  dominación  inglesa. 
apoyada,  al  parecer,  por  las  mi-^mas  auíoridaies  esi)ari  )¡as  que  no  ofrecieron 
resistencias  sino  facilidades. 

Belgrano  pasó  entonces  á  Montevideo,  y  cuando  supo  que  la  reconquista 
de  la  ciudad  se  había  verificado  por  las  tropas  al  mando  de  Liniers,  volvió  á 
Buenos  Aires  en  vísperas  del  dia  designado  para  constituir  la  nueva  leirion  de 
patricios,  eligiendo  los  Comandantes  respectivos. 

Este  movimiento  de  militarización  al  mismo  tiempo  que  serviría  para  re- 
peler la  segunda  invasión  inglesa  que  se  preparaba,  tenia  por  objeto  también 
afíanzarse  Liniers  en  el  poder  que  le  habia  conferido  la  suprema  voluntad 
del  pueblo:  todos  los  ciudadanos  fueron  llamados  á  alistarse  en  los  cuerpos 
patricios,  formando  batallones  según  el  origen-  de  provincias  y  facultados 
para  darse  jefes  y  oficiales  de  su  beneplácito. 

Fueron  electos  Comandantes  D.  Cornelio  Saavedra  y  D.  Esteban  Romero, 
como  Sargento  Mayor  D.  Manuel  Belgrano  que  en  el  acto  tomó  posesión  de 
su  cargo,  entregándose  desde  ese  momento  á  un  estudio  severo  para  adqui- 
rir los  conocimientos  militares  de  los  que  ni  nociones  tenía,  al  mismo  tiempo 
que  aprendía  el  manejo  y  uso  de  las  armas. 

Después  de  haber  disciplinado  el  cuerpo  á  sus  órdenes,  tuvo  algunas 
disputas  con  los  oficiales  por  lo  cual  presentó  su  renuncia  quedando  á  la  dis- 
posición del  Comandante  General  Liniers. 

En  estas  circunstancias  fué  cuando  tuvo  lugar  la  aparición  de  las  nuevas 
tropas  inglesas  apoyadas  con  las  naves  que  venían  rindiendo  á  sus  plantas 
todo  cuanto  se  oponía  á  su  paso. 

Alistóse  inmediatamente  en  las  filas  defensoras,  contribuvendo  con  su 
valor  y  solicitud  en  la  construcción  de  trincheras,  á  la  derrota  y  rendición 
i  discreción  del  enemigo. 


—  38  — 

Las  victorias  de  ambos  acontecimientos  políticos  revelaron  al  pueblo  la 
fuerza  de  sus  elementos,  entusiasmó  .i  las  masas,  confortó  el  espíritu  público 
y  reanimo  las  esperanzas  de  fundar  sólidamente  su  constitucionalidad  inde- 
|)endiente. 

Además  la  prosencia  del  cuerpo  do  patricios  fue  la  base  de  muchas  me- 
joras, sujiresiones  de  autoridades  ó  ai)Usos  españoles,  y  sobi'etodo,  de  la  liber- 
tad en  las  acciones  y  palal)i*as  (|Uo  dá  t;into  ;iscendicnto  y  majestad  á  los 
pueblos  cuaiido  so  prfíparan  á  ^o/ar  do  su  ultrajada  y  oprimida  sobe- 
ranía. 

Bcl^'rario  fué  uno  do  los  patriotíis  (|uc  mas  so  distiníruioron  y  lucharon 
|>ara  salvar  al  país,  arrojando  íio  su  seno  la  dominación  meti'opolitana,  y  aun- 
que en  aquel  tiompo  los  hombros  mas  docto-^  oi'an  monarquistas  recalcitran- 
tes, fuésin  ombaríTO  un  error  político  quo  el  futui'o  vencedor  en  Tucuman  y 
Salta  negociase  ol  ostablociniionto  do  un  protectorado,  re^íoncia  ó  cualquier 
otra  forma  monáríjui<-;i. 

VÁ  puol)lo  /ispiraha  al  ideal  sa^nvido  do  la  libertad  y  sinticndola  potencia  de 
su  fnor/.a  y  voluntad  soberanas,  ol  «inpujo  do  sus  armas  ími  las  contiendas 
polítií'as,  y  sobr(í  todo,  un  hoiTor  implacable  contra  lo-;  privilo^iosde  sangre, 
no  quiso  coiitompoi'i/ar  <*on  iiin^run  í^obierno  oMrano  al  ¡laís.  empezando  por 
rom[)oi'  poco  á  poco  los  eslabones  de  la  posada  cadena,  llamada:  Gobierno 
de  las  Indias. 

No  estaba  lejana  la  hoi'a  venturosa  en  <|U(i  los  patriotas,  arrepentidos 
do  sus  negociaciones,  cifiei-an  su  auirusta  fronte  con  ol  majestuoso  emblema 
de  la  libertad,  íd()lo  innato  do  la  humanidad. 

F.os  mas  d<»ci(hdos  piíti'iotas  y  >us  exaltados  campeones  no  dieron  por 
terminada  su  obra  dií  rodoncioii  de  un  pueblo  flosiíraciado,  hasta  no  darse 
ellos  misinos  un  í^obiei-no  de  sus  pro|)ias  tilas,  sin  elementos  heterogéneos, 
un  gobioi-no  de  familia. 

Fueron  inútiles  los  inauditos  esfuerzos  he(*hos  por  los  españoles  para 
conservar  su  presa  y  tiespues  para  i'e<*onquistarla. 

Kl  gran  libro  del  destino  se  halda  abierto  á  los  ojos  |)Opulares  y  en  él 
estaba  dccreta(U)  que  nuestra  cíjnstitucionalidad  na<*ional  sería  democrática 
re])ubl¡cana. 

El  <?.")  do  Mayo  de  1810  nació  á  la  vida  política  orlado  con  los  soberanos 
dones  do  la  natura,  y  bajóla  influenciado  un  ambiento  puro  y  un  cielo  sereno, 
ol  pendón  do  la  nionarcjuía  española  fué  arrojado  <\c  la  casa  (Consistorial  y 
Fí»rtale/a. 

Un  nuevo  íiobierno  se  levantaba  á  la  la/  del  mundo,  ins|)ii'ado  y  sostenido 
j)or  el  pueblo,  humillado  por  cerca  «le  tres  siirlos,  fiándose  leyes  eminente- 
mente democráticas. 

Hemos  hecho  ya  enimestro  j)rimer  t«>nio  una  reseña  de  los  acontecimien- 
tos de  esta  épíjca  on  que  se  diseña  el  papel  que  desempeñó  Bolgrano. 

Fué  unode  los  que  mas  ha  contribuido  a  iniestra  emancipación  política  y 
de  los  que  primero  dio  ¡dea  de  la  libertad  en  estas  remotas  regiones. 


—  39  — 

Constituida  la  Junta  Gubernativa,  de  la  cual  era  vocal,  se  despachó  emisa- 
rios para  el  interior,  invitando  á  los  pueblosáimitará  Buenos  Aires  y  proclamar 
la  revolución  hasta  sus  fronteras. 

La  resistencia  armada  que  se  organizó  en  Córdoba  quedó  dominada  con  la 
decapitación  del  héroe  de  la  Reconquista  y  la  Defensa,  bajo  cuya  autoridad  y 
mando  marchaba  amenazadora  á  expulsar  al  Gobierno  revolucionario  del 
asiento  supremo. 

ElDr.  D.  Juan  José  Castelli  fué  designado  para  llevare!  grito  de  libertad  á 
los  confines  del  Alto  Perú,  dando  consistencia  á  la  opinión  revolucionaria  y  pre. 
parando  los  elementos  bélicos  que  la  sostendrían  en  su  justa  como  humanitaria 
demanda,  mientras  el  Dr.  Belgranoera  comisionado  y  encargado  del  gobierno 
de  la  Banda  Oriental  para  dirigir  las  operaciones  políticas,  al  mismo  tiempo 
que  extendía  su  influencia  y  poder  hasta  Corrientes  y  el  Paraguay,  dando  así 
un  golpe  audaz  y  general  á  la  reacción. 

Decretada  por  la  Junta  la  invasión  al  Para2:uay,  y  puesto  en  marcha  Bel- 
granocon  200  hombres  al  principio  y  que  alcanzaron  á  mas  do  un  mil,  por  el 
contingente  que  le  ofret-ían  los  pueblos  á  su  paso,  disciplinó  severamente  sus 
cuerpos,  les  dio  confianza  en  la  victoria,  y  sus  numerosas  pi-oolamas  inocularon 
en  sus  espíritus  la  misma  fé  y  patriotismo  del  General  en  Jefe. 

Era  la  primera  vez  que  mandaba  fuerzas  de  esta  consideración,  confiáiidole 
una  misión  tan  peligrosa  como  ardua. 

Improvisado  General  dio,  sin  embargo,  muestras  de  poseer  en  alto  grado 
la  táctica  militar,  ensenando  á  las  fuerzas  de  su  mando  sus  deberes  como  sol- 
dados, ciudadanos  y  defensores  de  la  patria;  organizó  el  ejército  con  mucho 
acierto,  cuya  moralidad  podía  servir  de  modelo;  rígida  disciplina  los  enca- 
denaba como  si  fueran  una  sola  familia,  v  finalmente,  entusiasmados  con  los 
dones  de  la  libertad,  esperaban  ansiosos  el  momento  de  luchar  con  el  enemigo 
para  enseñarle  á  vencer  ó  á  morir. 

Bajo  tan  buenos  auspicios  marchaba  tranquila  la  columna  patriota  con 
dirección  al  Paraguay. 

La  expedición  tuvo  tres  encuentros  desesperados  hasta  llegar  al  Tacuary, 
término  de  la  jornada  en  que  recogió  los  frutos  que  se  proponía  la  Junta  Gu- 
bernativa, los  numerosos  aplausos  que  recibió  de  sus  amigos  y  la  bendición  de 
los  pueblos  que  se  habían  conquistado  un  aliado  cuyas  huestes  eran  inven- 
cibles. 

El  primer  encuentro  tuvo  lugar  á  las  márgenes  del  Paraná,  en  un  claro 
denominado  Campichuelo,  donde  se  había  fortificado  la  avanzada  paraguaya 
para  contener  á  los  invasores. 

Sabiendo  Belgrano  que  la  resistencia  sería  tenaz  y  el  desembarco  difícil, 
hizo  construir  botes  de  cuero,  canoas,  grandes  balsas  de  madera  y  una  mayor 
capaz  de  soportar  un  canon  haciendo  fuego;  el  vado  del  Paraná,  que  tenía  800 
metros  de  ancho  en  aquellas  alturas,  y  la  corriente  impetuosa  de  sus  aguas, 
obligaban  á  los  patriotas  á  atravesarlo  en  balsas,  haciendo  un  desembarco  á 


—  40  — 

legua  y  media,  preri-^n mente  en  el  Campichuelo  defendido  con  la  metralla  ene- 
miga. 

Quebrantado  el  .u misticio  celebradi)  entre  ios  (ienerales  contendores  por 
los  paraguayos  que  alarahan  por  peluloiies,  rC)nipiéronse  las  hostilidades  y  se 
l)repararon  á  la  refriega 

Holgrano,  ;'ila>  once  déla  noche  mandó  una  [><irt¡da  de  doce  hombres,  que 
sorprendiendo  la  f)riiner  avan/.ada  (pie  encontró,  los  hi/.o  prisioneros,  se  apo- 
deró de  susarmas  y  esparció  el  terror  por  el  campamento  eniMnigo,  que  creyó 
que  todo  el  gi'Uc>o  «leí  ejércíTt)  patriota  cei'caba  sus  tortiticaciones. 

(iraciasá  la  confusión  que  engendró  aíjuel  golpe  auclaz  pudo  desembarcar 
í'i  las  tres  de  la  mafiaiia  el  resto  de  las  troj>as,  y  antes  <le  poder  reunir  el  Mayor 
General  Machain  un  polotou  de  los  hombres  «üseminados  por  el  bosque,  para 
cumplir  la  órflen  de  atacpic  (|ue  recibió  del  General  en  Jefe,  diez  valerosos  sol- 
dados se  precipitaron  coniu  Icones  ^obre  los  cañones  enemigos,  poniendo  en 
dis].)ersion  á  54  hambres  (pie  los  su-^teníau,  annítraliándolos  p(jr  la  espalda  con 
sus  propias  armas:  los  íi-oíeos  fueron  (res  [)ie/as  dt».  artillería  y  una  bandera. 
Retirada  y  posesionada  la  <livisi«>n  iMiemi^ra  del  pueblo  de  Itaj)ua,  fué  obligada 
á  evacuarlo  pni*  «d  Mavnr  Grcneral  que  avan/ócoii  la  vanguardia,  dejando  en  su 
poder^iO  canoas,  uní'anoii  pequefin,  armas  y  municiones. 

Tal  fuésu  primer  triunfo  en  la'*arrera  miliiaryenel  partcípiepasóála  Jun- 
ta le  atribuía  tantu  mérito  (|ue  s.»io  síí  explica  por  ser  >u  primei*  ensayo  como 
íreneral  en  Jefe. 

lín  seguida  emprendió  su  mar<dia  internan  lose  en  el  teri'itoi-io  paraguayo: 
solo  un  ardiente  patriotismo  y  una  IV'  heroica  ¡)or  su  Jefe,  podrían  conservar 
perfe<'tament(3  unidas  aíjuedas  trn¡jas  (pi«'  ati'avesaban  campos  y  poblaciones 
desiertas,  bosques  casi  impenetrahlcs  y  pantanas  espantosos  (jue  hacían  peli- 
grosísimo su  pasaje. 

Impertérrito  continuó  su  marcha  salvando  tod<.)s  los  '.)b>táculos  naturales 
íjue  encontraba  á  .->u  pas(j,  hasta  cpie  íinalmente  el  15  de  Knero  de  1811  llegó  á 
las  cercanías  no.  la  inexpugnable  posición  íhd  Paraguai*y,  «londe  habia  acampado 
y  se  fortificó  el  ejér»'ito  enemi;j:o,  <*om|)uestí)  mas  ó  menos  de  (3.500  soldados  de 
todas  armas. 

filra  el  plan  <le  Heli^rano  sorpren<lerlo  en  la  oscui'idad  y  soledad  de  la  noche 
y  habiéndos(^ie  incorporado  una  división  de  20í)  hombres,  hi/o  resolución  fir- 
me de  llevar  el  ataque  á  sus  adversarios  y  pelear  hasta  caer  muerto  en  la  lu- 
cha, con  los  mil  hombres  de  su  mando. 

Die/.  y  seis  pie/.as  de  artillería  defendían  las  fortificaciones  del  General 
Velasco,  su  émulo. 

Dispuestas  las  tropas  para  la  acción,  el  General  recordaba  personalmente 
á  sus  soldados  á  las  2  de  la  mañana  del  19,  dirigiéndoles  las  mas  entusiastas 
arengas. 

Una  hora  después,  las  columnas  de  ataque  marchaban  sobre  el  enemigo, 
quedando  el  General  con  una  pequeña  división  para  conservar  el  campamento 
y  convoy  de  guerra. 


—  41  — 

Bruscamente  cayeron  las  avanzadas  sobre  las  tropas  enemigas,  sembran- 
do el  terror  y  la  confusión  con  tan  inesperado  ataque,  al  mismo  tiempo  que  la 
primera  columna  hacía  un  faego  nutrido  por  otra  pai'te. 

El  desorden  fué  espantoso  y  no  pensando  masíjueen  la  salvación  persona 
se  declaró  una  fuga  desesperada  en  dicho  campamento. 

El  mismo  General  enemigo,  viéndose  abandonado  por  sus  tropas,  se  puso 
en  salvación,  ai rojando  lejos  de  sí  su  uniíbrme  militar  y  maldiciendo  tan  de- 
sastroso momento. 

La  aurora  del  dia  siguiente  saludó  á  los  victoriosos  patriotas  que  estaban 
entregados  á  la  persecución  del  enemigo  ó  sosteniendo  luchas  parciales. 

Completamente  divididos  y  diseminados  los  vencedores,  advirtió  el  ene- 
migo que  podía  recuperar  todavía  su  ariillería  abandonada  y  disputar  el 
efímero  triunfo  de  sus  rivales. 

En  efecto:  empezó  á  reorganizarse,  y  vueltos  de  su  sorpresa,  acribillaron 
ÉL  metralla  á  los  patriotas  que  habían  quedado  en  el  campamento,  mientras  los 
demás  no  oian  el  llamado  del  tambor  en  el  intrincado  bosque  en  que  se  inter- 
naron. 

Con  once  piezas  de  artillería  disputaba  la  victoria  el  enemigo,  sosteniendo 
un  fuego  mortífero  durante  tres  hoias  que  abría  anchos  claros  en  las  tilas  con- 
trarias. 

Al  fin,  después  de  una  lucha  tenaz  y  vigorosa  de  cuatro  horas  consecutivas 
de  un  fuego  vivo,  tlaquearon  visibleinoníe  los  patriotas,  poniéndose  luego  en 
retirada:  faltaron  las  municiones. 

Replegadas  en  el  campamento  las  reliquias  del  denodado  puñado  de  va- 
lientes y  revistados,  resultó  que  su  jiérdida  era  como  de  la  quinta  parte,  dejan- 
do 120  prisioneros  en  el  campo  enemigo,  y  diez  muertos.  Hubo  también  diez 
heridos. 

La  pérdida  del  enemigo  alcanzó  á  setenta  hombres. 

Este  desastre  no  era  capaz  de  atligir  el  espíritu  varonil  y  temerario  de  Bel- 
grano,  que  mas  bien  recibió  un  poderoso  estimulo  y  una  lección  para  el  futu- 
ro, que  un  desaliento  para  la  lucha. 

Hizo  preparar  su  convoy  y  emprendió  la  retirada  con  noble  desprecio  por 
frente  del  enemigo  que  se  sintió  impotente  y  humillado  con  aquel  gesto  de  reto 
á  muerte. 

Mientras  atravesaba  el  Tebicuary  se  le  incorpoi-ó  una  fuerza  de  150  hom- 
bres y  el  escuadrón  de  caballería  que  dejó  en  Candelaria,  avanzando  hasta 
Santa  Rosa  á  fines  de  Enero,  donde  recibió  comunicaciones  de  Buenos  Aires 
que  le  participaban  haber  sido  ascendido  á  Brigadier,  irritando  su  noble  desin- 
terés y  abnegación. 

Finalmente  continuó  su  marcha  hasta  que,  acampado  á  la  margen  izquier- 
da del  Tacuary,  resolvió  esperar  los  refuerzos  pedidos. 

Pasados  algunos  dias  empezóse  á  sentir  la  escuadrilla  naval  paraguaya 
en  las  aguas  del  Paraná,  y  aunque   había  corrido  ya  un  mes  que  Belgrano 


—  42  — 

ocupase  aquella  posición,  no  se  traslucía  sin  embargo  la  intención  de  ser 
atacado  |)or  ol  enerniíro. 

Kl  1)  (lo  Mar/o,  al  d«*spinilar  ol  di.-i,  viósc,  rnii  sorpresa,  amagado  por  tres 
puntos  íi  la  V(?/.,  coMihiiiadas  las  t'iior/as  navales  nm  las  terrestres. 

Mionti-as  llegaba  el  rel'uer/o  r|ue  fiabía  solicitado  el  jefe  paraguayo,  abría 
clai'os  en  el  bosrpio  á  <lf)s  leguas  del  campamento,  con  cuyos  ;irboles  construyó 
un  sólido  puente  sobro  ol  Tacnaí-y,  y  dispn(^^to  ya  para  el  ataque  con  el  auxilio 
que  recibiera,  una  l'norte  <!(»hnnna  debía  niani<»bi-ar  desdo  ol  paso  delTacuary, 
mientras  avanzaban  las  l'uer/as  navales,  v  el  al  mandi)  de  una  división  de  2()00 
bombi'Cs  sorprencHese  á  los  invasores. 

Un  puñado  de  M)i)  argentinos  |)ara  -iO^M)  parairuayos ! 

Si  en  Paragnary  liai)ían  luobado  á  ra/on  de  uno  poi*  lí,  no  era  extraflo  ni 
l)eligi'oso  doloiiíloi*  la  rausa  en  ol  Tacuary  on  la  prtfpoi'oion  de  uno  contra  diez 

Emponad/  la  acción  tuvii^-on  lugar  cuatro  ataques,  lo  menos,  en  cerca  de 
ocho  horas,  y  aunque  ol  ontMnigo  so  reforzaba  constantemente  so  vio  cautivado 
y  ompoqnofiocido  con  las  proezas  do  valoi*  ojocnta<ias  por  l<)s  soldados  de  la 
j)atria:  después  de  tanto  pcdoai',  rvansadas  ambas  tripas,  un  sentimiento  de 
humaniílad  c«)ntuvo  (d  brazo  fratricida  de  \os  (pío  más  tarde  sei'ían  hermanos 
en  la  lucha. 

Kl  rosnilado  de  la  l)atalla  fué  que  <*osar«»ii  1;í>  hostilidades  en  virtud  de  la 
cai)itulacioi»  colol>rada  (M  10  de  Marzo  de  ISll  por   los  ejércitos  contendores. 

Hablamos  ümíramentc  dcj  o.^ta  acción  p-M-ípu^  al  iratai*  de  la  calle  Tacuarí 
tenemos  <pio  hacoi' una  relación  suscinta  do  todos  los  detalles  que  suprimi- 
mos en  la  })reson'í. 

El  general  Helgrano^  no  contonto  conhabei'  ven<-idt)  moralmenteal  enemi- 
go (*on  un  puñado  <ie  hombros,  después  do  la  capitulaciiMi  r^o  su|)o  atraer  toda 
la  oficialidad  más  ílistingui<la  y  do  más  ascendiente  á  las  ideas  patrióticas  que 
alentaba  su  cnrazon,  preparando  (d  teri'ono  .i  la  causa  de  la  revolución  cuyas 
banderas  flameaban  p(.»r  toda  la  Amóri<'a  del  Sud. 

Así  terminó  la  oxpodicinn  al  Paraguay  «lue supo  cun'juisiar  Ins  objetos  polí- 
ticosque  leencnmondó  la  Juntarevolucionai-ia  á  tuerza  d(^un  valor  heroico  y  há- 
bil di])lomacia,  ya  que  no  píir  el  triunft)  militar  de  sus  armas,  sin  embargo  de 
quelacapitulacion  fué  una  gloi'iosa  victoria,  dad<.>s  los  débileselementos de  gue- 
ri*a  con  (|ue  batió  á  un  enemigo  tantas  veces  sui)eriur  y  en  su  propio  territorio. 


La  causa  revolucionaria  so  hallaba  triunfante  desde  ('huquisaca  hasta  el 
Desaguadero  y  desde  el  Kcuarlor  hasta  Méjico — de  manera  que  solo  la  Banda 
Orienlal  v  el  X'irevnato  del  Perú  eran  los  únicos  asilos  de  los  tiranos  reaccio- 
nai'ios. 

Mi  Gobierno  de  la  Junta  se  concretó  primero  a  expulsar  al  enemigo  de 
Montevideo  qu<^  acababa  de  reconocer  la  autoridad  del  Cnosejo  de  Regencia 


—  43  — 

aceptando  como  su  Gobernador  al  General  Vigodet;  sabedor  el  mismo  Consejo 
de  haber  sido  derrocado  el  Virey  de  Buenos  Aires,  nombró  á  D.  Francisco 
Javier  de  Elío  pa?*a  reemplazarle. 

La  Junta  se  negó  á  reconocer  al  nuevo  mandatario  y  rompió  las  hostilida- 
des con  la  autoridad  de  la  Banda  Oriental.     , 

Una  escuadrilla  de  tres  buques  con  33  cañones  fué  equipada  y  encargada 
de  interceptar  los  auxilios  que  Montevideo  pudiese  prestar  al  Paraguay  por  la 
vía  fluvial. 

Empeñado  el  combate  naval,  la  escuadriHa  fué  completamente  destrozada 
y  apresada  en  las  aguas  del  Paraná,  después  de  una  heroica  defensa  hecha  al 
abordaje. 

El  ejemplo  de  los  revolucionarios  y  la  causa  legítima  que  ilefendlan  arras- 
tró á  los  pueblos  de  la  Banda  Oriental  con  decidido  entusiasmo,  poniéndose  á  las 
órdenes  de  la  Junta:  todas  las  poblaciones  situadas  en  la  margen  izquierda  del 
Uruguay  y  en  otras  posiciones  no  menos  importantes  se  habían  sublevado  con 
las  armas  en  la  mano. 

La  Junta,  conociendo  el  espíritu  organizador  y  la  pureza  del  patriotismo 
de  Belgrano,  la  severa  disciplina  que  imponía  á  las  tropas  y,  sobre  todo,  su 
propaganda  política  que  con  tanta  habilidad  sabía  cautivar  pueblos  enteros  á  su 
favor,  dirigió  sus  miradas  hacia  este  benemérito  patricio  encomendándole  la 
dirección  de  la  guerra  con  Montevideo. 

El  9  de  Abril  llegó  Belgrano  á  la  Villa  de  la  Concepción  del  Uruguay  con 
los  restos  de  su  ejército,  dando  cumplimiento  á  laórdenque  recibió  de  la  Junta, 
y  después  de  calmar  el  espíritu  de  agitación  y  rivalidad  que  separaba  á  los 
caudillos  populares  que  habían  insurreccionado  los  pueblos,  los  sometió  con 
suave  moderación  al  orden,  colocando  á  todos  bajo  el  amparo  y  sombra  de  la 
bandera  de  la  redención. 

El  comandante  D.  José  Rondeau,  nombrado  segundo  jefe  del  ejército, 
marchaba  ya  á  incorporársele  con  el  resto  de  los  refuerzos;  las  acertadas  dis- 
posiciones militares  que  llevó  á  cabo  Belgrano  y  el  entusiasmo  y  decisión  de 
los  jefes  por  el  éxito  de  la  jornada,  rodearon  por  todas  partes  á  las  fuerzas 
realistas,  reduciéndolas  muy  luego  á  los  estrechos  límites  de  la  Capital.  Los 
patriotas  hablan  ocupado  ya  á  Minas,  Maldonado,  Canelones  y  San  José,  obte- 
niendo en  estos  triunfos  precursores  un  aumento  de  más  de  500  hombres,  80 
prisioneros  y  dos  piezas  de  artillería. 

Pero  sabido  es  ya  que  en  estos  dias  ocurrió  en  Buenos  Aires  el  más  abomi- 
nable movimiento  político  que  podía  esperarse  en  tales  momentos  y  cuyo  solo 
recuerdo  es  una  vergüenza  injustificable. 

La  revolución  del  5  y  G  de  Abril,  incorporando  álos  Diputados  provinciales 
al  Poder  Ejecutivo,  separó  de  su  seno  á  los  vocales  más  conspicuos  y  únicos 
sostenedores  del  solemne  reto  lanzado  en  son  de  guerra  por  los  ámbitos  de  la 
América  del  Sud. 

Belgrano,  separado  del  ejército  que  operaba  en  la  Banda  Oriental,  y  llama- 


—  44  — 

do  íi  urescnciadel  nuevo  Gobierno  compuesto  de  diez  y  nueve  vocales,  á  res- 
[Mnidorá  los  caraos  quo  se  le  imputaban,  hi/o  reconocei"  al  comandante  Ron- 
d(íau(»om()  general  on  jólo  del  ejór-rjto,  y  en  se^i^uidase  dirijió  á  Buenos  Aires  á 
sincorarsp,  d<'s|»ojadí)  yn  del  *xra<lc)  d(3  Briíjadier  General. 

Pilcaron  ruatro  meses  on  <|ue  f]os|»nes  <Ie  llnmar  el  nuevo  Gobierno  al 
])nol)l()  para  fnrnuilar  sus  ipiojas  contra  el  roo  inocente,  ;i  los  i'estos  del  ejército 
do  Tacuíiry  y  .-'i  l;i<  ti«»]»:is  quo  aso<liaban  á  Montoviíloo  |>ara  deponer  los  car- 
aos contra  (íl  p;idre  di»  la  pntria,  so  sinti»)  avcr^íon/ada  y  verdaderamente 
Inuniliíiíla  la  Junta  d<'  su  <*rim¡nal  proceder,  cuando  los  mismos  enemigos  del 
ireneralhiíMcrtuí  roprc>Miíafiones  declarando  autoritaria  laeonductadel  Gobier- 
no y  oxiiíiendo  la  ¡mneili.ita  libertad  del  Dr.  Bel^rano. 

La  Junta,  ultraj-idn  uñv  sus  oi'opios  |)artidarios,  puso  en  libertad  al  que  con 
bra/o  criminal  habia  scuim'Im  (mi  el  bmico  de  los  acusa<ios. 

líntre  t.'uilr),  l«Ksmi>inos  a<'onlecimient»>>ípie  si»  desarrollaron  mientras  se 
nrocesnba  á  Belirrano,  jiuM-oii  oti*as  tnnt.is  in'uebas  de  su  inocencia  v  la  conde- 
nación  de  la  autoridad  d<'  \:\  Juiit;i. 

I/i  batalla  de  l;l'^  Piedras  (pK*  tuv.»  iu;;:ar  (piiiK^e  dias  después  de  su  sepa- 
ra(»ioii  del  ejérciíi»,  y  ípi'»  üi'acias  á  s\i^  di>,|>í»>iciones  y  ásu  propaganda  política 
babía  preparado  ¡os  elementos  á  una  virtciiia  si^irura,  fué  el  primer  triunfo  que 
saludó  ;il  nuevo  nin'leo  inib(M'nativ«»  nacido  por  el  movimiento  deloyGde 
Abril:  el  sitio  de  M<>nievid(M)  y  \:\  |H'csencia  del  (\iér<'ito  en  el  Alto  Perú  dieron 
esperan/a  de  una  f'eli/  terujinarion  en  la  lu<*ba:  pei't>  este  último,  desmorali- 
/a(b)  por  el  r/inibio  de  ílobiiMaio,  f'u(}  batido  coin|»letamente  el  20  de  Junio  en 
los  campos  de  (iuatjui,  roto  i)ruscament(*  el  armi>tirio  poi*  el  enemigo;  la  flota 
espan»»la  bombardeaba  la  Capit.-jl  y  los  pnrtimueses  auKMUi/aban  la  Banda 
Oriental. 

Tal  era  la  situaciíjn  en  (|U«'  babía  í^olocarlo  la  nueva  Junta  al  país,  y  la  pa- 
tria la  inculpaba  de  sei*  la  úni<'a  anti)ra  de  tanto  desastre,  foi'jando  crímenes  y 
levantando  pi-oce-^n-  ánfMierab's  tpie  solo  liabían  dado  glorias  y  cuya  conduc- 
ta, antes  <[w  cuipable,  era  bieidiecbora  y  abnegada. 

Lil)re  Heiirrano  fué  nombrado  por  el  Gobierno  representante  de  la  Junta 
acerca  del  Parairnay,  á  fin  de  entablar  negociariones  diplomáticas  que  dieran 
por  resíiltado  su  sometimiento  á  la  autoridad  de  la  Junta  ('entra!. 

Per(*,  ajtes  debemos  decir  ííu<-'  B«Mgrano  en  el  campo  de  Tacuary,  en  su 
expedición  al  Parai:uay.  .se  bahía  atraído  lasimpatia  pcrscjual  de  valerosos  y 
prestigio.s/>s  j(»fc>  parau^nayos,  iipicuiándoles  el  espíritu  revolucionario,  los 
cuales  llenos  de  entusiasmo  y  con  ba>tante.s  eiíMuentos,  aseguraron  al  general 
argentino  di»  <'anibiarei  e^ta(b>  de  cosa>»  en  la  Capital,  creando  una  Junta  á  se- 
nici/in/.a  de  la  (pie  (Migondróel  diaíf)  de  Mayo  de  ISIO. 

Llf.'varlo  á  cabo  el  p(;n<ami(Mito  de  lo.s  revolucionarios,  se  derrocó  al  Go- 
bernador \'ela/co  y  se  esiablecin  unn  Junta  compuesta  de  tre-^  individuos,  de 
la  cual  participaba  como  v»>cal  el  Dr.  1).  José  Gasi)ar  Rodrigue/,  do  Francia, 
el  mismo  (pie  poco  después  martiri/iial  Paraguay  durante  treinta  anos. 


—  45  - 

Una  tenaz  oposición  se  produjo  contra  ol  Dr.  Francia,  que  no  era  partida- 
rio de  la  revolución;  pero  los  directores  responsables  del  movimiento  que  creó 
el  nuevo  gobierno  le  aceptaron  á  formar  parte  del  ejecutivo. 

La  inflexible  voluntad  del  Dr.  Franfia.su  carácter  esroista  v  dominador, 
SUS  tendencias  al  absolutismo,  ol  desprecio  por  sus  paisanos  y  el  odio  por  los 
extranjeros,  fueron  las  causas  impulsosas  de  destruir  la  autoridad  moral  que 
compartía  con  él  las  tareas  y  obligaciones  gubernativas. 

Una  presión  irresistible  se  dejó  sentir  en  la  camarilla  oficial  y  obrando 
bajo  las  impresiones  de  una  alma  iinioble  y  de  una  voluntad  autoritaria,  des- 
terró á  unos,  encerró  en  calabozos  inmundos  á  otros,  restringió  las  libertades 
civiles  y  se  proclamó  único  y  absoluto  apóstol  del  poder  despótico. 

Por  mera  fórmula  hizo  convocar  los  pueblos  á  un  Congreso  general ,  del  cual 
surgió  una  nueva  faz  con  el  mismo  fondo:  se  creó  una  Junta  Gubernativa  in- 
dependiente compuesta  de  cinco  miembros,  órganos  auxiliares  de  la  insinua- 
ción férrea  del  déspota  Francia. 

Bajo  tales  auspicios,  la  nueva  Junta  sedirijió  á  la  de  Buenos  Aires  decla- 
rando que  no  reconocía  suprouiacia  á  ningún  otro  gobierno  y  que  á  fin  de 
constituir  y  solidificar  la  unión  ameri(*ana  establecía  las  condiciones  precisas 
que  .servirían  de  base  á  las  negociaciones  ((ue  entablaren  ambos  Gobiernos. 

En  efecto,  nombrados  Belgrano  y  el  jurisconsulto  I)i'.  D.  Vicente  Anasta- 
sio Echevarría  para  emprender  los  negocios  diplomáticos  en  el  Paraguay, 
fueron  encargados  de  atraer  y  convencer  á  los  paraguayos  de  la  necesidad 
política  del  reconocimiento  de  un  gobierno  supremo  en  la  Junta  Central,  de  la 
misma  manera  que  las  provincias  argentinas  se  habían  i^ujetado  á  la  autoridad 
de  aquella,  porque  comprendían  que,  siendo  una  é  indivisible  la  causa  y  el  obje- 
tivo revolucionarios,  el  establecimiento  de  una  suprema  voluntad  que  dirijiese 
los  negocios  políticos  de  los  pueblos  aliados,  era  la  única  salvación  de  losdes- 
tmos  autonómicos  de  las  colectividades  congregadas. 

En  último  caso,  los  comisinados  debían  obtener  un  pacto  de  alianza  ofen- 
siva  y  defensiva  contra  cualquier  enemigo  que  osase  atacar  sus  territorios. 

Pero  la  Junta  de  Buenos  Aires,  vacilante  en  su  política,  impotente  para 
hacer  cumplir  sus  mandatos  y  dominada  por  multitud  de  voluntades  varias  y 
siempre  divergentes,  buscaba  el  modo  de  fortalecer  la  autoridad,  ampliar  y  ro- 
bustecer su  acción  por  la  reducción  del  número  de  Vocales,  y,  finalmente,  diri- 
jír  los  negocios  con  mano  enérgica. 

Se  pensó  en  la  división  de  los  poderes,  poniendo  el  ejecutivo  bajo  la  direc- 
ción de  muy  pocas  personas,  para  salvar  la  situación  premiosa  en  que  se  habían 
colocado.  Los  Diputados,  vencidos  por  los  reformistas,  so  constituyeron  en 
cuerpo  deliberante  denominado  Jimta  Conservadora  y  el  resto  de  los  miembros 
conservaron  la  autoridad  legislativa  hasta  darle  nueva  forma  á  este  poder  por 
la  convocación  del  Congreso,  después  del  cual  tuvo  lugar  la  creación  de  un 
triunvirato  denominado  GoÓ7>r;ío  Ejecutivo,  cuyas  deliberaciones  era  refren- 
dadas por  su  Secretario,  D.  Bernardino  Rivadavia,  personalidad  que  nos  es 
ya  conocida  por  su  brillante  foja  de  servicios. 


—  46  — 

Kl  nuevo  Gobierno  ensanchó  con  viril  energía  el  horizonte  estrecho  que 
la  faltado  unidad  del  anterior  hab-a  rrcado,  y  extendiendo  la  vista  por  los 
últimos  continos  del  Vircynato  so  aseguró  do  la  situación  que  le  había  legado, 
contemplando,  poruña  parte,  el  avance  orjíuUosu  dolos  realistas  victoriosos  en 
las  fronteras  del  Alto  Perú;  por  otr.í  el  amago  bélico  de  los  portugueses 
quo  corrían  presurosos  á  levantar  el  sitio  <|Uo  sufría  Montevideo  y,  iinaloientey 
el  ceñudo  semblante  dol  flóspota  i)a!*aí^Miayo  qw  parecía  lan/ar  un  reto  sacrí- 
\c^o  á  sus  hermanos  del  Pinta. 

•  l*cro  ol  nervio  vi^jroroso  que  impulsaba  al  Kjecutivo,  la  estrecha  unión  de 
lostriunvir(j>,  su  vive/a  «liplomática,  su  arción  potente  y  rá|)¡da  como  el  rayo, 
y  la  férrea  voluntad  ante  ol  pcli^-ro  <*omoynt<i  l;is  amena/as,  fueron  incentivos 
para  acrorentMr  la  aut(»ri(iad  y  poner  diqne>  á  la  petulancia  de  unos,  á  la  sober- 
bia <le  otros  V  á  lis  aml)iciono>  de  lt>s  má>. 

En  consecuencia,  cin[).3/.ó  por  colo!)rar  uti  armisticio  con  Montevideo,  obs- 
truyoinio  asi  la  alian/a  con  ol  lirasil,  al  mismo  tiempo  (|uecontenía  á  los  reac- 
cionarios dol  Alto  Perú;  aceptó  lasoxigonciasdol  Paraguay,  [)orque  su  alianza 
erado  irraii  iniortis  [)ara  lac  iU>a,  noutraii/.aniolosauxilios  que  pudiera  prestar 
ci  P«»rtuir«il.  V  roiitr'i¡»uv<Mido  c(Hi  continiíontt^s  dosoiilados  ala  destrucción  del 
enemigo  val  triunfo  do  la  emancipación  poUtira. 

Lo^  comisioii.'idos  del  (lol)icruo  llogarou  al  P.iraguay  á  últimos  de  Setiem- 
bre, y  dopuos  de  las  c«)nf<.'i'enc.ias([uo  tuvici'tni  nju  ol  Dr.  Francia,  tirmóse  el 
Iratati*»  (lo  cnumii  amordo  el  1'^^  do  Oclubi'o,  latilicnndoio  el  31  del  mismo  ei 
(jobierno  de  l>uono>  Aires. 

Laastut.í  flipiomacia  dci  Dr.  Kraneia,NU  refinada  hipocresíaque  no  dejaba 
traslu''ircii  -.u  <eml)i;nite  ni  en  sus  aecione--  los  socrcMos  impulsos  de  su  alma 
perversa,  las  doniostracionos  repetida^,  al  parecer,  do  amistad  franca  y  unión 
política,  su  priídica  e^ntra  la  reacción  o|»orada  y  armada  en  el  campo  realista, 
y  hasta  ia  venei-acion  (|U0  tributaba  á  ia  augusta  imagen  de  Frankün,  cuyos 
principios  liberales  parecía  cultivar  el  exoci-ablo  demagogo,  iodo  esto  fué  causa 
para  rjuo  Ins  cduiisiiinadn^,  no  entreviendo  on  af|Uol  ostreclio  espíritu  sino 
|o.^  sontiini(MJi<.»s  m.ás  pur«»N  hacia  ia  fraternidad  americana  y  un  odio  exaltado 
á  los  partiílarins  de  la  monarquía,  suscribiesen  un  pactt»  en  que  no  solo  se 
accíídió  á  ias  |írinn3ras  exigencias  del  Paraguay,  sinoijuo  se  reconuciú  políti- 
camente la  soboiMiila  autonómica  do  su  territorio,  dosmenbrándose  violen||^ 
tamento  déla  integridad  jurisdiccií.mal  del  antiguo  X'irreynato. 

Ninguna  ventaja  «>btuvh!ron  las  Provincias  (Jni«iascon  dicho  tratado,  por- 
que los  mismos  auxilios  quo  prometía  (»i  l\-HMgua\  |)ura  (^ooperar  á  los  éxitos 
do  la  c«»niiond;i  americ;uia,  fueron  ilusione-  íantasmagórica.s  í(ue  se  evapora- 
rf)n  ii  la  uhmum'  re(;lamac¡«.ni. 

Tal  fué  el  tríitadoen  que  Francia  oxj^lotó  cobarfleé  inicuamente  la  f ó  y 
patriotismudo  Holgran*»  y  neuírali/ó  y  eclip-ó  la  astucia  ysuspicacia  del  doctor 
Echevarría. 

A  su  regrosó  do  su  tnision  al  Paraguay,  Belgrano  fué  nombrado  Coronel 


—  47  — 

del  Regimiento  N*  1°,  primer  tercio  del  cuerpo  de  Patricios,  hasta  entonces  á 
las  órdenes  de  D.  Corneiio  Saavedra. 

Rodeado  de  peligros  el  Gobierno,  pen>ó  (iecididamente  en  someter  á  Mon- 
tevideo para  tener  el  dominio  de  las  airuas  del  Pai*ana,  para  lo  cual  se  empezó 
la  construcción  de  baterías  de  costa  en  los  rios  Uruiruav  v  Paraná,  «colocando 
fuerzas  militares  en  su  márj:en  occident?il.  Las  del  Paraná,  situadas  en  e¡ 
pueblo  del  Rosario,  fueron  puestas  bajo  el  mando  de  Belíírano.  quien  se  hizo 
cargo  el  10  de  Febrero  con  entera  íe  y  resolución. 

Sabiendo  que  debía  ser  atacado  por  una  flotilla  enemiga  apresui-ó  los 
trabajos  de  fbrliticacion  [.resididos  por  él  mismo,  que  al  cabo  de  quince  dias 
quedaron  completamente  terminados  y  dispuestos  los  deíensores  á  no  ceder 
un  palmo  de  terreno. 

En  este  momento  mismo,  Belgrano  era  nombrado  líeneral  en  jei'e  del 
ejército  del  Perú  por  i'enuncia  del  General  D.  Juan  Maitin  Pueyrredon,  pa- 
sando inmediatamente  á  ponerse  á  la  cabeza  de',  ejéroit!»  rpie  debía  salvar  á  la 
patria,  coronando  sus  e.>fuerzos  coü  tres  triunfos  sucesivos. 

Completamente  desmoraiizavlo  este  ejército,  enervada  ol  cs[»íritu  militar 
deles  jefes  y  sobrecogi«los  de  espa-nt-j  los  soldados  con  las  víctimas  que 
hacían  sus  enemigos;  sa<[ueadas  las  poblaciones  é  incen* liados  ios  pueblos 
rebeldes,  la  superioridad  incomparable  en  calidad  y  (rantilnl  de  las  armas 
españolas,  la  exhausta  fatiga  de  tanto  batallar,  la  nulidad  de  l-.^s  elementos  de 
la  patria,  la  disciplina  sin  treno,  la  emulación  de  los  c¿mdillos,  la  desnudez  y 
la  hambre,  la  falta  de  pago,  la  debilidad  moral  ^^on  los  recientes  desastres, 
todo  esto  forman  un  conjunto  el  más  desolador,  cuyo  gobierno,  solo  almas 
tan  abnegadas  y  sublimes  como  la  de  Belgrano,  pueden  reconstituir  la  fé 
patriótica,  inoculando  su  pro|)io  espíritu. 

Empezó  por  levantar  el  ánimn  caido  y  con  vigorosa  mano  sujetó  los  reclu- 
tas á  los  severos  principios  disciplinarios,  distribuyó  dinei*'í  .-i  las  tropas  con 
la  economía  del  caso;  los  ejercicios  militares  fueron  lecciones  fretíucntes: 
exhortábales  constantemente  al  cumplimiento  de  sus  deberes  y  á  procurar 
dias  de  gloria  para  la  patria  en  peligi'o:  animábales  con  ol  ejemplo  que  ofre- 
cían los  pueblos  hermanos  sacriticados  en  bien  de  la  causa  común  :  tal  fué  su 
plan  de  reorganización  al  hacerse  cargo  de  tropas  sin  fé  ni  entusiasmo,  cum- 
pliéndolo de  la  mejor  manera  posible. 

El  enemigo,  orgulloso  con  su  triple  victoria  en  Cochabamba,  tendía  sus 
huestes  á  lo  largo  de  Salta,  persiguiendo  con  su  avanzada  al  ejército  de  Bel- 
gr^ino  que  apenas  contaba  con  1300  hombres,  sin  armas,  porque  ó  eran  in titiles 
ó  impotentes  para  contrarestar  la  metralla  mortífera  del  enemigo. 

Después  de  una  tenaz  persecución  á  las  tropas  patriotas,  que  desalojaban 
sucesivamente  todos  los  puntos  que  iban  ocupando,  al  Sud  del  rio  de  las 
Piedras  hicieron  alto  las  columnas  hostilizadas  y  preparándose  al  combate  se 
inició  el  fuego  por  ambas  partes,  venciendo  al  principio,  vencidas  después  por 
el  refuerzo  que  recibió  el  enemigo,  y  nuevamente  dueña:»  del  campo  por  la 


—  48  — 

caida  impetuosa  de  '..:>  iaerzas  (jue  inaiulaba  el  mismo  general  en  jeíe,  sem- 
brando la  confusiorj  oii  la  linea  contraria. 

liste  triunfo,  auii-iuc  de  inipurtancia  secundaria,  al  menos  contribuyó 
mucho  á  levantar  el  espií-itu  marcial  de  las  tropas,  despertando  un  entusiasmo 
patriótico  di^no  dei  maesti-o  <|uo  les  ensenaba  la  carrei'a  de  la  gloria. 

Sin  ernbai'iro,  el  eiército  se  encí^ntraba  lodavía  en  una  situación  muv 
peligro^íi,  p()r(|ue  siendo  poderoso  el  enemigo,  tenía  sulicientes  elementos 
para  dcsti'o/ar  el  puñado  de  valientes  que  constituía  el  único  baluarte  contra 
la  dominación  metropolitana. 

Por  consiguiente,  ora  necesario  buscar  la  salvaci<.>n  en  el  campo  de  batalla 
á  fuer/a  (ie  heroicitUnles,  ya  ((uo  hasta  la  disciplina  se  vería  muy  pronto  rela- 
jada con  la  inc<ír|)oracii>n  do  olenientos  nuevos  y  sin  organización;  tal  fué  el 
pensamiento  del  genei'al  patriot<i  <(Utí,  obrando  conti'a  las  expresas  ói'denes 
de  la  Junta,  se  i-esolvió  .i  haciM*  pié  hrine  en  Tucuman  hasta  vencer  ó  perder 
la  última  esperan/a. 

Despachó  en  seguida  un  olirial  a  esta  ciudad  para  entusiasmar  al  pue- 
blo, ofreciendo  ol  concuíso  de  su>i  fuer/as  a  íin  de  resistir  al  ejercito  espa- 
ñol que  se  |)reparaba  a  invadirlo:  ííI  pueblo  tucumano  ofreció  toda  clase  de 
elementos,  y  subyugado  por  el  patriotismo  y  la  coníian/a  que  insi)iraban  las 
ardientes  palabras  del  emisario,  se  comprometió  á  luchar  antes  que  entregar 
la  pla/a  al  eneini^io. 

Hajo  tales  auspicios,  Belgi-ano  efectuó  su  retirada  (••)n  direc(!Íon  á  Tucu- 
man,  donde  recibió  varios  cv)nlingentes  de  reclutas  y  las  más  expresivas 
ovaciones  á  su  pers(>na  y  ejército. 

No  tardó  mucho  el  enemigt)  en  pi-esentarse  á  las  puertas  de  la  ciudad 
desaliando  la  debilidad  de  ^us  defensores,  que  acudieron  ala  palestra  con 
hondas,  lazos,  palos  y  cuchillos  poi'  únicas  armns. 

Así,  Hclgrano  retó  á  muerte  ii  sus  adversarios,  experimentados  en  la 
guerra  y  pri)VÍsíos  ventajosamente  de  las  ires  armas. 

Después  de  iial)erse  intimadíj  uno  v  otro  la  rendición  do  í'uerzas  v  recha- 
zado  con  igual  subei'bia  por  ambí^.s,  se  declaró  el  í'onibate  á  sangre  y  fuego, 
sembi-ando  la  muerte  en  el  campí)  de  la  lucha. 

Poííos  momentos  pasaron  de  encarnizada  batalla,  <'uan<io  ruta  la  linea 
enemiga  pui- sus  alas  tué  pre>a  de  una  coiilusion  espantosa  y  de  una  fuga 
precipitada,  dejando  en  el  campo  7]»iezas  de  ariilleria,  4o()  fusiles,  3  banderas 
y  2  estandartes,  iót)  muertos,  todo  el  jianjue  y  bagajes,  y  61  jefes  y  oficiales 
con  Gátí  individuos  de  tropa  prisioneros. 

La  pérdida  de  los  patriotas  tué  de  80  muei-tos  y  :¿(M)  heridos. 

Desde  entónees  Tucuman  se  llamó  Sepulcro  de  la  tiranía. 

Esta  victoi'ia  luvo  una  trascendencia  extraoi'dinaria  para  la  causa  de  la 
revolución,  porque  no  solo  se  levantó  el  espíritu  caido  ó  abatido  en  las  pobla- 
ciones dominadas  j>or  el  enemigo  incendiándose  la  guerra,  sino  que  estimu- 
lados sus  directores  aceleraron   ios  resultados  de  este  triunfo,   obteniendo 


-  49  — 

nuevas  glorias  en  Montevideo,  Alto  Perú,  Chile,  Lima  y  Quito;  en  una  palabra, 
ella  fué  el  monumento  de  la  independencia  ameiúcana. 

Pasados  los  primeros  dias  de  guzo  j)or  tan  plausible  acontecimiento,  Bel- 
grano  se  dispuso  marcliai-  sobre  Salta,  <|ue  á  la  noticia  de  la  victoi*ia  en  Tucu- 
man  el  espíritu  de  revolución  había  inflamado  las  masas  populares. 

A  la  cabeza  de  sus  tropas,  el  General  argentino,  después  de  arengarlas, 
empe/ó  á  avanzar  silenciosamente,  venciendo  á  la  naturaleza  en  los  diversos 
obstáculos  que  encontró  á  su  paso,  sin  cuidarse  mas  que  de  las  armas  en  el 
horrible  temporal  que  presidía  la  gigantezca  marcha. 

El  General  Tristan,  reparando  su  ejército  en  la  ciudad  de  Salta  y  aumen- 
tándolo con  los  refuerzos  que  le  mandaba  Goyeneche,  se  preparaba  de  los 
elementos  necesarios  para  resistir  cualquier  tentativa  de  su  enemigo,  mientras 
condenaba  á  muerte  á  amigos  y  enemigos  que  propagasen  haber  sido  vencido 
en  Tucuman. 

Sin  duda  que  la  circunstancia  de  una  continuada  lluvia  torrencial  le  man- 
tendría en  la  seguridad  de  no  ser  invadido  fundándose  en  las  crecientes  de  los 
rios;  por  consiguiente,  cuál  no  sería  su  sorpresa  cuando  por  sus  avanzadas 
supo  que  el  ejército  patriota  estaba  acamp¿ido  á  una  y  media  legua  de  la  ciudad. 
Inmediatamente  oi-ganizó  los  cuerpos,  dispuso  el  convoy,  proclamó  al  ejército 
y  se  preparó  á  defenderse. 

Tres  dias  después,  es  decir,  ei  20  de  Febrero  de  1813,  avanzaron  hasta  po- 
nerse á  medio  tiro  de  canon  del  enemigo,  el  cual  rompió  fuego  con  decisión 
y  bravura. 

La  impetuosidad  de  las  tropas  i)atriotas,  el  vivo  fuego  de  fusilería  y  arti- 
llería en  combinación  con  la  caballería,  impusieron  muy  luego  al  enemigo  que 
poco  á  poco  iba  abandonando  el  terreno. 

El  recuerdo  del  heroico  empuje  de  las  armas  de  los  vencedores  en  la 
batalla  de  Tucuman,  desalentó  á  los  defensores  realistas,  y  desmoralizados  con 
aquel  desastre,  empezó  á  cundir  la  desconfianza  primero  y  la  confusión  después 
por  toda  la  línea,  pronunciándose  la  fuga  por  los  mas  valerosos  cuerpos  de 
ella,  mientras  otros  hacían  esfuerzos  sobrehumanos  por  restablecer  el  honor 
de  sus  armas  en  aquella  contienda  de  muerte. 

Breves  instantes  después,  las  fuerzas  vencedoras  acuchillaban  por  la  es- 
palda á  los  fugitivos  hasta  hacerlos  meter  en  las  mismas  fortificaciones  de  la 
plaza  6  en  las  iglesias  de  la  ciudad,  de  una  de  las  cuales  se  posesionó  un  pu- 
ñado de  héroes  desplegando  en  sus  torres  la  bandera  de  la  independencia 
americana. 

Ni  la  heroica  actitud  de  las  mujeres,  ni  la  amenaza  ó  súplica  del  general 
vencido,  fueron  estímulos  para  reorganizar  y  acudir  á  la  defensa  de  las  trin- 
cheras los  soldados  y  cuerpos  enteros  que  se  habían  encerrado  en  las  iglesias 
ó  que  vagaban  en  espantoso  desorden  por  el  interior  de  la  ciudad. 

La  batalla  estaba  terminada:  el  parlamentario  es[>añol,  sobrecojido  de 
terror,  se  presentó  al  General  vencedor  suplicando  una  honrosa  capitulación. 


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líelffrauí)  otorgó  los  lionoros  do  un  ,ü:onci*oso  pacti^  al  cuomigo  vencido, 
cntre.íj^áiiilolo  los  prisioiioros,  «lejan'Io  lil)i*o  á  la  üfuarnicioii  (lo  Jujuy  para 
i'Ctirarse  ••ou  sus  arni:is.  y  á  las  ti-opas  (|uo  >•?  iialial)an  oii  la  (Mu<lail  permi- 
tióles líis  honores  do  la  í^uor*ra  á  su  salida  de  ella,  i-indiendo  las  ai'mas  á 
las  tres  cuadras  de  la  <'iuda<l  con  la  oiiti^eira  <le  todos  los  pertrechos  de 
í^^uerra. 

27HC)  liomhrcs  enti*egai'oii,  uno  |)«)r  uno,  las  armas  á  las  tropas  ven«*e- 
doras,  y  pai-a  evitar  la  luiniillacion  del  <lenei*;il  vencido  'pie  delua  poner  en 
manos  de  Relgrano  su  espada  impotente,  éste  le  abi'a/ó  liernamento  en  pre- 
sencia do  ambos  ejéi'citos. 

(Jomponen  el  valios.»  troCt^o  di^  ost:i  vi<-toi'iíi:  tf(W  handeras,  17  jefes  y  ofi- 
ciales prisionoi'os  (MI  el  campo  de  liaíaila,  ísl  muerto>,  ll-i  hei'idos,  278f> 
rendidos,  incluso  cinco  oIícímIos  íjceiiernlcs,  1K5  do  cnpitan  íi  sublenicnte  y 
:¿üiSii  individuas  de  tropa;  cu  re>rim»Mi,  t.)f|.)  ci  i»ir»rcit«i  de.  Tristnii  sin  escapar 
uno  solo;  adem.'is,  10  pic/as  de  artillería  d(»  las  cuales  cinco  fueron  toniaílas 
en  el  cond)ate,  ¿ISS  fusiles,  -jno  (»spad.'is,  pistolas  y  carabinas,  íoíIo  el  pai'- 
íjue,  maesti'anza  y  pei'írci'hos  de  ;^ucrra. 

K\  eit''rcMto  diíl  (loneral  Melirr'an».)  íuvi>  U)'\  nuicrios.  tlV.)  hei'idos  v  4? 
contusos. 

Los  cadávei'cs  de  ambos  cji'rcitos  fuiM'on  sepultados  en  una  misma  fosa, 
con  la  siiiuiíMite  IcvíMida  (Mi  la  «-ru/  «-nrrcspnndi.Miti^:  Af/ai  f/ffrrjt  /us  mncet/o- 
res  t/  rc.nvnins  rl  "íO  th'  Fe.lnwrtt  do.  ÍS í:l. 

líl  emMnip»  futí  juramcntadu  li  í  no  touiar  la>  aruias  «'Mníi-a  los  pati'iotas 
basta  los  liNUte>  del  I)(ísai;uadero,  comprouiiso  ([ucj)raniad(>  muy  lucp^  poi' 
el  X'ii'ey  de  f/ima;  p»?r<»  las  tropas  se»  balM'an  entusiasmado  y  tVaterni/aílo 
tanto  con  su  nob!  •  causa,  «pie  a  i^Kcopcion  de  .'{no  >oldadns  y  7  oliciales,  lus 
demí'is  contÍMuai*«>n  su  marcha,  haciendo  una  feliz,  y  pati'ióti<-a  propa^^anda  en 
la  Pa/,  Puno,  Cu/co  y  Are<|uipa.  con  irrav»»  piM'juicit)  <le  la  causa  realista, 
que  <*V  su  soplo  viviíií*ante  vio  lovantai'se  el  espíi-iíu  público  con  estruendosos 
ai)lausos. 

Pui.vsto  en  marcha  el  ejéi'iMto  lle^ó  á  íines  deJuni'»;'!  Potosí,  donde  es- 
tableció su  cuartel  gentíral,  i-emontó  y  disí*iplinó  las  tropas,  sublevó  las 
pí^blaciones  vecinas,  se  atr-ajo  la  amistad  de  un  podei'oso  cacif|ue  del  Chaco 
íjue  cooperó  con  iWO  indios  ;i  aumentar  las  huestes  argentinas,  mientras  el 
Coronel  Zelaya  disciplinaba  1¿(I0  homl)rt.vs  de  (.-ochabamba  <|ue  se  pusieron 
al  amparo  <le  las  victoriosas  legiones. 

Finalmente  Hel^rano  cmpe/ó  á  avanzar  cou  su  ejército  desnudo,  sin 
mumci<;nes,  la  íraballería  á  i)ié  y  con  mas  de  lOÓO  soldados  sin  disciplina, 
hacia  la  pampa  de  Vilcapu^rio,  donde  lle^ó  el  27  de  Setiembre  á  la  cabeza  de 
;r)t)()  hombres  con  14  [>iezas  de  ai'tilloría,  entrcí  ellas  dos  obuses. 

Mi  General  Pczuela,  nombrado  en  recm|)la/.o  de  Goyeneche,  contaba  con 
mas  «!e4í)<)0  hombres  y  IH  pie/as  de  artillería. 

La  partida  de  2ü00  indios  conducida  por  el  patriota  Cárdenas  fué  destro- 


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zada  completamente  por  el  Comandante  Castro,  al  servicio  de  la  causa  realista, 
perdiendo  todos  los  papeles  que  constituían  la  correspondencia  con  Belgrano, 
conociendo  así  el  enemigo  los  planes  y  situación  del  ejército  patriota  y  la 
sublevación  de  los  pueblos  circunvecinos  á  favoi*  de  oslo  último  que  ie  corta- 
ban toda  comunicación  y  le  privaban  de  i-efuerzos  en  r:xso  de  una  derrota  ó 
retirada. 

A  las  2  de  la  mafiana  del  1"  de  Octubre  comen/ó  á  descender  el  ejército 
enemigo  la  pendiente  que  conduce  á  la  pampa  de  Vilcapugio  en  la  esperanza 
de  sorprender,  pero  fueron  sentidos  por  las  avanzadas,  resonando  el  grito  de 
alarma  en  el  campamento  de  los  libertadores. 

Al  dia  si£¡:uiente  ambos  ejércitos,  desplegados  en  í)atalla,  y  á  los  dos 
tercios  de  tiro  de  fusiU  rompieron  un  fuego  vivísimo. 

La  lucha  fué  encarnizada  y  cruel:  las  columnas  patriotas  llevando  el  ataque 
con  irresistible  impetuosidad  empezaron  á arrollar  á  los  escuadrones  enemigos 
introduciendo  el  desorden  consiiruiento  en  la  línea;  la  caballería  destrozando 
Á  SU  vez  las  fuerzas  que  >e  lo  oponían.  i>erseiruía  á  los  vencidos:  el  centro  ene- 
migo fué  hecho  i>edazos  y  ia  perspectiva  de  una  completa  victoria  enardecía 
el  valor  de  los  americanos. 

La  línea  patriota  se  había  desecho,  pues  cada  cuerpo  vencedor  [)ersiguíóy 
hostilizó  encarnizadamente  al  vencido,  quedando  aj^enas  una  fuerza  de  600 
soldados  del  enemigo  en  el  campo  de  batalla  que  luchaba  desesperadamente. 

Este  puñado  de  hombres  logró  sostenerse  denodadamente  conservando 
su  posición,  lo  que  en  todo  caso  no  era  mas  que  retardar  su  muerte;  pero 
cuál  no  sería  la  sorpresa  de  los  veniredores  cuando  vieron  al  Comandante 
Castro  caer  como  una  granada  sobre  ellos,  con  una  fuerza  superior  á  mil 
hombres:  entonces  se  invirtió  bruscamente  la  suerte  de  las  armas  v  la  victoria 
sonreia  al  enemigo. 

Impotentes  fueron  los  esfuerzos  de  Belgrano  para  reunir  las  tropas  dis- 
persas, y  luchando  hasta  el  heroísmo  tuvieron  que  abandonar  el  campo  sus 
reducidas  fuerzas,  situándose  en  una  pe(|ueña  altura,  desde  donde  llevó  tres 
veces  el  ataque  siendo  rechazado  vigorosamente. 

La  victoria  se  había  declarado  ya  por  el  enemigo  que  ni  aún  se  atrevía  á 
forzar  aquella  posición  que  á  fuerza  de  tambor  llegó  á  ser  defendida  por  200 
patriotas:  en  consecuencia,  el  General  ordenó  la  retirada,  marchando  su  Mayor 
General  con  dirección  á  Potosí  para  reunir  los  dispersos,  mienti'asél  se  dirigía 
hacia  Cochabamba  buscando  la  incorporación  de  Zelaya  que  no  había  asis- 
tido al  combate. 

Emprendida  la  retirada,  después  de  toda  clase  de  sufrimientos  que  supie- 
ron sobrellevar  con  tanta  humildad  como  valor,  llegai'on  las  reliquias  del 
ejército  vencido  á  tres  leguas  de  los  ingenios  do  Ayohuma,  donde  esta- 
bleció el  cuartel  general  el  valeroso  y  constante  Belgrano,  para  reorganizar 
un  nuevo  ejército. 

La  pérdida  del  enemigo  fué  como  de  600  hombres  entre  muertos  y  heri- 


—  52  — 

dos,   iniontras  queol   patriota  perdió  todo  su  parque  y  artillería,  mas  de  400 
fusiles,  U»s  mejores  jcfo-i..S(M) muertos  y  murhos  prisioneros. 

Apenas  so  loprró  reunir  HXM)  hombres,  habiéndose  dispersado  los 
demás. 

Hí'«)r^anizad()  el   ojórcito  se  dispusf)  á  |»n?stMilar  nueva  batalla. 

So  romponía  rxnno  de  MODO  homl)res  y  de  S  pio/.as  <le  artillería  del  cali- 
bre <Ie  á  1  y  de  á  2:  el  d(»l  onomii,^  •  do  ii)00  y  <le  18  piezas  de  á  4  y 
de  á  íi. 

Antes  de  empozai*  la  a(M'i«»n  ya  se  inducía  «¡uo  este  último  sería  el  victo- 
rioso por(|ue  ora  supori»r  on  tudo  y  las    pioi)al)ilidades  le  favorei^ían. 

A  pesar  de  la  voluntad  do  todos  los  ¡oíos,  y  i\k}  muohas  oircunstancia.s 
dosfavoi-ablos,  ol  íicnor.il  Heliri'aii'»  resolvió  linror  IVento  al  enemijío  diciendo 
soUíinnomonlo :  •«  Vo  rosp.uid<»  :i  l;i  n;ii*¡on  ron  mi  rabo/a  del  éxito  de  la 
batalla.  » 

Anlos  de  amanecor  ol  dia  *.)  el  eii"»roiio  patriota  ocupaba  las  i)ampas  de 
Ayolnnna,  donde  lo  salió  ;il  oinMioním  o\  (Mnímiiro. 

Allí  permanoi.-ió  roi'onoí'iendo  ol  terreno,  insíiuyondo  á  ios  jefes  de  la 
manera  como  >e  llevaría  ol  ata'|U<\  ariMiixando  á  las  tropas  y  disoiplinando 
reclutas. 

('i»mo  á  las  í»  do  la  m-añana  el  cnomiiro  ompo/ó  á  descender  por  la 
cuesta  hacia  ol  lu.irar  quo  »»cupaban  ios  patriotas,  y  aunque  torios  los  oliciales 
y  jei'ys  acMii-^ojaban  al  (i(MnM*ai  <lo  <lostro/.arl«»  en  la  bajada  que  hacían  los 
cuorp(»>  en  dosórdiMi,  conti^stó  con  protiunla  convi<'cion:  <»No  so  atlijan  Vds.: 
d(íjon  (|U0  bají.Mi  todos,  para  ipio  no  so  (»scape  ninguno.  La  victoria  es 
nuo>tra.i' 

(Ion  tan  cio'ía  coníian/a  reveló  sus  posiciones  ai  enemi^n,  quien  conoció 
ínmodiatamonte  el  plan  do  i:ueira  que  había  c«»mbmado.  y  obrando  entonces 
como  acíjnsejaban  la  |»rudon(Ma  y  la  i;ictica  militar,  impartió  mievas  órdenes 
y  «lió  í'oh^cacion  estratégica  ;i  sus  escuadrones. 

Repentinamente  el  ejército  patriota  so  vio  atacado  |)or  el  tVeiíte  y  por 
i'cta.ííuardiaal  mismo  tiempo  que  sus   llamaos  «luedaban  en  jacjue. 

Inició  el  fuo;.ro  el  onomiiro  liacioiido  al^nuí  d(»str(»/o  en  las  filas  contrarias 
que  permanecían  impoí-t(ii'ritas,  sin  conti'ístarl"  porque  lo^  proyectiles  apenas 
r(»corrían  la  mitad  de  la  distancia  qu(»  lo>  .separaba. 

t -osó  el  fue^ro  y  arremoíi(Mido  «-on  incr«Mblo  om|>uje  fueron  rechazados 
con  i.i:ual  viiror  hasta  >u-  propias  j)osici.inos.  donde  á  su  vez  car^jó  el  ene- 
migo,  ompi;n;'indoso    entonce^    una   espantosa    carnicería   por  la  caballería, 

miontias  el  estruendo  (hii  canon  v  la  lusiloría   reniliondo  su  ronco  acento  en 

••  • 

las  altura<,  soml)raba  la  mu«M'toon  ol  cam|M)  fie  l)atalla. 

hi?spue>  de  mas  da  ti*os  horas  .le  rudo  comi)ato,  no  quedaba  otra  espe- 
ranza de  salvación  al  ojórcitM  lil)ertador  que  una  heroica  retirada. 

Kounie4id(j  al^run»»  dis|)ers'»s  pudo  foianar  un  cuor|)o  dt* -iooliombres  de 
infantería  y  8í)  «le  caballei'ía,  si(»nd'»  esii»  últimos  los  (jue  con  un  heroísmo 


—  53  — 

imponderable  contuvieron  por  muchas  veces  el  ataque  de  800  enemigos  bien 
armados  V  estimulados  con  la  victoria. 

Las  pérdidas  fueron:  mas  de  500  prisioneros  con  muchos  jefes,  entre 
ellos  300  heridos  en  poder  del  enemigo,  50l)  muertos,  toda  la  artillería, 
bagajes  y  parque.    La  del  enemigo  fué  de  500  hombres  fuera  de  combate. 

Emprendida  la  retirada  llegó  con  su  pequeña  división  á  la  quebrada  de 
Tinguipaya,  de  donde  continuó  hasta  Potosí,  y  de  aquí  hasta  Jujuy  por  la 
persecución  que  se  le  hacía. 

En  este  último  punto  logró  reorganizar  un  nuevo  ejército  compuesto  de 
1800  hombres,  sin  contai*  con  la  incor[)oracion  del  Regimiento  de  Granaderos 
á  Caballo  al  mando  del  Coronel  D.  José  do  San  Martin,  que  se  efectuó  poco 
después,  nombrado  por  el  Gobierno  segundo  jefe  del  ejército.). 

Obligado  nuevamente  á  salir  de  Jujuy  continuóla  retirada  hacia  Salta, 
encargando  á  Dorregode  contener  al  enemigo,  quien  no  solo  lo  impuso  varias 
veces,  sino  que  obtuvo  muciías  ventajas  [barriales,  habiendo  sostenido  una 
ve>:  cerca  de  Salía  un  ataque  que  duró  mas  de  4  horas  con  pérdidas  insigni- 
ficantes. Al  llegar  d  Salta  el  ejército,  se  le  incorporó  San  Martin  de  donde 
continuó  hasta  Tucuman  estableciendo  aquí  su  cunrtel  general. 

En  seguida  entregó  el  mando  al  segundo  jefe,  dando  así  cumplimiento  á 
la  orden  del  Gobierno  que  por  petición  suya  le  relevaba. 

Separado  de!  ejército,  enfermo  física  y  moralmente,  el  General  Belgrano 
emprendió  su  viaje  hacia  Buenos  Aires,  siendo  objeto  de  burla  en  Santiago 
del  Estero  por  el  Coronel  Dorrego,  su  amigo  y  subalterno,  de  donde  con- 
tinuó hasta  Córdoba  y  de  aquí  hasta  la  Villa  de  Lujan,  punto  en  que 
debía  detenerse  i)or  orden  expresa  del  Gobierno,  mienti'as  se  continuaba 
el  proceso  que  se  le  formó  por  las  derrotas  de  Vilcapugio  y  Ayohuma. 

No  teniendo  faltas  de  que  acucarle,  el  [)roceso  quedó  interrumpido,  man- 
dando muy  luego  el  Gobierno  sobreseer  en  la  causa. 


Respecto  de  sus  trabajos  como  comisionado acercade  la  corte  de  Inglaterra, 
nombrado  poco  después  de  su  separación  del  ejército  del  Alto  Perú  en  com- 
pañía de  Rivadavia  que  marchaba  con  destino  á  Madrid  á  negociar  los  destinos 
de  las  Provincias  Unidas  del  Rio  de  la  Plata  bajo  la  condición  terminante  de 
reconocer  la  libertad  é  independencia  de  estos  países,  procurando  fundar  un 
gobierno  bajo  el  solio  de  instituciones  democráticas  republicanas,  creemos 
haber  hablado  ya  en  otro  lugar  haciendo  uíia  relación  suscinta  de  dichas  ne- 
gociaciones. 

Vuelto  Belgrano  á  su  patria  sin  haber  obtenido  ninguna  ventaja  acercade 
nuestro  ser  político  en  las  coi'tes  extranjeras,  llegó  á  Buenos  Aires  á  principios 
del  año  1816,  encontrando  mas  profundamente  divididas  las  ideas  dominantes. 

Ya  se  sabe  también  el  resultado  que  tuvo  su  misión  cuando  marchó  á  la 


-  54  — 

oa\)e/.u  fio  las  fiior/as  fio  fAt^arvin-'ion  fio  rnar  v  tiorra  oii  su  r-alidad  de  General 
Olí  Jíifíi  |iar:i  |i;ií:¡lií';ii-  á  S;iiif;i-I**í''  in-'ir»-«*'-«-i«i:i;i'i;i,  <!•*  i;i  mi<ma  manera  qu6 
í-oijoí-Cfii'i-  I;í  ;.  »-i¡vií|;nl 'jii<;  |»ii-'>  í;i)  ;ii"..^'i  ;'j  fin  »lr*  r-'U^fituir  oi  Ponírreso  en 
'ru<:uiiiaii  V  [iV'}i:\ii\n:iV  -MlcnnPMii'Mití*  -u  ifi-i'MMMi'i'Mn'ia.  lovaiitaudo  así  un 
iiu'ívo  .-í;r  |»olít¡í-ij  'iii".  í-oiiiM  i.i.^ 'I<íiii;'i- n;i«-i..:j.-- ciij,  ijiiiver^  >,  obrara  por  su 

Vai  'Iíí-Ijí,  í  ■.••iirjw^/,  rii/'i  una '•!-'i!«iL'.'j-i'l.'i  t'ra:'M  y  rc-^uelta  en  favor  del  go- 
?HOf!io  m''n:M-'íii!'"'».  .íUí»":-".'i:j  1m  -'I-  ¡'i'.*;i<  v:i  {.■•:''.'i  jt!-*:i-:i  ñ  v.'i  ]M')r  una  larira  v 
".  .'i-»;i  ••'-!•."'•-.  i. ■»[  H  i  í'1,1 -i;  i:  i-i-'-Vf  ¡li'í  'iii-'  í;.  |.:|.'  .  •  i  :i  j  ii«'i-¡  r.i ; .. ,  ||4I  i'^tai»a  pr'ijíapado 
ui  x.'iiía  1'».-  ••.ííiii'ijí"- ;'i!'.j  «''ín-Mv.ir  y  <*»¡i-m,|'í.i!-  !.i^  í*'»iiiiiuris  í|UO  sustenta- 
rl.'iii    <íi    í*'iiii«-i'»    r«íi»uiiii<*;i'i'>.    m"  i»:.i';na  U'    «muí:  •    v  ••irrui.'i    ideas  ilítiásiicas 

I  ■ 

ii'ii"  lo-  í'iiiiMto- '!••  .•»-  iiai^-íf-  sii'i-aiiií  rií-.-iij»»^. 

l**:!<i  una  .'¡]t¡.|;i  I  •■;itíi.  «'müíIu'-í'i   do    la  mallo  á  ,.>>  n>nt;iiuadores  de  los 

iiiistr(;>  i»í;ii-a'i'.»i-»í-  'H*  Mav^  i-»'-  «-i  ••amiu-»  •!•»  ¡a  i».í-reiH»!'a«'Íoi  líulltjca,  ¡lumi- 
nand'»  ¡o- st»inl;no^  aM^iiio-*  .pui -^«j  al»riaij  ;i  >i.i<  niaiMa^  |»ai*.a  larliar  haMa  veii- 
í-í:r  ó  morir,  va  oii  las  «••»iivul>ionO'- l'afídif'a^  de  la  tíinM'ra  civi  .  va  en  la  santa 
d'.Miianda  (]••  jiisti'-ia  •'»  mihírio  con  i'¡  d»n¡nn'l'H' adulto  y  tioro  <|ue  se  cebó 
durann.'  !r«:-  iar;_'o<  siL'io--. 

y.íi  oUirU)  ;í>í  sucí»di«'»:  «;l  |»noln"  x*  aliiin«nt.i!»;i  de  iíica^  iinramonte  demo- 
rrí"iiií-;i>:  [;i  iuiiaidaíl  d<' toilo>  l«i- ii'»mhi-os  lo  <'i-a  un  nrim-ijiií»  natui'al  ro<rha- 
/anílo  i-un  d<í-d<u  Ims  rum'')-  in'i'sonaie-».  v  pI  (Miti-oiii/ainií/nii»  de  una  familia 
<-on>¡dí'ral)a    fimo  «m   mavoi- ai«Miia'Í  •   ;i   la   Inimi'ii  la»!,   sintiendo   in.stintiv.a- 

■ 

mcntíj  <jn»i  ia  sol.H.'.rama  |»o|»ular  «M-a  mi  atrihuti»  i  vino  de  las  aiii'upaiMOiies 
-oí'ialí^s. 

A^'i  pní's.  tpjiía  |»ei'le«'ia  í'.,ih'i<Mn*i;i  .j»»   >us  destino-^. 

Mil  xí.LMiida.  veino<  a  H.n;^i'ano  liirii.nr  «mi  la^  di>eii<ioii(^s  intestinas  siempre 
con  tan  inaia  -niMMe  'jiu.'  un  p'i'rtido  jí^f»'.  iiijt»  de  la  iicicropMicielafl  dt.>  los  ele- 
niííiii'S  ípu'  <'on<iitnian  e!  M)<'M-cifu  d<»  la  patria,  ahu-^ó  crimiiiahnonte  de  su 
huena  (r  y  conii.-m/a,  i)a>.'mdosoal  oneniiiro  «-on  toda^  la>  ti'opas  mientras  pac- 
tal)a  la  í*apitulaí*¡ou  y  despojando  al  íiem.'ral  dt*  su  mandil. 

l*\ié  i>n  la  :;u<M'ra  civil  doudo  nelüraiio  siiiti«i  v  suíVió  li»s  mas  aecrbos  do 
lore-^  e>pirituaie<  y  í'orpoi aU^-^:  la  flesnu'hv,  la  penuria  del  Matado  <pic  no  le 
auxiliaba  ni  >i«piieiM  ,iara  aüiníMitar  ía^  trop;i<,  una  liaml)!e  espantosa  durante 
laru;os  mesiís,  yiM'los  de  frió  en  un  ticuipo  ia-Unnciitc.  sitiados  de  eneuiiiío^, 
(»xliau>tos  de  latiira  y  dominados  |)or  un  siu  i"io  coi:t<'MÍdo.  tales  fueron  las  tris- 
tí»s  í'ondi<Moncs  (MI  (puí  <('  (íiieonlró  (»1  ejí'i'i'iio  ;'i  las  ordene^  del  virluoso  y 
aluMVirado  Hcliíi'ano. 

Mstos  dolores  >«.»  aciMituaron  r.'ipidamiv'iie  y  minado  m.i<  tarde  por  una 
eruel  hidropesía  iMiipe/ó  á  sentir  los  posti-íM-os  sufrimientos  di»  la  muerte. 

Vu  motin  militar  levantado  imi  Tuenm m  derroe»'»  las  auloi*idades  Icj2:ales 
oiHi|)ando  el  (iohierno  sus  aileptos  n  <'opartícip(rs;  Heliíi'anc»,  á  la  sazón  en  su 
lerhode  dolor,  fuéasalta(lo]M)r  los  insur^^entes  eapitaneadosi)or  Ahi'ahara  Gon- 
/ale/,  'pnen  c)r'IiMió  sí^c  rema'diara  una  b.arra  <le  irrillos. 


—  55  — 

Su  médico  do  cabecera,  el  doctor  Joseph  Redhad,  se  opuso  enérgica  y  va- 
lerosamente imponiendo  á  los  insensatos:  Belgrano  apenas  sufría  el  contacto 
de  las  sábanas  en  sus  piernas,  horriblemente  hinchadas,  y  sin  embargo  se 
pretendía  aherrojai'lo  en  tal  estado  y  en  el  mismo  teatro  donde  ilustró  la  causa 
revolucionaria  con  una  victoria  esplendente. 

En  este  punto,  la  ingratitud  identilica  dos  grandes  hombres:  Colon  y 
Belgrano! 

Belgrano  que  quería  á  Tucuman  como  á  la  tierra  de  su  nacimiento,  según 
sus  propias  palabras,  había  resuelto  desde  muchotiempo  .itrás  dejar  sus  huesos 
en  la  florida  Capital:  pero  la  amargura  y  el  afrentoso  atentado  que  se  pretendió 
hacer  en  su  persona  le  disuadieron  de  a  juel  nro¡)ó>;ito,  re^<ilviendo  entonces 
legar  sus  cenizas  á  su  pueblo  natal. 

Trece  meses  consecutivos  lo  había  tenido  postrado  en  «'am-i  la  pertinaz 
hidropesía,  sin  tener  la  dicha  de  ver  á  sus  numei'osos  amigos. 

Tres  fieles  a'lmiradoi'cs  cuidaban  de  su  nersona  v  cuando  solicitó  del 
Gobierno  de  Tucuman  un  préstamo  «le  ¿(H)()  í>  \k\va  íi*asladarse  á  Buenos  Aires 
se  le  negó,  contestándole  que  el  Tesoro  se  hallaba  exhausto. 

Por  fortuna,  uno  de  esos  grandes  amigos  le  facilitó  la  suma  indicada, 
emprendiendo  su  viaje  inmediatamente:  iírual  <'osa  le  sucedió  cuando  ocurrió 
ai  Gobierno  General  en  dem-uida  de  protec-Mon:  todos  le  abandonabanl 

En  su  viaje,  sin  contai'  con  ios  suiVimientosde  >u  enfermedad  y  los  aneaos 
al  movimiento  de  una  silla  de  |)Osía.  nooncontró  en  todo  su  trayecto  una  sola 
naano  amiga  que  le  prestara  apoy»  y  r')rtaleciese  su  espíritu:  un  corazón  gene- 
roso que  le  ofreciera  hospitalidad,  ni  un  voto  por  «^u  'restablecimiento:  hasta  el 
maestro  de  posta  tuvo  derecho  á  ii]suitar'iO  impíamente. 

La  enfermedad  había  avanzado  notablemente  y  víctima  de  una  convulsión 
de  agonía,  cerró  enteramente  sus  ojos  á  las  siete  de  la  miu'iana  del  20  de  Junio 
de  18á0,  esclamando  melancólicamente:  ¡Ái/, patria  mia! 

Sus  restos  reposan  en  el  atrio  del  convenio  de  Santo  Domingo,  amortajado 
con  el  hábito  del  patriarca  de  la  orden,  cuyo  sepulcro  fué  cavado  al  pié  de  la 
pilastra  derecha  del  arco  central  del  frontispicio  de  dicha  iglesia. 

La  gratitud  de  la  posteridad  ha  levantado  unaestátua  ecuestre  de  bronceen 
la  Capital  Federal,  otra,  pedestre  y  también  en  bronce,  en  Tucuman  para  ense- 
ñar con  sus  leyendas  el  camino  de  la  gloria  á  los  hijos  de  la  libertad. 


La  Federación  Venezolana  tiene  por  límites:  al  Norte,  el  Mar  de  las  Antillas, 
al  Este  la  Guayana  inglesa,  alSud  el  Brasil  y  al  Oeste  los  Estados  Unidos  de 
Colombia. 

Está  comprendida  éntrelas' y  12*  16'  de  latitud  norte  y  entre  8*49'  longitud 
este  y  6*  13'  longitud  occidental  del  meridiano  de  Caracas. 


—  r>r,  — 


Su  sii|)(»rlirii^  '*^  'lí»  Lili'). ()()()  kilóüiíMí'ns  cuíi'lríiílos. 

Su  |h)I)1;hm()ii;i<"¡'mhI(>;i mas  ílií  :¿.OíM).n()i)  ii<»  liahitaiiics. 

\'iMhvnplasoM«'ri  ¡ró  lihro  ('  in'lo|)Oii(ii'Mi!<*  en  ol  afn»ílo  l8¿I'J,ilciK»niinándose 
(iraii  Ko|Milílii'/i  íl(»('uloiiil)ia  im  iiiihni  «••m  Nuova  Graiia'ia  y  Quito,  j)oro  segre- 
i;jni(l(>so  011  IS^íí,  consliíuyó  aparto  una  Ko'lerai'i'Mi  bajo  el  nouibre  de  Estados 

Su  .m)l>i<Mn«»  <vs  i-('|iuhli<*aii<)  í'ivÍ«M'al.  lialí¡('*iiílM>o  oi'i:ri'l'.)  tMi  Kcpública  desde 
ol  .ífio  ISll. 

('(»ni|»r(?iiílo  la   I'\ííloi'a<*if»ii,   ¿í)   lvsta<lo<,   2  'l'(M'rifor¡i»s  y  el  Üistiáto    Fe- 

iloral. 

N'oiuvuola  <*si;i  viiicul.-nla  ••un  :i..s')íi'ik  i»or  <us  tiM'li'-i-i'io.s,  ¡«liomas,   co.s- 

tuuil>ri*s,  por -^us  ;i^[iir;i('i'iiii»'.  ¡i<»í:f¡i';ts  y  ;iuii  p'ir-^Lis  p¡'Mpia>  «iosifraí-ias. 

L.'i  pn|jti«\'i  innii.ii-fniica  i,^-»i).M'ij''»  íiuiihü.'ii  ;iíií  aii«'ieii'l'»  :i  Ins  umuraies  á  ^su 
yuií»)  (|<»-hñtirn.  y  .i^í  .•niii')  n.-nM  üM^Míi-o-s  liul»M  un  a'lali'l  líuorreri»,  uu  salvador 
(juo  hirióse  uimni's  «;1  íron.»  ■!•  i.)  -  --í.-in  jt.i.l,  i|i»  ¡a  nii-ina  iuan«»i*a  apareció  para 
a«jUoll;i  ol  r<'il<Miíí»r  'le  su-^  «loi-O'-ir"-.  i-'  •^us  lilu-i-t.-nlos,  y  «lo  su  soberanía  po- 
lítica; 

l'll  uiisnio  <m|ím  ;i  |.í>  fl<'»s|Mita-.  la  uii^uiíi  ropumiaiM'ia  á  la  dominación 
ospafinla,  ii:iiaí(»s  a>|iira<'i'Hh'-i  y  tíMi-l«'in*ias  y  '.i«i|-rni  'i«*t"»Mj<iU'es«le  un«»s  mismos 
|>rin('i|)ios("'  jtlí'iitii'o-  'Ir-iuniM^.  c-aija  una  ffabajab.-i  j">i- -,u  pr^piíMoiioidad  para 
restaurar;!  laAuHÍi'i''a  i*)-  jire«-i  »-•-  ÍMncí-»  u^U!"p;i'ÍM-;  ¡.or  un  i*(>n»jUÍstador  >in 
le,  ílo  «'.^íroflias  niii'as  y  rO!f'*»_:ra'l  »  «mi --uium  j:ra'i'>. 

Lns  Iriunfns  <b'l  uu'»  ilriiafiaii  «ir  -:'•/."  -i  ■;•-  ;»■  •í)l:i«'ÍMni's  ilel  otro,  jiürcjue 
ellns  atirnialían  ¡a  unioa'l  ani«M'i«-;i'..i,  (.'-iii-'»ii'la!ií|'»  ia-  o>p»M"an/.as  populares  y 
losseiitiniirntn-^  iM»lifií'o>  i\r.  ins  in".'»^  .¡ím  Xuo\ ■  •  Mun«l-). 

í/Uauíln  \'«-n«vu».'ia  U'»-  fomunicí»  la  (A.-iiiarJMn  ai  p'»'icr  *UA  primer  ma^^is- 
tradoíl»;!  ir"bi(Mii'<  rrpul»ii«"aii'«.  !a-  Prn\  ¡¡iri.-i- I 'ii¡«ia>  ñ^ícjarnn  onn  infiecible 
entusia-^iíi"  «-I  iiri.¡:int(.'  íriunfu  le  ia<  i-ii-a- •h*in<M*i";'ili''as,  lanías  \eoos  envueltas 
en  l«»s  plioiTue-  *\*'.  la  uo^irr.'n-ia  y  «lo  la  íalaliíla'l. 

l)(i>ilo  en'"i)«-f-;|ia'-ta  la  locha  la*^  mas  coivlialos  ri^laciones  li;;an  á  ambos 
países  on  la  per-O'-U'-inn  «le  su  eniíranílivimionín  y  esplendor. 


CJS.IjLE  MJÉJICO 

La  l{epúl)li<*a  (le  Méjico  tiene  por  limites:  al  N.  ios  Ksta<los  Unidos,  al 
K.  el  ígnito  (le  Méjico  y  <í1  mar  <lc  las  Antillas;  al  S.  K.  (juatemala;  al  S.  y  al 
O.  el   Océano  I^acíH<*o. 

La  sui)erticie  total  es  <le  áJM)(>,(HM)  <le  kilom.  cuadra<i<)s. 

Su  población  es  «lo  l>.tM)t),oi)()  de  liahitanles. 

La  Reía'iblica  de  Méjic-o  ha  sufridlo  tremendos  golpes  [)or  la  ambición 
de  europeos  y  amerieanos,  despojílndola  hastade  su  propia  autonomía  como 
nación  libre. 


—    Oí    — 

Iiidependieiue  por  su  suprema  voluntad  devJe  1821,  erigióse  en  imperio 
el  nuevo  Estado,  pero  rompiendo  con  las  restricciones  y  trabas  de  la  forma 
y  gobierno  monárquicos,  un  ano  después  proclamóse  República  solemne- 
mente. 

Dos  terribles  invasiones  de  Francia  v  Estados  Unidos  trastornaron  la 
vida  económica  de  la  gran  nación  perdiendo  mucha  parte  de  su  territorio: 
pero  en  la  última  guerra  que  sostuvo  con  la  primera  en  1861,  no  solo  vióse 
sacrificada  en  enormes  deudas,  sino  lo  que  es  peor,  caía  desmoronado  el 
gobierno  que  la  sostenía,  erigiéndose  tres  años  después  un  imperio  gober- 
nado por  el  Archiduque  Maximiliano  de  Austria,  para  caer  al  cabo  del  mismo 
tiempo  aplastado  bajo  el  peso  de  la  justicia,  restituyendo  la  nación  su  auto- 
nomía usurpada. 

La  República  comprende:  27  Estados,  un  distrito  federal  y  un  ter- 
ritorio. 

Como  todos  los  pueblos  americanos  que  han  tenido  que  sacudir  un  yugo 
oprobioso,  cual  el  monárquico  español,  los  mejicanos  pelearon  con  bravura 
en  los  campos  de  la  lid,  y  nunca  los  reveses  ó  desastres  de  sus  armas  pudie- 
ron siquiera  moderar  el  fuego  sagrado  que  animaba  á  sus  corazones  demo- 
cráticos. 

Despedazado  el  solio  de  la  monarquía  y  gobernados  republicanamente  por 
sus  propios  hermanos,  tuvieron  que  luchar  contra  los  descontentos  que  en 
número  considerable  se  dividían  la  opinión  y  agitaban  los  pueblos  interiores 
excitándoles  á  la  rebelión  y  al  pillaje. 

La  lucha  civil  que  sufrió  Méjico  después  de  reconquistar  su  indepen- 
dencia y  de  dar  solidaridad  á  la  República  á  la  espectacion  exterior,  fué  cruel- 
mente desastrosa,  brutal  y  sanguinaria.  Los  gobernantes  se  sucedían  vertigi- 
nosamente, expiando  sus  errores  en  el  patíbulo  por  haber  escalado  el  poder 
con  la  punta  de  las  bayonetas;  las  arcas  quedaban  vacías  por  las  manos 
impuras  que  las  gobernaban;  el  crédito  vacilante  y  aun  muei'to,  no  podía 
arbitrar  recursos  para  contenerlas  insurrecciones,  etc. 

Después  de  esta  lucha  fatal,  un  gobierno  ¡lustrado  y  expresión  de  la 
voluntad  del  pueblo,  llamó  á  su  lado  á  los  hombres  mas  idóneos  del  país 
para  compartir  las  tareas  administrativas,  introdujo  notables  reformas  y 
suprimió  gastos  superfinos;  estrechó  las  relaciones  diplomáticas  con  todos 
los  países,  celebrando  tratados  de  comercio,  convenciones  y  toda  clase  de 
vínculo  comercial. 

Nuestra  República  se  ha  asociado  francamente  al  movimiento  de  pro- 
greso que  impulsa  hoy  á  Méjico,  enviándole  todo  cuanto  es  materia  de 
comercio. 

Consecuente  nuestro  país  con  las  doctrinas  políticas  que  desde  su 
infancia  fueron  su  religión  y  culto,  dispensa  á  los  pueblos  americanos  afines 
el  profundo  respeto  y  cariño  que  inspiran  el  trono  de  la  libertad  constitu- 
cional y  el  altar  de  la  democracia. 


—  5«  — 

Los  pueblos  niejicaiios,  hermanos  «gomólos  <io  los  de  las  Provincias 
Unidas,  lovaiitaroii  luiísoims  el  estandarte  <!«»  la  libertad  para  desalojar  del 
suelo  r(^pul)licaiii)  á  l'»s  (^sriavo^  di>  las  dinastías,  y  cuando  el  triunfo  de  las 
armas  de  la  patria  i'ol)i|;iba  (mi  1«>s  püi'uMi<^s  fio  su  band(»ra  ;i  los  [)roscriptos 
sefialándoles  el  puesto  de  l;i  Lcinriíi,  ¡a  América  tMitera  saKniaba  con  entu- 
siasmo IVíMiótico  las  ("OMípiislas  d«í  l.is  ideas  repuldicanas,  |ropercutiendo 
los  himnos  de  la  lil)(M'ta<l    en  el  últinm  .inü;ulo    del  iniovo  continente. 

('liando  aqiitdlns  heróicí)s  |)uel)los  maniícst.iron  :\\  universo  (Mitoro  la 
auííusía  y  su|»r(;ma  voluntad  de  ¿j:ol)ernar>e  por  sí  mismos,  dechirando  su 
completa  libei-íadé  indí»pendcncia  (U^  l<»da  dominación  extraña,  el  mundo  de 
Colon  exlremeí'ióse  d(í  júbilo  v  c(iiel»r<')  d«Minn  :i  oir-o  de  sus  extremos  el 
hiH'inoso  presente  tributado  :i  la  .irr.'in  familia,  á  la  id(>a  r(*publi(^ana,  á  la 
i'eli^ion  dem«)crí'itic;i. 

í^os  pueblos  d»i  M(\jico  y  los  del  lM:it:i  íniiin.une.'jie  li'4:.i  los  por  la  coii- 
(íiencia  y  su  pr«>p¡a  cnn^erva-'ion,  han  llorado  junto-"  doloi'osas  pérditlas  6 
celebrado  inmortiles  triunl'os;  cons(».*nenci:i  de  i.i  iiicha  coniinenial  d«?  dos 
entidades  (MuinrMites:    la   iil)crtad  y  i;i  esclavitud. 

riov  Sí' d;m  la  man-»  atcrmo-;;nnentii  dii-ijicndo  lo<  ili'<iinos  de  ambos 
países  píir  el  itineraiio  «pie  i(»  b.in  oiarí'.-ido  ^n  i:lori.i-;;i  bisi«n'ia  y  ias  con-juistas 
del  saber  humano:  ol  proL^reso. 


La  K*(»|)úblic;i  de  Chilí»  ticuíí  poi-  líinitc>:  al  N.  til  d<>siertt)  de  Ataeaina, 
al  lí.  los  Andes  (puj  la  scpai-.-ni  dtí  \:\  l\e]M'il)lica  Ai*,L¡;eniina,  al  S.  ol  Cabo 
de  IIf)rnos  v  al  O.  kA   Pacílico. 

Su  extensión  t(?rritorial  no  pasa  dt».  •¿7(),<)<H)  kiloin.  «Miadrados;  no  obs- 
tante, un  autor  chileno  le  dá  hasta  .j.'íl),()(M). 

('hil(>  proclamó  su  in<lepen<l(Mic¡a  el  í'¿  de  Kebi-iM-o  <lo  ISIS,  aniversario 
del  /glorioso  ti-iunlo  en  í.'ha<*abuco.  fiándose»  una  or.Lrani/..ndon  política  cual 
correspondía  á  sus  mírresidades  y  á  sus  aspira<'iones. 

l^a  líepribli(!a  Ar^^entina.  entoncívs  Pr*)v¡nci;is  Unidas  del  liio  de  la 
Plata,  rod<;aíla  de  ciKnni^os  por  todas  partes,  oprimida  y  vaiálante  por  espan- 
tosa anar(|Uía,  (empobrecidas  sus  arcas  y  sin  elementos  para  afrontar  una 
situación  tan  comi)licada,  rompió  con  todos  y  decJaramlo  la  f^uorra  á  sus 
multiplicados  (;nemi*^os  esperó  con  serenidad  el  desenlace  do  la  contienda: 
un  ejército  formado  al  pié  de  los  Andes  sombró  la  muerte  en  los  campos 
do  ('hile,    aplastnnílo  á  sus  dominadores. 

L:i  aui'ora  de  la  libertad  lució  ma^ní(ic,a  en  ol  reino  redimido,  cantando 
las  ;;1  o:  ¡as  patrias  las  í;o/.osas  multitudes. 

San  Martin  fué  su  recon<iuistadoi-  y  el  profeta  de  sus  destinos. 

líl  imperio  de  los  Incas  quedó  restituido,  pero  esta  vez  bajo  la  forma 
de  gobierno  democrático-republicano. 


—  59  — 

Hoy  cuenta  con  una  población  no  menor  de  2.500.000  habitantes. 

La  gigantesca  campana  emprendida  por  el  General  San  Martin  á  través 
de  los  Andes  busf^ando  al  enemigo  en  su  propio  centro,  allá  donde  tenía 
un  poderoso  acopio  de  elementos  bélicos  y  mayor  número  de  defensores,  se 
llevó  á  cabo  de  la  manera  mas  satisfactoria,  y  supo  in'.Milcar  con  tanta  habi 
lidad  el  General  Argentino  en  el  ánimo  de  sus  soldados  los  sentimientos  de 
la  obediencia,  disciplina  y  amor  á  la  patria,  que  nunca  oyó  una  queja  ni  sintió 
desaliento  en  aquellos  valerosos  defensores  cuando  practicaban  la  inmortal 
ascensión,  agobiados  por  el  peso  de  los  materiales  de  la  artillería  y  víctimas 
del  frió  intenso  de  la  glacial  cordillera. 

Después  de  triunfos  parciales  y  de  gloriosas  victorias,  las  armas  pro- 
tectoras hicieron  flamear  el  pabellón  argentino-chileno  en  todo  el  territorio 
antes  ocupado  por  el  enemigo. 

Proclamada  la  independencia  y  reconocida  como  nación  soberana  por 
los  pueblos  de  la  América  y  Europa,  entregóse  con  ardor  ú  la  reforma 
general  de  la  administi'atúon,  hacienda,  instrucción  pública,  etc.  de  la  Repú- 
blica,  solicitando  de  las  naciones  vecinas  su  concurso  para  propender  y 
acelerar  mas  etica/mente  ia  preponderancia  que  perseguían  sus  gober- 
nantes. 

En  el  año  1855  celebró  Chile  el  primer  tratado  de  amistad,  comercio 
y  navegación  (*on  nuestra  República,  abriendo  de  esta  manera  un  campo 
mas  vasto  á  la  labor  nacional  y  un  mercado  seguro  para  el  intercambio  de 
sus  efectos. 

Después,  convenciones  de  extradición  y  postal,  y  por  Hn  el  amis- 
toso tratado  de  límites  celebrado  en  1881,  ha  estrechado  y  vinculado  mas 
fuertemente  los  lazos  que  ligan  á  los  dos  países,  trabajando  recíprocamente 
y  de  consuno  á  favor  del  bien   general. 

Dos  vias  férreas  que  arrancarán  de  esta  República  para  internarse  en  el 
territorio  chileno  y  poner  en  comunicación  ambos  países  recibiendo  recí- 
procamente los  productos  de  las  industrias  y  de  la  agricultura  de  uno  y 
otro,  son  otros  dos  lazos  poderosos  de  amistad  que  fortificarán  los  senti- 
mientos de  adhesión  y  el  engrandecimiento  de  ambas  Repúblicas. 

Estas  nuevas  vías  de  comunicación  estrecharán  mas  las  relaciones  comer- 
ciales y  el   cariño  fraternal  de  los  dos  países. 

TRATADO  DE  LÍMITES   ENTRE  LA  REPÚBLICA  ARGENTINA  Y  LA  REPÚBLICA 

DE  CHILE 

Buenos  Aires,  23  de  Julio  de  1881. 

En  nombre  de  Dios  Todopoderoso.  Animados  los  Gobiernos  de  la  República  Argentina 
y  de  la  República  de  Chile  del  propósito  de  resolver  amistosa  y  dignamente  la  controversia 
de  limites  que  ha  existido  entre  ambos  países,  y  dando  cumplimiento  al  artículo  39  del 
Tratado  de  Abril  del  año  185O,  han  resuelto  celebrar  un  Tratado  de  Límites,  y  nombrado 
á  este  efecto  sus  Plenipotenciarios,  á  saber: 

S.  E.  el  Presidente  de  la  República  Argentina  al  Doctor  Don  Bernardo  de  Irigoyen, 
Mixústro  Secretario  de  Estado  en  el  Departamento  de  Relaciones  Exteriores;  S.  E.  el  Pre- 


—  60  — 

síciente  de  la  República  de  Chile  í  Don  Francisco  de   B.  Echeverría,  Cónsul   General   en 
«iquelhi  República. 

Quienes  después  de  lial^crse  manifestado  sus  Isleños  Poderes  y  encontrc'mdolos  bastantes 
para  celebrar  este  acto,  han  lí^nvenido  en  lus  artíruios  siguientes: 

Articulo  I.  El  limite  entre  la  República  Argentina  y  Chile  es  de  Norte  á  Sud  hasta 
el  paralelo  .S2  d<;  latitud,  la  C'ordillcra  tle  los  Añiles.  Iji  línea  fronteriza  correrá  en  esa 
(íxtension  p<»r  las  cunibn*s  más  elevadas  di:  dichas  Cordilleras  que  dividan  las  aguas  y 
pasará  ])or  entre  las  vertientes  que  se  desprenden  á  un  lado  y  otro.  Las  dificultades  que 
pudieran  suscitarse  por  la  existencia  de  ciertos  valles  formados  i>or  la  bifurcación  de  la 
Cordillera  y  que  lU;  sea  chira  la  linea  divisoria  de  las  aj^uas,  serán  resueltas  amistosamente 
p«»r  dos  j)eritos  nombrados  um»  de  cada  j)arte.  En  caso  de  no  arribar  estos  á  un  acuerdo,  será 
llamado  á  decndírlas  un  ter<vr  ]ietito  (leNÍ*;nadu  por  ambos  ( gobiernos ;  de  1:ls  operaciones 
(juc  practique'!!,  se  levantará  una  a<  la  en  di-blc  ejemj)lar,  lirmada  j)or  los  dos  peritos,  en 
los  puntos  (Mi  (pie  hubirren  estado  de  acuerdo  y  además  por  el  tercer  perito  en  los  puntos 
resueltos  por  éste.  Esta  acia  pnalucirá  pleno  elecio  (les<le  cjue  esluvien=»  suscrita  por  ellos  y 
se  considerará  firme  y  valeilera  sin  necesidad  de  c.tras  foruialidades  ó  trámites.  Un  ejemplar 
del  acta  s<!rá  (rh'vada  á  cada  uno  d<-  los  d"*í  ( íobiernos. 

.\rt.  II.  En  la  parte  .Austral  d<I  Coniimnte  y  al  Norte  del  Estrecho  de  Magallanes, 
el  limite  entre  los  dus  j^aíses  será  una  línea  (pu*,  partier.do  tle  Punta  Dun^enes,  se  prolongue 
j)(»r  tierra  hasta  Monte  I)incri>:  de  a(pn  «ontinuaiá  hacia  el  ncste,  siguiendo  las  mayores 
elevaciones  de  la  cadena  de  colinas  ijue  allí  existm  hasta  t<.car  en  la  altura  de  Monte 
Aymond.  De  este  jmnto  se  ])rolon!rará  la  línea  hasta  la  interseccit.)n  del  meridiano  70  con  el 
parale!».)  sj  de  latitud,  y  de  aquí  se-^uirá  hacia  el  Hesic  coincidiendo  con  este  úllimo  paralelo 
hasta  rl  divortia  at¡uarum  de  los  Andes.  Los  territorios  (jue  c[uedan  al  Norte  de  dicha  línea 
perieneceián  á  la  Kepi'ibli«.a  .Xrui.'nlina;  y  á  (!hile  hs  (pu:  .se  extiendan  al  Sud,  sin  perjuicio 
de  lo  íji"'  disj)i»ne  re-pectn  de  la  Tierra  drl   Fut^o  r  islas    adyaí'entes,  el    artículo  tercero. 

Art.  11 1.  En  la  Tieira  del  Kueí;o  se  trazará  una  línea  que,  pailiendo  del  punto  deno- 
minadí»  Cabo  del  Espíritu  Santo,  en  la  latitud  .sj  jurados  .^n  minutos,  se  prolongará  hacia  el 
Sud,  coin»  ¡diendo  con  el  Meridiano  ( )( ( idental  de  (írecnwich,  hS  grados  ^^4  minutos  hasta 
tocar  en  el  Canal  <  H<-a^le  •.  La  Tiena  del  Lueuo.  dividida  de  esta  manera,  seiá  Chilena  en 
la  parle  ( Kridental  y  .\rgentina  en  la  ]>arte  (  >rienlal.  En  cuanto  á  las  islas,  ])ertenecerán 
á  la  Rei)ública  Argentina  la  isla  de  ¡c»s  Estados,  los  islote^  próximamente  imuediatos  á  esta 
y  las  demás  islas  (pie  haya  sobr*.  rl  Atlántico,  al  ( )riente  d(?  la  Tierra  del  Fuego  y  costas 
orientales  de  la  Tatagonia;  y  jHTteneierán  á  Chile  todas  las  islas  al  Sud  del  Canal  «  Beagle» 
hasta  el  Caín»  de  ]L)in(»s  y  las  (pie  haya  al  Occidente  ile  la  Tieira  del  Fuego. 

Ari.  IV.  Los  misnu)s  peritos  á  i[ue  se  leliere  el  artií  ulo  j)rinn;ro  íijarán  en  el  terreno 
las  lineas  indicadas  en  los  dos  artíeui«is  anterioics  y  ])roecderán  en  la  misma  forma  que 
alli  se  determina. 

Art.  V.  El  Estrecho  de  Magallanes  cpieda  neutrali/adi»  á  perpetuitlail  y  asegurada  su 
libre  navegaci(»n  ])aia  las  banderas  de  todas  las  NaiK>nes.  En  el  interés  de  asegurar  esta 
libertad  v  ncutrniidad,  no  se  construirán  en  las  lostas  ftírlificaciones  ni  defensas  militares 
que  puedan  contrariar  ese  prop<'»siio. 

Art.  VI.  L«-)s  Ciobiernos  de  la  Re])ública  Argentina  y  de  Cüiile  ejercerán  pleno  dominio 
y  á  jícrpetuitlad,  si)bre  los  territorios  que  respectivamente  les  pertenecen  según  el  presente 
arreglo.  Toda  cuestión  (jue,  j)or  desgracia,  surgiere  enlie  ambos  países,  ya  sea  con  motivo 
de  esta  transacción,  ya  .sea  < ir;  cuahpiier  otra  cui^a,  será  s  )motida  al  fallo  de  una  Potencia 
amiga,  quetlando  en  todo  caso  como  límite  ¡inonmovible  entre  las  dos  Repúblicas  el  que  se 
exprese  en  el  priísente  arreglo. 

Art.  VIL  I-^is  ratificaciones  dcí  este  Tratado  serán  canjeadas  en  el  término  de  sesenta 
(lias,  ó  ant(.*s  si  fuese  posible,  y  el  canje  tendrá  lugar  en  la  «iudad  de  Buenos  Aires,  ó  en 
la  de  Santiago  de  Chile. 

En  'ii  de  lo  «nal  los  Plenipotenciarios  de  la  República  .Xr^cnlina  y  tle  la  República  de 
Chile  íirmar  «n  y  .Míllaron  con  sus  respectivo';  sellos,  y  [)or  da¡>licadi),  el  presente  Tratado 
en  la  ciudad  de  Huenos  Ain-s,  á  is  dias  del  m<:s  dr  Julio  del  año  de  Nuestro  Señor  1881. — 
(L.  S.)  UruNARDo  nr  Iki<;ovj;n.  —  (L.  S.)  Fra.\<i.si:(j  dk  B.  Eciir.vKRkÍA. 

PROTOCOLO    ADICIONAL 

En  Buenos  Aires.  ;'i  quince  dias  del  mes  de  Setiembre  de  mil  ochocientos  ochenta  y  uno, 
estamlo  presentes  en  la  Secretaria  del  Ministerio  de  Relaci».>nes  Exteriores  de  la  República 
Argi-ntina,  el  señor  Ministro  Secretario  fie  Estado  en  el  Deparlamento  de  Relaciones  Exte- 
rioies,  l)(K:t(»r    Don  Bernard<i   de    Iri^oyen,  y  el  señor  l)>n     Franinsco  de  B.    Echeverría. 


—  61  — 

Flenipotendarío  espedal  del  Excmo.  Gk)bierno  de  Chile,  para  suscribir  el  Tratado  de  Limites 
que  quedó  ñnnado  en  esta  ciudad,  el  veinte  y  tres  de  Julio  ultimo:  manifestó  el  señor 
Echeverría  que  habla  recibido  de  su  Gobierno  instrucciones  para  proponer  al  Excmo.  Gobierno 
de  la  República  Argentina,  prorogar  el  plazo  estipulado  en  el  artículo  7°  de  dicho  Tratado 
para  ratificación  y  canje,  en  razón  de  ser  poco  el  ténnino  que  restaba  para  que  pudieran 
expedirse  ambos  Congresos. 

El  señor  Ministro  de  Relaciones  Exteriores  contestó  que  en  vista  de  la  consideración 
expuesta,  el  Gobierno  Argentino  no  tendría  inconveniente  en  estipular  la  ampliación. 

Conformes  con  esta  idea  el  señor  Echeverría,  exhibió  los  Plenos  Poderes  que  le  hablan 
sido  trasmitidos  por  el  telégrafo  para  suscribir  el  presente  Protocolo,  y  que  son  del  tenor 
siguiente: 

Santiago  de  Chile,  Setiembre  13  de  1881. — Anibal  Pinto,  Presidente  de  la  República  de 
Chile,  á  todos  los  que  la  presenten  NÍeren:  ¡Salud! 

Por  cuanto:  considero  que  el  plazo  fijado  en  el  artículo  séptimo  del  Tratado  de  Limites 
ajustado  entre  Chile  y  la  República  Argentina  es  deficiente  para  efectuar  en  tiempo  el  canje 
de  las  ratificaciones: 

Por  tanto:  y  teniendo  toda  confianza  en  don  Francisco  de  B.  Echeverría,  Cónsul  General 
de  Chile  en  la  República  Argentina,  he  resuelto  nombrar  como  por  la  presente  lo  nombro  y 
constituyo  Plenipotenciario  de  Chile,  para  que  negocie  y  firme  con  el  Plenipotenciario,  debida- 
mente autorizado  por  el  Gobierno  Argentino,  un  Protocolo  que  consigne  la  próroga  que  se  estime 
Cunveniente  del  plazo  que  fija  para  el  canje  de  las  ratificaciones  del  referido  artículo  séptimo 
del  Tratado  de  veinte  y  tres  de  Julio  del  presente  ano.  Y  lodo  lo  que  el  referido  Plenipoten- 
ciario negocie  y  firme  en  \'ista  de  estos  Plenos  Poderes,  promete  cumplirlo  en  todas  sus  Partes, 
previa  la  aprobación  del  Congreso  que  nuestra  Constitución  prescribe. 

En  féde  lo  cual,  he  hecho  extender  estos  Plenos  Poderes  firmados  de  mi  mano,  sellados 
con  el  sello  de  las  armas  de  la  República  y  refrendados  por  el  Ministro  de  Relaciones  Exte- 
riores, á  trece  dias  del  mes  de  Setiembre  del  año  de  Nuestro  Señor  mil  ochocientos  ochenta 
y  uno. — (Firmado):  Aníbal  Pinto. — (Firmado):  Melquíades    Valderrama. 

El  señor  Echeverría  ofreció  de  acuerdo  con  lo  que  su  Gobierno  le  previene  en  telegrama 
anterior,  presentar  los  poderes  en  la  forma  de  costumbre,  y  habiéndose  aceptado  por  el  señor 
Ministro  de  Relaciones  Exteriores  esta  promesa  y  exhibido  por  su  parte  la  Plenipotencia  que  le 
ha  sido  conferida  por  S.  E.  el  señor  Presidente  para  negociar  y  firmar,  por  parte  de  la  Repú- 
blica Argentina,  el  presente  Protocolo,  y  después  de  diversas  indicaciones  sobre  el  plazo,  las 
que  fueron  discutidas,  convinieron  ambos  Plenipotenciarios  ampliar  por  treinta  dias  mas  el  tér- 
mino estipulado  para  la  ratificación  y  canje  del  Tratado  firmadv)  en  esta  ciudad  el  veinte  y 
tres  de  Julio;  debiendo  contarse  la  próroga  desde  el  veinte  y  dos  del  corriente  mes 

El  presente  Protocolo  será  considerado  como  parte  adicional  é  integrante  del  referido 
Tratado  y  sometido  como  tal  á  la  aprobación  de  los  respectivos  Congresos. 

En  fé  de  lo  cual,  firmaron  y  sellaron  con  sus  respectivos  sellos  el  presente  Protocolo. — 
ÍL.  S.)  Bernardo  de  Irigoyen. — (L.  S.)  Francisco  de  B.  Echeverría. 

LEY    DE  APROBACIÓN 

El  Senado  y  Cámara  de  Diputados  de  la    Nación  Argentina,  reunidos  en    Congreso,  sancionan 
con  fuerza  de  ley. 

Artículo  I. — Apruébase  el  Tratado  de  Limites  con  la  República  de  Chile,  celebrado  en  esta 
Capital  el  veinte  y  tres  de  Julio  del  presente  año,  y  el  Protocolo  a aexo  firmado  el  15  de 
Setiembre  del  mismo. 

Art  II. — Comuniqúese  al  Poder  Ejecutivo.  Dada  en  la  Sala  de  Sesiones  del  Congreso 
Ai^^entino,  en  Buenos  Aires,  á  once  de  Octubre  de  mil  ochocientos  ochenta  y  uno. — YkPiíí^' 
CISCO  B.  Madero.-^  Carlos  Ai,  Saravia,  Secretario  del  Senado. — Lidoro  J.  Quinteros.— 
Miguel  Sorondo^  Secretario  de  la  Cámara  de  Diputados. 


—  62  — 


CJS.1LLE  DE  SAN  LORENZO 

l)uofni.>  los  (?>p;jri()i(»s(i(»  Mí>iit(ívi<lo<.i  y  dr  las  a^uas  «iel  leíala,  las  fuerzas 
navales  (.'íMiuitíaii  to'ln^íí'jMíírí»  íiíí  air«ií'iílaíl<í>  ilevaiiílo  ííI  espanto  á  las  pobla- 
ritjijcs  nuv¡alíí>,  ó  ¡iit(3riiárHÍosí»  iiia>  de  una  ve/  (Mi  el  ttifi'iforio  invadido 
pequeños  <i»»-t:u-aMieníos  protíí^iílospor  ia  ílula  iiiionti'as  asei^uraban  los  robos 
Je  hacioiJ'Ja  y  saileamientí)  íÍ(í  propie<la<ie.>. 

Lu>  pueblos  íle  San  Nicolás  y  San  Ptídi'o  habían  sufrido  con  horror  la 
irrupción,  despojándohjsde  cnantiosos  bienes,  y  A  lin  de  ponerse  al  abrií^o  de 
(li<!lios  latroí.'inios,  roniuniraron  al  (lobierníí  todo  lo  a«-onteeido,  solicitando  su 
pnileccii^n  para  px-arnKMiiarlos. 

San  Martín  «pie  un';  ení-ai'«;ado(dicialnn.Mití;  j»ara  la  creación  y  organización 
dií  un  re;4ÍniiiMifo  de  "<iranad(;ro>  a  caballón,  <M-a  á  lasa/.on  coronel  efectivo  en 
virtud  dc|  divr-iMo  di;  7  do  I  )iri.Mnl)r(í  d<'  isiri,  y  ya  ba>lantiMnente  clisciplinadfj 
p«»i-  la  -evcra  insii-uccion  müitará  «pie  in^oniciin  >n  jol"'.',  i'ci'ibió  con  satisfac- 
ción ia  (•Mini>i'»n  «pie  le  cncuniendó  ei  .ií<»l)i<^rin)  par-a  repeler  y  castigar  ojem- 
plainnínie  á  las  íiicr/as  invasora>. 

('<»níiada< <'ístas;i  la  |>cricia  y  bravui-a  del  «'apitan  de  ai'tillería  I).  Juan 
Antonio  /;d)ala,  .-<^  preparó;!  darse  a  la  vcia  una  (»\p(Mlicion  loriuada  de  ti'Opa 
do  <ies(ínibai*c<»,  bien  ininiicionada,  ;'i  nbj'üo'iíí  pi-oveer  de  carne  fresca  lapia/.a 
sitiada,  díMnnlicndo  de  pa^ola>  r')riiii(-i''¡one-- <pní  los  patriotas  construían  en  el 
Pai-aná. 

Kl  dia  antc'^  d-»  habcj-sí»  í*c-»ii.»|to  p  )nci'sc.  (jn  mai'clia  diclia  expedición, 
luic^tro  .i;nl)i(M-no  tuvo  cíuiociinienlo  de  atpicl  movimiento  y  sus  miras  por  un 
in<lividuo  «pie  acabalía  dtí  Ilegal' ;'i  San  l^'ci-nando,  recibiendo  muy  luego  nuevas 
noti(.*ias  ipie  le  asegural)an  ([W  la  oscuadiilla  de  \h>nievideo  surcaba  ya  el 
Paraná. 

Fué  en  estas  cirí*unstancias  cuando  San  Martín  recibió  la  ór<len  para  que 
poniéndn>e  a  la  cal)e/a  <le  ^i7}{)  bombnís  de  cal)al¡er'ía  é  infantería,  siguiese 
todos  los  movimientos  del  em^migo,  cargándole  en  el  momenloíjue  pretendiese 
desembarcar. 

Poro,  de  las  fuerzas  (juedisciplinabael  «'oronel  apenas  Uyi)  hombres  estaban 
en  aptitud  de  [irestar  algún  sei'vicio,  siendo  todos  los  demás  recdutas  sujetos  á 
riguroso  aprendizaje;  sin  «Mnbargo,  la  inlerioi'ida<l  de  esta  fuerzanodebilitó  por 
eso  las  grandes  esperanzas  (juec.oncií)iei'a  a(|uehle  su  intachable  íiisciplina  y  su 
valerosa  <iispc).s¡<'i()iiguen*era,  y  dando  cumplimiento  á  la  orden  superior,  se 
puso  á  la  cabeza  de  dicho  destacamento,  níoviéndoso  en  acelerada  marcha, 
desj)ues  de  impartir  las  últimas  ói-denes  para  el  mejor  gobierno  y  disciplina  de 
las  fuerzas  (juc  se  reclutaban. 

Parte  ríe  otro  regimiento  al  mand(í  del  (!<nnandantc  D.  Juan  Bautista 
Morón,  debía  partir  en  apoyo  de  los  granaderos  para  el  caso  de  algún  desastre. 

listos  se  movían  únicamente  de  noche  á  causa  de  los  sofocantes  calores  del 


-63- 


^cípitacioii  que  mas  parecía  en  completa  y  desesperada  fuga 
que  animada  del  deseo  de  llegar  oportunamente  al  desembarco  que  se  pre- 
sentía. 

Llejj;adu  ú  San  Nicolás  dispuso  un  servicio  de  batidores  y  vigías  para  que 
te  tuviesen  al  corriente  de  los  movimientos  de  los  invasores,  pues  no  se  sabia  de 
una  manera  cierta  el  punto  que  eligirían  piiraei  desembarco,  quesería  al  mismo 
tiempo  el  campo  de  la  lucba. 

La  fueiv.a  sutil  española  avan/,aba  muy  paus^adaraente,  sembrando  el  terror 
porlus  pueblos  de  la  costa,  hasta  que  tomando  una  dirección  mas  delinida 
hendía  resueltamente  las  aguas  en  derechura  de  San  Loreniu,  donde  fondeó 
dctenninándoseü  hacer  víveres,  pero  no  sin  arrasar  antes  el  convento  del 
mismo  nombre  que  ocupaba  una  planicie  casi  horizontal  y  distante  300 
varas  de  las  barrancas  del  Paraná,  que  son  tajadas  á  pique  hasta  la  puerta 
del  mismo  templo, habiendoademásotra "bajada  á  428  metros  del  edificio  por 
la  que  avanzó  el  enemigo  para  hacer  e!   desembarco. 

Comprendiendo  San  Martín  que  muy  pronto  tenía  que  habérselas  con  los 
•■nemigos,  hi¿o  vivaquear  á  sus  tropas,  avanzando  en  seguida  con  mucha  cau- 
tela para  no  ser  sentido:  situado  Irasde  la  quinta  riel  monasterio  hacia  el  N.  O. 
del  edificio,  mandó  formar  en  ala,  echar  pié  á  tierra  y  desenfrenar  los  caballos, 
escuchando  con  avidez  los  movimientos  del  enemigo, 

Una  orden  terminante  habla  impartido  San  Martín  para  que  en  aquellas 
cercanías  no  se  prendiese  una  sola  luz.  convidando  con  la  soledad  á  \o^marmos 
para  efectuar  su  anhelado  desembarco,  lo  que  no  tardó  en  suceder. 

Vislumbraba  ya  la  aurora  cuandoel  coronel  entró  al  convento  y  después  de 
conversar  con  los  monjes  subió  á  la  torre  acompañado  de  algunos  oficiales  para 
observará  la  fuerza  española,  cuyos  nnovimientos  le  apercibieron  que  se 
at:ercaba  el  momento  decisivo,  bajando  en  seguida  para  situar  conveniente- 
mente ó  los  granaderos. 

Era  ya  de  día  cuando  botes  y  lanchas  desembarcaban  á  los  invasores,  que 
en  numero  de  trescientos  veinte  marineros  y  soldados  de  marina,  bajaban  muy 
tranquilamente  dirijiéndose hacia  el  monasterio  muy  conñadamonte. 

En  estas  circunstancias  volvió  á subir  San  Martín  á  la  torre  para  espiar 
p<jr  última  vez  á  los  españoles  que  avanzaban  ya,  bajándose  al  punto  y  orde- 
nando qne  el  regimiento,  dividido  en  dos  escuadrones,  se  moviese  y  preparase 
el  ataque,  llevando  éstede  tal  manera  que  el  segundo  escuadrón  á  las  órdenes 
del  capiran  D.  Justo  Bermudez  lo  haría  por  uno  de  loa  flancos  al  mismo  tiempo 
cjue  ól  de  frente,  á  la  cabeza  del  primero,  confundiría  al  enemigo  por  un  fuego 
simultáneo,  imposibilitando  su  retirada. 

Por  mas  que  se  quiso  hacer  simultánea  la  carga,  no  fué  posible  á  causa  de 
Ia  mayor  distancia  que  debía  recorrer  el  segundo  para  flanquear  la  fuerza  espa- 
ñola, San  Martin  cuando  los  tuvo  ya  cerca,  mandó  á  la  derecha  en  batalla. 
rompiendo  nutrido  fuego,  que  íuó  contestado  con  vigor  por  aquella  cuya  línea 
formaba  martillo. 


—  G4  — 

Kl  coronel  aiisi'so  ¡jonjue  no  se  le  oscjipara  uno  solo,  íinimaba  á  los  gra- 
naderos colocados  ei!  I<'i  vanguar(1ia  do  su  línea  con  [lalabras  entusiastas,  cuan- 
do una  metralla  lan/al.i  por  uñado  las  dos  carroñadas  colocada  en  el  centro  de 
la  línea  onemip:a,  chocanrlo  con  el  pocho  do  su  corcel  le  derribó  súbitamente, 
apretando  en  su  calda  la  i)ierna  derecha  del  denodado  coronel. 

Este  fué  el  momento  do  mayor  poliííro  fjuo  ofreció  la  resistencia:  ocurrido 
este  deplorable  accidente  muy  cerca  de  la  línea  onemii^a,  ofreció  la  ventaja  á 
ésta  para  apresurar  el  éxito  de  la  batalla  en  su  favor,  y  desprendiéndose  de  ella 
el  mismo  Zabala  ¡e  tiró  un  feroz  hacha/o  á  su  émulo,  que  lo^^ró  desviarlo  de  la 
cabe/.a,  pero  que  le  ro/óla  mejilla  i/íjuiei-íia  ruya  ci(!atri/.  conservó  siempre;  á 
la  sa/.on,  un  soldado  enemigo  separándose  de  la  líijoa  corrió  á  sepultarle  su 
bayoneta  en  el  cora/.on  ruando  se  (Convenció  do  que  el  caido  era  el  jefe  de  las 
fuerzas  de  Huenos  Aires,  peroalzáMd<jlo  en  la  lanza  el  fi:ranaderoJuan  Bautista 
Baigorria,  dio  tiomp»)  á  <jUOsu^  comparieros,  me/rlándose  con  los  españoles  y 
luchando  uno  coiiti'a  tres,  sombrasen  el  terror  en  espantosa  carnicería,  distin- 
guiéndose muy  particularmente  en  aquella  obrado  destrucción  el  denodado  y 
valeroso  granadero  (!orrentino  Juan  Bautista  Cabral,  que  fué  el  héroe  de  la  san- 
grienta acción  del  3<io  Kel)rcro  de  ixi:^ 

Hasta  este  momento  ninguna  vont.jja  estimulaba  á  las  fuer/as  beligerantes, 
sin  embarco  do  que  ei  cnemiiro  omp^/.ó  á  dcs'-ontiar  <lo  su  suerte,  por  lo  que 
corriéndose  el  bravu  Zabala  con  sus  tro|)as  hi^la  las  barrancas,  buscando  ei 
apoyo  déla  ai'tilloría  naval  a  los  íj:rit'»s  de  ^  Viva  el  líey  y  la  España!»  vése  de 
pronto  interceptado  por  la  división  de  Bei*muíle/  que  á  í^alt)pe  tendidt)  llegaba 
al  campo  de  batalla,  c(jntrarestando  á  la  bala  emMniíj:a<*on  la  potencia  del  brazo 
do  sus  granaderos. 

Indecisa  pormancció  pí)r  al^^uii  rato  l;i  sueriu  do  las  a»"mas,  ])ues  aunque 
el  enemigo  estriba  formado  dcfiN-tuosainento  p'W  ia.  pr-osencia  de  la  segunda 
división  A  la  (pie  hacía  un  l'uo^^o  vivo  a  qUiíma  rop.i,  no  por  eso  dejó  de  resistir 
gallarda  y  bizarramente  á  los  embates  do  la  d(»rrota  que  amagaba  á  su  línea 
encendida  en  circulo  estrecho,  debilitando  su  fuerza  v  í'edu(riendo  sus  moví- 
mientos. 

Pero  ellin  «le  la  contienda  llegal»a  ahora  apn.^suradamente  sonriendo  á  los 
apuestosganaderos:  (d  poi-ta  ospafnd  perdía  su  bandera,  arrancada  de  sus  manos 
al  propio  tiempo  que  la  viila;  un  p(doton  on«»migo  cala  desfallecido  aquí,  mien- 
tras que  cargando  los  paliMotas  impotuo>ament(i  á  \n  voz  y  toque  de  «á  degüello» 
ala  línea  enemiga  con  irresistible  empuje,  los /////r///o.<  fueron  rechazados  con  el 
encuentro  de  los  caballos  hasta  las  propias  barrauíías  empinadas,  sepultándo- 
les en  el  seno  de  las  aguas  ó  un  feroz  hachazo  de  granadero  ponia  término  á  la 
lucha  singular. 

Inútil  fué  invitarles  <iue  se  rindieran  ofreciéndoles  seguridades:  horrible 
pánico  se  había  apoderado  de  ellos,  pretiriendo  tirarse  barranca  abajo  que 
entregarse  á  su  enemigo. 

El  combate  había  terminado^  el  campo  del  honor,  enrojecido  con  la  saugre 


—  05  — 

de  defensores  y  ofensores,  cubierto  de  los  despojos  de  la  trágica  sorpresa,  era 
celebrado  á  las  ocho  de  la  mañana  por  las  fuer/as  do  la  justicia  con  alegres  dia- 
nas y  vivas  A  la  patrin,  en  tan  feliz  como  memorable  estreno  de  esos  famosos 
gi*anaderos  que  enlutó  á  España  con  la  muerto  <le  sus  subditos,  desde  San  Lo- 
ren/.o  hasta  los  últimos  confines  de  Boliviaen  las  gloriosas  jornadas  de  Junin  y 
Ayacucho. 

Fueron  trofeos  de  la  memorable  acción  en  San  Loren/.o,  sin  incluir  sesenta 
muertos,  trece  heridos,  entre  estos  el  mismoZabala  y  dos  jefes,  catorce  prisio- 
neros, dos  caHoncitos  de  á  4,  sesenta  fusiles,  cuatro  bayonetas  y  una  lujosa 
bandera  de  división. 

Las  pérdidas  de  los  patri<.)tas  fueron:  (*atorce  muertos,  otros  tantos  heridos, 
incluso  San  Martin  y  un  prisionero. 


Instrucciones    que  deberá  observar    el  Coronel   D.  J03é  de  San    Martin     para  los   movimientos 

de  la  fuerza  que  debe  marchar  por  la  costa  del   Paraná 

Primeramente  se  le  autoriza,  de  un  modo  pleno  y  sin  restricción  ali^una,  para  que 
lome  las  medidas  que  crea  mas  convenientes  para  la  mcj«.>r  dirección  de  su  em¡>rcsa  y 
desempeño  de  la  comisión. 

2**  Podrá  circular  órilenes  A  los  Jueces  de  los  Partidos,  Alcaldes,  Comandantes  mili- 
tares y  Hacendados  de  transito  para  que  le  franqueen  todos  los  auxilii>s  de  caballadas, 
reses,  y  cualesquiera  otros  que  necesitare  para  la  expedición. 

3**  Si  los  enemigos  no  hubiesen  tleseinbarcado  y  avistase  los  buques,  estará  á  la  ob- 
servación de  sus  movimientos,  y  en  el  caso  de  que  bajasen,  regresará  sin  perderlos  de  vista, 
veríñcando  lo  mismo  si  subiesen  hasta  llegar  á     Punta  Gt>rda.» 

«4**  Si  los  enemigos  hubiesen  desembarcado  y  hecho  alto  en  algún  punto  do  la  costil, 
y  la  fuerza  fuere  superior  y  decidida  á  batirse  c  >n  la  que  los  ataque,  podrá  pedir  auxilio 
al  teniente  gobernador  de  Santa  Fé,  bajo  la  calidad  de  devolvérselo  en  caso  de  que, 
|)asando  de  Punta  Gorda  los  buques  para  arriba,  se  tema  intenten  un  desembarco  en  aquel 
punto,  y  entonces  se  aumentará  la   fuerza  que   lleva,  el  refuerzo  que  crea  ci^nveniente. 

5**  Si  los  marinos  con  toda  su  fiierza  siguieren  rio  arriba,  seguirá  sus  movimientos 
siempre  observándolos  en  sus  designios,  c<.»mo  se  le  previene  en  el  artículo  3",  y  en  caso  de 
verlos  empellados  contra  las  bateiías  ilc  Punta  Gorda,  «'>  en  desembarco  en  la  opuesta  \yn 
el  Paso  del  Rey,  esperará  el  refutado  para  «.lecidirse  á  regresar,  observándolos  si  viniesen 
río  abajo,  i  p>asar  á  Santa  Fé  á  auxiliarla  en  el  caso  antes  prevenido. 

60  Comunicará  los  avisos  mas  ejecutivos,  de   posta  en  posta,  de  cuanto   ocurriere. 

7°  Dejará  prevenido  en  las  postas  y  á  li^s  comandantes  y  alcaldes  del  tránsito,  tengan 
prontas  caballadas  para  el  caso  en  que  el  gobierno  le  comunique  órdenes  de  volver  acele- 
radamente á  la  Capital. 

8®  En  el  caso  de  regresar,  sea  pi^r  orden  superior  o  en  observación  de  los  enemigos, 
continuará  con  las  carretillas  de  municiones  y  demás  tráfago  hasta  la  misma  Capital. 

9®  En  cualquier  lance  imprevisto  que  no    se   hallase  prevenido  en  esta  instrutxion,  se 
deja  al  discernimiento  y  conocimientos  militares  del  Coronel  D.  José  de  San  Martin,  tomar 
las  medidas  que  estime  oportunas  para  seguridad  de  la  em])resa  y  honor  de  las    annas   tle 
a  Patria. 

Knenos  Aireíi,  Rnero  28  de  1B13. 


—  (\{\ 


Parte  oñcial   del  Coronel   de   Granaderos  á  Caballo,    D.   Jo»é  de  San   Martin,   al   Superior 

Gobierno 


dc 


Kxciim.  síülor:  Ti!n<;n  el  liDiior  de-  dctir  A  V.  K.  (jiic  el  (li;i  Iros  de  Febrero,  los  granr 
derus  de  mi  inaiidi),  en  su  prinu-r  ensayo,  han  a.i»re^;ulo  un  nuevo  triunfo  á  las  armas  d 
la  Patria.  Los  enemigos  en  runntíro  de  2.50  honil)res,  desembarcaron  á  las  cinco  y  media 
do  la  mañana  en  el  puerto  de  San  Lorenz«»,y  s(Mlirig¡eron  sin  oposiíñon  al  roUí^io  de  San 
('arlos,  conforme  al  plan  (|Ui;  tenían  medilailo:  en  dos  divisiones  de  á  U)  hombres  rada  una 
los  rar^né  por  dereclia  é  iz(iuier<ia:  hiriemn,  no  obstante,  una  lísf  >rzada  resistencia  sostenida 
pf:r  los  fuíígíís  de  sus  buíjues,  pe-P»  los  ^ian<id<Tos  cardaron  sobre  ellos  sable  en  mano:  al 
|>unto,  se  replegaron  en  fuu:a  á  la^  bajadas,  ilejando  <;n  el  «ampo  de  batalla  40  muorlos,  14 
prisioneros,  de  ellos  12  heridos,  sin  incluirlos  ijue  se  desplomaron  y  llevaron  c  insigo,  que 
por  los  recueros  do  sangre  (|ue  se  ven  <'n  las  barrancas,  considero  mayor  número.  Dos  caño- 
nes, 40  fusiles,  4  bayonetas  y  una  bandera  t|u«í  jvmgo  en  manos  de  V.  K.  y  la  arrancó  con 

han 
don 

hasta 

el   borde  de  la   barranr.i,  ray<'>  «ste  r<conicnilable  oíii  lal  en  manos  del  enemigo. 

Kl  valor  é  intrepiílez  (|U(r  haíi  manifestado  hi  oIit¡al¡<la'l  y  tropa  de  mi  mando,  los 
liartMi  acreedores  á  l<»s  re^pt.'los  de  la  patria  y  ali'riciiMes  de  V.  K.  Cuento  entre  estos  al 
esforzado  y  benemérito  párioco,  doí  loi  don  Julián  Navarro,  tjuese  prt:sentó  con  valor  ani- 
mando C( MI  su  voz  y  ^uniihislr.mdo  los  auxilios  espirituales  en  el  campo  de  batalla:  igual- 
mente lo  han  ( untraidolis  ofu  ia'es  voluntarios  don  V'if  iMite  Marín  »1  y  don  Julián  Corvera, 
í|ue  ala  par  délos  mios,  peim:mecieron  con  denuedo  en  todos  los  peligros. 

Segur.imenle  el  val«>r  y  la  ¡nlrc[)¡dez  «lemis  granaderos  huliiera  terminado  en  este  tlia 
de  un  s«)lo  golpe  las  invasi> 'in;s  dr  l'.s  (MUMcigos  en  las  costas  del  l'araná,  si  la  proximidad 
de  las  bajadas  (jue  ellos  no  des.imj>araron  no  hubieran  j)r'»tegitlo  su  fuga;  j)ero  me  arrojo  á 
pr«'nosti<"ar  sin  temor,  (|ue  cstt;  esrannieiito  será  nn  piinripio  para  (|ue  los  enem¡gi>.s  no 
vui-lvan  á  in(ju¡t:lar  istos  paríli<«is  mor;!dor<*s. 

Dios  guardia  á  V.  K.  nnuh'is  años. 


nes,  40  lusiies,  4  t)ayoneias  y  una  nanoera  t|u«í  jvmgo  en  manos  cíe  v.  i\.  y  la  arrancó  ce 
la  vida  al  Abanderado,  el  valiente  oficial  don  llip/ilito  15«)ucharvl.  De  nuestra  parte  se  ha 
perdido  2h  hombres,  (»  nmtrlos  y  los  demás  heridos:  ile  e.^te  número  son,  el  capitán  de 
Justo   Hermudt-z  y  el  tenientií  ilon   Manuel   Diaz  Velez,  (pie  avatizámlose  con  energía    hasl 


San  lion'ii/i),  l<'i'br»'ro  .'i  tW.  isi:;. 


Josí.  iJK  San  Martín. 


Oficio  del  Coronel  D.  José  de  Sun  Martin   al   Supremo   Gobierno 

'J'engo  el  honor  d'M'levar  á  la  eonsideíai  ion  de  V.  K.  ti  oflt  io  tpie  se  han  servido  dirijirmc 
los  religiosr)s  del  «  oK-gio  i\v.  nnsioneros  de  Sitn  Carlas,  ofrc<  iendo  >.us  sentimitrntos  patrióticos, 
y  soliciíando  la  gra«  ia  á  <\w  los  juzgo  a'iedoiív.  Ks  n^itoria  l.i  deridida  :idhesion  de  a(pie!la 
«onnmiílad  ala  sa.L^rada  <  au<a  de  América,  de  (¡ue  he  sido  testigo  <  n  la  última  arción  (|ue  sos- 
tuve Contra  los  en<niigos  tn  las  inmediaciones  de  atjuel  «onvento;  sobre  todo  V.  K.  resolverá 
lo  (jiu:  estime  conveniente.  Dios  guarde  á  V.  K.  nnuhos  anos.  —  iUienos  Aires,  Febrero  i8  ele 
i^'.V  ■  y<^'-^"'"  '^'   *^^^f^  IMarttu.—  Al  Kxcmo.  Superior  ííobierno. 


Dl.í  UlTo: 


Habiendo  manifestad»»  los  religioso-;  (juc  lepresentaíi,  su  anmr  y  adhesión  del  sistema  de 
un  modo  público  é  ineíjuívocíi  desdtí  el  piim  ipio  de  la  revoluc  ion  en  estas  ]>rov¡ncias,  se  les 
declaia  excluitlosde  ser  compreinlidos  en  los  de»  retos ^^eneralcs  <|iic  se  expidan  por  el  (JoVúemo 
Contra  I«is  europet  s  enemig<»s  del  p:?!"",  v  en  c«'nsecn«-ncia  jiubliíjiieseen  (¡ac<'tapara  satisfacción 
dea(piel  colegio.      líav  tres  rúbricas  de  V^^  SS.  dí'M  iobicrno.  -  (¡ui.io^  Sei  relaiio. 


—  67  — 


Petición  de  los  religiosos  de  San  Lorenzo 

Sr.  Coronel:  este  colegio  hablando  por  sus  principales  individuos,  juntos  para  el  presente 
objeto,  dice:  que  quando  en  las  circunstancias  de  aflicción  de  estos  dias  en  nada  pensó  tanto, 
como  en  aliviar  á  los  necesitados  heridos  de  la  patria,  y  subvenir  á  los  sanos  de  ella,  tubo  la 
gustosa  satisfacción  de  hacer  palpables  no  solo  á  V.  S.  y  á  todos  sus  oficiales,  sino  también  á 
sus  mejores  soldados  los  sentimientos  de  adhesión,  y  amor  de  que  está  animado.  No  solo  el 
santo  y  apostólico  ministerio  de  su  instituto,  con  los  principios  de  religión  le  estimularon  á 
ello,  como  le  han  estimulado  hasta  aqui  en  quantas  ocaciones  se  han  ofrecido:  sino  también  la 
penetración  que  todos,  y  cada  uno  de  los  individuos  de  esta  casa  tenemos  de  la  justa  causa 
que  se  está  sosteniendo:  y  cuando  á  tan  poderoso  motivo  se  junta  el  debido  agradecimiento  á 
las  estimaciones,  y  distinciones  de  honor,  y  confianza  que  constantemente  ha  recibido  del  pa- 
ternal, piadoso,  y  justo  superior  gobierno,  ninguna  otra  remuneraí.ion  ajxítece,  que  ver  la  conti- 
nuación de  estas  causas  de  su  placer.  En  cuya  inteligencia  no  tiene  V.  S.  que  escuchar  mas  las 
voces  de  su  religioso  y  compasivo  corazón,  para  repetir  sus  instancias  caritativas  en  quanto  á 
satisfacer  los  intereses,  que  tan  gustosamente  ha  expedido  este  colegio  para  el  socorro  de  su 
trop;^  porque,  si  quanto  resta  se  hubiera  gastado  totalmente,  no  daria  otra  contestación,  que  la 
insinuada,  y  solo  añadiría  el  dulce  placer  de  haberlo  todo  consumido  en  el  mas  oportuno  reme- 
dio de  la  patria,  que  se  le  pudo  ofrecer.  Gozosa  esta  comunidad  con  la  victoria  conseguida  á 
las  puertas  de  su  domicilio,  y  satisfecha  de  haber  estado  prontíi  y  con  alguna  aptitud  para  tal 
efecto,  y  sus  resultas,  suplica  á  V.  S.  únicamente  que  para  sello  de  las  complacencias  mas  gus- 
tosas de  esta  familia  religiosa,  y  su  posible  seguridad,  contribuya  si  lo  tiene  á  bien:  para  que 
el  superior  gobierno  la  certifique  de  su  confianza  y  \yoT  ella  mande,  que  esta  comunidad  no  se 
entienda  jamás  comprendida  en  los  decretos,  que  universal  mente  se  expidan,  si  algunos  se 
expidieren  contra  europeos,  no  viniendo  expresamente  declarados  los  que  componen  este  cole- 
gio, cuyos  sentimientos  son  tan  unos  con  los  de  la  patria,  y  su  actual  gobierno  como  ha  hecho 
ver  en  las  indudables  pruebas  por  pídabras,  y  obras,  tjue  á  t<xios  son  notorias  desde  aquel 
primer  principio  que  en  la  instalación  de  la  primera  junta  la  congratuló  por  escrito,  cuya  con- 
testación reserva  con   el  debido  aprecio. 

Dios  Nro.  Sr.  guarde  á  V.  S.  muchos  años  que  le  decea. — En  este  colegio  de  misioneros  de 
S.  Carlos  y  Febrero  15  de  18 13. — Afectísimo  capellán  y  servidor  de  V.  S.  por  si,  y  nombre  de 
toda  esta  comunidad  apostólica. — />.  Pedro  García^  Guardian. 


Queda  dichoya,  que  iiabiéndose  acordado  la  convocación  de  un  Congreso, 
debía  éste  i*eun¡r.se  en  cualquier  otro  punto  que  no  fuera  Buenos  Aii*es,  á  fín  de 
tranquilizar  alas  provincias  que  se  hubieran  sentido  inquietas  en  caso  con- 
trario. 

Así  se  hizo  y  la  primera  reunión  tuvo  lugar  en  la  ciudad  de  Tucuman,  con 
aplauso  de  todos  los  pueblos  (|ue  reconocieron  unánimennente  .su  soberana  auto- 
ridad, uniformando  las  ideas  políticas  y  fundiendo  en  el  mismo  molde  las 
aspiraciones  patrióticas. 

El  pueblo  de  Tucuman  con  su  jefe  á  la  cabeza,  corporaciones,  jefes  mili- 
tares, tropas,  etc.,  dio  una  elocuente  prueba  de  su  amoral  orden  y  criterio 
político,  reconociendo  en  el  Soberano  Congreso  la  suprema  autoridad  de  los 
pueblos  de  la  Union  y  rindiéndole  la  obediencia  y  respeto  como  corresponde  á 
su  augusta  dignidad. 

El  pueblo  de  Buenos  Aires  hizo  igual  ceremonia,  bendiciendo  ardiente- 
mente su  existencia. 


—  68  — 

La  rórinula  «id  ¡ui'ariKMito  ({iie  debían  prostar  las  aiilnriilades  del  I'^stado  al 
Cun»;res(»,  ei'a  la  si^^uiouti»: 

«¿Juráis  á  Dios  Nue.sliv)  S»»nni',  y  proiiuílois  ;i  la  l'ali'ia  rerono^er  en  ei 
presente  Coii^rt'x)  de  Dipuladus  !a  soixM'aiiiult»  ios  pueblos  í[ue  r*o])re>eiitaií?i» 

"¿.kiraisiá  Dios  Niioslro  Señor  y  prinnei(.»is  ;i  la  l^atria,  ()bede<!er,;íuartlar  y 

(•uuiplir  íicliiitiiitc  sus  diM-roiiís  y  dííliM'niiiiacioiios?)) 

«Si  así  lo  lii<*i(írtMs,  Dios  os  avu-b^  v  si  iin  ns  lo  dtMn:illdo.>». 

'  ti 

Todos  los  piníblos,  liónos  del  nias>anlo  patriotismo  y  entusiasmo  >e  ;ipre- 
suraban  á  pi-estai*  osii^  juraunM)fo,  pU(»s  veían  on  el  Congreso  la  únira  institución 
capa/  de  destruir  la  arru-tpiía  .piví  dominaba  en  i')das  la>  pi-ovineiasasí  como  de 
ííobei'nai"  y  distribuir  iMpiiíaiivamente  la  ¡u>ii<-ia,  reprimiendo  Ujdo  acto  que  ii«> 
fuese  eneaminado  i\  viirori/ai-  nuestra  í»\i>ieneia  |»olíiiea,  solidil¡<*ando  las  lia- 
^cs  de  la  eonstitueionalidaíi. 

Mlí'on^nvso  elidió  como  Dircei.»r  Supri'moal  (leneral  D.Juan  Martín 
Pucyi'rtMloM,  (piien  emp(í7ó  á  pi-esí;ir  ;^M-ande^  au\ilio.>  a  l:i>  expi^dieiones  Hel 
Perú  y  (.'bile  para  ae,'d)ar  con  (jl  enemi.iro. 

I^ll  movuniento  de  insm'i*ec<*ion  ípH' entalló  (Mj  liuenos  Aires  con  oeasinn 
del  dci-rocamionto  d(il  l)ire<-toiio  interino  del  (leneral  D.  Antonio  Gonzale/ 
Halcaree,  Uu)  sofocado  por  la  pre>encia  y  en«.>r.uía  del  Jete  del  listado,  D.  Juan 
Martín  Puevrredon.i 

Por  fin  loirró  en  medio  de  la  tempesta<l  políti<'a  y  de  peligros  extcrioros, 
declarar  la  indepeufleneia  el  ('on.icre>o  de  Tucuman,  cuya  acta  es  cornu 
sigue : 

En  1;l  bcixíinérilit  y  muy  (li,mi;i  ciiuhul  iU\  San  Mii^iiel  ilol  Tiiruinaii,  á  nuevo  días  del 
mes  (Ur  |iili«)  (l<í  mil  MI  luniriiin^  diez  V  seis.  It-rminail.L  hiNr>¡iiii  onliiiaria,  el  Cnn^rcscj  délas 
rrciviiH  ias  l'iiiíl.is  («íiitiiiiii')  siisaiilí'rioies  «li^riisi.  inc-s  snlut'  el  ^raiulc,  aiiuusl'»  y  sagrado  objeto 
(le  la  iii(l<-jK'iKÍt.n(  ¡a  du   Ids  piU'l)lo.>  ijik-.  la  foimaii. 

V.rn  iiiiiver.s.il,  inii>taiitc  y  díM-idido  rl  ( lam«>r  <lel  tcnilorio  entero  |>or  mi  emancipación 
sulemiic  del  jnídor  des|)''»ti(f»  de  los  n^ves  <lt!  M^¡).tna;  lo>  l\<pi«*srntaiites,  sin  embargo,  consa- 
graron á  laii  arduo  asunto  toda  la  pp'fundidaíl  de  su^  laleiilos,  la  re<  litud  de.  su^  intenriulies  e 
intereses  (|ue  demándala  .saín  ion  d'í  la  su«rte  suva,  |>U'*i)l"S  representados  y  po.sicridad.  A  su 
turno  fuenjn  pret^untados:  r^i  (juerían  «jue  las  IVovin-ia^  i\c.  la  Union  fuesen  una  nación 
lihrc  é  imlepcndienle  tl«.*  lo>,  reve>»  de  Ksp-.na  v  su  iin:tr>'»|)»li?  A«  lamanni  primero  llenos  del 
sant'í  ardt»r  de  la  ju^tiiia,  v  uno  á  uno  n-iteraron  Mieesivanienle  su  unánime  y  csj)(»ntíiiico 
(leeidido    vote)    por    la    inde¡)i.'ndeneia    del     país,    fijando    en    su    virtud    la  determinación 


siguiente: 


Ni)s,  los  Representantes  dií  las  IVovinrias  Unidas  d»;  Sud-Améri<  a,  reunidos  en  Congrcsi> 
(leneral,  invorando  al  Ktirrno  «juc  j)reside  al  univeiM),  un  el  nombre  y  por  la  autoridad  de  los 
pueblos  i[\u:  rei)resentamo.s.  protLslan<lt>  al  ( 'iel* »,  á  lis  naeiom-s  y  ln»mbres  todos  del  globo  la 
justicia  (jue  reíala  nuíjstros  V'>tos:  tle«  laramos  s. >Irinntrmenl<-  á  la  fa/  de  la  liernu  que  es 
voluntad  unánime  é  indubitable  d(!  usías  PpAin-ias  iom|)ei  1««í»  violentos  vínculos  ((ue  las 
ligaban  á  his  reyes  de  Kspaña,  n'eup(;tar  l«>s  dere.ebos  <le  (jue  fueron  despojadas,  6  investirse 
d«:l  altoraráetcr  «le  una  na<  ii>n  libní  é  independii^nl*:  del  rey  l''ernando  VII,  sus  siu:cs(.)res  y 
metr«')poli.  (^)uedan  en  ctin.MMiKíneia  de  Imm.Iio  y  de  «lereeln)  con  amplio  y  |)leno  poder  para 
darse  las  f«irnias  (jue  cxije  la  jusiieia,  é  itiíjicre  el  nnuulo  de  sus  a«luales  circunstancias. 
Todas  y  ca«la  una  de  ellas  así  U)  jjubli'an,  tleelaran  y  ratifican,  « umprometiéndose  por  nucstrcj 
medio  al  cumplinnentoy  sn.^ien  de  (ísta  su  voluntad,    bajo  el  se;íino  y  garantía  desús    vidas, 


liabercs  v  fama. 


(.'t»numiquese    á  (juienes  coiresptimla    para  su  publi  "aeion,  v  en  í>ií^e<juio  del  respeto  que 
le  debe  á  las  nacioiurs,  dctállunsc  en   ini  manifiesto  Ion  í^raví.^imos  fundamentos  impuUivos  de 


esta  solemne  declaración. 


—  69  — 

Dada  en  la  sala  de  sesiones,  firmada  de  nuestra   mano,  sellada  con  el  sello  del    Congies 
V  refrendada  por  nuestros  Diputados  Secretarios. 

Francisco  Narciscí  de  Lapriüa,  Presidente  y  Diputado  poi  San 
Juan. — Mariano  Boedo,  Vice- Presidente  y  Diputado  por  Salta. — 
Dr.  Antonio  Saenz^  Diputado  por  Buenos  Aires. — Dr,  José  üarre- 
gueira^  Diputado  por  Buenos  Aires. — Fray  Cayetano  fosé  Rodríguez, 
Diputado  por  Buenos  Aires. — Dr.  Pedro  Medrano,  Diputado  por 
Buenos  Aires. — Dr,  Manuel  Antonio  Acevedo,  Diputado  por  Cata- 
marca. — Dr,  José  Ignacio  Gorriti^  Diputado  por  Salta. — Dr,  José 
Andrés  de  Meló.  Diputado  por  Chichas. — Dr.  Teodoro  Sánchez  de 
Bustamante,  Diputado  por  la  ciudad  de  Jujui  y  su  territorio. — 
Eduardo  Pérez  BúineSy  Diputado  porC<')rdoba. —  Tomás  Godoy  Cruz, 
Diputado  por  Mendoza  — Dr.  Pedro  Miguel  Araoz. — Diputado  por 
la  Capital  de  Tucuman. — Dr.  Esteban  Agustín  Gascón,  Diputado 
por  la  Provincia  de  Buenos  Aires. — Pedro  León  Gallo,  Diputado 
por  Santiagv>  del  Estert>. — Pedro  Francisco  de  Criarte,  Diputado  por 
Santiago  del  Estero. — Pedro  Jgnacio  Rivera,  Diputado  por  Misque. 
Dr.  Mariano  Sánchez  de  Loria,  Diputado  por  Charcas. — Dr.  José 
Severo  Malavia,  Diputado  por  Charcas. — Dr.  Pedro  Ignacio  Castro 
Barros,  Diputado  por  la  Rioja. — Lie,  Jerónimo  Silguero  de  Ca^ 
brera  y  Cabrera,  Diputado  por  Córdoba. — Dr.  José  Colómbres,  Dipu- 
tado por  Catamarca. — Dr.  José  Ignacio  Tomás,  Diputado  por  Tucu- 
man.— Fray  Justo  de  Santa  Marta  de  Oro,  Diputado  por  San  Juan, 
/osé  Antonio  Cabrera,  Diputado  por  Córdoba. — Dr,  Juan  Agustín 
Maza,  Diputatio  por  Mendoza. — Dr.  Tomás  Manuel  de  Anchor ena 
Diputado  por  Buenos  Aires. — José  Mariano  Serrano,  Diputado  por 
Charcas;  Sccitiidiúo.— -Juan  José  Passo,  Diputado  por  Buenos  Aires; 
Secretario. 


MANIFIESTO 

Que    hace  á  las  naciones  el  Congreso  General  Ccnstituye>íte  de  las  Provincias 
Unidas  en   Sud-Aaiérica,    sobre    tratamiento  v  crueldades  que  han  sufrido 

DE  los   españoles,  MOTIVANDO    LA   DECLARACIÓN   DE   SU    INDEPENDENCIA. 

Ei  honor  es  la  prenda  que  aprecian  los  mortales  más  que  su  propia  existencia,  y  que 
deben  defender,  sobre  todo  los  bienes  que  se  conocen  en  el  mundo,  por  mas  grandes  y  sublimes 
que  ellos  sean.  Las  Provincias  Unidas  del  Rio  de  la  Plata  han  sido  acusadas  por  el  gobierno 
esp>añol  de  rebelión  y  de  perfidia  ante  las  demás  naciones,  y  denunciado  como  tal  el  famoso 
acto  de  emancipación  que  expidió  el  Congreso  Nacional  en  Tucuman  á  9  de  Julio  de  1816; 
imputándoles  ideas  de  anarquía  y  miras  de  introducir  en  otros  países  principios  sediciosos, 
al  mismo  tiempo  de  soliatar  la  amistad  de  esas  mismas  naciones  y  el  reconocimiento  de  este 
memorable  acto  para  entrar  en  su  rol.  El  primer  deber  entre  los  más  sagrados  del  Congreso 
Nacional,  es  apartar  de  si  tan  feas  notas,  y  defender  la  causa  de  su  país  publicando  las 
crueldades  y  motivos  que  impulsaron  la  declaración  de  independencia.  No  es  este  cierta- 
mente un  sentimiento,  que  atribuya  á  otra  potestad  de  la  tierra  el  poder  de  disponer  de 
una  suerte  que  le  ha  costado  á  la  América  torrentes  de  sangre,  y  toda  especie  de  sacrificios  y 
amarguras.  Es  una  consideración  importante,  que  debe  a  su  h<^nor  ultrajado  y  el  decoro  de 
las  demás  naciones. 

Prescindamos  de  investigaciones  acerca  del  derecho  de  conquistíi,  de  concesiones 
pontificias  y  de  otros  títulos  en  que  los  españoles  han  apoyado  su  dominación:  no  necesitamos 
acudir  á  unos  principios  que  pudieran  suscitar  contestaciones  problemáticas,  y  hacer  revivir 
cuestiones  que  han  tenido  defensores  por  una  y  otra  parte.  Nosotros  apelamos  á  hech«ís, 
que  forman  un  contraste  lastimoso  de  nuestro  sufrimiento  con  la  opresión  y  servicio  de  los 
españoles.  Nosotros  mostraremos  un  abismo  espantoso  que  España  abría  á  nuestros  i^ies  y  en 
que  iban  á  precipitarse  estas  provincias,  si  no  se  hubiera  interpuesto  el  muro  de  su  emancipa- 
ción. Nosotros,  en  fin,  daremos  razones  que  ningún  racional  podrá  desconocer,  á  no  ser  que 
las  encuentre  i>ara  persuadir  á  un  país  que  renuncie  para  siempre  á  toda  idea  de  su  felici- 


—  70  — 

I 

diicl,  y  adopte  pt»r  sistema  la  mina,  v\  oprobio  y  la  pat  iciicia.  Pongamos  i  la  faz  del 
mundo  esto  riiadro.  (|ue  nadie  ])iieile  mirar  sin  penetrarse  profundamente  de  nuestros  mís- 
mí)s  sentimientos. 

Dí.'sfle  que  los  rspaniíji-s  sr  apoíleraron  ilc- estos  p;ns(.'.«>,  prefiriendo  el  sistemado  asegu- 
rar su  dominaíion,  L-xlerminandM.  destriiyiMnlt)  y  drt;ra(lan(l",  los  planes  de  esta devastacúon 
se  pusieron  Uie^(»  en  ])lanta,  y  ^e  lian  «oíitiniiailo  5in  inti-rujision  por  «■sj)a('io  de  Ircscicntfjs 
anos.  Kilos  principiaron  |)or  asesinar  á  los  nionan  as  d»-l  iN'iii.  y  después  hicieron  lo  rnisniu 
con  los  demás  réiíulos  y  primado-,  iju«' rnconiraton.  Lns  habitantes  d<*l  país,  queriendo  o^nte- 
ner  tan  fenxíís  irrnjn.'iones  <:ntn:  la  ^ran  il«rsventaja  «le  sus  armas,  fu«'ron  victimas  del  fuego 
y  del  hieip»,  y  dejaron  sus  p'»i)Iaei'nes  á  la.s  llamas,  tjiitr  fueron  aplicadas  sin  ])iedad  ni  dis- 
tinción |n»r  t«.>' las  partes. 

I. os  esi)arn>les  pudieron  rntonees  una  barrera  á  la  población  del  pais:  |)rohilnjr(ín  con 
leyes  ri^or. «sis  la  «-ntrada  de  t-xlranjcros;  linutaron  en  lo  j). )sible  la  de  los  mismos  españo- 
les, y  la  iacihtaron  en  estor>  úll¡ni'»s  tiempos  á  los  huiubres  erimiiu>sos,  á  los  [)residarios  y  á 
los  inmorahrs,  (jue  conven!. i  arr"j;ir  de  su  Península.  Ni  los  vastos  pero  henno.s<»s  desiertos 
(jue  aípn  sr  habían  í'orinad'» »  on  el  extennini-i  tle  l^s  natuiales;  iiiel  interés  de  loijue  debía  rendir 
á  Kspaña  el  cultivo  d(^  uuns  campos  tan  feraces  «  ouío  ¡nnifnv»s;  ni  la  perspectiva  de  l«*s 
minerales  más  rieí>s  y  abuiidant-  s  tlel  firb'-;  ni  el  aliciente  de  iinnunerables  ¡)rodu(:cioncs, 
desconocidas  hasta  entoini-.^  las  un.l^,  i)reíiosas  por  su  valor  inestin)able  las  otras,  y  capaces 
todas  de  animar  la  industria  y  el  ( <Mner«  ii>,  llevand- >  aqu'jlla  á  su  c<ilmo,  y  éste  al  más  íüto 
prado  d(í  opuhíncia;  tiivier«»n  po<ler  })ara  <aml)iar  I  )s  principiírs  sembríos  y  ominosos  de 
la  c«)rte  lie  Madrid.  Centenares  de  leguas  hay  «lespubl.i. las  é  incultas  de  una  ciudad  i  otra. 
Pueblas  enteros  se  han  acabado,  quedaiidí»  s<;|)uliad''S  cutre  las  ruinas  <li:  las  minas  ó  pere- 
ciendo ron  el  antimonio  bajo  irl  diab>'iIico  invento  de  las  mitas,  sin  que  hayan  bastiido  a 
reformar  este  sistema  extermina* l«jr,  ni  los  lament«is  de  tol.»  el  Perú  ni  las  muy  enérgicas 
representacioní's  de  los  más  celosos  ministros. 

Kl  arle  lie  i'xplntar  nn'iHMales,  nn'rarlo  (  on  aband- 'H.»  y  apatía,  ha  í|uedado  entre  nosotros 
sin  los  proi^i  esos  que  han  tenido  lusdi-njás  en  l^s  s¡"l»s  de  la  iluslrau' »n  entre  las  naciones 
cultas;  así  las  minas  más  oj)ulenlas.  trabajadas  ( asi  á  la  brusca,  hati  venido  á  .sepultarse,  por 
haberse  desplomado  los  cerros  sibre  sus  b.i.>.i--;,  i')  [>'»r  liabers<*  inundado  de  aj^ua  his  labores,  y 
(piedado  abandonadas.  Otras  proiiucii.ines  raías  y  estimabhrsdel  país  se  hallan  todavía  con- 
fundidas en  la  natuialeza,  sin  haber  interesalii  num  a  1*1  celo  d(»l  g«»bierno;  y  si  algún  sabio 
observando  ha  intentado  publi.  ar  sus  vetitajas,  ha  sido  repren<lidt)  <le  la  corte,  y  obligado  á 
callar,  por  la  decadencia  que  j)  (han  sufrir  alüunos  artefactos   •  onuines  de  Kspana. 

Lk'i  enseñanza  ile  las  <  i«'nc¡;is  era  prnliibida  para  n'»vitro>,  v  solo  .si;  n(»s  concedieron  la 
gramática  latina,  la  íilf)sníía  anticua,  la  leolDoja  y  la  juri>j)rudencia  civil  y  canónica.  El  vircy 
1).  loaquin  del  Pino  se  le  llev<'»  nuiy  á  mal  tpie  hubies<-  pi-miitido  en  Ihieiios  Aires  al  consulado 
msti:ar  una  <áledra  de  náutica,  y  en<  umpliuiiento  d^-  l.is  «'irdi-nes  que  vinieron  de  la  corte,  se 
inandí'í  cerrar  el  aula,  y  se  prohibi»'»  enviar  á  Paiis  ji'ivenes  i[\i:i  sr  formasen  buenos  i)rofcsores 
de  (piímica  |)ara  que  aquí  la  ensen.isím. 

Kl  conier<io  fué  siempre  un  monopolio  exi  huivo  entre  las  manos  de  los  comerciantes  de  la 
Península  y  las  de  hts  «  onsí<.'natar¡«>s  que  niandab.ni  á  Améiiía.  í.os  enipliíos  eran  jxira  los 
españoles;  y  anuíjue  l«isann;ri<  arn'S  eran  llamadas  á  i.-lif)s  \)t)V  las  li'vrs.  solo  llegaban  á  conse- 
guidos raia-í  veces  v  á  «osta  <le  sa<  í.m'í  «»n  innii-n.Nos  <  .mdales  la  codi»  ia  de  la  corte.  Knlre  cien- 
loy  sesenta  vireyes  que  han  gob<:rnadc»  las  Améiicas,  >it\n  se  «  ueiitan  cuatro  amencani»s;  y  de 
.seiscientos  y  dos  ia|)itanes  generales  y  i;«»bernailores,  á  excep(  imi  de  caloñe,  los  demás  han 
sido  todosesj-añoles.  Proporc¡<inalmente  sucedía  lo  misuKi  cmu  r\  resto  ile  empleos  de  imjKjr- 
tancia,  y  apén:us  se  encontiaba  alguna  alternativa  de  americanos  y  espai'ioles  entre  los  escri- 
bientes de  lasolif  ¡ñas. 

Todo  |í)  disponía  aM  la  Msj.ana  j)ara  qur  prevaleciese  en  A  inérii  a  la  degradación  desús 
naturales.  No  h:  convenía  ( pie  se  (orniaseíi  sabios,  temerona  de  ipie  se  desarrollasen  genios  y 
talentos  capaces  de  pn»nmver  1  .s  inímises  de  su  patria,  y  ha(  er  piogresar  rápidamente  la  civili- 
zación, las  costuinl.»r(;s  y  las  disposiciones  excelentes  iKmjui:  están  dolados  sus  hijos.  Dismi- 
nuía incesant'-mente  la  población.  n'c<:lando  ipie  algún  dia  luesecapazde  em]>render  contra  su 
dominación  .sostenida  por  un  número  peipienísimo  de  brazos  par.i  uuardar  t:ni  varias  y  dilatadas 
regMJUes.  I  lacia  el  (  ornen  io  exc  usivo.  j)or(jue  s-.»spe«  liaba  que  I.i  opulencia  nos  haría  orgullo- 
sos y  cai)aces  de  a''i)irar  á  liberta rnoN  < le  sus  vej:iciones.  Nos  negaba  el  fomento  déla  indus- 
tria, para  que  n«ís  faltasen  los  medios  de  salir  de  la  m¡s<r¡  i  y  pi»bre/.a;  y  iio>  excluía  de  los 
emi)leos  ])ara  que  todn  el  inllujo  del  p  lís  !•>  tuviesen  los  peninsulares  y  formasen  las  inclinacio- 
nes y  habitudes  necesarias,  á  lin  de  tenernos  en  una  d<"j»enil«-n<  ia,  ipie  no  nos  dejase  pensar, 
ni  proceder,  .sin»)  según  las  formas  españolas. 

Kra  sostenido  con  te.s«jn  este  sistema  por  los  vi  rey  rs:  cada  uno  de  ellos  tenia  la  investidura 


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de  un  visir  su  poder  eni  bastante  para  aniquilar  á  todo  el  que  osase  disgustarlos:  por  grandas 
que  fuesen  sus  vejaciones,  dcl)'ian  sufrirse  con  resignación,  y  se  companiban  supersticiosa- 
mente por  sus  satélites  y  aduladores  con  los  efectos  de  la  ira  de  Dios.  Líis  quejas  que  se  diri- 
gían al  trono,  ó  no  se  percibían  en  el  dilatado  camino  de  millares  de  legua<i,  que  tenían  que 
atravesar,  ó  eran  sepultadas  en  las  covachuelas  de  Madrid  por  los  deudos  y  protectores  de  estos 
procónsules.  No  solamente  no  se  suavizó  jamas  c>le  sistema,  pero  ni  había  esperanza  de  poderlo 
moderar  con  el  t¡emp(\  Nosotros  n(^  teníamos  inlluencia  alguna  directa  ni  indirecta  en 
nuestra  legislación:  ella  se  fonnaba  en  Espafuu  sin  que  nos  concediese  el  derecho  d-j  enviar  pro- 
curadores para  asistir  á  su  foimacion  y  representar  lo  conveniente,  como  lo  tenían  las  ciuda- 
des de  Espaila.  Nus-ttros  no  la  teníamos  tampoco  en  los  gobiernos  que  podían  templar 
mucho  el  rigor  de  la  ejecuci'-n.  No><Hros  sabíamos  (jue  no  se  nos  dejaba  mas  recurso  que  el 
de  la  paciencia;  y  que  para  el  que  no  se  resignase  á  tod'»  trance,  no  era  castigo  suficiente  el  últi- 
mo suplicio:  porque  ya  se  habían  inventado  en  tales  casos  tc>rmentos  de  nueva  y  nunca  vista 
crueldad,  que  ponían  en  espanto  á  la  misma  naturaleza. 

No  fueron  tan  repetidas  ni  t<in  grandes  las  sinrazones  que  conmovieron  á  las  provincias  de 
Holanda,  cuando  tomaron  las  armas  para  desprenderse  de  la  España;  ni  lasque  tuviéronlas 
de  Portugal  para  sacudir  el  mismo  yiv¿o:  ni  las  que  pusieron  á  los  suizos  bajo  la  dirección  de 
Guillermo  Tell  para  oponerse  al  emperad  »r  de  Alemania;  ni  kis  de  los  Estados  Unidos  del 
Norte-Amcrica,  cuando  tomaron  el  partido  de  resistir  los  impuestos  que  les  quiso  introducir  la 
Gran  Bretaña;  ni  las  de  muchos  otros  paíse-»  que  sin  haberlos  separado  la  naturaleza  de  su 
metn'ípoli,  lo  han  hecho  ellos  para  sacudir  un  yugo  de  fierro,  y  labrarse  su  felicidad.  Nosotros, 
sin  embargo,  separa<los  de  España  por  un  mar  inmenso,  dotados  de  dif  rente  clima,  tic  distin- 
tas necesidades  y  hnbitudcs,  y  tratad- »s  como  rebañi>s  de  animales  hemos  dado  el  ejemplo 
singular  de  haber  sido  pacientes  entre  tanta  degradación,  pennaneciendo  obedientes,  cuando 
se  nos  presentaban  las  mas  lisonjeras  coyunturas  de  quebrar  su  yugo  y  arrojarlo  <i  la  otra 
parte  del  Océano. 

Hablamos  k  las  naciones  del  mundo,  y  nv>  podemos  ser  tan  inij^rudentes  que  nos  pro- 
p«.»ngamos  engañarlas  en  lo  mismo  que  ellas  han  visto  y  palpad» >.  La  América  permaneció 
tranquila  todo  el  períotlo  de  la  guerra  do  sucesión,  y  espero  á  que  se  decidiese  la  cuestión 
porque  omibatian  las  casas  de  Austria  y  Borbon,  para  correr  la  misma  suerte  de  España.  Fué 
aquella  una  ocasión  oportuna  para  redimirse  de  tantas  vejaciones:  pero  no  lo  hizo,  y  antes 
bien  tomó  el  empeño  de  defenderse  y  armarse  por  sí  sola,  para  conservarse  unida  á  ella. 
Nosotros,  sin  tener  parte  en  sus  dcsnvenenci  ts  con  otras  potencias  de  Europa,  hemos  tomado 
el  mismo  interés  en  sus  guerras,  hemos  sufrido  los  mismos  estragos,  hemos  s- »brellevado  sin 
murmurar  todas  las  privaciones  y  escaceses  que  nos  inducía  su  nulidad  en  el  mar,  y  la  incomu- 
nicación en  que  nos  ponian  con  ella. 

Fuimos  atacados  en  el  año  de  i8oí^:  una  expedición  inglesa  sorprendi<')  y  ocupó  la 
capital  de  Buenos  Aires  por  la  imbecilidad  é  impericia  del  vircy  qu**  aunque  no  tenía  tropas 
españolas,  no  supo  valerse  de  los  recursos  numerosos  que  s"  le  brindaban  para  defenderla. 
A  los  cuarenta  y  cii^;Co  dias  recuperamos  la  capital,  quedando  prisioneros  l'»s  Ingleses  con 
su  general,  sin  haber  tenido  en  ello  la  menor  parte  el  virey.  Llamamos  á  la  corte  por 
auxilios  para  libramos  de  otra  nueva  invasión  que  nos  amenazaba;  y  el  consuelo  que  se  nos 
mandó  fué  una  escandalosíi  real  «Vden  en  que  se  nos  previno  que  nos  defendiéramos 
como   pudiésemos. 

El  año  siguiente,  fué  ocupada  la  Banda  (oriental  del  Rio  de  la  Plata  por  una  expc- 
ciií.\on  nueva  y  mas  fuerte,  sitiada  y  rendida  por  a^alto  la  plaza  de  Montevideo:  aUí  se 
reunieron  mayores  fuerzas  británicas,  y  se  formó  un  armamento  para  volver  á  invadir  la 
capital,  que  efectivamente  fué  asaltada  á  I  )S  pocos  meses  mas  c^ni  la  fortuna  de  que  su  esfor- 
zado valor  venciese  al  enemigo  en  el  asíilto,  obligándolo  con  tan  brillante  victoria  á  la 
cvacuíicion  de  Mimtevideo  y  tcxia  la  Bantla  Oriental. 

No  podia  presentarse  ocasiím  mas  halagüeña  para  habernos  hecho  independientes,  si 
el  espíritu  de  rebelión  ó  de  perfidia  hubieran  sido  (\ipaces  de  afectarnos,  ó  si  fuéramos  suscep- 
tibles de  los  principios  sedicios-'S  y  anárqueo-;  que  se  nos  han  imputado.  Per.),  ¿á  qué 
acudir  á  estos  pretestos?  Razones  muy  plan  ibles  tuvimos  entonces  para  hacerlo.  Nosotros 
no  debíamos  ser  indiferentes  á  l.i  degradíH:i<ui  en  que  vivíamc^s.  Si  la  victoria  autoriza 
cilgima  vez  al  vencedor  para  ser  áibiti.)  tic  los  destinos,  nosotros  podíamos  lijar  el  nuestro, 
hallándonos  con  las  armas  en  la  mam-,  triunfantes  y  sin  un  regimiento  espai'iol  que  pudiese 
Tesistim«.»s;  y  si  ni  la  victoria  ni  la  l".'.  rza  dan  derecho,  era  mayor  el  que  teníamos,  para 
no  sufrir  mas  tiempo  la  dominación  de  España.  Las  fuerzas  déla  península  no  nos  eran 
temibles,  estando  sus  puertos  bloqueados,  los  mares  dominados  j)or  las  escuadras  británicas: 
Pero  á  pesar  de  brindarnos  tan  placenteramente  ¡afortuna,  no  quisimos  separarnos  de  España, 
( rcyendo  que  esta  distinguida  prueba  de  lealtad  mudaría  los  principios  de  la  corte,  y  la  haría 
conocer  sus  verdaderos  intereses. 


—  12  — 

¡Nns  cnganamns  niiscral»K'nu.ntc.  y  nos  lisunjcainns  con  cs]H;ranzas  vanas! 

Kspana  no  recil)^'»  tan  ^cncnísa  »k:m«>stra<  i«ni  romo  una  si;nal  de  benevolencia,  sino  como 
oblip[arit)n  debida  y  nj;urosa.  La  AimTÍt  a  («•nlinii/»  regida  (on  la  misma  tirantez,  y  nuestros 
heroicos  sacrifií  ios  sirvieron  s'»lainente  para  añadir  albinias  páginas  á  la  historia  de  las 
injusticias  í|ue  sufrimos. 

Kslo  es  el  estado  «-n  (juc  !U)s  halló  la  rtív<}lu("i«m  dr  Ksjiana.  Nosotros  acostumbrad fis  i 
í»bedcccr  ciítgamente  <  uaiilo  allá  se  disj)onl;i,  prestamos  obeili(íncia  al  rey  Femando  de 
Hnrbon,  no  obstante  <iue  se  h;ib¡a  <  onmudo  dcriibando  á  su  padre  del  trono  por  medio  de 
un  tumulto  suscitado  en  Aranjue/.  V¡mi»s  (pie  sejj^uidamcnte  i)asn  á  Francia:  que  allí  fué 
detenido  ton  sus  j^atires  y  hermanos,  y  privado  de  la  corona  (jue  ;icababa  (ie  usurpar.  Que 
lanaíi«»n  ocupa» la  |)or  tndas  paites  })or  tn»pas  Ii.iik  tr.^as  se  «-onvulsinnaba,  y  entre  sus  fuertes 
sacudimient'is  y  aj;itac¡ones  ( iviles  eran  asesinad» )s  por  la  ¡)lebe  amotinada  varones  ¡lus- 
tres, ( pie  gctberuaban  las  pnAim  ias  «  «mi  acierto, />  servían  con  honor  en  los  ejércitos.  Que 
entre  estas  oscííjh  iones  >e  levantaban  en  ellas  gobierufís,  y  titulándose  su})remo  cada  uno  se 
consideraban  con  derec  ho  para  mandar  soberanamente  á  las  Américas.  Una  junta  de  esta 
clase  formada  en  Sevilla  tuvo  la  |>resuncion  ile  ser  la  prinuíra  (jue  aspir»)  á  nuestra  obediencia: 
V  los  viieves  iiMS  oblÍLrar«»n  á  iucstarle  reconocimiento  v  sumisión.  Kn  menos  de  dos  meses 
pretendi»'»  In  misnu»  otra  junta  titulada  su|)rema  d(í  í  íalicia,  y  nos  envi<')  un  virey  con  la  gro- 
sera amenaza  d(;  que  vendrían  también  treinta  mil  hombres,  si  era  neccsarií>.  Erigi«'»se  luego 
la  junta  (cntral,  sin  haber  tenid(»  partt*  nosotros  en  su  tormaMon.  y  al  [)unt<»  la  obedecimos, 
cumpliendn  con  (oln  v  eficacia  sus  de<rct«»s.  Knviamos  soc<  «rros  íUí  diñen»,  d<»nativos  volun- 
tariíjs  y  aux¡lií»s  de  toda  es])' «  {•'  para  a- reditar  fjU''  nuestra  lideli<lad  no  lorria  riesgo  en 
(uaUjuieía   piucba  á  (jue  se  (piisiera  sujetarla. 

N«)S'4ros  hablam')s  siiln  iciitados  pi.rlos  ai^enles  del  rey  |">sé  Napoleón,  y  hahigados 
Cí)n  grandes  jHíinesas  de  mejorar  nuestra  suerte,  si  nos  adheríamos  á  supartido.  Sabianius 
que  los  españoles  de  la  primera  imp«»itan(  ¡a  se  habían  declara» !•»  ya  pi»r  él;  (jiie  In  nación 
(estaba  sin  e¡ér<  itos,  v  sin  una  diiecM"n  v¡L;(}ro>a  tan  ne<-esaria  v.w  1<)S  momentos  de  apuro. 
Kstábamcs  inlorniail<s  (pie  las  Ir» -pas  del  Rio  de  la  Plata  «pie  fuepíii  prisioneras  A  Lt'mdres 
después  de  la  primera  exji(di<  ion  de  Ims  In;;leses,  hai»í;in  sido  <•.  .nducida-J  á  (.-ádiz,  v  tratadas 
allí  ( on  la  mavor  inhumanidad;  cpi*'  se  habían  vi^to  pr^i  isadas  á  jH'tlir  limosna  ¡)or  las  calles, 
j»ara  no  morir  de  hambn-:  y  (pie  de^-inidas,  v  .-in  auxilio  alguno,  hablan  sido  enviadas  á 
combatir  con  los  fiaiueses.  IVro  en  medio  dtí  taiitos  desengaños  permanecimos  en  la 
misma  posii  ¡on,  hasta  que  (Mupand»»  los  fraii(es(rs  las  An«laluc¡as  se  dis¡)ers(')  la  junta 
central. 

Kn  estas  (ircuustancias,  s(í  ])ublici'>  un  j)aj>el  sin  fecha,  y  lirmado  s()lamente  pcír  el  arzo- 
bis|»o  (le  I.aoílitca,  (pie  habia  siilo  presidente,  de  la  extinguida  ¡unta  <  entral.  Por  él  se  orde- 
naba la  foimacion  de  una  regeiK  ia.  y  se  de-^ignaban  tres  miembros  ípuí  debían  componerla. 
Nosotr«ís  lio  pudimos  dejar  de  S"bieco¡rrnos  ( on  t.m  ríMu-nlina  cnnio  ine^pí^ada  nueva. 
iMitiamos  en  cuidados  y  teiinnios  sei  envueltos  en  las  miomas  desgracias  ile  la  metrópi>li. 
Keflexiíjnamos  Sí»bi(;  su  sitúa»  ¡on  inci- i  v  va(  ilante,  h.ibiíMídose  y.i  presentado  los  fran- 
ceses,  á  las  puertas  dir  Cádi/  y  de  la  I  l.i  de  León.  Kecelal>am«'S  de  los  nuevos  Rcrgentcs 
des(  ono(  ¡do>  para  nosoiinv.  haliiénd(«se  pasado  á  los  írances'-s  los  españoles  dii  mas 
crédito,  disuelta  la  ( entra!,  perseguidos  \  acusad- -s  (hr  trai«ion  sus  individuos  en 
papeles  pi'iblici»s.  ( 'oiioí  íaiuoN  la  iiu-fica(  ia  del  de(  reto  j>ublicado  por  el  arxijbispo, 
y  sus  ningunas  fai  ultades  para  istablítirr  la  regeiK  ia;  ignorábamos  si  1()S  franceses 
se  habían  apoderado  de  ("ádi/,  y  consuma<lo  la  ((nwpiista  de  Kspana,  entretanto  que 
el  papel  h;¡l»la  vi  nid(i  á  nuestras  ii'arios;  y  dudábann  s  cpn?  un  gobierno  nacido  de  loí 
d:sp<is«is  hagineiitos  d(!  la  ( cutral  no  «..riiese  ¡)rotíto  la  misma  suerte  (pie  ella.  Atentos  A 
los  ri(?sgos  en  (pie  nos  hallábamos,  re^  •!  i  ios  tomar  á  nuestro  cugo  v\  cuidado  de  nuestra 
.segundad,  mientras  adquiríamos  mej  r--^  (  onocimitmtos  del  estad  )  de  Kspana,  y  se  cunci- 
li.'tíia  alguna  (nnsisteiK  ia  su  gobiern»»  iv:  vez  de  legrarla,  vimos  caer  luego  la  regencia,  y 
su« cderse  las  mudanzas  de  g«»bieino  las  unas  á  las  (»tras  en  los  tiempos  de  mayor 
apuro. 

Knlre  tant(/,  luísotros  establecimos  nuestra  junta  de  gobierno  á  semejanza  de  las  de 
Kspa?"ia.  Su  institución  fiu'-  puramente  ])rovis(»iia,  y  á  nombríí  del  cautive  rey  Femando. 
Kl  viiey  I  )on  l'altasar  Hidalgo  tle  (  ian-ros  expidi('>  circulares  á  los  gobernadores  para  que 
se  prepararen  á  la  gneria  civil,  y  armasen  sus  j)roviiu  ¡as  ( ««ntra  las  otras. 

I''I  Rio  de  la  Plata  fué  blocpieado  al  instante  por  una  (rscuadia;  e!  gfibernador  de  Cór- 
dova  empez«'>  á  organizar  un  ejénito;  (1  de  Potosí  y  el  presidente  de  Charcas  hicieron 
marchar  otro  á  les  c(»níines  deSalta;  y  el  presidente  ílelC'uz((». presentándose  vnii  otro  tercer 
ejí'rcito  sobre  las  márgenes  del  I )esagi*iadeio,  luz»»  un  ainiistií  io  de  (uarenta  <lias  pañi  des- 
(uidarnos;  y  antes  de  terminar  éste,  r«»mj»i«'»  las  ho.stilidades,  atacó  nuestras  tropas,  y  hubo 


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un  combate  sangriento,  en  que  perdimos  más  ele  mil  ciuinientí>s  hombres.  T^i  memoria  se 
horroriza  de  recc)rdar  los  desaíueros  que  tomeiió  cnt«»n«».'N  (joycnoche  vn  Cochabamba. 
;  Ojalá  fuera  posible  olvidarse  de  e>te  amcri»  ano  inürat-»  y  sanguinario,  qur  man(l<')  fusilar 
el  dia  de  su  entrada,  al  honorable  gi^i»crn.'ulor  intendente  Ante/ana:  qu«.-  presenciando  desde 
los  balcones  de  su  casa  este  inicuo  ase^inat*.»,  L^itaba  ron  ierocidail  á  la  tropa,  que  no  le  tirase 
á  la  cabeza  porque  la  necesitaba  para  ponerla  en  una  pira;  que  después  de  habérsela 
cortado,  mandil  arrastrar  por  las  ralles  el  yerto  tron«.o  de  su  cadáver,  y  que  autorizó  i  sus 
soldados  con  el  bárbaro  decreto  de  hacerlos  dueños  de  vidas  y  haciendas,  dejándolos  correr 
en  esta  brutal  posesión  por  muchos  dias! 

La  posteridad  se  asombrará  de  la  ferocidad  conque  se  han  encarnizado  contra  nosotros 
unos  hombros  interesados  en  la  ec^nservacion  de  las  Américas :  y  nunca  podrá  admirar  bas- 
tantemente el  aturdimiento  con  que  han  pretendido  castigar  un  paso  que  estaba  marcado  con 
sellos  indelebles  de  fidelid;ul  y  anu^r.  ¥A  nombre  de  Fernando  de  Borb«>n  j)recedia  en  todos 
los  decretos  del  gobierno,  y  encabezaba  sus  despachos.  El  pal>ellon  español  tremolaba  en 
nuestros  buques  y  servia  para  nitlamar  nuestros  s<:)lda(los. 

Las  provincias,  viéndose  en  una  es])e(  ie  de  orfandad  jjor  la  dispersión  del  gobierno 
nacional,  por  la  falta  de  <»tro  legítimo,  y  capaz  de  resj>etabilidad,  y  por  la  conquista  de  casi 
toda  la  metrópoli,  se  hablan  levantado  en  Argos,  que  velase  sobre  su  seguridad,  las  conser\'ase 
intactas  para  presentarse  al  cautixo  rey,  recuperada  su  libertad.  Era  esta  medida  imitación 
de  la  de  España,  incitada  por  la  declaración  que  hizo  á  la  América  parte  integrante  de  la 
monarquía,  e  igual  en  los  derechos  con  aquella;  y  había  sido  antes  pra(  ticada  en  Montendeo 
por  consejo  délos  mismos  españoles.  Nosotros  ofrecimi>s  continuar  los  socorr«)S  pecuniarios 
y  donativos  voluntarios  para  proseguir  la  guerra  y  publicamos  mil  veces  la  sanidad  de  nues- 
tras intenciones  y  la  sinceridad  de  nuestros  vt.>tos.  La  Gran  Bretaña,  entonces  tan  benemérita 
de  la  España,  interponía  su  mediaiion  y  sus  respetos,  para  que  no  se  nos  diese  un  trata- 
miento tan  duro  y  tan  a<^erbo.  Pero  est<»s  hombres,  wUucaíios  en  sus  capriíhos  sanguinarios, 
desecharon  la  mediación,  y  expidieron  rigorosas  órdenes  á  todos  los  generales,  para  que  se 
apretasen  más  la  guerra  y  los  castig'')s:  se  elevaron  por  todas  partes  l(»s  cadalsos,  y  se 
apuraron  los  inventos  para  afligir  y  consternar. 

Ellos  procuraron  desde  ent«')nces  divitlirnos  por  cuantos  medios  han  estado  á  sus  alcances, 
para  hacernos  exterminar  mutuamente.  Nos  han  suscitado  calumnias  atnues  atribuyéndonos 
designios  de  destruir  nue.stra  sagrada  religión,  abolir  toda  moralidad,  y  establecer  la  licen- 
ciosidad de  costumbres.  Nos  ha(en  una  guerra  religiosa,  maquinando  de  mil  m«)dos  la 
turbación  y  alarma  de  f:onciencias,  haciend<.>  dar  decretos  de  censuras  eclesiásticas  á  los 
obispos  españoles,  publicar  exconun ñones,  }'  sembrar  por  medio  de  algunos  confesores 
ignorantes  doctrinas  fanáticas  en  el  trii)unal  de  la  penitencia.  Con  estas  discordias  religiosas 
han  dividido  las  familias  entre  sí;  han  hecho  desafectos  á  l()s  padres  con  los  hijos:  han  roto 
los  dulces  vínculos  que  unen  al  maridí*  con  la  esposa;  han  sembradía  rencores  y  odios 
implacables  entre  los  hermanos  más  queridos,  y  han  pretendido  poner  toda  la  naturaleza 
en  discordia. 

Ellos  han  adoptado  el  sistema  de  matar  hombres  indistintamente  para  disminuirnos ; 
y  á  su  entrada  en  los  pueblos  han  arrebatado  hasta  l«>s  infelices  vivanden>s,  l«»s  han  llevado 
en  grupos  á  la  plaza,  y  los  han  ido  fusilando  uno  á  uno.  L;is  ciudad«.'s  de  Chuquisaca  y 
Cochabamba  han  sido  algunas  veces  los  teatros  de  estos  furores. 

Ellos  han  interpelado  entre  sus  tropas  á  nuestros  soldados  j)risioneros,  llevándose  los 
oñdales  aherrojados  á  presidios  ckmde  es  imposible  conservar  un  año  dr.  .salud;  han  dejado 
morir  de  hambre  y  de  miseria  á  otros  en  las  cárceles;  y  han  obliírado  á  muchos  á  trabajar  en 
las  obras  públicas. 

Ellos  han  fusilado  con  jactancia  á  nuestros  parlamentarios,  y  han  cometido  los  últimos 
horrores  con  jefes  ya  rendidos  y  otras  personas  principales,  sin  embargo  de  la  humanidad 
que  nosotros  usamos  con  los  prisioneros:  de  lo  cual  son  buena  prueba  el  diputado  Matos,  de 
Potosí,  el  capitán  general  Pumacagua,  el  general  Ángulo  y  su  hermano,  el  comandante  Muñecas 
y  otros  jefes  de  partida,  fusilados  á  sangre  fria  después  de  muchos  dias  de  prisi«  )neros. 

Ellos  en  el  pueblo  del  Valle  Grande  tuvienm  el  placer  brutal  de  cortar  las  orejas  á  sus 
naturales  y  remitir  un  canasto  lleno  de  estos  presentcís  al  cuartel  general:  quemaron  después 
la  población,  incendiaron  más  de  treinta  pueblijs  numerosos  del  Perú,  y  se  deleitaron  en 
encerrar  á  los  hombres  en  las  casas  antes  de  ponerles  fuego,  para  que  allí  muriesen 
abrasados. 

Ellos  no  solc  han  sido  crueles  é  implacables  en  matar;  se  han  despojado  también  de 
toda  moralidad  y  decencia  pública,  hat  iendo  azotar  en  las  plazas  á  religiosos  ancianos  y 
mujeres  amarradas  á  un  cañón,  habiéndolas  primero  desnudado  con  furor  escandaloso,  y 
puesto  á  la  vergüenza  sus  carnes. 

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-  7\ 


A  <il'  '.-•         lililí         I  '■«    I  .-•*    i^Mi'  •■  ■       I  i  I  I»     -  .  I         -       ■  'ki>  I  ii<     -,  -o»  j  ii>    i    ■  .-  ■         I  i  iii    ^-  I  «in       '    '  •r«Hi,-«,       I  M..<    li<  r      111(1 1(11  iAi>J<7      *»»• 

su>.  ii.(I»l(.Mis.  !>,  Ii;ili¡',nn«-;,  sin  jm  ni-iüiv  :'i  >.:< «  iil- .i<>  ^r])iii;ii:i']iari'»s:  v  por  i'ínlrii  del  general 
I'c/ucki,  «juciii.'.K'ii  I;i  inU  >iii  «h¡  |>ii«l'l-»  di-  l'iin;i  y  ]);is:in»ii  :'i  «iirhilli»  viüjos,  mujeres  y 
TiifKK.  c^iii-  í\\r.  !u  iiiiii'»  ipu  «•]!•  «.i'iírün «11.  l'!ll"-  li.'iii  ív\<  ¡Uidt»  í  ■•ii^pira<'ií>nrs  atroros  (íntre  l'>s 
opariíilr-i  nvíiH  iíl:n!«  .s.  •■:»  ini'.stKi^  <  iiiil.Mlr^.  y  ims  li.-in  piic>t-.  en  el  «niiflii  in  de  rastigar   ron 

..1     /.li! 1-    .         I.   .  .     1      r   .     -i:. ' 


el   i'iltinm  siiplii  id,  i^kIils  il«-  r-iiniliji--  iiunin«i>;is. 


K:ln<s  li.in  «'(■iiip'-lid.»  ;'i  iiiK'stiits  lirnii.iii' is  r  lii)i.s  ;'i  idinai  aniia^  rontra  nosotros;  y 
r«)riiiaiid«>  i-jrp  il'»-  iU'  h,s  li.il»i!.iiil<'s  <1«-1  país  al  inaiidn  de  sus  i»fir  i;ilr<s,  Ins  Iiai»  obligado  á  roni- 
hatir  («in  niir>,ti;is  impas.  l-.iics  li;iii  cxciíadM  iiisiiirc  <'¡'»ní-s  díiinrsliras.  corromjMcndo  con 
dinero  y  i-nla  « la-:' df  uainas  ;'■  h»  ní'MMd»=ros  parítiiMs  del  canipi».  para  envolverlos  en  una 
espanlnsa  aiianjuia.  y  ala»  .un-'*  <i¡\ididu>,  y  <lrl)ilitad<»>. 

Kllos  han  lallaíi'»  loi,  inr.iniia  y  \eiL:in-nza  ¡ntlícj'hji»  .'i  c  i;;mi;is  <  a])ilula(ioncs  ios  hemos 
('«mceditlM  r\\  rei)eii<l¡i-^  vi.r  <-s  inu*.  Ins  ii«'nii>s  trnidí»  dciiají*  <¡c  la  espada:  hicieron  que 
ví»lviiM-n  á  l(»niar  ¡as  a'iii;:--  m::iíi"  mil  h'-mhn-^  (\\u-  >«:  rimliitiMn  « on  su  íícncral  Tristán  en 
el  <  onihalo  de  >alla.  .'i  «luicins  L:ri¡»i«  ixinnenle  fi.w  e»li''>  «  apitiila»  i"n  el  Líeneral  Ijel;;rano  en  el 
catiijxí  d.'  iíat;il¡;i.  \   m.'.s  l:ii.i  ii.^  unrnl'*  ><■  l.i  <  iMiipii<'».  had-»  i  ii  la  Ir  d«.»  su  palabra. 

hlli'-  111 -s  h:íhda<l"  á  lii/  i.n  iii¡«\ii  iiiv«iil  <  «h-  Ihíih-r  riiv<iií;iiand<»  las  aizuas  v  l«»s  aliincn- 
ln>.  luaiid- >  lii«  I' -li  \  (-ii«  idi"^  «¡i  la  1 'a/  p- »m1  Li'U<'ial]'¡iiili »  ;  \  .'i  la  lM-n¡L:ni<lad  <  on  ijUC  l*»s  trató 
rst<*  dcsj-."iif>  di    l.al"riii.  r«ridnl-iá  «ü-í  i'-»  ii»n.  !••  «  <  "IH  'ptiinluii  iii  •  ■  iji  la   harh.iric  di*  volar  los 

<  ua?"t'lr>  ijiir  '.I-Illa',  n-ii-.v  l>.-  tl<  aii'aiiiaa- -.  I*.!!- ■-  !ian  1- ird- •  l.i  i  ia¡< /.i  dr  «-xi.itar  á  nuestros 
•j;;(:iicrali'v  \-  v;.  i^iiiiao- -i* -..  ..hii-ai:»  ■' •  <ií!  d<i'<  h' >  sa-jiadi  •  di-  ]  •.  rlaiiifiilar.  para  «[ue  nf»s  tríiicio- 
nasrii.  t-si  I  il.ii'iid' 'li .'  í.iitas  •  oii  paiih'i  idad  \  iÍ'm.ii..  .'i  r-h  initnin.  lian  «hn  larado  que  las 
li*\'es  <!«•  la  ir.n  ri.i  <  .i»-'í\  .-.das  riiii»:  n.-.i  i-  a».-.-  «  uiía-  n-»  «i'-l-ían  i  im-N  aiT  <  -inlia  nosotros;  v  su 
•^('n«'ral  P'-/U(  la.  «Ic-pia  >^  li.  lai>;.l'.'la  dr  X-.-aüía.  pa'a  « f' -' ..it.i: -••  il«- «« iiiijni  iijiisus,  tuvi>  la  se- 
K  MÍi!a<i  di-  i'-^¡»  'I  ;•■•■:  ai  ■_•  ii<  i.J  ¡ 'i«l;j..i;-  >.  'M'    «■■.'!   iii  a;-»  '!*«■-  ¡:  ■  -^.    p>  Mlian  ••rlrbrar  tratados. 

'1  al  <  ra.  la  <  ■  '!i«i:.  1.    ii--  í- .-  •  -,  ■:.  ''•■    '  •  ■!:  ii"-.,i!  i<..   •  ar-id.  •    h"i-i  nan«l'»  <!«•  lí'iriHin  fué  resli- 

luidi»al  ¡'"ii".    .\í.-'  ij' .-  •  i-aii.  -  I 'i:    i.i  i  ^  !■!■     I..1I.111  licj.ni  ■  «i  i/tihíími  dt!   taniiK  desastn^s  : 

n' I-.  i/ar<  •  ;■ '  ijii'-  lüi  o  \'  (iii--  ><•  iia'-ia.  .•  •;  íii.p  -  ■  i-?.  la  aci\  «i-.i.  iad  ii- ■  s»ilii  indií'.-iiiif.*  á  lati<'Si>la- 
I  1  I 

«  inn  d<-  -!i-  pii'i'l  - :  \  •■:  i'.'.f  ::an.- -^  M;  •!■■  ''.i.-  ■.'■.;■■  ;íi- j«  ■.,  ¡1 -«•  -.ai»r<ii  ir  ilr  niieslp»  entallo. 
N't '  p'iíli  I  'iiid  ii-»  oai-  !  -.  'i!'ía  I.!.:!'-.-.  1«  lai  in-ir  .•■.«:••  a  ■  ;  -■.  .  ■  jU'-  iiii'-^lra^  súijüras  lo 
int'Tí'-ar.Mii    á    uadid  1  '•.*■  -■  :  ■jr.iitml  v   -i'-  >  -:>  i"'i:«ia'i  -:  i«-  i-..  ■■  aii  •  -..lii.id-t  ha*»!:!   lo.s  <if'los  lo?» 

■ 

'  •  •i*»--.aMt.-  •'-]'. ih-'i-  .  I  •■:  •  •^•»-a:..i  1'  •■.•■.ai'i.:  p.iia  j■■^  j.a;---<l'  .\ii.i'i!' a  una  ina-xa  v  drsí'nnr)- 
'  ¡<la  iiiniai'ui'l  -'¡p',¡''"  ;':  i.ni.>>  ¡••^  cii  iiijil' «s  .¡ii>  ■•  i.ail.iii  •?;  la'»  ln^1«'iias  de  li  »>.  nlavore^ 
tiran-  -. 

I'.!  n-'S  dii  ¡ai''  aiM.";a;ad  --  '-li  I- .-  piiin»:-  -  in-  iin-iit-  ■-  <l«-  ■-'.  !  iv-hlU)  i-  -a  á  Alaclrid  ;  «'-1  no  ha 
f|n»T;«Í- '  "i;  nn«--M.i  ■. '|U'ia-.  M  .:• '.¡íii'ii  nía-!:  -Vj»;:  i-.  \  :,  .  ha  -  iIh  -  id«  •  por  luliina  líratia  Uh 
]»"id<a:.  l'.i  i  "i:Iii  ii;'-  .'<  !■  ■  vii'-vi-.  •_" -i 'M  ii.i' I  '-  \  'j'-iriaM-  .a.f  iiiiiía  r;»!  i  .ntiail< »  rn  artual 
I  ar  ni'  '-lia.  i  ht  lai»'-  '  ilin'  ii  d'  I'.-t..d'  i.i  pi-nii  i'  .!¡  o".-  1.  -;  la.ii  ¡i  ■ .  a:...  <  •  'nsiiuu  ií.n.  para  tpie  nos 
L'« 'hrinari-  lu-'ra  di-  |i '-  .tl<  aip  «-s  d<  r.?i  p-'d-.i  di',  iia/a- i  ■.  .j:  . '¡'.¡¡í  i- •  \  tiránji'»,  ¡;a¡«»  rj  eiial 
habían.'»,'-  \-.i«¡.l-i  iii-^  ^:jl..-  nadida  |ii(  s-i!  .  o- ■día  ir  Jai  .1  aa  piai'  ip*-  (  ii<-ni;.Li' •  *\*'  la  ju.slieia 
\'  ílc  la  b<  l¡<  li'  I  n«  i.!,  \-  pi»;   •  <  «lislL-nií-i  !■■■.  aid;.!.-  •  d«*  ■.;■  'I  •'■;  ii.i .'. 

l'.l  s«- apíi' •'•  lu«'4''  .!  !•■■  aiit  ii  -jr-inij'  ^  a- haiii:'ii;- •-.  ■••ii  ..va-ia  d»-  -u-  nnni%lriis,  para  ern- 
jilrarh ->  «  ■ 'til  1,1  n< --«"i!' ••  I'.'  i.a  I:' <  iii .  tia-'p' <:  i.!!  a  c.-l--  p.i¡si  ,  .  ¡/ 1 1  ii. .-.  i,uin«-r')s«  »n  paia  <:>  tnsu- 
niar  la-  di\.!-ta<  i-  »n<  -.  I  '-  ii.<  <  in.i'  >-  \  I- 1-.  i-  »ii  >-.  l'J  h  i  !.•  i  •  -'  .  \ir  i-  «^  i»r¡nH  ins  •  lunpl  i  alientos 
t\i'  las  ;»:  .1»  11'  ¡as  di-  ¡\ur'  "i-a  á  >u  vu«  lí  «  il«-  1  lan  i.».  1  •.w.i  •  ■  iiiair.  aa'-:»  i  !.i    á  íjU''  ?i'  'S  negasen  lotla 

I  ■  til* 

a\ania  \"  s.  i  .  •;  !• .,  \   ji.  •-.  vi»  si-n  di  njui',.  yai  ii.dii'-ii-nli--.    l'J  iia  cj.ii  !■  1  a:,  ¡«"jlainriii. »  parti«"ular  de 

<  ors« »  r  1  iiiiía  1'  -  l'ii<ni's  íic  .\jn''i¡' a.  '¡a'-  •  >  iiiii'-n»- di^¡■:•-"  i  -n- -  i-.'-í  ¡laia^.  \  manda  alu>rrar  la 
tripula' ii. ti  :  ha  |ii"iiibi<l"  »ni'- se  «-lí^'!  N'-n  «  "H  ii"-«»li'-  l.js  I'M-s  d«-  ^us  •  •|■<lenan/a^  navales 
fiiimada-.  ^' ;^ia;  »lc!<i  h'i  d'-  «.'fiii''.  \  tu-,  ji.i  n'-jail"  í-kIm  (i:.:nl'«  '•  «ik  í'dinn»>  a  sus  vasallos 
apn-sadií-»  ¡/<  m  iim-stii  i-,  • '):saii' ■-.  l'.l  ha  <  iiviad-»  á  mi>  .;i  nt'i.iM--  «'«ii  U'mI'»s  tlrM(rl'»s  de  perdón. 
í|n«-  ha'cti  j/iii.!Í'  ar  jiaia  .ihi'  ¡n.n  á  la.s  •:•  i.t«:.  ■■»  n-  i.Ias  /•  ÍL'n":anír.-.  á  im  d'-  'jU'-  les  ta^ilitcn  la 
(nti.ida  til  ¡a^  «  iiid.id's;  pii-»  al  n.i  la-'  t-iaip»  I'-,  ha  Had"  < 'lias  iii«.iiu' « ioin->  reservadas,  y 
aiitoí¡/ad¡  i>  '  ( -n  cllay,  <!•  pi:- •■  -jii"  las  i.i  tii>afi.  aL' •  '  an.  ijai-aiau.  --aíjiii'an.  « <in(!s(  an.  di.siniulan 
li  )S  asi'sii.ati's  ]jarli(  uI.M'  -.  v  l<»«l'i  «imi;!-'  ii.i!.>>  lai"  ha»  •  !>•  a  l« -s  .-ii])!!' s;m-.  |)t'rdonailos.  Kn  el 
nombí'-  d'  i  i  inaial'  >  d'-  ií'  m1'-  'ii'-  'i'ii'  >•  ii.i»  «  n  p«  jim  1  <n  !•'.•.  <  aniin»  i.-.'  abr/asdi-  nln  ialfS  j'tatriotas 
j»r¡sii  iní/roN ;  rs  '|iii-  ni/'s  han  mu'TJ'.  ;'■  ¡..il...-  \  á  ¡ndraílas  .'1  im  '•. mandante  de  partidas  lijeras; 
V  es  (jiif  ai  .  o.i  n*  1  r'amaiL;' ',  o«--pia ■^  '¡<-  nuK-ri-  •  l.imiíi'-n  á  ].a¡'.-  pi  -r  mano  «Id  in(lí-(  ente  Cen- 
li-no.  Ii:  ( 'jrtaron  la  íabr/.a,  y  su  íiimi'  por  prr-.cnle  .li  {¿t-neíal  i'e/U(.Ia,  jiarliiipándolc:  que 
aí^uello  era  un  milagro  d».-.  la  vlr^^cn  dtl  Carmen! 


—  75  — 

• 

Un  torrente  de  males  y  angustias  semejantes  es  el  que  nos  ha  dado  impulso  para  tomar  el 
único  partido  que  quedaba.  Nosotros  hemos  meditado  nui\'  detenidamente  sf  »]>re  nuestra  suerte; 
y  vohiendo  la  atención  á  todas  partes,  solo  liemt^s  visto  vcstigi'.^s  de  los  tros  elementos  que 
debían  necesariamente  formarla:  ¡oprohio,  ruina  y  paciencia!  ;  Q'.n'-  debía  de  esperar  la  Amé- 
rica de  un  rey  que  viene  al  trono  animado  de  ^ciititniL-nios  tan  <  ^uelí:s  c  inhumanos?  ;  De  un 
rey  que  antes  de  principiar  se  a])re-ura  á  impedir  qiu:  niuLTun  p:'.n(  ¡|)e  se  interpondrá  i)ara  con- 
tener su  furia?  r  De  un  rey  que  paira  (on  (.ada!«'s  y  <  adenas  los  inmensas  si(Tirni<»s  que  han 
hecho  para  Síicarlo  del  cautiverio  en  que  e^taba  ^us  vasall»»  de  Kspana?  ¿  Unos  va>allus  que  á 
precio  de  su  sanare  y  de  ttnia  ospe<  ie  de  danos  han  conii^atido  p«.r  redÍ!íiirlo  de  la  prisión,  y  no 
han  descansado  hasta  volver  á  ceñirle  hi  (orona?  Si  utuks  hombres  á  quienes  debe  tanto,  por 
solo  haberse  fonnado  una  constitución,  han  re<:i!M<Io  la  muerte  y  (^árcel  por  galardón  de  sus 
servicios,  ¿qui:  debería  estar  reseivad«j  p  tra  nos-.)tro.<?  Esperar  de  el  y  de  sus  carniceros  ministros 
un  tratamiento  benigno,  habría  sido  ir  á  buscar  entre  los  tigres  la   magnanimidad    del  águila. 

En  nosotros  se  habrian  repetidlo  «-ntoni  es  lascs(»*nas  tle  Caracas,  Cartajena,  Quito  y  Santa- 
Fe;  habríamos  dejado  c<)ncuhar  las  c<.'ni/<is  de  *^■  ),(>>>  j)ers'>nas  (jue  han  sido  vi» 'timas  del  furor 
enemigo,  cuyos  ilustres  manes  convertirían  < ontrano^otn»*  imti  iu>ti(^ia  el  *  lamor<ie  la  vencijanza; 
y  nos  habríamos  atraído  la  excecra<'i««n  dr  tantas  gcMura^  iones  venidi-ras  condenadas  á  servir 
á  un  amo  siempre  disj^uesto  á  maltratar!  >^.  y  que  por  ^u  nuli<iad  en  el  mar  !ia  raído  en  absoluta 
imi>utencia  de  protegerlas  contra  las  inv.iciomjs  extrangeras. 

Nosotros,  pues,  hnpelidob  por  los  c^f)an'>les  y  su  rey,  nos  hem^^s  constituido  indej)endien- 
tes,  y  nos  hemos  aparejado  á  nuestra  defensa  natural  contra  los  e>trag<.)S  de  la  tiranía  con 
nuestro  honor,  con  nuestras  vidas  y  hacien<las.  Nt)sotros  hemos  jurarlo  al  Rey  y  supremo  Juez 
del  mundo  que  no  abandonaremos  la  causa  de  la  justicia:  y  que  no  dejaremos  sepultar  en 
escombros  y  sumergir  en  sangre  derramada  p  >r  manos  de  verdug<)S  la  patria  que  El  nos  ha 
dado:  que  nunca  olvidarem-.)S  la  obligación  de  salvarla  de  los  riesgos  (}ue  la  amenazan,  y  el 
derecho  sarrosa nt'.^  ipie  ella  tiene  á  re  lámar  de  nos<.»tros  todos  los  s^'-ritiaos  necesarios,  para 
que  no  sea  perturbada,  e>canieci(la  y  h"!  adi  por  las  plantas  inmundas  «le  hombres  usurpado- 
res V  tiranos.  Xi.»^.tr«>s  hemos  gral»ado  ( sta  ile<iar;icion  en  nuestros  |)e(iios  para  no  desistir 
jamas  de  Combatir  por  ella.  Val  tieinp"»  <le  ni:inir''star  á  las  naciones  del  mundo  las  razones 
que  nos  han  movido  á  ti.nnar  este  partidi>.  tenemos  el  honor  do  publicar  nuestra  intención  de 
vivir  en  i>az  con  t«Klas,  y  aun  con  lami^nia  Kspana  desde  el  raonienio  en  (.pie  quiera  aceptarla. 

Dado  en  la  sala  del  Congreso  en  Buenos  Ain^s.  •'»  veinte  v  ein' o  de  <  íotubre  de  mil  ocho- 
cientos  diez  v  siete. 

Dr.  Pr.DRo  líiXACio  DF.  Castro  v  Barros, 

Pr-ísilñ-níí'. 
D/ .    /o  Sí   E II  í^  en  i  o  t¡e   El  tas, 
^^ecroi  ario. 


Acta  del  juramento  que  dieron  los  individuos   que  componen  el  ejército  de   los  Andes 

para  sostener  la  independencia  de   Sud-América 

En  la  ciudad  de  Mendoza,  i  ocho  de  Agost«>  de  mil  orh*  cientos  diez  y  seis,  reunidos  en  la 
sala  de  despacho  del  Sr.  Gobernador  Intendente  de  la  Provincia,  Cor.  mel  Mavor  Don  Tose  de 
San  Martin,  tod(»s  los  xefes  del  estado  inay-r  del  exer-.iío  en  ^u^  diver>o.s  ministerios,  los  de 
los  cucq)OS  de  linea  i[ue  lecomp«»nen,  y  los  de  la  milicia  de  esta  eai)ital  y  >u  campaña  desde 
la  clase  de  brigadier  á  la  de  sargento  mavor  in-^lusive,  leida  á  rnneeeueneia  la  famo^a  acta  del 
Soberano  Congreso  Nacional  de  9  de  Julio  del  corrienie  añ«>.  en  !a  ipie  >u  soberania  sancio- 
nó por  aclamación  plenisima,  y  votj  uná:M;nj.  la  independen«.i  k  eman*  i[)acion  absoluta  délas 
Provincias  Unidas  del  Sud  en  esta  parte  de  América,  ile  la  d«iniinacion  del  rey  de  España 
Femando  7",  sus  sucesores,  y  metróp<3li,  y  de  todo  otro  poder  extranjero,  y  concedido  un 
intervalo  justo  á  los  trasportes  del  placer,  y  ternura  mas  sublimes,  que  inundaron  á  todo  el  con- 
curso: tom/»  el  Sr.  Intendente  la  palabra  anunciando  el  sagrario  objeto  de  la  reuni«>n  y  puesto 
en  pie  los  circunstantes  les  recibió  el  juramento  y  protestación  s  »lemne  de  promover  y  defen- 
der la  enimciada  independencia,  y  libertad  de  estas  provincias,  sosteniendo  sus  derechos  hasta 
con  la  vida,  haberes,  y  fama,  según  la  f"'>rnuila  del  juramento,  mandad»)  exigir  p<.>r  el  mismo 
Soberano  Cuerpo.  Terminó  así  esta  acta.  —José  de  San  Martin.  —  Jost'  Ignacio  Zeníeno, 
Secretario. 


—  70  — 


Jura  y  prockimacion  de  la  Independencia  de  las  Provincias   Unidas 

El  viernes  i,^  de  Selicmbrc  d(.'  iSP»,  s«:  jírfdain»'»  y  jur/»  la  indcpcnrleníia  nacional  de  las 
Proviiuiaís  Unidasdel  Kin  di:  la  Jálala  en  la  rapital  d<-  IJiu:nus  Ain;«;  todas  las  («írpnra»  iones, 
jefes  y  (empleados  <  ¡viles  vniilitarrs.  a»  ninj)anai"M  al  d¡n<  l«>r  I'iieyrrcdun.  á  I.ls  <liez  de  la  ma- 
ñana, desde  la  forlalc/.a  liasla  la  plaza  \'i<:l'>na,  dl)ndí;^.■'^lal>a  (lis])ii«'sln  un  espacioso  tablado  que 
aílniilia  oMnodann-nle  lí»(la  la  («Mniliva.  I.a  distribuí  i"n  sim/triía  d<- las  in  »j)as  delinea,  cívíí'as, 
el  miK  ursn  Muini.To.vi  y  ordenado  <I<1  ve»  iíKlario  niiis  lu' ido  dr  ambos  siíXos,  las  dccoracio- 
no  alusivas  roli.r  arlas  «-n  eliinln-  y  ánuuNisd»*  lanii>nia  plaza  al  reverbero  de  un  creeidisimo 
núniíTo  lie  larolírs  d<'>tinaíi«is  á  laikiniinafinn.  la  annonia  díla-»  musirás  nian'iales  y  demás  de- 
mostrai  iones  del  piibli< o  rei;of  ¡jn  «.írírcian  la  esrcna  ma.s  inli:n>anl«-.  la  mas  halagüeña  y  la  mas 
diíj^na  del  dia  (jut:  se  «clebraba,  ronstanti-  «)bjrto  lU-  l^s  proliombr»--»  de  la  Patria. 

En  medio  de  los  mas  vivos  trasporii-s  del  públi«  o  iío/.o,  d  l*n*<id<Mit<-  del  Cabildo,  don 
Franciscii  Antonio  de  K-«  alada,  <n;irb' «lando  la  bandrra  nacional,  dijo: 

Ciudadanos  Ar;;(Mitin<.)s :  «1  dfH'iIio  au;;u^t<.>  de  la  rmancipaMon  polltira  de  las  j^rovincias 
en  Sud  América,  unidas  «n  Con^re^-c  ««s  presenta  la  d<.'(  lara<  ion  (h.-!  nu«-vt»  mundo,  .ser  á  «jue 
vuestros  v()tos  ban  aspirado,  «>s  eleva  al  ran^o  de  Na»  ion  y  os  pubH«a  indeprnd¡<-ntr.s  del  rey 
de  España  K<rnando  VII,  sus  nvi«  es- .ns,  meii<''[)o|i  y  det<jda  «lonuiiaMon  «xlrana.  I.)e<Te.to  de 
tanta  dij;nida»l  n«j  basta  <jue  se  a*  lame,  ruando  (,^  j)r(M  iso  sabrrlo  con  los  esfuerzos  para  la  con- 
eonlia,  (.««n  el  poder  <le  la  unión  y  \'n\\  «.bcdienMa  á  las  autorid.ídes  jurándolo  asi  ante  el  Dios 
de  la  Píitria,  ante  los  pueblos  y  ante  el  orbe  tod<». 

•Juraisá  I)ios  iuirstrí>  Sen«»r,  y  esta  señal  de  "i"  promover  v  defender  la  libertad  de  las  Pro- 
vinuas  Unidas  í-n  Sud  Amériea  y  ^u  ¡nílejM;n<l<iii  ia  del  Rey  de  Kspana  I*'rrnando  VII,  sus  su- 
(.esop's  y  mctn'ipoli:  y  loria  otra  doniina»  ion  extianjí'ra-' 

■^Juráis  á  l)ios  nuestro  Señor,  y  proin<-teis  á  bi  Patria  el  s«»sl<"n  de  <slos  dereeb*>s  hasta  con 
la  vi<la,  babens  y  fama-'  - 

SÍ,  juramos. 

Si  asilo  hieiereis  I)ios  os  ayude,  y  --i  n»»,  Kl  y   la   Patria  os  bagan  cariío. 


CJ^JLJLE   COIRÓN 

Kl  nornbi'c  do  esta  ríilb»,  i'(3í*uei"íl.i  no  .111110  fl«i  iim;^ti*ns  próceros,  ni  una 
celebridad  aniorir;iii;i,  sino  ;*i  ;iípi(dl;i  i;lori;i  umív<m'>;iÍ  «pn»  iraspuso  oj  Ocóano 
para  d(?sciibrir  un  inundo  fJe-NCínineidn,  >in'''íiiido  r<\Lrionc>i  iiinotMs  para  inocu- 
larles la  civili/aeion  oin'o|»<\"i. 

Su  extraordinaria  ¡nt(ílÍLr<MM'ia  >e  doari'ollú  ;il  c.'iior  do  una  constanída  v 
al)no^M<*¡on  diu-u.-isdo  ^u  ü:lorios;i  misión:  sus  primeros  años  reídhicrun  sobria 
y  austci*aeduca<'ioM  ''u  d  lion^.u*  patíírno,  pi-eparando  un  rar;'i<*.ter  bondadoso  y 
inaí^nániíno.  ('uan<lo  ••  »:ií:ibió  la  idea  de  un  nuevo  mundo,  rreyóse  «debido  por 
Dios  paradesí-ubrii'ie.  y  'isí  maniliesta.'ilosSobcratios  de  líspana  en  (d  momento 
de  ba<"er  las  trans/icci<.»nes  para  vcM-ifií^ar  su  primer  vi.-ije;  en  vano.se  lia  atribuido 
la  concepción  de  aí[uellM  sublime  idea  de  la  e\i>ten<'i:i  de  un  mun<io  allende  el 
Océano,  (\  un  viajen»  p^rtui^ués  <[ue  murió  en  cas;i  de  (Jo'lon,  dejand(j  planos, 
cartas^^eo^í'áíicas,  itinorai-ioií  informaciones  completas  d<3  un  nuevo  «rontiiiente: 
solo  la  maledicencia  y  ia  poca  l)U(Mia  f(;  de  '-icrtos  escritores  pueden  arrojar 
.Siembras,  que  son  impotentes  para  oscurecer  a  brillante  carrera  del  hom- 
l)re  mas  grande  fie  todos  los  países  y  de  to<b)S  los  tiempos.  Ks  extraordinaria 
la  con.stancia  yfé(ron  í(ue  lucha  á  lin<le  llevar  la  persuasión  á  los  Soberanos  dQ 


—  77  — 

Europa,  para  entregarles  un  mundo  mucho  mas  vasto  y  portentoso  que  los 
pueriles  reinados  que  gobernaban;  de  todas  partes  le  rechazan  como  visiona- 
rio, pretensioso  y  ambicioso  de  honores,  gloria  y  títulos  délas  mayores  digni- 
dades políticas:  sufre  con  sublime  abnegación  las  vejaciones,  desaires  y  el  des- 
den del  populacho  y  de  los  doctos  de  las  cortes  :  años  enteros  pasó  agobiado 
por  la  melancolía  y  pobreza,  para  obtener  audiencia  de  los  Reyes  Católicos. 

El  ofrecimiento  del  Nuevo  Mundo  fué  rechazado  de  Portugal,  Genova,  Ve- 
necia,  muchas  otras  cortes  y  aún  de  España  mismo,  negándole  hasta  las  espe- 
ranzas de  toda  tentativa  de  descubrimiento  por  considerarle  loco  y  farsante. 

Después  de  innumerables  padecimientos,  tratamientos  vejatorios  y  ci'uen- 
tos  sacrificios,  vióse  iluminada  la  inteligencia  de  la  magnánina  reina  Isabel  y 
prestando  resueltamente  su  apoyo  al   proyecto  de  Colon,  empefla  hasta  sus 
joyas  para  equipar  la  expedición  y  consigue  la  aprobación  real  de  su  esposo. 

Muchos  desencantos,  torturas  y  crueles  desengaños  esperaban  al  célebre 

Almirante  de  las  Indias  en  su  larga  carrera  de  gloria  y  prosperidad   para  la 

ingrata  España;  pero  no  fué  esto  únicamente  lo  que  contribuyó  á  apagar  aquella 

existencia  luminosa  y  robusta:  una  ingratitud  aún  mas  cruel  le  asechaba  en 

medio  de  su  deslumbrante  fama:  los  títulos  v  la  felicidad  de  su  familia  le  fue- 

r-on  arrebatados  ignominiosamente  por  el  mismo  Rey  que  se  sintió  empeque- 

i^ecido  por  la  grandeza  de  Colon  á  su  regreso  del  primer  viaje. 

La  conducta  posterior  de  Fernando  fué  un  veneno  constante  que  corroía  y 
espedazaba  el  corazón  del  Almirante,  acelerando  la  desaparición  ó  muerte 
genio  mas  fecundo  del  universo. 

La  muerte  de  la  reina  Isabel,  única  esperanza  y  consuelo  del  desventurado 
clon,  contribuyó  poderosamente  á  la  de  éste. 

Ningún  resorte  saludable  y  provechoso  podía   tocar  el  Almirante  después 

:zile  aquel  desgraciado  acontecimiento,  y  acosado  por  la  ingratitud  del  Rey  y  la 

jobreza  en  que  dejaba  á  su  familia,  rindió  su  alma  al  Creador  en  medio  del 

lauto  V  la  desoUicion:  triste  leonado  de  títulos  dudosos  v  afrentosos  desdenes  de 

"mm  Soberano  sin  ley,  ambicioso,  falaz  é  ingrato. 

Colon  era  extranjero  en  la  España  beneficiada  con  un  mundo! 
Sus  descendientes  recogieron  amargo  fruto  de  la  política  engañosa  del 
Hey,  consiguiendo  apenas  un  gobierno  cuyas  facultades  y  acciones  las  restrin- 
gía y  censuraba  una  autoridad  superior  colocada  en  uno  de  sus  flancos  y 
patrocinada  por  el  astuto  político. 

La  institución  del  Mayorazgo  á  favor  de  la  familia  Colon,  perpetuamente, 
fué  amargo  ideal  que  desvaneció  la  autoridad  real  con  falaces  promesas  y 
estudiada  gratitud  y  respeto. 

Esto  dicho,  pasamos  á  historiar  ligeramente  los  hechos  y  acontecimien- 
tos mas  prominentes  del  extraordinario  nauta  y  astrólogo  en  sus  viajes  de  des- 
oubrimientos. 


—  78  — 

A  pesar  del  cm|)Oño  sistomálioo  de  ;il;;uiios  os<!r¡lore.s  do  arrojar  dudas 
sí^brc  ol  ano  del  iiíUMmienlí)  de  Cristnlia]  Oiloii,  alei^ando  razones  varilantes  ó 
insostenibles,  la  lu/  >e  ha  lie<*ho  va  v  nmrhos  historiadores  modernos  v  con- 
teni])oráneos  do!  lu'íroe  del  ()<!<ían(»,  han  [n-odaniado  en  alta  V'jz,  apoyados  en 
datos  ('  indu<:cionos  ind(j.>ii-u«-til)les,  ijul»  ol  oniinonle  descubridor  vino  ai 
rnnndo  en  el  aTio  l-tT). 

V\  lui^nr  de  su  nafiniionto,  la  noblo/a  do  s\is  pT'edcí'Osores  y  la  existencia 
íle  sus  pririMM'os  afHjs  h;in  sido  olijetos  también  do  intrincadas  controversias, 
dando  púbulo  ;'i  af[iiell«)S  osrritnros  íjuo  m;is  iinman  la  atención  [)or  la  audacia 
(|U0  pnr  lasin<'cr*idad  do  sus  asovoracinnos. 

Poro  aquellos  do  l)Uiína  t'ó  sun  los  campeónos  de  la  histoi'ia  humana  que 
reconstituyen  l;i  verdad  oi'onoló^i<'a,  dando  el  \z.y\\n  de  alerta  <!ontra  las  misli- 
(iraciones  y  oroaciones  raprichosas  ó  hi|)ot«*MÍí*as  de  <*araí'tcres  fjue  viven  do  la 
confusión  V  las  tini«íblMs. 

MI  i»ais  n.'itíd  dn  Colnn  lYui  <r(Miova,  v  no  nu(?.blo''illos,  provincias  v  ciuda- 

1  lila. 

dos  quo  011  vano  so  dis|»utaron  la  <'uuíi  AA  esclarocido  jiauta  paríi  aíljudicarso  el 
esplendor  d(.'  >us  uloi-ia.'^. 

Su  nii>ino  padro,  ol  anciano  Dominiro  (.'olonibo,  on  cuatro  escrituras  otor- 
gadas (■  I  S  .v<oi;i  dodo  li70  a  lííM,  declara  naturalmiinte  ser  de  (irénova. 

Su  lierniaiio  Sanfia.^o,  en  una  caria  de  aprondi/ajo,  mientras  i'esidía  on 
Snvona,  Iik'  díM'i.jrado  ciudadano  «lo  íi<'miov;i. 

MI  í'ondo  l*M^''iiy  do  f^or^cís  k^w  su  "Historia  do  la  vida  y  vi;ijos  de  (Jristó- 
bal  f'í)lon'>,  di(«*:  ^  ími  la  o^ci-itura  díí  Institución  (h.d  Mayíjra/.i^'í,  iiec.hacl2'¿  de 
Kebr-ero  do  lí*JS,  en  Ixínelicio  do  su  d«.'scond(M]<'ia,ol  lírauAlmirantedel  Océano, 
virev  «le  las  Indi.'i^,  dico  toxtualmonio:  ■Siendo  vo  nacido  on  ílénova:»  mas 
adelante,  roc<)mi«índa;'i  susher<'d(;rosquo  l'avMrc/<'an,  sin  perjudicar  áln  corona 
do  lvs|)ana,  todo  cnanto  sea  (in  honra  y  acríícontamiento  do  (iénova, '«ciudad 
noble  y  |)od(M'o-;i  por  !a  mar. "  l'Aplica  o^ía  |>rodiloccion  di<'iondti  también  «delia 
salí  v  on  olla  nací. .. 

'raml)ien  su  padi-o  ora  ironovós  y  casó  con  una  aldeana  de  Bisajj^no, 
Susana  l'ontanaro^sa,  de  la  cual  tuvo  cuatro  hijos:  í^iaslóbal,  Bartolomé, 
|>(»p»triiij  V  Santia^^o. 

M>tal)ii*cióso  on  (i'Miova,  (;n  su  propia  casa, y  «'onio  fueran  muy  exiguas  sus 
i'ííuta^  adoptó  (M  ofi<-io  ílo  cardador  do  lana:  fué  en  olla  dondo  nac,i6  su  hijo 
r'ristóbal,  hación'loit'!  bauti/ar  en  la   i;^l"sia  do  San  Ivstóban    del  mismo  lugar. 

Su  apellido  os  ( '■íjoinbo.  píjro  (M  mi^mo  «mi  su-í  esciátos  lo  latini/ó  llamán- 
dose Col'Hubus,  y  cuando  prestó  sus  sorvi<Mosá  los  Royos  (..'atólict)s  espaHoii- 
/áronlo  llamándolo  Colon. 

\é\\  Uííblo/aílo  los  antepasadí)s  doí'olon  os  iimcgablo.  I\staba  om|>arentado, 
por  las  aianas  y  la  marina,  con  p»;rsoMajos  do  ní)ble  y  relevada  alc.urnia,  y  el 
escudo  do  aianas  «(uo  usaba  el  padre  de  í'olon,  era  casi  común  en  las  diversas 
ramas  genealógicas  de  su  familia. 

lín  los  primeros  anos  de  Colon  mientras  vivía  al  lado   de  su  padre,    pudo 


—  79  — 

este  descubrir  quo  su  hijo  mayor  estaba  dotado  de  una  intcliííenoia  extraordi- 
naria que  se  revelaba  en  todos  sus  actos. 

Su  padre,  concibiendo  los  resultados  do  una  edu<!acion  severa,  no  perdonó 
medio  ni  esfuer/opara  darle  la  instrucción  mas  elevada  de  aquellos  tiempos,  y 
lé  hizo  ingresar  en  la  Universidad  de  Pavía,  á  la  el^id  de  diez  años,  cuyos 
principales  estudios  eran  filosofía  natui-al,  astrolugía  y  filosofía  extraordinaria 
que  daban  un  nombre  célebre  á  dicha  Universidad. 

Pero  álos  doce  años  volvía  nuevamente  al  hoí3:ar  n.ilerno  sin  duda  porque 
no  podía  costearse  sus  estudios,  y  á  los  catorce  1-^  encontramos  ya  á  bordo  en 
viaje  marítimo,  siendo  pur  consiguiente  muy  superficial  la  instrucción  que 
recibiera. 

Sin  embargo,  conociendo  Colon  supredisposicion  á  la  navegación,  además 
de  que  Genova  no  ofrecía  otra  carrera  mas  luci'ati va  en  aquellos  tiempos  y  el 
estímulo  de  que  sus  predecesores  se  habían  hecho  ilustres  y  poderosos  en  el 
seno  del  Océano,  abra/.ola  ardientemente  y  entró  de  aprendiz  como  grumete,  á 
adquirir  aquella  práctica,  serenidad  ante  el  peligro,  experiencia  y  conoci- 
miento de  los  fenómenos  marítimos  y  meteorológicos,  que  tanto  le  sirvieron  en 
sus  expediciones. 

En  este  aprendizaje,  el  marino  recorrió  muchas  veces  el  Mediterráneo  y 
pronto  se  distinguió  por  su  valor  temerario:  aumentó  el  caudal  de  sus  conoci- 
mientos en  la  ciencia  astrológica  y  fué  conde-orado  con  el  grado  de  capitán 
alcanzado  en  la  guerra  que  sostuvo  el  Rey  Rene  contra  Xápoles. 

En  un  terrible  combate  que  libró  contra  unos  barcos  venecianos  que  iban 
ricamente  cargados  y  á  los  cuales  había  aferrado  el  suyo  con  arpones  y  cables, 
tuvo  que  arrojarse  al  agua  para  no  morir  víctima  del  incendi»)  que  se  produjo 
en  los  buques  enemigos,  y  por  consiguiente,  en  el  suyo  que  estaba  fuertemente 
sujeto  á  aquellos. 

La  primera  costa  distaba  dos  leguas  desde  aquel  punto,  y  á  no  haber  sido 
un  gran  remoque  le  deparó  la  I^rovidencia  en  aquella  lucha  con  la  muerte,  el 
Nuevo  Mundo  hubiera  continuado  desconocido  del  viejo  continente. 

Auxiliado  de  esta  manera  pudo  llegar  á  Lisboa;  poco  tiempo  después  casó 
con  doña  Felipa  de  Perestrello,  hija  de  Bartolomé  Moguis  de  Pereslrello. 
domiciliado  en  Portugal  y  gobernador  de  la  isla  de  Porto-Santo. 

Muerto  Perestrello  continuó  cultivando  Colon  las  relaciones  que  aquel 
dejara,  siendo  la  mayor  parte  de  hombres  muy  entendidos  en  la  navegación  y 
astronomía. 

Sostuvo  correspondencia  muy  interesante  con  el  célebre  físico  y  cosmó 
grafo,   Pablo   Toscanelli,  médico  de  Florencia,    hombi-e  de  extraoi'dinario 
talento  á  quien  consultaba  el  mismo  Rey  de  Portugal  cuando  preparaba  alguna 
expedición  alo  desconocido. 

En  1474  y  en  esa  misma  correspondencia  aseguraba  ya  al  doctor  Tosca- 
nelly  de  doblar  el  mundo  por  el  Occidente  y  le  pedía  opinión  y  consejo,  y  al  cabo 
de  año  y  medio  el  plan  y  la  concepción  de  un  nuevo  continente  había  adquirido 
la  sanción  concienzuda  del  futuro  Almirante. 


—  80  — 

A  los  nuíwonla  anos  do  edad  y  descando  ('ñUm  que  su  palr-ia  recibiera  los 
benoticiosde  su  iioblo  [)lan,  se  diri^i:!*')  á  íií'íiiovaque  exhausta  de  recursos  por 
las  iin[)la(%ablos  ííucri'as  f|UO  había  sostenido  r  inrapacícs  t(jdavía  sus  lionfibres 
doctos  de  concebir  y  <int<.Mider  las  razones  rioniíti<*as  ími  í[ue  se  i'undalja  aquel 
[)roye(!t<j,  desec-hólas  |)ro[>osií!Íonos  y  le  tuvluj-oii  por  lardante. 

Salió  deíiénovay  ofreció  el  nuuido  á  \'on«N'i;i  «pie  le  despidió  «le  la  misma 
manera,  pnsandoen  se;;uidaá  Savona,  donde  residió  al;^un  tiempo  para  ayudar 
al  sostenimiento  de  su  padre;  luei^o  volvió  á  Portu'íaly  aplazando  la  revelación 
de  su  proye<!to.  se  dedi<'.ó  á  un  estudio  sev(M*o  y  practicó  lai-iros  ó.  importantes 
viajes  á  través  del  í)(N!íano  ;;erni;'nii<*o,  eniiípierienílo  la  hidro^rraí'ía  y  tomando 
a|)unte  de  todo  ruanlo  dato  ó  t'íinónieno  concui-ría  á  robusi^icer  su  teoría. 

Imi  seíTuida  presentó  su  proyecto  á  l;ii'ort(í  díí  Portu.í^al  y  íué  reeha/.ado 
por  la  opinión  del  confesor  riel  Hey,  dort^r  Die.i^o  Ortiz  de  flazadilla,  si  bien 
había  mayoría  en  favor  de  aíjuella  revel.-irion  d(í  un  muiiflo  en  la  Comisión 
encariñada  de  su  estudio  v  dictamen. 

Las  conferencias  verbales  í|ue  tuvo  el  WcyJu-inlí  con  íj-istóbal  ÍJolon  le 
persuadieron  de  una  manera  ciara  y  concluyente  de  la  reaiidaílde  aquella  vasta 
y  majestuosa  idea,  per<>se  aco/^ió  al  dict;'imen  del  vnnidoso  y  nstuto  obispo  de 
Ceuta. 

Líi  corle  de  l^)rtu'^•^l  trató  con  felonía  vcubardíí  traición  al  noble  cal)allero 
de  ílénovíi,  valiéndose  d(;  sus  mismos  planos  é  infornn?s,  carta  y  derrotero, 
para  (iiiviir  secret."i mente  uno  <!•}  sus  bn-pies  ;il  m;uido  del  mejor  y  mas 
entendido  de  sus  |)ilo:os  ;l  arrain*ar  de  las  concavidades  del  Océano  el  secreto 
de  un  muixlo  des<'onocido. 

Para  acabar  de  ?icometei*  est;i  empresa,  faltaba  aun  al  pilotí)  la  intre|)idez, 
sei'Cnidad  y  \n  chispa  divina  que  ilmninab.'i  fíl  cerel»ro  del  ilustrado  icenovés:  & 
los  primcí'os  amados  do  un.-t  tempest;nl  en  el  seno  de  la  inconmensui'able 
iinnensidíid  del  ( )<M?;nio,  viró  apresuradamente  sobre  Portu;;al  á  ridiculizar, 
por  ventm-;í,  con  bufonadas  y  ^foseros  ab>urdos;iquel  proyecto  grandioso. 

Sin  embarco,  (d  Rey,  dtíscíjtiíiando  d(í  l;i  (Mi.ü:aí'ios;i  pilhM'ía  d<í  aquel  bribón, 
prestó  secreí.imente  su  aprobación  ai  pian  de  (!olon,  y  des|>achó  emisarios  á 
llamarle  á  su  prescMicia. 

I^ero  ya  el  marino  emimíiile  había  realizado  todos  los  inmuebles  que  tu- 
viera su  es|»o.sa  en  a(|nelladesl(»al  y  p<irlida  tierra,  end)arcándose  al  |)Uiito  con 
destino  á(ién<jva,  renovando  sus  proposiciones  ;l  la  corle, — nada  satisfactorio 
consi;;uió,  y  resolvió  entonces  pasará  Savona  á  visitar  su  familia  y  prestarle 
su  alivií^  personal. 

Mucho  vaciló  para  escoiTcr  á  cual  di.»  las  poitiiicias  cristianas  de  P^uropa 
debía  ha<rer  el  obsequi»»  de  un  mundo  deslumbrante  de  rií|uezas,  hasta  que  al 
íin  optó  por  la  de  lísj)ana,  á  (tuya  (torte  ofreció  de  r^xlillas  aíjuel  inestimable 
tesoro,  fuente  de  todos  los  dones  de  la  natura. 

INjr  una  <le  esas  raras  é  inexplicables  cojucidem.'ias  en  la  vida  humana, 
mientras  Colon  .se  dirigía  á  Huelva  para    poner  bajo  el  cuidado  y  solicitud  de 


—  81  — 

la  hermana  menor  de  su  esposa,  casada  con  un  oscuro  español,  á  su  hijo  Diego, 
Ínterin  arreglaba  sus  negocios  con  los  Soberanos  Católicos,  desvióse  del  ca- 
mino, extraviado  sin  duda  por  el  pensamiento  fijo  que  avasallaba  su  imagina- 
ción, y  llegó  repentinamente  A  un  descuidado  y  añoso  convento  situado  á 
media  legua  del  puerto  de  Palos  y  visible  únicamente  por  la  parte  del  Océano, 
solicitando  p¿ni  y  cííxw\  p.-ira  ('A  y  su  hijo. 

Este  convento,  (loíiichlo  :\  la  N'íri^.^j  y  ll.un.'i'lo  «S:nitn  Marín  *\o  ia  Ha- 
bida»', estaba  servido  eiitonc»^s  \)'ív  i-oIíiííosds  do  San  Kraii.M>ro. 

Suguurdian,  Fray  Juan  Pere/  de  Mai*<'liena,  í[uo  por  sus  talentos  y  virtu- 
des evangélicas  llegó  á  ser  confesor  de  la  Keina,  le  ofreció  des<-anso  en  su 
celda,  investigando  la  causa  de  sus  sufrimientos  y  su  rara  aparición  en  aquel 
convento,  sepultado  lejos  del  bullicio  de  las  ciudades. 

Colon  confió  al  fraile  todos  sus  padecimientos  y  el  propósito  de  someter  al 
criterio  de  los  reyes  el  estudio  de  su  proyecto  de  descubrimiento.  El  reverendo 
padre  se  inclinó  respetuosamente  ante  el  marino  en  quien  acababa  de  des- 
cubrir un  profundo  saber  y  un  enviado  de  Dios  para  ensanchar  los  límites  del 
mundo  conocido. 

Detuvo  al  hijo  para  educarle  en  los  claustros  de  aquel  convento,  mientras 
el  padre,  munido  de  una  recomendación  que  le  diera  el  fraile  para  el  entonces 
confesor  de  la  Reina,  el  Prior  del  Prado,  se  dirigía  ala  corte  es,:>anola,  resi- 
dente á  la  sazón  en  Córdoba. 

Era  un  santo  varón  é  ilustradísimo  el  Prior  del  Prado,  mas  no  entendien- 
do absolutamente  sobre  matemáticas  y  ciencias  naturales,  tampoco  podíadarse 
cuenta  de  la  teoría  de  Colon;  intentó  este  último  muchas  veces  v  tocando 
múltiples  resortes  una  audiencia  de  los  Reyes,  pero  no  pudiendo  conseguirla, 
consagrábase  nuevamente  á  un  estudio  tenaz  en  su  pobre  y  miserable  morada. 

Una  noble  mujer,  condolida  sin  duda  de  los  sufrimientos  de  aquel  hom- 
bre extraordinario,  quiso  compartir  con  él  su  destino  y  le  entregó  su  mano  en 
afectuoso  consorcio  ;  esta  digna  seíiorita  era  hija  de  elevada  nobleza,  muy  her-^ 
mesa,  pero  como  él  sin  bienes  de  fortuna. 

Este  matrimonio  tuvo  lugar  en  Noviembre  de  1486,  y  en  Agosto  del  siguiente 
año  nació  su  hijo  Fernando. 

Pasados  los  primeros  encantos  del  tálamo,  reanudó  nuevamente  Colon  sus 
pretensiones,  y  como  ni  siquiera  entreviese  la  posibilidad  de  obtener  audiencia, 
tal  vez  desesperado,  escribió  directamente  al  Rey  Fernando  la  siguiente  carta: 

«Serenísimo  Príncipe: 

«  Navego  desde  mi  juventud.  Cerca  de  cuarenta  anos  ha  que  surco  los 
mares.  He  visitado  todas  sus  costas  conocidas,  y  he  hablado  con  gran  número 
de  hombres  sabios,  con  eclesiásticos,  seglares,  latinos,  griegos,  moros  y  per- 
sonas de  toda  clase  de  religiones.  He  adquirido  algún  conocimiento  en  la 
navegación,  en  la  Astronomía  y  Geometría.  Tengo  bastante  experiencia  para 
dibujar  el  mapa  del  mundo,  y  poner  los  pueblos,  ríos  y  montañas  en  los  puntos 

IX 


—  82  — 

donde  se  hallan  situados.  Me  he  dedicado  á  los  libros  de  Cosmografía,  His- 
toria y  Filosolia.  Heme  decidido  ahora  á  ompren<ler  el  descubrimiento  do  las 
Indias;  y  acudo  á  Vuestra  Alte/a  para  suplicarlo  que  favorezca  mi  empi'esa. 
No  dudo  que  se  burlarán  de  ello  los  que  lo  sopan;  pero  si  \'uestra  Alteza  me 
quiere  darlos  medios  para  ejecutarlo,  espero  llevarla  á  buen  éxito  por  obstá- 
culos que  se  presenten». 

Ni  este  ex})edicnte  le  valió  mayor  fortuna,  pues  ni  siquiera  recibió  contes- 
tación, y  después  de  muchas  contrariedades  y  disgustos,  llegó  á  trabar  relación 
con  el  Nuiício  A})Ostól¡co,  Monseñor  Antoin*.)  Geraldini,  instructor  de  la  hija 
mayor  de  la  Reina. 

Este  y  sus  numerosas  relaciones  se  empeñaron  decididamente  en  obtener 
délos  Reyes  audiencia  para  (^olon  y  al  cabo  de  mucho  tiempo  se  vieron  col- 
madas sus  pretensiones. 

En  presencia  de  los  Soberanos,  (.'olon  romunicó  su  proyecto  con  extraor- 
dinaria firmeza  y  una  convicción  profunda  en  los  incalculables  resultados  á 
favor  de  la  corona. 

La  presencia  do  Colon,  su  air*e  majestuoso,  su  suporior-idad  científica  y  la 
ingenua  humildad  de  su  cará<*tcr,  produjo  una  muy  favorable  impresión  en  el 
ánimo  de  Isabel,  mientras  (juc  el  caiitf)  y  i-eccloso  Fci'nando  aguardaba  otra 
ocasión  mas  decisiva  [)ara  formar  opinión. 

Sábese  que  muchas  otras  (NMiferencias  tuvieron  lugar  por  llamado  de  la 
Reina  queso  interesaba  visiblemente át'avordolasprotensiones  de  Colon,  pero 
que  muy  preocupada  la  í^)rte  con  los  asuntos  |)()líticos  de  (iranada  no  dedicó 
toda  la  atención  que  moro(!Ía  á  aquel  proyecto. 

Al  fin  so  ordenó  la  celebración  do  un  ('ongroso  en  Salamanca  delosliom- 
bres  mas  doctos  del  Reino  para  examinar  el  plan  do.  Colon 

Era  mayor  ol  número  de  teólogos  quede  cosmógrafos  (le  los  que  componian 
aquel  cuerpo,  los  cuales,  poco  versados  en  matemátit^as  y  astrología,  condena- 
ron el  proyecto  com(j  i?n/josib/f\ 

Sin  embargo  la  Reina  no  dio  importancia  á  afpiol  di<*tamon  y  haciendo  lla- 
mar á  Colon  repetidas  voces,  lo  aseguró  (|ue  olla  faTorocería  sus  deseos  y  que 
serían  una  realidarl  después  de  la  toma  do  Ciranaíla. 

Pero  ¡cómo  esperar  tanto  tiempo!  El  hermano  de  Colon  por  orden  de 
éste  negociaba  el  descubrimiento  en  la  corte  de  Inglaterra,  que  por  lo  mismo 
que  no  recibía  comunicación  alguna  de  aíjuel,  pensó  que  estarían  muy  adelan- 
tadas las  gestiones. 

En  consecuencia  se  dirigió  al  convento  de  la  Rábida  para  trasladar  su  hijo 
Diego  á  casa  de  su  esposa  doña  Beati'iz  Enriquez,  en  Córdoba,  y  pasar  en 
seguida  á  Londres. 

Pero  el  patriota  fray  Juan  Pérez,  conmovido  de  la  situación  desesperante 
del  astrólogo  y  desvanecidas  sus  esperanzas  de  las  glorias  íjue  estaba  llamada 
á  recibir  España,  en  un  arranque  de  conmiseración  patriótica,  mandó  llamar 
al  célebre  cosmógrafo  de  Palos,  Garcia  Hernández,  y  se  sometió  el  proyecto 


—  83  — 

á  discusión    en  las   soledades  de  aquel  misterioso  convento,  resultando  muy 
bien  fundado  y  practicable. 

Inmediatamente  escribió  á  la  Reina  haciendo  una  apoteosis  de  Colon  y 
comunicando  al  mismo  tiempo  el  dictamen  de  García  Hernández;  terminaba 
pidiéndole  en  nombre  de  la  Religión  Católica  y  el  lustre  del  Reino  que  hiciera 
volver  á  Colon  que  llevaba  un  mundo  á  ofrecer  á  Inglaterra. 

La  regia  guerrera  que  recibió  esta  comunicación  en  el  campamento  de 
Granada,  hizo  llamar  inmediatamente  á  Colon  haciéndole  un  donativo  de  veinte 
mil  maravedís  para  que  se  presentara  cual  correspondía  en  la  ciudad  de 
Santa-Fé. 

Tomada  Granada,  y  aun  en  medio  de  los  deleites  del  pueblo  y  el  regocijo 
de  los  Reyes  de  Aragón  y  Castilla,  recibió  en  audiencia  la  Reina  al  ilustre  ge- 
novés,  escuchó  su  palabra  ardiente  y  sincera,  y  aceptó  por  inspiración  los  planes 
del  italiano,  invitándole  á  hacer  las  proposiciones  que  correspondía. 

Una  comisión  nombrada  para  informar  y  aconsejar  sobre  la  remunera- 
ción que  exigiera  Colon,  se  expidió  aconsejando  á  la  Reina  no  aceptar  aquellas 
exigencias,  enormes  por  su  trascendencia  política  y  social,  que  le  colocaban 
muy  superiormente  á  todos  los  varones  nobles  de  Espaila  y  que  era  mengua 
irritante  para  la  corona  conceder  privilegios  y  prerogativas  casi  regios  aun 
extranjero  aventurero,  pretencioso,  loco  y  testarudo. 

Las  condiciones  impuestas  por  Colon,  causaron  profunda  conmoción  en 
el  ánimo  de  patricios  y  plebeyos  que  aconsejaban  á  la  Soberana  de  Castilla 
no  admitir  exigencias  tan  deprimentes  é  irrespetuosas  á  la  dignidad  del  Go- 
bierno; pero,  Isabel  ya  tenía  formado  su  propósito  de  protejer  al  extranjero,  y 
por  la  misma  extensión  de  aquellas  estipulaciones  calculaba  la  riqueza  y  fe- 
cundidad délos  descubrimientos,  todo  lo  cual  aplicaría  en  bien  del  principio  de 
Redención  y  de  sus  queridos  subditos. 

Era  tanta  la  oposición  y  se  inventaban  tales  pretestos  para  desconceptuar 
el  proyecto  y  apagar  la  fé  ardiente  que  inspiraba  á  Isabel,  que  el  mismoColon 
espontáneamente  ofreció  contribuir  con  la  octava  parte  de  los  gastos  expedi- 
cionarios, pero  sin  alterar  una  sola  cláusula  de  sus  pretensiones. 

Finalmente  tanto  había  obrado  la  ignorancia  de  los  unos  y  la  petulancia  de 
los  otros  con  sus  observaciones  en  el  ánimo  de  la  Reina  que  la  mantuvieron 
indecisa  por  mucho  tiempo — Fernando  habia  acusado  á  aquel  proyecto  de 
temerario  y  altanero  desde  el  principio. 

Convencióse  por  fin  el  genovés  del  rechazo  de  sus  planes  y  echó  sus  mira- 
das á  Francia  cuvo  soberano  le  llamaba  á  su  corte. 

Púsose  en  camino  y  teniendo  que  arreglar  a.suntos  domésticos  en  Córdoba 
pasó  á  esta  ciudad  á  despedirse  de  su  familia  y  de  la  desconfiada  España  que 
le  hizo  malgastar  ocho  años  de  vida,  con  padecimientos,  vejaciones  y  el  desden 
de  sus  doctos  ignorantes. 

Pero  ilustres  servidores  de  la  reina  fueron  á  arrodillarse  á  sus  pies  pidién- 
dole por    la  gloria  del    reino    patrocinase    aquella  empresa,    en  tanto  que 


■  84  - 


Fray  Juan  Pérez,  con  unción  evangélica,  demandaba  del  Señor  que  ilumiJ 
nara  el  entendimiento  de  Isabel  para  realizar  aquel  grandioso  acontacij 
miento. 

De  repente  la  soberana  de  Castilla  sintióse  cambiar  enteramente  de  cri'~\ 
terio  ;  veta  clara  y  distintamente  las  riquezas  que  darían  renombre  á  su  reino, 
y  los  esplendores  de  una  base  jsegura  á  la  causa  de  Cristo;  comparaba  y  media  . 
la  gloria  mmarcesible  que  orlarla  los  destinos  de  la  Cristiandad  y  la  felicidad 
que  derramaba  en  todo  su  valeroso  reino;  y  no  pudiendo  contener  por  mas  i 
tiempo  el  gozo  secreto  que  alimentaba  su  espíritu,  se  pronunció  de  la  ] 
manera  mas  favorable  para  acojer  por  cuenta  del  reino  de  Castilla  solamente  ] 
aquel  inestimable  plan  de  ventura  y  poderlo. 

Un  oficial  de  guardias  corrió  á  llamar  nuevamente  á  Colon. 

Conociendo  estela  firme  resolución  de  la  Reina,  olvidando  los  agravios  . 
y  padecimientos  que  habla  sufrido,  se  presentó  á  la  corte  que  le  recibió  con  i 
las  pruebas  del  mayor  i'egocijo  y  respeto. 

Todo  quedó  allanado,  firmándose  la  capitulación  ei  17  de  Abril  de  1492  ( 
en  la  ciudad  de  Santa  Fé,  por  ambos  reyes,  pero  sin  comprometerse  en  nada  J 
Fernando  y  su  reino. 

La  expedición  fué  patrocinada  por  la  corona  de  Castilla  y  el  emprés-  i 
tito   que  se    hizo  al  reino    de  Aragón  fué  integrado  oportunamente. 

Se  despachó  oficialmente  órdenes  a  las  autoridades  del  puerto  de  Palos  ! 
de  preparar  ti-e.-í  carabelas  para  el  viiíji;  y  de  tomar  W-i  bajeles  con  sus  J 
pilotos,  raariiierús,  etc.,  aunque  fuese  ala  fuerza,  imponiendo  fuertes  multas  1 
á.  los  que  resistieren  dicha  orden.  A  pesar  de  lodo,  el  tiempo  corría  veloz  y  í 
no  se  habla  hecho  nada  todavía,  hasta  que  el  ángel  tutelar  de  Colon  le  pro-  I 
sentó  los  navios  con  unatripulacion  ilustrada  y  experimentados  pilotos;  Fray  1 
Juan  Pérez  se  entendió  con  los  hermanos  Pinzón  y  poco  después  firmaron  el 
convenio  con  Colon. 

Se  hicieron  los  aprestos  necesarios  recibiendo  provisiones  para  un  año, 
y  terminados  los  preparativos  pocos  dias  después  se  dieron  á  la  vela  en  la 
noche  del  3  de  Agosto  de  1492,  no  sin  haber  antes  rendido  culto  á  Dios 
en  el  convento  de  la  Rábida  y  recibido  con  devoción  el  sacro  cuerpo  de 
Jesucristo. 

Largo  y  enojoso  sería  seguir  &  Colon  en  su  viaje  contando  las  vicisi-  i 
tudes,  difieuilades ,  peligros ,  amenazas ,  motines  y  la  insubordinación  ' 
frecuoiilede  iodos  lo.sqiiele  acompañaban,  excepto  unos  cuantos  que  perma- 
necieron fieles  &  la  obediencia  y  respeto,  subyugados  por  el  extraordi-  I 
nario  saber  del  futuro  Almirante  que  les  inspiraba  confianza,  terror  y  I 
ventura. 

Triste  es  la  historia  de  este  primer  viaje  que  ultrajó  tanto  la  dignidad 
del  hombre  mas  grande  del  universo,  y  como  está  en  la  conciencia  hasta  de 
las  criaturas  aun  sus  mas  ínfimos  pormenores,  nos  abstenemos  de  repetir 
ingi'atitudes  y  maldades  que  conmueven  el  corazón  mas  vil  y  empedernido; 


-  85  ■ 


lor    consiguiente,  solo  apuntaremos  las  tierras  que  descubrió  hasta  su  regreso 
i    los  puertos  de  España. 

El  12  de  Octubre  de  1492  tocó  y  desembarcó  en  la  primera  isla  que  se 
presentó  á  su  vista  y  á  la  cual  denominó  »Isia  de  Sají  Salvador». 

Muchas  otras  islas  y  tierras  que  descubrió  á  medida  que  avanzaba  las 
Wamó    sucesivamente:  Sania  María  de  la  Concepción — Archipiélago    de  las  Luca- 
yas—hla  Fernandina — h/a  Isabel— Isla  de   Cuba— Mar  de  Nuestra  Sefiora — Puerto 
Sanio — Isla  de  Babeca — Isla  Española. 

También  reconoció  y  bautizó  al  Cabo  Beaupré — la  montaña  de  la  Plata — 
el  cabo  del  Ángel — la  Punta  de  Hierro — e!  cabo  Redondo — el  cabo  Francés 
— el  cabo  del  Buen  Tiempo — el  golfo  de  las  Flechas,  etc..  etc. 

Para  aprovechar  el  buen  tiempo  y  el  blando  viento,  el  once  de  Enero 
de  1493  levó  anclas  con  dirección  á,  España ,  llevando  consigo  indios 
de  diversas  ramificaciones  de  la  raza  Americana,  muestras  minerales  y  veje- 
tales,  productos  agrícolas,  y  en  fin,  toda  clase  de  testimonios  de  la  magnifi- 
cencia y  grandeza  de  estas  regiones  no  conocidas. 

I  Antes  de  llegar  á  España  tuvo   forzosamente  que  tocar  en  Portugal  y 

teniendo  que  cumplir  en  la  iglesia  un  voló  que  hizo  á  bordo,  bajó  álierra,  cir- 
cunstancia en  que  fué  hecho  prisionero  y  sometido  á  un  riguroso  interrogatorio. 
Envidiosos  los  portugueses  por  aquel  descubrimiento  que  darla  tanta 
gloria  y  poderlo  á  España,  quisieron  secuestrar  los  papeles  y  cartas  geográ- 
ficas que  revelaban  su  existencia,  y  aun  los  mismos  consejeros  del  Rey  Juan 
II  le  insinuaron  de  hacer  asesinar  á  Colon;  pero  lejos  el  monarca  de  envi 
lecer  la  dignidad  de  su  reinado,  honró  regiamente  al  Almirante  del  Océano 
y  prohibió  seriamente  cualquier  tentativa  de  ultraje. 
Pasó  en  seguida  á  Palos  y  algunos  dias  después  se  dirigió  á  la  corte  de 
los  Reyes  Católicos  por  en  medio  de  arcos  de  triunfo  y  regias  nianifesta- 
ciones. 

La  recepción  que  allí  le  esperaba  fué  magnifica,  grandiosa  é  inu- 
sitada. 

Aun  resonaban  los  aplausos  cuando  empezáronse  á  organizar  los  prepara- 
tivos del  segundo  viaje  en  el  cual  partirían  un  vicario  apostólico,  doce 
misioneros  y  el  padre  Juan  Pérez  de  Marchena  como  astrónomo  de  la 
expedición. 

El  25  de  Setiembre  partió  del  puerto  de  Cádiz  con  diez  y  siete  buques 
y  mil  quinientos  tripulantes  con  dirección  al  Nuevo  Mundo  tomando 
distinto  derrotero  del  anterior;  muchos  nobles  hablan  tomado  parte  en 
esta  expedición,  ya  seducidos  por  el  oro  ó  por  las  aventuras  de  lo  des- 
conocido. 

La  primera  tierra  que  tocó  fué  las  Canarias,  donde  llegó  el  1»  de  Octubre, 
y  continuando  su  viaje  al  dia  siguiente  descubrió  sucesivamente  la  Doral- 
nica,  Guadalupe,  Monserrat.  Antigoa,  Santa  Cruz,  Santa  Urzula,  Las  Once 
mil  Vírgenes  y  San  Juan  Baulisla. 


k 


—  86  — 

También  descubrió   una  hermosa   meseta  que  llamó  Isabela. 

Poco  ilesjiues  reconoció  la  costa  suducste  de  Cuba,  descubrió  la  isla 
de  Jamaica,  el  Archipiélago  de  los  «Jardines  de  la  lieina»,  y  algunas  islas 
de  menor  importancia;  fundó  una  riudad  en  Isabela,  administró  con  rectitud 
la  justicia  y  sometió  ('í>n  su  ptxler  muchos  pueblos  indios  que  se  coaligaron 
para  repeler  á  los  extivanjeros. 

Sus  enemigos  envidiosos  y  los  descontentos  elevaron  informes  y  denun- 
cias sobre  la  supuesta  crueldad  r|ue  ('olon  ejercía  con  ellos  y  pedían  su  desti- 
tución del  gobierno  de  las   Indias,  etc. 

En  su  regreso  á  Ksjíaña,  Colon  fué  recibido  con  muestras  de  agradeci- 
miento por  parte  de  la  Reina,  á  pesar  de  las  protestas  y  falsos  manifíestos 
de  insubordinados  ambiciosos  ó  de  nobles  de  abyecto  carácter. 

El  Almirante  fundó  un  Mayoi-a/gu  y  acelei-ó  los  preparativos  de  su 
tercer  viajo.  La  ingratitud  iba  adr|uiricndo  poco  á  poco  tales  proporciones 
que  ya  ora  sulioionte  para  aíuargar  la  vida  dol  ilusti-e  genovós. 

El  30  de  Mayo  do  tWS  oniprondió  la  tei'cera  exjícdicion,  partiendo  del 
puerto  do  Snnlúcar  con  sois  carabelas;  pasó  poi-  Canarias  y  por  las  islas 
del  ('abo  Verde,  y  siguiendo  por  debnjo  dol  paralelo  do  Sierra  Leona,  sufrió 
por  muchos  dias  ol  insoportable  ralov  de  la  zona  tórrida  hasta  verse  obligado 
á  cambiar  d(}  su  r-umbo. 

Algunos  dias  después  descubrió  la  isla  de  la  Trinidad,  la  tierra  Hrncie,  y 
muchos  isloio>  ;i  los  que  denominó  Tierra  do  (Iraria;  costeando  el  Cabo  Paria 
descubrió  las  isl;is  do  los  Testigos,  la  Concepción,  Iíi  Asunción  y  la  de  Mar- 
garita, dos|>uos  do  lo  cual  s(»  dirigió  i\  la  lís|>anol;i  (pie  estaba  com|)lotamente 
insurre<ícionada  por  hombrcís  pci'voisos  cpio  (juoiían  satisfacer  sus  más  bajas 
pasiones,  aún  á  costa  do  la  trainpiilida<l  y  biuMi  gobierno  <io  la  colonia. 

Fermentaban  do  tal  manera  los  ánimos  (W  los  presidarios,  estimulados 
por  la  vida  dosenfi'onada  y  licenciosa  (|ue  los  poi'mitííin  los  jefes  rebeldes, 
que  estaban  más  dispuestos  á  morir  ¡ideando  con  sus  companeros  que  volver 
á  la  dis(!Íplina  y  moralidad  que  impone  toda  administración  regular  y  civili- 
zada. Ebrios  do  placer  y  de  go/u,  en  inofliodo  aíjuella  corrupción  degradante, 
daban  muestras  visibles  de  en<'ono  y  perfidia  contra  el  Almirante,  el  Adelan- 
tado y  algunos  otros  fieles  al  deber. 

Después  de  (cruentos  .saítrificios  en  su  dignidail  y  autoridad,  Colon  logró 
reducir  á  los  revoltosos,  ajusti(^ian<lo  á  los  más  (^uli^ablos,  y  enviando  á  los 
descontentos  á  líspana  rlonde  hicieron  las  pi'o.sontaciones  más  criminales  á 
los  Reyes  (.'atólicos  contra  la  conducta  ílel  Almirante. 

Por  más  dispuesta  que  estuviese  Isabel  á  favor'ocer  á  Colon,  tal  fué  la 
propaganda  hostil  y  perversa  íjue  se  hizo  en  la  corto,  que  deseando  conocer 
fielmente  los  sucesos  ocurridos  en  la  Española,  nombró  un  Comisario,  con 
plenos  poderes  para  juzgar  sobre  aijuellos  desórdenes  y  castigar  á  los  culpa- 
bles, como  asimismo  para  sustituir  en  el  gobierno  á  Colon  en  caso  de  ser  éste 
delincuente. 


—  87  — 

Luego  que  arribó  BobadiHa,  el  eiKíargado  real,  á  la  Española,  hizo  cargar 
de  cadenas  al  Almirante,  al  Adelantado  yá  Don  Diego  Colon,  sin  ningún 
trámite  legal,  y  los  despachó  á  Castilla,  elevando  á  los  Reyes  una  sumaria 
falsa  é  inconexa  de  sus  abusos  de  autoridad,  es  decir,  de  las  quejas  insolentes 
de  los  enemigos  de  Colon,  sin  haber  escuchado  á  éste  ni  comunicádole  sus 
crímenes. 

Llegados  á  Castilla  la  indignación  de  la  Reina  fué  indecible  cuando  supo 
el  tormento  y  vejacionesque  hicieron  sufrir  al  Almirante,  y  ambos  Reyes  le  es- 
cribieron protestando  del  proceder  inicuo  de  Bobadilla,  enviándole  además  un 
presente  de  dos  mil  ducados  de  oro  para  reparar  su  desnudez  y  presentarse  á  la 
corte,  donde  fué  recibido  con  manifiestas  pruebas  de  gratitud  y  reconocimiento. 

Inmediatamente  se  destituyó  á  Bobadilla,  nombrando  gobernador  interino 
al  Comendador  Ovando  que  partió  á  la  Española  con  una  escuadra  compuesta 
de  treinta  y  dos  buques. 

Mientras  Colon  hacíalos  preparativos  para  un  cuarto  viaje,  escribió  al 
Papa  comunicándole  su  proyecto  de  rescatar  el  Santo  Sepulcro  del  poder  de  los 
musulmanes  al  regreso  de  su  última  expedición. 

Partió  de  Cádiz  con  cuatro  buques  y  doscientos  tripulantes  dispuesto  á  dar 
la  vuelta  al  mundo  por  un  estrecho  que  debía  encontrar  para  surcar  las  aguas 
del  Pacífico;en  este  viaje  descubrió  la  isla  de  Guanaja, cerca  del  Nuevo  Continen- 
te, tierra  firme  cerca  del  caboCaxinas  y  á  quince  leguas  de  e.ste  último  el  «  Rio 
de  la  Posesión  ».  Después  de  muchos  padecimientos  tocó  en  una  bahía  á  la  cual 
llamó  Bahía  del  Almirante  y  luego  en  la  laguna  de  Chiriqui,  el  cabo  Nombre 
de  Dios,  el  puerto  de  las  Provisiones  y  del  Retrete,  llegando  por  fin  á  Puerto 
Bello,  donde  á  causa  de  horrible  tempestad  tuvieron  que  esperar  hasta  la  cal- 
ma de  los  elementos. 

Tormentos  crueles  amargaron  y  i*esintieron  profundamente  la  naturaleza 
de  Colon,  ya  por  los  siniestros  marítimos,  ya  por  la  perversidad  de  los  tripu- 
lantes, y  después  de  haber  probado  el  destino  su  fé  y  paciencia,  auxiliado  mi- 
lagrosamente, volvió  á  España,  no  sin  tocar  antes  en  la  Española. 

Enfermo  Colon  no  pudo  presentarse  á  la  corte  por  mucho  tiempo,  reci- 
biendo una  profunda  herida  en  .su  lacerado  corazón  cuando  supo  que  la  Reina 
Isabel  estaba  agonizante  en  .su  lecho  de  dolor. 

Muy  pocos  dias  después  la  muerte  puso  término  ala  existencia  bienhecho- 
ra de  la  Reina  de  Castilla,  acelerando  con  mucha  rapidez  el  mal  que  aquejaba  á 
Colon,  y  á  pesar  de  las  diligencias  que  hizo  practicará  su  hermano  tendentes  al 
reconocimiento  y  adjudicación  de  los  títulos,  dignidades  y  privilegios  que  se 
le  ofrecieron  en  cambio  del  mundo  con  que  obsequió  á  España,  largas  dilacio- 
nes y  sistemática  indiferencia  era  ia  política  de  Fernando,  que  procuraba  ganar 
tiempo  hasta  que  el  Almirante  sucumbiese  á  su  profundo  dolor. 

Finalmente  agravóse  de  tal  manera  su  enfermedad  que  el  diade  la  Ascen- 
sión del  Señor,  el  20  de  Mayo  de  1506,  espiró  rodeado  de  sus  deudosy  amigos» 


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Los  restos  del  esclarecido  navoí^ante  reposan  en  la  Catedral  de  Santo  Do- 
minico; puesestí'i  prohado  auténticamente  que  la  exhumación  y  la  traslación  de 
ellos  á  la  Habana,  verificada  onSO  de  Piciembre  de  1795, tributíindole  pomposos 
honores,  fué  una  amar«2:a  e(|UÍv()cacion  que  constataron  alp:inios  anos  después 
con  el  descubrimiento  do  la  existencia  íle  aíjuellos  venerandos  huesos  en  la  Ca- 
tedral susodicha. 

Como  una  prueba  de  lo  que  asc^íuramos  vamos  á  hacer  algunas  reflexio- 
nes sobre  la  suerte  que  cori'ici'on  los  i'cstosdel  Almirante. 

El  10  de  Setiembre  do  1S77  obtuvo  el  deleitado  apostólico  cerca  de  las  Re- 
públicas de  Haiíi  y  Santo  Dominico  del  Gobierno  local  las  facultades  necesarias 
para  hacer  ciertas  modiíi(*aciones  y  reformas  en  uno  de  los  tres  presbiterios  de 
la  Catedral  de  Santo  Domingo. 

Al  hacer  las  escavaci<^nes  y  i'oparaciones  del  caso,  ocurrió  que  en  el  dia 
diez  de  Setiembre  so  hizo  un  descubrimiento  de  una  caja  que  contenía  huesos 
humanos,  y  A  fin  do  pr(K'eder  con  todas  las  formalidades  legales,  se  levantó  un 
expediente  sobre  aquel  misterioso  hallazgo,  el  cual  está  concebido  en  estos 
términos: 

Kl  sonor  Obispo  ( di<'0  ol  acta)  ha  manifost;ido: 

1°  Soi'lo  notorio  por  tradición  quo,  á  pesar  do  r»uanto  aparece  do  los  docu- 
mentos públicos  relativos  á  la  traslaí*i(^n  do  los  restos  do  Crist6l)al  Colon  desde 
Santo  Domingo  á  la  Ciudad  do  la  Habana  en  17í)r>,  poiiían  dichos  restos  existir 
aun  en  el  mismo  lugar  donde  anti.i::uamente  estaban  depositados,  esto  es,  en  la 
parte  derecha  del  presbiterio  do  la  Catedral  Dominicana,  debajo  del  espacio 
ocupado  por  el  trono  arzobispal. 

2°  Quo  deseando  el  mismo  sonor  Obispo  depurar  la  verdad  que  pudiera 
haber  en  la  expresada  tradi<'ion,  aprovc(!hando  la  oportunidad  de  las  indica- 
das reparaciones,  autorizaba  al  canónigo  presidonte,  D.  Francisco  Javier  Billi- 
ni,  Aquion  estaba  encargada  su  dirección,  para  que  practicara  las  averigua- 
ciones quo  so  consideraran  mas  (Convenientes  i)ara  obtener  dicho  objeto. 

3''  Que  continuanílo  proí*isamente  estas  avoi'iguaciones,  hallaba  el  expre- 
sado canónigo  el  dia  lí  de  Mayo,  iihi  izquionia  del  presbiterio,  esto  es,  del  lado 
de\R  E pisto /fi,  una  caja  de  plomo  con  esta  inscrii)cion  pintada  sobre  una  plan- 
cha: El  Almirajite  Don  Luis  Colon,  Duque  de  Vernr/iias,  Marqués  de Después 

en  la  mañana  del  10  de  Setiembre,  (ron  el  auxilio  de  dos  peones  de  albañil,  des- 
cubría Ala  profundidad  de  unos  dos  palmos  debajo  del  pavimento,  de  la  parte 
del  Evangelio,  la  abertura  de  un  sepulcro  por  la  cual  se  podía  ver  parte  de 
una  caja  metálica. 

4°  Que  ai>enas  estuvo  informado  ol  señor  Obispo  de  todo  esto,  se  trasla- 
daba á  la  Catedral,  donde  llegaba  también  el  Sr.  Cónsul  Cambia.^^o,  y  entrambos 
comprobaban  dicho  descubrimiento. 

5°  Que  continuándose  la  comenzada  escavacion  en  presencia  de  las  auto- 
ridades políticas  y  civiles,  del  Cuerpo  Consular  y  de  muchos  vecinos,  después 
de  removida  una  piedra,  se  extraía  mas  tarde  la  caja,  la  que  está  construida 


—  89  — 

de  plomo  y  mide  42  centímetros  de  largo,  20  y  medio  centímetros  de  ancho  y 
21  de  profundidad. 

6»  Que  en  la  tapa  de  la  caja  se  encuentra  escrito:  Z>.  de  la  a.  P*'*.  A^.  á 
saber:  Descubridor  de    la    Áméricfi    Primero    Almirante,   Después  en   el   lado 

izquierdo  hay  l¿i  letra  C  !ijy  -iíim  C  mí  \:\  •>  n't.^  >»:i:M^"«.ir,  y  íin:ilino:ito  s<^  vé 
una  il  en  el  lado  »ílm*Cí*Ii<>;  lo  «{.lo  -o  iii  ¡iiítM'pr  «ta  !->:  CrisiVhtl  C  hm  [tmi- 
rante. 

7*  Que  levantando  la  tapa,  se  encontrú  grabado  en  ia  parte  ¡níerna  de   la 
misma,  con  caracteres  góticos  alemanes,  el  epígrafe: 

111*"'.  V  Es'*^  Varón 
D.  Cristóbal  Colon. 

8»  Que  dentro  de  la  caja,  á  consecuencia  de  comprobaciones  practicadas 
por  peritos  anatómicos,  se  hallaron:  un  fémur,  \xn  peroíieo,  un  radio,  una  claví- 
cula,  un  codo,  ocho  costillas,  el  hueso  sacro,  el  cóccix,  dos  vértebras  lumbares,  una 
cervical  y  dorsales,  dos  talones,  un  hueso  del  fnetacarpo,  y  uno  del  metatarsOy  un 
fragmento  del  frontal  ó  coronal^  tres  pedazos  de  tibia,  dos  tarsos^  un  pedazo  de 
homoplaio  y  uno  de  mandíbula  inferior ,  y  medio  extremo  del  hombro:  total:  veinte 
y  ocho  fragmentos  grandes  y  trece  pequeños,  estando  reducidas  á  polvo  las 
demás  partes. 

Qo  Que  finalmente  en  la  expresada  caja  se  encontraron  dos  pequeños  espi- 
gones desprendidos  de  la  misma,  y  una  bala  de  plomo  de  peso  de  una  onza 
poco  más  ó  menos. » 

De  aquí  se  infiere  que  dichos  restos  reposan  torfavía  en  Santo  Do- 
mingo y  que  los  que  trasladaron  á  la  Habana  fueron  los  de  don  Diego, 
su  hijo. 

Habían  trascurrido  ya  dos  siglos  y  medio  que  habían  sido  sepultados  los 
huesos  de  Colon,  y  como  no  hubiera  indicación  alguna  que  revelase  á  la  vista 
el  sitio  en  que  estaban  guardados,  la  equivocación  debía  tener  lugar  sin  causar 
extrañeza,  pues  no  existía  ninguna  persona  que  supiese  positivamente  el  lugar 
que  aquellos  restos  ocupaban.  « 

De  manara,  pues,  que  se  reputan  los  verdaderos  aquellos  que  se  han 
encontrado  en  la  Catedral  de  Santo  Domingo  en  el  dia  10  de  Setiembre  de  1877, 
y  -no  los  que  se  trasladaron  á  la  Habana  en  Diciembre  de  1795. 


Por  una  de  esas  aberraciones  que  ocurren  en  la  vida  de  los  pueblos,  el 
continente  descubierto  por  Colon  fué  bautizado  por  la  costumbre  primero  y 
oficialmente  después  con  el  nombre  de  América,  femenino  del  nombre  de 
aquel  Américo  Vespucci  que  visitó  y  descubrió  islas  y  tierra  firme  en  sus  via- 
jes á  estas  regiones  de  las  Indias. 


xa 


—  90  ~ 

Amóriro  Vcspurci  fué  el  tercer  hijo  del  matrimonio  de  Anastacio  Ves- 
pucci  ó  Isabel  Miiii,  cuyo  nacimiento  tuvo  lugar  el  1)  de  Mar/.o  de  1451,  en 
Florencia. 

Recibió  esmerada  educación  y  después  de  sufrir  varios  reveses  de  la  for- 
tuna, se  dedicó  á  leer  cuanto  se  había  escrito  respe(!to  á  los  descubrimientos 
hechos  por  Colon  y  .-ila  navegación. 

Fue  un  experimentado  y  erudito  piloto,  íjue  después  de  ser  encargado  de 
proveer  á  las  cxpcditMoncs  destinadas  ;'i  las  [ndias,  verificó  su  primer  viaje  en 
1409,  formando  parte  de  la  que  equipó  Alonso  de  Ojeda,  patrocinado  por  el 
obis|)o  Fonseca. 

Dos  aíios  después  se  cree  que  prestó  sus  servicios  al  Reino  de  Portuga\ 
teniendo  el  mando  de  una  carabela  en  una  es(*uadra  compuesta  de  seis  bajeles 
destinada  al  descubrimiento  de  Malaca,  viaje  en  que  después  de  varias  difi- 
cultades y  siniestros  llegó  al  Brasil,  recorrió  toda  la  costa  y  cargando  su 
bajel  de  palo  de  Brasil,  viró  hAcia  Portugal;  en  Junio  de  1504,  llegó  al  puerto 
de  Lisboa. 

Muchos  escritores  atribuyen  á  Vespuí*ci  el  descubrimiento  del  Brasil 
realizado  en  acjuel  viaje,  cuando  no  hizo  verdaderamente  otra  cosa  que  .seguir 
el  rumbo  y  aprovechamiento  de  las  cartas  náuticas  de  ('olon  y  las  relacio- 
nes de  los  marinos  ([ue  hicieron  el  viaje  con  el  Almirante  de  las 
Indias. 

Dícese  también  que  á  estas  tierras  llamó  America  el  florentino  Vespucci, 
nombre  que  se  extendió  poco  á  |h)Co  hasta  abra/.ar  todo  el  (Continente. 

Esta  es  más  ó  menos  la  versión  de  como  el  Nuevo  Mundo  fue  bautizado 
por  la  costumbre  y  el  abuso  de  los  admiradores  ó  allegados  de  Vespucci  con 
el  nombre  de  América. 

Si  hemos  recordado  aíjuí  de  este  navegante  florentino,  es  porque  necesi- 
tábamos aclarar  el  nombre  del  Nuevo  Continente  que  tan  natural  hubiera  sido 
llamai'le  del  nombre  de  su  descubridor;  mas,  una  aberración  chocante  le  deno- 
minó á  su  modo  y  no  fué  ¡losible  contrarrestarle. 


Como  todo  cuanto  ha  podido  (Contribuir  á  realizar  el  descubrimiento  de 
estas  vastísimas  regiones,  es  parte  integrante  de  tan  grandioso  aconteci- 
miento, nos  es  indispensable  dar  algunas  noticias  sobre  la  persona  de  don 
Martin  Alonzo  Pinzón,  que  participó  de  las  mismas  aflicciones  y  vicisitudes 
que  el  Almirante  en  su  primer  viaje  á  lo  des(!onocido,  sin  otra  guía  y  auxilio 
que  la  divina  Providencia. 

Se  ha  dicho  y  asegurado  que  si  Pinzón  no  hubiese  contribuido  con  su 
poderoso  ascendiente  y  un  c<»nt ingente  de  tripulación  que  le  debía  mucho 
respeto  y  consideraciones,  ni  Colon  hubiera  verificado  su  viaje,  ni  España 
oilado  sus  sienes  con  una  victoria  tan  trascendental  en  el  mundo  de  las  cien- 
cias y  en  la  vida  comercial  y  política  de  las   naciones,  sin  faltar  por  esto 


—  91  — 

quien  pretenda  que  los  conocimientos  geográficos,  de  navegación  y  astrono- 
mía que  sobrepujaban  en  aquella  época,  eran  fruto  de  la  poderosa  inteligencia 
de  Pinzón  que  tan  sobresaliente  se  habla  hecho  en  dichas  materias.  Pero  esta 
maldiciente  prédica  se  ha  desmoronado  por  ser  excesivamente  falsa  é  insoste- 
nible, ocupando  la  verdad  histórica  el  asiento  que  le  reservan  las  investiga- 
ciones cronológicas. 

La  concepción  de  la  idea  y  su  practicabilidadson  result-idos  gloriosos  del 
genio  fecundo  del  infortunado  genovés,  y  si  bien  es  cierto  que  éste  encontró 
dificultades  para  equipar  la  escuadra  y  que  la  incorporación  de  Pinzón  con  su 
contingente  de  tripulación  abrevió  la  ansiedad  y  disgustos  del  Almirante,  no 
por  eso  el  viaje  hubiera  dejado  de  emprenderse,  ni  Castilla  de  aprovechar  el 
sacrificio  de  dignidad,  tesoro,  desvelos  y  hasta  el  ridículo,  que  hizo  para  dar 
cima  á  aquel  valiosísimo  negocio. 

La  vergüenza  de  Pinzón  por  su  desobediencia  á  Colon  á  su  regreso  de 
aquel  viaje  fué  edificante,  pues  no  pudiendo  soportarla,  se  retiró  lejos  de  la 
corte  donde  breves  dias  después  entregó  su  alma  al  Creador. 


El  nombre  de  esta  calle  recuerda  al  ilustre  General  D.  Antonio  González 
Balcarce. 

Tuvo  lugar  su  nacimiento  en  la  ciudad  de  Buenos  Aires,  el  dia  13  de  Junio 
de  1774,  teniendo  por  sus  legítimos  padres  al  teniente  coronel  D.  Francisco 
Balcarce,  Comandante  de  Blandengues  de  la  frontera,  y  D*.  Victoria  Martinez; 
su  abuelo  paterno  el  teniente  coronel  del  regimiento  de  la  Princesa,  D.  Fran- 
cisco Balcarce  v  materno  el  de  la  misma  clase  de  infantería  D.  José  Mar- 
tinez,  que  fué  Gobernador  del  Paraguay. 

Su  padre,  que  habia  servido  durante  largos  años  en  la  guarnición  de 
las  fronteras,  habíale  estimulado  con  provechosa  asiduidad  á  la  carrera  de 
las  armas,  viendo  sus  disposiciones  y  el  manejo  frecuente  que  hacía  de  ellas. 

Sus  estudios  escolares,  después  de  darle  algún  conocimiento  sobre  el 
saber  humano,  fueron  abandonados  para  abrazar  resueltamente  la  ciencia 
militar,  sometiéndose  á  la  investigación  de  sus  últimos  adelantos  y  estudiando 
con  ahinco  todo  cuanto  podía  interesarle. 

Cuando  la  invasión  de  los  ingle.^es  que  por  segunda  vez  intentaron 
apoderarse  del  territorio  del  Plata  obligaba  á  rendirse  á  los  asaltados  de- 
fensores de  Montevideo,  se  hicieron  muchos  prisioneros  y  entre  aquellos 
tuvo  igual  suerte  el  ciudadano  D.  Antonio  González  Balcarce. 

Sus  nobles  sentimientos  y  su  constante  dedicación  á  los  conocimientos 
militares,  su  circunspección  y  severidad  en  todos  sus  actos  le  grangearon  la 
simpatía  y  plena  confianza  del  enemigo,  que  la  demostró  de  una  manera 
indubitable  al  comisionarle  para  proponer  al  Gobierno  de  Buenos  Aires  el 


—  92  — 

canje  do  prisioneros,  encargándose  ademas  de  recibir  los  donativos  y  comí 
siones  para  los  que  lo  eran  de  los  ingleses. 

No  obstante  de  ser  rechazada  la  proposición  por  las  autoridades  de  Bue- 
nos Aires,  ni  quiso  abusar  de  la  confianza  que  so  le  dispensó  ni  de  !a  liber- 
tad de  que  gíjzaba  para  romper  las  cadenas  á  que  le  sujetó  la  suerte  de  las 
armas,  y  presentándose  espontáneamente  al  enemigo  en  la  ciudad  conquis- 
tada, reclamó  su  puesto  como  prisioneio  de  guerra. 

Embarcado  con  sus  demás  compañeros  de  infortunio,  surcaron  las  aguas 
con  destino  á  Inglaterra. 

Allí  permaneció  hasta  que  celebi-ada  la  paz  entra  esta  potencia  y  FCspaña, 
fue  trasladado  á  esta,  A  la  cual  por  su  origen,  vínculos  de  sangre  y  alianza  de 
familia,  le  unían  estrechamente. 

Ni  la  fria  monotonía  de  largo  cautiverio,  ni  la  pesadumbre  que  embarga 
al  prisionero,  encerrado  en  lóbrega  cárcel,  fuei-on  causas  para  enervar  su  espí- 
ritu, formado  en  el  crisol  ílo  la  lucha  y  la  heroicidad.  Continuó  (íon  pasión  el 
estudio  de  la  táctica  militar,  embebiéndose  en  la  última  palabra  cjue  se  habia 
dicho  acercado  olla,  para  onr¡(|Uocor el  caudal  <lo  sus  conocimientos. 

Fué  en  líspafia  donde  luchó  como  soldado  hasta  distinguirse  do  sus  demás 
compañeros  en  la  momorabio  lucha  contra  la  invasión  de  las  legiones  france- 
.sas  cuyo  itinei-aiio  marcaban  sus  vi<'torias.  Dopues  do  prestar  importante.s 
servicios  á  la  Mclró|)oli,  i-(»;ire>ñ  á  su  |»atr'ia  para  libcrtai'la  del  ominoso  yugo 
que  ultrajaba  su  dignidad  política:  dobioi-on  sor  muy  intorosantcs  los  servicios 
con  que  <M)ntribuyó  á  su  cinanciíjacion,  cuand<»  on  el  destronamiento  de  los  vi- 
royes  verilicado  en  isKi  oi'a  ya  'l'eniontc  Coronol  graílu.-ido,  notorias,  como 
son,  las  r-estricí'iones  sobro  cualí|UÍoi*  carrera  que  imponía  el  ílobierno  Colo- 
nial álos  hijos  del  lMat;i. 

En  el  célebre  dia  ár>  de  Mayo  de  este  ano  se  había  aconlado,  popularmen- 
te, proi)arar  una  expedición  do  quinientos  hombros  costeada  con  los  sueldos 
del  Virey,  oidores,  otc^  para  prodicai-la  rov(jlucion  j)orel  interior,  levantand(> 
los  pueblos  y  sujetando  á  los  descontentos. 

FIl  7  de  Julio,  (ian<lo  cumplimiento  á  las  disposiciones  del  acuerdo,  el  Go- 
bierno des|)achó  las  fn(Mv.as  oxpodicionai'ias,  com|>uostasde  1150  hombres  de 
>;!-;  tr'í»s  .'ir!n.-i<  ;il    m:mdí»  de  una   «•í>ni¡siofi  infoLCi-.-ida  poi    los  señores:  Coronel 

!  •■ )  ■  .        .     .       .  ..  <  '      '  ■    •   ■■■»■  ■!':     ".irmi-'l  I).  Antonio 

í '    ,1  .1        i .  .  .    :■   :     ■!      ■•  .  .■       .    ►  i    í  ■  \   '"^  í'* '.    .1  .i-i. :  »i"  'li'  - 'í*'rra . 

y  I ).    \'i  •  Mi-'  i  ,■  »|'      ,  ^   r¡-.':.i:  I  i;    ■  i  -  ■•  iii  ■  .      i  » -  ii  ii  i  •-  ■    ,  .1  r.!  i  •  i  <  ■  iii^cj'  na  iil^i- 
yorí;i  decidía  la>  rcs».)lm'ioncs. 

El  CíU'oiu»!  Ocanqjo  I»! csidí.'i  (íst;i  coini>iini,  |hm'o  tan  alt<)  rang»)  iu>  .se  le 
dispensó  |)or  su  pcrií'ia  ó  tnlcntos  niilitai'os:  fué  únicamente  una  medidadiplo- 
mática  para  (Conciliar  las  exigencias  do  las  pr(jvin;Mas,  que  habían  simpati/.ado 
con  el. 

Balcarce,[por  el  contrario,  merecíala  coníianza  de  t<jdos  los  hombres  polí- 
ticos de  la  época  porque  tenía  una  experiencia  vasta  é  ilustrada,era  firme  en  sus 


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sentimientos  patrióticos  y  había  hecho  muchos  adelantos  en  la  ciencia  militar; 
de  manera  que  si  al  parecer  fué  nombrado  segundo  en  la  expedición,  fué  real- 
mente el  encargado  de  dirigir  y  gobernar  la  opinión  militar. 

En  marcha  las  columnas  libertadoras  á  Córdoba  para  reprimir  á  Liniers 
que  se  había  puesto  á  la  cabeza  de  1500  hombres,  la  mayor  parte  americanos, 
llegaron  á  los  diez  dias  á  la  Guardia  de  la  Esquina,  punto  de  división  de  aquella 
provincia  con  la  de  Buenos  Aires.  Los  jefes  de  la  expedición  tuvieron  cono- 
cimiento que  habiendo  emprendido  retirada  el  enemigo,  á  la  noticia  de  la  apro- 
ximación délas  fuerzas  de  la  Capital,  desorganizóse  la  línea  y  empezaron  á  des- 
bandarse las  tropas  con  tal  precipitación  que  los  cabecillas  se  vieron  solos  y 
errantes  por  espesos  bosques. 

Fué  en  estas  circustancias  que  destacado  Balcarce  con  una  vanguardia  de 
trescientos  hombres  se  empeñó  en  una  persecución  tan  tenaz  contra  l')s  jefes 
fugitivos,  que  sin  acordarse  de  las  fatigas  ni  peligros  á  (juese  exponía  se  inter- 
nó resueltamente  en  lo  más  intrincado  de  los  bosques,  aprisionando  á  los 
principales  caudillos  en  diferentes  puntos  de  las  PiedritaSy  por  donde  huian  pre- 
cipitadamente para  incorporarse  á sus  partidarios  del  Perú. 

El  6  de  Agosto,  por  la  noche,  Balcarce  dirigiéndose  auna  luz  que  divisó  en 
el  bosque,  supo  que  Liniers  se  hallaba  escondido  muy  cerca,  donde  inmediata- 
mente fué  hecho  prisionero  tomando  en  la  mañana  del  7  al  Gobernador  Con- 
cha, Oidor  Allende,  asesor  Rodríguez,  al  ministro  de  las  cajas  reales  Moreno 
y  al  obispo  Ür.  D.  Rodrigo  Antonio  de  Orellana. 

Retrogradó  Balcarce  su  marcha  regi*esandoá  (^M-doba  (la  (Mudad)  con  di- 
chos prisioneros,  donde  fueron  custodiados  con  toda  seguridad  hasta  recibir 
órdenes  de  la  Capital,  cuyo  Gobierno  decretó  la  muerte  de  los  reos  dando  orden 
de  ejecutarla  al  Comandante  General,  que  desobedeció  porque  carecía  de  la 
energía  necesaria  para  despachar  tan  grave  como  imponente  asunto. 

La  Junta  militar  asediada  por  la  principal  parte  de  la  sociedad  de  Córdoba 
para  dilatar  por  lo  menos  el  término  de  la  ejecución  hasta  que  el  Superior  Go- 
bierno reconsiderase  la  sentencia,  tuvo  finalmente  que  ceder,  pero  se  puso  en 
viaje  con  los  reos  á  la  Capital  para  adjudicarle  toda  la  responsabilidad  á  dicho 
Gobierno,  á  quien  comunicó  el  temperamento  adoptado. 

Así  que  se  recibió  semejante  noticia,  la  sentencia  fué  confirmada,  con 
excepción  del  Obispo,  y  despachado  un  vocal  del  mismo  Gobierno  para  hacerla 
ejecutar  en  el  lugar  que  los  encontrase,  obligando  al  agraciado  sacerdote  á  pre- 
senciar tan  crupl  arto,  el  ípie  tuvo  lugar  el  día  2(> de  Agosto  de  1810, en  la  misma 
jurisdicción  de  Cónh^ba,  eiiti-e  ia  posta  de  la  Cabeza  del  Tiifre  y  la  llamada  de 
Lobaton.  En  la  batalla  de  Suipacha  el  (ieneral  Balcarce  salvó  con  su  genio  mili- 
tar la  suerte  de  la  revolución.  Empeñado  un  pequeño  tiroteo,  hizo  replegar  las 
tropas  dando  á  entender  al  enemigo  que  flaqueaban,  el  cual  saliendo  de  sus  po- 
siciones atacó  vigorosamente,  pero  fué  contenido  y  hecho  pedazos  por  losinde 
pendientes,  salvándose  muy  pocos  en  la  fuga. 

La  acción  habla  empezado  ron  una  fuerza  de  1000  infantes  y  cuatro  piezas 


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de  artillería,  reforzada  al  principiar  la  batalla,  y  solo  llegaron  después  de  la  der- 
rota 250  hí)nil)res  á  Cotaj^aita,  dejando  en  ol  campo  armas,  fornituras,  pren- 
das, dinero  y  allinjas. 

El  íiul)iernc  |)rcmió  este  brillante  servicio  enviándole  los  despachos  de 
Brigadier  General  y  cíjndecoráiidole  con  un  escrudo  de  oro  y  el  título  de  bene- 
mérito de  la  patria. 

Como  (!ünsecuen(*ia  de  la  victoria  de  Sui|)acha  ocupó  á  Potosí,  hizo  prisio- 
neros á  los  jefes  fugitivos  deacjuella  y  tomó  posesión  de  la  ciudad  de  La  Plata, 
donde  lo  a<*lamaron  Presi<lente  de  la  Junta,  pero  (4ue  solo  aceptó  el  puesto  d© 
Regidor  perpetuo. 

lín  l.SU  después  de  remontar  y  disciplinar  el  ejército,  firmó  un  armisti^ 
cío  solicitíido  pni'  el  ílenei-al  (loyíMUíche  por  cuarenta dias. 

Acampabíi  conliadainonie  el  «íjérriío  independiente  en  las  cercanías  del 
Desaguadoi-o,  (*uan(Io  runipieiido  bruscamente  las  bostilidados  antes  del  plazo 
fijado,  el  jefe  enemigo,  fué  cnvueltij  en  borrible  (*onl'usion. 

(.'orrieron  especies  íjuezalierían  la  reputa(!Íon  del  jefe  |)atriota  y  á  fin  de 
destruir  ásusenemigos  solicitó  de  la  Juntaque  selc  formase  un  consejo  deguerra 
para  res|)onder  de  su  conducta,  y  á  mérito  de  sus  instancias  tuvo  lugar  dicho 
consejo  absolviéndole  de  todo  cargo. 

En  ISlifué  Gobernador  Intendente  de  Huenos  Aires  y  poco  después  Alvear 
le  confió  una  ('(uiiision  cerca  d(»l  cjér(?ito  del  Perú;  en  .seguida  se  hizo  cargo 
de  la  Inspección  ficnoral,  puesto  (jue  íiesempenó  durante  corto  tiempo. 

Kl  KmIc  Al)ril  de  I8l(),  fué  nombrado  Supremo  I)ire<-.1or  Interino,  pres- 
tando (mi  esta  ocasión  importantísimos  servicios  á  la  cau.sa  de  la  revolución 
auxiliando  poderosamente  íi  San  Martin  en  el  Cíjuipo  de  la  expedición  liberta- 
dora de  Chile,  cuyo  |>royecto  patrocinó  fVan(*amente. 

Recibió  durante  .su  administración  la  célebre  memoria  de  Guido  que 
marcaba  el  itinerarií)  (jue  debía  seguirse  en  la  jornada  á  Chile,  así  como  las 
ventajas  que  eran  do  espei'arse. 

Kl  grito  de  nuestra  independencia  conmovió  también  la  admini.stracion  d^ 
su  Gobierno,  derrocado  el  20  de  Julio  de  1810. 

Fué  nombrarlo  Jefe  del  listado  Mayor  General  y  conservando  tan  alto 
puesto  marchó  á  Chile  en  1SI7,  en  <*alidad  de  segundo  jefe  de  la  expedición, 
pai'a  los  casos  de  enfermedad,  ausen(*ia,  etc.,  del  General  en  jefe. 

Destinarlo  al  mando  de  la  caballería,  se  Iucmó  en  hábiles  guerrillas  en  el 
Cerrillí)  Verde  (*omoenel  desastre  de  Cancha  Rayada,  incorporándose  con  Las 
lleras  y  los  dispersos  al  General  San'Martin  en  los  llanos  de  Maipo. 

Jefe  (lela  infantería  en  la  memorable  victoria  de  5  de  Abril  de  1818,  contri- 
buyó con  su  bra/o  é  inteligencia  á  ilustrar  y  enriquecer  nuestra  historia  con  un 
nuevo  y  glorioso  triunfo. 

La  patria  condecoró  con  premios  y  honores  (\  los  vencedores  de  Maipo, 
mientras  que  Chile  le  distinguió  con  la  banda  de  la  legión  de  mérito. 

Durante  la  au.sencia  de  San  Martin,  que  duró  siete  meses,  el  General  Bal- 


caree    se  hizo  cargo  ae!  mando  de  las  fuerzas  libertadoras,  remontando  el  ejér- 
cito, disciplinando  las  tropas  y  organizando  nuevos  batallones. 

Ai  regreso  del  general  en  Jefe,  fué  destinado  para  batir  al  enemigo  que 
saqueaba  la  provincia  de  la  Concepción,  en  calidad  de  General  del  Ejército  del 
Sud. 

Las  hábilesdisposiciones  tomadas  por  Balcarce,  la  decisión  de  los  jefes  des- 
tftcadosparaatacar  las  columnas  desprendidas  del  enemigo  y  las  estratégicas 
maniobras  llevadas  á  cabo  por  su  genio  militar  dieron  el  resultado  mas  fecundo 
que  podía  esperarse,  destruyendo  casi  totalmente  al  enemigo  y  dispersando 
ei resto. 

Con  esta  campaña  quedó  purgado  el  territorio  chileno  de  realistas,  perdien- 
do en  la  jornada  de  la  Concepción  l.SOOhombres  de  (ropas  de  linea,  11  piezas 
deartilleria.  municiones,  todos  sus  equipajes,  mas  de  400  arrobas  de  azúcar 
y  150.000  mazos  de  tabaco. 

Después  de  esta  victoria,  Balcarcedió  al  Coronel  Freiré  el  mando  de  la  pro- 
vincia de  la  Concepción,  retirándose  áBuenos  Aires  después  de  hacer  entrega 
de  las  tropas  de  su  mando. 

Fué  en  esta  campaña  donde  sintió  debilitarle  sus  fuerzas  á  causa  de  las 
penurias  y  dolorosas  marchas  que  tuvo  que  verificar,  pensando  entonces  en 
restablecerse  de  tan  crueles  fatigas  en  el  seno  de  su  Patria,  desempeñando  las 
tranquilas  tareas  de  la  Jefatura  del  Estado  Mayor  General. 

Pero  las  frecuentes  noticias  del  próximo  arribo  de  fuerzas  españolas  man- 
dadas por  la  Metrópoli  para  restituir  sus  colonias,  fué  un  nuevo  estímulo  para 
prestar  un  gran  servicio  á  su  país  aceptando  el  nombramiento  que  hi^o  el  Go- 
bierno en  su  persona  para  construir  las  obras  de  defensa. 

Empezó  de  nuevo  á  trabajar  activamente  en  dichas  construcciones  cuando 
se  sintió  desfallecer  repentinamente,  extinguiéndose  el  b  de  Agosto  de  1819,  á 
la  edad  de  45  años, 

Las  exeqr.ias  fúnebres  tuvieron  un  esplendor  inusitado  celebrándose  en  la 
iglesia  de  Santo  Domingo. 

El  Gobierno  decretó  se  le  tributasen  los  honores  de  Capitán  General  y  una 
pensión  vitalicia  deSOO  duros  anuales  á  una  de  sus  hijas. 

Su  cadáver  se  encuentra  enterrado  enel  interior  del  templo  de  Santo  Do- 
mingo, en  Buenos  Aires,  en  cuya  lápida  se  lee:  «Se  consumió  por  la  Patrian 
entre  estas: — <(  Valor  y  Patria»;  mas  abajo  se  lee  una  inscripción  en  verso.  Las 
armas  de  la  patria  decoran  estos  sentimientos  de  gratitud. 


SuUago,  Abril  3D  de  IBIB. 
Dedi'irasc  á  favor  del  Sr.  Brigadier  General  en  Jefe  sustituyeme  del  Ejércilu  Unido 
D,  Antonio  González  Balcarce,  la  asignación  de  3000  pesos  anuales,  que  se  le  abunarán  por  las 
cajas  generales  del  Estado  desde  el  dia  ó  del  corriente,  en  que  invistió  el  generalato,  hasta 
que  cese  en  su  sustitución.  El  Gobierno  no  puede  ver  con  indiferencia  permanezca  indotadi) 
un  Jefe  de  mérito  y  su  dignidad,  que  con  servicios  y  esfuerzos  distinguidos  ha  defendido  y 
M>stieDeinfatigableinente  los  sacrosantos  derechos  de  la  Patria.  Tómese  razou  en  el  Tribunal 
Mayor  de  cuentas  y  Tesorería  general, — O'Higgins. — Zenlmo,  Secretario. 


El  honorable  íreiieral  argentino  rehusóla  asignación,  fundAndose  en  f|U9¡l 
su  residencia  en  Chile  no  serla  permanente.  Ese  documento  que  reproducimoal 
á  continuación,  esuntestimonio  elocuente  del  elevado ¡latriotismcquodi-ilínguía  ' 
á  los  ilustresjefes  argentinos  del  glorioso  ejército  de  los  Andes: 

Excmo.  Señor;  Los  cctrtos  servicios  que  haya  prestado  desde  mi  ingreso  á  eale  país,  y  los 
que  tenga  el  placer  de  poder  desempeñar  sucesivamente,  quedarán  excesivamente  conipensados 
con  que  merezcan  la  suprema  aprobación  de  V.  E.  y  evidencien  á  este  benemérito  pueblo  el 
decidido  interés  con  que  deseo  sus  felicidades.  A  nada  mas  aspiro,  ni  he  venido  con  otro  de- 
signio. En  este  concepto,  reciba  V.  E.  mi  mayor  reconocimiento  por  la  asignación  que  le 
merezco  en  au  honorable  nota  de  2  dol  corriente,  haciéndome  la  gracia  depermitirmemeniegue 
k  su  admisión;  pues  ni  lie  contraido  mérito  que  sea  digno  de  remuneración,  ni  el  tiempo  qnÍT 
cuento  continuará  mi  permanencia  en  este  Estado  me  puede  dar  lugar  á  que  la  adquiera. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años. — Cuartel  General  de  Santiago,  4  de  Mayo    de  1818.- 
Antonio  González  Balcakce, 


Departamento  de  la  Querr*. 


Para  acreditar  ei  Excmo.  Sr.  Director  el  alto  aprecio  con  que  mira  los  esclarecidos  4 
incesantes  servicios  que  ha  prestado  V.  S.  á  la  Nación  desde  el  principio  de  nuestra  gloriosa 
lucha,  y  al  que  ha  contraido  muy  particularmente  en  la  célebre  jomada  de  Maipo,  no  siendo 
posible  hacerlo  con  un  nuevo  grado  militar  por  hallarse  V.  S.  condecorado  con  el  roas  elevado 
que  reconoce  nuestra  milicia,  ha  acordado  señalar  una  pensión  vitalicia  de  600  pesos  anuales  en 
favor  de  los  hijos  de  V.  S.;  una  beca  dotada  en  el  Colegio  de  la  Union  dei  Sud  para  et  mayor 
de  ellos,  y  el  que  sea  este  último  considerado  en  la  carrera  militar  en  virtud  de  este  misroo 
acuerdo,  si  llegando  á  la  edad  competente  se  sintiere  inclinado  a  seguir  el  ilustre  ejemplo  de 
su  padre.  Estando  muy  lejos  de  corresponder  esta  distinción  por  su- valor  material  i  los  rele- 
vantes méritos  de  V.  S.  se  reserva  S.  E,  aprovechar  las  ocasiones  de  acreditarle  cuan  grande  el 
la  consideración  que  V.  S.  le  merece,  y  cuan  tierna  la  gratitud  que  le  cons^ran  todos  sus 
compatriotas. 

Lo  que  tengo  la  satisfacción  de  comunicar  á  V.  S.  de  orden  suprema.  Dios  guarde  &  V.  S. 
muchos  años.  Buenos  Aires,  Mayo  18  de  1818. — Rúbrica  deS.  E. — A/aiías  de  Irignyen. — Señor 
Brigadier  General  y  en  Jefe  aostituto  de  los  Ejércitos  Unidos  de  Chile  y  de  ios  Andes.  Don 
Antonio  González  Balcarce. 


19  Aires,  Noviemtire  33  ds  ISl. 


Se  declara  que  la  calle  en  que  está  situada  la  casa  del  ñnado  General  D.  Antoni< 
caree,  tenga  el  nombre  de  este  Jefe  en  k)S  términos  que  lo  ha  solicitado  su  esposa  Doña 
Dominga  Buchardo.  á  cuyo  efecto  se  librarán  las  órdenes  competentes;  pasándose  al  Director 
de  la  Biblioteca  tanto  la  memoria  que  ha  presentado  dicha  señora,  como  también  el  plan  de 
defensa  de  esta  ciudad  que  formó  el  expresado  Jefe  en  el  año  de  1819,  de  su  propio  puño  y 
letra,  para  que  se  depositen  en  la  colección  autógrafa  mandada  establecer,  ' 

Comuniqúese  á  la  señora  bteresada  ¿  insértese  en  el  Registro  Oficial. — Rúbrica  deS.  K- 

RlVADAVIA. 


I 


-  w- 


CALL.E    TUFJk.C-AmA.FtU 


Don  José  Gabriel  Tupac-Amarü  era  descendiente  de  la  raraa  real  creada 
'  por  el  malrimotiio  do  Don  Marlin  García  Loyola,  rjue  fué  Gobernador  de  Chile, 
con  Doña  Clara  Bealri/.  Co\'a,  bija  d-;!  iliiico  vástagu  jTal  que  {|Uedui-y  drl 
Irono  de  Ins  Inca*. 

Habta  estudiado  ligeramente  en  el  Cu/co  y  en  la  Universidad  de  San 
Mfti'cos  de  Lima,  y  aunque  no  liizo  nfiuchos  progresos  en  las  aulas  salió  reves- 
tido de  gran  ascendiente  y  superioridad  sobre  los  indígenas,  que  le  consi- 
deraban heredero  del  trono  y  el  único  capaz  de  restituirles  sus  derechos 
desconocidos. 

Fué  en  el  afio  1780  cuando  diú  impulso  y  gran  energía  á  la  causa  revo- 
lucionaria que  desde  diez,  años  atrás  había  empezado  á  sembrar  los  senti- 
mientos de  rebelión  contri  los  déspotas  'le  España  que  se  ensañaron  con  los 
naturales  ultrajándoles  de  todas  maneras  y  cargándoles  de  impuestos  y 
contribuciones. 

En  esta  ve?,  habla  llegado  á  tal  extremo  la  avaricia  y  ci'ueldad  de  los 
Corregidores,  que  no  contentos  con  los  gravámenes  que  imperaban,  de  cuyos 
dineros  apenas  si  daban  cuenta  de  la  mitad  al  Soberano,  azotaban  sin  piedad 
á  aquellos  infelices,  cuyas  costumbres,  leyes,  religión  y  patria  habían  sido 
arrebatados  con  impía  y  sacrilega  mano. 

Un  odio  entrafiable  sentían  los  naturales  contra  todas  las  autoridades 
españolas,  y  en  general  contra  todos  los  extranjeros  peninsulares,  cuyo  despo- 
tismo y  tiranía  habla  llegado  al  último  estado  de  tirantez. 

Las  poblaciones  se  habían  sublevado  llevando  la  alarma  y  el  grito  de 
esterminio  á  lo  más  recóndilo  del  reino,  pero  rodeándose  de  las  mayores 
precauciones  y  sigilo  para  no  ser  sentidos  en  la  conflagración,  hasta  que  el 
jefe  diera  la  señal  de  insurrección  y  levantamiento. 

Empezó  primei-o  por  reclamar  del  Monarca  el  reconocimiento  en  su 
persona  de  la  descendencia  de  la  antigua  familia  que  gobernó  el  imperio  de 
los  Incas,  destruido  por  Pizarro  en  su  real  nombre;  sabido  era  que  tales  pre- 
tensiones ni  se  escucharían  siquiera,  pero  el  Rey  le  condecoró  con  el  titulo  de 
Marqués  do  Oropesa,  llevado  por  sus  predecesores. 

El  Inca  José  Gabriel, exasperado  por  la  negativa  del  Soberano  v  creciendo 
cada  vez  más  su  odio  á  los  españoles,  se  decidió  á  dar  la  última  mano  á  su 
obra  de  reconquista  é  independencia,  y  distribuyendo  pródigamente  sus  rique- 
zas á  naturales  y  españoles  criollos  adictos  á  su  plan,  en  breve  habla  reunido 
la  opinión  y  concurso  de  provincias  populosas  del  vireynato  del  Perú  y  del  de 
Buenos  Aires. 

Un  ejército  imponente,  aunque  falto  de  municiones,  recorrería  todo  el 
lorritoriü  oprimido,  aplastando  á  sus  donninadorcs. 

Hizo  circular  secretamente  vigorosas  proclamas  en  que  se  quejaba  angus- 


—  98  — 

tiosa,  pero  enérgicamente,  contra  los  avaros  opresores,  pidiendo  conno  castigo 
á  la  afrentosa  condición  á  que  los  habían  reducido,  lína  venganza  cruel,  espan- 
tosa, que  hiciera  temblar  á  los  cobardes  mandatarios. 

Supo  quejarse  con  tanta  industria  y  melancolía  en  algunos  prelados  del 
Perú  de  los  sufrimientos  qne  padecían  los  indígenas  por  la  tensión  de  la 
política  de  los  agentes  del  Rey,  que  logró  interesarlos  á  su  favor  enviando 
representaciones  á  la  corte  para  protestar  contra  las  injusticias  c  impiedad  de 
las  autoridades  y  pedir  la  supresión  de  la  mita  y  los  repartimientos. 

Entre  los  comisionados  encargados  de  este  negocio  marchó  también  uno 
de  los  deudos  más  inmediatos  de  Don  José  (iabriel,  Don  Blas  Tupac-Amarú; 
pero  antes  de  llegar  á  su  destino  dichos  agentes  se  supo  que  murieron  repen- 
tinamente, sin  embargo  que  Angelis  piensa  que  hubo  sospecha  de  envene- 
namiento. 

Tan  triste  a(!ontecimiento  impresionó  súbitamente  al  caudillo,  porque 
presumía  ya  los  males  que  surgirían  de  acjuella  acusación  contra  todas  las 
autoridades  civiles  hecha  en  su  nombre  y  como  representante  de  la  familia 
indígena. 

No  tardaron  en  hacerse  sentir  los  horribles  efccttos  do  sus  gestiones:  el 
Corregidor  de  su  Provincia  le  intimó  (jue  si  en  ocho  dias  no  pagaba  las  sumas 
del  reparto  y  tributos,  así  como  una  dcuíla  <|ue  tenía  en  Lima,  le  mandaría 
ahorcar  inmediatamente. 

Tan  dura  providencia  fué  como  la  mo<*ha  inflamada  arrojada  á  un  volcan 
por  estallar,  pues  precipitó  de  tal  manera  los  sucosos  cuyos  sordos  ecos 
hablan  desterrado  la  quietud  y  tranquilidad  de  las  poblaciones,  que  acabó  por 
dar  las  últimas  dis[)osicioncs  del  levantamiento  general  (|ue  pregonó  en  sus 
proclamas  incendiarias 

Un  ardid  de  su  ingenio  le  dio  un  gran  triunfo  sin  «[uo  lo  costase  una  gota 
de  sangre  ni  dis()arar  un  tiro:  invitó  al  Corregidora  un  (Convite  que  debía  cele- 
brarse en  la  tiesta  del  Monarca,  ol  cual  so  pi'osonto  muy  gustosamente;  pero 
apenas  le  vio  el  Inca  se  apoderó  do  su  porsorja,  lo  hizo  tirmar  cartas  llamando 
á  más  de  doscientos  españoles  criollos,  ahorcán<iolo  en  seguida  con  toda  su 
servidumbre. 

En  seguida  hi/.o  proclamar  la  supresión  de  los  repartimientos^  de  las  adua- 
nas y  de  la  miVrt  de  Potosí,  así  como  también  la  extinción  de  (Corregidores; 
para  todo  lo  cual  tomó  el  nombre  del  liey,  obrando,  .según  él,  por  su  soberano 
mandato. 

La  fortuna  de  este  Corregidor  como  el  de  otro  que  logró  escapar  á  la 
venganza  de  José  Gabriel  y  los  repartimientos  (\\xq  tenía  almacenados  este 
último,  fueron  los  mejores  trofeos  do  su  política,  pues  distribuyéndolos  sin 
cuenta  entre  criollos,  indígenas,  mestizos,  etc.,  s(i  atrajíj  tan  gran  número  de 
adeptos  á  su  causa  que  se  consideraba  ya  bastante  íuerto  para  hacer  frente  á 
cualquier  movimiento  de  sus  enemigos. 

Sus  frecuentes  viajes  por  el  interior  del  Reino,  su  proverbial  generosidad 


—  99  — 

y  la  fraternidad  con  que  acogía  á  todos  los  infelices,  víctimas  de  los  manda- 
tarios, sus  arengas  patrióticas  y  las  promesas  de  una  vida  dulce  y  pacífica, 
electrizó  á  las  poblaciones  declarándose  sus  vasallos  y  dispuestos  á  luchar 
hasta  conseguir  tan  preciosos  fines. 

Cundió  la  insurrección  por  los  más  apartados  distritos,  dando  pábulo  á  los 
habitantes  de  más  allá  del  Perú:  el  incendio  se  propagó  rápidamente,  convul- 
sionando doce  provincias  del  Vireynato  del  Perú  y  ocho  del  de  Buenos  Aires 
que  juraron  el  exterminio  de  los  españoles. 

En  seguida  se  proclamó  ó  htzose  reconocer  como  principal  heredero  del 
trono  de  los  Incas,  llamándose  Libertador  del  Reino,  Restaurador  de  privilegios,  y 
Padre  común  de  los  que  gemíati  bajo  el  yugo  de  los  repartimientos.  Protector 
y  Rey. 

Fué  su  primer  pensamiento  apoderarse  del  Cuzco,  la  Ciudad  Santa,  antigua 
morada  desús  dioses,  asiento  de  sus  príncipes  y  sepulcro  de  sus  héroes;  se 
dirigió  en  su  demanda  á  la  cabeza  de  setenta  mil  hombres,  pero  que  solo 
alcanzaron  á  cuarenta  mil  cuando  pisaron  los  arrabales  déla  clásica  ciudad, 
por  las  numerosas  deserciones  que  produjo  en  sus  tropas  sin  disciplina  y  me- 
drosas un  encuentro  que  sostuvo  con  los  realistas  en  el  trayecto  de  su 
expedición. 

No  obstante  este  descalabro  marchó  con  decisión  sobre  el  Cuzco  cuva 
posesión  le  darla  sobrados  elementos  para  exterminar  á  sus  enemigos. 

El  puñado  de  defensores  españoles  que  se  opondría  á  la  entrada  de  las 
fuerzas  rebeldes,  había  preparado  la  defensa  de  la  ciudad  como  aconsejaba  la 
prudencia  y  táctica  militar;  pero  la  impericia  del  Jefe  indígena,  el  desorden  en 
el  ataque,  la  confusión  de  las  tropas  y  su  debilidad  en  el  empuje  como  la  cobar- 
día en  la  resistencia,  la  desinteligencia  de  los  jefes  y  los  estragos  de  la  metralla 
enemiga,  acabaron  por  envolver  á  los  sitiadores  en  tan  desastrosa  confusión 
que  ni  atinaban  á  ponerse,  no  ya  en  retirada,  sino  en  veloz  fuga,  haciendo  horri- 
ble matanza  en  aquel  hacinamiento  de  hombres  sin  ley,  orden,  disciplina,  ni 
obediencia. 

Trágico  fué  el  rechazo  que  sufrieron  los  revoltosos  desbandándose  los 
cuerpos  que  formaron  aquel  ejército,  sin  dirección  ni  moral,  en  rumbos  dis- 
tintos: el  Jefe  principal,  llamado  por  su  esposa,  regresó  á  Tungasuca,  su  pro- 
vincia. 

Numerosas  manifestaciones  de  entusiasmo  le  hicieron  en  su  tránsito  por 
las  provincias,  de  manera  que  deseando  corregir  aquel  desastre  y  vengar  la 
sangre  de  sus  hermanos,  volvió  á  reunir  nuevo  ejército,  marchó  sobre  Cuzco  y 
fué  rechazado  por  segunda  vez  tan  sangrientamente  como  en  la  primera. 

En  el  último  combate  que  sostuvo  en  su  propia  provincia,  donde  fué 
sitiado  por  las  fuerzas  de  Lima,  tuvo  también  igual  éxito  la  contienda,  pero 
fué  mas  amarga  y  triste:  cayó  prisionero  con  toda  su  familia  y  los  principales 
jefes  de  la  rebelión. 

Su  carrera  había  terminado  de  la  manera  mas  aciaga  á  la  causa,  sin  obtener 
una  sola  ventaja. 


—  100  — 

Fué  tan  cruel  y  bárbara  la  muerte  que  tuvo  por  mandato  do  las  autoridades 
españolas  que  solo  rcrord.trlo  horrorl/a  y  sublevan  los  sentimientos  de  hunna- 
nidad. 

Kl  día  IS  de  Mayo  do  1781  tuvo  lu^ar  su  terrílida  ejecución. 

Tan  cruel  vcngaii/íi  no  ;une<lreiiió  á  los  deudos  de  Tupae-Amarú,  que 
poniéndose  á  la  cabe/a  de  la  opinión,  c()níinuar»)n  levantando  los  pueblos,  coii- 
citándí)los  A  la  repaiMcion  do  las  pérdidas  [)or  indisoluble  unión. 

Pero  las  autoridades  <lc  Lima  liabían  Ijin/.ado  un  e<l¡c'to  por  el  cual  se 
ofrecía  amnistía  á  todos  los  revonosos(|ue  se  acojicsen  á  su  A^;i/y?ía  poIítí<'a, 
en  n()mí)re  del  Soberano. 

Muíílios  de  los  deudos  de  Tupac-Amarú,  se  presentaron  sometiéndose  al 
orden  y  pidienrlo  el  indulto,  (pie  no  se  les  ne^ó:  pero  que  al  año  siguiente  caían 
pesadamente  sus  cabe/as  separadas  del  ti'oneo,  por  el  perjuicio  de  aquellos 
monstruos. 

Así  tei'minó  ol  último  levantamiento  ríe  los  indíf^enas  para  sacudir  el 
pesado  yn.i^o  d(i  >us  crueles  dominadores,  r<'^an<lo  los  (»ampos  de  la  lid  con 
la  san'íi-e  ¿generosa  di)  padres  »'»  liijo^  ile  la   América. 

Pero  el  último  movimiento  V(M*i(icado  por  Tupaí'-Amarú  lle/^ó  á  ser  tan 
universal,  (d  órlio  á  ins  (ísprifioles  había  cre«Mílo  á  su  inllujo  en  tal  extremo 
y  la  ven^an/a  de  los  opresores  tuvo  un  car;'u't(ír  tan  brutal,  hereje  é  impío,  que 
sus  lú^Md)r(ís  recuerdos  no  se  borraron  jamás  di»  la  mente  de  los  vivos,  tra- 
ljajaníb>  con^tantemiMito  en  la  desirrariíi  para  ven^^ar  tan  afrentosas  ejecu- 
ciones. 

Duró  por  mucho  tiemi)o  el  ófiio  concentrado  hasta  que  breves  anos  después 
ios  oprimidos  con  las  armas  en  las  manos,  nb(»dec¡cndo  ápiáncipios  bien  defini- 
dos y  guiados  j)or  la  iiiteli^íMicia  y  píitriotisuM)  de  jefes  experimentados  y 
eminentemente  patriotas,  sembrai'on  el  terror  en  (M  í*ampo  enemi^JTo,  implan- 
tando un  mievo  orden  fie  cosas  que  desmoronaba  ei  edi(i«-¡(i  (»iuientado  en  tres 
lardos  sip:los  dei  podcM*  monárquico  d(í  Msp.-n'ía,  devolviéndoles  las  libertade.s 
usurpadas,  los  tiereclios  suprimi«los  y  en<*amin;'mílc)les  á  su  regeneración 
j»olítica;  canif)iando  completanitíntíí  a<jU(dla  foi'ina  (le  ,uí»biei'no  para  olvidar 
toflos  sus  vicios  y  presentarse  «'ou  la  pur(va  republi(*ana  y  la  fé  patriótica  on 
li^árfluis  f'i?-ivis  no  una  nueva  vida,  dd  nacimientí)  díj  mía  i^ran  nacdon  des- 
■  '  í  I  ■ .    1 . 

I    .    :  i.:  :      .  .    :■        .       i  ■      •   '¡"i"  ■'•   O    r' ■''!  U'oníMltc  <M1  cl     í'ora- 

/•Ml  «ic  Ul-»    .:i'ii''|-..'i=  :!ir  -    \  .  .li  ;•   .  .-1  -,  ,•     :¡i  :,■.:..         .  '.i   .  i  ,U  ü'.  M- »  í  |U  '  produjO 

SU  ardor  Ix'lico  para  iMídia/ar  de  >u  .-.uclo  a  los  u>ur|^a;|or^^'<,  fué  latea  que 
incendiamií^  los  pueblos  y  sublevandt)  los  «.'spíritus  mantuvo  vivo  el  sagrado 
fuego  que  anos  después  anifjuiló  á  losenemiiros  de  nuestra  patria,  usurpadores 
de  nuestros  mas  legítimos  é  inalienables  dei'echos. 


-   101  — 


Castigos  ejecutados  en  la  ciudad  del  Cuzco  con  Tupac-Amarú,  su  mujer,  hijos  y  confidentes 

El  Viernes  i8  de  Mayo  de  1781,  después  de  haber  cercado  la  plaza  con  las  milicias 
de  esta  ciudad  del  Cuzco,  que  tenían  sus  rejones  }'  algunas  bocas  de  fuego,  y  cercado  la 
horca  de  cuatro  caras  con  el  cuerpo  de  mulatos,  y  Huamanginos,  arreglados  todos  con 
fusiles  y  bayonetas  caladas,  salieron  de  la  compañía  nueve  sujetos,  que  fueron  los  siguientes: 
José  Verdejo.  Andrés  Castelo,  un  zambo,  Antonio  Oblitíis  (que  fué  el  verdugo  que  ahorcó 
al  General  Arriaga),  Antonio  Bastidas,  Francisco  Tupac-Amarú,  Tomasa  Condemaita,  cacica 
de  Acos,  Hipólito  Tupac-Amarú,  hijo  del  traidor,  Micaela  Bastidas,  su  mujer,  y  el  insurgente 
José  Gabriel.  Todos  salieron  á  un  tiempo,  y  uno  tras  y  otro  venían  con  sus  grillos  y  esf)Osas 
metidos  en  unos  zurrones,  de  estos  en  que  se  trae  yerba  del  Paraguay,  y  arrastrados  á  la 
cola  de  un  cabalU^  aparejado.  Acompañados  de  los  sacerdotes  que  los  auxiliaban,  y  custo- 
diados de  la  correspondiente  guardia,  llegaron  todos íil  pie  déla  horca,  seles  dieron  por  medio 
de  los  verdugos  las  siguientes  muertes: 

A  Berdejo,  Castelo,  al  zambea  y  á  Bastidas  se  les  ahorcó  llanamente:  á  Francisco  Tupac- 
Amaru.  tio  del  insurgente,  y  á  su  hijo  Hipólito  se  les  cortó  la  lengua  antes  de  arrojarlos  de 
la  escalera  de  la  horca,  y  á  la  india  Condemaita  se  le  dio  garrote  en  un  tabladillo,  que  esta- 
ba dispuesto  con  un  torno  de  fierro  que  á  este  fin  se  había  hecho,  y  que  jamás  habíamos  visto 
por  acá:  habiendo  el  indio  y  su  mujer  visto  con  sus  ojos  ejecutar  estos  suplicios  hasta  en  su 
hijo  Hipólito,  que  fué  el  último  que  subió  á  la  horca.  Luego  subió  la  india  Micaela  al  ta- 
blado donde  asimismo,  á  presencia  del  marido,  se  le  corto  la  lengua  y  se  le  dio  garrote, 
en  que  padeció  infinito,  poique  teniendo  el  pescuezo  muy  delgado  no  podía  el  tomo  aho- 
garla, y  fué  menester  que  los  verdugos,  echándola  lazos  al  pescuezo,  tirando  de  una  y  otra 
parte,  y  dándola  patadas  en  el  estómago  y  pechos,  la  acabasen  de  matar.  Cerró  la  función 
el  rebelde  José  Gabriel,  á  quien  se  le  sac/)  á  media  plaza,  allí  le  cortó  la  lengua  el  verdugo, 
y  despojado  de  los  grillos  y  esposas,  lo  pusieron  en  el  suelo:  atáronle  á  las  manos  y  pies 
cuatro  lazos,  y  asidos  estos  á  la  cincha  de  cuatro  caballos,  tiraban  cuatro  mestizos  á  cuatro 
distintas  partes,  espectíiculo  que  jamás  se  había  visto  en  esta  ciudad.  No  sé  si  porque  los 
caballos  no  fuesen  muy  fuertes  ó  porque  el  indio  en  realidad  fuese  de  fierro,  no  pudieron  ab- 
solutamente dividirlo,  después  que  por  un  largo  rato  lo  estuvieron  tironeando,  de  modo  que 
lo  tenían  en  el  aire,  en  un  estado  que  parecía  una  araña.  Tanto  que  el  Visitador,  movido 
de  compasión,  porque  no  padeciese  más  aquel  infeliz,  despachó  de  la  Compañía  una  orden, 
mandando  le  cortase  el  verdugo  la  cabeza,  como  se  ejecutó.  Después  se  condujo  el  cuerpo 
debajo  de  la  horca,  di^nde  se  le  sacart>n  los  brazos  y  los  pies.  Esto  mismo  se  ejecutó  con 
las  mujeres  y  á  los  demás  se  le  sacaron  las  cabezas  para  dirigirlas  á  diversos  pueblos.  Los 
cuerpos  del  indio  y  su  mujer  se  llevaron  á  Picchu,  donde  estaba  fonnada  una  hoguera  en  la 
que  fueron  arrojados  y  reducidos  á  cenizas,  las  que  se  arrojaron  al  aire  y  al  riachuelo  que 
por  allí  corre.  De  este  modo  acabaron  José  Gabriel  Tupac-Amarú  y  Micaela  Bastidas, 
cuya  soberbia  y  arrogancia  lleg<>  á  tanto,  que  se  nominaron  reyes  del  Perú,  Chile,  Quito,  Tucu- 
man  y  otras  partes,  hasta  incluir  el  Gran  Paítití.  con  otras  locuras  á  este  tono. 

Este  día  concurrió  un  crecido  número  de  gente,  pero  nadie  gritó,  ni  levantó  una  voz: 
muchos  hicieron  reparo,  y  yo  entre  ellos,  de  que  entre  tanto  concurso  no  se  veían  indios,  á 
lo  menos  en  el  traje  mismo  que  ellos  usan,  y  si  hubo  algunos,  estarían  disfrazados  con  capas 
ó  ponchos.  Suceden  algunas  cosas  que  parece  que  el  diablo  las  trama  y  dispone,  para 
confirmar  á  estos  indios  en  sus  abusos,  agüeros  y  supersticiones.  Dígolo  porque,  habiendo  he- 
cho un  tiempo  muy  seco,  y  dias  muy  serenos,  aquel  amaneció  tan  toldado,  que  no  se  le  vio 
la  cara  al  sol,  amenazando  por  todas  partes  á  llover:  y  á  la  hora  de  las  doce  en  que  estaban  los 
caballos  estirando  al  indio  se  levantó  un  fuerte  refregón  de  viento,  y  tras  este  un  aguacero, 
que  hizo  que  toda  la  gente,  y  aun  las  guardias,  se  retirasen  á  toda  prisa.  Esto  ha  sido  causa- 
de  que  los  indios  .-e  híiyan  puesto  á  decir,  que  el  cielo  y  los  elementos  sintieron  la  muerte  del 
Inca,  que  los  españoles  inliuinanrjs  é  impíos  estaban  niaiand  >  con  tanta  crueldad. 


Distribución  de  ios  cuerpos,  ó  sus  ptiriesy  de  ¡os  nueí*e  reos  principales  de  ¡a  rebelión  ajusticiados 

en  ¡a  plaza  del  Cuzco^  el  18  de  Mayo  de  tySi 

José  Gabriel  Tupac-Amarú — Micaela  Bastidas,  su  mujer — HipuSlito  Tupac-Amarú,  su  hijo 
— Francisco  Tupac-Amarú,  tio  del  primero — Antonio  Bastidas,  su  cuñado — La  cacica  de  Acos 
— Diego  Verdejo,  comandante — Andrés  Castelo,  coronel — Antonio  Oblitas,  verdugo. 


A   Tinta — La  cabeza  dejóse  Gabriel  Tupac-Amarú — un  brazo  á  Tungasuca — otro  deMí-J 
cáela  Bastida,  ídem — otro  de  Antonio  Bastidas,  á  Pampamarca — la  cabeza  de  Hipólito  á  Tua- 
gasuca — un  brazo  de  Castelo,  A  Siirimana— otro  á  Pampamarea — otro  de  Verdejo,  á  CoparaqiU 
— otro  á  Yauri — el  resto  de  su  cuerpo  á  Tinta — un  brazo  i  Tungasuca — la  cabeza  de  Fiandsc 
Tupac-Amam  á  Pilpinto, 

A  Quispicmrhi — Un  brazo  de  Antonio  Bastidas  k  Urco — una  pierna  de  Hipólito  Tupac- 
Amarú,  áQuiquijana — otra  de  Antonio  Bastidas,  á  Sangarará — la  cabeza  déla  cacica  de  Acos 
■'i  idero — la  de  Castelo,  íi  Acamayo. 

A  Cuzco — El  cuerpo  de  José  Gabriel  Tupac-Amarú,  á  Picchu— ídem  el  de  au  mujer  con 
su  cabeza — un  brazo  de  Antonio  Oblitas,  camino  de  San  Sebastian. 

A  Carabaya — Un  brazo  de  José  Gabriel  Tupac-Amarú — una  pierna  de  su  mujer — un  brazo 
de  Francisco  Tupac-Amarú. 

A  Azangaro—Vn^  pierna  de  Hipólito  Tupac-Amarú. 

A  Lampa— \¡m  pierna  de  José  Gabriel  Tupac-Amarú.  A  Santa  Rosa — un  b: 
á  lyabiri. 

A  Arci/uipa — Un  brazo  de  Micaela  Bastidas. 

A  Chubmlcas — Una  pierna  de  José  Gabriel  Tupac-Amarú.  en  Livitaca— im  brazo  de  s 
hijo,  á  Santo  Tomás. 

A  Paucarlambo — El  cuerpo  de  Castelo,  en  su  Capital  la  cabeza  de  Antonio  Bastidas. 

A   Chilquisy  Masques — Un  brazo  de  Francisco  Tupac-Amarú,  á  Paruro. 

A   Condesu}-os  tit  Arequipa — La  cabeza  de  Antonio  Verdejo,  ú  Chuquibamba. 

A  Puno — Una  pierna  de  Francisco  Tupac-Amarú,  en  su  capital. 

Nota — Fernando  Tupac-Amarú,  de  lo  \J2  años,  é  hijo  de  José  Gabriel,  fué  pasado  pa| 
debajo  de  la  horra,  y  desterrado  por  toda  su  vida  á  uno  de  los  presidios  de  África 

(Colección  do  Pudro  if  Angelil). 


»hijd 


CALZjE  nEFENSA 

Hornos  referido  ya  en  oti-o  lugac  los  acontecimientos  que  .ie  desarroüarod 
con  motivo  de  la  primera  invasión  inglesa. 

La  segunda  se  (Verificó  en  los  primeros  dias  del  aflo  1807  y  como  coH'^í 
siderase  el  enemigo  que  era  sumamente  importante  á  sus  fines  la  toma  d|| 
Montevideo,  la  llave  del  Pl;ila,  para  recibir  sin  obstáculo  los  refuerzos  necei 
rios  en  caso  adverso  en  el  ataque  á  Buenos  Aires,  emprendió  su  conquista  co^ 
tan  poca  resistencia  délos  defensoresque  solo  sus  errores  y  la  cobarde  fugadeP 
Virey  Sobremoiite  fueron  un  brillante  triunfo  para  los  invasores. 

Cuando  la  Capital  i-emitió  los  refuer/os  para  rechazar  las  tropas  inglesas, 
hablan  estas  últimas  lomado  ya  posesión  de  Montevideo. 

Dueño  el  enemigo  de  esta  plaza,despachó  fuerzas  parala  toma  de  la  ColoniaJ 
pero  apenas  hubo  llegado  esta  noticia  lila  Capital,  el  vecindario  se  prepai 
á  defenderse  contra  los  invasores,  queduefiosde  aquel  punto  caerían   pre<^4 
ladameiite  sobre  ella;  en  eon.'secuencia  se  organi/.ó  un  pequeño  ejército  da 
mil  quinientos  voluntarios  que  á  la  cabeza  del  Coronel  Ello  marchó  áreooni 
quistar  la  Colonia. 

Elio,  Comandante  General  de  la  Campaña  de  la  Banda  Oriental,  no  solaí 
mente  fué  incapaz  de  sostenerse,  sino  que  tuvo  que  emprender  una  retiradaá 
donde  perdió  toda  la  artillería  y  hasta  su  propio  equipaje,  con  fuerzas  todavía^ 
superiores  á  las  de  su  contendor. 


Ék 


103  - 


í  triunfo  consolidó  ea  su  posición  al  invasor  y  no  teniendo  otro  pen- 
samiento que  ia  adqulsioiaii  ¡jor  la  l'uecza  fie  la  Ciudad  de  Buenos  Aires,  se 
aceleraron  los  aprestos  para  verificar  el  ataque. 

Entretanto,  el  Cabildo,  la  Municipalidad  y  el  vecindario  no  descansaban 
an  solo  instante  en  hacer  los  preparativos  para  la  defensa,  y  .lunque  el  tesoro 
público  se  hallaba  exhausto,  el  patriotismo  y  lo  sa¡^rado  de  la  causa  ó  intereses 
propios,  encontraron  por  doquier  los  elementos  conducentes  á  la  salvación 
de  nuestros  legítimos  derechos, 

Movióse  por  tin  el  enemigo  de  sus  posiciones  con  un  ejército  numeroso 
apoyado  por  poderosa  artillería,  perfectameiile  disciplinado,  estimulado  con 
las  recientes  aunque  efímeras  victorias,  cargado  de  abundantes  municiones 
terribles  en  la  guerra  como  crueles  después  de  la  victoria. 

A  fines  del  mes  de  Junio  de  1807  desembarcó  tranquilamente  en  la  Ense- 
bada, sin  indicios  de  ser  sentido  y  mucho  menos  de  resistencia, 

El  Iota!  de  fuerzas  enemigas  que  á  la  cabeza  del  Teniente  General  Juan 
Whitelocke  arribó  á  nuestros  puertos,  según  un  estado  interceptado,  alcan- 
zaba á  la  suma  de  nueve  mil  ochocientos  hombres  al  mando  de  cinco  ge- 
nerales. 

Desde  la  Ensenada  se  movió  el  ejército  arrastrando  su  arlillerfa  con 
direccioná  la  C:ipital,  llegando  febriciente  de  coraje  á  Quilmesel  1°  de  Julio; 
en  su  trayecto  no  solo  se  vio  obligadoá  luchary  vencer  los  obstáculos  naturales 
del  camino,  sino  lo  que  es  peor,  el  fuego  mortífero  de  un  pelotón  de  patriotas 
que  había  sido  destacado  con  la  expresa  comisión  de  incomodarlo,  el  cual 
conocedor  de  los  recobccos  y  salidas  todas  de  aquel,  lo  sorprendía  como  por 
encanto  con  una  lluvia  de  balas  en  medio  de  sus  vivaques. 

Tan  inusitada  guerra  no  dejó  de  ocasionar  bajas  en  el  enemigo  y  la  pérdida 
|-:d6dos  cañones  de  A  18  en  los  fangos  en  que  se  metía. 

Las  fuerzas  de  Buenos  Aires  se  pusieron  bajo  las  órdenes  del  General 
,^niers,  porque  merecía  toda  la  confianza  de  las  tropas,  y  además  por  la 
■atilud  del  pueblo  que  reconquistó  su  desmantelado  hogar  por  el  valor  y  pericia 
)  ilustre  español. 
Pocos  di  as  después  de  la  aparición  de  lasfuerzas  invasoras,  burlando  la 
Vigilancia  de  ia  armada  inglesa,  pudo  llegar  á  la  Capital  un  buque  con 
nrrespondencia  de  Cádiz,  ea  la  cual  venían  los  despachos  de  Brigadier  para 
Ltoiers  y  de  Virey  interino  para  el  Gobernador  de  Montevideo,  Sr.  Pascual 
uiz  Huidobro,  ala  sa/.on  preso,  y  en  su  defecto  para  el  oficial  de  mayor  gra- 
Huacion  por  antigüedad. 

Aunque  había  otros  jefes  superiores  y  mas  antiguos  que  Liniers,  éste  fué 

lombrado  Virey  porque  los  otros  ó  se  hallaban   prisioneros  ó  juramentados, 

Riendo  recibido  con  calurosos  aplausos  por  el  vecindario  de  Buenos  Aires  que 

«e  habfa  fanatizado  con  el  Reconquistador,  marchando  el  1°  de  Julio  al  en- 

Keaentro  de  las  huestes  enemigas. 

Las  Iropas  patriotas  se  situaron  en  la  margen  izquierda  del  rio  de  Barra- 


104 


cas,  cerca  del  puenle,  quedando  organizadas  en  tres  divisiones:  la  primera  i 
mando  del  Coronel  de  Ingenieros  D.  César  Balbiaiii,  la  segund:i  al  del  Coroiwfl 
Ello,  la  tercera  del  Coronel  Ü.  Bernardo  Vela/co,  gobernador  del  Paraguay,  y  I 
el  cuerpo  de  reserva  al  del  capitán  He  navio  D.  Juan  Gutierre;?  de  la  Concha:! 
cada  una  de  las'livisiones  llevaba  Insignias  distinlas. 

Las  tropas  compniílan  un  total  de  lets  mil  doscientos  bombre^í,  entre  loüj^ 
cuales  se  contaban  mil  de  c;aballer[a  y  sGte<--ienlos  de  artillería,  con  cincuentt 
piezas. 

Como  se  vé,  las  fuerzas  enemigas  excedían  en  un  tercio  a  estas  ultimas  y  a 
se  agrega  la  superioridad  de  sus  armas,  su  severa  disciplina,  su  intachabttC 
organización  y  aguerridas  en  el  combate  como  en  los  sufrimientos,  se  comprendí^ 
á  simple  vista  que  solo  rodeándose  de  ventajas  en  el  seno  de  la  ciudad  podl 
Liniers  oponer  sus  bisónos  soldados  con  dudosa  probabilidad  en  el  éxito. 

Pop  consiguiente,  grande  fué  la  sorpresa  y  desazón  que  sintieron  capitulAi 
res,  municipales  y  pueblo,  cuando  se  supo  que  el  General  en  jefe  habla  ordenada 
salirlesal  encuentro  y  presentarles  batalla. 

El  descontento  cundió  alarmante  y  amenazador  por  las  calles  de  Buenos 
Aires;  enérgicas  protestas  se  elevaron  de  su  seno  y  una  murmuración  sorda 
pero  terrible,  fuéel  anatema  de  ios  voluntarios,  que  aunque  sabían  se  les  ilevabi 
á  ser  sacrificados  por  los  hijos  de  Albion,  pudo  mas  el  sublime  sentimienttt 
del  patriotismo  en  aquellos  corazones  heroicos  que  la  ofrenda  de  muerte  y  d* 
solacion  que  brindó  al  enemigo  su  muy  querido  General. 

Pero  el  invasor  miró  con  desprecio  las  huestes  patriotas  y  fué  á  sita 
tranquilamente  en  Miserere,  sin  medir  sus  armas  con  los  defensores. 

Era  indudable  que  las  tropas  de  la  defensa  se  hablan  salvado  de  unii 
muerte  segura  en  la  acción  campal  que  ofreció  ;i  los  invasores  y  que  estod 
desdeñaron;  pero  un  erior  fatal  del  General  Liniers  eclipsaba  nuevamenta 
salvación  de  la  patria,  victoriosa  al  principio  con  solo  no  haber  encendido  aXM 
cartucho. 

Mas  esla  vez  el  General  español  marcho  con  sus  tropas  k  desalojar  : 
enemigo  del  Miserere,  y  después  de  ligero  fuego  cayó  el  General  Craufrud  ríwí 
pentinamente  en  el  campo  y  puso  ei  i  completa  derrota  á  los  defensores. 

Los  voluntarios  perdieron  en  esla  ocasión  mucha  gente  y  tres  piezas  dfl 
artillería,  mientras  el  enemigo  tuvo  mas  de  trescientas  bajas  con  nueve  oQa 
cíales. 

Inmediamente  del  desa-stre,  el  mayor  general  Lewison  Gower  que  Q3an| 
daba  las  fuerzas  destacadas  en  Miserere  intimó  la  rendición  de  la  ciudad  ; 
General  ospaílol,  quien  las  pidió  por  escrito. 

Mientras  ocurría  esto  fué  cuando  Liniers  oHció  al  Cabildo  dando  cueni 
del  desastre  y  asegurándole  que  como  la  ciudad  iba  á  ser  tomada  reorganizalx 
el  ejército  para  acudir  á  su  reconquista. 

Pero  estaba  ya  en  la  conciencia  del  pueblo  el  desastre  de  aquella  primera 
acdou  y  anticipadamente  organizo  los  cuerpos  de  defensa  de  la  ciudad  en  caso 
de  ser  invadidos  por  el  enemigo  en  seguida  del  triunfo. 


-  105  — 


Mas  los  defensores  eran  tan  pocos,  se  hallaban  tan  cansados  y  desmopa- 
lizados,  desprovistos  de  armas  y  sin  jefes  de  competencia  militar,  que  solo 
la  torpeza  ola  ignoraneu  completa  en  el  arle  de  la  guerra  pudo  impedir  que 
Whitelocke,  general  en  jefe,  se  reuniesiíá  los  vencedoresdel  Mísererey  llevase 
esa  misma  noche  el  ataque  á  la  indefensa  ciudad,  que  á  no  dudarlo,  después  de 
corta  resistencia  se  hubiera  posesionado  de  ella. 

Pero  la  impericia  de  este  Jefe  fué  la  salvación  de  los  patr.iotas. 

Desmayaba  ya  el  espíritu  de  resistencia  en  la  ciudad  por  la  falta  de  toda 
clase  de  elementos  y  sobi'e  todo  por  no  saber  en  esa  noche  fatal  la  suerte 
que  cupiera  al  General  español,  á  quien  creían  prisionero  y  dispersos  confu- 
samente los  cuerpos  derrotados;  entonces  fué  cuando  del  seno  del  Ayunta- 
miento surgió  la  noble  figura  del  esforzado  Martín  de  Alzaga,  Alcalde  de 
primer  voto,  y  haciendo  tocar  llamada  éüuminando  toda  laciudad  para  hacer 
creer  ul  enemigo  que  esfabnn  resueltn mente  decididos  á  resistir  sus  preten- 
ciones, empezaron  á  llegar  los  dispersos  por  todos  rumbos  al  mismo  tiempo 
que  entusiasmados  con  elaspecto  de  júbiloque  ofrecían  las  calles  de  Buenos 
Aires,  atronaban  el  aire  con  gritos  patrióticos  y  amenazas  de  muerte  á  los 
invasores. 

El  Alcalde  nosolo  arengaba  con  calor  y  confianza  á  las  tropas  que  iban 
regresando,  sino  que  él  mismo  atendía  los  trabajos  de  fortificación  que  se 
llevaron  á  cabo  esa  misma  noche  en  todas  las  calles  que  conduelan  á  la  plaza  y 
Fortaleza,  dotándolas  de  la  artillería  y  municiones  necesarias;  distribuyó  pan, 
carne  y  vino  á  los  dispersos  que  llegaban,  mientras  los  trabajadores  no  tenían 
con  que  reparar  sus  fuerzas  durante  toda  aquella  noche  de  ruda  labor. 

Enormes  zanjasse  abrieron  en  derredor  de  la  plaza  por  todas  las  vias 
que  conducen  é  ella,  mientras  se  barrearon  otras  con  sacos  de  lana,  obstru- 
yéndolas £i  dificultando  su  acceso  de  mil  maneras. 

Al  dia  siguiente  ofició  LiniersálaMunicipaüdad,  la  cual  le  invitó  á  entrar 
en  la  ciudad  apresuradamente  para  constituir  la  defensa  militar  de  la  plaza, 
contestando  al  mismo  tiempo  á  la  intimación  de  rendición  del  enemigo  negati- 
vamente. 

Protegió  el  regreso  del  General  reforzando  el  paso  por  donde  debía  hacer 
su  entrada,  laque  luvolijgar  á  principiosde  la  tarde  del  3  de  Julio,  distribu- 
yendo en  seguida  poi*  las  azoteas  gran  número  do  tropas  y  por  todos  los  puntos 
en  que  se  creía  atacaría  el  enemigo. 

Entretanto  el  General  Whitelocke  se  habla  movido  de  su  campamento  para 
reunirse  al  resto  de  sus  tropas  acantonadas  en  los  Corrales  de  Miserere,  lie 
gando  á,  este  punto  cuando  declinaba  la  tarde:  el  total  de  tropas  reunidas 
alcanzaba  á  siete  mil  hombres,  mientras  el  resto  ocupaba  la  Reducción  con 
Maho[i  á  la  cabeza. 

Pasó  todo  este  dia  sin  ocurrir  nada  notable,  notificándose  á  todos  los 
^aérales  val  Teniente  Coronel  Pak.para  una  junta  deguerraque  se  veriBcarla 
¡lia  siguiente:  ella  luvo  lugar  á  las  diez  y  media  de  la  maílana,  expresando  el 


—  106  — 


General  Whilelocke  que  en  virtud  de  los  muchos  inconvenientes  y  coríír 
dadesenque  se  encontraba  el  ejército  sitiador,  habla  resuelto  tomar  por  asalto 
la  ciudad  Alas  doce  del  mismo  día.  Hubo  protestas  juiciosas  por  parte  de  algunos 
generales,  haciendo  sentir  la  ineficacia  y  peligro  en  que  pondría  á  las  tropj 
que  no  estaban  preparadas  para  asaltar  una  ciudad  en  que  cada  casa  era  utA 
fortaleza  y  cada  fortificación  el  sepulcro  de  la  invasión. 

Por  fin  desistió  de  esta  primera  ¡dea,  conviniendo  en  que  el  ataque  a 
verificarla  á  las  primeras  horas  de  5a  maílana  del  dia  5,  según  las  indicucioneq 
del  General  Auchmutyyel  Teniente  Coronel  Pak. 

Suplan  de  ataque,  que  no  comunicó  áningun  jefe,  era  vicioso  en  extremo! 
no  había  ningún  pormenor  que  consultase  las  reglas  militares  ni  neutraliza! 
siquiera  las  aberraciones  de  aquella  famosa  combinación. 

La  escuadra  no  tomaba  parte  alguna  en  la  lid  ni  para  servir  de  hospital  í 
los  heridos,  mucho  menos  para  llamar  la  atención  de  los  sitiados,  debilitaaé 
la  defensa. 

En  lugar  de  atacar  con  todas  las  fuerzas  disponibles,  destinó  al  Tenientf 
Coronel  Mahon  á  mantenerse  en  Barracas  hasta  nueva  orden  á  la  cabeza  ( 
8.000  hombres  y  con  la  mayor  parte  de  la  artillería. 

Era  su  principal  objeto  tomar  la  plaza  y  fortaleza  desalojando  á  los  d« 
fensores,  para  lo  cual  ordenó  que  el  Teniente  Coronel  Guard,  con  el  regimiente 
nüm.  45,  atacase  la  Residencia,  amplio  edificio  que  servia  de  hospital  y  que  í 
hallaba  situado  al  Sud;  el  Teniente  Coronel  Nugen,  la  Pla^a  de  Toros  y  Retiro" 
con  el  regimiento  nüm.  38, — los  dos  puntos  estratégicos  que  dominaban  la 
ciudad,  mientras  las  demás  columnas  atacarían  de  frente  por  las  calles  de  la 
ciudad,  hasta  apoderarse  de  la  plaza. 

La  brigada  ligera  dividida  en  dos  columnas  puso  á  las  órdenes  de  Craug 
furd  y  Pak — todas  estas  fuerzas  arrastraban  artillería. 

Dos  cabos  colocados  á  la  cabeza  de  cada  columna,  con  herramienta 
servían  para  echar  abajo  las  puertas  de  las  casas. 

Se  dio  orden  terminante  á  los  jefes  de  no  permitir  que  se  disparase  un  soifi 
tiro  á  su  entrada  por  las  calles  y  en  caso  de  sufrir  nutrido  fuego  por  las  fuerza] 
parapetadas  en  las  azoteas,  debían  echarse  hacía  sus  fiancos  hasta  apoderara 
de  las  casas  más  próximas  al  '■io  para  así  formar  dos  líneas  que  flanquease 
las  principales  defensas. 

Para  mejor  ejecución  de  esta  orden,  las  armas  se  llevarían  descargada: 

En  cuanto  al  General  en  jefe  ni  puso  en  conocimiento  á  los  demás  de  1 
posición  que  él  ocuparla  ni  del  papel  que  se  había  reservado. 

Tantos  eran  los  desaciertos  y  contradicciones  de  este  plan  que  antes  c 
empezar  el  ataque  ya  sabían  los  invasores  la  suerte  que  les  esperaba,  resoí 
viendo  en  consecuencia  luchar  hasta  hacer  prodigios  de  bravura  á  objeto  ■ 
neutralizar  un  tanto  disparates  asaz  perniciosos  y  hasta  criminales,  quefuerí 
tan  afrentosos  á  su  orgulloso  amor  propio. 

Ei  General  expedicionario  no  admitió  observaciones  militares  á  su  plan. 


■  107  — 


■  Entretanto  enlaciudad  reinaba  un  entusiasmo  indescriptible;   en  la  plaza 

del  Retiro  y  de  los  Toros  se  habla  situado  el  número  suficiente  de  defensores 
con  la  batería  de  artillería  correspondiente,  clavándose  las  demás;  la  fortaleza 
quedó  guarnecida  con  tropas  y  municiones  bástanles  á  su  defensa,  mientras 
que  tudas  las  calles  que  desembocaban  en  dicha  plaza  y  las  inmediatas  boca- 
calles eslaban  erizadas  de  artillería,  municiones  y  soldados,  asi  como  las 
ventanas,  puertas  y  azoteas  de  las  casas  eran  otros  tantos  fuertes  donde  se 
l^estrellarlan  los  invasores,  mucho  mas  si  ateniéndose  á  la  orden  antedicha  no 
^^Háefendlan . 

^^^H'Por  fin  alumbró  el  día  5,  hiriendo  suspriraeros  resplandores  las  bayo- 
^^!Sfes  defensoras  y  los  cañones  colocados  en  las  boca-calles,  a!  mismo  tiempo 
quedescubrla  á  losojosde  los  hijos  deBuenosAires  la  obi'a  mas  completa  de 
defensa  que  puede  ejecutarse  en  una  noche. 

Whitelocke  habla  dispuesto  que  Craufurd  y  Pak  llevasen  el  ataque  por  el 
centro,  Auchmuty  por  la  izquierda  paraposesionarse  de  la  Plaza  de  Toros  y 
Retiro,  y  Lumley  por  la  derecha  para  apoderarse  de  la  Residencia,  mientras 
que  él  y  su  cuartel  general,  Gowor  y  mil  docientoshombres  se  establecieron 
en  la  quinta  del  anglo-americano  Wliite. 

Por  manera,  pues,  que  el  número  de  hombres  disi)uestos  á  lanzarse  sobre 
la  ciudad  puede  estimarse  en  cinco  mil,  sin  contar  con  aquellos  del  cuartel 
general  y  los  que  tenia  Mahon  á  sus  órdenes. 

Eran  la  seis  y  media  de  la  mañana  y  aun  no  se  sabia  á  qué  hora  se  empe- 
zarla el  ataque,  manifestando  visiblemente  su  impaciencia  las  tropas  inglesas 
por  aquellas  dilaciones  é  inmovilidad,  cuando  repentinamente  rugió  el  cañón 
dando  la  señal  de  internarse  en  la  ciudad. 

Cada  división  se  lanzó,  como  un  león  sobre  su  presa,  por  las  calles  de  la 
ciudad  para  Henar  su  cometido;  el  General  Auchmuty  fué  el  primero  que  mi- 
dió sus  armas  con  las  de  los  españoles  en  demanda  de  la  plaza  del  Retiro  y 
os  cuya  posesión  le  fué  encomendada. 

I  Retiróse  hallaba  defendido  por  cuatrocientos  marineros,    mandados 
(oficiales  de  la  Armada,  bajo  las  órdenes  del  capitán  de  navio  D.Juan  Gu- 
Swrez  de  la  Concha,  y  la  plaza  de  Toros  por  una  compañía  de  granaderos  de 
Galicia  a!  mando  del  Capitán  D.  Jacobo  Adrián  Várela. 

Las  fuerzas  de  Concha  y  Auchmuty  chocaron  de  una  manera  terrible  y 
sangrienta,  cubriendo  de  cadáveres  el  campo  de  la  lid:  tres  veces  arremetió  el 
general  inglés  con  indecible  empuje  y  otras  tantas  fué  rechazado  con  igual  vi- 
gor; ebrio  de  coraje,  lanzóse  de  nuevo  sobre  la  plaza  de  Toros,  donde  se 
habla  reconcentrado  Concha  con  sus  fuerzas,  y  asestando  la  metralla  de  un 
canon  de  á  12,  de  que  logró  apoderarse,  contra  los  muros  de  aquella,  se  trabó 
un  combate  sin  piedad,  á  sangre  yfuego. 

E!  rayo  de  la  muerte  hirió  el  campo  de  los  combatientes  sembrando  de 
cadáveres  las  posiciones  disputadas:  entretanto  las  municiones  de  los  defenso- 
res se  hablan  agotado  y  no  les  quedaba  otro  arbitrio  que  rendirse  ó  abrirse 
paso  ¿  la  bayoneta  á  través  de  las  del  enemigo  y  sus  balas. 


■  Í08  — 


Concha  determinó  rendirse  creyendo  imposible  la  retirada,  pero  el  esforJ 
zado  Capitán  Várela  prefirió  la  muerte  á  semejante  salvación,  y  lanzando* 
con  furioso  ímpetu  sobre  el  enemig-o,  bayoneta  en  mano,  acribilló  de  heridas  í 
las  huestes  que  se  le  opusieron  abriéndose  paso  por  sobre  sus  cadáveres,  coil 
riendo  en  seguida  á  prestar  su  valeroso  contingente  en  otros  puntos  de  la 
dad.  Mas  de  dos  horas  habla  durado  el  cruel  combale  hasta  la  rendición  d^ 
Concha,  perdiendo  en  tal  ocasión  los  restos  de  la  guarnición  española  y  treinlí 
y  dos  caflones,  la  mayor  parte  clavados.    No  se  conoce  el  numero  de  mue'-losí 

La  división  inglesa  tuvo  una  baja  no  menor  de  seiscientos  hombres. 

En  seguida,  Auchmuly,  dejando  la  guarnición  correspondiente  para  la  con- 
servación de  la  pla/.a,  tomó  posesión  del  Convento  de  las  Catalinas  y  de  algunas 
casas  cercanas  en  dirección  á  la  Plaza  Mayor. 

El  Teniente  Coronel  Guard  no  encontrando  resistencia  en  sus  pretensiones 
se  habla  posesionado  traquilamente  del  Hospital  Residencia  desde  la  siete  ds 
lamañana  ydejandoeneste  puntoalgunas  fuerzas  distribuidas  al  mando  del  ( 
Mayor  Niehols,  con  el  resto  se  dirigió  á  saber  la  suerte  de  Craufurd,  incorpo-  * 
rándosele  una  partidade  su  regimiento  cuyo  oficial  tenía  orden  de  distraer  á  los 
defensores  por  aquel  punto  á  fin  de  deTaililar  la  fuerte  resistencia  que  se  hacia 
á  sus  tropas. 

Guard  avanzó  intrépidamente,  pero  acosado  por  el  fuego  de  los  volunta-  ■ 
rios  tuvo  que  cambiar  de  dirección,  y  en  la  primera  calle  que  desembocó  se  di¿»  J 
repentinamente  conPaIt,  que  corrido  y  desecho  por  los  defensores  se  apresu-T 
raba  á  asilarse  en  Santo  Domingo,  como  única  salvación. 

Guard  le  siguió  y  ambos  se  posesionaron  de  esta  Iglesia. 

La  mas  difícil  empresa  habla  correspondido  á  Lumley  el  cual  estaba  eii-¡ 
cargado  de  apoderarse  de  la  plaza  Mayor,  y  posesionándose  de  las  casas  S 
mas  cercanas  al  rio  avanzó  con  las  cuatro  columnas  de  que  se  componían  loa  ] 
regimientos  88  y  36  por  las  calles  que  de  antemano  se  le  hablan  señalado. 

AI  principio  penetró  casi  sin  resistencia,  pero  á  medida  que  fué  internan-  1 
dose  el  fuego  de  la  defensa  llegó  á  ser  tan  nutrido  y  certero  que  el  regimiento  S 
había  quedado  tendido  ó  prisionero  de  Elioque  defendía  en  esta  parte;  enconse- 
cuencia,con  el  resto  de  las  tropas  atacó  vigorosamente  Lumley,  queya  se  creta 
perdido,  y  logró  apoderarse  de  una  manzana  en  laque  nuevamente  fué  hostiti- 
zado  con  ardor;  alU  plantó  la  bandera  británica,  la  cual,  vista  por  sus  compa- 
triotas, acudieron  áreunirsele. 

Muy  oportuno  fué  el  refuerzo  que  recibiera  del  regimiento  num.  5  y  él'l 
resto  de  la  otra  columna  del  36  que  se  le  incorporaron  para  contestar  con 
gullosa  dignidad  á  Elio  que  demandaba  su  rendición,  contando  al  mismo  tiemnl 
po  con  Auchmuty  que  correrla  á  protegerlo. 

Pero  el  fuego  de  los  defensores  no  cesaba  y  producía  enormes  bajas,  y  all 
paso  que  sus  tropas  disminuían  rápidamente  las  filas  contrarias  aumentaban  en  ' 
la  misma  proporción;  sus  municiones  se  agotaron  y  el  estampido  del  cañón  ha- 
bla cesado  en  la  ciudad,  circunstancia  que  le  tenía  inquieto  por  la  suerte  dQ 


-  1Q9.  - 

Craufurd;  el  socorro  de  Auchmuty  tampoco  llegaba   y  sus  tropas  caian  con 
^anta  celeridad,  que  al  fin  se  decidió  ú  abandonar  aquella  posición  para  reple- 
garse hacia  el  Retiro,  lo  que  verificó  bajo  el  fuego  mortífero  que  de  todas  las 
casas  de  su  malhadado  tránsito  le  hacían,  como  también  de  la  Fortaleza. 

Completamente  diezmados  alcanzaron  allegar  ambos  regimientos  como  á 
las  tres  de  la  tarde  al  Retiro,  uniéndose  á  las  tropas  de  Auchmuty. 

En  cuanto  á  Craufurd  y  Pak  que  llevarían  el  ataque  por  el  centro  tuvieron 
muy  poca  suerte,   sobretodo  el  segundo  que  después  de  internarse  suficiente- 
mente en  la  ciudad  avanzaba  resueho  al  puntoque  se  le  había  encomendado  su 
posesión,  cuando  una  descarga  poderosa  de  todas  las  casas  que  le  rodeaban  y 
de  las  azoteas  le  tendieron  mucha  parte  de  sus  tropas,  obligándole  á  retroceder 
y  &  buscar  la  unión  con  la  otra  columna  en  que  había  dividido  su  cuerpo,  la  cual 
on  confusa  retirada  dejabamas  de  la  mitad  de  sus  fuerzas  en  la  calle  que  intentó 
forzar.  Pak  quiso  rehacerse  con  la  gente  que  le  quedaba  y  ocupar  cierta  po- 
s^icion  en  la  plaza,  pero  nuevamente  fué  rechazado  con  pérdida,  en  cuyo  caso 
-t  rato  de  replegarse  á  la  Residencia,  encontrándose  en  el  camino  con  Craufurd 
la  columna  que  había  desplegado. 

Craufurd  dirigiéndose  por  la  derecha  de  Pakhabía  avanzado  hasta  muy  cer- 
de  la  Fortaleza,  hacia  el  sur,  y  destacando  al  Mayor  Campbell  con  la  orden  á 
^jruard  de  avanzar  en  la  misma  dirección  para  reforzarlo,  fué  en  el  momento  de 
practicarlo  cuando  tuvo  lugar  el  encuentro  con  Pak,  quien  invitó  á  Craufurd  á 
replegarse  ala  Residencia;  pero  estaban  muy  cerca  de  Santo  Domingo  y  con- 
siderando este  último  que  esta  posición  conciliaba  con  sus  instrucciones,  se 
resolvió  á  tomar  posesión  de  dicho  convento,  lo  que  verificaron  ambos  jefes, 
distribuyendo  soldados  por  las  ventanas,  balcones  y  parte  alta  para  rechazar 
al  enemigo  que  no  tardaría  en  hostilizarlo. 

Pero  apenas  impartió  sus  órdenes  para  la  defensa  de   este  sitio,  cuando  un 
fuego  compacto  y  abundante  lanzado  por  los  defensores  de  la  plaza  desde  las 
azoteas  y  balcones  de  las  casas,  empezó  á  diezmar  las  tropas  sitiadoras,  cayendo 
desde  lo  alto  del  Convento  los  soldados  invasores  v   sembrando  de  cadáveres 
el  pavimento;  indescriptible  era  el  cuadro  que  ofrecí:in  los  miembros  mutila- 
dos, el  desorden  de  las  armas  y  el  lago  de  sangre  que  cubría  á  los  valientes. 

Insostenible  se  hacía  ya  su  permanencia  en  aquel  convento,  y  á  pesar  de 
Ixaber  rehusado  rendirse,  sus  tropas  continuaban  desapareciendo  bajo  un  fuego 
incesante  que  le  acribillaban  á  balazos. 

Por  fin,  no  le  quedó  otro  recurso  que  salir  de  semejante  posición  y  solo 
esperaba  que  se  acercase  un  buen  número  de  españoles  para  atacarlo,  ueutra- 
\  izando  así  el  fuego  de  las  azoteas  en  la  confusión  de  los  combatientes;  en  efecto, 
-acercaban  estos  y  los  soldados  ingleses  abandonaban  sus  puestos  para  caer 
el  enemigo  buscando  una  salvación  mas  probable,  y  cuando  se  creyó 
oportuno  dieron  las  voces  de  ataque  los  jefes  ingleses  en  el  momento  mismo 
cjue  aquellos  se  adelantaban  á  apoderarse  de  un  canon  de  á  3  que  no  pudo  ser 
metido  en  el  Convento:  los  defensores  sufrieron  recias  cargas  y  furiosas  em- 


bestidas,  como  si  elementos  desesperados  se  desencadenaran  sobre  ellos,  y 
sosteniéndose  con  igual  empuje  y  bravura  pbligaron  a!  enemigo  &  refugiarse 
por  segunda  vez  en  el  mismo  asilo,  dejandocerca  de  cincuenta  hombres  muer- 
tosen  la  refriega.  » 

Ocho  horas  habla  durado  masó  nnenos  el  combateen  que  la  parte  mas  trá- 
gica cüpole  al  enemigo,  que  reducido  á  menosde  su  mitad,  sin  municiones,  sin 
esperanza  de  refuerzos,  al  parecer  terminada  la  acción  en  la  ciudad  y  sufriendo 
atrozmente  el  plomo  de  los  urbanos  rjue  abría  visibles  claros  en  su  diezmada 
tropa,  resolvió  Craufurd,  previa  consulta  con  sus  Tenientes,  rendirse  desple- 
gando en  el  acto  bandera  parlamentaria;  pero  era  tan  sostenido  el  fuego  por 
una  y  otra  parte  y  habla  tal  encarnizamiento  en  sus  enemigos,  que  después  de 
mucho  trabajo  y  serios  peligros  lograron  entenderse  los  parlamentarios,  con- 
tentándose los  invasores  con  U  sola  garantía  de  sus  vidas,  que  apenas  alcanza- 
ban á  seiscientos  de  los  mil  y  ciento  cincuenta  soldados  que  componían  las 
columnas  de  Craufurd  y  Pak  y  el  destacamento  de  Guard. 

Ello  recibió  las  espadas  de  sus  contendores  ya  rendidos. 

La  tarde  declinaba  ya  y  el  Sol  casi  en  su  ocaso  se  mostró  radiante  para 
enseñar  á  los  defensores  de  Buenos  Aires  los  despojos  de  su  incontestable  bra- 
vura en  los  miembros  dispersos  y  cuerpos  inertes  que  yacían  en  las  calles. 

Fueron  los  trofeos  de  esta  inmortal  victoria  en  la  jornada  de  5  de  Julio  de 
1807,  mil  seiscientos  setenta  y  seis  prisionerosy  ochocientos  cadávei'es,  es  de- 
cir, la  mitad  de  las  fuerzas  que  atacaron  la  ciudad.  En  cuanto  á  la  pérdida  de 
los  defensores,  Liniers,  en  su  parte  oficial  al  Principe  de  la  Paz,  aprecia  en  tres- 
cientos los  heridos,  sin  decir  nada  de  los  prisioneros  y  muertos. 

En  estas  circunstancias  se  habla  pensado  nuevamente  en  otro  ataque  |>or 
parte  de  algunos  jefes  de  laexpodicion,  contando  para  el  efecto  con  las  fuerzas 
del  Retiro  y  Residencia,  los  mil  ochocientos  soldados  que  tenia  Mahon  en 
Barracas  y  los  mil  de  Whitelocke  en  Miserere;  pero  hablan  sido  destrocados  con 
tan  furioso  ataque  sus  compañeros,  reducidos  á  su  mitad  y  desalentados  con  la 
guerra  cruel  que  se  les  hacia  desde  las  azoteas,  ventanas  y  puertas,  y  finalmente, 
inspiraba  tan  poca  confianza  el  conocimiento  militar  del  general  en  jefe,  que  , 
las  trepasen  su  mayor  parte  protestaban  contra  tal  intento  insinuando  en  el 
ánimo  de  sus  jefes  los  beneficios  de  una  capitulación. 

Rendido  Craufurd.se  suspendieron  las  hostilidades  durante  la  noche,  y  al 
dia  siguiente  Liniers  envió  un  parlamentario  á  Whitelocke  quien  se  dirijióal  Re- 
tiro, donde  en  lugar  de  hablar  con  el  jefe  expedicionario  lo  recibió  Auchmuty, 
prometiendo  por  su  parte  suspenderlas  hostilidades  basta  las  doce,  como  lo 
pedía  el  general  español,  hasta  la  contestación  de  Whitelocke  que  se  hallaba  á  j 
la  sazón  en  los  corrales  de  Miserere. 

Este  jefe  contestó  en  resumen  pidiendo  veinte  y  cuatro  horas  de  suspen- 
sión para  recojer  los  heridos,  ele,  conservando  cada  beligerante  sus  respecti- 
vas posiciones. 

Es  de  advertir  que  las  proposiciones  de  Liniers  solo  se  limitaron  en  un 


4 


—  111  — 

principio  á  solicitar  el  canje  de  prisioneros  evacuando  esta  plaza;  pero  el  patrio- 
ta y  valeroso  Alzaga  que  comprenclió  que  se  volvían  ilusorios  los  trofeos  de 
tan  brillante  victoria,  de  acuerdo  con  el  general  español,  aumentó  las  pre- 
tensiones y  se  envió  el  parlamentario. 

Conocemos  ya  su  resultado,  á  lo  que  se  le  contestó  que  si  en  el  término  de 

un  cuarto  de  hora  no  se  aceptaban  aquellas,  romperíase  el  fuego.  Rugía  ya  el 

cafton  por  los  ámbitos  de  la  ciudad,  cuando  se  recibió  un  aviso  por  el  cual  Whi- 

telocke  aseguraba  despachar  un  parlamentario  plenamente  autorizado  para  ne- 


Despues  de  sentar  .sus  proposiciones  y  empeñada  la  discusión,  se  formuló 
or  fin  el  tratado  con  sus  correspondientes  observaciones,  despachándole 
on  el  mismo  oficial  inglés  á  Whitelocke  para  su  aprobación,  quien  después 
o  reunir  todos  los  jefes  de  la  expedición  en  consejo  y  teniendo  en  considera- 
la  exigüidad  de  sus  elementos  para  luchar  con  una  población  fuerte  y  fa- 
irs¿tica  en  lo  que  hace  al  patriotismo,  resolvieron  suscribir  el  pacto,  lo  que  se 
-^/erificó  por  los  dos  jefes  superiores  de  ella.  Entretanto,  Whitelocke  se  había 
rasladado  al  Retiro  donde  firmó  las  capitulaciones  al  dia  siguiente. 

Desde  entonces  ambos  contendientes  solo  se  preocuparon  del  cumplimien- 
:o  del  texto  del  tratado,  devolviéndose  respectivamente  los  prisioneros,  etc., 
te,  hasta  que  el  13  á  mediodía  se  dio  á  la  vela  la  expedición  inglesa  de  regreso 
Montevideo,  donde  sujetándose  á  los  términos  de  las  capitulaciones  se  pon- 
dría inmediatamente  fuera  de  sus  dominios  tan  luego  de  dar  cumplimiento  á 
las  prescripciones  de  aquel . 

Indescriptible  fué  el  regocijo  que  embargó  al  vecindario  de  Buenos  Aires, 
<uando  surcando  de  nuevo  las  aguas  del  Plata  las  naves  de  la  poderosa  Ingla- 
ierra,  de  regreso  á  su  país,  llevaban  como  trofeos  de  la  contienda  la  mas  humi- 
llante afrenta. 

Para  asegurar  la  entrega  de  Montevideo,    Liniers  había  despachado  dos 
pequeñas  divisiones  en  que  se  apoyaría  el  cumplimiento  de  dicha  operación,  lo 
que  se  verificó  al  tenor  de  lo  estipulado,  abandonando  para  siempre  las  aguas 
del  Plata  el  dia  9  de  Setiembre  en  que  se  dio  á  bordo  todo  el  resto  de  la  expe- 
dición, habiendo  partido  un  mes  antes  varios  buques  con  parte  de  las  fuerzas 
ÍQvasoras  con  destino  al  Cabo  de  Buena  Esperanza.  En  Buenos  Aires  como  en 
Montevideo,  después  del  desalojo  de  las  tropas  expedicionarias,  el  cuerpo  mu- 
oicipal  y  el  Cabildo  distribuyó  premios  á  las  tropas  defensoras,  todas  volunta 
rías,  recompensas  y  pensiones  vitalicias  á  los  huérfanos,  á  las  viudas,  á  los 
imposibilitados  de  trabajar  y  aun  álos  que  habían  agotado  sus  recursos  en  de- 
fensa de  la  Patria;  asimismo  se  dio  libertad  á  numerosos  esclavos  y  se  festejó 
dignamente  en  ambas  márgenes  del  Plata  el  fausto  y  glorioso  acontecimiento 
que  nos  independizó  de  un  poder  extraño  y  absoluto. 


■Ü2. 


Llegado  "Whifekicke  á  su  patria,  el  Gobierno  Británico  ordenó  su  prisión  y 
la  instrucción  del  proceso  á  que  dio  luíjar  el  resultado  déla  expedición  contra 
el  Rio  déla  Plata,  cuyo  mando  sa  le  confiócomo  jefe  superior,  y  que  á  causado 
su  impericia  habla  arrojado  una  mancha  ¡ndeisblo  de  eterna  humillación  al  ho- 
nor y  dignidad  de  la  Nación.  De  dicho  proceso  que  duró  seis  meses  y  en  el  que 
se  emplearon  treinta  y  una  sesiones,  resultaron  las  siguientes  conclusioDeSq 

•  Consideradas  debidamente  por  el  Consejo  de  Guerra  las  razones  en  que  se  sustenta 
cargos  contra  el  preso,  Teniente  General  Whitelocke,  su  defensa,  y  las  razones  por  él  expl 
tas,  opinan,  que  es  culpable  en  la  totalidad  de  dichos  cargos,  excepto  en  la  parte  del  s 
referente  ala  orden  para  que  las  columnas  llevasen  descargadas  las  armas,  y  que  per  ninguit  J 
tilo  se  permitiese  hacer  fuego. 

Desea  vivamente  el  Consejo  no  quede  duda  ninguna  de  que  en  lo  mas 
las  precauciones  tomadas  para  evitar  innecesario  fuego,  mientras  las  tropas  avanzaban  á  los 
puntos  de  ataque  designados;  y  por  lo  tanto,  que  absuelve  al  Teniente  General  Whitelocke  de 
esa  parte  del  expresado  cargo. 

El  Consejo  condena  al  TenUnte  General  John  Whitelocke.  á  la  pérdida  del  empleo  y  á  qiu  u 
te  declare  incapaz  ¿  indigno  de  gozar  empico  tmliliii ,  de  íualquíera  especie  qui  sea,  en  el  servicio  de 
JTH  Majestad. 

También  dispuso  la  Corona,  confirmada  la  sentencia,  que  esta  fuese  leída  á  la  cabeza  de 
cada  uno  délos  regimientos  del  ejército  inglés,  ájin  dt  que  quedase  como  duradero  lealimonio  dt 
tas/ahiles  consecuencias  d  que  se  exponen  los  oficiales,  que  en  el  desempeño  de  lo'  importantes  deberes 
que  se  les  confian,  no  desplegan  aquel  celo,  juicio  y  decisión  personal,  que,  tanto  su  Soberano,  como 
su  Patria,  tienen  derecho  á  esperar  de  aquellos  d  quienes  se  cometen  mandos  elevados.  • 

Asi  terminó  su  carrera  el  confiado  Wliitelocke,  que  consideró  con 
desden  y  menosprecio  á  los  valerosos  defensores  del  Plata. 


ttan^^l 


1 


INSTRUCCIONES  DADAS   POR  EL  GOBIERNO  INGLÉS  AL  GENERAL  WHITBLOCiCB   ' 

Downing  Street,  Marzo  5  de  1807. — Señor:  Habiéndose  creído  conveniente  enviar  un 
oficial  de  alto  rango,  y  de  conocidos  talentos  y  juicio,  á  tomar  el  mando  de  las  fuerzas  de  S.  M. 
que  se  hallan  ya,  ó  probablemente  se  hallarán  muy  pronto  empleadas  en  las  provincias  de 
la  América  del  Sud,  debo  informar  á  V.  que  S.  M.  se  ha  servido  elejir  á  V.  para  este  objeto; 
y  por  lanío  partircL  V,  desde  luego  al  Rio  de  la  Plata,  en  un  buque  que  est4  ya  preparado  para 
conducirlo,  á  tomar  el  espresado  mando. 

I^as  fuerzas  que  encontrará  V.  á  su  llegada,  son  l.is  remitidas  desde  el  Cabo  al  mando 
del  teniente  coronel  Backhouse,  y  las  que  partieron  de  Inglaterra  á  las  órdenes  del  brigadier 
general  Sir  Samuel  Auchmuty,  que  consisten  de  los  cuerpos  que  aljajo  se  mencionan,  y  montan 
en  todo  al  número  de  5.338  hombres.  Pero  á  éstos  se  agregará  probablemente,  cuando  V. 
llegue,  ó  poco  después,  la  fuerza  que  manda  el  brigadier  general  Craufurd,  que  también  se 
menciona  y  se  compone  de  4.212  hombres   (9.550  hombres) 

Para  que  pueda  V,  juzgar  con  mas  certeza  de  la  confianza  que  hay  de  que  esta  fueraa 
ae  reunirá  con  la  primera,  como  también  el  regimiento  ()  de  dragones  que  queda  mencionado, 
y  cuyo  destino  puede  haberse  cambiado  por  el  buque  que  despachó  el  almirante  Murray,  in- 
cluyo á  V.  una  relación  de  todas  las  noticias  recibidas  y  de  todas  las  órdenes  expedidas  en  el 
particular,  deque  aparece  que  casi  no  puede  quedar  ninguna  duda  de  que  el  Fly  habrá  llegado 
antes  que  el  general  Craufurd  hubiese  salido  del  Cabo,  y  que  éste  debe  por  consiguiente  haber 
dirigido  su  curso  al  Rio  de  la  Plata  junto  con  el  almirante  Murray. 

Siendo,  sin  embargo,  posible  que  no  haya  sucedido  así,  es  preciso  estar  prevenido  para 
ambos  casos,  á  saber,  la  reunión  del  armamento  del  generaJ  Craufurd  ó  el  de  haber  segiudo  i 
su  destino  primitivo.  En  el  primero  de  estos  casos,  como  la  fuerza  de  V.  se  considera  mas  que 
suficiente  para  cualquier  objeto  que  se  propusiese  emprender,  despachará  V.  lo  mas  pronto 
posible  y  cuando  lo  hallare  prudente,  d  regimiento  ((9,  y  algún  otro  que  V.  pueda  desp 
der  después  de  sus  primeras  ocupaciones,  enviándolos  bajo  convoy  seguro  para  el  Cabo,  | 
que  de  alli  pasen  á  la  India. 


—  113  — 

Con  la  fuerza  arriba   expresada  procederá  usted  á  ejecutar  el  servicio  que  le  está  encar- 
gado de  reducir  la  provincia  de  Buenos  Ayres  al  dominio  de  S,  AI. 

En  el  otro  caso  menos  probable  de  que  el  armamento  del  General  Craufurd  haya  se- 
guido á  su  destino  primitivo,  tal  vez  encontrará  V.  ser  mas  conveniente,  con  consulta  del 
almirante,  el  despacharle  un  buque  por  el  Cabo  de  Hornos,  con  ordenes  á  dicho  general,  cuyas 
órdenes  podrán  ser,  ó  de  seguir  el  plan  que  hasta  aquí  se  tiene  formado,  6  de  mandarle  que 
renuncie  eternamente  aquella  empresa. 

Para  una  y  otra  cosa  se  le  deja  á  usted,  y  á  los  oficiales  que  dirigen  la  fuerza  naval,  en 
una  libertad  completa  á  este  respecto,  sin  otra  restricción  sino  que  debe  extender  los  limites 
de  sus  operaciones  mas  allá  de  los  que  están  designados  actualmente,  y  que  en  todo  evento, 
siempre  que  se  requiera  la  cooperación  de  cualquiera  parte  de  las  fuerzas  navales  de  S.  M.  no 
debe  darse  ningim  paso,  ni  darse  alguna  orden  al  General  Craufurd,  sin  el  acuerdo  de  los  co- 
mandantes de  mar,  asi  en  el  Rio  de  la  Plata,  como  con  dicho  general. 

De  cualquier  modo  que  se  obre,  ya  en  cuanto  á  instrucciones  al  General  Craufurd,  si 
hubiese  pasado  á  su  destino  anterior  sin  haber  tocado  en  Buenos  Aires,  ó  en  cuanto  á  usar  de 
la  fuerza  que  hallase  usted  desde  luego  en  los  lugares  mismos,  debe  usted  tener  presente  que 
el  objeto  de  la  empresa  que  le  está  cometida,  no  es  el  de  molestar  y  hacer  daño  al  enemigo, 
sino  el  de  ocupar  aquellos  puntos  ó  porciones  de  territorios,  que  tomados  de  una  vez  por 
las  fuerzas  de  S.  M.,  no  sean  fáciles  de  ser  recobrados,  y  que  al  mismo  tiempo  no  requieran 
para  su  conservación  un  cuerpo  de  tropas  mayor  que  el  que  puede  suponerse  que  este  país 
querrá  emplear  en  guarnecerlos,  no  debiendo  ciertamente  exceder  su  número  al  que  ahora  se 
|x>ne  bajo  el  mando  de  usted. 

Se  presmne  que  con  una  fuerza  mucho  mas  inferior  á  la  que  que  podría  usted  reunir, 
suponiendo  que  se  le  agregue  el  general  Craufurd,  y  fuera  de  la  que  lleva  usted  consigo,  as- 
cenderá á  mas  de  g.ooo  hombres,  se  tomará  posesión  sin  dificultad  de  toda  la  provincia  de 
Buenos  Aires;  p)ero  después  resta  todavia  considerar  qué  número  será  suficiente  para  mante- 
ner la  posición  contra  las  tentativas  que  el  enemigo  puede  hacer  para  reconquistarla  y  las 
fuerzas  que  puede  reunir  á  este  fin. 

En  cualquiera  parte  donde  se  establezca  la  autoridad  de  S.  M.,  debe  ponerse  el  mayor 
cuidado  y  todo  empeño  en  conciliar  la  buena  voluntad  de  los  habitantes,  absteniéndose  de  to- 
do lo  que  puede  chocar  sus  opiniones  y  preocupaciones  religiosas,  respetando  sus  personas  y 
propiedades,  removiendo  las  trabas  é  imposiciones  de  que  se  quejen,  y  haciéndole  sentir  en 
general  la  benéfica  influencia  del  gobierno  de  S.  M.  comparado  con  aquel  á  que  se  hallan 
sometidos  anteriormente. 

Con  respecto  á  reglamentos  comerciales,  se  conducirá  usted  por  las  órdenes  que  ha  pu- 
blicado el  Consejo  (que  se  incluyen  en  copia)  para  dirigir  el  tráfico  de  Buenos  Aires,  y  que 
extenderá  usted,  según  las  circimstancias  lo  admitan,  á  otros  lugares  y  territorios  que  cayesen  en 
poder  de  S.  M. 

Cuando  estos  reglamentos  afecten  en  alguna  manera  al  gobierno  y  la  constitución  del 
pais,  el  principio  que  debe  observarse  es,  abstenerse  cuanto  sea  posible  de  toda  cosa  que  pue- 
da infringir  los  derechos,  privilegios  y  aun  usos  establecidos  de  cualquiera  de  las  clases  de  los 
habitantes;  y  no  introducir  en  el  gobierno  cualquier  otro  cambio  sino  el  que  necesariamente 
deba  resultar  de  la  sustitución  de  las  autoridades  de  S.  ^I.  á  las  del  Rey  de  España. 

Puede  ser  necesario  mudar  individuos;  y  al  hacer  esto  debe  darse  la  preferencia,  en  cuan- 
to sea  posible,  á  los  naturales  del  país,  dejando  á  un  lado  las  persona'^  nacidas  en  España. 

Todos  aquellos  que  fueron  los  principales  motores  y  agentes  de  la  insurrección  contra 
el  general  Beresford  y  de  su  ejército,  deben  ser  alejados  con  cuidado  ó  enviándolos  á  Europa 
ó  poniéndolos  en  situación  en  que  sus  maquinaciones  no  puedan  ser  temibles  en  lo  futuro. 
El  caso  del  general  Beresford  y  de  su  ejército,  debe  bajo  otro  pimto  de  vista,  ser  el  ob- 
jeto de  la  atención  de  usted,  y  parece  en  efecto  que  así  lo  reclama  el  honor  nacional,  confor- 
me á  los  sentimientos  que  animan  á  S.  M.  por  el  bienestar  de  sus  tropas,  y  la  justicia  que 
debe  hacer  el  pais  á  los  que  emplea  en  su  servicio. 

En  este  instante  tal  vez  seria  diñdl  averiguar  con  claridad  hasta  qué  punto  fué  violada 
la  capitulación  con  aquellas  tropas,  6  cuál  sea  precisamente  el  reclamo  que  de  sus  resultas 
convenga  hacerse  en  su  favor  .  El  servicio  que  se  ha  confiado  al  celo  de  usted,  por  mas  feliz 
que  sea  en  otros  respectos,  debe  considerarse  incompleto,  siempre  que  quede  süguna  duda 
en  cuanto  á  la  restitución  de  estas  tropas  en  tiempo  regular,  ó  a  protejerlas  entre  tanto 
contra  toda  especie  de  violencia  y  de  mal  trato. 

Aunque  S.  M.  se  ha  servido  ordenar  se  envié  además   desde  luego  la   fuerza  que  se 

.expresa  al  margen  (1,630  hombres)  para  operaciones  que  puedan  ser  precisas,  pero  que  sin 

esta  ayuda    y  en  caso  que  no  se  verifique  la  junción  del  General  Craufurd,  no  podrá  usted 

emprender;  con  todo  no  es  la  intención  de  S.  M.  que  toda  esta  fuerza  se  retenga,  sino  única- 

x5 


mente  la  parte  que  sea  necesaria   para  asegurar   los  puntos   ij  teriiiorios,  que  por  resultado 
final  de  aquellas  operariones,  haya  usted  podido  ganar. 

Se  supone  que  el  níimero  necesario  para  este  objeto  no  podrá  exceder  en  ningun  caso 
de  8.000  hombres,  á  mas  de  las  tropas  que  podrá  usted  levantar  en  el  país,  7  por  consi- 
guiente, á  no  ser  sino  en  circunstancias  particulares,  que  será  de  su  cai^o  explicar  satisfacto- 
riamente al  gobierno,  no  deberá  usted  considerarse  autorizado  para  retener  mas  que  aquellas 

Si  las  circunstancias  fuesen  tales  que  obliguen  á  usted  á  ceñir  sus  operaciones  á  la  ocu- 
pación de  Montevideo  ó  Maldonado,  ó  de  algún  otro  punto  de  la  costa,  que  crea  usted  con- 
veniente conservar  para  protejer  el  comercio  y  los  demás  buques,  se  presume  que  una  fuerza 
muy  inferior  á  8,000  hombres  será  bien  suficiente;  y  en  tal  caso  como  en  cualquier  otro, 
remitirá  usted  el  exceso  por  la  primera  ocasión  oportuna  á  Inglaterra. 

.Si  la  reducción  de  Montevideo  hiciese  parte  de  su  plan  de  operaciones,  según  se  ha  di- 
cho arriba,  y  se  hubiese  conseguido  en  efecto,  no  por  ello  debe  usted  considerarse  obligado 
por  estas  instrucciones,  í  mantenerse  permanentemente  en  posesión  de  aquella  fortaleza,  sino 
que  podrá  usted  retirar  la  guarnición  y  destruir  sus  murallas  si  asi    le  pareciese  conveniente. 

»En  lodo  lo  referente  al  manejo  de  rentas  de  cualquiera  provincia  ó  distrito  de  que  se 
halle  usted  en  posesión,  se  guiara  usted  por  las  instrucciones  que  ae  han  dado  al  geo»al 
Craufurd,  de  las  que  aqui  se  acom_paña  copia. 

En  el  mismo  papel  encontrara  usted  instrucciones  sobre  otro  punto  de  gran  delicadeza  é 
importancia,  á  saber,  /o  qae  debe  usted  responder  á  las  preguntas  de  ios  habitantes  sobre  su  si- 
tuación futura  en  la  paa. 

Según  verá  usted  en  el  papel  citado,  ninguna  otra  seguridad  debe  dársele,  sin¿  que 
S.  M.  no  restituirá  sino  con  gran  repugnancia  unas  posesiones  que  tanto  estima:  y  que  en  nin- 
gún caso  consentirá  en  devolverlas,  sin  lomar  medidas  de  seguridad  en  favor  de  aquellos  que 
por  su  afecto  á  S,  M.  puedan  temer  haber  incurrido  en  el  desagrado  de  su  anterior  gobierno. 

Antes  se  ha  supuesto  que  pueden  aumentarse  las  fuerzas  de  S.  M.  con  tropas  levanta- 
das en  el  país.  Por  de  contado,  debe  ponerse  gran  cuidado  en  elegir  los  individuos  ó  clases 
propias  á  aquel  objeto;  en  determinar  el  pié  en  que  hayan  de  ser  puestas  y  su  monto;  pero 
obrando  con  estas  precauciones,  se  deja  percibir  que  esta  medida  avnidará  mucho  á  asegurar 
las  posesiones  de  S.  M.  en  aquella  parte  del  mundo,  y  e\ilará  al  mismo  tiempo  el  sacar  de- 
masiadas tropas  de  este  país.  Es  casi  innecesario  observar  que  tanto  en  este,  como  en  todo 
otro  punto,  debe  guardarse  la  más  estricta  economía,  así  en  adoptar  cualquier  plan  en  su 
origen,  cuanto  en  disponer  los  detalles  para  llevarlo  á  ejecución;  por  lo  cual  se  espera  que 
al  dar  aviso  de  todo  ga.sto  de  esta  especie,  espondrá  usted  las  razones  que  lo  hayan  inducido 
i  ello,  con  todos  los  pormenores  del  negocio. 

Queda  antes  asentado  que  en  caso  de  reunirse  el  General  Craufurd,  ó  nó,  no  puede 
haber  duda  ninguna  de  que  se  mantendrá  usted  en  posesión  de  algunas  panes,  de  mas  6 
menos  extensión,  de  la  costa  del  Este. 

Pero  restan  todavía  dos  casos  que  fijar,  y  aunque  inverosímiles,  no  deben  pasarse  en 
silencio.  El  uno  es  que  encuentre  usted  á  su  llegada  que  las  plazas  que  habían  ocupado 
las  tropas  de  S.  M-,  no  estén  yá  en  su3  manos;  el  otro  que  sea  necesario  abandonar  todo  lo 
que  hubiese  poseído  antes,  y  retirar  de  aquel  país  toda  la  fuerza  inglesa.  En  imo  ú  otro  de 
estos  casos,  parece  que  no  quetla  mas  que  considerar  que  el  modo  en  que  usted  y  el  general 
Craufurd,  con  todas  las  tropas  que  uno  y  otro  tienen,  puedan  volverá  Inglaterra.  Pero  al  adoptar  los 
medios  necesarios  á  este  efecM,  lo  mismo  que  para  decidirse  sobre  la  retirada,  debe  atenderse 
al  estado  en  que  probablemente  se  halle  el  armamento  del  General  Craufurd  en  aquel 
momento,  considerado  con  relación  á  la  salud  de  las  tropas,  qué  víveres  hubiese  aun  S  bordo, 
y  qué  dificultades  puedan  ofrecerse  para  emprender  un  nuevo  \iaje,  largo  v  repentino. 

Estas  consideraciones  requerirán  no  solamente  que  toilas  las  tVdenes  que  usted  envíe  al 
general  Craufiírd,  si  se  halla  separado  de  usted,  sean  hasta  cierto  grado  discrecionales,  mai 
también  deberán  influir  en  determinar  la  línea  de  conducta  que  usted  creerá  conveniente 
abrazar,  de  concierto  con  los  oficiales  que  mandan  la  escuadra. 

Tendrá     usted  cuidado  de  trasmitir  por  toda  oportunidad  al  gobierno  de  5.  M.  noticias 
de  sus  procedimientos,  pues  la    falta  de  comunicaciones  regulares  é  incesantes  ha  causadcrtw 
hasta  ahora  muchos  embarazos  respecto  al  servicio  particular,  cuya  dirección  se  le  encomícE 

Tengo  el  honor,  etc..  ele 


(Firmado) 


i  de    Mr.  Widham.  —  Al 
fuerzas  que  sirven  en  la  América  del  Sud. 


HOWICK. 

general   Whitelocke,  comandante  í 


—  115  — 


Proclama  del  Comandante  General  de  armas  de  Buenos  Aires,  el  día    de  la  revista  general 

que  pasó  á  las  tropas  en  la  tarde  del    24    de  Junio  de  1807 

Ilustres  ciudadanos  alistados  para  defender  vuestro  patrio  suelo :  cuerpos   veteranos  que 

tantas  veces  habéis  regado  con  Miestra  sangre  la  gloriosa  carrera   de   las  armas:  respetable 

cuerpo  de  inválidos  que  con  tanta  bizarría  me  habéis  pedido  armas   para  sacrificar  hasta 

vuestro  último  aliento,  rechazando  á  los  enemigos  de  nuestra  patria,  de   nuestro   augusto  culto 

y  de  nuestra  felicidad,  he  visto  en  la  tarde  de  ayer  sobre  vuestro  semblante  cifrada  la  victoria. 

Cuatro  mil  despreciables  enemigos  se  atreven  á  insultamos, fundando  su  loca  pretensión  sóbrela 

poca,  energía  que  nos  suponen.  Haced  que  con  el  escarmiento  de  su  ruina  aprendan  á   respetar 

con  la  Europa  entera  el  valor  y  la  constancia  española.    Tengamos  presente  lo  que  estas  virtu- 

hideron  ejecutar  el  dia  1 2  de  Agosto  del  año   anterior  y  marchemos  con  confianza  de  un 


:3'eguro  triunfo  bajo  los  auspicios  del  Dios  de  las  \ictorias.  Que  nuestras  voces  repitan  miles  de 
^"eces  morir  ó  vencer.   Si  entre  nosotros  se  hallare,  que  no  me  lo  persuado,  alguna  alma  débil, 

•  .  .  •   _• J_      _1 12 '      xíl^* ^i  »  •  ... 


vierta  proposiciones  de  desconfianza,  o  tibieza  en  nuestro  empeño,  que   se   le    cambie  las 
nnas  con  una  rueca  y  que  una  muerte  afrentosa  sea  el  premio  de  la   cobardía,   si   la  hubiese. 


ero  lejos  de  mi  semejante  temor;  todos  estamos  animados  de  un  mismo  espíritu:  vuestras 
^^posas,  N'uestros  hijos,  \'uestros  magistrados,  descansan  en  N-uestro  valor:  los  ministros  del  Señor 
^^frecen  incesantes  sacrificios  por  el  feliz  suceso  de  nuestras  armas:  y  no  dudo  un  solo  momento 
<que  con  tan  poderosos  medios  y  estímulos,  no  dejareis  de  ceñir  N-uestras  sienes  con  los  laureles 
^ue  nos  están  preparados  y  de  ver  esculpidos  N'uestros  nombres  en  el  templo  de  la  fama. 

BuenoH  Aires,  20  de  Junio  de  18i.>7. 

Santiago  Liniers. 


Resefta  de  los  cuerpos  que  componian  el  ejército  para    la  defensa 

INFANTERÍA 

Primer  cuerpo — Era  el  regimiento  de  Patricios,  compuesto  de  tres  batallones. 

El  primero  al  mando  de  su  teniente  coronel  D.  Comelio  Saavedra,  natural  de  Potosí, 
vecino  y  propietario  de  esta  Capital. 

El  segando  al  mando  de  D.  Esteban  Romero,  natural  y  del  comercio  de  la  misma. 

El  tercero  al  de  D.  José  Domingo  Urien,  de  igual  naturaleza,  contador  del  Consulado  (Tri- 
bunal de  Comercio):  los  dos  últimos  con  igual  graduación  que  el  primero. 

Segundo  Arribeños,  al  mando  de  D.  Juan  Pió  Gana,  vizcaino,  comerciante  del  Perú ;  y 
transeúnte  á  España  entonces,  quien  por  su  afición  á  la  milicia  que  siguiera  en  la  guerra  del 
Rosellon  se  hizo  cargo  de  este  cuerpo  con  el  título  de  comandante. 

Tercero — El  de  naturales,  indios,  con  agregación  de  pardos  y  negros,  al  mando  del  teniente 
coronel  D.  Manuel  Ruiz,  español,  vecino  y  capitán  de  las  antiguas  milicias  urbanas. 

Cuarto — El  tercio  de  montañeses,  su  comandante  D.  José  de  la  Oyuela,  vecino  y  comer- 
ciante de  esta  plaza,  sustituido  después  por  su  paisano  D.  Pedro  Andrés  García,  del  mismo 
vecindario,  y  escribano  del  juzgado  de  bienes  de  difuntos. 

Quinto — El  de  andaluces,  á  las  órdenes  de  D.  José  Merlo,  gaditano,  comerciante. 

Sexto — El  de  gallegos,  á  las  de  D.  Pedro  Cervino,  su  paisano,  vecino  de  ésta,  y  uno  de 
los  empleados  facultativos  en  la  demarcación  de  límites  con  el  Portugal. 

Séptimo — El  tercio  de  catalanes  fué  mandado  en  su  principio  por  D.  Jaime  Nadal  y 
Guarda,  y  después  por  D.  Olaguer  Reynals,  ambos  catalanes,  de  igual  vecindario  y  comer- 
ciantes. 

Octavo — El  de  vizcaínos  y  castellanos,  al  mando  de  D.  Prudencio  Murguiondo,  vizcaino 
también,  piloto  de  altura,  a  quien  por  sus  aptitudes  le  nombraron  aquellos  primer  comandante; 
asignándole  el  cuerpo  durante  su  permanencia  doscientos  pesos  mensuales. 

Noveno — Formaban  éste  los  Granaderos  de  Terrada,  (después  de  Fernando  VII),  im 
número  de  hijos  del  país,  teniendo  por  su  comandante  á  D.  Juan  Florencio  Terrada,  natural, 
propietario  y  antiguo  capitán  de  milicias  de  esta  ciudad. 


Décimo — E)  de  quinteros,  al  mando  de  D.  Antonio  Ludano  Ballester,  también  nattiral  de 
esta  ciudad,  agricultor.  ^ 

Undécimo — E!  de  maestranza,  al  mando  de  D.  José  Rivera,  gallego,  vecino  de  esta  ciudad, 
y  anncro  mayor  del  rey. 


caballería 

El  primer  cuerpo  de  ello  !o  fonnaban : 

i^'  Escuadrón — Húsares  del  rey  (vulgarmente,  de  Pueyrredon),  al  mando  de  su  segundo 
comandante  D.  Marlin  Rodríguez,  por  ausencia  del  primero  en  misión  á  Madrid,  ambos  natu* 
rales  de  ésta,  comerciante  éste  y  hacendado  aquel  otro. 

2°  Escuadrón  con  la  denominación  de  Húsares  de  Vivas,  por  su  comandante  D.  Lúeas 
Vivas,  natural,  vecino  y  propietario  aquí. 

y  Escuadrón  de  Húsares  de  Nuñez,  su  comandante  D.  Pedro  Nuñez,  también  natural 
de  ésta,  comerciante. 

4° — El  segundo  cuerpo  era  el  Escuadi 
ral  de  ésta  y  avecindado  en  Montevideo,  u 
Nuñez  se  halló  en  el  ataque  de  aquella. 

5" — El  de  Miqueletes  ó  Migueleles,  al  mando  del  Dr.  D.  Alejo  Castex,  natural  de  esia 
ciudad  y  abogado  de  su  Audiencia. 

b" — Carabineros  de  Carlos  IV,  al  mando  de  D.  Lúeas  Fernandez,  andaluz,  aquí  ave- 
cindado. 

La  artillería,  por  último,  denominada  la  Union,  porque  la  componían  unidos  americanos 
y  españoles,  al  mando  de  D.  Gerardo  Esteve  y  Danch,  catalán. 

De  este  aierpo  salieron  excelentes  prácticos,  jóvenes  del  país. 


Infernales,  al  mando  de  D,  Diego  Herrera,  natu- 
de  los  reconquistadores  de  la  Capital,  el  que  aya 


Intimación  de  rendición  de  las  tropas  ingles 


I   &  la  pía: 


de    Buenos  Aires 


Señor:  El  capitán  Roche,  del  regimiento  17  de  Dragones,  á  quien  tuve  el  honor  de 
mandar  á  V.  E.  esta  mañana,  me  ha  informado  que  V.  E.  deseaba  comunicase  yo  por  escrito  el 
particular  de  las  condiciones  y  así,  tengo  que  decir  á  V.  E.  que  el  Excedentísimo  Sr.  Teniente 
General,  John  Whitelocke,  me  ha  ordenado,  deseoso  sinceramente  de  evitar  la  innecesaria 
efusión  de  sangre  humana,  intime  á  V.  E.  que  en  el  presente  estado  de  las  cosas,  de  no  pro- 
ceder á  más,  concederá  algunas  condiciones  al  pueblo  de  Buenos  Aires,  debiéndose  fund:n  en 
las  que  siguen ;  y  posiblemente  consentirá  en  alguna  pequeña  variación  que  las  haga  más  ía,W 
rabies,  sin  alterar  la  estipulación  original,  fundamcotal: 

lo  Todos  los  subditos  ingleses,  detenidos  en  la  América  del  Sur.  deberán  si 
y  se  pondrán  rehenes  suficientes  en  poder  de  los  comandantes   ingleses,  hasta   que   11^ 
Buenos  Aires. 

2°  Quedarán  prisioneros  de  guerra  todos  los  oficiales,  militares  y  soldados,  y  toda  per» 
que  tenga  empleos  civiles,  dependientes  de!  Gobierno  de  Buenos  Aires. 

3°  Que  han  de  entregar  en  buen  estado  lodos  los  cañones,  pertrechos,  armas  y  munic 

40  Que  ha  de  entregarse  á  los  comandantes  ingleses  toda  propiedad  pública,  de  cualqifl 
clase  que  sea. 

5"  Que  se  concede  á  los  habitantes  de  Buenos  Aires  el  libre  ejercicio  de  la  religión  C 
lica  romana. 

6"  Que  se  asegurará  y  respetará  para  sus  dueños  toda  propiedad  particular  en  tierra- 

Nuestra  fuerza  es  tan  considerable,  que  creo  que  V.  E.  no  podrá  dudar  del  último  resul- 
sultado :  y  confío  en  que  V  E.  me  creent,  cuando  le  as^uro,  que  únicamente  el  deseo  de 
evitar  una  escena  tan  horrorosa,  como  la  que  se  presenta  tomando  un  pueblo  por  asalto,  e*  el 
motivo  que  induce  al  general  Whitelocke  á  permitirme  escriba  de  este  modo. — Tengo  el  honor 
de  ser,  etc— /  Levitón   Goiver,  Mayor  General. 

Por  comisión  del  general  español  D.  Santiago  Liniers,  contesto  á  Vd.  á  la  carta  que  por 
su  parlamentario  le  ha  remitido,  dirigida  á  intimar  la  rendición  de  esta  Capital,  dtciéndole,  que 
nada  que  se  dirija  á  rendir  las  armas,  oirá;  que  tiene  tropas  bastantes,  animosas  y  mandadas 
por  jefes  llenos  de  deseo  de  morir  por  la  defensa  déla  patria,  y  que  esta  es  la  hora  de  mani- 
festar su  patriotismo. — Queda  de  Vd.  su  atento  servidor  Q.  S.  M.  B. — Coronil  ¿y/í.— Julio  3 
de  1 307. — Al  Mayor  General,  Lnaison    Gotoer. 


á 


—  117  — 


Intimaciom  del  General   Bspaflol 

Excmo.  señor :  Los  mismos  sentimientos  de  humanidad  que  animaron  á  V.  £.  sin  cono- 
cer mis  fuerzas,  á  proponer  el  capitular,  me  animan  hoy  con  el  pleno  conocimiento  de  las 
de  V.  K;  con  ochenta  oficiales  de  todas  graduaciones  y  mil  soldados  prisioneros  y  á  lo 
menos  con  el  doble  de  muertos,  sin  que  los  ataques  hayan  llegado  al  centro  de  mi  batalla. 
Para  evitar  mayor  efusión  de  sangre  y  dar  á  V.  E.  una  nueva  prueba  de  la  generosidad 
española,  vengo  en  proponer  á  V.  E.  que  siempre  que  se  quiera  reembarcar  con  el  residuo 
de  su  ejército,  y  evacuar  á  Montevideo  y  todo  el  Rio  de  la  Platii,  dejándome  rehenes  para 
la  s^;uridad  del  tratado,  no  solamente  le  devuelvo  todos  los  prisioneros  que  tengo  en  el 
momento  en  mi  poder,  sino  lodos  los  que  tengo  hechos  á  su  antecesor  el  Mayor  general 
Beresford:  cu  inteligencia  que  no  admitiendo  V.  E.  esta  propuesta,  no  respondo  según  el 
enardecimiento  de  mis  tropas,  de  que  e>perinienten  las  suyas  tod»»  el  rigor  de  la  guerra; 
estando  tanto  mas  exasperadas  cuanto  que  tres  de  mis  edecanes  han  sido  heridos,  habién- 
dose presentado  á  diferentes  puntos  en  que  se  habían  asomado  banderas  parlamentarias : 
motivo  por  el  cual  envió  á  V.  E.  ésta  por  uno  do  sus  oficiales,  esperando  su  respuesta  en 
el  término  de  una  hora. 

Tengo  el  honor  de  ser  de  V.  E.  obediente  ser\'idor. 

Baeno:*  Aire-,  «S  de  Julio  de  li^fí. 

Saxtiago  Liniers. 
Al  Excmo.  señor  Juan  Whitelocke. 

P.  D. — Después  de  escrita  la  presente,  ha  caldo   prisionero   el  general  Craufurd,    con 
toda  su  división  y  muchos  oficiales  de  varios  regimientos. 


Contestación    al  General  Liniers  por  el  General  Juan  Whitelocke 

Cuartel  general,  Plaza  de  toros,  Julio  6  de  18l>7. 

Señor  Tengo  el  honor  de  acusar  el  recibo  de  su  carta.  Me  hace  V.  E.  justicia  en  creer 
que  cualquiera  cosa  que  sea  relativa  á  la  causa  de  la  humanidad  me  será  grata :  y  por  lo  mis- 
mo y  porque  la  duración  de  la  acción  de  ayer  los  heridos  de  ambas  partes  están  dispersos 
en  considerable  espacio  de  terreno,  propondría  yo  que  haya  un  armisticio  de  24  horas  para 
que  cada  uno  pueda  jimtar  los  dispersos  en  las  líneas  de  avance  de  las  diferentes  columnas : 
que  el  sitio  que  ocupan  ahora  los  ejércitos  sea  la  línea  de  demarcación,  y  que  cada  uno  lleN'e 
los  heridos  del  otro  para  entregarlos  en  los  respectivos  puestos  avanzados. 

Por  lo  que  respecta  á  la  idea  de  rendir  las  ventajas  que  este  ejército  ha  obtenido,  es 
absolutamente  inadmisible,  habiendo  tomado  también  muchos  prisioneros,  apresado  una  por- 
ción de  artillería  con  todas  sus  municiones  y  gcinando  ambos  flancos,  dejo  á  la  sinceridad  de 
V.  E.  la  comparación  de  la  situación  respectiva  de  los  dos  ejércitos.  Lamento  la  circunstan- 
cia de  haber  sido  heridos  sus  edecanes.  No  puedo  atribuirla  á  otra  cosa  que  á  las  equivo- 
caciones que  comunmente  ocurren  al  principio  de  las  hostilidades:  yo  cuidaré  de  que  no 
MicK-a  á  suceder ;  pero  tengo  que  obser\'ar  que  á  mi  edecán  le  hicieron  fuego  por  todo  el 
camino  de  las  lineas  de  V.  E.  cuando  lo  mandé  de  parlamentario  el  4  del  corriente. 

Tengo  el  honor  de  ser,  etc. 

Juan  Whitelocke. 
Al  Excmo.  señor  General  Liniers. 


Tratado  deñnilívo   acordado  «nlre    los    Generales   en  Jefe   de  las  tropas    de    S. 
M.    B-   según  los   articuloB    siguiemeB 

i"  Habrá  desde  ese  tiempo  cesación  de  hostilidades  en  ambas  bandas  del  Rio  de 
la  Plata. 

2°  Las  tropas  de  S.  M.  B.  conservarán  duranle  el  tiempo  de  dos  meses,  contados  desde 
el  dia  de  la  fecha,  la  Fortaleza  y  Plaza  de  Montevideo,  y  como  país  neutral  se  considerará 
una  linea  desde  S.  Carlos  al  Oeste  hasta  Pando  al  Este,  y  no  se  harán  hostilidades  en  nin- 
guna parte  de  esta  línea :  entendiéndose  la  neutralidad  únicamente,  en  que  los  individuos 
de  ambas  Naciones  puedan  vivir  libremente  bajo  sus  respectivas  leyes,  siendo  los  vasallos 
españoles  juzgados  por  las  suyas  y  los  ingleses  por  las  de  su  Nación. 

3°  Habrá  de    ambas    parles    una    restitución  recíproca    de  prisioneros,    incluyendo  no 
solamente  tos^queseban  tomado  desde  la  llegada  de  las  tropas  del  mando  del  Teniente  General 
Whiteiocke,  sino  también  todos  los  subditos  de  S.    M.  B.  tomados  en  la    América  del 
desde  el  principio  de  la  guerra. 

4"  Que  para  el  mas  pronto  despacho  de  los  buques  y  tropas  de  S.  M.  B,  no  se 
drá  impedimento   en  los  abastos  de  víveres  que  se  pidan  para  Montevideo. 

5°  Se  dará  el  término  de  diez  días  contados  desde  la  fecha  para  el  reembarco  de 
tropas  de  S,  M.  B.  á  fin  de  pasar  á  la  banda  del  Norte  del  Rio  de  la  Plata,  llevándose 
sus  armas  los  que  en  la  actualidad  las  tengan,  con  la  artillería,  municiones  y  equipajes, 
haciéndose  el  reembarco  en  los  punios  mas  convenientes  que  se  escojan,  y  durante  este 
término  podrán  vendérseles  los  víveres  que  necesiten. 

6°  Que  llegado  el  caso  de  la  entrega  de  la  Plaza  y  Fuerte  de  Montevideo,  que  se  ha 
de  verificar  al  cumplimiento  de  los  dos  meses  prefijados  en  el  artículo  i",  se  hará  en  los 
términos  que  se  encontró,  y  con  la  artillería  que  tenía  al  tiempo  de  su  toma. 

7°  Se  entregarán  mutuamente  tres  oficiales  de  graduación  hasta  el  cumplimiento  de 
estos  artículos  por  ambas  partes,  debiéndose  entender  que  los  oficiales  de  S.  M.  B.  que 
han  estado  bajo  su  palabra,  no  podrán  servir  contra  la  América  del  Sud  hasta  su  llegad; 
á  Europa.  —  Fecho  en  la  Fortaleza  de  Buenos  Aires,  á  7  de  Julio  de  1807,  —  Firmal' 
Saaliago  Liniers. — Cisar  Balbiani.  —  Btrnario  dt  Velasco. — Xavier  Ello. — fakH  Whiítlocl 
George  Murray. 

(Copia  literal  de  un  impreso  de  la  colección  del  Sr.  D.  Carlos  Casavalle. 


neral 

i 


.  W.  Windeham  sobre  la  sccíod  de  Buenos  Aires,  publli 
>   Setiembre   de   1B07 ,   en  Oiceta  extraordinaria 


U  de  Jiüio  de  laT. 


lada^ 


Señor:  Tengo  el  honor  de  participar  á  Vd.  para  noticia  de  S.  M.,  que  habiéndome 
juntado  en  MonteWdeo  el  15  de  Jimia  al  cuerpo  mandado  por  el  Brigadier  General  Crau- 
fiírd,  el  almirante  Murray  v  yo,  no  perdimos  un  momento  en  dar  las  disposiciones  nece- 
sarias para  atacar  á  Buenos  Aires.  Después  de  muchas  dilaciones  originadas  por  los  vientos 
contrarios,  se  efectuó  el  desembarco  sin  oposición  el  25  de  dicho  mes  en  la  ensenada  de 
Barragan,  que  es  una  bahía  pequeña  treinta  millas  al  poniente  de  la  ciudad.  Los  cuerpos 
empleados  en  esta  expedición  fueron  tres  brigadas  de  artillería  ligera,  al  mando  del  capitán 
Fraser.  Los  regimientos  5,  38  y  87  de  infantería  al  del  Brigadier  General  Sir  Samuel 
Auchmuty;  el  17  de  dragones  ligeros,  el  jCi  y  el  88  al  del  Brigadier  General  Guillermo 
Lumley;  ocho  compañías  del  regimiento  95  y  nueve  compañías  de  infantería  ligera  al  del 
Rrigadier  General  Craufurd;  cuatro  escuadrones  del  ó  de  dragones,  el  nueve  de  dragones 
ligeros,  y  los  regimientos  40  y  45  de  infantería  al  del  coronel  F.  Mahon;  y  todos  los  dra- 
gones que  estaban  desmontados  á  excepción  de  cuatro  escuadrones  de!  17  al  del  teniente 
coronel  Lloyd.  Después  de  algunas  marchas  penosas  por  un  país  cortado  por  pantanos 
y  riachuelos  profundos  y  cenagosos,  llegó  el  ejército  á  Reducción,  que  es  un  lu^r  como  á 
nueve  millas  de  distancia  dei  puente  del  Riachuelo,  en  cuya  orilla  opuesta  había  colocado 
el  enemigo  balerías,  y  establecido  una  formidable  línea  de  defensa.  Resolví  por  lo  tanto 
rodear  esla  posición,    marchando   en    dos  columnas  por  la  izquierda  y  pasando  el  rio  t 


—  119  — 

■ 

arriba»  donde  paretío  se  podía  vadear,  y  reunir  mis  fuerzas  en  los  arrabales  de  Buenos 
Aires.  Envié  al  mismo  tiempo  á  decir  al  coronel  Mahon,  quien  conducía  la  mayor  parte 
de  la  artillería  bajo  la  escolta  del  1 7  de  dragones  ligeros  y  del  regimiento  40,  que  esperase 
órdenes  ulteriores  en  Reducción. 

El  mayor  general  Lewison  Gower  que   mandaba  la  columna  derecha,   cruzó    el  rio  en 
lan  paraje  llamado  Paso  Chico,  y  encontrándose    con   un   cuerpo   del   enemigo    lo  atacó  y 
lo  desbarató  con  bizarría.     Por   ignorancia  de  mi   guia,    no   pude    reunirme   con  el  cuerpo 
]>riiicipal  del  ejército  hasta  el  dia  siguiente  en  que  formé   mi  línea,  colocando  al  Brigadier 
Oeneral  Sir  Samuel  Auchmuty  á  la  izquierda,  extendiéndola  hacia  el  convento  de  la  Reco- 
leta que  distaba  dos  millas.     Los  regimientos  3Ó  y  88  estaban  á  la  derecha;   el  Brigadier 
General   Crauíurd  ocupaba  el  centro  y  principales  avenidas  de  la  dudad  á  distancia  de  tres 
millas  de  la  Plaza  mayor  y  Fuerte;  el  regimiento  ó  de  guardias  dragones,  el  9  de  dragones 
ligeros  y  el  regimiento  45  estaban  á  su  derecha  estendiendose   hacia  Residencia.     De  este 
modo  la  audad  se  hallaba  casi  embestida.  La  disposición  del  ejército  y  la  circimstancia  de 
estar  la  ciudad  y  arrabales    subdivididos   en    manzanas    cuadradas  de  140  varas  por  cada 
frente,  junto  con  la  noticia  de  que  el  enemigo  pensaba  ocupar  las  azoteas  de  las  casas,  die- 
ron ocasión  á  formar  el  plan  de  ataque  siguiente : 

Al  Brigadier  General   Sir  Samuel  Auchmuty  se  le  mandó  destacar  el  regimiento  38  á 
apoderarse  de  la  Plaza  de  toros  y  terrenos  adyacentes,  tomando  allí  puesto;  los  regimien- 
tos 87,  5,  36  y  88  se  dividieron  en  alas,  y  se  mandó  á  cada  una  de   ellas  que  penetrase 
por  la  calle  que  tenía  en  frente.  El  batallón  ligero  se  di\4dió  en  alas  y  se  mandó  que  cada 
una  de  ellas  seguida  por  otra  del  regimiento  95,  y  un  canon    de    á  tres,    entrase    por  las 
calles  á  la  derecha.     £1  regimiento  45  debía  entrar  por  las  dos  inmediatas,  y  después  de 
haber  limpiado  las  calles  de  enemigos  tomar  puesto  en  la  Residencia.  En  la  calle  del  cen- 
tro se  pusieron  dos  cañones  de  á  seis  cubiertos  por  los  carabineros  y  tres  escuadrones*  del 
regimiento  9  de  dragones  ligeros,  y  lo  restante  de  este  se  apostó  de  reserva  en  el  centro. 
A  cada  división  se  mandó  marchar  adelante  por  la  calle  que  tenía  enfrente  hasta  llegar  á 
la    última    manzana  de  casas  inmediatas  al  Rio  de  la  Plata,   de  la  cual  debía  apoderarse, 
rormándose  sobre  las  azoteas  y  esperar  allí  mis  órdenes.  El  regimiento  95  tenía  que  ocupar 
dos  de  las  situaciones  mas  dominantes  de  las  cuales  pudiese    incomodar    al    enemigo;    se 
xnandó  que  á  la  cabeza  de  cada  columna  marchasen  dos  cabos  con  sus  hachas  para  rom- 
per y  abrir  las  puertas.     Todo  el   ejército   iba  sin   cargar  y  no  era  permitido  hacer  fuego 
liasta  tanto  que  las  columnas  hubiesen  libado  á  sus  puestos  y  formadose  en  ellas. 

El   cañoneo   de   las    calles   del   centro   debía  ser   la  señal  para  que  todos  avanzasen. 
Conforme  á  esta  disposición,  á  las  6  y  media  de  la  mañana  del   dia  5,  el  regimiento  38, 
marchando  á  su  izquierda  y  el  87  á  su  frente,  se  acercaron  al  puesto  ftierte  del  Retiro  y 
Íl  la  Plaza  de  toros,  y  después  del  ataque  más  vigoroso  en  que  padecieron  mucho  estos  regi- 
mientos, su  valeroso  comandante  el  Brigadier  General  Auchmuty  se  apoderó  del  puesto,  to- 
mando 32  cañones,  inmensa  cantidad  de  municiones  y  seiscientos  prisioneros.   El  regimiento 
5,  hallando  poca  resistencia,  avanzó  hacia  el  rio  y  tomó  posesión  de  la  iglesia  y  convento 
de  Santa  Catalina.  Los  r^mientos  36  y  88  al  mando  del  Brigadier  General  Lumley,  movién- 
dose en  el  orden  expresado  tuvieron  que  sufrir  muy  desde  luego  un  fuego  \'ivo  y  sostenido 
de  ñisileria  desde  los  tejados  y  ventanas  de  las    casas  cuyas  puertas  estaban  cerradas  tan 
fuertemente,  que  casi  era  imposible  el  forzarlas.  Las  calles  estaban   cortadas  por  fosos  pro- 
fundos en  cuyo  interior  había  cañones  que  llovían  metralla  sobre  las  columnas   que  avanza- 
ban.  Sin  embargo  de  esta  oposición,  el  regimiento  36  con  su  valiente  general  á  la  cabeza, 
U^ó  finalmente  á  su  destino;  pero  el   88,  hallándose  más  inmediato  al  ftierte  y  defensas 
principales  del  enemigo,  quedó  tan  maltratado  por  su  friego  que  fué  totalmente  roto  y  hecho 
prisionera 

Hallándose  asi  expuesto  el  flanco  del  regimiento  36,  este   regimiento   y  el  5  se  reti- 
raron al  puesto  de  Sir  Samuel  Auchmuty  cerca  de  la  Plaza  de  toros;  pero  antes  tuvieron 
el  Teniente  coronel  Bume  y  la  compañía  de  granaderos  del  3Ó  ocasión  de  distinguirse,  aco- 
metíendo  un  cuerpo  de  ochocientos  enemigos  y  tomando  y  clavando  dos  piezas   de  artillería. 
Los  dos  cañones  de  á  seis  que  iban  por  la  calle  del  centro,  encontraron  un  fuego  muy  superior, 
y    los    cuatro    escuadrones   de    carabineros    conducidos  por  el  Teniente  coronel  Kingston 
avanzaron  para  tomar  la  opuesta    bateria;    pero    herido  por   desgracia  este  valiente  oficial 
como  también  el  capitán  Bumell  que  le  seguía  en  el  mando,  el  fuego  terrible  de  las  bate- 
rías y  de  las  casas  obl^  á  estas  tropas  á  retirarse  auna  pequeña  distancia;  bien  que  con- 
tinuaron ocupando  una  posición  en  frente  de  las  defensas  principales  del  enemigo,  y  con- 
siderablemente más  avanzada  que  la  que  habían  tomado  por  la  mañana. 

La  división  izquierda  del  Brigadier  General  Craufurd  al   mando   del  Teniente  coronel 
X*ad[,  pasó  por  cerca  del  rio,  y  volviendo  á  la  izquierda  se  acercó  á  la  plaza  mayor  con  el 


—  120  — 

intentn  de  .ipfuU'rarse  djl  a»loK¡í>  de  Jcsuitiis,  sítuariün  que  dominaba  la  linca  principal  át 
defensíi  (\c\  cneinii;»);  poro  til  rLieu;()  destructor  di;  éste,  liizo  el  proyecto  impracticable,  y 
liabicndo  sufrido  una  i;r;in  pérdida  [)or  lud)er  entrado  parte  de  la  división  en  una  casa  que 
no  pudo  sustencT,  y  tlmd»;  tuvo  á  hn;vr  rato  i|ur.  rendirse :  el  rosto  después  de  ap^antar 
om  la  mayor  intrc'i)itl-jz  un  luo;;. >  horrible  y  herid»)  su  comandante,  se  retiñí  sobre  la 
división  derecha  mandada  por  el  Brigadier  (.íeneral  Crrmfurd  en  persona.  Habiendo  atrave- 
sado esta  división  hasta  el  Rio  de  la  Plata,  volvi«'>  también  á  la  izquierda  para  acercarse 
á  la  Plaza  y  I'^UTle  de  cuyo  bastión  del  norvieste  distaba  unas  cuatrocientas  varas,  cuando 
el  Brij^adier  ( u-noral  C'raufurd  sabiendo  <»1  tlescalabro  de  la  división  de  la  izquierda,  tuvo  por 
eonveniente  tomar  posesión  del  e«  «aventó  tic  Santo  Domingo,  cerca  del  cual  se  hallaba,  con  la 
intcnci«>n  de  apoderarle  tle  la  iiíle^ia  de  los  Franciscanos  que  está  mas  cerca  del  Fuerte,  en 
el  caso  de  que  el  ata<[ue  «'»  ventajas  de  alguna  de  nuestras  column;is  le  libertasen  de  algún 
modo  de  \ns  fuegos  enemigos  cpie  le  cercaban.  El  reginriento  45  hallándose  más  lejos  del 
ccnlr«>  del  enemigo,  habla  ganad»)  la  Residencia  sin  mucha  oposición,  y  el  Teniente  coronel 
Gtuird  dejándola  en  [.>oder  de  las  compañías  de  su  batallón  marduj  con  la  compañía  de  gra- 
naden)S  hacia  el  centn)  de  la  ciudad,   y  se  incori^oró  con  el  Brigadier  (loneral  Craufurd. 

Kl  enemigo  que  ahora  cenaba  el  convento  por  todas  partes,  (juiso  tomar  un  canon  de  á 
tres,  cjue  estaba  en  la  calle:  el  Teniente  «orouel  om  su  o>mpañía  y  algunos  pocos  soldados 
de  infantería  ligera  al  mando  del  mayor  Frotter  (oficial  de  gran  mérito)  quedaron  muertos, 
pero  se  salv/)  el  cafion.  El  Brigadier  (íeneral  se  vi/i  con  esto  ])recis;ido  á  ceñirse  á  la  defensa 
del  convento,  desde  el  cual  se  coiitinuí'>  liaciendt»  fuego  bien  dirigido  sobre  los  enemigos 
que  se  a(  creaban:  jkto  la  cantiilad  de  br«la>.  metralla  y  lusilena  á  que  estaban  expuestos 
lí»s  nuestpís,  les  nblig»')  á  dejar  1-»  alto  drl  ctlilicici.  Ent«)nccs  el  enemigo  en  níunero  de  seis 
mil  hombres  se  acere»'»  con  cañ«»nes  para  í'»r/.ar  las  puertas  de  madera  que  miran  al  Fuerte: 
y  el  -Iirigadicr  (Jeneral,  n-)  ten¡i'ndt>  c«»numicacion  c«»n  niniíuna  de  las  demás  columnas,  y 
juzgantlo  pi>r  la  tesa<it»n  del  fuegt»  que  las  que  estaban  <ert a  de  él  no  habian  tenido  mejor 
f<írtuna.  se  rinilit'»  á  las  cuatro  de  la  tarde. 

El  resiilladt)  de  la  ac*  ion  di-  este  «lia  nn:  hal»ía  dejndi»  en  posesii»n  de  la  Plaza  de 
toros,  puest'"  hurte  á  la  derecha  tiel  enemigo,  y  de  la  Residencia,  que  es  otro  puesto 
fuerte  á  su  iz(jui<iila:  y  yo  ocupaba  una  ]>o^i(i(>n  avanzada  delante  de  su  centro;  pero 
estas  ventaja>  habían  ««'stado  más  de  d«»s  mil  quinient<»s  hombres  entre  muertos,  heridos 
y  |)risionen)S.  Kl  fui-go  á  vjue  las  trop.is  esiu\¡eron  expuestas  fué  violento  en  extremo.  Me- 
tralla en  las  coquinas  de  loólas  las  calles  fusilería,  granadas  de  mano,  ladrillos  y  piedras 
tiradas  <lesde  los  icjad'is  de  las  casas:  catla  |)r(»pieiari'>  nm  >us  negros  defendiendo  su 
habitatúon,  eada  una  de  las  cuales  era  una  verdatlera  fortaleza,  y  quizá  no  sea  ponderación 
decir,  que  no  había  rw  líuenos  Aires  hi»nil>re  que  no  estuviese  empleavlo  en  su  defensa. 
Tal  era  la  siiuaeimí  il«»|  cjénit.»  en  la  mañana  del  o,  mando  el  (ieneral  Liniers  me  dirigió 
una  carta,  ofn-eicndo  entregarme  t«idos  los  prisi<íneros  h<-chos  en  la  pasada  acción,  con  el 
regimientt)  71  y  otros  ««igidos  (»)n  el  Brigadier  <  Ii-neral  Beresforil,  con  tal  que  desistiese 
vo  de  .ilacar  la  cuid.id  v  retirase  las  fuerz.is  de  S.  M.  del  Ri»)  de  la  Plata,  intimándome 
al  niism»»  tiemp'»  ^lue  la  e\aspí.Ta«ion  ilel  populaehí)  no  le  ]K*rmitia  responder  de  la  segu- 
ridad de  los  prisioneros,  si  yi>  persistía  en  obrar  ofensivamente.  Moviilo  por  esta  conside- 
ración (que  ptir  conduelo  mas  según»  sabía  ser  fundatla),  y  letlexionando  el  poco  fruto  que 
resultaría  de  la  ])osesion  de  un  j)aís  cuyos  habitantes  e.stán  tan  enconados  con  nosotros, 
resolví  abandonar  1;ls  ventajas  (jue  habííi  conseguido  la  valentía  de  las  tropas,  y  accedí  al 
tratado  adjunto,  (jue  confí«>  tendrá  la  aprobación  de  S.  M. 

Nada  más  me  queda  que  añadir,  excepto  la  alabanza  de  la  conducta  del  almirante 
Murray  que  ha  contribuido  constantemente  con  el  mayor  esfuerzo  al  buen  éxito  de  las 
opi;racioni-s  del  ejército.  El  eaj)itan  Rowley,  de  comandante  de  los  marineros  en  tierra; 
el  capitán  iíayntem  dt;l  navit)  de  S.  ]\1.  A/rica,  cine  dirigi<'>  el  desembarco,  y  el  capitán 
Thompson  di-l  Fh\  que  mand«')  las  lanchas  «añoneras  y  (jue  antes  habla  contraído  un  mé- 
rito muy  señalado  en  el  reconocimiento  ilel  rio:  todos  merecen  mis  mas  expresivas  gracias. 

(Siguen  los  eU»gi«»s  de  varios  oficiales.) 


Tengo  el  honor,  etc. 


Juan  Wiiitelocke, 

TiMiieiite  (iencral. 


—  121  — 


Parte  de  don  Santiago  Liniers,  Comandante  de  las  fuerzas    españolas,  dando  cuenta  del  ataque 

de  la  invasión  inglesa. 

Serenisimo  Señor: 

Después  de  lo  que  tuve  el  honor  de  manifestar  á  V.  A.  S.  á  13  de  Mayo  próximo 
pasado  acerca  del  estado  en  que  se  hallaban  las  tropas  voluntarias  congregadas  para  la 
defensa  de  esta  Capital,  y  fundadas  esperanzas  que  alimentaba  de  conseguir  una  completa 
victoria  sobre  los  enemigos,  por  la  sin  igual  constancia  que  notaba  en  el  entusiasmo  de  todas 
aquellas,  tengo  la  satisfacción  de  hacer  presente  á  V.  A.  S.  de  haberse  logrado  enteramente  en 
los  términos  que  voy  á  manifestarle. 

Los  enemigos  continuaron  sus  disposiciones  para  el  embarco  de  las  tropas  que  debían 
atacar  esta  Ciudad;  y  no  obstante,  los  puntuales  y  exactos  avisos  que  tuve  p>or  los  confidentes 
de  Montevideo  de  que  su  número  excedía  de  6.000  hombres,  sin  contar  las  tropas  de  refuerzo 
que  habian  venido  de  Londres  al  mando  del  general  Craufurd,  y  que  cuidaron  de  no 
desembarcar,  publiqué  en  25  del  inmediato  Junio,  después  de  la  revista  general  que  pasé  á 
todas  las  trop)as,  la  proclama,  de  que  acompaño  un  ejemplar  con  el  n°  i,  en  la  que  les  hice  enten- 
der que  el  número  de  enemigos  era  solo  de  4.000  hombres;  cuyo  ardid  fué  inútil,  vista  la 
bizarría  de  ima  tropa  que  venció  un  enemigo  más  numeroso  que  ella  y  había  decretado,  al 
tenor  de  mi  proclama,  vencer  ó  morir. 

Las  embarcaciones  enemigas  empezaron  á  avistarse  en  número  considerable  el  dia   23, 
siendo  puntuales,  frecuentes  y  anticipados  los  avisos   que   tuve  de  la  £nsenada  y  vigías  de  la 
costa;  el  27  se  presentaron  á  la  vista  de  esta  Capital  más  de  80  buques  á  la  vela,   en   ademan 
de  dirigirse  á  Balizas;  pero  después  fueron  desapareciendo  y  se  dirigieron  á  la  Ensenada  de 
Barragan,  donde  empezaron  á  desembarcar  las  tropas  el  28,  y  trataron  de  atravesar  el  bañado, 
de  que  tuve  los  más  exactos  avisos.  Ninguna  situación  podía  ser  más  favorable  para  atacarlos; 
pero  consideré   que    para   efectuarlo,  necesitaba  disminuir   mi    ejército  debilitándolo  en  una 
tercera  parte  á  lo  menos;  en  cuyo  caso,  correría  el  riesgo  de  que  reembarcándose  el  enemigo, 
me  acometiese  con  ventaja  en  otro   punto   más  inmediato  á  la  Ciudad,  distando  de   ésta  la 
Ensenada  14  leguas,  y  con   esta    consideración  me  contenté    con  hacerlo  observar  por  varios 
piquetes  de  mi  caballería;  las  dificultades  inmensas  que  tuvo  que  vencer  el  ejército  mglés  en  su 
marcha  fueron  incalculables,  á  pesar  de  que  cerca  de  un  mes  de  seca  las  había  aminorado  no 
en  i>equeña  parte :   tardó  hasta  el  dia  i**  del  corriente  en  llegar  á  los  Quilmes,    punto   que    yo 
"había  abandonado,  haciendo  replegar  el  destacamento  y    artillería   que  allí  tenía,   al  puente 
de  Barracas,    sobre  la  orilla   oriental  del   Riachuelo;   y  este  mismo  dia  marché  con  todo  mi 
ejército  y  artiUería   á  situarme  en   el   propio  paraje,  formando  mi  línea    de  batalla  N.  S.,  la 
ala    derecha    con    alguna   oblicuidad,  tanto  por  convenirme    más    esta     situación,     cuanto 
por  la  cualidad  del  terreno.  Mi  ala  derecha  se  hallaba  al  mando   del   coronel    D.   César  Bal- 
biani,  con  banderola  roja;   la    izquierda,  por  el    de  la  misma  clase  D.  Bernardo  de  Velazco, 
Gobernador  del  Paraguay  y  Misiones,  con  banderola  blanca;  y  el  centro   por  el   coronel   don 
Javier  Elío,  con  banderola  azul,  la  artillería  de  batalla  y  obuses,  en   número   de  24  piezas 
interpoladas  en  la  línea,  y  toda  la  de  grueso  calibre  á  la  izquierda  en   número  de   4,   formé 
una  segunda  línea  de  reserv-a,  compuesta  de  dos  divisiones   con  seis  cañones  de  á  ocho  y  dos 
obuses,  debiendo  yo  tomar  al  momento  del  ataque  la  cabeza  de  la  división  de  la  derecha,  y  el 
capitán  de  navio  y  gobernador   de    Córdoba,  don    Juan  Gutiérrez    de   la  Concha,  la  de  la 
izquierda  para  cargar  al  enemigo    por   sus  ñancos.  La    noche  fué  cruel  por  el  mucho  frió    y 
varios  chubascos  de  agua  que    sufrió  mi  tropa  con  la  mayor  constancia,   no  oyéndose  más 
que  voces  de  alaría  en  las  varias  rondas  que  pasé  durante  la  noche,  la  que  pasaron  los  ene- 
migos en  la  estanzuela  de  Santo  Domingo. 

Amaneció  despejado  el  dia  dos  y  marché  100  pasos  á  mi  frente  guardando  el  mismo  orden. 
Toda  la  mañana  observaban  mis  tropas  de  caballena  lijera  en  pequeñas  paitidas  los  movimientos 
de  los  enemigos,  haciendo  escaramuzas  en  sus  puestos  avanzados;  á  las  10  me  avisaron  que  se 
había  puesto  en  movimiento,  y  que  marchaba;  y  no  dudando  que  venía  á  atacarme,  corrí  las 
lineas  animando  á  mis  tropas,  diciéndoles  que  el  Santo  del  dia  era  Santiago  y  la  victoria,  y  que 
á  ella  íbamos:  al  momento  me  resp>ondieron  todos  con  tales  aclamaciones,  que  no  dudé  un  solo 
instante  de  haberla  conseguido  completa  si  el  General  Witelocke  me  hubiese  atacado;  pero  éste 
desfiló  su  ejercito  por  la  izquierda,  y  mis  esploradores  me  anunciaron  que  se  dirigía  á  pasar  el 
Riachuelo  por  el  Paso  chico  ó  por  el  de  Burgos:  rompí  inmediatamente  en  columna  por  midere* 
cha  y  le  presenté  segunda  vez  batalla  en  ángulo  recto  á  mi  primera  posición,  apoyada  mi  ala 

x6 


derecha  al  Paso  chico,  habiendo  dejado  mi  reser\'a  para  la  defensa  del  Puente;  pero  burló  ftx^* 
mi  esperanza  y  fué  á  pasai  el  río  á  otro  vado  más  al  oeste:  entonces  determinéy  pensé  cortarlo 
eo  su  marcha,  volviendo  yo  á  repasar  el  puente  con  mi  segunda  y  tercera  columna,  dejando  en 
mi  anterior  situación  la  primera  y  el  cuerpo  de  reserva  con  la  artillería  gruesa,  por  haber  tenido 
aviso  que  otro  cuerpo  venía  en  la  dirección  del  citado  puente;  pero  por  más  que  quise  esforzar 
mi  marcha  con  las  dos  columnas  expresadas,  mis  tropas  rendidas,  caminaban  por  terrenos  pan- 
tanosos y  albardones,  adelantaban  poco,  y  por  esto  determiné  hacer  tirar  una  división  de  artille- 
ría con  la  caballería  y  tomandir  la  cabeza  gané  el  altnde  la  barranca  y  fui  á  situarme  á  los 
ciírrales  del  Miserere,  por  ios  que  me  avisaron  que  ae  dirigía  el  etiemigo,  quien  coq  la  más  increi- 
ble  diligencia  había  hecbo  una  marcha  de  más  de  cuatro  leguas.  Efectivamente,  vi  asomarse 
alguna  tropa  ligera,  sobre  la  que  rompí  el  fuego,  y  que  dispersé  al  momento;  en  el  mismo  liem- 
poseme  incorporó  el  jefe  déla  columnablanca,  pero  con  solo  el  terdo  de  Vizcaya  y  el  de  arrí- 
benos incompletos,  y  el  segundo  escuadrón  de  húsares  con  algunos  miñones  y  soldados  del  Fijo, 
y  el  escuadrón  de  cazadores.  A  poco  rato  llegó  ta  columna  Inglesa,  compuesta  de  más  de  1500 
hombres,  que  se  situó  detrás  de  un  largo  cerco  de  tunas  que  tenía  á  mi  frente  y  rompió  un  fu^o 
sostenido  de  mosquetería  al  que  respondí  gallardamente  con  mi  artillería,  y  poco  más  de  5cx> 
hombres  de  infantería  y  100  de  los  arribeños  que  estaban  solo  armados  de  picas;  la  proxi- 
midad de  la  noche,  y  el  haberse  atrasado  el  resto  de  las  dos  columnas,  me  ponía  enlamas 
critica  situación,  por  lo  que  mandé  replegar  la  artillería,  movimiento  que  ejecutado  bajo  un 
vivo  fuego  y  con  pérdida  de  los  caballos  no  pudo  efectuarse  sin  algún  defecto:  perdí  tres  piezas 
de  artillería,  que  dejé  clavadas;  á  mi  ayudante  D.  Manuel  de  Arce  le  llevaron  una  charretera 
de  un  balazo,  y  hallándome  desparramado  y  cortado,  tuve  que  seguir  con  un  trozo  de  caballería 
por  callejones  que  me  apartaron  de  la  dirección  de  la  Ciudad,  con  lo  que  cerró  enteramente  la 
noche  y  empezó  állover^  Esta  acción,  algún  tanto  desgradada,  ha  sido  talvez  la  que  nos  ha 
dado  la  victoria,  porque  habiendo  perdido  los  enemigos  más  de  trescientos  hombresynueveoficia- 
les,  y  considerando  que  las  tropas  con  que  les  presenté  batalla  eran  solo  las  de  mi  vanguardia, 
detuvieron  su  marcha,y  aun  la  deotra  columna,  que  tuve  noticia  se  encaminaba  directamente 
á  la  Ciudad  y  la  hubiera  atacado  esa  misma  noche,  imponiéndoles  désele  entonces  no  poco 
terror  el  efuerzo  y  animosidad  de  mis  tropas. 

Mi  punto  de  reunión  era  la  Chacarita  de  los  Colegiales;  pero  la  oscuridad  de  la  noche 
me  impidió  lomarla;  y  e!  riesgo  inminente  que  tenia  de  caer  en  alguna  avanzada  de  loi 
enemigos,  si  me  estraviaba,  me  hizo  determinar  íi  pasarla  en  una  casa,  en  la  que  tuve  \ 
noche  mas  amarga  que  jamás  he  sufrido;  al  amanecer  del  día  ,í  me  transferí  3 
Chacarita,  á  donde  encontré  aigtmas  piezas  de  á  12  de  lu  batería  de  la  Recoleta,  que  e 
las  que  habla  salvado  componían  el  ni'unero  de  11,  marché  iimiediatamenle  á  la  ciudad, 
en  la  que  habían  entrado  todas  las  densas  tropas,  inclusas  las  de  la  columna  roja  que  estaban 
ya  distribuidas  por  las  azoteas  de  las  casas  de  las  ocho  entradas  de  la  Plaza,  á  cuyas  bocas' 
se  hallaba  asestada  la  artillería  según  mi  plan  de  defensa,  todas  nuestras  tropas  lijeras  y 
varios  voluntarios  de  los  diferentes  cuerpos  de  patricios  y  veteranos  se  hallaban  dispersos  en 
partidas  de  guerrillas;  en  el  Retiro  se  hablan  situado  el  Capitán  de  Navio  D.  Juan  GutierrcJ! 
de  la  Concha,  con  el  cuerpo  de  Marineros  que  yo  había  desembarcado,  haciendo  entrar 
todas  las  embarcaciones  de  guerra  en  el  Riachuelo,  por  considerarlas  inútiles  para  la  defensa 
de  la  plaza  en  vista  del  numero  de  los  enemigos,  y  reforzarme  con  sus  tripulaciones  y 
guarniciones,  que  formaban  un  cuerpo  de  mas  de  400  hombres,  habiendo  igualmente  man- 
dado pegar  fuego  á  un  brulote  que  tenia  preparado,  después  de  arrojar  los  principales 
mixtos  y  mina  al  agua,  y  asi  mismo  quemé  una  üagata  apresada  que  estorbaba  el  fuego 
de  las  baterías,  y  la  compañía  de  granaderos  del  tercio  de  Galicia,  que  se  colocó  en  la 
Plaza  de  Toros.  Este  propio  dia  se  recibió  un  parlamento  del  General  Inglés,  queriendo 
hacerme  algunas  proposiciones,  á  que  se  contestó  lo  verificase  por  escrito:  lo  ejecutó  en  los 
ténninos  que  aparece  de  la  copia  núm.  2,  al  que,  por  hallarme  aim  fiíeta  de  la  plai 
estando  concebido  con  tanta  arrogancia  como  la  de  solicitar  la  entrega  de  ella,  queí' 
prisioneros  de  guerra  no  solo  los  oficiales  militares,  sino  aun  los  empleados  civiles,  sin  ot|j 
concesión  que  el  libre  uso  de  la  religión  y  el  respeto  de  las  propiedades  privadas,  conté 
á  mi  nombre  el  Coronel  D.  Javier  Ello  con  la  energía  y  decoro  correspondientes,  hacién- 
dole entender  que  no  se  oiría  proposición  que  pudiera  diríjirse  á  rendir  las  armas,  y  que 
hallándose  con  tropas  llenas  de  deseo  de  morir  en  defensa  de  la  patria  era  llegada  la  ocasicM) 
de  manifestar  su  patriotismo,  como  se  reconoce  de  la  copia  núm.  5. 

El  citado  dia  y  el  4  siguiente  no  ofrecieron  acaecimiento  alguno  de  consideración,  sino 
pocas  acciones  parciales  de  guerrilla:  los  aproveché  para  abrir  unas  trincheras  á  una  cuadra 
al  frente  de  las  ocho  calles  de  la  plaza,  de  seis  varas  de  ancho  y  cuatro  de  profimdidad, 
arrimando  por  nuestros  lados  unos  tablones  para  facilitar  las  comunicaciones,  haciendo  subir 
sobre  las  azoteas  las  piedras  que  se  sacaron  de  las  calles  y  habiéndolas    provisto  antes    détfl 


nocne 
ie    los^ 
uve  Ij^l 

le^^H 


—  123  — 

buen  número  de  granadas  y  frascos  de  fuego.  £1  Greneral  Inglés  me  repitió  ofido,  qne  eft  A 
señalado  con  el  num.  4,  en  que,  haciendo  alarde  de  su  fuerza,  me  estimulaba  de  nuevo  á 
capitular  bajo  honrosas  condiciones,  por  principios  de  humanidad,  según  decía,  y  evitar  la 
efusión  de  sangre.  Mi  contestación,  que  es  la  copia  núm.  5,  fué  decirle  con  la  energía  y 
decoro  correspondientes,  que  mientras  tuviese  municiones  y  se  conservase  en  la  guarnición  y 
vecindario  el  espíritu  que  los  animaba,  jamás  admitiría  propuesta  alguna  de  entrega,  pues 
me  sobraban  medios  para  resistir  su  esfuerzo,  y  que  los  derechos  de  la  humanidad  que 
redamaba  mas  bien  eran  vulnerados  por  él,  que  era  el  agresor,  que  por  mí,  que  solo  trataba 
de  cumplir  con  los  deberes   del   honor. 

£1  dia  5,  á  las  seis  de  la  mañana,  empezó  el  ataque  por  el  Retiro,  que  bien  pronto  se 

hizo  general  en  todos  los  puntos :  -tres  horas  y  cuarto   se  mantuvo  aquel,  á  pesar  de  haber 

sido  atacado  p>or  mas  de  2000  hombres,   que  acometieron  por  todas  las   entradas    de  este 

Puerto:    fué  muerto  en  él,  el  alférez    de    fragata  D.  José  Ri vas,  y  heridos  los  tenientes  de 

navio  D.  Cándido  Lasala,  D.  Antonio  Leal  de  Ibarra,  el  de  fragata  D.  Benito  Correa,  y  el 

alférez  de  la  misma  clase   D.  Manuel  Villavicendo,  y  cinco  ofidales  mas  de  los  otros  cuerpos. 

jEI  Comandante  Concha  recibió  un  balazo  en  el  sombrero,  y  una  contusión  en  la  espalda  de 

otro  rebote:  habiendo  perdido  mas  de  doscientos  hombres  entre  muertos  y  heridos,  y  habién- 

cioseles  acabado  las  municiones  de  la  artillería,  no  obstante  sus  copiosos  repuestos,  pensó  en 

retirarlas  y  meterse  en  la  plaza,  lo   que  no  pudo  ejecutar  por  hallarse  cercado  de  enemigos,  y 

liubo  de  quedar  prisionero  con  el   capitán  de  fragata  D.  Juan  Ángel  Michelena,  los  tenientes 

<ie  navio  D.  Cándido  Lasala,    D.  José  Posadas  y    D.    Jadnto  Romarate,   los  de  fragata  don 

3Ianuel  Iglesias,   D.  Benito  Correa,   D.    Domingo   Allende  y  D.  José   Miranda,  los  alféreces 

^e  navio  D.    Federico  Laros    y  D.   Jacinto  Butter  y  los  de  fragata  D.  José  Aldana  y  don 

!Martin  Asas. 

Los  ataques  por  los  demás  puntos  de  la  Ciudad  fueron  muy  felices:  á  cada  momento  se 
'tomaban  prisioneras  partidas   crecidas  de  tropa  y  oficiales  en   las    calles  y  en  las   casas  en 
que  se  querían    fortificar:  estos    apresamientos  y   el   enardcdmiento    de  la  tropa    española 
atrajeron    algunas  desgradas.  Bajo  una  apariencia    de    parlamento,   fué  muerto  mi   primer 
ayudante  el  teniente  de  navio  don  Baltasar  Unguera,  desde  el  Convento  de  Santo  Domingo, 
y  el  coronel  D.    Javier  Elio,  el  capitán  de  artillería    urbana   D.  José   de  Pasos,  gravemente 
herido.    Mi  recomendable  edecán  D.   Manuel  de  Arce,  que  hada  á  mi   lado  sus  primeras 
armas,  y  se  había  mostrado  con  el    mayor  denuedo  en   el    combate  del  Miserere,  fué  igual- 
mente muerto  en   la  calle  de   las  Catalinas.  Últimamente,   sabiendo  que    se    hallaba  en  .el 
expresado  Convento  de  Santo  Domingo  el  general  Craufurd  con   más  de    1000  hombres,   le 
mandé  intimar  la  rendición,  asegurándole  que  no  tendría  la  misma  condescendencia,    que  en 
igual  caso  había  observado  el  general  de  Canarias,  y  que  iba  á  echar  abajo  el  Convento.  Su 
respuesta  fué  llena  de  arrogancia  diciendo  á  mi  ayudante  que  bien  lejos  de   rendirse,  pensaba 
que  yo  le  pedía  capituladon,  y  que  iba  á  avanzar  á  la  bayoneta:   sobre  esta  respuesta  dispuse 
un  formal  ataque,  mandando  arrimar  artillería,  y  empece  á  batir  la  torre   desde  el  fuerte,  lo 
que  bien  pronto  le  obligó  á  enarbolar  la  bandera   blanca;  y  habiendo  mandado  al   coman- 
dante de  la  columna  azul,  se  entregó  el  general  Craufurd  con  930    soldados  desarmados.  En 
estas  circunstancias,  hallándome  con  2.000  prisioneros,  105  oficiales,  entre  los  cuales  se  nume- 
raban varios  coroneles  y  el  expresado  general,  y  considerando   que  á  lo  menos   excedería  en 
mucho  el  número  de  los  muertos  y  heridos;   debiendo  reñexionar  que  la  pérdida  de  uno  de 
mis  soldados,  honrado  ciudadano,  vasallo  fiel  y  padre  de   familia,   no  podía  compensarse  con 
la  triste  gloria  de  acabar  de  destruir  las  reliquias  del  ejército  enemigo;  que  aun  conseguido 
este  fin,  me  hallaba  imposibilitado  de  conservar  tantos  prisioneros,  prescindiendo  del  inmenso 
gasto  de  su  manutención;  y  que  últimamente  me  había  de  costar  nueva  expedidon  la  recon- 
quista de  Montevideo,  con  el    parecer  de  los  coroneles  Velazco  y  £lío,  el   del  Sr.   Fiscal  de 
lo  Civil  D.  Manuel  Genaro    Villotas,  y  de  todo  el  Cuerpo  Municipal,  determiné   mandar  un 
{parlamentario  al  general  inglés  exponiéndole   las   ventajas   que    acababa  de   tener  sobre  sus 
tropas;  y  que  para  darle  una  nueva  prueba  de  la  generosidad  y  humanidad  esp>añola  siempre 
q[ue  consintiera  en  reembarcarse   y  entregarme  la  plaza   de  Montevideo,    le   devolvería   no 
solo  todos  sus  prisioneros,  sino  también  los  que  se  habían  hecho  al  mayor  general  Berresford, 
según    aparece  de    la  copia  n**  6.  Su  respuesta,  que  es  la  que   contiene   la   del   n*   7,   fué 
insignificante  en  cuanto  á  mi  propuesta,  y  en  conclusión  me  pedía  una  suspensión  de  armas 
por  24  horas :  le  contesté  verbal  mente  que  ya  que  mis  miras  de  humanidad  no  le  adecuaban 
^mapezaría  de  nuevo  dentro  de  un  cuarto   de    hora  los   horrores  de  la  guerra.  £fectivamente, 
'volvi  á  romper  el  fuego;  f)ero  apenas  pasó  una   hora   cuando  volvió  un   parlamentario  con  la 
«zarta  del  general  inglés,  que  contiene  la  copia  n°  8,  proponiéndome  un  armistido  hasta  que 
xne  mandase  un  oficial  superior  para  tratar  sobre  los  puntos  de  mis  proposidones  condliato- 
xias;  en  efecto,  convenimos,  con  corta  diferencia,  en  nuestro  tratado,  pidiéndome  el   Comisario 


;ga1o   de 
ario,  ql^^ 


hasta  lai  doce  del  día  siguiente  para  la.  aprobación    del  general  i3e  mar;  la  que   i 

forme  á  la  hora  indicada  y  ea  la  del   n"  9,  con  cuya  vista  se    arregló  y  ñrmo  el  tratado  que 

acompaño  bajo  el  número  lo. 

No  cabe,  señor,  en  expresión  alguna,  el  valor  y  entusiasmo  sin  igual  de  todos  los  cuerpos; 
cada  uno  lia  tratado  de  distinguirse:  ofídales  y  soldados  solicitaban  con  ansia  las  ocasiones 
de  mayor  riesgo,  y  han  excedido  á  los  cuerpos  reglados  en  disciplina  y  subordinación.  Todos 
igualmenle  son  dignos  de  elugio:  y  yo  me  reservo  hacer  en  papel  separado  la  recomendación 
que  considero  de  justicia,  detallando  las  acciones  particulares  de  cada  cuerpo  y  de  cada 
individuo  que  se  halla  distioguido,  para  que  S.  M.  pueda  dispensar  con  la  munificencia  que 
acostumbra  las  gradas  que  tenga  por  conveniente  a  un  pueblo  generoso,  que  abandonando 
con  la  mayor  constanda  ptor  el  término  de  1 1  meses  su  industria,  su  comercio  y  el  regalo 
sus  casas,  por  dedicarse  únicamente  á  adiestrarse  en  el  manejo  de  las  armas, 
dejar  bien  puesto  el  honor  de  ellas,  conservando  á  su  majestad,  con  la  defensa  de  t 
y  oposición  hecha  al  enemigo,  la  posesión  de  estos  interesantes  dominios,  en  que  índuda^ 
mente  se  hubiera  ido  internando  rápidamente. 

Cualquiera  expresión  mia  es  muy  inferior  á  lo  que  juzgo  merece  este  vedndario,  qlÜ 
no  ha  dudado  sacrificar  su  descanso,  sus  intereses  y  sus  mismas  vidas,  para  servir  de 
modelo  de  fidelidad  al  mqor  de  los  soberanos  y  de  ejemplo  de  patriotismo  á  codos  los 
que  tienen  la  dicha  de  ser  sus  vasallos,  y  de  ser  gobernados  por  las  más  sabias  leyes  del 
universo. 

El  Cuerpo  Municipal  ha  sido  el  prindpal  móvil  para  mantener  este  generoso  entu- 
siasmo, proveyendo  de  caudales  en  las  urgendaa  durante  este  tiempo,  y  dando  ejemplo  de 
fidelidad :  desde  el  momento  del  ataque  no  desamparó  la  Plaza,  dando  las  más  oportunas 
providencias  para  el  abasto,  custodia  de  los  prisioneros  y  asistencia  de  los  heridos,  despre- 
ciando el  peligro  que  le  rodeaba,  de  que  advertí  varías  veces  al  alcalde  del  primer  voto 
D.  Martin  Alzaga,  á  D.  Manuel  Ortiz  Basualdo,  fiel  ejecutor,  y  al  reidor  don  Manuel  ' 
Agüero,  particularmente  en  ocasión  en  que  al  primero  le  cayó  una  bala  á  los  pies.  El 
fiscal  de  lo  Civil  el  Sr.  D.  Manuel  Gemro  Villotas  se  presentó  igualmente  en  la  plaza,  con 
mayor  denuedo  el  día  5,  y  fué  uno  de  los  que  presenciaron  la  conferencia  que  tuve  para 
formar  el  tratado. 

Tampoco  puedo  olvidar  lo  mucho  que  me  ha  ayudado  para  poner  esta  Ciudad  en  el  esta- 
do de  defensa  que  ha  hecho,  el  Coronel  don  César  Balviani  que  desde  la  época  de  la  recon- 
quista ha  servido  á  mis  órdenes,  como  dije  íi  V.  A.  S.  en  otra  ocasión,  desempeñando  con 
conocimiento  los  encargos  de  Mayor  General  y  Cuartel  maastre  general,  siendo  uno  de  los  oficia- 
les que,  en  clase  de  rehenes,  pasó  i  Londres  al  cumplimiento  de  lostratados;  ni  tampoco  á  los 
Coroneles  don  Bernardo  de  Velasco,  Gobernador  del  Paraguay  y  Misiones,  don  Javier  Ello, 
comandante  de  la  compañía  de  Montevideo  y  el  capitán  de  navio  don  Juan  Gutiérrez  de  la 
Concha,  intendente  de  Córdoba,  quienes  con  sus  luces  y  conocimientos  mihtares  han  contri- 
buido en  mucha  parte  al  logro  de  tan  completa  é  insigne  victoria,  lograda  por  unas  tropas 
voluntarias  sobre  un  ejército  de  io,o<x»  hombres  de  tropas  escogidas,  con  5  generales  y  cre- 
ado número  de  oficiales  de  graduación,  de  que  entre  prisioneros,  muertos  y  heridos,  perdieron 
en  un  solo  dia  mas  de  jooo.  Los  de  nuestra  parte  lo  verá  V.  A.  S.  detallados  en  el  estado 
adjimto  señalado  en  el  num,  1 1,  llorando  entre  los  muertos  al  comandante  del  tercio  de  Arri- 
beños don  Pió  de  Gana,  cuya  actividad,  valor  y  patriotismo  lo  habían  hecho  distinguirse 
entre  los  demás  de  sudase,  y  la  del  Teniente  de  Navio  don  Cándido  de  Lasala  de  resulta 
de  sus  heridas:  quedándome  la  satisfacción  de  haber  cumplido  con  lo  que  ofireá  á  V.  A.  S.  en 
mi  cartel  del  10  de  Setiembre  del  año  próximo  anterior  y  con  lo  que  de  su  orden  se  me 
encarga  por  su  Secretario  don  Antonio  Samper  en  la  de  27  de  Marzo  del  presente. 

A  las  escenas  de  los  horrores  de  la  guerra  sucedieron  las  de  urbanidad  en  el  mayor 
esmero  en  el  cuidado  de  los  heridos;  visitar  á  los  generales  Ingleses  los  que  me  pagaron  la 
visita,  y  admitieron  un  brillante  convite  al  que  concurrieron  todos  los  Jefes  de  todos  los  cuer- 
pos, magistrados,  prelados  y  empleados,  con  los  principales  vecinos  del  pueblo;  el  General 
Witelocke  hizo  la  demostración  de  quenohallando  como  manifestarme  su  agradecimiento  á 
la  generosidad  que  había  usado  con  sus  prisioneros,  y  humanidad  con  que  había  tratado  á 
sus  heridos,  me  suplicaba  admitiese  una  espada  en  testimonio  de  ello,  de  lo  quedaría  parte  á 
su  corte:  correspondí  á  esta  fineza  con  varias  predosidades  de  historia  natural,  lo  que  espero 
merecerá  la  aprobadon  de  V.  A.  S.  en  quien  resplandecen,  como  en  todo  buen  español, 
cualidades  de  cortés  y  valiente. 

Dios  giuarde  á  V.  A.  S.  muchos  años, 

Bmho*  Airea,  31  d«  Jolio  i»  1607.  ' 

Excmo.  Sr. 

Santiago  Liniers. 


CALLE  BOLrVAFt 

Ste  es  el  nombre  del  guerrero  sud-amei-icano  que  dio  vida  y  ser  político  á 
cuatro  naciones  preponderantes  que  hoy  se  disputan  los  florones  del  pro- 
greso y  espectabilidad,  continuando  en  seguida  la  reconquista  al  imperio  de  !a 
libertad  é  ¡mdependencia  del  reino  del  Perú,  ya  desmantelado  ó  irapresionado 
con  los  primeros  efluviosde  aquellos  sagrados  principios  de  existencia  política 
porel  denuedo  y  ciencia  militar  del  primer  Capitán  deaquella  gloriosa  época, 
D.  José  de  San  Martin. 

Este  territorio  conocido  en  aquel  tiempo  por  Alto  Perú  y  hoy  Bolivia, 
acibió  el  honorífico  cuan  inestimable  presente  de  su  soberana  autonomía  en 
Bcélebre  batalla  deAyacucho,  cuyas  proezas  de  valor  inmortalizaron  nombres 
i  ciudadanos  argentinos,  chilenos,  peruanos  y  colombianos,  pero  cuyo 
mtismo  de  nación  libre  é  independiente,  gozando  ya  de  sus  sublimes  atri- 
tos, consagrara  el  ínclito  San  Martin  en  su  famosa  expedición  a!  Perú, 
b'echando  al  enemigo  en  un  círculo  reducido  y  penoso. 

Sin  embargo,  el  Gobierno  del  Perú  agradecido  por  tan  preciosos  dones, 
(Biso  patentizar  su  reconocimiento  y  gratitud  á  los  vencedores  de  Guaqul, 
Vilcapugio,  Ayouma,  Sipesípey  Torata,  denominando  á  todo  el  territorio  Re- 
públka  liolwar,  y  a  la  Capital  de  ésta  Sucre. 

Fué  en  esta  época  cuando  nuestro  gobierno  llamó  Bolívar  &  una  de  nuestras 
calles,  pero  DO  para  perpetuar  al  héroe  del  .Chimborazo,  sino  para  dar  una 
nueva  muestra  de  amistad  á  la  naciente  República. 

Nada  hemos  encontrado  en  las  obras  que  hemos  pulsado  que  se  refiera  á 
■degeneración  de  nombre  que  ha  sufrido  aquel  Estado,  llamándose  hoy  Repi't- 
'o  de  Bolivia;  sinembargo,  un  recuerdo  remoto  que  conciiia  con  probabiüda- 
6  racionales  respecto  del  cambio,  permite  darnos  lasiguiente  explicación; 

CoD  muy  raras  excepciones  era  la  única  nación  que  se  habla  apellidado 
Indose  un  nombi-e  de  terminación  masculina,  habiendo  desechado  otro  del 
mo carácter  (el  de  Perú),  y  echando  una  ojeada  por  la  vieja  Europa,  se 
tevenciómas  de  aquello  que  le  parecía  ya  una  exentricidad. 

Eaefecto:  Inglaterra,  Francia,  España,  Alemania,  Italia,  Rusia,  Austria, 
Wgría,  etc.,  etc.,  habían  adoptado  iiombresesencialmente femeninos  y  como 
WncesnosotrossegMiamos  los  últimos  pormenores  de  nuestras  madres  de 
kivilizacion,  concibieron  la  idea  de  cambiar  aquella  denominación  adaptán- 
la&  esta  co.stumbre,  sin  bori-ar  por  eso  la  idea  que  aquella  trataba  de  inmor- 


El  vocablo  Boiivia  llenaba  ambas  condiciones:  sus  radicales  recordaban  al 
iooquistador  y  su  terminación  era  femenina;  desde  entonces  adoptó  este 
mbrepor  causa  tan  singular. 

'  En  nuestras  calles  ¡a  primera  denominación  no  se  ha  alterado,   conser- 
^dose  hasta  hoy  en  ios  tableros  municipales. 


—  126  — 

Bolívía  es  una  de  las  naciones  con  la  cual  mantenemos  estrechas  relaciones 
comerciales,  y  la  mutua  amistad  de  ambos  países  ha  surcado  la  parte  Norte  de 
nuestro  territorio  abriendo  numerosos  caminos  que  facilitan  y  ensanchan  el 
cambio  de  los  efectos  de  una  y  otra  nación. 

A  pesar  de  que  solo  incidentalmente  hubiéramos  hablado  de  Bolívar, 
puesto  que  ningún  bien  ha  recibido  el  país  ni  por  su  saber,  ni  como  guerrero, 
no  obstante  por  hallarse  su  nombre  tan  ligado  á  la  historia  de  la  Independen- 
cia sud-americana,  dedicaremos  algunas  palabras  in;ís  respecto  de  aquella 
célebre  entrevista  que  tuvo  en  Guayaquil  con  el  General  San  Martín. 

Es  de  todos  conocido  el  objeto  que  reunió  allí  á  los  dos  generales,  punto 
en  que  debía  decidirse  de  la  suerte  de  América,  confiada  ala  magnanimidad 
y  patriotismo  de  sus  ángeles  tutelares. 

Pero  esos  dos  hombres,  eran  dos  caracteres  opuestos,  dos  naturalezas 
distintas,  dos  corazones  movidos  por  diversos  impulsos,  dos  almas  de  temple 
desigual  y  encontrado. 

No  pudieron  entenderse  en  las  proposiciones  que  fueron  objeto  de  la 
entrevista  y  sacrificando  susglorias,  su  superioridad  y  la  dignidad  del  guerrero 
argentino,  ofreció  San  Martín  su  propio  brazo  para  lucliar  como  .soldado  ó 
general  bajo  las  órdenes  del  Libertador  de  (Jolombia  áíin  determinar  laguerra 
del  Perú. 

Pero  él,  ambicioso  de  honores  v  domini(j,  no  encontró  conciliacion'en  sus 
miras  equívocas  y  poco  elevadas,  y  con  palabras  evasivas  y  |)romesas  que  no 
cumpliría  según  su  desconfianza,  lii/.o  entender  al  Protector  del  Perú  que  él 
llevarla  la  guerra  á  los  últimos  confines  del  Perú  sin  su  cooperfUMon  y  que  se 
bastaba  á  sí  mismo. 

Comprendió  San  Martín  ((uc  uno  do  los  dos  estaba  de  mas  en  la  contienda, 
y  sacrificando  su  propio  honor  dejó  libre  el  (•amf)oá  su  competidor  del  Chira— 
borazo. 

Para  dar  mayor  autoridad  á  nuestros  asertos,  copiamos  lo  que  sigue  de 
una  carta  dirigida  por  San  Martín  á  Bolívar  des|>ues  de  la  entrevista. 

En  el  segundo  párrafo  le  dice  en  estos  términos:  «  Los  resultados  de  nuestra 
«  entrevista  no  han  sido  los  que  me  prometía  para  la  pronta  terminación  de  la 
í<  guerra,  desgraciadamente  yo  estoy  lirmemcnte  convencido,  ó  que  usted  no 
«<  ha  creido  sincero  mi  ofrecimiento  de  servir  bajo  sus  órdenes  con  la  fuerza 
«  de  mi  mando,  ó  que  mi  persona  le  es  embarazosa.  »      • 

En  el  siguiente  párrafo  se  ex[)!'esa  así:  »  Kn  lin,  general,  mi  partido  está 
«  irrevocablemente  tomado:  para  el  áO  del  mes  entrante  he  convocado  el  pri- 
M  mer  Congreso  del  Perú,  y  al  siguiente  dia  de  su  instalación  me  embarcaré 
"  para  Chile,  convencido  de  que  >o\o  mi  presencia  ea  el  tínico  obstáculo  que  le 
«  impide  á  usted  venir  al  Perú  con  el  ejército  ele  su  mando.  >» 

Para  que  se  conozca  y  pueda  juzgar  imparcialmente  á  estos  dos  hombres 
y  medirse  la  petulancia  y  fatuidad  de  Bolívar,  vamos  á  relatar  el  siguiente  hecho: 
En  un  banquete  que  hizo  preparar'  para  obsequiar  á  San  Martín  á  su  llegada  á 


—  127  — 

GíiaiV^^^^i^  que  tuvo  lugar  con  la  asistencia  délos  oficiales  argentinos,  perua- 
nos      oliilenos  y  colonnbianos  de  la  mas  alta    graduación   que    se  encontraban 
á  ¡g^  ^fii.7.on,  cerca  de  terminar  aquel  acto  inició  los  brindis  Bolívar  con  el  siguien- 
te       1  ^A'antando  altosu copa  é  invitando á  los  concurrentes  de  imitarle:  uBritido 
seíic^  -^'^^»  P^^  '^^  ^^^  hombres  más  grandes  de  la  América  del  Siid;  el  General  San  Mar- 
iiji  1^    ^/^**-  Pasado  este  brindis,  San  Martín  hi/o  el  siguiente:  «/^r  ¡apronta  termi- 
nac¿^^^^  rfe  la  guerra,  por  la  orgaiúzaciojí  de  las  nuevas  Repúblicas  del  Contifiente  Ame- 

,  y  por  la  salud  del  Libertador, 

odas  estas  acciones  son  ingenuas  manifestaciones  del  carácter  y  espíritu 
personas  y  en  este  caso  el  retrato  moral  mas  edificante  de  los  dos  adalides 
América. 

ío  podemos,  sin  embargo,  rehuir  la  tentación  de  trascribir  el  siguiente 
par  -23»-  ^elo  hecho  por  el  notable  escritor  D.  Juan  María  Gutiérrez. 

SAN   MARTÍN   Y   BOLÍVAR 

.ns  guerreros  mas  notables  de  la  América  moderna  española,  Bolívar  y  San  Martín,  solo 
an  por  los  propósitos  de  su  carrera  y  por   las   glorias  que  les   cupo  en  la  lucha  de  la 
«ndencia.  Como  hombres,  son  mas  bien  dos  contrastes   que  dos  analogías. — Caracteres 
itrados,  talentos  de  temple   desigual,   naturalezas  subordinadas  á   diversos  impulsos,   se 
.^ron  una  vez  uno  frente  al  otro,  y  al  darse  los  brazos  como  hermanos   en   la  victoria,  se 
ieron,  adxirtiendí  >  que  no  pertentxúan  á  la  misma  familia,  según  las  leyes  que  la  natura- 
lia  establecido  para  eslabonar  por  la  simpatía  á  los  seres  inteligentes. 
Kl  uno  anhelaba,  sediento  de    ruido  y  de  esplendor,  á  subordinarlo  todo  á  su  personalidad 
^""^     ^M  fama. — Esforzábase  el  otro,    por  hacer  impersonales  sus  proezas  y  esquivaba  sus  sienes 
^  |c>^     laureles  mejor  merecidos. 

H  uno  escala  el  Chimborazo  para  que  resuene  mas  desde  la  altura  su  del{rio\  el  otro, 
síl^Tm^^i^^»  como  un  cometa  describe  su  curva  sobre  las  cumbres  de  los  Andes,  deseoso  de  no  ser 
seri.t.i<i3o. — El  uno  vence,  destruye,  aniquila  impaciente;  el  (^tro  economiza  la  sangre  y  las  cosas, 
cr^a-      y  administra. 

bolívar  es  el  vengador  exasperado  por  los  excesos  de  la  guerra  á  muerte;  San  Martin, 
el  rci^ilizador  con  la  espada  de  los  severos  principios  de  los  pensadores  de  Mayo. — El  primero 
resxicrita  un  mundo  para  darle  su  nombre;  el  segundo  redime  á  los  pueblos  de  la  caida  de  la 
sei^HlcIiimbre,  para  que  la  gran  patria  americana  cuente  c<>n  ciudadanos  y  no  con  esclavos. 

El  sol    que  calentó  la  cuna  de  San  Martin  es  tibio  en  comparación  del  que  ardió  sobre  la 

de     Bolívar. — Este   nace  opulento    en  una  ciudad   capital;  aquel  en    la   severa  economía  del 

de  un  soldado,  en  una  aldea  sometida  al  régimen  monacal  de   la  célebre  sociedad  de 


uno   tiene  por  maestro  y  mentor  á  un  visionario,  cuya  razón  desgreñada  no  conoce  el 
al  apetito  de  las  novedades. — El  otro  se  educa  en  un  colegio  austero,  bajo  la  disciplina 
del   compás  y  la  escuadra  del  geómetra. 

.1    hijo  de  Caracas  pasea  su  primera  juventud  por  las  plazas  de    las  ruidosas  cortes  de 
►a  extranjera:  mientras   el  nativo  de  las  Misiones,  gasta  sus   tiernos  años  en   los  campá- 
is de  los  ejércitos  de  un -pueblo  desgraciado,  invadido  por  un  usurpador   injusto,  y  que 
de  su  independencia  á  esfuerzos  de  patriotismo  y  de  \'irtud. 
.^Vmbos  al  fin  son    víctimas  del  ostracismo. — San  Martin   se    retempla  y   prolonga  en  él 
sus  ^dias  por  la  resignación  magnánima  y  la  digna  espera  en  la  justicia  íutura;   mientras  que 
^olíx-3r,  a  semejanza  del  gran  desventurado  de  la  fábiila,  se  deja  devorar  las  entrañas  por  el 
^^tr-^  de  la  desesperación. 


San  Martín  al  despedirse  del  Perú,  embarcándose  de  incógnito,  dirijió  álos 
peí*  víanos  una  proclama  que  será  inmortal  en  los  fastos  políticos,  diciendo  entre 
s  cosas: — «jEw  cuanto  á  mi  conducía  pública^  mis  compatriotas  (como  en  lo  ge- 


Pidan, 


GEN- 


Táe  las  cosas)  dividirán  sus  opiniones:  los  hijos  de  eslos  darán  el  verdadéi 
Con  motivo  de  estas  últimas  palabras  que  penetraban  el  oscuro  velo  que 
oculta  el  porvenir,  el  ilustre  escritor  peruano  D.  Mariano  Felipe  Paz  Soldán, 
en  su  "  Historia  de!  Peni  Independiente",  dice: 

■■  Conocía  que  la  opinión  respecto  al  juicio  de  su  conducta  pública 
..  dividida,  pero  coníiaba  en  que  los  hijos  de  sus  contemporáneos  darfan' 
«  verdadero  fallo:  es  cierto  que  muchos  de  estos  injuriaron  la  memoria  de  ese 
«  héroe,  pero  nosotros,  hijos  de  aquellos  y  cuyo /«//«  es  el  verdadero,  declaramos 

"  ANTE  EL  UNIVERSO  QUE  SaN  MaKTIN  ES  EL  MAS  GRANUE  DE  LOS  HÉROES,  EL  MAS 
"  VIRTUOSO  DE  LOS  HOMBRES  PÜBLICOS,  EL  MAS  DESINTERESADO  PATRIOTA,  EL  MA^ 
«    HUMILDE  EN  SU  GRANDEZA^  Y  A  QUIEN  EL    PeRÚ,  ChILE  Y  LAS  PROVINCIAS  ARGÉN; 

"  TINAS  LE  DEBEN  SU  VIDA  Y  SU  SBR  POLÍTICO;  que  San   Martín  á  nadie  injuí 
«  que  sufrió  con  cristiana  resignación  los  mas  inmerecidos  ataques,  aun 
«  pues  de  retirado  á  su  humilde  vidaprivada:desubacanosalieron  revelacJoni 
«  que  mancillaran  la  honra  ajena,  ni  de  su  pluma  se  deslizó  el  corrosivo  veneno 
II  déla  difamación:  en  todo  esto  es  mas  grande  que  Bolívar  y  que  Washington. w 

Según  lo  que  llevamos  expuesto  acercade  estas  dos  celebriciades  ami 
canas,  se  nos  ocurre  preguntar:  ¿Quién  fué  el  que  se  sacrificó  en  aras  de 
patria,  el  belicoso  y  altanero  Bolívar  ó  el  humilde  y  abnegado  San  Martín? 

Y  se  trata  de  perpetuar  aquel  nombre  en  el  corazón  argentino!! 

Como  apéndice  á  lo  que  llevamos  expuesto,  queremos   hacer  constar 
rara  coincidencia  postuma  con  la  vida  y  aspiraciones  de  ambos  personajes. 

En  la  organización  de  nuestras  calles  resulta  que  la  de  Bolívar  (actual) 
continuación  de  la  de  San  Martin. 

Semejante  coincidencia  se    presta   á  la  inteipretacion  de  las  siguientes 
reflexiones: 

San  Martín  empezó  luchando  ene!  Perú  para  darle  libertad,  y  el  continuador 
de  esta  empresa  fué  Bolívar  hasta  su  feliz  terminación. 

Dichas  calles  están  en  contacto  por  el  principio  de  una  y  otra,  de  la  misma 
manera  que  San  Martín  y  Bolívar  alimentaban  sus  almas  en  el  bello  ideal  de 
mismo  principio  social:  libertad. 

Las  mismas  calles  se  e.vtienden  en  rumbos  opuestos,  asi   como  aquelli 
dos  grandes  talentos  tocaron  medios  y  resortes  opuestos  para  Uegai"  á  un  miítmo 


io2Í 


fin. 


Al  leer  la  relación  que  algunos  escritores  hacen  de  los  objetos  de  la  eol 
vista  en  Guayaquil,  pasmado  se  queda  uno  de  la  mala  fé  con  que  asienl 
aseveraciones  tan  deprimentes  y  chocantes. 

En  sus  furores  patrióticos  solo  ven  la  figura  y  personalidad  del  compatriol 
Bolívar  de  quien  hacen  una  verdadera  apoteosis,  aunque  sea  con  detrimento  de 
reputaciones  hechas  á  fuerza  fie  sacrificios  y  heroicidades:  apenas  distinguen 
al  pigmeo  San  Martin  en  su  ascensión  á  los  Andes. 


I 


■  129  - 


Bnna^br  ejemplo,  que  San  Mailín  quería  establéce^goDÍerño^ño^ 
Dárquicos  en  la  América  libre,  y  que  para  el  efecto  mandó  embajadores  á 
negociar  con  Vireyes  el  eslablecimienlo  de  un  trono  absolutoy  omnipotente. 

Semejante  afirmación  es  un  ultraje  político,  imperdonable,  inferido  á  la  fé 
Zoiatría  republicanas  en  la  encarnación  de  la  libertad. 

Sábese  de  la  manera  mas  evidenleque  San  Martin  y  Bolívar  estaban  liili- 
mamente  ligados  por  igual  juramento  en  unaasociacionpolitico-social:  La  Logia 
de  Lautaro. 

Es  demasiado  conocido  el  origen  de  esta  sociedad  secreta  para  historiar 
la  participación  que  tomó  en  los  negocios  páblicos  desde  su  advenimiento  á  la 
vida  social;  nos  concretaremos  únicamente  á  señalar  cuáles  eran  los  lazos  que 
vinculaban  á  los  socios. 

A  este  respecto,  el  General  Mitre  en  su  «'Historia  de  Belgrano».  dice:  «El 
primer  grado  de  iniciación  de  los  neófitos  era  el  juramento  de  trabajar  por  la 
(Ddependencia  americana:  el  segundo,  la  profesión  de  fé  del  dogma  republicano. 
U  formadeljuramento  del  segundo  grado  érala  siguiente:  "Nunca reconocerás 
po''  gobierno  legitimo  de  tu  patria  sino  á  aquel gttesea  elegido  por  la  Ubre  y  espontá- 
nea voluntad  de  los  pueblos;  y  siendo  el  sistema  republicano  el  mas  adaptable  al  go- 
"tfrto  de  las  Américas,  propenderás  por  cuantos  medios  estén  a  tus  alcances,  á  giie  ioí 
pue&los  se  decidan  por  él». 

He  ahí  esplicada  la  vida  y  conducta  política  de!  héroe  argentino,  cuyos 
preceptos  nos  inhiben  de  entrar  en  esplicactones. 

Tal  era  el  programa  político  que  desarrolló  con  su  acostumbrada  firmeza  y 
constancia. 

Sus  difamadores  ni  siquiera  tienen  conocimiento  del  severo  compromiso  de 
los  Caballeros  racionales,  cuyo  pacto  textual  choca  tan  notoriamente  con  sus 
inicuas  aseveraciones. 

Según  eslo  ¿podía  San  Martín  proponer  gobiernos  raonárquicosásu colega 
y  hermano  Bolívar? 

La  consecuencia  lógica  no  es  un  enigma. 


HONORES    FÚNEBRES, 


SE   DECRETAN    AL   EXCMO.   SEÑOR   GENERAL 
SIMÓN   bolívar 


inameiito  áe  Gobierno. 


IB  Aires.  Setiembre  1°  de  1B3I. 


Sm  embargo  de  no  haber  recibido  el  Gobierno  aviso  alguno  oficial  acerca  do  la   muer- 

jñá  ilustre  general  D.  Simón  Bolívar,  por  cuya  tazón,  ú  pesar  de  haber  llegado  mucho  tiem- 

l  hace  la  noticia  de  tan  infausto  suceso,  suspendió  por  entonces  hacer  la  demostración  que 

a  los  importcintes  servicios  de  este  distinguido  americano,  debiendo  ya  creerse  fuera  de 

1  duda  aquel  lamentable  acontedmienta  por  lo  que  se  vé  en  los    papeles  públicos  de  las 


Repúblicas  hermanas,  y  considerando  el  Gobierno  que  es  un  acto  de  rigorosa  justicia,  i 
nifestar  el  profundo  dolor  que  le  ha  producido  una  pérdida  de  tal  magnitud,  tribulaodo  I 
la  vez  el  homenaje  de  reconocimiento  y  respeto  que  es  debida  á  la  memoria  del  héroe  i 
Colombia,  ha  acordado  y  decreta: 

Art.  1°  En  el  dia  que  oportunamente  designará  el  Gobierno,  se  celebrarán  con  su  a 
tencia  y  la  de  todas   las  corporaciones  civiles  y   militares,  exequias    en  la  Iglesia  Catedrfl 
en  honor  del  Excmo.  señor  general  D.  Simón  Bolívar. 

Art  2°  Por  tres  dias  consecutivos,  incluso  el  de  la  celebración  Je  las  exequias  que  exprq 
el  artículo  anterior,  llevarán  luto  todos  los  empleados,  así  civiles  como  militares. 

Art.  3°  Comimíquese  á  quienes  corresponda  ypublíquese. 

TomjÍs  M.  de  Anchorkna 

Aunque  no  tenemos  ninguna   calle  que  lleve  el  nombre  de  Bolivia,   debe 
considerarse  implícitamente  agreg-ado  al  catálogo  de  ellas  en  la  de  Bolívar,  que  _ 
fué  su  libertador  y  á  la  cual  dio  su  nombre. 

Además,  llevamos  dicho  que  por  una  aberración  sigue  conservando  i 
nombre  de!  guerrero  de  Caracas. 

La  República  Argentina  no  ha  podido  ser  indiferente  á  las  frecuentes  d^ 
mostraciones  de  amistad  y  votos  por  su  engrandecimiento  recibidos  á  porfía  d 
la  naoion  boliviana,  con  la  cual  la  unen  hoy  estrechos  lai;os  de  vida  laboriosi 
sin  pecar  de  refractaria  y  aun  de  ingrata. 

Los  tratados  de  comercio,  convención  postal,  extradición,    navegacionjl 
etc.,  que  vinculan  arabos  países  de  gobierno  análogo,  son  hoy  otras  tantas  arte* 
rías  que   nutren  enérgicamente  su  existencia  política  y  financiera,  dando  noU 
ble  ensanche  á  su  reciproca  actividad. 

Damos  á  continuación  el  principal  de  los  documentos  que  á  tales  obligfll 
clones  internacionales  se  refieren,  haciendo,  primero,  los  siguientes  apunté) 
preliminares  de  límites,  extensión  y  poblaoion-de  su  territorio: 

Linda  al  Norte  con  territorios  ocupados  por  los  indios,  al  Este  con  el  Brai 
sil,  al  Sud-Este  con  el  Gran  Chaco  (|ue  la  separa  del  Paraguay;  al  Sud  con  id 
República  Argentina,  al  Sud-Oeste  con  Chile,  tocaniío  por  el  Oeste  con  el  Pacff| 
co  y  en  toda  su  frontera  occidental  con  el  Peril,  hallándose  situada  al  Sud-EsQJ 
de  esta  República  y  separadas  por  el  lago  de  Titicaca. 

Su  extensión  geográfica  está  calculada  api'oximadamenle  en  1.297,01 
kilómetros  cuadrados. 

Su  población  puede  estimarse  on  2.000,000  de  habitantes. 


Tratado  de  . 


listad,  I 


o  y  Davegicio 


e  las  Rapüblic 


i  Arger 


Nos,  Domingo  Faustino  Sarmiento,  Presidente  de  ia  República  Argentina,  hacemos  saber 
á  lodos  los  que  d  presente  inslnmi en to  de  confirmación  vieren:  que  !i  los  nueve  dias  del  mes 
de  julio  de  iS68,  se  concluyó  y  firmó  en  la  Ciudad  de  Buenos  Aires,  entre  la  República 
Argentina  y  la  de  Bolivia  debidamente  representadas,  un  tratado  de  amistad,  comercio  j  ~ 
navegación,    cuyo  tenor  y  forma  es  como  sigue: 

El  Gobierno  de  la  República  Argentina  y  el  Gobierno  de  la  República  de    Bolivia,  de-f 
seando  afianzar  y  estrechar  ias  relaciones  que  existen  entre  ambos  países  ligados  por 
nidad  de    origen  y  contigüedad    de  su  territorio,    fijando  las    estipulaciones  esplicativas  qtU 


i|8n  la  base  de  sn  progreso   y  desarrollo  comercial,  de  la  manera  mas  ftatemat  y  de 

écla  reciprocidad:  han  resuelto  con  este  objeto  celebrar  un  Tratado  de  Amistad,  Comercio 

Kavegacion;  y  al  efecto  han  nombrado  por  sus  Ministros  Plenipotenciarios,  á  saber:    S.  E. 

iíeünr  Presidente  de  la  República  Argentina  al  Excmo.  señor  doctor  don  Rufino  de  Elizalde, 

■  Ministro  Secretario  de  Estado  en  el  Departamento  de  Relaciones  Exteriores: — 3.  E.  el  Sr.  Prc- 

ente  de  la  República  dé  Bcilivia  al  Exmo.  señor  Coronel  don  Quintin  Quevedo,  su  Enviado 

Iraotdinarioy  Ministro  Plenipoteiiciarin  en  la  República  Argentina. — Los  cuales,  después  de 

ít  canjeado  sus  respectivos  poderes,  que  fueron  hallados  en  buena  y  debida  forma,  convi- 

rob  en  lo  siguiente: 

Art.  I'  Habríi  paz  inalterable  y  amistad  perpetua  entre  la  República  Argentina  y  la  Re- 

a  de  Solivia  y  enire  los  ciudadanos  de  estos  dos  países,  sin  excepción  de  lugares  ni  de 

'  Las  relaciones  de  Amistad,     Comercio  y  Navegación  entre    amb;is  Repúblicas, 
^nocen  por  base  una  reciprocidad  perfecta  y  la  libre  concurrencia  de  las  industrias  de  los 

i  de  dichas  Repúblicas  en  ambos  y  en  cada  uno  de  sus  territorios. 

I  Art  3°  Los  Argentinos  en  la    República    de  Bolivia,   y  los  Bolivianos  en  la    República 

taCiiia,  tendrán  los  mismos  derechfis  que  los  Ciudadanos,  con  excepción,   de  los  políticos; 

Eesiarán  sujetos  sino  á  las  contribuciones  é  impuestos  que  paguen  los  Ciudadanos,  y  po- 

T  ejercer  profesiones  científicas  estando  acreditados  en  forma  por  tos  Tribunales  ó    Fa- 

ades  competentes,  como  si  fueran  profesores  del  país. 
J  Art  4'  Son  hábiles  y  de  fuerza  legal  para  ¡os  dos  Estados,  los  documentos,  obligacío- 
■f  contratos  otorgados  en  cualquiera  de  los  dos  territorios,  con  arreglo  á  la  forma  estable-, 
a  sus  leyes,  las  sentencias  arbitrales  ó  las  pronunciadas  por  sus  Tribunales  sobre  ellos 
a  competencia,  surtiendo  en  el  otro  los  mismos  efectos  que  los  documentos,  obliga- 
tty  contratos  de  su  propio  territorio,  y  qut:  las  sentencias  de  sus  propios  Tribunales,  siem- 
_  i)ne  su  ejecuciun  no  im)>orte  ai'tos  prohibidos  por  las  leyes  del  otro  Estado. 
,  AiL  5"  Las  leyes  de  cada  imo  de  los  dos  Estados  Contratantes,  sobre  Ciudadanía,  serán 
1  para  determinar  la  calidad  de  Ciudadano  Argentino  ó  Boliviano,  respectiva- 
pnte,  cualesquiera  que  sean  las  leyes  de  la  oira  Nación  que  el  ciudadano  pretendiera  invocar 
,«  favor. 

,  Art  6"  Los  Argentinos  en  la  Repiiblica  de  Bulivia  y  los  Bolivianos  en  la  República  Ar- 
jtina.no  podrán  emplear  en  sus  gestiones  jurídicas  otros  arbitrios  ó  recursos  que  los  que 
irleyes  conceden  á  los  Nacionales,  de  consiguiente,  no  se  podrá  entablar  reclamación  d¡- 
'  a  ninguna  contra  una  resolución  definitiva  de  los  Tribunales  de  Justicia,  bien  que  podrá 
«  la  gestión  diplomárica  en  caso  de  denegación  de  justicia,  ó  del  retardo  infundado 
b  secuela  y  terminación  de  los  juicios,  á  efecto  de  que  las  leyes  sean  cumplidas.  Tampoco  se 
hé  emplear  reclamaciones  diplomáticas  por  las  violaciones  de  propiedad  ó  ataque  personales 
^  los  ciudadanos  de  una  de  las  Repúblicas  contratantes,  sufran  en  la  otra  por  consecuencia 
la  cx>nmocion  intestina,  en  cuyo  caso  aquellos  solo  podrán  emplear  las  acciones  que  las 
■  conceden  á  los  nacionales:  pero  si  tales  vejaciones  fuesen  cometidas  ú  ordenadas  por 
!>  de  la  autoridad  Pública,  los  perjudicadas  podrán  recurrir  al  amparo  diplomático,  para 
T  la  condigna  reparación. 
L  Art.  7°  Cada  uno  de  los  Estados  contratantes,  se  comprometen  á  prestará  los  ciudadanos 

0  las  g;arantía3  que  sus    leyes   conceden  á   los  Nacionales,  la  seguridad  de    la     propie- 

■  líteiaria,  y  de  los  invenios  industriales  que  tuviesen  en  su  país. 

\  Art  8°  Los  ciudadanos  de  cada  una  de  las  Repúblicas  contratantes,  estarán  exentos  en 
fcrritorio  de  la  otra,  de.todo  sen-icio  personal  en  los  Ejércitos  de  mar  y  tierra,  lo  mismo 
g  de  todas  las  contribuciones  de  guerra,  préstamos  forzosos  y  requisiciones  militares,  con 
wdCT  motivo  que  se  exijan.  Sin  embargo,  no  podrán  negar  sus  servicios  en  protección  de 
propiedades,  si  tuviesen  domicilio  establecido  y  amenazara  á  aquellas  algim 
)  inminente. 

■  Art  9°  Las  dos  Repúblicas  contratantes  reconocen  el  principio   de  la  inviolabilidad  del 
le  lüs  acusados  ó  refugiados   por  catisas  ó  delitos  políticos,  obligándose  á  imi^edir  que 

1  del    asilo.  Se  comprometen  a  celebrar  una  convención  especial  sobre    extradición  de 
.  Los  agentes  respectivos  tendrán  facultad  de   requerir  el  auxilio  de  las  autoridades 

ttpara  la  prisión,  detención  ó  custodia  de  los  desertores  de  los  buques  mercantes,  y  para 
¡K  objeto  se  dirigirán  á  las  autoridades  competentes,  y  pedirán  los  dichos  desertores  por 
jirilo  y  con  documentos  competentes  de  que  son  tales  desertores,  y  en  vista  de  esta  prueba 
BK  rehusará  la  entrega.  Estos  desertores,  luego  que  sean  arrestados,  se  pondrán  á  disposidoQ 
■"  'lOs  Agentes  consulares  y  podrán  ser  depositados  en  las  prisiones  públicas  á  solicitud  y 
is  de  los  que  los  reclaman,  pata  ser  enviados  á  los  buques  á  que  correspondan  u  otros 
>  misma  Nación;  pero  sino  fuesen  enviados  dentro  de  un  mes  contado  desde  el  dia  de   su 


—  132  — 

arresto,  serán  puestos  en  libertad,  y  no  volverán  á  ser  presos  ni  molestados  por  la  misma  causa. 
Se  obligan  á  no  emplear  en  su  servicio  militar  de  mar  6  tierra,  á  los  desertores  de  la  otra  y  i 
hacer  salir  del  país  a  los  soldados  y  marinos  de  guerra  del  otro,  siendo  requerido  por  los  agentes 
correspondientes,  aiando  la  deserción  no  sea  acompañada  de  delito  politico. 

Art.  I  o.  No  estarán  sujetos  á  embargo  ni  podntn  ser  retenidos  los  buques,  arreos  de  ganados 
()  embajes,  pertenecientes  á  los  ciudadanos  de  cualesquiera  de  las  Repúblicas,  existentes  en  la 
otra.  Pero  si  esta  retención  ó  embargo  se  verificase  para  alguna  expedición  militar  6  para  un 
servici»^  público,  de  carácter  muy  urgente,  deberá  proceder  la  indemnización  quecomprende  el  ser- 
vicio prestado,  y  que  sea  suficiente  paní  reparar  los  daños  que  se  ocasionaren  á  los  propietarios. 
por  razón  de  su  obligado  desempeño. 

Art.  1 1 .  Las  dos  partes  contratantes  declaran  y  reconocen  el  libre  tránsito  del  comercio  na- 
cional y  extranjero  que  se  cultiva  y  se  pueda  cultivar  ])or  los  puertos  marítimos  y  fluviales  de 
una  y  otra  República,  por  las  vias  terrestres,  y  por  las  férreas  que  lleguen  á  establecerse,  sin  más 
gravámenes  que  los  muy  ni(')dicos  de  almacenaje,  pontazgo  y  peaje,  que  en  su  creación  serán  res- 
pectivamente comunicados  i)or  los  ( jobiemos,  para  que  se  sujeten  á  la  más  estricta  reciprocidad. 
A  este  fin  se  señalarán  oportunamente  por  los  dos  Gobiernos  en  acuerdo  especial,  los  puertos 
de  escala  y  de  depósitos  marítimos,  lluviales  y  terrestres  que  convinieren,  estipulando  al  mis- 
mo tiempo  las  formalidades  del  tránsito  y  de  txlas  las  demás  condiciones  que  se  precisan  en 
el  sentido  de  las  franquicias  más  amplias. 

Art.  12.  Las  partes  contratantes  se  conceden  mutuamente  la  libre  navegación  del  Plata  y 
sus  respectivos  afluentes,  con  arreglo  á  lo  que  pactarán  en  una  convención  especial.  No  se 
impondrá  á  los  buques  Bolivianc^s  en  k)s  puertos  Argentinos,  ni  á  los  buques  Argentinos  en 
los  puertos  Bolivianos,  otros  ó  más  altos  derechos,  pt)r  razón  de  tonelada,  faro,  anclaje  ú 
otros  que  afecten  al  cueri)odcl  buque,  que  lo  que  en  los  mismos  casos  se  cobraren  á  los  buques 
Nacionales.  La  importación  ó  exportación  de  mercaderías  ó  efectos  quesea  ó  pueda  ser  licito 
importar  o  exportar  ile  cualquiera  de  los  territ<")rios  de  las  partes  contratantes,  pagará  los 
mismos  derechos,  ya  se  haga  en  buques  Bolivianos  ó  Argentinos,  y  las  rebajas  ó  exenciones 
que  se  otorguen  á  las  mercaderías  ó  efectos  importados  n  exportados  en  buques  Nacionales  se 
extenderán  á  los  importados  ó  exportados  en  buques  de  cada  uno  de  los  países  contratan- 
tes, respectivamente.  Ninguna  prohibición,  restricción  ó  gravamen  podrá  imponerse  al  co- 
mercio recíproco  de  ambos  países,  sin(')  en  virtud  de  disposiciones  generales  aplicables  al  comer- 
cio de  todas  las  otras  Naciones.  Si  esta  prohibición,  restricción  o  gravamen  recayera  sóbrela 
importación  ('>  exportación  no  quedan  sujetos  á  ella  los  buques  de  los  respectivos  países,  si  no 
se  aplica  también  á  la  importación  <'»  exportación,  en  buques  Nacionales.  Será  p>ermit¡do 
entrar  á  los  buques  Bolivianos  ó  Argentinos  respectivamente,  a  todos  los  puertos  de  sus  terri- 
toriosáque  fuere  permitido  entrará  los  Naci« males. 

Art.  13.  Los  dos  Gobiernos  se  obligan  á  hacerlas  obras  necesarias  en  sus  resi>ectivos  terri- 
torios, para  facilitar  las  vias  de  comunicaci«)n  terrestre  y  lluvial  con  arreglo  á  las  bases  que 
estipularán  en  una  convención  especial. 

Art.  14.  Serán  considerados  como  Bolivianos  en  la  República  Argentina,  y  como  Argenti- 
nos en  la  República  de  Bolivia,  los  buques  que  naveguen  bajo  las  respectivas  banderas,  y  que 
lleven  los  papeles  de  mar  y  documentos  requeridos  j^or  las  leyes  de  cada  país,  para  la  justi- 
ficación de  la  nacionalidacL  de  los  buques  mercantes,  para  lo  cual  se  comunicarán  sus  leyes  res- 
pectivas de  navegación.  Los  buques,  mercaderías  y  efectos,  pertenecientes  á  los  ciudadanos  res- 
pectivos que  hayan  sido  tomados  por  piratas,  n  conducidos  ó  tomados  <'>  encontrados  en  los 
puertos  de  uno  ú  otro  país,  serán  entregados  á  sus  projíietarios,  pagando,  si  en  efecto  los  ha 
habido,  los  costos  de  repre.sa  que  sean  determinadt>s  por  los  Tribunales  respectivos,  habiendo 
sido  probado  el  derecho  de  propiedad  ante  los  mismos,  y  á  consecuencia  de  reclamación  que 
deberá  hacerse  durante  el  lapso  de  dos  años  por  las  |)artes  interesadas,  apoderados  ó  agentes 
de  los  Gobiernos  respectivos.  Los  buques  de  guerra  y  los  paquetes  del  Estado  de  la  una  de 
las  dos  Potencias  podrán  entrar,  morar  y  carenarse  en  los  puertos  de  la  otni  como  lo  hagan  los 
Nacionales,  estando  sujetos  á  las  mismas  reglíts,  y  alas  mismas  ventajas.  Si  sucediese  que  una 
de  las  dos  partes  contratantes  estuviese  en  guerra  con  una  tercera,  observarán  los  siguientes 
principios:  Que  la  bandera  neutral  cubra  al  butiue  y  á  las  personas  con  excepción  de  los  oficia- 
les y  s<'>ldados  en  servicio  efectivo  del  enemigo.  Que  la  bandera  neutral  (ubra  la  carga,  á  ex- 
ceixúon  d(í  los  artículos  de  contrabando  de  guerra,  no  siendo  aplicable  este  principio  á  las 
potencias  que  no  lo  reconocieren  ú  observaren,  y  por  «oiisiguiente,  la  propiedad  de  enemigos 
que  pertenezca  á  esos  Gobiernos  no  se  libertará  por  la  bandera  de  aquella  de  las  dos  partes 
contratantes  que  se  conserve  neutral,  perr»  .serán  libres  las  mercaderías  ('»  efectt)s  del  neutro 
embarcadas  en  buques  de  la  bandera  de  aquel,  enemigo,  á  excepción  del  contrabando  de  guerra. 
Que  los  ciudadanos  del  país  neutro  pueden  navegar  libremente  con  sus  buques  saliendo  de 
cualquier  parte  para  otra  perteneciente  al  enemigo  do  uno  ó  de  otro  puerto,  quedando  expre- 


■  133  - 


sámente  prohibido  el  que  se  les  moleste  de  manera  alguaa  en  esa  navegación.  Que  cualquier 
buque  de  una  de  las  altas  partes  contratantes  que  se  encuentre  navegando  hacia  un  puerto 
bloqueado  perla  otra,  no  será  detenido  ni  confiscado  sino  después  denotificacionespecíal  del 
bloqueo,  DOtiñcada  y  rastrada  por  el  jefe  de  las  fuerzas  bloqueadoras  ó  por  algún  oficial  bajo 
tunando  en  el  pasaporte  de  dicho  buque.  Que  ninguna  de  las  partes  contratantes  permitírá 
que  permanezcan  ó  se  vendan  en  sus  puertos  las  presas  marítimas  hechas  á  la  otra  por  alguii 
Estado  con  quien  estuviese  en  guerra.  Que  para  determinar  los  objetosó  artículos  que  sean 
contrabando  de  guerra,  se  estará  á  lo  establecido  que  esté  en  los  Tratados  que  tienen  cele- 
brados ó  que  celebrasen  en  adelante  con  otras  naciones, 

Art  15.  Será  permitida  la  introducción  por  tíerra  entre  ambos  países  de  artículos  de  pro- 
ducdoD  6  fabricación  nacional  ó  extranjera  para  el  consumo,  con  sujeción  á  los  impuestos 
establecidos  en  cada  Estado,  La  introducción  de  mercaderías,  para  el  consumo  ó  en  tránsito 
por  tierra,  se  hará  por  los  puntos  que  desígnenlos  Gobiernos  en  sus  territorios.  La  República 
Aigentjna  establecerá  un  empleado  que  ejérzalas  funciones  de  vista  en  cada  una  de  las  adua- 
na» de  Bolivia  de  donde  se  despachen  mercaderías  ó  efectos  para  el  consumo  ó  tránsito  de 
la  República  Argentina,  )■  por  donde  se  introduzcan  los  que  vengan  de  esta,  y  la  República  de 
BoÜvia  establecerá  otro  empleado  de  igual  clase  en  las  aduanas  Aleutinas,  en  que  se  per- 
mitán  las  mismas  operaciones.  Dichos  empleados  procederán  de  acuerdo  en  el  despacho  de 
mercaderías  y  efectos  con  el  de  igual  clase  de  la  Aduana  respectiva,  sujetándose  i  las  leyes 
41  país  donde  ejercen  sus  funciones,  para  visación  y  demás  reconocimientos  necesarios,  y  á 
te  leyesdesiis  respectivos  países,  para  las  certificaciones  y  demás  papeles  que  deben  expedir 
i  la  Aduana  de  su  patria.  Estarán  sujetos  al  régimen  y  disciplina  déla  Aduana  donde  prestan 
'US  servicios,  y  serán  removidos  por  sus  respectivos  Gobiernos,  cuando  el  otro  lo  pidiese  con  el 
iníomicdel  jefe  de  la  Aduana.  Sus  sueldos  serán  cubiertos  por  sus  respectivos  Gobiernos. 

Art  10.  Los  Agentes  Diplomáticos  y  Consulares  de  cada  uno  de  los  Estados,  tendrán 
todas  las  franquicias,  inmunidades  y  privilegios,  que  se  conceden  ó  concedieren  á  la  Nación 
mas  favorecida  gratuitamente,  si  la  concesión  es  gratuita,  y  con  la 
la  concesión  es  condicional,  obligándose  á  celebrar  una  convención 
estos  principios, 

Art.  17.  Se  obligan  á  hacer  una  convención  especial  de  corree 
cáones  entre  uno  y  otro  pab. 

Art,   18.  Cada  una  de  las  partes  contratantes,  se  compromete 
ni  indirecto,  á  la  segregación  de  porción   alguna  de  los  territorios    de   ¡a  otra,   ní  ía  creación 
con  ellos,    de  Gobiernos  independientes  en  conocimiento  de  la  autoridad  soberana  y  legitima 
respectiva. 

Art  ig.  Las  partes  contratantes  se  obligan  á  emplear  todos  los  arbitrios  pacíficos  y 
conciliadores,  de  la  manera  mas  paternal,  para  dirimir  las  cuestiones  ó  diferencias  que  pudie- 
ran tener,  y  si  desgraciadamente  sobreviniese  la  guerra,  las  hostilidades  no  podrán  empezar 
entre  ambos  países  sin  previa  notificación  reciproca,  seis  meses  antes  de  im  rompimiento, 
acompañada  de  un  manifiesto  de  las  causas  de  la  declaración  de  la  guerra.  La  cuestión  límites 
nunca  será  cuestión  de  guerra  sino  de  avenimiento  amistoso  ó  de  arbitraje.  Siempre  que  des- 
graciadamente interviniese  alguna  interrupción  de  las  amigables  relaciones,  ó  un  rompimiento 
entre  las  dos  Naciones  contratantes,  los  ciudadanos  de  cada  una,  residentes  en  el  territorio  de  la 
otra,  podrán  permanecer  y  continuar  sus  trabajos  sin  ser  molestados,  en  tanto  se  conduzcan 
pacificamente,  y  no  quebranten  las  leyes  del  país  de  su  residencia  en  manera  alguna,  y  sus 
efeoos  y  propiedades,  ya  fuesen  confiados  á  particulares  ó  al  Estado,  no  se  estarán  sujetas  á 
embargo  ni  secuestro,  ni  á  ninguna  otra  exacción  que  aquellas  que  puedan  hacerse  á  igual 
clase  de  efectos  ó  propiedades  pertenecientes  á  los  Nacionales  del  Estado  en  qne  dichos 
ciudadanos  residieren.  Las  deudas  entre  particulares,  los  fondos  públicos  y  las  acciones  de 
compañías  no  serán  nunca  confiscados,  secuestrados  ó  detenidos. 

Art.  20.  Todas  las  estipulaciones  de  este  tratado,  con  e-tcepcion  de)  artículo  t"  y  2°  que 
SOD  perpetuas,  durarán  por  el  término  de  doce  años  contados  desde  el  cange  de  las  raiifi- 
cadoDcs,  y  si  doce  meses  antts  de  espirar  este  plazo,  rú  la  una  ni  la  otra  de  las  dos  partes 
contratantes  anunciare,  por  una  declaración  oficial,  su  intención  de  hacer  cesar  su  efecto,  el 
dicho  Tratado  será  todavía  obligatorio  durante  un  año,  y  así  sucesivamente  hasta  la  espi- 
lacion  de  los  doce  meses  que  siguieren  á  la  declaración  oficial  mencionada  en  cuestión, 
cualquiera  que  sea    la  época  en  que  tuviese  lugar. 

An,  31.  El  presente  tratado  será  ratificado,  y  las  ratificaciones  serán  canjeadas  en  el 
Icnnino  de  doce  meses,  ó  antes  si  luere  posible,  en  la  ciudad  de  Buenos  Aires.  En  fé 
de  lo  cual  nosotros  los  infrascriptos,  plenipotenciarios  de  la  República  Argentina  >  de  la 
República  de  Boiiíia,  hemos  firmado  y  hecho  sellar  con  nuestros  sellos  particulares  el  pre- 
sente tratado  de  amistad,  comercio  y  navegación.— Buenos  Aires,  ci  de  Julio  de  mil  ocho 
cientos  sesenta  y  ocho. 

Rufino  de  Euzalde.  (L.  S) — Quintín  Quevkdo.  (L  S.) 


misma  compensaaon   si 
especial    con   arreglo  k 


i,  á  ñu  de  facttitar  las  rela- 
j  prestar  apoyo  directo 


—  134  — 


Y  teniendo  presente  el  mismo  tratado  cuyo  tenor  queda  preinserto  y  bien  visto  y  con- 
siderado pc^r  Nos,  y  habiendo  sido  aprobadí^  por  el  Congreso  I^pislalivo  de  la  República 
Argentina,  lo  areptainos,  o)nfirmam»>s  y  rat¡íir;ini(»s  dic  h<>  iratadu  para  ahora  y  para  en 
adehinte,   ofreciendo  y  pnmicticndo  «uniplirlo    y  hacerlo   cumplir   asi   en  el  todo,    n 


'omo  en 


cada  una  de  sus  estipulaciones,  usíindo  para  rl  efecto,  de  todí»  ])oder  y  medios  á  nuestro 
alcance,  en  tcst¡moni<^  délo  cual  íirmamos  el  ])reseHte  instrumento  de  ratifícaciony  sellado 
Con  el  sello  naciííual  y  rcfroniUido  por  el  Miuisiro  Sci  retario  de  Estado  en  el  Departa- 
mento de  Relaciones  Exteriores.  Dado  en  la  <  a.sa  de  ( íobierno  Nacicmal.  en  la  Ciudad  de 
Buenos    Aires,  !\  veinte  y  ocho    de    Agosto  de  mil  othoeientos  sesenta  y  nueve. 

DoMiNíio  Faustino  Sarmiento. 
Marúuio    Varria. 


Kecordamos  hribcr  diclio  en  íil«^uiia  parto  (|ue  si  San  Martin  organizó  un 
ojói-cito  de  disciplina  ejemplar,  propamdo  para  soportar  <\\\  ochalar  un  solo 
gemido  las  cruonlas  fatigas  de  la  guerra  y  la  panosísima  trasposición  de  los 
Andes,  internándose  en  el  territorio  rlominado  poi*  sus  im[)larables  enemí- 
go.s  y  resuelto  (:a<la  sohlado  á  morir  como  héroe  antes  i|Uo.  entregarse  a] 
opresor,  no  ora  iinicínnente  |»ara  desaliar  y  batir  á  los  secuaces  del  Rey  en 
Chile,  sino  (jue  rugiendo  el  canon  revcducionario  on  el  seno  del  Pacífico  des- 
truiría el  centro  y  único  baluarte  á  la  indepemlencia  de  Sud-Amcrica,  que 
ofrecía  entóneos  el  i-oino  del  Perú. 

Fué  en  la  ciudad  do  Tucuman,  s¡cnd<")  general  en  jefe  del  ejército  del 
Alto  Perú,  donde  sintió  iluminarse  su  c.iM'ebro  preocupado  con  la  deficiencia 
y  debilidad  de  las  fucr/.as  á  su  mainio:  ;dlí  con<Mbió  el  gigantesco  plan  de 
campana  ((ue  terminó  coronado  do  laureles  y  cargado  de  la  gratitud  y  ova- 
ciones de  los  |)ueblos  redimidos. 

Todos  conocen  (|uo  su  visión  en  I'ucuman  ^luedó  realizada  en  los  campos 
de  batalla  de  Chile  y  Perú,  exclamando  Heno  de  fé  en  el  poi'venir  después  de 
su  primei*  triunfa.)  en  Chacabuco  :  <«  Al  t^jército  de  los  Andes  queda  para  siem- 
pre la  gloria  de  decir:  en  '¿i  dias  liemos  hecho  la  campana,  pa.samos  las 
cordilleras  más  elevada^  del  globo,  concluimos  con  los  tiranos,  v  dimos  la 
libertad  á  Chile.  » 

Otíspuos  de  la  victoria  do  CÜíacabucf).  San  Martin  ordenó  la  creación  de 
imcvas  tro|)as  vetei'anas  de  las  ti'os  armas,  r(íor*gani/,andi>  las  de  los  Andes, 
para  la  continuación  de  la  guerra  con  el  enemigo  del  Perú,  <'ontratando  los 
buques  necesarios  par'a  el  transporto  do  tropas  y  materiales. 

Preparada  de  esta  manera  la  expedición,  proc.edió  á  dar  de  alta  y  baja  á 
las  tropas  del  cjérííito  do  Chile  y  de  los  Ando-^  que  consideraba  demás  para 
la  cam])ana, á  tin  dono  eiitorj>ecor  la  actividad  en  las  maniobras  y  movimientos 
militares  como  también  para  no  i*ecai*garso  do  gastos. 

Después  hizo  la  distribución  de  las  fuer/as  on  los  buques  en  tres  divisio- 
nes, disponiendo  (jue  cada  una  se  com|»usiesc  del  número  de   tropas,  de  las 


las- 


tres armas,  de  los  materiales  y  repuestos  con  arreglo  al  tonelaje  en  concepto 
¿i  maniobrar  por  sí  solas  en  caso  de  separarse  del  convoy. 

La  1'  división  de  vanguardia  se  puso  bajo  el  mando  del  coronel  del  regi- 
miento de  granaderos  á  caballo,  D.  Rudecindo  Al  varado. 

La  2*  del  centro,  á  las  órdenes  del  coronel  mayor  D.  íJuan  Antonio  Al- 
varez  de  Arenales,  y  la  3'  de  retaguardia,  á  las  del  coronel  D.  Francisco  Anto- 
nio Pinto,  dotadas  de  esta  manera : 


DIVISIONES 

BÜQUS6 

1 

▲BTTIJiKRÍA. 

INFAXTERÍi. 

1 

CABALLERÍA 

1 
i 

¡                1 

i 

TOTAL 

caSones 

I*  Vanguardia 

4 

5o 

1 162 

261 

1473 

6 

2*  Centro 

5 

263 

IIl3 

261 

1637 

i3 

3^  Retaguardia 

5 

lOO 

778 

i3i 

1008 

6 

Total .... 

14       ' 

'        413 

3o53 

652 

4118 

25 

En  seguida  distribuyó  las  instrucciones  a  los  jefes  de  divission  como  á  los 
de  cuerpo,  dándoles  otras  reseñadas  en  pliego  cerrado  con  orden  de  abrirse 
solo  en  el  caso  de  ver:?e  separados  sus  buques  del  convoy. 

Embarcado  todo  lo  necesario,  y  dadas  las  últimas  disposiciones,  rompió 
la  marcha  el  convoy  á  las  2  de  la  tarde  del  20  de  Agosto  de  1820,  cuyo  conte- 
nido era  el  siguiente :  23  jefes,  273  oficiales,  4118  hombres  de  tropa  y  25 
cañones. 

En  una  de  las  fragatas  se  llevaba  1280  cajones  de  cartuchos  de  fusil  á 
bala,  1500  bultos  de  parque,  cajas  de  herramientas  y  útiles  de  maestranza;  en 
un  bergantin  1400  cajones  de  municiones  de  infantería  y  caballería,  1200  tiros 
á  bala  y  metralla  de  artillería  y  granadas  de  obús,  190  de  lanza-fuegos,  esto- 
pines y  espoletas  para  las  granadas  y  8  barriles  de  pólvora  de  fusil  y  de 
canon;  otra  fragata  conducía  9Gü  cajones  de  armamento,  correaje  de  repuesto 
y  180  quintales  de  fierro  de  toda  clase,  y  algunas  otras  más  iban  cargadas  de 
los  materiales  y  demás  necesidades  que  reclamaba  la  campaña. 

La  fuerza  marítima  al  mando  del  vice-al mirante  Lord  Cochrane  se  com- 
ponía de  la  manera  siguiente :  7  buques,  231  cañones  y  1928  tripulantes. 

Tal  fué  la  expedición  que  marchó  de  Chile  á  libertar  el  Perú,  cuyas  vic- 
torias navales  como  terrestres  nos  son  ya  conocidas  bástala  despedida  del 
general  San  Martín,  la  que  verificó  por  medio  de  una  proclama,  dejando  el 
campo  de  la  lucha  en  manos  del  afortunado  guerrero  de  Colombia,  que  fué 
el  continuador  de  su  obra  inmortal. 


—  136  - 


La  República  del  Perú  se  halla  situada  eiilre  2"  y  21"  de  latitud  Su< 
69°  y  84°  de  longitud  Occidental,  del  meridiano  de  París. 

La  superficie  de!  terreno  es  de  1.605.7-42  kilómetros  cuadrados. 

Tiene  por  limites:  al  Norte,  el  Ecuador;  al  Este,  el  Brasil;  BoliviaalSl 
y  el  Pacífico  al  Oeste.  Su  costa  es  de  una  extensión  de  2900  kilómetros. 

Su  población  alcanza  á  3.00O.000  de  habitantes. 

Está  ligado  á  nuestro  país  por  tratados  de  todo  género  que  garanten  el 
comercio  y  las  buenas  relaciones  que  siempre  han  unido  á  ambos  países,  cuyo 
origen,  idioma  ó  historiase  confunden. 


El  General   San  Martin  al  Excmo.  Cabildo,  Ju! 


o  de  la  Ciudad  de  Buena* 


Cuartel  ^«iieial  en  Valparu) 


,  iS  de  Agosto  de  II 


Excmo.  Señor: 


\ 


El  dia  de  mañana  dá  á  la  vela  la  expedición  libertadora  del  Perú:  como  su  General,  yo  ten- 
go el  honor  de  informar  á  V.  E.  que  representa  el  pueblo  heroico,  el  virtuoso  pueblo  más  digno 
de  la  historia  de  Sud-América  y  de  la  gratitud  desús  hijos;  protestando  á  V.  E.  que  mis  de- 
seos mas  ardientes  son  por  su  Telicidad,  y  que  desde  el  momento  en  que  se  erija  la  autoridad 
central  de  las  provincias,  estará  el  ejército  de  los  Andes  ybordinado  a  sus  órdenes  superiores, 
con  la  más  llena  y  respetuosa  obediencia. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años. 


JosE  DE  Sa«  Martin. 


I  del  General   San   Mai 


I 


Con  fecha  13  de  Noviembre  de  1818.  el  General  San  Martín,  generalísimo  délos  ejér- 
citos unidos  de  Buenos  Aires  y  Chile,  dirigió  al  pueblo  peruano  y  á  sus  ejércitos  la  siguiente 
proclama: 

•  Paisanos:  Para  dirigiros  mi  palabra  no  solo  me  hallo  autorizado  por  el  derecho  conque 
todo  hombre  libre  puede  hablar  al  oprimido.  Los  acontecimientos  que  se  han  agolpado  en  el 
cuiao  de  nueve  años  os  han  demostrado  los  solemnes  títulos  con  que  ahora  los  Estados  in- 
dependientes de  Chite  y  de  las  Provincias  Unidas  de  Sud-América  me  mandan  entrar  en  vues- 
tro territorio  para  defender  la  causa  de  vuestra  libertad.  Ella  está  identificada  con  la  suya  y 
con  la  causa  del  género  humano;  y  los  medios  que  se  me  han  confiado  para  salvaros  son  tan 
eficaces  como  conformes  á  objeto  tan  sagrado. 

Desde  que  se  hizo  sentir  en  algunas  partes  de  la  America  la  voluntad  de  ser  libres,  los 
agentes  del  poder  español  se  apresuraron  á  extinguir  las  luces  con  que  los  americanos  debían 
ver  sus  cadenas.  La  revolución  empezó  á  presentar  fenómenos  de  males  y  de  bienes,  y  en 
consecuencia  de  su  marcha  el  virey  del  Perú  se  esforzó  á  persuadir  que  había  sido  capaz 
de  aniquilar  en  los  habitantes  de  lima  y  sus  dependencias  hasta  el  alma  misma  para  sentir 
el  peso  é  ignominia  de  sus  grillos.  El  mundo  escandalizado  en  ver  derramarla  sangre  ame- 
ricana por  americanos,  enlto  á  dudar  si  los  esclavos  eran  tan  culpables  como  sus  tiranos,  ó 
si  la  libertad  debía  quejarse  más  de  aquellos  que  tenían  la  bárbara  osadía  de  invadirla  que 
de  los  que  tenían  la  necia  estupidez  de  no  defenderla-  La  guerra  siguió  incendiando  este 
¡nocente  país,  pero  á  pesar  de  todas  las  combinaciones  del  despotismo,  el  evangelio  de  los 
derechos  del  hombre  seprop^a  en  medio  délas  contradicciones.  Centenares  de  americanos 
caían  en  el  campo  del  honor  ó  á  manos  de  alevosos  mandatarios,  mas  la  opinión  fortifio 
da  por  nobles  pasiones  hacía  sentír  siempre  su  triunfo:  y  así  el  tiempo  regenerador  de  las  B 


-  137  — 

ciedades  políticas,  acabó  de  preparar  al  gran  momento  que  vá   ahora  á  decidir  el  problema 
de  los  sentimientos  peruanos  y  de  la  suerte  de  la  América  del  Sud. 

Mi  anuncio,  pues,  no  es  el  de  un  conquistador  que  trata  de  sistemar  una  nueva  escla- 
vitud. La  fuerza  de  las  cosas  ha  preparado  este  gran  dia  de  nuestra  emancipación  política, 
y  yo  no  puedo  ser  sino  un  instrumento  accidental  de  la  justicia  y  un  agente  del  destino. 
Sensible  á  los  horrores  con  que  la  guerra  aflige  á  la  humanidad,  siempre  he  procurado  llenar 
mis  fines  del  modo  más  conciliable  con  los  intereses  y  mayor  bien  de  los  peruanos.  Después 
de  una  batalla  completa  en  el  campo  de  Maipo,  sin  escuchar  ni  el  sentimiento  de  la  más 
justa  venganza  por  una  bárbara  agresión  ni  el  derecho  de  la  indemnización  por  los  graves 
males  causados  á  Chile,  di  una  completa  prueba  de  mis  sentimientos  pacíficos.  Escribí  á 
\*uestro  rey  con  fecha  once  de  Abril  de  este  ailo,  «que  sintiese  la  situación  difícil  en  que 
estaba  colocado,  se  penetrase  de  la  extensión  á  que  podrían  dilatarse  los  recursos  de  los  dos 
Estados  intimamente  unidos,  y  la  preponderancia  de  sus  ejércitos;  y  en  una  palabra,  la  des- 
igualdad de  la  lucha  que  le  amenazaba.  Yo  lo  hice  responsable,  ante  todos  los  habitantes  de  ese 
territorio,  de  los  efectos  de  la  guerra;  y  para  evitarlos,  le  propuse  que  se  convocase  al  ilustre 
vecindario  de  Lima  representándole  los  sinceros  deseos  del  gobierno  de  Chile  y  de  las  Pro- 
vincias Unidas:  que  se  oyese  la  exposición  de  sus  quejas  y  derechos,  y  que  se  permitiese  á 
los  pueblos  adoptar  libremente  la  forma  de  gobierno  que  creyeren  conveniente,¡cuya  deliberación 
espontánea  sería  la  ley  suprema  de  mis  operaciones,  etc.»  Esta  proposición  liberal. ha  sido  con- 
testada con  insultos  y  amenazas;  y  así  el  orden  de  la  justicia  tanto  como  la  seguridad  común 
me  precisa  á  adoptar  el  último  de  los  recursos  de  la  razón,  el  uso  de  la  fuerza  protectora. 
La  sangre,  pues,  que  se  derrame  será  solamente  crimen  de  los  tiranos  y  de  sus  orgullosos 
satélites. 

No  os  ha  sido  menos  patente  la  sinceridad  de  mis  intenciones  después  de  la  j< uñada 
de  Chacabuco.  El  ejército  español  fué  enteramente  derrotado,  Chile  se  hizo  un  Estado 
independiente  y  sus  habitantes  empezaron  á  gozar  de  la  seguridad  de  sus  propiedailes  y 
de  los  frutos  de  la  libertad.  Este  ejemplo  es  por  si  solo  el  mas  seguro  garante  de  mi 
conducta.  Los  tiranos,  habituados  á  desfigurar  los  hechos  para  encender  la  tea  de  la  dis- 
cordia, no  han  tenido  pudor  de  indicar  que  la  moderación  que  el  ejército  victorioso  ha  ob: 
servado  en  Chile  ha  sido  una  consecuencia  de  su  propio  interés.  Sea  así  en  hora  buena 
¿no  es  esta  una  mejor  garantía  y  una   razón  más  de  confianza:* 

Sin  duda  que  por  ella  serán  arrojados  de  Lima  los  tiranos,  y  el  resultado  de  la  victoria 
hará  que  la  Capital  del  Perú  vea  por  la  primera  vez  reunidos  sus  hijos,  eligiendo  libre- 
mente su  Gobierno  y  apareciendo  á  la  faz  del  globo  entre  el  rango  de  las  naciones.  La 
unión  de  los  tres  Estados  independientes  acabará  de  inspirar  á  la  España  el  sentimiento  de 
su  impotencia  y  á  los  demás  poderes  el  de  la  estimación  y  del  respeto.  Afianzados  los  pri- 
meros pasos  de  vuestra  existencia  política,  un  Congreso  central  compuesto  de  los  represen- 
tantes de  los  tres  Estados  dará  á  su  respectiva  organización  una  nueva  estabilidad  y  la 
Constitución  de  cada  uno,  asi  como  su  alianza  y  federación  perpetua  se  establecerán  en 
xnedio  de  las  luces,  de  la  concordia  y  de  la  esperanza  universal.  Los  anales  del  mundo  no 
recuerdan  revolución  mas  santa  en  su  fin,  más  necesaria  á  los  hombres,  ni  mas  «uigusta  por 
la  reunión  de  tantas  voluntades  y  brazos. 

Lancémonos  pues,  confiados  sobre  el  destino  que  el  Cielo  nos  ha  preparado  á  todos. 
Bajo  el  imperio  de  nuevas  leyes  y  de  poderes  nuevos,  la  misma  actividad  de  la  revolución 
se  convertirá  en  el  más  saludable  empeño  para  emprender  todo  género  de  trabaji>s  que  man- 
tienen y  multiplican  las  creaciones  y  beneficios  de  la  existencia  social.  A  los  primeD:>s  dias 
de  la  paz  y  del  orden,  esos  mismos  escombros  que  ha  sembrado  la  gran  convulsión  política 
de  este  Continente  serán  como  las  lavas  de  volcanes  que  se  convierten  en  principios  de 
fecundidad  de  los  mismos  campos  que  han  asolado.  Así  vuestras  campiñas  se  cubrirán  de 
todas  las  riquezas  de  la  naturaleza,  las  ciudades  multiplicadas  se  decorarán  con  el  esplendor 
de  las  ciencias,  y  la  magnificencia  de  las  artes  y  el  comercio  extenderá  libremente  su  movi- 
miento en  ese  inmenso  espacio  que  nos  ha  señalado  la  naturaleza. 

Americanos:  El  ejército  victorioso  de  un  tirano  insolente  difunde  el  terror  sobre  los 
pueblos  sometidos  á  su  triunfo;  pero  las  legiones  que  tengo  el  honor  de  mandar,  forzadas  á 
hacer  la  guerra  á  los  tiranos  que  combaten,  no  pueden  prometer  sino  amistad  y  protección 
á  los  hermanos  que  la  victoria  ha  de  librar  de  la  tiranía.  Yo  os  empeño  mi  más  sagrado 
honor  en  que  esta  promesa  será  cumplida  infaliblemente.  Os  he  significado  mis  deberes  y 
designios:  \'uestra  conducta  nos  dirá  si  vosotros  sabéis  llenar  los  vuestros  y  merecer  el  ilustre 
nombre  de  verdaderos  hijos  de  este  pueblo. 

Españoles  europeos:  mi  anuncio  tampoco  es  el  de  vuestra  ruina.  Yo  nt)  voy  á  entrar 
en  ese  territorio  para  destruir,  el  objeto  de  la  guerra  es  el  de  consen'ar  y  facilitar  el  aumento 
de  la  foitima  de  todo  hombre  padñco  y  honrado.    Vuestra  suerte  feliz  está  ligada  á  la  pros- 

x8 


a  América:  ^Tiestra  desgracia  eK 
tenacidad.  Vosotros  lo  sabéis:  España  se  halla  reducida  al  illtimo  grado  de  la  imbecilidad  y 
corrupción;  los  recursos  de  aqueila  monarquía  están  dilapidados,  el  Estado  cargado  de  una 
deuda  enorme,  y  lo  que  es  peor,  el  terror  y  la  desconfianza  formando  la  base  de  costumbres 
públicas  han  forzado  á  la  Nación  á  ser  melancólica,  pusilámine,  estúpida  y  ■"■■'i'  '^i"  '•* 
libertad  del  Perú  os  ofrece  una  patria  segura, 

A  las  íntimas  relaciunes  que  os  unen  ú  los  Americanos  no  falta  sino  \'ueslro  deseo 
conducta  pata  formar  una  gran  familia  de  hermanos.  Respecto  á  las  personas,  á  las  pro] 
dades  y  la  á  santa  religión  católica,  son  los  sentimientos  de  estos  Gobiernos  unidos:  yo  os 
aseguro  del  modo  más  solemne. 

Habitantes  todos  del  Perú:  la  expectación  de  más  de  las  otras  tres  partes  de  la 
está  sobre  vuestros  pasos  actuales. 

¿Confirmareis  las  sospechas  que  se  han  excitado  contra  vosotros  en  el  espacio  de  nueve 
años?  Si  el  mundo  vé  que  sabéis  aprovechar  este  feliz  momento,  vuestra  resolución  le  será 
tan  imponente  como  la  misma  fuerza  unida  de  este  Continente-  Apreciad  el  pon'enir  de 
millones  de  generaciones  que  os  pertenecen.  Cuando  se  hallen  restablecidos  los  derechos  de 
la  especie  humana,  perdidos  porlajUas  «dades  en  el  Perú,  yo  me  felicitaré  de  poderme  unir 
á  las  instituciones  que  los  consagran,  habré  satisfecho  el  mejor  voto  de  mi  corazón  y  quedará 
concluida  la  obra  mas  bella  de  mi  vida. 


Solo  ua 

deseo  ^H 
1  propi^ 
yo  os^H 

la  tiera^J 


Cuartel  geaeral  eu  Santiago  de  Chile,  Novie. 


í  DE  San  Martin. 


El  30  de  Diciembre  se  dirigió    el  vencedor  de   Maipo  por    la    siguiente    proclama, 
ejército  de  Lima: 

Soldados  del  ejúrdto  de  Lima:  El  fin  de  mi  marcha  hacia  ¡a  Capital  del  Perú  es  el  tle 
hacer  con  ella  una  firme  reconciliación  para  el  consuelo  de  todos  los  hombres.  Nueve 
años  de  horrores  han  inundado  de  sangre  y  lágrimas  la  América.  Vosotros  mismos  habéis 
sido  oprimidos  y  fatigados  de  los  males  de  ima  guerra  emprendida,  no  por  el  bien  de  la 
Nación  española,  sino  por  las  pasiones  orgullosas  de  los  agentes  de  aquel  Gobierno.  La 
opinión  y  armas  de  toda  esta  parte  del  mundo  vá  en  fin  á  presentarse  delante  de  Lima, 
para  poner  término  á  tantas  desgracias.  Vosotros  no  haríais  sino  prolongar  los  sacrificios 
estériles,  cuando,  ciegos,  á  la  irresistible  fuerza  de  la  voluntad  común,  queráis  sostener  un 
empeño  temerario.  Cada  uno  de  vosotros  ha  pertenecido  á  la  causa  de  Tos  pueblos:  cada 
uno  pertenece  á  la  humanidad:  los  deberes  militares  no  pueden  alterar  aquellas  fuertes  obli- 
gaciones de  la  naturaleza.  Los  soldados  de  la  patria,  fieles  en  el  camino  del  honor  como  en 
el  del  triunfo,  no  son  terribles  sino  para  los  enemigos  de  la  libertad.  Ellos  |dan  más  valor 
á  la  victoria  por  las  injusticias  que  ella  hace  reparar,  que  la  gloria  con  que  los  cubre.  Huid 
pues  de  la  ignominia  de  perecer  al  lado  de  tiranos  detestables.  En  las  filas  de  vuestros  her-: 
manos  patriotas  encontrareis  el  camino  del  honor,  de  la  felicidad  y  de  la  paz.  Os  lo  asi 
UD  general  que  nunca  ha  faltado  á  su  palabra. 


! 


Cuutf  I  ganerü  eu  Santiago  de  Chile,  30  de  Diciembre  di 


José  de  San  Martin. 


Decrelú  d«nda  hospitalidad  á  loi  emigrados   del  Perü 


Departmnento  da  Gubiemo. 


BuenOB  Aires,  Fehiero  1  de 


Siendo  constante  que  de  las  Provincias  del  Perú  ocupadas  por  el   enemigo  ha  emigrado 
ima  porción  decidida  de  hermanos  nuestros  al  territorio  libre,  y  pareciendo  natural    que  fuera 
üe  BUS  hogares  carezcan  de  todos  los  auxilios  necesarios  para  su  subsistencia;  la  humanidi 
y  la  justicia  dictan  que  hallen  entre  nuestros  brazos  todo  el  consuelo  y  buena  acogida  que  h 


,  y  que  sirva  de  testimonio  inequívoco  del  aprecio  y  de  la  a 

n  que  miramos  sus  virtudes.  En  su  consecuencia  he  venido  en  declarar  que  los  vecinos 
c  los  pueblos  sujetos  á  mi  jurisdicción  adonde  llegaren  nuestros  hermanos  emigrados,  están 
bligados  á  recogerlos  en  sus  casas,  y  proporcionarles,  según  las  comodidades  y  pié  de  fortuna  en 
que  se  encuentren,  todos  los  alivios  y  asistencias  que  necesiten,  corriendo  al  cargo  de  las  res- 
pectivas municipalidades  el  distribuir  en  el  vecindario  de  su  pertenencia  los  individuos  y  fami- 
lias que  hubieren  emigrado  después  de  la  jornada  cíe  Sipe-Sipe,  y  velando  los  Gobernadores  y 
Tenientes  Gobernadores  al  cumplimiento  puntual  de  esta  mi  resolución  que  se  les  circulara 
'lualmente  que  á  todos  los  cabildos,  insertándose  en  la  Gaceta  para  que  llegue 
)dos  los  interesados. — Alvarez — Gregorio  lagle.  Secretario. 


Bistrucciones   que    debe 


ibaervac  el  Excmo.   seAor  Qeneral  en  Jefe   del  Ejírcilo   Libertador  dil 
Peni,  D.  José  d«  San   Martín 


En  la  Ciudad  de  Santiago  de  Chile,  á  veintitrés  dias  del  mes  de  Jimio  de  mil  ochocientos 
veinte,  estando  el  Ejccmo.  Senado  en  su  sala  de  acuerdos  y  en  sesiones  ordinarias:  resolvió  S.  E. 
Que  siendo  el  objeto  del  Estado  de  Chile  y  el  espíritu  que  anima  al  Ejército  destinado  A  la  expe- 
dición del  Perú,  sacar  de  la  esclavitud  y  dominación  del  Rey  de  España  á  los  habitantes  de 
aquellas  vastas  Provincias;  uniformar  el  sistema  de  la  libertad  civil  y  nacional  en  toda  la  Améri- 
«ra  Meridional;  acabar  con  los  serviles  partidarios  de  Fernando  VII,  que  acantonados  en  aque- 
llos puntos,  sostienen  con  su  acostumbrada  o>^''''inadon  una  guerra  destructora;  y  constituir 
unos  nuevos  estados  independientes,  que  unidospara  la  defensa  déla  causa  común,  con  los  de* 
más  que  ya  han  conseguido  su  libertad,  ncs  hagan  impenetrables  á  los  ulteriores  ambiciosos 
proyectos  de  los  españoles,  debían  fijarse  las  reglas  que  debe  observar  el  Excmo.  General  en  Jefe 
íic  la  espedicion,  y  acordadas  por  su  S.  E.,  quedó  decidido  que  estas  se  limitasen  á  las  instruc- 
ciones, que  deben  cumplirse   inviolablemente,  y  han  de  correr  bajo  los  siguientes: 

Art.  i"  En  los  pueblos  á  que  arribe  no  usará  de  ta  fuerza  sino  cuando  después  de  haber 
convidado  á  sus  habitantes  con  la  paz  encuentre  una  obstinada  resistencia. 

Art.  2"  Los  pueblos  y  Provinciasque  voluntariamente  se  entregasen,  serán  iratadoscomo 
hermanos  en  común;  y  en  particular,  no  se  insultaran,  ni  ofenderán  las  personas  ni  los  inte- 
reses; y  auna  aquellos  que  no  sean  adictos  á  nuestra  causa,  se  procurará  ganarles  con  el  bien  y 
buen  trato,  haciéndoles  entender  que  el  sistema  de  nuestra  libertad  civil,  tiene  por  objeto  in- 
ifiíeparable  el  espíritu  de  beneficencia  y  amor  á  la  humanidad. 

Art  3°  Cuidará  que  todos  los  individuos  del  Ejército  obser%-en  escrupulosamente  lo  preve- 
Üdo  en  el  artículo  anterior,  castigando  con  severidad  á  los  transgresores,  haciéndoles  conocer 
e  mayores  y  más  notables  conquistas  se  consiguen  con  la  buena  opinión  y  fuerza  moral,  que 
a  el  cañón  y  bayonetas. 

Art  4°  Luego  que  haga  su  entrada  en  algún  pueblo,  hará  que  juntándose  las  corporacio- 
JS  y  principales  vecinos,  hagan  elección  de  Teniente  Gobernador  ó  de  Gobernador,  si  fuere 
bbecera  de  Provincia,  de  cabildo  y  demás  funcionarios  públicos,  en  el  caso  que  los  antedichos 
Q  contrarios  á  la  causa  de  la  América,  consultando  estas  elecciones  el  orden  y  tranquilidad 
íbiica,  y  la  seguridad  de  lo  que  se  fuere  conquistando. 

Art.  5"  Que  á  los  Gobernadores  ó  Tenientes,  >'  cabildos  elididos  en  la  forma  dicha,  pedirá 
medidamente  cuarteles  para  el  ejército,  casa  para  oficiales,  víveres  y  demás  auxilios  que  se 
cesitasen,  de  modo  quesin  ofender  en  lo  menor  el  justo  derecho  de  sus  propiedades,  conoz- 
n  todos  que  son  legítimos  dueños  de  aquellos  territorios,  y  nuestro  Ejército  no  exije  de  ellos 
lO  los  derechos  de  la  hospitalidad,  y  las  justas  atenciones  y  remuneraciones  de  unos  herma- 
s,  que  á  costa  de  grandes  sacrificios,  aspiran  á  sacarlos  de  la  esclavitud,  y  ponerles  en  el  goce 
ble  la  libertad  civil . 

Art,  6"  Hará  que  en  todos  los  pueblos  y  Provincias,   que  voluntariamente  se  ofrezcan  k 
^tra  amistad,  se  arreglen  los  gobiernos  en  la  forma  que  se  ha  dicho  en  el  articulo  4°  y  que 
^  se  jure  y  publique  solemnemente  la  independencia  de  la  nación  española,  para  cuyo  efecto  man- 
dará comisionados  de  representación  y  probidad,  que  observen  una  conducta  irreprensible,  y 
conforme  á  lo  que  se  previene  en  los  artículos  anteriores. 

Art.  7"  Que  si  la  Capital  del  Perú,  y  algunos  otros  pueblos,  se  negaran  á  nuestras  con- 
venciones de  paz,  y  fuese  preciso  usar  de  la  fuerza  para  tomarlos,  se  eviten,  en  cuanto  sea 
posible,  los  saqueos,  violencias  y  demás  excesos  que  ofenden  &  la  religión  y  humanidad. 


Art,  8°  Cuidará  que  eu  tos  pueblos  tom^idos  pot  ias  armas,  se  reúnan  los  patriotas  q 
en  ellos  hubieren,  para  que  hagan  la  elección  de  sus  mandatarios,  como  se  previene  en  el  artí- 
culo 4°,  Pero  de  ningiin  modo  admitirá  ningún  empleo  político  para  sí,  ni  para  loa  oficiales. 

Art.  ti"  En  !a  Ciudad  de  Lima,  Capital  del  Perú,  se  eligirá,  conforme  á  lo  prevenido  en 
dicho  art.  4",  un  director  ó  Junta  Suprema,  como  agrade  á  los  Vocales,  que  con  pleno  poder 
gobierne  todas  aquellas  Provincias,  separando  de  los  empleos  políticos  y  militares  h  todos  los 
que  sean  notoriamente  contrarios  á  nuestra  causa,  subrogándoles  patriotas  de  probidad  é 
idóneos  para  el  buen  servicio  del  Estado. 

Art  10.  Que  solicite  de  la  suprema  autoridad  constituida  en  la  Capital,  sefonne  un  pro- 
yecto de  constitución  provisoria,  que  siendo  voluntaria  mente  suscrita  por  las  corporaciones  y 
vecinos  de  todo  el  Estado,  se  jure  solemnemente  su  observación  en  la  Metrópoli  y  en  iodos 
los  pueblos- 

Art.  II.  Para  la  formación  de  la  constitución,  se  tendrá  mucha  consideración,  en  cuanto 
lo  permita  el  sistema  de  nuestra  libertad,  á  las  antiguas  costumbres  de  aquel  Estado,  que  no 
podrán  ser  alteradas,  sin  pesadumbre  y  notable  sentimiento  de  sus  habitantes;  y  cuya  estirpa- 
cion  debe  ser  obra  de  la  prudencia  y  del  tiempo. 

ArL  ¡z.  Por  este  mismo  principio,  en  los  pueblos  que  fuere  uniendo  á  nuestra  amistad. 
110  hará  la  menor  novedad  en  el  orden  gerárquico  de  los  nobles,  caballeros  cruzados,  títulos, 
eta,  etc.,  y  cada  uno  tratará  y  hará  tratar  con  aquellas  distinciones,  que  su  actual  rango  exije. 

Art.  13.  Cuidará  que  en  ninguna  parte  de  aquel  Estado  se  hagan  secuestraciones  de  bie- 
nes, sino  de  aquellos  que  han  fugado  para  reunirse  con  los  enemigos  de  nuestra  causa,  y  de 
las  propiedades  de  los  habitantes  de  !a  península,  pero  todo  esto  se  practicará  por  las  comi- 
siones que  para  el  efecto  se  nombrarán  por  las  justicias  territoriales,  á  quienes  corresponde 
BU  ejecución  y  aplicación  de  los  caudales  que  de  ellos  resultasen,  para  el  pago  del  ejército  expe- 
dicionario y  de  la  Escuadra. 

Art  14.  A  todos  los  naturales  de  aquellas  Provincias  que  hayan  sido  contrarios  á  nuestra 
libertad  y  quisieran  quedarse  con  nosotros,  conformándose  con  el  actual  sistema,  se  les  recibirá 
benignamente,  y  se  les  distinguirá  á  proporción  de  los  compromisos  que  arrostrasen  por  nues- 
tra causa. 

Art.  15.  Lo  mismo  se  practicará  con  los  habitantes  españoles  en  aquel  Estado,  bien  que, 
en  lo  interior,  con  aquella  cautela  que  exije  la  prudencia;  pues  nunca  conviene  ceder  al  enemigo, 
á  no  ser  que  haya  dado  prácticamente  incontestables  pruebas  de  su  compromiso  y  conversión, 
y  solo  en  este  caso  se  podrá  echar  mano  de  los  criollos  y  peninsulares  para  los  empleos  del 
Estado. 

Art  16.  En  las  contribuciones  mensuales  que  aquellos  gobiernos  impongan  á  los  vecinos, 
para  los  gastos  del  Ejército.  Escuadra,  etc.,  se  encargará  á  las  autoridades,  para  el  efecto  cons- 
tituidas, alivie  á  los  patriotas  en  cuanto  sea  posible,  y  se  cargará  la  mano,  en  primer  lugar,  á  los 
españoles,  criollos  tibios  y  obstinados,  y  en  SMundo  á  los  indiferentes. 

Art.  17.  Si  se  considerase  por  necesario  a  la  seguridad  pública  desterrar  algunos  individuos 
oficiará  sobre  ello  á  las  autoridades  constituidas,  ó  tratará  verbatmente  con  ellas,  á  fin  de  que  lo 
haga  con  la  cordura  y  moderación  que  las  circunstancias  ocurrentes  exigieren. 

Arl.  18,  Si  á  algunos  eclesiásticos  corutituidos  en  empleos  públicos, por  ser  muy  contrarios 
al  sistema  de  nuestra  libertad  fuese  preciso  removerlos,  se  hará  por  las  autoridades 
constituidas,  y  con  aquella  moderación  que  pide  su  carácter  y  dignidad, 

Art  iq.  Las  iglesias  y  sus  bienes  serán  en  todas  las  circunstancias  inviolables;  de  modo 
que,  aun  tomando  algunos  pueblos  por  1 3  fiíerza,  nunca  permitirá  que  se  ponga  la  mano  en  el 
santuario  ni  en  sus  ministros;  ordenándolo  así  al  Ejército,  y  castigando  ejemplarmente  á  los 
transgresores. 

Art.  20.  Cuidará  con  el  mayor  celo  que  la  religión  santa  de  Jesucristo  sea  respetada  de 
todo  el  Ejército,  y  castigará  con  severidad  á  los  insolentes  que  hablaren  contra  las  verdades  de 
lafé,  y  sus  adorables  ministros,  escarmentando  á  los  que  con  una  conducta  inmoral  escanda- 
lizaren aquellos  pueblos. 

Art  21.  Solicitará  que  los  indios  sean  tratados  con  lenidad,  y  aliviados  en  cuanto  sea 
posible,  de  las  graves  pensiones  con  que  los  oprimía  el  pesado  yugo  Español,  y  que  entren  al 
goce  déla  libertad  civil,  en  los  mismos  términos  que  los  demás  individuos  de  aquellas  Pro- 
vincias. 

Art-  22.  Si  fuere  preciso  levantar  algunos  cuerpos  militares  de  los  naturales  de  aquellas 
Provincias,  cuidará  que  en  ellos  se  confundan  las  castas,  entre  quienes  siempre  se  obser- 
van ciertos  principios  de  rivalidades  ofensivas  ala  unión  y  disciplina  militar;  hará  que  de  los 
individuos  de  cada  especie,  se  fórmelos  cuerposó  compañías  auxiliares. 

Art.  23-  No  hará  novedad  alguna  sobre  la  libertad  de  esclavos,  pues  esto  deberá  ser  prira^ 
tivo  de  las  autoridades  que  se  constituyeren,  y  cuya  resolución  se  debe  tratar  con    mucha  «"^^ 


^s£ 


—  141  — 

curm^'t^^^^'*'  pero  si  recibirá  en  su  ejército  á  todos  los  negros  y  mulatos  esclavos,  que  volunta- 
nte se  le  presentaren,  sin  darse  por  entendido  de  su  libertad,  á  no  ser  que  concurran  gra- 
0S  circunstancias  que  lo  exijan, 
^^rt  24.  En  el  caso  que  los  esclavos  que  se  le  presenten,  sean  tantos  para  su  Ejército  no 
-.ite  de  todos,  y  antes  bien  puedan  serle  perjudiciales,  deberá  remitir  á  este  Estado  el 
?ro  que  compongan  dos  ó  mas  batallones.  Salvo  en  el  caso  de  este  y  el  artículo  anterior, 
^l*'^5^^*who  de  propiedad  de  los  amos  deberá  respetarse  para  cubrir  la  contribución  proporcional 
Q^^^     ^«acuerde  por  los  Estados  á  quienes  sea  aplicable. 

^rt.  25.  Cuidará  de  comunicar  cualesquiera  resultados  ('»  providencias  que  tomare  el  Su- 
pr^*^^^  Gobierno  y  Senado  de  este  Estado,  Ínterin  se  acuerda  la  remisión  de  un  Diputado,  que 
^^^l^^^xá  elegirse  con  la  autoridad  é  instrucciones  convenientes,  y  con  quien  solo  podrá  acor- 
(j3  x-^^  los  asuntos  y  negociaciones  diplomáticas  y  comerciales  de  ambos  Estados;  y  mandando 
coxxa."»-*'^^^^  ^^  resolución  al  Excmo.  señor  Director  Supremo,  ordenó  S.  E.  se  le  manifestara, 
qi2^  ^^  cumplimiento  de  los  artículos  citados  se  interesa  el  honor  del  Gobierno,  el  mayor  apre- 
cio  *^  ^'  sistema  y  el  crédito  de  la  Nación,  seria  útil  que  si  fuera  posible,  marchara  con  la  expe- 
dicrio*!  d  Diputado  de  que  habla  el  precedente  artículo:  y  ejecutado  firmaron  los  señores  con 
el  ít^  frascripto.— /w/  Ignacio  Cienfuegos — Francisco  B,  Fontecilla — Francisco  A  nionio  Pérez — 
/t^^rm      Agustín  Alcalde— José   Maria    de  Rosas— Josí  Maria     lillareal,    Secretario— Es   copia: 


Tratado  de  Amistad,  Comercio  y  Navegación  con  el  Perú 

Baenos  Aires,  9  de  Marzo  de  1874. 

República  Argentina  y  la  República  del  Perú,  deseando  estrechar  las  relaciones  de 
id  que  felizmente  y  sin  la  menor  interrupción  han  subsistido  siempre  entre  ellas,  á  pesar 
haber  sido  jamás  consagradas  por  ningún  pacto,  y  regularizar  de  una  manera  durable  y 
oca  ventajosa,  las  relaciones  comerciales,  han  decidido  proceder  á  la  conclusión  de  un 
o  de  Amistad,  Comercio  y  Navegación,  y  al  efecto  nombraron  por  sus  Plenipotenciarios, 
r 

República   Argentina  á  S.  E.  el  señor  Ministro    de  Relaciones  Exteriores  doctor  don 
s  Tejedor. 

la  República   del  Perú  á   S.  E.  el  señor  Ministro    Residente     doctor   don    Manuel 
3'en. 

<^enes  después  de  haber  canjeado  sus  respectivos  plenos  poderes  y  de  haberlos  hallado 
^«jena  y  debida  forma,  han  estipulado  los  artículos  siguientes: 

Art  I®  La  paz  y  amistad  felizmente  mantenidas  y  cultivadas  sin  la  menor  interrupción 
^  la  República  Argentina  y  la  República  del  Perú,  serán  perpetuamente  firmes  é  inviola- 
^^^^&  •».  cuidando  con  el  mas  \ivo  interés  los  Gobiernos  de  ambas  Repúblicas,  de  mantener  entre 
SI  'y  sus  respectivos  territorios,  pueblos  y  ciudadanos,  sin  distinción  de  personas  ó  lugares,  la 
&     cordial  inteligencia. 

Art  2*  Los  argentinos  en  el  Perú  y  los  peruanos  en  la  República  Argentina,  gozarán  recí- 
'^::ramente  de  los  mismos  derechos  civiles  y  garantías  que  los  nacionales,  y  estarán  sometidos 
'^    l3^a.s  leyes  y  jurisdicción  del  país. 

Art  3®  Los  argentinos  en  el  Ferú  y  los  peruanos  en  la  República  Argentina,  estarán 
^ntos  de  todo  ser\'icio  personal,  así  en  el  ejército  ó  armada,  como  en  las  guardias  ó  mi- 
~9s  Nacionales. 

No  podrán,  sin  embargo,  los  que  tuvieren  domicilio  establecido,  negar    sus    ser\'icia«   en 
otecdon  de  las    personas  y  propiedades  en    caso  que  estuviesen    amenazadas   de    algún 
X^^igro  inminente. 

Art  4°  Los  argentinos  en  el  Perú  y  los  peruanos  en  la  República  Argentina  no   podrán 
^smplear  en  sus  cuestiones  contenciosas  otros  recursos  que  los  que  conceden  á    los  nacionales 
las  leyes  de  los  respectivos  países:  debiendo  precisamente  conformarse,  como  estos,    con  las 
Tesoluciones  definitivas  de  los  Tribunales  y  Juzgados  de  Justicia,  y  sin  que  en  ningún  caso  pue- 
dan entablar  por  ellas  ninguna  reclamación  diplomática. 

Art  5»  La  inter\'encion  diplomática  respecto  de  las  cuestiones  contenciosas  que  tengan 
ios  argentinos  en  el  Perú  ó  los  peruanos  en  la  República  Argentina,  no  tendrán  lugar  al^o- 
lutamente  sino  en  caso  en  que  los  Juzgados  ó  Tribunales  se  negasen  á  administrarle  justicia 


con  arreglo  á  las  leyes,  (í  retardasen  con  violación  de  ellas,  la  secuela  y  terminación    deT 
juicios,  y  esto  con  el  solo  y  tánico  objeto  de  que  las  leyes  sean  aimplidas. 

Art.  6°  La  República  Argentina  y  la  República  del  Perú,  convienen  en  que  habiA  liber- 
tad recíproca  de  comercio  y  navegación  entre  sus  respectivos  ciudadanos  y  territorios. 

Los  ciudadanos  de  cualquiera  de  las  dos  Repúblicas,  podrán  en  consecuencia  frecuentar 
con  sus  buques  todas  las  costas,  puertos  y  lugares  de  la  otra  en  que  se  permita  el  comercio  ex- 
tranjero; residir  en  cualquier  punto  de  los  territorios  de  la  otra  y  ocupar  las  casas  y  almacenes 
que  necesiten.  Dichos  ciudadanos  gozarán  también  deentera  libertad  para  viajarycomerciaren 
cualquier  lugar  del  territorio  de  la  otra,  eu  lodo  género  de  efectos,  mercaderías,  manufacturas  y 
productos  de  'ícíto  comercio;  y  abrir  tiendas  y  almacenes  por  menor,  sometiéndose:  á  las 
mismas  leyes,  decretos  y  usos  establecidas  para  los  ciudadanos  del  país,  y  sin  estar  sujetos  á 
mayores  contribuciones  ó  impuestos  que  los  que  pagan  ó  deben  pagar  los  ciudadanos 
naturales. 

Art.  7°  Loa  ciudadanos  de  cada  una  de  las  partes  contratantes,  no  podrán  ser  deteni- 
dos, ni  sus  naves,  tripulaciones,  mercaderías,  estarán  sujetas  á  embargo  ó  expropiación  paia 
expediciones  militares,  ni  para  ningún  otro  objeto  público  ó  particular,  sin  conceder  á  los  inte- 
resados la  indemnización  correspondiente,  en  el  modo  y  forma  que  con  los  nacionales. 

Art  8"  Los  buques  argentinos  á  su  entrada  ó  salida  de  los  puertos  del  Perú,  y  los  buques 
peruanos  á  su  entrada  ó  salida  de  los  puertos  de  la  República  Argentina,  no  estarán  sujetos  á 
otros  ó  mas  altos  derechos  de  tonelada,  faro,  puerto,  pilotaje,  cuarentena  ú  otros  que  afectan 
el  cuerpo  del  buque,  que  aquellos  que  pagaren  en  igualdad  de  casos  los  buques  nacionales. 

Art,  9°  Toda  clase  de  mercaderías  y  artículos  de  comercio  que  sean  importados  legal- 
mente  en  los  puertos  )■  territorios  de  cualquiera  de  las  Alias  Partes  Contratantes,  en  buques 
nacionales,  podráu  serlo  también  en  los  buques  de  la  otra  Nación,  sin  pagar  otros  ó  mas  altos 
derechos  é  impuestos,  cualquiera  que  sea  su  denominación,  que  si  las  mismas  mercaderías  ó 
artículos  fuesen  importados  en  buques  nacionales,  ni  se  hará  distinción  alguna  en  el  modo  de 
hacer  los  pagos  de  los  mencionados  derechos  é  impuestos, 

Queda  expresamente  convenido  que  las  estipulaciones  de  éste  y  del  artículo  anterior,  son 
aplicables  eu  todasu  esteusion  á  los  buques  y  á  sus  cargamentos,  pertenecientes  á  coalquiera 
de  las  Altas  Partes  Contratantes  que  lleguen  á  los  puertos  y  territorios  de  la  oira,  ya  sea  en 
el  caso  que  dichos  buques  hayan  salido  directamente  de  los  puertos  del  país  á  que  pertenece, 
ó  de  los  puertos  de  cualquiera  otra  Nación. 

Art.  lo.  No  se  exigirán  otros  ó  más  altos  derechos  á  la  importación  en  los  puertos  y 
territorios  de  cualquiera  de  las  Altas  Partes  Contratantes,  de  cualquier  articulo,  produelo  ó 
manufactura  de  la  otra,  que  los  que  se  pagan  ó  pagaren  por  el  mismo  articulo,  producto  ó  ma- 
nufactura de  cualquier  otro  país;  ni  se  impondrá  prohibición  alguna  á  la  importación  de  cual- 
quier artículo,  producto  ó  manufactura  de  cada  una  de  las  Altas  Partes  á  los  puertos  ó  territorios 
de  la  otra,  sin  que  la  prohibición  se  extienda  igualmente  á  todas  las  demás  Naciones. 

Art.  II.  Toda  clase  de  mercaderías  y  artículos  de  comercio  que  puedan  exportarse 
l^almente  de  los  puertos  y  territorios  de  las  dos  Altas  Partes  Contratantes  en  buques 
nacionales,  podrán  exportarse  también  en  buques  de  la  otra  parle,  pagando  únicamente  los 
mismos  derechos  y  gozando  de  las  mismas  primas,  descuentos  y  Franquicias,  que  sí  la  misma 
mercadería  ó  los  mismos  artículos  de  comercio  se  exportasen  en  buques  de  la  una  ó  de  la 
otra  Parte. 

Art.  12.  Se  declara  que  las  estipulaciones  del  presente  tratado  no  se  consideran  aplica- 
bles á  la  navegación  y  comercio  de  cabotaje  entre  un  puerto  y  otro  situado  en  el  territorio  de 
cualquiera  de  las  Partes  Contratantes;  pues  la  regulación  de  este  comercio  está  reservada  res- 
pectivamente á  las  leyes  particulares  de  cada  una  de  las  Partes. 

Sin  embargo,  los  buques  de  cualqwera  de  los  dos  países  podrán  descargar  parte  de  bus 
cargamentos  en  un  puerto  habilitado  para  el  comercio  extranjero,  perteneciente  al  territorio 
de  cualquiera  de  las  Altas  Partes  Contratantes,  y  continuar  con  el  resto  de  su  carga  á  cual- 
quier olro  puerto  del  mismo  territorio  abierto  al  comercio  extranjero,  sin  pagar  otros  ó  ma- 
yores derechos  de  toneladas  ó  de  puerto,  que  los  que  pagan  en  i;iles  casos  los  buques  nacionales, 
en  circunstancias  análogas,  y  del  mismo  modo,  se  les  permitirá  cargar  en  diferemes  puertos 
en  el  mismo  viaje  para  otros  p^ses. 

Art  13.  Con  el  objeto  de  evitar  el  contrabando  que  pueda  hacerseen  perjuicio  de  una  ú 
otra  República,  las  mercaderías  de  cualquiera  clase  y  procedencia  que  se  saquen  de  los  puertos 
de  la  República  Argentina  en  donde  haya  aduana  para  el  Perú,  y  reciprocamente  las  merca- 
derías que  se  saquen  de  los  puertos  del  Perú  con  destino  á  la  República  Argentina,  se  despa- 
charán certificando  la  aduana:  el  competente  sobordo  que  exprese  la  clase,  bandera,  nombre 
y  porte  del  buque,  el  puerto  de  su  procedencia  y  el  de  su  destino,  los  nombres  del  cargador, 
del  remitente  de  cada  cargamento  y  de  la  persona  á  quien  so  hace  el  envío  de  éste:  el  núme- 


f 


—  143  — 

w-o  d^  bultos  de  cada  cargamento  y  el  total  de  los  queso  destinen  á  cada  puerto,  y  por  último, 
^    contenido,  forma,  marcas,  números  y  peso  de  cada  bulto. 

Art  14.  Los  ciudadanos  de  una  de  las  Repúblicas  Contratantes  que  se  vieren  obliga- 
j^^j^  á  buscar  refugios  6  asilo  con  sus  buques,  en  los  ríos,  puertos,  ú  otros  lugares  del  territo- 
-^  ^e  la  otra,  por  causa  de  tempestad,  persecución  de  piratas  ó  enemigos,  avería  en  el  casco 
ó  s^f^^^^^^  ^^^  ^^  agua,  carbón  o  provisiones,  serán  recibidos  y  tratados  con  humanidad,  dán- 
^^f  ^s  todo  favor,  auxilio  y  protección  para  reparar  sus  buques,  acopiar  agua,  carbón,  víveres, 
^  .nonerse  en  estado  de  continuar  su  viaje  sin  obstáculo  ni  molestia  de  ningún  género,  ni  pago 
^^  derechos  de  puerto  ó  cualquiera  otra  carga,  que  los  emolumentos  del  práctico;  y  sin  exi- 
^¿tI^^  ^^  descarguen  toda  ó  parte  de  la  carga,  si  no  fuere  preciso.  Si  fuere  necesario  descar- 
%SiX'  p^^^  de  la  carga  6  toda  ella,  la  que  fuese  descargada  y  reembarcada,  pagará  los  gastos  por 
eJ    s^x^do  de  los  almacenes  y  por  el  trabajo. 

CTuando  se  haga  preciso  vender  parte  de  la  carga,  únicamente  para  pagar  los  gastos  del 
aj^l>o  forzado,  lo  vendido  quedará  sujeto  al  pago  de  los  derechos  de  importación,  si  por  la  ley 
¡Qg,     cr^usare. 

in  embargo,  si  un  buque  después  de  reparado  y  en  perfecto  estado  para   continuar  su 

se  demorase  en  el  puerto  más  de  cuarenta  y  ocho  horas,  quedará  sujeto   al  pago  de   los 

líos  y  demás  gastos  de  puerto;  y  si  durante  la  permanencia  en  el  mismo  puerto  hiciese 

a  transacción  mercantil,  tanto  el  buque  como  los  efectos  que   descargue  y  los  productos 

mbarque,  estarán  sujetos  á  los  derechos  y  demás  impuestos  establecidos  por  las  leyes  y 

entos,  como  si  el  arribo  hubiera  sido  voluntario. 

lEs  entendido  que  esta  estipulación  no  altera  en  lo  más  mínimo  las  disposiciones  vigen- 

cada  pais,  sobre  esta  materia. 
Art.  15.  Si  algún  buque  de  una  de  las  dos  Partes  Contratantes  naufragare,  sufriere  ave- 
fuere  abandonado  en  las  costas  de  la  otra,  6  cerca  de  ella,  se  dará  á  dicho  buque  y  á 
ipulacion  toda  la  asistencia  y  protección  que  fuere  posible;  y  el   buque,  cualquiera  parte 
"3,  todo  su  aparejo  y  pertenencias  y  todos  los  efectos  y  mercaderías  que  se  salvasen  ó  el 
ucto  de  ellas  si  se  vendieren,  serán  entregadas  á  sus  dueños  ó  agentes  debidamente  autori- 
segun  las  disposiciones  vigentes  en  cada  país,  que  en  nada  se  considerarán  alteradas 
estas  estipulaciones. 

Art.  16.  Los  buques,  mercaderías  y  efectos  pertenecientes  á  ciudadanos  de   una  de    las 
Repúblicas  Contratantes  que  fueren  apresados  por  piratas,  bien  en  alta  mar,  ó  dentro  de 
~%nites  de  su  jurisdicción,  y  llevados  <S  encontrados  en  los  rios,  radas,  bahías,  puertos  ó  ter- 
cos de  la  otra,  serán  entregados  á  los  dueños  6  á  sus  agentes,  probado  que   sea  su  derecho 
los  tribunales  competentes.     La  reclamación  debe  hacerse  dentro  del  término  de  un   año 
los  mismos  interesados,  sus  agentes  6  los  de  los  respectivos  gobiernos,  obser\'ándose  en  todo 
leyes  de  cada  país  y  los  principios  del  derecho  de  gentes. 

Art  1 7.  Las  estipulaciones  de  este  tratado,  relativas  al  comercio,    son  aplicables  á  los  bu- 
argentinos  y  peruanos,  sea  que  procedan  de  los  puertos  del  país  ó  que  pertenezcan  respec- 
^aunente,  sea  que  procedan  de  los  de  otros  países  extranjeros. 

Se  considerarán  como  buques  argentinos  en  el  Perú  y  como  buques  peruanos  en  la  Repú- 

Argentina,  todos  aquellos  que  pertenezcan  á  ciudadanos  de  la  República  Argentina  ó  del 

:rii  respectivamente,  y  que  naveguen  provistos  de  las  patentes  ó  cartas  de   mar  expedidas 

la  forma  acostumbrada,  según  las  leyes  y  reglamentos  de  cada  República. 

Art  18.  Las  dos  Repúblicas  Contratantes  se  obligan  á  no    conceder  favores,  privilegios  ó 

^i^enciones  algunas  sobre  comercio  y  navegación  á  otras  naciones,  sin  hacerlos  extensivos  á  los 

^  Xidadanos  de  la  otra  parte,  quienes  gozaran  gratuitamente  si  la  concesión  hubiese  sido  gra- 

y  mediante  igual  compensación,  ú  otra  equivalente,  que  se  arreglará  de  mutuo  acuerdo,  si 

concesión  hubiese  sido  condicional. 

Art  19.  Los  buques  de  guerra  de  una  de    las  dos  Repúblicas,  serán  admitidos  y  trata- 
os en  los  puertos  de  la  otra,  como  los  de  la  nación  más  favorecida. 

Art  20.  Convienen  las  dos  partes  contratantes  en  reconocer  los  siguientes  principios  en 
de  guerra  de  alguna  de  ellas  con  una  nación  extraña: 

I®  Las  naves  de  aquella  de  las  dos  partes  contratantes  que  permanezca  neutral,  podrán 
navegar  libremente  de  los  puertos  y  lugares  enemigos  á  otros  neutrales,  ó  de  un  puer- 
to ó  lugar  neutral  á  otro  enemigo,  ó  de  un  puerto  ó  lugar  enemigo  á  otro  igual  ene- 
migo, exceptuando  los  puertos  o  lugares  bloqueados;  y  será  libre  en  todos  ¿stos  casos 
cualquiera  propiedad  que  vaya  á  bordo  de  tales  naves,  sea  quien  fuere  el  dueño,  ex- 
ceptuando el  contrabando  de  guerra. 
Será  libre  igualmente,  toda  persona  á  bordo  del  buque  neutral,  aunque  sea  ciudadano 
de  la  nación  enemiga,  siempre  que  no  esté  en  actual  servicio  del  Gobierno  enemigo, 
ó  destinado  á  él. 


144- 


2°  Las  personas  y  las  propiedades  de  los  ciudadanos  de  aquella  de  las  dos  partes 
tratantes  que  permanezca  neutral  en  caso    de  guerra  de  la  otra,  serán  libres   de 
detención  y  confiscación,  aun  cuando  se  encuentren    á  bordo  de  una  nave   em 
salvo  si  las  personas  se  hallaren  en  servicio  del  enemigo  ó  destinadas  á  ¿1,  ó  sí  la 
piedad  fuere  contrabando  de  guerra. 
3'»  Las  estipulaciones  contenidas  en  este  artículo,  declarado  que  e!  pabellón  cúbrela 
piedad  y  las  personas,  se  aplicarán  á  aquellas  potencias  que  reconocen  ó  en  lo  SU( 
reconocieren  este  principio,  y  no  á  otras. 
Art  21.  Se  reputan  como  artículos  de  contrabando,  cuya    conducción  y    comercio    que-' 
dan  prohibidos  en  caso  de  guerra,  los  siguientes: 

i"  Piezas  de  artitlena  de  todas  clases  y  calibres,  sus  montajes,  útítes  de  servido  y  pro- 
yectiles, pólvora,  bombas,  torpedos,  fuego  griego,  cohetes  á  la  congréve,  y  todas  las 
demás  cosas  destinadas  al  uso  de  la  artUlena  y  fusilería.  ^| 

2°  Escudos,  casquetes,  corazas,  cotas  de  malla,  fornituras  y  uniformes  militares.  ^H 

3°  Banderolas  y  caballos  juntos  con  sus  arneses.  ^H 

40  Las  máquinas  de  vapor,  combustibles  y  todo  lo  anexo  á  ellas,  destinadas  al  uso  tW 
las  naves  de  guerra;  y  en  general  toda  especie  de  armas  de  hierro,  acero,  cobre,  bron- 
ce y  cualesquiera  otras  materias,  manufacturadas, preparadas  ó  formadas  expresamente 
para  hacer  la  guerra  por  mar  ó  por  tierra. 
5°  Los  víveres  que  se  destinan  á  las  tropas  ó  escuadras  enemigas. 
Art.  22.  Los  artículos  de  contrabando  de  guerra,   antes  enumerados  y  clasificados,  que 
se  bailen  en  im  buque  destinado  á  puerto    enemigo,   estarán    sujetos  á  detención  y  confis- 
cación; pero  el  resto  del  cargamento  y  el  buque  se  dejarán  libres  para  que  los  dueños  puedan 
disponer  de  ellos,  según  lo  estimen  conveniente. 

Art.  2^.  Ninguna  nave  de  cualquiera  de  las  partes  contratantes  será  detenida  en  alta 
mar  por  tener  á  su  bordo  artículos  de  contrabando,  siempre  que  el  capitán  ó  sobre-cargo 
de  dicha  nave  quiera  entregar  los  artículos  de  contrabando  al  apresador;  á  menos  que 
esos  artículos  sean  tan  numerosos  ó  de  tan  gran  volumen,  que  no  puedan,  sin  grave 
inconveniente,  recibirse  á  bordo  del  buque  apresador;  pero  en  este  caso  y  en  todos  los  demás 
de  justa  detención,  el  buque  detenido  será  enviado  al  puerto  más  inmediato,  cómodo  y 
seguro,  para  ser  allí  juzgado  con  arreglo  á  las  leyes. 

Art.  24.  Cuando  un  buque  navegue  hacia  un  puerto  ó  lugar  enemigo,  sin  saber  que  ^e 
halla  sitiado  ó  bloqueado,  puede  ser  rechazado,  notificándose  el  bloqueo  ó  ataque  por  el 
oficial  que  mande  un  buque  que  fcrtue  parte  de  la  fuerza  bloqueadora;  pero  se  le  permi- 
tirá ir  libremente  á  cualquier  otro  puerto  ó  lugar  que  su  capitán  ó  sobre-cargo  juzgare 
oportuno,  sin  confiscar  parte  alguna  de  su  cargamento,  á  menos  que  fuere  contrabando  de 
guerra.  Mas  si  después  de  notificado  el  bloqueo  ó  ataque,  el  expresado  buque  intentare 
de  nuevo  entrar  al  jiuerto,  podrá  ser  apresado  y  confiscado,  así  como  su  cargamento,  salvo 
el  caso  de  que  este  pertenezca  á  persona  distinta  del  dueño  del  buque,  y  pueda  probar 
que  era  extraña  á  la  violación  del  bloqueo. 

No  se  impedirá  á  ningún  buque  que  hubiere  entrado  en  un  puertc 
bloqueado  ó  atacado,  salir  de  él  en  lastre  ó  con  el  cargarocnlo  con  que  1 
quiera  otro,  hecho  antes  de  comenzar  el  bloqueo;  más  si  intentare  salir  c 
que  hubiese  hecho  después  de  csle  acto,  estara  sujeto  á  confiscación  junto 

Los  buques  de  una  ú  otra  de  las  partes   contratantes  que   se    e 
bloqueado  ó  atacado  al  tiempo  de  la  reducción  ó  entrega   del  lugar, 
tuvieren  á  bordo,  no    estarán  sujetos  á  confiscación  ó  demanda   alguna, 
los  dueños  en  tranquila  posesión  de  sus  propiedades. 

Art.  25.  Con  el  objeto  de  prevenir  desordenes  en  la  visita  y  reconocimiento  de  los  bu- 
ques mercantes  y  sus  cargamentos  en  alta  mar,  se  estipula:  que  siempre  que  un  buque  de 
guerra  de  una  de  las  parles  contratantes  se  encontrase  con  un  neutral  de  la  otra,  el  primero 
permanecerá  á  !a  mayor  distancia  que  sea  compatible  con  la  posibilidad  y  seguridad  de  hacer 
la  visita,  atendidas  las  circimslandas  del  viento  y  de  la  mar  y  el  grado  de  sospecha  que  inspire 
el  bajel  que  ha  de  ser  visitado,  y  enviará  un  bote  con  dos  ó  tres  hombres  solamente  para 
verificar  dicho  reconocimiento  de  los  documentos  concernientes  á  la  propiedad  y  carga  del 
buque,  iin  ocasionar  la  menor  extorsión,  violencia  ó  mal  trato,  de  lo  cual  será  responsable  cou 
su  persona  y  bienes  el  capitán  del  buque  armado.  En  ningún  caso  se  exigirá  de  la  parte 
neutral,  que  vaya  á  bordo  del  buque  reconocedor  con  el  fio  de  exhibir  sus  dociunentos,  ni 
por  ningim  otro  objeto. 

ArL  20.  Si  una  de  las  dos  parles  contratantes  estuviere  en  guena,  los  buques  de.  la  olra 
deberán  proveerse  de  patente  de  navegación  ó  pasaportes,  en  que  se  expresen  el  nombre, 
naturaleza  del  dueño  del  buque,  el  nombre  y  capacidad  de  éste,   y  el  nombre  y  residí    ' 


de  hallarse 
ó  con  cual- 
cargamento 
carga. 

n  un  puerto 
cargamentos  que 
j  que  se  dejará  ¿ 


I  capitán,  á  fiíi  de  que  se  compruebe  que  el  buque  pertenece  rea]  y  verdaderamente  á  ciu- 
Uanos  de  la  otra  parte-  Estando  cargados  los  expresados  buques,  llevarán  además  de  la 
"  ■  '  ivegadon  ó  pasaportes,  manifiestos  ó  certificados  que  contengan  los  pormenores 
\  calamento  y  el  lugar  donde  fuere  embarcado,  para  que  pueda  saberse  si  hay  á  bordo 
Ctos  de  contrabando.  Estos  certificados  serán  expedidos  en  la  forma  acostumbrada,  por 
Unas  de  Aduana  ó  autoridades  del  puerto  de  donde  saliere  el  buque,  sin  cuyo  requisito  el 
iresado  buque  puede  ser  detenido  para  ser  adjudicado  él  o  su  cargamento,  por  los  tribu- 
"  s  competentes,  á  menos  que  se  pruebe  que  la  falta  proviene  de  algún  accidente  ó  se 
sat  aquella  con  testimonio  del  todo  equivalentes,  en  la  opinión  de  los  susodichos  tri- 
Jes. 

Alt.  27.  Las  anteriores  estipulaciones  relativas  i  !a  visita  y  reconocimiento  de  los  buques, 
b  aplicarán  solamente  á  aquellos  que  naveguen  fuera  de  convoy;  pues  cuando  los  dichos 
juques  vayan  en  convoy,  se  considerará  suficiente  la  declaración  verbal  del  comandante  de 
este,  hecha  bajo  su  palabra  de  honor,  de  que  los  buques  que  están  bajo  su  protección,  perte- 
necen 3  la  nación  cuya  bandera  lleva.  En  caso  de  que  los  buques  se  dirijan  á  un  puerto 
«nemigo,  declarará  además  el  comandante,  que  dichos  buques  no  tienen  á  su  bordo,  artículos 
''"I  contrabando  de  guerra. 

Art.  iS,  Las  causas  de  presas  serán  decididas   por  los  tribunales    establecidos  al  efecto 
:  las  leyes  de  las    respectivas  Repúblicas,  y  dichos  tribunales    serán  los  únicos  que  tomen 
)  de  ellas.  Siempre  que  tales    tribunales  de  una  ú  otra  parte   pronunciaren  sen- 
sobre  algún  buque,  efecto  o  propiedad  reclamados  por  ciudadanos  de  la  otra   parte,  la 
la  ó  decisión  mencionará  las  razones  ó  motivos  en  que  se  ba  fundado,  y  se  entregará 
^        tndanle  ó  agente  de  dicho  buque,  ó  propietario,   si  lo  solicitare,  im  testimonio  autén- 
>  de  la  sentencia  ó  decisión,  ó  de  todo  el  proceso,  con  tal  que  satisfagan  los  derechos 

,  Deseando  las  dos  partes   contratantes  evitar  toda  desigualdad   en   lo  concer- 

i  relaciones    oficiales   internacionales,  convienen   en    conceder    á    sus  Enviados, 

listros,  Encargados  de  Negocios  Extranjeros  y  demás  agentes  públicos,  los  mismos  favores, 

Kkonidades  y  exensioncs  de  que  con  arreglo  al  Derecho  de  Gentes,  gozan    ó  en  adelante 

'ataren  los  de  las  naciones  más  favorecidas. 

Art  30.  Como  consecuencia  del  principio  de  igualdad  establecido,  en  virtud  del  cual  los 
dadanos  de  cada  una  de  las  dos  altas  partes  conU^tantes  gozarán  en  el  territorio  de  la  otra 
I  loa  mismos  derechos  que  los  naturales,  se  declara :  que  los  daños  causados  por  las  facciones 
r  individuos  particulares,  y  en  general  por  casos  fortuitos  de  cualquiera  especie,  no  darán 
dio  á  indemnizaciones  especiales,  estando  soto  obligados  los  Gobiernos  de  las  dos  Repú- 
1  á  conceder  á  los  naturales  de  la  otra  la  misma  protección  en  sus  personas  y  propie- 
i  que  las  leyes  conceden  á  sus  propios  ciudadanos. 

Art  31.  Los  agentes  diplomáticos  de  una  de  las  dos  Repúblicas,  en  países  extranjeros, 
aoxde  no  existan  agentes  de  la  otra,  harán  toda  clase  de  gestiones  permitidas  por  el  Derecho 
Intemiicionai,  para  protejer  los  intereses  y  las  personas  de  sus  ciudadanos,  en  los  mismos 
ténninus  en  que  deben  hacerlo  respecto  de  los  de  su  propio  país,  siempre  que  su  inter\'endon 
■ea  solicitada  por  ta  parte  interesada  y  admitida  pot  el  Gobierno  cerca  del  cual  reside. 
^~"  Art  3¿.  Las  Repúblicas  contratantes,  deseando  mantener  tan  firmes  y  duraderas  sus 
Bcionea  amistosas,  cuanto  lo  permita  la  previsión  humana,  convienen:  en  que  si  uno  ó  más 
dadanos  de  una  de  las  dos  panes  contratantes,  infringiere  cualquiera  de  los  artículos  de 
í  Tratado,  ó  alguna  ó  algunas  de  las  estipulaciones  e>dstentes  entre  los  dos  países,  el 
actor  ó  infractores  serán  personalmente  responsables,  sin  que  por  ello  se  turbe  ¿  interrumpa 
fc  buena  annonia  y  correspondencia  entre  las  dos  Repúblicas,  comprometiéndose  cada  una 
pellas,  i  no  protejer   á   los  infractores,   ni  menos  autorizar  en   ningún  sentido   semejantes 

Art.  33,  Las  dos  Repúblicas   convienen  en  que,  si  desgraciadamente  llegan  á  interrum* 

"W  las  relaciones  de  amistad  entre  ellas,  no  apelarán  á  las  armas,  antes   de  agotar  la  vía  de 

i,  y  en  tanto  que  no  se  haya  perdido  la  esperanza  de  obtener  por  ésta  la   satisfac- 

m  debida.  Cuando  ocurriese  aquel  caso,  el  Gobierno   que  se  cree  agraviado,  después  que 

~l  hecho  valer   las  razones  que  le   asisten   y    solicitado  inútilmente  una  justa  avenencia, 

ñgnará  en  un  maniticsto  los  fundamentos  de  su  queja  y  ]»s  presentará  en  el  despacho  de 

iriones  Exteriores  del  Gobierno  á  quien  se  impata    la  ofensa,   anunciando  la  intención  de 

itérala  decisión  de  un  tercero  (de  cinco  Gobiernos  que  se  designará)  si  antes  de  seis  meses 

Nltados  desde  el  día  en  que  ese   maniñesto    haya  sido  presentado,  no  se    hayan  dado  las 

iflHcacioDes  satisfactorias,  sobre  el  punto  ó  puntos  que  fueren  motivos  de  queja. 

El  Gobierno  á  quien  se  imputa  la  ofensa,  debe  contestar  dentro  de  dichos  seis  meses  y 
minará  so  exposición  designando  por  su  parle  uao  de  los  cinco  Gobiernos  propuestos  para 
e  ñtva  de  arbitro.  19 


146  - 


Si  el  Gobierno  ofendido  no  se  diera  por  satisfecho  cun  las  explicaciones  <lel  otro,  amDc 

se  dirigirán  al  designado  por  arbitro,  sometiéndole  con    lal  piezas  justificativas   necesarias,  la 
materia  sobre  que  debe  recaer  la  decisión. 

Si  el  Gobierno  acusado  eludiere  la  propuesta  de  arbitramento,  ú  el  nombramiento  de 
arbitro,  éste  se  elegirá  por  el  actor  de  entre  los  cinco  Gobiernos  que  se  designó  primitiva- 
mente. 

En  general,  en  todos  loa  casos  de  naturaleza  grave  y  capaz  de  producir  la  guerra,  en 
ijue  no  puedan  avenirse  las  dos  partes  contratantes  por  medio  de  las  vías  diplomáticas,  ocur- 
rirán á  la  decisión  ile  un  arbitro  para  arreglar  pacífica  y  definitivamente  sus  diferencias,  y  no 
podrá  ningima  de  ellas  declarar  la  guerra,  ni  autorizar  actos  de  represalia  contra  la  otra,  sino 
en  el  caso  de  que  ésta  rehuse  someterse  á  la  decisión  arbitral  de  un  Gobierno  amigo,  ó  cumplir 
la  sentencia  dada  por  éste. 

Art.  34.  En  el  desgraciado  evento  de  guerra  tntre  las  dos  Repúblicas,  con  el  fin  de 
disminuir  los  males  de  ella,  se  estipula  lu  siguiente; 

I"  Rotas  las  hostilidades,  los  comerciantes,  traficantes  y  otros  ciudadanos  de  todas 
profesiones  de  cualquiera  de  las  partes,  que  residan  en  las  ciudades,  puertos  ó  terri- 
torios de  la  otra,  podrán  permanecer,  continuar  su  comercio  y  negocios,  en  tanto 
que  se  conduzcan  pacíficamente  y  no  cometan  ofensa  alguna  contra  las  leyes,  y  en 
caso  de  que  su  conducta  les  hiciese  sospechosos,  podrán  ser  removidos  libremente 
de  un  punto  á  otro  del  territorio,  ó  si  se  juzgase  oportuno  mandarlos  salir  del  país, 
se  les  concederá  el  término  de  doce  meses  contados  desde  la  publicación  <j  intima- 
ción de  la  órdeu,  para  que  en  él  puedan  arreglar  y  ordenar  sus  negocios  y  retirarse 
con  sus  familias,  efectos  y  propiedades,  á  cuyo  ñn  se  les  dará  el  necesario  salvo- 
conducto. 
2"  Los  hospitales  y  ambulancias  raililares  de  heridos,  las  intendencias  y  el  servicio  de 
sanidad,  de  administración  y  el  pasaporte  de  heridos,  así  como  los  médicos,  cirujanos 
y  capellanes,  son  neutrales,  y  como   tales  gozarán   de   especiales   consideraciones  de 


funciones.  Concluidas  éstas, 
que  pertenezcan.  Es  enten- 
:  6  ambulancias  custodiadas 
para  guardarlos  de 


parte  de  los  beligerantes,  mientras  desempeñen 
podrán  las  indicadas  personas  retirarse  al  campamento  i 
dido  que  no  se  reconocerá  la  neutralidad  de  los  hospitali 
por  una  fuerza  militar  superior  á  la  e-ttoct amenté 
ataques  de  individuos  particulares. 
ArL  3j,  El  presente  Tratado  será  perpetuo  en  cuanto  á  la  estipulación  de  su  artículo 
primero;  y  en  cuanto  á  los  demás  durará  por  el  término  de  diez  años,  contados  desde  la 
fecha  en  que  las  ratificaciones  sean  canjeadas.  Pero  si  ninguna  de  las  partes  animclare  á  la 
otra  por  una  declaración  oficial  un  año  antes  de  la  expiración  de  este  plazo  su  intención  de 
hacerlo  terminar,  continuará  siendo  obligatorio  para  ambas  partes,  hasta  un  año  después  de 
cualquier  día  en  que  se  haga  tal  notificación  por  una  de  ellas. 

_Art.  30.  Este  Tratado  será  ratificado  por  el  Poder  Ejecutivo  de  cada  una  de  las  dos 
Repúblicas,  previa  su  aprobación  por  los  respectivos  Congresos,  y  las  ratificaciones  serán 
canjeadas  en  Buenos  Aires  ó  en  Lima,  dentro  del  más  breve  término  posible. 

En  fé  de  lo  cual,  nosotros  los  Plenipotenciarios  de  la  una  y  de  la  olía  parte,  lo  heni 
firmado  y  sellado  con  nuestros  sellos  particulares,  en  Buenos  Aires  4  9  de  Marzo  de  1874.- 
(L.  S.)  C.  Tejedor. —  (L.  S.)  Manuel  Irigoven. 

BneuD)  Ajru,  Ui;d  19  da  tí 

A  los  efectos  del  artículo  19  de  la  Constitución  Nacional,  remítase  al  CongrMO  para  É 
aprobación.  '' 

Sarmiento 
C.  lyedor. 


LEY    DE   APROBACIÓN 

El  Senadí)  y  Cámara  4e  Diputadas  de  ¡a  Nación  Argentina,  reunidos  ei 


Congreso, 


Art,  i"  Apruébase  el  Tratado  de  Amistad,  Comercio  )'  Navegación  celebrado  entre  la 
República  Argentina,  y  el  Presidente  de  la  República  del  Perú,  por  medio  de  sus  respectivos 
Plenipotenciarios  en  Buenos  Aires,  el  día  i.j  de  Marzo,  con  las  modiñcacioncs  siguientes : 


—  147  — 

I**  La  supresión  total  del  artículo  5**. 

2^  La  adición  de  las  palabras,  la  cuestión  después  de  las  de  anunciando  ¡a  intención  de 
someter  en  el  primer  párrafo  del  artículo  33. 
Art.  2*>  Comuniqúese  al  Poder  Ejecutivo. 

Dado  en  la  Sala  de  Sesiones  del  Congreso  Argentino,  en  Buenos  Aires,  á  los  veintiocho 
días  del  mes  de  Setiembre  de  mil  ochocientos  setenta  y  cuatro.  —  Adolfo  Alsina.  —  Carlos 
M,  Saravia,  Secretario  del  Senado. — Luis  Saexz  Pe^a.  —  jWgue/  Sorondo,  Secretario  de  la 
Cámara  de  Diputados. 


CANJE    DE    LAS    RATIFICACIONES 

Habiéndose  reunido  los  infrascriptos,  para  canjear,  en  virtud  de  sus  plenos  poderes  espe- 
ciales, las  ratificaciones  del  Tratado  de  Amistad,  Comercio  y  Navegación,  concluido  y  firmado 
en  Buenos  Aires  el  9  de  Marzo  de  1874,  entre  el  Perú  y  la  República  Argentina,  y  habién- 
dolos examinado  detenidamente  se  notó,  que  en  el  instrumento  de  ratificación  del  Gobierno 
del  Perú  faltaba  el  inciso  3",  del  artículo  20  que  dice:  3*^  las  estipulaciones  contenidas  en 
este  artículo,  declarando  que  cl  pabellón  cubra  la  propiedad  y  las  personas,  se  aplicarán  á 
aquellas  Potencias  que  reconocen  ó  en  lo  suc^ivo  reconocieren  este  principio  y  no  á  otras. 

Los  Plenipotenciarios  que  suscriben  deliberaron  acerca  de  lo  que  debía  hacerse  en 
presencia  de  dicha  omisión,  y  habiendo  declarado  el  del  Perú  que  debía  considerarse  aquel 
inciso  como  si  estuviera  inserto  en  el  lugar  correspondiente  del  instrumento  de  ratificación 
del  Gobierno  Peruano  por  ser  parte  integrante  del  Tratado  á  que  se  refieren  la  aprobación 
dd  Congreso  y  dicha  ratificación,  y  cuyo  text'^  Hene  en  su  poder  el  Gobierno  Argentino,  y 
habiéndose  hallado  en  lo  demás  perfectamente  conforme  los  instrumentos  de  ratificación, 
acordaron  consignar  el  hecho  referido  en  la  presente  acta  y  proceder  á  verificar  su  canje. 

Asi  lo  hicieron  en  efecto  en  la  forma  acostumbrada,  y  extendiendo  por  duplicado  este 
protocolo  que  firmaron  y  sellaron  los  infrascritos,  en  Buenos  Aires,  á  20  de  Diciembre  de 
1875.  —  (L.  S.)  Bernardo  de  Irigovent.  —  (L.  S.)  Manuel  Irigoyen. 


La-  primera  acción  formal  que  verificaron  las  tropas  expedicionarias  á 
Chile  al  mando  del  General  San  Martin  con  las  realistas  de  esa  región,  fué  la 
inmortal  batalla  en  la  cuesta  de  Chacabuco  donde  chocaron  impetuosamente 
las  armas  que  defendían,  unas  la  libertad  é  independencia  y  las  otras  la  conser- 
vación V  la  esclavitud  del  reino  chileno. 

En  este  campo  glorioso  fué  donde  el  ejército  libertador  conoció  con  pro- 
funda convicción  la  superioridad  de  su  organización,  de  su  ventajosa  disciplina 
militar,  de  su  firmeza  en  el  ataque  y  aun  de  su  bravura. 

Para  dar  una  idea  de  los  hechos  militares  que  prepararon  este  acontecí" 
miento  de  importancia  tan  trascendental  para  la  causa  del  ejército  oriental  de 
los  Andes,  nos  es  menester  bosquejar  la  situación  de  ese  postrer  período  tan 
fecundo  en  ventajas  parciales. 

En  efecto:  la  vanguardia  del  ejército  que  venia  desde  Mendoza,  remontaba 
los  Andes  con  su  pesada  artillería  y  aun  en  medio  de  los  sufrimientos  consi- 
guientes á  su  penosísima  como  heróicamarcha,  no  perdonó  ocasión  de  embestir 
al  enemigo,  cualquiera  que  fuese  el  número,  apenas  le  avistaba,  saliendo  siem- 
pre victoriosos  los  pelotones  invasores. 


—  148  — 

infinitas  fueron  las  escaramuzas  hasta  venirse  formalmente  i\  las  manos 
en  Chacabuco,  siendo  uno  solo  el  resultado  para  los  imnrgcntes  del  Plata:  la 
victoria. 


Por  el  camino  de  Uspallata  iba  el  cuerpo  del  ejército  que  marchaba  á  las 
órdenes  del  General  Las  Fieras; — según  parte  oficial  de  este  jefe  se  supo  que 
el  dia  24  de  Enero,  una  partida  de  250  hombres,  sorprendió  una  avanzada  ene- 
miga en  «  Piclieuta»,  haciéndole  siete  prisioneros,  mas  un  cabo  que  se  había 
pasado  voluntariamente. 

Perseguida  con  tenacidad,  llegó  á  situarse  ventajosamente  en  una  fuerte 
posición  donde  se  sostuvo  durante  dos  horas  y  media  que  duró  el  combate,  liasta 
que  se  retiró  lapai'tida  patriota  por  ser  ya  de  noche;  el  enemigo  había  perdido 
en  esta  vez  14  muoi'tos,  incluso  un  oficial. 


Destacado  el  Teniente  don  Juan  Lavalle,  de  las  fuerzas  al  mando  del 
Sargento  Mayor  de  Ingenieros  don  Antonio  Arcos,  con  25  granaderos  á  caballo 
á  batir  una  avanzada  de  50  hombres,  apenas  quiso  cargarlos  se  pusieron  en 
precipitada  fuga,  logrando  hacer  tres  prisioneros  en  la  persecución  que 
emprendió  contra  ella;  la  noche  evitó  la  matanza  ó  la  rendición. 


También  el  Comandante  don  Ramón  Freiré,  desde  la  «  Vega  de  Cumpéo  », 
doce  leguas  de  la  ciudad  de  Talca,  dio  aviso  al  Gobernadoi*  Intendente  de  Cuyo 
que  con  una  fuerza  de  GO  hombres  había  ata(*ado  el  4  de  Febrero  una  partida 
de  cien  y  tantos  enemigos,  y  que  después  de  una  lucha  sostenida  durante  dos 
horas,  pudo  al  fin  derrotarla  á  pesar  de  su  posición  superior,  haciéndole  20  pri- 
sioneros con  lü  muertos  de  tropa  y  dos  oficiales,  y  tomándole  además  sables, 
tercerolas  y  monturas,  etc.;  un  soldado  realista  se  había  pasado  armado  á  las 
filas  patriotas. 


El  mismo  Coronel  Las  Meras  partici|)ó  desde  el  « Juni*alillo  »  al  General 
San  Martin,  í|ue  habiendo  destacado  al  Mayor  Martinoz  con  una  compailía  del 
número  11  y  los.'W  granaderos  al  mando  del  Teniente  Aldao,  |)ara  j^osesionarse 
de  la  «fiuardin  do  Hornillos)),  posición  occidental  de  los  Andes,  defendida  por 
mas  de  cien  hombres  de  infantería  y  caballería,  tuvo  lugar  el  4  de  Febrero 
un  encuentro  sangriento  en  í|ue  des|)ues  de  disputarse  vigorosamente  el  campo, 
fué  vencido  al  íin  el  enemigo  y  i)ueslo  en  fuga,  pero  dejando  en  la  demanda 
40  muertos  y  4í)  prisioncíros,  entre  estos  (ios  oficiales. 

La  noche,  que  avanzaba  rápidamente,  pudo  salvar  el  resto  de  la  guar- 
nición. 


—  149  — 

El  Comandante  don  Juan  Manuel  Cabot,  destinado  á  atacar  á  Coquimbo, 
en  su  parte  oficial  al  Gobernador  de  Cuyo,  comunicaba  que  habiendo  sorpren- 
dido en  la  «Cañada  de  los  Patos»  una  guardia  enemiga  compuesta  de  ocho 
soldados  y  un  sargento,  hizo  prisioneros  á  todos  estos  y  también  á  otra  de 
igual  número  que  debía  relevarla. 


Otro  parte  dirigido  por  el  General  Soler,  comunicaba  que  desde  «Achupa- 
Uas»,  destacando  al  Comandante  don  Mariano  Necochea  con  los  cien  hombres 
del  escuadrón  Escolta,  para  que  practicase  un  reconocimiento  sobre  San  Feli- 
pe, fué  avistado  por  el  enemigo  que  pretendió  cortarle  el  paso  en  Putaendo, 
saliéndole  al  encuentro  con  300  soldados  de  caballería,  dejando  una  reserva 
compuesta  de  400  infantes  y  dos  piezas  de  artillería  en  la  falda  de  la  sierra  de 
«Las  Coimas». 

El  número  de  enemigas  era  muy  superior  y  la  posición  ventajosa;  por 
consiguiente,  siendo  muy  aventurado  presentar  una  acción  franca,  era  nece- 
sario inventar  algún  arbitrio  que  menoscabase  tanta  superioridad. 

En  materia  de  expedientes  estratégicos  era  fecundo  el  ingenio  de  Neco- 
chea, y  ordenando  se  empefiasen  guerrillas  por  [ambos  flancos  del  enemigo  á 
fin  de  alejar  la  caballería  enemiga  del  apoyo  de  la  infantería,  les  previno  á  los 
jefes  de  simular  una  retirada  hasta  que  se  separase  aquella  lo  bastante  de 
dicha  posición. 

Tal  como  lo  previo  Necochea  sucedió  y  en  el  momento  mismo  que  se 
había  separado  cuatro  cuadras  del  campamento,  teniendo  á  media  cuadra  de 
distancia  á  la  caballería  que  le  perseguía,  aquel  valeroso  jefe  volvió  rápida- 
mente sobre  su  retaguardia,  dando  tan  espantosa  carga  al  confiado  enemigo 
que  desorganizado  y  aterrado  con  el  ruido  extraño  de  las  vainas  de  latón  de  acero 
de  los  sables  de  los  insurgentes,  había  dado  el  grito  de  «  sálvese  el  que  pueda  », 
poniéndose  en  acelerada  fuga,  despojándose  de  todo  cuanto  podía  molestarles 
en  aquella  dispersión  sin  ejemplo,  y  dejando  en  el  campo  19  muertos,  incluso 
dos  oficiales,  4  prisioneros  heridos  y  60  piezas  de  armas:  fusiles,  carabinas, 
sables  y  pistolas. 

Los  que  pudieron  salvarse,  incorporados  al  grueso  del  ejército,  comuni- 
caban á  sus  compañeros  el  terror  que  les  impusieron  los  sablazos  de  los  Grana- 
deros y  la  sonajera  de  sus  vainas:  en  esta  época  solo  se  usaba  en  Chile  vainas 
de  suela. 

Los  triunfos  obtenidos  por  Las  Heras  y  Necochea,  pusieron  al  ejército  en 
posesión  de  Aconcagua,  donde  no  solo  remontó  su  caballería  sino  que  consi- 
guió- abundantes  provisiones. 


El  mismo  Coronel  Las  Heras  dio  aviso  el  8  de  Febrero,  comunicando  que 
estando  en  posesión  de  la  Villa  de  Santa  Rosa  de  los  Andes  el  Mayor  Martinez, 
destacado  expresamente,  acababa  de  llegar  triunfante  de  una  guerrilla  enemí- 


150  - 


ga  á  la  que  habla  muerto  un  soldado,  apoderándose  de  seis  mil  cartuchos  ft 
bala  y  sesenta  caballos,  lomando  Las  Heras  al  entiar  á  la  villa  un  almacén  de 
víveres  con  100  líos  de  charque  y  mas  de  100  fardos  de  galleta. 


El  Comandante  don  Juan  Manuel  Cabot,  en  su  parte  oficial  al  Gobierno 
comunicaba  que  habiendo  chocado  sus  armas  con  superiores  partidas  enemi- 
gas el  11  de  Febrero  en  el  lugar  de  «  Barraza  >>  y  el  12  en  el  de  »  Sálala  »,  los 
derrotó  después  de  reñidos  combates,  haciéndoles  43  muertos  de  tropa,  tres 
oficiales  vires  mujeres,  40  prisioneros,  incluso  un  Teniente  Coronel,  sub- 
delegado de  Coquimbo,  su  hijo  y  dos  oíiciales,  apoderándose  en  el  campo  de 
dos  piezas  de  artillería  de  montaña  de  &  4,  32  fusiles,  6  espadas,  16  cajones  de 
municiones,  2  barriles  de  pólvora.  4  fardos  de  vestuarios  y  30  cargas  de  equi- 
pajes, encontrando  en  la  ciudad  de  la  Serena  36  barriles  de  pólvora  útil.  4  de 
mojada.  6  fusiles,  4  cañones  volantes  de  á  4.  y  en  el  puerto  de  Coquimbo  doce 
cañones  de  á  12  v  2  de  á  24. 


4 


e 
e 

I 


Estos  y  muchos  otros  fueron  los  felices  hechos  militares  que,  precursores 
del  solemne  triunfo  en  Chacabuco,  hablan  despejado  el  camino  de  enemigos 
para  presentarlos  replegados  en  aquella  cuesta  donde  tantas  glorias  recibieran 
las  huestes  de  la  Patria. 

Siendo  la  idea  fundamental  del  plan  del  General  San  Martin,  batir  en 
detall  al  enemigo,  cuando  se  vio  dueño  de  los  valles  de  Aconcagua  y  Putaendo, 
resolvió  sin  pérdida  de  instantes  presentarle  formal  batalla,  antes  que  pudiese 
engrosar  sus  filas  con  nuevos  refuerzos, 

Las  fuerzas  realistas  del  reino  de  Chile  alcanzaban  á  la  sazón  á  5.500  sol- 
dados veteranos,  sin  contar  con  las  milicias  regladas. 

Marcó,  Presidente  de  Chile,  incapaz  de  organizar  un  plan  de  defensa 
que  pudiese  malograr  los  cálculos  y  pericia  de  San  Martin,  habla  destacado 
hacia  el  Sud  2.200  hombres  pensando  que  la  invasión  se  practicaría  por  ese 
lado,  y  solo  cuando  luvo  noticias  auténticas  y  alarmantes  del  rumbo  que 
seguían  las  diseminadas  tropas  triunfantes,  fué  entonces  que  envió  la  fuerza 
restante  para  detener  el  progreso  de  los  invasores  por  el  lado  Norte,  poniendo 
á  su  cabeza,  recien  el  10  de  Febrero,  al  Brigadier  don  Rafael  Maroto  como  su 
General  en  jefe. 

San  Martin,  previsor  y  calculador  en  extremo,  despachó  hombres  do''| 
entera  confianza  á  Santiago  para  espiar  todos  los  movimientos  del  ejército/ i 
realista  y  disposiciones  oficiales  al  respecto,  dando  inmediato  y  seguro  aviso'' 
de  todo  lo  pertinente  á  la  guerra,  mientras  que  liada  practicar  con  ingenieros  i 
competentes  un  reconocimiento  prolijo  en  la  cuesta  de  Chacabuco,  levantando 
los  croquis  correspondientes. 


—  151  — 

El  campo  de  honor  distaba  doce  leguas  al  norte  de  la  capital  de  Santiago, 
separado  del  valle  de  Aconcagua  por  una  serranía,  denominada  como  aquel 
"Cliaeabuco",  atravesada  por  una  pequeña  senda  y  un  camino  carretero  en 
zig-zac  hecho  abrir  por  el  Marqués  de  Osorno  que  fué  Presidente  de  Chile. 

El  croquis  levantado  por  los  ingenieros  y  los  pliegos  que  le  presentó  uno 
de  sus  espías  de  otro  conquistado  en  la  misma  Secretaría  de  Marc6  !e  hicieron 
cambiar  de  resolución  :  las  tropas  se  hablan  posesionado  en  la  falda  norte  de 
la  cuesta,  donde  repuso  sus  caballadas  en  los  grandes  alfalfares  de  las  chacras 
mas  inmediatas,  situando  el  cuartel  general  en  la  mas  conveniente  de  estas. 

Asi  las  cosas,  el  General  en  jefe  constituyójunta  de  guerra  de  los  Generales 
y  jefes  de  cuerpo  para  resolver  lo  mas  á  propósito  según  las  nuevas  noticias 
recibidas,  acordando  que  al  dia  siguiente  se  atacarla  al  enemigo. 

Era  su  plan  dividir  el  ejército  en  dos  columnas,  una  de  las  cuales  se 
enseñorearla  del  camino  á  la  Capital  para  corlal'  la  relirada  al  ejército  realista 
avanzando  apresuradamente  hacia  el  campo  de!  combate,  mientras  que  la  otra 
eatrelendrla  con  escaramuzas  al  enemigo  dando  tiempo  A  que  aquella  ¡legara 

tra  lomarlo  entre  dos  fuegos. 
La  primera  división  quedó  &  cargo   del  General  Soler,   denominándola 
!  derecha,  compuesta  de  2.100  hombres  próximamente  con  7  cañones  de  raon- 
ia  de  á  4,  servidos  por  80  artilleros;  esta  columna  se  componía  de  lo  mejor 
Das  aguerrido  del  ejército,  como  que  estaba  destinada  á  romper  sus  fuegos 
r  la  retaguardia  del  enemigo. 
La  segunda  división  era  comandada  por  el  Brigadier  O'Higgins,   llamán- 
la  ala  izquierda.  Como  su  misión  era  únicamente  secundar  el  ataque  de  la 

división  primera,  trabando  antes  guerrillas  como  para  distraer  al  enemigo, 
solo  se  componía  de  1500  pla7,as  á  cuya  retaguardia  marchaba  el  Cuartel  Gene- 
ral y  Estado  Mayor. 

Fácil  era  presumir  el  éxito  de  esta  jornada,  bien  considerados  los  porme- 
nores de  nuestras  ventajas:  el  ejército  realista  se  hallaba  desmoralizado  con 
las  últimas  derrotas,  iba  á  caer  entre  dos  fuegos  de  tropas  aguerridas  y  victo- 
riosas, y  finalmente  le  dominaba  el  terroi-  de  los  hachazos  de  ios  sables  de  los  Gra- 
naderos  y  la  sonajera  de  las  vainas. 

Los  oficiales  de  avanzada  del  ejército  libertador  dieron  frecuentes  avisos 
al  General  en  jefe  que  una  columna  enemiga  estaba  situada  en  la  cumbre  de 
la  cuesta  ai  parecer  dispuesta  á  defender  la  posición,  y  como  ya  se  habla 
resuelto  presentar  batalla  al  ejército  realista  al  rayar  la  aurora  del  dia  12  de 
Febrero,  se  movieron  las  tropas  en  dirección  á  dicha  subida,  ordenando  ala 
división  O'Higgins  desprender  una  partida  de  infantería,  previniendo  al  oficial 
que  subiese  por  los  cerros  del  flanco  izquierdo  del  camino  á  fin  de  llamar  la 
atención  por  esa  parle,  pero  que  visto  por  el  enemigo  desprendió  el  jefe  rea- 
lista otra  partida  para  detener  á.  aquella,  iniciando  un  corto  tiroteo  que  fué 
interrumpido  por  la  aparición  brusca  á  la  vuelta  de  un  recodo,  de  la  división 
O'Higgins  que  paso  á  paso  avanzaba  de  frente  sobre  el  camino  carretero, 
dando  asi  tiempo  á  que  llegara  la  división  Soler. 


—  152  — 

Tan  inesperado  incidente  fué  causa  de  que  abandonando  la  cumbre  las 
fuerzas  realistas  con  todas  las  avanzadas  se  roi)legasen  al  grueso  del  ejército, 
por  orden  del  jefe  español,  con  mucha  sorpresa  del  libertador  que  creía  dispu- 
tarla hasta  el  ultimo  extremo. 

Vai  consecuencia,  la  división  O'IIiggins  ocui>ó  tran(|uilamente  la  cumbre, 
desde  donde  divisó  al  ejército  enemigo  acampado  en  ('hacabuco,  mientras  la 
columna  en  retii-aíhi  bajaba  ai)i'esuradamente  la  cuesta,  hostilizada  por  los  tres 
escuadrones  de  (Iranaderos  al  maiído  <Iel  (ícneral  Zapiola,  colocados  á  la 
vanguardia  do  las  tropas  en  descenso  de  a«|uella  elevación. 

En  estas  circunstancias  trabóse  un  combate  de  caballería  con  fuego  soste- 
nido mientras  se  vei-ificaba  la  bajada,  llegando  á  Ins  oncea  la  [)lanicie  el  General 
O'Higgins  con  los  batallones  7  y  S,  haciéndolos  formar  en  batalla  inmediata- 
mente, colocándose  á  rctaguai-dia  los  escuadi'ones  de  caballería. 

Fué  en  esta  ocasión  que  los  ejércitos  beligei'antes  rompieron  un  fuego  de 
inlanteríj.  espantoso,  causando  la  artillería  enemiga  enormes  estragos  en  las 
tropas  y  caballería,  sin  esperanza  de  obtener  ventaja  alguna  sobre  las  realis- 
tas: el  Coronel  Zapiola,  comprendiendo  la  gravedad  de  la  situación,  despachó 
un  oficial  al  (jeneral  San  Martin  avisándole  lo  que  ocurría  para  disponer  lo 
mas  conveniente. 

líntonces  el  fleneral  extendiendo  el  brazo  derecho  hacia  el  camino  viejo, 
gritó: — «  Condarco  :  corra  usted á  decir  al  (leneral  Soler  que  cruzando  la 
sierra  caiga  sobre  el  llanco  enemigo  con  t(>da  la  celeridad  (|ue  le  sea  posible». 

Arrebatado  de  ira  y  entusiasmo,  arremetió  Olliggins  con  los  dos  batallo- 
nes de  su  división  en  columna  cerrada,  con  bayoneta  en  mano  sobre  la  línea 
enemiga,  que  colocada  su  infantería  sobre  las  bai'i-ancas  de  un  arroyito  y  las 
tropas  con  frente  al  norte,  se  estrelló  contra  ese  pequeño  inconveniente  tenien- 
do que  retroceder  hasta  ponerse  í'uera  del  alcance  do  las  balas  del  enemigo; 
grave  peligro  corría  la  suerte  do  las  tro|)as  patriotas  en  tan  críticos  momen- 
tos, y  alarmado  San  Martin  con  aí[uel  i-iesgo  tan  iimiinente,  poniéndose  perso- 
nídmente  á  la  cabeza  de  los  (Iranaderos,  atacó  impetuosamente  la  caballería 
enemiga,  acribillándola  á  sablazos  y  dispersándola  confusamente,  sufriendo  la 
misma  infantería  la  inlluencia  de  aquel  mágico  emi)uje  í[uq  á  no  haberse  ple- 
gado en  cuadro  habría  sido  arrollada  en  pavorosa  carnicería. 

FA  campo  todavía  estaba  ocu|)ado  por  la  infantería  enemiga  que  apoyaba 
su  izquierda  con  una  fuerza  de  :¿(M>  infantes  colocada  en  el  morro. 

La  división  Soler,  ya  obedeciendo  á  la  orden  de  San  Martin  ó  ya  por  el 
so.stenido  cañoneo  de  dos  horas,  subiendo  j>reci[)itadamente  el  cerro  cayó 
brusca  y  denodadamente  sobre  el  morro,  desalojando  la  guarnición  enemiga 
y  atacando  simultáneamente  el  cuadro  de  infantería  realista  por  el  flanco  y 
frente,  la  que  después  de  nutrido  fuego  emi)ezó  á  retroceder  con  enormes  bajas 
hasta  que  se  rindieron  los  últimos  restos,  salvándose  los  demás  en  una  viña 
que  se  extendía  á  sus  espaldas  donde  se  internaron  en  tropel. 

La  acción  había  terminado  sonriendo  la  victoi'ia  á  las  armas  de  la  Patria, 


—  153  — 

presagio  de  infinitas  glorias  en  aquel  venturoso  estreno  al  través  de  los  Andes. 

Fueron  los  trofeos  de  la  batalla  en  la  cuesta  do  Chacabuco:  2000  fusiles, 
19  cañones  de  todo  calibre,  2  banderas,  1  estandarte,  todo  el  parque  y  muni- 
ciones, 600  muertos  de  tropa,  mas  el  Coronel  don  Ildefonso  Elorreaga  y  Coro- 
nel Antonio  Quintanilla,  herido  el  Brigadier  don  Rafaei  Maroto;  prisioneros: 
600  de  tropa,  32  oficiales  de  toda  clase,  el  Capitán  General  don  Francisco 
Marcó  del  Pont,  el  Brigadier  don  José  Bernedo,  el  Coronel  don  Fernando 
Cacho  y  el  Sargento  Mayor  don  Vicente  San  Bruno. 

El  ejército  libertador  tuvo  dos  capitanes  muertos  y  130  de  tropa,  un  tenien- 
te y  dos  alféreces  heridos  y  174  de  tropa. 


PARTE  DE  LA    BATALLA  DE  CHACABUCO 

Excmo.  Señor:  la  serie  de  sucesos  que  instantáneíiniente  han  ido  sucediéndose  desde  el 
momento  que  abrimos  la  campaña,  no  me  han  pennitido  hasta,  ahora  dar  á  Vuestra  Excelen- 
cia mi  pormenor  circunstanciado  de  los  acontecimientos  mas  notables  de  estos  últimos  días. 

En  el  parte  histórico  pasado  por  el  Estado  Mayor  el  20  del  anterior  y  que  elevé  al  cono  - 
amiento  de  Vuestra  Excelencia,  se  detallaba  ya  el  orden  con  que  las  tropas  marchaban,   y  las 
medidas  tomadas  para  facilitar  nuestra  empresa.     En  efecto,  se  consiguió   que   el    ejército  se 
reuniese  el  28,  y  llegase  en  el  mejor  pié  á  los  manantiales  sobre  el  camino  de  los  Patos,  desde 
cuyo  punto  traté  ya  de  dirigir  y  combinar  los  movimientos  de  modo  que   pudiesen  asegurarme 
el  paso  de  las  cuatro  Cordilleras,  y  romper  los  obstáculos  que  el  enemigo  podría  oponemie  en 
los  desfiladeros  que  presentan  los  cajones  p«  >r  donde  trataba  de  penetrar;  s»    formaron  desde 
luego  dos  divisiones;  la  primera  que   debía  marchar  á  vanguardia,   la  puse  á    cargo  del   señor 
Brigadier  don  Miguel  Soler:  la  compañía  del  batallón  núm.  i  de  Cazadores,  las  compañías  de 
granaderos  y  cazadores  del  7  y  8,  mi  escolta,  los  escuadrones  3  y  4  de  granaderos    á  caballo,  y 
5  piezas  de  artillería  de  montaña;  la  segunda,  formada  de  los  batallones  7  y   8   y  dos   piezas, 
bajo  la  conducta  del  señor  Brigadier  don  Bernardo  O'IIiggins;  el  coronel  Zapiola  con  los    es- 
cuadrones I  y  2,  y  el  Comandante  de  artillería  con  algunos   artilleros   y  los  trabajadores   de 
maestranza  seguían  inmediatamente  después.     Al  mismo  tiempo  dispuse  que  el  Mayor  de  In- 
geniero don  Antonio  Arcos  se  dirigiese  con  200  hombres  por  nuestra  izquierda,  penetrara    por 
el  boquete  del  Valle  hermoso,  cayese  sobre  el  Ciénego,   donde  habia    una  guardia  enemiga,  y 
finalmente  que  repechando  sobre  la  cumbre  del  Cusco,  y  dejando  á  su   retaguardia  las  cordi- 
lleras de  Pinquencs,  franquease  estos  pasos,  marchase  en    seguida  sóbrelas  Achupallas,  procu- 
rase tomar  este  punto,  que  es  la  garganta  del  valle,  y  ponerlo  en  estado  de  defensa,  para  poder 
con  seguridad  reunir  el  ejército,  y  desembocar  en  Putaendo. 

El  5  tuve  ya  aviso  del  General  de  la  vanguardia,  que  este  oficial  había  entrado  en  las 
Achupallas  el  4  por  la  tarde;  que  el  Comandante  militar  de  San  Felipe  con  ciento  y  más  hom- 
bres y  la  milicia  que  pudo  reunir  vino  á  atacarla;  pero  que  fueron  rechazados  y  perseguidos  por 
25  granaderos  á  caballo  al  mando  del  bravo  teniente  Lavalle,  á  punto  de  que  en  la  misma 
noche  y  mañana  siguiente  abandonaron  todos  Putaendo,  y  la  villa  de  San  Felipe,  dejando 
equipajes,  caballadas  y  cuanto  tenían. 

El  señor  General  Soler  se  adelantó  mpidamente  con  mi  escolta  y  los  escuadrones  3  y 
4;  hace  forzar  la  marcha  de  la  infantería,  y  el  o  consigue  montar  la  artillería  y  reunir  todos 
los  cuerpos  de  su  vanguardia  sobre  Putaendo:  dispone  que  el  comandante  Necochea  se  situé 
con  80  hombres  de  mi  escolta  y  30  de  su  escuadrón  sobre  las  cimas,  ordena  al  Comandante 
Mellan,  ocupar  con  dos  compañías  de  infantería  y  el  resto  de  los  escuadrones  3  y  4,  el  pueblito 
de  San  Antonio:  en  el  mismo  día  forma  un  campo  de  Marte,  y  establece  su  cuartel  general 
con  las  demás  tropas  de  su  división  en  San  Andrés  del  Tártaro. 

El  enemigo  recibió  refuerzos  considerables  el  O  por  la  tarde;  en  la  misma  noche  pasó  el  rio 
de  Aconcagua,  y  al  romper  el  alba  del  dia  7  se  presentó  al  frente  del  comandante  Neco- 
chea con  400  caballos,  sobre  300  infantes  y  dos  piezas  á  su  retaguardia;  este  valiente  oficial 
no  vaciló  im  instante:  mandó  retirar  sus  avanzadas,  hasta  ver  al  enemigo  media  cuadra  no 
disparó  unsolo  tiro:  encargó  la  derecha  al  Capitán  don  Manuel  Soler  y  la  izquierda  al  an^u- 

20 


^  l.vi  — 

clantc  don  Angcl  Pacheco:  inundó  poner  sable  en  mano,  les  cargan  con  la  mayor  bizarría,  los 
Ijatcn  completamente,  dejan  sobre  ^]o  miR-rtos  en  el  campo,  toman  4  prisioneros  heridos,  y  los 
persiguen  acuchillándolos  hasta  el  cerro  délas  Conuas,  donde  los  protege  su  infantería.  En 
la  misma  mañana  antes  de  las  <>  abandonan  precipitadamente  su  posición  y  San  Felipe,  y  re- 
pasan al  otro  lado  del  Rio. 

Entre  tanto,  el  Coronel  Las  lleras,  (jue  con  su  batallón  número  11  y  30  granaderos  í 
caballo  y  dos  piezas  tic  mt^ntaña  debía  caer  sobre  Santa  Rosa  por  el  camino  de  Uspallata, 
obtenía  sucesos  i}i;ualmente  brillantes  é  ii;ualmente  ventajosos  que  los  que  había  conseguido 
la  vanf»uarilia  del  tjórcito.  Kl  4  pi^r  la  tarde  alac«'>  su  segundo,  el  mayor  D.  Knriquc  M<artinez, 
la  j;uardia  de  los  Antles,  compuesta  de  iíX)  hombro:  después  de  hora  y  media  de  combate 
^eap^»der«')  del  pue>to  á  bayonetazos,  tomando  47  ¡ »risioneros,  su  armamento,  municiones  y 
algún»  )S  útiles. 

Consecuente  á  mis  /)rdenes,  e^ta  división  debía  entrar  el  S  en  Santa  Rosa,  y  ponerse  en 
comunicación  con  la  vanguardia  del  ejercito,  que  el  misnit)  dia  dei/ia  caer  sobre  San  Felipe,  lo 
(jue  se  ejecutó  sin  una  honi  ele  tliferencia;  la  noche  del  7.  l'>s  enemigos  abandonaron  sus 
posiciones  en  el  Ac(»ncagua  y  (Juiimon.  dejando  municiones,  armas  y  varios  pertrechos, 
recostándose  s«  «bre  Chacabucn:  en  su  consecuencia,  me  resolví  á  marchar  sobre  ellos  y  la 
capital  con  tuda  la  rai)idez  pONÍble,  y  atacarlos  en  «ualquier  punto  donde  los  encontrase,  no 
obstante  no  haijerme  llcgaiío  aun  la  artillería  de  batalla. 

Kn  la  maclrugada  clel  o  hice  restablecer  el  puente  del  rio  Aconcagua:  mandé  al 
comandante  Melian  marchase  con  ^u  escuadrón  sobre  la  cuesta  deChacabuco,  y  observa síC 
al  encmig'»:  t-l  ejéniíu inminó  en  seguida,  fué  á  acamjjnr  en  la  boca  de  la  quebrada  con  la 
división  del  Coronel  Las  lleras,  (|uc  recibi«'' «írdenes  de  1  oncurrir  á  (rste  punto. 

Desde  e^te  momento  las  inlencionrs  ilel  enemigo  se  manifestaron  mas  claras:  la  posición 
que  tom«'i  sobre  la  cumiare,  y  la  rc^sohicion  con  (jue  pitrecía  dispuesto  á  defenderla,  hacían  ver 
estaba  decidido  á  s<'Stenerse.  Nuestras  avanzatlas  se  situaron  á  tim  de  fusil  de  las  del  enemigo, 
y  durante  los  dias  lu  y  11  se  hicieron  l-'S  reconocimientos  necesarios,  se  levantó  un  croquis 
de  la  posición,  y  en  su  consecuencia,  establecí  el  disi)Obitivo  del  atacjuc  para  la  madrugada 
ilel  Siguiente  dia. 

Vuestra  Excelencia  hallará  junio  el  planí»  loi)ográfico  del  terreno  donde  se  manifiestan 
lc»s  movimientos  que  ejecut<'i  el  ejército  en  esta  jornada  y  la  p«.>sicion  que  tomó  el  enemigo. 
Al  Sr.  IJrigadier  S«>ler  di  el  mando  de  la  derecha,  que  o*\\  el  número  i   de  cazadores,  com- 
pañías de  granaderos  y  bateadores  ilel  7    y  s  al  cargo   del  Teniente  Coronel    D.   Anacleto 
Martinez,  númert»   11.  7  piez;is  de  artillería,  mi  escolla,  y  el  4"  cs<niadron  de  granaderas  á 
eaballo,  debía  aunarlos  en  ll;int'»  y  env(»lverlos,  mirnlras   el  Sr.    Ihigadier  O'Higgins,    que 
encargué  de  la   izíjuierda,  l<.»s  batía  de  frente  c«»u  l-is  l)titalN.»nes  números  7  y  tS,  los  escua- 
dn»nes  l°,   2"  y  .V*  y  dns  piezas.     Kl  resultado  de  nuestro  i)rimer  movimient(j  fué,  como  debió 
serlo,  el  abandono  que  los  enemigos  hieitTon  de  su  i)i"'iiioii  sóbrela  t'umbre:  la  rapidez  de 
nuestra    martha  110  les  di«'j  tiempo  de    hacer  venir   las  íiu-rzas  tjue  tenían  en  las  casas  de 
C-hacabuto  j>aia  dis])utarno3  la  subida.  Kst<*  piimer  suceso  era  preciso  completarlo:    su  infan- 
tería caminíiba  á  pié,  tenía  (juc  atravesar  en  su  retirada  un  llano  de  mas  de  cuatro  leguas,  y 
aunque  estaba  so6tenida  por  buena  colunma  de  caballeí  la,  la  experiencia  nos  habla  ensenado 
cjiíe  un  solo  escuath\ín  de  granaderos  á  caballo  bastaría  para  arrollarla  y  haceria   pedazos: 
nuestra  posición  era  más  ventajo.sa.     Kl  Sr.  ( leneral  ( )'lliggins  podía  continuar  su  ataque  de 
frente  mientras  que  el  Urigather  Soler  cpiedaba  siempre  en  aj^titud  de  envolverlos,  si  querían 
sostenerse  antes  de  salir  al  llano:  al  efecto  hice  marchar  al  C(^ronel  Zapata  con  los  escuailro- 
nes  i^  c"   y  3"  para  tjue  caígase  ó  entretuviese   al  menos.  ínterin  llegaban  los  batallones 
números  7  y  8,  lo  ([ue  sucedií'»  exactamente,  y  el  enemigo  se  vio  obligado  á  tomar  la  pi>sicion 
que  maniíiesUi  el  phinc».     Kl  Sr.  (ieneral  Soler  contimí»'»  su  movimiento  por  la  derecha,  que 
dirigií'»  con  acierto,  combinación  y  conocimiento,  (pie  á  pesar  de  descolgarse  por  una  cum- 
bre la  más  áspera  ¿impracticable,  el  enemigo  no  lleg»'»  á  advertirlo  hasta  verlo  dominando  su 
propia  posición,  y  amagándolo  el  llanco. 

La  resistencia  cjue  ai [uí  nos  íi^hiso  fué  vigorosa  y  tenaz:  se  empeñó  desde  luego  un  fuego 
horroroso,  y  nos  disputaron  por  más  de  una  hora  la  victoria  con  el  mayor  tesón,  verdad  es 
que  en  este  puntóse  hallaban  sobre  1500  infantes  escogidos  que  era  la  ílor  de  su  ejército,  y  se 
veían  sostcnid«>s  pt^r  un  cuerpo  de  caballería  resi)ctable.  Sin  embargo,  el  momento  decisivo 
se  presentaba  ya.  Kl  bravo  lírigadier  <  )'I  I  iggins  reúne  los  batallones  7y8  al  mando  desús 
comandantes  Craraer  y  C<jnde,  forma  columnas  cerradas  de  ataque,  y  con  el  7  á  la  cabeza 
carga  a  la  bayoneta  sobre  la  iz(|uicrda  enemiga.  El  Conmel  Zapiola  al  frente  de  los  escua- 
drones 1°,  J®  y  3°  con  sus  comandantes  Melian  y  Molina,  rompe  su  derecha;  todo  fué  un 
esfuerzo  instantáneo.  El  General  Soler  cayó  al  mismo  tiempo  sobre  la  altura  que  apoyaba 
su  posición:  esta  fonnaba  un  mamelón  en  su  extremo:  el  enemigo  había  destacado  200  hom- 


—  155  — 

Dres  para  defenderlo:  mas  el  Comandante  Alvarado  llega  con  sus  cazadores,  destaca  dos 
compañías  al  mando  del  Capitán  Sah-adorcs,  y  atacar  la  altura,  arrollar  á  los  enemigos,  y 
pasados  á  bayonetazos,  fue  obra  de  un  instante.  El  Teniente  Soria  de  cazadores  se  distinga i<'» 
en  esta  acción. 

Entre  tanto,  los  escuadrones  mandados  por  sus  intrépidos  comandantes  y  oficiales  car- 
gaban del  modo  mas  bravo  y  distinguido:  toda  la  infantería  enemiga  quedó  rota  y  desecha;  la 
carnicería  fué  terrible,  y  la  victoria  completa  y  decisiva. 

Los  esfuerzos  posteriores  se  dirigieron  solo  á  perseguir  al  enemigo,  que  en  una  horrorosa 
dispersión  corría  por  todas  partes  sin  saber  dónde  guarecerse.  El  Comandante  Necochea, 
que  con  su  cuarto  escuadrón  y  mi  escolla,  cayó  por  la  derecha,  como  denota  el  plano,  les 
hizo  un  estrago  terrible.  Nuestra  caballería  llegó  aquella  tarde  hasta  el  portezuelo  de  Co- 
lina: toda  su  infantería  pereció,  sobre  5(X)  prisioneros  con  32  oficiales,  entre  ellos  muchos  de 
graduación;  igual  ó  mayor  número  de  muertos,  su  artillería,  un  parque  y  almacenes  consi- 
derables y  la  bandera  del  regimiento  de  Chilo¿,  fueron  el  primer  fruto  de  esta  gloriosa 
jomada. 

Sus  consecuencias  han  sido  aun  mas  importantes.  El  Presidente  Marcó,  en  medio  del 
terror  y  confusión  que  produjo  la  derrota,  abandona  la  misma  noche  del  12  la  Capital  se 
dirijo  con  un  resto  miserable  de  tropa  sobre  Valparaiso;  deja  en  la  cuesta  del  prado  toda  su 
artillería,  teme  no  llegar  á  tiempo  de  embarcarse,  corre  por  la  costa  hacia  San  Antonio,  y  es 
tomado  con  sus  principales  satélites  por  una  partida  de  granaderos  á  caballo  al  mando  del 
arrojado  Capitán  Aldao  y  el  patriota  Ramirez.     Mañana  se  espera  en  esta  Capital. 

Todos  estos  sucesos  prósperos  son  debidos  á  la  disciplina  y  constancia  que  han  manifestado 
los  Jefes,  Oficiales  y  tropa,  dignos  todos  del  aprecio  de  su^  conciudadanos  y  de  la  conside- 
ración de  Vuestra  Excelencia. 

Sin  el  auxilio  que  me  han  prestado  los  briu:adieres  Soler  y  O'Higgins,  la  expedición  no  hu- 
oíera  tenido  resultados  tan  de(  isiv^>s:  les  ostov  sumamente  reconocida),  asimismo  á  los  individuos 
del  estado  mayor,  cuyo  segundo  Jefe  el  Cv>ronel  Beruii  me  acompaño  en  la  acción  y  comunico 
mis  órdenes,  asimismo  como  lo  ejecutaron  á  satisfacción  mia  los  ayudantes  de  campo  el  coronel 
D.  Hilarión  de  la  Quintana,  D.  José  Antonio  Alvarez,  D.  Antonio  Arco?,  D.  Manuel  Escalada  y 
D.  Juan  O'Brien. 

La  premura  del  tiempo  no  me  permite  expresar  á  Vuestra  Excelencia  los  oficiales  que  mas 
se  han  distinguido,  pero  lo  verificare  luego  que  sus  jefes  me  pasen  los  informes  que  les  tengo 
¡>edidos,  para  que  sus  nombres  no  queden  en  olvido. 

Fhialmente  el  Comandante  Cabot  sobre  Coquimbo,  Rodríguez  sobre  San  Femando,  y  el 
Teniente-Coronel  Freiré  sobre  Talca,  tienen  iguales  sucesos;  en  una  palabra,  el  eco  del  patrio- 
tismo resuena  por  todas  partes  á  un  tiemi^D  mismo,  y  al  ejército  de  los  Andes  queda  para 
siempre  la  gloria  de  decir:  en  24  dias  hemos  hecho  la  campaña,  pasamos  las  cordilleras  mas 
elevadas  del  globo  concluimos  con  los  tiran-  »s,  y  dimos  la  libertad  á  Chile. 

Dios  guarde  á  Vuestra  Excelencia  muclv  »s  años. — Cuartel  General  en  Santiago  de  Chile, 
Febrero  22  de  iSij.—/ost'  (/e  Sd/t  J//;//)/.— Excmo.  Señor  Direct-^r  Supremo  do  las  Provin:ias 
Unidas  de  Sud- America. 


BnenoA  Aires,  Abril  15  de  1817. 

Por  cuanto  es  proj^io  de  la  liberalidad  y  deber  del  Gobierno  Supremo  de  las  Provincias 
Unidas  de  Sud- América  premiar  el  mérito  de  los  guerreros  que  en  la  memorable  jomada  de  12 
de  Febrero  último  desplegaron  sus  virtudes  militares  aumentando  nuevas  glorias  a  su  Patria  en  la 
cuesta  de  Chacabuco,  por  tanto  y  considerando  digno  de  una  particular  distinción  al  Capitán 
General  y  en  Jefe  del  ejército  de  los  Andes,  D.  José  de  San  Martin,  á  cuyo  infatigable  celo  v 
conocimientos  militares  debe  la  Patria  la  parte  principal  de  tan  gloriosa  jornada,  he  venido  en 
acordar  use  en  lo  sucesivo  sobre  el  costado  izquierdo  de  la  casaca,  un  escudo  bordado  de  realce 
conforme  al  diseño  que  se  le  remitirá  por  el  Ministerio  de  la  (}aerra,  llevando  en  su  orla  la  siguiente 
inscripción:  La  Patria  en  Chacabuco:  y  en  su  centro:  Al  vencedor  de  los  Andes  y  libertador  de 
Chile.  Que  desde  la  clase  de  Brigadieres  hasta  la  de  Sargentos  Mayores  graduados  inclusive, 
lleven  pendiente  del  pecho  con  una  cinta  tricolor,  blanca,  celeste  y  amarillo  una  medalla 
de  oro  con  la  siguiente  inscripción:  La  Patria  á  los  vencedores  de  los  Andes,  y  en  la  orla : 
Chile  restaurado  por  el  valor  en  Chacabuco;  que  igual  distinción  gocen  desde  Capitanes  hasta 


—  156  — 

la  (lase de  Alfcrc^  ÍTicIiisivc,  con  sohi  la  diferencia  de  ser  la  medalla  de  plato,  y  no  debeno 
variar  su  calidad  en  los  respectivos  ascensos  qiu:  les  correspondan  en  el  pn^rcso  de  su  carrera. 
Que  los  sargentos,  cabos  y  soldados  usen  en  el  brazo  izciuierdo  un  escudo  de  pailo  blanco  con  la 
dicha  inscripción  de  color  celeste,  y  (pie  estas  distinciones  sean  distribuidas  por  el  Jefe  del  Estado 
Mayor  á  los  jefes  del  ejercito  el  (lia  2.5  de  Mayo  pióximo,  después  del  Te-Deum  en  acción  de 
gracias  al  Ser  Supremo  y  celebridad  del  aniversario  de  la  regeneríuúon  política  de  estas  Provincias: 
que  por  conducto  de  los  Jefes  U)  sean  á  los  Capitanes  de  compañías,  por  el  de  estos  ¿  los  oficia- 
les subalternos,  y  por  los  Ayudantes  á  la  tropa,  cuidándose  de  dará  este  acto  toda  la  majestad 

del  Estado  Mayor  General,  é 


estadística  de  la  propiedad  raíz 


Continuaremos  en  éste  el  mismo  plan  que  trazamos  en  el  tomo  primero  & 
6n  de  facilitar  la  uniformidad  en  el  resumen  general. 

Como  se  ha  dicho  que  hemos  adoptado  para  este  trabajólas  fórmulas  de 
otro,  cumple  &  nuestro  deber  declarar  que  en  este  caso  y  para  este  objeto,  no 
hemos  copiado  ningún  formulario  delosmuchosqae  encontramos  cnlos  diver- 
sos tratados  y  obras  de  Estadística  que  poseemos;  no  porque  nos  hayan  pare- 
cido mal,  sino.por  la  necesidad  de  sujetarnos  en  todo  á  los  datos  que  podíamos 
obtener  por  medio  de  los  empleados  especiales  con  que  contamos  para  ello,  ade- 
más de  nuestra  investigación  personal,  y  no  á  los  que  habría  sido  de  gran  con- 
veniencia hacer  conocer. 


AKA 

VALOR                     HABITAC 

IONES 

PROPORCIÓN 

1 

$ 

850.000    Habls. 

30 

$  83011,11 

2 

1.838.000 

148 

»  18418,90 

4¡"- 

Tithrú 

5 

8.715. 000 

349 

..    77.i9,30 

6 

.. 

3.008.000 

458 

..     6507,68 

7 

» 

700.000 

815 

.    3255,81 

8 

» 

1.878.000 

351 

..     3041,02 

9 

» 

1.815.000 

488 

..     4300,94 

10 

„ 

1.705.000          . 

371 

..     4757,41 

11 

.> 

1.881.000 

396 

.1    4598,48 

12 

» 

380.000 

112 

..     8857,14 

13 

,. 

I.OOd.OOO 

280 

»    4446,90 

14 

>. 

1.345.000 

450 

«     8988,88 

15 

» 

1.315.000 

814 

..    6144,85 

—  158  — 


MANZANA 

10 

» 

17 

)) 

18 

» 

19 

» 

20 

» 

21 

» 

22 

)) 

23 

)j 

24 

» 

25 

)) 

20 

)• 

27 

» 

28 

>i 

29 

» 

30 

)) 

31 

» 

'i-¿ 

» 

33 

» 

34 

j) 

35 

II 

30 

» 

37 

)i 

38 

)) 

39 

» 

40 

» 

41 

» 

42 

» 

43 

)) 

44 

VALOR 

HABITACIONES 

$ 

2. 108.000 

Habts. 

304 

» 

234.000 

» 

165 

)) 

730.000 

)) 

331 

» 

1.075.000 

)) 

350 

» 

1.1G3.000 

» 

228 

» 

1.187.000 

1) 

459 

» 

222.000 

» 

111 

» 

125.000 

» 

03 

» 

385.000 

» 

80 

» 

816.000 

)) 

391 

)> 

863.000 

» 

333 

U 

8.30.000 

)i 

356 

» 

297.000 

)> 

250 

II 

430. 0(X) 

)) 

234 

)) 

812.000 

» 

300 

M 

838.000 

» 

328 

IJ 

(«39.000 

» 

32Í) 

1) 

195.000 

)) 

81 

1) 

444.000 

II 

155 

» 

494. 0(V) 

» 

363 

M 

511. (M)0 

» 

310 

II 

441.000 

)) 

383 

» 

.5S.0(K) 

)» 

77 

0 

178.000 

» 

180 

» 

13.000 

» 

1 

» 

178. 0(M) 

» 

197 

» 

308.000 

1) 

294 

II 

449.000 

)» 

295 

» 

438.000 

II 

359 

PROPORCIÓN 


$  30.380.000     Hl)ts.  11121 


$ 

7131,57 

» 

1418,18 

» 

2205,43 

)) 

3071.42 

» 

5100,87 

» 

2586,05 

» 

2000 

» 

1984,12 

» 

4812,50 

» 

2086,95 

» 

2591,59 

» 

2331,40 

» 

1188 

>l 

1837,00 

» 

2215,84 

» 

2554,87 

» 

2033,43 

» 

2407,40 

» 

2864,51 

» 

1360,86 

)) 

1648.38 

1) 

1151,43 

» 

753,24 

» 

988.88 

1) 

130,00 

)) 

903,55 

>í 

1251,70 

)) 

1.522.00 

» 

1220.05 

$ 

3270.02 

El  resultado  es  un  25  6  30  por  ciento  menos  del  valor  real  de  las  propie- 
dades, aceptando  aquel  quG  en  la  actualidad  tienen;  esto  es  debido  á  la  suba 
en  el  precio  de  los  alquileres  producida  por  la  demanda,  hecho  que  so  ha  acen- 
tuado do  una  manera  mas  definida  después  de  haber  nosotros  recojido  los 
datos  y  formado  este  cuadro.  Solo  debido  al  e.Kceso  de  población,  venida  en 
.<iu  mayor  parte  del  interior  de  la  República  y  por  lo  tanto  exentos  todos  ellos 
de  preocupaciones  locales,  han  obtenido  los  propietarios  valorizar  sus  fíncas, 
equiparándolas  con  las  de  la  Sección  primera,  aunque  todavía  con  algún  des- 
mérito, que  puede  calcularse  en  15  por  ciento.  Anteriormente  esta  Sección  era 
de  las  mas  atrasadas  sin  embargo  de  su  ventajosa  posición. 


—  159  — 

La  propiedad  urbana,  en  general,  asciende  gradualmente  en  lo  principal, 
y  en  su  relación  con  el  precio  al  que  diariamente  se  cotiza,  acentúase  mas  esa 
misma  proporción  en  el  centro,  duplicándose  en  unos  casos  y  cuatriplicándose 
en  otros  cuando  se  trata  de  aquellos  ubicados  en  los  alrededores  de  la  ciudad. 
En  particular,  no  es  solamente  la  posición,  extensión,  número  de  habitaciones 
y  materiales  empleados  los  que  se  lo  determinan,  lo  es  su  forma  regular  y  ésta 
se  considera  irreprochable  cuando  no  es  menor  de  9  metros  el  frente  y  el  fondo 
no  excede  de  35  ó  40. 

En  el  número  de  habitaciones  están  comprendidas  aquellas  grandes  y 
cómodas  del  siglo  p.'^sado  como  también  las  estrechas,  húmedas  y  mal  sanas 
de  las  casas  de  vecindad  y  conventillosy  las  de  ladrillo  crudo  ó  cocido  con  barro 
6  mezcla  y  las  de  madera  de  cajones  cuyas  dimensiones  fueron  diversas;  entre 
ellas  hay  con  piso  de  mosaico,  ladrillo,  portland,  baldosa  ó  piedra  y  techos  de 
azotea,  teja  ó  fierro  de  canaleta.  En  general  el  tamaño  lo  es  de  4  por  4  (metros) 
pero  hay  hasta  de  12  y  20  por  cuatro  y  de  3  por  2;  la  altura  de  las  antiguas  es 
de  3,  la  de  lo  edificado  en  los  último  s  años  de  4  y  la  de  lo  que  se  edifica  actual- 
mente de  4.50;  los  patios  son  espaci  osos  en  las  antiguas,  medianos  y  pequeños 
en  las  de  construcción  moderna. 

Si  hay  variedad  en  los  precios  que  resultan  como  el  equivalente  á  una 
habitación,  ellos  están  en  relación  con  las  dimensiones  y  materiales  empleados 
en  las  mismas.  Por  tanto,  podemos  asegurar  á  nuestros  lectores  que  todos  los 
señalados  pueden  servir  de  base  para  apreciar  el  de  una  finca,  incluyendo  el 
valor  de  la  tierra  y  todas  aquellas  dependencias  que  existen  en  cada  casa  y 
no  es  posible  clasificar  como  habitación. 


IUN2MU 

SUPERFICIE 

HABITANTES 

PROPORCIÓN 

N».      1 

Mtrs. 

7.953 

Habts. 

4 

Mtrs. 

1988,25 

»        2 

» 

7,137 

» 

26 

» 

274,50 

»        3) 
4( 

Plaza  Victoria. 

5 

Mtrs. 

13.189 

» 

440 

» 

29,97 

»        6 

» 

14.490 

» 

397 

» 

36,49 

,)        7 

» 

7.548 

» 

313 

» 

24,11 

8 

» 

12.228 

» 

464 

)) 

26,35 

9 

» 

13.956 

» 

498 

)) 

28,02 

»      10 

» 

14.017 

» 

302 

» 

46,41 

»      11 

)) 

14.386 

» 

395 

» 

36,42 

»      12 

» 

7.838 

» 

141 

» 

55,58 

»      13 

» 

14.232 

)) 

255 

» 

55,81 

»      14 

» 

14.010 

» 

496 

» 

28,24 

»      15 

» 

14.025 

» 

96 

» 

146,09 

• 

— 

-  100  — 

• 

Manzana 

SUP 

ERFICIE 

13.80  i 

HABITANT 

ES 

418 

PROPORCIÓN 

i".     1(3 

Mti-s. 

Fluhts. 

Mtrs. 

33,2.3 

..       17 

>} 

0.711 

» 

27() 

» 

14,50 

»       IS 

» 

11.  .330 

» 

» 

40,:38 

>.       lí) 

)i 

14.110 

» 

:í:i2 

» 

40,11 

»       2Ú 

» 

14.271 

» 

220 

» 

03,14 

..      21 

» 

ir..  04:3 

)) 

3r)í) 

)) 

30,00 

..      22 

» 

0.1.7.) 

)) 

2Í2 

)) 

37,84 

»      Si 

u 

4.()'.lX^ 

)) 

105 

» 

30,02 

..     áí 

II 

0.810 

» 

10:5 

)) 

00,17 

..     2r. 

i> 

13.074 

)> 

nw 

» 

25,4rí 

..       2C) 

)) 

14.381 

)» 

2-Í4 

» 

58,0.3 

.,     á7 

)i 

14. 2  ir» 

)) 

371) 

)) 

37,24 

..      5>.S 

» 

11.004 

» 

000 

» 

10,40 

..       2'J 

» 

11.003 

)) 

,%(> 

)) 

10,80 

>.       30 

)J 

13.008 

)) 

4Í2 

» 

31,4<j 

..     :u 

» 

13..>S4 

» 

321 

» 

42,31 

..     :í2 

» 

13.007 

» 

300 

» 

35,81 

»     :{:í 

)) 

8.1.37 

)) 

1-Í2 

» 

57,30 

>.     ;h 

11 

10.483 

)) 

17S 

)) 

58,80 

»         t),> 

» 

1  í .  27.3 

)) 

571 

» 

21,00 

»     ;m 

») 

1      L'   •   ■'^ir  Vt  ) 

>' 

405 

» 

35,12 

..     :J7 

)» 

1Í.027 

» 

535 

)) 

27,00 

).       3S 

» 

.3.070 

» 

213 

» 

17,23 

..       30 

)) 

/   .■>.)■> 

» 

413 

» 

17,80 

»       40 

» 

1.380 

)l 

3 

}) 

400,00 

..      -il 

» 

7.3.'>1 

» 

303 

» 

18,70 

..      .í-¿ 

)) 

13.107 

» 

551 

» 

23,89 

»      43 

» 

13.r.71 

» 

333 

» 

40,75 

..      4í 

Mlrs. 

14.070 
483.44.") 

)) 

iihts.  n 

()34 
.135 

» 

23,13 

Mti's. 

34,20 

Kocurclainos  lo  aiilcriorinonlc  dicho  á  propósito  «leí  plano  acompañado,  esto 
os,  qucnos  pertcnciíc  y  lia  sido  levantado  para  servirnos  en  este  trabajo;  en  con- 
secuencia, hemos  puesto  empeño  en  que  él  se  haya  llevado  acabo  con  la  mayor 
exactitud  posible,  examinando  con  prolijidad  hasta  los  [)equefios  detalles.  Sin 
embargo,  al  tratarse  de  la  Sección  segunda  debemos  hacer  una  aclaración: 
siendo  imposible  determinar  hasta  donde  llega  el  terreno  de  aquellas  propie- 
dades situadas  sobre  la  calle  Colon  entre  las  de  Victoria  y  Belgrano,  se  les  ha 
asignado  el  comprendido  dentro  de  una  línea  recta  en  los  puntos  que  mas 
avanzan  hacia  el  Rio  en  las  calles  citadas. 


— .  153  — 

presagio  de  infinitas  glorias  en  aquel  venturoso  estreno  al  través  de  los  Andes. 

Fueron  los  trofeos  de  la  batalla  en  la  cuesta  de  Chacabuco:  2000  fusiles, 
19  cañones  de  todo  calibre,  2  banderas,  1  estandarte,  todo  el  palique  y  muni- 
ciones, 600  muertos  de  troj)a,  mas  el  Coronel  don  Ildefonso  Elorreaga  y  Coro- 
nel Antonio  Quintanilla,  herido  el  Brigadier  don  Rafaeí  Maroto;  prisioneros: 
600  de  tropa,  32  oficiales  de  toda  clase,  el  Capitán  General  don  Francisco 
Marcó  del  Pont,  el  Brigadier  don  José  Bernedo,  el  Coronel  don  Fernando 
Cacho  y  el  Sargento  Mayor  don  Vicente  San  Bruno. 

El  ejército  libertador  tuvo  dos  capitanes  muertos  y  130  de  tropa,  un  tenien- 
te y  dos  alféreces  heridos  y  174  de  tropa. 


PARTE  DE  LA    BATALLA  DE  CHACABUCO 

Excmo.  Señor:  la  serie  de  sucesos  que  instanláneamente  han  ido  sucedicndose  desde  el 
momento  que  abrimos  la  campaña,  no  me  han  permitido  hasta  ahara  dar  á  Vuestra  Excelen- 
cia un  pormenor  circunstanciado  de  los  acontecimientos  mas  notables  de  estos  últimos  días. 

En  el  parte  histórico  pasado  por  el  Estado  Mayor  el  20  del   anterior  y  que  elevé  al  cono 
cimiento  de  Vuestra  Excelencia,  se  detallaba  ya  el  orden  con  que  las  tropas  marchaban,   y  las 
medidas  tomadas  para  facilitar  nuestra  empresa.     En  efecto,  se  consiguió   que    el    ejército   se 
reuniese  el  28,  y  llegase  en  el  mejor  pié  á  los  manantiales  sobre  el  camino  de  los  Patos,  desde 
cuyo  punto  traté  ya  de  dirigir  y  combinar  los  movimientos  de  modo  que  pudiesen  asegurarme 
el  paso  de  las  cuatro  Cordilleras,  y  romper  los  obstáculos  que  el  enemigo  podria  oponerme  en 
los  desfiladeros  que  presentan  los  cajones  por  donde  trataba  de  penetrar;  s»    formaron  desde 
luego  dos  divisiones;  la  primera  que   debía  marchar  á  vanguardia,   la  puse  á    cargo  del   señor 
Brigadier  don  Miguel  Soler:  la  compañía  del  batallón  núm.  i  de  Cazadores,  las  compañías  de 
granaderos  y  cazadores  del  7  y  8,  mi  escolta,  los  escuadrones  ,^  y  4  de  granaderos    á  caballo,  y 
5  piezas  de  artillería  de  montaña;  la  segunda,  formada  de  los  batallones  7  y   8  y  dos   piezas, 
bajo  la  conducta  del  señor  Brigadier  don  Bernardo  O'Higgins;  el  coronel  Zapiola  con  los    es- 
cuadrones I  y  2,  y  el  Comandante  de  artillería  con  algunos   artilleros   y  los  trabajadores   de 
maestranza  seguían  inmediatamente  después.     Al  mismo  tiempo  dispuse  que  el  Mayor  de  In- 
geniero don  -Aoitonio  Arcos  se  dirigiese  con  200  hombres  por  nuestra  izquierda,  penetrara    por 
el  boquete  del  Valle  hermoso,  cayese  sobre  el  Ciénego,   donde  habia    una  guardia  enemiga,  y 
finalmente  que  repechando  sobre  la  cumbre  del  Cusco,  y  dejando  ;i  su   retaguardia  las  cordi- 
lleras de  Pinquenes,  franquease  estos  pasos,  marchase  en    seguida  sobre  las  Achupallas,  procu- 
rase tomar  este  punto,  que  es  la  garganta  del  valle,  y  ponerlo  en  estado  de  defensa,  para  poder 
con  seguridad  reunir  el  ejército,  y  desembocar  en  Putaendo. 

El  5  tuve  ya  aviso  del  General  de  la  vanguardia,  que  este  oficial  había  entrado  en  las 
Achupallas  el  4  por  la  tarde;  que  el  Comandante  militar  de  San  Felipe  con  ciento  y  más  hom- 
bres y  la  milicia  que  pudo  reunir  vino  á  atacarla;  jíero  que  fueron  rechazados  y  perseguidos  por 
25  granaderos  á  caballo  al  mando  del  bravo  teniente  Lavalle,  á  punto  de  que  en  la  misma 
noche  y  mañana  siguiente  abandonaron  todos  Putaendo,  y  la  villa  de  San  Felipe,  dejando 
equipajes,  caballadas  y  cuanto  tenían. 

El  señor  General  Soler  se  adelantó  rápidamente  con  mi  escolta  y  los  escuadrones  3  y 
4;  hace  forzar  la  marcha  de  la  infantería,  y  el  O  consigue  montar  la  artillería  y  reunir  todos 
los  cuerpos  de  su  vanguardia  sobre  Putaendo:  dispone  que  el  comandante  Necochea  se  situé 
con  80  hombres  de  mi  escolta  y  30  de  su  escuadrón  sobre  las  cimas,  ordena  al  Comandante 
Metían,  ocupar  con  dos  compañias  de  infantería  y  el  rosto  de  los  escuadrones  3  y  4,  el  pueblito 
de  San  Antonio:  en  el  mismo  dia  fonna  un  cami)j  de  Marte,  y  establece  su  aiartel  general 
con  las  demás  tropas  de  su  división  en  San  Andrés  del  Tártaro. 

El  enemigo  recibió  refuerzos  considerables  el  O  por  la  tarde;  en  la  misma  noche  pasó  el  rio 
de  Aconcagua,  y  al  romper  el  alba  del  dia  7  se  presentó  al  frente  del  comandante  Neco- 
chea con  400  caballos,  sobre  300  infantes  y  dos  piezas  á  su  retaguardia;  este  valiente  oficial 
no  vaciló  un  instante:  mandó  retirar  sus  avanzadas,  hasta  ver  al  enemigo  media  cuadra  no 
disparó  unsolo  tiro:  encargó  la  derecha  al  Capitán  don  Manuel  Soler  y  la  izquierda  al   aiyru- 


20 


^  ir>4  — 

danto  don  Ángel  Pacheco:  mundo  poner  sable  en  mano,  les  cargan  con  la  mayor  bizarría,  lo5 
baten  completamente,  dejan  sobre  30  muertos  en  el  campo,  toman  4  prisioneros  heridos,  y  lo» 
persiguen  acucliillindolos  hasta  el  cerro  délas  Coimas,  donde  los  protege  su  infantería.  En 
la  misma  mañana  antes  de  las  (^  abandonan  precipitadamente  su  posición  y  San  Felipe,  y  re- 
pasan al  otro  lado  del  Rio. 

Entre  tanto,  el  Coronel  Las  Hcnts,  (jue  con  su  batallón  número  ri  y  30  granaderos  á 
caballo  y  dos  piezas  de  m(;ntana  debía  caer  sobre  Santa  Rosa  por  el  camino  de  Uspallata, 
oljtenla  sucesos  igualmente  brillantes  c  igualmente  ventajosos  que  los  que  había  conseguido 
la  vanguardia  del  ejército.  Kl  4  [k)v  la  tanle  alac«'»  su  scguntlo,  el  mayor  D.  Enrique  Martínez, 
la  guardia  de  los  Andes,  compuesta  de  kh)  hombres:  clespue^  de  hora  y  media  de  combate 
se  apoden')  del  puesto  á  bayonetazos,  tomando  47  i>risioneros,  su  armamento,  municiones  y 
algunos  útiles. 

C'onsccuente  á  mis  »'>rdenes,  esta  división  debía  entrar  el  8  en  Santa  Rosa,  y  ponerse  en 
comunicación  con  la  vanguardia  del  ejercito,  que  el  mismt>  dia  debía  caer  sobre  San  Felipe,  lo 
(jue  se  ejecutó  sin  una  horade  diferencia;  la  noche  del  7,  los  enemigos  abandonaron  sus 
posiciones  en  el  Aconcagua  y  (Jurimon,  dej:indo  municiones,  armas  y  varios  pertrechos, 
recostándose  >(>bre  Chacabuco:  en  su  con^ecuencia,  me  resolví  á  marchar  sobre  ellos  y  la 
capital  con  toda  la  rajúdez  j)os¡ble,  y  atacarlos  en  «ualquier  i)unto  donde  los  encontrase,  no 
obstante  no  haberme  llegatlo  aun  la  arlillcría  tle  batalla. 

Kn  la  madrugada  del  <»  hice  restablecer  el  puente  tlcl  ri«)  Aconcagua:  mandé  al 
comandante  Melian  marcha>e  con  >u  escuatiron  sobro  la  cuesta  de  Chacabuco,  y  observase 
al  enemigo:  el  ejercito  «aminó  en  seguida,  fué  á  acami)ar  en  la  bocado  la  quebrada  con  la 
división  del  Coronel   Las  lleras,  ijuo  recibi»'»  órdenes  de  cjncurrir  a  e^te  punto. 

Desde  e>te  momento  las  intenciones  del  enemigo  se  manifestaron  mas  claras:  la  posición 
(jue  tom«'»  sobre  la  cumbre,  y  la  rest>lucion  con  (jue  parecía  disjmesto  A  defenderla,  hacían  ver 
estaba  dociditlo  a  sostenerse.  Xue.stras  avanzadas  se  situaron  á  tiro  de  fusil  de  las  del  enemigo, 
y  durante  los  dias  kj  y  11  se  hicieron  l«»s  rei:on«. «cimientos  necesarios,  se  levantó  un  croquis 
de  la  ])OSÍ(.ion.  y  en  su  consecuencia,  establecí  el  disj)ositivo  del  atacjue  para  la  madrugada 
del  Siguiente  dia. 

Vuestra  Excelencia  hallará  junto  el  plan«»  top< 'gráfico  del  terreno   donde  se  manifiestan 
los  movimientos  que  ejecut*'»  el  ejército  en  e>la  jornada  y  la  poMeitm  que  tomó  el  enemigo. 
Al  Sr.  llrigadier  Soler  di  el  mando  de  la  dtreíha,  que  om  el  número  i   de  cazadores,  com- 
pañías do  granaderos  y  bateadores  del  7   y  S  al  cargo   del  Teniente  Coronel   D.  Anacletu 
Martinez,  número  11,  7  piezas  de  artillería,  mi  escolla,  y  el  4"  escuadrón  de  granaderos  á 
caballo,  debía  ala(arlo>  en  llanca  y  enví^lverlos,  mientras   el  Sr.    Drigadier  (")'Higgins,    que 
encargué  de  la    iz(iuierda,  los  batía  de  frente  con  l'»s  batallones  números  7  y  8,  los  escua* 
dr(»nes  l^   2^  y  .s"  y  d«^^5  piezas.     Kl  resultad'»  de  nuestr»)  ]>rimer  movimient»;  fué,  como  debió 
serlo,  el  abandoii!»  (jue  los  enemigas  hi<  ieron  de  su  p-'^jíicn  sóbrela  cumbre:  la  rapiílez  de 
nuestra    marcha  no  les  di*')  tiempo  «.le    hacer  venir   las  fuerzas  que  tenían  en  las  casas  de 
C'hacabu<o  para  disimtarnos  la  subida.  Este  primer  sucedo  era  preciso  completarlo:   su  infan- 
tería caminaba  á  pié,  tenía  ([ue  atravesar  en  su  retirada  un  llano  de  mas  de  cuatr»)  leguas,  y 
aunque  estaba  sostenida  por  buena  tolunma  de  caballeiía,  la  cxj)eriencia  nos  había  enseñado 
ijue  un  solo  escuadrón  do  granaderos  á  caballo  bastaría   para  arrollarla  y  hacerla   pedazos: 
nuestra  posición  era  más  ventají^sa.     Kl  Sr.  (íeneral  n'Higgins  podía  continuar  su  ataque  de 
frente  mientras  que  el  IJrigadier  Soler  quodal)a  siempre  en  a]>titud  de  envolverlos,  si  querían 
sostenerse  antes  de  salir  al  llano:  al  efect<^  hire  marchar  al  Coronel  Zapatii  con  los  e.scuadro- 
nes  1^  2^  y  3^  para  (jue  laigase  ó  cntretu\¡e>o   al  menos,  ínterin   ílegíiban  los  batallones 
números  7  y  8,  1«.>  que  sucedí*'»  exactamente.  \'  el  enemigo  so  vic')  obligado  á  tomar  la  pc^sicion 
que  manifiesta  el  plano.     Kl  Sr.  (ieneral  Soler  contimn'>  su  movimiento  por  la  derecha,  que 
dirigió  ctm  acierto,  combinación  y  conocimiento,  (¡ue  á  pesar  de  descolgarse  por   una  cum- 
bre la  más  áspera  ó  impracticable,  el  enemigo  no  llegó  á  advertirlo  hasta  verlo  dominando  su 
propia  posición,  y  amagándole  el  llanco. 

La  resistencia  ijue  aíjuí  nos  oi)Us<>  fué  vigorosa  y  tenaz:  so  empeñó  desde  luego  un  fuego 
horroroso,  y  ims  disinitanjn  por  más  de  una  hora  la  victoria  con  el  mayor  tesón,  verdades 
que  en  este  puntóse  hallaban  sobre  1500  infantes  escogidos  que  era  la  ílor  de  su  ejército,  y  se 
veían  Sí'ístcnidí'S  por  un  cuerpo  de  caballería  respetal>le.  Sin  embargo,  el  momento  decisivo 
se  juosentaba  ya.  El  bravo  J'rigadier  (Vlljggins  reúne  los  batallones  7y  8  al  mando  de  sus 
comandantes  Craraer  y  Conde,  forma  colunmas  cerradas  de  ataque,  y  con  el  7  á  la  cabeza 
carga  á  la  bayoneta  sobre  la  izquierda  enemiga.  El  Con  mol  Zapiola  al  frente  de  los  escua* 
drones  1°,  J®  y  3°  con  sus  comandantes  ]\lelian  y  Molina,  rompe  su  derecha;  todo  fué  un 
esfuerzo  instantáneo.  El  Ceneral  Soler  cayó  al  mismo  tiempo  sobre  la  altura  que  apo3raba 
su  posición:  esta  formaba  un  mamelón  en  su  extremo:  el  enemigo  había  destacado  200  hom- 


—  lr);>  — 

Dres  para  defenderlo:  mis  el  Comandante  Al  varado  llega  o)n  sus  cazadores,  destaca  dos 
compañías  al  mando  del  Capitán  Salvadores,  y  atacar  la  altura,  arrollar  (i  los  enemigos,  y 
pasarlos  á  bayonetazos,  fué  obra  de  un  instante.  El  Teniente  Soria  de  cazadores  se  distinguí»'» 
en  esta  acción. 

Entre  tanto,  los  escuadrones  mandados  por  sus  intrépidos  comandantes  y  oficiales  car- 
gaban del  modo  mas  bravo  y  distinguido:  toda  la  infantería  enemiga  qued<i  rota  y  desecha;  la 
carnicería  fué  terrible,  y  la  victoria  completa  y  decisiva. 

Los  esfuerzos  posteriores  se  dirigieron  solo  á  perseguir  al  enemigo,  que  en  una  horrorosa 
dispersión  corría  por  to<Uis  partes  sin  saber  dónde  guarecerse.  El  Comandante  Necochea, 
que  con  su  cuarto  escuadrón  y  mi  escolla,  cayó  por  la  derecha,  como  denota  el  plano,  les 
hizo  un  estrago  terrible.  Nuestra  caballería  llegó  aquella  tarde  hasta  el  portezuelo  de  Co- 
lina: toda  su  infantería  pereció,  sobre  5(X)  prisioneros  con  32  oficiales,  entre  ellos  muchos  de 
graduación;  igual  ó  mayor  número  de  muertos,  su  artillería,  un  parque  y  almacenes  consi- 
derables y  la  bandera  del  regimiento  de  Chiloé,  fueron  el  primer  fruto  de  esta  gloriosa 
jomada. 

Sus  consecuencias  han  sido  aun  mas  importantes.  El  Presidente  Marcó,  en  medio  del 
terror  y  confusión  que  produjo  la  derrota,  abandona  la  misma  noche  del  12  la  Capital,  se 
dirija  con  un  resto  miserable  de  tropa  sobre  Valparaíso;  deja  en  la  cuesta  del  prado  toda  su 
artillería,  teme  no  llegar  á  tiempo  de  embarcarse,  corre  por  la  costa  hacia  San  Antonio,  y  es 
tomado  con  sus  principales  satélites  por  una  partida  de  granaderos  á  caballo  al  mando  del 
arrojado  Capitán  Aldao  y  el  patriota  Ramírez.     Mañana  se  espera  en  esta  Capital. 

Todos  estos  sucesos  prósperos  son  debidos  á  la  disciplina  y  constancia  que  han  manifestado 
los  Jefes,  Oficiales  y  tropa,  dignos  todos  del  aprecio  de  su>  conciudadanos  y  de  la  conside- 
ración de  Vuestra  Excelencia. 

Sin  el  auxilio  que  me  han  prestado  los  briiradieres  Soler  y  O'Higgins,  la  expedición  no  hu- 
oiera  tenido  resultados  tan  derisivi.>s:  lcs,estoy  sumamente  reconocido,  asimismo  á  los  individuos 
del  estado  mayor,  cuyo  segundo  Jefe  el  coronel  Beruii  me  acompañó  en  la  acción  y  comunicó 
mis  órdenes,  asimismo  como  lo  ejecutaron  á  satisfairion  mia  los  ayudantes  de  campo  el  coronel 
D.  Hilarión  de  la  Quintana,  D.  José  Antonio  Alvarez,  D.  Antonio  Arcos,  D.  Manuel  Escalada  y 
D.  Juan  O'Brien. 

La  premura  del  tiempo  no  me  permite  expresar  á  Vuestra  Excelencia  los  oficiales  que  mas 
se  han  distinguido,  pero  lo  verificaré  luego  que  sus  jefes  me  pasen  los  informes  que  les  tengo 
pedidos,  para  que  sus  nombres  no  queden  en  olvido. 

Finalmente  el  Comandante  Cabot  sobre  Coquimbo,  Rodríguez  sobre  San  Femando,  y  el 
Teniente-Coronel  Freiré  S(  íbre  Talca,  tienen  iguales  sucesos;  en  una  palabra,  el  eco  del  patrio- 
tismo resuena  por  todas  partes  h  un  tiomi>o  mismo,  y  al  ejército  de  los  Andes  queda  para 
siempre  la  gloria  de  decir:  en  24  días  hemos  hecho  la  campaña,  pasamos  las  cordilleras  mas 
elevadas  del  globo  concluimos  con  los  tiranos,  y  dimos  la  libertad  li  Chile. 

Dios  guarde  á  Vuestra  Excelencia  muchos  años. — Cuartel  General  en  Santiago  de  Chile, 
Febrero  22  de  181 7. — Jo${  de  San  J/// //>/.  — Excmu.  Señor  Direcl«>r  Supremo  de  las  Prov¡n:ias 
Unidas  de  Sud-América. 


Buenos  Aires,  Abril  15  de  1817. 

Por  cuanto  es  propio  de  la  liberalidad  y  deber  del  Gobierno  Supremo  de  las  Provincias 
Unidas  de  Sud-América  premiar  el  mérito  de  los  guerreros  que  en  la  memorable  jomada  de  1 2 
de  Febrero  último  desplegaron  sus  virtudes  militares  aumentando  nuevas  glorias  á  su  Patria  en  la 
cuesta  de  Chacabuco,  por  tanto  y  considerantlo  digno  de  una  particular  distinción  al  Capitán 
General  y  en  Jefe  del  ejército  de  los  Andes,  D.  José  de  San  Martin,  á  cuyo  infatigable  celo  v 
conocimientos  militares  debe  la  Patria  la  parte  principal  de  tan  gloriosa  jornada,  he  venido  en 
acordar  use  en  lo  sucesivo  sobre  el  costado  izquierdo  de  la  casaca,  un  escudo  bordado  de  realce 
conforme  al  diseño  que  se  le  remitirá  por  el  Ministerio  de  la  Guerra,  llevando  en  su  orla  la  siguiente 
inscripción:  La  Patria  en  Chacabuco;  y  en  su  centro:  Al  vencedor  de  los  Andes  y  libertador  de 
Chile.  Que  desde  la  clase  de  Brigadieres  hasta  la  de  Sargentos  Mayores  graduados  inclusive, 
lleven  pendiente  del  pecho  con  una  cinta  tricolor,  blanca,  celeste  y  amarillo  una  medalla 
de  oro  con  la  siguiente  inscripción:  La  Patria  á  los  vencedores  de  los  Andes,  y  en  la  orla : 
Chile  restaurado  por  el  \'alor  en  Chacabuco;  que  igual  distinción  gocen  desde  Capitanes  hasta 


—  156  — 

t.\  rlaso  (le  Airórc^.  inclusive,  con  sola  la  diferencia  de  ser  la  medalla  de  plata,  y  no  debexte 
Niiriar  su  calidad  en  \ns  respectivos  asrens<"»s  que  les  rorrcsp<^ndan  en  el  progreso  de  su  carrera. 
V^híe  los  sargf Mitos,  cabos  y  soldados  usen  en  el  brazo  izíiuicrdo  un  escudo  de  pauo  blanco  con  I& 
ilirha  inscripí'ion  do  color  celeste,  y  que  estas  dislinriones  sean  distribuidas  por  el  Jefe  del  E^stado 


Liuc  por  (onducto  délos  Jefes  lo  sean  a  los  Cai)itanes  de eoinpauías,  por 

les  subalternos,  y  por  los  Ayudantes  á  la  tropa,  cuidándose  de  dará  este  acto  toda  la  majestad 

y  circunsptíccion  que  exi^e  el  plíuisible  motivíí  que  lo  impulsíi. 

Llovese  á  debido  efecto,  y  á  este  fin  transcríbase  al  Jefe  del  Estado  Mayor  General,  é 
imprímase. — PuilVRRKdon — Maiias  de  Jngoynij  Secretario. 


estadística  de  la  propiedad  raíz 


Continuaremos  en  éste  el  mismo  plan  quo  trazamos  en  el  lomo  primero  & 
fin  de  facilitar  la  uniformidad  en  elrcsúmen  general. 

Gomóse  ha  dicho  que  hemos  adoptado  para  este  trabajólas  fórmulas  de 
otro,  cumple  á  nuestro  deber  declarar  que  en  este  caso  y  para  este  objeto,  no 
hemos  copiado  ningún  formulario  delosmuchosque  encontramos  en  los  diver- 
sos tratados  y  obras  de  Estadística  que  poseemos;  no  porque  nos  hayan  pare- 
cido mal,  sino  por  la  necesidad  de  sujetarnos  en  todo  á  los  datos  que '  podíamos 
obtener  por  medio  de  los  empleados  especiales  con  que  contamos  para  ello,  ade- 
más de  nuestra  investigación  personal,  y  no  álosque  habría  sido  de  gran  con- 
veniencia hacer  conocer. 


1 

t 

850.000 

2 

1.838.000 

3| 
4"" 

a  TictKh, 

5 

2.715.000 

6 

, 

3.008.000 

7 

„ 

700.000 

8 

» 

1.278.000 

9 

„ 

1.8I5.O0O 

10 

,> 

1.765.000 

11 

1, 

1.881.000 

12 

I. 

330.000 

13 

>, 

1.005.000 

14 

» 

1.345.000 

15 

> 

1.315.000 

30 
148 


349 
458 
215 
351 
.42» 
.371 
390 
112 
220 
450 
214 


$  23011,11 
.1  12.118,90 


7740,38 
6507,88 
3255,81 
3611,02 
.4300,94 
4757,41 
4598,48 
2357,14 
4446,90 
2988,88 
6144,85 


ir)8  — 


MANZANA 

VALOR 

HABITACIONES 

1 

PROPORCIÓN 

N".   10 

$ 

2. 108. 001» 

IInl)ts. 

304 

$ 

7131,57 

>.     17 

)) 

234.000 

0 

105 

» 

1418,18 

..     IS 

» 

730.000 

)) 

331 

» 

2205,43 

).     10 

» 

1.075.(MK) 

)) 

350 

» 

3071,42 

»     2(> 

1' 

1.1G,3.(M)0 

» 

228 

)) 

5100,87 

..    21 

» 

1.187.000 

)) 

459 

» 

2580,05 

..    22 

>i 

222.000 

>» 

111 

1) 

2000 

..     23 

» 

125.000 

)) 

03 

» 

1984,12 

..    2-4 

)) 

385.000 

» 

80 

» 

4812,50 

..    25 

>i 

816.000 

» 

391 

» 

2086,95 

..     2fi 

II 

80.3.000 

» 

333 

» 

2591,59 

..     27 

U 

830.000 

II 

3.VÍ 

» 

2.331,40 

..    2« 

)> 

297. 0(M) 

it 

250 

II 

1188 

..   2y 

II 

430.000 

» 

234 

}' 

1837,00 

»    30 

)) 

812.000 

» 

300 

1) 

2215,84 

..    31 

>) 

838.  ("00 

» 

328 

» 

2554,87 

..     32 

II 

0(V.).000 

>l 

32Í) 

» 

2033,43 

»     33 

»» 

i 95, 000 

II 

81 

M 

2407,40 

..    34 

)) 

444. 0(M) 

1» 

155 

» 

£804,51 

»    35 

)i 

494.000 

)» 

303 

> 

1300,80 

..     30 

M 

511.000 

» 

310 

)) 

10í8,aS 

»     3/ 

!• 

4Í1.OO0 

)i 

3S.3 

II 

1151,43 

..     3S 

)> 

58.000 

)) 

/ 1 

)» 

753,24 

»     31) 

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178.000 

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180 

1» 

9«S,88 

„    M) 

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13.000 

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130,00 

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178.000 

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197 

)i 

VM)3,55 

„    42 

)) 

308.000 

n 

291 

)» 

1251,70 

..    43 

>) 

4Í9.O00 

II 

295 

i> 

1522,00 

»    44 

)) 

438.  (M)0 
30.3S0.OOO 

II 

3.59 

)) 

1220,05 

Hl)ts. 

11121 

3270,02 

Kl  resultado  e.^  un  25  ó  30  por  ciento  menos  del  valor  real  de  las  propie- 
dades, aceptando  aquel  que  en  la  actualidad  tienen;  esto  es  debido  á  la  suba 
en  el  precio  de  los  alquileres  producida  [)or  la  demanda,  hecho  que  se  ha  acen- 
tuado do  una  manera  mas  definida  después  de  haber  nosotros  recojído  los 
datos  y  formado  este  cuadro.  Solo  debi<lo  al  exceso  de  población,  venida  en 
su  mayor  parte  del  interior  de  la  República  y  por  lo  tanto  exentos  todos  ellos 
de  preocupaciones  locales,  han  obtenido  los  pro|)ietarios  valorizar  sus  fincas, 
equiparándolas  con  las  de  la  Sef^cion  primera,  aunque  todavía  con  algún  des- 
merito, que  puede  calcularse  en  15  por  ciento.  Anteriormente  esta  Sección  era 
de  las  mas  atrasadas  sin  embargo  de  su  ventajosa  posición. 


—  159  — 

La  propiedad  urbana,  en  general,  asciende  gradualmente  en  lo  principal, 
y  en  su  relación  con  el  precio  al  que  diariamente  se  cotiza,  acentúase  mas  esa 
misma  proporción  en  el  centro,  duplicándose  en  unos  casos  y  cuatriplícándose 
en  otros  cuando  se  trata  de  aquellos  ubicados  en  los  alrededores  de  la  ciudad. 
En  particular,  no  es  solamente  la  posición,  extensión,  número  de  habitaciones 
y  materiales  empleados  los  que  se  lo  determinan,  lo  es  su  forma  regular  y  ésta 
se  considera  irreprochable  cuando  no  es  menor  de  9  metros  el  frente  y  el  fondo 
DO  excede  de  35  ó  40. 

En  el  número  de  habitaciones  están  i^omprendidas  aquellas  grandes  y 
cómodas  del  siglo  p.isado  como  también  las  estrechas,  húmedas  y  mal  sanas 
de  las  casas  de  vecindad  y  conventillos,  las  de  ladrillo  crudo  ó  cocido  con  barro 
6  mezcla  y  las  de  madera  de  cajones  cuyas  dimensiones  fueron  diversas;  entre 
ellas  hay  con  piso  de  mosaico,  ladrillo,  portland,  baldosa  ó  piedra  y  techos  de 
azotea,  teja  ó  fierro  de  canaleta.  En  general  el  tamaño  lo  es  de  4  por  4  (metros) 
pero  hay  hasta  de  12  y  20  por  cuatro  y  de  3  por  2;  la  altura  de  las  antiguas  es 
de  3,  la  de  lo  edificado  en  los  último  s  años  de  4  y  la  de  lo  que  se  edifica  actual- 
mente de  4.50;  los  patios  son  espaciosos  en  las  antiguas,  medianos  y  pequeños 
en  las  de  construcción  moderna. 

Si  hay  variedad  en  los  precios  que  resultan  como  el  equivalente  á  una 
habitación,  ellos  están  en  relación  con  las  dimensiones  y  materiales  empleados 
en  las  mismas.  Por  tanto,  podemos  asegurar  á  nuestros  lectores  que  todos  los 
señalados  pueden  servir  de  base  para  apreciar  el  de  una  finca,  incluyendo  el 
valor  de  la  tierra  y  todas  aquellas  dependencias  que  existen  en  cada  casa  y 
no  es  posible  clasificar  como  habitación. 


MANZANA 

SUPERFICIE 

HABITANTES 

PROPORCIÓN 

N«.      1 

Mtrs. 

7.953 

Habts. 

4 

Mtrs. 

1988,25 

2 

e\   1 

» 

7.137 

» 

26 

» 

274,50 

.)        3) 
41 

Plaza  Victoria. 

5 

Mtrs. 

13.189 

)> 

440 

» 

29,97 

6 

» 

14.490 

» 

397 

» 

36,49 

7 

» 

7.548 

» 

313 

» 

24,11 

8 

)) 

12.228 

)) 

464 

» 

26,35 

»        9 

)) 

13.956 

» 

498 

» 

28,02 

))      10 

» 

14.017 

» 

302 

» 

46,41 

))      11 

)) 

14.386 

» 

395 

» 

36,42 

»      12 

)) 

7.838 

» 

141 

» 

55,58 

,»      IJ 

» 

14.232 

)) 

255 

)) 

55,81 

»      14 

)) 

14.010 

)) 

496 

» 

28,24 

»      15 

» 

14.025 

» 

96 

» 

146,09 

OCUPANTES 

1 

i 

8UPERPI0I1 

1 

VALOK 

1 
1 

Propicia 

i3i 
5^6 

12.77 
68.33 

136533 
63047 
i83S45 

=  8.35 
13.04 
58.7. 

j iSooooo 

5,7.™ 

197 I 4000 

^^^^.  _ 

14. ai 
54.18 

¡lio 

799 

.00.00 

483445 

■00. ao 

563S6obo 

100.00 

Las  diferencias  que  se  observan  aquí,  fijándose  en  la  proporción  ascea-  ] 
dente  en  que  resultan  los  propietarios  respecto  al  número,  superlicie  y  valor,  , 
son  originadas  por  las  propiedades  de  El  Estado,  La  Iglesia  y  Municipalidad,  , 
que  si  es  reducido  en  uútnero,  la  superficie  es  eslensa  y  crecido  el  valor. 

La  proporcionalidad  en  que  se  colocan  por  su  propia  importancia  aque-  ] 
Has  que  se  alquilan  y  son  ocupadas  á  la  vez  por  sus  dueños,  es  la  más  exactai 
Las  quese  arriendan,  con  su  descenso  comparativo  del  número,  superñcíe  y 
valor,  nos  indican  una  construcción  moderna  en  laque  se  ha  tenido  en  cuenta 
la  economía  de  tierra  y  la  de  materiales  costosos. 


NACION.^LIDAD 


Italianos.."!.  !!.. 

Espaboles 

Franceses 

I-iglesBB 

Orientales , 

Paraguayo» 

PonuguesBs 

Iglesia  Católica.., 

ArgenliDcs 

Ilalianoa 

EspaBolea 

Franceses 

Ingleses 

Alemanes 

Otientales 

Nqrie  Americanos, 
Iglesia  Católica.. ., 


546 


93176 
14273 
Sa39 

5046 
4626 
3Z63 

1751 

397 


6io5 

3804 
J643 
1493 


283B46 


Debemos  declarar  que  hemos  comprendido  en  la  clasilicacion  de  moder- 
nas aquellas  cuyo  frente  lo  es,  y  también  que  es  crecido  el  número  de  las  que 
se  han  reedificado  en  solo  esa  parte,  pue.s  en  tanto  que  en  otras  Secciones  so 
construyen,  aqut,  la  mayoría,  se  limitan  á  modificar  lo  existente. 

Con  un  veinte  por  ciento  menos  en  el  número  de  propiedades,  esta  Sección 
comparada  con  la  primera,  tiene  una  superficie  igual,  ó  lo  que  es  lo  misme,  en 


4 


— .  153  — 

presagio  de  infinitas  glorias  en  aquel  venturoso  estreno  al  través  de  los  Andes. 

Fueron  los  trofeos  de  la  batalla  en  la  cuesta  de  Chacabuco:  2000  fusiles, 
19  cañones  de  todo  calibre,  2  banderas,  1  estandarte,  todo  el  parque  y  muni- 
ciones, 600  muertos  de  tropa,  mas  el  Coronel  don  Ildefonso  Elorreaga  y  Coro- 
nel Antonio  Quintanilla,  herido  el  Brigadier  don  Rafaei  Maroto;  prisioneros: 
600  de  tropa,  32  oficiales  de  toda  clase,  el  Capitán  General  don  Francisco 
Marcó  del  Pont,  el  Brigadier  don  José  Bernedo,  el  Coronel  don  Fernando 
Cacho  y  el  Sargento  Mayor  don  Vicente  San  Bruno. 

El  ejército  libertador  tuvo  dos  capitanes  muertos  y  130  de  tropa,  un  tenien- 
te y  dos  alféreces  heridos  y  174  de  tropa. 


PARTE  DE  LA   BATALLA  DE  CHACABUCO 

Excmo.  Señor:  la  serie  de  sucesos  que  instantííneamente  han  ido  sucediéndose  desde  el 
momento  que  abrimos  la  campaña,  no  me  han  permitido  hasta  aliara  dar  á  Vuestra  Excelen- 
cia un  pormenor  circunstanciado  de  los  acontecimientos  mas  notables  de  estos  últimos  días. 

En  el  parte  histórico  pasado  por  el  Estado  Mayor  el  20  del  anterior  y  que  elevé  al  cono 
amiento  de  Vuestra  Excelencia,  se  detallaba  ya  el  orden  con  que  his  tropas  marchaban,  y  las 
medidas  tomadas  para  facilitar  nuestra  empresa.  En  efecto,  se  consiguió  que  el  ejército  se 
reimiese  el  28,  y  llegase  en  el  mejor  pié  á  los  manantiales  sobre  el  camino  de  los  Patos,  desde 
cuyo  punto  traté  ya  de  dirigir  y  combinar  los  movimientos  de  modo  que  pudiesen  asegurarme 
el  paso  de  las  cuatro  Cordilleras,  y  romper  los  obstáculos  que  el  enemigo  podría  oponenne  en 
los  desfiladeros  que  presentan  los  cajones  p(;r  donde  trataba  de  penetrar;  s#  formaron  desde 
luego  dos  divisiones;  la  primera  que  debía  marchará  vanguardia,  la  puse  á  cargo  del  señor 
Brigadier  don  Miguel  Soler:  la  compañía  del  batallón  núm.  i  de  Cazadores,  las  compañías  de 
granaderos  y  cazadores  del  7  y  8,  mi  escolta,  los  escuadrones  3  y  4  de  granaderos  á  caballo,  y 
5  piezas  de  artillería  de  montaña;  la  segunda,  fonnada  de  los  batallones  7  y  8  y  dos  piezas, 
bajo  la  conducta  del  señor  Brigadier  don  Bernardo  O'Higgins;  el  coronel  Zapiola  con  los  es- 
cuadrones I  y  2,  y  el  Comandante  de  artillería  con  algunos  artilleros  y  los  trabajadores  de 
maestranza  seguían  inmediatamente  después.  Al  mismo  tiempo  dispuse  que  el  Mayor  de  In- 
geniero don  Antonio  Arcos  se  dirigiese  con  200  hombres  por  nuestra  izquierda,  penetrara  por 
el  boquete  del  Valle  hermoso,  cayese  sobre  el  Ciénego,  donde  habia  una  guardia  enemiga,  y 
finalmente  que  repechando  sobre  la  cumbre  del  Cusco,  y  dejando  á  su  retaguardia  las  cordi- 
lleras de  Pinquenes,  franquease  estos  pasos,  marchase  en  seguida  sobre  las  Achupallas,  procu- 
rase tomar  este  punto,  que  es  la  garganta  del  valle,  y  ponerlo  en  estado  de  defensa,  para  poder 
con  segundad  reunir  el  ejército,  y  desembocar  en  Putaendo. 

El  5  tuve  ya  aviso  del  General  de  la  vanguardia,  que  este  oficial  habla  entrado  en  his 
Achupallas  el  4  por  la  tarde;  que  el  Comandante  militar  de  San  Felipe  con  ciento  y  más  hom- 
bres y  la  milicia  que  pudo  reunir  vino  á  atacarla;  pero  que  fueron  rechazados  y  perseguidos  por 
25  granaderos  á  caballo  al  mando  del  bravo  teniente  Lavalle,  á  punto  de  que  en  la  misma 
noche  y  mañana  siguiente  abandonaron  todos  Putaendo,  y  la  villa  de  San  Felipe,  dejando 
equipajes,  caballadas  y  cuanto  tenían. 

El  señor  General  Soler  se  adelantó  rápidamente  con  mi  escolta  y  los  escuadrones  3  y 
4;  hace  forzar  la  marcha  de  la  infantería,  y  el  o  consigue  montar  la  artillería  y  reunir  todos 
los  cuerpos  de  su  vanguardia  sobre  Putaendo:  dispone  que  el  comandante  Necochea  se  situé 
con  80  hombres  de  mi  escolta  y  30  de  su  escuadrón  sobre  las  cimas,  ordena  al  Comandante 
Melian,  ocupar  con  dos  compañias  de  infantería  y  el  resto  délos  escuadrones  3  y  4,  el  pueblito 
de  San  Antonio:  en  el  mismo  día  forma  un  campo  de  Marte,  y  establece  su  aiartel  general 
con  las  demás  tropas  de  su  división  en  San  Andrés  del  Tártaro. 

El  enemigo  recibió  refuerzos  considerables  el  6  por  la  tarde;  en  la  misma  noche  pas<)  el  rio 
de  Aconcagua,  y  al  romper  el  alba  del  dia7  se  presentó  al  frente  del  comandante  Neco- 
chea con  400  caballos,  sobre  300  infantes  y  dos  piezas  á  su  retaguardia;  este  valiente  oficial 
no  vaciló  un  instante:  mandó  retirar  sus  avanzadas,  hasta  ver  al  enemigo  media  cuadra  no 
disparó  unsolo  tiro:  encargó  la  derecha  al  Capitán  don  Manuel  Soler  y  la  izquierda  al   atvu- 

20 


OCUPANTES 

1 

SUPERFICIE 

i 

VALOR 

i 

S+6 
799 

.8.90 
"■77 
68.33 

1 3635a 
63P47 
183846 

18.35 
13.04 

58.71 

1 iSooooo 
317ZC00 
15714000 

14  .ÍI 

54.18 

.00.00 

483445 

.00.00 

363S60OO 

■~" 

Las  diferencias  que  se  observan  aquf,  fijándose  en  la  proporción  asceo- 
dente  en  que  resultan  los  propietarios  respecto  al  número,  superficie  y  valor, 
son  originadas  por  las  propiedades  de  El  Estado,  La  Iglesia  y  Municipalidad, 
que  si  es  reducido  en  número,  la  superficie  es  estensa  y  crecido  el  valor. 

La  proporcionalidad  en  que  se  colocan  por  su  propia  importancia  aque- 
llas que  se  alquilan  y  son  ocupadas  á  la  vez  por  sus  dueños,  es  la  más  exacta. 
Las  quese  arriendan,  con  su  descenso  comparativo  del  número,  superficie  y 
valor,  nos  indican  una  construcción  moderna  en  laque  se  ha  tenido  en  cuenta 
la  economía  de  tierra  y  la  de  materiales  costosos. 


NACIONALIDAD 


Ilalianas..' ."!!.! 

EspafiolM 

Franceses 

Oriemales 

Paraguayos.. 

Iglesia  Católiú... 

ArgenlincB 

Ilalianoi 

Espa&oles 

Franceses 

Ingleses 

Alemanes 

Orientales 

NQfte  Americanos. 
Iglesia  Católica.... 


.70 

53.76 

14373 

3i39 

.ii 

5046 

.i> 

4816 

.Bq 

2  263 

.3« 

24  oS 

.li 

1751 

397 

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180 

.73 

.33 

13410 

10 

3814 

6105 

7S 

3S04 

71 

1645 

>3 

1493 

i3oo 

Debemos  declarar  que  hemos  comprendido  en  la  clasificación  de  modei 

ñas  aquellas  cuyo  frente  lo  es,  y  también  que  es  crecido  el  número  de  las  qu.^^^ 
se  han  reedificado  en  solo  esa  parle,  pues  en  tanto  ijue  en  otras  Secciones  »•- 
construyen,  aquí,  la  mayoría,  se  limitan  á  modificar  lo  existente. 

Con  un  veinte  por  ciento  menos  en  el  número  de  propiedades,  esta  Seccio  ^ 
comparada  con  la  primera,  tiene  una  superficie  igual,  ó  lo  que  es  lo  mism«,  ■ 


172  - 


Cada  habitante  paga  niensualmente  $  9.-i0  en  cambio  de  los  10.70  i 

de  la  Sección  primera,  y  en  ésta  el  alquiler  de  una  habitación  es  de  $  18.25  fl 
el  mismo  tiempo  que  en  la  otra  lo  es  de  18.13. 

El  interés  del  capital  invertido  en  propiedades  urbanas  no  es  menor  del 
resultante  en  el  cuadro  precedente;  por  el  contrario,  éi  se  eleva  hasta  llegar 
en  algunos  casos  &  ser  de  2i  %  al  año  &  consecuencia  de  que  el  producido  es 
gradual  y  ascendente  en  la  misma  proporción  en  que  se  avanza  del  centro 
hacia  los  limites  de  la  Capital .  Aquí  es  menor,  pero  mas  estable  y  seguro;  all' 
mayor,  aunque  sujeto  t  frecuentes  oscilaciones  y  algunas  dificultades  para  L 
buena  locación. 

El  interés  reducido  como  producto  de  las  fincas  centrales  es  una  de  lai 
causas  por  las  que  en  ellas  dejan  de  emplearse  cantidades  importantes  con  relaj 
cion  á  otras  excéntricas.  En  estas  como  su  valor  es  mas  fijo,  menos  sujeto  a 
cambio  da  valores  en  su  adquisición,  no  puedo  haber  esperanza  de  lucí 
extraordinario  y  rápido  como  en  las  otras:  únicamente  la  colocación  seguí 
del  capital  en  donde  jamás  se  pierde. 

Sucede  con  frecuencia  que  en  épocas  de  prosperidad  las  transaccioneí 
como  la  edificación,  se  paralizan  en  estos  centros,  debido  á  que  abundan  la 
negocios  en  que  con  seguridad  m  obtiene  un  doble  interés  sin  peligro  algund 
pero  llega  un  momento  de  prueba  para  el  país  y  el  orden  se  invierte,  los  capa 
talistas  aguijoneados  por  numerosa  población  se  apresuran  á  edificar  en  lo  mal 
céntrico,  porque  allí  aseguran  la  renta  con  mas  estabilidad  á  la  vez  que  coi 
facilidad. 


TRASMISIÓN   DE  LA  PROPIEDAD 


Dijimos  antes  que  liali(ainos  aceptado  para  nuestras   de  mostración  es  un^ 
afioenqueel  importo  letal  de  las  venias  realizadas  no  excedió  tan    notable- 
mente como  en  otros,  en  los  que  el  demérito  de  la^monsda  circulante  les  hace 
aparecer  con  un  valor  superior  aUjue  debemos  reputar  como  real  ó  venal.    Al  , 
tratar  la  materia  en  esta  Sección,  como  on  las  siguientes,  conlinuaremos  baj(>n 
el  mismo  plan.  ' 

En  los  centros  principales  como  éste,  las  operaciones  son  muy  liraifadas. 
La  circunstancia  de  ser  los  dueños  de  fincas,  en  su  mayor  parte,  personas  que 
poseen  otros  bienes  de  fortuna,  ó  de  encontrarse  en  una  posición  desahogada, 
en  que  les  bástala  renta  para  vivir,  restringe  las  operaciones,  que,  por  otra^ 
parte,  solo  tienen  atractivo  para  aquel  que  busca  la  colocación  segura  de  sil] 
dinero  con  moderado  interés,  mas  no  para  el  que  pretende  lucrar 
la  valorización  ascendente  en  la  proporción  de  aquellas  radicadas  en  los  baPi 
i'ios  excéntricos. 

Repetiremos  aquí  lo  dicho  en  olra  publicación  análoga  á  propósito  dall 
Valor  de  la  propiedad  urbana  en  esta  ciudad.  Después  de  aquella  preferencia  J 
acordada  por  todos  al  Norte  sobre  el  Sud,  fundada  últimamente  en  el  liechQ'J 
de  encontrarse  en  esa  parle  todos  los  paseos  públicos,  mayor  numero  de  plaza 
"V  la  mejor  pavimentación,  existe  también  marcada  predilección  por  unoj 
í->arrios  6  centros  con  relación  á  otros,  y,  por  último,  se  le  acuerda  hoyl 
i  mportancia  al  arrumbamiento  ó  frente  donde  esté  situada  la  propiedad  yJ 
si  sus  dimensiones. 

Las  de  frente  ai  Sud  y  en  segundo  término  las  que  lo  tienen  al  Norte,  sona 
las  de  mayor  aceptación.  En  las  primeras,  el  sol  con  su  calor  natural  vivifi^ 
<5n  todo  el  interior,  aun  cuando  los  linderos  eleven  sus  muros;  en  las  segundoíbl 
^1  viento  Pampero  contribuye  á  mejorar  sus  condiciones  salubres. 

A  el  área  ó  superficie  es  grande  la  diferencia  que  se  le  acuerda,  pon 
«cuanto  cada  dia  que  pasa  se  reconoce  más  deficiente  la  edificación  exis-l 
lente  que  exige  gran  extensión  formada  con  poco  frente  y  mucho  fondo,  i 


^^^^^^^   dhjeto  de  colocar  las  habita 
^^V              y  con  uno  ó  dos  patíos  al 
^^H               dad  que  debido  á  la  valor 
^^M                meiro  cuadrado  y  el  serví 
^^H                familias,  cualesquiera  que  '■ 
^^H^               nos  fondo  para  construir, 
^^^1               quefio  radio:  debajo  ¡os  ( 
^^H               arriba  los  dorniitorios  y  s< 
^^^M               etíonómícas  é  higiénicas.  I 
^^H              chos,  contribuirá  el  servici 
^^H               con  ellas  desaparecerán  lo 
^^H              ximos  á  )ns  habitaciones, 

^^H                                   CALLE                    RtHeTC 

-  174  - 

itíiones  seguidas  unas 
costado  y  huerta  ó  jí 
■ízacioii  i'íipida    de  la 
cío  doméstico  ha  llega 
sea  su  posición  social, 
recoiicenlrando  todas 
iepósitos,  en  el   princ 
obre  estos  las  del  servi 
'ara  generalizar  mas 
0  de  las  cloacas  próx 
s  depósitos  ó  sumíder 
cuando  no  pegados  á 

de  óm^^^ffliSm^^^^^^ 
irdin  al  final.    En  la  actuali- 

tierra,   ésta  se  vende  por 
do  á  preocupar  á  todas  ^^| 
se  busca  más  frente  y  lli^^| 
las  habitaciones  en  un  p^* 
ipal  las  'piezas   de   recibo, 
cío,  obteniendo  asi  ventajas 
lo  que  ya  es  deseo  de  mu- 
¡mo  á  inaugurarse,  porque 
■os  tan  nocivos  y  hoy  pr^^ 

eilas  mismas.                  ^^M 

rOMSTK 
milrm 

roK.o 

BDFRItPIOIB 

n,f..cuad. 

5.20    por 

-   8,66     .1 

14.54  " 

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36,1 5 
60,62 
39,83 

6o,6í 
63,00 
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29.64 
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60,62 
59,10 
60,62 
45,46 
57.  >6 
21,  Si 
43.30 
60.61 
37,80 
3r,a3 
56,3ü 
43.64 
33,34 
lí,76 
28.54 
14,14 
3o,3i 
39.75 
33.5o 
5S,o2 
3o,3i 
36.37 
61.70 
36.19 

23.94 

3o.3i 
16,21 
eo,6a 
3o,  3 1 

67.J4 

317. d6 
1.364.56 

579. '3 
414.59 
9:8,39 
485,10 
357,65 
130,89 
74'.33 

1.4OÍ.7S 
319.47 
199.9S 
461,29 
8i3,5l 
995,88 
446,76 
332.31 
304,65 
l33,!^8 

í. 415,91 
918,31 

1.814,34 
247,96 
512.33 

i.?:i,73 
Í44.50 
243.97 
688.38 
17.S45 
314,92 
973,91 
434,16 
515, 12 
336,11 
960,53 

1.111.61 
391,16 
167.90 
374.OÍ 
tu. 34 
238.23 
191,77 

3.307  Iialiana 
:6,o66  Eapatiola 
Í07.480  Argentina 
60,000 

23  56a           « 
227.333   P.iraguaya 
ia.731   Española 
13.O0O  Argeniina 
4.133           " 
74,400           .. 
20.666  Ilaüana 
9.193  Argentina 

20.666  C.  S^"  Domingo 
44.433  CN.deEduc. 
41,126       » 
11.573  Argentina 
11,000  Italinna 
18,000  C,  N.JeEduc. 
6.3oo  Argentina 
Sj.i58           n 
14.095  FrancMa 

1,480  Iisllana 
9.300  Argentina 

24.800 

75,433  Francesa 

31.620  Oriental 

60.000  Argenlina 

64.066           n 
9.B00           » 
103,333 

10.9S3 

Í.I25 

25,000  Suiía 
33.DOO  Italiana 

9.85o  Argenlina 

3.710  Italiana 
19.000  Francés 

2.700  Español 

9  40D  Italiana 

3,059  Argenlioa 

Francesa 
Argeniln* 

Italil^H 

^^H                   Perú 

^^H                     Bolívar 

^^H                     DefCDM 

•  ■  ■         7/'9 
...    m./mS 
...    ."3S/340 

^^B                     Defensa 

^^H                  Perú 

...    343/347 
370 

^^^H                   San  Lorenzo 

^^H                          

^H                   Bdgrano 

^H                   Belgrano 

55 
...    386/390 

:::  ,¿'í! 

^^^H                    Bo1¡v&rio3/]ieyVen«zuela  io3/iog 

^^m            Míjico 

^^^H                     Balcarce 

^^H                   Perú 

...  540/448 

^^H                     Bel8im.o 

. . .      14/16 

.5,7",Si 

1.487.909  - 

Si  se  detiene  el   lector  en    la  planilla  precedente,  encontrará  grandes 

.reas  vendidas  á  diez,  catorce  y  diez  y  ocho  pesos  el  metro  cuadrado,   lo 

^:^ua\  no  solo  corrobora  cuanto  hemos  dicho  de  esta  Sección  á  propósito  de 

la  desproporción  existente  en  sus  valores,  sino  que  justifica  el  término  medio 

^e  pesos  57,85  para  el  conjunto  de  todas  las  operaciones  realizadas  en  el  año. 

Las  causas  anteriormente  expuestas,  son  las  que  obstan  para  limitaren 

^^te  perímetro  las  compra- ventas. 

También  en  ésta  la  mujer  se  hace  propietaria  de  diez  fincas  cuya  im- 
j)ortancia  se  eleva  á  496.802  pesos. 

Reasumiendo  lo  adquirido  por  cada  nacionalidad  en  cuanto  al  número, 
superficie  y  valor,  así  como  también  lo  enagenado  por  los  mismos,  resulta 
^1  siguiente  cuadro: 


»iúa. 


23 

7 
3 

3 

3 

X 

z 
z 
z 


COlfPRADORBS 


SUPERRCIE 
metros 


Z4. 286,64 

3.688,3o 

9i4«5o 

2.136.83 

2.111,06 

461.29 
918.39 

243,97 

960,33 


25.721,51 


val^or: 

pesos 


VENDEDORES 


NACIONALIDAD 


NÚM. 


SUPERFICIE 
metros 


854.133 
85.573 
31.497 

108.528 

103.559 
20.666 

227.337 
31.620 

25.000 


1 .487.909 


Argentinos 

Italianos | 

Españoles : 

Franceses ¡ 

Cons.  Nao.  de  Educación.; 
Cto.  de  Santo  Domingo...  ¡ 

Paraguayo 

Oriental. 

Suizo 

Ingleses 


32 

4 

2 

2 


z8. 128.42 

2.763,x3 

97^.21 
2. 188, 36 


579,13 
z. 086,26 


VAL^OR 
pesos 


!  z. 080.153 

I  59.973 

i  80.700 

I  91.050 


60.000 
106.033 


25.721.5z        z. 487. 909 


En  la  primer  Sección  los  Argentinos  vendieron  un  cincuenta  por  ciento 
mas  de  lo  comprado,  hecho  que  evidencia  su  falta  de  confianza  en  el  valor  real 
déla  propiedad,  por  lómenos  el  de  su  indiferencia  por  ser  ó  no  propietarios. 
En  esta  han  enagenado  un  veinte  y  ocho  por  ciento  más  de  lo  adquirido, 
debiendo  recordar  que  es  en  las  principales  donde  mayor  representación 
tienen. 


! 


HIPOTECAS  SOBRE  LA  PROPIEDAD  RAÍZ 


En  los  últimos  liemposseliaii  movilizado  mas  de  setenta  millones  represen- 
la^josen  cédulas  hipotecarias,  acordadas  en  garantía  de  gran  número  de  pro- 
pioci^des  radicadas  en  esta  Capital  y  que  representan  una  cantidad  igual  ó 
nia,y<i>r  al  doble  de  la  citada. 

"El  valor  de  las  tincas  se  ha  duplicado  en  general,  desde  que  todas  han 
reoo  nocido  las  ventajas  de  la  hipoieca  en  los  Bancos  emisores  de  Cédulas, 
Jia.t>i«ndole  favorecido  para  su  valorización  la  suba  extraordinaria  de  losalqui- 
ler-^=3  y  la  fácil  colocación  de  esos  mulos  en  las  plazas  europeas. 

'E.\  dueño  de  una  casa  solicita  y  obtiene  de  alguno  de  los  estabteci- 
mi^xitos  indicados,  la  mitad  del  valor  de  ella  en  títulos  que  en  el  acto  con- 
vievt^  en  moneda  de  curso  legal,  y  además  de  conseguir  una  parlo  del 
ca.pki.'tsil  amortizado,  por  ese  solo  hecho  su  propiedad  vale  mas,  puesto  que 
la.  -ventaja  de  poder  pagar  el  cincuenta  por  ciento  en  trimestres  iguales 
du.xT'ZLX'ita  treinta  ai1os,  la  coloca  al  alcance  de  un  mayor  número  de  intere- 
sados, cuando  no  necesitados. 

Debido  á  la  población  quede  todos  los  ámbitos  de  la  República  y  aun 
del      ^xtrangero  llega  diariamente  á  esta  Capital    con  el  ánimo  decidido    de 
a.v ^ c; indarse    en    ella,  desde  hace  ya  mas  de  cuatro  ailos,    y  para  alojar  á 
la.    <:vial  no  basta  !a  edificación  permanente,  se  han  encai-ccido  tanto  los  nl- 
qu-il^res,  que  cualesquiera  inquilino  con  la  misma  cantidad  conque  paga  la 
loca-Cion,  puede  atender  el  pago  de  amortización    é   intereses  de  una  hipo- 
teca,   igual  al  valor  total  de  la  propiedad  que  ocupa.  De  ahí  la  causa  por  la 
caal  el  número  de  las  hipotecas  se  eleva  en  la   misma    proporción  que  la 
de    las  ventas. 

-A-demás,  hoy  se  hipoteca  por  negocio,  sin  necesidad  de  vesder,  simple- 
mente para  movilizar  el  capital.  Se  han  dado  cuenta  todos  de  que  en  cuales- 
quiera operación  comercial  ó  industrial  el  producto  es  superior  al  que  se  paga 
por-  amortización  é  intereses  al  Banco  prestamista;  y  de  que,  si  las  cédulas 
bajan,  ganan  volviendo  á  comprarlas  para  chancelar  su  deuda,  y  si  por  el 
contrario  suben,  es  porque  se  ha  valorizado  más  su  misma  propiedad. 


—  178  — 


Los  Bancos  de  descuentos  no  se  ven  ya  como  antes  con  solicitantes  tiu- 
merosos  á  cada  paso  y  por  crecidas  sumas,  debido  á  lo  que  es  nuavo  enii-o 
nosotros,  el  liaberse  sustituido  el  crédito  rea!  al  personal.  Se  hipoteca  al  &a 
sin  considerarse  el  hecho  un  descrédito  para  la  persona;  se  movilizan  esos 
grandes  capitales  con  ventajas  positivas  para  todas  aquellas  instituciones  de 
crédito  que  antes  tenían  necesidad  de  atender  solo  á  las  exigencias  del  desar- 
rollo del  comercio  y  las  industrias;  y,  hoy.  ai  mismo  tiempo  que  lodos  traba- 
jan con  miis  desahogo,  se  impulsa  con  mayor  vigor  al  progreso  que  aparece 
en  todos  los  centros  de  Buenos  Aires. 

El  año  elegido  por  nosotros  para  dar  cuenta  de  estas  oper'ai^ionos  no  es  sino 
un  pálido  reflejo  de  lo  que  han  llegado  á  ser  las  hipotecas  en  la  actualidad; 
es  por  eso  que  nos  hemos  permitido  los  párrafos  anteriores. 


En  la  Sección  se  han  realizado  19  hipotecas,  las  cuales  importaron  313^7 
pesos,  habiendo  contribuido  el  Banco  Hipotecario  con  273.100,  el  de  la  Pru — 
vincia  con  lt>.69S.  un  argentino  con  20.667  y  dos  italianos  con  2.892. 

La  importancia  de  las  operaciones  por  nacionalidad  es  como  sigue: 


17     Argentinos por  $  306.357  ó  sea  el  97,77 '/, 

1     Español ■'      "      2.000  ..     •>      ->     0.64  .. 

1     Italiano -      -      5.000  »     "      »     1.59  -> 


19 


1  313.357 


100  . 


jue:       ^j 


Habiendo  hipotecado  la  mujer  $  53.500,  resulta  que  lo  ha  hecho  por  e  • 
117,  de  io  comprado  por  ella,  asi  como  los  argentinos  en  el  mismo  case:» 
tienen  el  36,  los  espai1ole.s  el  7,  los  italianos  el  6  y  en  el  conjunto  de  todo  Ic^ 
vendido  el  21. 


SOCIEDADES  Y  ASOCIACIONES 


la  Pi>| 


CLUB    DEL   PROGRESO 


Fundado  en  el  año  1852  cuando  recien  se  echaban  los  primeros  cimientos 
de  nuestra  conslilucionalidad,  lia  contribuido  eficazmente  á  formar  y  levantar 
el     espíritu  de  sociabilidad,  á  perfeccionar  los   hábitos  y  costumbres   de  la 
po  blacion  y  á  desarrollar  el  gusto  por  las  reuniones  y  la  comunicación  social. 
Pronto  las  familias  más  pudientes  se  inscribieron  como  sodas,  contribu- 
yendo íl  asegurar  su  existencia,  cuya  importancia  é  inlluencia  en  una  sociedad 
•^Uo   habla  sido  ultrajada  por  tanto  tiempo,  la  hacían  doblemente  simpática  á 
^    fJroteccion  publica. 

Hoy  el  número  de  los  socios  alcanza  &  un  mil,  habiendo  abonado  la  suma 
^      SOO  pesos  cada  uno  á  su  ingreso  y  que  contribuyen  bi-mensualmente   con  ■ 
^^'^í^  y  medio  pesos,  adelantados,  como  cuota  ordinaria. 

'El  mobiliario  lujoso  que  embellece  sus  magníficos  salones  representa  un 
^- » o  t- de  55  mil  pesos  y  no  pasará  mucho  tiempo  en  ser  sustituido  por  otro 
^^    moderno  y  fastuoso  en  armonía  con  nuestro  progreso  y  el  perfecciona- 
'*5X")to  del  gusto,  cultura  ó  ilustración. 

El  Club  carece  al  presente  de  un  edificio  apropiado  al  movimiento  y  de- 
^*">"ollo  que  ha  alcanzado,  pagando  un  alquiler  mensual  de  rail  pesos  por  e! 
^^*^    ocupa  y  que  no  ofrece  todas  las  comodidades  necesarias. 

El  edificio  consta,  en  el  primer  piso,  de  tres  grandes  salones  de  33  metros 
^    largo  por  10  de  ancho,  de  tres  salas  de  8  de  largo  por  6  de  ancho,  una 
P^cjijeilasala  de  5  por  4  para  toilette  de  caballeros,  sombrererta,  guarda-ropia 
-    ^^ficinas  de  ios  empleados  en  esle  departamento. 

En  el  segundo  piso,  un  gran  salon-comedor,  dos  salones  de  billares,  un 
^-''^ledor  de  señoras,  dos  salas  ocupadas  por  la  biblioteca,  comedor  de  em- 
^^^ados,  pequeña  sala  de  toilette  y  demás  oficinas  destinadas  á  la  bodega, 
despensa,  cocina,  etc. 


J 


—  180  - 


En  el  tercer  piso  hay  siete  piezas  ocupadas  por  el  dormitono  i 

pleados  y  depósitos  de  útiles  generales. 

El  establecimiento  sostiene  para  atender  los    diversos  servicios  de 
administración,  diecisiele  empleados  cuyo  sueldo  máximo  es  de  $  800  y 
mínimo  de  30,  mensuales;  diariamente  concurren  de  150  A  80ü  personas  soci 
á  la  biblioteca,  que  consta  de  1136  volümenes.  distribuidos  así : 

Obras  varias,  8CK)  volúmenes;  colección  de  diarios  encuadernados,  326;  cu 
detalle  de  la  última,  es  como  sigue  : 


FDBLlGAaiONSS 


«El   Nacional)!, , 

«La  Tribuna" 

«La  Nación. 

nLa  Prensan 

«La  República» 

«La  Pampa'! 

«La  Libertad» 

«La  Fatriau 

«Ei  Pueblo» 

«La  Verdad» 

«El   Diacio" 

icSnd- América» 

<iEl  Órdenu 

«La  Tribuna  Nacronalu. 

«El  Mercantil» 

«La  Crónica» 

iiLa  Reforma» 

4(Lu  Reforma  Pacifica»., 

«La  Union» 

«La  PoUticaH 

«La  Revisla» 

«Los  DebalBsn, 

••El  ArEentíDOii 

«La  Consiilucion». 

"La   Pai» 

«El  Siglo» 

«El  Comercio» 


Desde  iS5z  hasta  la  fecha 
»      i8S3      "     Budesaparici 
»       í86a      11      el  présenlo 


su  liesaparicion 
el  presente 
au  desaparición 
el  presente 


iSSS 

el  presente 


1SS7  basU  iSSS 


Las  publicaciones  &  que  está  suscrito  el  Club  son  88.  de  las  c 
extranjeras  45  y  43  nacionales. 

El  cuadro  anterioi-,  aunque  no  es  completo  desde  que  solo  registra  1 
ñas  publicaciones  nacionales  y  ninguna  extranjera,  lo  hemos  formado  pt 
dar  siquiera  una  idea  de  la  importancia  y  riqueza  de  esta  biblioteca,  super 
en  este  punto  á  las  colecciones  délos  eslablecímienlos  públicos  que  cuid 
de  ellas  con  tanto  interés. 


También  nos  ha  sido  imposible  obtener  un  estado  demostrativo  exacto 
del  movimiento  económico  mensual  de  la  casa,  pero  á  fin  de  ensenar  su  capa- 
cidsLdi  siquiera  por  el  que  corresponde  á  un  semestre,  en  el  que  figuran  gastos 
9jf ^¿«aordinarios  diversos,  presentamos  el  siguiente  : 


GASTOS    DE    UN    SEMESTRE 


Tertulias  de  disfraz. . . 

Alquiler 

Sueldos  de  empleados. 
Alumbrado  á  gas  .... 

Teléfonos 

Consumo  de  carbón. . 
Sastrería  de  los  mozos 
Gastos  de  toilette  .... 

Tapicería 

Cancillería 

Bncuademacion 


§ 


» 
» 

» 

» 
» 
» 

» 


7.045.03 
6.000 
4.637.74 
2.494.50 

93 

80 

21.» 

93 

327.94 
176 

76 


Herrería 

Impresiones 

Por  lustre  de  muebles. 

Billares 

Gastos  menores 

Muebles  v  útiles 

Büile  de  Julio 

Publicaciones 

Refacciones 


Total 


9 

n 

» 

» 
» 


i3i.o5 

234 

56 

i83 

989 
8.900. 
5.429 
1:262 
x.o56 


8   40.376.86 


r& 


El  salón  de  juegos  está  ricamente  adornado,  decorando  sus  paredes  tapi- 

una  valiosa  galería  de  cuadros  al  óleo  muy  importante  :  cuando  tiene 

r  un  baile  se  dispone  un  gran  salón  de  los  tres  que  hemos  dicho  de  que 

ta  el  primer  piso,  realzado  por  magníficos  y  numerosos  espejos,  muni- 

cia  de  iluminación  y  profusión  de  cortinados  y  muebles  de  mucho  mé- 

el  mismo  esplendor  y  lujo  se  observa  en  el  comedor  destinado  á  las 

ras,  en  las  salas  de  toilette,  biblioteca,  etc.,  etc. 

"Un  restaurant,  dotado  de  un  director,  otros  empleados,  tres  cocineros  y 
mozos  de  servicio,  anexo  al  mismo  establecimiento,  pero  que  no  depende 
ste,  está  encargado  de  la  provisión  y  confección  de  los  banquetes,  etc., 
antas  operaciones  culinarias  se  practicasen; — este  personal  no  es  rentado 
el  Club,  pero  éste  abona  los  gastos  que  se  originan  en  la  confección  de  los 
entos,  debiendo  un  inspector  de  hotel,  remunerado  por  el  establecimiento, 
^lar  su  calidad,  preparación  y  estricta  limpieza. 

El  notable  desarrollo  que  ha  tomado  en  estos  últimos  tiempos,  le  permite 
^  llevar  á  cabo  la  construcción  del  edificio  que  ha  proyectado,  para  cuyo 
^to  y  el  valor  del  terreno  destina  la  suma  de  $  GOO.OCK). 

El  capital  que  se  trata  de  invertir  en  este  solo  edificio  puede  dar  ya  una 
^^ea  de  la  importancia  del  establecimiento  y  de  su  movimiento  económico.  La 
Comisión  edificadora  del  Club,  poniendo  en  la  ejecución  de  esta  obra  su  inteli- 
gente actividad,  su  refinado  gusto  estético  y  sus  disposiciones  organizadoras, 
sa*brá  responder  dignamente  á  las  exigencias  de  una  sociedad  culta,  de  una 
aristocracia  distinguida  y  eminentemente  fastuosa. 

Concluido  el  edificio,  el  reglamento  sufrirá  algunas  modificaciones,  es- 
pecialmente en  lo  que  se  refiere  á  cuotas.  El  que  ahora  rige  lo  trascribimos 
á  continuación  por  el  interés  que  puede  ofrecer  á  algunos. 


—  182  — 


REGl.  AMENTO 

Artículo  I"  La    Sociedad  >(.-    denomina    Clutí    deí.    Put^GRic^^O;    tiene    por    princi_ 
ol)jetu  mantener  un  centro  bocial  de  cultura,  á  cuy.i  efect*»  tendrá  un  local  espacioso  y    cenlsral, 
donde  habrá  salones  para  fiestas,  reunid  >ncs,  conversación,  lectura,   juegos  de  ingenio  jt  &^sr- 
vicio  de  restaurant,cn  los  cjue  serán  ext  lusivamente  atendidos  los  socios  liel  Clnb  y  transean  tes 
admitidos.  Habrá  tambicn  una  Biblioteca  de  obras  selectas,  y  en  la  que  serán  coleccionad  <« 
los  princijíales  pcri('>dic«.»s  y  revistas  nacionales  y  extranjeras. 

Art.  2"  Se  iHohibe  expresamente  todo  juego  de  azar  :  éstos  son  aquellos  en  que  preval^^ce 
únicamente  la  suerte.  En  ca.so  de  duda  sobre  cuál  sea  juego  de  azar,  ella  será  detennin2L<da 
p<»r  la  Comisión  Directiva. 

Art.  ,v'  Son  i)ermititli)s  los  de  naipes  que  no  sean  de  azar,  el  ajedrez,  chaquete,  dam.^as, 
domin<'>  y  <.)lrns  ile  esta  clase. 

Art.  .]"  Son  prohibidas  las  reuniones  en  el  local  del  Club  que  no  sean  compuestas  cxcX  xi'- 
sivaniL-nte  de  sus  miembros,  sin  {¡revio  acuerdo  de  la  Asamblea  (jeneral  extraorcHnaria  en 
se  halle  presento  lamita<l  más  uno  (U'l  número  total  de  socios. 

Art.  .s"  Se  prohiben  las  sus»  riciones  extraonlinarias,   el  préstamo   de    muebles  ú  ot  ■ 
objetos  i>e.rtenec¡entes  al  Club,  sin  previo  acuerdo  de  la  Asamblea  General. 

Art.  O"  Es   prohibida  la   exlraei  ion    ih-    objetos,     libros    ó    papeles     impresos    de 
salas  del   Club,   bajo   ))ena   de    Jo  pesos  moneda  na«  ionaKle  multa,  y  de  expulsión  en  cr 
de  reincideníúa. 

Art.  7''  La  Sociedad  es  presidida  por  una  Comisión  Líirectiva   compuesta  de  siete  mi 
bros  :   Presidente,  X'ice-rresidentc  Seeretario,  Tesorero  y  tres  vocales. 

Art.  S"  Los  mienibrtís  de  la  Comisión  Directiva  son  nombrados  por  un  año,  en  Asamk^  ^^ 
General,  por  bíiletos  escritos  y  á  jíluralidatl  ile  voto>.  y  los  directores   así   electos    nombr^^i^^  • 
entre  sí  los  fuiici<«narios  de  (jue  habla   el  articulo   anterior,  e.xcepto  el  Tresidente  y  Vice    ^  T** 
serán  nombrados  j)or  votación  dirirc^ta  de  la  Asamblea.  ^^ 

Art.  <»"  Habrá  suplentes  paia  integrar  la  Comisión  Directiva  en  caso  de  impedim^^^^ 
de  alguno  de  los  Directores,  y  lo  serán  aípiellos  hasta  seis,  (pie  después  de  los  dco-* 
j)ara  el  Directorio  hayan  obtenido  sufragios,  y  entrarán  á  suplir  según  el  mayor  número  j 
votos  que  hayan  tenido. 

Art.  ií>.  Cada  semestre,  el  i"  de  Abiil  y  el  i"  ile  Octubre,  se  renovará  la  Cotni^-j^  ^ 
Directiva.  ietirái;dose  primeramente  tres  de  sus  miembros,  y  los  cuatro  restantes  en  la  renc^^j. 
cion  siguiente,  observándose  siempro  el  misnn)  ''-rdcn. 

Art.    II.  Son  atribu»  ionesde  la  Comisión  Directiva  : 
\'^  X'elar  jjor  el  eumplimicnti»  de  cstel\eglam»-nt(.«; 
2"  I\e.^«»l  ver  .sobre  la  admisión  de  socios; 
.V*  Cuidar  déla    i-olida  interior  y  tic    t«nlo  lo  relativo  á  la  mejor   administración  d3cl 

Club,  sancioiíanilo  los  nglanienios necesarios; 
•l''  Crear  y  supiimir  emjilcosy  fijar  el  presujíuesto  de  gastos; 
5^^  Convocará  la  A>amblea  <  ieneral  <.>nlinaria  •!•  extraordinaria. 

Ail.   ij.   Lasscsi<»nes  de  la  Comisión  Directiva  deberán  celebrarse  por  convocatoria  cr^^eA 
l'residcnte,  y  .sus  resi»luci«»nes  seián  tomadas  por  simple  mayi»ría,  siempre  que  estén  prcs^- 
tes  cuatro  miembros  |>or  lo  meno.s,  excf[>to  el  caso  previ.stopor  el  artículo  23. 

Art.   i.v  ^Jueda    prohibido    á   los    miembnxs    di;    la    C«)mision    Directiva,    bajo    pe 
de  expu^si  n.    dar  esplica«  i'»nes   individuales    sobre  las    deliberaciones  que  en   ella    teng 
lugar,    coui"  tanibien    declarar    su    vot<j  en    lo    relativo   al  rechazo    />    admisión    de  ca»: 
didatos. 

Art.   ij.  El  Tesorero  presentará  cada  bimestre  á  la  Comisión  Directiva  un  estado  de         ^^ 
caja,  y  é.ste  será  manitestado  en  la  .sala  de  lectura. 

Art.   15.   Enl"smese>  de  Marzo  y  Setiembre  serán  convocados    los    socios  á  Asamb^^¿i 
Cieneral  Ordinaria,  c(»n  el  objeto  de  piuce<ler  á  la  e!eo<ion  de  Ion    miembros  de  la  Comisxox? 
Directiva  (pie  han  ilc  reemplazar  á  l«»s   (juc    terminen   su   períixio  en  los    meses  siguien^eí?, 
é  hn])onerse  del  informe  escrito  que  deberá  presentar  la  C<.»misicn  Directiva. 

La  Convocatoria  deberá  hacerse  por  los  jierii!»dicos  y  jvjr  citación  particular  á  cada  8000^ 
con  ocho  dias  de  anticii)acion,  acompañándole  una  lista  nominal  de  todos  los  asociados  y  de 
los  miembr«»s  salientes  de  la  C'omision  Directiva. 

Art.   i().  Siempre     que   haya     presente    una  octava  parte   de    miembros     activos,  seri 
considerada  la  Asamblea  como  General  y  hábil  para  deliberar  y  decidir. 


—  183  — 

Si  ala  segunda  convocatoria  que  la  Comisión  hiciese  no  concurriese  la  octava  parte  de  los 
vs,  pasada  una  hora  después  de  la  señalada  para  la  reunión,  se  proclamará  válida  la 
nblea  con  el  número  de  los  presentes,  y  se  procederá  inmediatamente  á  tratar  de  los 
tos  que  motivaron  la  convocatoria. 

Art  17.  Se  exceptúa  de  lo  dispuesto  en  el  artículo  anterior  el  caso  previsto  en  el 
ulo  4°. 

Art  18.  Las  resoluciones  de  la  Asamblea  General  serán  adoptadas  por  votaciones  públi- 
la  votación  secreta  tendrá   lugar  solamente    cuando  sea  pedida    por  tres  miembros  y 
itada  la  indicación  por  la  mayoría. 

Art.  19.  En  la  Asamblea  General  no  se  puede  entrar  en  discusión  sino  sobre  puntos 
ivos  á  proposiciones  sometidas  por  la  Comisión  Directiva.  Sin  embargo,  cualquier  socio 
le  en  Asamblea  General  hacer  mociones  de  la  naturaleza  que  fueren,  las  que,  siendo 
adas  por  diez  socios,  pasarán  á  la  Comisión  Directiva,  para  considerarlas  en  sesiones 
rulares,  pero  de  ningún  modo  pueden  dar  motivo  á  discusión  en  el  acto. 
Art.  20.  En  caso  de  que  algún  socio  tuviese  motivo  de  queja  contra  la  Comisión  Direc- 
iS  sobre  objetos  pertenecientes  al  Club,  ó  contra  alguno  de  sus  consocios  ó  empleados, 
ríjirá  exclusivamente  y  por  escrito  al  Presidente,  quien  convocará  la  Comisión  Directiva, 
la  resolución  de  ésta  no  satisface,  puede  dicho  socio  pedir  que  la  Comisión  llame  á 
iblea  General,  presentando  para  esto  un  pedimento  motivado  y  firmado,  cuando 
«,  por  veinte  socios,  número  que  se  exige  en  todo  caso  para  pedir  Asamblea  Extraor- 
ia. 

AxL  21.  Para  ser  admitido  socio  del  «Club  del  Progreso>  se  requiere:  ser  mayor 
xlad;  ejercer  profesión  ú  ocupación  honorable;  gozar  el  candidato  y  su  familia 
buena  reputación;  ser  presentado  por  tres  socios  del  Club,  .que  lo  sean  desde  un 
mtes. 

Art  22.  La  presentación  se  hará  por  medio  de  nota  firmada,  dirigida  al  Presidente,  en 
al  los  proponentes  aseguren  que  el  propuesto  reúne  las  condiciones  expresadas  en  el 
alo  anterior.  Los  nombres  del  propuesto  y  de  los  proponemos  serán  fijados  en  el  salón 
tctura  durante  siete  dias  consecutivos.  Los  socios  proponentes  estarán  obligados  á  dar  á 
omisión  Directiva  los  informes  que  se  les  exijan  acerca  del  candidato  y  su  familia, 
saltare  qu«  no  conocen  personalmente  al  propuesto  y  su  familia,  perderán  por  el  término 
los  años  el  derecho  de  presentar  nuevos  socios. 

Art  23.  Después  de  transcurridos  los  siete  dias  determinados  en  el  artículo  anterior,  el 
idente  convocará  á  la  Comisión  para  resolver  sobre  la  admisión  de  los  candidatos, 
esando  el  nombre  de  éstos  en  la  citación.  Reunida  la  Comisión,  estando  presentes  siete 
abros  de  ella,  se  procederá  á  la  votación  secreta  por  medio  de  bolillas  blancas  y  negras, 
bolillas  negras  bastarán  para  el  rechazo  del  candidato.  Si  resultare  una  sola  bolilla  negra, 
spenderá  la  votación  hasta  otra  reunión,  que  no  podrá  efectuarse  antes  de  ocho  dias,  y 
cual  se  citará  con  las  mismas  formalidades  expresadas  en  este  artículo,  y  se 
:derá  á  nueva  votación,  quedando  aceptado  el  candidato  si  diese  el  mismo  resultado 
A  anterior. 

\rt  24.  El  candidato  que  haya  sido  rechazado,  solo  podrá  ser  presentado  nuevamente 
íes  de  transcurridos  dos  años  desde  la  primera  votación. 

Art  25.  Todo  socio  admitido  pagará  como  cuota  de  ingreso  200  pesos  nacionales,  y  ade- 
^a  suscricion  que  corresponda  al  bimestre  de  su  admisión. 

Art.  26.  Los  socios  abonarán  bi-mensualmente  ima  suscricion  de  ocho  pesos   cincuenta 
ivos  moneda  nacional,  que  será  cobrada  al  principio  de  cada  bi-mestre. 
Art  zy.  Se  declaran  incluidos  entre  los  candidatos  á  que   se  refiere  el  artículo  21,  las 
is  que  no  tengan  hijos,  que  las  representen,  sometiéndose  á  votación  sin  pagar  ingreso  y 
suscricion  bi-mensual. 

Art  28.  Cada  imo  de  los  socios  recibirá  un  diploma  que  lo  acredite  como    miembro  del 
JB  DEL  Progreso  >. 
Art-  29.  Los  socios  gozan  de  los  derechos  siguientes  : 

i<*  Entrar    libres  en  los  salones  del  Club  durante  las  horas    fijadas  por  el  Reglamento 

interno. 
2^  Concurrir    á    todas  las  fiestas  que    se   celebren  en  el  Club,    pudiendo  presentar 

en  ellas  su  familia,  entendiéndose  que  ésta  la    componen  exclusivamente  la  esposa 

é  hijas. 
3®  Solicitar  de  la  Comisión  Directiva  invitación  á  las  fiestas  para  sus  padres,  ^  hennanas 

y  señoritas  de  su  inmediato  parentesco  ó  que  habiten  en  su  casa  y  estén  bajo  su 

dependencia. 


.|"  Sollritar    laiji'tas  p<-r  un   ims  jmra  IraiiÑountis.  mn  arreglo    al  arlículo  37. 

5"  rn^sfular  caiulitlatus  para    sucios;)' 

íí**  Tomar    parte,     «on  v«>z    y    votn,     en     las     tielibcraciunes    de    las     Asambleas 
( iencralcs . 

Art.  30.  ( i  >/aii  (le  l«>s  derechos  acordados  á  !<»$  socios,  y  no  están  obligados  á  abonar 
ingreso  ni  >us»TÍrion,  Ins  Ministros  Diplomáticos  y  sus  Secretarios  acreditados  ante  d 
(.íul»icrn<í  Argentino,  los  Jefes  de  Esta(ion  Naval  y  Comandantes  de  buques  de  guerra 
extranjeros  surt"s  en  el    puerto. 

Art.  ;^i.  VA  soiio  que,  venrid».)  el  bimestre,  no  hubiese  satisfecho  aun  su  cuota,  podrá 
ser  declarado  <  esante  por  la  Comisión  1,  irectiva. 

Art.  .^j.  El  >oci«»,  que  p^r  ausencia  ''>  « ualt}uier  otn^  motivo,  hubiese  cesado  de  hacer 
narte  de  la  So<  ieila«l  y  que  ijuiera  ^er  reintegrado,  deberá  someterse  á  una  nueva  admisión 
en  la  forma  cstalilc»  ida. 

Art.  ,Vv  V.\  so«  ¡«)  ijue.  ai  aumentarse  temporalmente,  lo  avisase  jior  escrito  al  Presidente 
de  la  Comisi«»n.  expresando  su  dcsn)  de  t^ntinuar  de  s(»eio,  á  su  regres<».  será  readmitido 
inmediatamente  sin  necesidad  de  vota»  ion.  ([ucdantlo  á  su  elección  papar  las  mensualidades 
vencidas  ''»  la  mitad  de  la  « uota  de  ingreso. 

Art.  vi-  Enera  de  los  casos  obligatorit»s  por  este  Reglamento,  queda  la  Comisión  con 
la  lacullad  de  expulsión  por  1  uatro  votos  confonne?.  y  la  tiene  la  misma  Sociedad  por 
])edimento  escrito  al  Presidente,  íirmado  por  lo  menos  por  dos  terceras  partes  de  los 
soeitís . 

Alt.  .v>  El  socio  expulsado  que  ipiiera  volverá  ingresar  no  podrá  ser  presentado 
sin«'>  después  de  dos  anos  del  dia  de  la  e\i)ulsii>n,  debienili")  observarse  en  este  caso  las 
mismas  formalidades  í|yc  para  los  que  no  han  pertenecido  á  la   Asociación. 

Alt.  ^0.  El  M)c¡o  aus»nte  ilebcrá  <  ontinuar  [«agando  la  suscricion  bi-mensual  para  que 
su  familia  pueda  «"murrir  á  las  fiestas  del  Club. 

Art.  .^7.  El  SI  mío  que  sorprendiese  ala  C'"mision.  obteniendo  invitación  para  perst^^nas  que 
no  sean  de  su  fannlia.  vjuedaiá  ]iri\ado  por  el  térnuno  de  tlos  años  del  derecho  de  solicitar 
invita»  iones. 

Art.  .v*^.  Se  »  onsidcra  «nm-)  transeúntes  úni»  amenté  á  las  personas  que,  residiendo  habi- 
tual mente  en  el  ¡nlciior  •'•  exterior  tle  l;i  República,  á  ilistancia  por  lo  menos  de  lOO  kiló- 
metros (\c  c>ta  cajMtal,  estén  de  tránsito  en  ella  j^or  un  término  que  no  exceda  de  seis 
meses.  Los  transeúntes  á  que  este  artículo  se  refiere  j^odrán  concurrir  al  Club  por  un  tér- 
mino que  nocxíeda  de  un  mes,  siendo  presentad' «s  por  un  socio  que  fírmará  en  el  registro 
<  orrcspondiente,  y  habiendo  «.btenido  una  tarjeta  lirmada  p«»rel  Presidente  y  Secretario.  En 
esta  tarjeta  no  está  « omprcndida  la  invitación  á   las  fiestas  que  se  celebren. 

Art.  .V».  E';>  transeúntes  v[ue.  después  de  liabi-r  «-btenido  la  entrada  por  un  mes,  qui- 
sieren (ontinuar  jx-r  ma^  tiempo,  j  odrán  lia«  er^-e  presentar  como  socios  transeúntes,  por 
seis  me.ses,  pa-aiuio  indas  las  meiisu.'.lidades  adelantadas,  y  cumpliéndose  respecto  de  eíloi 
lo  prevenido  en  1« -^  artículos  ji,  jj  y  j ;.  Suloen  casos  excepcionales,  á  juicio  de  la 
Comisi'-n  Uirecliva,  poilrá  ejeuitarse  más  ile  una  vez  el  derecho  que  acuerda  este 
articulo. 

Art.  -|«).  El  (  lub  dará  un  baile  anual  en  solemniza»'ion  del  t)  de  Julio  y  otro  en  el  mei 
de  Setiembre,  tres  tertulias  de  difraz  ó  fantasía  en  Carnaval  y  los  demás  bailes,  tertulias, 
conciertos  y  ««tras  fiesuis  (pieileterminc  la  í'innisiou  hirectiva. 

A  estas  fiestas  si^lo  tienen  dereiho  á  conuirrir  1«'S  so'ios  y  sus  familias  (art.  2(),  inc.  2*); 
y  la  Cnmisioii  hirectiva  invitará  á  ellas  al  Tresidentc  de  la  República  y  sus  Ministros,  i 
los  Trebidentes  de  las  Cámaras  Legislativas  de  la  Nación  y  á  los  Presidentes  de  la  Suprema 
Corte  y  de  las  Cámaras  Judieiales  de  la  Capital. 

Alt.  41.  La  Comisión  Directiva  p«.»drá  igualmente  onceder  invitación  á  los  transeimtcs 
distinguidos  y  á  sus  familias,  á  los  padres  y  señoritas  hermanas  de  los  socios  que  la  solidteii, 
y  á  la  señora  madre,  viuda  <'»  hija  del  ijue  hubiese  sido  socio  suscrítor  del  Club  seis  años 
consecutivos. 

Art.  /}2.  La  Comisión  Direitiva  designará  á  uno  lie  sus  miembros  ó  á  cualquiera 
de  los  socios  del  Club  con  especial  en<'arL'^o  de  la  organización  y  fomento  de  la 
biblioteca. 

Art.  4,^.  En  el  Reglamento  interno  ([ue  la  Comisión  Directiva  dicte,  podra  concederse 
á  l<is  so<i«»s  la  facultad  cié  extraer,  jior  un  término  prudencial, libros  que  no  sean  de  consulta, 
previo  recibo  y  formales  garantías  de  devolu»  ion. 

Art.  44.  Este  Reglamento  obliga  á  todos  lo.s  socios  á  su  puntual  observancia,  bajo  la 
pena  de  exclusi«ín  á  aiiuellos  que  contravengan   á  sus  disposiciones. 


—  185  — 

Solo  podrá  ser  reformado  parcial  6  totalmente  por  iniciativa  de  la  Comisión  Directiva 
y  aprobación  de  las  dos  terceras  partes,  por  lo  menos,  de  los  socios  presentes  en  la  Asam- 
blea General  Extraordinaria  que  se  convocará  con  ese  objeto. 

Art  45.  Queda  absolutamente  prohibido  á  la  Comisión  Directiva  invitar  á  las  fiestas 
del  Gub  á  las  personas  presentadas  para  socios  y  que  no  hubiesen  sido  admitidas  en  la 
forma  prescrita  por  el  art.  2^. 


INSTITUTO  GEOGRÁFICO  ARGENTINO 


Siete  años  hace  que  el  Instituto  Geográfico  Argentino  funciona  sin  inter- 
rupción, robustecido  por  la  incorporación  que  recibe  de  nuevos  socios  anima- 
dos ardientemente  por  el  progreso  de  la  ciencia  geográfica  á  cuyo  servicio 
consagran  vida  é  intereses,  sin  mas  retribución  que  la  gratitud  pública  y  recom- 
pensas honoríficas  que  esta  Sociedad  discierne. 

La  actividad  desplegada  en  su  seno  y  en  el  teatro  mismo  de  sus  vastos 
estudios  le  han  colocado  en  una  posición  espectable,  digna  de  la  misión  que 
congrega  ásus  ilustrados  miembros:  los  trabajos  de  exploración  que  el  Institu- 
to ha  patrocinado  y  llevado  acabo  sostenido  por  sus  propios  esfuerzos,  no  solo 
han  abierto  y  ensanchado  el  árido  y  penoso  camino  de  la  ciencia  geográfica, 
sino  que  territorios  ignotos  y  rios  inesplorados  han  recibido  el  majestuoso 
saludo  déla  civilización,  pronta  á  sentar  su  inconmovible  trono  en  medio  de  la 
imponente  soledad  de  sus  llanuras  sin  término. 

Por  los  datos  que  presentamos  en  seguida  respecto  de  su  movimiento 
económico,  se  viene  en  conocimiento  de  su  próspera  situación  y  de  las  risue- 
ñas esperanzas  que  inspira  su  labor  fecunda,  tanto  por  los  hombres  de  ciencia 
que  lo  componen  como  por  la  abnegación  y  patriotismo  de  aquellos  que  no 
formando  parte  de  él,  cooperan  espontáneamente  con  elementos  materiales  á 
la  realización  de  sus  elevados  propósitos. 

Fundado  bajo  la  impresión  de  un  mismo  sentimiento,  sostenido  por  la  fé 
de  sus  esfuerzos  y  el  patriotismo  de  sus  miras,  los  socios  iniciadores  y  fun- 
dadores se  sintieron  conmovidos  de  satisfacción  cuando  apenas  creado  el  Ins- 
tituto recibió  un  contingente  poderoso  de  compañeros  que  se  afiliaban  11  las 
mismas  tareas  y  obligaciones,  dispuestos,  cada  uno,  á  ser  el  primero  que 
desafiando  los  peligros  y  privaciones  descorriese  el  velo  de  lo  desconocido 
para  revelar  al  mundo  civilizado  la  existencia  de  un  nuevo  teatro  de  sus  glorio- 
sos triunfos. 

Quedó  definitivamente  fundado  el  15  de  Mayo  de  1879  y  reconocido  en  el 
carácter  de  persona  jurídica  en  el  año  1882. 


El  personal  de  administración  del  Instituto  se  compone  de:  un  Gerente, 
dos  Jefes  de  Oficinas  Cartográficas  (uno  en  la  de  Córdoba  y  otro  en  la  de  esta 
Capital),  un  cobrador  y  repartidor  y  un  portero. 

34 


-  186  — 

A  mediados  del  ano  1880  el  número  de  socios  que  compartían  las  tar 
científicas,  ó  de  propaganda  en  el  exterior,  lia  sido  de  480,  distribuidos  en 
forma: 

Socios  activos 317   ■  Corrcsptmsales  en  América /o 

p      honutarius 11   '  ^^  »    Europa /■/ 

corresponsales  en  la  República 17   |   Rcpresenlantes  en  diversos  países S 

El  J5  do  Mayo  del  mismo  ano,  dia  en  que  el  Instituto  cumplió  el  ?•  aii/- 
versarlo  de  su  fundación,  se  celebró  una  tiesta  de  gala  presidida  por  el  Exorno, 
señor  Ministro  do  Relaciones  líxteriores,  encargado  de  verificar  la  solemne 
distribución  de  los  premios,  medallas  y  diplomas,  acordados  á  sus  dis- 
tinguidos exploradores,  acto  que  tuvo  lugar  en  medio  de  una  concurrencia 
numerosa  y  selecta. 

Un  gran  mapa  y  atlas  do  la  República  os  una  «le  las  obras  mas  importan- 
tes y  valiosas  que  ha  emi)rcndido  esta  asocia<;inii  (-¡(iutílica;  una  expedición  á 
la  Patagonia  Austral,  costeada  y  i>atrocinada  por  la  misma  se  realizará  en 
breve  bajóla  dirección  v mando  del  Sargento  Mavor  Movano,  cuvos  resulla- 
dos  enriquecerán  poderosamente  la  historia  geográfica  de  esta  sección 
territorial  fie  la  Reimblica. 

Otras  no  menos  importantes  se  realizarán  con  su  cooperación  á  favor  de 
las  cuales  ha  puesto  toda  clase  de  elementos:  una  de  ellas  llevará  acabo  la  ex- 
ploración del  Araguay-Guazú — diversos  mapíis,  documentos,  libros,  etc.,  re- 
colecta por  su  cuenta  j»ara  enviarlos  al  eminente  geógrafo  autor  de  la  Geografía 
Universal. 

El  tiraje  que  se  hace  actualmente  del  Holetin,  órgano  del  Instituto,  alcan- 
za á  un  mil  de  ejemplares,  que  se  distribuyen  por  las  ciudades  mas  adelantadas 
del  mundo  (juc  se  interesan  |>or  nuestro  progreso  y  adelantamiento:  la  sus- 
cricion  en  la  República  aumenta  notablemente  y  casi  eii  la  misma  proporción 
la  demanda  del  extranjero,  prueba  inequívoca  de  la  importancia  de  sus  traba- 
jos y  estudios. 

Mantiene  canje  con  las  })ublicaciones  mas  importantes  del  exterior  é  inte- 
rior de  la  República  y  cada  vez  se  va  transformando  con  mayores  ventajas  y 
provecho,  en  todo  lo  que  constituye  sn  capacidad  ec<)nómica  y  su  saber 
cientíUco. 

La  biblioteca  (¡ue  posee  es  rica  yiibundanio  y  sus  colecí'iones  completas 
sobre  viajes,  exploraciones,  etc.,  son  monumentos  do  consulta  para  las  inves- 
tigaciones de  los  hombres  de  ciencia:  es  su  manantial  constante  el  poderoso 
canje  que  so.stiene  con  las  sociedades  científicas  de  su  género,  de  la  República 
y  el  extranjero. 

Las  .secciones  de  este  Instituto  creadas  en  las  provincias  se  han  disueito  la 
mayor  parte,  porque  siendo  muy  })obi-c  el  concurscj  que  ellas  prestaban  á  los 
múltiples  trabajos  iniciadcjs  y  llevados  á  cabo  por  la  <!asa  central,  no  corres- 
pondían á  los  esfuerzos  hechos  [)ara  sostenerlas,  (.'nicamcnle  la  de  Córdoba 
existe  y  se  co.stea  por  sí  misma  sus  necesidades,   contando  en  su  seno  con  43 


—  187  — 

cios  amantes  del  estudio  de  la  Geografía  y  suficientemente  desinteresados 
ra  ponersus  aptitudes  y  trabajo  personal  al  servicio  del  mayor  engrande^ 
niento  de  la  institución. 

Para  dar  una  idea  sobre  el  movimiento  y  estado  económico  del   Instituto, 
3ertamos  en  seguida  el  Balance  de  Caja  hecho  en  31  de  Diciembre  de  1885. 


HABER 


DEBE 


A  saldo  de  balance  de  30  de  Junio 

^  mensualidades  c  ingresos 

»  subvención  del  Gobierno  Nacional    (viaje  á  Patag).... 

>  para  planilla  del  Instituto 

de  las  provincias  para  el  Atlas 

»  Ganancias  y  pérdidas 

'  Donación  del   General    Mitre 

>  Mobiliario  y  Biblioteca 

De  Gastos    Generales 8 

»  Atlas  de  la    República » 

>  Boletin  ¿  impresiones ^ 

*  Exploraciones  en    Patagonia > 

»  Depósito  en  el  Banco  de  la  Provincia > 

«  «  Nacional » 

«  «     .(  «        donación  Mitre » 

»  Existencia  en  moviliario » 

En  caja » 

8 


8 


14.630,83 

1657  — 
2000  — 

400  — 

60  — 

89,90 

1200  — 

1512,11 


1942,45 

i57B,8o 

300  — 

1083  — 

6183,87 

7500  — 
1200  — 

1512,11 
•294»5i 


21.549,84  8  21.549,84 


El  canje  que  sostiene  la  Revista  de!  Instituto  es  numeroso  ó  importantí- 
mo  según  puede  verse  por  el  siguiente  detalle: 

PUBLICACIONES    NACIONALES 

Buenos  Atres  (Capital) — Anales:  de  la  Sociedad  Científica  Argentina;  del  Circulo  Me- 
co Argentino:  de  la  Sociedad  Rural  Argentina. 

Boletines-,  del  Departamento  Nacional  de  Agricultura;  del  Ministerio  de  R.  E.;  del  Cen- 
)  Naval;  de  Estadística  MuTiicipal;  del  Departamento  Nacional  de  Higiene;  el  Ejército 
'gentino;  El  Industrial. 

Revistas:  de  la  Sociedad  Geográfica  Argentina;  del  Club  Naval;  Militar;  de  Farmacia;  de 
encías  Médicas. 

Buenos  Aires  (Provincia) — De  La  Plata-.  Revista  de  La  Plata. 

Córdoba — Boletin  de  la  Academia  Nacional  de  Ciencias. 


PUBLICACIONES    EXTRANJERAS 

Alemania — De  Berlin:  Zeitschrift  der  Gesellschatt  für  Erdkunde,  Verhadlungen  der  Ge- 
llschaft  für  Erdkunde;  Deutsche  Kolonialzeitung;  Mittheilungen  der  Afrikanischen  Gesellschaft. 

De  Bremen:  Deutsche  Geographische  Blatter. 

De  Dresden:  Jahresbericht  des  Vereins  für  Erkinde. 

De  Halle:  Mittheilungen  des  Vereins  íur  Erdkimde. 

De  Hamburg:  Mittheilungen  der  Geographichen  Gesellschaft. 

De  Jena:  Mittheilungen  der  Geographischen  Gesellschaft. 

Austria—/?^  Viena:  Das  Handels:  Deutschet  Rundschau  für  Geographie  und  Statistik; 
sitschrif  für  Wissenschaftliche  Ceographie;  Annalen  des  Naturluschen  Hofmuseums;  Vereín 
ir  Geographen  ander  Universitat;  Die  Oesterreiche  Monastschrift  für  den  Oricnt. 

BÉLGICA — De  Amberes:   Bulletin  de  la  Sociéte  Royale  de  Geographie. 

De  Bruselas:  Société  Royale  Belge  de  Geographie. 


Egitio — Dtl  Cairo;  BuUetin  de  la  Societé  Khédivialc  de  Géographie. 

EspaSa — De  Barctlona:  hrabos  Mundos. 

Df  Madrid:  Revista  General  de  Marina;  Boletín  de  la  Sociedad  Geográfica;  Revista  de 
Geografía  Comercial. 

Esta  nos -Unidos — De  Nueva- Vorh  BuUetín  of  tlie  American  Geographical  Society. 

De  Washington:  Bulletin  Internationa!  Meteorology,  Bulletin  of  the  United  States  Ceo- 
logical  Survey. 

Frascia — De  Burdeos:  Societé  de  Géographie  Commerciale, 

Del  Havre:  Societé  de  Géographie  Commerciale. 

De  Nancy:  Bulletin  de  la  Societé  de  Géographie  de  l'Esl. 

De  Litie:  Bulletin  déla  Societé  de  Geo^aphie, 

De  Lyon:  Bulletin  de  la  Societé  de  Géographie. 

De  Parir.  La  Gazzete  Géographique  et  l'Exploration;  Bulletin  de  la  Societé  de  Géo- 
graphie: Ix  Moniteur  des  Consulats. 

Dt  Rcchefort.  Bulletin  de  la  Sodété  de  Géograjihie. 

De  Toulouse:  Bulletin  de  la  Sociéle  de  Géographie;  Bul lelin  de  la  Soriété  Academique 
Franco-H  ispan  o-  Portuga  ise. 

Inglaterra — De  Londres:  South  American  Journal;  Proceedings  of  ihc  Royal  Geogra- 
phical; Society  and  Monthly  Recoid  of  Gcography. 

Italia — De  Ndpohs:  BoUettino  dclla  Societa  Africana  D'Italia. 

De  Milán:  L'esploratore:  L'csplorazioiie  Commerciale. 

De  Roma: 'Lí  Terra;  Eolletlino  della  Societá  Geográfica  Italiana,  I 

De   TííDíi.- Revista  del  Club-Alpino  Ilaliano;  II  Bavetti;  Socielá  Meteré ológica  Ilaliana. 

JAPÓN — De  Tnkio:  Sodéte  de  Géographie. 

MÉJICO — De  Méjico:  Anuario  del  Observatorio  Astronómico  deTacubaya;  LaNatura!eL_ 
Anales  de  la  Sociedad  Geográfica;  Informes  y  documentos  relativos  á  comerdo,  Interior  ■ 
Esterior. 

PORTUOAL — De  Lisboa:  Boletin  da  Sociedade  de  Geographía. 

Perú — De  Lima:  Anales  de  Construcciones  Civiles  \'  de  Minas;  La  Gaceta  Científica, 

Rusia — De  Moscou:  Bulletin  déla  Societé  Imperiale  des  Naturalistes. 

De  San  Pelersburgo:  Bulletin  de  la  Sc)ciété  Imperial  de  Géographie. 

StTiZA — De  Ginebra:  Le  Globe. 

ÜRüGiJAY — De  Montevideo:  Revistad©  Ajedrez;  Anales  del  Ateneo  Urtiguay, 


Del  Reglamento  General,  extpaclamos  lo  que  sigue: 

Son  propósitos  del  Instituto  Geográfico  Argentino:  promover  y  fom^ 
la  exploración  y  descripción  de  los  territorios,  costas,  islas  y  mares  adyacen- 
tes de  la  Repüblica  Argentina  y  países  limítrofes — fomentar  la  fundación  en 
las  provincias  de  secciones  dependientes  del  Instituto  Central  que  persigan 

fines  análogos,  denominadas  Sección  dellmiiliilo  Geográ/ico  Ar<fentino  en — 

publicar  una  Revista  para  hacpr  conocer  su^  ti'abajos,  y  ofrecer  á  los  poderes 
públicos  su  concurso  para  lodos  ar^uellos  objetos  relacionados  con  los  fines  de 
la  Sociedad.  '  * 

El  Instituto  se  com|ione  de  Borios:  activos,  honorarios,  corresponsales  y 
representan  les. 

Los  activos  deben  ser  presentados  por  dos  socios,  admitidos  por  la  Junta 
ycooperar  á  los  finesde  la  institución,  para  ser  considerados  tales. 

Están  obligados  á  aceptar  las  coraisionesque  les  encomiende  la  Sociedad — 
abonar  una  cuota  de  ingreso  de  $  8  y  de  uno  mensualmente  y  asistir  á  Asam- 
bleas y  demás  actos. 

Tienen  derecho  á  recibir  un  diploma  que  los  acredite — frecuentar  el  local 
y  usar  de  su  Biblioteca  y    colecciones — recibir  un  ejemplar  de  la  Revista  y  . 


di 

I  i 
di 


—  180  — 

demos  publicaciones  sociales,  y  llevar  oyenlesá  las  reuniones— publicar  (sus 
trabajos  en  la  Revista  y  hablar  y  votaren  las  deliberaciones  de  la  Sociedad. 

El  atraso  de  seis  meses  en  el  pago  de  tas  mensualidades,  la  ejecución  de 
actos  infamantes  6  que  promuevan  discordia  entre  los  socios  ó  pongan  en 
peligro  !a  existencia  de  la  Sociedad,  son  causas  determinantes  de  expulsión. 

Todo  socio  activo  debe  pasar  aviso  A  la  Secretaría,  si  se  ausentase  de  la 
localidad  donde  funciona  la  Sociedad. 

Los  AoHomnoj  son  aquellos  f]ue  habiendo  prestado  servicios  eminentes  & 
la  ciencia  geográfica,  los  acepta  la  Junta  Dii-ecliva,  previa  proposición  escrita 
por  diez  socios — gozan  de  los  mismos  derechos,  menos  del  voto. 

Los  correspojisaies  son  nombrados  por  la  Junta  por  su  propia  iniciativa  6á 
propuesta  de  diez  socios,  para  representar  á  la  Sociedad  en  el  territorio  de  la 
República  ó  en  el  extranjero,  debiendo  dirigir  comunicaciones  áaquella,  sobre 
los  estudios  geogrftñcos  propios  ó  ágenos  realizados  en  el  lugar  de  su  resi- 
dencia. 

Los  representantes  son  nombrados  exclusivamente  por  la  Junta  para  ges- 
ionar  los  intereses  del  Instituto  en  un  punto  cualquiera. 

Están  obligados  &  poner  á  éste  en  relación  con  las  sociedades  |congéneres 

existan  en  el  país  en  que  residan,  establecer  el  canje  ^de  las  publicaciones 
■que  hagan  con  el  Boletín  y  ^tenerlo  siempre  al  corriente  de  los  congresos  y 
demás  certámenes  geográficos  que  se  reúnan  y  á  los  cuales  sea  necesario 
concurrir. 


Una  Asamblea  ordinaria,  por  lo  menos  cada  dos  meses,  celebra  la  So- 
ciedad, la  cual  tiene  lugar  con  la  presencia  de  cualquier  número  de  socios, 
bastando  el  voto  de  ia  mitad  más  uno  de  ¡os  presentes  para  que  haya  reso- 
lución. 

La  palabra  se  concede  por  turnosy  no  son  permitidos  los  diálogos. 

El  5  de  Mayo  década  año  se  reúne  la  Asamblea  en  sesión  extraordinaria 
á  objeto  de  nombrar  la  Junta  Directiva,  para  lo  cuales  necesaria  la  presencia 
de  la  quinta  parte  de  los  socios  residentes  en  ia  Capital;  dicho  nombramiento 
se  hace  en  votación  secreta  por  boletos  impresos  ó  manuscritos. 

Las  opiniones  de  ios  socios  vertidas  en  las  Asambleas  ó  por  escrito  en  la 
Revista,  no  responsabilizan  al  Instituto. 

Encada  aniversario  de  su  fundación  se  celebra  una  conferencia  pública 
organizada  bajo  la  dirección  de  la  Junta  Directiva, 


La  Junta  Directiva  es  la  que  administra  y  dirige  los  intereses  del  Ins- 
tituto. 

Está  compuesta  de  un  Presidente,  un  Vice-Presidente  t°  y  otro  2°,  un  Ge- 
rente, un  Tesorero,  un  Pro-Tesorero,  diez  Vocales  y  un  Bibliotecario. 


—  190  — 

Ella  se  renueva  por  mitad  y  tiene  el  deber  de  adoptar  las  resoluciones  par< 
realizar  los  propósitos  sociales  que  el  Insliluto  persigue  y  ejecutar  ¡as  disposiJ 
clones  de  la  Asamblea — seflalala  orden  del  dia  para  las  Asambleas  de  I 
ciedad,  cita  á  Asambleas  extraordinarias  porsí  6  A  petición  de  cinco  socios,  yl 
por  lo  menos  se  reúne  una  vez  á  la  semana — necesita  siete  miembros  para  j 
formür  quorum  yadopia  resoluciones  asimple  mayoría — cia  cuenta  de  sus  actos.  J 
A  la  Asamblea  en  todas  las  sesiones  y  nombra  y  admite  las  renuncias  de  loa  J 
empleados  d  sueldo — nombra  las  comisiones  necesarias  &  los  tínes  de  la  | 
asociación  para  ejecutar  las  resoluciones  de  la  Asamblea  y  tbi'mula  los  pro- 
gramas que  deben  regir  los  concursos. 


Ei  Presidente  es  el  rep'.'esentantedelaSociedadysu  firma,  enlodes  los  casos  1 
debe  ser  refrendada  por  el  Secretario — firma  los  diplomas  de  los  sucios,  \a»3 
órdenes  de  pago,  cheques  y  demás  obligaciones  de  Tesorería — sostiene  reía"! 
clones  con  las  sociedades  nacionales  y  extranjeras — es  el  Jefe  del  Eslableci-J 
miento  del  Instituto,  presídelos  actos  sociales,  dirige  las  discusiones,  decídél 
las  votaciones  en  caso  de  empate,  y  presenta  una  Memoria  anual  del  movi-^ 
miento  social  que  se  lee  en  la  Asamblea  del  5  de  Mayo — no  tiene  voz  ni  votoeif 
los  debates,  excepto  cuando  se  hai;e  sustituir  por  el  Vice-Presidente. 

Los  Vice-Presidentes  reemplazan  á  aquel  por  su  orden  y    ejercen  laal 
mismas  funciones  que  el  Jefe  de  la  Sociedad. 


El  Gerente  es  el  Secretario  del  Instituto  y  está  obligado  árefrendar  la  íirmd 
del  Presidente,  asistir  á  los  diversos  actos  de  la  Corporación,  llevar  loslibrosdff 
acias  de  las  sesiones  de  la  Asamblea  y  déla  Junta,  los  demás  libros  necesa-J 
rios  ala  mejor  organiz-acion  y  un  registro  de  las  diferentes  clases  de  socios  por* 
urden  de  fechas  de  su  iu^íreso. 


El  Tesoi-ero  está  obligado  a  cobrar  mensualmente  bajo  su  firma,  las  cuotas  1 
sociales — depositar  en  el  Banco  de  la  Provincia,  ios  fondos  provenientes  doj 
entradas  ordinarias — pagar  las  cuentas  que  se  le  presenten  autorizadas  con  lai 
firma  del  Presidente  y  Secretai'io — presentar  á  la  Junta  un  balance  mensual  y  I 
otroirime-jtral  que  es  leido  en  la  Asamblea— denunciar  ante  ella  á  los  socioaJ 
morosos  en  el  pago  de  sus  mensualidades— llevar  en  forma  comercial  los^ 
libros  de  la  Sociedad.  El  Pro-Tesorero  reemplaza  á  aquel  en  caso  de  neoesia 
dad  y  ejerce  entonces  las  mismas  funciones 


El  BibliotecHrio  es  el  encargado  esclusivamenie  de  la  formación,  arregla 
y  consei-vacion  de  la  Biblioteca  y  Archivo  de  laSociedad. 

Está  obligado  ó  dirigir  la  formación  de  los  catálogos  de  libros,   planos  yj 
mapas  del  Tnstituto— tratar  por  los  medios  á  su  alcance  de  aumentar  los  librosj 


—  191  — 

de  la  Biblioteca,  ya  invitando  á  los  socios  ii  contribuir  con  donaciones  ¡»ara 
este  objeto  6  procediendo  ala  compra  de  los  que  estiina»íe  con  venientes — llevar 
todos  los  libros  necesarios  y  vigilar  constanlemenle  sobre  la  conservación  de 
la  Biblioteca — comprar  ó  pei'mutar  libros  y  mapa*;,  e>?clusivamenle  geográficos 
con  los  fondos  designados  por  la  Junta,  y  présenla!' cada  dos  meses  un  tetado 
de  las  obras  adquiridas  y  de  la  inversión  de  los  fondos  que  se  le  hubiteen 
entregado  para  este  objeto. 


El  Gerente  depende  directamente  del  Presldenle  y  es  el  encargado  déla 
administración  interna  de  la  Sociedad. 

Esde  su  deber  llevar  la  contabilidad  bajo  la  vigilancia  del  Tesorero  y 
efecfuarde  acuerdo  con  él  la  cobranza  de  Tesorería— remitir  á  ia  prensa  los 
datos  y  noticias  que  interesen  S  la  Sociedad — citar  á  los  socios  á  las  Asam- 
bleas y  demás  reuniones — ^coleccionar  los  folletos  y  las  entregas  de  las  obras 
periódicas  para  hacerlas  encuadernar — racilitar  á  los  socios  la  inspección  de 
H<los  archivos  y  colecciones — llevar  un  registro  de  ios  libros  de  la  Biblioteca 
brestados  á  los  socios. 


Las  colecciones  de  Cartas,  Mapas,  etc.,  y  el  enriquecimiento  de  la  Biblio- 
teca, se  atienden  especialmente  con  las  donaciones  voluntarias  délos  socios, 
del  Gobierno  y  de  los  particulares. 

Los  periódicos  se  encuadernan  inmediatamente  que  alcanzan  ú  formar 
un  volumen,  no  pudiendo  extraerse  entregas  sueltas  de  la  sala  de  lectura;  un 
catálogo  general  formado  de  todas  las  obras,  folletos,  planos,  periódicos,  etc. 
existentes  en  la  Biblioteca,  se  entregará  »  cada  socio  paia  facilitar  su  adqui- 
sición á  objeto  de  las  consultas  ó  esludios  geográficos.  • 


El  archivo  contiene  las  actas  de  las  sesiones,  las  comunicaciones  ó  memo- 
rias que  los  socios  ó  personas  estrenas  dirijen  á  la  Sociedad  y  demás  docu- 
mentos relativos  á  ella. 

Las  colecciones  se  forman  con  las  dádivas  de  los  socios  ó  de  otras  perso- 
nas y  con  aquellos  objetos  que  la  Sociedad  adquiere  con  sus  propios  recursos. 


En  los  concursos  que  celebra  este  Instituto  cualquiera  persona  puede 
tomar  parte  sujetándose  estrictamente  á  las  siguientes  condiciones  generales 
además  del  jirogramaque  se  dicta  especialmente: 

Presentar  una  memoria  anónima  escrita  en  idioma  casteilano  acompafia- 
da  de  un  pliego  cerrado  con  lema  igual  al  de  aquella,  expresando  el  nombre  y 
residencia  del  autor;  las  memorias  presentadas  son  estudiadas  y  clasificadas 
por  una  Comisión  especial,  la  cual,  al  espedirse,  funda  laciasificacion  que  bubie- 


—  192  — 

se  liedlo,  en  virtud  de  la  cual  la  Asamblea  decide  si  hay  ó  no   lugar  á  acordar 
el  premio  desi*?nado. 

Las  memorias  que  hubiesen  merecido  premio  son  publicadas  inmediata- 
mente, devolviéndose  los  pliegos  cerrados  en  que  consta  el  nombre  de  les 
autores  de  los  demás. 

El  Instituto  ha  establecido  una  recompensa  de  honor  para  premiar  á 
aquellos  trabajos  que  por  su  erudición  y  saber  se  distingan  de  los  demás  pre- 
sentados á  concurso,  discerniendo  otros  de  me::or  valora  los  de  segundo 
orden:  el  primero  se  llama  «  Gran  Premio  liivadavia »  y  consiste  en  una  medalla 
de  oro  que  en  una  de  sus  caras  tiene  el  Imsto  de  aquel  benemérito  ciudadano 
con  esta  inscripción  ••  Gran  Premio  liivadavia  •>  v  el  ano,  v  en  la  otra  el  escudo 
de  la  Sociedad  y  esta  inscri[)cion:  *(  Concurso  del  Instituto  Geof/ní/ico  Argentino  >i. 

Los  premios  secundarios  consisten  en  (li|)lomas  de  honor. 

Su  distribución  solemne  tiene  lugar  en  el  aniversario  del  Instituto. 


La  Revista  de  esta  Sociedad  es  denominada:  <«  liolctin  del  Instituto  Geográ- 
fico Argentino  ^^\  a}»arece  periódicamente  y  contiene:  informes  de  las  comisio- 
nes, extracto  de  las  actas  de  las  sesiones,  los  proyectos,  memorias  y  otros 
trabajos  de  los  socios,  los  temas  y  programas  de  los  asuntos  puestos  á  con- 
curso, etc.  Se  distribuye  gratis  á  los  socios  y  sociedades  análogas  del  país 
ó  extranjeras  en  relación  con  el  Instituto. 


Fji  las  conferencias  públicas  (jue  celebra  l.'i  Junta  Directiva  pueden  tomar 
parte  los  geógrafos  extranjeros  que  lleguen  ai  país,  munidos  de  la  correspon- 
diente invitación:  la  entrada  á  ellas  es  gratuita  ó  no,  según  lo  acuerda  aquella. 


El  Presidente  del  Instituto  esei.Iefe  de  las  Secciones  Técnica  y  Litográfíca. 

La  primera  se  coni})t)ne  de  un  dibujante  y  dos  ayudantes  y  la  segunda  de 
un  litógrafo  director  y  los  otlcialos  necesarios;  de  la  dotación  de  una  y  ofra 
está  encargada  la  Junta  Directiva. 


Las  secciones  del  Instituto  Geográfico  Argentino  tienen  por  objeto  fomentar, 
ayudar  y  propender  al  mejor  éxito  de  las  exploraciones  y  trabajos  cientlfícos 
iniciados  por  el  Instituto  Central  en  favor  de  los  propósitos  de  la  Sociedad. 

La  Comisión  Directiva  de  cada  una  de  ellas  se  compone  de:  un  Presidente, 
un  Vice-Presidente,  un  Secretario,  un  Tesorero  y  tres  Vocales. 

Los  diplomas  de  los  socios  activos  dados  por  las  secciones  son  refrenda- 
dos con  la  ín-ma  del  Presidente  y  Secretario  del  Instituto  Central;  los  Presi- 
dentes V  Vice  de  las  secciones  son  miembros  natos  de  la  Comisión  Directiva 
« 

del  Instituto  Central,  pudiendo  asistir  á  sus  sesiones  y  deliberar,  con  voto; 


—  193  — 

cada  sección  nombra  un  Delegado  con  residencia  en  la  Capital  que  forma  parte 
déla  Comisión  Directiva  del  Instituto  matriz;  las  secciones  tienen  el  deber  de 
pasar  al  Instituto  de  la  Capital  uíi  estado  trimestral  de  su  respectiva  adminis- 
tración, remitiendo  el  rem mente,  si  hubiese,  deducido  los  gastos  adminis- 
trativos, etc. 


CLUB  DE  RESIDENTES  EXTRANJEROS 


El  Club  de  Residentes  Extranjeros  es  una  asociación  de  fines  puramente 
sociales  fiara  cultivar  la  buena  armonía,  la  protección  mutua  y  la  uniformidad 
de  miras  que  debe  existir  entre  ellos. 

Bajo  dichos  principios  se  han  constituido  sus  socios,  bien  queá  su  ingreso 
no  eran  admitidos  sino  ciudadanos  de  cierta  nacionalidad,  desajiareciendo  pau- 
latinamente esta  restricción  hasta  dar  al  Club  el  carácter  eminente  de  cosmo- 
polita, sin  distinción  de  ningún  género  á  este  respecto. 

Esta  a.socia<*ion  ha  |)resenciado  y  sufrido,  como  el  país,  los  males  y  con- 
quistas que  nos  han  conmovitlu  en  nuestra  vida  social;  cuarenta  y  cinco  anos 
de  lucha  le  han  connaturalizado  con  las  vicisitudes  ordinarias,  y  dando  mas 
amplitud  á  su  acción  y  desarrollo,  ha  abierto  las  puertas  del  centro  á  todo  aquel 
que  solicita  su  incorporación. 

En  el  año  18il  quedó  definitivamente  establecido,  después  de  las  gestio- 
nes preliminares  corres})ondientes,  con  140  socios,  existiendo  al  presente  dos 
de  los  que  fueron  sus  fundadores  como  socios  activos. 

La  cuestión  de  nacionalidad,  imperante  é  intransigente  al  principio,  para- 
lizó los  progresos  de  la  asociación  á  tal  punto  que  su  influencia  se  sintió  du- 
rante largo  tiempo,  malogrando  los  esfuerzos  hechos  para  reaccionar  sobre 
aquella  existencia  débil  y  enfermiza. 

La  reforma  practicada  en  sus  Estatutos  le  dio  gran  impulsión,  abriendo 
nuevos  v  mas  vastos  horizontes á  su  actividad  social  v  económica,  marchando 
desde  entonces  por  la  segura  senda  de  la  prosperidad. 

Muchas  veces  se  ha  visto  obligado  á  cambiar  de  local,  consultando  y  res- 
pondiendo á  su  movimiento  })rogresivo  y  al  mayor  decoro  y  comodidad  de 
los  asociados;  las  cuotas  de  ingreso  y  mensual  han  aumentado  notablemente 
como  contribución,  lo  que  prueba  la  prosperidad  de  la  asociación  puesto  que  la 
nueva  imposición  obedece  á  la  necesidad  de  colocarla  mas  en  armonía  con 
sus  intereses  y  miras,  ya  construyendo  edificio  propio  ó  enriqueciendo  la  do- 
tación de  su  Biblioteca. 

El  Club  cuenta  en  la  actualidad  con  320  socios  activos  residentes  en  la 
ciudad  y  70  en  el  campo,  siendo  miembros  honorarios  el  Presidente  de  la  Re- 
pública, el  Gobernador  de  laProvinciade  Buenos  Aires  y  sus  ministros,  miem- 
bros del  cuerpo  diplomático  y  cónsules  que  no  sean  comerciantes. 

aS 


—  194  — 

La  cuota  de  entrarla  es  de  pesos  80  y  la  mensual  de  5. 

Aunque  esta  asociación  recibe  en  ,su  seno  á  personas  de  distinta  tiacia 
lidad,  fué  ella  fundada  por  los  ingleses  y  conserva  aun  el  carácter  especial  i 
ellos  le  impi-iraieran,  á  pesar  de  que  la  admisión  de  los  socios  se  hayahechoá 
tensiva  á  cualquier  aspirante. 

Eila  ha  contado  desde  su  origen  con  hombres  de  gran  corazón,  generoí 
y  progresistas,  que  no  lian  vacilado  un  instante  en  planteai-y  favorecer  inct 
trias  y  empresas  comerciales  de  mucho  aliento,  en  prestar  al  país  los  eleni 
tos  de  vida  y  progreso  de  su  patria  en  momentos  y  circunstancias  en  I 
nuestra  existencia  era  vacilante  y  el  porvenir  sin  probabilidades  de  mn 
ramiento. 

Su  noble  ejemplo  ha  colocado  hoy  en  la  misma  senda  á  franceses  y  alej 
nes  que  se  dispulan  cun  calor  el  empréstito  d  e  capitales  colosales  á  la  Ra 
blica  Argentina. 

El  espíritu  de  empresa,  las  grandes  indij^trias  y  la  introducción  consU 
de  capital  dan  á  los  ingleses  aqui  residentes  una  superioridad  incontestaj 
en  cuanto  al  capital  extranjero,  representando  una  proporción  de  80  % 
los  demás,  nu   obstante  que  sean  ellos  los  menos,  y  mucho,    en    poblai 

Siempre  han  sido  comerciantes  y  cada  dia  que  pasa  sienten  mas  fól 
el  porvenir  de  nuestro  país,  sembrando  de  vías  •férreas  nuestro  lerritoi 
Ím])ortando  grandes  industrias  y  asociándose  para    acometer    los    negoi 
mas  trascendentales. 


CLUB    ESPAÑOL 


Con  veinte  aAos  de  existencia  social  en  el  centro  mas  activo  de  la  Uepü- 
blica,  el  Club  Español  goza  de  una  espectabiUdad  y  bienestar  remarcables. 

Congregados  para  fomentar  y  estrechar  ios  sentimientos  de  fraternidad 
éntrelos  que  componen  la  colonia  española,  ha  logrado  reunir  en  su  seno  lo 
que  puede  considerarse  como  la  expresión,  el  resumen  de  la  capacidad  ¡iitele& 
tual  y  financiera  del  elemento  espailol. 

De  él  han  surgido  ideas  é  iniciativas  que  honran  en  grado  eminente  y  em 
tecen  los  sentimientos  de  humanidad  de  sus  miembros,  socorriendo  al  í 
,lido,  prestando  auxilios  de  todo  género  á  las  victimas  de  los  terremotos  J 
Andalucía,  de  las  inundaciones  de  Murcia,  y  por  fin,  de  la  miseria  en  Asturn 
todo  cuanto  puede  aconsejar  el  amor  á  la  patria  y  las  virtudes  cívicas 
impresionado  vivamente  sus  afectos,  tendiendo  la  mano  al  pobre  que  Inaplq 
caridad,  al  necesitado  que  solicitasu  asistencia. 

Apesardelas  desgracias  que  le  conmovieron  ydelos  desembolsóse 
tuvieron  pur  consecuencia,  en  una  de  sus  reuniónos  se  levantó  una  voz  pidietil 
la  cooperación  de  todos  pai-a  funJar  un  iiospitíil  yservir  de  asilo  de  curacioi 
los  enfermos  de  la  colonia. 


—  1%  - 

las  cuotas  ordinarias  íjiie  |)a*2:an  los  socios;  cuairo  nio/os  |)ara  atender   los 
diversos  servicios  del  estahlcciniiciilo,  «^aiiaii  cada  uno  ^  íO  ni(?nsnnlcs. 

Kslc  í'lul),  como  todos  aquelhís  cuyo  único  fin  (\s  cstre(.'liar  los  sciitiinioii- 
tos  del  con<*iudadano  en  i)aí.s(»s  extr-anos  y  nianteníM'se  unidos  orf^rniicameiitc 
y  con  representación  para  todas  las  vicisitudes  sociales,  se  ha  fundado  bajo 
¡dénti(*as  bases  á  los  aludidos,  íec(>no(Nen<lo  solo  dos  clases  de  socios  :  susfrí- 
lores  V  hminraridíi. 

Los  suscritoí-es  son  a<|uellos  <juc  pa^an  cuota  de  ím^m-cso  y  mensual  des- 
pués de  hal)(»r  sido  acííptados  como  socios,  y  los  honorarios  a(|ueli')s  á  í|UÍoiies 
se  ha(»e  dicha  distin<*ion  á  virtufl  de  irrandes  símvícíos  v  favores  prac:ti<'ados 
en  i)ro  de  Kspana  ó  de  la  <*olcciivi<lad  cspanohi. 

La(*uotade  ini^reso  (>s  de  S  ;">()  v  ia  mensual  «le   i. 

Tres  mensualidadtís  (!í)nscculivas  impai^as  dclerminan  la  cesantía  del 
socio,  y  su  ex|)ulsion  <*uando  produzca  ;n-tos  indecorosos  en  el  recÍMt<j  (iol 
Club. 

Kei>i-esenta  y  administra  «d  Club,  una  ('omis¡«>íi  Direcliva  c<)in|>uosta 
de  Presidente,  Vico-l*resid(Mile,  'l'esoi-ero,  Si'ci-efario  y  tres  Voí'ale.s,  cron 
duración  de  dos  anos  en  su  minisíiM'io,  i-cnovánilosíí  ]i(»r  su  mitad  en  el  pri- 
mero, y  en  el  se*;undo  y  sucesivos  los  «|ue  haynn  (\jercidí)  su  puostu  dos 
años. 

Las  Asambl(»as  generales  oi-dinai-ias  y  extraordinarias  se  «-omixinon  .solo 
de  socios  susci'itoi-es,  las  «-uales  s(*  praciic;ni  con  la  ípiinta  parle  dtí  aquellos 
enlai)r¡mera  convo(\'iloria  y  con  ol  número  (pu?  <*oncurra  en  la  stíí^unda. 

Los  dcberc<y atril)u<'ioiií\s  d(*  cada  uno  de  losípKí  conipojuMi  laCtimision 
Dii-ectiva  están  consai^rados  ya  por  los  í'(\i;lamentos  (mi  gemM'al  de  asociacMo- 
nes  análogas. 

Hov  cuenta  con  un  número  totnl  de  í(M)  socios,  v  si  hemos  fie  iii/í?ar 
SU  existencia  futura  |)or  el  movijuicnlo  aumentaiiví)  «pie  se  ha  opei*a<lo  en 
este  último  ano,  creemos  no  piícar  de  ox.igcra'los,  asegurando  «pie  st>  dajíli- 
carán  en  el  año  venidei'o. 

V\  movimiento  de  su  ( -aja  ofi-ece  (^1  siguiente  resultado: 

Kntradas:  §;  l(Vr).'n,ír».  Salidas:  I  í.TCm/.^O.  Mtectivo  LTíiCi/if».  Al  |>arccer 
solo  se  nota  la  existencia  di»  un  cnpital  muy  reducido,  inca|)a/.  poi*  sí  .solo 
hasta  |)ara  (*oadyuva!' una  reforma  mas  ó  mejios  impoi'tantt*:  piM'o  si  e.xami- 
namos  fjue  el  ('lub  ha  satisfecho  íoílas  sus  <leudas,  i'eali/ado  su  costosa  tr'as- 
Uu'ion,  emprendido  y  i-eali/.ado  muchas  mejoras,  ofrecido  dos  suntuos<js 
bailes  v  una  velada  liter-ai-ia:  v  por  Ihi,  aumentado  los  sei'vicios  de  adniinis- 
tracion,  ese  superávit  i)Ue<i(i  ya  dai-nos  una  idi?a  más  (»xacía  de  la  i)i'(js|)e- 
ridad  (|ue  sumáe  á  la  asociaci(Uj  y  (jue  tal  ve/  no  está  lejano  el  dia  en  que 
pueda  c(>ntem])larse  sol)erano  de  todas  sus  aspiraciones. 


—  197  — 


SOCIEDAD    RURAL 


Veinte  años  hace  que  un  núcleo  de  hombres  patriotas,  separándose  de 
la  indiferencia  y  la  apatía  general,  echaban  sobre  sus  hombros  la  pesada  ta- 
rea de  levantar  la  industria  pastoril,  postrada  por  un  decaimiento  inerte  tan 
peligroso,  que  marchábamos  á  pasos  agigantados  por  el  sendero  del  des- 
prestigio, pobreza  y  nulidad. 

Tan  noble  y  laudable  propósito  sedujo  á  los  hombres  de  corazón  y  de 
ciencia  que  cooperaron  generosamente  con  sus  luces,  esfuerzos  personales  y 
hasta  con  el  sacrificio  de  sus  intereses,  á  realizar  los  designios  de  un  puñado 
de  ciudadanos  venerables. 

La  ejecución  de  la  idea  fué  pronta  y  eficaz,  dando  existencia  á  la  Socie- 
dad con  un  crecido  número  de  ganaderos  y  agricultores,  que  quedaron 
vinculados  bajo  la  sujeción  de  unos  mismos  principios  ó  iguales  obliga- 
ciones. 

Ella  se  ocuparía  de  la  investigación  y  estudio  del  mejoramiento  de  las 
razas,  déla  aplicación  práctica  de  los  instrumentos  agrícolas  para  determinar 
las  ventajas  de  su  adopción,  del  regadío  de  los  campos,  de  la  extracción  de 
las  aguas  estancadas,  de  la  destrucción  de  todo  cuanto  dañase  los  intereses 
rurales,  de  la  propagación  de  los  preceptos  para  lograr  y  mejorar  los  pro- 
ductos de  los  sembradíos,  de  prevenir  á  los  agricultores  contra  las  pestes  y 
epidemias  de  los  ganados,  del  cruzamiento  de  las  razas,  y,  por  fin,  de  difun- 
dir por  medio  de  su  órgano  de  publicidad  los  diversos  y  múltiples  conoci- 
mientos  sobre  inventos  ó  perfeccionamiento  de  prácticas  é  instrumentos  de 
labranza,  pastoreo,  irrigación,  alimentación  de  los  ganados,  etc.,  etc. 

Alentados  por  la  brillante  acogida  y  prosperidad  que  tuvieron  estas  aso- 
ciaciones en  otros  países,  hoy  preponderantes  y  casi  absolutos  en  ciertas 
cuestiones  rurales,  sintieron  esa  noble  emulación  que  inspira  lo  grande,  lo 
bello  y  lo  patriótico. 

Nuestros  países  sumidos  en  la  región  meridional  del  nuevo  continente, 
apenas. si  se  sentían  conmovidos  por  las  grandezas  y  el  lustre  de  los  pueblos 
que  habían  dado  al  mundo  las  primicias  de  un  invento  maravilloso. 

La  conciencia  de  sus  resultados  y  el  brillo  omnipotente  que  comunica 
á  los  pueblos  fué  el  calor  que  alimentó  en  el  corazón  del  ganadero  argentino 
el  desarrollo  de  una  idea  soberana,  magestuosa  y  sublime. 

LaSocie'dad  Rural  es  hoy  un  coloso,  intelectual  y  materialmente:  ella 
sola  ha  conquistado  en  el  extranjero  un  renombre  distinguido  para  la  Na- 
ción Argentina,  y  durante  cortos  n. mío  lo-  distribuye  en  sus  torneos  periódi- 
cos, galardones  conquistados  por  la  perfección  y  pureza  de  los  productos 
expuestos. 

Tiene  á  la  orden  del  dia  cuestiones  trascendentales  para  resolver  sobre 


—  198  — 

agricultura    y  í^iinjidería,  actualmente  sometidas  á  un  estudio   laborío^ 
profundo  (jue  <lesarrollarán  con  ilustración  y  gran  caudal  de   observaci 
científicas  los  miembros  mas  conspicuos  que  la  componen. 
Quedó  fundada  dclínitivamente  el  10  de  Julio  de  18GG. 


EXPOSICIÓN   INTERNACIONAL 

K\  estínmlo  y  aun  la  emularion  í|ue  lia  despertado  en  el  espíritu  de  es-^^  f  >^ 
culacion  y  de  poí-ícccionamicnto  de  nuestros  hombres  de  labor  esta  e.sp^^  «:_:^\c 
de  torneos,  lan  nptos  para  desenvolver  la  ri(|ueza  general  y  producir  el  msp^^"    ^^)- 
ramionto  de  cuanto  importa  e!  comercio  y  sus  principales  factores,  es  \m\>K^^^^  w- 
derable  ó  incalculabhís  los  beiieíicios  (jue  han  recibido  las  industrias,  maií  ^" 

facturas,  ganadería,  agr¡(*ultura,  valori/aiMon  délas  tierras,  etc. 

Una  mirada  retros|)ectiva  íi  una  década  de  anos  basta  para  revelarnos 
estado  primitivo  do  nuestras  prácticas,  las  ideas  embrionarias  sobre  produ 
cion,  el  (Mrculo  esti-ccrho  de  las  aspiraciones,  la  i)arali/.acion   6  decadencia  d» 
los  elementos  fautores,  la  inca|)ac¡dad  teórica  y  |)ráctica  del  productor,  yer 
general,  la  nulidad  y  mala  clase  de  los  productos  |)ara  responder  á  las  exigen-— 
cias  de  un  comei-cio  sin  criterio. 

La  cria  de  gaii?nlns,  poi- ejemplo,  ya(*ía  en  el  más  completo  abandono, 
dejando  á  la  Providencia  cuidar  del  desarrollo  y  conservación  de  la  especie 
para  entregarla  1u(\ü:o  á  Ins  mataderos  públicos  ó  colocarla,  con  grandes 
pérdidas,  en  los  mercados  de  ('hile,   l^erú,  etc. 

Ni  siquiera  las  grandes  dificultades  con  que  tropezaron  los  ganaderos  en 
el  extranjero  pai*a  asogni*ai*  el  <»()mercio  de  sus  hacien<las,  fueron  causas  sufi-  — 
cicntes  i)ara  pi-omoveí*  algún  adelanto  ó  mejora  en   la  cria    y  explotación  de<^ 
esta  industria,  única  por  luengos  afios  de  la  rique/.a   privada  y  pública  qu 
constituía  la  princi]);d  fuente  de  producción. 

Y  auní|ue  se  r.vo'ui  que  ni  necesidad  puflieran   tener  de  las  Exposiciones 
para  mejorar  las  c()ndiciones  (í<ronómi(ías  do  esto    comercio,  pensando  qu» 
tal  pcrfec<*ionamiento  se  im|)ondría  por  sí  S(do  ó  que  su  colocación   era  oblr 
gada  y  forzosa  en  aíiuellos  míM'cados   i)or  la    (virencia  de  ganado,   rarísim 
eran  las  i)ersonas  (\\xe  dispensaban  alguna  atención  á  este  ramo  de  rjque 
haciendo  alguna  iiuiovacion  en  las  viciosas  prácticas  adoptadas  para  la  cria. 

Las  industrias  faf)riles,  aletargadas  con  la  opresión  de  un   glacial  indif      , 
rentismo  respecto  á  la   calidad  do   sus  productos,    continuaban  su  (romer 
garantido  por  la  fácil  (colocación  de  estos  y  sin  otro  estimulo  que  su  segu^ 
aceptación.  * 

En  la  agricultura  ocui'ría  un  he(;ho  más  ó  menos  análogo,  imponiendo 
en  los  mer(!ad(;s,  no  por  la  bondad  del  pi'oducto,  sino  más  bien  por  la  de 
preocupación  del   consumidor. 

Tal  era  aproximadamente  el  estado  precario,  negligente  y  anti-econóraí 
de  nuestro  (íomercio  general  en  a<iucllos  anos  de  vida  muelle  y  pasiya.— I^ 


—  199  - 

u.lturay  ganadería  en  Buenos  Aires  fueron  poco  á  poco  desligándose  de 
^os  fatales  que   encadenaban  su  desarrollo,    rompiendo  con  todas  las 
^^^ -ticas  y  habitudes  causantes  de  su  miserable  condición  de  vida  v  para- 
.       ^— ion. 

'*  nacimiento  de  la  «Sociedad  Rural»,  cuerpo  que  se  formó  y  organizó  al 


,  ^^      objeto  de  velar  por  el  acrecentamiento  de  las  industrias    v   el  adelanta- 
so*^-^  rf  r 
.      ^-jto  de  la  ganadería  y  agricultura,   fué  la  fuerza  motriz  que  les  dio  im- 

,.^-4->    en  su  desenvolvimiento,  perfeccionando  desde  lue^^o  los  sistemas   en 

^    ^i^^^tcion  é  indicando  economías  y  simplificaciones  en  las  tareas  materiales. 

Xl^csde  entonces,  puede  decirse,  se  despertó  un   estímulo  poderoso  eii  el 

r^so  y  perfeccionamiento  general  de  estas  industrias,  rodeándose   sus 

,      ^^/iictores  de  las  obras   más    notables  y  adoptando    prácticas  universal- 

^-;j  t-^i'^conocidas  para  la  cria  de  ganados,  su  selección  y  preparación  á  los 

Rn^^^      del  comercio;  para  el  pastoreo,  prados  artificiales  y  conservación   de 

£     j...^tges  verdes;  y  en  cuanto  á  la  agricultura,  para   prevenir  los  sembradíos 

^Pj-f.  ^^las  plagas,  evitar  el  estancamiento  de  aguas,    distribuir  el  riego  con 

^.g^^j^l  cridad  y  método,  y  tomar,  por  fin,  las  precauíriones  debidas  contra  las 


i^^^j  ¿Jes  secas  ó  las  inundaciones,  etc.,  etc. 


,os  primeros  concursos  que  dicha  Sociedad  organizó  con  el  carácter  de 

uac  i  *^"^'^s  despertaron  grande  interés  en  los  productores,  cooperando  con 

afaiT    ^l   mejor  cometido  de  aquella  y  á  la  emulación  que  nació  de  esas  exhi- 

bic¡<3nes  por  exponer  la  última  y  mejor  prueba  de  la  capacidad  industrial. 

Lo^    mismos  sirvieron  para  extraer,  y  aplicar,  délos  métodos  de  enseñanza 

ag-ffcz^ola  y  ganaderil,  todas  aquellas  prácticas   y  advertencias  científicas  de 

prr>l>,stc3a  utilidad  en  el  cultivo  de  los  campos  y  en  la  selección,  cruza  y  mejo- 

'•am  i  ^  nto  de  las  razas. 

ada  se  ha  omitido  desde  entonces  en  el  sentido  de  aprovechar  é  inves- 

los  principios  y   procedimientos  que  más  concillaran  con  las  particula- 

ts  de  nuestro  clima  y  la  naturaleza  de  los  campos  y  su  vegetación.— Las 

iciones  ulteriores  han  contenido  en  su  seno  productos  que  han  eclip- 

^  los  mismos  que  la  Exposición  Real  de  Inglaterra  distinguió  honrosa- 

con  superior  recompensa  por  su  belleza  y  perfección. 

[ucho  adelantamos  en  estos  dos  últimos  ramos  de  la  industria  general  y 

)T  eso  estamos  satisfechos. 

,os  últimos  concursos  realizados  siempre  bajo  las  inspiraciones  y  patro- 

ciiii.<i:>       de  la  «Sociedad  Rural»,  han  dado  }>ruebas  inconcusas  del  rápido  pro- 

gr^^<ii>  alcanzado  en  las  industrias — todos  los  objetos  expuestos,  y  en  especial 

\os    ^^^  :«iimales,  revelaron  el  profundo  conocimiento  teórico  y  práctico  de  agri- 

cul't  d^  Tes,  ganaderos,  fabricantes,  etc.,  adquirido  merced  á  un  nutrido  estudio 

est  i  Ticiulado  por  el  valor  y  la  estimación  que  despiertan  la  perfección  y  gran- 

de^ir.^3^   de  sus  productos. 

Tin  la  última  Exposición  habida  en  el  año  1886  y  que  con  el  carácter  de 
U^'t^rnacional  solicitó  el  concurso  de  los  países  más  adelantados  del  universo, 


—  200— 

resultó  reduoiílísimo  el  local  destiníulo  á  contener  las  remesas  de  objeto 
profliictos  que  aquellos  lo  hicieron,  viéndose  obligada  la  ('omisión  respecti 
á  ensanchar  notablemente  los  pabellones,  aumentai'  los  |)esebros  etc. 

Kn  ellíi  estaba  representado  ol  último  invento  sobre  instrumentos  y  útil  ^,^ 
de  a/íricultura  con  todas  sus  va!*iad;is  nplicariones;  la  íj:anadería  ofrecía  x¡fí 
hoi'mosí)  cuadro  de  múltiples  vistas  con  los  apecimcns  de  las   mo/clas  de  ra/.as- 
pui-as  entre  sí,  los  d(»  estas  con  l.-is  mestizas,  y  una  variedacl  infinita  de  los  de 
la  criolla  ó  del  |)aís  en  su  í*ruzamiento  con  a<|Uollíis. 

Jamás  concurso  alguno  en  todo  Sud-Améi'ica  reunió  en  su  seno  con  igual 
esplendor,  riípie/a  y  variedad,  productos  más  pei'fecfos  y  «grandiosos. 

Lm  misma  «Socicdacl    Kural»  y  el  país  en  general   trabajan  de  consuno 
para  i-epi*esentar  á  la  Kepúbliíía  (;n  la   próxima  líxposicion   Universal  que  se 
celebrará  en  Paris  en  el  año  ISSí),    (!ual    corres]M)nde  á   la  categoría  de  su 
ilusti'atrion  y  progresos:  esta  tarea  ha  sacrificado  las  aspiracMones  de  nuestro 
pueblo  <|ue  anhela  la  oi'.írani/acion  de  estos  concursos  ó  torneos  en  el  seno  de 
su  |)ati'ia,  para  atraerse  las  sim])atías  y  la  rique/.a  del  orbe;  entero. 

í^a  última  Kxposicion  ha  creado  ^n'andtís  espc!*an/as  |)ara  lo  futuro  y  dado 
¡nap!*eciabh>s  beneficios   al   país. 

Va\  el  deseo  <ie  dar  una  id(\'i  ae(M'ca  de  la  impoj-tancia  y  extensión  de 
este  certánuMi,  colocamos  (mi  í)s\\.^  Iu^^ar  al.irnnos  cuadraos  ípií»  reivelan  los  resul- 
tados obtenidos  en  la  exliibicion  de  los  •4:anadí>s. 

Todos  los  premios  adjudicados  aican/.ai'í»n  á  la  cifj-a  d(í  \Vl\),  de  los  rúales 
fueron  150  primer'os  premif>s,  IKí  segundos  y  (y.\  tei<'erí>s,  c.onsistiendi)  respec- 
tivamente en  «;ran  medalla  d(í  plata,  ^n'an  medalla  de  cobre  y  modalla  de 
cobi-e  (menor). 


—  201  — 


Relación  de  las  especies  animales  exhibidas  en  la  Exposición  Internacional 

qne  lian  obtenido  premio 


ESPECIE  VACUNA 


NOMBRE  DSL  ANIMAL 


EDAD 


RAZA 


PREMIO  OBTENIDO 


EXPOSITOR 


Año* 


M<t(e« 


Dnlu  of  HanUlaod. 

Dowrham 

Leopoldina 

Confldencia 

Princa  Scarlet 

Tronera 

OrangeTJ*' 


Dai'ham 

a 


Minerra 

Ternera 

Hopewéll 

Leda 

Beatriz 

Princess  Louisee  2* 

Noble 

Faraón  II 

Orange 

Hirtfiol 

Jadit]i4» 

Dnehess  of  Towneiey  6* 

Monarca 

Limay 

OUberte 

Mahnaca 

Wellington 

Vmoldo2o 

Preciosa 

CUo. 

EIPUU 

Julia. 

Bonita 

Tnlip 

Rómalo 

Coqueta 

Marcelo 

Haergo 

Oordon .  


a 


Azteca 

Cholnla 

Spangle  25« 

KcllBoy 

mida 

Ynti 

Stanley 

Boliirar 

Holgante 

Cbnstmas  Rosee. 

Azt^che 

Circe 

Borjses 

Lolin 

Chivo 

Bonito 

Yaca  colorada . . . 


15/16 
Darham 


Dui'ham  15/16 
7  8 

15/16 

* 

7;  8 

Hereford 


ti 

4 


Mestizo 


u 

u 


PoUed  Angas 

ti 

Mestizo 

Para  leche 

Gordo 

u 

Para  gordura 


1 
1 
1 


1 

1 

2 
o 

•> 

4 

^ 

o 
6 
7 
5 
7 


1 

1 

1 

1 

2 
2 

3 


1 
1 

•> 

2 

2 

2 

2 

5 

3 

1 

1 

1 
•> 

7 
1 
1 
3 
5 
7 
9 
7 


11 
71  2 
9 
9 
7 
6 
7 


7     I 

6     I 

3    ' 

7 

3     , 

8 

5 

1 

6 

9 

5 

7 

9 
11 
10 

8 

5 

^ 

t 

5 

6 

4 

4 

3 

8 
11 
11 

4 

7 

6 
3 

m 

O 

6 

8 
2 
1 

7 
1 

10 
8 
7 
8 
7 


2o  premio 
2©  "* 

5«r  - 

1er.  premio  y  gran  copa 
de  piAta  ofrecida  por  el 
Sr.  Gettiog  para  el  mej  or 
animal  vacuno  expuesto 
en  el  pais. 

I""  premio 

o,»  u 

2«         •* 

3" 
i» 
1" 

3" 

2o 

3" 
3" 
1" 

2"> 
í" 
2» 
2« 

1" 

1" 

2* 

3" 

2o 

1" 
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Domingo  Frías 
Vicente  L.  Casares 

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Norberto  Qnimo 
Diego  Church 
Celedonio  Pereda 


Domingo  Frías 

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Bernardo  Irigoyen 
Domingo  Frías 

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Senillosa  Hnos. 
Vicente  L.  Casares 
Xorberto  Quimo 
Leonardo  Pereyra 
Domingo  Frías 

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Francisco  B.  Bosch 
Vicente  L.  Casares 

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Domingo  Frías 
Vicente  L.  Casares 
Francisco  B.  Bosck 
Kxequiel  de  Elia 
Suceiiion  C.Casares 
Luis  M.  Saavedra 
Sucesión  C.Casares 
Senillosa  Hnos. 

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Luis   M.  Saavedra 
IC.  3.  Zeballos 
Miguel  F.  Salas 


II 

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Martin  de  Gainza 
Arturo  Yacomans 
E.  S.  Zeballos 
Miguel  F.  Salas 
Leonardo  Peresrra 

Miguel  F.  Salas 
Federíco  Neild 
Miguel  F.  Salas 
'Martin  de  Gainza 
Ie.  S.  Zeballos 

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C.  Guerrero  jhijo) 


Vicente  L.  Casares 


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G&rlos  Reyles 
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—  202  — 


ESPECIE  OVINA 


NUMERO  PEL  ANIMAL 


R  A  Z  A 


EDAD 


I 


— '  i    PREMIO  OBTENIDO 


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EXPOSITOR 


C;  riícro    42 

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IJonvíxa  74 

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Roniney  Marsh,  etc. 


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.^enillosa  Unos. 

Gobierno   FraucOd 
i  Vicente  C.  Amadeo 
'M.  Oncrrico 
.'Senlllosa  Hnoa 
,  Gobierno   Francos 
,(t.  von  Berh 
i  Gobierno   Francés 
■  Seuillosa  linos. 


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Carlos  Villate 
Pellegriniy  Lagos 

I  Vicente  C.  Amadeo 
;  V.  von  Ilomoyer 
Víctor  Gilbert 

¡Lozano  Hermanos 

<       t.  « 

!  Víctor  (íilbert 
I F.  von  Homever 
¡Víctor  Gilbert 
,  ( !.  von  Berh 
Lozano  Ilcnnanos 
Bernardo  Irígoycn 
Víctor  Gilbert 
Lozano  Hermanos 


honoriüca     ! 
premio  OttoStciíjer 

"  ¡Mannel  Guerrico 

ÍOtto  Stoiffer 
'^  ¡Mariano  Acosta 

j  Lozano  Hermanos 

I  Vicente  L.  Casares 

me.'.;; lia  oro  t'-  Chas  é  hUos 

proinio  "  " 

*•  Ocampo  fleimanos 

'*■  Loznu-j  Hermanos 

F.  Chai  f>  hüos 
Viooiiío  L.  Casares 
Ocampo  Ilcnnanos 
Lozano  Hermanos 
-  F.  Chas  é  bijws 


,  Vicente  h.  Casares 
!  F.  Chas  ¿  hijos 
Doming^o  Frias 


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.  Vicente  L.  Casares 
'  Kzcm-ra  Hermano  4 
.  Domingo  Frias 
¡Sonillosa  Unos. 
:  Kzcnrra  H"V!nanos 
¡Senillüsa  linos. 
Juan  A.  Brown 
Kzcmra  1  fórmanos 
Vicente  L.  Casares 
¡Mi^^uel  Cribelarrea 

Juan  A.  Brown 
.Sucesión  Casaros 
:Juau  A.  Brown 

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■R.  S.  Zeballos 
.Leonardo  Pereyra 

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Juin  A.  Bro\rn 


ESPECIE  ASNAL 


MbcIid  . , 
IlenibrB 


PrrallB.  iTamain 
HHTtln  Plana 
Leonardo  Poreyra 


ESPECIE    CANINA 


ParqnD  3  da  Febrero 
TeóAla  Domarest 
Amadeo  Artíjela 


2  perros  de  la  Tierra  del  Faeg'o 

1  pcn'a  finta  para  gnanla— 4  afio» ! 

1  peno  rar.a  danesa— 2  afloi ' 

1  perro  y  nna  perra,  Cryhannds  puros ! 

I  peirn  y  una  prrra.  Foyterrior  puros 1 

AVES   DOMÉSTICAS 

1  colMCloa  de  Balllnas  varias  raxis  han  obleoido  primer  premio— pertenecen  al  Pim)ne  3  de  Febrero. 

I  colcfflon  de  gallos  y  gnlllnas  raza  Pádna  pora,  han  obtenido  primer  premio— pertenecen  H  Alberto  A.  Argeric^fa 

1  colección  de  potos  areenllnos  tan  ol)tenilo  el  primer  premio- pcrt onecen  al  Parque  3  do  Felirero. 

'¿  gansos  ñf  Egipto  han  obtenido  tercer  premio— pertenecen  al  Parque  3  de  Febrero. 

I  colección  de  faisanes  han  obtenido  el  primer  premio- pertenecen  al  Parque  9  de  Febrero. 

1  coleceion  de  conejas  arEeniinas  han  obtenido  el  tegundo  premio -pertenecen  al  Parque  3  de  Febrero. 


Detalle  del  peso  obtenido  de  los  animales  vacunos  exhibidos 
on  la  Exposición  Rural  Internacional 


HOMBRE  DBL  ANIHiL 

RAZA 

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EXPOSITOR 

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Bernardo  de  Irigoycn 

Di  eco  Cliar^h 

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Celedonio  Pereda 
Domjrgo  Frís^ 

«rio*  Re¡;l0i 

Bernardo  de  IriitaTCii 

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KoTl.erto  (Inlmo 
ViS!rtl^"^SÍIirw"' 
LUrloB  RcrlflB 

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KIDBL  itUHAL  RAZA 


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I»  Df  Townclry  S*. 


t  Reylía 
ngo  Fri« 


iSenlllosa  Hennknoi 


FrandacD  J.  Uccl» 


FraDclsca  B.  Baaeh 
Luis  H.  Saaved» 
Lconftrda  Perajm 


l'Ijiéban  ViUaiiaeTB 
^emlIoiH  llermano) 
Rieqaiel  dn  Ella 

Sacesion  C.  Cas&res 
\  Luis  M.  Saftvedra 
'  FnnciBCD  B.  Bosch 
IVicenta  L.  Casares 

3iice8Íon  C.  Casares 


ScnillQSB  Hermanos 


l¿  UriheUnea 


I  Estanislao  !^.  Zrballoi 


Federluí)  Keild 

,  Leonardo  Perejra 
llurtin  de  Gainir 


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ED 

AD 

PESO 

EXPOSITOR 

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Míenel  F.  Saim 

Federico  KeUd 
B3(BnijilBoS.Zebiaiai 

Miguel  P,  SiUí 

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Cirio»  QnerreTO  (bija) 

Pruciaca  B.  Bowh 
CftrloaHnerrtrofk^o) 

nuratdeSiX^ftUUnk 
VIoenifi  L.  (iKUTV* 

Clrloi  Kejleí 
Benlpo  Cnrm  6  hlloí 

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^^H                                    Dowtan  Beanty 

Dflvon 
PolUí)  ánens 

Mestiza 

FoUed  Angnj 
Pi»  lecha 

Ali<in&t«9  gonlus 

HeBtiio 
ISordnn 

^^H                                    Cbrlitmia  Koae 

^^H                                    Watercld»  Annie 

^^^^^^H               -     -       

^^^^^^^^^^B                                                       ESTADO    ECONÓMICO                                               ^^^^^H 

^                    De  la  Memoria  correspoiidieiite  tomamos    los  siguientes   datos  que  se 

^^M                rerieren  ásu  capacidad  económica  y  administrativa. 

^^H                             A  HnniíHolíiñn  1a  Sni-irtHaH  cnnta.ha  ron  nii  nrimpim  dp,  lÜri  sftí'los,  dAdiinirlrta^ 

^^M               ya32r\\ie  por  fallecimiento,  ausencia,  ele,  se  setmraron  de  ella  durante  el  mtí^| 

^^M               mo.  V  sin  asresar  dteit  mas  ingresantes  en  el  üilimo  día.                                ^M 

^^H                       La  Biblioteca,  formada  esenciaimente  con  los  fondos  destinados  A  la  com- 

^^B               pra  (le  libros  A  esle  objeto,  aunciue  recibe  también  un  fuerte  conlinsente  por  ol 

^^H                Cfiniedtí  su6i't,'aiio  esüecial  v  por  imuierosas  düiiiicioiies.  esUt   reirulanneiilo 

^^m                dulaila  de  oljras  q  ue  versan  en  su  totalidad  sobre  asunlos.  rui-ales. 

^H                        El  catáloifu  ortranizadoen  el  arto  iH^'i  acusa  una  existencia  de  28(17  volii- 

^^M                menes  encuadernados,  que  aarecados  A  los  liOü  volúmenes,  mas  300  folletos  sin 

^^B               encuadernar  ingresados  hasta  el  |)i'esenie.  forman  un  total  de  óiüi.  para  cuyo 

^^H                arresto  voreanizacion  se   debe    constrnir  nuevos    estantes    y  formar    otro 

^^M              catálogo.                                                                                                         ^^1 

—  sor  — 

El  movimiento  económico  de  los  «Anales»,  órgano  de  publicidad  de  esta 
Sociedad,  en  el  período  que  tratamos  y  según  los  Balances  publicados,  ofrece 
el  siguiente  resultado:  Salidas  durante  el  ano,  .5^3019,8-í — Entradas  en  el  mis- 
mo, .^  2010,77,  por  suscriciones  y  avisos,  produciéndose  un  déficit  contra  el 
tesoro  de  ír  1909,07  cubierto  con  los  fondos  de  la  Sociedad. 

Si  á  primera  vista  parece  esccsiva  y  económicamente  insostenible  la  admi- 
nistración de  esta  publicación,  debe  tenerse  en  cuenta  que  la  suscricionque  se 
cobra  á  socios  y  extraños  es  casi  insignificante,  como  no  lo  hace  ninguna  otra 
publicación  de  oproximada  importancia;  de  manera  que  un  aumento  cual- 
quiera en  este  solo  sentido  bastaría  para  equiparar  sus  entradas  y  salidas,  pero 
no  es  tal  el  propósito  de  esta  Sociedad,  y  antes  que  gravar  el  mayor  bien  del 
socio  imponiendo  fuertes  contribuciones,  prefiere  disponer  de  su  tesoro  la  suma 
necesaria  para  cubrir  el  déficit  á  que  aludimos,  mucho  mas  cuando  sufi- 
cientemente conocida  la  capacidad  intelectual  de  la  Sociedad  y  el  interés  con- 
sagrado á  responder  á  las  esperanzas  fundadas  que  ha  concebido  la  población, 
el  movimiento  de  socios  v  de  suscritores  aumentará  forzosamente,  creando 
mayores  recursos  para  equilibrar  las  condiciones  económicas  de  su  conser 
vacion. 


Muchas  circunstancias  robustecen  la  aseveración  que  hemos  hecho  al 
hablar  de  los  «Anales»,  v  no  vacilamos  aún  en  hacerla  extensiva  al  estado 
general  déla  Sociedad,  impulsada  cada  dia  por  una  prosperidad  creciente. 

Leida la  Memoria  respectiva,  el   Presidente  ha  indicado  la  necesidad  y 
conveniencia  indispensables  de  dotará  la  asociación  de  un  edificio  propio,  cons- 
truido ad  hoc,  con  todas  las  comodidades  y  amplitud  que  exijen  el  asombroso 
A'uelo  de  los  intereses  de  que  dispone  y  la  circunstancia  de  ser  en  el  país  la 
^nica  depositarla  y  protectora  de  las  esperanzas   y  aspiraciones    del  gremio 
ganadero  y  agricultor.  Este  solo  proyecto   bastaría  para  dar  idea  sobre  el  al- 
cance económico  de  laSociedad,  considerando  que  no  se  cree  necesario  apelar 
á  recursos  extraordinarios  para  lograr  este  fin,  y  sabido  es  por  demás  que  en 
punto  á  magnificencia  y  comodidad,  según  el  frenesí  que   distingue  ó  se  nota 
en  las  actuales  construcciones,  no  quedaría  rezagada  en  la  categoría  é  impor- 
tancia de  los  colosales  edificios  públicos  del  dia. 

Satisfaciendo  sus  propios  deseos  por  el  engrandecimiento  del  país,  protejo 
todo  movimiento  é  iniciativa  que  propenda  á  este  objetivo,  acordando  premios 
en  las  ferias  y  concursos  de  ganado  á  los  mejores  specimens  délos  productos 
expuestos,  resuelve  y  se  expide  brevemente  en  toda  consulta  hecha  sobre 
asuntos  rurales,  etc.,  etc. 


La  última  Exposición  realizada  bajo  el  patrocinio  de  esta  Sociedad  y  que 
con  el  carácter  de  internacional  se  celebró  reuniendo  en  su  seno  todo  lo  que 
puede  interesar  ala  industria  ganadera  y  á  la  agricultura,  ha  dado  los  siguien- 
tes resultados  en  su  parte  financiera. 


El  presupuesto  de  gastos  fué  calculado  en  la  suma  de  $  141.200,  conlandd 
como   recursos  para  sufragarlos  las  subvenciones  acordadas  por  los  Gobifl 
uos  de  la  Nación  y  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires,   las  entradas  por   1^ 
visitas,  alfjuiler  de  locales,  comisión  de  remates,  etc. 

Las  entradas  totales  alcanzaron  ¡1  la  suma  de  $  140.897,80  y  los  gastos  á  i^ 
155.638,43  aproximadamente,  habiendo  una  difei-encia  en  contra  de  $14.740,3! 
la  cual  se  debe  á  las  modificaciones  y  aumento  de  pesebres  que  se  llevan 
a  cabo  para   atender  los   numerosos    pedidos    de  local    hechos    poslerioi 
mente. 

El  edificio  construido  para  esta  Exposición  lia  sido  arrendado  en  partd 
produciendo  su  alquiler  una  entrada  anual  de  g  4550,  y  una  economía 
$  1632,  lodo  lo  cual  représenla  urt  beneficio  liquido  de  $6182. 


La  situación  económica  de  esta  Sociedad  es,  según  los  balances  presea 
tados,  como  sigue: 

Movimiento  de  caja  verificado  durante   el  año:  ingresos  $  143.379,* 
egresos  $  130.413,83— capital  efectivo  g  13.965,6a. 

El  Balance  general  durante  el  mismo  año,  acusa:  activo  $91843,17,  pa 
sivo  g  16.711,03— capital  liquido  $  75.131,14. 


CANJE     DE   LOS  ANALES 

BulUiin  de  ¡a  íiocüU  oes  Agiiculkurs  de  Alger. 

>  ■  -       f  ..  í     Franca — París. 

Anilles  del  Aleiug  del  L'ruguay — Montevideo. 
Asoetacion  Rural  del  L'ruguay — id. 

Anales  déla  Sociedad  Científica  Argentina — Buenos  Aires. 
El  Agricultor  Indiutrial  de  Córdoba- 
El  Espejo — New-York. 
Ihe  Miller — London. 

Fomento  de  la  Industria  ¿j/iiSo/rf— Barcelona. 
lh<  Economist — London. 

foumal  de  la   Sociítl  Agricole  de  Brabau¡-l{aimanl^-'Qí\isa\\cs. 
fournal  iT  Agricullure — París. 
Le    Messager  Agricote  du  Midi — París. 
Aiassachusetts  Horttcultural  Society — Boston. 
El  Porvenir  de  la  Industria — Barcelona. 
Pensilvania  Stalale  Cé/Zí^í- -Pensil vania. 

Revista  del  Instituto  Agrícola     Catalán  de  San  Isidro — Barcelona. 
Sociedad  de  Agricultores — Madrid. 
Sociedad   ¡'alenciana  de  Agricultura — Valencia. 
Revista  de  Agricultura — Habana. 
Sociedad  de  Ganaderos — Madrid. 
lie     Weckly  Freeman  Frish  Agricultiirisl — Duliliji. 
The  Enginer — London. 
'I he  Provisioner — London. 
Boletín  de  Agricultura — San  Salvador. 
El  £.xporlador — Hamburgo. 

Soa'iti  puur  I'  encouragement  de  f  industrie  nadonale — ParÍ3. 
7he  Cultivator  and  Counlry  Gtnlltman — Albany — New-Teraey. 
South  American  Journal — London. 


The  AttUing   W&r/rf— Buffalo. 

Rtoista  de  la  Sociedad  Universtíana ^Híoni^yiá^o, 

La  Industria  Uruguaya-^l/íoni^viáeo. 

EÍ  Ateneo  dei   Uruguay — id. 

Boletín  de  la  Sociedad  Nacional  de  Agricultura — Santiago  de  Chile. 

Boüetino  di  Notizie  Agrarie — Roma. 

La  Basse  Cour — París. 

The  British.  TVade  Journal — London. 

Monireal  Horticultural  Society — Canadá. 

Gaceta  de  Agricultura — Madrid. 

Revista  General  de  Medicina  Veterinaria — Madrid. 

La  Gaceta  Cientifica — Lima. 

El  Economista  Americano — New- York. 

El  Porvenir  Agrícola — Madrid. 

El  Comercio — San  Salvador. 

El  Latino  Americano — New- York. 


Con  los  siguientes  de  la  Capital: 

El  Diario, 

Ei  Sud  América, 

La  Voz  de  la  Iglesia. 

La  Prensa. 

La  Tridima  Nacional. 

El  Operario  Italiano. 

Le  Cou/rier  de  la  Plata, 

El  Corleó  Español. 

The  Buenos  Aires  Herald. 

Jhe  Standart. 

La  Nazione  Itatiana. 

La   Campaña. 

Esiadistica '  Comercial. 


El  Debate. 
V  Inmigrani. 
Biblioteca  Pública. 

»         Rivadavia. 
Fígaro. 
La  Razón. 
Revista  Boliviana. 
Instituto  Agronómico    Veterinario. 
El  Comercial. 
El  Censar. 
Z'  Independant. 
Revista  de  la  Plata. 


Con  los  siguientes  del  Interior. 

El  Progreso — Belgrano. 

El  Eco  de  Córdoba— C6xáoh2L. 

El  Agricultor  Industrial  de  Córdoba — Id. 

El  Libre  del  Sud. 

La  Patria — Dolores. 

La  Discusión — Gual^^y. 

El  Dia-^Ui  Plata. 

El  Oeste — Mercedes. 

El  Comercial — San  Pedro. 

La    Voz  del  Saladillo. 

El  Norte  de  Buenos  Aires — San  Nicolás. 

Ll  Porteño  de  Bahia  Blanca. 

Boletín  de  la  Academia  Nacional  de  Ciencias  de  Córdoba. 

Revista  de  la  Sociedad  Rural  de  Corrientes. 

Boletín  de  la  Sociedad  Rural  ^  de  Febrero — Concepción    del  Uruguay. 


REFINAMIENTO  DE  LAS    RAZAS 

Este  tópico,  después  de  un  estudio  prolongado  y  profundo,  ha  quedado 
resuelto  favorablemente,  no  ya  únicamente  porque  la  ganadería  argentina 
necesitaba  alcanzar  el  perfeccionamiento  de  sus  razas,  que  por  otra  parte 
to.dos  los  criadores  del  mundo  han  procedido  lo  mismo,  si  que  también  como 
una  medida  económica  para  dar  mayor  colocación  á  sus  ganados,  abriendo 
veneros  inagotables  y  seguros  de  riqueza  pastoril  en  el  mercado  ganadero. 

Las  especies  bovina,  ovina  y  caballar  llaman  la  atención  sobre  sus  pro- 


ar 


duelos  mestizados,  luchando  en  los  torneos  de  la  ciencia  á  la  par  de  specim 
coronados  por  brillantes  triunfos  en  la  Exposición  Real  de  Inglaterra,  y  vé 
cides  en  la  lid  por  la  increíble  perfección  de  los  primeros. 

No  desmienten  ni  el  entusiasmo  ni  la  consagración  de  los  criadores  argí 
tinos  para  conducir  sus  rebatios  al  estado  próspero,  grandioso  y  brillante  que 
hoy  ostentan  con  orgullo  y  esperan  con  avidez  la  palestra  del  arte  y  de  ia 
ciencia  para  mostrar  a!  mundo  la  esplendidez  de  sus  productos. 

Y  tan  fuerte  es  la  convicción  de  que  poseemos  magníficos  reproductores 
en  las  tres  especies,  que  hombres  inteligentes  y  de  reconocida  competencia 
del  extranjero,  después  de  nutrido  estudio  y  de  un  examen  prolijo  de  i 
caracteres  exteriores  como  de  sus  relevantes  cualidades,  han  declaiado  pütí 
camento  «  que  no  tardará  mucho  el  dia  en  que  los  europeos  vengan  á  núes) 
país  á  proveerse  de  reproductores  de  las  tres  especies.  » 

Semejante  vaticinio  no  puede  tomar  de  sorpresa  á  nadie,  desde  que  i 
todas  las  razas  y  sus  criadores  han  estado  representados  en   la  6'  Exposicifl 
Rural  Argentina    que  ha  discernido  á  nuestros  productos,  obra  exclusiva 
mente  de  argentinos  en  cuanto  al  grado  de  perfección,  los  lauros  de  lá  jiisUq 
Y  del  progreso. 

Para  el  criador  argentino  quedan  muy  pocas  dificultades  que  vencer  psd 
atraerse  las  simpatías  y  conveniencias  del  comercio  ganadero  del  mundo; 
adoptando  como  progenitores  de  sus  razas  privilegiadas,  tipos  irreprochables 
de  belleza,  fuerza,  resistencia  y  constancia  en  la  prole  que  crea  dándole  I 
perfecciones  del  spécimen  combinadas  con  las  prendas  especiales  y  caracl 
rfsticas  de  la  ra/a  ennoblecida. 

Si  bien  es  cierto  que  en  el  ganado  bovino  se   obtenta  preferencia  po~ 
nuestra  raza  criolla  en  el  comercio  europeo  respecto  á  la  colocación  de  los 
cueros  no  es  menos  cierto  asi  mismo  que  la  carne  ha  sido  aceptada  con  resis- 
tencia  por  falla  de    propiedades  nutritivas  y    de  cualidades  superiores  ( 
gusto,  ele. 

Esta  iia  sido  primordialmente  la  causa  para  que  se  opere  en  nuestra 
industria  pastoril  una  reforma  completa  que  nunca  será  bastante  encomiada 
por  los  resultados  tan  felices  como  prósperos  que  ha  suministrado  para  su 
amplia  explotación  y  superior  parfeccionamiento, 

En  todas  nuestras  razas  se  ha  operado  el  mismo  movimiento  de  traof 
formación,  verificándose  las  cruzas  en  el  orden  y  naturaleza  que  exprésame 
á  continuación: 

La  especie  bovina  criolla  se  cruza  con  las  razas  Durham,  Hereford, 
ven,  Polled  Angus.  Charolesa,  etc. 

La  caballar,  con  los  Percheron,  Cleveland,  Trakhenen,  Morgan,  Orloí 
Hunter,  Clydesdale,  Árabe,  etc. 

La  ovina,  con  los  Nsgreltes,  Lincoln,  RambouiUet,  Southdown,  Oxfon 
shiredown,  Leicester,  etc. 

Cada  especie  ha  dado  en  sus  cruzamientos  ejemplares  notabilísima 
para  los  diversos  usos  y  aplicaciones  á  que  se  les  destina. 


e  laa^ 
act^l 

por 
los 
¡sis- 

f 


—  211  — 

La  que  hasta  hoy  ha  llegado  á  un  desarrollo  y  perfeccionamiento  com- 
>letQs  es  sin  duda  la  especie  caballar  que  ha  alcanzado  un  mejoramiento  pro- 
ligioso  en  todos  sentidos. 


COLOCACIÓN   DE  LA  CARNE 

Siendo  esencialmente  ganadero  nuestro  país  ha  sentido  la  necesidad  de 
conquistar  mercados  que  reciban  sus  principales  productos,  para  conservar 
il  equilibrio  entre  lo  que  se  crea  y  lo  que  se  consume,  ó  lo  que  es  lo  mismo, 
Jara  garantir  la  relación  armónica  délo  que  constituye  la  economía  financiera 
le  un  pueblo. 

La  abundancia  de  nuestro  ganado  vacuno  forzosamente  debía  conducirnos 
I  hacer  de  él  la  principal  materia  de  comercio  con  el  extranjero,  investigando 
f  estudiando  detenidamente  los  diversos  procedimientos  y  medios  de  con- 
seguir una  segura  y  ventajosa  colocación,  disputando  en  la  excelencia  de  la 
condición  con  que  presentamos  nuestros  productos  en  los  puertos  extranjeros, 
con  países  envejecidos  en  dicho  arte  y  seílores  de  la  alimentación  animal. 

Nuestras  viejas  prácticas  desaparecen  súbitamente  al  influjo  de  los  ade- 
lantos modernos,  y  cualquiera  que  sea  la  forma  con  que  nuestros  productos 
56  presenten  á  la  competencia  con  los  de  los  pueblos  rivales,  siempre  han 
>btenido  colocación  y  se  les  ha  reconocido  alguna  ventaja. 

No  sucede  lo  mismo  tratándose  de  la  conservación  de  las  carnes.  Las 
anas,  cueros  y  grasas  tienen  colocación  en  cualquier  mercado,  pero  en  lo 
lue  precede  no  podemos  aún  vanagloriarnos  de  sus  resultados. 

En  el  comercio  de  carnes  hemos  debutado  con  el  sistema  de  salazón 
conquistando  algunos,  aunque  contados,  mercados  de  consumo. 

El  Brasil,  con  el  cual  manteníamos  un  comercio  activo  de  este  producto, 
la  creído  conveniente  elevar  las  tarifas  que  gravan  su  introducción,  trasgre- 
liendo,  quizá,  cláusulas  esplícitas  de  convenios  celebrados  entre  ambos  paí- 
ses, lo  que  en  último  término  producirá  limitaciones  desventajosas  para  uno  y 
otro  en  el  intercambio  de  efectos. 

Estos  atentados,  por  lo  general,  reciben  correctivos  tan  eficientes  que 
aleccionan  y  hacen  arrepentir  álos  pueblos  que  los  intentan  ó  ejecutan,  y  que, 
casi  siempre,  son  incapaces  de  poder  reconquistar  el  bien  perdido,  ó  simple- 
mente de  reivindicarse  cumplidamente. 

Semejante  emergencia  no  nos  ha  sorprendido  en  la  inacción,  pues  ya  el 
gremio  de  ganaderos  estudiaba  con  preferencia  el  problema  de  ensanchar  mas 
el  comercio  de  carnes,  adoptando  otros  procedimientos  que  abrieran  un  hori- 
zonte mas  vasto  ala  colocación  de  dicho  producto. 

Dando  mas  vigor  á  la  industria,  nacieron  poderosas  fábricas  para  conge- 
lar la  carne,  y  hechas  las  preparaciones  correspondientes  lanzaron  á  los  dis- 
tintos mercados  considerable  cantidad  del  producto  elaborado  bajo  los  princi- 
pios de  un  nuevo  sistema. 


Una  fuerte  y  poderosa  competencia  le  esperaba  en  lospuertos  de  Ingla- 
terra, donde  los  Americanos  del  Norte  disputaron  enérgicamente  su  coloca- 
ción, conquistando  por  fin  la  preferenciade  sus  productos.  * 

La  carne  conservada  por  el  hielo  ofrece  una  gran  desventaja  que  esquizá 
la  que  lia  determinado  la  preferencia  á  favor  del  sistema  de  los  Norte-Ame- 
ricanos: puesta  en  contacto  del  aire,  inmediatamente  se  transforma  presea 
taiido  una  vista  desagradnóJe — vuélvese  blanca  de  color,  como  si  hubisi 
estado  por  mucho  tiempo  puesta  debajo  del  agua,  y  aun  pierde  e!  sabor- 
mientras  que  las  otras  se  conservan  frescas,  con  el  color  natural,  como  si  í 
ese  momento  hubiesen  salido  de  ios  mataderos. 

Bajo  tales  condiciones  no  han  podido  vacilar  mucho  tiempo    los    coná 
midores,  optando  por  laíi últimas. 

El  sistema  Norte-Americano  no    tardara    en  ponerse  en  práctica   enn 
nosotros,  y  entonces  en  lugar    de  emplear  el   hielo  se  conservará  la  carne  [ 
medio  del  Trio,  que  es  en  lo  que  principalmente  consiste. 


CURACIÓN  DE    LA  SARNA 

El  ganado  lanai-,  victima  por  mucho  tiempo  del  acanis,  iba  perdiendi 
poco  á  poco  el  apogeo  quehabia  «Ican/iado  en  el  comercio  ganadero,  operán- 
dose un  cambio  radical  en  la  general  tendencia  del  hacendado  á  preferir  la 
cria  y  explotación  de  la  especie  ovina  á  otra  cualquiera.  J 

Los  peligros  de  una  ruina  inminente  en  los  ricos  y  de  la  desesperación fl 
miseria  en  ios  pobres,  habia  hecho  levantarla  voz  suplicante  de  la  gran  familMP 
pidiendo  á  los  Gobiernos  y  ú  ios  hombres  de  ciencia  el  auxilio  de  una  medida 
enérgica  para  combatir  el  mal  que  diezmábala  población  ovina  con  una 
muerte  cruel  y  desesperante. 

No  se  necesitaba  ciertamente  que  el  acarus  incubase  y  se  desarrollara 
los  mismos  establos  para  que  las  majadas  fuesen  pi-esas  del  insecto  devorad) 
las  propiedades  rurales,  generalmente  sin  cercado,  ofrecían  un  vasto  terrem 
los  rebaños  para  pacer  cómodamente,  sin  distinción  de  propietarios 

Este  descuido  peligroso  producía  siempre  los  resultados  que  debían  espá? 
rarso — los  rebailos  reconocidos  de  gozar  de  buena  salud  volvían  apestados  al 
redil,  porque  se  rascaban  en  los  postes,  troncos  ó  se  echaban  en  el  mismo  punto 
donde  otros  enfermos  hablan  dejado  mechones  de  lana  plagados  del    terril 
insecto. 

Reinaba  en  estos  tiempos  la  mayor  desconfianza  é  inquietud  por  la  e3 
tencia  del  ganado  lanar  que  desa^sarecla  casi  de  improviso,  dejando  loa  cam] 
en  un  silencio  y  soledad  desconsoladores. 

Por  todas  partes  no  se  oia  mas  que  el  clamor  arrancado  por  la  miser!^ 
acusando  las  irreparables  pérdidas  sufridas  en  lo  que  formaba  quizá  los 
únicos  intereses. 

La  epidemia  llegó  á  adquirir  proporciones  tan  alarmantes  y  exlraordií 


111  a 

1 

sal 
intG 

I 


—  213  — 

rias  que  fué  necesario  estudiar  y  arbitrar  sin  pérdida  de  tiempo  algún  agente 
qufmico  que  obrando  violentamente  sobre  el  insecto  le  diese  una  muerte  in- 
mediata. 

Todos  estaban  persuadidos  que  la  solución  favorable  de  esta  cuestión  ocu- 
parla la  atención  toda  del  país,  porque  representaba  para  la  Hacienda  una  de 
las  fuentes  más  poderosa  de  la  riqueza  pública  y  privada. 

Rl  momento  de  obrar  había  llegado  ya:  los  hacendados  en  número  muy 
crecido  se  reunían  provisoriamente  en  los  sitios  más  adecuados,  donde  el 
conocimiento  de  estos  trabajos  se  propagase  con  más  celeridad,  logrando 
atraer  á  aquellas  conferencias  ambulantes  un  nutrido  é  interesante  auditorio. 

Estas  reuniones  fueron  tomando  poco  á  poco  un  carácter  más  definido; 
una  ligera  organización  estrechaba  á  los  hermanos  de  causa,  comprometién- 
dose unos  y  otros  á  traer  este  dato,  estudiar  un  punto  determinado,  6  abordar 
por  sisólo  el  problema  del  sarnicticida. 

La  enfermedad  de  la  sarna  había  hecho  tantos  progresos  y  perjuicios  que 
cuando  se  supo  el  motivo  que  reunía  á  aquellos  hombres,  abandonando  sus 
intereses  y  quehaceres,  se  agruparon  ó  tomaron  parte  en  las  conferencias  has- 
a  los  más  indiferentes,  con  gran  aplauso  de  los  iniciadores. 

Era  necesario  constituirse,  reglamentar  las  obligaciones,  regular  los  ser- 
vicios y  obligará  sus  miembros  á  una  pequeña  contribución — de  aquí  nació  la 
«Sociedad  Rural» 

Despertaba  á  lavidapública  encarnando  unpriucipio  humanitario  ygrande, 
— una  preocupación  de  20  anos  de  exitacion,  una  cuestión  de  vida  ó  muerte,  de 
doloró  de  satisfacción  para  el  gremio  ganadero. 

La  curación  de  la  sarna  fué  el  ideal  que  dio  vida  á  la  Sociedad  y  por  con  si- 
guiente debía  la  cuestión  á  resolverse  ser  la  primera  que  ocupase  la  atención  de 
sus  miembros. 

Ella  quedó  solucionada  poco  tiempo  después  dando  resultados  inmejora- 
bles y  aplicándose  en  cada  establecimiento  donde  había  aunque  fuese  un  a 
oveja. 

Generalizado  el  procedimiento  curativo  con  todas  las  prevenciones  y  pre- 
cauciones que  debían  obsei*varse,  hízose  patente  el  bien  que  preconizaban  lo  s 
hombres  de  estudio.  La  confianza  y  la  alegría  renacieron  en  el  rústico  hogar 
y  los  rebaños  pacian  sin  inquietud  en  los  campos. 

Los  específicos  que  se  emplean  combaten  enérgicamente  al  insecto  y  lo 
matan  aun  en  pleno  desarrollo:  el  método  curativo  ha  extendido  su  aplicación 
por  todo  el  territorio  de  la  República,  no  existiendo  un  solo  ganadero  que  no  se 
por  halle  provisto  de  los  aparatos  necesarios  para  los  experimentos  ú  operacio- 
nes del  baño. 


■ . 


DESAGÜES 

En  tiempos  no  muy  remotos  no  se  tenía  ni  siquiera  ¡dea  de  las  diversi 
ventajas  de  extraer  ó  dar  curso  ¡i  las  aguas  que  en  las  ondulaciones  depresivas 
ú  hondonadas  délos  terrenos  se  depositan  después  de  la  lluvia. 

Las  aguas  pluviales  estancadas,  porque  se  detienen  donde  es  más  pro- 
fundo el  terreno,  eran  consideradas  por  el  agricultor  como  el  desiderátum  para 
la  cria  delosganados,  pues  que  eltasofreclau  con  sus  esteros  y  pantanos  un 
depósito  permanente,  aunque  nada  salubre,  del  elemento  liquido,  dispensán- 
doles del  enojoso  trabajo  de  suministrarles  por  sus  manos  y  por  medio  de 
materiales  é  instrumentos  á  propósito,  etc. 

Nada  que  no  fuese  agua  cenagosay  precipitada  por  las  nubes  satisfacía  4  los 
criadores  de  antaño,  asi  considerados  por  la  pobreza  intelectual  que  poseían 
sóbrela  materia;  y  estaban  tan  profundamente  persuadidos  de  sus  grandes 
ventajas  por  la  exoneración  de  ese  servicio  molesto  y  dispendioso,  que  se  m 
raban  con  desprecioy  mengua  por  no  estar  dotadas  de  estanques  natural 
hermosas  zonasde  terreno  virgen  6  experimentado. 

Vivían  entregados  con  la  mayorconfianzad  la  labor  pastoril,  reí 
aprovechando  los  frutosque  por  la  exhuberancia  y  abundancia  de  los  pasto! 
ofrecía  la  naturaleza  en  su  constante  y  cuotidiana  obra  de  consumir  y  crear. 

Asi  pasaron  muchas  décadas  viviendo  ¿expensas  de  un  suelo  privilegiado 
en  alto  grado,  sin  devolverá  la  tierra  los  beneficios  espléndidos  con  que  los  sor- 
prendía en  "su  existencia  muelle,  y  entregándose  en  medio  del  regocijo  general 
á  la  distribución  de    los  producios  espontáneos  y  su  colocación  en  el 
merrio. 

Pero  como  nada  hay  en  el  mundo  inmutable,  esos  mismos  estanques,  ani 
manantiales  de  riqueza,  se  hablan  convenido  en  focos  de  infección   que  sem- 
braban la  muerte  en  los  individuos  de  la  raza  ganadera  y  dejaban  misei-ables 
Ó  los  señores  de  un  cuantio.'so  rodeo. 

Entónces|se  operó  una  transformación  rápida  en  las  faenas  pastoriles, 
estudió  con  empeflo  el  fenómeno,  se  investigó  con  ardor  sus  causas,  se  analii 
científicamente  las  aguas  de  los  esteros,  y  por  fin  resplandeció  la  verdad  ¿3 
desgraciado  suceso — las  aguas  en  estado  de  pulrefaccian  eran  bebidas  con 
avidez  por  la  hacienda  (no  habla  otras),  cayendo  ft  corta  distancia  victima  del 
veneno. 

Desde  aquel  dia  se  tiene  horror  por  los  campos  que  encierran  lagunas 
insignificantes  charcos  de  agua,  que  los  cercan  con  alambre  ai  no  puedi 
extraerla,  para  aislar  á  los  ganados  de  su  engañosa  presencia. 

Hoy,  por  lo  general,  se  construyen   bebederos  especiales  donde  al  pból 
tiempo  ei  ganado  seacostumbra  por  si  solo  A  buscar  el   agua  á  horas  del 
minadas:  las  aguas  estancadas  casi  no  existen  ya  por  las  obras  de  desagüe 
se  practican  para  hacerla  desalojar  los  terrenos  bajos. 

Esta  medida  contribuirá  a  mejorar  notabloraonte  los  campos  Uaciéndol 


;os^^ 

do 

ír- 

—ral 

am- 
ales 


más  aptos  para  su  cultivo  y  la  cria  de  los  ganados,  al  mismo  tiempo  que  se 
valorizan  por  la  desaparición  de  un  peligro  inminente. 

Las  continuas  epidemias  sufridas  han  escarmentado  á  los  esplotadoresdc 
la  industria  pastoril,  entregándose  hoy  con  más  atención  y  con  un  estudio 
prolijo  alas  faenas  rurales,  sin  olvidar  un  momento  todas  las  cuestiones  que  les 
atañen  como  criadores. 


PRADOS  ARTIFICIALES 

Quizá  parecerá  extraño,  que  al  tratar  esta  cuestión  confesemos  que  los 
prados  artiñciales  son  una  necesidad  en  ciertos  puntos  de  la  campaña,  cuando 
es  notoria  la  abundancia  de  los  pastos  naturales  y  las  propiedades  alimenti- 
cias que  tanta  preeminencia  les  han  dado  para  la  cria  de  los  ganados. 

Y  sin  embargo,  es  una  necesidad  apremiante  que  no  admite  dilación  ni 
vacilaciones:  debe  crearse  un  medio  artificial  capaz  de  poder  alimentar  un 
número  crecido  de  animales  en  un  terreno  relativamente  pequeño  ó  reducido. 

Está  constatado  que  un  terreno,  de  cualquiera  extensión,  no  produce  con 
sus  pastos  naturales  lo  que  representa  el  interés  mínimo  del  capital  en  él  in- 
vertido; esto  sucede  con  aquellos  campos  que  se  extienden  mas  allá  de  80  ó  100 
kilóiQetros  de  la  Capital,  donde  los  ferro-carriles  apenas  dejan  sentir  su  in- 
fluencia creadora  al  través  de  la  distancia. 

El  problema  se  presentaba  interesante  y  seductor:  los  prados  artificiales 
fueron  la  solución  de  la  cuestión  y  las  plantaciones  que  se  han  llevado  á  cabo 
han  venido  á  probar  las  ventajas  económicas  que  ellos  reportan  al  agricultor  y 
al  ganadero.  Los  terrenos  así  explotados  han  producPdo  un  interés  superior 
que  asegura  el  capital,  mejora  los  ganados  y  los  coloca  en  condiciones  á 
propósito  para  la  venta:  por  este  medio  se  conseguía  también  estimular  las 
especulaciones  sobre  la  propiedad  rural,  garantiendo  realmente  la  existencia 
de  la  ganadería  y  su  colocación  en  los  mercados  exteriores.  Desde  entonces 
inmensos  potreros  (terrenos  cercados)  de  alfalfa  que  la  vista  no  puede  domi- 
nar, ofrecen  el  bello  paisaje  de  un  horizonte  ilimitado  de  color  verde-azulado. 

La  alfalfa  es  la  planta  forrajera  predilecta,  porque  es  la  mas  adaptable  á  la 
naturaleza  de  los  terrenos  y  condiciones  de  nuestro  clima,  á  la  par  que  por  la 
abundancia  de  albúmina  que  contiene  es  un  alimento  poderoso  para  el 
ganado. 

Es  tan  floreciente  su  producción  que  sin  dispensar  atención  alguna  á  su 
cultivo  puede  recibir  cuatro  y  hasta  cinco  cortes  durante  el  año,  renovándose 
así  constantemente  el  forraje  que  constituye  el  principal  sosten  de  la  cria 
ganaderil. 

Si  se  tiene  la  precaución  de  abonar  el  terreno  y  dedicarse  algún  empeño  en 
su  esplotacion,  se  habrá  asegurado  mayor  producción  mejorándola  hasta  en 
sus  propiedades  alimenticias. 

La  cuestión  del  estaicamiento  del  agua  es  la  preocupación  constante  del 


-  ál6- 

agricultor,  por  los  inconvenientes  y  perjuicios  que  puede  causar  en  los  exten- 
sos pi'ados  su  fermentación  y  descomposición;  por  eso  en  los  sembradíos  hay 
siempre  fuertes  pendientes  ó  pequeños  canales  para  acelerar  el  curso  de  las 
aguas  pluviales  6  de  regadío,  sin  permitir  en  ningún  caso  su  estagnación. 

La  duración  de  esta  planta  ó  la  fuer/a  vital  de  la  semilla  alcanza  por  lo 
general  á  doce  anos. 


ENSILAOS 


lista  cuestión,  tan  debatida  por  el  gremio  de  agricultores  y  ganaderos, 
ha  sido  resuelta  ííivorablemente  para  los  países  del  viejo  continente  y  los  del 
Norte  de  América,  los  cuales  hacen  prácticos  los  incalculables  beneñcios  que 
reportan  los  silos,  sin  preocuparse  lo  bastante  del  precio  áque  los  alcanzan. 

El  ensila.^o  ha  sido  proclamado  como  «el  invento  mas  precioso  que  haya 
hecho  la  agricultura  moderna»,  y  los  pueblos  ganaderos  antiguos,  muy  com- 
petentes en  la  cria  y  mejoramiento  de  las  razas  y  esencialmente  comerciales 
en  este  artículo,  rinden  culto  á  lus  poderosos  c  inestimables  resultados  que  él 
produce:  e!  universo  entero  ha  reconocido  sus  ventajas  y  quizá  considéralo 
como  el  elemento  salvador  de  la  existencia  ganadera  y  su  desarrollo. 

Entre  nosotros  el  sistema  de  conservar  verdes  los  forrajes  durante  el 
invierno  es  todavía  materia  de  serios  estudios  y  una  preocupación  constante 
de  los  miembros  que  componen  la  Sociedad  Rural:  el  empeño  tenaz  y  patrió- 
tico con  que  ha  afrontado  este  problema  de  trascendencia  universal,  nos  per- 
mite esperar  recojer  los  frutos  de  su  laudable  dedicación. 

Hemos  dicho  que  para  nosotros  son  inaplicables  los  diversos  procedimien- 
tos que  se  han  ideado  y  se  practican  para  mejorar  y  vigorizar  la  alimentación 
délos  ganados  en  el  invierno 

El  ensilado  debe  hacerse  en  grande  escala  y  con  muy  poco  costo  relativa* 
mente.  La  última  es  condición  indispensable  para  nosotros.  Los  diversos 
ensayos  que  se  han  hecho  han  ido  á  estrellarse  generalmente  ante  ella,  y 
cuando  se  han  suprimido  los  materiales  de  aprensamiento  ha  fracasado  el  pro- 
pósito; se  ha  ensilado  en  el  seno  de  la  tierra  sin  el  auxilio  de  elementos  extra- 
nos  y  tampoco  hadado  resultados;  en  el  aire  libre,  y  es  indispensable  emplear 
máquinas  y  materiales  de  compresión,  que  como  es  natural  encarecen  sobre- 
manera el  forrage. 

Un  resultado  análogo  ha  producido  el  ensayo  de  cercar  con  paredones 
especiales  el  silo  de  debajo  de  tierra,  queriendo  evitar  las  infiltraciones  de 
agua,  y siempre  el  gran  costo ! 

Nuestros  principales  inconvenientes  para  la  construcción  y  aprovecha- 
miento económico  de  los  silos  son:  excesiva  humedad  en  el  aire,  frecuentes 
y  copiosas  lluvias  y  la  ¡iresencia  del  agua  á  corta  profundidad. 

Todoscll<js[)ucden  subsanarse,  pero  mediante  grandes  ^rogaciones  que 
los  vuelven  impracticables. 


_  217  —  , 

Con  mucho  empeño  se  busca  forrages  baratos  que  promuevan  una  abun- 
dante salivación  para  servir  de  alimento  en  el  invierno,  pues  es  sabido  que  ella 
predispone  al  animal  á  producir  una  perfecta  digestión,  con  lo  cual  se  consegui- 
ría sustituir,  aunque  perentoriamente,  las  ventajas  del  silo. 


PLANTACIÓN  DE  ÁRBOLES 

Los  árboles  desempeñan  un  papel  tan  importante  en  la  economía  rural  y 
urbana  de  los  territorios  entregados  á  la  civilización  y  á  la  lucha  humana,  que 
ellos  han  contribuido  con  sus  propiedades  químicas  naturales  á  perfeccionar 
y  complementar  el  trabajo  del  hombre  para  colocar  á  los  pueblos  en  las  con- 
diciones de  salubridad  que  requiere  la  ciencia  higiénica  para  el  desarrollo  feliz 
y  perfecto  de  las  agrupaciones. 

Los  bosques  son  en  los  pueblos  como  los  pulmones  en  el  hombre  y  asi 
como  estos  toman  del  aire  atmosférico  el  oxígeno  que  necesitan  para  la  respi- 
ración animal,  dejando  libre  el  carbono,  los  árboles  obran  en  sentido  contrario, 
absorviendo  este  último  y  exhalando  aquel,  produciéndose  de  esta  manera  una 
permutación  de  gases  que  sirven  de  complemento  entre  sí  para  las  diversas 
funciones  del  reino  animal  y  vejetal. 

Los  árboles,  sin  entrar  á  apreciar  su  influencia  sobre  el  clima,  tienen  ade- 
más una  misión  elevada,  humanitaria  y  económica:  ellos  ofrecen  con  su  fron- 
doso ramaje  abrigo  generoso  al  rebaño  desesperado  que  huye  de  los  rayos 
ígneos  de  un  sol  abrasador  sin  impedir  que  en  la  estación  invernal gozen  de  las 
caricias  delastro  rey. 

Nuestros  agricultores  en  las  dilatadas  llanuras  de  la  Pampa,  cuya  tempe- 
ratura calcinada  no  puede  refrescarse  por  la  ausencia  de  corrientes  de  agua, 
han  debido  aprender  muy  temprano  á salvar  los  peligros  que  resultan  páralos 
ganados  sometidos  á  vivir  en  un  ambiente  de  fuego. 

Las  plantaciones  de  árboles  han  tenido  por  objeto  ^tre  nosotros  evitar 
esos  inconvenientes  y  hacer  mas  dulce  y  agradable  la  vida  salvaje  de  los  ani- 
males, corrijiendo  la  naturaleza  donde  era  necesario  para  rodearles  de  las 
mayores  comodidades  y  ventajas  á  la  cría  y  explotación  de  la  ganadería. 

La  arborizacion  en  nuestras  praderas  ha  sido  materia  de  estudio  largo  y 
profundo  sobre  la  elección  de  los  árboles,  atendiendo  á  las  siguientes  condi- 
ciones de : 

Rápido  crecimiento, 
Frondosidad, 

Sin  espinas  y  cuyo  follaje  no  pueda  comer  el  animal. 
Utilidad  del  bosque,  para  construcciones  terrestres. 
Varias  son  las  plantas  que  con  preferencia  adornan  y  pueblan  los  estable- 
cimientos rurales  de  conformidad  con  las  exigencias  que  deben  llenar  en  rela- 
ción con  la  cría  ganaderil. 


—  ¿18  — 

Él  saúco  llorón  y  la  acacia  de  albata  son  los  predilectos,  no  obstante  de 
cultivarse  en  grande  escala  el  |)araiso,  cuyo  solo  defecto  para  no  ser  general- 
mente adojítado,  consiste  en  su  tardío  crecimiento. 

Los  árboles  de  que  hemos  hecho  mención  tienen  además  la  propiedad  de 
repeler  á  todo  insecto  dañino,  de  manera  que  í2:aranten  sólidamente  su  estabili- 
dad y  duración,  prestando  inestimables  servicios  á  la  industria  pastoril,  á  la 
climatología  local  y  por  íln  valorizando  los  campos  cultivados. 

Nuestro  clima  no  ha  sufrido  variación  sensible  en  todo  el  territorio  de  la 
Nación,  conservándose  al  presente  casi  como  en  los  tiempos  primitivos,  siem- 
pre sano,  saludable  y  vivificador  teniendo  sus  estaciones  perfectamente  deter- 
minadas bajo  temperaturas  moderadas  y  agradables. 

Es  esta  la  causa  porque  nuestros  colonos  y  ganaderos  en  la  arborizacíon 
de  los  campos  han  tenido  una  sola  mira,  sin  por  eso  contrariar  ó  desnaturalizar 
la  bondad  y  constancia  de  nuestras  condiciones  climatéricas:  ese  objetivo  ha 
sido  el  de  dar  abrigo  á  los  ganados  en  las  extensas  y  dilatadas  llanuras  some- 
tidas á  Itt  explotación. 


ALAM  B  R AD  O  S 

Hemos  dicho  ya  que  los  intereses  genei-ales  de  la  campana  han  tenido,  y 
tendrán  por  siempre,  por  apóstol  á  la  Sociedad  Rural,  cuyo  prospecto  de  labo- 
riosidad no  ha  olvidado  el  mas  ¡nsigiiiiicante  detalle  para  pn^movei'los  al  mas 
alto  grado  de  eiigi'andeciniiento. 

Una  de  las(*uestionos  (jue  mas  ha  preocupado  su  atención  y  estudio,  ha 
sido,  á  no  dudai'lo,  la  que  se  refiere  á  los  cercados  de  las  i)ropiedades  rurales. 

La  per[)ctaa  Un'ha  entro  hacendados  originada  por  el  mal  sistema  de  segu- 
ridad y  inanct)mun¡dad  de  intereses  encontrados,  ha  sido  la  peor  remora  con 
que  se  ha  troi)e/.ado  siempre  <|ue(jucría  introducirse  alguna  reforma  saludable, 
l)orque  estantío  las  [n-opiedades  divididas  ó  separadas  por  límites  convencio- 
nales, su  mejor  uso  y  a|)rovechamiento  suscitaba  constantemente  controver- 
sias interminables  y  odiosas. 

Semejante  estado  de  cosas  no  [)odia  durar  mucho  tiempo,  so  pena  de 
condenar  á  su  ruina  á  la  agricultura  y  ganadería;  algún  expediente  debía 
tomarse,  tanto  á  fin  de  garantir  la  {)ropiedad  j)articular  como  para  asegurar  á 
los  ganados  el  medio  mas  fácil  y  económico  de  su  alimentación  y  existencia, 

Enconti'ándose  dichas  propiedades  sin  cercado  de  ningún  género  que  las 
aislaren  recíprocamente  y  [)aí:icndo  los  rebaños  en  este  ó  en  aquel  campo,  sin 
distinción,  eran  consecuencias  forzosas  ol  aniquilamiento  de  las  haciendas  por 
carecer  deterrentjs  reservados,  su  pérdida  ó  desaparición  paulatina  á  causa  de 
las  mezclas  inevitables,  ó  por  la  ausencia  de  agua  en  las  grandes  secas,  ó  por 
los  efectos  de  bina  epidemia  desarrollada  en  alguno  de  los  rodeos. 

En  este  sentido  la  imprevisión  habla  llegado  á  su  mayor  grado,  pues  á  mas 


—  319  — 

de  todo  aquel  desorden  los  campos,  por  lo  general,  contenian  mayor  número 
de  cabezas  que  el  que  corresponde  á  una  determinada  extensión,  volviéndolos 
incapaces  de  responder  á  las  exigencias  de  una  regular  alimentación. 

Las  pendencias  á  que  hemos  aludido  tuvieron  su  principal  manantial  en  la 
manera  de  determinar  los  deslindes  de  las  propiedades,  para  lo  cual  se  con- 
tentaban con  plantar  postes  de  fierro  ó  madera,  y  otras  veces  abrir  pozos  á 
enormes  distancias,  de  uno  á  otro  de  sus  ángulos,  borrándose  ó  perdiéndose 
naturalmente  ó  por  la  mano  de  un  mal  vecino. 

Toda  esta  cadena  de  dificultades  fué  sometida  aun  rigoroso  examen,  estu- 
diando las  prácticas  y  procedimientos  mas  conformes  con  el  bien  general  y  el 
progreso. 

El  problema  quedó  resuelto  de  una  manera  eficaz,  gracias  á  la  investiga- 
ción profunda  de  que  fué  objeto  por  parte  de  la  Sociedad  Rural  empeñada  en 
hacer  desaparecer  de  la  campaña  aquel  caos  de  contradicciones  y  anomalías : 
los  cercados  de  alambres  fué  la  solución  de  la  cuestión,  y  al  aconsejar  su  adop- 
ción á  ganaderos  como  agricultores,  enseñó  los  procedimientos  mas  apropiados 
y  económicos  sobre  su  construcción,  duración,  seguridad,  etc. 

Antes  en  lugar  de  los  cercados  de  alambre  se  acostumbraba  practicar 
zanjas  al  derredor  de  la  propiedad,  lo  que  no  pocas  veces  ha  sido  causa  de 
enfermedades  por  el  estancamiento  de  las  aguas  que  contenían  en  la  época  de 
las  lluvias,  sin  contar  con  la  pérdida  de  terreno  que  aquellas  imponen  en  una 
gran  extensión. 

El  cercado  de  alambre  salvó  todas  las  dificultades  porque  no  solo  se  con- 
seguía con  él  la  separación  de  las  propiedades,  la  seguridad  de  los  ganados,  y 
la  garantía  de  una  área  determinada  para  el  pastoreo,  sino  que  se  evitaban  las 
mezclas,  la  apertura  de  zanjas  onerosas  y  las  pérdidas  por  secas  ó  epidemias. 

Gracias  áeste  sistema  de  seguridad,  las  propiedades  se  dividen  en  potre- 
ros destinados  á  recibir  las  haciendas  cuando  uno  de  ellos  acaba  de  servir  al 
pastoreo,  dando  así  tiempo  á  los  demás  á  recobrar  su  fuerza  nutritiva. 

Es  de  esta  manera  como  se  ha  conseguido  obtener  el  mayor  provecho 
del  forrage  natural  sin  erogaciones  de  ningún  género,  ni  aun  de  preocuparse  de 
su  riego,  bastando  al  efecto  extraerle  el  ganado  que  se  servía  de  él  y  abando- 
narle en  seguida  á  sus  propias  fuerzas  naturales  y  á  la  influencia  de  nuestro 
clima  bondadoso. 

A  fin  de  dar  alguna  idea  sobre  la  importancia  y  extensión  de  los  cercados 
de  alambre  en  la  Provincia  de  Buenos  Aires,  véanse  los  siguientes  datos  rela- 
tivos á  su  importación : 

En  1877    el  consumo  fué  equivalente  á  1125  leguas  lineales  ( 1 ) 
»    1878     »  »  »  »  »  1197      »  » 

»    1879     »  »  »  »  »  2110      »  » 

(x)  Una  legua  es  igual  á  Saoo  metros    y  el  cálculo  es  sobre  5ooo  kflos  para  cada  una. 


—  220  — 


•  ■  j 


En  1880  ol  consumo  fuó  equivalente  á  2329  leguas  lineales  ( 1 ) 

»    1881  »  »  »  »  »  2483      »  » 

,)    1882  »  »  »  »  »  2476      »  » 

))     1883  >»  »  »  ^>  »  3199      » 

.)    1884  »  »  »  »  "  3028      » 

»    1885  »  »  »  »  »  4472(1)» 


» 
» 
» 


EXPORTACIÓN  DE  LANAS 

En  cuanto  á  la  exportación  de  lanas,  el  cuadro  siguiente  demuestra  la 
importancia  que  ha  alcanzado  su  comercio  ó  colocación  en  los  principales 
mercados  europeos;  la  imposibilidad  de  colocar  en  este  mismo  cuadro  los  da- 
tos análogos  referentes  á  los  años  1884  y  1885  y  á  fin  de  evitar  la  diversa 
clasificación  por  la  distinta  procedencia  á  que  obligaría  la  incorporación  de 
estos,  aprovechamos  este  lugar  para  darlos  aisladamente — el  resultado  es  el 
siguiente : 

Exportación  general  de  lana  limpia  y  sucia  en  el  año  1884,  Kilos  114.344.648 
»  »  "        »  »        »>  »     »  1885,       «     128.393.264. 

El  Departamento  General  de  Estadística  clasifica  este  movimiento  de  co- 
mercio exterior  por  naciones  y  no  por  puertos  como  lo  revela  el  siguiete  cua- 
dro; razón  por  la  cual  hacemos  su  consignación  en  el  mismo  en  obsequio 
á  la  claridad  y  mejor  inteligencia. 


(i)  Corwfponde  á  la  importación  hecha  tn  la  República  y  no  por  la  Aduana  de  Boenot  AiCM 
como  en  los  anteriores. 


—  221  -- 


SSxportaolon    de  lanas  del  Plata 


II 

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1845 

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6i35 

6x35 

X846 

— 

— 

— 

1076 



— 



X076 

1847 

— 

— 

— 

— 

4578 



— 

4518 

1848 

— 

— 

— 

— 

6463 





6463 

1849 

— 

— 

— 

5785 

— 



5785 

x85o 

— 

— 

— 

— 

2841 

1412 



5253 

x85i 

— 

— 

— 

— 

2218 



715 



2933 

i85s 

— 

— 

— 

— 

4761 



3624 



8385 

x853 

— 

— 

— 

10088 



2748 



12836 

z854 

^ 

— 

— 

5774 



4498 



10272 

:855 

_ 

— 

— 

6338 



Z1060 



17401 

i856 

— 

— 

— 

— 

5i5x 



15377 



20528 

i857 

— 

— 

6904 

19432 



26335 

x858 

— 

9500 

— 

— 

7280 



■   12471 

2025 1 

z859 

290 

II450 

6362 



19753 



37795 

x86o 

1441 

X2200 

— 

2934 

2124 



i6302 



34971 

x86z 

2431 

X59OO 

3577 

1899 

7206 

2i33 

26395 



59542 

x86a 

3572 

x83oo 

2730 

822 

9758 

843 



33i3o 



69155 

x863 

3726 

23565 

2110 

3288 

13346 

3673 

33908 



836x6 

1864 

2464 

17481 

2570 

1769 

14900 

1099 



49240 

89523 

z865 

2724 

32566 

4975 

4403 

14758 

X257 



77991 



138677 

1866 

372 

40069 

2820 

6145 

.17483 

1343 



88062 

156294 

18Ó7 

X072 

64481 

4727 

II82I 

i565o 

660 



100755 



X99166 

z868 

476 

6i587 

7180 

10870 

Ii632 

3997 



144037 

^^ 

239779 

X869 

618 

8p386 

5i3o 

17439 

12682 

2476 



123749 



242480 

1870 

x578 

63099 

4654 

I2063 

85i8 

2604 

1484 

135586 

229586 

187Z 

1542 

44102 

2009 

7905 

i3893 

2436 

539 

162966 



235392 

1872 

x399 

56049 

5489 

9423 

x6324 

882 

5976 

i38oio 



233552 

1873 

"79 

68448 

6600 

8575 

14493 

363 1 

1 164 

163x93 



265283 

1874 

x367 

57024 

3627 

8895 

6807 

4777 

3480 

X 56787 

242764 

1875 

29 

55827 

4647 

X0570 

3395 

1980 

3i3o 

X58I44 



237722 

X876 

1 389 

7 1 58o 

3352 

14x33 

2796 

4252 

6532 

X57128 



26XX62 

1877 

X410 

72335 

3998 

9635 

62x6 

x56 

3457 

X66198 



263405 

1878 

XX87 

93336 

5942 

6658 

2568 

70 

4607 

x38xoo 



252468 

1879 

184 

89904 

2200 

5719 

2272 

214 

8536 

122929 

23x958 

z88o 

x509 

90x20 

17 

2543 

2849 

— 

14272 

x3633i 

— 

24764 X 

i88z 

5x9 

99x91 

X06 

2245 

839 

119 

3x570 

x3o86o 

X2000 

277449 

Z882 

67 

81983 

X32 

X817 

258i 

— 

235o3 

X 50855 

32000 

292938 

1883 

65656 

334X 

1752 

2739 

1282 

45212 

X 36803 

77544 

334339 

No  es  menos  interesante  el  cuadro  á  que  damos  cabida  á  continuación  reve- 
lando en  sus  columnas  numéricas  los  precios  ó  el  valor  en  que  se  estima  nues- 
tros principales  productos  en  los  mercados  extranjeros;  esos  mismos  valores 
han  sido  y  serán  siempre,  suponiendo  que  mejorasen  en  lo  sucesivo,  el  estí- 
mulo poderoso  de  la  labor  agrícola  y  ganaderil  cuya  prosperidad  y  engrande- 
cimiento no  se  harán  esperar  mucho  tiempo. 


—  222  — 


Precios  aproximativos  de   los   frutos   del  pais  en  los  mercados 

de  Buenos  Aires 


¿ 

^ 

pRF.no.s 

1            rREÍ'IOS 

PRICIOS 

FBBCX06 

F  R  TJ  T  O  8 

a 

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Knero  tít  1\U 

Enero  di  ¡ftM     \     En^ro  d£  ¡896 

1 

Lana  espcciul 

f't 

•5  m/n 

3.92 

á 

4.22 

3.72  a 

1 
4.i3' 

4.54 

á 

6. II 

4.34  A 

5.C0 

»      superior 

» 

» 

3.55 

» 

3.84 

3.5i 
3.X0 
2.48 

3.72     M 

3.33  » 
3.10  » 
2.27  » 

3.72 
3.67 

S.22 
2.89 

3.92 
3 .  3o 
3.XO 
a. 89 

» 

4, 1 3     3.80  » 

4.70 

»      buena. 

» 
» 

» 

3.10 

2.8í_» 

2.27 

» 
» 

3.72 

3.f2 

2.89 

3.63  » 
3.XO  » 
2.68  » 

4*10 

»      recular 

3.6o 

»      injferior  y  defectuosn 

2.90 

»      (ie  borrega  superior  . 

n 

>} 

2.89 

» 

3.07 

3.3o  » 

3.43 

3.30 

» 

3.9fl 

3.3o  » 

3.7a 

»      buena 

» 

» 

2.48 

» 

2.68 

2.48  » 

2.68 

2.48 

» 

2.89 

2.48  » 

2.97 

»      inferior  y  defectuosa. 

» 

n 

2.06 

» 

2 .  3<» 

1.86  » 

2.06 

2.06 

n 

2.27 

a. 06  » 

2.27 

Cueros  vacunos  especiales. 

l'cMila 

» 

6.61 

» 

7.03 

6.20  » 

6.40 

7-44 

n 

7.56 

9.01  » 

9.67 

»             M        buenos . . . . 

» 

» 

6.20 

n 

6.41 

5.99  í> 

6.07 

7.02 

>i 

7.23 

8.47  » 

8.68 

»             >»        reculares  .  ¡ 

» 

)) 

5.99 

>} 

6.20 

5.99  » 

6.07 

6.94 

» 

7.02 

S.26  » 

8.26 

)>       Inr.nrcs  especiales. .  ¡ 

Lilira 

rls. 

1 . 1 1 

» 

i.i5 

1.24  » 

1.28 

X.24 

» 

1.32 

x.x5  » 

Z.Z9 

í>             1)       superiores . 

» 

n 

i.o3 

» 

x.xi  ■ 

i.x5  » 

X.X9 

i.i5 

i> 

X.19 

X.07  » 

x.xx 

n            »       buenos. . . . ; 

» 

» 

1 .03 

}) 

1.07  : 

I  .  I  X    » 

1  .ii¡ 

I. II 

» 

X.IX 

z.o3  » 

x.07 

>»             »       infer.  y  def. , 

» 

}) 

O.QO 

» 

1 .03 

0.90  >» 

0.99' 

0 .  09 

}> 

1.07 

0.99  » 

0.99 

»             )»       desechos  . . ' 

» 

» 

0.70 

» 

0.74 

0.70  » 

0.95; 

0.62 

>} 

0.86 

0.66  » 

0.70 

»             >)       cord.  sup,. 

n»ir«n.'í 

.?  m/n 

0.72 

>i 

0.S4 

0,40  '> 

0.57! 

0.33 

n 

0.41 

0.41   » 

0.49 

Orda  lie  potro  del  Sud  sup.l 

(■ 

i> 

6.69 

>i 

7.02 

7.03   n 

7    23^ 

7.02 

» 

7.23 

7'44   » 

7. 85 

n      »       »      »    Norte  >»  ■ 

» 

») 

0.40 

)i 

e.fii 

0.20    » 

6. 61 

6.20 

» 

6.6x 

7.02   » 

7alO 

Cueros  de  potro.»;,  buenos. . 

r  u 

» 

1.44 

>i 

i.?7 

1 .  65  » 

1.86 

2.06 

» 

2.48 

2.06    » 

2.27 

Trigo , 

F.inog.i 

»> 

3.72   » 

3.92 

3.3o 

» 

3.72 

4.75    » 

4.87 

Plarinn 

r; 

» 

^_ 

o.on  )i 

i.o3 

0.82 

» 

1 .03 

0.90  » 

X.07 

Maíz  desgranado  viejo .... 

F:inrj;;i 

» 

.^— 

2.3'l    » 

2.48 

1.86 

» 

2.14 

2.48   » 

3.X0 

Afrecho 

(!<]. 

>i 

1 

^_ 

-- 

0.62 

» 

0.70    0.74  » 

0.8: 

Cebada  

1 1 
Fanc^í.i 

» 

— 

2.06 

» 

2.o6i    x.44  " 

x.65 

Lino 

fj 

)) 

1 

^^^ 

0.41  » 
20.66  » 

0.47 

22.73 

0.49 
20.66 

i> 

0.57 
20.66 

0.62    » 

0.75 
20.66 

Alfalfa  pura 

If.ncl.' 

)} 

» 

19.84     » 

»      mezcla 

)> 

» 

— 

X6.53  » 

18.60 

18.60 

» 

18.60 

X6.53  « 

X6.53 

Ctnado 

' 

» 

Vacas. 

t*  II 

>i 

' 

7.64  i> 

11.98  i> 

0.90  » 

7.85 
1 2.81 

5.37 

12.40 

1.24 

n 

6  61 

fi .  .^o   x» 

7.00 
x3.5o 

Novillos. 

1   11 
» 

)) 

i 

u 

ij..a6'v4-oa    n 

Ovejas,  al  corte  s'  claifc  . 

>» 

!      » 

— 

1-44 

2.27 

x.24  » 

i.So 

Capones 

» 

» 

— 

X.44   n 

X.65 

1   1.44 

» 

1.57 

x.24   ^ 

Xa65 

Las  siguientes  cifras  demuestran  la  existencia  de  ganado  en  la  Provincia 
de  Buenos  Aires  en  los  años  1875  v  1881. 

La  comparación  de  uno  y  otro  nos  revela  la  estabilidad  de  su  riqueza, 
pues  á  pesar  de  el  vacuno  extraído  por  los  indios  en  sus  grandes  invasiones, 
su  emigración  á  países  extranjeros  ya  en  forma  de  tasajo  ó  viviente,  las  con- 
tinuas epidemias  y  su  consumo  en  nuestros  mercados,  su  fecunda  reproduc- 
ción conserva  siempre  la  misma  proporción,  haciendo  efectivas  las  cifras 
primitivas  de  existencia. 


(x)  Equivalentes  á  kiloRramo:  Una  arrobn= 11,4850  k.  Una  pesada=  16,0790.    Una   Ubrai»o,4594. 
XTiu  fanega=io3,365o.  Un  qnin(a]=45,940.  Una  tonelada  =«9 18, 80. 


Ganados  de  la  Provincia 


ESPECIES 


AÑO  1875 


ANO  1881 


Vacuno  

Yeguarizo 

Caballos 

Lanar  sajón  . . . 

»      mestizo. 

»  criollo . . 
Muías  y  burros. 
Cerdos 


5 19087 I 

1346463 

212627 

1x8324 

38759504 

92867Z 

7ii52 

i653z2 


4754810 
2397787 

57838073 
ii55z34 


Los  siguientes  datos  sobre  importación  de  ganado  manifiestan  el  movi- 
miento operado  durante  un  lapso  de  veintitrés  años,  y  sus  múltiples  variantes 
de  uno  á  otros  nos  demuestra  cómo  el* espíritu  de  comercio  ó  de  perfecciona- 
miento de  nuestras  razas,  ha  ido  destruyendo  poco  &  poco  añejas  teorías  y 
prácticas  rudimentarias  en  la  cría  ganaderil,  importando  los  especuladores 
spécimem  apropiados  al  logro  de  tan  interesantes  objetos. 

Casi  toda  esta  importación  es  de  animales  de  razas  finas. 


Importación   de  g-anado   en  pié 


1 

C  A  BJE  ZAS 

C  AB  S  Z  AS 

AHOS 

ANOS 

1 

Vacuno 

1        Caballar       \ 

IjtHar 

Vacuno 

1 

Cabal 'ar 

Lanar 

i863 

2 

•'^■B 

1677 

1 
1875 

^^^ 

36 

1864       r 

— 

463 

1876     ■ 

4 

3 

i3 

1863      . 

— 

427 

1877 

2 

8 

1866      i 

— 

— 

Sio 

1S78 

39 

14 

181 

1867 

I 

— 

177 

1879 

53 

7 

43o 

z868      ! 

— 

46 

1880 

54 

4 

129 

1869      ; 

— 

1 

44 

1881 

i582 

35 

647 

1870 

2 

3          1 

82 

1882 

25o 

78 

908 

1871       [ 

2 

I    : 

69 

1883 

100 

99 

63 1 

1872      1 

— 

2     ! 

100 

1884 

783 

79 

14S2 

1873   r 

II 

7 

19S 

i883 

i85 

87 

1016 

1874    1 

V\ 

1 
1 

La  exportación  de  ganado  en  pió  queda  demostrada  por  el  cuadro  que 
damos  á  continuación  sobre  su  movimiento  en  un  período  de  veintitrés  años. 

Las  alternativas  que  él  oft'ece  nos  revela  las  variantes  del  consumo  ani- 
mal en  los  mercados  de  Chile,  Bolivia  y  Perú. 


Expoptacion    de    granad 

0  en  pió 

A  Ñ-  0  S 

VADOSOS 

LiNiRES 

OABiLLAMS 

HnUHES 

Í3SÍLE3 

1363 

34 

31846 

.061 

I3IJ3 

_ 

í864 

7379 

iH7« 

13SC4 

iSGS 

66930 

30373 

11147 

36361 

8>i5 

1866 

go3ll 

10441 

3Í90 

l663l 

436»     , 

1867 

73807 

15780 

5S48 

14B10 

399» 

l86g 

ID     — 

_ 

_ 

_ 

— 

1870 

1871 

9374" 

l65o5 

4396 

13834 

17485 

187a 

16341S 

33819 

6779 

16S43 

11418 

1B73 

I 18 306 

17065 

7573 

15398 

14073 

1B74 

i:5858 

.6931 

13145 

1 14  34 

14593 

1875 

1.9346 

3á6oS 

10336 

17961 

I3SS3 

[B76 

109736 

1 7310 

640S 

14796 

laia? 

1877 

16944J 

55462 

10138 

16238 

17717 

1878 

863o8 

14038 

.        7739 

16631 

84S6 

1S79 

453573 

38768 

15343 

14370 

5761 

18B0 

55i58 

30993 

:750o 

1140J 

188 1 

8463S 

18686 

8789 

:3574 

laigS 

1883 

53995 

19037 

3611 

8969 

9046 

iB83 

93533 

38117 

4555 

«1675 

18S4 

78453                        50003 

3337 

6400 

8916 

l885 

96.75 

44*35 

3l5i 

6685 

Ii3i6 

La  exportación  de  cueros,  según  se  vé  en  el  siguiente  cuadro,  ha  guarda- 
do una  proporción  casi  ascendente  desde  el  año  1848  á.  1885,  constituyendo 
así  una  verdadera  fuente  de  comercio  y  producción  para  el  país. 

Sus  gruesas  cantidades  bastan  para  dai'  una  idea  de  la  importancia  qne 
asumido  la  industria  ganaderil. 


Exp 

ortacion  de 

cueros 

VACUH08 

CkUhLkMS 

LANiRES 

VACÜS03 

CABALLARES 

UNlKBft 

m& 

AÑOS 

Niimtio 

KumcfO 

kllOÍ 

NiUiitrj 

NiJmciD 

llliDÍ 

.848 

IIOIO93 

6Í.83 

693000 

1867 

2171648 

107991 

I4B64OOO 

.849 

396-343 

338514 

1796000 

1868 

2485931 

105373 

34564500 

■  8  Jo 

3434171 

187107 

.784000 

1669 

3599701 

90745 

33647000 

i8Si 

3601:40 

140677 

3164500 

1870 

37.338g 

:oji59 

16407333 

i85i 

1043699 

47371 

699000 

.871 

3433738 

110394 

10854506 

iS33 

1103630 

1*9955 

So  500 

1B73 

3340.67 

108509 

33177946 

1854 

970809 

33394 í 

103^650 

1873 

367.3.4 

.48811 

aS 17505 3 

i855 

.34'i4' 

14+316 

3983000 

.874 

3:06905 

l553i3 

34501558 

1856 

143744S 

.85i8o 

4504500 

.87S 

3883060 

241497 

39)14643 

.857 

1448077 

319147 

388SOOO 

.B76 

l3a4666 

195868 

37597973 

.858 

.567700 

181040 

4731000 

.877 

1488533 

161397 

37849009 

.959 

166*494 

J839S4 

5307Í.00 

1378 

aiJBBol 

10,959 

37848593 

1860 

I463I03 

178613 

4444000 

1879 

a:í365i9 

117439 

15088878 

l86r 

100901 

5383000 

iSBo 

379.399 

316883 

39077187 

l86í 

1736067 

173343 

6980000 

3.93370 

180568 

31339S91 

1863 

169.398 

173814 

8365ÍOO 

iSSl 

19454*7 

113849 

33353011 

1864 

1877303 

18775B 

9937500 

i8S3 

19.0318 

159367 

16S645I9 

lS65 

187630a 

176900 

:o38o5oo 

18E4 

3349709 

181434 

14938693 

1866 

3113904 

ia849í 

:887800o 

1885 

374177: 

37J165 

31336894 

i 


ESTATUTOS   DE   LA   SOCIEDAD    RURAL  ARGENTINA 


Artículü   I*  Los  projiósitos  de  la  Sociedad  Rural  Argentina  son: 
1"  Velar  por  los  intereses  de  la  campaña. 
2"  Propender  al   mejoramiento,    orden  y    arreglo    de  nuesiro  pastoreo,  por  métodos 

razonados  y  conforme  á  las  necesidades  económicas  y  climatológicas  del  país. 
y  Estudiar  los  medios  de  combinar  la  gar\ader!a  con  la  agricultura. 
4"  Propender  á  que  los  hombres  de  ciencia  se  ocupen  de  estudiar  la  manera  de  pro- 
veer de  agua  nuestros  campos,  como  también  de  agotar  nuestros  bañados. 
5"  Promover  por  todos  los  medios  ai  alcance  de  la  Sociedad,  el  bienestar  y  moralidad 
de  los  habitantes  de  la  campaña, 
■    6°  Estudiar  las  especies  de  ganado  mas  adecuadas  á  nuestro  clima,  investigar  cual  de 
sus  razas  conviene  mas,  ya  sea  por  su  valor  ó  por  la  facilidad  de  su  alimentación. 
7°  Tomar  todas  aquellas  medidas  que  estén  en  la  esfera  de  esta  Sociedad,  para  propa- 
gar los  conocimientos  agrícolas, 
8"  Aconsejar  al   Gobierno  las  medidas  que  deban    tomarse  para  evitar  el   contagio 
cuando  se  declare  alguna  epidemia  en  los  ganados,  )■  estudiar  y  proponer  las   reso- 
luciones tendentes  á  impedir  la  importación  de  animales  atacados  de  enfermedades 
contagiosas  6  hereditarias. 
Art.  2°  Su  asiento  principal  será  la  Capital  de  la  República,  pudiendo  establecer  sucarsa- 
—  «ilonde  lo  creyese  oportuno. 

Art  3°  Para  que  la  Sociedad  tenga  el  carácter  de  persona  jurídica,  con  capacidad  de 
^*i<l*airir  derechos  o  contraer  obligaciones,  se  solicitará  la  aprobación  de  estos  Estatutos  por  el 
S'^i;>^3rior  Gobierno. 

ArL  4*  La  Sodedad  se  compondrá  de  socios  actívos,  honorarios  y  corresponsales,  y  será 
''^p>  ^"«sentada  por  una  Comisión  Directiva,  compuesta  de  17  socios  con  los  cargos  ydenomina- 
'-*^>*-"»«s  siguientes: 

Presidente 

Vi  ce-Presidente  1°. 

Vice- Presidente  2' 

Tesorero 

Secretario  y 

Doce  Vocales 

Ari,  5*  El  nombramiento  de  Presidente  y'Vices,  se  hará  por  la  Asamblea  General  por 
^¡3^ «lía  absoluta,  y  el  de  los  Vocales  pormayotía  relativa,  y  durarán  dos   años  en  el  deaem- 
^^^■"*-«3  de  sus  funciones,  pudiendo  ser  reelectos. 

AcL  6"  En  caso  de  renuncia  ó  fallecimiento,  la  asamblea  nombrará  reemplazante  por  el 
^*~**3Íno  quele  faltase, 

Art.  7"  La  Asamblea  anual  de  la  Sociedad  tendrá  lugar  el  día  diez  del  mes  de  Agosto, 
^■^*"^8er  informada  de  los  trabajos  del  año  y  proceder  á  la  elección  de  los  miembros  salientes 
^     I  a  Comisión  Directiva, 

Arl.  6"  El  día  fijado  para   las   reuniones  anuales  se  anunciará  permanentemente  en  las 
**"^ieilas  de  los  «Anales-  de  la  Sociedad,  y  cuatro  dias  antes  al  domicilio  délos  socios. 

_     Art.  9°  En  la  Asambleaanualse  requiere  la  presencia  de  la  duodécima  parte  de  los  socios 
^^^-^i'vos  para  abrir  la  sesión,  y  en  las  extraordinarias  la  décima  quiala, 

Art   10.  Si  á  la  primera  citación  no  hubiese  número,  se  citará  por  segunda  vez  con  tres 
de  aviso,  debiendo  tener  lugar  la  sesión  con  eí  número  de  socios  presentes. 
Art  II,  Una  vez  constituida  la  Asamblea,  queda  hábil  para  deliberar,  aunque  se  retira* 
algunos  socios  y  quedase  sin  el  número  requerido   por  ci  artículo  9°. 
^^      Art.    12.  Sostendrá  una  publicación    en  forma  de  libro,  cuyo  titulo  será  «Anales  de  la 
Y**^iedad  Rural  Argentina-;  en  ella  se  registrarán  los  informes  de  las  Comisiones,  extractos  de 
^*^  actas  de  las  sesiones,  asi  como  los  artículos  que  la  redacción  prepare. 

Art  13.  La  Sociedad  Rura!  celebrará  exposicionci  nacionales  de  ganadería  y  agricultura 
***  la  Capital  de  la  República  é  iniciará  exposiciones  regionales,  anuales,  de  acuerdo  con  los 
^^tros  establecidos,  prestándoles  su  cooperación  con  arreglo  á  los  recursos  de  que  al  efecto 
^Wponga.     Las  exposiciones  regionales  se  podrár\  hacer  en  toda  la  República. 

Art,  14.  La  Comisión  por  sí,  ó  á  pedido  por  escrito  de  diez  socios,  podrá  convocar   á 
Asamblea  extraordinaria,  pero  en  ella  solo  podrá  tratarse  del  objeto  de  la  convocatoria. 

Art  15,  La  reforma  pardal  ó  total  de  estos  Estatutos  ó  del  Reglamento  solo  podrá  hacer- 


se  en  una  Asamblea  General,  especialmente  tonvocada  al  efecto,  y  lodo  cambio  ínlroducidc 
deberá  ser  aproba<to  por  dos  terceras  partes  á  lo  menos,  de  los  socios  presentes,  y  recabarse, 
respecto  de  los  primeros,  la  aprobación  de  quien  corresponda- 

Art,  Ib.  El  fondo  social  lo  constituyen,  principalmente,  las  cuotas  de  entradasy  siucrído* 
nes  mensuales  de  los  socios. 


REGLAMENTO   DE  LA   SOCIEDAD   RURAL  ARGENTINA 


CAriTULO  I 


DE    LOS    SOCIOS 


siguientes  categorías;  activos,   honorarios  ym 


Artículo  1°  Los  socios  se. dividirán 
corresponsales. 

Art.  2'  Para  ser  socio  activo  se  requiere  ser  presentado  por  dos  socios  y  aceptado  por  Ii 
Comisión  Directiva  en  escrutinio  secreto,  no  siendo  admitido  si  resultaran  dos  votos  ea  c 
Si  resulta  un  voto  en  contra,  se  suspende  r.'i  U  resolución  liasia  tomar  informes;  y  sien  IaaL^_. 
da  votación  ss  obtuviese  el  mismo  resultado,  quedará  aceptado.  La  presentación  d?  nueve 
socios  se  liará  por  escrito  y  los  propuestos  deben  ser  m.nyores  de  edad. 

ArL  3"  La  cuota  de  ingreso  para  socio  activo  será  de  *  40  mpi,  y  la  suscricion  de  8  m/q 
por  bimestre  adelantado. 

Art.  n°  Para  ser  socio  honorario  ó  corresponsal  se  requiere:  haberse  distinguido  con  produc 
clones  científicas,  hechos  ó  trabajos  prácticos,  re  lacio  nadf.is  con  los  propósitos  de  esU  Sociedad, 
ya  sea  en  la  República  ó  en  el  extranjero. 

Art.  5°  El  Presidente  de  la  República  y  los  Gobernadores  de  Provincia  son  miembros  ho-  , 
norarios  de  la  Sociedad   Rural  Argentina. 

Art.  b°  Los  socios  honorarios  solo  pueden  ser  nombrados  por  la  Asamblea.  Los  corres* 
ponsales  por  la  Comisión  Directiva. 

Art.  7"  Todo  candidato  que  fuese  recliazado  en  la  forma  del  articulo  2^  podrá  ser  nueva 
mente  presentado  después  de  trascurrido  un  año, 

Art.  8"  Toda  queja  de  un  socio  contra  algún  empleado  de  la  Sociedad,  será  iiedia  al  Pre 
Bidente  verbalmente,  y  sí  fuese  de  trascendencia,  por  escrito,  á  la  Comisión  Directiva. 

Art.  g"  Paradejar  de  ser  socio  es  necesario  comunicarlo  por  escrito  al  Gerente. 

Art,   10.  La  calidad  de  socio  se  pierde: 

1"  Por  falta  de  pago  de  un  semestre  vencido. 
2"  Por  observar  una  conducta  ofensiva  ó  indecorosa  á  la  Sociedad,  precediéndose  en  U 
caso  de  acuerdo  con  el  artículo  24. 

Art.  II.  Cualquier  socio  puede  exponerá  la  Comisión  Directiva  las  ideas  ó  proyectos  qu( 
considere  útiles  á  la  Sociedad,  teniendo  ei  derecho  de  concurrir  al  seno  de  fa  Comisión  Diiec 
liva  cuando  esas  ideas  ó  proyectos  deban  tratarse,  pero  sin  voto  en  las  deliberaciones. 

Art.   12.  Los  socios  honorarios  ó  corresponsales  no  tendrán   voto   en  las  decisiones  de  larf 

.  Sociedad,  pero  siempre  que  se  hallen  presentes  podrán  tomar  parle  en  las  discusiones  de  \v% 

Asamblea.  ■ 

Art  13.  Todos  los  socios  de  cualquiera  categoría  que  sean,  tendrán  entrada  gratis  ¿lasj 
fiestas,  exposiciones  ó  ferias  que  dé  la  Sociedad,  y  á  un  ejemplar  de  los  «Anales»  ó  cual- 7 
quiera  otra  publicación  que  haga  la  Sociedad. 

Art.  14.  El  16  de  Agosto,  aniversario  de  la  instalación  de  la  Sociedad,  tendrá  lugar  una 
fiesta  conmemorativa  en  alguno  de  sus  locales. 

Art  15.  Los  socios  tienen  el  derecho  de  asistir  al  local  de  la  Sociedad  durante  las  horas 
que  esta  permanezca  abierta,  y  que  será  de  las  8  a.  m.  hasta  las  1 1  p.  m. 


CAPITULO  n 


DE  LA  COMISIÓN  DlñECm» 


Art.   ib.  La  Com 
acuerdo  con  el  art  cul 


a  D  ectiva  será  renovada   por  mitad  en  cada   Asamblea    anual  de 
3  Estatutos,  pudiendii  los  salientes  ser  reelectos. 


Art  I ;,  To  lo  m  emb      de  la  Comisión  lienc  el  deber  de  dar  aviso  en  el  caso  de  ausen- 
L  -t:aT-se  temporalraen  e 

Art.  18,  Pa  a    [ue    ean  validas  las  resoluciones  de  la  Comisión,  se  requiere  la  presencia 
dnco  de  su     nuen  L  o  ndo  sas  atribuciones: 

i'  Dirig     los     abajo    de  la  Sociedad  y  administrar  sus  fondos. 

2"  Elegir  de  u  seno  un  Secretario,  un  Tesorero   y  un   Director  de  los    «Anales',  loa 
que  podrán  ser  reemplazados  provisoriamente  por  otros  miembros  de  la  Comisión, 
en  caso  de  ausencia  prolongada. 
3°  Nombrar  los  sticios  que  deban  constituirse  en  Comisiones  especiales-  cuando  lo 
_        requieran  los  intereses  ú  trabajos  de  la  Sociedad. 
I  4"  Nombrar  el  Gerente  de  la  Sociedad  y  demás  empleados  que  considere  necesarios 
y  fijar  sus  sueldos. 
i°  Presentar  la  memoria  ani^l  de  los  trabajos  de  la  Sociedad. 
f  Autorizar  al  Gerente  oara  invertir  una  cantidad  mensual  en  diarios  y  gastos  meno- 
res, de  la  cual  éste  dará  cuenta  trimestralmente. 
I  7*  Convocar  k  Asambleas  extraordinarias  en  los  casos  que  determina  el  Reglamento 
j       ó  cuando  los  asuntos  lo  requieran. 

j  8'*Nombrar  un  Redactor  de  los  «Anales»,  rentado,  cuando  lo  crea  conveniente, 
[■  9"  Resolver  sobre  la  admisión  de  socios. 
'  10.  Nombrar  socios  corresponsales. 

II.  Hacer  cumplir  las  disposiciones  de  este  Reglamento. 
Art.  19.  Iniciará  y  sostendrá    correspondencias  con  Iqs  Sociedades  Agrícolas  eslranjeras, 
^^aiando  de  investigar  bsdo  aquello  que  pueda  relacionarse  con  el  adelanto  de  nuestra  indus- 
^^'^»¿  agrícola  y  rural. 

Art.  30.  Establecerá  relaciones  con  los  principales  mercados  extranjeros,  para  conocer 
*-^^L3  consumos  y  productos. 

Art.  z\.  Se  pondrá  en  relación  con  todas  las  asociaciones  del  mismo  género  que  se  Tormén 
-^^c~^  la  República. 

Arl.  22.  Inveítigatá  las  clases  de  semillas  y  plantas  alimenticias,  forrajeras  é  industriales 
L~*-ie  pueden  introducirse  y  aclimatarse  con   ventaja. 

Art.  23,  Esproliibido  á  los  miembros  de  la  Com bion  Directiva  dar  explicaciones  ó  noti- 
-  ^»-  as  en  lo  relativo  al  rt^chazo  ó  admisión  de  candidatos  para  socios  ó  transeúntes  bajo  pena 

_  Art.  24.*  La  Comisión  Directiva  tiene  facultad  para  expulsar  de  la  Sociedad  á  todo  sodo 

^^^      transeúnte  que  por  causas  fundadas  se  haya  hecho  indigno  de  pertenecer  á  esta. 

Para  lomar  en  consideración  este  asunto  se  requiere  la  presencia  en  comisión  de  tres 
^"«jarlas  partes  de  sus  miembros,  y  para  la  expulsión  ó  suspensión,  mayoiía  de  dos  tercios 
'-^  ^  votos  de  los  presentes. 

Alt.  2y  Las  votaciones  de  candidatos  para  socios  serán  hccluis  por  bolillas  blancas  y 
*^».<gras. 


CAPITULO  III 


DEL  PRESIDENTE 


Art  2Ó.  El  Presidente  representará  á  la  Sociedad  en  todos  sus  actos,  y  son  sus  atribu- 
<^nes: 

!"  Presidir  las  asambleas  y  las  reuniones  de  la  Comisión  Directiva. 

2"  Dirigir  las  discusiones,  y  en  caso  de  empale  en  la  votación,  resolverla  con  su  voto, 

y  Llamar  _á  la  cuestión  á  los  oradores  que  se  hubiesen  separado  de  ella. 


—  22S  — 

4**  Tomar  píirte  en  las  discusiones,  debiendo  dar  la  presidencia  alvice  I^  y  en  defecto 

de  6ste  al  vico  2**. 
5'*  Firmar  los  diplomas   de  los  socios  y  los  documentos  que  la  Comisión  Directiva 

espida  á  nombre  de  la  Sociedad. 
6**  Firmar  las  escrituras  de  propiedad  íi  nombre  de  la  Sociedad. 
7^  Ordenar  el  pago  de  gastos  acordados  por  la  Comisión  Directiva. 
8"  En  ausencia  del  Presidente,  el  Vicc-Presidente  V*  ó  2"  ejercerán  sus  funciones. 
<)^  Designar  los  vocales  que  hayan  de  reemplazar  al  Secretario  y  Tesorero  ausentes 

en  los  casos  que  lo  encuentre  necesario. 


CAPITULO  IV 


D£L     SECRETARIO 

Art.  27.  El  Secretario  firmará  con  el  Presidente  en  los  casos  fijados  en  el  art.  26,  inci- 
sos 6,  7  y  8,  y  levantará  el  acta  de  las  Asambleas. 

Será  asimismo  de  .su  deber  anunciar  el  resultado  de  los  escrutinios  en  las  votaciones 
á  que  se  refiere  el  art.  5"  de  los  Estatutos. 


CAPITULO  V 


DEL    TESORERO 

• 

Art.  28.  Son  sus  atribuciones: 

1°  Ser  el  depositario  de  los  fondos  de  la  Sociedad. 

2°  Firmar  las  cuentas  á  cobrar. 

3°  Pagar  las  cuentas  que  llevan  las  firmas  del  Presidente  y  del  Secretario. 

4°  Presentar  á  la  Comisión  Directiva  un  balance  de  Caja  cada  trimestre. 


CAPITULO   VI 

DE   LOS    VOCALES 

Art.  29.  Son  deberes  de  los  Vocales: 

I**  Asistir  á  las  reuniones  de  la  Comisión  Directiva,  y  cu  caso  de  inasistencia,  dar  aviso 
á  la  Secretarla. 

2°  En  ausencia  del  Secr(;tario  y  Tesorero  reemplazarlos  en  sus  funciones,  previa  desig- 
nación hecha  por  el  Presidente  cnn  rargo  de  dar  cuenta  á  la  Comisión  Directiva. 


CAPITULO  VII 

DE   LAS    ASAMBLEAS 

Art.  30.  Los  acuerdos  de  las  Asambleas  Generales  serán  tomados  por  simple  mayoría 
de  socios  presentes. 

Art.  3 1 .  La  discusión  será  libre,  respetándose  la  prioridad  del  que  hubiese  pedido  la 
palabra. 

Art.  32.  Un  sociíj,  apoyado  por  dos  ó  más  socios,  podrá  pedir  que  una  discusión  sea  cerra- 
da, y  en  este  caso  el  Presidente  i)ondrá  á  votación  si  el  asunto  se  halla  ó  no  suficientemente 
discutido. 

Art.  33.  Siempre  que  un  socio  pida  que  se  levante  la  sesión,  y  sea  apoyado  en  la  forma 
del  artículo  anterior,  el  Presidente  lo  pondrá  á  votación. 


—  229  — 

Art  34.  Las  mociones  podrán  ser  escritas  ó  verbales,  y  apoyadas  por  dos  socios  serán 
puestas  á  discusión  p>or  el  Presidente,  en  el  orden  que  fuesen  presentadas.  Solo  las  mociones 
de  orden  pueden  tener  prioridad  sobre  las  otras. 


CAPITULO  VIII 


DE  LOS    TRANSEÚNTES 

Art  35.  Son  considerados  transeúntes  las  personas  que  se  encuentran  temporalmente  en 
la  Capital. 

Art  36.  Las  tarjetas  para  transeúntes  serán  solicitadas  por  un  socio,  firmadas  por  el  Pre- 
sidente y  Secretario,  y  serán  válidas  por  un  mes. 

Art  37.  Los  transeúntes  á  que  se  refiere  el  artículo  anterior,  que  después  de  obtener 
la  entrada  por  un  mes,  quisieran  continuar  como  tales,  podrán  suscribirse  por  seis  meses,  abo- 
nando las  mensualidades  adelantadas. 

Art  38.  Son  considerados  permanentemente  transeúntes  los  agentes  diplomáticos. 

Art.  39.  Los  transeúntes  podrán  concurrir  á  las  asambleas  sin  voto  en  sus  delibe- 
raciones. • 


CAPITULO  IX 


DEL      GERENTE 

Art  40.  Son  sus  deberes: 

1°  Asistir  á  las  reuniones  de  la  Comisión  Directiva,  redactar  las  actas  y  llevar  los 
libros  de  ellas  y  de  Caja. 

2°  Ejecutar  los  acuerdos  de  la  Comisión  Directiva,  y  dirigir  las  oficinas  y  dependencias 
de  la  Sociedad. 

3°  Llevar  el  Registro  de  Socios,  catálogo  de  la  Biblioteca,  y  demás  libros  que  sean  nece- 
sarios para  la  mayor  regularidad  de  los  trabajos  de  la  Corporación. 

4®  Llevar  la  correspondencia  administrativa  de  la  Sociedad. 

5°  •x\puntar  diariamente  en  la  pizarra  de  la  Sociedad  (del  local)  los  precios  de  venta 
de  haciendas  en  los  Corrales,  y  una  vez  á  la  semana,  los  de  lana,  cueros ,  cerea- 
les, etc. 

(P  Recopilar  los  datos  del  inciso  anterior  en  un  registro  especial  que  se  conservará 
en  el  archivo  de  la  Sociedad. 

7**  Tener  á  su  cargo  el  cuidado,  orden  y  policía  del  local  de  la  Sociedad. 

2fi  Dar  al  Director  de  los  «Anales»,  los  documentos  que  deban  publicarse  y  el  extracto 
de  actas. 

9®  Dar  todos  los  informes  que  sean  pedidos  por  los  socios,  relativos  á  la  Sociedad. 

10.  Hará  las  funciones  de  Pro-Secretario,  en  ausencia  del  Secretario,  y  de  Pro-Teso- 
rero en  ausencia  del  Tesorero,  siempre  que  el  Presidente  lo  juzgue  indispensable. 


CAPITULO  X 

DE    LA    BIBLIOTECA 

Art.  41.  Habrá  una  Biblioteca  Agrícola  Rural  que  contenga  las  mejores  obras  nacionales 
y  extranjeras  sobre  la  materia,  como  las  publicaciones  periódicas  más  acreditadas. 

Art  42.  Los  libros  de  la  Biblioteca  no  podrán  ser  extraídos  de  la  sala  sino  en  casos 
especiales,  con  previo  permiso  del  Gerente,  y  tan  solamente  por  15  días. 

Art  43.  Él  el  caso  previsto  en  el  artículo  anterior,  se  debeiá  dejar  recibo  en  un  libro  espe- 
cial que  se  llevará  para  el  efecto. 


—  230  .- 


CAPITULO  XI 

DEL    PERIÓDICO 

Art.  44.  Los  «Anales»  se  ocuparán  de  todo  asunto  que  responda  á  los  fínes  de  esta  Sode- 
dad,  y  la  periodicidad  de  su  publicación  quedará  á  disposición  de  la  Comisión  Directiva. 

Art.  45.  La  redacción  y  avisos  estarán  á  cargo  de  la  persona  ó  personas  que  la  Comisioii 
Directiva  dctemiinc,  y  bajo  la  vigilancia  del  Director. 

Art.  46.  La  remuneración  será  la  que  el  presupuesto  general  le  asigne. 

Art.  47.  £1  producto  de  las  suscriciones,  venta  y  avisos  del  periódico  formará  parte  de  loi 
recursos  de  la  Sociedad. 


CAPITULO  XII 


DE  LAS  EXPOSICIONES,  FERIAS  Y  EMSA  VOS 


Art.  48.  La  Comisión  Directiva  formulará  un  reglamento  para  las  exposiciones  y  ferias 
y  prescribirá  las  bases  á  que  se  han  de  sujetar  los  ensayos  de  instrumentos  agrícolas. 

Art.  49.  Para  las  exposiciones,  ferias  y  ensayos  que  lleve  á  cabo  la  Sociedad,  la  Comisión 
Directiva  estará  autorizada  para  nombrar  las  comisiones  especiales  que  juzgue  necesarias. 


CAPITULO  XIII 


DISPOSICIONES    TRANSITORIAS 

Art.  50.  En  la  primera  Asamblea  ordinaria  después  de  la  sanción  de  este  Reglamento,  se 
elegirán  nueve  miembros  de  la  Comisión  Directiva  por  el  termino  de  dos  años,  y  tres  por  el  de 
un  liño. 

En  la  segunda  renovación  se  elegirán  ocho,  y  así  sucesivamente,  en  cumpli  miento  de  lo 
dispuesto  en  el  articulo  16. 


SOCIEDAD  COSMOPOLITA  DE  PROTECCIÓN  MUTUA 


Esta  Sociedad  fundada  el  23  de  Julio  de  1876,  cuenta  hoy  con  un  número 
de  socios  bastante  para  ascf^urar  su  existencia  y  promover  y  ejecutar  cual- 
quier reforma  ó  extensión  en  sus  resortes  de  aspiración  y  fines. 

Siendo  su  principal  objeto  la  protección  mutua  entre  el  gremio  del  comer- 
cio y  de  las  industrias,  tan  necesaria  y  útil  para  los  extranjeros  como  naciona- 
les que  viven  lejos  de  su  familia  ó  escasos  de  recursos,  no  tardará  mucho  el 
dia  en  que  la  contemplemos  vasta  y  próspera  mejorando  la  suerte  de  los  que 
caen  en  la  lucha  diaria. 

Un  establecimiento  de  enseñanza  mercantil,  anexo  á  la  misma  institución, 
prepara  á  los  socios  que  lo  soliciten  en  ciertos  ramos  del  comercio  poniéndo- 
los aptos  para  el  desempeño  de  las  tareas  de  su  predilección. 


-   231  -^ 

Es  reglamentario  también  de  ella,  buscar  y  dar  colocación  á  los  socios 
que  no  la  tengan  bajo  ciertas  prescripciones,  de  la  niisma  manera  que  asegu- 
rar la  asistencia  gratuita  de  los  enfermos,  con  remedios,  médicos  y  aun  uii 
pequeño  socorro,  haciéndose  cargo  de  todos  los  gastos  de  inhumación  para  los 
casos  de  fallecimiento,  acordando  á  los  deudos  una  pensión  temporaria,  siem- 
pre que  el  fallecido  haya  llenado  en  un  todo  las  prescripciones  que  establece 
el  Reglamento, 

Otra  sección  «  La  Colmena  Cosmopolita  »  tiene  por  objeto  fomentar  el 
espíritu  de  economía,  realizando  así  pequeños  ahorros  que  puestos  en  acción 
en  la  compra  de  títulos  de  renta  pública,  se  liquidan  al  cabo  de  cinco  años, 
distribuyendo  los  beneficios  entre  los  socios,  menos  el  2  %  que  se  destina  al 
Asilo  de  Huérfanas. 

Los  socios  se  dividen  en  tres  clases :  numerarios,  protectores  y  hono- 
rarios. 

Los  primeros  son  aquellos  mayores  de  15  años  que  deben  estar  colocados 
en  el  momento  de  solicitar  el  ingreso;  deben  gozar  de  buena  salud,  carecer  de 
defectos  físicos  que  los  imposibiliten  para  el  trabajo  y  ser  presentados  por  un 
socio;  tales  son  las  condiciones  exigidas  para  ser  socio  numerario. 

Los  protectores  son  aquellos  que  prestan  voluntariamente  ayuda  á  la  ins- 
titución. 

Para  ser  honorarios  se  requiere  contraer  méritos  muy  especiales  en  bene- 
ficio de  la  Sociedad. 

La  administración  de  esta  está  á  cargo  de  una  Comisión  Directiva  com- 
puesta de:  Presidente,  Vice-Presidente,  Secretario,  Pro-Secretario,  Tesorero, 
Pro-Tesorero  y  ocho  Vocales. 


Actualmente  cuenta  con  534  socios  que  agregados  á  los  172  que  se  han 
separado  de  la  Sociedad,  da  un  total  á  principios  de  año  de  706  asociados,  cuya 
mayor  parte  se  han  retirado  por  renuncia  ó  por  ausentarse  del  país. 

Del  número  actual  son  numerarios  341,  protectores  151  y  honorarios  42, 
siendo  los  argentinos,  italianos  y  españoles  los  que  componen  su  mayor  parte. 

Las  entradas  alcanzaron  en  el  periodo  del  último  año  á  la  suma  de  pesos 
5,181.63,  habiendo  tenido  egresos  por  valor  de  $  5,068  15. 

La  Sociedad  cuenta  con  cuatro  médicos  honorarios  que  prestan  gratuita- 
mente sus  servicios  y  con  otros  cuatro  que  son  costeados  por  ella. 

El  24  de  Julio  ha  celebrado  pomposamenie  su  décimo  aniversario  y  res- 
pondido á  los  gastos  que  la  fiesta  demandaba  por  medio  de  suscricion  volun- 
taria levantada  entre  los  socios. 

En  la  sección  de  instrucción  ha  habido  un  movimiento  de  caja,  represen- 
tado por  $  1.950.27  de  entradas,  y  $  1.881.40  de  salidas. 

Cuenta  con  profesores  especiales  para  la  enseñanza  de  las  materias 
siguientes:  Teneduría  de  Libros,  Aritmética,  Francés,  Inglés,  Gramática  Cas- 


tellaiiM,  Cfili^n^afía,  etc.,  y  los  ayudantes  necesai'ios  para  el  mayor  ensanche  y 
aprovochaniicnto  de  las  tai'oa>  osrolarcs. 

La(.-olmcna  (.'osmopolita  lia  tenido  un  movimiento  de  capital  activo  de 
$  7.1)51.75  contra  §  7.'iS()  de  valor  pasivo,  ípioilando  á  benelicio  de  la  Sociedad 
un  superabit  de  $  571.75,  disti'ibuido  entre  015  cuotas  ú  sean  un  7  J  %. 


A  pesar  de  babor  bablado  ya  al^^o  de  lus  objetos  y  aun  de  la  organización 
de  esta  Sociedad,  liaremos  además  ima  ligera  mención  de  la  parte  orgánica  de 
cada  una  de  las  Secciones  (|ue  la  com|)onen,  |)rocurando  la  mayor  brevedad  á 
este  res[)ecto. 

Hemos  dicbo,  pues,  las  clases  de  socios  ([ue  ba  e>.tablecido  y  aun  la  com- 
posición <le  la  (.•omisi<.ni  Directiva,  cuyo  cargo  ó  funciones  duran  sei.s  meses: 
los  sotrios  numerarios  abonan  obligatoriamente  ásu  ingreso  la  cantidad  dedos 
pesos  y  como  cuota  mensual  según  la  (íategoría  á  que  liubiese  optado  el  aspi- 
rante. 

1'  categoría,  cuota  s  1.75 
¿'  .■  ».        ■.  1.00 

Estíjs  sfjcií.)S  son  los  úni(!os  <p.ie  llenen  dcrecbo  á  los  benelicios  pecunia- 
i'ios  de  la  Socie<lad,  |)ues  los  prolCíMores  solo  están  (jbligados  á  favorecer  y 
avudar  á  esta  c()n  una  cuota  voluntaria. 

Tres  mensualidades  sucesivas  no  alionadas  v  sin  justilicacion  determina 
la  .^e])aracion  del  s(k*ío  (pie  baya  incurrido  en  esa  falta,  pudiendo  reingresar 
previo  pago  de  cuota  de  entrada  y  de  las  mensuales  atrasadas;  el  socio  argen- 
tino está  exonei'ado  de  las  cuotas  mientras  |)iesta  servicio  militar,  pasado  el 
cual  debe  comunicai'lo  á  la  Sociedad. 

Los  socios  tienen  dcrecbo  á  un  so(*()i-ro  pecuniario,  en  caso  de  i)crder  la 
coloí.'acion  que  bubiesen  teiiid(^,  en  esta  forma  y  sol»)  durante  tres  meses. 

De  $  1,50  á  los  de  I""  (•atcgoría 
..     M  1,00  «  2^ 

n     M  0,í)0  «  ;3* 

pero  siempre  (luejustili'iuen  la  enfermedad  ó  causa  que  les  privó  déla    ocu- 
pación 6  colocación  (pie  tuvieron. 

Los  enfermos  go/an,  durante  \vcs  meses  ó  mas,  de  estos  socorros: 

3  l,í)t)  para  los   de   la  1*  categoría 
•'  1,'i'í)  »'  i^"         »' 

Al  íiue  fallece  se  le  costea  el  ataúd,  un  carro  fúnebre  de  segunda  clase, 
tres  carruajes  de  acompañamiento,  la  sepultura  y  un  [ierjueno  subsidio  á  la 
familia -'necesitada)  de  cuarenta  centavos  durante  seis  meses. 


—  233  — 

La  Sección  de  Instrucción  comprende  el  Instituto  Mercantil,  biblioteca  y 
gabinete  de  lectura. 

Los  socios  pueden  ser  numerarios  y  honorarios:  los  primeros  deben  abo- 
nar una  cuota  de  dos  pesos  por  entrada  y  dos  por  la  mensual — los  numerarios 
que  cursen  las  clases  del  Instituto  deben  pagar  0.50  centavos  mensualmente, — 
los  honorarios  que  presten  su  concurso  en  el  profesorado  la  cuota  que  les  pa- 
rezca conveniente,  á  voluntad — son  separados  de  esta  sección  aquellos  que 
observan  mala  conducta  y  poca  aplicación  al  estudio,  ó  bien  dejen  de  abonar 
tres  mensualidades  consecutivas  sin  justiñcacion. 


El  gabinete  de  lectura  está  á  disposición  de  todos  los  socios  con  todas  las 
colecciones  que  se  formaren  de  los  diarios  y  periódicos  que  pueda  costear  el 
Consejo,  de  la  misma  manera  que  la  biblioteca,  pero  sin  tener  no  osbtante  el 
derecho  de  extraer  del  establecimiento  ninguna  obra  ni  publicación,  quedando 
do  por  el  contrario  obligados  á  donar  algún  libro.  También  se  enseña  en  este 
instituto  la  Geografía  física  y  política,  historia  general  del  comercio,  derecho 
mercantil,  italiano,  geografía  astronomía  y  económica  política. 

Los  que  deseen  ingresar  en  él,  previa  solicitud  determinando  curso  y 
asignaturas á  que  obtasen,  solo  deben  abonar  los  útiles  de  enseñanza  y  los 
libros  de  texto. 

El  Consejo  Directivo  entiende  en  todo  lo  pertinente  á  la  Sección  de  Ins- 
trucción y  á  su  dirección  y  administración. 

Se  compone  de:  Director,  Sub-Director,  Secretario,  Pro-Secretario,  Teso- 
rero, Bibliotecario  é  Inspector. 


INSTITUTO  AGRONÓMICO  VETERINARIO  <"> 


Este  Instituto,  nacido  á  la  vida  pública,  durante  la  administración  pro- 
gresista de  uno  de  nuestros  gobernantes  mas  ilustrados  y  emprendedores,  se 
ostenta  majestuoso  y  omnipotente  en  la  Capital  de  la  Provincia  de  Buenos 
Aires,  ora  por  su  capacidad  científica,  organización  y  fines,  ora  por  su 
capacidad  económica,  resultados  prácticos  y  la  dilatación  de  su  esfera  de 
acción. 

El  desarrollo  y  progreso  crecientes  que  le  impulsan  en  el  mejor  y  más 
fácil  desempeño  de  sus  múltiples  miras,  le  han  colocado  en  la  cima  de  la 


(i)  Esta  institución  se  ha  colocado  entre  las  sociedades  y  asociaciones  por  no  ser  un  establecimiento 
nacional;  ha  sido  planteado  por  el  Gobierno  de  la  Provincia,  está  en  su  territorio,  manteniendo  en  esta 
Capital  solo  el  asiento  de  su  Comisión  Directiva. 

3o 


—  234 


aspiración  nacional,  haciendo  una  sólida  realidad  del  ideal  de  educar  á 
nuevas  generaciones  en  los  conocimientos  teóricos  y  prácticos  de  las  indi 
trias  agrícola   y  ganaderil,  que  no  por  ser  las  preerainenles  y  únicas  enj 
territorio  argentino  han  dejado  da  servir  en  el  universo  entero  casi  como 
único  sustentáculo  de  lodo  pueblo  constituido. 

Esas  dos  industrias  que  por  sí  solas  elaboran  la  riqueza  nacional  y  pu< 
servirde  pauta  para  medir  las  fuerzas  económicas  de  las  colectividades  po| 
tosae,  comprenden  cuestiones  trascendentales  cuya  solución  favorable  es 
fuente  de  incesante  producción  que  promueve  toda  clase  de  mejoras  y  peri 
cionamientos,  atrayendo  hacia  si  el  concurso  de  capitales  enormes  y  el  fa' 
y  voluntad  de  las  naciones  .que  presencian  nuestro  progreso. 

Nuestros  hombres  públicos  han  comprendido  la  urgencia  de  dotar  al 
coü  institutos  de  esta   naturaleza  para  garantir  los  intereses  de  la  riqui 
pastoril,  familiarizando  ai  agricultor  y  ganadero  con  los  conocimientos  teóni 
Y  prácticos  que  sus  hijos  propagan  en  el  curso  de  sus  estudios  y  que  ponen  en 
evidencia  en  el  campo  del' ensayo. 

El  plan  de  estudios  es  vasto  y  el  cuerpo  de  profesores  organizado  p 
dictar  las  materias  no  pueda  ser  más  competente,  habiéndose  contratado 
mayor  parle  en  Europa  de  aquellos  cuya  reputación  era  universalmoi 
reconocida  en  la  ciencia  de  la  agricultura  y  del  arte  veterinario. 

Con  esta  Instituto  se  han  salvado  indudablemente  aquellas  industi'ii 
porque  él  dará  ó  formará  hombres  de  sólida  instrucción  que  llevarán  ese  gi 
caudal  de  conocimientos  á  !ós  últimos  ¡Ingulos  de  nuestro  territorio,  ppi 
diendo  en  las  faenas  rurales  ia  ejecución  de  los  preceptos  científicos. 

Sise  considera  que  funciona  desde  el  afio  de  1883  y  que  aun  no  ha  tenido 
tiempo  de  producir  los  beneficios  consiguientes  á  su  objeto,  debemos  ver  en  él 
forzosamente  un  nuevo  horizonte  á  la  inteligencia,  ala  producción  y  á  la  pej 
facción  de  los  factores  de!  engrandecimiento  social. 

La  juventud  puede  entregarse  de  lleno  á  esta  nueva  clase  de  estudií 
segura  de  obtenerlas  recompensas  de  sus  desvelos  á  la  par  que  hará  por 
saber  un  beneficio  inestimable  al  país. 

Los  estudios  teóricos  reciben  inmediata  aplicación  en  los  campos 
ensayo  que  posee  el  establecimiento  de  su  propio  seno,  observando  minu- 
ciosamente las  diversas  especialidades  de  cada  cuestión  en  su  parta  técuica 
como  los  caractci'es  exteriores  en  la  física  ó  práctica. 

El  estudio  concienzudo  y  completo  que  se  dará  en  él  á  los  alumnos  y 
interés  que  estos  desplegarán  en  hacer  efectivo  el  bion  anhelado,  nos  permlj 
fundar  halagüeñas  esperanzas  en  los  dias  que  le  están  reservados  á  nuesti 
país. 


1  en 

I 

ido 

nél 


—  235  — 

El  Harás  comprende  un  edificio  destinado  al  alojamiento  de  animales 
finos  importados  y  otro  para  las  hembras  destinadas  á  ser  fecundadas  y  que 
serán  mantenidas  á  pesebre. 

La  casa  de  administración  del  Harás,  en  la]  que  hay  un  departamento 
para  servir  de  alojamiento  á  animales  enfermos  de  males  contagiosos. 

Otro  edificio  para  depósito  de  máquinas  y  forrages. 

Baño  de  inmersión  ó  de  duchas  y  de  natación  para  los  animales. 

Jardines  y  potreros,  divididos  los  últimos  para  colocar  por  separado  .los 
animales  finos  con  los  de  trabajo,  y  las  hembras  destinadas  á  la  fecunda- 
ción. 

Los  diversos  servicios  del  Harás  son  desempeñados  por  «veinticinco 
personas  cuyo  sueldo  mayor  es  de  $  220  y  el  menor  de  8  1^"^- 

El  costo  de  los  galpones  construidos  en  el  Harás*  ha  alcanzado  á  la 
suma  de  ^'20.000  que  con  los  aumentos  practicados  últimamente  resulta  de 
^  32.000. 

El  edificio  construido  en  la  Plata  para  el  Instituto  ha  costado  ^  60.000 — 
posee  una  biblioteca  que  consta  de  1500  volúmenes  más  ó  menos,  los  cuales 
versan  en  su  mayor  parte  sobre  agronomía  y  veterinaria. 

Los  gabinetes  de  física  y  laboratorio  químico  son  completos  y  de  gran  im- 
portancia, tanto  por  la  calidad  de  los.instrumentoscomo  por  la  abundancia  de 
los  aparatos  destinados  á  la  experimentación  práctica. 

La  chacra  modelo  destinada  al  estudio  práctico  de  la  agricultura,  en  laque 
los  estudiantes  investigan  paso  á  paso  las  modificaciones  y  progresos  de  la 
planta  así  como  las  enfermedades  que  la  afligen,  las  ventajas  del  abono,  la  na- 
turaleza del  suelo,  los  beneficios  de  la  irrigación,  etc.,  la  aplicación  de  los  ins- 
trumentos de  agricultura,  estaciones  de  las  siembras  ó  plantación,  influencia 
del  frió,  etc.,  etc.,  comprende  un  terreno  de  400  cuadras,  para  cuyos  diversos 
servicios  cuenta  con  un  personal  de  37  empleados,  de  los  cuales  el  que  mayor 
sueldo  recibe  es  de  $  124  y  el  menor  $  18.  Huerta,  jardines  y  quinta  posee 
el  mismo  establecimiento  para  servir  de  práctica  á  los  alumnos,  desempe- 
ñando las  faenas  consiguientes  once  individuos,  cuyo  sueldo  mayor  es  de  $  40 
y  -de  $  18  el  menor.  También  existe  una  gran  viña  servida  por  cinco  peones, 
sueldo  mayor  $  40  y  18  el  menor.  Un  conservatorio  de  vacuna  servido  por  seis 
personas,  sueldo  mayor  $  85  y  menor  20.  Un  hospital  de  clínica  con  cinco  em- 
pleados, sueldo  mayor  $  200  y  menor  20;  una  estación  agronómica  con  cuatro 
personas,  sueldo  mayor  100  y  menor  20:  y  por  fin,  IG  individuos  para  toda  clase 
de  servicios,  sueldo  mavor  70  v  menor  10. 

El  presupuesto  de  gastos  está  calculado  en  175.000  $. 

Posee  el  establecimiento  un  dormitorio  con  capacidad  para  200 alumnos. 

El  Instituto  comprende  un  terreno  de  887  cuadras  de  las  cuales  utiliza  400 
en  los  objetos  de  su  ministerio  y  arrienda  temporalmente  el  resto,  hasta  que  el 
ensanche  que  él  reciba  le  pongan  en  aptitud  de  extender  los  servicios  á  su 
cargo. 


—  236  — 

El  personal  técnico  del  establecimiento  e.stá  conripuesto  de  un  Rector  (pro- 
fesor también,)  y  veintiún  profesores  cuyo  sueldo  mayor  es  de  310  y  menor 
de  90. 

El  cuerpo  administrativo  se  comimne  de  34  personas  do  servicio,  sueldo 
mayor  320  y  menor  20. 


•  El  Harás  se  abrió  con  los  siguientes  animales  reproductores: 
El  Plata f  caballo  de  carrera. 
La  Paraná  y  La  Uruguay^  yeguas  de  carrei'a. 
El  Rio  'Ncf/rOy  padrillo  de  raza  Trakehncn. 
El  Ncuqnen^  padrillo  de  ra/a  Suffolk  Puncb. 
La  Limay^  yegua  de  raza  Suffolk  Puncb. 
El  Bermejo^  toro  de  raza  Durliam. 
El  Pilcomayo^  id.  id. 

La  Queque fi  y  la  Carcarahá,  vacas  de  raza  Durham. 
El  Salado,  toro  de  raza  Hereford. 
La  Ibera  y  Ifuanacac/te,  vacas  de  raza  Hereford. 
El  Af/rio,  toro  de  raza  PoUed  Angns. 

La  Nalmel-lhiapl  y  Guadalupe,  vacas  de  raza  PoUed  Aiicrus. 
Y  por  fin,  varios  otros  sementales  de  diferentes  razas  y  algunos  de  carne- 
ros y  ovejas  finas,  razas  Negrctto,  Lincoln  y  Kanibouillct. 


Durante  los  pocos  meses  del  ano  1883  en  í|ue  la  Cbacra  pudo  emprender 
algunos  trabajos  agrícolas,  se  logró- cultivar  ciento  seis  cuadras  cuadradas, 
cuyo  detalle  es  como  sigue: 

De  centeno 1  iiuadra      cuadrada 

»  maiz 35  ))  » 

»  trébol  colorado 4  •>  »> 

*  avena 12  •»  » 

»  cebada 4  »  >» 

»  mirasol 1  »  » 

»  papas 2  »  » 

))  sorgo 2  )>  »» 

»  vina 12  »  » 

»  almacigos * 3         »  » 

»  alfalfa 30  »  » 

A  pesar  de  que  las  cosechas  fueron  malas,  |)udo  recogerse  3400  kilos  de 
centeno,  14000  de  cebada  y  100000  de  maiz,  habiéndose  perdido  la  mayor  parte 
de  las  demás  sementeras,  azotadas  por  una  tormenta  de  piedra  que  destruyó 
también  la  viña. 


—  237  — 

En  el  año  1884  se  cultivaron  156  cuadras  cuadradas,  agregándole  huerta, 
nionte  y  jardines. 

El  servicio  animal  de  la  Chacra  se  compone:  49  bueyes,  12  vacas,  21 
caballos  y  42  yeguas  de  tiro  y  reproducción. 


El  Harás,  cuyo  objeto  es  el  mejoramiento  de  las  razas  de  las  especies  ca- 
ballar, bovina,  ovina,  etc.,  recibe  también  los  animales  finos  que  se  le  remiten 
para  ser  servidos  por  los  reproductores  del  Establecimiento,  cobrando  por 
dicho  servicio  pequeñas  cuotas  variables  según  la  especie. 

El  movimiento  de  reproducción  ha  sido  el  siguiente: 

El  semental  de  carrera  «  El  Plata  »  sirvió  en  el  período  de  1883-84,  dos 
yeguas  puras  del  Harás  y  21  de  particulares — 17  puras  y  4  mestizas — dando 
las  primeras  sus  crias  respectivas  y  18  de  la? últimas;  de  1884-85  sirvió  33 
yeguas  de  particulares — 22  puras  y  11  mestizas  y  3  yeguas  puras  del  Harás. 

El  semental  «  Rio  Negro  »  de  tiro  liviano  raza  Trakehnen,  sirvió  del  82  a' 
83, 27  yeguas  de  particulares,  y  8  de  la  Chacra— del  83  al  84,  24  de  particulares, 
1  pura  del*  Harás  y  10  de  la  Chacra. 

El  semental  «Nauquen»  de  raza  Suffolk-Punch  para  tiro  pesado,  sirvió  18 
yeguas  de  particulares  y  10  de  la  chacra  en  el  período  de  1882-83,  y  15  de  parti- 
culares, 1  pura  del  Hará?  y  10  de  la  Chacra  en  el  de  1883-84. 

El  Harás  cuenta  con  13  animales  puros  de  la  especie  caballar  divididos  en 
esta  forma:  6  de  raza  de  carrera:  El  Plata,  la  Paraná,  la  Uruguay,  la  Lady 
Golíghtly,  Caseros  y  Colonia — 3  de  raza  Trakehnen:  El  Rio  Negro,  la  Huér- 
fana y  Catalina — 4  de  raza  Suffolk-Punch:  El  Nauquen,  la  Limay,  la  Bacacay 
y  Caaguazú. 

De  la  especie  bovina  cuenta  con  19  individuos:  3  toros,  2  vacas  y  2  terne- 
ros, raza  Durham — 2  toros  y  2  vacas,  raza  Hereford — y  2  toros,  3  vacas  y  3  ter- 
neros, raza  Polled-Angus. 

Últimamente  ha  encargado  á  Europa  la  compra  de  varios  animales  para 
anmentar  la  dotación  y  responder  mejor  á  las  miras  de  perfeccionamiento 
animal  que  tiene  por  objeto  el  Harás:  toro  y  vaca  de  raza  lechera,  burros  para 
la  cria  de  muías  y  una  yegua  y  un  caballo  árabes  para  promover  ventajosas 
cruzas. 

Para  el  pastoreo  de  toros  cuenta  el  Harás  con  8  potreros  cercados  de  seis 
alambres  y  medios  postes  de  ñandubay,  colocados  á  una  distancia  de  tres 
metros,  habiéndose  abierto  calles  de  siete  metros  de  ancho  para  separar  los 
potreros  entre  sí,  tiene  también  2  potreros  para  el  pastoreo  de  yeguas  y  po- 
trillos finos  compuestos  cada  uno  de  una  extensión  de  10,000  metros. 


—  238  — 

El  Instituto  Agronómico  Veterinario  de  la  Provincia  do  Buenos  Aires 
en  Santa  Catalinn,  compronf.lc  también  un  conservatorio  do  vacuna  animal, 
que  tiene  por  objeto  el  cultivo  y  la  aplicación  del  virus  profiláctico  de  la  vi- 
ruela, una  (lo  las  enfermedades  i|ue  se  desarrolla  con  mas  fuer/a  entro 
nosotros. 

La  cantidad  del  virus  recolectado  lia  sido  suficiente  para  llenar  14012pla- 
cas  V  2V¿  tubos. 

MI  conservatorio  ha  provisto  en  fjranflos  cantiílades  ü  los  Consejos  do 
Hip:icne  Nacional  y  Provincial,  Dirección  de  la  A^isten<íia  Pública,  Círculo 
Médico  Arí^entino  y  cstal)lecimientos  do  caridad,  del  virus  requerido  á  objeto 
de  la  vacunación. 

Hasta  la  focha  se  han  inoculado  ÍOO  terneros,  oi)eracion  que  so  verifica  en 
/lepartamento  wlhoc,  especiales,  observando  un  procoílimiento  .sencillo  v 
provechoso. 

Mantiene  relación  con  los. Conservatorios  de  la  Haya,  Ról^íica  y  Ñapóles, 
y  proporciona  vacuna  al  Brasil,  He|H'iblica  Oriental  y  Perú. 


l>ol  Ko^lamonto (icl  Instituto cnti-esacamos: 

MI  Instituto  comprendo:  lacnsofian/a  de  la  agroii()mí;i,  lado  la  veterinaria, 
In  osia(*ion  a.^ronóm¡ca,  l.i  repr«.Hlncci<)n  do  animales  y  el  conservatorio  de 
vacuna  íinimal. 

l'na  (/omisiíHi  Dii-O'Miva  ••onipu(v-;la  jIo  un  ProsifliMite  y  siete  Vocales  admi- 
nistra y  |)ros¡do  Ins  divor>as  fuin*ion(vs  del  ostablocimionti\  resuelve  los  asun- 
tos do  adniinislracion.  t-.»iist¡tuyo  Consojoi-on  la  incorpoi-acion  de  jn'ofesoresy 
demás  cnorjio  doconto,  <*oiic(m1o  bo<'as,  dosiituye  ó  suspende  á  cualquier  em- 
pleado, formula  el  [íresiipuestD  de  f^nstos  y  pi'osenta  una  Memoria  anual  sobre 
la  man-ha  general  del  Instituto,  ot(\,otc. 

Un  Intendente  esol  i-e|>resentante  de  esta'  Comisión  y  jofe  inmediato  de 
tí)dos  los  empleados. 

El  servicio  médico  os  gratuito  para  alumnos  y  enipleados  y  descmpeflado 
por  un  mí'dico  á  las  ór(lenes  de  aquel,  debiendo   llevar  estadística  circunstaa  — 
ciada  de  dicho  servicio,  anotando  las  pai'ticularidades  del  caso. 

La  administración  y  dirección  de  la  ensefian/.a  pceneral  cstAn  á  cargo  d( 
un  Rector  y  es  desenq»onada  |)oi*  un  cuer|)o  de  profesores  especiales  ei 
(*ada  materia. 

Un  alumno  i)ara  ingresar  debe  haber  cumplido  10  anos  do  edad,  pn 
sentar  testimonio  do  su  moralidad  y  conducta  intachable  y  estar  prepí 
rado  en  los  conocimientos  exigidos  por  el  examen  de  ingreso. 

Los  alumnos  pueden   ser  j^ensionistas,    medio   pensionistas  y  becadut \ 


—  239  — 

■ 

pagando  los  primeros  una  suma  anual  de  300  pesos  por  la  enseñanza,  más 
todos  los  gastos  que  hicieren  en  libros,  útiles,  etc.,  del  establecimiento, 
veníicándoto  por  cuartas  partos  en  el  ano  en  c¿ida  trimestre. 

Los  becados  lo  reciben  todo  grati*  y  ningún  alumno  puede  cursar  de 
uno  á  otro  año  sin  haber  rendido  examen  aprobado  y  completo  de  cada 
materia. 

Dos  exámenes  consecutivos  reprobados  y  del  mismo  curso  determinan 
la  expulsión  del  educando. 

El  laboratorio  y  gabinetes,  biblioteca  y  museo,  todo  está  á  la  disposi- 
ción de  alumnos  y  profesores  y,  administrados  por  empleados  especiales 
responsables  de  los  útiles  ó  instrumentos  respectivos  á  su  cargo. 

Lo*5  exámenes  de  ingreso  son  escritos  y  orales  y  comprenden:  idioma 
nacional— geografía — historia — aritmética — álgebra — geometría — trigonome- 
tríay  ciencias  naturales. 

Con  la  apertura  de  las  vacaciones  empieza  la  época  de  la  práctica  en 
los  diversos  cuidados  y  conocimientos  sobre  agronomía  y  Yeterinuria  diri- 
gidos por  los  profesores  respectivos. 

El  Instituto  cuenta  además  con  una  estación  agronómica  destinada  á 
investigar  científicamente  los  fenómenos  de  la  naturaleza,  así  como  las 
semillas,  condiciones  climatológicas  y  enfermedades  de  las  plantas,  estudiar 
las  tierras  y'  los  procedimientos  para  mejorarlas,  etc.,  etc. 

Un  conservatorio  de  vacuna  animal  que  tiene  por  objeto  conservar  y 
cultivar  el  cow-pox,  su  propagación  gratuita  sea  por  inoculaciones  directas 
ó  por  remisión  del  virus. 

Tiene  también  un  órgano  especial  denominado  «Anales  del  Instituto 
Agronómico- Veterinario,  cuya  redacción  está  confiada  á  los  catedráticos 
del  Instituto  y  de  toda  persona  de  reconocida  competencia  en  ambas  mate- 
rias, estudiando  y  dilucidando  las  cuestiones  rurales  bajo  el  punto  de  vista 
práctico  y  científico  y  propagando  los  conocimientos  mas  útiles  y  ventajosos, 
los  mas  modernos  y  prácticos  en  su  aplicación. 

La  enseñanza  escolar  está  dividida  en  cuatro  cursos  cuvas  materias 
de  estudio,  ya  para  la  agronomía  como  para  la  veterinaria,  son  las, 
siguientes: 

PRIMER  AÑO 

Agrónomos  Veterinarios 

Francés.  Francés. 

Dibujo. 


Anatomía  descriptiva. 
Disección. 


Anatomía  descriptiva. 

Disección. 

Física  y  metereologla.  j  Física  y  metereolog^a. 

Química  general.  I  Química  general. 

Botánica.  I  Botánica. 

Herborización.  |  Herborización. 

Mineralogía.  •  Mineralogía. 

Zoología.     .  ,  Zoología. 

Matemáticas. 


240  — 


SEGUNDO  AÑO 


Agrónomos. 
Dibujo. 

Anatomía  descriptiva. 
Disección. 
Fisiología. 
Micrografia. 
Agronomía. 
Práctica  agrícola. 
Mecánica. 
Hidráulica. 
Química  analítica. 
Arte  de  herrar.  - 


VliTERlNARIOS. 


Anatomía  descriptiva. 

Disección. 

FisioloíJfía. 

Micrografia, 

Agronomía. 

Práctica  agrícola. 

Lección  teórica  del  arte  de  herrar. 


Ejercicios  del  arle  de  herrar. 


TERCER    ANO 


AORÓXOMOS. 

Dibujo. 
Agronomía. 
Química  agrícola. 
Práctica  agrícola. 
Zootecnia. 
Genio  Rural. 
Economía  rural. 
Química  analítica. 


Industrias  agrícolas  (tecnología). 
Arte  de  herrar  los  animales. 
Exterior  de  los  animales  domésticos. 
Ejercicios  prácticos  de  zootecnia. 


Vkterixarios. 
Agronomía. 

Clínica.  . 

Patología  especial. 
Materia  medica. 
Farmacología. 
Economía  rural. 
Anatomía  topográfica. 
Medicina  ojxíratoria  teórica. 
Medicina  T)peratoria  práctica. 
Manipulaciones  farmat^eiiticas. 
Ejercicios  del  arte  de  herrar — Lección  teórica 

del  arte  de  herrar. 
Exterior  de  los  animales  domésticos. 
Anatomía  patológica. 


CUARTO     AÑO 


Agrónomos. 
Dibujo  y  redacción  de  proyectos. 
Agronomía. 
Economía  rural. 
Química  analítica. 
Industrias  agrícolas. 
Enfermedades  de  las  plantas. 
Entomalogia  agrícola. 
Contabilidad  agrícola. 
Práctica  agrícola. 
Geografía  y  estadística  agrícola. 
Física  industrial. 
Construcciones  Rurales. 
Riegos  y  Drenaje. 
Topografía. 
Arboricultura. 


Veterinarios. 


Agronomía. 

Economía  rural. 

Zootecnia. 

Patología  quirúrgica. 

Medicina  operatoria  práctica. 

Clinica. 

Obstetricia. 

Inspección  de  las  carnes. 

Policía  sanitaria  y  medicina  legal. 

Ejercicios  prácticos  de  zootecnia. 

Manipulaciones  farmacéuticas. 

Ejercicios  del  arte  de  herrar. 

Ejercicios  ó  manipulaciones  de  obstetricia. 


^  241  - 


SOCIEDAD  PROTECTORA  DE  LOS  ANIMALES 


La  ausencia  de  esta  institución  en  un  país  culto  y  civilizado  importa  un 
ultraje  casi  humillante  ala  sociedad  que  la  rechaza  ó  no  le  presta  la  protección 
que  merecen  sus  fines  humanitarios. 

Los  espectáculos  de  sangre,  de  barbarie  y  de  sentimientos  perversos  de- 
sarrollados plenamente  en  la  vía  pública,  son  actos  que  las  leyes,  la  moral  y  el 
corazón  humano  rechazan  con  horror  y  piden  un  castigo  severo  para  los  cul- 
pables ó  ejecutores,  porque  infieren  la  condenación  d^  todo  sentimiento  noble 
y  piadoso  y  la  más  abyecta  abominación  por  los  sagrados  principios  en  que 
reposan  esencialmente  el  respeto  y  la  dignidad  de  las  sociedades  colectivas: 
la  cultura  y  la  moralidad. 

Si  los  hombres  en  sus  relaciones  sociales  son  castigados  por  las  leyes, 
cuando  quebrantan  el  orden  material  ó  moral  de  los  pueblos,  para  garantir  la 
estabilidad  de  los  gobiernos  constituidos,  ¿porqué  la  justicia  humana  no  ha  de 
castigar  con  severidad  la  crueldad  de  los  hombres  ejercida  sobre  sores  irra- 
cionales, incapaces  de  defensa,  si  aspira  á  engalanarse  con  los  atributos  de  su 
misión  eminentemente  civilizadora? 

La  cultura  y  moralidad  de  los  pueblos,  son  la  base  fundamental  en  que  se 
apoya  su  existencia  social  y  política,  y  cuando  una  cualquiera  de  ellas  se 
aparta  del  camino  que  le  señala  el  progreso  humano,  una  relajación  depri- 
mente invade  á  la  otra,  prostituyendo  las  virtudes  que  la  alimentaron  en  los 
momentos  de  mayor  esplendor. 

Hermanadas  por  sus  fines  é  impulsadas  por  unos  mismos  principios,  la 
una  es  el  complemento  de  la  otra  y  ambas  la  suprema  perfección  délas  facul- 
tades humanas. 

El  establecimiento  de  estas  instituciones  es  aclamado  con  entusiasmo  por 
las  colectividades,  porque  comprenden  que  traen  consigo  el  perfeccionamiento 
de  nuestros  usos  y  costumbres,  los  sanos  principios  de  moral  que  comprimen 
los  actos  de  barbarie  y  de  vergüenza,  y  finalmente,  que  encamina  al  corazón 
dando  dirección  á  sus  impulsos  y  sentimientos  para  obrar  el  bien  ge-» 
neral 

La  de  Buenos  Aires  nació  á  la  vida  pública  precedida  por  la  estigma  y  el 
ridículo  general,  una  atmósfera  de  desaliento  y  de  desprestigio  inficionándola 
aspiración  general  abatía  los  espíritus  más  fuertes,  y  cuando  todo  parecía  sei* 
envuelto  por  el  desencanto  y  la  indiferencia,  la  Sociedad  se  constituyó  y  ani- 
mada del  propósito  firme  de  interceder  por  la  suerte  y  buen  trato  de  los 
irracionales,  desplegó  su  actividad  con  un  entusiasmo  lleno  de  fé  en  el  por- 
venir. 

La  vida  laboriosa  que  desempeña  entre  nosotros  para  cumplir  el  progra- 
ma de  sus  aspiraciones  humanitarias,  es  la  prueba  elocuente  de  que  espera 

3x 


■  242  - 


con  resignación  el  fallo  de  los  enemigoa  que  la  ullrajaron,  anonadadi 
al  presente  con  los  frutos  recogidos  por  su  incesante  obra  de  bien  y  pn 
teccion. 

Preocupada  profundamente  en  introducir  las  mejoi'as  y  reformas  tenden' 
tes  á  aliviar  el  trato  que  se  dá  á  los  anímales  y  hacerles  más  soporlables  la* 
fatigas  de  la  faena  diaria,  la  Sociedad  colocará  en  breve  fuentes-abrevaderos 
encargados  á  Londres  para  ofrecer  al  hombre  y  á  los  irracionales  el  agua  que 
reparará  sus  fuerzas  físicas  y  forttñcará  el  ánimo  para  continuar  el  trabajo 
empezado. 

El  concurso  que  le  presta  ia  Policía  es  eficaz  é  inmediato,  y  es  principal- 
mente á  la  actividad  con  que  ha  obrado  para  castigar  á  los  inhumanos  que  se 
ensañan  con  las  victimas  inocentes  é  inofensivas,  que  se  debe  el  respeto  y  flfl 
mejor  trato  que  se  observa  hoy  con  los  animales.  m 

Sus  relaciones  en  el  extranjero  con  sus  congéneres  la  ponen  en  conocí^ 
miento  de  las  reformas  yadelantos  promovidos  así  como  del  perfeccionamien- 
to de  los  elementos  materiales  empleados  para  ejercitar  la  protección.  El 
contingente  que  ellas  le  prestan  robustecen  su  acción  y  suprimen  viejas  prác- 
ticas rutinarias. 

Veamos  ahora  el  movimiento  y  actividad  de  esta  Socieead  durante  el  ai^( 
1885;  ciento  sesenta  y  nueve  casos  de  protección  tuvieron  lugar  y  catorce 
nuncias  hechas  por  sus  miembros. 

Los  primeros  comprenden  ia  protección  que  se  observó  en  los  casos  á¿ 
maltratar  inliuraanamenteá  caballos  y  otros  animales,  cargarlos  con  exceso 
ó  por  hacerlos  trabajar  enfermos  6  heridos,  negarles  alimento  ó  herirlos 
cruelmente  con  diversos  intrumeiitos. 

Los  ejecutores  lodos  fueron  inmediatamente  aprehendidos  por  la  Policía  & 
solicitud  de  la  Sociedad;  el  numero  de  socios  que  ia  componen  hoy  hace  esj 
rar  que  la  protección  se  ejecutará  aun  en  los  más  apartados  punios  del  Muí 
cipio. 

Los  fondos  que  sostienen  la  conservación  de  este  núcleo  constituido  de 
[  hombres  abnegados  son  todavía  nnuy  exiguos,  porque  si  bien  es  cierto  que  el 
publico  le  hacede  vez  en  cuando  alguna  donación,  cuando  esta  no  se  producí 
queda  entregada  á  sus  propias  fuerzas,  es  decir,  al  producido  de  ias  cuotas, 
sus  miembros  y  una  pequeña  subvención  del  Gobierno. 

Sin  embargo,  su  estado  económico  lejos  de  inspirar  desconfianzas  haci 
abrigar  la  idea  consoladora  de  que  prouto  podrá  contar  con  un  capital  sufi- 
ciente para  atender  las  verdaderas  necesidades  de  la  población  en  lo  que  se 
reñere  ú  la  protección  de  los  animales:  sus  miembros,  alcanzaron  en  1885  á  la 
cifra  de  quinientos,  estoes,  dos  veces  mas  que  en  el  año  anterior,  y  si  en  esta 
misma  proporción  continúan  aumentando  en  !o  sucesivo  sus  elementos  di 
acción  habrán  adquirido  entonces  una basesóliday  positiva. 

Su  estado  económico  hasta  Octubre  1°  de  1885  lo  revela  el  siguiente 
lanoe: 


año 

eso 
•los 

^fa  & 
!sp^_ 

""I 

o  de 

le  el 
luc^^ 


—  243  — 


LA  CAJA  DE  LA  ♦SOCIEDAD  ARGENTINA  PROTECTORA  de  los  ANIMALES^» 


D'JE  B  E 


1884 
Nbze.  1» 

1885 
Enero  1* 


^  •» 


A  saldo  existencia  en  el 
Banco  .i 

«  Cobro  de  cuotas  por  No- 
viembre y  Diciembre... 

n  Donaciones  ^or  diplo- 
mas, id.  id.  ■ 


>•••«••• 


A  cobro  de  cuotas  hasta 
Setiembre  30 

.  Donaciones  por  diplo- 
mas, id.  id. 

,  Subvención  del  Gbno  Na- 
cional coirespondiente 
al  presente  año 

.  Intereses  del  Banco  bas- 
ta Setiembre  30 


3  700  61 
„  148  80 
,     5862 


HABER 


1884 
Nbre.  1» 


$  «06  03 


S  1000  10 
356  90 

600-| 
14  39' n  1971  39 


i 


Por  compra  de  mueble?  s/r 
..  avisos  6  impresiones  ^ 
.,  Donación  voluntaria 
de  la  a  D.  &  D.  Carlos 

Capurro ., 

.,  Castos  de  Secretaría 

hasta  Diciembre  31 ..  ., 
^   Comisión  al  cobrador, 

Ídem , 

^  Alquiler  de  casa,  des- 
de 18  Noviembre,  has- 
ta Diciembre  31 


1885 
Enero  1®- 


Por  compra  de  muebles  ^ 
..  —  «  avisos  é  impresiones  „ 
.,  —  .  Gastos  de  Secretaria 
y  Asente  hasta  Se- 
tiembre 30 „ 

,  —  .,  Comisión  al  cebrador. 

Ídem n 

.  •  „  Alquiler  de  casa  has- 
ta Setiembre  30 „ 

.  —  .,  Sueldo  del  Agente, 
desde  Abríl  hasta  Se- 
tiembre 30 „ 

,  —  .,  Teléfono  Gower-Bell 
desde  Abríl  hasta  Oc- 
tubre   , 

,      -  —  .,   Gasto  de  43  carrua- 
ges  en  el  día  de  la 

manifestación „ 

Sbrc.  30  —  Por  saldo  en  el  Banco.  - 


300  80 
157  - 


^Ti  — 


34  57 
31  12 


56-1$   604  4{t 


1865  —  Octnbre  1»  Existencia  en  efeetivo  en  el 

Banco :  $  815  —  \ 


21  501 
237  50 


,  223  73 
,  20320 
.    360- 


240  — 


45  - 


129  - 
815  — 


^2274  93 

-       ¡$2879  42 


Del  Reglamento  que  rige  hoy  esta  Sociedad  estractamos  lo  que  á  su 
organización  y  obligaciones  de  los  socios  respectivos  corresponde. 

Son  sus  propósitos  prevenir  la  crueldad  para  con  los  animales  y  propen- 
derá su  buen  trato  y  estimación,  empleando  para  la  realización  de  estos  fines 
todos  los  medios  posibles  que  aseguren  la  existencia  de  la  institución  y  la  efi- 
cacia de  sus  esfuerzos. 

Está  representada  por  una  Comisión  Directiva  compuesta  así:  un  Presi- 
dente, un  primer  y  segundo  Vice-Presidente,  un  primer  y  segundo  Secreta- 
rio, un  Secretario  corresponsal,  un  Tesorero,  un  Pro-Tesorero,  un  Bibliotecario 
y  seis  Vocales. 

Pueden  reunirse  extraordinariamente  sus  miembros,  pero  están  obli- 
gados á  hacerlo  trimestralmente  á  objeto  de  discutir  sobre  los  verdaderos 
intereses  de  la  Sociedad. 

Son  socios  cualquier  persona  mayor  de  edad  sin  distinción  de  naciona- 
lidad ni  sexo,  y  asimismo  los  menores  de  edad  con  aprobación  de  los  padres, 
y  que  acepten  las  responsabilidades  creadas  por  los  Estatutos — hay  cuatro 
clase  de  socios:  fundadores,  activos,  honorarios  y  corresponsales. 

Los  primeros  son  aquellos  que  se  inscribieron  en  el  Registro  de  la  Socie- 
dad durante  todo  el  año  de  1884  y  hubiesen  satisfecho  la  cuota  correspon- 
diente. 

Activos,  todos  los  socios  que  ingresen  á  la  Sociedad;  con  los  mismos  dere- 
chos y  privilegios  que  los  anteriores. 


—  244  — 

Honorarios:  el  Presidente  de  la  República,  los  Gobernadores  de  Provincia, 
los  Presidentes  do  las  Cámaras  LcgislatiTas,  de  los  Tribunales  de  Justicia, 
de  l'as  Municipalidades,  do  las  Sociedades  Rurales,  los  Jefes  de  Policía  y 
finalmente  aquellos  í[UC  á  juicio  de  la  Comisión,  hubiesen  prestado  distinguidos 
servicios  á  la  Sociedad. 

Corresponsales  los  que  dentro  6  fuera  del  país,  cooi)erasen  al  mayor  brillo 
V  soslcnimiciito  do  lainsfituíMon. 

Los  fundadonís  y  activos,  mayores  do  edad,  pagan  0,5()  mensualmente 
por  trimestre  adelantado  y  dos  posos  al  rocil)ir  el  diploma. 

Para  ser  socio,  las  personas  que  lo  soliciten  deben  ser  presentadas  por 
uno  ó  dos  miembros  de  la  Sociedad — la  Comisión  Directiva  admite  ó  rechaza 
la  solicitud. 

Los  socios  contribuyentes  al  inscribirse  y  recibir  el  diploma  deben  dona 
una  suma  no  menor  de  un  peso,  perdiendo  el  carácter  de  tales  los  que  n 
hubiesen  pagado  tres  trimestres  vencidos  ú  ob.servasen  una  conducta  censu 
rabie  y  desdorosa. 

En  la  primera  semana  de  Octubre  de  cada  año  se  celebra  una  Asamble 
General  para  informarse  de  los  trabajos  practicados  y  hacer  la  eleccio 
de  los  miembros  que  reemplazan  á  los  salientes  de  la  Comisión  Directiva. 

La  Asamblea  so  constituye  con  la  torcera  parte  del  número  total  de  Ic::::;^© 
socios  contribuyentes  6  con  cualquier  número  si  la  citación  s-í  ha  hecho  p^::^;. 
segunda  vez,  tomándose  los  acuerdos  por  simple  mayoría  do  socios  contriU  ^. 
yentes  presentes. 

En  la  Asamblea  General  se  procede  al  nombramiento  de  la  Comisio/i 
Directiva,  sorteándose  cinco  do  sus  miembros — los  salientes  son  ree/e- 
gibles. 

El  Presidente  es  elegido  por  la  misma  Asamblea  á  mayoría  de  votos  y 
por  medio  do  votación  secreta — los  Vico-Presidentes  y  demás  funcionarios, 
son  electos  por  la  (Jomision  y  también  por  votación  secreta. 

Para  la  Comisión  Directiva  son  elegibles  los  socios  contribuyentes  de 
mayor  edad,  incluso  las  señoras — los  menores  de  edad  no  tienen  voto  ni  pueden 
usar  de  la  palabra. 

Son  atribuciones  de  la  Comisúm  Directiva:  dirigir  los  trabajos  de  la  Socie- 
dad, administrar  sus  fondos  y  decidir  sobre  la  admisión  ó  expulsión  de  sus 
miembros  ó  socios — nombrar  los  socios  que  deben  constituirse  en  comisiones 
especiales  6  juris,  los  empleados  necesarios  y  los  socios  honorarios  y  corres- 
pon.sales — presentar  la  memoria  anual  do  los  trabajos. 

Cualquier  miembro  que  falte  tres  veces  consecutivas,  sin  justificación  pro- 
bada, es  declarado  suspendido  en  sus  funciones. 

El  Presidente  es  el  representante  de  la  Sociedad  en  todos  sus  actos  y  son 
sus  atribuciones:  presidir  las  Asambleas  y  la  Comisión  Directiva,  dirigir  las  dis- 
cusiones, anunciar  el  resultado  de  los  escrutinios,  firmar  los  diplomas  y  los 
documentos  de  aquella  y  autorizar  el  pago  de  los  gastos  acordados — en  su 


—  245  — 

ausencia  es  reemplazado  por  el  primer  Vice-Presidente  con  las  mismas  fun- 
ciones. 

Los  Secretarios  refrendan  la  firma  del  Presidente,  hacen  y  computan  los 
escrutinios,  levantan  las  actas  de  las  sesiones,  cuidan  de  los  libros  de  actas  y 
de  correspondencia  y  dan  cuenta  ala  Asamblea  de  los  trabajos  hechos  por  la 
Comisión  Directiva. 

El  Tesorero  tiene  por  atribuciones:  ser  el  depositario  de  los  fondos  de  la 
Sociedad,  firmar  las  cuentas  á cobrar,  depositar  los  fondos  en  el  Banco  de  la 
Provincia  á  la  orden  del  Presidente,  pagar  las  cuentas  que  ordene  la  Comisión 
Directiva  y  presentar  en  las  reuniones  trimestrales  un  balance  general  del 
estado  délos  fondos  de  la  Sociedad. 


COLEGIO  NACIONAL  DE  ESCRIBANOS 


Esta  institución  creada  por  la  iniciativa  de  unos  pocos  escribanos  im- 
pulsados por  el  deseo  de  uniformar  la  acción  y  dignificar  la  profesión  de  este 
gremio,  se  ha  visto  poco  después  poderosamente  secundada  por  la  cooperación 
que  ha  recibido  con  la  propaganda  é  incorporación  de  los  mismos  miembros 
que  dudaron  de  su  existencia  y  conservación  y  por  consiguiente,  que  se  abstu- 
vieron de  formar  parte  de  ella,  desde  las  reuniones  preparatorias  en  que  se 
discutíalas  bases  de  los  estatutos  reglamentarios. 

Hoy  los  elementos  que  la  sostienen  bastan  para  asegurar  su  vida  colecti- 
va y  la  laboriosidad  desplegada  por  sus  miembros  la  han  colocado  en  una 
altura  honrosa,  extendiendo  notablemente  sus  relaciones  de  acuerdo  con  los 
propósitos  que  persigue. 

El  21  de  Mayo  de  1886  quedó  definitivamente  fundado  este  colegio. 

El  número  de  socios  activos  que  cuenta  en  la  actualidad  es  de  126  y  de  33 
el  de  honorarios;  posee  una  biblioteca  que,  si  bien  no  es  rica,  encierra  obras 
importantísimas  de  derecho  de  autores  eruditos — ella  se  compone  de  ciento 
veinte  y  siete  obras  comprendidas  en  cuatrocientos  ochenta  volúmenes.  Los 
salones  de  este  centro  han  recibido  últimamente  una  notable  mejora:  el  mobi- 
liario antiguo  ha  sido  sustituido  por  otro  nuevo  y  de  lujo,  mas  conforme  con  el 
carácter  de  la  asociación,  pero  sin  inferir  erogaciones  ó  gravámenes  chocan- 
tes á  su  situación  económica — las  entradas,  provenientes  de  las  cuotas  de  los 
socios,  cubren  fácilmente  los  gastos  administrativos  del  Colegio,  y  aun  se  pro- 
ducen pequeños  sobrantes  que  se  incorporan  al  fondo  metálico  depositado  en 
el  Banco — el  31  de  Agosto  de  1886  poseia  el  Colegio  en  el  Banco  la  suma  de 
$  2.149. 

Está  suscrito  á  publicaciones  periódicas,  folletos  y  á  algunas  obras  impor- 
tantes— el  refuerzo  recibido  por  la  Biblioteca  consiste  en  estas  publicaciones  y 


—  246  — 

ol  cange  quo  sostiene,  pero  en  breve  debe  ser  aumentada  con  obras  interesan- 
tes que  se  comprarán  al  efecto. 

De  los  Estatutos  y  Reglamento  de  esta  asociación  estractamos  lo  que  sigue: 

La  Asociación  debe  residir  en  la  ciudad  de  Buenos  Aires  y  son  sus  princi- 
pales propósitos  mantener  y  fomentar  el  espíritu  de  asociación  entre  todos  ios 
escribanos  en  ejercicio,  estrechando  los  vínculos  de  amistad  y  fraternidad, 
propender  á  su  mayor  ilustración  y  consolidar  la  fé  y  confianza  depositada  en 
ellos,  celebrar  conferencias  y  confeccionar  trabajos  que  tiendan  &  enriquecer 
los  conocimientos  adquiridos  y  defenderse  mutuamente  en  los  casos  que  lo 
requiera  la  profesión. 

Los  socios  deben  reunir  las  siguientes  condiciones:  ser  escribano  en 
condiciones  de  ejercer  la  profesión,  ser  presentado  á  la  Comisión  Directiva  por 
escrito  y  firmado  por  tres  socios  activos,  sin  haber  recibido  la  tacha  alguna 
presentación  durante  los  ocho  dias  subsiguientes. 

Son  sus  deberes:  abonar  diez  pesos  por  ingreso  y  un  peso  y  veinticinco 
centavos  por  cuota  mensual  adelantantada — respetar  y  cumplir  los  Estatutos,  el 
Reglamento  y  toda  disposición  emanada  del  cuerpo — cooperar  al  adelanto  de  la 
Asociación  y  desempeñar  las  comisiones  que  se  les  encomiende — poner  en 
conocimiento  de  la  Comisión  si  tiene  un  practicante  á  su  lado,  expresando  su 
nombre,  edad,  nacionalidad  y  la  fecha  en  que  entró  á  practicar,  dando  cuenta 
en  el  momento  do  interrumpir  dicha  práctica  y  pagando  cuarenta  pesos  de 
multa  los  que  contraviniesen  esta  última  disposición — socorrerse  mutuamente 
en  circunstancias  adversas — asistir  A  kis  asambleas,  etc.,  etc. 

Los  socios  pueden  inspeccionar  los  libros  de  actas,  correspondencia, 
contabilidad  y  tesorería,  en  presencia  del  encargado  respectivo — pedir  cuenta 
de  sus  actos  ii  la  Comisión  Directiva — pedir  la  convocación  de  Asambleas  extra- 
ordinarias, expresando  el  objeto  y  suscribiendo  la  solicitud  diez  socios  por  lo 
menos — proi)oner  socios  activos  y  honorarios  y  los  proyectos  que  se  conside- 
rasen de  utilidad  para  la  Asociación,  etc.,  etc. 

Tres  socios  activos  i)ucden  pedir  por  escrito  la  expulsión  de  un  consocio. 

Pasados  tres  meses  sin  abonar  la  cuota  correspondiente  queda  declarado 
cesante  cualquier  socio,  y  expulsado  de  la  Asociación  si  cometiere  actos  in- 
dignos y  deprimentes. 

Socios  honorarios  pueden  ser  los  abogados  de  la  República  ó  cualquiera 
otra  persona  que  hubiese  prestado  notorios  servicios  á  la  Asociación,  v  tam- 
bién los  Escribanos  de  centros  congéneres  en  que  fuesen  considerados  como 
honorarios  los  miembros  del  Colegio  Nacional  de  Escribanos. 

Los  socios  honorarios  son  presentados  por  diez  socios  activos  por  escrito 
dirigido  á  la  Comisión  Directiva,  la  cual  lo  presenta  á  laAsamblea — tienen  voz 
en  las  deliberaciones,  pero  carecen  de  voto. 

:  j.  La  Comisión  Directiva  se  compone  de  un  PresideHte,  Vice-Presidente, 
Secretario,  Tesorero,  Bibliotecario  y  seis  Vocales,  y  es  nombrada  por  la 
Asamblea  á  mayoría  de  votos — dura  un  año  en  ejercicio    de  sus  funciones  y 


—  247  — 

ningún  miembro  puede  ser  reelegido — es  electa  con  treinta  dias  de  anticipa- 
ción— una  comisión  especial  compuesta  de  dos  socios  se  encarga  del  escru- 
tinio y  proclamación  del  resultado  de  la  elección. 

Son  deberes  y  atribuciones  de  la  Comisión  Directiva: 

Cumplir  y  hacer  cumplir  las  disposiciones  del  Reglamento,  de  la  Asam- 
blea, Comisión  Directiva  y  los  Reglamentos,  etc. 

Hacer  colocar  en  sitio  visible  el  nombre  del  aspirante  á  socio  por  ocho 
dias  durante  los  cuales  deben  presentarse  por  escrito  las  observaciones  que 
sobre  él  tuviesen  que  hacer  los  socios — por  lo  menos  debe  reunirse  una  vez 
porsemana— dictar  medidas  para  conservar  el  orden — nombrar  los  empleados, 
sa«^penderlos  ó  destituirlos  y  fijar  sus  sueldos — organizar  los  tribunales  de 
apelación — votar  los  fondos  necesarios  para  costear  el  servicio  fúnebre  por 
fallecimiento  de  algún  socio — expedir  los  diplomas  de  socios  activos  y  hono- 
rarios— organizar  conferencias — proponer  á  la  Asamblea  las  reformas  que 
considere  de  conveniencia — promover  la  formación  de  Colegios  de  Escri- 
banos en  las  Provincias  y  sostener  comunicación  con  estos  y  los  que  existan 
en  el  extranjero  de  igual  género — concurrir  en  corporación  á  reuniones  6  de- 
mostraciones públicas  para  que  fuese  invitado  el  Colegio. 

Son  deberes  y  atribuciones  del  Presidente:  representar  al  Colegio  en  los 
actos  que  se  relacionen  con  él — presidir  las  Asambleas  y  las  sesiones  de  la 
Comisión  Directiva — tiene  voto  en  caso  de  empate  y  puede  hacer  uso  de  la 
palabra  delegando  su  puesto — firmar  la  correspondencia — presentar  un  infor-^ 
me  semestral  de  la  marcha  del  Colegio — firmar  con  el  Tesorero  las  libranzas 
al  Banco  y  con  el  Secretario  las  órdenes  de  pago  de  gastos  ordinarios — orde^ 
nar  la  impresión  de  las  conferencias  ó  lecturas  que  se  diesen  en  el  Colegio—^ 
acompañado  del  Secretario  gestiona  ante  los  Poderes  Públicos — dirige  las  dis- 
cusiones, fíjalas  votaciones  y  proclama  las  resoluciones  de  la  Comisión  y  déla 
Asamblea  —  sostiene  y  hace  cumplir  las  prescripciones  del  Reglamento  y 
Estatutos. 

El  Vice-Presidente  reemplaza  al  titular  en  los  casos  de  ausencia,  enferme- 
dad y  si  por  muerte,  suspensión  ó  renuncia,  hasta  el  nombramiento  del 
propietario. 

Son  deberes  del  Secretario:  redactar  las  actas  y  correspondencia,  cuidar 
los  archivos  y  citar  á  los  socios  para  las  Asambleas — refrendar  la  firma  del 
Presidente — cumplir  las  órdenes  que  éste  le  dictare — computar  y  verificar  el 
resultado  de  las  votaciones  y  proclamar  su  resultado  con  el  número  de  votos 
en  pro  y  en  contra — llevar  los  libros  siguientes:  de  actas  de  la  Comisión  Direc- 
tiva— id.  délas  Asambleas — de  inscripciones  de  socios  activos  y  honorarios, — 
id.  de  practicantes— id.  en  que  se  copie  toda  resolución  de  interés  y  que  se  re- 
lacione con  el  gremio  en  general 

Las  funciones  de  los  demás  empleados  son  análogas  á  los  de  igual  catego- 
ría en  casi  todas  las  Asociaciones,  razón  por  la  cual  omitimos  deslindarlas  en 
particular* 


r 


estadística  del  comercio  y  las  industrias 


Habiendo  hecho  en  el  primer  tomo  las  aclaraciones  que  consideramos 
pertinentes  á  este  capítulo,  reputamo:?  ionecesaria  su  repetición  y  continua- 
remos bajo  el  mismo  plan  que  en  aquel  dejamos  trazado. 

Se  relaciona  la  importancia  del  Comercio  de  esta  Sección  con  la  de  la 
propiedad  raiz.  Comparadas  con  la  de  la  Primera,  se  destaca  el  descenso  pro 
porcional  en  ambas. 

Tenemos  cuatro  manzanas  suprimidas  para  el  Comercio  é  Indastrias,  por 
cuanto  ellas  son  destinadas  á  Establecimientos  del  Estado,  y  para  desahogo  de 
la  población.  La  Aduana  en  la  número  uno,  la  Casa  de  Gobierno  ó  asiento  del 
Poder  Ejecutivo  en  la  siguiente,  y  la  gran  Plaza  de  Mayo  que  comprende  las 
correspondientes  &  aquellas  cuya  designación  debió  hacerse  con  los  tres  y 
cuatro,  nos  eliminan  lo  mas  céntrico  é  importante,  y  por  lo  tanto,  en  donde 
mayor  representación  podrían  tener  esos  dos  factores  de  nuestra  riqueza. 


El  número  de  los  negocios  es  menor,  también  lo  es  el  de  los  capitales  y 
el  de  los  empleados  como  se  puede  constatar  en  el  cuadro  siguiente: 


Niifum 



Míwii 

imm 

CapMeiiiro 

nnndo! 

ác 

HeEocin 

cantal  (n  ilio 

Eipladn 

S 

4S 

9    3950600 

341 

26 

$    1603700 

1 3o 

54 

314 

37 

374500 

47 

7 

4aiooo 

41 

aS 

134900 

IOS 

8 

34 

iSiaooo 

161 

ag 

na 

33 

iSo6aSo 

a63 

eoiioo 

81 

5a 

3i 

aBioSoo 

6a 

3547000 

3i8 

3a 

536100 

ja 

40700 

98 

33 

878500 

43 

404000 

6 

34 

.89S00 

'4 

1117500 

35 

7 

73 

57 

35 

166000 

144 

37 

16 

Siooo 

38 

aS 

i484aoo 

94 

39 

1 3500 

19 

3aa63oo 

150 

4' 

14900 

ag 

SO 

,69070o 

77 

4a 

lagooo 

63 

7ai8oo 

119 

43 

gCaoo 

a? 

« 

a 
3 
a3 

a60750<» 

95 
la? 

44 

aSooo 

3a 

aS 

735 

•  *"="" 

3985 

—  251)  — 

Aparte  de  la  circunstancia  enunciada  á  proposito  de  las  primeras  cua, 
tro  manzanas,  existen  otras  (\iusas  no  menos  importantes  que  aquella  para 
justificar  el  escaso  número  de  ne*^ocios  en  Sección  tan  céntrica  como  ésta. 
Los  Conventos  de  las  comunidades  de  San  Francisco  y  Santo  Domingo,  el 
crecido  número  de  Iglesias  en  tan  pequeño  i)crímetro,  el  asiento  de  Estableci- 
mientos Públicos  ([ue  0(*upan  extensa  sui)erílc¡e  y  la  falta  de  una  vía  pública 
en  la  Ribera,  son  suliclcntcs  pnra  justiíicar  disminución  tan  notable  en  lo  que 
en  una  época  fué  lo  principal  de  la  ciudad. 

El  Capital  se  manillcsta  con  la  misma  relación  existente  en  cuanto  se  ha 
hecho  constatar  antes  comparándose  con  los  resultados  obtenidos  en  la  Sección 
Primera.  En  esta  no  hay  bancos,  el  número  délas  casas  es  muy  limitado,  y 
en  general  no  existen  esos  establecimientos  cuyo  extraordinario  movimiento 
acrecienta  el  Capital  en  giro. 

De  esa  falta  do  actividad  ([UC  hemos  iiccho  notar  antes  como  propia  de  la 
Sección,  se  resienten  hasta  las  mismas  casas  de  comercio  establecidas  en  ella, 
(excepción  hecha  de  las  situadas  entre  las  calles  de  Rivadavia  y  Alsina),  pues- 
to que  sus  opeivicioncs  comerciales  no  son  comparables  con  las  de  la  anterior, 
en  aquellas  cuyo  capital  efectivo  ó  crédito  sea  equiparable. 

En  cambio  de  las  desventajas  notables  de  una  Sección  céntrica  compara- 
da con  otra  que  también  lo  es,  i)odemos  asegurar  mayor  exactitud,  en  cuanto 
es  posible,  en  la  a[)reciacion  del  capital  en  giro,  ¡íues  las  dificultades 
opuestas  han  sido  en  menor  número  y  mas  fácil  de  ser  salvadas  sin  incurrir  en 
notables  errores. 

Para  cada  man/ana  resultan,  como  término  medio,  en  el  número  de  los 
negocios,  el  de  lS,-í(),  en  vez  de  ¡os  ¿4,*M)  (|ue  ai'roial)an  los  comprendidos  en 
el  perímetro  de  (|ue  nos  ocupamos  en  el  i)rimer  tomo. 

Corresponde  7}/i2  de  los  em[)leados  para  cada  una  de  las  ca.sas  do  co- 
mercio comprendidas  en  ésta,  así  (tomo  en  la  anterior  la  proporción  era  de  5,35. 
Desde  luego  se  destaca  el  hecho  de  falta  de  correlación  en  esta  parte,  puesto 
que  esa  afirmación  sería  lógica  si  existiera  la  misma  en  el  número  de  los  ne- 
gocios y  la  importancia  de  losca[)itales.  i*ero  ella  se  esplica  perloctamente  por 
el  mayor  número  en  ésta  de  pequeñas  industrias  ó  ramos  de  Comercio  cuya 
prosperidad  exige  el  trabajo  personal  como  único  medio  de  lucrar,  en  tanto 
que  en  la  otra,  la  mayoría  es  de  establecimientos  (*on  crecidos  capitales  y  para 
la  marcha  de  los  cuales  no  es  necesario  un  personal  en  relación  con  su  impor- 
tancia. 


—  251  - 

Para  apreciar  la  importancia  de  los  alquileres,  sueldos  é  impuestos  con- 
tinuaremos con  el  siguiente: 


Número 
ie 

ALQUILSRES 

SUELDOS 

IMPUESTOS 

Súmero 
de 

1 

'  ALQUILERES 

SUELDOS 

IMPUESTOS 

M¿n:anA 

Pesos 

1    — 

Pesos 

PtíSOS 

.Msñ:ana 

Pesos 

1     Pesos 

Pesos 

5     ' 

92664 

153S40 

9687.28 

26 

326z6 

60204 

1   3z62.32 

6  i 

109692 

172980 

i33i8.04 

27 

Z4400 

2Z432 

1526.76 

7 

16440 

28080 

1114.30 

28 

4452 

6060 

888.88 

8 

42024 

63996 

4086.90 

29 

T468S 

3oz32 

z6z5.72 

9  ' 

65676 

98040 

6387.3o 

3o 

Z6920 

23724 

Z973.35 

10 

77028 

109956 

6Ó10.88 

3z 

Z2Z92 

28728 

2417.04 

Zl 

Z0O152 

Z48020 

9155.99 

32 

Z3226 

22752 

Z674.00 

12   i 

1 

7440 

1 1 160 

568.64 

33 

TOX40 

Z9224 

770.22 

i3  ' 

3780 

4500 

711.60 

34 

4500 

7500 

602.49 

M 

47664 

IOS240 

4972.81 

35 

9x32 

Z7652 

z 394. 68 

x5 

9180 

27660 

994.45 

36 

6072 

z8z32 

878.44 

i6 

35328 

3m8i6 

3445.79 

37 

2796 

3720 

7ZO.34 

17 

5676 

2x540 

601.34 

38 

3504 

5736 

487. 2Z 

x8 

18924 

39516  ! 

2463.24 

39 

328S 

3i6S 

579.24 

«9  . 

42024 

93988 

5oi8.83 

41 

38i6 

6420 

597.56 

20 

24408 

38844 

2655.45 

42 

14340 

Z5576 

1497.44 

21 

34368 

43116 

3173.22 

43 

5820 

74x6 

578.46 

?2 
23 

4560 

2760 

35460 
7800 

403.40 

2X3.24 

44 

6420 

6708 

600.25 

25 

22656 

66288  , 

4892.90 

940776  ' 

z6z6z24 

ZO243O.O2 

En  la  primera  Sección  cada  establecimiento  paga  mensualmente  como 
término  medio  $  1350,  10.  En  esta  la  proporción  es  de  1279,90.  Aun  cuando  en 
aquella  los  alquileres  son  mas  elevados  y  las  casas,  en  general,  de  mayor  im- 
portancia, en  ésta  disponen  de  mas  superficie  porque,  como  antes  lo  hemos 
dicho,  es  aquí  mas  explotado  el  trabajo  del  hombre.  Allí  el  capital  en  efectivo  ó 
en  crédito  opera  en  centros  reducidos,  se  acumula;  aquí,  por  el  contrario,  en  la 
mayoría  de  los  casos  es  escaso  y  se  le  sustituye  con  la  labor  incesante  del  que 
busca  el  beneficio  en  industrias  ó  ramos  de  Comercio  que  exigen  el  concurso  de 
numeroso  personal. 

La  retribución  de  servicios  nos  manifiesta  la  exactitud  de  nuestras  ob- 
servaciones anteriores.  Así,  en  tanto  que  en  la  primera  la  proporción  de  los 
sueldos  es  de  $  568  para  cada  uno  de  los  empleados,  en  la  segunda  solo  alcanza 
á  403.  En  aquella  se  paga  por  la  destreza  en  determinados  trabajos  cuyo 
desempeño  no  está  al  alcance  de  crecido  número  ó  por  la  confianza  indispen- 
sables que  solo  se  adquiere  con  servicios  continuados.  En  esta  prevalece  en  la 
mayoría  el  de  casas  donde  el  cumplimiento  de  los  deberes  como  empleado, 
es  mas  fácil  y  no  requiere  conocimientos  ó  condiciones  especiales,  por  cuanto 
se  exige  mas  del  trabajo  del  hombre  que  de  sus  intelectuales  condiciones. 
Este  hecho  que  nos  pone  de  manifiesto  una  diferencia  de  30  por  ciento  en  la 
retribución  de  servicios  de  los  empleados  de  dos  perímetros  iguales,  linde- 
ros y  céntricos,  no  reconoce  otra  causa  que  la  expuesta  como  lo  comprobare- 
mos mas  adelante. 

En  los  impuestos  el  promedio  resultante  en  la  primera  es  de  $  181,66  como 
pago  anual  y  en  esta  el  de  139,35.  Ese  31  por  ciento  de  diferencia  debía  ser  con- 


—  252  — 

siderablemente  mas  elevado  si  en  esos  impuestos  no  estuviera  incluido  el  Mu- 
nicipal que  es  reducido  para  las  grandes  casas  de  comercio  á  las  que  se  les  co- 
bra como  de  familia  ó  escritorios,  en  tanto  que  se  quintuplica  en  los  hoteles, 
cafés,  fondas,  etc. 

So  justitica  solo  así  el  resultado  comparado  de  las  dos  Secciones. 


Continuaremos  investigando  la  representación  de  cada  nacionalidad  en  el 
conjunto  de  que  ahora  nos  ocupamos. 


NACIONALIDADES 


Número 

de 

negocios 


PROPORCIÓN 

Por  cierno 


Capital  n  8lro 


PROPOROIOI 

Por  demo 


Argentinos 

Italianos 

Franceses 

Españoles 

Ingleses 

Alemanes 

Suizos 

Orientales 

Norte- Americanos  . . . 

Portugueses 

Brasileros 

Belgas 

Austríacos 

Holandeses 

Paraguayos 

Sociedades  anónimas, 


Totales 


98 
198 

I  32 
2X2 

27 

«4 

12 

iz 

X 

4 

2 

2 
I 

X 

2 
8 


735 


13.334 
16.937 
17.967 
28.845 
3.675 
3.267 
1. 634 
1.469 
0.1 38 
0.545 
0.273 
0.273 
0,137 
0.137 
0.274 
1 .095 


xoo.  — 


5763600 

6717450 

7912500 

5528200 

7939000 

2427500 

II 78000 

364500 

5ooo 

2o5ooo 

139000 

23ooo 

3ooo 

1200000 

80000 

7o3ooo 


14.34 

Z6.7S 

19.70 

13.75 

19.76 

6.04 

2.93 

0.91 

o. 01 

o.5z 

0.35 

o.o6 

2.98 

O.M 

X.74 


46188750 


100,— 


La  proporción  obtenida  por  los  Argentinos  en  esta  no  so  eleva  sóbrela  que 
resultó  en  ¡a  anterior  y  tememos  su  descenso  en  las  siguientes,  dada  la  aver- 
sión de  su  carácter  á  todos  los  negocios  que  exigen  contracción  y  cuyos  resul- 
tados no  son  inmediatos  y  dependen  en  gran  parte  su  buen  éxito  del  ahorro. 

Los  Españoles  tienen  en  esta  Sección  mayor  representación  que  en  ningu- 
na otra.  Se  han  agrupado  en  esto  centro  y  monopolizado,  puede  decirse,  la  es- 
plotacion  de  ahuacen  al  por  menor,  fondas  y  casas  de  liospedage,  puesto  que 
en  estos  ramos  es  en  donde  son  dueños  del  mayor  número  de  casas. 

En  la  di.stribuci(jn  del  capital  se  ve  no  carecren  de  importancia  los  de  aque- 
llas Nacionalidades  que  figuran  en  las  primeras  catoí^orias,  puesto  que  hay 
relación  con  los  de  la  Primera  Sección,  siendo  los  Bancos  en  aquella,  el  ori- 
gen de  la  diferencia  resultante  entre  uno  y  otro  total. 


—  253  — 

Del  número  de  los  empleados  ocupados  por  cada  una  de  las  Nacionalidad 
des  antes  indicadas  y  de  los  alquileres  que  ellas  pagan,  así  como  también  la 
proporción  en  que  resultan  trata  el  siguiente  cuadro; 


NACIONALIDADES 


Núnuro 

de 
empleados 


PROPORCIÓN 

Por  ciento 


ALQÜILSRES 
Pesos 


PROPORCIÓN 

Por  ciento 


Axgentinot. 
Italianos . . 


Españoles 

Ingleses 

Alemanes 

Suizos 

Orientales 

Norte  Americanos 

Portugueses .' 

Brasileros 

Belgas. ...  * 

Austriacos 

Holandeses 

Paraguayos 

Sociedades  anónimas 


673 

8X2 

743 
9" 

205 

228 

143 
65 

2 
i3 

6 

7 

2 
10 

9 

i56 


17.25 

20.25 

18.80 
22.75 
5. 10 
5.65 
3.5o 
Z.60 
o.o5 

0.32 

o.x5 
o.x5 
0.06 
0.26 
0.22 
3.90 


X 40700 

20269a 

20x768 

22507a 

6x404 

40416 

2x660 

X0788 

X200 

5304 
2400 
3240 
540 
2976 
6276 
Z4340 


14.90 
2X.54 

21.44 

23.02 

6.53 

4.41 
2.3o 

x.x5 

o.x3 

0.55 

0.25 

0.34 
0.06 
o.3x 
0*67 
1. 5o 


3985 


xoo. — 


940776 


xoo. — 


Si  se  comparan  los  resultado.s  de  este  cuadro  con  algunos  de  los  anterio- 
res, se  encontrarán  hechos  dignos  de  estudio  porque  revelan  por  sí  mismos  ten- 
dencias ó  costumbres  que  existen. 

La  proporción  de  cada  Nacionalidad  con  el  número  de  negocios,  capital 
en  giro  y  empleados,  se  presta  á  observaciones  interesantes  que  omitimos  por 
su  extensión  y.  pertenecer  á  otro  género  de  trabajos. 

La  representación  de  los  Españoles,  como  antes  lo  habíamos  enunciado, 
es  mayor  en  esta  Sección  que  en  cualesquiera  de  las  otras  diez  y  nueve.  Su 
especialidad  ó  aquella  á  la  que  con  preferencia  se  dedican,  la  habíamos  indica- 
do también  y  solo  debemos  agregar  el  de  encontrarse  agrupados  en  las  man- 
zanas mas  próximas  al  Rio.  Así  como  en  la  Primera  predominan  los  Italianos 
en  la  población  y  comercio  en  las  cercanías  de  la  Ribera  Norte,  en  esta  lo  son 
los  Españoles  en  el  mismo  radio. 

Aun  cuando  lo  indicado  es  la  Nacionalidad  de  los  dueños  de  negocios, 
puede  formarse  una  idea  aproximada  de  la  de  los  empleados,  sabiéndose  qne 
en  general  cada  una  prefiere  álos  suyos  y  el  de  que  hemos  incluido  en  dicha 
agrupación  &  todos  los  que  se  ocupan  en  ello  y  por  lo  tanto  están  comprendi- 
dos también  esos  mismos  propietarios. 

El  monto  de  los  alquileres  de  cada  uno  comparado  con  el  capital  y  número 
de  empleados,  demuestra  la  importancia  de  los  negocios  de  las  Nacionalidades 
indicadas. 


—  254  — 


Los  sueldos  ó  impuestos  quo  pagan,  con  la  proporción  resultante  para 
cada  una,,  complementando  los  cuadros  precedentes,  so  encuentran  en  el  si- 
guiente: 


NACIONALIDADES 


SUELDOS 

Pesos 


PROPORCIÓN  .    IMPUESTOS 


I'ut  cic-mo 


F'csús 


PROPOROIOI 

Por  cieno 


Argentinos , 

Italianos , 

Franceses 

Españoles 

Ingleses , 

Alemanes 

Suizos , 

Orientales 

Norte-Americanos. . . , 

Portugueses 

Brasileros 

Belgas 

Austriacos' , 

Holandeses 

Paraguayos 

Sociedades  anónimas. 


296232 

18.33 

16123.79 

15.75 

292032 

xS.07 

23282. Ó7 

12. 73 

32X336 

19.9'» 

X9464. x6 

19.- 

2S4040 

17. 5S 

22x49.93 

ai.63 

150240 

9.29 

9528.96 

9.3o 

102324 

6.33 

4553.36 

4-45 

53940 

3.34 

2752.92 

a. 69 

23760 

X.47 

1290.92 

z.s6 

36o 

0.02 

102. — 

0.09 

«'960 

0.43 

562.20 

0.5S 

2940 

0.  iS 

275-03 

0.17 

2340 

0.14 

X70.20 

0.Z7 

3oo 

0.02 

59.16 

o.ob 

9360 

0.57 

700.— 

0.68 

4920 

o.3i 

370.62 

0.36 

65040 

4.02 

X043.90 

Z.OX 

16x6124 

100. — 

102430.02 

lOO'— 

í ÓTALES ,..•■..•••.*.. 

En  comprobación  de  cuanto  llevamo.^  dicho  y  con  especialidad  el  deque 
en  esta  Sección  hay  mayoría  de  neírocios  ó  industrias  cuya  naturaleza  é  impor- 
tancia no  exigen,  como  en  laSercion  Primern,  mejor  preparación  en  los  ele- 
mentos auxiliares  de  (|U0  se  valen  para  su  desarrollo,  hemos  formado  el 
cuadro  siguiente  con  el  resultado  de  lo  ¡nafrado  anualmente  por  las  principales 
Nacionalidades,  según  .su  importancia,  á  cada  uno  do  los  que  ellos  emplean  en 
ambos  perímetros. 


Naoionalidad 

Argentinos 

Italianos 

Franceses 

Españoles 

Ingleses 

Alemanes 

Termino  medio  proporcional 


Sección  Primtra 

.S7i,ll) 

"r)3()4ír 


Sección  Sogunte 


)) 
>• 


» 
» 


440,40 
359,02 
432,48 
311,74 
732,89 
4i8,89 

454,35 


A  primera  vista  resalta  la  diferencia  entre  las  de  una  y  otra  Sección,  pues 
en  ninguna  se  igualan:  llegando  en  algunos  á  17  por  ciento,  y  tratándose 
como  se  hace  en  las  dos  do  diversas  industrias  como  ramo  de  comercio  exis- 
tentes en  una  y  otra  Sección.  Esto  mismo  nos  revela  ser  los  ingleses  los  que 
mejor  retribuyen  los  servicios:  los  alemanes,  aquellos  (pie  le  siguen,  y  en  ter- 
cera categoría  los  Argentinos.  Fáltanos  averiguar  si  es  por  conveniencias  6 
exijirlo  así  los  empleos  en  que  los  ocupan. 

Los  impuestos   no  se   prestan  á  observaciones,  porque    siendo   ellos  en 
su  mayor  parte  Municipales,  se  aplican  con  sujeción  á  determinados  servicios 
y  en  esos  casos  es  frecuente  paguen  más  los  de  poca    importancia  debido  á 
que  exigen  mayor  servicio  ó  vigilancia. 


—  355  — 


Entraremos  d  enumerar  los  ramos  de  Comercio  é  ladustrías  existentes, 
le,  aun  cuando  es  extenso,  no  es  posible  eliminar  las  principales^  por  corres- 
>ader  al  plan  adoptado  y  ser  interesante  su  conocimiento  en  detalle. 


RAMOS  DE  C051ERaO  0  LNDUSTBU 

NffiJClO! 

Cüpiial  en  jiros 

EmpleailDs 

Almací™  á,  multa 

Si  000 

500 

5Í300 

=36300 

3630.J 
3:6oQ 
137300 
3aooo 
3;orO'- 
ja3oL..i> 

IC13500 

aitggoo 

37COO 

iSoo 

i3o,-.a 

,^ 

37 

76 

ColchnneriaB  y  deposito»  de  c,\:nas 

'57 

Carbonería!  y  Maizerias. 
£iporta;Íon  (casus  de;. . , 
Empresas  y  Agencias  ma 

Empresarios  de  obras 

Fondas  con  y  sin  hospedaje. . 

Fotc^iafias 

Ferreterías  y  pininrerias 

Fábricas  de  camisas , 

Hemrías , 

Hojalaterías , 

Hoieles , 

Imprentas 

Importadores 

Importadores  y  Exportadores. 

Librerías 

Liiografias 

Lustre  Je  calzado 

Licores  y  refrescos 

Marmolerías 

Mueblerías 

Mercerías 

Molinos 

Panaderías 

Peluquerías 

Rettaorant 

Relojerías  )■  Joyerías 

Sombrererías  . . .  >  < 

Sastrerías  y  Ropa  hecha. . . . 

Tambos  y  Lecherías 

Talabarierias  

Tienda  de  géneros 

Tapcerias 

Tonelerías 

Vario* 

YeMrias 

Zapauríai 


i355co 
S4000 

39000 

3980000 
tSSSoo 


579700 
looooo 
36000 

So  100 
üSoo 

I 131400 
4400 

S3oo 
iSSoo 
117300 


—  256  — 

Comparado  este  cuadro  con  el  de  la  sección  anterior,  resulta  mayor 
número  de  industrias  y  algunas  no  existentes  en  aquella,  pero  que  se  encuen- 
tran radicados  aquí,  así  como  también  disminución  en  el  de  las  casas  de 
comercio. 

A  lo  expuesto  antes,  poco  tendremos  que  agregar,  pues  creemos  haber 
dicho  lo  necesario  para  formarse  idea. 

En  cuanto  á  las  horas  de  trabajo,  ellas  son  tan  variadas  como  los  mis- 
mos ramos  detallados. 

En  el  comercio,  solo  las  casas  importadoras  y  aquellas  que  operan  desde 
su  escritorio,  limitan  sus  operaciones  á  las  comprendidas  desde  las  10  a.  m. 
hasta  las  4  ó  5  p.  m.    Los  demás  empiezan  de  7  á  8  a.  m.  y  terminan  á  las 
9610  p.m. 

Las  industrias,  en  general,  empiezan  á  las  7  a.  m.  y  terminan  á  las  6p.  m. 
Sin  embargo,  desde  hace  pocos  años,  hay  crecido  número  que  trabajan  de 
noche  con   alumbrado   artificial,  preñriendo   para  esto  último  el  eléctrico. 

El  número  é  importancia  se  aumenta  de  dia  en  dia  por  exijirlo  así  las 
necesidades  de  la  población  y  especialmente  es  en  las  industrias  en  donde 
ese  progreso  so  acentúa  de  una  manera  mas  notable ,  pues  á  todos, 
sin  excepción,  les  falta  tiempo  para  poder  atender  los  pedidos  que  se  les 
hacen. 

Si  del  cuadro  se  elimina  la  parte  comercial,  en  lo  relativo  al  capital,  lo 
resultante  para  las  industrias  sería  de  poco  valor ;  y,  en  verdad  lo  es,  porque 
no  existen  en  este  centro  esos  grandes  establecimientos  que  hoy  se  generali- 
zan ,  radicándose  donde  pueden  disponer  de  extensa  superficie ,  pagando 
arrendamientos  económicos  imposibles  de  conseguir  en  esta  sección. 


Continuaremos  con  la  planilla  ó  cuadro  precedente,  en  cuanto  se  relaciona 
con  los  alquileres,  sueldos  é  impuestos  que  pagan  en  el  año  cada  una  de  las 
enunciadas. 


—  857  — 


BH 


RAMOS  DE  COHERUO  O  INDUSTRIA 


Almacenes  de  música 

Artefactos  para  gas  y  aguas  corrientes. 

Armerías  y  cuchillerías 

Alpargaterías 

Aserraderos 

Bazares  y  artículos  de  fantasía 

Boticas  y  droguerías 

Cafés  y  cafés  con  restaurant 

Carpinterías 

Confiterías 

Cocherías  y  caballerizas 

Compañías  de  Seguros 

Cigarrerías 

Colchonerías  y  depósitos  de  camas. . . . 

Consignatarios  y  comisionistas 

Comestibles  y  licores 

Confecciones  para  señoras 

Carnicerías,  frutas  y  verduras 

Casas  amuebladas. 

Corralones  de  maderas 

Carbonerías  y  maicerías 

Exportación  (casas  de) • 

Empresas  y  agencias  marítimas 

Empresarios  de  obras 

Fondas  con  y  sin  hospedaje 

Fotografías 

Ferreterías  y  pinturerías 

Fábrícas  de  camisas 

Herrerías 

Hojalaterías 

Hoteles 

Imprentas .« 

Importadores 

Importadores  y  exportadores 

Librerías 

Litografías 

Lustre  de  calzado 

Licores  y  refrescos 

Marmolerías 

Mueblerías 

Mercerías 

Molinos 

Panaderías 

Peluquerías 

Restaurants 

Relojerías  y  joyerías 

Sombrererías 

Sastrerías  y  ropa  hecha 

Tambos  y  lecherías 

Talabarterías 

Tiendas  do  géneros 

Tapicerías 

Tonelerías 

Varios 

Yeserías 

Zapaterías 


ALQUILKRES 
Pesos 


SUELDOS 
Pesos 


IMPUESTOS 
Pesos 


Sumas, 


5340 
3oo 

4284 

159^ 

1440 

1x064 

T0488 

1975a 

9456 

34788 
6660 

ax6o 

20904 

1740 

44280 

81612 

13572 

1548 

12480 

3960 

35x6 

4920 

8460 

3840 

2x564 

6240 

3x68 

3072 

x3oo8 

3xo8 

20880 

32x60 

213240 

8736 

10X52 

3ooo 

2760 

15996 

720 

24108 

2x276 

6000 

8xxa 

20664 

336o 

23664 

X3356 

52092 

2340 

1 524 

359x6 

4176 

2448 

38688 

X224 

15864 


940776 


3X20 

1080 

558o 

6264 

3720 

X6260 

x86oo 

18888 

20976 

33648 

xxx6o 

2940 

3 1860 

1428 

66060 

59508 

19296 

708 

5280 

6480 

I5X2 

6240 
42720 

39360 

X7424 

6600 

2040 
X0080 
57000 

9696 

24240 
X26420 
462660 

24000 
6840 

x3o8o 

336o 
35520 

i5oo 
3x68o 
16572 

9120 
26160 
29x60 

2796 

2x060 

XO140 

83352 

768 

1740 
37272 

4920 
X2336 
56460 

2676 
46404 


433.60 

47-72 
709.56 

x56.— 

X37.20 

14x8.72 

» 493. 44 
X888.79 

1x25.34 

2746.66 

38o.— 

842.40 

X945.60 

147.71 
5727.98 

9172.22 
849.32 
256.96 
366.25 
539.67 
537.21 

X 1 39 . — 
965.70 
573.28 

2570.35 
300.52 

479." 
434.80 

1339.59 

348.48 

886.36 

22x3.64 

29993.87 

2XX7.28 

880.— 

142.52 

229.50 

1408.96 

72.28 

x58i.40 

2 1 52 . 38 

237.20 

822.08 

2i36.52 

282.88 

265 X. 68 

1x25.64 

4337.25 

266.04 

x64«40 

369X.17 

3x0.72 

3o5.38 

3669.37 

93.68 

t 584. 63 


X616124    X02430.02 


J3 


-  35S- 


Los  alquileres  son  eievadüs  en   geiiei-al,  debido  á  que  el    malaprove-J 
chamiento  de  la  tierra  y  el  crecido  valor  de  ésta  encarece  la  locación  cuyo! 
produelo  responde  a!  interés  del  capital  empleado.     Proporcionalraente  sonB 
mas  crecidos  que  en  ciudades  iiuportanles  de  Europa,  por  cuanto  en  aquellas 
¡a  edificación  se  ele  va  y  en  la  nuestra  las  costumbres  han  influido  para  que  ellaf 
se  dfisarrolle  con  tendencia  indefinida  á  extenderse, 

Por  esa  causa  el  comercio  soporta  hoy  las  consecuencias  de  una  edifícacion  ' 
deficiente.     Hay  casas  impoi-tndoras  y  mayoristas  que  pagan  hasta  rail  nació-  I 
nales  por  el  alquiler  mensual,  siendo  pocas  aquellas  cuya  locación  es  menor 
de  trescientos. 

En  los  negocios  al  por  menor,  difícilmente  se  encuentran  algunos  que  pa- 
guenal  mes  cuarenta  ó  cincuenta  pesos,  existiendo,  por  ei  contrario,  endiversos 
gremios,  crecido  número  de  los  que  soportan  un  alojamiento  excesivo  para 
aquel  profano  en  la  materia  cuya  imaginación  no  concibe  puedan  soportarse  tao. 
crecidos  gastos. 

Los  sueldos  son  también  muy  variables,  habiendo  pasado  ya  la  época  en  4 
que  un  pretendiente  debía  antes  hacer  mérito  sirviendo  sin  sueldo,  a1gu~ 
ñas  veces  un  año,  para  obtener  el  puesto  cuya  remuneíacion  mensual  no  I 
excedía  de  lo  que  hoy  representan  veinte  nacionales.  Hoy  ni  aun  aprendica 
se  encuentran  sin  sueldo;  en  las  industrias  y  pequeño  comercio  es  en  dond^J 
ellos  son  mas  reducidos;  pero  siempre,  ademAs  de  la  comida  y  algunafti 
veces  también  alojamiento,  no  es  menor  de  10  á  15  nacionales  a!  raes. 

El  buen  industrial  jamás  percibo  menos  de  dos  nacionales  diarios  en  la  j 
mas  pobre  de  las  industrias,  elevándose  por  el  contrario  según  su  especialidad^ 
y  competencia  hasta  seis.  Para  ol  desempeño  de  aquellos  que  exigen  cono»  J 
cimientos  cuya  posesión  se  adquiere  con  solo  el  estudio,  la  compensación  j 
varía,  no  tiene  límite,  pero  siempre  es  elevada  porque  el  trabajo  esl 
abundante. 

En  el  comercio  sucede  algo  análogo  retribuyéndose  con  largueza  ItUkl 
servicios  de  personas  competentes  ó  que  poseen  conocimientos  especiales.  E^. 
aquellos  al  por  menor  y  de  fácil  desempeño  es  de  veinte  pesos,  casa  y  comidil 
el  término  medio,  elevándose  asi  ¿tradualmente  y  en  relación  á  la  importan-' 
cia  del  negocio  y  funciones  á  desempeñar-  En  los  mayoristas  esa  proporcíOD  I 
media  se  eleva  asésenla  y  en  los  importadores  á  cien,  pero  siempre  en  las.l 
condiciones  indicadas  y  por  lo  tanto  en  la  escala  ascendente. 

En  el  comercio  especialmente  y  también  en  alganas  industrias  existe  una. 
especie  de  obligación  moral  impuesta  por  la  práctica,  establecida  por  los  ante- 
cesores, de  compensar  al  buen  servidor  con  participación  en  un  tanto  por 
ciento  de  las  utilidades  en  el  año,  que  al  tín  convierte  al  dependiente  que  ha 
servido  diez  ó  quince  años  en  dueño  í>  sucesor,  de  la  casa  en  que  entró.  Esta 
causa  produce  un  aumento  de  roas  de  un  cincuenta  por  ciento  en  los  suol-J 
dos  de  aquellos  ocupados  en  diversos  ramos  de  uno  ü  otra,  que  por  su  natu- 
raleza   misma  no  admile   esperanza  ¡Oguna  de  porvenir  como  el  indicado. 


J 


—  259  — 

Los  impuestos  son  el  de  patentes  y  el  municipal,  únicos  fiscales  obligato- 
rios; los  importadores  tienen  adenuis  el  de  derechos  de  importación  que  son 
ellos  los  únicos  en  anticiparlo.  Los  de  alumbrado  interior  y  servicio  de  agua 
no  los  comprendemos  por  no  encontrarse  en  las  condiciones    los  otros  dos. 

En  cuanto  al  do  patentes  él  puede  calcularse  en  una  escala  que  empieza 
en  8  y  termina  en  G0()  por  un  ano,  con  ex<*epc¡on  de  un  reducido  número 
comprendido  entre  la  última  caie^roría  y  las  intermedias  hasta  ltM)0;  los  bancos 
de  depósito  y  descuentos  pagan  desde  íi.OOO  hasta  í<.00i). 

El  municipal  es  de  poca  imiiortancia  para  los  grandes  establecimientos 
y  de  mucha  para  los  pequeños,  se  cobra  mensualmente,  sin  tener  en  cuenta 
capital  ni  importancia,  y  correspondo  á  los  servicio-^  de  alumbrado  y  barrido 
en  la  vía  i)ública  y  limpie/a  ó  oxtracion  He  residuos;  varía  con  relación  á  la 
naturaleza  del  ramo  explotad'»  y  al  número  de  puertas  y  ventanas  exteriores 
entre  2  v  10  al  mes. 

Terminaremos  con  el  cuadro  do  las  profesiones  liberales  y  el  de  auxiliares 
del  comercio,  tal  como  lo  hicimos  en  el  volumen  anterior. 


NACIONALIDADES 


■  3 

b- 

-  1 
os 

m 

«TJ 

C-3 


zs 


í      E-" 


e-9 


-3 

(X, 


•o 


co 


Argentinos 

Italianos 

12 

I 

3 

1 

i3 

.... 

I 

I 

191 

3 

3 

._  1 

1 

79 

1 

i 

! 

34 
4 
2 
6 

4 

1 

I 
I 

i 

1 
—    1 

1 

1 
3  ' 

1 

1 
■» 

1 

I 

I 
I 

356 
6 

Ingleses 

5 

Franceses 

9 

Norte-Americanos 

1 

Españoles 

Alemanes 

Orientales * . . . 

7 
3 

4 

i      i6 

i5 

191    , 

3  : 

3 

79   i 

72 

2 

7   ! 

3 

391 

En  todas  las  profesiones  liberales  so  exiíre  para  su  ejercicio  la  rivalida- 
cion  del  título  que  acredite  la  competencia  ante  la  facultad  respectiva,  sin  obli- 
gación de  renunciar  á  su  nacionalidad.  En  los  afrentes  del  comercio  hay 
completa  libertad  y  mas  de  una  voz  hornos  vi-^to  .'i  correloi'os  i[iio necesitaban 
de  un  intérnrote  nara  iia''er-i>  ivit.M^I.M*. 

A  pi*np/)sit<)  tjo  ■()>;  Ijouoli-ios  ib'cni  l-js  p.)r  i-)^  '■íxl;\'i:ij-.v'.")s  <-uya  inteligen- 
cia v  cO'.nDotciicia  .jc.iii-.iu  ;ii  sorvii'io  de  estopáis,  solo  diromos,  no  senos 
puede  citar  el  iiomi)ro  de  uno  solo  que  no  haya  conseguido  lo  bastante  para 
vivir  bien  v  hacer  fortuna. 


Nos  vemos  obligados  á  dar  mas  extensión  á  este  capitulo  que  en  el  del 
tomo  anterior,  debido  á  tener  asieolo  en  el  perímetro  comprendido  en  esla 
sección,  el  gobieno  general,  y  la  mayor  parle  de  sus  dependencias. 


—  202  — 

rran  el  período  legislativo  .«íimuHáneamento — iiii]í?un  miembro  de  ellas  puede 
ser  acusado  ó  molestado  por  opiniones  verti'las  cu  ol  seno  del  Congreso 

i>on  alridifcioncs  del  (!oni¿:res«):  le«j:islar  sobre  aduanas  exteriores;  estable- 
cer derechos  de  ini})orta(:¡un  y  exportación — imponer  contriijuciones  directas; 
contraer  empréstitos    pecuniarios  sobre  ol  crédito  do  la   Nación — disponer 
del  uso  y  cnajijonacion  <lc  las  ticri-as  do  propiedad  nacional — arreglar  el  pago 
de  la  deuda  interior  y  exterior  de  la  Nación — fijar  el  jíresupuefjto  nacional  de 
gastos  y  aprobar  ó  desechar  la  cuenta  de  inversión — hacer  sellar  moneda,  fi- 
jar  su  valor  y  el  de  las  extranjeras— dictar  los  Códigos  civil,  comercial,  penal 
y  de  minería — reglar  el  comercio  marítimo  y  terrestre — lijar  la  fuerza  de  línea 
de  tierra  y  mar — autorizar  al  Poder  Mjccutivo  para  dcclai'ar  la  guerra 6  hacerla 
paz — promover  l/i  in/lustriii,  inmi^Mvicion,  construcción  do  ferro-carriles  y  ca- 
nales navegables,   l.'i  coloni/acinn,    imporlncion   de  capitales  extranjeros,  la 
exploración  íIo  los  rios  interiore-;,  etc. — |)ormilii*  la  intro  luccion  de  tropas  ex- 
tranjeras en  el   terriiori<')  do   la  Nar'ion,  aprob.ir  ó  desechar  los  tratados  con- 
cluidos con  las  ílemás  naciones — prt)Voor  á  la  scLcuridaddc  las  fronteras 

Parala  formación  do  las  leyes,  cualesípii(?ra  do  los  miembros  de  ambas 
Cámaras  pueden  jíresontarlas  bíijo  la  forma  úo  proyectos,  de  la  misma  mane- 
ra que  el  Poder  Ejecutivo — cuando  un  proyecto  ha  sido  aprobado  por  la  Cáma- 
ra de  su  origen,  jiasa  á  la  otra  para  su  discusión,  la  cual  si  también  lo  aprueba, 
es  sometido  entonces  al  Poder  Ejecutivo  (|uo  debe  |)romulgarlo  como  ley  si 
merece  su  aprobación — es  considerado  aprobarlo  por  el  Poder  Ejecutivo  todo 
proyecto  no  devuelto  en  el  término  de  diez  dias  útiles — un  proyecto  rechazado 
totalmente  por  una  de  las  Cámaras  no  puede  repetirse  en  los  sesiones  del  año, 
pero  si  únicamente  ha  sido  coi'rejido  ó  adicionado  jior  la  Cámara  revisora, 
vuelve  entonces  á  la  de  su  origen  y  si  dichas  correcciones  son  aprobadas  por 
mayoría  absoluta,  pasa  en  tal  caso  á  examen  del  Poder  Ejecutivo  Si  este  las 
desecha,  vuelve  el  jjroyecto  por  segumla  voz  ala  Chámara  revisora,  y  si  esta  las 
sancionase  nuevamente  por  una  mayoría  de  las  dos  terceras  partes  de  sus 
miembros,  vuelve  á  p;isarel  proyecto  á  la  ('áinara  do  su  origen,  la  cual  para 
rechazar  las  cori-ecciones  necesita  ol  voto  de  las  di^s  terceras  partes  de  los 
miembros  |)resentes. 

Cuando  un  prf»yocto  (ís  desechado  on  todo  6  en  parto  poi*  ol  Poder  Ejecuti- 
vo, i)asa  con  las  ol)sorv.icir)iies  o  c()i-rec«-ioncs  ala  Cámara  do  su  origen,  la 
cual  si  las<:oníirma  por  mayoría  do  dos  tiMclrisdo  vntns,  os  sonr^tido  á  la  revi- 
sión do  la  oti'íi  Cámai';i.  Si  o>t;iá  >u  voz  cnnlirinn  las  CDi-r-occioncs,  el  proyecto 
es  ley  y  pasa  al  Poíl(M'  Ejecutivo  pai'.i  su  pi-nnml^ncion— la  íVirmula  <|ue  debe 
usarse  en  la  sanción  do  las  leyes,  (»>:  «^1^1  Sonadn  y  Camarade  Diputados  de 
la  Nación  Argentina,  rounidosen  ('ongroso,  etc.,  doci-etan  6  sancionan  con  fuer- 
za de  lev*. 

Las  facultades,  atribuciones  y  reglamentación  general  de  cada  Cámara 
quedan  definidas  del  modo  siguiente: 


—  263  — 


CÁMARA   D£  DIPUTADOS 

Al  in(:üri)orar.se  los  Diputados  á  ia  Cámara  prestan  pi'éviamentoel  siguiente 
juramento: 

¿Juráis  por  Dios  y  ns/o.y  stmfos  EvaiKjelios  dcücuipcñar  fiel  mente  el  cargo  de  Di- 
putado y  obrar  en  fodu  í//»  con/nr/nidad  á  lo  qia  prescribe  la  Comíitucion  Nacio- 
nal] Sí  JLRO.  Si  a^^i  lo  /iicierei^,  Dios  os  ayude  ^  ¡j  si  nó,  El  y  la  Patria  os  lo  demanden. 

El  traiamieiito  de  la  Cámara  es  el  de  Honorable,  la  cual  solo  en  casos  de 
fuerza  mayor  puede  constiiuirse  fuera  de  la  Sala  de  sesiones,  necesitando  la 
presencia  de  la  mitad  mas  uno  del  total  de  los  miembros  para  formar  quorum 
legal.  Una  vez  incorporados,  están  obligados  á  asistir  á  todas  las  sesiones,  no 
pudiendo  ausentarse  en  el  período  legislativo  sino  con  licencia  de  la  Cámara, 
la  cual,  á  su  juicio,  puede  acordarle  con  ó  sin  goce  <le  dieta  por  tiempo  deter- 
minado— los  permisos  que  la  Cámara  j)uede  acordar  á  su^  miembros  para  de- 
sempeñar comisiones  <lel  Fodor  Ejecutivo,  incompatibles  con  la  asistencia  alas 
sesiones,  solo  duivui  j^or  el  ano  legislativo  en  rpie  fueron  otorgados — cuando 
por  falla  de  quorum  n.»  sv?  roiistituyo  scsií)n.  la  Se<"retaría  debe  publicar  los 
nombres  de  los  asistoiitos  é  iii;i<istenios,  expresando  si  la  falta  fué  cono  sin 
aviso — la  minoría,  coiistiuii'ia  (mi  sesión.  ])Uode  compeler  á  la  mavoría  en  el 
caso  de  inasi>tencia  rcitera-ia--  los  Diputados  electos  siempre  gozan  del  viático 
designado  |.)0r  i;i  ley,  aunque  sus  di|>lomas  no  fuíi-en  aprobados,  y  solamente 
de  la  dieta  cuando  la  Cámara  aprueba  la  elección  de  algún  Diputado  que  no  tu- 
viese diploma. 

El  dia25  6  2i)  de  Abril  de  cada  ano  se  reúnen  ios  Diputados  en  sesiones 
preparatorias  y  eligen  un  Presidente  provisorio,  quien  nombra  una  Comisión 
especial,  de  los  ya  recibidos,  ])ara  dictaminar  sobre  los  poderes  délos  electos, 
expidiéndose  inmediatamente  sobre  las  elecciones  que  no  ofrezcan  dificultad, 
dejando  á  laconsidei-acion  de  la  Cámara  la  resolución  de  las  demás — cuando 
el  número  de  diputados  recibidos  es  bastante  i^ara  formar  quorum  legal,  se  pro- 
cede inmediatamente  á  nombrai*  un  Presidente  v  dos  \'ico-Presidentes,  des- 
pues  de  lo  cual  el  primero  comunica  al  Poder  Ejecutivo  y  al  Senado  que  queda 
constituida  legalmcnte  la  Cámara. 

En  las  primeras  sesiones  ordinarias  se  lijan  los  dias  y  horas  de  .sesión  en 
que  debe  reunirse  la  Cámara,  siendo  extraor<1inarias  las  que  se  celebran  fuera 
de  ellos  ó  durante  el  receso — las  .«^esiones  son  públicas,  i)ero  pueden  también 
ser  secretas  por  resolución  de  la  Cámara — (M  Podei*  l^jecutivo  y  también  una 
petición  por  e>criio  de  cinco  Diputados  dirijida  al  Presidente,  tienen  derecho 
á  requerir  de  la  Cámara  se  reúna  en  sesión  secreta  para  resolver  si  el  asunto 
que  la  motiva  debe  tratarse  reservadamente — en  una  sesión  secreta  solo  pue- 
den concurrir  los  miembros  de  la  Cámara  y  sus  Secretarios,  los  Senadores, 
los  Ministros  del  Poder  Ejecutivo  y  algunos  taquígrafos,  haciendo  jurar  previa- 
mente á  estos  últimos  qne  no  revelarán  el  secreto. 


—  264  — 

Las  extraordinarias  tienen  lugar  á  petición  del  Poder  Ejecutivo,  por  reso- 
lución de  la  Cámara  ó  por  petición  de  cinco  Diputados  dirijida  por  escrito  al 
Presidente. 

El  Presidente  y  Vice-Presidente  duran  en  sus  funciones  hasta  el  15  de  Jih 
lio,  ejerciéndolas  los  que  los  reemplazaren  hasta  la  clausura  del  Congreso- 
ambos  son  reelegiblcs — las  atribuciones  del  Vice-Presidente  se  reducen  á  sus- 
tituir al  Presidente  cuando  este  no  concurre — el  nombramiento  de  Presidente 
y  Vice-Presidentes  se  debe  comunicar  inmediatamente  al  Poder  Ejecutivo  y  i 
la  Cámara  de  Senadores. 

Entre  las  atribuciones  y  deberes  del  Presidente,  estractamos  las  siguientes: 

Llama  á  los  Diputados  y  abre  la  sesión  desde  su  asiento — dá  cuenta  de  to- 
dos los  asuntos  entrados,  dirije  las  discusiones,  llama  á  la  cuestión  y  al  orden 
á  los  Diputados,  propone  la  votación  y  proclama  el  resultado,  designa  los 
asuntos  que  deben  fc^rmar  laórdoii  del  dia;  provee  lo  conveniente  á  la  policía, 
orden  y  mecanismo  de  la  Secretaría,  presenta  á  la  aprobación  de  la  Cámara  el 
presupuesto  de  gastos  y  sueldo  de  ella,  en  los  casos  de  empate  resuélvelas 
cuestiones  con  su  voto 

Los  Secretarios  so  nombran  i\  |)lurali<lad  de  votos  j)or  la  Cámara,  extraños 
áella,  y  dependen  directamente  del  Presidente;  son  dos  y  deben  prestar  jura- 
mento de  desempeñar  fielmente  el  cargo,  guardando  secreto  cuando  se  lo  pida 
la  Cámara. 

De  las  obligaciones  comunes  á  los  Secretarios,  entresacamos: 

Redacitar  las  actas  y  organizar  las  publicaciones  hechas  por  orden  de  la 
Cámara — verificar  por  escrito  el  escrutinio  en  las  votaciones  nominales— anun- 
ciar el  resultado  de  las  votaciones  y  el  número  de  votos  en  pro  y  en  contra^ 
proponen  al  Presidente  el  presupuesto  de  gastos  y  sueldos  de  la  Secretarla  y 
de  la  casa — el  Presidente  distribuye  entre  ambos  Secretarios,  según  las  nece- 
sidades del  servicio,  dichas  funciones. 

El  Secretario  encargado  de  la  redacción  de  las  actas  debe:  autorizarlos 
documentos  firmados  por  el  Presidente;  extender  en  un  cuaderno  especial  el 
acta  de  cada  sesión;  darles  lectura  en  cada  sesión  autorizándolas  cuando  ha- 
yan sido  aj)robadas  por  la  Cámara  y  firmadas  por  el  Presidente;  trasladarlas 
al  libro  destinado  para  este  objeto  y  firmarlas  él  y  el  Presidente:  llevar  por  sepa- 
rado cuadernos  y  libros  de  actas  reservadas  que  deben  ser  leidas  y  aprobadas 
en  una  sesión  inmediata,  también  secreta,  y  trasladadas  en  la  misma  forma 
indicada. 

El  Secretario  encargado  del  diario  está  obligado  á:  leer  todo  lo  que  pida  la 
Cámara,  menos  el  acta;  redactar  las  discusiones  si  no  hubiesen  taquígrafos  y 
obtener  las  traducciones  de  ellas  en  el  caso  que  hubiesen  taquígrafos;  correr 
con  las  impresiones — distribuir  la  orden  del  dia  y  demás  impresiones  éntrelos 
miembros  del  Congreso  y  los  Ministros  del  Poder  Ejecutivo. 

Nueve  Comisiones  permanentes,  compuestas  cada  una  de  cinco  Diputados» 


—  265  — 

están  encargadas  respectivamente  del  despacho  de  los  asuntos  ó  negocios  á 
que  se  refieren— de  Negocios  Constitucionales  y  Exteriores,  de  Legislación  y 
Justicia,  de  Culto  é  Instrucción  Pública,  de  Hacienda,  de  Obras  Públicas,  de 
Presupuesto,  de  Guerra  y  Marina,  de  Peticiones  y  Poderes,  y  de  Inmigración, 
Colonización,  Agricultura  y  Tierras  Públicas 

Los  Ministros  del  Poder  Ejecutivo  pueden  tomar  parte  en  el  debate  de 
cualquier  cuestión,  pero  no  tienen  voto— la  Cámara  por  indicación  de  uno  ó 
mas  Diputados  puede  hacer  concurrir  á  su  recinto  á  los  Ministros  para  reci- 
bir las  esplicaciones  é  informes  que  estime  convenientes,  debiendo  hacerse  la 
citación  á  estos  inmediatamente  si  las  informaciones  se  refieren  á  asuntos  pen- 
dientes ante  la  Cámara. 

La  Cámara  de  Diputados  se  compone  de  ochenta  y  seis  miembros,  cuya 
dieta  y  viático  abona  el  Tesoro  con  la  suma  mensual  de  $  39.812,34,  que  fija  el 
Presupuesto  Nacional. 

La  Secretaría  de  esta  Cámara  se  compone  de:  dos  Secretarios,  un  pro-se- 
cretario, un  oficial  mayor,  otro  oficial  mayor  l^  y  uno  2*.,  tres  inferiores,  un 
encargado  de  la  Biblioteca,  un  mayordomo,  cinco  ordenanzas,  un  guardián  y 
un  portero  jubilado. 

El  cuerpo  de  taquígrafos  se  compone:  un  director,  un  sub-director,  seis  ta- 
quígrafos de  primera,  siete  de  segunda  y  un  ordenanza. 

El  personal  total  de  ambos  cuerpos,  incluso  los  gastos  por  impresiones, 
subvenciones,  gastos  de  escritorio,  fomento  de  biblioteca,  etc.,  imponen  al  Te- 
soro una  erogación  de  $  5.812  mensuales. 

La  Contaduría  del  Congreso  se  compone  de:  un  contador  mayor,  dos  con- 
tadores auxiliares,  un  oficial  1%  tres  auxiliares  y  un  ordenanza,  cuyo  sos- 
tenimiento incluso  los  gastos  de  oficina  asciende  á  $  1.475  mensuales. 


CÁMARA    DE  SENADORES 

Seis  dias  antes  de  reunirse  el  Congreso  en  sesiones  ordinarias,  se  cons- 
tituye el  Senado  en  sesiones  preparatorias  para  examinar  los  poderes  presen- 
tados por  los  Senadores  que  deben  incoporarse,  los  cuales  son  aprobados 
inmediatamente  sino  ofrecen  dificultad,  dejandoá  la  deliberación  de  la  Cámara 
los  demás. 

El  resultado  del  examen  y  votación  debe  comunicarse  al  Poder  Eje- 
cutivo para  que  ordene  practicar  nuevas  elecciones  si  alguno  de  los  pode- 
res fuese  desaprobado. 

Al  incorporarse  un  Senador  debe  prestar  previamente  el  siguiente 
juramento: 

«  ¿Juráis  á  la  Patria,  por  Dios  y  estos  Santos  Evangelios,  desempeñar  debi- 

«4 


—  266  — 

damente  el  cargo  de  Senador  que  ella  os  ha  confiado  para  el  Congreso  Legis- 
lativo Federal  de  la  Nación  Argentina,  y  obrar  en  todo  de  conformidad  con  lo 
que  prescribe  la  Constitución  Nacional?  » 

Incorporado  y  archivados  sus  títulos,  el  Presidente  de  la  Cámara  le  ex- 
tiende el  correspondiente  despacho  de  Senador,  refrendado  por  el  Secretario, 
expresando  la  Provincia  que  representa,  el  diade  su  incorporación  y  el  de  su 
cese — inmediatamente  se  procede  al  nombramiento  de  Presidente  y  Vice- 
presidente Provisorios  que  deben  jurar  su  cargo,  el  cual  dura  por  el  término 
de  las  sesiones  de  cada  año,  participándolo  acto  continuo  al  Poder  Ejecutivo 
y  Cámara  de  Diputados,  de  la  misma  manera  que  cuando  la  Cámara  ha 
quedado  organizada. 

En  la  primera  sesión  del  Senado,  abiertas  las  Cámaras,  se  nombran  las 
comisiones  respectivas  para  el  examen  y  estudio  de  los  negocios. 

La  mitad  mas  uno  del  número  total  de  Senadores  constituye  quorun  legal 
y  por  consiguiente  Cámara. 

Sesiones  ordinarias  son  las  que  se  celebran  en  los  dias  designados  por  la 
Cámara  y  extraordinarias  las  en  otros  y  también  las  secretas —las  sesiones 
son  públicas,  peroá  pedido  del  Gobierno  ó  de  tres  Senadores  pueden  ser  se- 
cretas, á  las  cuales  tienen  derecho  á  asistir  los  Diputados,  siempre  que  no 
tengan  carácter  ejecutivo — los  taquígrafos  no  concurren  generalmente  á  estas 
últimas — en  las  extraordinarias  debe  expresarse  previamente  el  asunto  ü  ob- 
jeto de  ellas  si  fuesen  públicas,  reservándolo  paralas  secretas — los  Senadores 
deben  asistir  á  todas  las  sesiones  y  i)ara  faltar  á  alguna  avisarlo  al  Presidente, 
pero  si  la  inasistencia  continúa  por  tres  sesiones  ó  mas  por  cualquier  motivo, 
debe  solicitar  licencia  por  escrito  á  la  Cámara — las  sesiones  se  celebran  en 
la  Sala  designada  y  solo  en  caso  extraordinario  fuera  de  ella. 

Presidencia, — De  las  obligaciones  y  facultades  del  Presidente,  entre- 
sacamos: 

Sostener  el  Reglamento  y  obrar  <le  acuerdo  con  él — mantener  el  orden 
en  la  Cámara,  dirijir  la  discusión,  llamar  á  la  cuestión  y  al  Orden  y  fijar  las 

votaciones — proclamar  las  decisiones  de  la  Cámara 

no  toma  parte  en  las  discusiones  ni  tiene  voto,  sino  en  los  casos  de  empate  ó 
cuando  se  haya  hecho  reemplazar  por  el  Vice-Presidente — es  el  único  que  ha- 
bla en  nombre  del  Senado,  pero  no  puede  comunicar  por  escrito  sin  su 
acuerdo. 

Secretaria. — El  Secretarioes  nombrado  por  la  Cámara á  pluralidad  respec- 
tiva, de  fuera  de  su  seno  y  depende  directamente  del  Presidente. 

Son  en  parle  sus  obligaciones:  Redactar  las  actas  y  notas  que  deben  pa- 
sar á  la  Cámara  de  Diputados— cuidar  de  la  organización  c  impresión  del 
Diario  de  Sesiones — hacer  por  escrito  el  escrutinio  en  las  votaciones  nomina- 
les expresando  el  nombre  de  los  votantes — anunciar  al  Presidente  el  resultado 
de  toda  votación  y  el  número  de  votos  en  pro  y  en  contra — extender  en  un 
cuaderno  el  acta  de  cada  sesión,  la  que  después  de  aprobada  y  rubricada 


—  267  — 

por  el  Presidente,  debe  ñrmar.  Trasladadas  al  libro  correspondiente  y  fir- 
madas las  actas  por  él  y  el  Presidente  debe  archivar  el  cuaderno  original — 
las  actas  reservadas  deben  ser  llevadas  y  trasladadas  del  mismo  modo — or- 
ganiza y  pasa  al  Presidente  los  presupuestos  de  sueldos  y  gastos  de  la  Se- 
cretaría, y  de  la  casa — debe  leer  en  la  Cámara  todo  lo  que  en  ella  se  ofreciere — 
cuida  de  la  impresión  del  Diario  de  Sesiones — solicita  de  lo  s  taquígrafos  las 
traducciones  de  las  discusiones,  procediendo  después  conforme  á  lo  indicado^ 
el  Archivo  del  Senado  está  á  su  cargo 

Un  Pro-Secretario  desempeña  las  mismas  funciones  cuando  no  concurre 
el  Secretario,  debiendo  cooperar  al  mejor  servicio  y  expedición  de  la  Se- 
cretaría en  caso  contrario. 

Comisiones, — Hay  seis  Comisiones  compuestas  cada  una  de  tres  miembos, 
á  saber:  de  Negocios  Constitucionales,  de  Legislación,  de  Hacienda,  del  Inte- 
rior, de  Guerra  y  Marina  y  de  Peticiones,  las  que  son  únicamente  informan- 
tes de  los  asuntos,  materias  ó  negocios  que  se  someten  á  su  dictamen — ^una 
Comisión  especial,  compuesta  también  de  tres  miembros,  debe  examinar  las 
cuentas  de  la  Administración  y  del  Crédito  Público. 

Asistencia  de  /os  Ministros. — Los  Ministros  carecen  de  voto,  pero  pueden 
tomar  parte  en  cualquier  debate — uno  ó  mas  Ministros  pueden  concurrirá  la 
Cámara  á  requisición  de  uno  ó  mas  Senadores  para  suministrar  los  informes  y 
esplicaciones  que  se  estimaren  convenientes — cuando  la  presencia  de  uno  ó 
mas  Ministros  es  necesaria  para  la  resolución  de  cualquier  asunto  en  discu- 
sión, aprobada  la  petición,  debe  citarse  inmediatamente  á  aquellos. 

La  Cámara  de  Senadores  se  compone  de  treinta  miembros,  cuya  dieta  y 
viático  cuesta  al  Tesoro  Nacional  la  suma  mensual  de  pesos  14.208,84. 

La  Secretaría  se  compone  de  dos  Secretarios,  un  pro -secretario,  un  oficial 
mayor,  otro  inferior,  otro  mas  inferior,  cuatro  oficiales,  un  intendente,  tres 
ordenanzas  y  un  mayordomo. 

El  cuerpo  de  taquígrafos,  se  compone  de  un  director,  un  sub-director,  dos 
taquígrafos,  cinco  inferiores,  dos  auxiliares  y  un  ordenanza. 

Los  gastos  de  impresiones,  de  escritorio,  reparación  del  mobiliario,  etc., 
agregados  á  los  de  sostenimiento  del  cuerpo  total  de  empleados,  cuesta  al 
Erario  Nacional  la  suma  mensual  de  pesos  6.376. 


CONVOCANDO  A  ELECCIONES  PARA  DIPUTADOS  A    LA  ASAMBLEA    GENERAL 

Si  pudo  proclamarse  triunfo  la  disolución  de  la  primera  Asamblea  provisional  del  6  de  Abril 
último,  la  patria  debe  sin  duda  datar  un  nuevo  nacimiento  desde  el  instante  mismo  en  que  salvó  de 
la  terrible  crisis  que  preparaba  la  del  6  de  Otubre.  La  Asamblea  mostróse  como  un  centro  de  im- 
pulsión arbitraria  en  una  circunferencia  aparentemente  popular.  Absurdo  ciertamente  insoporta- 
ble, figurarse  representación  de  los  pueblos,  habiéndose  sofocado  la  espresion  del  voto  general; 
7  como  si  pudiera  sentarse  el  edificio  moral  de  la  libertad,  sobre  dmientos  de  elecciones  vicio- 
sas, esdusiones4violentas.;y  suplencias  ilegales.  Pero  los  ciudadanos  virtuosos,  superiores  al 
choque  de  pasiones,  que  habían    empezado  á  estallar  con  toda   fuerza,  contestaxon  qpor- 


-  268  — 

tunamente,  que  para  los  que  tienen  y  conocen  sus  derechos,  no  era  respetos  los  abusos^ 
leyes  los  artiñcios,  ni  mandatos  los  caprichos.  Por  un  movimiento  tan  majestuoso  no  quisie- 
ron dar  un  paso  hacia  la  libertad  ultrajada,  sin  darlo  igualmente  hacia  la  independencia 
nacional.  Los  medios  que  pusieron  en  obra,  si  hirieron  algún  modo  la  imaginación,  déjame 
también  satisfecha  la  razón  y  lisongcaron  los  sentimientos  délos  hombres  libres.  El  objeto 
inmediato  lu¿  la  organización  del  Estado,  que  no  tenia  ley,  jurisprudencia,  forma,  ni  genio 
alguno  cierto,  y  donde  una  serie  de  decretos  cf)ntrar¡os  había  servido  hasta  aqui  de  titulo  y 
alimento  á  la  arbitrariedad  de  \vs  magistrados.  Sin  violencia  pues,  se  estableció  la  autoridad 
superior  que  preparase  el  camino;  y  el  pueblo  que  había  asombrado  al  mundo  el  25  de 
Mayo  de  18 10,  le  dio  nuevas  Icccionos  de  moderación  y  de  justicia  con  el  espectáculo  déla 
nueva  instalación.  Constituido  el  gobierno,  si  su  primer  cuidado  en  tiempo  fué  la  expulsión 
de  los  enemigos  exteriores,  atender  á  los  ejércitos  y  rendir  el  justo  homenaje  A  los  ilustres 
defensores  de  la  pátrin  en  Tucuman,  la  libcrUid  interior  y  la  felicidad  permanente  del  Estado 
ha  sido  su  empeño  principal  en  importancia. 

Cualquier  abandono  de  los  pueblos  cu  el  piélago  de  abusos  agolpados  para  su  ruina  por 
el  poder  arbitrario,  seria  á  los  ojos  de  los  individuos  encargados  de  la  autoridad,  un  delito 
tan  enorme,  como  sujetar  su  suerte  á  la  disposición  y  capricho  del  conquistador  mas  inso- 
lente. Asi  es,  que  luego  que  lo  permitió  el  torbellino  de  las  primeras  atenciones  á  que  nos 
empeñaban  los  sucesos  militares,  se  anunció  en  un  manifiesto  la  Asamblea  General  preve- 
nida en  el  bando  ereccional  del  ocho  del  corriente,  anuncio  escuchado  con  recelo  por  los 
lX)llticos  misteriosos,  temido  con  horror  ])or  los  tiranos  y  deseado  ansiosamente  p>or  ios  aman- 
tes del  orden,  unión  y  prosperidad  de  esU'is  Provincias.  Después  de  haber  afíanzado  el  pri- 
mer paso  á  la  libertad  con  un  esfuerzo  y  resistencia  tan  general  como  sublime;  después  de 
sostener  por  el  espacio  de  tres  años  una  lucha  de  ferocidad  y  de  barbarie  peninsular  de  una 
parte,  y  de  virtud  y  constancia  americana  de  otra,  cuando  la  España  no  puede  justificar  su 
conducta  en  constituirse  ante  el  Tribunal  de  las  naciones  imparciaics,  sin  confesar  i  pesar 
suyo,  la  justicia  y  santidad  de  nuestra  causa;  ruando  el  eterno  cautiverio  del  señor  don  Fer- 
nando VII  ha  hecho  desaparecer  sus  íiltimc^s  derechos  con  los  postreros  deberes  y  esperanzas 
las  mas  ingenuas;  cuando  el  estado  de  nulidad  é  inccrtiduinbre  política  no  nos  ha  ofrecido  ni 
prepara  sino  terribles  contrastes  que  pongan  á  una  difícil  prueba  la  moderación,  la  firmeza 
y  el  valor,  cuando  una  serie  desgraciadamente  necesaria  de  movimientos  nos  ha  precisado  i 
flotar  de  un  gobierno  en  otro  provisorio  excitando  á  su  vez  nuevas  pasiones,  odios  y  des- 
confianzas que  privan  á  la  República  de  aquella  preciosa  fuerza,  que  solo  puede  ser  de  resul- 
tado y  fruto  de  la  unión;  cuando  las  victoriosas  legiones  de  la  patria  en  el  Perú  y  en  el 
Norte  marchan  ¿  zanjar  los  cimientos  de  nuestra  seguridad  y  el  sepulcro  délos  injustos  agre- 
sores del  país;  cuando  la  necesidad  misma  de  mantener  aquella,  demanda  imperiosamente 
una  reforma  en  la  administración  pública,  que  facilite  en  nuestro  mismo  seno  los  recursos 
proficuos  que  en  el  día  se  hacen  insuficientes,  ¡íor  los  vicios  del  antiguo  régimen  y  por  el 
ejercicio  irregular  é  incierto  del  poder;  en  fin,  cuando  la  hidra  de  las  facci(mes  se  ha  acallado 
felizmente  con  la  creación  de  una  autoridad  para  llenar  las  intenciones  de  los  pueblos,  ¿qué 
otro  tiempo  puede  esperarse  para  reunir  en  un  punto  la  majestad  y  fuerza  nacional? 

Esta  sin  duda  debe  ser  la  memorable  épo(\'i  en  que  el  Pueblo  de  las  Provincias  Unidaí 
del  Rio  de  la  Plata,  abriendo  con  dignidad  el  sagrado  libro  desús  eternos  derechos  por  medio 
de  libres  y  legítimos  representantes,  vote  y  decrete  la  figura  con  qu  debe  aparecer  en  el  gran 
teatro  de  las  naciones.  Elevados  sus  Diputados  ala  altura  de  su  noble  ministerio  y  elevada  la 
patria  á  un  brillante  destiuo,  saldrán  entonces  las  grandes  medidxs,  la  energía  y  la  fortuna. 
La  constitución  que  se  sancione  alentará  la  timidez  de  unos,  contendrá  la  ambición  de  otros,  aca- 
bará conla  vanidad  importuna,  atajará  pretensiones  atrevidas,  destruirá  pasiones  insensatas  y 
dará  en  ñn  á  los  pueblos  lacartade  sus  derechos  y  al  gobierno  la  de  sus  obligaciones.  En  vano 
los  impostores  políticos  ó  erguidos  aristócrata.s,  intentaron  paralizar  esta  justa  empresa,  emba- 
zando el  interés  públi(X)  con  el  mantenimiento  de  antiguos  abusos  á  la  par  de  estériles  espe- 
ranzas, los  tiempos  y  la  fuerza  misma  de  las  cosas  han  completiido  ya  la  revolución  moral  en 
los  sentimientos  é ideas  délos  ameriranos; su  indefinición  política  ó  su  neutra  permanencia, 
ó  los  arrastraria  á  la  disolución  de  una  espantosa  anarquía, /)  los  volvería  á  sepultar  en  la  calma 
estúpida  de  la  mas  ignominiosa  servidumbre,  descendiendo  á  ella  cim  los  sagrados  derechos 
de  que  no  hubiesen  Iiecho  uso  en  su  tiempo  y  en  su  turno.  ¿Por  qué  se  temerá  escuchar  por 
primera  vez  la  voluntad  de  todos  los  pueblos  que  pueden  libremente  explicarla?  ¿Qué aconte- 
cimiento podrá  hacer  gravitar  los  ultrajes  de  la  servidumbre  sobre  los  pueblos  aún  oprimidos 
con  mayor  estrago  y  fiereza,  cuando  los  sucesos  de  la  Paz,  Cochabamba  y  Potosí  han  com- 
pletado ya  los  términos  de  ferocidad,  desolación  y  tiranía?  Manténganse  si  se  quieren  los 
abusos  mismos  ó  las  envejecidas  instituciones,  pero  reciba  al  menos  cualquiera  determina- 
ción el  gran  carácter  del  consentimiento  público,  para  que  regle  la  conducta  de  unos   pue- 


—  269  — 

blos,  que  no  deben  ser  ya  gobernados  sino  por  verdaderas  leyes  dictadas  en  una  Asamblea 
General. 

Partiendo  de  estos  principios,  los  individuos  del  Gobierno,  fuertes  con  la  justicia  y  sin- 
ceridad de  sus  intenciones,  no  corresponderían  á  la  alta  confianza  con  que  se  les  ha  honrado 
sino  caminasen  firmemente  á  tan  elevado  y  justificado  fin,  llamados  al  ejército  del  poder, 
no  por  ambición  ni  por  intriga,  sino  por  el  sufragio  de  los  hombres  libres,  cuando  se  haya 
establecido  la  base  y  forma  de  Gobierno,  que  se  crea  más  á  propósito  al  bien  y  utilidad  de 
todos,  resignarán  el  mando  inmediatamente  en  las  manos  que  una  legítima  elección  señale, 
enteramente  contentos  con  la  gloría  y  el  honor  de  haber  conducido  á  los  pueblos  del  Rio  de 
la  Plata  á  la  dignidad  de  una  Nación  legítimamente  constituida,  así  que  reconociendo  desde 
luego  la  representación  nacional,  no  solo  como  un  derecho  sino  como  un  deber,  la  invocan 
como  el  medio  más  eficaz  de  proveer  á  la  común  defensa,  procurar  la  segurídad  general  y 
asegurar  las  bendiciones  de  la  libertad,  para  la  edad  presente  y  futura,  y  por  lo  mismo 
han  acordado  que  la  Asamblea  sea  convocada  desde  esta  fecha,  para  que  empiece  sus  augustas 
fundones  en  todo  el  mes  de  Enero  del  año  próximo  entrante,  reunidas  que  sean  en  esta 
Capital  los  Diputados  de  los  pueblos  libres.  La  representación  en  ella  debe  ser  tan  completa 
cual  deba  y  pueda  ser  en  un  Congreso  de  tan  alto  carácter  é  importancia;  pero  no  habiendo 
forma  alguna  establecida  que  regle  legítimamente  el  modo  de  las  elecciones  de  los  represen- 
tantes, de  suerte  que  pueda  decirse  con  verdad,  que  sus  resoluciones  sean  la  expresión  de  la 
voluntad  general,  y  así  para  destruir  el  recelo  de  que  sea  reducida  la  Asamblea  á  las  formas 
estrechas  y  exclusivas  de  las  Asambleas  anteríores,  como  para  evitar  el  desorden  y  tumul- 
tuosa confusión,  consiguientes  á  toda  reunión  sin  plan,  regla,  ni  sistema,  escollo  tan  eversivo 
del  justo  uso  de  la  libertad,  como  la  arbitraría  limitación  prescrípta  por  tímidos  tiranos,  ha 
creido  el  Gobierno  indispensable  fijar  la  primera  institución  que  deberá  observarse  con  la 
más  delicada  exactitud  bajo  las  declaraciones  siguientes: 

I*  Se  pasará  orden  por  los  Gobernadores  ó  Tenientes  de  acuerdo  con  los  Ayunta- 
mientos, á  todos  los  Alcaldes  de  barrio,  para  que  citando  á  todos  los  vecinos  libres  y  pa- 
triotas de  sus  respectivos  cuarteles,  concurran  á  una  hora  señalada  á  la  casa  de  cada  Alcalde 
ó  donde  estos  designaren,  y  á  consecuencia,  luego  que  se  hallen  reunidos,  nombrarán  en 
cada  cuartel  un  elector  á  pluralidad  de  votos. 

2*  Las  ciudades  que  no  estuviesen  divididas  en  cuarteles  ó  que  su  número  sea  reducido, 
se  repartirán  en  el  primer  caso  en  ocho  cuarteles  cuando  menos,  y  en  el  segundo  se  subdi- 
vidiran  los  barrios  de  modo  que  se  cuenten  en  el  mismo  número  indicado,  comisionando 
el  jefe  del  pueblo  los  sujetos  de  conocida  imparcialidad  y  patriotismo  que  hayan  de  presidir 
el  nombramiento  de  electores  en  cada  cuartel  si  tampoco  hubiese  Alcaldes  que  desempe- 
ñasen estas  funciones. 

3^  £1  nombramiento  de  electores  se  hará  en  el  mismo  dia  y  si  es  posible  en  una  misma 
hora  en  todos  los  cuarteles,  debiendo  concurrir  acto  continuo  á  congregarse  en  la  Sala 
Capitular  de  Ayuntamiento  del  lugar,  para  proceder  inmediatamente  en  consorcio  de  éste 
y  su  presidente  á  la  elección  del  Diputado  ó  Diputados  para  la  Asamblea,  sirviéndose  del 
Escribano  de  Cabildo  para  la  autorización  de  los  sufragios. 

4^  Todas  las  personas  libres  y  de  conocida  adhesión  á  la  justa  causa  de  la  América, 
sie  excepción  de  empleados  civiles  ó  militares,  podrán  ser  electores  ó  electos  Diputados, 
no  siendo  preciso  que  estos  sean  naturales  ó  residentes  en  los  mismos  pueblos  que  van  á 
representar. 

5^  Las  votaciones  serán  públicas  y  en  voz  alta  del  modo  digno  de  un  pueblo  virtuoso 
y  libre,  asi  como  deben  las  sesiones  de  la  Asamblea,  circunstancia  indispensable  que  com- 
prenderán los  p>oderes  ó  instrucciones. 

6*  Esta  Capital  tendrá  cuatro  Diputados  por  su  mayor  población  é  importancia  política; 
las  demás  Capitales  de  Provincia  nombrarán  dos,  y  uno  cada  ciudad  de  su  dependencia,  á 
excepción  de  Tucuman  que  podrá  á  discreción  concurrir  con  dos  Diputados  á  la  Asamblea. 

7*  Concluida  la  votación  y  hecho  público  el  eS'^rutinio  se  hará  saber  inmediatamente 
al  pueblo,  el  ciudadano  que  resulte  electo  Diputado  á  pluralidad  de  votos,  en  la  inteligencia 
que  debe  reunir  las  más  recomendables  cualidades,  principalmente  estar  acreditada  de  un 
modo  indeficiente,  su  fervorosa  adhesión  á  la  libertad  del  pais  y  una  virtuosa  imparcialidad 
que  le  ponga  á  cubierto  de  la  nota  escandalosa  de  faccioso  o  de  algún  otro  vicio  que  desdiga 
de  tan  alto  ministerio,  circunstancias  que  encarga  sobre  manera  el  Gobierno  con  que  de  la 
felicidad  ó  desaderto  de  la  elecdon,  resultará  evidentemente  ó  el  feliz  destino  ó  el  más  ultra- 
jante infortunio  de  los  pueblos. 

8*  Como  el  motivo  poderoso  que  induce  la  celebradon  de  la  Asamblea  tiene  por  objetos 
príndpales  la  devadon  de  los  pueblos  á  la  existencia  y  dignidad  que  no  han  tenido  y  la 
oiganizadon  general  del  Estado,  los  poderes  de  los  Diputados   serán  concebidos  sin  limi- 


—  270  — 

tadon  alguna,  y  sus  instrucciones  no  conocerán  otro  limite  que  la  voluntad  de  los  poder- 
dantes, debiendo  aquellos  ser  calificados  en  la  misma  Asamblea,  antes  de  su  apertura. ea 
una  sesión  preliminar. 

9*  Bajo  este  principio,  todo  ciudadano  podrá  legítimamente  indicar  á  los  electores  que 
extiendan  los  poderes  c  instrucciones  de   los  Diputados,  lo  que  crea  conducente  al  intttéi 
general  y  al  bien  y  felicidad  común  y  territorial.    Debiendo   precisa   c   indispensablemente 
verificarse  la  apertura  de  la  Asamblea  en  todo  el  mes  de  Knero  del  ano  próximo  entrante; 
el  Cuerpo  de  electores  con  su  presidente  entenderán  breve  y  sumariamente  sobre  cualquier 
virio  de  la  elección  ó  calificación  de  la  persona  electa,  sin  que  de  su  pronunciamiento  hají 
lugar  á  recurso  alguno,  ni  aún  á  este  (ioljiemo,  procediéndose  en  caso  de  evidente  nulidad 
á  una  nueva  elección  en  la  forma  proscripta,  para  evitar  de  este   modo  cualquier  entoq)e. 
cimiento  que  haga  tnispasar  el  tiemj)(í  prefijado.  A  ruyo  efecto,  y  para  aplicar  dignamente 
las  reglas  que  en  general  deben  observarse,  se  estará  á  lo  que   previene  el  art  3"  dd  Re- 
glamento de  2.^  de  Noviembre  de  181 1,  que  da  íí)rma  á  la  Asamblea  Provisional. — Dado 
en  e.sla  Kt)rtaleza  de  Buenos    Aires  á  24    de  Octubre   de   1S12.  —  Dr,  Juan  José  Passo^ 
Fnincisco  ikl^irano  —  Dr,  Antonio  Alvarez  Jonie  — Juan  Manuel  de  Luca,  Secretario  de  Go- 
bierno Interino. 


TRATAMIENTO  DEL   CONGRESO  Y  LOS   DIPUTADOS 

Tucnman,  24  de  Marzo  de  1816. 

Kn  honor  de  los  PucIjIos,  vtTdadero  origen  de  la  Soberanía,  sus  representantes,  como  su 
\iva  inií'igen,  y  esi^iesion  de  sus  v(»los  reunidos  en  C'ongreso,  tendrán  el  tratamiento  de  Sobe- 
rano Señor  en  tenias  las  (K'asioius  (pu:  se  dirija  la  palabra  á  este  respetable  cuerpo.  Los 
Diputados  en  particular  S(»h)  tienen  el  del  resto  de  l<,s  ciudadanos. 

Comuniqúese  á  quienes  corresponda  para  su  publicación. — Doctor  Pedro  Medrano, 
Presidente — Doctor  ¡ost  j\I.  Serrano,  Secretario. 


FORMULA   DEL  RECONOCIMIENTO  DEL  CONGRESO 

Tnciiinaii,  Murzo  'i4  de  1816. 

En  la  ciudad  de  Tucuman,  á  2.\  de  Marzo  de  18 lí),  se  acordó  por  el  Soberano  Con- 
greso Nacional  que  el  juramento  de  reconocimiento  y  obediencia  debía  prestarse  con  suje- 
rion  á  esta  fórmula:  ¿|urais  en  ní>inbrc  de  Dios  Nuestro  Señor,  y  prometéis  á  la  Patria  re- 
Cí>no(:cr  en  v\  presente  Congreso  de  Diputados  la  soberanía  de  los  pueblos  que  representan? 
¿Juráis  á  Dios  Nuestro  Señor  y  prometéis  á  la  Patria  obedecer,  y  guardar  y  cumplir,  y  hacer 
guardar  y  cumplir  sus  decretos,  y  detenninaciones?  Si  así  lo  hiciereis  Dios  os  ayude,  sino 
os  lo  demande. 


DECLARANDO    INSTALADO  EL  CONGRESO  NACIONAL 

Tacuman,  24  de  Mano  de  1816 

Es  instalado  legítimamente  el  Coniírcso  de  las  Provincias  Unidas  del  Rio  de  la  Plata, 
y  queda  en  a'titud  de  esprimir  la  voluntad  de  los  pueblos  (pie  lo  forman. 

Comunl<iU(íse  á  cpiienes  corresp  vid  i  para  su  piiblicarioii. — DocroR  Pedro  Medrako, 
Presidente — Doctor  ¡ose  Mana  Serrano,  Secretario. 


—  271  — 


Juramento  de  obediencia  al  Congreso  por  las  autoridades  de  la  Capital  y  acción  de 

gracias  por  la  instalación    del  mismo 

BANDO 

E¡  Director  Interino  del  Estado  : 

Por  cuanto  con  fecha  28  de  Marzo  anterior  he  recibido  la  importante  noticia  de  ha- 
berse reunido  el  í|ia  24  del  mismo  el  Soberano  Congreso  Nacional,  que  estaba  convocado 
para  la  dudad  de  Tucuman,  previniéndome  el  mismo  augusto  cuerpo,  que  á  consecuencia  de 
su  solemne  instalación,  se  proceda  al  reconocimiento  de  su  alta  dignidad.  Por  tanto,  he  ve- 
nido en  determinar  que  para  el  dia  de  mañana  1 5  del  corriente  a  las  diez,  asistan  todas  las 
corporaciones,  jefes  militares,  civiles  )  politices  á  las  casas  consistoriales  donde  ante  el 
Excmo.  Cabildo  de  esta  Capital  debo  prestar  el  juramento  de  reconocimiento  al  dicho  So- 
berano Congreso  Nacional,  después  de  lo  cual  las  expresadas  corporaciones  y  Jefes  pasarán  á 
esta  Fortaleza  á  verificar  igual  juramento  en  mis  manos,  con  la  solemnidad  que  corresponde 
á  este  acto  religioso. 

Este  es  sin  duda  aquel  momento  suspirado  por  todos  los  buenos,  que  desde  que  la 
opresión  quebrantó  los  vínculos  que  ataban  el  corazón  de  las  Provincias,  anhelaban  por  un 
centro  de  unión  que  apresurase  los  grandes  destinos  á  que  corrió  la  America  desde  su  feliz 
movimiento.  En  medio  de  las  agitaciones  cuando  la  desgracia  parece  empeñada  en  apurar 
nuestro  valor,  y  cuando  los  reveses  públicos  han  puesto  á  prueba  la  constancia  del  ciudadano, 
los  Pueblos  de  la  Union  burlando  las  esperanzas  de  nuestros  enemigos,  han  dado  al  mundo 
el  augusto  espectáculo  de  una  Nación  que  se  reúne  á  formar  sus  leyes,  y  entre  el  estruendo 
de  la  guerra  procede  á  restablecer  su  constitución  con  la  tranquilidad  que  en  las  dulzuras  de 
la  paz,  y  para  hacer  una  expresión  de  nuestro  justo  regocijo  por  tan  interesante  suceso,  se  ilu- 
minará la  ciudad  por  tres  dias  consecutivos,  haciéndose  también  al  Ser  Supremo  la  compe- 
tente acción  de  gracias  al  dia  siguiente  del  juramento.  Publíqucse  así  por  bando  para  que 
llegue  á  noticia  de  todos,  fijcnse  copias  en  los  parajes  públicos  y  dése  á  la  Prensa.  Hecho 
en  Buenos  Aires  á  14  de  Abril  de  181Ó. — Ignacio  Alvarez,  Presidente  —  Gregorio  Tagle^ 
Secretario. 


Voto  de  cada  una  de  las    Provincias   Unidas    para    la  designación  del    punto   de 

reunión  del    Congreso   Nacional 

Buenos  Aires,  Octubre  21  de  Ib 24. 

Para  llenar  todos  los  objetos  que  motivaron  la  circular  del  7  de  Febrero  del  presente 
año,  dirijida  á  los  Gobiernos  independientes  del  territorio  de  las  Provincias  Unidas,  el  Go- 
bierno ha  acordado  y  decreta: 

Articulo  1°  Por  el  Ministerio  de  Relaciones  Exteriores,  se  formará  una  razón  que  com- 
prenda el  voto  dado  por  cada  Gobierno  y  la  data  en  que  se  ha  comunicado,  sobre  el  higar 
donde  debe  instalarse  el  Cuerpo  Nacional. 

Art  2®  Elsta  razón  se  insertará  en  el  Registro  Oficial  en  seguida  del  presente  Decreto, 
circulándose  uno  y  otro  á  dichos  Gobiernos. — Heras — Manuel  José  Garda. 

VOTAOON   Á   QUE  SE  REFIERE  EL  DECRETO  ANTERIOR 

Q0BD£R1I0S  FECHA  DE   8ü    COMUNICÁCIOX  VCT08 

Paraná 26  de  Febrero  de  1824  Buenos  Aires 

San  Juan 28  de  Febrero  de  1824  »           » 

Mendoza 28  de  Febrero  de  1824  »           » 

Salta 2  de  Marzo     de  1824  »           » 

San  Luis 4  de  Marzo      de  1824  Tucuman 

Rioja 3i  de  Marzo     de  iS¿4  Buenos  Aires 

Buenos  Aires 26  de  Abril        de  1824  »           » 

Misiones 27  de  Abril        de  1824  »           » 

Corrientes* 7  de  Mayo       de  1824  n          » 

Tucuman 17  de  Mayo       de  1824  »           » 

Santiago  del  Estero.  20  de  Mayo       de  1824  »          » 

Catamarca 21  de  Junio        de  1824  »           » 

Córdoba 30  de  Setiembre  de  1824  »           » 

Santa-Fé 20  de  Setiembre  de  1824  »          » 

Manuel  fosé  Garda, 


—  272  — 


LEY  FUNDAMENTAL 

Bnenos  Aires,  Enero  2i  de  18Ü5 

El  Presidente  del  Congreso  (icneral  Constituyente  de  las  Provincias  Unidas  del  Rio  de 
la  Plata,  tiene  el  honor  de  comunicar  al  Excmo.  Gobierno  de  Buenos  Aires,  que  reunidas  ellas 
en  Congreso,  han  reproducido  ct)n  fecha  de  ayer,  por  medio  de  sus  Diputados  y  del  modozoas 
solemne,  el  pacto  con  que  se  ligaron  desde  el  momento  en  que,  sacudiendo  el  yugo  de  la  an- 
tigua dominación  española,  se  constituyeron  en  Nación  independiente.  Las  bases  de  este 
pacto  son  las  que  se  contienen  en  la  ley  adjunta.  Kí  Presidente  al  comunicarla  según  en  eUa 
misma  se  dispone,  al  Excmo.  Gobierno  de  Buenos  Aires,  tiene  la  satisfacción  de  repetir  4 
S.  E.  las  consiileracioncs  de  respeto  que  le  merecen. — Manuel  Antonio  de  Castro,  Presi- 
dente— ÁUjo  I  '¿/¡tgas.  Secretario. — Excmo.  Gobierno  de  la  Provincia  de  Buenos  Aíres-^Sala 
de  Sesiones  del  Congreso  General  Constituyente. 

El  Congreso   General  Constituyente  de  las  Prmnncias  Unidas  del  Rio  de  la  Plata,  ha  acordado 
y  decreta  lo  siguiente: 

1°  Las  Provinci:is  del  Rio  de  la  Plata  reunidas  en  Congreso,  reproducen  por  medio  de 
sus  Diputados  y  del  modo  más  solemne,  el  jxicto  con  que  se  ligaron  desde  el  momento 
en  que,  sacudiendo  el  yugo  de  la  antigua  dominación  esj)añola,  se  constituyeron  en  Nadon 
independiente,  y  protestan  de  nuevo  emplear  todas  sus  fuerzas  y  todos  sus  recursos  para 
afianzar  su  independencia  Nacional  y  cuanto  pueda    contribuir  i  la  felicidad  general. 

2^  El  Congreso  General  de  las  Provinci;is  Unidas  del  Rio  de  la  Plata  es,  y  se  declaza 
Constituyente. 

3°  Por  ahora,  y  hasta  la  promulgación  de  la  Constitución  que  ha  de  reorganizar  el 
Estado,  las  Provincias  se  regirán  interiormente  por  sus  i)ropias  instituciones. 

4**  Cuanto  concierne  á  los  objetos  de  la  independencia,  integridad,  seguridad,  defensa  y 
prosperidad  nacional  es  del  resorte  privativo  del  Congreso  General. 

5°  El  Congreso  espedirá  prt)grcsivamcnre  las  disjíosiciones  que  se  hicieren  indispensa- 
bles sobre  los  objetos  mencionados  en  el  artículo  anterior. 

0°  La  Constitución  que  sancionare  el  Congreso  será  ofrecida  á  la  consideración  de  las 
Provincias  y  no  será  promulgada,  ni  establecida  en  ellas  hasta  que  haya  sido  aceptada. 

7°  Por  ahora,  y  liasta  la  elección  del  Poder  Ejecutivo  Nacional,  queda  éste  provisoiio- 
mcnte  encomendado  al  Gobierno  de  Buenos  Aires  con  las  facultades  siguientes: 

Primera — Desempeñar  todo  lo  concerniente  á  negocios  extranjeros,  nombramiento  y 
recepción  de  Ministros  y  autorización  de  los  nombrados. 

Segunda — Celebrar  tratadt)S,  los  que  no  podrá  ratificar  sin  obtener  previamente  espedal 
autorización  del  Congreso. 

Tercera — Ejecutar  y  comunicar  á  los  demás  Gobiernos  todas  las  resoluciones  que  el 
Congreso  expida  en  <'>rden  á  los  objetos  mencionados  en  el  articulo  4°. 

Cuarta — Elevar  á  la  consideración  del  Congreso  las  medidas  que  conceptúe  conv^ 
nientespara  la  mejor  expedición  de  los  negocios  del  Estado. 

8^  Esta  ley  se  comunicará  á  los  Gobiernos  de  las  Provincias  Unidas  por  el  Presidente 
del  Congreso. — Manuel  Antonio  de  Castro,  Presidente. — Alejo  Villegas,  Secretario. 


Manifiesto  del   Soberano  Congreso  General  Constituyente  de  las  Provincias    Unidas    en  8ad- 

Amérlca  al  dar  la  Constitución 

Cuando  presente  la  historia  á  las  edades  venideras  el  cuadro  de  nuestra  revolución,  do 
podrán  escusarse  de  confesar  que  hemos  andado  esta  carrera  con  esa  majestuosa  simpiici- 
dad  con  que  da  sus  pasos  la  Naturaleza.  Borrascas,  tempestades,  erupciones  volciñicaí; 
nada  perturban  el  orden  de  sus  leyes,  ni  impide  el  término  á  que  debe  llegar.  No  meooi 
que  en  el  orden  físico  hay  en  el  orden  moral  otros  sacudimientos  políticos,  que  nacen  dd 
choque  violento  de  los  intereses  y  las  pasiones.  Estos  son  los  que  sufrimos  por  espado  de 
nueve  años,  y  los  que  han  concurrido  á  separamos  de  nuestros  altos  destinos.  Con  todo  in- 
móviles en  nuestro  propósito,  no  han  podido  destruir  ese  interés  que  inspira  el  amor  al  Uen 
y  á  la  causa  de  la  libertad. 


—  273  — 

Acordaos,  ciudadanos,  del  memorable  25  de  Mayo,  que  nos  abrió  la  vasta  y  trabajosa 
carrera  de  la  virtud.  Degradados  por  el  largo  período  de  trescientos  años,  nos  velamos  bajo 
un  gobierno  que  por  su  debilidad  y  sus  desastres  ya  no  podía  ser  el  agente  tutelar  de  nues- 
tra tímida  existencia.  Su  plaza  parecía  estar  vacante  en  medio  del  edificio  social,  y  todo 
conspiraba  á  una  completa  disolución.  Fue,  pues,  que  obligados  á  asegurar  el  orden  público 
y  la  defensa  del  Estado,  dimos  el  primer  paso  de  la  revolución,  reconcentrando  en  nosotros 
mismos  un  gobierno  sin  más  límites  de  su  beneficencia  que  los  de  su  poder.  Esta  resolución 
heroica  causó  una  alarma  general  entre  los  déspot^is  subalternos,  tanto  mas  terribles  en  su 
opresión  cuanto  más  vecinos  á  los  opnmidos.  Una  larga  servidumbre,  dice  un  sabio,  forma 
un  deber  de  resignación  y  bajeza:  besando  entonces  el  hombre  con  respeto  sus  cadenas, 
tiembla  de  examinar  sus  propias  leyes.  Esto  sucedió  á  muchos  de  nuestros  compatriotas  (con 
dolor  lo  decimos),  y  de  ellos  compusieron  los  tiranos  su  fuerza  mayor;  para  oponer  á  su  im- 
petud  ima  obstinada  resistencia,  todo  ciudadano  se  hizo  soldado;  el  coraje  se  inflama,  las 
espadas  se  afilan,  y  el  incendio  se  hace  general. 

Pero  todos  creimos  que  la  obra  caducaría  en  su  misma  cuna  sin  un  Congreso  General 
que  fuese  el  centro  de  la  unidad,  diese  el  tono  á  las  Provincias  Unidas,  y  avivase  esas 
semillas  de  justicia  primitiva  que  la  España  había  procurado  sofocar.  Pero  ¡ay!  ¡qué  de  es- 
collos vimos  levantarse  sobre  nuestros  pasos  desde  que  la  discordia  hizo  resonar  su  trom- 
peta entre  nosotros  mismos,  y  vino  en  auxilio  de  nuestros  enemigos!  Nada  disimulamos. 
Desde  este  fatal  momento  quedaron  confundidos  el  derecho  con  el  interés,  el  deber  con 
la  pasión,  y  la  buena  causa  con  la  mala.  Los  gobiernos  se  suceden  tumultuariamente  como 
las  olas  de  una  mar  agitada:  se  instala  una  asamblea  general  que  desaparece  como  el  humo; 
sopla  España  entre  nosotros  el  fuego  de  la  disensión;  amontona  sobre  nuestra  opinión  las 
calumnias  más  groseras:  manda  ejércitos  exterminadores;  y  los  sucesos  de  la  guerra  son  ya 
prósperos,  ya  adversos. 

Tanto  como  era  más  fácil  nuestra  situación,  se  hacía  más  apetecible  ese  Congreso  Na- 
cional que  destruyese  el  germen  diseminado  de  la  discordia,  y  concertase  los  medios  de  po- 
ner la  patria  en  seguridad.  Un  gran  designio  es  siempre  independiente  de  los  sucesos  mo- 
mentáneos, y  sobrepuja  á  toda  la  indisciplina  de  las  pasiones.  A  despecho  de  tantos  emba- 
razos, de  tantas  trabas,  de  tantas  contradicciones,  aparece  reunida  en  !a  ciudad  de  Tucuman, 
casi  á  los  seis  años  de  nuestro  primer  aliento,  la  misma  representación  nacional  que  hoy  os 
dirije,  ciudadanos,  la  palabra.  Ved  aqui  el  segundo  paso  con  que  imitamos  á  la  sencilla  na- 
turaleza. Todo  fué  preciso,  sin  duda,  para  que  se  mostrase  nuestra  obra  con  esa  dignidad 
que  comunican  las  distancias  y  los  escollos  á  los  grandes  acontecimientos. 

Las  consecuencias  de  esa  nube,  que  de  grado  en  grado  había  oscurecido  el  horizonte, 
nos  daban  por  entonces  lúgubres  presagios  de  una  ruina  próxima.  ¡En  qué  estado  tan  deplo- 
rable se  hallaba  la  República,  cuando  se  instaló  el  Congreso  Nacional! 

Los  ejércitos  enemigos  extendiendo  la  desolación  y  sus  crímenes;  los  nuestros  dispersos 
y  sin  subsistencia;  una  lucha  escandalosa  entre  el  (jobierno  Supremo  y  muchos  pueblos  de 
los  de  su  obediencia;  el  espíritu  de  partido  ocupado  en  combatir  una  facción  con  otra;  una 
potencia  extranjera  que  nos  observa  próxima  á  sacar  partido  de  nuestras  discordias;  ciuda- 
danos inquietos  siempre  prontos  á  sembrar  la  desconfianza  comprimiendo  el  corazón  de  los 
incautos;  el  erario  público  agotado,  el  estado  sin  agricultura,  sin  comercio  y  sin  industria; 
la  secta  de  Europeos  españoles  conspirando  por  la  vuelta  de  la  tiranía ;  en  fin,  todo  el  Estado 
caminando,  de  error  en  error,  de  calamidad  en  calamidad,  y  su  disolución  política:  ved 
aquí,  ciudadanos,  las  llagas  de  la  Patria  que  consternaron  nuestras  almas,  y  nos  pusieron  en 
el  arduo  empeño  de  curarlas. 

Abatir  el  estandarte  sacrilego  de  la  anarquía,  y  la  desobediencia  fué  lo  primero  á  que  el 
Congreso  dirigió  sus  esfuerzos.  Por  un  cálculo  estraviado,  en  que  las  santas  máximas  de  la 
libertad  ser\'ían  de  escudo  á  los  desórdenes,  se  hallaban  desunidas  de  la  Capital  varias  Pro- 
vincias. Este  ejemplo  contagioso  tuvo  también  otros  imitadores  en  algunos  pueblos.  A  fin 
de  calmar  estas  inquietudes  y  hacerles  ver  la  demencia  de  sacrificar  la  libertad  de  muchos 
siglos  á  la  independencia  de  un  momento,  tomó  el  Congreso  todas  las  medidas  que  pudo  dic- 
tarle la  prudencia.  La  fuerza  armada  pone  límites  á  la  licencia  en  unas  partes;  un  Diputado 
del  cuerpo  en  el  carácter  de  enviado  atraviesa  el  Paraná,  llevando  por  destino  realizar  ima 
conciliación,  cuyas  bases  fuesen  la  buena  fé,  la  beneficencia  recíproca,  y  la  mas  estrecha 
cordialidad.  Para  que  á  la  luz  de  ima  reflexión  fria  y  serena  pudiesen  desvanecerse  los 
prestigios  y  convencerse  de  que  los  resultados  espantosos  de  la  discordia  llegaban  mas  allá  de 
lo  que  alcanza  la  imaginación,  dirigió  también  el  soberano  Congreso  un  manifiesto  lleno  de 
vigor,  en  el  lenguaje  de  la  verdad,  de  la  razón  y  el  sentimiento,  capaz  de  convencer  al  más 
indócil  y  de  endulzar  al  más  feroz.  Fácil  era  reconocer  en  cada  línea  las  almas  de  unos 
ciudadanos  que  sufríamos  las  emociones  dolorosas  de  una  patria  desgraciada. 

as 


—  274  — 

Exigía  la  justicia»  cl  bien  de  la  patria  y  aún  el  interés  individual,  que  renunciando  una 
ambición  consejera  de  crímenes  y  usurpaciones,  incliniíse  la  balanza  el  peso  de  los  males  pre- 
sentes y  futuros  al  lado  de  la  causa  apoyada  sobre  cl  buen  juicio.  Si  no  sucedió  así,  a  lo 
menos  el  soberano  Q)ngreso  tuvo  la  solida  satisfacción  de  manifestar  que  sus  pensamientos 
todos  eran  á  favor  de  la  Patria:  i\ur.  estaba  libre  de  ese  espíritu  de  partido  que  ciega  y  de- 
grada; que  no  habla  profanado  el  sanluarin  de  la  sabiduría,  traicionando  sus  altos  deberes,  y 
ijue  hablando  á  los  disidentes  de  sus  obligaciones,  les  hizo  ver  la  preferencia  que  me- 
rece una  virtud  sumisa  y  modesta,  al  arroj»)  de  los  que  compran  la  celebridad  por  una 
muerte  inútil  a  la  ])atria. 

Kl  Congreso  Nacional  habla  previsto  de  lejos,  que  en  un  tiempo  en  que  se  hallaba  per- 
turbada toda  la  rotiicion  ile  la  máquina  política,  uo  era  posible  restituirla  á  la  armonía  de  su 
antiguo  curso  sin  la  fuerza  motriz  de  un  gobierno  (}ue,  según  la  expresión  de  un  sabio,  es  al 
sistema  político  lo  que  ese  poder  mislerioán  (jue  en  el  hombre  reúne  la  acción  á  la  voluntad. 
Con  esta  razón  general  (incurrirán  otras  de  suma  importancia  producidas  por  las  circuns- 
tancias del  momento.  La  marcha  oscura  de  la  intriga  y  los  manejos  atrevidos  de  la  ambición 
hablan  puesto  á  la  Cai)¡lal  en  un  estado  de  crisis  peligrosa.  Por  todos  se  deseaba  un  nuevo 
director,  que  con  su  autoridad  aítiva  y  vigilante  asegurase  el  imperio  de  las  leyes,  prote- 
jiese  el  orden,  y  volviese  al  Kstado  su  trantjuilidad.  A  más  de  esto,  no  sin  fundamento 
se  esperaba  que  uti  d¡re<*tor  supremo  á  nombramiento  de  toda  la  representación  nacional  fuese 
mirado  por  las  Provincias  ron  el  agrado  á  (jue  inclinan  las  propias  obras,  y  no  con  esa  descon- 
fianza oculta  c^ue  en  las  de  este  grnero  merecen  las  agenas.  Penetrado  de  estos  sentimientos 
el  soberant)  Congreso,  puso  sus  miras  en  un  hombre  distinguido  ])or  sus  servicios,  reco- 
mendable j)or  sus  talentos,  y,  en  su  juicio,  capaz  por  su  iH^lItita  decerrar  la  puerta  á  los  abis- 
mos. Fué  este  cl  seu<»r  (¡eneral  d'»n  Juan  Martin  ile  l'ueyrriíilon,  que  felizmente  tiene  en 
sus  manos  las  riendas  del  Kstado.  VíiSí)tros  lo  sabéis,  ciuiiadanoSM'»»^  q"^  pulso  y  acierto  ha 
sabido  fijar  la  suertí-  vacilante  ile  la  Patria.  A  su  j)resen(  ia.  las  i)asiones  agitadas  solo  nos 
dieron  aquel  susurro  que  dejan  en  las  aguas  por  algún  tiempo  las  grandes  tempestades.  I-os 
facciosos  fueron  disperséis,  llevando  consigo  la  ctnifusitin  y  sus  remordimientos. 

Kl  soberant)  Congreso  li  hó  de  ver  que  una  magistratura  suprema  sin  una  regla  propia  que 
le  sirviera  de  gula,  m»  jjodía  gozar  ile  solida  existencia.  Por  (.lesgracia el  astuto  provisorio  que 
regla  el  Kstado,  lisonjeando  demasiado  las  aspiraciones  de  ur.os  pueblos  sin  experiencia,  aflojó 
alguu  tanto  los  nudos  sociales,  Kl  soberano  C'ongreso  creyó  de  su  deber  la  formación  de  otros 
que  provisoriamente  llenasen  i-l  vacío  de  la  constitución.  ;\unque  sin  la  recomendación  que 
da  la  idea  de  una  obra  permanente,  él  debía eonformarsc  á  los  principios  tlel  pacto  social,  al 
genio  de  la  Nación,  á  su  espíritu  religioso,  á  su  moral,  á  sus  virtudes,  y  á  todas  las  necesida- 
des del  Kstado.  Vednos  aquí,  ciudadanos,  emj)enados  en  dar  á  la  mátiuina  política  una  acción 
sin  abusos  y  un  movimientí»  sin  ileslruecion.  No  daremos  un  análisis  de  su  organización, 
porípie  reservándonos  hacerlo  en  brevi-  de  la  constitución,  que  tomó  de  el  muchos 
artículos,  esperamos  esta  ocasión  para  (juc  juzguc-is  rl  mérito  i\c  nuestro  trabajo. 

Diremos,  sin  embarizo.  i|ueá  virtud  dr  cstr  reglamento,  auncjue  el  Poder  Kjecutivo  quedó 
en  la  feliz  impolt:ncia  de  ser  un  désj)()ta,  con  toilo  recuj)er"'»la  autoridad  de  (píese  hallaba  des- 
pojado, .su  nombre  n<»  luéya  un  título  vano  con  (juesc  decoraba  la  nulidad,  sinc:)  una  expresión 
(pie  acompañada  dt-l  vigor  debía  su.s(Mtar  el  resprio  y  obrar  sobre  los  pueblos  con  un 
a.scendiente  desccMiucido.  Temible  al  mismo  tiempo  podría  romper  estos  muros  impene- 
trables, (jue  parecía  poner  al  vicio  á  cubierto  de  lodc»s  los  esfuerzos  del  poder. 

No  menos  en  centinela  para  cjuc  el  abuso  de  la  autorichul  no  ivisa.se  á  tiranía,  lo  estu- 
vimos tambi(rn  i)ara  que  la  libertad  del  pueblo  no  dejenerase  en  licencia.  Muyendo  de  esas 
juntas  tumultuarias  para  las  elecci<»n(iS(le  jrfes  de  los  pueblo.s  reformamos  kis  formas  recibi- 
das, y  no  dimos  lugar  á  esos  principios  subversivos  de  todo  orden  social.  Tuvimos  muy  pre- 
sente aquella  sabia  máxima:  ([ue  es  ncícsaiio  trabajar  todo  para  cl  pueblo,  y  nada  por  el 
pueblo;  por  lo  mismo  limitamos  el  cínul'»  (le  su  acci<m  ala  propu(!sta  de  elegibles.  Fué  asi 
como  se  consigui''»  la  traiu[uili<lad;  y  no  abandonándolos  ciudadanos  sus  trabajos  útiles  para  en- 
tregarse al  dist'rnímirnto  de  matí.'rias  erizadas  de  abrojos,  dejasen  de  correr  como  al  principio 
todíxs  los  j)enodi)s  del  des«'irdcn. 

A  merced  de  estas  justas  medidas,  y  de  otras  tiuc  omitimos,  la  patria  empezó  á  presentar 
su  frente  con  otra  dignidad,  y  tenía  en  su  mano  los  c'lementos  projnosde  su  fuerza;  seis  aiios 
desjnies  iban  (^orricndo  en  <jur  por  parte  de  Ks])aha  s«)steníamos  una  guerra  injusta,  insensata 
y  ruinosa:  .solo  i)i»r(|ue  rebasa bamos  ser  sus  esclavos.  No  sin  razón  creíamos  que  la  vuelta  de 
Fernando  VI I  al  trono  de  sus  j)adres  pondría  lin  á  estas  calamidades,  y  que  entregándose  á 
los  movimientos  de  una  alma  \'irtuosa,  cuyas  desgraciits  hal)ían  forzado  a  la  fortuna  á  aver- 
gonzarse de  su  inconstancia,  reconocerla  nuestros  derechos  á  la  emancipación.  Todos  los 
pueblos  de    la    tierra,  unidor;  de  interés  por  la  humanidad,  tenían   fíjada  su  vista  sobre  este 


—  275  — 

acontecimiento  memorable:  ó  para  coronar  su  nombre  de  gloria,  ó  para  cubrirlo  de  una  infamia 
eterna.  Siempre  rey  por  autoridad,  y  siempre  padre  por  ternura,  pudo  haber  hecho  la  real 
autoridad  amable  y  cara  á  los  pueblos.  Mas,  ¿qué  hizo?  ¿Escuchó  con  agrado  la  voz  elo- 
cuente de  la  razón?  ¿Tuvo  acojida  en  su  ánimo  la  dulce  persuasión  á  favor  nuestro?  ¿Los 
lamentables  gritos  de  las  víctimas  que  se  sacrifican  a  su  nombre  conmovieron  sus  entrañas? 
No,  ciudadanos,  no:  en  su  alma  tenía  su  trono  el  imperio  de  la  ferocidad,  de  ella  sale  una 
voz  que  dice,  como  se  dijo  en  otros  tiempos  contra  los  Norte- Americanos:  con  pueblos  rebe- 
lados, la  clemencia  es  debilidad;  el  estandarte  de  la  rebelión  fué  levantado  por  la  fuerza: 
caiga  sobre  las  manos  que  lo  desplegaron,  y  sobre  todo  sus  secuaces,  la  cruel  hacha  de  la  jus- 
ticia: no  demos  tiempo  á  esos  amotinados  para  que  se  acostumbren  á  sus  crímenes,  á  los  jefes 
para  que  afirmen  su  poder,  ni  á  los  pueblos  para  que  aprendan  á  venerar  sus  nuevos  amos. 
A  ellos  se  les  dan  pasiones,  como  las  armas.  Desplegúese  á  su  vista  la  majestad  del  trono 
español:  ellos  se  precipitarán  á  nuestros  pies,  pasando  luego  del  terror  á  los  remordimientos, 
y  de  los  remordimientos  al  yugo.  La  piedad  en  la  guerra  civil  es  la  mas  funesta  de  las  virtudes: 
la  espada  una  vez  desenvainada  no  debe  volver  á  su  lugar,  sino  por  la  sumisión:  perezcan 
todos  si  es  preciso,  y  á  los  que  escapen  de  la  muerte,  solo  les  quede  en  su  alivio  ojos  para 
llorar. 

Los  hechos  de  este  Rey  inhumano  van  t^  dos  al  unísono  de  estas  palabras.  Traed,  ciuda- 
danos, á  la  memoria  el  torrente  de  males  que  os  expusimos  en  otro  manifiesto  político,  si  acaso 
no  bastan  los  que  sufris,  para  acreditar  su  crueldad;  ignoraba  sin  duda  que  la  paciencia  tiene 
un  término  al  que  sucede  la  desesperación:  que  el  terror  indigna  mas  que  lo  que  acobarda  á  un 
pueblo  armado  por  su  libertad;  y  en  fin,  que  la  naturaleza  se  venga  de  todo  aquel  que  se  atreve 
a  ultrajarla. 

Para  conocer  todo  el  fondo  de  impudencia  que  caracteriza  los  hechos  de  este  Rey, 
echemos  la  vista  sobre  los  españoles  de  la  Península  que  irresolutos  balancean  entre  si  per- 
severan bajo  el  yugo  ó  se  proclaman  independientes  de  Fernando.  ¡Cómo!  ¿Será  burlándose 
de  sus  Wdas  que  se  les  inclinará  á  la  obediencia?  ¿No  servirá  más  bien  esta  crueldad  para 
endurecer  sus  corazones?  Sí,  nosotros  lo  sostenemos:  en  esa  escuela  de  sangre,  que  ha 
abierto  ante  sus  ojos,  es  de  donde  ellos  aprenderán  á  no  ser  sier\'os.  Si  llegan  a  sublevarse, 
en  ella  es  donde  sus  almas  vacilantes  se  habrán  fortificado  contra  sus  dudas.  Ellos  vivían 
perplejos  sobre  abandonar  á   su  Rey;  la  voz  del  respeto  paternal    les  gritaba:    Deteneos,   es 

vuestro  Soberano Y  tú,  legislador  imprudente,  tú  habrás  fijado  su  voz  trémula,  tú  habrás 

apagado  en  ellos  la  dulce  ternura  del  amor  filial;  tú  los  habrás  precipitado  á  la  in- 
surrección. 

Con  respecto  á  nosotros,  los  efectos  aún  fueron  más  justificados:  sus  excesos  en  uno  y 
otro  hemisferio  acabaron  de  borrar  toda  disposición  á  favor  de  su  vasallaje.  Perseguidos  á 
todos  ultrajes  por  su  fiereza,  él  mismo  nos  hizo  conocer  que  solo  la  independencia  era  la  tabla 
saludable  para  llegar  á  una  isla  afortunada.  Dimos  por  fin  el  tercer  paso  que  nos  indica- 
ba la  naturaleza,  y  nos  declaramos  independientes,  gracias  al  odio  irreconciliable  que  nos 
produjo  tanto  bien.  Ciudadanos,  vednos  aquí  desde  esta  época  en  un  siglo  enteramente  nue- 
vo: ya  no  pertenecemos  á  la  España,  sino  á  nosotros  mismos.  Enemigos  de  un  Rey  ingrato, 
concentraremos  en  adelante  nuestros  proyectos  y  nuestras  fuerzas  en  el  plan  único  de  nuestra 
felicidad.  Las  almas  tímidas,  que  solo  juzgan  de  la  suerte  del  Estado  por  las  menguadas 
dimensiones  de  su  fortuna,  creyeron  que  nuestra  existencia  exigía  siempre  estar  unida 
á  la  España.  Se  engañaron.  Verá  el  mundo  que  podemos  ser  autores  de  esta  nueva 
creación. 

En  efecto,  ¿de  qué  aliento  vigoroso  no  se  sintieron  esforzados  nuestros  brazos  al  pronun- 
ciar estas  palabras?:  ¡Somos  ya  independientes,  somos  libres!  Entonces  fué  cuando  los  co- 
razones se  asociaron  para  sostener  con  gloria  los  empeños  de  esta  feliz  metamorfosis.  En- 
tonces fué  cuando  los  himnos  consagrados  á  la  libertad  llegaron  á  componer  una  parte  del 
culto.  Entonces,  en  fin,  cuando  las  llamas  del  regocijo  sucedierom  en  mucho  á  los  incen- 
dios de  la  discordia.  Ciudadanos,  no  sin  la  mas  tierna  emoción  observa  el  soberano  Con- 
greso que  un  enviado  extranjero  cerca  de  nuestro  gobierno,  penetrado  de  los  sentimientos 
que  os  inspiró  la  independencia,  informa  al  suyo  por  estas  cláusulas:  «Esta  fué  una  me- 
dida de  la  mas  alta  importancia,  y  ha  sido  productiva  de  una  unanimidad  y  decisión  antes 
desconocida,  la  saludable  influencia  de  este  intrépido  y  decisivo  paso  fué  sentida  á  un 
tiempo  en  todo  el  territorio,  y  dio  nuevo  vigor  y  fuerza  á  la  causa  de  la  Patria  y  estabi- 
lidad al  Gobierno.» 

No  era  poco  habernos  desembarazado  de  enemigos  domésticos  y  roto  las  coyundas 
de  un  yugo  aborrecido;  pero  mucho  más  pedía  de  nosotros  nuestro  propio  instituto.  En- 
tablar relaciones  amigables  con  las  potencias  extranjeras,  de  quienes  podíamos  temer  que 
se  reimiesen  á  nuestro  común  enemigo,  y  conseguir  el  reconocimiento    de    nuestra    inde- 

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pendencia.  Ved  aquí,  ciudadanos,  los  gnindcs  objetos  que  han  ocup«'ido  las  m¿s  serias  y 
profundas  meditaciones  del  Congreso.  Nadie  hay  cjue  ignore,  que  para  no  descarrílane 
en  el  laberinto  de  esta  carrera,  es  necesario  sepuir  un  orden  de  consejos,  reñexiones  y 
pensamientos  que  salen  de  la  esfera  de  los  comunes.  Nada  menos  se  necesita  que  un  co- 
nocimiento exacto  de  los  intereses  que  unen  n  desunen  i  las  Naciones,  de  los  objetos  que 
las  lisonjean  ó  las  irritan;  de  lr;.s  fuerzas  que  disfrutan  /»  de  las  que  carecen;  una  agilidad 
de  espíritu,  cjue  rcílcjándose  sin  (csar  sobre  sus  projiios  proyectos  para  extenderlos  ó  re- 
primirlos, suspenderlas  •'•  i^reeipil.'irh^s,  se  a«om')(la  al  tiempo,  se  presta  á  los  acontec  mientos 
y  toma  la  iornia  de  las  <  iraiu.staiicias,  jxtí»  sin  dependencia  de  ellas;  un  esj^íritu  de  preo- 
cupación Contra  la  astuta  política  (jue  asegura  sus  nefíociaeiones  con  las  desconfianzas,  lai 
dirige  Cí»n  desvios  aparentcp,  las  adelanta  con  lentitudes  estudiosas,  y  nunca  está  mas  sería 
de  su  ténnino  que  i  liando  afecta  mas  distancia;  en  íin,  un  ^olpc  de  ojo  distinto  y  rápido 
que  une  los  objetos  á  pesar  de  sus  distancias,  los  distingue  ;\  pesar  de  su  semejanza,  y  los 
concilia  á  pesar  de  su  contrariedad. 

No  creáis,  ciudadanos,  que  esta  sea  una  pura  teoría  con  que  procuramos  entretener 
vuestra  imaginación.  Ks,  s!,  el  sumario  de  nuestros  pasos  en  la  difícil  carrera  de  la  deli- 
cada diplomacia.  Puesto  en  nuestras  manos  un  Kstadí^  naciente,  inconstituido,  /qué  de  di- 
ficiles  combinaciones  no  han  siilo  ne<esaiias  para  intn^ducir  la  razón,  armada  de  toda  su 
fuerza,  en  el  fondo  de  los  gabinetes,  ó  indiferentes  sobre  su  suerte,  ó  desconfiados  de  su 
justicia,  «'»  ]írevcni(los  <  ontra  su  causa,  ó  en  contradicción  contra  sus  intereses,  ó  detenidos, 
en  fui,  por  el  inlliijo  de  una  ]\>lítica  circunspecta?  rlQur  de  actividad,  qué  de  diligencia 
para  frustar  en  las  cortes  las  sugestiones  eni])«)nzoña(las  de  la  vengativa  España,  y  dejar 
sin  frutos  sus  eternos  rescntiinií'iilos?  r;(,>uc  de  j)rudeiicia  y  ilelícadeza  para  ajustar  nego- 
ciaciones, sin  conij ip. meter  al  instad» •,  con  una  potencia  vecina  que  nos  observa?  En  fin, 
¿qué  (le  precaución,  qué  de  ])a<  iencia  para  contiMier  el  genio  del  mal  apoderado  de  algu- 
nos pu(?blos,  lonnandíí  en  el  seno  del  Kstado  otro  Estaclo  ajxirte,  sin  mas  política  que 
la  de  las  pasiones,  siempre  MiJiiniidas  por  la  autt;ridad  y  siempre  en  lucha  con  ella 
misma? 

Por  el  interés  de  nuestra  «ausa,  ciudadaiK'S,  no  nos  es  j^crmitido  correr  el  velo  á  los 
misterios  que  uom  lian  (.cnjíadi»  (««n  las  dein¡'iN  naciniio.  Ell«»s  M»n  de  t;d  naturaleza  que 
deben  obrar  en  silein  io  y  ma»liiiar  j^*'r  jir«\uresns  ¡um  ]isil»les  y  lent')S.  La  justicia  y  la  utilidad 
común  con  (pie  se  recínniend;!  mievti.i  c;iu>a.  stni  del  géiuTo  .sublime  y  de  un  orden  su- 
perior á  los  obslá(ul«»s:  (juc  M¡^(  it.i  la  intriL'a.  Así  trllas  minarán  sordamente  las  opiniones; 
ellas  filtraián  exilio  las  aguas  mancas,  y  chjando  un  dej)ós¡to  profundo,  fructificara  el  bien 
con  abundancia.  Kntre  tanto,  «(.iiiíiiiéinoiios  ion  disfrutar  de  las  j)otencias  Europeas,  esa 
neutralidad  tá<  ita  Iniídada  s<  •!  miel  deixM  lio  de  igualdad  entre  Nación  y  Nación,  como  otrai 
tintas  j)ersonas  libres  (¡ue  vivtn  en  el  (\stado  de  la  naturaleza.  Es  solire  este  principio 
incontestable  ijue  no  creyéndose  ningun.i  de  ellas  con  acción  á  mezclarse  en  los  asuntoi 
domésticos  de  cada  Estado,  retiran  su  coo]>era(  i»»n  activa  y  dejan  á  las  partes  contendoras 
de  la  ])rcsente  ludia  en  su  ])leno  derecho  j^aia  obrar  según  sus  intereses.  El  comercio, 
la  paz.  la  beneficcnMa  reíípnxa  ([ue  redama  la  .sociedad  universal  entre  todas  las  Nacio- 
nes del  globo,  son  sólidos  bicMies  (jue  en  su  tribunal  merecerán  la  preferencia  sobre  las 
pretensiones  injustas  y  acaloradas  (!«•  España. 

Los  cuidadc»s  de  la  ^iuerra  y  el  deseo  de  tomar  un  conocimiento  mas  exacto  de  todas 
las  nrlaciones  (jue  uiu-n  los  diversos  intereses  del  I^stado,  (ejecutaban  al  s»)berano  Congreso 
])ara  trasladarse  á  la  Capital,  donde  más  «n  contact»)  con  el  Poder  EjíMutivo  podría  darse 
á  la  causa  otra  celeridad,  otro  a<  ierto.  No  fué  sino  después  de  haber  calmadí»  las  agi- 
taciones de  varios  ananjuistas,  siein]>re  eiiij>enados  en  disputarse  las  ruinas  de  la  ¡^tría, 
Cjue  veriíicí'»  el  ('on^^reso  su  ira^latifii. 

Si  la  naturale/a  úc  un  manifiesto  breve  v  sin  into  admiti(;se  el  detall  de  nuestras  serias 
ocupaciones  de^(le  (sta  éj)oca,  ]»or  él  d«'ber¡;i¡s  medir,  ciudadanos,  la  extcnsi<m  de  nuestros 
cuidados.  Reparar  los  males  del  Estado,  al  mi'-nio  tieni]>o  fjU(?  trabajamos  en  formarle  la 
const¡tuci<m  mas  venia  josa:  ved    a(|in   lo  que  exijia  de  nosotros  un  instituto  laborioso. 

lj\  escasa  población  del  Estado  peilla  lU*  justicia  (jiu!  nos  acercá.semos  al  origen  de 
un  mal  que  nos  daba  ])or  resultado  nuestra  <  omun  debilidad.  Este  no  era  otro  que  cü 
despotí.smo  del  anticuo  líVinien.  <uyos  esliamos  .son  siemjirc  la  esterilidad,  la  incultura  y 
el  dcsiíTto  de  los  camjx^s.  Autorizando  el  Con;^r«'so  al  Supremo  Director  del  Kstado  para 
adjudicar  tierras  baldias  á  nuev(»s  ])obladi»res,  (piienes  cultivasen  este  árbol  de  la  vida,  dio 
la  scííal  de  (pie  se  lejjía  por  l(.»s  senliniicnt»  s  de  un  espíritu  reparador. 

Las  calamidades  de  una  puerra  Kir^a  y  di'^pendit>sa  tenían  aujotados  los  fondos  públi- 
cos, y  í^ravado  el  Estado  con  una  deutla  enorme.  No  podía  ií?norar  el  Condeso  que  el 
dinero  es  para  el  cueri)o  político  lo  (jue  la  san^^rc  ])ara  el  huinaní^.      Aumentar    la    masa 


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de  estos  fondos  y  mejorar  su  situación  deplorable,  fué  lo  que  fijó  su  solicitud  y  sus  cui- 
dados. A  este  efecto  sancionó  el  decreto  de  amortización  expedido  por  el  Poder  Ejecu- 
tivo, dictó  im  reglamento  que  sirviese  de  guia  á  la  Comisión  encargada  del  cobro  de 
deodas  relativas  á  la  Aduana,  aprobó  la  rebaja  de  su  arancel,  el  establecimiento  de  la  caja 
nacional  de  fondos  de  Sud-América,  dio  su  existencia  á  un  banco  de  rescate  para  el 
fomento  del  rico  mineral  de  Famatina,  mandó  establecer  una  callana  de  fundición,  tuvo 
su  aprobación  el  proyecto  de  una  casa  de  moneda,  y  trata  de  hacerla  extensiva  á  los  metales 
de  cobre.  No  es  por  movimientos  rápidos  que  se  pueden  restablecer  las  rentas  agotadas 
de  un  Estado.     El  tiempo  y  la  prudencia  son  los  que  darán  este  resultado  feliz. 

La  ignorancia  es  la  causa  de  la  inmoralidad  que  apaga  todas  las  virtudes,  y  produce 
todos  los  crímenes  que  afligen  las  sociedades.  El  Congreso  con  el  mayor  interés  escuchó 
y  aprobó  la  solicitud  de  varias  ciudades  en  orden  á  recargar  sus  propios  haberes  para  es- 
tablecer escuelas  de  primeras  letras  y  fomentar  otras  benéficas  instituciones. 

No  hay  cosa  mas  consoladora  que  ver  propagado  el  cultivo  de  la  educación  pública. 
Los  trabajos  consagrados  por  el  Supremo  Director  del  Estado  al  progreso  de  las  letras  en 
los  estudios  de  esta  Capital,  y  los  que  se  emplearán  en  las  demás  Provincias,  servirán  con 
el  tiempo  para  formar  hombres  y  ciudadanos.  Sensible  el  Congreso  á  sus  laudables 
conatos,  aplicó  la  parte  del  erario  en  las  herencias  transversales  a  la  dotación  de  los 
profesores. 

Persuadido  también  de  que  la  instrucción  en  el  ameno  y  delicioso  ramo  de  la  historia 
natural  influye  con  ventajas  considerables  en  el  progreso  de  los  conocimientos  humanos, 
ha  protejido  las  ideas  benéficas  de  un  naturalista  recomendable  por  su  saber. 

Las  recompensas  nacionales  son  un  homenaje  que  la  patria  ofrece  á  la  \'irtud,  un 
culto  público  tributado  al  mérito,  y  un  estímulo  de  grandes  acciones.  Con  monumentos  y 
signos  de  honor  mandó  atestiguar  su  reconocimiento  á  los  guerreros  que  han  señalado  su 
valor  en  defensa  de  la  patria,  y  con  algunos  privilegios  exclusivos  a  favor  de  los  in- 
ventores ó  introductores  de  las  artes  ha  procurado  domiciliar  las  producciones  de  la 
industria. 

Crímenes  de  revoluciones  intestinas  contra  el  gobierno  tenían  atemorizada  la  patria 
por  la  tenebrosa  meditación  de  los  completados  y  sus  frecuentes  animosidades.  Ningima 
seguridad  en  el  Estado,  ningún  lus^ar  de  asilo,  ningún  funcionario  público  sin  peligro.  El 
dolor  con  que  el  Congreso  advertía  que  nuestros  códigos  legales  no  eran  suficientes  para 
contener  la  audacia  de  unos  hombres  profundamente  corrompidos,  le  hizo  concebir  que 
era  preciso  crear  un  nuevo  tribunal  de  vigilancia,  que  con  un  reglamento  acomodado  á 
las  circunstancias  pudiese  detener  el  curso  de  estos  instrumentos  de  venganza  y  pros- 
cripción. Una  comisión  militar  fué  creada,  y  ella  se  emplea  en  purgar  la  patria  de 
malvados. 

Nnnca  ha  sido  el  ánimo  del  Congreso,  ciudadanos,  llamar  vuestra  atención  al  porme- 
nor de  los  asuntos  que  vuestras  pretensiones  particulares  han  elevado  á  su  conocimiento. 
No  es  porque  no  redunde  en  su  satisfacción  el  que  ad\irtieseis  la  marcha  silenciosa  y  pa- 
ciente que  ha  llevado  un  camino  escabroso  y  lleno  de  aridez.  Pero,  ¿quién  podrá  seguir 
el  hilo  en  este  inmenso  cúmulo  de  aspiraciones?  Con  un  ardor  infatigable  trabajábamos 
en  la  constitución  que  había  de  consolidar  vuestra  felicidad;  mas  este  pesado  despacho 
paralizando  nuestros  afanes,  fué  preciso  que  fiando  los  menos  arduos  al  juicio  de  una 
comisión,  quedasen  desembarazadas  las  atenciones  del  Congreso  para  emplearlas  en  el 
principal  objeto  de  su  misión. 

Cuando  nos  disputasteis,  ciudadanos,  á  la  formación  de  este  Congreso  soberano,  bien 
penetrados  estabais,  que  sin  una  constitución  permanente  no  podía  entrar  el  Estado  en  la 
lista  de  las  Naciones,  ni  llamarse  libre  y  feliz.  En  efecto  ¿qué  otra  cosa  es  la  constitución 
política  de  un  Elstado,  sino  ese  solemne  pacto  social,  que  determina  la  forma  de  su  gobierno, 
as^ura  la  libertad  del  ciudadano,  y  abre  los  cimientos  del  reposo  público?  Desde  luego,  no 
habriamos  desempeñado  los  sagrados  deberes  de  nuestro  encargo,  si  en  la  que  al  presente  os 
alargamos,  no  vieseis  en  acción  ese  derecho  incontestable  de  los  pueblos  para  elejirse 
la  mejor. 

En  un  asunto  en  que  empeñaron  todo  su  saber  los  Licurgos,  los  Solones,  los  Platones 
y  Aristóteles,  creyeron  vuestros  representantes  que  sin  el  socorro  de  la  historia,  de  la 
política,  y  del  cotejo  de  las  mejores  constituciones  iban  expuestos  á  traicionar  toda  vuestra 
confianza.  Así  es  que,  para  evitarlo,  acercándose  á  estas  fuentes  puras,  han  sacado  los 
principios  que  rijen  las  sociedades  políticas,  y  los  han  acomodado  al  pacto  social  que  vais 
á  jurar. 

Seguramente  podemos  decir  con  igual  derecho  que  decía  una  sabia  pluma  en  su  caso, 
que  la  presente  constitución  no  es  ni  la  democracia   fogosa  de  Atenas,  ni  el  régimen  mona» 


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cal  de  EsparUi,  ni  la  aristocracia  patricia  6  la  efervescencia  plebeya  de  Roma,  ni  el  gobierno 
absoluto  de  Rusía,  ni  el  desputismo  de  la  Tunjiiía,  ni  la  federación  complicada  de  algunos 
Estados.  Pero  es,  sí,  un  estatuto  (jue  se  acerca  á  la  perfección:  un  estado  medio  entre  la 
convulsión  deni()crática  y  el  abuso  del  jmder  ilimitado. 

Por  esta  idea  antiiijxidíi,  ya  advertís,  ciudadanos,  que  deseando  el  Conj^reso  soberano 
haceros  gustar  de  todas  las  ventajas  que  los  hombres  pueden  j;ozar  sobre  la  tierra,  ha  for- 
mado la  constitución  presoiUe,  orü;ani/and(í  de  un  modo  mixto  los  ])oderes  legislativo,  ejecu- 
tivo y  judicial.  Dividir  estos  potlcres  y  equilibrarlos  de  manera  que  en  sus  justas  dimen- 
siones estén  como  encerrada.s  las  semillas  dol  bien  piVi»li<*o,  ved  m\\i\  la  obra  reputada  en 
política  jior  el  último  esfuer/o  del  espíritu  humano:  y  veil  aqui  también  con  la  que  ha  asegu- 
rado el  Congre.so  vucstia  prosperidad.  Un  análisis  de  sus  bases  principales,  os  pondrá, 
ciudadanos,  tín  estado  de  conocer  i[ue  ella  lleva  el  sello  de  la  más  profunda  reflexión. 

Por  la  misma  constitución  del  hombre.  j)or  ia  formación  de  las  sociedades,  y  por  una 
grande  serie  de  nv.inumentos  hist«'>ri(*os,  dc.Mubrió  el  C«>n;.;reso  esta  importante  verdad— que 
no  puede  ser  por  nuicho  tiempo  un  pueblo  libre  y  feliz,  sin  (|ue  sea  su  propio  legislador. 
Pero  cuaiul<:)  (|uecl<')  convencido  de  su  fucr/a,  lo  estuve.)  en  igual  ^rado,  que  su  ct.mcurso  inme- 
diato á  la  formación  (lela  ley,  le  comunitaria  el  carácter  ijue  llevan  siempre  las  obras  dd 
error,  del  tunmlto  y  las  pasiones.  Una  asamblea  numerosa,  de  hombres  por  la  mayor  parte 
ignorantes,  dividiilos  jK>r  oj)iniont-s,  por  i)nncii)ios,  por  intereses,  y  «ngitados  por  todo  lo  que 
ferm(»nta  al  reded«>r  de  si,  no  puede  producir  leyes  sábia.s.  Para  hacer  buenas  leyes,  dice 
un  fil<')sofo,  se  necesitan  cabezas  frias  y  corazones  puros.  Pero  cuando  esto  fuese  posible  en 
pcijuenos  jmeblos,  n<»  lo  sería  en  los  vastos  estados. 

Estos  principios  Concluyen  la  necesidad  de  ejercer  los  pueblos  su  potestad  legislativa  por 
otras  manos  distintas  de  las  suyas,  ])ero  ele;;idas  por  ellos  mismos;  y  la  razón  que  ha  tenido 
el  C(Ulgre^o  Constituyente  para  formar  otro  compuesto  de  dos  Cámaras,  una  de  represen- 
tantes y  otra  de  Senadores.  Kl  pueblo  es  el  oríiien  y  <l  creador  de  toilo  pi)der:  pero  no 
pudiendo  ejercer  i)i.)r  .sí  mismo  el  le.i;islativL),  es  este  auL^uslo  Conj^rcso  el  depositario  de  su 
confianza  para  este   ministerio. 

En  la  amovilidad  de  los  representantes  y  senadori's  n<»  ha  ])n»cunido  manifestar  menor 
cordura  este  Congreso.  No  hay  sentimiento  más  natural  al  hombre  que  el  de  extender  el 
poder  de  que  está  revestido.  Peio  un  hombre  transeúnte  en  la  carrera  de  los  empleos  no 
puede  ser  tentailo  con  el  goce  de  una   Hirtuna  l'ugitiva. 

Fué,  |)ue.s,  pt)reso,  que  el  Congreso  constituyente  puso  límites  á  estos  cargos. 

Debe  también  reconocerscí  su  piev¡si')n,  lijando  á  tienqios  señalados  las  sesiones  del  cuerpo 
legislativo.  Ha  dcmostrailo  la  expeiiciu  ia.  y  pare<'e  estar  en  la  llaqucza  natural  del  hombre, 
que  una  Asaml»lea  legislativa  siempre  en  íatiL^a  buscando  materia  á  .sus  peq>6tuas  deliberado- 
ne.s,  nuncainuídií  ser  tan  feliz  que  la  encuentre  tal  cual  ella  conviene  para  sancionar  leyes 
justas  y  ])roporciona(las  á  las  jMiblicas  nei^esidades.  Kn  este  caso,  la  misma  multiplicidad  de 
leyes,  (jue  siempre  se  ha  mir.ido  conn.»  sínt«)ma  de  corrupción,  las  desnuda  de  este  carácter 
sagrado  ipie  comuni(*a  su  imi)orlancia  unida  á  su  singularidail. 

Siguiendo  el  plan  (jue  se  había  tiazado  el  ( 'oiigreso  Constituyente,  como  encargado 
para  levantar  el  cdifuio  social,  procedi»'»  á  la  cicaiion  del  Poder  Ejecutivo.  Todo  cuanto 
puede  influir  á  cautivar  el  entendimiento,  lu  había  ]KM*suadido  ipie  el  hombre  nunca 
puede  gozar  de  libcrlail  bajo  un  gobierno  donde  se  hallen  amal.uamadi)s  sobre  unas  manos  los 
dos  poderes  legislativo  y  ejcíHilivo.  Kn  efecto,  la  voluntad  del  que  manda  es  entonces  la 
suprema  ley,  tanto  másráj)ida  en  su  ejetucion,  cuanto  es  más  vivo  su  projno interés;  obligado, 
pues,  á  dividirh»,  revisti»'»  con  este  alto  poder  á  un  solo  dircMtor  supremo. 

Adveitiil  atpií,  ciuilailanos,  la  .sabiduiía  de  esta  medida.  Kn  la  ejecución  de  las  leyes, 
un  centro  único  de  poder  siempre  ha  si<lo  necesario  para  (pie  ellas  sean  sui)eriores  á  todos  los 
obstáculos.  Ubre  entonces  el  magistrailo  supienn^  de  los  concurrentes  llenos  de  las  des- 
confianzas y  k)S  celos  ípie  inspira  una  oiliosa  rivalidad,  él  sabrá  conducir  al  puerto  el  bajel 
del  Estado  por  entre  borrascas  y  piecipicios.  í^a  anarquía  ábrela  puerta  á  la  tiranía,  y  la 
tiranía  forja  los  hierr(»s  dt;  la  esclavitud.  Iaí  unidad  (.leí  jioder  previene  estos  inconvenientes. 
A  su  presencia  desaparecen  las  turbulencias:  y  el  trono  de  la  ley  se  deja  ver  en  todo  su 
esplendor. 

Rodeando  la  Constitmion  á  este  piimcr  niagistratlo  de  una  grande  dignidad  y  fuerza  fisici, 
es  como  se  ha  propuest»)  imprimir  en  los  ánimt)s  un  respeto  saludable,  y  ponerlo  en  aptitud  de 
protejer  las  instituciones  en  que  está  fundada  la  prosperidad  del  Estado.  Entre  otras  muchas 
atribucionas,  él  es  el  jefe  suprcmi»  de  todas  las  fuerzas  de  mar  y  tierra;  inspector  de  todos 
los  fondos  públicos:  dis[)ensador  de  todos  los  empleos;  tiene  un  influjo  inmediato  en  los  tratados 
con  las  naci«)nes  extranjenus;  publica  la  guerra:  la  dirijo  en  todo  su  concurso;  propone  al 
cueri^o  legislativo  proyecitjs  (jue  estima  convenientes  á  la  felicidad  de  la  patria;  manda  ejecu- 


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tar  todas  las  leyes;  examina  las  que  de  nuevo  se  meditan,  y  goza  de  un  veto  moderado.  Así 
es  como  esta  suprema  magistratura  tiene  en  sus  pianos  todos  los  resortes  del  Gobierno;  y  así 
es  también,  como  se  halla  autorizado  para  reprimir  la  audacia  de  los  prevaricadores,  que  con 
ultraje  de  las  leyes  procuran  ser  autores  de  una  política  subversiva. 

Con  sobrado  acuerdo  no  quiere  la  Constitución  que  el  Supremo  director  del  Estado  tenga 
la  iniciativa  de  las  leyes,  ni  menos  un  veto  absoluto.  Nada  sería  tan  peligroso  como  el  de 
revestirlo  con  esta  soberanía.  ¿Qué  otra  cosa  produciría  esa  iniciativa,  sino  tener  siempre 
subordinado  el  ejercido  de  la  soberanía  á  los  antojos  del  Ejecutivo?  Y  este  veto  absoluto  ¿qué 
nos  daría  p>or  resultado,  sino  abrir  la  puerta  á  la  discordia,  tentar  al  Gobierno  para  que 
invada  en  su  totalidad  lo  que  ya  en  parte  le  pertenecía;  y  corromper  los  miembros  que  puedan 
oponerse  á  su  ambición.  Cierto  es  que  el  que  tiene  en  sus  manos  las  riendas  del  gobierno, 
y  que  como  á  un  centro  común  llama  todas  las  partes  de  la  administración,  debe  conocer 
todas  las  necesidades  del  Elstado  y  promover  los  medios  que  influyan  en  su  alivio;  pero  es  en 
fuerza  de  estas  mismas  consideraciones  que  la  Constitución  le  autoriza  para  proponer  proyec- 
tos conformes  á  su  carácter,  á  sus  costumbres,  á  su  presente  situación,  y  aun  á  producir  un 
vtio  moderado,  que  no  pasando  de  una  simple  censura,  es  más  análogo  á  la  naturaleza  de 
su  poder. 

A  las  dos  instituciones  sociales  de  que  hasta  aquí  hemos  hecho  mención,  añadió  el 
Congreso  Constituyente  una  Corte  Suprema  de  Justicia  con  la  investidura  del  Poder  Judicial. 
Razones  no  menos  poderosas  que  las  pasadas  dieron  nacimiento  á  esta  separación.  Un  legis- 
lador y  juez  á  un  mismo  tiempo,  vendría  á  ser  no  pocas  veces,  juez  en  su  propia  causa.  No 
parece  sino  que  en  cierto  modo  venga  el  legislador  su  ofensa  personal,  cuando  juzga  del 
ultraje  inferido  á  su  misma  ley:  teniendo  entonces  que  infligir  penas  contra  el  agresor  se  halla 
expuesto  éste  á  ser  víctima  de  su  pasión.  Otra  es  la  disposición  de  un  mero  juez,  cuyos 
sentimientos  menos  agitados,  porque  no  ve  insultada  ninguna  de  sus  obras,  escucha  en 
silencio  la  voz  de  la  razón. 

Por  lo  demás,  las  funciones  de  los  que  ejercen  este  poder,  se  reducen  á  sostener  con 
fuerza  la  verdad  en  el  templo  de  la  justicia.  A  fin  de  que  ellos  sean  órganos  fieles  de  la  ley, 
instruyéndose  constantemente  de  su  espíritu,  dispone  la  Constitución  aue  duren  en  sus  plazas 
lo  que  dure  su  probidad  de  vida  y  buena  opinión.  Poderlo  todo  á  favor  de  la  justicia,  y 
no  poder  nada  á  favor  de  sí  mismos,  es  el  estado  en  que  la  misma  Constitución  pone  á  sus 
ministros.  El  texto  de  la  ley,  claro  y  expreso,  es  todo  lo  que  ellos  pueden  sobre  el  ciu- 
dadano. De  este  modo  quedan  sin  efecto  los  consejos  peligrosos  de  ese  amor  propio  que, 
con  interpretaciones  arbitrarias,  aspira  á  capitular  con  la  ley,  y  encontrar  un  medio  aparente 
entre  el  vicio  y  la  virtud. 

Nada  habría  hecho  el  Congreso  Constituyente,  si  dividiendo  los  poderes,  no  los  hubiese 
equilibrado,  de  manera  que  el  ejercicio  de  cada  uno  se  hallase  contenido  en  sus  justos  límites. 
Más  ó  menos  autoridad  de  la  que  les  correspondía,  ó  hubiese  favorecido  el  desorden,  ó 
provocado  á  la  insurrección,  ó  consagrado  la  tiranía.  Demos  por  ahora,  ciudadanos,  una 
ojeada  rápida  sobre  la  Constitución  presente,  y  veremos  alejados  de  ella  estos  escollos. 

La  facultad  de  formar  leyes  sería  por  lo  común  llevada  a  los  últimos  excesos,  si  pudiese 
perder  de  vista  que  su  objeto  es  unir  á  los  ciudadanos  por  un  interés  común.  Los  hombres 
entonces,  opresores  ú  oprimidos,  sufrirían  los  mismos  males  que  en  el  estado  de  naturaleza. 
Advertid,  ciudadanos,  la  denodada  atención  del  Congreso  Constituyente  para  contrabalancear 
esa  facultad  y  prevenir  todos  sus  abusos.  Pasemos  en  silencio  las  formalidades  de  la  Consti- 
tución, para  que  tenga  acceso  un  proyecto  de  ley;  nada  digamos  en  orden  á  la  mayoría  de 
sufragios  requerida  en  su  aprobación;  y  fijemos  la  vista,  así  sobre  el  influjo  de  los  dos 
cuerpos  deliberantes,  como  sobre  el  que  tiene  el  Ejecutivo  en  la  formación  de  la  ley.  Per- 
suadido el  Congreso  que  sin  que  ésta  fuese  pesada  en  distintas  balanzas,  jamás  presentaría 
la  imagen  de  la  imparcialidad,  fué  que  dividió  en  dos  cuerpos  de  intereses  distintos  por 
algunos  respetos  ese  Poder  Legislativo.  Una  Cámara  de  Representantes  y  un  Senado  son 
esos  cuerp)os  encomendados  de  esta  augusta  función.  Leyes  iniciadas  en  cualquiera  de  ellas, 
discutidas  en  ambas,  pasadas  por  la  prueba  de  la  censura  del  Ejecutivo,  revisadas  nueva- 
mente y  sancionadas  por  dos  tercios  de  sufragios,  jamás  podrá  dudarse  que  son  el  fruto 
de  la  reflexión  profunda,  del  juicio  severo,  de  la  madurez  del  espíritu;  y  que  equilibrando 
^Á  los  poderes,  la  Constitución  purifica  las  leyes  de  todas  las  sugestiones  del  amor  propio, 
Y  aún  de  las  pequeñas  faltas  del  descuido. 

No  seria  menos  funesto  á  la  libertad  el  Poder  Ejecutivo  que  el  Legislativo  sin  equili- 
brio, si  revistiendo  el  Congreso  con  la  fuerza  armada,  no  hubiese  tomado  en  la  Constitución 
las  medidas  que  dicta  la  prudencia  para  mantener  la  balanza  en  igualdad.  Sabido  es,  que 
las  leyes  enmudecen  á  vista  déla  fuerza.  Un  magistrado  armado  siempre  es  emprendedoi; 
jT  de  la  violadcn  de  las  leyes  á  la  tiranía  el  camino  es  corto.    Pero,  ciudadanos,  vivid  se- 


—  280  — 

f^ros  de  esta  usurpación.  La  fuerza  física,  que  en  la  paz  sirve  de  apoyo  al  Ejecutívo,  se 
halla  mitigada  ¡>or  la  fuerza  moral  qui;  sirvd  de  1)aluarte  al  Legislativo.  Esa  conñanza  en- 
tera, ese  amor  sincero  i!e  los  jnicblos  á  unos  representantes  de  su  elección,  depositarios 
fieles  do.  su  fortuna,  de  su  libcrtail  y  aún  di.'  su  existencia,  y  cuya  causa  personal  se  halla 
identificada  con  la  suya:  ved  a(}ui,  ciudadanos,  en  lo  (jue  ella  consiste.  Sería  demasiada 
presunción  de*  un  magistrado  sii])rcni(>  persuadirse  í|ue  en  «aposición  de  esta  fuerza  moral 
podía  invadir  impunemente  los  derochos  sagrados  de  la  Legislatura.  En  la  escuela  de  todos 
los  siglos  debería  haber  aprt'udido  que  esa  liierza  moral,  aunque  fundada  sobre  las  ñbras 
blandíis  del  C(jrazon  y  (h.'l  cerebro,  es  inc«.)ntraslable;  y  que  aspirar  á  destruirla,  es  destruir 
su  poder  mismo.  Kn  efecto,  l(»s  jmrblos  no  lard.'irlan  en  armarse  para  vengar  una  ofensa 
que  mirarían  (onm  jiropia,  y  aniquilar  un  temerari»)  que  intentaba  construir  su  fortuna 
sobre  las  ruinas  de  la  libertad. 

Sin  duda  que  la  guerra  puede  ser  la  ocasión  mas  favorable  á  esc  ambicioso  para  poner 
en  práctica  el  :iesdichado  talento  de  no  escu<liar  la  razón,  y  j>rocediendo  por  la  vía  de  hecho 
atacar  nuestra  libertad.  Pero  entrando  el  Congreso  Constituyente  en  el  corazón  del  hombre,  y 
conociéndola  marcha  de  las  pasiones,  ]>revino  las  c-onsecuencias  de  este  paso  resbaladizo. 
Con  ese  instinto  de  j)recaiu.:¡on(jue  ha  presidido  á  sus  deliberaciones,  equilibró  los  pasos  de  la 
guerra.  El  Congreso  Soberano  la  medita,  la  ajusta,  y  la  declara:  el  Poder  Ejecutivo  la  publica, 
levanta  los  ejércitos  y  los  ilirije,  jhto  aún  hay  más:  sin  los  nueví)s  subsidios  que  ella  exige,  no 
hará  esc  ambicioso  siut)  vanos  e>fuerzos  con  (|ue  contentar  su  pasión.  Su  facultad  se  extiende 
al  desnudo  hecho  de  soliritarlos;  la  del  Congreso  á  alargarle  la  mano  con  medida,  y  hacerle 
siempre  sentir  su  dependencia. 

Cuando  el  Congreso  C'onstituycnte  autorizó  al  Poder  Ejecutivo  con  la  doble  facilitad  de 
disponer  de  los  fondos  públicos,  y  distribuir  honores  y  dignidades,  bien  .sabia  lo  que  ella 
j)ucde  en  las  manos  de  un  ambicioso  para  ganarse  aliados,  ctjrrompiendo  la  virtud  misma; 
pero  también  sabía  (pie  la  Constitución  abría  caminos  para  detenerlos  en  la  carrera  desús 
empresas.  Contra  ese  principio  desorganizad»  )r,  (juc  nace,  crece  y  se  fortifica  en  el  seno  de 
la  corrupción,  iiuiere  la  ley  fundamental  (pie  el  Poder  Ejecutivo  vaya  enfrenado  por  las 
reglas  que  est;iblece  el  legislativo  en  el  manejo  de  los  caudales;  y  que  si  es  de  su  resorte 
poner  empleados  en  los  j)ucNtos,  sea  también  del  de  este  último  acusarlos  por  una  Cámara, 
y  sei)ararlos  p«  >r  la « )tra.  Así  se  ve  t|ue  las  dcsviaciiines  ilcl  gobierno  supremo  se  hallan  contenidaí 
en  esta  parte  i)or  la  Constitución,  y  reducido  su  inllujo  al  puro  bien  social. 

Si  analizanms  más  la  C«)nslilucion.  todo  nos  hará  ver  que  está  trazada  en  justas  propor- 
ciones. El  Ejecutivo  celebra  los  tratailos  con  las  demás  naciones;  el  Senado  los  aprueba  6 
rechaza,  según  la  f(»rma  ccmslitucional.  Nada  más  justo  en  el  orden  de  los  principios  que  deben 
regir  á  una  nación  sabia  y  ceio>a  de  su  libertad.  El  objeto  de  estos  tratados,  es  conservar  la 
balanza  política  entre  sus  di\'ers<)s  intereses  y  fuerzas;  es  combinarlo  de  tal  modo  que  ninguna 
l)0tcncia  ])ueda  ])n-valecer  sóbrelas  otra.s  oprimirlas  «'»  conquistarlas.  L¿i  razón  clama  porque 
el  primer  magistrado  déla  ki'i)úbli(  a,  cuyo  destino  es  poner  en  movimiento  todos  los  ramos 
de  la  administración,  penetrar  por  .sus  embajadores  los  gabin<ítesde  los  príncipes,  y  arreba- 
tarles sus  .secretos,  tenga  una  parte  muy  activa  en  la  celebracicm  de  estos  convenios;  pero  se 
trata  ile  la  suerte  del  Estado,  y  en  estos  asuntos  su  j)oder  no  es  más  (juc  un  anillo,  que  enla- 
zado con  el  legislativo,  forma  la  cadena  s«m  ial.  La  coni:urrencia  de  ambos  es  la  que  comunia 
la  chispa  elcctriía  ([ueda  la  vida  á  la  stu  ii-dad. 

Acabando  de  hacer  ver  el  e(iuiIibrio  de  esta  K'V  ct^nstituiional,  llamamos  vuestra  atención, 
ciudadano.s,  á  la  libertad  de  la  prensa,  (jue  os  fraiKíuea  con  generosidad.  Constituido  el  pueblo 
en  tribunal  censorio,  puede  decirse  (pie  lleg''»  á  su  perfección  el  equilibrio  de  los  poderes,  y 
aseguró  sus  ba.ses  la  libertatl  civil.  Sin  esto  la  verdail,  débil  en  tiemjx)s  de  vuestros  tiranos,  no 
se  atrevía  á  ver  la  luz,  y  temblando  ante  los  mismos  que  tlebla  intimitlar,  merecía  la  censura 
que  debía  liacrrsc.  Peto,  ¡qur  tu«-r/.a  vai«iiil.  (pié  (Muiría  Li  de  es;i  verdad,  cuando  con  la 
liberlail  déla  pivilca  rii  obla  .^us  dí-ntí  Ims!  ¡(^)ué  aLíuiioii  pai  a  los  buenos,  y  qué  freno  ¡xira  los 
hombres  i\ur  abusan  de  su  podei!  A(  oidaos,  les  decía  á  un  piíncij)e  un  íilós«)fo,  que  cada  dia 
de  vuestra  vida  es  una  li<.»¡a  tle  tu  historia.  Ninguno  hay  tan  inmoral  y  bajo  para  el  que  la 
estimación  públi(*a  no  sea  en  el  fon<lo  del  alma  un  decidido  objeto  de  su  amor  propio.  Esta 
libertad  bien  ampliada  os  hablará  con  esa  noble  firmeza  (pie  el  amor  constante  de  la  patria 
inspira  á  todo  buen  ciudadano,  y  hará  que  se  avergüencen  los  malvados  de  parecer  á  la  íaz  de 
vuestro  tribunal. 

Cuandi » el  congreso  constituyente,  equilibrando  los  podcre.s,  se  propuso  establecer  la  libertad 
sobre  bases  inmóviles,  sabía  muy  bien  que  este  choque  per[)éluo  de  los  pesos  daba  algún 
alimento  á  las  agita(?¡ones  moderadas.  No  creáis,  ciudadanos,  que  ellas  puedan  llevarnos  al  seno 
de  la  anarquía.  L'na  libertad  bien  afirmada  i)reviene  sicmi)ie  ese  desorden  social.  La  balana 
délos  poderes  está  equilibrachi;  los  derechos  tienen  garantía,  y  la  licencia  un  freno.  Temed,  ai, 


—  281  — 

cuando  nos  vieseis  (por  servirnos  de  la  expresión  de  un  sabio)  vegetar  en  un  reposo  parecido  al 
entorpecimiento  de  un  paralitico.  La  ambición  siempre  se  aprovecha  del  sueño  de  los  demás, 
y  ella  nunca  duerme. 

Para  el  final  complemento  de  la  Constitución  no  ha  omitido  el  Congreso  Constituyente  la 
declaración  de  esos  vuestros  derechos  esenciales,  de  que  ó  jamás  pudisteis  renunciar  sino  en 
partes  ó  que  había  alterado  la  corrupción.  Fué  preciso  á  vuestros  tiranos  que  cerrasen 
los  archivos  de  la  naturaleza,  para  que  no  pudieseis  encontrar  los  justos  títulos  de  vuestra 
libertad,  igualdad  y  propiedad.  Ellos  se  os  abren  á  vuestra  vista.  Ellos  borrarán  de  vuestra 
memoria  la  humillante  historia  de  vuestros  antiguos  ultrajes.  Ellos  desterrarán  las  preocu- 
paciones de  esos  seres  privilegiados,  que  insultaban  con  su  fausto  vuestra  miseria.  Ellos  deben 
dar  emulación  á  los  talentos,  aplicación  al  trabajo,  respeto  á  las  costumbres.  Perpetuamente 
respiraréis  en  adelante  el  amor  al  bien,  á  la  patria,  á  la  justicia.  De  intento  no  os  hemos 
presentado  hasta  aquí  la  religión  católica,  apostólica,  romana,  como  la  dominante  entre  nososotros, 
y  como  la  primera  ley  del  Estado.  Acrc^ditar  esta  resolución  entre  pechos  tan  religiosos,  acaso 
lo  miraríais  como  ofensa  y  creeríais  que  se  aplaudían  vuestros  representantes  de  no  haber 
cometido  un  delito.  Dejemos  ese  cuidado  principalmente  para  aquellos  Estados  donde  una 
criminal  filosofía  pretende  sustituir  sus  miserables  lecciones  á  las  máximas  consoladoras  de 
un  Evangelio  acomodado  á  nuestra  flaqueza.  Por  lo  demás,  el  Congreso  constituyente  ha 
creído  que  no  eran  del  fuero  de  la  ley  las  opiniones  particulares  que  no  interesan  al  orden 
público»  y  que  el  corazón  humano  es  un  santuario  que  debe  venerar  desde  lejos. 

Al  leer  la  historia  de  las  antiguas  naciones,  os  asombrareis,  ciudadanos,  de  sus  disturbios 
y  disensiones  sin  ribera.  Después  de  mil  debates  terribles,  era  el  último  resultado  abandonar  los 
pueblos  i  la  suerte  siempre  incierta  de  las  armas.  Mal  combinados  los  poderes,  sin  una  linea 
fija  que  los  demarcase,  sin  equilibrio  las  fuerzas,  nadie  era  tan  superior  á  sus  flaquezas,  que 
no  le  hiciesen  ilusión  sus  pasiones.  Todo  era  efecto  de  que  la  política  aun  no  había  salido 
de  su  infiínda.  Las  luces  de  los  siglos  posteriores  acabaron  de  perfeccionarla:  y  todas  han 
venido  en  socorro  de  la  constitución  que  os  presentamos.  No  ha  cuidado  tanto  el  congreso 
constituyente  en  acomodarla  al  clima,  á  la  Índole  y  las  costumbres  de  los  pueblos  en  uu 
estado  donde  siendo  tan  diversos  estos  elementos,  era  imposible  encontrar  el  punto  de  su 
conformidad;  pero,  si,  á  los  principios  generales  de  orden,  de  libertad  y  de  justicia,  que 
siendo  de  todos  los  lugares,  de  todos  los  tiempos,  y  no  estando  á  merced  de  los  acasos, 
debían  hacerla  firme  é  invariable. 

Después  de  nueve  años  de  revolución,  llegó  por  fin  el  momento,  ciudadanos,  que  tuvié- 
semos una  constitución;  ella  encierra  los  verdaderos  principios  del  orden  social ,  y  está  dispuesta 
de  manera  que  comunicando  un  solo  espíritu,  críe  el  genio  de  la  nación.  Las  legislaturas 
venideras  la  acercarán  mas  y  mas  á  su  perfección ,  y  la  pondrán  en  estado  que  pueda 
respetarla  la  mano  del  tiempo.  Se  dice  comunmente  que  todas  las  naciones  corren  los 
penodos  de  la  vida  hasta  la  decrepitud  en  r^ue  perecen.  Nosotros  desmentiremos  esta  máxima, 
si  siempre  en  centinela  de  la  constitución  hacemos  que  renazca  con  ella  la  nación  misma. 

Por  lo  que  respecta  á  nosotros,  no  ambicionamos  otra  gloria  que  la  de  merecer  vuestras 
bendiciones :  y  que  al  leerla  la  posteridad,  diga  llena  de  una  dulce  emoción :  Ved  aqui  la 
carta  di  nuestra  libertad^  estos  son  los  nombres  de  los  que  la  formaron,  cuando  no  existíamos,  y 
ios  que  impidieron  que  antes  de  saber  que  éramos  hombres,  supiésemos  que  éramos  esclavos. 

Ciudadanos :  o  renimcíamos  para  siempre  el  derecho  á  la  felicidad,  ó  damos  al  mundo 
el  espectáculo  de  la  unión,  de  ¡a  sabiduria  y  de  las  virtudes  públicas.  Mirad  que  el  interés 
de  que  se  trata  encierra  un  largo  porvenir.  Un  calendarío  nuevo  está  formado :  el  dia  que 
cuente  en  adelante,  ha  de  ser  o  para  nuestra  ignominia,  ó  para  nuestra*gloría. — Dado  en  la 
Sala  de  Sesiones,  en  Buenos  Aires,  i  22  de  Abril  de  1819. — Dr.  Gregorio  Funes. — Ignacio 
NMn^  Pro-Secretario. 


Ley  de  la  Le^sUtara  de  Buenos  Aires,  cediendo  el  territorio  del  Municipio  de  la  ciudad,  que 

ha  sido  declarado  Capital  de  la  República 

El  Senado  y  Cámara  de  Diputados,  etc. 

Articulo  i^  A  los  efectos  del  articulo  3°  de  la  Constitución  de  la  Nación,  la  Legisla- 
Una  de  la  Provincia  cede  el  territorio  del  Municipio  de  la  ciudad  de  Buenos  Aires,  que 
ha  sido  declarado  Capital  de  la  República,  por  la  ley  nacional  de  Setiembre  21  de  1880. 

Art  2^  Queda  facultado  el  Poder  Ejecutivo  para  celebrar  con  el  Gobierno  Nacional  los 


—  282  — 

arreglos  necesarios  al  cumplimiento  de  esta  ley,  debiendo  someterlos  á  la  aprobación  de  la 
Legislatura. 

Art.  3®  Mientras  el  Honorable  Ompreso  m^  dicte  leyes  de  impuestos  para  la  ciudad, 
ésta  abonará  las  contribuciones  generales  y  municipales  que  actualmente  paga,  con  excep- 
ción del  im])uesto  para  alcoholes  y  tabacos,  que  solo  se  cobrará  el  31  de  Diciembre  del  ano 
presente. 

Art  4°  Comuniqúese,  etc. 

Dada  en  la  Sala  de  Sesiones  de  la  Legislatura  de  la  Provincia,  á  veintiséis  de  No- 
viembre de  mil  ochocientos  ochenta. 

NicoLÍs    AciiÁvAL.  Juan  Darquier. 

Manuel  J,  Laincz^  J.  M.  Jordán  (hijo), 

Secretario.  Secretario. 

Biicuos  Aires,  Diciembre  <>  ile  1b^). 
Cúmplase,  comuniqúese,  publiqucsc  c  insértese  en  el  Registro  Oficial. 

ROMERO. 

C.xRLos   A.    D'AMica 

^Iariaxo  Demaria. 

Es  copia — 

Cristian  Demaria, 
Oflcial  Mayor. 


CASA    DE    JUSTICIA 


La  Casa  do  Justicia  ó  Cabildo,  roiiu)  se  lo  llama,  os  la  residencia  del  Poder 
Judicial,  ejercido  por  una  Corte  Suprema  de  Justicia  y  los  domas  tribunales 
inferiores. 

CORTE  SUPREMA 

El  Tribunal  de  laSujíroma  Corte  es  desempofiado  por  cinco  Ministros  de 
la  Corte,  un  i>rocurador  í^eneral,  dos  secretarios  relatores,  un  ugicr,  dos  ofi- 
ciales 1°",  un  oficial  auxiliar,  dos  escribientes,  un  escribiente  para  el  procura- 
dor, un  intendente  v  dos  ordenanzas. 

El  fomento  da  la  biblioteca,  trastos  de  oficina,  extraordinarios,  pensiones, 
etc.,  y  el  sosteniraiento  del  cuerpo  de  empleados,  cuestan  al  Tesoro  Nacional 
la  suma  men.sual  de  $  r).r)9r),r)0. 

La  Corte  Suprema  conoce:  ori;rínaria  y  exclusivamente  do  las  causas 
concernientes  á  embajadores,  ministros,  cónsules  y  vice-cónsules  extranjeros 
y  en  las  que  una  provincia  fuese  parte— en  grado  do  apelación  ó  nulidad,  de 
las  causas  en  que  hubiere  duda  sobro  la  jurisdicción  á  que  corresponden  ó  se 
decidiese  en  última  instaacia  á  ser  regidas  por  loyes  provinciales,  como  tam- 


-583  - 


Fde  las  en  que  han  conocido  ya  los  Tribunales  Superiores  de  Provincia — 
Wi  caso  de  discordia,  impedimento,  rocusaciou  ó  excusación  justificadas  de 
ano  6  más  miembros  de  la  Corle,  es  integrada  por  abogados  particulares  que 
aita  designa — para  dictar  sentenciase  requiero  la  presenciado  la  mayoría 
absoluta  de  sus  miembros — de  sus  fallos  no  hay  recui-so  alguno,  á  excepción 
iel  de  revisión — la  Corte  noml>i^  \'  i-nnmr've  >.ns  emnleatios  subalternos. 


¡Bte  Tribunal  conoce  en  1' instancia:  de  las  causas  que  afecten  intereses 
í ó  más  provincias,  de  una  provincia  y  un  vecino  ó  vecinos  de  otra, 
idanos  ó  subditos  extranjeros — de  una  provincia  y  un  Estado  extranjero — 
i  las  referentes  á  embajadores,  ú  otros  ministros  diplomáticos  extranjeros,  á 
s  personas  que  componen  una  Legación,  etc., — de  las  que  versan  sobre  pri- 
logios  y  exenciones  de  cónsules  y  vice-c6nsules  extranjeros  en  su  carácter 
Iblico — por  apelación,  de  las  sentencias  definitivas  en  las  causas  criminales 
¡ciadas  ante  Jueces  de  Sección  y  en  las  civiles  antedichas,  siempre  que  el 
üor  disputado  exceda  de  doscientos  pesos — la  sentencia  de  2'  instancia  es 
eculiva,  ya  la  confirme  ó  revoque. 

De  las  sentencias  definitivas  pronunciadas  por  los  Tribunales  Superiores 
i  Provincia  puede  apeiai-se  ante  la  Corte :  cuando  en  un  pleito  sea  materia  de 
lestion  la  validez  de  un  tratado,  de  una  ley  del  Congreso  ó  de  una  autoridad 
creída  en  nombre  de  la  Nación,  y  la  decisión  fuese  contra  la  validez  cuando 
idez  sea  materia  de  cuestión  por  pretender  que  ella  es  repugnante  ú  la 
1  Nacional,  tratados  6  layes  del  Congreso,  y  se  sentencie  en  favor 


—  284  — 

de  la  validez  de  la  ley  ó  autoridad  de  provincia — cuando  se  forma  cuestión  sobre 
la  inteligencia  de  alguna  cláusula  de  la  Constitución^  de  un  tratado,  ley  [del 
Congreso  ó  comisión  de  autoridad  nacional,  y  la  decisión  fuese  contra  la 
validez  del  título,  derecho,  privilegio,  etc.,  que  se  funde  en  dicha  cláusula. 

CÁMARAS   DB   APELACIÓN 

Las  Cámaras  de  Apelación  son  dos,  una  en  materia  civil  y  otra  en  ma- 
teria criminal,  correccional  y  comercial. 

La  primera  se  compone  de :  cinco  vocales,  un  secretario  judicial,  otro 
auxiliar,  dos  ugieres,  un  oficial  auxiliar,  otro  inferior,  seis  escribientes  y  dos 
ordenanzas. 

La  segunda  de :  cinco  vocales,  un  secretario  judicial,  otro  auxiliar,  un 
escribiente,  un  ugier,  un  oficial  auxiliar,  otro  inferior,  tres  escribientes  más  y 
dos  ordenanzas:  el  Presupuesto  Nacional  asigna  para  el  sostenimiento  de  los 
empleados  de  ambas  Cámaras  y  gastos  de  oficina,  fomento  de  biblioteca,  visi- 
tas de  cárceles,  etc.,  la  suma  mensual  de  $  9,174. 

La  Cámara  de  lo  Civil,  conoce  en  última  instancia:  de  los  recursos  contra 
las  resoluciones  de  los  respectivos  Jueces  Letrados — de  los  recursos  de  fuerza 
contra  las  de  las  autoridades  eclesiásticas — de  los  recursos  contra  las  de  la 
Municipalidad,  en  asuntos  de  carácter  contencioso-administrativo. 

La  Cámara  do  lo  Criminal,  Correccional  y  Comercial  conoce  de  los  recur- 
sos, en  última  instancia,  contra  las  resoluciones  de  los  respectivos  Jueces 
Letrados. 

Ambas  forman  Tribunal  con  el  Presidente  y  dos  Vocales  para  decidir 
sobre  los  recursos  interpuestos  contra  resoluciones  interlocutorias — los  Vo- 
cales de  cada  Cámara  deben  turnarse  men.sualmente — para  juzgar  definitiva- 
mente, las  Cámaras  proceden  con  el  número  íntegro  de  sus  miembros,  pu 
diendo  verificarlo  también  con  tres  ó  cuatro  de  sus  miembros  siempre  que  las 
partes  no  exijan  integración  ó  que  las  Cámaras  no  lo  ordenasen. 

Para  las  causas  criminales  que  mereciesen  pena  de  diez  años  ó  mas,  la 
Cámara  respectiva  resuelve  con  el  número  Integro  de  sus  miembros — la  pena 
de  muerte  solo  puede  imponerse  por  el  Tribunal  Integro  y  con  unanimidad  de 
votos.  Las  Cámaras  funcionan  todos  los  dias  hábiles  y  son  públicas  sus  audien- 
cias. Para  ser  miembro  de  las  Cámaras  es  necesario  ser  ciudadano  mayor  de 
treinta  años,  haber  ejercido  la  profesión  de  abogado  durante  seis  años  en  el 
país,  ó  desempeñado  alguna  magistratura;  su  nombramiento  es  hecho  por  el 
Presidente  de  la  República,  con  acuerdo  del  Senado —  las  disputas  de  compe- 
tencia entre  las  Cámaras  son  decididas  por  la  Suprema  Corte — no  pueden  ser 
simultáneamente  jueces  de  una  misma  Cámara  los  parientes  consanguíneos  ó 
afines  dentro  del  cuarto  grado  civil — cada  Cámara  ejerce  superintendencia 
sobre  los  Tribunales  y  funcionarios  inferiores  de  su  ramo  y  dicta  reglamentos 
para  la  mejor  administración,  con  aprobación  de  la  Corte  Suprema,  que  es  el 


—  285  — 


Tribunal  superior  de  toda  la  administración  de  Justicia— las  Cámaras  deben 
velar  por  el  orden  y  disciplina  de  los  Tribunales,  oficinas  y  funcionarios  de  su 
dependencia,  y  promover  ó  proponer  las  mejoras  necesarias  para  el  más  fácil 

desempeño  de  la  administración  de  justicia 

La  Cámara  de  Apelación  en  lo  Criminal,  Correccional  y  Comercial  ha 
tenido  el  siguiente  movimiento  de  causas  en  los  Juzgados  respectivos. 

Los  de  los  primeros  han  intervenido  en  2.759,  habiéndose  iniciado  2.149 
durante  todo  el  año  1885,  de  las  cuales  fueron  resueltas  982  por  los  Juzgados 
del  Crimen  y  1049  por  el  de  lo  Correccional,  quedando  una  existencia  en  los 
primeros  de  561  y  de  167  en  el  último — de  las  causas  concluidas,  574  fueron  por 
sentencia  definitiva,  elevándose  por  apelación  á  la  Cámara  103  y  en  consulta  124. 
Los  de  comercio  intervinieron  en  9437  causas,  de  las  cuales  2435  fueron 
iniciadas  durante  el  año,  quedando  concluidas  2253,  de  éstas  209  por  sentencia 
definitiva. 

La  Cámara  intervino  en  718  causas — 327  criminales  y  391  mercantiles, 
de  las  cuales  se  resolvieron  648,  quedando  en  tramitación  70. 

De  las  sentencias  definitivas  dictadas  por  la  Cámara,  en  lo  criminal  y 
correccional,  fueron  confirmadas  229,  reformadas  12  y  revocadas  11 — en  lo 
mercantil,  confirmadas  55,  reformadas  1  v  revocadas  10. 

De  los  autos  interlocutorios,  de  los  dos  primeros,  se  confirmaron  42, 
reformados  3  y  revocados  2 — en  lo  mercantil,  confirmados  192,  reformados  37 
y  revocados  54. 

El  movimiento  de  presos:  512  en  los  Juzgados  del  Crimen  y  907  en  los  de  lo 
Correccional,  de  los  cuales  609  fueron  condenados  y  90  absueltos,  saliendo  por 
diversas  causas  490. — 77  individuos  fueron  escarcelados  bajo  fianza. 

De  los  condenados  fueron  mujeres  19  y  menores  171 — los  delitos  más 
frecuentes  fueron:  heridas,  hurtos,  robos,  estafa  y  homicidio — las  condenas 
fueron:  á  presidio,  6— á penitenciaria,  13-  -á  confinamiento,  5— á  prisión,  138— 
á  arresto,  444— á  multa,  2— y  á  penas  diversas  2. 

La  Cámara  de  Apelaciones  en  lo  Civil  presenta  el  siguiente  movimiento 
verificado  durante  el  año  1885. 


Sentencias  definitivas 121 

»  interlocutorias 559 

Decretos  y  providencias  de  trá- 
mites    5321 


Informes  de  Secretaría 187 

Acuerdos  de  Superintendencia.      13 

Legalizaciones 2735 

Oficios  librados 645 


Los  Juzgados  en  lo  Civil,  han  dado  este  resultado: 

Asuntos  entrados  en  el  año 3675 

Sentencias  definitivas  pronunciadas 941 

»              interlocutorias 3728 

Expedientes  que  pasan  al  año  1886 24139 


—  2SG  — 


JUZGADOS  DE  PRIMERA  INSTANCIA 

Los  nueve  Juzgados  de  primera  Instancia  de  que  se  compone  la  Admi- 
nistración de  Justicia,  están  formados  de  la  manera  siguiente: 

Juzgados  en  lo  Civil:  cuatro  jueces  letrados,  veinte  y  cuatro  escribanos 
secretarios  judiciales,  veinte  y  cuatro  oficiales  auxiliares,  cincuenta  y  dos 
escribientes,  cuatro  oficiales  do  justicia  v  cuatro  ordenanzas. 

Juzgados  en  lo  ('omei'cial:  dos  jueces  letrados,  doce  secretarios  judiciales, 
doce  oficiales  auxiliares,  veinte  y  cuatro  escribientes,  dos  oficiales  do  justicia 
V  dos  ordenanzas. 

Juzgados  en  lo(?r¡m¡nal:  dos  jueces  letrados,  cuatro  secretarios  judiciales, 
cuatro  oficiales  auxiliares,  cuatro  escribientes,  dos  oficiales  de  justicia  y  dos 
ordenanzas. 

Juzgados  en  lo  Correccional:  un  juez,  dos  secretai-ios  judiciales,  dos 
oficiales  auxiliares,  dos  escribientes,  un  t)ficial  de  justicia  y  un  ordenanza. 

Los  gastos  de  oficina,  publicaciones,  extraordinarios,  etc.,  agregados  al 
costo  del  sostenimiento  de  los  empleados  do  estos  Tribunales,  imponen  al 
Tesoro  emolumentos  por  valor  do  §  27ÍÍH  mensuales. 

Los  Jueces  Letrados  son  nombrados  por  el  Presidente  de  la  República, 
con  acuerdo  delSenado — sus  empleos  duran  mientras  observan  buena  conducta 
— para  ser  juez  letrado  debe  ser  ciudadano,  tener  treinta  años  de  edad,  haber 
ejercido  en  el  país  durante  cuatro  ailos  la  profesión  de  abogado  ó  «lesempenado 
en  el  mismo  término  una  magistratura — dan  audiencia  diariamente  y  pueden 
habilitar  dias  y  horas  foi'iados— sus  resoluci<")nes,  despachos,  etc.,  son 
firmados  por  elK)s  y  autorizados  con  la  firma  de  un  Seci'etario — pueden 
reconveniry  penar  á  todos  sus  subalternos  por  mal  desempeño  de  sus  obliga- 
ciones, faltas  contra  su  autoridad  v  decoro,  desa(*.ato,  ote 

Los  Jueces  de  lo  (^ivil  conocen  en  T  instancia  en  todos  los  asuntos  regidos 
por  leyes  civiles,  con  las  limitaciones  correspondientes — en  2*  y  última  instan- 
cia de  las  apelaciones  y  demás  recursos  promovidos  contra  resoluciones  de 
Jueces  de  Paz  en  materia  civil — sus  sentencias  son  apelables  en  2*  y  última 
instancia  ante  la  respectiva  Cámara  de  Apelaciones. 

Los  Jueces  de  Comercio  conocen  en  V  instancia  en  todos  los  asuntos  regi- 
dos por  el  Código  y  leyes  de  comercio,  con  las  correspondientes  limitaciones 
en  2*  y  última  instancia,  de  las  apelaciones  promovidas  contra  resoluciones  de 
Jueces  de  Paz  en  materia  comercial — de  sus  sentencias  puede  apelarse,  en  2* 
y  última  instancia,  ante  la  respectiva  Camarade  Apelaciones. 

Los  Jueces  de  lo  Criminal  conocen  en  juicios  por  delitos  que  merezcan 
pena  mayor  de  un  ano  de  prisión  6  mil  pesos  de  multa — por  defraudación  de 
rentas  fiscales  que  afecten  intereses  de  la  Capital — pueden  intervenir  en  los 
juicios  por  jurados,  pero  únicamente  para  aplicar  las  penas  correspondientes, 
previa  declaración  del  Jurado. 

Los  Jueces  de  lo  Correccional  conocen  en  1'  instancia  de  todos  aquc- 


—  28?  - 

los  delitos  en  los  que  la  pena  sea  mayor  de  cuatro  dias  de  arresto  ú  ocho 
3esos  de  multa  y  no  exceda  de  un  año  de  prisión  ó  mil  pesos  de  multa — 
30  2*  y  última  instancia,  de  las  apelaciones  contra  resoluciones  de  Jueces 
le  Paz  en  asuntos  correccionales  —  sus  sentencias  son  apelables  ante  la 
Z!ámara  respectiva,  en  2*  y  última  instancia 


JUZGADOS  DE  MENORES 

La  guarda  y  protección  oficial  de  los  Menores  é  incapaces  está  á  cargo 
ie  dos  defensurías  cuva  jurisdicción  se  extiende  al  Norte  la  una  v  al  Sud 
ia  otra  de  la  calle  Rivadavía,  que  sirve  de  linea  divisoria. 

El  personal  de  que  se  componen  ambas  Defensurías  es  como  sigue: 
ios  defensores  de  menores,  dos  oficiales  de  secretaría,  dos  asesores  letra- 
dos para  los  defensores,  dos  habilitados  cobradores,  cuatro  escribientes, 
cuatro  ordenanzas,  que  con  los  gastos  de  oficina  cuesta  su  sostenimiento 
al  Tesoro  Nacional  la  suma  anual  de  $  21576. 

Son  deberes  y  atribuciones  délos  empleados  de  las  Defensurías:  rehu- 
sar cualquier  compensación  de  las  partes  por  sus  servicios  y  en  ningún 
caso  cobrar  emolumentos,  bajo  pena  de  expulsión — prestar  servicio  en  cual- 
[juier  momento  que  lo  requieran  sus  jefes,  dentro  y  fuera  de  las  horas 
Dficiales — la  responsabilidad  del  Asesor  y  Defensor  es  conjunta  cuando  la 
opinión  de  ambas  concuerda,  y  exclusivamente  del  último  en  el  caso  de 
separarse  del  dictamen  del  primero — los  Asesores  pueden  dictaminar  por 
escrito  ó  verbalmente,  á  petición  de  los  Defensores — no  pueden  hacerse 
cargo  como  Abogados,  de  menores  ó  incapaces  que  estén  bajo  la  protec- 
ción de  las  Defensurías — la  ausencia  de  un  Defensor  debe  ser  llenada  por 
3l  otro,  y  si  ambos  no  pudiesen  prestar  sus  servicios,  los  reemplazará  un 
Asesor  ó  letrados  nombrados  por  los  Defensores  si  aquellos  se  encon- 
trasen en  igual  caso — las  multas  impuestas  por  los  Defensores  en  desem- 
peño de  sus  funciones  son  depositadas  en  el  Banco  Nacional,  dando  cuenta 
al  Ministerio  de  Justicia — es  deber  ineludible  de  los  Defensores  hacer  que  los 
menores  é  incapaces  reciban  la  instrucción  primaria  y  aprendan  un  arte  ú 
oficio— anualmente  deben  presentar  al  Ministerio  respectivo  una  memoria 
sobre  el  movimiento  de  las  Defensurías  á  su  cargo,  proponiendo  las  reformas 
que  fueren  necesarias — deben  colocar  en  el  Banco  Nacional  á  usuras  pupi- 
iares  los  dineros  de  menores  é  incapaces  que  estén  bajo  su  acción — cual- 
quier persona  residente  en  la  Capital  debe  concurrir  á  las  Defensurías  á 
prestar  las  declaraciones  que  se  solicitaren — la  persona  que  tuviere  sin  auto- 
rización legal  menores  huérfanos  de  padre  y  madre  en  su  poder,  debe,  en 
15  dias,  poner  en  conocimiento  de  la  Defensuría  á  que  corresponda,  para  que 
provea  lo  mas  conveniente-^sufren  pena  proporcional  aquellas  personas  que 


—  288  — 

no  llenasen  las  obligaciones  contraidas  ante  la  Defensuría  para  tomar  á  su 
cargo  uno  ó  mas  menores  o  incapaces — la  colocación  de  menores  se  hace  por 
previo  contrato— la  inspección  á  los  establecimientos  de  beneficencia  y  ca- 
ridad pueden  hacerla  los  Defensores  por  lo  menos  una  vez  al  mes — todos 
los  establecimientos  y  asociaciones  de  beneficencia,  casa  de  expósitos,  etc. 
deben  pasar  por  turno  á  cada  Defensuría  mensual  mente  un  informe  sobre 
las  entradas  de  menores  é  incapaces,  sin  padres,  tutores  ó  curadores  y  de 
aquellos  que  pueden  salir  colocados — los  Defensores  pueden  pedir  al  Gobierno 
y  Municipalidad  subvenciones  para  sostener  y  fomentar  los  establecimientos 
hospitalarios  de  menores  ó  incapaces— las  Defensurías  llevan  por  orden  alfa- 
bético de  apellidos  los  libros  siguientes:  de  actas,  de  contratos,  registro  de 
menores,  do  incapaces,  de  depósitos  á  la  orden  del  Defensor,  entrega  dedepó- 
sitos,  copiador  de  notas,  comparendos,  etc 

El  movimiento  que  ha  tenido  lugar  en  cada  una  de  las  Defensurías  du* 
rante  el  año,  se  distribuye  do  la  manera  siguiente  : 

Sección  Norte 

Los  fondos  depositados  á  favor  de  Menores  dan  este  resultado: 

Existencia  en  31  de  Diciembre  de  1884....  $  4282  —  i 

Por  Depósitos  hasta  igual  fecha  de  1885..  $  3168.42  7810.89 

»     Intereses   capitalizados »     36().47     »  3528.89  j 

Dinero  entregado  á  Menores  en  1885 668.43 


Existencia  en  31  de  Diciembre  de  1885..  $    7148.46 

El  movimiento  de  Menores  habido  en  esta  Defensuría  es  como  sigue: 
Entraron  448,  siendo  varones  195  y  mujeres  253,  que  tuvieron  el  siguiente 
destino  y  distribución:  colocados  por  la  Defensuría,  208 — entregados  ásus 
deudos,  120 — contrajeron  matrimonio,  32 — pa.sados  á  disposición  del  de- 
fensor, 9— á  la  Escuela  de  Cabos  y  Sargentos,  2— á  la  Escuela  Naval,  2— al 
Asilo  de  Niños  Desvalidos,  8— al  Asilo  de  Huérfanos,  8— al  del  Buen  Pastor, 
10 — á  la  Casa  de  Ejercicios,  6 — al  Hospital,  5— á  la  Casa  de  Niños  Expósi- 
tos, 5— llegaron  á  su  mayor  edad,  8— se  fugaron,  10 — fallecieron,  1— y  envía- 
dos  á  los  talleres  de  la  Penitenciaria,  14. 

Por  nacionalidad,  eran,  argentinos:  315 — italianos,  67 — españoles,  28— 
orientales,  10— franceses,  15— paraguayos,  11 — y  suizos,  3. 

Por  edad  eran:  35  de  1  á  5  años— 36  de  5  á  10  años — 86  de  10  á  15  aflos 
y  291  de  15  á  22  años. 

El  movimiento  de  correspondencia  habido  durante  el  mismo  año  ofrece 
el  siguiente  resultado:  Notas  dirij idas,  1966 — Notas  recibidas,  361. 


—  289  — 


Sección  Sud 

El  movimiento  de  fondos  de  Menores  verificado  durante  el  año  dá  el 
resultado  siguiente: 

Existencia  del  año  1884 $    18,866.48 

Recibido  en  todo  el  de  1885 »      1,425.67 

$    20,292.15 
Entregado  á  Menores  en  1885 »       1,315.26 

$    18,976.89 

El  movimiento  de  Menores  habido  en  esta  Defensuría  es  como  sigue: 
entraron  401,  siendo  varones  200  y  mujeres  201,  que  tuvieron  la  colocación 
y  destino  expresados  á  continuación:  colocados  particularmente  199 — entre- 
gados á  sus  parientes,  130 — ala  Escuela  de  Oficios,  51 — á  la  Santa  Casa  de 
Ejercicios,  7 — al  Asilo  del  Buen  Pastor,  10 — y  al  Hospital  de  mujeres,  4. 

Por  nacionalidad  eran:  argentinos,  327 — italianos,  41 — españoles,  27 — 
y  orientales,  6. 

Su  movimiento  de  correspondencia:  Notas  dirijidas,  1772 — notas  reci- 
bidas, 355. 


ARCHIVO  DE  LOS  TRIBUNALES 

Esta  oficina  se  compone  de :  un  archivero,  un  sub-archivero,  dos  oficia- 
les auxiliares,  dos  mas  inferiores,  seis  escribientes  y  un  ordenanza,  cuyo 
sostenimiento  y  gastos  de  oficina  imponen  al  Tesoro  Nacional  una  erogación 
mensual  de  $  1.244. 

El  Archivo  está  formado :  con  los  Protocolos  de  todas  las  Escribanías  de 
Registro  existentes,menos  los  cinco  últimos  que  quedan  en  poder  de  los  Escri- 
banos de  Registro  y  con  los  expedientes  archivados  en  las  Secretarías  y  de- 
más oficinas  de  actuación  ó  Registro  de  la  Capital — los  Secretarios  de  cada 
tribunal  de  la  Capital  remiten  los  expedientes  que  deben  archivarse  en  los 
dos  primeros  meses  del  año  y  los  Escribanos  de  Registro  el  Protocolo  corres- 
pondiente^ conservando  siempre  en  su  poder  los  registros  de  los  cinco  años 
últimos— el  archivero  se  hace  cargo  de  los  expedientes  y  Protocolos,  exami- 
nando su  estado  y  las  circunstancias  que  en  ellos  notase,  devolviéndolos  si 
adolesciesen  de  alguna  irregularidad — el  Archivo  está  organizado  por  orden 
de  oficinas,  colocando  en  cada  una  de  ellas  los  expedientes  y  Protocolos  que 
respectivamente  les  corresponde,  formando  el  archivero  un  Índice  para  cadn 
oficina,  y  dos  Índices  generales,  uno  de  escrituras  y  otro  de  expedientes — 
en  los  de  escrituras,  debe  expresarse  los  nombres  de  los  otorgantes,  fechas 

37 


—  290- 

de  las  escrituras,  nombres  de  los  Escribanos  y  oficinas  y  objeto  de  ellas  y 
en  los  expedientes,  los  nombres  de  las  partes,  Juez,  oficina  actuaría  y  objeto 
dcljuicio — los  protocolos  no  pueden  ser  extraídos  del  Archivo  sino  en  caso 
de  fuerza  mayor  y  en  cuanto  á  los  expedientes  solo  en  virtud  de  orden  escrita 
do  un  Juez  y  por  el  término  de  sesenta  días — los  Registros  y  Archivos  son  de 
propiedad  pública 


•*«•• 


El  movimiento    habido  en  el   Archivo  durante  el  año,  presenta  el  re- 
sultado siguiente: 

Notas  dirigidas  por  esta  oficina 420 

»    recibidas 301 

Testimonios  expedidos  en  fojas 1450 

Certificados          »          »      »     264 

Informes              »          »      »    103 

Mandamientos  sobre  anotación 32 

Expedientes  remitidos  á  los  Juzgados 451 

»                 »           á  la  Provincia  do  Bue- 
nos Aires 3 

Total 3030 


REGISTROS  D£  LA  PROPIEDAD,  DE  HIPOTECAS.  DE  EMBARGOS  É  INHIBICI0NB8 

En  esta  oficina  do  Registro  deben  inscribirse:  los  títulos  traslativos  de 
dominio  de  inmuebles  ó  derechos  reales — impuesto  sobre  los  mismos — ^los  títu- 
los que  constituyen,  reconocen,  modifican  6  ostinguen  derechos  de  hipotecas, 
usufructo,  uso,  habitación,  servidumbre  ó  cualíjuier  otro  derecho  real— los 
actos  ó  contratos  en  virtud  do  los  cuales  se  adjudican  bienes  inmuebles  6  de- 
rechos reales — los  contratos  de  arrendamiento  de  bienes  raices  por  tiempo 
determinado,  que  exceda  deun  ailo — las  ejecutorias  que  dispongan  el  embargc^ 
de  bienes  inmuebles — para  inscribir  dichos  títulos  es  necesario  que  estén  con-^^ 
signados  en  escritura  pública,  ejecutoria  ó  documento  auténtico. 

Bajo  pena  de  nulidad,  toda  inscripción  debe  contener:  la  fecha  de  la  pre-^  * 
sentacion  del  título  en  el  Registro  con  expresión  de  la  hora — la  naturaleza,  si—  - 
tuaclon,  medida  superficial  y  linderos  de  los  inmuebles,  objeto  de  la  inscrip-- ^ 
cion — la  naturaleza,  valor,  extensión,  condiciones  y  carga  de  cualquiera' 
especie  del  derecho  que  se  inscribe — la  naturaleza  del  título  que  se  inscribe  ]f 
su  fecha — el  nombre,  apellido  y  domicilio  de  la  persona  á  cuyo  favor  se  hac  ^^ 
la  inscripción — el  nombre  apellido  y  domicilio  de  la  persona  de  quien  procede 
inmediatamente  los  bienes  6  derechos  que  se  deben  inscribir — ladesignacii 
de  la  oficina  ó  archivo  en  que  existe  el  título  original— el  nombre  y  jurisdiccú 


—  891  — 

del  Juez  d^Tribunal  que  haya  expedido  la  ejecutoría  ú  ordenado  la  inscripción 
y  la  firma  del  encargado  del  Registro— cuando  el  título  es  un  documento  pri- 
vado que  hace  constar  un  contrato  de  locación,  debe  ser  reconocido  por  la 
otorgante  ante  el  encargado  del  Resgistro — cuando  es  sobre  traslación  de  domi- 
nio la  inscripción,  debe  expresar  sí  se  verificó  á  titulo  gratuito  ú  oneroso  y 
si  ise  pagó  el  precio  al  contado  ó  se  estipuló  plazo — las  inscripciones  hipoteca- 
rias de  crédito,  deben  expresar  el  importe  y  plazo  de  la  obligación  garantida 
y  el  interés  estipulado — cuando  un  título  traslativo  del  dominio  de  los  in- 
muebles ha  sido  inscrito  en  el  Registro,  no  puede  inscribirse  ningún  otro  de 
fecha  anterior  por  el  cual  se  trasmita  ó  grave  la  propiedad  del  mismo  inmue- 
ble— las  inscripciones  determinan  por  el  orden  de  sus  fechas  la  preferencia 
del  título 


BSCRIBANIAS  DE  REGISTRO 

Las  escribanías  de  Registro  son  cuarenta  y  ocho  para  los  asuntos  en 
materia  civil  estando  designada  con  el  número  lia  que  fué  fundada  en  el  año 
1584  es  decir  cuatro  años  después  de  la  reconstrucción  de  la  ciudad  de  Bue- 
nos Aires  y  con  el  número  48  la  última  que  se  fundó  en  el  año  1880,  cuan- 
do dicha  ciudad  fué  declarada  Capital  Federal. 

Para  los  asuntos  contenciosos  sobre  materia  comercial,  existen  diez 
escribanías  de  registro,  habiéndose  fundado  la  primera  en  el  año  1794  y 
la  última  en  1882. 

Son  deberes  y  atribuciones  de  los  Escribanos  de  registro:  autorizar 
con  su  firma  y  conforme  á  las  leyes,  actas,  contratos,  escrituras  y  demás 
actos  públicos — al  tomar  posesión  de  su  oficio  depositan  en  el  Banco  Na- 
cional, como  fianza,  diez  mil  pesos  en  títulos  de  deuda  pública — pueden 
aumentar  los  Registros,  pero  ellos  representan  siempre,  cada  uno,  una  po- 
blación de  diez  mil  habitantes  en  la  Capital — de  acuerdo  con  las  leyes,  es- 
tán obligados  á  estender  los  actos  y  contratos  que  se  solicitasen  siendo 
responsables  por  daños  y  perjuicios  porescusarse  de  la  obligación — no  pue- 
den salir  de  la  Capital  sin  previa  licencia  de  la  Cámara  de  lo  Civil,  de- 
biendo residir  en  ella — para  ser  Escribanos  de  Registro  deben  tener  diplo- 
mas de  Escribanos  públicos — pueden  hacerse  reemplazar  por  un  suplente 
propuesto  á  la  Cámara  de  lo  Civil  en  los  casos  de  ausencia,  impedimento 
— son  nombrados  y  removidos  por  el  Presidente  de  la  República 

No  pueden  ser  escribanos:  los  encausados  por  delito — los  que  hubieren 
sufrido  condena  por  cualquier  delito  y  los  fallidos  no  rehabilitados — los  es- 
cribanos secretarios  no  pueden  ausentarse  sino  con  permiso  de  los  Jueces — 
ninguno  délos  escribanos  puede  ejercer  comercio  ni  formar  parte  de  asocia* 


ciones  comerciales  enlaCí^ital — no  pueden  formar  sociedad  los  Escribanos! 
Secretarios  con  los  de  Registro  para  repartirse  los  emolumentos  correspon- 
dientes— para  el 'cobro  de  los  derechos  deben  sujetarle   estrictamente  á  lo 
quefijael  arancel  correspondiente, debiendo bacer  constaren  los testimoniois 
y  demás  lo  que  perciban  por  derechos , 


DECRETO  DECLARANDO  POR   REGULADOR  LEGAL  DEL  TIEMPO  AL  RELOJ 
DEL  CABILDO. 


¡VIVA    LA    CONFEDERACIÓN  ARGENTINA! 

¡MUERAN   LOS  SALVAJES  UNITARIOS! 


DepuUmuito  de  Oobiei 


IB  Airea,  Eaaro  II  de  18*9. 


Considerando  cuan  conveniente  es  fijar  un  común  regulador  dd  tiempo,  sin  lo  cual  es 
imposible  establecer  un  perfecto  orden  en  el  servicio  público,  exactitud  en  las  dtas  paia 
actos  oficiales  y  para  negocios  ó  asuntos  privados,  y  la  metódica  distribución  del  trabajo. 

Que  aquella  conveniencia  es  tanto  mayor  en  nuestro  pais,  cuanto  que  es  bien  notable  la 
inexactitud  con  que  por  lo  común  se  acude  á  las  citas,  ya  pata  actos  oficiales,  ya  para 
conferencias  y  arreglos  privados,  siendo  este  un  abuso  que  el  Gobierno  desea  ver  corregido, 
pues  causa  trastornos  en  el  servicio  público,  ocasiona  molestias  y  perjuicios  á  los  que  soa 
puntuales  i  la  hora  dada,  y  sirve  á  veces  de  recurso  á  la  mala  fé. 

Que  la  circunstancia  de  haber  sido  recientemente  reemplazado  el  antiguo  reloj  de  Cabildo 
con  otro  de  buena  construcción,  colocado  en  la  misma  torre,  provee  de  la  base  indispensable 
para  la  resolución  que  el  Gobierno  estima  necesaria  á  este  respecto  y  consbte  esencialmente 
en  establecer  un  regulador  legal  del  tiempo. 

Que  para  que  el  reloj  de  Cabildo  sirva  de  regulador  legal  del  tiempo,  es  necesario 
proceder  de  modo  que  los  relojes  privados  puedan  siempre  estar  en  conformidad  con  él;  y  que 
á  este  efecto  es  indispensable  que  el  dato  que  se  adopte  para  el  arreglo  y  corrección  del  relc^ 
de  Cabildo,  esté  al  alcance  de  todo  el  que  quiere  tener  el  suyo  acorde  con  éatc- 

Que  sin  embargo  de  que  el  dato  más  exacto  y  apropiado  para  correr  los  relojes,  es  el 
de  mayor  altura  del  sol,  determinada  por  el  cuadrante;  y  que  aun  cuando  hoy  sena  este 
hecho  tanto  mejor  conocido  y  más  adoptable,  si  el  uso  de  los  cuadrantes  fuese  general,  cuanto 
que  por  la  primera  vez,  en  el  almanaque  de  este  año  se  ha  puntualizado  de  orden  del  Go- 
bierno, el  momento  preciso  en  que  respectivamente,  en  diversos  dias  del  año,  U^a  el  sol  í 
su  mayor  altura  y  se  verifica  el  medio  di  a  verdadero;  con  todo  no  es  oportuno  tomar  hoy 
por  punto  de  partida  esta  hora  para  el  arreglo  del  reloj  público,  regulador  legal  del  tiempo, 
porque  es  muy  conveniente  que  este  arreglo  se  haga  en  una  hora  en  que  los  particulares 
puedan  simultáneamente  arreglar  sus  relojes,  y  si  el  de  Cabildo  se  corrigiese  en  el  momento 
de  la  mayor  altura  del  sol,  solo  podrian  corregir  los  suyos  á  la  misma  hora  aquellos  de 
entre  los  particulares  que  estén  á  ima  distancia  proporcionada  para  oir  las  campanas  de  Cabildo 
¿  que  posean  cuadrantes;  pero  que  no  siendo  estos  de  un  uso  general,  sino  muy  raros,  los  que 
no  los  tienen  y  habitan  ágran  distancia  de  Cabildo,  quedarían  en  la  necesidad  de  arreglar  sua 
relojes  á  una  hora  distinta  de  la  adoptada  para  el  r^;ulador  común. 

Que  en  la  imposibilidad  de  elegir,  por  ahora,  ese  momento  más  adecuado  para  arreglar, 
por  cuanto  no  todos  ni  la  mayor  parte  de  los  habitantes  de  la  capital,  suburbios  y  adyacencias 
poseen  cuadrantes,  se  hace  necesario  ocurrir  á  otro  de  los  dos  signos  que  ofrece  el  sol.  el  de  su 
salida  y  el  de  su  ocaso,  siendo  la  hora  del  ocaso  más  cómoda  al  efecto  que  la  del  nacer, 
atento  el  modo  común  de  vivir. 

Que,  aunque  no  puede  desconocerse  los  embarazos,  permanentes  ó  accidentales,  que  para 
el  arreglo  de  los  relojes  al  tiempo  del  ocaso,  oponen,  o  las  sinuosidades  del  terreno,  ó  los 


4 


—  293  — 

odajes  que  á  esa  hora  ocultan  con  frecuencia  el  horizonte,  sin  embargo  debe  tenerse  presente 
que  tal  momento  es  el  que  menos  inconvenientes  tiene  por  ahora,  y  hasta  que  los  habitantes 
de  los  suburbios  y  adyacencias,  especialmente  los  dueños  de  quintas  y  chacras,  coloquen  en 
ellas  cuadrantes. 

Que  sin  embargo  de  los  expresados  inconvenientes  para  el  arreglo  de  los  relojes  al  ponerse 
d  sol,  esta  hora  como  la  del  nacer,  está  determinada  con  exactitud  en  las  nuevas  tablas  de 
salida  y  ocaso  que,  por  disposición  del  Gobierno,  han  sido  formadas  y  se  han  publicado  por 
primera  vez  en  el  almanaque  de  este  año,  las  cuales  no  solo  están  calculadas  por  la  latitud, 
como  lo  estaban  las  que  antes  de  ahora  han  salido  en  los  almanaques,  sino  que  en  las  nuevas 
han  sido  tomadas  también  en  cuenta  la  refracción  y  semidiámetro,  y  las  diferencias  que 
provienen,  en  tiempo  medio,  de  la  aceleración  ó  retardo  que  diariamente  sufre  el  sol  en  su 
marcha  aparente  hasta  volver  al  mismo  punto  ó  su  mayor  altura:  correcciones  que  omitidas  en 
las  antiguas  tablas,  causaban  el  efecto  de  que,  observada  la  salida  ú  ocaso  del  sol  á  la 
vista  de  un  reloj  perfectamente  arreglado,  jamás  ó  muy  rara  vez,  se  hada  aquel  movi- 
miento al  preciso  instante  que  marcaba  el  almanaque,  notándose  muchas  veces  grandes 
discrepancias. 

Teniendo  en  vista  el  Gobierno  todas  estas  consideraciones,  y  preparadas  las  cosas  conve- 
nientñnente  en  el  almanaque  para  el  presente  año,  ha  acordado  y  decreta: 

Articulo  i^  Se  declara  por  regulador  l^al  dd  tiempo  al  reloj  de  Cabildo. 

Art  2^  La  hora  dada  para  actos  del  servicio  público  y  entre  particulares,  para  conve- 
nios, contratos  ó  arreglos  sobre  objetos  de  interés  pecuniario  ú  otros  análogos,  para  hacer  una 
propuesta,  ó  contestar  á  ella  sobre  los  mismos  objetos,  ó  para  expedirse  en  cualquier  acto  que 
le  sea  relativo,  se  entenderá  siempre  en  la  capital,  suburbios  y  adyacencias,  que  es  la  del  reloj 
de  Cabildo. 

Art  3^  La  falta  de  puntualidad  en  la  hora,  ordenada  ó  convenida,  será  calificada  con 
arreglo  al  reloj  del  Cabildo  para  la  imposición  de  la  pena  en  que  hayan  incurrido  los  funcio- 
narios públicos  por  ese  defecto,  para  la  verificación  de  la  multa  estipulada  en  que  hayan  caido  los 
particulares  por  la  misma  causa,  para  la  indemnización  de  daños  y  perjuicios  provenientes  del 
mismo  origen  y  para  todos  los  demás  efectos  á  que  hubiese  lugar. 

Art  4®  Los  Jueces,  Jefes  de  oficinas  y  demás  Autoridades,  serán  escrupulosos  con  la 
calificación  de  todo  defecto  de  pimtualidad  de  hora. 

Art  5^  £1  reloj  de  Cabildo,  por  ahora  y  hasta  nueva  resolución,  será  arreglado  al  ponerse 
el  sol,  en  el  momento  preciso  en  que  su  disco  desaparece  totabnente  de  la  vista  en  el 
horizonte. 

Art  6®  Publiquese,  hágase  saber  á  quienes  corresponde  y  dése  al  Registro  Oficial. 

Por  ¿rden  de  S.  £. 
El  Oficial  i^  del  Ministerio  de  Gobierno, 

Benedicto  MacuL 


Ley  declarando  Código  Nacional  el  Código  de  Comercio   redactado   por  los  Dres.    Dalmacio 

Veles  Sarsfield  y  D.  Eduardo  Acevedo. 

D  Gobenador  de  Boenos  Aires,  Encargado  del  Poder  EJecntivo  Nacional. 

Buenos  Alies,  Setiembre  12  de  1802 

Por  cuanto  el  O>ngreso  Nacional  ha  sancionado  la  siguiente  ley:  £1  Senado  y  Cámara  de 
Diputados  de  la  Nadon  Argentina,  reunidos  en  Congreso,  han  sancionado  con  fuerza  de  ley: 

Artículo  I®  Declárase  Código  Nacional  el  Código  de  Comercio  que  actualmente  rije  en 
la  Provincia  de  Buenos  Aires,  redactado  por  los  Doctores  D.  Dalmacio  Velez  Sarsfield  y  Don 
Eduardo  Acevedo. 

Art  2^  £n  el  resto  de  la  República  con  excepción  de  aquellas  Provincias  que  ya 
lubiesen  adoptado  el  mencionado  Código,  empezará  éste  á  regir  tres  meses  después  de  la 
publicación  oficial  que  hará  de  él  el  Poder  Ejecutivo  á  la  mayor  brevedad,  bajo  la  dirección 
de  sus  antoresy  siendo  posible. 


—  294  — 

Art  3<>  En  aquellas  Provincias  en  que,  por  la  composición  de  sus  respectivos  tribu- 
nales 6  juzgados  mercantiles  ó  por  cualquiera  otra  causa,  no  sean  ejecutables  algunas  dis- 
posiciones del  Código,  podrán  sus  autoridades  dictar  las  medidas  que  convengan  á  fin  de 
que  lo  sean. 

Art.  4^  Comuniqúese  al  Poder  Ejecutivo. — Dad.'i  oii  la  Sala  de  Sesiones  del  Congreso 
Argontin»)  ;i  los  diez  dias  del  mes  de  .Setiembre  del  auo  del  Señor  de  mil  ochocientoi 
sesenta  y  dos. 

Marcos  Paz.  Pastor  Obligado. 

Cdr/os  Mina  Saravia,  Bernabé  Quintana^ 

Secretario.  Secretario. 

Por  tanto:  cúmplase,  comuniqúese,  publlquese  é  insértese  en  el  Registro  Nacional. 

MITRE 

JUA.^l  A.   GeLLY  y  ObBS. 


CÓDIGO     CIVIL 


El  Senado  y  Cámara  de  Diputados  de  la  Nación  Argentina^  reunidos  en  Congreso,    sanaonam 
con  fuerza  de  Ley:  — 

Articulo  1°  ElO')digo  Civil  redactado  por  el  Dr.  D.  Dalmacio  Velez  Sarsfíeld,  observaráse 
como  ley  en  la  República  Arj^entina,  desde  el  i®  de  Enero  de  1871. 

Art.  2°  La  Sui)rema  Ci>rte  de  Justicia  y  tribunales  federales  de  la  Nación,  darán  cuenta 
al  Ministerio  ilc  Jastiiia,  en  un  infonne  anual,  de  las  chulas  y  diíicultailcs  que  ofreciese  en  la 
práctica,  la  aplicación  (h^l  C<'»(ligo,  así  como  de  los  vacios  que  encontrasen  en  sus  disposiciones 
para  presentarlas  oportunamente  al  CíMip^rcsu. 

Art.  ^^°  Kl  P.  E.  reaibará  de  los  Tribunales  de  las  Provincias,  por  conducto  délos  respec- 
tivos gobiernos,  iguales  informes  ¡)ara  los  fines  del  artl(  ulo  anterior. 

Art.  40  Autorizase  al  P.  E.  para  hacer  l()s  gastos  (jue  demande  la  impresión  del  Código 
Civil,  debiendo  solo  tenerse  por  auténticas  his  ediciones  oficiales. 

Art.  5''  Conmulcjuese  al  P.  P-. 

Dada  en  la  Sala  de  .sesiones  del  Congreso,  en  Buenos  Aires,  4  25  de  Setiembre  de  1869. 

Adolfo  Alsina.  Manuel  Quintana. 

Carlos  M.   Saravia,  Ramón  B,  MuHiz, 

Secretario  del  Seuadu.  Secretario  de  la  C.  de  DD. 

Departamento  de  Justicia. 

Baenos  Aires,  Setiembre  29  de  1809. 

Tengase  por  ley,  comuniqúese,  publuiucsc  ó  insértese  en  el  Registro  Nacional. 

SARMIENTO. 
N.  Avellaneda. 


LEY  DE  ciudadanía 
El  Senado  y  Cámara  de  Diputados  de  la  Xacion   Argentina^   reunidos  en   Congreso,  sancionan 
con  valor  y  fuerza  de  Ley. 

TÍTULO  I 

DE  LOS  ARGENTINOS 

Arrtículo  1°    Son  Argentinos: 

i^'  Todos  los  individuos  nacidos,  ó  ({ue  nazcan  en  el  territorio  de  la  República,  sea 
cual  fuere  la  nacionalidad  de  sus  padres,  con  excepción  de  los  hijos  de  Mioiitxoa 
extranjeros  residentes  en  la  República. 

2°  Los  hijos  de  los  Argentinos  nativos,  que  habiendo  nacido  en  país  extranjero,  optaren 
por  la  ciudadanía  de  origen. 

30  Los  nacidos  en  las  Legaciones  y  buques  de  guerra  de  la  República- 

40  Los  nacidos  en  las  Repúblicas  que  formaron  parte  de  las  Provinciaa  dd  Río  deb 


—  295  — 

Plata,  antes  de  la  emancipación  de  aquellas,  y  que  hayan  residido  en  el  territorio  de 
la  Nadon,  manifestando  su  voluntad  de  serlo. 
5^  Los  nacidos  en  mares  neutros  bajo  el  pabellón  Argentino. 

TÍTULO  II 
DE  LOS  C/ÜDADAMOS  PON   HATURALIZACIOM 

Artículo  2®  Son  ciudadanos  por  naturalización: 

V*  Los  extranjeros  mayores  de  i8  años  que  residiesen  en  la  República  dos  años  conti- 
nuos y  manifiesten  ante  los  Jueces  Federales  de  secdon  su  voluntad  de  serlo. 

2®  Los  extranjeros  que  acrediten  ante  dichos  Jueces  haber  prestado,  cualquiera  que 
sea  el  tiempo  de  su  residencia,  algunos  de  los  servicios  siguientes: 

1°  Haber  desempeñado  con  honradez  empleos  de  la  Nación  ó  de  las  Provindas,  dentro 
ó  fuera  de  la  República. 

2®  Haber  servido  en  el  ejérdto  ó  en  la  escuadra  ó  haber  asistido  á  una  función 
de  guerra  en  defensa  delaNadon. 

3<*  Haber  establecido  en  el  país  una  nueva  industria  ó  introduddo  una  invendon  útil. 

4®  Ser  empresario  ó  constructor  de  ferro-carriles  en  cualquiera  de  las  Provindas. 

5®  Hallarse  formando  parte  de  las  colonias  establecidas  ó  que  en  adelante  se  estable- 
deren,  ya  sea  en  territorios  Nadonales  ó  en  los  de  las  Provindas;  con  tal  que 
posean  en  ella  alguna  propiedad  raíz. 

6°  Habitar  ó  poblar  territorios  Nacionales  en  las  lineas  actuales  de  frontera  ó  fuera 
de  ellas. 

/*  Haberse  casado  con  mujer  Argentina  en  cualquiera  de  las  Provincias. 

8®  Ejercer  en  ellas  el  profesorado  en  cualesquiera  de  los  ramos  de  la  educadon  ó  de 
la  industria. 

Art  3®  £1  hijo  de  ciudadano  naturalizado  que  fuere  menor  de  edad  al  tiempo  de  la 
naturalizadon  de  su  padre  y  hubiese  naddo  en  país  extranjero,  puede  obtener  del  Juez 
Federal  la  carta  de  ciudadanía,  por  el  hecho  de  ser  enrolado  en  la  Guardia  Nadonal,  en  el 
tiempo  que  la  Ley  dispone. 

Art  4^  £1  hijo  de  dndadano  naturalizado  en  país  extranjero,  después  de  la  natura- 
lizadon de  su  padre,  puede  obtener  su  carta  de  dudadania,  si  viniendo  á  la  República  se 
enrola  en  la  Guardia  Nadonal  á  la  edad  que  la  ley  ordena. 

TÍTULO  III. 

PROCEDIMIENTOS  Y  REQUISITOS  PARA  ADQUIRIRLA  CARTA  DE  CIUDADANÍA 

Art  5°  Los  hijos  de  los  argentinos  nativos,  naddos  en  el  extranjero,  que  optaren  por 
la  dudadania  de  origen,  deberán  acreditar  ante  el  Juez  Federal  respectivo,  su  calidad  de 
hijo  de  Argentino. 

Art  6°  Los  extranjeros  que*  hubiesen  cmnplido  las  condiciones  de  que  hablan  los  artículos 
anteriores,  obtendrán  la  carta  de  naturalización,  que  les  será  otorgada  por  el  Juez  Federal 
de  Secdon  ante  quien  la  hubiesen  solidtado. 

TÍTULO  IV. 

DE  LOS  DERECHOS  POUTICOS  DE  LOS  ARGENTINOS 

Art  7^  Los  Argentinos  que  hubiesen  cumplido  la  edad  de  i8  años,  gozan  de  los  dere- 
chos políticos  conforme  á  la  Constitudon  y  á  las  leyes  de  la  República. 

Art  8®  No  podrán  ejercerse  en  la  República  los  derechos  políticos  por  los  naturalizados 
en  país  extranjero;  por  los  que  hayan  aceptado  empleos  y  honores  de  Gobiernos  extranjeros, 
sin  permiso  del  Congreso:  por  los  quebrados  fraudulentos,  ni  por  los  que  tenga  sobre  sí  sen* 
tenda  condenatoria  que  imponga  pena  infamante  ó  de  muerte. 

Art.  9*  Solo  el  Congreso  puede  acordar  la  rehabilitadon  á  los  que  hubiesen  perdido  el 
ejerddo  de  la  dudadania. 


—  296  — 

TÍTULO  V. 

DISPOSICIONES  GENERALES 

Art.  I  o.  La  carta  de  ciudadanía,  asi  como  las  actuaciones  para  obtenerlas,  serán 
gratuitas. 

Art  II.  Por  el  Ministerio  del  Interior  se  remitirá  á  todos  los  Jueces  de  SecdoQ  el 
suficiente  número  de  ejemplares  impresos  de  cartas  de  ciudadanía,  de  modo  que  sean  otor- 
gadas bajo  ima  misma  forma. 

TÍTULO  VL 

DISPOSICIONES    TRANSITORIAS 

Art.  12.  Los  hijos  de  los  Argentinos  nativos  y  los  extranjeros  que  están  actaalmente 
en  el  ejercicio  de  la  ciudadanía  argentina,  son  considerados  como  ciudadanos  naturales  ó  natura- 
lizados sin  sujeción  á  ninguno  de  los  requisitos  establecidos  por  esta  Ley,  debiendo  únici- 
mente  inscribirse  en  el  Registro  Cívico  Nacional. 

Art.  13.  Quedan  revocadas  todas  las  disposiciones  en    contrarío  á  la  presente  Ley. 

Art.  14.  Comunicjucsc. 

Dada  en  la  Sala  de  Sesiones  del  Congreso  Argentino,  en  Buenos  Aires  a  primero  de 
Octubre  de  mil  ochocientos  sesenta  y  nueve. 

Salustiano  Zavalia.  Carlos  María  Sara  vía. 

Manuel  Quintana,  Rufino  Várela, 

Secretario.  Secretario. 

Octubre  8  do  IhOP. 

Cúmplase,  comuniqúese,  publíquese  é  insértese  en  el  Registro  Nacional. 

SARMIENTO. 
Oalmacio  Velez  SARSFma 

£s  copia. 

E.  Foz. 

Oficial  1- 


PRIMERA  CARTA  DE  CIUDADANÍA    CONCEDIDA  EN  LA  REPÚBLICA 

El  Superior  Gobierno  Provincial  de  las  Provincias   CniJas  del  Rio  de  la  Plata   d  nomirt  iü 
Sr,  D.    Fernando   Vil, 

Teniendo  en  consideración  los  relevantes  servicios  de  D.  Roberto  Billinghurst,  natural 
de  Inglaterra,  ayudante  mayor  de  artillería,  agregado  al  ejército  de  la  Banda  Oriental  de 
este  Rio,  deseando  acredit¿ir  los  principios  liberales  que  ha  adoptado  y  premiar  en  d 
modo  posible  el  mérito  de  los  que  han  adquirido  con  sus  acciones  un  derecho  á  la  esti- 
mación y  reconocimient(j  de  la  patria;  por  tanto  ha  acordado  librarle  á  nombre  de  ella,  y 
en  ejercicio  del  poder  que  le  ha  confiado  la  voluntad  de  los  pueblos,  el  título  de  dudadano 
de  estos  países,  por  el  que  se  le  admite  solemnemente  al  gremio  del  Estado,  y  al  goce  de 
todos  los  fueros  y  privilegios  cjue  como  á  tal  ciudadano  le  competen  en  virtud  de  las  deda* 
raciones  anteriores,  y  las  que  posteriormente  se  expedirán  al  efecto  de  clasificar  el  distía* 
guido  honor,  exenciones  y  prerogativas  cjul*  forman  el  carácter  de  la  verdadera  dudadania: 
encargando  en  consecuencia  á  todos  los  jefes  políticos  y  militares,  y  á  todos  los  habitantei 
de  la  América,  comprendidos  bajo  la  jurisdicción  del  Gobierno,  á  cuyo  conocimiento  ilq^ 
la  noticia  de  este  titulo,  le  guarden  y  cumplan  las  distinciones  y  privilegios,  que  por  ¿1  le 
corresponden;  quedando  reservad<j  para  la  primera  Asamblea,  el  manifestar  haberse  binado 
el  presente  con  recomendación  del  mérito  que  le  ha  impulsado. — Dado  en  Buenos  Airela  en 
20  de  Noviembre  de  181 1. — Feliciano  Antonio  Chiclana. — Manuel  de  Sarratea^^-Juan  Jui 
Passo, — Bernardino  Rivadavia,  Secretario. — Queda  tomada  razón  en  el  libro  de  dtulosdd 
Excmo.  Cabildo  y  lo  anoto. — Buenos  Aires,  Didembre  3  de  i^ii.^Nuñn, 


—  297  — 
CASA  DE  GOBIERNO  ('> 


El  Palacio  de  Gobierno  es  la  residencia  del  Poder  Ejecutivo,  desem- 
peñado por  un  ciudadano  investido  con  el  título  de  «Presidente  de  la 
Nación  Argentina»,  y  cinco  Ministros  Secretarios  de  Estado,  á  saber  :  del 
Interior,  de  Relaciones  Exteriores,  de  Hacienda,  de  Justicia — Culto — Instruc- 
ción Pública  y  de  Guerra  y  Marina,  que  tienen  á  su  cargo  el  despacho  do 
los  Negocios  de  la  Nación,  los  cuales  para  revestir  los  actos  del  Presidente 
de  la  eficacia  y  legalidad  constitucional,  deben  refrendarlos  por  medio  de 
su  firma,  como  requisito  indispensable. 


Presidencia. — El  Presidente  y  Vice-Presidente  paia  ser  elegidos  prime- 
ros magistrados  de  ia  Nación  deben  reunir  las  siguientes  condiciones:  nacer 
en  el  territorio  argentino  ó  ser  hijo  de  ciudadano  nativo  aunque  naciere 
en  país  extranjero,  profesar  la  religión  católica-apostólica-romana,  tener  la 
edad  de  treinta  años,  haber  sido  seis  años  ciudadano  déla  Nación  y  gozar 
de  una  renta  anual  de  dos  mil  pesos — duran  seis  años  en  el  poder,  pueden 
ser  reelectos  después  de  un  periodo,  pero  les  es  prohibido  ejercer  otro 
empleo  rentado  por  la  Nación  ó  Provincia  alguna — al   tomar  posesión  de 

(t)  Víase  pdg.  3i  del  tomo  I. 


—  298  — 

sus  respectivos  cargos,  reunido  el  Congreso,    prestan  el  juramento  de  ley 
en  manos  del  Presidente  del  Senado. 

Para  la  elección  de  uno  ú  otro  se  emplea  el  mismo  procedimiento :  la 
Capital  y  cada  una  de  las  Provincias  nombran  una  junta  de  electores,  igual 
al  duplo  del  total  de  Diputados  y  Senadores  que  envian  al  Congreso,  bajo 
las  mismas  prescripciones  observadas   para  la    elección  de  Diputados. 

Reunidos  los  electores  en  la  Capital  de  la  Nación  y  en  la  de  sus  Pro- 
vincias respectivas  cuatro  meses  antes  de  terminar  el  período  del  Presidente 
cesante,  se  eligen  ambos  funcionarios  por  cédulas  firmadas  expresando  en 
una  la  persona  por  quien  votan  para  Presidente  y  en  otra  la  que  eligen  para 
Vice-Presidente,  después  do  lo  cual  se  hacen  dos  listas  de  los  individuos 
electos  para  Presidente  y  otras  dos  de  los  para  Vice-Presidente,  con  el 
número  de  votos  que  cada  uno  obtuviese,  las  que  son  firmadas  por  los  elec- 
tores y  remitidas,  cerradas  y  selladas,  dos  de  ellas  (una  de  cada  clase)  al 
Presidente  de  la  Legislatura  Provincial,  y  en  la  Capital  al  Presidente  de  la 
Municipalidad  que  las  deben  conservar  depositadas  y  cerradas,  y  las  otras  dos 
al  Presidente  del  Senado. 

Reunidas  las  listas,  el  Presidente  del  Senado  las  abre  en  presencia  de 
ambas  Cámaras.  El  escrutinio  se  verifica  por  los  secretarios,  á  los  cuales  se 
asocian  cuatro  miembros  del  Congreso  sacados  á  la  suerte,  anunciando  el 
número  de  sufragios  que  resultase  en  favor  de  cada  uno  de  los  candi- 
datos y  proclamándolos  inmediatamente  si  reúnen  la  mayoría  absoluta  de 
todos  los  votos — si  no  hubiese  mayoría  absoluta,  el  Congreso  elige  entre 
las  dos  personas  c(ue  hubiesen  obtenido  mayor  número  de  sufragios — si  la 
primera  mayoría  hubiese  cabido  á  mas  do  dos  personas,  el  Congreso  elige 
entre  ellas — la  elección  se  hace  á  pluralidad  absoluta  de  sufragios  y  por 
votación  nominal — el  escrutinio  v  rectificación  de  las  elecciones  se  hace  con 
la  presencia  de  las  tres  cuartas  partes  del  total  de  los  miembros  del  Con- 
greso— la  elección  de  ambos  funcionarios  debe  concluirse  en  una  sola  sesión 
del  Congreso. 

De  las  atribuciones  y  obligaciones  del  Presidente,  entresacamos: 

Es  el  Jefe  Supremo  de  la  Nación  y  tiene  á  su  cargo  la  administración 
general  del  país — expide  instrucciones  para  la  ejecución  de  las  leyes  de  la 
Nación,  sin  alterar  el  espíritu  de  ellas — es  el  Jefe  inmediato  y  local  de  la 
Capital — participa  de  la  formación  de  las  leyes — nombra  los  magistrados  de 
la  Corte  Suprema  y  demás  tribunales  federales  inferiores — concede  por  si 
jubilaciones,  retiros,  licencias  y  goce  de  monte-pios — ejerce  los  derechos 
del  patronato  nacional  en  la  presentación  de  obispos — nombra  yremueveá 
los  Ministros  Plenipotenciarios  y  Encargados  de  negocios,  con  acuerdo  del 
Senado,  y  por  sí  á  los  Ministros  del  despacho,  los  oficiales  de  sus  secre- 
tarlas, agentes  consulares,  etc. — abre  las  sesiones  del  Congreso  y  mani- 
fiesta á  este  cuerpo  el  estado  de  la  Nación  y  promueve  reformas  en  la 
administración,  etc. — proroga  las  sesiones  ordinarias  del  Congreso— recauda 


—  899  — 

.as  rentas  nacionales  y  Mecreta  su  inversión— es  comandante  en  jefe  de 
todas  las  fuerzas  de  mar  y  tierra — declara  la  guerra  y  concede  patente  de 
corso  y  carta  de  represalias,  con  aprobación  del  Congreso — no  puede 
ausentarse  de  la  Capital  sin  permiso  del  Congreso 


MINISTERIO    DBL  INTERIOR 

El  Ministerio  del  Interior  está  encargado  de  la  administración,  estudio 
y  expedición  de  todos  aquellos  asuntos  conexos  con  los  ramos  de  Gobierno 
y  Policía  de  los  territorios  federales  y  délas  provincias. 

Son  atribuciones  y  facultades  de  este  Departamento:  intervenir  en  el 
gobierno  político  y  económico  de  la  Capital  y  territorio  federalizado^man- 
tener  la  paz  y  armonía  entre  las  provincias — hacer  ejecutar  fielmente  las 
leyes  en  las  elecciones  nacionales^onvocar  y  prorogar  las  Cámaras — pro- 
veer en  lo  referente  á  caminos,  canales,  puentes,  calzadas  y  obras  públicas 
nacionales  pertinentes  á  este  ramo — sobre  navegación  de  los  rios,  su 
exploración  y  subvención  de  vapores — cuestiones  sobre  limites  entre  las 
provincias,  la  creación  de  otras  nuevas,  su  reunión  ó  división — sobre  inmi* 
gracion  y  colonización — sobre  servicio  de  postas,  correos  y  mensagerías — 
expedir  patentes  de  invención  y  privilegios  sobre  agricultura  é  industrias 
— intervenir  en  la  estadística  en  general,  en  los  asuntos  del  Departamento 
de  Ingenieros  civiles  y  trabajos  científicos  que  no  se  refieran  á  enseñanza — 
en  imprentas  nacionales  y  subvención  de  periódicos— en  el  nombramiento 
de  sus  empleados,  su  destitución  y  jubilación 

Anualmente  presenta  una  memoria  en  la  que  hace  una  historia  de  todos 
los  asuntos  administrativos  en  que  ha  intervenido,  dando  cuenta  detallada 
de  cada  uno  de  ellos  con  sus  principales  ocurrencias,  y  expone  claramente 
los  vicios  ó  defectos  de  organización  que  ha  notado  en  la  ejecución  ó  expe- 
dición de  las  oficinas  de  su  dependencia. 

El  Presupuesto  Nacional  para  atender  los  diversos  gastos  de  este  Depar- 
tamento le  asignó  la  suma  anual  de  $  10.330,358,  correspondiente  al  año 
1885,  incluyendo  en  la  misma  la  cantidad  de  $  62.121  que  pertenece  á  los 
de  la  Presidencia. 


MINISTERIO  DE  RELACIONES  EXTERIORES 

Siendo  el  objeto  principal  de  este  Departamento,  mantener  y  robustecer 
las  relaciones  políticas  y  comerciales  del  país  con  las  naciones  extran- 
jeras, sus  atribuciones  y  facultades  deben  circunscribirse  á:  cultivar  las 
relaciones  de  amistad  y  buena  inteligencia  con  los  Gobiernos  extranjeros. 


—  300  — 

recibir  sus  Ministros  Diplomáticos,  Cónsules  y  Agentes  Comerciales — hacer 
observar  y  ejecutar  los  tratados,  concordatos  y  convenciones  acordadas  con 
potencias  extranjeras — publicar  las  declaraciones   de  guerra  ü  otras  desti- 
nadas al  exterior — sostener  correspondencia  con  los  gabinetes  extranjeros, 
agentes  di[)loniáticos,    consulares  6  comerciales  cerca  de    este  Gobierno  y 
con  los  de  éste  ('erca  de  los  gobiernos  extranjeros — nombrar  los    Agentes 
diplomáticos,    consulares  y  comerciales  en  el  exterior — legalizar    los  docu- 
mentos que  deben  obrar  en  el  exterior — intervenir  y  representar  á  la  Nación 
en  las  cuestiones  de  territorio  con  las  naciones  vecinas — hacer  ejecutarlas 
leyes  que  se  retieren  ú  garantías  y  derechos  de  los   extranjeros — nombrar 
los  empleados  de  su  Departamento — mantener  correspondencia  con  las  autori- 
dados  nacionales  y  provinciales  referentes  á  Relaciones  Exteriores 

El  IM'esu|)uestü  Nacional  para  el  ejercicio  del  ano  económico  de 
1885  lo  asigno  la  cantidad  do  $  392.250  para  sufragar  los  gastos  de  esta 
repartición. 

Anualmente  presenta  una  memoria  exj)licativa  de  todos  los  asuntos 
despachados,  dando  cuenta  del  estado  de  las  relaciones  internacionales  con 
todas  las  novedades  proílucidas — cualquier  defecto  notado  para  la  mas  fácil 
expedición  de  sus  resoluciones,  puede  ofrecerle  ocasión  para  proponer  su 
respectiva  reforma  proyectándola  de  acuerdo  con  lo  que  mas  convenga  á  los 
ÍHies  de  la  Administración. 


MINISTERIO   DE    HACIENDA 

Este  Departamento  está  encargado  de  la  recaudación  de  los  derechos, 
impuestos  y  contribuciones  que  el  Poder  Legislativo  sanciona,  haciéndolos 
efectivos    por  medio  de  oficinas  especiales  creadas  para  este  objeto. 

Es  de  su  atribución  y  competencia :  inspeccionar  las  oficinas  generales 
y  particulares  de  cuenta  y  razón,  de  recaudación  y  administración— las 
aduanas  y  resguardos — las  casas  de  moneda — bienes  nacionales  y  renta  y 
locación  de  tierras  públicas — lo  que  se  relaciona  con  impuestos  y  rentas 
nacionales,  subastas  y  arriendo  de  ramos  fiscales — impuestos  de  cualquier 
clase  en  los  territorios  federali/.a.los — sobre  operaciones  y  negociaciones  de 
la  tesorería  y  sus  relaciones  con  establecimientos  bancarios — sobre  privi- 
legios para  fundación  de  Bancos  y  empresas  í[ue  estimulen  la  importación 
de  ca})itales  extranjeros — examen  de  los  estatutos  y  reglamentos  de  cual- 
quier Banco  de  emisión — la  correspondencia  ó  instrucción  á  los  Fiscales  y 
Agentes  del  Ministerio  Público,  jefe  de  las  administraciones  y  demás  fun- 
cionarios en  las  provincias  para  cobrar  las  rentas  y  percibir  judicialmente 
los  derechos  fiscales — lo  relativo  ala  deuda  pública,  su  consolidación,  pago 
de  intereses  y  amortización — al  uso  del  crédito  interior  y  exterior  de  la 
Nación,  negociación  de  empréstitos  y  pago   de  sus    intereses — contabilidad 


—  sol- 
dé los  fondos  fiscales— comercio  exterior — habilitación  ó  supresión  de  puer- 
tos, aduanas  y  caminos — construcción  de  obras  públicas — estadística  de  las 
rentas  y  cuenta  de  su  inversión — descubrimientos  y  explotación  de  minas — la 
formación  del  presupuesto  de  sus  gastos  y  la  del  general 

En  fin,  interviene  en  todos  aquellos  asuntos  ó  negocios  administrativos 
que  forman  parte  de  la  capacidad  económica  financiera  de  la  Nación,  promo- 
moviendo  las  mejoras  ó  reformas  conducentes  á  armonizar  los  diversos 
servicios  de  la  Hacienda  con  el  progreso  general  del  país  y  corregir  los 
vicios  ó  defectos  orgánicos  de  las  oficinas  á  su  cargo  para  la  mejor  expedición 
de  los  asuntos  ú  operaciones — anualmente  presenta  una  Memoria  sobre  el 
estado  financiero  del  país,  analizando  económicamente  una  por  una  las  rentas 
generales  de  la  Nación. 

El  Presupuesto  General  para  el  ejercicio  del  año  económico  de  1885  le 
asignó  la  suma  anual  de  $  2.133.915  para  sufragar  los  gastos  en  la  parte  de 
administración  nacional  que  le  corresponde,  á  cuya  cantidad  agregada  la  de 
deuda  pública  y  uso  del  crédito  asciende  su  monto  total  á  $16.164.361.  La 
deuda  pública  presenta  dos  aspectos:  deuda  consolidada,  que  comprende  los 
títulos  de  rentas  emitidos  en  el  país  ó  en  el  extranjero,  clasificados  de  Deuda 
Interna  y  Deuda  Externa;  deuda  no  consolidada,  entendiéndose  por  tal,  la 
deuda  por  letras  de  Tesorería,  por  créditos  en  cuenta  corriente  con  bancos 
y  por  órdenes  de  pago,  imputadas. 

Las  rentas  generales  de  la  Nación  la  forman  los  impuestos  de:  impor- 
tación—exportación— papel  sellado — patentes  comerciales  é  industriales — 
contribución  directa — almacenaje  y  eslingaje — correos  y  telégrafos — faros  y 
avalices — visita  de  sanidad — aguas  corrientes — ferro-carriles  Central  Norte 
y  Andino — puerto  y  muelle  del  Riachuelo — corte  de  maderas — depósitos 
judiciales — acciones  de  ferro-carriles — devolución  de  garantías — acciones  del 
Banco  Nacional — parque  3  de  Febrero — penitenciaría — casa  de  moneda  y 
eventuales — estas  cinco  ó  seis  últimas  categorías  de  rentas  no  son  estables, 
fijas,  pero  como  contribuyen  con  tres  y  medio  millones  de  pesos  á  formar 
la  riqueza  pública,  nos  ha  parecido  oportuno  consignarlas  como  fuentes  rentís- 
ticas del  Tesoro  Nacional. 


MINISTERIO  DE  JUSTICIA,   CULTO   É  INSTRUCCIÓN  PÚBLICA 

Este  Departamento  administra  y  resuelve  todos  aquellos  asuntos  de 
Gobierno  que  se  refieren  á  la  organización  del  sistema  judicial,  régimen  y 
despacho  de  los  Tribunales  Federales  y  Juzgados  civiles  y  criminales  de  los 
territorios  federales — promueve  y  vigila  sobre  la  recta  y  pronta  administra- 
ción de  justicia,  en  los  Tribunales  nacionales  y  en  los  territorios  federales, 
de  la  misma  manera  que  sobre  la  conducta  de  los  Jueces  y  demás  empleados 
de  justicia — la  correspondencia  con  la  Suprema  Corte   de  Justicia,  Tribunales 


—  302  — 

y  Juzgados  Nacionales  inferiores — sobre  la  competencia  entre  las  autoridades 
administrativas,  entre  estas  y  los  Tribunales  de  Justicia,  entre  los  tribunales 
de  provincia  y  los  Nacionales— sobro  indulto  y  conmutación  de  penas— sobre 
nombramiento,  suspensión  6  destitución  de  jueces  y  empleados  de  justicia— 
sobre  construcción  de  edilicios  para  Tribunales  y  Juzgados,  cárceles,  presi- 
dios,  casa  de  corrección  y  reclusión  y  lo  que  corresponde  á  Policía — sobre 
estadística  judicial — formación  del  Registro  Nacional,  leyes  y  decretos-*lo 
que  se  reñere  al  culto  y  al  ejercicio  del  Patronato  Nacional — sobre  creación 
de  diócesis,  límites  de  los  obisi)ados,  y  división  y  creación  de  parroquiasen 
los  territorios  federales — sobre  seminarios  eclesiásticos,  su  fomento  y  direc- 
ción— promover  y  dirijir  la  instrucción  y  educación  pública — sobre  Universi- 
dades y  escuelas  primarias  en  la  República,  y  establecimientos  secundarios 
de  educación  en  los  territorios  íederales — la  correspondencia  con  las  Univer- 
sidades, Cole.i^Mos  y  ('ual(|uicr  establecimiento  literario  de  la  Nación,  y  con 
todas  las  autoridades  nacionales — formar  su  respectivo  presupuesto  y  presen- 
tarlo al  Ministerit)  de  Hacienda  jiara  componer  el  í^eneral — el  nombramiento, 
destitución  ó  jubilación  do  sus  empleados 

Anualmente  i)resenta  una  Memoria  en  la  que  hace  una  exposición  sucinta 
de  todas  las  novedades  ocurridas  durante  el  ano  en  el  Departamento  á  su 
cargo,  dando  cuenta  de  las  providencias  producidas — cualquier  defecto  6 
necesidad  (|ue  nota  en  la  expedición  de  los  asuntos,  le  ofrece  ocasión  para 
solicitar  su  modilicacion  ó  la  creación  de  nuevos  empleos  ú  oficinas  para 
proceder  con  más  celeridad  á  su  más  pronto  despacho. 

El  Presupuesto  General  de  la  Administración  le  asignó  para  el  ejercicio 
del  año  económico  de  1885  la  suma  de  $  5.244.512,  con  la  cual  atendió  los 
diversos  .servicios  del  Ministerio. 

La  presidencia  y  dirección  de  las  tres  carteras  de  que  se  compone  este 
Departamento,  están  á  cargo  de  un  .solo  funcionario. 


MINISTERIO    DE    GUERRA    Y    MARINA 

Son  atribuciones  y  deberes  de  este  Departamento:  la  organización,  disci- 
plina, policía,  distribución  y  movimiento  del  ejército  permanente,  la  instruc- 
ción y  disciplinado  las  milicias  ó  guardias  nacionales  y  de  lasque  están  al 
servicio  de  la  autoridad  Nacional — las  fortificaciones,  plazas,  maestranzas  y 
fábricas]^de  armas  y  municiones — la  provisión  de  los  ejércitos  y  escuadras- 
escuelas  y  academias  militares — la  inspección  y  economía  de  los  hospicios  de 
inválidos  y  cuarteles — lo  que  se  refiere  al  servicio  religioso,  de  sanidad  y 
hacienda  del  ejército — la  defensa  y  seguridad  de  las  fronteras — lo  relativo  al 
servicio  de  la  marina  Nacional,  arsenales,  etc. — la  expedición  de  patentes  de 
corso  y  letras  de  represalia — la  declaración  del  estado  de  sitio — la  manuten- 


cioD,  depósito,  destino  y  cange  de  prisioneros  de  guerra — las  recompensas 
por  servicios  militares — la  formación  de  su  presupuesto  respectivo  y  su 
presentación  al  Ministerio  de  Hacienda 

El  Presupuesto  General  asignó  á  este  Departamento  para  el  ejercicio  del 
año  económico  de  1885  la  suma  total  de  $  10.949.273  para  sufragar  los  gastos 
creados  al  servicio  de  la  Guerra  y  Marina. 

En  la  Memoria  que  anualmente  presenta  este  Ministerio  hace  notar  todas 
las  deficiencias  que  ha  sentido  la  parte  administrativa  que  le  corresponde, 
dá  cuenta  del  movimiento  verificado  en  las  oficinas  á  su  cargo  y  pide  la 
reforma  de  todo  aquello  que  le  parece  vicioso  ó  refractario  en  la  práctica  de 
los  servicios  que  le  están  encomendados. 


El  ejército  de  linea  tiene  un  efectivo  de: 

Seis  Tenientes  generales — 15  Generales  de  División — 4  de  Brigada — 69 
Coroneles— 204  Tenientes  Coroneles— 206  Mayores— 309  Capitanes— 184  Te- 
nientes 1" — 284  Tenientes  2" — 151  Sub-Tenieiites  y  Alféreces — 166  Sargen- 
tos I"'— 407  Sargentos  2"*— 372  Cabos  1°'  y  435  id.  2'"— 198  Trompas"92  Tambo- 
res— 171  aspirantes  ó  oficiales — 119  á  sargentos  y  6247  soldados. 

El  Cuerpo  de  Inválidos  se  compone  de:  5  Coroneles — 11  Tenientes 
Coroneles — 13  Sargentos  Mayores — 26  Capitanes — 5  Ayudantes  Mayores — 
14  Tenientes  1"— 9  Tenientes  2"  y  18  Sub-Tenientes. 


Como  dato  curioso  presentamos  en  seguida  un  cuadro  que  manifiesta  el 
número  total  de  empleados  de  que  se  compone  cada  Ministerio,  entendiéndose 
por  tales  el  personal  respectivo,  cualquiera  que  fuese  su  categoría  y 
naturaleza. 


EMPLEADOS 


REPARTICIONES  TOTALES 


Ministerio  del  Interior 6602 

I.         de  Relaciones  E.'íieriores 62 

»           "    Hacienda 1674 

11  »    J.  C.  é  Instrucción  Pública..-  1980 

"          )>   Guerra  y  Marina 1505S 

Total  general S5370 

La  reconstrucción  del  Palacio  de  Gobierno  autorizada  por  ley  de  22  de 
Octubre  de  1883  se  lleva  acabo  con  la  cantidad  votada  que  es  de  $  650,000,  pero 
la  grandiosidad  del  edificio  y  el  lujo  ornamental  absorberán  en  breve  dicha 


—  304  — 


suma  y  habrá  necesidad  de  extenderla  hasta  un  millón  de  pesos.  Fué 
presupuestada  en  $  895.118.09  de  costo  la  ejecución  de  la  obra,  mas  el  ensan- 
che enorme  que  ha  recibido  esta  casa  monumental  exije  mayor  suma  para 
realizar  su  completa  terminación. 


MUNICIPALIDAD 


Todos  los  pueblos  constituidos  y  gobernados  aún  por  sabias  leyes  haa 
tenido  necesidad  de  crear  |)oderes  comunales,  atines  con  su  organización 
política,  para  garantir  los  intereses  del  Municipio  y  propender  al  perfecciona- 
miento de  los  elementos  que  com})onen  su  capacidad  económico-social. 

La  composición  orgánica  y  el  carácter  primordial  de  la  entidad  que  admi- 
nistraría dichos  intereses  han  sido  objetos  de  calurosos  debates  en  la  orga- 
nización de  muchos  pueblos  antiguos,  porque  do  ellos  dependía  directamente 
el  adelanto  y  mejoramiento  de  los  servicios  comunales,  cuya  influencia  en  las 
costumbres,  religión,  moral  y  respeto  á  los  poderes  públicos  es  tan  benéfica 
y  civilizadora  que  solo  á  su  calor  y  amparo  resplandecen  las  virtudes  cívicas 
y  el  amor  á  las  instituciones. 

Para  conseguir  este  plausible  objeto  fué  menester  que  las  colectividades 
gobernasen  y  administrasen  i)Or  sí  mismas  los  intereses  de  la  comunidad, 
sometiendo  á  su  celo  y  vigilancia  exclusivas  los  destinos  del  Municipio;  las 
rentas  del  Tesoro  Municipal,  aplicadas  con  tino  á  la  satisfacción  de  las  exi- 
gencias de  la  vida  social  y  del  |)erfeccionamiento  de  los  medios  de  acción  y 
gobierno,  constituyen  la  base  fundamental  del  principio  legítimo  y  soberano 
que  sostienen  los  pueblos  })ara  reglar  sus  propios  destinos. 

Las  deliberaciones  de  esta  autoridad,  nacida  de  la  |vida  social  de  las  agru- 
paciones, reconocen  un  límite  en  la  legislación  de  los  gobiernos,  con  la  cual 
obran  de  acuerdo  en  la  perfectibilidad  de  los  medios  de  existencia. 

El  Poder  Municipal  es  la  institución  más  benéfica  y  provechosa  que 
ha  podido  crearse  en  las  colectividades,  porque  su  acción  é  influencia  la  sien- 
ten todas  las  clases  sociales,  desde  el  humilde  obrero  hasta  el  más  orgulloso 
magnate,  y  sus  amplias  facultades  le  permiten  desenvolver  sus  elementos,  no 
solo  para  corregir  nuestros  vicios  y  mejorar  el  medio  vital  de  la  población, 
si  que  también  para  socorrer  al  desvalido  y  encaminar  nuestras  tendencias 
por  la  senda  más  i)ráctica  y  perfecta,  entonando  las  costumbres  y  velando 
por  los  preceptos  de  la  higiene  como  de  la  moral. 

Su  misión  es  eminentemente  civilizadora  y  humanitaria. 


—  305  — 

La  Municipalidad  de  esta  Capital  se  compone,  según  su  ley  orgánica,  de 
un  Consejo  Deliberante  á  razón  de  dos  miembros  por  cada  parroquia,  ó  sean 
veintiocho,  y  de  un  Departamento  Ejecutivo. 

El  primero  es  elegido  por  votación  popular  entre  las  personas  que  reúnen 
las  condiciones  siguientes : 

Haber  cumplido  veinticinco  años  de  edad,  estar  inscriptos  en  el  padrón 
electoral,  saber  leer  y  escribir,  pagar  contribución  directa  en  el  Municipio 
ó  patente  comercial  ó  industrial,  ó  ejercer  una  profesión  liberal  y  ser  residentes 
en  la  parroquia  desde   seis  meses  por  lo  menos  antes  de  la  elección. 

Los  extranjeros  que  reúnen  las  mismas  condiciones,  paguen  en  el  Muni- 
cipio un  impuesto  de  más  de  cien  pesos,  posean  el  idioma  nacional  y  se  hallen 
domiciliados  en  la  Capital  desde  cinco  años  antes  de  su  elección. 

El  cargo  de  miembro  del  Consejo  es  incompatible  con  toda  comisión  ó 
empleo  de  carácter  político  y  todo  empleo  rentado  de  carácter  nacional  6  pro- 
vincial. 

El  municipal  que  acepta  cualquiera  de  estas  comisiones  ó  empleos  cesa 
ipso-facto  en  el  desempeño  de  sus  funciones. 

No  pueden  ser  miembros  del  Consejo: 

Los  deudores  del  Tesoro  Nacional  ó  Municipal  que  ejecutados  legalmente 
no  hubiesen  cubierto  sus  deudas ;  los  que  estuviesen  privados  de  la  adminis- 
tración de  sus  bienes;  los  quebrados  fraudulentos,  mientras  no  son  rehabili- 
tados; los  condenados  á  pena  corporal  mientras  no  cumplan  su  condena:  los 
que  estuviesen  directa  ó  indirectamente  interesados  en  cualquier  contrato 
oneroso  con  la  Municipalidad,  exceptuando  los  dueños  de  acciones  de  socie- 
dades anónimas  que  tengan  contratos  con  ellas  mientras  no  tengan  participa- 
ción en  su  gerencia  ó  en  su  comisión  directiva. 

Los  miembros  del  Consejo  duran  un  año  en  sus  cargos,  renovándose 
anualmente  por  mitad ;  sus  funciones  son  gratuitas  y  tienen  el  carácter  de 
cargo  público  de  lo  que  nadie  puede  excusarse  sin  causa  legítima,  bajo  multa 
de  quinientos  pesos. 

ATRIBUCIONES  Y  DEBERES  DEL  CONSEJO 

Este  se  instalad  !•  de  Enero  de  cada  año,  nombrando  su  presidente,  vice- 
presidente V  y  vice  2°.  Tiene  durante  el  año  dos  períodos  de  sesiones  ordi- 
narias de  tres  meses  cada  uno,  pudiendo  por  sí  solo  prorogarlas  por  un  mes 
más.  Celebra  también  sesiones  de  próroga  ó  extraordinarias  cuando  es 
convocado  por  el  Intendente  á  solicitud,  por  escrito,  de  una  cuarta  parte  desús 
miembros. 

El  quorum  legal  del  Consejo  es  formado  por  la  mitad  más  uno  de  la 
totalidad  de  sus  miembros,  salvo  los  casos  en  que  es  necesario  las  dos  ter- 
ceras partes  de  votos  del  Consejo. 

El  Consejo  es  juez  único  de  la  elección  de  sus  miembros,  y  una  vez  pro- 

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—  306  — 

nunciada  su  resolución  al  respecto,  no  puedo  reveerla.  Tiene  la  facultad  de 
expulsar  de  su  seno,  con  dos  tercios  de  votos  de  los  presentes  en  sesión,  á 
cualquiera  de  sus  miembros  por  transgresión  ú  omisión  en  el  desempeño  de 
sus  deberes,  ó  por  actos  de  indignidad  6  desacato  contra  la  Corporación. 
Puede  también  proceder  contra  las  personas  de  fuera  que  faltaren  al  respeto 
en  sus  sesiones  á  algunos  de  los  miembros  de  la  Corporación,  ó  á  esta  en 
general,  ordenando  el  arresto  del  culpable,  ó  sometiéndolo  á  la  justicia  se- 
gún la  gravedad  del  caso.  El  Consejo  6  la  minoría  en  su  caso,  puede  compeler 
á  los  inasistentes  por  medio  de  la  fuerza  pública,  ó  por  multas  que  fijan  sus 
reglamentos. 

Son  atribuciones  del  Consejo: 

El  nombramiento  y  remoción  de  su  Secretario  y  demás  empleados  de 
Secretaría,  que  deben  ser  personas  de  su  seno;  la  imposición  de  las  multas 
por  excusación  inmotivada  para  aceptar  cargos  municipales. 

Crear  un  cuerpo  de  inspectores  municipales  para  la  ejecución  de  sus  dis- 
posiciones, sin  perjuicio  del  auxilio  que  debe  prestarle  la  policía  de  la 
Capital  cuando  sea  requerido.  Nombrar  de  su  seno  comisiones  de  investi- 
gación para  que  le  informen  sobro  la  marcha  de  la  administración  en  determi- 
nadas materias.  Organizar  por  medio  do  una  ordenanza  especial  la  Comisión 
examinadora  de  las  cuentas  de  administración  del  Municipio.  Aceptar  ó  re- 
chazar las  donaciones  6  legados  hechos  al  Municipio;  ejercer  las  funciones 
que  le  fuesen  encomendadas  por  el  Congreso. 

Corresponde  al  Consejo  dictar  todas  las  medidas,  ordenanzas  ó  disposi- 
ciones para  la  dirección  y  administración  de  las  propiedades  ó  intereses  lo- 
cales del  Municipio,  las  que  se  refieren  á  las  tres  secciones  siguientes: 

HACIENDA 

Fijar  todo  impuesto  á  mayoría  absoluta  de  votos  del  Cuerpo  Deliberante, 
aumentado  para  ese  acto,  con  numero  igual  al  (jue  lo  componga,  de  los  ma- 
yores contribuyentes  de  cada  parroquia ;  proveer  á  la  administración  desús 
propiedades  y  acordar  con  dos  tercios  de  votos  de  los  miembros  que  com- 
ponen el  Consejo,  la  enagenacion  por  medio  de  licitación,  de  aquellas  que  no 
sean  de  uso  público ;  establecer  multas  por  medio  de  sus  ordenanzas,  hasta 
la  cantidad  de  quinientos  i)cs()s.  ('ontracr  empréstitos  dentro  de  los  límites 
necesarios  para  que  su  .servicio  anual,  con  la  deuda  consolidada,  no  exceda 
de  un  20  Vo  de  su  renta  total,  debiendo  destinar  para  ello  un  fondo  especial 
amortizante.  Estas  resoluciones  solo  pueden  adoptarse  por  dos  tercios  déla 
totalidad  de  sus  miembros. 

Votar  anualmente  el  presupuesto  déla  administración  municipal,  no  pu- 
diendo  cerrar  las  sesiones  del  afjo,  sin  haber  votado  antes  los  impuestosy 
presupuestos  para  el  siguiente;  examinar,  aprobar  y  rechazar  las  cuentas  de 
inversión  del  presupuesto  del  año  presentadas  por  el  Departamento  Ejecutivo; 


—  307  — 

proveer  á  los  gastos  comunales  no  incluidos  en  el  presupuesto  y  que  haya 
necesidad  de  atender. 

El  Consejo  debe  organiza  la  oficina  de  Crédito  público  local,  fijando  el 
sueldo  personal  de  los  empleados  subalternos.  Esta  oficina  debe  estará  cargo 
de  un  miembro  del  Consejo  como  presidente  y  de  dos  personas  más  elegidas 
á  pluralidad  de  votos  por  el  Consejo  Deliberante  y  cuyas  funciones  son  gra- 
tuitas. 

OBRAS  PÚBLICAS 

Corresponde  al  Consejo  en  cuanto  á  obras  públicas: 

Ordenar  el  ensanche  y  apertura  de  calles,  la  fijación  de  la  altura  de  los 
edificios  particulares  y  de  las  delincaciones  de  la  ciudad,  el  establecimiento 
de  plazas,  paseos  y  parques,  y  autorizar  la  compra  ó  solicitar  la  expropiación 
de  los  terrenos  necesarios  al  efecto;  proveerá  la  construcción  de  drenajes  y 
acueductos  para  la  circulación  de  las  aguas.  Proveer  al  establecimiento  de 
aguas  corrientes,  usinas  y  servicios  análogos,  ya  sea  por  cuenta  del  distrito 
6  por  empresas  particulares.  Determinar  la  construcción  de  caminos,  puentes, 
desagües  y  calzadas,  por  sí  ó  por  empresas  particulares,  pudiendo  en  este 
último  caso  autorizar  por  tiempo  determinado  el  cobro  de  derechos  de  peaje 
6  de  pontazgo.  Dar  ó  negar  permiso  á  título  gratuito,  oneroso  y  por  tiempo 
limitado  para  la  construcción  de  tren-vías.  Vigilar  el  mantenimiento  de  la 
ribera  en  el  ancho  fijado  por  la  ley  civil,  pudiendo  cuando  más  permitir  cons- 
trucciones particulares  y  depósitos  de  carácter  transitorio  de  acuerdo  con  la 
policía  fluvial  y  aduana.  En  general,  con  todo  lo  que  se  relacione  con  obras 
públicas  municipales,  ya  sea  que  se  ejecuten  directamente  ó  por  contratos 
particulares, debiendo  siempre  tomarla  licitación  como  base  para  todos  los 
contratos  que  excedan  de  mil  pesos. 

SEGURIDAD 

Corresponde  al  Consejo  en  lo  relativo  á  la  seguridad : 

Intervenir  en  la  construcción  de  teatros,  templos,  escuelas  y  demás  edi- 
ficios destinados  á  reuniones  públicas ;  reglamentar  el  orden  y  distribución 
interior  de  los  existentes  consultando  la  seguridad  y  comodidad  del  pú- 
blico, disponiendo  que  tengan  la  provisión  de  luces  necesarias,  los  de- 
pósitos de  agua  suficientes  para  combatir  el  fuego,  y  las  puertas  adecuadas 
para  la  más  fácil  circulación  de  las  personas ;  intervenir  igualmente  en  la 
construcción  y  refacción  de  los  edificios  particulares,  al  solo  objeto  de  ga- 
rantir su  solidez,  y  ordenar  la  compostura  y  demolición  de  aquellos  que  por 
su  estado  ruinoso  ofrezcan  un  peligro  inminente;  adoptar  las  medidas  y  pre- 
cauciones tendentes  á  evitar  las  inundaciones,  incendios  y  derrumbes;  dictar 
ordenanzas  sobre  la  dirección,  pendiente  y  cruzamientos  de  ferro-carriles  y 


—  308  — 

tren-vfas  y  adoptar  las  medidas  necesarias  para  eTitar  los  peligros  que  ellos 
ofrecieren.  Proveer  todo  lo  concerniente  á  alumbrado  público  del  Municipio; 
establecer  el  control  necesario  para  garantir  la  fidelidad  de  las  pesas  y  me* 
didas;  dictar  ordenanzas  sobre  el  servicio  doméstico  conforme  á  lo  establecido 
en  el  Código  Civil;  determinar  la  colocación  de  los  vehículos  en  los  lugares 
públicos;  fijar  la  tarifa  de  los  carruajes  de  alquiler  y  reglamentar  el  tránsito 
por  las  calles;  crear  la  reglamentación  de  un  registro  de  vecindad  para  fines 
generales  de  la  administración. 

Corresponde  al  Consejo,  en  lo  concerniente  á — 

HIGIENE    PÚBLICA 

La  limpieza  general  del  Municipio;  la  desinfección  del  aire,  de  las  aguas 
y  de  las  habitaciones;  la  propagación  de  la  vacuna  y  medios  de  hacerla  obli- 
gatoria; la  reglamentación  higiénica  de  edificios  públicos,  casas  de  diversión 
y  de  inquilinato,  pudiendo  determinar  en  cuanto  á  estas  últimas  la  extensión 
de  las  habitaciones  y  patios  y  servicio  interior  de  limpieza:  la  reglamentación 
de  los  establecimientos  ó  industrias  clasificadas  de  incómodas  é  insalubres, 
pudiendo  ordenar  su  remoción  siempre  que  no  fueran  cumplidas  las  condicio- 
nes que  imjmsiese  á  su  ejercicio,  ó  que  esto  se  hiciere  incompatible  con  la 
salud  pública;  la  vigilancia  del  expendio  de  sustancias  alimenticias,  prohi- 
biendo la  venta  de  aquellas  que  por  su  calidad  ó  condiciones  sean  perjudi- 
ciales á  la  salud;  la  conservación  y  reglamentación  de  cementerios;  el  aseo  y 
mejora  de  los  mataderos,  mercados  y  corrales;  la  adopción  de  todas  las  me- 
didas y  disposiciones  tendentes  á  evitar  las  epidemias,  disminuir  sus  estra- 
gos, investigar  y  removerlas  causas  que  las  produzcan  ó  sostengan,  y  en 
general,  todas  las  que  concurran  á  asegurar  la  salud  y  bienestar  de  la  pobla- 
ción, comprendiéndose  entre  ellas,  las  visitas  domiciliarias  á  ese  objeto. 

En  todas  las  cuestiones  de  salubridad  pública,  la  Municipalidad  debe 
ser  asesorada  por  el  Consejo  Nacional  de  Higiene. 

Corresponde  al  Consejo,  en  lo  relativo  á — 

BENEFICENCIA    Y    MORALIDAD    PÚBLICA 

Fundar  y  reglamentar  casas  de  corrección  y  de  trabajo,  asilos  para  po- 
bres imposibilitados  de  trabajar,  asilos  y  colegios  de  huérfanos,  casas  de 
expósitos  y  hospicios  de  dementes;  la  cre¿icion,  dirección  y  administración  de 
hospitales  y  demás  establecimientos  de  caridad  que  estuviesen  á  su  cargo.  La 
protección  á  la  «Sociedad  de  Beneficencia»  por  medio  de  las  subvenciones  que 
el  presupuesto  asigne.  Vigilar  y  proveer  á  la  colocación  de  jóvenes  pobres  en 
establecimientos  fabriles  ó  industriales. 

Dictar  las  disposiciones  necesarias  á  fin  de  que  no  se  ofrezcan  al  público 
espectáj[;ulos  que  ofendan  la  moral  ó  perjudiquen  las  buenas  costumbres  ó 


—  809  — 

tiendan  á  disminuir  el  respeto  que  merecen  las  creencias  ó  instituciones  re- 
ligiosas. 

Acordar  los  permisos  necesarios  para  el  establecimiento  de  casas  de 
baile,  juegos  permitidos  y  en  general  de  todos  los  que  puedan  dar  ocasión  á 
escándalos  y  desórdenes,  debiendo  determinar  las  condiciones  y  reglas  á  que 
deben  sujetarse,  y  pudiendo  cerrarlas  en  caso  de  inobservancia  á  sus  regla- 
mentos ó  cuando  las  considere  maniñestamente  perjudiciales;  prohibir  la  venta 
6  exposición  de  objetos  inmorales. 

No  se  admitirá  acción  alguna  para  impedir  el  cumplimiento  de  las  reso- 
luciones que  la  Municipalidad  dicte  en  uso  de  las  atribuciones  que  esta  ley  le 
confiere. 

Los  particulares  que  se  consideren  damnificados  por  ella  deberán  ejer- 
citar su  derecho  en  juicio  contencioso-administrativo  con  apelación  al  Tribu- 
nal que  la  ley  de  procedimientos  designe. 

DEPARTAMENTO    EJECUTIVO 

El  Departamento  Ejecutivo  está  á  cargo  de  un  funcionario  nombrado 
por  el  Presidente  de  la  ríepública,  con  acuerdo  del  Senado. 

Ningún  municipal  puede  ser  á  la  vez  miembro  del  Departamento  Delibe- 
rante y  jefe  del  Ejecutivo. 

El  Intendente  Municipal  dura  dos  años  en  el  ejercicio  de  su  cargo,  pu- 
diendo ser  reelecto. 

El  Consejo  Deliberante  puede  remover  al  Intendente  Municipal  por  mala 
conducta  ó  negligencia  grave  en  el  cumplimiento  de  sus  deberes,  siendo  nece- 
sario para  la  destitución,  la  concurrencia  de  dos  tercios  de  votos  de  los  muni- 
cipales presentes  en  la  sesión.  Iniciada  la  acusación,  puede  suspenderse  al 
acusado  por  el  mismo  número  de  votos. 

El  Intendente  Municipal  tiene  el  derecho  de  ser  oido  en  sesión  antes  de 
resolverse  sobre  su  destitución  y  no  puede  suspendérsele  por  más  de  dos 
meses. 

En  caso  de  enfermedad,  ausencia,  suspensión,  renuncia,  destitución,  ó 
muerte  del  Intendente  Municipal,  ejercen  provisoriamente  sus  funciones  el 
presidente,  vice-presidente  1%  ó  vice  presidente  2**  del  Cuerpo  Deliberante,  en 
el  orden  indicado,  mientras  no  se  nombra  un  sustituto  ó  se  llena  la  vacante 
con  arreglo  á  la  ley. 

ATRIBUCIONES   Y    DEBERES    DEL    DEPARTAMENTO    EJECUTIVO 

Son  atribuciones  y  deberes  del  Intendente  Municipal : 

Asistir  á  su  oficina  á  las  horas  de  despacho;  dictar  un  reglamento  para  el 
régimen  interno  de  sus  oficinas;  promulgar  las  ordenanzas  sancionadas  por 
el  Consejo  Deliberante  y  proveer  á  su  ejecución  por  medio  de  los  empleados 
á  sus  órdenes,  dictando  las  disposiciones  y  reglamentos  del  caso . 


—  310  — 

Observar  en  el  término  de  cinco  dias  las  ordenanzas  que  estime  ilegales 
ó  inconvenientes,  inclusive  la  del  presupuesto  general;  pero  si  el  Consejo 
insiste  en  su  resolución  por  simple  mayoría  de  votos  de  los  miembros  pre- 
sentes en  sesión,  debe  promulgarlas  y  cumplirlas.  Si  vencidos  los  cinco 
dias  útiles  la  ordenanza  no  es  observada  ni  promulgada,  se  considera  en 
vigencia. 

Nombrar  un  Secretario  y  los  demás  empleados  de  sus  oficinas,  con  excep- 
ción del  Contador-Tesorero  y  demás  jefes  de  repartición  á  quienes  se  nom- 
bra con  acuerdo  del  Consejo  General  Deliberante. 

Presentar  al  Consejo  Deliberante,  en  el  segundo  período  de  las  sesiones 
del  año,  la  cuenta  general  de  la  inversión  de  la  renta;  dar  á  este  los  datos 
y  antecedentes  que  solicite  y  presentar   al  mismo,  á  más  tardar  á  la  aper- 
tura del  segundo  período  de  las  sesiones  del  año,  el   presupuesto  general 
de  la  administración  y    los   proyectos  de  ordenanzas   sobre  impuestos  y 
recursos  municipales. 

Representar  á  la  Municipalidad  en  sus  relaciones  oficiales  con  el  Go- 
bierno de  la  Nación  por  intermedio  del  Ministro  del  Interior;  representarla 
igualmente  por  sí  ó  por  apoderado,  en  las  acciones  o  contestaciones  judiciales 
que  le  corresponden  como  persona  jurídica. 

Prorogar  las  sesiones  del  Consejo  Deliberante  por  asuntos  de  interés 
urgente  ó  convocarlo  á  sesiones  extraordinarias  por  los  mismos  motivos,  6á 
solicitud  por  escrito  de  una  cuarta  parte  de  los  miembros  de  dicho  Consejo. 
Presentar  proyectos  de  ordenanzas  á  la  consideración  del  Consejo  Deliberante 
acompañados  de  mensajes  que  los  funden;  ejercer  las  funciones  que  le  fuesen 
encomendadas  por  las  leyes  del  Congreso.  Celebrar  contratos  sobre  la  admi- 
nistración de  sus  propiedades  inmuebles,  con  la  autorización  del  Consejo 
Deliberante.  Imponer  las  multas  á  los  empadronadores,  miembros  de  los 
jurados  de  reclamos  y  de  las  mesas  receptoras  de  votos,  cuando  dejaren  de 
concurrir,  sin  motivo,  en  los  dias  designados.  Ejercer  la  superintendencia  y 
dirección  inmediata  de  los  empleados  dependientes  de  .su  sección,  conforme 
á  las  ordenanzas  del  caso;  imponer  en  cada  caso  las  multas  que  establecen 
las  ordenanzas  de  cuyo  cumplimiento  está  encargado. 

Celebrar  contratos  ó  autorizar  trabajos  dentro  del  presupuesto,  cuando 
el  valor  de  los  contratos  exceda  de  quinientos  pesos,  debiendo  hacerse  por  lici- 
tación aquellos  que  excedan  de  mil  pesos. 

Dar  al  Consejo  Deliberante  los  informes  escritos  que  le  requiera  y  con- 
currir á  sus  sesiones  á  dar  las  informaciones  que  se  le  pidan.  Concurrir  á  las 
sesiones  de  aquel  cuando  juzgue  oportuno  tomar  parte  en  sus  debates,  pero 
no  votar. 

Presentar  al  mismo  en  el  primer  período  de  sus  sesiones  una  memoria 
anual  del  estado  déla  administración;  tener  á  su  cargo,  de  acuerdo  cenias 
disposiciones  de  esta  ley  y  los  reglamentos  que  dicte  el  Consejo  Deliberante, 
la  ejecución  del  presupuesto  municipal;  expedir  las  órdenes  correspondientes 
de  pago. 


—  311  — 

No  puede  ausentarse  de  la  Capital  por  más  de  dos  días,  sin  aviso  del 
Consejo  Deliberante.  Hacer  recaudar  los  impuestos  y  rentas  que  correspon- 
dan al  Municipio.  Expedir  órdenes  por  escrito  para  visitas  domiciliarias, 
previa  resolución  del  Consejo  Deliberante 


En  la  actualidad,  toda  la  organización  municipal  es  regida  por  la  ley  fun- 
damental cuyo  extracto  acabamos  de  hacer,  exceptuando  únicamente  el  que 
los  miembros  del  Consejo  Deliberante  son  nombrados  por  el  Poder  Ejecu- 
tivo, en  comisión,  por  el  término  indicado. 


Las  obras  de  ornato,  embellecimiento  y  de  salubridad  que  emprendió  la 
Municipalidad  desde  que  esta  Capital  sufrió  una  lección  amarga  con  la  visita 
de  la  fiebre  amarilla  en  el  año  1871,  aún  no  están  totalmente  terminadas,  bien 
que  ha  sido  necesario  corregir  ciertos  defectos,  ensanchar  los  trabajos  prac- 
ticados é  introducir  las  reformas  ó  perfecciones  que  señalan  las  investiga- 
ciones y  el  progreso  de  la  ciencia  higiénica. 

En  una  ciudad  cuyo  comercio,  en  igualdad  de  población,  no  tiene  rival  en 
la  América  del  Sud,  y  que  ha  recibido  sucesivamente  todas  las  pruebas  y  me- 
joras con  arreglo  á  su  incesante  y  variado  tráfico,  parece  extraño  asegurar 
que  aún  no  hayan  terminado  las  modificaciones  y  que  la  población  no  goce 
de  perfectas  condiciones  de  salubridad. 

Pero  es  que  ésta  se  extiende  y  lleva  sus  industrias  fabriles,  manufacturas 
y  fábricas  lejos  del  centro  de  la  ciudad  atrayendo  hacia  si  una  buena  parte 
de  la  masa  del  pueblo  que  edifica,  establece  su  comercio,  abre  sus  escue- 
las, etc.,  y  en  breve  los  tramways  prolongan  sus  vías  férreas  produciendo  un 
movimiento  urbano  que  asombra. 

La  Municipalidad  está  á  la  espectativa  de  todas  estas  manifestaciones  de 
progreso,  prestando  su  contingente  poderoso  para  dotarlas  de  todas  las  como- 
didades de  que  se  goza  en  los  barrios  ó  secciones  privilegiadas :  jamás  da 
por  terminadas  sus  tareas  y  constantemente  abre  nuevas  calles,  plazas  y 
paseos  públicos,  extiende  los  diversos  servicios  administrativos  y  otorga  con- 
cesiones á  empresas  de  todo  género  especulativo. 

La  pavimentación  de  las  calles,  el  barrido  y  riego  de  las  mismas,  el  tras-* 
porte  y  quema  de  los  desperdicios  de  la  ciudad,  y  por  fin,  la  plantación  de 
arboledas  en  su  recinto,  son  cuestiones  todas  sumamente  interesantes  por 
tener  una  conexión  tan  íntima  con  la  salud  y  la  higiene  de  la  población. 

Especialmente  en  estos  servicios  ha  contraído  con  algún  interés  sus  es- 
fuerzos el  poder  municipal  para  lograr  colocarla  en  las  condiciones  que  recla^ 
man  su  progreso,  su  enorme  tráfico  y  la  cultura  de  sus  habitantes. 


—  312  — 

Muy  pobre  de  elementos  la  Administración  de  la  Limpieza  en  los  años 
anteriores,  sus  servicios  frecuentemente  se  resentían  de  deficientes  é  incom- 
pletos, pero  hoy  ha  recibido  un  gran  impulso  para  poder  satisfacer  como 
corresponde  las  exigencias  de  la  higiene  urbana. 

Las  ordenanzas  y  disposiciones  que  se  han  dictado  á  este  respecto  y  por 
cuya  aplicación  y  observancia  vigilan  los  agentes  municipales,  dan  una  prueba 
inequívoca  del  empeño  que  se  ha  tenido  en  garantir  los  beneficios  de  la 
higiene. 


Del  movimiento  administrativo  operado  en  el  año  1885  tomamos  algunos 
datos  que  se  refieren  á  la  actividad  de  cada  una  de  las  oficinas  que  componen 
esta  repartición. 

El  cálculo  de  recursos  ha  ascendido  á  la  suma  de  $  2.284.997,19,  cantidad 
con  la  cual  tuvo  que  atender  las  diversas  necesidades  y  trabajos  administra- 
tivos presupuestados  en  $  2.082.857,92  con  el  personal  correspondiente,  para 
el  ejercicio  del  año  económico  de  1884. 

Las  entradas  que  ha  tenido  la  Municipalidad  durante  el  año  1885  ascendie- 
ron á  $  4.533.537,60,  incluyendo  la  existencia  de  31  de  Diciembre  de  1884,  can- 
tidad que  ha  sobrepasado  al  cálculo  de  recursos  on  la  suma  de  $  2.22L540,4l. 

En  el  afio  anterior  la  Municipalidad  había  recibido  autorización  del  Con- 
greso para  contraer  un  empréstito  de  valor  de  10  millones  de  pesos  en  títulos 
de  la  deuda  municipal  á  objeto  de  aplicarlos  á  las  necesidades  de  ornato  é 
higiene  del  Municij)io,  habiéndose  dictado  en  Febrero  de  1886  por  el  Hono- 
rable Consejo  Deliberante,  la  ordenanza  respectiva  en  la  que  dispone  y  deter- 
mina las  obras  que  deben  ejecutarse,  la  forma  en  que  se  emitirán  los  títulos  y 
demás  instrucciones  necesarias  á  su  mejor  aplicación. 

Aunque  la  Intendencia  recibió  varias  propuestas  para  colocar  el  emprés- 
tito en  el  extranjero,  no  ha  podido  proceder  á  su  realización  porque  no  tiene 
todavía  la  autorización  solicitada  del  Congreso. 

Considerando  la  importancia  de  las  obras  que  deben  llevarse  á  cabo,  es  de 
esperar  que  muy  en  breve  se  pondrá  término  á  esta  negociación  destinada  á 
transformar  la  fisonomía  de  la  ciudad. 

El  impuesto  general  que  comprende  el  de  alumbrado,  barrido  y  limpieza, 
ha  ascendido  en  el  mismo  año  á  la  suma  de  $  545.645,07,  reducida  notable- 
mente perlas  dificultades  que  entorpecen  el  procedimiento  judicial  señalado 
á  los  recaudadores,  inconvenientes  que  solo  se  subsanarían  reformando  la  ley 
orgánica  que  áeste  punto  se  refiere  —  así,  pues,  no  es  extraño  que  la  deuda 
que  ella  origina  aumente  todos  los  años  con  gran  perjuicio  del  Municipio  y  de 
la  Corporación  Municipal  que  es  objeto  de  la  explotación  de  los  más  atrevidos 
— el  tesoro  municipal  dispensa  el  pago  de  estos  impuestos,  por  excepciones 
concedidas  á  personas  destituidas  de  recursos,  por  valor  de  $  319.45. 


—  313  — 

La  oficina  de  Obras  Públicas  sufraga  todos  sus  gastos  y  sueldos  de  em- 
pleados con  la  suma  anual  de  $  357551,04,  distribuidos  así: 

33377,40  $  en  la  oficina  de  Ingenieros  que  se  compone  de :  un  ingeniero- 
director,  un  arquitecto,  un  secretario,  dos  ingenieros  de  sección,  un  ayudante, 
un  auxiliar,  dos  id.  inferiores,  cuatro  dibujantes,  dos  inferiores,  un  inspector 
de  obras,  uno  id.  de  máquinas,  dos  id.  de  empedrados,  uno  id.  de  gas,  uno  id. 
de  kerosene,  un  guardián  del  camino  Palermo,  un  correo,  gastos  de  oficina, 
sostenimiento  de  tres  caballos,  etc. 

12150,60  en  35  carreros  de  obras  públicas. 

20889,24  en  las  cuadrillas  de  jardineros  que  se  componen  de:  un  di- 
rector, un  sub-director,  un  jefe  del  cultivo,  un  auxiliar,  46  peones,  un  carpin- 
tero, alimentos  para  pájaros,  etc. 

16190,40  en  servicio  extraordinario  de  un  capataz  y  49  peones  jardi- 
neros. 

3967,56  en  un  encargado  y  10  guardianes  de  paseos. 

22976,04  en  gastos  de  semillas,  herramientas,  canos,  mangas,  etc.,  para 
conservación  de  los  paseos  públicos. 

248000,40  para  las  obras  públicas  municipales. 

En  el  afirmado  de  las  vías  públicas  se  procede  con  actividad,  haciendo 
trabajar  alas  cuadrillas  déla  Municipalidad,  ó  contratando  los  trabajos  con 
particulares  cuando  las  numerosas  atenciones  y  necesidades  urbanas  reclaman 
la  inmediata  dedicación  de  esta  Oficina  6  multiplicándose  otras  veces  para 
satisfacer  la  demanda  de  sus  esfuerzos  solicitados. 

Veamos,  sin  embargo,  cuál  ha  sido  su  laboriosidad  en  el  año  1885. 

De  la  Memoria  respectiva  entresacamos  lo  siguiente: 

Con  adoquinado  de  granito  se  afirmaron  75  cuadras,  33  de  empedrado  con 
trotadoras,  26  del  común  y  de  Mac-Adam  una  superficie  de  219780  metros  cua- 
drados, de  los  cuales  corresponden  140730  hacia  el  Norte  de  la  calle  Rivadavia 
V  79050  al  Sud  de  la  misma. 

La  extensión  lineal  de  las  calles  pavimentadas  del  Municipio  ha  sido  á 
últimos  del  año  1885  de  51680  mt.  lin.  de  adoquinado,  5550  de  empedrado 
mixto,  92850  de  empedrado  común,  7945  de  Mac-Adam  y  530  de  adoquinado 
de  madera  que  componen  un  total  de  extensión  lineal  pavimentada  de  158555 
metros,  correspondiendo  aproximadamente  á  una  superficie  de  1449885  m. 
lineales. 

A  pesar  de  los  datos  que  suministra  la  pavimentación  de  las  calles,  el  trabajo 
aun  no  ha  terminado  y  puede  decirse  propiamente  que  apenas  representan  los 
trabajos  ejecutados  una  trigésima  parte  hasta  lograr  pavimentar  las  vias  pú- 
blicas del  Municipio. 

El  sistema  de  trotadoras  ó  carriles  como  el  de  afirmado  de  granito,  son 
dos  mejoras  trascendentales  introducidas  en  los  afirmados  porque  importan 
beneficios  positivos  en  cuanto  á  su  validez  y  duración. 

La  conservación  de  los  pavimentos  ha  sido  una  de  las  cuestiones  que  mas 

40 


—  314  — 

ha  llamado  la  atención  de  esta  oíicina  para  obligar  á  la  Empresa  de  las  obras 
de  salubrificacion  (i  la  reconstrucción  inmediata  del  pavimento  removido  v 
vigilar  sobre  el  relleno  y  apisonamiento  para  garantir  el  libre  tráfico. 

La  compostura  de  empedrado  v  Mac-Adam  abraza  una  superficie  de  rae- 
tros  cuadrados  342250 — la  exoneración  á  las  Empresas  de  Tranwaysde  recons- 
truir el  afirmado  por  donde  circulan  sus  vehículos  ha  sido  un  gran  recargo  que 
ha  experimentado  esta  Oficina,  en  cuyo  objeto  ha  distraído  una  buena  parte  de 
los  trabajadores  municipales,  abandonando  quizá  necesidades  premiosas  que 
reclamaban  urgente  reparación. 

La  mayor  parte  de  las  aceras  do  la  ciudad  han  sido  reconstruidas  con 
arreglo  á  los  niveles  dados  por  la  Oficina  representando  una  superficie  de  m. 
c.  32859 — los  cordones  de  granito  de  125  milímetros  de  grueso  colocados  en 
las  calles  abrazan  una  extensión  de  m.  lin.  10549 — la  compostura  de  493  cua- 
dras sin  pavimento  que  representan  500000  m.  c.  de  superficie,  y  finalmente, 
algunos  otros  trabajos  de  menos  importancia  como  ser:  la  construcción  de 
54  pasos  de  piedra  para  facilitar  el  acceso  á  las  Escuelas  públicas,  con  una 
superficie  de  m.  c.  1G20 ;  levantado  el  nivel  de  algunas  cuadras  para  garan- 
tir las  obras  de  las  cloacas,  y  desmontado  varias  barrancas  para  facilitar 
el  tráfico,  etc.,  etc. 

Se  han  entregado  al  servicio  público  84  cuadras  en  prolongación  de  calles 
abiertas,  trabajos  que  fueron  ejecutados  con  arreglo  al  trazado  general  de  las 
calles,  proyectándose  otras  y  verificado  la  rectificación  y  ensanche  de  varias. 
En  las  plazas  públicas  la  a(;cion  municipal  ha  hecho  sentir  los  beneficios 
de  su  celo,  translormándolasácasi  todas  ya  con  obras  de  ornato  ó  simplemente 
reparaciones,  pero  que  les  dan  un  realce  risueño  y  pintoresco  atrayendo  á  los 
paseantes  á  su  seno;  en  la  plaza  de  la  Victoria  se  ha  dado  colocación  á  una 
hermosa  fuente  de  bronce  que  con  la  otra  que  debe  sustituir  á  la  pirámide 
actual,  que  será  sustituida,  á  su  vez,  por  otro  monumento  en  el  centro  déla 
plaza,  formarán  un  grupo  soberbio  con  la  estatua  ecuestre  del  General  Belgrano; 
— la  del  General  Lavalle,  embellecida  con  el  monumento  de  mármol  de  dicho 
militar,  el  mas  majestuo.so  é  importante  do  cuantos  posee  la  República,  es  hoy 
la  mas  hermosa  del  municipio:  ensanchadas  y  adoquinadas  las  calles  de  cir- 
cunvalación, notablemente  mejorados  los  jardines  y  la  presencia  de  una  gruta 
artificial  levantada  en  uno  de  los  costados  de  la  plaza  le  comunican  un  aspecto 
de  belleza  seductora;  mas  6  menos  las  mismas  reformas  se  han  ejecutado  en  la 
de  la  Libertad,  cuyos  jardines  mejorados,  la  estatua  del  doctor  Alsina  y  la  arbo- 
leda uniforme  que  circunda  sus  cuatro  costados,  la  han  transformado  ventajo- 
samente contribuyendo  de  una  manera  eficaz  al  embellecimiento  y  ornato  del 
municipio;  la  del  11  de  Setiembre  ha  sido  objeto  también  de  la  reforma  general 
que  impulsa  á  la  Municipalidad  coiivirtiéndola  en  agradable  paseo,  de  calles 
perfectamente  niveladas,  con  cordones  de  granito  y  cubierta  su  superficie  de 
cascajo  y  arena;  la  del  29  de  Noviembre  ha  recibido  iguales  mejoras  y  muy 
pronto  rivalizará  con  la  magnificencia  délas  demás;  la  de  Independencia  y  Ge- 


-  315  — 

neral  Belgrano  quedarán  modificadas  con  los  trabajos  de  embellecimiento  que 
en  ellas  se  ejecutan  y  la  expropiación  que  se  hará  de  los  edificios  que  las  re- 
ducen,  para  ensancharlas  debidamente;  dos  proyectos  importantes  para  la 
construcción  de  una'alameda  y  un  gran  parque  en  el  municipio,  permitirá  su 
realización  á  la  Oficina  de  Obras  Públicas  prestar  los  servicios  de  su  labo- 
riosidad 

La  edificación  impulsada  por  una  febril  especulación  y  la  iacilidad  de 
enagenar  las  propiedades  ha  asumido  proporciones  inusitadas  en  el  año  1885, 
produciendo  al  Tesoro  Municipal  la  suma  de  $  43381,45  la  recaudación  de  los 
derechos  correspondientes,  cuyos  trabajos  de  construcción  representan  una 
extensión  de  m.  Un.  16233,47. 

En  la  edificación  los  materiales  empleados  por  la  generalidad  son  de 
buena  calidad  é  inmejorables  las  mezclas,  y  en  cuanto  á  la  arquitectura  es  muy 
variada. 

Las  casas  de  inquilinato  que  se  construyen  en  la  actualidad  no  han  obede- 
cido al  progreso  general,  y  la  Municipalidad  convencida  de  las  ventajas  pro 
venientes  de  su  especulación,  no  ha  vacilado  mas  y  ha  aprobado  los  planos  de 
las  que  tiene  proyectadas.  En  breve  ordenará  su  construcción  cuya  explotación 
será  sin  duda  una  fuente  poderosa  de  recursos  á  la  par  que  valorizará  sus 
terrenos  valdios. 

Varios  proyectos  presentados  y  despachados  á  objeto  unos  de  extender 
algunas  vias  centrales  de  tranways  y  otros  para  construir  vias  sub-urbanas, 
dan  una  prueba  inequívoca  del  adelantamiento  que  nos  impulsa  cuando  la  com- 
plicada red  que  hoy  envuelve  á  la  ciudad  no  basta  para  suplir  el  movimiento 
comercial  y  las  necesidades  secundarias  de  la  población. 

En  el  enterratorio  de  la  Chacarita  se  han  hecho  también  trabajos  im- 
portantes presididos  por  esta  Oficina  relativos  á  la  nivelación  y  trazado  de 
calles  interiores  y  de  circunvalación  que  muy  pronto  permitirán  habilitar 
algunas  de  sus  secciones  para  las  inhumaciones,  en  cuyo  caso  se  procederá 
á  clausurar  el  cementerio  de  la  Recoleta;  este  último  solo  ha  ofrecido  tra- 
bajos de  menor  importancia  tendentes  al  aseo  y  conservación  del  edificio  de 
a  capilla. 

La  Casa  de  Aislamiento,  terminada  ya,  puede  habilitarse  y  prestar  los 
servicios  públicos  á  que  está  destinada,  comprendiendo  el  edificio  ocho 
grandes  pabellones  completamente  aislados  y  separados  por  una  pared, 
fuera  de  tres  salas  que  deben  contener  36  camas,  y  un  gran  pabellón  que 
contiene  las  oficinas  de  la  Administración. 

En  el  Hospicio  de  las  Mercedes  se  terminó  un  departamento  destinado  á 
ios  furiosos  y  otro  hidroterápico. 

Se  han  practicado  reformas  y  ensanches  en  el  edificio  ocupado  por  las 
Hermanas  do  Caridad  del  antiguo  Hospital  de  Hombres,  con  el  objeto 
le  alojar  en  él  los  enfermos  crónicos  asilados  en  el  Hospital  San  Roque, 
el  cual  ha  recibido  una  pequeña  transformación,  haciendo  de  las  construc- 


—  316  — 

clones  antiguas  una  sala  auxiliar  de  enfermos.  En  el  Hospital  de  Clínicas 
como  en  el  Asilo  de  Mendigos,  los  trabajos  ejecutados  han  sido  de  poca 
importancia. 

En  el  Mercado  del  Plata  se  hicieron  pequeñas  reformas  en  la  recons- 
trucción do  los  techos,  pero  en  el  del  Centro  los  trabajos  practicados  han 
sido  muy  importantes,  i)orque  ha  recibido  un  notable  ensanche  en  el 
interior. 

En  los  mataderos  de  abasto  también  se  practicaron  obras  importantes 
relacionadas  con  la  higiene  y  los  diversos  servicios  de  su  administración, 
de  la  misma  manera  que  en  el  corralón  de  limpieza  los  trabajos  lo  han 
ensanchado  y  compuesto  notablemente  su  interior. 

Los  mercados  de  abasto,  denominados  del  Centro,  Comercio  y  Plata 
que  pertenecen  á  la  Municipalidad,  y  bajo  cuyo  amparo  experimentan  un 
desarrollo  progresivo,  han  [)roducido  respectivamente  durante  el  afio  1885 
las  sumas  siguientes:  $  21121)8,43  el  primero,  §  2J73r>,(S7  el  segundo,  y 
$  98017,27  el  último,  sol)ropasand«)  al  ano  anterior  en  la  cantidad  de 
$  194ÍÍ8, 88,  descompuesta  así: 

Mercado  del  Centro $  11409,58 

»  ^>     Comercio •■     3575,21 

>.     Plata ».     4454,09 

$  19438,88 

Si  se  ejerce  vigilancia  por  la  Intendencia  Municipal,  estas  rentas  aumen- 
tarán considerablemente  en  el  próximo  afio  de  1880,  por  el  ensanche  que  han 
recibido  los  mercados  y  el  gran  número  de  puestos  nuevos  abiertos  al 
consumo. 


Los  numerosos  establecimientos  públicos  que  la  Asistencia  Pública  ha 
creado  y  vigila  para  mitigar  los  dolores  y  sufrimientos  de  la  humanidad, 
entregando  sus  atenciones  y  administración  á  un  cuerpo  abundante  de 
empleados  y  encargados  especiales  de  su  dependencia,  son,  puede  decirse, 
la  columna  en  que  se  sostienen  la  (paridad  y  piedad  (Tistianas,  recibiendo 
en  ellos  los  dolientes  los  incalculables  beneficios  de  su  instituto:  construi- 
dos con  arreglo  á  las  últimas  prescripciones  de  la  higiene,  suficientemente 
espaciosos,  con  de|)artamentos  aislados  para  las  enfermedades  infecciosas, 
jardines  interiores  y  exteriores  rpic  pui'itican  el  aii'e,  y  todo  bajo  el  más 
severo  cuidado  de  aseo  y  limpie/a,  demuestran  palmariamente  que  nada 
se  ha  omitido  para  hacer  de  ellos  verdaderos  centros  de  sanidad  y  aún  de 
recreo,  que  alivien  y   amenicen  la  difícil  existencia  de  tanto  desgraciado. 

Entre  los  establecimientos  aludidos  existen  el  Asilo  de  Mendigos,  Hospicio 
de  Inválidos,  Asilo  de  Mujeres   desvalidas,   Instituto    frenopático,   Hospital 


-  317 


oe  Niños,  Oficina  de  Vacuna,  etc..  etc.,  y  también  los   csmeiiterios^ 
cados,  matadero  público,  saneamiento  de  la  Boca  del    Riachuelo,  limpieza, 
barrido  y  riego,  Oficina  Química,  etc 

La  Oficina  de  Vacuna  ha  tenido  el  siguiente  movimiento  durante  el 
mismo  año:  vacuoados  4403  y  revacunados  1197,  que  componen  un  total 
de  5600,  de  los  cuales  2714  son  varones,  y  mujeres  2886,  predominando 
los  de  edad  de  uno  á  cinco  años. 

En  la  Asistencia  Pública  han  tenido  entrada  609  enfermos,  que  agre- 
gados á  once  del  aúo  pasado,  dan  un  total  de  630,  de  los  cuales  curaron 
415,  murieron  196,  y  quedaron  en  asistencia  9. 

La  viruela  fué  la  que  causó  mas  daño  en  los  enfermos,  muriendo  de 
esta  sola  enfermedad  158  individuos,  239  salieron  curados  y  6  quedaron  en 
Iratamiento,  loque  hace  un  total  de  403  variolosos. 

La  estación  en  que  se  desarrolló  con  mas  fuerza  fué  la  del  invierno, 
en  los  meses  de  Junio,  Julio  y  Agosto. 

En  el  Hospicio  de  las  Mercedes  han  tenido  entrada  361  individuos 
locos,  de  los  cuales  60  curaron,  mejoraron  21,  fugaron  66,  murieron  83,  y 
quedaron  locos  51,  siendo  su  mayor  parte  jornaleros,  comerciantes,  hacen- 
dados, carpinteros,   zapateros  y  albaúiles. 

Por  nacionalidad  predominan  los  italianos  con  142  individuos,  siguiéndo- 
les respectivamente  los  argentinos,  españoles,  franceses,  etc. 

Por  el  estado  civil  son  los  solteros  los  que  en  mayor  número  han 
perdido  el  uso  de  sus  facultades,  siendo  de  estos  236,  casados  OS,  viudos 
8,  y  19  cuyo  estado  se  ignora,  predominando  por  edad  los  comprendidos 
en  el  periodo  de  31  á  40  años,  siguiéndoles  los  de  21  a  30,  de  11  á  20,  y 
de  51  á  61). 

De  los  361  eran  católicos  360  y  1  protestante. 

Ei  alcohol  figura  en  primera  linea  como  el  agente  principal  de  la  ena- 
«nación  menta!   de  los  enfermos  entrados. 


DEPARTAMENTO  DE  POLICÍA 


El  papel  que  desempeña  este  cuerpo  [jolliico  en  los  centros  civilizados,  es 
R  delicado  é  importante  que  solo  á  su  benéfica  influencia  puede  aspirarse  al 
rfecto  desarrollo  délas  instituciones,  consolidando  los  dos  grandes  princi- 
s  en  que  se  sustenta  el  edificio  social:  el  orden  y  la  moralidad  pública. 
En  vano  se  ha  de  buscar  el  origen  de  nuestro  progreso   material  y  moral 
en  la  sola  influencia  de  sabias  leyes  y  i;i  abundancia  de  elementos  de  vida:  es 
preciso  que  ambos  estén  i-obustecidos  y  segundados  por  aquella  entidad  polí- 
tica que  multiplicándose  por  todas  partes,  conserva    la  pureza  délas    instítu" 


—  318  — 

dones   y    el   respeto  á  la  moral,  sagrados  atributos  de  la  felicidad  de  los 
pueblos. 

Es  por  estas  consideraciones  que  las  autoridades  de  todos  los  países 
dedican  con  afán  sus  esfuerzos  en  el  perfeccionamiento  de  esa  rama  de  los  po- 
deres públicos,  que  representa  la  acción  y  ai)licacion  de  los  principios  6  leyes 
emanados  de  los  cuerpos  legislativos. 

Puesta  esta  repartición  bajo  la  ilustrada  dirección  de  hombres  progre. 
sistas  é  íntegros  que  se  preocupan  ardientemente  por  investirla  de  la  respetuo- 
sidad que  debo  caracterizarla,  descansa  hoy  después  de  ruda  labor  sobre  los 
firmes  cimientos  de  su  capacidad  y  actividad  asombrosas. 

La  energía  desplegada  contra  la  perpetración  de  crímenes,  el  castigo  im- 
puesto ú  los  infractores  desús  disposiciones,  la  rapidez  para  el  descubrimiento 
de  los  diversos  delitos,  los  abusos  de  autoridad  que  ha  reprimido  su  celosa 
dedicación,  el  de  las  bebidas  espirituosas  y  finalmente,  todo  acto  realizado  con 
escándalo  á  la  moral  y  resj)eto  que  se  debeá  la  sociedad,  ha  sido,  en  general, 
castigado  con  tanta  i)rontitud  y  efi(*acia  que  no  solamente  inspira  desconfianza 
á  sus  clientes,  sino  que  cada  dia  robustece  sus  elementos  de  acción  aspirando 
al  mismo  tiempo  á  los  dictados  de  justa  y  enérgica. 

Las  diversas  reparticiones  que  le  constituyen,  dotadas  cada  una  del  per- 
sonal suficiente  para  atender  los  diferentes  servicios  policiales,  dependientes 
todas  de  la  gefatura,  desempefian  las  comisiones  ó  necesidades  para  que  han 
sido  creadas  con  la  misma  inteligente  actividad  y  pericia  que  la  oficina  princi- 
pal, obedeciendo  inalterablemente  la  misma  consigna:  velar  por  el  órdeny 
el  cumplimiento  de  disposiciones  vigentes. 

Actualmente  ningún  ciudadano  desdeñaría  prestar  sus  servicios  en  la  Po- 
licía que,  gracias  á  la  previsión  económica  del  Gobierno,  este  elemento  de  fuer- 
za |)eligrosa  está  sometido  al  ilustrado  criterio  de  una  muy  buena  parte  de 
nuestra  juventud  y  de  hombres  serios  cuya  aspiración  al  perfeccionamiento 
de  la  institución  es  una  de  las  cualidades  mas  relevantes  que  les  distingue. 

Para  dar  esta  solución  al  problema  que  ha  preocupado  4  todos  nuestros 
gobernantes  de  colocar  á  la  Policía  en  el  rango  y  con  la  capacidad  que  exige 
el  extraordinario  desarrollo  de  esta  Capital,  ha  sido  necesario  depurarla  de  los 
vicios  hereditarios  que  han  venido  trasmitiéndose  desde  tiempo  remoto,  ale- 
jando de  su  seno  los  resabios  de  una  época  rudimentaria,  tan  perniciosos  al 
bienestar  de  los  pueblos  objetivo  que  se  ha  conseguido  principalmente  con 
aumentar  el  sueldo  asignado  á  los  empleados,  estimulando  la  buena  retribu- 
ción á  personas  muy  idóneas  que  no  aspiran  mas  que  al  cumplimiento  estricto 
de  sus  obligaciones  y  al  mejor  servicio. 

La  cronología  de  esta  repartición  se  halla  envuelta  en  la  oscuridad  de  su 

pasado,  impenetrable  para  nosotros  por  la  carencia  de  memorias  de  su  jefe 

respectivo  ó  apuntes  históricos  de  algún  investigador  curioso,  circunstancia 

que  lamentamos  porque  nos  ¡M'iva  de  la  satisfacción  de  reseñar  sucesivamente 

s  diversas  fisonomías  que  ha  ido  adoptando. 


'    319  — 

Sin  embargo,  para  poder  formarse  una  idea  del  perfeccionamiento  que  ha 
alcanzado  y  del  plan  distributivo  de  facultades  y  obligaciones  conferidas  á  sus 
agentes,  presentamos  los  siguientes  datos  que  se  refieren  á  la  composición, 
número  y  categoría  gerárquicade  los  empleados,  las  partidas  asignadas  por  ei 
Presupuesto  Nacional  para  el  sostenimiento  de  cada  repartición,  un  extracto 
de  sus  respectivas  atribuciones,  de  disposiciones  generales,  y  finalmente,  al- 
gunos apuntes  estadísticos  que  revelan  el  desarrollo  de  la  criminalidad  con 
sus  caracteres  y  circunstancias  especiales. 


La  Policía  tiene  por  objeto  principal  el  sostenimiento  del  orden  público, 
que  consiste,  en  general,  en  la  conservación  de  la  persona  y  de  la  propiedad, 
la  seguridad  de  los  Poderes  del  Estado  y  el  libre  ejercicio  délas  instituciones 
políticas. 

La  reglamentación  de  sus  diversos  servicios  es  amplia  y  bastantemente 
previsora:  las  oficinas  secundarias  establecidas  en  las  diferentes  secciones  que 
componen  el  distrito  de  la  Capital,  regidas  por  un  plan  administrativo  que  es  el 
complemento  de  la  acción  de  las  principales,  distribuyen  la  justicia  con  tanta 
prontitud  y  eficacia  que  esas  poderosas  palancas  de  la  actividad  policial  han 
contribuido  con  su  celo  é  idoneidad  á  dar  á  1^  institución  el  carácter  mas  pro- 
minente que  inviste:  respeto  y  simpatía. 

La  vasta  órbita  en  que  giran  los  agentes  policiales,  jamas  ha  obstado  para 
que  el  criminal  fuese  aprehendido,  la  inmoralidad  castigada,  el  ladrón  despo- 
jado del  objeto  hurtado,  ni  el  falsificador  sorprendido  en  sótanos  ó  cuevas  con 
los  instrumentos  del  delito  en  las  manos. 

Ahora  bien,  la  Policía  ha  distribuido  su  acción  y  autoridad  de  la  manera 
siguiente: 

JEFATURA 

Un  ciudadano  con  el  título  de  Jefe  de  Polícia  ejerce  la  primera  autoridad 
de  la  institución:  un  Secretario  y  un  Asesor  acompañan  en  sus  funciones  al 
Jefe  del  Departamento. 

Son  deberes  y  atribuciones  de  éste: 

Asistir  diariamente  á  la  Oficina  y  dictar  las  disposiciones  relativas  á  la 
Policía  de  seguridad,  conservación  del  orden  y  cumplimiento  de  las  ordenazas 
déla  Municipalidad;  librar  órdenes  de  aprehensión  de  delincuentes,  contra- 
ventores, desertores,  allanamientos  de  fuero  doméstico  y  secuestro  de  objetos 
pertenecientes  á  criminales,  falsificadores,  etc;  ordenar  la  pesquisa  de  casas 
sospechosas;  hacer  cumplir  los  mandatos  de  los  Jueces  ó  autoridades  supe- 
riores; someter  ala  justicia  ordinaria,  los  presos  que  incurran  en  delitos  gra- 
ves, al  Ministerio  de  Menores  los  huérfanos  ó  abandonados  por  sus  padres  y 
á  la  autoridad  militar  los  soldados  desertores;  autorizar  todas  las    diligencias 


—  320  — 

del  despacho  de  notas,  informes,  etc.  proponer  al  Gobierno  el  nombramiento 
de  los  empleados  del  Departamento  así  como  la  exoneración  de  los  mismos 
por  falta  de  competencia,  etc  .visitar  las  olicinas  de  su  dependencia  para  ins- 
peccionar el  servicio,  el  cumplimiento  de  las  ordenanzas 

El  Secretario  ú  Oficial  1°  obedece  alas  siguientes  atribuciones: 
Recibir  delJefo  de  Policía  los  asuntos  entrados  al  despacho  para  darles 
la  dirección  correspondiente,  distribuyéndoles  á  las  oficinas  respectivas  los 
que  fueren  de  simple  trámite  6  proyectando  los  decretos  ó  informes  que  hayan 
de  acordarse  con  el  Jefe — abrir  los  pliegos  dirijidos  oficialmente,  en  ausen- 
cia de  éste,  y  despacharlos  si  son  relativos  al  servicio  ordinario,  pero  en  nin- 
gún caso  si  compete  directamente  al  Jefe  su  resolución — resolver  por  si  mismo 
cualquier  duda,  en  consulta,  sobre  detalles  administrativos  de  Policía— pre- 
sentar diariamente  al  despacho  los  asuntos  que  se  hubieren  acordado  y  vigilar 
que  los  libros  de  las  oficinas  de  la  casa  central  estén  al  dia,  pudiendo  propo- 
ner cualquier  modificación  para  el  mejor  dcsemperio  de  ellas  siempre  queno 
altere  las  disposiciones  del  Reglamento  General — ordenar  el  pronto  despacho 
de  los  asuntos  en  trámite,  indagaciones,  etc.,  sobre  el  curso  de  cualquierex- 
pediente — informnr  á  los  particulares  sobre  el  estado  de  sus  asuntos  ó  la 
resolución  recaída  en  ellos 

El  Asesor  ocupael  mismo  rango  que  losC'omisarios  <le  Sección,  pero  sus 
funciones  no  ultrapasan  de  la  mera  prestación  de  sus  servicios  prolesionales 
que  consisten  en  ilustrar  al  Jefe  de  Policía  con  su  opinión  autorizada  sóbrela 
resolución  ó  despacho  de  los  asuntos  en  tramitación. 

El  Presupuesto  Nacional  i'etribuye  el  servicio  de  este  personal  con  la 
suma  de  $  1.117  al  mes. 

OFICINA  CENTRAL 

Esta  oficina  consta  de  un  oficial  que  hace  de  Jefe  de  ella  y  once  escri- 
bientes para  atender  los  servicios  de  la  Mesa  de  entradas  y  salidas,  de  extrac- 
tos, de  redacción  de  asuntos  judiciales  y  de  copia. 

Mesa  de  extractos — En  esta,  deben  llevarse  los  libros  correspondientes 
para  atender  los  asuntos  que  se  refieran  á: 


Tribunal  de    Justicia 
Juzgado  Nacional 
Ministerio  de  Menores 
Curia  Eclesiástica 
Departamento  Topográfico 
Municipalidad 

Cualquier    mandamiento  6  diligencia  de    dichas    reparticiones  debeser 
extractado  en  el  libro  que  le  corresponda,  haciendo  constar  la  fecha,  el  nom- 


Consejo  de  Higiene 

Tribunal  de  Comercio 

Juez  Correccional 

Jueces  de  Paz  de  ciudad  y  campaña 

Solicitudes  particulares 


-.  321  — 

bre  del  que  pide  la  ejecución,  el  de  la  persona  que  ha  de  ser  ejecutada  y  el 
objeto  6  condición  del  mandamiento,  al  pié  de  lo  cual  se  copia  el  decreto 
recaído. 

Diligenciado  un  mandamiento  por  el  agente  á quien  se  le  sometió,  vuelve 
á  la  mesa  de  extractos  donde  se  le  pone  al  margen  de  la  anotación  primitiva 
el  cumplido  y  el  devuelto. 

Tanto  el  extracto  como  las  notas  de  remisión  deben  hacerse  por  el 
Oficial  á  cuyo  cargo  esté  el  libro  á  que  corresponda  el  asunto  en  tramitación. 
Mesa  de  Redacción — Esta  mesa  debe  ocuparse  de  proyectar  las  notas  de  trá- 
mite ordinario,  circulares  y  documentos  que  se  dirijan  ó  contesten  á  ciertas 
reparticiones  nacionales  y  provinciales;  estos  proyectos  se  entregan  á  la  Mesa 
de  Copiar  para  ser  pasados  en  limpio  y  copiados  en  el  libro  que  corresponda 
á  la  autoridad  ó  asociación  á  quien  fueren  dirijidos,  'devolviendo  dicho  trabajo 
á  la  Mesa  de  Redacción  para  confrontarlo  antes  de  ser  llevado  á  la  firma. 

El  trabajo  de  que  está  encargada  esta  mesa  debe  quedar  despachado  en 
el  dia. 

La  mesa  de  copiar  recibe  diariamente  de  la  de  redacción  los  borradores 
de  notas,  etc.,  que  haya  que  poner  en  limpio  y  de  la  de  extractos  las  que  hubiese 
que  pasar  á  los  libres  respectivos. 

Debe  llevar  los  libros  necesarios  para  copiar  todas  las  comunicaciones 
que  dirija  el  Departamento  y  confrontar  todo  documento  que  ponga  en  limpio. 
El  personal  de  esta  oficina  está  remunerado  con  la  suma  mensual  de  $  798 
que  le  fija  el  Presupuesto. 

Las  oficinas  de  archivo,  depósitos,  estadística,  padrón  y  de  pagos  tienen 
un  personal  compuesto  de  cuatro  oficiales  encargados  de  cada  una  de  ellas, 
un  contador,  un  auxiliar  y  ocho  escribientes  costeados  con  la  cantidad  de  $  1.309 
mensualmente  por  el  Erario  Nacional. 

COMISARÍA  DE  ORDENES 

La  Comisaría  de  Ordenes  es  desempeñada  por  un  comisario  efectivo,  otro 
supernumerario,  otro  auxiliar  de  órdenes,  nueve  escribientes,  un  sargento,  un 
cabo  y  ocho  vigilantes  correos,  cuyo  sostenimiento  cuesta  la  suma  mensual 

de  $1.473. 

La  Oficina  de  Telégrafos  se  compone  de  un  inspector,  dos  escribientes, 
tres  telegrafistas  (jefe  de  turno),  setenta  y  cinco  telegrafistas  de  2*  y  3*  clase  y 
dos  guarda-hilos,  que  con  las  partidas  asignadas  para  conservación  de  líneas, 
fórmulas,  útiles  de  escritorio,  etc.,  asciende  á  $  4.578  la  suma  mensual  que 
cuesta  su  sostenimiento. 

El  servicio  médico  se  compone  de  cuatro  médicos,  un  practicante  y  un 
ordenanza  que  con  la  partida  asignada  para  conservación  de  la  sala  de  autopsias 
y  cirujía  alcanza  á  $  760  el  total  de  sus  gastos  mensuales. 

El  Comisario  de  Ordenes  es  el  empleado  por  medio  del  cual  el  Jefe  de 

4X 


—  322  — 

Policía  trasmite  á  los  encargados  de  sección  y  agentes  de  seguridad  todas  las 
disposiciones  que  se  deben  cumplir;  nombra  el  servicio  de  guardia  dentro  y 
fuera  del  Departamento,  el  extraordinario  de  comisiones  y  cualquier  acto  que 
reclame  fuerza  pública;  resuelvo  cualquier  duda  sobre  el  cumplimiento  ó 
ejecución  de  ordenes  ó  disposiciones  de  autoridad  superior,  recauda  délos 
comisarios  de  sección  las  multas  policiales  6  municipales  que  se  impongan 
con  la  especificación  resi)ectiva  para  anotarlas  en  los  libros  correspondientes, 
debiendo  presentar  cada  semana  un  estado  por  orden  de  sección  de  los  individuos 
multados  y  sus  valores,  cuyo  importe  entrega  A  la  oficina  de  pagos,  la  que  le 
firma  el  recibo  do  cada  entrega  al  pié  do  ella  en  los  asientos  de  sus  libros 

El  Comisario  supernumerario  reemplaza,  en  caso  de  ausencia,  al  de 
órdenes  con  las  mismas  atribuciones  y  deberes;  es  de  su  deber  desempeñar 
cualquier  comisión  extraordinaria  que  requiera  ser  confiada  á  un  empleado 
superior,  bien  i)ara  levantar  un  sumario,  instruir  una  indagación,  clasificar 
detenidos,  etc.,  etc. 

La  Oficina  de  Ordenes  debe  llevar  un  libro  para  hacer  constar  la  entrada 
do  todos  los  individuos  al  Departamento  en  calidad  de  presos,  especificando  el 
nombre  de  cada  uno,  patria,  edad,  estado,  profesión  y  la  autoridad  que  lo 
remito,  pero  no  procederá  a  la  detención  de  ninguna  persona  sin  parte  que 
acredite  la  causa  de  su  arresto  y  la  competencia  de  quien  lo  envia. 

También  lleva  un  libro  de  órdenes,  uno  de  clasificaciones,  [uno  copiador 
de  ¡as  notas  que  dirija,  un  índice  de  prófugos  y  desertores,  uno  de  extracto  de 
las  órdenes  á  cumi)lir,  los  de  multas,  un  registro  para  anotar  los  pasaportes  y 
otro  para  matrículas 

El  Medico  de  Policía  debe  reconocer  ios  cadáveres  encontrados  en  los 
parajes  públicos,  ya  i)orque  ellos  revelen  el  origen  de  un  crimen  ó  simplemente 
para  hacer  constarlas  condiciones  encjue  fueron  encontrados. 

Practica  la  autopsia  de  cadáveres  cuando  considera  que  ella  es  indispen- 
sable para  esclarecer  sus  |)resunciones,  ó  bien  para  analizar  las  materias 
contenidas  en  el  cuerpo  á  fin  de  descubrir  el  agente  de  intoxicación. 

líeconoce  también  los  heridos,  contusos  ó  alienados  que  se  hallen 
detenidos  en  la  casa  central  ó  en  sus  propios  domicilios  á  pedido  del  Comisario. 

Para  que  el  Médico  proceda  al  i'cconocimiento  ó  certificación  de  cadáveres 
ó  heridos,  por  mandato  do  un  Juez  ú  otra  autoridad,  es  indispensable  que  el 
documento  contenga  el  Cúmplase  del  Jefe  de  Policía 


OFICINA  DE  LA  MAYORÍA 


Consta  de  un  oficial,  encargado  de  ella,  tres  escribientes  de  3*  y  uno  del' y 
un  guardián,  encargado  del  depósito  uniforme  de  armas. 

El  presupuesto  asigna  á  este  personal  la  suma  mensual  de  $  415. 


—  323  — 


alcaidía 

Consta  de  un  alcaide,  jefe  de  ella,  un  segundo  alcaide,  cinco  escribientes 
de  3*,  seis  guardianes  llaveros,  un  capataz  y  cinco  ordenanzas,  que  agregado  el 
costo  de  su  sostenimiento  á  los  gastos  generales  de  esta  repartición,  asciende  á 
la  suma  de  $  15231o  que  abona  el  Tesoro  Nacional. 

Sondeberes  y  atribuciones  del  Alcaide:  conservar  bajo  inventario  legalizado 
por  el  Jefe  de  Policía  todas  las  existencias  de  las  diferentes  oficinas  de  la  casa 
central  como  de  los  objetos  que  contienen  los  almacenes,  ropas,  armamento, 
monturas,  etc;  de  todo  lo  cual  no  puede  hacer  entrega  sin  una  orden  del  Jefe, 
que  le  sirve  de  comprobante;  cuidar  de  la  limpieza  diaria  de  todas  las  oficinas, 
vigilar  los  arrestados,  distribuir  la  guardia,  celar  por  la  seguridad  de  los 
presos  y  conservación  del  orden,  cuidar  del  buen  tratamiento  de  los  presos, 
prohibirla  introducción  de  armas,  herramientas,  bebidas,  etc.;  llevar  dos  libros 
para  hacer  constar  en  uno  la  entrada  de  las  mujeres  y  en  el  otro  la  de  los  hom- 
bres detenidos,  con  designación  de  nombre,  nacionalidad,  edad,  ejercicio,  la 
autoridad  que  le  remite  y  la  causa  de  la  prisión,  presentando  al  fin  de  cada  mes 
un  cuadro  estadístico  del  movimiento  de  detenidos  con  expresión  de  sexos, 
edades,  nacionalidades,  estados,  ejercicios  y  causas. 

En  caso  de  ausencia  del  Alcaide,  desempeña  sus  funciones  el  segundo. 

COMISARÍA  DE  PESQUISAS 

La  Comisaría  de  Inspección  y  Pesquisas  se  compone  de  dos  comisarios, 
uno  auxiliar,  diez  de  Policía,  dos  oficiales  de  Policía,  cinco  sargentos,  un 
ordenanza  y  un  sirviente,  cuyo  sostenimiento  cuesta  al  Tesoro  la  suma 
mensual  de  $2.685  agregada  la  partida  destinada  á  comisiones  extraordinarias. 

COMISARÍAS  DE  SECCIÓN 

Las  veinte  comisarías  de  sección  en  que  está  dividida  la  jurisdicción 
policial  de  la  Capital,  tienen  la  siguiente  total  dotación  de  personal:  veinte 
comisarios  de  Policía,  veinte  auxiliares,  sesenta  escribientes,  doce  oficiales 
encargados  de  la  fuerza,  sesenta  oficiales  inferiores,  veinte  sargentos  1%  ochenta 
sargentos  2%  ochenta  cabos  1%  ochenta  cabos  2%  1.250  vigilantes,  veinte 
ordenanzas  y  veinte  sirvientes  de  caballeriza,  costeado  con  la  suma  mensual 
de  $64.640.  * 

Son  deberes  y  atribuciones  del  Comisario  de  Sección:  Hacer  cumplir  en 
el  local  de  su  mando  todas  las  disposiciones  de  policía  y  ordenanzas  municipales 
vigentes  y  cualquier  mandato  de  autoridad  superior  que  se  re  Sera  á  personas  ó 
cosas  de  su  Sección;  indagar  ó  esclarecer  hechos  criminales  que  se  relacionen 
con  la  Policía  de  seguridad,  cualquiera  que  fuese  el  domicilio  de  las  personas 
comprendidas  en  el  crimen;  todos  los  empleados  que  desempeñen  servicios  en 


una  sección,  transitoria  ó  permanentemente,  dependen  directamente  del 
Comisario,  asi  como  cualquier  comisión  encomendada  á  empleados  superiores 
no  puede  resolverse  sin  la  intervención  del  Comisario  de  la  Sección  en  que 
deba  tramitarse. 


CABALLERIZAS 


La  administración  de  la  caballeriza,  depósito  fúnebre  y  ambulancias  so 
hace  con  el  siguiente  personal:  un  Comisario  Administrador,  un  oficial  de  policía 
2' Administrador,  un  maestro  y  tres  oficiales  herreros,  un  talabartero  y  dos 
oficiales,  un  carpintero,  dos  oficiales  mecánicos,  dos  capataces,  ocho  sirvientes 
de  caballeriza  y  diez  ordenanzas  conductores  de  vehículos. 

Debe  imponerlas  multas  por  infracciones  policiales  ó  municipales,  pasan- 
do una  relación  nominal  de  los  penados  con  conocimiento  de  la  causa  y  valor 
do  las  multas  aplicadas,  por  intermedio  del  Comisario  de  órdenes — no  puede 
imponer  penas  6  mullas  discrecionales — los  detenidos  en  una  Sección  no  tienen 
entrada  en  la  Policía  sin  conocimiento  del  Comisario  respectivo,  el  cual  debe 
expresar  por  escrito  la  causa  de  la  prisión — producida  una  herida  grave,  el 
Comisario  remite  al  Hospital  al  herido  verificando  la  primera  curación  en  la 
botica  mas  cercana,  de  todo  lo  cual  debe  dar  cuenta,  despachando  el  certifica- 
do médico-legal  que  requiere  del  Administrador  del  Hospital. 

Corresponde  al  Comisario  deSeccion  la  averiguación  de  todo  hecho  crimi- 
nal llevado  acabo  en  su  departamento,  así  como  la  aprehensión  del  delincuente 
que  ha  cometido  un  delito  en  otra  sección  y  se  asile  en  lado  su  jurisdicción. 

En  el  caso  de  un  asalto  á  personas  ó  propiedades  por  malhechores,  ladro- 
nes, etc.,  el  Comisario  debe  prestarle  auxilio  al  vecino  ó  transeúnte  que  se  lo 
pidiese — no  admite  demanda  por  cobro  de  pesos,  injurias  éindemnizacionde 
daños — asegura  los  intereses  que  por  muerte  ó  desaparición  del  dueílo  quedi 
sen  abandonados,  de  lo  cual  levanta  inventario  asociado  del  Alcalde  de  barril 
y  dos  vecinos,  tomando  las  medidas  necesarias  para  la  mayor  seguridad 
ellos — siel  fallecido  es  un  extranjero  shi  familia,  el  Comisario  dará  aviso 
Cónsul  respectivo,  en  presencia  del  cual  procederá  al  inventario  y  segurid. 
de  los  bienes  abandonados,  documento  que  llevará  los  sellos  del  Consulados- 
de  la  Policía — el  conocimiento  de  laexistencia  de  un  cadáver  en  las  vias,  plazas 
públicas  ó  dentro  de  una  casa,  impone  al  Comisaríola  obligación  de  evitar  que 
él  sea  removido  hasta  que  el  Médico  de  Policía  haya  pasado  el  informe  res- 
pectivo de  su  reconocimiento,  cuando  se  ignore  completamente  el  origen  de  su 
muerte — solo  penetra  en  el  asilo  doméstico,  previo  allanamiento  del  fuero,  por 
mandato  superior,  para  aprehender  un  criminal,  secuestrar  objetos  6  docu- 
mentos, cuya  orden  deberá  estar  autorizada  por  el  Cúmplase  del  Jefe  del 
Departamento 


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La  Oficina  de  una  Comisaría  de  Sección  está  permanentemente  abierta pat1| 
atender  los  diversos  servicios  policiales  y  prestar  los  auxilios  necesarios  i 


—  325  — 

vecindario  de  la  localidad—- el  Comisario  es  responsable  de  todos  los  actos  que 
autoriza,  debiendo  personalmente  dictar  álos  escribientes  todas  las  informa* 
ciones,  sumarios  y  declaraciones. 

Para  el  régimen  interno  de  cada  Oficina  de  Comisaría  se  llevan  los  siguien- 
tes libros:  un  libro  copiador  de  las  notas  ó  partes  que  se  dirija  al  Jefe  de  Policía; 
otro  de  las  notas  ó  carpetas  á  los  Comisarios  ú  otros  agentes  subalternos;  otro 
de  las  órdenes  del  dia:  uno  de  las  demandas  ó  quejas  de  vecinos  en  denuncia 
de  hechos;  uno  de  índice  de  los  presos  remitidos  al  Departamento;  uno  de 
diligencias  cumplidas  por  mandato  del  Jefe  ó  autoridad  superior;  uno  de  índi- 
ce para  anotación  de  prófugos  y  desertores  cuya  captura  esté  recomendada: 
uno  de  todos  los  informes  expedidos  en  peticiones  particulares  ó  por  provi- 
dencia de  jueces  y  un  cuaderno  del  movimiento  de  alcaldes  y  tenientes. 


CUERPO  DE    BOMBEROS 

Este  cuerpo  consta  de:  un  jefe  director,  un  2*  jefe,  tres  capitanes,  seis 
tenientes,  tres  sub-tenientes,  tres  sargentos  1%  doce  sargentos  2°.,  diez  cabos 
I*.,  diez  cabos  2*.,  y  ciento  sesenta  y  cinco  bomberos,  cuyo  sostenimiento 
agregado  á  los  gastos  de  materiales,  su  conservación,  etc,  cuesta  al  Tesoro 
la  suma  mensual  de  $8.803. 

Los  diversos  gastos  del  Departamento  General  de  Policía  han  sido  presu- 
puestados en  $  6.160  mensuales. 

El  sostenimiento  del  Cuerpo  policial  con  todas  sus  necesidades  cuesta  á 
la  Nación  la  suma  anual  de  $  1.245.108. 


Las  relaciones  oficiales  de  superioridad  y  dependencia  de  los  agentes 
entre  sí  quedan  determinadas  por  la  siguiente  escala  gerárquica  ordinaria  de 
los  empleados  policiales. 


1"  Secretario  del  Departamento 

2o  Comisario  de  Ordenes 

3o  »        Inspectores 

4**  »        de  Sección 

5°  »        Auxiliar  de  Ordenes 

6*  »  »     »  Inspección 

7®  »  »     »  Sección 

8p  Jefes  de  Oficina 

9*  Oficiales  Principales 


10.  Oficiales  Inspectores 

11.  Segundos  Jefes  de  Oficina 

12.  Oficiales  escribientes 

13.  Escribientes 

14.  Sargentos  primeros 

15.  »        segundos 

16.  Cabos  primeros 

17.  »      segundos 

18.  Vigilantes 


El  agente  de  Policía  debe  tener  presente  en  todos  sus  actos,  privados 
como  públicos,  la  importancia  de  su  misión  social,  procurando  merecer  la 
conQanza  que  se  deposita  en  él  con  las  cualidades  de  honra'ío   y  celoso;  debe 


—  386  — 

ser  de  buenas  costumbres  y  circunspecto  para  inspirar  respeto  y  simpatía. 
El  carácter  de  autoridad  y  el  grado  gerárquico  que  inviste  son  permanentes; 
debe  respeto  al  superior  en  cualquier  acto  y  todo  su  tiempo  y  atención  al 
desempeño  de  sus  funciones;  es  de  su  deber  evitar  todo  acto  desdoroso  que 
le  enagene  la  estimación  de  sus  superiores  y  de  sus  semejantes;  no  puedepar- 
ticipar  de  las  diversiones  públicas,  del  juego,  de  la  bebida,  de  la  sociedad  con 
personas  de  mala  conducta  y  en  general  de  cualquier  desorden  ó  acto  impro- 
pio; jamás  puede  emitir  juicio  sobre  la  honorabilidad  ó  competencia  de  los 
miembros  del  cuerpo  ultrajando  su  reputación  ni  calificar  de  ninguna  manera 
sus  actos  privados  ü  públicos;  le  es  prohibido  contraer  relaciones  de  amistad 
y  confianza  con  los  vecinos  del  barrio  que  está  confiado  á  su  celo  y  autoridad; 
debe  dar  las  informaciones  que  se  le  soliciten,  á  toda  persona,  respecto  de  la 
localidad — debe  velar  muy  especialmente  por  la  seguridad  política  de  la  Capital, 
denunciando  las  conspiraciones  que  se  fraguasen  contraías  autoridades  déla 
República  ó  Gobiernos  extranjeros,  de  la  misma  manera  que  contra  personas 
influyentes,  corporaciones  ó  funcionarios  públicos. 

Hecho  un  arresto,  las  únicas  medidas  que  debe  adoptar  son  aquellas  que 
garantan  la  seguridad  del  preso  mientras  este  á  su  cargo;  jamás  debe  hacer 
uso  de  las  armas  que  lleva,  salvo  el  caso  de  que  el  delincuente  no  quiera  some- 
terse ala  justicia,  después  de  tocar  todos  los  resortes  de  la  persuasión,  enton- 
ces podrá  defenderse  de  sus  aírresiones-  le  está  severamente  prohibido 
comunicar  datos,  informes  ó  copia  de  los  actos  de  la  Policía  á  particulares  6 á 
agentes  de  ella,  especialmente  de  los  sumarios,  así  como  también  tomar  parte 
en  las  elecciones,  directa  ó  indirectamente,  limitándose  á  garantir  ó  conservar 
el  orden  para  que  el  acto  popular  pueda  practicarse  con  plena  libertad — cuando 
recibe  una  orden  es  responsable  de  su  ejecución  usando  de  su  propio  arbitrio 
para  la  mejor  expedición  de  la  comisión 

Todos  los  agentes  del  Departamento  de  Policía,  en  el  caso  de  faltar  á  la 
disciplina  y  servicio  policial  ó  por  contravenciones  á  las  órdenes  que  dicte  la 
Gcfatura,  ó  simplemente  por  omisiones  6  actos  impropios  ejecutados  en  el 
desempeño  de  sus  respc«ítivos  deberos,  son  reprendidos  administrativamente 
con  las  penas  siguientes:  1*  Amonestación,  2*  arresto  simple,  3'  arresto 
riguroso,  4*  descuento    de  sueldo  y  5*  separación. 

Cuando  un  agente  es  encargado  de  una  comisión  reservada  ó  especial  de 
la  Sección,  debe  muñirse  de  una  tarjeta  que  acredite  su  carácter  para  poder 
desempeñarla,  la  cual  llevará  inscripto  el  nombre,  apellido  y  gerarqula  policial 
del  agente,  la  fecha  de  su  expedición,  el  tiempo  de  su  validez,  la  firma  del  agen- 
to que  la  otorga  y  el  sello  de  la  Comisaría  respectiva  en  el  reverso — la  tarjeta  se 
renueva  cada  vez  que  espira  el  plazo  asignado  á  la  comisión  que  la  motivó,  para 
el  desempeño  de  otra  nueva — las  targetas  son  de  dos  clases:  color  celeste  para 
una  comisión  reservada  y  blanca  para  las  especiales  de  Sección,  con  las  ins- 
cripciones antedichas,  y  además  la  del  carácter   de  la   comisión — los  agentes 


—  327  — 

deben  llevar  siempre  consigo  la  tarjeta  y  es  de  su  deber  exhibirla  á  cualquier 
otro  superior  que  la  solicite. 

Todo  agente  investido  con  autoridad  gerárquica  policial,  franco  ó  en 
servicio,  debe  llevar  consigo  un  pito  para  la  trasmisión  de  las  señales  de 
ordenanza  á  los  demás. 

El  pito  es  de  metal  blanco,  de  siete  centímetros  de  largo  y  tiene  grabadas 
las  armas  de  la  patria  y  la  inscripción:  «Policía  de  la  Capital». — es  de  propie- 
dad déla  Policía  y  está  prohibido  el  uso  de  cualquier  otro — cuando  un  agente 
lo  pierde  debe  ponerlo  en  conocimiento  de  su  superior  para  proveerle  de  otro 
descontando  su  valor  de  los  haberes  del  que  sufriese  la  pérdida — para  los 
agentes  que  usan  uniforme  les  es  obligatorio  llevarlo  pendiente  de  una  cinta 
negra  de  cuarenta  centímetros  de  largo  por  quince  milímetros  de  ancho,  pren- 
dida en  el  tercer  botón  de  la  chaquetilla,  quedando  al  arbitrio  de  los  demás 
el  modo  de  usarlo. 

Los  toques  de  orden  reservados  esclusivamente  á  la  Policía  no  pueden 
ser  empleados  por  otra  repartición  pública,  corporación  ó  empresa,  incurriendo 
en  la  pena  de  ocho  pesos  de  multa  ó  cuatro  dias  de  arresto  por  cada  infrac- 
ción— cuando  un  agente  quiere  llamar  á  otro  que  está  próximo  á  él,  debe  dar 
una  pitada  corta,  respondiendo  con  un  toque  semejante  el  segundo  que  debe 
acudir  inmediatamente — una  pitada  prolongada  y  otra  corta  significan  que  los 
agentes  en  servicio  de  calle  deben  estar  alertas,  toque  de  que  se  hace  uso  sola- 
mente desde  las7p.  m.  hasta  las  6  a.  m.  de  cadadia,  dándolo  una  vez  cada 
media  hora — dos  pitadas  cortas  sirven  para  indicar  que  el  Oficial  Inspector  ó 
Sargento  de  servicio  en  la  calle,  deben  concurrir  á  la  Oficina  de  la  Comisaría 
por  necesidades  del  servicio,  repitiendo  el  toque  los  agentes  de  la  Sección 
hasta  que  uno  de  aquellos  lo  oiga — una  pitada  prolongada  y  tres  cortas  sig- 
nifican que  el  agente  que  las  toca  necesita  al  Oficial  Inspector  ó  Sargento 
de  servicio  en  algún  punto  de  la  calle — una  pitada  prolongada  y  dos 
pitadas  cortas  significan  auxilio,  es  decir,  que  el  agente  que  las  toca  necesita 
ser  protegido  por  los  demás. 

Las  dos  pitadas  prolongadas  indican  incendio — el  [agente  que  se  encuen- 
tra en  cualquiera  de  estos  dos  casos  debe  llamar  continuamente  hasta  que 
concurra  un  superior  suyo  ó  un  número  suficiente  de  agentes  para  el  objeto 
—para  el  primer  caso  el  agente  repite  el  toque  y  concurre  al  punto  que  se 
lo  solicita,  y  para  el  segundo  repite  dos  veces  y  concurre  inmediatamente 
—tres  pitadas  prolongadas  significan  reunión,  es  decir,  que  los  agentes,  en 
servicio  ó  francos,  deben  presentarse  inmediatamente  á  la  Comisaría  de  su 
Sección;  producida  la  llamada,  los  agentes  deben  repetirla  donde  la  oyesen 
hasta  la  misma  Comisaria  tocándola  una  vez  en  cada  boca  calle. 

Los  toques  de  ordenanza  antedichos  solo  deben  usarse  en  los  casos  nece- 
sarios y  nunca  como  prueba  para  cerciorarse  de  la  actividad  ó  atención  de 
los  agentes  policiales,  facultad  reservada  solo  al  Jefe  de  Policía  ó  á  quien  éste 
autorice. .  * * » . . . « «*....  4 « » 4 . « 


—  328  — 

El  uso  de  medallas  por  ciertos  agentes  de  Policía  sirve  como  distintivo  de 
la  autoridad  que  invisten  para  exigir  de  los  demás  y  del  público  el  auxilio  ó  coo- 
peración que  necesita,  haciéndose  reconocer  en  tal  carácter. 

Ninguna  otra  persona,  reparticionó  corporación puedeadoptarparasu uso 
medallas  semejantes  á  las  de  la  Policía,  incurriendo  en  la  pena  de  veinte  pesos 
de  multa  ú  ocho  diasde  arresto  porcada  infracción  los  que  las  fabriquen,  ven- 
dan ó  compren — las  de  la  Policía  son  de  plata  y  de  dos  milímetros  de  espesor, 
excepto  la  delJefe  que  es  de  oro. 

Sus  dimensiones  varían  de  la  manera  siguiente:  para  el  uso  del  Jefe  de 
Policía,  Secretario  del  Departamento,  Comisarios  de  Ordenes,  de  Inspección, 
Supernumerario  y  de  Sección,  de  los  Médicosy  Asesor  tienen  cuarenta  y  cua- 
tro milímetros  de  largo,  por  treinta  milímetros  de  ancho;  la  de  los  Comisarios 
Auxiliares  y  Jefes  de  Glicina  de  cuarenta  milímetros  por  veinte  y  ocho;  la  de 
los  Oficiales  Principales  de  treinta  y  cinco  milímetros  por  veinte  y  cinco  de 
ancho;  y  la  de  los  Oficiales  Inspectores  y  demás  agentes  subalternos  de  treinta 
milímetros  por  veinte  y  dos  de  ancho:  las  medallas  llevan  en  el  anverso  al 
centro  las  armas  de  la  patria,  al  rededor  en  la  parte  superior  el  título  gerárquico 
que  tiene  el  agente  que  la  usa  y  en  la  parte  inferior  la  inscripción  «Policía  de 
la  Capital.» 

Las  medallas  son  de  propiedad  exclusiva  de  la  Policía — cuando  un  agente 
renuncia  6  es  separado  de  su  puesto,  debe  entregar  la  medalla  al  Comisario  de 
Ordenes,  si  es  agente  superior,  y  al  Comisario  de  Sección  ó  Jefe  de  la  Oficina 
de  quien  depende  si  es  subalterno. 

En  el  servicio  como  fuera  de  él  el  agente  debe  llevar  siempre  consigo  la 
medalla,  prendida  al  lado  izquierdo  del  chaleco  á  la  altura  del  pecho— en  los 
casos  quehubiese  agrupación  de  gente  la  llevará  exteriormente  en  el  saco  ole- 
vita  del  mismo  lado  y  altura — es  intransferible  y  tanto  el  que  la  presta  á  otro 
agente  ó  á  un  particular  comete  gravo  falta  como  el  que  la  recibe — un  libro 
«Registro  de  medallas»  llevado  por  la  Comisaría  de  Ordenes  contiene:  la  fecha 
en  que  se  entregó  la  medalla,  el  recibo  de  ella  y  el  número  de  orden  si  lo  tiene, 
la  firma  y  rúbrica  del  agente  que  la  recibe  y  el  grado  gerárquico  á  que  co- 
rresponde  

La  reglamentación  del  complicado  mecanismo  de  esta  institución  política, 
imprescindible  para  garantir  la  estabilidad  y  progreso  de  los  pueblos,  fundada 
sobre  la  experiencia  y  la  legislación  sabia  que  los  países  mas  adelantados  han 
dictado  para  prevenir  ó  alejar  de  la  .sociedad  los  elementos  retrógrados,  los 
vicios  que  las  corroen  y  los  peligros  de  la  seguridad  individual,  es  una  com- 
pilación concienzuda  de  los  Códigos  Civil  y  de  procedimientos,  ¡lustrada 
con  la  larga  práctica  y  dedicación  á  su  mayor  perfeccionamiento. 

Tres  naciones  americanas  han  tomado  por  modelo  la  distribución  de 
las  facultades  administrativas  do  la  Policía  y  su  régimen  interno,  poniéndo- 
las en  vigencia  en  sus  localidades  respectivas. 


—  329  — 

Esta  es  la  demostración  mas  elocuente  del  mérito  de  ese  trabajo  re- 
glamentario confeccionado  por  uno  de  los  mas  laboriosos  empleados  de  esta 
repartición,  que  consagró  ardientemente  su  tiempo  para  componer  el  Re- 
glamento expresado,  consultando  al  efecto  otros  de  igual  género  reputados 
como  muy  superiores. 

Para  dar  una  idea  sobre  la  criminalidad  que  se  desarrolla  en  esta  capi- 
tal, vamos  áapuntar  algunas  cifras  estadísticas  que  por  sí  solas  bastarán  para 
calcular  su  magnitud. 

Los  crímenes  y  delitos  ocurridos  en  el  municipio  durante  el  año  1885 
han  ascendido  á  1722,  que  comparados  con  la  criminalidad  de  los  últimos 
cuatro  años  da  el  siguiente  resultado. 


1881 1.762 

1882 1.647 

1883 1.605 


1884 1.635 

1885 1.722 


Los  crímenes  y  delitos  contra  las  personas  han  alcanzado  áj  la  cifra  de  576 
hechos,  de  los  cuales  se  produjeron  530  lesiones,  21  homcidios,  14  tentativas 
de  homicidio,  2  asesinatos,  8  tentativas  de  asesinato  y  un  caso  de  imprudencia, 
empleándose  con  mas  generalidad  las  armas  ú  objetos  cortantes  en  su  eje- 
cución. 

El  número  de  autores  probables  que  han  llevado  á  cabo  los  crímenes  y 
delitos  ya  enunciados  es  de  707,  de  los  cuales  se  constituyeron  en  prisión 
544,  fugándose  los  demás. 

Por  la  edad,  han  predominado  entre  los  autores  los  de  21  á  25  años  de- 
biéndose notar  muy  singularmente  que  siete  individuos  menores  de  quince 
años  han  tomado  parte  también   en  esta  lucha  de   pasiones  sangrientas. 

De  los  mismos  544  aprehendidos  son:  solteros  391,  casados  141  y  viu- 
dos 12. 

Por  la  nacionalidad  de  los  mismos,  los  argentinos  representan  el  mayor 
número,  siguiéndoles  inmediatamente  los  italianos. 

De  los  crímenes  y  delitos  contraía  propiedad  particular  que  en  el  mis- 
mo período  de  tiempo  han  alcanzado  á  912  hechos,  se  han  producido  460 
robos,  322  hurtos,  147  estafas,  27  tentativas  de  estafa,  16  tentativas  de  robo, 
13  de  hurto  y  7  robos  con  violencia. 

El  número  de  autores  probables  es  de  1215,  de  los  cuales  fueron  constitui- 
dos en  prisión  581  fugándose  los  demás,  siendo  541  hombres  y  40  mujeres. 

Respecto  de  la  edad  el  período  de  21  á  25  años  es  el  que  predomina  entre 
esta  clase  de  criminales,  habiendo  sido  autores  también  43  menores  de 
quince  años. 


—  330  — 

De  los  581  aprehendidos  son:  solteros  473,  casados  96  y  viudos  12, 
Por  la  nacionalidad  de  los  mismos,  los  argentinos   representan  el  mayor 
número,  siguiéndoles  inmediatamente  los  italianos. 

Los  valores  robados,  hurtados  y  estafados  ascienden  á  la  suma  de  | 
245.697,15  en  esta  forma:  en  dinero  $  159.213,97  y  en  objetos  $  86.483,18,  co- 
rrespondiendo á  lo  robado  $  IGl. 598, 18,  hurtado  $  36.796,34,  y  estafado  $ 
47.302,63,  do  todo  lo  cual  la  Policía  ha  restituido  á  los  damnificados  un  valor, 
de  $33.092,08,  descompuesto  así: 

En  dinero $20.408,59  De  lo  robado $11.928,96 

En  objetos »  12.683,49  »     hurtado »   4.811,39 

$  33.092,08  •^      '"^^^^^ »  ^^-^^>^ 

$  33.092,08 

Solo  16  dohtos  contra  la  honestidad  tuvieron  lugar  durante  el  mismo 
de  los  cuales  cuatro  han  sido  por  corrupción  de  menores,  4  por  rapto  y  en  fin 
por  sodomía  y  estupro. 

El  número  de  autores  probables  asciende  á  19,  de  los  cuales  se  han  captu- 
rado 15,  fugándose  los  demás. 

Dolos  15 aprehendidos  son  hombresl2y  mujeres  3,  siendo  su  mayorparle 
de  nacionalidad  italiana. 

El  periodo  de  edades  que  predomina  es  el  do  21  ¿í  25  afios. 

Según  el  estado  civil  de  ellos  son:  solteros  12,  casados  2  y  viudos  1. 

Los  delitos  contraías  garantías  individuales,  el  orden  publico  y  delitos 
peculiares  á  los  empleados  públicos,  han  alcanzado  á  la  cifra  de  125  hechos, 
de  los  cuales  son  autores  probables  154,  aprehendiéndose  únicamente  140,  los 
demás  fugaron. 

De  los  140  capturados  son  hombres  134  y  mujeres  6,  predominando  en  d 
período  de  edades  el  de  21  á  25  anos  y  que  por  su  estado  civil  son:  solteros 
98,  casados  40 y  viudos  2. 

Los  argentinos  son  los  que  tiguran  en  mayor  número,  siguiéndoles  los 
italianos. 

Los  suicidios  que  han  tenido  lugar  en  el  mismo  año  han  ascendido  por 
una  singular  coincidencia  al  mismo  número  de  72  que  se  produjeron  durante 
el  año  1884,  clasificados  así:  35  suicidios  y  37  tentativas. 

Las  causas  que  han  determinado  su  ejecución,  según  los  informes  recogi- 
dos, dan  el  siguiente  resultado:  amores  contrariados,  4— celos,  3— demencia, 
17_d¡.sgustos  do  familia,  7— deudas,  5— ebriedad,  5—  hastío  de  la  vida,  3- 
malos  negocios,  2— padecimientos  físicos,  9— pérdida  de    dinero,  3  y  causas 

ignoradas  14. 

De  las  armas  empleadas  para  la  ejecución  délos  suicidios,  las  mas  ge- 
neralmente preferidas  por  los  hombres  son  las  de  fuego  y  las  disolurionos  de 
fósforos  para  las  mujeres. 


—  881  — 

Por  la  edad  predomina  el  período  de  SI  á  25  años,  y  por  su  estado  civil  son : 
solteros  42,  casados  25  y  viudos  5.  Por  la  nacionalidad  de  los  suicidas  los  ar- 
gentinos figuran  en  primer  término,  siguiéndoles  los  españoles  y  respecto  de 
las  tentativas  predominan  los  italianos. 

Los  contraventores  á  las  disposiciones  policiales  y  municipales  vigentes  que 
han  sufrido  prisión  en  el  Departamento  y  Comisarías  presentan  el  siguiente 
análisis:  los  detenidos  en  el  Departamento  han  alcanzado  á  la  cifra  de  6327,  de 
los  cuales  son  hombres  5365  y  mujeres  962,  figurando  los  argentinos  en  pri- 
mer término,  que  clasificados  según  el  carácter  de  contravención  da  el  siguien- 
te resultado:  ebriedad,  1888,  desorden, 3099,  y  por  uso  de  armas,  1340 — délos 
primeros  son  hombres  1408y  mujeres  480,  siendo  el  período  mas  peligroso  pa- 
ra esta  infracción  el  de  36  á  50  años — de  los  segundos  son  hombres  2881  y 
mujeres  218,  predominando  el  período  de  15  á  25  años  y  de  los  últimos  1076 
son  varones  y  264  mujeres,  siendo  mas  frecuente  esta  clase  de  contravención 
en  el  periodo  de  15  á  25  años  de  edad 

El  número  total  de  detenidos  en  las  Comisarías  hasidode  37159  individuos, 
de  los  cuales  entraron  por  ebriedad  26.364,  por  desorden  4725  y  6070  por 
contravenciones  diversas — de  los  primeros  son  24.811  hombres  y  1553  muje- 
res, perteneciendo  al  período  de  26  á  35  años  su  mayor  parte,  que  corresponde 
á  la  nacionalidad  italiana — de  los  segundos  son  4335  hombres  y  390  mujeres, 
cuya  mayor  parte  han  sido  ejecutados  por  individuos  de  15  á  25  años  de  nacio- 
nalidad italiana — de  los  últimos  son  5737  hombres  y  333  mujeres,  correspon- 
diendo al  período  de  15  á  25  años  su  mayor  parte  que  pertenece  á  los  ita- 
lianos. 


Aunque  los  incendios  producidos  en  el  año  próximo  pasado  hayan  sido  me- 
nos que  los  de  1884,  los  valores  que  representan  aquellos  superan  casi  en  el 
doble  álos  mismos,  pues  los  61  incendios  ocurridos  en  este  dieron  pérdidas  por 
valor  de  $  260.791,50  y  los  57  de  1885  por  valor  de  $  421.070, 

De  lo  incendiado  estaba  asegurado:  1884:  $  125.561—1885:  $  156.475. 

El  material  de  bomberos  sufrió  pérdidas  por  valor  de  $  2.300. 

En  el  año  próximo  pasado  se  produjeron  445  accidentes  que  ocasionaron 
la  muerte  de  47  individuos  y  simplemente  lesiones  á  235^  de  los  cuales  son  va- 
rones 355  y  mujeres  27,  originando  perjuicios  pecuniarios  por  valor  de  pesos 
23.817. 


—  332  — 


CORREOS  Y  TELÉGRAFOS 


La  historia  de  los  primeros  procedimientos  y  de  las  prácticas  usadas  en 
el  servicio  de  Correos  desde  su  fundación,  se  pierde  en  la  oscuridad  del  tiempo 
por  la  negligencia  de  los  que  manejaban  sus  destinos  ó  por  la  mala  y  deficiente 
organización  do  esta  repartición. 

Ni  una  Memoria  ni  apuntes  sueltos  referentes  á  su  movimiento  y  meca- 
nismo interno  ú  orgánico  pueden  atestiguar  la  laboriosidad  de  sus  encargados 
inmediatos,  desempeñándose  sus  diversos  servicios  automáticamente  ó  resol- 
viéndolos rf  prioriy  sin  bases  tijíis,  comparaciones,  consulta  y  menos  sujetán- 
dose y  de   acuerdo  con  prescripciones  de  una  legislación  especial. 

Retrogradando  ciento  veinte  años  del  presente,  penetramos  en  una 
época  del  pasado  cuya  historia  pobre  y  raquítica  en  todos  los  ramos  de  la 
actividad  y  producción  humanas,  nos  revela  asimismo  el  precario  estado  del 
Correo  y  la  poca  ó  ninguna  comunicación  social  y  comercial  entre  nosotros 
y  con  los  extranjeros. 

Esa  historia  empezará  pues  desde  el  afio  17G7  á  que  hemos  remontado 
en  nuestras  prolijas  investigaciones,  protestando  de  haber  puesto  por  nuestra 
parte  toda  la  dedicación  ó  interés  posibles  á  fin  de  presentar  dichos  datos 
acompañados  de  las  observaciones  y  apuntes  estadísticos  que  les  sirviesen 
de  complemento,  yaque  nos  ha  sido  imposible  seguir  al  Correo  en  el  orden 
cronológico  de  su  existencia  y  progreso. 

En  este  ano  se  nombró  á  D.  Domingo  Basavilbaso,  Director  de  la  Admi- 
nistración de  Correos,  bajo  el  título  de  Administrador  de  Correos  Marítimos 
y  del  ramo  de  Comercio  en  el  Hio  de  la  Plata,  ordenándose  en  Abril  del  si- 
•  guíente  que  los  correos  de  tierra  quedaban  adscriptos  y  bajo  la  depen- 
dencia de  la  mencionada  Administración,  cuyos  servicios,  tarifas,  tramita- 
ción, etc.,  fueron  reglamentados  en  1770. 

La  organización  que  en  este  año  recibió  fué  la  base  y  el  principio  sobre 
que  so  sostuvo  hasta  un  luengo  lapso  de  tiempo  posterior  sin  que  en  su 
régimen  general  se  introdujese  ninguna  moditicacion  simple  ó  radical  con- 
tinuando sus  servicios  al  imperio  de  una  estabilidad  perfecta  en  el  orden 
legislativo. 

En  1788  existían  va  108  correos  anuales  distribuidos  de  esta  manera: 

«I 

Marítimos  entre  Coruña  y  Montevideo G 

Terrestres  á  Potosí  (uno  mensual) 12 

»               »           y    Lima G 

»    Chile 12 

»                »    Paraguav 12 

»               »    Montevideo 48 

Correos  de  encomiendas  á  Potosí 6 

i«     Chile G 

"108 


—  333  — 

En  1813  había  exactamente  igual  número  de  Correos,  circulando  la 
correspondencia  entre  Chile,  Potosí,  Paraguay,  Uruguay,  Misiones  y 
Montevideo . 

En  Octubre  de  1814  un  decreto  del  Gobierno  de  Posadas  dio  nueva  orga- 
nización á  la  repartición  de  Correos  cuyo  régimen  subsiste  hasta  el  presente, 
impulsando  sus  vías  económicas  á  tal  punto  que  lo  que  antes  se  explotaba 
sacrificando  al  Tesoro  con  déficits  más  ó  menos  importantes,  se  traducían 
entonces  en  un  venero  para  el  Fisco. 

Bien  que  el  nombramiento  de  Administrador  recaido  en  la  persona  de 
don  D.  Basavilbaso  nos  ha  servido  de  punto  de  partida  en  esta  reseña, 
en  el  mismo  año  y  en  el  mes  de  Enero  fué  nombrado  D.  Mateo  Ramón  de 
Alzaga  por  el  Conde  del  Castillejo,  sin  dejar  dudas  sobre  la  existencia  ó 
efectividad  de  un  Administrador  anterior,  por  cuanto  establecía  en  la  comu- 
nicación de  aquel  nombramiento,  «  que  quedaba  revocado  cualquier  otro 
por  el  cual  se  ejerciese  la  Administración.  » 

Otro  dato  que  confirma  esta  inducción  es  el  de  que  en  una  visita  de 
inspección  practicada  por  D.  Alonso  Carrio  de  la  Bandera  en  todas  las  Admi- 
nistraciones de  Correos  desde  Buenos  Aires  á  Lima,  y  acompañado  por  don 
Calisto  Bustamante,  asegura  este  último  en  su  «  Lazarillo  de  Ciegos  »  que 
D.  Domingo  Basavilbaso  fué  el  que  proyectó  en  1747  y  1748  los  correos  fijos. 

La  comunicación  por  vía  fluvial  entre  poblaciones  del  Atlántico  y  el  Pací- 
fico se  hacía  particularmente  antes  de  la  fecha  precedente,  costeando  el 
servicio  de  Correos  el  comercio  ó  los  particulares  por  medio  de  expresos. 

En  las  instrucciones  que  se  dieron  al  Sr.  Basavilbaso  para  desempeñar 
los  servicios  de  la  Administración  se  estableció  un  Correo  trimestral  que  se 
haría  por  paquebotes  especiales  que  recorrerían  de  la  Coruña  á  Montevideo, 
siendo  de  cuenta  del  Estado  los  gastos  correspondientes,  pero  con  la  condición 
de  trasportar  no  solo  la  correspondencia  oficial  y  pública  sino  también  pro- 
ducciones del  país,  de  ida  como  de  vuelta,  y  costeados  por  la  Real  Hacienda 
á  objeto  de  producir  alguna  renta  para  ayudar  á  los  gastos  del  Correo. 

Los  correos  aludidos  debían  salir  todos  los  15  de  Febrero  para  llegar  á 
Montevideo  los  15  de  Mayo,  los  15  de  Junio  para  llegar  los  15  de  Febrero,  los 
15  de  Febrero  para  llegar  los  15  de  Diciembre  y  los  15  de  Diciembre  para 
llegar  los  15  de  Marzo. 

También  se  estableció  que  los  correos  de  tierra  debían  ser  fijos  ó  inalte- 
rables, que  si  los  paquebotes  llegaran  atrasados  nunca  debían  despacharse 
expresos  sino  esperar  la  próxima  salida  del  siguiente,  y  finalmente,  que  no 
se  embarcase  á  ningún  pasajero  sin  pagar  previamente  su  pasage  ó 
transporte . 

Don  Félix  de  la  Rosa,  Contador  de  la  Renta  de  Correos  de  Buenos  Aires, 
desempeñó  interinamente  las  funciones  de  Administrador  desde  1794,  en  que 
falleció  el  Sr.  Basavilbaso  hasta  dos  años  después  en  que  D.  Antonio  Romero 
de  Tejada,  nombrado  desde  Madrid  con  iguales  títulos  y  prerogativas  acorda- 


—  884  — 


das  al  fundador,  se  hizo  cargo  de  la  Administración  General,  prestando  ser- 
vicios no  interrumpidos  hasta  1810  en  que  fué  separado  dei  puesto  por  esparcir 
circulares  para  el  reconocimienlo  del  Consejo  de  la  Regencia. 

La  destitución  del  Sr.  Tejada  promovió  al  Contador D,  Melchor  de  Albin 
á  Administrador  interino,  que  fué  reconocido  y  nombrado  con  efectividad  en 
el  año  1811  por  la  Junta  Provincial  Gubernativa  de  las  Provincias  del  Rio 
déla  Plata,  designándole  bajo  el  titulo  de  Administrador  General  de  Correos 
de  las  Provincias  Unidas  del  Rio  de  la  Plata. 

Su  constancia  y  dedicación  en  dicho  empleo  le  merecieron    la  gratitud 
del  Gobierno  que  le  recompensó  sus  afanes  con  la  jubilación  acordada  el  8  j 
de  Febrero  de  1821. 

Reemplazó  a!  Sr.  Albin  el  General  D.  Juan  Ramón  Balcarce. 
Cinco  ó  seis  meses  después  una  Comisión  compuesta  de  tres  ciudadanoJ 
fué  nombrada  para  presidir  ios  servicios  de  la  Administración  General  da 
Correos,  la  que  5  años  después  fué  relevada  por  D.  Juan  Manuel  de  Luca, 
nombrado  Administrador  único  por  el  Presidente  de  la  República  D.  Bernar- 
dino    Rivadavia. 

El  señor  de  Luca  fué  jubilado  en  Enero  de  1858,  resolución  que  elevó  j 
don  Gervasio  A.  de  Posadas  al  puesto  de  Administrador  General. 

La  Junta  Gubernativa  de  1810,  para  cortar  ciertos  abusos  en  la  Adminis- 
tración, ordenó  que  los  Correos  sufrirían  privación  de  empleo  y  diez  años  de 
presidio  si  entregaban  cartas  fuera  de  balija.  Puede  decirse  que  el  servicio 
de  Correos  se  consolidó  y  quedó  garantida  su  regularizacion  cuando  en  1814- 1 
el  Poder  Ejecutivo  se  unipersonificó  poniendo  en  manos  de  un  solo  ciudadano 
todo  el  mecanismo  y  resortes  de  la  administración  pública,  distinguiéadole 
con  el  titulo  de  Supremo  Director.  Realizado  este  pensamiento,  se  centralizó 
en  Buenos  Aires  el  servicio  de  Correos,  se  nombró  Administradores  en 
todas  las  Provincias  incluso  el  Paraguay  y  la  Banda  Oriental,  quienes  estaban 
obligados  á  pasar  mensualmente  una  relación  numérica  del  movimiento  de 
Caja,  etc. 

Se  estableció  las  postas  convenientes  y  los  Correos  regulares  y  extraorc 
narios  hasta  el  Paraguay,  Chile,  Perú,  etc.,  se  dispensó  del  servicio  milita 
á  los  postillones;  en  1816  se  aumentó  el  servicio  de   correos  y  postas  y  s» 
estableció  dos  expediciones  mensuales  de  posta    en  posta  con  un  solo  caba-J 
Uo  desde  Mendoza  á  SanJuan,  la   Riojay  Catamarca,  con  relación  y  unionl 
en  el    Tucuman  á  los   Correos  Generales  que  giraban  desde  Buenos  Airasrl 
hasta  el  Perú  con  facultad  de  despachar  extraordinarios  por  el  Gobierno  y  i 
el  público.    D.  Bernardino  Rivadaviafué  el  que  prestó  inestimables  servicios 
á  esta   repartición,   introduciendo  una  serie  de  modificaciones  y  de  mejoras 
que  le  dieron  un  impulso  vigoroso,  acrecentando  las  rentas  y   despojándola 
de  todos  los  vicios  que  habían  esterilizado  muchos  añosde  trabajo  ygrandes 
caudales. 

En  1821  se  otorgó  la  primera  patente  de  paquete  entre  este  puerto  y  el  d«  J 


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—  335  — 

Montevideo ;  se  suprimió  la  estafeta  inglesa  de  la  Sala  de  Comercio ;  se  concedió 
cuatro  postillones  á  cada  uno  de  los  establecimientos  de  postas  ;  en  1822  se  de- 
terminó la  manera  de  recibir  la  correspondencia  de  ultramar ;  se  estableció 
las  carreras  para  los  correos  de  campaña  y  los  dias  de  salida  y  muchas  otras 
medidas  y  disposiciones  tendentes  á  regularizar  el  servicio  yá  mejorcu*  su 
organización. 

Los  años  1823-24-25  fueron  de  verdadera  labor  para  esta  repartición  que 
no  solo  aumentó  notablemente  su^  servicios  por  medio  de  nuevas  postas  y 
correos,  sino  que  celebró  un  convenio  con  los  Gobiernos  de  Tucuman  y  Salta 
para  facilitar  la  conducción  de  la  correspondencia  hasta  las  provincias  del  Alto 
Perú,  y  se  organizó  el  servicio  de  los  correos  en  la  carrera  de  Santa  Fé  y 
Ck>rrientes. 

En  1826 se  estableció  una  Administración  Nacional  de  Correos. 
En  1828  se  redujo  á  dos  los  correos  de  la  carrera  del  Perú  y  los  de  la  carrera 
del  Norte  con  dirección  á  Santa  Fé,  Entre-Rios  y  Corrientes.    Establecióse  un 
correo  semanal  para  el  Salado. 

En  1829  redújose  á  dos  los  correos  de  la  carrera  de  Chile,  Perú  y  Santa  Fó 
—establecióse  nueva  tarifa  de  correos — ordenóse  la  extracción  y  el  pago  de  las 
cartas  para  el  Brasil — duplicóse  la  tarifa  de  las  postas. 

En  1830  se  redujo  á  uno  los  correos  mensuales  para  Chile  y  el  Perú. 
En  1832  se  decretó  que  los  Maestros  de  Posta  cobraran  al  Erario  por  los 
auxilios  que  suministraran,  un  real  por  los  caballos  de  silla  y  dos  por  los  de 
tiro  en  cada  legua,  y  á  los  particulares  dos  reales  por  los  primeros  y  cuatro 
por  los  segundos  —  reformóse  la  tarifa  de  cartas  de  Ultramar,  penando  á  los 
introductores  de  correspondencia  furtiva. 

En  1849  el  Gobierno  concedió  las  mismas  prerogativas  de  que  gozara 
la  Real  Compañia  de  Malas  á  los  Lores  comisionados  del  Almirantazgo  de  In- 
glaterra por  especial  convenio  con  aquella  para  la  conducción  de  las  Malas  por 
paquetes  á  vapor. 

En  1852  se  restituyó  á  las  oficinas  de  correo  todas  las  prerogativas  que  se 
les  había  acordado  en  su  fundación  y  que  fueron  subvertidas  en  el  gobierno 
de  Rosas  — establecióse  un  correo  mensual  para  Santa  Fé  —  se  fijó  un  nuevo 
arancel  para  el  cobro  del  porte  de  cartas  introducidas  del  interior  y  de  cabos 
afuera  y  aun  de  Montevideo  —  decretóse  el  establecimiento  de  un  correo  bi  - 
mensual  para  Santa  Fó,  Entre-Rios  y  Corrientes,  otro  para  Chile  parando  en 
Mendoza,  y  finalmente  otro  para  el  Perú  parando  en  Jujuy — establecióse  correos 
para  Córdoba,  Rioja  y  Catamarca. 

En  1853  se  establecieron  tres  correos  mensuales  para  las  vias  Norte,  Sud 
y  Oeste  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires — se  concedió  privilegio  de  paquete  á 
la  goleta  Palomo  entre  este  puerto  y  el  de  Montevideo  —  en  1854  se  dictó  varias 
ordenanzas  relativas  á  la  contabilidad — se  contrató  con  una  empresa  de  men- 
sajerías la  conducción  de  la  correspondencia  para  todos  las  puntos  de  la  cam- 
pi^a^— en  1855  se  estableció  correos  á  la  ligera  para  el  Rosario  —  se  ordenó 


que  la  Administración  de  Correos  pasase  mensualmente  una  relación  de  lo^l 
trabajos  que  hubiese  practicado  —  en  1856  se  estableció  un  correo  para  el  Rosa- 
rio y  se  propuso  al  Gobierno  un  aumento  de  porte  para  todas  las  cartas,  dia- 
rios ó  periódicos  —  en  1857  llegaron  las  primeras  Malas  conducidas  por  los 
paquetes  de  la  Compañía  Parda  Transatlántica — se  sancionó  la  ley  para  el  por- 
teo de  cartas  en  la  proporción  siguiente:  por  caria  sencilla  S  pesos  moneda 
corriente,  por  las  dobles  3  pesos,  triples  4  pesos  y  5  por  las  de  peso,  debiendo 
aumentarse  en  las  demás  un  peso  por  cada  4  adarmes,  por  el  certiñcado  en 
carta  ó  paquete  5  pesos —  se  contrató  la  conducción  en  dos  paquetes  vapores 
de  la  correspondencia  pública  para  los  puertos  del  Paraná  y  Uruguay. 

En  1858  se  introdujeron  algunas  reformas  y  se  estableció  buzones  en  las 
principales  plazas  y  parajes  de  la  ciudad — se  estableció  un  correo  fluvial  para 
los  puertos  del  Paraná  de  las  Palmas — se  redujo  la  tarifa  para  el  porteo  de  las 
cartas — se  reglamentó  el  servicio  y  carrera  de  las  mer:sajeríasy  díligenciasque 
transitaban  por  ia  campaña — establecióse  buzones  en  los  puntos  que  recorre 
el  Ferro-Carril  del  Oeste — se  sancionó  una  nueva  ley  de  tarifa  postal  para  la 
ciudad  y  campaña — se  convino  con  el  Presidente  del  Banco  y  Casa  de  Moneda 
la  impresión  de  ios  timbres  postales — dióse  un  nuevo  reglamento  de  Postasy  1 
las  instrucciones  á  los  Administradores  de  Correos. 

En  1859  se  destinó  el  vapor  Buenos  Aires  á  ia  navegación  del  Paraná  de 
las  Palmas,  sirviendo  de  correo  fluvial  entre  la  Capital,  Zarate,  Baradero,  San 
Pedro,  Obligado  y  San  Nicolás  de  los  Arroyos  —  se  contrató  con  los  empresa- 
rios de  las  mensajerías  de  las  carreras  iNorte,  Sud  y  Oeste  el  envío  de  la  corres-  ] 
pendencia  pública  para  todos  ios  puntos  de  la  campaña  —  se  dio  principio  al  j 
arreglo  del  Archivo  y  á  la  formación  de  ua  Índice— se  redujo  la  tasa  del  porteo .] 
delascartas  y  se  igualo  el  portede  las  cartas  del  interior  con  las  del  exterior»  J 
etc.,  etc. 

En  los  años  1861-62  se  estableció  una  Oficina  Sucursal  para  la  expedición  de  ] 
cartas  á  última  hora  por  la  vía  marítima,  sin  gravamen  público  de  ningún  gé- 
nero— se  aumentó  los  buzones  urbanos — se  contrató  el  servicio  de  malas  de 
6  para  Rio  Janeiro  con  la  Compañía  de  las  Mensajerías  Imperiales  de  Francia 
— se  proyectó  una  Convención  Postal  entre  la  Francia  y  la  Confederación  Ar- 
gentina— se  hicieron  públicas  profusamente  las  disposiciones  generales  sobro  -i 
cartas  al  buzón  y  ala  mano — de  las  franqueadas — no  franqueadas — franqueo  i 
insuficiente — sin  dirección — para  rectificar  la  dirección — de  las  certificadas — 
fuera  de  balija — para  el  ejército,  ele,  etc. — se  sancionó  una  nueva  ley  de  tarifa 
postal — se  nacional!  zóel  Departamento  de  Correos  de  Buenos  Aires— se  llevó 
a  cabo  un  convenio  postal  con  Chile — en  1863  con  motivo  de  la  falsificación  de 
timbres  postales  se  imprimieron  nuevos  timbres  de  franqueo — se  expidió  nue- 
vas patentes  de  paquetes  —  se  realizó  un  convenio  postal  con  el  Paraguay — se  * 
proyectó  la  anexión  del  Departamento  Telegráfico  al  de  Correos  de  la  Repü-  ' 
blica.  I 

En  los  años  1865-66  se  aumentó  notablemente  las  Oficinas  de  Correos, 


—  337  — 

Estafetas  y  buzones  de  ia  República,  de  la  misma  manera  que  los  paquetes, 
mensajerías,  postas,  etc.;  se  introdujo  alguna  mejora  en  los  diversos  servicios 
de  Correos;  se  enriqueció  la  Biblioteca,  etc.,  etc. 

El  servicio  de  Correos  de  la  República  continuó  así  durante  una  década 
de  años  con  muy  pocas  variantes  en  su  movimiento  administrativo  y  especial- 
mente en  las  bases  reglamentarias  de  su  organización, diferenciándose  única- 
mente en  el  aumento  de  oficinas,  estafetas,  servicio  fluvial  y  convenciones 
postales  que  promovieron  ciertamente  una  gran  circulación  de  correspondencia 
interior  y  exterior  en  armonía  con  nuestras  relaciones  comerciales  y  con  el 
progreso  impulsivo  que  impelía  al  país  á  su  mas  pronto  engrandecimiento. 

Cuando  la  Administración  General  de  Correos  y  Telégrafos  trasladó  sus 
oficinas  á  la  Casa  especial  que  el  Gobierno  Nacional  mandó  construir  ad  hoc 
ocupando  una  situación  ventajosísima  en  lo  que  en  esta  ciudad  se  considera 
como  el  foco  ó  punto  donde  convergen  la  actividad  y  la  especulación  de  sus 
habitantes,  su  organización  sufrió  una  reforma  casi  radical  poniéndola  á  la 
altura  de  las  exigencias  de  un  comercio  extraordinario  y  de  un  movimiento 
de  población  asombroso.  La  nueva  organización  ha  distribuido  científicamente 
el  mecanismo  interno  de  esa  máquina  de  relación  social,  deslindando  las 
atribuciones  de  los  que  concurren  á  su  gobierno,  penando  todo  cuanto  puede 
estorbar  el  bien  recíproco  de  comunicación  y  estimulando  generosamente  al 
fiel  servidor. 


De  la  parte  legislativa  que  á  Correos  y  Telégrafos  se  refiere  poco  tenemos 
que  agregar,  á  no  ser  algunas  disposiciones  generales  que  se  contiene  en  su 
carta  orgánica  y  régimen  interno,  de  cuya  organización  entresacamos  lo  que 
sigue: 

La  dirección  y  administración  general  de  correos  y  telégrafos  están  & 
cargo  de  una  oficina  denominada  Dirección  General  de  Comunicacio7ies  que 
funciona  bajo  la  dependencia  del  Ministerio  del  Interior  y  cuyo  jefe  lleva  el 
titulo  de  Director  General  de  Correos  y  Telégrafos  de  la  República. 

El  servicio  administrativo  se  divide  en  cuatro  secciones. 

Corresponde  á  la  Administración  General:  ejercer  la  superintendencia  en 
todo  el  territorio  de  la  República,  proponer  el  aumento  de  los  servicios,  el 
de  los  empleados,  su  suspensión,  destitución  6  ascenso — celebrar  convencio- 
nes postales,  contratos  para  la  conducción  de  la  correspondencia — presentar 
una  memoria  prolija  del  movimiento  administrativo  anual,  aconsejando  las 
medidas  á  tomarse  y  las  prácticas  mas  modernas  y  convenientes  al  mejor 
servicio  del  correo;  obrar  de  acuerdo  en  todos  sus  actos  con  el  Poder  Ejecu- 
tivo y  llevar  la  estadística  délos  ramos  de  correos  y  telégrafos,  etc.,  etc. 

De  las  cuatro  secciones  en  que  se  divide  el  servicio  administrativo, 
corresponde  á  la  primera  que  tiene  á  su  cargo  la  administración  de  Telégrafos 

43 


de  propiedad  de  la  Nación,  bajo  la  autoridad  y  vigilancia  de  un  funcionario^ 
que  lleva  el  título  de  Administrador  de  Telégrafos  de  la  República: 

Obedecer  y  hacer  cumplir  las  órdenes  y  disposiciones  trasmitidas  por  el' 
Jefe  superior  y  que  se  relacionen  con  el  mejor  servicio  de  Telégrafos — vigilar 
la  buena  marcha  del  servicio  administrativo,  proponiendo  nuevos  empleados 
6  la  suspensión  ó  destitución  de  los  que  faltasen  á  sus  obligaciones — presu- 
puestar los  gastos  anuales  del  ramo — proponer  la  introducción  de  cualquier 
medida  que  mejore  el  servicio — proyectar  contratos  sobre  la  provisión  de 
útiles,  etc. 

Corresponde  á  la  2"  que  tiene  á  su  cargo  la  Contaduría  General  y  es  admi- 
nistrada y  dirigida  por  un  funcionario  con  el  título  de  Administrador  de  la 
Contaduría. 

Dirigirla  contabilidad  de  ambos  ramos — vigilar  por  la  cobranza  de  las 
deudas  de  una  y  otra  Administración— proyectar  los  contratos  sobre  Correos 
y  Telégrafos — vigilar  el  servicio  interno  de  correos  terrestres  y  Huviales- 
comunicar  la  creación  de  nuevas  oficinas,  estafetas  ó  adminislraciones  de 
correos — dirigir  la  estadística  de  Correos  y  Telégrafos — proyectar  su  pre- 
supuesto anual — proponer  el  nombramiento  y  destitución  de  empleados  del 
correo. 

La  3'  sección  tiene  á  su  cargo  los  servicios  diversos  de  la  oficina  de 
comunicaciones  y  le  corresponde : 

Vigilar  el  servicio  concerniente  á  las  malas  extranjeras — proyectar  las 
Convenciones  Postales  y  los  Reglamentos,  las  tarifas  postales,  provisión  da 
útiles  en  el  ramo  de  Correo  y  presupuestar  sus  gastos. 

La  4'  sección  está  encargada  de  la  Tesorería  y  cuida  de:  efectuar  los 
pagos  concernientes  á  ambos  servicios — dirigir  y  administrar  la  oficina  de 
giros  postales  para  el  interior  y  el  extranjero — el  depósito,  administración  y 
distribución  de  los  timbres  postales  y  telegráficos  de  franqueo — evitar  el 
uso  de  timbres  falsificados  ó  ya  servidos. 

Los  Jefes  de  Sección  constituyen  en  junta  el  Consejo  Administrativo 
de  la  Dirección  General  de  Comunicaciones  bajo  la  autoridad  y  presidencia 
del  Director  General. 

Son  responsables  de  sus  actos,  de  la  ejecución  de  las  órdenes  del  Supe- 
rior, de  la  regularidad  y  buen  servicio  á  su  cargo — presentan  anual- 
mente una  memoria  de  los  actos  administrativos  en  que  han  interve- 
nido, etc. 

Las  penas  disciplinarias  en  que  incurren  los  empleados  de  Correos  y 
Telégrafos  por  infracción  á  los  reglamentos, etc.,  son:  reprensión,  privación 
del  sueldo,  no  excediendo  de  lo  días,  suspensión  de  sueldo  por  un  término 
de  2  meses  y  destitución. 

La  Ley  establece  administraciones  de  Correos  de  1*  clase  en  todas  las 
capitales  de  Provincias  y  ciudades  que  pasen  de  5000  habitantes,  de  2*  en 


I 


I 


Ifis  de  1  á  5000  habitantes,  de  3'  en  las  de  1000  y  estafetas  en  tas  de  menos 
de  mil — los  Jefes  y  demás  empleados  de  la  1*  deben  residir  en  las  capi- 
tales de  Provincia,  siendo  á  su  vez  los  jefes  de  los  demás  empleados  de 
la  misma. 

Los  Inspectores  de  Sección  deben  residir  en  la  que  les  corresponda 
y  verificar  la  inspección  separados  ó  reunidos,  estando  divididos  para  tal 
objeto  ambos  servicios  en  la  República,  en  las  siguientes  secciones: 
1'  Buenos  Aires  y  Santa-Fó,  2*  Entre-Rios,  Corrientes  y  Territorio  del 
Chaco,  3'  Córdoba,  San  Luis  y  Santiago  del  Estero,  4'  Mendoza,  San  Juan, 
Rioja  y  Catamarca  y  5'  Tucuman,  Salla  y  Jujuy, 

Para  los  efectos  de  las  disposiciones  sobre  nombramientos  y  penas  dis- 
ciplinarias, los  empleados  de  Correos  y  Telégrafos  de  la  República  están  divi- 
didos en  cuatro  categorías :  1'  todos  los  empleados|de  la  Dirección  General  de 
Comunicaciones  y  los  Administradores  de  clase — 2'  los  Inspectores  de  Sección, 
los  Administradores  de  2*  clase  y  los  Jefes  Superiores  de  oficina — 3'  los  Admi. 
nistradores  de  3*  clase,  los  encargados  de  Estafetas  ó  Estaciones  Telegrá- 
ficas, los  Jefes  inferiores  de  oficina,  los  oficiales  de  estas,  ayudantes  ó 
escribientes  y  demás  empleados  de  igual  categoría — 4"  los  carteros,  estafe- 
teros ambulantes  y  demás  empleados  subalternos — todos  estos  empleados 
está.n  exceptuados  de  servicio  activo  en  la  Guardia  Nacional  y  de  todo  cargo 
político  6  civil  que  fuese  obligatorio — está  penada  toda  percepción  de  gra- 
tificación que  recibiesen  en  el  desempeño  de  sus  funciones. 

El  servicio  de  las  estafetas  ambulantes,  el  de  cartas  á  domicilio  y  el 
de  recibo,  expedición  y  entrega  de  la  correspondencia  certificada,  están 
reglamentados  de  acuerdo  con  el  movimiento  intelectual  y  comercial  de  la 
República  y  la  celeridad  de  las  operaciones  mercantiles. 

Su  reglamentación  prevee  todos  los  casos  en  los  que  por  descuido,  asalto, 
pérdida,  etc.,  de  ia  correspondencia  incurriesen  los  carteros,  penando  á  estos, 
ó  á  los  interruptores  de  su  sistemáticajdistribucion — establece  premios,  gra- 
tificaciones y  jubilación  en  el  servicio  para  aquellos  empleados  que  cum- 
plen fiel  y  lealmente  sus  obligaciones — es  apta  para  responder  á  cualquier 
aumento  ó  extensión  que  recibiese  la  correspondencia  pública,  etc.,  etc. 


Las  convenciones  postales  que  nuestro  país  ha  celebrado  con  aquellas 
naciones  que  estrechan  los  vínculos  de  amistad  y  de  reciproco  interés, 
principales  objetivos  de  todo  gobierno,  con  el  ánimo  de  facilitar  la  mayor 
producción  y  comercio  para  servir  al  intercambio  y  circulación  de  los 
efectos  que  constituyen  la  riqueza  nacional,  han  dado  opimos  resultados, 
^promoviendo  una  actividad  pasmosa  en  todos  los  factores  ó  auxiliares  de 
lia  prosperidad  pública. 

Ha  estendido  nuestro  comercio,  ensanchado  los  elementos  productores, 
iTÍgorizado   las  industrias,   atraído    la   inmigración  extranjera  ó  importado 


grandes  capitales   empleados   eo    nuevos   géneros  de  comercio  y  de   pro- 
ducción. 

En  1859  se  llevó  á  cabo  la  convención  postal  con  la  República  Boli- 
viaua,  removiendo  todas  las  trabas  y  obstáculos  qae  pudiesen  impedir  la 
circulación  y  fácil  expedición  de  la  correspondencia  entre  los  dos 
países. 

De  ella  estractamos  lo  que  sigue:  Propender  por  todos  los  medios 
posibles  á  aumentarlos  medios  de  comunicación,  estrechando  mutuamente 
los  puntos  mercantiles  de  mayor  importancia  de  ambos  pafses,  con  todas 
las  facilidades  requirentes — regularizar  el  servicio  de  correos,  poniendo  en 
relación  y  armonía  las  salidas  de  los  terrestres  y  fluviales  de  ambos, 
aumentándolos  toda  vez  que  fuese  necesario  á  la  mayor  producción — esta- 
blecer correos  internos  en  todos  los  puntos  y  ciudades  de  cada  una  de 
ellas  para  incorporarlos  á  la  comunicación  internacional — facilitar  la  con- 
ducción de  la  correspondencia  de  uno  ü  otro  país  con  destino  á  naciones 
extranjeras,  liquidándose  por  trimestres  los  valores  que  una  ú  otra  adeude 
por  este  servicio,  para  lo  cual  se  baria  el  cange  de  las  tarifas  correspon- 
dientes, etc. 

Las  convenciones  celebradas  posteriormente  con  las  Repúblicas  del 
Uruguay  y  de  Chile  son  análogas  y  del  mismo  tenor  de  la  que  hemos  heeho^j 
el  anterior  extracto,  j 

El  1°  de  Setiembre  de  1877  y  propuesta  por  el  Departamento  de  Cor- 
reos de  Suiza,  la  República  Argentina  se  incorporó  definitivamente  con 
aquella  fecba  á  las  estipulaciones  del  Tratado  concerniente  á  la  creación 
de  una  Union  General  de  Correos  concluido  en  Berna  el  9  de  Octubre 
de  1874. 

En  los  años  1883  y  1884  la  República  Argentina  celebró  convenios  espa- 
ciales con  los  Gobiernos  Francés,  de  Estados  Unidos  de  Norte  América  y' 
de  la  Gran  Bretaña  para  aumentar  los  limites  de  peso  y  las  dimensiones  d( 
los  paquetes  de  muestras  de  mercaderías  cangeadas    mutuamente,  estable- 
ciendo que  dichos  limites  no  pueden  exceder  de: 

350  gramos Para~el  peso. 

30  centímetros  de  largo I 

20  "  "   ancho 1  Para  las  dimensiones, 

10  »  »    espesor ) 


Las  tarifas  que  rigen  para  la  correspondencia  interna  y  urbana,  enten- 
diéndose por  la  primera  la  que  se  expide  de  una  localidad  á  otra  y  por  la 
segunda  la  que  se  distribuye  en  la  misma  localidad  donde  es  franqueada, 
son  las  siguientes: 

Por  cartas  6  pieza  cerrada,  ocho  centavos  por  cada  15  gramos  ü 
fracción. 


—  341  — 


P^Tarjelas  postales  sencillas  cuatro  centavos  y  ochoporiM  ele  respuesta 
paga — por  papeles  de  negocio  ocho  centavos  por  cada  250  gramos  ó  frac- 
ción— medio  centavo  por  cada  50  gramos  de  diarios  y  periódicos— cuatro 
por  los  primeros  100  gramos  y  uno  por  cada  50  adicionales  ó  fracción  por 
muestras  de  mercaderías  y  encomiendas  de  semillas. 

Para  la  correspondencia  urbana — i  centavos  por  cada  15  gramos  ó  frac- 
ción de  cartas  y  toda  pieza  cerrada — 2  por  tarjeta  postal  sencilla  y  A  por  las 
<ie  respuesta  paga — 4  por  los  primeros  250  gramos  de  papeles  de  negocio  y 
U,QO  por  cada  50  gramos  adicionales  ó  fracción. 

Toda  pieza  de  correspondencia  puede  certificarse  á  solicitud  del  remí- 
teote  y  mediante  el  pago  del  franqueo  respectivo,  mas  el  derecho  fijo  de  16 
centavos. 

Las  cartas  y  demás  piezas  de  correspondencia  cuyo  peso  no  excede  de  un 
kilogramo  son  entregados  gratis  á  domicilio  en  la  Capital  de  la  Nación  y  las 
de  las  Provincias,  y  en  general  on  toda  ciudad  ó  pueblo  en  que  el  producido  da 
buzones  de  correos  equivale  6  excede  al  costo  de  su  distribución .  En  las  demás 
poblaciones  solo  secobra4  centavos  por  carta  ó  paquete  y  por  una  distancia 
máxima  de  dos  kilómetros  y  ocho  por  una  de  tres. 

El  abono  á  domicilio  cuesta  75  centavos  al  mes,  anticipados,  excepto  la 
correspondencia  por  «expreso».  En  esta,  el  remitente  paga  anticipadamente 
además  del  franqueo  un  derecho  fijo  de  8  centavos. 

El  abono  al  apartado  cuesta  $  5  al  ano  y  la  correspondencia  es  entregada  á 
domicilio.  Por  cada  carta  anotada  en  una  lista  publicada  se  cobra  2  centavos 
además  del  porte  si  se  adeuda.  Es  gratuita  la  reexpedición  de  la  correspon- 
dencia y  su  devolución  á  los  remitentes.  La  destinada  á  ser  expedida  á  última 
hora  cuesta  además  del  franqueo  el  valor  de  un  porte  sencillo  de  carta, 
etc.,  etc 

Las  tarifas  para  el  servicio  telegráfico  establecen  4  centavos  por  cada  una 
de  las  primeras  diez  palabras  de  un  despacho  simple  y  2  centavos  por  las  sub- 
siguientes; dirección  y  firma  no  se  cobran. 

Por  los  <.recomendados)i  se  cobra  además  de  la  tasa  anterior  el  derecho 
de 40  centavos,  cualquiera  quesea  su  estension. 

Por  los  "Colacionados»  16  centavos  por  palabra  en  las  diez  primeras  y  8 
por  cada  una  de  las  subsiguientes;  por  los  iiurgentesi>12centavos  entamisma 
forma  y  6  por  las  otras.  En  las  conferencias  telegráficas  se  abona:  $  5  por  los 
primeros  quince  minutos  y  uno  porcada  cinco  subsiguientes.  Es  dóblela  tasa 
para  las  conferencias  de  mas  de  una  hora  no  pudiendo  exceder  ninguna  de 
dos.  No  se  cobra  derecho  deporte  á  domicilio.  Los  despachos  para  la  prensa 
pagan  un  centavo  por  palabra.  Los  despachos  trasmitidos  por  el  Telégrafo 
Trasandino  gozan  de  una  rebaja  de  un  50  % — los  destinados  al  extranjero 
pagan  ó  centavos  por  cada  una  de  las  diez  primeras  palabras  y  2  1/8  por  las 
subsiguientes  (cada  una]  contándose  la  dirección  y  firma,  etc.,  etc. 


—  342  — 

El  movimiento  administrativo  verificado  en  el  año  1885  de  Correos  y  Telé* 
grafos  en  todo  el  territorio  de  la  República  es  una  elocuente  y  simpática  reve- 
lación del  progreso  que  nos  mueve  animando  hasta  el  último  pedazo  de  tierra 
nacional,  donde  meses  antes  el  indio  paseaba  sus  huestes  bárbaras,  sedientas 
de  pillaje  y  desolación. 

El  ferro-carril,  la  navegación,  la  inmigración  y  el  telégrafo  han  sido  los 
principales  factores  del  desarrollo  de  pueblos  nacientes  levantados  á  sonde 
patrióticos  vítores  sobre  la  morada  salvaje,  disputada  á  la  civilización  por  las 
armas  del  oscurantismo  ó  iguíjrancia. 

La  República  entera  ha  comunicado  fácilmente  en  toda  su  jurisdicción  re- 
velando diariamente  los  caudales  de  su  poderosa  actividad  por  la  celeridad  y 
exactitud  de  la  correspondencia  cambiada  entro  pueblos  colocados  deuDOá 
otro  de  sus  extremos.  El  progreso  que  en  el  ramo  de  Correos  y  Telégrafos 
revela  la  memoria  correspondiente  asombra  verdaderamente  cuando  se  com- 
para su  actividad  en  los  dos  últimos  anos  transcurridos;  su  movimiento  di 
los  siguientes  resultados. 

Las  cartas  y  paquetes  do  impresos  que  han  circulado  en  el  interior  y  exterior 
de  la  Repúl)Iica  representan  la  cantidad  de  35.475.000  piezas  distribuidas  asi: 
20.050.000  las  i)rimeras  y  15.425.(K)0  los  segundos,  que  relacionándolas  con  el 
movimiento  del  año  1884  producen  una  diferencia  á  favor  de  aquel  de  un  20  •/# 
próximamente,  según  puedo  verse  por  este  cuadro: 

1SS4  1«M 


Cartas 17.427.431  20.050.000 

Paquetes  do  impresos 10.025.218  15.425.000 

28.052.649  35.475.000 

Diferencia  en  contra  de 7.422.351 


35.475.000        35.475.000 


Descompuesto  el  total  de  la  comunicación  postal  según  su  destino  general, 
es  decir,  en  el  interior  y  exterior  de  la  República,  presenta  este  resultado: 

Cartas  de  circulación  Interprovincial 16.880.000 

Impresos        »                        »            13.600.000 

Cartas             »  Internacional   3.170.000 

Impresos        »                        »            1.825.000 


35.475.000 


Las  4.995.000  piezas  circuladas  en  el  exterior  se  distribuyen  según  su  na- 
turaleza de  este  modo: 


CORRESPONDENCIA    INTERNACIONAL 


PIEZAS 

EXPEDIDO      RECIBIDO         TOTAL 


Carlas  francas 

"     sin  franquear 

"     libres  de  porte 

Piezas  certificadas 

Tarjetas  simples 

>>        respuestas  pagas 

Diarios  y  periódicos,  paquetes... 

Otros  impresos,  paquetes 

Muestras,  ,>       

Papeles  de  negocios    »      


1.403.000 
32.500 
3.300 
69.600 
8.200 
1.500 
514.850 
104.500 
17.650 
14.«K) 


1.501.150 
35.700 
3.600 
99.400 
10.100 
1.950 
1.009.150 
116.850 
29.350 
18.850 


2.904.150 

68.800 

6.90O 

169.000 

18.300 

3.450 

1.524.000 

220.750 

47.000 

33.830 


Total  de  piezas 


4.995.000 


Las  que  colocadas  por  Continentes  ofrecen  este  cuadro; 


Europa 2.208.500 

Sud-América 

Norte-América 

Centro-América  y  Antillas 

Asia,  África  y  Oceania 


890.550 
57.700 
6.150 


PA0UBIÍ9 

1. 007.850 
756.700 
50.000 


7.100 

2.250 

3.170.000 

1.825.000 

4.995.000 

El  movimiento  de  correspondencia  exterior,  es  decir,  3.170.000  carias  y 
l.S^.OOO  paquetes  de  impresos  se  verificó  del  modo  siguiente; 

Fueron    transportados    por    mar      2.364.000     cartas  y    1.149.000  paquetes 
»  los  ríos       739.000         «       »       615.000 
»  »  »  tierra  67.000        »       »        61.000 


Que  compone  el  total  de  3.170.000 


1.825.000        .. 


En  la  circulación  de  las  primeras  se  emplearon  857  vapores  que  recorrie- 
ron 8.271.536 kilómetros— 7.821.347  en  el  Atlántico  y450.189  en  el  Pacífico— 
en  417  viajes. 

Para  las  segundas  se  hicieron  817  viajes  redondos  recorriendo  928.924 
kilAmetros  y  para  las  últimas  140  viajes  que  representan   136.800  kilómetros 


—  344  — 

de  distancia  recorrida.  Las  oficinas  extranjeras  que  cambiaron  balijas  con  la 
nuestra  fueron  en  Europa: 

Ambéres;  Agentes  á  bordo  de  los  paquetes  franceses;  Ambulante  de 
Badajoz  á  Ciudad  Real;  Barcelona;  Bremen;  Burdeos;  Ambulante  de  Calais 
á  París;  Cádiz;  Corufia;  Dunquerque:  Junchal;  Gónova;  Gibraltar;  Hamburgo: 
Havre;  Ambulante  de  Irun  á  Burdeos;  Ambulante  de  Irun  á  Madrid;  Marsella; 
Ambulante  de  Ostendo  á  Ambéres;  París;  San  Vicente;  Santa  Cruz  de  Tenerife; 
Tuy;  Ambulante  de  Ventimeglia  á  frónova;  de  Verviers  &  Colonia  y 
Vigo. 

En  América:  Asunción;  Aritonina:  Arica;  Babia;  Calino;  Colonia;  Coronel; 
Corral;  Corumbá;  Guaviyú:  Habana;  Humaitá;  Independencia;  Iquique;  Lima; 
Mercedes;  Moliendo;  Montevideo;  Nueva  Palmira;  Nueva  York;  Paranaguá; 
Pernambuco;  Punta  Arenas;  Paisandú;  Rio  Grande  doSul;  Rio  Janeiro;  Salto; 
Soriano;  Santo  Tomás;  Santa  Rosa  de  los  Andes;  Santos;  Santa  Catalina; 
Tupiza;  Talcahuano;  Uruguayana;  Valparaíso  y  Villa'del  Pilar. 

Hemos  dicho  ya  que  la  correspondencia  interprovincial  ha  alcanzado  en 
el  mismo  año  á  la  cifra  de  30.4S().000  piezas,  compuestas  de  16.880.000  car- 
tas y  13.600.000  paquetes  de  impresos. 

Para  poder  desempeñar  con  alguna  regularidad  el  movimiento  de 
comunicación  postal  verificado  en  el  interior  del  país  ha  sido  indispensable 
la  creación  de  estafetas  que  trabajando  como  las  ya  establecidas  pudiesen 
llenar  debidamente  los  servicios  del  Correo,  cuya  actividad  é  imperiosas 
exigencias  se  hicieron  tan  sensibles  con  el  adelantamiento  general  del  pal8;á 
646  alcanzan  hoy  las  oficinas  postales  de  la  República,  distribuidas  asi:  Capi- 
tal, 19— Buenos  Aires,  210— Santa  Fé,  79— Corrientes,  35— Entre  R¡os,331- 
Córdoba,  54— San  Luis,  29— Mendoza,  28— Catamarca,  24 — San  Juan,  13- 
Santiago  del  Estero,  17— Tucuman,  19— Salta,  20— Jujuy,  10  -La  Rioja,  20- 
Nauqucn,  1— Misiones  y  Chaco,  c/u  7— Patagonia,  8— Chubut,  la  Pampa  y 
Martin  García,  c/u  1. 

El  número  de  piezas  certificadas  expedidas  por  las  oficinas  nacionales  para 
circular  en  el  interior  del  país  se  eleva  á  la  cifra  de  004.138. 

Si  la  rebaja  que  se  propone  respecto  de  las  tarifas  postales  se  realiza 
como  esperamos,  entonces  la  comunicación  postal  aumentará  considerable- 
mente, en  primer  término,  la  correspondencia  certificada  de  la  cual  se  usará 
mas  ampliamente  por  las  seguridades  y  garantías  que  ofrece  su  trasporte  6 
circulación  hasta  llegar  á  poder  de  los  destinatarios. 

Los  estafeteros  en  los  ferro-carriles  trasportaron  258.248  balijas  de  cor- 
respondencia y  2.204.132  piezas  sueltas,  recorriendo  una  distancia  de  4.155.320 
kilómetros. 

Los  estafeteros  ñuviales  transportaron  33.250  balijas  y  48.500  piezas 
sueltas,  recorriendo  399.406  millas  de  distancia. 

Si  el  movimiento  de  correspondencia  permite  apreciar  ó  calcular  la  labo- 
riosidad de  los  pueblos  y  su  inteligente  actividad,  los  datos  que  se  refieren  al 


—  345  — 

írvicio  urbano  de  correos  de  esta  Capital  son  la  expresión  mas  lata  de  su 
regreso  y  capacidad:  los  buzonistas  extrajeron  durante  el  año  1885  en  el 
trímetro  de  la  ciudad  2.535.733  piezas,  de  las  cuales  son  1.742.983  cartas  y 
K3.750  impresos;  estaban  destinadas  al  Municipio  mismo  668.386  cartas  y 
13.560  impresos. 

Cinco  Sucursales  diseminadas  por  la  ciudad  en  relación  con  el  ser- 
cio  de  las  estafetas  ambulantes  de  los  ferro-carriles,  presentan  este  movi- 
liento. 


SUCURSAL» 


CARTAS 


IMPRESOS 


BALIJAS 


PRODUCIDO 


Estación  Constitución. . . , 

Calle  Lima 

Estación  i  z  de  Setiembre , 

Plaza  Lavalle , 

Estación  Central 

Total 


214.542 

122.944 

3i3 

142.839 

38.135 

1. 6x1 

99.078 

108.264 

368 

6i.o33 

3o. 688 

5x6 

99.910 

29.491 

8.X57 

617.402 

329.522 

XO.965 

$  8.042 
»  6.452 

»  12.265 

»  5 . 546 
»  X4.3X4 

$  46.6x9 


La  actividad  de  la  Oficina  de  Listas  v  Posta  Restante,  ofrece  este  cuadro: 


NACIONALES 

DEL  EXTERIOR 

TOTAL 

Cartas  entradas 

63.929 
28.826 

1X4.304 

65.533 

X78.233 

»      entregadas  al  público 

94 • 359 

Existencia  en  3x  de  Diciembre  de  x885. . 

35.X03 

48.771 

83.874 

Paduetes  imoresos.  entrados 

4I.83X 
7-971 

40.324 
9.716 

82.155 

»        entregados  al  público 

17.687 

Existencia  en  3i  de  Diciembre 

33.860 

30.608 

64.468 

En  todo  el  año  fueron  entregadas  á  domicilio  5.840.338  piezas,  compuestas 
í  3.067.984  cartas  y  2.772.354  paquetes,  de  las  cuales  fueron  devueltas  por 
s  carteros  urbanos  y  por  diversas  causas  46.507  de  las  primeras  y  84.169  de 
s  últimos.  Respecto  de  la  correspondencia  muerta  ha  alcanzado  en  este 
lo  á  la  cifra  de  118.947  piezas,  á  saber:  67.092  cartas  y  51.855  paquetes  de 
ipresos,  devolviéndose  á  los  remitentes  2062  cartas  y  expidiéndose  de 
levo  1877. 

Fueron  retornadas  de  la  correspondencia  internacional,  27.308  piezas, 
impuestas  de  22.322  cartas  y  4.986  paquetes  de  impresos. 

El  presupuesto  nacional  del  mismo  año  asignó  á  la  repartición  de  Correos 
ira  sufragar  sus  diversos  gastos  lá  suma  de  $  824.314.44,  de  la  cual  se  ha 
vertido  720.696,07  debiéndose  abonar  la  cantidad  de  81.733,05  por  sueldos, 


44 


—  346  — 

subvenciones,  etc.,  que  aun  no  se  liquidaron,  resultando  un  saldo  de  21.885,38 
proveniente  de  las  economías  y  ñscalizacion  de  las  cuentas  á  cobrar  presenta- 
das para  su  cancelación. 

El  producido  de  la  misma  ha  alcanzado  á  la  suma  de  $  737.304,14or¡gi. 
nándose  un  superabit  de  $  10.608,07  que  pasó  á  rentas  generales. 

Tal  es  el  movimiento  que  tuvo  lugar  en  la  repartición  de  Correos  la 
comunicación  postal,  la  cual  ha  aumentado  considerablemente  en  dicho  afio 
si  se  compara  con  la  del  anterior;  pero  el  progreso  que  esperamos  de  la  mis- 
ma en  el  ano  venidero  atendiendo  áquo  muchos  pueblos  y  ciudades  se  han 
incorporado  al  movimiento  general  con  el  ferro-carril  que  toca  los  principa- 
les parajes  de  producción  y  comercio,  tiene  por  fuerza  que  llamar  agrada- 
blemente nuestra  atención  aumentadas  las  cifras  estadísticas  de  su 
movimiento  administrativo  con  la  laboriosidad  siempre  creciente  de  laRepü- 
blica  y  sus  dependencias. 

Facilitadas  y  espeditas  las  vias  naturales  del  Correo,  aumentadas  las 
estafetas,  el  ferro-carril  siempre  en  prolongación  ó  construcción  por  distintos 
rumbos,  los  adelantos  introducidos  para  promover  la  mayor  producción 
postal,  la  celebración  de  una  convención  internacional  realizada  en  Lisboa 
y  ala  cual  se  adhirió  nuestro  pai.s,  la  inmigración  que  afluye  á  nuestro  suelo 
atraída  por  las  facilidades  y  garantías  del  trabajo,  etc.,  todo  este  programado 
adelantamiento  cuya  mayor  parto  está  ya  realizado,  nos  hace  presentir  un 
porvenir  no  lejano  do  ventura  y  engrandecimiento  que  nos  colocará  á  la  par  de 
las  naciones  mas  adelantadas  del  mundo. 


Consideramos  también  do  importancia  hacer  conocer  como  está  distribui- 
do en  la  ciudad  Capital  Federal  el  servicio  de  la  comunicación  manuscritaé 
impresa,  el  destinado  á  la  venta  de  timbres  postales  y  por  fin  las  oficinas 
auxiliares  encargadas  de  llevar  á  la  central  toda  la  correspondencia  que 
en  ellas  se  deposite,  ya  con  destino  urbano,  interior  ó  exterior  del  pais. 

Los  buzones  de  Correos,  Sucursales  y  Agencias  están  diseminados  en  la 
ciudad  en  esta  forma  y  número: 

BU20NES 

SUD — Bolívar  j  Estados  Unidos — Bolívar  y  Garay — Chacabuco  y  Europa — Piedras  y 
Chile— Estados  Unidos  y  Zeballos — Venezuela  y  Sarandi  -Rivadavía  y  Albertí — Rivadaviaj 
Jujuy-Perú  y  Alsina — Rivadavia  núm  84 — Independencia  y  Buen  Orden — Lorea  y  Vene- 
zuela— Comercio  61  -Santa  Lucia  y  Santa  Felicita — Belgrano  y  Saavedra^Buen  Orden  y 
Victoria— Rioja  y  Caseros — Caballito — Boulevard  Pueblo  Alsina— Rivadavia  279 — Defensa 
737 — esto  es,  2 1  buzones  para  cartas,  tarjetas  postales,  etc. 

Norte — Bolsa  de  Comercio — Paseo  de  Julio,  frente  al  Muelle  de  Pasajeros — Muelle  de 
Pasajeros,  en  la  casilla  del  Resguardo — Florida  y  Charcas — Artes  y  Corrientes^-Parani  y 
Corrientes— Charcas  y  Talcahuano — Maipú  y  Paraguay — Rivadavia  y  Maipú — Cangallo  y 
Suipacha— Centro  América  y  Santa  Fé  -  Suipacha  y  Viamonte — Libertad  y  Juncal — Para- 
guay y  Cerrito  -  General  Lavalle  y  Callao — Callao  y  Santa  Fé  -  Rivadavia  y  Suipacha— 
Reconquista  y  Tucuman — Maipú  y  Corrientes — Rivadavia  núm.  1575 — Frente  á  la  Peniten- 
ciaria— Puente  Maldonado — Muelle  Catalina» — Córdoba  Ó63 — Cangallo,  en  el  Hotel  de  Roma 
esto  es,  25  buzones  que  agregados  á  los  anteriores  alcanzan  á  un  total  de  46,  de  los  cuate 
son  pilares  de  ñerro  8  y  los  demás  cajas  del  mismo  metal  incrustadas  en  las  paredes. 


AGENCIAS 

SüD — Bolívar  667 — Chacabuco  516 — Zeballoa  361— Independencia  344 — Venezaela  633 
— DeTensa  574 — Avenida  Santa  Lucia  esquina  Santa  Felicita — Belgrano  1 1 78— Corrales  de 
Abasto — Casa  de  N.  Ascencio^Caballito — Casa    de    M.  Donato — Pueblo   Alsina — Casa    de 

Íuan  Iglesias — Bolívar     437 — Venezuela  948 — Rivadavia  1108 — Perú   108 — Victoria    398 — 
defensa  737 — esto  es,  20  Agendas  para  toda  dase  de  correspondencia. 

Norte — Paraguay  153  -  Reconquista  33Ó — Cangallo  360 — SantaFé  y  larrea — ^Juncal  194 
— Parag;uay  388 — Gral.  laval le  899— Santa  Fé  625 — Rivadavia  i575^Frenteá  la  Peniten- 
ciaria— C¿a  de  P.  Mariano — Puente  Maldonado — SantaFé  1309— San  Martin  170 — Riva- 
davia 75 — Reconquista  478 — Artes  190 — Florida  25 — Rivadavia  15 — Córdoba  663 — Char- 
cas 463 — Corrientes  664 — Cangallo  229 — Estación  del  Retiro,  confitería — Suipacha  294 — 
Florida  y  Charcas — Córdoba  y  Andes — Reconquista  202 — Rivadavia  279  y  Paraná  48,  es 
decir,  30  en  este  rumbo  que  agregadas  á  las  precedentes  suman  50  agencias  para  todo  servido 
de  Correos, 

SUCURSALES 

Estadon  Central  de  Ferro-Carriles — Paseo  de  Julio —Centro  Norte — San  Martín  120 — 
Centro  Oeste — Rivadavia  842 — Centro  Sud — Defensa  283 — Estadon  Lima — Lima  180 — 
Lorea — Lorea  257  27 — Once  de  Setiembre— Ecuador  9  y  11 — Parque — Libertad  367 — Cons- 
titudon — Estadon  Constitución  del  F.  C.  S, — Barracas  al  Norte — Avenida  Santa  Lucia  237  — 
Palenno — Estación  del  F.  C.Norte — Boca  del  Riachuelo — Calle  Brown  14,  estoes,  un  total 
de  24. 

La  correspondenda  se  retira  de  los  buzones  diez  veces  al  dia  desde  las  ó  a.  m.  hasta 
las  7  p.  m.  y  cuatro  veces  diarias  en  el  mismo  intervalo  de  Barracas,  Palermo,  Puente  Alsina, 
Almagro  y  Caballito,  mientras  que  en  los  dias  festivos  se  extrae  cuatro  veces  de  los  centrales 
y  dos  de  los  últimos  ó  mas  apartados  del  centro. 


El  movimiento  de  las  oficinas  telegráficas  durante  el  año  1885  ha  sido 
superior  en  90.829  despachos  expedidos  |respecto  del  que  tuvo  lugar  en 
1884. 

A  fin  de  presentar  dicho  resultado  en  la  forma  que  se  ha  efectuado, 
componemos  el  siguiente  cuadro  que  denriuestra  también  la  procedencia  y 
naturaleza  de  la  comunicación  telegráfica : 


DESPACHOS 


Buenos  Aires,  Capital  yprovinda 

Santa  FÉ 

Córdoba 

Santiago  del  Estero 

Entre-Rioi 

Corriente! 

Tocoman 

Catamarca 

La  Rioja 

Salta 

MOT 

Territorios  Nacfonale 


334. 6ao 

33-444 

15.867 
89.763 
39.44a 

30.534 

4.761 
18.647 

5.6gS 
.5.517 

590,913 


i8.93i 
6.117 

aB.yii 
1.75o 

15.03? 
7.966 

1. 701 
87a 


1.504 


35.J15 
17.6:7 

47.408 
32.63o 
7.S93 
5.633 
ai. 063 
7.aOa 


—  348  — 

Como  se  vé  una  buena  cantidad  de  despachos  telegráficos  oficiales  priva  al 
fisco  de  una  renta  importante  y  al  comercio  la  oportunidad  de  las  tran« 
sacciones  y  el  aprovechamiento  debido  de  su  poderosa  facultad. 

Los  despachos  oficiales  por  la  prioridad  que  le  acuerda  la  ley  son  in- 
mediatamente trasmitidos  con  gravo  perjuicio  do  los  demás  que  tienen  que 
esperar  la  total  transmisión  de  aquellos,  agrupados  en  las  oficinas  por  el 
abuso  desmedido  que  los  Gobiernos  de  Provincia  hacen  del  telégrafo,  reem» 
plazándolo  en  todos  los  casos  al  Correo,  sin  preocuparse  de  los  intereses 
que  hieren  ni  de  los  perjuicios  que  ocasionan. 

Es  por  esto  que  el  producido  de  telégrafos  no  representa  siquiera  las 
dos  terceras  partes  de  los  gastos  de  explotación,  conservación  y  reparación 
de  las  líneas,  porque  el  valor  asignado  á  los  despachos  oficiales  es  pura- 
mente nominal  y  solo  originan  perjuicios  á  la  comunidad. 

Sin  embargo,  veamos  como  se  ha  producido  la  renta  de  Telégrafos 
por  Provincias  y  con  arreglo  al  cuadro  anterior: 


PROVINriAS 


rRODL'CIIH) 


NOMINAL 


TOTAL 


Buenos  Aires,  Capital  y  Provincia. 

Santa  Fé 

Córdoba 

Santiago  del  Estero 

Entre-Rios 

Corrientes 

Tucuman 

Catamarca 

La  Rioja 

Salta 

Jujuy 

Territorios  Nacionales 


74.055.42 

73.771.63 

14.949.44 

8.170.44 

39.747.88 

19.264.30 

13.543.21 

4.53S.OÓ 

2.097.39 

<).267.33 

2.481.76 

6.955.18 

271.441.60 


i6.i6o.z8 
3.783.82 
4.568.69 
2.188.79 

10.347.76 
6. 23o. 06 
1.545.42 
3.050.93 
645.73 
2.020.97 
1.14Ó.30 

10.190.28 


61.878.93 


90.215.60 

77.555.45 

:9.5i8.i3 

zo. 358.79 

50.095.64 

25.494.36 

17.088.63 

7.588.99 

3.343.12 

11.288.30 

3.628.06 

z7.z45.46 


333.320.53 


Buenos  Aires,  Capital 

y  Provincia 100.231.24 

Sanla-Fé 60.470.S5 

Córdoba 34.490.57 

Santiago  del  Estero.  20.391.90 

Entre-RiüS 66.764.93 

Corrientes 45.761.36 

Tucuman 20.011 .20 

Catamarca 14.721.48 


La  Rioja 18 

Salta 19. 

Jujuy 12, 

Mendoza 8. 

San  Luis 4 

San  Juan 1 

Territorios  Naciona- 
les   93.610.61 

Total 515.425.25 


374.87 
520.62 
001.38 
946.72 
.448.40 
.72 


La  notable  diferencia  que  existe  entro  los  gastos  y  el  producido  de  Te- 
légrafos desaparecerá  en  breve  por  mas  que  ella  sea  tan  sensible;  restrin- 
gida la  facultad  conferida  á  los  Gobiernos  de  Provincia,  aumentados  los 
cables  sub-fluviales,  las  lineas  aéreas,  los  conductores  y  las  relaciones  ó 
convenciones  sobre  servicio  telegráfico  celebradas  con  las  naciones  vecinas, 
lodo  lo  cual  pronto  quedará  realizado  merced  á  los  esfuerzos  é  interés  des- 
plegados por  la  Dirección  de  Correos  y  Telégrafos  consagrada  á  revestir 
á  esta  repartición  de  la  grandeza  y  simpatía  que  deben  adornarla,  de  con- 
formidad á  sus  fines,  este  ramo  llegará  á  ser  una  de  las  fuentes  rentísti- 
cas mas  poderosas  de  la  Nación  y  esta  última  habrá  alcanzado  un  desar- 
rollo pasmoso  permitiéndola  conocer  en  un  momento  dado  las  necesidades 
ó  el  estado  floreciente  de  los  pueblos  que  la  componen. 

Para  asumir  semejante  fisonomía  basta  poner  en  obsequio  del  pais  la 
buena  voluntad  é  inteligente  contracción  de  los  que  gobiernan  sus  destinos; 
los  elementos  en  que  la  iniciativa  y  la  acción  oficial  deben  apoyarse  para 
emprender  las  reformas  6  el  perfeccionamiento  que  reclamen  el  progreso  y 
la  común  aspiración,  abundan  entre  nosotros  y  consideramos  que  cualquier 
pensamiento  destinado  á  obrar  un  bien  general  se  realizarla  con  la  decidi- 
da cooperación  que  le  dispensarían  los  hombres  verdaderamente  progre- 
sistas que  mas  de  una  vez  han  puesto  sus  capitales  alj  servicio  de  una  obra 
de  utilidad  pública. 


—  350- 


ADUANA 


En  el  deseo  de  presentar 
al  público  una  relación  coof 
pieta  áe  todos  los  actos,  reales 
órdenes  y  disposiciones  regla- 
mentarias que  constituyan  la 
primitiva  historia  de  nuestro 
comercio  marítimo,  hemos  com- 
pulsado todas  las  obras,  me- 
morias y  artículos  sueltos  que 
se  han  escrito  sobre  ól,  y  ú 
único  fruto  qua  hemos  sacad 
do  nuestras  investigacioneshi 
sido  el  desaliento  que  nos  pro 
dujo  la  anarquía  y  contradiccioB 
de  actos  administrativos  y  ( 
antagonismo  de  las  aseveri 
ciones. 

Son  tales  los  desperfectos! 
vicios  de  la  historia  de  nuesh 
Aduana  que  por  ahora,  resij 
nados,  solo  nos  limitamos! 
hacer  algunos  apuntes  pres 
tando  por  décadas  el  movimiento  marítimo. 

Reconstruida  la  ciudad  de  Buenos  Aires  (U  de  Junio  de  1580)  y  i 
ficada  después  de  los  primeros  actos  de  la  fundación,  sílbese  que  inmedid 
lamente  despachó  Garay  un  navio  &  Espafla  para  dar  cuenta  del  establea 
miento,  cargado  de  algunos  frutos,  y  como  al  afío  siguiente  por  cédol 
real  se  hizo  merced  al  Capitán  Alonso  de  Vera  y  Aragón  de  selecienl^ 
ducados  de  almojarifazgo,  es  presumible  que  dicho  Capitán  fué  el  enviaí 
por  Garay  para  promover  el  comercio,  el  cual  gestionó  ante  la  Corle  í 
jando  establecidos  registros,  y  por  consiguiente,  la  Aduana  de  este  puer( 
Poco  tiempo  después,  el  fundador  de  Buenos  Aires  fué  víctima  del 
ferocidad  de  los  indios,  y  la  población,  anarquizada  por  las  ambiciones  1 
los  conquistadores  y  en  constante  jaque  por  las  embestidas  del  salvaje, 
sintióse  desfallecida  por  una  paralización  alarmante  que  amenazaba  su  pro- 
pia estabilidad. 

Trascurrido  asi  el  primer  quinquenio,   en  el  aflo  1586  se  verificft^ 


-  351  - 

primer  acto  aduanero  cobrándose  por  los  empleados  reales  el  almojarifazgo 
correspondiente,  acto  que  dejó  establecida  de  hecho  la  Aduana  de  Buenos 
Aires,  pues  aunque  no  conocemos  ningún  documento  público  que  autoriza- 
ce  el  establecimiento  de  esta  aduana  no  cabe  duda  que  el  Rey  concedió  el 
permiso  para  comerciar  con  Buenos  Aires  cuando  en  las  cédulas  expedi- 
das con  posterioridad  á  1571  ordenaba  que  los  artículos  introducidos  de- 
bían depositarse  en  esta  aduana,  y  satisfechos  los  derechos  correspondientes^ 
entregarse  á  sus  dueños. 

La  prohibición  de  comerciar  por  el  Rio  de  la  Plata  tenia  por  princi- 
pal objeto  evitar  que  el  oro  y  plata  del  Perú  saliesen  de  estos  reinos,  pero 
el  Rey  concedía,  por  él  mismo,  el  permiso  de  introducir  las  mercaderías 
que  juzgaba  convenientes  ó  suñcientes  á  las  necesidades  de  las  poblaciones; 
el  pago  por  los  efectos  importados  no  podía  hacerse  con  frutos  del  reino 
porque  la  exportación  ó  extracción  de  ellos  estaba  severamente  prohibida 
por  cédulas  vigentes,  así  como  también  á  las  personas  que  quisiesen  esta- 
blecerse en  Buenos  Aires  ú  otros  puntos  del  Vireinato  sin  especial  licencia 
del  Rey. 

Pero,  de  alguna  manera  debían  pagarse  las  crecidas  sumas  á  que 
ascendía  la  importación,  so  pena  de  carecer  de  lo  mas  indispensable^  y 
siendo  imposible  hacerlo  con  harinas,  carnes  y  sebo  por  contrabando,  for- 
zosamente tenía  que  verificarse  el  pago  en  oro  y  plata,  obteniendo  así  el 
Rey  un  resultado  contrario  á  sus  pretensiones. 

La  política  del  Monarca  obtuvo  un  éxito  análogo  en  lo  que  se  refería 
á  la  prohibición  de  dejar  entrar  por  este  puerto  á  ningún  cristiano,  ya  para 
establecerse  en  Buenos  Aires  ó  de  paso  para  otro  cualquier  punto  del  Vi^ 
reínato;  las  autoridades  desobedecieron  las  peales  órdenes  y  permitieron, 
precaucionalmente,  su  establecimiento;  la  exportación  llegó  á  hacerse  pú- 
blicamente en  la  década  de  1586  á  1595,  contrariando  las  expresas  órdenes 
emanadas  de  la  Corte,  abriéndose  de  esta  manera  horizontes  mas  risueños 
á  nuestro  naciente  comercio,  merced  á  las  ideas  progresistas  de  algunos 
de  los  primeros  gobernantes  y  de  las  peticiones  reiteradas  de  los  vecinos. 

En  1599  se  produjo  por  una  casualidad  afortunada  un  hecho  que  vino  á 
aumentar  las  esperanzas  de  la  población  sobre  el  progreso  de  estas  loca* 
lidades;  una  urca  flamenca  cargada  de  mercaderías  fué  decomisada  por 
el  Gobernador  de  Buenos  Aires,  por  proceder  de  un  país  rebelado  contra 
el  Rey:  con  este  motivo  hubo  necesidad  de  alquilar  una  casa  para  servir 
de  Aduana  en  la  que  se  depositarían  dichas  mercaderías. 

Pero  no  se  crea  por  esto  que  ella  quedó  definitivamente  establecida  y  de  una 
manera  permanente,  pues  lejos  de  eso  y  aunque  es  verdad  que  se  habia  sé* 
flalado  ya  el  terreno  para  servir  de  Aduana,  se  alquilaban  propiedades  con  este 
objeto  tan  estrechas  y  de  construcción  tan  frágil  que  era  indispensable  flan* 
quearlas  de  centinelas  para  asegurar  las  mercaderías  en  ellas  deposi*' 
tadas. 


—  352  — 

Las  autoridades  aun  no  podían  pensar  en  la  construcción  del  edificio  adua- 
nero por  la  miseria  del  Tesoro  y  la  poca  actividad  del  comercio  marítimo:  las 
casas  particulares  se  contrataban  por  tiempo  determinado,  apenas  para  servir 
á  las  necesidades  de  un  tranco  insigniñcante. 

Sin  embargo,  en  1603  el  progresista  Saavedra,  anhelante  por  dar  impulso 
á  nuestro  escaso  comercio,  se  separó  súbitamente  de  las  rutinarias  ideas  ad- 
ministrativas de  sus  antecesores  y  dictó  un  auto  ordenando  que  de  los  recur- 
sos provenientes  de  multas  y  condenaciones  que  debían  acumularse,  se  hicie- 
se uso  á  objeto  de  emprender  la  construcción  de  la  Aduana  y  Cabildo,  pero 
con  la  mayor  moderación  que  sea  posible  para  que  prosigan  y  no  cesen. 

Poco  tiempo  después  las  activas  gestiones  de  don  Sancho  de  Figueroa, 
comisionado  por  el  Virey  para  averiguar  la  cantidad  de  esclavos  y  mercade- 
rías introducidas  al  Perú  sin  permiso  del  Rey  y  proceder  á  su  embargo,  dieron 
por  resultado  la  libre  circulación  de  los  productos  de  estos  reinos  á  los  puntos 
vecinos,  cambiándolos  por  todos  aquellos  artículos  cuyo  consumo  ó  apli- 
cación eran  mas  indispensables. 

Esta  permisión  imprimió  un  notable  movimiento  en  el  comercio  de  estos 
países,  aletargado  antes  por  disposiciones  refractarias  á  todo  progreso;  las 
poblaciones,  agobiadas  por  gravámenes  exagerados  ó  injustos  pudieron  desde 
entonces  con  mas  esperanza  y  virilidad  entregarse  á  las  rudas  faenas  de  la 
labor  de  la  tierra  alucinados  por  elcange  que  permitía  la  liberalidad  de  una  dis- 
posición para  proporcionarse  los  artículos  ó  efectos  mas  necesarios  á  su 
existencia» 

Puede  decirse  que  dicha  medida  fué  la  tabla  de  salvación  de  nuestro  co- 
mercio: numerosos  corsarios  asediaban  nuestros  puertos  y  se  disputaban  la 
presa:  restricciones  chocantes  abrumaban  á  los  moradores  del  Vireinato  ira- 
pidiendo  el  desarrollo  denuestos  elementos  y  actividad. 

Ella  vino  á  despertar  poderosamente  el  ejercicio  de  nuestras  fuerzas,  esti- 
mulándonos á  la  explotación  de  la  tierra,  cuyos  productos  no  sufrirían  la  es- 
tagnación en  nuestros  graneros  sino  que  solicitados  con  urgencia  por  los  pue- 
blos limítrofes  eran  recibidos  con  ansiedad  y  cambiados  por  todo  aquello  que 
mas  se  necesitaba,  escepto  ciertos  artículos. 

La  exportación,  prohibida  por  la  ignorancia  de  la  ciencia  económica  en 
aquella  época,  recibió  el  agua  bautismal  que  la  puso  apta  para  su  mayor  de- 
sarrollo, y  desde  entonces  los  vecinos  todos  se  consagraron  á  este  único  afán 
^-e/  trabajo. 

Pero  volviendo  sobre  la  aduana,  confesamos  que  hasta  aquí  llegan  los 
datos  que  hemos  encontrado  en  nuestras  investigaciones:  sin  embargo,  las  di- 
versas fisonomías  que  ha  sufrido  nuestro  comercio  quedan  reveladas  de  una 
manera  evidente  por  las  siguientes  cifras  estadísticas,  formando  cuadro  de 
década  en  década. 

En  los  once  años  que  trascurrieron  desde  1586  hasta  1596,  tuvo  lugar  el 
siguiente  movimiento  marltim  o . 


—  353  — 

La  importación  de  mercaderias  á  Buenos  Aires  representa  un  valor  de 
1.843.131  reales  y  114.922  en  esclavos,  sumas  que  hacen  un  total  de  1.958.053 
reales  plata. 

En  cuanto  á  la  exportación,  solo  cuatro  partidas  de  artículos  extraidos 
del  país  se  realizaron  en  tan  largo  período,  teniendo  lugar  la  última  en  el  ano 
1591  cuyo  valor  total  ascendió  ala  suma  de  84.758  reales  plata.  Desde  este 
ano  no  se  hizo  ninguna  otra  exportación,  revelando  en  su  margen  los  libros  de 
Tesorería  que  los  derechos  cobrados  por  las  tres  últimas  partidas  de  las  ya 
enunciadas,  se  devolvieron  á  los  exportadores  por  cobrarse  sin  orden  del 
Rey. 

La  década  comprendida  entre  los  anos  de  1606  á  1615  arroja  un  movi- 
miento marítimo  muchas  veces  superior  al  de  la  anterior,  resultado  que  se 
comprende  fácilmente  porque  entonces  la  exportación  de  las  cosechas  estaba 
ya  autorizada,  disposición  que  produjo  una  verdadera  revolución  comercial 
enlosdiversosgremiosde  la  población  que  pusieron  enjuego  todos  sus  ele- 
mentos de  trabajo. 

Es  por  esto  que  en  dicha  década  los  valores  importados  se  remontaron 
ala  suma  de  7.533.123  reales  y  los  exportados  ala  de  1.151.678  reales  plata 
formando  un  total  de  8.684.801  reales. 

Sin  embargo,  en  los  diez  años  siguientes  el  comercio  se  mantuvo  firme 
únicamente  pero  no  sobrepasó  al  de  la  década  anterior  como  era  de  esperarse; 
quizá  las  luchas  internas  ó  los  continuos  amagos  de  los  salvajes,  detuvieron  la 
corriente  de  las  transacciones  obstaculizando  su  natural  desarrollo. 

El  movimiento  de  importación  ascendió,  en  la  década  de  1616  ál625,  á  la 
suma  de  7.957.579  reales  y  el  de  la  exportación  representó  el  valor  de 360.904 
reales,  formando  ambos  valores  la  suma  total  de  8.318.483  reales  plata. 

Peores  resultados  se  obtuvieron  en  la  década  siguiente,  pues  ellos  repre- 
sentan apenas  una  cuarta  parte  de  los  valores  importados  y  exportados  en  la 
anterior.  He  aquí  esos  valores: 

De  importación 1-792.427  I    -.^  ,^^^        ,       ,  ^ 

^    ,     .  ^_  ^^12.048.401  reales  plata. 

De  exportación 25o.974  | 

En  la  sexta  década  comprendida  en  los  anos  de  1636  á  1645  se  obtuvieron  re- 
sultados idéntico^  aunque  todavía  inferiores  á  los  de  la  anterior,  pues  una 
larga  y  fatal  crisis  comercial  azotaba  á  las  poblaciones  comprimiéndolas  en  su 
poderosa  actividad. 

.  Los  valores  importados  alcanzaron  ala  suma  de  1.681.264  reales  y  los  ex- 
portados á  la  de  288.196,  formando  ambas  un  total  de  1.969.400  reales  plata. 

La  década  de  1646  á  1655  fué  igual  á  la  anterior,  pues  el  movimiento  total 
marítimo  representa  un  valor  de  1.974.053  reales  plata. 

Nuestro  empeño  por  hacer  una  relación  completa  del  comercio  marítimo  de 
esta  Aduana  para  demostrar  de  una  manera  precisa  y  cláralas  diversas  fiso- 
nomías que  le  han  dado  nuestras   necesidades  y  el  desenvolvimiento  de  la 

45 


—  354  — 

riqueza  pública,  ha  fracasado  ante  la  mas  absoluta  carencia  de  apuntes  esta- 
dísticos que  no  creíamos  encontrar  para  un  período  tan  largo  como  el  que  me- 
dia entre  los  anos  de  1856  á  1869,  es  decir  dos  siglos  que  resisten  á  toda  prove- 
chosa investigación. 

La  magnitud  de  la  dificultad  que  provoca  esta  ausencia  de  datos  no  puede 
escapar  á  nadie,  mucho  más  tratándose  de  apuntes  estadísticos,  razón  por  la 
cual  solo  nos  concretaremos  á  consignar  los  que  se  refieren  álos  últimos  veinte 
y  cinco  anos. 

La  política  de  Rosas  había  alejado  del  territorio  argentino  los  capitales 
y  elementos  capaces  de  conducir  á  los  pueblos  á  su  engrandecimiento,  some- 
tiendo al  ciudadano  á  contribuciones  forzosas  y  á  las  industrias  al  mas  terco 
indiferentismo. 

Algo  rehecha  la  República  de  tan  rudo  golpe,  entró  nuevamente  á  la  vida 
regular  llamando  á  los  hombres  de  todas  las  naciones  para  entregarles  á  la 
explotación  las  principales  fuentes  de  la  riqueza. 

El  movimiento  de  la  importación  y  exportación  verificado  desde  los  aflos 
1861  á  1871  dio  el  siguiente  resultado,  siempre  ascendente  do  uno  á  otro  año, 
lo  que  prueba  la  regularidad  del  comercio  y  el  progreso  general  de  la  común 
actividad. 


ANOS 

IMrOKTACIüN 

KXrUKTAClON 

TUTALIU» 

i86i 

0  XQ. 328. 320 

»  X2. 058.696 

.*  3x.387.ox6 

1862 

))    20.941.697 

»    Xr).I24.X92 

»  37.065.889 

i863 

»  24.299. x88 

»  18.x76.08x 

»  43.475.269 

1864 

»  21. 85o. 220 

»  x8.83x.834 

»  40.682.054 

i865 

»  27. 103.0x7 

»  2X. 996. 777 

»  49 -099 «794 

1866 

}>  32.269.082 

»  23.029.7 IX 

»  55.298.793 

1867 

>)  33.372.321 

^)  28.078.834 

M  6x.45x.i55 

1868 

»  38.64X.883 

»  25.ui3.66i 

»  63.655.544 

1869 

»  37.54x.604 

»  27.527. 1x0 

»  65.068.7x4 

1870 

»  39 . 0 1 9 .  X  5 1 

»  23.098.936 

»  62.xx8.087 

1871 

»  33.393.302 

»    X7. 3X0.0X2 

»  5o.7o3.3x4 

A  fin  de  que  pueda  apreciarse  con  mas  claridad  el  movimiento  comercial 
marítimo  operado  en  los  puertos  de  la  Capital  en  estos  últimos  años,  damos  á 
continuación  el  resumen  de  cada  uno  de  ellos  que  tantas  esperanzas  encierran 
para  nuestro  futuro  engrandecimiento. 

El  valor  total  de  la  importación  y  exportación  ha  ascendido  en  el  afio  1872 
á  la  suma  de.^  80.529.902  que  se  descompone  de  la  manera  siguiente:  importa- 
ción, 48.038.654;  exportación,  32.491.248. 

El  año  siguiente,  ese  mismo  movimiento  había  aumentado  una  sexta  parte 
del  anterior,  ascendiendo  á  la  suma  total  de  ^  93.866.837,  de  la  cual  corres- 


—  355  — 

ponde  á  la  importación  un  valor  de    59.434.505  y  la  exportación   de  34.432.532, 
existiendo  una  diferencia  á  favor  del  año  1873  de  13.336.935  pesos. 

Tan  halagadoras  cifras  no  podían  por  menos  que  dar  un  vuelo  pasmoso  á 
nuestro  comercio  favorecido  por  el  estímulo  que  ofrecen  nuestras  leyes  y  la 
riqueza  de  nuestro  suelo. 

Pero  un  acontecimiento  fatal  vino  á  paralizar  de  una  manera  extraordina- 
ria el  comercio  todo  déla  República,  pues  la  elección  constitucional  de  Presi- 
dente de  la  Nación  correspondiente  al  período  de  1874  á  1880  había  preparado 
elementos  bélicos  para  presentarse  en  la  lucha,  acto  que  degeneró  en  obstinada 
revolución  política,  obligando  á  ciudadanos  pacíficos  á  armarse  en  defensa  de 
las  instituciones  y  de  sus  propios  intereses. 

Los  perjuicios  que  irrogaron  las  ambiciones  ilegítimas  de  los  directores 
de  la  sedición  quedan  perfectamente  definidos  con  solo  analizar  el  movimien- 
to marítimo  verificado  en  1874,  que  prueba  de  una  manera  irrefragable  cuanto 
daño  sufrió  el  comercio. 

En  efecto,  el  total  de  los  valores  importados  y  exportados  había  alcanzado 
apenas  á  |?  74.994.768,   es  decir    18.872.069  menos  que  en  el  año  anterior. 

Vacilantes  las  instituciones  por  un  movimiento  agresivo  al  orden  y  esta- 
bilidad constitucional,  el  comercio  no  podía  realizar  transacciones  de  ninguna 
clase  por  la  incertidumbre  de  sus  intereses,  amenazados  por  la  conflagración 
general  que  asumió  proporciones  alarmantes  y  peligrosas. 

El  año  1875  transcurrió  agitado  perlas  últimas  convulsiones  de  la  lucha 
fratricida  y  nuestro  comercio  paralizado  por  los  peligros  que  le  asediaban  sus- 
pendía toda  operación  importante. 

El  movimiento  de  importación  y  exportación  habido  en  este  año  es  seme- 
jante al  anterior,  cuyo  monto  total  a.scendió  á  f  74.676.419  distribuidos  de  la 
manera  siguiente:  importación,  f  41.649.645;  exportación  f  33.026.774. 

Pero  en  el  año  1876  se  sufrió  un  descenso  muy  sensible,  entrando  en  esta 
Aduana  mercaderías  por  valor  de  J*  59.868.162  es  decir  14.808.257  menos  que 
en  el  anterior,  cuya  causa  no  pudo  ser  otra  que  las  consecuencias  de  un  comercio 
paralizado  y  herido  por  las  exigencias  de  la  guerra  civil  que  se  devoró  inmen- 
sos capitales,  sin  retribuir  otra  cosa  que  la  miseria  y  la  desolación;  la  llaga 
mortal  abierta  á  nuestros  intereses  no  debía  cicatrizarse  sino  muchos  años 
después,  cuando  afianzado  el  orden  y  estabilidad  de  las  instituciones,  se  res- 
tituyese en  el  extranjero  la  confianza  sacrificada  á  las  miras  bastardas  que 
produjeron  semejante  escándalo  político. 

Por  eso  es  de  notar  que  aun  en  el  año  1877,  es  decir,  tres  años  después 
de  aquella  rebelión,  el  comercio  quebrantado  por  las  oscilaciones  del  crédito 
no  pudo  rehacerse  de  los  males  que  hirieron  sus  facultades  vitales,  presen- 
tando un  movimiento  marítimo,  en  el  que  claramente  se  divisa  ó  se  apercibe  la 
parálisis  que  le  consume. 

El  total  de  valores  importados  y  exportados  por  esta  aduana  alcanzó  ala 
i^uma  de  |P  60.873.930  descompuesta  así:  importación  f  31.169.934;  exportación 


—  356  — 

JP  29.703.996,  sobrepujando  en  JP  1.877.782  al  mismo  movimiento  del  afio  1878 
realizado  de  esta  manera:  importación,  f  34.537.814;  exportación  f  24.458.334, 
que  componen  un  total  de  j?  58.996.148. 

Pero  en  el  año  siguiente,  1879,  la  importación  y  exportación  de  produc- 
tos aumentó  súbitamente  ascendiendo  sus  valores  á  la  suma  total  de  f 
70.112.909  sobrepasando  al  ano  anterior  en  la  cantidad  de  11.116.761 
pesos  fuertes. 

En  el  siguiente  no  fué  menos  productivo  al  Tesoro  Nacional  el  movi- 
miento comercial  marítimo  á  pesar  de  los  disturbios  políticos  que  se  produ- 
jeron al  finalizar  dicho  ano,  difundiendo  la  desconfianza  en  todos  los  gremios 
sociales. 

El  valor  total  de  la  importación  y  exportación  alcanzó  á  jff  74.499.089,  cor- 
respondiendo á  la  primera  ^  35.898.551  y  á  la  segunda  jff  38.600.538. 

Terminamos  estos  apuntes  estadísticos  con  el  presente  cuadro  que  com- 
prende el  quinquenio  de  1881  á  18S5,  el  cual  demuestra  el  aumento  anual 
verificado  en  nuestro  comercio  marítimo  de  una  manera  tan  evidente  que 
escusamos  todo  comentario  al  respecto. 


1 
i 

IMPOBTAriON 

EXPORTACIÓN 

TOTALES 

i88i 

$ 

m/n 

45.696.589 

8 

m/n 

40.577.288 

1 

m/n   86.273.887 

1882 

» 

» 

49.356.388 

» 

» 

42.  134.710 

» 

»      91.491.098 

i883 

» 

» 

66.072.322 

M 

)) 

40.710.386 

» 

»     106.782.708 

1884   < 

» 

» 

77.364.916 

» 

» 

47.065.929 

)) 

»     124.430.845 

x885 

» 

)) 

73.427.540 

n 

» 

58.X49.789 

n 

»     131.577.329 

Hemos  terminado  aquí  con  la  reseña  histórico-estadística  del  movimiento 
marítimo  de  nuestra  Aduana,  cuyo  resumen  no  puede  ser  mas  halagüeño  si 
tenemos  presente  las  f^randes  dificultades  que  han  entorpecido  su  desarrollo. 

No  pondremos  punto  final  A  esta  relación  sin  explicar  previamente  la  causa 
que  motiva  la  notable  diferencia  entre  los  valores  importados  y  exportados. 
Los  efectos  ó  mercancías  importadas  reciben  un  valor  oficial  equivalente  al 
que  predomina  en  plaza  y  sobre  esa  avaluación  se  cobra  el  aforo  correspon- 
diente, pero  es  que  aquellas  se  han  gravado  no  solamente  con  el  pago  de  trans- 
porte desde  Europa  hasta  nuestro  fondeadero,  sino  con  fletes  y  demás  gastos 
hasta  arribar  á  los  depósitos  de  Aduana,  representando  por  consiguiente  un 
valor  superior  del  que  realmente  tienen.  En  cuanto  i\  exportación  el  fenómeno 
esála  inversa:  es  decir,  que  cobrándoselos  derechos  al  efectuar  la  cargay 
según  el  valor  que  tienen  en  pla/a,  las  mercaderías  son  aforadas  antes  de 
recibir  los  gravámenes  de  fletes  y  navegación  hasta  el  buque  que  lo  ha  de  con- 
ducir al  extrangero. 

Este  fenómeno  es  puramente  estadístico  y  obedece  esencialmente  á  las  con- 
diciones de  nuestro  Rio  que  no  siempre  permite  á  los  transportes  de  gran  calado 
su  aproximación  al  puerto  de  carga  y  descarga. 


—  357  — 

Por  manera,  pues,  que  la  proporción  entre  importación  y  exportación  es 
idéntica  y  la  diferencia  entre  sí  del  todo  ilusoria. 

La  ley  sancionada  para  el  año  de  que  tratamos  y  que  tiene  por  objeto  fijar 
los  derechos  correspondientes  á  las  mercaderías  importadas  á  nuestros 
puertos,  establece: 

El  derecho  de  cincuenta  y  cinco  por  ciento  á  los  tabacos  en  general — el  de 
50  Vo  á  las  armas  y  sus  adherencias,  pólvora  y  municiones,  perfumería,  ci- 
garros de  todas  clases  y  cafés — el  de  45  Vo  á  la  ropa  hecha  y  confecciones  en 
general,  sombreros,  calzados,  arreos  y  arneses,  carruajes,  muebles,  fósforos 
que  no  seati  de  cera,  cohetes,  yerba-mate  elaborada  y  objetos  de  arte — 10  Vo 
sobre  hierro  no  galvanizado  en  planchas,  lingotes,  barras  y  flejes,  pino  blan- 
co, spruce  sin  labrar,  coigúe,  sal  gruesa  común,  papel  de  cualquier  formato 
para  escribir  ó  imprimir — ^5  %  sobre  arpilleras,  alhajas  de  oro  y  plata  labradas, 
sedas  para  bordar  y  coser,  todo  instrumento  ó  utensilio  con  cabo  ó  adorno 
de  plata  ú  oro  cuando  estos  aumenten  una  tercera  parte  de  su  valor,  arados, 
duelas  y  cascos  de  madera  ó  fierro  para  envasar,  libros  impresos  con  encua- 
demaciones á  la  rústica  y  con  tapas  de  cartón  ó  tela  sin  cantos  dorados,  pren- 
sas, útiles  6  materiales  que  sirvan  exclusivamente  para  imprenta,  con  esclu- 
sion  de  tipos,  prensas  para  litografías,  máquinas  de  todas  clases  para  estable- 
cimientos agrícolas  é  industriales,  motores  á  vapor,  piezas  de  repuesto  para 
las  mismas  máquinas,  hilos  y  alambres  en  carreteles  para  engavillar,  ácido 
sulfúrico  y  sulfato  de  cal — 2  %  sobre  las  piedras  preciosas  sueltas. 
Los  siguientes  derechos  específicos: 

Trigo  por  cada  100  kilogramos $  1,65 

Almidón,  por  cada  kilo »  0,05 

(^afé,  »        »    »  0,08 

Fideos,  »        »    »  0,07 

Galletitas  finas  ú  otras  masas  de  harina,  id . . .   »  0,09 

Harina  de  trigo  ó  maiz,  id »  0,04 

Maiz  desgranado,  id »  0,04 

Té  de  toda  calidad,  id »  0,30 

Azúcar  en  general,  id »  0,07 

Vino  común  en  casco,  litro »  0,06 

Vino  fino  en  casco,  id »  0,S2 

Cada  botella  de  vino  de  cualquiera  clase  que 

sea,  de  no  más  de  un  litro • . . .   »  0,22 

Un  litro  ó  una  botella  de  cerveza  ó  cidra. . .   »  0,15 
Alcoholes  en  cascos   que  no  excedan  de  30 

grados »  0,15 

Licores  en  general  que  no  excedan  de  25  id  »  0,55 
Alcoholes  embotellados,  de  no  mas  de  un 
litro    por  botella  y  que  no  excedan  de  30 
grados »  0,25 


Licores  embotellados,  de  no  más  de  un  litro 

por  botella  y  quano  excedan  de  25  grados  $  0.55 
Los  de  mayor    fuerza   alcohólica  pagan  en 

proporción ■ 

Kerosene,  por  litro i>  0,05 

Velas  estearinas  ó  parafinas,  kilo "0,15 

Estearina,  ¡d »  0,12 

Naipes,  porcada  gruesa 10,00 

Fósforos  de  cera,  por  kilo »  0,50 

Los  artículos  al  peso  que  tienen  dos  ó  mas  envases  pagan  el  derecho 
especifico,  teniéndose  en  cuenta  el  envase  de  cubierta  inmediata. 

Son  libres  do  derecho  de  introducción  los  siguientes:  buques  y  maquina- 
rias para  buques  á  vapor,  carbón  de  piedra,  alambres  para  cercos  y  telégrafos, 
animales  de  raza  y  ganado  en  pié,  pescados  y  frutas  secas,  muebles  y  herra- 
mientas de  inmigrantes  de  poco  valor,  oro  y  plata  sellados,  en  grano,  pasta  6 
polvo,  plantas,  materiales  de  fierro  6  acero  para  la  vía  permanente  de  ferro- 
carriles ó  traraways,  locomotoras,  rodajes  con  ó  sin  ejes  para  aquellos, 
caños  de  fierro  sin  baño  ni  galvanismo  para  gas  óaguas  corrientes  quelengan 
setenta  y  cinco  milímetros  de  diámetro  por  lo  menos,  azogue,  guías,  combos 
de  mas  de  dos  kilogramos,  barrenas  y  pólvora  especial  para  minas,  objetos 
para  el  culto  pedidos  por  los  prelados,  útiles  y  libros  de  enseñanza  pedidos 
por  los  gobiernos  de  Provincia  6  por  los  Consejos  de  Educación,  semillas 
destinadas  á  la  agricultura,  específicos  contra  enfermedades  del  ganado  lanar, 
tierras  do  brezo  y  castaño,  etc. 

Son  libres  de  derecho  de  exportación  toda  clase  de  productos,  frutas  6 
manufacturas  del  país;  exceptilanse  los  siguientes  que  pagan  sobre  su  valor: 
el  i  %  la  lana  sucia  ó  lavada,  pieles  de  caza,  cueros  lanares,  sucios  ó  lavados 
y  plumas  de  avestruz — el  3  "/„  el  aceite  animal,  astas  y  chapas  de  asta, 
ceniza  de  huesos,  cerda,  garras  de  cuero,  grasa,  sebo,  huesos  y  pieles  di- 
versas. 

Los  derechos  se  liquidan  por  una  tarifa  de  avalúos  formada  sobre  la 
base  del  precio  de  los  artículos  en  depósito  en  cuanto  á  los  de  importación, 
y  sobre  los  precios  eu  plaza  en  condiciones  de  embarque  para  los  de  expor- 
tación. 

Los  derechos  de  las  mercaderías  no  incluidas  en  la  tarifa  se  liquidan  sobre 
lus  valores  declarados  por  los  despachantes. 

Las  Aduanas  pueden  retener  en  el  término  de  cuarenta  y  ocho  horas, 
contadas  desde  la  inspección  del  Vista,  por  cuenta  del  Tesoro  Público,  todas 
las  mercaderías  cuyo  valor  declarado  consideren  bajo,  pagando  inmediata- 
mente á  los  interesados  el  valor  declarado,  con  más  un  diez  por  ciento  da 
aumento,  en  letras  expedidas  por  la  Administración  de  Rentas,  á  noventa  dias 
vista. 

Se  concede  á  los  vinos,  aceites,  aguardientes,  cerveza  y  licores  en  casco, 


I 


—  359  — 

una  merma  de  cinco  por  ciento  si  proceden  de  puertos  situados  al  otro  lado  del 
Ecuador,  y  dos  por  ciento  á  los  de  este  lado — 2  %  por  rotura  á  los  mismos 
líquidos  si  vienen  embotellados. 

Los  derechos  de  exportación  se  pagan  en  el  primer  puerto  de  embarque 
siendo  los  efectos  despachados  directamente  para  el  extranjero,  no  pudiendo 
transitar  por  agua  de  un  puerto  á  otro  de  la  República,  sino  los  que  hubiesen 
pagado  ó  afíanzado  derechos. 

Los  derechos  de  importación  se  pagan  antes  de  la  entrega  délas  merca- 
ierías;  si  el  importe  excede  de  200  pesos  el  pago  puede  hacerse  en  letras  es- 
tendidas en  el  papel  sellado  correspondiente,  giradas  á90  dias  de  la  fecha,  con 
si  interés  de  Banco  y  garantida  á  satisfacción  del  Administrador  de  Rentas. 
En  los  demás  casos  el  pago  se  hace  al  contado.   . 

Los  derechos  de  exportación  se  pagan  al  contado  antes  de  la  salida  del 
buque  exportador. 

Es  prohibido  el  tránsito  terrestre  de  mercaderías  que  no  hubiesen  abonado 
derechos  de  importación  en  cualquier  Aduana  de  la  República,  menos  las  que 
pasen  de  tránsito  para  puertos  del  Brasil  por  los  de  Concordia,  Federación  y 
Paso  de  los  Libres;  las  que  de  Chile  se  dirijan  á  las  Aduanas  de  Salta  y  Jujuy; 
las  que  de  las  Aduanas  de  Buenos  Aires  y  Rosario,  pasen  en  tránsito  á  las  de 
Mendoza,  San  Juan,  Salta  y  Jujuy  y  de  estas  á  las  de  Bolivia  y  Chile,  etc.,  etc. 


De  los  diversos  y  minuciosos  trámites  que  deben  seguirse  en  el  procedi- 
miento aduanero  y  por  consiguiente  de  su  régimen  interno,  extractamos: 

Todo  consignatario  de  buque  que  carga  en  el  extranjero  con  destino  al 
puerto  de  Buenos  Aires,  hace  visar  sus  papeles  de  carga  por  el  Cónsul  Argen- 
tino de  su  procedencia  y  por  los  de  los  puertos  de  escala. 

Llegado  al  puerto  de  su  destino  y  debidamente  cumplidos  los  pequeños 
trámites  sobre  reconocimiento  de  papeles  y  pago  de  derechos  respectivos,  los 
consignatarios  de  las  mercaderías  quedan  facultados  á  disponer  de  ellas — la 
descarga  se  efectúa  por  medio  de  lanchas,  con  todas  las  formalidades  que  re- 
glamentan este  servicio,  y  directamente  en  los  depósitos,  pudiendo  recibir  las 
mercancías  tres  destinos  distintos:  despacharse  directamente  al  consumo  de  la 
plaza;  de  tránsito  para  otra  Aduana  de  la  República  ó  para  el  extranjero,  y 
depositarse  para  darle  después  destino;  cuyas  operaciones  se  tramitan  sin 
grandes  recargos  ni  graves  demoras  que  perjudiquen  el  comercio  ó  la  mas 
pronta  é  inmediata  colocación  de  los  artículos  ó  mercancías. 

Cuando  un  buque  quiere  cargar  en  nuestro  puerto  con  destino  al  extranje- 
ro debe  sujetarse  á  las  disposiciones  vigentes  ú  ordenanzas  dictadas  para 
obtener  el  permiso  respectivo,  otorgado  el  cual  queda  expedito  para  efectuar 
la  carga,  dividiéndose  en  tres  categorías  los  artículos  que  pueden  salir  para  el 
extranjero:  1>  frutos  y  productos  del  país,  sujetos  ó  no  á  derechos  de  exporta  - 


—  360  — 

cion:  2*  mercaderías  extranjeras  exportadas  de  tránsito,  y  por  fin,  mercancías 
extranjeras  removidas  de  la  plaza. 

El  régimen  interno  para  verificar  esta  operación  es  sencillo  y  liberal,  ha- 
biéndose en  este  sentido  introducido  algunas  modificaciones  á  las  ordenanzas 
respectivas  que  las  depuran  de  trámites  viciosos  y  de  prácticas  difusas  y  engor- 
rosas, observándose  el  mismo  procedimiento  para  los  frutos  que  se  carguen 
libres  ó  sujetos  á  derechos. 

Las  diligencias  para  el  embarque  varían  según  el  punto  del  resguardo  por 
donde  se  efectúe,  pudiendo  ser  éste:  la  Aduana  vieja.  Aduana  nueva,  el  puerto 
de  San  Martin,  el  de  Barracas  v  el  de  la  Boca  del  Riachuelo. 

Las  salidas  de  tránsito  de  mercancías  extranjeras  y  las  mercancías  remo- 
vidas de  la  plaza,  están  respectivamente  sujetas  á  especial  tramitación  con  la 
documentación  y  diligencias  del  caso,  sacando  los  duplicados  necesarios  para 
la  constancia  de  la  operación. 

La  importación  en  el  comercio  interior  es  una  operación  cuya  tramitación  y 
forma  varia  según  que:  los  frutos  del  país  no  adeuden  derecho  de  importación 
ni  exportación — las  mercancías  extranjeras  estén  libres  de  todo  derecho-*lo8 
frutos  del  país  puedan  adeudar  derechos  á  su  exportacion'y  mercancías  extran- 
jeras que  puedan  adeudar  derechos  de  importación. 

La  exportación  en  el  comercio  interior  solo  puede  hacerse  de  mercancías 
extranjeras  removidas  del  mercado,  artículos  extranjeros  de  tránsito  y  algunas 
veces  frutos  del  país  sujetos  á  derechos:  las  tramitaciones  de  esta  operación 
varían  según  el  carácter  de  las  mercancías  ya  indicadas. 


UNIVERSIDAD 


m 


Espulsados  los  PP.  Jesuítas  de 
los  dominios  de  la  corona  espariola, 
:tcontecimiento  que  se  verifico  en  es- 
ki  capital  en  la  noche  del  2  de  Julio 
(.le  1767,  los  bienes  temporales  que 
se  les  secuestró  por  real  orden  al- 
guna aplicación  debían  recibir,  y  co- 
mo aquellos  se  preocuparon  en  todo 
tiempo  y  lugar  de  difundir  los  cono 
cimientos  humanos,  aunque  con  mi- 
ras particulares,  el  rey  Carlos  III 
que  había  emprendido  una  reforma 
general  en  los  diversos  ramos  admi- 
nistrativos, ordenó  que  las  casas  y 
conventos  de  la  compañía  se  apli- 
casen á  los  objetos  de  la  instrucción 
pública,  sirviéndose  de  ellos  para  es- 
cuelas y  colegios  de  enseüanza. 

Bajo  tales  auspicios  el  entonces 
Gobernador  D.  Juan  José  de  Vertiz. 
estimulado  por  la  disposición  del 
Monarca  para  difundir  las  luces  de 
la  ciencia,  pasó  A  los  cabildos  eclesiástico  y  secular  un  oficio  en  que  de- 
mostraba lo  que  anualmente  podían  producir  los  fondos  de  temporalidades  y 
otro  encareciéndoles  le  indicasen  la  aplicación  ó  destino  que  debía  dar  á  la 
lesiay  casas  de  ejercicio,  así  como  la  mejor  manera  de  establecer  escuelas 
^tindíos  f/enerales  para  la  enseüanza  y  educación  de  la  juventud. 
Los  cabildos  aconsejaron  la  creación  de  un  Colegio  Convirtorio  y  de  una 
Universidad  pública  dotada  de  cátedras  y  con  facultad  para  conferir  grados. 
El  Procurador  General  de  la  ciudad,  don  Manuel  Basavilbaso,  después 
de  estudiar  los  informes  de  ambos  cabildos,  emitió  su  opinión  aconsejando  la 
adopción  de  un  nuevo  plan  de  estudios  confeccionado  por  él.  en  el  que  consul- 
tando los  fondos  de  la  institución  proponía  !a  disminución  de  los  sueldos  de 
los  catedráticos  para  armonizarlos  cor,  aquellos. 

En  el  nuevo  plan  no  figuraban  las  matemáticas  como  materia  de  estudio 
,ra  la  Universidad,  pero  el  buen  cuidado  que  tuvo  el  Síndico  para  no  pro- 
merlas  se  explica  por  el  horror  que  ellas  inspiraban  en  la   Metrópoli,  elu- 


.^— ..>' 


-  36á  — 

diendo  con  mucha  previsión  el  rechazo  de  su  proyecto  y  quizá  de  la   erección 
de  la  institución. 

Si  los  informes  del  cabildo  y  procurador  convenían  en  que  era  necesario 
crear  una  Universidad  en  Buenos  Aires,  no  era  únicamente  inspirados  por 
su  amor  á  la  difusión  de  las  luces  de  la  civilización,  sino  que  en  el  espíritu 
inquieto,  investigador  y  activo  de  los  porteños  encontraron  la  base  para  fun- 
dar  sus  propósitos,  revelando  en  las  continuas  instancias  del  vecindario  su 
anhelo  por  la  instrucción  y  el  cultivo  de  las  ciencias. 

Sin  embargo,  la  mayor  parte  cupoá  las  autoridades  del  país,  las  que  no 
solo  por  su  carácter  oficial  sino  por  sus  constantes  gestiones  consiguieron  que 
el  proyecto  universitario  llegase  muchas  veces  á  su  mas  próxima  realización, 
[)ero  que  diversas  causas  agenas  á  la  voluntad  general  privaron  por  largo 
tiempo  á  esta  capital  délos  beneficios  de  la  instrucción  superior. 

Aunque  el  progresista  americano  Vertiz  se  había  preocupado  con  tanto 
empeño  en  acelerar  la  realización  de  esto  glorioso  pensamiento,  tuvo  que 
confesar  con  pena,  al  escribir  á  sus  delegados,  que  «por  no  haberse  formalú 
zado  la  Universidad  á  que  accedió  el  rey,  los  estudios  del  real  colegio  de  San 
Carlos,  están  reducidos  A gvdiiXiiiúc'd^  retórica,  filosofía,  teología  y  una  cátedra 
de  Cánones». 

El  último  año  del  siglo  XVIII  fué  fatal  para  la  común  aspiración  de  tener 
Universidad,  pues  por  un  decreto  de  Aviles  se  ordenaba:  «agregúese  al  e.\pe- 
diente  de  la  materia»  lo  que  significaba  relegarlo  al  olvido  con  todas  sus  ins- 
tancias. 

Dicho  expediente  descansó  durante  un  período  de  veinte  años,  al  cabo  de 
los  cuales  el  Director  D.  Juan  Martin  Pueyrredon  ordenó  su  estudio  para  dar 
cima  al  plan  administrativo  que  se  había  trazado:  suprimir  la  enseñanza  de 
estudios  infructuosos,  perfeccionar  los  que  se  consideraran  provechosos  y 
útiles  al  pueblo,  y  finalmente  crearla  Universidad  para  formar  ciudadanos 
¡lustrados  v  virtuosos. 

En  una  larga  y  patriótica  nota  al  Congreso  en  la  cual  hacía  presente  al 
soberano  cuerpo  los  altos  destinos  á  que  estábamos  llamados  á  llenar  para 
elaborar  la  felicidad  déla  patria,  sin  gravar  el  tesoro  con  emolumentos  exi- 
gentes para  el  sostenimiento  de  la  Universidad,  termin.^ba  pidiéndole  plena 
autorización  para  remover  todos  los  embarazos  que  pudieran  estorbarlo  áfin 
de  realizar  el  grandioso  pensamiento  que  gobernantes  como  gobernados 
explotaron  sin  llegar  jamás  ásu  ejecución;  el  Congreso  concedió  al  Director 
las  facultades  solicitadas  poniéndole  en  las  condiciones  que  anhelaba,  pero 
pocos  dias  después  descendía  de  la  silla  gubernativa  y  la  Universidad  quedó 
nuevamente  en  proyecto. 

En  el  año  1821  volvióse  á  agitar  el  mismo  pensamiento  al  compás  de  la 
I-e  forma  general  que  sufría  el  país:  esta  vez  no  podía  defraudar  las  esperan- 
zas tantas  veces  desvanecidas,  porque  la  mejora  emprendida  en  todas  las 
instituciones  y  la  administración  consultaría  los  verdaderos  intereses  y  capa- 
cidad del  país. 


—  363  — 

El  célebre  Dr.  D.  Manuel  Antonio  Castro,  redactor  del  periódico  oficial, 
había  abierto  una  campaña  sin  tregua  sobre  el  asunto  de  la  Universidad,  y 
en  una  serie  de  artículos  interesantísimos  probó  de  una  manera  clara  los 
caudales  de  beneficios  que  se  debían  recoger,  siendo  las  ciencias  la  llave 
maestra  de  la  felicidad  de  los  pueblos. 

El  Dr.  Castro,  facultado  por  el  gobiei*no  para  proceder  á  la  organiza- 
ción de  la  Universidad,  llenó  su  cometido  empezando  por  dividir  los  estu- 
dios en  departamentos  especiales  con  la  dotación  correspondiente  de  xíate- 
dráticos,  y  cuando  juzgó  terminada  la  composición  de  las  aulas  y  cátedras, 
dio  aviso  al  gobierno  para  que  hiciera  el  nombramiento    del  cuerpo  docente. 

Era  resolución  del  Gobierno  investir  ala  Universidad  con  todas  las  facul- 
tades y  preeminencias  de  las  mas  privilegiadas  y  darle  en  su  instalación  todo 
el  esplendor  y  solemnidad  que  requería  la  realización  de  un  ideal  perseguido 
casi  medio  siglo. 

En  efecto,  convocadas  las  autoridades  eclesiásticas,  civiles  y  militares, 
los  miembros  todos  de  la  Universidad,  se  presentó  el  gobernador  en  el  templo 
de  San  Ignacio,  acompañado  desús  cinco  ministros  y  del  cuerpo  diplomático 
y  después  de  hacer  leer  el  edicto  de  erección  déla  Universidad  procedió  á 
tomar  é[  juramento  de  incorporación  al  Rector  y  demás  miembros  de  ella. 

Después  de  los  discursos  alusivos  al  acto,  se  retiraron  las  autoridades  y 
demás  séquito  animados  de  los  mas  nobles  sentimientos  y  felicitando  al 
Gobierno  por  la  gloria  que  le  cabía  al  patrocinar  las  aspiraciones  de  un  pueblo 
anhelante  de  sabiduría. 

Al  dia  siguiente  se  inauguró  su  capacidad  intelectual  y  sus  fueros  juris- 
diccionales confiriendo  cinco  grados  de  medicina  y  uno  de  derecho. 

El  establecimiento  de  la  Universidad  produjo  uno  de  los  efectos  de  mayor 
trascendencia  á  los  objetos  de  su  creación:  ella  fué  la  directora  y  centro  de  la 
enseñanza  superior,  gravitando  á  su  alrededor  los  demás,  aún  de  carácter 
especial,  de  manera  que  logró  centralizar  y  reunir  en  un  solo  cuerpo  la  direc- 
ción y  suprema  autoridad  de  la  instrucción  pública,  tan  pernicioso  en  caso 
contrario,  lo  que  obtuvo  por  la  celebración  de  concordatos  con  cada  uno  de 
los  establecimientos  de  enseñanza  que  entonces  habia:  Colegio  del  Consulado, 
Instituto  Médico  y  Colegio  de  «La Union». 

La  Universidad  se  componía  de  los  siguientes  departamentos  ó  faculta- 
des: 1**  departamento  de  primeras  letras,  2*  departamento  de  estudios  prepa- 
rativos, 3*  de  ciencias  exactas,  4*  de  medicina,  5*  de  jurisprudencia  y  6*  de 
ciencias  sagradas,  servidos  por  diez  y  siete  catedráticos  y  ayudantes  cuyo 
sostenimiento  costaba  al  Tesoro  la  suma  anual  de  11.000  $. 

Bajo  este  plan  de  estudios,  el  Gobierno  como  el  pueblo  se  prometían  los 
mas  felices  resultados,  iniciando  en  la  juventud  el  conocimiento  de  las  ciencias 
cuya  aplicación  en  la  vida  activa  é  inteligente  se  traduce  en  el  perfeccio- 
namiento de  las  aspiraciones  y  elementos  materiales  para  elaborar  la  comua 
felicidad. 


—  364  — 


El  establecimiento  de  la  Universidad  fué  acogido  con  indescriptible  entuí 
siasrao  por  el  pueblo  que  comprendfa  toda  su  intluencia  ó  importancia  en  losil 
futuros  destinos  de  la  humanidad,  considerándola  como  el  clásico  presente  da  .1 
una  gloriosa  época  de  progreso. 

Ella  estaba  destinada  á  inocular  en  los  jóvenes  corazones  el  amor  á  lasJ 
ciencias  y  el  respeto  sagrado  á  las  instituciones  políticas,  alejando  de  nuestra  I 
inquieta  imaginación  las  fantásticas  visiones  de  la  libertad  y  suprema  dicha  J 
de  las  democracias  en  los  dorados  pliegues  de  una  revuelta  civil. 

Durante  mas  de  veinte  años  nuestro  espíritu  político  se  habla  alimentado  J 
con  principios  ó  aspiraciones  absurdas,  quiméricas,  creyendo  encontrar  la, 
venturosa  solución  de  nuestra  existencia  en  movimientos  sediciosos  que  da- 
ban pávulo  á  la  intranquilidad  de  nuestro  carácter. 

Bajo  este  punto  de  vista,  la  Universidad  podía  consideraj-se  como  el  án-J 
cora  de  salvación  de  nuestra  suerte  futura,  porque  fué  en  ella  que  las  ciencias,  I 
sociales,  las  matemáticas,  la  legislación  de  los  países  extranjeros  y  todo  otro  I 
conocimiento  capaz  de  influir  en  los  destinos  de  una  agrupación  política,! 
trasformaron  las  ideas  refractarias  y  anti-socialesque  dominaban  en  esaópo-i 
cade  oscurantismo,  armonizando  nuestra  capacidad  intelectual  cenias  exí-í 
gencias  de  la  fecunda  actividad  del  siglo  XIX. 

Los  documentos  que  damos  a  continuación  ilustran  abundantemente  la 
historia  ligera  que  hemos  hecho  de  la  Universidad,  dando  cabida  igualmente  i 
á  los  estatutos  que  rigen  dicha  institución  y  establecen  las  facultades  y  obliga- 1 
ciones  de  los  encargados  de  su  dirección  y  enseñanza. 

En  ei  presupuesto  de  gastos  confeccionado  para  el  año  económico  de] 
1M85,  el  Gobierno  Nacional  ha  destinado  la  suma  de  $  247.296  a  la  Universidad  i 
para  sufragar  los  diversos  gastos  administrativos  y  de  enseñanza,  cuya  orga-  J 
nizacion  se  determina  á  continuación: 

Clasiñcados  los  libros  que  constituían  la  Biblioteca  del  Consejo  Superiopl 
por  una  Comisión  especial  nombrada  por  decreto  de  1°  de  Julio  de  18^,  se 
procedió  á  su  distribución,  verificada  en  esta  forma:  á  la  Facultad  de  Dere- 
cho, 835  volúmenes — á  la  de  Ciencias  Médicas,  183 — á  la  de  Ciencias  Ffsico- 
Matemáticas,  927— á  la  Biblioteca  Pública,  2872— y  á  la  del  Colegio  Nacional, 
2218,  que  componen  un  número  total  de  volúmenes  de  7035. 

Durante  el  año  1885,  el  Consejo   Superior  ha  celebrado  veinte  y  seis  se-  1 
siones,  resolviendo  lodos  los  asuntos  de  su  incumbencia — la  Facultad  de  j 
Derecho,  diez  y  seis— la  de  Medicina,  veinte  y  diez  y  siete  la  de  Matemáti- 
cas, habiendo  dado  respectivamente  la  primera  655  lecciones,  la  segunda  ] 
2096  y  la  última  1554. 

El  Rectorado  de  la  Universidad  expidió  33  diplomas  de  doctoren  Juris- 
prudencia y  33  en  Medicina — la  Facultad  de  Derecho  otorgó  35  diplomas  de  i 
Abogado — la  de  Matemáticas  ocho  de  Ingeniero  Civil,  y  la  de  Medicina  que  j 
expide  conjuniamenie  con  el  Rectorado  ha  otorgado  además  diplomas  pro- 
fesionales de  sus  escuelas  anexas,  en  esta   proporción:  en  Farmacia,  8 — en 


» 
» 


-  365  — 

Obstetricia,  3 — en  Flebotomía,  2  y  revalidado  8  de  médicos  extranjeros,  4  de 
Farmacia,  6  de  Obstetricia  y  1  de  Odontología, 

Los  alumnos  matriculados  en  la  Universidad  en  el  año  1885  alcanzaron 
á682,  distribuidos  como  sigue:  Facultad  de  Derecho,  178 — de  Ciencias  Mé- 
dicas, 378  y  de  Matemáticas  126,  habiendo  recibido  todas  ellas  la  cantidad 
de  2016  exámenes  en  esta  forma:  la  primera  579,  la  segunda  987  y  la  últi- 
ma 450. 

El  fondo  metálico  del  Consejo  Superior  fué  en  1*  de  Marzo  de  1885  de 
pesos  24.026,62,  que  con  las  entradas  que  ha  recibido  y  con  el  75  por  ciento  de 
los  ingresos  de  las  Facultades  durante  el  año  de  1884,  asciende  el  fondo  uni- 
versitario hasta  el  1*  de  Marzo  de  1886  á  la  suma  de  pesos  46.420,54,  cuyo 
detalle  es  como  sigue: 

Facultad  de  Derecho $  11.758,71 

»    Medicina »  5.330,64 

»    Matemáticas »  3.396,91 

Por  derechos  de  certificados »  51,60 

»         »            »    legalizaciones »  8,40 

»     intereses  devengados »  1.848,56 

Existencia  en  V  de  Marzo  de  1885 »  24.026,62 

Total $    46.421,44 

Egresos  respectivos  durante  el  mismo  año »      8.544,01 

Existencia  en  Marzo  de  1886 $    37.877,43 

El  Consejo  Superior  se  compone  de:  un  Rector,  un  secretario  general, 
un  pro-secretario,  un  bedel,  un  contador  auxiliar,  un  oficial  auxiliar,  un  guar- 
dián, un  ordenanza  v  dos  mas  inferiores. 

Los  gastos  de  oficina  y  el  sostenimiento  del  personal  docente  y  sirvientes 
cuestan  al  Tesoro  Nacional  la  suma  anual  de  $  15.540. 

De  los  Estatutos  de  la  Universidad  Nacional  de  Buenos  Aires  entresa- 
camos lo  que  á  continuación  se  expresa: 

Ella  se  compone  de:  una  Asamblea,  un  Consejo  Superior,  un  Rector  y  las 
Facultades  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales,  de  Ciencias  Médicas  y  de  Cien- 
cias Físico-Matemáticas. 

La  Asamblea  es  formada  por  todos  los  miembros  titulares  de  las  Faculta- 
des bajo  la  presidencia  del  Rector,  debiendo  actuar  en  todas  sus  delibera- 
ciones el  Secretario  General. 

Es  atributivo  de  la  Asamblea:  elejir,  suspender  y  destituir  al  Rector  y 
admitir  y  desechar  su  renuncia — conceder  licencia  al  mismo  para  ausentarse 
de  la  Capital,  pero  siempre  sin  goce  de  sueldo — resolver  sobre  creación  de 
nuevas  Facultades  ó  la  división  de  las  existentes. 

La  Asamblea  se  convoca  por  el  Consejo  Superior  con  tres  dias  de  antici- 
pación, expresando  el  objeto  de  la  convocatoria— se  constituye  en  sesión  con 


—  366  — 

la  mitad  mas  uno  del  número  total  de  sus  miembros — la  elección  del  Rector 
es  nominal  y  termina  en  una  sola  sesión.  .  .  . 

El  Consejo  Superior  se  compone  de:  el  Rector,  los  Decanos  de  las  Faculta- 
des y  de  los  Delegados  por  cada  una  de  estas. 

Es  atributivo  del  Consejo:  ejercer  la  jurisdicción  superior  universitaria-. 
convocar  á  la  Asamblea — dictar  los  Reglamentos  y  Ordenanzas  para  todas  las 
Facultades — fijar  las  épocas  para  los  exámenes,  expedición  de.  matrículas, 
apertura  y  clausura  de  los  cursos— vigilar  el  cumplimiento  de  los  Planes  de 
Estudios — acordar  el  título  de  Doctor — resolver  en  última  instancia  las  cues- 
tiones contenciosas  falladas  en  primera  por  el  Rectoró  las  Facultades— fijar 
los  derechos  universitarios — examinar  y  dar  cuenta  al  Congreso  de  la  exis- 
tencia é  inversión  de  los  fondos  universitarios — aceptar  las  donaciones,  lega- 
dos, etc.,  que  se  hicieren  á  la  Universidad  ó  Facultades — formular  el  proyecto 
de  Presupuesto  para  la  Universidad — acordar  licencia  al  Rector  6  Profe- 
sores   

El  Rector  es  el  representante  de  la  Universidad;  para  ser  elegido  se 
requiere  ser  ciudadano  argentino  y  miembro  académico  de  alguna  de  las 
Facultades. 

Son  atribuciones  del  Rector:  hacer  ejecutar  los  acuerdos  y  resoluciones 
de  la  Asamblea  y  del  Consejo — llevar  la  correspondencia  con  el  Gobierno  y 
demás  autoridades,  entendiéndose  oficialmente  con  las  corporaciones  ó  esta- 
blecimientos científicos — dar  por  sí  solo  los  Diplomas  Universitarios  y  con- 
juntamente con  el  Decano  de  la  Facultad  respectiva  los  de  las  profesiones 
científicas — vigilar  la  contabilidad  y  tener  á  su  orden  en  el  Banco  Nacionalel 
Fondo  Universitario — visar  los  certificados  otorgados  por  las  Facultades- 
ocupar  el  puesto  de  honor  en  todos  los  actos  de  solemnidad  que  celebren 
éstas— inspeccionar  las  colecciones,  gabinetes  y  bibliotecas  de  las  Faculta- 
des— proponer  en  la  Memoria  que  eleva  al  Ministerio  de  Instrucción  Pública 
todas  las  reformas  proyectadas  por  el  Consejo  Superior 

El  Rector  es  elegido  por  cuatro  años  y  en  caso  de  destitución  ó  muerte, 
el  Decano  mas  antiguo  ejerce  sus  funciones— tiene  voto  en  las  resoluciones 
adoptadas  por  el  Consejo  Superior  y  debe  vigilar  por  el  cumplimiento  y  ob- 
servancia de  los  Estatutos,  asi  como  de  las  Ordenanzas  y  Reglamentos  dic- 
tados por  el  Consejo  Superior 

Las  Facultades  se  componen  de  miembros  titulares,  honorarios  y  corres- 
ponsales, debiendo  ser  quince  los  primeros  para  cada  una. 

Funcionan  separadamente  en  casa  especial  en  la  cual  instalan  sus  res- 
pectivas oficinas,  aulas,  laboratorios,  gabinetes  y  biblioteca  y  son  presididas 
por  su  respectivo  Decano — sus  sesiones  ordinarias  se  celebran  desde  el  !• 
de  Marzo  hasta  el  1*  de  Diciembre. 

Son  atribuciones  de  las  Facultades:  elegir  su  Decano,  Secretario  y  Dele- 
gados— nombrar  á  sus  miembros  académicos  titulares,  honorarios  y  corres- 
ponsales— dictar  el  Reglamento  para  el  régimen  interno — decidir  en  V  in§' 


—  367  — 

tancia  las  cuestiones  contenciosas — proyectar  los  Planes  de  Estudios — reva- 
lidar los  diplomas  extranjeros  de  profesiones  científicas — fijarlas  condiciones 
de  admisibilidad  de  los  estudiantes  á  su  ingreso — formar  las  comisiones 
examinadoras — proponer  al  Consejo  las  reformas  ó  mejoras  que  creyese 
conveniente  y  dar  cuenta  al  mismo  en  una  Memoria  de  los  trabajos  de  la 
Facultad,  el  estado  de  la  enseñanza,  las  necesidades  del  Instituto,  la  asisten- 
cia de  los  alumnos  y  la  rendición  de  exámenes. 

Los  Decanos  son  elegidos  por  cuatro  anos,  nominalmente  y  en  sesión  es- 
pecial— son  los  Presidentes  de  las  Facultades  respectivas. 

Para  ser  Decano  se  requiere:  ciudadanía  argentina  y  ser  Miembro  Aca- 
démico. 

Son  sus  atribuciones:  formar  parte  del  Consejo  Superior  y  expedir  con- 
juntamente con  el  Rector  los  diplomas  de  las  profesiones  científicas — hacer 
cumplir  las  resoluciones  de  la  Facultad — ordenar  la  expedición  de  matrícu- 
las y  de  certificados  de  exámenes — dar  cuenta  al  Consejo  Superior  do  las 
entradas  por  derechos  universitarios  y  de  la  inversión  de  los  fondos  desti- 
nados á  los  gastos  de  la  Facultad 


Carece  de  voto  en  las  resoluciones  de  la  Facultad,  decidiendo  solo  en  caso 
de  empate,  y  puede  ser  sustituido  en  sus  funciones  por  el  Académico  mas 
antiguo,  siempre  que  por  enfermedad,  ausencia,  destitución  ó  muerte  no 
pueda  desempeñar  sus  obligaciones. 

Los  Delegados  déla  Facultad  al  Consejo  Superior  son  elegidos  por  dos 
años  y  están  obligados  á  concurrirá  las  sesiones  de  éste  y  formar  parte  de 
las  comisiones  nombradas — la  inasistencia  continua  de  los  Delegados  da 
lugar  á  pedir  á  la  Facultad  que  representan  el  nombramiento  de  otros  que 
los  reemplacen — no  pueden  ausentarse  por  mas  de  un  mes  sin  licencia  del 
Consejo 

Para  ser  miembro  académico  titular  se  requiere:  título  académico  ó  cien- 
tífico expedido  por  las  Universidades  Nacionales,  antigüedad  de  seis  años 
en  la  adquisición  del  título  y  residencia  habitual  en  la  Capital — deben  asistir 
á  las  sesiones  de  la  Facultad  y  desempeñar  las  comisiones  que*  se  les  enco- 
miende— pueden  ser  removidos,  lo  que  se  hace  en  sesión  especial,  convocada 
al  efecto  y  por  mayoría  de  las  dos  terceras  partes  de  los  miembros  presentes.... 

Para  ser  miembro  académico  honorario  ó  corresponsal  basta  tener  título 
académico  ó  científico  expedido  por  Universidad  ó  Facultad  Nacional  ó  ex- 
tranjera— pueden  concurrir  á  las  sesiones  de  la  Facultad  y  tomar  parte  en 
sus  deliberaciones,  pero  no  pueden  votar 


—  368  — 

EDICTO  DE  ERECCIÓN  DE  LA  UNIVERSIDAD 

D.  Martin  Rodríguez,  Brigadier  General,  Gobernador  y  Capitán  General  de  la  provincia 
de  Buenos  Aires. 

Desde  el  año  de  1778  estaban  expedidas  las  órdenes  para  el  establecimiento  déla  Univer« 
sidad  de  esta  ciudad,  y  la  mas  remarcable  indiferencia  del  Gobierno  Metropolitano  las  habia. 
sepultado  en  el  olvido.  Exitado  el  Supremo  Poder  Ejecutivo  por  las  instancias  de  muchos  ciuda>«^ 
danos  amantes  de  la  ilustración  y  progreso  del  pais,  propuso  al  Congreso  General  en  181  ^ 
la  erección  de  este  establecimiento  literario:  y  oficiando  que  se  hallaba  bastantemente  facult^¿[^ 
do  para  proceder  á  fundarlo  por  sí  solo,  manifestó  que  deseaba  la  cooperación  de  aquel  cuerj^ 
soberano  para  colmar  de  autoridad  la  ejecución  de  un  pensamiento  tan  benéfico.  El  Congr^^ 
General  adhirió  sin  demora  á  la  propuesta,  dándole    las   formas  provisionales  el  Gobiernen 
cuidando  de  remitirlas  para  su  aprobación  á  la  primera  Legislatura,  pero  las  calamidades  ^/ 
año  veinte  lo  paralizaron  todo,  estando  á  punto  ya  de  realizarse. 

Pero  habiéndose  restablecido  el  sosiego  y  tranquilidad  de  la  provincia,  es  uno  de  los  pjj-, 
meros  deberes  del  Gobierno  entrar  de  nuevo  á  ocuparse  en  la  educación  pública  y  promove;^^ 
por  un  sistema  general,  que  siendo  el  mas  oportuno  para  hacerla  ñoreciente,  lo  había  suspeg. 
dido  la  anarquía  y  debe  desarrollarse  el  nuevo  orden.  Animado  de  estos  sentimientos  resolví 
llevar  á  ejecución  la  fundación  de  la  Universidad,  y  para  poner  mas  expeditas  las  medidas 
conducentes  á  este  fin,  nombré  Cancelario  y  Rector  dándole  las  facultades  necesarias  piara  que 
procediese  y  dispusiese  la  erección:  y  en  seguida  habiendo  también  nombrado  Prefectos  para 
presidir  los  departamentos  científicos,  dispuse  que  se  formase  un  tribunal  compuesto  de  estos 
funcionarios  y  de  los  doctores  decanos  de  cada  facultad:  y  habiéndoseme  comunicado  que  se 
hallaba  todo  dispuesto  y  ordenado  para  hacer  la  institución,  por  el  presente  público,  solemne 
edicto,  erijo  é  instituyo  una  Universidad  mayor,  con  fuero  y  jurisdicción  académica  y  esta- 
blezco una  sala  general  de  doctores  que  se  compondrá  de  todos  los  que  hubiesen  obtenido  el 
grado  de  doctor  en  las  demás  Universidades  y  sean  naturales  de  estas  provincias,  casados  ó 
domiciliados  en  ella;  y  por  falta  que  hay  de  licenciados,  serán  matriculados  como  tales,  por 
esta  sola  vez,  los  que  habiendo  obtenido  el  grado  de  bachiller  en  alguna  facultad  mayor,  ha- 
yan recibido  después  la  licencia  con  despacho  expedido  por  el  tribunal  competente  paraqer- 
cer  la  facultad.  Los  estatutos  demarcarán  la  autoridad  y  jurisdicción  de  la  Universidad,  del 
tribunal  literario,  del  Cancelario  y  del  Rector;  y  entre  tanto  que  se  expidan  aquellos  quedarán 
completamente  autorizados  para  conocer  y  resolver  en  todos  los  casos  y  causas  del  fuero  aca- 
démico. 

Las  facultades  particulares  de  los  Prefectos  serán  arregladas  del  mismo  modo  no  menos 
que  los  derechos,  preeminencias  y  prerogativas  de  todos  los  individuos  que  pertenecen  á  cada 
uno  de  los  departamentos,  entendiéndose  que  desde  esta  fecha  gozará  esta  Universidad,  y  sos 
individuos,  de  los  que  están  concedidos  á  las  Universidades  mayores  mas  privilegiadas,  y  en- 
trará también  en  posesión  de  todos  los  derechos,  rentas,  edificios,  fincas  y  demás  que  han  esta 
do  aplicadas  á  los  estudios  públicos  y  han  servido  para  sus  usos,  funciones  y  dotación  todo 
lo  cual  mando  que  así  se  guarde  y  cumpla  puntualmente,  publicándose  este  edicto  en  la  sala 
general  de  la  Universidad  por  el  Escribano  Mayor  de  Gobierno  el  dia  de  su  apertura.  A  cuyo 
efecto  hice  expedir  el  presente,  firmado  de  mi  mano,  sellado  con  el  sello  de  la  Provincia  y 
refrendado  por  mi  Secretario  de  Gobierno, — en  Buenos  Aires  áQ  de  Agosto  de  1821. 

Martin  Rodríguez. 
Bernardino    Rivadavia. 


ACTA  D£L  DIA  D£  LA  ERECCIÓN    DE    LA   UNIVERSIDAD 

En  la  ciudad  de  Buenos  Aires,  el  dia  12  de  Agosto  del  presente  año,  undécimo  de  nues- 
tra libertad,  el  señor  Gobernador  y  Capitán  General  de  la  provincia,  acompañado  de  sus  s^ 
ñores  Ministros  de  Gobierno  y  Relaciones  Exteriores,  de  la  Guerra  y  Marina  y  del  de  Ha- 
cienda y  de  todas  las  autoridades  eclesiásticas,  civiles  y  militares,  pasó  al  templo  de  San  Igna- 
cio á  las  cuatro  y  media  de  la  tarde  para  verificar  la  apertura  de  la  Universidad.  £n  la  entnula 
del  Templo  estaba  una  comisión  de  la  muy  ilustre  sala  de  doctores,  compuesta  de  cuatro 
individuos,  para  recibir  á  S.  E.  Inmediatamente  el  señor  Rector  y  Calendario  de  la  Universi- 
dad nombró  una  comisión  de  doctores  para  que  condujesen  al  sitial  del  señor  Gobernador  el 
edicto  de  erección  de  la  Universidad  que  descansaba  sobre  un  almohadón  de  damasco.  En 
s^;uida  salió  la  muy  ilustre  sala  de  Doctores  con  sus   masas,  y  el  Pro-secretario  del  claustro 


—  369 


mayor  del  Colegio  de  la  Union  del  Sud,  fonnada  en  dos  alas  y  presidida  del  señor  Rector  y  del 
Tribunal  literario.  Al  momento  de  entrar  en  la  Iglesia  y  estando  todos  reunidos,  mando  leer 
S.  E.  el  edicto  de  erección  al  Pro-secretario  por  defecto  del  Escribano  Mayor  de  Gobierno. 
G>ncluida  su  lectura  el  señor  Gobernador  tomó  el  juramento  de  incorporación  al  señor  doctor 
don  Antonio  Saenz  y  á  la  muy  ilustre  sala  compuesta  de  los  doctores  siguientes: 


:♦ 


D.  Luis  Chorroarin. 

-^  Bernardo  de  la  Colina. 
Juan  Dámaso  Fonseca. 

»  Pedro  Denis. 

»  Mariano  Medranpe. 

»  Mariano  Andrade. 

»  Tomás  Antonio  Valle. 

/  Esteban  Agustin  Gazcon. 

»  Domingo  Belgrano. 

»  Diego  E.  Zavaleta. 

*  Manuel  Antonio  Castro. 
»  Antonio  Esquerrenea. 

»  Paulino  Gari. 

»  Vicente  Anastasio  Echeverría. 

»  Manuel  Villegas. 

»  Valentin  Gómez. 

»  F.  Mariano  Chambo. 

»  Domingo  Viola. 

*  Pedro  Pablo  Vidal. 


D.  José  Joaquín  Ruiz. 

^     Pedro  Carrasco. 

»     Feliciano  Marlinez. 

»    José  López  García. 

»     Saturnino  Planes. 

:>     Mateo  Vidal. 

^     Francisco  José  Acosta. 

V     Francisco  de  Paula  Rivero. 

Domingo  V.  Achega. 

Roque  Saenz  Peña. 

Santiago  Figueredo. 
uan  José  Alsina. 
uan  Andrés  Duran. 

Licenciados 

D.  Mariano  Lozano. 

>     Juan  Antonio  Fernandez. 

»     Tuan  Andrés  Perrera- 


Concluido  este  acto  el  señor  Rector  pronunció  una  oración  inaugural  á  la  que  contestó 
con  otra  el  señor  Ministre  Secretario  de  Gobierno,  D.  Bernardino  Rivadavia.  Manifestó  en  ella 
la  obligación  que  había  contraido  desde  aquel  momento  de  su  instalación  la  Sala  de  Doctores 
y  prometió  toda  la  protección  del  Gobierno. 

En  seguida  el  señor  Rector  invitó  á  la  muy  ilustre  Sala  para  que  pusiese  á  disposición  del 
Gobierno  un  grado  de  indulto  en  señal  de  agradecimiento  como  á  fundador  de  este  estableci- 
miento; como  también  otro  al  Pro-secretario  de  la  Universidad  por  haber  estado  sirviendo 
gratuitamente  su  empleo;  á  lo  que  accedió  la  Sala  unánimemente.  Con  lo  que,  y  habiéndose 
retirado  el  Gobierno  con  toda  la  comitiva,  quedó  erigida  y  establecida  la  Universidad  Pública 
de  la  provincia  de  Buenos  Aires. — Buenos  Aires,  12  de  Agosto  de  1821. — Dr.  Juan  Antonio 
Saenz. — /uan  Francisco  Gil,  Pro-Secretario. 


NOMBRAMIENTOS  DE  PREFECTOS 


Excmo.  Señoi: 


Para  el  arregUí  de  los  Deparlamentos  que  deben  componer  la  Universidad,  es  de  necesi- 
dad que  se  nombren  los  Prefectos  que  han  de  presidirlos.  Estos  nombramientos  por  ser  de 
primera  creación  corresponde  al  Superior  Gobierno  por  la  primera  vez.  En  esta  virtud  V.  E.  se 
servirá  hacerlo  con  las  personas  que  fueren  de  su  superior  agrado,  á  ñn  de  que  tengan  tiempo 
de  prepararse  para  el  dia  de  la  apertura  pública  y  solemne  de  la  Universidad,  en  que  deben 
asistir  componiendo  el  tribunal  literario. 

Nuestro  Señor  guarde  á  V.  E.  muchos  años. — Buenos  Aires,  Julio  1°  de  1821. — Dr.  An- 
tonio Saenz, — Excmo.  señor  Brigadier  y  Capitán  General  D.  Martin  Rodriguez. 

CONTESTACIÓN 

En  vista  del  oficio  de  V.,  fecha  7  del  corriente,  he  resuelto  que  la  prefectura  del  Depar- 
tamento de  la  Academia  de  Jurisprudencia  sea  anexado  al  cargo  de  Director  de  la  misma 
Academia. 

Que  sea  prefecto  de  Ciencias  Sagradas  el  Dignidad  de  tesorero  de  esta  Santa  Iglesia 
Catedral  Dr.  D.  José  Valentin  Gómez,  y  del  Derecho  el  Dr.  D.  Vicente  Anastasio  de  Eche- 
verría. 


47 


—  370  — 

Que  la  prefectura  de  Medicina  sea  también  anexada  á  la  dirección  del  Instituto  Médico, 
y  que  los  Departamentos  de  Matemáticas  y  Estudios  Preparatorios,  corran  el  primero  á  cargo 
de  D.  Felipe  Senillosa  y  el  segundo  del  Dr.  D.  Bernardino  Rivadavia.  La  reunión  de  los  pre- 
fectos con  un  padrino  de  cada  Facultad  que  será  el  Doctor  mas  antiguo  de  ella,  compondrán 
el  tribunal  literario  que  deberá  V.  presidir  como  Cancelario  y  Rector  de  la  Universidad. — Dios 
guarde  á  V.  muchos  años. — Buenos  Aires,  Junio  13  de  1821. — Martin  Rodríguez.—;/^/! 
Manuel  Luca. — Al  Dr.  D.  Antonio  Saenz,  Cancelario  y  Rector  de  la  Universidad. 


FACULTAD   DE  CIENCIAS  FISICO-MATEMATICAS 

Las  ciencias  matemáticas  tuvieron  principio  y  se  cultivaron  entre  noso- 
tros desde  el  establecimiento  de  los  P.  P.  Jesuítas;  pues  uno  de  ellos  estableció 
por  sí  mismo  un  observatorio  astronómico  en  el  pueblo  de  San  Cosme  y  San 
Damián  de  las  Misiones  del  Uruguay  logrando  determinar  su  posición  geo- 
gráfica. Los  trabajos  de  este  compatriota  fueron  aplaudidos  y  muy  elogiados 
por  el  astrónomo  de  una  de  las  Partidas  españolas  de  demarcación,  recono- 
ciendo en  ellos  los  grandes  talentos  del  autor  que  por  su  propia  iniciativa  y 
esfuerzos  construyó  los  cuadrantes  solares  y  demás  aparatos  necesarios. 

En  este  tiempo  los  vecinos  de  la  campaña  de  Buenos  Aires,  sin  una  regla 
fija,  científica  y  general  sobre  el  arrumbamiento  que  debían  seguir  los  deslin- 
des de  sus  propiedades,  estaban  comprometidos  en  cuestiones  de  límites  inter- 
minables: el  Cabildo  no  sabía  que  hacer  para  dilucidarlas  ni  como  proceder 
para  realizar  su  distribución  equitativa  sin  dañar  los  intereses  encontrados, 
cuando  quiso  la  casualidad  que  un  Jesuita,  el  P.  José  Quiroga,  se  presentase 
solicitando  permiso  para  enseñar  y  fundar  una  escuela  de  matemáticas,  lle- 
gando casi  al  mismo  tiempo  á  nuestro  puerto  varias  naves  de  la  marina  real 
española. 

El  Cabildo,  para  salir  del  confiicto  en  que  le  colocaron  los  propietarios  ru- 
rales, convocó  una  junta  de  «pilotos  de  altura»  de  los  recien  llegados  y  asoció 
á  ellos  al  maestro  de  matemáticas,  los  cuales  resolvieron  satisfactoriamente  el 
punto  y  determinaron  que  la  variación  de  la  aguja  en  Buenos  Aires  era  de  16* 
(año  de  1745),'dando  además  las  reglas  á  que  se  someterían  los  que  practi- 
casen las  mensuras,  hechas  á  rumbos  verdaderos,  es  decir,  corregidos  de 
variación. 

En  el  mismo  año  el  padre  Quiroga  fué  comisionado  para  explorar  la  costa 
patagónica  en  compañía  del  P.  Cardiel,  quienes  hicieron  las  rectificaciones  de 
las  descripciones  geográficas  y  de  las  posiciones  astronómicas  conocidas 
hasta  entonces,  de  estos  parajes. 

Hasta  el  año  1771  no  se  había  establecido  aun  ninguna  aula  de  estas 
ciencias  á  pesar  de  los  esfuerzos  hechos  para  educar  la  juventud,  pues  á  fines 
del  mismo  año  se  sentía  ya  la  necesidad  de  fundar  escuelas  sobre  geometría, 
náutica  y  mecánica,  pero  que  volvieron  á  quedar  olvidadas  durante  un  largo 
tiempo  hasta  después  del  establecimiento  del  Real  Consulado  de  Buenos 
Aires,  cuyo  secretario  propendió  á  la  fundación  de  una  escuela  de  geome- 
tría, arquitectura,  perspectiva  y  toda  clase  de  dibujo,  sin  conseguirse  mas 
que  la  enseñanza  de  este  último. 


—  371  — 

A  fines  del  año  1779  recien  empezó  el  estudio  de  las  matemáticas  apli- 
cadas á  la  navegación  con  el  ingreso  de  quince  alumnos  que  en  Marzo  de 
1802  dieron  examen  de  las  materias  contenidas  en  el  primero  y  único  curso 
de  la  Academia  de  Náutica,  en  presencia  del  Excelentísimo  Virey  que  en 
la  distribución  de  los  premios  señalados  de  antemano  puso  personalmente 
en  manos  de  los  jóvenes  alumnos  agraciados  el  que  correspondía  á  la  cla- 
sificación obtenida,  y  consistentes  en:  un  Sextante,  un  Octante,  un  Com- 
pendio del  curso  de  Matemáticas  y  un  ejemplar  del  Tratado  de  Navegación 
por  D.  J.  Juan. 

La  Academia  y  la  escuela  de  dibujo  cayeron  juntas  bajo  el  golpe  rudo 
de  la  política  monárquica  que  las  hizo  desaparecer  por  medio  de  una  orden, 
reconviniendo  al  Consulado  por  sostener  bajo  sus  auspicios  establecimien- 
tos que  eran  de  mero  hijo. 

Pronunciada  la  revolución  y  establecida  la  Junta  de  Gobierno,  el  12  de 
Setiembre  de  1810  tuvo  lugar  la  apertura  de  una  escuela  de  Matemáticas  diri- 
jida  por  el  Teniente  Coronel  D.  Felipe  Centenach  y  siempre  bajo  los  auspi- 
cios del  Consulado,  inspirado  por  su  célebre  Secretario.  La  inauguración 
de  esta  escuela  fué  un  acontecimiento  que  se  celebró  con  toda  la  pompa  y 
majestad  dignas  de  la  misión  y  papel  encargada  de  desempeñar  en  una  po- 
blación que  recien  se  iniciaba  en  los  principios  políticos  de  la  soberanía 
popular. 

Esta  escuela  continuó  así  durante  un  corto  tiempo,  pues  el  Gobierno 
mas  preocupado  entonces  con  la  educación,  tenía  un  vasto  plan  de  ense- 
ñanza cuya  aplicación  introduciría  en  los  estudios  de  las  ciencias  matemáticas 
todos  los  adelantos  hechos  hasta  esa  época  desterrando  de  la  enseñanza  y  de 
la  práctica  los  vicios  de  las  teorías  ó  principios  primitivos  de  que  adolescían 
en  aquel  tiempo  los  textos  adoptados. 

Para  realizar  este  pensamiento  el  Gobierno  invitó  á  todas  las  Provincias 
á  concurrir  con  elementos  pecuniarios  para  costear  los  profesores  que  se 
había  pedido  de  Europa  y  sostener  el  establecimiento  literario  en  que  se  ense- 
ñarla el  derecho  público,  la  economía  política,  la  agricultura,  \b.s  ciencias  exactas, 
la  geografía,  \b,  mineralogía,  el  dibujo,  lenguas,  etc. 

Fué  en  este  tiempo  que  llegó  al  país  el  ingeniero  español  D.  Ángel  Mo- 
nasterio que  estableció  una  fundición  de  balas  y  cañones  y  levantó  las  bate- 
rías del  Rosario  con  el  concurso  de  Belgrano. 

El  proyecto  de  enseñanza  no  pudo  realizarse  por  diversas  causas  ni  los 
profesores  pedidos  llegaron  tampoco:  entonces  el  Gobierno  redujo  sus  preten- 
siones fundando  una  Academia  para  enseñar,  además  délas  matemáticas  pu- 
ras, la  arquitectura  civil  y  naval,  obligando  á  los  cadetes  de  la  guarnición  á 
concurrir  á  las  aulas. 

La  Academia  Nacional  de  Matemáticas  en  Julio  de   1817  enseñaba'  las 

j  - 

siguientes  materias  de  la  cuales  21  discípulos  rindieron  examen,  14  de  primero 
y  7  de  segundo  año; 


—  372  — 

Aritmética. 
Primer  año  (  Cuatro  reglas  de  álgebra. 

Propiedades  de  la  línea  recta. 
Aplicación  del  álgebra  á  la  aritmética. 
Trigonometría  rectilínea  y  esférica. 
Segundo  año  (  Aplicaciones  del  álgebra  á  la  geometría. 

Secciones  cónicas. 
Principios  de  geometría  descriptiva. 

En  el  ano  1820  se  completó  el  cuarto  curso  de  matemáticas,  del  que  rin- 
dieron examen  varios  jóvenes,  entre  ellos  algunos  oficiales  de  artillería,  en 
presencia  de  las  autoridades  del  país,  corporaciones  y  un  respetable  público 
compuesto  de  lo  mas  notable  de  la  población. 

Los  resultados  fueron  muy  satisfactorios  y  las  autoridades  se  apresura- 
ron á  abrir  el  5**  curso  imponiendo  las  condiciones  bajo  las  cuales  se  podía 
ingresar  y  rendir  el  examen  de  sus  respectivas  materias. 

El  estudio  de  las  matemáticas  quedó  poco  tiempo  después  interrumpido 
y  solo  se  restableció  después  de  organizada  la  Universidad. 

También  se  instituyó  en  1819  una  aula  de  pilotage  cuya  enseñanza  no  fué 
gratuita,  pues  los  alumnos  debían  satisfacer  á  su  ingreso  una  pequeña  cuota 
al  profesor. 

Actualmente  la  Facultad  de  Ciencias  Físico-Matemáticas  está  organizada 
de  una  manera  completa,  con  todos  los  aparatos  necesarios — consta  del  si- 
guiente personal:  veinte  catedráticos,  un  secretario,  un  bedel,  cuatro  ayudan- 
tes y  un  ordenanza,  cuyo  sostenimiento  y  gastos  del  laboratorio  de  química, 
física,  historia  natural,  matemáticas  y  secretaria  importan  la  suma  anual  de 
$  42  036  que  pesa  sobre  el  Tesoro  Nacional. 

Las  materias^de  estudio  en  esta  Facultad  quedan  detalladas  y  distribui- 
das en  la  forma  siguiente: 

PLAN  GENERAL  DE  ESTUDIOS 

La  enseñanza  se  distribuye  del  modo  siguiente: 

Primer  año, — Introducción  al  Algebra  Superior. — Trigonometría  Esférica. — Geometría 
Descriptiva  (i*',  año). — Dibujo  lineal,  topográfico  y  de  arquitectura. — Física  (i*'.  año).— Quí- 
mica Inorgánica. — Botánica  (i®^  año). 

Segundo  año, — Algebra  Superior. — Geometría  Analítica. — Geometría  Descriptiva  (2''  año). 
— Curso  oral  de  arquitectura  teórica. — Dibujo  de  ornamentación.  —Física  (2°  año). — Química 
Orgánica. — Botánica  (2°  año). 

Tercer  año. — Cálculo  diferencial  é  integral. — Construcciones  {i^.  año). — Hidráulica  (i*'. 
año). — Curso  oral  de  Arquitectura  práctica. — Dibujo  de  Perspectiva. — Higiene. — Química 
Analítica  (i*'.  año). — Zoología  (I*^  año). — Mineralogía. 

Cuarto  año. — Mecánica  Racional. — Mecánica  Aplicada  (i®'.  año). — Construcciones  (2*  año). 
— Hidráulica  (2°  año). — Geodesia  {i^^.  año). — Química  Analítica  (2°  año). — Zoología  (2® año). 
— Geología. — Curso  oral  sobre  ventilación,  calefacción,  clasificación  y  disposición  general  de 
los  edificios  públicos. — Dibujo  de  Construcciones  y  de  Máquinas. 

Quinto  año — Construcción  de  Máquinas — Mecánica  aplicada  (2**  año). — Termo-dinámica 
y  máquinas  á  vapor. — Geodesia  (2**año). — Astronomía. — Preparación  de  proyectos  en  general 
con  todos  sus  detalles,  cálculos,  presupuestos,  etc. 

Sexto  año — Geometría  Moderna. — Física  Matemática, 


—  373  — 

La  Facultad  de  Ciencias  Físico-Matemáticas  expide  los  siguientes  títulos. 

Doctor  en  Ciencias  Físico-Matemáticas. 
Doctor  en  Ciencias  Físico-Naturales. 
Ingeniero  Civil. 
Ingeniero  Mecánico. 
Arquitecto. 

Para  obtener  uno  de  los  títulos  anteriores  debe  rendirse  exámenes  de  las 
asignaturas  que  se  expresan  á  continuación: 

DOCTOR  EN   CIENCIAS   FÍSICO-MATEMÁTICAS 

Primer  año. — Introducción  al  Algebra  Superior. — Trigonometría  Esférica. — Geometría 
Descriptiva  ( I *^  año). — Física  (i**".  año). — Química  Inorgánica. 

Segundo  año. — Algebra  Superior. — Geometría  Analítica. — Geometría  Descriptiva  (2®  año). 
Física  (2°  año.) — Química  Orgánica. 

Tercer  año, — Cálculo  diferencial  é  integral. — Química  Analítica  (i".  año). 

Cuarto  año. — Mecánica  Racional  (I«^  año). — Geodesia  (i*^  año). — Química  Analítica 
(2®  año). 

Quinto  año. — Mecánica  Racional  (2''  año). — Geodesia  (2^  año). — Astronomía. 

Sexto  año. — Geometría  Moderna. — Física  Maiemática. 

DOCTOR  EN  CIENCIAS   FÍSICO-NATURALES 

Primer  año. — Introducción  al  Algebra  Superior. — Trigonometría  Esférica. — Física  (i^'año) 
— Botánica  (i***.  añoj. — Química  Inorgánica. 

Segundo  año, — Física  (2®  año). — Botánica  (2°  año.) — Química  Orgánica. — Dibujo. 
lercer  año. — Química  Analítica  (cualitativa). — Zoología  (i*^^  año). — Mineralogía. 
Cuarto  año. — Química  Analítica  (cuantitativa) — Zoología  (2°  año). — Geología. 

INGENIERO   CIVIL 

Primer  año. — El  primer  año  del  plan  menos  Botánica. 
Segundo  año. — El  segundo  menos  Botánica  y  Química  Orgánica. 
Tercer  año. — El  tercero  menos  Zoología. 
Cuarto  año. — El  cuarto  menos  Zoología. 
Quinto  año. — £1  quinto  año  del  plan. 

INGENIERO   MECÁNIGO 

Primer  año — El  primer  año  del  plan  menos  Botánica. 

Segundo  año. — El  segundo  menos  Arquitectura  y  Botánica. 

Tercer  año. — El  tercero  menos  Arquitectura  y  Zoología. 

Cuarto  año. — El  cuarto  menos  Geodesia,  Química  Analítica  y  Zoología. 

Quinto  año. — El  quinto  menos  Geodesia  y  Astronomía. 

ARQUITECTO 


Primer  año. — El  primero  del  plan  menos  Física  y  Botánica. 

Segundo  año. — El  segundo  menos  Física,  Química  y  Botánica. 

Tercer  año. — El  tercero  menos  Zoología  y  Mineralogía. 

Cuarto  año. — Mecánica  Aplicada. — Construcciones. — Hidráulica. — Higiene. — Preparación 
de  proyectos  en  general,  cálculos  y  presupuestos. — Dibujo  de  ornamentación,  bóvedas,  te- 
chos, etc. 

El  título  de  Ingeniero  Civil  habilita  para  ejercer  la  profesión  de  Agrimensor,'prévia  la 
práctica  de  seis  mensuras,  por  lo  menos,  hechas  con  Ingeniero  ó  Agrimensor  patentado  y  cer- 
tificado de  competencia  expedido  por  el  mismo. 

Para  obtener  los  títulos  de  Ingeniero  Civil,  Ingeniero  Mecánico  ó  Arquitecto,  es  necesario 
además  del  examen  general,  la  presentación  y  desarrollo  de  un  proyecto  con  su  memoria  cor- 
respondiente que  indicará  la  Facultad. 

Los  candidatos  al  doctorado  en  Ciencias  Físico-Matemáticas  y  Físico-Naturales  además 
del  examen  general  deben  presentar  una  tési¿  sobre  un  tema  á  su  elección,  debiendo  in3- 
cpbir  en  dicha  tesis  diez  proposiciones  accesorias  que  son  dadas  por  la  Facultad, 


—  374  — 


Aquellos  que  han  obtenido  un  título  de  los  mencionados,  pueden  optar  á  otro,  cuyo  plan 
de  estudios  sea  mas  extenso,  rindiendo  exámenes  parciales  de  las  materias  que  no  forman 
parte  del  programa  correspondiente  á  su  título  y  sujetándose  á  las  demás  pruebas  exigidas 
para  la  obtención  del  mismo. 

Los  exámenes  verificados  en  1885  arrojan  los  siguientes  resultados: 


Sobresalientes 

Distinguidos 

Buenos 

Regulares 

Reprobados 


MATRICl'LAlMíS 


MIIKRS 


TOTAL 


37 

97 
io6 

72 
24 


336 


3 
i3 
20 

19 
zx 

66 


40 

lio 
126 

91 
35 


402 


El  resultado  obtenido  en  las  cuatro  épocas  que  fija  el  reglamento  para 
recibir  exámenes  generales,  de  tesis,  de  proyectos  y  de  revalidación,  se  mani- 
fiesta en  el  siguiente  cuadro: 


rr.AsiFirAnoNK» 

FXAMRNK5 

CPNKKALKS     I)R 

INORNIÜRIA 

PK    MATKMATICA^ 
5(;pRRI0KltS 

PRO VICTOS 
PARA  INGENIEB08 

TtSlS 

PARA  IMOBNinOS 

DB    BBVALtDACIOV 

Sobresalientes 

9 
23 

3 

I 

I 

... 

7 
2 

I 

1 

Distinguidos 

Buenos. , .    . . 

Regulares 

Reprobados 

— 

36 

I 

9 

' 

X 

El  número  de  alumnos  matriculados  en  los  cursos  del  año  1885  alcanzó  ál26 
distribuidos  así:  primer  año  de  ingeniería, 47 — segundo  año,  12 — terceraño,  15 
cuarto,  20  y  quinto,  14 — primer  año  de  matemáticas  superiores,  3 — de  segun- 
do, 3  y  13  alumnos  ingresados  de  la  Facultad  de  Ciencias  Médicas. 

De  las  veinte  asignaturas  de  que  se  componen  los  cursos  de  esta  Facultad 
se  han  dictado  1554  lecciones. 

El  académico  Ingeniero  D.  Emilio  Rosetti,  impulsado  por  el  deseo  de  esti- 
mular y  premiar  á  los  alumnos  estudiosos  al  cultivo  y  consagración  de  las 
ciencias  físico-matemáticas,  hizo  donación  á  la  Facultad  respectiva  de  una 
valiosa  colección  de  instrumentos  de  topografía  destinados  al  gabinete  de  geo- 
deslat,.para  que  si  ella  llegase  á  merecerla  aceptación  de  la  institución  erigiese 
un  premio  que  se  discerniría  al  estudiante  cuyas  clasificaciones  fuesen  las  más 
altas,  al  obtener  el  diploma  de  ingeniero. 

Desde  entonces  el  Premio  fíoseiii  so  adjudica  anualmente  por  disposición 
de  la  Facultad  y  consiste  en  libros  6  instrumentos  de  matemáticas. 

El  Departamento  de  Ingenieros  déla  Nación  ha  confeccionando  ya  los  planos 


—  375  — 

y  presupuesto  para    la  construcción  del  edificio  en  que  la  Facultad  y  Escuela 
de  Ingenieros  trasladará  en  breve  sus  clases  y  demás  oficinas. 

Ha  percibido  durante  el  año  la  cantidad  de  $5016  por  matrículas,  dere- 
chos de  exámenes  y  certificados,  y  agregando  los  intereses  del  capital  que  tie- 
ne depositado  en  el  Banco  Nacional  y  la  suma  devuelta  por  el  Consejo  superior 
por  gastos  hechos  en  el  gabinete  de  física,  asciende  el  movimiento  en  ingresos 
ala  cantidad  total  de  $5596,97;  los  egresos  durante  el  mismo  año  se  han  elevado 
á  $  6016,49. 


Del  Reglamento  de  la  Facultad  de  Ciencias  Físico-Matemáticas,  entresa- 
camos lo  que  sigue: 

La  Facultad  está  formada  de  los  quince  miembros  académicos  nombrados 
por  el  Poder  Ejecutivo  y  de  los  honorarios. 

Un  Decano  la  preside  en  sus  sesiones  y  la  representa  ante  el  Consejo, 
las  otras  Facultades  y  demás  corporaciones,  debiendo  un  secretario  refrendar 
sus  actos. 

La  Facultad  se  divide  en  dos  secciones  permanentes  de  siete  miembros  cada 
una:  la  primera  se  encarga  de  lo  relativo  á  las  matemáticas  y  la  segunda  á  las 
ciencias  físico-naturales. 

Son  atribuciones  y  deberes  de  la  Facultad:  elegir  sus  miembros  y  empleados, 
suspenderen  sus  funciones,  por  inasistencia,  á  sus  miembros,  formar  las  comi- 
siones examinadoras,  reformar  su  Plan  de  Estudio,  nombrar  cada  año  sus 
delegados  al  Consejo  y  cada  dos  años  el  Decano  y  Vice-Décano  y  á  sus  profe- 
sores titulares  ó  interinos,  presentar  al  Consejo  su  presupuesto  de  gastos, 
fijar  las  condiciones  de  ingreso  délos  alumnos,  señalar  un  premio  al  mejor 
trabajo  relativo  á  las  ciencias  de  su  incumbencia. 

La  Facultad  debe  reunirse  en  sesión  una  vez  lo  menos  por  mes  desde 
la  apertura  de  las  matrículas  hasta  la  recepción  de  los  exámenes  de  fin  de  año, 
bastando  la  presencia  de  cinco  miembros  académicos  incluso  el  Presidente  para 
formar  quorum  legal — el  resultado  de  toda  votación  se  considera  resolución  de 
la  Facultad,  estando  obligado  el  Secretario  á  levantar  acta  de  las  discusiones. 

Las  vacantes  de  miembros  académicos  se  integran  por  elección  á  mayo- 
ría de  votos,  observando:  que  el  candidato  tenga  título  académico  científico  y 
acredite  ser  competente  en  algún  ramo  de  las  ciencias  á  cargo  de  la  Facultad; 
que  resida  en  el  punto  donde  funcione  esta;  que  acepte  el  Reglamento  y  las 
comisiones  y  compromisos  que  se  le  confieran  y  finalmente  que  presente  un 
trabajo  sobre  ciencias  físico-naturales  ó  matemáticas  y  haga  una  disertación 
oral  al  ingresará  la  facultad. 

El  nombramiento  de  miembros  honorarios  se  hace  por  unanimidad  de 
votos— se  elige  cada  dos  años  el  Decano,  Vice-Décano  y  Tesorero— para  ser  ca- 
tedrático se  requiere  idoneidad  notoria  en  el  desempeño  del  cargo  ó  rendir 
pruebas  de  suficiencia  ante  la  Facultad. 


—  376  — 

El  Decano  dirije  el  estable»  ¡miento  en  que  funciona  la  Facultad,  vela  por 
el  cumplimiento  del  Reglamento  y  por  la  disciplina,  preside  en  las  sesiones  y 
decide  con  su  voto  en  los  casos  de  empate — presenta  al  Consejo  los.  presupues- 
tos  y  proposiciones  de  la  Facultad  y  catedráticos  y  redacta  una  Memoria  anual 
sobre  el  estado  de  la  enseñanza  y  necesidades  de  la  Facultad  en  lo  que  le  con- 
cierne— administra  los  fondos 

El  Tesorero  reclama  y  recibe  del  Secretario  los  fondos  pertenecientes  á  la 
Facultad,  debiendo  depositarlos  á  premio  en  el  establecimiento  que  determine 
aquella  y  capitalizar  los  intereses  cadaaño — verifica  los  pagos  ordenados  por  el 
Decano  y  presenta  anualmente  el  estado  de  la  Tesorería. 

Los  Catedráticos  deben  atender  esclusivamente  á  la  enseñanza  del  ramo 
de  su  asignatura,  dando  cuenta  á  la  Facultad  del  dia  de  apertura  y  clausura  de 
los  cursos — llevan  un  registro  de  inasistencia  délos  alumnos — dan  aviso  ala 
Facultad  con  un  mes  de  anticipación  cuando  tienen  que  ausentarse — dictan  tres 
clases,  por  lo  menos,  en  la  semana  y  no  pueden  desempeñar,  particularmente, 
más  de  dos  cátedras — están  obligados  á  formar  parte  de  las  comisiones  exa- 
minadoras y  confeccionar  anualmente  los  programas  de  su  asignatura — ^gozan 
del  sueldo  Integro  en  caso  de  enfermedad  y  de  la  mitad  por  comisiones. 

Todo  alumno  para  ingresar  debe  tener,  lo  menos,  diez  y  siete  años  de 
edad,  buena  conducta  y  moralidad  y  certificado  de  haber  cursado  los  estu- 
dios preparatorios  de  acuerdo  con  el  Plan  de  Estudios — no  puede  cursar  de 
un  año  áotro  sin  haber  rendido  examen  y  sido  aprobado  en  todas  las  materias 
del  anterior — la  interrupción  durante  dos  años  de  los  estudios  inhabilita  al 
alumno  para  continuar  en  la  Facultad,  á  menos  que  dó  examen  de  los  años  an- 
teriores al  que  quiera  cursar — un  bedel  para  cada  asignatura  lleva  constancia 
de  la  falta  de  asistencia — treinta  faltas  en  los  cursos  diarios  y  quince  en  los 
demás  imposibilita  para  dar  examen  en  calidad  de  alumno  de  la  Facultad. 

Las  comisiones  examinadoras  deben  nombrarse  antes  del  V  de  Noviera, 
bre — se  componen  de  tres  miembros  por  lo  menos,  entre  los  académicos  ü 
honorarios  y  los  profesores  del  ramo  á  que  corresponda  el  examen — los  exá- 
menes empiezan  el  20  de  Noviembre,  empleando  media  hora  para  cada  alumno, 
que  si  no  es  aprobado  vuelve  á  cursar  las  mismas  materias — la  clasificación 
puede  hacerse  después  de  cada  examen,  procediendo  de  esta  manera:  primero 
debe  decirse  si  el  examinado  es  aprobado  ó  nó  por  medio  de  votación  secreta 
con  dos  letras  A.  y  R.  que  significan  aprobación  y  reprobación — elempateim- 
porta  reprobación — si  el  examinado  resulta  aprobado,  se  distribuye  diez  boli- 
llas á  cada  examinador,  que  representan  de  uno  á  tres  inclusive  reyular;  de 
cuatro  á  seis  inclusive  bueno;  de  siete  á  nueve  inclusive  distinguido ^  y  el  diez 
sobresaliente.  Depositado  en  la  urna  por  cada  examinador  el  número  que 
exprese  el  grado  del  examen,  se  suman  todos  y  el  resultado  se  divide  por  el 
número  de  examinadores;  el  cuociente  indica  el  mérito  del  examen — ^si  hubiese 
una  fracción  en  la  división  mayor  de  un  medio  se  considera  entero— los 
exámenes  pueden  ser  orales,  escritos  ó  prácticos,  según  los  casos,  y  los  puntos 


—  377  — 

sobre  que  deben  versar  son  sorteados  de  los  programas  respectivos;  el  sorteo 
se  verifica  de  este  modo:  puestas  las  bolillas  en  una  urna,  de  acuerdo  con  el 
programa,  el  examinando  saca  tres  á  la  suerte — los  números  que  ellos  expresen 
contienen  las  cuestiones  que  debe  tratar  el  examinado — el  alumno  que  no  rin- 
de examen  á  fin  de  año,  sin  justificación,  pierde  el  curso. 

Para  obtener  el  título  que  corresponde  á  todo  estudiante,  habiendo  sido 
aprobado  en  todos  los  exámenes  en  las  materias  que  componen  el  Plan  de  Es- 
tudios, desde  el  1**  de  Marzo  de  cada  año  debe  rendir  un  examen  general  teó- 
rico-práctico  que  se  verifica  en  dos  sesiones: una  para  la  parte  teórica  y  otra  para 
la  experimental  ó  práctica — aprobado  en  esta  prueba  final  debe  presentar  una 
tesis  sobre  un  tema  á  su  elección — el  candidato  elige  de  entre  los  miembros 
académicos  uno  que  presida  y  dirija  la  discusión  durante  el  examen  de  lésis — 
el  visto-bueno  del  Presidente  de  tesis  autorízala  impresión  del  manuscrito — 
hecha  la  impresión,  el  Secretario  recibe  cincuenta  ejemplares  para  distribuir- 
los entre  los  académicos  y  profesores,  archivándose  dos  de  ellos  en  la  biblio- 
teca— señalado  el  dia  y  hora  para  la  discusión  oral  y  examen  de  tesis  el  candi- 
dato debe  sostenerla  contra  la  comisión  de  examen — toda  la  Facultad  concurre 
á  este  acto,  pero  la  comisión  examinadora  debe  estar  formada  por  lo  menos 
de  cuatro  miembros,  fuera  del  Presidente  de  tesis  que  no  toma  parteen  la  dis- 
cusión, pudiendo  decidir  con  su  voto  en  el  solo  caso  de  empate — la  clasificación 
de  este  examen  se  verificará  del  mismo  modo  que  para  la  de  los  exámenes  esco- 
lares— si  fuese  aprobado  el  examinando  debe  asegurar  ante  la  Facultad  servirse 
honorablemente  de  su  ciencia;  más,  si  fuese  reprobado,  no  puede  rendir 
nuevo  examen  sino  después  de  seis  meses,  y  de  un  año  si  lo  fuese  por  segun- 
da vez. 

FACULTAD  DE  DERECHO 

En  el  informe  presentado  por  D.  Manuel  de  Basavilbaso  aconsejando  la 
adopción  del  plan  general  de  estudios  formulado  por  él,  proponía  también  la 
creación  de  los  Estudios  de  Derecho,  constituidos  por  tres  clases:  de  derecho 
canónico,  de  derecho  civil,  y  de  derecho  de  Castilla. 

El  estudio  de  la  Jurisprudencia  quedó  suspendido  hasta  que  se  erigiese 
en  Universidad  el  Colegio  Carolino:  esta  disposición  impuso  la  obligación 
á  ios  estudiantes  que  terminaban  su  aprendizaje  en  Buenos  Aires,  de  tras- 
ladarse á  Charcas  ó  á  Santiago  de  Chile  para  continuar  sus  estudios  ^ 
querían  dedicarse  al  foro. 

La  Universidad  de  Charcas  alcanzó  una  gran  reputación  á  fines  del  siglo 
pasado»  por  los  estudios  completos  que  prescribía  el  plan  de  enseñanza 
escolar.  Invertíanse  dos  años  en  el  estudio  de  los  principios  de  derecho  y 
del  Código  español,  y  los  catedráticos  obligados  á  constantes  disertaciones 
prescriptas  por  reglamentos,  perfeccionaban  la  enseñanza,  y  aumentaban, 
por  consiguiente,  el  caudal  de  sus  conocimientos  sobre  las  materias  á  su 
cargo.  Cuando  en  actos  solemnes,  los  alumnos  obligados  á  hacer  una  de- 


—  378  — 

fensa  pública  esta  merecía  la  aprobación  de  los  profesores,  entonces  se  les 
investía  con  el  grado  de  bachiller  que  les  habilitaba  para  ejercer  la  profe- 
sión de  abogado. 

El  grado  de  Doctor  no  pasaba  de  ser  una  mera  condecoración.  Termi- 
nados  los  estudios  académicos,  estaban  obligados  á  practicar  dos  años  en 
el  estudio  de  algún  letrado,  y  á  asistir  á  los  juicios  del  Tribunal,  con  lo 
cual  quedaban  hábiles  para  dar  el  último  examen  privado  ante  los  jueces 
de  la  Audiencia^  última  é  indispensable  prueba  para  recibir  la  autorízacioQ 
de  abogar. 

El  grado  de  bachiller  en  las  facultades  de  cánones  y  jurisprudencia 
costaba  cien  reales  en  Chile,  y  era  necesario  rendir  cinco  exámenes  de  ins- 
tituta  y  uno  de  cánones,  previa  asistencia  á  las  aulas  universitarias. 

Para  ejercer  la  profesión  de  abogado  en  Buenos  Aires,  los  estudiantes 
recibidos  en  las  Universidades  de  Charcas  ó  Chile,  era  necesario  rendir  un 
examen  facultativo  ante  la  real  audiencia  pretorial  de  Buenos  Aires,  y 
probar  «que  sus  antecesores  eran  españoles,  limpios  de  toda  mala  raza,  y 
de  arreglada  vida  y  costumbres,  sin  haber  dado  nota  de  sus  personas, 
mereciendo  muchos  de  sus  parientes  el  haber  obtenido  empleos  distingui- 
dos en  la  República.» 

El  estudio  de  la  jurisprudencia  en  la  ciudad  de  Córdoba  se  abrió  en  la 
administración  de  Gobierno  del  Marqués  de  Sobremonte,  pero  adolescía  de 
tantos  vicios  el  método  de  enseñanza,  que  hacía  enteramente  estériles  los 
esfuerzos  de  la  juventud  escolar. 

En  Buenos  Aires  comenzó  dicho  estudio  con  el  establecimiento  de  la 
Universidad,  en  cuya  composición  científica  de  las  materias  de  enseñanza, 
existía  el  Departamento  de  Jurisprudencia,  compuesto  dedos  cátedras, una 
de  Derecho  natural  v  otra  de  Derecho   civil. 

No  obstante  una  Academia  de  Jurisprudencia  instituida  en  1814,  for- 
maba abogados  j)ara  el  foro  de  Buenos  Aires,  antes  de  la  creación  de  la 
Universidad,  y  á  principios  de  1815,  por  decreto  del  Supremo  Director, 
quedó  definitivamente  autorizada  su  fundación. 

La  cátedra  de  Economía  Política  que  formaba  parte  de  los  Estudios  que 
la  Universidad  enseñaba,  empezó  á  dictarse  recien  en  el  año  1823:  los 
Elementos  de  economía  de  Mili  fueron  traducidos  en  Buenos  Aires  v  declara- 
dos  como  texto  para  la  Universidad.  Dos  años  duraban  los  estudios  uni- 
versitarios de  Economía,  destinando  el  primero  á  la  parte  teórica,  y  el 
segundo  á  la  aplicación  de  sus  principios  á  la  economía  doméstica,  comer* 
cial  y  social,  y  á  la  estadística  y  administración  de  la  hacienda  pública. 

La  parte  correspondiente  al  segundo  año  y  la  historia  de  la  ciencia  eco- 
nómica, era  redactada,  por  obligación,  por  el  catedrático  respectivo  para 
insertarla  en  la  prensa. 

Los  estudios  de  la  ciencia  económica  adquirieron  una  gran  importancia 
según  se  desprende  de  los  siguientes  conceptos  vertidos  por  el  Gobierno  eo  su 


—  379  — 


Mensaje  á  la  Legislatura  de  la  Provincia  en  el  año  1833:  «La  Economía 
política  ha  empezado  á  enseñarse,  y  sus  luces  difundidas,  procurarán  á 
nuestra  patria  administradores  inteligentes». 


Actualmente  la  Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales  está  perfec- 
tamente organizada,  y  el  Cuerpo  de  Catedráticos  es  bastante  competente  é 
ilustrado.  Está  compuesto  del  siguiente  personal:  diez  catedráticos,  un 
secretario,  un  escribiente  auxiliar,  un  bedel,  un  mayordomo  y  un  orde- 
nanza, cuyo  sostenimiento,  agregados  los  gastos  de  Secretaría  y  de  casa 
importan  la  suma  anual  de  $  23.160  que  subviene  el    Tesoro  Nacional. 

Son  materias  de  estudio  en  esta  Facultad:  Introducción  al  Derecho. — 
Derecho  Civil — Internacional — Romano — Penal  y  Comercial — Constitucional 
y  Administrativo— de  Procedimientos — Canónico — Economía  Política  y  Filo- 
sofía del  Derecho. 

Los  exámenes  recibidos  por  esta  Facultad,  han  dado  el  siguiente  re- 
sultado: 


OFICIALES 

CLASIFlCAaONIS 

PARHALES 

GENERALES 

TESIS 

RHVAUDAaON 

TOTAL 

Sobresalientes 

32 

2 

-      -- 

34 

Distinguidos 

104 

8 

16 



128 

Buenos 

I20 

i5 

H 

I 

i5o 

Regulares 

46 

16 

I 

63 

Reprobados 

14 

2 



16 

LIBRES— PRUEB 

A  ORAL 

10 

I 

-^ 

54 

6 

— 

— 

62 

4 

— 

34 

4 

II 

I 

— 

II 

60 

66 
38 


12 


Sobresalientes 

Distinguidos 

Buenos 

Regulares 

Reprobados 

Los  alumnos  matriculados  durante  el  año  alcanzaron  á  142,  distribuidos 
en  esta  forma:  primer  año,  29;  segundo,  37;  tercero,  32;  cuarto,  22;  y  quinto, 
22;  treinta  y  seis  personas  asistieron  á  las  aulas,  con  permiso,  como  oyentes. 

De  los  578  exámenes  tomados  en  esta  Facultad  son,  por  materia:  30  de 
introducción  al  derecho — 36  de  derecho  internacional  público— 40  de  romano — 64 
de  economía  política — 43  de  canónico— 20  de  penal — 72  de  civil — ^29  de  comer- 
cial— 62  de  constitucional — 10  de  administrativo — 8  de  internacional  privado 
—40  de  procedimientos — 31  de  ñlosofía  de  derecho — exámenes  generales,  1'  y 
2*  término  59 — revalidación  de  diplomas  extranjeros,  1. 

Los  expedientes  despachados  por  el  Decanato  fueron  228,  de  los  cuales 
34  por  ingreso  de  alumnos,  12  de  certificados,  15  de  matrículas,  93  de  exáme- 
nes y  74  de  asuntos  varios. 


—  380  — 


La  Secretaría  dirijió  77  notas  y  redactó  134  actas  de  exámenes. 

Se  han  introducido  algunas  modíñcaciones  y  aumentado  la  capacidad  d«| 
edifício  de  la  Facultad;  se  ha  construido  además  un  salón  especial  para  servir 
de  Biblioteca  y  un  salón  de  espera. 

FACULTADES 

Del  Reglamento  de  la  Facultad  de  Derecho  y  Ciencias  Sociales  entresacet. 
mos  lo  que  mas  importa  conocer. 

Esta  Facultad  tiene  por  objeto  la  enseñanza  de  los  ramos  de  las  ciencias 
jurídicas  y  sociales  y  confiere  por  sí  misma  los  grados  de  Doctor  y  de  Licen- 
ciado. 

El  grado  de  Doctor  comprende  los  estudios  siguientes: 

PRIMER  AÑO 


Introducción  general  al  estudio  del 
Derecho  ó  Enciclopedia  Jurídica. 
Derecho  Civil. 
Derecho  Romano. 
Derecho  Internacional. 

SEGUNDO  a55o 
Derecho  Civil. 
Derecho  Comercial  ó  Penal. 
Derecho  Romano. 
Derecho  Internacional 

TERCER  AÑO 

Derecho  Civil. 

Derecho  Comercial  ó  Penal. 

Derecho  Canónico. 


CUARTO  ANO 

Derecho  Civil. 
Derecho  Constitucional. 
Derecho  Penal  ó  Comercial. 
Procedimiento  Civil  y  Penal. 

QUINTO    AÑO 

Procedimiento  Civil  v  Penal. 
Medicina  Legal. 
Derecho  Administrativo. 

SEXTO   AÑO 

Economía  Política. 
Legislación  Comparada. 
Filosofía  del  Derecho. 


La  duración  y  distribución  de  los  estudios  para  obtener  el  grado  de  Licen- 
ciado es  la  misma  anterior  hasta  el  5**  año  inclusive. 

Los  alumnos  de  Jurisprudencia  pueden  obtener  el  titulo  de  Bachiller,  de 
acuerdo  con  el  plan  de  estudios  que  fije  la  Facultad  de  Humanidades  y  Filo- 
sofía. 

Para  la  admisión  en  los  cursos  superiores  de  la  Facultad  de  Derecho,  la 
instrucción  preparatoria  debe  comprender:  tres  años  de  latin,  dos  de  filosofía, 
dos  de  matemáticas  elementales,  dos  de  historia  y  literatura,  uno  de  física, uno 
de  química  y  dos  idiomas  vivos,  el  francés  y  el  inglés  ó  alemán. 

Profesores  titulares  y  agregados  son  los  encargados  de  la  enseñanza  de 
las  ciencias  jurídicas  y  sociales,  siendo  directamente  nombrados  los  primeros 
por  la  Facultad,  para  lo  cual  se  requiere  que  el  candidato  sea  graduado  de 
Doctor  en  la  Universidad  de  Buenos  Aires — habiendo  seis  profesores  gradua- 
dos debe  elegirse  de  enire  ellos  el  profesor  titular,  pero  ninguno  puede  enseflar 
dos  asignaturas. 


—  381  — 

El  año  escolar  empieza  el  15  de  Marzo  y  termina  el  15  de  Noviembre,  y  la 
duración  de  cada  clase  no  puede  ser  menor  de  una  hora — no  puede  elejirse 
ninguna  obra  como  texto,  pero  el  profesor  puede  indicar  las  que  considere  mas 
autorizadas  y  conformes  al  estudio  de  que  se  trate. 

Todo  profesor  está  obligado  á  presentar  antes  del  1*  de  Febrero  de  cada 
año  un  programa  á  la  Facultad  de  las  materias  que  comprenda  la  enseñanza 
del  año  escolar,  el  cual  si  es  aprobado  por  esta,  á  él  debe  sujetarse  el  exa- 
men de  la  materia — á  concurrir  á  las  aulas  los  dias  y  horas  que  se  designen  y 
dar  lección  con  la  presencia  de  tres  alumnos,  lo  menos. 

Para  renunciar  el  profesorado  se  debe  dirigir  á  la  Facultad  con  treinta 
dias  de  anticipación ... 

Los  alumnos  de  esta  Facultad  son  aquellos  que  han  recibido  legalmente 
matrícula  y  hecho  registrar  por  el  profesor  respectivo  y  anotar  por  el  Secreta- 
rio, exigiéndose  como  ingreso  y  para  obtenerla:  presentar  el  diploma  de  Ba- 
chiller de  la  Facultad  de  Humanidades  y  Filosofía,  y  aquellos  que  no  se  en- 
cuentran en  este  caso  un  certificado  de  la  misma  que  acredite  haber  llenado 
cumplidamente  el  reglamento  de  estudios  preparatorios  —  los  que  cursaren 
en  otras  Universidades  ó  Colegios  Nacionales  de  la  República,  pueden 
ser  admitidos  á  matrícula  presentando  certificados  de  revalidación  de  la  Facul- 
tad de  Humanidades  y  Filosofía — esta  misma  entiende  en  los  exámenes  de 
ingreso  de  estudiantes  libres — el  boleto  de  matrícula,  expresa:  nombre  y  ape- 
llido del  alumno,  domicilio,  clases,  nacionalidad,  edad,  año  en  que  ingresa, 
fecha  de  la  inscripción,  número  del  registro  y  firma  del  Secretario — expedida 
la  matrícula,  se  la  presenta  inmediatamente  al  profesor  respectivo  para  ser  ano- 
tado el  alumno  en  la  lista  de  sus  discípulos — se  puede  concurrir  á  las  aulas  en 
calidad  de  oyente,  para  lo  cual  el  Secretario  le  provee  de  un  boleto  que  debe 
ser  presentado  á  los  bedeles  para  apuntarlo  en  las  listas  en  dicha  calidad — el 
Registro  de  matrículas  se  abre  cada  año  el  1'  de  Febrero  y  se  cierra  el  31  de 
Marzo — todo  alumno  debe  concurrir  alas  aulas  en  los  dias  y  horas  designados, 
reputándose  falta  si  se  presentase  un  cuarto  de  hora  después  de  la  fijada  ofi- 
cialmente— treinta  faltas  de  asistencia  á  cualquiera  asignatura  determina  la 
pérdida  de  curso  y  por  consiguiente  que  debe  cursar  las  mismas  materias,  si 
no  quiere  rendir  examen  como  estudiante  libre — para  obtener  grado  profesio- 
nal ó  universitario  se  requiere  haber  hecho  los  estudios  completos  de  cada 
curso  y  haber  sido  aprobado  en  el  examen  particular  de  cada  materia — para 
ingresar  á  esta  Facultad  basta  presentar  los  certificados  completos  de  exáme- 
nes rendidos  en  Universidades  Argentinas  ó  Colegios  Nacionales — si  el  certi- 
ficado fuese  expedido  por  Universidad  extranjera,  para  incorporarse  á  la 
Facultad  debe  previamente  rendir  examen  de  las  materias  que  componen  los 
cursos  de  ella,  y  aprobado,  se  le  concede  matrícula 

Los  exámenes  son  parciales  y  generales:  el  parcial  dura  media  hora  y 
comprende  el  estudio  completo  de  la  materia,  menos  aquellos  cursos  que  du- 
ran más  dedos  años  en  los  que  se  debe  rendir  un  examen  parcial  al  fin  de  los  dos 


—  388  — 

primeros  y  el  otro  al  fín  del  curso — los  generales  tienen  lugar  al  fin  del  5*  y  6* 
año  de  estudios,  antes  de  conferir  la  licencia  ó  grado,  y  comprenden  las  mate* 
rías  de  todos  los  cursos  de  Derecho — dura  una  hora  y  es  rendido  individual* 
mente — la  comisión  examinadora  se  compone  de  tres  miembros  para  los  par* 
ciales  y  de  cinco  para  los  generales,  presidida  una  y  otra  por  un  miembro  de 
la  Facultad — el  Decano  es  miembro  nato  de  las  Mesas  examinadoras — el  pro- 
fesor de  cuya  materia  se  rinde  examen  parcial  debe  concurrir  al  acto  y  tiene 
voto — en  este  examen  el  alumno  saca  de  la  urna  dos  bolillas  que  designan  las 
cuestiones  sobre  que  debe  versar  el  examen — la  clasificación  se  verifica  así: 
se  decide  primero  si  el  examinando  es  aprobado  ó  no,  lo  que  se  hace  pop  vo- 
tación secreta  con  las  letras  A  y  R,  significando  el  empate  postergación;  se  dis- 
tribuyen después  entre  los  miembros  de  la  mesa  treinta  bolillas  para  graduar  el 
examen:  desde  el  número  tres  hasta  el  diez  y  nueve  inclusives  importan  un  exa- 
men aprobado;  desde  el  veinte  al  veinte  y  nueve,  distinguido;  y  el  treinta  distingui- 
do por  unanimidad:  esta  votación  es  también  secreta — el  aplazado  en  examen 
general  no  puede  rendir  nuevo  examen  sino  después  de  dos  meses  del  diaen  que 
fué  aplazado — los  estudiantes  que  hubiesen  hecho  estudios  particulares  están 
sujetos  á  las  mismas  disposiciones  con  las  siguientes  modificaciones:la  duración 
de  un  examen  parcial  es  de  una  hora,  el  examen  es  oral  y  debe  dar  también 
una  prueba  escrita,  clasificándolos  separadamente,  y  si  en  alguno  no  fuese 
aprobado,  el  examen  queda  aplazado — en  los  generales  la  prueba  oral  dura 
hora  y  media — los  exámenes  generales,  de  Tesis  y  de  revalidación  tienen  lugar 
en  los  meses  de  Mayo  y  Agosto,  después  de  terminados  los  períodos  anuales 
de  examen  parcial— los  alumnos  que  deben  rendir  examen  tienen  que  inscri- 
birse en  la  Secretaría  con  quince  dias  de  anticipación — todos  los  estudiantes 
inscriptos  en  las  listas  de  examen  presentadas  por  el  Secretario  al  PresidjBnte 
de  cada  comisión,  deben  hallarse  presentes  al  acto  y  acudir  al  llamado  del 
Presidente,  perdiendo  el  turno  si  no  se  presenta  en  dicho  momento  y  queda 
postergado  su  examen  cuando  no  se  hubiese  presentado  por  segunda  vez— de 
cada  examen  el  Secretario  levanta  una  acta  en  la  que  hace  constar  la  designa- 
ción de  las  personas  que  componen  la  mesa,  el  nombre  y  apellido  de  cada  estu- 
diante^ la  materia  del  examen,  las  clasificaciones  recaídas,  las  resoluciones  de 
la  mesa  sobre  dificultades  ocurridas,  la  hora  de  principio  y  conclusión  de  la 
sesión  y  la  clase  de  prueba  del  examen — no  hay  reclamo  sobre  la  clasificación 

obtenida 

Los  títulos  de  Doctor  y  de  Licenciado  en  las  ciencias  jurídicas  y  sociales 
se  expiden  á  los  que  habiendo  estudiado  las  materias  que  exijen  los  progra- 
mas han  sido  aprobados  en  los  exámenes  parciales,  generales  y  de  tesis— el 
título  de  Licenciado  acredita  la  capacidad  científica  para  los  servicios  del 
foro  y  magistratura;  el  de  Doctor  da  además  el  derecho  al  ejercicio  del  profe- 
sorado en  la  Universidad — ambos  títulos  se  obtienen  presentando  una  tesis 
sobre  un  punto  importante  del  Derecho  Civil,  Comercial  6  Penal  con  expresión 
déla  proposición  que  debe  sostener  y  de  otras  tres  accesorias  sobre  cualquierti 


—  383  — 

materia  de  las  otras  ciencias  jurídicas,  á  su  eleccioa,  estando  obligado  para 
optar  al  grado  de  Doctor  sostener  una  proposición  accesoria  sobre  cada  una 
de  las  materias  especiales  del  doctorado — impresa  la  tesis  y  diez  dias  antes 
del  examen  debe  entregar  al  Secretario  cincuenta  ejemplares  y  un  original  con 
lafírma  autógrafa — este  último  examen  tiene  lugar  ante  una  comisión  de  la 
Facultad  compuesta  de  cinco  miembros  y  dura  de  cincuenta  á  ochenta  minu- 
tos— los  votos  sobre  la  aprobación  y  mérito  de  los  exámenes  se  reservan  hasta 
la  expedición  de  los  diplomas  que  se  confieren  en  sesión  pública  y  solemne  de 
la  Facultad,  cuya  adjudicación  se  verifica  en  los  dias  24  de  Mayo  y  12  de  Agosto 
de  cada  año — el  Secretario  entrega  á  cada  uno  de  los  miembros  de  la  comisión 
examinadora  un  ejemplar  de  la  Tesis  ó  disertación — si  el  examen  no  fuese 
aprobado  queda  aplazado,  observándose  en  el  segundo  las  mismas  formalida- 
des anteriores 

El  titulo  de  profesor  agregado  solo  es  conferido  á  los  graduados  según  el 
plan  de  estudios — la  Facultad,  después  de  terminados  los  exámenes  de  Tesis, 
designa  cada  año  uno  ó  más  temas  sobre  las  ciencias  jurídicas  ó  sociales  que 
merezcan  un  estudio  especial  y  premia  con  el  título  de  profesor  agregado  á  los 
autores  de  las  tres  mejores  disertaciones — la  comisión  de  Direcion  de  Ense- 
ñanza es  la  que  examina  el  mérito  de  los  trabajos  é  informa  á  la  Facultad  sobre 
los  que  deben  recaer  los  premios — las  mismas  disertaciones  pueden  servir  á 
sus  autores  para  optar  al  grado  de  Doctor — el  profesor  agregado  tiene  derecho 
para  ser  elegido  profesor  titular — son  los  suplentes  de  los  titulares  en  casos  de 
ausencia,  impedimento  etc 

El  órgano  de  la  Facultad  de  Derecho  es  «Anales  de  la  Facultad  de  Derecho 
y  Ciencias  Sociales»  que  aparece  cada  año  formando  un  volumen  de:  las  dispo- 
siciones y  acuerdos  reglamentarios  de  la  enseñanza;  las  actas  del  Concurso 
de  profesores  agregados  cuando  se  adjudican  premios;  las  actas  de  las  Comi 
siones  Examinadoras  de  Tesis;  las  disertaciones  y  trabajos  científicos  premia- 
dos, y  los  documentos,  informes  y  trabajos  científicos  de  la  de  los  miembros  de 
Facultad  ó  de  sus  corresponsales 

El  Arancel  para  derechos  de  matrículas  y  diplomas  es  como  sigue: 

Por  cada  matrícula  de  estudio  superior $      4 

»        »            id .                 id.  preparatorios »      2 

»  diploma  facultativo »  100 

»  .revalidación  de  diplomas  nacionales »  100 

»        »               id.                 id.   extrangeros »  200 

»        ))  títulos  profesionales »    55 

»        »  revalidación  de  títulos  profesionales  extranjeros »  100 

»  diplomas  á  estudiantes  libres »  200 

»  títulos  profesionales  á  los  mismos ....  »  100 


» 
» 


—  384  — 

La  Secretaría  General  y  las  de  las  Facultades  cobran  los  derechos  si- 
guientes: 

Por  certificados  de  examen  de  estudios  preparatorios  c/  materia  $  0.40 
»            id.                id.              id.        superiores             id  »  0.80 
»  revalidación  de  estudios  preparatorios  de  Colegios  Na- 
cionales   »  4 

»  revalidación  de  diplomas  de  Bachiller  en  Letras  ó  Artes 

de  Colegios  Nacionales »  8 

»  id.        id.  id.  id.  id.     extranjeros  »  20 

»  cada  legalización  de    firmas  de  los  Decanos  ó  Secretarios 

de  las  Facultades »  O.40 

Cualquier  alumno  que  altera  el  orden  en  una  conferencia  es  expulsado  del 
aula  inmediatamente  por  el  catedrático — queda  suspendida  aquella  si  el  desor- 
den es  general  y  no  se  descubre  á  los  autores — producida  por  tercera  vez  la 
interrupción,  se  cierra  el  aula  por  el  resto  del  año  perdiendo  el  cursólos  alum- 
nos matriculados  presentes  ó  ausentes,  dando  cuenta  el  catedrático,  según  el 
caso,  al  Rector  déla  Universidad  ó  al  Decano  de  la  Facultad — la  clausura  del 
aula  es  pronunciada  por  el  Rectoró  la  Facultad — la  deposición  del  catedrático 
constituye  plena  prueba  para  la  clausura 

Cualquier  desacato  cometido  contra  los  profesores  ó  autoridades  univer- 
sitarias es  castigado  con  la  expulsión  de  los  culpables  por  un  año  como  míni- 
mun  y  hasta  cinco  como  máximun — durante  el  término  de  la  pena,  los  expul- 
sados pierden  el  derecho  de  presentarse  á  examen  y  el  de  hacer  revalidar  sus 
certificados  6  diplomas — los  encargados  de  velar  por  la  disciplina  de  la  Uni- 
versidad sufren  también  expulsión  inmediata  si  por  negligencia  ó  complicidad 
no  revelasen  el  nombre  de  los  autores  del  desorden 

FACULTAD  DE   CIENCIAS  MÉDICAS 

Una  real  orden  del  año  1799  disponía  la  creación  de  un  «Tribunal  del  Pro- 
to-medicato»  y  como  complemento  de  este  una  cátedra  de  medicina  y  otra  de 
cirugía,  todo  lo  cual  se  fundó  de  acuerdo  con  los  términos  de  la  cédula  citada. 

Designado  el  Dr.  D.  Miguel  O'Gorman  para  presidir  el  proto-medicato  y 
nombrado  al  mismo  tiempo  para  desempeñar  la  cátedra  de  medicina,  se  abrie- 
ron las  aulas  de  e^ta  última  en  1802,  pero  bajóla  dirección  del  Dr.  D.  Cosme 
Argerich  en  virtud  de  orden  superior,  con  la  incorporación  de  catorce  alumnos. 

Un  año  antes  tuvo  lugar  la  apertura  de  la  escuela  de  anatomía  y  cirugía 
con  nueve  alumnos,  á  quienes  se  obligaba  á  presentar  antes  de  obtener  ma- 
trícula una  información  de  «vita  et  moribus»  y  certificado  de  haber  cur- 
sado filosofía. 

La  escuela  de  medicina  en  Buenos  Aires  pudo  conservarse,  en  medio  de 
la  escasez  de  los  elementóse  instrumentos  indispensables,  solo  por  la  abnega- 
ción y  el  patriotismo  de  sus  fundadores  que  costearon  con  su  propio  peculio  los 


—"385  — 

aparatos  de  más  necesidad  y  se  consagraron  con  ardor  al  desempeño  desús 
funciones. 

El  primerearse  terminó  satisfactoriamente,  confiriendo  los  grados  aca- 
démicos á  jóvenes  que  por  su  inteligencia  y  perseverancia  supieron  llegar  al. 
término  honroso  de  una  carrera  erizada  de  dificultades  y  deficiencias  en  los  me 
dios  prácticos  de  su  enseñanza. 

En  el  año  1813  los  estudios  recibieron  un  gran  impulso  y  aumentó  y  me- 
joró notablemente  la  enseñanza,  dotando  á  la  escuela  de  medicina  de  cinco 
cátedras  y  un  anfiteatro  anatómico — la  nueva  organización  que  sufrieron 
estos  estudios,  contribuyó  sobremanera  á  su  mejoramiento  y  mayor  am- 
plitud. 

Al  dictar  la  nueva  organización,  se  denominó  á  la  escuela  «Instituto  ::iédi- 
co»  dándole  el  carácter  de  cuerpo  militar. 

Pero  la  escuela  de  medicina  á  pesar  de  las  acertadas  disposiciones  dicta- 
das para  asegurar  su  existencia  y  darle  esplendor,  fué  decayendo  fatalmente 
poco  á  poco  hasta  el  año  1820  en  que  murió  su  fundador  y  protector,  el  doc- 
tor Argerich. 

Los  catedráticos,  las  materias  de  enseñanza  y  la  remuneración  asignada 
á  las  funciones  de  aquellos,  se  manifiestan  á  continuación,  según  el  primer 

presupuesto  que  formó  la  Provincia  de  Buenos  Aires  después  del  año  1820, 

• 

D.  Cristóbal  Montúfar,          director  y  catedrático  de  Medicina $  1.600 

id.                         Médico  y  Cirujano  Mayor  del  ejército. .  »  1.500 

id.                         Médico  del  Hospital »      400 

(Vacante)                     Catedrático  de  Cirujía »  1.200 

»  Amadeo  Bompland,                  »            de  materia  médica »  1.000 

»  Juan  Antonio  Fernandez,          »            de  instituciones  médicas »  1.000 

»  Francisco  C.  de  Argerich          »            de  anatomía »  I.OÜO 

Total  de  sueldos  anuales $  7.700 

El  nombramiento  hecho  en  la  persona  del  botánico  Bompland  fué  causa 
de  un  artículo  aparecido  en  la  prensa  y  publicado  por  el  catedrático  de  medi- 
cina y  cirugía  D.  Francisco  de  Paula  Rivero,  en  el  que  protestaba  contra  dicho 
nombramiento,  establecido  que  las  diversas  cátedras  del  Instituto  debían  obte- 
nerse por  oposición.  Estas  reñexiones  causaron  probablemente  la  renuncia 
de  D.  F.  C.  Argerich  y  la  del  Sr.  Bompland. 

Este  era  el  estado  de  la  escuela  de  medicina  cuando  se  incorporó  ala  Uni- 
versidad que  acababa  de  fundarse. 

Los  estudios  médicos  se  abrieron  en  el  local  de  la  Universidad  el  dia  7  de 
Marzo  de  1822  bajo  el  nuevo  régimen  establecido  y  con  las  siguientes  materias 
de  enseñanza:  instituciones  médicas,  id.  quirúrgicas,  clínica  médica  y  clínica 
quirúrgica. 

£1  gobierno  en  el  deseo  de  aumentar  y  mejorar  los  elementos  tendentes  á 

49 


» 
» 


1 


—  386  — 

producir  el  bien  público  y  sobre  todo  á  perfeccionar  y  generalizar  los  conoci- 
mientos médicos  cuya  aplicación  en  la  vida  de  los  pueblos  ha  reportado  ven- 
tajas tan  remarcables,  creó  una  academia  de  medicina  dirijiday  regenteada 
por  los  ciudadanos  más  ilustrados  que  residían  en  Buenos  Aires,  cualquiera 
que  fuese  su  nacionalidad. 

El  18  de  Abril  de  1822  tuvo  lugar  la  apertura  presidida  por  el  Ministro  de 
Gobierno  quien  dirigió  uua  alocución  patentizando  la  importancia  de  la  insti- 
tución destinada  á  enseñar  y  cultivar  las  ciencias  médicas  en  provecho  de  la 
comunidad. 

Por  decreto  de  Mayo  del  mismo  año  se  establecieron  seis  premios  parasen 
distribuidos  por  la  Sala  de  Doctores  de  la  Universidad,  por  la  Academia  de 
Medicina  y  por  la  Sociedad  Literaria,  los  dias  24  de  Mayo  y  8  de  Julio  de 
cada  año. 

Así  continuó  la  escuela  de  medicina,  adscrita  ala  Universidad,  la  enseñan- 
za teórico-práctica  de  las  materias  que  abrazaba  introduciendo  paulatinamente 
las  mejoras  y  el  perfeccionamiento  que  el  progreso  general  del  país  reclamaba 
de  una  institución  encargada  de  difundir  los  conocimientos  científicos  para 
cuidar  de  la  salud  del  pueblo  y  conservarla  perfecta  en  medio  de  la  labor 
general. 


Actualmente  la  Facultad  de  Ciencias  Médicas  ha  alcanzado  un  gran  des- 
arrollo, y  el  cuerpo  de  profesores  bastante  estricto  para  hacer  cumplir  las  pres- 
cripciones de  la  enseñanza  de  esta  ciencia  como  lo  ordena  el  respectivo  plan 
de  estudios,  propende  por  todos  los  medios  á  revestir  á  esta  institución  de  la 
pCputacion  y  el  respeto  que  deben  caracterizarla. — Su  personal  se  compone  de: 
diez  y  ocho  catedráticos,  seis  practicantes,  tres  disectores,  dos  preparadores, 
un  auxiliar  modelador,  un  secretario,  un  escribiente,  un  bedel,  un  ayudante  de 
fisiología  esperimental,  tres  ayudantes  auxiliares  y  dos  ordenanzas,  cuyo  sos- 
tenimiento inclusos  los  gastos  de  experimentación,  etc.,  imponen  al  Tesoro  Na- 
cional un  emolumento  anual  de  $50.064. 

Son  materias  de  estudio  en  esta  Facultad:  anatomía  descriptiva  y  topográ- 
fica— fisiología  general  y  humana — patología  general  y  ejercicios  clínicos— 
histología  y  anatomía  patológica — materia  médica  y  terapéutica — nosografía  y 
clínica  médica — medicina  operatoria — nosografía  y  clínica  quirúrgica — higiene 
pública  y  privada — medicina  legal  y  toxicología — partos  y  clínica  respectiva— 
enfermedades  de  niños  y  clínica  respectiva — enfermedades  de  mujeres  y  su 
clínica — farmacia  y  práctica  farmacéutica  y  química  farmacéutica. 

El  Hospital  de  Clínicas,  que  es  la  cátedra  práctica  de  esta  Facultad,  se  com- 
pone de:  un  médico  administrador,  un  escribiente,  un  contador-tesorero,  un 
mayordomo,  un  oficial  auxiliar,  seis  médicos  de  sala,  cinco  practicantes  ma- 
yores, diez  inferiores,  un  farmacéutico,  dos  ayudantes  de  botica,  un  oficial 
mecánico,  un  carpintero,  un  barbero,  dos  ordenanzas,  tres  cocineros,  un  guar- 


—  387  — 


dian,  treinta  y  dos  peones  para  diversos  servicios,  un  Capellán  ydoce  Hermanas 
de  Caridad,  cuyo  sostenimiento  agregados  los  múltiples  gastos  administrati- 
vos impone  al  Erario  Nacional  una  erogación  anual  de  $  115.596. 

Los  exámenes  que  han  tenido  lugar  durante  el  año  1885  dieron  los  siguien- 
tes resultados: 

OFICIALES 


CLASinCAaONCS 

l'ARCIALBS 

GKNERALKS 

TI^IS 

RSVAUDAaON 

TOTAL 

Sobresalientes 

Distíngnidos 

Buenos  

R^^lares 

68 
i68 

322 

141 

22 

12 
48 

56 
28 

7 

6 

24 

14 

3 

5 

22 
12 
II 

86 

245 
414 

■     184 
40 

Reprobados 

LIBRES— PRUEBA  ORAL 


Sobresalientes 
Distinguidos  . 

Bnenos 

Regalares 

Reprobados . . . 


2 

2 

4 

i3 


2 
2 

4 
i5 


El  movimiento  de  Tesorería  ha  dado  un  saldo  á  favor  de  la  Facultad  de 
$  10.488,68,  pues  las  entradas  fueron  de  $  15.482,44  y  las  salidas  de  $  4.893,76. 

El  de  Secretaría  ha  consistido  en  78  solicitudes  por  matrícula  y  130  por 
exámenes  generales,  126  notas  recibidas  y  139  remitidas. 

Del  Reglamento  de  la  Facultad  de  Ciencias  Médicas  de  la  Capital  extrac- 
tamos é  insertamos  loque  sigue,  á  nuestro  juicio,  suficiente  para  dar  unja 
idea  de  su  organización  escolar  y  disciplinaria. 

Esta  Facultad  se  compone  de  miembros  académicos  y  honorarios— los 
primeros  no  pueden  exceder  de  quince  y  sí  los  últimos,  debiendo  aquellos  reu- 
nir las  siguientes  condiciones:  ser  doctor  en  Medicina  ó  Farmacia  de  Univer- 
sidad conocida — ejercer  cualquiera  de  las  dos  profesiones  durante  seis  años 
ó  e!  magisterio  de  uno  de  sus  ramos  durante  cuatro  años,  ó  haberse  presen- 
tado en  un  certamen  científico  y  sido  laureado  ú  obtenido  clasificación  de 
sobresaliente  ó  distinguido  en  todos  los  exámenes  de  medicina  ó  farmacia,  y 
residir  en  la  Capital. 

Miembro  honorario  se  puede  ser:  por  prestar  un  servicio  notorio  á  la  cien- 
cia, ala  enseñanza  de  la  medicina  ó  de  la  farmacia  ó  distinguirse  por  su  saber 
en  el  arte  de  curar,  por  su  patriotismo  en  los  ejércitos  ó  durante  las  epidemias 
— no  tiene  voto  en  las  deliberaciones  de  la  Facultad. 

Son  atribuciones  de  esta:  conceder  grados,  licencias,  títulos,  etc.,  que 
acrediten  la  capacidad  intelectual  para  el  ejercicio  público  de  la  medicina  ó  de 
la  farmacia — á  solicitud  de  los  poderes  públicos  dilucidar  cuestiones  sobre 
medicina  ó  higiene — percibir  los  derechos  sobre  enseñanza  que  le  compiten — 


—  388  — 

nombrar  todos  sus  profesores,  Decano  y  Delegados  ante  el  Consejo  Superior  y 
las  comisiones  examinadoras — reglamentar  la  recepción  de  exámenes — admi- 
nistrar sus  fondos  y  examinar  las  cuentas  de  la  Tesorería — fijar  el  presupuesto 
anual  de  sus  gastos,  etc 

Los  miembros  académicos  deben  concurrirá  las  sesiones  ó  cualquier  otro 
acto  de  la  Facultad  á  que  fuesen  citados— pueden  ser  expulsados  de  su  seno 
por  cometer  falta  grave  ó  no  cumplir  con  sus  obligaciones,  debiendo  pronun- 
ciar un  discurso  inaugural  al  incorporarse  á  ella. 

El  Decano  es  elegido  de  entro  los  miembros  académicos,  dura  cuatro  años 
en  su  empleo  y  no  puede  ser  reelecto — son  sus  atribuciones:  representar  á  la 
Facultad  en  sus  actos  públicos  y  privados — firmar  los  diplomas,  títulos  y  licen- 
cias que  se  expidan— convocar  á  la  Facultad  á  sesiones  ordmarias  y  extraor- 
dinarias y  presidirlas — proponer  las  medidas  y  mejoras  que  estime  convenien- 
tes respecto  del  orden  económico,  etc 

Para  ser  Secretario  debe  ser  doctor  en  medicina  de  esta  Facultad  v 
nombrado  por  ella,  siendo  sus  obligaciones  :  concurrir  á  la  Secretaría  todos 
los  dias — autorizar  las  resoluciones  de  la  Facultad— mantener  la  correspon- 
dencia oficial — levantar  acta  de  las  sesiones — asistirá  los  exámenes  y  llevar 
lo?  libros  de  grados,  exámenes,  actas,  gastos,  notas,  etc. — cuidar  del  archivo 
— convocar  por  esquelas  á  sesiones  á  los  académicos  -percibirla  mitad  de 
los  derechos  cobrados  por  certificados  ó  c6j)ia  de  documentos 

Un  profesor  titular  debe  reunir  las  siguientes  condiciones  :  ser  doctoren 
medicina  de  esta  Facultad  y  ciudadano  argentino  y  haber  practicado  seis  años 
sobre  clínica  y  obstetricia — lo  corresponde  la  enseñanza  del  ramo  de  su  asig- 
natura y  dar  cuenta  al  Decano  de  la  apertura  y  clausura  del  curso — hacer 
anotar  en  un  registro  las  faltas  de  la  asistencia  diaria  de  los  alumnos— los 
profesores  de  clínica  son  directores  exclusivos  en  sus  salas  del  servicio  mé- 
dico y  están  autorizados  á  sacar  de  las  otras  los  enfermos  cuyo  mal  correspon- 
da á  la  asignatura  que  dictan — los  de  anatomía  patológica  son  los  únicos 
que  pueden  hacer  las  autopsias  de  los  cadáveres — los  profesores,  por  turno, 
gozan  del  derecho  de  ausentarse  por  un  año  con  sueldo  íntegro  á  los  centros 
de  Europa  ó  Estados  Unidos  á  hacor  estudios  científicos  sobre  la  asignatura 
que  desempeñan,  estando  obligados  á' remitirá  la  Facultad  los  trabajos  que 
practicasen  como  una  j)rueba  de  su  contracción 

Los  sustitutos  son  profesores  interinos  nombrados  de  antemano  para 
reemplazar  á  los  titulares  ausentes,  y  deben  reunir  las  mismas  condiciones 
que  estos  últimos — una  cátedra  vacante  es  llenada  por  el  sustituto  con  el 
sueldo  del  titular,  y  si  se  presenta  como  los  demás  candidatos  al  concurso  y 
en  igualdad  de  circunstancias,  la  Facultad  lo  prefiere  nombrándolo  para 
desempeñarla — los  sustitutos  en  ejercicio  gozan  de  la  mitad  del  sueldo  asig- 
nado á  los  profesores  titulares 

Las  asignaturas  de  Clínica  Médica  general,  de  Clínica  Quirúrjica  general, 
de  Obstetricia  práctica,  de  Oftalmología,  de  enfermedades  de  niños  y  de  mu- 


—  389  — 

jeres  tienen  cada  una  un  empleado,  Jefe  de  Clínica,  que  está  bajo  la  depen- 
dencia del  profesor — son  deberes  del  Jefe  de  Clínica:  hacer  la  historia  de 
los  casos  que  el  profesor  le  indique;  dirijir  á  los  alumnos  en  las  observacio- 
nes, asistir  á  las  autopsias  de  los  fallecidos  que  fuesen  objeto  de  lecciones  y 
renovar  la  clínica — pueden  ser  Jefes  de  clínica  los  doctores  en  Medicina  ó  los 
estudiantes  que  hubiesen  rendido  su  examen  de  6"  año 

La  Escuela  tiene  dos  Directores,  pudiéndolo  ser  aquellos  que  hubiesen 
sido  aprobados  en  el  examen  de  4*  afio  de  medicina — son  sus  deberes:  cuidar 
de  la  conservación  y  aseo  del  anfiteatro  y  de  sus  útiles,  preparar  las  piezas 
anatómicas  que  indique  el  profesor  del  ramo;  dar  lecciones  prácticas  de  anato- 
mía, presidir  el  periodo  de  los  repasos  y  hacer  las  preparaciones  anátomo- 
patológicas  que  le  señale  el  catedrático  del  ramo — cada  año  el  profesor  designa 
el  disector  que  debe  servir  de  Jefe  de  los  trabajos  anatómicos,  el  cual  reem- 
plaza al  primero  y  dirije  los  estudios  en  su  ausencia 

El  ingreso  á  la  Escuela  de  Medicina  y  Farmacia  impone:  edad  justificada 
de  diez  y  seis  años,  los  diplomas  de  Bachilleren  letras  y  ciencias  déla  Univer- 
sidad, los  certificados  de  estudios  completos  preparatorios  de  los  Colegios  Na- 
cionales— para  ingresar  á  la  Escuela  de  Medicina  se  deben  presentar  los  certi- 
ficados de  la  Universidad  que  manifiesten  haber  cursado  todas  las  materias  del 
programa  de  la  Facultad  de  Humanidades  y  para  continuar  en  la  misma  la  cons- 
tancia dehaber  rendido  examen  del  curso  anterior — el  alumno  puede  empezar 
á  concurrir  al  aula  que  le  corresponda  con  solo  presentar  el  boleto  de  matrí- 
cula al  profesor  del  año  que  va  á  cursar — un  bedel  anota  en  el  registro  las  faltas 
de  asistencia,  bastando  treinta  de  estas  para  perder  el  curso — están  obligados 
los  alumnos  á  hacer  las  preparaciones,  conferencias,  historias  de  casos  prác- 
ticos, necropsias  y  otros  trabajos  científico-literarios  que  indique  el  profesor, 
como  asimismo  á  asistir  á  las  curaciones  en  los  hospitales  y  salas  á  que  los 
destine  el  Decano,  considerándose  falta  al  aula  la  inasistencia  á  ellas 

El  orden  y  distribución  de  la  enseñanza  del  curso  completo  de  medicina 
en  los  seis  años  de  estudios,  son  los  siguientes: 

1".  año — Anatomía  Descriptiva,  Histología  y  Disecciones  diarias. 

2*  id.  — Patología  general  y  ejercicios  clínicos,  Fisiología,  Anatomía 
topográfica  y  Disecciones  diarias. 

3".  id.  — Materia  médica  y  Terapéutica,  Higiene  pública  y  privada. 

4"*  id.  — Patología  externa.  Medicina  operatoria,  enfermedades  de  mu- 
jeres y  su  clínica. 

5'  id.  — Oftalmología  y  su  clínica.  Clínica  Quirúrjica,  Obstetricia  (1". 
curso,)  Patología  interna  y  clínica  médica. 

H*  id.  — Clínica  médica,  Enfermedades  de  niños  y  su  clínica,  Obstetri- 
cia (á*  curso)  y  su  clínica.  Medicina  legal  y  Toxicología.  Las 
clínicas  son  diarias. 


—  390  — 

La  enseñanza  extraordinaria  consiste  en  la  apertura  de  cursos  que  los 
profesores  libres  ó  maestros  privados  pueden  abrir  sobre  un  ramo  cualquiera 
délas  ciencias  módicas,  principalmente  sobre  especialidades 

Para  procederá  los  exámenes  escolares,  la  Facultad  nombra  las  comisio- 
nes examinadoras  antes  del  1*  de  Noviembre,  que  se  componen  de  tres  miem- 
bros elegidos  entre  los  académicos — de  la  Facultad  y  catedráticos  de  la  Es- 
cuela. 

Los  alumnos  son  llamados  al  examen  en  el  orden  en  que  están  inscritos; 
no  pudiendo  rendir  aquellos  que  no  lo  estén,  los  que  hubiesen  perdido  el 
curso  por  inasistencia  ó  no  pagado  el  derecho  de  examen  ó  no  presentasen  el 
certificado  de  asistencia  de  un  trimestre  á  las  clínicas  especiales  los  es- 
tudiantes de  50  y  60  año,  pudiendo  estos  últimos  rendir  el  examen  con  el 
certificado  de  asistencia  á  solo  una  de  las  Clínicas,  pero  quedan  obliga- 
dos de  exhibir  el  certificado  á  las  otras  antes  de  rendir  el  examen  gene- 
ral— los  que  pierden  su  turno  de  examen  quedan  para  el  último — los  exámenes 
empiezan  el  15  de  Noviembre  y  por  el  6*  ano  descendiendo  hasta  el  primero 
gradualmente — dura  media  hora  para  cada  alumno  y  el  que  no  es  apro- 
bado vuelve  á  cursar  las  mismas  materias — la  clasificación,  después  de  cada 
examen,  se  hace  por  votación  entre  los  examinadores,  leyéndose  por  el  Secre- 
tario las  que  tuviesen  lugar  cada  dia — el  mérito  de  los  examinados  se  avalúa 
del  modo  siguiente:  el  número  10  expresa  el  mas  alto  grado  de  excelencia,  el 
1  la  mediania  y  el  O  la  nulidad — los  intermedios  expresan:  de  7  á  10  esclusíve 
clasificación  de  distinguido,  de  4  á  6  de  bueno  y  de  4  á  1  regular,  y  reprobado 
de  0;  lo  demás  del  procedimiento  de  clasificación  se  practica  como  en  las 
otras  Facultades — los  exámenes  son  orales  y  los  puntos  ({ue  deben  exponer 
los  de  los  programas  respectivos — en  los  exámenes  de  5*  yG'ano,  se  reciben 
seis  por  dia;  el  examen  del  enfermo  dura  media  hora,  en  presencia  de  uno 
de  los  examinadores. 

Terminados  los  estudios  teóricos  y  prácticos  como  lo  establece  el  re- 
glamento, los  alumnos  que  hubiesen  sido  aprobados  en  todos  sus  exámenes 
reciben  los  grados  siguientes:  los  discípulos  de  la  Escuela  de  Medicina  el  gra 
do  superior  de  doctor  en  medicina,  que  le  autoriza  legalmente  á  ejercer  la 
medicina  y  cirugía  y  aspirará  las  funciones  de  miembro  académico  y  hono- 
rario y  al  profesorado  en  la  escuela  de  medicina — los  de  la  Escuela  de  Far- 
macia, el  grado  de  Licenciado  en  Farmacia  si  hubiesen  cursado  dos  años  y 
de  doctor  si  tres  años,  pudiendo  ejercer  la  y  aspirará  las  funciones  de  miem- 
bros académicos  y  al  profesorado  en  la  Escuela  de  Farmacia — el  grado  de 
Licenciado  en  el  arte  de  dentista  á  los  que  cursan  los  estudios  de  Odontolo- 
gía, pudiendo  ejercer  la  profesión. 

El  grado  de  Licenciado  en  Flebotomía  á  los  que  hubiesen  cursado  los  res- 
pectivos estudios  de  esta  materia — dos  años  cursados  de  obstetricia,  importan 
el  diploma  de  parteras  alas  señoras. 

En  los  meses  de  Marzo,  Mayo,  Julio  y  Setiembre,  los  alumnos  que  hubie- 


—  391  — 

sen  terminado  sus  estudios  conforme  al  reglamento,  deben  rendir  un  examen 
general  teórico-práctico  sobre  todos  los  ramos  que  abraza  el  estudio  de  la 
medicina  y  sobre  dos  casos  prácticos,  uno  de  medicina  ú  obstetricia  y  otro  de 
cirugía,  indicados  por  el  profesor  respectivo  y  ante  el  cual  debe  examinar  al 
enfermo — el  examen  dura  una  hora,  fuera  del  tiempo  invertido  en  el  de  los 
prácticos — los  alumnos  de  6°afío  que  aspiren  al  grado  de  doctor  en  medicina, 
habiendo  sido  aprobados  en  todos  sus  exámenes,  deben  presentar  á  la  conside- 
ración de  la  Facultad  un  tema  á  su  elección  sobre  el  cual  escribirá  una  Tesis, 
trabajo  que  debe  ser  original  y  nuevo  sobre  un  punto  importante  de  la  ciencia  ó 
ramo  á  que  se  refiere — la  comisión  examinadora  de  tesis  se  compone  de  cuatro 
miembros  académicos,  fuera  del  Presidente  de  tesis  que  es  elegido  por  el 
examinando — este  último  examen  dura  hora  y  media  y  si  el  alumno  es  apro- 
bado presta  el  juramento  de  ley  y  recibe  el  diploma  de  Doctor  en 
Medicina. 

Los  médicos  extranjeros  para  revalidar  sus  títulos,  deben  presentar  los 
diplomas,  probar  que  son  adquiridos  legítimamente  y  que  los  estudios  practi- 
cados son  los  mismos  ó  equivalentes  á  los  que  establece  esta  Facultad — no 
tienen  ningún  valor:  los  títulos  de  Oficiales  de  Sanidad  de  Francia  y  de  Ciru- 
jano del*  y  2a  clase  de  Inglaterra,  España ú otro  país — la  autenticación  de  las 
firmas  se  hace  por  los  agentes  diplomáticos  ó  consulares  de  la  República  en 
el  extranjero  —deben  además  sujetarse  á  las  siguientes  pruebas:  rendir  un 
examen  general  teórico  ante  una  comisión  de  la  Facultad  sobre  Historia  Natu- 
ral médica,  Anatomía  Descriptiva,  Topográfica  y  Patológica,  Histología, 
Fisiología,  Patología  general,  Materia  médica.  Terapéutica,  Historia  de  la  Me- 
dicina, Higiene,  Medicina  legal  y  Toxicología — el  examen  dura  dos  horas — otro 
examen  general  teórico-práctico  sobre  Nosografía  médica.  Enfermedades 
mentales  y  de  niños.  Nosografía  Quirúrgica,  Obstetricia,  Clínica  externa.  Clí- 
nica interna,  Operaciones,  Clínica  oftalmológica  y  Clínica  dermatológica  y 
sifilítica — en  este  examen  se  señalan  dos  casos  prácticos,  uno  de  medicina  ó 
partos,  otro  de  cirugía  y  dos  operaciones  en  el  cadáver — hora  y  media  dura 
este  examen,  fuera  del  tiempo  empleado  en  las  operaciones — la  reprobación 
en  uno  de  ellos  importa  reprobación  en  todo — si  fuesen  aprobados,  se  extiende 
la  constancia  en  el  diploma  para  su  revalidación — los  médicos  extranjeros 
aspirantes  al  Doctorado  sufren  las  mismas  pruebas  que  un  alumno 
regular. 

Para  ejercer  la  profesión  de  farmacéutico  hay  una  Escuela  de  preparación 
— tres  profesores  titulares  y  tres  sustitutos  son  los  encargados  de  esta  ense- 
ñanza— en  la  misma  Escuela  de  Farmacia  pueden  dictarse  cursos  libres — sus 
alumnos  están  sujetos  á  las  mismas  disposiciones  que  rigen  para  los  de  medi- 
cina, además  de  practicar  dos   años  con  un  profesor  del  ramo  en  una  botica 

Los  que  quieren  dedicarse  al  estudio  de  la  Odontología,   deben  estudiar: 
la  Anatomía  y  Fisiología  de  la  cabeza,  con  el  catedrático  de  Anatomía,  las  en- 


-  SOg- 
fermedades  de  los  dientes,  encías  y  maxilares  y  lo  concerniente  al  arte  del 
dentista  con  un  profesor  del  ramo  durante  dos  años — el  examen  de  estas  ma- 
terias dura  media  hora,  y  el  general  teórico-práctico  á  que  está  obligado  des- 
pués de  terminar  sus  estudios,  dos  horas,  en  el  cual  debe  presentar  una  pie/a 
del  arte  señalada  por  el  Decano •  .  .  . 

Los  que  quisiesen  seguir  estudios  de  Flebotomía,  deben  estudiar: 

Primer  año:  Anatomía  del  cuello,  del  brazo,  del  pié,  etc.,  con  los  profesores 
de  Anatomía  y  Fisiología. 

Segundo  año:  Las  operaciones  de  la  pequeña  cirujía  con  el  profesor  de 
nosografía  quirúrgica  y  en  la  Clínica  respectiva — el  examen  teórico-práctico 
de  los  dos  años  de  estudios,  dura  una  hora 

La  Facultad  de  Ciencias  Médicas  cobra  los  derechos  siguientes: 

Por  cada  matrícula,  pesos  10 — por  examen  parcial,  2  en  Diciembre  y  10  si 
se  posterga — examen  general  de  tesis  y  diploma,  130 — examen  gene- 
ral y  diploma  á  los  farmacéuticos  de  la  escuela,  120  á  los  licenciados  y  130  á 
los  doctores — examen  y  diplomas  á  los  médicos  extranjeros,  180 — á  los 
farmacéuticos  extranjeros,  130 — á  las  parteras,  100 — á  los  dentistas  120  y  á 
los  flebótomos,  80. 

Antes  de  empezar  cualquier  curso  debe  satisfacerse  el  derecho  correspon- 
diente. 

La  Facultad  tiene  dos  sellos,  uno  para  sellar  los  diplomas  y  el  otro  para 
la  correspondencia  y  demás  documentos — el  alumno  reprobado  en  un  examen 
general  ó  de  grado  no  puede  presentarse  á  nuevo  examen  sino  seis  meses  des- 
pués, y  si  fuese  por  segunda  vez,  solo  al  cabo  de  dos  años 


CONSEJO  NACIONAL  DE  EDUCACIÓN 


La  educación  común  en  la  República  Argentina,  alentada  vigorosamen- 
te por  los  elementos  que  la  impulsan  y  descansando  sobre  los  firmes  princi- 
pios y  la  severa  organización  que  le  hadado  la  Ley  nacional  respectiva,  mar- 
cha tranquila  y  magestuosa  por  la  senda  luminosa  abierta  á  fuerza  de  patrio- 
tismo é  inteligente  consagración,  á  vanguardia  del  perfeccionamiento  positi- 
tivo  que  decora  y  engalana  nuestros  mas  triviales  esfuerzos. 

Ni  podía  ser  otra  la  ansiada  retribución  6  el  natural  y  genuino  desenlace 
de  la  actividad  creadora  de  nuestra  sociedad;  palpábamos,  aunque  en  estado 
latente,  el  corolario  de  nuestros  triunfos  sociales  al  emprender  la  lucha  coa 
nuestro  atraso,  preocupaciones,  tradiciones  y  la  ignorancia  de  nuestros  pue- 
blos consagrando  las  fuerzas  físicas  é  intelectuales  del  país  al  logro  de  un  ob- 
jetivo seductor,  de  un  principio  eminenteque  las  naciones  mas  adelantadas  del 


—  393  — 

mundo  han  perseguido  hasta  el  sacrificio,  aunque  no  como  nosotros  que  no 
hemos  reparado  ni  en  las  necesidades  que  nos  asediaban  ni  en  la  aplicación 
inmediata  de  nuestras  facultades  para  procurarnos  rápida  riqueza  ni,  en  fin,  en 
lospeligros  y  dificultades  que  podía  originar  la  pertinaz  y  perseverante  perse- 
cución de  aquel — la  educación — tan  absortos  elaborábamos  nuestro  plan  de 
conquista  y  dominio. 

Y  si  bien  es  cierto  que  hoy  podemos  vanagloriarnos  de  la  fecunda  y  efi- 
caz aplicación  de  nuestras  aptitudes  por  el  simpático  estado  que  ha  alcanzado 
la  educación  popular,  aun  no  nos  damos  por  satisfechos  y  cuando  la  legisla- 
ción actual  que  rige  los  procedimientos  pedagógicos  no  concierte  con  el  pro- 
greso intelectual  futuro,  entonces  será  una  nueva  y  gloriosa  ocasión  para  lus 
educacionistas  que  harán  sentir  todo  su  amor,  patriotismo  y  saber  en  el  perfec- 
cionamiento de  las  instituciones,  de  ese  templo  omnipotente  morada  de  la  vir- 
tud y  grandeza  de  los  pueblos. 

No  sin  razón  dijo  sentenciosamente  el  ilustre  Leibnitz  «Que  se  me  con- 
fie la  educación  de  los  niños  v  transformaré  la  faz  del  mundo». 

La  Nación  haesperimentado  en  el  último  quinquenio  (1881-1885)  momen- 
tos imperdurables  de  satisfacción:  en  su  seno  se  han  inaugurado  y  entregado 
al  servicio  de  la  comunidad  cosmopolita  multitud  de  establecimientos  escola- 
res, desde  la  capital  Federal  hasta  la  última  colonia;  ha  visto  con  placer  que  las 
autoridades  escolares,  sus  agentes,  el  padre  de  familia  y  aun  el  educando  han 
contribuido  todos  en  la  esfera  de  su  capacidad  áhacer  prácticos  y  verdaderos 
los  beneficios  de  la  educación  y  de  la  enseñanza,  y  por  fin  ella  ha  sido  objeto 
de  aplausos  sinceros  y  eficientes  tributados  por  las  naciones  que  siguen  paso 
á  paso  nuestro  desenvolvimiento  político-social. 

Pero  aun  no  es  este  el  momento  oportuno  para  que  la  laboriosidad  oficial 
y  el  esfuerzo  personal  del  pedagogo  descansen  sóbrelos  laureles  inmarcesi- 
bles de  la  obra  grandiosa  que  han  realizado  de  consuno,  ni  menos  para  dejar- 
se ofuscar  por  la  influencia  de  estruendosas  ovaciones  que  países  amigos 
han  rendido  ásu  saber  é  ilustración. 

Mucho  hay  que  trabajar  todaviapara  satisfacer  la  aspiración  pública  y  el 
programa  del  Gobierno,  por  mas  que  los  resultados  obtenidos  al  presente  ha- 
yan correspondido  al  esfuerzo  de  las  autoridades  escolares,  que  no  han  omi- 
tido medio  ni  resorte  para  aplicar  eficaz  y  oportunamente  las  medidas,  auxi- 
lios ó  mejoras  que  la  experiencia  ha  enseñado  en  la  práctica  del  apren- 
dizage. 

En  el  último  año  los  recursos  del  país  destinados  para  la  difus«orf  de  la  en- 
señanza han  aumentado  notablemente  porque  la  Nación,  las  Provincias  y 
los  Municipios  han  distraído  parte  de  sus  rentas  aplicándolas  al  sosten  y 
mayor  desarrollo  de  la  instrucción  primaria,  tan  descuidada  en  años  anterio- 
res principalmente  en  las  Provincias  que  no  dedicaron  áeste  ramo  de  la  admi- 
nistración pública  la  atención  que  merecen  sus  fines  olvidando  la  influencia 
que  ejerce  en  los  pueblos. 


-  394  - 

Gso  aumento  se  ha  realizado  en  la  proporción  de  1,14  por  ciento,  habían* 
do  alcanzado  las  rentas  destinadas  al  ano  1884  á  la  cifra  de  $  3.070.425,20  y 
de  $3.516.794,71  al  año  1885,  según  puede  verse  por  el  siguiente  cuadro: 

PHOTIIIOIA»  IftM 


Capital $ 

Buenos  Aires >» 

Entre-Rios 

Corrientes 

Santa-Fé 

Córdoba 

SanJLuis 

Mendoza 

San  Juan 

Rioja 

Catamarca 

Santiago  del  Estero... 

Tucuman 

Salta 

Jujuy 


» 


)) 


» 


» 


)i 


)) 


» 


» 


» 


» 


» 


» 


)) 


1.100.000 

$ 

1.283.780 

1.035.000 

» 

1.153.502 

79.284 

» 

88.572,11 

111.176 

» 

119.176 

86.246 

» 

121 . 120 

89.220 

» 

94.080 

58.779 

» 

127.884 

97.151,60 

» 

107.240,60 

58.508 

» 

66.600 

48.100 

» 

38.796 

25.171 

1) 

33.380 

18.660 

)) 

31.000 

70.546,82 

» 

75.780 

153.339,78 

» 

149.280 

38.593 

» 

26.604 

$    3.070.425,20     $    3.516.794,71 


Este  cuadro  por  masque  pretenda  revelarnos  disminución  en  los  presu- 
puestos de  Provincia  ella  es  simplemente  aparente  y  aseguramos  desde  ya  que 
cada  una  de  estas  ha  aumentado  las  rentas  de  instrucción,  y  que  si  del  cuadro 
comparativo  resultaá  primera  vista  ese  aparente  descenso  es  porque  en  el  año 
1884  las  partidas  destinadas  para  ediñcacion  de  escuelas  figuran  en  una 
proporción  superior  á  las  del  último. 

Por  consiguiente,  progresamos  de  una  manera  evidente  y  franca  por  la 
convicción  que  han  alcanzado  los  beneficios  de  la  instrucción  en  toda  la 
extensión  del  territorio  argentino,  merced  á  la  actividad  é  interés  desplega- 
dos por  las  autoridades  escolares  nacionales. 

Si  comparamos  la  población  de  la  República  con  las  rentas  escolares 
resulta  que  cada  habitante  disfruta  de  mas  de  un  peso  para  su  educación;  es- 
ta sola  consideración  basta  para  acreditar  nuestro  progreso  y  que  nos  preo- 
cupamos de  ella  algo  mas  que  las  naciones  civilizadas  del  mundo:  en  efec- 
to, fuera  de  algunos  estados  de  la  Alemania  del  Norte  y  de  los  Estados  Uni- 
dos de  la  América  del  Norte  que  destinan  sumas  iguales  y  superiores  para  la 
difusión  de  la  educación  común,  sobrepujamos  en  mucho  á  Inglaterra»  Fran- 
cia, Holanda,  Austria,  Bélgica  y  otros  paises  que  invierten  apenas  lo  que 
representa  la  mitad  ó  las  dos  terceras  partes  de  su  población  respectiva. 

Así  mismo  para  que  pueda  compararse  y  apreciarse  la  proporción  en 
que  adelantamos  en  materia  de  instrucción  primaria,  léase  lo  que  sigue  que  es 
suficientemente  ilustrativo  por  si  solo: 


-  395  — 


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VI 

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—  396  - 


Resumen  estadístico  de  las  Escuelas  Particulares  de  la  República  en  z88S 


PROVINCIAS 


Escuelas 


MAESTROS 


Varonet 


Mujeres 


TOTAL 


INSCRIPCIÓN 


Varones 


Mujeres 


TOTAL 


Asistencia 
media 


Obsenadooet 


Capital 

Buenos  Aires 

Córdoba 

Corrientes 

Catamarca 

Entre-Rios 

Jujuy 

La  Rioja 

Mendoza 

San  Juan 

San  Luís 

Salta 

Santa  Fé 

Santiago  del  Estero. 

Tucuroan 


Total.. 


128 
159 

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12 
142 
8 
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6 
5 
2 

9 
89 

9 
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366 
136 

19 
6 

74 
5 

2 

3 

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6 

74 

5 

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708 


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177 
14 

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3 

8 
6 

4 

37 

78 

4 

7 


659 


58i 
3o3 

33 

19 
167 

8 

2 

XI 

7 

4 
43 

l52 

9 
28 


1367 


6126 
3092 
1978 

544 
237 

2603 

310 
60 

65 

32 

36 

278 

2080 

235 

978 


18554 


4927 
3732 

2984 

3o  I 

45i 

1726 

143 

174 
195 

1 5o 

689 

1726 

43 

141 

16382 


10853 

5824 

4962 

845 

688 

4329 

353 

60 

239 

227 

186 

967 

38o6 

178 

1119 


34736 


9449 
4268 

3721 
655 
563 

3246 
3xa 

4* 
210 

i6x 

128 

759 

2854 

ao8 

814 


27390 


Secun  d  censo 
de  188). 


Es  (lo  advertir  que  en  el  primer  cuadro  no  están  incluidos  los  alumnos 
que  concurren  á  los  Colegios  Nacionales,  Escuelas  Normales  y  de  aplica- 
ción de  unos  y  otros,  porque  no  dependen  del  Consejo  Nacional  de  Educación. 
La  Ley  de  Educación  dictada  en  8  de  Julio  de  1884  para  la  instrucción  pri- 
maria de  la  población  escolar  de  la  Capital,  Territorios  y  Colonias  de  la 
Nación  y  reglamentada  en  28  de  Junio  de  1885,  ha  producido  el  bien  quede 
ella  se  esperaba,  recibiendo  aplicación  en  todas  partes  y  haciéndola  cumplir 
religiosamente  en  cada  una  de  sus  disposiciones  ó  preceptos. 

El  personal  enseñante  guiado  por  la  misma  Ley  que  le  señala  el  ca- 
mino que  debe  adoptar  para  aplicar  el  método,  la  disciplina  y  su  consagra- 
ción á  la  enseñanza,  ha  encontrado  nuevos  horizontes  en  la  carrera  peda- 
gógica que  le  estimulan  á  servir  al  país,  educando  á  los  que  mas  tarde  han 
de  sostener  sobre  sus  hombros  el  peso  enorme  de  dirigir  y  gobernar  á  los 
pueblos,  porque  la  suprema  autoridad  premia  á  estos  servidores  con  pensio- 
nes vitalicias  después  de  un  corto  número  de  años  deservicio. 

Los  inspectores  nacionales  creados  por  la  misma  ley  para  vigilar  por 
el  cumplimiento  de  esta  en  todo  loque  prescribe  respecto  de  la  administra- 
ción de  la  enseñanza,  han  desempeñado  un  papel  muy  importante  corri- 
giendo los  vicios,  regularizando  la  asistencia,  obligando  la  remisión  de 
los  datos  estadísticos,  vigilando  sobre  la  inversión  de  los  fondos  destinados 
á  la  instrucción  primaria  y  sobre  la  asistencia  de  los  profesores,  y  final- 
mente aconsejando  las  medidas  tendentes  á  mejorar  los  procedimientos  6  á 
hacer  desaparecer  las  irregularidades  que  notan  en  la  práctica  de  la  ense- 
ñanza, etc. 

La  ley  que  acuerda  subvenciones  á  las  Provincias  se  ha  aplicado  rigoro- 
samente y  cumplido  con  religiosidad,  abonando  las  sumas  correspondientes 
cuando  se  ha  probado  de  una  manera  evidente  haber  procedido  con  su- 
jeción á  ella  y   mediante  el    informe   del    inspector    nacional  respectivo. 

El  pedido  de  útiles,  libros  y  mobiliario  escolar  durante  el  último  ano,  pre- 
senta este  resultado ; 


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—  398  — 

La  educación  primaria  en  la  República,  á  pesar  del  esfuerzo  de  la  autori* 
dad  nacional  y  el  ejemplo  que  ella  ofrece  á  las  Provincias  destinando  de  su 
tesoro  una  suma  importante  para  auxiliar  su  desenvolvimiento,  se  ha 
mantenido  casi  estacionaria  por  la  poca  atención  que  le  dispensan  éstas  y 
el  irregular  procedimiento  bajo  el  cual  se  administran  los  fondos  dedicados 
á  la  instrucción,  pues  en  lugar  de  ponerlos  bajo  la  autoridad  del  Consejo  local 
que  es  el  que  directamente  entiende  en  la  difusión  de  la  enseñanza  común, 
apreciando  sus  verdaderas  necesidades  é  introduciendo  las  mejoras  que 
cree  mas  oportunas  y  efícaces^  están  incorporados  y  sometidos  á  las  tesore- 
rías provinciales,  multiplicando  las  funciones  y  dificultando  la  rápida  expe- 
dición de  los  asuntos  escolares,  sin  ser  nada  extraño  que  ellos  sean  aplicados 
á  otros  ramos  de  la  administración  en  el  deseo  de  promover  y  aumentar 
las  fuentes  de  la  riqueza  pública. 

Es  de  esta  manera  como  se  ha  descuidado  la  instrucción  primaria  con 
grave  perjuicio  de  la  Nación  por  los  niños  analfabetos  que  semejante  indolen- 
cia ha  producido,  y  cuyo  concurso  en  la  labor  nacional  no  solo  es  eminen- 
temente pasivo,  sino  también  de  notorio  perjuicio  y  una  constante  amenaza 
al  orden,  garantía  y  estabilidad  de  los  gobiernos. 

Pueblos  con  grandes  ó  pequeños  recursos  han  hecho  sentir  toda  su 
acción  con  preferente  solicitud  sobre  la  hacienda  pública,  estableciendo  ferro- 
carriles, telégrafos,  abriendo  nuevos  caminos  y  puertos  á  los  productos  de 
estados  vecinos  ó  fomentando  la  agricultura,  industrias,  etc.,  sin  dedicará 
la  educación  común  otros  elementos  materiales  que  los  pobres  y  exiguos 
restos  provenientes  de  la  aplicación  de  aquellos  en  la  laboriosidad  ñnancie- 
ra  local,  incapaces  de  sostenerla  y  desarrollarla  en  la  misma  proporción  de 
progreso  que  los  demás  ramos  de  la  administración. 

No  busquemos  en  otra  causa  el  origen  de  la  cifra  alarmante  de  analfabetos 
que  ofrece  el  estado  mas  rico  de  la  República,  no  obstante  los  esfuerzos  extra- 
ordinarios que  ha  hecho  para  aminorarla  ó  hacer  desaparecer  los  70,000  niños 
destituidos  completamente  de  educación  que  registra  el  último  Censo  Esco- 
lar Nacional;  pero,  el  acrecentamiento  natural  de  la  población  y  la  inmigración 
externa  é  interna  aumentan  anualmente  los  analfabetos  á  tal  punto  que 
pasará  mucho  tiempo  para  que  Buenos  Aires  logre  presentar  su  población 
adornada  con  los  atavíos  de  la  instrucción. 

Las  amargas  revelaciones  que  dicho  Censo  ha  hecho  á  las  autoridades 
escolares,  á  los  ciudadanos  estudiosos  que  se  preocupan  con  ardor  de  la  edu- 
cación de  los  pueblos,  y  finalmente  á  los  conspicuos  legisladores,  envuelven 
lecciones  severas  y  alarmantes  que  cuestan  no  solo  grandes  sacrificios  esté- 
riles, si  que  también  haber  privado  á  una  población  inmensa  de  las  nociones 
mas  elementales  del  saber  humano,  separándola  con  un  abismo  insalvable 
del  acceso  y  roce  de  la  ilustrada,  sin  poder  participar  de  los  destinos 
públicos,  de  la  dirección  de  los  negocios,  ni  aun  de  los  adelantos  de  las 
ciencias, 


-  399  - 

Esta  triste  experiencia  ha  dado  también  frutos  inapreciables  en  el  orden 
administrativo:  ella  ha  permitido  corregir  vicios  orgánicos,  modificar  los  pro- 
cedimientos administrativos,  perfeccionar  el  plan  de  enseñanza,  ensanchar 
la  educación,  estimular  á  los  profesores  al  mejor  desempeño  de  sus  funcio- 
nes, multiplicar  los  establecimientos  de  educación,  mejorar  el  mobiliario  es- 
colar, crear  fondos  especiales  y  administrados  por  comisiones  escolares,  y 
finalmente,  llevar  una  razón  estadística  del  movimiento  de  las  escuelas  para 
apreciar  en  cualquier  tiempo  el  estado  de  instrucción  de  la  República  é  inves- 
tigar qué  embarazos  han  impedido  su  mayor  desarrollo. 

Los  Estados  Unidos  y  Suiza,  que  son  los  dos  países  cuya  población  marcha 
á  la  cabeza  de  la  educación  común  de  las  naciones,  no  están  favorecidos  por 
una  legislación  tan  amplia  y  completa  como  la  nuestra:  ella  no  crea  en  aque- 
llos fondos  propios  ni  permanentes  destinados  por  la  autoridad  central  para  el 
sosten  de  las  escuelas,  limitándose  á  auxiliar  la  educación  de  vez  en  cuando 
con  subsidios  extraordinarios,  mientras  que  entre  nosotros  las  Escuelas  Nor- 
males de  La  República  y  la  educación  común  déla  Capital,  Colonias  y  Territo- 
torios  gozan  de  recursos  propios  que  les  acuerda  el  presupuesto  anualmente 
y  á  mas  un  millón  y  doscientos  mil  pesos  destinados  á  atender  todas  las 
escuelas  de  la  República,  concediendo  subvenciones,  etc,  sin  por  eso  dejar 
de  contribuir  en  la  construcción  de  edificios  apropiados  y  con  útiles,  libros 
é  instrumentos  en  su  dotación. 

Hemos  dicho  y  detallado  ya  en  un  cuadro  especial  cuáles  son  las  rentas 
ó  recursos  con  que  se  sostiene  la  educación  primaria  en  el  país,  sin  incluir 
las  escuelas  normales  cuyos  gastos  se  atribuyen  á  la  instrucción  secun- 
daria. 

Con  los  poderosos  elementos  puestos  al  servicio  de  la  enseñanza,  la  buena 
voluntad  de  todos  y  la  atención  que  los  poderes  públicos  de  las  Provincias 
consagran  á  los  objetos  de  tan  noble  aspiración,  pronto  veremos  colmados 
los  deseos  de  la  generalidad  de  sus  promotores  y  lo  que  antes  considerába- 
mos como  una  remota  esperanza,  será  una  realidad  que  asombrará 
á  los  que  estudian  ¿inquieren  nuestro  progreso  y  laboriosidad. 

El  Censo  Escolar  levantado  el  año  1884  es  un  trabajo  de  mérito  destina- 
do á  señalar  principalmente  en  qué  puntos  los  Gobiernos  deben  aplicar  su 
acción  y  autoridad  para  remover  los  obstáculos  de  la  educación,  manifestando 
de  una  manera  clara  el  estado  de  la  instrucción  primaria  en  toda  la  República 
y  cualquier  Provincia  ó  Colonia,  la  dotocion  escolar,  el  cuerpo  de  profesores, 
alumnos  inscritos,  asistencia  é  inasistencia,  sus  caracteres  especiales,  el 
número  de  alfabetos,  semi-alfabetos  y  analfabetos  de  la  población  esco- 
lar, etc.,  etc. 

Ningún  Censo  es  mas  prolijo  ni  mas  completo  á  pesar  de  las  dificultades 
interpuestas  en  su  laboriosa  confección  por  la  ignorancia  de  ciertos  padres  de 
familia,  por  la  negligencia  de  las  autoridades  subalternas  y  aun  por  la  novedad 
de  \úü  exigencias  de  dicho  trabajo:  no  obstante  las  numerosas  contrariedades  él 


—  m  — 

se  ha  llevado  á  cabo  bajo  la  fírme  perseverancia  de  los  encargados  respecti- 
vos, dejando  para  lo  sucesivo  un  camino  expedito  y  franco  á  las  investigacio- 
nes de  la  educación  común. 

Otra  de  las  causas  que  han  mantenido  en  un  estado  pobre  y  rutinario  la 
instrucción  primaria  ha  sido  indudablemente  la  falta  de  edificios  apropiados 
para  practicar  la  enseñanza,  ejerciendo  sobre  los  profesores  y  los  alumnos 
el  estado  miserable  de  aquellos  una  influencia  irresistible  de  marcada  repul- 
sión, tanto  mas  cuanto  eran  insalubres,  incómodos  y  sumamente  redu- 
cidos. 

Hoy  una  transformación  completa  ha  suprimido  el  triste  aspecto  que 
ofrecían  los  edificios  escolares  antiguos,  reuniendo  á  la  comodidad,  lujo,  amplia 
dotación,  hermosos  jardines,  higiene  y  disciplina,  otros  interesantes  detalles 
que  atraen  al  niño  al  templo  del  saber  y  al  profesor  al  desempeño  de  sus  obli- 
gaciones, sintiéndose  satisfecho  y  aun  orgulloso  de  la  consideración  que  me- 
rece al  Estado  y  á  la  sociedad,  del  aprecio  que  se  hace  de  sus  servicios  y  de 
las  esperanzas  que  alimenta  el  pueblo  de  su  consagración  y  aptitudes  intelec- 
tuales. 

La  provincia  de  Buenos  Aires  y  la  Capital  han  llevado  á  cabo  una  obra 
colosal  y  eminentemente  social  con  la  construcción  de  majestuosos  edificios 
escolares  que  han  realizado,  á  costa  de  grandes  sacrificios,  es  verdad,  pero 
que  retribuyen  y  retribuirán  beneficios  incalculables  bajo  cualquier  punto  de 
vista  que  se  considere  el  gasto:  valoriza  la  propiedad  en  una  buena  exten- 
:áion,  evita  pago  de  alquileres  exhorbitantes  y  arbitrarios,  estimula  la  instruc- 
ción, embellece  la  ciudad;  enaltece  su  objetivo  primordial  y  revela  principal- 
mente el  afán  y  la  preocupación  de  los  Gobiernos  por  el  cómodo  desarrollo  de 
la  educación  común  y  su  perfeccionamiento:  los  mismos  edificios  se  adaptan 
ventajosamente  á  la  organización  distributiva  de  los  oficios  de  cualquier  re- 
partición nacional  sin  hacer  reparaciones  ó  modificaciones  con  tal  objeto,  é  im- 
primen con  su  sola  presencia  un  carácter  de  bienestar  y  preponderancia  á 
las  sociedades  ó  pueblos  que  los  contienen;  el  barrio  ó  el  radio  urbano  en  que 
están  ubicados  adquiere  un  poderoso  tráfico  y  ameniza  su  aspecto. 

En  cuanto  á  Bibliotecas  Populares,  las  pocas  que  se  sostenían  ha  catorce 
años  en  la  República  han  desaparecido  una  á  una  bajo  la  indiferencia  glacial 
de  los  pueblos,  que  ni  como  recreo  ni  como  centro  deintruccion  fueron  fre- 
cuentadas, quedado  completamente  olvidadas  por  la  poca  costumbre  de  leer 
ó  consultar  hechos  históricos. 

Y  aunque  es  verdad  que  la  Nación  les  retiró  la  subvención  que  les  acor- 
dara, nunca  tal  consideración  hubiera  tenido  la  virtud  de  hacerlas  desaparecer 
sien  las  poblaciones  se  hubiese  desarrollado  el  gusto  por  la  lectura,  el  amor 
por  la  concurrencia  ó  asistencia  aellas,  y  finalmente,  el  deleite  que  se  experi- 
menta con  los  libros  recreativos  ó  instructivos. 

No  dejó  de  contribuir  poderosamente  á  tales  resultados  la  supresión  de 
las  subvenciones,  y  asi  creemos  lo  ha  entendido  el  Gobierno  desde  que  por  la 


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ley  de  Educación  Común  encarga  al  Consejo  Nacional  de  establecer  y  regla- 
mentar subvenciones  para  cooperar  al  mayor  desarrollo  y  creación  de  bibliote- 
caspopulares,  difundiéndolas  por  toda  la  República  en  la  proporción  que  co» 
rresponda  á  los  pueblos. 

En  breve  se  abrirá  esta  loable  campaña  y  dada  la  laboriosidad  del  Conse- 
jo Nacional  y  su  dedicación  á  todo  lo  relativo  á  instrucción  pública,  no  pasará 
mucho  tiempo  sin  extenderlas  de  tal  manera  que  en  cada  barrio  de  la  Capital 
establezca  una  biblioteca  y  en  cantidad  suficiente  en  las  Provincias. 

Las  consideraciones  precedentes  poniendo  de  manifiesto  la  participación 
que  ha  tenido  el  Consejo  Nacional  de  Educación  en  la  obra  generosa  y  esen- 
cialmente humani  taria  de  llevar  y  extender  en  todo  el  territorio  argentino  los 
conocimientos  preliminares  de  la  vida  consciente  de  los  pueblos,  preparando 
las  facultades  intelectuales  á  su  pleno  desarrollo  y  al  ciudadano  á  acometer  la 
difícil  tarea  del  engrandecimiento  nacional,  dan  una  breve  idea  de  cuanto  se 
ha  trabajado  y  de  lo  que  hemos  conseguido  para  levantar  la  educación  común 
descuidada,  desprestigiada,  pobre  y  rutinaria  en  tiempos  no  remotos,  dándo- 
le la  autoridad  y  brillo  que  debe  sustentarla  para  atraer  é  incitar  á  las  pobla- 
ciones al  aprendizaje  de  sus  soberanos  principios,  bajo  la  severa  disciplina 
del  pedagogo  y  la  equitativa  distribución  de  las  tareas  escolares. 

Expuesto  lo  que  antecede  pasamos  á  ocuparnos  de  la  misma  materia  en  lo 
que  especialmente  se  refiere  á  la  Capital  de  la  República. 

La  instrucción  primaria  en  la  Capital  es  la  que  ofrece  mayores  ade- 
lantos, ya  en  los  beneficios  recojidos,  ya  en  los  elementos  que  la  impulsan, 
lo  que  nada  tiene  de  extraño  si  se  considera  que  aquella  está  á  cargo  direc- 
tamente de  la  autoridad  escolar  central  ó  sea  el  Consejo  Nacional  de  Educa- 
ción y  que  debe  aplicar  con  preferencia  sus  desvelos  y  dedicación  á  la  sec- 
ción que  le  está  encomendada,  cuyo  gobierno  por  otra  parte  y  el  poder 
municipal  cooperan  eficazmente  al  mayor  desenvolvimiento  con  cuantiosas 
rentas,  que  se  invierten  en  la  construcción  de  edificios  escolares,  en  la  dota- 
ción mecánica  de  los  establecimientos  y  en  promover  mejoras  trascendentales. 

Favorecida  de  esta  manera  la  Capital,  veamos  cual  ha  sido  el  movimiento 
estadístico  de  sus  escuelas,  públicas  y  privadas,  la  asistencia  é  inscripción  de 
los  alumnos,  el  número  de  maestros,  sueldos,  alquileres  y  gastos:  para  mejor 
comprensión  formamos  el  siguiente  cuadro  cuyos  datos  se  refieren  al  año  1885: 


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—  403  — 

Nos  escusamos  de  apuntar  aquí  las  consideraciones  que  se  desprenden 
iógicamenle  del  cuadro  precedente  y  que  no  pueden  escapar  á  la  ilustración 
del  que  estudie  la  enseñanza  práctica  de  la  educación  común,  porque 
creemos  casi  hasta  enojoso  ocupar  la  atención  del  que  nos  sigue,  en  quien 
suponemos  un  criterio  erudito  y  observador. 

Los  datos  que  constituyen  dicho  cuadro  se  complementan  con  los  del 
siguiente,  pudiendo  unos  y  otros  dar  una  idea  completa  de  la  extensión  y 
elementos  de  la  enseñanza  pública  y  privada. 


Escuelas    Particulares    en 


i88S. 


DISTRITOS 

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719 

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684 
37 
96 
113 
73o 
319 
173 
33l 

637 
1309 
394 
486 
1056 
1066 
1541 

458 
í5o 

lioS 
583 
6i5 

lo5i 

57" 

3°  Caledral  al  Sud 

36o 
409 

gai 

947 
1371 

97 
377 
195 

11»  Sin  Cristóbal 

13'  San  Juan  Evangelista,. 

5i3 

501 
884 

■ 

59 

33 

46 

ií8 

366 

ai3 

58i 

6116 

4737 

[1853 

9449 

^P  En  otro  lugar  hemos  dicho  ya  respecto  de  las  rentas  que  sostienen  la 
educación  común  que  ellas  son  la  base  principal  de  la  instrucción  y  que 
deben  ser  fijas,  permanentes  y  administradas  por  las  autoridades  escolares 
si  .se  quiere  asegurar  los  beneficios  de  la  enseñanza  y  promover  el  pro- 
greso del  pats  en  todos  sentidos. 

En  Buenos  Aires  es  sobre  lodo  donde  se  ha  hecho  langible  esta  verdad, 
porque  el  trabajo,  la  alimentación,  la  habitación,  el  vestido,  etc.,  han 
adquirido  un  valor  extraordinario  encareciendo  todos  los  elementos,  y 
como  ellos  constituyen  una  necesidad  imprescindible,  afectan  de  la  misma 
manera  á  las  artes,  industrias  fabriles  y  comercio  en  general. 

Esta  crisis  no  pudo  dejar  de  hacer  sentir  sus  efectos  sobre  la  instrucción 
primaria  cuyos  fondos,  pobres  y  despreciables  entonces,  eran  insuficientes 
para  mantenerlas  escuelas  del  municipio  y  mucho  mas  para  afrontar  una  si- 
tuación económica  tan  exigente  y  onerosa. 

De  todo  lo  mas  absolulamenle  indispensable  se  carecfa  en  aquel  tiempo, 
para  costear  y  administrar  la  enseñanza  debidamente:  sin  edificios  apropia- 
dos, sin  útiles,  muebles  ni  libros;  ambulantes  y  en  perpetua  instabilidad  tas 
escuelas  por  la  arbitrariedad  y  el  abuso  del  propietario  del  local,  con  un  per- 


.    —  404  — 

sonal  docente  sin  preparación,  aptitudes  ni  la  austera  moralidad  que  debe  pre* 
sidir  cada  uno  de  sus  actos;  reglamentación  defectuosa  en  los  servicios  y 
obligaciones  de  alumnos  y  profesores,  todo  contribuia  al  desquicio  escolar, 
sacriñcando  la  abnegación  y  generosidad  de  los  ciudadanos  consagrados  á  le- 
vantar y  enaltecer  la  educación  pública. 

El  peligro  que  amenazaba  á  la  sociedad  y  los  males  que  la  afligirían  en  lo 
futuro  era  entonces  el  horizonte  que  ofrecía  la  instrucción  primaria,  relegada 
á  una  indifencia  cruel  y  aún  criminal,  porque  no  podía  dar  mas  fruto  al  pueblo 
que  la  existencia  de  una  generación  abrumada  por  todos  los  vicios  sociales, 
ignorante  y  holgazana. 

La  ley  de  1876  dictada  por  la  Legislatura  de  Buenos  Aires  y  que  rigió  á 
la  Capital  hasta  1884,  fué  la  salvación  de  las  instituciones  y  de  la  sociedad  que 
marchaban  á  pasos  precipitados  hacia  un  abismo — ella  creó  recursos  propios 
para  el  sostenimiento  de  las  escuelas  de  la  Provincia  y  un  fondo  permanente 
para  cubrir  en  lo  futuro  las  erogaciones  necesarias. 

Dado  ya  el  ejemplo,  el  Gobierno  Nacional  lo  imitó  aumentando  dichos 
recursos  sufícientemente  para  desarrollar  la  educación  en  la  Capital  Fede- 
ral en  su  mas  aiáa  expresión  y  establecer  escuelas  en  todos  los  barrios  de  la 
ciudad. 

Los  impuestos  y  rentas  que  constituyen  los  recursos  escolares,  han  produ- 
cido lo  siguiente,  y  para  mayor  claridad  lo  comparamos  con  los  mismos  del 
afio  1884. 


Z884 

z885 

Contribución  Directa 

1    374.020,01 

49.1 5o.  39 

193.766.42 

4.16979 

1    395.207.53 

42.202.27 

257.884,90 

22.671,18 

Herencias  vacantes  y  legados 

Rentas  municipales,  z5  o/o 

Matriculas 

Intereses  por  depósitos  judiciales  (impagos) 
Venta  de  tierras  (impaBo) 

Totales 

1   62i.io6,6z 

1   717.965.88 

Como  se  vé,  en  estos  recursos  no  hay  gran  abundancia  y  á  no  ser  laa 
subvenciones  acordadas  por  el  Honorable  Congreso  ellos  no  hubiesen  llenado 
las  necesidades  escolares  siempre  crecientes  en  proporción  al  progreso  del 
pafs,  porque  merced  á  la  construcción  de  los  edificios  que  son  costeados  con 
recursos  extraordinarios  y  cuya  capacidad  puede  contener  hasta  seis  ú  ocho 
escuelas  juntas  con  todo  su  material  de  enseñanza  y  cuerpo  docente  de  pro- 
fesores, la  partida  de  alquileres  disminuye  notablemente  afio  por  año,  y 
mucho  mas  en  el  presente  que  se  inauguraron  de  una  sola  vez  cuarenta 
grandiosos  edificios. 

i,os  gastos  G|ue  han  ocurrido  durante  el  año  1885,  que    comparantes  coq 


—  405  — 


los  del  anterior  para  establecer  mas  claramente  SUR  diferencias  en  los  diver- 
sos servicios  escolares  del  municipio,  presentan  los  siguientes  resultados: 


Por  sueldos  de  maestros 

Por  alquileres 

Por  útiles  de  escudas 

Por  refacciones  de  edificios. . . 
Gastos  diversos 


ll 


I  3oi.6x6.6x 

172.901,78 

21.196,79 

771.57 

15.685 


Totales ¡j  $  5i2.i7i,7.'> 


I  348.390.85 

i.=ii.577,54 

38.o83,o3 

2.3l2,10 

21. 161. 58 


I  561.527,10 


I   46  774.26 
21.324,24 

16.888.24 
X.  540. 53 
5.456.58 


Los  aumentos  que  se  notan  en  el  último  año  son  debidos  en  primer 
término  al  mayor  número  de  niños  y  de  profesores,  y  por  consiguiente,  de 
útiles  é  instrumentos  escolares — en  el  año  venidero  ó  en  el  siguiente  los 
alquileres  habrán  desaparecido  en  su  totalidad. 

El  presupuesto  de  gastos  de  la  educación  común  en  la  Capital  ha  asumido 
esta  proporción: 

Presupuestos  de  las  catorce  Secciones  de  la  Capital 622320 

Presupuesto  interno  del  Consejo  Genetal  de  Educación . .  26460 
Presupuesto    extraordinario  para      edificar,    mobiliario  y 

compras  de   terrenos 63500 


1283780 


Los  fondos  con  que  el  Consejo  debía  subvenir  los   gastos  anteriores  son 
los  siguientes: 


$  m/n  por  afto 


Producido  de  la  Contribución  Directa  por  el  40  "'o  que 
la  ley  destina  al  sostenimiento  de  las  escuelas  pú- 
blicas  

£1  producto  del  15  %de  las  rentas  municipales 

Impuesto  sobre  herencias  transversales  y  vacantes 

Matrículas 

Intereses  de  depósitos  judiciales 

Patentes 

Subvención  nacional  por  libros  y  maestros 

Por  subvención   á  los  edificios  en  construcción 

Valores  en  tramitación,  de  que  puede  disponer  el  Con- 
sejo y  con  los  que  puede  contar  para  atender  á  los 
gastos  de  edificación 


380000 
240000 
50000 
20000 
1 0000 
1 0000 
70000 

IIOOOO 


403780 


Importe  total 1293780 

La  formación  de  un  fondo  permanente  escolar  ha  sido  la  convicción  que 
trajo  á  las  autoridades  escolares  el  mal  resultado  obtenido  con  la  legislación 
y  reglamentación  antiguas;  su  principal  objeto  es  el  de  atender  los  gastos  de  la 
educación  con  las  rentas  que  él  produzca  anualmente,  contando  con  un  capi- 
tal seguro  y  fuerte  para  responder  á  las  contingencias  sobrevinientes, 


406- 


Lii  ley  de  1884  no  hizo  mas  que  ratificar  ó  confirmar  la  conveniencia  de 
forraario,  establecido  ya  por  ley  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires  en  1876, 
bien  r4ue  modificando  el  sistema  de  su  formación  y  aumentándolas  fuentes  ile 
los  recursos  destinados  á  constituirlo. 

Salvo  raras  excepciones,  el  Consejo  cobra  religiosamente  loque  le  corres- 
ponde y  el  fondo  permanente  aumenta  con  regularidad  anualmente. 

En  cuanto  á  los  edificios  escolares  construidos  en  laCapilaly  que  han  al- 
canzado á  la  cifra  de  54,  ellos  son  bastantes  cómodos  y  majestuosos  para  lla- 
mar la  atención  en  una  ciudad  que  carece  de  edificios  propios  para  las  ofici- 
nas públicas,  siendo  la  única  el  del  Correo  que    es  moderno  y    amplio. 

Pero  si  se  tiene  en  cuenta  que  existen  grandiosos  edificios  ocupados  por 
hoteles,  cafóes,  teatros,  clubs,  nuestra  civilización  y  progreso,  el  aumento 
creciente  de  la  población  y  finalmente  que  los  destinados  á  laeducacion  común 
deben  ser  construidos  en  concepto  á  la  mayor  duración  y  comodidad,  no  hay 
porque  eslrañarse  de  su  presencia  y  magnificencia  mucho  mas  cuando  se  han 
llevado  á  cabo  sin  erogaciones  al  Tesoro  Nacional  ni  disponer  de  mas  medios 
que  los  que  leseñala  el  presupuesto  del  Consejo. 

Se  ha  invertido  en  la  compra  de  terrenos  para  escuelas  la  suma  de  pesos 
466.903  75  y  en  la  construcción  de  dichos  edificios  $2.151.783,83,  quedando  aun 
por  abonar  un  millón,  mas  ó  menos,  con  lo  cual  se  habrá  satisfecho  comple- 
tamente dicha  cuenta. 

Prescindiendo  del  objeto  para  que  fueron  construidos  los  edificios  que  poi- 
si  solo  reclamaría  aun  mayores  sacrificios,  ellos  nunca  pudieron  ser  inferiores 
en  clase  ni  capacidad  si  hemos  de  armonizar  el  progreso  general  con  los  inte- 
reses de  la  instrucción  pública. 

Tanto  el  pobre  como  el  rico  son  alumnos  de  una  misma  escuela  y  con- 
curren, estudian  y  se  divierten  sirviéndose  de  los  mismos  elementos,  sin  esta- 
blecer diferencias  ni  prerogativas  en  perjuicio  de  unos  y  á  favor  deotros,  con- 
siderándose todos  iguales  desde  la  infancia  y  con  el  mismo  derecho  á  las 
distinciones  y  méritos  que  acuerda  la  Sociedad  ó  el  Estado:  es  bajo  este  comu- 
nismo práctico  que  se  olvidan  y  caducan  las  diferencias  de  nacimiento,  de  for- 
tuna y  aun  de  aspiraciones  cívicas  y  patrióticas,  fundiendo  en  un  mismo  mol- 
de desde  la  edad  mas  tierna  el  carácter,  el  corazón  y  aun  las  tendencias  de  los 
que  mas  tarde  intervienen  en  la  vida  política  de  los  pueblosde  la  República. 

El  mismo  cuerpo  enseñante  se  siente  mas  atraído  y  seducido  á  la  satis- 
facción de  sus  obligaciones,  porque  se  persuade^de  la  importancia  que  se  atri- 
buye ásu  misión,  dándole  por  teatro  de  sus  nobles  y  científicas  tareas  peda- 
gógicas edificios  grandiosos  que  convidan  á  la  consagración  de  la  enseñanza. 

Además,  campean  razones  de  economía  y  de  utilidad  en  la  construcción 
de  dichos  edificios:  doscientas  e-scuelas  de  la  Capital  que  abonaban  doscientos 
pesos  lo  menos  de  alquiler  mensual,  imponían  al  tesoro  educacional  una  ero- 
gación de  $  40.tX)0  mensuales  ó  sea  48U.O0Ú  al  año,  es  decir  casi  la  totalidad  del 
presupuesto  ordinario,  que  ahora  ni  en  ningún  tiempo  hubiera  podido  sosle- 


I 


— -407  — 

nerse  sin  grave  perjuicio  de  la  instrucción;  carencia  de  libros,  edificios  incómo- 
dos é  insalubres,  mal  personal  docente,  enseñanza  sin  vigilancia,  etc;  tales  se- 
rian los  resultados  de  semejante  tensión  y  anarquía.  Con  el  mismo  capital 
empleado  en  alquileres  se  han  levantado  los  hermosos  ediñcios  escolares  de 
de  que  nos  ocupamos,  arrancando  de  la  abusiva  especulación  y  del  tutelaje  de 
los  propietarios,  á  la  educación  que  vacilaba  ya  en  medio  de  tanta  inmorali- 
dad y  humillante  desorganización . 

Con  la  capacidad  que  se  ha  dado  á  los  recientemente  construidos,  pueden 
alojarse  con  comodidad  30.000  niños,  y  llenar  aun  por  muchos  aiios  las  nece- 
sidades crecientes  déla  educación  común. 

Los  Consejos  Escolares  de  Distrito  creados  por  la  misma  ley  de  1884  ejer- 
cen en  la  instrucción  primaria  funciones  tan  vitales  é  importantes  que  con 
propiedad  podemos  afírmar  que  ellos  son  la  palanca  impulsora  del  mecanis- 
mo escolar  y  el  guardián  solícito  y  severo  que  vela  constantemente  por  el  cum- 
plimiento de  las  prescripciones  legislativas,  estudiando  las  reformas  que  en 
la  parte  administrativa  pueden  introducirse  y  observando  cuidadosamente  la 
competencia  del  personal  docente,  la  asistencia  diaria,  la  inversión  de  los  fon- 
dos escolares,  etc.  etc. 

La  misión  paternal  de  que  han  sido  investidos  los  Consejos  de  Distrito  y 
el  fiel  cumplimiento  de  sus  obligaciones,  les  han  granjeado  la  reputación  y 
el  elevado  aprecio  que  les  dispensan  el  Gobierno  y  el  pueblo,  depositando  en 
ellos  las  esperanzas  risueñas  que  se  prometen  de  la  laboriosidad  y  esfuerzos 
hechos  en  pro  déla  educación. 

Léase  la  parte  que  á  sus  atribuciones  se  reñere  en  la  Ley  tantas  veces 
citada  y  dígasenos  francamente  si  el  papel  que  ella  le  asigna  no  importa  la 
base  única  en  que  debe  apoyarse  la  difusión  de  la  enseñanza  y  su  perfeccio- 
namiento. 

Las  escuelas  particulares  que  en  tiempo  no  remoto  absorvieron  la  edu- 
cación de  la  población  infantil  por  los  escasos  recursos  del  Estado  y  aun  la 
mala  reglamentación  de  la  instrucción  primaria,  van  desapareciendo  poco  á 
poco  por  el  establecimiento  de  las  públicas,  cuya  enseñanza  es  gratuita  y 
buena. 

Las  escuelas  particulares  que  se  fundaron  bajo  diversas  formas  y  régi- 
men, aunque  obligadas  todas  á  enseñar  el  Idioma,  la  Geografía,  la  Historia 
y  la  Constitución  Argentina  y  aun  la  instrucción  cívica,  desempeñaron  un 
papel  muy  principal  en  la  educación  común  de  la  población  escolar  de  la  Capi- 
tal, contribuyendo  eficazmente  á  la  difusión  de  1^  enseñanza  en  la  mayoría  de 
dicha  población,  la  que  hubiese  quedado  entregada  á  sus  propios  instintos  sin 
poderlo  remediar  la  pobreza  del  erario  provincial. 

Pero,  federalizado  este  municipio  é  impulsados  sus  elementos  por  una 
fuerza  extraordinaria  de  progreso,  la  educación  común  recibió  la  extensión  y 
el  esplendor  que  la  enaltecen  hoy  bajo  los  auspicios  de  la  progresista  admi- 
nistración que  terminó. 


La  Biblioteca  Naciona)  de  Maestros  y  el  Museo  Pedagógico,  dos  ¡nstitUi 
Clones  que  el  celo  de  la  suprema  autoridad  escolar  ha  creado  en  esta  Capital 
mientras  atendía  y  llenaba  estrictamente  las  obligaciones  que  le  señalan  lo9^ 
artículos  de  la  ley  dictada  en  1884,  podrán  adquirir  dentro  de  breve  tiempo 
la  importancia  que  merecen,  cuando  libre  el  Consejo  de  ¡as  numerosas  aten- 
ciones quegravitan  sobi'e  él  por  la  aplicación  de  aquella,  la  iíispeccion  en  la 
construcción  de  los  edificios,  etc.,  pueda  consagrar  el  tiempo  necesario  pal 
desarrollarlos. 

La  Biblioteca  Nacional,  organizada  ya  con  los  pocos  elementos  de  que 
dispono,  contribuirá  enérgicamente  a  la  mayoi'  ilustración  del  cuerpo  ense-J 
ñante  y  al  fomento  de  la  instrucción  popular  con  los  métodos  mas  modernos 
de  educación,  las  mejoras  y  el  perfeccionamiento  de  la  práctica  de  la  ense- 
ñanza y  ñnalmente  el  estudio  detenido  de  las  condiciones  escolares  del 
alumno. 

Conocida  es,  por  demás,  la  importancia  que  pueblos  antiguos  y  moderm 
han  atribuido  á  este  centro  de  recreo  y  de  ilustración,  educando  las  mai 
por  medio  de  todas  clases  de  facilidades  y  atractivos  ya  distribuyendo  á 
micilio  el  alimento  moral  é  intelectual  ó  bien  recibiendo  los  lectores  en  mi 
jestuosos  locales  rodeados  de  las  comodidades  apetecibles. 

El  Museo  Pedagógico  que  debe  contener  una  exposición  perfecta  y  técni- 
camente clasiticada  de  todo  el  material  de  enseñanza  escolar  para  estudiar  sol 
la  aplicación  de  los  instrumentos,  ó  aparatos  destinados  á  la  educación  y  gene- 
ralizar su  uso,  perfeccionarlos  y  fatricarios  con  el  menor  costo  posible,  etc. 
se  ha  realizado  ya,  pobre  y  débilmente  es  verdad,  pero  que  mas  tarde  lle- 
gará á  ser  una  instituciona  acreedora  á  nuestras  simpatías  por  sus  fines,  su  Íi 
portanciayla  intervención  que  tonnará  en  el  perfeccionamiento  de  los  ele< 
mentos  que  promueven  y  desenvuelven  la  instrucción  popular. 


1 

os^^l 


El  Consejo  Nacional  se  compone    del  siguiente  personal;  un  Presidenta 
cuatro  vocales,  dos  inspectores  técnicos  déla  Capital  y  de  los  territorios  i 
Clónales,  catorce  inspectores  maestros  normales,  un  secretario,  un  ofícial,  v 
escribiente,  cuatro  escribientes  mas,  un  contador  y  un  auxiliar  de  este,  un  t» 
sorero,  un  encargado  de  la  estadística,  otro  de  la  biblioteca,  otro  del  depósi-^ 
lo  de  libros  y  útiles,  dos  escribientes  auxiliares  del  encargado  del  depósito,  uafl 
oHcial  auxiliar,  un  mayordomo,  tres  ordenanzas  y  dos  peones  del  depósito. 

Los  Consejos  de  Distrito  se  connponen  de:  un  Presidente,  cuatro  Vocaleí 
y  un  Secretario,  cuyas  funciones  son  gratuitas,  menos  las  del  último,  que  os 
rentado  por  el  Consejo  de  Educación. 

La  Educación  Común  comprende  estas  tres  categorías  de    estudios  pri-, 
marios — escuela  infantil,  elemental  y  superior— que  corresponden  en  el  raismq 


Ri-  409  - 

6rclen  á  la  enseñanza  áe  1*  S  3"  grado,  de  1'  i  4°  y  de  1°  á  6°  inclusives,  disti-I- 
buida  por  materias  del  modo  siguiente: 


^^tNociones  sobre  lectura  y  escritura  simultáneas^-caJigra  fia— aritmética — lengua  nacionai — 
snseñaDza  oral  del  lenguaje,  según  los  procedimientos  de  Fróebel — geometría — dibujo  lineal — 
lecciones  sobre  objetos— geografía — gimnasia — moral  y  religión—  labores  de  mano — compo- 
sidoD,  escritura  y  dictado  y  música. 


SEGUNDU   GRADO 


^**  Lectura  y  escritura  simultáneas — caligrafía— aritmética — lengua  nacional — lenguaje— 
geometría — dibujo  lineal — lecciones  sobre  objetos — geografía — gimnasia — composición  escri- 
ta y  dictado— moral  y  religión — labores  de  mano  y  música. 


F  TERCER   GRADO 

Lectura — caligrafía — aritmética — lengua  nacionai — composición  escrita  y  dictado — geo- 
metría—dibujo lineal— lecciones  sobre  objetos — geografía — gimnasia^historia  nacional — moral 
y    religión — labores  de  mano  y  música. 

CUARTO    GRAI>0 

Lectura — caligrafía — aritmética — lengua  nacional — composición  escrita — geometría — di- 
bujo lineal — lecciones  sobre  objetos — geografía — gimnasia — moral  y  religión — historia  natural 
(roologia)— labores  de  mano — economía  doméstica — historia  nacional  y  música. 


QUINTO  GRADO 

Lectura— cpligraíí a— álgebra — lengua  nacional—  composición  escrita — geometría — dibujo 
lineal — geografía,  nociones  de  cosmografía— higiene — fi sica— agricultura — gimnasia — historia 
nacional — labores  de  mano — economía  doméstica— moral  y  religión  música — gramática  fran- 
cesa— inglés  y  botánica. 


Lectura — caligrafía — aritmética — lengua  nacional — dibujo  lineal — francés  a  inglés — ejerci- 
cio práctico  de  ambos — mitieralogia — fisiología— anatomía^ química — agricultura — composicio- 
nes literarias  y  comeicialcs — gimnasia — labores  de  mano  ^economía  doméstica — música — cons- 
titución nacional  y  provincial. 


Como  se  ve  los  estudios  que  abraca  la  educación  son  bastante  extensos 
y  completos:  hemos  omitido  la  relación  de  los  programas  correspondientes  á 
las  materias  de  cada  grado  por  no  liacer  tan  larga  esta  ligera  descripción. 

La  legislación  sobre  insti'uccion  primaria  establece: 

El  objeto  de  la  escuela  primaria  es  favorecer  y  dirigir  el  desarrollo  moral, 
intelectual  y  físico  de  todo  niño  de  seis  á  catorce  años^  de  edad,  dividiéndose 
la  instrucción  en  obligaloria,  gratuita  y  gradual  de  conformidad  con  los  pre- 
ceptos de  la  higiene. 

Todo  padre,  tutor  ó  encargado  de  niños  comprendidos  en  la  edad  esóolar 
están  obligados  á  proporcionarles  la  instrucción  antedicha,  ya  en  ¡as  escuelas 


L 


—  Aló  — 

públicas,  particulares  ú  hogar  de  los  niños,  todo  lo  cual  debe  comprobarse  por 
medio  de  certificados  y  exámenes  y  obligarles  por  amonestaciones  y  multas  al 
fiel  cumplimiento  de  esta  disposición. 

Para  los  efectos  de  la  ley  general  sobre  instrucción  primaria,  debe  existir 
por  lo  menos  una  escuela  en  cada  vecindario  de  mil  á  mil  quinientos  habi- 
tantes en  las  ciudades,  y  de  trescientos  á  quinientos  en  las  colonias  y  territo- 
rios, perímetro  que  constituye  un  Distrito  Escolar. 

El  mínimum  de  instrucción  obligatoria  abraza:  Lectura  y  Escritura, 
Aritmética  (conocimiento  de  las  cuatro  primeras  reglas  de  los  n limeros  en- 
teros, del  sistema  métrico  decimal  y  de  la  ley  sobre  moneda,  pesas  y  medidas), 
Geografía  de  la  República  y  nociones  de  la  universal.  Historia  Argentina  y 
nociones  de  la  general,  Idioma  Nacional,  Moral  y  Urbanidad,  nociones  de 
Higiene,  de  ciencias  matemáticas,  físicas  y  naturales,  de  Dibujo  y  Música 
vocal.  Gimnástica  y  conocimiento  de  la  Constitución  Nacional,  debiéndolas 
niñas  aprender  además  labores  de  mano  y  nociones  de  economía  do- 
méstica. 

Los  varones  deben  tener  asimismo  un  ligero  conocimiento  sobre  ejer- 
cicios y  evoluciones  militares  y  nociones  de  Agricultura  y  Ganadería  para  los 
de  la  campaña;  la  enseñanza  religiosa  se  practica  en  las  escuelas  públicas  por 
los  ministros  autorizados  de  los  diferentes  cultos. 

La  enseñanza  primaria  se  divide  en  seis  ó  más  agrupaciones  graduales  y 
es  dada  en  escuelas  Infantiles,  Elementales  y  Superiores. 

Los  niños  de  seis  á  diez  años  reciben  la  enseñanza  en  clases  mixtas. 
Además  de  las  escuelas  mencionadas,  la  lev  acuerda  la  facultad  de  esta* 
blecer  otras  especiales,  como:  Jardmes    de   Infantes^  Escuelas  para  Adultm^ 
Escuelas  Ambulantes,  etc. 

La  inspección  médica  é  higiénica  y  la  vacunación  y  revacunación  de  los 
niños  son  obligatorias;  las  clases  diarias  do  las  escuelas  se  alternan  con 
intervalos  de  descanso,  ejercicio  físico  y  canto. 

Cada  Consejo  Escolar  abre  anualmente  un  libro  de  matrícula  en  el  que 
inscribe  el  nombre,  edad,  sexo,  comunión  de  los  padres,  domicilio,  etc.,  de 
cada  niño  escolar  del  distrito. 

Los  padres,  tutores  etc.  de  niños  que  no  hacen  matricular  son"  penados, 
de  la  misma  manera  que  los  directores  de  escuelas  que  los  recibiesen  en  tales 
condiciones.  Anualmente  se  abre  un  registro  de  asistencia  escolar  en  el  que 
se  anota  la  concurrencia  de  los  alumnos,  estableciendo  penas  para  los  padres 
que  contrariasen  las  disposiciones  vigentes  á  este  respecto. 

En  cada  escuela  se  lleva  un  libro  de  estadística  en  el  que  se  consig- 
na respecto  de  ella,  las  condiciones  del  edificio,  monto  del  alquiler,  repara- 
ciones que  necesita,  inventario  y  estado  de  los  muebles,  libros  y  útiles 
y  respecto  de  cada  niño,  el  grado  de  su  clase,  aprovechamiento,  con- 
ducta, etc. 

Cada  dos  años  debe  practicarse  un  censo  de  la  población  escolar  en  todos 
los  diversos  distritos  escolares. 


—  411  — 

Para  ser  director,  sub-d¡rector  ó  ayudante  de  una  escuela  pública  debe 
justificar  previamente  su  capacidad  técnica,  moral  y  física  para  la  ensefianza. 
Los  diplomas  de  maestros  son  expedidos  por  las  escuelas  normales  de  la 
Nación  ó  de  las  Provincias.  Los  maestros  extranjeros  para  ejercer  el  magis- 
terio deben  revalidar  sus  títulos  ante  una  autoridad  escolar  de  la  Nación  y 
conocer  su  idioma. 

Los  rpaestros  deben  cumplir  estrictamente  con  las  disposiciones  de  la 
l®y>  programas  y  reglamentos  en  vigencia,  debiendo  dirijir  personalmente  la 
enseñanza,  concurrir  á  las  conferencias  pedagógicas  y  llevar  debidamente  los 
registros  de  asistencia,  estadística  é  inventario,  prohibiéndose  á  los  directores, 
sub-directores  y  ayudantes,  recibir  cualquier  emolumento  de  los  padres  de 
los  niños  que  concurren  á  sus  escuelas,  ejercer  cualquier  oficio  ó  empleo  que 
impida  el  cumplimiento  ie  sus  obligaciones  escolares,  imponer  castigos  cor- 
porales ó  afrentosos  y  acordar  premios,  por  sí,  á  los  alumnos. 

Los  preceptores  y  sub-preceptores  gozan  de  unapension  vitalicia  igual  á  la 
mitad  del  sueldo  que  perciben  si  después  de  diez  afios  consecutivos  de  servi- 
cio no  continúa  ejerciendo  sus  funciones  por  enfermedad,  de  las  tres  cuartas 
partes  del  sueldo  por  servicio  de  quince  años  y  de  sueldo  íntegro  á  los 
veinte. 

Las  escuelas  son  inspeccionadas  dos  veces  anualmente  por  inspectores 
maestros  cuyas  atribuciones  son:  vigilar  si  se  cumplen,  en  la  enseñanza,  la 
ley,  los  reglamentos,  programas  y  métodos  dictados  al  respecto,  como  lo 
establecido  sobre  textos,  formularios  y  sistemas  de  registros,  estadística  é  in- 
ventarios; informar  al  Consejo  Nacional  sobre  el  resultado  de  su  inspección, 
estado  de  la  enseñanza  en  las  escuelas  inspeccionadas  y  los  defectos  que 
fuese  necesario  corregir,  del  estado  de  los  edificios  de  propiedad  pública, 
estado  y  clase  del  mobiliario,  y  elevar  al  Presidente  del  Consejo  un  informe 
mensual. 

En  cada  Distrito  Escolar  funciona  permanentemente  una  Comisión  Inspec- 
tora con  el  título  de  Consejo  Escolar  de  Distrito  compuesta  de  cinco  padres  de 
familia  elegidos  por  el  Consejo  Nacional,  y  duran  dos  años  en  su  ejercicio: 
sus  funciones    son  gratuitas,  menos  las  del  Secretario  que  es  rentado. 

Son  sus  atribuciones:  dictar  su  propio  reglamento  con  aprobación  del 
Consejo  Nacional — cuidar  de  la  higiene,  disciplina  y  moralidad  de  las 
escuelas  públicas  de  su  distrito — estimular  la  asistencia  de  los  alumnos  pro- 
porcionando vestidos  á  los  indigentes  —establecer  cursos  ó  conferencias  noc- 
turnas para  adultos  en  las  escuelas  ó  fuera  de  ellas —  promover  la  fundación 
de  sociedades  cooperativas  de  la  educación  y  la  de  bibliotecas  populares  de 
distrito- abrir  la  matrícula  escolar,  recaudar  las  rentas  del  distrito  proce- 
dentes de  matrícula,  multas,  donaciones  ó  subvenciones  particulares — pro- 
poner el  nombramiento  de  directores,  sub-directores  ó  ayudantes  para  l.is 
escuelas  de  su  distrito — presidir  en  cuerpo  ó  por  medio  de  uno  6  más  de  sus 
niiembros  los  exámenes  públicos  de  las  escuelas  de  su  Distrito — rendir  cuenta 


—  412  — 

mensual  mente   al  Consejo  Nacional  de  los  fondos  escolares  que  adminis. 
trase. 

Forman  el  tesoro  común  de  las  escuelas: 

El  20  Vo  déla  venta  de  tierras  nacionales,  siempre  que  su  producido  no 
exceda  de  200.000  $. 

El  50  Vo  de  los  intereses  de  los  depósitos  judiciales  de  la  Capital. 

El  40  Vo  do  la  Contribución  Directa  de  la  Capital,  territorios  y  colonias 
nacionales. 

El  15  Vo  del  impuesto  de  patestes  de  la  Capital,  territorios  y  colonias 
nacionales. 

El  15  Vode  las  entradas  y  rentas  municipales. 

El  interés  que  produzca  el  fondo  permanente  de  escuelas. 

El  importe  del  derecho  de  matrícula  escolar,  á  razón  de  un  peso  anual 
por  cada  niño,  excepto  los  indigentes. 

El  importe  de  las  multas,  las  que  no  pueden  esceder  de  cien  pesos  ni  ser 
menores  de  cinco,  por  cada  falta — el  importe  de  las  penas  pecuniarias  y  multas 
impuestas  por  cualquier  autoridad  en  la  Capital,  territorios  y  colonias  na- 
cionales, cuya  aplicación  no  estuviese  prevista  por  ley  especial — los  bienes 
que  por  no  tener  herederos  correspondan  al  fisco  nacional  en  la  Capital, 
colonias  y  territorios  nacionales— el  5  Vo  de  toda  sucesión  entre  colaterales, 
con  excepción  de  hermanos — el  10  Vo  de  toda  herencia  ó  legado  entre  extra- 
ños— las  donaciones  en  dinero,  bienes  muebles  ó  raices  y  títulos  hechas  á 
favor  de  la  educación  común  de  la  Capital,  territorios,  etc,  nacionales— las 
sumas  que  el  Congreso  destine  anualmente  para  pago  de  sueldos  y  gastos 
del  Consejo  Nacional  y  para  el  sosten  de  las  escuelas  públicas  de  la  Capital, 
territorios  y  colonias  nacionales,  costo  de  edificios,  mobiliario,  útiles  y  libros. 
De  estos  fondos  se  reserva  anualmente  un  15  Vo  destinado  á  la  formación 
(le  un  fondo  permanente  do  educación,  que  se  administra  separadamente  del 
tesoro  común  escolar,  y  que  no  puede  aplicarse  sino  á  los  objetos  de  la 
educación. 

La  renta  producida  por  dicho  fondo  se  capitaliza  durante  dos  años,  pasados 
los  cuales  se  aplica  la  renta  sucesiva  al  sosten  de  la  educación. 

Las  becas  y  demás  gastos  de  enseflanza  de  los  alumnos  que  se  dedi- 
can al  magisterio  en  las  Escuelas  Normales  de  la  Capital  son  costeados 
por  el  tesoro  nacional. 

Los  terrenos  en  que  fuese  necesario  construir  un  edificio  escolar  son 
donados  por  las  Municipalidades  de  la  Capital,  colonias  y  territorios  nacio- 
nales, y  sino  los  poseyeran  contribuyen  á  su  adquisición  con  una  tercera 
parte  de  su  valor. 

Las  cantidades  destinadas  por  el  presupuesto  nacional  para  el  fomen- 
to de  la  instrucción  primaria  en  la  Capital,  territorios  y  colonias  naciona- 
les, son  entregadas  mcnsualmentc  por  la  Tesorería  de  la  Nacioq  al  Consejo 
Nacional  de  Educación, 


-  413  — 

El  Ministerio  de  Instrucción  Pública  es  la  autoridad  superior  de  la 
enseñanza  escolar,  dirijida  y  administrada  por  un  Consejo  Nacional  de 
Educación  que  funciona  en  la  Capital  de  la  República  y  se  compone  de 
un  Presidente  y  cuatro  vocales,    cuyas   tareas  duran  cinco  años. 

Son  atribuciones  y  deberes  del  Consejo:  dirijir  la  instrucción  en  todas 
las  escuelas  primarias  y  vigilar  la  enseñanza  de  las  escuelas  normales  de 
la  Capital,  Colonias  y  Territorios  Nacionales — administrar  todos  los  fondos 
consagrados  á  la  educación  común — organizar  la  inspección  escolar — for- 
mular anualmente  el  presupuesto  de  gastos  y  el  cálculo  de  recursos  á 
los  objetos  de  la  educaron  común  y  someterlos  á  la  aprobación  del  Con- 
greso por  intermedio  del  Ministerio  de  Instrucción  Pública — celebrar  tres 
sesiones  semanales — dictar  su  reglamento  interno — la  distribución  á  las 
escuelas  públicas  y  particulares  de  los  formularios  de  matrícula,  registro 
de  asistencia,  estadística  y  censo  de  la  población  escolar — dictar  los  pro- 
gramas de  la  enseñanza  de  las  escuelas  públicas — expedir  títulos  de  maes- 
tros y  revalidar  los  diplomas  extranjeros—prescribir  y  hacer  adoptar  los 
libros  de  texto  mas  adecuados — suspender  ó  destituir  á  los  maestros,  ins- 
pectores ó  empleados  por  causa  de  mal  desempeño  de  sus  funciones — 
establecer  conferencias  de  maestros — promover  la  formación  de  bibliotecas 
populares  y  de  maestros — dirigir  una  publicación  mensual  de  educación — 
contratar  los  maestros  especiales — administrar  las  propiedades  inmuebles 
pertenecientes  al  tesoro  de  las  escuelas— recibir  con  beneficio  de  inventa- 
rio herencias  y  legados  y  cualquier  donación  á  favor  de  la  educación — 
autorizar  la  construcción  de  edificios  escolares,  etc.,  etc. 

Elevar  anualmente  un  informe  de  todos  sus  trabajos  al  Ministerio 
respectivo — el  nombramiento  de  todos  los  empleados  de  la  dirección  y 
administración  de  las  escuelas  primarias — los  miembros  del  Consejo  son 
responsables  personalmente  de  la  mala  administración  de  los  fondos  esco- 
lares  

El  Consejo  Nacional  debe  establecer  en  la  Capital  una  Biblioteca  pú- 
blica para  maestros  y  contribuye  con  la  quinta  parte  del  valor  de  las 
bibliotecas  que  se  establecieren  en  jurisdicion  nacional,  quedando  obligados 
sus  directores  (particulares  ó  asociaciones)  á  :  instalar  la  biblioteca  en 
paraje  central  y  en  edificio  capaz  para  cincuenta  lectores — prestar  gratui- 
tamente los  libros  al  vecindario — llevar  la  estadística  de  su  movimiento  v  ele- 
vario  al  conocimiento  del  Consejo.  La  subvención  se  acuerda  mediante  previa 
relación  del  edificio  mencionado,  indicando  calle  y  número  y  el  certificado 
de  depósito  en  un  Banco  de  la  suma  destinada  á  la  compra  de  libros. 

Los  directores  ó  maestros  de  escuelas  ó  colegios  particulares  deben 
manifestar  su  deseo  de  establecer  una  escuela  ó  colegio  de  enseñanza 
primaria,  indicando  el  sitio,  condiciones  del  edificio,  clase  de  enseñanza, 
los  títulos  de  capacidad  legal  de  la  persona  encargada  de    dirigir  el  esta* 


—  414  — 

biccimiento — llevar  los  libros  de  reífistro  establecidos  y  comunicar  los  da- 
tos estadísticos  escolares  prescriptos — someterse  á  la  inspección  técnica  ya 
mencionada  y  dar  el  mínimum  de  enseñan^ca  obligatoria  establecida. 

Cualquier    contravención     en  este   sentido    determina    la  negación  del 
permiso  que  se  solicile  para  la  fundación  de  la  escuela  6  colegio.,  etc,  etc. 


COLEGIO  NACIONAL 


La  instrucción  pública  protegida 
y  auxiliada  poderosamente  perlas 
autoridades  nacionales  avanza  cada 
dia  hacia  su  perfección  dejando  tras 
si  las  disposiciones  orgánicas  pn- 
mitivascuyaaplicabilidad  no  conci- 
lla con  el  desenvolvimiento  general 
que  impulsa  nuestra  exislenciaso- 
cial  actual  y  que  solo  fueron  útiles 
en  el  comienzo  de  la  educación  del 
pueblo,  es  decir,  de  los  primems 
rudimentos  del  saber  humano. 

Los  planesjde  estudios,  reglamen- 
tos y  ordenanzas  dictados  para  so- 
meter las  poblaciones  á  un  régimen 
determinado  y  uniforme  de  educa- 
ción común,  aunque  no  dieron  re- 
sultados muy  felices  sirvieron  al 
menos  para  prepararlos  &.  una  re- 
forma trascendental  cuyos  frutos 
palpamos  hoy  muy  de  cerca;  quizá 
no  está  lejana  la  hora  dichosa  en 
que  el  Censo  Kscol.ir|Naci(>nal  suprima  de  sus  columnas  estadísticas  las  cifras 
de  alumnos  analfabetos  que  llevan  un  ligero  desconsuelo  al  investigador  de 
nuestro  priigreso  intelectual. 

El  constante  afán  de  nuestras  autoridades  políticas,  la  infatigable  soli- 
citud de  los  agentes  de  instrucción  publica,  el  celo  desplegado  por  los 
padres  de  familia  para  educar  &  sus  hijos,  la  predisposición  del  Argentino 
para  adquirir  los  conocimientos  que  han  de  hacerlo  útil  al  país,  la  multi- 
tud de  establecimientos  de  educación  -que  Gobiernos  Provinciales  y  Nacional 
han  diseminado  por  todo   el  terriloiio    de  la    República  y   finalmente  la 


-4l5- 


ion  que  ha  sabido  despertar  el  último  estableciendo  premios  valiosos 
á  las  colectividades  que  según  su  población  educasen  la  décima  parte  de 
ella,  han  obrado  una  metamói-fosis  tan  halagüeña  y  positiva  en  la  educa- 
ción pública  que  no  será  una  jactanciosa  apreciación  si  añrmamos  que 
ha  de  llegar  un  dia  no  remoto  en  que  presidamos  el  movimiento  intelec- 
tual de  los  pueblos  Sud-Americanos. 

Declarada  obligatoria  la  educación  y  puesta  en  ejecución  la  disposición 
oficial  relativa  por  los  encargados  inmediatos  del  Ministerio  respectivo,  se 
ha  procedido  con  tal  actividad  y  empeño  que  sus  fecundos  resultados  se 
han  hecho  remarcables  en  el  adelantamiento  general  que  excita  nuestra 
labor  cuotidiana,  garantiéndonos  Arme  y  ampliamente  de  todas  las  emer- 
gencias y  evoluciones  relrogresivas  que  suelen  experimentar  Ioh  pueblos  en 
su  infatigable  actividad  creadora. 

Empeñadas  en  una  erogación  respetable  las  rentas  del  Tesoro  Nacio- 
nal para  sufragar  los  gastos  de  instrucción  publica  en  la  República,  podemos 
enorgullecemos  de  los  producidos  que  su  f'jlií  aplicación  reporta  &  ios 
intereses  generales  del  país,  iniciando  mejoras  trascendentales  é  importan- 
I         llsimas  en  el  orden  económico-social, 

^^^P      Algunos  ligeros  apuntes  históricos  servirán  para  dar  una  idea  dala  fun- 
^^^dacionde  este  establecimiento. 

En  1771  el  Virey  Vertiz,   á  virlud  de  la  confiscación  de  bienes  hecha 

á  los  Jesuítas,  pidió  al  Cabildo  eclesiástico  y  secular  una  exposición  sobre 
P  la  necesidad  ó  «medios  de  establecer  escuelas  y  estudios  generales  para  la 
[         enseñanza  y  educación  de  la  juventud,»  los  cuales  aconsejaron  la  creación 

de  un  Colegio  Convictorio. 
'  Tai  es  el  origen  del  célebre  Colegio  de  San  Carlos,  cuyo  tUulo  os  un 

1  homenaje  de  respeto  y  gratitud  al  Rey  Carlos  III,  bajo  cuyo    gobierno  se 

I  estableció,  pero  que  solo    doce  años    después    tuvo    lugar   su    instalación, 

i  existiendo  en  ese  período  estudios  públicos  superiores  para  externos  bajo 

la  misma  denominación  de  aquel. 

El  Colegio  de  los  Jesuítas  se  destina  para  practicar  los   estudios  del 

de  San  Carlos,   habiéndose  costeado  con  fondos  de  los  mismos  y  durante 

mucho  tiempo  los  «estudios  públicos  superiores.» 

El  Colegio  de  los  Jesuítas  no  era  una    institución  de  enseñanza  pública 

como  pudiera  creerse  por  el  título,  sino  simplemente  un  Convento  que  para 
I  distinguirlo  de  los  de  igual  clase  y  de  orden  distinta    le    dieron    aquella 

denominación  especial. 


-  il6- 


Eii  el  aüo  1783  y  según  el  libra  de  "Matrículas»  cursaban  las  clasfti 
(.■¡licúenla  y  siete  alumnos   en  las  materias  siguientes: 

De  tercer  año  de  Teología 3 

De  segundo  ■'        11 

Filósofos 13 

Gramáticos 30 

El  Viroy  Verliz  en  su  Memoria  de  Gobierno  aseguraba  al  Marqiiéd 
de  Loreto  que  los  estudios  del  Real  Convictorio  Carolino  se  abrieron  cad 
la  presencia  de  den  alumnos,  tal  ve?,  incluyendo  los  concurrentes  á  lo< 
esludios  pübücns,  que  estaban  comprendidos  en  la  misma  denominación] 
del  Colegio. 

El  de  San  Carlos  era  dirigido  por  ei  clero  secular  y  estaba  bajo  Id 
autoridad  y  dependent'.ia  de  los  Vireyes,  quienes  acordaron  gracia  Ue  dod 
becas  A  los  descendientes  de  empleados  militares  y  de  cuatro  para  hijos  ( 
"pobres  honrados." 

Los  esludios  y  organización  de  este  Colegio  estaban  regidos  por  constittk 
cíones  especiales  para  atender  á  su  mejor  arreglo  en  lo  temporal  y 
ritual. 

El  ciudadano  don  José  Luis  Chorroarin  ejerció  el  rectorado  del  Colegia 
por  muerte  de  su  primer  rector,  desde  1786  á  1803,  prestando  sus  servicio! 
con  paternal  solicitud. 

En  este  último  año  cursaban  sesenta  y  nueve  estudiantes. 

Los  acontecimientos  políticos  que    luego    sobrevinieron,  y  la  continuad 
cion  de  la  guerra  de  independencia  del  Plata,  desvirtuaron  y  desconcepluaroa 
los  estudios  reales  y   el  Colegio  Carolino,  incorporándose    la   juventud 
un  nuevo  orden  de  ideas  y  aspiraciones,  seducida  por   los    triunfos   y  la 
glorias  de  la  carrera  militar,  tan  proficua  en  honores  y  homenajes  al  valoa 
y  al  heroísmo. 

Ese  movimiento  revolucionario  transformó  el  ediñcio  del  Colegio  en 
cuartel  de  soldados,  y  los  principios  sobre  filosofía  escolástica  y  teología] 
en  los  déla  pericia  y  estrategia  militares. 

Preocupada  entonces  la  Junta  de  Gobierno  con  la  creación  de  un  nuevo 
establecimiento  de  educación  que  respondiese  á  las  necesidades  de  la  época, 
pidió  el  apoyo  y  la  cooperación  de  sus  colegas,  que  resolvieron  en  Asamblea 
General  n  que  á  fin  de  uniformar  en  lo  posible  por  ahora  la  educación  de  la 
juventud,  y  hasla  la  formación  del  plan  general  de  esludios,  encargado  á  una 
Comisión  Interior;  los  estudios  que  en  la  actualidad  se  hacen  en  los  Cole- 
gios de  San  Carlos  y  Seminario  se  reúnan  en  un  solo  cuerpo,  debiendo  ser 
regenteadas  las  cátedras  por  ios  que  las  sirvieren  cor.  la  dotación  del 
Estado  en  el  dicho  Colegio  de  San  Carlos». 

Esta  vez  la  Junta  no  pudo  realizar  su  pensamiento  de  reforma  ©u  id 
educación  superior,  aplazando  su  ejecución    para  una    época  más    propicia 


.  41*  - 


I  tardó  en  manifestarse  con    !a  exaUaciun  al  gobie 
í  Juan  Marlin  de  Pueyrredoíi. 
Un  decreto  de  2  de  Junio  de  1817  reveló  al  puebluja  necesidad  y  el 
propósito  del  Gobieiiio,  de  dar  mayor  ensanche  y  extensión  ala  enseñanza 
publica  conformes  las  exigencias  y  progresos  de  la  época. 

El  Colegio  de  San  Carlos,  elevado'á  una  categoría  honorífica,  recibió  el 
nombre  de  «Colegio  de  la  Union  del  Sud»,  y  modificó  ventajosamente  su 
organización  y  plan  de  estudios. 

Con  este  nuevo  plantel  continuó  por  mucho  tiempo  educando  al  pueblo  y 
dando  al  país  hombres  progresistas  y  más  ó  menos  ilustrados,  que  más 
larde  han  cooperado  con  sus  luces  y  esfuerzos  al  sostenimiento  de  nuestras 
conquistas  y  engrandecimiento. 

Por  fin,  el  Colegio  Nacional  ha  venido    á    interrumpir  esa  sucesión    de 
I  nombres  ó  denominaciones  que  recibía  en  cualquier  reforma,  adoptando  un 
plan  de  enseñanza  vasto  y  nutrido    de  materias    científicas  importantes»  del 
cual  damos  cuenta  á  continuación  con  la  distribución  y  el  orden  que  regla- 
mentan las  disposiciones  vigentes  dictadas  á  este   respecto. 

La  enseñanza  secundaria  en  los  Colegios  Nacionales  se  practica  en  Cur- 
sos Regulares  y  Cursos  Libres,  entendiéndose  por  regulares  aquellos  que 
siguen  en  todas  sus  partes  el  plan  de  estudios  obligatorio,  y  por  libres  los 
que  no  se  sujetan  á  él. 

En  la  semana  se  emplean  veinte  y  dos  horas  para  la  enseñanza,  distribui- 
das por  materias,  con  arreglo  al  plan  de  estudios,  debiendo  cuando  más  ex- 
tenderse á  seis  horas  el  estudio  diario. 

Ningún  alumno  de  curso  regular  puede  pasar  al  curso  inmediato  superior 
■    sin  haber  rendido  antes  examen  completo  de  las  materias  del  anterior. 
I  Para  que  un  curso  pueda  funcionar,  es  necesaria  la  asistencia  á  las  aulas 

de  cincuenta  alumnos  matriculados. 

Queda  interrumpido  el  estudio  de  todo  alumno  que  habiendo  estudiado 
las  mismas  materias  durante  dos  años,  no  pasara  al  curso  superior  en  el 
tercero,  ó  que  hubiese  sido  reprobado  en  el  mismo  tiempo  en  las  dos  terce- 
ras partes  de  las  materias. 

El  plan  de  estudios  que  rige  hoy  en  todos  ios  Colegios  Nacionales  ha 
dado  resultados  muy  satisfactorios  hasta  el  presente,  debido  indudablemente 
ala  circunspecta  distribución  de  las  materias  que  constituyen  el  estudio  se- 
cundario, es  decir,  los  conocimientos  indispensables  para  incorporarse  á  las 
universidades  déla  Nación. 

Seis  años  duran  los  cursos  regulares,  y  las  materias  se  distribuyen  así: 


418  — 


PRIMER  AÑO 


)  t 

Xeceioíies  tfeiliaiiáléf 


• 


■» 


Idioma  Nacional — Analogía — Sintaxis 5 

Historia — República  Argentina  desde   el  descubrimiento   hasta 

las  invasiones  inglesas - 

Geografía  — República  Argentina 2 

Animéiica 5 

Francés •    3 

Inglés 3 

Dibujo  geométrico  de  las  figuras  planas 2 

Total  en  la  semana 21 

SEGUNDO   AÑO 

Idioma  Nacional "OiXoXo^ViSiy  Prosodia  y  Ortografía 3 

Historia — República  Argentina,  desde  las   invasiones   inglesas 

hasta  el  presente 

Geografía — República   Argentina 2 

Algebra 4 

Física — Nociones  elementales  de  Física  descriptiva  y  experi- 
mental  i 2 

Química — Id.     id.     id , 2 

Francés 3 

Inglés : :.:, 3 

Dibujo    Geométrico  (Sólidos) \..  ^  I 

Total  en  la  semana 2Z 


TliRCER   AÑO 

Idioma  nacional — Literatura  preceptiva 3 

/^i.f/í?r;a— Oriente — Grecia- -Romana 3 

Geografía — Antigua  y  moderna  de  Asia  y  África,  y  antigua  de 

Grecia  y  Roma — Oceania 2 

Geometría — Geometría  plana 3 

Física — Gravedad — Calor 2 

Química — Inorgánica — Metaloides 2 

Francés 3 

inglés 3 

Dibujo — Geográfico i 

Total  en  la  semana 22 


CUARTO  AÑO 


Idioma  Nacional — Literatura  española  de  los  Estados  Sud- Ame- 
ricanos   5 

Historia — Europa  desde  la  caida  del  Imperio  Romano  hasta  la 

Revolución   Francesa » 3 

Geografía — Europa 2 

Geometría — Geometría  del  espacio 3 

Física — Magnetismo — Electricidad 2 

Química — Inorgánica — Metales 3 

Historia  Natural — Nociones  generales — Zoología  general,  com- 
prendiendo los  elementos  de  anatomía  y  fisiología  compa- 
radas   4 

Total  en  la  semana 22 


—  41^  — 


QUINTO   AÑO 

Lecciones  semanales. 

Literatura  general — Nociones  generales  de  Literaturas  extran- 
jeras y  de  Estética 3 

Historia — América,  desde  el  descubrimiento  hasta  la  Indepen- 
dencia de  los  Estados  Unidos 3 

Geografía — América 2 

Irigonometria — Rectilínea  y   esférica...... 2 

Física — Luz — Acústica 2 

Química — Orgánica 2 

Historia  Natural — Ciasiñcacion  de  los  animales — Botánica    ge- 
neral, comprendiendo  la  orgünografia,  biología  y  ñsiologia  2 

Filosofía — Psicología — Lógica 2 

Latín 2 

Alemán 


Total  en  hi  semana. 


T 


•?-> 


C»/ 


SEXTO  ANO 


Nociones  de  Derecho  General    v  especialmente  del  Político  v 

Civil '. ^... '.  2 

Nociones  de  Economía  Política,  Administrativa  y  Estadística 2 

Historia — Europa,  desde  la  Revolución  Francesa,  y  de  América 
desde  la  Independencia  de  los  Estados  Unidos  hasta    el 

presente 3 

Cosmografía 2 

Filosofía — Moral,  Teodicea  é  Historia  de  la  Filosofía 3 

Higiene^ —  Contabilidad  y  Topografía  (una  cada  una) 3 

Historia  A^a/«r<j/— Clasificación  de  los  vegetales — Mineralogía 

general  y  especial,   Geognesia,  Geología 2 

Latín — Alemán  (dos  cada  una) 4 

Estenografía i 

Total  en  la  semana 22 

Todo  alumno,  al  ingresar  á  los  Colegios  Nacionales,  debe  abonar  seis 
oesos  por  derecho  de  matrícula,  cuyo  producido  es  aplicado  exclusivamente  á 
mejorar  y  satisfacer  las  necesidades  de  la  enseñanza  secundaria.  La  matrí- 
cula puede  solicitarse  desde  el  15  de  Febrero  al  15  de  Marzo  de  cada  año, 
llevando  su  constancia  respectiva  en  los  colegios,  en  el  libro  denominado  de 
«Matrículas»  que  expresa  el  nombre  del  alumno,  su  edad,  domicilio  y  asig- 
naturas que  debe  cursar  en  el  año.  El  derecho  de  matrícula  no  se  devuelve, 
aunque  el  alumno  fuese  reprobado  ó  abandonase  los  estudios 

El  movimiento  que  ha  tenido  el  Colegio  Nacional  de  la  Capital  durante 
el  año  1885,  presenta  el  siguiente  resultado: 

El  número  de  estudiantes  que  solicitaron  su  incorporación  á  este  Colegio, 
ascendió  á  617,  procedentes  de  colegios  nacionales,  particulares  y  Consejos 
Escolares.  Las  solicitudes  presentadas  en  Secretaría  se  elevaron  á  la  cifra 
de  711,  y  fueron  despachadas  en  su  totalidad  por  el  Rector;  135  certificados 
de  estudios  hechos  en  este  colegio  se  expidieron,  correspondiendo  39  á  estu- 
diantes regulares  y  96  á  libres. 


—  4»0  — 

El  número  de  alumnos  matriculados    durante  el  mismo  aflo,  ofrece  el 
resultado  siguiente: 


Inscriptos  en  el  1'    año 348 

2*      ).  90 

3*      ).  103 


» 


Inscriptos  en  el  ifi   ano 

69 

»            »        5*      »  

62 

»            »        6*      »  

42 

El  total  de  alumnos  matriculados  alcanza  á  614  y  agregados  á  los  199 
inscriptos  en  ramos  sueltos  componen  la  cifra  de  813,  la  misma  cantidad 
que  maniñestael  Registro  de  matrículas  respectivo. 


Los  exámenes  que  tuvieron  lugar  en  Marzo  para  permitir  el  ingreso  de 
los  aspirantes  ó  de  los  aplazados  del  año  anterior,  se  verificaron  dando  resul- 
tados muy  satisfactorios,  como  puede  verse  por  los  siguientes  cuadros  de 
exámenes  de  estudiantes  regulares  y  libres : 


RBGlfl.ARKS 


Primer  afio 

Segundo  afio 

Tercer  afio 

Cuarto  afio 

N«DB 
EXlMIVlNDOe 

SXÍMmíB 
AraOBADOS 

sxlmuisB 

RB»aOBAD06 

TOTAL  DE 
■  ZÁlfSHBS 

39 
49 

23 

7 

2 
I 

49 
5x 

20 
10 

2 
2 

17 
«4 

17 

4 

66 

75 

3t 

• 

2 
2 

Quinto  afio 

Sexto  afio 

Suma 

Z2I 

«34 

6a 

196 

LIBRBS 


Primer  afio.. . 
Segundo  afio. . 
Tercer  afio.  • . . 
Cuarto  afio... 
Quinto  afio.. . 
Sexto  afio 

Suma 


N«  DK 
BXAIONAMDOS 


68 

64 
34 

35 

3 
4 


X98 


bxímuibs 

apbobadoh 


lOX 
82 

36 

4« 
3 

7 


271 


bzImbmbs 

BBPB0BA008 


36 

35 

16 

i5 


xo3 


TOTAL  DK 

ixImbitbs 


«37 
"7 

52 

57 

3 

8 


374 


Los  exámenes  de  estudiantes  regulares  verificados  al  terminar  el  año 
scolar  de  .1885,  dan  el  siguiente  resultado : 


Primer  mflo 

Segundo  afio 

Tercer  afio 

Caarto  afio 

Qointo  afio 

Sexto  afio 


Suma 


K*DB 

sxiimrunxNi 


ao4 
85 

68 
57 
39 


55i 


APaOBlDOS 


1 039 
657 
763 

644 
497 
430 


4020 


BKPaOBJLDOS 


a38 
43 
48 
«9 

23 

a3 


404 


TOTAL  DX 
ÍXÍKBHB8 


H77 
700 

8it 

•73 

520 

443 


4424 


Los  exámenes  de  estudiantes  libres  matriculados  ofrecen  el  siguiente 
asumen,  clasiñcados  de  primero  á  sexto  aAo: 


KXiMSMBS 
BEPB0BJLDO6 


N*  DK 

CXAHTNINDOS 


Primer  afio ü 

Segando  ato. . . 
Tercer  afio. . . 
Cuarto  afio . . 
Quinto  afio.. 
Sexto  afio. . . . 


í 
•  •  • .  •  I 


Suma 


5? 

84 
73 
5z 
33 
z8 


3X4 


APBOBADO8 


86 
224 
203 

162 

1x3 

62 


85o 


38 
109 
76 
45 
33 
22 


TOTAL  DE 
KXÁKBHBS 


323 


124 

333 
279 
207 

146 

44 


1173 


Los  de  estudiantes  libres  dan  el  resumen  que  sigue : 


N*DR 
RXJLMIMllfDOS 

BXÁMSNBS 
▲PROBJLD06 

KXÁKBMBS 
RBPBOBlDoe 

TOTAL  nx' 
BXÁKXlfXB 

Primer  tfio 

295 

765 

«4» 

IOÓ7 

Segundo  aAo 

208 

477 

x3i 

608 

Tercer  afio 

117 

«34 

99 

333 

Cuarto  afio 

ZOI 

233 

28 

261 

Quinto  año 

8o 

162 

25 

187 

Sexto  afio 

53 

88 

3o 

X18 

Suma 

854 

X959 

555 

a5M 

—  482  — 


Los  de  los  Colegios  particulares  que  se  incorporaron  al  Nacional  mediant 
el  examen  de  ingreso  de  práctica,  ofrecen  los  resultados  siguientes: 


Primer  afio. . 
Segundo  afio. . 
Tercer  afio. .. 
Cuarto  afio . . . 
Quinto  afio. .  • 

Suma 


BX4MIMAHD08 


z63 
58 

4 

2 


346 


xxlMnm 

▲PROBJLDO8 


740 
335 

122 

17 


I23l 


SXllfBHIIS 
BIPBOBAOOS 


TOTAI«  DB 
BXÍKXBXB 


118 

58 
14 

4 

z 


195 


858 

393 

1 36 

21 

x8 


Z426 


El  movimiento  económico  operado  en  el  Establecimiento  durante  el  mismo 
año  acusa  una  existencia  metálica  libre  de  $  6.993,53,  es  decir,  la  diferencia 
de  .'los  ingresos  ($99.863,29)  y  egresos  ($  92.870,76)  que  ha  tenido  la  iosti- 
tucion. 

El  Colegio  Nacional  de  la  Capital  se  compone  del  siguiente  personal: 
un  Kector,  un  Vice-Rector,  un  Secretario,  cuarenta  y  dos  profesores,  doce 
celadores,  tres  ayudantes,  un  escribiente,  dos  ordenanzas  y  cuatro  sir- 
vientes. .     .     >. 

Dicho  personal  está  destinado  exclusivamente  para  atender  la  enseñan- 
za de  los  cursos  regulares  y  sus  necesidades  administrativas,  mientras  que 
el  encargado  de  los  cursos  libres  se  compone  de:  seis  profesores  y  dos 
ayudantes. 

El  Presupuesto  General  para  el  ejercicio  del  año  1885  asigna  á  este  Co- 
legio la  suma  anual  de  $  86.952  destinada  á  sufragar  los  gastos  de  la  enseñan- 
za escolar,  cantidad  que  apenas  representa  la  cuadragésima  cuarta  parte 
de  los  fondos  que  el  mismo  Presupuesto  invierte  para  costear  los  esta- 
blecimientos escolares  de  carácter  nacional,  diseminados  en  el  territorio 
de  la  República. 


BIBLIOTECA   PÚBLICA 


Todas  las  naciones  civilizadas  para  garantir  la  educación  é  instrucción 
oficial  suministrada  por  los  Establecimientos  escolares,  se  han  apoyado 
generalmente  en  un  mismo  medio,  aleccionadas  por  la  triste  experiencia  que 
han  sufrido  los  países  que  descuidaron  alimentar  y  nutrir  diariamente  la 
capacidad  intelectual  de  sus  habitantes,  ofreciendo  mas  tarde  el  lamentable 
espectáculo  de  una  existencia  vegetativa  y  embrionaria  que  marchaba 
apresuradamente  hacia  el  oscurantismo. 


—  423  — 

Las  Bibliotecas  desempeñaron  desde  entonces  un  papel  principal  en 
la  vida  político-social  de  las  agrupaciones  para  sostenerlas  y  conducirlas 
en  la  labor  general  y  progreso  dé  los  conocimientos  humanos  por  la  senda 
mas  perfecta  del  adelantamiento  universal :  ellas  sirven  no  solo  de  fuente 
inagotable  á  las  investigaciones  de  los  hombres  emprendedores  é  ilustra- 
dos, sino  también  de  centro  de  reunión  y  de  recreo  al  proletario  que  aban- 
dona la  azada  ó  el  pico  para  consagrar  una  hora  á  la  curiosidad  histó- 
rica ó  simplemente  de  los  adelantos  de  las  industrias  y  artes. 
.  :Su  sola  presencia  puede  servir  para  aquilatar  nuestro  poder  material 
é  intelectual  porque  ella  es  una  revelación  lata  del  espíritu  que  nos  anima, 
de  Las  aspiraciones  que  perseguimos  y  aún  de  las  tendencias  que  nos  im- 
pulsa como  individuos  y  como  pueblo. 

La  riqueza  del  Establecimiento  y  el  servicio  públicoi  prestado  al  ve- 
cindario que  goza  de  sus  benéñcos  fines,  son  dos  puntos  6  cuestiones  que 
están  en  razón  directa  con  la  capacidad  mental  de  los  ciudadanos,  bas- 
tando únicamente  esos  dos  datos  al  estadista  para  apreciar  el  estado  de 
pi-ogreso  de  los  pueblos. 


Sobrada  razón  tuvo  la  Junta  Gubernativa  de  1810  y  la  población  de 
esa  época  para  ostentar  su  disposición  y  aptitudes,  cuando  la  primera  ins- 
tituyó oficialmente  la  Biblioteca  Nacional  y  la  segunda  la  colinó  ^e  valio- 
sos y  continuados  obsequios  de  libros,  obras  completas  y  de  elementos 
pecuniarios. 

'  Los  vehementes  deseos  del  pueblo  y  la  aparición  del  decreto  guberna- 
tivo fueron  las  bases  sobre  las  cuales  los  hombres  patriotas  fundaron  el 
establecimiento  mas  digno  y  provechoso  á  la  colectividad;  una  suscricion 
patriótica  abierta  en  el  vecindario,  valiosos  legados  de  libros  y  la  genero- 
sidad de  los  ciudadanos  pudientes  que  pusieron  sus  bibliotecas  particula- 
res á  la  disposición  de  la  Comisión  encargada  de  su  formación  y  organi- 
zación, fueron  los  felices  preliminares  de  su  fecunda  y  larga  vida.  :; 

EIJ  mismo  Establecimiento,  rpbustecido  con  la  incorporación  de  los 
libros  que  les  fueron  confiscados  á  los  que  en  Córdoba  organizaron  el 
movimiento  subversivo  contra  el  Gobierno  de  la  Junta,  se  sintió  suficien- 
temente dotado  para  servir  al  público  y  en  condiciones  de  satisfacer  el 
anhelo  general. 

En  1810  quedó  fundada  y  abierta  al  servicio  público  con  las  donacio^ 
nes  y  la  valiosa  confiscación  ordenada  y  llevada  á  cabo  en  el  mismo  año 
de  los  libros  que  estuviesen  en  poder  de  los  reos  revolucionarios  de  Cór- 
doba, y  aunque  en  este  tiempo  fuesen  verdaderamente  pobres  los  elemen- 
tos científicos  con  que  se  iniciaba  en  su  carrera  pública,  abrió  sus  puertas 
á  la  comunidad  argentina  alentada  por  el  espíritu  progresista  y  empren- 
dedor de  los  amantes  á  las  ciencia^  y  letras. 


-m- 

A  fínes  del  mismo  año  el  Gobierno  ordenó  la  incorporación  á  ella  de 
los  libros  que  constituían  la  biblioteca  del  Colegio  de  San  Carlos  y  de  tos 
que  por  disposición  postuma  legó  el  Illmo.  Obispo  Acamor  y  Ramírez  á 
beneficio  de  la  primera  biblioteca  pública  oñcial  que  se  estableeieM. 

Los  buenos  auspicios  que  caracterizaron  esta  época  de  su  existeneia 
reciente  pero  vigorosa,  determinaron  al  Gobierno  á  ordenar  se  formase  un 
dep^ito  de  planos  geográfícos,  topográficos  é  hidrográficos  de)  territorio 
de  las  Provincias  Unidas  y  aún  de  cualquier  sección  de  América,  excitando 
á  los  particulares  y  asociaciones  al  préstamo  ó  donación  de  los  que  po- 
seyesen, para  servir  de  esta  manera  á  los  intereses  del  país,  despertando 
el  estímulo  y  espíritu  de  especulación  á  los  hombres  emprendedores. 

Una  decena  de  años  sucesivos  la  puso  en  aptitud  de  servir  debida* 
mente  á  las  exigencias  de  un  pueblo  culto  y  febriciente  de  saber,  pues  que 
en  aquel  tiempo  el  Gobierno  con  el  peculio  desús  rentas,  los  particulares 
y  las  asociaciones  con  donaciones  de  libros  y  dinero  proporcionados  con  lar- 
gueza, y  por  fin  obsequios  valiosos  tributados  á  su  feliz  establecimiento  por 
hombres  generosos  que  desde  Europa  no  perdían  de  vista  nuestro  destino 
é  intereses,  la  habían  dado  un  poderoso  impulso  de  engrandecimiento  sus- 
trayéndola á  toda  emergencia  ó  vicisitud  capaz  de  hacerla  vacilar  en  su 
suerte  futura. 

En  este  tiempo  aumentó  notablemente  sus  estantes,  libros  y  los  fon- 
dos destinados  á  su  fomento,  procedentes  de  donación. 

En  1821  el  Gobierno  ordenó  que  de  los  manuscritos  de  la  Biblioteca 
se  formase  una  colección  de  autógrafos  de  las  letras  de  todos  los  ciuda- 
danos que  hubiesen  rendido  y  rindiesen  servicios  distinguidos  á  la  patria. 

En  el  mismo  año  una  disposición  gubernativa  aumentó  los  deberes  del 
Director  atendiendo  á  la  mejor  organización  del  establecimiento  y  ala  se- 
guridad y  conservación  de  su  dotación,  y  las  horas  de  consulta  y  estudio, 
estableciendo  tres  horas  nocturnas  de  servicio  público. 

Así  continuó  por  mucho  tiempo  al  amparo  de  la  protección  pública  y 
de  la  subvención  anual  que  le  acordó  el  Gobierno  ée  la  Provincia  de  Bue- 
nos Aires,  hasta  que  en  1871  se  modificó  y  amplió  el  reglamento  á  tal 
punto  que  los  libros  y  el  aumento  de  empteados  hacían  necesaria  una  in- 
mediata modificación  en  el  anterior. 

En  1880  se  nacionalizó  el  establecimiento  y  se  emprendió  una  com* 
pleta  organización  y  clasificación  de  las  obras  y  manuscritos  que  poseía. 

No  confita  en  ningún  documento  público  el  estado  de  la  Biblioteca  en 
sus  primeros  años  de  vida,  razón  por  la  cual  pasamos  en  silencio  su 
movimiento  y  la  estadística  de  sus  obras  hasta  una  fecha  que  se  renMoia 
casi  á  nuestros  dias. 

Pero  como  siempre  será  interesante  conocer  su  dotación  en  cualquier 
época  para  inducir  el  atraso  ó  progreso  que  han  seguido  nuestros  pasos, 
vamos  á  apuntar  algunos  datos  relativos  á  ella  y  á  su  marcha. 


—  425  - 


De  la  Memoria  correspondiente  á  los  años  1880  y  1881  presentada  por 
el  Directorio  al  Ministro  de  Gobierno  de  Buenos  Aires,  entresacamos  los 
apuntes  consignados  á  continuación: 

Las  donaciones  particulares  y  oficiales  durante  el  año  1880  presentan 
los  siguientes  datos:  183  volúmenes  de  derecho  y  administración;  14  de 
literatura  y  filosofía;  23  de  historia  y  geografía;  50  de  ciencias  y  artes; 
2  de  casuística  y  religión  y  8  entregas  de  publicaciones  periódicas. 

Las  compras  efectuadas  en  el  mismo  tiempo  fueron  respectivamente 
de  15,  17,  50,  Id  y  88. 

Durante  el  año  1881  las  donaciones  particulares  y  oficiales,  en  el  mis- 
mo orden,  fueron  de  100,  20,  25,  44,  4  y  33 — y  las  compras  de  11,  16, 
38,  20,  7  y  dos  mapas,  planos,  etc. 

Por  el  cuadro  que  trascribimos  á  continuación  se  puede  apreciar  aproxi- 
madamente el  caudal  con  que  contribuyeron  al  ensanche  de  la  Biblioteca  el 
vecindario  y  el  Gobierno  de  Buenos  Aires  por  medio  de  donaciones  cuyo  total 
de  volúmenes  clasificados  por  materia  arroja  las  siguientes  cifras: 

VOLÚMENES 


AMOS 


HISTORIA     I  CIENCIAS 


I 


teología 


1872 
1873 

1874 

1875 
1876 

1877 
1878 

1879 

1880 

I88I 

Soma 


248 
64 

99 
117 

104 

118 

421 

61 

i83 

ICO 


106 

25 

4 
6 

32 

57 
53 

10 

14 
20 


I5i5 


327 


49 
3 

3 

8 

42 

23 

43 
10 

23 

25 


PERIÓDICOS 


MAPAS 


229 


140 

^— 

25 

8 

3o 

10 

2 

49 

58 

23 

22 

1 

22 

I 

58 

202 

4 

32 

52 

27 

5o 

2 

8 

44 

4 

33 

6X1 

1 

36 

259 

3 
22 

987 

25 

2 
i33 

1172 


Los  volúmenes  de  las  obras  compradas  en  el  mismo  período  de  1872  á 
1881,  dan  los  siguientes  resultados: 


■ 

AJioS 

DKRBCHO 

UTEBATUBA 

HISTORIA 

CIENCIAS 

rCBLICACIOMES 
PERIÓDICAS 

MAPAS 

1872 

209   , 

267 

I63 

332   ! 

3 

— 

1873 

75  ! 

62 

20 

II 

1874 

367 

65 

26 

3ii   ! 

1875 

411 

943 

68  2 

1467 

170 

iS 

1876 

222 

382 

418 

340 

108 

66 

1877 

118 

25o 

180 

370 

57 

5 

1878 

29 

1 

18 

36 

43 

^^^^ 

1879 

19 

II 

3i 

28 

196 

7 

1880 

i5 

17 

DO 

10 

85 

1 

1881 

II 

ló 

38 

20 

7 

2 

Soma 

1476 

2016 

1626 

2925 

669 

98 

—  426  — 

El  número  de  concurrentes  á  la  Biblioteca  durante  el  año  1880  ha  sido 
de  6953  lectores  y  de  7715  en  el  año  1881,  presentando  el  siguiente  cuadro 
comparativo  de  1872  á  1881 : 

ÁRog  Meg€H  CoHCurr§HÍ4* 

1872  De  Setiembre  á  Diciembre. . .         z33o 

1873  »  Enero        »  »        ...  5017 

1874  »•  »  »          ))         ...  4546 

1875  »  »  »          }}        ...  4888 

1876  »  »  w          »        ...  619a 

1877  M        ))  »  Mayo 2589 

Z878  Clausurada 3064 

1879  ''   Junio  á  Diciembre 2064 

1880  »    Enero  »  6953 

x88x  »         »  »  77i5 

Total 43358 

El  número  de  obras  y  volúmenes  que  poseía  la  Biblioteca  en  el  año  1881 
ha  sido  de  13645  de  las  primeras  y  de  31691  de  los  últimos,  descompuestos  por 
secciones  en  esta  forma : 

Obras  Yolúmena 

Sección  i*  —  Derecho,  administración,  estadística,  ttc 2592  6806 

»  2*  —  Ciencias  diversas 3 1 5o  7063 

»  3^  —  Historia,  geografía,  viajes,  etc 3322  8442 

«  4'*  —  Literatura,  filosofía,  teología,  etc 458i  9380 

Total.....       13643  3169X 

El  número  total  de  diarios  y  periódicos  fué  de  909. 

Al  presente  hemos  tocado  con  una^^ran  dificultad  respecto  á  los  datos  esta- 
dísticos que  conciernen  al  movimiento  diario  de  lectura,  y  existencia  de  folle- 
tos, obras,  autógrafos  y  colección  de  diarios  que  contiene  el  establecimiento. 

Desde  el  año  1881,  que  ha  sido  el  último  en  el  que  se  hizo  una  relación 
mas  ó  menos  prolija  de  dichos  datos,  no  se  ha  presentado  la  Memoria  respec- 
tiva anual,  ya  por  haberse  nacionalizado  la  Biblioteca  y  por  consiguiente  fué 
menester  emprender  su  reorganización,  ó  bien  porque  siendo  algo  deficiente 
la  antigua  ha  tenido  su  Director  que  ordenar  y  clasificar  desde  el  legajo  mas 
polvoroso. 

Los  datos  referentes  al  año  que  nos  ocupa  verán  muy  brevemente  la  luz 
pública  por  el  Ministerio  respectivo,  sin  que  á  nosotros  nos  haya  sido  dado 
insertarlos  en  este  lugar,  por  la  oposición  del  Director  de  la  Biblioteca  que  cree 
que  ellos  no  deben  pertenecer  al  dominio  público  por  via  extraoficial. 

Sabemos  de  buen  origen  que  los  partes  mensuales  del  movimiento  de 
lectura  y  adherencias  existen  en  el  Ministerio  de  Instrucción  Pública  para 
publicar  su  resumen  anual  en  la  memoria  respectiva,  y  cual  si  «e  tratase 
de  alarmar  á  la  población  con  la  narración  de  un  crimen  inaudito,  se  nos 
priva  de  su  publicación. 


—  427  — 

Esta  deñciencía  nadie  mas  que  nosotros  la  siente,  porque  era  nuestro 
deseo  hacer  una  reseña  histórica  del  pasado  y  presente  de  la  Biblioteca 
de  la  manera  mas  completa  y  posible. 

Hemos  oido  de  personas  competentes  que  esta  institución  cuenta  en 
la  actualidad  con  una  existencia  total  de  obras  que  no  baja  de  45  á  50 
mil  volúmenes. 

Se  han  hecho  en  el  edificio  muchas  y  muy  notables  reparaciones, 
dándole  mas  amplitud,  comodidad  y  decencia,  con  las  dotaciones  respecti- 
vas en  todos  los  ramos  de  su  incumbencia. 

El  personal  de  empleados  del  salón  ha  sido  aumentado  de  la  misma 
manera  que  el  de  los  talleres  de  encuademación. 

El  salón  destinado  á  la  lectura  tiene  mas  ó  menos  25  metros  de  largo 
por  10  de  ancho  y  contiene  la  estantería  que  es  toda  de  madera  fina  y  que 
se  eleva  hasta?  ú  8  metros  de  altura;  sus  puertas  son  de  cristal  y  balcones 
corridos  de  fierro,  enrejillado,  permiten  remover  los  libros  de  las  galerías 
superiores. 

En  el  centro  del  salón  y  separadas  entre  sí  por  una  distancia  de  dos 
metros  están  colocadas  dos  largas  mesas  en  las  que  para  cada  lector  existe 
una  especie  de  atril  disimulado  en  su  superficie  plana  que  permite  dar 
al  libro  de  lectura  la  inclinación  necesaria.  La  luz  se  distribuye  equita- 
tivamente y  con  arreglo  á  lo  que  sobre  este  punto  prescribe  la  ciencia 
respectiva. 

Del  Reglamento  que  hoy  rige  para  el  servicio  público  de  la  Biblioteca, 
entresacamos  lo  que  se  expresa  á  continuación: 

El  servicio  se  divide  en  dos  secciones,  uno  diurno  y  otro  nocturno, 
ambos  con  funciones  y  obligaciones  idénticas,  debiéndose  turnar  cada 
quince  dias  y  atender  cada  uno  un  solo  servicio  diario. 

Están  igualmente  obligados  á  formar  los  catálogos,  conservar  y  cla- 
sificar las  existencias,  sostener  la  correspondencia  oficial,  copia  de  listas 
y  documentos  que  se  refieran  al  Establecimiento  y  en  general  á  desem- 
peñar cualquier  servicio  indicado  por  el  Director  referente  á  la  marcha  ó  mejor 
organización  administrativa. 

El  servicio  diurno  está  comprendido  entre  las  11  a.  m.  hasta  las  4 
p.  m.  y  el  nocturno  desde  las  7  hasta  las  10;  el  servicio  de  la  sala  de 
lectura  se  desempeña  por  un  oficial  primero,  dos  empleados  y  un  orde- 
nanza— todo  lector  está  obligado  á  inscribir  en  un  libro  formulario  su 
nombre,  nacionalidad  y  profesión,  nombre  del  autor  y  título  de  la  obra 
consultada,  y  observar  profundo  silencio  en  el  salón  sin  dirijir  la  palabra 
á  ninguno  ni  producir  ningún  ruido  que  pueda  llamar  la  atención  á  los 
demás — terminada  la  lectura  debe  hacer  entrega  el  lector  á  los  empleados 
de  servicio  de  las  obras  consultadas,  que  nunca  pueden  ser  mas  de  tres 
volúmenes — cualquier  periódico  ú  obras  por  entregas  se  reservan  del  servicio 
público    cuando   no  están   encuadernados,  estando  obligados  aquellos  que 


—  488  — 


,  presentar  una  6rden  expresa  é 


Be&or 


solicitasen  compulsar  maims'^ntos 
Ministro  de  Instrucción  Publica. 

Una  sala  especial  destinada  &  escribir   con   tinta  sirve  á  los  lecton 
autorizados  á  sacar  copias  ó  extractos  de  las  obras  solicitadas — es  prohibí 
fumar  en  la  sala  da  lectura  y  hacer  apuntaciones,  doblar  las  hojas,  ete 
los  libros    prestados — ningún  lector  puede  introducir  ni    extraer  libros 
Establecimiento,  ni    sacarlos  de    los  armarios  por  si  mismo 


MUSEO  PUBLICO  NACIONAL 


"^uando  don  Benardino  Rivadaiia, 
n  mas  benemérito  do  nuestros  patri- 
cios, emprendió  una  reforma  general 
en  e!  pafs  mientras  el  pendón  repú- 
blica no  flameaba  de  uno  6  otro  Je 
su-^  exti'emos  desafiando  la  ira  de  sus 
ronluniases  enemigos,  ñola  HmítÚ 
exclusivamente  &  mejorar  la  adi 
nistracion  política  y  dar  tono  y  vij 
á  las  instituciones  desprestigia! 
y  débiles— Rivadavia  hiío  much? 
mas,  ó  impresionado  sin  duda  por 
la  patriütiea  idea  de  fundar  estable- 
cimientos científicos  que  sirviesende 
depositarios  de  nuestras  riquezas  en 
los  tres  reinos  de  la  naturaleza,  don- 
de el  sabio  como  el  estudiante,  los 
contemporáneos  como  las  generacio- 
nes venideras  pudiesen  estudiaráin- 
vestigar  los  caracteres  especiales  de 
una  época  por  .-^  c\jn>-,i,:i,jii  de  sus  principales  producciones,  puso  Iodo  su 
empello  en  obsequiar  á  Buenos  Aires  con  una  de  las  creaciones  mas  sublimes 
de  su  desinteresado  corazón  republicano  y  el  dia  27  de  Mayo  de  ISlSdecretúel 
establecimiento  do  un  Museo  Publico. 

Aunque  este  acto  fué  acogido  con  calor  y  unánimemente,  quedo  entera- 
mente olvidado  por  un  luengo  lapso  de  tiempo,  no  sin  razón,  cuando  nuestro 
propio    ser  político   era   arrebatado  imp[am(3nta  y  disputado  con  denm 
en  los  campos  de  batalla. 

Las   huestes  patriotas  de  regreso  de  su  expedición  á    las  Repübli 
hermanas   &   quienes   libertaron,    contemplaron    con    entusiasmo   el  va*lo 


nitú 

M 

icho^n 


lera- 
sti^J 

M 


—  489  - 

horizonte  que  sus  armas  despejaron  después  de  horrenda  tempestad;  esta 
vez  la  Patria  sin  enemigos  extraños  á  quienes  temer,  pudo  entregarse  de 
nuevo  á  la  consecución  de  la  reforma  emprendida:  por  un  decreto  de  31 
de  Diciembre  de  1823  se  ordenó  que  en  la  parte  alta  del  convento  de  Santo  Do- 
mingo se  depositasen  algunos  objetos  y  sirviese  de  Museo  Público,  conteniendo 
las  colecciones,  curiosidades,  instrumentos  históricos  y  elementos  de  los 
distintos  reinos  de    la  naturaleza. 

Puesto  el  Museo  en  1826  bajo  la  dirección  del  señor  Ferrari  que 
desempeñó  sus  funciones  con  tanta  laboriosidad  é  interés  para  dotarlo  y 
enriquecerlo  cual  convenía  á  las  miras  del  Gobierno  y  á  su  propia  inicia- 
tiva, logró  desde  muy  temprano  hacerlo  interesante  por  los  objetos  y 
productos  recolectados  y  coleccionados  con  esmero  y  según  su  naturaleza 
é  importancia;  entre  estos  existía  una  colección  de  720  minerales  perfec- 
tamente clasificados  y  un  cisne  del  Rio  de  la  Plata  notable  por  su  largo 
cuello  negro,  especie  particular  á  la  América  del  Sud. 

Este  establecimiento,  poco  feliz  desde  su  fundación  por  mas  que  ella 
fué  aplaudida  calurosamente,  ha  tenido  desde  sus  primeros  días  como  en 
la  edad  media  de  su  precaria  existencia,  momentos  de  vacilación  ó  de 
paralización  que  apenas  daban  señal  de  una  vida  penosa  y  abatida  por  la 
indiferencia  casi  general. 

Nada  podemos  adelantar  sobre  la  historia  primitiva  del  establecimiento 
que  nos  ocupa;  nuestras  reiteradas  investigaciones  y  la  compulsación  de 
obras  y  manuscritos  que  hemos  tenido  á  la  vista  nos  convencieron  muy 
pronto  de  la  inutilidad  de  nuestros  esfuerzos  y  de  la  efímera  como  vegetativa 
existencia  que  sufrió  por  largo  tiempo  en  diversos  períodos — las  donaciones 
fueron  insignificantes  durante  las  dos  décadas  de  gobierno  tiránico  que  abrumó 
al  país,  habiéndose  perdido  en  este  tiempo  casi  todas  las  clasificaciones  de  su 
parte  zoológica  y  numerosos  objetos  que  existían  clasificados  ya — la  parte 
mineralógica  se  conservó  felizmente  íntegra,  quizá  porque  la  colección  de  136 
minerales  estaba  catalogada  en  idioma  extranjero. 

El  abandono  que  condujo  al  Museo  al  estado  miserable  que  presenta  en 
esta  época,  no  puede  causar  extrañeza  desde  que  los  ciudadanos  fueron  des- 
pojados de  sus  mas  sagrados  derechos  y  reducidos  á  una  condición  deplorable 
por  un  tirano  perverso  y  sanguinario. 

Una  nueva  era  de  ventura  se  diseñaba  en  el  horizonte  político  del  pueblo 
ultrajado  y  deprimido,  y  cuando  dos  años  después  de  reconquistaren  el  campo 
de  Caseros  nuestra  dignidad  y  autonomía  política,  la  República  entraba  en 
la  senda  que  le  señalaban  sus  destinos,  el  Museo  fué  nuevamente  objeto  de  la 
preocupación  de  los  gobernates  y  de  los  hombres  de  ciencia  interesados  en  el 
progreso  de  un  establecimiento  tan  importante  en  las  colectividades. 

En  el  año  de  1854  apareció  un  decreto  reconociendo  ala  Asociación  de  Ami- 
gos de  la  Historia  Natural  del  Plata  establecida  al  solo  objeto  de  fomentar  y 
proteger  la  existencia  del  Museo,  después  de  lo  cual  el  Gobierno  y  los  hombres 


—  430  — 

ilustrados  hicieron  toda  clase  de  donaciones,  patentizando  así  los  propósitos 
que  les  animaba. 

En  dos  años  de  vida  duplicó  largamente  los  objetos  y  colecciones  que 
logró  reunir  en  treinta  y  uno  de  su  existencia  pasada,  y  relacionado  íntima- 
mente con  la  Universidad,  recibió  un  poderoso  impulso  de  prosperidad  y  enri- 
quecimiento que  hacía  presentir  un  grandioso  futuro  bienestar:  en  efecto,  el 
Gobierno  y  los  particulares  le  obsequiaron  con  colecciones  completas  y  de 
mérito,  con  nuevos  estantes  y  numerosos  objetos  de  interés  científico — el  Di- 
rector introdujo  importantes  innovaciones  en  su  reglamentación  interna  y 
trabajos  de  catalogación,  clasificación,  etc. 

Nombrado  Director  General  del  Museo  Público  el  Dr.  Germán  Burmeister, 
por  el  decreto  de  21  de  Febrero  de  1862,  su  elección  ha  sido  acertada  y  muy 
provechosa  al  país,  sujetando  al  establecimiento  á  una  organización  seria  y 
haciendo  científicamente  la  clasificación  de  los  objetos  coleccionados  y  orde- 
nados según  la  naturaleza  ó  ramo  de  cada  uno  de  ellos:  la  reforma  general 
emprendida  con  tanto  acierto  ha  dado  resultados  fecundos  en  el  sentido  de  la 
opulencia  y  arreglo  metódico  del  Museo,  presentando  un  aspecto  imponente 
por  su  severa  organización  y  la  escrupulosa  limpieza  observada  en  la  irrepro- 
(íhable  conservación  de  los  elementos  que  lo  componen.  El  Museo,  en  su  estado 
actual,  hace  honor  á  la  República  y  puede  enorgullecerse  de  poseerlo  en  ta- 
les condiciones. 

A  fin  de  dar  una  idea  ligera  sobre  la  importancia  científica  de  este  estable- 
cimiento, reseñaremos  aquí  brevemente  siguiendo  al  Dr.  Burmeister  en  cada 
una  de  las  secciones  en  que  ha  dividido  la  existencia  de  objetos  antiguos  y 
curiosos  del  Museo. 

En  la  sección  artística  no  se  encuentra  nada  notable  ni  de  valor. 

Algunos  cuadros  y  dibujos  bien  ejecutados,  retratos  de  personajes  histó- 
ricos y  unos  cuantos  grabados  de  escaso  mérito  es  lo  único  que  la  constituye. 

La  sección  histórica  ha  sido  dividida  en  dos  categorías  comprendiendo  una 
los  objetos  antiguos  y  la  otra  los  más  modernos. 

Componen  la  primera,  tres  momias  de  Egipto  de  una  edad  no  menos  de  tres 
ó  cuatro  mil  años,  pues  es  sabido  que  los  Egipcios  conservaban  los  cadáveres 
délos  hombres  y  délos  animales  embalsamándolos  y  colocándolos  después 
en  cuevas  naturales  ó  artificíales;  varios  vasos  peruanos  y  otros  objetos  anti- 
guos, como  dos  momias  del  Perú,  son  do  mucha  importancia  científica. 

La  colección  numismática  es  una  verdadera  adquisición,  hecha  en  Roma,  de 
gran  mérito.  De  ella  nos  ocupamos  más  adelante. 

La  conquista  de  Méjico  por  Cortés  representada  en  22  cuadros  pintados 
con  talento  y  gusto  es  la  mejor  de  las  antigüedades  que  posee  el  Museo. 

Un  estandarte  religioso,  español,  que  se  cree  fué  el  que  D.  Juan  de  Garay  pa- 
seó en  la  fundación  de  Buenos  Aires,  y  dos  espadas  de  la  misma  época,  de  per- 
sonajes españoles. 

La  sección  moderna  comprende  los  trofeos  de  las  últimas  guerras,  en 


—  431  — 

ascaso  número,  pues  la  mayor  parte  están  depositados  en  las  Iglesias  y  en  el 
Ministerio  de  la  Guerra. 

También  poséela  co/a fúnebre  en  que  se  reimpatriaron  los  restos  de  Riva- 
davia  de  Espafia,  la  espada  del  General  Lavalle  y  la  carretilla  que  sirvió  de 
símbolo  ala  inauguración  del  Ferro-Carril  al  Sud,  y  por  fin  la  máquina  infer- 
nal depositada  por  Rosas,  en  su  gobierno,  y  con  la  cual  pretendía  se  le  quería 
matar. 

La  sección  cientifica  comprende  diversas  colecciones  especialmente  en 
zoología,  cuyo  mérito  y  valor  son  también  distintos  pero  muy  importantes. 

La  historia  natural  es  en  esta  sección  la  más  profusa  y  abundante  por  la 
numerosa  existencia  de  sus  variados  productos,  como  que  el  suelo  de  la  Repú- 
blica y  en  particular  el  de  Buenos  Aires,  son  opulentísimos  en  fósiles  antidilu- 
vianos de  nuestra  fauna. 

La  parte  zoológica  es  como  hemos  dicho,  bastante  rica,  prevaleciendo 
sobre  todas  las  colecciones  la  de  los  animales  vertebrados,  los  cuales  se  divi- 
den en  cuatro  clases:  mamiferosj  pájaros^  anfibios  y  pescados. 

Los  primeros  se  dividen  entre  los  modernos  ó  de  la  actualidad  y  los  anti- 
diluvianos, habiéndose  descubierto,  según  Mr.  Bravard,  hasta  cincuenta  espe- 
cies de  los  últimos. 

Posteriormente  ha  recibido  la  colección  de  fósiles  grandes  refuerzos  que  la 
han  enriquecido  de  un  modo  notable,  ya  por  regalos  que  debe  el  Museo  á 
la  generosidad  de  algunos  amigos,  ó  ya  por  las  incesantes  diligencias  y  em- 
peños desplegados  por  el  Sr.  Director  y  los  demás  empleados. 

Figuran  entre  los  regalos  principalmente  los  numerosos  cueros  de  mamí- 
feros y  aves  de  la  costa  patagónica,  traídos  de  sus  escursiones  en  esta  región 
por  el  hoy  Sargento  Mayor  Sr.  Moyano,  y  otros  por  el  Sr.  Fauvety^  de  la  misma 
costa.  También  el  Sr.  Ingeniero  Montenac  ha  regalado  algunos  cueros  de  ma- 
míferos terrestres,  recogidos  personalmente  en  sus  excursiones  por  el  país. 

Al  fin,  elJardin  Zoológico  del  Parque  3  de  Febrero  ha  mandado  diferentes 
cadáveres  de  animales  raros,  muertos  en  ese  establecimiento.  Figura  también 
en  el  museo  una  gran  Diomedea  exulatis,  que  ha  sido  traida  viva  de  Patagonia 
á  Buenos  Aires  para  decorar  el  lago  del  jardín  de  la  Recoleta,  en  donde  pronto 
murió  el  pobre  animal,  no  acostumbrado  á  la  vida  de  agua  dulce  de  poca  ex- 
tensión. Su  cadáver,  fué  regalado  al  Museo  por  el  Sr.  D.  Torcuato  de  Alvear, 
en  esa  época  Intendente  de  la  Municipalidad. 

Entre  las  adquisiciones  que  no  proceden  de  regalos  y  que  han  sido  hechas 
con  intervención  del  Director,  figura  una  gran  colección  de  fósiles  recogidos  en 
Tarija  por  el  Naturalista  viajero  del  Museo,  don  Enrique  de  Caries,  en  32  gran- 
des cajones,  que  no  han  sido  hasta  ahora  bien  determinados  y  colocados  á  la  vis- 
ta del  público  por  falta  de  un  salón  conveniente  en  el  Museo  para  exponerlos. 
Solamente  el  cráneo  de  Mastodonantium  ha  podido  ser  expuesto. 

En  la  colección  ya  anteriormente  existente  figuran  algunos  objetos  tan 
completos  que  no  posee  ningún  Museo  del  mundo  en  mejor  perfección. 
Estos  son: 


—  432  — . 

El  esqueleto  de  Megatheriiim  americanum. 

El  de  Scelidotherhim  leptocephalum. 

El  de  Mylodon  gracilts. 

Los  de  Panochtlhiis  tuberculatus^  Glyptodon  asper  y  Heplophorus  omaiWj  este 
último  no  enteramente  perfecto. 

De  estos  tres  animales  fósiles,  hay  también  corazas  completas,  bien  res- 
tauradas en  su  fígura  natural. 

En  ñn,  el  esqueleto  completo  del  gran  W^vq  ibsW  Machaerodus  neogaeus^ 
regalado  al  Museo  por  don  Guillermo  Wheelwright. 

De  muchas  otras  especies  existen  cráneos,  vértebras  y  huesos  de  los 
miembros  casi  perfectos. 

Nombraremos  como  los  principales: 

El  oso  fósil  Ursus  Bonaérensis. 

El  caballo  fósil  Hippidium  neogaeum. 

El  singular  animal  fósil  Macrauchenia  patachonica. 

Dos  cráneos  perfectos  y  muchos  otros  huesos  del  Toxodon^  animal  gigan- 
tesco fósil  parecido  al  Rinoceronte  actual. 

El  esqueleto  y  dos  corazas  de  Ecctatus  Seguinii^  representante  fósil  del 
gran  peludo  actual. 

El  Mylodon  gigantesco,  llamado  Lestodon  armatus  por  Gervais,  y  el  crá- 
neo de  la  otra  especie  más  pequeña    llamada    por    Bravard Mylodon  Owenii 

Todos  estos  objetos  han  sido  científicamente  tratados  por  el  Director  del 
Museo,  don  Germán  Burmeister,  en  los  «Anales  del  Museo  Público  de  Bue- 
nos Aires,  (tomos  I— 111,1864-1885.  4  to.)  y  en  otras  obras  separadas,  publi- 
cadas, ya  en  Buenos  Aires  en  lengua  española,  ó  en  Alemania  en  su  propio 
idioma. 

Entre  los  maniferos  modernos  existe  una  especie  nueva  de  pichiciego$ 
científicamente  denominada,  chamyphoriis  retusus  y  98  más  con  200  individuos 
de  los  cuales    ninguno  tiene  el  mérito  del  pichiciego. 

La  colección  de  pájaros  representada  por  500  especies  y  1500  individuos 
no  tiene  mucho  de  notable,  á  no  ser  que  ella  comprende  á  lo  menos  casi 
todas  las  especies  conocidas  de  la  República  Argentina  y  muchas  de  la 
América  en  general. 

Los  anfibios  y  pescados  ofrecen  menos  interés  á  causa  de  la  pobreza  é 
mdiferencia  en  que  existen  tales  objetos  desde  la  fundación  del  estable- 
cimiento. 

La  colección  de  insectos  es  una  de  las  mas  ricas  en  especies  del  pafs  y 
puede  considerarse  como  la  primera  de  su  clase  á  pesar  de  la  lucha  tenaz 
empeñada  contra  la  humedad  del  aire  que  impide  conservar  íntegros  los  indi- 
viduos en  los  salones  actuales,  lo  que  en  breve  se  salvará  con  el  ensanche 
ya  autorizado  del  establecimiento  y  la  ventaja  de  poder  disponer  de  cuartos 
especiales  á  este  objeto. 

Una  colección  conchiliológica^  con  que  ha  sido    obsequiado  el    Museo  es 


—  433  — 

muy  rica  y  muy  importante,  constando  de  muchas  especies  y  enriquecida  por 
el  Director  de  las  especies  actuales  del  pais.  La  que  estaba  formándose 
antes  del  ingreso  de  esta,  ha  tenido  muy  poco  valor,  estando  casi  perdida  por 
ei  abandono  en  su  conservación  anterior;  en  esta  sección  se  encuentran  tam- 
bién algunos  77ianscos,  corales  y  pólipos  marinos. 

En  la  de  botánica  hay  una  colección  de  maderas,  en  su  mayor  parte 
de  las  indicadas  mas  adelante  y  un  pequeño  herbario  de  plantas  europeas. 
La  colección  mineralógica  es  mas  abundante  que  la  anterior,  bien  que  las 
donaciones  hechas  han  sido  en  su  mayor  parte  de  la  misma  clase  de  mine- 
rales, casi  todos  productos  de  las  minas  de  Chile.  Hasta  hoy  se  encuentra 
mas  ó  menos  en  el  mismo  estado  primitivo,  sin  numeración  ni  clasifi- 
cación. 

Hablaremos  finalmente  más  en  extenso  de  la  colección  numismática  del 
Museo,  porque  es  un  verdadero  adorno  del  establecimiento  por  la  riqueza  de 
su  contenido. 

La  primera  parte  de  la  colección,  que  ha  servido  como  núcleo  á  la  actual 
fué  comprada  por  el  Superior  Gobierno  en  1823  á  Mr.  Dufresne  de  Saint  León,  en 
la  suma  de  6,000  francos.  Constaba  de  1505  piezas  antiguas  romanas,  recogi- 
das por  el  P.  Cassone  en  Roma,  que  fué  durante  sesenta  años  guardián  de  las 
medallas  del  Vaticano.  El  catálogo  original  de  esta  preciosa  colección  fue 
hecho  por  Mr.  Oberlin,  por  largo  tiempo  Gefe  del  gabinete  de  medallas  de  la 
Biblioteca  Nacional  de  París.  Es  notable  esta  colección  antigua  por  )a  perfec- 
ta conservación  de  la  mayor  parte  de  sus  piezas,  conteniendo  algunos  ejem- 
plares de  plata,  otros  de  bronce  y  los  demás  de  cobre. 

En  1827,  una  donación  hecha  por  el  señor /íícarrfo  Pousset,  compuesta  de 
407  piezas,  vino  á  aumentar  la  primera  colección  numismática  del  Museo,  en- 
riqueciéndola principalmente  con  ejemplares  dobles. 

Otra  donación  hecha  por  el  señor  don  Bernardino  Rivadavia  de  17-i  meda- 
llas principalmente  del  país,  y  finalmente,  de  algunas  otras  particulares  déla 
Sociedad  de  Amigos  déla  Historia  Natural  que  han  contribuido  mucho  al  es- 
tado actual  de  esta  colección. 

El  último  aumento  lo  ha  recibido  la  colección  numismática  por  la  com- 
pra de  la  de  don  Juan  C.  Várela,  en  1870,  después  de  un  previo  y  prolijo 
examen,  verificado  por  una  Comisión  compuesta  de  don  Bartolomé  Mitre,  don 
Andrés  Lamas,  don  Juan  M.  Gutiérrez,  Rector  entonces  de  la  Universidad,  y  el 
Director  del  Museo,  que  aconsejó  la  adquisición  con  el  doble  fin  de  ceder  al 
Museo  las  piezas  que  no  poseia  y  de  dar  las  otras  como  núcleo  de  una  colec- 
ción numismática  de  la  Universidad. 

Como  esta  colección  pasó  en  efecto,  á  ser  propiedad,  por  la  parte  dicha, 
de  nuestro  Museo,  ordenó  el  Superior  Gobierno  de  la  Provincia  á  don  Aurelio 
Prado  y  Rojas  hiciera  un  catálogo  metódico  de  toda  la  colección  numismática 
actual  del  Museo,  publicándose  este  catálogo  en  un  volumen  de  800  páginas 
en  el  año  187-i. 

S5 


—  434  — 

Para  dar  una  idea  completa  del  estado  y  proporciones  que  llegó  á  asumir 
la  sección  numismática  del  Museo  Público  en  el  ano  1874,  véase  el  resumen 
que  ofrecen  las  donaciones  recibidas,  inclusa  la  colección  comprada  á  D, 
Juan  C.  Várela;  su  detalle  es  como  sigue : 


COLECCIONES  PIEZAS 


Casone 1 .  505 

Pousset 394 

Rivadavia 174 

Varios 420 

Várela 3.282 


PIEZAS 


Total 5.781 


Se  han  catalogado 4.967 

tlay  borradas,  ilegibles. .  181 

Pasaron  á  la  Universidad.  755 

Uaplicadas 202 

Existencia 6.105 


El  exceso  de  324  piezas  que  aparece  entre  la  existencia  y  el  total  despiezas 
donadas  y  compradas,  proviene  seguramente  de  pequeñas  donaciones  de 
particulares  que  no  se  hicieron  constar  en  el  libro  respectivo  y  que  se  reci- 
birian  quizá  mientras  se  verificaba  la  clasificación  general. 


La  primera  parte  de  la  colección  numística  comprende: 

Hispania^  O  monedas:  de  Cádiz,  Cartagena  y  Ampurias. 

Gallia^  4  monedas:  Jefes  Galos,  Marsella,  Nimes  y  Bélgica. 

Italia^  i8i:  Chiete,  Allifae,  Frentani,  Cal  vi,  Napoli,  Sessa,  Arpe,  Hyrium,  Luceri,  Salpe, 
Taranto,  lleraclea.  Torre  di  Mare,  etc,  etc.,  de  plata  y  bronce  su  mayor  parte  y  4  medallas 
de  bronce  de  fábrica  campaniense. 

Asídy  II:  Mysia,  Acolis,  Jonia,  Lycia,  Mesopotainia,  Monaiidro,  etc.,  todas  de  bronce. 

África,  30:  Egipto,  Re}'es  de  Egipto,  Nicopolitis,  Cyrenaica,  Numidia  y  Mauritania,  de 
plata  y  bronce. 

La  sección  segunda  comprende: 

El  As.  Romano  con  17  monedas:  familias  Cornelia,  Papirii,  Terencia  y  Titia;^  Semis 
Triens,  Duadrans  y  Sextans. 

Las  Consulares,  87:  familiíw  Aburia,  Accoleia,  Acilia,  Aolia,  Annia,  Antonia,  Aurelia,  Cal- 
purnia,  Carisia,  Claodia,  Considia,  Cordia,  Cornelia,  Cosconia,  Flaminia,  Frontera,  Furia,  Junia, 
Licinia,  Mamilia,  Marcia,  Minera,  ote,  etc.,  de  las  cuales  son  So  de  plata,  una  de  vellón  y  seis 
de  bronce. 

Las  ImperiaUs  son  1434 — Pompeyo,  Julio  César,  Marco  Antonio,  Lépido  y  Octavio, 
Augusto,  Livia,  Augusto  y  Agrippa,  Marco  Agrippa,  Ñero  Claudio  Drusso,  Antonia  (mujer  de 
Drusso),  Tiberio,  Callgula,  Claudio,  Nerón,  Galba,  Vitelio,  etc.,  etc.,  cuya  mayor  parte  son  de 
de  bronce  y  casi  todo  el  resto  de  plata. 

Las  colecciones  de  medallas  y  monedas  de  toda  la  América  se  componen: 

República  Argentina,  3 J  monedas:  Provincias  del  Rio  de  la  Plata,  Rioja,  Córdoba,  Entre 
Ríos,  Buenos  Aires,  Banco  Nacional,  etc.,  de  las  cuales  son  3  de  oro,  ló  de  plata  y  13  de  co- 
bre, y  132  medallas  de  plata  y  cobre  conmemorativas  de  hechos  históricos,  desde  1808 
á  1827. 

República  del  Uruguay,  8  monedas:  desde  1843  ^  1857,  de  las  cuales  son  7  de  cobre  y 
una  de  plata,  y  20  medallas  de  oro,  plata  y  cobre  desde  1789  á  1834. 


„  I  de  bronce  y  2  de  cobro,  desde  1817  á  1851. , 
Has  de  piala,  desde  i'Sqb.  iSjij. 

F'iraguav,  i  moneda  de  cobre  de  1845  y  4  medalla  de  plata  y  cobre  acuñadas  desde  i86g 
á  1S67. 

Brasil:  31  monedas  de  plata,  oro  y  cobre,  acuñadas  en  tiempo  del  gobierno  colonial 
desde  i86q  á  1821 — 24  de  los  mismos  metales  en  el  gobierno  independiente  desde  iSib  á 
186Ó,  y  lomedallas  hasta  1835. 

^o//wVi,  35  monedas  de  oro  y  plata  (gobierno  colonial)  desde  1729  á  1809— una  de  oro  y 
otra  de  plata  (confederación  Perú -Bol  i  vi  ana)  en  1838,  y  2  de  oro  y  4  deplata  desde  1830  á 
1865 — 42  medallas  conmemorativas  desde  1789  (\  1808,  su  mayor  parte  de  plata. 

Peni,  6  medallasde  oroy  plata  desde  1747  á  1S65  y  2  medallas  de  oroy  10  do  plata 
desde  1755  á  1789. 

Colombia,  2  monedas  de  oro  y  1  de  plata  desde  1821  á  29. 

Ecuador,   i  moneda  de  oro,  año  1835, 

Nueva   Granada,  3  de  oro  y  dos  de  plata  desde  1846  á  57. 

Centro  A'iiérica,  i  de  oro,  1828,  y  una  medalla  de  piala,  1877. 

Costa  Rica,  3  de  oro,  1821. 

Haili,   I  de  plata  y  i  de  cobre,   1846. 

M¿¡ico,  b  de  piala  y  2  de  cobre,  desds  1739  á  18Ó0,  y  4  medallas  de  plata  y  2  de 
cobre,  sin  fecha. 

Estados  Unidos  (áñ  No,  te  América),  2  de  oro,  14  de  plata,  iS  de  cobre,  1  de  vellón  y 
I  de  nickel  {36)  desde  1797  á  1858,  y  una  medalla  de  estaño,  sin  fecha. 

Las  monedas  y  medaÜasi  acuñadas  en  la  época  moderna  y  contemporinea 
de  Europa,  son  : 

España,  139  monedas  (oro,  plata  y  cobre)  hasta  1871,  comprendiendo  los  reinados 
de  Sancho  de  Aragón,  Enrique  III  de  Castilla,  Reyes  Católicos,  Carlos  I  y  Juana.  Felipe 
II,  Felipe  III,  Felipe  IV,  Carlos  II,  Carlos  III,  ele,  ele,  basta  el  de  Amadeo  I,  y  seis  meda- 
llas (plata,  bronce  y  plomo)  en  el  reinado  de  Carlos  I,  una  de  plata  y  otra  de  bronce  en 
el  de  Femando  II  y  8  de  plata  y  cobre  en  el  de  Isabel  II. 

Portugal,  4»  monedas  de  oro,  piala  y  cobre  hasta  1S58,  comprendiéndolos  reinados  de 
Juan  III.  Sebastian;  Alfonso  III,  Pedro  ÍI,  Juan  13,  José  I,  Mana  I  y  Pedro  III,  Juan  VI, 
Kegentehasta  Pedro  II  (1856),  y  unamedalia  de  plata. 

Grecia,  una  de  plata  y  3  decobre  (1843) 

Turquía,  una  de  oro,  8  de  piala  2  de  vellón  y  7  de  cobre  desde  1785  ;i  1S60  y  una 
medalla  de  cobre. 

Estados  Pontificios,  9  de  plata,  iS  de  cobre,  i  de  oro,  2  de  vellón  y  1  de  bronce  desde 
1549  á  1867,  comprendiendo  los  ministerios  de  Pablo  III,  Pablo  IV,  Gregorio  XIII.  Clemen- 
te VIII,  Urbano  VIII,  Inocencio  X  hasta  Pió  IX,  y  12  medallas  de  bronce,  3  de  plata,  3 
de  plomo  y  una  decobre. 

Ñápales  y  Sicilia,  4  de  piala,  4  de  cobre,  i  de  bronce  y  i  de  oro,  desde  V121  á  1823. 

Principado  de  Luca  y  Piombino,  1   moneda  y  i  medalla  de  cobre. 

República  de  Florencia,  4  monedas  de  plata. 

Gran  Ducado  de   Toseana,  b  monedas  de  plata  y  i   de  cobre  desde  1 590  á  1 S59 

Ducado  de  Pariiia,  2  monedas  de  vellón,  i  de  oro,  2  de  plata  y  i  de  cobre  desde  1794 
áiSjo. 

Ducado  de  Mantua,  2  monedas  de  cobre,  y   1  medalla  de  plomo. 

República  de  \enecia,  5  monedas  de  plata,  I  de  oro,  y  7  de  cobre  (varias  fechas),  y  I  me- 
dalla de  bronce,  1847. 

Ducado  de  Milán,  smonedas  de  cobre  y2  de  platay  una  medalla  de  cobre. 

República  de  Genova,  4  monedas  de  oro,  I  de  plata  y  I  de  cobre, 

»Cerdeña,  2  de  vellón,  8  de  cobre  y  I  de  plata  desde  1721  á  1814. 
Repiíbtica  Cisalpina,  1  de  bronce  y  una  medalla  de  bronce. 
Reino  de  Italia,  4de  plata,  3  de  cobre  y  una  de  vellondesde  1807  á  1614. 
Nuevo  Reino  de  Italia  (Víctor  Manuel  II)  4  de  plata  y  4  de  cobre,  desde  iBb^  i'i  1867,  y  2 
medallas  de  plata,  5  de  zinc  plateado  y  una  de  zinc  dorado. 
República  de  San  Marino,  i  moneda  de  cobre,  18Ó9. 

Suiza,  5  de  vellón,  23  de  cobre,  1 1  de  plata  y  r  de  bronce  desde  1 707  hasta  1 860,  y  una 
medalla  de  cobre,  1564. 

Francia,  by  de  plata,  57  de  cobre,  5  de  bronc&jde  vellón  y  5  de  oro  desde  el  siglo  VII 
hasta  18Ó7,  y  264  medallas  de  bronce  desde  1789  hasta  1845. 

Gran  Bretana,  $1  monedas  de  plata  y  105  de  cobre,  desde  1594  á  18Ó5,  y  98  medallas 
de  plata,  cobre  y  plomo  desde  1594  a  1862. 


—  436  — 

Provincias  Unidas  de  los  Paises  Bajos ^  19  de  cobre,  8  de  plata  y  i  de  bronce  desde  1626 
hasta  1794.  y  9  medallas  de  plata,  cobre  y  plomo. 

Reino  de  Holanda^  6  de  plata  y  1 1  de  cobre  desde  1827  á  1860. 

Bélgica,  I  de  plata,  3  de  vellón  y  12  de  cobre  desde    1833  ^  1862,  y  7  medallas  de  plata, 
cobre  y  bronce  desde  1840441. 

Austria,  3  de  plata,  18  de  cobre  y  i  de  oro  desde  181 2  á  18Ó2,  y  5  medallas  de  plata,  co- 
bre, etc.,  desde  1814  á  1836. 

Hungria,  2  de  plata,  15 16- 1848. 
Bohemia,  i  de  plata  y  i  de   cobre,  1781. 

Polonia,  3  de  vellón  y  7  de  cobre,    1529-1824,  y  i  medalla  deestaüo  v  i  de  bronce,  1757 
á  1788. 

Gran  Ducado  de  Varsovia,  2  de  cobre,  181 1. 
Orden  de  Malta,  i  de  cobre,  1786. 

Orden  de  los  Porta- Espadas,  \  de  plata  y  una  de  vellón,  1237. 
Reino  de  Wesifalia,  3  de  cobre,  1707-13. 
Principado  de  Neuchatel,  i  de  cobre,  1806. 

Imperio  Alemán,  10  de  plata,  3  de  oro,  2  de  vellón  y  14  de  cobre,  1 581 -1802,  y  28  meda- 
llas de  plata,  bronce,  cobre  y  plomo,  1790. 

Arzobispo  de  Maguncias,  2  de  plata  y  3  de  cobre,  1690- 1767. 
»  >   Traveris,  2  de  plata,  1Ó69-74. 

t  >   Colonia,    I  de  plata,  1694,  y  i  medalla  de  plomo,  1583. 

Mar  graves  de  Brandeburgo,  7  de  plata,  1542-695,  y  4  medallas  de  plomo. 
Condes  Palatinos  del  Rhin,  i  de  cobre,  1706,  y  2  medallas  de  plomo. 
Electores  Duques  de  Brunsivick-Hannover,  10  de  plata,  i  de  oro,  3  de  vellón  y  4  de  co- 
bre, 1697- 1 807. 

Archiduques  de  Austria,  i  de  hierro  y  3  de  plomo,  sin  fecha. 
Obispos  de  Bamberg,  medalla  de  plomo,  1601. 

»       >  Padeborn,  5  monedas  de  cobre,  16Í15-767. 

>       »  Munster,  i  de  plata,  4  de  cobre  y  una  de  vellón,  1 745-90,  y  una  medalla. 
»       »   Osnabruck,  3  de  cobre,  2  de  bronce  y  i  de  plata,  1599-764. 
Duques  de  Baviera,  3  de  plata,  i  de  vellón  y  2  de  cobre,  1717-800,  y  2  medallas. 
»         >  Sajonia  Gotha,  i  de  cobre,  1647,  y  2  medallas  de  plomo. 
»         »         »       Weimar,  i  moneda  de  cobre,  1756. 
Mar  graves  de  Brandeburgo  Bareith,  3  de  plata,  i  de  vellón  y,  de  cobre,  1744-83. 
Duques  de  Brunsivick  Luneburgo,  5  medallas  de  plomo,  1616-48. 

>  >  »         Wolfembutel,  2  medallas  de  plomo. 

>  »  »  »         Danneberg,  8  monedas   de  plata,  i  de  plomo,  3  de  cobre, 
I  de  oro  y  i  de  vellón,  1688-802. 

»    '    »  «  Zell,  4  de  plata  y  i  de  cobre,  1676-89. 

»         »  Pomerania,  i  de  vellón,  1631. 
»         V    Wurtemberg,  3  de  plata  y  i  de  cobre. 
Landgraves  de  Hesse-Cassel,  2  de  cobre  y  3  de  plata,   1745-80,  y  i  medalla  de    bronce,  l 
de  plomo  y  i  de  estaño,  1792. 

Duques  de  Mecklemburg  Schwerin,  i  de  estaño,  4    de  cobre,    4  de  plata  y  8  de  vellón, 
1 593- 1 805. 

>  »  »  Strelitz,  I  de  vellón  y  i  de  cobre,  1793. 

»         »  Holstein  Gotharp,  7  de  cobre,  i  de  vellón,  2  de  plata  y  i  de  plomo,  1 577-1797. 
Obispos  de  Hildesheim,  i  moneda  de  plata,  1735. 
Mar  graves  de  Anspach,   i  de  plata,  1775. 

Principes  de  Analt  Dessau,  i  de  cobre,  1755.  y  i  medalla  de  bronce. 
Duques  de  Lorena,  i  de  bronce,  1393. 
Principes  de  la  Frisia  Oriental,  i  de  plata,  1694. 

Condes  de  Mansfelds,  I  de  cobre,  1627  de  Solms  Braun/els,2áQ  cobre,  1777-99 — deSáa- 
wemburg,  i  de  plomo,  1604— úV  Z/>/^,  3  de  plato,  3  de  vellón,  y  3  de  cobre,  1766-804. 
Ciudad  de  Lubeck,  8  de  plata,  3  de  cobre  y  2  de  vellón,  1573-752. 

»       »  Frankfart,  I  de  cobre  y  2  de  vellón,  1797-805. 

>       »  Bremen,  7  de  plata  y  2  de  cobre,  1657-705. 

X»       »  Dortmund,  i  de  cobre,  1754- 

»       >>   G oslar,  2  de  plata  y  3  de  cobre,  1712-64. 

»       »  Hamburgo,  9  de  plata,  6  de  vellón  y  2    de  cobre,  1698-796,  y  4  medallas  de 
plato-estaño,  1661-803. 

»       X.  Ratisbona,  i  de  cobre,  sin  fecha. 


—  437  — 

Ciudad  de  AugsburgOy  2  de  cobre,  1799-804. 

»       >  Nuremhergy  2  de  plata  y  1    de  cobre,  1667. 
»       »  Ravemhurgo,  i  de  cobre,  1Ó55. 
Confederación  del  Rhin^  4  de  vellón,  7  de  plata  y  o  de  cobre  desde  1808  4  181 3. 

)»  Germdnica^l^  de  plata,  43  de  cobre,  17  de  vellón,  y  i  de  oro,  y  30  meda- 

llas de  oro — plata — cobre — estaño. 

Prusia,  15  de  plata,  21  de  cobre  y  8  de  vellón  desde  1740  hasta  1859  y  21  medallas  de 
plata-cobrc-bronce,  desde  1701  á  1807. 

Ciudad  de  Sírahundy  3  de  plata  y  2  de  cobre,  1685-741. 
»       >   Soes/f  I  de  cobre,  1741. 
»       »    //am^  I  medalla  de  cobre,  1739. 
Ducado  de  Cleves^  i  moneda  de  cobre,  1769. 

»       »     Bergy  I  de  plata,  5  de  cobre  y  i  de  vellón,  1722-804. 
Ciudad  de  Rosiock,  2  de  plata  y  5  de  cobre,  1732-808. 
>       »    Wismar,  i  de  plata  y  2  de  cobre,  T6Ó1-799. 
»       »  Rethely  i  de  plata,  1642. 
Ducado  de  Luxemburgo,  2  de  cobre,  1759-89. 
Arzobispo  de  Bohemia^  i  medalla  de  plomo. 

Dinamarca,  8 de  vellón,  20de  plata  y  13  de  cobre,  1533- 1855,  7  ^3  medallas  de  plata, 
bronce  y  estaño,  hasta  185O. 

Sueciay  2Ó  de  cobre,  o  de  plata  y  i  de  vellón,  1668-1845,  y  ó  medallas  de  plata  hasta 
1861. 

Rusia,  II  de  plata, '17  de  cobre  y  2  de  vellón  desde  1723  á  1862,  y  118  medallas  de 
bronce  y  estaño,  desde  1720  á  1829. 

ASIA 

/udea,  I  moneda  de  plomo. 

India  Inglesa,  17  monedas:  8  de  plata  y  9  de  cobre. 
China,  198  de  cobre,  sin  fecha. 
Japón,  7  monedas:  i  de  oro,  3  de  plata  y  3  de  cobre,  sin  fecha. 

ÁFRICA 

Egipto,  3  de  oro,  i  de  plata  y  i  de  cobre,  1 808  á  (K). 

Tunes,  I  de  oro,  3  de  cobre  y  2  de  plata  1711  á  1864. 

Marruecos,  2  de  oro,  3  de  plata  y  8  de  cobre  y  q6  monedas  y  medallas,  sin  noticia  histórica. 

Existen  además  10  monedas  de  Europa  antigua,  6  de  las  familias  consulares,  44  délas 
imperiales,  10  argentinas,  i  brasilera,  i  venezolana,  5  de  Estados  Unidos  (Norte  América)  y 
23Ó  déla  Europa  (edad  media  y  moderna). 


Riqueza  mineralógica  del  país 

La  mineralogía,  es  una  ciencia  sobre  la  cual  largo  tiempo  poca  atención  se 
ha  puesto  en  nuestro  país,  por  que  ningufi  descubrimiento  ni  investigación 
importante  se  lia  hecho  hasta  la  época  mas  moderna  para  enriquecerla,  ni  si- 
quiera estimular  á  los  que  se  dedican  al  estudio  de  las  ciencias  naturales. 

Un  solo  objetivo,  puede  decirse,  ha  determinado  á  los  que  á  ella  se  han  de- 
dicado perentoria  y  momentáneamente,  el  lucro  ó  comercio  de  los  minerales 
encontrados. 

Y,  sin  embargo,  las  muestras  que  existen  en  nuestro  Museo  y  las  que 
componen  algunas  colecciones  particulares,  prueban  de  la  manera  mas  evi- 
dente la  proficua  existencia  de  especies  minerales  diseminadas  de  uno  á  otro 


—  438  — 

extremo  de  la  República,  cuyo  detalle  prolijo  no  podemos  presentar,  cual  lo 
deseamos,  pero  que  con  una  ligera  reseña  creemos  dar  una  idea,  sino  tan  apro- 
ximada al  menos  lo  suficiente  para  darse  cuenta  de  los  tesoros  que  entraña 
nuestro  suelo  accidentado. 

Conocemos  muy  bien  la  deficiencia  del  fruto  de  nuestro  empeño,  pero  en 
el  deseo  de  hacer  conocer  los  elementos  de  riquc/a  (pie  muy  luego  serán  fuen- 
tes de  producción  de  incalculables  beneficios  para  el  país,  no  vacilamos  en  ofre- 
cer el  siguiente  extracto  de  las  especies  minerales  mas  conocidas  que  encierra 
el  suelo  argentino. 

I.  Grafito  (C.) 

Existe  en  las  Provincias  de  Córdoba,  Catamarca,  San  Luis,  la  Rioja  y  Salta  y  manifiés- 
tase en  hojas  pequeñas  y  masas  considerables  acompañado  de  variedades  de  hieno 
amarillo. 

Azufre  nativo  (S) 

Existe  en  las  Provincias  de  San  Luis,  la  Rioja  y  San  Juan  y  manifiéstase  en  cristales 
piramidales,  en  vetas  de  cuarzo  aurífero,  en  polvo  ó  costras  y  acompañado  de  piritas  de 
hierro. 

Hierro  nativo  (Fe) 

Este  mineral  es  casi  desconocido  en  la  República  en  tal  estado:  existe  en  abundancia  el 
hierro  meteórico. 

Cobre  nativo  (Cu) 

Existe  en  las  siguientes  localidades:  Provincias  de  San  Luis,  Catamarca,  Rioja,  San  Juan» 
Mendoza  y  Salta.  Manifiéstase  algunas  veces  cristalizado,  transformándose  en  cobre  rojo  por 
efecto  de  la  oxidación,  pero  sus  formas  mas  generales,  son:  chapas,  ramos,  masas  irregulares, 
esponjosas  ó  musguiformes. 

Plata  nativa  (Ag) 

Este  mineral  se  encuentra  en  cantidades  considerables,  presentándose  en  formas  de  ra- 
mos, rejas,  plumas,  chapas,  hojas,  alambres,  clavos,  etc.  Es  su  color  metálico  blanco  lustroso, 
pero  se  torna  rojizo  amarillento  por  la  influencia  del  azufre.  A  veces  contiene  oro  y  otn» 
cobre. 

Abunda  en  cantidades  considerables  en  las  minas  de  la  Rioja,  v  en  menor  escala  en  las 
Provincias  de  Córdoba,  Catamarca,  San  Juan  y  Salta. 

Oro  nativo  (Au) 

Se  encuentra  en  abundancia  y  en  muchos  puntos  de  la  República;  siempre  se  presenta 
mezclado  con  plata  ó  cobre — se  halla  en  vetas  ó  en  aluviones  y  en  el  estado  metálico.  Ma- 
nifiéstase en  chapas,  hojas,  ganchos,  granos,  ramillos,  pegaduras,  etc. 

Las  principales  localidades  donde  se  encuentra,  son:  Provincias  de  Córdoba,  San  Luis, 
la  Rioja,  Catamarca,  San  Juan,  Mendoza,  Salta,  Jujuy,  Patagonia  y  Misiones. 

Óxidos 

Cobre  rojo  (Cu-o) — Se  encuentra  en  Catamarca,  la  Rioja,  Córdoba,  San  Luis,  San  Juan  y 
Salta,  en  grandes  masas  compactas,  sin  lustre  y  mezcladas  con  óxidos  de  hierro. 

Hierro  rojo  (Fe^o^) — Este  mineral  abunda  en  la  República,  pero  es  insuficiente  para  la  fabri- 


—  439  — 

cacion  del  hierro.  Es  por  lo  general  terreo,  de  color  rojo  de  sangre  hasta  negro,  y  de  poco 
lustre.  Encuéntrase  en  las  Provincias  de  Córdoba,  San  Luis,  Rioja,  Catamarca,  Salta,  San 
Juan  y  Buenos  Aires. 

Hierro  pardo  (Fe-o^-j-xh^o) — Es  más  abundante  todavia  que  el  anterior,  pero  aun  no  se 
lo  beneficia;  su  color  vana  entre  amarillo  parduzco  y  negro  de  hierro,  pero  el  polvo  se  con- 
serva siempre  pardo.  Existe  en  Córdoba,  San  Luis,  Catamarca,  Salta,  Jujuy,  Rioja,  San  Juan, 
Mendoza,  Buenos  Aires,  etc. 

Hierro  magnético. — Aunque  es  abundante  y  se  encuentra  en  grandes  masas,  no  se  lo  be- 
neficia todavia;  preséntase  en  hojas  ó  granudo  y  por  lo  general  titanifero — se  oxida  mucho 
cambiándose  en  hierro  rojo, — se  halla  en  masas  cristalinas  ó  cristalizadas  entre  granitos  y 
gneises.  Las  localidades  en  que  se  encuentra,  son:  Córdoba,  Catamarca,  Rioja,  San  Luis, 
Mendoza,  Salta,  Jujuy,  Corrientes  y  Buenos  Aires. 

Pleonasia. — Es  abundante  en  las  calizas  granudas,  con  serpentina,  condrodita,  etc.;  su  co- 
lor es  ^  negro  y  preséntase  en  octaedros,     Se  encuentra  en  Córdoba  y  San  Juan. 

Óxidos  de  manganeso, — Los  pocos  análisis  hechos  hasta  el  presente  no  permiten  conocer 
las  propiedades  físicas  de  estos  minerales,  pero  se  cree  se  manifestarán,  en  lo  general,  en  ma- 
sas impuras,  mezcladas  con  hierro,  ácido  silícico,  etc.  Existen  en  Córdoba,  San  Juan,  San  Luis, 
Catamarca  y  Jujuy. 

Cuarzo  (Sio-) — Es  el  que  principalmente  constituye  la  cuarcita,  la  arenisca,  arena  suelta, 
granito,  gneis,  micacita,  pórfido,  cuarcífero,  liparita,  etc.  Abunda  muchísimo  en  la  República; 
se  presentan  mas  puras  en  la  pegmatita  y  á  veces  con  abundancia  de  cuarzo  rosado,  turma- 
lina, feldespato,  berilo,  columbita,  etc. 

La  tridimiia  y  el  ópalo. — Se  encuentran  en  cortas  cantidades. 

Argentita. — Se  encuentra  en  diferentes  puntos  de  la  República;  cubre  á  veces  á  la  plata 
nativa  con  costras  cristalinas.  Se  encuentra  entre  cuarzo,  blenda,  hierro  espático,  etc.;  hay  en 
cortas  contidades. 

Galena  (P  b  S). — Este  mineral  es  muy  abundante  en  el  país,  pocas  veces  se  encuentra 
cristalizado  y  casi  siempre  está  mezclado  con  plomo  blanco,  malaquita,  sulfuro  de  cobre, 
blenda,  pirita  de  hierro,  pirita  de  cobre,  cuarzo,  caliza,  hierro  espático,  etc.  Se  encuentra  en 
abundancia  en  Córdoba,  Catamarca,  Salta,  Jujuy,  Rioja,  San  Juan,  Mendoza  y  San  Luis. 

Blenda  (Z  n  S). — Abunda  en  las  minas  de  la  República,  los  cristales  son  torcidos  y  algo 
abundantes.  Se  mezcla  con  el  hierro  pardo  y  espático,  cobre  gris  galana,  plata  nativa,  argen- 
tita, rosicler,  etc.;  es  su  color  generalmente  amarillo  pardo  hasta  negro.  Se  encuentra  en  Cór- 
doba, Catamarca,  Jujuy,  San  Luis,  Rioja,  San  Juan  y  Mendoza. 

Pirita  de  hierro  (Fe  S-). — Es  abundante  en  el  país  y  se  presenta  á  veces  en  cristales  her- 
mosos; se  mezcla  generalmente  con  galena,  blenda,  cobre  abigarrado,  etc.;  se  cambia  en  hierro 
pardo.     Existe  en  Córdoba,  Catamarca,  Rioja,  Salta,  Jujuy,  San  Luis,  San  Juan,  ^Mendoza,  etc. 
Marcasita  (Fe  S-). — Es  poco  común  y  se  mezcla  fácilmente  con  piritas  de  hierro;  se  trans- 
forma por  oxidación  en  vitriolo  de  hierro.  Se  encuentra  en  San  Luis,  Rioja  y  Jujuy. 

Famatinita  (3  Cu-S)  (Sb  As)  (-S^). — Los  cristales  son  muy  escasos;  su  color  rojo  da  cobre 
guisado  se  oscurece  en  el  aire,  es  poco  quebradizo  y  negra  la  raya,  etc.     Existe  en  la  Rioja. 

Cloruro  de  sodio. — La  sal  común  es  muy  abundante  en  la  República  y  de  condiciones  su- 
periores para  la  cocina  y  usos  industriales;  se  halla  generalmente  mezclada  con  sulfatos  de 
sodio,  potasio,  magnesia,  etc.,  y  con  cloruro  de  magnesio,  potasio,  etc. 

Se  encuentra  en  las  Provincias  de  Buenos  Aires,  Córdoba,  Santiago  del  Estero,  Salta, 
Jujuy,  Tucuman,  Catamarca,  la  Rioja,  San  Luis,  San  Juan  y  Mendoza. 

Plata  cornea  blanca  y  verde. — Estos  minerales  no  abundan  mucho  en  la  República.  Existen 
en  Córdoba,  Salta,  San  Juan,  Mendoza,  la  Rioja,  etc. 

Espato  flúor. — Es  algo  escaso  en  el  país.  Se  encuentra  en  San  Juan  y  Catamarca. 
Alacamita. — Existe  en  algunos  puntos;  es  poco  conocida  y  generalmente  confundida  con  la 
malaquita. 

(Nitratos)  Salitre, — El  salitre  es  muy  común  en  el  país  y  se  confunde  generalmente  con  la 
sal  de  cocina. 

Caliza. — Las  calizas  forman  muchas  y  grandes  serranías  en  la  República,  dando  algunos 
mármoles  tan  hermosos  como  los  más  preciados  de  Italia  y  Grecia.  Se  encuentran  en  Córdoba, 
Santiago  del  Estero,  Rioja,  San  Juan,  San  Luis,  Mendoza  y  Jujuy. 

Aragonita  y  dolomía. — Existen  en  el  país  con  alguna  escasez  la  primera,  la  segunda  es 
abundante. 

Brunespato. — Existe  en  muchas  minas — su  color  varía  entre  blanco -amarillento,  amari- 
llo pardo  y  rojizo.     Se  encuentra  en  San  Luis,  Mendoza,  Rioj^a,  etc. 

Hierro  espático. — Se  encuentra  cristalizado,  cambia  de  color  volviéndose  pardo  hasta 
negro.     Existe  en  San  Luis,  Córdoba,  Rioja  y  Mendoza. 


—  440  — 

Manganesa  espática, — Es  de  hermoso  color  rosado  ó  carne,  se  encuentra  á  veces  cristalizado 
y  en  muchas  minas  del  país.     Existe  en  Catamarca  y  la  Rioja. 

Plomo  blanco. — Es  bastante  común  en  la  República  y  está  acompañado  generalmente  de 
galena.     Se  encuentra  en  Córdoba,  Catamarca,  Salta,  San  Luis  y  San  Juan. 

Malaquita. — Es  bastante  abundante  en  el  país  y  nunca  se  presenta  en  cristales.  Existe 
en  casi  todas  las  provincias. 

Azurita. — La  azurita  es  mas  escasa  que  la  anterior  y  se  halla  generalmente  acompañada 
de  ella.     Existe  en  Córdoba,  Catamarca,  Rioja,  San  Luis.  San  Juan  y  Mendoza. 

Carbonato  de  sodio. — Se  encuentra  en  varios  puntos,  nunca  puro  y  casi  siempre  mezclado 
con  sulfato. 

Sulfato  de  sodio. — Está  muy  distribuido  en  el  pais  este  mineral,  nunca  .se  encuentra  en  el 
estado  puro  y  casi  siempre  acompañado  de  sulfatos. 

Sulfato  de  magnesio. — Este  mineral  se  encuentra  en  cantidades  algo  considerables  y  mez- 
clado con  cloruro  de  sodio,  sulfato  de  sodio,  etc. 

Alumbre,  —Se  encuentra  en  muchos  puntos  de  la  República,  es  de  color  blanco  amari- 
llento y  casi  siempre  está  mezclado  con  cuerpos  diversos.  Existe  en  Córdoba,  San  Luis,  San 
Juan,  Salta,  Jujuy,  Catamarca  y  Rioja. 

Yeso. — El  yeso  está  diseminado  por  todo  el  país,  formando  lomas  enteras,  se  presenta  á 
veces  en  la  forma  de  muy  buenos  cristales,  es  su  color  blanco  gris  amarillento.  Existe  en 
Córdoba,  Catamarca,  Santiago  del  Estero,  Tucuman,  Salta,  Jujuy,  Rioja,  San  Juan,  Mendoza, 
San  Luis,  Entre-Rios,  Corrientes  y  Buenos  Aires. 

Vitriolo  de  hierro, — No  es  muy  común  en  el  país;  su  color,  cuando  puro,  es  verde;  el 
cobrizo  es  más  bien  azulado.  Existe  en  San  Luis,  Rioja,  San  Juan,  Mendoza,  Catamarca  y  Jujuy. 

Vitriolo  de  cobre. — Está  formado  por  la  oxidación  de  su)  furos  de  cobre  y  se  halla  disuelto 
en  las  aguas  de  minas  de  cobre,  es  generalmente  muy  ferruginoso.  Existe  en  Catamarca,  la 
Rioja  y  San  Luis. 

Anglesita.S  halla  en  algunos  puntos,  acompañado  de  galena,  sulfatos  y  carbonates. 
Existe  en  San  Luis,  Catamarca  y  San  Juan. 

Baritina. — En  algunas  minas  abunda  este  mineral,  se  presenta  formando  muy  buenos 
cristales.  Su  color  es  blanco  y  á  veces  rojizo.  Existe  en  Catamarca,  Rioja,  San  Luis,  San  Juan 
y  Mendoza. 

Brochantina. — Se  halla  en  varias  minas,  su  color  es  verde  esmeralda  y  está  acompaña- 
do generalmente  de  sulfuros  de  cobre,  linacita,  anglesita  y  cerusita.  Existe  en  San  Luis,  Ca- 
tamarca, San  Juan  y  Córdoba 

Linarita- — Es  poco  común  en  el  país  y  se  presenta  formando  cristales  muy  complicados 
de  rara  belleza,  su  color  es  de  azul  puro  y  los  cristales  trasparentes.  Existe  en  Córdoba,  Ca- 
tamarca y  San  Luis. 

Existen  además  muchos  otros  minerales  en  diferentes  puntos  de  la  República  y  algunos 
en  cantidad  considerable — entre  estos  podemos  citar:  vesuviana,  olivina,  granate,  wemerita, 
mica  clorita,  serpentina,  kaolin,  cobre  silicatado,  natrolita,  cordierita,  wclastonita,  augita,  diála- 
ga, actinolita,  anfíbol,  berilo,  talco,  analcima,  chabarita,  ortoclasa,  sanidina,  plagioclasa,  carbón 
de  piedra,  asfalto  y  petróleo,  etc.,  etc. 


El  cuadro  que  trascribimos  á  continuación  tiene  una  gran  importancia  si 
se  considera  el  estudio  concienzudo  y  completo  que  por  primera  vez  se  ha  he- 
cho entre  nosotros  de  las  pi'Opiedades  físicas  de  las  maderas  de  los  bosques 
argentinos,  hasta  hoy  completamente  ignoradas  por  no  haberse  practicado  ja- 
más una  investigación  cienlítica  sobre  ellas. 

La  utilidad  que  el  mismo  ofrece  á  nadie  puede  escapar  desde  que  basta  co- 
nocer la  densidad  de  una  madera  para  saber  la  aplicación  que  le  corresponde 
en  los  diversos  usos  de  las  construcciones,  sin  contar  con  que  la  determina- 
ción de  su  diámetro  y  altura  son  dos  datos  interesantísimos  para  la  explota- 
ción de  nuestros  bosques. 

Nada  podemos  decir  respecto  de  la  abundancia  relativa  de  cada  una  de 
las  especies  de  que  dá  cuenta  dicho  cuadro,  porque  todavía  tenemos  bosques 
vírgenes  donde  la  planta  humana  no  ha  sentado  ni  perentoriamente  su  trono 
reparador. 


Chysophylum  lucumifolium,: 


ScbiuuB  MoUe,  L  ... 

Paligonum  acre 

Populuí  Itálica,  L   .. 
Prosapia  at([Brrobi1]a ; 


Anchico  ó  Angica. . . 

■  colorado. . 

Arates  ó  Aratren.  , . 


Arayi  colorado  .. 


Blanco  GranJc. 

Blanquillo , ,  lEicaecaría 

Brea  ó  Sioa-sina \  Packínsonia  actilenta  L.  a 

Caeaalpinia  pceeoí ,  . 
Cabríoba 

Canela  6  Palo  canela, 
t^nelon 

Caüafistula 

»        colorada, . 

Caoba 

CarambaiéamariDD.  . 


?Oreodaphiie,  tftc. 


Swietenia  Mahagaof. . 


Cataodi ?Proiopis  apee. 

Cebil Piptadeni 

Cebil  colorado n  cebil  G.  R.IÍ.. 

Cedro ,Cedrela  Brasiliensls.  Si  HÍI 

»     colorado,  oscuro,  gI< 

B     jaipeado,  crespo,  etc.         i>  'i  spec. 

u     macbo 

Cedrillo 

Ceibo  ó  Seibo... 
Cepa-Caballo...,. 
Cbal-Chal 


Chichi  ta. . 
Cbnfia. 


Chifial 

Coco  ó  Cochuchu, . 

Coronillo 

Coronilla 

Curá-pytá . . 


.rilío. . 


Erilryíia  criatagalli.  L... 

?Xanlb¡um  ■pinosum. . . . 

UrvilleaaeHana,  G.  R. 

aut  Scbmidelia  edulis, 


Goticllea  deconica 


iiigustifoli 


Curá-iurá, 

Curiü PPudocarpu; 

Carupay Acacia  atramenlaria,  Benih, 

aut  Sapium  aacuparints . 

hlinpicay i  Excaecaria    bigtaodnlota 

*■  Muell 


Chaco.  Corrientes 


Todas  laa  Provincias 
Córdoba,  Tucuma'i 
Todas  las  Provincias 


Varias  Pro 

Tu  cu  man.  Braiil 

Alio  Uruguay 

Chaco,  Misiones,  Brasil 

Corrí  en  íes,  Brasil 

Misiones,         » 


Santo  Domingo 


Chaco.  TucuíU. 


Islas  del  Paraná 


Tu  cu  man 
Córdoba  y  oír 
Corrientes 
Tucumaii 

Buenos  Aires 
Córdoba,  Tncí 
Patagonia 
Buenos  Aires 
Toe  unían 
Misiones 


Chaco  y   Provs.    liinitrúfes 
Corrientes 


NOHBU   COMDN 


Eiplaa  ele  corona 

Espinillo  6  algarrobo  n: 

rillo 

Espinillo   aromila 

Eucallpia»  globului. . . 

Crapiapofla 

Gnivjyú 

Gnarlnaná 

Gnatambú , 

Guayabo  

Gatyacan  blanco 


Píydlum-gnaynbo 

!  Calliandra  porloricensis , , 
Benlh I 

Caesal|iÍDÍD  melanocaipa , 
G.  K.  B.  aat.  PotlÍaria| 
bygromilrFca.  G.  R.  B.. 

PaugOQUla  americana  spec,  |i 


Guayatü.  fdls»  Guahiyay. 

Haya  á  Aya 

Uiscayanle  ó  ViicayanH. . 
Horco-cevil  ú  Orcoccvil, 


Hor 


mnlle  . . 


Horco-inOlle   ó    mollc    del 


IncieoBoú  palo  de  inci 

Jacarandii 

KyrÍDdy  6  Quiríndi.. 
Lanza  blanco  ó   palo    de 


Lanía  amarilis. 
1.     a^ra..,. 


Lapacho  amarillo 
Laorel  blanco .  ,  . 


Loro  blanco  ú  ]>alo  de  loro 


Hollé  blanco 

Mora..... 

Nogal  de  Tacummi, . 


o      europeo  

•      da  Norte -Amé  rica . 

Sindabay 

flandapi 

ftar.gapiTÚ 


Acacia  cavenin,  Hoock.  , 

Acacia,  spec 

Eucaliptus  globaluí .  .  , . 
?FraiÍDui,  ipec 


o.65o> 

o.giS 

o.6j5 

584 


,)5 

4 
J 

.70 

.3S 

5 

.lo 
.15 

4 
3. 

?Fagui  apee 0.743 


MaylenusMagellanicaMoock  1 1 .  3i6 


L   Chulo 


Mynine  margínala  G.  R.  ü. 

Hoock 

Chuncoa  triflora 

ÍRuprechiia  eicalsj. 

Jabebaia  üavcscen*.   Benth 

Hook 

Jabebuia  flaveiceni,   apee.. 

?       «  ..  «  .  . 

Nsctandra  amam,  Mun. . .  . 

1)       porphyria,  G.R.B. 

aut.  Emolum  apogon. . .  . 

Ocotea  aDaveoleni 


?SterculiB,  fpeí: 

LucDiiu  Setlowü,  D.  C.aui 

LucDina  verííbtia 

Eugenia  malo,  B.R.G,  aat 

Eugenia  pnngeni,  G.R  B. 
Z'iyphua  MUtol,  G.R.B.. 
Duraní  lul  Lilhrea  pretiOi, 

aat.  Maya  spinoia 

Duvana  faKicalata 

Macluti  Mota,  G.  R.  B... 

Citrus  aatantluí».  L 

Juglaiu  auGlralis,  G.  R.  ti. 

aut.  Cupaaia,  apee 

JnglVU  ««ía  A  jugliinB  nigra 

?Juglans,  ipec 

ProwpiB  Ñandubay,  G.K.B, 
Genipa,  spec. ............ 


Corrí  en  leí 

Tucumnn,  Paraguay 

Corriente* 

Bueno*  A 'reí 

Eitados  Unido* 

Chaco,  Corrientes.  Bra 

Uilicnea 

Entcí-Rioi 


Chaco,  Provincia)  Imiitafc! 


LrugiiJy 
Corrientes 
Chaco 
Tucunian 
Córdoba,   Calamatca 


Provincias  del  Norte 

Chaco 

Brasil 

Chaco 

Tucuman 

Tncuman 

Chaco,  Misiones 


Corriente* 

I*U*  del  Putanii 

Tuciiman 
Entie-Bioa.  Sanliaga 

Corriente* 


Provincia»  del  Norte 
Cardaba 
Norte  America 
Chaco,  Entre- Rio» 
Corriente* 


Olmo 

Pacará 

Pacará  bayo 

Pacnri 

PalBD-palaD 

Pdlcna  negra  (cortna). . . 
Pstma  negra  (coTazon). . 

Palma  amarilla 

Palo  amarillo 


rosa  colorado  ó  macho 


Calliandra  Pacará.. 


CopemJcia  cerífera,  Hart, 


.  Calycophillnin  multiflorum, 
G.  R.  B.    ant    Solanum 

{     verbascifolium,  L 

.  '  Pimpínella  Anísum 

.  {llex  Paraguay  en  sis.  Si.  Hil, 
?Macher¡uni,   spec 


Pcteceby  ó  Pytereby.. 

Pino  de  MUIonet..    .  . 

n    amarillo 


Guayacum  ofGcinale.  L,  ■ 
Bulnesia  Sarmienta.  I 

Metía  Azedarch,  L 

fSlercnÜa,  apee 

íArancaria  Brasílienxls. , 


.  59  J  »  o .  Ó60  o 
-544 


3,73!  o 
3.918  o 
3.73S0 


.  Chaco 

o  BncooB  Aifn.  e 
o  Provincia»  d«l  t 
o  Tucuman 


s  ProviscÍM  del  NoriP.  Chaco 
o  Corrrienleí 
}  Milione*.  Pg  ragua  y 
•         Chaco 


a  Norte  Amírica 


.  Condalia  linéala,  G.R.B.. 
.   Aspidospetma      Quebracho 
blanco,  Schlechl. .  .  . 
'"JuebrachiaLorenllU.G.R.B.  1 


Quebralillo 

Rabo  de  macat» 
Retama  ó  reUmi 

Roble  europeo. . 

Roviraró.  ¡ta!  vex  ibiraió). 

Rona-caspi ..,.. 

Samuhú  ó  Yucban 

San  Antonio  6  palo  de  San 

Sangro  de  drago,. 

Sapirangui 

Sataíraz 

Sanee  blanco 

i>      colorado 

Sombra  de  inro. .  , 


Tacuara  ó  cafia  i! 

Taican 

Tala 

Tala  crespo 

Talco  ó  Tarto. , . 

Taperibi-gnatú. . 


.  Bnlneaia  retama  aut. 

n  jnnceum 

.  Qoercns  pedunculai.i, 


Chorisia  ínaignit,  Kth, 

Myrsine  floribnnda.  R,  Dr. 

ant,  Pentapanae  angelici- 

(oliam ,  , 


.  Salii,  apee 

.  SaliiMumbotdtlana,  CR.B. 

I  Wíld 

.  Agonandra  tice  lia.  aui 

LDiboiyrif      ipln*» 

.  R.  B 

.   itambuta,  ipcc 

.  CeÍtiiflexuo*a,WIIdaut.Dii- 

ranta  I^renlKI,  G.R.B. 

;:elii*  Chichope.  Mig,  aul 

Celii»  dlflun,  Pl...... 

.  Thoilnli  wflnmuKolli.  U 
R.  B ,, 


7^4 
0.408 
1.104 

o.AoB  "O.HqO  n 

o.gKl 

a.)4* 
i.pog 


o  Tucuman 

o  Chacn  y  Prov.  limltrofei 

mea  y  Paraguay 
.  Ulaione» 


o  Cal  amaren 

o  Eurnpa 

u  Noria  AmArlca 

,  Millonea 

.  Tucuman 

o  CorrltnM*.  Chacn 


4.M  II 

4.00 


3    14.00 


Tucuman 
Chaco,  Corrí «niM 

MI*io'i«* 


a  tl.oo  Varia*  Provincial 
5.00 
0.5n  l'roTliicU*  <ltl  Nnna 


—  444  — 


NOIIBHB  COMÚN 


NOMBRE  científico 


DENSIDAD 


I  DIMBMSIOHVt 
DKL  TROMCO 


Diam. 


Altura 


LOCALIDAD 


Tapenigua-guazú . . 
Tatané  ó  tatanel . . . 

»      amarillo . . . 

»      ala  de  oro. . 

Tataré 

Tataybá 

Tayi 

Tembetary  blanco 

»  negro . 

Timbó 

» 

n 
Timbó-y-atá 
Tipa  blanca. 
Toro-ratay. . 

Trébol 

Tusca 


blanco, 
negro . . 
macho. 


Tuyú-hapé 

Urunday  ó  Urundey 
Urundey-hú  ó  negro. 

Urundey-mi 

Urundey-pará 

Urundey-rá 

Vinal  ó  visnal 

Virarú 

Viraró  ó  Ibiraró. . . . 
Ibiraró  amarillo .... 


Ybirá-pitáó  Virapitá.. 

Ybirá-pitá-mini 

»         guazú 

Ybirá-pepé , 

Ybirá-rirá 

Ybirá-tay , 

Ybirá-yepiró 

Yasuretá  ó  Caoba  de 

siones , 

Yatytá 

Ybá-hehé 

Ybá-hay 

Yguá-viyú 

Yucurubuzú 


Zygophylléa 


Enterolabium  Timbouwa. 

Mart 

»  »  spec* • 
»  »  spec. . 
»       >i  spec. . 

?     »       «  spec. . 

Macherium  fertile 


Miroxidum  microspermun. . 

Acacia  moniliformis,  G.R.B. 

aut.  Acacia  aroma 


o.5oo 
0.970 
0.65o  á 0.978 

0.947 

0.671 » 0,767 

0.720  » 1.040 

1.024 

0.693 

0.848 

0.328  » 0.440 

0.340 

0.421 

0.55o 

0.597 

0.662 

0.877 

0.566  »  0.632 


Mi- 


Astronium  jnglandifolium. . 

»  »       spec . . 

»  »       spec . . 

»  »       spec. . 

?    •  >}  »       spec. . 

Prosopis  ruscifolia,  G.R.B. 

Ruprecthia excelsa.  G.R.B. 

»        viraró 

»        corylifolia,    aut. 

Ruprecthia  sali- 

cifolia.  Meyn.. . 

Daphnosis  Leguizamonis. . . 

})  »       spec. . 

?       »  »       spec. . 


o"6o 
0.40 
0.40 
0.40 
0.40 
0.40 
0.35 
0.35 
0.35 

0.70 
0.70 
0.70 
0.70 
0.70 
0.40 
o.  3o 
0.35 


0.9x8 

0.756 

i.iio  »  X.270 

1.256 

0.920  » 1.407 

0.848  »  I. 091 

0.938 

0.800 

0.765 

0.765  MO.875 


0.25 
0.23 

o.5o 

0.5o 


x6*oo 
6.00 
6.00 
6.00 
6.00 
6.00 
4.00 
4.00 
4.00 

14.00 
14.00 
14.00 
14.00 
14.00 
h»3o- 
4.00 
5.00 

4.00 
3.5o 
6.00 
6.00 


Corrientes 

Chaco  y  Prov.  limitrofei 

Chaco 

Misiones,  Paraguay 
»  í» 


» 


n 
n 


Chaco  y  Prov.  limitcofes 


?Gnaphalium  lutevalbum. . . 


» 
» 

M 


» 
» 


o.  5o 


0.9x8 

0.745  » i.o38 

o.  839 


0.608 

0.894  »  x.oo3 

0.900 

1.0x2 

0.988 

0.824 
0.8x1 
0.832 
0.862 
0.924 
0.4x6 


o.  5o 

0.90 

0.90 

¡0.90 

0.25 

0.20 


7.00 


7.00 

5.00 

5.00 
5.00 


0.3o 

0.35 
0.35 
0.35 
o. 25 
o.  20 
0.40 


5.00 
4.00 
4.00 
3.00 

5.00 


Corrientes 
Tucuman 
Corrientes 
Misiones,  Paraguay 

Tucuman 

Corrientes 

Chaco  y  Prov.  limitrofet 

)»  h 

n  » 

»  » 

Corrientes 
Tucuman,  Corrientes 

» 
Misiones,  Paraguay 


»  » 

Chaco  y  Prov.  limitroíes 
Misiones 

Misiones,  Paraguay 
Misiones 

» 
Corrientes 

Misiones 
Corrientes 

n 
» 

n 


—  445  — 

Además,  el  Museo  poseo  utn  rica  biblioteca,  la  cual  fué  fundada  en  1863, 
sirviendo  como  núcleo  para  su  instalación  laque  compró  al  Sr.  Director  del 
Museo  el  Supremo  Gobierno  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires  en  30,000  pesos 
moneda  corriente  antigua  y  que  constaba  de  433  obras  con  897  volúmenes  de 
todos  formatos,  incluso  una  cantidad  de  folletos. 

Desde  esa  fecha,  la  Biblioteca  del  Museo  ha  continuado  aumentando,  ya 
por  compra  con  los  fondos  asignados  para  su  aumento,  ó  ya  por  medio  de  las 
obras  introducidas  por  el  Dr.  Burmeister,  adquiridas  las  unas  por  canje  con 
sus  publicaciones  y  las  otras  como  de  su  propiedad  particular,  y  cuyo  número 
asciende  actualmente  á  mas  de  dos  mil  obras  de  ciencias  naturales  con  un 
número  como  de  siete  mil  volúmenes  incluso  los  folletos,  hallándose  allí  las 
publicaciones  de  las  academias  y  sociedades  cientíñcas  más  célebres,  y  siendo, 
en  su  ramo,  la  mas  rica  Biblioteca  que  existe  en  Sud-América. 


El  Museo  se  abre  á  la  espectacion  pública  una  vez  por  semana  y  desde 
las  10  a.  m.  hasta  las  3  p.  m.  de  cada  Domingo. 

Está  al  cuidado  científico  y  administrativo  de  un  profesor  de  Historia  Na- 
tural que  es  su  Director  y  jefe,  quien  está  encargado  de  velar  por  la  mas  per- 
fecta conservación  de  todos  los  objetos  que  constituyen  y  posee  el  estableci- 
miento, ejecutar  su  clasificación  científica  y  colocación  ordenada^  proponer  al 
Gobierno  la  adquisición  de  animales,  plantas,  minerales  y  todo  objeto  de  im- 
portancia científica  etc. 

Es  deber  del  preparador,  preparar,  embalsamar  y  montar  las  pieles  de  los 
animales  ú  otros  objetos,  según  las  indicaciones  hechas  por  el  Director. 

Ningún  concurrente  puede  tocar  los  objetos,  abrir  los  armarios,  extraer 
objetos  para  estudiarlos  en  su  casa  particular  ni  fumar  en  los  solones,  so 
pena  de  ser  expulsado  del  establecimiento  por  cualquiera  infracción  de  lo 
enunciado. 


ARCHIVO  NACIONAL 


Muy  penoso  es  para  nosotros  no  poder  ofrecer  al  público  la  historia  de 
este  establecimiento,  dando  cuenta  al  mismo  tiempo  de  los  caudales  que  con- 
tiene: es  el  mas  rico  y  completo  en  papeles  y  documentos  públicos  de  cuantos 
existen  en  Sud- América,  y  el  único  depositario  de  nuestra  historia  política  con 
todos  sus  antecedentes,  detalles  y  circunstancias  ilustrativas. 

El  edificio  dispone  de  catorce  salas  que  se  encuentran  repletas  de  papeles 
y  legajos,  existiendo  por  lo  menos  igual  cantidad  diseminada  en  las  oficinas 
públicas  y  escritorios  particulares;  hoy  se  lleva  á  cabo  su  catalogación  y  cía- 


—  446  — 

sífícacion  para  darle  una  organización  simple  y  sistemática  que  asegure  la 
satisfacción  del  que  inquiere  un  dato  de  remota  recordación. 

A  pesar  de  no  estar  habilitado  por  su  desorganización  actual  para  atender 
cualquier  solicitud  particular  úofícíal,  ha  prestado  importantes  servicios  á  la 
Comisión  Liquidadora  de  la  deuda  de  la  Independencia  y  del  Brasil,  contribu- 
yendo con  los  instrumentos  mas  fehacientes  al  inmediato  despacho  de  los 
asuntos  respectivos. 

Otra  de  las  causas  que  obsta  á  recibir  de  este  establecimiento  los  bene 
flcios  de  su  creación,  es  la  existencia  de  varios  archivos  permanentes  esparci- 
dos en  el  municipio  que  debieran  refundirse  en  uno  solo,  clasiñcado  y  ordena- 
do cientiñcamente. 

Pero  esa  variedad  dificulta  á  tal  punto  el  esclarecimiento  y  tramitación  de 
los  asuntos  civiles  que  solo  uniformando  su  organización  podría  hacerse  desa- 
parecer la  causa  retardatriz  de  su  inmediata  expedición,  y  por  consiguiente, 
los  perjuicios  que  origina  su  disgregación. 

No  menos  de  cinco  mil  documentos  ha  restituido  el  establecimiento  por 
devolución  espontánea  de  sus  tenedores  en  el  corto  tiempo  de  un  año,  hacien- 
do de  esta  manera  un  bien  inapreciable  al  país  y  á  este  tesoro  arqueológico  de 
las  primeras  impresiones  de  nuestro  ser  político. 


CASA  DE  MONEDA 


k^^V 


I 


nP^«RÍI!ll 


La  moneda  española  de  oro  y  piala  era  la  nacional  hasta  el  afiode  I8l3  y 
su  mayor  parte  acuñada  en  la  casa  de  Potosí,  la  cual  lo  hada  en  cantidades  tan 
crecidas  de  la  de  plata  que  á  pesar  de  esa  circunstancia  llegó  á  tener  el  pre- 
mio de  3  %  por  la  fuerte  extracción  que  se  hacia  de  ella  fuera  del  Rio  de  la 
Plata.  Una  disposición  del  Gobierno  fijó  de  una  naanera  precisa  el  valor  de 
las  monedas. 

Triunfantes  las  armas  de  la  patria  en  el  Alto-Perú,  el  Gobierno  Argentino 
dispuso  que  la  Casa  de  Moneda  de  Potosí  acuñase  monedasde  oro  y  plata  del 
mismo  peso  y  ley  que  la  española,  á  tin  de  no  alterar  ó  introducir  diticultades 
en  su  uso  ó  manejo;  pero  reconquistado  Potosí  por  los  españoles  á  consecu- 
encia de!  desastre  de  los  patriotas  en  Ayouma,  volvió  nuevamente  á  caer  en  ?<u 
poder  y  al  imperio  de  sus  leyes. 

Tambienen  18l5ias  armaspatrias  ocuparon  á  Potosí  y  se  empezó  lase- 
gunda  amonedación  que  fuéinterrumpida  por  la  derrota  sufrida  en  Sipe-Sipe  en 
Noviembre  del  mismo  año;  entonces  fué  cuando  se  pensó  en  amonedar  en  la 
Provincia  de  Córdoba  para  continuar  la  acuñación  interrumpida  tantas  veces  en 
Potosí,  con  arreglo  ala  ley  de  1813— pero  el  Gobierno  imposibilitado  de  lle- 
var á  cabo  la  amonedación  en  Córdoba,  cedió  el  privilegio  de  acuñación,  en 
aquella  casa,  de  monedas  de  un  real,  medio  real  y  cuarto  real  á  particulares 
por  venta  en  remate,  que  lo  realizaron  hasta  principios  de  1844. 


—  448  — 

Decretado  el  establecimiento  de  una  Casa  de  Monda  en  la  Rioja,  se 
contrató  con  una  Compañía  de  capitalistas  su  creación,  con  privilegio  de 
acuñar  oro  y  plata  y  por  un  determinado  número  de  años,  pasados  los  cuales 
quedaría  de  propiedad  de  la  Provincia  pagando  únicamente  la  mitad  del  costo 
de  la  maquinaria. 

En  el  año  1824  quedó  realizado  el  contrato  y  se  estableció  la  casa  acuñando 
monedas  de  oro  y  plata;  las  primeras  eran  una  onza  con  el  mismo  cuño  de  1813 
— En  el  anverso:  en  el  campo,  un  sol  rodeado  de  la  leyenda,  Provincias  del  Rio 
de  la  Plata:  en  el  reverso,  en  el  campo,  el  escudo  Argentino  con  trofeos  milita- 
res por  debajo  y  2  S.  á  los  lados,  rodeado  por  la  leyenda  en  Unwn  Libertad. 

Este  cuño  sirvió  de  tipo  á  la  amonedación  de  la  Rioja  en  1825  acunando 
las  onzas  de  oro  y  los  pesos  de  8  reales  de  plata  y  además  las  fracciones  que 
circulaban  en  Potosí. 

No  se  conoce  el  monto  total  de  la  acuñación  porque  las  continuas  re- 
vueltas que  agitaron  á  aquella  Provincia  originaron  la  pérdida  de  los  libros  en 
que  se  llevaba  constancia  de  los  trabajos  monetarios;  sin  embargo,  se  sabe 
que  hasta  1836  continuó  acuñándose,  aunque  en  cantidades  insignificantes,  pero 
entonces  bajo  la  adopción  de  un  nuevo  cuño  que  en  lugar  del  sol  y  el  escudo 
ostentara  la  efigie  del  Dictador  Rosas;  desde  esa  fecha  no  hubo  un  tipo  fijo 
para  la  acuñación,  pues  se  emplearon  diversos  cuños  con  variadas  leyendas, 
hasta  el  año  1842,  circulando  de  esta  manera  una  variedad  infinita  de  mone- 
das, que  aunque  no  obstruian  las  operaciones  comerciales,  no  dejaron  de  inspi- 
rar desconfianzas. 

Decretada  la  creación  de  una  Casa  de  Moneda  en  Córdoba  en  Febrero  de 
1884  para  acuñar  monedas  de  oro  y  plata,  se  redujo  á  trabajos  insignificantes 
por  la  carencia  de  metales  para  la  amonedación;  además,  la  ley  de  sus  mone- 
das era  inferior  á  la  de  las  de  la  Rioja,  con  la  cual  tuvo  que  ponerse  de  acuerdo 
para  eludir  las  dificultades  que  sintió  en  la  circulación  de  ellas  y  dar  mas  en- 
sanche á  sus  trabajos  de  acuñación,  que  continuaron  hasta  después  déla  cal- 
da de  Rosas,  época  en  que  la  Rioja  adoptó  su  cuño  provincial. 

Las  monedas  de  esta  casa  fueron  declaradas  buenas,  y  malas  las  de 
Córdoba  en  peso  y  ley  en  el  examen  á  que  se  las  sometió. 

Autorizado  el  Poder  Ejecutivo  en  1854  para  hacer  acuñar  en  ambas  casas 
monedas  de  plata  de  5,  10,  20,  50  y  100  con  un  peso  de  14  adarmes  y  la  ley  de 
10  dineros  finos  las  últimas  y  en  proporción  las  fraccionarias,  dio  cumpli- 
miento á  dicha  disposición  legislativa  comunicándola  á  los  respectivos  esta- 
blecimientos. 

La  unidad  de  la  moneda  debía  llamarse  Colon. 

Motivos  poderosos  impidieron  el  cumplimiento  de  esta  ley  y  obligaron  al 
Gobierno  á  introducir  economías  en  la  Administración,  el  cual  con  fecha  19  de 
Junio  de  1855  expidió  un  decreto  clausurando  la  casa  de  Córdoba,  y  aunque  no 
se  procedió  de  la  misma  manera  respecto  de  la  de  la  Riója,  muy  pronto  dejó 
de  funcionar;  su  amonedación  fué  tan  insignificante  que  en  el  año  de  1861  apenas 
acuñó  15  en  cuartos  de  real,  desapareciendo  por  st  misma  en  el  siguiente. 


Autorizado  el  Gobierno  en  1821  para  contratar  en  el  extranjero  la  amo- 
nedación de  cobre,  cuya  falta  se  sentía  en  la  circulación  con  perjuicio  del  co- 
mercio, dio  cumplimiento  á  la  ley  negociándolo  en  Londres,  el  cual  fué  apro- 
bado por  la  Legislatura  en  1822,  estableciendo  que  la  suma  sería  de  cien  mil 
pesos  en  monedas  de  cobre  de  un  décimo  de  real. 

Mas  ó  menos  la  tercera  parte  de  esas  monedas  sería  el  beneficio  del  Te- 
soro Público,  según  el  contrato,  y  apenas  se  recibió  la  primera  remesa,  que 
fué  de  cincuenta  mil  pesos,  el  Gobierno  los  entregó  á  la  circulación,  ordenando 
que  particulares  y  oficinas  públicas  las  recibiesen  hasta  dos  pesos  en  cada 
ciento  y  por  el  valor  de  diez  piezas  por  cada  real  y  de  cinco  por  cada  medio. 

En  1824  el  Gobierno  fué  también  autorizado  para  fundar  una  Casa  de  Mo- 
neda en  Buenos  Aires,  y  funcionaba  ya  en  1827  á  cargo  del  Banco  Nacional  por- 
que este  establecimiento  tenía  por  su  carta  orgánica  el  privilegio  exclusivo  de 
acuñar  moneda  en  todo  el  territorio  de  la  República,  el  cual  acuñó  hasta  el  31 
de  Mayo  de  1836  la  cantidad  de  $  438.397,6  1/2  en  monedas  de  valor  de  20  déci- 
mos, de  10,  de  5,  de  2  1/2  ó  un  cuarto  de  diez  décimos. 

Como  dichas  monedas  representaban  igual  valor  que  el  papel  fiduciario  del 
Banco,  pronto  se  desvalorizó  este  último  y  el  cobre  empezó  á  desaparecer  sin 
que  Rosas  pudiese  evitarlo,  prohibiendo  su  extracción  de  la  Provincia  bajóla 
mas  severa  penalidad  á  los  contraventores.  Pero  las  monedas  de  cobre  desa- 
parecieron, y á  fin  de  mejorarla  situación  del  comercio,  autorizó  Rosas  á  la 
Casa  de  Moneda  para  acuñar  de  cobre  del  valor  de  medio  real,  real  y  dos  reales 
hasta  la  cantidad  de  400,000  $. 

Otras  emisiones  acuñadas  y  puestas  en  circulación  en  diversas  épocas 
dieron  en  1851  un  total  de  emisión  de  cobre  de  $  868.001,6 1/2. 

Las  acuñaciones  de  cobre  hechas  en  tiempo  de  Rosas  se  mantuvieron  en 
la  circulación  porque  su  valor  estaba  en  relación  con  el  de  la  onza  de  oro, 
apreciada  en  500  $  mas  ó  menos. 

Derrocado  Rosas,  la  Casa  de  Moneda  y  Banco  de  la  Provincia  hicieron  las 
siguientes  emisiones  de  cobre:  $  419.064  m/c.  desde  1853  á  1856  y  $  351.730 
desde  1860  á  1861. 

El  Gobierno  de  la  Confederación  en  1854  ordenó  la  acuñación  en  Europa  de 
100.000  $  en  monedas  de  cobre  que  representasen  centavos  de  pesos  fuertes 
en  este  orden:  monedas  de  un  centavo,  $  25,000— de  dos  centavos,  $  25,000— 
y  de  cuatro  centavos,  $  50,000 — las  cuales  lanzadas  á  la  circulación  debían 
recibirse  en  todas  las  oficinas  públicas  y  en  la  proporción  de  5  Vo  por  los  par- 
ticulares. 

Como  no  habla  una  moneda  metálica  nacional,  el  Gobierno  de  la  Confede- 
ración dispuso  que  las  que  circulaban  entonces  fuesen  recibidas  como  moneda 
corriente  por  todas  las  oficinas  fiscales  de  la  Nación,  y  al  año  siguiente  el 
Congreso  fijó  el  valor  de  las  monedas  extranjeras. — La  Provincia  de  Buenos 
Aires,  independiente  de  aquel,  declaró  también  dos  años  después,  decurso  le- 
gal las  monedas  de  oro  extranjeras  fijándoles  el  valor  correspondiente. 

«7 


—  450  — 

Pero  en  el  aflo  1862  el  Congreso  dictó  una  ley  determinando  el  valor  le- 
gal de  las  monedas  de  oro  extranjeras,  ñjando  el  de  17  $á  la  onza  de  oro,  tipo 
que  serviría  para  la  emisión  de  los  fondos  públicos  votados;  pero  otra  ley  del 
año  siguiente  alteró  dicho  valor  determinando  el  de  16  $  para  las  onzas  de  oro 
con  arreglo  al  cual  se  harían  las  emisiones  posteriores  y  se  reducirían  las  an- 
teriores. 

La  falta  de  una  moneda  nacional  que  sirviese  de  medida  fija  de  valor  y 
el  deseo  de  hacer  desaparecer  de  este  mercado  la  anarquía  monetaria  que 
existía  por  la  diversidad  de  las  monedas  en  circulación  y  los  perjuicios  irro- 
gados al  comercio  en  general,  decidieron  al  Congreso  á  sancionar  la  creación 
de  dos  casas  de  moneda  disponiendo  que  la  unidad  monetaria  nacional  sería 
una  moneda  de  oro  de  1  y  2/3  gramos,  y  la  de  plata,  declarada  de  vellón,  de 
27.110  miligramos,  ambas  de  900  milésimos  de  fino. 

Autorizado  el  Gobierno  para  fijar  el  valor  de  las  monedas  extranjeras,  se 
apresuró  á  dar  cumplimiento  á  dicha  disposición,  cuyos  resultados  se  retarda- 
ron mucho  á  causa  de  que  la  plata  ñuctuaba  en  su  valor  en  el  mercado  de  Lon- 
dres sufriendo  iguales  alternativas  entre  nosotros,  hasta  que  el  Congreso,  á 
objeto  de  uniformar  el  valor  de  las  monedas  circulantes,  fijó  por  ley  do  16  de 
Setiembre  de  1879,  para  la  plata  como  unidad  de  moneda  25  gramos,  ley  1)00 
milésimos  de  fino. 

Verificada  la  construcción  de  la  Casa  de  Moneda  en  Buenos  Aires  y  puesta 
en  condiciones  de  empezar  la  acuñación  de  la  moneda  nacional,  una  nueva 
ley  del  Congreso  determinó  que  la  unidad  monetaria  de  la  República  sería  el 
peso  de  oro  ó  plata,  teniendo  el  primero  1,6129  diez  milésimos  de  gramo  y  el  se- 
gundo 25,  ambos  de  900  milésimos  de  fino,  permitiendo  la  circulación  de  las 
monedas  extranjeras  hasta  que  se  hubiese  acuñado  $  8.000.000  en  oro  y 
$  4.000.000  en  plata,  después  délo  cual  quedaban  aquellas  desmonetizadas. 

Pero  reducidas  las  emisiones  de  moneda  nacional  simplemente á  la  fiducia- 
ria, lanzadas  á  la  circulación  por  los  Bancos  emisores  de  la  Provincia  de  Bue- 
nos Aires  y  el  Nacional,  las  extranjeras  persistieron  siempre  siendo  la  mone- 
da circulante  y  hasta  obligatoria. 

Decretada  la  fundación  de  la  Casa  de  Moneda  de  esta  ciudad  en  el  año 
de  1877,  empezó  á  funcionar  recien  desde  Diciembre  de  1881  á  pesar  de  la  opi- 
nión adversa  y  de  la  guerra  sin  cuartel  que  la  desprestigiaban,  patrocinadas 
por  individualidades  sin  criterio  cuyo  juicio  declaraba  una  utopia  ó  absurdo 
su  existencia  y  sostenimiento. 

También  se  habló  de  que  la  nueva  Casa  no  fabricaría  jamás  moneda  como 
la  extranjera  ni  por  igual  precio,  y  finalmente  que  no  satisfaría  las  necesida- 
des de  la  circulación  monetaria  en  esta  plaza. 

Todos  estos  fueron  otros  tantos  errores  que  el  Establecimiento  debía  des- 
vanecer para  atraérsela  confianza  pública  y  la  voluntad  general:  sus  enemigos 
desarmados  por  los  resultados  de  la  amonedación,  contribuirían  mas  tarde  á 
robustecer  su  acción,  ampliando  su  labor  y  los  beneficios  del  país. 


—  451  — 

En  esta  Casa  se  había  tenido  el  cuidado  especial  de  adquirir  una  maqui- 
naria perfecta  y  de  dotarla  de  operarios  inteligentes  que  ejecutasen  los  traba- 
jos de  acuñación  con  toda  precisión  y  limpieza. 

Puesta  en  tales  condiciones  no  solo  produjo  las  cantidades  monetarias 
necesarias  á  la  circulación  presente  y  futura,  sino  que  acuñó  monedas  más 
perfectas  y  de  menor  precio  que  las  importadas  del  extranjero,  además 
de  que  la  Nación  tenía  la  ventaja  de  hacer  acuñar  cuando  la  demanda  lo 
reclamase,  inmediatamente  y  en  su  propio  país,  desligándose  de  la  tutela 
de  naciones  extrañas  y  despertando  con  su  influjo  industrias  desconocidas. 

Del  costo  del  edificio  y  maquinaria  puede  deducirse  aproximadamente 
su  importancia  y  labor  monetaria. 

Importe  de  la  construcción  del  edificio $    163.173 

Gastos  de  instalación  en  1880 $    4.181,42 

»  »  3  grandes  cajas,  3  balanzas  auto- 
máticas y  la  máquina  de  acepi- 
llar, con  su  instalación »  11.257,63 

»  »  2  nuevas  prensas  y  2  pares  lami- 
nadores       »  30.757,82     »      46.197 


Costo  del  Establecimiento....  $    209.370 


Las  máquinas  contratadas  en  1883  debían  llenar  como  condición  es- 
pecial la  facultad  de  poder  fabricar  mas  de  un  millón  de  piezas  fraccio- 
narias de  plata  por  mes,  á  fin  de  dar  cumplimiento  á  la  ley  de  5  Noviem- 
bre de  1881  para  proscribir  de  la  circulación  las  monedas  de  plata  extranjeras, 
acuñando  los  pesos  4.000,000  m/n  á  que  estaba  obligada  según  el  art.  7 
de  la  misma,  no  contando  ya  mas  que  con  los  meses  de  Noviembre  y  Di- 
ciembre. 

El  gasto  de  la  fabricación  de  las  monedas  alcanzó  hasta  Diciembre  de 
1883  á  la  suma  de  pesos  155.335,  deducido  el  importe  de  la  maquinaria, 
pero  incluyendo  lo  que  costó  el  aprendizaje  de  los  operarios,  la  organiza- 
ción de  las  oficinas  y  otros  de  distinta  naturaleza  que  se  incorporaron  á 
esta  cuenta  por  la  dificultad  de  determinarlos. 

La  acuñación  hasta  la  mi$ma  fecha  de  piezas  de  oro,  plata  y  cobre 
importó  la  suma  de  pesos  8.725.562,49,  teniendo  por  costo  medio  pesos 
1,77  por  cada  100  pesos. 

Con  este  resultado  general  no  se  puede  apreciar  con  justicia  y  equi- 
dad la  importancia  del  Establecimiento  y  el  costo  de  la  acuñación,  en  los 
que  se  encuentran  aglomeradas  piezas  de  diverso  valor  y  por  consiguiente 
de  costo. 

Una  idea  mas  completa  nos  dan  los  siguientes  resultados  parciales  de 
la  amonedación:  los  2.978.112  piezas  acuñadas  en  el  afio  1882  importaron 


—  46S  — 

pesos  8.195.445,56  gastando  la  suma  de  pesos  50.398,81  que  representa  un 
costo  medio  de  pesos  8,89  por  cada  100  pesos— las  9.548.855  piezas  que  se 
acuñaron  en  1883,  importaron  un  valor  de  pesos  6.881.893.33,  habiéndose 
gastado  en  su  fabricación  la  suma  de  pesos  59.464,38,  que  representa  un 
costo  medio  de  0,94  por  cada  100  pesos. 

El  costo  mayor  que  se  observa  en  la  acuñación  de  1888  era  inevita- 
ble  en  el  primer  año,  porque  ni  los  operarios  tenían  la  práctica  suficiente 
para  hacer  trabajos  acabados,  ni  se  contaba  con  elementos  y  aparatos  que 
suprimiesen  las  diñcultades  anexas  á  una  industria  nueva;  pero  esas  mis- 
mas deñciencias  fueron  la  base  sobre  la  que  la  Casa  de  Moneda  pudo 
ofrecer  en  lo  sucesivo  al  comerció  piezas  de  metal  más  baratas  que  las 
introducidas  y  de  fabricación  bastante  limpia  y  perfecta,  porque  se  prove- 
yó de  nuevos  aparatos  que  reportaron  grandes  economías  en  los  trabajos 
de  acuñación,  sin  contar  con  que  podía  satisfacer  la  demanda  en  la  circu- 
lación aunque  llegase  á  ser  extraordinaria. 

A  ñn  de  dar  una  idea  de  la  capacidad  del  Establecimiento,  hé  aquí 
lo  que  puede  producir  con  solo  diez  horas  de  trabajo  diario: 

Oro       30.000  argentinos $    150.000 

Promedio  de  86  dias  al  mes $    3. 900. 000 

Plata     50.000  piezas  de  50  cts.    $    85.000 

55.000      »        »    80    »       »    11.000 

88.000      »        »    10    »       »      8.800 »      38.800 

Promedio  de  86  dias  al  mes »    1. 008.800 

Cobre    50.000      »        »      8    »       »      1.000 

50.000      »        »      1     »       »         500 »        1.500 

Promedio  de  86  dias  al  mes »         40.300 

863.000   piezas  que  importan  por  dia $    190.300    

Por  mes $    4.949.100 

Si  se  relaciona  el  gasto  mensual  que  le  asignó  el  Presupuesto  del  aflo 
1883,  es  decir,  pesos  5.595,  con  la  fabricación  de  las  monedas  según  el 
cuadro  anterior,  se  obtiene  el  costo  proporcional  en  esta  forma:  para  las 
monedas  de  oro,  pesos  0,14  por  cada  100  pesos;  pesos  0,55  para  las  de 
plata  y  pesos  14,35  para  las  de  cobre,  lo  cual  prueba  las  inmejorables  con- 
diciones en  que  se  encuentra  el  Establecimiento  que  lo  ponen  á  igual  nivel 
de  los  mejores  del  extranjero,  prometiéndose  aún  resultados  mucho  más 
satisfactorios  si  se  logra  introducir  algunas  mejoras  ya  propuestas  á  objeto 
de  formar  industriales  argentinos  en  una  escuela  práctica  que  se  anexará 
al  mismo;  los  beneñcios  obtenidos  en  el  año  1883  han  producido  una  renta 
sufíciente  para  sacar  los  valores  invertidos  en  el  ediñcio,  maquinaria  y 
cubrir  los  gastos  presupuestados  para  el  añe  1884  y  parte  del  1885,  los 
Quales  serán  indudablemente  muy  superiores  9i  se  tiene  en  vista  la  or^- 


—  453  — 

nizacion  y  simplificaciones  establecidas  para  facilitar  los  trabajos  de  amo- 
nedación y  la  práctica  sobresaliente  de  operarios  y  empleados. 

Entendiendo  directamente  el  Ministerio  de  Hacienda  en  la  compra  del 
oro,  no  puede  determinarse  aquí  el  precio  que  se  paga,  pero  si  respecto 
4e  la  plata  cuyo  precio  es  de  pesos  37,75  por  kilogramo  de  fino  cuando  el 
título  es  superior  á  0,^0,  y  de  pesos  37,65  si  es  inferior. 

El  valor  de  los  metales  de  plata  comprados  ascendió  á  2.400.831,10 
pesos  y  el  emitido  á  pesos  2.710.639,60. 

El  precio  del  cobre  varió  entre  0,35  y  0,45  por  kilogramo. 

Los  minerales  del  país  producen  bastante  plata,  pero  la  producida  por 
la  Usina  establecida  en  Chilecito,  declarada  superior  por  su  pureza,  no 
puede  rivalizar  con  ninguna  ofreciendo  grandes  ventajas  para  la  amone- 
dación. 

En  cuanto  al  cobre,  su  impureza  ha  impedido  beneficiarlo  en  la  amo- 
nedación, siendo  esta  la  causa  porque  se  lo  introduce  de  Montevideo  y  de 
Inglaterra  para  la  refundición. 

El  oro  amonedado  es  importado  de  Europa  y  principalmente  de  In- 
glaterra, porque  en  el  país  es  escasa  su  producción. 

El  oro,  plata  y  cobre  beneficiados  hasta  el  31  de  Diciembre  de  1884 
ofrecen  los  siguientes  guarismos: 

1.643.186      argentinos  de  pesos  5 $  8.215.930 

430  i  »  «        »     2  i. »  1.075        $    8.217.005 

573.737  pesos  plata $      573.737 

2.786.847  piezas     »    »        »  50  cts »  1.393.423,50 

2.393.995  »         »    »        »    20   »  ....   »      478.799 

3.598.801  »        »    »        »    10   »  ....  »      359.880       $     2.805.839,60 

7.143.752  »   cobre »        »      2   »  ....  $      142.875 

5.497.735  »        »     »        »      1   »    ...  »       54.977       $        197.852,39 

23.638.483      piezas  varias  que  importan....  $  11.220.696.99 

Para  mayor  abundancia  de  datos  se  puede  ocurrir  á  la  obra  del  señor 
Pedro  Agote,  de  la  cual  hemos  extractado  lo  que  llevamos  dicho,  prescin- 
diendo de  ciertos  pormenores  que  no  están  comprendidos  en  el  plan  que 
nos  hemos  trazado. 

El  personal  de  que  se  compone  el  Establecimiento  es  el  siguiente:  un 
Director,  un  Contador,  otro  auxiliar,  un  Tesorero,  otro  auxiliar,  un  Quí- 
mico ensayador,  otro  auxiliar,  un  Ayudante  de  laboratorio,  un  Mecánico,  un 
2*  Mecánico,  un  Intendente,  un  guardián,  dos  escribientes  y  dos  ordenan- 
zas, cuyo  sostenimiento  incluyendo  los  gastos  de  oficina,  experimentos  de 
fabricación  y  conservación  de  máquinas,  etc.,  etc.  cuesta  al  Tesoro  Na- 
cional la  suma  anual  de  pesos  68.040  votada  para  el  ejercicio  del  año  198$, 


<«"«■ 


—  454  — 

La  Ley  de  moneda  establece  en  sus  principales  disposiciones  que  la 
unidad  monetaria  de  la  República  es  el  peso  de  oro  ó  plata,  equivalente  el 
primero  á  1  gramo  6,129  diez  milésimos  de  gramo  de  oro  y  de  título  de  900 
milésimos  de  fino,  y  á  25  gramos  de  plata  del  mismo  título  el  segundo. 

Acuña  monedas  de  oro,  plata  y  cobre  con  la  denominación,  clase, 
valor,  título,  peso,  diámetro  y  tolerancia  siguientes : 


MONEDAS   DE   ORO 


^^■^■««a 


NOMBRE 


Argentino. 


1/2  Argentino. 


CLA^E 
DE    MRTAL 


Oro 


VALOR  DE 
LAS     PIEZAS 


TITULO 


PESO 


JUST'í 


5  pesos 


2  z/2  nesos 


T^ 


Milésimos 


TOLIRANCIA 
EN  MAS  o  CN  MENOS 


Milésimos 


900  y  100  m/m 


900  de  cobre 


.f.<*/«  TOLERAStClA  EN 

'""°         MAS  Ó  EM  MENOS 


Gramos 


80645 


40322 


Milésimos 


DlAlETRO 


Milíoetros 


sa 


19 


MONEDAS   DE   PLATA  Y  COBRE 


CLASE 
OBL    METAL 


VALOR 
DE    LAS    PIEZAS 


TÍTULO 


JUSTO 


TOLERANCIA  EN 
MAS  Ó  EN  MENOS 


PESO 


JUSTO 


TOLERANCIA  BN 
MAS  ó  EN  MENOS 


OlAlETW 


Plata. 


Cobre 


Un  peso. 
5o  cents. 


20 

xo 

5 

2 

X 


» 
» 
» 

» 


Milésimos 

900  y  100 

m/m  de 
cobre 


9  5  partes  cobre 
4    •  de  estaño 
I    »  de  zinc 


Milésimos 

2 

3 
5 
5 
5 

I  o  en  el  cobre 

{  en  el  zinc 

y  estaño 


Gramos 

25.0CO 
X2.500 

5.000 
2,5oo 
x.5oo 

10, 000 
5.000 


Milésimos 

3 
5 
5 

7 
10 

xo 
xo 


Milímetroi 

37 
3o 

23 

18 
16 

3o 

25 


Todas  las  monedas  llevan  estampado  en  el  anverso  el  escudo  de  armas 
de  la  Nación  con  la  inscripción  «República  Argentina»,  y  el  año  de  su  acu- 
ñación— en  el  reverso  un  busto  cubierto  con  el  gorro  frigio  é  inscripta  la 
palabra  «Libertad»  y  la  denominación,  valor  y  ley  de  la  moneda. 

El  «Argentino»  y  el  «peso  plata»  llevan  la  inscripción  «Igualdad  ante 
la  ley»  en  el  canto,  y  las  demás  de  oro  y  plata  el  canto  acanalado,  y  las 
de  cobre  liso — la  acuñación  de  las  de  oro  es  limitada,  la  de  plata  no  pue- 
de exceder  de  cuatro  pesos  para  cada  habitante  de  la  República  y  de  veinte 
centavos  la  de  cobre,  cuyo  curso  y  circulación  es  obligatoria  en  el  territo- 
rio de  la  Nación. 


—  455  — 

Esta  Ley  prohibe  la  circulación  legal  de  toda  moneda  extranjera  de 
oro  cuando  se  hubiese  acuñado  ocho  millones  de  pesos  en  moneda  de  oro 
de  la  Nación  y  cuatro  millones  de  plata  para  las  extranjeras  del  mismo 
metal :  cumplido  este  plazo,  el  Gobierno  debe  recoger  toda  la  moneda  de 
plata  extranjera  pagando  únicamente  la  cantidad  de  fino  que  contengan — 
los  Bancos  quedaron  obligados  por  esta  Ley  á  renovar  su  emisión  de  bille- 
tes, á  moneda  nacional,  y  á  recoger  la  emisión  de  billetes  de  fracciones  de 
un  peso,  para  lo  cual  debían  llamar  públicamente  y  durante  un  año  á  su 
conversión,  después  de  lo  cual  los  no  recogidos  quedarían  desvalorizados, 
incurriendo  en  una  multa  de  $fts.  50.000  aquellos  que  infringieran  la  ley 
en  este  punto. 


La  Casa  de  Moneda,  dependiente  del  Ministerio  de  Hacienda,  es  admi- 
nistrada y  dirigida  por  un  Director  asistido  en  sus  funciones  por  un  Ensa- 
yador, un  Contador,  un  Tesorero  y  un  Intendente,  nombrados  por  el  Po- 
der Ejecutivo;  los  empleados  inferiores  son  nombrados  por  el  Director;  las 
fianzas  que  prescribe  la  ley  para  el  desempeño  de  las  funciones  de  estos, 
son:  doce  mil  pesos  el  Director,  seis  mil  el  Contador,  Tesorero  y  Químico 
Ensayador,  y  cuatro  mil  para  los  Ayudantes  del  Director  y  Contaduría. ' 

El  Director  es  responsable  de  las  operaciones  que  se  ejecutan  en  el 
establecimiento,  vigila  su  marcha  administrativa,  determina  la  clase  y  orden 
en  que  aquellas  deben  ejecutarse,  conserva  el  archivo  con  todos  los  docu- 
mentos y  piezas  de  moneda  provenientes  de  ensayos  y  verificación  de  peso 
y  título. 

El  ensayador  es  el  jefe  del  laboratorio,  analiza  los  metales  é  informa 
sobre  su  estudio  ó  resultado  de  la  operación,  sobre  cuestiones  de  su  com- 
petencia y  á  pedido  del  Director — propone  las  modificaciones  que  cree  con- 
veniente introducir  respecto  de  la  fabricación,  lleva  un  registro  de  sus  ope- 
raciones y  enseña  el  arte  de  ensayar  á  los  ayudantes  á  sus  órdenes. 

El  Contador  es  el  jefe  de  la  contabilidad  y  lleva  la  teneduría  de  libros 
por  partida  doble— forma  estadísticas  de  los  gastos  de  fabricación  y  de  las 
cantidades  v  clase  de  monedas  en  circulación. 

Para  la  verificación  de  los  metales  se  funden  primero  estos  al  título 
legal,  se  ensayan  las  barras,  y  según  el  resultado  se  procede  á  la  conti- 
nuación de  las  demás  operaciones  de  fabricación. 

El  peso  de  los  blancos  se  verifica  antes  de  ser  sellados,  en  esta  forma: 
los  «argentinos»,  «1/2  argentinos»  y  «pesos»,  uno  por  uno,  desechándose 
aquellos  que  no  tienen  el  peso  dentro  de  las  tolerancias  legales  —  de  los 
blancos  preparados  para  las  otras  monedas  de  plata  y  cobre  se  toma  al 
acaso  el  número  que  entra  en  un  kilogramo,  pesando  el  conjunto,  en  cuya 
operación,  si  hay  conformidad  en  el  límite  de  las  tolerancias,  se  los  sella 
inmediatamente,  y  sí  no,  se  procede  á  la  eliminación  de  las  malas. 


-4B6- 

£l  Director,  terminada  la  operación  de  la  fabricación»  examina  el  as- 
pecto que  presentan  las  monedas,  esto  es,  el  color  natural  del  metal,  la  per- 
fección de  los  sellos  é  inscripciones,  los  cantos,  etc.,  como  lo  exige  la 
ley. 

Después  de  esto,  el  Contador,  Tesorero  y  Ensayador  toman  cada  uno 
en  presencia  del  Director,  tres  piezas  de  un  c<peso«>  si  se  trata  de  oro  6 
plata,  y  si  de  otras  el  número  que  entra  en  un  kilogramo. 

El  Director  toma  tres  piezas  de  cada  clase,  si  el  peso  de  ellas  está 
dentro  de  las  tolerancias  de  la  ley,  de  las  cuales  entrega  dos  al  Ensayador 
para  que  veriñque  su  título,  conservando  la  tercera  junto  con  el  acta  lev^- 
tada  y  suscrita  por  los  cuatro  empleados  presentes,  testificando  el  resul- 
tado  de  la  verificación  del  peso,  el  número  de  piezas,  el  peso  del  conjunto 
y  la  fecha.  Las  especies  restantes  son  pesadas  en  conjunto  y  comparado 
su  peso  con  el  que  resulta  de  mutiplicar  el  número  de  piezas  por  su  peso 
justo,  considerándose  válida  la  operación  cuando  si  hay  diferencia  no  ex- 
cede ella  á  las  tolerancias  legales. 

Las  piezas  son  entonces  depositadas  en  el  Tesoro  junto  con  un  dupli- 
cado del  acta  mencionada  y  no  se  tocan  hasta  verificar  el  ensayo,  el  cual 
si  da  por  resultado  que  el  titulo  de  ellas  está  contenido  en  las  tolerancias  lega- 
les, se  libra  á  la  Tesorería  General  la  cantidad  fabricada,  refundiéndolas 
inmediatamente  en  caso  contrario.  El  informe  del  ensayador  se  agrega  al 
acta  de  peso,  que  es  depositada  en  su  caja  por  el  Director  hasta  que  el 
Gobierno  decreta  una  verificación  especial  para  descargarlo  de  la  respon- 
sabilidad de  la  fabricación. 

Concluido  el  trabajo  y  hechas  las  verificaciones  expresadas  el  Director 
lo  comunica  al  Ministerio  de  Hacienda  dando  cuenta  de  la  cantidad,  peso, 
valor  y  clase  de  cada  una  de  las  monedas,  quien  ordena  que  el  Sub-Se- 
cretario  de  Hacienda,  el  Contador  y  el  Tesorero  General  de  la  Nación  se 
trasladen  á  la  Casa  de  Moneda  para  verificar  el  recuento  y  peso  de  las 
cantidades  á  recibir. 

Conocido  el  número,  toman  al  acaso,  si  se  trata  de  monedas  de  oro 
ó  de  «un  peso»  plata,  varias  monedas  que  pesan  prolijamente  una  por 
una,  y  si  lo  es  de  otras  toman  el  número  que  entra  en  un  kilogramo. 
Lo  demás  se  pesa  conjuntamente  y  si  su  peso  coincide  con  el  que  resulta 
de  mutiplicar  el  número  pesado  por  el  peso  de  una  de  las  monedas,  en 
el  limite  de  las  tolerancias  legales,  toman  también  al  acaso  tres  monedas 
de  cada  clase  que  se  colocan  en  un  sobre  lacrado  incluyendo  una  acta 
firmada  por  los  empleados  que  reciben  y  los  que  entregan,  depositándose 
dicho  sobre  en  Tesorería  General  hasta  que  el  Gobierno  decreta  su  verifi- 
cación. Los  que  reciben  deben  manifestar  su  conformidad  en  una  acta 
que  firman  por  duplicado  respecto  del  peso,  número  y  valor  de  las  mone- 
das. El  Poder  Ejecutivo  ordena  una  vez  lo  menos  por  año  la  verificación 
del  titulo  de  las  piezas  de  monedas  reservadas  en  Tesorería  General. 


—  457  — 

La  Casa  de  Moneda  recibe  para  fundir,  afinar  y  ensayar  el  oro  y  plata 
que  se  le  presente,  toda  vez  que  el  peso  del  oro  no  sea  menor  de  200 gra- 
mos y  el  de  la  plata  de  5  kilogramos.  Los  metales  elaborados  en  el  esta- 
blecimiento se  devuelven  en  barras  selladas,  indicando  el  número  de  orden, 
peso  y  título  con  las  tolerancias  de  0,002  para  el  oro  y  0,003  para  la 
plata. 

La  Casa  de  Moneda  recibe  para  amonedar,  sin  retribución  alguna,  el 
oro  en  barras  selladas  que  se  le  presente  sin  considerar  las  tolerancias 
establecidas.  En  el  recibo  por  metales  depositados  que  expide  el  estable- 
cimiento se  aprecia  hasta  una  fracción  de  dos  decigramos  por  cada  pesada, 
y  si  es  plata  hasta  un  gramo. 

Una  Comisión  presidida  por  el  Ministro  de  Hacienda  y  compuesta  del 
Presidente  de  la  Contaduría,  el  Director  de  la  Casa  de  Moneda  y  el  Teso- 
rero General  de  la  Nación  determina  los  precios  que  debe  pagarse  por  cada 
kilogramo  de  metal  fino. 


PATENTES  DE  INVENCIÓN  Y  MARCAS  DE  FABRICA  Y  DE  COMERCIO 


Esta  oficina  creada  en  el  año  1876  por  Ley  especial  y  organizada  debida- 
mente según  la  misma,  prestaría  servicios  que  podríamos  llamarlos  inestima- 
bles ,si  se  llenasen  cumplidamente  sus  objetos  y  estuviese  dotada  cual  corres- 
ponde con  empleados  y  útiles  para  hacer  la  estadística  general  de  sus  múltiples 
conceptos. 

El  personal  trabajador  se  compone  de  un  empleado  auxiliar,  mal  renta- 
do, á  cuyo  cargo  está  el  único  libro  que  en  ella  se  lleva,  y  el  cual  consta  de 
casillas  de  cuatro  divisiones  en  las  que  solo  puede  consignarse  el  nombre  del 
solicitante,  objeto  de  la  solicitud,  fecha  de  su  despacho  y  duración  del  privilegio. 

No  hay  allí  libros  especiales  para  anotar  los  inventos  6  perfeccionamien- 
tos por  separado  y  por  naturaleza  de  industria,  por  revalidaciones  de  paten- 
tes extranjeras  ó  por  aumento  de  privilegios,  etc.,  ni  siquiera  se  dispone  de 
una  columna  mas  de  aquellas  cuatro  en  laque  pudiera  hacerse  las  distinciones 
que  requiere  una  estadística  prolija  y  concienzuda. 

Llega  á  tal  punto  esta  desorganización  y  deficiencia,  que  ni  la  nacionalidad 
del  inventor  ó  solicitante  puede  conocerse,  teniendo  que  inducirla  el  curioso  de 
las  analogías  de  apellido,  sus  terminaciones  ó  la  pronunciación  característica 
de  los  idiomas  conocidos. 

Suprimimos  el  cuadro  por  el  cual  se  notaría  el  frivolo  servicio  que  hace 
esta  oficina,  que  por  sí  sola  bastaría  para  desacreditarnos  ante  la  opinión  de 
muchos  en  materia  de  estadística,  que  no  es  otra  cosa  que  la  expresión  numé- 
rica de  nuestra  aptitud  y  valer. 

58 


—  458  — 

Los  únicos  datos  que  podemos  presentar  de  su  movimiento  son:  haberse 
concedido  en  el  último  año  98  patentes  de  invención  que  produjeron  al  Tesoro 
la  suma  de  trece  mil  pesos  por  derechos  y  papel  sellado,  y  193  marcas  de 
fábrica  que  representan  ocho  mil  por  idéntico  concepto. 

La  Ley  no  se  ha  cumplido  en  lo  que  respecta  á  la  dotación  del  personal  que 
ella  autoriza,  incurriendo  con  esta  informalidad  en  desórdenes  y  deficiencias 
que  importan  un  grave  desprestigio  á  la  competencia  de  los  empleados  y  una 
depresión  en  el  carácter  que  debe  investir  dicha  oficina. 

Si  no  tuviéramos  la  seguridad  de  que  su  organización  se  pondrá  muy  pronto 
en  armonía  con  los  elementos  y  arreglo  de  las  demás  para  llenar  como  debe 
las  necesidades  privativas  é  inherentes  al  progreso  general,  nos  desconsolaría 
sinceramente  verla  reducida  á  una  labor  insignificante  y  material,  sin  esas 
investigaciones  y  advertencias  que  sugiere  su  estado  económico  y  el  desenvol. 
vimiento  déla  actividad  individual. 

Las  mismas  consideraciones  vertidas  para  las  patentes  de  invención  debe 
hacerse  extensivas  á  las  marcas  de  fábrica  y  de  comercio,  pues  que  ambas 
están  comprendidas  en  esta  oficina  y  el  mismo  personal  al  servicio  de  una 
y  otra. 

Las  Leyes  que  estractamos  á  continuación  impondrán  al  interesado  délos 
procedimientos  que  debe  seguir  en  la  solicitud  por  patente  ó  marca,  así  como 
délos  privilegios,  excepciones,  multas  álos  falsificadores,  revalidación,  trans 
ferencias  de  privilegios,  etc.,  etc.,  que  ellas  acuerdan  y  establecen. 

Entre  las  patentes  concedidas  figuran  muchas  de  gran  importancia,  ya 
porque  perfeccionan  los  procedimientos  de  producción,  ó  bien  porque  dan  una 
nueva  aplicación  á  los  elementos  factores  de  la  riqueza  pública. 

En  materia  de  conservación  de  carnes,  por  ejemplo,  las  prácticas  en  uso 
hasta  hace  poco  han  ido  desapareciendo  con  suma  rapidez,  sustituidas  por  apii- 
cacionessimplificativas  de  trabajo,  material  y  tiempo,  que  son  una  garantía  en 
el  éxito  de  la  colocación  de  nuestros  productos  ganaderiles  por  la  bondad  del 
procedimiento  de  conservación. 

En  lo  que  se  refiere  á  ovejas  se  ha  concedido  patentes  por  máquinas  espe- 
ciales para  esquilar,  extraer  la  lana  de  las  pieles,  lavarla,  etc.,  por  rápidos  pro- 
cedimientos. 

En  el  cercado  de  alambre  se  han  introducido  grandes  mejoras  respecto  de 
su  duración  y  resistencia. 

En  general,  las  patentes  concedidas  han  dado  resultados  muy  provechosos, 
porque  recibiendo  inmediata  aplicación  han  reducido  los  emolumentos  de  la 
producción  y  aumentado  los  beneficios  de  la  explotación. 

Las  artes  y  las  industrias  en  estos  últimos  cuatro  años  se  han  despojado 
bizarramente  de  los  atavíos  rudimentarios  que  las  oprimían,  abrigándose  con 
los  ropajes  esplendentes  del  progreso  y  la  civilización. 

Ellas  denotan  un  adelanto  progresivo  en  nuestra  actividad  productora  y  en 
el  afán  de  perfeccionar  sus  elementos  inherentes,  de  acuerdo  con  principios  eco- 
nómicos irrefutables. 


—  469  — 

La  Ley  sobre  patentes  de  invención  establece  en  sus  principales  disposi- 
ciones: 

Conferimiento  de  derecho  exclusivo  de  explotación  á  sus  autores  por 
descubrimiento  ó  invenciones  en  cualquier  género  de  industrias,  garantido 
con  títulos  especiales  denominados  Patentes  de  Invención. 

Tal  derecho  es  extensivo  aún  para  los  descubrimientos  realizados  en 
el  extranjero,  siempre  que  el  solicitante  sea  el  inventor  ó  su  legítimo  sucesor, 
y  sujetándose  á  lo  que  sobre  este  punto  prescribe  la  misma. 

Considéranse  descubrimientos  ó  invenciones:  los  nuevos  productos  indus- 
triales, los  nuevos  medios  y  la  nueva  aplicación  de  medios  conocidos  para  ob- 
tener un  resultado  ó  un  producto  industrial. 

Las  patentes  se  otorgan  por  cinco,  diez,  y  quince  años  según  el  mérito 
del  invento  y  la  voluntad  del  solicitante — en  las  de  revalidación  se  acuerda 
hasta  diez  años,  pero  siempre  caduca  con  la  espiración  del  término  de  la  pri- 
mitiva patente. 

Una  patente  nueva  paga  el  impuesto  de  ochenta,  doscientos  6  trescientos 
cincuenta  pesos,  según  que  sea  por  cinco,  diez  ó  quince  años  de  privilegio — 
bajo  esta  base  el  impuesto  es  proporcional  al  tiempo  en  las  de  revalidación,  cuyo 
pago,  en  general,  se  efectúa  abonando  la  mitad  al  presentar  la  solicitud  y  la 
otra  por  anualidades  sucesivas. 

Una  oficina  creada  especialmente  para  la  expedición  de  las  patentes 
tiene  sobre  sí  toda  la  responsabilidad  que  supone  la  tenencia  de  papeles  y 
documentos  públicos,  con  las  obligaciones  reglamentarias  que  establece  su  ré- 
gimen interno. 

Las  solicitudes  se  hacen  en  papel  sellado  de  85  centavos  y  son  dirigidas  en 
la  Capital  á  la  Oficina  de  Patentes  y  en  las  Provincias  á  las  Administraciones 
principales  de  Correos,  acompañándose  por  duplicado  á  ellas  una  descripción 
del  invento,  los  dibujos  y  muestras  para  su  demostración  y  la  relación  de  los 
objetos  que  se  presente. 

Con  la  presentación  de  la  solicitud  se  debe  depositar  la  mitad  del  impues- 
to señalado,  abonándose  el  doble  de  la  misma  toda  vez  que  por  cualquier  mo- 
tivo se  infringiera  esta  disposición,  sucediendo  igual  cosa  con  los  Administra- 
dores de  Correos  que  no  remitiesen  en  el  primer  correo  dichas  solicitudes  al 
Comisario  de  Patentes  de  la  Capital. 

Las  solicitudes  deben  expresar  el  tiempo  porque  se  solicita  patente  sin 
contener  restricciones,  condiciones  ni  reservas,  un  título  que  designe  sumaria 
y  precisamente  la  invención;  debe  ser  escrita  en  castellano  y  los  dibujos  ane- 
xos hechos  con  tinta  y  con  arreglo  á  una  escala  métrica;  debe  limitarse  á  un 
objeto  principal,  con  los  accesorios  que  las  constituyan  y  las  aplicaciones  que 
se  indicasen. 

La  patente  puede  ser  otorgada  por  el  Comisario  siempre  que  el  término 
solicitado  no  exceda  de  diez  años,  pasando  al  Ministerio  del  Interior  para  su 
resolución,  inapelable,  si  fuere  por  quince. 


De  las  denegaciones  de  patentes  se  puede  ocurrir  al  Ministerio  del  In- 
terior quien  las  confirma  6  revoca,  perdiendo  en  el  primer  caso  la  suma  depo- 
sitada. 

Se  concede  certificado  de   adicionó   perfeccionamiento  á  lodo  aquel  que  J 
mejora  un   descubrimiento  ó  invención  patentada,  por  un  término  que  no  pue-  | 
de  exceder  del  acordado  para  la  patente  principal  ni  de  diez  años,  menos  en  el  ' 
caso  de  haber  trascurrido  la  mitad  de  ese  tiempo  ó  que  la  mejora  suprima  la 
mitad  de  los  gastos  de  producción,  ei  tiempo,  riesgo  de  personas  ó  cosas,  etc, 
en  que  se  concede  un  término  prudente  y  equitativo. 

El  procedimiento  para  obtener  dicho  certificado  es  el  mismo  del  que  cor^í 
responde  al  de  patente,  debiendo  pagar  solamente  la  cuarta  parte  si  es  el  due'] 
ño  y  la  mitad,  si  es  extraílo,  del  impuesto  de  aquella.  Si  fuese  un  extraño,  noj 
puede  hacer  ia  explotación  exclusiva  de  la  mejora  sin  pagar  una  prima  al  pri-*i 
mer  inventor  ó  explotarla  en  concurrencia  con  este. 

Paf ente  precauciona/  se  olorgaá.todo  aquel  que   explota    un  invento  ó  ¡ 
mejora  por  solo  un  año  de  duración,  pudieiido  renovarla  á  su  espiración;  esta] 
patente  se  obtiene  mediante  el  pago  de  $    50    por  cada    ve?,    que    se    la    so-| 
licite. 

Su  efecto  consiste  en  que  mientras  duren  sus  privilegios  de  explotacionJ 
no  puede  conferirse  igual  derecho  relativo  al  objeto  de  !a  invención  ó  me-g 
jora  sin  previa  notificación. 

Toda  patente  de  comercio  puede  transferirse  á  favor  de  otro  siempre  que 
se  satisfaga  la  totalidad  del  impuesto,  se  haga  constar  en  escritura  pública 
dicha  transferencia  y  por  fin  se  registre  el  traspaso  en  la  Oficina  de  Patentes. 

Son  nulas  las  patentes  ó  certificados  cuando  se  cambia  ó  altera  el  nombro  J 
del  inventor,  con  premeditación  y  mala  fé,  se  obtenga  con  un  titulo  fraud»»! 
lentamente  falso,  se  refiera  á  una  patente  en  vez  de  certificado  ó  se  exploteñM 
liabiendo  caducado. 

Caducan  en  el  caso  de  haber  trascurrido  dos  años  sin  explotarse  desdi 
la  expedición  del  permiso  ó  de  interrumpirse  durante  el  mismo  espacio  de 
tiempo  su  explotación. 

El  delito  de  falsificación  es  castigado  con  una  multa  de  cincuenta  pesos  á^ 
quinientos  ó  con  una  piision  de  uno  á  seis  meses  y  ia  pérdida  de  los  obgetos  ] 
falsificados,  con  mas  la  indemnización  de  daños  y  perjuicios  recibidos  y  re-" 
clamados. 


Son  marcas  de  fábrica  ó  de  comercio,  lasdenominaciones  de  los  objetos! 
6  los  nombres  de  las  personas,  bajo  una  forma  particular,   los  emblemas,  loa  J 
monogramas,  los  grabados  ó  estampados,  los  sellos,  viñetas  y  relieves,  la: 
letras  y  números  con  dibujo  especial,  los  envases  ó  envoltorios    délos  obje-J 
tos  y  cualquier  otro  signo  con  que  se  quiera  distinguir  los  artefactos  de  uai 
fábrica  ó  los  objetos  de  un  comercio. 


—  461  — 

La  marca  puede  colocarse  sobre  los  obgetoa  mismos,  el  envase  6  envol- 
¡Brio.  Su  propiedad  puede  pasar  ;i  ~  heredei'os  ó  sei"  trasferida  por  contrato 
ipor  disposición  de  última  voluntad. 

La  cesión  ó  venta  del  establecimiento  comprende  la  de  la  marca  si  no 
!ay  estipulación  en  contrario  en  el  contrato  respectivo. 

La  transferencia  de  una  marca  debe  hacerse  constar  en  la  Oficina  en  que 
Usé  registrada  para  adquirir  el  derecho  á  usarla. 

El  derecho  de  propiedad  de  un  fabricante  ó  comerciante  para  el  uso  ex- 
^usivo  de  una  marca  es  protegido  durante  diez  años,  sin  perjuicio  de  pro- 
ngarse  indefinidamente  siempre  queal  término  deeste  plazo  se  reproduzcan 
asías  formalidades  prescriptas  para  la  primera  solicitud. 

El  nombre  del  comerciante  y  el  de  la  razón  social,  el  de  la  muestra  ó  la 
Resignación  de  una  casa  que  negocie  en  artículos  determinados,  constituye 
lina  propiedad  industrial. 

En  el  caso  de  usarse  una  marca  ó  designación  semejanle  á  otra  preexis- 
nte,  se  debe  introducir  una  modificación  en  la  que  se  solicita  de  tal  manera 
ela  haga  visiblemente  distinta  de  aquella. 

El  reclamo  por  identidad  de  marca  ó  designación  debe  hacerse  dentro  del 
primer  año  de  uso,  pasado  el  cual  el  interesado  ha  perdido  todo  derecho  de 
breparacion. 

Lassociedadesanóminasy  los  particulares  tienen  derecho  al  nombre  que 
llevan,  debiendo  ajustarse  en  todo  lo  demás  á  las  prescripciones  de  la  ley;  el 
derecho  al  uso  exclusivo  del  nombre  como  propiedad  industrial  termina  con 
la  casa  que  lo  lleva  ó  con  la  explotación  del  ramo  de  industria. 

Son  castigados  con  multa  de  veinte  á  quinientos  pesos  ó  una  prisión  de 
quince  dias  á  un  año: 

Los  que  falsifican  ó  adulteran  una  marca  de  fábrica  ó  de  comercio. 

Los  que  usan  de  una  marca  agena. 

Los  que  contribuyen  ó  son  fautores  de  ventas  de  artículos  con  marca  falsi- 
ficada 6  fraudulentamente  aplicada. 

Los  que  contribuyen  ó  son  fautores  de  ventas  de  marcas  auténticas  sin  co- 
Jiociraiento  de  su  propietario. 

Las  penas  se  duplican  en  el  caso  de  reincidencia. 


OBRAS  DE  SALOBRIDAD 


El  saneamiento  de  las  grandes  ciudades,  indispensable  para  resistir  ala 
^scioné  influencia  de  los  agentes  morbíficos  que  desarrollan  la  labor  y  econo- 
faia  de  los  pueblos,  ha  sido  desde  tiempos  muy  remotos  el  único  arbitrio  pues- 

B  en  práctica  a  fin  de  defender  y  asegurar  la  existencia  de  las  agrupaciones 

opulosas. 


—  462  — 

Ni  la  bondad  del  clima,  ni  la  situación  ventajosa  de  las  ciudades,  la  pure- 
za de  las  aguas,  la  fertilidad  del  suelo  son  prerogativas  munifícientes  salvadoras 
y  capaces  por  sí  solas  de  conservarlas  inocuas  é  inmunes  contra  los  males 
orgánicos  que  desarrolla  la  actividad  individual  y  colectiva,  naturales  y  forzo- 
sos en  la  vida  laboriosa  de  los  pueblos. 

No  bastan,  pues^  las  excelencias  de  ciertas  ventajas  naturales  para  destpujp 
el  veneno  que  las  sociedades  mismas  desarrollan  en  su  labor  y  economía, 
sino  que,  investigando  las  ciencias  y  consultando  los  intereses  generales, 
obras  colosales  de  saneamiento  se  llevaron  á  cabo,  distribuidas  en  todas  direc- 
ciones y  por  todo  el  recinto  de  las  ciudades  amenazadas,  de  la  misma  mane- 
ra que  las  arterias  en  el  cuerpo  humano,  para  arrebatar  á  los  gérmenes  destruc- 
tores hasta  la  última  probabilidad  de  desarrollo,  convirtiendo  sus  manantiales 
de  vida  en  veneros  de  aire  puro  y  aún  de  riqueza  pública. 

La  población  de  esta  capital  seguía  sus  destinos  entregada  con  la  mayor 
confianza  y  dicha  á  su  pasmosa  actividad,  sin  que  la  turbara  siquiera  el  pre- 
sentimiento de  algún  mal  lejano,  tal  era  la  fó  que  le  inspiraban  su  clima,  sus 
aguas  cristalinas  y  su  situación. 

Febriciente  en  sus  transacciones  comerciales  y  en  el  establecimiento  y 
prolongación  devias  férreas  por  todos  los  ángulos  del  país,  fué  sorprendida  y 
azotada  por  el  flagelo  asiático  en  el  año  1868,  llevando  el  pavor  y  el  desconsue- 
lo á  todos  los  hogares:  la  población  no  estaba  preparada  para  combatir  seme- 
jante azote,  y  la  epidemia,  desarrollándose  con  violencia  y  saña,  cegó  las  cabezas 
de  innumerables  víctimas. 

Esta  cruel  lección  nos  enseñó  prácticamente  que  los  dones  de  la  natura- 
leza son  ficticios  v  falaces  al  cabo  de  un  cierto  número  de  años  de  vida  social, 
cuando  las  obras  artificiales  y  las  previsiones  y  consejos  de  la  ciencia  no  se 
vinculan  y  ligan  estrechamente  á  aquellos,  conservando  incólumes  sus  pode- 
rosos beneficios  y  ventajas. 

Un  estudio  meditado  y  profundo  de  nuestros  hombres  de  saber  nos  de- 
mostró claramente  las  causas  que  hablan  favorecido  el  rápido  desarrollo  del 
cólera  y  las  obras  que  debían  ejecutarse  para  prevenir  al  pais  de  tan  terrible 
viajero. 

Esas  elucubraciones  dieron  por  resultado  la  provisión  de  agua  filtrada  á 
los  habitantes^  obra  proyectada  en  1854,  olvidada  después,  pero  que  quedó 
terminada,  en  escala  menor,  en  el  año  1869,  y  que  después  se  ensanchó  bajo 
el  triple  sistema  de  aguas  corrientes,  desagúes,  cloacas  y  pavimento  de 
las  calles. 

Antes  de  entrar  á  tratar  estas  cuestiones  creemos  necesario  el  siguiente 
orden  de  consideraciones  que  es  la  base  á  que  aquellas  obedecen  en  su 
realización. 

Es  tradicional  nuestro  bondadoso  y  salutífero  clima  á  cuyas  cualidades 
debe  esta  ciudad  su  nombre,  de  la  misma  manera  que  el  agua  de  la  cual  se 
proveerla  á  los  habitantes  fué  declarada  superior  á  las  mas  que  hacian  igual 


—  463  — 

servicio  en  centros  populosos  de  Europa,  según  el  análisis  cuantitativo  y  cua- 
litativo practicado  á  este  respecto  tomando  diversas  muestras  de  distintos 
puntos  del  Rio  de  la  Plata. 

Construida  la  ciudad  sobre  una  eminencia  situada  al  Oeste  de  este  gran 
estuario,  la  provisión  de  agua  debía  forzosamente  hacerse  por  fuerza  de  vapor 
de  gran  potencia  y  de  una  manera  constante  para  evitar  interrupciones  en  el 
servicio. 

Las  obras  que  debían  realizarse  eran  absolutamente  indispensables  para 
poner  á  la  ciudad  en  condiciones  sanitarias  que  garantiesen  la  vida  de  los  mo- 
radores tan  seriamente  comprometida  por  el  mal  sistema  de  desinfección 
adoptado,  y  en  vigor  hasta  entonces,  de  represar  las  aguas  servidas  en  pozos 
perforados  debajo  de  las  habitaciones,  y  la  contaminación  de  las  aguas  de 
uso  doméstico  que  por  espacio  de  siglos  se  conservaban  en  perfecta  comunica- 
ción con  aquellas  por  infiltraciones  subterráneas. 

Tan  pésimas  condiciones  higiénicas  y  las  exhalaciones  deletéreas  que  ellas 
provocaban,  modificaron  naturalmente  el  clima,  preparando  el  recinto  de  la 
ciudad  para  el  desarrollo  pestífero  de  enfermedades  epidémicas,  cuyas  conse- 
cuencias costaron  raudales  de  lágrimas  á  la  población. 

Envenenado  el  ambiente,  estrechas  y  húmedas  las  calles,  la  ausencia  de 
grandes  y  numerosas  plazas,  la  poca  circulación  de  aire  reparador,  estanca- 
das y  putrefactas  las  aguas  servidas  y  contaminadas  las  potables,  tal  era  el 
estado  sanitario  en  el  afio  fatal  de  1868  cuyo  solo  recuerdo  causa  pavor. 

Sentados  estos  antecedentes  históricos,  reseñaremos  á  continuación  los 
diversos  trámites  que  sugirieron  el  estudio  y  la  magnitud  de  las  obras  de  salu- 
brificacion  proyectadas. 


Debiendo  la  Dirección  del  Ferro-Carril  del  Oeste  proveerse  de  agua  dulce 
para  el  ejercicio  de  sus  máquinas  estableció  un  pequeño  sistema  de  provisión 
que  luego  se  ensanchó  para  beneficiar  á  una  parte  del  vecindario  en  una  área 
muy  reducida  de  la  ciudad. 

El  peligro  que  ofrecía  el  imperfecto  sistema  de  no  dar  salida  á  las  aguas 
servidas  había  llamado  la  atención  de  los  hombres  de  ciencia  que  en  opúsculos 
mas  ó  menos  profundos  advirtieron  á  las  autoridades  del  país  la  amenaza  ter- 
rible que  envolvía  para  la  salud  del  pueblo  aquel  atentado  contra  la  higiene; 
fué  entonces  que  estalló  el  cólera  á  cuyo  influjo  se  presentaron  al  Gobierno 
varias  propuestas  para  el  establecimiento  de  un  sistema  completo  de  cloacas. 

Encargada  la  Municipalidad  por  ley  especial  para  estudiar  las  propuestas  y 
celebrar  el  contrato  respectivo,  después  de  muy  importantes  estudios  sobre 
puntos  que  merecían  consagrarse  detenidamente  en  su  dilucidación,  pasó  á  la 
aprobación  de  las  Cámaras  la  propuesta  del  Sr.  Robinson  que  parecía  respon- 
der mejor  á  los  intereses  generales  y  á  los  principios  de  salubríficacion* 


-  464  — 

El  Gobierno,  por  su  parte,  había  encargado  al  ingeniero  Sr.  J.  Coghlao  un 
estudio  prolijo  sobre  dichas  obras,  levantando  los  planos  correspondientes, 
cuyos  trabajos  fueron  aprobados  por  una  Comisión  especial  nombrada  para 
dictaminar  sobre  ellos,  y  que  sirvieron  de  norma  para  escuchar  las  propues- 
tas presentadas. 

Finalmente,  una  Ley  de  24  de  Setiembre  de  1870  creó  una  Comisión  de 
Aguas  Corrientes,  Cloacas  y  Adoquinado,  encargada  «del  estudio  de  dichas 
obras  y  de  su  presupuesto,  debiendo  aceptar  los  planos  que  resultasen  mas 
convenientes.» 

En  este  tiempo  llegó  á  esta  ciudad  el  Ingeniero  Sr.  Bateman  llamado  porel 
Gobierno  Nacional  para  proyectar  el  puerto  de  Buenos  Aires,  yreconocidasu 
profunda  competencia  por  los  hombres  mas  eminentes  de  las  ciencias  exactas, 
la  Comisión  no  vaciló  en  aprovechar  los  extensos  conocimientos  teóricos  y 
prácticos  del  Ingeniero,  encargándole  la  confección  de  nuevos  planos  y  el 
estudio  de  las  obras  de  salubriñcacion,  con  la  superintendencia  en  la  ejecución 
de  estas. 

El  Sr.  Bateman  aceptó  la  comisión  bajo  las  siguientes  condiciones: 

«!•  El  Sr.  Bateman  queda  nombrado  Ingeniero  para  proyectar  las  obras, 
dirigir  y  vigilar  su  ejecución. 

«2*  El  Sr.  Bateman  debe  preparar  todos  los  estudios,  planos,  especifica- 
ciones y  contratos  para  la  ejecución  de  cualquier  parte  de  las  obras.  Debe 
proveer  ingenieros  competentes  á  propósito  para  vigilar  cada  ramo,  y  debe 
pagarsus  gastos,  y  todos  los  gastos  que  precisa  la  preparación  de  los  planos 
y  la  vigilancia  de  las  obras. 

«3*  La  Comisión  paga  al  Sr.  Bateman,  un  honorario  de  7  Vo  sobre  el  costo 
de  las  obras,  y  le  ofrece  la  asistencia  en  nivelaciones  y  mediciones  que  puede 
ser  efectuada  por  los  ingenieros  jóvenes  en  servicio  del  Gobierno. 

«4*  Este  convenio  se  extiende  porel  espacio  de  7  años  y  el  honorario  debe 
ser  pagado  en  este  período  en  iguales  sumas  trimestrales;  el  restante,  si  que- 
da alguno,  al  ñn  del  período  estipulado,  ó  antes  á  ser  mas  pronta  la  conclusión 
de  las  obras. 

«5'  El  Sr.  Bateman  en  persona,  ó  por  sus  representantes,  se  encargará 
de  la  inspección  de  la  maquinaria  y  materiales  de  fierro  ú  otras  cosas  que 
será  preciso  mandar  de  Inglaterra  ú  otras  partes  de  Europa  para  las  obras,  y 
ninguno  de  estos  artículos  será  recibido  por  la  Comisión  sin  su  aprobación  y 
certificado. 

«6°  Si  sus  planos  para  la  ejecución  de  las  obras  no  son  aceptados  por  la 
Comisión  ó  las  autoridades  competentes,  la  Comisión  pagará  al  Sr.  Bateman 
por  sus  estudios,  planos  y  especificaciones  la  suma  de  10.000  £.» 

Hecho  este  contrato,  fué  sometido  á  la  aprobación  del  Gobierno,  el  cual  es- 
tuvo conforme  con  todas  sus  estipulaciones.  En  Setiembre  del  año  1871,  el  Sr. 
Bateman  envió  desde  Inglaterra  los  planos  confeccionados,  informando  sobre 
los  mejores  sistemas  adoptados  en  la  construcción  de  estas  obras  con  ídcIusíod 


-  465  — 

del  presupuesto  de  su  costo.  Llegados  dichos  planos  á  Buenos  Aires,  la  Comi- 
sión de  Aguas  Corrientes  se  consagró  á  estudiarlos  con  meditación,  analizando 
las  primordiales  cuestiones  en  todos  sus  detalles  y  aplicaciones,  y  no  satisfecha 
aún  con  los  estudios  concienzudos  hechos  por  su  parte  y  el  consejo  de  perso- 
nas muy  competentes  en  el  ramo,  formuló  catorce  preguntas  sobre  los  pun- 
tos mas  esenciales  que  debían  resolverse  científicamente  para  adoptar  unos  ú 
otros  sistemas  de  salubriñcacion. 

El  interés  ó  ilustración  con  que  procedió  la  Comisión  la  honran  altamente, 
bastando  imponerse  solamente  del  cuestionario  que  forman  dichas  preguntas 
para  convencernos  del  apostolado  que  había  hecho  de  su  misión. 

1*  ¿Pueden  arrojarse  las  materias  escrementicias  sólidas  y  líquidas,  al  Rio 
en  el  lugar  de  que  se  provee  de  agua  la  ciudad  de  Buenos  Aires,  sin  que  dichas 
aguas  se  contaminen  y  perjudiquen  á  la  salud  pública  de  los  presentes  y  futu- 
ros moradores? 

2*  ¿Las  aguas  servidas  de  la  ciudad  resultante  de  los  usos  domésticos, 
fábricas,  tintorerías,  curtidurías,  mercados,  mataderos,  etc.,  pueden  impune- 
mente mezclarse  con  las  aguas  potables  en  el  mismo  lugar? 

3*  ¿La  depuración  de  estas  aguas  por  procedimientos  químicos,  será  sufi- 
ciente para  constituirlas  inocentes? 

4*  ¿No  sería  mas  conveniente  ala  higiene  pública  utilizarlas  en  la  irriga- 
ción y  fertilización  de  las  praderas  incultas  que  rodean  el  Municipio? 

5*  ¿Qué  área  de  tierra  se  necesita  para  absorber  el  excedente  de  aguas 
servidas  de  una  ciudad  cuya  provisión  es  de  ocho  millones  de  galones  diarios 
sin  que  ellas  dañen  á  la  vegetación? 

6*  ¿Las  aguas  pluviales  deben  correr  por  los  mismos  caños  de  las  aguas  . 
sucias,  ó  galerías  de  caños  especiales  se  establecerán  para  conducirla  al  rio? 

7*  ¿Cuál  de  los  sistemas  de  irrigación  es  mas  salubre,  la  absorción  de  las 
tierras  por  el  agua  ó  la  irrigación  subterránea? 

8*  ¿  Estos  caños  de  tormenta  deben  extenderse  á  todo  el  Municipio,  ó  basta- 
rá se  coloquen  en  los  terceros  que  reciben  la  gran  masa  de  agua  llovida? 

9*  ¿  En  que  dirección  y  á  qué  profundidad  del  Rio  deben  abocar  dichos 
caños? 

10*  ¿  Las  aguas  que  han  de  servir  para  la  provisión  de  la  ciudad  deben  ser 
tomadas  de  la  localidad  que  actualmente  se  toma,  haciendo  mas  ó  menos  in- 
ternado el  caño  de  absorción,  ó  debe  preferirse  la  punta  de  los  Olivos  ú  otro 
lugar? 

11*  ¿Qué  diámetro  deben  tener  los  caños  que  han  de  servir  á  la  provisión 
y  desagüe  de  las  aguas  servidas  y  pluviales? 

12*  ¿Qué  clase  de  materiales  se  emplearán  en  su  construcción? 

13*  ¿En  qué  extensión  de  la  ciudad  las  aguas  podrán  marchar  por  su  solo 
peso  de  gravitación  y  cuál  aquella  que  requiere  el  impulso  de  máquinas  á  va- 
por y  su  fuerza  respectiva? 

14*  ¿  Cuál  de  los  varios  sistemas  de  letrinas  usados  en  Europa  es  aplicable 

59 


—  466  — 


entre  nosotros  ,  consultando    la    salubridad    pública    y    su  practícabilidadfs 

Oira  serie  de  preguntas  y  en  número  de  10  sobre  si  era  peligroso  exteo-M 
derla  provisión  de  agua  antes  que  se  le  diese  salida.  recab6de  ios  hombresJ 
ilustrados  y  de  Corporaciones  científicas,  su  contingente  de  luces  para  obrar  d» 
acuerdo  con  los  últimos  progresos  déla  ciencia  teóricay  práctica. 

Estudiadas  suficientemente  las  cuestiones  á  resolverse  y  á  virtud  de  la 
informes  particulares  recibidos,  la  Comisión  aceptó  los  planos  y  trabajos  delj 
Sr.  Bateman,    introduciendo  modificaciones  en  dos  de  los  puntos  que  fueroaj 
materia  de  la  consulta  y  de  serios  estudios  parciales. 

Aclarados  yresueltos  los  dos  puntos  en  discusión,  el  Sr.  Ingeniero  Bate-J 
man  fué  nombrado  Ingeniero  Director  de  las  Obras,  y  creóse  además  una  Comi*i 
sion  Auxiliar  en  Londres  encargada  de  verificar  las  compras  y  contratos  auto^ 
rizados  por  la  Comisión  de  Aguas  Corrientes  parala  provisión  de  todos  \oam 
materiales  necesarios  á  la  ejecución  de  lostrabajos  de  salubrificacion. 

Poco  antes  de  constituida  la  Comisión  en  Londres  y  deseando  apresurarl 
la  realización  de  dichas  obras,  la  de  Aguas  Corrientes  llamó  á  licitación  en  estaf 
Capitaly  en  la  de  Inglaterra  para  presentar  propuestas  sobre  su  ejecución. 

Fuertes  capitalistas  é  industriales  prácticos  en  este  género  de  trabajos,  ex-J 
perimentados  constructores  de  análogas  obras  en  las  capitales  europeas,  y  pon 
fin,  ingenieros  eminentes  que  se  hablan  distinguido  en  esta  clase  de  conslrue-j 
ciones,  elevaron  sus  respectivas  propuestas,  ilustradas  todas  con  estudios  com^ 
pletos  y  observaciones  científicas  muy  importantes,  tomando  como  tipo  da 
comparación  los  trabajos  realizados  en  las  principales  ciudades  del  viejffa 
mundo  y  con  gran  acopio  de  conocimientos  en  la  materia, 

Sometidos  á  la  consideración  y  estudio  de  la  Comisión  Especial  los  pla- 
nes de  salubrificacion  y  presupuesto  de  costo  de  las  diversas  propuestas  y  exa- 
minadas con  detención  en  cada  una  de  las  especialidades  constitutivas  de  los 
sistemas  aconsejados,  sin  perderde  vista  losestudiosy  planos  conl'eccionados 
por  los  Ingenieros  Sres.  Coghian  y  Bateman.  aprobó  y  aceptó  la  de  los  señores 
Nowman,  Medici  y  C.  por  ser  menos  onerosa  y  estar  mas  de  acuerdo  con  los  . 
principios  y  preceptos  que  deben  caracterizar  esta  clase  de  trabajos,  que  por  lo  1 
raismoque  son  tan  dispendiosos  debfa  contraerse  en  su  estudio  una  observa-  1 
cion  profunda  y  cautelosa  para  garantir  su  solidez,  duración  y  la  regularidad 
en  el  servicio. 

Deseábamos  tener  en  nuestro  poder  los  pliegos  de  la  propuesta  aceptada  | 
para  conocer  como  habían  sido  resueltas  las  cuestiones  científicas  que  tanto 
preocuparon  á  la  opinión  pública  y  que  fueron  objeto  de  estudios  y  observa- 
ciones completas  realizadas  por  personas  de  reconocida   competencia  y  de  ! 
sólida  instrucción;  pero,  conociendo  nosolros  la  aceptación  que  mereció  á  la  ' 
Comisión  los  planos  y  estudios  proyectados  por  el  Ingeniero  Sr.  Bateman,  cree- 
mos que  la  propuesta  se  habrá  ajustado  en  un  todo  á  dicho  plan  ó  sistema, 
satisfaciendo   además   los  dos   puntos  controvertibles  en   que  diferían   las 
apreciaciones  de  la  una  y  del  otro  y  que  consistían; 


—  467  — 

!•  El  destino  que  debían  darse  á  las  aguas  inmundas. 

2*  El  lugar  donde  debía  hacerse  la  provisión  de  agua. 

Salvada  la  cuestión  suscitada  por  esa  diferencia  de  opiniones,  la  pro- 
puesta habrá  quedado  reducida  á  conformarse  con  los  sistemas  estudiados 
y  aconsejados  por  el  Sr.  Bateman,  quien  resuelve  el  problema  de  la  cons- 
trucción de  las  obras  de  aguas  corrientes,  cloacas,  desagües  y  pavimentación 
de  las  calles  del  Municipio,  déla  manera  que  lo  hacemos  á  continuación,  ex- 
tractando su  propio  informe  pericial. 

Seremos  breves  en  este  extracto,  por  cuanto  no  es  nuestro  deber  estudiar 
profunda  y  detenidamente  las  cuestiones  de  mayor  ó  menor  importancia  que 
se  presenten  en  el  curso  de  este  Bosquejo,  sino  simplemente  reseñar  á  gran- 
des rasgos  aquello  que  mas  importe  y  merezca  conocerse  de  propios  y  extra- 
ños, máxime  cuando  en  estos  trabajos  no  hay  tanta  divergencia  en  los  siste- 
mas que  adopta  la  ciencia  moderna. 

DRENAOS  y  CLOACAS 

Examinando  las  condiciones  especiales  de  nuestra  ciudad  y  el  sistema 
sanitario  empleado  para  privarla  de  las  materias  inmundas  que  produce, 
esto  es,  las  aguas  servidas  y  los  productos  fecales,  aconsejaba  el  sistema  de 
alcantarillas  ó  cloacas  con  una  provisión  abundante  de  agua,  después  de  his- 
toriar los  diversos  tratamientos  puestos  en  práctica  en  otros  pueblos  para 
verificar  la  limpieza  de  las  ciudades  y  los  malos  resultados  que  han  dado  mas 
que  económicos,  higiénicos  ó  insalubres. 

Impugnaba  francamente  el  sistema  usado  en  Paris  en  aquel  tiempo,  pre- 
tendiendo salubrificar  la  ciudad  con  la  extracción  temporal  y  en  carros  es- 
peciales de  las  materias  fecales  contenidas  en  recipientes  impermeables,  de 
la  misma  manera  que  rechaza  el  usado  en  la  Gran  Bretaña,  es  decir,  el  tra- 
tamiento de  las  inmundicias  por  las  cenizas  secas  del  carbón  de  piedra  que- 
mado, depositadas  en  letrinas  ó  resumideros,  como  asimismo  el  aparato  de 
tierra  seca  que  es  inaplicable  para  las  grandes  ciudades. 

Todos  estos  sistemas  no  han  respondido  á  las  ventajas  y  beneficios  que 
deben  producir,  circunstancias  por  las  cuales  han  sido  abandonados  en  las 
prácticas  modernas. 

Otro  punto  cuestionable  ha  sido  también  el  destino  que  debe  darse  á  las 
sustancias  inmundas  y  á  las  aguas  servidas. 

¿Dónde  deben  arrojarse  estas  materias  residuarias? 

Numerosos  son  los  estudios  que  se  han  llevado  á  cabo  para  dilucidar 
favorablemente  esta  cuestión  tan  importante  para  la  salud  de  los  pueblos, 
sobre  todo  de  las  ciudades  fluviales  que  son  las  mas  expuestas  á  ser  víctimas 
de  cualquier  imprevisión  que  resulte  en  la  construcción  de  las  obras  de 
saneamiento . 

Diversos  procedimientos  se  han  practicado  para  salvar  á  las  poblaciones 


—  468  — 

de  las  propiedades  corruptoras  6  infecciosas  de  los  productos  fecales  y  aguas 
servidas:  unos  los  aplican  á  la  agricultura,  otros  los  depositan  ó  descargan 
en  los  ríos,  y  fínalmente  algunos  los  transforman  en  materia  esencialmente 
comercial,  el  guano. 

El  primero  es  el  que  más  conviene  á  la  salud  de  los  habitantes  de  una 
población  por  el  doble  beneficio  que  reporta  su  aplicación:  salubrifica  la 
ciudad  y  enriquece  la  agricultura,  dando  mayores  bríos  y  fuerza  á  la  produc- 
ción vegetal. 

El  segundo  ha  sido  condenado  universalmente  como  insalubre  y  atentato- 
rio á    la  seguridad  individual  y  colectiva:  contaminadas    las  aguas  por  eL 
depósito  de  las  inmundicias,  exhalan  miasmas  deletéreos  que  arrastrados  por*^ 
los  vientos  ocasionan  en  el  recinto  de  las  ciudades,  enfermedades  infecciosas 
de  consecuencias  desastrosas  para  la  comunidad. 

El  último  era  inaplicable  entre  nosotros  por  el  enorme  costo  que  exije  su 
conservación  y  establecimiento,  además  de  que  dicho  procedimiento  conta- 
mina fácilmente  el  aire,  conduciendo  á  las  mismas  conclusiones  del  anterior. 

Era  de  esperarse  que  el  primer  sistema  se  abriese  paso  en  la  opinión 
pública  sostenido  por  las  altas  conveniencias  que  envuelve  su  aplicación,  pero 
las  enormes  sumas  que  se  invertirían  en  la  construcción  de  las  obras  y 
las  reparaciones  á  que  daría  lugar  el  aumento  de  población  y  la  ausencia  de 
campos  á  propósito  en  las  inmediaciones  de  la  ciudad,  determinaron  á  los 
Ingenieros  encargados  de  su  estudio  á  aconsejar  á  la  Comisión  la  adopción  del 
segundo  que  fué  objeto  de  largas  y  profundas  investigaciones,  analizando 
parcialmente  cada  una  de  las  circunstancias  de  mas  trascendencia  para  lograr 
la  inocuidad  de  las  aguas. 

El  gran  volumen  de  agua  que  arrastra  el  Plata  y  la  ausencia  de  corrientes 
retrospectivas  determinadas  por  el  flujo  y  reflujo,  son  ventajas  inapreciables 
cuando  las  materias  inmundas  deben  descargarse  en  los  ríos,  porque  ellas 
garanten  á  las  poblaciones  do  los  peligros  de  contaminación  por  su  estanca- 
miento. 

Considerando  pues  estas  propicias  condiciones  del  Plata,  se  determinó 
arrojar  las  materias  inmundas  de  la  población  á  este  Rio,  á  una  distancia  de 
la  ciudad  próximamente  de  veinte  mil  metros  y  de  la  costa  á  los  novecientos, 
punto  desde  el  cual  serían  arrastradas  al  mar  por  la  fuerza  de  las  corrientes, 
sin  temor  de  que  la  agitación  de  las  aguas  les  dieran  un  movimiento  retrogre- 
sivo  hacia  los  puertos  de  la  Capital. 

La  inocuidad  de  las  aguas  se  había  asegurado  con  este  procedimiento 
y  zanjado  la  más  peligrosa  dificultad  para  llevar  á  feliz  término  una  cuestión 
tan  interesante  y  debatida. 

Así  quedó  resuelto  este  difícil  problema  de  tanta  importancia  para  la  salud 
de  los  pobladores  y  que  solo  después  de  un  largo  y  nutrido  estudio  sobre  los 
diversos  sistemas  en  práctica,  quedó  dilucidado  favorablemente  en  dicho 
sentido. 


—  469  — 

Otra  cuestión  no  menos  importante  debía  preocupar  ala  ciencia  hidráulica 
para  resolver  la  mejor  manera  de  librarse  de  las  aguas  de  lluvia,  sin  peligros 
de  estancamiento  ni  contaminación  y  lo  más  económicamente  posible. 

Sobre  este  punto  se  resolvió,  á  virtud  de  las  consultas  hechas  y  de  los 
informes  especiales  emitidos  por  sociedades  científicas  y  hombres  competen- 
tes en  la  materia,  que  las  aguas  debían  ser  conducidas  por  alcantarillas  ó 
cloacas  cuya  descarga  efectuarían  en  el  mismo  Rio  de  la  Plata. 

El  sistema  de  alcantarillas  ó  cloacas,  comprende  tres  clases  de  conductos, 
á  saber : 

Cloacas  colectoras  destinadas  á  recibir  y  conducir  el  producto  ordinario 
de  drenage  de  pequeños  distritos  y  el  agua  de  fuertes  lluvias  de  1  i  pulgada 
por  hora. 

Cloacas  interceptoras  que  reciben  el  producto  del  drenage  de  las  anteriores 
y  del  agua  de  lluvia  de  i  de  pulgada  por  dia,  pasando  el  excedente  de  esta  can- 
tidad combinada  por  sobre  los  bordes  laterales  ó  cámaras  que  reciben  el  agua 
de  tormenta  v  la  conducen  á 

Conductos  para  agua  de  tormenta  que  llevan  las  aguas  de  ésta  ó  de  lluvia 
directamente  al  rio. 

Para  los  casos  de  marea  alta  se  ha  provisto  grandes  reservas  para  depo- 
sitar las  materias  inmundas  y  conservarlas  mientras  dure  la  agitación  anormal 
de  las  aguas  del  Plata;  su  capacidad  total  es  de  29  millones  de  galones,  con 
una  extensión  de  una  milla  de  largo  y  separadas  en  tres  divisiones  de  28  pies 
de  ancho  cada  una. 


PROVISIÓN  DE  AGUA 


'  Calculando  la  población  de  la  Capital  en  200.000  habitantes  en  el  año  1870, 
era  opinión  de  los  Ingenieros  que  bastaba  una  provisión  de  7.200.000  galones 
por  dia  para  servir  á  todos  los  usos  y  aplicaciones  del  agua,  asegurando  á  cada 
habitante  la  disposición  de  cuarenta  galones  diarios;  pero  considerando  el 
aumento  futuro  de  población  y  las  nuevas  aplicaciones  que  tendría  el  agua 
hasta  entonces  no  conocidas,  se  dieron  á  las  obras  proporciones  vastas  pu- 
diendo  proveer  hasta  20.000.000  de  galones  diarios  de  agua  pura,  fresca  y 
saludable,  incomparablemente  mejor  á  la  que  puede  proporcionar  el  Lujan  ó 
el  Paraná. 

Para  suministrar  el  agua  á  la  población  se  ha  tenido  en  cuenta  que  la 
provisión  debe  ser  constante  y  bajo  una  presión  suficiente  para  llevarla  á  los 
pisos  más  elevados  de  las  casas,  construyendo  un  depósito  ó  reserva  cubierto 
en  el  terreno  más  alto  de  la  ciudad  al  cual  se  elevaría  el  agua  por  fuerza  de 
vapor  y  efectuaría  la  provisión  por  simple  gravitación. 

El  nivel  superior  en  dicho  depósito  estaría  á  30  pies  sobre  el  del  terreno  y 
á  110  más  ó  menos  sobre  el  del  rio  en  agua  baja,  con  una  capacidad  de  16  mi- 
llones de  {galones  de  agua. 


—  470  — 

Para  elevar  8  millones  de  galones  de  agua  en  24  horas  al  depósito  de 
servicio  ha  sido  necesario  emplear  una  fuerza  de  vapor  equivalente  á  500 
caballos. 

Las  obras  propuestas  debían  servir  una  área  compuesta  de  2156  cuadras, 
do  las  cuales  1222  i  pueden  recojer  el  producto  del  drenage  de  ellas  por  gra- 
vitación y  conducirlo  á  la  cloaca  maestra,  mientras  que  para  las  restantes  se 
debe  emplear  fuerza  mecánica  á  fin  de  lograr  el  mismo  movimiento,  por  ha- 
llarse en   terrenos  bajos. 

Las  obras  para  la  provisión  de  agua  se  componen  de  caños-maestros 
grandes  dispuestos  de  tal  manera  rjue  no  pueden  perder  más  fuerza  ó  presión 
por  fricción  que  5  pies  por  milla,  de  otros  más  pequeHos  que  pierden  10 
pies  y  finalmente  de  tubos  distribuidores  que  malgastarán  15. 

Al  presente  solo  se  ha  colocado  dos  líneas  de  caños  maestros  para  efec- 
tuar la  provisión,  pero  en  lo  futuro  podrá  aumentarse  á  tres  cuando  así  lo 
exijan  los  progresos  de  la  población. 

El  costo  total  de  estas  obras  importa  la  suma  de  ciento  cincuenta  y  nueve 
millones,  trescientos  cuarenta  mil  seiscientos  cincuenta  pesos  moneda 
corriente  (1). 

La  deficiente  administración  de  la  Comisión  encargada  de  la  ejecución 
de  estos  trabajos,  la  rescisión  de  contratos,  la  falta  del  dinero  necesario  para 
llevar  á  cabo  las  obras,  la  suspensión  de  los  trabajos  y  otras  muchas  causas 
han  elevado  el  valor  de  dichas  obras  á  la  suma  de  $  >%  38.804.530,40  en  un 
período  de  14  años,  debiendo  emplearse  todavía  tres  años  para  conseguir  su 
definitiva  conclusión. 

Si  bien  es  cierto  que  poseemos  un  sistema  de  cloacas  y  desagües  como 
no  lo  tiene  otra  ciudad  en  el  mundo,  debemos  considerar  que  es  elevado  el 
costo  de  estas  obras,  ya  por  imprevisión  ó  bien  por  la  carencia  de  elementos 
materiales  que  obligan  á  suspenderlas,  comprometiendo  al  Erario  en  un  des- 
embolso improductivo  enorme  por  los  intereses  que  consume  la  porción  de 
trabajos  ejecutados. 

La  capacidad  de  los  conductos,  cloacas  y  caños  ha  sido  impugnada  por 
un  hombre  ilustrado  y  competente  en  la  materia,  observando  que  ella  era  muy 
inferior,  al  iniciarse  los  trabajos,  porque  preveía  claramente  el  gran  aumento 
vejetativo  de  la  población,  la  atracción  urbana  y  la  inmigración  extranjera. 

El  Director  General  de  las  obras  de  salubrificacion,  pensó  que  la  ciudad 
de  Buenos  Aires  no  debía  compararse  con  la  Chicago  del  Norte  ni  la  Londres 
del  viejo  continente  en  su  extraordinario  adelantamiento,  contentándose  con 
ponerla  en  condiciones  de  recibir  en  cualquier  tiempo  toda  mejora  y  extensión 
en  sus  múltiples  servicios,  sin  cuidar  de  que  dichas  ampliaciones  importan 
erogaciones  de  tal  magnitud  que  generalmente  se  resuelven  en  aplazamien- 
tos sin  término. 

(z)  Un  peso  moneda  corriente  es  equivalente  á  o,o3S7  de  moneda  nacional. 


—  471  — 

He  aquí  las  dimensiones  aludidas  de  las  cañerías,  es  decir,  cinco  con- 
ductos de  agua  de  tormenta  y  cinco  cloacas  colectoras: 

Conducto  N*  1 — Tiene  un  diámetro  dem.  4,27,  término  medio  m.  3,505  y  una 

longitud  de  1841  metros  lineales. 

„  ,,    2 — Diámetro  m.  4,27,  término  medio  m.  3,353  y  una  longitud 

igual  á  2478  metros  lineales. 

3— Diámetro  4,27,  término  medio  3,657  y  longitud  igual  á  3672 

metros  lineales. 

4 — Diámetro  4,27,  término  medio  3,505  y  longitud  4040  metros 

lineales. 

»    5— Diámetro  4,27,  término  medio  3,200  y  longitud  1980  metros 

lineales. 

Gran  Colector  N*  1— Diámetro  variable  de  m.   1,50  á  2,21  y  longitud  6786 

metros  lineales,  forma  circular. 

Cloaca  Colectora  N*  2 — Diámetro  variable  de  0,91  á  1,37  m.  con  una  longitud 

igual  á  1300  m.  1.  y  forma  ovoidea. 
»   3 — Diámetro  entre  0,91*  á  1,37,  con  una  longitud  de  m.  I. 

1340  y  de  forma  igual  á  la  anterior. 


» 


» 


» 


» 


» 


» 


)) 


» 


»   4 — Diámetro  de  idéntica   variabilidad  y  de  longitud  de 


1437  m.  1.,  la  misma  forma. 
»  »  ))   5 — Lo  mismo  que  el  de  la  anterior,  pero  con  885  m.  1.  de 

longitud,  forma  ovoidea. 

Las  cloacas  ramales  tienen  una  forma  circular  y  variables  sus  diámetros 
entre  0,75  y  1,20  m. 


La  constitución  geológica  del  suelo  de  esta  ciudad  ofrece  interesantes  por- 
menores cuyo  estudio  ha  sido  practicado  muchas  veces  con  numerosas  inves- 
tigaciones y  experimentos  prácticos  que  nos  permiten  conocer  científicamente 
su  naturaleza  y  composición. 

Considerando  la  importancia  que  tiene  este  conocimiento  en  relación  con 
la  higiene  y  salubridad  de  las  grandes  ciudades,  trascribimos  á  continuación 
algunos  apuntes  extraídos  de  un  trabajo  minucioso  y  paciente  que  nos  refiere 
las  distintas  propiedades  de  nuestro  suelo  urbano. 

Tres  muestras  de  la  capa  superficial  analizadas  detenidamente  han  dado 
el  siguiente  resultado: 


PROPIEDADES 


CAPA 
SUPERIOR 


a»  CAPA 
.1  METRO 

'  w. 


ó*  CAPA 

2    METROS 


Aguas  y  materias  volátiles 

Arena  y  silice 

Alúmina 

Oxido  de  fierro 

Carbonato  calcico 

Oxido  de  magnesio 

Ácidos  fosfórico,  sulfúrico,  cloro,  potasa,  etc 


4.435 

2,270 

82,925 

78.935 

5.895 

9.450 

2,z83 

3.025 

1,255 

1.033 

0.860 

0.968 

2.438 

3.319 

100.000 

zoo,ooo 

1,860 
82.325 

9.975 

3,253 
1,122 
0,984 
0,481 


—  i72  — 


Analizando  las  capas  de  tierra  hasta  una  profundidad  de  14  metros,  se  ha 
observado  que: 

La  de  1  metro  es  compacta,  resistente  y  de  color  amarillento  sucio. 

De  2,  es  menos  resistente  y  más  clara. 

De  4,  es  amarilla  naranjada,  compacta  y  fuerte;  brillante  si  se  la  corta. 

De  7,  menos  compacta,  más  friable  y  más  clara,  con  brillo  metálico. 

De  9,  más  compacta  y  dura  y  blanca  sucia  de  color. 

De  11,  friable  y  arenosa,  color  amarillento  sucio,  se  desmenuza  fácil- 
mente. 

La  de  13  es  todavía  más  arenosa  y  blanda  y  la  de  14  es  dura  y  compacta 
y  de  color  amarillo  rojizo  sucio. 

La  densidad  de  la  tierra  suelta  y  comprimida,  hecho  el  experimento 
correspondiente,  da  el  siguiente  resultado  en  1000  centímetros  cúbicos. 

Peso  de  lOOO  eentfmeuro  cúbleos  de  tlern. 


SITBLTA 
USAMOS 

COMPBIMIl>A 
ÜRAMOS 

Tierra  de  1 

metro  de 

profundidad 

1181.69 

1306,10 

2 

1207,10 

1461,03 

4 

1161,90 

1415,54 

1057,28 

1288,26 

9 

1215,96 

1306,50 

11 

1184.04 

1312,20 

13 

1207,90 

1313,25 

14 

1293,42 

1422,60 

En  cuanto  á  los  componentes  químicos  de  la  misma  tierra    analizada 
hasta  14  metros  de  profundidad,  véase  lo  que  sigue. 


AKIIMA  y  MUCIl 

ALUMINA   Y 

CARBOMATü 

COMIUKADA 

ÜXIÜO  FMRÍCO 

CALCARIU 

% 

% 

% 

1  metro  de  proruiuiidad 

75,49 

12,66 

0,5 

2 

75,35 

10,42 

3,0 

4 

70,99 

13,72 

0,9 

7 

67,00 

15,30 

0,2 

9 

79,65 

10,02 

0,4 

11 

76,92 

12,87 

0,1 

13 

85,03 

9,41 

0,1 

14 

77,28 

12,16 

0,1 

El  aire  contenido  en  1000  centímetros  cúbicos  varia  entre  338,70  que  tiene 
la  tierra  á  los  14  metros  y  419,35  á  los  11,  siéndolos  demás  intermediarios. 

El  poder  absorbente  para  el  agua  varia  entre  18,57  á  los  9  metros  de  pro- 
fundidad y  36,40  á  uno,  en  peso,  y  en  volumen  entre  24,25  y  47,32  á  idéntica 
profundidad. 


—  473  — 


El  poder  de  absorción  para  las  materias  orgánicas  y  minerales  lo  revela 
el  siguiente  cuadro  en  el  que  se  han  hecho  dos  series  de  experiencias,  la  una 
por  medio  de  una  solución  titulada  de  clorhidrato  de  amoniaco  y  la  otra  por 
medio  de  una  solución  de  urea  igualmente  titulada. 


1000    KILOGRAMOS  DE 

TIERKA   ABSORBEN 

CLORURO   DK    AMONIO 


En  48  horas 
1     Gramos 


A 

» 

» 
» 


X  metro  de  profundidad 

2 


4 
7 
9 


»  X 1 
»  i3 
»  14 


En  6  días 
Gramos 


1000  KILOGRAMOS  UB 
TIERRA  ABSORUbN 
DK  URKA  

En  48  horas .  En  i  o  días 
Gramos     I     Gramos 


1088,25 

X 529, 5o 

3941,2 

5930,0 

1088.25 

x529.5o: 

3i02.5j 

4948.7 

1748.00 

:980,0o 

5855,o 

8343.7 

1980,00 

2403,50 

7448.7 

7536,2 

1092.50 

1 529,50 

-4736,2 

5673,7 

1529.50 

X748.00 

3941.2 

5930.0 

874,00 

1092,50 

3i52.5 

4328.6 

1529.50 

1748.00 

4738,7 

5948.5 

A  objeto  de  adoptar  oficialmente  un  plano  de  comparación  para  las  ope- 
raciones de  nivelación,  al  cual  debían  sujetarse  todas  las  construcciones, 
ferro-carriles,  puertos,  muelles,  etc.,  se  nombró  una  Comisión  encargada  de 
averiguar  y  resolver  científicamente  la  relación  que  hay  entre  el  nivel  ordi- 
nario de  aguas  bajas  del  Rio  de  la  Plata  y  el  centro  de  la  estrella  del  peristilo 
de  la  Catedral,  resultando  del  experimento  que  la  diferencia  de  altura  entre 
ambos  puntos  era  de  diez  y  nueve  metros. 


El  análisis  científico  practicado  de  los  componentes  del  agua  de  que  se 
sirve  la  población,  arroja  los  siguientes  resultados: 

Contiene,  O  de  materias  en  suspensión,  190  de  materias  sólidas  en  solu- 
ción, 22  de  cloro,  05  de  amoniaco,  35  de  albuminoide,  trazas  de  azoatos,  O  de 
azoitos,  5  grado  de  dureza,  1,00  de  impureza  relativa  según  la  cantidad  de 
amoniaco  albuminoide  y  2,50  de  impureza  según  la  cantidad  de  materias  só- 
lidas en  solución,  en  un  volumen  de  1000,000  m/c. 

Los  filtros  que  funcionan  actualmente  y  que  se  dividen  en  tres  cuerpos, 
tienen  en  su  totalidad  una  superficie  filtradora  de  1087  metros  cuadrados,  y  su- 
ministran una  provisión  de  agua  diaria  de  tres  y  medio  millones  de  galones  á 
una  población  comprendida  en  once  mil  casas  próximamente. 

En  breve  esta  provisión  aumentará  notablemente  hasta  suministrar  dia- 
riamente 16  millones  de  galones  con  los  nuevos  filtros  que  se  pondrán  en  ejer- 
cicio para  servir  á  45  mil  casas. 

En  el  año  1885  se  extrajo  del  Rio  5.225. 733,  kilólitros  de  los  cuales  se  sumi- 
nistró 4.127.752  á  7817  casas,  que  aseguraron  una  renta  fija,  mientras  que  el 

60 


—  474  — 

número  total  de  servicios  establecidos  alcanzó  á  8.757,  todo  el  cual  dio  un  pro- 
ducto en  el  año  de  $326.542,62,  arrojando  un  promedio  de  consumo  por  cada 
habitante  calculando  diez  personas  por  casa,  equivalente  á  147  litros -diarios  de 
agua  nitrada. 

El  promedio  de  lo  que  paga  cada  casa  es  de  $  33,87  al  año  ó  sea  de  $  3 
mensualmente,  consumiendo  cada  servicio  por  año  528.048  litros. 

La  Comisión  de  Obras  de  Salubridad  no  tiene  en  la  actualidad  un  Regla- 
mento que  fije  las  atribuciones  y  deberes  del  personal  técnico  y  administra- 
tivo á  su  cargo,  rigiéndose  a!  presente  en  todos  sus  actos  y  organización  por 
las  disposiciones  contenidas  en  un  proyecto  de  reglamento,que  tiene  sometido 
á  la  aprobación  del  Poder  Ejecutivo. 

El  que  estuvo  en  vigencia  hasta  1881  y  cuando  esta  Comisión  dependía  del 
Gobierno  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires,  es  hoy  muy  deficiente,  pues  no  llena 
cumplida  ni  satisfactoriamente  las  necesidades  creadas  por  el  progreso  alean- 
zadoen  la  extensión  que  abrazan  los  servicios  delicados  é  importantísimos  d^ 
su  objeto. 

Con  la  cesión  de  este  municipio  para  Capital  Federal  se  ha  introducido 
en  todas  las  oficinas  de  la  administración  y  en  el  régimen  de  los  ser  vicios  públ  i* 
eos,  notables  reformas  de  acuerdo  con  el  carácter  especial  que  deben  inves- 
tir y  de  las  funciones  propias  de  su  ministerio. 

Es  una  rama  del  Ministerio  del  Interior  encargada  de  servicios  tan  serios  y 
de  tan  complicado  mecanismo,  que  con  razón  se  procede  consuma  cautela  y 
estudio  en  todo  cuanto  concierne  á  organización  y  distribución  de  obligaciones. 

El  capital  que  representan  las  obras  ejecutadas  y  las  extensiones  que  han 
recibido  en  estos  últimos  años  es  considerable  y  por  consiguiente  digno  y 
forzoso  de  atender  sus  servicios  con  especial  empeño,  objeto  que  se  realizará 
con  la  dotación  personal  acordada  á  sus  dependencias  y  el  régimen  orgánico 
cuya  aprobación  pende  del  criterio  del  Poder  Ejecutivo. 


MERCADO    DEL    CENTRO 


Hemos  buscado  con  ansiedad  y  hasta  el  cansancio  entre  los  numerosos  folle- 
tos que  poseemos  y  la  misma  Biblioteca  Nacional  alguna  obra  ó  libro  que  tratara 
de  los  antecedentes  históricos  del  Mercado  «Viejo»  hoy  del  Centro,  para  com- 
poner la  descripción  á  que  estamos  obligados    de  establecimientos    de  este 
género,  según  el  plan  general  adoptado. 

Pero  nuestra  acción  y  perseverancia  se  han  visto  paralizadas  y  entorpecidaLS 
por  la  ausencia  completa  délos  datos  que  con  tanto  interés  hemos  rebuscadcD, 
sin  conseguir  otra  cosa  que  el  desaliento  y  la  pena  que  produce  la  convicción 
de  la  esterilidad  de  nuestros  esfuerzos,  dirijidos  á  hacer  la  historia  de  un  esta- 
blecimiento sumamente  interesante á  la  población. 


—  *re  — 

La  ünica  noticia  histórica  de  que  tenemos  conocimiento  es  que  ei  mismo 
local  f)  paraje  que  sirve  hoy  de  ffMercadodel  Centro»  fué  de  propiedad  pública 
primero  y  de  perloiieiicia  de  los  P.  P.  Jesuítas  después,  del  cual  hicieron  de- 
pósito de  ios  frutos  y  productos  que  compraban  en  el  interior  del  Vireynato  de 
Buenos  Aires,  habiendo  construido  para  servir  á  tal  objeto  numerosas  chozas 
ó  cuartos  techados  de  paja,  por  cuya  circunstancia  se  le  denominó  «La  Ran- 
chería." 


La  real  orden  del  monarca 
rarlos  III,  disponiendo  la  con- 
li^L-acion  de  bienes  y  expulsión 
.]i>  los  P.  P.  Jesuítas  de  sus  do- 
. ¡linios,  puso  nuevamente  á  la 
luioridad  en  posesión  de  «La 
Hnncherfa" ,  que  se  convirtió 
üiuy  luego  eti  el  primer  centro 
de  solaz  y  educación  del  pue- 
blo por  disposición  del  Exemo. 
\'¡rey  Verliz. 

Kstablecida    la    i/timmaciotí , 
i|Ui;  consistfa  en  el  alumbrado 
(\o  velas  de  sebo,  quiso  indu- 
d:ibl emente    el    mismo    Virey 
continuar  la  realización  de  las 
innovaciones  que  lenta  proyec- 
tadas, ordenando  la  institución 
de  un  teatro  í)  casa  de  comedias, 
en  el  mismo  local  de  "La  Ran- 
chei'íao,  transformada  en  gran- 
"'"^^  des  galpones  de  madera   con 
T^P  lecho  de    paja  para   servir  de 
--_-  -c  ,  ==^     onlro  de  los  espectáculos  pú- 

^y        " ^      "~  ¡(OS.     No  era  cierlamenteun 

íi[':!\:iiii.'ii  .:i!.:i'.>~.,  i.ii;i  .iii'has  diversiones,  pues    las 

tarifas  eslablecfan  uiarauíente  "dos  reales  por  los  blancos  y  uno  por  los 
que  no  lo  sean,  incluso  en  este  corto  estipendio  el  asiento  que  ha  de  haber 
para  todos.» 

La  casa  de  comeilias.  A  últimos  del  siglo  pasado  desapareció  consumida 
por  el  voraz  elemento  del  fuego,  incendio  que  tuvo  por  causa  la  caída  de  un 
cohete  en  los  techos  de  paja,  lanzado  desde  el  Atrio  de  la  iglesia  de  San 
Juan  Bautista  del  convento  de  Capuchinas,  cuya  colocación  se  celebraba  ei 
gosto  de  1792, 
nismo  paraje  casi  llegó  á  ser  teatro  en  el  orden  trágico  de  una  de 


—  de- 
esas escenas  horrorosas  á  que  solo  el  patriotismo  puede  impulsar:  el  deno- 
dado Pueyrredon,  sometida  la  ciudad  á  la  dominación  británica  á  princi- 
pios de  este  siglo,  estuvo  á  punto  de  hacer  volar  con  pólvora  el  sitio  en 
que  se  asilaron  las  fuerzas  invasoras,  y  que  solo  la  suerte  propicia  de  las 
armas  de  los  defensores  le  indujeron  á  no  ejecutar  su  proyecto  teme- 
rario. 

Es  lo  único  que  sabemos  respecto  de  los  primeros  momentos  de  exis- 
tencia de  este  mercado,  quedando  la  historia  de  una  larga  etapa  de  su  vida 
social,  envuelta  en  las  tinieblas  del  oWído. 


Las  Memorias  de  la  Municipa- 
lidad, de  la  cual  depende,  ante- 
riores á  la  de  1864,  nada  dicen 
respecto  de  los  antecedentes  del 
Mercado  Viejo,  limitándose  úni- 
camente á  dar  cuenta  de  las  ren- 
tas que  él  producía,  librados  sus 
impuestos  &  la  subasta  pública; 
pero  ni  una  sola  palabra  se  de- 
dica &  establecer  los  anteceden- 
tes  ó  condiciones  bajo  las  cuales 
se  le  entrego  al  servicio  público. 
Por  consiguiente,  coartados  en' 
este  punto  para  emprender  su 
bosquejo  histórico,  cuya  deficien- 
cia la  sentimos  muy  deveras,  for- 
zados nos  vemos  &  hablar  quizá 
desde  la  mitad  de  su  vida  admi- 
U^^-  nistrativa.  dando  á  conocer  su  ca- 
pacidad económica  y  las  difícul- 
fades  que  surgieron  con  motiso 
del  contrato  celebrado  por  la  Municipalidad  con  una  empresa  particular 
para  la  reconstrucción  de  este  Mercado  y  su  explotación  durante  un  cierto 
perfodo  de  tiempo. 

No  sacados  á  licitación  estos  trabajos,  se  presentó  una  propuesta  á  la 
Municipalidad  ofreciendo  construir  y  explotar  el  mercado  durante  quince 
años,  abonándole  un  millón  cincuenta  mil  pesos  moneda  corriente  anuales,  y 
declarando  que  pasaría  á  ser  propiedad  de  aquella  después  de  cumplido  di- 
cho plazo  con  todas  las  modiñcaciones  y  mejoras  hechas  á  objeto  de  ampliar 
su  actividad. 

Esta  propuesta  no  fui';  aceptada  porque  se  creyó  que  entregando  dichos 
trabajos  á  pública  licifacioii,  la  construcción  y  explotación  del  Mercado  serla 
muclin  menos  onerosa  por  la  competencia,  déla  cual  resulta  siempre  la  ma- 
yor economía  en  estos  negocios. 


—  477  — 

Mientras  la  Corporación  Municipal  estudiaba  la  importancia  de  este 
asunto  y  la  mejor  manera  de  proceder  á  fin  de  obtener  las  mayores  venta- 
jas en  la  concesión,  aquella  propuesta  fué  reiterada  por  la  Empresa  un 
ano  y  medio  después,  introduciendo  esta  vez  alguna  modificación  en  las  ba- 
ses que  solo  respondía  á  mejorar  las  condiciones  bajo  las  cuales  la  Sociedad 
quedaba  comprometida  á  tomar  la  obra  por  su  cuenta,  si  ellas  fuesen  apro- 
badas. 

En  esta  segunda  propuesta,  se  pagaba  á  la  Municipalidad  por  la  ena 
genacion  de  las  rentas  del  mercado  la  suma  anual  de  un  millón  de  pesos  mo- 
neda corriente  de  aquella  época,  debiendo  durar  el  contrato  de   explotación 
veinte  años,  después  de  los  cuales  el  edificio  sería  de  propiedad  municipal. 

Por  manera  que  lejos  de  convenir  á  los  intereses  déla  Municipalidad  la 
nueva  propuesta,  mucho  mas  onerosa  que  la  primera,  se  produjeron  difi- 
cultades insalvables  para  la  ejecución  de  la  obra,  desde  que  los  proponentes 
disminuyeron  la  cantidad  que  debían  pagarle  anualmente  y  aumentaron  á 
veinte  los  años  de  duración  del  contrato. 

Solo  el  parentesco  que  ligaba  á  algunos  de  los  miembros  de  las  Comi- 
siones de  Hacienda  y  Obras  Públicas  con  los  proponentes  ó  el  interés  directo 
que  tuvieron  en  este  negocio,  pues  que  dos  de  aquellos  representaban  las  cua- 
tro sétimas  acciones  de  las  que  constituian  el  capital  social,  pudo  producir 
la  aceptación  del  monstruoso  y  absurdo  contrato  tan  deprimente  para  la 
Corporación  como  oneroso  y  pesado  para  el  municipio  que  debía  soportarlo 
en  calidad  de  carga  inicua. 

Muy  poco  tiempo  después,  pero  el  suficiente  para  que  las  obras  de  cons- 
trucción estuviesen  adelantadas,  la  Municipalidad  interpuso  demanda  en 
los  Tribunales  del*  Instancia  contra  la  empresa,  pidiendo  la  rescisión  del 
contrato  por  haber  sido  hecho  con  notoria  ilegalidad  y  ultrapasado  las  atri- 
buciones que  le  confiere  su  carta  orgánica. 

La  sentencia  fué  favorable  á  la  Municipalidad  declarando  nulo  el  contrato 
y  confirmada  por  la  Suprema  Corte  en  la  apelación  que  hizo  de  ella  la  empresa 
constructora. 

Las  entradas  que  el  Mercado  tenía  en  esa  época  son  fáciles  de  calcularse 
con  solo  considerar  la  propuesta  ya  referida,  que  aunque  es  cierto  que  defrau- 
daba una  parte  de  sus  rentas  representando  una  suma  respetable  al  cabo  de 
veinte  años,  era  apenas  notable  la  diferencia  entre  la  cantidad  recaudada  anual- 
mente y  la  que  le  abonaba  la  empresa  para  la  explotación  por  su  cuenta. 

A  fin  de  que  se  pueda  apreciar  la  marcha  próspera  que  impulsa  á  este 
Mercado  el  adelantamiento  general,  vamos  á  establecer  comparaciones  re- 
cientes sacadas  de  su  propia  actividad  y  capacidad,  que  indudablemente  nos 
darán  el  grado  positivo  y  proporcional  de  su  situación  económica  presente  y 
futura. 

El  producido  de  los  diversos  impuestos  que  constituyen  la  renta  de  este 
Mercado,  ha  dado  en  el  año  1884  el  siguiente  resultado  distribuido  er)  esta  for- 


—  478  — 


ma,  la  más  á  propósito  para  dar  una  idea  fija  sobre  la  importancia  de  cada  uno 
de  ellos,  comparados  con  el  producido. 


IMPUESTOS 


AÑOS 


1994 


!••• 


)) 

w 

» 


Por  puestos  fijos 

»  »       E.  anexos 

»        »   fuera  de  radio 

Ciirros.. 

Cargueros 

Cargas  á  pié 

Canastos  ó  palancas 

»     Canastos 

>»    Corderos 

Puestos  muebles 

l'-ventunles 

Sisas 

Mullas 

t>    Arrcntíamicni')  de   piezas  altas. 


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i;    » 

I  „ 

II  » 


96.63o.8i 

4.980.12 

7-723,93 

34  862,71 

3.963,75 

1.139,76 

884.31 

3.403.34 

1. 561,97 

8.354.22 

733.52 

45.622,21 

787,20 


Totales 


I  ICO. 548.15 
»  4.849.27 
8.957,41 

2I.302,00 
1.487,00 

860, 5o 
681.65 
3.934,60 
2.000,24 
7.501.95 
876,00 
56  766,00 
»  1.394.00 
»       1.100,00 

I  21x.298.43 


Este  Mercado  cuenta  con  120  puestos  de  carne,  35  de  verdurn,  7  del 
frutas,  20  de  huevos  y  aves,  7  de  chancherías,  4  de  queso  y  manteca  y  15 
de  pescados,    todo  lo  cual  hace  un  total  de  208  puestos. 

En  este  se  reasume  toda  la  Administración  Central  de  Mercados  del 
Municipio,  y  aunque  po.see  un  numeroso  personal  para  atender  los  diver- 
sos servicios  que  comprenden  su  dirección  y  administración,  no  está  servi- 
do como  lo  reclaman  la  higiene  animal,  la  salubridad  de  la  población  y  la 
seguridad  individual. 

Casi  todos  nuestros  Mercados  adolecen  de  la  falta  de  competencia  ad- 
ministrativa ó  cuando  menos  de  la  poca  atención  que  desplegan  los  encarga- 
dos de  vigilar  por  el  mejor  servicio  y  la  garantía  de  un  consumo  de  supe- 
rior clase,  pues  frecuentemente  se  observa  que  los  animales  destinados  al 
abasto  públi  30,  si  no  han  merecido  los  favores  del  solicitante  ó  comprador 
en  el  momento  de  presentarse  al  sacrificio,  quedan  estacionados  en  los  cor- 
rales por  cinco,  seis,  diez  ó  mas  días  sin  comer  alimento  alguno,  á  no  ser  ani- 
males de  estimación  en  cuvo  caso  reciben  una  modesta  ración  diaria  de 
pasto  seco. 

Este  Mercado  produce  diez  carros  diarios  de  basura  en  invierno  y  has- 
ta veinte  en  verano. 

Al  tratar  del  Matadero  haremos  sobre  este  punto  algunas  reflexiones 
con  el  solo  propósito  de  procurarnos  la  desaparición  de  tanto  mal,  no  obstan- 
te que  creemos  quedarán  eliminados  con  el  plan  de  reorganización  de  Mer- 
cados introducido  por  el  nuevo  Intendente, 


IGLESIA  Y  CONVENTO  DE  SANTO  DOMINGO 


^^^^^r^-^ 


Desde  antes  del  aíio  1603  t a  orden  de  padrea  doraiiiicos  se  congregó  en 
el  mismo  sitio  en  que  eslá  hoy  ubicada  la  iglesia  y  convenio,  pero  de  una 
manera  muy  pobre  y  casi  provisoriamente  en  un  edificio  que  se  derrumbó 
en  1677. 

Empezados  los  trabajos  de  edificación  de  un  nuevo  templo  y  convenio 
en  el  mismo  local,  tuvo  igual  suerte  en  el  año  1751,  época  en  que  se  dió 
principio  al  actual. 

El  arquitecto  que  tomó  á  su  cargo  la  construcción  de  este  edificio  fué 
el  italiano  D.  Antonio  Marsella,  el  mismo  que  dirijió  la  de  la  iglesia  de 
San  Telrao. 

La  superficie  que  poseían  los  dominicos  por  cesión  hecha  por  D.  Juan  de 
Gai-ay,  era  de  una  manzana  completa  de  la  cual  estuvieron  en  posesión  hasta 
el  año  1823  en  que  el  Presidente  Rivadavia  suprimió  la  comunidad  y  se  man- 
dó abrir  en  la  misma  época  una  calle  cortada,  dividiéndola  manzana  en  dos 
porciones  de  terreno. 


La  superficie  en  que  está  hoy  edificado  ei  convenio  l  .^iesia  es  de  52  me-J 
tros  de  frente  por  78  de  fondo,  teniendo  ademá:^  un  atrio  de  26  por  35. 

Ei  edificio  actual   está  sustentado  por  los  muros  construidos  en  el  añal 
1751,  cuyo  trabajo  costó  á  la  comunidad  la  suma  de  45  mil  pesos  próximameo-  ' 
le,  sin  incluir  el  vaior  de  la  torre  que  mira  á  la  calle  Defensa  levantada  en  el 
año  1858,  ni  el  de  la  nueva  sacristía  próxima  á  terminarse  que  representan  á. 
rededor  de  30  mil  pesos  oro. 

La  i{?lesia  consta  de  tre?  naves,  siendo  la  mayor  la  central  que   mide  70fl 
metros  de  largo  pur  10  de  ancho  y  las  otras  dos,  colaterales.  52  de  largo  porl 
5,50  de  ancho  cada  una;  una  sacristía  y  una  contra- sacristía,  ambas  de  18  I 
metros  de  largo  por  9  de  ancho;  quince  altares  todos  tallados  arllsticamenle  en  I 
madera  de  cedro;  en  breve  se  terminará  la  construcción  de  una  nueva  sacristfaJ 
y  de  seis  pequeñas  salas  para  oficinas  déla  misma  iglesia;  dos  grandes  salas! 
reservadas  para  actos  capitulares  de  la  comunidad  y  de  las  cofradías  estableci-r 
das  en  la  iglesia.  El  convento  consta  de  un  refectorio  de  17,50  metros  de  largo  I 
por  4,50  de  ancho  y  una  sala  de  recibo  de  7  de    largo  por  5  de  ancho,  cuatro  * 
claustros  altos  y  bajos,  dos  de  53  de  largo  por  cerca  de  3  de  ancho,  y  los  oíros 
de  28  metros  de  largo  por  e!  mismo  ancho,  en  ios  cuales  hay  25  celdas  para 
habitaciones  de  los    religiosos;  un  departamento  mas  con  20  celdas  distribui- 
das en  dos  claustros,  altos    y    bajos,   sirve    para  los  novicios  y  estudiantes  ■ 
preparatorios. 

Consta  de  tres  patios,  destinado  el  primero  para  la  cocina,  despensa  y  4 
demás  dependencias  interiores,  el  segundo  para  habitación  de  los  religiosos  I 
sacerdotes  y  el  tercero  para  la  de  los  novicios  y  estudiantes. 

La  iglesia  tiene  muchos  ornamentos,  entre  los  cuales  existen  cuatro  com-  \ 
píelos  cuyo  valor  asciende  á6  mil  pesos  oro. 

En  pinturas  notables  posee  cuadros  de  importancia  artística,  habiendo  I 
entre  otros  uno  que  representa  á  la  Virgen  del  Rosario  y  Santa  Rosa  de  Lima,  I 
muy  antiguo,  pero  de  un  gran  valer  en  el  arle. 

La  iglesia  contiene  además  vai'ias  reliquias  cuidadosamente  conservadas^ 
en  grandes  cuadros  de  cristal  y  que  pertenecen  á  la  Patria,  ganadas  en  sus  1 
inmortales  triunfos  á  los  enemigos  de  nuestra  soberanía  é  independencia. 

Cuatro  banderas  tomadas  á  los  ingleses  y  el  estandarte  del  famoso  re- 
gimiento núm.  71  perpetúan  en  las  columnas  del  templo  dominico  el  Iieroico  j 
valor  de  nuestros  padres  de  1807, 

Un  retablo  mayor  de  primer  ói-den  y  la  remoción  de!  piso  de  la  iglesia  j 
sustituyéndole  con  mosaico,  son  las  mejoras  que  en  breve  se  introducirán  eii  f 
este  templo. 

Como  un  complemento  á  lo  que  llevamos  dicho  del  Conveito  é  Iglesia  de  I 
Santo  Domingo,  agregamos  el  siguiente  cuadro  relativo  al  número  de  proj 
piedades  que  poseía  esta  comunidad,  cuando  por  el  decreto  de  1823  quedaron 
despojados  de  sus  bienes  temporales. 


—  481  — 

12  de  Setiembre,  una  esquina  ocupada  por  D.  León  Machado,  alquiler  mensual  $  g 

28     »  Diciembre,  una  casa            »  »       »  Juan  Aguilera             »  »  @  17 

28     »         »            un   cuarto          )>  »       »  Martin  Aguilar           »  »  *  i? 

15     »  Abril            una  casa            »  »       »  Pedro  Longino           »  »  S  32 

30     »  Setiembre    un    cuarto         »  »       »  Manuel   Viera            »  »  »  12 

6     »  Agosto        una  casa            >  »    D*  Dominga  Medina       »  »  »  17 

6     »  Marzo          im   almacén      »  »    D.    Francisco  Marti          »  »  »  18 
28     »  Diciembre  el    cementerio 

del  hospital                      »  »       »  Juan  Ballesteros           »  »  »  5 

28     »  Diciembre  la    Ranchería »  »       »  Jorge  Robredo             »  »  *  ^3 

28  »           »          un  cuarto         »  »       »  Femando  de  la  Oyuela»  »  »  10 
8     »  Noviembre  un  cuarto   de 

la  ranchería                    »  »  »  Feliciano  de  Belén  »  »  »  2 

8  »  Noviembre  un  cuarto  del  hospital  »  José  Silva  »  »  »  4 

8  »          »            un  cuarto  chico  »  »  Andrés  Galán  »  »  @  12 

29  »  Mayo  un  cuarto  »  »  »  JoaquinDiaz  »  »  S  3 
29  »  Mayo  up  cuarto  »  »  »  Lúeas  Añasco  »  »  »  3 
I®  »  Enero(i824)un  cuarto  »  »  »  Gregorio  Hernández  »  »  »  4 
I**  »  »  (  ->  )un  cuarto  »  »  »  Román  Wilson  »  »  »  3 
I  **  »       »      (    »   )un  cuarto      »  »  »  Manuel  José  Reyes  »  »  »^  4 

Del  arrendamiento  de  tierras  pertenecientes  á  los  dominicos  tomamos  los 
siguientos  apuntes: 

Una  cuadra  de  terreno  í  los   herederos  de  D.  Ramón  Acosta  pagando  anualmente  un 

arriendo  de 8  5 

Los  terrenos  de  la  Estanzuela  á  D.  Antonio  Tollo arriendo         »  300 

Una  quinta  en  el  «Hueco  de  los  Sauces,»  D.  Manuel  Zensano. .  »  »  404 

Un  terreno  atrás  de  la  Chacarita,  D.  Guillermo  Roberson »  »  30 

Un  terreno  delante,  id.  D.  Felipe  Soto »  »  30 

3  cuadras  de  terreno,  D.  Luis  Naon « »  »  16,4 

Un  terreno,  D.  José  Santiago »  »  5 

Una  cuadra  de  terreno,  D.  Juan  Cocovl »  »  5 

Un  terreno,  D.  Marcelino  Yago »  »  8 

Un  pedazo  de  terreno,  D.  Jorge  Zamborain »  »  50 

Un  terreno,  herederos  de  D.  Francisco  Canosa »  »  7,4 

Un  terreno,  D.  Gregorio  del  Campo »  ®  20 

En  una  de  las  torres  de  esta  iglesia  existen  todavía  las  balas  de  los  defen- 
sores de  1807,  lanzadas  contra  los  invasores  délas  Islas  Británicas  que  bus- 
caron como  último  refugio  de  salvación  en  aquella  célebre  refriega  los  claus- 
tros de  la  pacífica  residencia  de  los  dominicos:  existe  en  muchos  de  nosotros  la 
dea  errónea  de  que  aquellos  proyectiles  son  de  los  ingleses,  sin  recordar  que 
los  patriotas  de  aquella  fecha  histórica  gloriosa  se  habian  empeñado  en  derri* 
bar  á  balazos  el  único  baluarte  que  quedó  al  invasor  de  su  temerario  propósito. 


6t 


—  483  -^ 

Fué  en  esta  época  que  los  P.  P.  Jesuítas  y  también  los  Recoletos  llegaron 
á  estos  dominios  estableciéndose  distintamente  por  toda  su  extensión,  empe- 
ñados como  aquellos  en  hacer  prosélitos,  aunque  no  siempre  con  idénticos 
fines. 

Los  franciscanos  y  los  jesuitas  se  repelieron  apenas  se  sintieron  en  con- 
tacto, naciendo  una  rivalidad  sin  tregua  entre  unos  y  otros,  y  trabajando  sor- 
damente por  la  ruina  del  contrario  y  el  brillo  y  el  triunfo  de  sus  respectivas 
instituciones. 

Sin  hacer  una  crónica  narrativa  de  estas  dos  rivalidades  y  sus  variados 
incidentes,  consagramos  algunas  líneas  á  la  cronológica  historia  del  estable- 
cimiento de  los  primeros. 

Cuando  el  fundador  de  Buenos  Aires  verificó  la  repartición  de  la  traza 
de  esta  ciudad,  señaló  la  misma  manzana  que  ocupa  hoy  la  iglesia  y  conven- 
to de  San  Francisco,  á  Fray  Francisco  Solano,  primer  cura  de  ella  y  también 
el  primero  y  mas  constante  agitador  para  levantar  el  templo  á  San  Francisco. 

Se  cree  que  fuese  en  1604  la  época  en  que  tuvo  lugar  la  fundación  de  este 
monasterio,  mas  ni  esta  fecha  ni  la  de  1594  en  que  aseguran  algunos,  se 
considera  la  verdadera,  porque  aun  en  este  último  año  se  hallaba  terminada  ya 
la  casa  de  los  religiosos  franciscanos. 

Por  los  documentos  históricos  á  que  dio  lugar  la  investigación  de  dicha 
fecha,  se  deduce  fácilmente  que  su  establecimiento  se  llevó  á  cabo  muy  pocos 
años  después  de  la  reconstrucción  de  la  ciudad  por  don  Juan  de  Garay. 

Y  en  efecto,  consta  en  instrumentos  públicos  que  en  el  año  1589,  el  Ca- 
bildo y  Justicia  Mayor  de  esta  ciudad  tuvo  que  proceder  contra  los  desmanes 
é  inmoralidad  ejecutados  públicamente  por  el  fray  franciscano  Francisco  Ro- 
mano que  formaba  parte  de  la  comunidad  religiosa  ya  establecida. 

Finalmente,  otra  prueba  que  no  deja  duda  acerca  de  la  fecha  de  la  fundación 
del  convento  es  que  en  el  año  siguiente  la  autoridad  ordenó  al  mismo  fraile  Ro- 
mano á  presentarse  á  los  tribunales  ordinarios  á  exponer  las  razones  en  que 
se  fundaba  para  cercar  las  calles  que  tocaban  alas  dos  manzanas  que  D.  Juan 
de  Garay  donó  para  el  establecimiento  de  la  comunidad  de  San  Francisco. 

La  misma  Real  provisión  y  donación  de  aceite,  vino,  ornamentos  y  cam- 
pana hecha  en  favor  de  esta  congregación  de  franciscanos,  prueba  irrefuta- 
blemente que  la  instalación  del  Convento  é  institución  religiosa  se  verificó  muy 
pocos  años  después  de  la  reconstrucción  de  esta  ciudad. 


El  actual  edificio  de  la  iglesia  empezó  á  construirse  en  e¡  año  1731  y  se- 
gún el  plano  confeccionado  por  el  arquitecto  padre  Jesuíta  D.  Andrés  Blanqui, 
quedando  terminado  en  1783,  á  excepción  de  las  torres  que  en  1807  se  desplo- 
maron. 

Mientras  se  emprendía  la  construcción  de  la  iglesia,  los  franciscanos  aquí 


—  484  — 

residentes  representaban  continuamente  al  Rey  la  necesidad  y  urgencia  de  en- 
viar religiosos  franciscanos  á  los  pueblos  del  Plata  reclamados  por  numero- 
sas naciones  indígenas. 

De  aquí  se  deduce  pues  que  en  tanto  se  apresuraba  la  fábrica  del  ediñcío, 
no  se  olvidaba  de  aumentar  y  extender  la  propaganda  de  la  fé  católica  en  ter- 
ritorios inmensos  poblados  por  creyentes  idólatras,  por  ignorancia,  que  ab- 
juraban de  sus  ideas  religiosas  cuando  la  prédica  del  cristianismo  llevaba  á  su 
conciencia  el  convencimiento. 

El  edifício  de  la  sola  iglesia  había  costado  hasta  1770  medio  millón  de  pe- 
sos, celebrándose  su  dedicación  en  1754. 

Siendo  guardián  el  padre  Antonio  de  Santaella,  se  trabajó  en  1751  el  coro, 
destruido  en  1767. 

En  1754  se  había  colocado  todos  los  altares  y  cinco  puertas  principales  de 
la  iglesia  y  sacristía;  se  hizo  además  el  panteón,  la  reja  de  fíerro,  las  perillas 
de  bronce  y  por  fln  la  baranda  de  madera  torneada  del  comulgatorio. 

El  claustro  que  va  de  la  sacristía  á  la  portería  quedój^terminado  en  1757, 
como  igualmente  se  llevó  á  cabo  en  el  mismo  año  notables  adquisiciones  en 
adornos  de  altares  é  imágenes.  En  el  año  1761  y  siguiente  se  aumentaron 
estas  adquisiciones,  se  colocaron  las  barandillas  de  madera  torneada,  adelan- 
tóse la  construcción  del  convento  y  se  terminó  la  de  las  bóvedas  de  dos  claus- 
tros y  la  de  un  oratorio  en  el  panteón. 

En  1763¡quedó  terminada  la  escalera  principal  y  cuatro  celdas,  habiéndose 
empezado  la  construcción  de  otras  dos.  En  1766  el  pulpito  entallado,  varias 
celdas  y  otras  obras  de  carpintería  y  albañilería  se  llevaron  á  cabo.  En  1770 
las  obras  se  suspendieron  por  orden  de  la  autoridad^  pues  amenazaba  la  gran 
bóveda  de  la  iglesia  desplomarse  y  tal  vez  reducir  á  escombros  todo  el  edificio, 
por  cuya  razón  informaron  los  peritos  constructores  nombrados  ad  hocse  pro- 
cediese inmediatamente  á  su  demolición. 

Esta  resolución  oficial  abatió  profundamente  el  ánimo  de  los  padres  reli- 
giosos, que  se  consideraban  completamente  arruinados  si  ella  se  hacía  prác- 
tica, pues  desaparecía  el  único  medio  de  existencia  con  que  se  sustentaban  y 
los  frutos  de  un  largo  y  penosísimo  trabajo  de  una  serie  de  años. 

El  guardián  fray  Juan  Antonio  López  fué  el  que  levantó  la  voz  y  emprendió 
la  defensa  del  edificio  en  representación  de  la  comunidad,  demostrando  con 
muy  atendibles  argumentos  que  no  había  tal  peligro  de  desplome  y  que  con  un 
ligero  refuerzo  se  garantía  la  solidez  y  firmeza  del  edificio,  consiguiendo  por 
fin  eludir  la  ejecución  de  tan  temeraria  disposición. 

Reanudado  el  trabajo  para  el  convento  é  iglesia  continuaron  con  el  mismo 
ardor  los  religiosos  haciendo  terminar  las  construcciones  empezadas,  adqui- 
riendo nuevos  adornos  y  aumentando  siempre  con  nuevas  construcciones  ya 
en  la  iglesia,  ya  en  el  convento.  Así  prosiguieron  hasta  principios  del  siglo 
actual^  sin  vacilar  un  momento  en  medio  de  todas  las  dificultades  y  pobreza 
aueles  asediaban  en  sus  faenas  cuotidianas, 


—  485  — 

En  1807  sufrió  grandes  desperfectos  la  iglesia  con  motivo  de  haberse  gua- 
recido en  ella  las  columnas  del  ejército  inglés  que  invadió  esta  capital,  y  aun- 
que no  se  sabe  exactamente  los  perjuicios  que  ocasionaron,  porque  en  dicho 
año  no  se  llevó  constancia  alguna  por  parte  de  los  religiosos,  ellos  no  debieron 
ser  muy  insigniñcantes  cuando  antes  de  fínalizar  el  mismo  se  derrumbó  toda 
la  fachada  del  templo. 

Este  acontecimiento  imprevisto  originó  la  observación  técnica  de  todo  el 
edificio,  por  disposición  de  la  autoridad  que  temiendo  una  catástrofe  con  lo 
que  había  quedado  en  pié  del  templo,  se  apresuró  á  ordenar  su  inspección. 

Verificada  esta  y  emitido  el  informe  seiba  á  proceder  á  su  demolición 
completa,  pero  creyendo  no  fuese  rigurosamente  necesaria  tal  medida,  se  hizo 
venir  de  Montevideo  al  ingeniero  constructor  don  Tomás  Toribio  que  tenía  á 
su  cargo  las  reales  obras  de  fortificación  de  ese  puerto. 

Inspeccionadas  por  este  las  seguridades  de  la  parte  de  edificio  que  se  man- 
tuvo firme,  opinó  que  ligando  las  paredes  que  forman  la  nave  interior  del  edi- 
ficio por  medio  de  gruesos  tirantes  de  fierro  colocados  á  distancia  proporcio- 
nada, aseguraba  que  la  duración  del  templo  quedaba  garantida,  aun  más  que 
la  de  los  mejores  construidos.  Fué  el  mismo  arquitecto  Toribio  que  se  encargó 
de  dicha  obra  de  reparación,  construyendo  el  pórtico  y  torres  de  la  iglesia  y 
los  trabajos  de  seguridad  ya  referidos. 

En  el  año  1810  quedaron  terminadas  las  obras  de  refacción  ideadas  por 
aquel  arquitecto  y  ejecutadas  por  su  orden  por  el  ingeniero  don  Francisco  Ca- 
ñete. Todo  esto  existe  hasta  el  presente. 

El  frontis  fué  tasado  en  la  suma  de  cuarenta  y  dos  mil  pesos,  de  los 
cuales  tuvieron  que  desembolsar  los  franciscanos  diez  y  nueve  mil. 

Los  trabajos  que  continuaron  hasta  el  año  1819  fueron  ya  casi  insign- 
ficantes,  pues  solo  se  atendía  entonces  á  la  adquisición  de  más  adornos 
é  imágenes,  etc. 

La  arquitectura  del  frontis  del  templo  es  de  orden  dórico  y  jónico  y 
tiene  15,58  metros  de  ancho  por  31,20  de  alto  hasta  las  cruces  de  las  torres  jó- 
nicas. Entrando  por  la  puerta  mayor  del  frontispicio  septentrional  se  sigue 
un  vestíbulo  en  cuyo  pavimento  hay  una  lápida  con  esta  inscripción: 

<(Aquí  yacen  los  restos  de  los  Ilustrísimos  Sres.  Obispos  de  Buenos 
Aires  D.  Fray  Gabriel  y  D.  Fray  Juan  Arregui,  hermanos,  naturales  de 
esta  ciudad,  y  protectores  de  la  fábrica  de  este  templo,  año  de  1637  y 
renovada  en  1861  por  esta  comunidad  á  que  pertenecieron.» 

La  arquitectura  del  interior  de  la  iglesia  es  de  orden  toscano,  el  piso 
del  salón  de  baldosas  catalanas,  y  su  superficie  de  86,60  metros  de  lon- 
gitud por  13  de  ancho.  Los  altares  colocados  en  las  paredes  laterales 
del  templo,  son  doce,  sin  contar  el  altar  mayor,  los  de  la  contra  sacris- 
tía 6  de  pro/undis^  oratorios  y  panteón  que  alcan^n  á  diez  y  seis,  y  con 
los  de  la  Iglesia,  capilla  y  panteón  de  San  Roque  (ubicada  en  34,64 
¡netros   de  longitud  y  9,70  de  ancho)  con    veinte  y  ocho  altares.  El    altar 


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mayor  tiene  de  alto  17^40  metros  y  de  ancho  13.   La  arquitectura  del  re- 
tablo es  de  orden  corintio  y  majestuosa. 

El  panteón  está  ubicado  bajo  el  altar  mayor,  al  cual  se  desciende 
por  una  escalera  de  diez  escalones. 

A  la  sacristía  se  entra  por  la  parte  de  Oriente  y  contiene  dos  her* 
mosos  cuadros  que  revelan  toda  la  grandeza  del  pincel  de  Miguel  Ángel, 
y  representan  la  Ascensión  y  la  Crucifixión  del  Señor.  En  el  lienzo  de 
estos  cuadros  se  lee:  «Miguel  Ángel  fecit  anno  1760». 

Una  fuente  de  mármol  y  una  pila  son  también  dos  obras  de  mérito. 
Las  otras  pinturas  que  adornan  las  paredes  no  dejan  de  ser  de  alguna 
importancia. 

La  ante-sacristía  se  compone  de  17,25  metros  de  longitud  y  de  7,80  de 
ancho,  y  está  adornada  de  un   elegante  retablo  jónico  y  de  varias  pinturas. 

El  coro  de  esta  iglesia  se  distingue  especialmente  por  su  majestad:  dos 
órdenes  de  sillas  de  cuerpo  ocupan  sus  paredes  laterales  en  número  de  ochenta 
y  dos;  el  facistol  es  sólido,  de  madera  de  Jacaranda,  tallada,  y  tiene  un  re- 
sorte y  llave  de  fierro,  secreto,  para  hacerlo  giratorio,  que  no  se  puede 
descubrir  su  situación. 

Los  libros  mayores  son  16  y  ocho  los  menores,  de  seis  palmos  de 
ancho  abiertos.  Existen  dos  órganos:  el  mayor  está  contenido  en  una 
caja  de  cedro  con  tres  columnas  y  dos  medias  columnas  y  cuatro  huecos; 
una  ventana  pequeña  para  poner  dos  órdenes  de  teclas  para  las  manos  y 
uno  para  los  pies,  con  dos  tambores  y  seis  puertas;  tiene  de  altura  6,90 
metros  con  cinco  angelones  y  cuatro  fuelles. 

El  convento  es  vasto  y  su  perspectiva  arquitectónica  admirable. 

La  biblioteca  posee  obras  de  notable  mérito  en  idioma  hebreo,  griego, 
latin,  castellano,  francés,  portugués,  italiano  y  versan  sobre  todas  artes  y 
ciencias.  Ei  número  de  volúmenes  alcanza  á  7000. 

La  capilla  de  San  Roque  construida  en  el  costado  izquierdo  de  la 
iglesia  de  San  Francisco  y  cuadrando  ei  atrio  de  este  templo,  puede  con- 
siderarse como  una  institución  aparte,  aunque  está  en  perfecta  comunica- 
ción con  la  comunidad  de  los  padres  franciscanos. 

Y  en  realidad  son  independientes,  aun  en  su  respectiva  advocación, 
pues  tienen  todos  los  ornamentos,  esculturas,  imágenes  etc.,  de  su  pro- 
piedad, con  todas  las  demás  necesidades  ó  adherencias  del  culto. 

Véase,  ahora,  por  el  documento  que  transcribimos  y  á  que  hemos  hecho 
referencia  en  el  episodio  de  que  el  mismo  dá  cuenta. 


CABILDO   DE   i6  DE  FEBRERO   DE   1689 


En  la  ciudad  de  la  Trinidad  y  Puerto  de  Buenos  Aires,  en  diez  y  seis  dias  del  mes  de  Febrero 
de  mil  quinientos  y  ochenta  y  nueve  años,  se  juntaron  á  Cabildo  como  han  de  costumbre, 
Justicia  y  Regimiento,  conviene  á  saber:  £1  General  Juan  de  Torres  Navarrete,  y  Alcalde 
Gaspar  de  Quevcdo  y  Hernando  de  Montalvo,  Regidor,  y  Andrés  de  Vallejo,  Alférez,  y  Pedro 


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Sánchez  de  Luque,  y  Francisco  Muñoz,  y  Antón  Higueras  de  Santana,  y  Miguel  Navarro, 
Procurador  desta  ciudad,  y  estando  asi  juntos  en  el  Cabildo,  el  alcalde  Gaspar  de  Quevedo 
dijo:  que  anoche  á  mas  de  las  nueve  horas  de  la  noche,  estando  presentes  Antón  Higueras  de 
Santana,  y  Francisco  Muñoz  y  Hernando  de  Montalvo,  juntamente  con  el  Escribano  Antón 
Garda  Caro,  llegó  Francisco  Pérez  de  Burgos,  Escribano  de  Su  Majestad  y  vecino  desta  ciudad, 
y  dijo  que  nos  requería  una,  dos  y  tres  veces,  y  todas  las  que  de  derecho  podía  y  debía,  como 
á  tal  alcalde  y  regidores  desta  ciudad,  pusiésemos  orden  y  remedio  en  los  alborotos  y 
ocasiones  que  Fray  Francisco  Romano,  fraile  de  la  Orden  de  San  Francisco  y  cura  desta  ciudad 
metía  y  obligaba  á  los  hombres  para  perderse,  y  que,  no  lo  haciendo,  protestaba  contra 
nosotros  lo  que  protestar  debía  y  podía,  con  mas  las  revueltas  y  muertes  que  sucediesen 
fuesen  á  nuestro  cargo  y  no  al  suyo;  y  á  mí  constándome  ser  el  dicho  fraile  ocasionado,  lo 
deda  y  proponía  en  el  Cabildo,  ante  el  Señor  General  y  demás  Justida  y  Regimiento,  y  dijo, 
que  presentaba  para  descargo  de  su  ofído,  y  por  hacer  lo  que  debía  un  requerimiento  del 
tenor  siguiente: — que  para  tal  caso  se  requiere,  y  estando  en  el  Cabildo  entró  Francisco  Pérez, 
Escribano  de  Su  Majestad,  y  presentó  una  provisión  de  su  Majestad  en  que  le  hada  merced 
del  dicho  oficio  de  escribano,  y  la  licenda  para  pasar  á  estas  partes  de  las  Indias,  y  dijo:  que 
el  requerimiento  que  fecho  tiene,  lo  vuelve  á  hacer  de  nuevo  ante  sus  mercedes  y  lo  pedia  por 
testimonio;  y  estando  en  esto  entró  el  Alcalde  Alonso  Parejo,  y  yo  el  dicho  Escñbano  ie  lei 
de  verbo  ad  verhum  el  dicho  requerimiento  que  hizo  Francisco  Pérez  de  Burgos,  Escribano  de 
Su  Majestad,  y  el  requerimiento  que  el  Alcalde  Gaspar  de  Quevedo  hada. 

Y  el  Aladde  Alonso  Parejo,  visto  el  requerimiento  de  Frandsco  Pérez  y  el  que  el  Alcalde 
Gaspar  de  Quevedo  ha  presentado,  dijo:  que  es  justicia  que  se  envié  á  su  Prelado  al  Padre 
Fray  Francisco  Romano,  para  que  se  evite  el  escándalo  y  ocasiones  desta  dudad  que  en  ella 
dá  y  ha  dado  y  va  continuando,  para  que  los  hombres  y  vednos  desta  dudad  vivan  con  quietud 
y  sosiego  en  el  servido  de  Dios  y  de  Su  Majestad;  y  esto  dijo  que  daba  por  su  parecer  y  voto, 
y  lo  firmó. 

Luego  habló  el  Tesorero  Hernando  de  Montalvo,  Regidor  desta  dudad,  y  dijo:  que  lo 
pedido  por  requerimiento  de  Frandsco  Pérez  de  Burgos,  y  ansinusmo  por  el  Alcalde  Gaspar 
de  Quevedo,  al  General  y  á  todo  el  Cabildo,  son  justos  y  verdaderos,  y  que  conviene  lo  por 
los  dichos  requirimíentos  pedido,  que  el  dicho  Fray  Francisco  Romano  salga  desta  dudad  á  dar 
cuenta  ásu  Prelado,  de  lo  que  ha  hecho  y  dicho  en  perjuicio  y  deshonor  de  los  vecinos  des- 
ta dudad,  y  de  mujeres  casadas,  y  el  haber  tenido  desacato  con  Pedro  Berdun,  Teniente  que 
fué  en  esta  ciudad,  de  querelle  dar  un  palo  en  la  plaza  pública  desta  dudad  y  ansí  mismo  al 
Alcalde  Gaspar  de  Quevedo;  yes  público  y  notorio  en  esta  dudad,  y  en  la  de  Santa-Fé,  y  en 
la  de  la  Asundon,  que  anduvo  huyendo  por  los  montes,  con  un  arcabuz,  huyendo  de  su  Prelado 
y  de  las  demás  justicias,  eclesiásticas  y  seglares,  en  que  fué  dado  por  apóstata  por  el  Obispo  y  su 
administrador,  según  este  declarante  lo  ha  oido  dedr  públicamente  en  esta  dudad;  y  declaro 
que  conviene  al  servicio  de  Dios  Nuestro  Señor  y  de  Su  Majestad  y  quietud  y  pacificación 
desta  ciudad,  por  oviar  mayores  daños  y  cosas  que  pueden  suceder,  visto  su  mal  ejemplo  que 
dá,  que  le  edien  desta  dudad  y  se  dé  cuenta  á  su  Prelado:  y  esto  dijo  que  daba  por  su  respues- 
ta y  parecer  y  lo  firmó  de  su  nombre. 

Y  luego  habló  Andrés  de  Vallejo,  Alférez  y  Regidor,  y  dice:  que  todo  lo  que  ha  dicho  el 
Tesorero  Hernando  de  Montalvo  ha  venido  á  su  noticia,  y  se  conforma  con  lo  que  el  didio 
T^orero  ha  dicho:  y  esto  dio  por  su  respuesta  y  parecer,  y  lo  firmó  de  su  nombre. 

Y  luego,  enaste  instante,  entró  Juan  de  Castro,  Regidor. 

Y  luego  habló  Pedro  Sánchez  de  Luque,  Fid  Ejecutor  y  R^dor,  dijo:  que  visto  el 
pedimento  de  Frandsco  Pérez  de  Burgos,  fecho  al  alcalde  y  demás  regidores,  y  lu^o  pedido 
áeste  Cabildo  por  el  requerimiento  del  alcalde  Gaspar  de  Quevedo,  ser  muy  justo  y  conveniente 
al  servido  de  Dios  y  de  Su  Majestad,  y  á  los  vednos,  y  paz  y  quietud  desta  república  que  el 
dicho  Fray  Francisco  Romano  salga  desta  dudad  lueso,  á  dar  cuenta  á  su  Prelado  de  los  es- 
cándalos y  alborotos  que  ha  dado  en  esta  dudad,  y  da,  y  el  mal  ejemplo  que  dá,  y  las  infamias 
que  ha  causado  y  causa  á  los  vecinos  y  mujeres  casadas  desta  dudad;  y  como  R^dor  y 
Fiel  y  Ejecutor  della,  pide  y  requiere  una  y  dos  y  tres  veces,  y  las  que  de  derecho  puede  y  de- 
be, ai  General  y  cuerpo  de  este  Cabildo,  Justicia  y  R^miento  desta  dudad,  luego  le  envien  á 
dar  la  dicha  cuenta  al  dicho  su  Prdado,  que  hadéndolo  ansí  harán  lo  que  deben  y  son  obligados 
en  servido  de  Dios  y  de  Su  Majestad,  y  bien  desta  república,  y  lo  contrarío  hadendo,  protesto 
contra  todos  en  general  y  á  cada  uno  en  particular,  los  daños,  muertes,  escándalos,  ínfe^nn'^j^ 
menoscabos  de  personas  y  haciendas  que  se  recresderen  á  los  vecinos  y  moradores,  estantes  y 
habitantes  en  esta  dudad;  y  esto  daba  por  su  voto  y  lo  pedía  por  testimonio  para  en  guarda 
de  su  derecho  y  lo  presenta  ante  quien  conviene  y  lo  firmo  de  au  nombre. 

Y  luego  hablo  Frandsco  Muñoz,  vecino   y  R^;idor  desta  dudad,  y  dijo:  que  habiendo 
visto  d  requerimiento  fecho  por  Frandsco  Pérez  de  Burgos  y  por  d  Al^de  Gaspar   de 


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Quevedo,  constándole  ser  verdaderas  y  justas  y  á  derecho  conforme,  y  haber  visto  por  vista  de 
ojos  muchas  cosas,  y  oidoselas  al  dicho  fraile,  y  por  acortar  razones  se  remite  al  dicho  y  voto 
y  parecer  de  Pedro  Sánchez  de  Luque,  y,  como  regidor  desta  ciudad,  hace  el  propio  requeri- 
miento, con  las  protestaciones  que  el  dicho  Pedro  Sánchez  las  hace,  y  lo  pido  por  testimonio; 
y  esto  dio  por  su  respuesta,  y  lo  firmó. 

Y  luego  habló  Juan  de  Castro,  Regidor  desta  ciudad,  y  dijo:  que  á  su  noticia  ha  venido  que 
el  Padre  Fray  Francisco  Romano  ha  causado  muchos  escándalos  en  esta  ciudad  y  en  otras 
partes  adonde  ha  estado;  pero  que  en  el  inter  de  agora  no  conviene  que  el  pueblo  quede  sin 
religioso,  y  si  saliese,  requiero  al  General  y  á  todos  los  deste  Cabildo  que  estorben  la  ida  y  viaje 
á  un  padre  que  aqui  está,  que  no  salga  de  la  ciudad;  y  esto  dio  por  su  voto  y  parecer,  y  lo  firmó 
de  su  nombre. 

Y  luego  habló  el  Regidor  Antón  Higueras,  y  dijo:  que  visto  el  pedimiento  y  requirimiento 
y  protestación  fecha  por  Francisco  Pérez  y  por  el  Alcalde  Gaspar  de  Quevedo,  ser  justa,  y  todo 
que  dicen  ser  justo  y  haber  pasado,  y  haberlas  oido,  y  parte  de  ellas  haber  pasado  en  su  pre- 
sencia, estando  el  miércoles  de  ceniza,  á  puestas  del  sol,  con  el  Alcalde  Gaspar  de  Quevedo,  en 
la  plaza  desta  ciudad,  vino  el  dicho  fraile  de  su  convento  diciendo  que  le  quería  hablar  una 
palabra  y  apartóle  desviado,  habló  en  secreto  con  el  dicho  Alcalde,  y  oyó  dedr  al  dicho  Alcalde: 
tenga  respeto  á  la  vara  del  Rey,  sino  haréselo  tener,  y  allí  de  palabra  en  palabra,  se  vinieron  á 
trabar  de  manera  que  vino  á  alzar  el  dicho  palo  para  el  dicho  Alcalde,  diciéndole  de  falsario,  y 
yo  me  ful  para  el  dicho  fraile  y  le  detuve,  llevándole,  y  rogándole  que  por  amor  de  Dios  se 
fuese  á  su  convento;  y  ansi,  visto  las  libertades  y  desvergüenzas  que  tiene  con  la  justicia  Real,  y 
dijo  que  conviene  al  servicio  de  Dios  y  del  Rey,  y  bien  de  la  República,  que  se  le  mande  que 
salea  á  dar  cuenta  á  su  Prelado,  y  no  haciéndolo  ansí,  le  apremien  á  que  luego  se  vaya ;  y  esto 
dio  por  su  respuesta  y  parecer,  y  lo  firmó  de  su  nombre. 

Y  luego  Francisco  de  Areco,  Alguacil  Mayor  desta  ciudad,  habló  y  dijo :  que  se  conforma 
con  el  dicho  del  Alcalde  Alonso  Parejo  y  Hernando  de  Montalvo,  tesorero;  porque  conviene  al 
servicio  de  Dios  y  de  su  Majestad,  y  esto  dio  por  su  voto  y  parecer,  y  lo  firmó  de  su  nombre. 

Y  luego  habló  Miguel  Navarro,  Procurador  desta  ciudad  y  dijo:  que  pues  es  notorio,  pública 
voz  y  fama  que  el  dicho  fray  Francisco  Romano  ha  causado  y  causa  grandes  escándalos  en  esta 
ciudad,  y  da  mal  ejemplo  en  ella,  infamando  á  los  vecinos  y  moradores  y  mujeres  casadas  desta 
ciudad,  pide  y  requiere,  una  y  dos  y  tres  veces,  y  las  que  de  derecho  debe  y  puede,  en  nombre 
de  la  República,  pobres  y  viudas  della ;  pide  al  general  y  Justicia  y  Regimiento  desta  dudad 
luego  compelan  al  dicho  fraile  salga  desta  ciudad  á  dar  cuenta  á  su  Prelado,  sin  embargo  de  lo 
que  dice  en  su  voto  y  parecer  Juan  de  Castro,  Regidor ;  y  haciéndolo  ansi  estorbarán  muchos 
daños  y  escándalos  que  pueden  suceder  y  acaecer ;  que  enviándolo  á  su  Prelado  harán  lo  que 
deben  y  son  obligados ;  lo  contrario  haciendo,  protesta  contra  sus  mercedes  en  general  y  cada 
uno  en  particular  los  daños,  muertes  y  menoscabos  que  en  esta  ciudad  recresderen ;  y  de  como 
ansi  lo  pide  y  requiere,  lo  pide  por  testimonio,  y  lo  firmó  de  su  nombre. 

Y  luego  habló  el  General  Juan  de  Torres  Navarrete,  y  dijo :  que  visto  los  escesos  y  demaúas 
que  ha  tenido  y  tiene  el  Padre  Fray  Francisco  Romano,  teniendo  poca  correcdon  y  enmienda 
a  cosas  pasadas,  dijo  que  por  evitar  los  daños  que  se  podrían  recrescer,  es  justo  que  vaya  á  su 
Prelado,  á  descargarse  de  todo  lo  que  ante  él  se  pedirá  por  algunas  personas  que  ante  el  pare- 
cerán á  pedir  su  justicia;  y  conformándose  con  los  votos  deste  Cabildo,  y  por  ser  públicos 
sus  escesos  y  exorbitancias,  fué  de  común  parecer  que  luego  salga  desta  dudad;  guardándose  el 
decoro  que  como  á  religioso  se  debe,  sin  que  le  haga  agravio,  molestia,  ni  vejación  alguna  por 
obra  ni  palabra,  y  de  como  ansi  lo  votó  lo  firmó  de  su  nombre,  y  todas  las  demás  justicias  y 
Regimiento  desta  dudad— Juan  de  Torres  Navarrete — Gaspar  de  Quevedo — ^Alonso  Parejo- 
Hernando  de  Montalvo — Andrés  de  Vallejo — Pedro  Sánchez  de  Luque — Francisco  Muñoz- 
Juan  de  Castro — Antón  Higueras  de  Santana — Francisco  Areco — Miguel  Navarro — ^Todo  lo 
cual,  yo  el  dicho  escribano  doy  fé  que  pasó  ante  mi — Antón  Garda  Quro— Escribano  Público 
y  Cabildo. 


Este  es  el  templo  y  claustro  i|ue  sirvió  de  morada  á  los  R.  tí..  P.  P.  Je- 
suítas cuyo  lecuerdo  histórico  está  lleno  de  episodios  interesantes,  sobre  lodo 
en  aquellos  postrimeros  días  de  su  expulsión  de  todos  los  dominios  del  mo- 
narca español. 

A  medida  que  se  fabricaba  el  edificio  y  se  revelaba  á  los  indios  un  nuevo 
6rden  de  ideas  religiosas,  no  se  descuidaba  de  hacer  venir  de  Europa  mayor 
número  de  misioneros  para  propagar  la  religión  católica  por  un  vasto  ter- 
ritorio poblado  de  fíente  humilde,  sumisa,  y  que  escuchaba  con  gran  vene- 
ración la  incisiva  palabra  sagrada  de  los  predicadores  de  Cristo,  abjurando 
fácilmente  de  sus  creencias  idóialras. 

Mucho  se  ha  hablado  respecto  de  la  conducta  de  los  P.  P.  Jesuítas  y  de 
sus  miras  particulares  en  la  misión  de  atraer  á  los  infieles  á  la  religión  ca- 
tólica. Se  les  ha  inculpado  de  haber  dichos  misioneros  inculcado  en  los  con- 
vertidos ¡deas  subversivas  contra  todas  las  demás  Ordenes  establecidas, 
coartando  la  conversión,  y  por  fin,  de  hacer  comercio  con  las  mismas  reve- 
laciones religiosas  que  pregonaban  y  propagaban  á  tanto  por  individuo.  La 


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conversión  era  un  comercio  que  esplotaban  por  el  desprestigio  en  que  hablan 
hecho  caer  á  los  otros  predicadores,  cuya  palabra  era  desoída  por  los  infieles. 

De  muchas  otras  irregularidades  y  perjuicios  fueron  acusados  los  misio- 
neros jesuítas  cuando  se  hicieron  las  representaciones  para  obtener  del  Rey   >^ 
Carlos  III  se  resolviese  á  ordenar  su  expulsión  de  todo  el  Vireynato  del  Plata^ 
Perú,  etc. 

No  obstante  estas  apreciaciones,  no  falta  quien  asegure  que  la  institucío  -^ 
mas  benéfica  y  proficua  á  nuestra  religión,  que  la  ha  exaltado  á  su  mayo;;^ 
esplendor  y  conqui.stado  la  conciencia  de  millares  de  almas  á  la  fé  católica,  ^^ 
sido  esclusivamente  la  de  los  R.  R.  P.  P.  Jesuítas. 

Y  en  efecto:  es  irrefutable  que  estos  predicadores  mientras  convertían  coo 
la  cruz  en  sus  largas  y  penosísimas  peregrinaciones  místicas,  el  templo  de  fa 
ciencia  y  del  saber  humano  se  alzaba  solitario,  pero  solemne,  en  el  centro  de 
llanuras  sin  término;  sus  habitantes  corrían  presurosos  á  beber  de  las  fuentes 
de  la  civilización  el  alimento  del  alma  y  de  la  mteligencia.  Los  Jesuítas  eran 
talvez  los  únicos  que  fundaban  iglesia  y  colegio  de  enseñanza  religiosa  y  moral 
para  dar  á  los  fíeles  el  pasto  espiritual  de  que  tanto  necesitaban. 

Si  es  cierto  que  se  enseñorearon  de  la  conciencia,  esta  conquista  era  legi- 
tima, pues  tal  debía  ser  el  fruto  de  sus  privaciones,  padecimientos,  peregri- 
naciones sin  fin  y  su  constante  y  perseverante  solicitud  por  el  mayor  esplendor 
y  exaltación  del  dogma  del  cristianismo. 

Las  continuas  representaciones  que  se  hicieron  al  Rey  acusando  á  los  mi- 
sioneros de  Jesús  de  toda  suerte  de  inmoralidades,  abusos  y  faltas  en  el  de- 
sempeño de  su  instituto,  hallaron  eco,  por  fin,  en  el  ánimo  del  monarca, 
quien  con  fecha  de  27  de  Febrero  de  1767  dictó  la  Real  orden  de  extrañamiento 
de  la  comunidad  jesuítica  de  todos  sus  dominios  de  España,  Indias,  Islas  Fili- 
pinas y  demás  adyacencias. 

Hasta  fines  del  año  siguiente  la  misión  de  la  Compañía  de  Jesús  se  había 
extinguido  en  las  Indias  Occidentales,  anatematizada  por  los  prelados  de  la 
Iglesia  y  proscriptos  del  teatro  de  sus  glorias  los  quizás  verdaderos  apóstoles 
y  mártires  de  la  religión  católica.  Todos  sus  bienes  temporales  fueron  con- 
fiscados y  vendidos  muchos  de  ellos  por  el  Gobierno  de  aquel  entonces  y 
utilizados  los  mas  para  servir  de  institutos  de  enseñanza  civil  y  religiosa. 

La  posteridad  reconoció  mas  tarde,  es  de  suponer,  el  error  y  precipita- 
ción con  que  se  procedió  extrañando  á  la  Orden  de  los  Jesuítas,  pues  70  años 
después  en  Buenos  Aires  se  rehabilitó  el  buen  nombre,  moralidad  y  amor  á 
la  religión  de  dichos  frailes,  ordenando  el  Gobierno  se  les  pusiese  en  pose* 
sion  del  Colegio  de  San  Ignacio  para  que  vivieran  en  comunidad  y  recibiesen 
á  cuantos  hermanos  llegasen  de  Europa  con  el  cargo  de  enseñar  las  asigna- 
turas que  aquel  les  encomendase  para  cuyo  objeto  se  ofrecía  aumentar  el 
local. 

En  el  año  1608  tuvo  lugar  el  establecimiento  de  los  P.  P.  Jesuítas  en  esta 
Capital,  con  ocasión  de  haber  sido  destinada  una  misión  de  estos  religiosos  al 
obispado  de  Tucuman. 


—  4W  — 

En  ese  año,  los  capitulares  les  permitieron  se  estableciesen  y  fundasen 
convento  en  el  mismo  sitio  que  hoy  es  Plaza  de  Mayo  y  que  mas  tarde  reci- 
bieron en  donación  legítima  hecha  por  el  heredero  del  Adelantado  Juan  Ortiz 
de  Zarate. 

En  posesión  ya  de  estos  terrenos,  el  Gobierno  ordenó  su  expropiación  al 
cabo  de  cierto  tiempo  por  temores  de  invasión  europea,  siendo  en  esta  ocasión 
que  se  trasladaron  al  local  que  en  la  actualidad  ocupa  la  iglesia  de  San 
Ignacio. 

Esta  iglesia  es  hoy  una  parroquia  de  la  división  jurisdiccional  eclesiástica 
del  municipio. 

Dejó  de  ser  convento  desde  la  expulsión  de  los  P.  P.  Jesuitas. 

La  iglesia  tiene  catorce  altares,  varios  cuadros  y  pinturas  de  importancia 
artística  y  por  fín  una  capacidad  correspondiente  á  una  extensión  de  metros 
53,30  de  fondo  por  21,80  de  frente,  con  un  atrio  espacioso  que  mide  18,10 
por  5,90. 


Real  cédula,  para  que  en  los  reinos  de  las  Indias  se  cumpla  y  observe  el  deereto  que  se  in- 
serta, relativo  al  eztraflamiento  y  ocupación  de  temporalidades  de  los  Religiosos  de  la 
Compaflia  de  Jesús. 

El  Rey — Por  cuanto,  con  Real  Decreto  de  veintisiete  de  Marzo  próximo  pasado,  remití  á 
mi  Consejo  de  las  Indias  copia  del  que  con  la  misma  fecha  he  mandado  expedir  á  mi  Consejo 
Real,  relativo  á  los  Religiosos  de  la  Compañía  de  Jesús,  el  cual  es  del  tenor  siguiente:  Habién- 
dome conformado  con  el  parecer  de  los  de  mi  Consejo  Real,  en  el  extraordinario  que  se  celebró 
con  motivo  de  las  ocurrencias  pasadas,  en  consulta  de  veintinueve  de  Enero  próximo,  y  de  lo 
que  sobre  ella  me  han  expuesto  personas  de  mas  elevado  carácter;  estimulado  de  gravísmíias 
causas,  relativas  á  la  obligación  en  que  me  hallo  constituido  de  mantener  en  subordinación, 
tranquilidad  y  justicia  mis  pueblos,  y  otras,  urgentes,  justas  y  necesarias  que  reservo  en  mi 
Real  ánimo,  usando  de  la  suprema  autoridad  económica  que  el  Todopoderoso  ha  depositado 
en  mis  manos  para  la  protección  de  mis  vasallos  y  respeto  de  mi  Corona:  He  venido  en  man- 
dar se  extrañen  de  todos  mis  dominios  de  España  é  Indias,  Islas  Filipinas  y  demás  adyacen- 
tes á  los  Religiosos  de  la  Compañía,  así  Sacerdotes,  como  coadjutores,  ó  Legos  que  hayan  he- 
cho la  primera  profesión,  y  á  los  Novicios  que  quisieran  seguirles,  y  que  se  ocupen  todas  las 
temporalidades  de  la  Compañía  en  mis  dominios;  y  para  su  ejecución  uniforme  en  todos  ellos 
os  doy  plena  y  privativa  autoridad,  y  para  que  forméis  las  instrucciones  y  órdenes  necesarias, 
según  lo  tenéis  entendido  y  estimareis  para  el  mas  efectivo,  pronto  y  tranquilo  cumplimiento. 
Y  quiero  que  no  solo  las  Justicias  y  Tribimales  superiores  de  estos  Reinos  ejecuten  puntual- 
mente vuestros  mandatos,  sino  que  lo  mismo  se  entienda  con  los  que  dirijiereis  á  los  Vireyes, 
Presidentes,  Audiencias,  Gobernadores,  Corregidores,  Alcaldes  mayores  y  otras  cualesquiera 
Justicias  de  aquellos  Reinos  y  Provincias;  y  que  en  virtud  de  sus  respectivos  requerimientos, 
cualesquiera  tropas,  milicias  ó  paisanaje  den  el  auxilio  necesario,  sin  retardo  ni  tergiversación 
alguna,  so  pena  de  caer  el  que  fuese  omiso  en  mi  Real  indignación:  y  encareo  á  los  Padres 
provinciales,  Prepósitos,  Rectores  y  demás  superiores  de  la  Compañía  de  Jesús  se  conformen 
de  su  parte  á  lo  que  se  les  prevenga,  puntualmente,  y  se  les  tratará  en  la  ejecución  con  la  mayor 
decencia,  atención,  urbanidad  y  asistencia  de  modo  que  en  todo  se  proceda  conforme  á  mis  so- 
beranas intenciones.  Tendreislo  entendido  para  su  exacto  cumplimiento,  como  lo  fio  y  espero 
de  vuestro  celo,  actividad  y  amor  á  mi  Real  servicio;  y  daréis  para  ello  las  órdenes  é  instruccio- 
nes necesarias,  acompañando  ejemplares  de  este  mi  Real  decreto,  á  los  cuales,  estando  firmados 
de  Vos,  se  les  dará  la  misma  fé  y  crédito  que  al  original.  Rubricado  de  la  Real  mano.  En  el 
Pardo  á  veintisiete  de  Febrero  de  mil  setecientos  sesenta  y  siete.  Al  Conde  de  Aranda,  Presi- 
dente del  Consejo. 

Es  copia  del  original  que  S,  M,  se  ha  servido  comunicarme,  Madrid  primero  de  Marzo  demif 
setecientos  sesenta  y  siete, — El  Conde  de  Arakda. 


Cuya  real  diaposicion  comuniqué  al  enunciado  Tribunal  de  Indias,  para  que,  en  su  intcli-  J 
gencia  y  conforme  á  ella,  expidiese  sin  pérdida  de  tiempo  las  cédula*  convenientes  á  mis  Indias  I 
Occidentales,  islas  adyacentes  y  Filipinas,  para  su  mas   puntual  y   exacto   cumplimiento;  bien  J 
entendido  que  la  ejecución  del  extrañamiento  y  ocupación  de  temporalidades   corre  privativa-  i 
mente  por  el  Conde  de  Aranda,  Presidente  de  mi  Consejo,  y  bajo  de  su  mano  por  los  Vire-  I 
yes,  Presidentes  y  Gobernadores  de  aquellos  dominios,  debiendo  remitir    las  diligendas  de  re-  " 
sullas  de  su  comisión,  y  recibir  por  su  mano  las  órdenes  sucesivas.  Por  tanto,  por  la  presente  mí 
Real  cédula,  mando  á  los  Vireyes  del  Perú,  Nueva  España  y  Nuevo  Reino   de   Granada;  á  lf>a 
Presidentes,  Oidores  y  Fiscales  de  las  Audiencias  de  aquellos  d'stritos  y  del  de  Filipinas;    &  lo) 
Gobernadores  y  Justicias  de  ellos  é  islas  adyacentes,  y  ruego  y  encargo  á  los  muy  Reverendo»  I 
Arzobispos,  Reverendos  Obispos  y  Cabildos  de  las  santas  iglesias  metropolitanas  y  catedrales  1 
de  las  diócesis  comprendidas  en  la  demarcación  de  los  expresados  Vireynatos  y  Audiencias,    | 
cumplan  y  ejecuten,  hagan  cumplir  y  ejecutar,   puntual  y  literalmente  todo  el  contenido  del 
preinserto   mi    Real  Decreto,  sin  ir  y  venir  contra  éi  en   manera   alguna,   ni  permitir  que  con 
ningún  pretesio  se  düate,  suspenda  ó  dificulte  su  puntual  y  efectivo  cumplimiento;  en  inteligencia 
de  que  ya  tengo  anticipadas  las  órdenes  convenienies  k  los  mismos  Vireyes,  Presidentes  y 
Gobernadores  con  cartas  escritas  y  ñimadas  de  mi  Real  mano,  para  la  ejecución  de  las  primeras  J 
providencias  é  instrucciones  remitidas  por  el  Conde  de  Aranda;  que  así  es  mi  voluntad  v  que  se  I 
obedezcan  sin  réplica  ni  contradicción  las  órdenes  dadas,  oque  diere  el  mismo  Conde,  relativas  f 
á  los  puntos   que  quedan  expresados,  á  cuyo  fin  lo  haréis   publicar  en  la  forma  acostumbrada,  J 
para  que  llegue  á  noticia  de  todos.  Fecha  en  el  Pardo,  ¿  cinco  de  Abril  de  mil  se  teci  cutos  sesenta  \ 
y  siete. 


riHtruccíon  de  lo   que  deberán  ejecutar  loa   comisionadas   para   el     citranamienio   y  ocupai 
de   bienes  y  baciandas   de  los   Jesuítas   en    España   é   Indiae. 

I,  Abierta  esta  Instrucción  cerrada  y  secreta  en  la  víspera  del  día  asignado  para  su  c 
plimiento,  el  ejecutor  se  enterará  bien  de  ella,  con  reflexión  de  sus  capítulos,  y  disimulada-  1 
mente  echará  mano  de  la  tropa  presente  ¿  inmediata,  ó  en  su  defecto  se  reforzará  de  otros 
auxilios  de  su  satisfacción,  procediendo  con  presencia  de  ánimo,  frescura  y  precaución, 
tomando  desde  antes  del  dia  las  avenidas  del  Colegio  ó  Colegios,  para  lo  cual  él  mismo, 
por  el  dia  antecedente,  procurará  enterarse  en  persona  de  su  situación  interior  y  exterior, 
porque  este  conocimiento  práctico  le  facilitará  el  modo  de  impedir  que  nadie  entre  y  sal-  _ 
ga  sin  su  conocimiento  y  noticia. 

II.  No  revelará  sus  fines  á  persona  alguna,  hasta  que  por  la  mañana  temprano  an-  I 
tes  de  abrirse  las  puertas  del  Colegio,  á  la  hora  regular  se  anticipe  con  algún  pretexto,  j 
distribuyendo  las  ordenes  para  que  su  tropa  ó  auxilio  tome  por  el  lado  de  adentro  las  I 
avenidas  porque  no  dará  lugar  á  que  se  abran  las  puertas  del  templo,  pues  este  deba  1 
quedar  cerrado  todo  e!  dia  y  los  siguientes,  mientras  los  Jesuítas  se  mantengan  dentro  f 
del  Colegio, 

III-  La  primera  diligencia  será  que  se  junte  la  Comunidad,  sin  exceptuar  ni  al  her- 
mano cocinero,  requiriendo  para  ello  al  Superior  en  nombre  de  S.  M.,  haciéndose  al  toque  J 
de  la  campana  interior  privada,  de  que  se  valen  para  los  actos  de  Comunidad;  y  en  esta  1 
forma,  presenciándolo  el  escribano  actuante,  con  testigos  seculares  abonados,  leeiá  el  Jtfol  i 
Decreto  de  extrañamiento  y  ocupación  de  temporalidades,  expresando  en  la  diligencia  los  I 
nombres  y  clases  de  lodos  los  Jesuitas  concurrentes-  I 

TV.  Les  impondrá  que  se  mantengan  en  su  sala  capitular,  y  se  actuará  de  cuales  I 
sean  moradores  de  la  casa,  ó  transeúntes  que  hubiese  y  Colegios  á  que  pertenezcan,  to-  j 
mando  noticia  de  los  nombres  y  destinos  de  los  seculares  de  servidumbre  que  habiten  j 
dentro  de  ella,  ó  concurran  solamente  entre  dia  para  no  dejar  salir  los  unos  ni  entrar  loi  ' 
otros  en  el  Colegio,  sin  gravísima  causa. 

V.  Si  hubiere  algún  Jesuíta  fuera  del  Colegio,  en  olro  pueblo  ó  paraje  no  distante, 
requerirá  al  Superior  que  lo  envié  á  llamar  para  que  se  restituya  inmediatamente,  sin 
otra  expresión,  dando  la  carta  abierta  al  ejecutor,  quien  la  dirigirá  por  persona  segura,  que 
nada  revele  de  las  diligencias,  sin  pérdida  de  tiempo. 

VI.  Hecha  la  intimación,  procederá  sucesivamente,  en  compañía  de  los  padres  Superior 
y  procurador  de  la  casa,  á  la  judicial  ocupación  de  archivos,  papeles  de  toda  especie,  biblioteca 
común,  libros  y  escritorios  de  aposentos,  distinguiendo  los  que  pertenecen  á  cada  jesuíta,  jun- 
tándolos en  vmo  ó  mas  lugares;  y  entregándose  de  las  llaves  el  Juez  de  comisión. 


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VII.  Consecutivamente  proseguirá  c'  í^oruestro  con  particular  vigilancia,  y  habiendo 
pedido  de  antemano  las  llaves  con  precaución,  ocupará  todos  los  caudales  y  demás  efec- 
tos de  importancia  que  alli  haya,  por  cualquiera  título  de  renta  ó  depósito. 

VIII.  Las  alhajas  de  sacristía  é  iglesia  bastará  se  cierren,  para  que  se  inventaríen  á 
su  tiempo,  con  asistencia  del  procurador  de  la  casa  que  no  ha  de  ser  incluido  en  la  re- 
mesa general,  é  intervención  del  Provisor,  Vicario  eclesiástico,  ó  Cura  del  pueblo,  en  falta 
de  Juez  eclesiástico,  tratándose  con  el  respeto  y  decencia  que  requieren,  especialmente  los 
Vasos  Sagrados,  de  modo  que  no  haya  irreverencia,  ni  el  menor  acto  irreligioso,  firman- 
do la  diligencia  el  Eclesiástico  y  Procurador,  junto  con  el  comisionado. 

IX.  Ha  de  tenerse  particularísima  atención,  para  que,  no  obstante  la  prisa  y  multitud 
de  tantas  instantáneas  y  eficaces  diligencias  judiciales,  no  falte  en  manera  alguna  la  más 
cómoda  y  puntual  asistencia  de  los  religiosos,  aun  mayor  que  la  ordinaria,  si  fuese  posi- 
ble, como  de  que  se  recojan  á  descansar  á  sus  regulares  horas,  reuniendo  las  camas  en 
parajes  convenientes  para  que  no  estén  muy  dispersos. 

X.  En  los  noviciados  (o  casas  en  que  hubiese  algún  novicio  por  casualidad),  se  han 
de  separar  inmediatamente  los  que  no  hubiesen  hecho  todavia  sus  votos  religiosos  para  que 
desde  el  instante  no  comuniquen  con  los  demás,  trasladándolos  á  casa  particular,  donde 
con  plena  libertad  y  conocimiento  de  la  perpetua  expatriación  que  se  impone  á  los  indi- 
viduos de  su  Orden,  puedan  tomar  el  partido  á  que  su  inclinación  los  indujese. 

A  estos  novicios  se  les  debe  asistir  de  cuenta  de  la  Real  Hacienda  mientras  se  resol- 
viesen, según  la  explicación  de  cada  uno,  que  ha  de  resultar  por  diligencia  firmada  de  su 
nombre  y  puño,  para  incorporarlo  si  quiere  seguir,  ó  ponerlo  á  su  tiempo  en  libertad  con 
sus  vestidos  de  seglar  al  que  tome  este  último  partido,  sin  permitir  el  Comisionado  suges- 
tiones para  que  abrace  el  uno  ó  el  otro  extremo,  por  quedar  del  todo  al  único  y  libre  ar- 
bitrio del  interesado,  bien  entendido  que  no  se  les  asignará  pensión  vitalicia,  por  hallarse 
en  tiempo  de  restituirse  al  siglo,  ó  trasladarse  á  otra  Orden  religiosa,  con  conocimiento  de 
quedar  expatriados  para  siempre. 

XI.  Dentro  de  veinticuatro  horas,  contadas  desde  la  intimación  del  extrañamiento,  ó 
cuanto  mas  antes,  se  han  de  encaminar  en  derechura  desde  cada  Colegio  los  Jesuitas  á 
los  depósitos  interinos  ó  casas  que  irán  señaladas,  buscándose  el  carruaje  necesario  en  el 
pueblo  ó  sus  inmediaciones. 

XII.  Con  esta  atención  se  destinan  las  cajas  generales  ó  parajes  de  reunión  siguientes: 
De  Mallorca,  en  Palma — de  Cataluña,  en  Tarragona — de  Aragón,  en  Teruel — de  Va- 
lencia, en  Segorbe — de  Navarra  y  Guipúzcoa,  en  San  Sebastian — de  Rioja  y  Vizcaya,  en 
Bilbao — de  Castilla  la  Vieja,  en  Burgos — de  Asturias,  en  Guijon— de  Galicia,  en  la  Coruña 
— de  Extremadura,  en  Trejenal,  á  la  raya  de  Andalucia — los  reinos  de  Córdoba,  Jaén  y  Se- 
villa, en  Jerez  de  la  Frontera — de  Granada,  en  Málaga — de  Castilla  la  Nueva,  en  Carta- 
gena— de  Canarias,  en  Santa-Cruz  de  Tenerife  ó  donde  estime  el  Comandante  general 

XIII.  Su  conducción  se  pondrá  al  cargo  de  personas  prudentes  y  escolta  de  tropa  ó 
paisanos,  que  los  acompañe  desde  su  salida  hasta  el  arribo  á  su  respectiva  caja,  pidiendo 
a  las  justicias  de  todos  los  tránsitos,  los  auxilios  que  necesitaren,  y  dándolos  estas  sin  demora, 
para  lo  que  se  hará  uso  de  mi  pasaporte. 

XIV.  Evitarán  con  sumo  cuidado  los  encargados  de  la  conducción  el  menor  insulto  á 
los  religiosos,  y  requerirán  á  las  justicias  para  el  castigo  de  los  que  en  esto  se  excedieren; 
pues  aunque  extrañados,  se  han  de  considerar  bajo  la  protección  de  S.  M.,  obedeciendo 
ellos  exactamente  dentro  de  sus  reales  dominios  ó  bajeles. 

XV.  Se  les  entregará  para. el  uso  de  las  personas  toda  su  ropa  y  mudas  usuales  que 
acostumbran,  sin  disminución;  sus  cajas,  pañuelos,  tabaco,  chocolate  y  utensilios  de  esta  na- 
turaleza; los  breviarios,  diurnos  y  libros  portátiles  de  oraciones  para  sus  actos  devotos. 

XVI.  Desde  dichos  depósitos,  que  no  sean  maritimos,  se  sigue  la  remisión  á  su  em- 
barco, los  cuales  se  fijan  de  esta  manera: 

XVII.  De  Tarragona  podrán  transferirse  los  jesuitas  de  aquel  depósito  al  puerto  de 
Salou,  luego  que  en  él  se  hayan  aprontado  los  bastimentos  de  su  conducción  por  estar 
muy  cercano. 

XVIII.  De  Burgos  se  deberá  trasladar  los  reunidos  allí  al  puerto  de  Santander,  en 
cuya  ciudad  hay  Colegio,  y  sus  individuos  se  incluirán  con  los  demás  de  Castilla. 

XIX.  De  Fregenal  se  dirigirán  los  de  Extremadura  á  Jerez  de  la  Frontera,  y  serán 
conducidos  con  los  demás  que  de  Andalucía  se  congregasen  en  el  propio  paraje,  al  puerto 
de  Santa  María,  luego  que  se  halle  pronto  el  embarco. 

XX.  Cada  una  de  las  cajas  interiores  ha  de  quedar  bajo  de  un  especial  comisionado 
que  particularmente  deputaré,  para  atender  á  los  religiosos  hasta  su  salida  del  Reyno  por 
niar,  y  mantenerlos  entretanto  sin  comunicación  externa,  por  escrito  ó  de  palabra,  la  cual 


se  entenderá  privada  desde  el  momento  en  que  empiecen  las  primeras  diligencias,  y  aá 
se  les  intimara  desde  luego  por  el  ejecutor  respectivo  de  cn.la  Colegio,  pues  la  menor 
transgresión  en  esta  parte,  que  no  es  creibtc,  se  escarmentará  ejemplarísimamenie. 

XXL  A  los  puertos  respectivos  destinados  al  embarcadero,  irán  las  embarcaciones  su- 
ficientes con  las  i;rdenes  ulteriores,  y  recogerá  el  comisionado  especial  recibos  individuales 
de  los  patrones,  con  lista  expresiva  de  todos  los  jesuítas  embarcados,  sus  nombres,  patrias 
y  clases  de  primera,  segunda  profesión  ó  cuarto  voto,  como  de  los  legos  que  los  acom- 
pañen if^al  mente. 

XXII.  Previénese  que  el  Procurador  de  cada  Colegio  debe  quedar,  por  el  término  de 
dos  meses,  en  el  respectivo  pueblo,  alojado  en  casa  de  otra  religión,  y  en  su  defecto,  en 
secular,  de  la  confianza  del  ejecutor,  para  responder  y  aclarar  exactamente,  bajo  de  depo- 
siciones formales,  cuanto  se  le  preguntase  tocante  á  sus  haciendas,  papeles,  ajuste  de  cuentas, 
caudales  y  régimen  interior;  lo  cual  evacuado,  se  le  aviará  al  embarcadero  que  se  le  seña- 
lase, para  que  solo  ó  con  otros  sea  conducido  al  destino  de  sus  hermanos. 

XXIII.  Igual  detención  se  debe  hacer  de  los  Procuradores  generales  de  las  provincias 
de  España  é  Indias,  por  el  mismo  término  y  con  el  propio  objeto  y  calidad  de  seguir  á 
los  demás. 

XXIV.  Puede  haber  viejos  de  edad  muy  crecida,  ó  enfermos  que  no  sea  posible  re- 
mover en  el  momento;  y  respecto  á  ellos,  sin  admitir  fraude  ni  colusión,  se  esperará  hasta 
tiempo  mas  benigno,  ó  á  que  su  enfermedad  se  decida. 

XXV.  También  puede  haber  uno  ú  otro  que,  por  orden  particular  mía,  se  mande  de- 
tener para  evacuar  alguna  diligencia  ó  declaración  judicial,  y  si  la  hubiese,  se  arreglará  á 
ella  el  Ejecutor;  pero  en  virtud  de  ninguna  otra,  sea  la  que  fuere,  se  suspenderá  la  salida 
de  algún  jesuíta,  for  tenerme  S.  M.  privativamente  encabado  de  la  ejecución  é  instruidc 
de  su  Rea!  voluntad. 

XXVI.  Previénese  por  regla  general,  que  los  procuradores,  ancianos,  enfermos  ó  dete- 
nidos en  la  conformida_d  que  va  expresada  en  los  artículos  antecedentes,  deberán  trasla- 
darse ¿  conventos  de  Orden  que  no  siga  la  escuela  de  la  compañía  y  sean  los  mas  cercanos; 
permaneciendo  sin  comunicación  extema  á  disposición  del  Gobierno,  para  los  fines  expre- 
sados; cuidando  de  ello  el  Juez  Ejecutor  muy  particularmente  y  recomendándolo  al  Supe- 
rior del  respectivo  convento,  para  que  de  su  parte  contribuya  al  mismo  fin,  á  que  sus 
religiosos  no  tengan  tampoco  trato  con  los  jesuítas  detenidos  y  á  que  se  asistan  con  toda 
la  caridad  religiosa;  en  el  seguro  de  que  por  S,  M.  se  abonarán  las  expensas  de  lo  gas- 
tado en  su  permanencia. 

XXVII.  A  los  jesuítas  franceses  que  están  en  colegios  ó  casas  particulares,  con  cual- 
quier destino  que  sea,  se  les  conducirá  en  la.  forma  misma  que  á  los  demás  jesuítas,  como 
a  los  que  estén  en  Palacio,  seminarios,  escuelas  seculares  ó  mihlares,  granjas  ú  otra  ocu- 
pación, sin  la  menor  distinción. 

XXVIII.  En  los  pueblos  que  hubiese  casas  de  seminarios  de  educación,  se  proveerá 
en  el  mismo  instante  á  sustituir  á  los  directores  y  maestros  jesuítas,  con  eclesiásticos  se- 
culares que  no  sean  de  su  doctrina,  entretanto  que  con  más  conocimiento  se  providente 
su  régimen;  y  se  procurará  que  por  dichos  sustituios  se  continúen  las  escuelas  de  los  se- 
minaristas; y  en  cuanto  á  los  maestros  seglares,  no  se  hará  novedad  con  ellos  en  sus  res- 
pectivas enseñanzas. 

XXIX.  Toda  esta  Inüruccion  providencial  se  observará  á  la  letra  por  los  jueces  eje- 
cutores ó  Comisionados,  á  quienes  quedará  arbitrio  para  suplir,  según  su  prudencia,  lo 
que  se  haya  omitido  y  pidan  las  circunstancias  menores  del  día,  pero  nada  podrán 
alterar  de  lo  sustancial,  ni  ensanchar  su  condescendencia,  para  frustrar  en  el  más  míni- 
mo ápice  el  espíritu  de  lo  que  se  manda,  que  se  reduce  a  la  prudente  y  pronta  expul- 
sión de  los  Jesuítas,  resguardo  de  sus  efectos,  tranquila,  decente  y  segura  conducción 
de  sus  personas  á  las  cajas  y  embarcaderos,  tratándoles  con  alivio  y  caridad  c  impi- 
diéndoles toda  comunicación  externa  de  escrito  ó  de  palabra,  sin  distinción  alguna  de 
clase  ni  personas;  puntualizando  bien  las  diligencias  para  que  de  su  inspección  resulte 
el  acierto  y  celoso  amor  al  Real  servicio  con  que  se  hayan  practicado,  avisándome 
sucesivamente  según  se  vaya  adelantando.  Que  es  lo  que  debo  prevenir,  conforme  á  las 
órdenes  de  S.  M.  con  que  me  hallo,  para  que  cada  uno  en  su  distrito  y  caso  se 
iirregle  puntualmente  á  su  tenor,  sin  contravenir  á  él  en  manera  alguna, — Madrid,  1"  de 
Marzo  de  1767. — El  Conde  de  Aranda. 


—  495  — 


Adición  á  la  instrucción  sobre  el  extrafiamiento  de   los  Jesuítas 

I.  Para  que  los  Vireyes,  Presidentes  y  Gobernadores  de  los  dominios  de  Indias  é 
Islas  Filipinas,  se  consideren  con  las  mismas  facultades  conducentes  que  en  mí  residen  en 
virtud  de  la  Real  resolución,  depongo  en  ellos  las  de  que  habla  la  instrucción  de  España, 
para  dar  las  órdenes  señalando  las  cajas  de  depósito  y  embarcaderos,  como  aprontando 
¡as  embarcaciones  necesarias  para  trasporte  de  los  Jesuitas  á  Europa  y  Puerto  de  Santa 
María,  donde  se  recibirán  y  aviarán  para  sus  destinos. 

II.  Como  su  autorídad  será  plena,  quedarán  responsables  de  la  ejecución,  para  la  cual 
proporcionarán  el  tiempo  y  fíjarán  el  día  en  que  se  cumpla  en  todas  las  partes  de  su 
distrito,  expidiendo  las  órdenes  convenientes  con  la  mayor  brevedad  á  fín  de  que  no  llegue 
á  noticia  de  unos  Colegios  lo  que  se  practique  en  otros  sobre  este  particular. 

III.  En  esto  ocurrirán  los  gastos  que  se  pueden  considerar,  y  asi  deberán  costearse 
de  las  cajas  reales,  con  calidad  de  reintegro  de  los  efectos  de  la  Compañía. 

IV.  En  el  secuestro,  administración  y  recaudación  de  dichos  productos,  ha  de  haber 
la  mayor  pureza  y  vigilancia,  para  evitar  suestravio,  ó  confianzas  perjudiciales. 

V.  En  todas  las  Misiones,  que  administra  la  Compañía  en  América  y  Filipinas,  se 
pondrá  interinamente  por  provincias  im  Gobernador  á  nombre  de  S.  M.  que  sea  persona 
de  acreditada  probidad,  y  resida  en  la  cabeza  de  las  Misiones,  y  atienda  al  gobierno  de 
los  pueblos,  conforme  á  las  leyes  de  Indias;  y  será  bueno  establecer  allí  algunos  espa- 
ñoles, abriendo  y  facilitando  el  comercio  recíproco,  en  el  supuesto  de  que  se  atenderá  el 
mérito  de  cada  imo  con  particularidad,  s^un  se  distinguiese. 

VI.  En  lugar  de  los  jesuitas  se  subrogarán  por  ahora  ó  establemente  clérigos  ó  reli- 
giosos sueltos  con  el  sínodo  que  paga  S.  M.  á  ñn  de  que  puedan  situarse  cómodamente, 
cuidando  en  lo  espiritual  el  Diocesano  de  atender  á  lo  que  sea  de  su  inspección,  para  lo 
cual  los  Vireyes,  Presidentes  y  Gobernadores  pasarán  las  órdenes  convenientes  á  los  Re- 
verendos Arzobispos  y  Obispos. 

VII.  El  que  vaya  nombrado  de  Grobemador  ó  Corregidor  á  la  respectiva  provincia  de 
Misiones,  llevará  el  encargo  de  sacar  de  ellas  á  los  Jesuitas,  y  dirigirlos  á  la  caja  respec- 
tiva, á  cuyo  efecto,  se  le  deberá  dar  la  escolta  provisional  competente. 

VIII.  A  fin  de  facilitar  la  reunión  de  los  Jesuitas  misioneros  que  se  hallen  muy  des- 
tacados en  distancia  seria  conducente  que  el  Provincial,  ó  quien  tenga  sus  facultades,  es- 
criba para  ellos  órdenes  precisas,  conviniendo  para  lo  mismo  que  se  haga  antes  el  arresto 
de  los  existentes  en  sus  colegios,  asi  para  que  el  Provincial  no  busque  dilaciones  por  bajo 
mano,  como  porque  los  misioneros  mismos,  viéndose  destituidos  del  principal  auxilio,  sean 
más  pimtuales  al  cumplimiento,  y  estas  órdenes  de  los  provinciales  o  superiores  inmedia- 
tos han  de  ser  abiertas  y  sin  que  expresen  más  que  el  retiro  del  sujeto,  sin  narrativa  de 
la  providencia  general. 

IV.  De  todo  lo  que  vaya  ocurriendo,  diligencias  é  inventarios,  se  me  remitirá  el  ori- 
ginal, quedando  allí  copia  certificada,  para  que  en  las  dudas  y  recursos  que  ocurran,  se 
pueda  resolver  en  la  forma  que  S.  M.  lo  tiene  determinado. 

X.  Aunque  los  Presidentes  subalternos,  ó  Gobernadores,  han  de  poner  en  cumpli- 
miento estas  órdenes  é  instrucciones,  ya  las  reciban  en  derechura  ó  ya  por  medio  del  Vi- 
rey  respectivo,  sin  retardación  de  la  ejecución,  deberán  dar  cuenta  inmediatamente  á  su 
Superior  de  lo  que  adelantasen,  para  mantener  la  armonía  y  subordinación  que  es 
justa. 

XI.  Como  esta  providencia  es  general  y  imiforme  para  todos  los  dominios  de  S.  M. 
después  de  un  maduro  y  deliberado  examen,  sería  inútil  el  que  ninguno  de  los  comisio- 
nados buscase  pretextos  para  dejar  ineficaz  lo  mandado,  pues  se  mirarla  como  reprensible 
semejante  conducta,  y  responsable  de  sus  resultas  el  que  por  tales  medios  espusiese  á 
desgraciarse  las  Reales  órdenes;  y  si  todo  su  ahinco  y  aplicación  se  ha  de  esforzar  á  líes 
varias  á  debido  efecto  con  vigor,  prudencia  y  secreto,  no  fiando  este  negocio  sino  á  ios 
muy  precisos,  y  disponiendo  que  en  un  mismo  dia  ó  pocos  de  diferencia,  s^un  las  dis- 
tancias, se  cumpla  lo  mandado  en  todos  los  colegios  y  casas  de  la  Compañía  de  su  dis- 
tríto,  enviando  pliegos  cerrados  con  carta  remisiva  y  prevención  en  ella  de  no  abrírlo- 
hasta  la  víspera  del  dia  que  se  prefíjase  para  la  ejecución. 

XII.  La  distancia  no  permite  se  consulte  sobre  la  práctica;  v  así  los  Vireyes,  Presi- 
dentes ó  Gobernadores  respectivos,  sin  faltar  al  esplrítu  de  la  orden,  serán  arbitros,  en 
todo  el  ámbito  de  su  mando,  de  proporcionar  el  cumplimiento  por  medios  equivalentes 
ó  añadir  las  precauciones  que  estimaren,  conduciéndose  con  firmeza  é  integridad,  por  tra- 
tarse del  Real  servicio,  en  punto  que  las  omisiones  serían  de  gravedad. 


XIII.  De  la  inspección  que  acompaña,  formada  para  Españ»,  deduciiá  cada  Ejecutor  i 
lo  que  sea  aplicable  en  aquel  paraje  de  su  comisión;  de  maj.^ia  que  por  ella,  esta  y  lu  I 
que  dictase  el  juicio  de  cada  uno,  bajo  el  mismo  espíritu,  se  llegue  al  complemento  cabal  I 
de  la  expulsión;  combinando  las  precauciones  y  reglas  con  la  decencia  y  buen  trato  de  I 
los  individuos,  que  naturalmente  se  prestarán  con  resignación  sin  daj  motivo  para  que  el  ( 
Rea!  desagrado  tenga  que  manifestajse  en  otra  forma;  ó  usando  los  Vireyes,  Presidentes,  J 
Gobernadores  y  corregidores  de  la  fuerza,  que  en  caso  necesario  sería  indispensable,  por- 
que no  se  puede  desistir  de  esta  ejecución  ni  retardarla  con  pretextos.  Sobre  lo  cual  cada  I 
uno  en  su  mando  tomará  por  sí  la  deliberación  oportuna,  sin  consultarla  á  España  sino  I 
para  participarla  después  de  practicada. — Madrid,  i"  de  Marzo  de  1 767.  —  Ei  Conde  dt  I 
Aranda. 


Noticia  de   los  colegíoB.    rcHÍdenciaB   y  mislon< 

:s  que  fueron  de  los   Regulareí  extinguido*  de  U 

Compaflia  en  loa  Reinos  de  Indias,  Provin 

cías  de  Buenos  Aires,  Tucumao  y  Paraguay 

I  Córdoba,  col. 

25  San  José. 

z        id..      Seminario. 

2Ó  San  Carlos. 

3        id..      Noviciado. 

27  San  Ignacio  Miní. 

4  Montevideo,  R. 

28  Loreto. 

5  Santa  Fé  de  la  Veracruz,  col. 

29  Santa  Ana. 

6  Corrientes. 

30  San  Ignacio  Guazú. 

7  B.  Aires,  C.  máximo. 

31  Nuestra  Señora  de  la  Fé.                          . 

8        id„      Col,  de  Belén. 

12  Santa  Rosa.                                   ^^^^ 

9        id.      R. 

33  Saatíago.                                      |^^H 

10  Asumpcion  del  Paraguay. 

34  San  Cosme.                                     ^^^H 

II  San  Fernando. 

35  Jes^-                                                ^^^ 

12  Rioja,  Col. 

3Ó  Trinidad.                                    i^^^l 

13  San  Miguel  de  Tucuman, 

37  Itapúa.                                         ^^H 

14  Potosí. 

38  Candelaria.                                     ^^^H 

15  Santiago  del  Estero,  col. 

3r,  Yapeyú.                                           ^^^H 

16  Tanja. 

40  La  Cruz.                                         «^^^1 

17  San  Phelipe  de  Lerma. 

41  San  Borja.                                      ^^^^H 

18  Salta. 

42  Santo  Thomé.                               ^^^H 

19  San  Juan. 

43  San  Nicolás.                               ^^^H 

20  San  Xavier. 

44  San  Luis.                                    ^^^H 

21  Mártires. 

45  San  Lorenzo.                                  ^^H 

22  Santa  María  la  Mayor. 

4&  San  Ángel.                                     .^^H 

23  Concepción. 

4;  San  Juan.                                        ^H 

24  Apóstoles. 

48  San  Miguel.                                     ^^H 

Carla  del  Gober 
de  los  bienci 
raguay.  y  »p 


:upado8  á  los  Je 
icion  que   podia 


e  Aranda,   expor 


estada 
1  y  P- 


Excmo.  Señor 

Muy  señor  mió:  Para  que  S.  M.  delibere  lo  más  conforme  á  sus  piadosas  intenciones, 
sobre  lo  que  posrian  los  del  urden  de  la  Compañía  en  estas  tres  provincias  del  Rio  de  ta  Plata, 
Tucuman  y  Paraguay,  expoudtL'  á  V.  E.  lo  que  hasta  ahora  he  podido  comprender  y  me  dicta 
el  deseo  del  mejor  servicio  de  ambas  Majestades. 

El  cuerpo  vastísimo  de    todos  los  bienes,  me  pereuado   que  se  dividirá  en    tres  clases. 

La  primera,  de  las  obras  pías  inlíluidas  por  distintos  para  determinados  fines,  con  seña- 
ladas cargas  que  se  deben  satisfacer  de  los  réditos  de  los  fondos  verificados  en  aquellas  ñucas 
sobre  que  se  impubierun. 


—  497  — 

La  segunda,  de  los  pueblos  de  indios,  cuya  falta  de  paga  de  tributos  es  constante. 

La  tercera,  los  del  particular  y  común  de  colegios  y  provincias. 

Cada  una  de  estas  clases  se  compone  de  muchas  cuentas  que  para  la  liquidación  se 
necesita  dilatado  tiempo,  aunque  entiendo  que  las  de  obras  pias  tienen  menos  trabajo  y  piden 
distinción,  y  en  las  otras  dos  solo  debe  averiguarse  los  débitos  y  créditos  con  los  extemos, 
para  cobrar  y  satisfacer  los  alcances  verdaderos,  formando  de  cada  cuerpo  liquido,  sin  excep- 
tuar las  que  hayan  tenido  entre  sí  los  pueblos  y  la  que  igualmente  han  girado  de  unos  á  otros  los 
colegios  y  provincias,  por  contemplar  esta  última  una  masa  para  ocurrir  á  los  gastos  y  subsisten- 
cia de  los  de  la  Compañía,  á  otros  ñnes  del  soberano  agrado. 

Las  casas,  obrajes  y  haciendas  de  campo  son  invendibles  á  dinero  de  contado  por  su  In- 
timo valor,  respecto  de  que  no  hay  vasallos  en  estas  Provincias  que  tengan  caudales  para  com* 
prarlas,  y  su  administración  la  considero  costosa  y  arriesgada. 

£n  estos  términos,  me  parecía  más  conveniente  que,  después  de  avaluadas,  se  hiciesen  al- 
monedas, para  darlas  á  tributo  ó  censo  de  cinco  por  ciento  anual  á  los  vasallos  seculares, 
bajo  de  las  condiciones  de  conservarlas  mejoradas,  y  con  las  correspondientes  seguridades  pK>r 
lo  respectivo  al  principal  y  á  la  pimtual  paga  del  crédito,  según  se  practica  con  todas  las  impK>-» 
siciones;  pues  así  se  aseguraba  una  renta  perpetua,  y  los  subditos  tenían  este  alivio,  mirando 
también  á  que,  cuando  se  concluya  la  contribución  asignada  á  los  de  la  Compañía  por  la 
grande  piedad  y  generoso  ánimo  del  Rey  nuestro  señor,  es  regular  quede  á  favor  del  Erario, 
al  que  han  defraudado  en  mucho  más. 

Las  Iglesias  con  lo  correspondiente  á  ellas,  y  los  Colegios  con  sus  librerías,  se  pueden 
aplicar  á  los  devotos  ministerios  para  que  debieron  erigirse. 

La  religión  de  Bethlemitas,  ahora  veinte  años,  se  posesionó  en  esta  ciudad  del  Hospital, 
que  se  mantenía  y  administraba  de  cuenta  de  S.  M.,  de  cuya  Real  Orden  se  les  entrego  con 
im  corto  número  de  censos,  que  tenía  de  fondo,  y  un  peso  que  se  tributa  de  cada  botija  y 
sobre  de  aguardiente  de  las  que  se  introducen,  á  lo  que  se  han  agregado  diferentes  mandas  y 
limosnas  hechas  por  varios  particulares;  pero  el  edificio  es  inútil  por  su  calidad  y  estado,  y  d 
terreno  corto,  sin  esperanza  de  tener  extensión:  se  les  podía  dar  la  casa  de  ejercicios  del  Alto 
de  San  Pedro,  con  la  Iglesia  y  Colegio  de  Belén,  que  está  contiguo,  atendiendo  á  que  D.  Mel- 
chor García  de  Tagle,  que  fundó  dicha  casa,  puso  por  condición  que  ¿altándolos  de  la  Compañía 
al  cumplimiento  de  su  voluntad,  entrasen  a  poseerla  para  hospitales  los  Bethlemitas.  £s  un 
paraje  á  propósito,  porque  no  está  en  el  centro  de  la  ciudad;  y  con  lo  que  hoy  tienen  y  aque- 
lla posesión  y  sus  obras  pías  se  amplia  lugar  y  medios  para  la  curación  de  los  enfermos,  y 
aún  se  puede  establecer  hospital  de  mujeres,  pues  para  ejercicios  están  los  conventos,  y  espé* 
cial mente  el  de  la  Recoleta  franciscana,  que  tiene  fondo  destinado  á  este  ministerio,  que  se 
ejerce  en  tiempos  determinados  del  año,  y  aún  siempre  que  se  piden. 

El  Orden  de  la  Merced  tiene  bastantes  Iglesias  y  conventos  de  buenos  edificios  y  sufi- 
ciente número  de  religiosos  de  todas  clases. 

El  de  San  Francisco  está  con  más  posesiones  y  mejores  edificios  de  Iglesias  y  conventos, 
y  con  mayor  número  de  religiosos;  de  forma  que  no  necesita  aumento  ni  auxilio. 

El  de  Santo  Domingo  es  el  que  se  halla  escaso  de  todo,  porque  en  las  tres  provincias  np 
hay  más  de  seis  conventos,  situados  en  esta  ciudad,  en  los  de  Córdoba,  Santiago  del  Estero, 
la  Rioja,  Santa  Fé,  y  Asunción  del  Paraguay,  y  un  hospicio  en  la  de  Corrientes,  de  unos  écH- 
ficios  antiguos,  con  muy  pocas  celdas,  cuasi  inhabitables,  y  del  mismo  modo  las  Iglesias  que 
amenazan  ruina;  el  número  de  los  religiosos  corto,  y  de  cátedra  solo  imo,  graduado  de  maes- 
tro, que  pasa  de  ochenta  años. 

Necesitan  convento  de  primitiva  observancia,  ó  Recolección,  que  no  tienen  como  en  las 
demás  provincias  y  sirve  para  modificar  á  unos  y  perfeccionar  á  otros. 

Me  parecía  conveniente  que  se  les  diesen  las  Iglesias  y  colegios  que  tenían  los  de  la 
Compañía,  con  aquellos  útiles  de  estantes,  mesas,  sillas  y  bancos,  y  los  ornamentos,  vasos 
sagrados  y  alhajas  precisas  para  los  oficios  divinos,  repartiendo  lo  demás  de  estas  clases  á  las 
catedrales,  parroquias  y  otras  iglesias,  con  proporción  á  sus  necesidades  y  posibles. 

Podía  destinarse  a  la  misma  religión  la  clase  de  bienes  de  obras  pías,  para  que,  cum- 
pliendo con  sus  cargas,  disfrutasen  su  congrua,  que  les  sirviese  de  alivio  á  la  necesidad  que 
padecen. 

De  las  librerías  también  se  podían  hacer  cargo,  con  la  obligación  de  mantenerlas  como 
bibliotecas  francas,  para  el  uso  del  público,  según  se  practica  en  esa  corte  y  otras  partes,  pero 
para  que  esta  orden  se  ponga  en  estado  conveniente,  es  necesario  que  S.  M.  haga  venir  cin- 
cuenta ó  sesenta  religiosos  hechos  y  en  actitud  de  entrar  desde  luego  á  regentear  Cátedras  y 
ejercer  magisterios  de  novicios,  estableciendo  el  convento  ó  conventos  de  Recolección,  y  to- 
mando parte  en  el  Gobierno,  practicando  en  esto  la  alternativa  que  se  observa  en  la  de  San 
Francisco  y  en  la  misma  de  Santo  Domingo  en  otras  provincias  de  este  reino,  sin  esperar  á 


—  498  — 

que  dios  lo  pidan,  respecto  de  que,  no  llegará  este  caso,  pues  quieren  los  del  país  ser  solos 
en  el  mando,  y  asi  se  ve  que,  si  algún  europeo  toma  el  hábito,  aimque  su  literatura,  virtud 
y  méritos  le  hagan  acreedor,  no  le  permiten  ascenso 

Con  el  modo  propuesto  no  se  necesitan  otras  órdenes,  ni  más  número  de  religiosos  de 
los  que  hay,  considerado  el  de  los  pueblos  y  sus  habitantes,  y  solo  se  podrá  atender  al  de 
ampliar  á  Universidades  publicas  el  Colegio  Convictorio  de  Córdoba  en  aquella  ó  en  esta 
dudad,  reconocida  la  suficiencia  de  los  fundos  para  las  dotaciones  de  cátedras. 

Espero  que  V.  £.  me  advierta  la  voluntad  de  S.  M.  sobre  este  punto  de  Iglesias  y  co- 
legios, atendiendo  á  que  las  mantengo  cerradas,  porque  cualquiera  providencia  interina  podia 
ocasionar  algún  extravio  de  los  adornos  que  hay  en  ellas,  previniéndome  también  la  aplica- 
ción que  deba  darse  á  aquellas  alhajas  de  plata  servibles  que  no  sean  vasos  sagrados,  ni  con- 
sidero precisas  para  los  que  hayan  de  entrar  á  ocupar  las  Iglesias. 

Es  cuanto  por  ahora  me  permito  exponer  el  tiempo  y  la  multitud  de  ocurrencias. 

Nuestro  Señor  guarde  á  V.  E.  muchos  anos,  como  deseo. — ^Buencs  Aires,  23  de  Se- 
tiembre de  1767. — Excmo.  Señor:  B.  L.  M.  de  V.  E.:  su  mas  atento  servidor. — Francisco  Bu^ 
carelí  y  ürsua — Excmo.  Sr.  Conde  de  Aranda. 


MONTE  DE  PIEDAD 


La  Casa  de  Montepío  que  fundó  la  Provincia  de  Buenos  Aires  por  ley  de 
sus  respectivas  cámaras  de  fecha  Octubre  15  de  1877,  funciona  hasta  el  presente 
con  regularidad  en  el  municipio  déla  Capital  Federal^  administrada  y  dírijida 
por  agentes  representantes  de  dicha  Provincia. 

Desde  que  se  nacionalizó  este  municipio  todos  los  ediñcios  y  estableci- 
mientos públicos  de  aquella  en  él  ubicados  fueron  comprados  sucesivamente 
por  el  Gobierno  Nacional,  estando  en  la  actualidad  muy  adelantadas  las  ges- 
tiones que  se  practican  para  obtener  laenagenacion  del  que  nos  ocupa. 

Son  estas  tramitaciones  lasque  nos  privan  por  hoy  de  ofrecer  datos  fres- 
cos sobre  su  movimiento  económico  y  administrativo,  pero  no  obstante  se 
dará  una  idea  de  él  con  los  que  se  refíeren  al  año  1883. 

El  Gobierno  de  la  Provincia  al  establecerlo  lo  puso  en  relación  con  el  Banco 
oficial  de  la  misma,  abriéndole  un  crédito  por  valor  de  cinco  millones  de  pesos 
moneda  corriente  ó  sea  doscientos  mil  pesos  fuertes,  ordenando  además  la 
clausura  de  todos  los  demás  de  su  género  que  estuviesen  ó  no  autorizados 
por  las  Municipalidades  en  plazos  prudentes  y  perentorios,  y  fijando  asimismo 
las  penas  ó  multas  en  que  incurrían  los  contraventores  á  lo  dispuesto. 

Veamos  ahora  las  operaciones  del  año  1883: 

OPERACIONES  Numero      Cantidad 

Préstamos 21663  9745040 

Renovaciones 16163  8654982 

Rescates 18285  8726498 

Excedentes  abonados 1692    161599 

Venta  en  remate 1344464 

Préstamos  sobre  prendas  rematadas 113080(i 

Excedente  líquido 260866 

Amortización 33300 

Intereses 880475 

Derecho  de  Depósito 101738 

Comisión  de  tasación 56744 

Préstamos  en  circulación  el  31  de  Diciembre  4532494 


—  4M  — 


El  Balance  General  tomado  en  31  de  Diciembre  de  dicho  año,  acusa   las 
siguientes  cifras: 


Debk 


CL'itrrAS 


» 


» 


» 


Útiles  y  muebles $  m/c. 

Caja ! 

Préstamos 

Sucursales 

intereses  y  derechos 

por  cobrar » 

Adjudicaciones >» 

Total 


» 


» 


» 


» 


» 


2268712 
602164 

4532494 
288758 

227115 
23666 

594-^909 


Banco  de  la  Provincia  %  m/c  5^97307 

Excedentes »      »      135460 

Ganancias  y  pérdidas  »      »      41014S 


Total. 


La  cuenta  de  Ganancias  y  Pérdidas  dá  el  siguiente  resultado: 


Dbbx 


CuixrAs 


5942909 


Habbk 


Gastos  generales $  m/c 

Comisión   de   tasa- 


ción... 
Utilidad 


» 


>^ 


« 


» 


628275 

13354 
410142 


Total. 


1051771 


Saldo  anterior $  m/c. 

Interesesy  derechos 
por  cobrar «      « 

Intereses  y  derechos 
cobrados «      « 

Derecho  de  depósito  « 

Excedentes  proscrip- 
tos   > 

Excedentes  antiguos  » 

Total 


» 


» 


» 


)) 


6331 

227115 

568080 
68130 

67145 
114970 

1051771 


REGISTRO  DE  LA  PROPIEDAD 


Esta  ofícina  creada  por  ley  de  6  de  Diciembre  de  1881,  tiene  por  objeto 
hacer  inscribir  en  ella  todo  titulo  traslativo  de  dominio  de  inmuebles  ó  dere- 
chos reales  impuestos  sobre  los  mismos;  Instituios  en  que  se  constituyan, 
reconozcan,  modiñquen  ó  extingan  derechos  de  hipoteca,  usufructo,  uso, 
habitación  6  cualquier  otro  derecho  real;  todo  acto  ó  contrato  por  el  cual  se 
adjudiquen  bienes  inmuebles  ó  derechos  reales;  las  sentencias  ejecutoriadas, 
que  por  herencia,  prescripción  ú  otra  causa  reconocieren  adquirido  el  do- 
minio, ó  cualquier  otro  derecho  real  sobre  inmuebles;  los  contratos  que 
excedan  de  un  año,  de  arrendamiento  de  bienes  raices  por  tiempo  determi- 
nado; las  ejecutorias  que  dispongan  el  embargo  de  bienes  inmuebles,  ó  que 
inhiban  á  una  persona  de  la  libre  disposición  de  los  mismos,  etc.,  etc. 

Para  ser  inscriptos  estos  títulos,  se  requiere  estén  consignados  en  escri- 
tura pública,  ejecutoria,  ó  documento  auténtico. 

Aunque  en  la  actualidad  podríamos  presentar  el  movimiento  anual  de  esta 
ofícina  con  todos  los  detalles  y  particularidades  de  los  documentos  ins- 
criptos, creemos  es  más  oportuno,   y  aún  más   lógico,  ofrecer  dichos  datos 


—  500  — 

cuando  tratemos  de  la  Oñcina  de  Contribución  Directa,  no  porque  dependa 
directamente  de  esta,  sino  por  la  intima  relación  que  vincula  el  movimiento 
de  una  y  otra. 

Cuando  llegue  este  caso,  daremos  detalles  completos  sobre  las  ventas 
é  hipotecas  con  todas  sus  adherencias  y  especiñcaciones  realizadas  durante 
el  año  6  en  un  quinquenio  para  hacer  destacar  más  la  importancia  que  pro- 
gresivamente ha  ido  adquiriendo  la  propiedad,  ó  bien  la  decadencia  de  la 
misma,  si  fuese  posible  este  fenómeno  económico. 

Las  inhibiciones  nos  darán  materia  de  observación  y  estudio  cuando  al 
tratar  de  los  tribunales  especiñquemos  en  detal  su  movimiento  adminis- 
trativo . 


PLAZA  DE  MAYO 


Vacante  por  mucho  tiempo  el  adelantazgo  del  Rio  de  la  Plata,  por  muer- 
te del  Gobernador  Domingo  Martinez  de  Irala,  érala  aspiración  general  de 
los  más  poderosos  marinos  ó  navegantes  (^ue  habían  rendido  importantes 
servicios  al  Rey  en  estos  dominios. 

Algunos  flaqueaban  ante  la  responsabilidad  y  peligros  económicos  que 
contenía  el  pliego  de  condiciones;  otros,  aunque  estaban  seguros  de  las  ri- 
quezas que  podían  explotar  á  favor  de  su  bienestar  personal,  vacilaban  al 
analizar  las  prescripciones  del  contrato. 

Pero  D.  Juan  Ortiz  de  Zarate,  poderoso  acaudalado  que  en  el  Perú  había 
prestado  interesantes  servicios  á  la  Corona,  comprometiendo  su  fortuna  y 
aun  su  posición  venidera,  entró  en  arreglos  con  el  superior  gobierno  para 
hacerse  cargo  de  estas  provincias. 

Entre  las  obligaciones  que  contrajo  Zarate  con  el  Rey  Felipe  II,  por  la 
capitulación  de  1569,  debía  traer  doscientos  españoles  que  serían  labrado- 
res y  artesanos,  y  trescientos  hombres  de  guerra,  conducidos  en  cuatro 
navios  bien  artillados  y  provistos  de  las  armas,  municiones  y  bastimentos 
necesarios;  fundar  dos  pueblos  de  españoles  entre  los  distritos  de  la  ciudad 
de  la  Plata,  Chile  y  ciudad  de  la  Asunción,  y  otro  en  la  entrada  del  Rio 
de  la  Plata;  introducir  en  el  territorio  del  Vireinato  cuatro  mil  cabezas  va- 
cunas, cuatro  mil  ovejas,  quinientas  cabras,  y  trescientas  yeguas  y  caballos 
al  cabo  de  los  tres  primeros  aüos,  debiendo  gastar  de  sus  propios  intereses 
veinte  mil  ducados  de  oro  para  atender  á  todas  las  necesidades  del  mejor 
servicio  y  conservación  de  las  provincias. 

Muchos  trabajos  y  diñcultades  tuvo  que  superar  el  Adelantado  Zarate 
para  equipar  la  expedición  y  emprender  el  viaje  llegando  en  1573  al  Rio  de 
la  Plata,  de  donde  se  dirigió  á  la  Asunción,  arribando  el  año  siguiente  á 
este  punto. 


—  501  — 

Pero  en  1575,  abrumado  por  ei  decrecimiento  de  su  fortuna,  las  con- 
trariedades que  supo  crearse  con  su  inmoderada  política,  y  su  impotencia  ó 
poca  habilidad  para  gobernar  los  destinos  de  estas  provincias,  murió  bajo 
el  peso  desús  ambiciones  ó  de  sus  errores  trascendentales. 

El  capitán  D.  Juan  de  Garay  fué  el  encargado  por  el  infortunado  Zarate 
para  hacer  cumplir  sus  últimas  disposiciones,  debiendo  poner  en  posesión 
del  adelantazgo  á  la  persona  que  contrajese  matrimonio  con  su  hija  doña  Jua- 
na Ortiz  de  Zarate,  residente  en  Chuquisaca,  adelantazgo  que  le  correspondía 
de  derecho,  según  las  estipulaciones  de  la  capitulación;  verificóse  el  enlace  de 
aquella  con  el  Oidor  de  la  Audiencia  de  Charcas,  D.  Juan  de  Torres  de  Ve- 
ra y  Aragón,  por  el  especial  empeño  que  desplegó  Garay,  quien  fué  nom- 
brado lugarteniente  general  por  el  nuevo  Adelantado^  con  plenos  pode- 
res para  continuar  los  descubrimientos,  conquistas  y  población  etc.,  á  que 
estaba  obligado. 

En  1576  regresó  Garay  ala  Asunción,  iniciando  un  gobierno  laborioso 
y  progresista  que  le  mereció  grandes  triunfos  populares:  fundó  dos  pueblos 
al  Este  y  Norte  de  la  Capital ,  delegó  después  el  mando  en  el  capitán  Rui 
Diaz  Melgarejo,  y  en  el  año  1580  vino  á  Buenos  Aires  con  el  objeto  de 
reedificar  la  ciudad.  Trazado  el  plano  y  distribuidos  los  solares,  señaló  á 
beneficio  del  Adelantado  Torres  de  Vera  una  cuadra  de  tierra,  sita  entre  el 
Fuerte  Real  y  la  plaza  mayor,  la  misma  que  hoy  conocemos  bajo  el  nom- 
bre de  Plaza  de  Mavo. 

m 

Tres  años  después,  y  cuando  por  sus  innumerables  é  importantísimos 
servicios  en  el  Perú  como  en  el  Rio  de  la  Plata  se  atrajo  la  voluntad  y 
simpatías  de  amigos  y  enemigos,  murió  alevosamente  asesinado  por  los 
indios,  nombrando  el  Adelantado  para  sucederle  á  don  Juan  de  Torres 
Navarrete,  que  emprendió  con  el  mismo  ardor  que  su  antecesor,  la  conquis- 
ta y  fundación  de  nuevos  pueblos,  gobernando  el  territorio  con  general 
aplauso. 

Poco  después  pasó  á  España  el  Adelantado,  sin  hacer  renuncia  de  sus 
títulos,  ni  de  su  Gobierno,  quedando  despoblada  por  cerca  de  una  treintena 
de  años  la  cuadra  de  tierra  que  le  adjudicara  su  lugarteniente  Garay,  pero 
que  en  1608  y  con  motivo  de  la  llegada  (^e  una  misión  de  jesuitas,  que- 
dó transformada  en  Colegio  de  la  Compañía  de  Jesús  por  voluntad  del  Go- 
bierno que  les  cedió  ese  mismo  pedazo  de  tierra  por  ser  el  más  á  propó- 
sito á  tales  fines. 

Pero  once  años  después,  don  Juan  Alonso  de  Vera  y  Zarate,  hijo  del 
Adelantado  Torres  de  Vera  y  Aragón,  fué  nombrado  gobernador  de  las 
provincias  de  Tucuman,  y  Adelantado  titular  del  Rio  de  la  Plata,  según  la 
capitulación  firmada  por  su  abuelo  en  1569. 

Puesto  en  posesión  de  su  gobierno,  convino  con  don  Rodrigo  Alonso  del 
Granado  que  éste  edificase  casas  de  vivienda  en  la  cuadra  de  terreno  que  el 
Adelantado  poseía  en  Buenos  Aires,  para  comprárselas  según  tasación,  ter- 
mina da  la  construcción  de  ellas. 


—  508  — 

Esta  cuadra  se  hallaba  entonces  dividida  en  dos  partes  por  un  callejón, 
estando  ocupada  la  del  Norte  por  el  Colegio  de  los  jesuítas,  y  en  la  del 
Sud  era  en  la  que  se  trataba  de  construir  dichas  casas. 

Satisfecho  el  convenio  en  lo  que  competía  á  Rodrigo  Alonso,  tuvo  éste 
que  entablar  acusación  contra  el  Adelantado,  que  al  ñn  se  vio  despojado 
del  terreno  por  otro  acreedor,  procediéndose  en  seguida  á  su   remate. 

Por  el  año  de  1634  gobernaba  el  Rio  de  la  Plata,  don  Pedro  Esteban 
Dávila,  á  cuyo  arribo  desembarcó  con  alguna  gente  de  guerra  en  previsión 
dé  los  peligros  de  una  invasión  europea,  que  so  anunciaba  en  esa  época, 
y  deseando  preparar  todos  los  elementos  bélicos  para  la  resistencia,  así 
como  de  construir  las  obras  de  defensa  indispensables  para  asegurar  el 
éxito,  encontraba  en  las  nuevas  construcciones  que  se  habían  hecho  en 
la  plaza,  un  obstáculo  serio  para  maniobrar  la  artillería  en  caso  de  ataque; 
pero  nada  notable  sobrevino,  porque  no  teniendo  lugar  la  invasión,  tampoco 
tenía  objeto  útil  la  demolición  de  ellas. 

Por  muerte  del  Capitán  Pedro  de  Rojas  y  Acevedo,  que  fué  quien 
compró  en  remato  la  parte  sud  de  la  plaza,  su  esposa  quedó  en  posesión 
de  dicho  terreno  que  donó  á  la  Compañía  de  religiosos,  para  que  amplia- 
ran el  estrecho  establecimiento,  del  cual  tomó  posesión  el  Colegio,  en 
virtud  de  la  correspondiente  escritura  de  donación. 

En  1649^  el  segundo  adelantado  titular  del  Rio  de  la  Plata  don  Juan 
de  Vera  y  Zarate,  hijo  legítimo  del  primer  adelantado  titular  don  Juan 
Alonso  de  Vera  y  Zarate,  hi/.o  donación  al  mismo  Colegio  del  terreno  en 
que  este  se  hallaba  establecido,  quedando  de  esta  manera  en  posesión 
completa  de  dicha  cuadra. 

El  10  de  Junio  de  1659  recibió  orden  del  rev  el  Gobernador  don  Alón- 
so  de  Mercado  y  Villacorta,  para  que  emprendiese  sin  pérdida  de  tiempo 
los  mas  serios  trabajos  de  defensa  de  la  plaza,  gastando  de  la  real  hacien* 
da  todo  cuanto  se  creyese  conveniente  á  aquellos  fines,  pues  se  temía  de 
una  manera  evidente  un  próximo  ataque  de  los  enemigos  de  la  corona  en 
estos  dominios;  fué  entonces  que  dando  cumplimiento  la  autoridad  de  Bue- 
nos Aires  á  la  real  cédula  entró  en  transacciones  con  los  padres  religiosos 
para  expropiar  el  Colegio,  fundándose  en  que  éste,  además  del  inminente 
peligro  que  ofrecía  á  los  defensores  del  Fuerte  si  se  atrincheraban  los  inva- 
sores en  sus  murallas,  impedía  también  poner  en  juego  la  artillería  para 
ofender  al  enemigo  y  rechazar  su  desembarco  por  este  lado. 

Después  de  varios  acuerdos  y  gestiones  indispensables,  convinieron 
los  religiosos  en  verificar  la  traslación  del  Colegio  recibiendo  una  suma 
de  dinero  para  costear  los  primeros  trabajos  de  la  nueva  construcción  y 
acarreo  de  materiales. 

Pero  también  esta  vez  no  se  realizaron  los  temores  déla  invasión  que 
se  esperaba,  no  habiendo,  por  consiguiente,  procedídose  á  la  demolición  del 
edificio  de  la  Compañía  que  hasta  principios  del  siglo  presente  existió,  pero 


—  5<e  — 

bajo  el  nombre  de  Piquete  de  San  Martin,  sin  duda  porque  en  él  se  guar- 
dó el  coche  y  las  muías  destinadas  para  el  servicio  del  viático  á  los  en- 
fermos de  la  Parroquia  de  la  Catedral.  En  esta  misma  época  se  cons- 
truyó un  edificio  conocido  mas  tarde  con  el  nombre  de  Recoba  Vieja  que 
separaba  la  Plaza  Mayor  de  la  Plaza  de  Armas. 

En  el  año  1822  se  demolió  por  fin  el  Colegio  de  Jesuitas,  ó  sea  el  Pi- 
quete de  San  Martin,  bautizando  con  el  nombre  de  «25  de  Mayo»  á  la  plaza 
cuyo  terreno  adjudicó  Garay  con  tanto  tino  al  adelantado  Torres  de  Vera. 

Para  mayor  ilustración  del  lector,  damos  en  seguida  colocación  á  los 
documentos  á  que  hemos  hecho  referencia  en  la  reseña  histórica  de  esta 
plaza. 

Ellos  son  instrumentos  públicos  que  no  pueden  dejar  duda  sobre  la 
exactitud  de  las  afirmaciones  que  contienen. 


Extracto  de  las  concesiones  hechas  por  el  Rey  al  adelantado  Juan  Ortiz  de  Zarate  para 

la  Gobernación  de  las  Provincias   del  Rio  de  la  Plata 

1*  La  merced  de  la  gobernación  se  hacía  á  Ortiz  de  Zarate,  así  délo 
que  hasta  entonces  estaba  descubierto,  como  de  todo  lo  demás  que  en 
adelante  se  descubriese  dentro  de  sus  limites,  asi  por  la  costa  del  mar'  del 
Norte  como  por  la  del  Sur,  con  el  distrito  y  demarcación  que  S.  M.el  Empe- 
rador le  dio  y  concedió  al  gobernador  D.  Pedro  de  Mendoza  y  después  de  él  á 
Albor  Nuñez  Cabeza  de  Vaca  y  á  Domingo  de  Irala^  con  el  mismo  salario  y 
en  el  mismo  orden  que  la  habían  obtenido  sus  predecesores,  por  su  vida 
y  la  de  un  hijo  varón,  y  en  defecto  de  éste,  de  la  persona  que  el  con- 
cesionario eligiese  por  sucesor.  Debiendo  extenderse  los  límites  fijados, 
sin  perjuicio  de  las  gobernaciones  concedidas  á  los  capitanes  Serpa  y  Don 
Pedro  de  Silva. 

2*  Era  nombrado  Ortiz  de  Zarate  gobernador  y  capitán  general  y  jus- 
ticia mayor  de  estas  provincias,  por  su  vida  y  la  de  un  heredero  ó 
sucesor. 

3*  Se  le  daba  el  título  de  adelantado  de  las  provincias  del  Rio  de  la 
Plata,  para  sí  y  para  sus  herederos  y  sucesores,  en  su  casa  y  mayorazgo, 
perpetuamente  para  siempre  jamas. 

4*  Se  le  concedía  poder  y  facultad  para  repartir  y  encomendar  to- 
dos los  indios  y  encomiendas  que  estuviesen  vacantes  y  vacaren  en  la  go- 
bernación, haciéndolo  por  sí  ó  para  sus  capitanes  y  tenientes,  por  dos  vidas 
en  los  pueblos  ya  establecidos,  y  en  los  que  en  adelante  se  poblasen  por 
tres,  observándose  en  la  sucesión  el  orden  establecido  sobre  el  particular. 

5*  Se  les  concedía,  á  él  y  á  su  sucesor,  el  alguacilazgo  mayor  de  toda 
la  gobernación  y  la  facultad  de  nombrar  alguaciles  mayores  en  todos  los 
pueblos  de  ella,  removerlos  y  nombrar  otros^  cuando  le  pareciese  opor- 
tuno. 


—  5©4  — 

6*  Ortiz  de  [Zarate  y  su  sucesor  podrían  levantar  á  su  costa  y  en 
lugares  convenientes,  hasta  tres  fortalezas  de  piedra,  dotándolas  del  ar- 
mamento y  municiones  necesarias,  y  tendrían  en  recompensa  la  tenen- 
cia de  ellas  durante  sus  dias  y  los  de  dos  sucesores,  con  ciento  y  cin- 
cuenta mil  maravedís  de  quitación  anual  cada  una,  los  que  se  pagarían 
con  productos  de  la  tierra  y  no  de  otro  caudal. 

7*  Se  concedía  facultad  al  adelantado  para  tomar  un  repartimiento  de 
indios  vacos,  por  dos  vidas,  pudiendo  mejorarlo  tomando  otro  en  lugar 
del  primero,  percibiendo  los  tributos  correspondientes,  previa  tasación  y 
visita  de  los  indios,  conforme  á  lo  anteriormente  dispuesto  sobre  el  par- 
ticular en  cédulas   y  provisiones  reales. 

8*  Podría  repartir  tierras  ó  solares  y  caballerías,  estancias  y  otros 
sitios  á  todos  sus  hijos  legítimos  y  naturales,  por  sí  ó  por  sus  capitanes 
y  tenientes,  y  en  cuanto  al  repartimiento  de  indios  de  que  trata  el  artícu- 
lo precedente,  lo  podría  dejar  á  su  hijo  mayor  legítimo,  ó  dividirlo  entre 
sus  hijos  legítimos  á  su  voluntad.  Falleciendo  alguno  serian  sucesores  los 
que  sobreviviesen  y  no  teniendo  hijos  legítimos  ni  mujer  al  tiempo  de  su 
muerie,  entrarían  á  suceder  sus  hijos  ó  hijas  naturales  en  el  mismo  orden 
que  los  legítimos. 

9*  Los  indios  que  Ortiz  de  Zarate  tenía  encomendados  y  los  que  en 
adelante  se  le  encomendasen  en  el  Perú,  los  podría  conservaren  los  mis- 
mos términos  que  los  que  le  perteneciesen  en  esta  gobernación^  siendo 
obligados  él  y  su  sucesor,  á  tener  escudero  en  la  ciudad  déla  Plata, para 
servir  y  sustentar  la  vecindad  en  su  nombre;  y  al  dicho  escudero  no  le 
podría  remover  ninguna  justicia,  sino  el  mismo  adelantado  ó  sucesor. 

10.  Ortiz  de  Zarate  v  su  sucesor  tendría  facultad  de  mandar 
abrir  marcas  para  señalar  los  metales  de  oro  y  plata  y  cobrar  los  quintos 
y  otros  derechos  que  perteneciesen  al  rey,  guardando  dichas  marcas  en 
las  cajas  reales  de  tres  llaves,  como  estaba  ordenado. 

11.  Podría  el  adelantado  proveer  interinamente  cualquier  empleo  que 
vacase  ó  fuese  necesario  crear,  señalando  los  sueldos  correspondientes, 
con  condición  de  dar  cuenta  á  S.  M.  parala  resolución  que  fuese  de  su 
voluntad. 

12.  No  estarían  obligados  el  adelantado,  su  sucesor  ni  vecino  alguno, 
por  el  término  de  diez  años,  á  pagar  á  los  ofíciales  Reales,  por  derechos 
del  oro  y  plata,  perlas  y  piedras  que  se  descubriesen,  mas  de  la  décima 
parte,  contándose  el  plazo  desde  que  se  practicase  la  primera  fundición  y 
marcación  de  metales  ó  piedras  de  valor. 

13.  No  pagarían  alcabala  por  el  término  de  veinte  años,  contados 
desde  la  fecha  de  la  capitulación,  el  adelantado  ni  los  demás  pobladores 
y  conquistadores,  de  todo  aquello  que  de  los  reinos  de  España  trajesen, 
ni  de  lo  que  en  estas  provincias  negociasen . 

14.  Desde  la  misma  data  y    por  el    término   de  diez  años  quedaban 


-  505  — 

exentos  del  pago  de  almojarifazgo  los  vecinos  de  la  gobernación,  de  todo 
aquello  que  introdujeren  para  el  uso  de  sus  personas  y  casas,  debiendo 
pagarlo  de  loque  trajesen  para  vender  ó  enagenar  de  otro  cualquier  modo. 
El  plazo  sería  de  veinte  años  para  el  adelantado  y  sus  sucesores 
así  de  lo  que  introdujesen  como  de  lo  que  exportasen  para   España. 

15.  En  caso  de  rebelión  por  parte  de  ios  indios  ó  de  algunos  españo- 
les alterados,  iria  gente  á  mano  armada  para  castigarlos  y  reducirlos;  y 
con  acuerdo  de  los  Oficiales  Reales,  el  adelantado  ó  su  sucesor,  podría  gas- 
tar de  la  hacienda  real  todo  lo    que    para    dicho  castigo    fuese     necesario 

16.  Era  facultado  el  gobernador  para  dictar  las  ordenanzas  que  le 
parecieren  convenir  al  buen  gobierno  de  españoles  y  naturales,  y  para  el 
beneficio  de  las  minas  de  oro,  plata  y  piedras  de  valor  que  se  descubri- 
sen  en  la  gobernación,  no  excediendo  esas  ordenanzas  de  lo  que  el  rey 
tenia  ordenado,  lemitiéndolas  dentro  de  dos  años  al  Consejo  Real  de  Indias 
para  ser  confirmadas  ó  proveer  lo  que  fuese  mas  conveniente,  mandando 
sin  embargo  el  gobernador  que  fuesen  cumplidas  y  ejecutadas  mientras 
se  dictaba  la  resolución  superior. 

17.  Podría  el  gobernador  nombrar  corregidores  y  alcaldes  mayores  para 
el  buen  gobierno  y  ejecución  de  la  justicia  real,  en  los  lugares,  provin- 
cias ó  partidos  en  que  fuesen  necesarios,  señalándoles  moderados  sala- 
rios que  les  pagarían  los  Oficiales  Reales. 

18.  Podría  el  gobernador  disponer  de  quince  ó  veinte  quintales  de 
hierro  y  acero  existentes  en  la  ciudad  de  la  Asunción  para  gastarlos  en  lo 
que  le  pareciese  convenir. 

19.  Últimamente,  en  caso  de  residencia,  proveería  el  rey  teniendo 
consideración  á  los  servicios  del  adelantado,  sobre  la  súplica  hecha  por 
este  de  no  ser  despojado,  él  ni  su  sucesor,  durante  la  residencia  se  to- 
mase, de  la  posesión  de  su    gobierno. 

En  virtud  del  ofrecimiento  que  el  adelantado  hizo  al  Soberano  de 
fu4idar  seis  ó  mas  pueblos  á  más  de  los  á  que  estaba  obligado,  el  Rey  le 
hizo  las  siguientes  mercedes: 

1*  Podría  importar  anualmente,  en  dos  navios,  las  mercaderías,  armas 
y  herramientas  que  fuesen  necesarias  para  proveer  la  gobernación,  libres 
de  almojarifazgos  por  el  término  estipulado,  con  tal  que  los  navios  salie- 
sen de  España  en  conserva  de  una  de  las  flotas  ó  armadas  de  Tierra  Fir- 
me y  Nueva  España  hasta  las  islas  de  Canaria,  de  donde  tomarían  la  der- 
rota para  estas  provincias,  salvo  el  caso  que  en  defecto  de  flota,  el  rey 
apreciando  las  circunstancias,  tomase  la  resolución  correspondiente. 

2*  Podría  importar  de  los  reinos  de  España,  Portugal,  Cabo  Verd  ^  y 
Guinea,  cien  esclavos  negros,  libres  de  todo  derecho,  siendo  condición  in- 
dispensable su  permanencia  en  estas  provincias  so  pena  de  perderlos  en 
beneficio  del  fisco. 

3*  Quedaría  para  resolverse  en  oportunidad,  teniendo   consideración    al 

64 


—  506  — 

resultado  que  se  obtuviese  con  los  servicios  del  empresario,  sobre  la  pre- 
tensión de  éste  para  que  se  le  hiciese  merced  de  título  de  marqués  y  de 
veinte  mil  vasallos  indios  casados  en  la  tierra  que  nuevamente  conquistase 
y  poblase,  para  él  y  sus  sucesores. 

Cumpliendo  el  capitán  Juan  Ortiz  de  Zarate  con  las  obligaciones  ca- 
pituladas y  con  las  instrucciones  provisorias  y  ordenanzas  que  el  rey  man- 
dase observar  en  estas  provincias,  le  serían  guardadas  fielmente  las  mer- 
cedes que  se  le  hacían;  pero  faltando  á  lo  pactado,  corridos  tres  años,  se 
procedería  contra  él,  como  contra  persona  que  no  guarda  ni  cumple  su 
contrato  y  traspasa  los  mandamientos  de  su  rey,  obligándolo  á  la  satis- 
facción de  la  pena  de  diez  mil  ducados  para  la  cámara  y  fisco  de  S.  M. 


Habiendo  llegado  á  Buenos  Aires  en  el  año  1608  una  misión  de  F.  P. 
Jesuitas,  que  venía  con  destino  á  la  gobernación  de  Tucuman,  y  solicitado  de 
las  autoridades  un  solar  para  edificar  casa  de  convento  y  fundar  colegio,  los 
capitulares  se  expidieron  en  esta  forma: 

«Otro  si  acordaron  los  dichos  capitulares  que,  atento  que  los  padres  do 
la  Compañía  han  venido  á  esta  ciudad  á  poblar  y  hacer  convento  y  fundar 
casa  de  la  dicha  Compañía,  y  es  necesario  se  le  dé  sitio  conveniente  para 
el  dicho  efecto,  lo  pida  el  procurador  de  la  ciudad  al  señor  (lobernador,  y 
que  les  haga  merced  de  una  cuadra  que  está  frontera  del  fuerte  y  plaza  de 
esta  ciudad,  atento  que  está  la  dicha  cuadra  despoblada  y  dada,  por  no  haber 
poblado  las  personas  á  quien  de  ella  estaba  hecha  merced,  y  atento  que  para 
el  dicho  efecto  es  el  sitio  más  acomodado  y  mejor  que  hay  en  esta  ciudad 
para  el  tal  ministerio.  »> 

La  petición  que  el  cabildo  mandó  hacer  por  este  acuerdo,  aunque  no  co- 
nozcamos los  términos  de  la  merced,  fué  indudablemente  despachada  de 
conformidad  por  el  gobernador  Hernandarias  de  Saavedra,  pues  los  Jesuitas 
levantaron  su  primer  colegio  en  la  parte  del  Norte  de  la  mencionada  cua- 
dra de  esta  ciudad. 


Donación  del  derecho  de  los  solares  y  cuadra  del  Colegio  de  esta  ciudad  hecha  por  el 
Adelantado  don  Juan  de  Vera  y  Zarate.  Buenos  Aires,  Sello  segundo,  vale  por  este 
año  de  1649. 

Sepan  cuantos  esta  carta  de  donación  vieren,  como  yo  el  adelantado  don  Juan  de  Vera 
y  Zarate,  que  lo  soy  de  esta  Provincia  del  Rio  de  la  Plata,  é  hijo  legítimo  del  adelantado  don 
Juan  Alonso  de  Vera  y  Zarate,  caballero  del  orden  de  Santiago,  ya  difimto,  y  de  doña  Maria 
de  Figueroa  Holguin,  su  legítima  mujer,  como  uno  de  dos  herederos  é  hijos  del  dicho 
adelantado  mi  padre,  y  por  lo  que  me  toca,  digo:  que  por  cuanto  desde  mi  tierna  edad  hasta 
la  presente  he  recibido  muchos  beneficios  acompañados  de  toda  voluntad  y  amor  de  la 
religión  de  la  Compañía  de  Jesús  y  en  particular  el  colegio  y  casa  de  ella  de  la  ciudad  de  la 
Plata,  como  han  sido  de  educación^  estudio  y  buena  crianza,  y  otros  que  son  notorios,  de 
que  rae  hallo  muy  reconocido  y  espero  recibir  otros  muchos  de  la  dicha  religión.  Por  lo 
( ual  en  reconocimiento  de  todo  lo  referido,  otorgo  que  hago  gracia  y  donación,  pura,  mera, 
perfecta  c  irrevocable,  hecha  entre  vivos  y  partes  presentes,  al  colegio  y  casa  de  la  dicha 
Compañía  de  Jesús  que  está  en  esta  ciudad,  de  todo  el  derecho  que  tengo,  pueda  tener  y 


—  507  — 

me  pertenezca  en  cualquier  manera  á  la  cuadra  que  está  en  la  traza  de  esta  ciudad  y  plaza 
pública  de  ella,  enfrente  del  fuerte  real  de  esta  ciudad  y  en  que  está  fundado  el  dicho  co- 
legio y  casa  de  la  Compañía  de  Jesús  de  ella,  y  los  dos  solares  conjuntos  á  dicha  casa,  inclu- 
sos en  dicha  cuadra,  que  fué  repartida,  con  otras  tierras  y  datas,  al  adelantado  Juan  de  Torres 
de  Vera,  oidor  de  la  Real  Audiencia  de  la  Plata,  por  el  General  Juan  de  Garay  según  y  como 
más  largamente  consta  de  la  fundación  de  esta  ciudad  y  traza  de  ella  y  después  conñrmada 
y  aprobada  dicha  data  y  merced,  en  el  real  nombre  por  don  Fernando  de  Zarate,  siendo 
Gobernador  y  Capitán  General  de  esta  Provincia  y  la  del  Tucuman  según  y  como  consta  de 
titulo  de  la  dicha  confirmación  y  data  y  repartición  hecha  por  el  dicho  general  Juan  de 
Garay  y  notoriedad  de  todo  lo  referido.  Y  en  la  dicha  conformidad,  desde  hoy  dia  de  la 
fecha  de  esta  me  aparto  y  desisto  y  á  mis  herederos  y  sucesores  de  cualquier  derecho  que 
á  la  dicha  cuadra  he  y  tengo  y  puedo  haber  y  tener  en  cualquier  manera,  y  todo  lo  cedo, 
renuncio  y  traspaso  en  el  dicho  colegio,  para  que  lo  haya  y  tenga  por  razón  de  la  dicha 
donación  y  otro  cualquiera  que  le  competa  y  yo  pueda  haber  y  tener,  ceder  y  renunciar;  y 
en  caso  necesario  apruebo  y  ratiñco  la  posesión  actual  que  el  dicho  colegio  tiene  de  la  dicha 
cuadra,  y  le  doy  el  poder  y  facultad  que  de  derecho  se  requiera  para  que  si  le  pareciere  la 
pueda  tomar  y  aprender  de  todo  ó  parte,  judicialmente  y  cada  que  quisiere:  la  cual  dicha 
donación,  además  de  ser  como  es  remuneratoria,  declaro  no  ser  inmensa  ni  inmoderada,  y 
caso  que  lo  sea  en  todo  ó  en  parte,  me  aparto  de  todo  el  tal  derecho,  y  sobre  ello  renuncio 
las  leyes  que  dicen  y  prohiben  no  se  puedan  hacer  donación  ni  donaciones  de  toda  ó  la  ma- 
yor parte  de  los  bienes  y  sin  dejar  y  reservar  los  donatarios  suficientes  y  congrua  sustenta- 
ción y  según  y  como  en  dichas  leyes  se  contiene;  y  desde  luego  he  por  insinuada  dicha 
donación,  en  caso  que  exceda  de  los  quinientos  sueldos  del  derecho  y  deste  caso:  además  de 
que  la  dicha  donación  no  llega  ni  alcanza  su  valor  á  la  dicha  cantidad,  la  cual  rae  obligo  á 
no  revocar  en  ningún  tiempo  por  ningún  caso  aunque  de  derecho  lo  pueda  hacer,  porque 
de  todo  me  aparto,  si  lo  contrario  hiciere,  quiero  y  consiento  no  ser  oido,  antes  repelido 
de  juicio  y  además  de  ello  incurrir  en  pena  de  trescientos  pesos  de  á  ocho  reales,  que  me 
impongo  por  tal  pena  convencional  y  que  aplico  al  dicho  col^o,  por  la  cual  me  pueda 
luego  ejecutar,  y  sin  embargo  de  ella  todavía  se  haya  de  guardar  y  cumplir  esta  donación  eE 
todo  y  por  todo. 

Aceptación. — Y  estando  presente  yo  el  P.  Thomas  de  Urueña,  de  la  dicha  Compañía 
de  Jesús  y  procurador  de  esta  dicha  casa  y  colegio  de  ella,  como  tal  y  en  su  nombre  acepto 
la  dicha  donación,  según  y  como  vá  referido  y  agradezco  en  el  dicho  nombre  la  buena  obra 
que  el  dicho  adelantado  don  Juan  Alonso  de  Vera  y  Zarate  hace  al  dicho  colegio;  y  yo  ei 
susodicho,  para  el  cumplimiento  de  todo  lo  referido  por  lo  que  me  toca,  obligo  mi  persona 
y  bienes,  presentes  y  futuros,  y  doy  poder  á  los  jueces  y  justicias  de  S.  M.  y  otros  que  lo 
fueren  competentes,  para  que  todos  me  compelan  y  apremien  por  todo  rigor  de  derecho,  y 
renuncio  todas  y  cualquier  leyes,  fueros  y  previlegios  de  mi  favor,  con  la  general  y  derechos 
de  ella,  y  la  que  dice  que  el  actor  debe  seguir  el  fuero  del  reo;  y  ambas  las  dichas  partes  lo 
otorgamos  segim  dicho  es — que  es  hecha  en  esta  dicha  ciudad  de  la  Trinidad  puerto  de 
Buenos  Aires,  en  veintinueve  dias  del  mes  de  Mayo  de  mil  y  seiscientos  y  cuarenta  y  nueve 
años;  y  los  dichos  otorgantes,  que  yo  el  escribano  doy  fé  conozco,  la  firmaron  aquí  de  sus 
nombres  y  en  este  papel  rubricado  en  que  se  despacha  por  falta  del  sellado,  siendo  á  todo 
presentes  por  testigos  el  Capitán  Juan  Doblado  de  Solis,  Sebastian  Rs.  y  Tomás  de  Ga- 
yoso,  vecinos  y  residentes  en  esta  dicha  ciudad. — El  adelantado  don  Juan  Alonso  de  Vera  y 
Zarate. — Tomás  de  Urueña — ante  mi — Gómez  de  Gayoso — Escribano  de  S.  M. 

Yo  el  dicho  Gómez  de  Gayoso,  Escribano  de  S.  M.  y  vecino  de  esta  ciudad  de  la  Tri- 
nidad, hice  sacar  y  saqué  el  traslado  de  su  original,  según  que  ante  mi  pasó,  y  con  él  lo 
corregí  y  concuerda,  que  queda  en  mi  poder  y  á  que  me  refiero,  y  va  dicho  traslado  en  papel 
rubricado,  f>or  falta  del  sellado,  mandado  así  por  auto  del  señor  Juez  privativo  de  él  y  otros 
de  las  justicias  de  esta  ciudad  y  en  fé  de  ello  lo  signé  y  firmé — En  testimonio  de  verdad- 
Gómez  de  Gayoso — Escribano  de  S.  M. 


—  509- 


PLAZA  DE ''LOS  ANDES" 


Asi  se  llama  un  pedazo  de  terreno  abierto  comprendido  en  esta  Sección, 
en  la  calle  Balcarce  entre  las  de  Méjico  y  Chile,  que  más  bien  es  una  calle 
ancha  (una  cuadra)  que  lo    que  se  entiende  &:eneralmente  por  plaza. 

Los  sucesos  de  nuestras  armas  á  través  de  los  Andes  le  han  dado  el  he- 
roico título  que  la  distingue,  mas  como  hay  también  una  calle  denominada 
«Andes»,  creemos  más  oportuno  tratar  sobreesté  punto  al  bosquejar  la  Sec- 
ción que  comprende  á  esta  última. 

Respecto  de  la  plaza,  lo  único  que  puede  decirse  es  que  ella  no  tiene 
importancia  alguna  como  paseo  6  sitio  de  recreo, pues  la  autoridad  municipal 
muy  poca  atención  le  ha  dispensado  para  darle  los  atractivos  del  embelleci- 
miento y  ornato  que  enaltece  á  las  demás. 

Cuando  San  Martin  .salvo  lo.^  Andes  para  llevar  la  paz  y  libertada  las  Re- 
públicas meridionales  del  Continente,  conquistadas  por  la  fuerza  de  las 
armas,  Chile  so  preparó  para  secundar  esta  protección,  y  ni  la  pobreza  del 
erario,  desnudez  y  fatigas,  mitigaron  un  momento  el  ardor  patriótico  que 
impulsaba  á  la  guerra  íi  sus  hijos. 

La  campaña  de  los  Ande.'-^  ha  dado  lugar  á  heroicas  acciones,  ha  esti- 
mulado el  patriotismo  y  escitado  á  su  más  alto  grado  el  sentimiento  de  la 
independencia  soberana. 

Léase  el  documento  que  trascribimos  á  continuación  y  que  solo  es  un 
reflejo  de  las  virtudes  y  grandeza  de  alma  de  los  habitantes  de  aquella  edad 
de  oro. 


Oficio  del    Qobernador  del  Obispado  de  Chile    al  Intendente    de    la  Provincia    de    Santiafo 
ofreciendo  todas    las    alhajas  del    Clero,  y  decreto  del   Qobierno  á  propósito     de  esto. 

Excrao.  señor. — V.  E.  nos  acaba  de  prevenir  que  nuestros  hermanos  puestos  en  el 
campo  de  batalla  aguardan  por  horas  el  ataque  del  enemigo  para  derramar  su  sangre  y  sa- 
crificar sus  vidas  por  nuestra  conservación.  V.  E.  nos  presenta  la  triste  imagen  de  Chile  des- 
trozada por  dos  años  y  medio  con  una  atrocidad  verdaderamente  española,  y  a  nuestros  hijos, 
padres  y  esposas  que  horrorizados  del  cadalso  y  las  cadenas  que  les  preparan  las  fieras  que 
marchan  por  los  campos  de  Talca,  convierten  sus  lágrimas  hacia  los  valientes  que  en  las  orillas 
de  Tingirica  han  jurado  morir  antes  que  ver  nuestra  desolación;  pero  al  mismo  tiempo  nos 
advierte  V.  E.  que  á  estos  valientes  les  falta  el  pan  y  los  auxilios  con  que  han  de  sostener  el 
vigoroso  brazo  que  extermine  al  enemigo»  y  que  agotados  los  rectusos  públicos  no  alcanzan 
aim  para  formar  el  hospital  donde  deben  curarse  las  heridas  que  reciban  por  nuestra  sal- 
vación. 

¿Y  qué  espera  V.  E.  que  contesten  los  chilenos  (t  tan  dolorosas  como  interesantes  imáge- 
nes? que  todas  nuestras  fortunas  sin  reserva»  son  de  la  Pairia,  Que  por  ahora  se  digne 
admitir  V.  E.  la  oblación  expontánea  que  le  hacemos  de  cuantas  especies  de  plata  labrada 
existen  en  nuestro  poder,  y  la  protesta  con  que  aseguramos  á  la  Pairia  y  al  universo  entero  que 
entre  tanto  subsista  la  guerra  y  las  urgencias  de  Chile,  no  se  verá  en  nuestras  casas  una  sola 
alhaja  de  plata. 


—  509  — 

£1  pueblo  de  Chile  no  quiere  que  se  toquen  las  alhajas  de  las  Iglesias  hasta  que  habiendo 
consumido  todas  las  particulares,  digamos  humillados  ante  el  Señor  Supremo:  para  conservar 
los  preciosos  dones  de  la  existencia  y  libertad  que  nos  habéis  concedido,  nos  presentamos  des- 
nudos á  implorar  vuestra  protección  y  á  sostener  vuestras  órdenes  con  auxilio  de  lo  que  habla- 
mos destinado  para  adorar  vuestro  culto. 

Entretanto  admita  V.  E.  la  ofrenda  que  le  hace  el  clero  secular  y  regular  por  su  gober- 
nador, cabildo  y  prelados,  de  cuantas  alhajas  poseen  en  particular,  ó  no  entran  en  el  decoro 
del  culto;  todas  cuantas  poseen  las  magistraturas  y  cuerpos  públicos,  y  las  que  como  represen- 
tantes de  ambos  estados,  gremios  y  corporaciones  ofrecemos  al  Estado  en  particular,  y  las 
as^^ramos  en  general,  cerciorados  de  la  voluntad  pública  y  á  nombre  del  pueblo  de  San- 
tiago. 

Por  consiguiente,  dígnese  V.  E.  nombrar  una  comisión  que  reciba  estas  oblaciones,  y  avisar 
á  nuestros  hermanos  que  deben  contar  con  los  últimos  esfuerzos  de  nuestra  gratitud. — José  Ig- 
nacio Cienfuegos,  Gobernador  del  Obispado. — Francisco  Fontesilla,  Intendente  de  la  Provin- 
cia.— (Siguen  las  firmas  del  clero  secular  y  regular  y  demás  corporaciones.) 

DBCRETO: 

Santiago.   Marzo  5  de  i8i8. 

Pasen  mis  ministros  de  Estado  en  el  despaclio  de  Gobierno  y  Hacienda  á  los 
cabildos  seculares  y  eclesiásticos,  para  que  después  de  recibir  las  condignas  gracias  de  tan  he- 
roica generosidad,  hagan  saber  á  las  corporaciones  que  suscriben,  y  al  pueblo  y  estado  ecle- 
siástico de  Santiago,  que  no  hallando  el  gobierno  expresiones  proporcionadas  á  la  gratitud 
que  exige  su  oblación,  ordena  desde  luego  que  en  las  pirámides  que  existen  á  los  puntos  del 
Oriente  y  poniente  en  las  entradas  de  mar  y  tierra  de  esta  Capital,  se  grabe  la  siguiente  ins- 
cripción: 

El$  de  Marzo  de  í8i8,  se  despojó  voluniariamenie  el  pueblo  de  Santiago  de  todas  sus  alhajas 
y  útiles  de  plata  protestando  no  adquirir  otros  Ínterin  la  patria    se  hallase  en  peligro. 

Naciones  del  Universo:  extranjeros  que  entráis  en  Chile:  decidid  si  tal  pueblo  podrá  ser  es- 
clavo. 

Entretanto  no  permitiendo  la  generosidad  de  tan  heroico  pueblo  que  el  gobierno  tome 
otras  medidas  y  arbitrios  para  ocurrir  á  los  apuros  de  la  guerra  que  los  que  se  fundan  en  la 
absoluta  confianza  de  sus  virtudes  é  interés  público,  desde  luego  declaro  y  ordeno  que  desde 
este  dia  se  suspenda  y  cese  toda  contribución  mensual  en  Santiago,  descansando  en  su  pro- 
pia generosidad.  Disp>ongo  también  que  estas  alhajas  se  mantengan  como  un  depósito  que 
sirva  de  prenda  y  seguro  para  los  socorros  extraños  que  pueda  solicitar  el  Grobierno,  á  fin  de 
que  si  la  guerra  concluye  pronto  como  lo  esperamos  de  la  protección  del  Altísimo,  sean  res- 
catadas con  los  ingresos  ordinarios  del  Fisco;  y  conveniente  con  la  propuesta  que  me  hacen 
todos  los  cuerpos,  nombro  de  comisionados  que  recauden  las  presentes  oblaciones,  á  los  dos 
Alcaldes  de  esta  Capital,  á  D.  José  Manuel  Lecaros,  á  D.  Domingo  Toro,  D.  Ignacio  y 
D.  Domingo  Eyzaguirre,  el  fiscal  de  la  Cámara  D.  Tose  Gregorio  Argomedo,  y  su  ministro 
decano,  D.  Francisco  Antonio  Pérez,  quienes  dejaran  un  recibo  á  cada  interesado  del  peso  y 
especies  que  entrega,  con  las  señales  de  sus  marcas,  si  las  tuvieren,  llevando  igualmente  un 
libro  donde  trasladen  el  mismo  recibo  firmado  del  donante,  y  de  la  comisión,  que  se  archi- 
vará en  la  Secretaría  de  Cabildo,  é  imprimiéndose  la  anterior  representación  y  este  Decreto, 
comuniqúese  al  ejército,  á  nuestros  aliados,  y  sirva  de  documento  á  las  naciones  que  desean 
instruirse  del  carácter  de  la  revolución   Americana. — Cruz. 


ESTABLECIMIENTOS   INDUSTRIALES 


<LA    PRENSA» 


La  Prensa,  cuyo  fundador  y  propietario  es  el  docloi"  don  José  C.  Paz,  vio  la 
luz  pública  el  Lunes  18  de  Octubre  de  1869,  en  el  mismo  local  (¡ue  hoy  ocupa- 

Fué  sudirectoi-  el  señor  don  Cosme  Marino  y  su  editor  don  Jorge  E.  Cook. 

Apareció  como  diario  de  la  tarde,  cHmbiandij  su  salida  por  la  mañana  el 
6  de  Julio  de  1871. 

El  propósito  de  su  fundador  fué  hacerlo  diario  matutino,  y  si  empezó  por 
darlo  por  la  tarde,  fué  porque  creyó,  y  con  razón,  que  de  esa  manera  lo  prepa- 
rarla con  éxito  para  entrar  en  la  lucha  con  los  colosos  de  la  mañana  en  esa 
época. 

La  empresa  carecía  del  capital  sufiriente  para  darle  el  impulso  que  ambi- 
cionaba. 

El  primer  número  fué  impreso  en  una  sola  hoja;  el  texto  y  los  avisos  ocu- 
paban 10  columnas,  ó  sean  490  centímetros,  iguales  á  8  columnas  de  las  56  que 
actualmente  tiene. 

El  o  de  Noviembre  del  mismo  afío,  La  Prensa  cambió  de  formato,  apare- 
ciendo con  4  páginas,  de  un  tamaño  igual  á  las  actuales.  El  17  de  Enero  de 
1870  ensanchó  su  formato,  hasta  una  capacidad  de  material  de  lectura  y  avisos 
de  1960  centímetros. 

En  1873  la  empresa  trajo  de  Europa  una  máquina  de  reacción,  de  Alouzé. 
siendo  una  de  las  primeras  de  ese  sistema  introducidas  al  país. 

La  Prensa  continuó  desenvolviéndose,  formando  su  capital  con  sus  propios 
productos. 

Pocos  años  después,  el  tiraje  diario  exigía  máquinas  de  más  rapidez  en  la 
impresión.  Pai'a  satisfacer  esta  necesidad  la  empresa  introdujo  ia  máquina  ro- 
tativa de  Marinoni,  la  primera  que  vino  al  Rio  de  la  Plata. 

El  lí  de  Diciembre  de  1883  apareció  el  diario  impreso  con  esa  máquina, 
adoptando  el  fórmalo  de  8  páginas  que  actualmente  tiene:  con  frecuencia  apa- 
rece con  10,  12,  16  y  hasta  ha  llegado  á  presentarse  con  18  páginas. 

Siéndole  insuficiente  para  su  tiraje  creciente  una  máquina  rotativa,  á 
pesar  de  su  rapidez  en  la  impresión,  en  1886  montó  una  segunda  del  mismo 
sistema:  arabas  trabajan  diariamente  y  &  la  vez. 


—  512  — 

La  Prensa  ha  tenido  en  los  19  afios  de  existencia  que  cuenta,  tres  directores: 
el  fundador,  señor  Cosme  Marino,  á  quien  le  sucedió  en  1872  el  doctor  don  Es- 
tanislao Zeballos,  quien  permaneció  en  ese  puesto  hasta  Agosto  de  1877,  fecha 
en  que  lo  reemplazó  el  actual,  doctor  don  Adolfo  E.  Dávila. 

Tres  administraciones  ha  tenido  La  Prensa:  la  primera  á  cargo  del  señor 
José  Cueto,  la  segunda  de  don  Estarlo  Valle,  y  la  tercera,  que  empezó  en  1877, 
de  don  Miguel  Silva,  que  dura  todavía. 

Muchos  de  los  hombres  públicos  que  han  tigurado  y  figuran  en  la  política 
han  sido  redactores  de  La  Prensa^  tales  como  los  doctores  Pellegrini,  Gallo, 
Terry,  don  Octavio  Pico  y  otros;  pero  los  que  mas  han  escrito  en  sus  columnas 
fueron  su  fundador  doctor  Paz  y  los  doctores  Zeballos  y  Dávila. 

El  fundador  de  este  diario,  que  ha  sido  y  es  su  único  propietario,  á  falta  de 
capital  para  impulsarlo,  le  consagró  toda  su  actividad  y  notoria  energía  de  ca- 
rácter, logrando  darle  un  temple,  que  mantuvo  siempre  y  que  lo  ha  conducido 
á  la  altura  á  que  ha  llegado. 

Se  propuso  instituir  un  órgano  de  verdad  en  todas  sus  secciones,  calidad 
que  ha  hecho  su  crédito. 

Una  innovación  sobre  todo  introdujo  en  el  periodismo  de  la  época,  que  fa- 
cilitó el  avance  de  su  circulación:  fué  la  ñutida  del  dia,  á  la  que  dio  un  interés 
inusitado  entonces,  pues  la  prensa  de  esos  tiempos  se  preocupaba  especial- 
mente del  editorial  polemista. 

El  aviso  chico,  de  profesiones,  servicio  doméstico,  etc.,  fué  también  inicia- 
do en  Buenos  Aires  por  Im  Prensa,  siendo  de  notarse  que  conserva  sin  disputa 
el  predominio  en  ese  ramo  de  la  clientela  del  periodismo  argentino. 

Haí*.e  diez  anos  solamente,  recibía  entre  20  y  30  de  esos  avisos  por  día; 
actualmente  su  número  oscila  entre  300  y  350  y  no  es  raro  que  se  sobrepase 
de  este  guarismo. 

La  Prensa  ha  tenido  un  crecimiento  incesante  y  tirme:  su  circulación  ha 
avanzado  bajo  una  ley  uniforme. 

Alejada  de  los  partidos,  sin  haber  jamás  servido  la  política  de  ningún  go- 
bierno, manteniéndose  con  independencia  con  su  programa  de  verdad,  ha 
sabido  grangearse  las  simpatías  y  el  aprecio  del  público,  hasta  llegar  al  má- 
ximun  de  la  circulación  del  periodismo  nacional. 

En  sus  columnas  se  debaten  todos  los  asuntos  de  orden  económico,  so- 
cial, científico,  comercial  y  político,  con  criterio  sereno,  á  cuya  conducta  debe 
la  autoridad  de  que  gozan  sus  opiniones  dentro  y  fuera  del  país. 

Como  órgano  de  opinión  y  como  empresa  comercial,  no  hay  en  la  Repú- 
blica quien  aventaje  á  La  Prensa:  á  estas  alturas  envidiables  ha  subido,  con  su 
solo  esfuerzo,  la  modesta  y  pobre  hoja  vespertina  que  vio  la  luz  pública  el  18 
de  Octubre  de  1869. 

Sin  duda  alguna,  son  pocos  los  ejemplos  de  un  diario  formado  y  engran- 
decido de  esa  manera. 

Mientras  La  Prensa  se  desarrollaba  á  fuerza  de  labor  y  de  perseverancia  en 


—  513  — 

sus  ¡deas,  se  ha  visto  surgir  y  desaparecer  numerosas  empresas  periodísticas 
con  respetables  elementos  pecuniarios  y  de  otro  orden. 

Una  condición  sustancial,  que  ha  debido  ser  decisiva  en  la  vida  próspera 
de  ese  diario,  es  la  consecuencia  y  la  lógica  de  sus  opiniones,  hecho  poco  co- 
mún en  los  anales  del  periodismo,  que  debe  atribuirse  á  la  unidad  de  Dirección, 
pues  en  la  organización  de  La  Prensa,  por  voluntad  de  su  fundador,  el  Director 
predomina  en  todo  lo  que  la  afecta,  desde  las  principales  hasta  sus  mas  subal- 
ternas secciones:  todo  el  material  cuotidiano  pasa  por  sus  ojos. 

La  circulación  actual  de  La  Prensa  oscila  alrededor  de  17.000  ejemplares, 
clasificada  de  esta  manera:  Capital,  13.000;  provincia  de  Buenos  Aires  é  interior 
de  la  República,  3.500;  y  exterior,  500. 

El  personal  ocupado  por  La  Prensa  es  vasto:  figura  en  su  presupuesto 
mensual  con  6.000  pesos  moneda  nacional,  mcluso  su  cuerpo  de  corresponsales 
europeos,  en  el  que  figuran  Julio  Simón,  Arsenio  Houssaye,  Julio  Claretie, 
Porez  Galdós,  Barrili,  la  condesa  de  Albado  y  otros. 

La  índole  de  este  trabajo  nos  impide  entrar  en  otro  orden  de  considera- 
ciones juzgando  al  diario  que  nos  ocupa,  que  es  una  de  las  creaciones  genuinas 
del  pueblo  de  la  Capital,  en  cuyo  espíritu  está  profundamente  arraigado. 


CASA  DE  REMATE  DE  ADOLFO  BULLRICH  Y  C\ 


La  casa  de  remate  es  entre  nosotros  muy  general  y  los  fecundos  resul- 
tados obtenidos  en  este  género  de  labor  están  constantemente  llamando  la 
atención  especulativa  del  inquieto  comerciante  que  sigue  paso  á  paso  las  evo- 
luciones económicas  de  la  actividad  general. 

La  que  nos  ocupa,  sin  carácter  definido  cuando  se  estableció,  empezó  sus 
operaciones  teniendo  por  base  un  capital  de  $  6,000,  con  el  cual  atendía  los  di- 
versos gastos  de  la  casa,  desempeñando  sus  funciones  con  austera  honradez  y 
solícito  interés,  condiciones  que  muy  pronto  le  granjearon  la  confianza  pú- 
blica. 

Sostenida  y  protegida  por  ella  desde  sus  primeros  dias,  haciéndola  el  de- 
pósito general  de  los  principales  y  más  valiosos  artículos  destinados  á  re- 
mate, se  sintió  desde  luego  impotente  y  reducida  para  satisfacer  la  demanda 
siempre  creciente  del  movimiento  comercial,  que  adquirió  súbitamente  pro- 
porciones desmedidas  en  el  orden  económico  del  país. 

La  capacidad  material  del  edificio  no  correspondía  ni  podía  contener  ya 
los  animales  y  mercaderías  que  la  especulación  colocaba  en  él  diariamente  á 
porfía:  el  movimiento  del  establecimiento  fué  tan  complicado  y  poderoso,  que 
para  satisfacer  las  exigencias  del  comercio  fué  necesario  abandonarlo  y  tomar 
otro  mucho  más  vasto  y  amplio. 

65 


—  514  — 

Competentes  y  de  acrisolada  honradez  los  rematadores,  la  casa  cada  día 
tomaba  mayor  espectabilidad  en  la  plaza,  y  sus  poderosos  recursos  aumen- 
taban con  tanta  rapidez  que  bien  pronto  la  colocaron  en  condiciones  de  res- 
ponder ventajosamente  á  las  exigencias  del  movimiento  inusitado  de  las  ope- 
raciones mercantiles. 

Fué  entonces  que  la  casa  cambió  de  local,  eligiendo  un  edificio  mas 
apropiado  á  sus  fines  y  capaz  de  atender  la  demanda  del  comercio:  pero  su 
amplitud  y  comodidades  se  resienten  hoy  de  una  manera  alarmante  con  el 
movimiento  que  ha  adquirido  en  estos  últimos  años,  excesivamente  fuerte  y 
exigente  para  satisfacerlo  en  toda  su  plenitud. 

No  hay  un  dia  en  que  no  se  verifique  un  remate  masó  menos  importante, 
mientras  que  en  otros  tienen  lugar  cuatro  ó  cinco  de  gran  valor  y  trascendencia 
por  los  capitales  puestos  bajo  el  imperio  del  martillo. 

Los  dias  de  fiesta  son  los  de  mayor  labor  para  este  establecimiento,  tenien- 
do á  veces  que  concurrir  á  las  ferias  que  los  hacendados  organizan  en  sus 
cabanas,  las  cuales  tienen  lugar  generalmente  cuando  existen  diversas  espe- 
cies de  ganado  que  el  interesado  se  propone  vender  en  remate. 

Entiéndese  por  caía/m  entre  nosotros,  los  establecimientos  ganaderos  fun- 
dados exclusivamente  para  reproducir  animales  de  raza  de  reconocido  valor  é 
importancia. 

Los  cuidados  con  que  tratan  á  los  animales  en  esta  casa  de  remate  respec- 
to de  su  alimentación,  higiene  y  mansedumbre,  son  los  títulos  mas  recomenda- 
bles en  que  se  apoya  su  supremacía  sobre  las  demás  y  el  favoritismo  público. 

Las  sustancias  alimenticias  que  constituyen  la  manutención  que  seda  álos 
animales  destinados  á  remate,  consisten  en  pasto  seco,  alfalfa,  afrecho,  maíz, 
cebada  y  avena:  los  servicios  de  la  alimentación  son  desempeñados  por  hom- 
bres competentes,  de  conocimientos  especiales,  que  la  proporcionan  durante  el 
dia  las  veces  y  cantidad  que  juzgan  necesarias  para  realzar  el  estado  de  gordu- 
ra y  estampa  de  los  animales. 

Las  comisiones  que  cobra  la  casa  varían  con  las  condiciones  especiales  de 
las  mercaderías  ó  artículos  á  rematarse,  su  importancia,  clase,  cantidad  y  pun- 
to en  que  se  efectúa,  etc.;  el  mínimun  de  la  comisión  es  de  un  medio  por  cien- 
to y  de  cuatro  el  máximun. 

Un  tenedor  de  libros  y  ocho  empleados  componen  el  personal  de  este  esta- 
blecimiento, siendo  tres  de  estos  últimos,  por  los  servicios  asiduos  que  han 
desempeñado  por  largo  tiempo,  interesados  en  los  beneficios  de  la  casa;  losi 
sueldos  varían  entre  25  y  160  pesos  mensuales,  invirtiendo  en  ellos  la  cantidad 
de  700  al  mes — ocho  peones,  sin  contar  los  que  mandan  los  vendedores,  hacen 
los  servicios  .secundarios  de  la  administración. 

En  cuanto  al  régimen  de  alimentación  es  convencional,  pudiendo  el  vende- 
dor elegir  las  sustancias  ({ue  se  suministran  á  los  animales,  bajo  la  siguiente 
tarifa:  Animal  vacuno  ó  caballar,  80  centavos;  ovejas,  cerdos,  perros,  etc., 
20  centavos  diarios. 


—  515  — 

Ochenta  pesebres  se  conservan  llenos  durante  todo  el  año. 

El  movimiento  de  caja  mensual,  término  medio,  es  de  $  200.000. 

Damos  á  continuación  una  nómina  de  las  personas  del  extranjero  que 
consignan  á  esta  casa  animales  de  raza  para  ser  vendidos  al  mejor  postor : 

Francia,  Inglaterra  y  Alemania,  son  las  naciones  que  mas  proveen  á 
nuestro  país  del  ganado  de  raza,  cuya  cria  y  propagación  ha  llamado  la  aten- 
ción de  los  ganaderos  argentinos. 


DEL  EXTRANJERO 


Sres.  Dionald  Maclennau 
»    Humphry  Smith 
V    C.  R.  Witherell 
Eells  y  Cióse 

•  A.  Yeomans 

>  A.  F.  Sicquot  Hno. 
'  Carlos  Debaissieux 
^    R.  Ewart 

*  V.  Gilbert 
Duvrarau  y  Lesieux 

■>    D.  P.  Ha3n*'ard 
^    Daniel  Veysset 


Sres.  G.  H.  Moores 
»     Alfred  Wolff 
»     Langworthy 
•*    G.  von  Behr 
»     £d.  Lübben 
►     Jh.  M.  Bennet 
>-     F.  von  Homeyer 
^    W.  Bateman 
.    Mollar  y  C*. 
:.    J.  W.  Nash 
Otros  varios 


DEL     PAÍS 


Sres.  Miguel  N.  de  Uribelarrea 

:•  Carlos  Villate 

»  Vicente  L.  Casares 

">  Antonino  Cambaceres 

»  Martin  de  Gainza 

»  Di^o  Church 

»  R.  Herrera  Vegas 

»  Félix  Alzaga 

»  Manuel  Guerrico 

^  Mariano  Acosta  é  hijos 

»  M.  Real  de  Azua 

»  Juan  A.  Brown 

>  F.  J.  Mecks 

>  Manuel  S.  Aguirre 
•  Kenny 

■>  Gahan 

y>  Ezcurra  Hnos. 

>  C.  y  E.  Grondona 

>  Bernardo  de  Irigoyen 
»  Narciso  Vivot 

»  Ocampo  Hnos. 

»  Juan  S.  Boucau 
Sucesión  de  C.  Casares 
»  »    S.  Lawrie 

y  muchos  otros  cuyo  detalle  es  demasiado  extenso. 


Testamentaria  C.  Urioste 

Sres.  Leonardo  Pereira 
Cabana  Rivadavia 

»  Bell  é  Hijos 

>  Tomás  Acevedo 

>  Juan  Fair 

»  Patricio  T.  Reid 

»  Senillosa  Hermanos 

j»  F.  Chas  é  Hijos 

»  E.  Olivera  Hnos. 

>  David  A.  Shennan 

>  Jh.  Bolland 

»  Guillermo  Kemmis 

>  Juan  R.  Lanús 

>  Estanislao  Zeballos 

>  Martínez  de  Hoz 
»  Blaquier  é  Hijos 

>  Ezequiel  de  Elia 

>  Máximo  de  Elia 

>  Agustín  de  Elia 

>  Lozano  Hnos. 
»  Santiago  Luro 

>  Juan  Cobo 

>  Eduardo  Casey 


Dados  estos  pormenores  necesarios  para  darse  cuenta  exacta  de 
la  capacidad  comercial  de  esta  casa,  exclusiva  en  toda  la  América  del 
Sud  en  cuanto  á  su  especial  carácter  ganadero  y  al  crédito  de  que  goza, 
pasemos  ahora  á  conocer  su  movimiento  sumamente  interesante  ér  ilustrativo, 
no  solo  por  referirse  á  la  industria  tradicional  de  este  país  que  abraza  capitales 


—  516  — 

incalculables,  sino  porque  sus  particularidades  ofrecen  una  base  segura  á  la 
especulación,  á  su  estudio  detenido,  y  sobre  todo,  á  reflexiones  capaces  de  ha- 
cernos predecir  sobre  el  porvenir  de  la  industria  general,  porque  ella  sola  dá 
vidaá  muchas  otras,  que  cual  parásitos,  se  nutren  y  desarrollan  á  expensas  de 
su  poderosa  y  abundante  savia. 

En  nuestra  vida  económica,  apenas  naciente  desde  que  solo  tres  décadas 
escasas  de  afios  llevamos  de  existencia  constitucional  y  de  labor  administra- 
tiva, la  industria  ganadera,  pobre  y  endeble,  no  alcanzaba  á  merecer  la  aten- 
ción de  la  población,  relajada  por  viejas  prácticas  viciosas  y  rutinarias  que  pa- 
ralizaban su  natural  desarrollo. 

Convencidos  los  capitalistas  naturales  y  extranjeros  que  la  industria  ga- 
nadera, atendida  debidamente,  produciría  enormes  ganancias,  dadas  nuestras 
condiciones  de  terreno  y  elementos  rurales,  empezaron  á  explotarla  con  des- 
confianza todavia  al  principio,  porque  las  innovaciones  siempre  inspiran  recelo; 
pero  cuando  los  resultados  dieron  con  inconmovible  realidad  el  éxito  brillante 
que  era  de  esperarse,  entonces  aquella  industria  llegó  á  ser  la  única  preocupa- 
ción, 6  inmensos  capitales  antes  inactivos  daban  vida  y  movimiento  á  extensas 
zonas  de  nuestro  territorio,  despertando  en  las  inmediaciones  de  los  estableci- 
mientos ganaderos  industrias  desconocidas  que  promovían  laactividadgeneral. 

Poco  apoco  fueron  introduciéndose  mejoras  en  la  cria  de  ganado,  cruzando 
las  razas,  refinándolas,  y  dedicándole  la  atención  y  estudio  que  su  importancia 
trascendental  exigía  de  un  país  eminentemente  agrícola  y  ganadero:  ella  muy 
pronto  se  convirtió  en  una  de  las  fuentes  mas  colosal  de  la  riqueza  pública  y 
privada. 

Veamos  ahora  cual  ha  sido  el  movimiento  de  la  casa  de  remate  de  que  nos 
ocupamos,  cuyo  detalle  y  cantidad  de  animales,  clase,  importe,  etc.,  pueden  dar 
una  idea  aproximada  de  la  importancia  de  esta  industria. 

Teniendo  lugar  en  esta  casa  un  remate  por  semana,  generalmente,  de 
ganado,  en  los  cincuenta  y  dos  que  representa  el  ano  de  1885,  ha  dado  el 
siguiente  resultado: 


GANADOS 

KSPPTieS 

N.»  Dk  CAÜP/AX 

IMI'ORTB 

Caballar 

X.361 
38.2X0 
X8.853 

54 

87 

58.365 

1  130.567 

»    2X8  320 

Laxiar 

Vacuno      ...      •    • 

»  28X.403 

»         2.1X6 

Porcino 

Aves  domésticas. . 

• 

»       7S7 

1  633.163 

—  517  — 
Los  remate»  de  ganado  caballar  ^e  voriticaron  de  esle  modo: 


GANADO 

CABAL 

LAR 

fv„c> 

(-.n.iia.. 

.,p.„.o. 

VB...S 

.,„.c. 

PO„,.^= 

«.n,c*«„. 

™nK.i.r. 

L«ro 

9 

J77 

iB 

6 

- 
19 

35 
6 

748 

6 

7 

i6 

4 

9 

3 
87 

S    11.600 

Cssates 

74S 
..    I.B70 

"       ■■4» 

.      10.900 
»      S.goo 
n       5.8S3 
"     I I. 084 

Mostiio  de  carrera 

3Sz 

65 

799 

44 

10, 

i36i 

t  1 3o, 56? 

En  el  ganado  lanar  cuyo  total  ya  conocemos,  es  muy  satisfactorio  el  cua- 
dro que  ofrecen  sus  ventas-remates  :  las  diversas  razas  que  se  crian  en  nues- 
tros establecimientos  permitirán  un  día  no  muy  lejano  perfeccionar  y  retinar 
el  ganado  lanar,  cuyo  producto  constituye  el  manantial  mas  poderoso  de  rique- 
za y  que  justamente  es  apreciado  en  el  extranjero  considerándolo  como  el 
mas  favorable  y  beneficioso  á  la  fabricación  de  paños. 

De  las  38210  cabezas  de  esteganado  vendidas  al  mejor  postor,  fueron  car- 
neros 3.068,  ovejas  34.842  y  borregas  150.  de  distintas  razas  y  especies:  dieron 
un  producido  de  $  218.320  disfribuidos  déla  manera  siguiente: 

GANADO    LANAR 


..,., 

e........ 

„o».«». 

.-..«.^s 

,.™r. 

963 
107a 

I  So 
loaJ 

31 13 

iai3 

161: 
3.995 
3484» 

45 

1 

mi 

1 5o 
J640 

31995 

í      44.909 
.1      73.700 

"     41-493 

,610 

»     34.3SB 

iSo 

38*10 

«  118.320 

Es  el  ganado  vacuno  el  que  representa  mayor  movimiento  y  que  pone  en 
juego  mayor  suma  de  capital:  ofreciendo  mas  seguridades  de  vida  ei  animal 
vacuno  que  los  otros,  el  capitalista  se  entrega  con  preferencia  &  la  cria  v  es- 
plotaclon  de  él,  procurando  siempre  el  mas  perfecto  refinamiento. 


Los  remates  realizados  por  esta  nasa  de  dicho  ganado,  presentan  las  par- 
ticularidades que  se  ex[ifesan  en  esto  cuadro. 


GANADO   VACUNO 


™., 

™...a^           v..,=      \-,,,u.,-..= 

,....,. 

s5 
i55 
ryi 

6  vacas 
345  nov 
.5429  c- 

II                    14 
1             I79J 

3i5 
3li 

S 

47.613 

«0709 

Sia  eapeeiftnaaioa 

59Í7 
116.567 

Total. 

18853  cabezas  que  ¡mporuron 

t 

iSi.Sií 

E!  ganado  porcino  y  las  aves  domésticas  han  tenido  en  este  año  poco  mo- 
vimiento, pues  las  personas  que  se  ocupan  de  la  cria  y  vent'a  de  ellos  son  mu- 
chas y  absorben  poi'  consiguiente  la  especulación  que  se  pudiera  hacer  en  este 
mercado:  el  comercio  de  ambas  especies  no  es  reducido,  pero  por  los  datos 
que  presentamos  110  puede  apreciarse  ni  aproximadamente  su  desarrollo  y  espe- 
culación, pues  ios  consignamos  exclusivamente  para  dar  una  idea  del  movi- 
miento general  de  esta  casa  y  no  como  el  estado  de  su  comercio  especial. 

La  propiedad  urbana  y  rural  es  la  que  mas  ha  llamado  la  atención  de  los 
rematadores,  pues  ella  sola  représenla  un  capital  de  $  5.526.854  procedente  del 
valor  obtenido  de  las  propiedades  rematadas. 

El  cuadro  general  que  confeccionamos  á  continuación,  pone  de  manifiesto 
a!  primer  golpe  de  vista  la  proporción  en  que  cada  una  de  las  materias  comer- 
ciales que  dieron  movimiento  á  esta  casa  en  el  año  1885,  ha  contribuido  á  obte- 
ner los  sip;uientes  resultados: 

RESUMEN 

Ganados $ 

Propiedad   urbana.... 

»  rural 

Plantas 

Mercaderías  varias... 
Buques 


633.103 

2.7H1.990 

2.744.864 

19.400 

10.093 

2.405 

Total.- $    6.101-915 


Como  se  vé,  plantas,  diversas  mercaderías,  buques,  muelles,  carros  y 
carruajes,  etc,  han  caido  bajo  la  acción  del  martillo,  ofreciendo  á  los  especu- 
ladores ocasiones  muy  propicias  para  realizar  una  operación  ventajosa  é  im- 
portante: el  curso  forzoso  que  pesó  sobre  dicho  año  económica  no  tuvo  la 
fuerza  suficiente  para  contener  ni  mucho  menos  paralizai'  el  ejercicio  y  vasto 
desarrollo  de  las  industrias,  que  con  sus  poderosos  elementos  de  vida  y  de  labor 
han  dado  al  país  la  seguridad  de  sus  brillantes  deslinos  y  á  sus  habitantes  la 
confianza  y  los  medios  para  promover  el  progreso  de  la  i-iqueza  pública  y 
privada. 


—  519  — 


IMPRENTA  Y  LIBRERÍA  DE  MAYO 


Este  establecimiento,  fundado  en  1853,  es  en  los  dos  ramos  que  abraza, 
como  el  apóstol  de  las  letras  argentinas  y  el  archivo  del  pensamiento  nacional 
en  cuanto  se  ha  manifestado  la  actividad  intelectual  del  país  y  aun  de  Sud- 
Araérica . 

El  contiene  la  historia  y  el  canto  patriótico  sobre  el  primer  grito  de  libertad 
que  profirieron  nuestros  patricios,  de  la  misma  manera  que  los  monumentos 
bibliográficos  de  la  cronologia  histórica  de  nuestras  luchas  civiles  y  conquis- 
tas sociales. 

El  señor  Casavalle,  su  propietario,  ha  sido  el  único  que  provocando  á  la 
misma  ruina  abrió  un  manantial  seguro  de  producción  literaria  en  su  estableci- 
miento, favoreciendo  de  todos  modos  los  emolumentos  de  edición  á  cuyo  ser- 
vicio consagró  su  afán  patriótico. 

Sus  trabajos  de  impresión  no  tienen  rival  en  Sud-América,  mereciendo 
laudatorias  alabanzas  en  el  extranjero  y  el  primer  premio  de  honor  (medalla 
de  oro)  en  las  Exposiciones  de  Córdoba  y  Continental. 

Infatigable  benefactor  de  las  letras  argentinas,  su  establecimiento  ha  sido 
el  punto  de  convergencia  de  la  mayor  parte  y  de  lo  mejor  que  ha  visto  la  luz 
pública  sobre  historia  nacional,  política,  jurisprudencia,  arte  dramático  y  lite- 
ratura en  general,  reimprimiendo  constantemente  dichas  obras,  agotadas  por 
la  febriciente  demanda  de  tan  interesantes  revelaciones  del  ingenio  argentino. 

La  sección  de  la  librería  contiene  todas  las  obras  que  han  producido  los 
literatos,  políticos,  poetas,  jurisconsultos,  financistas  y  los  historiadores  del 
país,  habiendo  sido,  en  esta  especialidad,  casi  esclusiva  durante  muchos  años, 
pero  que  el  progreso  fabuloso  de  la  República  le  ha  ido  arrebatando  poco  á 
poco  las  primicias  pecuniarias  de  este  negocio  con  la  importación  de  exten- 
sos capitales  y  de  todo  género  de  industrias  especulativas. 

En  los  catálogos  que  publica  periódicamente,  se  leen  centenares  de  títulos 
de  obras  y  escritos  de  nuestros  mas  ilustrados  publicistas,  tanto  nuevos  como 
de  los  de  posterior  reimpresión. 

También  ha  contribuido  á  levantar  el  arte  tipográfico  y  mejorar  los  mate- 
riales de  impresión,  porque  siempre  ha  ejecutado  con  esmero  y  perfección  los 
trabajos  que  le  han  sido  confiados  á  porfía. 

Hoy  cuenta  con  la  protección  pública,  sobre  todo  con  la  parte  mas  inteli- 
gente de  la  juventud  y  viejos  escritores,  que  ven  en  este  establecimiento  al  pa- 
trocinador del  desarrollo  de  las  letras. 

Entre  las  obras  mas  importantes  que  ha  editado  esta  imprenta,  podemos 
citar  á  la  Revista  de  Buenos  Aires,  del  Rio  de  la  Plata,  la  del  Paraná  y  Nueva 
Revista  de  Buenos  Aires — Alberdi,  su  vida  y  sus  escritos — Biografía  de  Manuel 


—  520  — 

Dorrego — Críticas  y  Bocetos  Históricos— Curso  de  Higiene  Pública— Comen- 
tario sobre  la  constitución  federal  de  los  Estados  Unidos — Comprobaciones 
históricas,  de  Mitre — Ensayo  sobre  la  historia  de  la  constitución  argentina — 
Estudios  sobre  el  Código  de  Comercio — Elementos  de  derecho  canónico — Efe- 
meridografía  argirometropolitana  y  argireparqueótica — Facultad  délas  Cáma- 
ras Legislativas — Historia  Argentina — Historia  de  la  Revolución  Argentina — 
Historia  de  Belgrano — Introducción  general  al  estudio  del  derecho — Cuestión 
del  Estrecho  de  Magallanes — Patagoniay  las  tierras  australes, — cuyos  mas  re- 
nombrados autores  v  colaboradores  de  la  literatura  nacional,  son:  el  General 
Mitre,  Juan  Maria  Gutiérrez,  Antonio  Zinny,  José  Tomás  Guido,  Mariano  A. 
Pelliza,  Eduardo  Wilde,  Adolfo  Saldias,  Amancio  Alcorta,  Carlos  José  Alva- 
rez,  Luis  V.  Várela,  Vicente  F.  López,  Luis  L.  Domínguez,  Vicente  y  Ernesto 
Quesada,  J.  B.  Alberdi,  Lucio  V.  Mansilla,  etc.,  etc. 

Las  obras  puramente  literarias  y  un  gran  catálogo  de  biografías  y  libros 
de  enseñanza  que  ha  editado  con  perfección  y  hasta  con  lujo,  ñolas  men- 
cionamos aquí. 


FABRICA  NACIONAL  DE  CALZADO 


Esta  fábrica  se  ha  organizado  por  medio  de  una  Sociedad  Anónima  deno- 
minada como  el  rubro  de  estas  líneas,  á  objeto  de  adquirir  en  propiedad  una 
gran  fabrica  de  calzado  ya  establecida  en  esta  Capital,  y  propender  por  todos 
los  medios  á  levantar  esta  industria,  abaratando  el  costo  del  producto  y  em- 
pleando los  materiales  mas  legítimos  en  la  fabricación. 

Esta  sociedad  debe  durar  cuando  menos  veinte  anos  y  puede  adquirir  toda 
clase  de  bienes,  con  facultad  de  empezar  á  funcionar  cuando  se  hubieren  sus- 
crito $  500,000  de  la  primera  serie  de  acciones  emitidas. 

El  capital  original  ó  social  es  de  $  1.200.000  y  deberá  cubrirse  con  la  emi- 
sión de  dos  series  de  acciones,  de  6000  cada  una. 

Esta  Sociedad  es  dirigida  por  un  Directorio  compuesto  de  siete  personas, 
renovable  por  mitad  cada  dos  años,  excepto  el  Gerente  y  Sub-Gerente  que  solo 
pueden  ser  separados  de  sus  puestos  por  resolución  de  Asamblea,  convocada 
expresamente. 

Celebra  Asamblea  ordinaria  una  vez  cada  año  y  extraordinaria  cuando  lo 
solicita  un  número  de  Accionistas  que  represente  por  lo  menos  la  tercera 
parte  del  capital,  considerándose  constituidas  aquellas  siempre  que  represen- 
ten la  mitad  de  las  acciones  emitidas. 

Sus  resoluciones  son  obligatorias  parala  Sociedad. 

Las  utilidades  son  distribuidas  de  esta  manera:  15  Vo  ^1  Gerente  á  mas  de 
su  sueldo;  5  V©  al  Sub-Gerente  á  mas  de  su  sueldo;  3  Vo  al  Presidente;  2  «/o  á 


—  sal- 
ios demás  directores  ó  suplentes  no  remunerados  especialmente,  á  prorata  de 
las  sesiones  á  que  hayan  asistido,  y  75  Ve  &  los  accionistas. 

Esta  Sociedad  ha  sido  reconocida  por  el  Gobierno  é  inscripta  en  el  Regis- 
tro de  Comercio,  adquiriendo  por  consiguiente  el  carácter  de  persona  jurídica. 

Quedó  fundada  definitivamente  en  el  mes  de  Julio  de  1887. 


BODEGA,  destilería  Y  UCORERIA  DE  JOSEUN  B.  HUERGO 


Este  establecimiento  empezó  á  funcionar  desde  el  año  1881  bajo  la  firma  de 
José  María  Huergo  y  esclusivamente  en  la  fabricación  de  vinos.  Dos  años 
después  recibió  un  gran  ensanche  y  se  extendió  su  fabricación  hasta  hacer 
licores,  girando  un  año  después  bajóla  razón  social  de  Joselin  B.  Huergo  y  Ca. 

El  antiguo  propietario  siguió  solo  en  la  cultura  del  viñedo,  en  el  que  po- 
see actualmente  100.000  cepas  de  vid  de  las  mejores  y  mas  acreditadas  espe- 
cies francesas,  y  la  nueva  razón  social  en  la  fabricación  de  licores  que  ha  re- 
cibido un  gran  impulso  y  merecido  la  decidida  protección  del  público. 

Consta  la  fábrica  de  7  departamentos  de  450  metros  de  ancho  por  45  de 
fondo,  con  salida  ádos  calles,  4  piezas  destinadas  para  escritorio,  y  1  gran  cor- 
ralón para  depósito  de  cascos  vacios,  carros,  caballos,  etc. 

El  material  de  fábrica  se  compone  de  6  grandes  alambiques  movidos  á 
vapor,  que  pueden  producir  hasta  5.000  litros  diarios  de  cualquier  licor,  14  tone- 
les de  50  hectolitros  de  capacidad,  3  de  100  y  30  de  8  á  10;  4  bombas  trasiego, 
3  tachos  para  almíbar,  filtros,  máquinas  para  llenar,  tapar  y  capsular,  3  gran- 
des depósitos  de  hierro  y  1  de  cobre  para  alcoholes  y  demás  útiles  indis- 
pensables. 

La  venta  mensual  gira  al  rededor  de  35.000$  y  los  gastos  de  $  1.500. 
Puede  calcularse  la  existencia  de  licores  elaborados  y  en  preparación  en  un 
valor  aproximado  de  100.000  $.  Aunque  la  casa  no  tiene  sucursales,  es 
conocida  en  toda  la  República  y  está  en  relación  con  casi  todas  las  Provincias 
por  medio  de  sus  agentes  especiales. 

No  la  liga  con  el  extranjero  otro  vínculo,  que  el  de  por  compra  de  envases 
y  de  ciertas  materias  primas  que  aquí  no  existen.  Ha  concurrido  á  tres  Expo- 
siciones con  sus  productos  y  en  cada  una  de  ellas  ha  obtenido  el  mayor  premio 
designado  previamente. 

La  dotación  personal  de  la  casase  compone  de 6  dependientes,  un  capataz 
y  16  peones. 


66 


-  522  — 


TIENDA  «EL  PROGRESO 


Tuvo  lugar  su  apertura  al  servicio  público  en  el  año  1875,  con  veinte 
empleados  distribuidos  en  las  secciones  de  tienda  y  mercería,  los  únicos  ramos 
que  constituyen  el  comercio  del  establecimiento. 

También  ha  merecido  este  con  alguna  preferencia  los  favores  de  la  protec- 
ción pública,  al  servicio  de  la  cual  sus  propietarios  han  consagrado  toda  su 
atención  é  interés. 

Las  ventas  que  realiza  anualmente  son  una  prueba  evidente  de  la  catego- 
ría que  ocupa  en  el  comercio  de  esta  plaza  y  del  capital  que  el  establecimiento 
tiene  invertido  en  mercaderías. 

También  tiene  distribuidos  los  artículos  por  secciones  ó  departamentos  de 
venta  especial,  algunos  de  los  cuales  son  atendidos  por  señoras  y  otros  por  ven- 
dedores especialistas. 

Las  mercaderías  están  aseguradas  por  un  valor  de  $  280.000  oro,  y  aunque 
la  casa  no  ha  establecido  en  las  Provincias  sucursales  inferiores,  es  conocida 
en  todo  el  país. 

Tiene  casa  propia  de  comisión  en  París  y  de  compras  en  Londres,  Berliot 
Viena,  Manchestery  Lyon.  En  su  organización  interna  ha  tomado  por  modelo 
las  del  Louvre  y  Bon  Marché. 

El  número  de  empleados  no  baja  hoy  de  sesenta,  sin  contar  con  las 
modistas  que  tiene  á  su  servicio  para  confecciones,  etc. 

Consta  de  catorce  departamentos  la  división  hecha  en  la  distribución  de 
as  mercaderías  para  facilitar  su  pronta  revisión,  cada  uno  de  los  cuales  tiene 
un  personal  compuesto  de  un  jefe,  tres  ó  cuatro  empleados  y  un  cadete* 

Es  uno  de  los  establecimientos  mas  fuertes  de  la  plaza  y  una  esperanza 
seductora  para  sus  dueños,  señores  J.  B.  Burnichon  y  Ca. 


*  « 


FABRICA   DE    NAIPES 


Este  establecimiento  funciona  desde  el  17  de  Mayo  de  1885,  recha  en  que 
tuvo  lugar  su  instalación. 

Desde  entonces  hasta  la  actualidad  ha  seguido  sin  interrupción  una 
marcha  ascendente  de  prosperidad,  asegurándole  un  buen  éxito  en  todos  sus 
trabajos  y  mereciendo  la  conñanza  y  protección  del  comercio. 

Son  casi  nulas  las  relaciones  mercantiles  que  tiene  con  el  extranjero, 
porque  preocupada  con  la  demanda  interna  no  ha  tenido  tiempo  para  estrechar 
aquellas;  pero   su  estado  floreciente  y  el  trabajo  constante  que  elabora,  la 


—  583  — 

permiten  pensar  hoy  en  aumentar  la  maquinaria  y  el  personal  operario  para 
atender  en  cualquier  escala  los  pedidos  que  reciba,  pues  con  la  dotación  ac- 
tual solo  fabrica  anualmente  una  cantidad  que  no  pasa  de  24,000  docenas  de 
naipes,  cuyo  consumo  es  puramente  interno. 

Las  mejoras  y  el  aumento  que  se  trata  de  introducir  en  el  establecimiento 
importan  una  suma  aproximada  de  $  40.000,  incluyendo  el  edificio  ex-profeso 
que  debe  hacer  construir,  con  las  maquinarias  y  demás  extensiones  enun- 
ciadas. 

En  ninguna  época  ha  tenido  que  deplorar  crisis  económicas  ni  paralización 
de  trabajos,  á  no  ser  una  huelga  inusitada  é  insólita  de  operarios,  cuya  ma- 
yor parte  eran  de  nacionalidad  española,  y  que  no  tuvo  otras  consecuencias 
que  su  expulsión  del  establecimiento  y  la  incorporación  del  obrero  argentino 
á  aquellos  talleres  que  se  impusieron  la  tarea  de  preparar  al  hijo  del  país  en 
esa  labor  especial,  sin  excluir  á  la  mujer  de  esas  faenas  en  las  que  pronto  se 
conquistó  un  puesto  distinguido,  mereciendo  hasta  la  preferencia  en  ciertos 
trabajos. 

El  capital  actual  es  de  treinta  á  treinta  y  cinco  mil  pesos,  habiendo  sido  el 
primitivo  de  veinticinco  mil. 

Varia  de  30  á  50  el  número  de  empleados  que  necesita  y  tiene  para  los  di- 
versos trabajos  de  la  fabricación,  contando  hoy  con  solo  40,  que  no  pueden 
prestar  los  servicios  reclamados  por  la  acumulación  de  las  obras  que  tiene 
á  su  cargo  y  que  para  dar  cumplimiento  solicita  20  á  25  empleados  más, 
tanto  hombres  como  mujeres.  Estos  empleados  importan  al  establecimiento 
un  gasto'mensual  mínimo  de  $  700,  por  sueldos  variables  entre  $  6  el  menor  y 
$  90  el  mayor. 

La  entrada  mensual  por  obras  puede  calcularse  entre  tres  y  cuatro  mil 
pesos  generalmente,  aunque  tiene  épocas  en  que  percibe  hasta  seis  mil, 
según  la  clase  del  trabajo  que  ejecuta. 

La  fabricación  mensual  alcanza  hasta  2000  docenas. 

Cuenta  para  la  elaboración  de  los  naipes  con  una  máquina  de  imprimir, 
una  prensa,  un  motor  á  vapor,  una  máquina  de  jabonar  y  tres  más  para  dis- 
tintos usos. 

Como  carece  de  un  edificio  apropiado  para  estos  trabajos,  no  puede  en  la 
actualidad  aumentar  estos  materiales  hasta  no  emprender  la  construcción  del 
edificio  que  tiene  proyectado  su  propietario . 

Los  trabajos  que  se  ejecutan  no  se  verifican  por  medio  de  contratos  per- 
manentes ni  á  objeto  de  proveer  sucursales,  que  tampoco  las  tiene,  sino 
obedeciendo  á  las  necesidades  del  comercio,  perentorias  por  su  instabilidad  en 
este  ramo. 

España,  Italia  y  Alemania  son  los  puntos  de  provisión  de  papel  de  este 
establecimiento,  cuya  variedad  de  clases  constituye,  comprendidas  las  tintas, 
las  diversas  calidades  de  los  naipes. 

Las  tintas  se  elaboran  en  el  mismo  establecimiento,  produciendo  de  psta^ 


—  524- 

suerte,  economía  en  su  costo  y  mejora  en  las  clases,  empleándose  hasta  doce 
colores  en  la  fabricación. 

Las  tarifas  varían  con  la  calidad  de  los  naipes,  fabricándose  desde  el  más 
ordinario  hasta  el  superior  ó  extra,  cuyo  precio  respectivo  por  docena  y  por 
mayor  es  como  sigue : 

Núm.  40 $    1  Núm.  2 $    2,50 

1 »    1,25  »      7 »    3,50 


» 
» 


3 »    1,80  »      9 »    4,00 


<EL     CAUCETE> 


VIÑAS    DE    D.    JUSTO    CASTRO 

Así  se  denomina  un  pedazo  de  terreno,  una  colina,  situada  á  cinco  leguas 
al  Este  de  la  ciudad  de  San  Juan  y  al  pié  de  una  sierra  conocida  con  el  nombre 
«Pió  de  Palo». 

Componen  esta  propiedad  doscientas  cuadras  cuadradas  de  ciento  treinta 
metros  por  costado  cada  una,  ocupadas  por  250,000  cepas  de  vid  de  las  mejo- 
res especies  francesas,  colocadas  paralelamente  y  dispuestas  en  línea  por  cuar- 
teles separados  por  espaciosas  calles,  que  permiten  la  más  minuciosa  inspec- 
ción. 

Esta  magnífica  propiedad  pertenece  al  señor  Justo  Castro. 

Su  propietario,  después  de  viajar  con  sumo  interés  por  casi  todo  el  interior 
de  la  República,  por  Chile,  Perú  y  Bolivia,  estudiando  de  paso  los  mejores 
métodos  de  viticultura  y  vinicultura,  resolvió  entregarse  al  plantío  de  un 
viñedo  modelo. 

La  primera  compra  de  cepas  que  realizó,  pertenecieron  á  las  máá  acredi- 
tadas especies  de  Burdeos  traídas  directamente  y  que  sirvieron  como  de  núcleo 
á  la  gran  plantación. 

Llevado  á  cabo  el  primer  plantío,  la  cosecha  debía  tardar  lo  menos  de  3  á 
4  años,  cuyo  espacio  de  tiempo  lo  aprovechó  el  industrial  estableciendo  en  el 
((Caucete»]una  casa  de  venta  al  por  menor  de  artículos  de  ferretería,  tienda, 
almacén,  mercería,  talabartería,  y  por  fin,  de  un  molino  á  vapor. 

Ninguno  de  estos  negocios  y  sus  atenciones,  han  privado  al  Sr.  Castro  de 
dedicar  con  preferente  solicitud  su  afán  é  inteligencia  al  cultivo  de  la  vid.  Cada 
año  extendía  la  plantación  con  ejemplares  de  cepas  de  notoria  reputación 
comercial. 

Una  gran  crisis  que  amenazaba  destruir  el  equilibrio  financiero  del  país 
dibujábase  ya  con  alarmante  inquietud,  envolviendo  en  las  ruinas  de  su  labor 
tenebrosa  el  fruto  cuantioso  del  constante  y  paciente  trabajo. 


—  585  — 

De  esta  terrible  prueba  sn1i6  airoso  el  establecimiento  del  «Caucete», 
después  de  lo  cual  y  para  emprender  la  fabricación  de  vinos  de  la  uva  de  sus 
viñedos,  asoció  en  sus  negocios  ádos  de  sus  hermanos,  igualmente  laboriosos 
como  el  propietario. 

En  el  primer  año  de  fabricación  se  elaboraron  1500  bordalesas,  2200  en 
el  siguiente,  2500  en  el  tercer  año,  4000  en  el  cuarto,  y  por  fin,  7000  en  el  último 
año,  es  decir,  1886. 

El  aumento  incesante  de  la  producción  íué  requiriendo  progresivamente 
mayor  amplitud  en  los  departamentos,  nuevas  máquinas  y  más  perfeccionadas, 
un  edificio  propio  construido  expresamente  para  dar  cabida  al  inmenso  mate- 
rial de  elaboración  necesario  á  la  fabricación,  aparatos  más  modernos  y  los 
accesorios  indispensables  para  coadyuvar  en  el  mejor  éxito,  todo  lo  cual  se 
ha  llevado  á  cabo  elevando  el  establecimiento  del  v<Caucete»tal  vez  al  primer 
rango  de  la  industria  vinícola. 

Exceptuando  la  valiosa  dotación  del  material  mecánico,  los  salones  con- 
tienen además  100  gigantescos  toneles  de  fermentación,  1000  pipones,  1000 
pipas  y  5000  bordalesas. 

Seiscientos  trabajadores  se  ocupan  en  las  faenas  de  la  vendimia  y  150 
cuando  ha  pasado  la  elaboración  y  cosecha.  La  mayor  parte  de  éstos  y  de 
los  operarios  son  de  nacionalidad  argentina,  educados  y  enseñados  en  la  ver- 
dadera escuela  de  Artes  y  Oficios  que  ofrece  la  labor  humana  en  el  Caucete. 

La  contracción  é  inteligencia  puestas  al  servicio  de  la  industria  vinícola, 
debían  dar  muy  pronto  los  resultados  lógicos  de  su  investigadora  dedicación, 
produciendo  en  la  actualidad  vinos  de  mesa  y  de  postre,  superiores  á  los  im- 
portados, en  los  cuales  muchas  veces  no  toma  ingerencia  alguna  la  materia 
prima,  la  uva. 

La  excelencia  y  superioridad  de  clase  de  los  productos  elaborados  en  el 
Caucete,  prueban  irrefutablemente  cuanto  ardor  y  consagración  han  presidido 
las  faenas  bajo  el  punto  de  vista  científico. 

Varias  medallas  de  oro  que  constituyen  el  primer  galardón  de  la  ciencia, 
discernido  á  la  mayor  perfección,  condecoran  al  inteligente  industrial,  mereci- 
das en  todos  los  torneos  en  que  ha  expuesto  el  producto  de  sus  afanes 
agrícolas. 

En  esta  Capital  y  en  La  Plata  se  han  establecido  grandes  depósitos  de 
vinos  para  atender  la  demanda  de  numerosa  clientela. 

La  aceptación  que  han  merecido  estos  productos  aseguran  al  afamado 
industrial  la  preponderancia  de  sus  viñedos,  cuya  extensión  aumentada  anual- 
mente, permite  esperar  que  no  tardará  mucho  tiempo  en  realizar  el  éxito 
supremo  á  que  se  puede  aspirar:  la  exportación. 

La  venta  mensual  es  de  16.000  $  y  cuenta  con  27  empleados  en  ambos 
depósitos.     El  capital  primitivo  fué  de  $  50.000. 

Se  fabrican  también  exquisitos  licores  de  legítimos  caldos  de  vinos,  como 
ser  anis,  anisete,  cognac,  etc.,  q|ue  han  merecido  igualmente  n^uch^^  acepta- 
ción. 


-  586  — 


TIENDA  <A  LA  CIUDAD  DE  LONDRES» 


El  15  de  Marzo  de  1873  quedó  deñnitivamente  establecida  y  abierta  al 
servicio  público  con  un  capital  en  mercaderias  de  $  25.000. 

Su  propietario,  D.  Juan  Brun,  tuvo  desde  la  fundación  de  este  estable- 
cimiento el  propósito  de  levantarlo  á  la  altura  del  «Bon  Marché»  de  París, 
en  el  cual  había  prestado  servicios  durante  siete  aflos,  alcanzando  á  la  su- 
perior categoría  de  interesado  por  su  talento  comercial. 

La  idea  de  su  establecimiento  se  desarrolló  y  debió  llevarse  á  cabo 
desde  el  año  1871,  pero  la  flebre  amarilla  que  azotó  á  la  población  en  esta 
fecha  difirió  para  ocasión  más  oportuna  su  realización. 

En  el  año  1867  llegó  á  Buenos  Aires  el  Sr.  Brun  sin  otro  capital  que 
sus  aptitudes  é  inteligente  actividad,  colocándose  muy  pronto  en  una  casa 
francesa  introductora  en  la  cual  desempeñó  con  tanto  acierto    y    felicidad 
sus  funciones,  que  no  tardó  en  recibir  la  recompensa  de   sus  afanes,  me- 
reciendo de  sus  superiores  la  distinción  de  admitirle  como  interesado. 

Este  premio  á  su  laboriosidad  ó  inteligencia  le  dio  nuevos  brios  para 
propender  de  todos  modos  á  la  mayor  prosperidad  del  establecimiento,  que 
logró  conseguir  sin  grandes  esfuerzos,  aumentando  notablemente  la  clien- 
tela que  supo  atraer  con  tanto  tino  y  eficacia. 

Fué  en  el  año  1839  que  hizo  venir  de  Europa  á  su  hermano    Hipólito 
para  establecer  la  tienda  que  nos  ocupa,  atendiendo  inmediatamente  á  los 
preparativos  necesarios  á  tal  objeto,  pero  que   solo    cuatro   años  después 
logró  realizar  el  pensamiento. 

Los  buenos  oficios  de  algunas  casas  comerciales  de  esta  Capital  gran- 
jearon al  Sr.  Brun  los  elementos  ó  sea  el  crédito  indispensable  para  abor- 
dar la  idea,  pues  entonces  solo  tenía  un  capital  aproximado  de  $  6000  y 
que  solo  en  gastos  de  instalación  se  distrajo  la  mitad  de  dicha  suma. 

En  estas  condiciones  el  Sr.  Hipólito  Brun  abrió  el  establecimiento 
siendo  su  socio  comanditario  su  hermano  D.  Juan,  quien  entró  en  el  año  si- 
guiente á  formar  parte  de  la  sociedad  como  socio  activo,  cuando  pudo  dis- 
minuir el  peso  de  sus  numerosas  ocupaciones. 

Doce  años  duró  la  sociedad  de  los  dos  hermanos  hasta  la  muerte  de 
D.Hipólito  que  tuvo  lugar  en  el  año  1885,  quedando  desde  entonces  el  activo 
y  pasivo  del  establecimiento  á  cargo  de  D.  Juan. 

Hubo  tal  actividad  en  la  casa  y  se  había  desplegado  tanto  interés  en 
mantener  permanentemente  todo  género  de  novedades  en  mercería,  con- 
fecciones, etc.,  que  llegó  á  convertirse  en  el  centro  obligado  de  las  damas, 
no  solamente  por  aquella  consideración  sino  por  el  lujo  y  distribución 
sistemática  de  las  mercancías,  teniendo  á  la  puerta  del  establecimiento  un 
servicio  de'carruajes  dispuesto  á  fin  de  entregar  á  domicilio  los  obje- 
tos vendidos. 


—  527  — 

Tales  comodidades  agregadas  al  surtido  completo  en  los  tres  ramos 
que  explotaba,  ejercieron  una  poderosa  atracción  sobre  el  género  femenino, 
reuniéndose  allí  lo  mas  aristocrático  de  la  población. 

En  el  primer  año  de  su  fundación  logró  realizar  una  venta  al  rededor 
de  75.000  $  con  un  capital  en  mercaderías  de  $  25.000,  administrado  por  tres 
vendedores,  un  cadete  y  un  repartidor. 

En  la  actualidad  el  personal  de  la  casa,  entre  jefes,  vendedores  y  ven- 
dedoras modistas,  alcanza  &  la  cifra  de  112  empleados,  sin  incluir  el  ser- 
vicio externo  de  la  misma,  que  es  desempeñado  por  cien  personas  encar- 
gadas de  costuras  y  bordados. 

Mas  de  un  millón  de  pesos  representa  el  valor  de  las  mercaderías 
vendidas  en  este  año. 

El  establecimiento  ocupa  una  superficie  de  2750  metros  y  sus  merca- 
derías están  aseguradas  en  veinte  y  dos  compañías  representando  el  valor 
total  del  seguro  la  suma  de  $  368.250,19,  oro. 

Su  comercio  es  de  importación  y  minorista  y  abraza  los  ramos  de 
tienda,  mercería  y  confecciones. 

Tres  tilburys  de  cuatro  ruedas  hacen  el  servicio  de  repartición  á  do- 
micilio. 

En  breve  abrirá  dos  nuevos  departamentos,  de  camas  el  uno  y  de 
alfombras  el  otro,  con  los  cuales  serán  doce,  divididos  en  sesenta  y  cuatro 
especialidades. 

La  nacionalidad  de  los  empleados  es  varia,  predominando  la  francesa. 


MUEBLERÍA  DE   PARÍS 


Fundada  en  el  año  1851  con  un  mediano  capital,  ha  esplotado  el  ramo 
de  mueblería  con  mucho  acierto,  contribuyendo  en  gran  parte  á  perfeccio- 
nar el  gusto  artístico  en  el  menaje  doméstico. 

Este  establecimiento  ha  sido  el  primero  que,  estableciendo  relaciones 
directas  con  las  principales  fábricas  de  Paris,  ha  introducido  al  país  mue- 
bles de  gran  importancia,  ya  por  su  labor  artística  como  por  la  superiori- 
dad de  sus  materiales. 

Actualmente,  con  un  capital  de  $  200.000,  puede  satisfacer  cualquier 
pedido  ó  trabajo  que  se  le  encomiende,  en  la  seguridad  de  llenar  debida- 
mente los  deseos  del  solicitante. 

Realiza  anualmente  una  venta  que  gira  al  rededor  de  500,000  pesos, 
de  muebles  importados  directamente  de  las  fábricas  parisienses. 

Satisface  los  pedidos  con  la  asistencia  de  quince  empleados,  á  quie- 
nes reconoce  como  sueldo  mayor  seis  pesos  diarios,  y  menor  un  peso. 

Los  gastos  generales  del  establecimiento  varian  entre  2500  á  3000  pesos 
mensuales,  incluso  el  alquiler  de  la  casa  que  ocupa,  esto  es,  400  por  mes. 


—  528  — 


ZAPATERÍA  DE  J.  BERNASCONl 


D.  Juan  Bernasconi  llegó  á  Buenos  Aires  sin  capital  en  el  año  1855,  entran- 
do como  oñcial  á  prestar  sus  servicios  en  la  zapatería  del  Sr.  Dufour. 

Su  consagración  y  economía  le  proporcionaron  los  elementos ,  aunque 
pobres,  para  abrir  un  pequeño  establecimiento  del  mismo  ramo,  en  el  que 
desplegó  toda  su  actividad  empleando  materiales  de  superior  calidad. 

La  prosperidad  sonreía  al  industrial  con  una  clientela  generosa  y  ele- 
gante que  se  aumentaba  á  gran  prisa,  cambiando  súbitamente  la  faz  del 
establecimiento. 

Cuando  hubieron  pasado  algunos  años  de  ruda  labor,  la  casa  giró  en 
otro  orden;  en  vez  de  emplear  el  capital  en  su  propio  negocio,  compra  de 
propiedades,  etc.,  efectuaba  operaciones  de  descuentos  que  le  aseguraban 
un  buen  beneficio,  continuando  en  esta  especulación  hasta  en  la  actualidad. 
La  fábrica  de  calzado  y  los  descuentos  han  sido  los  únicos  factores  de  la 
colosal  riqueza  de  este  industrial. 

La  zapatería  tomó  mucho  incremento  cuando  por  primera  vez  recibió 
en  comisión  una  fuerte  consignación  de  calzado  europeo;  fué  en  este 
tiempo  que  cambió  de  local  trasladándose  donde  hoy  está  establecida  y  en 
el  que  ha  continuado  recibiendo  las  consignaciones  del  extranjero. 

La  solidaridad  de  este  establecimiento  impulsó  á  D.  Juan  á  trasladarse 
á  Europa,  dejándolo  bajo  la  dirección  y  gobierno  de  sus  hijos,  mientras  él 
fundaba  una  gran  fábrica  en  Europa  que  al  presente  sostiene  diez  mil 
operarios,  según  han  podido  constatar  algunos  argentinos  allí  residentes, 
efectuando  también  operaciones  de  descuento  por  enormes  valores. 

D.  Juan  Bernasconi,  antes  de  abrir  su  zapatería  en  esta  ciudad,  sirvió 
de  músico  en  una  de  las  bandas  de  las  fuerzas  militares  que  guarnecen 
la  población. 


DIARIOS  Y  PERIÓDICOS 


Los  diarios  y  periódicos  de  esta  Sección  son  numerosos  y  muchos  de  ellos 
disfrutan  de  indisputable  solidaridad  económica,  á  excepción  de  «La  Prensa», 
cuya  descripción  hacemos  aparte,  que  es  el  coloso  de  la  América  del  Sud. 

He  aquí  el  conciso  detalle  de  los  demás. 

La  Tribuna  Nacional^  diario  de  la  mañana,  político,  noticioso  y  comercial, 
de  formato  de  0,88  por  0,64,  de  cuatro  páginas,  nueve  columnas  de  65  m/m. 
con  2  m/m.  de  interlineado  y  tipo  cuerpo  8.  Fundado  en  1880. 

La  Union,  diario  de  la  mañana,  político,  noticioso  y  comercial,  de  formato 


—  529  —  • 

de  0,71  por  0,51,  con  cuatro  páginas,  siete  columnas  de  65  m/m.  y  2  de  interli- 
neado— tipo  cuerpo  8.  Fundado  en  1882. 

La  Patria^  diario  matutino,  político,  noticioso  y  comercial,  de  formato  de 
0,81  por  0,57,  con  siete  columnas  de  70  m/m.  y  2  de  interlineado — tipo  cuer- 
po 8.  Fundado  en  1880. 

El  Porteño,  diario  matutino,  político,  noticioso  y  comercial,  de  formato  de    *■  jv 
0,71  por  0,50,  con  siete  columnas  de  65  m/m.  y  2  de  interlineado — tipo  cuerpo 

7.  Fundado  en  1882. 

El  Nacional,  diario  vespertino,  político,  noticioso  y  comercial,  de  formato  de 
0,88  por  0,64,  con  ocho  columnas  de  71  m/m.  y  2  de  interlineado — tipo  cuerpo 

8.  Fundado  en  1853. 

Sud' América,  diario  vespertino,  político,  noticioso  y  comercial,  de  formato 
de0,74  por  0,54,  con  seis  columnas  de  80  m/m.  y  dos  de  interlineado — tipo  cuer- 
po 8.  Fundado  en  1882. 

La  Razón,  diario  matutino,  político,  noticioso  y  comercial,  de  formato  de 
0,80  por  0,50,  con  siete  columnas  de  72  m/m.  y  2  de  interlineado — tipo  cuerpo 
8.  Fundado  en  1886. 

El  Popular,  diario  matutino,  político,  noticioso  y  comercial,  de  formato  de 
0,81  por  0,59,  con  siete  columnas  de  68  m/m  y  2  de  interlineado — tipo  cuerpo 
8.  Fundado  en  1887. 

Todos  estos  diarios  se  publican  en  idioma  nacional  y  aparecen  con  cuatro 
páginas  cada  uno. 

Revista  Médico-Quirfirjica,  publicación  quincenal,  en  4*,  órgano  de  los  intere- 
se^ médicos  argentinos,  con  16  páginas  y  2  m/m  de  interlineado — tipo  cuerpo  8. 
Fundada  en  1864. 

Revista  Jurídica,  publicación  mensual,  en  4**,  órgano  del  «Centro  Jurídico», 
con  30  páginas  y  3  m/m.  de  interlineado — tipo  cuerpo  8.  Fundada  en  1885. 

Revista  de  los  ititereses  rurales  de  la  Provincia  de  Rueños  Aires,  publicación 
mensual,  órgano  de  la  ganadería,  agricultura,  etc,  en  folio,  de  20  páginas,  con 
2 columnas  de  93  m/m.  y  3 de  interlineado — tipocuerpo8.  Fundada  en  1887. 

Roletin  del  Instituto  Geográfico,  publicación  mensual,  en  4®,  órgano  de  la  So- 
ciedad de  este  nombre,  de  30 páginas  y  3  m/m.  de  interlineado — tipo  cuerpo  7. 
Fundado  en  1880. 

Roletin  mensual  de  Demografía,  publicación  mensual,  en  4",  órgano  históri co- 
estadístico de  la  población,  de  8  páginas  y  2  m/m.  de  interlineado — tipo  cuer 
po  7.  Fundado  en  1882  y  escrito  en  idioma  francés. 

Roletin  de  la  Union  Industrial  Argentina,  publicación  hebdomedaria  y  órgano 
de  las  industrias  del  país,  en  folio,  de  4  páginas  con  4  columnas  de  74  m/m.  y2 
de  interlineado — tipo  cuerpo  7.  Fundado  en  1887.  Es  el  órgano  de  las  asocia- 
ciones «CentroIndustrial))y  «Club  Industrial»  posteriormente  refundidas. 

Anales  del  Instituto  Agronómico  Veterinario,  publicación  quincenal,  en  4",  de 
20  páginas,  con  2  columnas  de  64  m/m .  y  8  de  interlineado — tipo  cuerpo  8.  Fun- 
dado en  1886. 

67 


•  —  530  — 

Anales  déla  Sociedad  Rural  Argentina,  publicación  quincenal,  en  4^,  con  30 
,  .       páginas  de  2 columnas  d^  64  m/m.  y 2  de  interlineado^tipo  cuerpo  8.  Fundado 
m  1867.  •• 

La  Ilustración  Argentina^  periódico  ilustrado,  aparece  cada  diez  dias,  lite- 
_^    rario  é histórico,  en Jolio,  con  8  págioas,  de  2  columnas  de  10  centímetros  c[u  y 
Mr    3  m/m.  de  interlineado — tipo  cuerpo?.  Fundado  en  1881. 

La  Elegancia  Porteña^  periódico  ilustrado  de  modas,  labores  y  literatura,  en 
folio,  con  8  páginas  de  3  columnas  de  75  m/m.  y  3  de  interlineado— tipo  cuerpo 
8.  Fundado  en  1887.  Es  confeccionado  en  París  expresam'ente  para  Buení)s 
Aires. 

La  Papallona^  periódico  ilustrado,  semanario,  noticioso  y  literario,  en  fo- 
•       lio,  de 8  páginascon  2  columnas  de  84  m/m.  y  3  de  interlineado — tipo  cuerpo  7. 
Fundado  en  1887  v  escrito  en  idioma  catalán. 

La  Buena  I^ctura^  periódico  hebdomedario,  órgano  délas  familias,  sobre 
religión,  moral,  etc.,  en  4",  con  14  pajinas  de  2  columnas  de  64  m/m.  y  2  de  in- 
terlineado—tipo  cuerpo  9.  Fundado  en  1879. 


BOSQUEJO  DE  BUENOS  AIRES 


♦ 


SEGUNDO  TOMO 


SKOOION    SI^^GHITI^OA 


índice 


PÁGINIS 

Advertencia m  *     iv 

Prólogo  -  Sicciom  /•—  Teatro  Colon — 
Teatro  Nacional — Banco  Hipotecario 
déla  Provincia— Banco  de  Londres  y 
Rio  de  la  Plata— Banco  Carabassa — 
Banco  de  Italia  y  Rio  de  la  Plata — 
Banco  Inglés  del  Rio  de  la  Plata— Bol- 
sa de  Comercio — Hotel  de  Londres — 
l'refectura  Marítima — Estación  Cen- 
tral de  Ferro-Garriles — Casa  del  Sr.  A. 
Leloir — Casa  de  Huérfanas  de  la  Mer- 
ced—  Iglesia  Catedral — Iglesia  de  la 
Merced — Colegio  de  Varones — Escue- 
la Graduada  de  Varones — Iglesia  Evan- 
gélica — Confitería  del  Águila — Cigarre- 
I  ía  de  ].  Daumas — Iglesia  y  Convento 
de  las  Monjas  Catalinas — Departamen- 
to de  Obras  Públicas v  á  xliz 

Plano  de  i  a  Sección  Segunda i  >i       2 

Sección  Segunda 3  »     10 

VÍAS  PÚBLICAS — Rivadavia — Victoria — 
Alsina  —  Moreno  —  Belgrano — Vene- 
7uela — Méjico — Chile — San  Lorenzo — 
Independencia  —  Colon  —  Balcarce — 
Tupac-Amarú  --  Defensa  —  Bolívar — 

Perú — Chacabuco 11  á  i56 

Estadística  db  la  Propiedad  Raíz — 
Valor,  habitaciones — Superficie,  habi- 
ta ntcs —  Número  de  propiedades  —Va- 
lor del  metro  cuadrado — Nacionalidad, 
número,  valor — División  para  super- 
ficie—  División  para  valores — División 
para  pisos — División  para  propietarios 
y  locatarios — Ocupación — Edificación 

— Renta 157  á  172 

Trasmisión  de  la  Propiedad — Ubica- 
ción,   superficie,  valor — Nacionalidad 

de  compradores  y  vendedores 1 73  á  176 

Hipotecas  íobre  la  Propiedad  Raíz — 

Número,  nacionalidad,  valor 177  á   178 

Sociedades  y  Asociaciones — Club  del 
Progreso — Instituto  Geográfico  Argen- 


PÁODIAS 

tino—  Club  de  Residentes  Extranjeros 
—  Club  Español— Sociedad  Rural— 
Sociedad  Cosmopolita  de  Protección 
Mutua — Instituto  Agronómico  Veteri- 
nario— Sociedad  protectora  de  los  Ani- 
males— Colegio  Nacional  de  Escri- 
banos    179  á  248 

Estadística  del  Comercio  y  las  Indus- 
trias— Negocios,  capital,  empleados — 
Alquileres,  sueldos,  impuestos — Nego- 
cios y  capital  de  cada  Nacionalidad  — 
Empleados  y  alquiler  que  pagan — Suel- 
dos é  impuestos — Clasificación  de  los 
negocios,  capital  y  empleados — Clasi- 
ficación de  los  negocios,  sueldos  é  im- 
puestos— Profesión,  nacionalidad. .. .   249  ¿  260 

Establecimientos  Públicos— Congreso 
— Casa  de  Justicia— Casa  de  Gobierno 
— Municipalidad  —  Departamento  de 
Policía — Correos  y  Telégrafos— Adua- 
na— Universidad — Consejo  Nacional 
de  Educación — Colegio  Nacional— Bi- 
blioteca Pública — Museo  Público  Na- 
cional— Archivo  Nacional — Casa  de 
Moneda — Patentes  de  invención  y  Mar- 
cas de  fábrica  y  comercio — Obras  de 
Salubridad— Mercado  del  Centro  —Igle- 
sia y  Convento  de  Santo  Domingo — 
Iglesia  y  Convento  de  San  Francisco — 
Iglesia  de  San  Ignacio — Monte  de  Pie- 
dad—Registro de  la  Propiedad — Plaza 
de  Mayo — Plaza  de  «Los  Andes». . . .   261  á  5io 

Kstablecimibntos  Industriales  —  uLa 
Prensa» — Casa  de  Remate  de  Adolfo 
Bullrich  y  C*. — Imprenta  y  Librería  de 
Mayo — Fábrica  Nacional  de  Calzado — 
Bodega  destilería  y  licorería  de  JoseÜn 
B.  Huergo  y  C* — Tienda  a  El  Progreso» 
— Fábrica  de  Naipes — «EJ  Caucete» — 
Tienda  «A  la  Ciudad  de  Londres»  — 
Mueblería  de  París — Zapatería  de  J. 
Bernasconi — Diarios  y  periódicos..,.   5ii  á  53o 


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